Capítulo I

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Capítulo I
Como tantas veces, tía Polly buscaba a Tom. Desués de buscarlo por toda la
casa, de repente Tom apareció y en cuanto tuvo la oportunidad, se volvió a
escapar e hizo novillos aquel día como tantos otros los había hecho.
Mientras que cenaban, tía Polly, comenzó a hacerle preguntas a Tom paraintentar
descubrir que había vuelto a hacer novillos y había ido a nadar. Sin embargo, no lo
hubiera conseguido si Sidney, el primo de Tom, no le hubiese dicho a su madre
que ella había cosido el cuello con hilo blanco, mientras que el que llevaba ahora,
era negro. Así que tía Polly volvió a castigar a Tom a trabajar el sábado. Cuando
Sid dijo eso, Tom salió corriendo y se fue a dar un paseo. Por el camino se
encontró con un chico nuevo que, aunque era viernes, iba vestido muy elegante.
Empezaron a meterse el uno con el otro y acabaron peleándose. Tom le ganó al
chico y cuando éste ya estaba yéndose a su casa, le tiró una piedra a Tom y le dio
entre los hombros. Tom comenzó a correr detrás del forastero hasta llegar a su
casa y allí se quedó fuera en la valla hasta que la madre del muchacho le dijo que
se fuera. Al llegar a casa, tía Polly lo pilló entrando por la ventana y, al ver cómo
estaban sus ropas, decidió castigarle definitivamente el sábado.
Capítulo II
El sábado hacía un día estupendo. Tom estaba castigado y tenía que blanquear la
valla. Mientras que Tom estaba sentado, completamente desilusionado, frente a la
verja, pasó por allí Jim, que iba a la bomba a por agua. Tom siempre había odiado
ese trabajo, pero ahora le parecía el mejor trabajo del mundo. Preguntó a Jim si él
quería blanquear un poco, mientras que Tom iba a coger agua, pero éste ya había
recibido órdenes de tía Polly para que no dejara a Tom ir a por agua, sino que
fuera él mismo. Tom intentó negociar con Jim, éste finalmente aceptó, pero tía
Polly los pilló, así que, Jim fue a por agua y Tom se puso a blanquear.
Cuando ya llevaba un rato blanqueando, le vino la inspiración: haría como si se lo
estuviera muy bien, así, los demás, también querrían blanquear, además le
pagarían por ello y él se quitaría el trabajo de encima. Por muy improbable que
suene esto...funcionó.
Capítulo III
Cuando Tom acabó su tarea fue a ver a tía Polly, que estaba duermiendo en un
sillón. Le dijo que ya había acabado con todo el trabajo. Ella no quiso creerle y fue
a comprobarlo. Cuando vio que toda la valla estaba prefectamente pintada, le
entró tal alegría, que le regaló un surtido de manzanas. De repente Tom vio a Sid,
y comenzó a tirarle barro. Después de vengarse de Sid por el detalle del hilo
negro, saltó la valla y salió corriendo.
Esta tarde se disputó una batalla entre dos bandos. Uno de los capitanes era Tom
y el otro, su mejor amigo, Joe Harper. El ejército de Tom ganó la disputa.
A la vuelta a casa. Tom pasó por delante de la casa de Jeff Thatcher. En el jardín
había una una niña guapísima y Amy Lawrence (la que entonces era su novia),
desapareció de la cabeza de Tom de un momento a otro. Empezó a hacer
tonterías, pero la niña no le hacía ni el menor caso. De alguna manera consiguió
una flor de aquella chica. La muchacha acabó entrando en la casa y Tom se fue a
la suya.
Mientras que cenaban, Tom estaba muy alegre. Intentó robar azúcar, pero su tía
siempre lo pillaba. Mientras que tía Polly salió un momento, Sid cogió un terrón de
azúcar, se le cayó el azucarero y se rompió. Cuando tía Polly vio esto, comenzó a
azotarle a Tom, pero este le dijo que había sido Sid. Mientras que tía Polly se
hacía la dura y no quería pedirle perdón a Tom por haberle pegado sin motivos,
Tom se imaginó cómo lloraría su tía si él muriera.
