Reseña histórica El 6 de abril de 1994, de regreso de una cumbre regional celebrada en Dar es Salaam, el avión en el que viajaba el Presidente de Ruanda Juvenal Habyarimana fue derribado. Los miembros extremistas del partido Hutu en el poder, Habyarimana, inmediatamente culparon al Frente Patriótico Ruandés (FPR), la organización paramilitar Tutsi. Un grupo de dirigentes extremos de la cúpula militar se hizo del poder y se sirvió de la acusación para aplicar un plan de aniquilación sistemática en todo el país. En la capital, Kigali, el asesinato de los líderes de la oposición y de los hutus moderados comenzó inmediatamente luego la caída del avión, sobre la base de listas preestablecidas e instrucciones para encontrar a las víctimas. Hacia el mediodía del día siguiente, los dirigentes políticos moderados estaban ya muertos u ocultándose. La violencia se extendió rápidamente desde Kigali hacia la zona rural, en donde miles de civiles Tutsi fueron asesinados, poblado tras poblado. Después de unos días, la gravedad de la crisis resulta clara. La cantidad de muertes aumentaban, y muchos ya tomaban el término acuñado por Lemkin – “genocidio” – para referirse a la violencia. El 19 de abril, Human Light Watch (US) y otras organizaciones se acercaron al Consejo de Seguridad de la ONU con informes del terreno dejando en claro que estos actos constituían “genocidio.” La Federación Internacional de Derechos Humanos con sede en París, se pronunció en este sentido el 21 de abril. El 23 de abril, una editorial del New York Times empezaba con la siguiente frase: “en Ruanda sucede algo muy parecido a un genocidio” el 27 de abril, el Papa Juan Pablo se sirvió de su audiencia seminal para “invitar a todos los líderes a ….detener este genocidio” en Ruanda. Ese mismo día, las delegaciones checa y argentina presentaron un proyecto de resolución ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en donde se incluía el término. Oxfam, el clero y misioneros en Ruanda, Médicos sin Fronteras, el Comité Internacional de la Cruz Roja, todos brindaban pruebas irrevocables de que se había especificado a los Tutsi, lo cual validaba que se hablara de “genocidio.” En los meses previos al inicio del genocidio, los activos de mantenimiento de la paz envían cables al Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU informando sobre los inminentes asesinatos en masa y sobre la necesidad de refuerzos. El Secretario General de la ONU Boutros Boutros-­‐Ghali, en una respuesta catalogada por un académico como “anémica…tímida, poco decidida, y engañosa” no informó activos de mantenimiento de la paz al Consejo de Seguridad y ordenó “imparcialidad” a los activos en el terreno. No fue sino entrado el segundo mes del genocidio-­‐ con la tasa más alta de muertes en las primeras cuatro semanas-­‐ que Boutros-­‐Ghali empezó a usar el término en relación a lo que sucedía en Ruanda. El 4 de mayo, en Nightline de ABC, utilizó finalmente el término en un foro público. En informes ulteriores al Consejo de Seguridad – el “ejecutador” y único órgano principal de la ONU cuyas resoluciones son vinculantes – Boutros-­‐Ghali, en un intento de aparecer como líder, hizo hincapié en repetidas ocasiones sobre la necesidad de actuar en Ruanda. El 31 de mayo, informó al Consejo de Seguridad que “ existían pocas dudas de que lo que sucedía en Ruanda era un genocidio.” Una vez más, el 20 de junio, hizo una somera declaración en donde Página | 1 expresaba “la necesidad de que la comunidad internacional respondiera de forma urgente y coordinada al genocidio que asola al país.” Las respuestas del Consejo de Seguridad – que tiene la autoridad para resolver disputas internacionales a través de la negociación, sanciones e incluso a través del uso de la fuerza-­‐ fueron ostensiblemente ambiguas. Entre abril y mayo de 1994, se aprobaron una serie de resoluciones del Consejo que condenaban “las numerosas matanzas de civiles y recordaban que “los asesinatos de miembros de un grupo étnico con el objetivo de su destrucción, en parte o en su totalidad, constituía un delito punible bajo derecho internacional.” A pesar de la clara referencia en la frase “delito punible bajo derecho internacional,” el termino “genocidio” no aparecía en la resoluciones del Consejo de Seguridad; cada una de las cuales finalizaba con la irónica frase de que el Consejo “decide seguir ocupándose de la cuestión.” Claramente mencionar el “asunto” generaría obligaciones-­‐ sino legales al menos morales-­‐ de hacer frente al delito y los miembros del consejo de Seguridad no estaban preparados para dar el paso. El epicentro del extremismo Hutu, Kigali, cayó en manos del FPR el 4 de julio de 1994. Para el 19 de julio, el FPR ya tenía control total del país y se declaró un cese al fuego. El genocidio, que se saldaba con al menos 800.000 muertes en unos 100 días entre la primavera y el verano de 1994, había terminado. La mayor parte de las victimas pertenecía a la minoría Tutsi (resulta casi imposible encontrar a una familia Tutsi que no haya perdido a un miembro de su familia durante el genocidio). Sin embargo, también se identificaron a más de 50.000 Hutus asesinados, por ser considerados de la oposición. Charles Mironko estima que el “97% de los niños sobrevivientes. Fueron testigos de asesinatos y muerte durante el genocidio,” en muchas ocasiones el asesinato de sus propios padres y/o miembros de su familia. Ruanda es el caso de genocidio más rápido, eficaz e intenso de la historia. Casi unos tres meses más tarde, el 1 de octubre de 1994, una Comisión Imparcial de Expertos del Consejo de Seguridad establecida a pedido de éste último, concluyó en que “actos de genocidio contra el grupo Tutsi perpetrado por parte de elementos Hutu de forma concertada, planificada, sistemática y metódica. Estos actos de exterminación masiva contra el grupo Tutsi constituye genocidio de acuerdo con el significado del articulo II de la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio.” Se utiliza finalmente la palabra “genocidio,” y es la primera y única vez desde la aprobación de la Convención sobre Genocidio en 1948, que la ONU oficialmente identifica un caso de genocidio. Página | 2 Resumen de algunos factores de riesgo para el genocidio en Ruanda, mediante el uso del marco de análisis de la Oficina del Asesor Especial sobre la Prevención del Genocidio (OSAPG) “Las ocho categorías de factores no tienen un orden jerárquico y la ausencia de información sobre una o más categorías no indica necesariamente que no exista peligro de que se cometa genocidio; lo que importa son los efectos que pueda tener la acumulación de factores para desencadenar la preocupación del Asesor Especial en cualquier situación particular. Cuando se los resuelve satisfactoriamente, o cuando dejan de existir o de ser pertinentes, se supone que disminuye el riesgo de genocidio”. – pág. 2, Oficina del Asesor Especial del Secretario General sobre la Prevención de Genocidio, marco de análisis, una Guía para los estados. Categoría 1 de factor de riesgo de: Relaciones intergrupales, que incluye un registro de discriminación y/u otras violaciones de los derechos humanos cometidas contra un grupo • Relaciones entre grupo en lo que respecta tensiones, poder y relaciones económicas, que incluye percepciones sobre el grupo perseguido; • Conflictos actuales y pasados por territorio, poder, seguridad y expresiones de identidad de grupo, como idioma, religión y cultura; • Patrones actuales y pasados de discriminación contra miembros de cualquier grupo que puede incluir: o Prácticas discriminatorias severas, por ejemplo, la identificación obligatoria de miembros de cualquier grupo determinado, imposición de impuestos/multas, permisos requeridos para actividades sociales como el matrimonio, control obligatorio de la natalidad, la exclusión sistemática de los grupos a alcanzar posiciones de poder, trabajar en las instituciones del estado y/o estudiar profesiones claves; o Desigualdad significativa en los indicadores socioeconómicos al mostrar un patrón de exclusión deliberada de los recursos económicos y la vida social y política; • Justificación pública para tales prácticas discriminatorias; • Historia del genocidio o violaciones severas y masivas de los derechos humanos afines contra un grupo en particular; rechazo por los perpetradores; • Menciones de las violaciones de los derechos humanos cometidos en el pasado contra un posible grupo perpetrador como una justificación de los actos de genocidio contra el grupo perseguido en el futuro. Página | 3 En términos de composición étnica, la población de Ruanda está conformada por 85 % Hutus, 15 % Tutsis y menos de 1 % Twas. Los hutus and tutsis hablan el mismo idioma (kinyarwanda), practican la misma religión y se han casado entre sí durante miles de años, pero históricamente han desempeñado diversos trabajos, los hutus trabajando la tierra (considerados “de clase baja”) y los tutsi pastando al ganado (considerados de “clase alta”). [No dejes a nadie que cuente la historia: Genocidio en Ruanda, Alison Des Forges, 1999] Los primeros signos de un trato preferencial aparecieron en 1860 con el ascenso de un Rey tutsi (Kigeri Rwaburgeri) y la creación de una administración jerárquica que favorecía a los tutsi. Bajo el dominio colonial de Alemania (1894-­‐1916) y luego el de Bélgica (1916-­‐62), los tutsi se consideraron superiores en cuanto a raza. [“Profundas rupturas que dividen”: los orígenes y desarrollo de la violencia étnica en Ruanda a, Deborah Mayersen, 2012] Los belgas removieron de manera sistemática a los hutus de sus posiciones de poder, los excluían de recibir educación superior que se necesitaba para seguir una carrera en administración estatal, e introdujeron los registros, con documentos de identidad emitidas para indicar la “etnicidad” individual. [Des Forges]. Desde 1959 a 1961, se apreciaron incidentes constantes de violencia intergrupal, que terminó en un levantamiento hutu contra la élite tutsi (20,000 tutsis muertos; 300,000 exiliados a la fuerza a Uganda). Los tutsi reaccionaron matando y arrestando a los líderes hutu prominentes. La monarquía acabó, así como el dominio colonial de Bélgica y se estableció una Primera República con el presidente hutu Grégoire Kayibanda. Ruanda se convirtió en un estado único dominado por los hutus. Burundi también se independizó, con tensiones hutus-­‐ tutsis similares [The Rwanda Crisis: History of a Genocide, Gérard Prunier, 1995] La violencia étnica continuaba repitiéndose: En 1963, se realizó la invasión de Bugesera, los tutsi refugiados, coordinados mediante la Unión Nacional de Ruanda (Union Nationale Rwandaise, UNAR), entraron a Ruanda desde Burundi y marcharon hacia la capital. La defensa de Kigali se convirtió en masacres hacia los tutsis en toda la República, entre 10,000 a 14,000 personas fueron asesinadas [Mayersen]. Los militantes hutu comenzaron a utilizar el término inyenzi (“cucarachas”) para describir a los rebeldes tutsi que se infiltraban desde el exterior. Página | 4 En Burundi, en 1972, el ejército, controlado por los tutsi, emprendió asesinatos masivos de hutus que era lo mismo que el genocidio de acuerdo con la Comisión Internacional de Investigación (International Commission of Inquiry) establecida por las Naciones Unidas. El ejército del general Juvénal Habyarimana (también hutu) derrocó al presidente Kayibanda en 1973 y dos años después creó el Movimiento Nacional Revolucionario por el Desarrollo (Mouvement Révolutionaire National pour la Développment) como el único partido político de Ruanda. No solo favoreció a los hutu en Ruanda, sino que los respaldaba contra los tutsi en Burundi. En 1990, la Guerra civil estalló entre el régimen de Habyarimana y el Frente Patriótico de Ruanda (Rwandan Patriotic Front), un grupo tutsi rebelde con sede en Uganda. El asesinato de Habyarimana en abril de 1994 desató el genocidio, con la mayoría de hutus masacrando a casi 800,000 tutsis y controlando a los hutus. Las Naciones Unidas fracasaron en su intento por detener los asesinatos. El genocidio terminó por las fuerzas armadas del Frente Patriótico de Ruanda (FPR). Después del genocidio de 1994, Paul Kagame, comandante del FPR, se convirtió en presidente del país. Bajo su mandato, Ruanda continuó participando en la Primera guerra del Congo (1996-­‐97) y la Segunda guerra del Congo (1998-­‐2003), al perseguir a las fuerzas hutu que habían cruzado la frontera hacia la República Democrática del Congo después del genocidio. En octubre de 2010, la Alta Comisionada de la Naciones Unidas por los Derechos Humanos publicó el “Informe de las violaciones más severas de los derechos humanos y la ley humanitaria internacional entre 1993 y 2003 en la República Democrática del Congo (RDC)”, también conocido como el Informe de mapeo de la RDC. Navi Pillay, miembro de las Naciones Unidas, enfatizó que fue el “primer y más destacado” informe sobre la RDC, pero en la página 550 del informe, se incluye evidencias de que el ejército de Ruanda, en su persecución de la milicia hutu y los refugiados después del genocidio de 1994, asesinaron a cientos de miles de hutus, que incluye mujeres y niños, en una campaña que el Informe de mapeo explicó que puede haber constituido el genocidio. Ruanda, en sus comentarios oficiales sobre el informe, descartó no solo en sus conclusiones sino también en su metodología que: “Ruanda declara rotundamente que el