Gross up - Informativo Caballero Bustamante

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Tribunal Fiscal: Gross up de Impuesto a la Renta
Deyby Giancarlo Fernández Arámbulo (*)
Voces: Impuesto a la renta – Impuesto asumido – No domiciliados – Retención
al no domiciliado – Gasto no deducible.
I.Introducción
El presente artículo pretende establecer cuál es la implicancia tributaria, respecto del Impuesto a la Renta, que le correspondería al mecanismo
del “gross up” o “grossing up” en el marco de las relaciones comerciales o
empresariales que suelen celebrar las empresas domiciliadas con empresas o personas no domiciliadas en el Perú.
Para ello, primero, se definirá cuál es el alcance de la prohibición establecida en el artículo 47° de la Ley del Impuesto a la Renta por la asunción
de impuestos de terceros.
Como segunda tarea, estableceremos cómo funciona la mecánica del
“gross up” y la forma de determinarlo.
Finalmente, expondremos las razones que nos permiten considerar
que la figura del “gross up” es un supuesto distinto a la asunción de impuestos, prohibida con la no deducción.
II. Prohibición Tributaria: No Deducción de Impuesto
a la Renta correspondiente a terceros
Al respecto, es necesario tener en cuenta que a lo largo de la Ley del
Impuesto a la Renta (en adelante, LIR) podemos encontrar prohibiciones
adicionales a las establecidas en el artículo 44° de la LIR para efectos de
deducir determinados gastos de la renta bruta.
Precisamente esta prohibición adicional se encuentra regulada en el
artículo 47° de la LIR y detalla lo siguiente:
Artículo 47° de la LIR
“El contribuyente no podrá deducir de la renta bruta el Impuesto a la
Renta que haya asumido y que corresponda a un tercero. Por excepción, el contribuyente podrá deducir el Impuesto a la Renta que hubiere
asumido y que corresponda a un tercero, cuando dicho tributo grave los
intereses por operaciones de crédito a favor de beneficiarios del exterior,
esta deducción sólo será aceptable si el contribuyente es el obligado directo al pago de dichos intereses.
El Impuesto asumido no podrá ser considerado como una mayor renta
del perceptor de la renta.” (Cursiva y Negrita nuestra)
De acuerdo con lo estipulado en el referido artículo, podemos determinar las siguientes reglas:
- Regla General: No es deducible el Impuesto a la Renta de un tercero,
ya sea que se trate del Impuesto a la Renta de primera, segunda, tercera, cuarta y quinta categoría y rentas de no domiciliados.
- Regla de Excepción: Solo es deducible el Impuesto a la Renta que
corresponda a un tercero, cuando dicho tributo grave los intereses
por operaciones de crédito a favor de beneficiarios del exterior,
siempre que el contribuyente sea el obligado directo al pago de dichos intereses.
Para ambas reglas, el Impuesto a la Renta asumido no podrá ser considerado como una mayor renta del perceptor de la renta.
En relación a ello, tenemos la siguiente resolución del Tribunal Fiscal:
RTF N° 00157-4-2003
“Que sin embargo, la norma citada, al referirse a tributos no se refiere
al Impuesto a la Renta que al arrendatario asuma contractualmente,
toda vez que según el artículo 47° de la citada Ley del Impuesto a la
Renta, señala que el contribuyente no podrá deducir de la renta bruta
el Impuesto a la Renta que haya asumido y que corresponda a un tercero, siendo que a su vez no será una mayor renta para dicho contribuyente, en vista de lo cual, debe excluirse del monto de S/. 1,604.12
considerado por la Administración, los S/. 812.00 por concepto de
pago a cuenta asumidos ­contractualmente por el arrendatario.”
Sobre esta última precisión de la norma, se debe tener en cuenta
que la SUNAT ha precisado que aun cuando el Artículo Único del Decreto
Supremo N.° 112-2000-EF considere como renta gravable o ingreso para
efecto de lo dispuesto en los artículos 33° y 34° de la LIR el monto que el
empleador o usuario del servicio, asuma por los impuestos y contribuciones que corresponden, en calidad de contribuyentes, a los sujetos perceptores de rentas de cuarta y/o quinta categoría, no podrá ser considerado
como una mayor renta por aplicación del artículo 47° de la LIR, tal como
se aprecia a continuación:
INFORME N° 012-2010-SUNAT/K00000(1)
“Sin perjuicio de lo anterior, y desde el punto de visto estrictamente tributario, cabe indicar que el artículo 47° del TUO de la Ley del Impuesto a la
Renta establece que el contribuyente no podrá deducir de la renta bruta
el Impuesto a la Renta que haya asumido y que corresponda a un tercero
(1). Añade que el Impuesto asumido no podrá ser considerado como una
mayor renta del perceptor de la renta.
