22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 3 SUMARIO AUDIENCIA PÚBLICA Iniciación Expositores Diputada Vilma Ripoll Participantes 9 9 11 11 12 2.- Flavio Rapisard 12 3.- Adrián Javier Mangioni 14 5.- Martín León Benito 15 6.- Gustavo Adolfo Gilardi 16 7.- María Salomón 17 9.- Néstor Julián Iriarte 19 10.- Silvia Delfino 20 Expositores Diputada Beatriz Baltroc Participantes 21 21 22 11.- Zulema Matilde Lucero 22 12.- Daniel Domingo Cezare 24 13.- Carlos Bloise 27 14.- Esther Lemes Ríos 28 15.- Martín Andrés Iommi 29 16.- Marta Amanda Fontenla 30 Pág. 4 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 17.- Jorge Roberto Barbeito 32 18.- Margarita Inés Bellotti 33 19.- Silvina Verónica Cuello 36 20.- Jesús Lier 37 Expositores Diputado Ariel Schifrin Participantes 38 38 40 23.- Olga Beatriz Benítez 40 24.- Graciela del Carmen Collantes 41 26.- Marcelo Armando Ramal 42 28.- Alberto Horacio Cirigliano 44 Expositores María Elena Naddeo Participantes 46 46 48 31.- Eleonora Susana Carrasco 48 33.- Laura Adriana Teicher 49 35.- Cesar Bartolomé Alberto Cicliutti 50 39.- Silvia Lorena Elizalde 52 40.- Jorge Daniel Pintarelli 53 41.- Jacobo Pelerman 55 43.- Cristian Caram 56 45.- María del Carmen Pinilla 59 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 5 48.- Marta Susana Iglesia 60 49.- Fernando Caeiro 61 50.- Benigno Emilio Raposo Varela 62 51.- Octavio Nibaldo Sáez 67 52.- Valentín Huerta 69 53.- Claudia Ferrero 70 54.- Roberto Luis Goldsman 71 55.- María Angélica Van-Eek 72 32.- Agustín Vanella Bengolea 75 56.- Justa del Carmen Lucero 77 57.- Alejandro Adolfo Beer 79 61.- Eugenio Maidana 81 62.- Azucena Noemí Villagra 81 63.- Luciano Nardolli 84 64.- Luz Palmas Zaldúa 85 65.- Gabriel Lerner 86 66.- Sergio Omar Cruz 88 67.- Hernán Julián Covello 89 69.- Norberto Daniel Grillo 91 71.- Gerardo Daniel Etcheverry 93 72.- Olga Sara Vega 95 74.- María del Carmen Verdú 98 Pág. 6 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 75.- Ramiro Geber 100 77.- Elizabeth Dos Santos Linhares 101 79.- Juan Enrique Pechin 104 80.- Leandro Ariel Morgenfeld 105 81.- Llona Clara Aczel 106 84.- Jorge Daniel Leguizamón 107 85.- Gabriel Fernando Gálvez 109 87.- Mario Luis Berjman 110 88.- Ezequiel Darío Rubinstein 112 92.- Ricardo Jorge Zambrano 114 144.- Alejandro Daniel Freyre 116 108.- Antonia Portaneri 118 Cuarto intermedio 118 Reanudación 120 83.- Manuel Alberto García Delfino 120 89.- Joaquín Ignacio Cara 126 Expositores Víctor E. Hortel Participantes 128 128 130 91.- Osvaldo Rubén Wayar 130 100.- Elsa Mabel Caballero 132 102.- Sara Lamparta 135 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 7 103.- María del Carmen Rey 137 128.- Gerardo Raúl Fernández 140 131.- María Carmela Lupo 141 132.- Wladimir Gastón Constanze Lima 146 134.- Lucía del Carmen Carew 149 137.- Marcos Wolman 154 146.- Sergio Daniel Ostromujoff 156 148.- Julio Oreste Van Morlegan 157 151.- Nora Elida Podestá 160 152.- Rosa Ester Valdez 161 155.- José Luis González 162 158.- Federico Fernández Funes 163 167.- Leonard Lucas Echagüe 164 168.- Rodrigo Javier De Sarasqueta 165 171.- Irma Ángela Mendoza 167 172.- Carlos José Sánchez 168 173.- Jorge Luis Bousquet 169 178.- María José Lubertino 171 177.- Alejandro Octavio Cowan 175 180.- Juan José Rosso 177 181.- Mauricio Rubén Acosta 178 182.- Guillermo Sergio Vattuone 179 Pág. 8 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 187.- Ángela Gerarda Vani 182 188.- Martha Inés Miravete Cicero 184 Expositores 188 Diputado Jorge Enríquez 188 Diputado Julio de Giovanni 193 Diputado Tomás Devoto 195 Silvia Somenzi 196 Finalización 198 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 9 AUDIENCIA PÚBLICA - En Buenos Aires, en la Sala Martín Coronado del Teatro General San Martín, a 22 días del mes de marzo de 2004, a la hora 11 y 46: Iniciación Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Desde ya agradecemos la presencia de todos ustedes. Damos comienzo a la Audiencia Pública convocada por el señor jefe de Gobierno mediante Decreto 107/04, sobre tratamiento, análisis y debate público para la elaboración de un proyecto de ley de reforma del código contravencional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La Audiencia Pública será presidida por el Secretario de Justicia y Seguridad Urbana, doctor Juan Carlos López. Además, contamos con la presencia del señor Vicejefe de Gobierno, licenciado Jorge Telerman; del señor Subsecretario de Justicia y Trabajo, doctor Marcelo Antuña; y del señor Subsecretario de Seguridad Urbana, doctor Enrique Carelli. En este momento le cedemos la palabra al señor Presidente de la Audiencia y, luego, explicaremos la metodología de la Audiencia. Sr. Presidente (López).- Buenos días a todos los presentes. Reitero nuestro agradecimiento por vuestra participación a esta convocatoria que ha hecho el Gobierno de la Ciudad. De modo muy breve, porque entiendo que el sentido de la convocatoria es escuchar a los ciudadanos y no dar un discurso por parte del gobierno, me limito a señalar que se ha establecido, por distintas razones, la conveniencia de abrir este debate y propiciar una reforma del Código Contravencional de la Ciudad desde varios ejes. Uno de los ejes es el que todos conocemos: la enorme polémica que ha habido durante estos últimos años sobre la validez de un instrumento jurídico y sus implicancias en materias que están reservadas a otras competencias, fundamentalmente la inseguridad que nos viene preocupando a todos por el auge de robos, secuestros, etcétera. Claramente entendemos que nada tiene que ver con esto, sin perjuicio de que subsiste la necesidad de zanjar esta polémica y encontrar cuál es el espacio razonable en el cual debería enmarcarse la discusión. Por otro lado, la experiencia en estos años ha demostrado algunos defectos reales en la implementación del sistema. Esto amerita que se produzcan ajustes, en el marco que este gobierno ha propiciado desde siempre, que es el del equilibrio entre las necesidades del Estado y la vigencia de las garantías personales. Hemos interpretado que el modo en que se ha aplicado este Código –provisto, por un lado, de un catálogo en abstracto de penas y, por el otro, de un catálogo en abstracto de contravenciones–, no dejó satisfecho a nadie. Por el contrario, ha generado una sensación de baja eficiencia por parte del Estado, además de otras discusiones que se deben encarrilar. Como ustedes saben, cuando se toman las penas en abstracto y las figuras por separado, lo que se pretende es que sea el mismo operador judicial el que establezca la gravedad de cada caso, lo cual no parece que se haya dado de un modo claro para la Pág. 10 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 sociedad. Hoy estamos propiciando volver a los sistemas tradicionales, en los cuales es el legislador quien, a través de la fijación de penas para cada figura, establece qué cosa es más grave y qué cosa es más leve. Este gobierno sigue sosteniendo que las figuras de mero desorden o de escándalo en vía pública no son las figuras graves de este código que, además, contempla distintas contravenciones vinculadas con violencia, violencia en espectáculos deportivos, integridad física de las personas, salubridad del medio ambiente, etcétera. Estas últimas son las que consideramos graves. Sin perjuicio de que sabemos que las más polémicas ante todo son las otras, o sea, las de mero escándalo, creemos que debemos seguir sosteniendo la racionalidad de que estas figuras continúen teniendo tratamiento leve. Pero, a su vez, pensamos que es importante hacernos cargo de que cierto sector de la población que habitualmente comete contravenciones a partir de este modo de actuar de la ley –y de los operadores, fundamentalmente–, ha generado en la sociedad una especie de sensación de impunidad. No sólo porque se vuelve a cometer una contravención, sino porque también se comete en el mismo lugar y a la misma hora, a la vista de todos. Todo esto frente a un Estado que si bien tiene la finalidad de proteger a priori las garantías individuales, termina apareciendo como ausente. Nosotros creemos que el manejo de las garantías individuales no debe contraponerse a una acción concreta del Estado. Sostenemos a priori esta idea-fuerza de incorporar penas en las figuras y generar un sistema de agravantes genéricos que contemple especialmente la reincidencia y la contraposición con el control del Estado. Vamos a tener un cambio lo suficientemente importante en algo que en definitiva no es más que un instrumento para actuar. Todos sabemos que las leyes pueden ser mejores o peores –si son mejores facilitan el trabajo de los operadores–, pero lo que manda es justamente esto último, es decir, el trabajo. Lo cierto es que conseguiremos mejoras en la relación de la gente con su espacio público si los operadores, tanto los policiales como los judiciales, se avienen a actuar del modo más correcto y eficaz posible. Nosotros nos vamos a limitar a proponer el instrumento que sea más claro. Dicho esto, no quiero extenderme. La idea de haber convocado a este mecanismo de participación de la ciudadanía es la que debe primar hoy. Nos interesa escuchar a todos. Lo que se diga va a quedar registrado como en una audiencia legislativa, por medio de los taquígrafos. Tomaremos las ideas que parezcan conducentes y nos encargaremos de dar una respuesta a aquello sobre lo cual no estemos de acuerdo, partiendo de la base de que la pluralidad de opinión nos va a enriquecer si nos respetamos y si logramos conseguir que, justamente, los vecinos, la gente de la ciudad, pueda expresar su opinión –de modo, por cierto, muy conciso, ya que la ley prevé participaciones cortas. Esperamos que este mecanismo sea fructífero y cumpla con la finalidad para la que hemos convocado a esta Audiencia. Muchas gracias. Sra. Secretaria (Martínez Liss).- Empezaremos con las exposiciones de acuerdo al criterio que consta en el Orden del Día. Hay inscriptos 192 participantes y 17 expositores. Cada orador tiene cinco minutos para hablar. Vamos a ir llamando a los participantes uno por uno y, cada diez de ellos, a un expositor. Van a ser llamados por número de orden y por apellido, tal como figuran en la lista de inscripciones. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 11 Expositores Diputada Vilma Ripoll Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Damos comienzo con la primera expositora, la diputada Vilma Ripoll. Sra. Ripoll.- Estamos frente a una situación en la cual, por ejemplo, el secretario de Justicia dijo hoy al diario La Nación: “el código anterior era un tirón de orejas y ahora hay que pasar a la acción más concreta”. Esto sólo logra confirmar todas mis sospechas. Leyendo las propuestas del código, que existen, lo único que en verdad vemos es que hay una utilización de una legítima preocupación de los vecinos por el problema de la seguridad con el objeto de endurecer la legislación y darle más poderes a la policía. Entonces, como ellos son conscientes de que van a crecer los conflictos porque no hay plata para empleos, porque no van a reabrir fuentes de trabajo, porque a todos los que utilizan el espacio público –que hoy están presentes, como los compañeros vendedores ambulantes, cartoneros, travestis y prostitutas– (aplausos) no les dejan ninguna otra salida que estar en la calle, preparan una modificación al Código que significará mano dura para las protestas sociales. Así no va a haber más seguridad. Se los digo a los vecinos que están presentes y que están reclamando con todo derecho mayor seguridad. Con este nuevo Código no va a haber más seguridad. Sí, por el contrario, peligrará la vida de sus hijos. Porque los Ezequiel Demonty, los “chicos de floresta” y los Bulacio, lamentablemente se van a multiplicar por muchos más, debido a los poderes que este Código les dará a la policía. Esta policía es socia de los secuestros, de la prostitución, del juego, de los desarmaderos, de las zonas liberadas y del narcotráfico, más aún con el aporte que encontraron en el Congreso. (Aplausos). Con multas y con arrestos no se solucionan los problemas sociales. Lamentablemente, el ibarrismo también va para ese lado con las modificaciones (aplausos), porque en el código propuesto por uno de los diputados integrantes de su bloque se menciona la permanencia injustificada frente a entidades financieras e inmobiliarias. Efectivamente, ¡quieren cuidar los bancos! Además, el Artículo 99 hace referencia a “las perturbaciones en las empresas de servicios públicos”, porque se viene el tarifazo y, como lo saben, ¡van a penalizar las manifestaciones que hagamos al frente de las empresas de servicios públicos! Por lo tanto, con relación a esto del acecho y merodeo, por más que lo llamen permanencia injustificada –que, además, está expresamente prohibida por la Constitución de la Ciudad–, van a tratar de aplicarlo, dibujando todo lo que puedan para poder llevarlos presos. Fíjense: sobre 106 figuras que tienen las propuestas de modificaciones del Código, a todas las arreglan con pena. Sobre 106 figuras contravencionales, 98 tienen como castigo el arresto. Y ahora permiten que sean utilizadas las comisarías para que el arresto sea ejecutado allí. Eso no tenía ningún antecedente. Pág. 12 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Todos sabemos qué es lo que pasa dentro de las comisarías. Si no, pregúntenles a los padres de Bordón y de los demás chicos, a quienes hicieron desaparecer desde ahí. Por último, quería decirles que creo que el Código también va contra las movilizaciones, porque menciona la “obstrucción de la vía pública sin aviso”. Entonces, va contra los cortes, las marchas, los escraches y los vecinos de Belgrano que salen a cortar la calle por las inundaciones. Dicen que tendrían que avisar y, además, tendrían que obtener un permiso. ¡Nada más ridículo! Uno tiene que ir a protestar a la casa del Jefe de Gobierno Ibarra, y primero tiene que obtener el permiso del tipo contra el cual uno va a protestar. Eso es lo que plantea esta modificación del Código. (Aplausos). Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Diputada Ripoll: le restan 30 segundos de su tiempo. Sra. Ripoll.- No voy a usar más tiempo que el que les corresponde a los demás. Por último, sólo quiero decir a los vecinos que el problema de la policía se resuelve desmantelando el aparato represivo, poniendo control de los vecinos sobre la comisaría, eligiendo el comisario con voto directo y permitiendo a los policías que se agrupen en sindicatos para poderse negar a salir a recaudar para el comisario. De lo contrario, no va a haber más seguridad, sino más chicos muertos. (Aplausos). Participantes Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Voy a nombrar a los primeros cinco participantes para que se acerquen al estrado: Nº 1, Estela Celia Fourmantin; Nº 2, Flavio Rapisard; Nº 3, Adrián Javier Mangioni; Nº 4, Sonia Teresa Sánchez; y Nº 5, Marín León Benito. Tiene la palabra la participante Estela Celia Fourmantin. - La participante no se hace presente. 2.- Flavio Rapisard Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante Flavio Rapisard. Sr. Rapisard.- Todos los proyectos de reforma del Código Contravencional, propuestos tanto por el Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra y sus legisladores y legisladoras como por el empresario-futbolista Mauricio Macri y sus legisladores y legisladoras, son una verdadera declaración de persecución y represión a los ciudadanos y ciudadanas de Buenos Aires. El ibarrismo y el macrismo mienten cuando pretenden hacernos creer que el Código necesita ser reformado por cuestiones de eficacia. Y en esto creo que también se equivoca usted, señor Secretario de Seguridad, Juan Carlos López. El actual Código Contravencional ya es eficaz cuando es aplicado, con sus figuras y sus imprecisiones, para reprimir y perseguir a personas pobres y sin acceso a los circuitos de participación y de consumo. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 13 En una ciudad con el 19,6 por ciento de población pobre, con un 16 por ciento de desocupación, con un índice de desnutrición que el Gobierno local no se atreve a reconocer, con transferencias de nuestro presupuesto a la policía –que se triplicó en el último año– y con una política económica desastrosa que se traduce en el peor acuerdo internacional para el pago de nuestra deuda externa, Aníbal Ibarra y sus supuestos opositores se largaron a una loca carrera de verano para modificar un Código que ya es represivo y nefastamente eficiente. Su carácter represivo ya lo conocen los y las pobres, inmigrantes, jóvenes, las mujeres y travestis en estado de prostitución, los vendedores ambulantes, los piqueteros y piqueteras, es decir, nuestros conciudadanos y conciudadanas sin empleo que forman esos fríos índices que anteriormente cité. Son ellos quienes pueden sostener con total seguridad que el carácter garantista del actual código es cuestionable y relativo. Se miente a los vecinos y a las vecinas cuando se les dice que la policía no tiene herramientas para actuar y prevenir el delito: tienen el actual Código, tienen la inconstitucional Ley de Averiguación de Antecedentes y tienen el Código Penal, con sus figuras retrógradas endurecidas en los últimos años, una y otra vez, por el Congreso Nacional, sin ningún tipo de resultado positivo. ¿Es que el señor Ibarra con sus seguidores y Macri, sentado hoy a su lado en esta empresa, nos quieren hacer creer que al asesinato de Ezequiel Demonty lo cometieron porque a la policía le faltan herramientas legales preventivas para actuar? Vecinos y vecinas: no podemos dejarnos engañar. Lo que el Gobierno local, Macri y los bullrichistas quieren impulsar es una seguridad para una ínfima minoría. Los excluidos y las excluidas, los y las jóvenes, quienes transitan por aquí en busca de un sustento –como los cartoneros y las cartoneras, los vendedores ambulantes, los niños y niñas que son obligados por la pobreza a mendigar–; quienes protestamos porque nuestros sueldos son miserables, porque las jubilaciones y pensiones no alcanzan, porque el sistema de salud está colapsando o porque la juventud no accede a un empleo formal y digno; quienes denunciamos que la pobreza hoy crece a pesar de que los gobiernos de turno lo quieran ocultar con índices macroeconómicos que sólo hablan de las ganancias empresarias; todos y todas, ciudadanos y ciudadanas de Buenos Aires, seremos víctimas de esta empresa delirante que hoy impulsan Ibarra, Macri y Bullrich. Vecinos y vecinas: no seamos nuestros propios victimarios ni verdugos de los que menos tienen. Hay que informarse y leer los proyectos en danza para ver que las figuras contravencionales que impulsan son moralmente aberrantes, políticamente autoritarias, culturalmente discriminatorias y socialmente desastrosas. Por todo esto, nos oponemos al actual Código y a las reformas propuestas. Llamamos a la ciudadanía a organizarse en un gran movimiento que frene esta reforma y que termine con el proyecto de Código Procesal Penal que pretenden tratar el próximo jueves 25 en la Legislatura, con el que le otorgarán a la policía poderes similares a los que se le pretende dar con la reforma del Código de Convivencia. (Aplausos) Y hacemos una convocatoria a trabajar juntos y juntas, todas las organizaciones populares, en la elaboración de una política donde la seguridad sea producto del bienestar de los ciudadanos y las ciudadanas, y no de su represión, como tampoco de la discriminación y la amenaza permanente, que hoy impulsa este Gobierno. (Aplausos) Pág. 14 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 3.- Adrián Javier Mangioni Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante Adrián Javier Mangioni. (Aplausos) Sr. Mangioni.- Buenos días a todos los presentes. Estamos aquí reunidos para considerar el Código de Contravenciones, pero creo que hay cosas que son más importantes. Soy vendedor ambulante. En lo que a mí compete, que es el Artículo 141, veo como un absurdo el hecho de que ciertos diputados quieran dar cárcel a los vendedores, de tres a veinte días. ¡Ridículo! ¿Por qué no se propone meter presos a bancarios y propios políticos? (Aplausos). A falta de trabajo legítimo, lo único que queremos es la supervivencia de nuestra familia. Muchos creen que nosotros somos delincuentes: que robamos las mercaderías y que después las vamos a vender. Nosotros salimos a vender, porque no nos queda otra cosa. Vivimos en un país devastado, porque algunos presidentes vendieron la Nación y otros se quedaron durmiendo en el sillón de Rivadavia. Y fue la única salida que tuvimos. (Aplausos). Parece que quieren una ciudad limpia de vendedores, y por eso nos meten presos. Quizás no quieren que los turistas nos vean, y entonces nos esconden para tapar la desocupación. Esto es lo que quieren todos. ¿No será mejor empadronar a toda esta gente y darles permiso? Nos tratan de delincuentes, porque nos llevan a la cárcel. Pero la cárcel es para los delincuentes y no para los trabajadores; ¡nosotros somos trabajadores independientes! (Aplausos). Dicen que la ciudadanía no está con nosotros. Sin embargo, hoy estuvimos en el subte por la mañana –soy vendedor subterráneo–, juntando algunas firmas para el señor Intendente: ¡miren las que tengo! ¿Cuántas firmas quiere el señor Intendente? ¿70 ó 100 mil firmas? (Aplausos). La gente nos apoya. De cada 40 personas que había en el subte, sólo dos o tres no firmaron. Es decir que todos firmaban, porque nos conocen. Repito: es preferible que nos den permiso, que nos dejen trabajar honradamente y que no nos persigan. Por otro lado, puedo comprender lo de Metrovías, ya que Metrovías-Roggio viene de la época de la dictadura. Ellos se enriquecieron en la época de la dictadura. Entonces, nos golpean y nos amenazan: yo tengo un golpe en la cabeza. Además, nos tiran afuera del subte. Pero lo puedo comprender de ellos, ya que hay represores dentro del subte, como Roggio, y además hoy tienen agentes de la Policía Federal, que son contratados para hacer adicionales. Todos mandados por un civil, que pertenece a Metrovías. Así que ahora nos golpean, nos amenazan y nos hacen contravenciones, que no existen. Por ejemplo, a un compañero –acá tengo la contravención, porque todo lo que digo está documentado– le sacaron 120 estampitas y le hicieron una contravención. La mendicidad no es un delito. Quieren enviar a la cárcel a gente que lo único que quiere es que sus hijos no sean un caso más de desnutrición. (Aplausos). Son 200 compañeros del subte y con el dinero que recaudan viven 1200 personas, tenemos todo empadronado. Si no podemos vender porque nos meten presos, ¿qué es lo que quieren? ¿Que hagamos campamento en la Legislatura, frente a Casa de Gobierno... 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 15 Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Señor Mangioni: le restan 30 segundos para terminar con su exposición. - Manifestaciones en la sala. Sr. Mangioni.- Yo fui dueño de una Editorial, que fue lo único que tuve. Salíamos a vender, porque mis padres me enseñaron a trabajar. Muchas gracias a todos. (Aplausos) - Manifestaciones en la sala. Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 4, Sonia Teresa Sánchez. - La participante no se hace presente. 5.- Martín León Benito Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 5, Martín León Benito. Sr. Benito.- Buenos días. Mi nombre legal será Martín Benito León, pero mi nombre real es Mónica León, como todo el mundo me conoce. (Aplausos). - Manifestaciones en la sala. Sr. Benito.