Borrador del Informe de mapeo es inaceptable”. Página | 5 Categoría 2 de factor de riesgo: Circunstancias que afectan la capacidad de prevenir el genocidio Las estructuras que existen para proteger a la población e impedir el genocidio incluye una protección legislativa efectiva, instituciones independientes del poder judicial e instituciones nacionales efectivas de los derechos humanos, la presencia de actores internacionales como las operaciones de las Naciones Unidas capaces de proteger a grupos vulnerables, fuerzas neutrales de seguridad y medios de comunicación independientes. http://www.amnesty.org/en/library/asset/AFR47/003/2010/en/26e9e4e0-­‐37b1-­‐4e09-­‐9191-­‐ 96eb5ac72fa4/afr470032010en.html DOCUMENTO - RUANDA: FIN DE LA RESTRICCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS ANTES DE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES AMNISTÍA INTERNACIONAL DECLARACIÓN PÚBLICA Índice de la Inversión en África: AFR 47/003/2010 Fecha: 24 de abril de 2010 Ruanda: Fin de la restricción de los derechos humanos antes de las elecciones presidenciales PUBLICACIÓN NO PÚBLICA HASTA GMT-04:00 DE FECHA 24 DE ABRIL DE 2010 La amnistía internacional condena enérgicamente el espacio reducido para la libertad de expresión en Ruanda mientras que el país se prepara para las elecciones presidenciales en agosto de 2010. Como parte de la restricción constante sobre los derechos humanos, las autoridades de inmigración de Ruanda rechazaron una nueva solicitud de visa de trabajo presentada por la investigadora con sede en Ruanda que trabaja para el grupo internacional de los derechos humanos, Human Rights Watch (HRW). La expulsión de facto de Ruanda de un trabajador internacional de los derechos humanos es otro indicio de que la situación de los derechos humanos va empeorando en el país durante el periodo previo a las elecciones. Este último Página | 6 incidente es parte de un patrón de represión, así como el espacio para cualquier clase de reportaje independiente y debate se reduce rápido en Ruanda. Hace poco, los funcionarios superiores gubernamentales han atacado en discursos públicos a las organizaciones internacionales de los derechos humanos, que incluye a la Amnistía internacional y al Human Rights Watch. La prensa progubernamental ha publicado recientemente diversos artículos y artículos de opinión que amenazan con desacreditar su trabajo. En los últimos meses, se ha observado una cantidad de medidas gubernamentales contra los críticos y opositores del gobierno que incluye restricciones sobre la libertad de expresión y asociación. La amnistía internacional insta al gobierno de Ruanda a respetar la libertad de expresión y asociación, que incluye permitir espacios para el desarrollo del trabajo de los derechos humanos. El 21 de abril, la candidata presidencial, Victoire Ingabire, Presidenta de las Fuerzas Democráticas Unidas (United Democratic Forces, FDU-Inkingi), un partido interesado en inscribirse en Ruanda, fue arrestada, acusada de “tener una ideología del genocidio y reducir el genocidio, divisionismo y colaborar con un “grupo terrorista”, y fue puesta en libertad al día siguiente mientras las acciones continuaban. En el juicio contra Ingabire, el proceso tendría que demostrar que la misma dijo que constituye la incitación al odio para demostrar que no está siendo castigada por un desacuerdo político. Asimismo, tendrían que demostrar que Ingabire cometió un acto criminal reconocible. La semana pasada, el Alto Consejo de Medios (High Media Council, HMC) suspendió a dos periódicos de Kinyarwanda hasta después de las elecciones. Los dos periódicos, Umuseso y Umuvigizi, fueron suspendidos por seis meses. El HMC alegó que Umuseso había insultado al Presidente y originó problemas en el ejército que pudieron ocasionar insubordinación. En febrero de 2010, la amnistía internacional condena enérgicamente el acoso y la intimidación de grupos de oposición, que incluye al Partido Verde y al Partido Social Ideal. En Ruanda, las elecciones pasadas se han arruinado por intimidación, por ello se ha restringido la capacidad de los miembros de la oposición política a realizar sus actividades de acuerdo con sus derechos humanos. Antecedentes El 10 de marzo, las primeras autoridades de inmigración cancelaron la visa de trabajo de la investigadora del Human Rights Watch con sede en Ruanda, Carina Tertsakian. Las autoridades alegaron discrepancias en sus documentos, en relación con las firmas de su empleador que afirmaron eran inconsistentes. Además, citaron un error en la fecha del contrato, por error se puso la fecha de octubre 2010, en lugar de 2009. El Departamento de Investigación Penal (Criminal Investigation Department, CID) de Ruanda citó a Carina Tertsakain en marzo para responder a las alegaciones de uso de documentos falsos. Tertsakain presentó una Página | 7 segunda solicitud de visa el 16 de marzo con cartas certificadas adicionales de la sede de Human Rights Watch para hacer constar su autenticidad. Las autoridades de inmigración informaron hoy a Carina Tertsakain que ellos no estaban satisfechos con las explicaciones que el Human Rights Watch había presentado. Se negaron a dar una respuesta por escrito y le recordaron a Tertsakain que como ciudadana británica tiene 90 días para permanecer en el país. El periodo de 90 días expira mañana. Los últimos acontecimientos coinciden con la fecha límite de todas las organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales con sede en Ruanda, que incluye al Human Rights Watch, para solicitar una renovación de sus certificados de registro. La fecha límite original, 31 de marzo, se extendió hasta el 30 de abril. El Gobierno de Ruanda tiene una historia de represiones sobre el trabajo de los derechos humanos antes de las elecciones. En setiembre de 2008, a la difunta Alison Des Forges, Asesora superior del Human Rights Watch, se le negó la entrada a Ruanda poco antes de las elecciones legislativas de Ruanda. Se le negó la entrada por segunda vez en diciembre de 2008. FIN/ http://www.freedomhouse.org/report/freedom-­‐world/2012/rwanda Ruanda: Libertad en el mundo 2012 A pesar de las esperanzas de una mejora en las condiciones luego de las elecciones presidenciales de agosto de 2010, el Frente Patriótico Ruandés mantuvo un estricto control sobre la vida cívica y política en 2011. La persecución de periodistas y políticos de la oposición continuó durante el año, con duras sentencias dictadas en varios casos. El dominio colonial belga en Ruanda, que se inició después de la Primera Guerra Mundial, exacerbó e incrementó las tensiones entre el grupo de minoría étnica Tutsi y la mayoría Hutu. Una rebelión Hutu que comenzó en 1959 derrocó a la monarquía Tutsi, y la independencia de Bélgica siguió en 1962. Cientos de miles de tutsis fueron asesinados o huyeron del país en la violencia recurrente en las décadas siguientes. En 1990, el Frente Patriótico Ruandés (Rwandan Patriotic Front, RPF) dominado por los tutsis puso en marcha una guerra de guerrillas de Uganda para forzar al régimen hutu, encabezado por el presidente Juvénal Habyarimana, aceptar compartir el poder y el retorno de los refugiados tutsis. Habyarimana murió cuando su avión fue derribado cerca de Kigali en abril de 1994. Extremistas hutus inmediatamente buscaron la completa eliminación de los tutsis. Durante el genocidio, que duró aproximadamente Página | 8 tres meses y medio, fueron asesinados hasta un millón de tutsis y hutus moderados. En julio, sin embargo, el RPF había logrado tomar el control de Kigali y el establecimiento de un gobierno provisional de unidad nacional. El ejército y la milicia dominada por los hutus, junto con un número de dos millones de refugiados hutus, huyeron a los países vecinos, especialmente la República Democrática del Congo (RDC). Estas fuerzas fueron capaces de volver a entrenar y rearmarse en medio de los esfuerzos internacionales de socorro para ayudar a los refugiados. El RPF respondió atacando los campamentos de refugiados en la RDC en 1996. Un informe de la ONU en 2010 proporcionó una fuerte evidencia de crímenes de guerra cometidos por las fuerzas del RPF en incursiones en la RDC desde 1996 hasta 1997 y de 1998 a 2003. Casi tres millones de refugiados regresaron a Ruanda entre 1996 y 1998 y se reintegraron a la sociedad. La seguridad mejoró considerablemente a partir de 1997, a pesar de que los asesinatos y desapariciones en lugares remotos continúan. El gobierno liderado por el RPF dirigió de cerca la vida política del país. En 2000, el presidente Pasteur Bizimungu, un hutu moderado instalado por el RPF, dimitió y fue sustituido por el vicepresidente Paul Kagame, un tutsi. La esperada transición política tras el genocidio de Ruanda terminó oficialmente en 2003 con una nueva constitución y las elecciones nacionales. La posición preeminente del RPF —combinada con un corto período de campaña, la capacidad del RPF para eliminar a la oposición, y una cultura política flexible traumatizada por los efectos del genocidio— aseguró la victoria de Kagame en las elecciones presidenciales y para el FPR y sus aliados en las elecciones parlamentarias posteriores. El principal partido de oposición, el Movimiento Democrático Republicano (MDR) conformados por los hutus, fue declarado ilegal por las autoridades antes de las elecciones por supuestamente promover el odio étnico, al igual que un nuevo partido creado por Bizimungu en 2001. Una serie de cuatro comisiones parlamentarias entre 2003 y 2008 investigó las alegaciones de “ideología genocida” y “divisionismo” en las organizaciones no gubernamentales (ONG) nacionales e internacionales, los partidos políticos de oposición, los medios de comunicación y las escuelas. Estas comisiones compararon las críticas al gobierno liderado por el RPF con la negación del genocidio, e hicieron acusaciones contra numerosas personas y organizaciones sin recurrir al debido proceso, impulsando un número de críticos del gobierno al exilio y forzando a algunas ONG y partidos políticos para restringir sus actividades. La coalición liderada por el RPF ganó fácilmente las elecciones parlamentarias de 2008, y obtuvieron 42 de los 53 asientos en la cámara baja. El seguimiento por un equipo de observadores de la Unión Europea indicó que la participación del RPF real de la votación fue mayor a la reportada, lo que sugería una manipulación de los resultados para que las elecciones parezcan más democráticas. Antes de las elecciones presidenciales de agosto de 2010, el gobierno impidió que nuevos partidos políticos se inscriban y arrestó a los líderes de varios partidos, lo que impidió que los candidatos se presentaran. El candidato de oposición más probable, Victoire Ingabire, líder de las Fuerzas Democráticas Unidas-Inkingi (FDU-Inkingi), fue detenido y puesto en libertad en abril, acusado de negar el genocidio y colaborar con un grupo terrorista. Se permitió el registro del Partido Social-Imberakuri (PS-Imberakuri), pero su candidato presidencial, Bernard Ntaganda, Página | 9 también fue arrestado en junio. André Kagwa Rwisereka, el vicepresidente del Partido Democrático Verde de Ruanda, fue asesinado en julio. Sin rivales serios en la boleta electoral, Kagame ganó la reelección con el 93 % de los votos. Ingabire fue detenido de nuevo en octubre de 2010, acusado de participar en actividades terroristas. En febrero de 2011, Ntaganda de PS-Imberakuri fue condenado a cuatro años de prisión por violar la seguridad del Estado y por “divisionismo”, con base en sus discursos de campaña electoral 2010, así como en la planificación de manifestaciones no autorizadas. Tres miembros de FDU-Inkingi también recibieron fuertes multas en febrero por apoyar el “divisionismo” mediante la conspiración para participar en manifestaciones no autorizadas en junio de 2010. El juicio de Ingabire, que comenzó en septiembre de 2011, continuó al finalizar el año. Un número limitado de tribunales especiales de genocidio siguió funcionando en 2011, tratando a los acusados de delitos más graves que cayeron fuera de la jurisdicción de los tribunales gacaca de base comunitaria. Los tribunales gacaca se mudaron para completar su trabajo, debido a que una revisión de la ley gacaca los acusó de tratar los casos de violación y otros delitos graves antes reservados a los tribunales especiales de genocidio. A finales de 2011, el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (ICTR) había detenido a 83 personas y completado casos contra 70, con juicios de 5 personas en curso, y solo 1 detenido en espera de juicio. Mientras tanto, funcionarios del RPF que enfrentaban acusaciones por un juez español por crímenes de guerra presuntamente cometidos durante el genocidio fueron expulsados o se les negó la entrada a una serie de países en 2011. LOS DERECHOS POLÍTICOS Y LAS LIBERTADES CIVILES: Ruanda no es una democracia electoral. Los observadores internacionales señalaron que las elecciones presidenciales de 2010 y las parlamentarias de 2008, aunque fueron aceptables desde el punto de vista administrativo, presentaron ruandeses con solo un grado limitado de elección política. La constitución de 2003 otorga amplios poderes al presidente, quien puede permanecer en el mandato hasta dos períodos de siete años y tiene la facultad de nombrar al primer ministro y disolver el Parlamento bicameral. La cámara alta de 26 asientos, el Senado, está compuesta por 12 miembros elegidos