Asimismo, el artículo único del Decreto Supremo N.° 112-2000-EF precisa
que se considera renta gravable o ingreso para efecto de lo dispuesto en
los artículos 33° y 34° del TUO de la Ley del Impuesto a la Renta- que
regulan las rentas de cuarta y quinta categorías, respectivamente- el
monto que el empleador o usuario del servicio, según sea el caso, asuma por los impuestos y contribuciones que corresponden, en calidad de
contribuyentes, a los sujetos perceptores de rentas de cuarta y/o quinta
categoría. Agrega que dicho monto, para efectos tributarios, deberá añadirse a la remuneración o retribución correspondiente.
Los alcances de la citada precisión han sido desarrollados en el Informe N° 016-2002-SUNAT/K00000 (2), en el cual se ha concluido que se
considerará como parte de la base imponible de los tributos que deban
calcularse sobre la base de la remuneración o retribución por los servicios prestados en relación de dependencia o en forma independiente, los
montos de los mismos que sean asumidos por el empleador o usuario
de los servicios; salvo que exista norma expresa que disponga lo contrario, como ocurre en el caso del artículo 47° del TUO de la Ley del
Impuesto a la Renta.
En consecuencia, para efectos de la aplicación del Impuesto a la Renta, el mencionado impuesto que por concepto de rentas de quinta
categoría haya asumido el empleador no puede ser considerado
como una mayor renta para el contribuyente perceptor de la renta de
quinta categoría.”
-----------------------------------(1) La norma dispone como única excepción para que el contribuyente pueda deducir el Impuesto a la Renta que hubiere asumido y qué
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c­ orresponda a un tercero, al caso en que el Impuesto a la Renta grave
los intereses por operaciones de crédito a favor de beneficiarios del exterior; supuesto en el cual la deducción sólo será aceptable si el contribuyente es el obligado directo al pago de dichos intereses.
(2) El cual se encuentra disponible en el Portal de la SUNAT: http://www.
sunat.gob.pe
III.“Gross up” o “Grossing up”
El “gross up” es el mecanismo o procedimiento que permite a la empresa o persona natural no domiciliada de determinado país a obtener
la contraprestación deseada sin que se vea afectado económicamente
por el Impuesto a la Renta que le podría imponer el país de la fuente
donde realiza sus actividades y a su vez obliga a la otra parte contratante, domiciliada en determinado país (país de la fuente), asumir el costo
fiscal correspondiente.
De esta forma, el obligado a pagar el Impuesto a la Renta vía retención, es quien asume financieramente dicho concepto y el no domiciliado
obtiene el monto exacto y pactado contractualmente sin que se reduzca
sus ingresos por aplicación de una retención del Impuesto a la Renta.
Sobre el particular, el Tribunal Fiscal ha conceptualizado dicho método de la siguiente manera:
RTF N° 13502-1-2014
“Que se advierte de las facturas emitidas por (…) por los servicios prestados a la recurrente, (…), que esta última aplicó a los costos materia
de compensación, el mecanismo del “gross up”, acordado en el referido
contrato, a través del cual incrementó el monto del importe de los costos
calculados y que forman parte de la compensación pactada con la no
domiciliada a fin que luego de realizar las retenciones correspondientes
al Impuesto a la Renta la suma resultante cubriese los costos detallados
en el aludido contrato, que era el monto que aquella esperaba obtener
como retribución efectiva de tales conceptos.
Que la cláusula antes señalada corresponde al mecanismo denominado
“gross up” o “grossing up”, que es la forma en que suele calcularse la
retribución en las operaciones realizadas con sujetos que deben sufrir
retenciones, normalmente no domiciliadas, como en aquellos casos que
exigen que la retribución pactada y que debe abonarse no se reduzca
debido a la aplicación de las retenciones que pudieran corresponder por
el pago de tributos. En la práctica se aplica una fórmula matemática para
equilibrar por un lado la determinación del impuesto a cargo del contribuyente (en este caso el no residente) que le corresponda de acuerdo a ley y por
otro lado, para cumplir con el pago pactado por los servicios contratados.”
