Políticas públicas en ciencia y tecnología en los albores de la sociedad del conocimiento MARTHA ELENA MÁRQUEZ VILLEGAS MESA 1 1. Introducción Las transformaciones que se han desarrollado en las llamadas “economías postindustriales”1 han llevado a distintos autores a establecer que se trata del surgimiento de una nueva realidad social que lleva imbricadas distintas variaciones en los ámbitos social, económico, político y de las formas de vida de la población. Los cambios llevan a determinar que se encuentra en gestación la sociedad del conocimiento, es decir, con los procesos de transformación y globalización nos encontramos inmersos en cambios que sitúan el conocimiento como el motor de desarrollo de las naciones y las sociedades. De esta manera, se contraponen las sociedades que surgieron a raíz de las economías industrializadas, a las que ahora emergen bajo nuevas condiciones de producción, empleo, organización de las actividades económicas y sociales2, el replanteamiento del papel del Estado y de las instituciones, dando lugar a una “economía del conocimiento”. Dentro de la sociedad del conocimiento la ciencia, la tecnología, la innovación y la investigación científica juegan un papel fundamental, ante ello, existe la imperiosa la necesidad del establecimiento de políticas públicas en ciencia y tecnología adecuadas para cada país, cada región y contexto. Las universidades como generadoras de conocimiento, se convierten en agentes esenciales dentro de las dinámicas de producción. En el caso de México, la Universidad Nacional juega un papel central como agente que integra distintos ámbitos como el educativo, científico, social y económico. Lo que nos interesa analizar aquí es si actualmente en la Universidad Nacional Autónoma de México está surgiendo una sociedad del conocimiento, hipótesis fincada en distintos elementos que en distintos ámbitos han surgido, y precisar cuáles son los elementos que nos permiten establecer esta idea. 1 Esping-Andersen (2000) Fundamentos sociales de las economías postindustriales. Ed. Ariel, Barcelona. Lesemann. F. (2004) Sociedad del conocimiento: los cambios en el mundo del trabajo y las nuevas competencias de los trabajadores. 2 2 2.Contexto Lesemann3 considera que la sociedad del conocimiento es un término que integra muchas facetas pero se refiere principalmente al tránsito hacia un modo de producción distinto, a la construcción y reconstitución de las sociedades a partir de nuevas relaciones de producción en donde el conocimiento es el elemento central, con un nuevo valor económico, social, político, etc. Es por ello que la generación de conocimiento, su transmisión, uso y apropiación social, tecnológica e industrial resultan de vital importancia para aquellos países interesados en transitar hacia mejores condiciones y calidad de vida. El conocimiento es un bien común4, es decir, generado socialmente, por ello, el intercambio del mismo resulta fundamental para que pueda ser utilizado y así sea también capaz de generar aprendizaje que puede llevar a la innovación. Valenti establece una distinción entre sociedad del conocimiento y sociedad del aprendizaje. Así, sociedad del conocimiento involucra la idea de que las relaciones entre gobierno, empresas e Instituciones de Educación Superior (incluyendo las instituciones de educación superior públicas y privadas así como a los centros de investigación) se dan de manera lineal, en tanto que en la sociedad del aprendizaje se trata de “un flujo dinámico de conocimientos de doble tránsito. La perspectiva de la triple hélice planteada por Leydesdorff y Etkowitz se refiere a estas vinculaciones, aunque ya lo apuntaba desde principio de los años setenta Jorge Sábato, planteamiento conocido como el triángulo de Sábato, en donde de proponía que era necesaria la conjunción del gobierno, como diseñador y ejecutor de la política; de la infraestructura científico-tecnológica como sector de oferta de tecnología; y del sector productivo, como demandante de tecnología. Dentro de esta perspectiva se otorga mayor importancia a la fortaleza de las conexiones entre los agentes. Sociedad del aprendizaje5 es un término que coloca en el centro de la atención al aprendizaje como “el proceso más importante en la emergencia de un nuevo modo de producción”6, el de la sociedad del conocimiento, en el cual es precisamente el conocimiento el elemento central. Se considera que para la integración de una sociedad del aprendizaje, es posible y necesaria la conjunción del gobierno, la industria y la academia, que integra a las instituciones de educación superior –IES- y los centros de investigación; esta conjunción es marcada por el aprendizaje surgido entre estas instituciones y lleve al conocimiento a ser utilizado y generado de manera relacional, lo cual le agrega diversidad, lo enriquece y genera además innovación y competitividad. El conocimiento compartido y aprehendido es así considerado como fundamental para el desarrollo y crecimiento económico de los países. 