EQ 0555/2011: Recordatorio de deberes legales remitido al

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Resolución sobre la omisión de trámites esenciales en la
instrucción de expediente de responsabilidad patrimonial causando
indefensión al interesado y exigencia del Principio de Indemnidad.
EQ 0555/2011: Recordatorio de deberes legales remitido al
Ayuntamiento de Arrecife, de aplicar la normativa que regula
la responsabilidad patrimonial de las administraciones
públicas con todas las garantía jurídicas, con independencia
de que el sujeto causante de los daños haya sido la
administración o la empresa concesionaria de la actividad
administrativa; Recomendación a retrotraer las actuaciones al
momento procedimental oportuno, continuando su tramitación
conforme a lo dispuesto en las previsiones legales y
reglamentarias, con el fin de determinar si existe o no
responsabilidad
y
quién
debe
responder
del
daño,
cuantificando, en su caso, la indemnización a abonar, ya sea
por la administración o por la empresa contratista
Señoría:
Nuevamente nos dirigimos a V.S. en relación con el expediente de queja que
se tramita en esta institución con la referencia más arriba indicada (EQ.
0555/2011), como consecuencia del archivo de las actuaciones realizadas
en el procedimiento de responsabilidad patrimonial tramitado por ese
ayuntamiento, a instancia de ...
Una vez llevada a cabo la correspondiente investigación, constan los
siguientes
ANTECEDENTES
I. Con fecha 28.07.11, esta institución se dirigió a esa corporación
municipal, con el fin de conocer las razones por las que no se había dado
respuesta a los escritos presentados por el reclamante, en los que
manifestaba su desacuerdo con el archivo de las actuaciones llevadas a
cabo en el procedimiento de responsabilidad patrimonial nº ….., dado que,
al adoptarse dicha decisión, no se había practicado la prueba solicitada por
el interesado.
Tras estudiar la documentación que se acompañó a la queja presentada,
consta lo siguiente:
1. Escrito de fecha 19.01.11, dirigido por esa entidad local al Sr. …, en
el que se le comunica lo siguiente:
En relación a su denuncia (reclamación de responsabilidad
patrimonial) de fecha 27.10.10, en representación de la Comunidad
de Propietarios del Edificio de la calle ….. de Arrecife, denunciando
daños en dicho edificio, le comunicamos que, en base al artículo 5 del
Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo, por el que se aprueba el
Reglamento
de
los
Procedimientos
de
las
Administraciones Públicas en materia de Responsabilidad Patrimonial,
se ha procedido al archivo de las actuaciones, en base al informe de
la Oficina Técnica de fecha 23.11.10, en el que se dice lo siguiente:
Según se observa en las fotografías adjuntas, los daños de los que se
ha podido tener constancia se refieren al desprendimiento de parte
del aplacado del zócalo de fachada. Con respecto a los daños en el
aljibe, éstos no han podido ser comprobados y se desconoce el
alcance de los mismos, así como el estado de dicho aljibe antes de
comenzar las obras. Los trabajos que se han realizado en la calle ….
se incluyen dentro del Plan de Barrios que está llevando a cabo el
Ayuntamiento de Arrecife. La empresa encargada de la ejecución de
las mismas es ….
2. Escrito de fecha 01.02.11, presentado por el reclamante ante esa
corporación municipal, en el que manifiesta su disconformidad con el
archivo acordado, a la vista de que el técnico municipal que visitó la
zona se limitó a tomar unas fotografías del desprendimiento de
algunos zócalos de la fachada del edificio, sin acceder al interior del
mismo, ya que, según el Sr…, no venía preparado para ello,
comprometiéndose aquél a realizar una segunda visita, con el fin de
comprobar los daños en el aljibe, sin que la misma se haya efectuado
hasta la fecha.
3. Informe pericial presentado por el interesado en ese ayuntamiento el
06.09.11, el cual expone, por lo que aquí interesa, lo siguiente:
A principios del mes de marzo 2010, comenzaron las obras
municipales denominadas Plan de Barrios de Arrecife. Dichas obras
han consistido, principalmente, en la realización de zanjas para el
soterrado de la BT, Telecomunicaciones, alumbrado público y
saneamiento, con su correspondiente pavimentado.
