Documento de Cátedra 40: NOTAS DE CAMPO: EL REGISTRO Y

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Universidad de Buenos Aires
Facultad de Ciencias Sociales
Carrera de Sociología
Documento de Cátedra 40: NOTAS DE CAMPO: EL REGISTRO Y LA
ORGANIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN RECOGIDA MEDIANTE OBSERVACIONES.
Alejandra Navarro1 (2007)
Cátedra de Metodología y Técnicas de la Investigación Social
Profesora Titular: Ruth Sautu
Este Documento de Cátedra forma parte de una serie que tiene como propósito contribuir a la formación
de alumnos de la Carrera de Sociología de la Universidad de Buenos Aires en cuestiones vinculadas al
diseño y realización de investigaciones científicas en el campo de las ciencias sociales. Su contenido
complementa los textos de metodología de lectura obligatoria y optativa incluidos en cada uno de los tres
cursos que se dictan en la Carrera.
Estos documentos son material de uso interno y no pueden ser incorporados a ediciones impresas ni
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Cátedra. Por ejemplo:
E. O. Wrigth (1985), Classes, London: Verso, citado en Documento de Cátedra II.1., Plotno, G.,
Lederman, F. & Krause, M. (2007) “Escalas Ocupacionales”.
1
Jefa de Trabajos Prácticos.
1
NOTAS DE CAMPO: EL REGISTRO Y LA ORGANIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN
RECOGIDA MEDIANTE OBSERVACIONES
ALEJANDRA NAVARRO (2007)
El objetivo de este documento de trabajo es discutir la necesidad y utilidad de
las notas de campo en el trabajo etnográfico, así como el modo en que se
registra y organiza la información recogida en el campo. Esta tarea debería ser
entendida como una actividad central en la investigación, dado que “un
proyecto de investigación puede estar muy bien estructurado y teóricamente
bien fundado pero si el proceso de redacción de notas es inadecuado será
como una buena cámara con una película de mala calidad” (Hammersley y
Atkinson, 1994:162).
Antes de comenzar con esta tarea, reflexionaremos brevemente acerca de la
noción de “método etnográfico” y de la utilidad de trabajar en el campo a partir
de la observación.
La etnografía es definida por algunos autores como “el estudio descriptivo de
una comunidad, o de alguno de sus aspectos fundamentales, bajo la
perspectiva de comprensión global de la misma” (Aguirre Baztán, 1995:3). La
dimensión descriptiva no es presentada como un obstáculo para el análisis de
la cultura en términos de identidad, totalidad, eficacia, comprender la cultura
como un todo orgánico.
Otros hablan de:
el registro de conocimiento cultural Spradley (1980),
el análisis holístico de las sociedades (Lutz, 1981),
de la investigación detallada de padrones de interacción (Gumperz,
1981)2.
2
Todos citados en Hammersley y Atkinson (1994: 15).
2
Más allá de la definición siempre se mencionan aspectos relacionados con la
dimensión cultural y un análisis detallado y profundo de aspectos de un
escenario (comunidad, escuela, barrio, etc.).
Por su parte, Hammersley y Atkinsonn (1994:15) señalan que su perspectiva
entiende a la etnografía como un método de investigación social que trabaja
con una amplia gama de fuentes de información, “... participan, abiertamente o
de manera encubierta, de la vida cotidiana de personas durante un tiempo
relativamente extenso, viendo lo que pasa, escuchando lo que dicen,
preguntando cosas.... recogiendo todo tipo de datos accesibles para arrojar luz
sobre los temas que se han elegido...”.
Por lo tanto, entendemos a la etnografía como un método que:
•
posibilita retratar las actividades y perspectivas de los actores.
•
con el tiempo el etnógrafo tiene la posibilidad de verificar su
comprensión de los fenómenos estudiados.
•
presenta un diseño flexible, la estrategia e incluso la orientación de la
investigación pueden cambiarse con relativa facilidad.
•
permite el desarrollo de teoría
•
utiliza diferentes fuentes de información, las cuales pueden ser
comparadas.