- Me enorgullece estar aquí presente, en el Teatro San Martín, testigo éste de innumerables eventos, que sólo pueden manifestarse en un régimen democrático. En el nacimiento de este nuevo milenio, estamos siendo testigos y partícipes de movidas enriquecedoras para nuestra humanidad. Y de eso se trata esta audiencia: de ponernos de acuerdo con la sociedad toda en coordinar normas y reglamentaciones que protejan el derecho inalienable que cada ser humano tiene al ser protagonista de su propio destino y de nuestra patria. En este proceso de evolución sociocultural, busco como presidenta de la Asociación Civil Dondolin y coordinadora del área travesti en derechos civiles de la comunidad homosexual argentina, que se nos reconozcan nuestros derechos civiles; es decir, gozar de nuestros deberes, derechos y garantías constitucionales; un marco legal que nos represente; un documento único de identidad; y así, paso a paso, llegar al respeto social correspondido. ¿Sabían ustedes que amparados en la ejecución del Artículo 71, algunos miembros de las fuerzas policiales violan arbitrariamente los siguientes artículos: Artículo 1°, Derecho; Artículo 3°, Defensa del Imputado; Artículo 4°, Intérpretes; Artículo 22, Aprensión; Artículo 23, Aprensión de extranjeros y extranjeras; Artículo 36 bis, Identificación; Artículo 37, Intimación y notificación de derechos? Por consiguiente, otro Pág. 16 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 tema a tratar es la derogación del Artículo 71, que pena la oferta y demanda de sexo en la vía pública y la activación de proyectos de ley que despenalicen el trabajo sexual y lo legitimen como actividad autónoma para los que la eligen. No me he presentado sólo acá para exigir, sino también para hacer públicos ciertos logros hasta ahora alcanzados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como la Resolución 122, “Recomiéndase a los establecimientos educativos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a las dependencias de la Secretaría de Educación que se garantice el respeto por la identidad de género, dignidad e integración de las personas pertenecientes a minorías sexuales” o como la Ley de Unión Civil 1.004, presentada por la Comunidad Homosexual Argentina, en la que los homosexuales nos podemos unir civilmente, hecho inédito en América Latina. No existen leyes o resoluciones que garanticen el respeto por la identidad de género en el ámbito de la salud pública y en el Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Pero no tienen acceso a mejores tratamiento de salud contra el VIH –SIDA–, tuberculosis, hepatitis, etcétera, o a la eficacia del accionar de tribunales, instituciones y organismos de la Ciudad de Buenos Aires dispuestos a afianzar la justicia y asegurar los beneficios de la libertad. Lamentablemente, esta situación de mejoría es sólo local y, tanto a mí como a la comunidad, nos interesa que los logros tengan alcance nacional. Las declaraciones, derechos y garantías que enumera la Constitución no serán entendidos como negación de otros derechos y garantías no enumerados; nacen del principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana del gobierno, según el Artículo 33 de la Constitución Nacional de la República Argentina. Muchísimas gracias. (Aplausos). 6.- Gustavo Adolfo Gilardi Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 6, Gustavo Adolfo Gilardi. Sr. Gilardi.- Buenas días a todos. Mi nombre es Norma Gilardi y soy secretaria de ALITT. Los travestis no somos oponentes a cualquier código contravencional ni a las reformas impulsadas por Ibarra y Macri. Es mentira que el Código Contravencional es ineficaz; el Código Contravencional es eficaz a la ahora de reprimir a las y a los pobres, a las y a los piqueteros, a las y a los jóvenes, entre otros y otras. La policía aplica una y otra vez de manera irregular tanto el Código Contravencional como la ley de averiguación de antecedentes. Con una u otra ley, la policía puede detenernos y lo hace. A la detención se suman las amenazas y torturas a las que somos sometidas en la vía pública y en la comisaría. Por esto, darle más poder a la policía y a los fiscales es peligroso. Los defensores nunca aparecen. Los policías acumulan actas hechas de manera irregular con testigos forzados; nunca cumplen con los tres apercibimientos. ¿De qué garantías nos hablan? El Código Contravencional actual ya permite esta situación, y la reforma la empeora. Si bien el Artículo 71 judicializa la prostitución, es utilizado para perseguir a los travestis por el sólo hecho de ser travestis en su vida cotidiana. (Aplausos). 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 17 Alguna de las reformas propuestas considera que vestir ropa del sexo opuesto constituye un atentado a los sentimientos individuales. Parece ser que algunos legisladores o legisladoras se olvidaron de que la identidad de género es un derecho y que la no discriminación es un derecho constitucional –tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en el territorio nacional– a partir de la última reforma de la ley antidiscriminación. Por todo esto, nos oponemos a la reforma del Código Contravencional. ALITT, Asociación de Lucha por Identidad de Travestis y Transexuales. (Aplausos). - Manifestaciones en la sala. 7.- María Salomón Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 7, señora María Salomón. Sra. Salomón.- Mi nombre es Guadalupe Salomón. Hay cosas sobre las que no quisiera hablar porque ya lo hicieron Flavio, Mónica y Norma. Nosotros estamos en contra de las reformas represivas que en este momento están presentadas como proyectos en la Legislatura porteña, tanto por la gente de los grupos de Macri y Bullrich, como por la gente de Ibarra. Da la impresión de que la derecha viniera por el lado de Bullrich y de Macri, pero me parece que los proyectos de Ibarra están exactamente en el mismo nivel. (Aplausos). Desde el año 1998, nosotros sospechamos de este código contravencional. En su momento, fue festejado por la justísima derogación de los edictos policiales, cuyas prácticas no se detuvieron en esta ciudad porque en este país la averiguación de antecedentes y su consecuente detención, sigue siendo legal. En el año 1991 se convirtió en ley un decreto de la dictadura militar. (Aplausos). Así que tampoco pueden decir que la policía no tiene herramientas; tiene más herramientas de las que debería tener. Por otro lado, en el año 99, con la primera reforma del Código Contravencional, nuestras sospechas quedaron esclarecidas cuando la Alianza votó el primer endurecimiento del código que empezó, como siempre y cobardemente, por el lado de las prostitutas y los travestis, que son los grupos que esta sociedad menos defiende y que los vecinos más atacan. En ese momento, Ibarra levantó la mano para votar contra las prostitutas y las travestis, incluso diciendo en su discurso que sabía que las estaba enviando al infierno. Ni él ni tantos otros legisladores tuvieron dudas a la hora de votar. Lo que está pasando en este momento es una continuación de los que paso en el 99, porque no hay ningún proyecto, ni en el ámbito nacional ni en el de la Ciudad, que demuestre que alguno de los ejecutivos o legisladores de este país esté dispuesto a incluir de nuevo, en algún lado digno, a más del 50 por ciento de la población que en este momento se está muriendo de hambre y no tiene trabajo. (Aplausos). Como no hay proyectos para eso, hay proyectos para reprimir. Tenemos un Código Penal bastante duro y cuestionado no sólo en la Argentina, y con eso debiera bastar. Las Pág. 18 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 contravenciones no son delitos pero, como no pueden modificar el Código Penal porque no se pueden poner de acuerdo en los lobbies internos, intentan llenar un código contravencional de figuras semidelictivas para meter en cana a la gente que tiene que salir a trabajar de lo que puede, porque no le queda otra cosa que hacer. (Aplausos). No voy a entrar a discutir la inconstitucionalidad de todos los proyectos de reforma del Código Contravencional y de los que se presentarán el 25 de marzo en la Legislatura para instalar el Código Procesal Penal. No soy abogada; estoy acá porque hace tres meses que nos venimos reuniendo y lo que la gente nos cuenta que está pasando con la policía y las fuerzas de seguridad es atroz. Bastaría ir a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad –no a partidos políticos– o a la CORRREPI para constatar los casos de la gente que se anima a denunciar lo que la policía esta haciendo en este momento y lo que el Gobierno de la Ciudad le pide a la policía que haga. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sra. Salomón.- Para finalizar, me voy a referir a una sola de las modificaciones que se quiere presentar para esta reforma del Código Contravencional, y me permito disentir con el Jefe de Seguridad, el señor Juan Carlos López, que cuando abrió esta reunión… - Manifestaciones en la sala. Sra. Salomón.- …dijo casi literalmente –no llegué a copiar todo–: “ciertos sectores que vuelven a cometer una contravención y la cometen frente al Estado o al gobierno”; no sé cuál fue exactamente la frase, pero se estaba refiriendo a la figura de reincidencia. Mucho se habla acá y le conviene al ibarrismo, porque el ibarrismo está progresistamente en contra de las figuras de merodeo y acecho, que probablemente ni entren, pero la figura de reincidencia es mucho más “jodida”, porque ésta va en contra de pobres y desocupados. (Aplausos) La señora que saca la basura fuera del horario y viene la policía y le levanta un acta de contravención –cosa que sería una especie de milagro en esta ciudad– no va a volver a sacar la basura si tiene que pagar una multa. Ahora las mujeres y las travestis en estado de prostitución, los vendedores ambulantes, los piqueteros, los que viven en la calle, todos ellos tienen que reincidir porque sobreviven haciendo eso. (Aplausos). Por más que una prostituta vaya en “cana”, la “fajen” y la “revienten”, y la policía le saque la “guita”, al día siguiente va a tener que estar en la misma esquina, porque si no, no tiene plata para llevar a la casa. (Aplausos). Lo mismo sucede con el piquetero que viene a pedir por sus derechos. Entonces, ésa es la gente que un día por una contravención, que –repito– no es un delito, un día va a estar uno o dos años en cárcel. ¿Por qué? Por haber cometido una contravención, por haber salido a trabajar de lo que esta ciudad miserable la deja trabajar. (Aplausos) Si salen a la calle todas las noches, van a ver que hay ciento de chicos revolviendo la basura y no veo un proyecto serio para hacer que esa gente esté donde tiene que estar, que no es en la calle, pero tampoco es en la cárcel: es trabajando, es en la escuela y es en los hospitales. Todo se vino abajo, y ésta gente le pone cercos a las plazas. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 19 - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 8, señor Daniel Alberto Acosta. - El participante no se hace presente. 9.- Néstor Julián Iriarte Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 9, señor Néstor Julián Iriarte. Sr. Iriarte.- Buenas tardes. Según un informe presentado por la CORREPI, durante el año 2003 la Policía Federal Argentina asesinó a 126 ciudadanos inocentes, 126 casos de “gatillo fácil”, 126 vidas arrebatas por integrantes de una institución que a diario se ve envuelta en hechos que nada tienen que ver con sus deberes, cuyos dos últimos jefes fueron echados en medio de escándalos por represión y corrupción, y día a día vemos en los medios de difusión nuevos casos de policías involucrados en secuestros extorsivos, robos a mano armada, juego clandestino, coimas a delincuentes a cambio de zonas liberadas. En resumen, la Policía Federal Argentina es una de las instituciones más descompuestas del país. Sus integrantes, teóricamente, son los encargados de velar por nuestra seguridad, pero lamentablemente son, junto a los gobiernos y empresarios corruptos, los principales responsables del caos e inseguridad en que nos toca hoy vivir. Yo le pregunto al señor Jefe de Gobierno: ¿usted va a permitir que los habitantes de esta ciudad quedemos a disposición de esta institución? ¿Usted va a permitir que tengan el poder de detener hasta 20 días a quien no le caiga en gracia? ¿Usted va a permitir que puedan llevarse a un chico de 14 años, violando la Constitución Nacional y diferentes tratados internacionales firmados por nuestro país en los cuales se prohíbe la detención de menores de 18 años? ¿Usted va a permitir que violen nuestros derechos democráticos que tanto nos costó conseguir y que nos quieran quitar nuestra vida social? ¿Usted va a permitir que no podamos siquiera sentarnos en una plaza por temor a que un agente nos detenga por portación de rostro, desconociendo por completo nuestros derechos constitucionales? El actual Código de Convivencia lo conseguimos a través de la lucha y la movilización de la gente, de los que queremos vivir en libertad, de los que disfrutamos de caminar por las calles de la ciudad, de los que nos negamos a vivir encerrados en nuestras casas, de los que creemos que los espacios públicos nos pertenecen a todos y tenemos derecho a usarlos. Por eso, le pedimos que no permita la modificación del código, que no se deje presionar, que no se convierta en cómplice de los que son los verdaderos delincuentes que son los empresarios que vaciaron el país y que se quedaron con nuestros ahorros, que rematan nuestras casas, entre los que se encuentra la familia Macri, responsable de fundir el Correo Argentino (Aplausos) dejándole una deuda al Estado –o sea a todos nosotros– de 900 millones de pesos, que se enriqueció a costa del pueblo haciendo grandes negociados con los gobiernos corruptos de turno. Entonces, nos queda bien claro que a personas de estas características lo que menos le interesa es el bienestar de los ciudadanos. Pág. 20 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Ahora nos quieren hacer creer que están a favor del pueblo. Nos mienten al decirnos que con la modificación del código se van a acabar los asesinatos, violaciones, secuestros y el estado de inseguridad en el que vivimos por culpa de sus políticas de saqueo y de exclusión social. En realidad, lo único que intentan hacer es que retrocedamos, que volvamos a la época de los edictos, que la gente no esté en la calle, que no podamos manifestarnos ante las injusticias, porque si hay algo que el señor Macri tiene en claro es que cuando la gente gana la calle para defender sus derechos, no hay fuerza policial que la pueda detener, por eso intentan frenarnos y atemorizarnos queriendo imponer el Código Contravencional digno de la época dictadura, que no tiene base legal, que viola la Constitución de la Ciudad e, inclusive, la Constitución de la Nación. Por todo esto, le pedimos al señor Ibarra que defienda a los habitantes de esta ciudad y que si realmente piensa en nuestra seguridad no nos deje en manos de una institución corrupta, mafiosa y represiva, como es la Policía Federal Argentina. Gracias. - Aplausos y manifestaciones en la sala. 10.- Silvia Delfino Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 10, señora Silvia Delfino. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sra. Delfino.- Señor Vicejefe de Gobierno, señores, nosotros: esta Audiencia Pública va a ser un fraude si no produce una deliberación abierta y explícita respecto de los contenidos represivos de dos propuestas. Mientras el Gobierno de la Ciudad se llena la boca y hace publicidad respecto a la memoria y del recuerdo de la dictadura, en este momento los legisladores, que no están presentes en esta audiencia y de hecho la constituyen en un fraude, están dispuestos a votar un enlace entre este Código Contravencional represivo y Código Procesal Penal, que le va a otorgar a la policía y a los fiscales contravencionales poderes inconstitucionales. (Aplausos). Por eso, no nos sorprende que no estén presentes los legisladores y que con su ausencia conviertan a esta audiencia en un fraude y un simulacro de deliberación pública y colectiva. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sra. Delfino.- Tenemos experiencia en la Argentina en que bajo el discurso de la seguridad y la sospecha se han naturalizado los procedimientos y las planificaciones sistemática de represión y hasta exterminio con el consentimiento, omisión o supuesta ignorancia de los legisladores y jueces responsables de la violencia policial e institucional. Por eso, hoy venimos a reclamar un debate amplio, que incluya a la totalidad de la ciudadanía y que permita que los movimientos sociales que estamos en la lucha antirepresiva desde hace más de 30 años, participemos en la discusión respecto de todos los proyectos y de su carácter represivo, ya que bajo la excusa de la ineficacia en el 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 21 procedimiento, van a incluir una aceleración del circuito judicial, que implica otorgarle a los fiscales contravencionales porteños un poder de policía que va a jugar simultáneamente con una supuesta policía contravencional para la Ciudad de Buenos Aires. Se nos ha dicho explícitamente al comienzo de este encuentro que la ineficacia en la aplicación del código de la policía y que la imposibilidad de otorgar penas a delitos ambiguos y de escasa delimitación, justificaría una escalada represiva que ya estamos viviendo desde hace treinta años en nuestra ciudad, que incluye, por un lado, la propaganda del recuerdo y la memoria y, simultáneamente, el aumento de la represión y la persecución. (Aplausos). Por ello, queremos denunciar que la violencia policial e institucional es responsabilidad directa de los funcionarios del Poder Ejecutivo y de los legisladores de la Ciudad de Buenos Aires, quienes con su ausencia –excepto aquellos que están luchando contra esta reforma del Código Contravencional– han convertido este acto en un fraude, a no ser que se revierta la situación y se decida suspender la reforma del Código, invitándose a una participación activa del movimiento social involucrado en la lucha anti-represiva (Aplausos). Muchas gracias. Expositores Diputada Beatriz Baltroc Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Tiene la palabra la señora diputada Beatriz Margarita Baltroc, en su carácter de expositora. - Manifestaciones en la sala. Sra. Baltroc.- Voy a hablar en nombre del bloque Autonomía Popular, que integro junto con la señora diputada Mónica María Bianchi, también aquí presente. El Código Contravencional sancionado en 1998 tuvo como objetivo consagrar las disposiciones de fondo respecto de las diversas problemáticas vinculadas con la convivencia cotidiana en nuestra ciudad. Abolió edictos de corte represivo que transformaban a ciudadanos indefensos, especialmente jóvenes, prostitutas y travestis, en rehenes del aparato policial. Los años transcurridos sin duda permiten efectuar una nueva mirada para evaluar el pro y el contra de dicha norma. La mayoría de los proyectos de reforma presentados en la actualidad apuntan a desandar una política de avanzada en materia contravencional con el engañoso argumento de que el aumento de las penas redundará en mayor seguridad. La resolución de los gravísimos problemas de seguridad que todos padecemos es materia de otra legislación, de otras políticas preventivas y, sin dudas, de la eliminación de los altos niveles de corrupción en las fuerzas de seguridad. Si el Código Contravencional falló fue porque no se aplicó. El mismo prevé sanciones al suministro de alcohol a menores, a los ruidos molestos y a muchas figuras más. Sin embargo, tanto los fiscales contravencionales como las autoridades de aplicación Pág. 22 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 no actuaron cuando era necesario actuar. Durante los últimos años no existieron los controles que hubieran posibilitado el efectivo cumplimiento de la ley. Es así como muchos vecinos han debido batallar solos en casos como, por ejemplo, los de locales de baile sin habilitación y sin instalaciones para incendios, quedando éstos sin ningún tipo de defensa frente a una trama de corrupción instalada entre los inspectores y la policía. Pero la legislación estaba vigente. En la actualidad nos oponemos a reformas que impliquen la eliminación del principio de lesividad, a bajar la edad de imputabilidad de los menores –contradiciendo los tratados internacionales (Aplausos)–, a transformar al arresto en la pena principal, a instalar la autoincriminación coactiva, a establecer penas mayores a las previstas en el Código Penal. Asimismo, rechazamos la inclusión de figuras como el “acecho” o la “permanencia indebida”, porque vulnera el Artículo 13 de la Constitución de la Ciudad, que establece que en materia contravencional no rige la represión preventiva. Nos oponemos a los que no quieren resolver un conflicto de convivencia por vía de la conciliación y también a dejar abierta la posibilidad de utilizar establecimientos policiales como lugar de cumplimiento de la pena de arresto. Indudablemente, si se diera un amplio debate con participación de todas las organizaciones sociales involucradas, este Código podría mejorarse. Pero tememos que abrir el debate signifique retroceder. Antes de finalizar, quisiera destacar dos cuestiones. La primera tiene que ver con fallos recientes de la Justicia Contravencional en Primera Instancia, que declara inconstitucional el Artículo 71 (Aplausos). En segundo lugar, deseo plantear que, en el debate legislativo, al menos nuestro bloque no va a aceptar propuestas de corte represivo que restrinjan fuertemente las libertades de los ciudadanos, otorgándole un poder indiscriminado al aparato policial. Nada más y muchas gracias (Aplausos). Participantes Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Voy a nombrar a los próximos cinco participantes para que se vayan acercando. De todas maneras, luego los llamaré de a uno. Participante Nº 11, Zulema Matilde Lucero; Nº 12, Daniel Domingo Cezare, Nº 13, Carlos Bloise; Nº 14, Esther Lemes Ríos; y 15; Martín Andrés Iommi. 11.- Zulema Matilde Lucero Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Tiene la palabra la participante Zulema Matilde Lucero. Sra. Lucero.- Buenos días a todos. Soy integrante de la Asamblea Botánico, del barrio de Palermo. En primer lugar, quiero decir que lamento que el señor Vicejefe de Gobierno, Jorge Telerman, se haya ido de esta Audiencia, porque si bien yo no lo elegí, creo que tenía la obligación de quedarse y escuchar lo que todos íbamos a decir (Aplausos). No voy a hablar de la parte legal, porque sé que hay personas y organizaciones de derechos humanos que hablarán sobre ese tema. No voy a hablar de la inconstitucionalidad 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 23 de la reforma, porque estoy segura de que los legisladores y legisladoras que impulsan estas reformas saben que están violando no sólo la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, sino también la Constitución Nacional. Me voy a referir a lo que para mí significa esta reforma, que es, ni más ni menos, darle mayor poder a la policía. Poder para que golpee sobre los sectores más vulnerables y castigados. Poder en nombre de la seguridad que muchos y muchas creen que viene de la mano dura. Las contravenciones y edictos se usaron y siguen usándose, tanto en la Ciudad como en el resto del país, para reprimir manifestaciones y reuniones públicas, pero también para perseguir por edad, color de piel, identidad de género, orientación sexual, clase o simple portación de rostro, en una abierta criminalización de la pobreza, la indigencia y la protesta. A estas personas son a las que pretenden golpear con la mano dura (Aplausos). Los legisladores y legisladoras que impulsan estas reformas nunca se sentaron seriamente a intentar buscar una solución a los problemas que sufren estos hombres y mujeres (Aplausos). Éste no es un problema de seguridad o de inseguridad, sino un problema social. Sólo piensan que con cárcel, persecución y multas conseguirán que los y las habitantes de la Ciudad de Buenos Aires nos sintamos seguros. Pero aquí el problema es la exclusión, la marginación y la desigualdad social. Además de esto, ¿a qué policía pretenden darle ese poder? A la policía sospechada de manejar el negocio de la prostitución, el tráfico de drogas, y sospechada también de ser partícipe de secuestros y robos. Pero, sobre todas las cosas, a la policía responsable del gatillo fácil (aplausos), responsable del asesinato de: Walter Bulacio, Ezequiel Demonty, Carlos Almirón, Diego Lamagna, Gastón Riva, Alberto Márquez, Gustavo Benedetto, Cristian Gómez, Maximiliano Tasca, Adrián Mataza, Lucas Ariel Roldán, Roque Villagra, Marcelo Báez, Marcelo Acosta, Daniel Barboza, Alejandro Gramajo, Marcos Viera, y muchos más. (Aplausos). - Manifestaciones en la sala. Sra. Lucero.- Yo no quiero más policías con más poder para matar, torturar y perseguir. Me opongo a la reforma del Código Contravencional por ser una reforma represiva. Y me opongo a la implementación del anexo del Código Procesal a través del pacto IbarraMacri, que permitirá requisas y detenciones sin orden judicial, incomunicación total dictaminada por la policía, detenciones compulsivas de testigos y demoras de cualquier persona durante ocho horas, entre otras cosas. El nuevo Código no hará otra cosa que convalidar el accionar de la policía. En el informe anual del año 2003, que está sustentado en registros de casos, la CORREPI afirma que el Estado Argentino asesina una persona cada 60 horas. Les pregunto a los legisladores y legisladoras: ¿hasta dónde piensan aumentar esta cifra? Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Le restan 30 segundos de su tiempo. Sra. Lucero.- ¿Hasta dónde están dispuestos y dispuestas a mancharse las manos con sangre? Gracias. (Aplausos y manifestaciones). Pág. 24 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 12.- Daniel Domingo Cezare Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante Daniel Domingo Cezare. Sr. Cezare.- Soy miembro de la Comisión de Delegados de los Vendedores que desarrollamos nuestra actividad en trenes subterráneos de la ciudad. (Aplausos). Vengo especialmente a plantear mi preocupación y la de todos mis compañeros por las consecuencias que deparará la aplicación del proyecto de ley aquí discutido –sin dejar de expresar nuestra completa solidaridad con todos los demás sectores afectados– en lo referido a las penalidades propuestas para sancionar a quienes sean encontrados vendiendo en la vía pública sin permiso. Hemos efectuado numerosas gestiones en la dependencia encargada de verificaciones y permisos de la ciudad, y se nos respondió que no hay permisos para nadie desde el año 1993. En ese entonces se otorgaban permisos con una vigencia de seis meses, que se renovaban después. En la actualidad, no existe un solo vendedor en toda la ciudad, ni un puesto callejero de flores, ni de diarios, nadie, que pueda exhibir un permiso ante la autoridad que se lo exija, con lo cual todos quedaríamos expuestos a las penalidades que esta ley sancione. Esto constituye una contradicción tan enorme, que sería como pedirle al olmo peras, para no cortarlo, o darle la oportunidad al perro de que maúlle antes de matarlo. Los dirigentes políticos parecen haber olvidado sus orígenes o el de sus benefactores, aquellos que posibilitaron que ellos mismos estudiaran y desarrollaran una carrera en sus respectivos rubros. La consecuencia de ese olvido es la pérdida del rumbo como país, al punto de estar con problemas económicos y sociales gravísimos, ocupados en minucias y mezquindades, ante la descarada defensa de intereses de grupos económicos responsables del estado de miseria en el que vivimos. Con desfachatada hipocresía se proponen planes asistenciales para desocupados y, por otro lado, se persigue a las personas que trabajamos sin solicitar ningún tipo de ayuda, argumentando que carecemos de permiso. No tenían permiso los hombres y mujeres que llegaron al país en las dos grandes olas inmigratorias producidas a fines del siglo XIX y en la primera mitad del XX, que –como nosotros– tuvieron que salir a vender en la calle y en medios de transporte para vivir. Entre nuestros antecesores, no podemos olvidar al querido “Chuenga”, que repartía sus caramelos en subtes, colectivos y canchas de fútbol, ni tampoco a otros más exitosos, que llegaron a ser comerciantes o grandes empresarios y que, debido a la fortaleza que adquirieron en la lucha diaria, fueron los que mejor soportaron los altibajos de una economía fuertemente dependiente del extranjero. El mismo ex presidente Menem recordó a su papá como vendedor de peines y jabones, que dio estudio a sus hijos. - Manifestaciones en la sala. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 25 Sr. Cezare.- Lamentablemente, en este caso es penoso recordarlo, pero lo cierto es que dio estudio a sus hijos y trabajo a muchas familias. Los hermanos Mastellone contaron que su papá vendía leche en un carro por las calles de General Rodríguez. Julio Pagani fabricaba caramelos en su casa para salir a venderlos en colectivos y casa por casa, hasta que instaló la primera fábrica de Arcor, que hoy es una de las mayores productoras de golosinas del mundo. Y dejo en el tintero a grandes empresarios textiles, de la industria alimenticia y hasta electrónica, con un origen semejante, de vendedores ambulantes en la vía pública. ¿Por qué fracasó el país, si hubo personas como las que mencioné? La respuesta es simple: porque se privilegió a los pseudo empresarios, que se dedicaron a hacer negociados, como proveedores del Estado, y luego se convirtieron en propietarios de las empresas que se privatizaron. En el caso de los subterráneos, se trata de uno de los regalos más alevosos que ha hecho la privatización de Dromi y Menem (aplausos) a un grupo económico constituido por Roggio y también por Macri. Nosotros creíamos que era sólo Roggio, pero el otro día me han comunicado que un testaferro de Macri, el señor Cirigliano, forma parte y es el presidente de Metrovías. Porque los verdaderos empresarios no saben hacer lobby, y se dedican a trabajar con esfuerzo y sacrificio... Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Le restan 30 segundos de su tiempo. Sr. Cezare.- ...mientras los dirigentes políticos, pese a ser –muchos de ellos– hijos de beneficiarios de pioneros de un país distinto del que hoy tenemos, se olvidaron de éstos y volcaron sus favores a los especuladores. Los vendedores independientes movemos en conjunto una enorme masa de dinero que da trabajo a mayoristas y fabricantes que, a su vez, tienen obreros y empleados, y todos tributan, de una manera u otra, por lo que elaboran, venden o consumen. Así retorna al Estado un porcentaje de nuestro trabajo para el desarrollo futuro de muchos. Actualmente estamos efectuando gestiones para que, a través de una ley de la Legislatura, nos otorguen el permiso para trabajar y así nos deje de atropellar la policía y la empresa Metrovías. Cuando obtengamos ese permiso, muchos de nosotros podremos llegar a ser como aquellos comerciantes, vendedores o empresarios, que dieron a este país un desarrollo diferente. Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Su tiempo se ha cumplido. Sr. Cezare.- La represión que efectúa Metrovías es terrible. Es alevoso que los represores que forman la dirección del personal de seguridad de Metrovías estén trabajando. Los hemos denunciado, pero siguen ahí. ¡Formaron parte de la “Triple A” y de la represión durante la dictadura militar! (Aplausos). Ellos hacen actas, como ésta que tengo aquí (exhibe un papel), que no tienen numeración, ni folio, y cuando les pedimos que nos entreguen una copia para nosotros, lo hacen con mala cara. Eso nos ocurre a los que podemos exigirla, porque a los más “débiles” no se las dan, sino que los basurean, los insultan y les pegan. Golpean a las mujeres. Cuando pusieron perros en el subte, han mordido a chicos y a una señora de 77 años, que está aquí presente. Todo lo hizo esa policía canina... (Aplausos). Pág. 26 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Por favor, vaya redondeando. Sr. Cezare.- La Policía Federal es pagada por todos los ciudadanos, pero les hacen creer que son pagados por Metrovías y, aun siendo uniformados, nos reprime y nos golpea. He presentado una denuncia personal, aparte de todas las denuncias que se han hecho, por un alevoso golpe en la cabeza, a traición, que recientemente me dio un uniformado en la Estación Constitución. He hecho denuncias, como lo hemos hecho todos desde el grupo de delegados. Hemos presentado denuncias en la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura, y también elevamos un acta-petitorio al Jefe de Gobierno de la Ciudad, al Presidente de la Nación y al Ministro de Planeamiento. El Jefe de Gobierno Ibarra no se presentó. Aquí, en la mesa de la Presidencia, hay tres sillas vacías. El señor Vicejefe de Gobierno terminó escapándose; se borró, ¡se han reído de nosotros! (Aplausos). Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Señor Cezare: su tiempo se ha cumplido. Sr. Cezare.- Convocan a esta audiencia pública para hacernos creer que nosotros podemos decir algo, y después van a hacer lo que se les cante, porque así hacen siempre. (Aplausos). Por lo tanto, yo denuncio aquí que hay tres sillas que deberían estar ocupadas. En primer lugar, por el Jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra; en segundo término, por el señor Telerman, que se fue con una sonrisa, y que no ha vuelto. Aquí me dicen que mi tiempo se acaba; en realidad, se acabó hace rato. Pero yo vengo a decir la verdad. (Aplausos). Y la verdad es que siguen creando formas de detención, buscando las consecuencias. Yo les digo lo que dijo el presidente Kirchner: “La única deuda es con el pueblo”, y se tiene que terminar este tipo de arreglos para los grupos económicos que se quedaron con el país. Esto lo comenzó la dictadura militar y Menem, completamente, lo terminó de redondear: se ha entregado el país alevosamente. Nos hemos enterado de que a algún vendedor que ha tenido antecedentes policiales, los represores que trabajan en Metrovías lo han encerrado en un bar de la Estación 1° Junta de la Línea A y lo han tenido privado de su libertad, amenazándolo de muerte. En años anteriores, a un joven vendedor de la Línea B le han quebrado las piernas, y jamás pudo volver a trabajar, no sólo en la Línea B sino en los subterráneos, porque no le permitieron bajar. (Aplausos). Estos atropellos son múltiples. Con fecha 12 de marzo, hay una declaración de repudio al accionar de Metrovías presentada por el diputado Roy Cortina y firmada por diez diputados, que hoy se trata en la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura, que hace referencia a que “La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires declara su más enérgico repudio ante los reiterados y gravísimos abusos cometidos por las fuerzas de seguridad de la empresa Metrovías contra los vendedores ambulantes. El maltrato físico, psíquico y verbal, así como la retención de mercadería en condiciones irregulares y la privación ilegítima de la libertad, nos lleva a expresar nuestra más profunda solidaridad con estos trabajadores. Al mismo tiempo, solicita al Poder Ejecutivo que, a través de las áreas que corresponda, disponga de 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 27 los medios necesarios para favorecer la regularización de la actividad desarrollada por los mismos”. Además, hay un listado con todos los autos, pero no voy a continuar, porque sería un abuso para los que están anotados para hacer uso de la palabra. Desde ya, quienes quieran tener copia, así como los periodistas presentes, no tienen más que acercarse. (Aplausos). 13.- Carlos Bloise Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 13, Carlos Bloise. Sr. Bloise.- Buenas tardes. Mi nombre es Carlos Bloise y pertenezco a la Asamblea Botánico de Palermo. Más allá de que acá somos todos amigos, quienes tendrían que estar dando la cara, los que motivaron esta audiencia no están presentes. - Manifestaciones en la sala. Sr. Bloise.- Ni siquiera el señor Telerman tiene el coraje de estar presente pero, a pesar de eso, voy a hacer mi exposición. En principio, me opongo a todo tipo de reforma al Código Contravencional, porque de por sí éste tiene un carácter altamente represivo y estas reformas, absolutamente todas, profundizarían esta característica. Además, porque son claramente inconstitucionales con respecto al Artículo 13 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Voy a tomar una de las figuras que andan dando vueltas, que es la de “merodeo” o “permanencia injustificada”. Es una abominación este tipo de planteos frente al contexto social que estamos viviendo. Cientos de miles de personas en esta ciudad estamos sin trabajo, fuera del sistema, y sin acceso a bienes básicos. Digo entonces, por ejemplo, ¿quién puede calificar a una persona que está cargada de angustia, depresión, de incertidumbre, sin trabajo y sin contención de ningún tipo como de “merodeo” o “permanencia injustificada” a cualquier hora del día, frente a una institución, en el banco de una plaza o donde sea? Quizás, la misma policía que también está sospechada de corrupción, será la que evalúe la figura de “actitud sospechosa” o “peligrosa”. Para mí, la permanencia en sus bancas de estos legisladores que tratan de minimizar la pobreza, la desocupación, la marginación y el hambre, a través de armas represivas, es totalmente injustificada. Tal vez sería interesante que procuren dar dignidad a las personas, que promuevan proyectos que generen trabajo genuino y plena ocupación. Quizás, de esa manera, logren recuperar el respeto, en principio, hacia nosotros, que es fundamental y hacia nuestros vecinos. Como consecuencia, seguramente practicaríamos la no-discriminación hacia la diversidad, y hoy no estaríamos perdiendo el tiempo en esta audiencia, porque ni siquiera sería necesario un Código de Convivencia. Pág. 28 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Los jueces interpretan el espíritu de las leyes; es obligación de los legisladores y legisladoras interpretar el espíritu de lo que la gente pide. Seguridad, señores, no es represión y no es cárcel; trabajo es ocupación (aplausos); seguridad es acceso irrestricto a la educación y a la salud y es total y absoluta igualdad de derecho y de oportunidades para todas y todos los habitantes. Por último, por más que estos personajes no estén presentes, voy a hacer un gesto de urbanidad, de educación y de convivencia, pidiendo disculpas a estos señores y señoras que a lo mejor se han sentido importunados en algún momento por algunas de mis manifestaciones, tratando de que esto sea un acto de reciprocidad, ya que estos personajes ausentes hace años que nos importunan, acechando y merodeando nuestras vidas (aplausos), dictando normas de conducta acerca de cómo debemos comportarnos, vaya a saber con qué criterio. En realidad, digo que se sostienen en estas posturas presentando esa figura tan particular que han planteado, que es el “cambio malicioso de apariencia”, aunque yo diría “cambio malicioso de apariencia de honestidad, de equidad, de ética y de idoneidad para cumplir con sus funciones”. (Aplausos). A lo mejor, si charlaran un poco con la gente o con el pueblo se darían cuenta de que su función es procurar que ellos no anden revolviendo basura, tratando como pueden de sobrevivir diariamente y que, a veces, hasta lleguen a pegarse un tiro, porque no soportan esta realidad. Gracias. (Aplausos). 14.- Esther Lemes Ríos Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante 14, Esther Lemes Ríos. Sra. Lemes Ríos.- Buenos días. En realidad, yo soy una simple ciudadana y vine más que nada a hablarles a las autoridades. Una asistente.- ¡Qué no están! - Manifestaciones y risas en la sala. Sra. Lemes Ríos.- Sí, no están. Y menos mal que me tocó un número bajo. Como ciudadana de la Ciudad de Buenos Aires, concurro a esta audiencia pública para exigirle al señor Ibarra –quien no está, pero de todas maneras dejó a sus representantes– que para solucionar el problema de la inseguridad en la ciudad, no puede permitir esta reforma que se le quiere hacer al Código de Convivencia. El cambio del Código atenta contra las libertades democráticas, que tantas luchas populares nos costó conseguir a todos (aplausos): como la del 19 y el 20 en las que se dijo “que se vayan todos”; es decir, los políticos, los jueces y también los policías; todos. Si le damos más poder a esas instituciones, como a esta policía corrupta, represora y sospechada por toda la población que tenemos, habrá más inseguridad para todos. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 29 Pero, en cambio, esta reforma del Código sí le dará más seguridad a los banqueros, quienes estafaron a la gente quedándose con su plata; a los empresarios corruptos, como los Macri, que se comen día a día el país, que tuvieron obreros desaparecidos en sus fábricas y que arrojaron a la calle a 18 mil trabajadores del Correo; y a esos empresarios que engrosaron la deuda del país y que contaron con la complicidad del gobierno menemista. Por esto, señor Ibarra –aunque no se encuentre presente, igual alguien se lo va a contar–: usted tiene que escucharnos a nosotros, al pueblo, que somos quienes caminamos las calles de la ciudad. No permita que lo presione la derecha representada por el macrismo; no sea cómplice de Macri. Día a día nos convencemos de que la seguridad la vamos a tener cuando metamos presos a quienes se robaron el país. Muchas gracias. (Aplausos). - Manifestaciones en la sala. 15.- Martín Andrés Iommi Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 15, Martín Andrés Iommi. Sr. Iommi.- Yo creo que esto no es un fraude; es muy importante que nos hayamos juntado tan temprano a la mañana, a pesar de que muchos tengan que trabajar y hacer un montón de cosas. Me cuesta mucho hablar porque hay mucha gente pero, en el fondo, me enorgullece tener el coraje de hacerlo, cosa que no tuvo Telerman, que se tuvo que ir y no hizo frente a la situación. (Aplausos). Al igual que muchos de los oradores preopinantes, también estoy en contra de la reforma del Código Contravencional. En primer lugar, porque creo que es volver al pasado, a los edictos policiales que no se derogaron por un acto generoso de los legisladores sino por la lucha de miles que no quisimos que la Policía Federal tuviera todas las facultades que tenía. Ahora no queremos volver al pasado. (Aplausos). Quienes quieren reformar este código de convivencia –como manifestaba recién el doctor– dicen que fracasó, como si fuera algo mágico. Hablan de que el Código de Convivencia va a servir para frenar la delincuencia y la inseguridad. En primer lugar, un Código de Convivencia actúa sobre contravenciones y faltas, no sobre delitos; y, en segundo lugar, una política de seguridad es mucho más seria que un conjunto de normas y leyes aisladas. La inseguridad es un problema más complejo. Los estudios serios sobre criminología indican que el crecimiento de la delincuencia es paralelo al deterioro desesperante de las condiciones de vida. Lo que fracasó no fue el código sino la creencia de que el problema de la delincuencia se soluciona con leyes y normas aisladas. Los que fracasaron son ustedes; los problemas sociales tienen respuestas sociales. (Aplausos). Como muchos de los expositores plantearon, este código intenta introducir facultades para la policía como la figuras del “acecho”, el “merodeo” y la “permanencia injustificada” para que se lleven a cualquiera por portación de rostro. Pág. 30 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Todos –Macri, Ibarra y hasta la misma Bullrich– atacan a las mujeres y a las travestis que no tienen otra salida que prostituirse, a los vendedores ambulantes, a los que se movilizan y luchan. Incluso hay un proyecto de La Ruffa que baja la edad de imputabilidad a 14 años pisoteando la Convención de los Derechos del Niño. Lo único que quieren es que la policía tenga más poder. Sin embargo, en el inciso 11 del Artículo 13 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires dice: “En materia contravencional no rige la detención preventiva”. Digo esto porque, quizás, muchos de los que están hablando ahora y muchos de los legisladores que se están reuniendo para modificar la Ley de Procedimiento Contravencional, se están matando para ver de qué manera pueden aplicar la prisión preventiva. Pero, según la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, no se puede aplicar. (Aplausos). Como ya lo han expresado muchos, le quieren dar poderes a la Policía Federal. Algunos dieron datos como, por ejemplo, que mató a 126 personas con gatillo fácil en el 2003, que mató a palos a Walter Bulacio, que mató a tiros a los pibes de Floresta, que tiró pibes al Riachuelo, que estuvo vinculada al narcotráfico, a los secuestros express y a las coimas. El último jefe de policía, Giacomino, fue separado por un escándalo de corrupción, pocos meses después de que Ibarra y Kirchner lo habían homenajeado, luego de que Ibarra mandó a desalojar el Padelai y la fábrica Bruckman. Y el anterior jefe de policía, Santos, se tuvo que ir después de la represión del 19 y 20 de diciembre, en la que asesinó a más de siete personas. Por todo esto, creo que la reforma del Código Contravencional sólo sirve para darle más poder a la policía. ¿Dónde quedaron las peleas de campaña? ¿Dónde está el “nuevo Ibarra 2004”? ¿Ahora se junta con Macri? (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Le quedan 30 segundos para finalizar su exposición. Sr. Iommi.- Para cerrar quiero decir que es hora de que Ibarra se deje de homenajear a los jefes de policía y se ponga del lado de pueblo. Muchas gracias. (Aplausos). 16.- Marta Amanda Fontenla Sr. Coordinador (Davide).- Tiene la palabra la participante número 16, señora Marta Fontenla. Sra. Fontenla.- Buenos días a todas y a todos. Mi nombre es Marta Fontenla y soy integrante de una agrupación feminista que hace más de veinte años viene trabajando en la Ciudad de Buenos Aires. Antes de empezar con aquello a lo que me voy a referir específicamente –el inconstitucional Artículo 71 y las reformas que se están proponiendo–, quisiera hacer una aclaración respecto del fraude. Sabemos que la forma de hacer política mediante el fraude se ha instalado en la última década en nuestro país y sigue, en este momento, carcomiendo nuestra sociedad. Creo que, por más que la parte que tiene que estar escuchándonos en esta audiencia sea un fraude, no debemos olvidar lo que le paso a José María Aznar cuando por medio del fraude 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 31 quiso engañar al pueblo de España (aplausos) diciendo que era la ETA quien había organizado los últimos atentados ocurridos este país. Esperemos que en los próximos comicios, por lo menos el pueblo de Buenos Aires, se dé cuenta de lo que pasó con esta Legislatura electa en las últimas elecciones. El punto al que me referiré es el actual e inconstitucional Artículo 71 y las modificaciones propuestas. Las reformas al Código de Contravenciones, o la sustitución por otro que las incorpora, suponen avanzar sobre los derechos de todas las personas dado el carácter represivo de la mayoría de ellas. Pero, antes de hablar de eso, quiero aclarar que los sistemas de garantía de los derechos individuales y colectivos, llamados sistemas garantistas, son para la protección de todos los habitantes de la Ciudad frente a los avances cada vez más avasalladores de los poderes del Estado sobre sus derechos, especialmente a partir de las últimas dictaduras terroristas. Las garantías legales no han sido específicamente creadas para la defensa de algunos grupos a los que aquellas posiciones lindantes con el fascismo quieren denominar como “defensa de los derechos de las minorías” –aunque esto estaría bien si fuera ésa la intención–, sino que han sido establecidas para defender los derechos de todos y de todas. La propuesta represiva a la que me refiero es la que intenta avasallar los derechos que la Constitución de la Ciudad garantiza a los sectores más desprotegidos: los y las pobres y, especialmente, las mujeres y demás personas en situación de prostitución. La represión del ejercicio individual de la prostitución, tanto en la versión actual del código como en las reformas que se proponen, es inconstitucional y debe ser derogada ya que nuestro país es signatario de la Convención para la Represión de la Trata de Personas y Explotación de la Prostitución Ajena, aprobada por las Naciones Unidas en 1949. Según ésta no se puede reglamentar la prostitución ni sancionar su ejercicio individual, y las partes firmantes de estos tratados se comprometen a castigar a toda persona que explote la prostitución ajena, o mantenga una casa de prostitución, o intervenga en el tráfico de personas. Se obligan a derogar toda reglamentación de la prostitución y adoptar medidas de prevención. En igual sentido, la Convención de Naciones Unidas de 1979, también ratificada por nuestro país e incorporada a la Constitución, se pronuncia a favor de eliminar toda forma de discriminación contra las mujeres. El código actual y las reformas propuestas también violan el principio de igualdad y no-discriminación, tanto la igualdad formal –igualdad ante la ley– como la igualdad material y sustancial, que exige la acción del Estado para compensar, en alguna medida, desigualdades sociales, económicas, sexuales y culturales, y posibilitar el ejercicio de los derechos garantizados. Se viola también el Artículo 38 de la Constitución de la Ciudad, que incorpora la perspectiva de género y dice: “provee a la prevención de la violencia física, psicológica y sexual contra las mujeres y brinda servicios especializados de atención y amparo a las víctimas de explotación sexual”. Sr. Coordinador (Davide).- Le quedan 30 segundos de exposición. - Manifestaciones en la sala. Sra. Fontenla.