4 españa - Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

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En sus heladas alas le traía
De tudas paites enemigo viento.
4 ESPAÑA;
ÍIECI F.RnOS Y KSPKRANZAS.
Sobre ese minifico mausoleo,
parece ijue brilla aun el sol de la
(.•randeza de. las Espartas: sobro él
sr apila la gloria de nuestra pa tria, y
un día, tal vez- no lejano, podamos
acércanos á ese sepulcro sin verKiicnza, y decir A Isabel jr á Fernando : — Levantaos ile vuestra
tumba: levantaos un momento, y
mirad i vuestra España, grande',
feliz, próspera, respetada: levantaos un momento, y {netin dormid
rn paz!
M. Fernandez y <¡onzalez: Un episodio histórico. — J/wv/v; Viiircrsnl
del 2S ile Muero de 1K.S7.I
live el escudo (juc
timbró la gloria,
La espada en tierra,
la cabeza inerme,
.V su planta el laurel ile la victoria,
el ya débil león
que inútil duerme,
•.Sombra os lispañn:
U'vminóen (atierra
>Su potente misión,
y, aniquilada ,
>N¡ tiene fuerza para
alzar la espada,
Ni tiene voz para el clamor
d«; guerra.«
lo :]ijn?—\o sé : pero ese acento
Tibie, apenador, ¡oh patria mía !
El mundo se olvidó de lus hazañas;
Tu prez desconocieron las naciones ;
Se empolvaron plegados tus pendones
Sobre el seco laurel de tus campañas,
Y la raza altanera,
Que un mundo fue á buscar al Occidente
Llevándole su aliar y su bandera;
La que en Granada terminó potante
De siete siglos la contienda impía ;
La que en vencida sanare enrojecía
Del turbio (¡arillano la corriente,
Y aprisionaba reyes en Pavía ;
La que holló en San Quintín lirios de oro ,
Y en sus rocas temblar hizo al britano;
La que al suelo africano
Siguió rugiente al aterrarlo moro;
La que á Flandes domó, y en lo; vergeles
Tejió de Italia su triunfal corona ;
La que al mar fatigó con sus bajeles,
Surcando su estension de zona á zona ;
La raza de mil héroes madre altiva,
Caduca creyó el mundo, aniquilada ,
Sin fuerza ya para blandir la espada,
De mísero temor débil cauliva ,
Y el, otro tiempo, trémulo britano
De Trafalgar en las funestas olas,
Creyó, escuchando ;i su delirio vano,
Sumergidas las glorias españolas!
;Lo quiso Dios! su voluntad envía
Tremenda exhalación á la ardua altura
Que soberbia á las nubes desalía :
La envuelve un punto en lúgubre desmayo,
Mas ¡íroslo el rojo sol, claro fulgura,
Y muestra á su luz pura,
La roca apenas la señal del rayo.
Dios, oh patria, te hirió: tu altiva gente
Estrecha á su ambición halló la tierra:
Desenfrenado, de la horrenda guerra
Llevó do quier asolador torrente:
Dictó con ronca voz á las naciones
Su altiva voluntad , y ya en el suelo
\ o hallando que vencer, volvióse al cielo,
Y el rayo del Señor te hirió en la frente.
Tres siglos ¡ay! de acerba desventura
Fueron la expiación de tu altiveza :
Tres siglos ¡ay! en que (¡niebla oscura
Fue el eclipse del sol de tu grandeza :
Que al ascender del trono al santuario
Carlos el preponen te y i-J famoso;
Al trocar en retiro silencioso
La púrpura imperial por el sudario ,
Tú el sudario de horror con él veslisle ,
Tú con él tus grandezas abdicaste ,
Y en una estrecha celda concentraste
La esplendorosa fama que adquiriste.
Miróte el mundo descender cansada
De la eminente cumbre de lu gloria,
Y desmembróse til diadema, ornada
De uno y otro florón por la victoria.
Los que de tí temblaron
Con cobarde ansiedad menguar te vieron;.
Tus desgracias miraron,
Y con innoble gozo las contaron ,
Y con tinta de hiél las escribieron.
—«¿Qué ha sido del coloso?
»Su ya cansado brazo no blandea
"El hierro victorioso
"Entre el ronco fragor de la pelea:
"Ya del mar proceloso
"Sus naves no fatigan la ancha frente:
»Y¡iee en blando reposo
»La triunfadora gente.
"España su grandeza
"Pierde su ocio de paz, y la cabeza
"Ileclinando en el alio Pirineo,
"Sobre lecho de flores
"lieposa al blando son de sus dos mares:
»EI África á sus |iiés duerme tranquila,
»Y, reflejando horrores ,
«Roja , rugiente, pavorosa oscila
"Al compás de los místicos cantares
"La hoguera, que prendida en los altares ;
«El fanatismo infatigable apila.
»;lln convento y encima una corona!
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EL Ml'SKO IMYEuSAI..
178
«Ite (laslilla y León niii'vas hazañas
»EI nlv dado escudo ñu blasona.»
; V e l m u n d o rf<[Hi"ii i l r Z o 1a a / . m í a
Al contemplan'' dormidas las Españas!
M a s . v i v e l l i n v , i|ii> |.isi|iie l a l d i j e r o n ,
Itc tí, mi nuble patria, lilasfeinarnn:
Locos lueroii si torpes lo soñaron:
Villanos sin pudor si lo mintieron.
Itins no te ilió tu cielo refíilíicile.
No puso I líos liiijo tu planta llores .
Ni por sangre en tus venas lava anuente.
Para ipie viesen manchas en tu frente,
l>e tu ilorailo sol los resplandores.
Dios castiga á sn puehlo : no le mata :
Hios con desdichas su c.ons'aueia prueba:
Hins por la senda del dolor le lleva.
Y en él sus iras vengador des ila:
Mas no olvida MI IV1: no le ;\!iandmia :
Gon fuerte eyida su dolor pi'ole|e .
Y en MI divina voluntad le teje
Tras el martirio la triunfal c ironu.
Ni endura lid e nubitiráii hermanos:
Ya ha cesado el horror: ¡alza y no llore;
Iris de paz se pinta en las serenas
Regiones de tu cielo esplendoroso
Y pisas, hechas pol vo, las caleñas
Oue te enervaban en fatal reposo.
Joven, hermosa, pura, rescatada,
laminas hacia el sol de lu grandeza,
Y Itii»- reeiigc el lauro de (¡ranada
Y le pone otra vez en lu cabeza.
¿Porqué en tus negros ojo; IÍTK brilla
¡te ln val ir la llama soberana?
¿ Por qué de tu mejilla
La palidez de tu furor hermana
Letal se muestra . y tu robusto pecho
A lu aliento no basta poderosa?
¿Por qué de (¡¡ules el fatal estrecho
Miras blandiendo el hierro saniruinosa ?
¿May allí un don Julián? ¡Oh, cómo ]¡11
Mi corazón al verte ya aprestada
Al b ri'or del mortífero "combate .
?>o.>re el ca-ro de triunfo levantada !
Si á su frente marchando
Ves un mísero rey , hondo lanzando
(¡enn'do de dolor que el alma hiela.
Triste don Sebastian, tú le consuela
Su desdicha y sus lágrimas vengando.
N allí, sobre aquel campo de pelea
Oue del vencí lo Portugal blanquea
Los insepultos huesos de la gente,
(.limpie el voto ferviente
Del divino cantor que en rica vena.
Orgullo fue del suelo castellano (I):
«7*IÍ, infamia Livia, en cuya seca arena
"Murió el rencitlo reino lusitano,
" 1" fe acabó ,vu generosa gloria :
"Ao estes alegre y de ufanía llena
"¡'•orauetu temerosa i/ flaca mano
"Hubo, w'/t esperanza , tal victoria
"Indigna de memoria ;
"Que si el justo tintar muere á venganza
"Alguna vez el csjuiñol eorage ,
"Despedazada con aguda lunzi
"Compensará* muriendo el hecho ultraje.
") Luco, amedrentado , al 7nar inmenso
"I'dgará tle africana sangre el cenui."
M i N I T . I . l ' l . U N \ M > K Z V ( ¡ o > Z i l l'.Z.
Y OÍOS no te olvidó: su santo layo,
("th nuble Es 'aña. rollejó en ln íivule
Tras blanca aurora de llorido inayn;
Tu dormido león so al/ó rugiente
Ensordeciendo á la asombrada tierra
A quien domaba el Genio de la querrá.
<¡¿Oué hará ese pueblo?—con desden profundo.
Di|eron las atónitas naciones—
"¿Vencer pretende acaso las legiones ,
•ii.Jue no ha podido contrastar el mundo?,¡
Y , por respuesta á la premunía impía .
Hallen y Zaragoza y Talavern,
Sofocaron al águila altanera
Que señora del mundo se creía:
Y en bólido valle sin cesar retumba
Voz de dolo!' que. espanta en su tristeza :
"Amina , fuera España mi grandeza :
"Eueiuiua la qui-e, y fue mi tniiib i."
; üh incomparable gloria
Lograda al despertar de un sueño horrendo
¿Por qué de la victoria
S >bre el noble laurel sigues durmiendo?
¿Por qué la espada arrojas
T ú , mi España sin par? ¿No ves ciibiicn !•
El horizonte oscuro nubes rojas?
¿El cadalso no ves donde tus lujos
Por premio á su valor tristes perecen
Y en tí los (ij s lijos
Por tu destino, oh patria, se estremecen?
¿ No ves que el estrailjero
A la voz acudiendo de un tirano
En tí se ceba vengativo y liero?
¡ Levántate a ni dar!.... ¡Empeño vano!
¡Lluvia de sangre el fanatismo impío,
Desploma sobre tí! ; la horrenda hoguera
Lanzar pretende su fulgor sombrío!
; Y mu) no Ilota en el aire tu baulera !
¡Aun yaces en reposo inerte y frió!
