El espacio rural - IES JORGE JUAN / San Fernando

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12. EL ESPACIO RURAL
INTRODUCCIÓN
LOS CONDICIONANTES DE LA ACTIVIDAD AGRARIA EN ESPAÑA.
LA INFLUENCIA DE LA PAC
USOS Y APROVECHAMIENTOS AGRARIOS
LOS NUEVOS USOS Y FUNCIONES DEL ESPACIO RURAL
INTRODUCCIÓN. EL SECTOR
PRIMARIO Y EL ESPACIO RURAL
• El sector primario o agrario abarca
aquellas actividades económicas que se
basan en la extracción de bienes y recursos
del medio físico. Estas actividades son:
agricultura,
ganadería,
pesca,
explotación forestal y minería.
• Durante siglos, el sector primario ha sido el
principal de la economía española, pero su
importancia ha ido disminuyendo a lo largo del
S. XX. Actualmente, sólo el 4,6% de la
población activa española está empleada en el
sector primario y aporta el 2,6% al PIB.
• Ahora bien, la disminución del peso del sector
primario es relativa. De hecho, el valor de la
productividad del sector aumenta año tras año.
• Asimismo, la agricultura es una de las piedras
angulares de la economía española por tres
motivos:
– por el peso de los productos hortofrutícolas dentro de
las exportaciones españolas
– porque la agricultura, la ganadería y la pesca
proporcionan materias primas para numerosas
industrias agroalimentarias
– y porque la superficie agraria es aún muy grande
(cerca de un 40% del territorio español está ocupado
por la actividad agraria).
ACLARACIÓN CONCEPTUAL
• El término agrícola hace
referencia únicamente a las
actividades relacionadas con
la agricultura.
• El término agrario incluye
todas las actividades del
sector primario.
• El término rural es el más
amplio
de
los
tres,
incluyendo
cualquier
actividad desarrollada en
espacios no urbanos.
• En la actualidad asistimos a una nueva
concepción del espacio rural, que
desempeña funciones que no se relacionan
con el sector primario: la actividad
cinegética, los usos residenciales, el turismo
rural, la introducción de nuevas formas de
producción
energética
(eólica,
solar,
hidráulica…),
algunas
actividades
industriales, etc. Como consecuencia, el
espacio rural se ha vuelto más heterogéneo
y complejo, y la temática que comprende es
más amplia que la de la tradicional geografía
agraria.
LOS CONDICIONANTES DE LA
ACTIVIDAD AGRARIA EN ESPAÑA
1. Los condicionantes físicos, naturales o ecológicos.
Relieve
Clima
Suelo
2. Los condicionantes humanos
Demográficos
Estructura de la propiedad
Régimen de tenencia
Dimensiones de las explotaciones
Productividad
Transformaciones en las técnicas y sistemas agrarios
La política agraria
Antes de la PAC
Después de la PAC
1. Los condicionantes físicos, naturales o
ecológicos.
Progresiva pérdida de importancia debido a los
avances técnicos que permiten superar algunos
condicionamientos naturales.
Sin embargo, los factores físicos siguen
ejerciendo su influencia que, en el caso de
España, no es favorable.
• El relieve. La elevada altitud es uno de
los factores adversos para la práctica de
la agricultura en España. Sólo el 11,4%
del territorio español se sitúa por debajo
de los 200 m (que es el nivel óptimo para
la práctica de esta actividad)
• y un 88% tiene una pendiente superior al
5% (lo que provoca desprendimiento de
suelos y dificulta la mecanización de las
labores agrarias).
• El clima. Se caracteriza en buena parte
del territorio por precipitaciones escasas e
irregulares, con relativa frecuencia de
tormentas y granizo; temperaturas con
situaciones extremas –como heladas e
intensa radiación solar-, y aridez más o
menos acusada.
• Los suelos. Son de calidad mediocre y en
muchas áreas padecen problemas de
erosión que reduce su fertilidad.
2. Los condicionantes humanos
DEMOGRÁFICOS. LA POBLACIÓN AGRARIA
• La población ocupada en las actividades
agrarias es escasa (4,5% en 2007) y está
envejecida (mas del 50% tenía entre 40 y 64
años).
• Por CCAA. Madrid y País Vasco marcan mínimos
en torno al 1% mientras que Extremadura (10,7%),
Murcia (10%) Galicia o Andalucía (7,7%) superan la
media nacional.
• Causas de esta situación:
éxodo rural motivado por la mecanización de las
tareas agrarias y la atracción ejercida por la
industria y los servicios urbanos, que provocaron el
despoblamiento.
Círculo vicioso: el despoblamiento motiva la
desaparición de equipamientos sociales y
culturales en esas zonas, lo que hace poco
atractiva la permanencia en el campo, por lo que
aún pierden más población.
• Las tendencias demográficas que se
apuntan desde la década de 1990 son
dobles:
– Áreas
rurales
más
desfavorecidas:
continuación del descenso demográfico y del
envejecimiento. Los motivos son el crecimiento
natural negativo, la emigración, la jubilación de
muchos agricultores mayores y los planes de
prejubilación y de abandono de la actividad que
afectan, sobre todo, a las explotaciones menos
rentables y a una parte de las trabajadas a
tiempo parcial.
– Áreas rurales más dinámicas. Cierta
recuperación
y
rejuvenecimiento.
Está
relacionada con el asentamiento de inmigrantes
para realizar tareas agrarias; con las nuevas
actividades residenciales, industriales y de
servicios en zonas rurales periurbanas y
turísticas, y con las subvenciones destinadas a
evitar el despoblamiento rural y a instalar a
jóvenes agricultores.
LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD.
RÉGIMEN DE TENENCIA
• Régimen de explotación directa. El titular de la
explotación agraria, con independencia de que
trabaje físicamente en ella o no, es propietario de
la tierra.
• Régimen de explotación indirecta: El titular de la
explotación y el propietario de la tierra no es la
misma persona. En estos casos, el propietario
cede la tierra para su explotación en régimen de
arrendamiento, aparcería o bajo cualquier otra
fórmula.
LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD.
RÉGIMEN DE TENENCIA
• Arrendamiento. El empresario explota las tierras a cambio
del pago de un alquiler a su propietario, en metálico o en
especie, con independencia del resultado de la cosecha.
• Aparcería. Es una sociedad a la que el dueño aporta la
tierra y el aparcero, el trabajo; los gastos se satisfacen a
medias y los beneficios o productos de la cosecha se
reparten en la proporción establecida. Como la producción
se desconoce en el momento de la firma del contrato, la
renta es variable, y propietario y aparcero comparten por
igual ganancias en los años buenos y pérdidas, si las
hubiera, en los años malos.
• Estos regímenes de tenencia de la tierra han tenido gran
vigencia y significado en el campo español. Hoy se tiende al
incremento de la explotación directa, al mantenimiento del
arrendamiento y a la drástica reducción de la aparcería, que
se agudizó con el éxodo rural.
LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD.
RÉGIMEN DE PROPIEDAD DE LA TIERRA
• La propiedad, consiste en el derecho a gozar, disponer
libremente y aprovechar la tierra sin más limitaciones que
las contenidas en las leyes.
• La propiedad dominante en España es la propiedad
privada, que acusa una notable dualidad: un número muy
elevado de pequeños propietarios que posee poca tierra y,
en el otro extremo, un reducido número de grandes
propietarios que concentra mucha tierra. Así, los dueños de
menos de cinco hectáreas, que representan más de la
mitad de los propietarios que existen en España, sólo
poseen la décima parte del territorio, mientras que los que
tienen más de 100 hectáreas, sin llegar a representar una
centésima parte, concentran la mitad de la superficie.
• A este problema estructural se añade la
extraordinaria fragmentación de la tierra en
multitud
de parcelas, que es un
inconveniente para la explotación.
• (Las parcelas son tierras con unos límites
precisos pertenecientes a un propietario. Las
explotaciones son el conjunto de parcelas
trabajadas por un mismo productor agrario,
independientemente de si están separadas
entre sí o no, y de si son de su propiedad o
no).
• Históricamente existieron tres tipos de
propiedad bien diferenciados: colectiva,
estamental y particular.
• La propiedad colectiva era aquella cuya
titularidad correspondía a las villas y a los
municipios. Estaba integrada por las
tierras pertenecientes a la colectividad,
que se dividían en lotes o suertes para el
aprovechamiento
individual
(bienes
comunales), o se arrendaban a
particulares a cambio de una cantidad de
dinero para atender las necesidades de la
villa (bienes de propios).
• La superficie perteneciente a la Iglesia y a la
nobleza constituía la propiedad estamental. La
mayor parte de las tierras pertenecientes a la
nobleza integraban los señoríos, cuya
integridad territorial estuvo protegida durante
siglos por la institución del mayorazgo. Los
bienes de la Iglesia procedían de compras y de
donaciones de los fieles.
• Los titulares de ambos tipos de propiedad no
tenían capacidad de enajenar o vender, razón
por la cual se decía que estos bienes estaban
en manos muertas. En consecuencia, unos y
otros se encontraban apartados del mercado de
la tierra y de la partición hereditaria, lo que
redundaba en la escasez de tierra para los
particulares y en su encarecimiento.
• Ilustrados y reformistas clamaron contra esta
situación y, finalmente, en el siglo XIX se le
puso
fin
mediante
los
procesos
desamortizadores. La desamortización afectó a
los bienes propiedad del clero y de los
municipios; la primera fue llevada a cabo por
Mendizábal en 1836 y supuso la incautación de
numerosas fincas pertenecientes al clero y su
venta a particulares. La desamortización civil
tuvo lugar más tarde, a partir de 1855, y se llevó
a efecto al aplicar la Ley de Madoz, la cual dio
origen a la privatización de la tierra que formaba
el patrimonio
comunal de los municipios
españoles.
• La influencia de estas medidas en la estructura
agraria fue muy grande, pues supuso el trasiego de
una cantidad ingente de tierra de propiedad
colectiva a manos de particulares. En contra de lo
que se pretendía, vino a reforzar la gran propiedad,
pues, por lo general, los compradores ya tenían la
condición
de
propietarios.
Asimismo,
la
desamortización civil privó a los municipios de un
amplísimo patrimonio, a base de sustento de los
más humildes.
• En lo que a los bienes de la nobleza se refiere, la
abolición del mayorazgo y la supresión del régimen
señorial permitieron que, en adelante, los bienes de
la nobleza se rigiesen por las leyes sucesorias
normales y entraran en un proceso de
fragmentación por herencia, aunque preservando su
condición de latifundios.
• El resultado de estos procesos fue una
concentración notable de la propiedad y,
como quiera que los vecinos habían perdido sus
tierras públicas y que a finales del siglo XIX la
población iba en aumento, la proletarización
del campesinado se incrementó al haber más
personas y menos tierras que labrar. La
desigualdad en la distribución de la tierra o la
carencia de ella estuvieron en la base de la
conflictividad social y de las demandas de
reforma agraria, que se materializaron en la
Segunda República, aunque sus efectos
quedaron anulados tras la Guerra Civil.
LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD.
DIMENSIONES DE LAS EXPLOTACIONES
• Reducción del nº de pequeños propietarios (éxodo rural, éxito
de la concentración parcelaria en algunas zonas, política
agraria de la UE que ha fomentado las prejubilaciones y los
abandonos voluntarios de la actividad agraria).
• Aumento del tamaño medio de la propiedad
• Pero,…, el tamaño de las propiedades agrarias españolas
todavía se caracteriza por los valores extremos y por la
escasez de propiedades de tamaño medio.
• La gran propiedad o latifundio (mas de 100 ha)
reúne a más del 50% de las tierras y sólo al 0,8%
de propietarios. Predomina en Andalucía
occidental, Castilla-La Mancha, Aragón y
Extremadura. Tiene su origen en un proceso
histórico que se remonta a la Edad Media, a las
encomiendas
de
las
Órdenes
Militares
(Extremadura, Castilla-La Mancha) y a los
repartimientos (Andalucía occidental) de la época
de la reconquista, y que se consolidó con la
desamortización del s. XIX (la Iglesia, las Órdenes
Militares y los municipios fueron sustituidos por una
oligarquía terrateniente).
Juan Abelló: 40.000 hectáreas repartidas en
cinco fincas en Toledo, cuatro en Ciudad Real y
una en Jaén. Dehesa del Lobillo (Ciudad Real)
es la más importante.
Samuel Flores: 23.000 hectáreas. Ocho fincas
en Jaén y una, El Palomar, en Albacete.
Duquesa de Alba: 20.000 hectáreas repartidas
entre Córdoba (donde posee 17 fincas), Sevilla,
Cádiz, Extremadura y Salamanca.
• La pequeña propiedad o minifundio (menos de
10 ha) reúne sólo el 10,5% de la tierra y al 53,2 %
de los propietarios. Predomina en Galicia, con una
excesiva parcelación agraria, pero también en
otras provincias de Castilla y León (Segovia,
Burgos, Ávila, León) así como en Cantabria,
Comunidad Valenciana, Asturias y Canarias.
LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD.
PRODUCTIVIDAD DE LAS EXPLOTACIONES
• Tradicionalmente, las explotaciones se han clasificado
en minifundios, latifundios o explotaciones de tamaño
medio; sin embargo, ello no está del todo justificado,
pues las características e importancia de la explotación
no dependen tanto de su superficie como de su
rentabilidad
económica,
ya
que
explotaciones
dimensionalmente
muy
grandes
pueden
ser
improductivas o muy poco rentables y, en cambio,
explotaciones de tamaño medio o reducido (regadío,
frutales, enarenados, etc.) pueden generar grandes
ingresos.
LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD.