Cuando llegó su prima, Tom se fue a dar un paseo para estar solo. A la vuelta
pasó por delante de la casa de Jeff Thatcher, entró en el jardín, se tumbó debajo
de una ventana, sacó la flor y se la puso encima, y se imaginó cómo reccionaría
su amada si lo viera a la mañana siguiente allí muerto. De repente, alguien echó
agua por la ventana y empapó a Tom. Él regresó a casa y, sin rezar, se durmió.
Capítulo IV
A la mañana siguiente, Tom, Sid y Mary, estaban aprendiéndose sus versículos
para ir a la escuela domonical. A Tom no se le quedaba ni un versículo, y la
verdad es que tampoco hacía un esfuerzo demasiado grande para aprenderlos.
Después de estudiar un rato, se lavó, se vistió y se fueron a la iglesia. Una vez allí,
Tom comenzó a comprar vales amarillos, rojos y azules (entregaban un vale azul
por dos versículos aprendidos; diez vales azules podían cambiarse por uno rojo, y
diez rojos por uno amarillo. Por un vale amarillo regalaban una biblia).
Mientras que el inspector estaba hablando, de repente se abrió la puerta de la
iglesia y entró Jeff Thatcher con su hermano y la esposa y la hija de éste. La hija
era la chica que Tom había visto el día anterior en el jardín de la casa de Jeff
Thatcher y, sin duda, el juez Thatcher era una persona muy importante.
Lo único que deseaba el inspector ahora era poder regalar una biblia, pero nadie
tenía suficientes vales. En este momento, Tom fue hacia el inspector y le mostró
nueve vales rojos y diez azules. ¡Ésta fue la salvación para el inspector! Con
mucho orgullo le entregó la biblia a Tom. El juez le preguntó que cómo se llamaba
y decidió hacerle alguna pregunta sobre los versículos. La pregunta era muy
sencilla: "¿Cuáles eran los nombres de los dos primeros discípulos?" A esto, Tom
contestó: "David y Goliat".
Capítulo V
A las diez en punto tocaron las campanas de la vieja iglesia y comenzaron a
reunirse allí la gente. Tom, Sid y Mary se sentaron al lado de tía Polly y a Tom lo
obligaron a sentarse lo más alejado posible de la ventana para evitar la tentación
de distraerse mirando el paisaje.
El cura comenzó con el sermón y Tom no se enteraba de nada. De repente vio
una mosca en el respaldo del banco que se encontraba delante suya. Deseaba
atraparla, pero no se atrevía mientras duraba el rezo. En cuanto el cura pronució
la palabra "amén" Tom hizo prisionera a la mosca, pero tía Polly lo obligó a
soltarla. A continuación sacó de una caja un escarabajo "pellizquero" y empezó a
jugar con él. Se le cayó al suelo y no se atrevía a recogerlo, debido a que el cura
ya había seguido con el rezo. Así que, un perro comenzó a jugar con el escarabajo
y mucha genta prestaban más atención al perro que al sermón. El escarabajo
estaba tumbado bocarriba en el suelo y el perro intentaba atacarlo. No lo
consiguió, así que, empezó a jugar con una mosca, después con una hormiga,
y...ya no se acordaba del escarabajo. Se sentó, y, ¡qué mala suerte! justo encima
del "pellizquero". Se oyó un aullido muy fuerte y el perro se fue corriendo hacia su
amo. Éste lo cogió y lo tiró por la ventana.