3 Lesemann (2005?) Los cambios en el mundo del trabajo y las nuevas competencias de los trabajadores. FLACSO 4 Aunque existe la secrecía del conocimiento, tema en el cual existen amplios debates en torno a las implicaciones relacionadas con el registro de patentes, derechos de autor, software libre, etc. 5 Valenti, Giovanna, Gloria del Castillo Alemán, Rodrigo Salazar. Financiamiento y evaluación: capacidades institucionales para una sociedad del conocimiento. FLACSO. 6 Valenti, op cit. Pág. 2 3 Las dinámicas en torno a la generación, uso y transmisión del conocimiento7 se han visto transformadas con el desarrollo de las nuevas tecnologías. De igual forma, las transformaciones sociales, económicas y políticas han incidido de manera determinante en la conformación de los espacios de organización de la ciencia. Es así que se pueden identificar dos grandes modelos8 en el desarrollo, diseño e implementación de las políticas científicas. En el modelo tradicional o lineal se considera que los actores se encontraban bien delimitados, institucionalizados, pero a la vez independientes entre sí, sin poner en riesgo su autonomía, esto afirma Olivé, facilita que los responsables de las políticas científicas olviden el importante papel imprescindible de la ciencia básica9. La investigación básica y el conocimiento se generaba en las universidades o centros académicos y de investigación, de ahí los resultados pasaban (o intentaban pasar) al sector privado o empresas, quienes si llegaban a desarrollar investigación se trataba de investigación “aplicada” y el gobierno se encargaba de las políticas que permitieran esta (difícil) dinámica10. El modelo lineal se agotó ante una serie de cambios políticos, económicos y de desarrollo científico en el ámbito mundial, y resultó insuficiente para dar respuesta a los problemas y necesidades regionales y específicos, abriendo espacios que involucraran a la academia, la empresa, el gobierno y grupos sociales alrededor de un problema específico, de necesidades locales o definidas por el interés de los actores. En el nuevo modelo11, el conocimiento y la innovación se genera en contextos que comprenden espacios más amplios, distintas disciplinas, enfatizando y “negociando” entre distintos intereses. Cada problema hace emerger una forma distinta de asociación y de interrelación entre actores, dando lugar a un espacio común o compartido que no es definitivo sino dinámico, que se transforma según las necesidades de resolución del problema. En la década de los noventa, ante las nuevas realidades emergentes con la globalización, las empresas buscaron renovarse y la competencia se intensificó. De tal forma, se incrementaron las diferencias entre aquellas que contaron con capacidades de adecuación a los nuevos mercados y así la innovación tecnológica se convirtió en una de las prioridades estratégicas. En el ámbito económico se gestó así un nuevo paradigma, el de la competitividad entre las empresas, donde la innovación y el desarrollo se convirtieron en “un factor fundamental para crear oportunidades tecnológicas que conducen a innovaciones”12, de esa manera se incrementa la productividad industrial. Así, la tecnología fue vista como indispensable al tener “la capacidad para modificar las ventajas comparativas de las economías nacionales y el modo en que ellas operan en la economía mundial”13. 7 No únicamente científico sino también el conocimiento tradicional. Casalet, M. (2003) Políticas científicas y tecnológicas en México: evaluación e impacto. FLACSO México. 9 Olivé afirma que en el modelo lineal además se sugiere el falso supuesto de que “los miembros del sistema científico no tienen responsabilidad alguna con la sociedad que lo sostiene” Olivé, L. (2003). Por un nuevo contrato social sobre la ciencia y la tecnología. Revista Ciencia y desarrollo. Núm. 172, SeptiembreOctubre. 