A finales del mes de julio de 2010, se llevaron a cabo las obras
municipales en la calle …. Para la apertura de zanjas se empleó una
retroexcavadora con martillo hidráulico, ya que existe terreno de roca
dura en las inmediaciones del edificio.
Mientras se estaba llevando a cabo la apertura de la zanja, cayeron
algunas piezas del aplacado pétreo de la fachada.
En octubre de 2010, al recibir los propietarios del edificio … el recibo
del agua, se sorprenden respecto al consumo de agua que les
reclama la Compañía suministradora INALSA. En un primer momento
se pensó que se trataba de un error en la facturación de INALSA,
pero no es hasta el momento de recibir el siguiente recibo de agua,
en diciembre de 2010, cuando comienzan a sospechar que el aljibe
está perdiendo agua como consecuencia de las obras realizadas
por
….
Como
medida
de
precaución,
los
propietarios deciden cerrar la llave que llena el aljibe para
abastecerse de agua directamente de la red general.
Como consecuencia de ello, con fecha 27.10.10, la Comunidad de
propietarios dirige reclamación al Ayuntamiento de Arrecife por los
daños en el aljibe.
Con fecha 01.02.11, la aludida Comunidad de propietarios realiza una
segunda reclamación al ayuntamiento, en la que expresa el
desacuerdo con la desestimación de la reclamación presentada el
27.10.10. En el expediente de queja consta dicho escrito, en el que
se expone que el técnico no se ha personado con el fin de efectuar la
correspondiente inspección y, con ello, comprobar los daños
producidos en el aljibe, a raíz de las obras realizadas por la empresa
constructora.
Con fecha 18.05.11, se realiza una tercera reclamación ante la citada
corporación municipal, solicitándose la intervención de un técnico.
Causa de los daños:
Partiendo de la base que la pérdida de agua se ha producido en el
aljibe, como así lo atestigua la lectura y comparación del contador
general y la batería de contadores divisionarios, y una vez realizado
el estudio de los datos que obran a nuestro alcance, determinamos
que la causa de la fuga masiva de agua del aljibe del edificio de la
calle ……, es debido a los daños ocasionados en el revestimiento
impermeabilizante del mismo, por efecto de la vibración de la
maquinaria empleada para la apertura de la zanja de las obras
municipales.
Aunque es cierto que se desconoce el estado previo en que se
encontraba el aljibe, el histórico de consumos que se muestra en las
facturas de INALSA, desde noviembre de 2009, indica que no se
había producido ninguna fuga de agua antes de la realización de las
obras y, por tanto, se entiende que el aljibe cumplía correctamente
con su misión hasta ese momento.
Conclusiones:
Se ha podido verificar la existencia de daños en la fachada y en el
aljibe del edificio de la calle …, en los términos descritos en este
informe.
Se ha estudiado y comprobado, a partir de las facturas de agua, que
se ha producido una fuga de agua masiva del aljibe del edificio de la
calle … que, según manifiesta nuestro requirente, ha coincidido con la
ejecución de las obras municipales realizada por la empresa ….
Por tanto, en nuestra opinión, y basándonos en los datos y
manifestaciones obtenidas, la causa de los daños en la fachada y el
aljibe se han producido como consecuencia de las obras realizadas
por …., tal y como se ha expuesto en este informe.
Se estima que el alcance total de los daños asciende a la cantidad de
tres mil quinientos cuarenta y ocho euros con sesenta y nueve
céntimos.
En el expediente que esa corporación municipal remitió a esta institución no
figura incorporado dicho informe pericial, ni consta que se haya comunicado
al reclamante la decisión adoptada, a raíz de la presentación del mismo.
II. Con fecha 30.09.11, esa entidad local nos envió una copia del
expediente de responsabilidad patrimonial nº …, así como el informe
emitido por el técnico del departamento de responsabilidad patrimonial.
Una vez estudiado el contenido de las actuaciones llevadas a cabo en dicho
procedimiento, hemos constatado que, a raíz de la reclamación presentada
por el Sr. … el 27.10.10, esa Alcaldía, en la misma fecha, solicitó un informe
a la Oficina Técnica Municipal, con el fin de conocer cuáles habían sido las
obras realizadas, qué empresa las ejecutó y qué daños se habían producido;
de conformidad con lo establecido en el Real Decreto 429/1993, de 26 de
marzo, por el que se aprueba el Reglamento de los Procedimientos de las
Administraciones Públicas en materia de Responsabilidad Patrimonial
(RPRP), en su artículo 10, concediéndose un plazo de diez días para su
emisión.
