Túmulos - Rabodeaji.com

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TÚMULOS
PRESENTACIÓN DEL PROYECTO
Antecedentes
En Medellín, los alrededores del río son un ejemplo perfecto de cómo las orillas
soñadas se convirtieron en una especie de límite ciudadano, un limbo que hospeda y
oculta las tardes de bazuco y alcohol de los rebuscadores de Barrio Triste, un largo
corredor que atraviesa la ciudad de sur a norte y sirve de carril para los marginales.
Durante el gobierno de López Pumarejo se decidió que la canalización del río
Medellín serviría para la creación de dos calzadas principales a lado y lado, calzadas
alternas para cabalgaduras y bicicletas y una arborización que adornaría “el mejor parque
de la ciudad”. Apenas ahora Medellín intenta cumplir el sueño que describen los papeles
de la comisión de rectificación del río en un documento de 1941: “Viviendas, jardines y
edificios públicos reemplazarán los terrenos insalubres en las orillas del río.
Turísticamente será, con los años, el paseo más hermoso de Medellín, de Antioquia y tal
vez de toda Colombia”.
El edificio de la nueva sede del Museo de Arte Moderno de Medellín, levantado en
los últimos años de la década de 1930 sobre una finca llamada Las Playas, en alusión a los
arenales que dejaban las curvas del río, servirá como emblema de esa tardía
transformación.
No muy lejos del edificio de Talleres Robledo, en el tramo que va desde el Puente
de Guayaquil hasta el Puente de San Juan, se puede ver desde hace años una colección
permanente de arrumes de piedra a lado y lado del río (anexo 1). Arrumes que van
disminuyendo su tamaño hacia el norte, espaciados cada quinientos metros. Los
montones de piedras redondas, pulidas por la corriente, que pasarían inadvertidos en el
ámbito de una construcción, toman un carácter particular formando hileras en las orillas
del río. Recuerdan los túmulos funerarios que convierten la piedra en una marca, una
señal que hace que un lugar insignificante sea un hito de recorridos y peregrinajes, una
memoria y un monumento para la fundación de un espacio.
Pero detrás de los túmulos que pueblan las orillas del río Medellín no hay una
significación colectiva ni la demarcación de un espacio común sino el trabajo de un solo
hombre. Rubén Cano Cano, hijo de areneros que trabajaron en la quebrada Santa Elena,
es el protagonista de un anacronismo en los bordes de la autopista y los rieles del Metro.
El último de los habitantes del valle dedicado a sacar piedras en el canal del río que
recorre el centro de la ciudad. Mientras sus compañeros de espacio en Barrio Triste y en
las orillas del río se dedican al comercio sórdido que ofrecen las plazas de vicio o a los
mandados entre talleres, Rubén recoge y apila las piedras que van bajando las crecientes.
Al final de la tarde, luego del trabajo, es necesario sentarse a esperar la posible
volqueta que recoja el oficio de los últimos días. De algún modo Rubén Cano es el único
que vela los túmulos que los automovilistas y los pasajeros del metro apenas reconocen
desde las ventanillas.
Transformación
Las piedras que Rubén Cano saca del río dejarán de ser simple “material de playa”
que se ofrece a los volqueteros que surten las construcciones de la ciudad. La
transformación de sencillos arrumes en túmulos, provocada por la extrañeza que produce
la visión de los montones bien apilados en las orillas de río y autopista, estará completa
cuando las piedras entren en el espacio del museo. El mismo trabajador que las sacó del
río se encargará de organizarlas bajo el techo del Talleres Robledo. La visión de los
túmulos en el espacio de la exposición no solo transformará las piedras sino el gesto del
hombre que las apila con un nuevo objetivo y un nuevo cuidado.
Las palabras de Francois Dagognet son útiles para explicar la conversión de una
actividad marginal en la ciudad en un hecho artístico: “Ya para ellos (los artistas) la piedra
es la estela, el dolmen, el menhir, la columna, el mojón: la simple piedra que se erige
simboliza el primer soporte sobre el cual el hombre ha escrito (grabado) o es el medio de
evocar a los muertos (también hundida en la tierra, la piedra funeraria); ella indica también
una demarcación importante (recorta el territorio). Hemos llegado a valorar al artista que
no duda en acumular simplemente piedras, en amontonarlas en una sala de museo: debido
a su antigüedad (cuentan la historia del mundo, su comienzo, sus dramas fantásticos) o su
tosquedad (se oponen entonces a las sofisticaciones incluso a las mistificaciones y
complicaciones)”.