por los consejos regionales, 8 nombrados por el presidente, 4 elegidos por un foro de partidos políticos, y 2 representantes de las universidades; todos por un periodo de ocho años. La Cámara de diputados, o cámara baja, está compuesta por 53 miembros elegidos de manera directa, 24 mujeres elegidas por los consejos locales, 2 del Consejo Nacional de la Juventud, y 1 de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad; todos por un periodo de cinco años. La constitución permite que los partidos políticos existan de manera oficial, pero solo bajo controles estrictos. El énfasis de los estatutos sobre la “unidad nacional” evidentemente limita el pluralismo político. El RPF domina la escena política y los partidos estrechamente identificados con el genocidio de 1994 están prohibidos, al igual que los partidos con base en el origen étnico o la religión. Estas restricciones se han utilizado para prohibir otros partidos políticos que pudieran representar un desafío al gobierno del FPR. El Foro de los partidos políticos por mandato constitucional revisa las políticas propuestas y los proyectos de ley antes de ser presentados en el Parlamento. Todos los partidos deben pertenecer al foro, que opera bajo el principio del consenso, aunque en la práctica el FPR guía sus Página | 10 deliberaciones. El parlamento, en general, carece de independencia, simplemente respalda las iniciativas del gobierno. Sin embargo, los comités parlamentarios han comenzado a cuestionar con más énfasis a los ministros y otros funcionarios del poder ejecutivo, y algunas de estas deliberaciones se informan en la prensa local. Las contramedidas del gobierno han ayudado a frenar la corrupción, aunque el soborno continúa siendo un problema. Varios funcionarios gubernamentales de alto nivel en los últimos años han sido despedidos y han enfrentado persecución por presunta corrupción, malversación de fondos y abuso de autoridad, entre ellos se encuentra el director del Instituto Nacional de Estadística y secretarios permanentes de los Ministerios de Infraestructura y Educación. Las instituciones gubernamentales que se centran en la lucha contra la corrupción son la Oficina de la Defensoría del Pueblo, el auditor general y la Junta Nacional de Licitaciones. Ruanda se ubicó en el puesto 9 entre 183 países encuestados para el Índice de percepción de corrupción de 2011 de Transparency International. El FPR ha impuesto numerosas restricciones legales y controles informales sobre los medios de comunicación y los grupos de libertad de prensa han acusado al gobierno de intimidar a los periodistas independientes. Antes de las elecciones de 2010, el gobierno prohibió numerosos periódicos, revistas y estaciones de radio, muchos de los cuales no volvieron a abrirse en 2011. En febrero de 2011, los periodistas del periódico Umurabyo, Agnès Uwimana Nkusi y Saïdati Mukakibibi, fueron sentenciados a 17 y 7 años, respectivamente, por negar el genocidio, incitar a la desobediencia civil y difamar a los funcionarios públicos según un artículo publicado en 2009 que criticaba al presidente Paul Kagame. En agosto, el periódico quincenal Ishema suspendió temporalmente su publicación, tras recibir amenazas por la impresión de un artículo de opinión que se refería a Kagame como un “sociópata”. Fidèle Gakire, editor de Ishema, junto con la junta directiva del periódico decidió detener la publicación por un mes. Ishema también publicó una edición especial en la que pedía disculpas al presidente y Gakire se disculpó con el Alto Consejo de Medios de Ruanda, que había declarado que el artículo de opinión era difamatorio. Sin embargo, Gakire continuó siendo el blanco de múltiples amenazas y el Foro de Periódicos Privados, un consejo creado para asegurar que las publicaciones se autorregulen, suspendió su membresía por seis meses. El 30 de noviembre, Charles Ingabire, editor de la publicación en línea Inyenyeri News con sede en Uganda y un crítico abierto del régimen de Kagame que había huido de Ruanda en 2007 debido a las amenazas, fue asesinado de un tiro en Uganda. Hubo informes de que el gobierno bloqueó tres sitios web críticos en 2011 y que tomaron control de las salas de chat de Internet y correo electrónico. En general, la libertad religiosa es respetada, aunque las relaciones entre los líderes religiosos y el gobierno son a veces tensas, en parte debido a la participación de clérigos en el genocidio de 1994. En julio, un tribunal de Rwamagana sentenció al sacerdote Emile Nsengiyumva a un año y medio de prisión por amenazar la seguridad del Estado debido a un sermón que dio criticando un programa de vivienda del gobierno y las políticas de planificación familiar. El temor entre los profesores y alumnos a ser tachados de “divisionistas” restringe la libertad académica. Tras los informes de la comisión parlamentaria de 2004 y 2008 sobre el “divisionismo”, numerosos estudiantes y profesores Página | 11 han sido expulsados o despedidos sin el debido proceso. Un informe de Amnesty International de 2010 indicó que la ley de 2008 contra la “ideología del genocidio” continuó reprimiendo la libertad académica. La campaña antes de las elecciones presidenciales de 2010 que reprimió severamente la libre discusión general — con el Departamento de Inteligencia Militar que monitoreaba de cerca a la población — no disminuyó en 2011. Aunque la constitución contempla la libertad de asociación y de reunión, en realidad, estos derechos están limitados. Algunas ONG se han quejado de que los procedimientos de registro y presentación de informes son excesivamente onerosos, y las actividades que el Gobierno define como “divisiva” están prohibidas. Se han prohibido varias organizaciones en los últimos años, lo que lleva a otros a abstenerse de criticar al RPF. En agosto de 2011, los líderes de la Liga de los Derechos Humanos en la Región de los Grandes Lagos, uno de los grupos independientes de derechos humanos que queda en Ruanda, fueron detenidos y se les impidió viajar. Sin embargo, la mayoría de organizaciones de la sociedad civil que no se centran en temas sensibles, como la democracia y los derechos humanos, funcionan sin interferencia directa del gobierno. La constitución garantiza el derecho a formar sindicatos, participar de la negociación colectiva y la huelga. Sin embargo, los trabajadores públicos no pueden sindicalizarse y la lista de “servicios esenciales” en los que no se permiten las huelgas es excesivamente larga. La Confederación Sindical Internacional informó de que aunque un nuevo código de trabajo de 2009 mejoró los derechos de los trabajadores, el gobierno continúa presionando a los sindicatos de manera sutil e indirecta. En enero y mayo de 2011, respectivamente, los sindicalistas fueron despedidos de las fábricas textiles UTEXRWA y ECOBANK-Rwanda, sin respuesta del gobierno. Las recientes mejoras en el sistema judicial incluyen una mayor presencia de los abogados defensores en los juicios, mejor capacitación del personal judicial y revisiones del código legal, pero el poder judicial aún tiene por asegurar la plena independencia del ejecutivo. Los tribunales gacaca enfrentaron críticas por parte de expertos legales, no solo por su incapacidad para hacer frente a los crímenes de la era del genocidio presuntamente cometidos por el RPF, sino también porque trataron de forma rutinaria casos por motivos políticos. Los oficiales de la policía a veces usan la fuerza excesiva y los funcionarios locales ignoran habitualmente las debidas protecciones del proceso. La construcción de nuevas cárceles en la última década ha mejorado las condiciones de detención, así como los juicios gacaca han vuelto a aumentar la población carcelaria. La igualdad de trato a todos los ciudadanos ante la ley está garantizada, y la protección legal contra la discriminación ha aumentado en los últimos años. Los ruandeses necesitan un documento de identidad nacional si desean movilizarse dentro del país, pero estos se emiten con regularidad y ya no indican el origen étnico. La constitución de 2003 exige que las mujeres ocupen al menos el 30 % de los asientos en cada cámara del Parlamento, y las mujeres llenaron 10 de los 26 asientos en el Senado tras las elecciones de 2011. La legislación ha fortalecido los derechos de las mujeres a heredar la tierra. A pesar de estas mejoras, la discriminación de facto contra las mujeres continúa. La violencia doméstica es ilegal, pero aún está extendida. http://www.freedomhouse.org/report/freedom-­‐net/2012/rwanda Página | 12 Ruanda: Libertad en la red 2012 A pesar del ambiente, por lo general, abierto en línea, un incidente en los meses previos a la última elección presidencial en agosto de 2010 suscitó preocupación por el hecho de que las autoridades estén dispuestas y sean capaces de restringir el contenido en línea. En abril de 2010, los dos periódicos independientes principales de Ruanda, Umuseso y Umuvugizi, ambos publicados en Kinyarwanda, recibieron suspensiones de seis meses como consecuencia de la difamación al presidente y otros delitos.[28] La suspensión fue muy percibida como un esfuerzo para suprimir la cobertura crítica en el período previo a las elecciones. El editor de Umuvugizi, que huyó de Ruanda al exilio, lanzó una versión en línea del periódico a finales de abril de 2010, pero a principios de junio, el Consejo Superior de Medios ordenó que se bloqueara la página web, con el argumento de que la prohibición del periódico aplicaba a la versión en línea también.[29] La apelación a esa prohibición era posible de acuerdo con las disposiciones de la Ley de Medios, aunque en este caso, las publicaciones decidieron no apelar. Umuvugizi fue desbloqueado luego de que el período de suspensión de seis meses se cumpliera, pero presuntamente experimentó filtrado periodístico durante el 2011 y fue bloqueado de nuevo por tres días en junio de 2011, antes de un juicio que sentenció al exiliado editor jefe del sitio web a dos años y medio de prisión (véase “Violations of User Rights” [Violaciones de derechos del usuario]).[30] El Alto Consejo de Medios operado por el gobierno ha establecido un departamento de supervisión para analizar contenidos en línea, y el Consejo ha sido conocido por su práctica de contactarse con los sitios web para solicitar la eliminación de cierta información.[31] Además del bloqueo de Umuvugizi, otros dos sitios web de noticias en línea, Umusingi y Umurabyo, han recibido las solicitudes del gobierno de eliminar el contenido relacionado con los asuntos políticos locales y las relaciones étnicas. También se han reportado casos de sitios web de la oposición que fueron bloqueados.[32] Como resultado de estos controles, los periodistas en línea que se encuentran en Ruanda se están uniendo a sus colegas de la prensa escrita y hablada, y están ejerciendo la autocensura, en particular sobre temas que pueden ser interpretados como perjudiciales para la unidad y reconciliación nacional. Muchos temen el aumento continuo del control gubernamental sobre los medios de comunicación en línea con las enmiendas propuestas a la Ley de Medios de 2009, actualmente en revisión desde principios de 2012, que de aprobarse, podría servir de base jurídica para el bloqueo de sitios web desfavorables.[33] [. . .] Si bien no existen leyes que restringen específicamente el contenido de internet o penalicen la expresión en línea, las disposiciones legales de Ruanda, por lo general restrictivas, que rigen los medios de comunicación tradicionales se podrían aplicar a la internet, sobre todo debido a la falta de un poder judicial plenamente independiente. Por ejemplo, la decisión de prohibir la versión en línea de Umuvugizi Página | 13 se basó en los cargos de publicación de “lenguaje divisivo”,[46] una categoría de expresión que está penalizada en la Ley de la discriminación y el sectarismo de 2001.[47] Del mismo modo, las sanciones penales por difamación en los medios de comunicación escritos y hablados pueden ser aplicables a la internet, aunque estas sanciones han causado las quejas de los trabajadores de los medios, que provocó las discusiones sobre las enmiendas.[48] Desde principios de 2012, no se ha acordado ni modificado las sanciones; sin embargo, el parlamento ya ha reducido la duración de la pena por difamación, y se espera que tarde o temprano la difamación quede fuera de la penalización en su totalidad.[49] Aunque muchos periodistas tradicionales ven la amenaza de encarcelamiento como una restricción clave en su trabajo, dicho castigo ha sido menos común para la expresión en la internet. Se conoce un caso de prisión, el de Idesbald Byabuze, periodista y profesor congoleño establecido en Ruanda que fue arrestado en febrero de 2007 y detenido durante un mes a la espera de juicio por cargos de “segregación, sectarismo y amenaza a la seguridad nacional” por varios artículos que había escrito. Estos incluyen un artículo con fecha de junio de 2005 sobre los problemas de los derechos humanos en Ruanda, que fue publicado en un sitio web en el extranjero. Se retiraron los cargos después de su liberación, pero fue rápidamente expulsado del país. [50] Desde 2007, no ha habido otros casos reportados de privación de libertad por expresión en línea, posiblemente porque la mayoría de las actividades de las fuerzas de la oposición se llevan a cabo en el extranjero. Sin embargo, las tácticas de intimidación son cada vez más comunes. En un caso, el editor de Umuvugizi, Jean-Bosco Gasasira, que huyó de Ruanda en 2010 para operar la versión en línea del periódico desde el extranjero, fue sentenciado en junio de 2011 a dos años y medio de prisión en su ausencia.