Cultura del Agua 285-512 - Consejo de Cuenca del Valle de México

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NUESTRA PARTICIPACIÓN
UN ROMPECABEZAS
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Nuestra participación en el agua
Detalle del caudal del Río Amanalco, en el municipio de Amanalco, en el Estado de México.
CFM
288
PRESENTACIÓN DE DAVID KORENFELD FEDERMAN
ste cuarto capítulo se compone de siete apartados, en los que 33 especialistas vierten sus puntos de vista
sobre un tópico relacionado con el agua. Así, en el primer apartado, Los acuíferos, el valor de su presencia, Rubén Chávez Guillén plantea el rumbo hacia una "Estrategia para la conservación de los acuíferos en
México", Oscar Jorge Hernández López aborda el tema "La recarga artificial, un principio para la recuperación
de los acuíferos en el Estado de México", y José Raúl Millán López expone "La importancia de la sustentabilidad de los acuíferos para el abastecimiento de agua potable a la población".
E
En el segundo apartado, Los caudales para los usos del agua, Galdino Daniel González Covarrubias dirige una
mirada "Hacia un uso eficiente del agua en el campo", José Elías Chedid Abraham plantea el camino "Hacia
un campo sustentable en el Estado de México”, y Jesús Velarde García reflexiona sobre "La agricultura eficiente, camino para la viabilidad hidráulica del Estado de México".
En el tercer apartado, Las pérdidas de agua, la importancia de su control, Bernardo Echavarría Soto describe
"El Proyecto de Sectorización en el Distrito Federal", Emiliano Rodríguez Briceño aporta la experiencia de "La
tecnología y la prevención de fugas a partir del caso de la ciudad de León, Guanajuato", Juan Carlos Guasch
y Saunders propone "Acciones para proteger al acuífero del Valle de México", Arturo Jiménez Ramón analiza "El control y la recuperación de pérdidas en las redes", Antonio Capella Vizcaíno establece "Acciones para
preservar la sustentabilidad del Valle de México", Ramón Vila Sánchez plantea "El camino hacia la eficiencia
y el control del Agua No Contabilizada", y José Roberto Cagigas Velásquez expone "La sectorización,
herramienta hacia una gestión eficiente de la distribución de agua potable".
En el cuarto apartado, El reúso del agua, anticipando realidades, Alejandro Rodríguez Jiménez valora "El
tratamiento de aguas residuales como método para resarcir el deterioro de los valles de México y Toluca",
Adalberto Noyola Robles resalta "El desarrollo de tecnología propia y el impulso del saber universitario como
factores para desarrollar una efectiva política de tratamiento en México", y Gregorio Martínez Ramírez hace
consideraciones sobre "El tratamiento municipal, opción necesaria para el saneamiento del Valle de México".
En el quinto apartado, Estado de México, punto de referencia, Guillermo Guerrero Villalobos desarrolla el
tema "Los sistemas comerciales en los organismos operadores del agua", Alfonso Martínez Baca Domenzain
esboza "La necesidad de un Nuevo Federalismo del Agua en México", Enrique González Isunza pondera "La
responsabilidad como un motor de la eficiencia comercial", Ramón Aguirre Díaz aporta "Soluciones integrales para alcanzar altas eficiencias en el área comercial en el Sistema de Aguas de la Ciudad de México",
Manuel Gómez Morín Martínez del Río aporta la experiencia sobre las "Estrategias para alcanzar altas eficiencias en los organismos operadores a partir del caso de Naucalpan de Juárez, Estado de México", y Roberto
Olivares plantea "La sensibilización dentro de los organismos operadores, hacia un beneficio democrático".
En el sexto apartado, Estado de México, reuniendo fuerzas, Jesús Campos López establece el "Marco general
de los servicios de agua potable y saneamiento", Jorge Malagón Díaz especifíca "Una gestión eficiente del agua
en México", y Edgardo Castañeda Espinosa plantea una solución, "La tarifa del agua, medio para preservar el
recurso en el Estado de México".
Y en el séptimo y último apartado, La Cultura del Pago, recuperando el equilibrio, Alfredo Del Mazo González
nos recuerda "La importancia de la Cultura del Agua", Felipe Arreguín Cortés comenta "El valor del agua y la
Cultura del Pago", Ignacio Pichardo Pagaza considera "El Pago de Servicios Ambientales como factor de preservación del recurso", Jorge Arganis Díaz Leal expone la importancia de "La Cultura del Pago para garantizar
el suministro al Distrito Federal", Juan Manuel Martínez García comparte su visión "Hacia la autodeterminación y el matrimonio entre el usuario y el organismo operador", Juan Carlos Valencia Vargas plantea que "El
desarrollo del país depende de una mejor gestión del agua disponible", Gustavo Vázquez López diserta “Sobre
el agua y la conciencia” y por último Octavio Villa Ríos reflexiona “¿Qué es la Cultura del Agua?”
Dav id Korenf eld Fe derman
Secret ario d el Agua y Obra Pública de l Gobierno del Es tado de México
289
Manantial Las Fuentes,
en el municipio
de Atlacomulco,
en el Estado de México.
ACR
290
LOS ACUÍFEROS
EL VALOR DE SU PRESENCIA
291
Estrategia para la conservación
de los acuíferos en México
Importancia de las aguas
subterráneas en el país
Rubén Chávez Guillén
Mapa A. Franja de los grandes desiertos del mundo
LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS
SUMINISTRAN CERCA DE 75% DEL
VOLUMEN DE AGUA UTILIZADA EN LAS
CIUDADES DEL PAÍS, LAS CUALES
TAMBIÉN CONCENTRAN A 55 MILLONES
DE HABITANTES.
ABASTECEN A CASI TODA LA POBLACIÓN
RURAL, QUE REPRESENTA
APROXIMADAMENTE 25 MILLONES DE
HABITANTES, QUIENES NO TIENEN,
EN SU MAYORÍA, ACCESO A LAS
FUENTES DE AGUAS SUPERFICIALES
POR RAZONES ECONÓMICAS.
EL AGUA DEL SUBSUELO SUSTENTA EL
RIEGO DE 2 MILLONES DE HECTÁREAS,
QUE ES POCO MÁS DE LA TERCERA
PARTE DE LA SUPERFICIE TOTAL
IRRIGADA EN EL PAÍS, LO DEMÁS
ES TEMPORAL Y AGUA SUPERFICIAL.
SON LAS ÚNICAS FUENTES CONFIABLES
Y PERMANENTES EN LAS REGIONES
ÁRIDAS DEL PAÍS.
FUENTE: Conagua/Semarnat, 2008.
México es un país donde prevalecen condiciones climatológicas
muy adversas, debido a que gran parte de nuestro territorio se
encuentra en la franja de los grandes desiertos del mundo (mapa
A). Aproximadamente en la mitad del territorio mexicano prevalecen los climas seco y muy seco, lo cual implica que la precipitación pluvial sea escasa, con la consiguiente reducida disponibilidad de agua superficial y limitada renovación o recarga
de los acuíferos (mapa B). En consecuencia, la administración de
las fuentes subterráneas es esencial para nuestro desarrollo, ya
que de ellas depende el abastecimiento de la mayor parte de la
población, una fracción significativa de los desarrollos agrícolas
y casi todas las instalaciones industriales.
Mapa B. Los climas de México
SATISFACEN LA MAYORÍA DE LA
DEMANDA DE LOS DESARROLLOS
INDUSTRIALES, SOBRE TODO POR LA
CONVENIENCIA DE TENER LA FUENTE
DENTRO DE SU TERRENO Y POR TENER
CIERTA ECONOMÍA EN LA EXTRACCIÓN
Y EN LA APLICACIÓN DIRECTA SIN TENER
QUE DEPENDER DE UNA FUENTE
COMÚN.
Clima templado-húmedo
Clima templado-semihúmedo
Clima muy seco
Clima seco
Clima cálido y semihúmedo
Clima cálido-húmedo
292
FUENTE: Conagua/Semarnat, 2008.
ESTRATEGIA PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS ACUÍFEROS EN MÉXICO RUBÉN CHÁVEZ GUILLÉN
Situación actual de los acuíferos en México
Tipos de recarga
En nuestro país, cerca de 100 acuíferos están sobreexplotados, es
decir, la magnitud de su extracción rebasa a la de su recarga. De
ellos se está extrayendo un volumen no renovable del orden de
5 mil 400 millones m3/año, condición que está generando diversos efectos ambientales y económicos perjudiciales, y comprometiendo la sustentabilidad de los desarrollos. El centenar de
acuíferos sobreexplotados representa 15% del número total de
acuíferos definidos en el Catálogo Nacional, que es de 653. Si
bien ésta es una proporción menor respecto al total, los acuíferos
sobreexplotados están suministrando cerca de 50% del volumen
total de aguas subterráneas extraídas de territorio nacional.
Recarga natural. Tiene lugar en los terrenos permeables, donde el agua de lluvia y el escurrimiento
superficial se puede infiltrar a los acuíferos.
Recarga incidental. Es consecuencia del uso del
agua en los diferentes sectores que, en su mayoría
generan excedentes retornados a las fuentes de
agua. Un ejemplo lo encontramos en la agricultura, actividad donde una cierta cantidad de agua
aplicada para la superficie se infiltra y va a dar a
los acuíferos, siendo parte de la recarga, que es incidental.
Recarga inducida. Es inducida porque se provoca,
pero sin que haya obras específicamente para la
recarga; por ejemplo, cuando se bombean pozos
cerca de un cuerpo de agua (canal, vaso o lago)
hidráulicamente conectado con el acuífero.
Recarga artificial. Se lleva a cabo mediante obras
construidas con el fin específico de alimentar a los
acuíferos. Para ello se utilizan los métodos de superficie y los métodos directos al subsuelo. Los
primeros aprovechan el agua en escurrimiento; los
segundos utilizan la construcción de pozos de
absorción para introducir directamente agua al
subsuelo.
A escala nacional se están llevando a cabo diversas acciones para
preservar los mantos acuíferos y atenuar el impacto provocado
por su sobreexplotación, tales como el control de fugas y desperdicios, el uso eficiente del agua, el intercambio de agua residual tratada por agua de primer uso y la recarga artificial de
acuíferos, entre otras. Sin embargo, hasta ahora, la última no se
ha aplicado en gran escala, en gran parte porque hubo otras opciones para resolver el problema de abasto, como nuevas fuentes, liberación de agua y transferencia de agua entre cuencas.
No obstante, conforme ha aumentado el estrés hídrico en México, ha sido necesario prestarle más atención a esa tecnología,
una tecnología obligada, no opcional, para utilizar los acuíferos
como los vasos subterráneas reguladores que son por naturaleza,
para almacenar los excedentes de agua en las temporadas lluviosas y aliviar el déficit en las temporadas secas. De esta manera se contribuye a almacenar agua excedente en la superficie
y a aliviar la sobreexplotación, con lo cual se atenúan impactos
negativos, como los asentamientos del terreno y la intrusión
salina en acuíferos costeros.
Mapa C. Acuíferos sobreexplotados, por región hidrológico-administrativa
Vista de una casa-habitación
afectada por los asentamientos
del terreno, ubicada en el
municipio de Chalco, en
el Estado de México.
ACR
Acuíferos sobreexplotados
Sin problemas de sobreexplotación
FUENTE: Estadísticas del agua en México. Comisión Nacional del Agua. Semarnat, México, 2008.
293
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Factores para una estrategia integral para la conservación de acuíferos
Manejo de la demanda y uso eficiente del agua. Tradicionalmente, se tiende a cubrir el incremento de la demanda de agua
mediante un incremento de su oferta, vía incremento de la extracción de agua de las fuentes y la construcción de la infraestructura hidráulica necesaria. Sin embargo, como en varias
regiones ya no hay disponibilidad de agua para incrementar su
oferta, el manejo de la demanda es una acción obligada en todos los sectores y consiste en reducirla mediante el control de
fugas y desperdicios, reúso, recirculación y uso más eficiente.
Participación social. Ésta debe ser muy amplia, ya que los usuarios del recurso son los principales actores en la administración
del agua y de ellos depende, finalmente, la aplicación de las recomendaciones técnicas y el cumplimiento de las disposiciones
administrativas y legales emitidas por las autoridades; de hecho,
debido a la falta de concertación social, muchos proyectos viables técnica y económicamente han tenido que ser diferidos o
cancelados. Como en el caso del Sistema Cutzamala, cuya última
etapa tuvo que ser diferida por la oposición de los habitantes de
la cuenca, de la cual se importa el agua al Valle de México. Esta
participación esta prevista en la Ley de Aguas Nacionales, que
dispone la creación de Consejos de Cuenca con la participación
de usuarios bien organizados e informados.
Ordenamiento de acuíferos. Se refiere a la formulación, publicación oficial y aplicación de decretos de veda, reglamentos y
reservas de agua, conforme a lo dispuesto en la Ley de Aguas
Nacionales, para dar sustento legal al manejo sustentable de las
fuentes de agua.
Cambios de uso de suelo y agua. Ante el fenómeno del crecimiento urbano, las ciudades se extienden invadiendo terrenos
agrícolas cambiando el uso del suelo y del agua; adicionalmente,
la necesidad de mayores cantidades de agua propicia el cambio
hacia el consumo humano, como uso prioritario. Para no afectar el desarrollo agrícola, la opción es suministrar a los agricultores el agua residual de las ciudades, previamente tratada.
Tecnificación del riego y reconversión de cultivos. Para lograr
un ahorro en el sector agrícola, que es el más consumidor, es
obligada la tecnificación del riego y la conversión de cultivos a
otros menos consumidores y más remunerativos. Esta medida
es apoyada mediante los programas de apoyo al campo, asesoría
de tecnología y subsidios en las tarifas eléctricas.
Manejo de la evapotranspiración. Ésta es una medida de aplicación incipiente, basada en que un porcentaje de agua de lluvia, entre el 60 y 90%), retorna a la atmósfera por evapotranspiración. La medida consiste en remover la vegetación que
es muy consumidora de agua y no tiene valor ecológico o
económico significativo, siempre que con ello no se afecten a
los ecosistemas.
294
Uso conjunto de agua subterránea y superficial. Esta acción es
indispensable para lograr mayor flexibilidad en el uso del recurso, en aquéllas cuencas donde hay disponibilidad de agua
superficial y subterránea, ya que los vasos superficiales y los
acuíferos pueden utilizarse conjuntamente; por ejemplo, aprovechando la reserva subterránea en las épocas de escasez de
agua superficial, a cambio de restaurarla en las que ésta abunda.
Recarga artificial. Ésta es viable donde existen excedentes de
agua, como escurrimientos torrenciales no aprovechados o
aguas residuales, y condiciones físicas (topográficas e hidrogeológicas propicias para aplicarla). El uso conjunto de presas y
acuíferos propicia la aplicación de esta tecnología, que consiste
en disponer agua superficial en cauces adaptados, estanques,
zanjas o pozos de absorción, a través de los cuales se introduce
el agua a los acuíferos. El almacenamiento en el subsuelo tiene
la ventaja de que no afecta el ambiente superficialmente, es
decir, no invade terrenos como otros usos actuales o potenciales,
y no pierde agua por evaporación. Uno de los aspectos a considerar es la prevención de la contaminación de los acuíferos,
para lo cual se encuentra en proceso de publicación oficial una
Norma Oficial Mexicana.
Disposición de agua al suelo y subsuelo. Como parte de esta
estrategia y como una variante de recarga artificial, en este caso
se trata de disponer al subsuelo agua de lluvia, colectada en estanques o techumbres, o de escurrimiento superficial. Esta práctica estará regulada por una Norma Oficial Mexicana, también
en proceso de publicación.
Desalación. Ésta tecnología es aplicable especialmente en los
acuíferos costeros, donde es factible la desalación para usos del
agua prioritarios, como el consumo humano, o que sean rentables para cubrir los costos de desalación, como el industrial, el
turístico y la agricultura de alta productividad.
Monitoreo y evaluación del recurso. Ésta es una acción obligada y básica para la adecuada administración del recurso hídrico, pues la condición de las fuentes de agua es dinámica. Se
requiere, por tanto, el monitoreo continuo de su comportamiento, para identificar los cambios provocados en su cantidad
y calidad, considerando los probables impactos derivados de un
cambio climatico global.
Desde luego, entre estas acciones y otras más se deben seleccionar las más adecuadas al acuífero de que se trate, como un traje
a la medida particular, elaborado y acordado con la participación de los usuarios del agua y con las demás partes involucradas en su manejo.
ESTRATEGIA PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS ACUÍFEROS EN MÉXICO RUBÉN CHÁVEZ GUILLÉN
El papel de los tres niveles de gobierno en la recarga de mantos acuíferos
En el ámbito federal, conforme a lo dispuesto en
la Ley de Aguas Nacionales, es atribución de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) fungir como
la autoridad en materia de gestión del recurso
hídrico en el territorio nacional, en el ámbito de
competencia federal, con excepción de las atribuciones que deben ejercer los gobiernos de los estados y el Distrito Federal (DF) o los municipios. En
particular, por lo que toca a la recarga de mantos
acuíferos, cumple un papel normativo y rector, que
consiste en: emitir las normas relativas a la aplicación de esa tecnología; promover la aplicación
de ésta, incluyéndola en las estrategias de manejo;
validar los proyectos respectivos, y otorgar los
permisos necesarios dentro de su marco legal y
administrativo.
Corresponde a los estados y municipios, prestar el
servicio de agua potable y alcantarillado, el
tratamiento de las aguas residuales de uso público
urbano, previa a su descarga en cuerpos receptores
de propiedad nacional, conforme a las normas o
condiciones particulares de descarga que les fije
la autoridad del agua. En materia de recarga, los
acuíferos están contemplados como cuerpos receptores del agua introducida a los acuíferos, sea
limpia o residual, por lo que la recarga artificial,
considerada como un caso específico de disposición de agua, debe sujetarse a las normas y reglamentos emitidas por la autoridad del agua,
principalmente para proteger la calidad del agua
en los acuíferos y prevenir afectación a terceros.
Asimismo, los municipios tienen a su cargo proporcionar a la población los servicios en materia
de suministro, saneamiento y disposición de agua,
conforme a lo dispuesto en la Constitución Política, en la Ley de Aguas Nacionales y en las leyes
estatales, celebrando, en su caso, convenios o
acuerdos con el estado respectivo y con otros
ayuntamientos.
Posible aplicación en el Valle de México y el Valle de Toluca
En varias cuencas de México, el agua subterránea renovable y
dulce está completamente concesionada para los diferentes usos
y, su sobreexplotación, compromete el desarrollo. Por esto, es
urgente el diseño y la aplicación de estrategias de manejo encaminadas a alcanzar la sustentabilidad y a establizar los acuíferos.
En casos extremos en que, a pesar de esta destructiva condición,
sigue creciendo la demanda de agua, principalmente para uso
público-urbano, como en el Valle de Toluca y en la Cuenca del
Valle de México, se deben contemplar incluso esquemas de
recarga-recuperación, es decir, que el agua residual tratada y recargada artificialmente a los acuíferos, es reutilizada varias
veces.
Sistemas de este tipo ya se están aplicando en otras partes del
mundo, como solución obligada a falta de otras opciones viables,
a pesar de cierta resistencia natural de la población a esta práctica que, a corto o mediano plazo, tenderá a extenderse en regiones de escasez natural de agua o de alta concentración de demanda. En ellos, se aprovecha el subsuelo como la planta de
tratamiento natural que es, para dar un tratamiento complementario al agua, adicional al que recibe en las plantas a nivel
terciario cuando va a ser nuevamente destinada al consumo
humano.
Esquema de sistema de recarga-recuperación
Agua residual
Agua tratada
Recuperación
Pozos de inyección
Acuífero
FUENTE: Gerencia de Aguas Subterráneas, Conagua, 2008.
El esquema de recarga-recuperación es un proceso
secuencial que consiste en: pretratamiento (filtración, sedimentación y cloración); tratamiento a
nivel secundario o terciario (según el uso posterior que se le vaya a dar al agua); recarga al acuífero a través de obras superficiales o subterráneas;
tratamiento subterráneo natural en el subsuelo, y
recuperación del agua. Todo ello conforme a las
normas particulares establecidas para proteger la
calidad del agua.
295
Vista del Cerro de Barrientos
en el municipio de
Tlalnepantla de Baz,
en el Estado de México.
CFM
Proyecto de reserva de agua para el Valle de México
El Estado de México, por su extensión, es una de las entidades con menor estrés hídrico,
a pesar de que se encuentra en dos de las cuencas más complicadas y más deficitarias
del país; es decir, la Cuenca del Valle de México y la Cuenca del Río Lerma.
El Estado de México ha tenido diferencias con el Distrito Federal en razón a la sobreexplotación que se generó en el Valle de Toluca por el uso intensivo de las baterías de
pozos del Gobierno del Distrito Federal por el Sistema Lerma, lo cual ha derivado en una
controversia entre ambas entidades.
Una de las soluciones a esta situación implica la reducción de la sobreexplotación del
Alto Lerma, en el Valle de Toluca, estrategia que ya se está considerando en los programas de sustentabilidad del Valle de México. Una de las principales acciones de este
programa consiste en usar más eficientemente el agua en la Ciudad de México para liberar volúmenes que actualmente se están tomando del Acuífero del Valle de Toluca.
Con ese programa, además de disminuir la necesidad de importar agua de otras cuencas —como la del Cutzamala—, se liberaría una fuente para las necesidades del Estado
de México. Asimismo, están contemplados a corto y mediano plazo los proyectos de recarga en el Valle de México, que consideran el aprovechamiento y la infiltración de
hasta 10 m3/s, principalmente de agua de lluvia, mediante obras de recarga artificial
en la porción sur del Valle de México.
296
ESTRATEGIA PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS ACUÍFEROS EN MÉXICO RUBÉN CHÁVEZ GUILLÉN
Una reflexión sobre el cambio climático
Ante las necesidades prioritarias de consumo humano y el
abastecimiento de las ciudades, es necesaria la creación de reservas, previniendo un muy probable impacto del cambio climático
a corto plazo.
Los pronósticos meteorológicos señalan que en nuestro país
pueden esperarse un cambio en el régimen de lluvias, un incremento general de la temperatura y un ascenso del nivel medio
del mar, efectos variables en las diferentes regiones. A su vez, en
otras regiones, el cambio climático puede implicar una mayor
incidencia de huracanes, lluvias torrenciales y las consiguientes
inundaciones, como las ocurridos recientemente en los estados
de Chiapas y Tabasco; en contraste, en las zonas áridas provocará
disminución de la recarga y sequías más prolongadas, frecuentes
y severas, lo que impactará a las fuentes subterráneas, y en las
zonas costeras, el mar invadirá terrenos cercanos a la costa y
reducirá el espesor aprovechable de agua dulce.
EL SUBSUELO ALMACENA LA MAYOR RESERVA DE AGUA
DULCE DEL PLANETA, DESPUES DE LA CONTENIDA EN LOS
CASQUETES POLARES Y EN LOS GLACIARES. LA IMPORTANCIA
DE ESTA RESERVA CRECERÁ CONFORME AUMENTE LA
DEMANDA Y EL ESTRÉS HÍDRICO, SOBRETODO EN LAS
REGIONES DONDE EL EVENTUAL CAMBIO CLIMATICO IMPLIQUE
UNA DISMINUCION DE DE LA LLUVIA Y UN INCREMENTO DE LA
TEMPERATURA AMBIENTE, CON LA CONSIGUIENTE
DISMINUCIÓN DE LA DISPONIBILIDAD DE AGUA SUPERFICIAL.
POR ELLO, ESA RESERVA ES UN RECURSO PATRIMONIAL QUE
DEBE SER PRESERVADO EN CANTIDAD Y CALIDAD, Y PARA
ELLO NO SE DEBE SUPONER QUE, SI ACASO, EL PROBLEMA DEL
AGUA SE AGRAVARÁ A MUY LARGO PLAZO, CONFIANDO EN
LA RELATIVA LENTITUD CON QUE LOS CAMBIOS CLIMÁTICOS
HAN OCURRIDO EN EL PASADO, SINO QUE EL PROBLEMA
PUEDE AFECTAR A LA SIGUIENTE GENERACIÓN.
Puentes y carreteras
que unen a Villahermosa
con el resto del país
se encuentran saturados
de automovilistas
que buscan evitar las
inundaciones provocadas
por la ruptura de diques
que controlaban el caudal
del Río Grijalva en el estado
de Tabasco.
NOTIMEX/FOTO/LUIS
LÓPEZ/FRE/DIS/
DE HECHO, ACTUALMENTE YA ES GRAVE EN MUCHAS
REGIONES DEL PLANETA Y DE NUESTRO PAÍS, YA SEA POR
ESCASEZ NATURAL, POR MAL MANEJO O POR EFECTO DE UN
INCIPIENTE CAMBIO CLIMÁTICO.
RChG
297
La recarga artificial, un principio para
la recuperación de los acuíferos
en el Estado de México
a República Mexicana tiene
653 acuíferos, de los cuales 101
se consideran sobreexplotados. En
relación al estado que guardan los
acuíferos en el Estado de México
podemos mencionar lo siguiente:
L
La Cuenca del Valle de México
Esta cuenca es la que presenta el
mayor índice de sobreexplotación,
con un promedio de 200%, además de encontrarse en veda. Es
preciso recordar que a principios
del siglo XX la situación era diferente, en la Cuenca del Valle de
México los pozos eran de tipo
artesiano. En ese entonces era un
acuífero semiconfinado, en el que
bastaba construir una noria para
extraer agua. A partir de la década
de 1930 y hasta 1950, el agua
comenzó a extraerse del acuífero
del Valle de México a 80 m de profundidad. La extracción de agua
hasta 100 m es un rango considerado económico.
298
La sobreexplotación del acuífero
ha generado el problema del hundimiento que tiene origen en la
propiedad arcillosa del suelo del
Valle de México, que evita la recarga del agua hacia el subsuelo;
este estrato es conocido como
acuitardo. El acuitardo conlleva un
“tapón hidráulico” en su base, por
lo cual, cuando se cavaba un agujero en el suelo, en el caso del Valle
de México, provocaba que el agua
brotara de manera artesiana, como un manantial, evitando que la
arcilla se drenara hacia el subsuelo.
Los hundimientos que se padecen
hoy día en el Valle de México
tienen origen en el tapón hidráulico que está debajo de la arcilla el
cual comienza a bajar y entonces
esa arcilla cede agua.
Además, existe un fenómeno llamado histéresis que hace que la
arcilla ceda pero no tome agua, es
decir, sigue siendo impermeable.
Oscar Jorge Hernández López
Este fenómeno ocurre de manera
similar a lo que sucede con una
esponja que va cediendo agua, y
al cederla se compacta, pero no
vuelve a absorber agua.
La única manera de reducir la velocidad de hundimiento en el Valle
de México es regresando ese tapón de agua a la arcilla para que
ya no ceda.
Además, es preciso regresar a los
niveles de 80 a 100 m de explotación para que el tapón hidráulico debajo de la arcilla evite que
ésta sea drenada hacia los mantos
rocosos o suelos de tipo aluvial.
A pesar de que se tomen acciones
al respecto, debe reconocerse que
el proceso de hundimiento continuará, aunque hoy se logre el
equilibrio del acuífero, es decir, el
hundimiento continuará durante
varios años más.
Las zonas de recarga del acuífero del Valle de México están, en lo que respecta a su parte oriente, en la Sierra Nevada, en el Volcán Iztaccíhuatl y en
el Popocatépetl; en su zona sur, en la Sierra de Chichinautzin; y en el poniente, en la Sierra de Las Cruces.
Para ayudar a la recuperación del acuífero de Texcoco, es necesario considerarlo parte de un único acuífero que es el de la Cuenca del Valle de México, al que es necesario salvar en su conjunto. Para la recuperación de los
acuíferos se debe tener en cuenta el tema de la recarga artificial, en la que
la condición del suelo es decisiva para llevarla a cabo. Si se toma como punto
de referencia la zona de Texcoco, el espesor del suelo de arcilla es de 150 m
aproximadamente, lo que genera problemas cuando se intenta su recarga artificial, ya que es necesario perforar más de 150 m para inducirla. En contraste, si la recarga se induce en el poniente del Valle de México, tan sólo se
necesita perforar un pozo de 20 o 30 m para lograr la recarga artificial.
La Sierra de Las Cruces se localiza en la parte este del Cinturón Volcánico Transmexicano. Esta sierra constituye un límite morfológico entre las cuencas del Valle de México (2 mil 220 msnm) y del Valle de Toluca (2 mil 400 msnm). La Sierra de Las Cruces
tiene una longitud de 110 km y un ancho de 47 km en su parte norte y 27 km en su
parte sur. La Sierra de Las Cruces está conformada por ocho estratovolcanes traslapados principales denominados, de sur a norte, Zempoala, La Corona, San Miguel, Salazar,
Chimalpa, Iturbide, La Bufa, La Catedral, y por otras estructuras menores, como el Volcán Ajusco. Su presencia es destacada con respecto a la configuración del basamento
de la Cuenca del Valle de México.
Vista de la Sierra de Las Cruces, en el Estado de México. CFM
De acuerdo a la Comisión Nacional
del Agua (Conagua), la Cuenca del
Valle de México se divide en 14
acuíferos. A través de esta subdivisión es posible observar que
existen acuíferos como el denominado Texcoco, que alcanza
hasta 850% de sobreexplotación.
Esta división se hace en función de
las velocidades del agua en el subsuelo, criterio por el cual se considera que son acuíferos diferentes. No obstante, esta subdivisión crea dificultades respecto a
cómo debe atenderse el problema.
Según este criterio, primero debería atenderse el acuífero con
850% de sobreexplotación, y en
menor medida aquel que tiene
100%. Sin embargo, la visión de
disponibilidad de esa subdivisión
técnica de la Conagua debería
servir para otros fines, como la
regulación de extracciones en
aquellas zonas con altos índices de
sobreexplotación, aunque sin olvidar que en realidad el acuífero es
único.
La Cuenca del Río Lerma
Esta cuenca es la segunda más sobreexplotada en el Estado de México, con un índice de 38% y que
además está en veda. En esta
cuenca sucede un fenómeno similar al del Valle de México: se trata
de una zona lacustre, en la cual
también se presentan hundimientos diferenciales del suelo.
Existe una subdivisión administrativa realizada por Conagua que divide al acuífero de Lerma en dos:
el de Atlacomulco y el de Toluca,
de este último se extraen cerca de
5 m3/s para la capital del país.
La Cuenca del Río Balsas
En esta cuenca la situación es
diferente a las anteriores; no existe veda en sus acuíferos porque
están subexplotados. La Cuenca
del Río Balsas es la región del Estado de México donde más llueve,
cuenta con un registro de lluvia
promedio de mil 900 mm al año,
más del doble de la precipitación
que se registra en la Cuenca del
Valle de México y casi el triple de
la precipitación en la Cuenca del
Río Lerma. La Cuenca del Río Balsas es una región poco poblada,
cuyos acuíferos se encuentran en
buenas condiciones, además de
ser una región con abundante
escurrimiento superficial.
La Cuenca del Río Pánuco
Una cuarta cuenca que se localiza
en el Estado de México es la del
Río Pánuco, que ocupa una pequeña proporción del territorio estatal. Esta cuenca comparte las
mismas características que la del
Valle de México, es decir, se encuentra en veda.
299
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Aprovechamiento del agua de lluvia:
mitos y realidades
Campo de cultivo
en el municipio de Almoloya
del Río, en el Estado
de México.
ACR
Lluvia en un estanque
de recepción de los
manantiales de Amecameca,
en el Estado de México.
CFM
300
El campo, el mayor consumidor de agua
de las cuencas en el Estado de México
El mayor consumidor del agua que se extrae de las cuencas que son parte del Estado de México es el sector agrícola. Contrario a lo que se piensa, el crecimiento
poblacional no es el principal responsable
de la sobreexplotación de los acuíferos en
la entidad, situación que se debe a que el
uso agrícola sigue impactando 50% del
caudal obtenido de sus acuíferos. En el
resto del país, la situación es similar: el
uso agrícola es responsable de 77% del
consumo, mientras que el uso públicourbano lo es de 23 por ciento.
Por otra parte, es importante saber que,
dado el crecimiento urbano, actualmente
el agua destinada al uso agrícola tiende a
cambiar de vocación hacia la satisfacción
del uso público-urbano. La venta de derechos agrícolas de explotación del líquido
a desarrolladores, que destinarán el agua
al uso urbano, tiene origen en una gran
demanda de agua para consumo humano.
Esa demanda no deja alternativas, pues la
única fuente se encuentra al comprar
derechos agrícolas. Al respecto, especialistas en uso eficiente de agua promueven
que el caudal destinado al riego para la
agricultura sea utilizado cada vez en
menos hectáreas, empleando reducidos
volúmenes de agua, mediante cultivos
más rentables.
Es necesario tener en cuenta que el agua
de lluvia no se aprovecha en mayor medida porque existe el riesgo de que se
provoquen inundaciones durante su captación a gran escala, pues no se cuenta
con sistemas de regulación y porque
además es un proceso costoso. Otro factor
que dificulta el aprovechamiento del agua
de lluvia es la falta de zonas de recarga en
algunas regiones. Así ocurre, por ejemplo,
en el centro de la Ciudad de México,
donde las arcillas tienen un espesor de 80
a 150 m, por lo que tendrían que perforarse pozos de más de 150 m para inducir
una recarga artificial, lo que requeriría
cuantiosas inversiones. Actualmente, existen estudios muy precisos que determinan
que en el Valle de México se puede
aprovechar 1 m3/s de agua de lluvia,
cuando la sobreexplotación de su acuífero
alcanza los 28 m3/s. El volumen que podría recuperarse mediante el aprovechamiento de agua de lluvia sería útil,
pero ese volumen no podría ser almacenado porque propiciaría inundaciones.
Así, en el Valle del Lerma podrían aprovecharse alrededor de 300 l/s, proporción
que es menor si se tiene en cuenta que la
sobreexplotación es de 38%, lo que equivale a 5 m3/s. Además, debe considerarse
que el agua que está en las ciudades y
zonas urbanas ya tiene problemas de contaminación.
LA RECARGA ARTIFICIAL, UN PRINCIPIO PARA LA RECUPERACIÓN DE LOS ACUÍFEROS EN EL ESTADO DE MÉXICO
OSCAR JORGE HERNÁNDEZ LÓPEZ
La recarga artificial para equilibrar los acuíferos en el Valle de México y Toluca
El potencial de la recarga artificial con agua tratada representa un volumen muy importante. Se estima, de acuerdo a la norma de Conagua (PROY-NOM-014-CNA-2003),
que de 100% del agua que se suministra a la población, 75% regresa al ciclo hidrológico
en forma de agua residual, volumen que es susceptible de ser tratado e inyectado artificialmente a los acuíferos. Por tal razón, la recarga artificial debe ser tomada en
cuenta en nuestro país, y con especial atención en las zonas metropolitanas del Valle
de México y Toluca, para alcanzar el equilibrio en sus acuíferos.
Si en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) se generan 64 m3/s, entonces
se producen 50 m3/s de agua residual. Teniendo en cuenta que la sobreexplotación es
de aproximadamente 28 m3/s, entonces el acuífero podría recargarse con un volumen
de entre 10 y 20 m3/s de aguas residuales sujetas a tratamiento, con lo cual, podría alcanzar su equilibrio.
La recarga artificial también podría utilizarse en el acuífero del Valle de Toluca, donde
la sobreexplotación es de 5 m3/s. En el Valle de Toluca se generan 5.2 m3 de aguas
residuales. Si se trataran e inyectaran entre 2 y 3 m3/s, el acuífero podría llegar a su
balance.
Los retos a vencer
Los costos de la recarga artificial representan el principal
obstáculo para su aplicación. No obstante, en las cuencas del
Valle de México y del Río Lerma es necesario considerar su implementación, tal como sucede en otros países como Francia e Israel. Actualmente, el acuífero del Valle de México se abate 1.5 m
cada año, mientras que en el Valle de Toluca el índice es de 1 m
cada año. En ambos casos no se está logrando el equilibrio, entonces, es necesario que se fije un nivel de explotación a una
profundidad adecuada.
Existen dos técnicas de recarga artificial que podrían utilizarse
en ambos valles. La primera es directa, a través de pozos, que
pueden estar previamente construidos o con pozos que en algún
momento se utilizaron y que hoy día están fuera de servicio. Esta
última opción representa el costo más accesible, ya que se
aprovecharía la infraestructura existente que algún día sirvió
para extraer agua potable, ahora para inducir su recarga. La segunda técnica de recarga artificial utiliza zonas arenosas de recarga que no son fáciles de ubicar y que por lo regular se encuentran en las partes altas. En ambos casos, la recarga artificial
debe hacerse con agua tratada y debe cubrir las especificaciones
de la norma.
Pozo en desuso en
la carretera Peñón-Texcoco,
en el Estado de México.
CFM
301
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Qué hacer ante la cada vez menor disponibilidad del recurso
La preocupación respecto de la menor disponibilidad de agua para hacer frente a las
necesidades de la población no debe estar fincada en el momento en que ésta podría
terminarse, sino en las consecuencias que la sobreexplotación está provocando. El agua
se sigue extrayendo de forma indiscriminada, con el único objetivo de satisfacer nuestras necesidades. Al respecto, debe implementarse una política pública que combata
eficientemente las fugas, y que fije una tarifa adecuada respecto al costo que implica
administrar el agua de manera integral. La falta de cultura de mantenimiento en la infraestructura hidráulica ocasiona que persistan los daños y que se actúe hasta que se
presentan consecuencias de gran magnitud. México debe replantear su estrategia,
tomando en cuenta, en primera instancia, el cuidado de sus acuíferos, por lo que es
necesario comenzar un proceso de recarga artificial, que tome en cuenta una nueva
Cultura del Pago. Debe quedar claro que, en México, hay un gran potencial de recarga
artificial, y que es menester caminar hacia el equilibrio: disminuir los costos de inversión a futuro, hacer posible la recuperación de los mantos acuíferos y mantener los
costos operativos. Al mismo tiempo, se requiere que se reduzcan los daños en la superficie, ocasionados por la sobreexplotación de los acuíferos, para garantizar el
suministro de agua potable.
Es posible pensar que siempre va a existir agua disponible, aunque ésta tenga que conducirse desde el mar o incluso mediante la perforación de pozos a 2 mil m de profundidad con la asesoría de sectores como el petrolero, aunque con el inconveniente de
extraer agua fósil con altos niveles de fierro y manganeso. En ambos escenarios, el
desabasto por regiones podría ser importante lo que ocasionaría que la dotación se
reduzca en función de los costos que implica hacer inversiones de esa naturaleza, así
como sus elevados costos operativos.
Cabe mencionar que los costos del proceso de desalinización del agua de mar han disminuido de tal manera que representan un costo menor al de venta al uso comercial
que compran a los Organismos Operadores de Agua Municipales. No obstante, si se
piensa en conducir agua de mar al Estado de México, los costos harían poco viable
cualquier obra al respecto.
De lo contrario, podrían seguirse considerando proyectos como el de Temascaltepec, en
el Estado de México, y el de Tula, en Hidalgo, que se prevé puedan proporcionar hasta
10 m3/s de volumen adicional al Valle de México de manera conjunta. El agua de Temascaltepec se conducirá a Valle de Bravo, y posteriormente al Valle de México, y se prevé
tenga un costo de aproximadamente 5 pesos/m3. En contraparte, debe analizarse cuál
es el costo de los efectos del hundimiento. Si se logra poner en marcha el proyecto
Temascaltepec, y si se administra eficientemente, sería posible detener la extracción de
pozos en los valles de Toluca y de México.
302
Es necesario recordar que el propósito original del Sistema Cutzamala fue detener la
extracción de agua de pozos en el Valle de México, no obtener un mayor caudal. No
obstante, nunca se cumplió tal cometido y, al final, sólo se incrementaron las pérdidas.
Los resultados en esta materia se alcanzarán si se reduce la explotación, si se propicia
una recuperación y si se logra la disminución en la velocidad de hundimiento. Ésa debe
ser la tendencia: reducir la velocidad de hundimiento al mismo tiempo que se induce
la recarga artificial.
LA RECARGA ARTIFICIAL, UN PRINCIPIO PARA LA RECUPERACIÓN DE LOS ACUÍFEROS EN EL ESTADO DE MÉXICO
OSCAR JORGE HERNÁNDEZ LÓPEZ
La Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte
En el Estado de México ya comenzó un proyecto de recarga artificial mediante una
planta piloto: la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte (MTTN).
Al contar con una planta piloto, el Estado de México cumple con un requisito que establece la norma de recarga de Conagua. Ello permitirá a la entidad, en el corto plazo,
tener los elementos técnicos necesarios para comenzar con un programa de recarga artificial. Tal posibilidad permitirá, por un lado, considerar la inducción de una recarga
artificial a corto plazo y de manera masiva.
Vista de la Macroplanta
de Tratamiento Toluca
Norte, en el municipio
de Toluca, en el Estado
de México.
CFM
Un reto que debe considerarse en función de las cantidades de aguas residuales dirigidas hacia un nivel avanzado de tratamiento, reside en los altos costos operativos que
implican la calidad deseada.
Conducir las aguas residuales a una recarga artificial implica costos de tratamiento a
un nivel secundario, lo que significa alrededor de 2 pesos/m3. Si se piensa en un nivel
terciario de tratamiento, el costo se eleva a 3.50 pesos/m3. Cuando se cumplen esos
niveles de tratamiento, se obtendrá agua de alta calidad para cualquier tipo de reúso,
aunque no suficiente para recargar el acuífero.
El caudal de agua que pretende inyectarse a un acuífero sobreexplotado debe sujetarse a un nivel de tratamiento superior al terciario: debe llevarse a un nivel avanzado
de ósmosis inversa, a la utilización de membranas y un último proceso de desinfección
a través de luz ultravioleta, en sustitución del cloro. Al final, el costo de este tratamiento es de entre 5 y 6 pesos/m3 de agua residual.
303
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Gráfica A. Calidad del agua de la recarga
al acuífero en la Planta Piloto de la MTTN
Las opciones frente a los costos altos
El problema del costo de la recarga artificial debe solucionarse
al valorarse el conjunto de daños que se ocasionan por la sobreexplotación de los acuíferos. Asimismo, debe rescatarse el concepto de servicios ambientales, es decir, aquella retribución que
se obtiene cuando se cuida determinada porción de tierra y se
evita su deforestación, entre otras acciones.
Es preciso tomar en cuenta un punto adicional que no está presente en la norma de recarga y que sí está incluido en la Ley de
Aguas Nacionales, que es aquel que establece que si se reintegra
agua al acuífero, se obtiene el derecho de contar con disponibilidad de agua. Al respecto, si los acuíferos están en veda y, por
ende, carecen de disponibilidad, cabe la posibilidad de que, al
recargarlos artificialmente, se logre un beneficio ambiental que
debiera ser retribuido por servicios ambientales. En ese momento
tendría que reconocerse la disponibilidad del acuífero. No obstante, esta posibilidad no debe utilizarse para fomentar el crecimiento y, por lo tanto, derrochar el recurso. En cambio, debe
dirigirse al mejoramiento del servicio que se obtenga de esa
recarga.
Los retos de la recarga artificial en el Estado de México
Gráfica B. Volumen de agua recargada*
en la Planta Piloto de la MTTN
Fuente: Dirección de Operación y Mantenimiento
(Departamento de Laboratorio), CAEM.
* Periodo de abril de 2005 a noviembre de 2008.
304
En el camino de incrementar sus volúmenes de tratamiento de
aguas residuales, el Estado de México actualmente opera el
Proyecto Piloto de la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte,
para demostrar que durante cuatro años ha recargado artificialmente 20 l/s y que, además, el volumen inyectado no ha influido en la calidad del acuífero. La norma nacional de recarga artificial establece que el primer paso debe ser la construcción de
una planta de tratamiento piloto, que debe trabajar durante un
año. En Toluca la planta piloto ha operado inyectando agua en
el subsuelo, sin modificar sus características químicas. Lo anterior se ha comprobado mediante un análisis a través de pozos de
muestreo. Al demostrarse lo anterior, es posible comenzar un
programa de recarga artificial en el Estado de México de manera masiva, previo análisis de costos e inversiones. Al respecto, no
debe olvidarse que la recarga artificial no es un problema técnico, sino de inversiones y de cómo hacer rentable esta inyección.
Una vez que se demuestre a Conagua la ausencia de alteraciones
en el acuífero, la recarga podrá realizarse de manera masiva.
Para demostrar la recuperación de un acuífero producto de una
recarga masiva, es necesario estimar con modelos matemáticos
cómo se recuperarán sus niveles estático y dinámico.
LA RECARGA ARTIFICIAL, UN PRINCIPIO PARA LA RECUPERACIÓN DE LOS ACUÍFEROS EN EL ESTADO DE MÉXICO
OSCAR JORGE HERNÁNDEZ LÓPEZ
Conclusión
Es necesario reconocer la recarga artificial como un beneficio
directo contra el impacto que se genera por la extracción. Resulta imperativo valorar la recarga artificial como un servicio
ambiental, con lo cual podrían justificarse los cinco o seis pesos
que cuesta el proceso por cada metro cúbico de agua. El costo
relacionado principalmente con los costos operativos, la inversión de la planta y de los pozos de infiltración.
Actualmente, en el ámbito mundial, la recarga artificial es un
éxito. En este momento la recarga artificial ya se lleva a cabo en
Francia, Estados Unidos e Israel, país que transitó de padecer una
aguda escasez de agua, a ofrecer 100% de cobertura en todos los
servicios, incluyendo el riego de todos sus campos, colocándose
como el país con la mejor cobertura en Medio Oriente. En la
frontera de nuestro país, en El Paso, Texas, se recarga el agua artificialmente desde hace más de dos décadas cuando inició el
proceso, por lo que actualmente se ha cerrado el círculo. En París,
a pesar de que cuentan con el Río Sena, se obtiene el agua de un
proceso de recarga artificial: se trata, se recarga y la vuelven a
sacar, con lo cual también cierran el círculo.
El proceso de recarga artificial no es algo que se logre de la noche a la mañana. Al igual que el proceso de reparación de fugas,
no es posible lograr, en el corto plazo, una recarga de 20 m3/s en
el Valle de México o de 3 m3/s en el Valle de Toluca.
Una de las razones para ver a la recarga artificial como un programa permanente, es que las plantas de tratamiento tienen que
ubicarse en el sitio donde se genere el agua residual y donde se
requiera practicar el saneamiento. En ese sitio no necesariamente
se encuentran las zonas de recarga, por lo que se necesita construir, además, la infraestructura para conducir el agua tratada a
donde es necesario recargar. La recarga artificial debe ser un trabajo planeado, estratégico, que esté ligado a las nuevas plantas
de tratamiento del Valle de México y a las que se construyan en
el Valle de Toluca. Además debe existir un planteamiento a 15 o
20 años, de lo contrario, no habrá resultados. La recarga artificial no debe ser un programa anual. Es un programa de inversión
de varios años y un programa permanente. Si bien este proceso puede llevar varios años, en México resulta imperativo
comenzar.
Muestra de inyección
al manto acuífero
en el Programa Piloto
de Inyección al Acuífero
Macroplanta de Tratamiento
Toluca Norte.
CFM
LA CULTURA DEL AGUA ES UN CONCEPTO
QUE DEBE SER ATENDIDO EN NUESTRO
PAÍS, PARA ENTENDER DE MEJOR
MANERA TEMAS COMO LA RECARGA
ARTIFICIAL, EL COMBATE A LAS FUGAS
Y LA SECTORIZACIÓN, ENTRE OTROS.
OJHL
305
La importancia de la sustentabilidad
de los acuíferos para el abastecimiento
de agua potable a la población
Vista de cuerpo de agua
proveniente de un
manantial, ubicado
en San Miguel Almaya,
en el municipio de
Capulhuac, en el Estado
de México.
ACR
José Raúl Millán López
os acuíferos son formaciones geológicas, compuestos por lo general de materiales
sedimentarios como gravas, arenas y limos, por las que circula o se almacena agua,
y han sido en muchas regiones del mundo las principales fuentes de abastecimiento de
agua potable, tanto para consumo humano como para el desarrollo de actividades
económicas como la agricultura y la industria, principalmente.
L
Entre las principales características hidrológicas de los acuíferos destacan las siguientes: grandes volúmenes de almacenamiento, muy bajas velocidades de flujo, muy bajas
pérdidas por evaporación, impactos retardados por extracción, por lo general alta calidad del agua, costos de extracción de bajos a moderados según profundidad y baja
vulnerabilidad a la contaminación.
La recarga natural de los acuíferos proviene del agua de lluvia que se infiltra a través
de suelos permeables. En este proceso es de mucha ayuda las zonas con vegetación
densa, principalmente las de raíces extendidas de poca profundidad, que frenan las
corrientes de agua y propician su absorción e infiltración del agua al subsuelo.
Es muy común que los acuíferos broten de manantiales que se aprovechan para abastecer de agua potable a la población y para otros usos. Asimismo, también es común que
se extraiga el recurso mediante pozos para los mismos fines y para regar cultivos y utilizarla en procesos industriales.
Los principales acuíferos en el Estado de México, tanto del Valle de México como del
Valle de Toluca, se encuentran debajo de zonas lacustres, es decir, en zonas impermeables que provocaron la creación de lagos y humedales, por lo que sus principales recargas provienen de las zonas montañosas aledañas.
306
LA IMPORTANCIA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LOS ACUÍFEROS PARA EL ABASTECIMIENTO DE AGUA POTABLE A LA POBLACIÓN JOSÉ RAÚL MILLÁN LÓPEZ
Antecedentes y consecuencias de la sobreexplotación
La sobreexplotación de los acuíferos en la Cuenca del Valle de México, inició en los
años 30 del siglo XX para cubrir la demanda de agua potable, lo que ha provocado el
agotamiento o desaparición de manantiales y humedales, la disminución o desaparición de flujo base en ríos, el abatimiento del nivel del agua subterránea hasta de 1.77
m cada año, la formación de grietas y asentamientos diferenciales en el suelo hasta de
40 cm al año, la migración de agua de mala calidad y la disminución de la calidad del
agua de los pozos.
Agrietamientos en el suelo
en el municipio de Texcoco,
en el Estado de México.
CFM
En el Valle de México los efectos adversos sobre la infraestructura urbana son considerables, en el caso de la infraestructura hidráulica para el desalojo de las aguas pluviales y residuales los daños son irreversibles, principalmente en el Gran Canal de
Desagüe, cuya capacidad de desalojo ha disminuido de 80 m3/s a 15 m3/s lo que ha
obligado a instalar plantas de bombeo para traspalear el agua y lograr su desalojo.
Además, ha provocado que el Emisor Profundo, construido en 1975 por el Departamento del Distrito Federal (DDF) para el desalojo de aguas pluviales, desde 1992 opere
de manera permanente para el desalojo de aguas residuales sin el mantenimiento necesario, lo que ha dañado sus paredes, disminuido su capacidad de conducción de 170 a
120 m3/s e incrementado el riesgo de colapso que provocaría inundaciones de magnitudes catastróficas.
En 1975, la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) contaba con una capacidad de desalojo de aguas residuales y pluviales de 280 m3/s y en 2006 fue tan sólo de
165 m3/s. Disminuir los riesgos de inundaciones y restaurar la capacidad de desalojo demanda grandes acciones. A la fecha, mediante grandes inversiones, se han construido
plantas de bombeo emergentes y lagunas de regulación, además, se han comenzado los
trabajos de mantenimiento del Emisor Profundo.
En el Valle de Toluca, los problemas de sobreexplotación iniciaron principalmente con
la entrada en operación del Sistema Lerma, en la década de 1950, extrayéndose hasta
15 m3/s. Actualmente se extraen 5 m3/s para su conducción al Valle de México.
A partir de esta explotación, se han presentado agrietamientos en el suelo que afectan
a casas habitación y hundimientos del suelo que afecta la capacidad de escurrimiento
del Río Lerma, desde la Laguna Chignahuapan, en Almoloya del Río, hasta la Presa José
Antonio Alzate, entre los municipios de Toluca y Temoaya.
307
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
La importancia de los acuíferos
La situación actual de los acuíferos
En el Estado de México, donde habitan 14
millones 580 mil habitantes, llueve alrededor de 20 mil millones de m3, de los
cuales se evaporan 14 mil, escurren
4 mil 800 y se infiltran tan solo mil 116
millones de m3, volumen que equivale a
37 metros cúbicos por segundo.
Actualmente, en el territorio Estado de
México se tienen identificados ocho acuíferos, sin considerar una pequeña porción
del Acuífero de la Ciudad de México. De
ellos, cinco se encuentran sobreexplotados, es decir, se les extrae más de lo que se
recarga.
Un aspecto muy importante a considerar
es que mientras la disponibilidad de agua
per cápita en el país es de 4 mil 312 m3/
hab/año, por lo cual es considerado como
un país de baja disponibilidad, en el Estado de México es de tan sólo 409 m3/
hab/año, ubicándose dentro una zona de
gran presión por el agua.
En la Cuenca Golfo Norte, el Acuífero de
Polotitlán está subexplotado en –18%,
aunque su disponibilidad es muy baja.
El caso más crítico ocurre en la zona perteneciente a la Cuenca del Valle de México, donde se asientan 10 millones 896
mil habitantes, ya que en esta región
llueven 5 mil 800 millones de m3, de estos
se evaporan 4 mil 450, escurren 800 y se
infiltran tan sólo 550 millones de m3, que
equivalen a 17 m3/s. La disponibilidad per
cápita en esta región es alarmante, ya que
registra 124 metros cúbicos por habitante
al año.
Por otro lado, en el Estado de México se
aprovechan para los diferentes usos un
total de 84.34 m3/s, de los cuales, 42% son
caudales provenientes de fuentes superficiales y 58% de fuentes subterráneas, es
decir, de acuíferos.
La importancia de los mantos acuíferos
destaca aún más si se toma en cuenta que
83% del agua potable que abastece a la
población estatal, proviene de ellos.
Actualmente, en el Estado de México se
demandan 43.82 m3/s de agua potable y
se ofertan 39.38 m3/s, por lo que se tiene
un déficit promedio de 4.44 metros cúbicos por segundo.
308
En el Valle de México, los acuíferos de
Texcoco, Chalco-Amecameca y el de Cuautitlán–Pachuca presentan una sobreexplotación promedio de 231%, equivalente
a 23.8 metros cúbicos por segundo.
En la Cuenca del Río Lerma, los acuíferos
de Valle de Toluca y de Ixtlahuaca-Atlacomulco presentan una sobreexplotación
promedio de 38%, equivalente a 5.5 metros cúbicos por segundo.
En la Cuenca del Río Balsas se han identificado dos acuíferos, el de Villa Victoria y
el de Tenancingo, los cuales han sido insuficientemente estudiados pero, se presume, están subexplotados ya que presentan una explotación promedio de 62%,
con una disponibilidad equivalente a 0.6
metros cúbicos por segundo.
Respecto a la Cuenca del Valle de México, en su totalidad (incluyendo al DF), se
estima que la recarga de los acuíferos es
de 28 m3/s, mientras que la extracción
asciende a 59.5 m3/s, por lo que la sobreexplotación promedio asciende a 125%,
equivalente a los 31.5 metros cúbicos por
segundo.
Es importante mencionar que en toda la
Cuenca del Valle de México se ofertan
alrededor de 64.7 m3/s para uso público
urbano, de los cuales se pierden por fugas
35%, que equivale a 22.6 metros cúbicos
por segundo.
LA IMPORTANCIA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LOS ACUÍFEROS PARA EL ABASTECIMIENTO DE AGUA POTABLE A LA POBLACIÓN JOSÉ RAÚL MILLÁN LÓPEZ
La importancia de la recarga artificial de los acuíferos
en un marco integral para la sustentabilidad del agua
A diferencia del Distrito Federal (DF), donde el
crecimiento de la población se estabilizará e, incluso, disminuirá, en el Estado de México la población seguirá creciendo de manera que, para
2030, se estima que la población alcanzará los 17
millones 242 mil habitantes y, considerando una
dotación deseable de 240 l/hab/día, la demanda
de agua potable alcanzará los 47.88 m3/s, y para
cubrir este caudal será necesario incrementar la
oferta actual en 8.5 metros cúbicos por segundo.
Por otro lado, no se conoce con precisión cuánto
tiempo más se podrá continuar extrayendo agua
de los acuíferos al ritmo actual, sin embargo, su
calidad se irá deteriorando, será necesario potabilizarla y extraerla a mayor profundidad, con lo cual
se incrementarán los costos.
Continuar con la sobreexplotación implica aumentar las afectaciones a la infraestructura en el
Valle de México y que, lo que no se invierta en
obras externas de abastecimiento, intercambio de
aguas, reinyección a los acuíferos y uso eficiente
del agua en general, se invertirá en disminuir los
efectos causados por la sobreexplotación, especialmente en el drenaje.
La dependencia del agua proveniente de los
acuíferos sobrexplotados para abastecer a la población, pone al Estado de México en una situación de alta vulnerabilidad, pues no podrá garantizarse el desarrollo social y económico futuro.
Ante ello, deberá tomar medidas urgentes para revertir la tendencia de sobreexplotación de los
acuíferos y disminuir sus efectos adversos.
Asimismo, las fuentes actuales no cubren la demanda, y tampoco se cuenta con una fuente alterna para una contingencia, como el colapso de
las fuentes de abastecimiento subterráneas; por
tanto, se requiere con premura disponer de
fuentes alternas de abasto para las zonas metropolitanas.
Metodologías para la infiltración de agua a los acuíferos
Los procedimientos ideados para introducir agua
en el acuífero de manera artificial son múltiples y
variados, pero destacan dos grupos: el primero
cuando la recarga se efectúa por infiltración a
través de la superficie o, el segundo, por introducción directa del agua hasta el acuífero mediante
una perforación que lo atraviesa.
en residencia un tiempo antes de su extracción,
mejoran su calidad notablemente.
Para el primero se necesita construir diques, presas, canales y campos de inundación, entre otros.
Aunque las prácticas más exitosas están relacionadas con el uso agrícola, también se tiene la experiencia en el abastecimiento de agua potable a
la población; por ejemplo, los estudios epidemiológicos realizados en la ciudad de Los Ángeles,
en los Estados Unidos, no registran impactos en la
salud al usar agua subterránea.
Para el segundo, que se conoce como sistemas de
recarga a profundidad, suelen emplearse terrenos
formados por una alternancia de niveles permeables e impermeables de suelo. El método consiste en introducir agua al acuífero mediante la
perforación de pozos para su inyección, ya sea
agua producto de escurrimientos por lluvia o de
aguas residuales previamente tratadas.
Otra de las ventajas de la recarga artificial de los
acuíferos es que permite el manejo o control de la
calidad de las aguas. Al respecto, existe la
experiencia a nivel mundial de que las aguas residuales municipales que se han infiltrado y dejado
Planta Piloto de recarga al
acuífero en la Macroplanta
de Tratamiento Toluca
Norte, en el municipio
de Toluca, en el Estado
de México.
CFM
También se sabe que las bacterias y virus desaparecen en caudales aprovechados que han sido
tratados a nivel secundario y terciario previo a su
inyección en el acuífero.
Por la característica impermeable de gran parte de
los suelos en los Valles de México y de Toluca, sería
de mucha ayuda utilizar pozos fuera de uso para
la reinyección o construirlos con ese propósito,
siempre y cuando se garantice que el agua de recarga sea de la calidad adecuada.
309
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Acciones en marcha
Ninguna estrategia o acción aislada resolverá los problemas de
sobreexplotación de los acuíferos y para asegurar el abastecimiento de agua potable, por lo cual, se requieren estrategias
y acciones de carácter integral y la participación de los tres
órdenes de gobierno.
Para la Cuenca del Valle de México, los gobiernos Federal, del
Distrito Federal y del Estado de México han puesto en marcha el
Programa de Intercambio de Agua, Nuevas Fuentes y Reducción
de la Sobreexplotación de los Acuíferos, con un presupuesto de
24 mil 794 millones de pesos.
Vista de la Presa Guadalupe,
ubicada entre los
municipios de Atizapán de
Zaragoza, Cuautitlán Izcalli
y Nicolás Romero,
en el Estado de México.
CFM
El Programa de Intercambio de Agua consiste en intercambiar
9.5 m3/s de agua de pozo utilizada en el riego, de 12.6 m3/s que
se utilizan en el Valle de México, por agua residual tratada. Para
lograrlo se tiene contemplado aprovechar los caudales residuales
tratados provenientes de las siguientes cinco plantas de tratamiento que se encuentran en proyecto: Nextlalpan, Zumpango,
Berriozabal, Guadalupe y Vaso de Cristo, con una capacidad conjunta de 17 m3/s, previo convenio con los ejidatarios dueños de
los títulos de derechos de agua y con la condición de asegurar
la fuente de recursos económicos para su operación y mantenimiento. Como complemento y parte sustantiva del Proyecto de
Saneamiento de Aguas Residuales del Valle de México que comprende seis sistemas de tratamiento con una capacidad de diseño de 40 m3/s, se contempla la construcción de la Planta de
Tratamiento de Atotonilco, que tendrá una capacidad instalada
de 23 m3/s para el saneamiento de las aguas residuales que llegan a la Presa Requena provenientes del Emisor Profundo del
Distrito Federal.
Un claro ejemplo de la recarga artificial de acuíferos, es el
proyecto mediante el cual se contempla importar 5 m3/s del
Acuífero de Tula para el abastecimiento de agua potable, el cual
presenta importantes excedentes gracias a los 50 m3/s de aguas
residuales y pluviales que, en promedio, recibe el Valle del
Mezquital y que se utilizan para riego, provocando la recarga incidental. Para su aprovechamiento se deberán tomar las medidas pertinentes que aseguren su calidad.
Asimismo, para incrementar el abastecimiento de agua potable
a la población del Valle de México, se contempla modernizar y
ampliar el Sistema Cutzamala (3 m3/s adicionales), aprovechar
las presas Guadalupe (2 m3/s), Madín (0.5 m3/s) y el Vaso de
Zumpango (2.5 m3/s), principalmente para este último previo estudio que asegure su calidad y cancelar pozos para dejar de
aprovechar 2 metros cúbicos por segundo.
310
LA IMPORTANCIA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LOS ACUÍFEROS PARA EL ABASTECIMIENTO DE AGUA POTABLE A LA POBLACIÓN JOSÉ RAÚL MILLÁN LÓPEZ
Con estas acciones se prevé reducir la sobreexplotación de los
acuíferos en 15 m3/s, a pesar de representar la mitad de la sobreexplotación, significa un paso importante hacia su recuperación.
Respecto a la Cuenca del Río Lerma, en la Zona Metropolitana
del Valle de Toluca (ZMVT) se ha iniciado un proyecto de recarga
artificial del acuífero con una inversión de mil millones de pesos,
que considera la construcción de plantas de tratamiento terciario con capacidad de 1 m3/s y pozos de inyección. Hoy se cuenta
con un módulo piloto de 20 l/s en la Macroplanta de Tratamiento
Toluca Norte.
Asimismo, comenzó la primera etapa de un proyecto para intercambiar agua para riego proveniente de 17 pozos en los municipios de Temoaya, Otzolotepec, Xonacatlán y Lerma, por aguas
residuales tratadas provenientes de las macroplantas de tratamiento Toluca Norte y Oriente. El volumen será de 0.745 m3/s y
su costo alcanzará los 150 millones de pesos.
Por otro lado, se han iniciado los estudios para incrementar el
abastecimiento de agua potable a la población de la ZMVT,
aprovechando 2 m3/s de la Presa Ignacio Ramírez, previa aprobación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), con lo que
disminuirá la sobreexplotación del acuífero. El costo del proyecto
asciende a mil 885 millones de pesos.
Vista de la Presa Ignacio
Ramírez, ubicada entre
los municipios de Toluca
y Temoaya, en el Estado
de México.
CFM
Para complementar estas acciones, deberán establecerce programas para disminuir pérdidas por fugas, utilizar tecnología
ahorradora de agua, establecer tarifas con los costos reales del
suministro de agua y, muy importante, modernizar el marco legal
del agua.
Es importante destacar que, dadas las afectaciones en la infraestructura del Valle de México y de Toluca, debido a la sobreexplotación de los acuíferos, si no se actúa, los costos marginales
harán que fuentes de abastecimiento externas que en su momento no fueron consideradas por sus altos costos ahora resulten rentables, como la desalinización de agua de mar y su conducción hacia estas grandes zonas metropolitanas.
Sin embargo, éticamente estamos obligados a optimizar los recursos económicos e hídricos disponibles y, sin duda, reinyectar
agua al acuífero o disminuir su explotación son acciones de
primer orden necesarias para lograr la sustentabilidad del agua
en estas importantes regiones del Estado de México, así como
de todo el Valle de México.
311
De la serie Entre el agua
y la vida.
CFM
312
LOS CAUDALES
PARA LOS USOS DEL AGUA
313
Hacia un uso eficiente del agua
en el campo
Represa para una zona
de cultivo en el Valle de
Toluca, en el Estado
de México.
ACR
Galdino Daniel González Covarrubias
La disponibilidad natural media de agua
Anualmente, México recibe del orden de un billón 488 mil millones de m3 de agua en
forma de precipitación. De este volumen, 72.5% se evapotranspira y regresa a la atmósfera, 25.4% escurre por los ríos o arroyos y 2.1% se infiltra al subsuelo y recarga los
acuíferos, de tal forma, el país cuenta con 458 mil millones de m3 de agua dulce renovable, volumen al que se le denomina disponibilidad natural media. Cabe aclarar
que la disponibilidad natural media se debe analizar desde tres perspectivas:
a) La distribución temporal, ya que en México existen grandes variaciones de la disponibilidad a
lo largo del año. La mayor parte de la lluvia ocurre en el verano, mientras que el resto de las
estaciones es relativamente seco.
b) La distribución espacial, ya que en algunas regiones se presenta una precipitación abundante
y una baja densidad de población, mientras que en otras ocurre exactamente lo contrario.
c) El área de análisis, ya que el problema del agua es predominantemente de tipo local. Los indicadores calculados a gran escala esconden las fuertes variaciones que existen a lo largo y
ancho del país.
En algunas regiones hidrológico-administrativas, como en la XIII Aguas del Valle de
México, VI Río Bravo y VIII Lerma-Santiago-Pacífico, el valor de la disponibilidad natural media per cápita es preocupantemente bajo.
Aunque se ha dicho que el agua es escasa en México, la realidad es que su distribución
espacial y temporal es poco adecuada para las necesidades de sus habitantes. Decir
que el volumen por habitante se ha reducido de 1955 a la fecha tiene poco significado,
ya que los cerca de 5 mil m3/hab/año disponibles son una cantidad más que suficiente
para satisfacer las necesidades de agua potable. No obstante, es evidente que la población se ha distribuido en el territorio nacional, sobretodo en los altiplanos y en el
norte del país, donde el agua escasea.
314
HACIA UN USO EFICIENTE DEL AGUA EN EL CAMPO GALDINO DANIEL GONZÁLEZ COVARRUBIAS
La situación del campo en México
Para las actividades agrícolas, la distribución espacial
y temporal del agua resulta desfavorable. La lluvia
abundante se presenta donde hay menos condiciones
para la agricultura, y donde se dispone de mejores
suelos y clima, la lluvia suele ser insuficiente para satisfacer las necesidades de los cultivos.
Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en
2005 el área con infraestructura de riego en México
era de 6 millones 400 mil ha, de las cuales 3 millones
500 mil correspondían a Distritos de Riego y 2
millones 900 mil a Unidades de Riego.
En los últimos 25 años el sector agrícola mexicano
ha sembrado en promedio 20 millones 900 mil ha
anuales, según datos de 2006 de la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), de las cuales alrededor de 5
millones corresponden a zonas bajo riego, ya sea de
Unidades o Distritos de Riego. Para este mismo periodo, de acuerdo con datos de Conagua de 2006, en
los Distritos de Riego se cosecharon en promedio 2
millones 700 mil ha bajo riego, incluyendo segundos
cultivos. Por otra parte, al menos 800 mil ha con infraestructura de riego se encuentran ociosas, debido
principalmente a problemas de salinidad y drenaje,
baja redituabilidad y en algunos casos a problemas
relativos a tenencia de la tierra.
Si nos referimos a los datos de Conagua de 2006, las
Unidades de Riego han cosechado en promedio 2
millones 300 mil ha, aunque de dichas unidades no se
cuente con estadísticas agrícolas e hidrométricas actualizadas. La superficie cosechada bajo riego genera
42% del valor total de la producción agrícola, según
datos de 2006 de Sagarpa. En contraste, la mayoría
de los agricultores siembran en 14 millones de ha de
temporal, de las cuales se obtienen con gran incertidumbre cosechas modestas.
Los Distritos de Riego emplean 48.5% del agua destinada al sector agropecuario, mientras que en las
Unidades de Riego sólo puede estimarse un volumen
aproximado de uso, con base en las diferencias de
volumen aprovechado en el sector; es decir, que 69%
del agua que se extrae de los acuíferos se usa en el
riego agrícola, de acuerdo con datos de Conagua de
2006. Actualmente, sólo se realizan acciones para
tecnificar y mejorar la producción en 2 millones 600
mil ha en regiones húmedas. Al respecto, en este ámbito el uso del agua para la agricultura es muy poco
eficiente, alcanzando sólo 46%, si se consideran los
procesos de conducción y asignación, así como su
forma de uso.
En la gran mayoría de los Distritos y Unidades de
Riego, se obtienen bajas eficiencias por el uso del
agua de presa y además se extraen cantidades considerables de agua de los acuíferos, lo cual constituye
un grave error de la planeación de los sistemas de
riego.
Aun cuando la mayor parte del agua utilizada en Distritos de Riego es de origen superficial, el riego por
bombeo de aguas subterráneas representa un alto
porcentaje de acuerdo a datos de Conagua de 2005,
que señala que se utilizan aproximadamente 18 mil
700 millones de m3, equivalente a 32.6% del volumen total de agua concesionada para uso agropecuario.
De acuerdo con información de Conagua de 2005, las
tendencias en la evolución de la infraestructura hidroagrícola muestran que la tasa de crecimiento para
el periodo 1930-1980 fue de 2.74% anual. Sin embargo, de 1980 a 2002 la tasa de crecimiento fue del
orden de 0.30% anual. Respecto al desarrollo del sector hidroagrícola, de acuerdo a datos de Sagarpa y
de Conagua de 2006, la superficie cosechada en
zonas de riego ha disminuido en los últimos 20 años.
Para minimizar estas situaciones, se han desarrollado
algunos proyectos de inversión para mejorar el uso y
el manejo del agua disponible. Además, se han establecido programas de apoyo a las Unidades de
Riego, que aun cuando se encuentran dispersas a lo
largo del territorio nacional, deben considerarse para
la modernización de la agricultura de riego. Las
fuentes de abastecimiento de agua para Distritos y
Unidades de Riego son presas de almacenamiento,
presas derivadoras, manantiales, plantas de bombeo
y pozos profundos.
315
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
El sector hidroagrícola en el Estado de México
El Estado de México se encuentra en la parte central
y más elevada del país, tiene una superficie de casi
23 mil kilómetros cuadrados y en sus linderos se originan la Cuenca del Río Lerma, la Cuenca del Río Balsas, la Cuenca del Río Pánuco y la Cuenca del Valle de
México.
El balance hidrológico
En la entidad, la precipitación media anual es de
20 mil millones de m3, de los cuales la evapotranspiración representa aproximadamente el 76% con 15
mil 226 millones de m3, de tal manera que solo el
24% de esta precipitación, se encuentra disponible,
con aproximadamente solo 4 mil 774 millones de m3;
de los cuales el escurrimineto medio anual es de
3 mil 707 millones de m3, y la infiltración que permite la recarga de acuíferos es de mil 67 millones de
metros cúbicos.
La menor disponibilidad y mayor sobreexplotación
ocurre en regiones más densamente pobladas como
la Cuenca del Valle de México. La mayor disponibilidad ocurre en las regiones más agrestes y menos pobladas como la Cuenca del Río Balsas.
La disponibilidad del agua
En Canadá, la disponibilidad de agua es de 99 mil 700
m3/hab/año, en el país es de 4 mil 505 m3/hab/año, en
Chiapas es de 24 mil 674 m3/hab/año, en el Estado
de México es de solamente 192 m3/hab/año, casí 23
veces menor al promedio nacional. Al respecto, según
las normas internacionales, los países considerados
pobres en disponibilidad de agua tienen menos de 5
mil metros cúbicos por habitante al año.
Uso del agua en la agricultura
La superficie agrícola total de la entidad es de 885
mil 900 ha, la superficie de riego parcial y completo
es de 188 mil 759 ha, se cuenta con 47 mil 466 ha en
cinco Distritos de Riego y 141 mil 293 ha en mil 210
Unidades de Riego. El volumen de agua utilizado es
de mil 57 millones de m3, cuyo desperdicio alcanza
en algunos casos 70 por ciento.
316
La problemática de la agricultura de riego
Los principales problemas para la agricultura de riego
en el Estado de México son los conflictos sociales por
la disponibilidad y competencia en el uso; la limitada
inversión para la reconversión hacia cultivos rentables; la contaminación de los embalses y corrientes
por desechos urbanos; la utilización de agroquímicos; la escasez de sitios para la construcción de
grandes presas con alta relación de costo-beneficio;
el azolvamiento de las presas existentes; la infraestructura deteriorada; la sobreexplotación de los acuíferos; el uso de aguas residuales sin tratamiento; la
baja recarga de acuíferos por la tala clandestina e incendios, la erosión y el deterioro de las cuencas; las
prácticas deficientes de riego; los desperdicios en la
conducción y distribución del agua; la organización
deficiente de los usuarios para la administración,
aprovechamiento y conservación de las obras, y la
falta de una cultura para el mejor aprovechamiento
del agua.
La problemática de las zonas de riego
Los principales problemas para las zonas de riego son
el minifundio, la invasión de la mancha urbana, los
suelos degradados, la tecnología limitada, el monocultivo, el encarecimiento de insumos, los altos costos de operación del riego por bombeo, los costos de
producción elevados, la siembra de cultivos sin mercado previo para los productos y la falta de organización para producir.
HACIA UN USO EFICIENTE DEL AGUA EN EL CAMPO GALDINO DANIEL GONZÁLEZ COVARRUBIAS
El impulso a los programas hidroagrícolas en el país
Derivado de la problemática del sector hidroagrícola,
los gobiernos Federal y Estatal han implementado
programas hidroagrícolas que ayuden a la solución
de los problemas y apoyen a los productores de las
áreas de riego.
La construcción y rehabilitación
de la infraestructura básica rural
Este programa tiene como objeto el incremento y
mejoramiento de la infraestructura básica para la
producción agropecuaria.
La protección integral de cuencas
El reúso de aguas residuales
Este programa pretende reducir el impacto de la erosión y propiciar la recarga de acuíferos, mediante
acciones como la coordinación de las dependencias
del sector forestal, la construcción de presas de
gaviones, terrazas de formación sucesiva, bordos en
curvas de nivel, siembra de pastos perennes y trabajos de reforestación.
La protección contra inundaciones
Este programa pretende evitar que los ríos se desborden mediante acciones como el desazolve de cauces,
la sobreelevación y reforzamiento de sus bordos laterales y la construcción de plantas de bombeo.
La captación de agua para usos del sector
Este programa pretende captar la mayor cantidad de
agua posible para aprovecharla en actividades agropecuarias, piscícolas y forestales.
La modernización de los sistemas de riego
El objetivo de este programa es el de optimizar el uso
del agua, con la construcción y/o rehabilitación de
obras de de captación, revestimiento de canales y entubamiento de regaderas, instalación de sistemas de
riego de alta y baja presión (aspersión, microaspersión, goteo y sistemas de riego con multicompuertas,
etc.) y en su caso la construcción de invernaderos con
diferentes niveles de tecnología. Todo lo anterior
con la participación directa de los propios productores, apoyados con programas capacitación.
Este programa tiene como fin aprovechar las aguas
residuales de origen doméstico, previamente tratadas,
en cultivos altamente rentables, como flores, hortalizas, forrajes y frutales.
Al respecto, se estima que en 2007, en México se reutilizaron 4 mil 722 millones de m3 de agua, cantidad
equivalente a un caudal de 150 metros cúbicos por
segundo. En el reúso de agua de origen municipal
destaca la transferencia de aguas residuales colectadas en las redes de alcantarillado hacia cultivos
agrícolas. En una menor proporción, se reutilizan
dichas aguas en las industrias y en las termoeléctricas, como es el caso de la Central Termoeléctrica de
Villa de Reyes en San Luis Potosí. En el reúso de agua
de origen industrial no municipal, destacan las aguas
residuales de los ingenios azucareros en el estado de
Veracruz.
La supervisión de la operación
de las unidades de producción
Este programa tiene como fin asesorar la administración, operación y conservación de los Distritos y
Unidades de Riego, en coordinación con Conagua y
Sagarpa; mejorar el aprovechamiento del agua, en
base a la capacitación de los usuarios y apoyos, que
les permitan emplear la ferti-irrigación, establecer
cultivos remunerativos con tecnología de punta, protección contra fenómenos meteorológicos y disponibilidad de información agroclimatológica.
317
José Elías Chedid Abraham
Hacia un campo sustentable
en el Estado de México
Las cuencas del Valle de México y Golfo Norte
En el Estado de México, esta cuenca se distingue por la presencia de dos
condicionantes respecto al binomio agua-agricultura. La primera está estrechamente ligada a la salida de aguas residuales de la Zona Metropolitana
del Valle de México (ZMVM), cuyo caudal es aprovechado por la entidad para
el riego de zonas agrícolas que están situadas en los límites de las regiones
urbanas en municipios como Teoloyucan, Coyotepec, Huehuetoca, Zumpango, Otumba y Axapusco, entre otros.
Las aguas residuales utilizadas en esas zonas son riesgosas ya que, al no recibir
tratamiento previo, contienen altas cargas de materia orgánica que, paradójicamente, propician que los cultivos tengan altos rendimientos en la producción, cual si fueran regados con agua enriquecida con fertilizantes.