•¡Otra Hd ! ¡oh qué horrible! ¡el castellano
En estranjera sangre no se ceba!
¡ Es una li 1 de hermano contra hermano!
¡Es, madre pntriii, tu postrera prueba!
; Levántate á llorar ! ¡sobre tu escudo
Replegada, doliente, palpitante
El horror mira del combate rudo!
¡Ali! ¡ coloca e-a lid , tú , madre amante.!
¡En ella no hay vencidos ni mejores!
¡I n | i uro igual corona sus cabezas!
¡ Todos tus hipts son , y sus proezas
Tienen lugar no mas para que llores!
¡ No ! ¡ no es tuya esa luí ! ¡ civil conlienila
Nunca la patria contenipló sin duelo!
Alza los ojos desolada al ciel >
Porque oliva de. paz entre ellos tienda,
Y en nuevo , dulce , indisoluble lazo,
l'no vuelvan a ser en un abrazo!
¿Ouicii te escita a la lid? ¿quién le provoca ?
¿Or.é injuria . qué razón , asi te inflama?
¿Audaz, (pié gente Inca .
S •nteüciadi por D o s , lu escudo toca
Y ¡i su sangrienta destruecío:: te llama?
Deja: ya escucho. —¡ El Atlas cabernos.
Itepite con fragor ; rilo salvaje .
Y el lívieo león , de sangre ansioso .
Posa en tí la mirada, cauteloso.
Ltr escondido cubil entre el lamaje,..!
¡En el nombre de Dios, á la pelea!
¡Troge de horror bajo tu planta sea
Del África abrasada el suelo impío!
¡Y pues el guante á tu valor arroja
La lid ansiando el .Mogreliin bravio.
De su pecho traidor s ¡que tu brio
La dura lanza hasta la mano roja !
¡África es tuya! el árabe cruento
ll;i diez siglos cruzó las raudas olas:
Táiiyer le vii'i parlir y oyó el lamento
De las miseras playas españolas.
¿No escuchas en el viento
l n üemiilo z nuil) ir que al a'ma espanta ?
¿No ves que de la tumba S" levanta
.Muchedumbre sin lín di; sombras rojas?
Cuenta... pasando van .. antes las hojas
Del Líbano en las selvas contarías:
Pasan, pasando van, tristes y frías.
Y el q u e v i e r t e n r a u d a l de < ; n i ; r i ' y liante
Eul.iZ'i á ( ¡ u a d a l e l e c o n l . e p a n l o :
Sol) d e o''[|o s i g l o s los s a n g r i e n t o s i l l a s .
; luva ! a combatir le lanza
Afric
En el nombre de Dios , que si el le lleva
Alcanzarán tus mártires venganza.
Tendrá el mundo de tí valiente prueba.
Y' la tendrá, por Dios: no á la campaña
Yas á encontrar incógnito enemigo :
Ese pueblo feroz lidió contigo
Siglos y siglos, mi valiente España:
De Covadonga en el peñón sagrado
Dios en Pelayo tu valor bendijo:
Lidió con don Kainiro el esforzado
El peregrino Apóstol en Glavije;
Eu el nombre de Dios sobre las Navas
Un Alfonso llevó sus gentes bravas
Y otro Alfonso á las ondas del Salado,
Y tu reina Isabel, tu reina ainada ,
Tu sin par en la fe y en la grandeza,
En el nombre de Dios a su cabeza
La corona ciñó de su (¡ranada.
¡En el nombre de Dios, vé contra el inoro!
De la tremenda prueba
Luciente saca tu laurel de oro;
En sangre infiel ¡i tu bridón abreva;
Ni tregua ni piedad: el hierro solo
Y el fuego pueden contrastar el brío
Del sarraceno bárbaro y sombrío
Siempre dispuesto á la traición y al dolo;
Señal de muerte encuentre en lu bandera,
Vo/. dií espanto en tu voz , rayo en tu espada
Huya en veloz carrera,
Ante tu hueste armada
l'or tu fe v tus recuerdos alentada.
Y si en la noche oscura ,
Elolando en la llanura.
Pálido resplandor te muestra el suelo;
Se cumplió lu expiación: xa los tiranos
Hollar no pueden tu pen-ii de llores,
Anterior
Si blancas sombras miras con pavura
Pasar en son de duelo;
Inicio
I . " . 1 . ' i M i - i ^ i i b r í - ,',• l S ' . ' . t .
I'L M V l i O I L S DI' SANTA CIU'Z.
Don Alvaro Razan, pr'mer marqués de S;in'a Cn
señor del Viso y Valdepeñas, comendad T mayor
León . capitán ueneral de don Felipe II en el mar Oet
no . y reputado por el primer marino de su siglo, na
en (¡ranada á 12 de diciembre de 1520. Educado por
padre i también don Alvaro) distinguido marino, sír
de-de sus primeros años en la armada española, e
vándose desde puestos subalternos por medio de brill
tes hechos. Ya en I 5 U , se distincuió en la gran bat;
que, sobre las cos'as de Galicia ganó su padre á
franceses, cuyas galeras apresadas fueron á su cuii
do y diligencia puestas, mientras su padre recibía
príncipe don Felipe las señaladas honras de que. se ha
hecho merecedor. E<te servicio de su padre , en t
tuvo bastante parte, dispuso su elevado ánimo y leva
su pensamiento á mayores empresas. Valiente y ent<
dido á la par que prudente, organizó y calculó antes
obrar, y una vez decidida en sn ánimo la empresa
niavor tamaño, la llevó á electo sin espantarse de
obstáculos, como varón constante. Estas raras y el
limites cualidades hicieron de él, junto con sus coni
miento; , un personaje indispensable ¡i los proyectos
su rey Felipe y un digno émulo del gran duque, de A
Era esta época en que vivió don Alvaro fecunda en gi
ras, pues que la ambición de los reyes, la revohn
que en el inundo calólíco habia obrado Lotero y los i
triiclores prowclns de los turcos, junio c n la p:ol
cion que merecían por parle i! • estos los piratas arg
nos eran elementos heterogéneo - que no podían asentí
unos al lado de otros sin producir esle azote.
Era , por consiguiente, este tiempo ¡i propósito |
medraren aquellos cuyo levantado ánimo , inteligei
y valor les hacían capaces para el mando y el rudo :
vicio de las armas; no es, pues, de estrañar, que
Alvar o fuese en l.'i'ii general de una armada que
destino á proteger nuestras costas, el productivo
inei'cio de Indias y nuestras posesiones de Afiíca se
uió. Salió con ella Razan, por haber sabido que los in
ses llevaban armas y municiones ¡i los moros de t
y encontrándolos dio sobre sus galeras, y las rii
apo lerán lose de cuanto llevaban , siguiendo su der
que era al cal)') Agiier donde quemó bajo la artill
de los fuertes una porción de ga'eras, que después
es'orbar nuestro comercio con las pe-querías de C
Mlanco, en él se guarecían. En i'¡fi:i, con motivo de
iier sitiada los morosa Mazalquivir, se organizó coi
estos una espcdicínn para hacerles levantar ti sitio, s
do esla mandada por don Sancho ¡!e Leiva , á cuyas
dciCS se, puso Razan con cinco galeras que tenia en (
tayena. Salió en esta espedicion mandando el ala derc
y después de levantado el sitio, ya de vuelta, desern
có por mandado del general á reconocer id fuerte d
Goleta con Sesenta hombres, teniéndose que retirar
pérdida. Organizada al año siguió te una espedicíon <
Ira este fuerte,al mando de don García de Toledo, asi
con siete galeras don A K a n , no haciendo c sa (pie
mención sea, puesel sitio era por tierra y el no tenia i
que proteger con las galeras al ' jércíloé impedir que
gn ran socorros. Tomada la (¡ocla , quedóse nuestro i
riño con sus galeras cuidando que se l'orlilicaso, prove'
y artillase aquel punto, para lo cual introdujo en la I
i.aleza diez y ocho piezas de grueso calibre con todo?
pertrechos necesarios, tomando el rumbo para lie
donde se hallaba el resto de la escuadra. Estando
recibió una orden de don Felipe que le mándala volv
inmediatamente y que con sus galrrasy todo lo necesa
i \ )
1 1 : rr::iII I , . , l c l i e n
Siguiente
I'I I I I V I H
EL MUSEO UMVEHSAL.
nasase á r e g a r la linca do I rio de T e d i a n , q u e servia de
asilo y seguro pudrió ¡i todos Kts piratas berberiscos que
ile este modo burlaban la persecución de las galeras c r i s tianas. Todas estas r a z o n e s , movieron á don Felip" á
mandarlo c e g a r , y sucediólo bien como se verá p >r el
jurso de la n a r r a c i ó n .
Iteeibió don Alvaro la orden y púsola al pimío en prárlira, volviendo con sus galeras al p u e r t o de Malaga,
ilmide cogió nueve bergantines viejos que mandó llenar
,1c pie-Iras y p e z ; verificado i[iie fu••, eslo , dio la vuella
liara África v llegó á (lenta donde concertó con el s o h o r -
iz,
de
>ació
su
vio
•leanilla
los
ladel
I na
17!)
Muido eslo último embajada al rey Enrique, pidiéndole,
nombrase sucesor v se acordase de él , por ser mas inmedialo que ningún i-l.ro y convenir mas á los reino-'
estar unidos y acercó sus tropas á la frontera haciendo
venir al mismo tiempo galerasá los puertos de Andalucía
á lin de estar pronto á entrar si era necesario. En oléelo,
al año siguiente murió don Enrique dejando indecisa la
sucesión ; reclamó do los sobornadores don Felipe le
diesen obediencia romo lo pedia gran parte de la nobleza
del reino, pero le hacia gruí contra el prior de Ocrato,
que apoyado en el pueblo, pretendía alzarse con el reino.