[51] La supervisión gubernamental de las comunicaciones en línea no parece estar generalizada, sin embargo, ha habido varios casos en los últimos años de correos electrónicos, llamadas telefónicas y mensajes de texto que se usan como prueba en los juicios. Este fue el caso del juicio del líder de la oposición Victoire Ingabire en el que se utilizaron como prueba los correos electrónicos y la prueba de transferencia de dinero a los rebeldes de las FDLR (siglas en francés de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda).[52] Estas pruebas se obtuvieron principalmente mediante métodos de baja tecnología de confiscación de teléfonos móviles y computadoras dudosas en lugar de mediante proveedores de servicios. No hay restricciones a la comunicación anónima en línea en Ruanda. En mayo de 2011, sin embargo, RURA anunció planes para implementar el registro de la tarjeta SIM y, así, frenar los crímenes de telefonía móvil y aumentar la seguridad en el comercio de telefonía móvil. Bajo el sistema de registro, los suscriptores deberán indicar los datos de sus documentos de identidad, que serán almacenados por el operador. A partir de mayo de 2012, recién habría empezado el proceso de registro de tarjetas SIM.[53] Página | 14 En un caso que marcó la posibilidad de violencia contra periodistas de medios impresos que se introducen en el ámbito del periodismo en línea, en junio de 2010, Jean-Leonard Rugambage, un editor de Umuvugizi —el periódico mencionado anteriormente que fue prohibido en abril de 2010, pero continuó publicando en línea— fue asesinado frente a su casa en Kigali. Rugambage fue el último de los periodistas de publicación que permanecía en Ruanda y al parecer se preparaba para unirse a sus colegas en el exilio a amenazas e intimidaciones.[54] En noviembre de 2010, dos individuos fueron condenados por el asesinato al alegar que se trataba de una represalia por actos de violencia que Rugambage presuntamente había cometido durante el genocidio de 1994. Sin embargo, los colegas periodistas expresaron su escepticismo respecto al manejo del caso, pues creían que la muerte era un castigo por los informes críticos sobre el gobierno.[56] Otro caso grave de violencia fue la muerte de Charles Ingabire, un editor en línea y periodista residente en Uganda, que fue misteriosamente asesinado en Kampala en diciembre de 2011. El sitio web para el que escribía, Inyenyerinews.org, es conocido por publicar noticias críticas del actual presidente de Ruanda, Paul Kagame, y su gobierno. Antes de su asesinato en septiembre de 2011, unos desconocidos golpearon a Ingabire y le robaron su computadora y sus teléfonos. Los organismos protectores de medios han culpado del asesinato al gobierno de Ruanda, que ha negado su responsabilidad en los hechos.[56] No se han reportado casos de ataques cibernéticos graves en el país,[57] aunque la policía ruandesa ha observado recientemente una tendencia creciente en la ciberdelincuencia.[58] RURA ha puesto en marcha una estrategia para aumentar la conciencia de este tipo de amenazas entre los dueños de negocios y usuarios comunes.[59] Categoría 3 de factores de riesgo: Presencia de armas ilegales y elementos armados • Si existe una capacidad para perpetrar el genocidio - en especial, aunque no únicamente, mediante el asesinato; • Cómo se forman los grupos armados, quién los arma y qué vínculos tienen con las autoridades del Estado, si hubiere; • En los casos de rebeliones o levantamiento armados, si un Estado ha justificado a determinados grupos de donde los actores armados han sacado a sus miembros. Categoría 4 de factores de riesgo: Motivación de los principales actores en el Estado/región; los actos que sirven para fomentar las divisiones entre grupos nacionales, raciales, étnicos, religiosos Página | 15 • Motivación subyacente política, económica, militar o de otro tipo para llegar a un grupo y separarlo del resto de la población; • El uso de la ideología excluyente y la construcción de identidades en términos de “nosotros” y “ellos” para acentuar diferencias; • Descripción de un grupo específico como una amenaza peligrosa, desleal, económica y de seguridad o como grupo indigno o inferior; • Campañas y fabricaciones de propaganda sobre el grupo objetivo usadas para justificar actos contra un grupo objetivo por el uso de medios controlados, dominantes o “políticas de espejo”; • Cualquier función relevante, ya sea activa o pasiva, de los actores fuera del país (por ejemplo, otros gobiernos, grupos armados residentes en países vecinos, grupos de refugiados o diásporas) y las respectivas motivaciones políticas o económicas. http://www.gp.org/press/pr-­‐national.php?ID=260 Los verdes en los EE. UU. protestan por los intentos del gobierno de Ruanda de suprimir el Partido Democrático Verde de Ruanda PARTIDO VERDE DE LOS ESTADOS UNIDOS http://www.gp.org Para su publicación inmediata: Lunes 2 de noviembre de 2009 Contactos: Scott McLarty, coordinador de medios de comunicación, 202-518-5624, celular: 202-904-7614, [email protected] Starlene Rankin, coordinadora de medios de comunicación, 916-995-3805, [email protected] Declaración del fundador del partido Frank Habineza; los funcionarios del gobierno ponen obstáculos, las fuerzas de seguridad usan la violencia para impedir que los verdes de Ruanda se reúnan; últimas noticias publicadas en http://www.gp.org/campaigns/international/rwanda/index.php La edición de otoño de 2009 de Páginas Verdes (Green Pages), la publicación nacional del Partido Verde, se encuentra en línea: http://gp.org/greenpages-blog WASHINGTON, D. C. El Partido Verde de los Estados Unidos expresó hoy su solidaridad con el Partido Democrático Verde de Ruanda (Democratic Green Party of Rwanda, DGPR, http://rwandagreendemocrats.org) y condenó los intentos de las fuerzas de seguridad del gobierno de Ruanda para sabotear el partido y evitar que realizara su primer e histórico congreso nacional. El 30 de octubre, más de 600 miembros y simpatizantes del nuevo partido llegaron desde todas partes de Ruanda hasta Kigali, la capital, para presentar sus firmas validadas para el expediente de registro del DGPR con el Departamento de Gobierno Local (Ministry of Local Government). Ellos fueron alejados por la policía, mientras que una reunión en proceso fue atacada violentamente por hombres no identificados que convocaron su apoyo por el Frente Patriótico Ruandés (Rwanda Patriotic Front, RPF) vigente, mientras arrojaban una silla hacia el público. La policía interrumpió y canceló la reunión, además, arrestó a miembros del DGPR que trataron de frenar a los alborotadores en lugar de a los propios alborotadores. Página | 16 Según el fundador del DGPR Frank Habineza, los ataques no fueron accidentales: “Hemos comprobado que el hombre que inició los gritos y arrojó las sillas (el 30 de octubre) es un ex soldado del ejército ruandés y antiguo empleado de la Inteligencia Militar”. Para mayor información sobre el incidente, vea “La policía detiene el congreso del Partido Verde debido a la inseguridad”, agencia de noticias de Ruanda (Rwanda News Agency), 30 de octubre de 2009, (http://www.gp.org/campaigns/international/rwanda/Rwanda-News-Agency.pdf) y “Arrestos y huesos rotos en el 1º Congreso del Partido Verde Ruandés” por Annie Garrison, Cambio Verde (Green Change), 30 de octubre (http://network.greenchange.org/news/10878-arrests-and-broken-bones-at-1st-rwandan-green-party-congress). El Partido Verde de los Estados Unidos ha creado una página web donde se muestran las últimas noticias de Ruanda (http://www.gp.org/campaigns/international/rwanda/index.php). El 2 de octubre, más de 900 miembros y simpatizantes viajaron a una reunión similar en Kigali, solo para que el alcalde del distrito de Nyarugenge les dijera que a pesar de que los Verdes habían garantizado un local y un notario, se tenía que volver a presentar la solicitud de permiso para llevar a cabo la reunión. El partido se enfrentaba a obstáculos oficiales similares desde que se lanzó el 14 de agosto de 2009 en una conferencia de prensa en Kigali con una audiencia que incluía a representantes de las embajadas de los EE. UU., Suecia y los Países Bajos, además de la BBC, la SABC, el New Vision de Uganda, la agencia de noticias de África (Africa Press Agency ) y el periódico Umuseso (http://www.rwandagreendemocrats.org/spip.php?article23). “Protestamos contra todo tipo de violencia y obstáculos con el propósito de organizar pacíficamente los partidos políticos en todo el mundo. Desaprobamos especialmente las acciones adoptadas para evitar que nuestros compañeros de los Partidos Verdes en otras naciones participen en el proceso político. Los ruandeses que han sido bloqueados, intimidados y lesionados por incitadores son héroes en la lucha por la democracia”, dijo Steve Herrick, copresidente del Comité Internacional del Partido Verde de los Estados Unidos. Los líderes del Partido Verde de los EE. UU. han alentado a los estadounidenses indignados por la represión política y la violencia para que se quejen con la Embajada de Ruanda en Washington, D. C. (Página de contacto http://www.rwandaembassy.org/contact.html). “Aunque mucho más brutal, las acciones hostiles llevadas a cabo por los funcionarios, la policía y las fuerzas de seguridad ruandeses contra los Verdes reflejan los esfuerzos realizados por muchos Demócratas y Republicanos en el poder en los EE. UU. para mantener a los Verdes y los candidatos de otros partidos fuera de las urnas. En Pensilvania, los candidatos verdes se enfrentan a la amenaza de la ruina financiera personal al tratar de candidatearse. En muchos estados, las normas de acceso al voto sesgado dan privilegio a los principales candidatos de los partidos y les prohíbe a los demás. Como estadounidenses y como Verdes, exigimos la democracia, en Ruanda, en los EE. UU., y en todas partes”, dijo Sedinam Kinamo Christin Moyowasifza-Curry del Caucus Negro del Partido Verde de los Estados Unidos. La señora Curry está ayudando a preparar una cumbre internacional sobre la situación en Ruanda. Declaración inédita de Frank Habineza, fundador del Partido Democrático Verde de Ruanda y uno de los tres representantes africanos verdes en la Coordinación Global Verde de 12 miembros (http://www.globalgreens.org/ggc/ggc_homepage): De hecho ha sido un día espantoso, el hombre que inició los gritos y arrojó las sillas, hemos comprobado que es un ex soldado y antiguo empleado de la Inteligencia Militar, de las otras tres personas que se unieron a él, uno de ellos tenía algo como una pistola-revólver, esto también fue visto por los enviados de EE. UU. y Países Bajos, así como muchas otras personas. Este fue un sabotaje bien planificado realizado por agentes de seguridad. Otro hombre también era de las Fuerzas de Defensa Locales. La policía no era del todo servicial. Parecía como si nos estuvieran comprometiendo. Al contrario, lo que sí es sorprendente es que la policía ha liberado a los tipos que causaron el problema y más bien arrestaron a nuestros miembros, uno de ellos es una madre. Afortunadamente, nuestros miembros han sido puestos en libertad, pero realizaron sus declaraciones a la policía. Se les preguntó por qué decidieron ser miembros de nuestro partido. Varias personas resultaron heridas, una dama se encuentra en cuidados intensivos. Tiene problemas con su espalda. Todavía estoy descubriendo cuántos están heridos. Página | 17 Mantengámonos en oración, Frank Habineza MAYOR INFORMACIÓN Partido Verde de los Estados Unidos http://www.gp.org 202-319-7191, 866-41GREEN Base de datos e información de la campaña del candidato verde: http://www.gp.org/elections.shtml Centro de noticias del Partido Verde http://www.gp.org/newscenter.shtml Oficina de conferencistas del Partido Verde http://www.gp.org/speakers Página de acceso electoral del Partido Verde http://www.gp.org/2008-elections Canal de transmisión en vivo del Partido Verde http://www.livestream.com/greenpartyus Petición al Gobierno de Ruanda para registrar el Partido Democrático Verde de Ruanda El Partido Verde de Canadá, 7 de octubre de 2009 http://www.greenparty.ca/blogs/103/2009-10-10/rwandan-green-party-struggles-receives-help-global-greens “Un día triste para la democracia: el gobierno interfiere con la creación del Partido Verde de Ruanda” Por Mike Feinstein, Páginas Verdes, otoño de 2009 http://gp.org/greenpages-blog/?p=1913 ~ FIN ~ http://www.amnesty.org/en/news-­‐and-­‐updates/news/intimidation-­‐rwandan-­‐opposition-­‐ parties-­‐must-­‐end-­‐20100218 18 de febrero de 2010 La intimidación de los partidos ruandeses de la oposición debe terminar La amnistía Internacional ha condenado enérgicamente un ataque preocupante contra un grupo ruandés de la oposición mientras que el país se prepara para las elecciones presidenciales en agosto de 2010. En una carta al presidente ruandés Paul Kagame, Amnistía Internacional le pidió que usara las elecciones como una oportunidad para mostrar el compromiso del gobierno con la libertad de expresión, la asociación y la reunión pacífica. “Las últimas elecciones han sido empañadas por la intimidación; sin embargo, las elecciones de este año le da la oportunidad a Ruanda de promover los derechos y no la