PRODUCTIVIDAD DE LAS EXPLOTACIONES
• Con el fin de resolver este contrasentido y de valorar las
explotaciones en términos estrictamente económicos, estas
empiezan a considerarse en términos de UDE (Unidad de
Dimensión Económica), que es la unidad de cómputo
equivalente a 1200 euros de margen o rendimiento bruto estándar.
– Explotaciones de baja rentabilidad aquellas cuyo margen bruto es
inferior a 8 UDE (9000 euros), que suelen ser explotaciones familiares;
– de rentabilidad media a las comprendidas entre 8 y 40 UDE (entre
9600 y 48.000 euros),
– y de gran rentabilidad las de mas de 40 UDE (mas de 48.000 euros),
que son las explotaciones de carácter empresarial.
• De acuerdo con esta nueva clasificación, comprobamos que las
explotaciones españolas, bien por superficie, bien por su menor
productividad, tienen un tamaño económico inferior a la media
europea y que existen notables diferencias regionales.
LAS TRANSFORMACIONES EN LAS
TÉCNICAS Y SISTEMAS AGRARIOS
• Al tiempo que el peso de la agricultura en el
PIB y la población activa agraria han ido
descendiendo, el campo español ha visto
aumentar notablemente sus rendimientos
y la productividad. Esto se debe a la
confluencia de varios procesos:
• Por un lado, la ampliación del riego, la mecanización de las
labores agrarias (motocultores, tractores…), el empleo de
productos
fitosanitarios
(plaguicidas,
herbicidas,
fungicidas…) y fertilizantes, y la selección genética de
semillas y razas ganaderas (biorrevolución) han contribuido
a compensar las limitaciones que los factores físicos
imponían a la agricultura y la ganadería.
LAS TRANSFORMACIONES EN LAS TÉCNICAS Y
SISTEMAS AGRARIOS
– Por otro, se están introduciendo nuevos cultivos
(transgénicos, tropicales…) y nuevas técnicas (cultivos
bajo plástico, enarenados, cultivos hidropónicos…) que
permiten ofrecer productos agrícolas durante todo el año
y que alcanza altos valores en el mercado.
– Además, el agricultor de hoy tiene mayor
preparación técnica y está más protegido
gracias al aumento de la contratación de
seguros agrarios o la financiación externa.
– Finalmente, la entrada en la UE ha supuesto
una adaptación a un mercado muy amplio pero
muy competitivo, obligándonos a aumentar la
calidad de nuestros productos. Una iniciativa en
este sentido son las Denominaciones de
Origen y las marcas de identificación
geográfica que garantizan esa calidad.
LA POLÍTICA AGRARIA
• Las medidas tomadas por los poderes
públicos tienen importantes repercusiones
en el espacio rural y la estructura agraria.
El factor político más determinante en
materia agraria en los últimos años ha
sido la entrada en la CEE (1986) y la
necesidad de adaptarnos a la PAC
(Política Agrícola Común). Por ello
organizaremos este apartado en dos
etapas, antes y después de la PAC.
ANTES DE LA PAC
La política agraria española se centró en:
• El sistema de propiedad de la tierra, que se intentó
modificar en varias ocasiones. La desamortización del
XIX no alteró la concentración de la propiedad en unas
pocas manos. La reforma agraria de la II República
fracasó en su intento de expropiar las grandes fincas y
asentar en ellas a pequeños agricultores. Y la política de
colonización y extensión del regadío del franquismo se
propuso poner en riego extensas áreas privadas a cargo
del Estado, a cambio de asentar en una pequeña parte
de ellas a colonos de la zona, también con un alcance
limitado.
• El inadecuado tamaño de la propiedad de la tierra se
abordó mediante la política de concentración parcelaria
y la legislación sobre grandes fincas.
• La concentración parcelaria, iniciada en 1952 se
transfirió a las CCAA en 1985 y continúa en la
actualidad. Pretende disminuir el minifundio y la
dispersión parcelaria concediendo a cada propietario
una sola parcela, o unas pocas, equivalentes en clase
de tierra y tipos de cultivo a las que tenía antes y dar
acceso a las parcelas a las vías de comunicación. Como
consecuencia de esta concentración, han surgido
parcelas menos numerosas, más grandes y más
regulares; ha disminuido el número de lindes, y se ha
creado una nueva red de caminos. Pero,
territorialmente, ha afectado más a las áreas de
monocultivo de secano, menos problemáticas, que a las
típicamente minifundistas del Norte o del Levante
peninsular.
• La legislación sobre grandes fincas se
inició en el franquismo y se modificó en la
transición a la democracia (1979).
Pretende evitar la existencia de grandes
fincas incultas totalmente o en gran parte.
Para ello, obliga a sus propietarios a
presentar un plan de mejora, cuyo
incumplimiento
puede
conllevar
el
arrendamiento forzoso de la tierra durante
doce años.
• El proteccionismo comercial establecía
aranceles a los productos agrarios
procedentes del exterior para evitar que
hiciesen la competencia a los nacionales.
• El aumento de los rendimientos se
abordó mediante la introducción de
mejoras técnicas y la extensión del
regadío.
DESPUÉS DE LA PAC
La CEE creo la Política Agrícola Común (PAC) en
1962 con los objetivos de:
– conseguir el autoabastecimiento en materia alimenticia
– garantizar un nivel de vida digno a los agricultores y
ganaderos comunitarios.
Para ello:
– Se concedieron ayudas a los agricultores para mejorar y
modernizar sus explotaciones a través del FEOGA
(Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agraria).
– Se estableció una política de mercado y de precios, a
través de la Organización Común de Mercados (OCM),
que fijó unos precios de orientación para varios
productos agrícolas en todos los estados miembros y
garantizó un precio por encima de los del mercado
mundial.
Resultados de estas intervenciones:
– Los precios se elevaron.
– La producción aumentó, debido a la garantía de un
precio alto y a las mejoras tecnológicas incorporadas.
– Sin embargo, acumulación de altos excedentes de
ciertos productos (cereales, vino, leche, mantequilla y
carne de vacuno), que tuvieron que ser vendidos con
altos costos y pérdidas en el mercado internacional
por el FEOGA.
Por estos motivos en 1985 se inició una reforma de
la PAC que dio lugar en 1992 a una nueva PAC con
distintos objetivos y mecanismos de actuación:
– En primer lugar, se rebajaron los precios para que fueran
más competitivos en el mercado internacional,
compensando a los agricultores con subvenciones
directas.
– Por otro lado, se redujeron los excedentes y los gastos
del FEOGA mediante diversos mecanismos, como el
establecimiento de cuotas a productos altamente
excedentarios (lácteos, cereales), la extensificación de la
producción (fomentando la dedicación a la silvicultura o el
turismo ecológico), la promoción de las regiones más
atrasadas, la reducción de las ayudas al comercio exterior
y el fomento de las jubilaciones anticipadas.
– Finalmente, para frenar el éxodo rural, se incrementó la
atención al desarrollo rural y se intentó detener la
degradación del medio ambiente.