Viendo, pues, que era imposible todo arreglo y que si
no tomaba el reino se quedaba sin él, echo mano don
Felipe del duque de Alli.i, cuyn vigorosa vejez le Inicia
aun á propósito para la guerra y le mandó á Portugal
con el ejército que en la frontera tenia prevenido. Iliose
orden al marqués de Santa Cruz que saliese del Puerto
de Santa María , donde se hallaba, y tomase la vuelta
de Portugal con las mas naves que pudiese. Asi lo hizo
llevándose sesenta galeras, treinta navios grandes y algunos pequeños, llegando á Setubal al tiempo que el
duque de Alba ponía sitio á la plaza. Don Alvaro lomó al
entrar tres navios portugueses que trataban de impedirle
el paso y ocupó el puerto de mo lo que el gobernador se
vio sitiado por mar y tierra y tuvo que rendirse al momento. Destacó al propio lienipo algunas tro, as en sus
naves á tomar muchos lugares pequeños y puertos fran: eos de la costa ¡¡ lin de facilitar las operaciones del ejército de tierra, y coadyuvó trasportando tropas é impidiendo á los marinos portugueses arribar á sus puer'os
basta la pacificación <!HI país que fue en breve. (Jue Jó
de gobernador del país el duque de Alba y de almirante
de las escuadras del rey el marqués de Santa Cruz , que
al año siguiente organizó la primera espedieion á las
Terceras que obedecían á don Antonio.
dad, pero id se mostró inllexible y lodos murieron, lus
nobles degollados en la plaza y los soldados ahorcados en
otros lugares, crueldad con que nía uchú los laureles de MI
victoria. Después de esto navegó Santa Cruz a la isla del
('ñervo, á recibir los buques que venían de la India, y
habiendo encontrado solo dos de ellos volvióse á Lisboa
por ser aquella estación borrascosa en tales maros. No
le pasó de las mientes á don Felipe la conquista de las
islas, asi es que Kazan anduvo todo el invierno por su
mandado haciendo preparativo* con que volver á la primavera. Reunió treinta naves grue-as, dn* galeazas,
doce galeras y cuarenta y siete buques de menor porte,
e era portugués, el modo do que se val irían
Tenian las doce galeras, un tercer mástil en la popa,
para verificar con mas comodidad su empresa. Efeccosa que hasta entonces no se había visto. Salió del Tajo
tivamente, mientras el gobernador saben lo do Ceuta
esta armada el í'3 de piniode I .'¡SU, llegando á la isla de
con toda la gente que había en ella, se aproximaba á
San Miguel el 3 de juiio. Sucedióle como la otra vez que
Tctiiaii, y los moros alborotados salían de la ciud d
lio le dieron orden de marchar hasta haberlo hecho la escu su persecución , don Alvaro, metiendo por el rio los
cuadra francesa que llegó antes ¡i la isla y desembarcó mil
tiersiantiues los echaba á pique y se volvía á embarcar,
doscientos soldadosde socorro. Visto esto por Santa Cruz,,
opiM'arion en la que ya los desengañados moros le moreunió consejo de cabos y decidiendo intentar un desemlestaron bastante. No siendo ya necesaria su presencia
barco, so hizo á la vela dando vuelta ;í la isla, á ver sf
,>:i aquellos sitios, puso don Alvaro la proa á Italia . arriencontraba sitio cómodo para desembarcar. Convinieron
bando á Messina donde recibió su nombramiento de gepor último hacerlo en las Molas que es una costa áspera,
neral de las galeras de Ñapóles en 15liS, bajo la< órdeguarnecida de tres castillos, pero las guarniciones de e s nes del hermano del rey, don Juan de Austria. Organitos los abandonaron sin pelear. Acudió Silva, que era el
zábase entonces la famosa liga contra el emperador de
que mantenía por don Antonio las Islas con un poderoso
los turcos, formada por Venecia, el Santo Padre y E-paescuadrón al socorro de los suyos, y trabó pelea con los
ña, siendo motivo do esta alianza haberse empeñad)
soldados del rey, no decidiéndose por ninguna parte la
Selim en apoderarse de la iVIa de Chipre, perteneciente
fortuna , de modo que pelearon basta que la sed y el caná Venecia á la que declaró la guerra. Los esfuerzos del
sancio los separó. Por la noche de este día se huyeron los
Pontífice, el celo de Felipe II por la causa de la crisportugueses vergonzainente á los montes, quedándose
tiandad y el interés de los venecianos, fueron parte á
solo el caudillo francés con sus soldados y teniendo que
que se organizase muy pronto entre estas potencias la
retirarse también al amanecer del día siguiente A pocos
•isa contra los turcos Formóse esla en Roma entre ios
dias llegaron los españoles á Angra, capital de la Isla
plenipotenciarios de los diferentes Estados , y una vez
q;ie encontraron abandonada asi como su castillo y puerasi las cosas empezó cada uno por su parte grandiosos
to , donde había treinta llaves portuguesas y l'rance-as
preparativos. Contribuyó don Felipe con la mitad, los
Habiéndose
escapado
el
prior
después
de
la
loma
de
desamparadas por los marino- . de que se apoderaron.
venecianos con la tercera parte y el Pontífice con la sesOporto
á
Francia,
anduvo
allí
el
invierno
reclinando
Tomado Angra , mandó Santa Cruz publicar un bando
la. Nombróse por general de esta empresa á don Juan de
gente
y
buscan.lo
dinero
para
sostenerse
en
la
posesión
en que prevenía á los habitantes volviesen a sus hogaAustria, y bajo sus órdenes se pusieron Sebastian Venieri y Marco Antonio Colonna, generales de Venecia y J de sus'islas, pues no ignoraba que don Felipe una vez res, visto lo cual vinieron al poco tiempo. Fusóse Silva
leí Pontífice. Componíase la armada española de ochenta i dueño de Portugal, había de pretender sojuzgarlas. y el general francés viendo perdida la isla pidió que se.
y una galeras y veinte y dos naves de carya : la venecia- Dirigióse, pues, al rey de Francia, que deseando hacer ie concediese volver á su patria con honrosas condiciona de ciento ocho galeras, seis galeazas , dos naves (!•• lodo el mal posible á su émulo el de España, accedió á nes: otórgaselo don Alvaro a petición y consejo de sus
i-arga y algunas fragatas; la del Pontífice de doce gale- sus exigencias, (Lindóle por bajo de mano, tropas, em- cabos, á trueque de que viniese al campamento á rendir
ras, á las cuales se juntaron tres de Malta y otras tantas barcaciones y dinero, vaque la amistad apireóte que con las armas debiendo volver sido con las espadas ceñidas.
ile Saboya ; serranías otros muchos buques ligeros. El don Felipe tenia no se lo permitía de. otro modo. R e u - Hecho este convenio vinieron al campamento los frannúmero de soldados pasaba de veinte mil, yendo ademas nió por lo tanto don Antonio mas de sesenta naves, que ceses, y el general los trató con mucha humanidad y
cerca de dos mil voluntarios de la principal nobleza de mandaba Felipe Stro/.i siendo su teniente Mr. Krisac, cortesía. Faltábales ya solo coger á Silva, pues lomada
E-paña é Italia. Reuniéronse lodos en .Messina de donde asi como de las tropas Keauínont. llízose con estos la isla principal, las demás so entregaron, y este fue
salieron á mediados do setiembre de Ki7k Don Alvaro aprestos á la vela y llegó á la isla de San Miguel a m e - descubierto por u ia negra. Oueinó-o en su presencia
ile Bazan , á quien el rey había hecho marqués de Santa diados de julio de l.'¡82. Había entre tanto mandado el toda la moneda que había acuñado por ilon Antonio
Cruz, llevaba á esta espedicíon las treinta galeras de rey de España al marqués de Santa Cruz que ein las con su busto y fue después degollado por mano de un
Xápoles de que era general. El (i de octubre avistaron naves que por lo pronto hallase dispuestas se dirigiese soldado aloman , siendo puesta su cabeza para escarpor lin la armada turca que salía del golfo de Lepanto: á las islas Terceras á ver si llegaba antes que el enemi- miento en el mismo madero donde bahía mandado pocomponíase esla de doscientas sesenta galeras seguidas go, pero á pesar de la diligencia que puso acal» iba de ner la de un tal Melchor Alfonso á quien mandó decapor muchos buques de diversas formas. Estuvieron inde- llegar la armada francesa y estaba interpuesta entre él pitar por alerto á Felipe II. Ilízo-c después en las Islas
algún que otro castigo de culpables, se pusieron al remo
cisas las escuadras á la vista toda la tarde del G y la v las islas cuando llegó.