Como síntesis de su postura, Hammersley y Atkinson (1994:40) señalan:
o Toda investigación social se basa en la capacidad humana de hacer
observación participante. Actuamos en el mundo social y somos
capaces de vernos a nosotros mismos y nuestras acciones como objetos
de ese mundo.
o Somos parte del mundo social y debemos tener eso en cuenta y
considerarlo en el análisis.
o Asimismo, no podemos escapar al conocimiento del sentido común y en
métodos de investigación basados en el sentido común.
3
Más allá de que entendamos a la etnografía como un método que indaga la
realidad desde diferentes técnicas, en este artículo nos concentraremos en la
técnica de observación, profundizando en las notas de campo y el registro de la
información recogida.
LA OBSERVACIÓN PARTICIPANTE.
La observación ofrece a la tarea de investigar una manera distinta de mirar la
realidad y recolectar los datos. No se basa en lo que las personas dicen que
hacen o piensan, ni en sus relatos, sino en la evidencia directa que se obtiene
como testigo de la situación; se contemplan diversas situaciones de la vida
social sin manipularlas ni modificarlas.
A diferencia de la observación cotidiana, actividad que realizan todos los
individuos, la observación científica, herramienta de la investigación social,
debe:
•
Orientarse: enfocándola a un objetivo concreto de investigación
(algunos autores señalan que se lo formula de antemano, en cambio
otros, como Hammersley y Atkinson (1994) sostienen que a medida que
avanza la investigación el objetivo se va enfocando); más allá de las
divergencias, uno sabe qué desea estudiar y observar.
•
Planificarse: sistemáticamente en fases, lugares, aspectos y personas;
•
Controlarse: relacionándola con proposiciones y teorías sociales
•
Someterse a controles: de veracidad, objetividad, confiabilidad y
precisión.
(elaborado en base a Valles, 2000: 143).
Siguiendo esta misma lógica, Sánchez Serrano (2001:100) señala que la
observación científica comienza por la selección de un escenario en relación a
un determinado tema de investigación; la observación y registro de datos se
4
hace de manera sistemática, así como el procesamiento y la interpretación de
la información.
Comparando la observación común (de un participante ordinario) con la
científica (observador participante) podemos señalar:
Observación Científica
1. Observación a fondo de la actividad que se estudia;
2. Atención incrementada, mayor estado de alerta;
3. Observación de ángulo abierto: ampliada por el propósito añadido de
estudiar aspectos culturales tácitos de una situación social;
4. Experiencia desde adentro y desde afuera (doble condición de miembro
y extraño)
5. Introspección aplicada: explotación de la introspección natural como
instrumento de investigación social.
6. Registro sistemático
Basado en Spradley (1980: 54-58), en Valles (2000: 150)
Como síntesis, podemos señalar que en la tarea científica de observación
encontramos las siguientes características:
•
Hay una observación directa del fenómeno a estudiar, en contraste con
el uso de encuestas y entrevistas que basan sus datos en aquello que
les es relatado y en contraste con los documentos en los cuales el
investigador suele estar por fuera de la escena.
•
Hay un trabajo de campo. El investigador sale a buscar información de
primera mano.
•
La observación en el trabajo de campo se realiza en escenarios
naturales. El punto consiste en observar las cosas tal como ocurren
naturalmente.
5
•
La observación se basa en la percepción y la memoria del observador, lo
cual tiene implicancias en el trabajo de recolección y registro y obliga a
reflexionar sobre ello.
Teniendo en cuenta este último aspecto –percepción y memoria – resulta
indispensable señalar que trabajos realizados en la psicología social apuntan a:
•
Memoria selectiva: La fragilidad de la memoria humana y a que no hay
posibilidad de que podamos recordar todos y cada uno de los detalles de
los eventos observados. Pero lo que olvidamos y recordamos no se
decide azarosamente. Existe un patrón que rige la manera en la cual la
mente se las arregla para recordar ciertas cosas y olvidar otras, eso es
la memoria selectiva.
•
Percepción selectiva: La manera en la cual la mente filtra información
que recibe a través de diferentes sentidos. Esto no actúa solo como
forma de reducir la cantidad de información, también operan ciertos
filtros que dejan pasar cierto tipo de información para ser experimentado
como lo que ocurrió, mientras simultáneamente ponen barreras a
muchos otros.