Desde la integración de España en la CE,
su política agraria ha estado marcada por
la PAC, teniendo diversas consecuencias:
• En el mercado interior, los precios
españoles, que en el momento de la
entrada en la CE eran más bajos,
subieron
paulatinamente
hasta
equipararse con ellos.
• España redujo sus compras en otras
áreas, como Estados Unidos y América
Latina, a favor de la Unión.
• El libre comercio europeo ha permitido el
acceso a un mercado de más de 400
millones de consumidores con alto poder
adquisitivo.
• Pero también obliga a incrementar la
competitividad, modernizando las explotaciones
y aumentando los rendimientos y la calidad.
España se ha beneficiado de numerosos
Fondos
Estructurales que han contribuido
enormemente a modernizar el campo y a
aumentar la productividad, la calidad y la
competitividad.
Por otra parte, España se ha visto afectada por
los problemas de la actividad agraria
comunitaria y por las medidas adoptadas
para combatirlos en las sucesivas reformas de
la PAC. Entre estos problemas destacan los
siguientes:
• Los elevados precios de los productos
europeos en relación con los del mercado
mundial han obligado a reducir los precios
mínimos de muchos de ellos para poder
venderlos.
• La existencia de excedentes agrícolas y
ganaderos (cereales, vino, lácteos, carne de
vacuno) han llevado a promover medidas como
el abandono de la actividad, las cuotas de
producción y la extensificación, intensificando el
barbecho y la silvicultura.
Además, desde 2006, se ha establecido una ayuda
única para cada explotación independientemente de
la producción, con el fin de que los agricultores
produzcan en función de las necesidades del
mercado no de las ayudas recibidas por ciertos
productos. No obstante, algunos sectores podrán
mantener una parte de la ayuda ligada a la
producción para evitar su desaparición.
• Las exigencias de los consumidores
sobre seguridad y sanidad en los
alimentos, bienestar animal, calidad de los
productos y cuidados medioambiental,
han dado lugar al establecimiento de
normas sobre estos temas y a condicionar
la ayuda recibida por los productores
agrarios a su cumplimiento.
• El despoblamiento de muchas áreas
rurales desfavorecidas conlleva el riesgo
de desaparición de paisajes agrarios
tradicionales
y
de
deterioro
medioambiental. Para evitarlo, se ha
intensificado la política de desarrollo rural.
• Las regiones españolas se han visto
diversamente afectadas por la PAC. Si bien el
litoral mediterráneo y andaluz han encontrado
un buen mercado para sus productos
hortofrutícolas, existen inconvenientes en
aquellas regiones cuya producción ha sido
sometida a fuertes cuotas y restricciones, como
ha sido el caso de la ganadería bovina (cornisa
cantábrica) y de los cereales y viñedos (interior
peninsular), que, por su escasa competitividad o
por la existencia de excedentes en la UE, han
dejado pocas salidas al empleo en el campo.
LA NUEVA PAC
• ¿Por qué es necesaria una nueva PAC?
• La PAC tuvo su origen en los años 50 en una Europa
devastada, sin agricultura y con dificultades para
garantizar la alimentación de los ciudadanos. Desde
entonces ha evolucionado mucho, gracias a que ha
recibido una gran parte del presupuesto de la UE. En los
años 70 llegó a su nivel máximo, con casi el 70% del
presupuesto comunitario. Esa cantidad ha ido bajando
hasta el 41% en el periodo 2007-2013. Refleja que la UE
debe atender otras necesidades y otros intereses como
el desarrollo rural, que durante ese mismo periodo
recibirá el 11% del presupuesto. La nueva PAC
reajustará el presupuesto y definirá los nuevos objetivos.
LA NUEVA PAC
• Necesitamos un sector agrícola fuerte. Es una parte
importante de la economía y el comercio de la UE
• La nueva PAC debe permitir a la industria alimentaria
que sea altamente competitiva y que siga formando
parte importante de la economía y el comercio de la
Unión. En estos momentos la UE es el primer
exportador mundial de la mayor parte de los productos
agrícolas transformados y de alto valor añadido que se
venden en el mundo, a la vez que es la primera
importadora mundial de productos alimenticios, sobre
todo, los que provienen de los países en desarrollo. Está
considerada líder mundial en diversos productos, como
aceite de oliva, carnes o vinos, productos que marcan la
identidad cultural de las diferentes regiones europeas.
LA NUEVA PAC
• Promoción de la innovación y apoyo al desarrollo
territorial equilibrado
• La Comisión Europea apuesta por promover la
innovación en el sector agrícola como único medio para
ser competitivos, lo que permitiría conservar y potenciar
la vitalidad del sector europeo. En esta propuesta
también se hace hincapié en la correcta gestión de los
recursos naturales y en apoyar el desarrollo territorial
equilibrado.
• Las propuestas de la nueva PAC, pasan también por
distribuir equitativamente las ayudas de la PAC entre
agricultores y países miembros y por simplificar la
normativa y los procedimientos de la PAC y reducir los
trámites para los agricultores
LA NUEVA PAC
• Instrumentos financieros
• La nueva PAC prevé adaptar el sistema de pagos
directos para que estén mejor repartidos y mejor
orientados. Se trataría de apoyar la renta de base de los
agricultores mediante un pago directo disociado, con un
límite máximo, una orientación hacia los agricultores
activos, una ayuda sencilla destinada a los pequeños
agricultores y una mayor toma en consideración de las
zonas con limitaciones naturales específicas. Los
criterios se reforzarían con una atención muy especial al
medio ambiente, mediante un componente «ecológico»
obligatorio de los pagos directos centrado en las
prácticas agrícolas dirigidas a la consecución de los
objetivos medioambientales y climáticos (pastos
permanentes, cubierta vegetal, rotación de cultivos,
barbechos ecológicos, etc.).
LA NUEVA PAC
• ¿A quién y cómo beneficia esta nueva
Política Agrícola Común?
• A todos los ciudadanos de la UE: mayor
seguridad alimentaria y contribución positiva a la
lucha contra el cambio climático.
• A los consumidores: precios que se transmitirán
mejor a lo largo de la cadena alimentaria y
mercados menos volátiles.
• A los agricultores: normas más sencillas.
LA NUEVA PAC
• ¿Cómo beneficiará la nueva PAC?
• Una producción de alimentos viable y sostenible al
contribuir a la renta agraria y reforzar la posición de los
agricultores en la cadena alimentaria.
• Una gestión sostenible de los recursos naturales al
fomentar prácticas productivas que garanticen y mejoren
el suministro de bienes públicos ambientales y ayuden a
paliar el cambio climático.
• Un desarrollo territorial equilibrado al apoyar el empleo y
desarrollar la actividad económica en las zonas rurales,
potenciar la innovación y la transferencia de
conocimientos, mejorar las condiciones de las pequeñas
explotaciones y seguir favoreciendo a los mercados
locales.
USOS Y APROVECHAMIENTOS AGRARIOS.