represión”, dijo el director adjunto del programa para África de Amnistía Internacional Tawanda Hondora. La carta surgió por un reciente ataque contra dos miembros de las Fuerzas Democráticas Unidas (Forces Democratiques Unifiees, FDU-Inkingi) y el hostigamiento del presidente del Partido Democrático Verde de Ruanda (Democratic Green Party of Rwanda, DGPR). “Amnistía Internacional teme que estos incidentes recientes formen parte de un patrón más amplio de intimidación y Página | 18 acoso para desalentar y desacreditar a los grupos de la oposición”, manifestó Tawanda Hondora. El 3 de febrero, Victoire Ingabire, presidenta de FDU-Inkingi, y su asesor Joseph Ntawangundi fueron atacados en la capital, Kigali, mientras recogían los documentos necesarios para inscribir el partido en un edificio gubernamental. Durante el ataque, a Victoire Ingabire le robaron el pasaporte, y a Ntawangundi lo golpearon con brutalidad. Amnistía Internacional ha recibido con satisfacción la investigación de la policía sobre el incidente. No obstante, el portavoz de la policía, Eric Kayiranga, confirmó, el 15 de febrero, que no se iban a presentar cargos y algunos de los detenidos han quedado en libertad. “Iniciar una investigación es un buen primer paso”, dijo Tawanda Hondora, “pero una investigación efectiva debe ser rápida e imparcial, además de llevar ante la justicia a los responsables del ataque”. Tres días después del incidente, el New Times afirmó que Ntawangundi había sido condenado in absentia por genocidio en 2007 por un tribunal de Gacaca, un tribunal comunitario establecido para tratar los casos de genocidio. Él fue detenido ese mismo día, 6 de febrero, acusado de participar en el genocidio de 1994 que dejó un saldo de hasta 800,000 tutsis étnicos y hutus moderados muertos. El 1 de octubre de 2008 se promulgó una ley vaga y ambigua que penalizaba la “ideología genocida” y que reprimía indebidamente la libertad de expresión. Se castiga el delito desde 10 hasta 25 años de cárcel. Los medios de comunicación cercanos al gobierno han acusado periódicamente a Victoire Ingabire de ser una “negacionista” del genocidio o una “divisionista” por los comentarios públicos que realizó desde que regresó del exilio en enero de 2010, en los que pide el enjuiciamiento por los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos contra los hutus por el Frente Patriótico Ruandés (Rwanda Patriotic Front, RPF). El dirigente del Partido Social Ideal (PS-Imberakuri, PSI), Bernard Ntaganda, también fue convocado a finales de 2009 ante el Senado ruandés para responder a las acusaciones de ideología genocida. “Ruanda tiene la obligación de prohibir los discursos que constituyan una incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia”, dijo Tawanda Hondora, “pero las leyes de Ruanda sobre ideología genocida combinan con demasiada frecuencia la disidencia política legítima con dicha incitación”. Frank Habineza, el presidente del Partido Verde, también ha denunciado que fue amenazado por un hombre del que sospecha que es un agente de seguridad el 4 de febrero en un hotel de Kigali, la capital. Habineza denunció el incidente a la policía el 5 de febrero y está a la espera de mayor información sobre el estado de las investigaciones. Amnistía Internacional pide al gobierno ruandés investigar la intimidación contra los grupos de la oposición, llevar a los responsables ante la justicia y tomar medidas inmediatas para que se respete el derecho de los partidos de la oposición a la libertad de expresión, la asociación y la reunión pacífica. Página | 19 http://www.amnesty.org/fr/node/18270 Comunicados de prensa 5 de agosto de 2010 Ruanda: se condenan los ataques preelectorales contra políticos y periodistas Amnistía Internacional condena los ataques contra políticos y periodistas en el periodo previo a las elecciones presidenciales del 9 de agosto y pide al gobierno que garantice que las votaciones se celebren en un ambiente donde los ruandeses puedan expresar libremente sus opiniones. El asesinato de un periodista y un político de la oposición, ambos críticos del Frente Patriótico Ruandés (Rwandan Patriotic Front, RPF) gobernante, a finales de junio y mediados de julio ha creado un entorno de represión que podría inhibir la libertad de expresión antes de las elecciones, manifestó la organización. “En los últimos meses, los homicidios, los arrestos y los cierres de periódicos y emisoras han consolidado un clima de temor”, dijo el Director adjunto del programa para África de Amnistía Internacional Tawanda Hondora. “El gobierno ruandés debe garantizar que las investigaciones sobre los homicidios sean exhaustivas y reabrir los medios de información cerrados". El 14 de julio se encontró muerto en Butare, al sur de Ruanda, a André Kagwa Rwisereka, el vicepresidente del Partido Democrático Verde de la oposición. Amnistía Internacional obtuvo las fotografías donde se muestra que le cortaron la cabeza. Según se informa, Rwisereka, quien había dejado el RPF para crear el Partido Verde, en las semanas previas a su asesinato temía por su seguridad. Otros miembros del Partido Verde dijeron que también recibieron amenazas. Las investigaciones sobre la muerte de Rwisereka continúan, pero no se han reunido pruebas suficientes para presentar cargos, según el fiscal. Ninguno de los principales partidos de la oposición puede presentarse en las elecciones del lunes. Al Partido Democrático Verde de Ruanda y a las Fuerzas Democráticas Unidas (Forces Democratiques Unifiees, FDU-Inkingi) se les ha impedido celebrar las reuniones necesarias para registrar a sus partidos. El único partido nuevo de la oposición que consiguió registrarse, PS-Imberakuri, no puede presentarse porque su líder Bernard Ntaganda fue arrestado el 24 de junio. Ntaganda fue acusado de “ideología genocida” y “divisionismo” conforme a leyes imprecisas dirigidas aparentemente a restringir las incitaciones al odio, pero que suelen utilizarse para silenciar la disidencia legítima. La líder de la oposición Victoire Ingabire, detenida en abril y acusada de “ideología genocida”, “minimización del genocidio”, “divisionismo” y “colaboración con un grupo terrorista” todavía tiene que ser sometida a juicio. En mayo, Página | 20 el fiscal dijo que las investigaciones podrían durar hasta un año, por lo que se descartaba un juicio antes de las elecciones. “Mientras no se realice una investigación independiente que revele las verdaderas circunstancias del asesinato de Rwisereka, persistirá entre los ruandeses el temor de que su muerte esté relacionada con sus actividades de oposición”, dijo Tawanda Hondora. “Debido a ello, podrían ser reacios a expresarse”. El 24 de junio mataron a tiros en la puerta de su casa, en la capital de Kigali, a Jean-Leonard Rugambage, periodista del periódico Umuvugizi. Él estaba investigando el tiroteo contra el ex general exiliado Kayumba Nyamwasa en Sudáfrica. En el día de su asesinato, Umuvugizi había publicado un artículo afirmando que agentes del servicio de inteligencia ruandés estaban vinculados con el tiroteo contra Nyamwasa. Se ha arrestado a dos personas por el asesinato de Rugambage, y están actualmente a la espera de un juicio. En el periodo preelectoral se han desmantelado efectivamente a medios de comunicación ruandeses críticos del gobierno. A finales de julio, el Consejo Superior de Medios de Comunicación de Ruanda, órgano regulador cercano al partido gobernante, prohibió unos 30 medios informativos por considerar que habían incumplido una ley de información de 2009. La ley restringe la libertad de los medios de comunicación. En julio fue detenida Agnes Nkusi Uwimana, la editora del periódico Umurabyo, acusada de “ideología genocida”. Otros dos editores de periódico han huido de Ruanda en los últimos meses, tras haber sido prohibidas temporalmente sus publicaciones y haber recibido reiteradas amenazas. Las Naciones Unidas, la Unión Europea, Estados Unidos, Francia y España ya han expresado públicamente su preocupación por el deterioro de la situación de los derechos humanos en Ruanda antes de las elecciones. Amnistía Internacional pide que los otros países también expresen sus preocupaciones. “Ningún país debe ser testigo silencioso de la represión preelectoral”, manifestó Tawanda Hondora. “La mejor forma de garantizar que el próximo gobierno ruandés respete los derechos humanos es denunciando los abusos contra ellos.” Índice AI : PRE01/273/2010 En 2010, Amnistía Internacional “condenó enérgicamente un ataque preocupante contra un grupo ruandés de la oposición” en el período previo a las elecciones presidenciales, citando el caso de Victoire Ingabire, presidenta de las Fuerzas Democráticas Unidas (Forces Democratiques Unifiees, FDU-­‐Inkingi), y de su ayudante Joseph Ntawangundi, atacado en febrero de 2010 durante la recopilación de documentos para el registro del partido de un edificio del gobierno en Kigali. El único partido nuevo de la oposición que consiguió registrarse, PS-­‐Imberakuri, tuvo arrestado a su candidato presidencial Bernard Ntaganda el 24 de junio, Página | 21 acusado de “ideología genocida” y “divisionismo”. El presidente del Partido Verde de Ruanda, Frank Habineza, también denunció amenazas. En octubre de 2009, una reunión del Partido Verde de Ruanda fue disuelta violentamente por la policía, con las autoridades que impedían la inscripción del partido o la presentación de un candidato para la elección presidencial. Solo unas semanas antes de las elecciones, el 14 de julio de 2009, André Kagwa Rwisereka, el vicepresidente del Partido Democrático Verde de la oposición, fue encontrado muerto, con la cabeza cortada casi en su totalidad, en Butare, al sur de Ruanda. El escrutinio público de las políticas y prácticas del gobierno se ha visto limitada. En junio de 2009, Jean-­‐Leonard Rugambage, periodista del periódico Umuvugizi, fue asesinado a tiros en la puerta de su casa en Kagali. Umuvugizi en ese momento estaba apoyando una investigación fundamental en el intento de asesinato del ex general ruandés Faustin Kayumba Nyamwasa, exiliado en Sudáfrica. En julio de 2009, Agnes Nkusi Uwimana, editora del periódico Umurabyo, fue acusada de “ideología genocida”. Categoría 5 de factores de riesgo: Circunstancias que facilitan la perpetración del genocidio (factores dinámicos) Cualquier desarrollo de eventos, ya sea gradual o repentino, que sugiere una trayectoria hacia la perpetración de la violencia genocida, o la existencia de un plan o política a largo plazo para cometer genocidio. Ejemplos: • Fortalecimiento gradual o repentino del sistema militar o de seguridad; la creación o el incremento de ayuda para las reservas (p. ej., repentino incremento en el flujo de armas) a falta de amenazas legítimas perceptibles; • Intentos de reducir o erradicar la diversidad dentro del sistema de seguridad; • Preparación de la población local para usarla con el fin de perpetrar actos; • Introducción de leyes que menoscaben los derechos de un grupo objetivo; • Imposición de leyes de seguridad extraordinarias o de emergencia y facilidades que mermen las libertades y derechos civiles; • Incremento repentino de propaganda de acoso o retórica incendiaria, especialmente por líderes, que establecen un tono de impunidad incluso si no incitan a la violencia genocida en sí; • Ambiente permisivo creado por conflictos armados continuos que pudieran facilitar el acceso a armas y a la perpetración de genocidio. http://www.hrw.org/en/news/2010/07/20/rwanda-­‐allow-­‐independent-­‐autopsy-­‐opposition-­‐ politician Página | 22 Ruanda: Permiten autopsia independiente de político de la oposición Peritos extranjeros deberían investigar las circunstancias del asesinato 21 DE JULIO DE 2010 Este es el segundo asesinato de un crítico declarado del gobierno de Ruanda en menos de un mes. Una autopsia y una investigación independientes son necesarias para determinar qué pasó con Rwisereka. Kenneth Roth, director ejecutivo (Nueva York) - El gobierno de Ruanda debería permitir que peritos extranjeros independientes lleven a cabo una autopsia en el cuerpo de André Kagwa Rwisereka, vicepresidente de la oposición, Partido Verde Democrático, indicó hoy Human Rights Watch. Rwisereka fue visto por última vez la noche del 12 de julio de 2010. Su cuerpo fue encontrado cerca de la ciudad meridional de Butare el 14 de julio. Su cabeza había sido cortada, y los testigos describen marcas inusuales en varias partes de su cuerpo. “Este es el segundo asesinato de un crítico declarado del gobierno de Ruanda en menos de un mes”, afirmó Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch. “Una autopsia y una investigación independientes son necesarias para determinar qué pasó con Rwisereka”. Los eventos que motivaron la muerte de Rwisereka indican que el asesinato pudo haber sido por motivos políticos. Él les había dicho a amigos cercanos y colegas que temía ser asesinado como resultado de su oposición al Frente Patriótico Ruandés (FPR), el partido gobernante del país. En las últimas semanas, Rwisereka parecía cada vez más preocupado por su seguridad. A finales de junio, el ex secretario general del Partido Verde, Charles Kabanda, visitó a Rwisereka en el Sombrero Club, bar dirigido por Rwisereka en Butare, y trató de convencerlo de abandonar el Partido Verde. Rwisereka les había dicho a sus allegados que Kabanda, quien abandonó el Partido Verde a principios de año, le había dicho que el