1
La Cuenca del Río Lerma
2
La Cuenca del Río Lerma es uno de los valles con riego por temporal de mayor
producción en la República. En este lugar se tiene un temporal de buena calidad, a pesar de las variaciones climáticas que se han presentado en los últimos años. Además es propicio para cultivar maíz, grano de importancia
cultural y religiosa para los valles altos de Toluca, Atlacomulco y Temascalcingo. Al mismo tiempo, las condiciones para el desarrollo de otro tipo de
cultivos son mínimas, debido a las características del clima. Debe destacarse
que las aguas subterráneas ubicadas en esta cuenca se convirtieron en la
primera fuente de abastecimiento alterno del Valle de México desde la década
de 1950, lo que impidió la planeación del uso del recurso en las comunidades
y su agricultura. Lo anterior no sucedió en la zona de Ixtlahuaca-Atlacomulco, donde hubo mayor oportunidad de administrar el uso de sus aguas
subterráneas y donde, incluso, se logró la salvaguarda de líquido para su uso
en las comunidades o para el riego de algunas superficies.
La Cuenca del Río Balsas
La mayor parte de las aguas de la Cuenca del Río Balsas abastece a la ZMVM,
por lo que es la segunda fuente en importancia para la ciudad. El caudal suministrado proviene de las presas Valle de Bravo, El Bosque, Villa Victoria y
Colorines, que anteriormente se utilizaban para la generación de energía
hidroeléctrica. En la década de 1960 se decretó cuál sería la vocación para el
agua superficial de esta cuenca, dentro del rubro de grandes aprovechamientos, como parte de un proyecto de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Anteriormente la mayor parte del recurso disponible en esta cuenca se destinaba al uso agrícola, vocación que era determinada por las condiciones de
su clima. Ahora, tanto el uso público-urbano como el hidroeléctrico han
limitado la orientación agrícola de sus aguas, excepto en el líquido proveniente de manantiales.
3
318
HACIA UN CAMPO SUSTENTABLE EN EL ESTADO DE MÉXICO JOSÉ ELÍAS CHEDID ABRAHAM
(Página anterior)
(1) Arado en el municipio de Teoloyucan. CCO
(2) Valle en el municipio de Temascalcingo. CFM
(3) Vivero en el municipio de Villa Guerrero.CCO
(1) Campo en el municipio de Zumpango. CFM
(2) Plantación de maíz en el municipio de Lerma. CCO
(3) Vivero en el municipio de Villa Victoria. CFM
La segunda condicionante del riego en esta cuenca está relacionada con las
aguas residuales que son desalojadas a través del Tajo de Nochistongo. Su
exclusión por esa salida artificial ha resultado provechosa para el sector
agrícola del estado de Hidalgo, cuyos volúmenes de riego han crecido, en
detrimento del caudal destinado al riego en el Valle de México.
Otro factor decisivo para el riego en el Valle de México está fincado en la
tierra y su relación con la presencia de un pozo de agua. Esta combinación es
atractiva para los desarrolladores de vivienda, cuyo interés impulsa el precio
de la tierra. En consecuencia, las tierras que cuentan con pozo están dejando
de utilizarse con fines agropecuarios. Este fenómeno ha provocado que desaparezcan paulatinamente las cuencas lecheras del Valle de México, como
sucedió en Melchor Ocampo, Zumpango, Cuautitlán y Cuautitlán Izcalli, municipios que suministraban lácteo al Distrito Federal, y que ahora son asiento
de grandes zonas habitacionales.
1
Cabe mencionar que los pozos de la zona Ixtlahuaca-Atlacomulco están ubicados en el piamonte, punto de mayor recarga del acuífero, donde termina
la pendiente y empieza el valle, y donde se encontraron los índices más altos
de recarga gracias a la composición porosa del suelo. Es importante subrayar
el deterioro del Lago de Chapala, proceso que comenzó hace dos décadas y
que ha provocado graves daños ambientales. Por tal motivo, se determinó
vedar cualquier aprovechamiento superficial en la Cuenca del Río Lerma, excepto en aquellos casos que tuvieran un permiso o autorización previa a la
veda.
En resumen, el desarrollo de la Cuenca del Río Lerma está condicionado a la
presencia de un buen temporal y por la imposibilidad de aprovechar sus aguas
subterráneas y superficiales. En consecuencia, en esta cuenca la utilización de
riego ajeno al temporal para el cultivo de hortalizas, flores y frutales requiere
grandes inversiones para alcanzar una alta productividad.
2
Lo anterior ha permitido el crecimiento de la floricultura, la fruticultura y la
horticultura en zonas cuyo clima es propicio y que además cuentan con agua
de buena calidad. En particular, estas condiciones se reúnen en la Depresión
del Balsas, cuya altura llega hasta 2 mil m abajo de los valles altos y cuya
temperatura oscila entre 6 u 8oC más que la que se registra en el Valle de
Toluca. La Cuenca del Río Balsas además permite, bajo el esquema de invernadero –e incluso en algunos lugares a cielo abierto–, el desarrollo de la floricultura y la horticultura, para lo cual se utiliza el agua más valiosa en costo
y valor de producción de todo el Estado de México. Lo anterior porque en
esta cuenca se producen flores, hortalizas y frutales a precios competitivos en
el mercado, que la colocan como la de mayor producción en el país. En esta
cuenca cada gota disponible tiene un costo directo en el mercado, donde los
municipios de Zumpahuacán, Villa Guerrero, Coatepec Harinas, Ixtapan de la
Sal y Tenancingo destacan por su alta producción. Esta cuenca es, además, la
productora por excelencia de flores en el país, cultivo que se desarrolla en los
estados de México, Morelos, y esporádicamente en Tlaxcala y Puebla.
3
319
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Factores que deben considerarse en una estrategia
de uso eficiente de agua para la agricultura
El crecimiento de la vivienda, debacle para la agricultura
La situación de la agricultura en la entidad es crítica, debido a los altos precios de la
tierra provocados por el crecimiento del mercado inmobiliario. La demanda es tal que,
según cálculos de desarrolladores, entre 60 y 80 mil viviendas se requieren cada año
para satisfacer tanto el crecimiento de la población mexiquense como el de los habitantes que emigran a la entidad. Lo anterior repercute en el desarrollo de la agricultura de riego y temporal, cuya disponibilidad de agua disminuye debido a la alta
demanda para uso público-urbano. El Estado de México pierde cada año alrededor de
5% de sus zonas de riego, por lo que, de continuar con esa tendencia, en dos décadas
aproximadamente, la entidad, excepto la Cuenca del Río Balsas, estaría destinando la
totalidad de sus recursos hídricos al uso público-urbano y al cultivo de temporal, cediendo además sus tierras de mejor calidad para la urbanización.
El uso eficiente e incremento del aprovechamiento para el campo
Ante el escenario de una veda generalizada y frente a las restricciones para construir
grandes almacenamientos del líquido –principalmente porque las áreas que podrían
destinarse a esos fines ya se ocuparon o ya cambiaron de uso–, el Gobierno del Estado
de México tomó la decisión estratégica de construir pequeños depósitos. Dichas obras
hidráulicas se conocen como bordos, represas, jagüeyes, ollas de agua o tanques de almacenamiento, según sea la condición, y se utilizan para almacenar agua de lluvia y
para regular el caudal de los manantiales o el caudal que se extrae de los pozos. Una
estrategia adicional para el uso eficiente del recurso consiste en el revestimiento total
de los canales en el territorio estatal, acción con la cual podrían recuperarse 600
millones de m3 al año, volumen anual mayor a los 10 millones de m3 que se obtienen
al año por pequeños almacenamientos. Por otra parte, la recuperación de agua
disponible en la entidad mediante su uso eficiente, podría sustituir la construcción de
nuevos almacenamientos.
Las cuencas del Valle de México y Golfo Norte. La construcción de bordos en el Valle de México representa una opción viable para los productores, dado el clima semidesértico. Por las características de los suelos arenosos, los bordos deben ser revestidos de concreto para que el agua
pueda ser almacenada. En cuanto al riego, en el Valle de México se tiene cierta disponibilidad
de líquido en función del volumen limitado sobrante de aguas residuales que son expulsadas de
la ZMVM. Para aprovechar el recurso, es menester que los productores cuenten con canales
eficientes.
La Cuenca del Río Lerma. La zona del Valle Ixtlahuaca-Atlacomulco se caracteriza por su alto
potencial para la construcción y aprovechamiento de bordos; en contraste, el Valle de Toluca
posee mediano potencial, dadas las condiciones de temporal.
La Cuenca del Río Balsas. La Cuenca del Río Balsas es la de mayor potencial de escurrimiento
en el Estado de México, entre otros factores por su orografía, la cual es propicia para la construcción de bordos. Por otra parte, esta cuenca destaca por ser la región con mayor uso de riego
en la entidad, por sus canales, que en su mayoría están revestidos, y por la aplicación masiva de
tecnología para el uso eficiente de agua.
320
HACIA UN CAMPO SUSTENTABLE EN EL ESTADO DE MÉXICO JOSÉ ELÍAS CHEDID ABRAHAM
EN MÉXICO DEBE APLICARSE EL PRINCIPIO DE LO DEL AGUA AL AGUA, QUE SIGNIFICA: TODO LO QUE
INGRESE POR CONCEPTO DE DERECHOS DE USO DEL AGUA, DEBE REINVERTIRSE EN EL AGUA.
HEMOS LOGRADO CAMBIOS EN LA POLÍTICA HIDRÁULICA, EL ESTADO DE MÉXICO ES VANGUARDIA
EN ELLO. COMO UN DIGNO EJEMPLO CITO A LA CUENCA DE AMANALCO-VALLE DE BRAVO,
CON LOS RESULTADOS OBTENIDOS POR EL PAGO DE SERVICIOS AMBIENTALES POR EL USO DEL AGUA.
JECA
1
2
Una solución ideal para el Estado de México, en cuanto al problema de abastecimiento
para la agricultura, es que cada productor cuente con un bordo, estrategia que marcaría la diferencia entre una agricultura de temporal –con la incertidumbre que implica
para el productor– y una agricultura de riego, que entre otros beneficios permite al
campesino tener la certeza de que contará con el líquido para sus actividades productivas. Debe considerarse que la entidad pierde grandes volúmenes de agua por
azolvamiento, fenómeno que dificulta el aprovechamiento de bordos, cuya capacidad
de almacenamiento anual se incrementa a razón de 10 millones de m3 aproximadamente.
(1)
Conjunto habitacional
en el municipio de Tecámac,
en el Estado de México.
CFM
(2)
Canal de riego en el Valle
de Toluca, en el Estado
de México.
Archivo JVG
Responsabilidad del municipio en torno a la agricultura
En la actualidad, los ayuntamientos rurales tienden a mostrar mayor interés en los programas federales y estatales que procuran un mejor aprovechamiento del agua. Es importante que los municipios sean responsables de una adecuada y eficiente conducción
de su agricultura, particularmente aquéllos donde esta actividad y el riego son fundamentales para su economía y población. Temascaltepec, Villa Guerrero, Coatepec Harinas, Zumpahuacán, Tenancingo, Zumpango, Atlacomulco, Jocotitlán, Ixtlahuaca y
Acambay, son municipios mexiquenses que representan una importante área rural de
la entidad, junto con demarcaciones del sur como Tejupilco, Luvianos, Amatepec y Tlatlaya, cuya actividad es sustancialmente rural, y donde la política agrícola que se
establezca incidirá directamente en su población y economía.
321
Hacia una visión integral entre el abastecimiento de agua
potable, el tratamiento de aguas residuales y el uso eficiente
para el campo
Vista de las instalaciones
en la Macroplanta de
Tratamiento Toluca Norte,
Toluca, en el municipio
del mismo nombre,
en el Estado de México.
CFM
En el Estado de México es necesario llevar
a cabo una política coordinada de tratamiento y saneamiento de aguas residuales. Para ello es necesario que la construcción de una planta de tratamiento facilite la realización de un proyecto de
riego que además redunde en el cumplimiento de las normas oficiales del agua.
De esa manera se obtendrían beneficios
en el saneamiento de las aguas superficiales de la entidad, la conservación del
campo mexiquense y la reducción de costos por optimización del recurso vital. El
tratamiento de aguas residuales implica
costos, por lo cual deben considerarse aspectos económicos cuando se plantee una
estrategia de tratamiento para la entidad.
Es importante valorar la aplicación de una
política pública que otorgue agua tratada
sin costo a los productores, a cambio de
la generación de empleos y la obtención
de un producto rentable que genere economía para quien la trabaja, sin olvidar los
beneficios ecológicos.
En la actualidad existe tecnología que
permite utilizar no sólo agua tratada para
la agricultura, sino incluso aguas residuales que no han recibido tratamiento.
Los avances tecnológicos para el riego
agrícola conceden que el agua de cualquier calidad sea utilizada para riego
porque se elimina cualquier afectación
respecto a la presencia de coliformes
debido a la ausencia de contacto. Sin
322
embargo, debe tenerse en consideración
que, entre menos calidad en el agua, debe
utilizarse mayor tecnología en el riego.
Además, puede disponerse de tecnologías
como los riegos con sistemas intensivos
de filtrado, de riego localizado o riego por
goteo o por microaspersión, que permiten
que el caudal sea conducido hacia la raíz,
excepto para los cultivos por contacto de
tierra.
Existen casos como el del jitomate, que de
ser un cultivo por contacto de tierra,
ahora se desarrolla en invernadero mediante un proceso diferente: el cultivo
prácticamente cuelga y el único elemento
que tiene contacto con el agua es la raíz.
Cuando se trata de frutales, se descarta
cualquier riesgo sanitario debido a que
entre el tronco y la raíz se quedan todos
los elementos contaminantes. En cultivos
como el maíz o frutales, se eliminan riesgos al utilizar agua de baja calidad, no así
en el caso del cultivo de hortalizas, en
cuyo caso el riego debe ser limitado. La
razón es que, en ese caso, la fruta y el
consumible son al mismo tiempo el tallo y
la raíz, como la papa o el camote, que en
esencia son raíces. Un caso similar ocurre
con el cultivo de lechuga, que propiamente es un tallo.
En México, la regulación del tratamiento
y uso posterior de las aguas tratadas
se rige por normas oficiales, en sustitu-
EN ESTE MUNDO NACIMOS CON LA CULTURA DE LA GRATUIDAD, ALGUNOS PAÍSES
LA SUPERARON Y LE DIERON VALOR A SUS RECURSOS NATURALES, MIENTRAS QUE
OTROS NO HAN PODIDO ELUDIRLA. EN LA MAYOR PARTE DE NUESTRO PAÍS
SEGUIMOS VIVIENDO EN UN ESQUEMA DE GRATUIDAD, NOS LLEVAMOS EL BOSQUE,
NOS LLEVAMOS EL AGUA, LA TIERRA Y EL AIRE PORQUE SON GRATUITOS, SIN
DARNOS CUENTA DE SU VALOR VITAL, ESTRATÉGICO Y ECONÓMICO.
JECA
ción de las condiciones particulares de
descarga. En cuanto al uso de aguas tratadas para riego, la NOM-001-Semarnat1996 destaca por su flexibilidad, dado que
establece sin tantas restricciones la recepción de agua para tratamiento, principio que también aplica en cuanto al
retorno de las aguas tratadas. La aplicación de la NOM-001-Semarnat-1996
para riego supone que, si el agua tratada
es utilizada para tal propósito, se obtiene
una economía. Si por el contrario, el agua
tratada se utiliza para fines industriales o
si se planea entregar a un cuerpo de agua
federal, el proceso es más estricto. En caso
de que el agua tratada quiera destinarse al
uso público-urbano —cuestión de la que
no existen antecedentes en el país—, las
normas y exigencias son más altas respecto a la presencia de Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), Demanda
Química de Oxígeno (DQO), coliformes y
otro tipo de agentes contaminantes.
Una solución para resolver las dificultades
en torno al abastecimiento de agua para
las grandes ciudades es el tratamiento de
entre 70 y 80% de sus aguas residuales,
cuyo valor aún no ha sido considerado en
su totalidad. De lograr la recuperación de
volúmenes de agua clara, las ciudades podrían promover la recarga artificial de sus
mantos acuíferos o el intercambio de sus
aguas tratadas.
Para valorar las aguas residuales que producen las grandes ciudades, es necesario
apreciar el esfuerzo previo realizado para
su conducción como agua potable y que
en ocasiones supone el bombeo para superar casi 1000 m de altitud y más de 150
km de longitud, situación que tiene lugar
en los valles altos del Estado de México.
El objetivo debe ser valorar el recurso, no
obstante que se haya convertido en agua
residual.
Vista de tierras de cultivo en
el municipio de Zumpango,
en el Estado de México.
ACR
A 80% de las aguas que sean tratadas deberá asignársele un valor agregado, ya sea
mediante su aprovechamiento para riego
de jardines, para uso agrícola o para la liberación de volúmenes de agua potable.
De lograrse lo anterior, se reduciría la sobreexplotación de los acuíferos e, incluso,
cabría la posibilidad de considerar el intercambio de líquido subterráneo por
agua reusada, en aras de que la población
satisfaga su necesidad de agua. En torno
al aprovechamiento de aguas residuales
tratadas, en el Estado de México existen
políticas gubernamentales que incluyen la
investigación y los trabajos conducidos
por la Secretaría del Agua y Obra Pública
(SAOP) del Gobierno Estatal. No obstante,
es necesario fomentar tanto la inversión
privada como la participación del usuario
en el intercambio de aguas tratadas, de
forma que la infraestructura de un pozo
de agua potable pueda trasladarse hacia
una ciudad.
323
La agricultura eficiente, camino para la
viabilidad hidráulica del Estado de México
Jesús Velarde García
l valor de la producción del sector agropecuario ha disminuido su aportación al Producto Interno Bruto (PIB) estatal, ya que a excepción de algunos cultivos, se mantiene con
muy pocos cambios la estructura de la producción sectorial,
basada fundamentalmente en la producción de granos, especialmente maíz, en condiciones de temporal.
E
Treinta años atrás, el sector agrícola superaba en importancia al
sector industrial. A partir de los años sesenta cambió el patrón
de cultivos al comenzar la producción intensiva de hortalizas,
flores y praderas.
La fuerte emigración de la población rural hacia el Distrito Federal (DF) y los municipios conurbados del Valle de México en la
década de 1960 propició un explosivo crecimiento urbano y el
decaimiento del sector agropecuario, que en la actualidad sigue
perdiendo terreno frente a otros sectores económicos. Prueba
de ello es que hoy participa con solo 4% del PIB estatal, a diferencia del más de 20% con que participaba en la década de
1960.
El volumen de agua que se precipita en el territorio estatal es de
21 mil millones de m3 (21 km3), del cual se evapotranspira 71.8%,
escurre 20% y recarga los acuíferos 8.2%; los dos últimos valores
son indispensables para la planeación de la política pública de los
usos del agua; es decir, cómo disponer alrededor de 5 mil 900
millones de m3 de manera sostenible, y compartir con otras entidades alrededor de mil 500 ya comprometidos por disposición
federal.
Campo de cultivo en
el municipio de Jaltenco,
en el Estado de México.
ACR
La extracción de agua para todos los usos, en 2000, fue de 3 mil
100 millones de m3, de los cuales mil 900 (61%) correspondieron
al uso público-urbano, mil 50 (34%) al uso agrícola y el resto al
uso industrial. (Gerencia de Conagua Estado de México, 2000.)
El acelerado crecimiento de las zonas urbanas de los valles de
México, Toluca y del resto del territorio estatal, ha ganado, en los
últimos 20 años, las mejores tierras y agua a la agricultura en
magnitudes desconocidas. Por esto, deben cuestionarse las cifras
relativas al uso agrícola, pues un creciente volumen ha sido
transferido al uso público por la venta de derechos de aguas subterráneas a desarrolladores de vivienda.
324
LA AGRICULTURA EFICIENTE, CAMINO PARA LA VIABILIDAD HIDRÁULICA DEL ESTADO DE MÉXICO JESÚS VELARDE GARCÍA
Las mejores tierras de riego y temporal han disminuido en más
de 120 mil ha por los efectos de la urbanización. En la década de
1960, la entidad contaba con alrededor de 1 millón 800 mil
habitantes, de los cuales, alrededor de 1 millón 300 mil vivían en
el campo, casi 75% de la población. Actualmente, esta relación
cambió: en el medio rural viven 1 millón 500 mil habitantes,
población equivalente a 10% del total estatal.
La importancia del sector agricola radica en la capacidad que
tiene para emplear a más de 560 mil campesinos, según el IX
Censo Ejidal de 2008. Los cultivos son diversos, pero lo importante radica en el valor social de la producción, pues aporta granos básicos, principalmente maíz, para la alimentación rural y
contribuye con cerca de 200 mil toneladas para la alimentación
de las zonas urbanas. El uso de agua en la agricultura (30%) de
la entidad contrasta con el 80% que usa la agricultura en el país,
ya que en la entidad los 900 mm precipitados hacen factible la
producción agrícola sin necesidad de riego durante el ciclo. No
obstante, es necesario superar las pérdidas de agua de la agricultura, pues la eficiencia de aplicación es menor a 40% debido
a las malas condiciones de la infraestructura de regulación, conducción, equipos de bombeo y deficientes métodos de riego utilizados por los productores.
En el Estado de México no existen posibilidades técnicas ni administrativas para construir grandes obras de almacenamiento; por
otro lado, el volumen de agua que se extrae del subsuelo es considerablemente mayor al que se infiltra, ocasionando la sobreexplotacion de los acuíferos a niveles tan peligrosos que se
compromete el abasto de agua para los próximos años, especialmente en los acuíferos de los valles de México y Toluca,
poniendo en riesgo el desarrollo social y económico de ambas
zonas metropolitanas, habitadas por más de 20 millones de habitantes y generadoras de más de un tercio del PIB nacional.
Desarrollo habitacional en
el municipio de Tecámac,
en el Estado de México.
ACR
El Estado de México dispone de tres alternativas para garantizar
a las nuevas generaciones la disponibilidad de agua suficiente:
a) Ahorrar agua en todos los usos, especialmente en la agricultura.
b) Impedir las pérdidas por extracción, conducción, almacenamiento,
distribución y hábitos de consumo personal.
c) Recargar los acuíferos mediante obras de captación de agua de lluvia e inyección de aguas residuales tratadas de acuerdo a las especificaciones y normas.
325
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Las políticas públicas orientadas al uso eficiente del agua en la
agricultura deben apoyarse en:
a) Rehabilitar la deteriorada infraestructura hidráulica existente en
Distritos y Unidades de Riego.
b) Emprender un programa de capacitación para productores en torno
al mejoramiento de los métodos de riego.
c) Avanzar en la sustitución de cultivos de granos bajo riego por otros
de mayor rentabilidad económica y generadores de empleo.
d) Ampliar los recursos públicos y financieros para incorporar tecnologías y equipamiento ahorradores de agua.
Campo de cultivo con riego
de cañón en el municipio
de Luvianos, en el Estado de
México.
Archivo JVG
En el sector agrícola del Estado de México existen condiciones
favorables para aumentar la producción agropecuaria a pesar de
que prevalece el minifundio, pues se dispone de agua superficial
y subterránea para el riego de 150 mil ha y precipitación suficiente para los principales cultivos en 600 mil ha de las principales zonas agrícolas.
En los últimos 30 años, la entidad ha sido pionera en el cultivo
de flores, hortalizas, hongos, frutales y praderas, utilizando sistemas de riego presurizados y aplicando nutrientes en el riego,
tanto en invernaderos como en campo abierto. Mediante este
sistema se produce más de 60% de las flores de corte del país
(rosas, crisantemos, claveles, tulipanes, lirios y otros), es el primer
productor de plantas y flores en maceta, el cuarto lugar en producción de frutales (durazno, guayaba, aguacate y otros), y el
principal productor de hongos de invernadero (champiñones,
setas y otros), y de hortalizas con hidroponía (jitomate, lechuga,
pepino, pimiento y otros). Avances similares se han logrado en
aplicación de riego por aspersión en praderas de alfalfa y otras
forrajeras para la producción de leche.
Existe potencial adicional para el desarrollo de la agricultura altamente tecnificada en la mayor parte de las zonas agrícolas de
riego del Estado de México y además cuenta con:
1. Excelentes vías de comunicación.
2. Disponibilidad de tecnología y centros de asesoría especializada.
3. Condiciones climáticas y agua para producir todo el año.
4. Proximidad de los centros de consumo más grandes del mundo.
5. Amplias posibilidades de exportación.
6. Posibilidad de apoyos institucionales y servicios financieros.
7. Parques industriales para proceso de excedentes.
Rosa de invernadero en el
municipio de Villa Guerrero,
en el Estado de México.
ACR
(Página siguiente)
Establo lechero en el
municipio de Zumpango,
en el Estado de México. ACR
Vista de la Presa La Concepción
en el municipio de Tepotzotlán,
en el Estado de México. ACR
326
LA AGRICULTURA EFICIENTE, CAMINO PARA LA VIABILIDAD HIDRÁULICA DEL ESTADO DE MÉXICO JESÚS VELARDE GARCÍA
Las cuencas hidrológicas
En 2005, la disponibilidad de agua promedio por habitante en el
Estado de México fue de 315 m3/año. Al respecto, es importante
contrastar algunos datos de las cuencas del Estado de México:
así, la Cuenca del Río Balsas se extiende por 37% de la superficie estatal y dispone de 3 mil 100 m3/hab/año; la Cuenca del Río
Lerma se extiende por 24% de la superficie y dispone de 370
m3/hab/año; y finalmente, la Cuenca del Valle de México se extiende por 38% de la superficie estatal y dispone de sólo 115 m3/
hab/año.
Situación en la Cuenca del Valle de México
Hasta hace 30 años, las zonas agrícolas del Valle de México
aportaban la mayor parte de la producción de leche y derivados
que consumía la Ciudad de México: alfalfa, avena, maíz forrajero
y praderas de zacate se destinaban a la producción de leche, actividad ahora limitada a 70 mil vacas productoras en los municipios de Zumpango, Apaxco, Teoloyucan, Coyotepec, Huehuetoca y Texcoco. Asimismo, los cultivos que requiere esta industria se riegan principalmente con aguas residuales sin tratamiento provenientes del Gran Canal, el Río Cuautitlán y otros
emisores, para regar entre 7 mil 500 y 8 mil ha, excepto una pequeña zona agrícola de menos de 800 ha, aún no ha sido invadida por el crecimiento urbano, que corresponde al Distrito de
Riego de la Presa La Concepción y el área de pozos profundos en
Tepozotlán y Cuautitlán. En resumen, es altamente delicado y
riesgoso para la salud de productores y consumidores el uso de
aguas residuales crudas en la producción agrícola.
En los cultivos referidos se utilizan bajas dosis de fertilizantes
químicos, sin embargo, éstas contaminan los suelos, el ambiente,
y significan un riesgo para la salud de productores y consumidores debido al gran contenido de materia orgánica, metales pesados, huevos de helmintos, tenia, etc, pues se encuentran en
las aguas crudas de riego. Se estima que esos cultivos se riegan
con aguas que contienen alrededor de 2 millones 500 mil a 3
millones de coliformes por cada 100 cm3, a pesar que las normas
oficiales establecen un límite máximo de mil coliformes fecales
para el agua que se utiliza en esos cultivos. Miles de campesinos
y sus familias, que han vivido de esa actividad por siglos, no son
culpables de la contaminación relativamente reciente de sus recursos, por lo que es apremiante que los gobiernos Federal, del
DF y del Estado de México construyan plantas de tratamiento
de aguas residuales, lo que permitiría, además, regar una superficie que actualmente es de temporal precario.
Alternativas para la Cuenca
del Valle de México
Existen tecnologías que permiten el uso de agua
residual para riego de hortalizas que no se comen
frescas (jitomate, tomate, pepinos y melones entutorados o suspendidos bajo invernadero), las
cuales requieren películas plásticas sobre las camas
de siembra (acolchados) y cintas de riego por
goteo bajo el acolchado, con agua previamente
tratada en estanquería anaeróbica y uso de filtros
de arenas y de anillos. Debido al costo, los gobiernos Federal, del DF y Estado de México, deben
apoyar a los productores para que adquieran los
materiales plásticos, cintas de goteo y equipos de
bombeo para presurizar la aplicación del agua.
Para lograr mayor eficiencia en el uso del agua de
riego es necesario vigorizar los programas y proyectos de revistimiento de canales, rehabilitación
y cambio de equipos de bombeo y ampliación de
los programas de capacitación de productores en
los Distritos de Riego de Chiconautla y La Concepción y las Unidades de Riego por bombeo.
327
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Situación en la Cuenca del Río Lerma
Está considerada una de las cuencas más contaminadas del país,
especialmente en la parte correspondiente al Estado de México,
debido a la falta de infraestructura para el saneamiento de aguas
residuales y el correspondiente desalojo de aguas crudas de origen público e industrial en cauces y embalses federales. Los
acuíferos de esta cuenca, además, están altamente sobreexplotados (más de 60%), debido a las extracciones que demanda
el abasto al DF y el desarrollo urbano e industrial de la Zona Metropolitana del Valle de Toluca (ZMVT).
En la Cuenca del Río Lerma, el maíz representa alrededor de 82%
de la tierra cultivada y se logran los mejores rendimientos y
excedentes del grano en la entidad, pues representa más de 70%
de la producción estatal. No obstante, la productividad del cultivo es baja debido a:
Vista de la Presa Isidro
Fabela en el municipio
de Atlacomulco,
en el Estado de México.
ACR
a) la aplicación del riego por gravedad e inundación, que propician
altos desperdicios de agua;
b) la carencia de trazos técnicos de acuerdo a las pendientes del terreno y al volumen de agua disponible, y
c) la aplicación de excesivas láminas de riego en relación con la requerida por el cultivo al inicio del ciclo.
El origen de los caudales para riego proviene de aguas superficiales, principalmente de bordos y pequeñas presas que se usan
para riego de punta o de auxilio, es decir, para el inicio del ciclo.
Más de 45% del agua utilizada para riego corresponde a aguas
residuales sin tratamiento de las presas Alzate, Ramirez y tomas
directas a lo largo del Río Lerma.
Las únicas fuentes de agua confiable para uso agrícola provienen
de pozos agrícolas y de las cuotas de agua para riego de los
pozos profundos del Sistema Lerma, que opera el Gobierno del
Distrito Federal, así como de las fuentes que integran el Distrito
de Riego Estado de México, las presas Isidro Fabela en el municipio de Atlacomulco, y la Tepetitlán en el municipio de San
Felipe del Progreso.
Invernaderos de flores en el
municipio de Atlacomulco,
en el Estado de México.
Archivo JVG
328
(Página siguiente)
Invernaderos con riego por
microaspersión en rosas
(superior) y tulipanes
(inferior), en el municipio de
Villa Guerrero, en el Estado
de México.
Archivo JVG
En esta cuenca se dispone de condiciones favorables para la
producción de hortalizas, flores, hongos en condiciones de invernadero. Las experiencias son muy alentadoras: Bionatur
(invernadero de 60 ha de tomate altamente tecnificado en la
Hacienda de Pastejé), centro de producción de planta en maceta en Atlacomulco, la producción de hongos en invernadero en
los municipios de Jiquipilco e Ixtlahuaca; todos ejemplos del potencial hacia una nueva forma de hacer agricultura, altamente
productiva.
LA AGRICULTURA EFICIENTE, CAMINO PARA LA VIABILIDAD HIDRÁULICA DEL ESTADO DE MÉXICO JESÚS VELARDE GARCÍA
Situación en la Cuenca del Río Balsas
La Cuenca del Río Balsas está integrada por dos regiones: la de
los volcanes en el suroriente del estado, en los límites con el estado de Morelos y la región sur, la más extensa y lluviosa de la
entidad, la menos poblada y la que exhibe mayores condiciones
de pobreza. Aquí se dispone además de la mayor precipitación
(mil 300 mm en 4 meses). Por otro lado, la accidentada topografía y los suelos delgados impiden la construcción de almacenamientos que propicien el desarrollo de la agricultura de riego.
Sin embargo, ésta se lleva a cabo en las zonas agrícolas ubicadas
al sur del Nevado de Toluca, aprovechando el agua de manantiales para el riego de flores, frutales y hortalizas, así como la explotación de especies en acuacultura.
En la Cuenca del Río Balsas, sistemas intensivos de agricultura
han propiciado el desarrollo de métodos modernos de riego, con
ahorros de agua superiores a 90% y altos índices de rentabilidad,
por ejemplo: en la producción de 1 kg de jitomate, en invernadero se utilizan en promedio 12 litros de agua, mientras que
a cielo abierto se requieren 70 litros/kg. La producción de flores
bajo riego de gravedad (crisantemos y claveles) utiliza siete veces
más agua que en condiciones de riego por goteo.
Ventajas de la agricultura de invernadero
a) Los invernaderos protegen los
cultivos de la lluvia, viento y
plagas.
b) Permite el control de las variables climáticas que demanda el cultivo.
c) Rendimientos hasta diez veces
mayores que con métodos
tradicionales.
d) Producción constante con
mejor calidad de producto
para el consumidor.
e) Mejor tecnología para uso de
energía, riego y nutrición.
Permite el ahorro de agroquímicos y de hasta siete veces el consumo de agua.
f) Se logra el control integrado
de plagas y enfermedades.
g) Exige el sistema moderno de
técnicas de empaque y transporte.
h) Se venden a mejor precio los
productos cosechados.
i) Se genera una cantidad hasta
ocho veces mayor de empleo
por unidad de superficie.
j) Se adecua la producción a las
demandas del mercado y contribuye a la reducción de la
cadena de intermediarios.
k) Mayor larga vida de anaquel
de los productos.
l) Disminuye y elimina los riesgos microbiológicos, químicos
y físicos en todo el proceso de
producción de frutas, hortalizas, hongos y hierbas aromáticas.
m) Propicia el manejo integrado
de los cultivos y plagas, fundamental para la producción
agrícola sustentable, el uso de
los agroecosistemas, la salud
de los trabajadores y la calidad de los productos para los
consumidores.
n) A pesar del alto costo de estas
tecnologías, existen programas y mecanismos de apoyo
del sector público que ayudan
a su implantación.
o) En general, se logra alta rentabilidad financiera.
La Cuenca del Río Balsas se distingue por
la alta tecnificación en el uso de agua de
riego, por lo cual el Gobierno Estatal invierte en el entubamiento de canales, en
la instalación de sistemas de riego presurizado y en la construcción de estanquerías revestidas de concreto plástico
para regular el uso del agua.
Recientemente, los productores acordaron
con el Gobierno Estatal un programa de
revestimiento de estanques y entubamiento de canales, con lo que se logró
cambiar el patrón nocturno de riego (con
pérdidas de hasta 50%). De esa forma, el
agua se acumula en las noches en almacenamientos impermeabilizados, elevando
el rendimiento y disminuyendo las pérdidas del recurso.
329
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Invernaderos de flores en
el municipio de Villa
Guerrero, en el Estado
de México.
CFM
La agricultura en los valles altos
El Estado de México es la única entidad en el país que cuenta con zonas agrícolas en
valles altos (más de 2400 msnm), que se localizan en todas las cuencas hidrográficas,
presentan singulares condiciones climáticas, orográficas y de suelos, que permiten posibilidades de desarrollo de cultivos agrícolas altamente tecnificados bajo invernadero,
prácticamente todo el año. Esto haría posible el ahorro de agua, que a futuro puede
intercambiarse para uso público-urbano o para usar mayores volúmenes de aguas
tratadas en agricultura más rentable y generadora de empleos.
En el Estado de México, los valles altos muestran ventajas comparativas que fortalecerían la agricultura bajo invernadero y en condiciones intensivas:
a) Infraestructura carretera, eléctrica, gaseoductos y telecomunicaciones.
b) Condiciones climáticas muy favorables (temperaturas, humedad, radiación solar, precipitación,
viento, evapotranspiración y otras variables.
c) Calidad del agua de pozos.
d) Proximidad de los mercados de consumo más grandes del mundo.
e) Disponibilidad de tecnología.
f) Servicios de asesoría técnica, financiera y administrativa.
g) Programas de apoyos públicos.
h) Instituciones financieras y de aseguramiento.
i) Servicios de transporte.
j) Instalaciones industriales para transformación de productos.
k) Intercambio de uso agrícola a público-urbano.
330
PARA HACER FRENTE A UNA FUTURA
ESCASEZ DEL RECURSO EN EL ESTADO
DE MÉXICO, DEBE PLANTEARSE
CAMBIAR EL USO DEL AGUA QUE SE
DESTINA A LA AGRICULTURA.
TAL POSIBILIDAD ES SOCIALMENTE
COMPLEJA EN PRIMERA INSTANCIA,
AUNQUE VIABLE A LARGO PLAZO, PUES
LAS PRESAS QUE CUENTAN CON AGUAS
COMPROMETIDAS AL USO AGRÍCOLA Y
QUE PROVIENEN DE CUENCAS LIBRES DE
CONTAMINACIÓN, DISPONEN DE
ALREDEDOR DE 180 MILLONES DE M3
(6 M3/S).
ESTE CAUDAL SERÍA SUFICIENTE PARA
2 MILLONES 500 MIL HABITANTES
ADICIONALES. ESTE VOLUMEN PODRÍA
TRANSFERIRSE PAULATINAMENTE AL
USO PÚBLICO-URBANO, SIEMPRE Y
CUANDO SE DOTE A LOS PRODUCTORES
DE LA INFRAESTRUCTURA QUE HAGA
POSIBLE EL APROVECHAMIENTO DE
AGUAS TRATADAS.
JVG
Vista de la Presa Brockman
en el municipio de El Oro,
en el Estado de México.
ACR
331
Fuga en el municipio de
Atizapán de Zaragoza, en el
Estado de México, atendida
por personal de operación
de la CAEM.
CFM
332
LAS PÉRDIDAS DE AGUA
LA IMPORTANCIA DE SU CONTROL
333
El Proyecto de Sectorización
en el Distrito Federal
Personal de operación
controla las válvulas del
Tanque Xaltepec, en la
colonia San José Buenavista,
en la Delegación Iztapalapa,
de la Ciudad de México.
CFM
Bernardo Echavarría Soto
Los antecedentes de la distribución de agua potable en el Distrito Federal
El Distrito Federal (DF) tiene una población aproximada de 8 millones 700 mil habitantes. La infraestructura hidráulica que abastece de agua potable a sus habitantes se
compone de una red primaria de distribución, casi de mil 500 km, con tuberías de
diámetro mayor a 500 mm, y una red secundaria de distribución que rebasa los 12 mil
km, con tubería que tiene entre 100 y 500 mm de diámetro. Las redes primaria y secundaria cubren un área urbana de 650 kilómetros cuadrados.
El suministro actual de agua potable, considerando consumo y pérdidas, es de 32 m3/s;
una parte proviene de fuentes externas y cerca de la mitad de pozos profundos distribuidos en el Valle de México. El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM)
estima que las fugas en la red son equivalentes a 37% del suministro. A finales de la
década de 1990 comenzó un proyecto orientado a mejorar la distribución de agua
potable y a reducir las fugas mediante la formación de zonas controladas en gasto y
presión. Bajo la premisa de que al concluir dicho proyecto, el volumen de agua suministrada al DF podría ser suficiente para satisfacer las necesidades de abastecimiento.
El Proyecto de Sectorización en el Distrito Federal
(Página siguiente)
Personal de operación
en válvulas del Tanque
Xaltepec.
CFM
La Unidad de Transmisión
Remota (UTR) sirve para
medir el gasto y la presión
a la entrada de un sector,
cuyos datos obtenidos
son necesarios para la
elaboración de un balance
hidráulico.
Archivo BES
334
Caja de cobro en la Agencia
de Recaudación del SACM
Año de Juárez, en la
Delegación Iztapalapa.
CFM
El Proyecto de Sectorización, al igual que en otras ciudades del mundo, significó una
nueva propuesta de operación para la distribución del agua potable en la Ciudad de
México. Previo a la instrumentación del Proyecto de Sectorización en algunas zonas,
el método para reducir las pérdidas por fugas era el control de las presiones en la red
secundaria por medio de la operación de válvulas de seccionamiento, con lo cual
además se conducía agua a las zonas con menor abastecimiento.
En la actualidad es más conveniente concluir el Proyecto de Sectorización, que mejore
la eficiencia de la red de distribución de una ciudad, que disponer de fuentes externas
más lejanas o continuar sobreexplotando los acuíferos afectando los ecosistemas y
medio ambiente.
La sectorización de la red de distribución permite, entre otros beneficios, atender las
fugas rápida y eficientemente, reducir el tiempo empleado en operación y traslado de
personal, mejorando las eficiencias operativa, hidráulica y comercial en beneficio del
usuario.
EL PROYECTO DE SECTORIZACIÓN EN EL DISTRITO FEDERAL BERNARDO ECHAVARRÍA SOTO
La Dirección de Sectorización y Automatización
El SACM recientemente creó la Dirección de Sectorización y Automatización. La nueva área depende directamente de la Dirección General, que la apoyará para coordinar las direcciones Técnica, Construcción,
Comercial y de Operación de Agua Potable. Además de dirigir y coordinar a las diferentes direcciones y subdirecciones internas del SACM involucradas en el proyecto, será el enlace con las 16 delegaciones y las empresas contratistas encargadas del suministro de piezas especiales, las constructoras y encargados de poner
en marcha los sectores, así como con las supervisoras y grupos que intervienen en el sistema hidráulico.
La Dirección de Sectorización y Automatización ha formulado tres objetivos principales para el DF, en función de los conceptos que se describen a continuación:
Eficiencia operativa
Eficiencia hidráulica
Eficiencia comercial
La diferencia en el número de válvulas
que requieren ser operadas diariamente,
antes y después de instaurar el Proyecto
de Sectorización, es significativa. Es importante mejorar la operación para lograr
un suministro constante a la población y
evitar los tandeos, práctica operativa común por décadas, que implica tiempo y
traslado de personal, factores que restan
eficiencia al servicio, incrementan el costo de operación y reducen la vida útil de
las tuberías. La eficiencia se mide en función del personal de operación y el tiempo empleado para el suministro y reparación de las redes de agua potable.
De la diferencia entre el volumen suministrado y el volumen consumido, se obtiene el volumen perdido, ya sea por
fugas, medidores en mal estado o tomas
clandestinas. El Proyecto de Sectorización
permitirá controlar presiones y el volumen de suministro. Además, con la micromedición, medición realizada a cada
usuario, se determinará el valor de las
pérdidas físicas. Una vez que se conozcan
los volúmenes perdidos, se tendrán las
bases para incrementar la eficiencia hidráulica del sector y dar prioridad en la
rehabilitación de redes a las zonas con
baja eficiencia de la ciudad.
Con el Proyecto de Sectorización se
medirá el volumen de agua que ingresa
al sector y con la base de datos del sistema comercial, se conocerá el volumen
de agua que se factura y el que se paga,
obteniéndose un valor de eficiencia comercial. Cuando la eficiencia comercial
de un sector es baja, se deduce que se
está suministrando un alto volumen de
agua, del cual se cobra poco; en ese caso,
la estrategia sería identificar las pérdidas
y recuperarlas mediante la sustitución y
reparación de medidores, incorporando al
padrón de usuarios las tomas clandestinas, seguido de la rehabilitación de redes.
Como parte de la Dirección de Sectorización y Automatización existe la Subdirección de Automatización y
Medición que, a su vez, cuenta con la Unidad de Procesamiento de Datos que tiene la misión de llevar los registros que se obtienen en cada sector. En ese lugar se concentran todas las mediciones, de tal manera que
pueden realizarse los balances hidráulicos y pueden almacenarse los registros históricos, parte fundamental
de la sectorización. Al interpretar las mediciones, se conoce el comportamiento de un sector, lo cual era imposible en el pasado, pues no había mediciones ni estaban delimitados los sectores. Los sitios de medición
cuentan con unidades de transmisión remota (UTR), que envían la señal en tiempo real al Sistema de Aguas
de la Ciudad de México.
335
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Metas del Proyecto de Sectorización
De los 336 sectores en los cuales se dividió la red de la Ciudad
de México, en la actualidad ya se construyeron 172; cuya implementación se concretará paulatinamente los próximos años.
Mientras tanto, 60 sectores ya están en marcha, los cuales se
distribuyen de la siguiente manera: 10 en la zona poniente, 17
en la zona centro, 4 en la zona norte, 18 en la zona oriente y 11
en la zona sur. Es importante destacar que todos estos sectores
requieren labores de operación y mantenimiento permanente.
Toma de la instalación de
válvulas de seccionamiento,
las cuales permiten aislar
el Sector BJU-11 Acacias.
Archivo SACM
Otra de las metas del Proyecto de Sectorización es la recuperación de 3 m3/s, caudal que actualmente se pierde en fugas
o micromedición deficiente. Esta meta podría ser alcanzada paulatinamente en tanto avance el Proyecto de Sectorización.
En el abasto de agua potable a la población, es preciso recordar
que el recurso no reconoce fronteras sociopolíticas; la disponibilidad, más bien, depende de la región del país donde se encuentra. El DF y el Estado de México comparten el agua en gran
medida, la meta primordial de ambas entidades es la de
aprovecharla al máximo.
El Proyecto de Sectorización es la base de la sustentabilidad del
Valle de México, sin su implementación se corre el riesgo de que
el agua proveniente de nuevas fuentes de abastecimiento se
pierda en fugas. Adicionalmente, la sustitución de tuberías podría aumentar la presión y la aparición de fugas en zonas que no
hayan sido reemplazadas, situación que seguirá motivando los
suministros mediante tandeos.
El Proyecto de Sectorización
implica el control de gasto
y presión a través del uso
de equipo de medición
y unidades UTR para recibir
la señal en las oficinas
centrales del SACM. Se
muestra la caja de control
en proceso de construcción
en el Sector GAM-22
El Risco.
Archivo SACM
Al sectorizar, se hará posible el aprovechamiento eficiente de las
fuentes explotadas en este momento, y por tanto será posible establecer objetivos para la liberación de caudales para las generaciones futuras, a fin de que tengan recursos suficientes,
principio del ideal de sustentabilidad.
La sectorización es un proceso que, más allá de esfuerzos individuales, requiere trabajo en equipo. Con la colaboración de técnicos y operadores que trabajan para mejorar el servicio a la
población, el Proyecto de Sectorización ha alcanzado resultados
significativos.
Conforme se avance en el Proyecto de Sectorización, con fundamento en la medición de gasto y volumen por sector, aunado
a la micromedición, será posible fijar las zonas de baja eficiencia y las metas de rehabilitación de la red del Distrito Federal.
336
EL PROYECTO DE SECTORIZACIÓN EN EL DISTRITO FEDERAL BERNARDO ECHAVARRÍA SOTO
Figura A. Planeación general del Proyecto de Sectorización del Distrito Federal en 336 sectores (año 2000)
Zona poniente
Zona centro
Zona norte
Zona oriente
Zona sur
Para llevar a cabo el Proyecto de Sectorización se dividió el DF en cinco zonas, que obedecen sensiblemente
a la operación de la red primaria de distribución. A continuación se mencionan las características generales
de las cinco zonas:
a) Zona poniente
Área: 84
Habitantes: 1.1
Sectores: 30
Desnivel: 150
Presión: 2-7
b) Zona centro
Área: 117
Habitantes: 1.4
Sectores: 56
Desnivel: 30
Presión: 1-2
c) Zona norte
Área: 66
Habitantes: 1.9
Sectores: 66
Desnivel: 30
Presión: 1-2
d) Zona oriente
Área: 143
Habitantes: 2.4
Sectores: 98
Desnivel: 20
Presión: 1
e) Zona sur
Área: 182
Habitantes: 1.9
Sectores: 86
Desnivel: 70
Presión: 2-3
Acotaciones. Área: en km2 / Habitantes: millones / Sectores en cada zona / Desnivel: metros / Presíón dominante de entrega al usuario: kg/cm2.
337
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
La implementación del Proyecto de Sectorización
Para efectos de comprensión del Proyecto de Sectorización en el DF, podrían distinguirse cinco etapas en el desarrollo de cada sector:
a) El proyecto ejecutivo.
b) La construcción de las obras.
c) La puesta en marcha.
d) La construcción de obras complementarias.
e) La operación y el mantenimiento.
Uno de los principales retos de este proceso es el
desarrollo de un conocimiento profundo de la red,
ya que en cada sector es posible verificar el estado
de la micromedición y macromedición; las mediciones de presión en la red primaria, así como
sus balances para determinar la eficiencia operativa, hidráulica y comercial, entre otros aspectos.
También es posible obtener actualizaciones, tanto
de los datos de consumo de los usuarios, como de
la recaudación en cada sector.
Figura B. Sector AOB-13 Fabriquita
Figura B.
Proyecto ejecutivo del
Sector AOB-13 Fabriquita.
Basado en el catastro
detallado de la red
de distribución.
Archivo SACM, 2000.
Como parte de la primera etapa, se elaboraron los
proyectos ejecutivos con el catastro referido, acto
seguido se verificó en campo y se identificaron
algunas tuberías faltantes, razón por la cual se
hicieron ajustes durante el proceso de construcción. Una vez conocido el armado y arreglo de la
red de distribución, la información geométrica e
hidráulica obtenida se integró a un modelo matemático, base fundamental del Proyecto de Sectorización. De esa forma, puede representarse
matemáticamente la manera en que debe comportarse el sector una vez que ha sido delimitado.
El principio fundamental de la sectorización es la
delimitación del sector, que consiste en cerrar las
fronteras de una zona concreta de la ciudad, que se
alimenta por una o dos entradas para que el caudal suministrado sea suficiente para su población.
Previo al Proyecto de Sectorización, podría considerarse a la Ciudad de México como un sólo sector de gran magnitud. No obstante, controlar un
sector de tales proporciones es muy complejo y
costoso, por lo cual el Proyecto de Sectorización lo
delimitó a través de válvulas seccionadoras y reguladoras de gasto y presión, en 336 sectores. Esta
etapa del proyecto y su correspondiente revisión
comenzó en 2000.
a) El proyecto ejecutivo
Excavación de zanja para
alojar la caja de control
y medición de la entrada
de agua al Sector BJU-03
Rosendo Arnaiz.
Archivo SACM
338
El proyecto ejecutivo requiere de un catastro confiable de la red de distribución. El catastro es el
levantamiento topográfico, proceso que incluye la
descripción de las instalaciones que se tienen: tuberías, materiales, ubicación de los trazos, longitudes y la manera en que cruzan de una calle a
otra. Es importante considerar que la infraestructura está bajo tierra y que su edad promedio es de
50 años, por lo que la información generalmente
es escasa. En 1994 se hizo un levantamiento de las
tuberías con que contaba el DF. Si bien ese catastro es confiable, para efectos de la sectorización
es necesario que se complemente con trabajos adicionales de campo, como excavaciones para identificar tuberías no reportadas en dicho trabajo.
b) La construcción de las obras
En 2004 comenzó la construcción de las obras relativas a la sectorización en el DF. Al respecto, debe
considerarse que muchas veces es imposible definir el tiempo exacto de ejecución. Conforme se
construyen las obras establecidas en el proyecto
para la delimitación de los sectores, se calcula el
tiempo que llevará el proceso. Incluso, resulta difícil delimitar un sector al primer intento, dada la
multiplicidad de factores que intervienen: las tuberías, la presencia de válvulas abiertas y/o descompuestas, entre otros factores, que impiden
alcanzar el ideal de presión cero en el sector.
EL PROYECTO DE SECTORIZACIÓN EN EL DISTRITO FEDERAL BERNARDO ECHAVARRÍA SOTO
La experiencia en otras ciudades indica que el proceso de construcción del sector requiere de varios
intentos, intercalado con la llamada puesta en
marcha que es la etapa del proyecto en la que se
verifica si el sector está o no aislado.
Otro producto importante, además de la construcción del sector, es el llamado plano de obra
terminada, el cual no sólo indica las obras ejecutadas en el sector, también incluye la información
más reciente de la infraestructura hidráulica utilizada. Dicho plano es una herramienta muy valiosa para la operación y mantenimiento del sector.
c) La puesta en marcha del sector
La puesta en marcha de un sector es la etapa que
consume la mayor parte del tiempo del proceso,
ya que implica una serie de acciones de pruebaerror como:
El aislamiento del sector.
La medición en tomas domiciliarias (consumos)
La medición de entradas (suministro)
El balance hidráulico.
El aislamiento del sector
Para comprobar el aislamiento de los sectores del
DF se emplea la técnica de verificación a presión
cero, que consiste en cerrar todas las válvulas de
seccionamiento de los límites del sector, incluyendo las entradas. En las zonas centro y oriente el
proceso resulta más problemático, ya que en algunos sectores existen hasta 75 posibles cruces de
tuberías en los límites del sector. Por otra parte,
en la zona poniente este proceso resulta más sencillo ya que las fronteras naturales de los sectores
son las barrancas, que facilitan la ubicación de tuberías que las cruzan.
Los resultados obtenidos a la fecha indican que de
los 60 sectores analizados, 20 estaban aislados y
en una condición de funcionamiento adecuado y
estable. Por otra parte, 16 sectores requirieron
obra complementaria para lograr un aislamiento
completo del sector. Para ello se ubicaron las tuberías que cruzaban los límites del sector y que no
estaban marcadas en los planos de infraestructura.
En los 24 sectores restantes, previo al proceso de
aislamiento, se identificaron las acciones necesarias para lograr un adecuado suministro en el
sector. Por ejemplo, la ubicación y apertura de
válvulas de seccionamiento en cajas asfaltadas, así
como las interconexiones necesarias.
La medición en tomas domiciliarias (consumos)
La micromedición es un aspecto fundamental para
los balances hidráulicos de los sectores, por lo que
se debe contar con equipos en buen estado, que
registren los consumos reales de los usuarios y permitan la adecuada evaluación del sector. Además
de beneficiar al usuario que tendrá la confianza
de contar con una medición confiable.
Para los 60 sectores que en la actualidad están
funcionando, los resultados de la sectorización
indican que los valores de consumo, doméstico y
no doméstico, son los siguientes: 14 sectores,
menos de 150 litros/hab/día, 37 sectores entre 150
y 200 litros/hab/día y 9 sectores más de 200 litros/hab/día. La cobertura de micromedición varía
de 82 a 97% en 44 sectores; en 12 sectores varía
entre 50 y 78% y, finalmente, en 4 sectores no se
tienen datos. Estos resultados del Proyecto de Sectorización son valiosos ya que partieron de un
desconocimiento del volumen suministrado en la
red de distribución, hasta una clara evolución,
ocho años después para lograr determinar las
dotaciones gracias a cálculos fundamentados en
mediciones, logro que refleja que en el futuro se
llegará a conocer la cantidad de agua requerida
por la población para así tomar decisiones acertadas sobre la incorporación de nuevas fuentes
para el suministro de la Zona Metropolitana del
Valle de México (ZMVM).
La medición de entradas (suministro)
En cada entrada de sector se instala una válvula
reductora de presión con control electrónico, un
medidor electromagnético de flujo y una Unidad
de Transmisión Remota (UTR) con capacidad para
transmitir señales de presión y gasto a un puesto
central en tiempo real. A la fecha, en los 60 sectores se cuenta con 20 pozos instrumentados, de
los cuales se recibe información de gasto y presión
en tiempo real.
El gasto bombeado de los pozos es uniforme las
24 horas, y dado que están conectados a la red secundaria, es posible identificar que si en las noches
el suministro es continuo se debe a la presencia de
fugas. Algunos sectores presentan consumos nocturnos altos, lo cual es indicio de la existencia de
fugas en tuberías que salen del sector o de la presencia de grandes usuarios no identificados en el
padrón comercial. Otros sectores registran suministros menores al consumo requerido, indicio de
la presencia de entradas al sector no identificadas
y no medidas.
339
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Figura C.
En color rojo se muestra
la curva de evolución
de la puesta en marcha de
un sector. Aprovechar
la experiencia adquirida
en un sector permite
asimilar los conocimientos
generados para ser
aplicados en otros sectores.
El balance hidráulico
El balance hidráulico puede definirse como la serie
de pasos necesarios para determinar el porcentaje
de pérdidas físicas registradas en un sector. El balance hidráulico se basa en la siguiente ecuación:
SUMINISTRO = CONSUMO + FUGAS
Los consumos pueden obtenerse del padrón de
usuarios del área comercial al sumar los registros
medidos de cada usuario del sector. El suministro
se obtiene, una vez instalados los medidores de
gasto en las entradas del sector, al sumar el gasto
de entrada y restar el gasto de salida del sector.
Al conocer estos términos puede obtenerse el
gasto de fugas de cada sector y por lo tanto sus
condiciones físicas. Dependiendo del porcentaje
de fugas obtenido, se podrá jerarquizar el uso de
los recursos en cada sector y definir cuáles requieren, por ejemplo, campañas de detección
y eliminación de fugas, cuáles sustitución de redes
y cuáles no requieren ninguna acción inmediata.
Puesto que se conocían los consumos y suministro
a través de los registros de gasto colocados en las
entradas de los 60 sectores y pozos, fue posible
calcular tanto su balance físico, como si pueden
considerarse terminados, encontrándose un avance que varía entre 30 y 50 por ciento.
En los sectores de la zona poniente se instalaron
Válvulas Reductoras de Presión (VRP) que disminuyeron las presiones nocturnas y, por tanto, las
fugas. En uno de los sectores se estima que las pérdidas se redujeron de 44 a 36%, una vez que comenzaron a funcionar las 10 VRP en el sector. Con
los resultados obtenidos en las mediciones de
gasto se identificaron diferentes patrones de suministro a los sectores, en función de su ubicación
geográfica. En la zona poniente, con presión alta
y presencia de tinacos, se observa una diferencia
mayor entre los gastos nocturnos y diurnos, mientras que en las zonas centro y oriente, con presión
baja y cisternas, el suministro tendía a ser regular
durante el día.
d) La construcción de obras
complementarias
La experiencia indica que durante el proceso de
implementación es inevitable realizar ajustes al
sector mediante obras complementarias para lograr el funcionamiento hidráulico esperado. En la
figura C se describe el proceso para mejorar un
sector.
340
Figura C. Proceso para mejorar la eficiencia de un sector
La curva roja representa el porcentaje de eficiencia hidráulica del sector. Una vez que el sector está
construido de acuerdo al proyecto, el grupo multidisciplinario formado por la constructora, el
equipo de supervisión y las áreas técnica, de construcción y de operación del SACM podrían ponerlo en funcionamiento, en dos semanas, de
acuerdo a los pasos descritos en el inciso de implementación. En ese momento el sector alcanzaría el nivel de eficiencia adecuado para que lo
reciba la Dirección de Operación de Agua Potable,
para su operación y mantenimiento.
e) La operación y el mantenimiento
Una vez definidas las acciones necesarias para lograr las mejoras del sector, éstas serán efectuadas
dentro del programa anual del SACM. Estas
acciones pueden ser: la medición de entradas; la
instalación de válvulas para aislar el sector; así
como la medición de presiones por segunda
ocasión.
La conexión de pozos a la red primaria es otra
acción que debe realizarse ya que impide el
bombeo directo a la red secundaria, aumenta la
vida útil de las tuberías y se eliminan además los
bombeos nocturnos y la presencia del golpe de
ariete, con lo cual se aprovecha la capacidad de
regulación de la red primaria.
Para iniciar las pruebas de presión en la red primaria, es importante hacerlo con un grupo de
sectores. Además se trabaja en la conducción de
caudales de poniente a oriente de la ciudad y en
el control de presiones, y por ende las fugas, en la
entrada de cada sector, para poder tandear desde
la entrada del sector y no desde los tanques
de abastecimiento.
El proceso de implementación del Proyecto de
Sectorización llevará años concluirlo. Debido a ello
el DF mantiene los esfuerzos tanto financieros
como a nivel de personal calificado para lograrlo.
EL PROYECTO DE SECTORIZACIÓN EN EL DISTRITO FEDERAL BERNARDO ECHAVARRÍA SOTO
Visión para el Proyecto de Sectorización Metropolitano
Las características particulares del DF,
como el número de habitantes y su extensión territorial, constituyen factores
que inciden directamente en cualquier
proyecto relacionado con el agua y es en
este sentido que destaca dentro del
panorama internacional este tipo de
proyectos. En particular, el Proyecto de
Sectorización del Distrito Federal se ha
convertido en uno de los más importantes
a nivel mundial. Otro aspecto de relevancia consiste en que trabaja con la red de
suministro de la ciudad, cuya vida útil en
muchos casos ha concluido.
Hasta el momento, el Proyecto de Sectorización ha logrado establecer un grado
de ordenamiento en la red del DF. Por ello,
ahora se dispone de planos en formato
digital, con un catastro de tuberías y piezas especiales actualizado y con un alto
grado de confiabilidad.
El Proyecto de Sectorización del DF podría
ampliarse a nivel metropolitano, ya que
parte importante del caudal que abastece
a la capital proviene de los sistemas Lerma
y Cutzamala, cuyo caudal se comparte
con el Estado de México, que rodea a la
ciudad por el poniente, norte y oriente.
Geográficamente, la zona conurbada del
Estado de México, como es parte de la
Cuenca del Valle de México, registra desniveles similares a los del Distrito Federal.
Uno de los temas para establecer un Proyecto de Sectorización Metropolitano es
definir la manera más adecuada de administrar el agua, ya que en el Estado de
México cada municipio cuenta con un organismo operador del agua con su propia
estructura organizacional: Dirección General y áreas técnica, de operación y comercial; mientras que en el DF, el SACM
es el responsable de dar el servicio de
agua a las 16 delegaciones.
PARA DOTAR DE AGUA
POTABLE A UNA
POBLACIÓN, CONVIENE
CONSIDERAR QUE EL
RECURSO NO
RECONOCE FRONTERAS
SOCIOPOLÍTICAS;
SU DISPONIBILIDAD
DEPENDE DE LA REGIÓN
DEL PAÍS DONDE SE
ENCUENTRA.
En principio, cada municipio podría implementar su proyecto de sectorización,
incorporando la visión metropolitana,
basada en compartir propuestas en torno
a la problemática del agua potable y
drenaje, desde un enfoque integral y sustentable para el Valle de México; aprovechar las experiencias y unir los esfuerzos técnicos, operativos y financieros en
torno a su compleja realidad hídrica.
PARA LOGRAR LA
SUSTENTABILIDAD
DEL VALLE DE MÉXICO,
SE DEBEN INCREMENTAR
LOS ESFUERZOS
CONJUNTOS ENTRE EL
DISTRITO FEDERAL Y
EL ESTADO DE MÉXICO.
Dada la necesidad de un Proyecto de Sectorización Metropolitano, no debe descartarse que en el futuro ésa sea la estrategia
compartida. Mientras eso ocurre, los municipios podrían considerar iniciar con la
elaboración de un catastro confiable de
sus redes secundarias de distribución. La
Comisión del Agua del Estado de México
(CAEM) podría liderar la coordinación
de sectorización en las redes municipales de distribución de agua potable del
Estado de México.
BES
En la ZMVM viven más de
19 millones de habitantes,
quienes seguirán
requiriendo agua potable.
Vista desde la zona poniente
del Valle de México hacia
la Sierra de Guadalupe,
al norte del DF.
CFM
341
La tecnología y la prevención de fugas
Emiliano Rodríguez Briceño
El caso de la ciudad de León, Guanajuato
Panorámica de la ciudad
de León, en el estado
de Guanajuato.
Archivo SAPAL
ebido a la escasez de agua en el municipio y a la creciente demanda del
recurso por parte de la población, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de
León (SAPAL) ha encaminado sus esfuerzos a eficientar el abastecimiento y distribución de agua potable, institucionalizando un área de recuperación de agua.
D
Además, para elevar los niveles de eficiencia se han desarrollado diversas técnicas y tecnologías, mientras que para el
tema de fugas en la infraestructura
hidráulica, León destaca por ser una de las
ciudades con el menor índice de pérdidas
físicas de agua (15-17%). Para lograrlo, en
el SAPAL se cuidan tres procesos de manera permanente:
a) Cultura de Corrección de Fugas. Existen
brigadas especializadas para la recuperación de fugas que operan de forma
permanente. En la ciudad de León se llevan a cabo programas de detección de
fugas y corrección de pérdidas, no sólo
en cuanto a su detección, sino en torno
al control de pérdidas en circuitos que
forman parte del proceso de sectorización en sus redes, de la cual SAPAL es
pionero a nivel nacional. El tiempo de
342
atención de reparación de fugas actual
es de 0.5 al día.
b) Control de distribución y abastecimiento. No solamente se detectan las
fallas de las tuberías, también se toma
en cuenta el factor de manejo de la presión a la que están sometidas. Se tiene
cuidado del manejo de la presión utilizando herramientas como los variadores de velocidad en los equipos de
bombeo, con lo cual se evitan presiones
excesivas, y se pone especial cuidado en
la disminución de la presión en la noche,
cuando el consumo disminuye de forma
natural y las presiones podrían aumentar. También se emplean válvulas de
control y reductoras de presión con comandos de tiempo.
c) Programa permanente de rehabilitación de redes. Cada año la tubería de algunas colonias se sustituye en su totalidad, cuando su estado y las condiciones
de operación así lo requieren. Para 2008,
se rehabilitaron ocho colonias. Estas
acciones se derivan de la programación
que realiza el área operativa a partir de
los resultados de eficiencia de cada circuito de la ciudad. Cuando el problema
tiene su origen en la edad o calidad de la
tubería, ésta debe ser reemplazada totalmente.
LA TECNOLOGÍA Y LA PREVENCIÓN DE FUGAS. EL CASO DE LA CIUDAD DE LEÓN, GUANAJUATO EMILIANO RODRÍGUEZ BRICEÑO
El desarrollo técnico y tecnológico implementado en la ciudad de
León, respecto de la detección y atención de fugas en las redes,
ha convertido a esta ciudad en una de las mejores en cuanto a
eficiencia física. Por otro lado, en relación al estado que guarda
la infraestructura, se han implementado nuevos materiales y tecnología cuya utilización permitió avanzar sustancialmente hacia
la eficiencia.
1
a) Tuberías de polietileno de alta densidad. Actualmente, todas las
redes de diámetros menores que son sustituidas se cambian por
tubería de polietileno de alta densidad, lo cual las hace casi
herméticas. Imagen 1 (Archivo SAPAL).
b) Termofusionado. Cuando una toma domiciliaria se necesita acoplar
a una nueva red, se hace con un método de termofusión, por lo
cual no se emplean abrazaderas como punto de partida, evitando
puntos de falla en la toma domiciliaria. Esta tecnología ha sido
desarrollada en conjunto con los proveedores, quienes desde la
fábrica recubren el tubo de fierro galvanizado utilizado en el cuadro
con la tubería de plástico, para evitar el par galvánico. Cuando el
material de plástico se contrae, la tubería sella totalmente, por lo
que es imposible separar el material galvanizado, que además forma
el punto de transición con la toma domiciliaria. Desde hace años
esta tecnología se emplea en las nuevas tomas domiciliarias, de
forma permanente. Imagen 2 (Archivo SAPAL).
c) Tuberías de acero o hierro dúctil. De acuerdo con una norma desarrollada en León, se tiene como obligación eliminar la tubería de
plástico en diámetros de más de 6 pulgadas debido a que su material no es adecuado para las líneas de conducción. A partir de las
fallas detectadas en el material plástico se optó por su eliminación
total al considerar diámetros más grandes. Otra norma de construcción es la no utilización de tubería de asbesto-cemento en las
vías principales donde, en cambio, se utilizan tuberías de acero o
tuberías de hierro dúctil. Actualmente se trabaja sustituyendo las
tuberías de asbesto-cemento por las de hierro dúctil. Imagen 3 (Archivo
2
3
SAPAL).
d) Correladores y geófonos. En la ciudad de León, la detección de
fugas se lleva a cabo mediante los correladores, que cuentan con
dispositivos de detección en dos extremos, y detectan y registran las
fugas por computadora; también se emplean geófonos, detectores
electrónicos de sonido, que se utilizan de manera permanente. Por
otra parte, puesto que se adquirió recientemente nueva tecnología,
se imparte un curso al personal de operación sobre los equipos de
detección de fugas, que incluye entrenamiento para la instalación
de equipos con dataloger, el cual obtiene datos precisos. Estos
nuevos equipos se utilizan para registrar el flujo de presiones en la
noche que permiten la exacta locación de la fuga, logrando
aumentar los metros revisados en las redes. Imagen 4 (Archivo SAPAL).
4
343
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Plano de la sectorización en
que está dividida la ciudad
de León, en el estado
de Guanajuato.
Archivo SAPAL
La detección de fugas, orientación a resultados
La detección de fugas no puede considerarse como
una problemática independiente, por lo que es necesario tener en cuenta la implementación de circuitos
a través de un proceso continuo de sustitución de tuberías por zonas, y con la ayuda de un mantenimiento integral. Debe tomarse en cuenta que cada
30 años debe sustituirse todo un sistema hidráulico;
la razón es la vida útil, pues si no se sustituyera, la
red empezaría a fallar en forma exponencial.
La ciudad de León cuenta con un Programa Continuo
de Sectorización, el cual trabaja a través de circuitos
hidrométricos, que son conocidos en el municipio
como macrocircuitos y, mediante un proceso de objetivos definidos, hoy todo el sistema cuenta con
macromedición en todas sus fuentes y macromedición en la totalidad de las tomas. Estos elementos
son muy importantes para definir la eficiencia total
o la eficiencia por macrocircuito.
La ciudad se encuentra dividida en alrededor de 120
macrocircuitos, que tienen un límite preciso, una
zona de alimentación, y cuyo caudal es medido
cuando entra al macrocircuito, teniendo identificada
plenamente la fuente de suministro. Sin embargo,
344
toda esta estructura de elementos que sirven para
sectorizar y controlar los caudales ofertados en León,
deben ser entendidos como un esfuerzo conjunto
entre el área comercial, mediante un análisis de tipo
económico que cuestione hasta qué punto es económico detectar y eliminar 100% de las fugas; y el
área operativa, que sigue el mismo fin: disminuir las
fugas. Sin embargo, debe quedar claro que es muy
difícil llegar a la perfección en cuanto a fugas se refiere, ya que existe un límite económico para los objetivos relacionados con su combate. En la ciudad de
León, SAPAL está aproximándose al límite económico.
Resulta muy costoso reducir de 17 a 12 o 13% las
pérdidas por fugas, pues implica además un proceso
de sustitución de tubería a gran escala, lo cual no es
viable económicamente por el momento.
No pueden invertirse todos los recursos en la eliminación de fugas, ya que las pérdidas físicas deben
tratarse como un problema integral, como una parte
del todo. La detección de fugas es un proceso que
complementa la instalación de circuitos, el mantenimiento y la sustitución de redes, además del control de presiones en general.
LA TECNOLOGÍA Y LA PREVENCIÓN DE FUGAS. EL CASO DE LA CIUDAD DE LEÓN, GUANAJUATO EMILIANO RODRÍGUEZ BRICEÑO
1
2
3
El estudio integral de macrocircuitos
La telemetría
En 2007 se formó un equipo de análisis de
recuperación de agua con integrantes de
las áreas operativa y comercial, el cual
eligió uno de la totalidad de los macrocircuitos (Macro 21), cuyos medidores se
leyeron una tarde para adaptar el periodo
de suministro de agua a la toma de lectura, coordinando la toma de lectura inicial y final.
Actualmente, en la sectorización del municipio se miden, controlan y operan los pozos a distancia, método que se conoce
como telemetría. Para la implementación de este proceso, los
propios trabajadores de SAPAL desarrollaron el sistema, que incluso ha sido patentado por el mismo organismo operador. Este
proceso consta de tableros de control para telemetría, para regular la operación de los pozos y los niveles de tanques, así como
sus presiones. En la ciudad de León, 38% de las fuentes ya están
controladas por telemetría y en 2009 se tiene la meta de cubrir
100% del sistema. Extender la cobertura de telemetría requiere
de recursos económicos, el establecimiento de tableros y la instalación de equipo para que el sistema sea controlado por el área
de operación.
Esta acción tuvo como objeto revisar todos los medidores para detectar cuánta
agua entró al macro determinado y cuánta se perdió. Con la puesta en marcha de
Macro 21 se logró elevar la eficiencia más
de 48 por ciento.
El equipo ha continuado trabajando en
2008, extendiendo su análisis a más macrocircuitos y subcircuitos, cuyos resultados permiten instrumentar acciones que
optimizan la macro y micromedición, con
un permanente control de pérdidas en periodos más cortos de lectura.
(1)
Mediciones de macrocircuitos
y subcircuitos a través
del medidor ultrasónico
de tipo abrazadera
(Transport pt-878).
Archivo SAPAL
(2-3)
Tanque de rebombeo
Santa Rosa, línea de
conducción “Turbio”.
Archivo SAPAL
Esta meta tiene como propósito evitar recorrer la red y revisarla,
así como parar y arrancar pozos y tanques a distancia. Hoy los
macrocircuitos están controlados con válvulas reguladoras de
presión que operan hidráulicamente y calibradas in situ. La válvula funciona automáticamente para regular la presión y se calibra para que mantenga, en todo momento, la misma presión en
un rango definido.
El plan a futuro consiste en monitorear y controlar las válvulas
automáticas por computadora, de tal manera que esa calibración
pueda realizarse desde la central y no manualmente. Se prevé
que en 2009 SAPAL opere en toda la ciudad con telemetría,
mientras que el control de los macrocircuitos con válvulas automáticas tardará aproximadamente cuatro años más.
Una vez que se logre lo anterior, la ciudad de León contará con
una red totalmente automatizada, con un sistema creado por el
propio Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León.
345
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Elementos a considerar para lograr una medición adecuada
Los medidores tienen como objetivo lograr mayores eficiencias. Cuando se contrata
una toma, ésta se acompaña de un medidor, lo que da margen para que se apliquen una
de dos políticas: cobrar periódicamente y cargar el costo del medidor cuando éste
cumpla su vida útil (que resulta perjudicial porque provoca la resistencia del usuario a
cambiarlo) o que en la tarifa se agregue el costo del medidor y su reposición, lo que
sería tomado en cuenta como parte del mantenimiento.
En México la medición se enfrenta a los siguientes problemas:
a) Mala calidad de los medidores. Un problema que debe tomarse en cuenta es que casi todos
los medidores son ineficientes, no debido a su calidad, sino porque son diseñados para ciertas
condiciones de uso, que en muchas ocasiones son rebasadas en nuestro país.
Manómetro de presión
en fluidos marca Metron.
Archivo SAPAL
b) Tarifas bajas, medidores deficientes. La instalación de medidores de mediana calidad tiene
origen en la fijación de tarifas bajas, y esto, a su vez, impide instalar un medidor de mayor precisión. Los medidores que se usan normalmente en México cuestan entre 300 y 600 pesos;
mientras que un medidor de precisión cuesta alrededor de mil o mil 500 pesos.
c) La vida útil de los medidores. Prácticamente todos los medidores tienen una vida útil de cuatro años, no obstante, en la ciudad de León, a pesar de sus estándares de eficiencia, se opera
con un elevado porcentaje de medidores de cinco a 10 años de antigüedad. Esta situación origina que el medidor registre menos conforme pasa el tiempo.
d) Submedición. Otro factor que propicia una mala medición en México tiene que ver con las
presiones con que se operan las redes y la prestación de un mal servicio. Por ejemplo, en Estados Unidos se coloca un medidor y no habrá más problema, pues en ese país no hay tinacos
ni hay aljibes, ni cisternas. En México, en contraste, las pérdidas por submedición son, cuando
menos, de 20 por ciento. Esto es provocado por los distintos sistemas de almacenamiento que
ocasionan que el agua escurra muy lentamente, provocando un nivel de flujo que no es detectado por los medidores.
e) Desfase en la medición. A diferencia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que tiene
la capacidad para detectar un desfase entre su medidor y aplicar el porcentaje para corregir
el consumo, los organismos de agua en lo general no cuentan con esta capacidad, sólo se mide
lo que indica el medidor sin ir más allá, debido a la submedición y la falta de un sustento legal
que permita corregirlo.
Medidor de volumen
domiciliario.
Archivo SAPAL
346
f) Presencia de fugas intradomiciliarias. Por otra parte, si las cisternas tienen fugas y no disminuye su nivel rápidamente, el medidor alimenta la fuga de la cisterna sin que lo aproveche y
sin que se dé cuenta el usuario ni el organismo operador. Para solucionar ese problema, en León
se prueban unas válvulas de control para tomas domiciliarias que son instaladas antes del medidor. Con esa tecnología, cuando la demanda de agua esté muy baja, la válvula no se abrirá
y no pasará agua hasta que aumente la demanda. Esto origina que el valor de la válvula se
integre al costo del medidor, sin embargo, cuando se hayan hecho las pruebas suficientes,
entonces se sabrá si su instalación es conveniente.
LA TECNOLOGÍA Y LA PREVENCIÓN DE FUGAS. EL CASO DE LA CIUDAD DE LEÓN, GUANAJUATO EMILIANO RODRÍGUEZ BRICEÑO
Al igual que el combate de las fugas en las redes de
abasto para uso público-urbano, lograr la eficiencia
en el uso del agua para riego también debe ser un
tema prioritario.
A nivel nacional, el campo ocupa cerca de 80% del
agua, mientras que el 20% restante se destina a la
industria y al uso público-urbano. La eficiencia en el
uso del agua para riego es de 40 por ciento.
Si se elevara la eficiencia tan sólo en 5 o 10%, el volumen recuperado equivaldría a más de lo que se
puede hacer con el agua potable si se eleva su eficiencia en 20 o 30%, lo cual implica un enorme reto
para los operadores a nivel nacional. Estas cifras
adquieren otra dimensión si recordamos que el agua
destinada al uso público-urbano se cobra, a diferencia de la que se destina al uso agrícola, que a pesar
que se utiliza para una actividad económica remunerativa, no es sujeta de cobro.
Es importante hacer notar que la carencia de tarifas
reales obedece a distintos factores, entre ellos, la falta
de comunicación de las campañas de publicidad y
Cultura del Agua que fomentan el pago por este servicio. En ese sentido, en la ciudad de León se instrumentó una campaña publicitaria de tinte persuasivo
que transmitía mensajes como: “¿Quieres tener agua?
Paga tu recibo a tiempo”.
Un sistema tarifario eficiente debe reconocer un consumo mínimo de subsistencia, un consumo confortable y también debe reconocer el desperdicio.
Para lograr que un sistema tarifario alcance la eficiencia requerida, debe contarse con tres componentes de carácter estratégico:
a) El derecho de conexión o derecho de infraestructura. Cuando un usuario se conecta a la red, implica
una conexión a la infraestructura existente lo cual
tiene un costo, mismo que se indica cuando se elabora el contrato. Cuando un usuario firma un contrato es para siempre, entonces sería muy deficiente
que el contrato no contemplara la infraestructura
necesaria para el servicio a futuro, sin olvidar que las
fuentes de suministro no son eternas.
b) La tarifa por servicio. El usuario debe pagar conforme
los términos de su cuenta por los conceptos de administración, operación, mantenimiento y rehabilitación
de los servicios que ofrece el organismo operador.
c) Los aranceles del sistema tarifario. Por este concepto, deben cobrarse por servicios extraordinarios que
el usuario requiere, por ejemplo, si el usuario pide
que limpien el sistema de alcantarillado, en caso de
que tenga bloqueada su descarga, o cuando se presenta una avería en su medidor, entre otros ejemplos.