•
Percepción acentuada: Hay experimentos que demuestran que esos
filtros no sólo dejan pasar cierta información mientras excluyen otra, sino
que conducen nuestra sensibilidad a ciertas señales dependiendo de
nuestro estado emocional y físico y nuestras experiencias pasadas. Lo
que experimentamos está delineado por nuestros sentimientos en el
momento y por la carga emocional que llevamos con nosotros como
consecuencia de cosas significativas que nos ocurrieron.
Por lo tanto, la selección y organización de los estímulos no es azarosa.
Depende de:
Familiaridad: tendemos a ver lo que estamos acostumbrados a ver y
tendemos a interpretar las cosas de acuerdo a nuestras experiencias
pasadas
6
Las experiencias pasadas nos enseña a filtrar ciertos estímulos
desagradables (aprendizaje de evitación) o a exagerar cosas deseadas.
Estado presente: estados físicos o emocionales pueden afectar lo que
es percibido.
Entre las ventajas de la observación encontramos:
Permite aproximarse a la realidad social de modo directo y en toda su
complejidad, en el momento en que ocurren los hechos.
Permite observar a los actores en sus escenarios naturales, aproximarse
a sus puntos de vista.
Permite contrastar lo que se dice o escribe con lo que se hace.
Se obtiene información de primera mano.
Se combina con otros métodos
Asimismo, entre sus limitaciones:
No es posible estudiar lo no observable directamente, fenómenos
demasiados profundos que sólo una entrevista en profundidad o testo
proyectivo logra indagar
Variabilidad en los estados emocionales del observador
Falta
de
equivalencia
en
la
atribución
de
significados
a
los
comportamientos observables de sociedades o culturas distintas.
ASPECTOS DEL DISEÑO A PARTIR DEL TRABAJO CON OBSERVACIÓN:
Una vez definido el escenario y el tipo de rol (no es lo mismo estudiar la policía
desde adentro, o como periodista o como delincuente) que uno asumirá se
debe comenzar a trabajar en el tema del acceso.
La obtención del acceso a la información necesaria es uno de los principales
problemas de la etnografía. El acceso es mucho más que una cuestión de
presencia o ausencia física y un permiso, tal como señalan Hammersley y
Atkinson, (1994: 69), “...el proceso de ganar el acceso no es simplemente una
7
cuestión práctica. Su logro no sólo depende de una comprensión teórica , de
develar el “código nativo”; el descubrimiento de los obstáculos que dificultan el
acceso y también los medios efectivos para sortearlos, aportan indicios de la
organización social del lugar”.
Uno podría suponer que el problema del acceso se podría minimizar si uno
solamente investigase en lugares públicos. Es verdad que cualquiera puede
entrar a un lugar público (por ejemplo un hospital), no hace falta negociar la
entrada. Sin embargo, aunque la simple presencia física puede no parecer algo
intrusivo, el hecho de tomar una actitud investigadora sí puede serlo. Con
respecto a los espacios públicos, Goffman (1979) señala que estos espacios
pueden caracterizarse por lo que denomina “desatención civil”, lo cual implica
actitudes, por parte de los agentes, de una falta de interés por el otro, contacto
visual mínimo, desarrollándose actividades en forma superficial y breve. Por lo
tanto, es importante tener en cuenta estas características del espacio en el que
se observa para tratar de hallar una explicación al respecto.
Aspectos a tener en cuenta en el acceso al escenario:
•
El modo en que uno se presenta (qué rol se asume y qué información se
brinda)
•
Decidir si se buscará un “padrino” que facilite el acceso (tener en cuenta
las implicancias de dicha decisión).
•
Conocer quién tiene el poder de facilitar o bloquear el acceso.
•
Dado que la investigación nunca empieza en la nada se apoya en el
conocimiento de sentido común. Debemos saber lo suficiente como para
poder valorar las estrategias que serán más efectivas para conseguir
entrar.
El acceso no está resuelto una vez conseguido entrar al campo, ya que no se
garantiza el acceso a toda la información requerida. No todos estarán abiertos
a la observación ni al diálogo. La información para comprobar y desarrollar
teoría será constantemente solicitada, el acceso será constantemente
negociado.