Veamos un ejemplo, para su mejor entendimiento: Si una empresa
domiciliada en el Perú requiere los servicios de asistencia técnica de una
empresa domiciliada en España y ambos acuerdan una contraprestación
por la suma de US$ 100,000.00, tendríamos los siguientes escenarios:
• Sin “gross up”: Por aplicación de las normas tributarias, el Impuesto a la Renta que debe pagar la empresa no domiciliada en el Perú
será del 15% del valor de la contraprestación, lo cual generaría que la
empresa domiciliada tenga que retener la suma de US$ 15,000.00,
los pague al fisco peruano y solamente realice la transferencia de los
US$ 85,000.00 restantes a la empresa española.(2)
Conforme se puede apreciar, la empresa no domiciliada ve disminuida
su ganancia por la retención del Impuesto a la Renta correspondiente.
• Con “gross up”: Si es que la empresa española logra que la empresa
peruana acepte la aplicación de la cláusula “gross up” para que obtenga una contraprestación “neta” de US$ 100,000.00 el efecto económico sería diferente.
En efecto, como la empresa peruana va asumir el valor del 15% entonces tendría que realizar el siguiente cálculo:
Valor final de la contraprestación = (100,000.00* 100) = US$ 117,647.05
85
Impuesto a la Renta (15%) = 117,647.05 * 0.15 = US$ 17,647.05
Contraprestación neta = 117,647.05 - 17,647.05 = US$ 100,000.00
De esta manera la empresa no domiciliada obtiene una contraprestación neta equivalente a la que esperaba ganar y es la empresa domiciliada peruana la que asume la recarga financiera del Impuesto a la
Renta, que en nuestro ejemplo serían los US$ 17,647.05.
En dicho contexto, es necesario determinar si bajo esta modalidad
del “gross up” la empresa peruana podrá deducir los US$ 17,647.05 o nos
encontramos frente a la prohibición estipulada en el artículo 47° de la LIR
que desarrollamos en el punto anterior.
IV. Implicancias Tributarias del “Gross up”
Según lo estipulado en el artículo 47° de la LIR, los contribuyentes que
generen renta de tercera categoría no pueden deducir de la renta bruta el
Impuesto a la Renta que hayan asumido y que corresponda a un tercero.
En dicho contexto, algunos autores e incluso la propia Administración Tributaria (en el marco de sus fiscalizaciones) han señalado que el
mecanismo del “gross up” estaría dentro de la prohibición descrita por la
norma tributaria y que por aplicación del artículo 26° del Código Tributario
los pactos entre las partes con relación a la obligación tributaria no surten
efectos para la Administración Tributaria.
Nuestra posición respecto del mecanismo del “gross up” es que se
trata de un supuesto distinto a la asunción de impuestos, prohibida con la
no deducción, por las siguientes razones:
- La cláusula del “gross up” responde a una lógica económica del proceso
de fijación de precios entre las partes, donde el precio debe ser tal que al
descontar el Impuesto a la Renta respectivo debe resultar un determinado monto neto esperado y determinado por el prestador del servicio.
- El mayor valor que asume financieramente la parte que realiza la retención del Impuesto a la Renta y que paga a la empresa o persona
natural no domiciliada no califica técnica ni contractualmente como el
impuesto de un tercero, sino como parte del valor de la contraprestación del tercero, el cual se integra al valor de lo exigido (precio) por el
prestador del servicio.
- El costo económico que involucra el “gross up” corresponde a una condición para la prestación del servicio por parte del no domiciliado, es decir
una vez pactado en el contrato entre las partes se vuelve una obligación
de tipo contractual, que no puede ser ignorada por las partes ni ser tratada como una liberalidad por parte de la Administración Tributaria.
- Cuando el artículo 26° del Código Tributario establece que los acuerdos por los que el deudor tributario transmite su obligación tributaria
a un tercero carecen de eficacia para la Administración Tributaria, lo
hace para determinar que la obligación tributaria de un contribuyente
no es transmisible, lo cual impide que el contribuyente pueda desconocer una deuda ante el fisco peruano bajo el pretexto de una transmisión (acuerdo) realizada.(3)
Situación que no se presenta con la aplicación del “gross up”, pues este
mecanismo no busca transmitir la obligación tributaria a un tercero
con la finalidad de que no se le exija el referido impuesto pues la obligación tributaria no es transmisible y además porque en este tipo de
operaciones con no domiciliados, el tercero cumple la función de un
agente de retención (en virtud de lo establecido en el artículo 76° de la
LIR), por el que se le obliga a pagar al fisco peruana la retención efectuada, y por ende, no sería posible sostener que el “gross up” genera la
transmisión de una obligación tributaria.