10 Arocena R. y Sutz, J. (2001). La universidad latinoamericana del futuro. Tendencias, escenarios, alternativas. UDUAL, México. 11 Llamado nuevo modelo de innovación por Casalet (op cit). 12 Licha, I. op cit 13 ibid, tomado a su vez de Chesnais (1998). 8 4 Casalet y Casas14 consideran que la política económica tuvo un papel decisivo en el cambio de paradigma pues se pasó de un enfoque que fomentó la oferta de ciencia y tecnología, a generar las condiciones para que las empresas participaran en el desarrollo tecnológico y de innovación con la capacitación y formación de recursos humanos y en la generación de tecnología. Esto otorgó a las instituciones de educación superior un papel relevante en la producción económica al trabajar de manera conjunta con las empresas15. En el caso de México, esta nueva política que interrelaciona las empresas, el gobierno y las universidades y centros educativos, fue planteada en el Plan Nacional de Desarrollo 19952000. Sin embargo, la puesta en práctica de tal esquema fue compleja debido a las asimetrías de los ámbitos, pues se enlazaban las políticas industrial, educativa, económica, científica y tecnológica. En ese sexenio, a través de las políticas sectoriales, se crearon mecanismos para el desarrollo de la política tecnológica, en donde se daba impulso a un sistema de innovación y capacitación tecnológica en donde los agentes fueron el mismo gobierno, las empresas y las instituciones de educación superior. Con la adopción de estas medidas en México encontramos que se muestra una idea distinta sobre las políticas, la de “agendas para la competitividad”16, en donde se pretende que las necesidades de las empresas privadas sean satisfechas por las universidades. Se crean así una serie de modificaciones en los marcos legales para el fomento de las dinámicas emergentes de estas agendas. El modelo de competitividad, de estructura y alcances globales, pone en contacto actividades de investigación y capitales internacionales y “promueve la creación de un entorno global para la innovación, en el cual la (nueva) política tecnológica debe estar orientada a incrementar la fuerza, resistencia y elasticidad de los nodos de las redes industriales y científicas de un país”17. 14 Casas, R. (1999) “El gobierno: hacia un nuevo paradigma de política para la vinculación”, en Casas, R. y Luna, M. Gobierno, academia y empresas en México: hacia una nueva configuración de relaciones. Plaza y Valdés-UNAM, México. 15 Ver también los trabajos de Campos, M.A. y Medina, S. (1992) Política científica e innovación tecnológica en México. Retos para la universidad. IIMAS-UNAM. México. 16 Licha, I. (1997): La Investigación y las Universidades Latinoamericanas en el Umbral del Siglo XXI: los Desafíos de la Globalización, Colección UDUAL 7, México. 17 Ìdem 5 3. Justificación La Universidad Nacional Autónoma de México no puede permanecer ajena a las transformaciones mundiales pues en ella se realiza más del 50 por ciento18 de la actividad científica generada en nuestro país, ante lo cual el estudio de las políticas que se ponen en práctica resulta fundamental para analizar y explicar los fenómenos y las complejidades de la política científica y tecnológica de nuestro país. La mayor parte de la investigación en la Universidad Nacional se organiza a través de la división de dos grandes subsistemas, el de Investigación Científica y el de Humanidades19. En este trabajo nos enfocaremos al Subsistema de Investigación Científica. Es necesario subrayar que la importancia de elaborar un análisis sobre el SIC radica en que es necesario conocer con mayor detalle sus mecanismos, alcances, límites y contradicciones para poder establecer propuestas que permitan la integración de trabajos transdisciplinarios que borren las fronteras de la investigación que a priori divide a la UNAM en dos grandes y complejos subsistemas. Debemos considerar además, que la Universidad Nacional es la institución de educación superior líder en investigación y es punto de referencia obligado a partir del cual se proyectan muchas de las acciones y medidas de política científica hacia el resto del país. 4. Objetivo Este trabajo aborda como punto central, la estructura y los cambios actuales en la UNAM relativos a la política científica dentro del Subsistema de Investigación Científica. Se pretende establecer si las políticas emprendidas por el Subsistema de Investigación Científica corresponden a una nueva forma de organizar la investigación científica, que nos permita afirmar si se están o no gestando actividades encaminadas al establecimiento de una sociedad del conocimiento. Se determinará cuáles son los elementos que nos permiten hablar de que existen cambios dentro del Subsistema de Investigación Científica y su relación con la emergencia de una sociedad del conocimiento. ¿Corresponden éstos cambios a un intento de integración en los contextos globales de la sociedad del conocimiento? 