Los 20 ó 25 túmulos que ocuparán el espacio de la exposición servirán para
vincular el edificio con su antigua geografía de recodos de río; y al mismo tiempo serán
monumento fundacional del lugar que se inaugura, marcarán el terreno con su presencia
simbólica, con su carga primitiva y silenciosa. Como señala Regis Debray, “la
tumba-insignia sirve para fijar el alma errante de los muertos, y al hacerlo, demarca el
terreno (túmulo, fosa o protuberancia) contribuyendo a territorializar a los individuos… El
aquí-yace (piedra, mojón o estela) suscita el aquí, y esta manera de señalar sobre el suelo,
de delimitar lo infinito fue nuestra primera insurrección contra la entropía.” Una piedra
alzada señalará siempre un punto cardinal.
Mecánica
Al momento de llegar al espacio de la exposición el público se encontrará con los
túmulos erigidos (anexos 2a y 2b), y la posibilidad de llevarse una de las piedras. Piedras
convertidas en un vestigio, una obra de arte, un símbolo, una memoria de fundación. El
visitante recibirá un certificado (anexo 3), todavía sin tramitar, que le indicará la
posibilidad de llevarse unos cuantos gramos de arte. Allí estará explícita la opción del
espectador de escoger uno de los elementos que hacen parte de la obra que se percibe
como un todo. El tono formal del certificado señalará, con un acento de humor, la manera
en que la piedra toma un carácter artístico legitimado por los mecanismos tradicionales.
Todas la piedras estarán numeradas y al final de la sala habrá una urna con la
piedra 0001 (anexo 4), la primera copia (1/9999) de una obra formada por objetos que
amontonados parecen hechos por un mismo troquel, pero que separados muestran todas
sus diferencias. En la urna habrá una muestra del certificado una vez el autor-recolector
ha dejado su firma y sus sellos. Todo eso le mostrará al visitante tanto la posibilidad de
seguir el gesto del recolector y recoger su piedra como el nuevo valor que ha adquirido.
Rubén Cano será entonces el encargado de otorgar el último de los significados:
el recolector de piedras será el artista que firma y entrega la obra para ir deshaciendo
poco a poco la inscripción que marcan los túmulos. Las piedras que fueron monumento
fundador en el museo serán una pieza de memoria en el ámbito de las colecciones
privadas.
Para complementar el acto de transformación de las piedras se utilizará una
balanza electrónica por la que debe pasar el objeto al momento de “tramitar” el
certificado y recoger la firma del artista. La balanza dirá con exactitud cuántos gramos de
arte se está llevando el visitante y acompañará el papel de autenticidad. El número en la
piedra, el certificado, la tirilla de la balanza que especifica el “peso en arte” y la firma del
artista-recolector harán de la piedra una obra de arte que es a su vez una especie de
vestigio arqueológico y geológico.
Algunas imágenes y textos se encargarán de completar el significado de los
túmulos en la exposición. En el fondo del espacio una pantalla (anexo 2a) mostrará el
trabajo que el río y el artista hacen cada día: un monitor repetirá el gesto de Rubén
sacando una piedra del canal del río resaltando también el curso de la corriente que
arrastra y pule las piedras. Una fotografía (anexo 2b) de gran formato con uno de los
túmulos en el puente de Guayaquil mostrara las formaciones en su espacio original.
Cuatro textos (anexos 5a, 5b, 5c y 5d) se encargarán de guiar al espectador en la
escogencia de la obra que quiera llevarse. Uno, de índole científica hará una descripción
geológica de las piedras que trae el río; otro de carácter poético mostrará la
transformación que logra la piedra cuando el hombre se inclina a recogerla, y uno más,
intentará mostrar el valor que la tradición artística le ha dado a las piedras al cruzar el
umbral del museo.
OBJETIVOS
• Señalar una nueva aproximación a realidades que la ciudad ha ido
construyendo con apreciaciones basadas en la rutina. El río se ha visto desde
hace unos años como un canal de agua contaminada. Los túmulos mostrarán que
bajo la corriente corre parte de la historia del valle y que un hombre puede ser el
encargado de rescatar y apilar esa reserva. Los montones de piedras
demostrarán que un gesto marginal y supuestamente insignificante puede
construir simbolismo y proveer la sorpresa que siempre encierra una experiencia
estética.