noche, al amanecer del 7 se dispusieron para la baLlevaba solamente don Alvaro veinte y siete naves, por cu las galeras los franceses cogidos antes de la capitulatalla. Puso don Juan :i Doria á la derecha formando ala, que el resto de la encuadra, que se oslaba concertando en ción , mandáronse, á Francia lealineiile los restantes, y
í Aguslin Rarbarigo lo mismo á la izquierda, y él seque- los puertos de Andalucía , no había llegado á reuuírselo. dejando en las islas una guarnición suficiente volvió don
'lú fin el centro; dispuso que don Alvaro Kazan con sus pero ya á la vista de las naves francesas no le pernnlia Alvaro á España con su armada victorioso. Dio ¡i enten'rciula galeras so, quedase de reserva para acudirá don- su reputación ni la de los marinos españoles retirarse der á su vuelta al rey Felipe que seria conveniente que
<lc lo creyese necesario, y ya en esto orden empezóse la sin pelear aunque el enemigo fuese superior, y por lo ron aquella victoriosa escuadra le mandase lomar rumbatalla Vuc osla de las mas reñidas que se han dado en lanío decidieron en consejo él y sus principales cabos bo bacía Inglaterra, cuyos marinos hostilizaban nues'I mar, rompiéndose varias veces ambas líneas y estando presentar la batalla. Ardían los franceses también en de- tras costas y apresaban con gran detrimento do la hafucilante durante mucho tiempo la victoria. Las galeras seos de llegar á las manos, considerando fácil la victoria cienda pública las ricas tintillas que venían de ¡as In'lela reserva mandadas por Kazan , acudieron á tiemp > y temiendo no llegasen refuerzos á los españoles, tales dias. Pidióle para la empresa unos poros navios mas
Winpre reorganizando la línea y contribuyeron no poco que les pusiesen en aprieto; sin embargo el nombre del que con suficientes fuerzas de desembarco le parecían
'que¡i lastres de la larde y con la muerte de Alí, se capitán les tuvo indecisos y solamente ar tercer día fue bastantes á domar el orgullo de aquella nación. Negóse
'lecidieso la batalla ( I ) , gracias tal vez á las bizarras cuando se decidieron á aceptar el combate. El 1 i de Felipe, aplazando para mas adelante la ejecución de
banderolas blancas. Después do la batalla rindió don agosto de 1582 se dio esta batalla, una de las mas nota- aquel proyecto, pues que las guerras de Flandes absor•Uvaro una capitana que huía , y sus naves apresaron bles que se, riñeron en aquella época en el mar. Presen- bían por entonces toda su atención , y los gastos que le
'(ras enemigas. Dice Cerónimo de Torres que Buzan se tóse como de costumbre el primero el almirante Santa | ocasionaban consumían sus recursos, olvidóse por e n 'i'' en la acción en el mayor peligro , y [n salvó la vida Cruz con los capitanes Kobadilla y Figueroa; saliéronles tonces este, proyecto y no se hubiera nunca realizado
s
"escudo. En los días siguientes, fue por mandado de al encuentro Strozí y Krisac, aterráronse las capitanas sin las demasías de Drake que hicieron á Felipe II po™n Juan de Austria á aprovisionar á Corfú con cuatro con una furia que ya prometía lo reTiido de la acción que ner su conato en abatir aquella nación que amenazaba
"filis llenos de viveros y pertrechos de guerra, y de al momento se empeñó en toda la linea. Trabóse una alzarse con el imperio de los mares. Ademas de esio el
'"cita, y reunido con la escuadra, apresó una galera sangrienta pelea en que se consumió inmeii-a cantidad escándalo y muerte de la infeliz María Stuardo, que in'Tea con que peleó en singular combate con su capitana de pólvora y balas, haciéndoles un daño horrible á los dignó á los príncipes cristianos, hizo en el ánimo de
j'elante de Modou. Hecha vergonzosamente la paz por franceses la artillería de, los españoles, que era de supe- Felipe nacer mayor odio hacia la implacable Isabel.
lo s
, venecianos al año siguiente con los turcos, entre- rior calibre que la suya. A poco se sumergió el navio que Mandó por lo tanto al marqués de Santa Cruz pusiese
^Oiloles la isla de Chipre, origen de la discordia, q u e - mandaba Krisac, á causa de los disparos españoles tenien- en planta el proyecto que le bahía indicado en otra oca0Se
'. don Felipe como único enemigo capaz de hacer do este que salvarse en una lancha. Tomó Santa Cruz sión, poniendo para ello á disposición suya todos los re'ente al Cran Señor, pues que la orden de Malta y el la capitana después de una reñida pelea, en ipie perecie- cursos que creyese necesarios á la mejor ejecución del
*"ito Padn; no tenían fuerza bastante para tal empresa. ron Strozi y otros señores franceses, lieaumoiits murió proyecto. Reunió, pues, el marqués todas las embarca'' levantó, sin embargo, por aquel tiempo ninguna también en esla batalla , y fue tal el terror que las hate- ciones que pudo de los puertos de Ñapóles y Sicilia , hapedición grave y se contentó el rey Felipe con aumeu- rías de los capitanes Kobadilla y Eraso inspiraron á los ciendo construir entre lauto otras embarcaciones gran*la per.-ecucion qm: á las galeras turcas se hacia. El franceses, que no su atrevían á acercárseles. Katíane al des en todos los arsenales de España. Mandó hacev por
¡"° l.'¡77 hubo en la costa de África algún escaramu- propio tiempo contra duplicadas fuerzas enemigas los encargo y orden del rey una leva general en toda ella,
.*> cu el <111,• nuestro Kazan les asoló y quemó la isla de marinos IJastida, Villa viciosa, Caragarza, Kcnisia,Uquen- á lin de formar un jjruosn ejército de desembarco, s u 'MJuerqiieros y algunas poblaciones de la costa , lle- do, Cardona, Pardo, (¡nevara y Viveros, maltratándolos ficiente á conquistar la Inglaterra. Iban y venían e n 'Ido'c cautivos muchos moros ron los que rompiólo de tal modo, que tuvieron que apelar á la fuga después tro lanío mensaje! y disculpas de Isabel á Felipe y de
""Hiero de los remeros de sus galeras. Ocurrió por de haberles echado á pique algunas embarcaciones y este á aquella , tratando de engañarse mutuamente, y
|Ue
' tiempo la muerte del rey don Sebastian en África, entrádoles otras. Perecieron en esla acción dos mil hom- hacían al propio tiempo apre-tos de hombros, armas y
lucilo Portugal en las manos de .su tío don Enrique, bres de ocho navios que, se echaron á pique por parte de buques. Reuníanse estos elementos rápidamente por el
Menal, y de edad avanzada, por lo que todos los que los franceses, y doscientos españoles con quinientos he- marqués , y ya oslaban casi concluidos los apresto*
,,íla" algún derecho á la corona de este reino aviva- ridos, que también murieron en su mayor parte ; se co- cuando ocurrió la muerto de este á M de febrero en LisSlls
pretensiones, y entre ellos eran los principales gieron trescientos prisioneros, de, los (Míales ochenta eran boa donde se encentraba reunida toda la es -iiadra espe1
Antonio, prior de Ocrato y don Felipe do España. nobles y treinta ilustres por sus bienes y alcurnia. Lle- rando c(\sasen las lluvias y borrascas de aquella estación
vóselos lodos don Alvaro á la isla de San Miguel y los para darse á la vela. Mucho sintió el rey la muerte de tan
condenó a muerte como piratas y perturbadores de ia paz ilustro general en quien como decia en una carta uhall) I '•"galeras de la reserva llevaban banderolas blancas, en que había entre Francia y F.spaña. Alborotáronse los ca- bía puesto los ojos>> para la conquista de Ing'alerra.
bos de la escuadra é hiriéronle reliexiones do humani-
r~ * '
Miguel rio Cervantes Saavedia.
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ui.
orAi. u.M
\
LA ITWSIMA CONCEPCIÓN.
CUADRO DE BARTOLOMÉ ESTEBAN MORILLO.
(MI.SKO IIK1I. I)I¡ IMNTIilU>.)
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HL MFSKV) Í N1YKRSAI.
181
VISTA DE SALE.—ÁFRICA.
Posterior á su muerto fue el desastre de. la Invencible,
que él liahia organizado y que debía mandar.
FRANCISCO VICENS.
ESPOSICION AGRÍCOLA EN BARCELONA.
En los últimos (lias del finado octubre lia tenido lugar
en los salones de la casa del señor marqués de Pare les,
el primer concurso y e?|oieion de productos asneólas
que á semejanza de otros iniciadores de tan feliz idea,
resolvió celebrar el Instituto catalán de San Isidro. Loor
mil veces á esas y otras corporaciones que como en Cataluña, en Castilla, en la Mancha, en Andalucía, en
Valencia, en Galicia, contando en su seno personas dignísimas, cada cual en la modesta esfera de sus atribuciones procuran con un desprendimiento que les honra
y con un desvelo casi paternal, quizá no siempre como
cumpliera apreciado y premiado, difundir entre el pueblo aquellas nociones que hasta ahora habían sido patrimonio esclusivo de la ciencia, y que oportunamente aplicadas, realizarán entre nosotros un estable y verdadero
progreso.
Congratularse puede el Instituto catalán por el feliz
éxito de la esposicion que nos ocupa , luda vez que a>i
BATALLA DEL 2:i U Ü NOVIEMBRE F.N LAS ALTURAS DKL SERRALLO.
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EL MUSEO UNIVERSAL.
1S2
<-u calidad de productos como en número de concur- espíritus que asustan á nuestras mujeres, para aprender en su color tostado y ardientes ojos bien á las claras les
rentes, lia reunido loque no doliia prometerse. Instru- á hacer la guerra á enemigos sin cuerpo, ya que lanías demuestren lo africano de su origen.
En efecto, en un ancho subterráneo, de los que tan
mentos uratorios, utensilios y aparatos, entre los que veces á otros de carne y hueso les be hecho entregar el
comunes son en las construcciones árabes, se hallaban
son dignos de mención uno pura estrujar uvas, lim- alma.
