Trabajo de Filosofía TOMÁS MORO Madrid 4 de Mayo de 2001

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Trabajo de Filosofía
TOMÁS MORO
Madrid 4 de Mayo de 2001
ÍNDICE
• INTRODUCCIÓN Pág. 3
• ¿ CÓMO ES UTOPÍA? Pág. 4
• CONCLUSIÓN Pág. 7
• NOTAS Pág. 8
• BIBLIOGRAFÍA Pág. 9
INTRODUCCIÓN
Utopía se publicó en Londres en 1516. El texto, en latín, todavía no era el definitivo tuvo que pasar por las
manos de su buen amigo Erasmo para que supervisase una segunda edición en París que aparecería en 1517.
Esta edición apareció con numerosos errores y él mismo publicó una tercera en Basilea en 1518.
Esta obra consta de dos libros; el segundo escrito en el verano de 1515 durante una estancia de Moro en los
Países Bajos. La primera parte de la obra sería añadida después.
Utopía es la descripción de un estado ideal. La palabra es un juego entre las palabras griegas ou− topos, que
significa ningún lugar, y eu−topos que significa paraje hermoso.
La obra busca parecerse a la estructura de la República de Platón. Es su amigo Pedro Egidio quien le presenta
al marino portugués Rafael Hytlodeo. Este viejo marino habría sido compañero de viajes de Américo
Vespucio durante sus travesías por los nuevos territorios.
En el primer libro, en su mayor parte descriptivo, Moro intenta redondear sus pensamientos escribiendo un
extenso diálogo que haría de introducción al segundo libro. Aquí presenta Moro la situación de la Inglaterra
de la época bajo su punto de vista. Puede que el hecho de que Utopía sea una isla haga referencia al deseo del
propio Moro por convertir a Inglaterra a la manera de la isla imaginaria.
¿ CÓMO ES UTOPÍA ?
La isla de Utopía tiene de ancho aproximadamente 200 millas en su parte más ancha, su perímetro asciende a
500 millas, dando lugar a una isla con forma de luna en cuarto creciente. Estas dos astas distan 11 millas, y
dan lugar a un plácido lago, con aguas muy tranquilas. Toda la costa de Utopía esta plagada de numerosos
puertos, que sus habitantes saben utilizar con gran redimiento. Dicen que no siempre Utopía estuvo rodeada
de agua por los lados, cuentan que existía un istmo que fue mandado destruir para conseguir una isla
totalmente independiente de todo continente cercano.
La isla cuenta con cincuenta y cuatro ciudades todas iguales y separadas unas de otras de tal manera que
nunca se tarde en llegar a la más cercana más de un día. Su capital es Amauroto, situada en el centro de la isla,
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y aunque todas las ciudades son iguales Amauroto se distingue porque en ella está el Senado.
Las ciudades también son iguales en lengua, costumbres, instituciones y leyes; además la distribución del
terreno es prácticamente igual para todas, y ninguna de ellas siente el deseo de ensanchar sus confines, ya que
sus habitantes se consideran cultivadores de las tierras y no sus dueños.
Para el cultivo de las tierras intervienen todos sus habitantes. Lo hacen por turnos y por familias, ocupando
unas casas que el Estado tiene distribuidas y equipadas con los instrumentos necesarios. El tiempo exacto de
permanecer en el campo es de dos años, y después regresan a la ciudad, por lo que todos los habitantes
conocen las tareas del campo. Los agricultores a su vez crían los animales y transportan a la ciudad sus
productos. Cada familia tiene cuarenta miembros y a cada treinta familias se le señala un Filarca.
En Utopía conociendo una ciudad se conocen todas(1), por lo que haré una pequeña descripción de su capital,
Amauroto.
Amauroto se extiende en la ribera de un gran río navegable que desemboca en el mar, por lo cual existe un
puente bastante alto que permite que los barcos pasen sin peligro. Hay otro pequeño río que nace en el mismo
monte donde está la ciudad.
La ciudad esta rodeada de una magnifica e invulnerable muralla maciza, y por un foso seco y profundo. Pero
lo que más llamativo para cualquier visitante extranjero son las casas y concretamente sus puertas que no se
cierran nunca, para que pueda entrar todo el que lo desee ya que no existe propiedad privada, y se cambian por
sorteo cada diez años. Cada casa posee su huerto.
Cada treinta familias se elige un magistrado al que denominan Filarca o Sifogrante. Cada diez Filarcas eligen
un Jefe entre varios, aproximadamente 4, candidatos elegidos por el pueblo. Esta cargo es vitalicio, a menos
que sea depuesto por intento de tiranía.
Aquel que solicite un cargo público jamás llegará a conseguirlo. Ningún magistrado se muestra terrible ni
orgulloso. Se le rinden honores, aunque nadie esta obligado a tributárselos.