- También está el Artículo 10 de la Constitución. Pág. 32 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Nuestro país ha consagrado el sistema abolicionista. Sin embargo, desde la época de los tristemente célebres edictos policiales se ha perseguido a las mujeres y travestis que ejercen la prostitución. (Aplausos). Solamente el primer Código de Contravenciones de la Ciudad, sancionado en 1998, no violó en este punto las normas de la Constitución Nacional, de la Constitución de la Ciudad Autónoma y los tratados internacionales, ya que no penalizó este ejercicio. (Aplausos). Pero para realizar estos cambios legislativos, debemos tener en cuenta que el negocio de la explotación de la prostitución es de carácter estructural a las sociedades patriarcales y en esta etapa del capitalismo es, además, un negocio organizado como industria global, que deja ganancias por encima del narcotráfico y que sólo lo supera el tráfico de armas a partir de la guerra contra Irak. Sr. Coordinador (Davide).- Ha finalizado su tiempo, señora. - Manifestaciones en la sala. Sra. Fontenla.- Para que este negocio pueda funcionar, ha sido necesario durante toda la historia, reprimir a las mujeres y personas que la ejercen, y esta represión se organiza a través de la rufianería, el proxenetismo y la institución policial, con la complicidad de integrantes de otros poderes –como los legislativos, no todos los integrantes, aunque sí la mayoría–, que por acción u omisión, o intereses personales o corporativos, lo posibilitan. Estas vinculaciones están denunciadas y son de público conocimiento, tanto en los casos de las desapariciones y asesinatos de mujeres en Mar del Plata, o el asesinato de Sandra Cabrera en Rosario, donde quedaron al desnudo, con algunas investigaciones llevadas a cabo, estas complicidades. (Aplausos). Las y los habitantes de esta ciudad queremos vivir en paz, sin violencia y con garantías de respeto por los derechos humanos de todas y todos, y no que se continúe reprimiendo a quienes eran conocidas y conocidos como “la clientela de los edictos policiales”. No queremos que se siga instaurando y ampliando la categoría de “clientela” ahora de las contravenciones, de la que pasarán a formar parte las y los “portadores de cara”, de ropa, y todas y todos a quienes el sistema excluye. Queremos que se eliminen esas normas. - Aplausos y manifestaciones en la sala. 17.- Jorge Roberto Barbeito Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 17, señor Jorge Roberto Barbeito. Sr. Barbeito.- Buenos días. Mi nombre es Jorge Barbeito. Soy asambleísta de Scalibrini Ortiz y Santa Fe del Barrio de Palermo. Cuando en cualquier contexto dado, alguien –como persona o institución–, de una u otra forma, establece las reglas de funcionamiento de un conjunto de personas, y ese 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 33 alguien, además, genera las condiciones para que un grupo importante dentro de ese conjunto no tenga más alternativa que violar esas reglas para subsistir y, entonces, esa situación habilita a ese mismo alguien que estableció las reglas a reprimir a ese grupo forzado a violarlas, estamos ante una situación claramente perversa. Cuando un Estado, que a través de su propia Constitución, establece una serie de garantías, que de hecho no cumple, privando a ingentes ciudadanos de sus derechos más básicos, pretende endurecer su Código Contravencional para ampliar la incumbencia de sus fuerzas represivas, estamos ante una situación que además de extremadamente perversa es peligrosa. Estamos frente a una situación que puede dar lugar a una espiral creciente de restricción de las libertades tanto individuales como de minorías y de la sociedad toda, cuyo final puede ser la creación de un monstruo insaciable a quien no podamos luego detener. No sé si recuerdan cuando se le dieron mayores poderes a las fuerzas de represión, no hace mucho. (Aplausos). Me causa indignación el escuchar que cuando se producen protestas de los ciudadanos por el incumplimiento del Estado de muchos de los derechos consagrados en la Constitución Argentina, algunos otros conciudadanos y muchos comunicadores sociales, se espantan porque esas protestas cercenan el derecho constitucional al tránsito. La Constitución Nacional consagra en sus artículos 14 y 14 bis, los derechos inalienables de todos los habitantes de la Nación al trabajo, salud, educación, seguridad social –ésta con carácter obligatorio, integral e irrenunciable por parte del Estado–, a la protección integral de la familia, a la compensación económica familiar, al acceso a una vivienda digna, a la participación en las ganancias de las empresas por parte de los trabajadores, etcétera. Muchos derechos. Esos derechos están refrendados y ampliados a través de los artículos 10 al 16 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Parecería que en este país sólo se ofende la gente cuando se violan el derecho al tránsito o a la propiedad privada. (Aplausos). Mientras, tantos otros derechos constitucionales que se vienen violando sistemáticamente desde hace muchos años parecen haber causado una suerte de acostumbramiento, de adormecimiento, que parecen ya no causar dolor el ver a un semejante hurgando entre los desperdicios un pedazo de algo que le mitigue el hambre. Me opongo firmemente a cualquier modificación que le dé más atribuciones represivas al Estado, mientras ese Estado no cumpla con todas las garantías establecidas en su Constitución respecto del conjunto de sus ciudadanos y habitantes. - Aplausos y manifestaciones en la sala. 18.- Margarita Inés Bellotti Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 18, señora Margarita Inés Bellotti. Sra. Bellotti.- Soy Margarita Bellotti, o Magui Bellotti. Soy feminista, lesbiana y soy abogada. Pág. 34 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sra. Bellotti.- Realmente esperaba una reforma del Código Contravencional. Tal vez por cierta ingenuidad, creí que podía haber una reforma que, por ejemplo, eliminara el inconstitucional Artículo 71 y otras tantas figuras represivas, y que “barriera” con la pena de arresto. Pero en lugar de ello, evidentemente, la ingenuidad política nunca se premia, salvo algunas propuestas de reformas parciales, que incluyen el acoso moral –que tal vez no tendría que ser parte de un Código Contravencional– o que incluyen penalizar el requerimiento a los trabajadores de informaciones que puedan dar lugar a discriminación, o algunas relacionadas con la violencia familiar –que no tienen en cuenta a la victima, que debería ser a quien protejan las principales medidas que una legislación debe tener en cuenta en esta materia–, en general –salvo, reitero, estas pequeñas cosas–, la médula de las reformas propuestas responden a cuatro conceptos claves, algunos de los cuales ya se esbozaron aquí: criminalización de la pobreza; criminalización de las diferencias sociales, sexuales, culturales, de orientación sexual y de identidad; criminalización de las y los explotados –no de los explotadores–; y criminalización de la protesta social. (Aplausos). De esta manera se violan, no sólo derechos civiles y políticos, sino los derechos económicos, sociales y culturales, que se encuentran incorporados en diversos artículos de la Constitución de la Ciudad y de la Constitución Nacional y en el Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que tiene jerarquía constitucional por imperio del Artículo 75, inciso 22) de nuestra Constitución incorporado en la Reforma de 1994. Se violan estos derechos porque en lugar de combatir la pobreza, se combate a los pobres. En lugar de garantizar los derechos al trabajo, a la salud, a la educación, a la seguridad social, a la vivienda; en suma, a una vida digna, se reprime a las personas en situación de pobreza. No otra cosa son figuras como el “merodeo”, el “acecho”, la represión de los vendedores ambulantes –también existente–, la obstrucción de la vía pública –también existente en el código contravencional actual–, la “oferta de sexo en la vía pública”, ya incorporadas por la ominosa reforma introducida por la Ley 162 en marzo de 1999, parece que en homenaje al Día Internacional de la Mujer, porque fue publicada en el Boletín Oficial del 8 de marzo de ese año. Son precisamente las personas en estado de prostitución que ejercen su actividad en la vía pública, las más pobres entre quienes se encuentran en esa situación. Se viola también el derecho de una persona a su identidad, a elegir su propia vida, su manera de vestir y su orientación sexual. ¿Qué se quiere decir con “inducir a error sobre identidad o estado”? ¿Desde qué definición autoritaria y represiva de identidad hablan? (Aplausos). Si no supiéramos que va dirigida a reprimir a travestis, a piqueteros y piqueteras cuando se tratan de proteger de la identificación policial y, tal vez, a personas que osan expresarse artísticamente en la vía pública, como, por ejemplo, los murgueros –no olvidemos la fobia al “disfraz” de los edictos policiales y la supresión del carnaval en la última dictadura militar, que estaba en contra de las fiestas populares–, en definitiva, si no supiéramos todo esto, podríamos pensar que se trata de una banalidad represiva en defensa de la moda. Si hace treinta años yo hubiera estado vestida en este lugar –o en la vía pública– como lo estoy ahora, con pantalones y tacos, es muy probable que hubiese sido pasible de algunos días de arresto por inducir a error sobre mi identidad (Aplausos). Estas propuestas de reformas normativas transgreden los artículos 11 y 12 de la Constitución de la Ciudad, que condenan la discriminación y garantizan el derecho a la identidad. También transgreden el Artículo 13, que consagra la garantía de la libertad y 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 35 prohíbe toda norma que implique, expresa o tácitamente, peligrosidad sin delito, cualquier manifestación de derecho penal de autor o sanción de acciones que no afecten derechos individuales ni colectivos (Aplausos). Asimismo, vulneran, por acción y omisión, el Artículo 17 de la Constitución de la Ciudad, que establece que “la Ciudad desarrolla políticas sociales coordinadas para superar las condiciones de pobreza y exclusión mediante recursos presupuestarios, técnicos y humanos” y “Asiste a las personas con necesidades básicas insatisfechas…”. Huelgan los comentarios. Las normas sobre la “oferta de sexo en la vía pública”, ya existentes, violan los artículos 38 y 39 de la Constitución de la Ciudad, los cuales establecen, para personas adultas el primero, y para niñas y niños el segundo, la obligación de la Ciudad de amparar a las víctimas de la explotación sexual –no de perseguirlas– (Aplausos), de brindar servicios de atención y adoptar medidas para perseguir su tráfico. Todos son objetivos incumplidos. En lugar de ello, se les ofrece represión. Nada de esto tiene que ver con la seguridad, tema recurrente en la casi totalidad de los proyectos. Y no sólo porque un Código Contravencional no tiene nada que ver con los problemas sobre seguridad actuales –área de competencia de los poderes públicos, particularmente, de la policía– sino porque la seguridad en todo caso no se logra con represión y discriminación. La seguridad sólo es posible, como decía un cartel sostenido por una mujer el 19 de febrero pasado, con trabajo y libertad. (Aplausos). - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Permítanme decirles una cosa… - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Si ustedes me permiten, quiero decirles que me parece legítimo cualquier reclamo que ustedes deseen hacer. Pero esta Audiencia Pública fue convocada conforme a una ley, no importa ahora si es buena o mala. Un asistente.- ¡Es una falta de respeto! Sr. Presidente (López).- No, no es una falta de respeto. Y déjenme terminar. Se ha convocado a esta Audiencia a través de los diarios informando, tal como lo manda la ley –teniendo en cuenta que podría haber dispuesto cualquier otra cosa–, que estaría presente la autoridad de la Secretaría de Justicia y Seguridad. Cualquiera sea la política que en definitiva se tome va a ser responsable –personalmente, yo voy a ser responsable–, y no quiero intervenir de ninguna manera, porque el objeto de la Audiencia no es que me escuchen a mí, sino generar desde el gobierno un mecanismo para que cada uno pueda dejar asentada su posición. Es un mecanismo de participación, nada más. - Manifestaciones en la sala. Pág. 36 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 19.- Silvina Verónica Cuello Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante 19, Silvina Verónica Cuello. Sra. Cuello.- Estoy particularmente contenta por haberlos escuchado. Ahora pido que me escuchen y que nos sigamos escuchando. Fundamentalmente, valoraría de esta Audiencia Pública, más allá de los funcionarios presentes, la labor de los taquígrafos, que son los trabajadores que registrarán nuestros discursos. Propongo que nuestros discursos sean la tortura de la lectura permanente por parte de los legisladores y del Ejecutivo para que esta Audiencia logre ser vinculante. En todo caso, continuaremos manifestándonos una vez terminada la Audiencia para que se nos escuche. Por mi parte, escuché discursos y posiciones muy interesantes, y celebro que haya algunos legisladores que, aunque sea por un par de horas, puedan mirarnos a los ojos y escucharnos. Esto por ahora. Con respecto a la reforma de la Ley Contravencional y a los proyectos presentados, quiero decirles que además de atentar contra las libertades individuales, significan una burla a la inteligencia de los ciudadanos, tal como lo fue la ley seca: gracias a ella ahora somos menos alcohólicos, hay menos inseguridad… (Risas y aplausos). Quienes “piensan en nosotros”, es decir, el gobierno y la supuesta oposición, pretenden mostrarse casi como padres protectores nuestros, aunque, en realidad, no sé si son protectores o represivos. ¡Cuánto altruismo! Aparentemente, nos “cuidan” de los manifestantes. Pero en este momento tengo dudas sobre a quiénes cuidan realmente. (Aplausos). No sé a quienes cuidan, pero, indudablemente, se cuidan entre ellos. Un asistente.- A los que tienen plata, a los que no “la sufren”, ¡a esos cuidan! Sra. Cuello.- Exacto. Digo “cuánto altruismo” porque nos cuidan de los manifestantes, de los luchadores sociales que, por otra parte, tendrán que ir a protestar contra el mismo al cual le piden permiso. También nos protegen de los cartoneros, de los vendedores ambulantes, de las trabajadoras sexuales y del mayor peligro que tiene la ciudad, los adolescentes, esa especie de exacerbados e inadaptados que juegan permanentemente con la transgresión de los límites. Seguramente no conviene que los eduquemos, sino más bien que los reprimamos. A ellos y a sus padres, porque no sé si saben que en los proyectos también se penaliza a los padres, lo cual es muy llamativo. No sé si me causa gracia o repulsión, pero lo cierto es que insulta a la inteligencia. En lugar de prevenir, educar y dar trabajo, reprimamos por las dudas, incluso. Este “gran padre” que sería el conjunto de legisladores y funcionarios que propone esto, nos cuida de esto en lugar de cuidarnos de la institución más corrupta y peligrosa, que dirige la mayor cadena de delincuencia: la Policía Federal. (Aplausos). En lugar de limitar el ejercicio de esta institución, se le dan mayores atribuciones, incluso invadiendo el campo de la administración de Justicia. Y todo esto se logra promulgando una reforma de la ley contravencional. Si bien el Código de Convivencia no es lo mejor que tuvimos, esto es muchísimo peor, porque implica volver a los edictos policiales y aun empeorar esa situación, en franca 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 37 contradicción con la Constitución de la Ciudad, el Código Penal y la máxima normativa, que es la Constitución Nacional. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Su tiempo se ha cumplido. Sra. Cuello.- Ya termino. El señor Secretario de Seguridad ya habló, así que ahora me toca terminar a mí (aplausos), porque nos escuchamos entre nosotros. Ustedes me están escuchando, así que voy a seguir. El cinismo llega a ese extremo. Los habitantes de esta ciudad somos adultos y no necesitamos un padre represor, sino funcionarios que funcionen de acuerdo con las necesidades imperantes. A la inseguridad no se la combate con la Ley Seca, la represión y los ajustes. Y ustedes lo saben perfectamente. (Aplausos). 20.- Jesús Lier Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante Jesús Lier. Sr. Lier.- Buenas tardes. Me dirijo a ustedes, el público, porque aquí las autoridades no existen. (Aplausos). No traje un discurso preparado para decir. Soy un ciudadano común y silvestre, y lo único que digo es que estoy en contra del Código de Convivencia. Lo están legislando ellos, que no los votó el pueblo. Porque cuando el pueblo dijo que se fueran, se quedaron. Para terminar, voy a decir sólo dos cosas muy breves: en la historia, hay que tener memoria de lo ocurrido los días 19 y 20 de diciembre, y de todos los que murieron. ¿Para qué sirvió? Y después digo: “Que se vayan todos”. Tiene que quedar latente: ¡Que se vayan todos! Porque esto no va a cambiar, y nosotros somos los responsables de haber permitido que ellos estén acá en este momento. Nosotros les dimos lugar. Hubo trabajadores, luchadores que pelearon por la justicia social y por la libertad de los pueblos, y no fueron mediocres. Pero nosotros fuimos mediocres, porque ellos están acá y nosotros lo aprobamos. Por eso estamos como estamos. ¡Para cambiar todo, se tienen que ir todos! Si no, esto no va a cambiar. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante Héctor Ricardo Guaraglia. - El participante no se hace presente. Pág. 38 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Expositores Diputado Ariel Schifrin Sr. Coordinador (Davide).- Tiene la palabra, en carácter de expositor, el diputado Ariel Schifrin. - Manifestaciones en la sala. Sr. Schifrin.- La Constitución de la Ciudad dice claramente que se erradica de la legislación de la ciudad la sanción a cualquier idea que se pueda calificar como peligrosidad sin delito. Es por ese motivo que ni Ana Suppa, que está aquí presente, ni el legislador Diego Kravetz, ni el diputado Milcíades Peña, ni yo, ni ninguno de los legisladores que estuvieron aquí presentes, apoyamos ninguno de los proyectos de modificación al Código Contravencional y de Faltas, el Código de Convivencia, que ingresaron en la Legislatura en este arrebato de verano. También me preocupa que se nos englobe a todos en el acompañamiento de estos proyectos. En todo caso, no se quiso decir eso, pero sí se podría llegar a traducir como que estamos acompañando proyectos represivos, cuando en realidad no hemos apoyado ninguno. Quiero decir que creo que hay un error al asimilar los lamentables proyectos del diputado Giorno y del diputado De Giovanni –diputados que sí ingresaron con una de las boletas que apoyó al Jefe de Gobierno– al proyecto del Ejecutivo. Espero que el de ellos no sea también el proyecto del Poder Ejecutivo. Yo entiendo que no; de lo contrario, el señor Secretario me corregirá. Sr. Presidente (López).- No. El Poder Ejecutivo, en todo caso, va a establecer un proyecto, y lo va a hacer público después de la audiencia. No hay ningún proyecto del Poder Ejecutivo. Sr. Schifrin.- El problema es que el Poder Ejecutivo se tiene que fijar en la agenda de la sociedad. Y la agenda de la sociedad no es el Código de Convivencia, sino que tiene que ver con problemas más serios. - Manifestaciones en la sala. Sr. Schifrin.- Es una pena que la nueva Legislatura tenga que estar tratando una agenda –y en esto sí creo que hay una responsabilidad– que no resuelve los problemas de la Ciudad de Buenos Aires. Si planteamos este debate, y no planteamos el tema de la discusión social, de la redistribución del ingreso y de las comunas, problemas que tienen que ver con las cuestiones constitucionales pendientes en esta ciudad, la agenda va a ser simétrica e idéntica a la de Macri. Por lo menos, eso es lo que refleja claramente una parte de la gente en esta asamblea. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 39 - Manifestaciones en la sala. Sr. Schifrin.- Yo creo que hay una confusión que debemos contribuir a aclarar. El Código de Convivencia no es algo que tenga que ver con la seguridad, en el sentido estrecho de la palabra. No es como bien decía aquí un exponente... Una asistente.- ¡Parecés un político polaco si pensás que el Código de Convivencia no hace a la seguridad, Schifrin! (Aplausos). Sr. Schifrin.- Ése es el problema. Quienes quieren modificar el Código de Convivencia, pretenden plantearlo como la antesala del crimen o la ruptura del contrato social. Piensan exactamente como esta persona, confundida, que, en el marco de una desconfianza política, no se da cuenta de que debemos construir una mayoría para poner un límite a la enjundia represiva que se viene sobre los porteños. - Manifestaciones en la sala. Sr. Schifrin.- Hablo con respeto, porque estamos acá dando la cara, y no nos guardamos opiniones. - Manifestaciones en la sala. Sr. Schifrin.- ¡No me guardo la opinión! ¡Estoy acá dando la cara! Coincido con la mayoría de las exposiciones, particularmente con la de Jorge Barbeito –que no tiene por qué coincidir con la mía–, porque es una manifestación muy clara sobre la lógica de una sociedad que no privilegia el principal derecho, que es el derecho a la vida, al trabajo, a la educación y a la salud. Quien conculca esos derechos, se preocupa por consagrar la exclusión social y, por lo tanto, jurídica y cultural, de una cantidad de sectores –hoy mayoritarios– que no están a la altura de un nivel de vida acorde al que nosotros pensamos cuando sancionamos el Código de Convivencia. El Código de Convivencia existente –en este punto no estoy de acuerdo con el expositor anterior–, sobre todo el que fuera sancionado en el año 1998, fue un logro importante de la ciudadanía. Y, si no, que lo digan los trabajadores y trabajadoras que están aquí presentes. - Manifestaciones en la sala. Sr. Schifrin.- Si seguimos esta lógica –creo que acá no la vamos a seguir– de englobar todo, de no escuchar y no reflexionar, de no permitir que ingrese ninguna idea, y si no construimos una relación con la sociedad, más abierta, dicha lógica nos va a llevar a que la derecha nos imponga un código represivo. - Manifestaciones en la sala. Pág. 40 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Schifrin.- Me doy cuenta de que acá hay una lógica tan estrecha, que no tiene en cuenta otras exposiciones vertidas aquí, que manifestaron todo lo contrario. Con esta lógica estrecha vamos a fracturar a la sociedad civil del Estado y vamos a facilitar que algunos legisladores planteen un código represivo. A esto quería llegar. - Manifestaciones en la sala. Sr. Schifrin.- La agenda represiva, que tiene que ver con introducir figuras represivas en el Código de Convivencia, con confundir el Código de Convivencia con el Código Penal, que se relaciona con plantear un contrato social que se rompe solamente porque un vecino estaciona en doble fila para dejar a un chico o porque un piquetero o un vecino se manifiesta y se moviliza, no es una pequeña criminalidad. Pero esa agenda puede fracasar. Nuestra agenda puede fracasar si hay tanta intolerancia e incapacidad para establecer un debate público. Muchas gracias. - Manifestaciones en la sala. Participantes Sr. Coordinador (Davide).- Voy a nombrar a los participantes siguientes: N° 21, Héctor Ricardo Guaraglia; N° 22, Agustín Zbar, quien anunció que iba a estar ausente; N° 23, Olga Beatriz Benítez; N° 24, Graciela del Carmen Collantes; N° 25, Martha Eulogia Ramos Borja; y el N° 26, Marcelo Armando Ramal. Corresponde que haga uso de la palabra el señor Héctor Ricardo Guaraglia. - El participante no se hace presente. 23.- Olga Beatriz Benítez Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la señora Olga Beatriz Benítez. Sra. Benítez.