—Calla, calla; bien se conoce que has guerreado por reunidas como hasta cien personas, cuya cabeza cubría
piándolas de todo su eseobaj i en el acto di' la operación;
un rastrillo, un aventador y una sencillísima y elegante, Flaudes y los Estados del emperador donde la gente anda el sombrero de anchas alas , y sus formas la severa caii.i
prensa para vino; frutas las mas esipiisitas, tiernas, se- olvidada'ile sus creencias. ¿Te atreverás á dudar de castellana, que al entreabrir sus vagos pliegues, dejalw
cas ó e n conserva, señaladamente peras, duraznos, esas apariciones, de esos prodigios que tienen lugar por rer lo lujoso y espléndido del Maje morisco. En toda lo
uvas, naranjas, cidras y limones; una variada sección arte del diablo, cuando todos ios días ocupan á los fami- e-lancia no se notaba mas entrada que la del ealle;o:i (me
ile calabazas intaneras y otras; tubérculos y semillas ali- liares y consejeros de 'a santa Inquisición?—añadió un en ella terminaba, y un ancho hueco degr.m fondo, que
parecía buscar el aire perfumado de la ciudad; cuya esmenticias; granos de to la especie, particularmente cu- tercero.
riosos y ricos maíces; plantas lilainentosas en ia< que
— I!i... h.í... dejemos eso: atiza el fueuo. y cuida no |iecie de tragaluz, dejaba fácilmente espedilo el [taso de
lian sillo de notar un uiagiiíüei criadero de seda , cáña- se moje el cebo del arcabuz, porque el relente va e<¡ e - un hombre.
mos preciosos, de ipiince palmos de tillo, con la linura sándose. Yo lo que te dii;o es, que como todavía no he
Pasados unos cortos ¡lisiantes, de entre la multitud
de la anterior, y buenos capullos de algodón; y linal- visto esas cosas, no he sentido miedo hacia los enemigos salió un árabe como de cuarenta años, de rostro franco
inente una colección riipiísiina de líquidos, tesoro de invisibles. V á la verdad, seria cosa de ver un combale y espresivo, el cual echando atrás 'a capa y colocánnuestro país, viéndose un vino del Sr. Galí de Tarrada, entre un hombre vivo y un esqueleto descarnado , retra- dose en med o del subterráneo, rompió el primero el simediante el debido análisis, superado en sabor y forta- to inmejorable de 'a muerte.
lencio y
leza al justamente célebre de Jerez.
Al terminar el soldado estas palabras sucedió uu acon— Mérmanos—lesdijn—veo que lieles como siempre ul
El siguiente resumen de premios departidos a las tecimiento estraño y horrible. I n eco que no er.i voz llamamiento de nuestro Dios y nuestra ley, habéis conproducciones mas notables, en los varios conclusos <|iie humana , (pie ¡>:iivi i un sonido sobrenatural saliendo de currido esta noche lo mismo que las anteriores para que
abrazaban cada una de las secciones, dará la mejor idea la concavidad de un sepulcro, vibrante, bronco, aterra- lerniinemns de una vez los sufrimientos de nue-lra raza.
ile lo que lia sido esta esposieion , por Linios I ¡lulos dor, repitió en el aire y encina del grupo de soldados. I/i guerra r-anta va á comenzar. No hay mas Dios que
— ¡ Muerte ! ¡ Muerte !
Dios y Malioina su Profeta. El cielo con repetidos prodihonrosa á la sociedad que la ha concebido, c >inn a los
agricultores que la han secundado.
Lo que entonces sucedió es imposible de describir. gios nos está anunciando ha llegado la hora de la libertad.
Primer concurso: cereales. Medalla de plata á II. -lo- Los soldados, mudos, inmóviles, contraídos por el ter- \ a visteis á nuestro-; niutlis que hallaron en las leyendas
sé Oriol Uodero por trigo procedente de semilla de Ma- ror, dejaron escapar los arcabuces de las manos . que de sus libros sagrados, los anuncios proféticos de'nuestro destino Legiones armadas cruzan en alas de los
hon.—Medallas de bronce al establecimiento del Car- cayeron al suelo con alarmante ruido.
vientos la atmósfera desde la media noche hasta que
Asi transcurrieron aliamos segundos.
melo por trigo tremes, y á la subdeléganos de I!1 -uEl eco bronco, volvió á repetir en lo- aires, pero apa- brilla el lucero de la mañana: estrellas de estraordínaria
por su colección de maizes.
magnitud giran con nimbo incierto por los cielos, y
Segundo concurso: leyumbrei. Medalla de piala a gándose como1 voz que se aleja.
monstruos ala los se combaten furii saínente en la región
—¡Muerte !!.,..
I). Francisco Tolaquer por una variedad de judias y
de las nubes (I). La opresión de esa raza descreída que
Entonces los soldados en fuerza del miedo que ks em
también por sus ricos garbanzo- y habi<-liu das.— Id. de
bronce á la granja-escuela de Fortanell i provincia de bargaba. alzaron la cabeza, y su lerror c iinhióse en un n.as por astucia que noblemente arrebató la ciudad á
nuestros abuelos, ha llegado á su término. La palmera del
pán:co convulsivo.
Corona).
Tercer concurso: tubérculos y raices carnosas. MeLos reliejos de la hoguera medio apagada . dab.in Desierto va á doblarse sobre el abeto de Occidente y sus
dalla de plata á I). José Cadafalcb, de Tarrasa por su bue- . un color roiizo á los limpios huecos de la calavera del ramas se quebrarán . porque nsi está escrito. Creyenna colección.—Id. de bronce á Ü. José Cases y á la sub- ahorcado. Las cuencas de sus ojos aparecían brillantes tes, coiilianza en llios, y apercibios para la guerra. Endelegaeion de Reus.
y encendidas como si dentro del cráneo ardiese un fue- tre no-olios t( liemos esta noche todos los jefes que haCuarto concurso: forrages. Medalla de oro á la es- go sobrena'ural: las cavidades de sus narices y el r e - brán de conducir á la victoria los hijos del Islam. Que
cuela esperimental de Barcelona.—Id. de plata á Don pugnante calado de sus dientes, trasparentaban la mis- el día del aniversiri > de nuestro vencimiento, presencie
; nía claridad estraña , y el eco aterrador parecía salir por nue-tro triunfo y nuestra gloria! ¡Musulmanes: v-'iunnJosé Cadafaleh.
za ó muerte!
Ouinto concurso : plantas industriales y económicas. entre aquellos infernales resplandores de las entreabierMedalla de oro á D. Ramón de Casanova por su cáñamo tas y enjutas mandíbulas.
—¡Venganza ó muerte!—prorrumpió frenética la mulEl espectáculo era imponente.
agramado y sin agramar —Id. de piala á 1). José Martitud. ¡Venganza ó muerte! repitieron los ecos del subteryarit por su seda en capullo é hilada.— Id. de bronce á
Los soldados abrieron la boca para lanzar un grito ráneo, perdiéndose por el oscuro callejón de entrada y
I). Rafael María de Duran poi cáñamo, y á I). Narciso de terror, pero la voz se anudó en su garganta. Toda la ' por el ancho y dilatado respiradero.
Mercadal por algodón en rama.
sangre de su cuerpo refluyó á su cabeza, y escuchábanse ! Mientras blandiendo los aceros y agitando las rojas
teas, se abandonaban los moriscos ¡i su entusiasmo, un
Sesto concurso : frutas tiernas. Medalla de plata, á I los precipitados latidos de su corazón.
Ih Joaquín Cabirol de Arenvs de Mar por un plátano i El buho entre lauto seguía lanzando su agorera queja oído atento;! lo que pasaba fuera de la estancia, hubiera
I podido percibir un ¡ay! sordo y angustioso, hacia el
con su racimo sazonado, y á D. Erasmo de Jancr, de j desde la torre de la bandera.
San Keliu del l.lobregat , por su colección de frutas.'—•
De pronto los soldados por una repentina transición, 1 fondo del hueco ó respiradero que se abría como busId. de bronce al establecimiento del Carmelo y á Don no pudiendo resistir mas tiempo cayeron al suelo sin cando comunicación con la atmósfera esterior.
.losé Ignacio Dahnan , de la Seo de I rgol.
i sentido , eseepto algunos que [virtieron corriendo por la
Los moriscos nada percibieron en medio de sus renSelimo concurso: frutas secas. Medalla de piala á la ; calle de Elvira, lanzando ahogados gritos de supertieioso corosos gritos.
siihdelegacion de Reus, por su colección.
miedo.
Pasados unos momentos, para que el orden se restaOctavo concurso : linos generosos. Medalla de oro ¡í
Solo un anciano cuya cabeza cubría la característica bleciera, continuó el que hablaba:
D. Agustin Calí de Tarrasa, y á II. José María de los j gorra de la época del emperador, permaneció impasible
—Ríen, hermanos mios, bien : ese entusiasmo santo
Ríos, de Jerez de la Frontera, por su esquisita co- ! delante de la hoguera, mirando con fijeza la calavera in- que os inspira, es indicio seguro de la victoria; pero es
lección.
famada, pero sin soltar el arcabuz.
necesario que conozcamos los pormenores de nuestro
Vinos tintos. Medalla de brn.'.ce a D. Juan Salomó,
Cuando víó huir á sus compañeros I ralo de reuuirlos, plan, | ara que no salgan fallidas tantas esperanzas.
de Cadaqnés.
pernal convencerse deque era en vano, murmuró entre Eiilre nosotros están los jefes que han de conduciros al
t'mai/ri's ile ncti. Medalla de liioine ,í ll. José María (líenles.
combate. Ved a mi lado al valiente Parlal, al intrépido
de los llios, de Jerez.
— l'.n verdad «pie la broma [rasa de chanza. Por el Nacoz de Ni-i¡elas,á los atrevidos Miguel Asís, Diego
Aceites. Medalla de bronce a la suhdclc^-icinn de (•póstoi Santiago, que no comprendo nada de lo que Niqueli y Miguel Mozagaz, con los cuales el triunfo es
Iteus, y mención honoríliea a II. V .Unnsnliu.
veo; pero, ó el diablo carga conmigo , si esto es arle seguro. Musulmanes, oíd bien para que nadie lalle a su
Noveno concurso: \htnuinas é instrumentos de la- suyo, ó yo clavaré mi espada al diablo.
puesto. Los dos primeros, que han venido esta noche á
branza. Meihlla de broncea II. Juan l'och, de S. SaY diciendo y haciendo, arrimó el arcabuz contra el ratificar con su presencia sus juramentos, emboscados
durní por uní máquina pura estrujar la uva. Menciones • imi*<>. colocó una gran piedra debajo de la calavera, y con dos mil hombres en los cañaverales de Cenes, escahonoríficas á los Sres. Toll, (ios y Arenas, por su co- sacando la espada , la entró con irresistible ímpetujior larán el muro de la Albambra por la parte de Jeneralile.
lección de herramientas, á I). Rafael Rosel por otra de la entreabierta boca.
y caerán como tigres sobre los desapercibidos casteaperos de labranza, y á I). Francisco Sala por una ar- !