LOS NUEVOS USOS Y FUNCIONES DEL
ESPACIO RURAL
La combinación de los factores humanos y físicos da lugar
a una gran diversidad de usos del suelo rural, tanto
tradicionales (propiamente agrarias) como de reciente
implantación. Si bien la evolución de los usos del suelo se
produce de una forma muy lenta, las variaciones
registradas en los últimos treinta años se pueden resumir
en los siguientes puntos:
• Disminución de las tierras de secano y aumento de las de
regadío
• Incremento de la superficie de erial y monte leñoso,
consecuencia de los problemas medioambientales de
erosión, desertificación y pérdida de pastos y de superficie
de monte maderable.
• Aumento de las superficies de uso no agrario,
denominadas
“superficies
artificiales”.
Son
consecuencias de las dinámicas urbanas
relacionadas con la expansión residencial difusa,
que demandan mayor consumo de suelo, junto a la
expansión de las infraestructuras y zonas de
actividad económica asociadas.
• Ampliación de los espacios naturales protegidos,
consecuencia de las políticas medioambientales y
de conservación de la naturaleza.
MATIZACIÓN: Espacio agrario y espacio rural
• El espacio agrario son las áreas geográficas
acondicionadas por el hombre para la
producción agraria, ganadera o forestal. Se
confunde, esta noción, con la de espacio rural;
la primera alude a un espacio y unas
actividades netamente agrarias, la segunda a un
ámbito (el campo) en el que se desarrollan
actividades relacionadas con la industria, el
ocio, la residencia o el turismo rural. En
definitiva, dos términos que derivan de los
antiguos vocablos latinos ager y rus.
APROVECHAMIENTO TRADICIONAL:
Agricultura (56% del valor total de la producción
final agraria PFA), Ganadería (40%) y la
Explotación Forestal (4%).
• Aunque el peso de unas actividades u otras
varía mucho en las distintas provincias
españolas.
En general, la AGRICULTURA tradicional se
basaba en el policultivo, utilizaba técnicas
atrasadas y sistemas de cultivos extensivos, que
ocasionaban
bajos
rendimientos.
Como
consecuencia, la producción se orientaba al
autoconsumo o la venta de excedentes en el
mercado nacional.
Por contra, La agricultura actual ha
experimentado importantes transformaciones
en la estructura y la producción, que han
permitido incrementar los rendimientos y
orientar la producción a la venta en el
mercado. Las principales:
– La agricultura tiende a especializarse en
los productos mejores de cada región.
– El cultivo incorpora técnicas modernas
• Se utilizan semillas seleccionadas y cultivos
transgénicos o manipulados genéticamente para
dotarlos de ciertas propiedades e incrementar los
rendimientos.
• El consumo de pesticidas y fertilizantes ha crecido
también, especialmente en los regadíos, mucho
más exigentes.
• El uso de maquinaría (tractores, cosechadoras,
motocultores), incrementado desde la década de 1960,
alcanza niveles aceptables. No obstante, parte de ella
se encuentra envejecida e infrautilizada, dado el
reducido tamaño de muchas explotaciones y la escasa
extensión de su uso colectivo a través de cooperativas
o de empresas de servicios. Por eso, en la actualidad
se fomenta su renovación por máquinas más eficaces,
seguras y ecológicas, y su uso colectivo.
Se emplean diversas técnicas para superar los
condicionantes naturales. El acolchado cubre el cultivo
con bandas de plástico, y los invernaderos con
estructuras fijas de plástico o cristal, creando un
microclima cálido y húmedo, que permite anticipar y
multiplicar las cosechas anuales.
El enarenado prepara el terreno con una capa de
estiércol y otra superior de arena; esta filtra la humedad
y el estiércol la retiene y la devuelve poco a poco a las
plantas, actuando, además, como abono. El cultivo
hidropónico, o sin suelo, sujeta la raíz de las plantas
con grava, arena o ceniza, y las alimenta con soluciones
de sales inorgánicas. Se usa sobre todo para el cultivo
de flores.
– La agricultura intensiva gana peso
respecto a la extensiva gracias a la
disminución del barbecho en los
secanos y a la ampliación del regadío.
– BARBECHO.
•
Práctica agrícola tradicional que consiste en dejar
descansar la tierra un tiempo variable. Durante
éste, hay que arar el terreno para que recoja mejor
el agua de lluvia, y eliminar las malas hierbas que,
a su vez, sirven de abono al suelo. Las tierras en
barbecho rotan con las cultivadas, permitiendo
recuperar la fertilidad del suelo.
•
La superficie de barbecho ha retrocedido en
España debido a la generalización del medio
barbecho o barbecho semillado, que consiste en
reducir el período de descanso sembrando un
cultivo primaveral de ciclo corto, que se recoge
antes del verano; también contribuye a su
reducción la utilización de fertilizantes y la
extensión del regadío. Sin embargo, esta tendencia
se ha interrumpido en los últimos años por las
exigencias comunitarias de dejar superficies
adicionales en barbecho para ciertos cultivos y por
la reciente desvinculación de la ayuda a los
agricultores de la producción.
•
La distribución espacial del barbecho muestra
claros contrastes entre su escasa incidencia en el
norte peninsular y sus elevados valores en CastillaLa Mancha y Aragón.
– REGADÍO.
• Práctica agrícola que consiste en aportar a los
cultivos agua adicional a la proporcionada por las
precipitaciones (secano). En España, debido a la
falta de lluvias copiosas y regulares, se desarrolla
desde tiempos antiguos como un claro ejemplo de
cómo los factores físicos no son determinantes en
las actividades agrarias.
– REGADÍO.
• A lo largo del S.XX la superficie regada ha conocido un
notable incremento, gracias a la realización de obras
estatales de gran envergadura, como embalses, canales y
trasvases. En la actualidad, el Plan Nacional de Regadíos
contempla extender la superficie regada, y crear regadíos
sociales en zonas deprimidas para evitar su despoblamiento.
Pero el interés se centra, sobre todo, en la consolidación y
mejora de los regadíos existentes mediante el
mantenimiento de las redes y el ahorro de agua, utilizando
los sistemas de riego menos consumidores y el agua
procedente de la desalación y de la depuración urbana.
RIEGO LOCALIZADO % SOBRE TOTAL POR CCAA
Comunidades
Autónomas
%
Localizado
Comunidades Autónomas %
Localizado
Región de Murcia
76,0
País Vasco
15.9
Canarias
63,9
Aragón
9.6
Andalucía
61
Comunidad Foral de
Navarra
8.1
Islas Baleares
51.8
Comunidad de Madrid
4.5
Comunidad Valenciana
49.7
Castilla y León
2.6
Castilla-La Mancha
48.9
Principado de Asturias
0.8
Cataluña
28.3
Galicia
0.3
La Rioja
27.8
Cantabria
0.0
Extremadura
23.1
• Por su origen, el agua utilizada para el riego puede ser
superficial, subterránea, depurada y desalada.