• Hacer evidentes las relaciones entre la nueva sede del Mamm y el río.
Convertir el “material de playa” en objeto de exposición en un antiguo taller
industrial levantado sobre una finca llamada Las Playas, en alusión a las antiguas
orillas del río, servirá para vincular el edificio a su historia y a su ámbito urbano.
La ciudad intentó hace más de 50 años construir un espacio que apenas ahora
vislumbra, el río es protagonista del sueño de entonces y de algunas frustraciones
presentes.
• Se busca darle protagonismo al espacio al elegirlo como centro de una
propuesta que en un principio sacraliza y luego señala un lugar en la memoria, y
que así mismo marca un sitio con un elemento que remite a su historia y a una
actualidad extraña y anacrónica. La paulatina desaparición de la obra hará que el
espacio del museo se convierta en el actor principal.
• Propiciar el acercamiento y la interacción de los visitantes con la obra
de arte. La piedra como elemento corriente, materia de todos los días, facilitará el
contacto del público con la obra. De otro lado un señalamiento poético, un guiño
histórico, una marca de memoria y un contacto humano con el recolector,
animarán al público a llevarse una parte de la obra y a convertir el monumento en
una reliquia privada.
• Enaltecer el oficio de recolector. Las ciudades suelen olvidarse de
algunos trabajos que van labrando monumentos espontáneos, que van juntando
gestos hasta construir composiciones que sorprenden, amalgamas con fórmulas
que parecen imposibles.
• Mostrar cómo cierto tipo de objetos propios de una estética del desecho,
las piedras salidas de un río contaminado, pueden llegar a ser arte siguiendo una
mudanza de contextos. El espacio del museo logra provocar un aura poética: sus
formas y componentes, su historia y los gestos que se encuentran detrás de ellas.
DESCRIPCIÓN CONCEPTUAL
La propuesta se enmarca dentro de las premisas fundamentales de la
convocatoria: la experiencia estética, la economía, la ecología, la eficacia y
planeación, y la didáctica.
El proyecto responde no solo al criterio de economía sino al de la
reutilización y la construcción a partir de lo que el sentido habitual considera
desechos; teniendo en cuenta que está constituido por piedras sacadas del río
Medellín. Se privilegia un material simple, próximo y trivial en contraposición a lo
precioso, lo escaso, lo lejano y lo importante. Con la obra se pasa de la cosa
ignorada por el hombre y labrada por la naturaleza, al objeto que ha sido escogido,
marcado y agrupado. Además las piedras que no se lleven los visitantes volverán
a su ciclo económico natural: serán vendidas como material para ser utilizado en
las fundaciones de nuevas construcciones. Con una diferencia: un sello a sus
espaldas hará que obras de arte estén enterradas como guacas en diferentes
espacios de la ciudad.
Es ecológica ya que el espacio se va desocupando con la activa
participación de los visitantes. Además con el proyecto se busca crear una nueva
mirada sobre el río y acercarlo a los habitantes de la ciudad.
Viabilidad y planeación: la sencillez del montaje (montones de piedra) y la
ubicación de la materia prima de la obra a pocas cuadras de la nueva sede del
museo, hacen que la ejecución del proyecto sea fácil y eficiente. Esta cercanía de
la sede y la obra ayudará también a afirmar las relaciones del MAMM con su
entorno.
Didáctica: con la activa participación de los visitantes se crea una
experiencia vinculante con el arte y el espacio. El público puede tocar, escoger y
llevarse las piedras con lo cual interactuará con la obra de manera directa. A
medida que la obra vaya desapareciendo, el espacio (que con todos los túmulos
armados tenía un carácter sagrado) se hará cada vez más evidente, más cercano
al encanto que encierran los escenarios antes o después del espectáculo.
La experiencia estética: al erigir los túmulos como monumentos
fundacionales de la nueva sede del Mamm se hace grupo, se hace lugar, se hace
durar. De este modo se resalta el espacio de exposición y se le da una importancia
al umbral del museo como un límite que transforma.
Los visitantes participarán de un ritual de disolución pero también de
permanencia: serán ellos los encargados de desmontar los túmulos y así
desmaterializarán la obra para hacerla vivir atomizada en el ámbito privado del
coleccionista. Además, al incluir los túmulos en el museo se hacen evidentes, se
amplifican y revalorizan los oficios y las creaciones que se encuentran en los
distintos lugares de la ciudad.