En lo que respecta al informe emitido por el técnico de responsabilidad
patrimonial, expone que tras haberse solicitado informe técnico, éste es
emitido por la Arquitecta municipal el 23.11.10 en los términos indicados en
el Antecedente I.1 (segundo párrafo). Continúa dicho informe señalando lo
siguiente:
Con fecha 26.01.11, se notifica al reclamante escrito del Alcalde
Acctal., en el que se reproduce el informe técnico anterior y se le
comunica que, con base en el mismo, se ha procedido al archivo de
las actuaciones.
Con fecha 01.02.11, el reclamante, al mostrarse en desacuerdo con
la decisión adoptada por el Alcalde, presenta un nuevo escrito en los
mismos términos que en el anteriormente formulado. Se emite un
nuevo informe por la Técnica municipal con fecha 02.03.11, del
siguiente tenor:
El pasado 23.11.10 se emitió informe técnico respecto a los daños
detectados en el edificio …, situado en la calle … Dicho informe hace
referencia únicamente a lo que se ha podido comprobar
en la visita, esto es, la fachada del edificio (…), ya que no fue posible
acceder al interior del edificio.
En todo caso, el informe hace referencia a que las obras están
incluidas dentro del Plan de Barrios que, efectivamente, es una obra
promovida por el ayuntamiento. La empresa adjudicataria de dichas
obras es ... Es la empresa encargada de la ejecución de la obra la
responsable de los daños a terceros que dicha ejecución pueda
ocasionar y, por tanto, no es el ayuntamiento el que debe responder
de dichos daños. En virtud de todo lo expuesto, el técnico que
suscribe se ratifica en el informe emitido con fecha 23 de noviembre
de 2010.
Con fecha 03.06.11, se notifica al reclamante el escrito de la Alcaldía
en el que se le comunica que, con base en el nuevo informe técnico,
se ratifican en el contenido del escrito de fecha 19.01.11,
considerando que deberá pedir a la empresa …la responsabilidad de
los posibles daños, procediéndose al archivo del expediente.
Con fecha 03.06.11, el reclamante presentó un nuevo escrito ante
esa entidad local, solicitando diversa documentación e información, al
tiempo que manifestó que en todo momento, tanto él como los
vecinos que representa, han estado dispuestos a facilitar al técnico
municipal la entrada en el edificio para comprobar los daños en el
aljibe, sin que se haya personado el mismo, a pesar de que el
reclamante lo ha solicitado en todos los escritos que ha presentado,
desconociendo este Comisionado Parlamentario las razones de dicha
inactividad.
Con fecha 27.06.11, ese ayuntamiento remitió el expediente a la
empresa... para que procedan al arreglo de lo denunciado, “si lo
estiman pertinente”.
A la vista de los hechos reseñados, esta institución estima necesario realizar
las siguientes
CONSIDERACIONES
Primera.- La responsabilidad patrimonial de la Administración.
La responsabilidad patrimonial de la Administración, configurada por
primera vez en nuestro sistema jurídico en 1954, dentro de la Ley de
Expropiación Forzosa en el artículo 121 y contenida en la Ley de Régimen
Jurídico de la Administración del Estado de 1957 en los artículos 40 y 41,
adquiere relevancia constitucional en los artículos 9 y 106.2 de la
Constitución Española (CE), desarrollados en los artículos 139 y ss. de la
Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común
(LRJPAC); y en el Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo, que aprueba el
Reglamento de los Procedimientos de las Administraciones Públicas en
materia de Responsabilidad Patrimonial (RPRP).
Tratándose, pues, de un expediente de responsabilidad patrimonial, el
procedimiento administrativo aplicable en la tramitación de la reclamación,
se encuentra establecido en los artículos 139 y ss. LRJPAC y, en su
desarrollo, en el RPRP.
En particular, para la determinación de los presupuestos de la
responsabilidad patrimonial, el órgano que tramite el procedimiento deberá
observar las reglas previstas en los artículos 71 a 86 de la LRJPAC y 6 a 13
del RPRP.