- Buenas tardes Mi nombre es Olga Benítez y me reconozco como una mujer en estado de prostitución. (Aplausos). Hoy vine a hablarle al señor Ibarra, quien no se encuentra presente, para decirle que nosotros no necesitamos un cambio en el Código; necesitamos que hayan legisladores que presenten proyectos de trabajo, para que cada vez haya menos mujeres trabajando en la calle. (Aplausos). Yo tengo 41 años, y jamás pensé que a esta edad iba a estar parándome en una esquina para poder ganarme el pan. Obviamente así como yo, hay muchísimas mujeres con 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 41 hijos que dependen de sus madres. Si ustedes cambian el código y llevan presas a esas madres, ¿quiénes se van a hacer cargo en esos veinte días de los chicos, que dependen de sus madres? (Aplausos). ¿Quién se va a hacer cargo de llevarles alimento y de que no les falte la educación? Porque si hacen una estadística, encontrarán que no hay un solo hijo de madre que esté en estado de prostitución, que no vaya al colegio, ni que esté desnutrido, ni al que le falte salud. (Aplausos). Por eso, hoy vine a contarle al señor Ibarra, quien no se encuentra, que estoy en un microemprendimiento lanzado por el Gobierno de la Ciudad y que desde hace dos meses no me pagan. Yo quise participar en dicho emprendimiento, porque me gustó la idea de no estar parándome en una esquina por 200 pesos. Pero, ¿cómo quieren que no esté parada en una esquina? Tengo que seguir ahí. Así como yo, hay muchas mujeres que están al lado mío con la esperanza de no salir más a la calle a trabajar. Es una lástima que tampoco me haya podido escuchar el señor Vicejefe de Gobierno, ya que se retiró. Parece que él no se codea con los pobres, y no le gusta escuchar nuestras miserias. (Aplausos). Esto fue todo lo que tenía para decir. Muchas gracias. (Aplausos). - Manifestaciones en la sala. 24.- Graciela del Carmen Collantes Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la señora Graciela del Carmen Collantes. Sra. Collantes.- Buenas tardes. Antes que nada, quiero decirles que estoy un poco nerviosa. Mi nombre es Graciela Collantes y soy dirigente de AMAR, aunque hoy estoy acá porque desde hace tiempo la venimos peleando, y me parece que esto era lo último que nos podían haber hecho. Siempre, si hay elecciones, ¿con quién se la agarran? ¡Con las prostitutas! En cualquier acto público, ¿quiénes somos el centro? ¡Las prostitutas! ¡Siempre nosotras, desviando las miradas de lo que no quieren que se vea! (Aplausos). Como mujer que ejerzo la prostitución desde hace 18 años, digo ¿hasta cuándo con nosotras, las mujeres? En todo este tiempo, nunca supe lo qué era llevar a mi hija al colegio, y hoy estoy pagando las consecuencias. ¿Saben por qué? Porque hasta el día de hoy mi hija me reclama que nunca estuve. (Aplausos). Además, algo que nadie quiere ver, ¿qué pasa con las mujeres que han sido o que son explotadas? ¿Quieren sacarnos de la calle para encerrarnos y que así no nos vean? - Manifestaciones en la sala. Sra. Collantes.- ¿Hasta cuándo? ¿Cuándo se va a empezar a trabajar en serio? Esto es un retroceso. Nosotros, en la organización, venimos peleando desde el año 1994. Por lo tanto, esto es un retroceso y una desilusión, porque pensábamos que el gobierno nos iba a apoyar Pág. 42 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 y que íbamos a salir adelante. La verdad es que nos quita fuerzas y me da vergüenza, porque yo aprendí en la lucha muchas cosas, que nadie en el Estado me enseñó. (Aplausos). ¿Qué pasa con las mujeres explotadas? ¿Cuándo de verdad se van a sentar y van a hacer un proyecto serio? Esto que presentó el señor Enríquez, quien estaba ahí pero no le dio la cara para entrar, es una vergüenza. - Manifestaciones en la sala. Sra. Collantes.- La verdad es que es una vergüenza. Me parece que ya los abogados que participaron explicaron bien todo este tema. Nosotras también lo entendemos, pero en este momento no lo puedo explicar demasiado porque estoy muy dolida. Nada más. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 25, Martha Eulogia Ramos Borja. - La participante no se hace presente. - Manifestaciones en la sala. 26.- Marcelo Armando Ramal Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 26, Marcelo Armando Ramal. Sr. Ramal.- Compañeras y compañeros: no voy a repetir las críticas importantes y contundentes de todos los compañeros que se han expresado y pronunciado acá contra esta reforma reaccionaria que yo, en nombre del Partido Obrero, vengo también a denunciar y atacar desde esta tribuna. Quiero referirme entonces, directamente compañeros, a cuál es a nuestro juicio el significado político de esta reforma. Compañeras, compañeros: el 19 y 20 de diciembre de 2001 el pueblo de esta ciudad ganó las calles, conquistó los lugares públicos y reclamó para terminar con ese régimen podrido que dejó 5 millones de personas en la calle –entre ellas nuestras compañeras en estado de prostitución–, que bajó salarios, que robó ahorros, y que desalojó a compañeros. Esta reforma al Código Contravencional es una reforma contra nuestro argentinazo: es la reforma del contraargentinazo (Aplausos). ¿De qué otra forma puede ser llamada una reforma que plantea, por ejemplo, que los ahorristas no pueden andar dando vueltas o merodeando en los bancos o que no se pueden impedir remates, cuando en la corporación de rematadores hay 800 remates en puerta en este momento? ¿De qué otra manera puede llamarse una reforma que apunta a la no interrupción de las calles, cuando los compañeros cortan rutas frente al hambre, a la entrega y a la liquidación de la Ciudad? Compañeros: gracias a nuestro argentinazo, en estos últimos dos años, el espacio de esta ciudad, sus calles, sus veredas, y sus plazas fueron más públicas que nunca; las 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 43 asambleas populares ocuparon las plazas; en cada esquina hay una asamblea o una olla para sostener a los que tienen hambre. ¿Y ahora nos vienen a decir que van a defender el espacio público? El espacio público lo están defendiendo los asambleístas, los piqueteros, los ahorristas y todos los que en esta ciudad se han levantado contra este régimen que genera explotación. (Aplausos). Ésa es la verdadera entrega y defensa del espacio público. ¿Cómo se atreven a hablar del espacio público los mafiosos que, desde el Estado de la Ciudad, vienen entregando todos los espacios verdes públicos al gran capital? ¿Por qué no hablan del negociado en favor de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires? ¿Por qué no hablan de la entrega de vastos sectores de los bosques de Palermo? Eso no es defensa del espacio público. ¡Viva la ocupación del espacio público por el pueblo de esta ciudad! (Aplausos). Compañeros y compañeras: dicen que van a defender el orden público y que pretenden erradicar la prostitución. ¡Mentira! ¡Hipocresía pura! Cualquiera sabe, no sólo en este país sino en el mundo, que sólo se puede terminar con la prostitución creando los puestos de trabajo que necesitan nuestras compañeras, dándoles una salida laboral y terminando con el régimen que obliga a la mujer a ser explotada de esta manera. Lo que se busca con esta reforma al código no es terminar con la prostitución, sino levantar el precio del cafishaje policial. (Aplausos). Con este código en la mano, la policía someterá a nuestras compañeras a la más brutal de las extorsiones; esto es lo que se busca con esta reforma. Algunos se preguntan por qué no están acá los funcionarios, cuál es el desinterés en esta audiencia. El mismo diputado Schifrin le preguntó a un funcionario cuál era el proyecto del Jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, sobre esta reforma. Yo se los voy a decir: aplicar la reforma de facto. Sí compañeros, esta reforma que se está discutiendo va a tropezar con mil laberintos por las divisiones que ellos mismos tienen en el poder. Tal vez tarde semanas o meses pero, mientras tanto, Ibarra va a aplicar esta reforma de hecho; y ya la está aplicando en la Ciudad ¿o nos vamos a olvidar de que este gobierno, el gobierno de Ibarra, fue el que desalojó a sangre y fuego y a palazos el Padelai, golpeando a trabajadores y vecinos? Ahí tienen al Código Contravencional aplicado todos los días y a toda hora. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Señor Ramal: su tiempo está cumplido. Sr. Ramal.- La primera medida que ha llevado adelante el gobierno de Ibarra para aplicar de hecho el código –y que el funcionario que está acá debería anunciarla– es la incorporación de quinientos agentes a la Policía Federal, que ya están funcionando en la Ciudad buscando el merodeo y la portación de cara, para llevar adelante todo lo que acá se denunció. Ésta es la misma Policía Federal que mató a los chicos de Floresta, la misma policía que mató a Ezequiel Demonty. Ésta es la policía que, con Ibarra a la cabeza, se apresta ahora a aplicar esta reforma de facto. (Aplausos). No nos quedemos dormidos. Sr. Coordinador (Davide).- Señor Ramal: su tiempo está cumplido. Por favor, vaya redondeando. Pág. 44 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Ramal.- Detrás de una ilusoria postergación, Ibarra gana tiempo para comenzar a aplicar esta reforma ya mismo. Compañeros y compañeras: estas medidas y estos códigos hablan del “cambio malicioso de apariencia” como una de las figuras que se buscaría penar. Yo me pregunto si, entre las contravenciones a aplicarse en la Ciudad, va a figurar el cambio malicioso de apariencia de un Jefe de Gobierno que ya estuvo con de la Rúa, con Duhalde y que ahora está con Kirchner. (Aplausos). Me pregunto también si va a ser penado y castigado como contravención el travestismo político de legisladores que están un día con Macri, otro con Bullrich, otro con Ibarra y, nuevamente, con Macri, con Bullrich. Pero todos los días están con la Federal, con la represión para golpear al trabajador de esta ciudad. Obviamente, todo esto no va a ser castigado. Los que van a ser castigados son el trabajador, el desocupado y la mujer explotada. Ellos van a pretender aplicar esta reforma de hecho. De esa misma manera, el Partido Obrero convoca a todos los compañeros aquí presentes a llevar adelante una lucha unida, con la acción directa, con la movilización, para que los represores, los que están con Ibarra, con Macri y la Federal no pasen sobre este espacio público de la Ciudad que nosotros, desde diciembre de 2001, hemos reconquistado. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 27, señora Lucila Díaz Ronner. - La participante no se hace presente. 28.- Alberto Horacio Cirigliano Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 28, señor Alberto Cirigliano. Sr. Cirigliano.- Buenas tardes. Mi nombre es Alberto Cirigliano y soy presidente del Movimiento Vecinalista Capitalino. Hoy vengo a hablar como un simple vecino que aporta, que paga sus impuestos y que quiere traer un recuerdo a esta audiencia. No olvidemos lo que pasó el 9 de marzo de 1998. Ese día se voto un Código de Convivencia o contravencional. Lógicamente, muchos de los que estamos acá no estábamos para nada de acuerdo con los edictos policiales; nos parecían una aberración, era ilógico que la policía fuera juez y parte. Pero, como todo lo que se hace en esta Ciudad, se voto de apuro un código, habiéndose escuchado el único proyecto que había. Nosotros vemos en el escenario de este teatro un cartel que dice “reformas” y, en mi caso, como vecino, pido que no se haga una reforma; pido que se haga un nuevo Código de Convivencia. Un verdadero código para todos los vecinos, y no esto que tenemos hoy. - Manifestaciones en la sala. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 45 Sr. Cirigliano.- Yo quisiera decirles también que no se olviden que la boleta con la que se votó en el año 1998 es ésta: es la de la Alianza. Ésta es la boleta que se usó. Estos son los sesenta legisladores, ellos son los que nosotros votamos, y para que no se olviden se los voy a ir nombrando: Marta Oyhanarte, Aníbal Ibarra, Facundo Suárez Lastra, Clori Yelicic, Lautaro García Batallán, Eduardo Jozami, Marcela Larrosa, Eugenio Raúl Zaffaroni, Agustín Zbar, Liliana Chiernajowsky, Antonio Rubén Campos, Raúl Puy, Dora Martina, Alberto Flamarique, Jorge Casabé, Delia Bisutti, Rubén Gabriele, Luis Groiso, Mabel Diez, Fernando Finvarb, Felipe Figuerero, María Elena Naddeo, Daniel Alfredo Bravo, Roque Bellomo, Griselda Susana Smulovich, Cristian Caram, Roberto Clienti, Adriana Zaccardi, Raúl Fernández, Abel Fatala, Gabriela González Gass, Roberto Arellano, Eduardo Pacheco, Dora Barrancos, Daniel José Martini, Silverio Fernández Gaido, Lidia Saralegui, Carlos D’Elia, Alicia Pierini, Liliana del Valle Sánchez, Guillermo Oliveri, Juliana Marino, Raquel Kismer de Olmos, César Ángel Torres, Carlos Enrique Peirano, Karina Engel, Patricio Datarmini, Antonio César Cortés, Gustavo Beliz, Enrique Rodríguez, María Lucila Colombo, José Luis de Imaz, Jorge Srur, Patricia Ruiz Moreno, Lucio Ponsa Gandulfo, Miguel Doy, Patricia Pierángeli, Abel Fleitas Ortiz de Rozas, Julio Di Giovanni y Jorge Argüello. - Manifestaciones en la sala. Sr. Cirigliano.- Estas sesenta personas que nombré, estos sesenta ciudadanos representaban a la Alianza, al partido de Cavallo –acá está Beliz–; esto es lo que votó el ciudadano en las elecciones del 26 de octubre de 1997. Son los mismos que hicieron el Código de Convivencia el 9 de marzo de 1998, y lo votaron. Por eso, yo les pido a todos ustedes que tengan memoria y que recuerden que en ese año –1998–, todo esto salía en los diarios; esto no es un invento mío: los vecinos salían a la calle a pelear porque este código no es el código que queríamos los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires. - Manifestaciones en la sala. Sr. Cirigliano.- Queremos que todos el mundo lo trate. Queremos que todos puedan debatir y hablar de un nuevo código. Un código donde podamos estar todos: los unos, los otros; todos. No, nosotros y ustedes. Todos. Nada más. Gracias por todo. - Manifestaciones en la sala. Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 29, Fabiana Cristina Tron. - La participante no se hace presente. Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 30, José Braulio Aquino. - El participante no se hace presente. Pág. 46 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Expositores María Elena Naddeo Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la expositora número 4, señora María Elena Naddeo, Presidenta del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires. Sra. Naddeo.- Buenas tardes. Como Presidenta del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y junto a un equipo nuestro de abogados, venimos a debatir y a expresar opinión respecto de algunos de los principios y normas relativas al ejercicio de los derechos ciudadanos regulados por nuestra legislación. En el año 1996, la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires resumió magistralmente el reclamo de la gran mayoría de la población porteña para erradicar las detenciones policiales arbitrarias y los bochornosos mecanismos de cohecho y coacción mafiosa posibilitados por la vigencia de los edictos policiales. Posteriormente, estos preceptos se plasmaron en el conjunto de leyes sancionadas por la Legislatura porteña, particularmente las leyes 10 –objeto de esta audiencia–, su código de procedimientos y en lo que respecta a nuestro tema central de intervención –adolescentes y jóvenes–, la Ley 114 de Protección Integral de Infancia y Adolescencia de la Ciudad. En esas discusiones estuvo presente el recuerdo permanente de jóvenes detenido sin justa causa, simplemente por ser jóvenes, por supuesta actitud sospechosa, por su aspecto físico, por su origen social o étnico. La muerte de Walter Bulacio, luego de su detención, constituyó en los años ’90 la prueba más dramática de las características negativas del sistema represivo. El avance legislativo en materia de derechos y garantías convirtió a nuestra ciudad en el ejemplo más avanzado de la práctica y aplicación de los tratados internacionales de derechos humanos. Éste es uno de los bienes más preciados que contiene el Estado porteño, es motivo de orgullo para gran parte de la ciudadanía, particularmente, aquella vinculada con el ejercicio de derechos y con las políticas sociales de inclusión. Al pensar en cualquier reforma de esta moderna normativa deberá reflexionarse con mucha seriedad en tener en cuenta la enorme responsabilidad para resguardar este tesoro jurídico e institucional. Cualquier figura que se pretenda incorporar para legalizar detenciones sin causa justificada –llámese “acecho”, “merodeo” o “presencia injustificada”– no solamente violará la Constitución de la Ciudad –que expresamente los prohíbe en sus artículos 9 y 11–, sino que fortalecerá nuevamente los circuitos del control represivo, arbitrario y mafioso. Algunas de las propuestas de reforma incorporan la baja de la edad de imputabilidad a 14 ó 16 años de edad. Este tema merece nuestra consideración y oposición particular. Las situaciones de conflicto en materia contravencional en las que participan chicos y chicas menores de 18 años constituyen un cúmulo de causas de muy escasa significación numérica. Está previsto en la Ley 10 y en la Ley 12 –Código de Procedimientos- que es obligación del fuero contravencional poner a los chicos incursos, pero al mismo tiempo inimputables, a disposición del Consejo de los Derechos de Niños y Adolescentes de la 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 47 Ciudad. El objetivo de este mecanismo es garantizar la inclusión de estos adolescentes en los programas sociales y educativos del Gobierno de la Ciudad. Tenemos un circuito jurídico altamente eficiente: una guardia permanente de abogados conectada con la línea telefónica gratuita 102. Esta guardia jurídica trabaja relacionadamente con fiscales contravencionales, comisarías, colegios nocturnos, hospitales y otros efectores e interviene en toda situación que afecta la vida de un niño o adolescente. Por motivos contravencionales, las derivaciones son escasas: si tomamos las estadísticas del año 2002, del conjunto de contravenciones sólo el dos por ciento fueron menores de 18 años de edad, cuarenta y tres adolescentes y niños derivados por los siguientes motivos: Artículo 71, ejercicio de la prostitución: 21 chicos y chicas; Artículo 39, portación de armas u objeto apto para ejercer violencia: 16; y luego siguen otros artículos. Con estos chicos se trabajó con equipos especializados en su revinculación familiar, con el concepto de familia ampliada continente, en su inclusión social y educativa en general. El centro de atención transitoria los alberga voluntariamente y desde allí se generan las acciones de protección integral. Sr. Coordinador (Davide).- Le quedan treinta segundos de exposición. Sra. Naddeo.- La experiencia de estos años nos demuestra que no necesitamos mayores normas punitivas con esta franja poblacional. No estamos hablando de delitos graves, estamos hablando en el primer grupo –mayoritario– de chicos víctimas de explotación sexual o comercial y, en el segundo grupo, de chicos que transgreden pautas de convivencia. Para todos es necesario ampliar los programas sociales de inclusión. En el tema del Artículo 71, es decir ejercicio de la prostitución en vía pública, desearíamos que de una vez por todas centremos el accionar en quienes demandan y organizan el servicio sexual, clientes y proxenetas, hasta ahora muy poco identificados, y denunciados penalmente. Sr. Coordinador (Davide).- Ha finalizado su tiempo. (Aplausos) Sra. Naddeo.- De la población mencionada anteriormente, solamente pudimos constituir dos denuncias penales sólidas: una llevó a la cárcel a los proxenetas; otra sigue un largo y tedioso trámite judicial. Quiero decirles además que con respecto a estas estadísticas, si bien ese porcentaje es muy pequeño, comparado con las consultas que recibe la guardia de abogados, para el mismo período del año 2002, contra 43 situaciones contravencionales hubo 247 intervenciones definidas como defensa ante detenciones policiales arbitrarias. Éste es uno de los motivos de preocupación de nuestro organismo y con el cual estamos trabajando activamente. Por todo esto, señor presidente de la audiencia y al público en general, decimos que el organismo al que represento expresa una clara opinión a fin de que no se modifique la edad de imputabilidad de la Ley 10 de la Ciudad, como así también que no se incorporen figuras que resultarían violatorias de la Constitución de la Ciudad. (Aplausos). Pág. 48 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Participantes Sr. Coordinador (Davide).- Los próximos participantes son: Nº 31, Eleonora Susana Carrasco; Nº 32, Agustín Vanella Bengolea –quien se retiró y, por lo tanto, como ocurre con los ausentes, va a ser llamado al final de la audiencia–; Nº 33, Laura Adriana Teicher; Nº 34, Sergio Isaac Starik; y Nº 35, César Bartolomé Alberto Cicliutti. 31.- Eleonora Susana Carrasco Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante Eleonora Susana Carrasco. Sra. Carrasco.- Voy a tratar de ser breve porque, afortunadamente, coincido con todas las voces que he escuchado aquí. De todos los proyectos presentados, me ha llamado poderosamente la atención el sistema de sanciones que se propone en muchos de ellos, como si se insistiera en esa recurrente tendencia a penalizar conductas con el objetivo de producir y obtener una seguridad absoluta, lo que desde mi perspectiva tendría un componente bastante irracional, teniendo en cuenta que hay graves problemas sociales de índole diversa. Aumentar las penas como forma de manejo y reducción de los conflictos sin interpelar al orden social e institucional del que el hombre emerge y es su escenario, aparecería como otra amenaza que ahondaría aún más las fracturas entre el sujeto y la realidad. Ocultaría también las causas que generan y refuerzan esas conductas, que en gran medida son producto de una estructura marcada por este sistema de distribución tan injusto. Lo que un ciudadano concreto necesita es paz, educación, salud y trabajo, y no códigos que se instalen como una amenaza mayor de la que ya de por sí siente. No se puede tutelar la libertad, privando de libertad. Una norma que pretende organizarse desde un fundante represivo no puede generar seguridad para nadie, ni aún para aquel que no infrinja las normas. Las modificaciones que he leído, y que me han producido una especie de escozor, son poco realistas y marcadamente autoritarias, justamente cuando en el orden social se incrementan las condiciones objetivas para la carencia. Pensemos cuántos compañeros nuestros se encuentran excluidos del proceso productivo. No quiero abundar en datos que todos conocemos. Hoy tenemos a hombres y mujeres de la Ciudad negados y devaluados en su condición de trabajadores, que luchan por procurarse condiciones concretas de trabajo y que, en estas reivindicaciones, se afirman y se fortalecen como sujetos. El Código, como sistema de control social, necesita más que nunca ser un dispositivo que regule con un alto grado de racionalidad las conductas, aumentando las penas e introduciendo tipologías sospechadas, no respetando la dignidad humana y el ámbito de determinación de cada quien. Esto, en forma contraproducente, puede generar, en vez de un control social viable y justo, un justificativo racionalizado de la violencia institucionalizada al servicio de la injusticia. (Aplausos). 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 49 Entonces, veo que el desafío pasa por implementar menos castigo, suplantar las penas, vigilar incluso la instrumentación política de los tratamientos o instrucciones especiales en los casos psiquiátricos, teniendo en cuenta el criterio de realidad de que jamás código alguno va a poder ser justo en el contexto de una estructura social injusta. Necesitamos recuperar la confianza en el bien más preciado que tiene una nación o una ciudad: su gente. Esto no se habrá de conseguir implementando un horizonte de amenaza. Si justicia es darle a cada uno lo que le corresponde, tendríamos que empezar a reflexionar sobre qué nos ha pasado como sociedad, ya que hemos perdido ese componente elemental que se llama solidaridad. ¿Qué mecanismos operan que se necesitamos crear normas cada vez más represivas, que necesitamos ver en el otro un rival? Un maestro mío dice que el principal desafío es enfrentar a los lobos con piel de cordero. Yo digo que también hay que enfrentar el análisis de la implicación de las formas tanáticas que nos constituyen, o sea, producir una razón distinta. El “Código de Convivencia” tiene que reflejar la construcción no de más democracia, sino de una mejor democracia; tiene que reflejar en su espíritu un deseo fundante que es la verdad, y no debe ser coartada intelectual de las diversas formas de encubrimiento. No puede transformarse en una cobertura ideológica interesada en acallar al pueblo y a sus reclamos (Aplausos). 33.- Laura Adriana Teicher Sr. Coordinador (Davide).- Tiene la palabra la participante Laura Adriana Teicher. Sra. Teicher.