8
Logrado el acceso y ya en el escenario a observar, Silverman (1993: 43) da
algunos consejos acerca de cómo considerar dichos espacios (por ejemplo, el
estudio del la sala de emergencia de un hospital y las relaciones que se
establecen allí así como su dinámica):
•
Elaborar un croquis del espacio y preguntarse qué actividades se
permiten y cuáles no
•
Prestar atención al uso de los espacios y a las actividades que hace la
gente (sus formas de comunicarse, la distancia que mantienen entre sí).
•
Buscar diferencias en el modo de comportarse, de realizar actividades,
tener en cuenta si las personas están solas o acompañadas.
La guía de observación es el instrumento que uno elabora para ayudar a la
observación. Uno debe adoptar un enfoque amplio, buscando identificar
categorías nuevas, llegar al campo y realizar sus registros. En su elaboración,
es fundamental tener en claro el objetivo de la investigación, así como el rol
que se asumirá. No siempre uno llega al campo con un listado fijo de
dimensiones a observar, por lo general uno va elaborando el instrumento a
medida que permanece en el campo. Eso no significa no tener en claro qué se
quiere indagar, pero siempre con una flexibilidad en el diseño que permita ir
incorporando nuevos aspectos que en el campo aparecieron como relevantes.
LAS NOTAS DE CAMPO
Las anotaciones de campo representan el modo tradicional usado en etnografía
para registrar los datos procedentes de la observación. Las mismas consistirán
en “...descripciones más o menos concretas de los procesos sociales y sus
contextos. La finalidad es captar los procesos sociales en su integridad,
resaltando sus diversas características y propiedades, siempre en función de
cierto sentido común sobre lo que es relevante para los problemas planteados
en la investigación” (Hammersley y Atkinson, 1994: 162).
9
La necesidad de estas anotaciones3 deriva básicamente de:
1. la fragilidad de la memoria, es fácil olvidarse de las cosas, sobre todo de
cuestiones menores. Es muy importante proveerse de un tiempo para
las anotaciones
2. la dificultad, en ocasiones, de realizar las anotaciones en el escenario
que se está observando.
Hay que tener en cuenta que, tal como señala Flick (2004: 186), la toma de las
notas de campo está marcada esencialmente por la percepción y la
presentación selectiva (consecuencia de la memoria selectiva, percepción
selectiva y acentuada anteriormente discutidos) del investigador. Una manera
de reducir o mitigar este hecho es complementar las notas con diarios o
protocolos escritos por los sujetos en estudio en paralelo con las notas del
investigador. Así sus visiones subjetivas se pueden incluir en los datos y hacer
accesibles al análisis. Otra manera es añadir a las notas fotografías, dibujos,
mapas y otro material visual.
Con respecto a los sesgos y a los efectos distorsionadores de la observación
Denzin (citado por Valles, 2000: 165) realiza ciertas sugerencias:
a) Tener en cuenta el contexto y los factores relevantes que
ocurrieron antes de iniciar la observación así como durante, para
ello se recomienda el uso de documentos y entrevistas para
compensar esas limitaciones.
b) Los cambios de los sujetos estudiados debido a su relación con el
investigador; esto ocurre sobre todo con los informantes. La
naturaleza de esta información puede tener sesgos, hay que
tenerlo en cuenta y no dejar por ello de acudir a los informantes.
3
Taylor y Bogdan (1986: 76-78) brindan recomendaciones para minimizar la fragilidad de la
memoria y la dificultad en el registro. Los autores señalan: pasar de una visión amplia a una de
ángulo pequeño; buscar “palabras claves” que recordar; concentrarse en las observaciones
primera y última de cada conversación; reproducir mentalmente las observaciones y escenas,
abandonar el escenario en cuanto haya observado todo lo que esté en condiciones de
recordar; tomar las notas lo más rápido posible; dibujar un diagrama del escenario.
10
c) Efectos reactivos de la observación, llevar un registro de los
mismos y realizar observaciones prolongadas.
d) Cambios en el observador, lo que se denomina “convertirse en
nativo”. Se sugiere llevar un registro de los cambios de
sensibilidad en la observación y conversar con colegas
A estas sugerencias se suman las de otros autores
e) Utilización de varios observadores
f) Búsqueda deliberada de casos negativos
g) Escritura de los relatos.