FPR nunca permitiría que Rwisereka deje la “familia” (en Página | 23 referencia al FPR) y cuestionó lo que sucedería con los miembros del Partido Verde. Rwisereka dijo a sus allegados que interpretó esto como una amenaza. Rwisereka, como Kabanda y muchos otros miembros del Partido Verde, fue miembro del FPR. En meses anteriores, otros miembros del Partido Verde habían sido objeto de presiones para abandonar sus actividades partidarias por personas aparentemente cercanas al FPR o al gobierno. Inicialmente, la policía dijo a los medios que Rwisereka había sido víctima de un robo, y que la gente que lo había visto la noche en que desapareció afirmó que llevaba una gran suma de dinero. Sin embargo, nuevas investigaciones de Human Rights Watch y otras entidades revelaron que había dejado algo de dinero con un familiar la noche del 12 de julio, pero llevaba poco dinero y ningún objeto de valor en el momento de su muerte. Posteriormente, la policía cambió su explicación, alegando que había una disputa financiera entre Rwisereka y Thomas Ntivuguruzwa, la última persona que vio a Rwisereka antes de su desaparición. Ntivuguruzwa, a quien la policía considera como el principal sospechoso, ha sido arrestado y permanece bajo custodia. “Las declaraciones contradictorias de la policía y las discrepancias entre la versión de la policía y las versiones proporcionados por fuentes cercanas a la víctima están creando dudas y confusión sobre las circunstancias de la muerte de Rwisereka”, dijo Roth. “Una investigación independiente y exhaustiva confirmaría o disiparía estas diferentes explicaciones”. Las circunstancias de la muerte de Rwisereka Human Rights Watch ha establecido que el 12 de julio, Rwisereka llegó al bar Sombrero Club alrededor de las 10 p. m. y compartió unas bebidas y alimentos con Ntivuguruzwa, un cliente habitual del bar. Alrededor de la 1 a. m., Rwisereka salió del bar y se marchó en dirección a su casa. Ntivuguruzwa se retiró a la habitación de hotel que había reservado en Sombrero Club y no fue visto salir del hotel hasta la mañana siguiente alrededor de las 9 a. m. El portavoz de la policía Eric Kayiranga dijo a Human Rights Watch que Rwisereka nunca llegó a su casa. A la mañana siguiente, una persona que vive en la zona vio el auto de Rwisereka, que estaba a unos tres kilómetros de Sombrero Club, y llamó a la policía. La policía dijo a Human Rights Watch que el parabrisas Página | 24 estaba roto, pero que no creían que era el resultado de un accidente de tránsito. Los documentos de identidad y las llaves de Rwisereka estaban en el interior del auto. Kayiranga dijo que la policía realizó una búsqueda superficial de la zona, pero no esperaban encontrar a Rwisereka cerca del lugar. Familiares y amigos también buscaron en el área durante varias horas, a una distancia de casi dos kilómetros sin encontrar ninguna señal de Rwisereka. El 14 de julio, la policía fue alertada de un cuerpo que había sido encontrado por agricultores locales y confirmó que se trataba de Rwisekera. Su cabeza había sido cortada casi en su totalidad y su rostro mostraba señales de golpes. La policía dijo que su brazo izquierdo estaba herido y su pierna izquierda rota. Otros que vieron el cadáver informaron a Human Rights Watch que estaba cubierto de decenas de marcas. En declaraciones a la prensa, el portavoz de la policía rechazó las afirmaciones del Partido Verde de que el cuerpo de Rwisereka presentaba señales de tortura. Según la policía, se encontró un gran cuchillo de carnicero en la escena. La investigación de Human Rights Watch reveló que el cuerpo de Rwisereka se encontró realmente a solo un kilómetro de distancia de su auto, no a tres kilómetros como el portavoz de la policía había dicho. La policía dijo a Human Rights Watch que había una gran cantidad de sangre en la escena. Sin embargo, cuando Human Rights Watch visitó el lugar el día después de que se encontró el cuerpo, había poca sangre. La sangre se encontraba en un solo lugar, que corresponde más o menos al tamaño de la cabeza de Rwisereka, y el cuerpo estaba en una pendiente empinada, lo que sugiere que Rwisereka pudo haber sido asesinado en otro lugar. La policía también dijo a Human Rights Watch que Ntivuguruzwa había dado una identidad falsa y que no había revelado su nombre en el registro del hotel. Sin embargo, Human Rights Watch ha visto el registro del hotel y confirmó que Ntivuguruzwa proporcionó su nombre completo y número de documento de identidad. André Kagwa Rwisereka y el Partido Verde Rwisereka fue durante mucho tiempo miembro del FPR, el exmovimiento rebelde que llevó a cabo ataques en Ruanda desde Uganda a partir de 1990, derrocó al gobierno que planificó el genocidio y puso fin al genocidio en Ruanda en 1994. En julio de 1994, el FPR formó un gobierno que todavía gobierna Ruanda. Rwisereka había trabajado estrechamente con funcionarios de alto rango del FPR en la Página | 25 recaudación de fondos para el movimiento mientras estuvo exiliado en la República Democrática del Congo, pero no ocupó un cargo oficial en el partido o en el gobierno formado por el FPR después del genocidio. Con el tiempo, Rwisereka se desilusionó del FPR. En 2009, abandonó el partido para crear el Partido Verde Democrático (un nuevo partido de oposición) con otros exmiembros del FPR. El Partido Verde ha sufrido numerosas dificultades y no ha podido obtener la autorización de la policía o de las autoridades locales para celebrar sus reuniones. En octubre de 2009, la policía disolvió violentamente una de sus reuniones. Los constantes obstáculos por parte de funcionarios del distrito les han impedido registrarse como partido político o competir en las elecciones presidenciales previstas para el 9 de agosto. Varios de sus miembros, incluido su presidente, Frank Habineza, han sido amenazados e instados a abandonar sus actividades políticas. A principios de este año, tres miembros prominentes, incluido Kabanda, desertaron del partido y denunciaron sus políticas, algo que muchos observadores creen que fue un intento respaldado por el FPR para desestabilizar el Partido Verde. A pesar de que Habineza suele ser el portavoz público del Partido Verde, Rwisereka también se manifestó en varias ocasiones. En una entrevista con la BBC en octubre de 2009, dijo: “Es hora de que la gente actúe para lograr cambios, ya que el FPR es incapaz de tener una revolución interna. Por eso tiene que aceptar que otros vengan en su ayuda. Un partido que no se renueva, desde el punto de vista de sus ideas termina cayendo. ¿Dónde están ahora todos los partidos que se sabe que han trabajado con la dictadura?”. Otros ataques recientes e intimidación de críticos del gobierno Varios otros críticos del gobierno han sido fijados como objetivos en las últimas semanas. El 24 de junio, Jean-Léonard Rugambage, un periodista del periódico independiente Umuvugizi, fue asesinado a tiros fuera de su casa en Kigali, la capital. Su asesinato podría estar vinculado con la postura crítica de su periódico y las investigaciones confidenciales que estaba llevando a cabo en los días previos a su muerte, incluido el intento de asesinato del exgeneral Faustin Kayumba Nyamwasa en Sudáfrica. La policía ha detenido a dos sospechosos, que presuntamente han confesado que planificaron la muerte de Rugambage, en venganza por un asesinato que dicen que cometió durante el genocidio. Umuvugizi, junto con otro importante periódico independiente Umuseso, fueron suspendidos por seis meses por el Alto Consejo de Medios de Comunicación en abril de 2010, impidiéndoles cubrir los eventos durante el periodo electoral. Página | 26 El líder del partido de la oposición PS-Imberakuri, Bernard Ntaganda, fue detenido el 24 de junio y aún permanece detenido. Se enfrenta a varios cargos, entre ellos poner en peligro la seguridad nacional e incitar divisiones étnicas. Varios otros miembros de su partido y el FDU-Inkingi, otro partido de la oposición, fueron detenidos el 25 de junio. Fueron puestos en libertad a los pocos días, pero el proceso en su contra sigue pendiente. Al igual que el Partido Verde, el PS-Imberakuri y el FDU-Inkingi han sido impedidos de ofrecer candidatos en las próximas elecciones presidenciales. El FDU-Inkingi no ha podido inscribirse como partido debido a obstáculos similares a los que el Partido Verde se ha tropezado. Su líder, Victoire Ingabire, ha sido acusada formalmente de colaborar con grupos armados, ideología genocida y “divisionismo”. El PS-Imberakuri se registró como partido, pero luego pasó a manos de miembros disidentes que establecieron una estructura paralela y designaron a su propio presidente para reemplazar a Ntaganda. Ni este nuevo presidente ni Ntaganda son candidatos en las elecciones presidenciales. El 19 de junio, un exgeneral de Ruanda, Faustin Kayumba Nyamwasa, fue objeto de un intento de asesinato en Sudáfrica. Kayumba, que una vez fue aliado cercano del presidente Paul Kagame y Exjefe del Estado Mayor del ejército ruandés, huyó a Sudáfrica en febrero. En el exilio, se convirtió en un crítico declarado del gobierno de Ruanda y de Kagame. Altos funcionarios ruandeses, entre ellos el presidente, a su vez, le han criticado públicamente. El gobierno de Ruanda ha solicitado su extradición de Sudáfrica, acusándolo de estar detrás de una serie de ataques con granadas en Kigali a principios de este año. La policía sudafricana arrestó a varios sospechosos en relación con el intento de asesinato de Kayumba. Corrección Este 21 de julio de 2010, un comunicado de prensa al principio afirmó incorrectamente que André Kagwa Rwisereka había dejado algo de dinero con un familiar la noche del 14 de julio. La fecha correcta es el 12 de julio de 2010. Categoría 6 de factores de riesgo: Actos/hechos genocidas que pueden ser elementos de genocidio • Tal como se define en el Artículo 6 del Estatuto de Roma, los actos que podrían ser evidentes “elementos” de genocidio son asesinatos, secuestros y desapariciones, torturas, violaciones y Página | 27 violencia sexual, ‘limpieza étnica’ o pogromos; • Otro método de destrucción menos evidente es la privación deliberada de recursos necesarios para la supervivencia física del grupo, que están disponibles para el resto de la población, tales como agua potable, comida y servicios médicos; • La creación de circunstancias que pueden conllevar a una muerte lenta tales como la falta de vivienda, vestimenta e higiene adecuadas o exceso de trabajo o esfuerzo físico; • Los programas que tienen el propósito de prevenir la procreación como la esterilización involuntaria, aborto forzado, prohibición del matrimonio y separación a largo plazo de hombres y mujeres; •Transferencia forzosa de niños impuesta por fuerza directa o a través del miedo a la violencia, coacción, arresto, opresión psicológica u otros métodos de chantaje; •Amenazas de muerte o maltrato causando desfiguramiento o lesiones; consumo de drogas obligado o coaccionado o algún otro tratamiento que puede dañar la salud. http://www.aljazeera.com/news/africa/2010/10/2010101132151710397.html Ruanda rechaza el informe de genocidio en la República Democrática De Congo (DRC) La Organización de Naciones Unidas (ONU) documenta espantosos ataques perpetrados por las tropas de Ruanda y Uganda contra decenas de miles hutus étnicos durante la década de 1990. Última modificación: 1 de octubre de 2010, 23:41 GMT Ruanda ha rechazado rotundamente el informe de la ONU que concluye que los delitos cometidos por las fuerzas armadas de tal país contra los pobladores de Hutu refugiados en la República Democrática del Congo (DRC) podrían considerarse como genocidio. El informe publicado el viernes, documenta 617 de los ataques más horrorosos perpetrados por las tropas de Ruanda y Uganda contra decenas de miles de hutus étnicos durante la década de 1990. “Muchos de los ataques fueron dirigidos contra los ciudadanos que eran principalmente mujeres y niños”, afirma el informe. El gobierno de Ruanda rechaza rotundamente el informe, acusando a la ONU de tratar de promover la teoría de “genocidio doble”. “El deseo de validar la teoría de genocidio doble está constantemente presente a lo largo del informe conocido como Draft Mapping Report en el que se refleja imágenes de los actores, ideología y métodos empleados durante el genocidio de Ruanda de 1994", se afirmó en el comunicado de Ruanda. Las acusaciones por el delito de genocidio golpearon fuertemente a Kigali debido a que el gobierno de esta ciudad había basado ampliamente su legitimidad en ser la fuerza que pararía el genocidio de Ruanda de 1994. 