Por otra parte es pertinente mencionar algunos referentes utilizados en la
construcción de la propuesta:
- Marcel Duchamp y sus gestos para convertir objetos por fuera de los circuitos
artísticos en obras de arte. “El hecho de que Mr. Mutt haya modelado o no el orinal
con sus propias manos carece de importancia. Lo ha ESCOGIDO. Ha tomado un
artículo de la vida diaria y ha hecho desaparecer su significación utilitaria bajo un
nuevo título. Bajo este punto de vista le ha dado un nuevo sentido”.
- Los artistas que pertenecieron al Arte Povera, de los cuales Aurora
Fernández dice: “parecen interesados por llegar a una tabla rasa desde donde
comenzar a implicarse con el acto creativo aprovechando cualquier aspecto
insignificante de la experiencia, cualquier material, cualquier acto poético que
pueda cristalizarse en un gesto compartido con el espectador".
- Robert Smithson con su valoración del suelo y sus producciones.
- Richard Long y sus increíbles instalaciones hechas con piedra.
- Jean Dubuffet y sus gustos por lo muy poco o casi nada.
- Félix González Torres con sus obras de confites en las que los visitantes
al museo son invitados a llevarse y al hacerlo contribuyen con la paulatina
desaparición de la obra en el curso de su exhibición.
TÉCNICA DE MONTAJE
En las imágenes anexas se encuentran fotografías y planos que indican
como será el montaje.
El video beam se instalará en la estructura del techo y proyectará en la
pared del fondo el video en loop del recolector sacando piedras del río. En dicha
pared se montará una pantalla para la proyección. Debajo de la pantalla estará la
urna con la piedra 0001 y con el certificado de autenticidad.
En las paredes laterales se pegarán los 4 plotters (2 a cada lado del espacio
de exposición).
En el piso estarán ubicados los túmulos (de 20 a 25 según el tamaño y el
número de las piedras). Cada túmulo tendrá una altura y un diámetro de 1.5 metros
aprox. El número total de piedras será máximo 9999 según su tamaño.
La fotografía irá montada sobre los vidrios de la sala de reuniones del
segundo piso. Debajo de esta se ubicará el escritorio con la balanza, lugar donde
se pondrán los sellos en el certificado de autenticidad.
CRONOGRAMA
Semana 1
Semana 2
Semana 3
Semana 4
24 horas
5 días
Consecución piedras
Toma fotográfica
Realización video
Compra de sellos
Compra tinta litográfica
Fabricación urna
Alquiler escritorio
Marcaje piedras
Fabricación plotter
Impresión fotografía
Armado de túmulos
Pegar plotters
Montar fotografía
Instalar video beam
Instalar pantalla
Instalar urna
Instalar escritorio
Instalar balanza
Exhibición, pesaje y
desaparición de las piedras
Firma de certificados
Desmontaje
PRESUPUESTO
Impresión fotografía 10 x 4 mt
Alquiler Video beam 3.500 lumen ($120.000/día)
Piedras
Transporte piedras -volquetaMano de obra marcaje
Tinta litográfica
Sellos
Plotters
Salario Rubén Cano
Fabricación urna
Alquiler escritorio
Alquiler balanza
Rollos etiquetas para balanza
Impresión litográfica certificados -10.000 undTOTAL
$ 1’600.000
$ 840.000
$ 600.000
$ 1’000.000
$ 100.000
$
10.000
$ 100.000
$ 320.000
$ 400.000
$ 220.000
$ 150.000
$ 420.000
$ 100.000
$ 700.000
$ 6’560.000
24 horas
PLAN DE SOCIALIZACIÓN
La intervención involucra a los visitantes como actores principales ya que
serán ellos los encargados de hacer el desmonte de la obra al llevarse las piedras
con los respectivos certificados que autentican que fueron sacadas del río
Medellín y que hicieron parte de la inauguración de la nueva sede.
Los 4 plotters que se encuentran en las paredes (unos científicos, otros
poéticos y explicativos) ayudarán a los visitantes a amplificar su mirada sobre el
río y los objetos que arrastra, sobre los oficios considerados marginales y sobre el
papel del museo en la revaloración de los objetos que exhibe. La fotografía del
túmulo original, el video y la urna con la primera piedra se encargarán de invitar o
seducir a los visitantes a llevarse las piedras.