Además, el establecimiento de las tarifas debe
tener en cuenta los siguientes factores:
a) Autosuficiencia. Una tarifa adecuada debe ser autosuficiente; debe permitir al organismo que los elementos económicos sean suficientes para ser sostenible.
b) Tarifa estratificada. Una tarifa debe considerar aspectos de tipo social y reconocer cada uno de los estratos sociales. Esto puede comprobarse al comparar el
consumo de una casa habitación y una industria. Si
una casa habitación consume 100 m3 mensuales, significa que los hábitos de esa familia desperdician agua
potable. Si ese mismo volumen es consumido por una
industria, éste no debe verse como desperdicio, ya que
se está utilizando el agua para producir. Bajo este
principio, el usuario de la casa-habitación debería
pagar más, no obstante, ese criterio no se considera en
las tarifas.
Zona de cultivo en la región
del Bajio.
ACR
347
Acciones para proteger
al acuífero del Valle de México
Vestigio del Acueducto de
Chapultepec, en la avenida
que lleva su nombre,
en la Ciudad de México.
CFM
asta el siglo antepasado, en la Ciudad
de México se contaba con una red
hidráulica incipiente y el abastecimiento
de agua potable se resolvía, básicamente,
mediante hidrantes. Durante la época prehispánica, el agua era suministrada por
medio de acueductos que venían de Chapultepec, los cuales fueron destruidos por
los españoles a su llegada a Tenochtitlan
y posteriormente reconstruidos por ellos
mismos para traer el líquido de los manantiales que se ubicaban en la zona de
Chapultepec y cuyo caudal aportaba la
mayor parte de agua que se consumía.
H
A medida que fue creciendo la ciudad, el
agua de los manantiales resultó insuficiente y empezaron a explotarse los primeros pozos y las primeras norias a mediados del siglo XIX.
A finales de ese siglo, durante el mandato
de Porfirio Díaz, empezaron a consolidarse
los primeros esfuerzos para crear una red
para la Ciudad de México, la cual, hasta la
década de 1950, crecía de forma controlada al mismo tiempo en que la ciudad lo
hacía.
348
Juan Carlos Guasch y Saunders
Las redes instaladas durante el régimen
porfirista han subsistido hasta nuestros
días. Recientemente se hicieron trabajos
de remozamiento en el Centro Histórico
de la Ciudad de México a efecto de cambiar algunos tramos, y las que se han
sustituido eran de hierro fundido, de excelente manufactura, tanto, que duraron
100 años funcionando de manera razonablemente adecuada.
La situación crítica en materia de desarrollo urbano comenzó a partir de la década de 1950 y hasta la de 1980. Durante
ese periodo la red siguió creciendo, aunque de forma caótica. La respuesta de la
autoridad para satisfacer los servicios
públicos que la población demandaba, fue
mucho más lenta que el crecimiento de la
ciudad: ningún ejercicio de planeación era
capaz de resistir el crecimiento explosivo
de la ciudad en ese lapso, no daba tiempo
de pensar las cosas y lo imperativo era introducir redes y explorar nuevas fuentes.
En la ciudad, como sucedió en Xochimilco,
se explotaron masivamente los pozos,
después comenzaron a explotarse otras
fuentes como la del Lerma y el Cutzamala.
ACCIONES PARA PROTEGER AL ACUÍFERO DEL VALLE DE MÉXICO JUAN CARLOS GUASCH Y SAUNDERS
La problemática de la red
Algunos de los defectos de la red tuvieron
su origen cuando se aplicaron programas
gubernamentales que promovían la participación ciudadana en la mano de obra
y la del gobierno como proveedor de materiales. Quienes fomentaron estos programas, si bien es cierto que lo hicieron
bienintencionadamente, olvidaron que la
ejecución de una obra hidráulica requiere
cierto nivel de experiencia o conocimiento de las técnicas. Desafortunadamente, ocurrió que ni el material ni la
mano de obra empleada fueron buenas.
Un ejemplo de mala planeación sucedió
en la delegación Iztapalapa de la Ciudad
de México, donde la composición de su
red hidráulica es caótica, lo que ha obligado a que las autoridades multipliquen
esfuerzos y recursos para conocer la red,
pues ésta se construyó sin proyectos, sin
planos ni documentos que indiquen su
ubicación.
Por esto, en Iztapalapa las pérdidas de
agua en la red eran, hasta hace unos tres
años, de más de 50%, proporción mayor
al porcentaje de pérdidas aproximado de
la Ciudad de México (35%). Tal volumen
de pérdidas explica los problemas de
abasto en esa zona de la capital del país.
Mientras tanto, cada año el Sistema de
Aguas de la Ciudad de México (SACM) estudia cómo llevar más agua a Iztapalapa
o, incluso, cómo perforar más pozos, no
obstante que en la zona son de mala calidad, y por tanto requieren de una planta
potabilizadora. Estos factores hacen que
los costos de suministrar agua sean muy
altos en esa zona.
La solución en Iztapalapa implica acciones
radicales. En Iztapalapa tiene que sustituirse toda la red dado el grado de
deficiencia que presenta. No bastaría
sectorizar para reducir las pérdidas, aunque es imprescindible hacerla para tener
un control a futuro, ya que las pérdidas
podrían presentarse incluso en tuberías
nuevas.
Vista de Iztapalapa al fondo
se aprecia el Cerro de
la Estrella, en la Ciudad
de México.
CFM
Aunque las autoridades del SACM han
comenzado un esfuerzo masivo para sustituir redes en la delegación en los últimos tres años, con lo cual posiblemente
las pérdidas sean actualmente menores a
40%, es necesario mantener este esfuerzo,
además de implantar la sectorización, la
restructuración de líneas de conducción,
tanques y rebombeos, para resolver el
problema definitivamente.
ANTES DE PENSAR EN IMPORTAR NUEVAS FUENTES
A IZTAPALAPA, UNA FORMA VIABLE DE SOLUCIONAR
EL PROBLEMA ES ATENDIENDO LAS PÉRDIDAS QUE SE
PRODUCEN AHÍ. SI SE CONTROLAN LAS FUGAS EN ESA ZONA,
EL AGUA QUE SE PROPORCIONA ACTUALMENTE SERÍA
SUFICIENTE PARA ABASTECER A LA POBLACIÓN.
LA RESPUESTA SE ENCUENTRA EN UNA INVERSIÓN
IMPORTANTE QUE ACOMETA EL CONTROL DE PÉRDIDAS.
JCGyS
349
Las pérdidas de agua en el Distrito Federal
Se calcula que las pérdidas de agua potable en el DF
son de entre 35 y 40% del total suministrado, es decir, se pierde un volumen aproximado de 11 a 12 m3/s,
no obstante que en algunas zonas haya déficit.
Con un programa debidamente estructurado de sectorización en el DF, asociado a esquemas de medición,
facturación y cobranza eficientes, es posible reducir
las pérdidas de 12 a 5 m3/s, aceptando un nivel de
pérdidas de 15%, similar al de grandes ciudades de
países desarrollados, con lo cual quedarían 7 m3/s para redistribuirse y reducir la sobreexplotación de los
acuíferos.
como se hace con los usuarios de cualquier otro servicio, ya sea el de energía eléctrica o el de teléfono.
En teoría, de esa manera el usuario se preocuparía
por prevenir las fugas intradomiciliarias y se evitarían
pérdidas extraordinarias.
Para tener una idea de la magnitud de las fugas domiciliarias, es preciso saber que un inodoro que se
quede con la válvula de descarga parcialmente abierta, en dos horas podría vaciar un tinaco. No obstante, a pesar de que no se cuenta con un registro de las
fugas domiciliarias, a partir de algunos estudios
académicos puede inferirse que éstas ascienden a
cerca de 20 por ciento.
Las fugas domiciliarias
Las fugas en el drenaje
Aunque no se cuenta con una estimación del porcentaje de fugas domiciliarias, se cree que son muy importantes por dos razones: el agua en la Ciudad de
México es barata. Además, si no se paga, no se tienen
disponibles las herramientas punitivas contra el deudor. Ante esa situación, algunos gobiernos estudian
cómo reforzar su cobranza de manera importante.
En el DF ya hubo una modificación a la ley local que
faculta a la administración a castigar el suministro a
los usuarios morosos y, en los casos de establecimientos comerciales, se permite el corte del servicio completo.
Al respecto, existen posturas que pugnan por tratar a
los usuarios domésticos de agua de la misma manera
350
En relación con este tópico no hay registros ni cuantificación alguna. Sin embargo, se tiene la certeza de
que existe una gran cantidad de fracturas en el sistema de drenaje, sobre todo en los más antiguos.
La dificultad de conocer con exactitud el volumen de
fugas en el drenaje radica en que, para saberlo, se
tiene que practicar una inspección directa.
No obstante, como los tubos de drenaje no funcionan
a presión, como están confinados por el terreno y,
aunque pudieran tener una fractura, es posible afirmar que sin presión suficiente, no se pierden grandes
volúmenes al exterior.
ACCIONES PARA PROTEGER AL ACUÍFERO DEL VALLE DE MÉXICO JUAN CARLOS GUASCH Y SAUNDERS
Las pérdidas y sectorización en la Ciudad de México
(Página anterior)
Vista de la zona sur del DF.
CFM
Durante la década de 1990, en el DF se realizó un estudio de las redes hidráulicas con
un índice de confiabilidad de 95%. Se utilizó una muestra representativa de las redes
de la ciudad y se establecieron 16 circuitos pitométricos para medir presiones y caudales. Estos 16 circuitos pretendían representar todo el universo del DF, por lo que se
localizaron redes en zonas socioeconómicas distintas, industriales, comerciales y residenciales para ubicar el universo de la red.
A partir de los resultados, las autoridades del SACM se han propuesto una meta que
consiste en establecer 350 sectores en toda la ciudad. Cada sector comprende una zona
de alrededor de 2.5 km, donde las conexiones en las fronteras de los sectores se seccionan, impidiendo el flujo entre sector y sector, salvo en puntos determinados, debidamente controlados y medidos
El estudio concluyó que en el DF había 37% de pérdidas de Agua No Contabilizada
(ANC). No obstante, aún se valora si dicho porcentaje representa la cifra correcta o si
las pérdidas son incluso mayores. Después de ciertas presiciones, se consideró que el
porcentaje de ANC podría ascender hasta 42 por ciento.
Finalmente el Gobierno de la Ciudad de México ha reconocido que 37% del agua suministrada al DF se perdía, cifra oficial desde hace 12 años. Respecto de los municipios conurbados del Estado de México, se calcula que el volumen de pérdidas es similar, aunque no se sabe que se haya realizado un estudio semejante al respecto.
Las metas de la reducción de pérdidas
en la Ciudad de Mexico
Las metas de la reducción de pérdidas en
la Zona Metropolitana del Valle de México
Si se toma en cuenta el factor económico, en el DF es
razonable pensar que podrían reducirse las pérdidas
hasta 15%. Si se lograra alcanzar ese porcentaje de
pérdidas, podría resolverse el déficit de cobertura de
agua potable en el Distrito Federal.
Respecto a la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), se calcula que la cifra de pérdidas podría ascender al doble, sin olvidar que el conglomerado urbano recibe aproximadamente 65 metros
cúbicos por segundo.
Al respecto, se calcula que en el DF hay un déficit de
3 m3/s, que de ser cubierto resolvería la demanda insatisfecha del líquido.
Si nos enfocamos en la zona conurbada del Estado
de México, se estima que sus pérdidas podrían ser aún
mayores que las del DF. Si esa posibilidad fuera cierta,
las pérdidas totales de la ZMVM alcanzarían 25 m3/s,
aunque algunos estudios sostienen que en todo el
Valle se pierden 30 metros cúbicos por segundo.
Esos 3 m3/s equivalen a la cuarta parte de los 12 m3/s
que se pierden. Si se implementa un Programa de
Control de Pérdidas que logre disminuir de 37 a 28%
el porcentaje de pérdidas, en teoría se habría resuelto
el problema.
Si se lograra rescatar la mitad de los 25 m3/s que en
teoría se pierden en la ZMVM, el problema del déficit
de disponibilidad de agua potable estaría resuelto.
351
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
El ABC de la sectorización
Las ventajas
Confinamiento de la
zona. Controlar una
zona para saber cuánto
caudal pasa por ahí,
ofrece una visión integral de control para
toda la red.
Interconexión. Si hubiera necesidad de
conectar un sector con
otro por cuestiones
operativas, deben identificarse los puntos
convenientes, pero no
debe realizarse una interconección indiscriminada. A partir de ahí
se toman mediciones
de gasto y de presión,
de tal manera que este
sector quede razonablemente confinado,
con entradas y salidas
identificadas, medidas
y controladas.
Control de presiones y
reducción de fugas. Se
controlan las presiones
excesivas, las cuales
contribuyen a que haya pérdidas considerables en la red. Las
presiones excesivas
provocan fracturas en
la tubería, por lo que,
con la sectorización, las
fugas se reducirían por
la normalización de la
presión.
Mejoras en la administración: Administrativamente permite muchas acciones. Por
ejemplo, en el DF
cabría la posibilidad de
que las delegaciones
sean las responsables
de operar los sectores
o, incluso, a través de
concesiones a empresas privadas.
352
1. Investigación a fondo y levantamiento físico de
las líneas de conducción y redes de distribución.
2. Comprensión y simulación matemática del funcionamiento de la red.
3. Establecimiento de puntos de control.
Conocimiento de los ingresos y las salidas, mediante la instalación de medidores y válvulas
reguladoras de presión.
4. Es conveniente contar con registradores instantáneos de los valores del agua que ingresa a la
red del sector.
5. Transmisión de registros.
Los medidores se conectan, mediante una señal,
a transmisores que a su vez envían su frecuencia a un puesto de control central. Con el uso
de pantallas donde se despliegan los registros
respecto a cuánta agua está entrando y las presiones que se están obteniéndo, es posible hacer
ajustes a estas válvulas, también vía remota,
para calibrar a los valores convenientes de operación. Estos mecanismos de transmisión y registro en tiempo real operan en este momento
en el DF y algunas otras ciudades.
6. Programa de Recuperación de Pérdidas.
Una vez que se establecen los sectores, debe
implantarse un programa de recuperación de
pérdidas, que incluya los siguientes pasos:
6.1 Asignar brigadas a cada sector.
6.2 Establecer programas de detección de fugas
no visibles.
6.3 Subsectorizar e instalar dispositivos provisionales de medición.
Estas instalaciones podrían ser itinerantes,
de modo que puedan irse relocalizando a lo
largo del sector y, a través de los índices de
consumo nocturno, es posible ir cercando
los lugares donde se están presentando las
fugas.
6.4 Obtención del índice de consumo nocturno.
En la noche se registra el menor consumo
de los usuarios. Si pudieran determinarse
esos consumos a nivel domiciliario mediante
la micromedición, la diferencia entre la suma de los consumos nocturnos del tramo
estudiado y los gastos medidos en esos segmentos, determinarían los lugares donde
hay pérdidas.
6.5 Cobertura de micromedición.
Una vez que se han identificado las zonas
con consumos extraordinarios, más allá de
su promedio, habríamos encontrado los
puntos donde se presentan las pérdidas.
6.5.1 Otros métodos de micromedición
6.5.1.1 Geófonos.
Se puede hacer un barrido con geófonos sobre la
superficie del terreno, analizando el sonido
característico del paso del agua a través de las
tuberías y, cuando éste se altera, proyecta indicios de una probable fuga.
6.5.1.2 Correladores.
Otra forma de detectar fugas es mediante
correladores, que a través de la colocación de
dos sensores en el tramo que se estudiará, ofrecen un análisis de frecuencia del sonido con dispositivos electrónicos. Mediante el uso de esta
herramienta, es posible saber cuándo existen alteraciones en la frecuencia al interior de una tubería, lo que daría indicios de una posible fuga.
6.5.1.3 Utilización de cámaras infrarrojas para la
identificación de temperatura.
Otro método consiste en la utilización de un
camión que tiene adaptadas cámaras que identifican la temperatura. El camión puede circular
por una calle siguiendo una tubería y cuando
detecta alguna perturbación en el espectro infrarrojo, determina un cambio de temperatura,
lo que es indicio de una posible fuga.
7. Barrido del sector.
Una vez que se termina de recorrer todo el sector, se empieza con el primero y así sucesivamente. Éste es un programa permanente, cuyos
resultados se reflejan respecto de lo que se mide
en la entrada.
8. Otros factores que deben considerarse.
8.1 Trabajadores requeridos.
Un sector puede constar de 20 subsectores,
por lo que es suficiente una brigada de tres
o cuatro personas para atender un subsector por día. En un mes, es decir 20 días hábiles, puede recorrerse un subsector.
8.2 Análisis de recursos.
Antes de emprender la sectorización debe
hacerse un análisis de los recursos con que
cuenta el organismo, o contemplar la contratación del servicio con empresas privadas. Para el DF, esta última opción sería
viable pues ya tiene contratados servicios
con empresas y puede pagar precios unitarios por esta labor. La participación privada
en la sectorización podría resultar beneficiosa bajo esquemas de incentivos pactados
que, a su vez, conlleven costos menores
para el gobierno y los usuarios. Un acuerdo
de participación podría ser el siguiente: si
el gobierno entrega determinado volumen
de agua a la entrada del sector y la empresa
reduce cierto volumen de pérdidas, ésta obtendría un incentivo por litro recuperado y
la ciudad se beneficiaría porque disminuirían los costos económicos y ambientales derivados de un menor dispendio.
ACCIONES PARA PROTEGER AL ACUÍFERO DEL VALLE DE MÉXICO JUAN CARLOS GUASCH Y SAUNDERS
Reflexión
La problemática de las fugas debe atenderse de manera inmediata y su solución
debe plantearse de manera que evite un
daño mayor al acuífero, porque actualmente seguimos dependiendo en gran
medida de esa fuente de abastecimiento;
además, debe tenerse en cuenta el patrón
de hundimiento del subsuelo que la sobreexploración provoca.
El efecto de la eplotación excesiva del
acuífero produce el impacto ambiental
más severo al que está sujeto el Valle de
México, de tal forma que los esfuerzos
que se deban hacer, incluyendo importar
agua de otras cuencas, deben buscar el
equilibrio del acuífero y su recuperación.
Para combatir el problema, cuando menos
se debe revertir la tendencia a la sobreexplotación, lo cual, por cierto, no bastará
para detener el fenómeno del hundimiento regional. Por otro lado, la sobreexplotación es un problema económico
que no puede seguirse financiando, ya
que los costos asociados a las pérdidas son
inmensos, además de que persevera el
agotamiento de nuestras reservas de
agua, que si bien pueden renovarse, la
tendencia es que paulatinamente se agotarán y que cada día será necesario explotar a mayor profundidad.
El combate a las fugas representa la mejor
oportunidad y la que implica menos inversión para revertir esta tendencia. De
resolverse las fugas, se atacarían dos temas fundamentales: el desabasto y la sobreexplotación de los acuíferos.
El problema de los hundimientos tiene
implicaciones graves en la Ciudad de México, porque termina por dañar la infraestructura, como las redes de agua y drenaje, el patrimonio histórico y servicios
como las líneas subterráneas y superficiales del Sistema de Transporte Colectivo
Metro.
Un lugar donde se refleja esta problemática es en el Gran Canal del Valle de
México, cuya pendiente se perdió. A mediados del siglo pasado, el drenaje escurría, principalmente, de poniente a
oriente y descargaba al Gran Canal por
medio de gravedad. No obstante, cuando
resultaron evidentes los hundimientos en
la Ciudad de México, el Gran Canal quedó
por arriba de los ductos que corrían de
poniente a oriente. Por tal razón, en todos
estos colectores se tuvieron que instalar
10 plantas de bombeo para impulsar el
agua residual al Gran Canal.
Vista del Gran Canal
del Valle de México antes
de llegar a la Planta de
Bombeo Gran Canal,
ubicada en el kilómetro
18+500.
CFM
En años recientes se han invertido grandes
cantidades de dinero para construir cinco
plantas de bombeo de gran capacidad
para resolver ese, además de que se ha
proyectado un considerable costo de operación para los próximos años. Aún así,
estas plantas de bombeo no constituyen
la solución definitiva al problema de
desalojo de las aguas residuales, pues el
terreno se seguirá hundiendo y se requerirá ampliar de manera importante el
Sistema de Drenaje Profundo a costos de
inversión también muy importantes.
CONSIDERO QUE NUESTROS ESFUERZOS PARA RESOLVER EL
PROBLEMA DE LAS FUGAS DEBERÍAN ORIENTARSE A MITIGAR
LOS IMPACTOS SOBRE EL ACUÍFERO DEL VALLE DE MÉXICO
Y CON ELLO SU SUSTENTABILIDAD. DE LO CONTRARIO,
ÉSTE SOLO SERÁ UN PROBLEMA QUE SE REDUCE A
CONSEGUIR MÁS RECURSOS ECÓNOMICOS PARA TRAER MÁS
AGUA DE OTROS LADOS.
JCGyS
353
El control y la recuperación de pérdidas
en las redes
Arturo Jiménez Ramón
Estudio 1. Guaymas, Sonora
Estudio 2. Guadalajara, Jalisco
A principios de la década de 1990 comienza a estructurarse y adecuarse en la ciudad de Guaymas,
Sonora, un programa de detección de fugas adaptado a México por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), partiendo de un enfoque
metodológico realizado en Alemania.
Como resultado de las acciones aplicadas en la
ciudad de Guaymas, la Comisión Nacional del
Agua (Conagua) estructuró, a partir de 1991, un
programa para determinar las pérdidas en sistemas
de agua de esta ciudad. En 1993 comenzaron los
estudios de evaluación de fugas en la capital de
Jalisco, donde se encontró un nivel de pérdidas de
43 por ciento.
A partir de una división de la ciudad por sus características socioeconómicas, se identificaron algunos sectores que podrían ser aislables por completo, con objeto de ubicar los consumos o pérdidas de agua, utilizando como parámetro el uso
doméstico (popular, medio y residencial) y el uso
industrial. Mediante esa metodología se realizaron
detecciones en función de la disminución de la
presión en una línea de distribución de agua. El
procedimiento consistió en medir la presión de tres
tomas, si alguna de ellas presentaba alguna distorsión, era indicio de una probable fuga. Por otra
parte, se practicó un análisis de sustitución de
toma, midiendo previamente cuánto se perdía en
ella antes de cambiarla. Posteriormente se midió el
caudal después de la sustitución. La diferencia encontrada estableció la dimensión de la fuga existente en la toma. El siguiente paso fue realizar
balances dentro de los sectores, de forma que se
determinara el volumen de agua suministrado al
sistema durante todo el día (con una distribución
minuto a minuto). Posteriormente se realizó el
análisis de los consumos internos de la red y se
sustituyeron medidores en algunas tomas para
asegurar que el caudal aportado era el correcto y
que no hubiera problemas con la medición. De
esta manera se efectuó un balance por sector para
registrar los niveles de consumo y el porcentaje de
pérdidas en la red y las tomas. Al sumar los resultados de los sectores, se obtuvo el balance respectivo de la ciudad.
El sistema de abastecimiento de agua potable de
Guadalajara tiene una orientación de sur a norte.
Cuando la Presa Calderón comenzó a abastecer a
la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), el
esquema normal de distribución tuvo que modificarse, ya que el nuevo caudal se suministraba de
norte a sur. Ese cambio provocó la vulnerabilidad
de segmentos de tubería de asbesto-cemento
clase 5, cuyo diseño estaba calculado para soportar una presión de 50 m de columna de agua y
que, a partir de entonces, se sometió a una carga
de al menos 100 m de columna de agua, con el
riesgo potencial de ruptura que ello implica.
Estos estudios se realizaron en 30 colonias de la
ZMG con el objeto de analizar la posibilidad de
cambiar su sistema de distribución y homogeneizar las presiones en la red.
Por otra parte, también se analizaron los grandes
acueductos que proporcionan agua a sectores extensos de la ZMG, cuyo estudio arrojó que era necesario controlar, en primer lugar, el caudal obtenido por los acueductos, para posteriormente
controlar el caudal a menor escala. Es decir, se propuso el control de lo general a lo particular, porque así, y ahora lo sabemos, se obtienen resultados
palpables, en el corto plazo.
Es importante indicar que la metodología desarrollada y aplicada en Guaymas, Sonora, tuvo amplia difusión a través del IMTA, institución que capacitó a un grupo de profesionales a partir de los resultados
obtenidos. Posteriormente, se realizaron 40 estudios respecto al volumen de pérdidas en igual número
de ciudades del país. Al efectuar los análisis, se encontró que el promedio de pérdidas por fugas en sus
redes era de 50% aproximadamente. Esta cifra permitió dimensionar la magnitud de las pérdidas en los
sistemas de agua potable del país y abrió la puerta al análisis de escenarios futuros en función del establecimiento de un programa de corrección de fugas a nivel país.
354
EL CONTROL Y LA RECUPERACIÓN DE PÉRDIDAS EN LAS REDES ARTURO JIMÉNEZ RAMÓN
Estudio 3. Ciudad de México
Entre 1996 y 1997, en la Ciudad de México se llevó a cabo un estudio similar al de la ZMG, estudio en el que se detectó un nivel de pérdidas de 46%,
que posteriormente se ajustó para registrar valores cercanos a 44%. Dicho
estudio dividió a la ciudad en 115 sectores, con objeto de agregar en cada uno
áreas geoestadísticas básicas, como lo plantea el INEGI en las localidades utilizadas para efectuar los censos. El propósito fue agrupar las áreas que eran
homogéneas y para ello se dividieron en 115 subzonas, que después se
volvieron a agrupar a nivel de zona y luego por delegación. A través de esa
metodología resultó más sencillo jerarquizar prioridades para trabajar ordenadamente el proyecto.
Es necesario recordar que en la Ciudad de México se utilizan válvulas de control de presión que pueden regularla hasta cierto nivel. Éstas son colocadas
en partes estratégicas del sistema, con lo cual se evita la fatiga de la tubería
con la que se trabaja. De esa manera se resuelve la distribución de presiones,
y además se tiene la ventaja de que, cuando se controla la presión, se reducen significativamente la carga y las fugas.
Con la realización de maniobras dentro de la red, también se logró reducir presiones, de tal forma que se cumplió con la norma que fija presiones de entre
un kilo y kilo y medio, en función de topografía de la Ciudad de México.
Uno de los grandes problemas que se identificaron al inicio de la rehabilitación de sistemas, fue que al momento de administrar y mejorar un sector,
el adyacente empeoraba, por lo que existía la posibilidad de no lograr avance
alguno. No obstante, se comprobó que si los defectos de la rehabilitación son
atendidos paulatinamente, pueden alcanzarse resultados importantes.
El estudio realizado en la Ciudad de México también tuvo como propósito
homogeneizar las presiones en el sistema, razón por la cual el caso de la zona
poniente resultó idóneo para comenzar el análisis ya que por esa zona llega
el caudal del Sistema Cutzamala con alta presión, lo que produce variaciones
abruptas en los niveles de presión en colonias del poniente de la ciudad, principalmente dentro de las delegaciones Álvaro Obregón, Magdalena Contreras
y Miguel Hidalgo, entre otras.
En la zona poniente, además, la relación costo-beneficio es mayor a tres,
porque ahí se tienen altas presiones y malos materiales. Por tanto, al combinar elementos, tanto las técnicas de sustitución, los materiales y la homogeneización de presiones, puede obtenerse un resultado rápido y rentable,
en un tiempo máximo de cinco años. Otro caso a destacar es el de la zona
oriente de la Ciudad de México, donde se detectó una subestimación de las
pérdidas de agua que se suministra. En esa parte de la ciudad se provee menos
agua debido al bajo nivel de presión ya que el agua es conducida por un segmento de la zona poniente y por otro de la zona sur, por medio del Acueducto
Xochimilco. Una de las áreas donde podría adaptarse el método alemán de recuperación de caudales es la zona de Iztapalapa, donde la relación costobeneficio es de dos y tres respectivamente, relación que condiciona la
rentabilidad de la inversión .
Actualmente se tiene un avance importante en la obra del Acuaférico que,
junto con el Macrocircuito de Distribución de Agua Potable del Estado de
México, permite llevar agua de la zona poniente y sur hacia el oriente. Se
debe resaltar que el esquema metodológico adaptado para la Ciudad de México incluye propuestas para compensar el abasto, en caso de que el caudal
se suministre menos horas al día o si se otorga un mayor volumen. En ambos
casos, el sistema puede ajustarse y adaptarse a las características de la zona.
ES IMPORTANTE SEÑALAR QUE LOS
RESULTADOS COINCIDIERON DE
MANERA SORPRENDENTE CON EL
FACTOR DE PARIDAD PESO-DÓLAR,
TANTO EN LA ZMG COMO EN LA CIUDAD
DE MÉXICO. EL AGUA AQUÍ LA TENEMOS,
LA POTABILIZAMOS, LA DISTRIBUIMOS
EN UNA PARTE DEL SISTEMA Y LUEGO LA
DEJAMOS PERDER.
TRAS PRACTICAR DIFERENTES ESTUDIOS
EN TORNO A LOS COSTOS DE INVERSIÓN
Y OPERACIÓN PARA FINANCIAR
PROYECTOS DE IMPORTACIÓN DE AGUA
POTABLE, SE DESCUBRIÓ UNA VERDAD
INELUDIBLE: ES MÁS BARATO
RECUPERAR PÉRDIDAS QUE TRAER
NUEVAS FUENTES, EN UNA PROPORCIÓN
DE 10 A 1.
ASIMISMO SE CONCLUYÓ QUE LA
REHABILITACIÓN DE LA
INFRAESTRUCTURA EN UN SISTEMA
DE DISTRIBUCIÓN DE AGUA POTABLE
TIENE UNA RELACIÓN EQUIVALENTE
A LA PARIDAD PESO-DÓLAR: SI UNO
INVIERTE 1 PESO EN RECUPERAR 1 M3
DE AGUA, ENTONCES ES NECESARIO
GASTAR 1 DÓLAR EN TRAER 1 M3 DE
AGUA DE FUENTES LEJANAS.
ESTE PRINCIPIO DE PROPORCIÓN DE
COSTOS SE MANTUVO CUANDO SE
ESTUDIARON LOS CASOS DE LA CIUDAD
DE MÉXICO, LA ZMG Y LEÓN,
GUANAJUATO.
AJR
(Página anterior)
Búsqueda de una fuga
de agua en el municipio
de Atizapán de Zaragoza,
en el Estado de México.
CFM
355
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Hacia un Plan Maestro Hidráulico
Como parte del desarrollo de un Plan Maestro
Hidráulico, uno de los puntos que deben abordarse,
en primera instancia, es la evaluación de las pérdidas. Después, a partir de dicha premisa y con apoyo
de una gráfica, es posible analizar el Agua No Contabilizada (ANC) en función del tiempo y la demanda.
Para que este procedimiento dé resultados, se citan
los siguientes conceptos y sus correspondientes
descripciones:
Agua Producida (AP). Es la entrega en bloque a un
sistema, es decir, el volumen que puede producirse
con determinadas fuentes disponibles. Con este elemento y con el valor del Agua Facturada (AF) obtenemos el porcentaje de ANC. Es importante señalar
que mientras más preciso sea el nivel de medición,
más exacto es el valor del agua facturada.
(AP-AF)/AP=% ANC
Eficiencia Física. Para obtener la eficiencia física
debe realizarse la siguiente operación: dividir el
volumen de AF entre AP.
a) la necesidad de realizar una fuerte inversión para
cubrir la demanda de agua. El monto de la inversión para traer agua de una nueva fuente tiene
una relación de 10/1, respecto a la inversión requerida para la recuperación de caudales.
b) Los resultados permiten que se difieran las inversiones. La recuperación de pérdidas puede lograrse
de la siguiente manera:
1) Sustituyendo tomas y tuberías.
2) Homogeneizando presiones.
3) Incidiendo sobre el consumo del usuario
(midiendo y contrayendo su consumo).
La sectorización es un proceso que contribuye a la
mejora de un sistema hidráulico, para lo cual deben
cumplirse los siguientes pasos:
a) Aislar el sector.
b) Medir el caudal que se está suministrando.
c) Medir a los consumidores.
d) Cobrar el servicio otorgado.
e) Realizar acciones suficientes que permitan resolver el problema, tanto por sector como de manera global.
Proyecto de Pérdidas
(AF)/AP=EF
Eficiencia Comercial. Se obtiene de la siguiente
forma: el Importe de Agua Recaudado (IR) se divide
por el Importe de Agua Facturado (IF), resultando la
Eficiencia Comercial (EC).
IR/IF=EC
Eficiencia Global. Es el producto de la Eficiencia Física
(EF) multiplicada por la Eficiencia Comercial (EC).
El objetivo de un Proyecto de Pérdidas es diseñar circuitos, hacer análisis, aplicar técnicas, elaborar una
estrategia de operación y, por último, diseñar y verificar los aprovechamientos para que el proceso sea
generalizado.
En primera instancia se deben seleccionar, diseñar y
aislar los distritos pitométricos. Esto incluye medir
consumos, detectar fugas, efectuar la simulación
hidráulica, cuantificar costos y contar con una evaluación de resultados del proyecto.
EFxEC=EG
o
(AF/AP)*(IR/IC)=EG
Al contar con una curva de demanda en el tiempo, y
si se aplica un esquema de control de pérdidas,
pueden preverse los siguientes escenarios:
356
Para el Proyecto de Pérdidas también deben observarse los siguientes requerimientos: tratar de que sea
una sola entrada en el circuito; tener los diámetros de
las tuberías compatibles; lograr presiones aceptables;
tener límites coincidentes con las líneas carreteras;
establecer líneas internas y obtener las zonas de presión uniforme.
EL CONTROL Y LA RECUPERACIÓN DE PÉRDIDAS EN LAS REDES ARTURO JIMÉNEZ RAMÓN
Un aspecto importante en un Proyecto de Pérdidas
consiste en determinar el sitio donde se colocará el
medidor de entrada. En caso que no pueda aislarse
completamente una entrada, se tienen que instalar
dos estaciones: una de entrada y una que mida la
salida, ya que se envía el flujo a otra parte.
La instalación de las válvulas es otro punto importante. Se debe precisar dónde y cómo instalarlas, así
como definir su diámetro. La delimitación en un
Proyecto de Pérdidas es importante. Al respecto, es
posible delimitar de forma natural, considerando el
aislamiento que originan las barrancas o accidentes
naturales o también es factible aislar mediante
seccionamiento.
Una vez que se logra el seccionamiento, es preciso
transitar al proceso de medición de consumo, en el
cual deben considerarse los siguientes factores: el
consumo total, el consumo promedio, el consumo
mínimo nocturno y la obtención de los índices.
Cuando uno de estos consumos tiene una variación
muy grande, sobre todo en la noche, significa que se
pierde gran cantidad de agua. Ese tipo de información es útil para detectar dónde estamos y qué características tenemos. Este proceso es fundamental, ya
que al conocer la presión del sistema, es posible cambiar las condiciones de operación, lo cual forma parte
del diagnóstico.
Al comenzar la detección de fugas, se necesita realizar una inspección con equipo electrónico de tomas
domiciliarias. Se colocan dispositivos de detección de
pérdida en la entrada de la toma. En este punto pueden surgir recomendaciones respecto a lo que sucede
en las redes de distribución y también en la identificación de fugas en segmentos específicos de la red.
Por lo regular, si las distancias son muy grandes en
las redes de distribución, se utiliza el correlador.
Posteriormente viene el proceso de simulación, en el
que intervienen algunos de los siguientes elementos:
la distribución geográfica de la red, que incluye los
mapas de contorno para presiones: ya sea los máximos durante la madrugada, o los mínimos en las
horas de mayor consumo. Se registran, después, los
diferentes puntos dentro del sector, controlados a
partir de válvulas sostenedoras de presión colocadas
en la red simulada. Al final esto permite observar
ahorros y variaciones de presión. A partir de la simulación y el cambio a las válvulas reductoras, se vuelve
homogénea la presión y se disminuyen las pérdidas
de manera significativa.
Algunos factores a considerar para evaluar los costos son: qué es lo que se está haciendo; tener clara la
utilidad de la instalación de medidores que facilitan
el conocimiento de los costos y, finalmente, responder las siguientes preguntas: cuánto cuesta y cuál es
su rentabilidad.
Una vez que se cuenta con la información, se modela el sistema, la distribución de la demanda, las
presiones en los nodos, las válvulas reguladoras y su
inserción en el contexto general de la red.
SI SE APLICA LA MEDICIÓN, EL USUARIO COMENZARÁ A SER CONSCIENTE,
REFLEXIONARÁ Y RACIONARÁ SU CONSUMO DE AGUA EN FUNCIÓN DE SU COSTO.
ENTONCES SE PREOCUPARÁ MÁS POR TENER DISPOSITIVOS DE AHORRO
FUNCIONANDO EN SU CASA .
LA MEDICIÓN ES UN MEDIO PARA QUE LA POBLACIÓN ADVIERTA LA NECESIDAD DE
USAR EFICIENTEMENTE EL AGUA Y REGULAR SUS CONSUMOS.
ESAS PREMISAS NOS LLEVAN AL SIGUIENTE POSTULADO: SI LA TARIFA ES BAJA, EL
USUARIO TIENE LA POSIBILIDAD DE CONSUMIR TODA EL AGUA QUE SEA. PERO SI
SE INCREMENTA LA TARIFA, SE DARÁ UNA CONTRACCIÓN DE LA DEMANDA, LO CUAL
OCURRIRÁ EN LOS MESES INMEDIATOS AL AUMENTO.
AJR
357
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
¿Cómo disminuir las pérdidas en el Valle de México?
Para disminuir las pérdidas en el Valle de México, se
propone un Programa de Recuperación de Caudales,
que consiste en dividir a las zonas urbanas en sectores que permiten conocer los volúmenes entregados mediante métodos de medición, como la pitometría, cuyo empleo posibilita determinar la magnitud de la recuperación en la medida que se completen las sustituciones de tomas.
En delegaciones y municipios pueden identificarse algunos puntos de medición y control, que permitan
seccionar adecuadamente la red y controlar las pérdidas de agua en las zonas urbanas. Posteriormente
deben jerarquizarse las etapas a seguir del Programa
de Sustitución de Tomas, en función de la relación
costo-beneficio dentro de los márgenes de la realidad
municipal y estatal.
Este tipo de programas deben aplicarse permanentemente en el sistema hidráulico del Estado de México,
tanto a nivel estatal como municipal, debido a que el
agua que se importa a la entidad, implica costos de
extracción, conducción, potabilización y distribución,
por lo que es fundamental maximizar su aprovechamiento.
Al realizar un estudio de los costos de importar una
nueva fuente al Valle de México se descubrió lo
siguiente: mientras la recuperación de caudales
costaba 1 peso por m3/s, la puesta en marcha del
proyecto Temascaltepec costaría 10 pesos por metro
cúbico por segundo.
Respecto de los municipios del Valle de México, su
eficiencia global aproximada es de 33%, lo que incluye consumos, pérdidas, así como eficiencias técnicas y financieras, condiciones que hablan de la
necesidad de dirigir las inversiones a los municipios
para que éstos puedan mejorar la prestación de sus
servicios.
Municipios como Ixtapaluca, Coacalco de Berriozábal,
Atizapán de Zaragoza, Tlalnepantla de Baz, Naucalpan de Juárez y Huixquilucan, han logrado satisfactorios niveles de eficiencia.
358
En contraste, Cuautitlán Izcalli, Chimalhuacán y Valle
de Chalco tienen valores de eficiencia cercanos a
20%, niveles que tienen que superarse para ahorrar
recursos. Uno de los puntos torales que ha reconocido el Gobierno del Estado de México, es el fortalecimiento de los organismos operadores, quienes deben
reportar y brindar información realista sobre sus
redes, aunque sea grave, para lo cual necesitan
herramientas para su constante operación. La inversión efectuada en el Estado de México es muy grande
como para perderla en los próximos años por problemas de eficiencia física y comercial.
Por otra parte, debe fortalecerse la sinergia entre las
inversiones que se están desarrollando y sus actividades específicas. Muchos de los organismos carecen
de un padrón confiable de usuarios y además no
conocen el catastro de sus instalaciones. Operan, en
ocasiones, porque sus operadores de válvulas tienen
años trabajando y lo hacen por necesidad.
Excepto unos cuantos municipios, la realidad es alarmante, la gran cantidad de agua que se pierde en
fugas, la deficiente cobranza del recurso y las inversiones magnas que se necesitan para corregir la
situación hidráulica municipal deben ser un motivo
de reflexión.
La demanda de inversión de las entidades municipales es grande. Esto, aunado a la imperiosa necesidad de que los municipios salden su acumulada
deuda histórica, vuelve más vulnerable la situación
hidráulica del Valle de México.
Conservar al personal que ha dado resultados es otro
de los puntos torales para mejorar a un organismo
operador. Lo anterior ha dado excelentes resultados
en organismos operadores de ciudades como Monterrey y Tijuana.
Por otra parte, debe instaurarse un servicio civil de
carrera real y fomentar la capacitación continua
y profesional del personal, ya que el sector agua es
muy dinámico y la forma de trabajo tiende a cambiar cada 20 años de manera radical.
LA SITUACIÓN HIDRÁULICA EN EL VALLE
DE MÉXICO ES UN EJEMPLO DE LOS
BENEFICIOS QUE PODRÍAN LOGRARSE SI
FUERA SUSTITUIDA LA IMPORTACIÓN DE
AGUA DE CUENCAS LEJANAS POR UN
PLAN DE COMBATE DE PÉRDIDAS.
SI SE ESTABLECIERA UN PLAN DE
COMBATE DE PÉRDIDAS, EN PRINCIPIO
PODRÍA POSPONERSE LA IMPORTACIÓN
DE UNA NUEVA FUENTE EN EL CORTO
PLAZO.
CON ESTE PROCESO, CUANDO SEA
NECESARIO IMPORTAR NUEVAS
FUENTES, EL MANEJO DEL RECURSO
SERÁ MÁS EFICIENTE.
Vista de vivienda popular
en el municipio de Coacalco
de Berriozábal, en el Estado
de México.
CFM
EN EL CASO DEL VALLE DE MÉXICO,
SI AHORA SE PIERDE ENTRE 35 Y 40%,
CON EL PLAN LAS PÉRDIDAS PODRÍAN
REDUCIRSE A 25 O 30 POR CIENTO.
AJR
ADEMÁS, CON ELLO SE LIBERARÍAN
TIEMPOS SUFICIENTES QUE PERMITIRÍAN
A LOS ORGANISMOS OPERADORES
FORTALECERSE Y LOGRAR UNA MEJOR
GESTIÓN, QUE REDUNDE EN UN COBRO
EFICIENTE DEL SERVICIO.
359
Acciones para preservar la sustentabilidad
del Valle de México
Antonio Capella Vizcaíno
El problema central es el estado de la infraestructura
El problema fundamental del suministro de agua potable en el Valle de México es el mal
estado de la infraestructura que ocasiona una gran cantidad fugas. Se trata de una infraestructura deteriorada que no ha recibido el mantenimiento adecuado, que se ha
operado inadecuadamente y que está muy rota, por lo cual hay muchas fugas. La importancia de esta situación se reconoce desde hace más de 20 años. Si bien existen
otros factores adicionales al problema de las fugas en las redes, como el desperdicio del
usuario, las fugas intradomiciliarias y las tomas clandestinas, su impacto es menor en
relación al gran número de fugas que se presenta en sus redes.
A
Si los operadores del agua no resuelven este gran problema, esfuerzos como el de traer
agua de nuevas fuentes, lograr una alta eficiencia a nivel domiciliario o evitar el desperdicio intradomiciliario, no servirán de nada. Todo el volumen que la población ahorre
sólo incrementará las fugas de la red.
Como las fugas son muy sensibles a la presión, al arreglarlas en una zona que tiene sus
redes muy deterioradas, sucede que aumentan las existentes en el resto de la red.
Cuando aumenta la presión, la cantidad de fugas se incrementa en mayor proporción.
Si la presión aumenta el doble, las fugas aumentarán desde el doble y hasta cuatro
veces más. Esto ocurre porque no sólo la velocidad aumenta por los agujeros, sino que
éstos se vuelven más grandes y cambia el coeficiente de descarga. A continuación se
mencionan los elementos de una inadecuada operación que deterioran la infrestructura hidráulica:
B
Imágenes que corresponden
a una toma domiciliaria (A)
con un alto grado de daño
y de reparaciones precarias
y a una junta (B),
que fueron extraídas
durante el proceso
de sustitución de redes en
el Distrito Federal.
Archivo ACV
a) La frecuencia con que se realizan los suministros intermitentes o tandeos propician la oscilación de presiones y, por ende, la aparición de fugas en la red. Además, la práctica de los tandeos deteriora aceleradamente las redes. Según estudios realizados en Inglaterra, entre una red
que opera con una presión relativamente constante y otra que lo hace con tandeos, la frecuencia de las rupturas de las tuberías de la red sometida a suministros intermitentes es al
menos 10 veces mayor. De tal forma que, si un tubo debiera durar en condiciones normales
entre 50 años y 100 años, si está sometido a tandeos durará entre 5 y 10 años.
b) Los bombeos directos a la red también son responsables del desgaste de la red, sobre todo
cuando se paran y arrancan las bombas. Cuando el operador suministra o corta bruscamente
un gasto, se producen fluctuaciones de presión, lo que en el medio hidráulico es conocido
como golpe de ariete, factor que causa el deterioro de las tuberías.
Fue a fines de la década de 1990 cuando se empezó a comprender la naturaleza de las
fugas. A partir del 2000 los estudios en torno al problema de las fugas se incrementaron y ahora cientos de ciudades en el mundo las combaten con una estrategia que
ha dado resultados: el control de presiones. La estrategia consiste en sectorizar la red
para controlar las presiones por sectores, de tal manera que cuando se reduzcan las
fugas en una sección de la red, en otra no se pierda lo ahorrado.
360
El oriente del Valle de México
Esta zona es ampliamente conocida por sus continuos problemas
en el suministro de agua. Una de las razones de la irregularidad
del servicio tiene origen en que el suministro a esa región proviene de pozos que contribuyen al hundimiento de la Ciudad de
México y en parte del agua que se transporta de los sistemas
Cutzamala y Lerma.
El problema para trasladar agua del poniente al oriente es que
atraviesa una red que es literalmente un colador, razón por la
cual el agua se pierde. Cabe mencionar que actualmente se
cuenta tanto con la capacidad para conducir el líquido del
poniente al oriente como con el diámetro de los tubos, pero sería
necesaria mayor presión que proporcione la energía suficiente
para que el agua llegue al oriente. Pero si se aumenta la presión,
crecen las fugas y el agua se seguirá quedando en el camino.
Las zonas planas del Valle de México, como los
municipios de Ecatepec de Morelos y Nezahualcóyotl, en el Estado de México, así como las superficies horizontales del DF, se caracterizan porque la
presión es normalmente muy baja. Por tal razón,
cuando se plantea controlar las presiones en esas
zonas se percibe como una medida extraña.
El control de la presión en las zonas planas tiene
como propósito evitar que suban cuando se hagan
reparaciones en otras zonas de la red. De lo contrario, esas reparaciones provocarán que aumente
la presión en las zonas planas y, en consecuencia,
que el ahorro conseguido en un lugar se pierda en
otro.
Dicho problema se resolvería si se contara con una red principal
bien definida, y si el resto de la red, la secundaria, estuviera sectorizada y tuviera presiones controladas. De este modo se podría levantar la presión en la red primaria y así el agua llegaría
al oriente. La solución para controlar las fugas en las redes que
están muy deterioradas radica en el aislamiento de la red secundaria respecto de la primaria, lo que permitiría controlar las
presiones. De lograr lo anterior, se podría tener más presión en
la red primaria y así llegar de un lado a otro, sin que el líquido
se pierda en el trayecto.
Una vez que la red se haya sectorizado y que la presión se haya
controlado, la reparación de las tuberías de un sector permitirá
que toda el agua que se ahorra esté disponible sin que se pierda
en el resto de la red.
Vista de azoteas en la que
predominan tinacos en Ciudad
Azteca, en el municipio
de Ecatepec de Morelos,
en el Estado de México.
CFM
361
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
En el oriente del Valle de México, un usuario común paga entre
20 y 40 pesos mensuales. En promedio, un usuario consume 15
m3 al mes y paga 3 pesos por cada uno aproximadamente. Aunque la tarifa es baja, el usuario debe pagar gastos extraordinarios porque el agua es de mala calidad. Por tanto, además de
comprar dos garrafones para beber, el usuario debe equipar su
vivienda con una cisterna, un tinaco y una bomba, porque el servicio es intermitente, ya que no hay presión suficiente.
Al calcular cuánto se gasta comprando garrafones y cuánto se
invierte en una cisterna y un tinaco, resulta que el usuario paga
más por cada m3 que un norteamericano promedio.
La creencia de que el usuario no quiere pagar el agua parece no
tener fundamento, ya que en realidad termina pagando más. Un
deficiente servicio público transfiere a los usuarios costos mucho
más altos que lo que costaría contar con un buen servicio. Por
esto, el usuario tiene el derecho de exigir mejores servicios a sus
gobernantes y, en contraparte, la administración pública debe
encontrar el camino para actuar con mayor eficiencia.
En algunas zonas alejadas
de los núcleos urbanos del
país las familias requieren
de comprar agua purificada
por la carencia de un buen
servicio de agua.
NOTIMEX/FOTO/LUIS
LOPEZ/FRE/HUM/
Vale la pena mencionar que cuando se colocaron medidores en
el DF hace 12 años, se empezó a cobrar el consumo medido, lo
cual, hasta entonces, no ocurría. A partir de ese momento, el
usuario comenzó a preguntarse cuáles eran los parámetros del
consumo normal.
El consumo promedio de un usuario en la Ciudad de México es
de 150 litros/hab/día, lo que representa un consumo semejante
al de los europeos. En Francia, el consumo promedio por persona
al día es de 150 litros; en Alemania 130 litros; en Inglaterra 127
litros. No obstante, el usuario podría reducir su consumo de agua
entre un 10 y 15%, mientras que el operador de los sistemas de
agua es quien debe realizar acciones para reducir sus pérdidas ya
que éstas representan aproximadamente la mitad del agua que
se suministra a la red.
El consumo del usuario en México está lejos de los patrones de
uso en Estados Unidos, donde el consumo promedio es de 400
l/hab/día, de los cuales 150 l/hab/día se utilizan en el jardín fundamentalmente, mientras que el consumo interno por cada casa
asciende a 250 l/hab/día.
Este tipo de información se debe compartir al usuario, contrario
a las campañas mediante las cuales se le advierte que el agua
está por terminarse. Al usuario se le deben dar herramientas para
que pueda contribuir en la solución del problema.
362
El destino de las fugas
Un estudio realizado en el Instituto Mexicano de Tecnología del
Agua (IMTA) en 14 ciudades del país detectó que, en todas ellas,
las pérdidas oscilaban entre la tercera parte y la mitad del volumen suministrado.
Para contrarrestar las fugas se hacen tandeos pero, como esta
medida deteriora la red, ésta paulatinamente se fractura más, lo
que provocará que en el futuro se tengan que espaciar.
LOS USUARIOS NO DEBEN
DESPERDICIAR AGUA, ESTE FACTOR
RESULTA IMPORTANTE PARA COMBATIR
LAS FUGAS, AUNQUE APENAS
SIGNIFIQUE 20% DEL PROBLEMA.
EL 80% RESTANTE TIENE ORIGEN
EN LAS FUGAS DE LA RED.
ACV
Los tandeos, además, causan problemas sanitarios, pues cuando
las tuberías se encuentran vacías, existe la posibilidad de que se
introduzca agua contaminada del drenaje.
El destino de un alto porcentaje de las fugas es el drenaje, otra
parte se infiltra, se evapora directamente o lo hace a través de
la vegetación.
Del volumen de fugas detectadas en la Zona Metropolitana del
Valle de México (ZMVM), se calcula que la mitad se va al drenaje.
Dicho volumen se infiere de los balances, respecto de cuánto se
consume y cuánto se va al drenaje. No obstante, al hacer esos
balances, se encuentra más agua en el drenaje que la que reciben
los usuarios.
El brote de una fuga en
el municipio de Atizapán
de Zaragoza, en el Estado
de México.
CFM
363
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Propuesta para la sustentabilidad hídrica
del Valle de México
Actualmente, la estimación más exacta respecto al volumen de
fugas en el Valle de México es de 24 m3/s, incluyendo al DF y los
municipios conurbados del Estado de México.
Primero las fugas
El primer punto de partida para lograr la sustentabilidad del Valle
de México es resolver el problema de fugas. Para ello se deben
tomar en cuenta los siguientes factores:
a)Es necesario comenzar a medir y evaluar los pozos del
Valle de México que actualmente carecen de medidores. En esa situación se encuentran los pozos agrícolas y muchos de los urbanos. El propósito es contar con
registros continuos y además recabar información sobre
el consumo de los usuarios.
Reparación de una fuga
de agua por parte
de técnicos de la Comisión
del Agua del Estado de
México (CAEM) en Tultitlán,
en el Estado de México.
ACR
b) Debe definirse hasta cuánto es razonable reducir las
fugas. Para ello pueden consultarse los criterios publicados por la Asociación Internacional del Agua (IWA),
donde se establecen cuatro categorías y dos niveles, uno
para los países desarrollados y otro para países subdesarrollados, en función del estado de las redes: A, B, C y D.
En la categoría A, la eficiencia es alta y no resulta económicamente conveniente reducir aún más las fugas. En
la categoría B todavía puede haber mejorías en la red. En
la categoría C las fugas son altas y solamente serían tolerables, si el agua fuera barata y abundante. La categoría D es un indicador que supone un muy mal estado
de una red y del sistema hidráulico en general. La mayor
parte de las tuberías en las ciudades del país se encuentran muy por debajo del límite de la categoría D.
Si la ZMVM quisiera llegar a la categoría B, deberían disminuirse las fugas de 24 a 6 m3/s, es decir, tendrían que
recuperarse 18 metros cúbicos por segundo.
Cambio de uso del agua de riego
Campos de cultivo
en el municipio de
Zumpango, en el Estado
de México.
ACR
364
Según estimaciones del agua utilizada para riego en el Valle de
México, se extraen entre 11 y 13 m3/s que se usan, fundamentalmente, para regar cultivos de alfalfa y maíz forrajero. Al respecto, es menester que todo ese caudal se transfiera para agua
potable o, para disminuir la extracción del acuífero del Valle de
México.
ACCIONES PARA PRESERVAR LA SUSTENTABILIDAD DEL VALLE DE MÉXICO
ANTONIO CAPELLA VIZCAÍNO
LA META PARA EL VALLE DE MÉXICO ES FACTIBLE: RECUPERAR 18 M3/S DE FUGAS Y 11 M3/S DE RIEGO,
ES DECIR, UN VOLUMEN DE 29 M3/S.
DE SER ASÍ, PODRÍAN SATISFACERSE TODAS LAS NECESIDADES DE AGUA POTABLE DEL VALLE DE MÉXICO
PARA LOS AÑOS 2050 O 2060, CUANDO LA POBLACIÓN TENDERÁ A ESTABILIZARSE EN
APROXIMADAMENTE 23 MILLONES DE HABITANTES.
ADEMÁS, CON ESE VOLUMEN RECUPERADO PODRÍA DETENERSE LA SOBREEXPLOTACIÓN DEL ACUÍFERO
DEL VALLE DE MÉXICO Y LOGRAR QUE LOS HUNDIMIENTOS DISMINUYAN RÁPIDAMENTE, AL PRINCIPIO,
Y QUE POSTERIORMENTE SE DETENGAN.
ACV
Los costos de la recuperación
Dados los precios actuales, a los que se transfieren los derechos
por uso agrícola a público y los costos aproximados de sustituir
todas las redes del Valle de México, se obtienen costos de entre
3 y 4 pesos por m3. A través de un programa efectivo, en aproximadamente tres décadas se podría alcanzar la meta de la
sustentabilidad hídrica de la Zona Metropolitana del Valle de
México.
Cualquier otra alternativa para importar agua de una cuenca
externa, tendría un costo mayor, entre 10 y 12 pesos por m3, que
incluso podría elevarse aún más.
El tratamiento de aguas residuales y su inyección a los mantos
acuíferos es tres veces más costoso que combatir las fugas y la
compra de derechos de riego.
Es importante subrayar que si se incorpora una nueva fuente por
cualquiera de las vías señaladas, además de generar costos tres
veces mayores a los que resultan del combate a las fugas y la
compra de derechos, un porcentaje elevado del caudal adicional
se perdería por las mismas redes deterioradas.
El gran problema del Valle de México se circunscribe a un inadecuado manejo del agua. Disponibilidad del recurso se tiene, el
problema radica en cómo operar y administrar el agua. En
México sería conveniente contratar la operación del agua
potable con empresas privadas que podrían ser más eficientes,
pues actuarían con mayor autonomía que los organismos operadores. Esto sería factible siempre y cuando la contratación
garantice el aumento de la eficiencia, con lo que ganarían tanto
la empresa contratada como la sociedad. Como el agua es un
servicio monopólico por naturaleza, los gobiernos municipales
y estatales deben responsabilizarse, tanto de la regulación como
de la fijación de las tarifas.
Un niño carga una cubeta
para hacer frente a la
escasez de agua potable
en Chilpancingo, Guerrero,
fenómeno que se agudiza
cada vez más en ese
municipio.
NOTIMEX/FOTO/ALEJANDRINOGONZÁLEZ/FRE/ENV/
365
El camino hacia la eficiencia
y el control del Agua No Contabilizada
Ramón Vila Sánchez
ara comprender la complejidad del problema en el Valle de México debe tenerse en cuenta que cada uno
de los municipios conurbados es gobernado por diferentes partidos políticos y por ende cada uno tiene
sus propias políticas hidráulicas. Esta situación propicia que en general el tema de las fugas se ataque de manera incipiente y no de manera integral. Para alcanzar logros en materia de fugas debe existir continuidad
en las acciones y programas de recuperación de Agua No Contabilizada (ANC), a pesar de los cambios en las
administraciones. A continuación se muestran los factores que favorecen la presencia de fugas:
P
1
(1)
Casas habitación de tipo
popular en el municipio
de Huixquilucan, en
el Estado de México.
CFM
(2)
Zanja abierta para
la introducción de tubería
de los trabajos recientes
del Macrocircuito de
Distribución de Agua
Potable hacia el oriente
del Estado de México.
ACR
(3)
Panorámica de vivienda
popular en el municipio
de Chimalhuacán,
en el Estado de México.
ACR
366
(Página siguiente)
Obras de infraestructura
en el Anillo Periférico en
la zona oriente de la Ciudad
de México, donde confluyen
las delegaciones Iztacalco,
Venustiano Carranza
y el municipio
de Nezahualcóyotl.
NOTIMEX/FOTO/LUIS
AYALA/COR/POL/
2
3
Infraestructura deficiente
por crecimiento desordenado
La necesidad de sustituir
tuberías en el Distrito Federal
El factor demográfico
Un problema que favorece la
presencia de fugas en la red
hidráulica del Valle de México es
el crecimiento desordenado de
la zona conurbada. Este proceso
propicia la instalación de materiales inadecuados en las tuberías y en las conexiones de las
tomas domiciliarias, lo que origina un problema: las redes y las
tomas nacen con fugas, debido
a que no se cuenta con una pertinente supervisión y no se tienen materiales adecuados.
El Distrito Federal tiene aproximadamente 12 mil 500 km de
redes, de las que se han sustituido mil 900 km por tuberías
de polietileno de alta densidad,
que son adecuadas para zonas
de asentamientos y sismos. Ese
proceso también es aplicable en
las tomas domiciliarias.
En el Valle de México se deben
respetar los programas de crecimiento demográfico y los
planes de desarrollo urbano municipales. De lo contrario, se fomenta el establecimiento de
asentamientos irregulares que
posteriormente tendrán que ser
normalizados. Ante este fenómeno, los organismos operadores trabajan contra el tiempo,
instalando redes hidráulicas en
los asentamientos que antes estuvieron en una situación irregular.
Otra causa de la presencia de
fugas está relacionada con la
construcción de asentamientos
en zonas sísmicas, de hundimientos y asentamientos, en
donde deben instalarse tuberías
específicas para esas condiciones.
La sustitución e instalación de
tubería con materiales propicios
ya se está dando en el DF, pero
debe continuar ya que existen
zonas que se hunden entre 10 y
30 cm cada año. Particularmente deben sustituirse las tuberías construidas con asbesto-cemento, ya que tienden a
fracturarse en caso de sismo o
asentamiento.
Un factor que alienta la presencia de fugas es la ejecución de
programas sociales que fomentan la participación de la sociedad y el gobierno en la ejecución de obras, propiciando que
las construcciones y los materiales sean inadecuados.
EL CAMINO HACIA LA EFICIENCIA Y EL CONTROL DEL AGUA NO CONTABILIZADA RAMÓN VILA SÁNCHEZ
Un programa de sectorización es un medio para cuantificar el Agua No Contabilizada (ANC) dentro de una red
hidráulica. Cuando se sectoriza la red, se cuenta con información respecto a las entradas y salidas, a partir de
lo cual es posible conocer los problemas físicos. Por ejemplo, si a una zona se le suministran 100 litros/s y sólo
se están facturando 40, entonces puede inferirse un problema de fugas o un Volumen No Contabilizado (VNC),
cuyo origen sea una toma clandestina o consumos no registrados, es decir las pérdidas operacionales.
División en sectores. En un esquema de
sectorización, la red de distribución secundaria se divide en sectores y en cada
uno de ellos se controlan las presiones y
los caudales. Lo anterior nos permite conocer la Eficiencia Física (EF), es decir,
cuánto estamos facturando de lo que estamos suministrando, y la Eficiencia Comercial (EC), es decir, cuánto estamos
cobrando sobre lo facturado.
Diagnóstico. Cuando se logra un primer
balance de cada sector, es posible determinar dónde es necesario cambiar tuberías, sustituir conexiones domiciliarias,
o aplicar un programa de detección de
fugas no visibles y visibles para repararlas.
En algunos casos hay zonas muy dañadas
donde un programa de detección y reparación de fugas no tendría utilidad. En tal
caso, deben cambiarse todas las tuberías
dentro de un programa donde se mida de
origen, utilizando los esquemas propios
de la sectorización. Es muy importante
que la sectorización tenga continuidad,
de lo contrario, lo que se invierta no dará
resultados.
Operación. La sectorización es parte de
la operación, no así de la inversión. En
consecuencia, el mantenimiento es parte
de la sectorización, es decir, aquellas actividades que implican la sustitución de
tuberías, el cambio de tomas, la instalación de medidores y en general todos
los dispositivos que ayuden a conocer eficiencias en los sectores.
Prevenir antes que corregir. En la actualidad, en la mayoría de los municipios se
combate las fugas de manera intermitente, utilizando procedimientos correctivos, no preventivos. Es decir, no se trabaja para encontrar aquellas fugas imperceptibles a la vista, sino que se reparan
únicamente las que se detectan visualmente. La sectorización debe aplicarse,
en todos los casos, bajo una visión
preventiva.
Barrer de la fuente hacia fuera. Para
llevar a cabo la sectorización, la red debe
trabajarse con una secuencia lógica, es
decir, lo que debe hacerse es sectorizar o
barrer la red, de la fuente de abastecimiento hacia fuera. De esa manera, a
medida que llegue el agua de la fuente
de abastecimiento, ya sea de un pozo o
una planta potabilizadora, las redes que
estén más cerca ya no tendrían fugas si
trabajan eficientemente y así sucesivamente hasta que nos alejemos cada vez
más de la fuente de abastecimiento.
Dispositivos para la medición. Para llevar
a cabo este proceso son útiles algunos
dispositivos que ayudan a encontrar las
pérdidas en la red. Éstos deben utilizarse
sobre todo en la noche, cuando suben las
presiones porque no hay consumos, situación que hace más evidente la presencia de un VNC. Los caudales conocidos son las tomas que se tienen registradas y los no conocidos son fugas o
tomas clandestinas.
367
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
1
(1)
Personal de la Comisión
Nacional del Agua
(Conagua), repara una
tubería en la comunidad
de Palmillas en los límites
de Toluca y Almoloya de
Juárez, como parte de los
trabajos de mantenimiento
del Sistema Cutzamala.
NOTIMEX/FOTO/FRANCISCO
CONTRERAS/FRE/HUM/
(2)
Inundación en la Zona
Metropolitana de
Guadalajara (ZMG),
en el estado de Jalisco.
NOTIMEX/FOTO/LUIS
MORENO/LFM/DIS/
2
El camino hacia la eficiencia
En el país se han detectado zonas cuyos
problemas de VNC deben ser resueltos de
manera regional e integral. Así sucede en
los estados de San Luis Potosí, Zacatecas,
Aguascalientes, la zona centro de la República, así como en la Comarca Lagunera,
integrada por 11 municipios del estado de
Durango y cinco de Coahuila, donde se
comparten problemáticas que deben ser
resueltas de manera integral.
En estas zonas la regla debe ser la eficiencia y olvidar el paradigma que resuelve los problemas en función del
incremento de la oferta. Esta filosofía
tiene que cambiar porque los recursos
económicos son muy limitados y porque
ya no se dispone de agua susceptible de
ser importada.
Una solución factible es hacer más eficientes a los organismos operadores, regulándolos y calificando su desempeño.
368
Para que los organismos operadores realicen con mayor eficiencia sus funciones,
debe existir un ente regulador que les
califique eficiencias y cumplimiento de
metas, entre otros factores. De lo contrario, cada organismo seguirá trabajando
con sus propios medios sin alcanzar una
eficiencia significativa. La presencia de un
ente regulador es favorable para el organismo operador, ya sea de manera directa
o en caso de que éste tenga una concesión delegada en una empresa privada.
Un ente regulador debe funcionar con independencia de la esfera política; tener
una estructura multidisciplinaria y traslapada respecto a los periodos gubernamentales de manera que haya continuidad en las acciones del organismo
operador. Lo anterior se justifica porque, si
bien Conagua es la institución que fija las
políticas a nivel federal y las aguas son
propiedad de la nación, los municipios son
los responsables de administrar el agua. La
continuidad es fundamental pues, si no la
EL CAMINO HACIA LA EFICIENCIA Y EL CONTROL DEL AGUA NO CONTABILIZADA RAMÓN VILA SÁNCHEZ
QUIENES TRABAJAMOS EN
EL AGUA SOMOS COMO
BOMBEROS: NOS DEDICAMOS
A APAGAR FUEGOS. ES DECIR,
SALE UNA FUGA POR ALLÁ,
YA SE HUNDIÓ AQUÍ,
YA SE INUNDÓ ACULLÁ,
Y ASÍ ESTAMOS TODO EL TIEMPO,
PORQUE CARECEMOS DE UNA CULTURA
DE LA PREVENCIÓN Y PLANEACIÓN
DE LARGO PLAZO.
RVS
hay en las políticas hidráulicas, no habrá
resultados. En particular respecto al ANC,
porque ésa es la debilidad de los organismos operadores: las eficiencias.
Otra razón por la cual se justifica la presencia de un ente regulador tiene que ver
con las tarifas. Las tarifas deben calcularse
con criterios técnicos ya que generalmente
son insuficientes para solventar, incluso, la
operación, es decir, el gasto corriente. Por
ende, los organismos operadores están
obligados a realizar planeación e ingeniería para ser más eficientes.
Respecto a su ubicación geográfica, los
entes reguladores deberían trabajar por
cuenca, porque así se resuelven los problemas de manera regional.
Para evitar las fugas desde su origen, las
obras hidráulicas deben ser ejecutadas por
el gobierno y empresas privadas, bajo una
estricta supervisión tanto en la calidad de
los materiales utilizados como en la
construcción. No obstante, en México el
crecimiento demográfico y las contrariedades derivadas de las fugas en las redes
son un problema exponencial que rebasa
en ocasiones la capacidad gubernamental. Por ejemplo, esto sucede en el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo,
que crece a una tasa de 10% anual.
En los países con altas eficiencias, los técnicos y los entes reguladores tienen una
participación interactiva en la gestión y
administración del agua.
Hundimiento registrado
en la delegación Álvaro
Obregón afectó a dos
viviendas y se llevó consigo
un árbol y un vehículo que
por la mañana fueron
retirados del lugar. Dicha
cavidad medía más de 6 m
de diámetro y 8 m de
profundidad y se formó
en la calle Alcanfores casi
esquina con Calzada
de las Águilas, en la Ciudad
de México.
NOTIMEX/FOTO/JULIO
CESAR VEGA/JCV/DIS/
México, al igual que otros países emergentes, padece los mismos problemas en
cuanto a volúmenes de ANC. Lo mismo
sucede en ciudades del continente africano y en Latinoamérica, salvo Chile y algunas ciudades de Colombia. Por su parte,
los países avanzados e industrializados,
sobre todo de Europa Occidental, han logrado magnos resultados, alcanzando eficiencias de 90 y 95% en función de lo que
suministran y lo que cobran.
369
Panorámica de la zona
de Cuajimalpa, en la Ciudad
de México.
CFM
El poniente de la Ciudad de México
El poniente de la Zona Metropolitana del
Valle de México (ZMVM) es una zona propicia para comenzar un Programa de Sectorización. La razón es lógica: ahí llegan
los caudales de los sistemas Lerma y
Cutzamala, lo cual produce alta presión.
Resulta necesario controlar las presiones
y caudales de todo el poniente, ya que, si
se logra eficientar esa zona, se liberaría
agua para abastecer la parte baja de la
ciudad. En el poniente de la ZMVM se registran presiones de hasta 10 kg/cm2 en el
suministro de agua. Con tal nivel de presión, lo que debe hacerse es buscar las
fugas no visibles.
La creciente demanda, resultado
de la redensificación
Para analizar la creciente demanda de
agua, resulta útil recordar que el DF tiene
tasas negativas de crecimiento poblacional, no obstante, con la aplicación del
Bando Dos, algunas delegaciones se redensificaron, por ejemplo Benito Juárez y
Miguel Hidalgo. Ello provocó que las
dotaciones de agua por habitante al día
se redujeran. En ese caso, si se recuperara
agua de las redes, de poniente a oriente,
se reestablecería la dotación aunque en
un volumen pequeño, es decir, se llevaría
el suministro al nivel previo a la promulgación del Bando Dos.
La altitud, enemiga de la presión
El promedio de altitud en la Ciudad de
México es de 2 mil 240 msnm, aunque
existen casos en los se ha edificado
vivienda a 2 mil 700 msnm. Eso complica
la distribución adecuada del líquido, ya
que, por la altitud, no se logran las presiones adecuadas. Casos así pueden encontrarse en la delegación Milpa Alta y
partes altas de Xochimilco, Iztapalapa,
Gustavo A. Madero y Tlalpan.
370
Una prueba de la redensificación en el DF
puede corroborarse en el padrón de usuarios, el cual registró hasta 40 mil usuarios
adicionales, tan sólo en la delegación Benito Juárez. La redensificación en el DF ha
acarreado problemas de abasto ya que esa
política se sustentó sobre la base de que
esas delegaciones ya contaban con la infraestructura para recibir usuarios adicionales, cuando en realidad no se adecuaron las redes ni los diámetros para
otorgar ese servicio a la población.
EN MUCHAS DE LAS SOLUCIONES NO SE TIENE QUE APRENDER
DE OTROS PAÍSES, HAY QUE INGENIÁRNOSLA PARA RESOLVER
NUESTROS PROBLEMAS. NO OBSTANTE, PODEMOS TRAER LA
TECNOLOGÍA QUE SE UTILIZA EN EL EXTRANJERO. TENEMOS
RETOS PARTICULARES EN RELACIÓN AL AGUA POTABLE Y EL
SANEAMIENTO DE LA CIUDAD DE MÉXICO QUE NO PODEMOS
RESOLVER SIN TOMAR EN CUENTA EL CONTEXTO GLOBAL,
NO SÓLO DE LA ZONA CONURBADA, SINO DE LA CUENCA
DEL VALLE DE MÉXICO.
RVS
Los retos del Valle de México
Una necesidad imperante para afrontar
los grandes retos que implica la creciente
demanda de agua en el DF es hacer eficientes sus redes y optimizar los consumos.
El DF ya no tiene fuentes propias, pues su
acuífero está sobreexplotado. Además, el
agua extraída en general es de muy mala
calidad y si se sigue extrayendo del subsuelo la ciudad continuará hundiéndose.
Actualmente está en marcha un programa
que busca medir el suministro a todos los
usuarios en aras de bajar el consumo en
la ciudad. Medida importante, pero además debe sectorizarse y atacar el problema de las fugas y el ANC para disminuir el porcentaje a niveles de los estándares internacionales, que oscilan
entre 85 y 95 por ciento.
El tema es de orden estratégico si se habla
de un probable escenario de escasez en el
DF. Ante tal escenario, la ciudad debe usar
con eficiencia el agua que ya tiene. En
este momento sólo recibe tratamiento 7%
de las aguas residuales que se generan en
la ciudad, cifra que denota que el reúso
del agua como una alternativa es muy
incipiente.
En el DF, la sectorización cobra una importancia de primer orden dados los problemas de competencia de abastecimiento de agua. Es importante reconocer
que alrededor de la tercera parte de las
fuentes de abastecimiento del DF están
fuera de la ciudad, en específico en el Estado de México, situación que deriva en
una competencia por el recurso vital.
Además, existen zonas de riego en la periferia que todavía utilizan agua potable.
Este hecho puede evitarse intercambiando
agua, es decir, enviar agua residual tratada para el riego de cultivos y a cambio
recibir de los campesinos agua potable.
Antes de pensar en traer agua de otras
cuencas, la principal acción que debe fomentarse es la eficiencia de la red, ya que
el DF es una zona donde el recurso es
escaso.
Tampoco debe perderse de vista que la
creciente demanda no proviene del DF,
cuya población alcanza casi 9 millones de
personas, sino que proviene de los estados de México e Hidalgo.
371
La sectorización, herramienta hacia
una gestión eficiente de la distribución
de agua potable
José Roberto Cagigas Velásquez
SISTEMA DE
MACROMEDICIÓN
Medición que permite
conocer la cantidad de agua
que entra y sale de un
sector hidrométrico.
El macromedidor es un
instrumento de tipo
mecánico y eléctrico
que permite determinar
el gasto instantáneo y
el volumen acumulado al
momento de la lectura, a
partir de la distribución
de velocidades dentro de
la sección transversal
del flujo en una tubería.
a sectorización de redes de agua potable es una herramienta
tecnológica que permite un mayor dominio de la operación a
partir del control de las presiones y la medición del flujo de agua.
Los resultados se miden a partir de la recuperación de Agua No
Contabilizada (ANC) y el desarrollo de políticas de operación
cuyo objetivo es lograr la ubicación y reducción progresiva de
estas pérdidas hacia una gestión eficiente del recurso.
L
En la actualidad, los organismos operadores del país enfrentan
cotidianamente el reto de aumentar la disponibilidad de agua. El
desafío de municipios y organismos operadores es eficientar el
uso del agua disponible, a partir de una infraestructura hidráulica equipada que evite los desperdicios en los procesos de
captación, conducción y distribución. Por tanto, el objetivo primordial a corto plazo es recuperar el agua perdida en consumos
no autorizados, ya sea en fugas en tomas domiciliarias, en la distribución de la red, en almacenamiento, en diferentes procesos
de potabilización, y en los errores de medición. Esta agua perdida
es denominada Agua No Contabilizada (ANC).
Los porcentajes de agua recuperada permiten su utilización en
áreas que padecen un servicio irregular y además aminoran los
costos ecológicos producidos por un incremento en la explotación del recurso, hasta lograr su aprovechamiento eficiente.
Al respecto, en el país y en el Estado de México cada vez son
más comunes los organismos operadores que tienen una estructura comercial desarrollada y que buscan acceder a tecnologías
que disminuyan de manera considerable los porcentajes de ANC.
Así sucede con los organismos de la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Querétaro, León, Mexicali, así como Naucalpan
de Juárez y Tlalnepantla de Baz, en el Estado de México.
¿Qué es un sector hidrométrico?
Un sector, en el sistema de distribución de agua potable de una localidad, es un área delimitada por válvulas de seccionamiento cuyo interior alberga un conjunto de usuarios con consumo autorizados, es
decir, la cantidad de agua que sale y entra del sector es registrado en
un intervalo de tiempo establecido. De esa forma, a partir de los registros del volumen total de agua que entra y sale del sector, la presión y el consumo, datos que son almacenados por los equipos de
medición, es posible establecer el balance hidráulico para el control y
mejor gestión del servicio del agua.
372
SISTEMA DE
MICROMEDICIÓN
Medición de consumos
de agua autorizados dentro
del sector.
El micromedidor para una
toma domiciliaria es un
instrumento mecánico
que permite, mediante
principios hidráulicos,
cuantificar el volumen del
agua que corre a través
de los mecanismos del
medidor. La cuantificación
se realiza por medio de
lecturas bimestrales del
volumen consumido al
momento del corte. Una
toma domiciliaria es
aquella parte del sistema
de abastecimiento por
medio de la cual el
usuario dispone de agua
en su propio predio.
CONTROL DE PRESIONES
Consiste en la reducción
controlada de la presión
a valores permitidos dentro
de un sector hidráulico.
La válvula reguladora de
presión (VRP) es un
equipamiento mecánico
que mantiene estable la
presión hidráulica en la
salida de la válvula
principal de control,
independientemente de
las variaciones en la
presión de entrada.
* Imágenes del Archivo JRCV
LA SECTORIZACIÓN, HERRAMIENTA HACIA UNA GESTIÓN EFICIENTE DE LA DISTRIBUCIÓN DE AGUA POTABLE JOSÉ ROBERTO CAGIGAS VELÁSQUEZ
Objetivos de la Sectorización
a) Reducción de las presiones
a valores permitidos.
El control de las presiones permite reducirlas a valores autorizados, disminuyendo el número e intensidad de las fugas.