La reclamación, amén de incluir el contenido de cualquier solicitud de
iniciación (artículo 70 LRJPAC: datos de identificación del solicitante así
como una descripción de hechos y la petición que sea concretada de manera
clara), deberá especificar: las lesiones producidas, la presunta relación de
causalidad entre éstas y el funcionamiento del servicio público, la evaluación
económica de la responsabilidad patrimonial, si fuera posible, y el momento
en que la lesión efectivamente se produjo, e irá acompañada de cuantas
alegaciones, documentos e informaciones se estimen oportunos y de la
proposición de prueba, concretando los medios de que pretenda valerse el
reclamante (artículo 6.1 RPRP).
Es posible, en su caso, la subsanación y mejora de la solicitud, de
conformidad con lo establecido en el artículo 71 LRJPAC. Sin embargo, en el
supuesto planteado en la queja, no se requirió al interesado para que
procediera a subsanar la solicitud en el plazo de diez días.
Por otro lado, no consta que se haya procedido de acuerdo con lo
establecido en el artículo 42.4, párrafo segundo, de la LRJPAC, que
establece la obligación de comunicar a los interesados la incoación del
procedimiento, con indicación del plazo máximo para resolver y notificar, así
como los efectos del silencio administrativo.
Al respecto, hemos de tener en cuenta que el instructor ha de realizar todos
los actos de instrucción necesarios para la determinación, conocimiento y
comprobación de los datos en virtud de los cuales deba pronunciarse la
resolución, según disponen los artículos 78 LRJPAC y 7 RPRP.
Dentro de estos actos de instrucción, dado el objeto del procedimiento,
tiene especial importancia la fase de prueba, pues de una adecuada
actividad probatoria dependerá el éxito o fracaso de la reclamación.
Sin embargo, hemos constatado que no se ha dado cumplimiento a lo
recogido en los preceptos señalados. Además, no se ha practicado la prueba
reiteradamente solicitada por el interesado y, en consecuencia, no se han
comprobado los daños producidos en el aljibe, lo que, a juicio de este
Comisionado Parlamentario, carece de justificación.
Pero no solo no se ha practicado la prueba solicitada, sino que la misma no
ha sido rechazada por el órgano instructor por ser manifiestamente
improcedente o innecesaria, lo que supone un incumplimiento de lo previsto
en los artículos 80 LRJPAC y 9 RPRP.
Sobre ello, este Diputado del Común no entra a valorar la posible incidencia
que la práctica de esa prueba pudiera haber tenido en el resultado del
procedimiento, pero resulta evidente que si su práctica no era pertinente,
así debería haberse comunicado al interesado mediante resolución
motivada.
Asimismo, tampoco consta en el expediente que se haya dado audiencia al
reclamante, en representación de la Comunidad de propietarios, así como al
contratista para que alegasen lo que a su derecho conviniera.
Finalizada la instrucción y evacuado el trámite de audiencia, el instructor ha
de formular la propuesta de resolución, cuyo contenido es el propio de la
resolución (remisión del artículo 11.1 al artículo 13 RPRP). No consta que el
órgano instructor haya formulado la propuesta de resolución.
En cuanto a la terminación, no se ha dictado resolución decidiendo todas las
cuestiones planteadas por los interesados y las derivadas del procedimiento,
con indicación de los recursos procedentes (artículo 89 LRJPAC).
Con base en lo hasta ahora expuesto, esta institución considera que las
deficiencias advertidas en la instrucción del procedimiento, en cuanto
implican la omisión de trámites esenciales del mismo, han causado
indefensión de los interesados.
Segunda.- La responsabilidad de los contratistas y concesionarios de
servicios públicos.
Como ha quedado recogido en apartados precedentes, el derecho de los
particulares a ser indemnizados por las lesiones que sufran como
consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios
públicos, se recoge en el artículo 139 de la LRJPAC y regula únicamente la
responsabilidad de la Administración, sin hacer
responsabilidad de contratistas y concesionarios.
referencia
a
la
Por su parte, el RPRP, en su artículo 1, establece que se seguirá el
procedimiento administrativo de responsabilidad por los daños y perjuicios
causados a terceros durante la ejecución de contratos cuando sean
consecuencia de una orden directa e inmediata de la Administración o de los
vicios del proyecto elaborado por ella misma, con arreglo a la legislación de
contratos de las Administraciones Públicas.