Sobre el particular, el Tribunal Fiscal ha expresado lo siguiente
RTF N° 13502-1-2014
“Que según las normas y el contrato antes citado, las actividades realizadas por (…) (sujeto no domiciliado), llevadas a cabo en territorio nacional,
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originarían rentas de fuente peruana, por las cuales debía abonar al fisco
el Impuesto a la Renta respectivo, vía retención; en cuyo caso el agente
obligado a retener y abonar tal impuesto sería la recurrente por ser la que
pagaba la mencionada renta de fuente peruana.
Que se advierte de las facturas emitidas por (…) por los servicios prestados a la recurrente, (…), que esta última aplicó a los costos materia
de compensación, el mecanismo del “gross up”, acordado en el referido
contrato, a través del cual incrementó el monto del importe de los costos
calculados y que forman parte de la compensación pactada con la no
domiciliada a fin que luego de realizar las retenciones correspondientes
al Impuesto a la Renta la suma resultante cubriese los costos detallados
en el aludido contrato, que era el monto que aquella esperaba obtener
como retribución efectiva de tales conceptos.
Que la cláusula antes señalada corresponde al mecanismo denominado “gross up” o “grossing up”, que es la forma en que suele calcularse
la retribución en las operaciones realizadas con sujetos que deben sufrir
retenciones, normalmente no domiciliadas, como en aquellos casos que
exigen que la retribución pactada y que debe abonarse no se reduzca debido a la aplicación de las retenciones que pudieran corresponder por el
pago de tributos. En la práctica se aplica una fórmula matemática para
equilibrar por un lado la determinación del impuesto a cargo del contribuyente (en este caso el no residente) que le corresponda de acuerdo
a ley y por otro lado, para cumplir con el pago pactado por los servicios ­contratados.
Que en efecto de las facturas emitidas materia de observación en base a
las cuales la Administración sustentó los reparos en cuestión por los años
2014 y 2005, se tiene que en cada una de ellas se efectuó el cálculo que se
detalla a continuación:
Factura N°
Fecha
03-PERU-379 22/10/2004
Costo de
Servicios
$35,633.45
Ajuste Anexo “B” de contrato
Fórmula
Ajuste
(35,633.45/0.70)* 0.30
$15,271.48
Costo
ajustado
Según se puede apreciar el Tribunal Fiscal considera, acertadamente,
que el “gross up” genera o permite lo siguiente:
- Materializar un ajuste para determinar la retribución contractual y de
esta manera el no domiciliado pueda percibir lo que económicamente
había planeado.
- La retención del Impuesto a la Renta al no domiciliado debe recaer sobre el total ajustado, pues esta cifra es a la que quedó obligada a pagar
la recurrente, de conformidad con lo pactado; por lo que la retención se
calculó sobre el total del valor ajustado, cumpliéndose de esta manera
con lo previsto en los artículos 54°, 56° y 76° de la LIR.
Siendo así, no es posible afirmar que la cláusula del “gross up” implica una asunción de impuestos en los términos establecidos en el artículo
47° de la LIR, lo cual permite, a su vez, señalar que la retribución ajustada
resulta deducible para efectos tributarios.
Situación muy distinta se presentaría si es que por ejemplo se acuerda
contractualmente que los impuestos de renta de fuente peruana que generen los trabajadores de una empresa domiciliada sean asumidos directamente por el usuario del servicio.
Este ejemplo se puede apreciar en la misma resolución citada anteriormente, tal como se aprecia a continuación:
Fojas
Factura
$50,904 682 y 683
Análisis
SUNAT
1713
Que por tanto, es posible verificar que el procedimiento mostrado fue
previsto por las partes para establecer la retribución total de los servicios
pactados, tomando como referencia inicial los costos a ser compensados
al proveedor; siendo razonable desde el punto de vista económico, que
para cubrir dichos costos incurridos la disponibilidad obtenida debe ser
efectiva, es decir, neta de retenciones, expectativa válida en las transacciones privadas con fines lucrativos, máxime si al respecto la Administración no ha opuesto objeción en referencia al valor de mercado de los
servicios en cuestión.