Adicionalmente, el control de
las presiones facilita la conducción del agua a regiones o sectores predeterminados en los
que la disponibilidad de agua
sea limitada.
b) Determinación del valor
del Agua No Contabilizada
(ANC).
La cantidad de Agua No Contabilizada (ANC) se obtiene de
la suma de los siguientes factores: fugas en la red + fugas
en la toma domiciliaria + consumos no autorizados (clandestinaje) + errores en la medición.
Para evaluar estos componentes, se requiere la instalación
total de la macromedición, incluyendo la instalación de las
VRP. La instalación de micromedidores es un proceso gradual que otorgará mayor precisión al balance hidráulico del
sistema o del sector progresivamente.
c) Estimación del volumen que
se pierde en las fugas en la
red y en las tomas domiciliarias, los consumos no
autorizados, además de
la cobertura y los errores en
la medición.
Desde el arranque del sistema
sectorizado se necesita un
diagnóstico constante que evalúe los valores de ANC y las
variaciones de acuerdo a la demanda y presión en el tiempo. A
partir de este diagnóstico,
además de las simulaciones
numéricas del sistema, podría
sugerirse el tipo de acciones
para aislar cada una de las variables que definen la magnitud
del Agua No Contabilizada.
373
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
El balance hidráulico y la relación entre la macro y micromedición
La existencia y operación confiables de la macro y micromedición en la sectorización hidrométrica de redes, son imprescindibles tanto para determinar con precisión los volúmenes que
entran, salen y que son consumidos en el sector estudiado, como
también para estimar los componentes del ANC, lo que requerirá
de un perfil instantáneo del consumo de los usuarios.
Agua que se queda
Figura A. Se muestra un registro típico del comportamiento
del agua en el sector, cuando a las 11:45 horas del sábado
llega a su máxima demanda y a su mínima a las 3:45 horas,
en la madrugada de ese mismo día; este gasto mínimo
registrado puede representar los volúmenes originados por
el llenado de tinacos y cisternas de los usuarios, así como
a la cantidad de agua perdida por la manifestación de fugas
debido a las altas presiones a esas horas de la madrugada.
La diferencia aritmética entre la macromedición de entrada y de
salida del sistema, permite determinar la cantidad de agua que
se queda en el sector en el periodo de análisis. Véase la figura A.
El agua que se queda en el sector pudo consumirse de la siguiente manera: diferentes consumos autorizados micromedidos y no micromedidos por los usuarios; consumidos en usos no
autorizados (clandestinaje), desperdiciada en forma de fugas en
la red o en ramales domiciliarios.
Agua no contabilizada
Figura B. Se muestra el resultado del balance entre
la macromedición de entrada, salida y la micromedición
del consumo en el sector, es decir, el ANC. La mayor parte
del ANC se debe a usos no autorizados, en este caso
corresponde a 16% del agua que se queda en el sector.
La suma de los tres últimos volúmenes no medidos representa el
ANC. Los resultados de los balances antes mencionados, permiten determinar los sectores hidrométricos con ANC mayor a
10%, en los cuales será necesaria la definición de acciones con
niveles de prioridad diferentes para la recuperación del Agua No
Contabilizada. Para determinar y separar los componentes del
ANC, se debe partir de la variación del consumo micromedido
disponible en forma instantánea. Conocida la variación en el
tiempo del consumo micromedido, como se muestra en la figura
B, y la variación instantánea del agua que se queda, la diferencia entre las dos representa las variaciones en el tiempo del Agua
No Contabilizada.
Presión y el Agua No Contabilizada
Figura C. Se muestra un sector hidrométrico con un alto
porcentaje de consumos no autorizados. Puede observarse
que el mayor valor del ANC se presenta en un horario 1:45
am, lo cual es un indicio de que la componente más
importante del ANC tiene origen en las fugas, ya que este
se asocia a la presencia de altas presiones y malas
condiciones en tuberías.
374
La figura C muestra el comportamiento instantáneo del ANC y
las variaciones de la presión. Como se observa en la gráfica, los
consumos mayores del ANC suceden en horarios matutinos,
cuando la demanda crece y la presión del suministro baja; sin
embargo, el valor del ANC de horarios nocturnos y al amanecer
no son despreciables, por lo que puede concluirse que los consumos no autorizados (clandestinaje), representaron en este sector hidrométrico, el componente de mayor valor.
LA SECTORIZACIÓN, HERRAMIENTA HACIA UNA GESTIÓN EFICIENTE DE LA DISTRIBUCIÓN DE AGUA POTABLE JOSÉ ROBERTO CAGIGAS VELÁSQUEZ
El proceso de diseño de la sectorización de un sistema
La demanda de agua en los núcleos urbanos reviste una problemática especial para las autoridades estatales, las municipales
y los profesionales del agua. El reto implica considerar la demanda futura de la población y la disponibilidad actual del
recurso, por lo que es necesario eficientar el manejo y consumo
del agua disponible.
Figura D. Diagrama de los procesos
fundamentales del proyecto de sectorización.
La justificación técnico-económica de un Proyecto de Sectorización de redes de distribución, considera como beneficios inmediatos, durante la implantación de la sectorización de redes,
la reducción de las presiones excesivas en la red de distribución
y, en consecuencia, la presencia de fugas y el volumen de pérdidas. Lo anterior permitirá disponer de agua para áreas urbanas
cuyo servicio del agua es intermitente.
Al comenzar el proceso de diseño e iniciar la sectorización de las
redes de agua potable deben considerarse acciones para mejorar el área comercial del organismo de servicios de agua, a fin de
erradicar prácticas operativas y comerciales deshonrosas y perjudiciales, todas ellas generadas entre los usuarios y el personal
del organismo, por ejemplo la instalación de tomas clandestinas, la aceptación del no pago y el aumento del rezago en el
pago del servicio.
De acuerdo con la experiencia en la implantación del proyecto,
el área del sector que dará inicio a su aplicación debe ser seleccionada en función de la aplicación de inversiones reducidas
que permitan rescatar rápidamente una importante cantidad de
Agua No Contabilizada.
Una vez implantado el sector, es posible encontrar incertidumbres durante el balance hidráulico de las mediciones obtenidas.
El resultado del balance puede cuestionar, incluso, si toda el agua
que entra y sale del sector está siendo medida. Una vez superada la incertidumbre, el diagnóstico del balance hidráulico debe
recomendar el tipo de acciones, ya sean de tipo comercial para
la detección y corrección del clandestinaje, o de tipo operativo,
donde sea necesario rehabilitar las redes de distribución de agua.
La definición y arranque de dichas acciones y las inversiones requeridas revisten gran importancia ya que siempre será exigida
la recuperación real de Agua No Contabilizada.
375
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Los retos a vencer
En el contexto de la sectorización de redes de agua potable, la recuperación del ANC
no debe ser considerada sólo como una meta física, sino un constante trabajo para
mantener los estándares de calidad en el servicio, con alta eficiencia en el uso y consumo del agua. En este sentido, el ahorro en inversiones de infraestructura necesaria
a futuro es resultado de una mejor proyección de la demanda de agua potable.
En la actualidad, los organismos operadores tienen una mayor autonomía en gran parte
de sus operaciones, sin embargo, lo hacen en un entorno con recursos financieros
limitados y una cada vez mas reducida y contaminada cantidad de agua.
Abordar las soluciones, en un entorno de concordancia, representa un reto para los
responsables del manejo del organismo operador y las autoridades municipales. Es un
objetivo que no debe ser postergado, sino reconocido como un tema prioritario que implica la disponibilidad y calidad del agua.
Las acciones deben ser definidas para realizar proyectos u obras detonadoras que
mejoren las condiciones de calidad y cantidad de suministro de agua potable, deteniendo el proceso de contaminación del líquido.
Las acciones en infraestructura deben acompañarse de un cambio en la relación organismo-usuario, ya que desde esta visión la problemática posee diversas aristas. Una de
ellas es que, además de tener un gran componente de necesidades en infraestructura,
también hay rezago en la atención por parte de las áreas comerciales del organismo
operador. En este rubro se encuentran, por ejemplo, el rezago en el pago de los servicios por parte de los usuarios, lo cual genera una imagen negativa en aquellos usuarios cumplidos.
Otro gran reto es la proliferación de tomas clandestinas o consumos no autorizados.
La problemática tiene origen en las necesidades del usuario que día a día se incrementan, ya sea por el aumento del número de habitantes o por el tipo de actividades
que realiza en su domicilio.
Los trabajos de conexión a la red no deben ser realizados por inexpertos, dado que no
cualquier fontanero o plomero puede controlar los riesgos que pueden dañar la tubería
de la red de distribución, y con ello crear un problema mayor. Tales son las razones por
las cuales el usuario contrata al experto, que la mayoría de las veces resulta ser un
empleado del organismo operador.
Las tomas clandestinas pueden ser construidas desde una derivación ilegal realizada al
cuadro actual de la toma, o bien, en forma más radical, construyendo un nuevo ramal
desde la red de distribución.
Sin embargo, la construcción de un ramal domiciliario nuevo siempre puede ser detectado por el organismo operador, debido a las huellas marcadas en el pavimento de
la calle.
376
LA SECTORIZACIÓN, HERRAMIENTA HACIA UNA GESTIÓN EFICIENTE DE LA DISTRIBUCIÓN DE AGUA POTABLE JOSÉ ROBERTO CAGIGAS VELÁSQUEZ
A ese tipo de consumo no autorizado deberá agregársele la instalación de una bomba
que succiona el agua en el ramal o derivación clandestina, con lo cual el usuario altera las condiciones de presión en la red de distribución.
El reto es diseñar y llevar a la práctica una estrategia para identificar, sancionar y
corregir estas conductas en el usuario, de forma que cambie su actitud informándole
de las repercusiones que tienen esas prácticas tanto en el sistema de distribución, en
sus vecinos y en el patrimonio del sistema, que al final de cuentas también es suyo.
El motor de cambio para esas problemáticas es un planteamiento real y preciso en el
tiempo de las necesidades de agua futura, los recursos disponibles recaudados, las
acciones, proyectos, obras e inversiones necesarias, de los cambios de actitud que deben
asumirse entre usuarios, funcionarios y autoridades para resolver cada una de las problemáticas descritas, frente a un desafío común: el agua para existir.
Visión a futuro
LA ENORME EXPERIENCIA ACUMULADA EN AÑOS DE INVESTIGACIÓN TECNOLÓGICA
Y TRABAJOS EN LA OPERACIÓN DE LOS SISTEMAS HIDRÁULICOS AL SERVICIO DE LA
CIUDADANÍA, SIEMPRE HA ESTADO ENCAMINADA A LLEVAR AGUA A LAS
CIUDADES Y HASTA LA ÚLTIMA Y MÁS PEQUEÑA COMUNIDAD DE NUESTRO PAÍS.
SIN EMBARGO, EN EL PROCESO HEMOS OLVIDADO QUE EL AGUA ES UN RECURSO
QUE SE CONTAMINA Y QUE SI SE UTILIZA, CONDUCE Y ALMACENA SIN LOS
CUIDADOS QUE ESTO MERECE, NO ALCANZARÁ PARA TODOS.
LA SECTORIZACIÓN HIDROMÉTRICA DE LAS REDES DE AGUA POTABLE ES UN
CAMINO ALTERNO, QUE APORTA AL MANEJO DEL AGUA UNA MEJOR GESTIÓN
DE LOS SERVICIOS DE DISTRIBUCIÓN, QUE A TRAVÉS DE UNA ADMINISTRACIÓN
CONSTANTE Y EFICAZ, PERMITE LA RECUPERACIÓN DE PÉRDIDAS FÍSICAS DE AGUA,
AUMENTANDO CON ESTO LA DISPONIBILIDAD INMEDIATA DE AGUA Y UN ACCESO
EQUITATIVO AL AGUA PARA TODOS LOS MEXICANOS.
LA SECTORIZACIÓN HIDROMÉTRICA, EN CONJUNTO CON UNA MEJOR CULTURA DEL
USO DE AGUA, PERMITIRÁ EL CONTROL EN LA DEMANDA DE AGUA Y UNA MEJOR
PROYECCIÓN PARA LA DEMANDA FUTURA DE AGUA POTABLE.
JRCV
377
Vista de las instalaciones
de la Macroplanta de
Tratamiento Toluca Oriente,
en el municipio de Toluca,
en el Estado de México.
CFM
378
EL REÚSO DEL AGUA
ANTICIPANDO REALIDADES
379
Alejandro Rodríguez Jiménez
El tratamiento de aguas residuales
como método para resarcir el deterioro
de los valles de México y Toluca
1
(1)
Colector de aguas crudas
en la Macroplanta de
Tratamiento Toluca Oriente,
en el municipio del mismo
nombre, en el Estado
de México.
CFM
(2)
Instalaciones para
el pretratamiento
en la Macroplanta
de Tratamiento Toluca
Norte, en el municipio
del mismo nombre,
en el Estado de México.
CFM
(3)
En primer plano se observa
un reactor biológico
y al fondo las estructuras
de digestión de lodo, en
la Macroplanta de
Tratamiento Toluca Norte.
CFM
2
Sobre el tratamiento de agua
El tratamiento previo
El tratamiento secundario
Según un principio básico de ingeniería sanitaria,
el contaminante debe ser removido en la fuente
para evitar que se mezcle. De no hacerlo, su separación será más compleja ya que el volumen de
contaminantes se diluirá, se desencadenarán compuestos y se potencializarán reacciones que abrirán la puerta a la aparición de sustancias extrañas.
El tratamiento secundario es una operación que
usualmente involucra la participación de microorganismos dentro de un reactor biológico, cuya
misión es tomar el material orgánico presente en
el agua residual. Cuando se trata de procesos biológicos aireados mecanizados, esta operación se
conoce como reactor biológico, proceso en el que
el aire puede suministrarse mecánicamente o por
difusión, siempre y cuando se fomente un ambiente
propicio para el crecimiento de microorganismos
especializados en consumir materia orgánica.
Previo a la depuración, existe una etapa conocida
como pretratamiento, cuyo fin es atrapar esencialmente la materia flotante que lleva el agua, es
decir, todo sólido cuya presencia debe eliminarse;
en esta etapa también se retienen sólidos sedimentables de origen inorgánico, es decir, todo
aquello que proviene de materiales de obras, ya
sea polvo o fragmentos de construcción. En esta
fase se suprimen, además, las grasas y los aceites,
que van suspendidos en la superficie del agua, por
diferencia de densidad. Cuando se concluye esta
fase, se considera que el agua está pretratada.
El tratamiento primario
En el tratamiento primario, que comúnmente se
hace en plantas municipales, se termina de separar la grasa y el aceite que flotan, reteniendo también las partículas que se denominan discretas, las
cuales por su propio peso sedimentan.
380
3
Los organismos utilizan la materia orgánica que
está presente en el agua residual para sintetizar
nuevas células y para subsistir. En este proceso
debe hacerse lo necesario para mantener cierta
población de microorganismos en el recipiente, en
función de la cantidad de carga orgánica que se
recibe del tratamiento primario. Una vez realizado
lo anterior, se cuenta con la presencia de microorganismos que, suspendidos en el agua residual,
forman un fluido conocido como licor mezclado,
donde toda la masa de agua que está dentro del
recipiente se encuentra en movimiento, lo cual es
indispensable para evitar el desarrollo de condiciones indeseables en un sistema aireado.
El agua saliente del proceso biológico se envía a
un sedimentador secundario, donde se separan los
EL TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES COMO MÉTODO PARA RESARCIR EL DETERIORO DE LOS VALLES DE MÉXICO Y TOLUCA ALEJANDRO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ
El tratamiento terciario
Previo a su desinfección, el agua se somete a una
filtración para que sea depurada su apariencia,
eliminando la turbiedad y aquellos sólidos diminutos que hayan resistido el tratamiento secundario y posteriormente, el agua tratada se introduce a una unidad de adsorción, con objeto de
eliminar la presencia de color y olor. En ese momento, el fluido tratado es desinfectado y se considera como agua de tratamiento terciario.
1
biosólidos generados en el reactor, que son colonias de microorganismos con un peso considerable
y que están en condiciones de irse al fondo del
tanque.
El sobrenadante se conduce a la siguiente operación unitaria y los microorganismos que quedan
en el fondo del tanque son regresados con ayuda
de bombas al reactor biológico, a efecto de asegurar que la población que allí se tiene sea la
apropiada para remover la carga orgánica que se
recibe. Una vez que se regresan continuamente los
microorganismos, se produce un efecto de concentración. Resulta conveniente que en el reactor
biológico se mantenga una proporción de microorganismos suficiente, de tal manera que compitan para terminar con la materia orgánica presente en el agua residual. En este paso, el lodo biológico se recircula hacia el licor mezclado y una
vez que se tienen suficientes microorganismos, el
excedente es enviado al digestor de lodos.
El siguiente procedimiento consiste en tomar la
capa superior del agua del sedimentador, que
cuenta con una calidad secundaria y se le aplica
un desinfectante para remover los patógenos, con
lo cual el agua está lista para utilizarse de manera
superficial en el riego de áreas verdes, entre otros
reúsos.
El proceso de tratamiento puede continuar con
mecanismos cada vez más complejos. Si antes de
desinfectar se le aplica un floculante al agua, éste
permitirá la captura de partículas que debieron ser
removidas pero que no se logró hacerlo. Posteriormente, el agua se conduce hacia la sedimentación, en donde el líquido es sujeto de un
proceso de clarificación, ya que durante la etapa
en la que se atraparon partículas se produjeron
sólidos que deben ser separados. En este nivel de
tratamiento, el agua adquiere una calidad que resulta excelente para muchos procesos industriales
y que se considera tratamiento avanzado.
2
El proceso de potabilización
El proceso de potabilización del agua tiene como
fin eliminar la materia contaminante proveniente
de la acumulación de elementos, sustancias y
compuestos. El tratamiento del agua se consigue
mediante la integración de operaciones y procesos
unitarios, cuya finalidad es remover uno o un
grupo de contaminantes determinados.
Para continuar con la depuración se acumulan
operaciones y procesos según los requerimientos
de calidad. Si el agua se utilizará para riego y áreas
verdes el tratamiento necesario será el secundario.
Para mejorar la calidad se requiere desbastar el
sustrato remanente o la carga contaminante que
aún se encuentra en el agua, cuya remoción requerirá operaciones cada vez más especializadas.
Si se desea un nivel de tratamiento superior, el
agua debe someterse a una filtración en membranas, es decir, a un proceso donde se involucran
métodos de ultrafiltración, nanofiltración u ósmosis inversa. Finalmente, si el agua es desinfectada, se obtiene una calidad excelente, suficiente
para cumplir con los parámetros establecidos en
la norma de agua potable.
3
(1)
Vertedores de salida en uno
de los sedimentadores de la
Macroplanta de Tratamiento
Toluca Norte.
CFM
(2)
Canaleta con agua
clarificada rumbo a la etapa
de desinfección en la
Macroplanta de Tratamiento
Toluca Norte.
CFM
(3)
Muestra del agua clarificada
después del proceso
de tratamiento.
ACR
381
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Se observa de izquierda a derecha un par
de lagunas anaerobias así como un par de lagunas
facultativas en Chignahuapan, en el municipio
de Almoloya del Río, en el Estado de México. CFM
Ejemplo de una zanja de oxidación en la región
de Atlacomulco, en el Estado de México. CFM
Planta de Tratamiento Nabor Carrillo,
en el municipio de Texcoco, en el Estado
de México. CFM
Los tratamientos fisicoquímicos y biológicos
Los tipos de tratamiento pueden agruparse en dos grandes bloques: los fisicoquímicos y los biológicos. El fisicoquímico
es adecuado para tratar aguas provenientes de las industrias, por consiguiente
sus costos resultan más elevados. En
cuanto al tratamiento biológico, sus procesos se dividen en sistemas aerobios y
anaerobios, para los cuales en ambos
casos existen sistemas extendidos y compactos.
Los sistemas aerobios y anaerobios
Existen diversos procesos biológicos para
el tratamiento de aguas residuales, cuya
diferencia radica en las características
metabólicas de los microorganismos que
se utilizan. Al respecto, se tienen los procesos aerobios con presencia de oxígeno
y los anaerobios en ausencia de oxígeno.
Ambos sistemas se diferencian particularmente por su consumo de energía. La
energía contenida en la materia orgánica
contaminante utilizada por los microorganismos, denominada Demanda Química de Oxígeno (DQO) o Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), es transformada en diversos productos, dependiendo del metabolismo aerobio o anaerobio de la célula.
382
Los sistemas extendidos
En un sistema extendido es posible tener
una laguna aireada o una anaerobia. Los
sistemas extendidos requieren un terreno
de grandes proporciones, por lo que su
uso es cada vez más reducido debido a la
carencia de espacio. Los sistemas mecanizados aireados extendidos requieren
entre 16 y 24 hr para efectuar su proceso.
En los sistemas extendidos es posible
contar con lagunas en serie: en la primera
puede utilizar el método de desbaste y
trabajar en condiciones anaerobia; la segunda laguna sería facultativa, con la
presencia de organismos aerobios y anaerobios indistintamente. Posteriormente
habría una laguna de maduración o de
pulimento.
Los sistemas intermedios
En los sistemas intermedios, como las
zanjas de oxidación, los procesos fluctúan
entre 24 y 36 hr y forman parte de los
sistemas de aeración extendida. Por otra
parte, las tendencias de hoy se orientan
cada vez más hacia el uso de sistemas
mecanizados. En la región de Atlacomulco se trabaja con zanjas de oxidación, que
son ejemplo de los sistemas semiextendidos, un sistema que requiere menos equipo para incorporar aire al proceso.
Las lagunas de oxidación son sistemas
abiertos, someros, poco controlados y,
por ende, vulnerables a las variaciones de
la temperatura. Su tirante debe estar en
promedio a 1.50 m y si en la superficie se
registra una temperatura ambiente de
0oC, en el agua la temperatura puede
estar por debajo de 13oC, lo que propicia
que básicamente puedan desarrollarse las
bacterias criófilas. Para realizar su función, las lagunas de oxidación requieren
incluso el transcurso de varios días.
Lo deseable en el tratamiento de aguas
es trabajar con organismos mesófilos, que
se desarrollan favorablemente con temperaturas de entre 15 y 25oC. En contraparte, los termófilos, que viven en temperaturas entre 25 y 40oC, son organismos que no resultan muy convenientes
ya que tienden a enquistarse y aletargan
su tarea de depuración.
Los sistemas compactos
En un sistema compacto es posible trabajar con un recipiente anaerobio o reactores aireados. Este proceso de tratamiento requiere menor tiempo que en
una laguna y el agua es tratada en lodos
activados en aproximadamente 4 a 8
horas. En una laguna se requieren 15 días,
lo que implica tener una superficie de
agua prácticamente estable durante ese
periodo, mientras que el flujo debe ser
EL TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES COMO MÉTODO PARA RESARCIR EL DETERIORO DE LOS VALLES DE MÉXICO Y TOLUCA ALEJANDRO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ
Ejemplo de humedales en la Laguna Guadalupe
Victoria, en el Estado de México. ACR
Bosque en el municipio de Coatepec Harinas,
en el Estado de México. ACR
Muestra de inyección al manto acuífero del
Programa Piloto de Inyección al Acuífero, en la
Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte. CFM
constante dentro de un sistema compacto. Respecto al factor eficiencia, en
una laguna el impacto al medio ambiente
es mayor; en contraste, en los sistemas
compactos existe un mayor control del
aire, las temperaturas y los caudales.
Los humedales
Un ejemplo de tratamiento “sobre el suelo” tiene lugar en la zona del Chamizal,
en el estado de Hidalgo, cuya área se
riega con agua cruda, propiciando el escurrimiento hacia pequeñas vertientes y
la infiltración de cierto volumen de agua.
En el Estado de México, el vaso del ex
Lago de Texcoco es un laboratorio de ingeniería. La Planta Nabor Carrillo es una
planta de lodos activados convencionales. Tiene, además, una laguna que forma un medio círculo que constituye una
laguna de oxidación en la que se realiza
la recirculación; dicha ingeniería, de origen israelí, abre la posibilidad de incluir
en sus procesos el pulimiento con base en
plantas acuáticas, y donde además, se
han probado diversas posibilidades de
tratamiento.
Otros procesos que deben señalarse son
aquellos conocidos como humedales, que
son lagunas de tirante corto en las que se
siembran hidrófitas como la lemna y el
tule, cuyo objetivo es realizar un tratamiento final, mediante acciones previas
de desbastado, principalmente.
El tratamiento “sobre el suelo”
Otro tipo de tratamiento es aquel que se
lleva a cabo “sobre el suelo”, el cual inicia cuando el agua cruda escurre sobre el
terreno y se infiltra durante años, con lo
cual se efectúa un proceso de depuración
que, al ir interactuando con los estratos
del subsuelo, propicia la filtración del
líquido de manera natural.
Existe la intención de ejercer programas
gubernamentales para extraer líquido de
la zona del Chamizal para potabilizarla y
desinfectarla, con el objetivo de que sea
utilizada para abastecer ciudades cercanas. No obstante, la calidad del agua
que se está recargando al acuífero es
cuestionable, ya que no existe un sistema
de control. Cuando se hace de manera
ordenada, el agua que servirá para la recarga del acuífero será tratada hasta su
potabilización, con lo cual resultará seguro introducirla al subsuelo.
La recarga de acuíferos
Existen dos métodos para suministrar
agua al acuífero. El primero consiste en
la infiltración natural del caudal, que
descenderá al subsuelo paulatinamente.
La otra opción es la inyección de agua al
acuífero. En ese caso, se utiliza un pozo
profundo que ya no es aprovechado, mediante el cual se reinyecta directamente
agua tratada a través de un conducto.
Infiltración natural. Al infiltrar agua al
acuífero, ésta tiende a escurrir hasta llegar a un lugar donde el agua captada se
mezcla con la que ya se encontraba ahí.
En México existen proyectos muy avanzados sobre normatividad que pretenden
establecer tiempos mínimos, uno o dos
años, antes de su probable extracción,
cumpliendo con la PROY-NOM-014CNA-2003 que establece los requisitos
para la recarga artificial de acuíferos.
Reinyección artificial. Cuando el agua es
inyectada en un sector, ésta se va ramificando por las leyes de la hidráulica,
abriendo la posibilidad de extraerla en
sitios donde se garantice su calidad,
adquirida durante su trayecto de
infiltración en el subsuelo. Para conocer
en qué sitio es propicio extraer el agua
tratada, es preciso monitorear la calidad,
es decir, llevar un registro respecto del
punto en donde se inyectó el caudal
tratado, para después iniciar un seguimiento en función de diferentes distancias y profundidades. De esa forma es
posible determinar el impacto del agua
en función del perímetro de influencia. El
control de calidad incluye un registro de
los parámetros físicos, químicos y bacteriológicos del agua.
383
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
La metodología del tratamiento de aguas residuales
Ejemplo de las aguas
residuales que corren en
el Río de La Compañía,
en el municipio de Chalco,
en el Estado de México.
ACR
Los estudios previos para identificar
las necesidades
Al poner en marcha un proyecto de tratamiento
es preciso efectuar actividades y estudios previos
que delimiten los resultados esperados. En primera
instancia, deben analizarse las características del
agua, para lo cual se necesitan trabajos representativos del estado actual y futuro del líquido, por
si se presenta una variación en su calidad. Por
ejemplo, si un municipio planea un proyecto enfocado al saneamiento y tratamiento de sus aguas,
debe realizar un estudio previo en función de la
NOM-003-SEMARNAT-1997. Los estudios que
efectúe el municipio variarán en función de los
objetivos: ya sea para reúso en riego de áreas
verdes, limpieza de pisos, servicios a la comunidad
que no requieren el grado potable o riego agrícola
en intercambio de agua.
Debe tenerse en cuenta que el tratamiento de
agua se realiza conforme a diferentes niveles de
calidad, en función de su uso posterior. Si la calidad es sencilla de alcanzar, el agua tratada puede
utilizarse para el riego de forrajes o de árboles frutales mediante una estrategia de cultivo amigable
con el medio ambiente. El agua tratada debe obtener una calidad superior, si el uso se destina al
riego de productos que se consumen crudos, como
las hortalizas, y así sucesivamente.
384
Hoy, la experimentación y la tecnología están listas para poder repotabilizar el agua y recuperar su
calidad hasta hacerla apta para consumo humano.
Los plazos y los alcances
En un proyecto de tratamiento de aguas residuales
es fundamental tener en cuenta el horizonte, es
decir, el periodo de ejecución en función de la
perspectiva que quiera alcanzarse. En los proyectos de carácter municipal, los periodos se encuentran acotados tanto por las instituciones de
financiamiento como por las autoridades gubernamentales, factores que inciden en su viabilidad
técnica y financiera. Asimismo, se tienen planes
cuyo plazo de ejecución se fija entre 10 y 15 años,
e incluso proyectos de agua y alcantarillado del
sector municipal, cuyos periodos son a 30 años.
En los proyectos de índole industrial, éstos dependen de sus prospectivas de crecimiento. Los plazos
son más precisos porque en sus planes establecen
periodos controlados por actividades y objetivos.
Ya sea uno o cinco años, o incluso si la planeación
tiende a prolongarse, los tiempos de aseguramiento para la industria suelen ser más cortos que
los del ámbito municipal.
EL TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES COMO MÉTODO PARA RESARCIR EL DETERIORO DE LOS VALLES DE MÉXICO Y TOLUCA ALEJANDRO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ
El factor económico
El costo del tratamiento es asintótico, con tendencia ascendente. La primera fracción que se remueve no implica un trabajo considerable, por lo
que su costo resulta accesible. Sin embargo, a medida que los requerimientos de calidad aumentan,
la pequeña fracción a remover implica costos cada
vez mayores y procesos de alta complejidad tecnológica. Para llegar a la repotabilización del agua,
es necesario remover, de forma precisa, cualquier
elemento que provoque que las restricciones del
agua potable sean rebasadas. Incluso, debe ser
eliminado cualquier compuesto, ya sea orgánico o
inorgánico, cuya presencia no esté tolerada por los
lineamientos normativos.
Actualmente, los países avanzados valoran si establecen la cadena completa de tratamiento, lo
que implicaría la siguiente ruta:
a) Repotabilizar el agua.
b) Regar el pasto.
c) Utilizar el pasto como alimento para los
bovinos.
d) Consumir leche y carne de los bovinos alimentados con pasto regado con agua tratada.
e) Incluso, beber agua tratada, para comprobar la confiabilidad del tratamiento y descartar así cualquier presencia de virus.
Debe sostenerse categóricamente que no va a
suceder nada en 20 o 30 años o en dos o tres
generaciones, logro que hasta el momento no
ha sido suficientemente documentado.
Tanque de contacto con
cloro en la Macroplanta de
Tratamiento Toluca Oriente.
CFM
La disponibilidad es otro de los factores que debe
considerarse al evaluar los costos del tratamiento.
En consecuencia, si la disponibilidad del líquido es
nula, el costo resulta un factor secundario.
Por ejemplo, la ciudad de Hermosillo, en Sonora,
que enfrenta una severa escasez del recurso, se encuentra obligada a desalar agua de mar para dotar
de agua potable a su población. En ese caso,
el costo no es un factor determinante para el
tratamiento.
Cabe aclarar que la abundancia no debe ser sinónimo de bajo costo. Tal paradigma ha ocasionado
una percepción equivocada de lo que sucede en el
Valle de México, donde llegó a considerarse que
había agua en exceso, por lo que nunca se consideró cuidarla.
La situación actual no deja lugar a dudas: en muchos lugares del país y, particularmente, en el Valle
de México, ni el agua residual sobra.
EL SISMO DE 1985 FUE UN EVENTO TRAUMÁTICO PARA EL PAÍS, EQUIPARABLE A
LO QUE PODRÍA SUCEDER CON UNA MALA ADMINISTRACIÓN DEL AGUA, EN CUYO
CASO PODRÍA DESENCADENARSE UNA PANDEMIA QUE DEJARÍA HUELLA EN LA
MEMORIA DE LA NACIÓN. LA CULTURA DEL AGUA DEBE TENER UN CARÁCTER
PREVENTIVO, PARA QUE PODAMOS ANTICIPARNOS A CUALQUIER CONTINGENCIA.
ARJ
385
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
La recarga y el saneamiento en el Valle de México
El destino de las aguas residuales
En el Valle de México se expulsan aproximadamente 25 m3/s de aguas residuales, caudal que se encuentra comprometido de la siguiente manera:
Es decir, si se tratan 30 litros y se destinan
a la industria, esa misma cantidad no se
extraerá de otras fuentes externas.
El tratamiento a menor escala
a) 14 m3/s para los distritos de riego situados en la zona norte de la ciudad,
que corresponden a 90 mil ha. De ellas,
el Distrito Federal aporta para 45 mil,
mientras que las restantes son competencia del Estado de México.
b) De un caudal de 11 m3/s es necesario
sustraer el agua producto de la capacidad nominal del sistema de tratamiento, es decir, 7 m3/s, con lo cual
sólo restaría un gasto de 4 m3/s. Si se
utilizan 2 m3/s para saturar la demanda
de agua tratada, que no requiere grado
de agua potable, restarían aproximadamente 2 m3 de agua residual producida por la ciudad de México, lo que
representa el único caudal que podría
ser utilizado en un eventual programa
de recarga artificial del acuífero.
En la Ciudad de México se utilizan aguas
tratadas desde 1956, año en que se construyó la primera planta de tratamiento
en Chapultepec, cuya vocación fue el
riego de los bosques y el llenado de lagos.
Posteriormente, se construyeron plantas
de tratamiento para la Ciudad Deportiva
y San Juan de Aragón, obras que sirvieron
de referencia en su momento y hoy en
día. En estos casos, el agua es tratada y
reusada, obteniendo con ello un doble
beneficio. Además, si el agua es tratada y
se reúsa, puede liberarse la proporción de
agua potable correspondiente.
386
La Planta de Acueducto de Guadalupe es
un ejemplo de gestión exitosa de tratamiento residual a pequeña escala en el
Valle de México. El caudal del Río de los
Remedios alimenta la planta, que trata,
entrega y vende el líquido a la zona industrial de Vallejo. Una parte del agua
tratada se otorga a manera de contraprestación al Sistema de Aguas de la
Ciudad de México (SACM), que participa
como socio de la planta. Una porción de
ese caudal tratado se destina al riego de
la Unidad Profesional Zacatenco del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de algunos deportivos ubicados al norte de la
ciudad. El proyecto de la Planta de Acueducto de Guadalupe está enfocado, principalmente, al reúso industrial.
Otro ejemplo de gestión exitosa de tratamiento tiene lugar en la Planta Cerro
de la Estrella, que trata un volumen de
3 m3/s de aguas residuales. El efluente
que produce se destina a los sectores industriales de Tolentino en Iztapalapa y en
la zona de Zaragoza, así como parte de
Iztacalco. Esta planta también suministra
agua tratada para la recarga de los
canales de Xochimilco y Tláhuac, mientras que otra parte se utiliza para el riego
agrícola de maíz y sorgo, cultivos que aún
se cosechan al oriente del Valle de México. Además, en el valle operan otras
plantas cuyo volumen se destina al riego
agrícola y que, cuando llueve, se descarga
a los cuerpos receptores. En ese caso, la
vocación de la planta es el saneamiento y
el reúso. En México, fundamentalmente,
se usa el agua tratada de la siguiente
manera: el agua de tratamiento secundario para uso industrial, el terciario para
uso mezclado y el avanzado para uso
agrícola irrestricto y recreativo.
Los casos de rescate
en el Valle de México
Dos casos de rescate ecológico que se distinguen a escala nacional son los de Texcoco y Xochimilco, cuerpos de agua del
Valle de México que han sido recuperados con ayuda de plantas de tratamiento.
En el caso del Lago de Texcoco, la Planta
de Tratamiento Nabor Carrillo se encarga
de suministrar agua tratada al lago y a
sus alrededores. Además, parte del caudal producido en esa planta es utilizado
para riego agrícola, lo cual ha permitido
que el Lago de Texcoco vuelva a ser refugio de cientos de miles de aves, entre las
que se encuentra el pato migratorio. Respecto de Xochimilco, el saneamiento de
sus canales ha tenido como punto de
partida el agua tratada obtenida de la
Planta Cerro de la Estrella. En esa planta
se trata el agua a nivel terciario, incluyendo procesos de filtración y desinfección, por lo que se obtiene agua apta
para el cultivo intensivo de hortalizas con
altas producciones.
Vista del Canal de Cuemanco y el Lago de
Xochimilco, cuyas aguas proceden de tratamiento
terciario, de la Planta Cerro de la Estrella. CFM
EL TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES COMO MÉTODO PARA RESARCIR EL DETERIORO DE LOS VALLES DE MÉXICO Y TOLUCA ALEJANDRO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ
La recarga de acuíferos como una solución
El acuífero del Valle de México compete
principalmente al Distrito Federal y a los
estados de México e Hidalgo, y en menor
proporción a los estados de Tlaxcala y
Morelos. Las dos primeras entidades sustraen, cada una, casi 50% del volumen
disponible total del acuífero. Una proporción mínima, entre 3 y 5%, es aprovechada por Hidalgo. El caudal que beneficia al Estado de México y Distrito Federal corresponde a un volumen aproximado de 20 m3, respectivamente, lo que
suma 40 m3/s. En consecuencia, se tiene
un déficit aproximado de entre 4 y 6
m3/s. con respecto a la recarga natural.
Luchar contra la historia
La expulsión de aguas residuales, que en
el Valle de México se remonta a más de
300 años, ha sido un factor negativo para
la recarga de sus acuíferos, en virtud de
que la ingeniería sanitaria aparece al final
de la cadena de evolución profesional. El
modelo de expulsión tradicional persigue
alejar las aguas residuales a la mayor distancia posible, enviando, además, el agua
pluvial fuera del valle. Por otro lado, cancela las posibilidades de recarga incluso
en la zona sur, cuyo suelo de basalto fracturado favorece la intromisión del líquido
a los acuíferos.
La impermeabilización
En el Valle de México, la explotación del
acuífero se ha incrementado considerablemente a partir de 1950. Entre las
causas de su falta de recarga, destacan
las características del suelo del Valle de
México, el cual es impenetrable en estratos que pueden fluctuar de unos 18 m
en las estribaciones de las sierras, hasta
unos 70 m en el centro, lo cual impide
una recarga masiva de los acuíferos.
El gran obstáculo
El problema de la impermeabilización se
ha agudizado a causa del proceso de urbanización del Valle de México, donde el
asfalto, la construcción de banquetas y
edificaciones, impiden la recarga natural
de los acuíferos.
Las alternativas para promover
la recarga del acuífero
A pesar del desmedido proceso de urbanización, aún hay opciones para la recarga en el Valle de México. La superficie
del Distrito Federal es de aproximadamente mil 500 km2, de los cuales la mitad se encuentra densamente urbanizados. En cuanto a los restantes 750 km2,
250 km2 están en proceso de urbanización, 300 km2 son reserva natural y 200
km2 están en posibilidades de ser rescatados. Para salvaguardar un área destinada a la recarga en el DF es necesario
que los 300 km2 de reserva natural sean
preservados por la ley, con cual se permitirá la infiltración de agua al acuífero de
manera natural. Los 200 km2 sin urbanizar pueden ser rescatados si se adoptan
medidas de conservación.
El caso del Ajusco
El Medio Ajusco tiene cierto grado de urbanización que logra contaminar el agua
pluvial después de una fuerte precipitación. El agua pluvial arrastra “los malos
hábitos” de un país en desarrollo: basura,
defecaciones de animales, aceite de coches, entre otros. Para remediar tal situación, existen normas cuyo espíritu es
prever que los elementos contaminantes
impidan la correcta recarga en áreas
como la del Ajusco.
No obstante, las normas no fueron aplicadas con el rigor que necesita un proyecto de tratamiento y aprovechamiento de aguas, por lo cual requieren de
una revisión. Desde el punto de vista del
volumen, el proyecto de recarga en el
Ajusco presenta niveles aceptables; sin
embargo, desde el punto de vista de calidad, no reúne las condiciones necesarias.
No obstante, la recarga en el Ajusco ofrece mejor calidad frente a lo que sucede
en Iztapalapa, donde hay presencia de
lixiviados, compuestos muy complejos
producto de rellenos sanitarios que alteran la calidad de los cuerpos de agua.
Vista del bosque del Ajusco. CFM
387
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Trabajos de construcción
de un pozo en el municipio
de Lerma, en la década
de 1940.
MAF-CM
La recarga y saneamiento en el Valle de Toluca
Hasta la década de 1970, los pozos del Alto Lerma,
que se compartían con el DF, también fueron
aprovechados para las comunidades de esa región
del Estado de México. Los pozos se perforaron
desde la Presa Alzate hasta Almoloya, en la zona
sur, y en la zona norte de la Presa Alzate hacia
Atlacomulco e Ixtlahuaca, región donde se consume la mayoría del agua extraída.
Por otra parte, el Valle de Toluca enfrenta problemas similares a los que padece el Valle de México,
debido a que un considerable volumen del caudal
obtenido en su territorio abastece a la Ciudad de
México.
La región también ha experimentado un grave
problema de contaminación en el Río Lerma, lo
que ha propiciado la extinción de su vida natural.
En ese cuerpo de agua, los desechos industriales
son responsables de la anulación de cualquier
forma de vida, sea vegetal o animal.
La contaminación de los cuerpos de agua en el
Estado de México es tal que, como sucede con
el Río Lerma, ya perdieron su capacidad de autodepuración. En el pasado, cuando se vertían aguas
residuales a los cuerpos de agua del Estado de
México, éstas recibían un tratamiento natural que,
cuando llegaban a Ciudad Madero por el Río
Pánuco, la contaminación había desaparecido. En
ese caso, el tratamiento se producía gracias al
proceso de autodepuración y de aireación, que
sucede mientras el agua golpea las piedras en su
camino. No obstante, cuando el río comenzó a
perder esa capacidad, y se vio superado, entonces
comenzó una etapa de insostenibilidad como la
que actualmente aqueja al Río Lerma.
Obstáculos y alternativas
Un intenso crecimiento urbano amenaza a la zona
de recarga del acuífero del Valle de Toluca, área
ahora ocupada por asfalto y banquetas, y que
antes era propicia para la infiltración a sus mantos acuíferos.
En la actualidad, los municipios de Toluca y Lerma
se encuentran conurbados, fenómeno que tiene
lugar desde la región de Amomolulco; y desde
Toluca hasta Ixtlahuaca, cuyas localidades y comunidades se van entretejiendo. Lo mismo ocurre
de Toluca a Metepec y en los municipios de Ocoyoacac y Tianguistenco, que aún se encuentran separados, pero que amenazan con integrarse a este
fenómeno de expansión incesante.
Respecto a sus aguas superficiales, el daño ambiental también es notable en el Valle de Toluca.
Las lagunas de Lerma y Atarasquillo, conocidas
también como lagunas de Chignahuapan, son los
principales cuerpos afectados. En la actualidad, son
incipientes y con dificultad permiten la presencia
de algunas hidrófitas, no obstante que 25 o 30
años atrás eran hábitat de especies de pato migratorio y destino de lanchas en busca de pesca y caza.
EN 1973 SE HICIERON VARIOS INTENTOS POR ENCONTRAR EL SITIO
ADECUADO PARA LA EXTRACCIÓN DE AGUA A UN COSTADO DEL
ACUEDUCTO DE GRAVEDAD UBICADO ENTRE TIANGUISTENCO Y
OCOYOACAC. DURANTE 48 HORAS SE TRABAJÓ CON EQUIPO
ESPECIALIZADO HASTA QUE SE RESOLVIÓ EL PROBLEMA TÉCNICO.
EN CUESTIÓN DE SEGUNDOS HABÍA UN GRAN CAUDAL DE AGUA
EMANANDO DEL POZO, LO CUAL SIGNIFICÓ UN MOMENTO DE FELICIDAD,
DADA LA DIFICULTAD PARA EXTRAER AGUA POTABLE EN ESA ZONA.
A 25 AÑOS DE REALIZADA ESA PROEZA, ES NECESARIA UNA PROFUNDA
REFLEXIÓN: ENCONTRAR LÍQUIDO EN ESE POZO REPRESENTÓ UN TRIUNFO
PARA LA RAZÓN HUMANA, PERO AL MISMO TIEMPO SUPUSO UN FRACASO
PARA LA CONCIENCIA, YA QUE NO SE ESTABLECIERON MECANISMOS PARA
RETRIBUIR LOS DAÑOS QUE SE PRODUJERON.
EL MENSAJE QUE DEBE PROMOVERSE AHORA ES QUE DEBE RESARCIRSE
TODO BENEFICIO QUE PROVENGA DE LA NATURALEZA. SI SE EXTRAE AGUA
DE UN ACUÍFERO, DEBEN CONTEMPLARSE TODOS LOS MECANISMOS PARA
SU POSTERIOR RECARGA. SI SE UTILIZA EL AGUA SUPERFICIAL, DEBEN
ESTABLECERSE LA INFRAESTRUCTURA PARA SU TRATAMIENTO Y LIMPIEZA.
ARJ
388
EL TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES COMO MÉTODO PARA RESARCIR EL DETERIORO DE LOS VALLES DE MÉXICO Y TOLUCA ALEJANDRO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ
El rescate del Río Lerma
Para cualquier proyecto de recuperación de un
cuerpo de agua, debe contemplarse, en primera
instancia, un plan de tratamiento integral. En segundo lugar deben explorarse todas las opciones
de reúso posible, una vez establecido el plan de
tratamiento. Si se pensara rescatar el Río Lerma,
su caudal podría ser sujeto de un plan de tratamiento cuyas aguas, una vez tratadas, podrían
destinarse al sector industrial del municipio de
Lerma. En ese caso no es necesario tratar el total
del caudal, sino un volumen proporcional que permita liberar agua para 50 mil habitantes, por citar
un ejemplo. De esa manera, un determinado volumen extraído de un pozo dejaría de utilizarse, evitando con ello su sobreexplotación.
En el caso del Río Lerma, debe pensarse en un programa de rescate en su parte superior, punto al
cual debería llevarse agua tratada para su saneamiento. Aunado a lo anterior, deben promoverse
actividades educativas y culturales que fomenten
el respeto hacia el Río Lerma, en aras de cuidar y
conservar su alto valor hidrológico-ambiental.
En la recuperación de un cuerpo de agua también
debe contarse con la participación de los usuarios, de manera que pueda intercambiarse agua del
sector agrícola al sector industrial, y en todos los
usos que sea posible.
En México, el esfuerzo sistemático por crear plantas de tratamiento está dando resultados. Además,
el país tiene acceso a los avances tecnológicos de
vanguardia, por lo que solamente resta voluntad
para tomar decisiones y procurar una partida de
recursos constantes y sostenidos para el saneamiento y tratamiento del agua.
Otra acción indispensable para el rescate de un
cuerpo de agua requiere regresar cierto volumen a
la fuente de donde se obtiene.
A escala mundial se cuentan con avances tecnológicos que permiten pensar en planes ambiciosos de saneamiento y recuperación, a los cuales
México tiene acceso. Existen ejemplos notables,
como sucede con el saneamiento de los ríos Sena
y Rhin, cuerpos de agua hoy sin rastros de contaminación.
Vista del Río Lerma en
la región de Pastores,
en el municipio de
Temascalcingo, en el Estado
de México.
ACR
389
El desarrollo de tecnología propia
y el impulso del saber universitario como
factores para desarrollar una efectiva política
de tratamiento en México
Adalberto Noyola Robles
l tratamiento de aguas residuales en el Valle de México y en todo el territorio nacional es necesario porque se eliminan los contaminantes que los distintos usos
agregan al agua, de manera que se protege tanto el ambiente como la salud pública,
al evitar las enfermedades que afectan a grandes espectros de la población.
E
En el Valle de México existe un importante déficit en las fuentes de agua, lo cual exige
soluciones que implican la importación de caudales de cuencas vecinas, concretamente
del Estado de México, a través de los sistemas Lerma y Cutzamala. Además, como el
acuífero del Valle de México se encuentra sobreexplotado a un nivel alarmante, no
sólo es menester la protección del medio ambiente y la salud pública, también es preciso promover el uso eficiente del recurso, su necesario tratamiento y el posterior reúso,
tareas que deben incrementarse hasta convertirse en actividades de mayor trascendencia en el Valle de México.
A escala nacional se trata aproximadamente 36% del volumen total de aguas residuales, porcentaje que refleja los incipientes recursos invertidos para ese propósito.
Parte del problema se debe a que, en México, la inversión en tratamiento es prescindible, ya que jerárquicamente se ubica al final de las prioridades del sector hidráulico,
para el cual es más importante invertir en el abastecimiento de agua potable y la
recolección y desalojo de aguas residuales.
Vista de las instalaciones
de la Macroplanta de
Tratamiento Toluca Oriente,
en el municipio del mismo
nombre, en el Estado
de México.
CFM
390
Además, en el país prevalece la percepción de que el agua es un bien natural y gratuito. Puesto que no valora el recurso en su justa dimensión, el usuario omite pagar el
costo real del servicio, que incluye obras de captación, potabilización, distribución,
recolección y tratamiento, con sus respectivos costos de operación y mantenimiento.
Mientras el servicio de agua no pueda cobrarse como es debido, será imposible mantener la operación y la infraestructura de tratamiento de los municipios en México.
EL DESARROLLO DE TECNOLOGÍA PROPIA Y EL IMPULSO DEL SABER UNIVERSITARIO COMO FACTORES PARA DESARROLLAR UNA EFECTIVA POLÍTICA DE TRATAMIENTO EN MÉXICO ADALBERTO NOYOLA ROBLES
Factores que deben considerarse para avanzar en materia de tratamiento de aguas
residuales en el Valle de México
El factor técnico
El factor social
Desde el punto de vista técnico, el reto para el Valle
de México es alcanzar un uso más eficiente del recurso, lo que significa maximizar su aprovechamiento
puesto que escasea en la región. Al respecto, es necesario considerar que la extracción y la conducción del
caudal al punto de consumo tienen un alto costo, lo
que obliga a cuidar no sólo el uso, también su
tratamiento, en aras de mejorar su aprovechamiento
por la vía del reúso en la cuenca y en actividades
agrícolas cuyo riego es abastecido con aguas residuales del Valle de México.
No obstante que existe conciencia de la importancia
de sanear las aguas residuales, la sociedad aún se
muestra renuente a contribuir con recursos para
solucionar este problema. En cambio, se considera
que toda la responsabilidad recae en la esfera gubernamental. Así sucede a los organismos operadores,
que enfrentan la cultura del usuario que no está
dispuesto a destinar más recursos para los servicios
relativos al agua, a pesar de que es un bien indispensable para la vida. Tal supuesto se finca en la cultura
de la gratuidad del agua y del medio ambiente, cuyo
principio dice así: si los recursos no pertenecen a
nadie, también son propiedad de todos y, por ende,
no hay obligación individual de pagar por su disfrute.
Además, debe pensarse en una concepción de reúso
con diferentes objetivos en la propia Cuenca del Valle
de México, considerando que cualquier inversión al
respecto rendirá frutos en esta misma demarcación.
El reúso del agua tratada debe ser una variable decisiva cuando se tomen decisiones, ya que involucra
aspectos políticos, económicos y sociales. El Valle de
México no debe conformarse con cumplir la norma
de descarga, debe considerar un reúso más amplio de
agua tratada, de forma que puedan reducirse futuras
inversiones para la importación de nuevos caudales.
Para modificar la cultura de la gratuidad del agua es
necesario informar a la sociedad que invertir en el
servicio repercutirá en una mayor disponibilidad y
calidad del recurso. Podrían alcanzarse logros, por
ejemplo, mediante un programa de inversión que
sustituyera agua potable por agua tratada, con lo
cual se liberarían volúmenes para la población que
carezca del recurso. De esta manera podrían beneficiarse ciertas zonas del Distrito Federal y algunos municipios del Estado de México, particularmente los de
la zona oriente, donde se tienen serios problemas de
abasto y, sin embargo, se destinan importantes caudales de agua subterránea para riego agrícola. Si los
habitantes de esas zonas observaran mejoría en el
servicio a partir de una política de tratamiento, valorarían su pago; la sociedad, entonces, aceptaría los
proyectos y los apoyaría.
PARA LOGRAR UNA POLÍTICA INTEGRAL DE TRATAMIENTO EN MÉXICO ES NECESARIO ALCANZAR LOS
SIGUIENTES OBJETIVOS: A) LOGRAR COSTOS EFICIENTES; B) DESARROLLAR UNA TECNOLOGÍA EN FUNCIÓN
DEL GRADO DE TRATAMIENTO REQUERIDO, Y C) DIFERENCIAR LOS TIPOS DE REÚSO POSIBLES EN LA
CUENCA, YA QUE SE REQUERIRÁN DISTINTAS CALIDADES DE AGUA TRATADA Y DIVERSOS PROCESOS DE
TRATAMIENTO PARA LOGRARLAS.
ANR
391
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Posibles usos para el agua tratada en el Valle de México
Uso agrícola. Buena parte del agua tratada del Valle de México
se destina al riego de áreas verdes. En cuanto al riego agrícola,
es necesario incrementarlo, en particular en la zona de Texcoco,
donde en la actualidad se riega con agua de primer uso extraída
de pozos. Tal situación, inconcebible dado el contexto de escasez
en el Valle de México, debe resarcirse impulsando un acuerdo de
intercambio de agua potable por agua tratada con los agricultores, estrategia que permitirá obtener un caudal adicional y
aliviar la demanda del recurso en la región.
1
Uso habitacional. El empleo de agua residual tratada para uso
habitacional debe ser promovida en el Valle de México. Dicho
esfuerzo debe enfocarse en los nuevos desarrollos habitacionales, particularmente en las zonas de mayor crecimiento, por
ejemplo, Zumpango, Tecámac, Chalco y Chimalhuacán, entre
otros municipios. Previo al desarrollo de nuevas zonas habitacionales, es preciso contemplar la instalación de un sistema de
doble tubería para el sanitario, de tal manera que un conducto
se utilice para suministrar agua tratada de calidad controlada y
otro para agua potable. El propósito de emplear agua tratada en
casas-habitación debe ser la reducción del consumo de agua
potable en actividades que no lo necesiten, como sucede al descargar el sanitario. El agua potable debe ser reservada para la
higiene personal, la preparación de alimentos y el lavado de ropas.
2
Uso industrial. En el norte del Valle de México, así como en el
Valle de Toluca, donde la industrialización es muy importante, se
llevan a cabo acciones de reúso de agua en la industria, principalmente, para enfriamiento, las cuales deben ampliarse y
diversificarse.
3
(1)
Riego de camellones con
agua tratada en el
municipio de Villa Victoria,
en el Estado de México.
CCO
392
(2)
Vista de un fraccionamiento
en el municipio de Tecámac,
en el Estado de México.
CCO
(3)
Planta de Tratamiento
de Aguas Residuales de
la Planta de la Cervecería
Cuauhtémoc Moctezuma,
en el municipio de Toluca,
en el Estado de México.
Archivo CCM
La recarga artificial de acuíferos en el Valle de México
La recarga artificial de acuíferos es una opción necesaria para conservar los cuerpos de
agua subterráneos en el Valle de México. No obstante, el uso de agua tratada para la
inyección de acuíferos debe cumplir un proceso de tratamiento regulado por las normas más altas de calidad y control.
Zona de la Sierra
del Ajusco-Chichinauhtzin,
en la Ciudad de México.
CFM
Una opción es el tratamiento natural, es decir, aquel que ocurre por infiltración en
zonas permeables y de recarga. En el Valle de México las zonas de recarga se encuentran al sur y al poniente principalmente.
Para la recarga artificial también se recomienda el tratamiento intensivo, cuyo proceso incluye la inyección directa de agua tratada al acuífero. En este caso, el principal
obstáculo se finca en los altos estándares de calidad requeridos, pues se exige un nivel
similar al del agua potable. Llegar a esa calidad implica un alto costo y el cumplimiento
de esquemas de control en línea muy rigurosos, cuyo fin es descartar cualquier riesgo
de inyectar agua no adecuada. Asimismo, es necesario que una política de ubicación y
manejo de pozos establezca limites a la extracción de líquido, con distancias mínimas
de aquellos pozos que estén en explotación.
Las restricciones respecto a la explotación de pozos próximos a una zona de recarga son
aún motivo de debate y, por ende, no existe aún una norma que precise a qué distancia deben estar los pozos de recarga artificial. La controversia discurre en función de
factores como la existencia de divisiones al interior del acuífero, la calidad necesaria,
los criterios de permanencia y el tiempo de residencia del líquido, elementos que exigen especial atención y cuidado pues los riesgos de un manejo inadecuado pueden ser
grandes.
393
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Las tarifas en México, obstáculo para una política de tratamiento
En el Valle de México, la tarifa de agua en bloque del Sistema Cutzamala es de 3.44
pesos/m3, cuando en otras partes del país la tarifa es de entre ocho y nueve pesos. Tal
desproporción significa que en el territorio nacional existen lugares donde se paga tres
veces el monto establecido en el Valle de México. Esa disparidad es un reto para el sector agua nacional, en particular respecto al fomento de una cultura cuya meta sea el
pago del costo real del agua. Si no se solventa el costo real del líquido, los recursos
necesarios para financiar la operación y nuevas obras, así como una política de subsidios responsable, continuarán siendo insuficientes frente a las necesidades hídricas
del país.
Argumentos para la aplicación
de una tarifa real
Efectos de la aplicación
de una tarifa inadecuada
Importar agua del Sistema Cutzamala al
Valle de México implica conducirla por
una red de 130 km y distribuirla en redes
primarias y secundarias. Además requiere
de un sistema que bombee el líquido 1000
m de altura, con el consiguiente consumo
de energía eléctrica.
Al no pagar el costo real del agua, los
usuarios de escasos recursos económicos
resultan los más perjudicados, ya que,
dada la mala calidad del servicio, se ven
obligados a destinar más recursos por el
agua que consumen, pues deben obtenerla por otros medios. Al carecer de un suministro continuo, el usuario de escasos
recursos se ve obligado a financiar un servicio de pipas, cuyo precio es más elevado
que el servicio normal de agua potable y,
además, de menor calidad. En contraste,
en las zonas donde se ubican los usuarios
de alto nivel económico se utiliza el recurso sin moderación e incluso se dispendia, dado que la tarifa por el servicio es
baja. Tal situación indica que en el Valle
de México ha sido aplicado erróneamente
el subsidio al agua potable, pues favorece
a quien puede cubrir el costo real.
La extracción del agua del acuífero del
Valle de México, en condiciones de sobreexplotación de más de 100%, crea importantes costos indirectos debido al hundimiento de la ciudad y el daño de la infraestructura urbana.
El servicio de agua no finaliza cuando
se entrega el recurso al usuario. La recolección del líquido usado y el tratamiento
posterior son partes del servicio que
deben ser consideradas para evitar la degradación del medio ambiente, además de
que permiten un reúso controlado en la
misma cuenca.
394
La desigualdad en el Valle de México es
notable, incluso en la distribución del recurso. La zona poniente, donde se concentra la población de mayores ingresos,
recibe la mejor calidad de agua del Estado
de México; en contraparte, la zona oriente, donde radica la población de menores
ingresos, recibe un caudal mínimo que
proviene de sus acuíferos que ya se encuentran degradados.
Los proyectos de saneamiento
a escala nacional
La necesidad de desarrollar
tecnología nacional
Hasta el momento, en México no se ha
instrumentado una política que oriente
las acciones de tratamiento de aguas en
ciudades menores de 50 mil habitantes, a
pesar de que forman parte importante de
la población urbana del país. Además, en
las ciudades menores a 2 mil 500 habitantes no se aplica ninguna política de
tratamiento, a pesar que existe una norma
que establece las metas de tratamiento
nacionales, cuyos plazos resultan inviables
para la realidad nacional.
México tiene suficiente capacidad técnica
para enfrentar los retos que implica una
política de tratamiento integral y, además,
está en condiciones de alcanzar un buen
grado de independencia tecnológica en
materia de manejo del agua. Se tiene capacidad, propuestas y tecnología desarrollada en México, acordes a la situación
local, que pueden ser utilizadas sin ningún
impedimento.
En la práctica, algunas ciudades de 50 mil
habitantes ya comenzaron proyectos y
programas de tratamiento, no así las ciudades de 2 mil 500 habitantes, cuyos recursos financieros exiguos se invierten en
otro tipo de servicios. Tal situación podría
mejorar con la creación de un fondo o
programa que financie obras para el tratamiento de aguas residuales en estos pequeños núcleos urbanos.
Por tanto, el país debe tratar de adaptar y
desarrollar tecnologías propias, sin renunciar al apoyo de técnicos, experiencia y
equipo extranjeros. Además, resulta imprescindible que los ingenieros mexicanos
contribuyan a solucionar los problemas
nacionales, ya que de esa manera obtendrán mayor conocimiento de la operación
y mantenimiento de los sistemas utilizados en el país, sin tener que depender de
asesoría del extranjero. A su vez, este
conocimiento y experiencia nacionales
podrán ser llevadas a países de América
Latina, donde dichas acciones de cooperación serían bienvenidas
Planta de Tratamiento
de Aguas Residuales
Municipales de Metepec,
en el municipio del mismo
nombre, en el Estado
de México.
CFM
395
Planta de Tratamiento de
Aguas Residuales de Ciudad
Universitaria (UNAM),
en la Ciudad de México.
CFM
El Programa PUMAGUA
En México existen proyectos realizados con tecnología propia, como sucede con el Programa PUMAGUA de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuyo objetivo es lograr un uso eficiente del agua en Ciudad Universitaria considerada como un
núcleo urbano, ya que la ocupación del Campus es de 150 mil personas. Tal dimensión
permite realizar acciones como si se tratara de una ciudad, por ejemplo, identificar
fugas en la red de agua potable, en los muebles, en los sanitarios, en los laboratorios
y, en cualquier lugar donde se utiliza el líquido. Las acciones deben generar ahorro de
agua y prevención de fugas, teniendo como parámetro la estimación de pérdidas (entre
35 y 40%) en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.
Otro aspecto importante del Programa PUMAGUA es el tratamiento de agua residual
y su reúso. En Ciudad Universitaria, una parte del agua tratada se utiliza para el riego
de jardines y áreas verdes, para lo cual existe una planta de tratamiento de más de 20
años de antigüedad, cuyo caudal sirve para el riego de la denominada “zona antigua”.
El programa considera emplear agua tratada en otros sectores del Campus.
(Siguiente página)
Planta de Tratamiento
de Aguas Residuales
del edificio 12 del Instituto
de Ingeniería de la UNAM.
CFM
396
Es necesario que en PUMAGUA se piense en nuevas formas de uso para el agua. En
este sentido, una acción ambiciosa sería la de emplear agua tratada para la descarga
de sanitarios. En el Instituto de Ingeniería ya se iniciaron acciones al respecto, y se
cuenta con un edificio donde se aplica un sistema de tratamiento para el reúso del
agua de los sanitarios.
Se espera que PUMAGUA se constituya, en corto plazo, como un programa demostrativo del uso eficiente del agua, que podría probarse en otros lugares del Valle de México, o en otras ciudades del país, con la ventaja de que emplean experiencias y
tecnologías propias.
EL DESARROLLO DE TECNOLOGÍA PROPIA Y EL IMPULSO DEL SABER UNIVERSITARIO COMO FACTORES PARA DESARROLLAR UNA EFECTIVA POLÍTICA DE TRATAMIENTO EN MÉXICO ADALBERTO NOYOLA ROBLES
“México no debe dejar pasar más trenes”
El país debe enfocarse en los siguientes objetivos, si no quiere
quedar rezagado frente a otros países cuyos niveles de desarrollo son similares a los de México.
a) Enseñar a la población, particularmente a los niños, la importancia de cuidar los recursos naturales con una visión a largo
plazo, por ejemplo 10 años. Los programas de culturización
deben ser continuos, concertados, y deben unir a todos los
sectores de la sociedad con un objetivo y un beneficio común,
para atacar el problema de raíz.
b) Aprovechar el potencial que tiene México para desarrollar tecnologías en la red de universidades y organismos de investigación públicos. Para ello debe impulsarse la capacidad de
hacer y desarrollar tecnología propia, con una visión más ambiciosa y evitar poseer un recurso subutilizado que podría
aprovecharse de mejor manera.
c) El país debe enfocarse en el desarrollo de recursos humanos y
en el incremento de su experiencia tecnológica, que solucionen problemas semejantes en países que no cuenten con los
mismos recursos. A Centroamérica y otros países de Latinoamérica podría exportarse tecnología propia, lo cual implica una política de innovación en la que participen todas las
instituciones involucradas, incluidas las universidades y el
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
d) La inversión en tecnología debe crecer. En los años setenta los
indicadores de desarrollo en México eran más altos que los de
Corea, lo cual está lejos de hoy. Lo que sucedió fue que esa
nación asiática decidió invertir en tecnología y ahora sus niveles de desarrollo son más altos. Una nación sudamericana,
Brasil, es otro ejemplo del camino que debe tomar México.
Gracias a la inversión continua en ciencia y tecnología, Brasil
destaca mundialmente en diversas áreas tecnológicas.
LA PRIORIDAD DEBE SER ALCANZAR
UNA CONCIENCIA NACIONAL EN TORNO
AL BUEN USO DE LOS RECURSOS
NATURALES, INCLUYENDO ASPECTOS
COMO EL MANEJO EFICIENTE DEL AGUA,
LA CORRECTA DISPOSICIÓN DE
RESIDUOS SÓLIDOS Y SU RECICLADO,
EL USO ADECUADO DE LA ENERGÍA
ELÉCTRICA, EL USO RACIONAL DEL
TRANSPORTE PRIVADO, LOS
COMBUSTIBLES, Y LA INFORMACIÓN
SOBRE FENÓMENOS COMO EL EFECTO
INVERNADERO Y EL CALENTAMIENTO
GLOBAL, DEBEN CONVERTIRNOS EN UNA
SOCIEDAD MÁS RESPONSABLE.
ANR
e) De seguir la tendencia actual, México podría convertirse en
un país cuya vocación será la maquila de productos y el desarrollo de servicios. El país, incluso, podría dedicarse a consumir las materias primas que tiene disponibles, hasta que
éstas se agoten y entonces se presente un panorama de incertidumbre. De no apostar por el desarrollo de tecnología
propia, México podría ser testigo del ascenso de naciones
como Brasil y Chile, cuyos niveles de desarrollo fueron en el
pasado reciente similares e incluso menores a los alcanzados
por nuestra nación.
397
El tratamiento municipal,
opción necesaria para el saneamiento
del Valle de México
l territorio del Estado de México se encuentra
dentro de cuatro cuencas hidrológicas: la del Valle
de México, la del Río Lerma, la del Río Balsas y la del
Río Pánuco, que corresponde al Golfo Norte. La
mayor parte del territorio mexiquense se ubica en el
Altiplano mexicano, donde el agua resulta un elemento decisivo en el desarrollo de las actividades
humanas.
E
En el Estado de México, la disponibilidad del líquido
es limitada, debido a la demanda de la población que
se desarrolla en sus principales ciudades, tanto en el
Valle de México, como en el Valle de Toluca. Tal concentración origina que el volumen que proporciona el
ciclo hidrológico sea insuficiente, haciendo necesaria
la importación de agua de cuencas lejanas.
En este contexto, el tratamiento de las aguas residuales es una opción que debe ser aprovechada al máximo en el Estado de México, ya que, independientemente de su calidad, el agua conserva su potencial de uso.
El agua de primer uso, debe de tener una calidad apta
para el consumo humano. En México, estas características son normadas por la Secretaría de Salud
(NOM-127-SSA1-1994), para proteger al consumidor.
Cuando el agua ha sido utilizada adquiere elementos
ajenos, propios de su aprovechamiento, lo cual no
significa que haya perdido su potencial de uso. El
Gregorio Martínez Ramírez
agua que ha sido aprovechada puede utilizarse otra
vez, no para el uso primario, que requiere una calidad
muy estricta, pero sí en actividades adicionales. El potencial de uso del agua está en función de su calidad, y si en el Estado de México se requiere contar
agua con un alto estándar de calidad, es necesario
aplicar un tratamiento adecuado. Al respecto, el nivel
de calidad depende de la energía que se emplea, es
decir, si se requiere más calidad, se necesita aplicar
mayor energía, lo que implica fuertes inversiones.
En la entidad, el objetivo del tratamiento del agua
residual depende del lugar donde se aplica. Si la comunidad forma parte de la Cuenca del Río Balsas, el
objetivo principal será el saneamiento; caso distinto
en los valles de Toluca y México, donde el objetivo es
el reúso en actividades que requieren alta calidad,
porque el potencial de reúso en esas comunidades es
mayor. El agua, en este caso, se destina no sólo para
riego agrícola, sino para actividades público-urbanas:
riego de camellones y jardines, llenado de lagos artificiales, riego de fuentes de ornato, lavado de autos
o uso industrial.
En un cercano futuro, en el Estado de México resultará necesario el reúso para la recarga artificial de
acuíferos, pues de ese modo se enfrentará la cada vez
más escasa disponibilidad en la región. En resumen, el
agua residual se debe colectar, aplicar diferentes grados de tratamiento, con respecto al destino requerido
y así, de esta manera, devolver en concordancia con
las características que se requieren para el reúso.
Vista de las instalaciones de la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte,
en el municipio del mismo nombre, en el Estado de México. CFM
398
EL TRATAMIENTO MUNICIPAL, OPCIÓN NECESARIA PARA EL SANEAMIENTO DEL VALLE DE MÉXICO GREGORIO MARTÍNEZ RAMÍREZ
La responsabilidad del tratamiento de aguas residuales corresponde por ley, a los municipios, sin embargo, el Gobierno del Estado de México, a través de
la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM),
les presta apoyo técnico y financiero, a fin de
enfrentar los grandes rezagos en tratamiento y
saneamiento.
ambiente y cuerpos de agua receptores. Tal es el
rezago municipal en esta materia que el Gobierno
Estatal desarrolla un programa que promueve la
construcción de plantas de tratamiento municipales,
en las que el tipo de tratamiento dependerá del reúso
y, principalmente, de las condiciones económicas de
la localidad y la población.
En la entidad existen fuertes contrastes respecto de
los índices de cobertura de agua potable, alcantarillado y tratamiento. Así, mientras la cobertura de
agua potable es alta, el rezago en la cobertura de saneamiento se mantiene. Parte del problema se origina al concebir el saneamiento como el simple
entubamiento de las descargas, su conducción y disposición en algún cuerpo de agua, barranca o sitio
distante de la población. Es importante remarcar que
el proceso de saneamiento incluye la recolección del
agua residual, su tratamiento y el cuidado del medio
El Gobierno Estatal prevé que, en 2011, la entidad
trate 50% del volumen total de sus aguas residuales
colectadas. Para alcanzar esta meta, la entidad
dispone de 127 plantas operadas en 63 municipios,
cuya capacidad de tratamiento suma 8 mil 472
litros/s, aunque hoy sólo tratan un caudal de 3 mil
588 litros/s. Cabe aclarar que esta diferencia se debe
a que la capacidad de tratamiento está proyectada
para satisfacer el crecimiento de la población que
vivirá en el Estado de México en 20 años.
Planta de Tratamiento de la Escuela
Secundaria Justo Sierra, en San Juan
Teotihuacan, en el Estado de México
En Teotihuacan, Estado de México, opera una
planta de tratamiento que es reconocida por sus
notables resultados. El Gobierno del Estado de
México, la construyó en el patio de una escuela,
ubicación que no representa ningún riesgo para
los alumnos.
La tecnología que utiliza la planta funciona a
través de un reactor anaerobio y humedales de
flujo subsuperficial, que son estanques rellenos de
tezontle donde se colocan plantas hidrófitas, es
decir, carrizos, papiros y tules. El caudal se hace
fluir por las raíces.
El agua residual no se percibe, porque fluye debajo del tezontle. Al final se obtiene agua de alta
calidad, debido a que el tratamiento previo
suprime del caudal, la materia orgánica y después
las plantas le quitan nutrientes. Además, se hace
un entramado con las piedras del tezontle y las
raíces, lugar por donde el caudal también se filtra,
eliminando sólidos suspendidos al agua. Además,
en las raíces se van formando bacterias que le dan
un tratamiento adicional.
Vistas de la Planta de Tratamiento de la Escuela
Secundaria Justo Sierra, en San Juan Teotihuacan,
en el Estado de México. CFM
399
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
El tratamiento de aguas residuales
en las comunidades rurales
El tratamiento de aguas residuales
en los centros urbanos
En general, la capacidad económica de las
comunidades rurales es limitada y, por
ende, es difícil que solventen los costos de
un proceso de tratamiento. Como el reúso
en estas comunidades se dirige principalmente al riego agrícola, el tratamiento se
realiza frecuentemente mediante sistemas
anaerobios que requieren bajos costos de
operación. Para ahorrar energía, en estos
lugares se busca que el agua sea conducida por gravedad, aprovechando la topografía del terreno. Además, es recomendable que el tratamiento se complemente con un pulimiento, a través de un
sistema aerobio que requiera poco equipo
electromecánico, como son los biofiltros
o los humedales de flujo subsuperficial,
donde el efluente de los sistemas anaerobios es conducido a través de un lecho de
plantas acuáticas (hidrófitas), con lo cual
el agua tratada cumple la normatividad
establecida. Estos sistemas en suma resultan idóneos para las localidades rurales.
En los centros urbanos, el costo del metro cúbico de agua no
debe ser un límite en la búsqueda de una alta calidad. El potencial de reúso va de la mano de la escasez de agua por tanto, la
alta calidad es indispensable. En este sentido, los sistemas aerobios arrojan buenos resultados, aunque son costosos pues necesitan aire y por ende más energía, factor que incide en elevar los
costos de operación. No obstante, los organismos operadores de
los centros urbanos del Estado de México, deben buscar los
mecanismos financieros para solventar un sistema de tratamiento de tales características.
En el medio rural, la percepción con respecto al tema de tratamiento de las aguas
residuales es más sensible comparadas
con tiempos pasados. En este sentido, la
demanda de tratamiento es contundente:
se exige un río ambientalmente sano y
carente de mal olor, factores que se asocian con la limpieza del entorno.
Se trata, de un asunto de equilibrios: el deterioro existe porque
en el Valle de México tiene más población de lo que de acuerdo
a los recursos disponibles podrían vivir aquí; no es descabellado
pensar que, si mañana desapareciera la población del Valle de
México, en poco tiempo aparecerían los lagos que eran comunes
en la región.
1
Una de las responsabilidades del gobierno estatal es incrementar la cobertura de tratamiento en las cuencas hidrológicas que
confluyen en su territorio. Actualmente, la cuenca con mayor
cobertura de tratamiento es la Cuenca del Río Lerma, después
sigue la Cuenca del Balsas y al final se encuentra la Cuenca del
Valle de México. Paradójicamente, en esta última la demanda de
agua es mayor y el índice de tratamiento es el más limitado.
Los daños ambientales del Valle de México, propios de las grandes aglomeraciones, no pueden considerarse obra de sus habitantes, idea difundida por los ambientalistas, que atribuyen a la
población el deterioro de su medio.
2
1
400
EL TRATAMIENTO MUNICIPAL, OPCIÓN NECESARIA PARA EL SANEAMIENTO DEL VALLE DE MÉXICO GREGORIO MARTÍNEZ RAMÍREZ
La necesidad de revalorar el recurso
Para entender el valor del agua deben evidenciarse sus costos
implícitos: la energía para su conducción y extracción del subsuelo; el servicio de recolección, tratamiento y reúso. Si las tarifas que se cobran por el servicio, son insuficientes para costear
dichos factores, es necesario revisarlas a fondo. Por ejemplo, las
tarifas actuales que se cobran en el Distrito Federal, implican
una subvaloración del recurso, si se compara, por ejemplo, con
lo que sucede en el municipio de Tecámac, Estado de México. En
la primera entidad, el servicio bimestral de agua cuesta cerca de
70 pesos, mientras que, en la segunda, la tarifa residencial cuesta
alrededor de 700 pesos. Además, como en Tecámac aplica el
Código Financiero del Estado de México, se cobra 50% más por
el tratamiento de aguas residuales, concepto que debe absorber
el usuario.
Importante arista del problema es el hecho de que, si el agua no
se valora económicamente, será más difícil fomentar la conciencia del usuario respecto de otros temas relacionados con el
sector, siendo el pago un factor que sensibiliza a los usuarios
con rapidez. La inconciencia que se tiene del valor real del servicio, origina que las localidades y los organismos operadores se
encuentren en una precaria situación financiera. Si no se recupera el costo real del agua potable, el organismo operador no
podrá crear y operar un sistema de tratamiento de aguas residuales municipales.
El municipio de Tecámac, en el Estado de México,
opera un esquema eficaz de tratamiento de aguas
residuales, mediante la operación de plantas de reducido tamaño, con capacidad de 500 litros/s. Tal
volumen representa una cobertura cercana a 80%
del total de aguas residuales que produce la demarcación.
La población en Tecámac ya conoce los beneficios
del tratamiento, por lo cual vigila la operación de
las plantas municipales. Los usuarios también saben que, con el tratamiento, cabe la posibilidad de
crear un cuerpo de agua municipal o que sea factible ampliar el volumen de agua para riego de sus
camellones y áreas verdes.
Las primeras plantas del municipio se construyeron
en 2004, cuando comenzó el ascenso del municipio que, ahora, cuenta con la mayor cobertura de
tratamiento de las aguas residuales del Estado de
México. La inversión para construir sus plantas fue
de 100 millones de pesos, cantidad que se obtuvo
del cobro del servicio de agua.
(Página anterior)
(1)
Río contaminado en el
municipio de Amecameca,
en el Estado de México. CFM
(2)
Río de los Remedios en
el municipio de Ecatepec
de Morelos, en el Estado
de México. CFM
Vista de la construcción
de un nuevo conjunto
habitacional en el municipio
de Tecámac, en el Estado
de México. CFM
401
El Proyecto de Saneamiento del Valle de México
De los acuíferos del Valle de México se extraen mil
300 millones de m3/año, mientras que su recarga natural es de 300 millones de m3/año, lo que significa
un déficit de mil millones de m3/año. Tal caudal faltante es aliviado mediante los caudales de los sistemas Cutzamala y Lerma, que impiden que el déficit
sea mayor. No obstante, la sobreexplotación provoca
que el nivel del acuífero del Valle de México se abata
aproximadamente un metro cada año.