– El regadío con aguas superficiales depende de las
disponibilidades hídricas, que, en ocasiones, exigen obras
hidráulicas de gran envergadura.
– El regadío con aguas subterráneas (acuíferos) depende sólo
de condiciones naturales, es decir, de la existencia del recurso.
Los acuíferos manchegos y los de las campiñas meridionales
del Duero son claros ejemplos de utilización de este recurso
para el riego agrícola.
– Un porcentaje muy poco significativo, pero importante, es el
correspondiente a las aguas depuradas y desaladas. Llama la
atención que gran parte de las explotaciones que utilizan aguas
depuradas se concentran en la España húmeda del Norte,
incluido el interior de Galicia, Asturias y el País Vasco. La
utilización de agua desalada del mar se concentra en el SE
peninsular y en las islas Canarias, donde existen numerosas
plantas desaladoras.
• MODALIDADES DE RIEGO:
– Por aspersión; El agua se distribuye
mediante aspersores, que simulan el agua de
lluvia. Puede ser fijo o móvil.
• MODALIDADES DE RIEGO:
– Por gravedad. También llamado “a manta”, es un
riego por inundación. El agua llega a las parcelas
desde los embalses o los ríos a través de una red de
acequias por gravedad. Tiende a ser sustituido por
otros sistemas, dado el despilfarro de agua que
supone.
• MODALIDADES DE RIEGO:
– Localizado por goteo. El agua llega a la planta a
través de unos goteros. En el agua se disuelven
nutrientes, lo que mejora el rendimiento. Además, se
produce un ahorro de agua de hasta un 60%.
DISTRIBUCIÓN ESPACIAL del regadío muestra claros
contrastes entre su escasa incidencia en el norte
peninsular húmedo, y su importancia en el área de clima
mediterráneo, de precipitaciones escasas e irregulares.
Dentro de esta última se diferencian dos zonas:
– En el litoral mediterráneo predomina el regadío intensivo
(proporcionan varias cosechas anuales), que se beneficia de
condiciones favorables, tanto físicas (temperaturas suaves,
protección por el relieve, suelos apropiados), como humanas
(mercado internacional y buenas comunicaciones con él).
– En el interior peninsular destaca el regadío extensivo (una sola
cosecha en la misma época que la de los secanos vecinos), que
se beneficia del agua aportada por los grandes ríos
peninsulares, de la mecanización total que permiten sus cultivos
y de la creciente demanda de cereales-pienso y de
determinados productos industriales. No obstante, existen
también importantes áreas de regadío intensivo a orillas del
Ebro y del Guadalquivir.
• VENTAJAS DEL REGADÍO:
• INCONVENIENTES DEL REGADÍO
LOS CULTIVOS
• Los usos y aprovechamientos agrícolas se
dividen en cuatro categorías:
tierras labradas,
prados y pastos,
terrenos forestales,
eriales y pastizales.
• Las TIERRAS LABRADAS (Tierras de
cultivo). Principal uso del suelo (35% de la
superficie total. Supone un porcentaje medio en
relación con Europa y en los últimos treinta años
ha retrocedido. Predominan en las llanuras
meseteñas, en las depresiones del Ebro y
Guadalquivir y en la franja mediterránea. Por
Comunidades Autónomas, Castilla-La Mancha,
Castilla y León y Andalucía son las que dedican
mayor superficie a este uso.
• Se dividen en
CULTIVOS LEÑOSOS
CULTIVOS HERBÁCEOS
• CULTIVOS LEÑOSOS destacan el olivar y el
viñedo, que pueden darse mezclados con otros
aprovechamientos o en forma de monocultivo.
• El olivar presenta la mayor concentración. Se
destina a la elaboración de aceite y para oliva
de mesa.
• El viñedo se destina a la
elaboración de vino y
alcohol, como uva de
mesa
y
para
la
elaboración de pasas. En
la actualidad, su cultivo
está siendo sometido a
constantes revisiones por
parte de la UE.
• Otros cultivos de esta
categoría
son
los
almendros, avellanos y
las algarrobas
• CULTIVOS HERBÁCEOS







CEREALES
PLANTAS FORRAJERAS
CULTIVOS INDUSTRIALES
LEGUMINOSAS
HORTALIZAS
PATATA
FRUTALES
• CEREALES.
El más extendido de España.
Trigo, arroz (alimentación humana), cebada,
maíz, avena y centeno (alimentación ganado y
elaboración piensos compuestos), cebada y
trigo también para la fabricación de
biocombustibles.
La avena se destina a la alimentación del
ganado equino y el centeno a la elaboración del
pan moreno.
En general, el cultivo del cereal presenta
rendimientos bajos, aunque difiere si se trata de
secano o de regadío.
Su área de cultivo mayoritaria son los secanos
del interior peninsular, donde rotan con
barbecho o con leguminosas.
Hay excepciones como el maíz y el arroz, que
son muy exigentes en agua y se localizan en la
España húmeda o en zonas encharcadas.
La producción se enfrenta a los rendimientos
superiores de otros países europeos. La PAC ha
impuesto cuotas de producción y una reducción
subvencionada de la superficie de cultivo.
• PLANTAS FORRAJERAS.
Alfalfa, maíz forrajero, avena y veza. Se destinan
al alimento animal.
Su área de cultivo se concentra en los secanos
de la mitad septentrional de la Península, por su
clima más húmedo, y en los regadíos extensivos.
La producción ha crecido desde 1950,
paralelamente al incremento de la actividad
ganadera y de la demanda de alimento para el
ganado.
CULTIVOS INDUSTRIALES.
Girasol (aceite, tortas para el ganado y biodiésel),
remolacha azucarera (azúcar y bioetanol), tabaco
(industria tabaquera), algodón (tejidos), pimentón y
cáñamo.
Su área productora principal son los regadíos de la
mitad meridional peninsular, excepto la remolacha
azucarera que se centra en el valle del Duero.
La PAC ha impuesto cuotas de producción a estos
cultivos y fomenta salidas alternativas para algunos
(como la producción de biocarburantes con remolacha y
girasol)
• LEGUMINOSAS
Judías, garbanzos, lentejas, guisantes, vezas y
yeros.
Destinados a la producción de forrajes y granos
secos para la alimentación humana y animal.
Su área de cultivo coincide prácticamente con la
de los cereales, con los que rotan, pues
constituyen un cultivo de descanso o
semibarbecho, dado que sus raíces fijan a la
tierra el nitrógeno del aire.
Su producción se enfrenta a las dificultades de
mecanización y a los bajos rendimientos, y su
cultivo está en retroceso.
• HORTALIZAS
Lechuga, tomate (Murcia, Badajoz, Almería), ajo
(Cuenca), cebolla y judía verde (Valencia),
espárragos (La Rioja, Navarra, Cáceres) y
melón (Toledo, Ciudad Real).