Capítulo VI
El lunes por la mañana Tom no quería ir al colegio. Se inventó varios dolores
corporales para quedarse en casa, pero lo único que consiguió fue que su tía le
arrancara un diente que se movía un poco. Poco después iba camino al colegio
mostrándole a todo el mundo una nueva forma de escupir por el hueco que había
dejado el diente. No tardó mucho en ver a Huckleberry Finn. Huckleberry Finn era
el hijo del borracho del pueblo y era muy envidiado por los demás chicos, ya que
no tenía que ir ni a la escuela, ni a la iglesia, es decir, simplemente era libre y
podía hacer lo que le apeteciese cuándo y dónde quería. Huck y Tom tuvieron una
charla sobre cómo se quitaban verrugas. Uno de los métodos era ir de noche a un
cementerio con un gato muerto. Huck tenía un gato muerto, así que decidieron ir
esta noche al cementerio. Tom le cambió el diente por una garrapata y se fue a la
escuela.
Como siempre llegó tarde y cuando el maestro le preguntó que dónde había
estado esta vez, le contestó que había estado hablando con Huckleberry Finn. El
maestro lo castigó y después lo sentó al lado de la hija del juez Thatcher (que era
precisamente lo que Tom había querido conseguir). Al principio, la chica lo
ignoraba por completo. Él le regaló un melocotón y, aunque al principio no quería
aceptarlo, al final se lo quedó. Tom comenzó a pintar algo en su pizarra, la chica
era muy curiosa y quería ver qué era lo que había dibujado. Él se lo enseñó y ella
le dijo que quería que Tom le enseñase a dibujar. Después escribió algo en su
pizarra tapándola con la mano izquierda, pero Becky (así se llamaba la chica)
quitó su mano y vio lo que había escrito. En la pizarra ponía: "Te amo". Justo en
este momento, el profesor cogió a Tom por la oreja y lo volvió a poner en su sitio.
Capítulo VII
En una de las horas de clase, Tom estaba muy aburrido. Se metió la mano en el
bolsillo y encontró allí la caja que contenía la garrapata. La sacó y comenzó a
jugar con ella empujándola con un alfiler. Su amigo Joe Harper, que setaba
sentado a su lado, sacó un alfiler de su chaqueta y empezó también a jugar con
ella. Entonces Tom cogió su pizarra, trazó una línea por el medio y le dijo a Joe
que mientras que la garrapata estuviera en un lado de la pizarra podía jugar Joe
con ella, pero si se le escapaba y pasaba al otro lado de la pizarra, le tocaba a
Tom hasta que volviese a escapar. Estuvieron un rato jugando a esto, pero pronto
se pusieron a discutir porque Tom había tocado la garrapata estando ésta en el
lado de Joe. De repente, ambos recibieron unos golpes fuertes en la espalda.
Habían estado tan concentrados en el juego que no se habían dado cuenta de que
se había acercado el maestro.
Cuando tocó la campana de mediodía, Tom le dijo a Becky que engañara a sus
amigas y que volviera a la escuela para que él pudiera enseñarle a dibujar. Así lo
hicieron. Estuvieron dibujando pero pronto se cansaron y comenzaron a hablar de
otras cosas. Tom le preguntó si había estado comprometida alguna vez. Ella le
contestó que no, y él le preguntó si quería comprometerse con él. Ella aceptó y
ambos se dijeron que se amaban. Lu
ego se besaron. Después Tom dijo sin querer algo sobre su anterior relación con
Amy Lawrence y le partió el corazón a Becky. Ella se puso a llorar y Tom decidió
irse. Cuando tocó la campana y todo el mundo volvió a la escuela, Tom no estaba
y Becky se encontraba muy, muy triste.
Capítulo VIII
Cuando Tom se había ido de la escuela, se fue al monte donde tenía un escondite
para algunas cosas dentro de un tronco hueco. Abrió el tronco y sacó una canica.