La gravedad de la situación exige que no se descarten
soluciones como la infiltración o inyección directa a
los acuíferos de agua residual tratada, pues 60% del
líquido que abastece al Valle de México proviene de
los acuíferos subyacentes, lo demás se importa de los
sistemas Lerma y Cutzamala.
402
El Proyecto de Saneamiento del Valle de México pretende construir plantas de tratamiento a gran escala.
Una de ellas tendría una capacidad de 23 m3/s y se
construiría a la salida del Emisor Central. Se prevé,
también, la edificación de plantas que traten del
orden de 8 m3/s, proyectos que, por su magnitud, no
han podido concretarse.
Un aspecto del Proyecto de Saneamiento del Valle de
México que debe recordarse es que, su ejecución, no
implica estrictamente el saneamiento al interior del
mismo, sino que se circunscribe al tratamiento de las
aguas que son expulsadas de su territorio. El propósito del Proyecto es que ese caudal sea descargado
en condiciones que no perjudiquen a otras regiones,
por lo que el tratamiento se realizará hasta el final,
previo a las descargas.
El Proyecto de Saneamiento del Valle de México involucra al Gobierno Federal, y a los del Estado de México y del Distrito Federal, cuya meta es tratar 40 m3/s
de aguas residuales que actualmente descarga la
Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). Las
aguas residuales son utilizadas en el distrito de riego
del Valle del Mezquital, en el estado de Hidalgo, y en
menor medida en los distritos de riego de Zumpango
y Tecámac, en el Estado de México.
Aunado a este importante proyecto a nivel regional
y municipal, deberán considerarse esfuerzos adicionales que contemplen el saneamiento del Valle de
México. Por ello, debe analizarse la construcción de
múltiples plantas de tratamiento a nivel municipal,
que aminoren la complejidad que representa obtener
los recursos suficientes para la conclusión del Proyecto de Saneamiento del Valle de México.
(Esta página)
Río de los Remedios en el municipio de Ecatepec de Morelos, en el Estado
de México. CFM
(Página siguiente)
Vista de los clarificadores de la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte,
en el municipio del mismo nombre, en el Estado de México. CFM
COMPROMISO Y RESPONSABILIDAD
CON LOS CIUDADANOS
AL TRATAR LAS AGUAS RESIDUALES SE
TRABAJA POR LA CALIDAD DE VIDA, POR
LA CALIDAD DEL AGUA PARA LOS USOS
PRIMARIOS Y PARA LOGRAR LAS
CONDICIONES NECESARIAS PARA EL
EQUILIBRIO DEL MEDIO AMBIENTE.
GMR
El municipio, pieza esencial para el saneamiento del Valle de México
Un factor clave para superar el rezago en el
saneamiento del Valle de México, es la participación
de los municipios en el tratamiento de sus aguas
residuales, de tal forma que cada demarcación se
haga responsable de su operación. Al respecto, debe
considerarse que las políticas municipales de tratamiento son desiguales. Por ejemplo, mientras que
en el municipio de Tlalnepantla de Baz recientemente
se inició la operación de una planta de tratamiento
de 100 litros/s, cuyo efluente abastecerá la zona industrial del municipio, en Cuautitlán Izcalli solo se
tienen plantas operando en los fraccionamientos recientes, aunque la mayor parte del agua residual escurre hacia el emisor del poniente y no es reutilizada.
El municipio de Ecatepec de Morelos carece de plantas de tratamiento de las aguas residuales municipales, aunque algunas industrias de la zona cuentan
con plantas para reúso, por ejemplo, las empresas papeleras que captan aguas del Gran Canal para tratarlas y reutilizarlas en su proceso.
La participación de los municipios en el tratamiento,
es necesaria, pues mientras más cerca esté el punto
de descarga la ubicación de la planta de tratamiento,
se optimizará el proceso, ya que, entre más tiempo
esté la materia dentro del agua, mayor porción se encontrara su forma soluble. Si el agua fuera tratada
desde la descarga, se requerirían solamente procedimientos mecánicos de separación de sólidos; en
cambio, si los residuos ya constituyen material soluble, los métodos mecánicos resultarían insuficientes,
debiéndose aplicar procesos de oxidación, ya sea
químicos o biológicos.
Si el agua residual permanece mucho tiempo en
condiciones anaerobias, los componentes de la materia orgánica forman una porción que no es biodegradable y que tendría que oxidarse químicamente.
Esto sucede con el caudal que se descarga en el municipio de Chalco, que luego es conducido al Río de
La Compañía, después al Dren General del Valle y al
Gran Canal y, por último, al Emisor Central, que lo
conduce hasta Tepeji del Río, Estado de Hidalgo. Durante su recorrido, que comienza en Chalco, el agua
residual permanece varios días en condiciones anaerobias, haciendo que el tratamiento en el punto de
salida sea biológicamente complejo, porque se presentan compuestos que se formaron en condición
anaerobia, durante la conducción, siendo imposible
tratarlos con los métodos biológicos convencionales.
Por otra parte, debe tenerse presente que las descargas industriales no representan un problema de
saneamiento, sino un problema de riesgo, ya que
pueden provocar condiciones de explosividad y toxicidad, además de azolvar y corroer los ductos o
tuberías.
En este sentido, resulta imperativo plantear el tema
del saneamiento y el tratamiento de las aguas residuales, como un asunto de primer orden, en la agenda estatal y municipal; de manera integral y compartida por las generaciones de mexiquenses, a los
cuales se refrenda el compromiso de velar por su
porvenir.
403
Vista del primer cuadro
del municipio de Toluca
desde la avenida
Matlatzincas (Cerro
del Cóporo), en el Estado
de México.
ACR
404
ESTADO DE MÉXICO
PUNTO DE REFERENCIA
405
Los sistemas comerciales
en los organismos operadores del agua
Primera torre de oscilación
después de la Planta
Potabilizadora Los Berros,
en el municipio de Villa
de Allende, en el Estado
de México.
CFM
Guillermo Guerrero Villalobos
os organismos operadores son los responsables, a nivel municipal o regional, de
brindar a la población los servicios de abastecimiento de agua potable, alcantarillado y saneamiento. En nuestro país, la gran mayoría de los organismos operadores
no funcionan adecuadamente, situación que les impide cumplir los objetivos relacionados con la cobertura y calidad de los servicios, la eficiencia física y comercial, así
como su autonomía financiera, entre otros. Todo eso se debe a factores como la falta
de continuidad en la planeación de las acciones establecidas; la carencia de capacitación del personal técnico y administrativo; un marco jurídico y regulatorio inadecuado; los rígidos esquemas de autorización de tarifas; la baja disposición de pago de
los usuarios y, en general, por un bajo nivel tarifario.
L
Según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en 2007 la eficiencia global
promedio de los organismos operadores del país fue de sólo 36%, indicador que es resultado del producto de la eficiencia física (52%) y la eficiencia comercial (69.5%). La
primera se obtiene al dividir el volumen de agua facturado entre el volumen de agua
producido; la segunda se obtiene al dividir la recaudación entre el monto facturado.
En consecuencia, el Agua No Contabilizada (ANC), las fugas en la red principalmente
y el agua entregada pero no facturada por deficiencias en el padrón de usuarios y
tomas clandestinas, entre otros, se consideran en el cálculo de la eficiencia física y no
en el de la eficiencia comercial.
406
LOS SISTEMAS COMERCIALES EN LOS ORGANISMOS OPERADORES DEL AGUA GUILLERMO GUERRERO VILLALOBOS
En el Estado de México, la eficiencia comercial promedio de sus organismos operadores
es de 67.9%, índice incluso menor al promedio nacional, presentándose casos de organismos operadores con una eficiencia comercial menor a 45%. Ello conduce a la entidad a una eficiencia global promedio de sólo 31 por ciento.
Respecto de la eficiencia comercial, conviene mencionar que
usualmente las tarifas que se aplican no reflejan los costos de la
inversión, operación y mantenimiento de agua potable, alcantarillado y saneamiento y, mucho menos, el valor real del agua.
Lo anterior implica subsidios gubernamentales, cuya aplicación
fomenta la percepción de que los servicios de agua y saneamiento son un derecho de los ciudadanos y que, por ende, no es
obligación del usuario pagar por ellos.
El funcionamiento del sistema comercial de los organismos
operadores se relaciona con la eficacia y eficiencia de cada uno
de sus componentes, en un sentido integral. Para que un organismo alcance altas eficiencias requiere la integración de
diversos aspectos de carácter técnico, administrativo y de comunicación social, cuyas características específicas varían en
cada caso.
Tradicionalmente, se considera que el sistema comercial sólo incluye la medición de los
consumos, la facturación y la cobranza de los importes, la difusión de información
cierta y oportuna a los usuarios, así como la solución de conflictos que se deriven de
la prestación del servicio. Sin embargo, dichos componentes en realidad están íntimamente relacionados con el buen funcionamiento del organismo operador en general,
ya que tanto la medición como la facturación y la cobranza se refieren a aspectos
mucho más complejos.
Trinchera del Tanque
Bellavista, ubicado en
el municipio de Naucalpan
de Juárez, en el Estado
de México.
ACR
El objetivo del sistema comercial de los organismos operadores de agua es producir los
recursos suficientes para solventar los costos de operación, administración, conservación, mantenimiento y mejoramiento de los sistemas, así como su rehabilitación y
ampliación, para satisfacer las necesidades futuras y, en su caso, los gastos financieros
correspondientes. Por ello, todas las acciones que se realicen deben estar encaminadas
al cumplimiento de ese objetivo.
Uno de los aspectos fundamentales es conjuntar un equipo de trabajo capaz y adecuadamente motivado, características que se relacionan con el desarrollo de capacidades del personal técnico y administrativo y la disponibilidad del equipo e instalaciones necesarias, factores que dependen de los recursos financieros disponibles. Esto
origina una interdependencia sustantiva entre los aspectos comerciales y los aspectos
operativos, provocando en la mayoría de los organismos operadores un conflicto debido, por un lado, a la falta de recursos para funcionar adecuadamente y, por otro, a
la necesidad de ofrecer un buen servicio para generar los recursos necesarios.
Para resolver esta situación es necesario considerar no sólo el proceso de medición, facturación y cobranza como se ha hecho tradicionalmente. También debe
407
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
considerarse el funcionamiento integral del organismo operador, incluyendo la eficiencia física del sistema, de manera que la eficiencia del sistema comercial no se circunscriba a la optimización de los ingresos, sino también a la disminución de costos
y al aprovechamiento más eficiente del agua, para evitar que se trasladen costos
innecesarios al usuario.
Revisión de una línea
de conducción de agua
potable del Macrocircuito
de Distribución de Agua
Potable por parte
de personal de la Comisión
del Agua del Estado
de México (CAEM)
en el municipio de Tultitlán.
ACR
Entre las acciones que conviene emprender para incrementar las
eficiencias física y comercial, que incidirán directamente en las
finanzas del organismo operador, pueden mencionarse las siguientes: realizar el catastro de la infraestructura hidráulica;
disminuir las pérdidas mediante la reparación de fugas y la sectorización de la red para controlar las presiones; realizar la
macromedición de todas las fuentes de abastecimiento; localizar
y regularizar las tomas clandestinas; actualizar el padrón de
usuarios y efectuar una micromedición de consumos. Un punto
trascendental es el establecimiento de tarifas adecuadas para
lograr la autosuficiencia financiera del organismo operador, lo
que debe lograrse con una estructura tarifaria de cobros diferenciados por rango de consumo y tipo de uso del agua, que
permita atender los servicios a la población de menor capacidad
económica con tarifas bajas, compensándose con el cobro de
tarifas más altas a los grandes usuarios y al uso del agua como insumo. Es importante
establecer un sistema de facturación y cobranza eficiente, que considere modificaciones al marco legal del organismo operador si es necesario.
Además de las acciones anteriores, debe fomentarse la participación activa de los
usuarios, involucrándolos en la mejora de la eficiencia de los servicios y en el uso eficiente del agua, es decir, debe fomentarse una Nueva Cultura del Agua, la cual podría,
por ejemplo, iniciarse mediante campañas de concientización que motiven a los usuarios a que usen eficientemente el agua en sus hogares, disminuyendo pérdidas y desperdicios, y que después comprendan el valor real del agua y los costos inherentes a la
prestación del servicio.
En este punto es oportuno señalar que la cultura, en este contexto, se refiere a los valores, creencias, actitudes y decisiones de una sociedad y sus integrantes, y otros aspectos, por ejemplo, los recursos naturales, entre ellos el agua. Por ello, los cambios
culturales son lentos y difíciles de lograr.
Sin embargo, parece claro que, dado un ambiente cultural específico, un aspecto que
influye en forma importante sobre la valorización del agua es su escasez relativa. Por
eso, es importante aproximarse al tema de la cobranza, por ejemplo, con argumentos
que resalten la necesidad de recursos para la prestación de los servicios, cuyo financiamiento es una responsabilidad compartida entre usuarios y autoridades.
En contrapartida, el cumplimiento de la responsabilidad de los usuarios debe acompañarse de una buena prestación de los servicios.
408
LA ESCASEZ EN ALGUNAS ZONAS HA
OBLIGADO A LA CONSTRUCCIÓN DE
GRANDES OBRAS PARA TRAER EL AGUA
DESDE CUENCAS ALEJADAS DE LOS
CENTROS DE DEMANDA, CON COSTOS
MUY IMPORTANTES, OBRAS DE GRAN
ENVERGADURA QUE SE REQUERIRÁN
CADA VEZ CON MAYOR FRECUENCIA
PARA ABASTECER DE AGUA DESDE
LUGARES CADA VEZ MÁS LEJANOS,
CON ALTOS COSTOS, TANTO SOCIALES
DERIVADOS DE LA OPOSICIÓN DE LOS
VECINOS DE LAS ZONAS DONDE SE
EXTRAE EL AGUA, COMO DE INVERSIÓN,
OPERACIÓN Y MANTENIMIENTO, QUE
REQUIEREN RECURSOS QUE DEBEN
SER APORTADOS POR LOS USUARIOS
BENEFICIADOS.
GGV
En conclusión, cuando se habla de mejoramiento de la eficiencia comercial de los organismos operadores, deben considerarse los aspectos de eficiencia física, de costos de
los servicios y tarifas adecuadas para cubrir todos los costos que implica brindar el servicio y, de forma muy importante, la participación de los ciudadanos mediante el fomento de una Nueva Cultura del Agua, tarea que necesariamente llevará tiempo, pero
que es ineludible impulsar desde ahora para poder tener resultados en el futuro.
Vista de la tubería
de concreto presforzado
de 60 pulgadas
del Macrocircuito
de Distribución de Agua
Potable en el ejido El Cristo,
en el municipio
de Naucalpan de Juárez,
en el Estado de México.
ACR
409
La necesidad de un Nuevo Federalismo
del Agua en México
Instalación de tuberías
para el Macrocircuito
de Distribución de Agua
Potable, en el ejido Chiluca,
en el muncipio de Atizapán
de Zaragoza, en el Estado
de México.
ACR
410
Alfonso Martínez Baca Domenzain
La disponibilidad de agua en México
En México, la disponibilidad del líquido ha disminuido significativamente desde la
mitad del siglo XX a nuestros días: mientras en 1955 la disponibilidad era de 11 mil 500
m3/hab/año, en 1999 había bajado a 4 mil 900 m3/hab/año, y de seguir esta tendencia
se espera que en 2025 llegue a 3 mil 500 m3/hab/año, nivel peligroso en periodos de
escasa precipitación. La situación se torna más compleja, al considerar las peculiaridades del territorio nacional. En el norte y centro del país se concentra la mayor proporción de la población y de las actividades económicas, regiones con una disponibilidad de agua per cápita actual de 2 mil m3/hab/año, rango considerado a nivel internacional como peligrosamente bajo. Singular es la situación en el Valle de México,
donde la disponibilidad per cápita es de apenas 200 m3/hab/año, valor crítico que refleja la dependencia de este enorme conglomerado urbano a la importación de cuencas ajenas y a la sobreexplotación de sus acuíferos. Los acuíferos del país se encuentran
gravemente sobreexplotados. La tendencia de su aprovechamiento así lo muestra:
mientras que 32 acuíferos estaban sobreexplotados en 1975, para 1981 ya sumaban 36;
dicha cifra se elevó a 96 en el 2000. En las regiones con acuíferos sobreexplotados se
produce un grave impacto ecológico, que se traduce en el agotamiento de manantiales, la desaparición de lagos y humedales, la reducción de caudales base de los ríos,
la eliminación de vegetación nativa y la pérdida de ecosistemas.
La demanda de agua potable se concentra especialmente en las cuencas del Valle de
México y la del Río Lerma, así como en las de la franja norte del país, lugares que dan
cabida a sus principales centros urbanos. En el caso de la Cuenca del Valle de México,
sus características geográficas hacen complejo el abastecimiento del líquido: está
situada en la cota de 2 mil 240 msnm y en una cuenca cerrada sin salidas naturales,
ubicación que requiere de cuantiosas inversiones en infraestructura, tanto para conducir el líquido desde cuencas lejanas, como para su posterior desalojo como aguas
residuales.
LA NECESIDAD DE UN NUEVO FEDERALISMO DEL AGUA EN MÉXICO ALFONSO MARTÍNEZ BACA DOMENZAIN
Caminos de solución ante los retos del agua
Aun cuando los ciudadanos empiezan a percibir el problema del agua como uno de los
más graves e importantes del país, persisten patrones de uso y consumo del líquido
inaceptables: derroche que propicia severas condiciones de escasez y contaminación.
Al respecto, como lo estableció en su momento el Consejo Consultivo del Agua del
Estado de México, los conceptos fundamentales que podrían mitigar la problemática
actual del preciado recurso son los siguientes:
a) Crear una Cultura del Agua
b) Procurar el aprovechamiento
sustentable del agua
c) Establecer una redistribución
equitativa y rentable del recurso
del agua
La grave problemática del agua sólo se
podrá resolver con la participación de la
sociedad en su conjunto; por ello, las tres
instancias de gobierno, en el ámbito de
sus competencias, deberán encauzar las
acciones, estrategias y políticas que sean
necesarias para generar entre la población, no sólo la conciencia de evitar su
desperdicio en función de la escasez y
costo del recurso, sino también el reconocimiento del agua como elemento estratégico del desarrollo.
Los gobiernos deberán desarrollar nuevas
estrategias que permitan proveer la suficiente cantidad de agua, con la calidad
exigida por los diferentes usuarios, y fomentar el reúso de aguas tratadas de
forma ambiental y económicamente segura: que el agua no sea el factor limitante, sino el factor determinante del
desarrollo del país y de nuestro estado.
Al no considerarse el valor económico del
agua, los intercambios del recurso entre
regiones o entre sectores han provocado
notables distorsiones en el necesario
equilibrio entre crecimiento económico,
equidad y sustentabilidad ambiental de
México.
d) Obtener para las cuencas cedentes la
retribución justa por el uso del agua
e) Mejorar sustancialmente el marco
jurídico relacionado con el agua
Es inaplazable lograr que se les retribuya
a las cuencas cedentes el costo del agua
que se extrae de su territorio para ser utilizada en otras cuencas o entidades. La
extracción indiscriminada encarece la
vida urbana y las actividades productivas
de la cuenca cedente, situación que demanda el establecimiento de políticas y
estrategias para lograr un trato justo en
materia de agua.
Debido a las situaciones de inequidad que
se presentan en la explotación y aprovechamiento del líquido, el deterioro ambiental y la creciente contaminación de
ríos y embalses, resulta evidente que los
marcos legales nacional y estatales del
recurso agua están rebasados. Su urgente
adecuación es impostergable al considerar que las tendencias indican que los
conflictos por el agua aumentarán y se
agudizarán en el futuro.
Para plasmar en realidades los conceptos mencionados, resulta necesario, a mi juicio,
aplicar medidas de fondo con base en un nuevo marco jurídico. La Ley de Aguas Nacionales publicada el 29 de abril de 2004 no cumplió con las expectativas que generó
al momento de su aprobación.
Entre sus carencias destaca que sólo esquematiza la descentralización interna de la
gestión del agua, pero limita la participación de los estados y soslaya graves problemas
vigentes, a saber: la inadecuada explotación de acuíferos compartidos; el incorrecto
tratamiento del trasvase entre cuencas; la ausencia de normas que obliguen al uso del
agua residual tratada en algunas aplicaciones; la carencia de políticas para la recarga
artificial de acuíferos; el combate al mercado negro del agua y el cambio del uso de
agua agrícola a urbano.
411
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
La problemática descrita sólo podrá resolverse mediante el establecimiento de un verdadero Federalismo del Agua, que implica la necesaria reforma integral de su marco jurídico, en la actualidad compuesto tan sólo a nivel federal por 15 ordenamientos
dispersos, con enfoques sectoriales, operados por diversas dependencias y sin una visión
integradora. Esta dispersión de atribuciones en la materia, ocasiona:
Falta de coordinación
institucional para planear, regular, construir
y operar la infraestructura hidráulica para los
diferentes usos.
Duplicidad de funciones con la consecuente
pérdida de recursos humanos, materiales, tecnológicos y económicos en un medio caracterizado por su escasez.
Abandono de los programas de investigación, operación y construcción de infraestructura.
Falta de eficiencia en el
uso del recurso en sus
diversas aplicaciones.
Dispersión en las políticas tarifarias.
Medidas que deberán aplicarse en el corto y largo plazos
Medidas a corto plazo
En tanto se concretan los cambios sustanciales al marco jurídico, podrían instrumentarse, con voluntad política, una serie de medidas urgentes en el corto plazo:
1) Convenios Federación–entidades federativas. Celebrar convenios entre la Federación y los estados para que éstos asuman atribuciones, derechos y responsabilidades en materia de aguas nacionales dentro de sus respectivos territorios, respecto
a la realización de obras hidráulicas; la explotación, uso y aprovechamiento del recurso; y la operación de los sistemas, con los necesarios apoyos financieros para
llevar a cabo tales funciones. De igual manera, debe establecerse en dichos convenios la facultad de las entidades federativas para intervenir en el otorgamiento de
concesiones y asignaciones de agua, bajo la normatividad del Gobierno Federal.
2) Transferencias de caudales, solidaridad entre las entidades y compensación
económica. Las transferencias de caudales, importante instrumento vertebrador del
territorio, deben justificarse con poderosos motivos de interés general que respondan a situaciones de carencias estructurales acreditadas en el tiempo. El marco legal
del recurso debe someter la realización de las transferencias a importantes cautelas
ambientales y socioeconómicas, destinadas a garantizar que en ningún caso el desarrollo futuro de la cuenca cedente pueda verse comprometido por la transferencia.
En tal virtud, la entidad federativa debe tener la facultad de señalar lo anterior y,
en su caso, vetar la transferencia y/o la sobreexplotación.
Cabe señalar que el Estado de México ha sido y seguirá siendo solidario con el Distrito Federal. Sin embargo, es necesario destacar el costo que ha tenido el deterioro
ecológico y económico en sus cuencas, sin ninguna compensación por ello. En el
Valle de Toluca se perforaba hace unos años a 60 m; hoy en día se perfora a más de
200, con el consiguiente aumento en el costo de inversión y operación.
Especial importancia cobra la regulación del régimen económico–financiero de las
transferencias que, en adición a la recuperación de los costos implicados en la misma,
debe propiciar el desarrollo conjunto de las cuencas cedente y receptora, mediante
412
LA NECESIDAD DE UN NUEVO FEDERALISMO DEL AGUA EN MÉXICO ALFONSO MARTÍNEZ BACA DOMENZAIN
el establecimiento de una compensación económica destinada a resarcir ambientalmente a la cuenca cedente, a fin de que ésta no vea amenazado su desarrollo
económico y social. En este sentido, se dará especial énfasis tanto en garantizar la
máxima eficiencia en la gestión del recurso en las cuencas receptoras, como en la
regulación de las reservas hidrológicas por motivos ambientales, la protección de
las aguas subterráneas y la conservación de humedales en la cuenca cedente.
3) Desarrollo institucional. En términos de lo dispuesto por la Ley de Planeación, es
obligación de la Administración Pública Federal conducir sus acciones conforme a
lo previsto en el Plan Nacional de Desarrollo y los programas que se deriven, por lo
que debe de apegarse a lo establecido en el Programa Nacional Hídrico. En este sentido, se coincide en que, para el manejo integral y sustentable del agua, en cuencas
y acuíferos se requiere:
Incrementar el gasto
público en la investigación de los recursos
hidráulicos del país. En
especial lo relativo a la
recarga y capacidad de
los acuíferos subterráneos cuya sobreexplotación y contaminación constituye un problema prioritario en
México.
Modernizar e incrementar la red de medición y monitoreo de
los recursos hídricos
mediante estaciones
climatológicas e hidrométricas, laboratorios
para la calidad del
agua y radares meteorológicos, fuentes de
información para toda
decisión en el sector,
en especial para la protección de la sociedad
ante la presencia de
fenómenos meteorológicos extremos y el
correcto diseño de las
obras hidráulicas.
Impulsar la capacitación de los recursos
humanos del sector,
fomentar el desarrollo
y transferencia de tecnología y establecer el
servicio civil de carrera,
sobre todo en la instancia municipal.
Ampliar, rehabilitar y
modernizar los Distritos y Unidades de
Riego.
Evitar la erosión de las
cuencas provocada por
la deforestación y agricultura inadecuadas.
4) Fortalecimiento de los organismos operadores de agua. Se requiere fijar las bases
para el desarrollo y fortalecimiento de los organismos operadores de agua, actualmente regidos por un marco jurídico y regulatorio inadecuados y por la politización
de sus decisiones básicas. Esta situación genera el incumplimiento de sus objetivos,
hecho que se refleja en una limitada cobertura y calidad de los servicios y en la baja
eficiencia física y comercial de tales organismos, lo que les impide alcanzar una verdadera autonomía financiera.
Deben promoverse, por tanto, modelos de desarrollo para la administración del agua
público–urbana que permitan la participación directa del sector público en la prestación del servicio, por ser éste, en última instancia, el responsable del mismo, y fomenten, ante la gravedad del problema y el monto de las inversiones requeridas, la
participación de la iniciativa privada, con lo que se logrará inyectar recursos adicionales
en la gestión del agua, aprovechar experiencias internacionales y utilizar los avances
tecnológicos en su administración y operación.
413
Desarrollo habitacional
en construcción en
el municipio de Metepec,
en el Estado de México.
CFM
Medidas a largo plazo
Resulta claro, entonces, que abordar el problema del agua implica una profunda reforma al marco jurídico nacional, incluyendo lo establecido en la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos.
1) Actualmente la legislación emitida por el Congreso de la Unión y la jurisprudencia
del Poder Judicial Federal, al interpretar el contenido del párrafo quinto del artículo
27 constitucional, han establecido que sobre el agua sólo ejerce el derecho de propiedad la nación, entendida ésta como Federación. Esta interpretación olvida que
los estados, libres y soberanos en su régimen interior, unidos por voluntad propia,
constituyen precisamente la Federación.
En consecuencia, para establecer un verdadero Federalismo en materia de aguas, es
necesaria una reforma integral que determine claramente el ámbito de responsabilidades y derechos entre los tres órdenes de gobierno.
El marco institucional relativo al manejo y gestión del agua no puede quedar fuera
de dicha reforma; se requiere, por tanto, una nueva ley de aguas nacionales que
reglamente, de manera clara y precisa, la intervención de los estados en materia
hidráulica y evite la centralización de decisiones del Ejecutivo Federal, pues los aspectos más impactantes que afectan la disponibilidad de agua en las entidades
federativas son ejecutadas sin la intervención y consulta de los gobiernos locales.
Tal es el caso de la autorización de concesiones que con frecuencia propician la sobreexplotación de los acuíferos o, lo más grave, la autorización de transferencias
entre cuencas, decisión que afecta severamente la disponibilidad en los estados con
cuencas cedentes, sin ninguna obligación para los gobiernos de las receptoras.
2) Lograr la formulación de planes nacionales a corto, mediano y largo plazos que respeten los objetivos y las estrategias de los programas estatales en la materia como
documentos rectores de la sustentabilidad hídrica nacional. Estos planes deben realizarse con todos los actores de la sociedad y la participación de los tres niveles de
gobierno, debiendo ser aprobados por el Congreso de la Unión y las legislaturas
locales.
414
LA NECESIDAD DE UN NUEVO FEDERALISMO DEL AGUA EN MÉXICO ALFONSO MARTÍNEZ BACA DOMENZAIN
Acciones a instrumentar en el Estado de México
En el caso particular del Estado de México, las medidas que deberán tomarse para
mejorar la gestión del agua y, por ende, las eficiencias administrativas y operativas de
los organismos operadores, tendrán que considerar las siguientes causas y hechos:
a) La brecha entre la oferta y demanda del agua aumenta cada día; mientras la segunda se incrementa debido al crecimiento de población y a la necesidad de una
mayor cantidad de bienes y servicios, la primera permanece constante en la naturaleza.
b) El acceso al agua potable se dificulta más, las fuentes potenciales de abastecimiento
se encuentran cada vez más alejadas de los sitios de consumo, o más profundas en
el caso de las aguas subterráneas, con el peligro de extraer aguas mineralizadas que
requieren de fuertes tratamientos de potabilización.
c) En el Estado de México, las principales causas de su escasez son el crecimiento demográfico debido a la inmigración que proviene de otras entidades federativas; la tala
inmoderada de los bosques; la erosión y la transferencia de caudales a la capital de
la República, hecho que ha generado la sobreexplotación de nuestros acuíferos por
más de 50 años, con el consecuente deterioro de sus cuencas y la contaminación de
sus aguas superficiales y subterráneas.
Para hacer frente a esta crítica situación, se requiere de la coordinación de acciones y
programas de las tres instancias de gobierno, de la participación de la iniciativa privada y de la sociedad en su conjunto, dentro de un marco legal que facilite su interacción y determine sus facultades y obligaciones. Dicho marco deberá permitir
también:
a) Promover una Cultura del Agua que
fomente y apoye el aprovechamiento
sustentable del líquido; buscar una distribución equitativa y rentable del recurso, y luchar con determinación para
que el Estado de México obtenga una
retribución justa por las transferencias de caudales a otras entidades
federativas.
b) Impulsar modelos para la administración de los servicios hidráulicos que
permitan el desarrollo y fortalecimiento de los organismos municipales
encargados de su prestación. En términos generales, dichos organismos presentan una problemática muy amplia
que abarca los aspectos más importantes de su gestión. Se enfrentan a
una escasez crónica de recursos financieros y a una limitada capacidad de
endeudamiento; operan una infraestructura en malas condiciones que
presenta fuertes pérdidas del líquido,
lo que implica una baja eficiencia
operativa; muestran una amplia rotación en sus puestos directivos, fenó-
meno que se traduce en pérdida de experiencia y nulo desarrollo de instituciones, y aplican tarifas que no reflejan los costos de operación, mantenimiento y administración del sistema.
Los nuevos modelos (empresas tripartitas, empresas mixtas, concesión, contrato integral o parcial de servicios,
BOT, entre otros) deberán establecer
condiciones precisas que el concesionario, socio privado o contratista
deben cumplir, entre las cuales destacan: fijar compromisos contractuales
para elevar las eficiencias comercial y
operativa; aportar una inversión inicial
para estabilizar la gestión del sistema;
implantar esquemas de trabajo que
ofrezcan continuidad y planeación a
largo plazo; permitir la transferencia y
asimilación de tecnologías de punta;
todo ello con el fin de alcanzar mejoras apreciables en cantidad y calidad
del suministro.
c) Analizar y estudiar con detalle si es
adecuada la creación de un ente regulador, que se constituya en el instrumento responsable de promover y vigilar el cumplimiento de normas claras,
que estimulan la mejor prestación de
los servicios y protejan los intereses de
todos los actores involucrados.
El ente podría tener a su cargo la regulación de las obras y servicios realizados por los organismos operadores
municipales, por las posibles empresas
paramunicipales, tripartitas o mixtas
que se constituyan o por concesionarios encargados de la prestación de los
servicios, incluyendo a los comités,
consejos o juntas de agua, con el único
fin de propiciar la mejora de sus eficiencias comerciales y operativas. Con
la anuencia de los municipios y del
Poder Legislativo, es posible otorgarle
al ente regulador la autoridad y facultades suficientes para que realice con
eficiencia su labor de árbitro y supervisor, de lo contrario su trabajo será
inviable.
415
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Tomando en consideración los hechos que se han detallado, es urgente y necesario
adecuar el marco jurídico del sector agua estatal a fin de lograr:
416
a) Plena concordancia con el artículo 115
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que le otorga a
los municipios la facultad de prestar
los servicios de agua potable, drenaje,
alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales, así como el
control de las descargas a los sistemas
de drenaje y alcantarillado a su cargo
y la construcción y operación de sistemas públicos de tratamiento de
aguas residuales y su reúso. Ante este
cúmulo de responsabilidades, el ordenamiento deberá reglamentar de manera precisa las opciones por las cuales
los ayuntamientos podrán prestar los
servicios públicos a su cargo.
b) Considerar de interés público la promoción y el fomento de la participación organizada del sector social y
de los particulares en la construcción
de la infraestructura hidráulica del Estado de México, así como en la prestación de los servicios públicos correspondientes, detallando los requisitos
que deben cumplir los ayuntamientos
para constituir empresas paramunicipales, tripartitas o mixtas.
c) Considerar la concesión como la figura
jurídica mediante la cual se permite a
las personas físicas o jurídicas colectivas prestar servicios hidráulicos. Establecer que las concesiones se otorgarán mediante licitación pública a
personas físicas o jurídicas colectivas
que cuenten con la experiencia y solvencia técnica y económica.
d) Reglamentar de manera precisa el registro, mediante título de concesión
para la prestación de los servicios y
fijar los lineamientos básicos de operación de los comités, consejos, juntas
de agua constituidos o por constituir,
integrados por personas físicas y jurídicas colectivas sin fines de lucro. De
igual manera, deberá facultarse a la
Comisión del Agua del Estado de México y a los ayuntamientos para que
decreten la intervención de los servicios concesionados, cuando se interrumpa o se afecte la prestación del
servicio o cuando se presente alguna
de las causales de terminación, rescisión o revocación establecidas en el
título de concesión.
e) Especificar que la programación hidráulica, definida como el conjunto de estrategias, políticas, planes y programas
por cuenca, región y municipio que
permitan inducir y regular la explotación, uso, control y preservación de
la cantidad y calidad del agua en la entidad, deberá ser de carácter obligatorio para la gestión integral en materia
hídrica en el estado.
f) Por su importancia, debe precisarse
que los organismos prestadores de los
servicios están obligados a llevar a
cabo un manejo integral y un uso eficiente del agua. Por lo tanto estarán
obligados a instalar medidores de agua
en las tomas comerciales, industriales y
habitacionales de su jurisdicción, así
como llevar a cabo la macromedición
de los caudales que reciben. En el
mismo sentido, deberán establecer los
sistemas que permitan detectar y reparar oportunamente las fugas visibles
y no visibles en las redes de distribución y líneas de conducción a su cargo.
g) Especial atención merece el adecuado
tratamiento y posterior reúso del agua,
que constituye una de las opciones
más prometedoras para la conservación del recurso, al abrir enormes posibilidades para su manejo eficiente y
sustentable. Su importancia en el ámbito urbano obligará a que se desarrollen sistemas de distribución duales
para la conducción tanto de agua
potable como de agua residual tratada,
destinada a un creciente número de
aplicaciones industriales, de servicios y
de riego en áreas verdes, situación que
deberá ser puntualmente considerada.
h) Es un hecho que el uso de agua tratada
para la inyección de los acuíferos y aun
para el abastecimiento directo de agua
potable se extiende cada día más. El
público usuario aún rechaza el líquido
que proviene de alguna fuente de
abastecimiento que no sea fresca, pero
es indudable que en la mayor parte del
mundo los ríos, lagos y reservorios que
proporcionan agua para consumo humano contienen afluentes que han
recibido algún tipo de tratamiento o,
en un gran número de casos, agua
residual cruda. Se requiere avanzar en
la dirección indicada, mediante señalamientos específicos a este respecto.
LA NECESIDAD DE UN NUEVO FEDERALISMO DEL AGUA EN MÉXICO ALFONSO MARTÍNEZ BACA DOMENZAIN
Hacia el futuro
Según las proyecciones para el año 2020, la población en México ascenderá a 130
millones de personas. Se espera que la economía crezca a un ritmo de 3% anual en ese
periodo y que los niveles de vida de la población aumenten. Por lo tanto, es de esperarse que las demandas por agua se incrementarán. A lo anterior se añade que el crecimiento del país no se distribuirá en forma homogénea, tenderá a concentrarse en su
zonas centro y norte, las cuales presentan ya problemas de escasez de agua.
Esta situación, de por sí complicada, se agudizará en las poblaciones del Altiplano,
donde se ha tratado de resolverla por medio del incremento de la oferta, sin que se haya
logrado la corrección de los gravísimos problemas de la demanda, lo que implicará:
a) Enormes inversiones en infraestructura de conducción por la lejanía de las
fuentes de abastecimiento.
b) Altos gastos de operación
por el consumo de energía
requerido para elevar el
agua.
c) Elevados costos del agua
para los gobiernos locales y
por ende para los usuarios.
d) Agudos problemas políticos
y sociales en las cuencas y
entidades cedentes, en particular dentro de las zonas
de extracción.
Todo lo antes expuesto apunta a que el manejo del agua en el Altiplano deberá operar
adecuadamente la demanda sin incrementar la oferta, estableciendo con decisión
política, dentro de un marco legal adecuado, la solución o al menos la reducción de la
problemática expuesta.
En este sentido, debe asignarse la más alta prioridad a las acciones que incidan en la disminución de la demanda de agua de primer uso. De entre estas, las más relevantes son:
a) Reducir pérdidas en las
redes de agua potable de
39 a 25%, lo que representaría un ahorro de agua en
el Estado de México del
orden de los 5.5 metros
cúbicos por segundo.
b) Reducir pérdidas en los sistemas de riego, elevar en
los Distritos de Riego la eficiencia en el uso del agua,
que en este momento varía
de 30 a 40%, esperando
que se alcance 65% y, en
Unidades de Riego con eficiencias de 35 a 50%, elevarlas a 70 por ciento.
c) Promover y estimular el intercambio de agua de primer uso por agua tratada
en la agricultura. Esto puede realizarse mediante la
compra de derechos de
agua previamente concesionados y la dotación adecuada de aguas residuales
tratadas.
e) Promover y estimular el
ahorro de agua en el uso
doméstico mediante la
medición domiciliaria y la
reestructuración de tarifas
diferenciales y progresivas
de acuerdo al consumo.
f) Incrementar el reúso del
agua en los valles de México y Lerma (municipal, industrial, recarga, etc). El
reciclado de aguas residuales tratadas para uso
público e industrial requiere cumplir con ciertas normas de calidad, por lo que
será necesario determinar
los costos asociados.
g) Estimulación de la infiltración de agua pluviales. Es
necesario determinar con
precisión las zonas de recarga, y realizar estudios
con el objeto de determinar
los parámetros de diseño de
las obras.
d) De lograrse estas metas, el
agua de primer uso liberada servirá para satisfacer
en parte la creciente demanda público–urbana e
industrial del Estado de
México.
417
La responsabilidad como un motor
de la eficiencia comercial
Enrique González Isunza
n la actualidad se encuentra vigente la discusión en torno a
si el derecho natural de acceso al agua del ser humano debe
ser considerado un bien social o natural. La posición de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) consiste en situar ese
derecho inherente al ser humano como un bien público, consideración que es compartida por la legislación mexicana. El principio que considera el derecho de acceso al agua como un bien
público debe ser analizado en su complejidad, incluyendo factores como las cuantiosas inversiones requeridas para llevar el
recurso a través de grandes distancias, lo cual obliga a repensar
el concepto del derecho humano al acceso del agua visto como
un bien público.
E
El concebir al agua como un bien público debe implicar la suma
de los costos necesarios para el otorgamiento del servicio, lo cual
obliga a considerar al recurso vital como un bien económico,
desde el punto de vista de los sistemas comerciales que conforman a los organismos operadores.
En México existe la impostergable necesidad de adecuar el marco
jurídico federal y estatal, de manera tal que pueda convertirse a
los organismos operadores en entidades económicamente sostenibles. Para ello no hay que perder de vista la concepción que
aduce la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la ONU respecto a la disponibilidad del agua, y tampoco el hecho de que el
agua es un bien escaso, que debiera ser visto como un bien
económico.
Edificio del Agua
de la Comisión del Agua
del Estado de México en
el municipio de Naucalpan
de Juárez, en el Estado
de México.
CFM
418
Por otra parte, cabe recordar que las modificaciones realizadas
a la Ley de Aguas Nacionales y a la Ley del Agua del Estado de
México no han cumplido con las expectativas de descentralizar
la administración del recurso vital en México. La razón de la insuficiencia de las reformas radica en que la esencia de las leyes
de México se finca en un concepto de república federalista, que
en la práctica diverge de sus principios centralizando el rumbo
de las acciones relativas a la gestión del agua. La centralización
de facto de las normas que rigen al sector hidráulico del país
imposibilita una gestión adecuada del recurso. Por tanto, resulta
indispensable revalorar y redistribuir las atribuciones a nivel federal, estatal y municipal en torno al recurso, de tal suerte que
la estrategia para hacer frente a la escasez del agua sea integral
y derive en una tarea corresponsable y compartida.
LA RESPONSABILIDAD COMO UN MOTOR DE LA EFICIENCIA COMERCIAL ENRIQUE GONZÁLEZ ISUNZA
Tanto la sociedad como el gobierno, deben asumir el compromiso de hacer más eficientes los sistemas hidráulicos, en función de los valores que exige la realidad del siglo
XXI. De no afrontar la escasez del agua, los indicadores que miden la calidad de vida
podrían sufrir un grave deterioro. Cuando se llegue el momento deseable –que por
momentos parece utópico– donde toda la población respete, reconozca y cuide el recurso vital, México habrá alcanzado un ideal respecto a la relación de los habitantes
con su propio gobierno. De esa manera, la coexistencia entre gobierno y sociedad se
verá fortalecida, abriendo el camino a la valoración de los costos de los sistemas
hidráulicos y permitirá la formulación de proyectos a largo plazo que busquen cuidar
los indicadores de calidad y cantidad de agua por familia otorgada en el ámbito municipal. En México resulta fundamental transmitir a los usuarios los valores y principios intrínsecos del agua, de modo tal que reconozcan la importancia de preservar su
disponibilidad y la complejidad de su conducción. El admitir además los costos implícitos del agua, así como la necesidad de contratar personal especializado para su operación, contribuirá a inducir a los usuarios a pagar voluntariamente y de manera
natural por el servicio del agua.
El acceso al servicio siempre debe estar asociado a un costo, el cual debe ser reforzado
mediante disposiciones federales, estatales y municipales que planteen medidas en
caso que el usuario no pague su tarifa, situación que debe ser extensiva al Estado de
México, en aras de apuntalar la eficiencia de la Cultura del Agua y de la Cultura del
Pago. Durante generaciones, en México el agua ha sido un bien que para la población
no representa ningún costo, situación de la cual el Estado de México no ha sido la
excepción, y en donde incluso existen lugares donde nunca se ha cobrado. Tal fenómeno hoy día se ha vuelto en muchos casos una tradición y una costumbre, por ello,
es necesario que se impulse una Cultura del Agua donde su valor sea otorgado tanto
por su servicio, como por las necesidades que satisface.
En la medida en que se abandone la concepción en torno a que el agua es un bien
gratuito, se comprenderá mejor la importancia de pagar sus costos, sin dejar de considerar tanto la equidad en el acceso, como los proyectos a largo plazo para la dotación
de servicios hidráulicos.
En la actualidad existen restricciones en la Ley General de Salud, específicamente en
el Artículo 121, que inhiben a los organismos operadores a cortar el servicio de agua
cuando ésta no se paga. De ahí que el marco jurídico deba ser modificado para que las
disposiciones legales garanticen, a quien otorga el servicio, que podrá realizar el cobro
por la prestación del servicio.
A nivel gubernamental, es necesario realizar un esfuerzo paralelo a las modificaciones
jurídicas, con el propósito de arraigar una Cultura del Agua en la población, de tal
manera que se reconozca el costo implícito que significa la dotación del servicio. Si no
se refuerza una Cultura del Agua y no se crea una Cultura del Pago, las modificaciones
al marco jurídico serán insuficientes. Mediante una estrecha sinergia, estas dos
acciones contribuirían de manera importante a la rentabilidad y sustentabilidad de los
organismos operadores de agua.
419
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Labores de mantenimiento
preventivo de sistemas
hidráulicos en el municipio
de Chalco, en el Estado
de México.
ACR
El reto fundamental de los organismos operadores en el Estado de México consiste
en abandonar la tentación de no cobrar el servicio del agua, ya que de omitir la
recaudación, se distorsiona la obligación que les fue conferida. Además, en muchos
casos no se promueve la continuidad de las políticas públicas, y tampoco se cuenta
con una capacitación adecuada del personal operativo y comercial, lo que provoca que
no se consoliden programas con una visión de futuro. Por otra parte, es preciso ampliar
los objetivos del organismo, más allá del corto período de gestión que tiene la administración de un ayuntamiento. A cambio, se requiere fomentar una relación sana con
la población, donde se impulse un esfuerzo serio por cobrar el agua con equidad, mediante tarifas justas y estratificadas para cada zona del territorio municipal. De esa
manera, los organismos operadores podrán estar preparados para hacer frente a los
retos propios de su área de acción.
Es importante destacar que el sistema político mexicano no acepta modificaciones de
fondo en su estructura actual, por lo que los retos de los organismos operadores relacionados con la gestión del agua en cada uno de los municipios seguirán vigentes. La
estrategia que promueve la privatización de los organismos operadores como el camino
para volverlos más eficientes es en parte una falacia, ya que se origina en aseveraciones que generalizan mitos como el de que sólo quien tiene su origen en el sector privado puede conducir una empresa de manera ordenada y rentable.
Por la complejidad propia de algunos municipios, la privatización debe ser impulsada
de manera analítica, y sin menoscabo del control del sector público respecto al rumbo
de las inversiones en infraestructura, especialmente cuando se trata de obras para la
población marginada. Debe procurarse que los organismos operadores no se conviertan tan sólo en empresas modelo en rentabilidad y eficiencia, sino que conserven en
todo momento su misión de servir a la población en su conjunto. Lo anterior nos
420
LA RESPONSABILIDAD COMO UN MOTOR DE LA EFICIENCIA COMERCIAL ENRIQUE GONZÁLEZ ISUNZA
evidencia que el servicio debe ser prestado por los organismos operadores, dentro de
la administración pública.
Otro de los grandes retos para la esfera municipal en torno a sus organismos operadores es el impulso de su eficiencia técnica, que con frecuencia es casi nula. No obstante, resulta igualmente importante el aspecto comercial de la administración en los
organismos operadores, área que enfrenta mayores problemáticas intrínsecas, afectadas generalmente por decisiones de orden político.
Combate de inundaciones
en el municipio de Ecatepec
de Morelos, en el Estado
de México.
ACR
Por cuanto al área técnica se requiere el apoyo conjunto y coordinado de los tres órdenes de gobierno, de tal manera que se impulse la calidad y profesionalización del personal. Así, podrán emprenderse acciones de mayor alcance para elevar la eficiencia
técnica y valores rentables, adaptando las experiencias de sistemas exitosos de otros
países.
El actual debate en torno al sistema político mexicano plantea ideas importantes y de
orden estratégico, tales como la discusión en torno a la reelección en los ayuntamientos y en cuanto a la amplitud de sus períodos de gobierno; o incluso, en torno a una
mayor independencia de los organismos operadores, de los vaivenes de cada gestión
municipal, de tal forma que sean instituciones viables y eficientes. La profesionalización y permanencia de personal calificado deben ser auspiciadas con la mayor
prioridad.
Un organismo público debe mantener una perspectiva social al tiempo que cumple
con la cualidad de ser económicamente equilibrado y orientado hacia la viabilidad financiera. Además, sus recursos excedentes deben ser enfocados a una planeación que
optimice sus diferentes actividades y mantenga una visión de futuro realista ante las
421
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
CREO QUE UNA DE LAS SATISFACCIONES
MÁS IMPORTANTES QUE SE TIENEN AL
TRABAJAR EN UN ORGANISMO
OPERADOR, ES CUANDO SE LOGRA
LLEVAR AGUA A LAS ZONAS MÁS
NECESITADAS. AUN CUANDO NO SE
GARANTICE EL COBRO DE ESA AGUA,
HACERLA DISPONIBLE EN ZONAS DE
ALTA MARGINACIÓN COMO EN
REGIONES DEL ORIENTE DEL VALLE DE
MÉXICO SE CONVIERTE EN UNA
SATISFACCIÓN PARA LA PERSONA QUE
HABITA DENTRO DEL SERVIDOR PÚBLICO.
EGI
Dotación emergente por
medio de camión-cisterna
de la CAEM a una familia
del municipio
de Chimalhuacán,
en el Estado de México.
ACR
perspectivas de escasez aguda que seguramente afrontarán en el mediano plazo. De esa
manera, el organismo operador podría ser económica y técnicamente autosuficiente
para atender otras actividades de orden primordial como el cuidado y la recarga de
sus acuíferos, el aprovechamiento del agua de lluvia, así como otras actividades
de orden estratégico que son viables únicamente cuando es sana la administración de
un organismo operador.
Una vez que un equilibrio razonable se alcance, será posible afirmar que existen las
condiciones para robustecer el servicio público, de tal manera que no sólo éste pueda
brindarse, sino que su prestación resulte rentable. Desde un punto de vista absoluto,
ése debe ser el fin de los organismos operadores y los servicios que brindan: el servir
con calidad y oportunidad a la totalidad de su población, garantizándole una oferta de
agua sostenible.
422
Las modificaciones al marco jurídico que norma y regula la existencia y operación de
los organismos operadores deben garantizarles que dispongan de periodos suficientemente amplios para acrecentar y consolidar la calidad de su administración, para
acopiar, depurar y mantener actualizada su información y darle permanencia a las
políticas y programas que impulsan. Por su parte, el fortalecimiento de su autonomía
podría permitir a los organismos responder a los cada vez más complejos desafíos técnicos, con un ingrediente indispensable, la continuidad en sus programas. Consideramos
que sólo así podría pensarse en una posibilidad razonable de éxito.
LA RESPONSABILIDAD COMO UN MOTOR DE LA EFICIENCIA COMERCIAL ENRIQUE GONZÁLEZ ISUNZA
Sobre la Cultura del Agua
La Cultura del Agua, como todo proceso educativo enmarcado en la administración
pública, requiere de un largo plazo para que rinda frutos. Deben tomarse acciones que
impliquen un impulso a la educación, los valores y los principios, que en suma generen
un reconocimiento del valor del agua. Pero, a la par, debe contarse con medidas a corto
plazo que difundan mensajes reflexivos mediante una comunicación social pertinaz e
inteligentemente concebida. En conjunto, estos dos esfuerzos, en una interacción
coordinada, representarían un factor de progreso al inducir en los usuarios una apreciación racional del recurso.
Detalle de la Presa de Valle
de Bravo, en el Estado
de México, una de las
principales fuentes
de abastecimiento
del Sistema Cutzamala.
CFM
Para arraigar una verdadera Cultura del Agua es preciso aparejar un conjunto de medidas de persuasión, que conduzcan a una actitud corresponsable en el uso del agua.
Resulta necesario, por ende, el impulso de una serie de normas dirigidas a la sociedad,
de manera tal que de no ser respetados los valores a partir del conocimiento pleno de
la escasez por la que atraviesa el recurso, puedan ejercerse sanciones que promuevan
la responsabilidad y obligaciones en torno al acceso al servicio de agua potable.
A través del conocimiento responsable de las normas y de sus correspondientes sanciones, el usuario se verá obligado a corresponder la invitación por arraigar un valor
que esté asociado con el propio recurso, de tal suerte que por las dos vías mencionadas
–educación y comunicación de la Cultura del Agua– el usuario pueda responder al
pago de los servicios al organismo operador y éste pueda actuar eficientemente tanto
en el aspecto comercial, como en la calidad del servicio brindado.
Además del necesario impulso a la Cultura del Agua, un punto que resulta medular en
la esfera municipal hoy día, es la adecuación de las tarifas. Éstas resultan esenciales para
crear una percepción realista de la escasez del recurso pues deben provocar una valoración del agua al utilizarla o desperdiciarla. El usuario necesita ser estimulado para
adquirir conciencia de que al hacer un dispendio del recurso no sólo le implicará un
costo superior, sino que significará la herencia de un problema mayor a las próximas
generaciones.
423
Soluciones integrales para alcanzar
altas eficiencias en el área comercial
en el Sistema de Aguas de la Ciudad
de México
Panorámica desde la zona
de Santa Fé, en el poniente
del Distrito Federal.
CFM
Ramón Aguirre Díaz
l tamaño y complejidad de la red hidráulica de la Ciudad de México obliga a pensar en soluciones integrales. Un error típico de los organismos operadores es el concentrar los esfuerzos en uno o dos renglones y no avanzar de manera integral. Bajo este
criterio, se considera inadecuado, por ejemplo, desatender la actualización del padrón
de usuarios mientras se avanza en otras áreas como fugas o infraestructura, pretendiendo con ello mejorar los niveles de eficiencia.
E
Esa interrelación se presenta con el área comercial, incluso, en una actividad que
pudiera considerarse ajena como es el tratamiento de aguas residuales. Cuando el organismo trata el agua, además de brindar el servicio de saneamiento, cumple con una
obligación normativa y ecológica que se vincula al cuidado del medio ambiente. El
tratamiento es, entonces, un servicio que genera un costo, que debe sumarse a los
egresos y cuya recuperación es responsabilidad del área comercial. Lo mismo sucede con
las acciones para recarga de los acuíferos, que debe considerarse como un servicio
paralelo, cuya función es resolver un problema en el balance hídrico y, que por consiguiente, genera un costo que también debería recuperarse.
Los objetivos de las áreas comercial y operativa, por lo tanto, deben enfocarse hacia
soluciones integrales. De esa forma podría abordarse el problema del Agua No Contabilizada (ANC) o cualquier controversia que relacione tarifas y una zona que reciba
un servicio deficiente. En ambos casos, las tareas de la parte comercial y la parte operativa, cuyos objetivos son resolver con eficiencia y agilidad los problemas y de esa
manera alcanzar la autosuficiencia en el servicio, se interrelacionan.
424
En México, el sector hidráulico debe tener un carácter prioritario a la luz de los retos
que se presentan. Si bien las inversiones orientadas a la infraestructura hidráulica no
resultan atractivas para los políticos, ya que la mayoría se edifica en el subsuelo, genera molestias y al final no se ve, es menester que el usuario valore el servicio que recibe,
además de que racionalice el consumo, ya que debe estar claro que, de no ser así, la
disponibilidad del recurso no está garantizada.
SOLUCIONES INTEGRALES PARA ALCANZAR ALTAS EFICIENCIAS EN EL ÁREA COMERCIAL EN EL SISTEMA DE AGUAS DE LA CIUDAD DE MÉXICO RAMÓN AGUIRRE DÍAZ
Factores necesarios para una solución integral (líneas de acción)
1
2
3
Informática y padrón
de usuarios actualizado
Medición y mantenimiento
preventivo
El conocimiento de las eficiencias
y la detección del ANC
Un sistema comercial eficiente necesita
un padrón de usuarios permanentemente
actualizado, que se apoye en la gestión
de sus técnicos, lecturistas, personal de
campo y quienes están encargados de
instalar las tomas. La actualización del
padrón debe realizarse de manera cotidiana, como un ejercicio habitual de los
responsables de las lecturas o de la facturación, sin que por ello se descarten
auditorías y, en su caso, revisiones periódicas integrales al padrón, cuyo objetivo
sea verificar su confiabilidad. Esta tarea
podría hacerse de manera selectiva y detectar probables tomas clandestinas.
Para lograr una medición efectiva se requiere trabajo de campo previo de rutas
de lectura que estén inteligentemente
diseñadas, para que los técnicos puedan
realizar una correcta lectura de medidores, utilizando el tipo de medidor que
se considere conveniente. En grandes ciudades, los medidores de toque y/o de
lectura remota vía radio resultan opciones tecnológicas que deben tomarse en
cuenta.
La evaluación de la eficiencia integral en
un organismo operador se fundamenta
en tres ejes: el volumen de producción de
la fuente, los volúmenes de facturación y
la eficiencia en el cobro al usuario. Una
vez que conozca esa información, el organismo sabrá la relación entre lo que
produce y lo que cobra que, sin duda,
representa uno de los elementos más importantes de la evaluación de la gestión.
En el área comercial, un sistema informático tiene la misión de apoyar la gestión detectando errores de lectura o de
cobro. Asimismo, debe apoyar todas las
áreas del organismo, pero en particular la
correcta difusión de la información. Si lograra ese objetivo, el organismo realizaría
balances muy aproximados a la realidad
del agua que se utiliza y de la que se
pierde en sectores específicos. Ésa es la
razón por la cual el sistema informático
está estrechamente vinculado al proyecto
de sectorización. Los sistemas informáticos, además, son clave para apoyar la
gestión integral y el control de los procesos que generan información para todas
las áreas. Un sistema informático, en resumen, debe ser invulnerable.
El mantenimiento preventivo resulta
escencial para evitar defectos en la red.
En otros países es común llevar a cabo
acciones preventivas, práctica que siempre se realiza en México donde los presupuestos resultan insuficientes. Por esto,
los organismos operadores se han convertido en entidades que se enfocan a
corregir defectos de la red, lo que se traduce en una baja calidad en el servicio.
(1)
Pantalla de registro de nuevos usuarios del SACM.
Archivo SACM
(2)
Trabajos de mantenimiento en el Emisor Central
del Drenaje Profundo, en la Ciudad de México.
Archivo SACM
(3)
Atención a una fuga de la red secundaria en la
Ciudad de México.
Archivo SACM
El área comercial debe trabajar en conjunto con el área técnica y el área operativa para elevar su eficiencia global, sin
que se soslaye que incrementar la eficiencia en las grandes concentraciones
urbanas es un reto de gran complejidad.
Un elemento que debe identificar el área
comercial es el volumen de ANC. El concepto incluye los siguientes factores: el
volumen que se pierde en fugas, la presencia de tomas clandestinas, las submediciones y, cuando la cobertura de
micromedión es baja, también las fugas
intradomiciliarias. Una de las estrategias
para afrontar el problema del ANC es
poniendo en práctica un programa de
sectorización, pues uno de sus objetivos
es disminuir los caudales que se pierden
en la red.
425
Tarifas adecuadas, vía para lograr altas eficiencias
Otro elemento de evaluación fundamental es la relación entre los costos operativos del sistema y los ingresos. Un organismo eficiente requiere, cuando menos,
cubrir con sus propios ingresos los costos
operativos del sistema. Si además puede
participar con el financiamiento total o
parcial de nuevas obras, estaríamos hablando de un esquema ideal, aunque poco común en México. Para ello, es necesario fijar tarifas adecuadas. Al realizar
un análisis tarifario, deben considerarse
las evidencias reales y los índices de eficiencia del organismo. Si los niveles de
eficiencia son bajos, significa que los ingresos del organismo dependen del grupo
de usuarios que está al corriente de sus
pagos. Si un organismo no considera sus
eficiencias al evaluar su esquema tarifario, también se propicia un mal servicio. Además, si el organismo operador
logra fijar tarifas justas, también conseguirá altos niveles de eficiencia en
cuanto a cobro y facturación.
Existen dos maneras de prestar el servicio de agua. La primera es un servicio de
buena calidad con tarifas justas, con lo
cual el usuario recibirá un servicio continuo y agua potable de calidad. La segunda es un servicio intermitente con
agua de mala calidad, probablemente con
bajas tarifas. Esta última opción implica
que un componente de las bajas tarifas,
en muchas ocasiones, es precisamente el
mal servicio. Un círculo vicioso que es
necesario romper.
426
Por otra parte, la aplicación de tarifas
debe apuntar hacia la autosuficiencia y
respaldarse mediante un estudio previo.
Una vez realizado este estudio, los organismos operadores deberán difundir los
resultados y presentar un análisis comparativo utilizando distintas tarifas. Las
tarifas crecientes, donde se cobra un precio unitario mayor conforme más se consume, es una práctica común y conveniente en los organismos operadores del
país.
La política de prestación de un servicio
deficiente provoca que los organismos no
lleven a cabo acciones que son de su responsabilidad, como sucede con el tratamiento de aguas residuales. Una política de servicio deficiente provoca fallas
recurrentes en segmentos de la red que
deberían reemplazarse. Además, los organismos operadores laboran no obstante
la presencia de fugas, a sabiendas de que
algún segmento de la red debiera ser
sustituido cuanto antes.
Cuando se calcula una tarifa, el área
comercial debe considerar actividades
como el mantenimiento y la sustitución
de redes, entre otros, no obstante que se
haya presupuestado el pago de la energía
eléctrica o el mantenimiento preventivo
de los equipos de bombeo. Tales acciones
deben considerarse necesarias para un
correcto funcionamiento del organismo
y, por ende, parte del costo de operación
y de la prestación de un servicio integral.
Por tal motivo es necesario aplicar tarifas que reflejen los costos reales de operación y mantenimiento del sistema.
Otro objetivo de las tarifas es aportar recursos que complementen los ingresos
fiscales, y se puedan contratar créditos
para la realización de obra pública.
Una situación ideal sería fijar tarifas
reales y lograr un alto índice de cobranza,
para ofrecer un mejor servicio. No obstante, muchos organismos no han conseguido transferir el costo real del agua al
usuario. Esto quiere decir que se subsidia
el servicio por medio de recursos fiscales
o a través de la prestación de un servicio
deficiente. En consecuencia, las inversiones se orientan a solventar las necesidades y las deficiencias en el servicio.
A su vez, el sistema comercial debe contar con capacidad crediticia que le permita financiar la construcción de infraestructura.
Planta Cerro de la Estrella,
en la delegación Iztapalapa,
en la Ciudad de México.
Archivo SACM
SOLUCIONES INTEGRALES PARA ALCANZAR ALTAS EFICIENCIAS EN EL ÁREA COMERCIAL EN EL SISTEMA DE AGUAS DE LA CIUDAD DE MÉXICO RAMÓN AGUIRRE DÍAZ
El mayor reto: los ingresos
Un mayor contacto con el usuario
El Sistema de Aguas de la Ciudad de
México (SACM) es uno de los organismos
con mayor subsidio del país, ya que 50%
de los recursos necesarios para su operación son aportaciones del Gobierno del
Distrito Federal. La razón es simple: las
tarifas autorizadas son de las más bajas
del país para organismos de su tipo,
mientras que los costos operativos son de
los más altos del mundo.
El contacto directo con el usuario, ya sea
mensual o bimestral, la imagen que un
organismo proyecta hacia la ciudadanía
y su gestión comercial, son renglones de
trascendental importancia que deben
tomarse en cuenta si el organismo operador busca mejorar. La gestión comercial
debe apoyar la imagen del organismo,
cuidando la atención y el trato al usuario.
Debe procurarse la funcionalidad de las
oficinas y las salas de espera, así como reducir el tiempo de espera. La atención
adecuada debe garantizarse desde el momento en que el usuario gestiona una
nueva toma domiciliaria.
Las tarifas que aplica el SACM son tan reducidas que, en caso de lograr una eficiencia en el cobro de 100%, apenas
generaría el capital suficiente para financiar alrededor de 65% del costo operativo. Este dato refleja los insuficientes
recursos que se obtienen a través de las
tarifas en el Distrito Federal (DF) y el reto
que enfrenta el Sistema de Aguas de la
Ciudad de México.
Si el usuario recibe una atención esmerada y un servicio de mayor calidad al que
brinda, por ejemplo, un banco, se mejora
la imagen del organismo. Asimismo, los
recibos que se expidan deben incluir cobros justos para evitar reclamaciones. No
obstante, es necesario que el organismo
tenga procedimientos claros y sencillos
que permitan resolver a la brevedad cualquier controversia. La magnitud del sistema en la Ciudad de México tiende a
dificultar la capacidad de gestión, por
tanto, el SACM debe minimizar la cantidad de reclamos.
Por otra parte, el mejoramiento de la
imagen que los organismos operadores
difunden debe ir acompañada de un programa de comunicación social que informe las sanciones que se aplicarían a
los usuarios en caso de que incumplieran
sus obligaciones. Por ejemplo, el SACM
evalúa la posibilidad de sancionar a quienes hacen dispendio del agua potable, en
particular cuando el usuario riega su
jardín a medio día, sin importarle que se
registre una temperatura de 35ºC y que
el agua, más que cumplir con la función
de riego, en su mayor parte se evapore.
Mediante las reformas a la Ley de Aguas
del Distrito Federal que fueron aprobadas
recientemente, el DF tiene contemplado
restringir el horario de riego para evitar el
dispendio y fomentar la eficiencia y uso
racional del agua. Esta reforma también
impone la obligatoriedad del uso de agua
tratada para los usuarios que puedan y
tengan acceso a ella y se prevé imponer
sanciones a quien haga caso omiso de la
ley.
Agencia de Recaudación
“Año de Juárez” y módulo
de atención a los usuarios,
ubicados en la delegación
Iztapalapa, en la Ciudad
de México.
CFM
427
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
1
Convenios y facilidades de pago
El propósito fundamental de un sistema
comercial debe ser que la mayor parte de
los usuarios pague por el servicio que
recibe. Para mejorar las eficiencias de
cobro, deben otorgarse facilidades para
resolver cualquier controversia, que el
usuario liquide sus adeudos pendientes y
que en adelante realice sus pagos de
manera oportuna.
Es necesario que el área comercial aborde
el problema de los adeudos, para lo cual
deben aplicarse sanciones a los usuarios
morosos, respaldadas con argumentos
legales. Para ello no deben descartarse
acciones restrictivas como la limitación o
suspensión del servicio, sin que se olvide
difundir la importancia de pagar para
recibir a cambio un servicio de calidad.
2
Hacia una Cultura del Pago
El SACM analiza actualmente la posibilidad de cortar el suministro de agua
potable con fundamento en las reformas
realizadas a la Ley de Aguas del DF, a
efecto de elevar los niveles de eficiencia
y planear acciones preventivas para
mejorar la red de agua potable.
La Cultura del Pago en México tiene dos
aristas. La primera apela a la conciencia
del usuario como medio para lograr un
uso adecuado del recurso; la segunda fomenta la Cultura del Pago como medio
para obtener recursos suficientes y
garantizar una adecuada operación.
Lo más complicado de la gestión comercial es el cobro al usuario, pues aún está
vigente la controversia en torno a si el
servicio de agua es un derecho humano y
si por ello el pago debe considerarse un
aspecto secundario que no debe conseguirse con medidas coercitivas.
EXISTE UN RETO DE GRAN
IMPORTANCIA RESPECTO A LA
RELACIÓN QUE TENEMOS LOS
HABITANTES DEL VALLE DE
MÉXICO CON EL ELEMENTO
AGUA, EL CUAL DEBE PARTIR DEL
PRINCIPIO DE QUE ES EL BIEN
MÁS ESCASO QUE TENEMOS EN
LA CIUDAD.
RAD
(1)
Personal del SACM
aplicando una suspensión
del servicio de agua potable
a una empresa ubicada en la
delegación Miguel Hidalgo,
en la Ciudad de México.
NOTIMEX/FOTO/HECTOR
MARTINEZ/HMR/POL/
428
(2)
Escasez de agua en la
Colonia CTM Culhuacán,
en la Ciudad de México.
ESPECIALES08
NOTIMEX/FOTO/ARCHIVO
/HUM/
SOLUCIONES INTEGRALES PARA ALCANZAR ALTAS EFICIENCIAS EN EL ÁREA COMERCIAL EN EL SISTEMA DE AGUAS DE LA CIUDAD DE MÉXICO RAMÓN AGUIRRE DÍAZ
Soluciones metropolitanas para la Ciudad de México
La problemática del sector agua y saneamiento en el Valle de México nos obliga a trabajar para alcanzar niveles de máxima eficiencia a escala mundial, meta que requiere
del trabajo conjunto entre el SACM y los municipios conurbados del Estado de México. Ambas entidades deben avanzar de manera coordinada.
El Valle de México es la zona con mayor desequilibro entre la oferta y la demanda de
agua, situación que ha obligado a que se sobreexploten sus acuíferos y a que se importe agua de cuencas lejanas. Por ende, el reto debe abordarse de manera integral, de
lo contrario no podrán elevarse las eficiencias. Si el DF y los municipios conurbados
como Tlalnepantla de Baz, Ecatepec de Morelos, Nezahualcóyotl o Naucalpan de Juárez
no llevan a cabo acciones para elevar sus eficiencias, la gestión metropolitana del agua
se complicará cada vez más.
La presión hídrica es la demanda de agua que se registra en una zona en función del
volumen de precipitaciones, pero debe considerarse que más de la mitad de éstas tiende
a evaporarse. Cuando la presión hídrica comienza a acercarse a la mitad e, incluso,
cuando es superior a 40%, la presión se considera fuerte pues, en ese caso, será indispensable captar todo el volumen disponible en esa zona para satisfacer las necesidades
de agua. La presión hídrica a la cual se encuentra sometido el Valle de México es un
problema que debe atenderse en forma conjunta. Existen ciudades bajo fuerte presión
hídrica en estados del norte del país como Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. En esta
última entidad, por ejemplo, la presión hídrica es de aproximadamente 76.4%, la cual
es considerada muy fuerte. Una situación similar ocurre en Baja California, entidad
donde la presión hídrica es de aproximadamente 75.9 por ciento.
La situación en el Valle de México es particularmente grave, ya que su presión hídrica
es de 155%, lo cual significa que en esta región la demanda triplica el límite razonable
en relación con la disponibilidad del líquido. A pesar de ello, la percepción general considera que el volumen de lluvias en el Valle de México es alto, sin considerar la alta
concentración demográfica que favorece la centralización de la demanda. Por ello, el
SACM debe encaminarse hacia un modelo de uso eficiente del agua, que considere al
recurso como un bien escaso dentro del Valle de México. Esto obliga a que se piense,
una vez más, en un trabajo conjunto entre el Estado de México y el DF para alcanzar
soluciones integrales. Si se planteara un nuevo proyecto para importar agua de una
fuente de abastecimiento lejana, ambas entidades tendrían que trabajar coordinadamente, pues los municipios conurbados del Estado de México demandan volúmenes
mayores de agua potable que el DF. Otro tema que requiere de soluciones metropolitanas es el drenaje, proceso para el cual no existen diferencias ni límites políticos y
que implica el desalojo de las aguas residuales del Valle de México.
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Estrategias para alcanzar altas
eficiencias en los organismos operadores
Manuel Gómez Morín Martínez del Río
El caso de Naucalpan de Juárez, Estado de México
l agua es un elemento imprescindible para el ser humano: sin
él no puede llevar a buen puerto sus actividades cotidianas y
sencillamente su vida no sería posible. Las autoridades encargadas de administrar el recurso tienen la misión de lograr que el
elemento vital llegue hasta los domicilios de los usuarios.
E
En México los responsables de proveer el recurso a los usuarios
son los organismos operadores, los cuales ante la realidad que
vive el sector hidráulico, deben caminar hacia la institucionalización, mediante un marco jurídico idóneo que considere consejos de administración que incluyan la participación del sector
social.
En el municipio de Naucalpan de Juárez 70% del
líquido es abastecido por los sistemas Lerma y Cutzamala, operación que requiere el empleo de
grandes recursos dada la complejidad de la red
de distribución y sus requerimientos de energía,
entre otros. El volumen proveniente de los sistemas Lerma y Cutzamala es recibido previo proceso de potabilización, mientras que el líquido
extraído de pozos locales muestra buena calidad,
por lo que únicamente requiere de un proceso de
potabilización antes de su distribución. El restante
30% del caudal que abastece al municipio proviene de pozos propios, cuya operación también
es compleja, dado que es necesaria la constante
medición de los volúmenes de extracción a efecto
de evitar el abatimiento de los pozos y para mantener un estándar de calidad óptima en el agua
extraída.
Tanque Lomas Hipódromo,
ubicado en la colonia
del mismo nombre, en
el municipio de Naucalpan
de Juárez, en el Estado
de México.
Archivo OAPAS
430
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Oficinas generales
del OAPAS, ubicadas
en el Fraccionamiento
Parque Industrial
Naucalpan.
Archivo OAPAS
Con la participación de consejos de administración, los organismos pueden evitar su politización cada trienio y, a cambio de
ello, transitar hacia su institucionalización. De esa manera, los
cambios en los mandos superiores y medios obedecerían a criterios fincados en resultados de trabajo. En México el servicio
civil de carrera es una tendencia administrativa reciente que
sería idóneo establecer para una mejor conducción de los organismos operadores dado su carácter de instituciones públicas
descentralizadas y porque sus funciones están definidas con claridad en función a sus metas.
Actualmente la institucionalización ya ha mostrado sus bondades en algunos organismos, como son los casos de Monterrey
y Guadalajara, cuyos avances les han permitido ser referente a
escala nacional.
Por otra parte, la misión de los organismos operadores no puede
limitarse a entregar el recurso de la mejor manera a los usuarios, también debe incluir considerar su tratamiento una vez utilizado, así como su posterior reúso.
La meta para los organismos debe ser clara y sus horizontes
deben considerar acciones como las que ya se llevan a cabo en
Inglaterra, Francia, Holanda y Alemania, países donde inclusive
el agua tratada proveniente de uso doméstico se potabiliza y
vuelve a ser susceptible de consumo humano. La responsabilidad
del usuario en la gestión del recurso también es importante. Para
el usuario debe quedar claro que el proceso de conducción del
recurso tiene un costo, que es su responsabilidad afrontar.
ESTRATEGIAS PARA ALCANZAR ALTAS EFICIENCIAS EN LOS ORGANISMOS OPERADORES. EL CASO DE NAUCALPAN DE JUÁREZ, ESTADO DE MÉXICO MANUEL GÓMEZ MORÍN MARTÍNEZ DEL RÍO
a) Acciones para fortalecer el área comercial
Una de las metas del Organismo de Agua Potable, Alcantarillado
y Saneamiento de Naucalpan de Juárez (OAPAS) fue aumentar
su eficiencia comercial en 5% anual desde el año 2006. El primer
reto a vencer para lograr tal objetivo consistió en las inconsistencias encontradas en registros, que tuvieron que ser corregidas para contar con indicadores más precisos que mostraran el
avance en cuanto a la eficiencia comercial.
A partir de las correcciones, el OAPAS incrementó significativamente sus ingresos por cobro de derecho de agua. En 2006 el
ingreso presupuestado por concepto de derechos era de 387
millones de pesos, meta que fue superada en 20 millones. El 2007
fue otro año donde la meta fue superada por 25 millones de
pesos, esta vez en índice de cobranza, cuya meta inicial fue
de 449 millones. Para 2008 la meta prevista es 490 millones de
pesos y en atención a las tendencias, se espera que nuevamente
sea superada.
Uno de los puntos clave para aumentar los ingresos de derechos
fue la consolidación del área de comunicación del OAPAS, factor fundamental en el incremento de recaudación de derechos
por servicios de agua en el municipio.
Simplificación y plan de descuentos
Creación del área de restricciones
Una de las acciones realizadas en el área comercial
y de comunicación fue la simplificación de los estados de cuenta que se envian al usuario. Asimismo, en la actualidad el OAPAS envía regularmente correspondencia a los usuarios, mediante
la cual se les invita a pagar sus derechos. En 2008
el OAPAS inició una campaña en la que se dan a
conocer facilidades de pago a través de apoyos
con subsidios en recargos y la condonación de
multas.
El OAPAS puso en marcha un área de restricciones, la cual tiene la responsabilidad de realizar alrededor de 6 mil restricciones anuales, que representa
un promedio de 500 disminuciones de consumo mensuales.
Un factor clave atrás del éxito de las campañas
promovidas por el OAPAS ha sido el envío masivo
de cartas a los domicilios de los usuarios. Actualmente se envían cerca de 50 mil cartas que son dirigidas a los usuarios en situación de atraso. El
tono que se utiliza en las misivas es ligero, sencillo, invitando a saldar las deudas con facilidades
de pago. En la misma carta se informa al usuario
cuál es el monto de su adeudo, una vez aplicado el
descuento.
Antes de reducir el servicio, esta oficina envía una misiva a los usuarios para
invitarlos a realizar su pago con un tono amable. Como parte de la correspondencia, el usuario es notificado del plazo específico en el que puede solventar sus deudas, de lo contrario es advertido del próximo proceso de limitación a su consumo.
Si después de la invitación el usuario omite realizar su pago o visitar las oficinas del organismo, para hacer aclaraciones el siguiente paso es la restricción. Al tiempo que se escatima el servicio al usuario, se colocan grandes
cartelones en las paredes de su domicilio, como parte de una política de comunicación, utilizando un tono más agresivo. Con tal estrategia, se envía
además un mensaje a los vecinos del usuario en proceso de restricción, con
lo cual quedan advertidos de la efectividad del cobro. Tal ha sido la metodología para lograr el incremento de las eficiencias de cobro en Naucalpan de
Juárez.
431
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Política tarifaria en relación a lograr
altas eficiencias
En Naucalpan de Juárez la tarifa promedio es de
aproximadamente 10.50 pesos/m3, monto que es
considerado alto en función de las tarifas que se
aplican en otros municipios mexiquenses. Como
parte de su política tarifaria, el OAPAS administra
la aplicación de subsidios cruzados, que son financiados principalmente a través de la propia
tarifa. En 2009 el OAPAS trabaja para incrementar
sus eficiencias físicas y comerciales en aras de lograr que un mayor número de usuarios esté al corriente con sus pagos y además busca reducir los
incrementos en sus tarifas. Lo anterior considerando que en la medida en que un organismo
operador ofrece un mejor servicio, un suministro
regular, y logra reducir las fugas, el incremento a
las tarifas tenderá a ser menor.
Vista general de una de las
colonias de la zona popular,
ubicada en el municipio
de Naucalpan de Juárez.
Archivo OAPAS
Actualización del padrón de usuarios
Muestras del levantamiento
del padrón de usuarios en
el municipio de Naucalpan
de Juárez.
Archivo OAPAS
432
El OAPAS actualiza su padrón de usuarios con el
objetivo de incrementar su cobranza. Esta acción,
en conjunto con la actualización del padrón de
redes, permitirá al organismo conocer el estado de
su infraestructura y detectar sus ineficiencias. Una
vez obtenidos los resultados, al organismo le será
más sencillo emprender acciones dirigidas a corregir sus rezagos.