Representan sólo el 8,5% de la superficie
agrícola, pero su valor equivale al 32% de la
producción vegetal y proporciona gran parte de
las exportaciones españolas. Son, por tanto,
fundamentales para nuestra economía.
Los cultivos de horticultura de ciclo manipulado
han roto con la tradición de las comarcas donde
se practican. La alta tecnificación (selección de
plantas, tratamiento biológico fitosanitario, riego
localizado, manipulación rápida, invernaderos,
condiciones climáticas especial –cadenas de
frío- e inmediatez de transporte hasta su
destino) está teniendo fuertes repercusiones
socioeconómicas. En las provincias de Alicante,
Murcia, Almería, Granada y Huelva, los cultivos
de invernadero (tomates, pimientos, calabacín,
pepinos, judías verdes y fresas) están
generando mucho empleo (que se cubre con
población inmigrante preferentemente) y un alto
nivel de rentas en esas comarcas.
• PATATA
Presenta
un
amplio
abanico
de
demandas, usos y destinos, desde los
domésticos hasta los industriales.
• FRUTALES
CÍTRICOS (naranja dulce, mandarinas y
limones) se concentran en las provincias de
Castellón, Valencia, Alicante y Murcia. En los
últimos años ha habido un notable avance en
este tipo de explotaciones (sobre todo en
Andalucía y Valencia).
Se han convertido hoy en el principal exponente
de la agricultura de exportación española y
constituyen un sector estratégico para equilibrar
la balanza de pagos nacional. Se clasifican en
cítricos y no cítricos.
• FRUTALES
NO CÍTRICOS se organizan en dos grupos: las
frutas que tienen pepita (manzanas y peras) y
las que tienen hueso (almendras, albaricoques,
melocotones, ciruelas y cerezas). Junto a estas,
existen algunos cultivos tropicales (plátanos,
aguacates, chirimoyas). El clima y el agua son
los factores físicos que limitan la distribución
espacial de estos cultivos. Por ello, las tierras
más propicias son las litorales y prelitorales
mediterráneas, incluido el valle del Ebro (donde
se cultivan manzanas, peras y melocotones) y el
valle del Jerte (donde destacan los cerezos).
• TERRENOS FORESTALES
Ocupan el 34,4% de la superficie total del
país. Se localizan en espacios de elevada
altitud, donde las condiciones climáticas y
las fuertes pendientes restringen los
aprovechamientos agrícolas propiamente
dichos. En estos territorios el árbol, bien
autóctono o de repoblación, es el centro
productivo de las economías rurales.
• El destino principal de la producción es el
aserrío de la madera para su uso en
industrias de la construcción y del mueble,
y en la elaboración de pasta de papel.
Secundariamente, se explota la resina
para disolventes, y el corcho para tapones
y aislantes.
• La producción de madera ha aumentado por la
expansión de especies de crecimiento rápido.
Aún así, es claramente insuficiente, por lo que
es necesario importar casi el 25% de la madera
consumida de zonas frías o tropicales. En
cambio, son excedentarias la producción de
resina y la de corcho, de la que España es la
segunda productora mundial, aunque ambas se
enfrentan a la competencia de sustitutos
sintéticos.
• La PAC y el Plan Forestal Español fomentan las
repoblaciones y la silvicultura, es decir,
dedicación forestal de las tierras de exceso de
la agricultura. Los objetivos son incrementar la
producción de madera y fomentar otros usos del
bosque,
como
los
recreativos
y
los
medioambientales, especialmente la protección
del suelo y la absorción de CO2
• PRADOS Y PASTOS son tierras destinadas a la
producción de hierba. Ocupan un 14% de la
superficie total y ambos tienen orientación
ganadera.
• Los prados se aprovechan “a diente”, es decir,
directamente para que el ganado se alimente en
verano, pero también se suelen estercolar, o
bien se henifica o ensila para alimento del
ganado en invierno. Se localizan en zonas
húmeda de montaña, en todo el norte
peninsular, desde Galicia hasta el norte de
Navarra,
y con especial importancia en
Asturias, Cantabria y País Vasco.
• Los pastos son también espacios de
orientación ganadera (ovina, porcina y
bovino de carne). Se localizan sobre todo
en el sector occidental de la Península
donde la dehesa cobra especial
importancia por su singular combinación
de pastos, monte de encinas y labor.
ERIALES Y PASTIZALES son terrenos
rasos, sin árboles no casas, utilizados por
el ganado ocasionalmente. Se diferencian
de los prados en que no reciben labores
de cultivo propiamente dichas. Se incluyen
en esta categoría espartizales, terrenos
improductivos y superficies no agrícolas.
LOS APROVECHAMIENTOS
GANADEROS
• La actividad ganadera aporta en España en torno a un
40% de la producción final agraria, porcentaje que se
mantiene inalterado prácticamente desde los años
setenta.
• La ganadería tradicional de basaba en la coexistencia
de distintas especies ganaderas en el mismo ámbito,
integradas por razas autóctonas con elevado grado de
rusticidad, y utilizaba técnicas atrasadas y sistemas
extensivos, que ocasionaban bajos rendimientos.
• La ganadería actual ha experimentado
importantes transformaciones en la estructura y
en la producción, que han permitido incrementar
los rendimientos:
• La ganadería tiende a especializarse en la
producción de carne o leche. Esto ha supuesto
la sustitución de razas nacionales por otras
extranjeras seleccionadas y la casi desaparición
de las razas de aptitud mixta (carne y leche). No
obstante, se está produciendo una cierta
recuperación de razas autóctonas, gracias a las
subvenciones concedidas a este fin.
Aumenta progresivamente la tecnificación, con el
empleo de ordeñadoras mecánicas y el estudio científico
de la alimentación del ganado. Este hecho, unido al
incremento del tamaño de las explotaciones y del
número de cabezas por explotación, ha elevado los
rendimientos, aunque todavía el tamaño de muchas
explotaciones sigue siendo inadecuado.
La ganadería intensiva gana peso respecto a la
extensiva:
La ganadería extensiva depende del medio físico y se
alimenta a diente en los prados y pastizales naturales de
la España húmeda (norte peninsular y áreas de
montaña) o en los pastos de las penillanuras y rastrojos
de la España seca. Generalmente, va asociada a razas
autóctonas y a técnicas de trabajo tradicionales.
Aunque mantiene su importancia en ciertas áreas,
evoluciona hacia una ganadería mixta o intensiva.
Es interesante destacar las funciones de carácter
medioambiental y socioeconómico que cumple la
ganadería extensiva: evita el desarrollo de incendios
forestales, ocupa áreas desfavorecidas, fertiliza la tierra,
aporta productos de alta calidad y forma parte del
paisaje rural (la dehesa extremeña, los rebaños
manchegos…).
La ganadería intensiva o industrial está desvinculada
del medio físico, al encontrarse estabulada y alimentarse
total o parcialmente con piensos.
Se localiza en las proximidades de los centros de
consumo urbano y en el nordeste y litoral mediterráneo
peninsular, especialmente en el caso del ganado porcino
y avícola.
