Antoine ROULLET, Corps et pénitence. Les carmélites déchaussées

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TIEMPOS MODERNOS 31 (2015/2)
ROULLET, Antoine, Corps et pénitence. Les carmélites…, Madrid, 2015.
ISSN: 1699-7778
Isabelle Poutrin
Antoine ROULLET, Corps et pénitence. Les carmélites déchaussées espagnoles (ca.
1560-ca. 1640), Madrid, Casa de Velázquez, 2015, 337 pp.
Isabelle Poutrin
Université Paris-Est.
Con este libro, fruto de su tesis doctoral leída en la universidad de ParisSorbonne, Antoine Roullet propone una historia de la santidad femenina centrada en el
cuerpo. Es un paso adelante en el estudio de los escritos biográficos y autobiográficos
de las Carmelitas Descalzas, desde el periodo de fundación en los años de 1560, hasta la
primera mitad del siglo XVII, cuando la orden se expandió bajo el control de su rama
masculina. Hasta aquí, el interés de los investigadores por los textos carmelitanos se ha
desplegado en direcciones más o menos sucesivas: corrientes espirituales y místicas,
expresión literaria del sentimiento religioso o, en los últimos decenios, construcción de
los modelos de santidad femenina y relaciones de género entre monjas y confesores. En
su mayoría, estos estudios se dedicaban a las grandes figuras de la Orden: Teresa de
Jesús, la santa fundadora, y sus discípulas Ana de Jesús, María de San José o Ana de
San Bartolomé.
Rompiendo con el mainstream historiográfico, A. Roullet confronta las
prácticas de penitencia y de mortificación, los gestos de la oración, el hábito monástico
y los accesorios penitenciales (disciplinas, cilicios y otros instrumentos) con las
teorizaciones mendicales y teológicas, los modelos de comportamiento y las
representaciones del cuerpo religioso. Para llevar a cabo esta empresa, el historiador se
basa en un amplio corpus de textos hagiográficos (vidas de monjas, crónicas
conventuales, relatos de fundaciones, autobiografías) que debe su constitución a la
voluntad de la Orden, desde sus primeros años, de conservar la memoria de sus primeras
comunidades y de exaltar la herencia de la fundadora. El estudio de los manuscritos
conservados en la Biblioteca Nacional de España constituye una primera –e importante–
aportación de su trabajo. Esta literatura hagiográfica se confronta, pues, a un segundo
corpus, también de amplias dimensiones y de gran interés: manuales de oración,
manuales de confesores, meditaciones y libros de edificación espiritual, así como
tratados de medicina y de anatomía. Cruzar estos dos conjuntos de fuentes confiere al
libro su dinámica y su coherencia. El cuerpo, habitualmente relegado en una posición
subalterna por la prioridad reservada a las vivencias espirituales de las monjas, surge del
estudio como un objeto nuevo, en un cambio de perspectiva que invita al lector a
renovar su comprensión de los primeros decenios del Carmelo descalzo. La elección del
Carmelo descalzo como terreno de observación de las practicas penitenciales es una
decisión acertada, ya que la Orden optó por una relación “moderada” a estas prácticas
(sin valorar las estigmatizaciones ni otras manifestaciones extraordinarias, al contrario
de la orden franciscana), opción que se expresa notablemente en los escritos de la
Fundadora.
El primer capítulo presenta los conceptos y los discursos médicos y teológicos
a través de los cuales se pensaba el cuerpo, en su relación con el alma y sus potencias.
Este estudio, basado en una lectura sutil de los textos, nos ofrece las claves para la
lectura de los textos conventuales. Objeto de admiración como creación divina, la
anatomía humana es un tema de meditación espiritual que, sin embargo, se articula con
pág. 466
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ROULLET, Antoine, Corps et pénitence. Les carmélites…, Madrid, 2015.
ISSN: 1699-7778
Isabelle Poutrin
otra concepción, más angustiada, del cuerpo como foco del pecado e instrumento de
perdición. La mortificación (cap. 2), se ordena a la vida espiritual como un trabajo de
purificación necesario para el encuentro con Dios. Aquí, los conceptos médicos sobre
las virtudes de la sangría se traducen concretamente en las varias técnicas ascéticas
asociadas, como el derrame de sangre, pero también en la dieta alimentaria y el ayuno y,
más generalmente, en la eliminación de los placeres sensuales, como la vista y el gusto.