Hay tres preguntas sobre las cuales es necesario reflexionar y encontrar una
respuesta:¿cuándo realizar los registros?, ¿qué registrar? y ¿cómo registrar lo
que se observa?
¿Cuándo realizar los registros?
En principio, de ser posible las notas deberían hacerse inmediatamente
terminada la observación ya que, por lo general, es dificultoso tomar notas
durante la tarea de observación. En ocasiones, en algunos contextos, escribir
puede ser una actividad natural, por ejemplo “estudiantes en una biblioteca”,
pero la actitud de tomar notas de campo debe ser claramente congruente con
el contexto del campo investigado. Si la investigación es encubierta las
anotaciones en el transcurso son casi imposibles. Por lo tanto, la posibilidad de
tomar notas varía en función de las situaciones o incluso dentro de un mismo
lugar (es más fácil escribir cuando los estudiantes también escriben). La regla
debe ser “no desentonar” con la actitud de los demás.
Asimismo, se recomienda en el trabajo de investigación calcular, como mínimo,
la misma cantidad de tiempo para anotar cuidadosamente las observaciones
que el dedicado a la observación misma. Muchos etnógrafos explican que
cuando realizan las anotaciones con posterioridad a los acontecimientos, la
11
calidad de las mismas disminuye rápidamente, perdiéndose los detalles y
presentándose ciertos episodios de modo confuso.
De no ser posible registrar lo observado una vez terminado el trabajo de
observación, es imprescindible tomar notas breves (dibujos, impresiones,
palabras claves) las cuales deberán expandirse con el mayor de los detalles lo
más rápido posible.
¿Qué anotar?
Las notas de campo procuran registrar en el papel todo lo que se puede
recordar
sobre
lo
observado;
incluyen
descripciones
de
personas,
acontecimientos y conversaciones, tanto como los sentimientos, intuiciones e
hipótesis de trabajo del observador. Esto implica una clara discriminación entre
los acontecimientos vistos y oídos y las interpretaciones. Asimismo, es
importante registrar lo que en un principio no pareció claro, lo que no
entendimos, ya que con posterioridad este acontecimiento puede tomar
sentido.
Pero no siempre se puede anotar todo, las escenas sociales son inagotables.
Es necesario realizar algún tipo de selección, la cual puede variar en el tiempo.
Durante la primera etapa las notas de campo son de carácter general y uno
teme priorizar al inicio cualquier aspecto, todavía es difícil realizar algún tipo de
selección de tópicos. A medida que avanza la investigación, las notas se irán
restringiendo el tema en cuestión y las características que en un principio
parecían insignificantes pueden tomar otra dimensión4. Podemos pensar en la
técnica del embudo, donde de una mirada general de a poco uno comienza a
focalizar y registrar solo algunos hechos. Igualmente esto sólo puede ocurrir en
observaciones prolongadas, un tiempo extenso de permanencia en diferentes
horarios y ámbitos (estamos pensando en un trabajo de campo de por lo
4
Hammersley y Atkisnon (1994: 167) presentan el ejemplo de un investigador quien señala que
“gradualmente empecé a escuchar diferentes cosas que la gente decía en el campo. Ocurrió un
cambio: de la atención inicial a lo que se decía, pasé a prestar más atención a cómo era dicho
y hecho”.
12
menos seis o siete meses, lo cual no siempre es posible). Ante dos ó cuatro
observaciones de un escenario, la técnica del embudo es poco viable.
Con el tiempo las notas se vuelven más concretas y detalladas. En la medida
que sea posible, debe hacerse la redacción de forma tal que informe del relato
oral y del comportamiento no verbal en términos relativamente concretos, ello
minimiza el nivel de deducción.
Más allá del nivel de concreción de las notas de campo es esencial que las
citas directas de lo observado sean claramente distinguidas de los resúmenes
del investigador, así como sus dudas y lagunas de los registros. Debe quedar
siempre en claro lo que se observa de lo que se cree que se observó así como
las impresiones e interpretaciones del investigador. Hammerseley y Atkinson
(1994: 172) destacan la importancia de que tanto el registro del discurso y la
acción estén contextualizados en relación a la descripción de quiénes estaban
presentes y dónde, en qué momento y bajo que circunstancia se llevaba a cabo
la acción.