Cada tres días se reúne el grupo constituido por el Senado para tratar asuntos de Estado. Nada es decretado a
menos que no haya sido discutido en el Senado con tres días de antelación. Primero se medita, después se
habla (2)
La ocupación común es la agricultura. Aparte de esto se instruye a cada ciudadano para una profesión propia.
Las únicas profesiones son: el cultivo y tratamiento de la lana, el arte de trabajar el lino, los oficios de cantera,
herrero o carpintero.
Por norma general cada uno aprende la profesión propia de su familia, pero si por algún motivo alguien tiene
otros intereses, es adoptado por la familia que tenga ese oficio.
Los vestidos que usan son comunes en toda la isla, solamente se diferencian según el sexo y la condición de
soltero o casado. Cada familia se fabrica sus propios trajes.
Dedican seis horas al trabajo, tres por la mañana, antes de comer y tres por la tarde antes de cenar. Se acuestan
a las ocho y duermen ocho horas.
Las horas de ocio tienen que ser ocupadas por otras aficiones () Los juegos de azar esta prohibidos (3)
La ciudad se compone de familias y estas se forman por parentesco. Las mujeres cuando se casan viven en la
casa del marido, en la cual permanecen los hijos varones y los nietos bajo la obediencia del más anciano.
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Cada ciudad se divide en cuatro zonas, en el centro de cada cual hay un mercado provisto de todo. Los cabeza
de familia piden lo que necesitan y se lo llevan sin entregar dinero ni otra compensación.
Cada barrio tiene unos grandes edificios en los que viven los Sifograntes, a cada uno hay adscritas treinta
familias, que comen allí. Las comidas son muy cortas, porque hay que seguir trabajando. Las cenas son mas
largas y durante la cena hay música, y dulces como postres.
Existen cuatro hospitales. Son edificios muy amplios y los enfermos no sufren estrecheces, ni por tanto
posibilidades de ser atacados por enfermedades contagiosas de los demás.
Las mujeres no se casan antes de los dieciocho años y los hombres hasta los veintidós. En la elección de
cónyuge se sigue la siguiente practica: la prometida virgen o viuda es expuesta desnuda a los ojos del
pretendiente. A la vez el novio es presentado ante la muchacha igualmente desnudo.
Para ir de una ciudad a otra hay que pedir permiso a los Sifograntes. Estos organizan un viaje de un
determinado grupo de personas llevando una carta del príncipe en la que consta la concesión del permiso y la
fecha del regreso. Se les facilita un vehículo y un esclavo publico que conduce y cuida los bueyes () a menos
de llevar consigo mujeres, los viajeros renuncian a él, como impedimento y molestia (4). Para el viaje no
llevan nada, pero nada les falta. Si se detienen mas de un día en un lugar, cada cual practica su oficio para
obtener comida.
Los Utópicos no conocen la moneda. Aunque parezca increíble el oro y la plata los conservan en forma de
palanganas y otros recipientes de uso íntimo, tanto en los edificios públicos como particulares.
CONCLUSIÓN
Es muy fácil dejarse seducir por la utopía, más siendo una persona joven. Muchos vemos en la obra de Moro
un referente, un lugar de partida que debe conducir al hombre a cotas más altas de progreso. Con el tiempo
algunas propuestas han quedado fosilizadas, otras han sido utilizadas por sistemas políticos. Otras no se han
llegado a cumplir todavía, aunque muchos esperemos que así sea. Utopía es una de esas obras que después de
leídas rondan por nuestra mente, agazapadas, esperando el momento adecuado para salir y manifestarse. Nos
da que pensar si algún día pudiese existir una sociedad tal y como nos la relata Tomás Moro, seria mejor o
peor que la actual; eso es por ahora un misterio que veo de difícil respuesta, porque esa sociedad parece muy
atractiva a los ojos de los leyentes, pero en realidad, a mi opinión seria un caos.
Lo que aun no he llegado a comprender después de leer el libro, es porque siendo una sociedad tan bien
organizada, hay esclavos sabiendo que esas personas poseen esa condición tras no haber realizado las escasas
leyes que rigen Utopía, si todo es tan bonito yo creo que tampoco deberían existir personas como esas.
Esto es todo lo que ha dado de sí mi lectura del libro, que aun no haberlo leído por voluntad propia no me ha
decepcionado, porque es fácil de leer y trata temas que te hacen reflexionar un poco, ya que no estamos
acostumbrados. Me ha parecido un buen libro e incluso lo recomendaría para gente de nuestra edad.
NOTAS
• Tomás MORO. Utopía, pág. 93.
• Tomás MORO. Utopía, pág. 97.
• Tomás MORO. Utopía, pág. 100.
• Tomás MORO. Utopía, pág. 110.
BIBLIOGRAFÍA
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• MORO, Tomás. Utopía. 4ª edición. España, Espasa Calpe, 1999. 180 páginas
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