Que en virtud del referido mecanismo se materializa un ajuste para determinar la retribución contractual de tal manera que luego de practicadas
las retenciones del Impuesto a la Renta la suma resultante sería la que
efectivamente quería percibir el no domiciliado; en tal sentido, dicha retribución ajustada según lo previsto contractualmente resulta deducible para efectos tributarios; por consiguiente, en el contexto verificado
en el caso de autos, no se verifica una asunción de impuestos en los
términos establecidos en el artículo 47° antes citado.
Que bajo la aplicación del ajuste explicado, la retención del Impuesto a
la Renta al proveedor no domiciliado debe recaer sobre el total ajustado, pues esta cifra es a la que quedó obligada a pagar la recurrente, de
conformidad con el acuerdo pactado; por tanto, al verificarse en autos,
según lo señala la SUNAT en los cálculos realizados y notificados como
materia de observación en sus requerimientos, que la retención se calculó sobre el total del valor ajustado, la recurrente cumplió con lo previsto
en los artículos 54°, 56° y 76° de la Ley del Impuesto a la Renta glosadas ­precedentemente.
Que toda vez que la Administración sustenta su acotación en considerar
que el mecanismo utilizado corresponde a una asunción de impuestos,
lo que ha sido desvirtuado precedentemente, procede dejar sin efecto el
presente reparo y revocar la apelada en este extremo.”
RTF N° 13502-1-2014
“Que en tal sentido se tiene que, en atención al mencionado contrato,
(…) ha enviado a su personal a nuestro país a fin que realice los servicios
antes detallados, por lo que dichos trabajadores han generado rentas de
fuente peruana afectas al Impuesto a la Renta, y según lo acordado sería
la recurrente la que proporcionaría los fondos para el pago del mencionado impuesto a cargo de dichos trabajadores, lo que implica que aquella
asumiría el impuesto que corresponde a terceros, y que ha pretendido
deducir como costo y/o gasto para efectos del Impuesto a la Renta de los
ejercicios acotados.
Que no obstante, de acuerdo con el artículo 47° antes expuesto, la empresa que haya asumido el pago del Impuesto a la Renta de un tercero
no podrá deducir dicho monto, y en el supuesto que hubiese asumido
dicha carga tal desembolso no sería reconocido y debía ser adicionado al
momento de determinar el Impuesto a la Renta correspondiente.
Que si bien la recurrente sostiene que según el propio contrato no existiría asunción de impuesto porque dicho desembolso sería rembolsado al
contratista (…) por el propietario (clientes de la recurrente), por lo que ni
ella ni (…) asumirían los Impuestos a la Renta en el Perú del indicado personal, y que en ese sentido, habría reconocido el ingreso respectivo por
dichos reembolsos con lo que habría neutralizado el efecto de la deducción del referido gasto por lo que si se le reparaba este último concepto
también deberían disminuírsele los ingresos declarados, no ha presentado durante la etapa de fiscalización la documentación que permitiera
verificar que en efecto tales montos le hubiesen sido reembolsados, conforme se ha indicado anteriormente.
Que en la etapa de reclamación y apelación, la recurrente ha pretendido
acreditar el traslado de dichos cobros a sus clientes con la presentación
de la factura N° 001-0001400 (en la que desagregado la refacturación
del “non resident witholding tax” a su cliente Souhtern Peru Copper Corporation bajo la denominación “Expats Taxes”), reportes denominados
“payment statement N° 18”, “labor summary N° 18, “Expats taxes”, cuadro I para el reparo “non resident withholding tax” del ejercicio 2004, (…).
Que en atención a lo expuesto, resulta razonable que la Administración
haya reparado el costo y/o gasto por Impuesto a la Renta de personas
naturales no domiciliados asumido por la recurrente, toda vez que dicho
impuesto corresponde a un tercero y tal deducción está expresamente prohibida por el artículo 47° antes mencionado, en consecuencia, corresponde mantener el presente reparo y confirmar la apelada en este extremo.”
Conforme se puede apreciar, para el caso de los impuestos de los trabajadores no se estableció un “gross up”, es decir no se pactó que el valor
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de los mismos debía ser parte del valor de la contraprestación a favor del
no domiciliado, lo cual generó que el Tribunal Fiscal pueda considerar que
se trataba de la asunción de impuestos por parte de un tercero y que por
consiguiente no era deducible el impuesto asumido.
Este desconocimiento del gasto le genero a la empresa peruana los
siguientes perjuicios económicos-tributarios:
- Adición del gasto y pago del Impuesto a la Renta correspondiente.