En la misma línea de esta sugerencia, Spradley (1980) presenta una guía con
una serie de ítems a tener en cuenta durante el registro:
1. Espacio (lugares físicos bajo observación)
2. Actores (las personas implicadas)
3. Actividades (acciones que realizan las personas)
4. Objetos (presentes en la escena)
5. Acontecimientos (serie de actividades relacionadas y que se llevan a
cabo)
6. Tiempo (secuencias en las que se desarrollan las actividades y
acontecimientos)
7. Metas (lo que la gente intenta cumplir)
8. Sentimientos (emociones expresadas)
Muchos de estos aspectos son difíciles de tener en cuenta en el trabajo de
campo, igualmente nos parece útil tenerlos presentes al momento de realizar el
13
trabajo para generar notas de calidad que nos habilitarán a trabajar con mayor
claridad con los datos.
Por último, son varios los autores (Hammersley y Atkinson (1994), Silverman
(1993), Spradley (1980), Taylor y Bogdan (1986) que destacan que las
palabras reales que utiliza la gente pueden ser de considerable importancia
analítica, dado que los vocabularios locales nos proporcionan valiosas
informaciones sobre la forma en que los miembros de una determinada cultura
organizan sus percepciones del mundo.
¿Cómo realizar los registros?:
Hay diferentes versiones de cómo llevar adelante las notas de campo.
Spradley (1980) sugiere elaborar el siguiente modelo:
1. Notas condensadas: Tomadas inmediatamente después de una sesión
de trabajo de campo, incluye todo tipo de apuntes, de lo que se vió,
escuchó, poro sin detenerse en el detalle.
2. Notas expandidas: escritas a partir de las anteriores, deteniéndose en
todos los detalles que se puedan recordar.
3. Notas del “diario de campo”: donde se registran las experiencias y
sentimientos del observador. Este registro es útil para no pasar por alto
la influencia en la investigación de los sesgos personales.
4. Notas de análisis e interpretación: donde se combina lo observado en el
campo con las perspectivas teóricas utilizadas, los nuevos conceptos y
la formación general del investigador.
El autor señala la importancia de distinguir en las notas el lenguaje propio del
observador de los “términos nativos”, evitando en la descripción de la
observación la tendencia a emplear términos de la ciencia social, utilizar
lenguaje concreto.
14
Por otro lado, Schatzman y Staruss (1973, citado en Valles 2000) proponen un
modelo de notas con tres tipos de anotaciones:
1. Notas observacionales: exposiciones sobre sucesos presenciados a
través de la observación visual y auditiva. Contiene tan poca
interpretación como sea posible. Es el qué, quién, cómo, dónde y
cuándo de la actividad humana.
2. Notas teóricas: intentos de derivar significado a partir de una o varias
notas de campo. El investigador interpreta, infiere, conjetura.
3. Notas metodológicas: un registro de lo ocurrido teniendo en cuenta la
presencia del investigador y una crítica de las tácticas propias.
Para los autores, las notas de campo constituyen algo más que una ayuda
memoria, es una forma de crear y recrear el datos reorientando la
investigación.
Más allá de las diferencias propuestas de registro, lo esencial es dejar en claro
lo que se observa de lo que el observador interpreta. Cualquier miembro de un
equipo de investigación debe estar en condiciones de leer las notas de campo
y comprender claramente lo que ocurrió en el escenario y no tener dudas de lo
que hizo o dijo un individuo en esa situación en contraposición a las potenciales
interpretaciones del observador.
Muchas veces las notas de campo se acompañan con memos y diarios que
documentan el proceso de acercamiento al campo y las experiencias y
problemas en el contacto con el campo o con los entrevistados u observados5.
No debemos olvidar que como investigadores formamos parte del escenario
que estamos estudiando y es esencial tener todo el tiempo presente nuestra
conducta y nuestros cambios de ánimo, hechos que deberemos tener en
cuenta con posterioridad en el análisis. También podemos pensar en la
importancia de los memos como modo de incluir interpretaciones preliminares.
5
Siguiendo a Spradley (1980) serían las notas del diario de campo y a Schatzman y Staruss
(1973) las notas metodológicas.