ESTRATEGIAS PARA ALCANZAR ALTAS EFICIENCIAS EN LOS ORGANISMOS OPERADORES. EL CASO DE NAUCALPAN DE JUÁREZ, ESTADO DE MÉXICO MANUEL GÓMEZ MORÍN MARTÍNEZ DEL RÍO
b) Comunicación en dos vías, medio
para incrementar eficiencias
Uno de los factores que propició el aumento de las eficiencias del
OAPAS fue la mejora de la comunicación con el usuario, logro
que se dio en función al siguiente principio: comunicación en
ambos sentidos. Si bien el organismo debe tener un canal adecuado para transmitir información desde la institución, es preciso que exista otro conducto mediante el cual la sociedad pueda
expresar aquello que necesita señalar respecto al servicio que
está recibiendo. La comunicación ha resultado un instrumento
eficaz para el cambio de hábitos y el fomento de la Cultura del
Agua en los usuarios, y puede establecerse mediante diversas estrategias: a través del envío de correspondencia; mediante visitas a instituciones educativas; realizando reuniones con consejos
de participación y asociaciones de colonos; u organizando foros
y conferencias. Para lograr establecer una comunicación adecuada, debe hacerse todo lo que esté al alcance de los organismos, siempre con el objetivo de extender la Cultura del Agua y
mejorar la recaudación y otros indicadores del organismo.
Agüita, caricatura oficial
del OAPAS en materia
de Cultura del Agua.
Archivo OAPAS
Identificación del trabajador
con el organismo
El área de comunicación del OAPAS también desarrolla una estrategia mediante la cual fomenta
que los trabajadores del organismo se sientan involucrados con la institución. En consecuencia, el
organismo invirtió recursos para mejorar las herramientas de trabajo: desde los uniformes de trabajo, hasta el equipo de protección para el personal que labora en tareas de operación, lo que
implica una política que muestra interés de la institución hacia sus trabajadores.
Personal de operación del OAPAS introduciendo
una línea de drenaje, en el municipio de Naucalpan
de Juárez. Archivo OAPAS
Atención y trato adecuado al usuario
La modificación de la imagen institucional del OAPAS ha sido clave para incrementar sus eficiencias. Sus instalaciones y las de sus gerencias fueron rehabilitadas con el objetivo de ofrecer una imagen moderna del organismo,
con lo cual cambió la percepción del usuario. La meta es que el usuario tenga
una atención más esmerada, similar a la que recibe en una empresa privada.
El personal encargado de la atención al usuario recibió cursos de capacitación,
de modo que pudo sensibilizarse del papel que le corresponde asumir y de la
trascendencia que tiene el usuario, único propósito del organismo. Al final el
usuario debe saber que la misión del organismo radica en servirle y que toda
necesidad que sea requerida por él, debe ser resuelta de la mejor manera.
Área de cajas para pago por servicios de agua potable del OAPAS, en el municipio
de Naucalpan de Juárez. Archivo OAPAS
433
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
c) Rehabilitación de la infraestructura
Reducción de tandeos
Programas permanentes de drenaje
y desasolve
El municipio de Naucalpan de Juárez no es ajeno
a los problemas de la Zona Metropolitana del Valle
de México. En esta demarcación todavía existen
amplias zonas donde el suministro se realiza de
manera intermitente, es decir, mediante la práctica del tandeo. No obstante, la tendencia es disminuir la frecuencia de interrupción del servicio,
mediante la corrección de horarios y tiempos de
distribución de agua en esas zonas. Para corregir el
suministro de agua potable en Naucalpan de Juárez, iniciarán operaciones nueve pozos en zonas
con problemas de suministro regular de agua, lo
que mejorará el servicio.
Mediante revisiones a las líneas de drenaje y con
un programa de desasolve que opera de forma
permanente y cotidiana, se han mitigado las inundaciones en el municipio y se han mejorado los
servicios de saneamiento.
Pozo Alce Blanco, en el Fraccionamiento Industrial Alce
Blanco, en el municipio de Naucalpan de Juárez.
Archivo OAPAS
Trabajo preventivo en los
registros del alcantarillado
en el Fraccionamiento
Parque Industrial
Naucalpan, en el municipio
de Naucalpan de Juárez.
Archivo OAPAS
Actualización del padrón de redes
Las redes de Naucalpan de Juárez tienen una vida
promedio de entre 40 y 50 años. Muchas de ellas
fueron colocadas por los propios habitantes sin
asistencia ni asesoría, lo cual significó condiciones
técnicas precarias y materiales de calidad disímbola. Para hacer frente a esas adversidades, se descartó hacer una reposición integral de redes, debido al enorme costo que esto significaba para el
municipio. El OAPAS comenzó el levantamiento de
un padrón de redes, tanto de suministro como de
drenaje, acción que hasta el momento no se había
realizado.
La meta del OAPAS es contar con un padrón integral, que ofrezca certeza de la ubicación de las redes de suministro y de drenaje, así como de sus
parámetros de calidad, diámetros, registro de antigüedad y válvulas. Además se prevé la realización de un estudio exhaustivo de la red de distribución y de drenaje, de manera tal que se
programe la sustitución de redes.
Tanque Las Américas, en
la colonia Las Américas,
en el municipio
de Naucalpan de Juárez.
Archivo OAPAS
434
Uno de los problemas de infraestructura del municipio es la edad de las líneas de drenaje. Para enfrentarlo, el OAPAS utiliza equipo de monitoreo
que cuenta con cámaras que son introducidas a
los sistemas de drenaje, particularmente en aquellas zonas con problemas de hundimiento del suelo
o fracturas en la red. La utilización de cámaras de
monitoreo es prioritaria en esas zonas, ya que de
esa forma pueden realizarse diagnósticos precisos
que permiten una oportuna sustitución o reparación de líneas.
ESTRATEGIAS PARA ALCANZAR ALTAS EFICIENCIAS EN LOS ORGANISMOS OPERADORES. EL CASO DE NAUCALPAN DE JUÁREZ, ESTADO DE MÉXICO MANUEL GÓMEZ MORÍN MARTÍNEZ DEL RÍO
El comienzo de la sectorización
La ejecución de un programa de sectorización, mediante el cual se tendrán localizadas las redes y su
distribución, es otra de las acciones que ha implementado el OAPAS. En conjunto con la Comisión
del Agua del Estado de México (CAEM), el organismo operador de Naucalpan de Juárez inició este
programa de sectorización a pequeña escala, en
aproximadamente cinco o seis manzanas; para
posteriormente continuar con la zona industrial,
cuya evaluación se encuentra adelantada.
Más adelante, el OAPAS tiene previsto continuar la sectorización en zonas
residenciales de la parte baja del municipio: Satélite y Echegaray, entre otras,
donde la mayor parte de las redes se conservan en buenas condiciones, lo
cual facilita su ejecución. Una vez concluido el proceso en las zonas residenciales, la sectorización continuará en la zona popular del municipio, donde las
redes tienen mayor complejidad debido a que cada colonia que la integra
desarrolló infraestructura de distribución de agua.
Macromedición
El OAPAS está por comenzar la macromedición en
aquellos puntos donde se recibe el caudal de los
sistemas Lerma y Cutzamala, acción que se hará
extensiva a los tanques y pozos del municipio. La
macromedición se implementará empleando tecnología de punta, que ofrecerá datos continuos,
ya sea mediante sistemas satelitales y por medio
de telemetría.
En la actualidad el OAPAS administra alrededor de
5 pozos que cuentan con el sistema de telemetría,
tecnología que permite prescindir de la participación de personal del organismo. La información
de los pozos es enviada y recibida a un punto que
concentra todos los datos. Actualmente se encuentran en construcción nueve pozos que contarán con sistema de telemetría; la meta para
2008 es que los 52 pozos ubicados en el municipio operen con las mismas características.
Trabajos de sectorización en Satélite, en el municipio de
Naucalpan de Juárez. Archivo OAPAS
Elevar la micromedición
En la actualidad menos de 50% de las tomas del
municipio tiene medición. El suministro intermitente, mejor conocido como tandeo, es la principal causa de este rezago, ya que genera problemas de medición. No obstante, el municipio tiene
segmentos donde ya se lleva a cabo la micromedición, para lo cual se utilizan aproximadamente
18 tipos de medidores distintos: desde analógicos
hasta de medición remota. Hacia delante existe un
plan en Naucalpan de Juárez mediante el cual se
pretende hacer una evaluación completa del estado de los 90 mil medidores que ya están instalados. El propósito es establecer un programa de
sustitución total de los equipos de medición con
tecnología de punta.
Sala de control del nivel del
agua de los tanques y pozos
del municipio, ubicada en la
Gerencia de Mantenimiento
y Electromecánica.
Archivo OAPAS
Muestra digital de un
domicilio específico, donde
se puede conocer su estado
de uso y pago por el recurso
vital.
Archivo OAPAS
435
La sensibilización dentro de los organismos
operadores, hacia un beneficio democrático
enominamos Cultura del Agua al conjunto de
modos y medios utilizados para la satisfacción de
necesidades fundamentales relacionadas con el agua.
D
La Cultura del Agua tiene por objeto promover la
adquisición de conocimientos sobre el medio ambiente, la trasformación de actitudes, el desarrollo de
Roberto Olivares
hábitos y valores que faciliten la construcción hacia
la sustentabilidad y el mejoramiento de la calidad de
los habitantes de la nación, hacia una cultura ambiental que signifique una nueva forma de pensar,
vivir y sentir. En la actualidad, podemos afirmar que
se carece de esta visión en la prestación de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento.
Historia de la gestión de los organismos operadores
Hace 25 años se formalizó la transferencia de la responsabilidad sobre la prestación de los servicios de
agua y alcantarillado a los municipios, mediante la
reforma constitucional al artículo 115, fracción III,
mediante decreto presidencial publicado el 3 de
febrero de 1983. Con esta reforma se daba cuerpo
legal a una tendencia que venía dándose conforme
en el país aumentaba la proporción de población urbana, cuyas demandas crecientes ya no podían ser
resueltas desde las instancias del Gobierno Federal.
En noviembre de 1980 ya se había publicado un
acuerdo presidencial mediante el cual la Secretaría
de Asentamientos Humanos y Obras Públicas
(SAHOP) había sido instruida para entregar los sistemas a los municipios, preludio de la reforma
constitucional.
No debemos perder de vista que, en su origen, el
abasto de agua y el alejamiento de las aguas residuales eran una tarea de los ayuntamientos. En la segunda mitad del siglo XIX, cuando se generalizaron
en el mundo los sistemas de abastecimiento en red
por circuitos, y cayeron en desuso los sistemas
lineales de la fuente al hidrante público, era frecuente que los ayuntamientos decidieran establecer
contratos con particulares que asumían las inversiones para la adquisición de los activos necesarios
para brindar el servicio, activos de largo plazo que los
ayuntamientos no podían costear con su hacienda
anual. En 1910, al triunfar la Revolución Mexicana,
el Estado comenzó una reapropiación tanto de las
436
aguas como de la responsabilidad sobre los servicios,
desarrollando las juntas federales e interviniendo en
los servicios municipales, en la medida que aportaba
recursos para la construcción de sus redes y sistemas.
Fue el crecimiento de las ciudades y la preocupación
por la calidad del agua servida, así como el control de
las descargas, lo que volvió insostenible que el Gobierno Federal siguiera operando los sistemas. Ya en
la década de 1960 se habían creado las juntas estatales y muchos municipios de ciudades menores
contaban con comités.
Esta transferencia, más bien restitución progresiva de
responsabilidades, justo cuando las condiciones de la
demanda requerían de mayor capacidad financiera,
técnica y administrativa, hacia un orden de gobierno
que no siempre contaba con las mejores condiciones
para aceptarlas ni los mecanismos legales para hacerse de recursos, generó, entre otras respuestas, una
iniciativa de los actores municipales para agruparse e
incidir en las políticas que los afectaban, con el agravante de que fueron definidas en el lejano Distrito
Federal.
El 28 de octubre de 1982 fue creada en Guaymas,
Sonora, la Asociación Nacional de Organismos de
Agua Potable y Alcantarillado (ANOAPA), para entender un proceso que emanó de la autoridad y que
propició su unión, les dio un espacio de convergencia y de intercambio de experiencias, y una voz en el
ámbito de la política de los servicios hidráulicos en
LA SENSIBILIZACIÓN DENTRO DE LOS ORGANISMOS OPERADORES, HACIA UN BENEFICIO DEMOCRÁTICO ROBERTO OLIVARES
México. Su antecedente había sido la Asociación Nacional de Juntas de Agua Potable en el Medio Rural,
creada en Mazatlán en 1974.
La reforma del artículo 115 formó parte de la transformación jurídica de las haciendas públicas municipales. Sin embargo, los servicios hidráulicos siguieron
rezagados frente al tamaño de las necesidades. En
1989 se creó la Comisión Nacional del Agua (CNA) y
se promueve la modernización de los sistemas municipales. Esta reforma buscó promover una mayor
independencia de los organismos operadores, con
personalidad jurídica y patrimonio propio, y al mismo
tiempo estableció programas de mezcla de recursos y
de apoyos crediticios con el Banco Nacional de Obras
y Servicios (Banobras), buscando guiar la transformación de dichos organismos en empresas. Sin embargo, los planes maestros y las carteras de proyectos
que de ellos se derivaban, aunque en numerosos
casos resolvieron problemas graves, no siempre respondían a las necesidades reales de los sistemas y sí,
en cambio, generaron apalancamientos importantes
que explotaron a raíz de la crisis de 1994.
En este contexto, se creó la asociación Empresas de
Agua y Saneamiento en 1992, la cual cambió su
nombre por el actual, Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS) en 1997,
convertida ahora en un espacio de intercambio de
experiencias, ideas, recursos e iniciativas que buscan
favorecer la operación de los sistemas municipales y,
fundamentalmente, a los ciudadanos.
La ANEAS tiene registrados actualmente a 900 organismos operadores, los cuales brindan servicios de
agua y saneamiento a cerca de 80 millones de habitantes en el país; prácticamente tres de cada cuatro
usuarios son servidos por organismos representados
en ANEAS.
En nuestro país, se calcula que existen más de 5 mil
operadores; no obstante, tenemos casos como el estado de Chihuahua, donde trabajan aproximadamente 2 mil 200 operadores incluyendo organismos
rurales.
Fortaleza institucional en beneficio de los organismos operadores
Históricamente, los programas con participación federal, orientados a fortalecer los sistemas, no han
sido eficaces para resolver la falta de autonomía tarifaria y administrativa real de los organismos, los
cuales se han visto cada vez más sujetos a una relación clientelar respecto de los programas federales
y estatales. Mientras que en la etapa centralizadora
(1948-1983), los sistemas y el Gobierno Federal
habían caído en el círculo vicioso de la dependencia
de las inversiones federales, cuya recuperación implicaba la presencia constante del Gobierno Federal
en el gobierno de los entes municipales o estatales,
en la etapa de modernización (1989-2008) los programas federales han reforzado esta intervención, ya
no directa pero sí determinante. Los organismos operadores municipales viven atados a una enorme
maraña de reglas de operación, requisitos, tiempos y
procedimientos para acceder a los recursos que les
otorgan las entidades federales y estatales, no siempre con claridad y a veces en beneficio de quienes
menos requieren de soporte externo.
Hoy en día se menciona insistentemente la posibilidad de instrumentar más mecanismos en forma directa entre la autoridad federal y los organismos
municipales. Ante ello, cabe hacer un llamado a la
cordura y el apego estricto al espíritu de la Ley de
Aguas Nacionales (LAN), cuya función principal es
reglamentar el artículo 27 constitucional –es decir,
facultar a la Comisión Nacional del Agua (Conagua)
para cumplir la tarea fundamental de administrar eficazmente las aguas nacionales–, mientras que el
artículo 9, fracciones XIII y XIV, menciona claramente
que su papel como promotor del desarrollo de los servicios municipales debe pasar necesariamente por
acuerdos con los estados. ¿No es también viable agilizar los trámites radicando todos los recursos relacionados con el fortalecimiento del servicio municipal en entidades estatales normativas o reguladoras? Minimizar el recorrido de los recursos que
financian las acciones en el sector –recursos que son
mayoritariamente de origen fiscal– es imperativo en
el actual contexto de desaceleración económica.
437
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
La autoridad debe manejarse con velocidad y agilidad,
siempre con parámetros de eficiencia. La razón de este
principio estriba en que la administración suele tener
un índice de atraso considerable de expedientes que
entorpecen su relación con los organismos operadores. La falta de estabilidad en las reglas de operación, los tiempos inadecuados en la emisión de las
políticas y las reglas y el retraso en la radicación de
los recursos tienen enormes consecuencias en la calidad del medio ambiente, la salud de la población y la
economía de las localidades mexicanas.
Ésta es una realidad que estructuralmente debe ser
atendida, reconocida y modificada. Resulta necesario
dar a los operadores su condición de organismos
descentralizados para que ellos asuman su autonomía
y pugnen por su productividad.
En un entorno eficiente, el buen funcionamiento de
los organismos no depende de los congresos locales
ni del ayuntamiento. Debe fortalecerse su autonomía
y su sostenibilidad a través del ejercicio cotidiano y
ordinario de la colaboración institucional.
El modelo actual es totalmente centralista. Es común
que cuando se hace un planteamiento a nivel local,
la dirección local turna el asunto al organismo de
cuenca correspondiente, que luego lo envía a otra
instancia. Ese proceso tardío propicia el cansancio de
la gente y promueve la aparición de gestores que
puedan hacer el trabajo más ágilmente por vías informales. Este proceso ineficaz fomenta ausencia de
transparencia, falta de precisión, falta de respuesta y
carencia de información. Estos defectos son como incógnitas provocadas por un sistema centralista, un
modelo vertical que ya está en desuso.
Debe pensarse también en mejorar el funcionamiento
de los consejos directivos, en su papel de consejos de
administración al interior de los organismos operadores. En las reformas planteadas a finales de la década de 1980 se planteó que estos consejos, con participación ciudadana, serían los actores que tomarían
las decisiones en torno, por ejemplo, a la determinación de la tarifa. De esa manera, la decisión se
haría con base en todos los componentes y elementos de juicio que proporcionaría el organismo operador para ofrecer a la sociedad de cada localidad un
justo equilibrio entre el precio y la calidad de servicio. El Consejo debe ser el que tome las decisiones,
debe ser un organismo descentralizado, que piense
en función de sus insumos y que tome sus decisiones
de acuerdo con las variables que considere.
El marco constitucional
A partir del año 1980 inició la restitución de la potestad de los servicios a los municipios. Sin embargo, la
participación de órganos estatales a través de juntas
estatales –todavía con amplia intervención central–
comenzó en la década de 1960. La reforma constitucional de 1982 aceleró la constitución de juntas o
comités municipales, pero no fue sino hasta principios de la década de 1990 que se promovió, a través
de la radicación de recursos presupuestales focalizados, la constitución generalizada de organismos operadores. En los lineamientos para el programa de
desarrollo del sector, emitidos por la naciente
Conagua, en 1989 se consideraba al orden estatal
como un ámbito de transición y soporte para apoyar
la creación y fortalecimiento de las capacidades de
los organismos municipales; sin embargo, la autonomía de los órdenes de gobierno y las condiciones
sociales y políticas de cada entorno dieron origen a
438
una variedad de estructuras institucionales en los estados y municipios. Los modelos exitosos, en general
ligados a la existencia de una masa crítica de usuarios aunada a la constitución de consejos directivos
orientados al desarrollo económico de sus ciudades,
no son lamentablemente la regla sino la excepción.
Ante tal estructura institucional, lo que debe fomentarse es el fortalecimiento de las comisiones estatales,
que son instancias que ANEAS promueve como espacios de regulación, cuidando además, en algunos
casos, las atribuciones de operación. Por otra parte, la
Constitución establece en su artículo 115 que los servicios de agua serán potestad de los municipios, lo
que inhibe la participación de otros organismos, que
al tratar de constituirse enfrentan dificultades. Esta
situación puede resolverse mediante una sólida e integral coordinación institucional.
LA SENSIBILIZACIÓN DENTRO DE LOS ORGANISMOS OPERADORES, HACIA UN BENEFICIO DEMOCRÁTICO ROBERTO OLIVARES
¿Se necesita un ente regulador?
En México preocupa la carencia de un ente regulador,
ya que existe la idea de que es indispensable contar
con él. Sin embargo, debe tomarse en cuenta que en
la Unión Europea, de los 21 países que la integran,
solamente dos, Inglaterra y Portugal, tienen regulación establecida y obligatoria, en los demás es voluntaria y funciona de forma óptima. Dicha situación,
es un reflejo de que no necesariamente tiene que
constituirse en México un órgano regulador y de control que sea impositivo.
Es importante aclarar, primero, la necesidad y conveniencia de la regulación. La ciudadanía, a través de
sus autoridades municipales, confía a una entidad
–generalmente descentralizada de la administración
municipal– las funciones asociadas a los servicios de
abastecimiento de agua potable, alcantarillado y
tratamiento de aguas residuales. Las autoridades municipales, a su vez, autorizan las tarifas a los organismos operadores, cuidando teóricamente de que la
relación entre el precio del servicio y su calidad sea
adecuada en sí misma y en relación con las aspiraciones de la sociedad local, pero también con su capacidad de pago. El servicio de agua es, sin embargo,
una tarea especializada, lo que impide al ayuntamiento y a los ciudadanos verificar la idoneidad de
las decisiones de operación e inversión del organismo.
Si bien esto parece dar a los organismos un amplio
margen de acción y podría conducir a abusos y a
transferir al ciudadano toda una serie de ineficiencias, hay que hacer notar que la inmensa mayoría de
los operadores mexicanos actúan con base en principios de ética profesional. Una muestra fehaciente la
encontramos en que, a pesar de las bajas tarifas autorizadas y la intromisión constante de criterios
político-partidistas en los organismos, éstos han
mantenido esquemas de operación viables en el corto
plazo. Sin embargo, esta situación es cada vez más
precaria. Los directivos y mandos medios de los sistemas son muy vulnerables a los vaivenes políticos,
las capacidades gerenciales son escasas y se pierden
de manera periódica, mientras que las fuentes de calidad escasean, el financiamiento se reduce y el personal capacitado se va alejando de un sector que no
le ofrece perspectivas.
En este contexto, contar con un regulador que armonice la relación entre operador, autoridad y ciudadanos aparece como una alternativa que al menos
vale la pena estudiar. El organismo operador tendría
más seguridad en su independencia operativa, a cambio de tener también una delimitación muy clara de
sus responsabilidades en el cumplimiento de las
metas asociadas a los recursos que le son autorizados.
El ayuntamiento contaría con un apoyo técnicamente solvente para garantizar al ciudadano que los
servicios serán de la mayor calidad posible a un precio justo. Y el usuario tendría una instancia para resolver los conflictos que pudieran surgir frente a un
operador que tiene mucha más información y recursos que el ciudadano común.
Esta forma de regulación no es la única ni implica
necesariamente la proliferación de entes reguladores,
los cuales, en ausencia de cambios reales que den independencia y estabilidad a los sistemas, podrían solamente engrosar el gasto corriente del gobierno. No
obstante, podrían ensayarse mecanismos intermedios,
regionales o multisectoriales, como existen en otros
países del mundo y, señaladamente, de América
Latina.
Puede también recurrirse a mecanismos indirectos,
como la regulación por comparación o benchmarking, que parte al establecer grupos de organismos
con características comparables para rastrear su
evolución y propiciar una forma de competencia,
normalmente ausente en monopolios como el servicio de agua. Asimismo, otros mecanismos, como el
otorgamiento de premios al desempeño –mecanismo que la ANEAS ha promovido y apoyado desde
2004–, constituyen también formas de regulación
por incentivos.
Por supuesto, como parte de la administración
pública municipal, los organismos también son sujetos de los mecanismos de regulación administrativa
establecidos por las áreas de control de los congresos
estatales. El desarrollo de buenos mecanismos de
contabilidad regulatoria y el fortalecimiento de la capacidad en los organismos para asegurar una instrumentación correcta de dichos mecanismos son un
439
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
requisito para hacer de esta vía una herramienta eficaz de regulación, si bien en este caso hablamos más
bien de la verificación del cumplimiento de la ley, que
en sí misma no incentiva la búsqueda de mayores eficiencias. En este contexto, la conformación de entes
reguladores parece digna de ser ensayada. Un ente
regulador debe ser autónomo, conservar una libertad en sus funciones de evaluación y supervisión, así
como en los mecanismos que hagan su operación
sostenible.
Como mediador entre usuarios, gobierno y operadores, el ente regulador debe propiciar una mayor
eficiencia, claridad y transparencia de las operaciones
del sistema de agua y saneamiento, de manera que
las ganancias en términos de inversiones más oportunas y transparentes, operación profesional, así
como en la estabilidad administrativa y financiera
que darían a los operadores, compensen el costo de
mantener un operador independiente.
Problemática que enfrentan los organismos operadores
La problemática que enfrentan los organismos operadores tiene su explicación en los siguientes cinco
grandes aspectos:
a) Insuficiencia financiera
El presupuesto para el Subsector Agua Potable,
Alcantarillado y Saneamiento no es suficiente.
Por ende, los organismos operadores trabajan
con déficit de recursos, lo que les impide alcanzar autosuficiencia y autonomía.
Por otra parte, trabajan contradiciendo a su
fundamento orgánico, ya que administrativamente están planteados como organismos descentralizados de los municipios, pero en la
práctica operan como organismos desconcentrados dependientes del presidente municipal
o del ayuntamiento. Uno de los aspectos vulnerables de los organismos operadores radica
en que su presupuesto es aprobado ya sea por
los congresos locales, los cabildos o el alcalde
en turno, lo que incide en que su presupuesto
sea deficitario.
Los programas federales y estatales, por otra
parte, si bien apoyan el fortalecimiento de ciertas funciones de los sistemas, también los
obliga a que incurran en procesos burocráticos
complicados. Al no resolverse de raíz el problema de la dependencia política del organismo, los frecuentes cambios en la estructura
del mismo vuelven improductivas las enormes
inversiones de recursos concurrentes, las cuales
acaban convirtiéndose simplemente en un
mecanismo que permite la sobrevivencia de las
estructuras burocráticas que las administran.
440
b) Marco legal inadecuado
El andamiaje reglamentario en México no es el
adecuado para los organismos operadores. La
Ley de Aguas Nacionales es reglamentaria del
artículo 27 constitucional, por lo que fundamentalmente se refiere a la salvaguarda de la
propiedad, manejo y acceso al recurso agua y
los bienes de dominio público federal asociados. El principio del municipio libre ha impedido que se definan, desde el nivel federal,
instrumentos periféricos adecuados para la
regulación de los servicios de agua y saneamiento, cuyo carácter monopólico implicaría,
sin embargo, una regulación específica.
Se ha propuesto un proyecto de Ley de Agua
Potable y Saneamiento, el cual podría apoyar la
estabilidad administrativa y la independencia
operativa de los organismos operadores, delimitando a su vez con claridad sus responsabilidades respecto de los recursos que les son
confiados para lograr sus metas, cuidando
eventualmente el carácter constitucional de
dicho ordenamiento.
Por otra parte, la Ley de Aguas Nacionales reformada en 2004, si bien incluyó conceptos
que buscan renovar las herramientas para la
buena gestión de las cuencas y las aguas nacionales, resulta un ordenamiento complejo
que todavía carece de reglamento.
En los hechos, los organismos operadores saben
que, aún cuando paguen sus derechos y tengan sus títulos de concesión, la autoridad federal no les garantiza la seguridad técnica
LA SENSIBILIZACIÓN DENTRO DE LOS ORGANISMOS OPERADORES, HACIA UN BENEFICIO DEMOCRÁTICO ROBERTO OLIVARES
–puesto que las fuentes siguen abatiéndose y
contaminándose– ni la jurídica –en vista de
que la extracción irregular de volúmenes no
concesionados sigue siendo frecuente-. No son
triviales los gastos que origina esta situación a
los organismos operadores, debido a la adecuación de sus equipos electromecánicos, la
sustitución o reemplazo de las fuentes y los
crecientes problemas de calidad del agua.
Si el Gobierno Federal busca hacer rígidas las
normas de calidad del agua, deberá aportar un
desempeño más eficaz en la preservación de las
fuentes de abastecimiento, tarea que le corresponde por mandato constitucional. Los organismos operadores no sólo comparten la preocupación por la salud de los usuarios, también
son quienes la atienden de manera directa y
cotidiana en el terreno de los hechos.
Otro aspecto legal que vulnera a los organismos operadores proviene de una excepción establecida en la Constitución mexicana, en su
artículo 115, fracción IV, que permite que las
dependencias públicas a nivel federal, estatal o
municipal no paguen por el servicio de agua
potable, lo cual genera grandes pérdidas a los
organismos.
La aplicación del citado artículo pone en duda
la obligatoriedad general del pago del agua al
tiempo que propicia un descuido en el uso. Se
trata de una norma surgida cuando los sistemas eran administrados por el Gobierno Federal, lo cual podría haber justificado en su
momento que no se transfirieran recursos entre
dos áreas del mismo orden de gobierno.
La situación actual no admite esta excepción, la
cual, en ocasiones, ha sido justificada por el
Gobierno Federal, aduciendo que se entregan
importantes recursos federales en forma de
subsidios a los organismos municipales; la reducción sistemática de dichos recursos, con excepción de las grandes obras de infraestructura,
y la falta de claridad en los cambiantes criterios
de los programas, invalidan ese argumento.
Por otra parte, las leyes estatales no están en
sintonía con la ley nacional y, en ocasiones, el
reglamento o bandos locales se oponen e, incluso, contradicen a la Ley de Aguas Nacionales. Muchos estados han buscado incorporar a sus leyes funciones que les permitan no
sólo identificar las aguas estatales y hacerse
cargo de su administración, sino participar en
la administración de las aguas nacionales, ante
la evidente insuficiencia de las acciones que,
en ese rubro, se llevan a cabo hoy día. Los efectos de la sobreexplotación de acuíferos, los
conflictos por las aguas superficiales y la contaminación de las fuentes impactan, en primer
lugar, a los actores municipales y estatales que,
sin embargo, carecen de facultades para intervenir en la solución de estos problemas y deben
acudir ahora a instancias de coordinación que
no alcanzan a resolverlos, pero sí diluyen las
responsabilidades y la rendición de cuentas. Por
otra parte, esta ampliación del interés de los
estados por los aspectos de la gestión integrada
del recurso puede mermar la atención prioritaria de la regulación y el soporte a los sistemas
de agua y saneamiento municipales.
c) Alta politización
La injerencia de decisiones de orden político en
el nombramiento del titular del organismo
operador merma el desempeño de los organismos. En ocasiones, su designación no se da en
función de su conocimiento en la materia, sino
en razón a criterios políticos. La falta de una
responsabilización concreta, originada por la
multiplicidad de actores que intervienen en las
decisiones en forma extralegal, da pie a prácticas de inversión y operación dispendiosas y
crea un claro riesgo de corrupción. Otro factor
que perjudica la correcta operación de los organismos tiene lugar cuando éstos se ven imposibilitados a elevar sus tarifas, ya que quienes
los dirigen aspiran a otro cargo público y un
alza en el precio del servicio es una medida impopular. Hacer conciencia social sobre los efectos negativos de las bajas tarifas y el mal manejo de los organismos es necesaria para dar
valor político a la buena administración de los
sistemas.
441
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
d) Bajas eficiencias
Al carecer de un financiamiento adecuado, al
no existir reglas apropiadas y al existir políticas
equivocadas en los servicios, los organismos
operadores enfrentan grados muy bajos de
eficiencia.
Esto impide el buen rendimiento de los operadores y provoca que la mayoría trabaje en
números rojos. Asimismo, existe una alta
rotación del personal, lo cual está relacionado
con el detrimento de una planeación óptima
y de los estándares de eficiencia que se
necesitan.
Un ejemplo específico de uso eficiente por parte de
un organismo operador ocurre con la Junta Central
de Agua Potable de Chihuahua. Este organismo no
recibe recursos de la Federación ni del estado. Se
nutre sólo del dinero de los organismos autónomos
en los municipios que son dueños de su infraestructura y de su tecnología.
Estos municipios, por el apoyo que reciben de la
Junta Central, están en perfectas condiciones. Incluso, cada año, al determinar su presupuesto, la
Junta les pide su planteamiento y así conocer los
factores de inflación, esquemas, proyectos, y requerimientos presupuestales. En concordancia con
lo anterior, sobre la viabilidad de su presupuesto la
Junta formula un planteamiento para que salgan
adelante con determinada maquinaria y equipo.
Otro caso de eficiencia lo constituye el organismo
Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, Nuevo
León. A cien años de su creación, tiene un fun-
cionamiento impecable, en razón de la importante
inversión de recursos que se han destinado para
convertirlo en organismo modelo a nivel nacional e
internacional. Han logrado, entre otras cosas, que la
población considere el valor del agua, por las características áridas de la región; pero sobre todo, han
posicionado el valor económico de este servicio, al
grado de no tener problema con la cobranza.
e) Rezago tecnológico
La falta de recursos y de reglas adecuadas, la
alta politización y los bajos índices de eficiencia, provocan que los organismos operadores
no accedan a insumos tecnológicos de vanguardia. Por esa razón, los organismos no pueden invertir en automatizar, sectorizar y en
aplicar tecnologías que podrían estar a su alcance pero que, dados sus costos, les resulta
difícil conseguir.
Una solución de alta tecnología y eficiencia para
Torreón, además de la participación de la gente, fue
la construcción de un tanque que suministra agua a
una ciudad, donde se hace democrático el servicio.
El tanque funciona como regulador de la presión en
el sistema, logrando así que todos los habitantes de
Torreón tengan acceso permanente al agua. Es un
tanque que es modelo de tecnología avanzada,
construido con acero y vidrio integrado, interior, que
evita la contaminación del agua. Al tanque se le
vierte el agua, se regula con bombas, entra a presión e inteligentemente se va adecuando el sistema.
En las noches, por ejemplo, suministra el agua pertinente, sólo la suficiente para no reventar tuberías.
En contraparte, en el día suministra el agua necesaria a horas pico.
EN EL MOMENTO EN QUE LOGREMOS LA EFICIENCIA, DENTRO DE UN CONOCIMIENTO INTEGRAL, CON UNA
VISIÓN HOLÍSTICA DE TODO LO QUE REFIERE A NUESTROS SERVICIOS Y QUE EL PRECIO DE ESOS FACTORES
SE VEA REFLEJADO EN EL COSTO, EL VALOR QUE LA POBLACIÓN PERCIBIRÁ DE LOS SERVICIOS SERÁ EL
ADECUADO Y ENTONCES LOGRARÁ ECONOMÍAS TANTO EN LÍQUIDO COMO EN DINERO Y, POR ENDE,
PROCURARÁ INSTALAR AHORRADORES DE AGUA.
RO
442
LA SENSIBILIZACIÓN DENTRO DE LOS ORGANISMOS OPERADORES, HACIA UN BENEFICIO DEMOCRÁTICO ROBERTO OLIVARES
La conciencia se fomenta desde el organismo operador
El fomento a la conciencia de los usuarios es directamente proporcional a la actitud de la autoridad y los
gobiernos. En consecuencia, es necesario transparentar la administración y gestión del recurso agua
en favor de una sociedad cada vez más demandante.
A cambio, la población debe ser informada con veracidad y debe ser enterada respecto de la problemática del agua en su entorno. Encubrir procesos,
atenuar impactos y mantener situaciones insostenibles son elementos que han propiciado que la gente
asuma que el recurso agua debe ser entregado sin
contratiempos por la autoridad al nivel o al orden
que corresponda, y que la falta de pago no representa
problema alguno.
Puesto que resulta impopular cortar el suministro de
agua o cobrarla al costo que corresponde, las autoridades han inhibido la modernización de la prestación
de este servicio.
Estímulo a la conciencia dentro del organismo operador
Lo primero que se debe hacer es informar al usuario
acerca de la situación real; dar a conocer los problemas para suministrar agua potable: su extracción, su
tratamiento y los grandes gastos que se generan por
dichas actividades.
También debe informársele lo que se ha avanzado y
lo mucho que falta por avanzar. Se debe modificar la
mentalidad de que el agua es una prestación y una
obligación del gobierno. Debe darse oportunidad al
consumidor de razonar y entender la importancia de
los servicios.
Debe compartirse con el usuario el hecho de que aún
es tiempo para tomar medidas y poner en práctica
acciones y métodos que ayuden a atenuar los impactos del cambio climático sobre los recursos hídricos. También debe favorecerse la modificación de los
patrones de consumo, informándoles que eso es
necesario debido a la mayor cantidad de población
que existe, lo que se traduce en un mayor uso y explotación de dichos recursos. Para atenuar los impactos debe también fomentarse el ahorro mediante
un uso adecuado y con el pago correspondiente del
recurso.
Debe realizarse una amplia convocatoria para que la
gente se sume a dicho esfuerzo, sin que su participación sea una respuesta a una medida punitiva.
Debe fomentarse su participación mediante una invitación a resolver cosas, mediante una visión más
humana e integradora.
La solución emergerá a partir de una base, de un concepto político que se sustenta en una democracia
representativa, en la que la gente se sienta parte del
problema; que colabore, sea tomada en cuenta y
actúe en función de lo que recibe como estímulo.
En síntesis, debe movilizarse a los actores del agua,
compartir esfuerzos con otras latitudes y diseñar estrategias y programas para que dicho movimiento se
aproveche y tenga impacto a corto plazo. Debemos
seguir en esta marcha hacia el progreso sin olvidar
que tenemos aliados y herramientas: la tecnología, el
sentido común y la conciencia.
443
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Desconocimiento del costo, fomento a la falta de sensibilización
Resulta útil recordar que en México el agua no se
cobra, lo que se devenga es el servicio de extraer,
potabilizar, conducir, distribuir y entregar; además de
su proceso posterior: recolectar el agua mediante la
red de alcantarillado y su posterior tratamiento.
otorgar el servicio del líquido vital, al contrario de lo
que sucede con otros benefactores como el gas,
el teléfono, la energía eléctrica, el teléfono celular o
el servicio de televisión por cable.
BAJOS COSTOS DE AGUA = DESPERDICIO
El costo de estos procesos desde la perspectiva de los
organismos operadores se divide de la siguiente
forma: el suministro de agua potable cuesta en promedio 6 pesos/m3, mientras que el proceso posterior
representa una cantidad similar o incluso superior. En
total, el costo del agua incluyendo su extracción,
conducción, desalojo y tratamiento suma 15 pesos
promedio, lo que contrasta con los dos pesos que la
población paga en promedio por todos esos servicios,
tomando en cuenta que sólo la mitad lo hace. Al
final, se recauda un peso de los 15 que representa su
costo real.
ALTOS COSTOS DE PRODUCCIÓN DE AGUA
+
TARIFAS BAJAS Y SUBSIDIADAS
=
VALOR CERO AL AGUA (VALOR ECONÓMICO NULO)
Al respecto, resulta difícil que la gente adquiera conciencia acerca de la situación del agua en el país, ya
que desconoce la realidad y todo lo que implica
Una de las razones que impide apreciar el esfuerzo
de conducir el agua, es que éste no puede observarse
como antaño, cuando el agua era conducida por
acueductos y se tomaba de fuentes, proceso que permitía apreciar el esfuerzo de conducirla.
En la actualidad, el agua es conducida de forma subterránea, lo que propicia que se desconozca todo lo
que se hace para traerla. La mayoría de la población
sólo ve un grifo donde forzosamente debe salir agua.
Para crear conciencia es importante penetrar algunas capas en la mente del ser humano. Primero está
la capa delgada a la que podemos tener acceso; después está la de la sensibilización, en la que es posible
entrar, aunque con esfuerzos, mediante un sistema
persuasivo de comunicación. No obstante, para llegar a la conciencia se requiere un proceso complicado, al que resulta casi imposible acceder, salvo si
se aplican inaceptables medidas coercitivas o de
violencia.
ANTE LA EVIDENTE SITUACIÓN DE LOS ORGANISMOS OPERADORES EN MÉXICO, CREEMOS QUE DEBE
GENERARSE UNA REACCIÓN DE TODOS LOS ACTORES, DESDE LOS NIVELES FEDERAL, ESTATAL, MUNICIPAL,
LEGISLATURAS FEDERALES Y LOCALES, ADEMÁS DE LOS USUARIOS. DEBEN DEFINIRSE POLÍTICAS PÚBLICAS
ESPECÍFICAS, EN BÚSQUEDA DE LA EFICIENCIA TANTO FÍSICA COMO COMERCIAL, ASÍ COMO LA
DELIMITACIÓN CLARA DE LOS ASPECTOS TÉCNICOS, LEGALES Y ECONÓMICOS; DEBE RESPETARSE
LA AUTONOMÍA ESTATAL Y MUNICIPAL, ASÍ COMO PROPICIAR UN MANEJO RESPONSABLE DE TARIFAS.
(Página anterior y esta)
Detalle de la Caída del
Borracho, en el municipio
de Huixquilucan, en el
Estado de México.
ACR
444
LA SENSIBILIZACIÓN DENTRO DE LOS ORGANISMOS OPERADORES, HACIA UN BENEFICIO DEMOCRÁTICO ROBERTO OLIVARES
La Cultura del Agua
Desde la óptica de ANEAS, la Cultura del Agua es un
conjunto de acciones tendientes a promover el
conocimiento y la valoración de los servicios, para
que en todo proceso, la gente valore el agua y esto se
refleje en su participación en la Cultura del Pago, y
en el reclamo y la exigencia de servicios adecuados
y óptimos. Este concepto se engloba en una definición clara de sustentabilidad y de eficiencia por parte
de los operadores, así como de ahorro y cuidado de
parte de los usuarios.
El punto de partida para fomentar la conciencia de la
población es el desarrollo de la Cultura del Agua intramuros; es decir, en los operadores que están
informados y enterados respecto del papel que cada
elemento juega en el concierto del sector agua, con
una pauta muy clara de las responsabilidades del director del organismo operador.
El operador tiene que cohesionarse en el camino de
la eficiencia, la economía y la optimización de recursos. Una vez que los operadores conozcan cuánta
agua reciben, cuánta agua cobran, cuáles son los indicadores de eficiencia, podrá saber qué recursos requiere, y cómo están sus estados financieros y, en
general, el estatus administrativo del órgano prestador del servicio. Al final, todos estos elementos se reflejarán en la salud de sus redes y en el servicio que
otorguen a la población.
Para llegar a la meta debe alcanzarse el binomio
correcto: un operador capaz y un presidente municipal sensible al problema, así como una autoridad
del Gobierno Estatal que brinde su apoyo y que tenga
muy clara la situación del sector en su demarcación.
También, deben articularse los diferentes proyectos y
acciones de Cultura del Agua desarrolladas por diversas instituciones y organismos públicos, privados y
sociales: promover la incorporación del componente
cultural en las políticas públicas relacionadas con el
agua; ser el referente de los diferentes programas y
proyectos de carácter nacional, estatal y local relacionados con el agua e impulsar la participación social responsable y critica en la gestión integrada del
recurso.
Finalmente, todo programa de Cultura del Agua deberá contener un conjunto de objetivos, principios,
ejes articuladores y estrategias que se concreten en
líneas temáticas materializadas en forma transversal
de manera formal y no formal y, en esquemas de comunicación, en donde se propongan estrategias y
acciones dirigidas a grupos-meta específicos. Éste deberá partir de un marco conceptual de carácter sistémico, integral e interdisciplinario para impulsar la
construcción de corresponsabilidad social en la construcción de escenarios deseables, con una mejor
calidad de vida para los habitantes del país.
LOS SUBSIDIOS LIGADOS A PROGRAMAS FEDERALES Y ESTATALES, ADEMÁS DE SER CLAROS Y SUJETOS
A REGLAS EQUITATIVAS, NO REGRESIVAS NI DISCRECIONALES, DEBEN DESTINAR RECURSOS ESPECÍFICOS AL
FOMENTO DE LA CULTURA DEL AGUA, QUE PERMITAN SUPERAR LAS CULTURAS DEL NO PAGO/NO COBRO
QUE AFECTAN HOY EN DÍA LA RELACIÓN ENTRE EL USUARIO Y EL OPERADOR.
RO
445
En el sitio arqueológico de
Huamango, en el municipio
de Acambay, en el Estado
de México.
ACR
446
ESTADO DE MÉXICO
REUNIENDO FUERZAS
447
Marco general de los servicios
de agua potable y saneamiento
esde tiempos remotos, las civilizaciones han buscado establecerse en lugares cercanos a fuentes
de agua superficial, como ríos, lagos o presas; o bien,
en sitios próximos a las fuentes de agua subterránea,
como pozos o manantiales, a fin de abastecerse del
recurso vital. En un principio, las fuentes de agua
disponibles eran suficientes para satisfacer la demanda de la comunidad; sin embargo, con el crecimiento de las comunidades y el subsecuente desarrollo de ciudades, la disponibilidad de agua se hizo
insuficiente y fue necesario importar y conducir el
recurso desde lugares cada vez más lejanos. Este proceso urbanizador trajo consigo altos costos y un
fuerte impacto para el medio ambiente que, la mayoría de las veces, fueron subestimados. La explotación de recursos naturales responde a la necesidad
humana de abastecerse de bienes que aseguren su
supervivencia y bienestar. El agua es un recurso de
vital importancia para satisfacer un sin fin de necesidades cotidianas, y por ende, es indispensable que su
disponibilidad sea continua. Como todos los recursos
naturales, el agua es un recurso escaso y por ello, las
sociedades se enfrentan día a día al reto de lograr un
uso más eficiente del agua y, además, de satisfacer la
demanda, lo que muchas veces implica importar el
vital líquido de lugares remotos; lo anterior representa retos sociales, económicos y tecnológicos cada
vez más complejos.
D
En México, la mayoría de las ciudades han agotado el
agua proveniente de fuentes cercanas. La exigencia
de garantizar el abastecimiento de agua en la
cantidad y calidad adecuadas, ha obligado a las autoridades competentes a recurrir a fuentes de
abastecimiento cada vez más lejanas. Como es lógico,
448
Jesús Campos López
esto impacta directamente en el costo del servicio
que se hace cada vez mayor. Podemos observar este
encarecimiento del agua en ciudades como Tijuana,
Monterrey, Ciudad Juárez, San Luis Potosí, Mazatlán,
Los Cabos, Guadalajara y en la Zona Metropolitana
del Valle de México (ZMVM).
Contrario a lo que muchos creen, el agua no es gratuita, tiene un costo. Si bien es cierto que el agua
puede captarse directamente de la lluvia, es necesario
invertir grandes cantidades de recursos económicos
para lograr el aprovechamiento, conducción, potabilización y saneamiento. Para lograr que el abastecimiento de agua sea eficiente, es necesario que el
usuario asuma el costo del servicio; es decir, el costo
generado de todos los procesos hasta llegar a su destino. Además de los costos de distribución del agua
potable, existe el costo de la recolección y el tratamiento de las aguas residuales. Es indispensable
tratar las aguas residuales adecuadamente a fin de
evitar la contaminación de ríos y lagos. Evidentemente, este proceso de recolección y tratamiento de
aguas residuales tiene altos costos operativos y de
mantenimiento. Así, el costo del agua no responde al
líquido en sí, sino al servicio; es decir, al proceso que va desde la captación del líquido hasta su
saneamiento.
Conforme a lo que establece la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 115,
en nuestro país, la autoridad responsable de la prestación de los servicios de agua potable, drenaje,
alcantarillado y tratamiento y disposición de aguas
residuales es el municipio.
MARCO GENERAL DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO JESÚS CAMPOS LÓPEZ
Hacia un equilibrio entre la justicia y el valor del agua
El reto que representa la creciente demanda del servicio resulta insoslayable,
pues cada vez se requieren mayores inversiones para sostener el abasto de agua.
Además de los costos generados por la
recolección, el tratamiento de aguas residuales y el cuidado de las fuentes de
abastecimiento, es necesaria una alta inversión para mantener en condiciones óptimas las redes de distribución.
Es necesario promover una valoración real
del agua como un recurso escaso y vital
para el desarrollo de las comunidades. Se
debe plantear un esquema que permita
recuperar la inversión que se hace para su
captación, conducción, potabilización,
distribución, recolección y tratamiento, a
fin de alcanzar la autosuficiencia de los
organismos operadores. Sólo podrá lograrse la eficiencia en el servicio si se le
da al agua su valor real; sin lugar a dudas,
debemos buscar esta eficiencia para lograr un desarrollo sustentable.
Para recuperar la inversión es indispensable que se fijen tarifas que reflejen el valor real del agua; sin embargo, actualmente en numerosas ciudades del país se
aplican subsidios al suministro de agua y
políticas que fomentan un uso irresponsable. Los costos de los servicios del agua
se pueden pagar sólo de estas dos formas;
es decir, a través de tarifas reales o a
través de subsidios. El problema de los
subsidios es que ocasionan que el gasto
público sea muy elevado y, además, no
ayuda a que los usuarios del servicio
tomen conciencia del costo real del agua
y, por lo tanto, se desperdicia.
Sólo a través de tarifas reales se puede inducir a los usuarios a moderar el consumo
y a hacer un uso más responsable del recurso, ya que se harían conscientes del
costo que implica conducir el líquido
hasta su domicilio. Con tarifas reales se
haría más evidente la ecuación costobeneficio y se promovería el ahorro de
agua. Con tarifas adecuadas y un sistema
de recaudación más eficiente, podría lograrse una mayor cantidad y calidad en el
abastecimiento de agua.
Así, la aplicación de tarifas adecuadas
traería múltiples beneficios. Por un lado,
habría una disminución en el consumo
eliminando aquel que resulta innecesario,
es decir, habría ahorro; y, por otro lado,
ayudaría a recuperar la inversión.
En México, es injustificable que se subsidie el costo del agua en las grandes ciudades mientras que en las zonas más
marginadas del país el costo es muy elevado. Es evidente que el subsidio en las
ciudades hace que los usuarios no valoren
el abastecimiento del recurso, el desperdicio de agua no les genera un costo elevado y, por ello, no hay un uso responsable. Por el contrario, en las zonas de
mayor marginación que no tienen acceso
al agua potable, se paga por ésta mucho
más que los usuarios en las ciudades y
evidentemente, no la desperdician. Por lo
anterior, las tarifas en las ciudades deberían reflejar el costo real del agua.
(Página anterior)
Vista de la zona oriente
del Valle de México.
CFM
(Esta página)
Carencia de agua potable
en el municipio
de Zumpahuacán,
en el Estado de México.
ACR
En este sentido, los gobiernos Federal, Estatal y Municipal deben reorientar sus
políticas en materia hidráulica en beneficio de la población con menores recursos
económicos y, al mismo tiempo, promover
un incremento en la cobertura de agua
potable a través de una política de mayor
contenido social, sin dejar de aplicar el
costo real del servicio de agua. Para ello,
es necesario revisar los sistemas tarifarios
en el país para alinearlos de acuerdo a los
niveles actuales de consumo.
449
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Elementos relacionados con una tarifa real
Gráfica A. Comparación de estructuras tarifarias
Para que las tarifas sean
competitivas, éstas deben
contemplar tanto las inversiones en materia de la infraestructura necesaria para
la captación, conducción,
potabilización, distribución y
tratamiento del agua, como
los costos relacionados con
la operación, la conservación
y mantenimiento, la administración y el pago de
derechos.
En numerosas ciudades, las
tarifas por el servicio de
agua se encuentran muy por
debajo de su valor. Esta subvaluación del servicio impide
el financiamiento de los costos como puede observarse
en la gráfica A.
Además de que las tarifas se
encuentran subvaluadas,
está el problema de las deficiencias en la cobranza, ilustrado en la gráfica B. La
mala recaudación, aunado a
un costo que supera a la tarifa, generan insuficiencias
que convierten la gestión del
agua en un problema crítico
de finanzas, tanto para las
instancias federales como
para las estatales y municipales.
A) PRECIOS BAJOS INDUCEN
ALTOS CONSUMOS
B) CON TARIFAS REALISTAS
SE REDUCE EL
DESPERDICIO
Tarifa ($/m3)
Dotación (l/hab/día)
Fuente: Datos obtenidos de los organismos operadores, 2008.
C) SE REQUIERE UNA TARIFA
QUE CONSIDERE LA
RECUPERACIÓN DEL
COSTO
Gráfica B. Cobro vs. costo
UN METRO CÚBICO DE
AGUA CUESTA EN
PROMEDIO $12.00
Y EN LA ACTUALIDAD SÓLO
SE RECAUDA $2.50.
$/m3
Recaudación promedio
Costo promedio
Fuente: Datos obtenidos de los organismos operadores, 2008.
LAS TARIFAS EN LOS MUNICIPIOS DEBEN CALCULARSE EN FUNCIÓN DEL
CONSUMO Y LOS COSTOS DE INFRAESTRUCTURA, OPERACIÓN,
MANTENIMIENTO Y TRATAMIENTO. SI DESPUÉS SE OPTA POR UNA POLÍTICA
DE SUBSIDIOS, ÉSTA DEBE SER TRANSPARENTE, EN EL RECIBO SE DEBE
ESPECIFICAR EL COSTO REAL, EL CONSUMO EXACTO DEL USUARIO, ASÍ
COMO EL SUBSIDIO OTORGADO, FACILITANDO QUE EL USUARIO CONOZCA
DE FORMA PRECISA EL MONTO DEL APOYO GUBERNAMENTAL.
JCL
450
MARCO GENERAL DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO JESÚS CAMPOS LÓPEZ
1
2
El desafio del Valle de México
El valle de la región del Anáhuac fue
habitado por los tenoch que fundaron
Tenochtitlan en 1325 sobre un islote del
Lago de Texcoco. La ciudad creció hasta
convertirse en la más importante de
Mesoamérica y, según datos históricos, su
población alcanzó los 300 mil habitantes,
cantidad mayor a la registrada en ciudades contemporáneas como París, Constantinopla y Venecia.
Para expandirse, la ciudad le fue ganando
espacio al lago mediante el sistema de
chinampas y la construcción de puentes y
canales que conectaban las casas-habitación con los palacios, templos y mercados. Tenochtitlan contaba con acueductos
que abastecían agua a los pobladores.
Además, tenía estructuras, como el Albarradón de Nezahualcóyotl, que se encargaban de separar el agua dulce de la
salobre y de contener las inundaciones
ocasionadas por las asimetrías del Valle de
México.
Para la época independiente, las principales fuentes de abastecimiento de agua
potable para los habitantes del Valle de
México provenían de los manantiales
de Chapultepec, Santa Fe, el Acueducto
de Guadalupe y de numerosos pozos artesianos.
Dado el crecimiento de la ciudad y el subsecuente aumento en la demanda del
líquido, la oferta de fuentes de agua superficiales fue insuficiente. Como consecuencia de esto, comenzó la extracción
intensiva de agua del subsuelo.
(1)
Tanque Chiconautla,
en el municipio de Tecámac,
en el Estado de México.
CFM
(2)
Planta de Bombeo Gran
Canal, ubicada en
el kilómetro 18+500
del Gran Canal del Valle
de México.
CFM
Los problemas de suministro de agua en
el Valle de México se agudizaron en el
siglo XX al extenderse la mancha urbana
más allá del Distrito Federal (DF), conformando así una zona metropolitana que
incluye municipios conurbados del Estado
de México y del estado de Hidalgo. Este
proceso de expansión continúa hasta
nuestros días.
El Valle de México concentra una población de aproximadamente 20 millones
de personas, cifra equivalente a 20% de
la población nacional, que la ubica como
la zona metropolitana más poblada del
país y la segunda a escala mundial.
Así, el Valle de México enfrenta un desafío
de enormes dimensiones en la tarea de
lograr el total abastecimiento de agua
potable para su población.
451
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Problemas comunes, soluciones metropolitanas
Para satisfacer la demanda de agua en el Valle de
México se han realizado grandes obras. La importación de agua de otras cuencas comenzó en 1951
cuando se recibió agua de la región del Río Lerma
que finalmente fue insuficiente ante el explosivo
crecimiento de la población. Así, fue necesario importar agua de un caudal adicional que, en esta
ocasión, se extrajo de la Cuenca del Río Cutzamala.
Actualmente, el desafío es enorme. Por un lado, es
necesario mitigar la sobreexplotación del acuífero del
Valle de México; y por otro lado, se requieren fuentes
alternas que permitan satisfacer la demanda. El desafío al que se enfrenta la ZMVM en materia de
abastecimiento de agua es muy complejo desde el
punto de vista social, ambiental, político y financiero,
ya que la construcción y operación de un sistema
capaz de satisfacer la demanda requiere de una
magna inversión. Además de lo anterior, la administración del recurso en el Valle de México es confusa.
Es decir, no se ha definido quién es la autoridad responsable del servicio puesto que la zona está conformada por diversos municipios de los estados de
México y de Hidalgo, además de las delegaciones del
Distrito Federal.
Hay que mencionar que el esquema del servicio de
agua potable para el Valle de México es más com-
plejo que el de otras ciudades, ya que requiere de la
participación de los tres órdenes de gobierno. Esto es,
el Gobierno Federal entrega agua en bloque al Estado
de México, éste a su vez la conduce y entrega a los
municipios que son los responsables de su distribución. Por su parte, el DF es el encargado de distribuir
el recurso a las distintas delegaciones políticas.
En lo referente al drenaje y saneamiento de aguas
residuales, el esquema es aún más complejo, ya que
la infraestructura se comparte entre distintas entidades sin que se haya establecido ordenamiento alguno. Esto último a pesar de que la Federación y las
entidades federativas ejercen presupuestos y ejecutan
políticas públicas para lograr un reúso adecuado de
las aguas residuales. El caso del municipio conurbado
de Tlalnepantla de Baz es ilustrativo, pues a pesar de
contar con sus propias redes, descarga sus aguas
residuales en la infraestructura del DF o en la del vecino municipio de Naucalpan de Juárez. Es en el
territorio del estado de Hidalgo donde concurren las
aguas residuales de la metrópoli.
Para lograr avances en la materia, es indispensable
que haya una estrecha coordinación entre las entidades que integran la ZMVM, a saber, el DF y los estados de México e Hidalgo.
La convergencia dentro del contexto metropolitano
Frente a la complejidad de la administración del agua
en las grandes zonas metropolitanas donde concurren los estados y municipios que prestan el servicio
de suministro de agua potable, drenaje y saneamiento, surge una pregunta: ¿quién debe asumir la
responsabilidad de la gestión integral del recurso?
Tal requerimiento metropolitano resulta inaplazable.
Es una realidad que un alto número de municipios en
el Estado de México carecen de los medios necesarios para satisfacer la creciente demanda de agua
potable, pues carecen de fuentes alternativas de
abastecimiento; y al mismo tiempo, carecen de la infraestructura necesaria para el tratamiento eficiente
de aguas residuales.
452
Tanto el gobierno del Estado de México como el del
DF, se enfrentan al problema de que sus fuentes de
abastecimiento potenciales están fuera de sus límites
territoriales; es decir, fuera de sus límites de autoridad. Ante esta situación debe mencionarse que al Gobierno Federal no le compete la prestación de servicios de agua potable, salvo que exista un acuerdo
entre las partes.
Actualmente, la prestación del servicio de agua
potable en el Valle de México se lleva a cabo de
forma coordinada a través de complejas redes
hidráulicas y con acuerdos de colaboración entre las
partes. Así, el Gobierno del DF opera pozos del
acuífero del Valle de México y el Sistema Lerma; por
su parte, los municipios conurbados operan pozos del
MARCO GENERAL DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO JESÚS CAMPOS LÓPEZ
acuífero. Tanto el DF como el Estado de México reciben, del Gobierno Federal, agua en bloque del Sistema Cutzamala y de la red de pozos conocida como
Plan de Acción Inmediata (PAI) a través de un esquema de responsabilidad compartida, aunque sin reglas
claras.
El Sistema Cutzamala produce un volumen de 500
millones de m3/año que se distribuyen al DF y al Estado de México. Este sistema es operado y administrado por la Federación a través a la Comisión
Nacional del Agua (Conagua). Acceder a nuevas
fuentes de abastecimiento para el Valle de México
implicaría altos costos.
Tabla 1. Costo real del agua por metro cúbico en el Valle de México del Sistema Cutzamala
Componentes
Costo/m3
Derecho
$ 0.30
Inversión*
$ 5.20
Operación**
$ 6.00
Mantenimiento
$ 0.40
Distribución
$ 1.50
Saneamiento
$ 2.00
Total
$15.40
* No incluye el costo social
destinado para el desarrollo
de obras relativas a la
importación de agua
de otras cuencas
** Incluye el costo de energía
eléctrica para el bombeo
del agua a una altura
de 1,100 m.
Fuente: Análisis y elaboración propia, 2008.
Obtener un nuevo caudal para el abastecimiento del
Valle de México comprometería a los usuarios a una
tarifa de 15.40 pesos/m3 como puede observarse en la
tabla 1. Este costo contempla el pago de derechos por
explotación, la inversión en infraestructura de captación, la potabilización y distribución, la operación,
el mantenimiento y el saneamiento. Como es evidente,
este monto está muy por encima de los 3 pesos/m3 que
corresponden a la recaudación vigente y es por esta
brecha entre el costo y la tarifa que hay un deterioro
tanto en la calidad como en la cantidad del servicio.
Aplicar tarifas reales representa un reto ineludible para
los organismos operadores, a fin de que el servicio no
continúe deteriorándose. Como se mencionó anteriormente, la única forma de financiar el buen funcionamiento de los organismos operadores, es a través
de tarifas reales, o bien, continuar subsidiando el servicio. Sin embargo, esta última opción es un tanto imprudente ya que fomenta el uso irresponsable del
recurso por parte del usuario.
La Comisión Ejecutiva de Coordinación Metropolitana
del Valle de México es una instancia fundamental para
lograr un acuerdo entre las partes ante esta problemática, incluyendo a aquellos grupos sociales que
se verían afectados por importar agua de otras cuencas. En relación a esto último, es necesario atender a
las demandas de estos grupos y otorgar las compensaciones necesarias para garantizar un abastecimiento
de agua potable sustentable. Es decir, los programas
presupuestales deben incorporar los recursos necesa-
rios para acciones de beneficio social que aseguren el
abastecimiento de agua necesario para el crecimiento
y desarrollo de las comunidades. Sin un acuerdo entre
las partes, será prácticamente imposible resolver los
problemas de sobreexplotación, de encontrar nuevas
fuentes de abastecimiento y de coordinar el tratamiento de aguas residuales. Sin un acuerdo, es muy
difícil establecer una tarifa competitiva que refleje el
costo real del agua; es decir, aquel que considere todos
los costos desde su captación hasta la entrega al
usuario final y su posterior saneamiento. Continuar
con un esquema sin responsables específicos en el
manejo integral es inviable. Una vez más, la figura de
la Comisión Ejecutiva de Coordinación Metropolitana
del Valle de México es fundamental para coordinar las
acciones estratégicas que produzcan resultados efectivos en torno al reto metropolitano del agua, y que
ayuden a superar la complejidad inherente a la participación de diversas entidades en torno a un problema
común. Un enfoque unilateral o aislado, por parte de
alguno de los tres órdenes de gobierno, impedirá que
se enfrente la situación hidráulica con una visión integral. Los efectos negativos de hacer esto último se
reflejarían en la economía, la sociedad y el medio ambiente. Por todo lo anterior, es menester que los tres
órdenes de gobierno se coordinen para llegar a un
acuerdo. Es necesario que las instancias del gobierno,
desde sus ámbitos respectivos, trabajen en conjunto
para mejorar los servicios y gestión integral del agua
con el fin último de preservar el bienestar de las
generaciones presentes y futuras.
453
Una gestión eficiente del agua en México
Jorge Malagón Díaz
Antecedentes de la prestación del servicio de agua en México
Para enmarcar conceptualmente el aprovechamiento
del agua para el uso público-urbano en México y
comprender sus condiciones actuales, es necesario
hacer un análisis retrospectivo de su evolución, las
condicionantes de su desarrollo regional, los factores
que influyeron en la aplicación de algunas políticas y
algunos resultados específicos. En México, por tratarse de un país con una heterogénea ocurrencia, disponibilidad y distribución del agua, tanto autoridades
como usuarios del vital líquido han aplicado múltiples estrategias y negociaciones buscando las mejores
condiciones comunales e individuales en el aprovechamiento del agua.
Constantemente se han presentado discrepancias
entre los diversos usos y los usuarios, quedando manifiesto siempre que el agua ha sido y será un factor
importante en los conflictos sociales. El limitado volumen de este recurso en la mayor parte del territorio nacional obligó a buscar diversas formas de obtenerlo; la apertura de tierras al cultivo, los asentamientos humanos y el desarrollo de la actividad industrial y comercial provocaron una mayor presión
sobre el recurso hídrico, originando disputas que en
la mayoría de los casos se extendieron por varias
décadas. Hasta años recientes, el reparto de agua, a
pesar de que era confuso, permitía convenir los caudales a distribuir conforme a los usos, usuarios y periodos para su aprovechamiento. En la medida en el
número de usuarios creció, surgió una creciente presión sobre el recurso hídrico y, por ende, se multiplicaron los conflictos por el agua.
454
Ante la cada vez más critica situación, se fueron imponiendo primero los derechos de uso, las condiciones de aprovechamiento y las restricciones en su
manejo; asimismo, se fueron estableciendo condicio-
nantes con el fin de que el recurso se distribuyera y
usara más equitativamente.
A mediados del siglo XX, una de las políticas de gobierno se sustentaba en que la industria debía jugar
un papel central en el impulso de la economía, motivo por el cual en ese entonces se le protegió, privilegiando la distribución del agua hacía esa actividad.
Ciudades importantes en las que se impulsó la actividad industrial, como Veracruz, Querétaro, Toluca,
Puebla, entre otras, fueron dotadas de infraestructura para este fin, financiada principalmente por particulares, como fue el caso de la industria cervecera
en el municipio de Toluca, en el Estado de México.
El usufructo del agua en México también ha motivado a lo largo de su historia diversos principios y
conceptos relativos a la propiedad; para algunos, su
posesión debe estar regida por usos y costumbres
puesto que es un bien común, reconociendo los derechos que sobre ella han regido, según los cuales ésta
le corresponde a quien demuestre fehacientemente
que la ha estado usando. No obstante, en tiempos recientes se considera que el agua debe ser usada por
quienes obtengan de ella el mayor valor productivo.
En relación con los derechos para usar el agua, la
legislación vigente señala que cualquier volumen de
agua que se use debe estar titulada y registrada; en
el caso del uso público-urbano, dado que la responsabilidad de otorgar este servicio corresponde al
ayuntamiento, debería ser éste mismo el titular de
los derechos que, para tal efecto, en todo su ámbito
territorial.
Con el fin de que los municipios y/o organismos operadores de agua potable y saneamiento contaran con
UNA GESTIÓN EFICIENTE DEL AGUA EN MÉXICO JORGE MALAGÓN DÍAZ
los derechos de agua suficientes para promocionar a
la población el servicio de suministro de agua potable, en octubre de 1995 el Presidente de la República emitió un decreto mediante el cual se otorgaron
facilidades administrativas para que los municipios,
no obstante las vedas emitidas, regularizaran mediante la obtención de una concesión, los volúmenes
de agua que en ese momento extraían para atender
las necesidades de la población así como los que requerían para satisfacer la demanda esperada de la
misma durante un periodo de 10 años.
A inicios del siglo pasado, conforme se daba un explosivo crecimiento poblacional, se incrementó la
necesidad de alimentos y a esa actividad se dirigieron
las acciones de gobierno más importantes, desarrollando principalmente grandes obras de infraestructura hidráulica para su producción.
La complejidad de la gestión del agua
Prestar el servicio de agua potable para uso públicourbano constituye una acción cuya responsabilidad
está claramente legislada y su cumplimiento corresponde a los municipios y al Distrito Federal (DF) en
sus ámbitos de competencia territorial. Sin embargo,
por su complejidad conlleva la ocurrencia de diversas
participaciones y la conjunción de muchos factores
que determinan la calidad del servicio que cada organismo operador, entidad, patronato o comité, entre
otros, brinda. La infraestructura que manejan los organismos operadores de agua y saneamiento puede
clasificarse de la siguiente manera: para el abastecimiento de agua, para la recolección (alcantarillado)
y para el tratamiento del agua residual.
En la mayoría de los casos, las eficiencias, costos y
tarifas que manejan los organismos sólo reflejan la
parte correspondiente al servicio de suministro de
agua potable. En este sentido, la eficiencia de los organismos operadores normalmente se mide en función de los volúmenes que manejan y en los que
efectivamente pagan los usuarios. Conagua estima
que del volumen extraído por los organismos operadores, sólo 36% es cobrado, 38% se pierde en fugas
y 26% restante corresponde a subsidios, al volumen
facturado no cobrado, clandestinaje y a deficiencias
en el padrón de usuarios.
El indicador de eficiencia señalado anteriormente nos
indica que el principal problema de los organismos
operadores se asocia con la falta de liquidez debido
al alto porcentaje del agua que se pierde en fugas o
bien que es entregado al usuario y se factura, pero
éste no lo paga.
La eficiencia global de la administración del recurso
hídrico en México, que es de 36%, denota un rezago
importante en el sector. Además, es menor a la de
otros países latinoamericanos como Colombia (54%)
y Chile (63%), y muy lejana a la de naciones europeas como Inglaterra, Italia, Francia y Alemania, cuyas eficiencias son de 67, 69, 71 y 87%, respectivamente.
Disponer de una tarifa elevada, contar con infraestructura adecuada o disponer de personal suficiente,
por mencionar sólo algunos de los componentes
necesarios para suministrar agua potable, no son elementos suficientes para garantizar un buen servicio
de agua potable en calidad y cantidad a las viviendas
de cualquier localidad. En relación con las tarifas que
facturan los principales organismos operadores, éstas
varían en función del uso que se le da al recurso. El
promedio representativo es de 5 pesos/m3 para el uso
doméstico, 24 pesos/m3 para el uso comercial y 25
pesos/m3 para el uso industrial, aunque hay tarifas
máximas que doblan este promedio.
Gráfica A. Comparación de cuotas por metro cúbico (m3)
por concepto de suministro de agua
Fuente: Datos obtenidos de los organismos operadores, 2008.
455
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
En la mayoría de los casos, las cuotas que se recuperan difícilmente pueden cubrir los costos operativos debiéndose recurrir a subsidios de la Federación,
los cuales normalmente se destinan a la infraestructura. Entre los factores que propician este grave
problema para los organismos operadores, destacan
los siguientes:
a) Falta de difusión y, en algunos casos, de cuantificación
del costo real de la prestación del suministro de agua
potable, de la recolección y el tratamiento del agua
residual, por tanto la población no conoce el importe
de la erogaciones que se realizan para llevar o desalojar el agua y el subsidio que recibe.
b) No se cuenta con una cobertura adecuada de la medición del volumen de agua que se entrega al usuario,
y existen esquemas tarifarios que consideran cuotas
fijas, lo cual impide establecer mecanismos que incentiven a los usuarios a disminuir sus consumos.
Asimismo, no hay medidas coercitivas eficaces que
obliguen a los usuarios a cubrir sus adeudos o, en caso
de que existieran, no se aplican para eludir problemas
políticos.
Gráfica B. Evolución de la reducción de la dotación
de agua en el estado de Aguascalientes
Fuente: Datos obtenidos del estado de Aguascalientes, 2008.
En el estado de Aguascalientes, la dotación de agua
potable por habitante ha disminuido paulatinamente
desde 1996, cuando cada persona recibía en promedio 379 l cada día. En 2006 la dotación se redujo hasta 235 l/hab/día, es decir, en una década cada habitante dejó de recibir en promedio 144 litros, lo que
significa un importante ahorro para una entidad en
donde el recurso es escaso.
c) No existe un mecanismo único para determinar las
tarifas o cobros por los servicios de agua potable en
muchas entidades, pues la fijación de cuotas o tarifas
por el servicio corresponde a los congresos locales y
éstos las fijan muy por debajo de los costos reales de
producción, transporte y distribución.
456
d) Falta una adecuada planeación que considere inversiones futuras, ya sea para utilizar más eficientemente
el agua actual, disminuyendo las fugas o modificando
los patrones de consumo o, bien, incrementando la
oferta de agua de otras fuentes. En este sentido, normalmente no se consideran inversiones para reemplazar la infraestructura hidráulica que en muchos
casos ya es obsoleta. Cabe aclarar que esta falta de
planeación es propiciada por la rotación de los técnicos y administradores cada vez que se renuevan las
autoridades municipales.
e) Falta de coordinación entre los ámbitos federal, estatal y municipal, para el aprovechamiento de las diversas fuentes de financiamiento y la definición de las
obras más adecuadas para atender las necesidades
prioritarias de la población.
¿Cómo administrar eficientemente el recurso?
Para que los organismos operadores de agua potable,
alcantarillado y saneamiento logren un manejo sustentable del agua, es necesario que las políticas que
implementen se basen en las siguientes premisas:
a) Financiera. Se requiere que los recursos económicos
sean suficientes para el desarrollo de la infraestructura y para la operación y mantenimiento de la existente, considerando el suministro, recolección y tratamiento del agua.
b) Institucional. Es necesaria la creación de capacidades
administrativas y de gestión modernas que apoyen
eficientemente las actividades del sistema comercial y
de prestación del servicio de agua potable, alcantarillado y saneamiento.
c) Social. Es indispensable la implementación de campañas que propicien un uso eficiente del agua por
parte de la población, así como una Cultura del Pago
por la prestación del servicio de agua potable, alcantarillado y saneamiento.
Por otra parte en el proceso de asignación de volúmenes y regulación de aprovechamientos por parte
de Conagua, se han otorgado concesiones a un gran
número de comités o patronatos que, en la mayoría
de los casos, operan sistemas de agua potable sin la
participación de la autoridad municipal, además de
que ésta no demuestra interés en poner en orden a
esos comités y la forma en que operan.
Asimismo, existe un número importante de poblaciones de algunos municipios que, en su momento,
no aprovecharon las facilidades otorgadas por la Federación para regularizar sus aprovechamientos de
UNA GESTIÓN EFICIENTE DEL AGUA EN MÉXICO JORGE MALAGÓN DÍAZ
agua, por lo que hoy se les dificulta obtener permisos
para perforar o reponer sus pozos y están sujetas a
sanciones por extraer agua sin el titulo de concesión.
Un nuevo medio para incrementar la asignación de
derechos de agua para uso público-urbano es transmitiendo los derechos provenientes del uso agrícola.
Los nuevos desarrollos urbanos han propiciado en los
últimos diez años una constante compra-venta de
derechos de agua, acción permitida por la Ley, condicionada al cumplimiento de diversos requisitos administrativos. En resumen, de acuerdo a la problemática y políticas expuestas, es necesario redoblar
esfuerzos en los siguientes aspectos:
Propuestas para lograr una gestión eficiente
a) Contar con una adecuada contabilización de los costos que significan la prestación del servicio de suministro de agua, recolección y tratamiento de aguas
residuales, así como una detallada medición de los
caudales de agua que se producen y que se suministran a los usuarios, de forma que sea factible identificar las zonas o procesos donde se pierde el agua,
para establecer acciones puntuales para recuperar
volúmenes de agua.
b) Establecer tarifas que reflejen el costo del servicio del
suministro de agua y el de recolección y tratamiento
de aguas residuales, señalando al usuario en su recibo
el costo real del servicio, el subsidio y lo que está
cubriendo. En este sentido, es importante que el
monto refleje los volúmenes de agua consumidos en
el periodo que se factura, y los compare con los periodos anteriores.
c) Adecuar el marco legal para fortalecer el sistema comercial, considerando esquemas que otorguen seguridad jurídica a la participación de la iniciativa privada, para que sea fuente importante de financiamiento en todas las fases del proceso: suministro,
recolección y tratamiento del agua. Asimismo, es
importante que el Ejecutivo Federal emita un nuevo
instrumento para que las localidades que no tengan
amparados sus derechos de agua en un título de concesión, puedan regularizarse.
d) Planear a largo plazo y lograr la consolidación en
la prestación del servicio de suministro, recolección y
tratamiento del agua, buscando la permanencia de los
cuerpos administrativos, técnicos y operativos.
e) Además de la cobertura con infraestructura, debe buscarse la calidad en el servicio, pues es insuficiente
saber que se tiene una red de distribución que cubre
a más de 95% de la población, si el servicio se presta
por zonas o mediante tandeos, por lo cual se dispone
de dicho servicio sólo algunas horas del día o ciertos
días a la semana.
Perspectivas en el Estado de México
En el Estado de México ha sido importante el fortalecimiento de acciones tendientes a mejorar significativamente los servicios de agua potable y las que
permitan primeramente fortalecer la capacidad técnica, administrativa, financiera y operativa de los organismos operadores de los sistemas de agua potable.
La institucionalización de organismos operadores en
el Estado de México inicia en 1992, creándose el primer bloque de nueve, principalmente en la zona conurbada, a excepción de Valle de Bravo. Actualmente
existen 40 organismos de los cuales 36 operan como
descentralizados, con una eficiencia física promedio
de 69.6%, comercial de 56.8% y global de 39.6%.
En los últimos años se han destinado de manera creciente recursos económicos que se aplican a obras de
infraestructura hidráulica, drenaje y saneamiento
tanto en el medio urbano como en el rural; sin embargo, en los organismos operadores se presentan circunstancias desfavorables para su desarrollo y consolidación entre las que destacan la falta de una Cultura del Pago y de Cobro del servicio, lo cual se refleja
en la insuficiencia de recursos para la construcción,
operación y mantenimiento de las obras y en la existencia de comités independientes que administran los
sistemas de agua, con una limitada capacidad técnica y de gestión, manifestando importantes deficiencias en la prestación del servicio.
El Gobierno del Estado de México ha impulsado el
desarrollo armónico del sector promoviendo que se
cobre el precio justo, procurando brindar el mejor
servicio. Además, se ha logrado abatir la deuda histórica por aprovechamiento de agua, de tal manera que
garantiza a futuro el pago correspondiente a derechos y aprovechamientos derivados del uso del recurso hídrico, asegurándose, además, que se cubran
los costos derivados de la conducción de agua en
bloque que a través de la Comisión del Agua del Estado de México se entrega a los municipios para su distribución entre la población.
(Página 454)
Detalle del caudal de agua proveniente de la Presa Vicente Guerrero,
en el municipio de Tlatlaya, en el Estado de México. ACR
457
La tarifa del agua, medio para preservar
el recurso en el Estado de México
Agua de manantial
proveniente de los deshielos
del Volcán Iztaccíhuatl,
en el municipio
de Amecameca, en el Estado
de México.