Este tipo de ganadería va asociado a razas extranjeras
seleccionadas; emplea técnicas modernas; y tiene una
elevada dependencia de forrajes y piensos compuestos
importados, cuyos precios han experimentado fuertes
subidas. Crea problemas de contaminación de las aguas
(purines).
La producción total y el número de cabezas
varía entre las diferentes cabañas o tipos:
El ganado bovino o vacuno (vacas, terneros,
bueyes, toros) aporta un 28,4% de la producción
animal. El censo bovino suministra leche y carne
para el consumo, pieles para la industria y
estiércol como fertilizante.
• La producción de carne se enfrenta a la competencia de la
carne más barata de cerdo y ave. La producción de leche y
derivados sufre la competitividad de otros países
comunitarios más baratos. La PAC mantiene el 100% de la
ayuda ligada a la producción en las vacas nodrizas y
sacrificios de terneros y la desliga en un 60% para el
sacrificio de animales adultos. En cambio, los excedentes de
leche han llevado a imponer cuotas, fomentar el abandono
de la actividad y desvincular el 100% de la ayuda de la
producción de leche. Como consecuencia, parte del sector
se ha reconvertido hacia el bovino de carne, con la
consiguiente disminución de la producción láctea.
La cabaña ovina (oveja, carnero, cordero…)
aporta un 13,6% de la producción final
ganadera. El censo ovino suministra carne y
leche, transformada esta última casi en su
totalidad en queso. También produce lana y
pieles (cordero), esta últimas muy cotizadas en
el mercado internacional.
• Su localización preferente son los secanos del
interior peninsular, donde se explota en dos
regímenes.
El
régimen
extensivo,
predominante, incluye la trashumancia, o
desplazamiento estacional del ganado, que se
encuentra en decadencia ante la escasez de
pastores, y el pasto del ganado en rastrojos y
barbechos o en áreas organizadas con este fin.
• El régimen intensivo de cebo de corderos y
ordeño se está incrementando, aunque tiene
todavía escasa significación. La producción de
carne se basa en razas autóctonas de elevada
rusticidad. En cambio, la producción de leche
cuenta con una mayor introducción de razas
extranjeras y se ve favorecida por los elevados
precios y la alta demanda que alcanza para la
elaboración de quesos.
• La PAC ha concedido importantes subvenciones
al ovino extensivo para evitar el abandono de
esta actividad.
La cabaña porcina supera el 40% de la
producción final ganadera.
• El porcino extensivo, basado en razas autóctonas de
calidad (cerdo ibérico), se localiza en las dehesas de
Extremadura, Zamora, Salamanca y Andalucía. El
porcino intensivo predomina en Cataluña y Murcia,
donde suele adoptar el sistema de la integración, es
decir, la conjunción de una empresa, que proporciona la
materia prima (lechones) y los piensos, y un ganadero,
que aporta el establo y el trabajo.
• La producción de carne de cerdo ha crecido gracias al
incremento de la demanda, aunque se enfrenta al
problema de los excedentes mundiales y europeos de
carne. La PAC no concede a este sector, ni precios
mínimos ni ayudas directas, únicamente ayudas a la
exportación en caso necesario.
• El ganado caprino (cabra, cabrito…) tiene
menos valor económico (1,7%). La producción
de leche, en régimen semiintensivo o intensivo,
es el principal destino de la cabaña caprina, que
también va destinada a la producción de carne
(cabrito), queso y pieles.
• La avicultura (pollos, gallinas, avestruz, patos…) ha aumentado su
producción desde finales de 2000, a raíz de la crisis de las “vacas
locas”. Estos animales se destinan para carne, huevos, patés, etc. y
prácticamente el 100% se explotan en régimen intensivo.
La producción de carne de pollo es inferior al consumo, lo que exige
importar; en cambio, la producción de huevos permite exportar.
La PAC solo contempla ayudas a la exportación de carne y huevos
y a la retirada de carne de pollo del mercado para evitar la caída de
los precios.
Otras actividades ganaderas son la cunicultura o cría de conejos,
que está en expansión; y la cría de ganado caballar y asnal, en
regresión, y el mular, en extinción.
NUEVOS USOS Y FUNCIONES DEL
ESPACIO RURAL
• Progresiva “desagrarización” de los espacios
rurales españoles.
• CAUSAS QUE HAN FAVORECIDO LOS
NUEVOS USOS RURALES:
• Una nueva percepción positiva de lo rural ante
el crecimiento del “malestar urbano”, asociado a
la contaminación, al desempleo y a la
inseguridad, que revaloriza lo rural como
sinónimo de mayor calidad medioambiental,
tranquilidad, seguridad y sociabilidad.
• La tendencia a descentralizar la
residencia, la producción y los servicios
buscando menores costes, y una
organización territorial más equilibrada.
• ACTIVIDAD
INDUSTRIAL.
Nuevos
emplazamientos geográficos compartiendo el
espacio de las áreas “ruruburbanas” con los
núcleos rurales. El desarrollo industrial
endógeno ha potenciado la “agroindustria”,
principalmente la industria agroalimentaria en
las regiones agrícolas y puertos pesqueros
(industria conservera de Santoña en Cantabria,
de Alfaro en la Rioja o de Molina de Segura en
Murcia”.
• ACTIVIDAD TURÍSTICA-RECREATIVA.
Atrae hacia el espacio rural a habitantes
de las áreas urbanas que buscan
tranquilidad y atractivos culturales y
patrimoniales.
• En el desarrollo del TURISMO RURAL y del
AGROTURISMO no sólo ha tenido que ver el
cambio de gustos de la población en los últimos
tiempos, sino también el papel de las políticas
públicas y los planes de desarrollo rural
financiados con los fondos europeos (LEADER,
PRODER). Esta actividad se configura como
una opción interesante, al dar ocupación a
colectivos de difícil inserción laboral en nuestros
espacios rurales (mujeres y jóvenes)
• La
ACTIVIDAD
CINEGÉTICA (caza), se
está
convirtiendo
en
ciertas zonas (Montes de
Toledo en Castilla-La
Mancha, Sierra Morena
en
Andalucía
y
Extremadura)
en
un
recurso
que
genera
importantes rentas por el
uso de tierras y los
servicios de hostelería.
• La construcción de SEGUNDAS RESIDENCIAS
en el medio rural se relacionó, en principio, con
el éxodo rural y el retorno temporal de los
emigrantes. Estas viviendas tuvieron un uso
temporal, pero posteriormente son ocupadas
con carácter definitivo una vez que sus dueños
se jubilan y retornan a vivir al lugar del que
emigraron. En la actualidad, el turismo rural está
contribuyendo al aumento de segundas
residencias en estos espacios.
• La
PRODUCCIÓN
ENERGÉTICA
empieza a estar presente en el espacio
rural:
hay
parques
eólicos
en
emplazamientos de vientos constantes o
amplias superficies ocupadas con placas
solares.
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