15
Este trabajo de anotaciones y potenciales interpretaciones no debe dejarse
hacia el final, la revisión y reflexión cotidiana de los datos recogidos colabora
con una mejor tarea en el campo reorientando en ocasiones la mirada. Tal
como señalan Hammersley y Atkinson (1994: 181-182) “... el proceso de
focalización progresiva significa que la recogida de los datos se debe guiar por
una identificación, abierta, pero explícita, de los tópicos de la investigación. El
trabajo regular en la elaboración de una memoria de investigación obligará al
etnógrafo a generar explicaciones constantemente (...). idealmente, todo
período de observación debe acarrear, paralelamente, el procesamiento teórico
de las anotaciones y la reflexión constante sobre el proceso de investigación.
Las memorias constituyen preliminares que orientan al investigador en la
recogida de la información.
A modo de síntesis un registro de notas de campo debe tener en cuenta e
incluir:
1. Una carátula con la fecha, lugar, nombre de la persona que observa,
horario.
2. Un diagrama/croquis del espacio observado
3. Un detalle de todo lo observado: lo que se vió y escuchó, incluyendo si
es posible las conversaciones entre comillas.
4. Mantener separado
e identificado lo
que se observó de las
interpretaciones e hipótesis del observador. Estas últimas deben
registrase entre corchetes.
5. Evitar comentarios términos evaluativos del tipo “depresivo” y en su
lugar describir la situación.
6. Dejar en claro las lagunas o dudas en lo visto o escuchado.
7. Utilizar seudónimos de las personas incluidas en el registro.
8. Mantener por lo menos dos copias de las notas (ya sea digital o
manual).
Este registro debería ir acompañado por “memos” o diarios de campo en el cual
se incluyan las impresiones del observador, dificultades que encontró en el
campo (si es que las tuvo), las conversaciones informales que mantuvo por
16
fuera del escenario, así como las primeras interpretaciones de lo visto u oído
que servirán como insumos para el trabajo de análisis final.
A continuación presentamos un modelo de registro que se utilizó en la
investigación “Ilusiones y Verdades acerca de la integración en la Escuela
Común”6:
Fecha: Jueves, 5 de Marzo, 2007
Escuela: Juan Pizarro (DE Nº 80). Av. Montero 50 (Merlo, Prov. de Buenos
Aires). Directora: Lidia Gonzales. Supervisora: Laura Torres.
Observador: Juan Pérez
Primer contacto con la escuela en la que vamos trabajar durante el año:
Llamo a la escuela para pedir una entrevista con la directora para explicarle el
motivo de nuestra visita. La directora se muestra amable, pero nos explica que
por el momento no puede otorgarnos la entrevista ya que está con muchas
tareas dentro de le escuela (debe ocuparse de la vacunación, los D.N.I.,
comisiones etc.). Logramos juntarnos con ella dos semanas más tarde. En esa
escuela queremos observar dos grados: 2do. y 4to. y observar la dinámica del
aula y el modo de relacionarse alumnos y docentes.
1era. observación.
Fecha: Jueves, 20 de Marzo, 2007
Escuela: Juan Pizarro (DE Nº 80). Av. Montero 50 (Merlo, Prov. de Buenos
Aires). Directora: Lidia Gonzales. Supervisora: Laura Torres.
Observador: Juan Pérez
Horario: Turno Mañana, 8 hs.
4to. grado.
6
Dubrovsky, S., A. Navarro y Z. Rosenbaum (2003): Ilusiones y Verdades acerca de la
integración en la Escuela Común, Serie Estudios de Base Volumen 4, Dirección de
Investigaciones, Secretaría de Educación, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
17
Llegamos a las 8 de la mañana. La disposición del aula es la tradicional. Hay
dos hileras y los niños están sentados de a dos, en algunos casos pude haber
tres juntos. El aula estaba cubierta de afiches de colores (parecía alegre) con
un calendario grande, un pizarrón al frente, estaba bien pintada, aunque el
color era un poco oscuro, crema. Tiene una ventana grande con rejas. La
puerta da al patio y tiene cartulinas con dibujos en los vidrios.