CFM
Edgardo Castañeda Espinosa
n el mundo, en nuestro país y en el Estado de México, debe reconocerse que el
número de habitantes es cada día mayor, situación que incide directamente en la
disponibilidad per cápita del agua, pues la cantidad del líquido sigue siendo la misma.
E
Hace 50 años, en México había cerca de 50 millones de habitantes con una determinada disponibilidad de agua; en la actualidad, el país cuenta con más de 100 millones
de habitantes y la misma cantidad de agua para satisfacer sus necesidades. Además,
debe considerarse que no existe la posibilidad de incrementar el volumen de agua en
el ciclo hidrológico y debe asumirse que la disponibilidad del líquido será la mitad de
la que había hace 50 años.
En el pasado, las grandes obras de infraestructura fueron la base de la estrategia del
Sector Hidráulico, porque el principal problema del país era la baja cobertura de agua
potable. En nuestros días, el agua llega a los centros de consumo, por lo que el cuidado
y rescate del recurso que disponen las ciudades debe ser política fundamental, pues el
volumen que se pierde en la red es considerable. Además, el uso del líquido disponible
en muchos casos no es el más adecuado, lo cual genera que se abuse del recurso y que
se tomen medidas para preservalo, una de éstas es la tarifa.
En este contexto, el fenómeno del crecimiento poblacional adquiere relevancia, pues
este fenómeno se encuentra estrechamente vinculado a la pérdida de disponibilidad del
458
LA TARIFA DEL AGUA, MEDIO PARA PRESERVAR EL RECURSO EN EL ESTADO DE MÉXICO EDGARDO CASTAÑEDA ESPINOSA
agua. Frente a esa relación, la estrategia debe centrarse en retardar la pérdida de
disponibilidad y así evitar una eventual crisis de escasez.
Además de aplicar políticas para reducir las pérdidas y fomentar en el usuario una
Nueva Cultura del Agua, resultará de gran utilidad aplicar una tarifa adecuada. La tarifa es, en suma, un instrumento indispensable para normar, regular e, incluso, controlar
el uso del agua y así evitar su dispendio.
Por otra parte, es necesario que los organismos operadores apliquen una tarifa adecuada a sus costos y que los usuarios no eludan pagarla. Para lograrlo, los organismos
deben ofrecer un servicio de calidad, de manera que el argumento que justifica la falta
de pago en razón a la mala calidad del servicio, sea desechado.
El debate entre si el servicio del agua es un bien social o económico persiste hoy en día.
Cuando el agua es considerada un bien social, es imposible asociarle un costo
económico, porque el enfoque social promulga la idea del beneficio común. No obstante, no debe olvidarse que todo bien que utiliza el ser humano está asociado a un
costo, que si no es cubierto por el usuario, ineludiblemente tendrá que ser afrontado
de otra manera.
Por lo tanto, cuando el servicio del agua es visto como un bien social y el usuario pasa
del estatus de no tener toma de agua en su domicilio a contar con ella en su hogar, no
debe olvidarse que a fin de cuentas es un servicio, pues debe ser transportada, almacenada y conducida hasta la toma en un domicilio. Este proceso lleva implícito dos
costos fundamentales: el primero, que es el costo de inversión que comúnmente no es
trasladado al usuario, ya que los gobiernos asumen esta responsabilidad; y el segundo,
que implica el costo de operación y mantenimiento de los servicios. Los costos asociados a la operación del agua deben considerarse, puesto que asumen la participación
de técnicos especializados en la operación y administración de los sitemas; asimismo,
inciden costos como la energía eléctrica, la reparación de bombas, piezas especiales
para la reparación de fugas y muchos más. Otro tipo de costos son los de facturación,
cobranza, medición y la administración en general.
Así es que, descrito lo anterior, el usuario no paga con su tarifa el costo de la infraestructura que dota el servicio, únicamente paga el costo del servicio de llevarlo hasta
su domicilio y todo lo que ello implica, ya que los gobiernos se han encargado del desarrollo de la infraestructura.
Debe aclararse que el usuario no paga el recurso agua, sólo solventa los costos del servicio a quien lo proporciona, ya sea un organismo operador, un ayuntamiento, un
comité local de agua o un particular, que puede ser una empresa que administra el
recurso vital.
459
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Juan y la conciencia
Juan es un usuario que vive en el municipio de Naucalpan de Juárez, en el Estado de
México, y que paga su tarifa de agua potable mediante la modalidad de servicio medido. De carácter acucioso, Juan ha decidido llevar una estadística de su consumo e incluso registrar la dotación que en promedio gasta cada miembro de su familia.
Al principio, sus familiares se mostraron renuentes a cooperar en el registro de sus consumos, no obstante, conforme se enteraron de cuánta agua utilizaban a diario, accedieron a cooperar con los controles de Juan y el gasto de agua cambió.
Tras tomar la lectura de su medidor, Juan registró su consumo y el de su familia en un
cuaderno. Al obtener los resultados, se percató que cada uno de ellos utilizaba 300
litros diarios, lo cual lo llevó a reflexionar sobre el líquido que consumían.
Posteriormente reunió a su familia y les dijo: -bien, ¿por qué no nos fijamos metas y
vamos reduciendo nuestros consumos? Después comenzó por estudiar en qué rubros
se podría utilizar menos agua, y pensó en usar menos tiempo la regadera y promover
las cargas de la lavadora a cupo completo, cosas que aparentaban ser menores.
Cuando Juan tomó conciencia de lo que estaba haciendo respecto del consumo de
agua en casa, se percató de que en sus manos estaba hacer más racional el consumo
del recurso. En concreto, Juan observó que para reducir su consumo y el de su familia,
requería de dos acciones principalmente: un cambio de actitud hacia el uso del agua
y, por otra parte, la voluntad de minimizar los gastos del recurso en casa.
En otro momento, dado que Juan había decidido registrar las lecturas de su consumo
y el de su familia, se dio cuenta que su consumo había aumentado de forma inusitada.
Su consumo había crecido a tal grado que el gasto familiar alcanzó un promedio de
5 mil litros por día.
- Algo está pasando, pensó Juan, quien posteriormente revisó todas sus tuberías, hasta
que encontró una fuga que se produjo cuando instaló una carpa para la realización
de una fiesta. Como los daños producidos no fueron visibles, la fuga no se manifestó.
Gracias a que Juan calculaba su consumo mediante el servicio medido, descubrió que
algo sucedía con el consumo de agua de su familia. Por tanto, pudo llamar al organismo operador de su municipio para que verificara el estado de la red doméstica y sus
consumos. Si hubiera tenido una tarifa ligada a un costo fijo, quizá nunca habría detectado la presencia de la fuga, la cual podría haber dañado la estructura de su casa
al reblandecer el terreno y, lo más grave, sin saberlo se podría haber perdido una cantidad alarmante de agua.
EL CASO DE JUAN EN EL ESTADO DE MÉXICO NO ES MUY FRECUENTE DEBIDO A
QUE, EN LA ENTIDAD, 75% DE LOS USUARIOS TIENE ACCESO AL SERVICIO DE AGUA
MEDIANTE LA MODALIDAD DE TARIFA FIJA. EN CONSECUENCIA, POR UNA TARIFA
DE APROXIMADAMENTE MIL PESOS ANUALES, LA MAYORÍA DE LOS USUARIOS
REALIZAN CONSUMOS ILIMITADOS, OLVIDANDO CON ELLO EL PROPÓSITO DE USAR
EFICIENTEMENTE EL LÍQUIDO.
460
LA TARIFA DEL AGUA, MEDIO PARA PRESERVAR EL RECURSO EN EL ESTADO DE MÉXICO EDGARDO CASTAÑEDA ESPINOSA
La necesidad de contar con tarifas por servicio medido en el Estado de México
En el Estado de México, alrededor de 75% de los
usuarios que existen en los padrones tienen asignado
un costo por su consumo de agua mediante una tarifa fija, el 25% restante cuenta con un medidor
instalado en su toma y paga por cada metro cúbico
consumido en sus diferentes rangos. Esta distribución
denota la aplicación, por parte de los operadores, de
una política tarifaria equivocada, ya que al no medirse
el consumo, el usuario desconoce las implicaciones del
servicio.
Al cobrar una tarifa fija, las fugas, tanto en la red de
distribución como en los domicilios, representan costos fijos no perceptibles, costos hundidos, a los que
debe asociarse un valor económico, el cual no se recupera y en consecuencia representa pérdidas económicas que son trasmitidas a los usuarios que pagan
el servicio. En consecuencia, se fomenta el desconocimiento de los consumos, las pérdidas físicas y la
desarticulación de los sistemas comerciales; además,
esto propicia que, del volumen total de agua que se
produce, sólo se alcance a cobrar 36 por ciento. Entonces, la eficiencia comercial y física, que en la entidad alcanza en promedio 36% de eficiencia global,
deben ser parte fundamental de la administración del
recurso, por lo que los organismos operadores deberán
orientarse hacia el incremento de la eficiencia física y
comercial y avanzar así en la preservación del recurso
y la disminución de la carga financiera por la falta de
pago del agua. Al respecto, es importante tener en
cuenta que si todos los usuarios pagaran el servicio,
tendría que pagarse sólo la mitad del monto total de
las tarifas.
Respecto al establecimiento de tarifas, en la actualidad, los organismos operadores reunidos en una Comisión establecida por el Instituto Hacendario del
Estado de México (IHAEM) para la revisión de las tarifas, proponen una tarifa anual con base en un modelo tarifario. Sin embargo, el modelo aplicado debe
enriquecerse para arribar a una tarifa más justa para
el usuario, que incluya indicadores de eficiencia física
y comercial, medición de volúmenes en las fuentes de
abastecimiento y el incremento de la micromedición,
todo lo cual redundará en un servicio de mayor calidad. Estos indicadores deben ser revisados y evaluados
cada vez que los operadores propongan nuevas tarifas.
La aplicación de tarifas que consideren los costos reales
de operación, mantenimiento y rehabilitación es indispensable, pues los organismos operadores cuentan
cada vez con menos recursos para hacer frente a las
demandas de calidad y cantidad en el servicio de agua.
Estas deficiencias podrían aumentar los riesgos de escasez y disponibilidad e, incluso, podrían conducir a la
entidad a una crisis financiera en el Sector.
Las acciones que se han establecido como política para
el establecimiento de tarifas en el Estado de México
van por el rumbo correcto; sin embargo, habrá que redoblar esfuerzos que se dirijan hacia el incremento de
las acciones en la micromedición y macromedición, el
incremento en los índices de eficiencia tanto física
como comercial y el establecimiento de una tarifa justa
que incluya el servicio de calidad a un justo precio. En
la entidad debe plantearse el concepto de tarifa justa
como una política pública, pues se cuenta con los
instrumentos para hacerlo. Sin embargo, hasta el momento tales instrumentos no se han puesto en marcha. En este sentido, se cuenta con el IHAEM, instituto al que acuden todos los organismos operadores
para diseñar sus tarifas. Esta entidad debe jugar un papel importante como primera instancia de regulación
tarifaria, pero debe ir acompañada de otras instancias
del Gobierno Estatal, como la Comisión del Agua del
Estado de México (CAEM), la Procuraduría Fiscal, representantes del Congreso Local y, muy importante, se
debe incluir a la sociedad civil en la toma de decisiones.
Con esta visión se estaría muy cerca de establecer la
política tarifaria como una política pública y se darían
los primeros pasos para el establecimiento de un
Órgano Regulador de los Servicios de Agua.
El Estado de México debe transitar hacia un marco
regulatorio que incluya la tarifa justa como parte de
una política pública. Tanto el Órgano Regulador como
el país deben adaptar sus marcos legales a las nuevas
circunstancias de la nación, lo que requiere reformar
las leyes para incluir a todos los actores involucrados
en torno a la gestión del agua. Existen las condiciones
para alcanzar esa meta, debido a los cambios trascendentales de los últimos años. La apertura democrática
y los cambios políticos han incidido en el arreglo institucional, situación que debe aprovecharse para
transitar hacia nuevos esquemas institucionales que
mejoren la administración del agua.
461
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
La meta, una política tarifaria equilibrada
Sobre un sistema tarifario eficiente
Con una tarifa fija se fomenta la inequidad en el consumo y, por el contrario, con el
servicio medido se obtienen mejores resultados para el sector hidráulico, preservando
el recurso agua e incrementando el recurso financiero. En la actualidad existen los instrumentos legales y administrativos para operar el servicio medido y establecer las tarifas correspondientes. Con la política de tarifas vigente, el dispendio es el común denominador cuando se habla del servicio de agua.
El modelo tarifario de cuota fija impide la retroalimentación entre el usuario y el organismo operador, lo que dificulta, por ejemplo, la realización de una consulta para poner
en consideración el posible incremento de las tarifas y los beneficios que esta medida
acarrearía.
Por otra parte, la actual política tarifaria favorece los costos ocultos relacionados con
el sistema impositivo mexicano. De esa forma, el usuario paga derechos enfrentando
las ineficiencias del sistema administrativo y, por consiguiente, de los sistemas tarifarios y de la administración del agua. La tarifa siempre debe ser justa, por tanto, las ineficiencias del sistema deben ser cubiertas por un sujeto distinto al usuario, pues éste
no es responsable de los errores de los prestadores de servicio.
La actual política de subsidios en el sector produce inequidad. Un subsidio tiene como misión apoyar económicamente a un sector específico o a un producto específico, pero en
México no es así. En el país los subsidios son imperfecciones del sistema, cuyos recursos
no son aportados por ninguna entidad, sino por los propios usuarios de manera indirecta.
Por otro lado, en la mayoría de los sistemas tarifarios actuales la participación del Congreso Local es determinante, ya que éste autoriza las tarifas y los derechos que se cobran por el suministro de agua potable, propiciando la mayoría de las veces tarifas más
justas hacia los estratos sociales de menos recursos; sin embargo, en algunas ocasiones,
dada la rapidez con la que tienen que actuar, se aprecia la ausencia de una evaluación
de los resultados derivados de una determinada política tarifaria, la falta de aplicación
de políticas de uso eficiente y la ausencia de metas de planeación tarifaria a largo
plazo; todo esto desvirtúa una adecuada política de subsidios propiciando subsidios
cruzados. El modelo tarifario establecido en la actualidad debe tener metas que correspondan con el sistema comercial y la disminución de pérdidas físicas. Al evaluar el
modelo tarifario, es preciso considerar como objetivos paralelos el incremento en la recaudación, mediante una eficiente gestión del padrón de usuarios y la cobranza, así
como el combate a la omisión de pagos y la disminución de pérdidas físicas.
Una política de tarifas adecuada parte de un aspecto fundamental, la Cultura del Agua,
mediante la cual se pretende modificar la actitud del usuario; sin embargo, para que
esto se logre, es necesario involucrar a todos los actores. Si se asocia el consumo doméstico a una tarifa medida, el desembolso familiar hará que el usuario busque eficientar
sus consumos, que el operador se obligue a ofrecer una mejor calidad en los servicios
y que las finanzas del sector se vean fortalecidas.
462
LA TARIFA DEL AGUA, MEDIO PARA PRESERVAR EL RECURSO EN EL ESTADO DE MÉXICO EDGARDO CASTAÑEDA ESPINOSA
Ante todo debe buscarse el equilibrio en la tarifa, principalmente si ésta es un instrumento para fomentar y preservar el recurso. De esta manera, la tarifa debe verse como
un instrumento que ayuda a cumplir diferentes fines. La tarifa por sí misma no representa una solución, ésta debe asociarse a factores como la medición, la facturación, la
cobranza, los índices de eficiencia en el gasto y pérdidas, los sistemas de eficiencia en
los organismos operadores y el modelo de equidad en la determinación de tarifas, con
fundamento en el principio de que a mayor consumo corresponde una tarifa más alta,
siempre y cuando exista conciencia de ello.
Es importante considerar que la tarifa es un instrumento que debe responder a principios económicos, y en consecuencia a aspectos de eficiencia, entendiéndose el concepto de eficiencia como la optimización de los recursos, ya sean naturales o
económicos.
Sobre la medición en los sistemas comerciales
La cobranza en la mayoría de los sistemas comerciales establecidos en los organismos
operadores de la entidad están actuando a la “paganza”, esto es, captan sólo las aportaciones de los usuarios que acuden a pagar a los centros de cobro, escaseando el incremento de la eficiencia en la facturación y cobranza, propiciando que, en promedio, la
cobranza en los organismos alcance 50% de los padrones de usuarios, lo que habla de
una errónea gestión comercial.
Para la administración del recurso es conveniente mantener los registros de medición,
de esa manera el organismo estará en condiciones de conocer qué porcentaje de sus
usuarios no cumplen con sus cuotas. El organismo, entonces, podrá determinar cuáles
son sus gastos, su producción y sus ineficiencias, tanto físicas como comerciales, que
de otra manera permanecerían ocultos.
Los registros de medición son necesarios para un sistema comercial ya que producen
mejoras notables. A través de ellos, es posible medir a la mayor parte de los usuarios,
con lo cual se podrían generar y aplicar tarifas justas, basadas en costos reales y que,
incluso, podrían significar costos menores en la tarifa al usuario.
Si vinculamos el tema de las tárifas con el de la Cultura del Agua, se estaría induciendo
la búsqueda de un cambio de actitud en torno a la preservación del recurso, haciendo
que el usuario asuma una nueva relación con los temas relativos a la Cultura de Pago,
el uso eficiente del recurso y la necesidad de reducir las pérdidas físicas. En ese contexto, la aplicación de una tarifa adecuada debe verse como un instrumento útil para
incentivar al usuario.
Sobre el establecimiento de un sólido sistema financiero
Las finanzas en el Sector Agua, en lo general, no están balanceadas y cargan con un
“hueco financiero” que, a su vez, produce una deuda que ningún actor considera su responsabilidad. Es decir, hay costos que no son cubiertos dado que su naturaleza imposibilita una acción restrictiva del servicio, originando que los pasivos en las finanzas
de los organismos crezcan hasta alcanzar cifras imposibles de pagar y, al final, los
463
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
ofertantes de esos servicios deberán ofrecer planes especiales para eliminar dichos
adeudos, así sucede con la energía eléctrica y con el agua en bloque que suministra la
Comisión del Agua del Estado de México.
Esta situación hace pensar que, desde el punto de vista financiero, no debe descartarse la proximidad de una crisis, la cual se conjugaría con un eventual problema de
escasez. Tal escenario puede presentarse si los organismos operadores o los prestadores
del servicio no recuperan sus costos; de no hacerlo, los recursos serán insuficientes
para lograr una mejor calidad del servicio y, en consecuencia, el usuario preferirá no
pagar.
En la gestión del agua es menester determinar cuáles son las responsabilidades que
corresponden a cada actor, de tal forma que sus funciones estén claramente delimitadas, para obligar su cumplimiento y evitar la continuidad del problema que hoy se
observa. Asimismo, deben vigilarse las políticas tarifarias y su aplicación con el objeto
de evitar las desviaciones financieras que afecten la prestación de los servicios y el
cumplimiento de las obligaciones con los prestadores de servicios.
Por otra parte, la administración del agua debe considerar al recurso como un bien
económico más que un bien social; de esa manera, el usuario aprovechará con responsabilidad el agua, reflexionará sobre su uso y optimizará sus recursos. También sería
conveniente que los operadores establezcan metas de eficiencia, lo que en automático
provocará que el servicio de suministro de agua sea considerado como un bien
económico, pues cuando los recursos son utilizados de manera óptima, se fomenta el
principio económico de uso eficiente de los recursos.
En consecuencia, las pérdidas físicas en la red, que son recursos económicos que se
pierden, deben ser recuperados; asimismo, la eficiencia de los sistemas comerciales
propiciarán un incremento en los ingresos y, por último, la implantación de sistemas
de medición beneficiarán al sistema, ya que se fomentará el uso eficiente del agua.
Por otra parte, si un organismo baja la calidad de su producto, entonces su costo se incrementará. Tal situación puede agravarse si hay bajas eficiencias que, incluso, podrían
arrastrar al organismo a la quiebra. Esto sería síntoma de que en el organismo operador existen costos ocultos que no están siendo bien valuados. Es necesario recordar
que el espíritu que impulsó la creación de los organismos operadores tenía como propósito que la operación del agua se diera de manera especializada, a través de un organismo experto que administrara el recurso óptimamente.
(Página siguiente)
Vista de la construcción
de una zona habitacional
en el Valle de México.
CFM
464
Por último, para mejorar la administración del recurso es ineludible reformar el marco
legal del agua. Para tal efecto, es necesario involucrar a todos los actores que participan en la gestión del agua, con el objeto de crear consensos en aras de un fin compartido. Los consensos y acuerdos, factores esenciales que se utilizan en las ciencias
sociales, deben estar al servicio del agua, para alcanzar las reformas necesarias.
LA TARIFA DEL AGUA, MEDIO PARA PRESERVAR EL RECURSO EN EL ESTADO DE MÉXICO EDGARDO CASTAÑEDA ESPINOSA
Sobre la creación de un Órgano Regulador
La crisis del agua es escencialmente una crisis en la
gestión de los asuntos públicos, en otras palabras, de
gobernabilidad; entre otros síntomas de las causas de
dicha crisis, está la falta de instituciones adecuadas
en el sector, la fragmentación de las estructuras institucionales, así como los posicionamientos de autonomía en la gestión basados en los postulados de las
leyes. Estos posicionamientos han propiciado que la
gestión del agua se enfrente a situaciones inciertas y
muy complejas con una alta variabilidad en la aplicación de las políticas tarifarias. Los errores en la
gobernabilidad del agua han obstaculizado con frecuencia el avance hacia un desarrollo sotenible y
hacia el necesario equilibrio entre las necesidades
económicas y la sustentabilidad del recurso vital.
Con el objeto de minimizar esta complejidad, en la
gobernabilidad, se hace necesaria la creación de un
Órgano Regulador de los Servicios del Agua, de tal
suerte que pueda llevarse a cabo una mejor planeación de la administración del agua. El Órgano
Regulador debe estar compuesto por organismos
operadores, funcionarios del gobierno estatal, legisladores y por miembros de la sociedad civil, de tal
forma que se integre una mesa donde se discuta el
rumbo de la administración y gestión del recurso hídrico. Con la participación de dichos actores, la
opinión del ente regulador se convertirá en la voz del
consenso en torno a las políticas a seguir, ya sea en
cuanto a calidad del servicio o la política tarifaria,
por nombrar algunos temas. De esa forma, se lograrán significativos avances en la gestión y eficiencia de los organismos operadores en lo individual y
en su conjunto.
Las funciones de este ente regulador serían principalmente dos: regular la calidad del servicio y determinar el costo del servicio, es decir, la tarifa.
Respecto a la calidad del servicio, la regulación estaría enfocada al total de la población y entre sus objetivos se encontraría medir los volúmenes que se
otorgan para determinar la cantidad de agua que
dispone la población. En este último aspecto, deben
cuidarse factores como el porcentaje de población
que cuenta con agua las 24 horas del día y cuánto
aumenta la cobertura. Lo anterior implica analizar el
incremento anual de las personas que tienen agua de
manera ininterrumpida, así como el aumento de la
calidad del servicio, factores que deben ser parte de
las metas de un sistema tarifario.
Además, un sistema tarifario debe pugnar por alcanzar mejoras en el incremento de la medición, recaudación, número de usuarios, así como el aumento de
la cobertura. Otra de las funciones de un ente regulador radica en conocer con antelación las causas y
efectos de aumentar los montos de las tarifas, debiendo considerar elementos como la economía de la
nación, las variables macro y microeconómicas, la
calidad del servicio y los niveles de eficiencia del organismo operador, entre otros indicadores.
Queda claro, entonces, que los principios básicos de
una gestión efectiva de los asuntos hídricos incluyen
la participación de todos los interesados, la transparencia, la equidad, la responsabilidad financiera, la
coherencia, la capacidad de reacción, la integración
y las cuestiones éticas.
En síntesis, puede considerarse que la Cultura del
Agua abarca una amplia gama de aspectos que
tienen el principio de equifinalidad, esto es, que persiguen el mismo fin, el cual será la sustentabilidad
del recurso agua haciendo un uso eficiente del
mismo.
465
De acuerdo al costo
actual, un metro cúbico
de agua, es decir mil litros,
tiene un precio promedio
de $5.50.
De la serie El valor del agua.
ACR
466
CULTURA DEL PAGO
RECUPERANDO EL EQUILIBRIO
467
La importancia de la Cultura del Agua
Presa Vicente Guerrero,
en el municipio de Tlatlaya,
en el Estado de México.
ACR
Alfredo Del Mazo González
a Tierra, con sus más de 6 mil millones de seres humanos se enfrenta al inicio del
siglo XXI con una grave crisis de agua: 20% de la población no tiene acceso al agua
potable, la mitad no cuenta con servicios de saneamiento, prevalece una alta incidencia de enfermedades relacionadas con su consumo, desaparecen pantanos y humedales
y se degrada la calidad de ríos, lagos y acuíferos.
L
Se trata de un recurso limitado y constante ya que no existe evidencia científica de que
nuestro planeta pierda agua, por lo que la oferta del líquido en el ciclo hidrológico es
en promedio la misma. La demanda, en cambio, crece continuamente, año con año aumenta la población, que requiere mayor cantidad de bienes y servicios, sin embargo,
ni la producción de alimentos ni los procesos industriales ni la generación de energía
son posibles sin agua, debido a ello su consumo a nivel mundial aumentó seis veces el
año pasado.
Si bien es cierto que la crisis del agua es sólo uno de los diversos desafíos a los que la
humanidad se enfrenta en este tercer milenio, también lo es que dicha crisis está en el
corazón mismo de nuestra supervivencia y de la de nuestro planeta.
Las tendencias parecen indicar que la crisis continuará empeorando, a no ser que se emprendan adecuadas acciones correctivas a nivel mundial que necesitan de la solidaridad entre las naciones. De manera independiente al crecimiento de la población y los
fuertes incrementos de la demanda por parte de los sectores productivos, es posible
afirmar que se trata de una crisis de gestión, causada en buena parte por el uso de procedimientos y métodos inadecuados en la aplicación del recurso.
No obstante que en los últimos años la humanidad ha logrado ampliar el acceso a los
beneficios del agua, desarrollar una tecnología hidráulica sin precedentes y mitigar las
manifestaciones más destructivas de los fenómenos naturales, simultáneamente se
468
LA IMPORTANCIA DE LA CULTURA DEL AGUA ALFREDO DEL MAZO GONZÁLEZ
alteraron los ciclos naturales, se desarrolló un patrón
de consumo que compromete la sustentabilidad, se
ahondaron las diferencias entre naciones, regiones y
grupos sociales, y se agudizaron los conflictos nacionales e internacionales en torno a los recursos
hidráulicos.
norte y el Altiplano. En lo tocante a las aguas subterráneas, de los 188 acuíferos más importantes, más
de 100 están sobreexplotados, lo que se traduce en
un grave impacto ecológico, agotamiento de manantiales, desaparición de lagos y humedales y pérdida de ecosistemas.
La relación que establece una sociedad con el agua se
construye a lo largo del tiempo. Esta relación involucra instituciones, infraestructuras, costumbres, intereses y culturas. No han sido pocas las civilizaciones
que se derrumbaron, no por sus problemas políticos
o sociales, sino por sus contradicciones hidráulicas y
su incapacidad para superarlas.
Resulta insostenible continuar sobreexplotando los
mantos acuíferos y, para evitarlo, es necesario reducir
los flujos migratorios hacia las áreas metropolitanas
del norte y centro del país, con una política federal de
descentralización y desconcentración nacional. De
igual manera, especial importancia adquiere el
establecimiento del régimen económico-financiero
de las transferencias requeridas para el desarrollo y
mantenimiento de zonas con carencias hídricas
estructurales.
El aprovechamiento y la preservación del agua están
condicionados en forma importante al significado
económico, social, ambiental y cultural que se le
otorgue: el poblador rural la considera como un bien
de propiedad local que condiciona fuertemente su
supervivencia y desarrollo. En cambio, para el habitante urbano, el agua significa con frecuencia un elemento más de consumo, la recibe purificada y normalmente desconoce los esfuerzos necesarios para
captarla, conducirla y distribuirla en las ciudades.
Cada país tiene sus propios problemas y también su
propia forma de resolverlos. El abanico de soluciones
está a la vista, por ejemplo: la desalinización, el tratamiento y reúso de las aguas residuales y, sobre todo,
trabajar preferentemente sobre la demanda, impulsando su uso eficiente y manteniendo, hasta donde
sea posible, la oferta.
En México, la crisis ya nos alcanzó; durante los últimos 50 años la disponibilidad promedio per cápita ha
sufrido un decremento dramático, agudizado por la
desfavorable, desde el punto de vista hídrico, distribución de la población y la actividad económica. Si
se analizan los escurrimientos, 50% del volumen se
genera en tan sólo 20% de la superficie localizada en
el sureste, mientras 4% se genera en la parte norte,
en una superficie equivalente a 30% del territorio
nacional. Con relación a la altura, sólo 4% del escurrimiento ocurre a elevaciones mayores a los 2 mil m,
donde se ubica más de 30% de la población, mientras
que 50% sucede en elevaciones menores a los 500 m,
de ahí el grave problema de abastecimiento en el
Además debe evitarse a toda costa la degradación de
la calidad del recurso en ríos, lagos y acuíferos;
incrementar la eficiencia del uso del agua agrícola y
público-urbano; utilizar agua tratada en aplicaciones
que no requieran la calidad de potable y sobre todo
auspiciar la formación de una autentica Cultura del
Agua.
Ante el reto multidimensional descrito, no son únicamente las grandes inversiones ni los espectaculares
avances científicos y tecnológicos en la materia lo
que se requiere. Se necesita, sobre todo, generar una
nueva visión sobre el agua y sus problemas, con un
enfoque integral que aglutine factores ecológicos,
económicos, sociales, legales y políticos; se precisa de
un nuevo esquema de participación de la sociedad
en cuanto al acceso al agua y en la responsabilidad de
su cuidado y conservación.
Para que las estrategias en el sector agua puedan llevarse a cabo, es indispensable la participación de la
sociedad, la cuál deberá tener una clara percepción
de la problemática hidráulica en la que vive y se desarrolla, y la convicción de que se trata de un bien
económico cuyo uso debe racionalizarse. Sólo mediante una sólida Cultura del Agua, que penetre en
todos los sectores sociales, será posible instrumentar
las medidas regulatorias y jurídicas que permitan revertir procesos negativos generados a lo largo de
muchas décadas.
469
El valor del agua y la Cultura del Pago
Felipe Arreguín Cortés
El valor del agua según la óptica del usuario
El usuario urbano reflexiona sobre la importancia del agua
cuando al abrir la llave no sale ni una gota. Pocos son los que se
percatan del esfuerzo que se hace para que el agua llegue a una
casa, también se ignora el impacto ambiental que se provoca
cuando se utiliza el líquido y se le regresa al medio ambiente sin
un adecuado saneamiento.
El usuario industrial tiende a utilizar el agua en diversos procesos, contaminándola y regresándola al medio natural sin un
tratamiento adecuado.
El usuario agrícola percibe y otorga un valor distinto al agua que
utiliza, pues la considera vital para sus actividades de cultivo.
Y el usuario indígena se distingue porque el valor que atribuye
al líquido puede llegar a ser incluso sagrado y religioso.
Tanto es el valor que se le asigna al agua que la Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), ha declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad a
varios sitios cuyo común denominador es la existencia de cuerpos de agua. Así ocurrió con los canales de Venecia y el Lago de
Xochimilco.
La unidad del valor social, ambiental
y económico del agua
Un niño se baña en
un pueblo del municipio
de Macuspana, en el estado
de Tabasco.
NOTIMEX/FOTO/LUIS
LOPEZ/FRE/HUM/
El agua posee un valor social, ambiental y económico, atributos
que deben tener un adecuado balance que fundamente cualquier sistema de administración del recurso.
Dicha premisa debe obligar a los organismos operadores a que
asuman su responsabilidad social y ambiental, y construyan una
política tarifaria. Ese compromiso, que es propio de los responsables de establecer las políticas públicas, debe establecer hasta
dónde es necesario fijar subsidios cruzados, o si resultan más
convenientes las tarifas diferenciadas para responder a los principios de equidad social y conservación del medio ambiente.
470
EL VALOR DEL AGUA Y LA CULTURA DEL PAGO FELIPE ARREGUÍN CORTÉS
Desde su creación, la Ley General de Salud ha sido objeto de diversas interpretaciones en función de la prestación del servicio
de agua. La más frecuente es aquella cuyo argumento sostiene
que el servicio del agua no puede ser suspendido ni siquiera
cuando deja de pagar el usuario. Tal postura se fundamenta en
que el agua es fuente de salud, esencia del argumento que
impide que se suspenda el suministro del líquido pues se propicia la aparición de enfermedades o epidemias que podrían afectar a toda la sociedad.
Vista al atardecer desde
el Tanque Pericos, segundo
tanque de aguas abajo
de la torre de oscilación de
la Planta de Bombeo 5.
Al fondo se aprecia parte
del Valle de Toluca,
en el Estado de México.
CFM
Al respecto, es necesario considerar que la Ley General de Salud
es un precepto antiguo que debe ser revisado prolijamente, ya
que al final del documento se establece la siguiente reserva: “excepto en los casos que determinen las disposiciones generales
aplicables”. A partir de esa reserva se infiere que la ley
en cuestión no es definitiva ni absoluta, por lo que varios gobiernos estatales y municipales llegan a restringir e incluso a
suspender el servicio del agua, amparándose en una adecuada
interpretación.
471
1
(1)
Tanques de cloro líquido
que son valiosos insumos
en la Planta Potabilizadora
Los Berros, en el municipio
de Villa de Allende,
en el Estado de México.
CFM
(2)
Cuarto de bombeo de
la Planta de Bombeo 5
del Sistema Cutzamala,
en el Estado de México.
CFM
(Página siguiente)
Panorámica de la Planta
Potabilizadora Los Berros.
CFM
472
2
Hacia una tarifa equitativa
Definir la tarifa por el servicio de agua y
saneamiento es todavía una tarea compleja, y su concepción aún genera diversas
discusiones. Derivado de lo anterior, en
distintos países, entre los que se encuentra México, se aplican diferentes políticas
para establecerlas.
En un contexto urbano, el cálculo de la
tarifa debe considerar todos los elementos
involucrados durante el suministro y
saneamiento del recurso, y que implican
los costos de explotación del recurso, incluido el pago de derechos; la potabilización, que envuelve el empleo de sustancias químicas y energía eléctrica; la
conducción y distribución, y la recolección, tratamiento y disposición de las
aguas residuales. Además, es necesario
sumar los costos de la instalación de medidores; el trabajo del personal técnico; la
administración y la cobranza; así como la
realización de campañas de Cultura del
Agua.
En la actualidad es frecuente que la tarifa
incluya el cálculo de parámetros de eficiencia económica, cuya misión consiste
en obtener el máximo rendimiento del
dinero, mano de obra y materiales involucrados en el proceso.
Por su parte, el principio de seguridad hídrica persigue un objetivo social, fundamento de la política tarifaria. Su objetivo
es distribuir el recurso con equidad, en
función de las necesidades de las personas, y garantizar la salud y el bienestar de
los usuarios.
Si un organismo decide aplicar la tarifa
bajo el principio de seguridad hídrica,
puede elegir una política de subsidios
cruzados; o de lo contrario, establecer el
cobro sin distinción de la condición económica del usuario.
Ineficiencia, factor que eleva el costo del recurso
La prestación de un servicio inadecuado es una de las causas por
la cual el usuario no cumple con sus obligaciones de pago. La
falta de presión en el suministro de agua potable y una calidad
cuestionable del líquido, son parte de las deficiencias en el servicio que se encuentran ocultas en la tarifa y que, tarde o temprano, termina por solventar el usuario con sus propios recursos.
En consecuencia, el costo del servicio se eleva, hasta que resulta
más oneroso que la misma tarifa. Así, cuando el usuario recibe
un servicio deficiente, se verá obligado a destinar recursos para
lo siguiente:
a) Construir un depósito de agua o cisterna para asegurarse de contar con un servicio continuo.
b) Instalar una bomba para llenar un tinaco y así contar con agua en
su propia casa.
c) Pagar energía, elemento necesario para conducir el líquido desde la
cisterna hasta el tanque.
d) Instalar filtros domiciliarios o hervir el agua para asegurar la calidad del recurso, por lo cual deberá invertir más debido a que su
consumo de gas aumentará.
Al sumar todos los factores descritos, el usuario gastará lo doble
o el triple de la tarifa para hacer frente a un servicio ineficiente.
Otro caso grave es aquel que se registra cuando el usuario se ve
obligado a comprar agua para consumo humano en un centro
comercial o en carros tanque, pues requerirá recursos importantes, ya que se trata de un bien comercializado a precios altos.
Para lograr que el usuario pague de forma
voluntaria es preciso que comprenda el
valor y el costo de la infraestructura que
se necesita para prestar el servicio de agua
potable.
De ese modo, asumirá su responsabilidad
y se ubicará dentro de una escala definida
en función de la estructura tarifaria a la
que pertenezca. Por tal razón, las campañas de Cultura del Agua deben buscar
que la sociedad entienda el principio
básico del valor del agua en función de
cada usuario.
Por otra parte, es benéfico para el país que
los usuarios hagan preguntas en torno a
temas relacionados con el valor del agua,
pero es menester que esa curiosidad trascienda. El usuario debe ir más allá, de manera que no sólo sea consciente del valor
del agua, sino que sea capaz también de
cuestionar y opinar. De esa forma, el
usuario podría obtener un mejor servicio
e, incluso mejores tarifas.
473
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Las esferas de gobierno en la administración del agua
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece con claridad las
atribuciones de cada orden de gobierno respecto a la administración y prestación de
los servicios públicos relacionados con el agua. En consecuencia, los responsables de
prestar los servicios de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición
de aguas residuales son los municipios, principio establecido en el artículo 115
constitucional.
Respecto al nivel federal, la Constitución establece que el Ejecutivo Federal, por conducto de la instancia correspondiente, en este caso la Comisión Nacional del Agua, es
la institución encargada de administrar y preservar el recurso hídrico de propiedad
nacional.
Asimismo la Ley reglamentaria del párrafo quinto, la Ley de Aguas Nacionales (LAN), y
la Ley Federal de Derechos (LFD) otorgan a la Comisión Nacional del Agua las atribuciones de recaudar los derechos por uso, aprovechamiento y explotación de las aguas
nacionales. Además, conforme a la LFD, la Comisión Nacional del Agua tiene la facultad de cobrar derechos a quienes usan los cuerpos receptores para descargar aguas
residuales sin haberlas sometido a un tratamiento adecuado. La aplicación de derechos forma parte de las atribuciones de la Comisión Nacional del Agua, la autoridad
responsable de administrar el recurso. Este organismo, además, se involucra en la promoción, fomento y desarrollo de proyectos y construcción de obras hidráulicas, así
como en actividades de asesoría y capacitación para el correcto manejo del agua. Otra
de sus funciones está relacionada con el financiamiento de los programas que coadyuvan en la realización de obras hidráulicas en coordinación con gobiernos municipales
y estatales.
Conforme a los principios emanados de la Constitución y la Ley de Planeación, se formuló el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2012, el cual es adoptado de manera obligatoria por los diferentes niveles de la administración pública federal. La misma Ley de
Planeación y el propio Plan establecen los planes sectoriales como el del Medio
Ambiente a cargo de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Plan Nacional Hídrico 2006-2012 del cual la Comisión Nacional del Agua es
responsable. En este marco de distribución de facultades para ofrecer los servicios
públicos en materia de agua, el papel de los gobiernos estatales depende de la capacidad de sus municipios.
Es importante recordar que en México existen municipios muy pequeños, que carecen
de capacidad técnica, administrativa y económica, situación que les impide otorgar el
servicio de abasto de agua y saneamiento de manera adecuada. En dicho contexto,
conforme a su legislación, los gobiernos estatales pueden participar, a través de las
comisiones estatales, prestando los servicios de agua potable y saneamiento directamente o asociados a los municipios.
474
EL VALOR DEL AGUA Y LA CULTURA DEL PAGO FELIPE ARREGUÍN CORTÉS
Cada estado libre y soberano tiene la facultad de decidir en qué medida ofrecerá su
apoyo. Al respecto, es posible que un gobierno estatal, a través de la comisión respectiva, se responsabilice de la prestación de los servicios, aunque también es factible que
otorgue apoyos en diferentes niveles. También existen municipios con capacidades
técnicas y financieras muy sólidas que pueden hacerse cargo de la administración del
recurso sin ayuda del gobierno estatal.
La mayoría de los estados cuenta con su propia ley estatal del agua, documento en el
que se establecen las áreas de participación y alternativas de apoyo disponibles para
los municipios, no obstante algunas entidades carecen de un cuerpo de leyes para el
sector lo cual dificulta que se auxilie a los municipios de escaso desarrollo. Sin embargo,
entidades como la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) permiten establecer relaciones con la Comisión Nacional del Agua, útiles para la búsqueda de consensos en aras de la correcta prestación de los servicios relacionados con el agua. En un
marco de cooperación institucional como el anterior, es posible establecer criterios
generales, ya sea en materia de Cultura del Agua o en la realización de una campaña
homogénea que promueva los valores inherentes del agua: el ambiental, el económico,
el social y el de la salud.
Aunque la mayor parte de las deficiencias en la prestación del servicio de agua recaen
en el organismo operador, no debe ocultarse que muchas de ellas se deben a la carencia de recursos económicos. Tal situación genera un círculo vicioso difícil de romper,
aunque en apariencia hay maneras de lograrlo.
A pesar de ello, los organismos operadores prestadores de los servicios de agua y
saneamiento tienen opciones para mejorar su situación. Tal es el caso del Programa de
Devolución de Derechos (Prodder), cuya aplicación beneficia a algunos municipios. El
programa funciona de la siguiente manera: la Comisión Nacional del Agua recauda los
derechos por uso, aprovechamiento y explotación de las aguas nacionales, empero, a
los organismos operadores inscritos en el Prodder les devuelve esos recursos. La condición básica de esta devolución estriba en que los recursos se empleen en la ejecución
de una obra hidráulica que amplíe el servicio, recupere volúmenes producto de fugas
o mejore el servicio en general. Además, los municipios podrían obtener un monto
extraordinario.
EL VALOR DEL AGUA ESTÁ LIGADO A SU IMPORTANCIA VITAL, SOCIOCULTURAL,
AMBIENTAL, ECONÓMICA Y POLÍTICA. SU VALOR SE REFLEJA EN TODO AQUELLO QUE
NOS BENEFICIA DIRECTA O INDIRECTAMENTE, INCLUSO EN AQUELLO QUE NO PUEDE
CUANTIFICARSE, COMO EL BIENESTAR SOCIAL, AMBIENTAL Y POLÍTICO DEL PAÍS.
FAC
475
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
La Cultura del Agua y la educación para las nuevas generaciones
Para que los mensajes derivados del cuidado del agua tengan el mayor impacto posible es necesario emprender campañas inteligentes e integrales que promuevan la
Cultura del Agua.
Se recomienda que antes de que se ponga en marcha la campaña de Cultura del Agua,
se analicen los medios y el mensaje idóneo para cada segmento de la población. La organización de conferencias y la presencia de investigadores comprometidos con sus
instituciones educativas serían herramientas eficaces para impulsar dicha campaña.
Es primordial entender a la persona con la cual nos queremos comunicar, se debe tener
claro qué se quiere comunicar, los valores del agua que se quiere destacar y el objetivo
que persigue la institución que realizará la campaña. Una forma de transmitir mensajes
de manera eficiente a la sociedad es por medio de la educación formal. Es preciso apostar por la educación de los niños y jóvenes, motores fundamentales para la consolidación de un cambio de actitud y responsabilidad frente al recurso. Para ello, las
instituciones del sector hidráulico deben trabajar en coordinación con las autoridades
responsables del sector educativo, en los niveles básico, medio e, incluso, superior.
Los jóvenes, en particular los estudiantes, muestran aptitud para entender el valor del
agua. En la actualidad es notable la preocupación manifestada por la mayoría de los
jóvenes, quienes están conscientes de los impactos que sobrelleva el medio ambiente
debido al irracional uso que el hombre da al agua del planeta. Ese mismo conocimiento
les hace prever que muchas fuentes del recurso tienden a ser agotadas.
Otro grupo susceptible de ser culturizado es aquel que no pertenece al sistema educativo. Para ese segmento es necesario pensar en la realización de campañas de Cultura del Agua que sean impulsadas por medios de comunicación como periódicos,
revistas, carteles o mensajes transmitidos por radio y televisión, utilizándolos siempre
bajo la premisa de lograr un impacto en la población.
Hoy día, los medios de comunicación se han transformado de manera tal que se muestran receptivos a los temas del sector hidráulico. Esa coyuntura debe ser aprovechada
por el sector agua para informar al amplio segmento que no tiene acceso a las instituciones educativas. En una campaña no será suficiente con explicar la infraestructura,
antes bien, debe procurarse que el usuario conozca cuál es el propósito de esas instalaciones. También resultará insuficiente que el usuario conozca lo que hay detrás del
servicio de agua potable si no está consciente de las implicaciones ambientales que
producen su desalojo.
476
EL VALOR DEL AGUA Y LA CULTURA DEL PAGO FELIPE ARREGUÍN CORTÉS
Mirando al futuro
Ante el crecimiento de la población en los
próximos decenios, las amenazas del cambio climático y la contaminación del recurso, factores que reducen la disponibilidad de agua en términos reales, aún
cabe la visión optimista, según la cual
puede garantizarse el abasto del recurso
para todas las actividades que requiere
México para su desarrollo sostenible,
sólo si:
a) Se usa eficientemente el agua, mediante la medición, control de fugas, tarifas, reglamentación, educación, comunicación, tratamiento, reúso y recirculación del agua.
b) Se controla y reduce la contaminación
del agua.
c) Se utiliza tecnología de punta para incrementar la oferta de agua: desalinización y agua virtual azul y verde.
d) Se ordenan los usos del agua en concordancia con la planeación territorial y
los impactos del cambio climático.
e) Se separa la gestión del agua de la actividad política.
f) Se incrementa la participación de la sociedad en la administración del agua.
g) Se establecen esquemas financieros
que correspondan con la capacidad de
pago de los usuarios.
Después del proceso
de potabilización, el agua
que será conducida desde
la Planta Potabilizadora
Los Berros hasta el Valle
de México, se encuentra
lista para ser consumida.
CFM
477
El Pago de Servicios Ambientales como factor
de preservación del recurso
Ignacio Pichardo Pagaza
l agua que consumimos en México proviene fundamentalmente de la lluvia, etapa
esencial del ciclo hidrológico, cuyo caudal hace posible la recarga de los acuíferos
someros, que producen fuentes permanentes como los manantiales y las corrientes de
aguas superficiales: arroyos, ríos, esteros, lagos y lagunas. El agua subterránea que se
encuentra a grandes profundidades presenta características que limitan su explotación.
Una de ellas está relacionada con su recarga, ya que al explotar los acuíferos a esa profundidad se propicia su agotamiento.
E
En el caso del Estado de México las fuentes del agua que se envía a las zonas metropolitanas del Valle de Toluca (ZMVT) y del Valle de México (ZMVM), la primera con 1
millón 405 mil habitantes y la segunda con 19 millones 152 mil habitantes, de los
cuales 9 millones 266 mil viven en el estado de México, es agua que en proporción
significativa proviene del Sistema Cutzamala. Este Sistema se encuentra en la región
hidráulica e hidrológica de la Cuenca del Río Balsas, situación que lo convierte en ejemplo del fenómeno de trasvase de cuencas, en otras palabras, la situación que consiste
en importar volúmenes de agua de una cuenca hidrológica a otra.
La del Cutzamala comprende varias subcuencas y microcuencas que generan aproximadamente 16 m3/s de agua, volumen suficiente para abastecer a una población aproximada de 5 millones de personas; además representa entre 20 y 25% del total que
recibe la ZMVM. La Cuenca del Río Cutzamala también resulta fundamental para el
abastecimiento del Valle de Toluca, región a la que aporta un caudal de entre 1 y 1.5
metros cúbicos por segundo.
Es necesario resaltar la complejidad del proceso de captación y conducción de las aguas
superficiales en el Sistema Cutzamala: primero, el bombeo del recurso a la parte alta
del Valle de México que es, de suyo, una hazaña de ingeniería, pues el líquido debe
vencer una pendiente de mil 100 m; segundo, el proceso de potabilización realizado en
la Planta Los Berros, que durante mucho tiempo fue considerada la más grande de
América Latina; y por último, la conducción del agua mediante una línea de 126.07 km
hacia las zonas urbanas del Valle de México. Sin embargo, existe otro reto consistente
en que la oferta y disponibilidad del agua son limitadas y hay que mantener su sostenibilidad.
(Página siguiente)
Detalle de una de las
Cascada de Temascaltepec,
ubicada en el municipio
del mismo nombre,
en el Estado de México.
CCO
478
Resulta importante mencionar que en el país el agua se destina principalmente al uso
agrícola en 77%, en segundo lugar se aprovecha para el uso público-urbano, actividad
que demanda 14% del volumen total de agua que se produce a escala nacional. En
tercero y cuarto lugar se ubican el uso en termoeléctricas y el uso en industria autoabastecida, actividades a las que se destina el 5 y 4% del volumen total del recurso
vital, respectivamente. En el Estado de México la proporción es significativamente distinta, pues es una entidad cuya población es sustancialmente urbana. En consecuencia, el uso público-urbano demanda 39.75% del total de agua producida en la entidad,
mientras que, en segundo lugar, se encuentra el uso agrícola que demanda 36.92%. Por
su parte, el uso industrial demanda 5.96%, mientras que el resto
se envía por transferencia al Distrito Federal.
En cuanto al empleo del agua para la agricultura, cabe destacar
que se han detectado ineficiencias en función de que los sistemas de riego están poco perfeccionados, se carece de un mantenimiento adecuado de la infraestructura y aún existen rezagos
en la construcción de pequeñas obras hidráulicas para las
unidades de riego, todo lo cual provoca desperdicios. Si se recuperaran los volúmenes perdidos en la actividad agrícola, se
generaría mayor disponibilidad del recurso para las zonas urbanas de la entidad o para la propia agricultura.
Un serio problema es el desperdicio mayúsculo de agua potable
que se registra en las tuberías de las zonas urbanas. Se estima
que en la ZMVM, cerca de 40% del caudal se fuga en las tuberías. De ser cierto el cálculo anterior, y si se considera un consumo de 72 m3/s en la ZMVM, entonces el caudal perdido ascendería a casi 30 m3/s. Dicho volumen resulta inverosímil, ya que
el consumo total del DF es de 32.9 m3/s. Una estimación más
realista de pérdidas sería alrededor de 25 por ciento.
Si aceptamos -sin conceder- que el volumen de pérdidas físicas
en la red es cercano a 30%, resultaría que el caudal extraviado
equivaldría a un volumen mayor a lo que produce la Cuenca del
Río Cutzamala. Tal realidad obliga a que las autoridades instrumenten una estrategia cuya prioridad sea el combate a las fugas,
la rehabilitación de la red de conducción de agua potable y la optimización de la infraestructura, descartando en el futuro cercano
los proyectos que planteen la importación de nuevos caudales.
Merece especial atención el bajo porcentaje de agua residual que
se trata y reúsa en el país, volumen calculado por algunos en
aproximadamente 20%. Mención aparte para el Valle de México,
donde los 60 m3/s de agua que se consumen son desalojados mediante una compleja infraestructura que se vierte a una cuenca
vecina.
La situación hidráulica en la entidad y en el país exige atender
de modo prioritario la captación, potabilización, almacenamiento, distribución y tratamiento del agua, pero obliga, también, a elaborar una estrategia que logre la sostenibilidad de las
fuentes. Es una prioridad lograr la coordinación de los tres niveles de gobierno para emprender acciones como: primero, diseñar
un marco legal que establezca las bases de la coordinación; segundo, que los organismos operadores consoliden su operación
con los tres niveles de gobierno, y tercero, que tanto los funcionarios como los ciudadanos hagan conciencia de estas dos
ideas: la escasez del recurso y la necesidad de su sostenibilidad.
479
El papel ambiental de los bosques
Un fenómeno que ha empezado a ocurrir en el Estado de México es la disminución de sus fuentes superficiales de agua. Tal
evento se debe, no a las variaciones del ciclo hidrológico, el cual
mantiene un ritmo estable en periodos de hasta 25 o más
años, sino a la disminución de la infiltración del agua pluvial.
La infiltración que ocurre en los acuíferos someros genera manantiales y corrientes en la superficie, proceso que en nuestro Estado se ha visto perturbado debido a la deforestación, la erosión
y la desertificación, cuyo común denominador es la pérdida de
suelo fértil.
La mayor parte de las fuentes superficiales alrededor del macizo
volcánico del Nevado de Toluca ha disminuido su volumen y su
capacidad de generación de agua. Por ejemplo, en la parte más
alta de la cuenca, en la región de Amanalco, los cauces casi secos
de varios arroyos cuyos caudales fueron permanentes durante
siglos, hoy se extinguen en la temporada de estiaje. El Río Amanalco es un caso: uno de sus afluentes ha dejado de escurrir
hacia la Presa Valle de Bravo durante la temporada de estiaje; se
explica por la disminución del caudal y porque el uso del agua
que lleva el río se ha intensificado.
Al analizar el origen de las fuentes de agua potable de las grandes urbes en el altiplano de México, se descubrirá el preponderante papel que desempeñan los bosques, los pastizales de las
zonas altas y los humedales; su función es primordial para una
adecuada infiltración a los acuíferos, luego de las precipitaciones
pluviales.
Por otra parte, ha cobrado importancia científica, ambiental y
práctica la preservación de los humedales, mejor conocidos como
pantanos y esteros, cuya presencia genera hábitats con amplia
biodiversidad y facilita la infiltración sin excesiva evaporación.
Árboles en las cercanías
de la Presa Valle de Bravo,
ubicada en el municipio del
mismo nombre, en el Estado
de México.
CFM
480
El principal beneficio de los bosques, pastizales y humedales reside en que su presencia favorece, no sólo la infiltración de agua
al subsuelo, sino que permite la aparición de nuevas fuentes a
través de manantiales, veneros y escurrimientos.
La destrucción de los bosques propicia las llamadas trombas que
son intensas precipitaciones pluviales que dan origen a grandes
corrientes que discurren a mucha velocidad en terrenos erosionados o con escasa vegetación. Cuando ocurre una tromba, en
un lapso de 2 a 4 horas la precipitación escurre aguas abajo,
generando erosión y arrastres; además provoca que los ríos se
azolven y los lagos pierdan profundidad. Los efectos de una
tromba pueden verificarse en la calle de alguna ciudad, donde no
hay manera de que el agua se infiltre, lo que da lugar a la aparición momentánea de ríos urbanos. En contraste, cuando llueve
en una zona boscosa resultan poco frecuentes las corrientes superficiales caudalosas; a cambio, aparecen pequeños arroyos que
escurren de manera gradual.
El papel fundamental del bosque para la infiltración y recarga de
las fuentes subterráneas no ha sido valorado en su justa dimensión, se requiere una estrategia que optimice su aprovechamiento.
La política pública de preservación del ambiente, que incluye al
agua y los bosques, debe convertirse en los próximos 25 o 50
años en la política de mayor prioridad, al mismo nivel de las que
buscan combatir la desigualdad y la pobreza. El objetivo debe
ser alcanzar el auténtico equilibrio entre hombre y naturaleza, de
lo contrario, los costos para la humanidad serán sumamente
altos. La estrategia debe estar centrada en el combate a la actitud antropocéntrica frente a la naturaleza. La toma de conciencia de nuestra generación es fundamental para adaptar el principio de sostenibilidad al desarrollo del ser humano.
Cascada Velo de Novia,
ubicada en el municipio
de Valle de Bravo.
ACR
481
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
El Programa de Pago por Servicios Ambientales
La importancia de los bosques como factor de sostenibilidad del agua exige modificar la percepción
que tienen los usuarios y las autoridades respecto a
la forma como los dueños de los bosques administran los recursos forestales del país. Al respecto, es
necesario adoptar una nueva actitud que reconozca
el valor hidrológico y ambiental del bosque. El nuevo
paradigma requiere que los usuarios del agua estén
dispuestos a pagar por la sostenibilidad de las fuentes
de agua, con el propósito de fomentar su conservación y, por ende, la disponibilidad del líquido.
El usuario de agua en la ciudad no tiene razón en solicitar que se detenga la explotación del bosque,
mientras sus propietarios sean al mismo tiempo parte
de la población marginal y de menores recursos económicos en el país. Resulta indispensable una nueva
valoración de los bosques, de manera que se les
otorgue un significado económico que se traduzca
en el pago por servicios ambientales y un mejor nivel
de ingresos para sus propietarios.
Los servicios ambientales que proporcionan los
bosques se traducen en múltiples beneficios, entre
otros la adecuada infiltración del agua y, por ende,
la preservación de manantiales y corrientes superficiales de agua limpia, exenta de arrastres. El concepto
de servicios ambientales y el reconocimiento de los
bosques como fábricas de agua, debe traducirse en
un pago a los propietarios de los bosques, ejidatarios
y comuneros forestales del país, por su mantenimiento.
El Gobierno Federal y el Gobierno del Estado de México han implantado ya programas de Pago por Servicios Ambientales Hidrológicos, reconociendo el valor del bosque como protector de las fuentes de agua,
la biodiversidad, y su función en la captura de dióxido de carbono (CO2).
En el caso del Gobierno Federal, el Pago por Servicios
Ambientales consiste en la transferencia de recursos
482
a Conagua y Conafor para que esas instituciones
asignen una compensación económica a los dueños
de los bosques en retribución por mantenerlos en
buenas condiciones. El Gobierno del Estado de México, tras la modificación de las leyes locales, logró que
usuarios industriales, comerciales y domiciliarios
sufraguen una contribución adicional por el servicio
de agua; esos ingresos se depositan en un fideicomiso, el cual efectúa pagos por hectáreas a los propietarios y poseedores del bosque, siempre y cuando
lo mantengan en óptimas condiciones. Cabe destacar
que dicho fideicomiso no forma parte de las finanzas
públicas estatales, sino que se otorga directamente a
los propietarios, que a cambio tienen la obligación
de cuidar los recursos forestales.
Entre las obligaciones que tienen los propietarios
destacan las siguientes: el cuidado del bosque; su delimitación con cercas a efecto de evitar la presencia
de ganado; la construcción de brechas corta-fuego;
su participación como parte de las brigadas contra
incendios, y el mantenimiento de los renuevos y las
plantaciones.
El Programa de Pago por Servicios Ambientales ha
sido bien recibido por los productores forestales y es
preciso puntualizar que su aplicación no impide que
el bosque sea aprovechado de manera racional. La
medida plantea a los productores administrar el
bosque sin cancelar la posibilidad de que obtengan
un permiso para su aprovechamiento.
En eso radica la esencia del pago por servicios ambientales hidrológicos: por un lado, el propietario del
bosque adquiere responsabilidades para promover la
infiltración del agua pluvial; por el otro, el usuario
que consume el líquido está dispuesto a pagar por
ello.
Para calcular la tarifa que debe ser aplicada a los
usuarios en pro de la conservación de las zonas
forestales, se realizaron estudios para medir la
EL PAGO DE SERVICIOS AMBIENTALES COMO FACTOR DE PRESERVACIÓN DEL RECURSO IGNACIO PICHARDO PAGAZA
La Comisión Hidrológica
de la Cuenca Valle de Bravo-Amanalco
utilidad que obtendrían los vecinos de una región si
el bosque fuera exterminado y transformado en zona
agrícola, práctica que es conocida como ampliación
de la frontera agrícola. Se detectó que la ampliación
de la frontera agrícola en tierras de temporal produce rendimientos económicos que proporcionan, en
el mejor de los casos, un ingreso de aproximadamente 2 mil pesos anuales por hectárea sembrada de cebada o maíz. La contribución por servicios ambientales se estableció en mil 500 pesos por hectárea.
Ese ingreso no es comparable al valor intrínseco de la
madera; no obstante, es necesario considerar que si
bien el productor obtiene ingresos altos al derribar y
comercializar los árboles de su propiedad, aquellos
resultan ser extraordinarios ya que los puede obtener
una vez cada 20 años. En contraste, mediante el Programa de Pago por Servicios Ambientales el productor adquiere el derecho a recibir subsidio por los
siguientes 5 años, cuando menos hasta que los árboles maduren y el estado del bosque permita al gobierno autorizar un aprovechamiento del mismo.
Una vez fijado el Pago por Servicios Ambientales, se
calculó el monto de la contribución. En la actualidad,
quienes están obligados a pagar la cuota son los organismos municipales operadores, los cuales a su vez,
deben trasladarla a los usuarios.
Por el momento, el Estado de México es la única entidad a nivel nacional que ha llevado a cabo el Programa de Pago por Servicios Ambientales.
La Comisión Hidrológica de la Cuenca Valle de BravoAmanalco es un organismo auxiliar que funciona
como foro de coordinación, planeación y seguimiento; su misión es solicitar a los tres órdenes de
gobierno y a los organismos no gubernamentales
(ONG), información sobre sus proyectos de obra, inversión y servicios relacionados con la cuenca. En
particular aquellos proyectos que se desarrollan en
torno a tres grandes líneas estratégicas: el agua potable, el saneamiento y la preservación del medio
ambiente.
Paulatinamente se ha desarrollado conciencia del
valor del agua y su destino en la cuenca; cada día se
limpia un volumen mayor antes de verterla a los
cuerpos y corrientes naturales. El propósito es que el
agua residual tenga una calidad que minimice los
daños al medio ambiente. Acciones como las descritas son básicas para el país, por los altos niveles de
contaminación de los cuerpos de agua.
Desde hace años, la Comisión del Agua del Estado de
México (CAEM) se encuentra trabajando para solucionar los problemas de la parte alta de la cuenca y
de la Laguna de Valle de Bravo. El papel de la Comisión Hidrológica de la Cuenca Valle de Bravo-Amanalco está orientado a promocionar y coordinar las
acciones de agua y saneamiento de la CAEM, las de
Conagua y las del organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Valle de Bravo (APAS).
Al terminar el año 2008, más de 20 municipios urbanos estaban aportando recursos al fideicomiso. En
diciembre de ese año, el Gobernador Enrique Peña
Nieto realizó el primer pago de 25 millones de pesos
a los propietarios de bosques cuyas solicitudes fueron
aceptadas por Probosque.
483
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
La Cultura del No Pago del Agua en México
Más que hablar de una Cultura del Pago en México, debe hablarse de la Cultura del No
Pago del Agua, pues una elevada proporción de la población no cubre la tarifa del servicio de agua potable, situación de la cual no escapa el Estado de México.
Ese mal hábito encuentra profundo arraigo en el país bajo el amparo de un razonamiento equivocado: se juzga sensato no pagar el servicio del agua porque el recurso
es extraído de las propias comunidades. Resulta alarmante saber que en México casi
50% de la población no paga el servicio. Corregir tal percepción debe ser una de la
metas de la llamada Nueva Cultura del Agua, aunque tampoco deben olvidarse los
rezagos en el pago del servicio de los grandes consumidores, segmento al cual deben
ser dirigidas medidas más rigurosas para que cumplan con su responsabilidad. Paradójicamente, México es el segundo consumidor de agua embotellada del mundo, incluyendo productos como cervezas, refrescos y agua potable.
Asimismo, es frecuente que en México el usuario considere que el gobierno está obligado a garantizar la disponibilidad del recurso aún sin pagarlo; idea que es a todas
luces incorrecta, ya que la gestión del agua, su potabilización y distribución, son asuntos que atañen a toda la colectividad y que tienen un costo.
Si los ciudadanos y los grandes consumidores mantienen una actitud irresponsable en
torno al pago y la correcta gestión del agua, la tendencia se inclinará hacia la formación de un escenario de serias dificultades para el sector hidráulico. Ello obligará a un
cambio en el paradigma de la administración del recurso: el modelo de la administración sectorial cambiará a un modelo de responsabilidad compartida.
Una gestión eficiente del recurso
Una gestión eficiente del recurso demanda la existencia de organismos operadores
que actúen como entes de planeación, que ejerzan acciones de coordinación, evaluación y seguimiento. El organismo operador debe ser instancia en la que los distintos órdenes de gobierno y usuarios generen acuerdos en torno a la calidad de las
fuentes y su uso racional. El marco legal que podría fundamentar a dicho organismo
existe, aunque requiere perfeccionarse conforme a la realidad actual. En este sentido,
la Ley de Aguas Nacionales y su Reglamento establecen las bases de organización de
los grupos de trabajo que coordinan regionalmente la administración del agua: las
comisiones hidrológicas. Tales comisiones y su marco jurídico representan el antecedente de trabajo coordinado sobre la materia y un paso importante para alcanzar una
gestión eficiente del recurso en México.
Para que la gente tome conciencia acerca de la importancia del agua se necesita la
colaboración de funcionarios públicos de todos los niveles, además de los usuarios; y
desde el punto de vista orgánico-institucional, resulta vital la consolidación de los
organismos de cuenca.
484
La Nueva Cultura del Agua
Mural cerca de un jardín
de niños en el municipio
de Amecameca, en el Estado
de México.
CFM
Para la construcción de una Nueva Cultura del Agua es primordial que se valoren dos
conceptos clave: el reconocimiento de la escasez de agua potable en la mayor parte del
país y particularmente en la región centro; y segundo, el concepto de sostenibilidad.
Esta última noción debe obligar a que la actual generación de mexicanos garantice
que las siguientes generaciones puedan acceder a un volumen igual de agua dulce, o
incluso mayor, que el que disponemos actualmente. No obstante, la tendencia indica
que hoy no se están realizando las acciones pertinentes para alcanzar dicho objetivo.
Por esto es importante que tanto los organismos de cuenca como los gobiernos federal y estatales aseguren que la oferta del recurso sea permanente y sostenible.
La Nueva Cultura del Agua también forma parte de los temas inherentes al medio ambiente, cuestión que cruza horizontalmente no sólo las políticas gubernamentales, sino
las actividades de los seres humanos. Tomar conciencia respecto a tales temas puede
facilitar la coordinación entre el gobierno y la población.
Uno de los escenarios posibles, aunque indeseable, es que llegara a ocurrir una crisis
social por la escasez de agua potable en el centro del país, en especial en las zonas urbanas que conforman la región.
Hablar de una crisis de disponibilidad del recurso posibilita que el usuario cambie su
actitud respecto al uso del recurso, lo cual se justifica ante el crecimiento de las grandes
urbes del centro del país, conformadas por las zonas urbanas del Estado de México, DF
y entidades federativas aledañas.
485
La Cultura del Pago para garantizar
el suministro al Distrito Federal
Jorge Arganis Díaz Leal
n la actualidad, los gobiernos tienen la responsabilidad de promover una Nueva
Cultura del Agua, que garantice su gestión adecuada, la equidad en el abasto, la justicia social y el respeto al medio ambiente. Al comienzo de la presente administración
(2006-2012) el Gobierno del Distrito Federal (GDF) realizó un diagnóstico acerca del
abasto de agua potable. Al finalizar el estudio se encontró que, si bien la mayor parte de
la población capitalina cuenta con el servicio, el crecimiento demográfico, la mayor demanda del líquido, el retraso de la infraestructura y las fugas en la red de distribución,
son los factores que impiden cubrir las necesidades de todos los usuarios en el Distrito
Federal (DF). Tal situación genera que, hasta la fecha, existan familias que reciben el suministro de manera intermitente y que, incluso, se provean del líquido mediante pipas.
E
Ante tal situación, el GDF trazó la siguiente estrategia:
a) La instrumentación de nuevos procesos y mecanismos para optimizar el aprovechamiento del agua, evitando el derroche y el desperdicio. Frente a la imposibilidad de explotar nuevas fuentes externas para el abasto de la Ciudad de
México en el corto plazo, es preciso cuidar el líquido, racionalizarlo y ejercer
una política que evite su despilfarro.
b) La canalización de recursos para la sustitución de tuberías deterioradas y la disminución sustancial de las fugas en la red. En particular, se buscará la reducción paulatina de la sobreexplotación del acuífero del Valle de México mediante la detección y supresión de las fugas en la red de distribución.
c) La promoción y ampliación de las campañas de ahorro de agua. Para ese propósito, se requiere la participación consciente de una sociedad responsable.
Boletas de pago bimestral
emitidas por el Sistema
de Aguas de la Ciudad
de México (SACM).
Archivo SACM
486
d) La consolidación de una gestión ambiental del agua que evite la contamición de las fuentes de abastecimiento y del acuífero. Para alcanzar tal objetivo es necesario cuidar y proteger el Suelo de Conservación, cuya función es
la de permitir la necesaria recarga de los mantos acuíferos. A su vez, debe impedirse su devastación, combatiendo los asentamientos irregulares sin distingo
de filiaciones políticas ni estratos sociales que busquen adueñarse de los espacios de conservación de la Ciudad de México. Además, debe protegerse al
acuífero de los riesgos de contaminación y debe procurarse un integral
saneamiento ambiental de la Cuenca del Valle de México, que incluya el
tratamiento de las aguas residuales e identifique la estrategia que promueva
su reúso.
e) Frenar el hundimiento de la ciudad. Para lograr revertir esta tendencia, es necesario controlar la sobreexplotación del acuífero del Valle de México y, al
mismo tiempo, promover su recarga, así como la recuperación y protección
del suelo de conservación.
LA CULTURA DEL PAGO PARA GARANTIZAR EL SUMINISTRO AL DISTRITO FEDERAL JORGE ARGANIS DÍAZ LEAL
Hacia una sólida Cultura del Pago en el Distrito Federal
El GDF ejerce una política que mantiene las tarifas entre las más bajas del país, no obstante, el pago del usuario es indispensable para que las políticas planteadas para el
sector hidráulico puedan sostenerse. Como el GDF requiere de grandes inversiones para
tal propósito, la entrada de recursos proveniente de usuarios que cubren su pago con
regularidad resulta insuficiente. En este sentido, también son escasos los ingresos de
impuestos y derechos que, ante la falta de recursos, deben ser utilizados para satisfacer
otro tipo de necesidades, fomentando con ello la inequidad y la permanencia de sectores privilegiados.
Se debe tener presente que los sectores de bajos recursos económicos que habitan el
DF no están exentos de pagar el consumo de agua potable, ya que al recibir el servicio, están obligados a cubrir su tarifa. No obstante, es pertinente reconocer que la liquidación de sus adeudos y su consumo tiene un impacto relativamente reducido en
las necesidades presupuestales del sector hidráulico. Al respecto, subsiste la creencia
que afirma que si los sectores de bajos recursos en la ciudad cumplieran con sus pagos,
las necesidades financieras del sector serían solventadas. Dicha apreciación es incorrecta, ya que los retos que deben enfrentarse rebasan la capacidad de los recursos que
podrían recaudarse en los sectores marginados de la ciudad. En contraparte, resulta
indispensable analizar la situación de los núcleos económicamente solventes, que durante muchos años han eludido su responsabilidad de pago y que buscan mantener
sus inadmisibles privilegios. Aunque no es la norma, se han detectado industrias, comercios, establecimientos mercantiles, oficinas de empresas paraestatales y propietarios de inmuebles en colonias habitadas por personas de altos ingresos que rehúsan
cumplir sus obligaciones de pago por lo cual han acumulado deudas de grandes proporciones que, sin embargo, los deudores no lo reconocen. Lo anterior es reflejo de un
régimen de impunidad fiscal que debe proscribir.
El hecho de que las tarifas en el DF se ubiquen entre las más bajas del país, debe ser
un incentivo para que la mayoría de los deudores morosos afronte sus obligaciones. De
hacerlo, el pago no resultaría una carga excesiva para el gasto familiar y, en cambio,
contribuiría a garantizar los recursos que permitan cumplir con el propósito fundamental: proporcionar agua suficiente para las necesidades primarias de todos los habitantes de la Ciudad de México. En aras de alcanzar este importante objetivo, se plantean las siguientes acciones:
a) El fomento de la recarga del acuífero del Valle de México.
b) La construcción de presas de mediana capacidad en las partes altas de las sierras que rodean al DF, especialmente en la zona poniente.
c) Apoyar con proyectos productivos a la población que vive en las áreas rurales
y, en particular, aquella que radica en las zonas de descarga, con el propósito
de frenar el crecimiento desordenado de la mancha urbana.
d) Extender las campañas de ahorro de agua entre los diferentes sectores de la
población.
e) Revisar la política para el tratamiento y pago por el uso de las aguas tratadas.
f) Intensificar las acciones para cobrar los adeudos y facilitar los trámites y el
pago de las cuotas vigentes.
Nueva imagen de las
Agencias de Recaudación
del SACM.
CFM
Jornadas de Cultura del
Agua, promovidas por el
SACM.
Archivo SACM
487
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Panorámica de oriente
a poniente desde la
Delegación Iztapalapa,
se aprecia el Peñón
del Marqués.
CFM
Cultura del Pago y uso racional del agua en el Distrito Federal
Acciones para fomentar el ahorro voluntario del recurso en la población
En los hogares capitalinos, la actividad que provoca el mayor dispendio del recurso
ocurre al bañarse en la regadera, actividad para la que se emplean en promedio 30
litros/min. Una opción para disminuir el consumo es la instalación de dispositivos de
uso eficiente, mediante los cuales el promedio de gasto en la regadera podría reducirse
a 10 litros/min. Para que tengan buena recepción entre los usuarios, los programas que
impulsan una Nueva Cultura del Agua deben convencer a la gente de que cualquier reducción significativa en el consumo se reflejará en su recibo bimestral de consumo.
En la actual administración del GDF se promueve el Programa Tres A: Ahora Ahorra
Agua, que tiene como antecedente un programa denominado Págala a tiempo. En la
actualidad, el enfoque cambió para transmitir al usuario que no es suficiente su pago
a tiempo, sino que también es primordial que participe ahorrando agua, el bien más
preciado que tiene la ciudad. Por otro lado, el GDF está consciente de la necesidad de
intensificar la revisión de aquellos domicilios cuyos medidores registren consumos excesivos de agua, pues ello indica varias situaciones irregulares: desde la existencia de
una toma para uso doméstico que en realidad se aprovecha para un giro mercantil o
industrial o la presencia de fugas en las tuberías domésticas.
El GDF ha dispuesto facilitar todos los trámites relacionados con el servicio de agua. En
consecuencia, se intenta que cualquier demanda sea atendida de modo expedito instaurando trámites cortos, facilidades de pago y simplificación administrativa. Además,
se promueve una atención esmerada mediante un mejor equipo y a través de la página
electrónica del GDF. Para el mejoramiento de la calidad del servicio al usuario, se realizaron 500 encuestas personales diarias a efecto de detectar fallas en la gestión administrativa. Por otra parte, tanto la Tesorería como la Procuraduría Fiscal han iniciado
averiguaciones previas para reducir las tomas clandestinas en la red.
488
LA CULTURA DEL PAGO PARA GARANTIZAR EL SUMINISTRO AL DISTRITO FEDERAL JORGE ARGANIS DÍAZ LEAL
Estrategia para usuarios domésticos
Respecto de los usuarios domésticos, la
actual administración promueve un trato
preferencial para los adultos mayores, las
mujeres embarazadas, las mujeres con
niños o las personas con capacidades
diferentes.
Dichas acciones permitieron aumentar la
recaudación en mil 500 millones de pesos.
Al respecto, en mayo de 2008 se logró una
recaudación 25% mayor a la registrada un
año antes; por ende, la eficiencia de cobro
aumentó en ese periodo de 73 a 85%. La
estrategia también ha permitido que los
ciudadanos acudan con puntualidad a
realizar sus pagos, lo cual denota un
aumento en su nivel de conciencia respecto del uso de este recurso vital.
Asimismo, se tomó la determinación de
distribuir 600 mil cartas-invitación, a
efecto de que sus destinatarios paguen
oportunamente el servicio. Un principio
fundamental para el GDF es que la sanción al usuario debe aplicarse sólo en una
situación extrema.
No obstante, cuando éste no paga sus
adeudos, se toma la decisión de restringir
su servicio a través de la red, con la posibilidad de abastecerlo por medio de pipas.
Estrategia para usuarios no domésticos
La suspensión del servicio no está descartada, si quienes eluden cubrir sus adeudos
son usuarios no domésticos. Lo anterior
porque para ese tipo de usuario la política
del GDF es más estricta, pues el consumo
de esta clase de establecimiento es mayor
que el de los usuarios domésticos e implica, en muchos casos, una producción
elevada que les genera ganancias.
Para todo esto, en reiteradas ocasiones
el Jefe de Gobierno del Distrito Federal,
Marcelo Ebrard Casaubon, se ha expresado
de la siguiente manera: toda el agua de la
ciudad tiene precio, no hay agua que no
se pague. La pregunta es si es justo que
una persona que no está pagando el agua
continúe haciéndolo; a mí me parece que
no, es más puedo decir que las tarifas del
DF son de las más económicas del país, de
manera que no cabe pretexto para que los
usuarios evadan su responsabilidad.
489
Hacia la autodeterminación y el matrimonio
entre el usuario y el organismo operador
Vista de la zona sur del Valle
de México, se aprecian
el Canal de Cuemanco
y el Lago de Xochimilco,
cuyas aguas proceden
de tratamiento terciario,
de la Planta Cerro de la
Estrella.
CFM
Juan Manuel Martínez García
a confianza entre el usuario y el organismo operador de los servicios de agua es
fundamental para una relación virtuosa que procure beneficios mutuos. El ideal
debe ser alcanzar una relación similar a la de un matrimonio, cuyo enlace sea permanente y vitalicio. La solidez en la relación usuario-organismo operador es la mejor vía
para alcanzar la autodeterminación del pago, donde por voluntad propia, el usuario
asuma su responsabilidad y cubra el costo del servicio de agua.
L
Por otra parte, el futuro y la viabilidad en el Valle de México serán posibles en tanto
se logre fomentar la conservación del agua de lluvia y el reúso del agua residual tratada.
Asimismo, el agua potable que todavía se encuentra disponible en los acuíferos debe
ser utilizada para consumo humano o para industrias y servicios que requieren de buena
calidad, de forma tal que se evite una crisis de disponibilidad del recurso.