Al respecto, el Texto Refundido de la Ley de Contratos de las
Administraciones Públicas aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2000, de
16 de junio, en su artículo 97; la Ley 30/2007, de 30 de octubre, de
Contratos del Sector Público, en su artículo 198 y el Texto Refundido de la
Ley de Contratos del Sector Público, aprobado por Real Decreto Legislativo
3/2011, de 14 de noviembre, en su artículo 214 (cuyos efectos comienzan
el 16 de diciembre de 2011), se pronuncian en los mismos términos acerca
de la indemnización de daños y perjuicios derivados de la ejecución de
contratos, tal y como se expone a continuación:
1. Será obligación del contratista indemnizar todos los daños y
perjuicios que se causen a terceros como consecuencia de las
operaciones que requiera la ejecución del contrato.
2. Cuando tales daños y perjuicios hayan sido ocasionados como
consecuencia inmediata y directa de una orden de la Administración,
será ésta responsable dentro de los límites señalados en las leyes.
También será la Administración responsable de los daños que se
causen a terceros como consecuencia de los vicios del proyecto
elaborado por ella misma en el contrato de obras o en el suministro
de fabricación.
3. Los terceros podrán requerir previamente, dentro del año siguiente a
la producción del hecho, al órgano de contratación, para que éste,
oído el contratista, se pronuncie sobre a cuál de las partes
corresponde la responsabilidad de los daños. El ejercicio de esta
facultad interrumpe el plazo de prescripción de la acción.
4. La reclamación de aquéllos se formulará, en todo caso, conforme al
procedimiento establecido en la legislación aplicable a cada supuesto.
En consecuencia, si el interesado ejerce la facultad de requerir al órgano de
contratación para que se pronuncie sobre a cuál de las partes contratantes
corresponde la responsabilidad por los daños, interrumpe el plazo de prescripción
de la acción de reclamación de responsabilidad. Si la indemnización se reclama a
la Administración, deberá iniciarse el procedimiento administrativo de
responsabilidad y la resolución del mismo podrá impugnarse ante la jurisdicción
contencioso-administrativa.
Al respecto, la Sentencia del Tribunal Supremo, Sala de lo ContenciosoAdministrativo, de 23 de febrero de 2000 (RJ 2000, 10458), declara la
responsabilidad de la Administración por no haber tramitado la reclamación
formulada respecto de un contratista.
Por otro lado, la Sentencia del Tribunal Supremo de 30 de octubre de 2003,
reconoce que en la jurisprudencia han convivido hasta tiempos recientes
dos líneas interpretativas del artículo 134 del Reglamento de Contratos del
Estado de 1975, la que considera que el particular debe dirigirse en todo
caso contra la Administración, en régimen objetivo y directo, sin perjuicio
de que ésta pueda después ejercer su derecho de repetición contra el
contratista si el daño no deriva de una orden suya; y la que la interpreta
literalmente, es decir, como una acción dirigida a obtener un
pronunciamiento sobre la responsabilidad en atención al reparto de la carga
indemnizatoria; es decir, que la Administración declarará que la
responsabilidad es del contratista, salvo que exista una orden de aquélla
que haya provocado el daño, a salvo de que el mismo se refiera a vicios del
proyecto. En los demás supuestos, la reclamación, dirigida ante el órgano
de contratación, será resuelta por la Administración decidiendo la
responsabilidad que debe ser satisfecha por el contratista. Contra este
acuerdo
los
afectados
podrán
interponer
recurso
contenciosoadministrativo.
Sobre ello, el Consejo Consultivo de Canarias, en el Dictamen de 3 de
diciembre de 2009, acoge la doctrina del Consejo de Estado, que ha sido
mantenida también por aquel organismo en reiteradas ocasiones,
concretamente, respecto a “la doctrina del Consejo de Estado, reflejada,
entre otros, en los Dictámenes 1764/2003, 2492/2003 y 2094/2005, que
señalan que <<aun cuando el art. 97 del Texto Refundido de la Ley de
Contratos de las Administraciones Públicas (antes 98) señala que es
obligación del contratista indemnizar todos los daños y perjuicios que se
causen a tercero como consecuencia de las operaciones que requieran la
ejecución del contrato, esta previsión legal no permite que la Administración
eluda la posible existencia de responsabilidad patrimonial cuando la
actividad se haya prestado a través de contratista interpuesto.