5. Desarrollo 1) México En el caso de México hace más de tres décadas se ha tratado de construir y fomentar de manera sistemática el sistema de ciencia y tecnología a nivel nacional que actualmente se están transformando con cambios en la normatividad, en la cultura relacional basada en la evaluación de los resultados de las instituciones y los investigadores, en el apoyo a estrategias de trabajo en grupos de investigación de diversas disciplinas, y en el establecimiento de redes interinstititucionales regionales e internacionales pero además interdisciplinares. 18 UNAM-Coordinación de la Investigación Científica (2002). La ciencia en la UNAM a través del Subsistema de la Investigación Científica. 19 Aunque también se realiza investigación en las escuelas y facultades. 6 Sin embargo, para hacer promover el tránsito hacia una sociedad del conocimiento, en México es necesario contar con políticas públicas en ciencia y tecnología adecuadas a los contextos locales y regionales que se integren a un escenario nacional, pero que además sean capaces de establecer lazos de comunicación e integración entre distintos agentes para dar respuesta a necesidades específicas. Para ello debemos disponer de estudios, diagnósticos e información que nos permitan la elaboración y el diseño de estrategias para el mejor desarrollo de las potencialidades y capacidades. Las universidades han jugado un papel decisivo en el desarrollo de las capacidades de investigación, formación de recursos humanos, y también en la vinculación entre agentes. La participación de las empresas y los gobiernos se ha vuelto determinante para el desarrollo de los sistemas de ciencia y tecnología de cada país. En el entorno mundial las políticas de educación superior buscan dar varios retos fundamentales, como: • • • • • Ampliar la cobertura educativa con calidad; Introducir nuevos modelos educativos centrados en el aprendizaje; Asegurar mayor igualdad en el acceso; Garantizar la pertinencia social de los planes y programas; Vincular la docencia y la investigación 2) La UNAM En los últimos años en la UNAM se han efectuado una serie de cambios en lo que respecta a las actividades, áreas, organización, prácticas, mecanismos de dirección, planeación, seguimiento y evaluación del quehacer científico. Esto se refleja en el Plan de desarrollo 2004-2007, en el cual se identificaron programas prioritarios para el desarrollo de la Universidad que, con un enfoque estratégico y flexible para permitir incorporar nuevas opciones. Con este plan se buscó impulsar cambios cualitativos más que avances cuantitativos. Incluye temas relacionados con: 1) La Universidad y su entorno 2) Diagnóstico: avances y retos 3) La UNAM en el Siglo XXI 4) Programas prioritarios para el desarrollo de la UNAM 5) Instrumentación, seguimiento y evaluación 3) El Subsistema de Investigación Científica En la Universidad Nacional se realiza más del 50 por ciento20 de la actividad científica generada en nuestro país, ante lo cual el estudio de las políticas que ponen en práctica resulta fundamental para analizar y explicar los fenómenos y las complejidades de la política científica y tecnológica de nuestro país. El Subsistema de la Investigación Científica, se encuentra conformado por 18 institutos, 10 centros y una Dirección General de Divulgación de la Ciencia, 9 de éstas 20 UNAM-Coordinación de la Investigación Científica. (2002) La ciencia en la UNAM a través del Subsistema de la Investigación Científica. 