Aunque la participación del público implica la paulatina desaparición de la
obra de arte en el curso de su exhibición, el hecho de llevarse las piedras y
exhibirlas en espacios privados hace que esta propuesta efímera y el museo que
la hospedó, tengan una presencia constante en la vida de los participantes: “Las
verdaderas memorias implican siempre mediadores; pues los recuerdos no
podrían ser conservados sin sus acompañantes externos; por doquier son
necesarios relevos efectivos y soportes. El lenguaje confunde por lo demás los
dos: un recuerdo es tanto una cosa como un acontecimiento” (Francois Dagognet).
ANEXO 1
Registro túmulos
ANEXO 2
Visualización espacio
2a
2b
ANEXO 3
Certificado de autenticidad
ANEXO 4
Urna y piedra marcada
ANEXO 5
Textos plotter
5a
5b
Las piedras del río Medellín provienen de las
laderas del valle de Aburrá, y una vez en el agua
son pulidas tanto por los choques de unas con
otras como por la arena que viaja suspendida en la
turbulencia. El origen de estas piedras es por lo
tanto los grandes cuerpos de roca que conforman
el valle, que por razones geológicas se van
desprendiendo y desplazando por las laderas o por
las quebradas que van a dar al río.
En la corriente hay entonces rocas ígneas y
metamórficas. Entre las ígneas encontramos por
una parte dioritas, cuarzodioritas y gabros, que
provienen especialmente de todo el flanco
occidental del valle y en menor medida del sector
de San Diego; y por otra parte encontramos unas
rocas de color gris oscuro, casi negro, llamadas
dunitas, que proceden del cerro Pan de Azúcar y
parte de El Poblado y Envigado.
Entre las rocas metamórficas encontramos
neises, anfibolitas y esquistos. Estas rocas se
reconocen por el patrón rayado de sus minerales.
Los neises son los que presentan bandas claras y
oscuras más gruesas y provienen de la zona de la
Iguaná, pero en mayor medida del municipio de
Caldas. Los esquistos, de color gris azuloso,
también tienen origen en el sur del valle de Aburrá
y por lo general son brillantes por la presencia de
mica. Las anfibolitas conforman buena parte del
sector de Las Palmas y El Poblado, y los cerros
Nutibara, El volador y El Picacho, en el occidente
de la ciudad.
El río Medellín nace en el alto de San Miguel,
cerca del alto de Minas. Es apenas una quebrada
mientras desciende por las laderas hasta encontrar
el valle de Aburrá, donde su mayor caudal le da ya
la apariencia de un curso de agua mayor, un
verdadero río. En el relieve suave del fondo del
valle, este río corrió por miles de años en sinuosos
meandros, en amplias “eses” que deambulaban sin
prisa hacia el norte. Gracias a esta manera de
avanzar, el río dejaba playas de arena que se
usaron en el pasado para extraer material de
construcción. Luego, su canalización convirtió el
paso tranquilo de las curvas en una sola línea recta
que aumentó la pendiente del cauce e imprimió
velocidad a las aguas que lo recorren.
En estas condiciones, las arenas no se
depositan sino que siguen mezcladas en la
turbulencia del agua sin detenerse a su paso por la
ciudad, llevándose con ellas a los areneros, que
prefieren las planicies del norte del valle para su
oficio. De todos ellos sin embargo ha quedado uno,
especializado por las circunstancias en piedras
grandes que apila en las orillas siguiendo la
geometría de una pirámide. Puesto que de aquella
forma del correr del río nada queda, y del agua
mucho menos si se considera el estado del líquido
que hoy baja por su cauce, son tal vez las piedras
los
únicos testigos
inmutables
de
su
transformación.
5c
5d
La piedra que trajimos
La compramos en una cantera, la trajimos en el jeep
y la descargamos con un golpe profundo en el asfalto.
De haberle dejado cerca un pie, lo habría destrozado.
Abrimos la puesta del jardín,
la rodamos por el camino de ladrillos,
dejamos atrás la buganvilla,
pasamos por el roble
y, antes de llegar a los cartuchos,
la desviamos a la izquierda, por la fuerza.
La rodamos otras dos veces, tres, se resistía,
hasta que dejó de resistirse y se asentó en la tierra.