- Pago de intereses por el Impuesto a la Renta dejado de pagar al fisco.
- Multa equivalente al 50% del Impuesto a la Renta omitido, conforme
lo previsto en el numeral 1 del artículo 178° del Código Tributario.
En ese sentido, se recomienda que cuando se establezcan relaciones
comerciales con no domiciliados y estos quieran obtener una renta neta,
se realice lo siguiente:
- Evaluar si el mayor valor que se pagaría finalmente al no domiciliado
está dentro del valor de mercado del servicio, de ser así y si el usuario
del servicio puede asumir financieramente el valor total, entonces se
puede aplicar el mecanismo del “gross up”.
- Se puede establecer la cláusula del “gross up” en forma textual en el
contrato que recoge el detalle y términos de la transacción comercial o
simplemente establecer en el contrato el valor total de la contraprestación, el cual ya debe incluir el monto del Impuesto a la Renta correspondiente, tal como se ha explicado en el presente informe.
NOTAS
(*) Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Post Título en
Derecho Tributario por la PUCP. Curso Intensivo de Derecho Tributario Internacional por la Universidad Austral. Miembro del Instituto Peruano de Derecho
Tributario. Abogado Asociado de PICÓN & ASOCIADOS.
(1) Este informe se basó sobre lo afirmado anteriormente en el siguiente informe:
INFORME N° 016-2002-SUNAT/K00000
“El Decreto Supremo N° 112-2000-EF precisa que se considera renta gravable
o ingreso para efecto de lo dispuesto en los artículos 33° y 34° del TUO de la
Ley del IR, y otras normas tributarias, el monto que el empleador o usuario
del servicio, según sea el caso, asuma por los impuestos y contribuciones que
corresponden, en calidad de contribuyentes, a los sujetos perceptores de rentas
de cuarta y/o quinta categoría. Dicho monto para efectos tributarios deberá
añadirse a la remuneración o retribución correspondiente.
(…)
Lo antes afirmado resulta evidente, toda vez que si un sujeto distinto al contribuyente de tales tributos asume el pago de los mismos, lo que en buena cuenta
está haciendo es otorgar un mayor ingreso al referido contribuyente.
Por consiguiente, tratándose de tributos que deban calcularse sobre la base
de la remuneración o retribución por la prestación de servicios, se considerará
como parte de la base imponible los montos de los tributos asumidos por
el empleador o usuario de los servicios; salvo que exista norma expresa que
disponga lo contrario, tal es el caso de lo dispuesto en el artículo 47° del TUO
de la Ley del IR.
En efecto, el citado artículo señala que el Impuesto a la Renta asumido por un
tercero no podrá ser considerado como una mayor renta del perceptor de la
misma.” (Cursiva y Negrita nuestra)
(2) Recuérdese que el inciso f) del artículo 56° de la LIR establece que para el
caso de servicios que califiquen como asistencia técnica y sea prestado por
personas jurídicas no domiciliadas, la tasa del Impuesto a la Renta será del
15% y de no calificar como tal o de no cumplir con los requisitos ahí señalados,
la tasa será del 30%.
(3) Por ejemplo en un caso, en el que el agente de retención no efectuó la retención
por que las partes acordaron que se le pagara el neto sin retención, el Tribunal
Fiscal esgrimió lo siguiente:
RTF N° 011052-3-2009
“Que a este respecto, si bien la recurrente argumenta que durante noviembre
de 2004 no efectuó la retención que debió haber realizado por cuanto en dicho
periodo la renta abonada al no domiciliado ascendió a S/. 1 031 013,00 y no
S/. 979 565,00 (que representaría el neto luego de aplicar la tasa del 4.99%
por Impuesto a la Renta), dicho argumento no resulta atendible toda vez que
la infracción se sustenta en haber declarado una retención por S/. 74 125,00
habiendo abonado al fisco S/. 59 768,00, siendo que si bien la diferencia fue
cancelada el 27 de diciembre de 2004, ello se produjo extemporáneamente,
dado que correspondía fuera realizada en el mes en que se produjo su registro
contable, esto es, en noviembre de 2004.
(…)
Que de igual manera, tal como lo ha afirmado la Administración, el hecho que
las partes intervinientes en el contrato hayan pactado el pago de los tributos
correspondientes en forma distinta a la prevista por la legislación peruana, no
es oponible a la Administración Tributaria.”
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