Según un hechizo que le había echado a aquella canica, ahora deberían hallarse
allí todas las canicas que se habían perdido alguna vez. Como no era así, cogió la
canica y la tiró. Estuvo un rato pensando sobre lo que quería ser de mayor y
decidió hacerse pirata. Al rato pensó que por qué había tirado la canica si podría
tener al menos una. Cogió otra canica y la tiró en la misma dirección tres veces
hasta encontrar la otra canica. De repente oyó un silbido. Sacó de otro escondite
un arco y una flecha y se quitó parte de su ropa. Devolvió el silbido y comenzó a
correr hacia Joe Harper, que venía igual que Tom. Representaron una pequeña
escena del libro de "Robin Hood", después se vistieron y cada uno regresó a su
casa.
Capítulo IX
Esta noche, Sid se durmió muy rápidamente. Tom no quería dormirse porque
había quedado con Huck para ir al cementerio con el gato muerto. Después de
unas horas que a Tom le parecieron una eternidad, por fin oyó la señal de Huck.
Se vistió y salió silenciosamente por el tejado. Cuando llegaron al cementerio, se
ocultaron bajo unos olmos al lado de la tumba de Hoss Williams (que había sido
recientemente enterrado). Mientras que estaban allí, de repente vieron venir a tres
personajes. En un principio pensaron que eran tres demonios, pero luego se
dieron cuenta de que eran humanos. Reconocieron las voces de Muff Potter, del
indio Joe y del doctor Robinson. Muff Potter y el indio Joe comenzaron a escavar
la tumba de Hoss Williams y el doctor se sentó apoyado en uno de los olmos.
Cuando tocaron con las palas el ataúd del señor Williams, lo levantaron y lo
pusieron en el suelo. Lo abrieron, sacaron el cuerpo de Hoss y lo tiraron
rudamente al suelo. El indio Joe pidió al doctor que le pagara cinco monedas más.
Éste dijo que no, que ya les había pagado por adelantado. A consecuencia de
esto, los dos hombre comenzaron a discutir. Potter y Robinson empezaron a
pelearse. Potter sacó una navaja, pero se le cayó al suelo. Robinson cogió una
tabla y derribó a Potter. En este instante, el indio Joe cogió la navaja de Potter y
apuñaló a Robinson. Tom y Huck se fueron corriendo. El indio Joe cogió la navaja
y la puso en la mano del aún inconsciente Potter, esperó a que éste se despertara,
y le dijo que él (Potter) había matado a Robinson. Potter le pidió que no se lo
contara a nadie a nadie y el indio aceptó. Sin embargo, cuando Potter se fue
corriendo, se le olvidó la navaja, una pista muy importante para la policía.
Capítulo X
Tom y Huck corrieron hasta llegar a una casa abandonada. Entraron e hicieron un
pacto de que tendrían que permanecer mudos para siempre sobre este asunto,
sino, se morirían y se pudrirían allí mismo. Alguien entró en la casa, pero ellos no
se dieron cuenta. Un perro vagabundo empezó a ladrar y oyeron los ronquidos de
alguien. Bajaron y vieron allí a Muff Potter durmiendo. Muy aliviados de que era
Muff Potter y no el indio Joe, se fue cada uno a su casa. A la mañana siguiente
Tom se levantó más tarde de lo normal. Tía Polly le dijo que cómo había podido
hacerle esto (ya que Sid había estado despierto cuando Tom llegó) y que siguiera
estropeando su vida. Después, Tom fue al colegio y encontró su bola de lata (el
día antes se lo había regalado a Becky) envuelto en papel.
Capítulo XI
Por el medio día, todo el mundo se enteró de la noticia. Tom fue al cementerio,
donde ya había muchísima gente. Allí se encontró con Huck. El indio Joe también
estaba allí pero no tenía nigún sentimiento de culpa. De repente llegó Muff Potter
y, reconocido por la navaja, fue detenido. Además el indio dijo que había sido
Potter.