A través de numerosos ejemplos, las prácticas de mortificación de las Carmelitas
aparecen, en su violencia ordinaria, como un esfuerzo de dominación de los apetitos
corporales. En cambio, la penitencia (cap. 3) se relaciona con el castigo del pecado. Su
violencia es tanto más fuerte en tanto que las almas están inmersas en la lucha contra el
demonio. Si las constituciones de la Orden tienden a regular el fervor penitencial de las
monjas, también las orientan hacia un trabajo de expiación “por aumento de la santa Fe
católica […] y por la vida y prósperos del católico rey don Felipe” (p. 129). La
contaminación de estas prácticas con los castigos inquisitoriales (imitación del
sambenito y de las ceremonias de humillación) expresan el miedo a la corrupción y al
pecado que se difunde en todo el cuerpo social durante este periodo. Los conventos de
monjas son unas armas en el combate general para la purificación de la sociedad.
Los capítulos centrales del libro (4, 5 y 6) demuestran cómo el cuerpo de las
monjas es un mediador de la tradición cristiana. Tanto el imaginario bíblico como los
modelos de santidad antiguos (los Padres del Desierto) y modernos (la Imitatio Christi)
son repertorios de gestos y de acciones corporales en los cuales el dolor es una
experiencia salvadora, a la vez expiación del pecado y punto de contacto con la
divinidad. Las páginas que A. Roullet dedica a dos partes estratégicas del cuerpo, la
rodilla y los pies, son ejemplares de la fecundidad de su método, que hace dialogar los
tratados espirituales con las experiencias de las monjas. Así, el fervor penitencial de las
monjas viene a ser limitado por el peso de la tradición cristiana que, a la vez, transmite
modelos de comportamientos violentos hacia el propio cuerpo, y valoriza la obediencia,
la prudencia y la conformidad. En este contraste entre celo y obediencia, entre la
imitación de Cristo en los dolores de su Pasión y la imposición de un cuadro normativo
riguroso, A. Roullet ve una conminación contradictoria que es una característica de la
experiencia carmelitana del cuerpo. El cuadro que surge de sus paginas sobre la “belleza
monástica” esta muy lejos de estas Santas Teresas retratadas en hábitos elegantes y bien
cortados y que conservan una cara tierna y fresca en su éxtasis. El lector pensará, más
bien, en el retrato de la clarisa Jerónima de la Fuente de Velázquez, conservado en el
museo del Prado. Nos muestra unas monjas cuya piel queda amarilla y reseca por la
mortificación, que llevan tantas cicatrices como los veteranos de Flandes, cuyos hábitos
estrechos y sucios están remendados y decolorados, que comen en tierra en el refectorio,
que conservan en su celda unas herramientas de cadenas e instrumentos de torturas, y
que se dedican sistemáticamente a afearse, en reacción contra los cánones de la belleza
femenina. El último capítulo explora la relación entre la condición social de las monjas
y su trabajo de mortificación corporal. Esta dimensión social de las prácticas
penitenciales, aquí examinadas como una práctica de “distinción” en el sentido de
Bourdieu, es un tema en el que se podría profundizar más ampliamente, y que va mucho
mas allá del Carmelo descalzo.
Corps et penitence es, a mi parecer, uno de los estudios más originales que se
hayan producido sobre la cultural conventual durante los últimos años. También es un
pág. 467
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ROULLET, Antoine, Corps et pénitence. Les carmélites…, Madrid, 2015.
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libro importante para la historia cultural del cristianismo occidental: demuestra con
éxito que la literatura conventual aquí estudiada es una fuente esencial para la
comprensión de una cultura del cuerpo que hunde sus raíces en la tradición cristiana,
que conoció su momento de expresión mas intenso entre los siglos XV y XVII y que,
hoy en día, provoca reacciones de consternación y de disgusto incluso entre los
cristianos.
pág. 468
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