La espada penetró basta mas de la mitad de la hoja ; y llanos. Miguel Acis tremolará con su gente una banrobadera y un rastro cilindrico.
j un ¡ay! sordo, agonizante, supremo, el ¡ay! primero dera de seda carmesí con lunas de plata y llecos de
Planos. Mención á I). Francisco Jordá por su plano • y último del que en el acto espira , sonó detrás de la I oro en la puerta de Fax-al-auza ; Diego Niqueli otra
i de tafetán amarillo en la plaza de líih-al-bonut, y Mode una casa de labranza.
j calavera.
zagaz la suya azul turquí en la puerta de Guadix. Ál soAbonos. .N'adie ha obtenido premio.
El soldado retiró su acero goteando sangre.
Enseñanza agronómica. Mención á M. Pedro Ribera I —Hola, ¿qué es esto?—esclamó—al diablo le duelen nar los quejidos del buho en 11 cerca de la muralla, despor un tratado razonado de enseñanza agrícola.
las estocadas y tiene la sangre roja. Vamos cantarada que pués de acometer en sus casas á los cristianos de sus resya no te lomo. Diablo que se queja, diablo vencido;— I [lectivos cuarteles, el primero bajará por el camino de
.1. PlUCGARÍ.
y acercándose mas todavía, empezó á arrancar del hue- ¡; Fax-al-auza al Hospital real , entrará por la puerla i'.'
Elvira, atacará el edificio de la Inquisición, y ponco del muro el descarnado cráneo.
drá en libertad á los moriscos y en tormento á los inquisidores. El segundo correrá por la cuesta de San (jre
I.A CALAVERA DEL AHORCADO.
MI.
gorio y calderería á la cárcel, donde dará libertad y
Sí nuestros lectores no lo llevan á mal, preciso será anuas á los presos de nue-tra raza, y el lercero desT I U D I C I O N G B V.NAOI.NA ( I ) .
que vuelvan conmigo á desandar lo andado, y á trasla- cenderá por la cuesta del Chapiz y carrera de Marro á
—Vamos, vamos—repuso el mas joven—si no os co- darse al principio de la noche en que han tenido lugar la Chaiicíllería apoderándose del presidente don Miego
nociéramos, diríamos que la noche, las consejas de los los acoiitcciiuienlos que acal-amos de referir; y si toda- Hoza. Entre tanto, yo y mis amigos el Tagarí, Mofarriz.
villanos sobre apariciones en esa torre y sus alrededo- vía fuese mayor su bondad, nos acompañarían por las Alcaler y Salas, con los ocho mil hombres que leiiem >s
res, y sobre todo el vino añejo con que nos ha obse- cuestas del Albaiciu hasta llegar detrás de la torre de la alistados, recorreremos el-centro de la ciudad saliendo
quiado nuestro buen aiiioel conde de'Tendilla, os habían bandera . dninle, y en su ángulo del Norte habrán de de e-te subterráneo por el portillo tapiado donde boy se
puesto en alucinación, y que poblabais la oscuridad de presenciar escenas cslrañas. Allí, y encima de un resto halla la calavsra del ahorcado, y bajando ;¡ la Plaza
de muralla abandonada, podrán escuchar mas cerca el Nueva pondremos á (¡ranada en e-taiio de defensa, ^a
enemigos invisibles.
—Necio que tú i res—repuso amostazado el velera- quejido agorero del buho, pero de un buho colosal, sabéis todo el [dan: cada uno conoce su puesto. Al' r—
no.—¿Dónde has podido fundar que yo crea en cuentos á juzgar por lo fuerte y vibranle de su voz : luego verán ta , hermanos mios , á los primeros quejidos del buho • i
de viejas, ni que mi cabeza se pierda por unas pocas go- ir acercándose negros bultos por diferentes callejas, y la noche próxima, y el glorioso estandarte de nuc.-'io
las de vino? I,o mismo temo á los vivos que á los muer- al encontrarse en el ángulo de la torre, desaparecer Profeta tremolará en i I alto alminar de la iglesia crisIos, y un me impediría andar a cintarazos el que mis silenciosos como fantasmas de un conjuro cuya virtud liana.
enemigos llevasen arneses de guerra, ó sudarios mor- termina: y por último, si su valor á tanto Mega, podrán i
tuorios. Mas de una vez he deseado ver esas legiones de penetrar con ellos por un oscuro y subterráneo callejón
M) Kslas y olías j>a'raíias se esparcieron é n t r e l o s morisco*, ¡i}hasta penetraren una gran cueva, donde alumbrados ll.iii'amlo el deseo ile ventanía i|iie la opresión les liacia s e n l i r , con
I relaciones «le maravillas porlcniosas, tomadas cual profecías de su
por re-inosas leas encontrarán multitud de rostros que f seguro oiinifo.
( I ) Véase el número areerior.
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EL .MUSEO UNIVERSAL.
— ¡Viva AIKMI—K;ir¡i\ !—gritóla multitud : vivan unos- , que había desaparecido entre los escombros, fue puesta
Iros salvadores , los caudillos que lian do conducirnos al j •en un hueco olía de mnder,i que ha permanecido hasta
nímbate.
] principios do nuestro siglo.
linios de entusiasmo y di' alearía , a-urdaron los oros
Kl valiente Ñuño sirvió en la guerra de las Alpujarras |
ilt>l subterráneo, cuándo un i do los conjurados lucrando como alférez de tercios, y cuando en las horas de vela ]
dominar el humillo, esolamó:
ile los cainoamontos oía relatar cuentos de apariciones, '
—Compañeros, -delicio: croo escuchar ruido do armas se burlaba de ellos, refiriendo su aventura Ar la calavera ¡
v voces de sollados encima do nosotros por 1 parle «jm» •M ahorrado.
¡lOiipa el portillo de la calavera.
J. DE Dios UK I.V K U U Y DELGADO.
Todos callaron; poro ó fue ilusión del conjurado, ó las
voces se habían e-lñiguido, porque nada so oyó.
— Habrá sido el relevo del cuarto en la guardia do
(¡oli-lilvoiru. No hay que tenor cuidado, que el valienlo
SALE.
|
Abon-Comixa, víg ht tras la calavera toda la calle de Klvira. y nuestra atalaya osla asegurada por el miedo de
La antigua Salé, de los romanos es una ciudad granlos cristianos.
de y bien poblada, si'uada frente á Italmt, á a ori—No tanto como pensáis perros deservidos;—gritó lla derecha de un riacliuelí llamado Viaru. Su puerto es .
una poderosa voz dentro del hueco que conducid á la bastante grande y profundo, poro no pueden entrar en
liarte de la calavera, al misino tiempo que la cabeza de i él buques de regular porte porque la entrada se halla
Ahen-r.otmxa caía en el centro del ampo do moriscos. ; obstruida por las arenas, y en el reflujo solo quedan seis
—¡Traición , traición!—gritaron do todas parles los pies de agua en ella. Esta ciudad ha sido por mucho
tiempo nido de los piratas marroquíes que infestaban las
sorprendidos conspiradores.
costas del Atlántico del y del Mediterráneo y que no obe—¡Santiago y don Felipe!
V al acabar e-tas palabras penetró rápido como el r e - decían ni las órdenes del emperador ni las de las autorilámpago el valiente Ñuño seguí lo de unos cuantos sol- : dades que este enviaba. Cuando por último el gobierno
liados, que aprovechando los primeros momentos de e s - de Marruecos logró someterlos hizo cerrar la boca del
M|ur cargaron sobre los moriscos con tal furia . que puerto. Sin embargo, esto subsiste todavía y es el principal depósito de 'a escasísima marina militar del imperio.
aterrados se replegaron á la entrada de la caverna.
—Perros, porrus—gritaba Ñuño—al compás de sus La población consta de unos veinte mil habílan'es moros
mandobles y cintarazos, estabais como el oso en la ma- y árabes, feroces por el poco trato con los europeos y
driguera. tramai.ilo nuestra muerte, pues ha llegado el que conservan aun resabios de sus antiguas costumbres.
La loma de Salé y de Rabal seria de grande impor<lia en que acabéis como gazapos.
1.a morisma repuesta en tanto do su sorpresa empezó tancia en una lucha en que se tratara de apoderarnos de
¿sostener el combato, y en breve el subterráneo p r e - la principal plaza del interior del imperio que es Mcqnisentaba un espectáculo aterrador. — Los gritos de los nez. Kl puerto de Salé podría habilitarse con poco trabacombatientes, los rabiosos quejidos de los que caían , el jo , y una vez dueños do la población. quedaba abierto á
brotar de la caliente sangre, que esparcía en el aire su nuestras excursiones el corazón del país. Salé, ciudad
repugnante olor, y todo esto alumbrado por la rojiza luz grande y populosa, podría llegar á ser por su situación
de las teas, presentaba un cuadro horrible , en ei cual y el centro de un gran comercio; y es de advertir que las
en medio de una atmósfera roja y pesada solo se veían promesas que el gobierno ha hecho en las notas lan
rostros desfigurados y espadas ensangrentadas. Parecía debatidas por la prensa, cualquiera que sea la importanuij combate de condenados en algún oscuro antro del cia deeslasnotas y cualesquiera que fueren su alcance y
significación, no nos impedirían en la lucha actual apoinfierno.
derarnos de ella, sí esto entrase en las miras y el plan
La lucha continuaba : las lucos iban apagándose ha- del general en gefe. Situada en el Atlántico, su posición
ciendo mas difícil la situación de unos y otros, cuando al mismo tiempo que es en estremo favorable al tráfico
Ñuño á quien en duro aprieto tenía puesto Aben-Farax, con el interior, siendo respecto de Mequinez y Fez lo
recurriendo á un ardid oportuno, gritó dirigiéndose al que Mogador respecto de Marruecos, no puede consisitio por donde liabia entrado en el subterráneo.
derarse do modo alguno peligrosa para la navegación del
—Por aquí, señor cunde, por aquí, y mandad á pris.i .Mediterráneo.
la gente de á caballo á la torre de la bandera.