Un día por la mañana, Sid contó que Tom hablaba por las noches cosas muy
raras. Tía Polly dijo que ella también soñaba con el crimen, así que no le dijo nada
más a Tom. A partir de este, Tom dijo que tenía dolor de muelas y se acostaba
cada noche con una venda en la mandíbula para no hablar demasiado. Sin
embargo, Sid por las noches le quitaba la venda, le escuchaba hablar un rato y se
la volvía a poner.
A Potter lo metieron en la cárcel.
Capítulo XII
Los ánimos de Tom estaban por los suelos porque Becky no venía al colegio
desde hacía algunos días. Cuando tía Polly notó esto, probó en Tom la
hidroterapia. Ésta, sin embargo, no sirvió. Al mes siguiente salió al mercado una
medicina nueva llamada "Mata-Dolor", tía Polly no dudó en probarla en Tom. Él no
quería tomarla, así que empezó a pedírsela tantas veces a tía Polly hasta que ésta
le dijo que se la sirviese él mismo. Un día, Tom le dio una cucharada del "quita
dolor" al gato "Peter". Éste comenzó a saltar, a dar volteretas... hasta que saltó por
la ventana. Tía Polly lo descubrió y pegó a Tom con el dedal en la cabeza.
Unos días más tarde, vino Jeff Thatcher a la escuela en el recreo. Un rato después
también vino Becky, y Tom empezó a hacer tonterías como siempre cuando la
veía. Lo único que dijo ella al repecto fue: "¡Bah! Algunos creen que son muy
graciosos. ¡Siempre destacándose!
Capítulo XIII
Debido a las circunstancias en las que vivía Tom ahora, decodió marcharse. Por el
camino se encontró con Joe, que justamente También iba a irse de casa porque
su madre le había pegado por algo que él no había hecho. Fueron a buscar a
Huck y éste también se apuntó. Quedaron para esta noche en la isla de Jackson y
decidieron hacerse piratas. Cuando por la noche llegaron a su isla, encendieron un
fuego y empezaron a hablar de sus cosas. Un poco más tarde se acostaron. Huck
se durmió muy rápido, pero ni Tom, ni Joe fueron capaces de dormirse sin rezar
antes.
Capítulo XIV
A la mañana siguiente, Tom fue el primero en despertarse. Estuvo un rato
observando la naturaleza y decidió despertar a sus compañeros. Nada más
levantarse, fueron corriendo a darse un baño. Fueron a pescar para el desayuno y
frieron pescado y tocino. Por la tarde escucharon unos sonidos muy raros. Fueron
a la costa de la isla que daba al pueblo y vieron el barco de vapor de la ciudad con
un montón de gente e iba dando cañonazos. Esto significaba que alguien se había
ahogado. De repente a Tom se le ocurrió que los que se habían ahogado eran
ellos. Cuando se hizo de noche encendieron la hoguera. Huck y Joe se durmieron
pronto, pero Tom se levantó y fue al banco de arena.
Capítulo XV
Tom cruzó el río y fue a casa de su tía. Allí, miró por la ventana y vio a tía Polly,
Mary, Sid y la señora Harper sentados en la cocina, hablando. Entró sigilosamente
por la puerta y se escondió debajo de la cama. Oyó la convesación de su tía y la
señora Harper. Ambas decían que estaban muy arrepentidas de haber pegado
alguna vez a Joe y a Tom y, si volviesen ahora, nunca más los volverían a tocar.
Así continuó la conversación, hasta que se marchó la señora Harper. Tía Polly, Sid
y Mary se acostaron y, cuando estuvo seguro de que su tía estaba durmiendo,
Tom salió de debajo de la cama. Antes de irse le dio un beso a tía y estuvo a
punto de dejar en la mesilla de noche una corteza de árbol en la que había escrito
que no estaban muertos para que ella no se preocupara por él. Después volvió al
río, robó el esquife del barco de vapor y regresó a la isla. Cuando llegó ya era de
pleno pleno día. Contó su historia a sus compañeros y durmió hasta el mediodía.
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