7 dependencias enfocadas a las ciencias químico-biológicas y de la salud, 12 a las ciencias físico-matemáticas y 7 a ciencias de la tierra e ingenierías. Se encuentra presente en 42 sitios del país y cuenta con cuatro estaciones regionales en Cuernavaca, Mor., Ensenada, B.C., Juriquilla, Qro., y Morelia, Mich. En estas instalaciones trabajan 253921 académicos en total, más las áreas de administración, etc., 1467 investigadores y 1072 técnicos académicos la investigación científica. Investigadores, técnicos académicos y académicos visitantes, desarrollan actualmente 2500 proyectos de investigación22. vinculados con las Facultades y Escuelas en la docencia y programas de posgrado. Este Subsistema durante la década de los noventa, tuvo un crecimiento orientado principalmente a las sedes foráneas, de hecho dos institutos y seis centros, de un total de ocho, se encuentran fuera de la ciudad de México. El Subsistema trabajó en el desarrollo de los polos de investigación en el interior de la República y se incrementó el establecimiento de proyectos universitarios orientados a la solución de problemas en diferentes áreas, en los cuales participaron empresas privadas y dependencias gubernamentales. Para ello, el 16 de febrero del 2001 se creó la Secretaría de Investigación y Desarrollo al desaparecer la Coordinación de Vinculación, con los mismos recursos y obligaciones pero ahora dependiente de la CIC, para establecer una relación más estrecha entre la industria privada y el sector público, en el desarrollo de proyectos conjuntos. 4) Transformaciones Lesseman23 considera que la sociedad del conocimiento se refiere a una serie de indicios que permiten pensar que se trata de una distinta organización y gestación de las formas de vida. Como estrategia analítica agrupa los cambios en cinco rubros que son los siguientes: Tecnológico: con el surgimiento de las tecnologías de la información y comunicación y con la difusión y uso masivos de estas nuevas tecnologías en los sistemas de producción. Institucional: con el surgimiento de nuevas organizaciones internacionales reguladoras como la OIT, la Organización Mundial de Comercio, etc. y de los acuerdos regionales. Organizacional: se introducen nuevos conceptos de administración. Individual: surge un nuevo individuo, el trabajador caracterizado por ser cada vez más “reflexivo” (flexible) y “calificado”. Social: que involucra nuevas formas de exclusión o marginación social. Estos rubros coinciden con las transformaciones y los ámbitos en los cuales ha cambiado la UNAM. 21 Dato tomado de la Nómina del Personal Académico del SIC (2004). Base de datos. CTIC. Esta base de datos consta de 7615 registros en total, correspondiente sólo al Subsistema, en ellos se agrupa al personal académico, administrativo, de vigilancia y servicios; e incluye en el total los cargos o nombramientos que una misma persona puede tener y que sean remunerados, así como el pago extra que se asigna denominado “zona geográfica”, a quienes laboran en entidades del interior de la República. 22 UNAM-Coordinación de la Investigación Científica. (2002) 23 Lesemann op cit 8 Dentro de este contexto, en años recientes en la UNAM24 se han implementado una serie de cambios en lo que respecta a las actividades, áreas, organización, prácticas, mecanismos de dirección, planeación, seguimiento y evaluación del quehacer científico25. Entre estos cambios se pueden destacar los siguientes - - Planes de desarrollo que ahora se proyectan a mediano y largo plazo; Criterios de descentralización con que comienzan a operar las sedes universitarias foráneas, con lo cual se brindan facultades a cada sede para organizar y hacer uso de sus propios recursos, así como vincularse de manera más estrecha con los actores de su entorno; Definición de áreas de carácter estratégico para la UNAM, así como el marco de gestión que las regulará; Criterios para asignar recursos a las investigaciones de las áreas consideradas prioritarias y no prioritarias; Integración de equipos de trabajo; Criterios de contratación de investigadores; Vinculaciones entre las áreas consideradas como prioritarias hacia el interior y al exterior de la UNAM; Criterios de seguimiento y evaluación de las prácticas científicas; Vínculos con otros sectores (productivos, medios de comunicación, entidades gubernamentales). Por efecto de los cambios, en el nivel institucional y de gestión han surgido variaciones en las prácticas científicas que son orientadas a: Enriquecer la visión, es decir, incorporar nuevas perspectivas teóricas y formas de organización, ejemplo de ello es que para la incorporación de investigadores jóvenes o recién egresados del doctorado, otorgándose prioridad a quienes hayan realizado estudios en el extranjero con la intención de que aporten nuevas ideas y formas de realizar investigación. Desarrollar