Y ahí esta, al lado del naranjo y frente al sauce,
compartiendo su realidad con las torcazas y el pasto.
No tanto indiferente como impávida;
no tanto palpitante como intensa.
Siempre allí, donde quiera que esté,
viva y perpetua.
Tómas González
Los túmulos que pueblan las orillas del río
Medellín son el trabajo de un solo hombre. Rubén
Cano Cano, hijo de areneros que trabajaron en la
quebrada Santa Elena, es el protagonista de un
anacronismo en los bordes de la autopista y los
rieles del Metro. El último de los habitantes del
valle dedicado a sacar piedras en el canal del río
que recorre el centro de la ciudad. Mientras sus
compañeros de espacio en Barrio Triste y en las
orillas del río se dedican al comercio sórdido que
ofrecen las plazas de vicio o a los mandados entre
talleres, Rubén recoge y apila la cantera que van
dejando los aguaceros. Al final de la tarde, luego
del trabajo, es necesario sentarse a esperar la
posible volqueta que recoja el oficio de los últimos
días. De algún modo Rubén Cano es el único que
vela los túmulos que los automovilistas y los
pasajeros del Metro apenas reconocen desde las
ventanillas.
ANEXO 6
Plano
3
2
1
4
6
5
7
1. Túmulos
2. Urna piedra 0001
8
3. Video extranción de piedras
4. Texto plotter
5. Texto plotter
6. Texto plotter
7. Texto plotter
8. Mesa para pesa y firma de certificados
9. Fotografía puente Guayaquíl con túmulo
9
FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN
Información del participante o representante de grupo:
Nombre completo de proponente o representante del grupo: Camilo Restrepo Zapata
Nombre de la agrupación (para el caso de colectivos): rabodeají
No. de documento de Identidad del participante o representante del grupo: 71.556.302
Tipo de Documento: Cédula de ciudadanía
Fecha de nacimiento: 23/03/1973
Lugar: Medellín
Nacionalidad: Colombiana
Ubicación y contactos:
Dirección: Calle 10 # 25-103 int. 102
Teléfono fijo: 268 42 63
Celular: 314 618 1521
Correo electrónico: [email protected]
Ciudad/Municipio: Medellín
Departamento/Estado: Antioquia
Información sobre la propuesta:
Título de la Propuesta: Túmulos
Tipo de propuesta: Colectiva
País: Colombia
Número de participantes: 4
Documentación enviada:
Marque con una (X) la información y documentación enviada:
DOCUMENTOS:
•
Hoja de vida del proponente o representante del grupo X
•
Reseña del colectivo X
•
Fotocopia de Documento de identidad del participante o representante del grupo X
•
Carta de compromiso X
•
Otros respaldos: N/A
PROYECTO
•
Formulario de inscripción X
•
Copia del documento de identidad X
•
Breve reseña de la hoja de vida X
•
Presentación X
•
Objetivos X
•
Descripción conceptual X
•
Descripción técnica del montaje X
•
Cronograma de realización X
•
Presupuesto X
•
Plan de socialización de la propuesta X
•
Imágenes y planos ilustrando el uso del espacio X
•
Carta de compromiso X
Datos de integrantes del colectivo:
Nombre completo
Alfonso Posada
Ignacio Piedrahíta
Pascual Gaviria
Camilo Restrepo
No documento de identidad
71.742.637
71.739.158
98.559.313
71.556.302
Función dentro del colectivo
Diseño y montaje
Escritura y geología
Conceptualización y formalización
Conceptualización y formalización
Cédula de Ciudadanía
Representante del grupo
- Reseña colectivo rabodeají
Revista virtual www.rabodeaji.com de contenido literario y artístico (1999-2009).
Libro Medias Tintas. Crónicas de Medellín (2001).
Performance literario Generación Beat. (Universidad Eafit, 2003).
Performance Clausura de la fiesta del libro. Música, literatura y arte (2008).
Diseño, escritos e ilustraciones del disco Lengua Negra del grupo Parlantes (2009).