Antes de comenzar la clase los chicos charlaban, jugaban, se movían. Se
pudieron ver varios grupos. Los chicos del fondo del aula se mostraban más
movedizos, saltaban de un banco a otro, repartían cartas. Los alumnos del
frente parecían más tranquilos (algo pasó en el fondo con dos chicos poro no
pudimos escuchar y justo entró la maestra y se puso a hablar con nostras y no
se bien qué pasó).
PIZARRÓN
Maestra
Hoy presenciamos la clase de matemáticas. La maestra escribió un problemas
en el pizarrón y los chicos lo copiaron. Nuevamente el grupo del fondo parecía
más inquieto y la maestra constantemente les pedía silencio “chicos, basta,
copien, después se retrasan y yo no los voy a esperar”. Dos alumnos del frente
18
resolvieron el problema rápidamente (antes que los otros) y se lo mostraron a
la maestra pidiéndole otro problema. La docente siempre estuvo sentada en su
escritorio, no se la vió caminar por el aula. Un alumno interrumpió varias veces
(recuerdo tres ocasiones) a la docente para pedirle ayuda y ella siempre le
contestó en forma [amable]. Le preguntaba sus dudas, le escribía cosas en el
cuaderno, le contestaba sus preguntas.
Algo pasó en el fondo y dos alumnos empezaron a gritar y pelearse, no
pudimos ver qué era pero de golpe la maestra se levantó y trató de separarlos
(creo que era más o menos la mitad de la clase). Finalmente se fueron los dos
a la dirección. Mientras tanto el resto de los chicos copiaban, algunos seguían
con la resolución y otros (aprovechaban) sacaban cartas.
Una alumna (la cual nos llamó la atención porque desde el inicio se la vió como
triste, miraba un punto fijo, no copiaba al principio hasta que la maestra le dijo
que lo hiciera, no hablaba con el resto y ese día estaba sentada sola. Bueno,
esta alumna, por lo que pudimos observar resolvió incorrectamente el
problema. Al finalizar su tarea fue hasta el banco de la maestra y se paró en la
cola detrás de otros chicos, pero luego de unos minutos regresó a su banco.
Esa fue la única vez que intentó consultar algo, o mostrarle algo a la maestra.
Aproximadamente había pasado media hora cuando la maestra copió un
segundo problema en el pizarrón. Algunos alumnos estaban retrasados y aún
no habían terminado el primero.
Esta alumna que veíamos sola tardó mucho en copiar el segundo problema y
manifestaba grandes dificultades en su resolución. Una compañera que se
sienta delante de ella le ayudó a hacerlo.
Cuando tocó la campana todos se retiraron al recreo, antes de salir, esta nena
me mostró una foto de su hermano ya que la maestra de inglés les había
pedido fotos de sus familias.
19
Al salir la maestra nos dijo que estaba un poco “agobiada” con la tarea ya que
en realidad ella tiene tres chicos con ciertas dificultades y por momentos, sobre
todo con uno de ellos “Leo” mantiene un contacto directo. Nosotras no lo
notamos y ese nene estaba en el aula. Tendremos que tenerlo presente para la
próxima observación.
Con respecto a la nena que se veía sola “Lía” nos dijo que aún no se definió su
situación, que ella debería tener un apoyo extra y que estaba pensando en
bajarle la dificultad de los temas. Lo que también aclaró fue que no hay escuela
para ella y que a ellas no les queda otra que aceptarla. Suena la campana y la
docente se retira.
Luego nos fuimos al recreo, no nos detuvimos en su observación pero notamos
que la nena a la cual veíamos sola dentro del aula se relacionaba muy bien con
el resto y participaba de los juegos.
Comentarios:
La maestra no pareció molesta por nuestra presencia. Sí notamos que algunos
alumnos se acercaban y nos mostraban sus cuadernos y en tres ocasiones nos
pidieron ayuda, nos llamaban “seño”. No sabemos muy bien donde sentarnos
la próxima vez para intentar interferir lo menos posible. Sabemos que con el
tiempo nuestra presencia se verá como más natural pero por el momento
creemos que se nos “ve” mucho. Yo personalmente me sentí un poco
incómoda por no saber si responder a las preguntas de los niños y siento que
quiero ver y escuchar todo y recuerdo poco.
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