capacidades y conocimiento de punta en las temáticas consideradas como prioritarias. Formar currícula, bajo estándares revisados o modificados. Es decir, la reformulación de los planes de estudio y actividades de formación de los alumnos. Incentivar programas en función de los beneficios económicos que generen y que sean acordes con el Plan de Desarrollo General de la UNAM y que además, alcancen a concretar una derrama de efectos económicos y sociales. En suma, estas transformaciones apuntan hacia una serie de modificaciones en tres niveles: 1) el institucional, referido a las reglas, acuerdos, estructuras y criterios generales para normar las prácticas científicas; 25 Es necesario subrayar que en el presente trabajo se hará referencia a los procesos y la actividad científica que se realiza en el Subsistema de Investigación Científica de la UNAM y no a la actividad científica comprendida dentro del Subsistema de Humanidades. 9 2) el de gestión, referido a los criterios de seguimiento, evaluación y desarrollo de las prácticas científicas, el funcionamiento de las áreas y la integración de los equipos de trabajo, así como la asignación de recursos y los criterios para normar las relaciones entre las áreas y su entorno; y 3) el nivel de las prácticas científicas, en donde se persiguen ciertos objetivos relacionados con los investigadores, desde el punto de vista de la formación de un perfil distinto al investigador universitario tradicional, es decir, se busca crear sujetos capaces de trabajar de manera conjunta que a través de grupos de trabajo, se vinculen con agentes considerados como externos. 5) Programa IMPULSA Como parte de las actividades de investigación y como refuerzo de esta serie de transformaciones, en la UNAM se han establecido programas de investigación novedosos. Han surgido así a partir de finales del 2004 (octubre, aunque en términos operativos ha sido una medida implementada en el 2005), una serie de proyectos de investigación agrupados a través de Programas divididos en los Programas de investigación del Subsistema de Humanidades, denominado “Programa México, Sociedad y Cultura. Siglo XXI” y el del Subsistema de la Investigación Científica denominado “Programa IMPULSA”. Se trata de una primera fase para poner en marcha experiencias similares en toda la Universidad, de hecho posteriormente surgieron (a través de la Secretaría de Desarrollo Institucional) los Programas que agrupan la investigación de las escuelas y facultades. De esta manera surgió el Programa IMPULSA, que significa Programa de Investigación Multidisciplinaria de Proyectos Universitarios de Liderazgo y Superación Académica. Consta de cinco proyectos que tratan de responden a una nueva forma de hacer investigación, no sólo en el ámbito disciplinario sino también en el institucional. a) Objetivos IMPULSA26 I. Fomentar trabajos de investigación científica de mediano y largo plazo a efecto de impulsar temas y proyectos estratégicos de alto grado de complejidad que requieran la participación de investigadores en diferentes disciplinas; II. Promover la incorporación de un amplio número de estudiantes de doctorado en proyectos de mayor impacto; III. Fomentar actividades que generen trabajos multidisciplinarios; V. Promover la colaboración con otras instituciones y organismos nacionales e internacionales interesados en los temas de cada proyecto. b) Proyectos IMPULSA: Este Programa surgió como parte de la iniciativa institucional de condensar los trabajos de investigación alrededor de los que fueron considerados como nichos de oportunidad, se trata de cinco proyectos que son: 1) Desalación de agua de mar y purificación de aguas residuales 2) Células troncales adultas, regeneración neuronal y enfermedad de Parkinson: un paradigma de bioingeniería tisular en el cerebro adulto 3) Sistema de informática para la biodiversidad y el ambiente 4) Proyecto del genoma de Taenia solium 5) Nanocatalizadores para el mejoramiento del medio ambiente 26 Gaceta UNAM. 21 de octubre de 2004. Ahí se publicó la presentación del Programa IMPULSA. 10 Con estos proyectos se busca encontrar una forma de producción de conocimiento que rebase especialidades y disciplinas. Se vinculan campos antes separados y construye un esquema de análisis colectivo con estrategias de colaboración distintas a las tradicionales. Esta nueva forma de hacer investigación requiere de instancias administrativas flexibles; movilidad de académicos hacia las distintas dependencias; compartir financiamientos, servicios, información y equipos; el trabajo en nuevos grupos de investigación y “la colaboración y solidaridad en vez de competencia individual o rivalidades”27, proceso de difícil y muy lenta implementación. 