Kl rio Yíani , de que liemos hablado, divide las dos
Los moriscos, al creerse sorprendidos y envueltos,
encañados por la oportuna esclarnaeinn del veterano, ciudades de llabat y de Salé, y siguiendo su orilla d e comprendieron que nada conseguirían sino acabar sin recha puedo adelantarse una espedicion hasta dos jornagloria en aquel recinto y malograr su plan de rebelí n, das ilo Mequuiez. I na colonia europea encontr.iria tamy apagando las pocas luces que restaban emprendieron bién en todo este territorio fértiles y hermosos terrenos
que cultivar, porque lodo el país desdo Larachc hasta
la retirada.
A puco, los soldados cristianos so halaron sin onenii- Mogador esta surcado de ríos grandes y pequeños que
¡ns, v so oyó la vo/, i|o \ufio en la oscuridad , que vo- desprendiéndose de las sierras inmediatas, van á parar
al mar. Los musulmanes no se han cuidado hasta ahora
tando éselamaba :
Perros , pon os , que se escapan : adela nt o oo ni pa- de aprovechar la situación de Salé, sino para sus pi alorias, y -cria un beneficio p ira la civili/.acon el de ñeros , v que no quede, uno.
Poro todo en vano : en c.implóla oscuridad , 'as capa- truir su foco lomando una ciudad que puedo convertirilas solo golpeaban contra las paredes, y temiendo algu- se do centro de la rapiña en centro del comercio de
na trai'ion el iracundo veterano, tuvo que buscará buena le.
lientas el hueco por donde había entrado, lin breve se
encontró en la calle de Klvira. Rápido como el pensamiento no se detuvo en ella: subió seguido por sus
MADAdASCAK Y LA. KEIN'A UANAVALO.
compañeros la cuasia que conduce á la torro de la hanilera y llegó á tiempo de poder dar alcance á los últimos
Hace poco tiempo se lia publicado en Londres un c u conjurados cogiendo algunos prisioneros, entre ellos un rioso libro del cual saldrá á luz un estrado en el tojoven , moro gandul, que oculto en un paredón destrui- mo I." del NIEVO VIAJERO L'NIVEHS.U.. ES la relación de
ilo. an'ii seguía lanzando al aire, el quejido lastimero del tres visitas hechas por el misionero inglés Guillermo
liuho.
Ellis á Madagascar en los años Wó'.i, fií y -'JO.
Madagascar es una estensísima isla del mar de las
¡ \ h ! pajarraco : yo te llevaré adonde cantes fin que
te estorbe la luz, y sacudiéndolo un golpe de plano con Indias inmediata al continente africano, y cuyos habil.i espada, emprendió Ñuño con sus soldados y los mo- ' tantos han resistido hasta ahora con buen éxito á todas
las invasiones europeas. Los franceses y los ingleses
riscos, el camino de la Chaneíllería.
Cuando estas escenas tenían lugar, el pálido sol de desde hace dos siglos han querido diversas veces lijarse
invierno reflejaba sus primeros resplandores en la ne- en ella; pero no han podido conseguirlo hasta ahora. La
vada sierra, y el viento es, arcia las cenizas de la ho- última acción dada por los franceses é ingleses unidos
xuer.i en la puerla de Elvira , en cuyo lienzo de muralla contra los habitantes de Madagascar, ocurrió en IS-í.'i:
veíase abierto un ancho boquerón, debajo de la capilla ! los abados desembarcaron en Tamatave, y allí fueron
destrozados por los naturales.
'le la Virgen.
Las diversas tribus que poblaban á Madagascar fueron
CONCLUSIÓN.
subyugadas en 1810 por una poderosa y guerrera, cuyo
Nuestros lectores habrán comprendido , que el incré- ¡'•fe Radama se proclamó rey de la isla é hizo un t r a ilulo veterano, á quien dejarnos arrancando la calavera tado con Inglaterra aboliendo el tráfico de negros y adfie su hueco, escuchó por él la conspiración de los moris- mitiendo misioneros. A su muerte, en 1.S2X, su m u cos, y que habiendo reunido los soldados que dormían jer favorita la reina lianavalu le sucedió y rige todavía
on el'cuerpo de guardia mientras e-taba de vigilante el aquellos pueblos , los mas civilizados sin iluda entre los
«'Harto de la media noche , llevó á cabo la arriesgada em- salvajes. Temerosa Kanavalo de la preponderancia de
los francesesé ingleses, en I S í í los espulsó de la isla;
presa del modo que hemos visto.
Hada cuenta al marqués de Mondojar y al presidente en 1S ííí rechazó su espedicion, y después manió salir
de la Chancillería, los presos fueron entregados al t r l - del país á todos los que no quisieran naturalizarse en
Imnal de la Inquisición , y comenzó una serie de perse- Madagascar, prohibiendo al mismo tiempo el culto
cuciones y ile. sul'rimion'los | ara la raza morisca, mas cristiano.
En estas circunstancias fue cuando Mr. Ellis en IS.">.rl
terrible que la que les había impulsado á rebelarse. I,a
fi>iiS|iii"ic¡on sorprendida solo sirvió para empeorar su hi/.o su primera espodicion. Dirigióse á la isla Mauricio
suerte y para irritar mas los ánimos, preparando nue- y allí se embarcó para Tamatave; poro al entrar en el
vos planes que se realizaron por último con el levanta- ¡merlo se le previno que la reina Kanavalo no revocaría
sus medidas rigorosas contra los eslranjeros Sino se la
miento general bajo la bandera de Aben-llumeya
El subterráneo fue cegado, y en lugar de la calavera pagaba una indemnización por el ataque de iSi.">. El
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183
misionero entregó una esposieion que llevaba para la
reina firmada por los comerciantes de la isla Mauricio.
El oficial encargado do recibirla , le, dijo que para enviarla
a la capital Alanarive y recibir la respuesta i\e S. M. ,se
necesitaban quince días; y durante estos quince días so
lo permitió desembarcar en Tamatave.
Al cabo de esle tiempo llegó la respuesta de l¡ana\alo.
S. M. consentía en renovar las relaciones comerciales,
mediante el pago de una indemnización de l.'i.OOO duros
por el ataque de lSí.'i.
M. Ellis volvió á la isla Mauricio, londe por una suscricion éntrelos negociantes, so reunieron los l.'i.OOO
lluros, y con ellos so dirigió de nuevo á Tamatave. lil
gobernador lo convidó á la tiesta del año nuevo, que se
celebraba entonces (en el solsticio de junio).
Aventuróse en aquella ocasión á pedir permiso para
vi-itar la capital y presentar sus re-peios á la reina , pero
p <r entonces no le fue concedido, recibiendo respue las
evasivas. Por fin en IS.'ifi estando ya úV regreso en Londres recibió la licencia que bahía solicitado. Inmediatamente partió para Tanialave , donde llegó en el mes de
julio y se puso en camino para Atanarive escollado por
multitud de gente principal. En Madaüasear i:o hay caminos: no se usan tampoco carros ni bestias de carga,
haciéndose el transporte por medio de hombres que llevan los géneros y equipajes á la espalda en una especie
de cestas de mimbres del país. Al cabo de veinte dias
de marcha líegaroiiá^ífl/ianre, cuya palabra quiere decir la ciudad de las mil aldeas. Atanarive so e-tiende por
una llanura oval de. media legua de largo que domina á
los terrenos inmediatos y es!á elevada á sioto mil pies
sobre el nivel del mar. En el centro en una eminencia
está 11 palacio real de sesenta pies de elevación con tres
órdenes de ventanas. Alrededor de las paredes hay un
corredor saliente > en un dio un balcón. Allí dio audiencia la reina al misionero, el cual durante el mes que residió en l.i capital fue tratad > con las mayores atenciones
y visitado por el príncipe real Katokond-Radama y toda
¡a corto.
La reina Ranavalo-M.uigika es una mujer de setenta
años, de a-pecto vigon so , enérgico, laceónos regulares y aire majestuoso. Cuando co cedió audiencia á
Mr. Ellis estaba sentada 1 ajo un do el escarlata, llevaba
una corona de bandas de oro y manto de raso Illanco.
Por lo demás no dirigió la palabra al misionero: en Madagascar la reina solo habla con los príncipes de la sangro y con su primer ministro, y nadie tiene permiso
para* dirigirla la palabra sino por este conducto.
Mr. Ellis luego ipie se concluyó el mes de licencia pidió en vano próroga. Se lo obligó á salir de Atanarive y
tuvo que volvérsela Tamasavo de don lo pa,-('i á Ing'aterra.
RKVISTA 1)1' LA (JUINCENA.
Las hostilidades cjnlra Marruecos han comenzad»:
el 1S salió do Algeeiras el primor cuerpo de ejército espedicion rio á las órdenes ilel general Echaiíóe , y el H*
onarliolabí la batidora española sobro las almenas del
Serrallo , á cosa de tres cuartos do legua do Ceuta on
territorio marroi]UÍ. Allí elgeneial Eehagiie estableció
su cual t'I general, siguiendo las ins! mociones recibidas
del general cu jefe; y lomando las colinas inmedialns
(pío forman los estribos do la Siena do Bulloii"S , procedió á fortificar los pasos , interceptando el camino entre
Teliian y Angucra.