- Hoja de vida del representante del grupo:
CAMILO RESTREPO ZAPATA (Medellín,1973)
Ingeniero mecánico de la Universidad Eafit, diplomado en Fotografía de la Academia
Cultural Yurupary, y especialista y magister en estética de la Universidad Nacional. Entre
sus distinciones se encuentran 4 menciones en el Salón Colombiano de Fotografía y el
primer puesto en el XXV Salón de Arte Fotográfico UPB en 1999. Ha publicado fotografías
y artículos en la Revista de la Universidad de Antioquia, en la revista Deshora y en el libro
Imagen – Fotografía publicado por el Encuentro Colombiano de Fotografía. Sus fotos se
encuentran en el libro Historia de la fotografía en Colombia 1950-2000, escrito por
Eduardo Serrano y editado por Editorial Planeta. En el 2002 el Fondo Editorial de la
Universidad EAFIT publico su libro La Foto de Identidad. Fragmentos para una estética. Ha
realizado exposiciones individuales en L.A. Galería en Bogotá (2009) y en la Galería de la
Oficina en Medellín (2002). Entre sus exposiciones colectivas se encuentran:
- 41 Salón Nacional de Artistas. Museo de Arte Religioso, Cali, 2008-2009.
- XI Salón Especializado de Artes Visuales: Arte figurativo o representativo. Universidad
de Antioquia, Medellín, 2008.
- Fotográfica Bogotá. Galería Santa Fe. Bogotá, 2007.
- Fotología. Academia Superior de Artes de Bogotá. Bogotá, 2007.
- Arslatina. Macerata, Italia, 2006
- Se acabó el rollo. Historia de la fotografía en Colombia 1950 – 2000. Museo Nacional.
Bogotá, 2005.
- Encuentros Abiertos de Fotografía. Galería Arte X Arte. Buenos Aires, Argentina, 2004.
- Desde la periferia. Fotofiesta. Medellín, 2003.
- Imagen Regional IV. Aproximaciones a lo Pictórico. Biblioteca Luís Ángel Arango, Bogota,
2003.
- Circo Fragile. Pavia, Italia, 2002.
- Hoja de vida de los demás integrantes:
IGNACIO PIEDRAHÍTA ARROYAVE (Medellín, 1973)
Geólogo, especialista en cine de La Universidad de Antioquia y escritor. Como docente
universitario en el área de literatura ha trabajado en la Universidad Eafit, en la Universidad
de Medellín y en la Universidad de Antioquia. Colaborador permanente de la Revista
Universidad de Antioquia y de la revista virtual www.rabodeají.com. Ha publicado diversos
cuentos y crónicas en revistas y antologías literarias de Colombia y el exterior, además del
libro de cuentos La caligrafía del basilisco publicado por el Fondo Editorial de la
Universidad Eafit. En el 2005 fue finalista del Premio Ministerio de Cultura a novela inédita
con la obra Un Mar, novela con la que posteriormente fue ganador del premio V
Convocatoria de premios a la creación, Secretaría de cultura ciudadana, Municipio de
Medellín publicada por el Fondo Editorial de la Universidad Eafit en el 2006.
PASCUAL GAVIRIA URIBE (Medellín, 1972)
Abogado de la Universidad de los Andes y diplomado en Literatura del siglo XX en la
Universidad Eafit. En 1999 la Editorial de la Universidad de Antioquia publicó su libro de
poemas Pacientes Caligrafías. En el 2001 publicó con la Editorial Rabodeají y en compañía
de otros autores el libro Medias Tintas, Crónicas y mentiras. Entre sus distinciones se
encuentran: el Premio de poesía Ciudad Vívida del Instituto Popular de Capacitación en
1998, el Premio departamental de poesía del Ministerio de Cultura en el 2000; y el tercer
puesto del concurso de Cuento corto de la revista El Malpensante en el 2005. Ha sido
conductor del programa de opinión Cosas por decir del Canal Universitario de Antioquia y
columnista del periódico El Mundo, del periódico El Colombiano, del periódico El
Espectador y de Caracol. Es colaborador habitual de la revista Cromos, Soho, El
Malpensante, Revista de la Universidad de Antioquia y Arcadia. Director y fundador de la
revista virtual www.rabodeaji.com.
ALFONSO POSADA LALINDE (Medellín, 1974)
Publicista de la Universidad Pontificia Bolivariana. Freelance en creatividad y diseño
gráfico. Fotógrafo. En el 2009 participó en la exposición Mujeres Jóvenes Talento
convocada por el Mamm. Músico de las agrupaciones Estados Alterados, PlanetaRica,
Kafeina y Parlantes, grupo con el cual grabó en el 2009 su segundo disco.
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