6. A manera de conclusión Dentro de la sociedad del conocimiento la ciencia, la tecnología, la innovación y la investigación científica juegan un papel fundamental, ante ello, existe la imperiosa la necesidad del establecimiento de políticas en ciencia, tecnología e innovación adecuadas para cada país, cada región y contexto. Se pone de relieve no sólo la importancia del conocimiento sino la necesidad de que sea gestado como resultado de la integración de todos los agentes y de elementos tales como la gestión, estructura y cambio organizativo, la pertinencia, calidad y evaluación, así como un adecuado financiamiento dentro de los espacios regionales o locales, para brindar resultados sociales y económicos que impacten de manera positiva en la forma de vida de los individuos y las comunidades. El establecimiento de iniciativas que sean capaces de favorecer la generación del conocimiento, una educación superior de calidad28, iniciativas enfocadas en lograr destacar en áreas de oportunidad pero además en responder a las demandas sociales para el establecimiento de una sociedad del conocimiento y del aprendizaje de manera dinámica, sólida y sostenida. La Universidad Nacional ha comenzado así un trabajo de reestructuración de las áreas y en general del marco institucional de las actividades científicas, con lo cual se han redefinido los principios, valores y reglas básicas de organización de la ciencia que realiza la UNAM, así como los criterios, mecanismos y objetivos de gestión de estas actividades, teniendo una serie de impactos en las mismas prácticas: integración de equipos de trabajo, elección de líneas de investigación y proyectos, mecanismos de evaluación y esquemas de relación entre programas y espacios intra y extra universitarios. Por otro lado, estos cambios reflejan la racionalidad29 desde la que se ordena, estructura y opera esta nueva forma de operar que podríamos denominar como un nuevo modelo, en 27 Gaceta UNAM. Op cit. Así como en los niveles educativos básico y medio 29 Por racionalidad, aquí se entiende el conjunto de ideas y acciones internamente coherentes orientadas por ciertos fines que pretenden ser medibles y contrastables, según se utiliza en la literatura económica y de políticas públicas. Véanse, por ejemplo, los textos de Luis F. Aguilar sobre políticas públicas, así como el de Ormeod, Paul . (1995) Por una nueva economía. Las falacias de la teoría económica Ed. Anagrama, Barcelona. Esta idea de racionalidad es distinta de la racionalidad epistémica, es decir, ”al problema de cómo elegir teorías o hipótesis científicas” (ver Olivé, L. (2004). Normatividad y valores en la ciencia y la tecnología. Simposio: “La ciencia y cómo verla”, XV Congreso Interamericano / II Congreso Iberoamericano de Filosofía, Lima, enero 12-16.). Para un mayor estudio de la idea de racionalidad, puede consultarse Olivé, L. (comp.)(1988) Racionalidad. Ensayos sobre la racionalidad en ética y política, ciencia y tecnología. Siglo XXI-IIFilosóficas. México. 28 11 donde se coloca como central la capacidad de las áreas científicas para generar productos, obtener recursos y producir resultados medibles, cuantificables. Estos cambios no son exclusivos de la UNAM, sino que se encuentran en otras universidades públicas latinoamericanas, como parte de una dinámica internacional, en la cual subyace la perspectiva de adoptar formas locales de estrategias que han funcionado en los países más desarrollados. Consideramos que a pesar de la pretensión de reorganizar la investigación y generación del conocimiento de manera integral, aún persiste una visión que no traspasa las fronteras entre las llamadas “dos culturas”, es decir la “científica” y la “humanística” como acuñó Snow30. Sin embargo, podemos decir que efectivamente se trata de una serie de iniciativas institucionales que nos permiten hablar de que se están efectuando acciones encaminadas al establecimiento de formas distintas de organización y gestación del conocimiento científico con la idea de fomentar una sociedad del conocimiento. 30 Snow (1956) "Las dos culturas". Revista New Statesman, Inglaterra. 12