El temporal que se esperimenló desdo el 19 al 27 impidió el embarque de las restantes divisiones del ejército ; V oo este intermedio el general Eehagiie ha leoido
que "sufrir y sostener dos senos ataques de los marroquíes, lin ambos , el ejército español ha dado pruebas
de serenidad , bizarría y disciplina y ha obligado á los
morosa retirarse con gran pérdida. El último combate,
del cual hay ya algunos pormenores aunque noel parte
detallado, demuestra ol gran cuidado que exige de los
jefes y oficiales la clase de guerra en que están empeñadas nuestras tropas. Comprendiendo los moros la importancia de los reductos que el general Echagi'te estaba
construyendo en posiciones que dominan el cuartel g e neral v los caminos de Anguera y Teluati, intentaron
con fuerzas considerables una sorpresa para envolver la
guarnición que los defendía, apoderarse de ellos y poner al resto del cuerpo de ejército en grave conflicto.
Reuniéronse en gran número en bis asperezas de la Sierra y silenciosamente se dirigieron por el flnnco á penetrar entre el reducto y un edificio llamado la casa del
i Renegado. Afortunadamente el vigía del Hacho dio par\ te al general de sus movimientos , y afortunadamente
¡.también osle parte llegó en el momento oportuno. Algu' nos minutos masque se hubiera retrasado habrían pvies; lo á duras pruebas el lien • i*mo de nuestras tropas. El
general Echagüe envió dos batallones y alguna aitillería á cubrir el punto amenazad i; y cuando llegaban , ya
desembocaban por él los enemigos lanzando alharidos
K]C guerra y precipitándose sobro jos nuestros hasta caer
á la bocado los cañones. Los dos batallones sostuvieron
el choque con valor y dieron dos cargas brillantes ; el
general Ecbagüe se puso entonces á la calieza de oíros
, dos batallones y corrió á sostenerlos , y por fin los moros bubicron de relírarse .sin lograr su objeto, dejando
el campo cubierto de cadáveres. Nuestra pérdida en este
¡ encuentro ha sido mucho mayor que en el (rimero ; y el
mismo general Echagüo roeilró un balazo que le ha llevado la yema del dedo índice de la mano derecha. Varios
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EL MUSEO UNIVERSAL.
VISTA DEL SALÓN DE LA EfPÍ'SICR'N DE AGRICLLTI R A EN' BARCELONA.
de los heridos han llegado á Málaga, donili." han sido lia perdido. El vapor fue sacado á remolque de la bahía raciones de muy buen efecto. En oí mísm" íoatro N<- lia
acogidos cual merecía sil valor y iloiule lodos su osmcran con el objeto de echarle a pique y evitar la voladura de representado el Pelayo de Quintana á beneficio del M'ñ<T
Ktiiz, que parte al África.
los que le rodeaban.
rii su asistencia.
En el teatro de Oriente se han puesto en escena lis llu
Dos dias después do osla acción, habiendo calmado el j Tales son los sucesos mas importantes acaecidos en la
l'.Mnporal, se han embarcado para Ceuta el segundo cuer- última quincena. El entusiasmo por la guerra sigue en gonotes del célebre Meyerbeer. La Grissi , que se presentó
po de ejercito con el general en jefe y la división de re-1i aumento; los voluntarios son muchos; los donativos con deseosa de obtener su rehabilitación, no tenia que luchar
serva , que según los úllimos partes han llegado sin no- siderables y todas las clases acuden con solicitudes y en este nuevo juicio á que se sometía con los recuenk»"
vedad. El tercer cuerpo está dispueslo á embarcarse, y ofrecimientos al gobierno mostrando el patriotismo de de otras cantantes como en la Norm-i. Cantó con suma afinación y fue aplaudida en varios pasages. Mario lo fue
cuando la marina termine sus aprestos, nuestras tropas que se hallan animadas.
temarán la ofensiva.
I Los teatros han querido representar laminen algunas también, sobretodo en la escena del desafío, en que desplegó
grandes facullades. La Trevolli va conquistando
Penemos que lamentar varias desgracias ocurridas an- j producciones de circunstancias. Sus autores las han llateayer en el ferro carril de Alicante, sección de Almansa y I mado generalmcnle (¡propósitos y se titulan los .Vo/'»« del cada vez mas la simpatía del público La Calderón solo
sitio llamado el Pantano. Dicen que manos alevosas lia- Itiff. En Ceuta y en Marruecos, Españoles á Marrueco*, /.«« | en el aria de salida y Bullí en el final del tercer acto suliian levantado en aquel sitio uno de los carriles: lo cierto Cazadores en África, Santiago y á ellos, e l e , ele. En todas I pieron arrancar aplausos. En cuanto á los tres caballos
es que al llegar el tren cayó la máquina arrastrando el ellas aparecen constantemente dos hechos culminantes: que la emp esa saca á la escena en un momento solemii".
primer coche de los que I2 componían. Cuatro muertos, una mora enamorada de un soldado español, y los solda- nada dejaron que desear.
Para celebrar el aniversario del nacimiento de Lope de
siole heridos y cuatro contusos han sido el resultado de dos españoles ensartando moros que es una bendición de
esta catástrofe que hubiera podido tener aun peores conse- PÍOS. El público hace repetir las escenas del ensartamiento Vega, dispuso Iti mea en el teatro que lleva este nombre
cuencias si no se hubiesen roto los enganches entre el pri- y a piando es le género de literatura. La historia, las eos lum- la representación del l'remio del bien .hablar, comedía del
mer coche y los demás. También tenemos que lamentar la bres y hasla la geografía se ha dejado ú un lado en com- Fénix de los ingenios españoles , precedida de una prepérdida del vapor de transporte Genova que se hallaba en pañía de la verosimilitud, de la cual desde el principio ciosa fantasía del señor don Ventura de la Vega v seguiel puerto de Málaga. La esplosion de una de las bombas se creyó sin duda necesario prescindir. Hay árabes que da de una especie de loa del mismo autor. Lástima que
cargadas y con espoleta que conducía , produjo un incen- gritan \hurra! como si fueran cosacos, madres y novias don Venlura de la Vega no nos dé mas á menudo mués
dio que desde el principio se vio que cía imposible con- ile soldados que se melen por los aduares y Hondas de tras de su talento, que en verdad le licué grande para ¡.'1
lener. Llevaba a su bordo , ademas de un gran material los moros como por viña vendimiada, andaluces ó mas pintura de costumbres.
de guerra y las máquinas telegráficas, una compañía de bien gitanos que hablan familíarmentecon los bajaes, muEn este tealro se représenlo lambien una comedia en
ingenieros, oficiales y empleados del telégrafo y ciento cho fusil, mucho tiro, mucho ¡armas al hombro!
un acto traducida del francés con el título de Mi brazo 1/
sesonla muías. Las personas se han salvado y también
Lo menos malo en osle género es la pieza Españoles á mi paraguas, y en el Principe olra con el de (ha escena conunas veinle y cinco muías y alsrunos efectos : el resto se Marruecos , representada en yovedodes. Hay en ella doco- yugal•.no liemos podido averiguar todavía cuál de las dos
I s peor.
El señor Puente y Lirañas h 1 hecho poner en escena en
el Principe una piecocita original que se titula Santo y
peana. Tiene diálogo fácil, chistoso y adecuado y muestra que su autor posee muy felices disposiciones paro el
Desdo hoy se reparlen ;i los señores suserit/ros (¡e EL MLSKO UNIVERSAL que lo li.'in sido en to.io el afioaelual, género
cómico. La ejecución fue buena.
«•«)
os billetes para optar al regalo del cuadro, copia del inmortal Muri/lo, que représenla la Purísima Concepción, y
La Zarzuela , después do las representaciones de Entre
que olreoimos en el prospeclo. Por si ocurriese algim estravío, Ja empresa se queda con nota de iodo* Ins núme- mi mujer y el negro , ha puesto en escena Azzon Xhconti.
ros que se remiten á cada suseritor.
Sauz desempeña el papel de Azzon y da g r a n d e s espeEl cuadro será entregado al suscritor que presente el billete marcado con < I i.íimeio igual ni que obtenga .1 ranzas para lo f u t u r o : Obregon en el Fanfuíla no nos p a premio mayor de la Inloria que ha de celebrarse el 2 í de diciembre próximo.
reció Inn bien como oirás veces. La Zaniacois reonipla/a
Los susoritoros de Madrid podrán admirar sus bellezas en la librería de los editores, calle del l'ríneipe, á la Murillii en el de Angélica.
nuni. t, donde se baila espuesto desde boy. Los de las provincias podrán formar de aquellas una idea muy aproximada examinando el grabado que va en éste número.
Por t'^t.íi tt'rtshi,
t/ /JO/' IÍÍ partí' no ¡irnititUt di' asín
Tendrán opción á los números correspondientes para el regalo del cuadro , todo el i/ue se suscriba antes del 20 II muero,
del presentí! mes de diciembre. íin este caso recibirá en el acto todos los números de Hi. Mi SEO publicados esle
NEMESIO FERNANDEZ O E S T A .
aun y el billete con sus números correspondientes para la rifa.
Los ipie se suscribo» 011 provincias licúen tiempo basta el citado dia 20.
MIHKCTOU, I). J. GASI'AK.
Los prospectos para INiíO están en prensa y se repartirá» en breve, líntre tanto, nos anlioi| amos .1 anunciar
ADVERTENCIA.
una mejora que vamos á introducir en la publicación. Desde enero de |N<¡0 Hi. MCSEO UMVRIISAL SKIIÁ SKM\NAL.
Desde el (lia l.'i se hallará de venia el ALMANAQUE ILUSTRADO nía MUSEO UNIVERSAL I>AIU IN(!<).
Los suscritores ;í este periódico por todo el mismo año lo obtendrán gratis.
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KlilTílll llKSPO.VSlBLE D. JOSB ROIC.-—luí'. DH CtSPAR y lidie
f:i>iTiiriF..«. M J D M D :
PRINCIPR , 4 .
f8;>9.
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