- Mi nombre es Laura Adriana Teicher y soy vecina de la Asamblea de Scalabrini Ortiz y Córdoba. He venido a manifestar mi enérgica oposición a las reformas propuestas al Código Contravencional. No sólo por ser anticonstitucionales, sino también porque pretenden legitimar los métodos represivos como herramientas para imponer orden, control social y seguridad, volviendo a los viejos edictos policiales. El orden y seguridad que pretenden sólo conducen a la sociedad a sumergirse en el peor de sus males: el retroceso y estancamiento tanto individual como colectivo. Esos argumentos son excusas para imponer la continuidad de un modelo cuyos resultados están a plena vista, aunque algunos, ahora, pretendan encarcelar a sus víctimas. El verdadero saneamiento se constituye en reforzar las redes de la sociedad. Entonces, allí donde haya analfabetos, hay que sembrar escuelas; donde haya hambre, hay que sembrar trabajo; donde haya dolor, hay que fundar hospitales. Éstas son algunas de las columnas para reconstituir esta sociedad para las generaciones que la poblamos y las que la poblarán. Otorgarle a la Policía Federal facultades de privar de la libertad a quien lo considere es desconocer nuestro pasado y nuestro presente. No olvidemos que esta institución es permanentemente sospechada de corrupción. Tan sólo al año pasado asesinó a ciento veintiséis personas por gatillo fácil. Esto es, una persona cada sesenta horas. Ahora se pretende dejar a cargo de esta misma policía el determinar si se comete un delito o no, sin siquiera tener una base legal, juzgando actitudes y no acciones, contraponiéndose a la ley –que juzga acciones y no actitudes–, violando la Constitución de Pág. 50 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 la Ciudad, en su Artículo 13, y también la Constitución Nacional, en su Artículo 18. ¿Y esto, no es un acto de barbarie? Estos cambios pretenden imponer más mano dura sin promover soluciones. Ni siquiera harán de paliativos, sino todo lo contrario: evitan el verdadero y real tratamiento que se merecen los problemas que debemos combatir, que son el hambre, la miseria y la falta de trabajo. Hoy en día a más del sesenta por ciento de los argentinos les han robado su futuro. En síntesis, construyamos inclusión, que de la exclusión y la represión ya estamos hartos Gracias y buenas tardes. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante 34, Sergio Isaac Starik. - El participante no se hace presente. 35.- Cesar Bartolomé Alberto Cicliutti Sr. Coordinador (Davide).- Tiene la palabra el participante Cesar Bartolomé Alberto Cicliutti. Sr. Cicliutti.- Buenas tardes. Soy Cesar Cicliutti y pertenezco a la Comunidad Homosexual Argentina. En primer lugar, quiero decir que no queremos demagogias. Y no queremos las demagogias de quienes convocaron a una Audiencia Pública, cuando el único público que puede estar acá somos nosotros. Nosotros estamos presentes porque hemos faltado al trabajo, pidiendo permiso y haciendo nuestros reclamos. Ellos, que son nuestros empleados y se les paga para eso, no están cumpliendo con su trabajo. (Aplausos). De todas maneras, vamos a seguir con las audiencias públicas. Pero vamos a exigir audiencias públicas con más reconocimiento y más legitimidad que ésta. (Aplausos). Vamos a seguir realizando actos públicos de denuncia. Este acto no es nuevo para nosotros, porque en el año 1998 estuvimos presentes cuando los diputados consideraron el primer Código Contravencional. También estuvimos en la Estatuyente, persiguiendo a los legisladores y a las legisladoras hasta los baños y hasta las confiterías para que incluyeran el Artículo 11, que garantiza el derecho a ser diferente, sin importar la orientación sexual de las personas. Además, estuvimos presentes cuando Jorge Enríquez –un legislador que está en la Legislatura gracias al llamado de un obispo de la Ciudad de Buenos Aires– quiso inaugurar la cárcel de contravenciones, y gracias a nuestra presencia y a nuestras denuncias, esa cárcel no se inauguró. Presentamos, entre otros, el proyecto de ley de Unión Civil, que fue aprobado hace dos años. Y seguimos acá, pidiendo la derogación de la vergüenza del Artículo 71. (Aplausos). 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 51 Reconozco la presencia de los funcionarios, pero nosotros decimos que no son suficientes. Queremos que acá esté el Jefe de Gobierno y todos los legisladores que convocaron a este acto. (Aplausos). Queremos que se apliquen las leyes nacionales, como el Código Penal y el Código Civil, que son más que suficientes. Y también queremos que digan la verdad. No es verdad que la policía necesite nuevas normativas para hacer su trabajo. ¡La policía tiene el poder para aplicar hasta la pena de muerte en este país! (Aplausos). Esta modificación del Código Contravencional manifiesta esta verdad. Lo que quieren hacer es que esas acciones y crímenes sean, a partir de ahora, legales. Y, ante eso, nosotros nos vamos a oponer (aplausos), en honor a todas las personas fallecidas y asesinadas, en honor a Vanesa Ledesma (aplausos), una travesti que estuvo detenida durante cuatro días en una comisaría de Córdoba, que salió en un ataúd y cuyo cuerpo no tenía ni un centímetro cuadrado sin un moretón o una tajadura que le había hecho la policía de este país. Lo vamos a hacer reconociendo también el asesinato de Sandra Cabrera, de Amar (aplausos), de Rosario. Y vamos a seguir peleando por personas como Nadia Echazú, y Mónica León, que estuvieron detenidas y fueron golpeadas, perseguidas e insultadas en las vergonzosas comisarías 25, 23, 18, 50, 21 y 16. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sr. Cicliutti.- Nosotros sabemos qué es lo que pasa en esas comisarías, porque vemos cómo salen las chicas travestis de esos lugares. Si quieren constatarlo, aquí hay una compañera travesti que todavía tiene un moretón de la última golpiza que le dio la policía hace dos días. Sr. Coordinador (Davide).- Le restan 30 segundos de su tiempo. - Manifestaciones en la sala. Sr. Cicliutti.- Ya termino. De todas maneras, estamos acá para seguir diciendo que no queremos legislación represiva; no queremos más cárceles y no queremos más de estos artículos. Creo que los legisladores y legisladoras tendrían que pensar no sólo en qué ciudad queremos, sino también en qué tipo de sociedad queremos. Nosotros, aunque aprueben leyes cómo ésta, no las vamos a aceptar. No vamos a obedecer una legislación que vulnere y viole los principios básicos de la democracia. Desde ya, decimos a los legisladores y a las legisladoras que, aunque este Código se vote y apruebe, nosotros vamos a resistirlo, como ya lo hicimos (aplausos), en honor a Vanesa Ledesma, Sandra Piedrabuena, Nadia Echazú, Mónica León y a las travestis que todas las noches son golpeadas y coimeadas por la Policía Federal. (Aplausos). Ya todos lo sabemos: la Policía Federal es la que administra la prostitución y las drogas en este país. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Pág. 52 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Coordinador (Davide).- Voy a nombrar a los cinco participantes que siguen, para que se acerquen al estrado: Nº 36, Emilio Ángel Padrón; Nº 37, Cecilia Beltramo Salaverría; Nº 38, Elba Sandra Escobar; Nº 39, Silvia Lorena Elizalde; y Nº 40, Jorge Daniel Pintarelli. Corresponde que haga uso de la palabra el participante Emilio Ángel Padrón. - El participante no se hace presente. Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante Cecilia Beltramo Salaverría. - La participante no se hace presente. Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante Elba Sandra Escobar. - La participante no se hace presente. 39.- Silvia Lorena Elizalde Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante Silvia Lorena Elizalde. Sra. Elizalde.- Manifiesto, en primer lugar, mi repudio a todo Código y a toda propuesta de reforma normativa de las conductas sociales que oriente sus acciones hacia el campo represivo de la sanción arbitraria y la respuesta de “castigo ejemplar” a quienes representen una supuesta amenaza al orden público y la convivencia pacífica en la ciudad. Me interesa indicar el modo en que los proyectos de reforma, presentados por sectores que responden tanto a Macri como a Ibarra, contienen medidas represivas que recaen de manera prioritaria sobre los sectores socialmente menos favorecidos, en momentos en que varios de estos grupos –encarnados de manera patente en los movimientos piqueteros, las travestis, las mujeres en estado de prostitución, los recuperadores de basura, los y las inmigrantes y los y las jóvenes de sectores populares, entre muchos otros– salen, habitan o transitan la calle cotidianamente, sin que esto ponga en riesgo alguno la seguridad colectiva o individual de nadie. Las figuras de “acecho” y “merodeo”, la conversión de una diversidad de prácticas y faltas en una única y extensa definición de delito –que, además, en la mayoría de los casos merece la pena máxima de privación de la libertad– y la carga desproporcionada establecida para las situaciones de reincidencia son, para nombrar sólo algunos, ejemplos más que elocuentes del carácter admonitorio y represivo que se pretende aplicar discrecionalmente sobre ciertos sectores. Alineada al reclamo que numerosos grupos activistas y de derechos humanos venimos realizando desde 1997, en relación con los artículos más retrógrados del Código –me refiero, sobre todo, a los artículos 40, 41, 71 y 73–, rechazo muy especialmente los intentos de bajar a 14 y 16 años la edad de imputabilidad de los menores, así como de penalizar a los padres por las contravenciones que cometan o de las que resulten víctimas 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 53 sus hijos y sus hijas, pretendiendo con ello reasegurar una supuesta política preventiva de las infracciones que, se sospecha tácitamente, los y las jóvenes cometen de forma creciente y desmedida. Como ciudadana e investigadora en temas de juventud, no puedo sino advertir la naturaleza abiertamente violatoria de los acuerdos y tratados internacionales en materia de derechos de los y las jóvenes que esta medida representa así como las consecuencias que trae aparejada para las vidas concretas de los y las chicas pobres, que son el blanco más visible, y más perverso, del control institucional, la sanción moral y la parte más delgada del hilo del ajuste económico. En una ciudad donde casi el 20 por ciento de sus 640 mil jóvenes, mujeres y varones, son pobres, donde un porcentaje similar sufre la exclusión y la desafiliación que genera el desempleo, y donde muchos y muchas son víctimas diarias de apremios ilegales, detenciones injustificadas y represión policial, la pretendida disminución de edad de culpabilidad de los jóvenes, no puede si no merecer junto a la totalidad de iniciativas de reformas al Código Contravencional basadas en el argumento implícito de la “mano dura”, el más enérgico repudio de quienes seguimos apostando al ejercicio democrático de la ciudadanía y a la lucha insistente por un espacio público, real y abierto para todos y todas. (Aplausos). - Manifestaciones en la sala. 40.- Jorge Daniel Pintarelli Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 40, Jorge Daniel Pintarelli. Sr. Pintarelli.- Buenas tardes. Mi nombre es Carina Alejandra Pintarelli (aplausos) y pertenezco a la Asociación Abril. Pero, en este caso, voy a hablar como ciudadana, más que como asociación. Nosotras, las travestis, nos oponemos a la reforma del Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires, ya que con el actual código, las travestis somos sometidas a la represión inconstitucional, Artículo 71. - Manifestaciones en la sala. Sr. Pintarelli.- La policía utiliza el Artículo 71 y otros artículos del Código Contravencional para reprimirnos, perseguirnos y coimearnos, tanto a nivel dinero como sexual. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sr. Pintarelli.- Es mentira que el actual Código es garantista. Para nosotras, como para otros sectores, el actual Código es claramente represivo para toda la sociedad. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Pág. 54 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Pintarelli.- Mientras el Estado no desarrolla ninguna política social que asegure empleo, vivienda, educación y salud para nosotras, para todos aquellos necesitados, paralelamente desarrolla políticas represivas que nos condenan al exterminio total. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sr. Pintarelli.- Quiero preguntarles a los legisladores y legisladoras, y al señor Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra... ¿Dónde está? Me parece que está en la peluquería... - Manifestaciones en la sala. Sr. Pintarelli.- ...¿qué impulsa estas reformas que endurecen el Código? ¿Ustedes saben quienes se benefician con estas propuestas? No se benefician los vecinos, no nos beneficiamos nosotras ni tampoco las mujeres en estado de prostitución; sólo se le da poder a la policía para que siga reprimiendo de manera inconstitucional a la prostitución callejera, pero solamente a la callejera (aplausos), compañeros, cuando todos sabemos que en más de una institución hay prostitución adentro. (Aplausos). Desde el año 1949, la Argentina firmó un pacto internacional por el cual se declaró como abolicionista en el tema de la prostitución. Esto quiere decir que el Estado debe desarrollar políticas de inclusión social de las personas que ejercen la prostitución. ¿Lo hace? No lo hace. Por esto, no se puede avanzar en la represión, ya que se practica con el Artículo 71 y se quiere reforzar con más represión, porque la judicialización de la prostitución es inconstitucional, porque el actual Código y las reformas pretenden la represión y el exterminio de las travestis en estado de prostitución. Nos oponemos a toda clase de reforma, que pueda exterminar a la sociedad de clase media baja. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sr. Coordinador (Davide).- Tiene la palabra en su carácter de expositora, la doctora Alicia Pierini, Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. - La expositora no se hace presente. - Manifestaciones en la sala. Sr. Coordinador (Davide).- Tiene la palabra en carácter de expositor, el doctor Víctor Hortel, Defensor General del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires. - El expositor no se hace presente. - Manifestaciones en la sala. Sr. Coordinador (Davide).- Los próximos cinco participantes son: N° 41, Jacobo Pelerman; N° 42, Pedro Aníbal Paradiso; N° 43, Cristian Caram; N° 44, Juan Antonio Auge; y N° 45, María del Carmen Pinilla. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 55 41.- Jacobo Pelerman Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 41, Jacobo Pelerman. Sr. Pelerman.- Buenas tardes. Me llamo Chiche Pelerman y pertenezco al Partido Comunista Revolucionario. (Aplausos). Como acto de reafirmación democrática, en vísperas del 24 de marzo, recordamos en algunos nombres a todos los detenidos desaparecidos y asesinados. Rendimos homenaje con el compromiso de no olvidarlos jamás a Azucena Villaflor –fundadora de Madres de Plaza de Mayo– (aplausos); Roberto Santucho; Alicia Eguren de Cooke (aplausos); Rodolfo Walsh (aplausos); Rodolfo Cristina; Teresa Israel; Monseñor Angelelli; al diputado radical Mario Abel Amaya; a nuestros camaradas Daniel Winer y Enrique Rusconi, mártires caídos en la lucha antigolpista, y a César Gody Álvarez, Reneé Salamanca, Ángel Manfredi y Manuel Guerra, detenidos-desaparecidos. - Manifestaciones en la sala. Sr. Pelerman.- Como bien se dijo, cambiando la necesaria agenda social, hoy tratamos el endurecimiento represivo del Código de Convivencia. El tema fue instalado como si fuera una necesidad perentoria de la sociedad porteña y es parte de la competencia electoral. Nos recuerda cuando, en 1999, en aguda síntesis, el entonces diputado Abel Fatala sostuvo que: “Aunque suene pacato, es lo que la sociedad nos está demandando –la represión de la prostitución–. Tampoco podemos permitir –agregaba–, que Menem haga campaña electoral con este tema”. Asistimos de vuelta a una situación similar. Conocimos proyectos de máxima, como el del diputado itinerante Jorge Enríquez, ayer delarruista y hoy macrista, pero siempre fiel defensor de la represión policial, como su jefe, Mathov, detenido por los asesinatos del 19 y 20 de diciembre. - Manifestaciones en la sala. Sr. Pelerman.- Algunas propuestas, como el merodeo o permanencia injustificada –es decir, portación de cara– o el castigo a los padres de hijos que cometan o sean víctimas de una contravención, nos recuerda a la dictadura y a ese personaje nefasto, Bernardo Neustadt, cuando interrogaba a Doña Rosa diciéndole “¿sabe usted dónde está su hijo?”. El bloque macrista, por consenso, presentó un proyecto más digerible que el de Enríquez. El diputado Julio De Giovanni, perteneciente al bloque de Giorno, brazo derecho del ibarrismo, presentó el suyo. También lo hizo el ibarrismo puro. Y hay otros. Con diferencias, algunas de matices, se castiga la protesta social de ocupados y desocupados; ahorristas; vendedores ambulantes; cartoneros y a quienes ejercen la prostitución, transformando a la policía en el gran proxeneta. Se otorgan más facultades a la Policía; la misma que mató a Walter Bulacio; a los jóvenes de Floresta; la que fusila a jóvenes en los pasillos de las villas; la que el 19 y 20, por orden de De la Rúa, asesinó a siete manifestantes, y la que, por orden del Jefe de Pág. 56 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Gobierno, reprimió violentamente en los desalojos de Mariano Acosta y Castañares, el Padelai y Bruckman. En los nombres de Kostecki, Santillán, Christian Ibañez, Marcelo Cuello, Víctor Choque y Sandra Cabrera, rendimos homenaje a todos los caídos en las calles en la lucha. Razonemos en común: sin las marchas por María Soledad, sin las marchas de Santiago del Estero, Floresta, Avellaneda, Libertador, ¿acaso hubiéramos avanzado algo en la lucha contra la impunidad? Me estoy refiriendo a las luchas democráticas, pero lo mismo ocurre en la lucha callejera de jubilados, ocupados, desocupados y estatales. Se pide más orden –entre comillas– para ahogar la protesta social. Los proyectos marcan un paso atrás en cuanto al desarrollo de los derechos humanos, legitiman y agravan, por medio de una ley, los viejos edictos policiales que son una de las instituciones más aberrantes que ha vivido la ciudad. Nuestro partido apoya y participa de la lucha de la juventud de la Corriente Clasista y Combativa por polideportivos, murgas, becas, casas culturales, capacitación laboral y demás actividades que permitan encausarlos en el trabajo, el estudio y el deporte, alejándolos de la droga, el delito y la calle. Es una lucha por la juventud y por la seguridad, y no existe al respecto, por parte del Gobierno de la Ciudad, el mismo interés que manifiesta para aprobar estos códigos de convivencia. Encuadramos esta lucha democrática en nuestra lucha política general por un gobierno de unidad patriótica y popular. Nuestra ciudad tiene grandes reservas democráticas, entendiendo el término democrático en toda su profundidad. Conoció el levantamiento del Parque –con Alem e Irigoyen, no con Alfonsín y de la Rúa–, el 17 de octubre –con Perón y Evita, no con Menem–, las Madres de Plaza de Mayo, que iniciaron una lucha contra la impunidad que se mantiene por décadas y hoy va camino a triunfar. El 19 y 20 de diciembre, esta ciudad fue el epicentro de un levantamiento nacional que no sólo combatió por necesidades económicas, sino también contra el Estado de sitio, volteando al gobierno hambreador, entreguista y asesino de De la Rúa. Algunos dirigentes, ante el clamor popular, no tuvieron más respuesta que la fuga en helicópteros y ambulancias, y hoy no tienen otra respuesta que imponer más represión mediante este código. Apostamos y trabajaremos para abortar, con la movilización unitaria, estos intentos antidemocráticos como parte de la lucha por pan, trabajo, salud, educación y deporte. Muchas gracias. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 42, señor Pedro Aníbal Paradiso. - El participante no se hace presente. 43.- Cristian Caram Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 43, señor Cristian Caram. - Manifestaciones en la sala. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 57 Sr. Caram.- Buenas tardes. A la hora de evaluar posibles modificaciones al Código Contravencional, hay que señalar que el actual código ha tenido virtudes e imperfecciones. Entre las virtudes puede señalarse que ha reemplazado a los viejos edictos policiales con una norma legal surgida de las instituciones democráticas. El espíritu del código es buscar la composición de los conflictos urbanos a partir de medidas de aprendizaje ciudadano no represivo; esto se ve en la incorporación como penas habilitadas de los trabajos sociales y de utilidad pública. Tanto la Ley 10 como la 12 contienen diversas normas que preservan el derecho a la defensa del infractor y a las garantías del debido proceso. Sin embargo, en su aplicación práctica, el código muestra hoy algunos defectos de envergadura que tienen dos orígenes. En primer lugar, estuvo pensado para otra sociedad. Y, en segundo lugar, hubo determinadas medidas que en su aplicación no tuvieron los resultados esperados. El código de convivencia fue sancionado por la Legislatura de la Ciudad en marzo de 1998, en un contexto social profundamente distinto al que vivimos actualmente. En ese entonces, la crisis económica y social no había alcanzado la profundidad a la que llegó más tarde y, en consecuencia, los conflictos de convivencia a los que apunta resolver el código no tenían las características que hoy tienen. Para entender la dimensión del impacto de la crisis en los fenómenos que el código intenta regular hay que entender en primer lugar qué es el Código de Convivencia. En primer término, el código no contiene normas penales, por lo cual no puede intentar regular ni prevenir la comisión de delitos. Las conductas que están contempladas como delitos en el Código Penal quedan totalmente excluidas de sus previsiones. Para evaluar si el código sirve o no hay que pensar, en primer lugar, para qué esta pensado; no es una norma penal. Si le pedimos al Código que resuelva situaciones de conflictos que pertenecen al Código Penal –como robos, hurtos, amenazas o lesiones–, necesariamente concluiremos en que el Código no sirve pero, en realidad, nunca podrá resolver ese tipo de situaciones porque no está previsto para eso. El Código de Convivencia es una norma que regula –como su nombre lo indica– la convivencia urbana y califica como contravenciones a las conductas que afectan esa convivencia sin constituir un delito. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Éste es un mecanismo de participación y pido que todos nos respetemos. Sr. Caram.- Quizás, algunos de los que están aquí presentes no sepan lo mucho que hemos trabajado para sancionar el código en marzo del año 98 y lo mucho que hemos tenido que hacer durante estos años para poder defenderlo. Creo que nunca deberían nombrarse como instrumentos del Código de Convivencia cualquiera de esas propuestas que hoy aparecen con cortes más o menos represivos. Me refiero al “acecho”, “merodeo” o cualquier otro término, como “presencia injustificada”. - Manifestaciones en la sala. Pág. 58 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Presidente (López).- Por favor, hagan silencio y respeten al orador. Sr. Caram.- De ningún modo corresponde que esos términos y estas figuras sean incorporadas en el Código de Contravención; son absolutamente inconstitucionales en términos de la Constitución Nacional y de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. Por supuesto que generaría ni más mi menos que el delito de portación de cara, y por eso es que nos oponemos decididamente a su incorporación. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Silencio, por favor. Sr. Caram.- Por último, quiero hacer referencia a un aspecto muy vinculado a las modificaciones propuestas y que tiene que ver con el Artículo 71. Cuando el Código Contravencional no hacía ninguna referencia a la oferta y demanda de sexo es en la vía pública, se generaron situaciones que obligaron a su modificación. Algunos no estuvimos de acuerdo, desde ningún punto de vista, en la prohibición lisa y llana de la oferta y demanda de sexo en la vía pública y dijimos que no iba a resultar eficaz a la hora del funcionamiento. En su momento, planteamos que había que parecerse a las mejores ciudades del mundo donde este tema se resuelve con la instalación de las denominadas zonas rojas. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, hagan silencio. Sr. Caram.- Mi opinión es que, para que sea posible custodiar los derechos de los vecinos que tienen la necesidad de poder vivir tranquilos y también de quienes no tienen más remedio que trabajar ejerciendo la prostitución en la Ciudad de Buenos Aires, deberían crearse algunos lugares donde esté permitida y habilitada la oferta y demanda de sexo en la vía pública. Nada más. Muchas gracias. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor… - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, la audiencia pública… - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- No, no me callo nada. La Audiencia Pública no es propiedad del Gobierno ni de ninguno de los sectores que han venido a participar. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 59 Creo que es importante que cada uno tenga su espacio y que pueda decir lo que tenga que decir; de lo contrario, esto no tiene sentido. - Manifestaciones en la sala. Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 44, señor Juan Antonio Auge. - El participante no se hace presente. 45.- María del Carmen Pinilla Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 45, señora María del Carmen Pinilla. Sra. Pinilla.- Buenas tardes. Mi nombre es María del Carmen Pinilla. Soy vecina del Barrio de Villa Crespo y participo en una asamblea barrial. (Aplausos). Lo que quiero decirles es que me opongo enfáticamente a las propuestas de reforma del Código Contravencional por considerarlas anticonstitucionales y que en su conjunto tienden a la restricción de los derechos de los ciudadanos. Todos estos proyectos de reformas apuntan a profundizar las potestades de represión por parte de la Policía Federal al proponer prohibir la protesta, bajar la edad de imputabilidad, endurecer y extender las penas, volver a las figuras como el merodeo, el acecho, o permanencia injustificada. Yo, como madre y vecina de esta ciudad, considero un absurdo el bajar a 14 años la edad de imputabilidad. (Aplausos). Si, en muchos aspectos, se considera a los chicos de 14 años menores para decidir en la vida civil como votar, comprar y vender bienes, viajar al exterior sin autorización de mayores, etcétera, mal podemos hacerlos cargo de hechos que cometan cuyo origen principal es ser portadores de su juventud. ¿Por qué entonces castigarlos como adultos? ¿Cuál es el verdadero origen de este atropello? Con estas medidas lo que se consigue es enseñarles a tener miedo con la consecuencia atroz de quitarles la libertad de expresión, desarrollo e independencia, y esto ya es archiconocido por nuestra historia más reciente. El miedo no es educación, sino todo lo contrario. Los jóvenes necesitan contención, no expulsión de la sociedad; necesitan más colegios, mejor educación, profesionales capacitados y mejor pagos. Las heridas de la sociedad se sanean atacando los orígenes, no las consecuencias. Dediquemos nuestro tiempo y energías en propuestas que combatan los problemas primarios. Por esto, mi propuesta es la de conformar un movimiento con todas las organizaciones para que participen en la elaboración conjunta de un proyecto que contemple las necesidades de los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires. Muchas gracias. (Aplausos). Pág. 60 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Coordinador (Davide).- Vamos a convocar a los próximos cinco participantes de la lista: N° 46, Marta Hilda Cacciamani; N° 47, Elio Antonio Brailovsky; N° 48, Marta Susana Iglesia; N° 49, Fernando Caeiro y N° 50, Benigno Emilio Raposo Varela. Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 46, señora María Hilda Cacciamani. - La participante no se hace presente. Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 47, señor Elio Antonio Brailovsky. - El participante no se hace presente. 48.- Marta Susana Iglesia Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 48, señora Marta Susana Iglesia. Sra. Iglesia.- Quisiera comenzar expresando que el concepto que tengo de convivencia es totalmente distinto al que tienen los legisladores que están presentando proyectos de reformas al actual código. Como convivencia entiendo una sociedad para compartir, no para reprimir. (Aplausos). Se habla de prevenir la posible comisión de delitos, de establecer determinadas conductas de los ciudadanos, como si se tratara de futuros delincuentes. Se expresa, incluso, que la contravención es un delito menor; o sea, se transforma la contravención en delito. Se está condenando así a los ciudadanos, lo cual, además, de manifestar absoluta intolerancia, es inconstitucional, ya que la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires –como dijeron algunas personas aquí– dice en su Artículo 13: “Se erradica de la legislación de la ciudad y no puede establecerse en el futuro ninguna norma que implique, expresa o tácitamente, peligrosidad sin delito”. Además, se pretende impedir que las personas puedan reunirse libremente ya que, según alguno de estos proyectos, habría que pedir autorización para ello. Esto significa que quedaría establecido el “Estado de Sitio”. El tema no es modificar o no el Código de Convivencia, sino con qué criterio se hace esto. Los debates con este fin se realizan en espacios muy reducidos. Esta audiencia, por ejemplo, no es vinculante. Venimos a decir lo que pensamos conociendo las necesidades de nuestros barrios y, luego, los legisladores ejercen la decisión final, transformándose en representantes que defienden los intereses de los que mandan y no de los mandados. (Aplausos). Tengamos en cuenta que en los barrios hay propuestas. Tengamos en cuenta que las asambleas populares pueden hacer sus propuestas, que los ciudadanos deben ser los que regulen la convivencia y que no en todos los barrios se convive igual. Sería razonable, entonces, que cada barrio tenga sus propias reglas de convivencia, que dispongamos de códigos para integrarlas, que los legisladores comprendan que se puede vivir sin excluir y 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 61 que los problemas de democracia no se resuelven con represión, sino que se resuelven influenciando en forma inteligente sobre las personas sin el uso de la fuerza. Hoy los ciudadanos comunes no tenemos control ni injerencia en las contravenciones. Hoy no hay un tribunal de vecinos o asambleas populares que puedan elegir a los comisarios del barrio. Hoy no tenemos jurados con participación ciudadana que juzguen los delitos. Hoy, las cárceles están llenas de pobres y, de aprobarse algunos de estos proyectos represivos, estarán aún peor. Hoy no se sanciona la ostentación vergonzosa de quienes muestran grandes riquezas mal habidas. Hoy ninguno de ellos habita una celda: viven en lujosos barrios privados o viajan por el mundo con el dinero que nos roban. (Aplausos). Hoy, para la mayor parte de los legisladores no existe la solidaridad. Mucho menos se penaliza la falta de solidaridad. A dos días de un nuevo aniversario del comienzo de la peor dictadura que vivió el país, sería un buen momento para que nuestros legisladores reflexionen y reivindiquen –si es que pueden– los sueños de nuestros 30 mil desaparecidos asegurando la igualdad de oportunidades para el acceso al sistema educativo de todos nuestros niños y jóvenes, incorporando a la sociedad a los más desfavorecidos, reconociendo el derecho a la vivienda digna, al trabajo y a la salud. (Aplausos). Gracias. 49.- Fernando Caeiro Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 49, señor Fernando Caeiro. Sr. Caeiro.- El Gabinete de Alternativas de Unión por Todos de la Ciudad de Buenos Aires, ante la convocatoria a audiencia pública… - Manifestaciones en la sala. Sr. Caeiro.- …convocada por el Poder Ejecutivo local, a fin de recabar las opiniones de los vecinos sobre la posible reforma del Código Contravencional –Ley Nº 10–, quiere expresar el más enérgico rechazo a la manipulación de los mecanismos de participación por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, entendiendo que: 1) La falta de propuestas por parte del Poder Ejecutivo hace ambiguo el eje del debate y no lo orienta a un objetivo determinado que pueda ayudar a la búsqueda de consensos que permitan mejorar el actual texto de la Ley Nº 10. 2) Por el contrario, el debate está propuesto sobre la base de los proyectos presentados en la Legislatura por legisladores y vecinos, que abarcan diversos aspectos del Código Contravencional con una disparidad de criterios que hace improbable que se avance en propuestas con algún nivel de consenso. 3) El doctor Aníbal Ibarra… - Manifestaciones en la sala. Sr. Caeiro.- …fue, como legislador, uno de los autores del actual Código Contravencional. Como jefe de Gobierno desde agosto de 2000, no tuvo ni propuestas ni voluntad política Pág. 62 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 para hacer modificaciones. Su bloque legislativo bloqueó toda posibilidad de reforma hasta el momento. Es por ello que tenemos la presunción de que el Gobierno convoca a esta Audiencia sin orientación, sin convicción y con una necesidad política de dar respuesta aparente a los vecinos que reclamamos un cambio en serio. En definitiva, este esquema propuesto no va a dar ningún resultado positivo y, amparándose en la falta de consenso, el Gobierno no va a hacer absolutamente nada. Nosotros hemos presentado un proyecto en la Legislatura. Creemos que este es el ámbito de debate en donde se deben buscar los consensos, junto con todos los sectores de la comunidad involucrados. Proponemos un debate adecuado donde el Gobierno, con una evaluación seria de lo que ha sucedido hasta ahora con el actual Código, con el acceso a los datos reales necesarios para evaluar la relación entre las contravenciones y la eficiencia en la sanción y los vacíos normativos, proponga su proyecto de modificación para avanzar, en consecuencia, a un debate fundado cuyo objetivo sea mejorar la calidad de vida de los habitantes, y no una batalla política… - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- La presidencia pide silencio. Sr. Caeiro.- …donde cada uno se queda como una estaca, clavado en sus propias ideas, defendiendo sus propios intereses, mientras que el ciudadano sigue esperando. Señor presidente: le pido que le diga a Ibarra que haga algo por la Ciudad de Buenos Aires. Ya es hora, porque lleva cuatro años gobernando y la situación sigue empeorando. Le pido al Gobernador de la Ciudad de Buenos Aires que se ocupe de los temas, busque los consensos necesarios para legislar y termine de “hacer la plancha”. 50.- Benigno Emilio Raposo Varela Sr. Coordinador (Davide).- Tiene la palabra el participante Nº 50, Benigno Emilio Raposo Varela. - Manifestaciones en la sala. Sr. Raposo Varela.- Mi nombre es Benigno Emilio Raposo Varela y soy presidente de la asamblea vecinal de Constitución. En 1998 los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires celebramos la derogación de los edictos policiales por ser inconstitucionales en un Estado democrático. Aspirábamos a contar con un Código Contravencional y de Faltas como lo establece la Constitución de la Ciudad. Sin embargo, se legisló un código llamado de “convivencia”, sin reconocer ni asumir la realidad que vivían los vecinos de los barrios de la Ciudad de Buenos Aires. Es decir, falló la interpretación del diagnóstico y, por consiguiente, la solución. Hoy nos encontramos en esta audiencia y nos preguntamos, ¿por qué la audiencia? 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 63 La audiencia pública es una herramienta importante de participación ciudadana en un sistema democrático. Lamentablemente, es no vinculante. Aún la reglamentación de las audiencias públicas barriales sigue sin reglamentarse. El actual jefe de Gobierno, el doctor Aníbal Ibarra, fue uno de los mentores del mal llamado “código de convivencia”, primero como legislador y, en los últimos cuatro años, como jefe de Gobierno; en ambos casos con la apoyatura de bloques legislativos mayoritarios. Después de seis largos años eligió la utilización de esta herramienta, la audiencia, para eludir la decisión política de impulsar los cambios en la legislación contravencional y sus procedimientos correspondientes. Éste es el reclamo de los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- La Presidencia solicita que se le permita hablar a la persona que está exponiendo. Es muy importante que tengamos tolerancia. Puede haber opiniones de sectores diferentes que expresen diferentes intereses. Si ni siquiera somos capaces de dejar asentadas nuestras opiniones, estamos equivocando el camino. Un asistente.- ¿Dónde está Ibarra? Sr. Presidente (López).- Usted está en una audiencia que fue convocada a través de los diarios, cuya principal autoridad es la Secretaría. Más allá del derecho de cada uno a reclamar lo que le parezca justo, esta audiencia fue convocada de esa manera, por lo que estamos cumpliendo. Hasta ahora no hemos hablado. Nosotros estamos aquí para que ustedes, desde cada sector, expresen su interés y puedan hacer valer su opinión, dejándola registrada. Esto es simplemente un mecanismo de participación, que –bueno o malo– es de los pocos que tenemos para los ciudadanos, cualquiera sea el sector al que representen. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Pido silencio, por favor. Continúa en uso de la palabra el señor Benigno Raposo Varela. Sr. Raposo Varela.- Voy a repetir el párrafo, para completar la idea. El actual Jefe de Gobierno reelecto, doctor Aníbal Ibarra, uno de los mentores del mal llamado Código de Convivencia, primero como legislador, y en los últimos cuatro años como Jefe de Gobierno –en ambos casos con apoyatura de bloques mayoritarios legislativos–, eligió después de seis largos años esta herramienta, la audiencia, para eludir la falta de decisión política de impulsar los cambios en la legislación contravencional y sus procedimientos correspondientes, que es el cambio que los vecinos pedimos para la Ciudad de Buenos Aires. Nuevamente, la temática y la herramienta elegida son manipuladas generando disensos, cuando el Gobierno debe y tiene que buscar los consensos necesarios para la toma de decisiones en beneficio del bien común. Esto quiere decir que, como en las dos Pág. 64 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 modificaciones anteriores al código original, la metodología “gatopardista” es cambiar algo para que nada cambie. Ninguna duda cabe de que el mero hecho de la subsistencia de la problemática, a pesar del paso del tiempo, no habla a favor de las gestiones gubernamentales y legislativas hasta el presente, que no se preocuparon por elaborar soluciones razonables para ayudar a una convivencia con apego a la ley y una verdadera conciencia de seguridad socio-urbana. Ya lo decía Quevedo: “Una sociedad sin ley es una sociedad sin razón”. Los vecinos nos preguntamos ¿por qué ahora sí y antes no? Primero, es necesario reconocer que el Código y su procedimiento actual han fracasado. Las estadísticas y los hechos que ocurren a diario en los barrios son prueba suficiente, porque el Código tiene omisiones y su articulado es una entelequia que no llama a las cosas por su nombre. Los mismos autores no han podido llevarlo a la práctica, como fue el caso del ex Secretario de Justicia y Seguridad, doctor Facundo Suárez Lastra. Asimismo, su procedimiento contravencional es burocrático, como si fuera una causa procesal penal, cuando estamos sancionando contravenciones. En la sesión legislativa del 18 de febrero del corriente año, la legisladora Laura Moresi... Varios asistentes.- ¡Otra ausente! - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, no interrumpan al orador. Un asistente.- ¡No se entiende de qué está hablando! Sr. Coordinador (Davide).- Señor Raposo Varela: le restan 30 segundos de su tiempo. Sr. Raposo Varela.- En la sesión legislativa del 18 de febrero del corriente año, la legisladora Laura Moresi expresó que el posible cambio en la legislación contravencional no tiene relación con la seguridad. Los vecinos le decimos a la legisladora que el Código Contravencional es una herramienta... - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, señores. - Manifestaciones en la sala. Sr. Raposo Varela.- Los vecinos le decimos a la legisladora que el Código Contravencional es una herramienta de prevención para la seguridad urbana, que sanciona conductas que, por su reiteración y la falta de sanción, pueden conducir a situaciones predelictuales. La seguridad pública de la Ciudad de Buenos Aires debe comenzar con la prevención de situaciones predelictuales. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 65 - Manifestaciones en la sala. Sr. Raposo Varela.- La emergencia de seguridad de la Ciudad requiere establecer y consensuar normas... - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, señores. Así no se puede seguir. Hay un expositor que está expresando algo que a algunos no les gusta, y no puede hablar. Es un ciudadano más, esté o no de acuerdo conmigo o con quienes están acá, y está tratando de terminar una idea. Estamos haciendo lo imposible, porque queremos que esto sea un acto de participación, y no una audiencia dirigida por un presidente a los gritos. Esto es muy importante. Aquí hay sectores que teóricamente tienen enromes quejas sobre la falta de tolerancia, y me parece ilógico que no puedan escuchar a un ciudadano que, sea como sea, tiene derecho a manifestar lo que piensa. No integra el Gobierno, no expresa mi opinión ni la de ustedes, pero expresa la propia, y tiene derecho a hacerlo. Un asistente.- ¡Es que no nos interesa su opinión! Sr. Presidente (López).- No importa si a usted no le interesa. Usted no es el dueño de la audiencia. La audiencia es de todos. Señor Raposo Varela: le pido que sea breve. Sr. Raposo Varela.- La emergencia de seguridad de la Ciudad requiere establecer y consensuar normas, instrumentos, programas y planes que deben trascender al Gobierno para convertirse en una política de Estado, con el apoyo de una fuerte voluntad política y una decisión clara en el sentido de replantear las normas que siguen mostrando marcadamente la ineficiencia. Decía el doctor Juan Bautista Alberdi... Varios asistentes.- ¡Ya murió! ¡Estamos en el 2004! Sr. Raposo Varela.- El doctor Juan Bautista Alberdi, redactor de las bases de la Constitución, decía: “La civilización política de un país está representada por la seguridad de que disfrutan sus habitantes, y la barbarie consiste en la inseguridad”. Anteriormente, con los edictos, muchos legisladores pregonaban que había una “caja chica”. Ahora, con un Código incompleto, burocrático y a medias tintas, los vecinos en los barrios percibimos que continúa, con el agravante de una cadena de complicidades, cuyo único fin sería la presumible recaudación de cajas negras y la repartija entre varios componentes de organismos oficiales. Sr. Coodinador (Davide).- Señor: su tiempo se ha cumplido. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Pág. 66 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Presidente (López).- Por favor, permitan que el participante concluya su exposición. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Pido silencio, por favor. De nada sirve una audiencia pública si no se pueden expresar las posiciones. Sr. Raposo Varela.- Hoy el Poder Ejecutivo carece de decisión política y, por consiguiente, de una política de seguridad. La Legislatura, con una postura adolescente, ignora el reclamo de los ciudadanos y parece una asamblea de sordos. La Justicia de la Ciudad, que nació en comisión, con cargos repartidos para los amigos y partidarios, sin mucha actitud de impartir justicia, y la Policía sospechada y cuestionada, que aduce no contar con una legislación adecuada, cierra el círculo donde todo ello instala una apatía en la sociedad y, como la solución no llega, enciende el enfrentamiento social, donde las antinomias ideológicas profundizan el disenso. - Manifestaciones en la sala. Sr. Raposo Varela.- Para terminar, señor presidente, los vecinos les pedimos a quienes deben velar por nuestra calidad de vida en la Ciudad de Buenos Aires... - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, permitan que el orador pueda concluir. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Reitero: permitan que el orador pueda concluir. Sr. Raposo Varela.- Para terminar, señor presidente, los vecinos les decimos a quienes deben velar por nuestra calidad de vida en la Ciudad de Buenos Aires que es necesario destrabar el prejuicio ideológico entre la Izquierda y la Derecha, como decía Ortega y Gasset en su obra “La rebelión de las masas”, en la parte tercera del prólogo para los franceses, en 1937, “Ser de la izquierda es como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil... Sr. Coordinador (Davide).- Señor Raposo Varela: su tiempo ha finalizado. - Manifestaciones en la sala. Sr. Raposo Varela.- ...: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejia moral. Además, la persistencia de estos calificativos contribuye a falsificar aún más la realidad del presente, como lo demuestra el hecho de que hoy las derechas prometen revoluciones y las izquierdas prometen tiranías”. - Manifestaciones en la sala. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 67 Sr. Presidente (López).- Señor Raposo Varela: su tiempo ha concluido. - Manifestaciones en la sala. Sr. Raposo Varela.- ¡No me permiten hablar, señor! - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Sí pudo hablar, señor. Por favor, ya ha concluido su tiempo. A nadie se le permitió hablar tanto. Usted tiene que comprender que éste es un mecanismo que está previsto en la ley. - Manifestaciones en la sala. Sr. Raposo Varela.- Señor presidente: los vecinos queremos un código con figuras claras que se llamen por su nombre, con sanciones efectivas, procedimientos prácticos donde la reincidencia sea real y que el juez tenga la obligación de considerarla para su fallo. - Manifestaciones en la sala. Sr. Raposo Varela.- Quiero dejarles la siguiente reflexión de Abraham Lincoln: “Se puede mentir parte del tiempo a toda la gente, se puede mentir todo el tiempo a parte de la gente, pero no se puede mentir todo el tiempo a toda la gente”. - Manifestaciones en la sala. Sr. Raposo Varela.- ¡Son muy intolerantes, señores! - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Silencio, por favor. Una audiencia no debe ser un espectáculo de barras: es fundamental que uno pueda expresarse. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Silencio, por favor. Sr. Coordinador (Davide).- Los cinco participantes siguientes son: N° 51, Octavio Nibaldo Sáez; N° 52, Valentín Huerta; N° 53, Claudia Ferrero; N° 54, Roberto Luis Goldsman, y N° 55, María Angélica Van-Eek. 51.- Octavio Nibaldo Sáez Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 51, Octavio Nibaldo Sáez. Pág. 68 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Sáez.