El futuro de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) depende del establecimiento de un programa de uso eficiente del agua a nivel de política pública y de un
adecuado cobro del servicio de agua potable, así como de la conservación del agua de
lluvia. Por otra parte, para atenuar un posible desequilibrio hídrico también es preciso
fomentar eficazmente la conciencia de la población a través de dos vías: mediante la
educación escolar, si se trata de las nuevas generaciones o mediante las tarifas, si se
trata del segmento de la población adulta.
490
HACIA LA AUTODETERMINACIÓN Y EL MATRIMONIO ENTRE EL USUARIO Y EL ORGANISMO OPERADOR JUAN MANUEL MARTÍNEZ GARCÍA
La autodeterminación del usuario, ideal del cobro eficiente
Cualquier servicio que conlleve una contraprestación, y en particular cuando se trata
del servicio de agua potable, debe ofrecerse con amabilidad, educación y generosidad,
en un ambiente de amistad y fraternidad. Dada la importancia del agua, su prestación
debe efectuarse de manera continua, con calidad impecable y cantidad adecuada, para
no afectar la salud del usuario. Antes bien, debe proporcionársele atributos de bienestar, seguridad y tranquilidad. De lograrse tales objetivos, la interrelación horizontal
que existe entre el prestador del servicio que programa, construye, mantiene y opera,
y el usuario que recibe, paga, cuida y disfruta el bien, se verá fortalecida.
La interrelación entre el usuario y el organismo operador debe desarrollarse con amplitud y generosidad, de tal forma que su correspondencia paulatinamente se estreche
y mejore. El ideal debe ser la construcción de una relación permanente y vitalicia, en
el que la idea del divorcio sea desterrada; por el contrario, debe pensarse en alcanzar
las bodas de diamante para varias generaciones.
UN COBRO
ADECUADO DEBE
PROCURAR, AL
MENOS, QUE EL
USUARIO PAGUE
POR TRAERLE EL
AGUA A SU CASA.
EL PROBLEMA DEL
COBRO ES UN
PROBLEMA ÁLGIDO:
“O NO SE COBRA O
NO LA PAGAMOS".
JMMG
El servicio de agua debe prestarse con equidad y justicia, por ende, las tarifas deben
cubrir el mantenimiento, operación, administración y ampliación de las obras necesarias para mejorar los servicios. Por su parte, el ajuste de las tarifas debe ser gradual,
de tal forma que su adecuación se haga con equidad y pensando en el pago sobre consumos medidos.
El principio del cobro por consumo medido debe fincarse en los siguientes criterios, que
van en orden descendente respecto al monto a pagar por el servicio:
Primero. Quienes aporten más deben ser aquellos usuarios que utilizan el agua como insumo
industrial, es decir como materia prima.
Segundo. Aquellos usuarios que emplean el recurso en procesos productivos.
Tercero. Los usuarios comerciales y entidades públicas.
Cuarto. La tarifa debe considerar aportaciones menores para los usuarios domésticos.
Quinto. Usuarios domésticos de mayor a menor consumo.
Como parte de esta política tarifaria, resulta necesario ampliar y difundir la autodeterminación de los usuarios, estableciendo un monitoreo constante hacia los usuarios
mayores.
El matrimonio entre el usuario y el organismo operador debe darse en un marco de
nitidez, rendición de cuentas, en el entendido de que los dos van a cuidar del servicio.
Para ello deben alcanzarse las siguientes metas: confiar en el usuario, cuidar la calidad
y el servicio del agua, atender adecuadamente al usuario para evitar fugas, y, por
último, fomentar la importancia de la Cultura del Pago.
491
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Hacia la autodeterminación de los usuarios
Para alcanzar una sólida Cultura del Pago, además de
ofrecer un servicio continuo, de excelente calidad,
con equidad y justicia, deben otorgarse todas las facilidades al usuario, de modo que alcance la autodeterminación en el pago del servicio. Para ello, la
confianza debe ser amplia y el organismo debe guiar
al usuario hacia la manera más sencilla para que
pueda realizar sus trámites, ya sea a través de sucursales bancarias, centros comerciales o ventanillas ex
profeso para ello. De esta forma, se abaten costos de
administración, pues prácticamente se elimina la lectura, facturación y cobro en el proceso de comercialización, beneficios que se alcanzarán si se opta por
la autodeterminación del usuario en el pago. En la
ZMVM existen alrededor de mil 200 sucursales bancarias para pagar, y cerca de mil centros comerciales.
Una condición indispensable para que pueda cobrarse
el servicio del agua en una sucursal bancaria o en un
centro comercial es que no debe cobrarse ni un peso
de comisión por el agua que se paga, sólo debe permitirse que se administre dos o tres días el dinero que
vaya ingresando para turnarlo al organismo.
La gestión del servicio debe ser gratuita y debe incluir la lectura del medidor, la facturación y la cobranza. La cobranza, desde el punto de vista administrativo no debe significarle costos al organismo,
ya que si le da confianza al usuario, éste debe asumir
492
su responsabilidad y pagar motivado por las facilidades. De esa forma, el cargo adicional que los organismos tienen con la comercialización sería eliminado.
A cambio, la autodeterminación implica capacitar al
usuario respecto a cómo medir y calcular su consumo
en función de sus lecturas, de modo que pueda deducir el pago mensual o bimestral por sí mismo. El
objetivo final es la autodeterminación del usuario,
bajo el principio de hágalo usted mismo. Para una
adecuada gestión del cobro, el organismo debe tener
confianza en el usuario, a grado tal que pueda considerarlo su socio. En contraparte, el usuario debe
rendirle cuentas, de tal forma que el organismo confíe en que puede llegar a la autoverificación.
La autodeterminación del usuario también requiere la
participación activa del organismo. En particular, el
operador debe tener clara tanto su responsabilidad
frente a una empresa pública como que su propio
socio es quien recibe el beneficio o el mal servicio que proporciona. Debe entender que el binomio
usuario-organismo es una interrelación que no puede
disolverse y que, por ende, debe estar dispuesto a
escuchar y orientar a su socio para lograr un mejor
servicio y una adecuada recaudación.
Medición propia, parte de la autodeterminación
Monitoreo, sólo para los grandes usuarios
Para lograr la autodeterminación es indispensable un adecuado
sistema de medición, que incluya medidores exactos y en buen
estado, para lo cual es preciso sustituirlos cada 10 años. La sustitución debe realizarse porque los organismos deben calcular su
amortización en ese plazo, de lo contrario su eficiencia no se
garantiza. Si el organismo operador no calculó el precio del medidor como parte de la tarifa, quiere decir que no está haciendo
una gestión adecuada. Con la operación de medidores apropiados, la población estará preparada para la autodeterminación
en el pago. Lo anterior, porque lo único que debe hacer el
usuario es leer su medidor, anotar su consumo y hacer una multiplicación. Eso significa que, al menos en el medio urbano, el
país cuenta con el nivel de educación necesario para leer un
medidor de seis o siete dígitos y al multiplicar conseguir el precio que debe pagar al mes o al bimestre. Al final, el usuario debe
saber cuánto gastó en determinado bimestre y así llevar su bitácora respecto a lo que sucedió con sus consumos el bimestre
anterior; la diferencia, entonces, estará compuesta por los
metros cúbicos que obtenga de dicha operación.
El organismo operador puede comenzar un programa de monitoreo, en particular sobre los grandes usuarios, pues ellos
ahorran mucho dinero al no reportar la totalidad de sus consumos. En ese caso, los grandes usuarios podrían ser monitoreados cada tres meses, mientras que su factura podría ser cubierta
cada quince días o de forma mensual.
Debe tenerse en cuenta que el universo de los grandes usuarios
es más pequeño, por lo que un pago quincenal o mensual se
justifica debido a que los organismos operadores necesitan de
esos recursos para afrontar sus necesidades.
Lo que no debe olvidarse es que tanto el usuario como el organismo operador son socios, y están obligados, por un lado, a
ofrecer un buen servicio, y por otro, a corresponder con su pago,
siendo éste el principio del matrimonio indisoluble hasta la
eternidad.
HACIA LA AUTODETERMINACIÓN Y EL MATRIMONIO ENTRE EL USUARIO Y EL ORGANISMO OPERADOR JUAN MANUEL MARTÍNEZ GARCÍA
El Programa de Uso Eficiente del Agua (Pueda)
EL USO EFICIENTE DEL AGUA REPRESENTA LA ÚNICA OPCIÓN PARA LA VIABILIDAD
HÍDRICA EN EL VALLE DE MÉXICO. AL RESPECTO, EXISTE EL ANTECEDENTE DEL
PROGRAMA DE USO EFICIENTE DEL AGUA (PUEDA) EN LA DÉCADA DE 1980, CUYA
VISIÓN INCLUÍA UNA ADECUADA GESTIÓN DEL RECURSO POR MEDIO DE MUEBLES
DE BAJO CONSUMO, A TRAVÉS DE UNA EFECTIVA POLÍTICA DE REÚSO DE AGUAS
RESIDUALES TRATADAS Y UNA ESTRATEGIA DE COMBATE A LAS PÉRDIDAS FÍSICAS
EN LA RED.
Los muebles y accesorios
de bajo consumo
Al implementar el Pueda, el Gobierno del
Distrito Federal (GDF) logró cambiar 860
mil muebles, sustituciones que se hicieron
en edificios públicos, escuelas, comercios
y universidades. A pesar de que el programa tuvo gran aceptación, su aplicación
se detuvo, causando que el programa no
se aplicara de forma masiva.
El uso de muebles de bajo consumo debe
promoverse en todo el país, ya que sus
beneficios son enormes. Por ejemplo, una
regadera de consumo normal utiliza 20
litros por minuto; en cambio, las de manufactura reciente, que funcionan de
acuerdo al Pueda, utilizan 10 litros por
minuto. Si una persona toma un baño de
cinco minutos, utilizando una regadera de
bajo consumo, ahorra 50 litros. El beneficio es tangible, ya que antes el usuario se
bañaba con 100 litros en ese mismo
tiempo.
La utilización de un retrete de bajo consumo también genera grandes beneficios.
El usuario en promedio utiliza el inodoro
cinco veces al día, lo mismo para desechar
sólidos que líquidos. Es el promedio, según
las instituciones de salud. De ese modo, al
utilizar el retrete cinco veces al día, con
capacidad de 20 litros, cada usuario gasta
100 litros al día; al usar un retrete de seis
litros, su consumo baja a 30 litros, lo cual
significa un ahorro de 70 litros.
Al sumar el ahorro por el uso, tanto de la
regadera como del retrete de bajo consumo, se obtiene un ahorro de 120
litros/hab/día. A esos dos accesorios de
bajo consumo podría agregárseles un
mueble más, un lavabo con llaves de uso
eficiente, con lo que se obtendría un
ahorro mayor.
Con el diseño del retrete de seis litros, no
solamente se cambiaron las características de bajo consumo de los muebles;
además, se logró establecer una norma
nacional. Los datos en torno a las características del mueble de bajo consumo
fueron enviados a la entonces Secretaría
de Industria y Comercio (SIC), para que estableciera la norma y sus características.
A partir de entonces, los fabricantes
comenzaron a exportar muebles de buena
calidad.
Control de pérdidas
El Pueda no solamente tuvo el propósito
de fomentar el uso de muebles y accesorios de bajo consumo, también buscó el
arreglo de fugas visibles o la revisión de
fugas no visibles y su reparación.
Para combatir las fugas en una red urbana
primero debe determinarse, con ultrasonido, cuál es su ubicación. De esa manera se sabrá cuántas fugas hay en cada
kilómetro y cuál es el volumen que se
pierde. Antes de sustituir una red, debe
medirse y realizarse un estudio profundo
para determinar si es necesaria su sustitución.
Las normas oficiales
para el uso eficiente
del agua en sanitarios
y regaderas
NOM-005-CNA-1996,
que establece las especificaciones de los
fluxómetros y los métodos de prueba. Se
publicó en el Diario
Oficial de la Federación
(DOF) el 25 de julio de
1997 y entró en vigor
el 21 de enero de 1998.
NOM-008-CNA-1998,
que establece las especificaciones de las regaderas que se emplean para el aseo personal y los métodos de
prueba. Se publicó en
el DOF el 25 de junio
de 2001 y entró en
vigor el 22 de diciembre de 2001.
NOM-009-CNA-1998,
que establece las especificaciones de los inodoros para uso sanitario y los métodos de
prueba. Se publicó en
el DOF el 2 de agosto
de 2001 y entró en
vigor el 30 de noviembre de 2001.
NOM-010-CNA-1999,
que establece las especificaciones de la válvula de admisión y la
válvula de descarga
para tanque de inodoro
y los métodos de prueba. Se publicó en el
DOF el 2 de septiembre
de 2003 y entró en
vigor el 29 de febrero
de 2004.
Fuente: Estadísticas del
agua en México, México,
Semarnat, 2008, p. 120.
493
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
Además debe considerarse que es más eficiente medir que sustituir. Al respecto, el
costo de medir un metro de red hoy es de
cuatro o cinco pesos, lo cual es más
económico que introducir tubería nueva.
Para medir la red del DF, cuya longitud
aproximada es de 10 mil km, no es necesario contar con grandes recursos, los
cuales podrían aprovecharse previo a la
sustitución de la red.
El reúso de aguas residuales
Asimismo, se formularon objetivos en los
rubros de tratamiento y reúso. Por ejemplo, en el Distrito Federal se exige que
todas aquellas actividades que no requieren del uso de agua potable, utilicen agua
residual tratada. El tratamiento y reúso
deben practicarse a nivel secundario y terciario, de tal forma que sea mayor el uso
de agua residual tratada.
Autolavado de coches,
que utiliza agua tratada
proveniente de la Planta
de Tratamiento de Ciudad
Deportiva del Sistema
de Aguas de la Ciudad
de México (SACM).
CFM
494
El agua tratada debe usarse para el riego
de áreas verdes, lavado de automóviles,
procesos industriales y la operación de
lagos recreativos; en el cultivo de hortalizas, el tratamiento debe ser a nivel terciario, ya que el caudal debe ser desinfectado. Para el rescate de Xochimilco se
empleó agua residual tratada a nivel terciario. Para alcanzar ese nivel de tratamiento, el caudal debe pasar, después del
nivel secundario, a un proceso de filtración y desinfección que eliminan impurezas que están en suspensión y bacterias patógenas. Una vez desinfectada, el
agua puede reutilizarse. Como parte del
Pueda, se exigió a las zonas industriales
de Iztapalapa, Iztacalco y Vallejo, entre
otras, que utilizaran aguas residuales tratadas. En la actualidad, todavía se tiene
concesionada una de las plantas de tratamiento, Acueducto de Guadalupe, que
suministra el recurso a la Zona Industrial
Vallejo. En Iztapalapa e Iztacalco, también
se otorgó la concesión de una planta situada en las inmediaciones de Churubusco.
Por estas plantas se establecieron redes de
distribución exclusivas para la conducción
de agua tratada, de modo que los industriales no presentaran excusas para utilizarlas. También se ampliaron las redes para el riego de áreas verdes y camellones
más importantes, sobre todo, de los parques públicos.
Respecto de la relación costo-beneficio de
estas plantas, es importante mencionar
que son obras viables económicamente,
ya que están concesionadas a industriales
y son ellos quienes las siguen pagando. Al
GDF ya no le cuesta la operación y sigue
recibiendo el agua tratada que le corresponde para el riego de áreas verdes de la
zona de Azcapotzalco, Gustavo A Madero,
Iztacalco e Iztapalapa. Además, el GDF ya
no destina recursos para financiar la operación ni el mantenimiento de las plantas
concesionadas, ni siquiera para la energía
eléctrica, que es el insumo más caro. En
contraste, el GDF sigue recibiendo, cada
año, una cantidad convenida de las utilidades (50%). El convenio establece que
los particulares tienen la obligación de
operar y mantener las plantas de tratamiento; a cambio, el GDF les entregó la
concesión de las instalaciones y les asegura la materia prima que es el agua
residual.
El tratamiento para las empresas es rentable porque el agua residual es captada
por medio de un colector, y posteriormente introducida a la planta de tratamiento para comenzar el proceso. La
operación de esta planta representa un
negocio para los particulares, porque anteriormente el agua potable la extraían de
pozos particulares, lo cual costaba 25
pesos/m3, aproximadamente.
En la actualidad, los particulares deben
erogar un costo por metro cúbico mayor
por el agua potable, mientras que el agua
residual tratada tiene un costo por metro
HACIA LA AUTODETERMINACIÓN Y EL MATRIMONIO ENTRE EL USUARIO Y EL ORGANISMO OPERADOR JUAN MANUEL MARTÍNEZ GARCÍA
cúbico aproximado de 8 a 10 pesos máximo, incluidos los gastos de operación y
mantenimiento.
Mediante la concesión de plantas de
tratamiento, el Pueda puede alcanzar objetivos más ambiciosos, si se compara con
los costos que implican la construcción de
la infraestructura de la cuarta etapa del
Cutzamala, cuya inversión requerida por
metro cúbico es superior a la que se necesita para construir una planta de tratamiento. En consecuencia, resulta ilógico
pensar que tanto el almacenamiento del
agua pluvial en el subsuelo, como el tratamiento y reúso, son más onerosos que
importar agua del Sistema Cutzamala. El
caudal del Cutzamala actualmente cuesta
alrededor de 12 pesos/m3, mientras que
los del agua tratada y agua de lluvia infiltrada en forma inducida varían de 5 a 8
pesos por metro cúbico.
Aprovechamiento del agua de
lluvia y la recarga de los acuíferos
En el Valle de México, la región con lluvias más intensas se ubica en el sur y
poniente, donde puede llover hasta mil
500 mm al año. En contraste, en la zona
norte el promedio de precipitaciones oscila entre 600 y 350 mm. Con un área de
9 mil 600 km2, el promedio anual de precipitaciones en el Valle de México es
aproximadamente 740 mm, lo cual indica
una alta disponibilidad de agua pluvial
que se evapora, se infiltra o escurre hasta
llegar al Golfo de México.
El aprovechamiento del agua de lluvia
para la recarga artificial de los acuíferos
es viable, entre otras ventajas por su bajo
costo. La forma más simple de recarga, y
que además no requiere inversión alguna,
es el método de infiltración natural que
ocurre en bosques y áreas verdes. De
acuerdo con especialistas, el gasto promedio anual de lluvia en la Cuenca del Valle
de México es de aproximadamente 225
m3/s, del cual 152 m3/s se evaporan, 25
m3/s se infiltran de manera natural, y 48
m3/s, a los cuales habría que rescatar e inducir como medio de recarga a los acuíferos antes de que se pierdan cuando se
incorporan al drenaje.
Además de las lluvias del sur y del poniente, que son las más abundantes, en la
zona sur del Valle de México el tipo de
suelo está compuesto por roca fisurada;
mientras que en el poniente el suelo es
granular, características que permiten la
infiltración del agua con facilidad. Por
tales características, en esas áreas es conveniente establecer una política de saneamiento que incluya la recolección de
basura. El saneamiento puede comenzar
con las barrancas del poniente y sus presas, de tal forma que los cuerpos de agua
reciban agua de lluvia limpia. En las presas de esa zona es factible instalar plantas
potabilizadoras, de modo que se elimine
la turbiedad de sus caudales, aplicando un
proceso de filtración y desinfección previo
a su distribución por medio de la red de
distribución o la inyección al acuífero.
El acuífero, no debe olvidarse, tiene la
capacidad de recibir toda el agua que
llueve en el Valle de México a través de
una recarga artificial.
Conservar el agua de lluvia tiene dos
grandes ventajas: la primera es que permite la recarga del acuífero; la segunda es
que permite prevenir inundaciones en las
partes bajas. Su conservación, además, es
significativamente más económica que
importar nuevos caudales del Sistema
Cutzamala y disminuye o evita la sobreexplotación de los acuíferos del Valle de
México. Además, infiltrar al subsuelo implica contar con un almacenamiento gratuito que evita la evaporación y la contaminación del agua que la naturaleza nos
regala.
Aprovechar el agua de lluvia
en las zonas del poniente
y sur del Valle de México,
resulta una alternativa
de suma importancia para
la recarga del acuífero
del Valle de México y para
el suministro de la
población.
ACR
495
El desarrollo del país depende de una mejor
gestión del agua disponible
Juan Carlos Valencia Vargas
a disponibilidad del agua condiciona la posibilidad de desarrollo de algunas regiones del país y su calidad
es factor determinante para la salud y bienestar de la población. Por ello, en México se reconoce al agua
como un asunto estratégico y de seguridad nacional. Hoy en día se ha convertido en elemento central de la
política ambiental, y más aún, en un factor clave de la política de desarrollo social y de la política económica.
L
El agua de los ríos, lagos y acuíferos es propiedad de la nación y corresponde al Poder Ejecutivo su administración. Para ello se cuenta con dos elementos principales: la Ley de Aguas Nacionales (LAN), en la que se establecen los principios e instrumentos para el aprovechamiento y preservación del agua, y la Comisión
Nacional del Agua (Conagua), autoridad responsable de la administración del recurso. Los estados, municipios, usuarios y la sociedad organizada también tienen atribuciones respecto a la gestión del agua que se hace
para cada una de las 13 cuencas en que se divide el país.
La Cuenca del Río Balsas y el Estado de México
La Cuenca del Río Balsas está conformada por 422
municipios de ocho estados del país. El territorio de
esta cuenca equivale a 6% del territorio nacional,
donde habita 10% de la población mexicana. Abarca
parcialmente los estados de Tlaxcala, Puebla, Oaxaca,
Guerrero, Estado de México, Michoacán y Jalisco, así
como la totalidad del estado de Morelos. Dadas sus
características físicas, la vocación de la Cuenca del
Río Balsas es la generación de energía eléctrica. La
presencia de pendientes muy pronunciadas y la concentración de agua que fluye a gran velocidad, originan fuerza que es aprovechada en la producción de
energía. Por esta razón, 87% del agua que se utiliza
en la Cuenca del Río Balsas se destina a su generación. Tal es la magnitud de la fuerza que se genera
en esta cuenca, que su producción equivale a 25%
del total de la energía hidroeléctrica que se genera
en el país, suficiente para abastecer de electricidad a
buena parte de la Zona Metropolitana del Valle de
México (ZMVM). De la Cuenca del Río Balsas, además,
se obtiene la cuarta parte del agua que se consume
en la ZMVM, caudal que es conducido a través del
Sistema Cutzamala, que eleva el agua a más de mil
100 m de altura y que la conduce a más de 100 km
de distancia. De los 65 m3/s que aproximadamente
consume la ZMVM, el volumen que aporta este sistema es de 15.5 metros cúbicos por segundo.
496
Dada la importancia estratégica de sus recursos hídricos para la generación de electricidad, el desarrollo de otros sectores en la Cuenca del Río Balsas
ha sido inhibido, pues desde 1966 existe un decreto
que veda el aprovechamiento de sus aguas superficiales. Desde esa fecha, e incluso antes, la totalidad
de sus aguas superficiales está reservada para la generación de energía eléctrica, de manera que no se
permiten nuevos aprovechamientos de aguas superficiales. En la última reunión del Consejo de Cuenca
del Río Balsas realizada el 27 de marzo de 2008, se
aprobó el inicio de las gestiones para levantar la veda
para uso y consumo humano en esta cuenca. De lograr ese cometido, las comunidades asentadas en la
orilla de los ríos o que tienen cerca alguna fuente de
agua superficial estarán en condiciones de aprovechar el caudal, para su propio consumo. Resulta pertinente recordar que hace 40 años, cuando se
instauró la veda, la Cuenca del Río Balsas tenía 3.5
millones de habitantes, mientras que hoy viven más
de 10 millones, lo cual significa que, desde entonces,
casi se triplicó la población. Ahora, los habitantes de
la Cuenca del Río Balsas, donde 80% de sus municipios tienen niveles de alta y muy alta marginalidad,
exigen agua, primordialmente para uso y consumo
humano y en segundo lugar, para su desarrollo, para
la agricultura, la industria y los servicios.
EL DESARROLLO DEL PAÍS DEPENDE DE UNA MEJOR GESTIÓN DEL AGUA DISPONIBLE JUAN CARLOS VALENCIA VARGAS
EN LA CUENCA DEL BALSAS SE BUSCA
CAMBIAR EL ENFOQUE RESPECTO
AL USO DE SUS RECURSOS: QUE EL
AGUA NO SEA UN FACTOR LIMITANTE
DEL PROGRESO, SINO QUE SEA UN
FACTOR PROMOTOR DEL DESARROLLO
HUMANO, SOCIAL Y ECONÓMICO SIN
MENOSCABO DE LA SUSTENTABILIDAD
AMBIENTAL.
JCVV
El agua para el futuro de México
El agua en México es suficiente para las necesidades actuales e incluso para la demanda del futuro. La predicción del Consejo Nacional de Población (Conapo) es que la
población en México se estabilizará, alrededor del año 2040, entre los 120 y 130
millones de habitantes. México posee suficiente agua para satisfacer el incremento de
la población, previsto en una cuarta parte de la población actual. El recurso será suficiente siempre y cuando su consumo actual se realice eficientemente.
Campo de cultivo con riego
por aspersión en el
municipio de Amatepec,
en el Estado de México.
ACR
Para lograr un uso eficiente del líquido, es preciso analizar los parámetros de consumo.
a) El uso agrícola. En el país, 77% del agua se destina a la agricultura, actividad en la que se registran pérdidas que oscilan entre 40 y 60 por ciento.
b) El uso público-urbano. Del agua disponible en México, 14% se destina al uso público-urbano, donde las pérdidas fluctúan entre 30 y 50 por ciento.
c) El uso industrial. Este renglón, que incluye a la industria autoabastecida, agroindustria, servicios, comercio y termoeléctricas, utiliza tan sólo 9% del total del agua que se usa en México.
Tales cifras indican que en México se tiene agua suficiente, y que la estrategia debe dirigirse hacia la sustentabilidad del recurso. Para lograr esto se requiere replantear las
prioridades en materia de desarrollo.
Frente a tal índice de pérdidas, la recuperación de al menos una décima parte de las
fugas que se presentan, tanto en el medio urbano como en el sector agrícola, sería suficiente para abastecer a un porcentaje considerable de la población futura de
México.
497
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
La reducción de la demanda es la vía para la sustentabilidad del desarollo
La eficiencia en uso agrícola,
clave para la disponibilidad futura
En México es necesario cambiar el paradigma de la
administración del recurso. Históricamente se ha decidido incrementar la oferta para satisfacer las necesidades de los usuarios, no obstante, en la actualidad
tal paradigma debe orientarse a reducir la demanda
porque ampliar la oferta, si bien es posible, significaría optar por un principio de desarrollo insostenible. A cambio, el nuevo paradigma debe pugnar
por un aprovechamiento más eficiente y productivo
del recurso.
Los resultados que se obtienen del sector agrícola
obligan a repensar el uso del recurso en este sector,
donde el país invierte su mayor volumen de agua a
cambio de un beneficio menor. La agricultura genera
ganancias a un sector productivo en el que se invierten tres de cada cuatro litros del agua total disponible en el país y además produce resultados
magros en función de su aportación al Producto Interno Bruto (PIB).
Para alcanzar la sustentabilidad, la estrategia debe
estar orientada a incrementar la productividad y eficiencia. La meta debe ser la utilización de menores
volúmenes de agua al tiempo que se obtiene un aumento en la producción.
Alcanzar la meta es factible, ya que existen sistemas
de producción tecnificada que utilizan reducidos
volúmenes de agua para un riego más eficiente. Asimismo, Conagua cuenta con programas para productores que quieran eficientar sus sistemas de riego,
apoyos que incluso significan hasta 90% de la inversión requerida para establecer sistemas de riego eficientes. Por otro lado, se conoce cuál es la vocación
del suelo, de manera que es posible ubicar qué zona
es apta para la siembra de determinado producto y
además cuáles son los cultivos más rentables.
Para garantizar la disponibilidad del recurso, el uso
público-urbano es otro factor a considerar, ya que
representa 12% del uso total. Una ventaja respecto al
uso público-urbano, es que el recurso ya se encuen498
tra en las ciudades, lo que significa que no deben
realizarse nuevas obras de infraestructura para su
conducción. Los esfuerzos también deben concentrarse en la disminución de fugas, cuya tasa se estima
entre 30 y 50 por ciento.
En torno al usuario industrial, debe destacarse que
por naturaleza y por racionalidad económica utiliza
de manera más eficiente el recurso, dado que está sujeto a una tarifa mayor que la del usuario agrícola o
la del público-urbano. El usuario industrial está obligado a racionalizar sus recursos lo que se traduce en
la reducción de sus consumos de agua, aspecto en el
que el sector ha alcanzado logros importantes. Para
reducir sus consumos, el sector industrial ha omitido
o mejorado sus procesos, lo que además les ha traído
beneficios económicos por ahorro en el pago de tarifas. El problema que aún está pendiente es el de la
generación de contaminantes, donde se presentan
importantes rezagos.
Reúso, opción para la reducción
de la demanda
Otra de las opciones para reducir la demanda de agua
potable está relacionada con su reutilización. Es
necesario considerar que existen actividades que no
requieren calidad de agua potable, de forma que es
factible reutilizar líquido de segundo uso en esas actividades.
Para ello existen programas de Conagua que ofrecen
beneficios a aquellos usuarios que utilizan agua tratada para sus actividades, principalmente para financiar inversiones en aquellos organismos que comprueben que reutilizan agua en actividades diferentes
a la agricultura. Si el organismo operador comprueba
lo anterior, la Conagua puede darle un 15% adicional
al apoyo promedio. En términos absolutos, los apoyos
comúnmente significan la mitad de la inversión que
un organismo operador destina a una obra para el
sistema de agua potable, drenaje o tratamiento, pero
si el organismo operador comprueba que lo reutilizó
en una actividad ajena a la agricultura, la aportación
federal puede alcanzar hasta 65 por ciento.
EL DESARROLLO DEL PAÍS DEPENDE DE UNA MEJOR GESTIÓN DEL AGUA DISPONIBLE JUAN CARLOS VALENCIA VARGAS
La Cultura del Pago, recurso primordial para
la gestíon eficiente del agua
Hacia una tarifa adecuada
en México
El usuario puede coadyuvar a una gestión eficiente del recurso
de varias maneras, pero quizá las más importantes son dos:
Mientras el usuario tenga acceso fácil y
económico al recurso, será difícil que haga
conciencia y uso racional del agua. El
usuario debe acceder al recurso, hasta un
volumen que le permita satisfacer sus
necesidades básicas, de forma que el caudal indispensable sea la base para cobrar
una tarifa mínima. Si el usuario consume
un volumen mayor al mínimo indispensable para sus necesidades básicas, entonces
la tarifa deberá incrementarse con fundamento en el mayor consumo de agua.
La eliminación de fugas
Las fugas en los hogares de los usuarios son mayores de lo que
aparentan, por lo que remediarlas es fundamental. Por ejemplo,
una gota constante puede desperdiciar al día hasta 30 litros de
agua; al mes 900 y al año 10 mil 800. Una tasa de excusado mal
sellada podría incluso duplicar esa cantidad. Las fugas domiciliarias principalmente se encuentran en el excusado, en los empaques de las llaves e, incluso, en alguna unión entre tuberías de
la red domiciliaria.
Alcanzar un precio justo
El pago de tarifas
Concientizar al usuario de la necesidad de pagar por el uso del
agua es una tarea difícil, no obstante que su cumplimiento no
impacta significativamente la economía familiar, lo cual indica
que se trata de un problema cultural y político.
Abastecer a la población requiere grandes
inversiones en infraestructura para conducir el agua de lugares lejanos, lo cual
implica altos costos de operación y mantenimiento.
Contrario a lo que indica la ley en México, el usuario común no
está acostumbrado a pagar el servicio del agua, ya que lo considera un bien público, incluso de origen divino. Aunado a lo anterior, se tienen antecedentes del empleo político y personal que
funcionarios han realizado del recurso, lo cual ha favorecido la
Cultura de la Gratuidad. Sólo uno de cada tres litros que se producen en el país genera algún ingreso al organismo operador
que brinda los servicios de agua potable, drenaje y saneamiento.
La tarifa, además, se encuentra rezagada en función del costo
real del servicio, lo que agrava aún más la situación financiera de
los organismos operadores. Todo esto impide a los organismos
operar adecuadamente, mantener el sistema, rehabilitarlo y ampliar la infraestructura.
La tarifa por el cobro del servicio no debe
ser tan elevada que impida acceder al recurso, ni tan baja que incentive el desperdicio del líquido; la tarifa debe reflejar
los costos de extracción, conducción,
potabilización, distribución, operación y
mantenimiento.
El usuario con frecuencia elude pagar su tarifa en respuesta al
servicio deficiente que recibe. Tal situación genera un círculo vicioso que perjudica a la administración del recurso y que debe
ser combatido desde la esfera gubernamental, mediante la
prestación de un servicio adecuado. Al respecto, son pocos los
organismos operadores autosuficientes, los cuales se ubican en
ciudades cuya escasez se ha acentuado en las últimas décadas.
Actualmente, los administradores del
agua buscan resolver la demanda mediante el ahorro, usos más eficientes, así como
reúsos, en lugar de construir mayor infraestructura.
Una estructura tarifaria debe permitir que
los ingresos del organismo operador sean
suficientes, para que, con sus finanzas
sanas, pueda enfrentar compromisos y
obligaciones.
Esto nos indica que, en México, la conciencia tiene una alta
correlación con la escasez del recurso.
499
Las razones para revisar o mejorar
las estructuras tarifarias
En la actualidad existe una recaudación insuficiente,
no obstante que se requieren fuertes inversiones para
la operación, mantenimiento y construcción de nueva infraestructura. Además, es necesario mejorar la
equidad y continuidad en la dotación del servicio de
agua potable entre la población, incentivar el reúso
de agua tratada para diversos usos y proteger a los
acuíferos u otras fuentes en situación de riesgo.
En la República Mexicana existen grandes diferencias
entre las tarifas de los organismos operadores. Por
ejemplo, el organismo operador de Cancún tiene una
tarifa promedio ponderada de 15.70 pesos, mientras
que su tarifa de recuperación es de 12.40 pesos. Le
sigue Aguascalientes con una tarifa promedio ponderada de 13.7 y una tarifa de recuperación de 7.67;
Saltillo con 8.25 y 5.28, respectivamente; Hermosillo
con 7.70 y 4.61; Distrito Federal con 5 y 3 y Querétaro
con 4.01 y 2.81 pesos.
Por otra parte, el costo y valor del agua en México
están lejos de lo que sucede con bebidas que son
comercializadas a precios significativamente más
altos.
Por ejemplo, la tarifa promedio nacional del agua
potable es de 5.50 pesos por cada mil litros, mientras
que una cerveza de 425 ml cuesta 9 pesos y un
millar de litros de ese producto alcanza un valor de
21 mil 176 pesos.
Otras bebidas presentan los siguientes costos y valores: un refresco de 500 ml, 6 pesos, y mil litros, 12
mil pesos; una botella de agua purificada de 335 ml,
4.50 y mil litros, 13 mil 432; una botella de bebida
rehidratante de 500 ml 8.50, y mil litros, 17 mil; un
tetrapack de chocolate de 250 ml, 6 y mil litros, 24
mil; una paleta helada de limón de 150 ml, 8 y 1000
litros, 53 mil 333; una congelada de 100 ml, 2, 1000
litros, 20 mil; un raspado de carrito de 500 ml, 10 y
mil litros, 20 mil pesos.
De la serie El valor del agua. ACR
500
El agua embotellada
En México se vive un desarrollo acelerado del consumo
de agua embotellada (purificada) en todos los estratos
sociales, con una tasa de crecimiento de 10% anual, superando el mercado de los refrescos gaseosos. Además,
México ostenta el segundo lugar mundial en consumo
de agua embotellada, con una producción de mil 440
millones garrafones al año. El consumo per cápita nacional de agua embotellada es de 0.72 litros por día. Por
otra parte, la recaudación anual de 2005 por concepto
de suministro de agua potable fue de 20 mil millones de
pesos, mientras que la venta total de agua embotellada
ascendió a 32 mil millones de pesos, lo que representa
sólo 1% del volumen de agua potable suministrado en
México.
Deficiencias+poca disponibilidad=tarifa alta
Una pipa de agua en México cuesta entre 400 y 500
pesos. Por su parte, la tarifa del agua fluctúa en función de la entidad federativa. Por ejemplo, en el estado de Morelos su costo es 1.50 pesos, mientras que
el promedio nacional es 5.50 pesos.
La diferencia en las tarifas afecta directamente a los
usuarios con menos recursos económicos. Quienes
reciben un servicio ineficiente, tienden a pagar precios más altos por el recurso y, además, como efecto
colateral, también son afectados por la contaminación y las inundaciones debido a los escasos recursos con los que cuentan los organismos operadores
para enfrentarlos. En consecuencia, el segmento de la
población que no cuenta con una toma doméstica de
agua paga por ésta un precio mayor al que sufragan
EL DESARROLLO DEL PAÍS DEPENDE DE UNA MEJOR GESTIÓN DEL AGUA DISPONIBLE JUAN CARLOS VALENCIA VARGAS
los segmentos con servicio e infraestructura formales.
Tal paradoja hace indispensable el fomento de la Cultura del Pago, de manera que puedan atenderse las
carencias de los sectores sin servicio.
Otro elemento que debe considerarse para la fijación
de la tarifa es la productividad: a mayor productividad mayor beneficio; entonces, de acuerdo con la
productividad del agua la tarifa será mayor.
Ante la disminución de la disponibilidad del agua y la
tendencia a que el fenómeno se agrave en el futuro,
es preciso que el usuario tenga claro el origen de la
escasez, que principalmente se debe a dos factores: el
crecimiento de la población y el incremento de la
contaminación.
Por último, un elemento clave para el cálculo adecuado de la tarifa de agua potable es el estrato
económico del usuario. En ese sentido, debe ser principio fundamental considerar tarifas diferenciadas
según la condición económica del usuario.
Conclusiones
El crecimiento de la población en México registró un
ritmo inusitado en los últimos 50 años: mientras que
en 1952 el número de habitantes ascendía a 25
millones de habitantes, en 2005 alcanzó los 100
millones, lo que significa que la población se cuadruplicó en medio siglo. Otro factor que merma la
disponibilidad actual y futura en México es la baja
prioridad que se le da al tratamiento en México, pues
sólo una tercera parte del agua recibe tratamiento
antes de ser descargada. Por tanto, la contaminación
de los cuerpos de agua nacionales es de tal magnitud,
que no es posible aprovecharla en otras actividades.
Los factores para construir
una tarifa adecuada
Entre los factores que deben considerarse para calcular una tarifa adecuada se encuentra la disponibilidad natural del agua.
El cálculo debe ser inverso a la disponibilidad: a mayor disponibilidad menor tarifa, es decir, donde se
tenga abundancia, el pago por el servicio debe ser
menor. En contraparte, donde exista mayor escasez,
debe pagarse una tarifa mayor.
El segundo elemento básico para la fijación de la tarifa se encuentra en la calidad del recurso. En este
caso, el principio que debe regir es que a menor calidad del recurso corresponde una menor tarifa.
El desarrollo de nuestro país depende de la disponibilidad del agua. El crecimiento e intensificación de
actividades productivas son necesarias para lograr
una serie de objetivos estratégicos, como el combate
a la pobreza, el crecimiento económico, la seguridad
alimentaria y la mejora de nuestra competitividad internacional. En algunos lugares de nuestro país este
proceso de desarrollo empieza a encontrar límites en
la disponibilidad del agua, lo cual, por consecuencia,
está generando diferentes grados de sobreexplotación y escasez. De continuar con esta tendencia, el
uso insostenible de los recursos hídricos será, sin
lugar a dudas, un factor que impondrá límites al desarrollo económico y social.
Al mismo tiempo, es de esperar que aumente la escasez y competencia por el uso de los recursos hídricos, y se incremente el riesgo de conflicto social, y
presione el uso ambiental del agua, comprometiendo
a su vez la estabilidad social y la sostenibilidad ambiental.
Enfrentar con éxito estos retos depende, en gran medida, de la capacidad para cambiar el paradigma de
desarrollo: un uso más eficiente y productivo del
agua disponible en vez de construir grandes obras de
infraestructura para traerla de fuentes cada vez más
lejanas y costosas. Asimismo, el éxito depende de la
conciencia social, de la corresponsabilidad en el
cuidado de este recurso vital y escaso: el agua.
Si el usuario no requiere una calidad de agua potable,
la tarifa debe ser menor. En cambio, si el usuario
requiere una mayor calidad, entonces, debe pagar un
precio mayor.
501
Sobre el agua y la conciencia
l agua, como elemento indispensable para la vida, es
protagonista de múltiples discusiones. En cuanto a
su caracterización, hay quienes la asumen como un derecho, hay quienes la consideran un bien y hay quienes
la vislumbran como causa de guerras futuras y conflictos en el mundo.
E
El origen de dichas controversias son variadas, aunque
comparten la misma premisa: la disponibilidad, ya sea
por ausencia, abuso, para generarla, mantenerla, mejorarla o perfeccionarla, porque de un lugar se transfiere
a otro; en fin, la disponibilidad o la falta de ella se convierte en materia de conflicto, reto y, en casos extremos,
de alerta roja.
Como la causa es una y distintas y diversas las circunstancias, pero fundamentalmente una sola, la solución es
una misma, que dialéctica y proporcionalmente será distinta la causa, y se considerarán tantas circunstancias y
características como las que encontramos en el agua
misma. Agua para todos, en cantidad suficiente para
garantizar el desarrollo de la vida con calidad y para evitar que la inequidad de su distribución sea materia de
conflictos o controversias.
Sin embargo, los problemas relacionados al agua, hoy
en día, van más allá de su disponibilidad y su acceso justo y equitativo; en realidad tienen que ver con el ambiente, pues el deterioro del entorno, la sobreexplotación de las fuentes, el limitado volumen que se trata
y la saturación de los sistemas de drenaje, provocan una
reacción en cadena, que incluye la pérdida de miles de
hectáreas de bosques y la proliferación de enfermedades
relacionadas al agua y, desde luego, la baja productividad y aprovechamiento de la tierra y las actividades
agrícolas.
Una crisis del agua generaría en cadena crisis financiera,
laboral, alimentaria, política, social, salubre, entre otras.
Todo eso debe hacernos pensar, actuar y prever un escenario que tendremos que asumir como ciudadanos del
mundo que somos.
En México, los conflictos y las problemáticas que se generan a causa o en torno al agua son los mismos que en
el resto del mundo, desde luego con matices propios de las
circunstancias, la población, el territorio y los gobiernos.
502
El sistema jurídico normativo mexicano considera que
el agua es propiedad de la nación, es decir, que se trata
de un bien, seguramente porque en los tiempos en que
Gustavo Vázquez López
fue concebida la Carta Magna, se pensaba en dar firmeza a la condición de nación independiente y, desde
luego, se pensaba también en la inmensa disponibilidad
que hubo en los siglos anteriores.
El agua al ser un bien, se convierte en factor social y
económico que puede, en la medida de su presencia, definir las condiciones de riqueza y desarrollo de las regiones del país.
Al ser propiedad de la nación, el agua pertenece a los
mexicanos y, como todo bien, e incluso aun más por lo
que representa para la vida, debemos cuidarlo, procurando su permanencia ahora y, mañana, para las próximas generaciones, basando el desarrollo de la cultura en
la idea de que el agua es esencial para la vida.
Abrir la llave y disponer agua potable con tanta facilidad, representa una jornada de trabajo completa para
los hombres que cuidan de ella, pues el líquido que llega
a nuestros hogares corre cientos de kilómetros, desde su
fuente natural, a lo largo de una infraestructura impresionante que casi nunca vemos, y que además pasa por
distintos procesos para que, al llegar a nosotros, tenga
las cualidades suficientes para nuestro consumo.
Al usarla en cualquier modalidad, el agua emprende otro
largo recorrido hacia otros destinos, lo que significa esfuerzos incluso superiores a los aplicados durante su
traslado pues, ahora, será necesario que una buena parte
del agua utilizada sea tratada y, en lo posible, reutilizada.
Esta sencilla descripción, que no contempló, por ejemplo, al agua de lluvia o la intervención humana en el
proceso del ciclo del agua, es útil para ejemplificar que,
a pesar de que nos da vida, nuestra existencia no gira a
su alrededor, sino que por ella podemos vivir plenamente
y desarrollar todas nuestras actividades, no obstante que
no le demos la importancia que se merece. Por eso, como
es un bien nos pertenece pero, para disponer de ella,
tenemos que hacer conciencia y pagar lo que cuesta.
La Cultura del Agua en México debe de fundarse en la
solidez de la idea esencial de que el agua es vida y de
que, a pesar de sus diferentes usos, todos la necesitamos. Cerrar la llave no es suficiente en estos tiempos en
los que disponer del vital recurso es tan complejo como
tratarlo o sanearlo. Hoy, México necesita que todos, sin
excepción, entendamos al agua como un bien al que hay
que cuidar y proteger, pues poseerlo, pero sobre todo
mantenerlo con nosotros, nos dará la seguridad y la
certeza para vivir en desarrollo.
¿Qué es la Cultura del Agua?
a Cultura del Agua es un conjunto de costumbres,
valores, actitudes y hábitos de un individuo o una
sociedad, relacionado con la importancia que tiene
el agua en el desarrollo de todo ser vivo, con la
disponibilidad del recurso en su entorno y con las
acciones necesarias para obtenerla, distribuirla, potabilizarla y desalojarla.
L
Esta cultura lleva consigo el compromiso de valorar,
preservar y utilizar el recurso con responsabilidad en
todas las actividades, en un esquema de desarrollo
sustentable, además de transmitir este propósito
como parte de su interacción social.
Valores de la Cultura del Agua
Si queremos que las próximas generaciones cuenten
con agua, debemos considerar algunas acciones que
nos permitan preservarla:
El respeto al medio ambiente, es decir, conocer y querer a nuestro planeta.
La solidaridad de cada individuo hacia los demás,
porque el agua desperdiciada o que se fuga es la que
faltará a otra persona.
La disciplina para usar sólo la que necesitamos.
La responsabilidad para utilizar correctamente el
agua que servirá a los hombres de mañana.
La sabiduría para aplicar la tecnología y lograr que el
agua contaminada se transforme en agua limpia.
Octavio Villa Ríos
¿Cómo podemos ahorrar y usar agua
eficientemente?
Para lograrlo esto, te sugerimos que hagas lo siguiente:
1) Al bañarte no dejes escapar el agua fría antes de
que salga el agua caliente; almacénala en una cubeta y utilízala después del baño en el patio, el
jardín, etcétera.
2) Eliminemos las fugas de agua de nuestros hogares,
instalando empaques nuevos en donde se requieran.
3) Tomemos baños de regadera más cortos e instalemos muebles y accesorios que economicen agua.
4) Aprovechemos al máximo la capacidad de nuestra
lavadora de ropa y utilicemos agua residual para
limpiar patios, pisos y banquetas.
5) No usemos el excusado como cesto de basura, recuerda que cada vez que jalas la palanca se desperdician 6 litros de agua o más.
6) No permitamos que los niños jueguen con la manguera y desperdicien agua.
7) Reguemos los jardines y las plantas únicamente
cuando sea necesario, por la tarde o noche.
8) Usemos sólo una cubeta y una jerga para lavar el
coche, no utilices la manguera.
9) Tapa bien el tinaco de tu casa, no dejes que el agua
se contamine.
10) Enjabona todos los trastos sucios y enjuágalos
bajo un chorro moderado.
11) Las frutas y verduras puedes lavarlas en la tarja de
fregadero llenándola una sola vez.
12) Aprovechemos el agua de lluvia, almacenándola
en recipientes para su uso posterior, al regar
plantas y jardines y lavar pisos y patios entre otras
cosas.
503
Créditos de los ponentes
Los acuíferos, el valor de su presencia
Ing. Rubén Chávez Guillén
Estado de México, punto de referencia
Ing. Guillermo Guerrero Villalobos
Gerente de Aguas Subterráneas de Conagua
Director General de Estudios Económicos y de Ingeniería, S.A. de C.V.
Ing. Oscar J. Hernández López
Ing. Alfonso Martínez Baca Domenzain
Subsecretario del Agua y Obra Pública del Gobierno
del Estado de México
Secretario Técnico del Consejo Mexiquense de Infraestructura
de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado de México
Ing. José Raúl Millán López
Ing. Enrique González Isunza
Director de Planeación y Programación de CAEM
Comisionado de Políticas Públicas y Vinculación de la Secretaría Técnica
del Consejo Mexiquense de Infraestructura de la Secretaría de Finanzas
del Gobierno del Estado de México
Los caudales para los usos del agua
Ing. Galdino Daniel González Covarrubias
Director de Infraestructura Hidroagrícola de Conagua
Ing. José Elías Chedid Abraham
Presidente del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de México
y Coordinador Ejecutivo de Reciclagua Ambiental, S.A. de C.V.
Ing. Jesús Velarde García
Comisionado de Información e Investigación del Consejo Mexiquense
de Infraestructura de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado
de México
Las pérdidas de agua, la importancia de su control
Ing. Bernardo Echavarría Soto
Ing. Ramón Aguirre Díaz
Director General del Sistema de Aguas de la Ciudad de México
Lic. Manuel Gomez Morín Martínez del Río
Director General del Organismo de Agua Potable, Alcantarillado
y Saneamiento de Naucalpan (OAPAS)
Ing. Roberto Olivares
Director Ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas de Agua
y Saneamiento (ANEAS)
Estado de México, reuniendo fuerzas
Ing. Jesús Campos López
Director de Operaciones de OHL
Asesor del Instituto de Ingeniería de la UNAM
Ing. Jorge Malagón Díaz
Ing. Emiliano Rodríguez Briceño
Vocal Ejecutivo de la CAEM
Director General de Agua Potable de León, Guanajuato
Ing. Edgardo Castañeda Espinosa
Ing. Juan Carlos Guasch y Saunders
Director General del Programa Hidráulico de la CAEM
Coordinador de Proyectos Especiales de CONIISA, S.A. de C.V.
Ing. Arturo Jiménez Ramón
Director General de Planeación, Sistemas y Control, S.A. de C.V.
Ing. Antonio Capella Vizcaíno
Cultura del Pago, recuperando el equilibrio
Lic. Alfredo Del Mazo González
Asesor del Instituto de Ingeniería de la UNAM
Presidente del Consejo Mexiquense de Infraestructura de la Secretaría
de Finanzas del Gobierno del Estado de México
Ing. Ramón Vila Sánchez
Dr. Felipe Arreguín Cortés
Director General de Tecnología y Servicios del Agua, S.A. de C.V.
Subdirector General Técnico de Conagua
Ing. José Roberto Cagigas Velázquez
Lic. Ignacio Pichardo Pagaza
Director General de Medición y Control de Fluidos, S.A. de C.V.
Presidente del Consejo de la Cuenca Hidrológica Amanalco-Valle de Bravo
Ing. Jorge Arganis Díaz Leal
El reúso del agua, anticipando realidades
Ing. Alejandro Rodríguez Jiménez
Secretario de Obras y Servicios del Gobierno del Distrito Federal
Ing. Juan Manuel Martínez García
Director General de Tecnoadecuación Ambiental, S.A. de C.V.
Director General de CIASA, S.A. de C.V.
Ing. Adalberto Noyola Robles
Ing. Juan Carlos Valencia Vargas
Director del Instituto de Ingeniería de la UNAM
Director General del Organismo de Cuenca del Río Balsas
Ing. Gregorio Martínez Ramírez
Lic. Gustavo Vázquez López
Subdirector de Tratamiento de Aguas Residuales de CAEM
Coordinador de Estudios y Proyectos de la Secretaría del Agua y Obra Pública
Lic. Octavio Villa Ríos
504
Detalle de la Caída del Borracho, en el municipio de Huixquilucan,
en el Estado de México. ACR
Coordinador de la Unidad de Atención a Medios de la Secretaría del Agua
y Obra Pública
Glosario
Abastecimiento. Acción y efecto de proveer bastimentos, víveres u otras cosas necesarias.
Acequia. Zanja o canal por donde se conduce el
agua para riego o desagüe.
Acuacultura. Estudio o técnica de cultivo más o
menos intensiva de especies vegetales y peces,
crustáceos o mariscos en agua dulce o marina.
Acueducto. Estructura artificial que conduce agua
entre dos puntos distantes para abastecer a una o
más poblaciones.
Acuífero. Cualquier formación geológica o conjunto
de ellas hidráulicamente conectados entre sí, por
las que circulan o almacenan aguas del subsuelo,
que pueden ser extraídas para su explotación, uso
o aprovechamiento.
Ácido desoxirribonucleico (ADN). Biopolímero que
constituye el material genético de las células y
contiene en su secuencia la información para la
síntesis de proteínas.
Ácido ribonucleico (ARN). Biopolímero cuyas funciones se dividen en mensajeros, ribosómicos y
transferentes.
Afluente. Corriente superficial tributaria de una
cuenca o un río mayor. Los afluentes nunca desembocan en el mar, lo hacen en los ríos.
Agroindustria. Conjunto de industrias relacionadas
con la agricultura.
Agua azul. Es aquella que se evapora a consecuencia de la elaboración de un producto o aquella
que se almacena en bordos o canales de riego y
sin haber regado los cultivos pasa al estado
gaseoso.
Agua gris. Es aquella que se contamina durante o
después de un proceso de producción.
Agua verde. Es aquella que se evapora durante el
proceso de producción de un bien o aquel volumen que regresa a la atmósfera durante el riego
de un cultivo.
Aguador. Persona que tiene por oficio llevar o vender agua.
Aguas residuales. Son aquellas de composición variada provenientes de las descargas de usos público-urbano, doméstico, industrial, comercial, de
servicios, agrícola, pecuario, de las plantas de
tratamiento y en general de cualquier uso o de la
mezcla de ellas. También se conocen como aguas
negras.
Aireación. Método que se utiliza para eliminar las
cantidades excesivas de hierro y manganeso de las
aguas subterráneas. Al causar problemas de sabor
y color, dichas sustancias interfieren con el lavado
de ropa, manchan los accesorios de plomería y
propician el crecimiento de bacterias férricas en
tuberías. Al burbujear aire en el agua, o al crear
contacto entre el aire y el agua por aspersión, el
hierro o manganeso disuelto se oxida a una forma
menos soluble que se precipita y puede separarse
en un tanque de sedimentación o un filtro. La
aireación elimina también los olores que causa el
sulfuro de hidrógeno gaseoso.
Albarradón. Muro o dique construido con piedra
seca que forma calzadas por donde el agua fluye.
Estas estructuras se construyeron en Tenochtitlan
y en la Nueva España para separar las aguas saladas de las dulces o para evitar inundaciones.
Alcantarilla. Acueducto subterráneo o sumidero
fabricado para recoger y dar paso a las aguas de
lluvia o aguas negras.
Alcantarillado. Conjunto de alcantarillas.
Aljibe. Depósito subterráneo que sirve para captar
agua pluvial para consumo humano.
Altimetría. Parte de la topografía que trata de la
medida de las alturas.
Aparato de Golgi. Organelo con forma de saco
aplanado que funciona como un sistema de
procesamiento, empacado y entrega en los eucariontes.
Asentamiento. Acción y efecto de asentar o poblar.
Asteroide. De forma de estrella. Cada uno de los
planetas telescópicos cuyas órbitas se hallan en
su mayoría entre las de Marte y Júpiter.
Atarjeas. Estructura del drenaje urbano que capta
el agua pluvial y las descargas sanitarias de las tuberías domiciliarias.
Atmósfera. Capa de aire que rodea la Tierra.
Átomos. El más pequeño de los elementos químicos
con existencia propia y que se consideró indivisible. Se compone de núcleo, protones y neutrones,
y de electrones orbitales en número característico
para cada elemento químico.
Avenar. Drenar, desaguar.
Azolve. Desperdicios sólidos, tierra o arena que se
deposita en el fondo de ríos, lagos, canales y otros
cuerpos de agua.
Baja presión. Disminución de la presión de un fluido a lo largo del conducto por el que circula.
Banco. Mares, ríos y lagos navegables que no son
abruptos ni escarpados.
Bifurcación. Lugar donde un camino, un río, etcétera, se divide en dos ramales o brazos.
Biodegradable. Se dice de un compuesto químico
que puede degradarse por acción biológica.
Biosfera. Esfera terrestre viviente donde coexisten
especies desde las mayores alturas hasta las mayores profundidades.
Bomba. Máquina o artefacto para elevar el agua u
otro líquido e impulsarla en una dirección determinada.
Bordo. Elevación de palos, tierra y piedras en ambos
lados de un río o quebrada para evitar inundaciones o para retener agua.
Burbujear. Véase aireación.
Calidad. Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo que permiten juzgar su valor.
Calidad del agua. La calidad del agua es afectada
tanto por factores naturales como por las actividades del hombre. La calidad del agua dependerá
de la manera cómo sea utilizada.
Canal. Cauce artificial por donde se conduce el agua
para darle salida o para otros usos.
Captación. Extracción de agua de una fuente su
perficial o subterránea.
Caudal. Volumen de agua que mana o corre.
Cárcamo. Estación de bombeo de aguas residuales,
que impulsa las descargas sanitarias a gran altura
para desalojarlas de la población que las produce.
Célula. Es la unidad básica de la estructura y funcionamiento de los organismos.
Centriolo. Se encuentra en las células de animales y
algunas algas y hongos; dos pares de centriolos
desempeñan un papel importante en la reproducción celular.
Cianobacteria. Organismo fotosintético procariótico
clasificado como bacteria o como planta (alga
verde azulada).
Ciénega. Lugar o paraje lleno de lodo blando o pantanoso.
Cisterna. Depósito subterráneo donde se recoge y
conserva agua.
Citoesqueleto. Fibras proteínicas que dan forma al
protoplasma de la célula eucariota.
Citoplasma. Sustancia contenida en las células vivas
compuesta por una mezcla de enzimas, azúcares
y aminoácidos, las cuales constantemente se involucran en reacciones químicas.
Cobertura. Cantidad o porcentaje abarcado por una
cosa o actividad.
Cobertura de alcantarillado. Porcentaje de la población cuya vivienda cuenta con un desagüe
conectado a la red pública de alcantarillado, a una
fosa séptica, a un río, lago o mar, o a una barranca
o grieta.
Colector. Caño o canal que recoge todas las aguas
del desagüe o las sobrantes del riego.
Cólera. Enfermedad epidémica aguda de origen
bacteriano, caracterizada por vómitos repetidos y
diarrea severa.
Colibacilo. Bacilo que se halla en el colon del hombre y de algunos animales que puede adquirir virulencia patológica y producir septicemias.
Coliformes. Grupo de bacterias Gram negativas pre
sentes en el colon y agua, semejantes al colibacilo.
Concesión. Título que otorga el Ejecutivo Federal
mexicano a través de Conagua u organismo de
cuenca para la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales y sus bienes públicos inherentes, a las personas físicas o morales de
carácter público y privado, excepto los títulos de
asignación.
Conducción. Conjunto de conductos dispuestos
para el paso de algún fluido.
Conurbación. Conjunto de varios núcleos urbanos
inicialmente independientes y contiguos por sus
márgenes, que al crecer acaban formando una
unidad funcional.
Cota. Altura de un punto sobre un plano horizontal
de referencia.
Covalente. Cuando los átomos se enlazan al compartir pares de electrones.
Cribas. Estructura que retiene basura y sólidos para
que no se mezclen con el agua.
Cuenca. Territorio cuyas aguas fluyen todas a un
mismo río, lago o mar.
Cuenca hidrográfica. Unidad natural definida por la
existencia de una división de las aguas en un territorio dado. Las cuencas hidrográficas son unidades morfológicas superficiales, cuyos límites se
establecen por la división geográfica principal de
las aguas de las precipitaciones pluviales, también
conocido como “parteaguas”.
Cuenca hidrológica. Unidad del territorio normal
mente delimitada por un parteaguas, aquella línea
poligonal formada por los puntos de mayor elevación en dicha unidad, donde ocurre el agua, se
almacena o fluye hasta un punto de salida, como
el mar u otro cuerpo receptor interior, o bien, el
territorio donde las aguas forman una unidad
autónoma o diferenciada de otras, aun sin que
desemboquen en el mar. En dicho espacio delimitado por una diversidad topográfica, coexisten
el agua, el suelo, la flora, la fauna y otros relacionados con éstos y el medio ambiente. La
cuenca hidrológica y los acuíferos constituye la
505
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
unidad de gestión de los recursos hídricos. La
cuenca hidrológica está a su vez integrada por
subcuencas y estas últimas están integradas por
microcuencas.
Déficit. Escasez de algo que se juzga necesario.
Degradación. Transformación de una sustancia
compleja en otra de estructura más sencilla.
Desagüar. Extraer, echar el agua de un sitio o lugar.
Desazolve. Limpieza de los sedimentos o desechos
que obstruyen canales, tuberías o conductos que
impiden el flujo del agua.
Diarrea. Síntoma que consiste en evacuaciones de
vientre líquidas y frecuentes.
Dique. Construcción para contener las aguas.
Disponible. Se dice de algo de lo que puede disponerse libremente o que está lista para usarse.
Dren. Estructura que capta las aguas residuales para
conducirlas fuera de la población que las produce.
Drenaje. Cuando se da salida a las aguas muertas o
a la excesiva humedad de los terrenos.
Ecuador. Círculo máximo que equidista de los polos
de la Tierra.
Eficiencia. Capacidad de disponer de alguien u algo
para conseguir un efecto determinado.
Efluente. Canal por donde se desalojan las aguas
procesadas en plantas de tratamiento.
Electrones. Partícula elemental que forma parte de
los átomos y que contiene la mínima carga posible de electricidad negativa.
Embalse. Sitio donde el agua de ríos, arroyos o lluvia se almacena por accidentes geográficos o elementos topográficos.
Emitir. Arrojar, exhalar o echar hacia fuera algo.
Emisor. Es un ducto por medio del cual se desalojan
aguas residuales y pluviales de un centro de
población.
Enlace. Unión de dos átomos de un compuesto químico por la existencia de fuerzas de atracción.
Escorrentía (superficial). El agua que fluye por la su
perficie de la tierra o que se infiltra y luego vuelve
a la superficie.
Esquitosomiasis. Enfermedad causada por una tenia
o larva que se encuentra en acequias de riego o en
las aguas estancadas de los ríos. La enfermedad
se relaciona con la falta de aseo de la cara que a
menudo se asocia con la falta de fuentes de agua
segura cercanas.
Estanco. Estanque de agua.
Estanque. Hueco construido para recoger el agua y
proveer al riego, criar peces o con propósitos meramente ornamentales.
Estratosfera. Capa superior de la atmósfera que se
encuentra ente 12 y 100 km de altura.
Eucariontes. Célula que contiene organelos circundados por una membrana nuclear y un núcleo
rodeado por una membrana; los organismos vivos
como las plantas, los animales, los protistas y hongos son eucariónticos.
Eutrofización. Cuando las aguas presentan una de
ficiencia en oxígeno por la abundancia progresiva
de nutrientes disueltos y a la pérdida de plantas.
Evaporación. Cuando el agua pasa de un estado
líquido a vapor.
Evapotranspiración. Transferencia de agua, desde el
suelo a la atmósfera, en forma de vapor de agua,
mediante los procesos de evaporación y transpiración.
Explotación. Aplicación del agua en actividades en
caminadas a extraer elementos químicos u orgánicos disueltos en ella, después de las cuales es retornada a su fuente original sin consumo significativo.
506
Facultativo. Microorganismos anaerobios que llevan
a cabo distintos procesos biológicos en medios
donde se presenta oxígeno liberado, a pesar de
que no lo requieren para metaaolizar o para vivir.
Filtros percoladores. El mecanismo con el que trabaja para remover materia orgánica este sistema
no es la filtración, sino la adsorción y asimilación
biológica. Una vez que el filtro se encuentra
operando, la superficie del medio comienza a
cubrirse con una sustancia viscosa y gelatinosa
conteniendo bacterias y otro tipo de microorganismos.
Fosa séptica. Cuando no hay alcantarillas, el depósito que se hace para aguas negras.
Fosa de sedimentación. Es un contenedor que al
macena el agua con sólidos suspendidos, disueltos
y flotantes.
Freático. Se dice del agua que está acumulada en el
subsuelo y puede aprovecharse por medio de
pozos.
Fuentes. Manantial de agua que brota de la tierra.
Galería. Camino subterráneo que se hace en las
minas para descansar, ventilar, comunicar o desaguar.
Gasto. Cantidad de líquido que, en determinadas
circunstancias, pasa por un orificio o por una tubería cada unidad de tiempo.
Gen. Secuencia de ADN que constituye la unidad
funcional para la transmisión de los caracteres
hereditarios.
Glaciación. Cada una de las grandes invasiones de
hielo que en épocas remotas acontecieron en
zonas muy extensas de distintos continentes.
Grado de presión. Es el porcentaje que representa
el agua utilizada para usos consuntivos respecto a
la disponibilidad total. El índice obtenido denota
el grado de presión que se ejerce sobre el recurso
hídrico en un país, cuenca o región. Se considera
que si el porcentaje es mayor a 40% se ejerce una
fuerte presión sobre el recurso.
Hábitat. Lugar de condiciones apropiadas para que
viva un organismo, especie o comunidad animal o
vegetal.
Hidrante. Boca de riego o tubo de descarga de líquidos con válvula y boca.
Hidráulica. El arte de conducir, contener, elevar y
aprovechar las aguas. Que se mueve por medio del
agua o de otro fluido. Parte de la mecánica que
estudia el equilibrio y el movimiento de los fluidos. La energía que se produce por el movimiento
del agua.
Hidrocarburo. Compuesto resultante de la combinación del carbono con el hidrógeno.
Holismo. Doctrina que propugna la concepción de
cada realidad como un todo distinto de la suma
de las partes que lo componen.
Humedal. Zonas de transición entre sistemas acuáticos y terrestres, cubiertas de agua de modo temporal o permanente, sujetas o no a la influencia
de mareas. Sus aguas pueden ser dulces o saladas
y encontrarse estancadas. Entre los humedales encontramos a lagunas, lagos, deltas, manglares,
pantanos, oasis, cenotes, entre otros.
Infiltración. Acción y efecto de introducir un líquido
entre los poros de un sólido.
Ingeniería. Estudio y aplicación por especialistas de
las diversas ramas de la tecnología.
Lacustre. Que es relativo a los lagos. Que habita,
está o se realiza en un lago o en sus orillas.
Laguna. Depósito natural de agua generalmente
dulce y de menor dimensión que el lago.
Laguna de estabilización. Es una estructura simple
que es útil para embalsar aguas residuales con objeto de mejorar sus características sanitarias. Las
lagunas de estabilización se construyen de poca
profundidad, de 2 a 4 m, y utilizan períodos de retención relativamente grandes, por lo general, de
varios días. Cuando las aguas residuales son descargadas en lagunas de estabilización se realiza
un proceso de autodepuración o estabilización
natural, en el que ocurren fenómenos físicos,
químicos, bioquímicos y biológicos.
Lecho. Origen de un río o terreno por donde corren
sus aguas. Fondo del mar o de un lago.
Línea de conducción. Medio por el cual se transporta el agua desde la captación hasta la planta de
tratamiento o a un depósito.
Manantial. Agua que brota naturalmente de la
tierra.
Manglar. Superficie en la zona tropical que cubren
las grandes mareas, llena de esteros que la cortan
formando islas bajas, donde crecen los árboles que
viven en el agua salada.
Manto. Zona de la Tierra entre la corteza y el núcleo, desde 10 y 30 km hasta 3 mil 480 km de profundidad.
Mantos acuíferos. Formación o estructura geológica de rocas, gravas o arenas situadas encima de
una capa impermeable, que por porosidad y permeabilidad natural posee la capacidad de almacenar el agua que circula en su interior. Este flujo
se realiza entre los poros y oquedades que se intercomunican a una velocidad variable, obedece a
las características de permeabilidad de cada formación.
Mareas muertas. Mareas menores durante los cuartos menguante o creciente de la Luna.
Mareas vivas. Mareas crecientes durante los equinoccios o en el novilunio y el plenilunio.
Membrana. Tejido o agregado de tejidos que presentan forma laminar y consistencia blanda.
Metrópoli. Ciudad principal, cabeza de la provincia
o Estado.
Mitocondria. Organelos limitados por una doble
membrana que se encuentran en todos los eucariontes; la mitocondria descompone moléculas
orgánicas que libera energía para las reacciones
celulares.
Molécula. Combinación de dos o más átomos unidos por un enlace químico; el agua es una molécula.
Nebulosa. Materia cósmica celeste, luminosa, compuesta de polvo y gas, de contorno impreciso y
diversas formas.
Noria. Pozo de forma ovalada, del cual se saca agua
con una máquina.
Núcleo. Parte central del átomo con la mayor porción de su masa, constituida por protones y neutrones, y que posee una carga eléctrica positiva
que corresponde a su número atómico.
Nucleolo. Cuerpos prominentes que se encuentran
en el núcleo de los eucariontes; el sitio de síntesis del ARN.
Organismo operador. Entidad responsable de prestar
el servicio público de abastecimiento de agua
potable, alcantarillado y saneamiento.
Organoléptica. Se dice de las propiedades de los
cuerpos que se pueden percibir por los sentidos.
Parteaguas. Línea imaginaria que une los puntos de
máximo altura entre dos laderas adyacentes pero
de exposición opuesta, desde la parte mas alta de
la Cuenca hasta su punto de emisión, en la zona
hipsométricamente más baja.
GLOSARIO
Pecuario. Perteneciente o relativo al ganado.
Per cápita. Por cabeza, por cada individuo.
Peroxisoma. Orgánulo del citoplasma celular que
contiene enzimas que actúan en reacciones de
oxidación, especialmente en la producción y descomposición de peróxido de hidrógeno.
Planta. Instalación industria, fábrica central de
energía.
Plantas de bombeo. Fábrica cuyo fin es elevar agua
u otro líquido por medio de una bomba.
Plasma. Además del líquido, sólido o gaseoso, un
cuarto estado de la material capaz de conducir
magnéticas, normalmente generado por aplicación de temperaturas extremadamente altas.
Plasmática. Perteneciente o relativo al plasma.
Plutoides. Cada uno de los planetas telescópicos o
planetoides cuyas órbitas se hallan entre las de
Marte y Júpiter.
Población Económicamente Activa (PEA). Parte de
la población de un país que trabaja y por el cual
recibe una retribución.
Potabilización. Que se hace bebible.
Potable. Que se puede beber.
Pozo. Perforación que se hace en la tierra para buscar agua.
Pozo artesiano. Pozo de gran profundidad donde el
nivel de agua sube por encima del nivel freático
adyacente porque está sometida a la presión de
un acuífero confinado.
Pozo somero. Pozo de poca profundidad de donde
se extrae agua subterránea con poca presión.
Precipitación. Agua de la atmósfera que en forma
sólida o líquida cae en la tierra o el mar.
Presa. Muro de piedra u otro material que atraviesa
un río, arroyo o canal, para almacenar agua, derivarla o regular su curso fuera del cauce.
Presa de jales. Uno de los sistemas para la disposición final de los residuos sólidos generados por
el beneficio de minerales.
Presa derivadora. Obra que sirve para desviar o regular parte del flujo de un río fuera de su cauce.
Presión. Magnitud física que expresa la fuerza ejercida por el agua sobre la unidad de superficie.
Producto Interno Bruto (PIB). Valor de todos los
bienes y servicios que genera la economía de un
país en un periodo de tiempo dado.
Proteínas. Moléculas orgánicas que construyen un
organismo, llevan a cabo reacciones químicas,
combaten enfermedades o transportan partículas
fuera de las células.
Ramal. Parte que arranca de la línea principal de
una acequia, un acueducto o una tubería.
Recarga de acuíferos. Al extraer agua de un acuífero
por medio de un pozo, el cuerpo de agua subterráneo disminuye su volumen. Para recuperarse,
el cuerpo de agua se rellena, principalmente, por
medio de la infiltración, aunque existen ya métodos artificiales para su recarga. El tamaño de los
poros del suelo, la viscosidad del agua y otros fac-
Unidades de medición
Unidades de medición
Símbolo
cm
o
C
h
ha
hab
hm3
kg
km/h
Unidad
tores se combinan para limitar la velocidad a la
cual el agua se mueve a través del suelo para rellenar el pozo. Este flujo (velocidad de recarga)
puede variar desde 1 m/día hasta 1 m/año. Un depósito de aguas subterráneas sólo puede soportar
una rapidez de extracción de la misma magnitud
que la del suministro que recibe de manera continua por infiltración.
Recursos hidráulicos. Volumen de agua disponible
para resolver una necesidad o llevar a cabo una
empresa.
Región hidrológica. Área territorial con ciertas características morfológicas, orográficas e hidrológicas, cuya unidad básica es una cuenca hidrológica, mediante la cual se agrupa y sistematiza
información, análisis, diagnósticos, programas y
acciones relacionadas con la ocurrencia, explotación, uso o aprovechamiento de agua. Una región hidrológica se integra por una o varias cuencas hidrológicas, cuyos límites difieren de la división política por estados.
Región hidrológico-administrativa. Área territorial
definida con criterios hidrológicos, integrada por
una o varias regiones hidrológicas, cuaya unidad
básica para la gestión de los recursos hídricos es la
cuenca hidrológica, y el municipio como en otros
instrumentos jurídicos representa la unidad mínima de gestión administrativa en el país.
Represa. Obra de ingenieria para contener o regular el curso de las agues o lugar donde las aguas
están detenidas o almacenadas, natural o artificialmente.
Retículo endoplásmico. Red de estructuras interconectadas que se encuentra en todos los eucariontes, una de cuyas funciones es el transporte
intracelular de proteínas y la descomposición de
sustancias dañinas.
Reúso. La explotación, uso o aprovechamiento de
aguas residuales con o sin tratamiento previo.
Ribosoma. Organelo compuesto de ARN y proteína
y sitio donde las proteínas se forman a partir de
aminoácidos.
Salinización. Incremento de la concentración de
cloruro de sodio en el suelo a consecuencia de la
evaporación.
Salitre. Sustancia salina (nitrato potásico), de origen natural, que aflora en tierras y paredes. Se encuentra en forma de agujas o de polvillo blanquecino en la superficie de los terrenos húmedos
y salados.
Saneamiento. Conducir, tratar, alejar y descargar
aguas residuales.
Sobreexplotar. Utilizar en exceso los recursos naturales.
Socavón. Excavación en la ladera de un cerro o
monte que por su extensión puede formar una
galería subterránea.
Subsuelo. Nivel que está debajo del suelo o capa de
labrantía.
Equivalencia en unidades básicas
Centímetro 1 cm: 0.01 m
Grado centígrado
Hora
1 h: 60 min: 3, 600 s
Hectárea
1 ha: 10,000 m2: 2.47 acres
Habitante
Hectómetro cúbico / 1 hm3: 1,000,000 m3
Kilo
Kilómetro por hora / 1 km/h: 0.2778 m/s
Símbolo
2
km
km3
kW
l
l/s
m
m3
m3/s
Unidad
Suministrar. Proveer algo que se necesita.
Suministro. Acción y efecto de suministrar.
Supernova. Explosión de una estrella en la que se
libera gran cantidad de energía.
Sustancia. Ser, esencia o naturaleza de algo.
Tajo. Corte hecho en un cerro o monte.
Talud. Vertiente rápida submarina que desciende
desde el borde de la plataforma continental hasta
profundidades de 2 mil metros o más.
Tanque de regulación. Los tanques de regulación
son depósitos que tienen por objeto controlar el
caudal que se recibe del sistema de conducción
de agua potable en función de las necesidades de
consumo y demanda del usuario. Adicionalmente
a la capacidad de regulación, puede contarse con
un volumen para alimentar la red en condiciones
de emergencia.
Tinaco. Depósito en las azoteas que se usa para al
macenar agua en las casas.
Toma. Lugar por donde se suministra agua.
Tratamiento de aguas residuales. Conjunto de métodos, ya sea físicos, químicos o biológicos, que se
utilizan para eliminar materias contaminantes del
agua (sólidos suspendidos, orgánicos biodegradables, patógenos, nitrógeno, fósforo, orgánicos
refractarios, metales pesados o sólidos inorgánicos
disueltos, entre otros). El objetivo del tratamiento
de agua residual es producir un efluente que pueda descargarse sin dañar al medio ambiente.
Trampa de grasa. Método mediante el cual se retienen contaminantes que tienen la característica
de ser más ligeros que el agua y por lo tanto
flotan.
Trifurcación. Acción y efecto de trifurcarse. En un
sistema hidráulico, se refiere a su división en tres
ramales.
Troposfera. Zona inferior de la atmósfera de hasta
doce kilómetros donde se desarrollan los meteoros aéreos, acuosos y algunos eléctricos.
Tubería. Conducto formado de tubos por donde se
lleva el agua.
Tul. Planta hidrófita que se da en agua dulce o en
zonas inundables, que en México puede encontrarse en algunas partes del sureste como Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Urbanizar. Acondicionar un terreno y prepararlo
para su uso urbano, abriendo calles y dotándolas
de luz, pavimento y demás servicios.
Valle. Llanura de tierra entre montes o alturas, o la
cuenca de un río.
Vaso. Receptáculo o depósito natural que contiene
algún líquido.
Vertedero. Conducto para desalojar agua hacia un
nivel inferior, por lo general un canal secundario.
Volumen. Magnitud física que expresa el largo,
ancho y alto de un cuerpo. Su unidad de medida
es el metro cúbico (m3).
Zona de captación. Zona donde se recoge agua de
una o más fuentes.
Unidades de medición
Equivalencia en unidades básicas
2
Kilómetro cuadrado / 1 km2: 1,000,000 m
Kilómetro cúbico / 1km3: 1,000,000,000 m3
Kilowatt
1kW: 1 w x 103
Litro
Litro por segundo / 1 l/s: 0.001 m3/s
Metro
Metro cúbico / 1000 litros
Metros cúbicos por segundo
Símbolo
Unidad
Equivalencia en unidades básicas
min
mm
msnm
MW
pesos
ppm
s
TW
Watt
Minuto
1 min: 60 s
Milímetro 1 mm: 0.001 m
Metros sobre el nivel del mar
Megawatt 1MW: 1 w x 106
Pesos mexicanos
Partes por millón
Segundo
Terawatt
1TW: 1 w x 1012W
1 W: 1 m2 kg/s3
507
CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL
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Agradecimientos
Para lograr la edición de este libro, agradecemos a las personas que citaremos a continuación, los puntos de vista y aportaciones que fortalecieron el proceso editorial y
artístico de esta obra.
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