'Acusaciones moderadas' Página | 28 Según informes, la ONU atenuó el contenido de dicho documento luego que Ruanda y Uganda protestaran airadamente una versión preliminar que se filtró a la prensa a finales de agosto. Sin embargo, Navi Pillay, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, afirmó a la prensa de Ginebra que “el contenido (del informe) sigue siendo el mismo”. El informe de la ONU es el producto de un “ejercicio de mapeo” que tomó más de dos años de investigación y producción. Más de 1200 testigos fueron interrogados para corroborar o descartar las acusaciones de violación, incluidos incidentes previos que no fueron registrados; y se recopilaron y analizaron más de 1500 de documentos. “La época que se incluye en este informe es probablemente uno de los capítulos más trágicos en la reciente historia de la República Democrática del Congo”, sostiene el informe. “Ciertamente, esta década estuvo marcada por una secuencia de crisis políticas, guerras y múltiples conflictos étnicos y regionales que desencadenaron la muerte de cientos de miles de personas, quizá millones”. Asimismo, el informe señala la participación de al menos 21 grupos armados congoleses por violación de derechos humanos; también, señala operaciones realizadas por fuerzas militares de otros estados dentro de la República Democrática del Congo y entre ellos están Burundi, Angola y Zimbabue. Si bien el propósito no era establecer responsabilidad criminal individual, el informe identificó grupos armados que estuvieron envueltos en incidentes específicos. Violencia infantil El informe presta mucha atención a un inventario sobre la violencia contra mujeres y niños en medio de un clima de casi total impunidad, la cual continúa hasta el día de hoy. “En realidad, la violencia en la República Democrática del Congo estuvo acompañada del uso sistemático aparente de violación y agresión sexual presuntamente cometidos por todas las fuerzas combatientes”, sostiene el informe. Luego de informar que los niños de la República Democrática del Congo “habían sufrido demasiado”, el informe cita un aproximado de al menos 30,000 niños que fueron reclutados o utilizados por las fuerzas o grupos armados durante el conflicto. Además, el informe demuestra que los niños han sido sometidos a una “violencia indescriptible” como asesinato, violación, tortura, trato degradante, inhumano y cruel, desplazamiento forzoso, destrucción de sus ciudades y privación de sus derechos humanos. También se menciona la violación de los derechos humanos relacionada a la explotación de recursos naturales de la República Democrática del Congo realizada por actores nacionales e internacionales. En el prólogo del informe, Pillay sostiene que “ningún informe puede describir adecuadamente el terror que sufrió aquella población” en la República Democrática del Congo (antiguamente Zaire), “donde casi todas las personas pueden narrar el sufrimiento y pérdida experimentados”. Página | 29 El viernes, Pillay señaló que la filtración de la versión preliminar a finales de agosto ha conllevado "al enfoque intenso en un aspecto del mismo ", es decir, el incremento de la probabilidad de que las Fuerzas Armadas de Ruanda y sus aliados locales puedan haber cometido actos que se podrían considerar como genocidas. “El informe enfatiza que esta pregunta solo puede abordarla una corte competente”, culminó. Categoría 7 de factores de riesgo: Evidencia de “intento de destruir total o parcialmente” • Declaraciones que llegan a incitar el odio por parte de los involucrados en una campaña genocida; • En un conflicto armado a gran escala, carácter generalizado y sistemático de los actos; intensidad y magnitud de los actos e invariabilidad de los métodos de asesinato utilizados contra el mismo grupo protegido; tipos de armas empleadas (en especial las armas prohibidas por el derecho internacional) y el alcance de las lesiones físicas causadas; • En una situación sin conflicto, las prácticas de discriminación orientadas, generalizadas y/o sistemáticas que culminan en violaciones graves de los derechos humanos de los grupos protegidos, tales como ejecuciones extrajudiciales, tortura y desplazamiento; • El medio específico para lograr la “limpieza étnica” el cual enfatiza que la perpetración de dichos actos fueron elaborados para llegar a los cimientos del grupo o como lo que se considera como tal para el grupo criminal; • La naturaleza de las atrocidades como por ejemplo el desmembramiento de aquellos ya asesinados revela el nivel de deshumanización del grupo o la euforia de tener un control total de otro ser humano, o la violación sistemática de mujeres con el propósito de transmitir una nueva identidad étnica a los niños o causar humillación y terror para dividir el grupo; • La destrucción o ataques a la propiedad religiosa y cultural y los símbolos del grupo objetivo diseñados con la finalidad de aniquilar la presencia histórica del grupo o grupos; • La eliminación selectiva de líderes de la comunidad y/o hombres y/o mujeres de un rango determinado de edad (la ‘generación del futuro’ o grupo de edad militar); • Otras prácticas designadas a completar la exclusión del grupo objetivo de la vida social/política. Categoría 8 de factores de riesgo: Factores desencadenantes Eventos o circunstancias futuras que aparentemente no están relacionadas al delito de genocidio que pueden agravar condiciones o provocar el deterioro de la situación, indicando probabilidad de un episodio genocida. Estos factores “desencadenantes” pueden ser: • Próximas elecciones (y actividades relacionadas como el registro de votantes o campañas; revisión de la delimitación de circunscripciones electorales; convocatoria de elecciones anticipadas o cancelación de las mismas; disolución de los comités electorales; imposición de nuevas cuotas/normas para la elección de partidos políticos o candidatos); • Cambio de gobierno al margen de un proceso de sanción electoral o constitucional; • Situaciones donde el ejército es utilizado internamente para actuar contra la población civil; • Inicio de hostilidades armadas; • Desastres naturales que pueden tensionar la capacidad del estado y fortalecer los grupos opositores activos; • Incremento de la capacidad de los opositores, que se puede percibir como una amenaza y acción preventiva del sistema, o disminución rápida de la capacidad de la oposición que incita a una acción inmediata para eliminar grupos conflictivos. Página | 30 Ruanda: oculta en el secreto Detención ilegal y tortura por inteligencia militar http://www.amnesty.org/en/news/rwanda-­‐must-­‐investigate-­‐unlawful-­‐detention-­‐and-­‐torture-­‐military-­‐ intelligence-­‐2012-­‐10-­‐05 http://www.amnesty.org/en/library/asset/AFR47/004/2012/en/ca2e51a2-­‐1c3f-­‐4bb4-­‐b7b9-­‐ e44ccbb2b8de/afr470042012en.pdf RESUMEN El avance durante la última década por parte del gobierno de Ruanda con respecto a la mejora de las condiciones de detención en cárceles bajo la autoridad del Servicio correccional de Ruanda (Rwanda Correctional Service, RCS) se encuentra amenazado por el sistema de detención paralelo aplicado por los militares. Se mantiene a muchas personas en detención en los campos militares y se burlan las salvaguardas que protegen a los detenidos en las estaciones policiales y otros lugares oficiales de detección. Lejos de la vista, los detenidos han sido detenidos ilegalmente, así como supuestamente torturados y maltratados de otras formas. Este informe detalla la detención ilegal, tortura y otras formas de maltratos y desapariciones forzadas, en su mayoría de civiles, a manos de la inteligencia militar de Ruanda, conocida como J2. Se basa en información reunida durante más de dos años de investigación, incluidas siete visitas a Ruanda. El informe documenta más de 45 casos de detención ilegal y 18 denuncias de tortura u otro maltrato por parte de inteligencia militar de Ruanda en 2010 y 2011. Algunas personas que estuvieron desaparecidas fueron mantenidas en detención en secreto en 2012. Amnistía Internacional cree que la cantidad real de personas que estuvieron detenidas y que estuvieron en riesgo de tortura, o sujetas a esta, y otros maltratos durante este período es mayor a la documentada aquí. Amnistía Internacional comenzó a recibir informes de desapariciones forzadas, torturas y otros maltratos por parte de inteligencia militar de Ruanda en marzo de 2010. Esta avalancha de violaciones a los derechos humanos ocurrió con el lanzamiento de las investigaciones de inteligencia militar sobre las amenazas a seguridad nacional en el período previo a las elecciones presidenciales de agosto de 2010. Ataques con granadas, inusuales en los últimos años, se multiplicaron luego de febrero de 2010. Algunos analistas de seguridad los atribuyeron a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo armado de oposición cuya base de operaciones se encuentra en la región oriental de la República Democrática del Congo (RDC). Las tensiones en aumento dentro de la Fuerza de Defensa de Ruanda (Rwandan Defence Force, RDF) luego de la partida del exjefe del ejército, general Kayumba Nyamwasa, en febrero de 2010 también planteó presuntamente la posibilidad de amenazas a la seguridad desde dentro del ejército. Como parte de las investigaciones de las autoridades ruandesas sobre los asuntos de seguridad, el ejército arrestó a personas, con frecuencia de forma arbitraria, a veces actuando en colaboración con la policía. Los arrestados eran casi exclusivamente hombres entre 20 y 45 años de edad. La mayoría de los casos documentados aquí son de civiles, incluidos militares desmovilizados. Otros casos incluyen Página | 31 miembros del ejército ruandés o personas sospechosas de pertenecer a las FDLR según las autoridades de Ruanda. Luego de su arresto, los hombres eran detenidos en aislamiento e interrogados por inteligencia militar. Para sus familias, incapaces de confirmar sus paraderos o si aún estaban vivos, sus seres queridos efectivamente habían desaparecido. Las autoridades negaban tener a los arrestados o no respondían a las solicitudes de información por parte de los familiares o abogados. Durante su detención por el ejército, con frecuencia durante varios meses, se les negaba acceso a abogados, familiares y asistencia médica. Algunos aparentemente eran sometidos a tortura u otros maltratos. El no saber el paradero de sus familiares tuvo un tremendo impacto psicológico en las familias de los desaparecidos. Debido a que la mayoría de los desaparecidos eran casi exclusivamente hombres, y las redadas con frecuencia incluían personas de la misma comunidad, los miembros varones de la familia se veían forzados a vivir con el temor constante de que podrían ser los siguientes arrestados. Las mujeres, esposas, madres y hermanas, cargaban el peso de intentar localizar a sus familiares. Al momento de prepararse este informe, en julio de 2012, Amnistía Internacional cree que la cantidad de nuevos casos de detención ilegal de civiles por parte de los militares ha disminuido durante el último año. Sin embargo, la ausencia de investigaciones o procesamientos para las violaciones de los derechos humanos documentada aquí aumenta la probabilidad de que inteligencia militar de Ruanda repetirá estas prácticas cada vez que perciba que la seguridad nacional se encuentre bajo amenaza. Amnistía Internacional insta al gobierno ruandés a erradicar inmediatamente la detención ilegal de civiles, revelar la suerte o el paradero de todos aquellos sometidos a desaparición forzada, investigar las denuncias de tortura y otros maltratos, suspender a aquellos oficiales de seguridad acusados de ser responsables de estas violaciones a los derechos humanos en espera del resultado de las investigaciones, y hacerlos rendir cuentas mediante procesos penales. Línea de tiempo de Ruanda http://www.bbc.co.uk/news/world-­‐africa-­‐14093322 03/29/13 Lista cronológica de eventos clave: Años 1300 – Los tutsis migran hacia lo que es la actual Ruanda, que ya estaba habitada por los twas y hutus. Años 1600 – El rey tutsi King Ruganzu Ndori somete Ruanda central y las áreas periféricas de hutus. Finales de 1800 – El rey tutsi Kigeri Rwabugiri establece un estado unificado con una estructura militar centralizada. 1858 – Explorador británico Hanning Speke es el primer europeo en visitar esta área. Página | 32 1890 – Ruanda se vuelve parte de África del Este Alemana. 1916 – Las fuerzas belgas ocupan Ruanda. 1923 – Bélgica otorga a la Sociedad de las Naciones el mandato para gobernar Ruanda-Urundi, que gobernó indirectamente a través de reyes tutsis. 1946 - Ruanda-Urundi se vuelve un territorio en fideicomiso de las Naciones Unidas gobernado por Bélgica. Independencia 1957 – Los hutus emiten un manifiesto mediante el cual solicitan un cambio en la estructura del poder de Ruanda para darles una voz acorde con la cantidad de su pueblo; se forman los partidos políticos hutus. 1959 – El rey tutsi Kigeri V, junto con decenas de miles de tutsis, son forzados al exilio en Uganda luego de sufrir la violencia interétnica. 1961 - Ruanda es proclamada una república. 1962 - Ruanda se vuelve independiente con un hutu, Gregoire Kayibanda, como presidente; muchos tutsis abandonan el país. 1963 – Alrededor de 20,000 tutsis son asesinados luego de una incursión por tutsis rebeldes que se localizaban en Burundi. 1973 – El presidente Gregoire Kayibanda es derrocado en el golpe militar liderado por Juvenal Habyarimana. 1978 – Se ratifica la nueva constitución; Habyarimana es elegido presidente. 1988 – Alrededor de 50,000 hutus refugiados huyen a Ruanda desde Burundi luego de sufrir la violencia étnica allí. 1990 – Fuerzas rebeldes del Frente Patriótico Ruandés (Rwandan Patriotic Front, RPF), principalmente tutsis, invaden Ruanda desde Uganda. 1991 – Se promulga la nueva constitución multipartidista. Genocidio 1993 – El presidente Habyarimana firma un acuerdo de reparto del poder con los tutsis en la ciudad tanzana de Arusha, aparentemente marcando el final de la guerra civil; se envía una misión de las Naciones Unidas para supervisar el acuerdo de paz. Página | 33 Abril de 1994 - Habyarimana y el presidente de Burundi son asesinados luego de que su avión fuera atacado sobre Kigali; el Frente Patriótico Ruandés lanza una ofensiva importante; la milicia de hutus extremistas y elementos militares de Ruanda comienzan la masacre sistemática de los tutsis. En un lapso de 100 días alrededor de 800,000 tutsis y hutus moderados son asesinados; las milicias hutus huyen a Zaire, llevando consigo alrededor de 2 millones de hutus refugiados. 