En otras palabras, las exigencias del principio de indemnidad consagrado en
el art. 106 de la Constitución hacen indiferente quién sea el causante
inmediato del daño, sin que quepa colocar al ahora reclamante en peor
posición por el hecho de que el perjuicio haya sido ocasionado no por la
Administración propiamente dicha, sino por un contratista, pues éste, al fin
y al cabo, actúa por cuenta de aquélla que es la destinataria final de la obra
y responsable última de las incidencias que en ella pudieran producirse (…).
Tal declaración no es óbice para que la Administración repita contra la
entidad contratista, a quien corresponde como se ha puesto de manifiesto,
la obligación de indemnizar los daños causados a terceros en la ejecución
de sus respectivas obras (salvo cuando tales daños hayan sido ocasionados
como consecuencia directa e inmediata de una orden de la Administración,
o de un vicio del proyecto elaborado por ella misma (…)>>.
Con ello se pretende eludir la sujeción al régimen general de culpa de los
contratistas y potenciar las garantías de los administrados sin alterar el
régimen unificado de la LRJPAC” (Dictamen del Consejo Consultivo de
Canarias, de 25 de enero de 2010).
En consecuencia, aun cuando la responsable del daño fuera la empresa
contratista, no puede olvidarse que la titular del servicio público causante
de la lesión es la Administración y que el art. 106.2 CE proclama el principio
de indemnidad de tales perjuicios, salvo en los casos de fuerza mayor,
desde un sistema de responsabilidad objetiva, principio de indemnidad que
quedaría en entredicho si la Administración se desentendiera de las
consecuencias de tales servicios cuando son prestados por terceros.
En virtud de los antecedentes y de las consideraciones expuestas, de
conformidad con lo dispuesto en el art. 37.1 de la Ley 7/2001, de 31 de
julio, del Diputado del Común, HE RESUELTO remitir a V.S. la siguiente
Resolución del Diputado del Común:
RECOMENDACIÓN
El Ayuntamiento de Arrecife debe proceder, previos los trámites
correspondientes, a retrotraer las actuaciones al momento procedimental
oportuno, continuando su tramitación conforme a lo dispuesto en las
previsiones legales y reglamentarias, con el fin de determinar si existe o no
responsabilidad y quien debe responder del daño, cuantificando, en su caso,
la indemnización a abonar, ya sea por esa Administración o por la empresa
contratista.
RECORDATORIO DEL DEBER LEGAL
Que en aquellos supuestos de reclamación de responsabilidad patrimonial
que se planteen en un futuro, por daños y perjuicios ocasionados a terceros
que no tengan el deber jurídico de soportar como consecuencia del
funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos, con
independencia de que el sujeto causante de los mismos haya sido la
Administración, en ejercicio de sus facultades, o la empresa concesionaria
de la actividad administrativa de que se trate, se aplique la normativa que
regula la responsabilidad patrimonial de las administraciones públicas con
todas las garantías jurídicas que de la misma se deriven para el reclamante,
de modo que la resolución del procedimiento o, en su caso, el acuerdo de
terminación convencional se pronuncie no sólo sobre la existencia o no de la
relación de causalidad entre el funcionamiento del servicio público y la
lesión producida, sino también sobre la valoración del daño causado y la
cuantía de la indemnización que, una vez satisfecha, se podrá repercutir en
la empresa contratista causante de los daños y perjuicios a terceros, como
consecuencia de las operaciones que requiera la ejecución del contrato.
De conformidad con lo previsto en el art. 37.3 de la citada Ley 7/2001,
deberá comunicar a este Comisionado Parlamentario si acepta o rechaza la
presente Resolución del Diputado del Común, en término no superior al de
un mes. En el supuesto de que acepte la Resolución, deberá comunicar las
medidas adoptadas en cumplimiento de la misma. En el caso contrario,
deberá remitir informe motivado del rechazo de la Resolución del Diputado
del Común.
Para su conocimiento, le comunico que esta Resolución será publicada en la
página web institucional (www.diputadodelcomun.org), cuando se tenga
constancia de su recepción por ese organismo.
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