De Luxemburgo a Antillas: la red `offshore` de IKEA para pagar

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De Luxemburgo a Antillas: la red
'offshore' de IKEA para pagar menos
impuestos
LA MULTINACIONAL UTILIZA LOS "MEJORES" PARAÍSOS
Anne Michel (Le Monde)
Ikea es líder en el mercado de la distribución de mobiliario. Y también en el de la optimización
de impuestos. Los beneficios obtenidos por la multinacional sueca por cada estantería Billy y
por cada silla Poäng vendidas se dibujan con un esquema que tiene en Luxemburgo su piedra
angular. Una maraña fiscal que pasa a través de los Países Bajos, Suiza, Chipre y los centros
financieros más opacos del Caribe.
Criticada en ocasiones por la cercanía de su fundador, Ingvar Kampard, con los movimientos
pronazis suecos, la multinacional no suele acaparar portadas. Es sabido que IKEA cuenta con
un 'propietario de su concepto' con sede en los Países Bajos, un holding que le permite eximir
de impuestos todos los ingresos por propiedad intelectual.
La telaraña de empresas tiene su centro en Luxemburgo, pero pasa por los Países Bajos,
Bélgica, Chipre y centros financieros más exóticos como las Antillas Neerlandesas o las Islas
Vírgenes Británicas.
Pero la red que permite la optimización fiscal del grupo es, en realidad, mucho más
complicada. Un sistema muy elaborado, pensado en los años 70, centrado en Luxemburgo y
con las ventajas de todos los "mejores" paraísos fiscales del planeta. El resultado es una
reducción de las facturas fiscales en los países donde IKEA realmente opera que beneficia al
accionista.
La telaraña de empresas tiene su centro en Luxemburgo, donde IKEA ha instalado
su holding central (Inter Ikea Holding). Pero pasa por los Países Bajos, Bélgica, Chipre y centros
financieros más exóticos como las Antillas Neerlandesas o las Islas Vírgenes Británicas. El
holding luxemburgués controla –de forma más o menos directa– numerosas filiales del grupo,
que hacen crecer sus ganancias del grupo, y el citado 'concepto' holandés.
La complejidad del esquema hace que resulte opaco a la mayor parte de estados en los que
IKEA opera, así como a sus autoridades fiscales. Este tipo de estructura es perfectamente legal
y, sin embargo, perjudica en la recaudación de impuestos a los más de cincuenta países en los
que pueden comprar sus productos.
Tax ruling de
inter ikea
IKEA, por su parte, asegura que su plan fiscal cumple con todas las normas y regulaciones
vigentes. Inter Ikea ha explicado, preguntada para esta investigación, que su tasa de impuestos
sobre la renta corporativa total ronda el 14%.
En un entorno fiscal muy cambiante, IKEA siempre ha sido capaz de adaptarse. Es lo que se
desprende en un documento con fecha 11 de noviembre de 2009, aprobado por el Gran
Ducado, que organiza la reestructuración impositiva del grupo en Luxemburgo. Ese año, tras
algunos cambios legislativos en el país y en Bélgica, la compañía tuvo que reorganizarse. El
Confidencial, Le Monde y otros 33 medios de 26 países han tenido acceso a esta información
gracias a la investigación Luxembourg Leaks, liderada por el ICIJ.
Esquema offshore
Esta "operación" se llevó a cabo en dos tiempos. En una primera fase, el grupo transformó su
antiguo holding luxemburgués, donde gozaba del estatuto de 'Holding 1929', eliminado bajo la
presión de la comunidad internacional que lo consideraba competencia desleal. Lo convirtió en
una nueva compañía, Inter Ikea Holding SA, con la condición de soparfi, un tipo de sociedad
exclusivo de Luxemburgo que cuenta con un régimen tributario muy ventajoso. IKEA obtuvo
para sí la misma exención de impuestos sobre los dividendos pagados a sus accionistas de la
que se beneficiaba como 'Holding 1929'.
La retención normal en Luxemburgo habría sido del 15%, pero un truco fiscal permitió
evitarlo. Todas las reservas del holding (casi 5 millones de euros en 2009) desde entonces se
pudieron distribuir a los accionistas sin ningún gravamen fiscal. A partir de los documentos de
ICIJ, puede estimarse un beneficio fiscal máximo para un accionista de la compañía de 735
millones de euros sólo a través de esta operación.
La reorganización de Ikea en 2009 permitió, en una segunda fase, crear un banco interno que
proporcionaría financiación a las otras filiales en todo el mundo. Unos préstamos internos al
grupo que se beneficiarían, también, de una tributación muy baja. Y se hizo reemplazando una
entidad similar que existía en Bélgica, donde las ventajas fiscales se verían suprimidas.
También en este caso se utilizó un esquema offshore: la nueva banca del grupo se financia a
través de una sociedad en las Antillas neerlandesas y se apoya en una sucursal en Suiza,
también esta 'de-fiscalizada' legalmente. En la práctica, a través de este banco logró millones
de euros adicionales de ahorro en impuestos.
Los documentos fiscales obtenidos por el ICIJ sólo pueden ofrecer una imagen parcial de las
ganancias obtenidas. Y de las pérdidas para los estados en los que opera la multinacional.
Según un experto abogado fiscalista consultado por este reportaje, es muy probable que
Ikea tenga acuerdos parecidos en los otros países, en particular para su implantación en los
Países Bajos, donde se encuentra la filial de su holding en Luxemburgo. El estado también es
conocido por su tributación laxa al estilo del Gran Ducado, Irlanda o Suiza. Y el holding,
recuerda este experto, no está obligado a presentar sus resultados financieros completos.
Artículo cedido en exclusiva a El Confidencial por Le Monde en el marco de la investigación
“Luxemburg Leaks”. Traducción y adaptación a cargo de Daniele Grasso.
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