1994-96 – Los campos de refugiados en Zaire caen bajo el control de las milicias de hutus responsables del genocidio en Ruanda. 1995 – Las milicias de hutus extremistas y las fuerzas del gobierno de Zaire atacan a los tutsis zaireños locales de Banyamulenge; Zaire intenta forzar a los refugiados a regresar a Ruanda. 1995 – El tribunal internacional designado por las Naciones Unidas comienza a señalar cargos y dictar sentencias a una cantidad de personas responsables de las atrocidades entre los hutus y tutsis. Intervención en la República Democrática del Congo 1996 – Las tropas ruandesas invaden y atacan los campos dominados por la milicia hutu en Zaire con la finalidad de llevar a casa a los refugiados. 1997 – Rebeldes apoyados por ruandeses y ugandeses deponen al presidente Mobutu Sese Seko de Zaire; Laurent Kabila asume la presidencia de Zaire, que es renombrada como la República Democrática del Congo. 1998 – Ruanda cambia su lealtad para respalda a las fuerzas rebeldes con la intención de deponer a Kabila tras el fracaso del presidente congolés en la expulsión de las milicias hutu extremistas. Marzo de 2000 - El presidente de Ruanda Pasteur Bizimungu, un hutu, renuncia por diferencias con respecto a la composición de un nuevo gabinete y luego de acusar al parlamento de enfocarse en los políticos hutus en las investigaciones anticorrupción. Abril de 2000 - Los ministros y miembros del parlamento eligen al vicepresidente Paul Kagame como el nuevo presidente de Ruanda. Octubre de 2001 - Se inician las votaciones para elegir a los miembros de las tradicionales cortes “gacaca”. Estas cortes, donde los ruandeses regulares juzgan a sus colegas, tienen como objetivo eliminar el atraso en los casos del genocidio de 1994. Página | 34 Diciembre de 2001 - Se revelan una nueva bandera y un nuevo himno nacional para tratar de promover la unidad nacional y la reconciliación. Abril de 2002 - Ex presidente Pasteur Bizimungu es arrestado y se entabla un juicio en su contra por los cargos de actividad política ilegal y amenazas a la seguridad del estado. Julio de 2002 - Ruanda, la República Democrática del Congo firma un acuerdo de paz en virtud del cual Ruanda retirará las tropas de la República Democrática del Congo y esta ayudará en el desarme de los atacantes ruandeses de hutu acusados de la matanza de un grupo minorista de tutsis en el genocidio de 1994. Salida de la República Democrática del Congo Octubre de 2002: Ruanda declara haber retirado la última de sus tropas de la República Democrática del Congo, cuatro años después de haber ingresado con el fin de apoyar a los rebeldes congoleses contra el gobierno de Kabila. Mayo de 2003: Los votantes respaldan un proyecto de constitución que prohíbe la incitación al odio étnico. Agosto de 2003: Paul Kagame gana las primeras elecciones presidenciales desde el genocidio de 1994. Octubre de 2003: Primeras elecciones parlamentarias multipartidistas; el Frente Patriótico Ruandés del presidente Kagame gana por mayoría. Los observadores de la Unión Europea sostienen que las votaciones se vieron marcadas por irregularidades y fraude. Diciembre de 2003: Tres exdirectores de ciertos medios de comunicación fueron declarados culpables de incitar a los hutus a matar a los tutsis durante el genocidio de 1994 y reciben largas condenas de prisión. Marzo de 2004: El presidente Kagame rechaza el informe francés que establece que él ordenó el ataque al avión presidencial en 1994, que provocó el genocidio. Junio de 2004: El ex presidente Pasteur Bizimungu es condenado a 15 años de cárcel por malversación de fondos, incitación a la violencia y asociación con malhechores. Marzo de 2005: El principal grupo rebelde hutu, Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), declara estar finalizando su lucha armada. Las FDLR son uno de los muchos grupos acusados de crear inestabilidad en la Página | 35 República Democrática del Congo, y muchos de sus miembros fueron acusados de haber participado en el genocidio de 1994. Liberación en masa de prisioneros Julio de 2005: El Gobierno inicia la liberación en masa de 36.000 prisioneros. La mayoría de ellos han confesado su participación en el genocidio de 1994. Es la tercera fase de las liberaciones desde 2003, parte de un intento por aliviar el hacinamiento. Enero de 2006: Doce provincias de Ruanda son reemplazadas por un número menor de regiones con el objetivo de crear diversas áreas administrativas de acuerdo a las etnias. Noviembre de 2006: Ruanda rompe relaciones diplomáticas con Francia después de que un juez francés emite una orden de arresto internacional contra el presidente Kagame, alegando que estaba involucrado en la caída del avión de Habyarimana. Diciembre de 2006: El padre Athanase Seromba llega a ser el primer sacerdote católico-romano en ser condenado por su participación en el genocidio de 1994. La Corte Penal Internacional lo sentencia a cadena perpetua. Febrero de 2007: Unos 8000 presos acusados de genocidio son liberados. Unos 60.000 sospechosos han sido liberados desde 2003 para aliviar el hacinamiento en las prisiones. Abril de 2007: El ex presidente Pasteur Bizimungu es liberado al pasar tres años de una condena de 15 años, después de recibir un indulto presidencial. Octubre de 2007: Se inició la investigación sobre el accidente del avión presidencial en 1994 que originó el genocidio. Noviembre de 2007: Ruanda firma un acuerdo de paz con la República Democrática del Congo. Según el acuerdo, esta última entregará a aquellos sospechosos de haber participado en el genocidio de 1994 a Kigali y al Tribunal Penal Internacional para Ruanda. Arrestos en el extranjero Enero de 2008: La Policía de Francia arresta al ex oficial del Ejército ruandés, Marcel Bivugabagabo, que se encuentra en la lista de criminales de guerra buscado para ser llevados a juicio por el gobierno ruandés. Página | 36 Febrero de 2008: Un juez español emite órdenes de detención contra 40 oficiales del Ejército ruandés, acusándolos de genocidio, terrorismo y crímenes contra la humanidad. Abril de 2008: El presidente Paul Kagame declara que el juez español que emitió las órdenes de arresto contra los oficiales del Ejército ruandés puede “irse al infierno”. Mayo de 2008: Un ex ministro del gabinete, Calixto Kalimanzira, va a juicio ante el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, acusado de participar en el genocidio de 1994. Agosto de 2008: Ruanda acusa a Francia de haber desempeñado un rol activo en el genocidio de 1994, y emite un informe en el que nombra a más de 30 oficiales franceses de alto rango. Francia sostiene que las acusaciones son inaceptables. Septiembre de 2008: El Frente Patriótico de Ruanda (FPR) del presidente Paul Kagame gana por gran mayoría en las elecciones parlamentarias. Septiembre de 2008: El ex fiscal adjunto Simeón Nshamihigo es condenado a cadena perpetua por participar en el genocidio ante la Corte de la ONU. Trabajaba como investigador de defensa en la corte bajo un nombre falso cuando fue detenido en 2001. Octubre de 2008: Ruanda decide que toda educación se impartirá en inglés en lugar de en francés, oficialmente como resultado de la unión a la Comunidad Africana Oriental que habla inglés. Noviembre de 2008: Ruanda expulsa al embajador de Alemania y retira a su embajador sobre la detención del asesor presidencial Rose Kabuye en Alemania en relación con el derribo del avión del presidente Habyarimana. Juicios por genocidio Diciembre de 2008: Uno de los cantantes más famosos de Ruanda, Simón Bikindi, es condenado a 15 años de prisión por incitar la violencia durante el genocidio. El informe de la ONU acusa a Ruanda y a la República Democrática del Congo de ayudar directamente a los rebeldes tutsis a luchar en el este de República Democrática del Congo. Ruanda niega haber suministrado ayuda y niños soldados. Página | 37 Théoneste Bagosora es condenado a cadena perpetua ante la Corte de la ONU por organizar el genocidio. Enero de 2009: La ex ministra de justicia, Agnes Ntamabyariro, es encarcelada de por vida por un tribunal de Kigali por conspirar y planear el genocidio y por ofrecer discursos que incitaron a la gente a participar. Febrero de 2009: Las tropas ruandesas dejan la República Democrática del Congo cinco semanas después de entrar para atacar a los rebeldes hutus. El Tribunal sobre Crímenes de Guerra de la ONU encuentra al ex capellán del Ejército Emmanuel Rukundo culpable de genocidio, abuso sexual y secuestro durante el genocidio, se le condena a 25 años de prisión. Marzo de 2009: La miembro del partido gobernante tutsi y de Mayoría Presidencial (MP) ruandesa, Beatrice Nirere, fue declarada culpable de genocidio y condenada a cadena perpetua en el Tribunal Comunitario Tradicional de Ruanda, conocido como “gacaca”. Un Tribunal holandés encuentra al hutu ruandés Joseph Mpambara culpable de tortura durante el genocidio, pero no de los crímenes de guerra. Noviembre de 2009: Ruanda es admitido en la Commonwealth, como el segundo país después de Mozambique en convertirse en miembro sin antecedentes de una colonia británica o sin vínculos constitucionales con el Reino Unido. Francia y Ruanda restablecen las relaciones diplomáticas, tres años después de haberlas terminado debido a la responsabilidad del genocidio cometido en los años noventa. Diciembre de 2009: Ruanda es declarada libre de minas terrestres, es el primer país en alcanzar este estado. Febrero de 2010: El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy visita Ruanda con la finalidad de marcar la reconciliación tras años de acusaciones sobre el genocidio. Ruanda declaró que Francia facilitó armamento a los hutus extremistas, y un juez francés acusó al presidente Kagame de haber participado en la muerte del presidente Habyarimana. Abril de 2010: La líder de la oposición Victoire Ingabire, que planeaba postularse para contender contra el presidente Kagame en las elecciones de agosto, es arrestada. Su abogado es detenido después. Página | 38 Dos oficiales de alto rango son arrestados a pocos días de la reorganización de la cúpula militar. Junio de 2010: El ex jefe del Estado Mayor del Ejército, Faustin Kayumba Nyamwasa, un exaliado que se volvió crítico del presidente Kagame, es herido en un tiroteo durante su exilio en Sudáfrica. Kagame es reelegido Agosto de 2010: El presidente Kagame es reelegido en las elecciones. Octubre de 2010: El informe de la ONU sobre el conflicto en la República Democrática del Congo en los años 1993-2003 establece que las fuerzas ruandesas participaron en los ataques contra civiles hutus que, si se demuestran en la Corte, podrían ser considerados genocidio. Diciembre de 2010: Los oficiales militares exiliados: el general Kayumba Nyamwasa y el coronel Patrick Karegeya forman un nuevo partido político: el Congreso Nacional de Ruanda. Los miembros de la comunidad pigmea (conocidos como los batwa) dicen que las autoridades han destruido cientos de sus hogares como parte de una purga de casas de paja tradicionales. Febrero de 2011: El líder de la oposición, Bernard Ntaganda, acusado de incentivar las tensiones étnicas, es condenado a cuatro años de cárcel. Los grupos a favor de los derechos humanos critican el fallo. Junio de 2011: La ex ministra de familia Pauline Nyiramasuhuko se convierte en la primera mujer en ser declarada culpable de genocidio por una corte internacional. Septiembre de 2011: La ex candidata presidencial Victoire Ingabire va a juicio acusada de negar haber cometido genocidio y trabajar con un grupo terrorista. Diciembre de 2011: La Corte Penal Internacional (CPI) libera al líder rebelde hutu Callixte Mbarushimana después de constatar que no hay pruebas suficientes para respaldar las acusaciones de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Él es el primer sospechoso traído ante la corte que es liberado. Página | 39 Junio de 2012: Ruanda cierra los tribunales comunitarios “gacaca” que durante 10 años trataron a los acusados de haber participado en el genocidio de 1994. Un grupo de favor de los Derechos Humanos sostiene que estos estuvieron a la altura de las normas jurídicas internacionales. Asimismo, Ruanda declara que el 65 % de las casi dos millones de personas juzgadas fueron declaradas culpables. Julio de 2012: EE. UU., Gran Bretaña y los Países Bajos dejaron de enviar ayuda a Ruanda debido a las acusaciones de la ONU de que una rebelión en la República Democrática del Congo se está alimentando al entrenar a tropas rebeldes. Ruanda niega los cargos. Octubre de 2012: Un tribunal de Ruanda condena a la líder de la oposición Victoire Ingabire a ocho años de prisión por los cargos de amenazar la seguridad del Estado y “restar importancia” al genocidio de 1994. Diciembre de 2012: El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), respaldado por la ONU, condena al ex ministro del gobierno y organizador principal del genocidio de 1994, Augustin Ngirabatware, a 35 años de prisión. Febrero de 2013: El TPIR anula las condenas por genocidio de los ex ministros Justin Mugenzi y Prosper Mugiraneza en 2011, ante la consternación de los fiscales ruandeses. Página | 40