- Yo no vengo en representación de nadie; soy un simple ciudadano que quiere dar su opinión sobre el problema de los travestidos y, principalmente, voy a hablar sobre la homosexualidad. En estos momentos, este código está sujeto a enmiendas jurídicas, por cuanto su naturaleza real no conforma plenamente a una parte de la sociedad porteña. Se tilda de inoportuno e ineficaz, dando lugar a que este Código de Convivencia esté en vísperas de ser modificado, de modo que su letra central tendría que adecuarse a los cambios que se pretenden implementar. Da la sensación de que dichas enmiendas obedecerían más a una intención política que a un afán sincero de servicio a la comunidad, ya que se pretende cambiar el espíritu de dicho código que tuvo la virtud –a mi parecer– de reemplazar al denigrante Código Contravencional pergeñado por el Ministerio del Interior, si no recuerdo mal, en el año 1948. Ese código al que me refiero estuvo manejado arbitrariamente y de modo artero por el Jefe de Policía, erigido en juez de la conducta de todos aquellos a los que jamás se les dio la oportunidad de defenderse: me refiero a los homosexuales. Temo para mí, que de nuevo surja el fantasma sepultado por el paso del tiempo democrático. Es clara la intención de volver al pasado, por medio de enmiendas mentirosas y de doble sentido, en desmedro de la libertad de personas señaladas. Me refiero al travestido prostituto, leit motiv de estos cambios. Se le atribuye a esta figura su escandalosa prostitución callejera y ciertas actitudes que van a contrapelo con la moral y las buenas costumbres, además de que se le acusa de desfigurar la imagen masculina por medio de la vestimenta, que incide como un factor de confusión en su sexo y estado. Yo creo que la identificación del sexo no pasa por la indumentaria. La naturaleza de por sí ha establecido indicadores anatómicos, imposibles de que generen la duda. No voy a señalar cuáles son estos detalles reveladores: ya todos sabemos que la conformación física del cuerpo humano, por más que sea sometido a mutaciones, delata el sexo. El argumento esgrimido al respecto carece de sustento lógico, rayando lo pueril. La solución para con el travestido prostituto no pasa por la aplicación de medidas coercitivas que den como resultado distintas penalidades. El problema de la prostitución travestida no es un tema para ser tratado por improvisados oscurantistas. La prostitución, a través de los tiempos, nunca fue una tendencia practicada por un solo sexo. Es un problema muy espinoso y delicado, que debe ser tratado por legalistas idóneos, capaces de legislar con sentido justo y equitativo, que procuren llegar al meollo que origina esta distorsión social y la confusión de roles. Este tema merece ser discutido por personas dotadas de un alto sentido humanístico, en el que se tome en cuenta la justicia con respeto. Con “justicia” quiero decir el derecho a transitar libremente, opinar, protestar, elegir, y vestir según su deseo, sin que ninguna norma jurídica le indique cómo debe hacerlo. (Aplausos). Cuando digo “respeto” me refiero a no sentirse discriminado y sometido a una evidente homofobia por muchos que piensan que tienen el derecho a manifestarlo. Yo creo que la sociedad está obligada a tenderle una mano al travestido que vende públicamente sus servicios sexuales. ¿De qué forma? Dándole la oportunidad de reencontrarse a sí mismo, de que descubra su vocación profesional para que logre su inserción en el mercado laboral (aplausos), como también asistirlo en educación y en salud. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 69 Me parecen que éstos son factores elementales que están relacionados con la condición humana. Es hora de que se termine con las clasificaciones, persecuciones y penalidades que se pretenden imponer a sangre y fuego, como si fuera la panacea definitiva. Estamos viviendo el comienzo del tercer milenio y eso nos indica que ya no hay cabida para ideologías y metodologías explotadoras y represivas, como tampoco podemos caer en la pedantería de pensar y creer que para el problema que se cuestiona, la solución indefectible es la aplicación de esquemas abusivos y arbitrarios. Sr. Coordinador (Davide).- Perdón, pero le restan 30 segundos. Sr. Sáez.- La homosexualidad no es una marca registrada, como tampoco una tendencia que está en pugna con la moral. Se equivocan los que piensan así, pues la moral es un concepto que regula a la conducta humana como un control de calidad entre los individuos que componen una sociedad. Que no se tome al homosexual como punto de partida para dictaminar sobre la buena o mala moral, ya que inmoral o amoral es todo aquel que atropella o desconoce el derecho del otro. En cuanto al travestido prostituto, tema central de esta reunión, si se considera que su presencia pública afea el paisaje cotidiano de la ciudad, una posible solución –a mi criterio– seria permitir legalmente su presencia dentro de departamentos privados, tal como lo señala el rubro 59 del diario Clarín. La generalidad no sería testigo de nada; sólo sabrían de su existencia los interesados, evitando de este modo el proxenetismo expoliador de algunos individuos –entre comillas– que son los que controlan mediante coimas y prebendas el mercado sexual. Sólo el Gobierno de la Ciudad tendría injerencia sobre dichos lugares. No me extiendo más. (Aplausos). 52.- Valentín Huerta Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 52, señor Valentín Huerta. Sr. Huerta.- Buenas tardes a todos. Qué difícil es subir y hablar; cuesta mucho. Algunos están acostumbrados a hablar mucho y a hacer todo lo contrario. Nosotros, los trabajadores, no estamos acostumbrados a eso. Mi nombre es Valentín Huerta, soy trabajador de transportes y pertenezco al Movimiento Político Sindical de Liberación. Esta audiencia pública no es vinculante y no tiene en cuenta todos los intereses de la comunidad de la Ciudad de Buenos Aires. Por estos motivos, creo que esto es un fraude, una mentira. (Aplausos). Seguramente, con el tiempo, va a terminar aprobándose este código y va a significar una represión mayor, vamos a volver a épocas pasadas. Estos señores –que dicen que se han superado, que han cambiado, que son otros–, evidentemente, quieren volver a épocas Pág. 70 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 pasadas, a un control y a una represión mayor hacia el pueblo y a no resolver los verdaderos problemas que tenemos que son la falta de trabajo, de vivienda, de salud, etcétera. Voy a hacer lectura de algunas cuestiones referentes al código porque no sería correcto que no hablara de eso. Pero creo que algunos ya hablaron muy claramente desde el punto de vista legal y jurídico y lo conocen mejor que yo. No tenemos que olvidar el 19 y 20; no tenemos que olvidar la lucha de los trabajadores desocupados, subocupados y la de todos en general. Volviendo al problema de código, considero que hay temas concretos del código que se quieren aprobar. Todos los proyectos de reforma, que son impulsados tanto por el macrismo como por el ibarrismo, apuntan a reforzar la potestad de la represión por parte de la Policía Federal y de los fiscales contravencionales al imponer o prohibir la protesta, bajar la edad de imputabilidad, extender las penas y volver a figuras como el merodeo, acecho o permanencia injustificada. Es mentira que la policía no tiene herramientas para prevenir el delito; tiene la ley de averiguación de antecedentes, que es inconstitucional, y el actual Código Penal que también tienen artículos inconstitucionales. Se nos miente a los vecinos y vecinas cuando se dice que la policía necesita más atribuciones. Creo que el problema de la inseguridad no pasa por las cuestiones delictivas, sino por un problema social; no se llega al fondo del problema. Acá se quieren aplicar normas contra la población de la Ciudad de Buenos Aires y, para poder hacerlo, hay que reprimir. Tenemos que resistir y avanzar hacia un proyecto que represente los verdaderos intereses de todos nosotros. Nada más. (Aplausos). 53.- Claudia Ferrero Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 53, señora Claudia Ferrero. Sra. Ferrero.- Buenos días. Soy de la Asociación de Profesionales de Lucha del Polo Obrero. Cuando se inició esta audiencia, el Secretario de Seguridad dijo algo muy revelador. Nos pidió que no dejáramos que las garantías individuales se opongan al control de Estado. Pero ¿a qué control de Estado se refiere? No tengan dudas, ciudadanos y compañeros, que lo que aquí se llama control de Estado es sacar de la calle a los piqueteros, a los ahorristas, a los deudores hipotecarios, a los vendedores ambulantes y a todos los vecinos que, en el tiempo que sigue, se movilicen contra las tarifas, contra el congelamiento salarial y contra todo eso a lo que la Ciudad no ha dado respuesta. Sólo el recuerdo del 19 y 20 de diciembre a estos señores les entumece la nuca; tienen terror, tienen miedo. El control de Estado que aquí se defiende es la garantía de las cajas chicas policiales sobre la sangre y la explotación de mujeres y travestis en estado de prostitución y de los vendedores ambulantes. Éste es el control de Estado que el pacto Ibarra, Macri y Bullrich pretenden imponer. En nombre de este control de Estado se pretende no sólo avasallar las garantías individuales, la Constitución de la Ciudad, la Constitución Nacional, sino también acabar con la impertinencia de los que luchan, de los que tienen hambre, de los que no tienen vivienda, de los que se enfrentan con la policía 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 71 corrupta y asesina y, sobre todo, de esos travestis que, además de mostrarse, ahora se juntan, se organizan y se movilizan. (Aplausos). Quisiera decirle al vecino que habló recién, que tanto quería expresar sus ideas, que no se preocupe, que Ibarra ha recogido lo que él dice. Él plantea que se deben prevenir los delitos y el Código Contravencional es funcional a eso porque se persiguen cosas que no son delitos. De hecho, Ibarra quiere imponerlo. Por eso, acá no están los que propusieron los proyectos; no hay ningún proyecto del ibarrismo porque directamente lo están llevando adelante. De hecho, están preparando la sesión legislativa del 25 de marzo en la que pretenden aprobar la reforma de la Ley 12 del Código Procesal Penal de la Ciudad para poder llevar adelante lo que acá no pueden hacer: mayor represión, más poderes a los policías, llevar adelante los arrestos y legalizar las actas policiales. Para eso se hará la sesión del 25. (Aplausos). Les quiero decir que, lamentablemente, esta audiencia ha sido una farsa; ha sido totalmente viciada porque el 25 de marzo quieren imponernos por la ventana esta reforma. Invito a todos a que nos movilicemos el 24 y 25 de marzo contra el pacto Macri, Ibarra y Bullrich y contra la reforma al Código Contravencional.(Aplausos). 54.- Roberto Luis Goldsman Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 54, señor Roberto Goldsman. Sr. Goldsman.- Pertenezco a la Asamblea Plaza 1° de Mayo. Lo que quiero denunciar –porque la verdad es que ya la mayoría de las cosas se han dicho– es a los funcionarios públicos por incumplimiento de sus deberes (aplausos), porque ahora en lugar de estar discutiendo cómo dar trabajo, cómo crear cooperativas de trabajo, cómo hacer el subte... Lo primordial no eran los subtes; esta ciudad no necesita subtes. Esta ciudad necesita alimentación, necesita vivienda. (Aplausos) Macri empezó diciendo que iba a echar a los cartoneros, porque se estaban apropiando de su propiedad privada. Macri está ocupando un predio en Casa Amarilla; hizo una calle propia y ahora el grupo que responde a él en la Legislatura no quiere votar que sea un parque público. En el mes de febrero Macri ordenó a sus diputados cambiar el Código de Convivencia, y estos, de forma escandalosa, quisieron llevar a cabo este cometido, sin consultarlo absolutamente con nadie. Acabo de ver la película “Memoria del Saqueo”. La familia Macri desde el año 1976 ha sido varias veces compensada. Nos debe 900 millones de pesos, de dólares, del canon del correo. (Aplausos). Y ahora nos quiere sacar lo poco que tenemos, que es la protesta en la calle (aplausos), que es estar durmiendo en la plaza, porque no nos dan vivienda, porque no cumplen con nuestros derechos. (Aplausos). La Constitución de la Ciudad de Buenos Aires dice que primero está el derecho a la vivienda y el derecho a la alimentación, y están incumpliendo con esto. Están incumpliendo con los deberes de funcionario público. Son delincuentes, son dolosos porque a sabiendas de que la gente se va a morir de hambre, estamos discutiendo esta “pelotudez”: cómo reprimirnos más por salir a Pág. 72 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 la calle a pedir por nuestros derechos; el derecho a la vivienda, al trabajo, a la salud, a la educación. (Aplausos). Estos diputados están en la “pelotudez”, en la “cagada” de querer reprimirnos más, pero no lo vamos a permitir; no lo permitimos el 19 y el 20 de diciembre de 2001; no lo vamos a permitir ahora. - Aplausos y manifestaciones en la sala. 55.- María Angélica Van-Eek Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 55, señora María Angélica Van-Eek. - La participante coloca una fotografía en el frente del atril. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sra. Van-Eek.- La mayoría de ustedes ya me conoce, pero quizás los señores, no. Yo soy Angélica, la mamá de Adrián, uno de los tres pibes fusilados en Floresta. (Aplausos). Yo quisiera decirles a ustedes que esto está mal ubicado. Esto está ubicado para ustedes, para el público, pero los que tienen que escuchar son ellos, los funcionarios. (Aplausos). Yo aprecio a mucha gente que hay en el gobierno –los aprecio–, pero me están faltando el respeto porque hay dos sillas vacías. (Aplausos). Y hace muchos años que me están faltando el respeto. Cuando me mataron a mi hijo, me faltaron el respeto. Porque el que mató a los chicos de Floresta es un policía convocado. ¿Qué quiere decir convocado? Quiere decir que está jubilado y después lo convocan a cuidar los negocios, y ese dinero que paga el negocio va directamente al Departamento de Policía; es decir, ellos tienen encubierta una agencia de vigilancia, en la que son todos viejos… - Manifestaciones en la sala. Sra. Van-Eek.- No, esperá un poquito querida: ser “prostituto” no es una mala palabra. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sra. Van-Eek.- Hace 34 años que vivo enfrente de la Comisaría 43, así que miren si los conozco. Hace 34 años que cambian los comisarios: se llevan el comisario que está y llega otro; se va una “bandita” y viene otra “bandita”. A pesar de eso, pueden cambiar el comisario, el subcomisario, el jefe de calle, me pueden cambiar a toda la comisaría, pero a los que nunca cambian es a tres o a cuatro que saben el manejo del “negociado” de la comisaría; a esos no los cambian nunca. Yo estoy protestando desde que mataron a mi hijo respecto del negociado de la comisaría y, todavía no me dieron “pelota”. Además de eso, cuando empecé a salir a la calle y empecé a estar con ustedes –porque ustedes son mis verdaderos compañeros; ustedes son mis verdaderos amigos, porque me di cuenta que los que tenía antes eran mierda– (aplausos)… Cuando yo empecé 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 73 a estar con ustedes, me di cuenta de que faltaba en la ciudad lo que hasta ahora nadie ha dicho: falta la atención a los viejos, a los chicos; porque nos estamos volviendo viejos. (Aplausos). No hay un “puto” asilo como la gente para los viejos de la Municipalidad; y si los hay, que lo digan, así los voy a visitar. No hay atención a los viejos en la Ciudad. La Ciudad no tiene atención para los viejos, no tiene atención para los jóvenes, no tiene atención para los niños; no tiene atención para nadie. Les voy a explicar chicos: en la Ciudad no hay una “puta” oficina que funcione bien. Y le digo “puta” porque es verdad. Hay muchas oficinas para “amigotes”. Yo las llamo así: oficinas para “amigotes”, porque no funcionan. A mí me prometieron muchas cosas; todavía no me dieron ni una; no sé lo que pasa. Pero no importa, Angélica tiene mucha paciencia, tiene mucha gordura y tiene muchas ganas de caminar para adelante. La muerte de estos tres pibes no va a quedar impune. Porque a estos tres pibes no lo dejaron ser libres, ni genios, ni pensadores, ni obreros, ni nada. Como a estos tres pibes, todos los días a alguno le pasa algo: el que no termina muerto, termina mutilado. - Manifestaciones en la sala. Sra. Van-Eek.- Exactamente, la misma policía hace lo que quiere con las personas y no solamente con los jóvenes; hace lo que quiere con todos. Desgraciadamente, en este país –no solamente en Capital Federal, sino en toda la República– decir “la policía” es decir una mala palabra. Cuando dicen que la policía son “hijos de puta”, yo digo: no, por favor, porque ser “puta” tampoco es mala palabra. Son “hijos de yuta”, que es peor. (Aplausos). Yo no soy una mujer de muchas palabras, pero cuando les digo de los negociados de la comisaría no me refiero solamente a las horas extras que le hacen hacer a los vigilantes, sino que sé muy bien –porque lo he visto– que le cobran hasta a la pobre boliviana que está sentada en la vereda, a las prostitutas, a los travestis. Las agencias de juegos que hay –porque los “Isidorito” 1, 2, 3 y 50 son clandestinos, porque los “Padrinos” 1, 2 y 10, todavía no han desaparecido, aún siguen estando– también son de la policía. El juego, la prostitución... - Manifestaciones en la sala. Sra. Van-Eek.- ...porque, desgraciadamente, cuando uno dice “prostitución” quiere decir que a esa pobre gente le cobra la policía. Y, señores, esto es verdad. Porque lo he visto. (Aplausos). He visto cómo tratan a “los otros”. Ayer mismo, un policía de la Comisaría 50 le dio una piña a un chico y le reventó el tímpano. Dígame una cosa: ¿quién es más valiente: el policía que tiene un revólver o el chico que lo puteó? Díganme la verdad. Nadie, porque no hay contestación. Nadie me va a contestar porque, ¿saben una cosa?, es muy fácil hablar detrás de un escritorio y no hacerlo en la calle. (Aplausos). Quisiera saber por qué no están estas dos personas (señala el escritorio de los funcionarios del Poder Ejecutivo), y me faltan el respeto. Porque si ellos tienen hambre, yo también tengo hambre y si ellos tienen ganas de ir al baño, yo también tengo ganas de ir al baño. Si no pueden escucharnos, que no estén. Si no pueden aguantarnos por el olor, que se vayan. Pero mientras estén en la Legislatura, que nos escuchen. Porque para ellos somos solamente un número y un sueldo a fin de mes. Nosotros, que les pagamos, nunca tuvimos Pág. 74 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 una respuesta. Jamás. Porque me juego lo que no tengo que ninguno de ellos me va a recibir. ¿Saben por qué no me van a recibir? Porque soy gorda, soy vieja y ya no voy para la joda. (Aplausos). ¿Y saben una cosa? Hoy me van a prometer ochenta mil cosas, pero mañana no me van a dar nada. Así como me pasa a mí, a ustedes también. Les pido de corazón que cuando tengan que hacer una ley piensen en nosotros, porque yo soy una sola mamá acá, pero atrás mío hay miles a quienes le quitaron sus hijos. O mejor dicho, que se los mataron como perros. (Aplausos). Nosotras somos demasiadas madres que pedimos justicia. La policía mata, no pregunta. Quisiera que ustedes alguna vez hagan una ley, pero con respeto para todos. No que me manden caballos, bestias, en vez de a policías. Quisiera una policía educada que dijera “buenos días” al menos. Quisiera una policía que cuando se le pida el teléfono en la comisaría no me conteste que es “para repartición” y me saque cagando. Yo quiero una policía al servicio de la comunidad, no al servicio de ella misma. (Aplausos). Quiero una policía justa, correcta, no una policía coimera y de mierda como la que tenemos hoy. Eso es lo que todos queremos. (Aplausos). Varios asistentes (a coro).- ¡Policía Federal, la vergüenza nacional! ¡Policía Federal, la vergüenza nacional! Sra. Van-eek.- Yo quiero una policía mejor, de la cual pueda estar orgullosa. Así como lo quiero para la policía, lo quiero también para las chicas, porque ellas se prostituyen por culpa de la policía y, además, por culpa del gobierno, que no les da una “puta” oportunidad y las obliga a salir a la calle. Eso da mucha vergüenza, porque suben el vidrio del auto no les importa una “mierda”. A ellas sí, porque ellas están en la calle por su culpa, no por la mía. (Aplausos). Cuarto intermedio Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Vamos a pasar a un cuarto intermedio de quince minutos. A las 16 y 15 se reanudarán las exposiciones. - Es la hora 16. - A la hora 16 y 44: Reanudación de la reunión Sr. Presidente (López).- Se reanuda la audiencia. Creo oportuno señalar de nuevo que éste es un simple ejercicio de participación ciudadana para que haya un espacio formal donde queden asentadas opiniones sobre un tema complejo como el Código de Convivencia o Contravencional. La voluntad de la Secretaría es que cada uno pueda expresarse en un marco de tolerancia que no impida el derecho al uso de la palabra. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 75 32.- Agustín Vanella Bengolea Sr. Coordinador (Davide).- Invitamos a hacer uso de la palabra al participante número 32, señor Agustín Vanella Bengolea, quien estuvo momentáneamente en otro compromiso. Sr. Vanella Bengolea.- Buenas tardes. Mi nombre es Agustín Vanella y soy el presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires. En primer lugar, quiero señalar un problema inicial que tiene esta audiencia pública –como ya lo han señalado otras personas que me precedieron en el uso de la palabra– que tiene que ver con que no es vinculante. Todo lo que discutamos acá puede ser escuchado o no; creo que ése es un problema. Muchos compañeros plantearon que esta audiencia era un fraude. A mí me parece que es una manera de demostrar una vez más que, más allá de lo que se dice discursivamente en las legislaturas o en las propias campañas electorales, en los hechos se va demostrando cómo la supuesta representatividad o la supuesta participación política de la ciudadanía se convierte en esto: una audiencia en la que discutimos sin saber si realmente se nos va a escuchar a nosotros, a los que estamos representando y al conjunto de la ciudadanía. Tampoco hubo una promoción de que se iba a hacer esta audiencia pública. La semana pasada enviamos a la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires un repudio de la Federación Universitaria y de la propia Facultad de Derecho a un proyecto que, finalmente, se votó favorablemente. Según esta declaración, los estudiantes de la Facultad de Derecho –y lo digo como estudiante de Derecho– tenemos que hacer pasantías en las Comisarías. Uno de los argumentos que se utilizó fue que hacía falta más personal policial en la calle y para eso hacía falta contratar estudiantes de derecho como pasantes. No quedó claro si las pasantías iban a ser remuneradas o gratuitas, pero no viene al caso. Nosotros nos opusimos y la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires nos dio la espalda. Sobre todo, a los que representamos a esos estudiantes. Creo que es importante señalar esta primera cuestión para que quede asentada y es importante que nosotros vengamos a discutir, más allá de que la audiencia no es vinculante, como una manera de demostrarle a la población que lo que se dice en las campañas electorales acerca de la participación de la población, es mentira. Ellos quieren una participación restringida; no quieren que la población decida sobre los temas centrales. Vivimos en un país con profundos problemas sociales, como la marginación, la desocupación, la pobreza y hay que ver cuáles son los causantes de esos problemas sociales, que no aparecieron de repente ni florecieron de un repollo, sino que fueron causados, fundamentalmente, por los partidos políticos que han gobernado en los últimos treinta años. La Ciudad de Buenos Aires no está exenta de esa realidad y también vive profundos problemas sociales. No me parece bien que los partidos políticos, que son responsables –como es el caso de quienes formaron parte en algún momento de la Alianza y que hoy pareciera que no tienen nada que ver con ella–, no se hagan cargo de que son los culpables de que la situación del país y de que la Ciudad esté como está. Los proyectos que han presentado el macrismo y el supuesto progresismo de Ibarra son realmente represivos y, lejos de dar soluciones a los problemas sociales –que son los Pág. 76 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 que a veces generan el delito o la falta de seguridad–, tienen que ver justamente con los problemas sociales que ellos mismos han causado. Y la salida que plantean es: más represión a los pobres, a las minorías sexuales, a los jóvenes y más represión a quienes intentan luchar contra esos problemas sociales. En estos dos proyectos se intenta plantear la represión a las movilizaciones y a las luchas contra los problemas sociales que ellos mismos causaron. Es muy claro lo que dicen algunos artículos respecto de tener que solicitar permiso para movilizarse. Yo quiero dejar aclarada una cosa: la FUBA, por más que se sancionen la ley que quieran sancionar, se va a seguir movilizando y no le va a pedir permiso absolutamente a nadie. Es un derecho constitucional. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Le quedan 30 segundos para finalizar su exposición. Sr. Vanella Bengolea.- Todo esto demuestra que quienes gobiernan este país son absolutamente incapaces de cumplir las leyes que ellos mismos hicieron; no las hicimos nosotros. Creo que es importante destacar la situación de los jóvenes porque hay bastantes medidas represivas, como bajar la edad de imputabilidad de los menores a 16 años. Por otro lado, los jóvenes no tienen acceso al empleo; en gran medida, estamos sin futuro. Es difícil, siendo joven, pensar en un futuro en este país y en esta Ciudad, aunque sea la más rica del país. Sr. Coordinador (Davide).- Señor Bengolea: su tiempo está cumplido. Vaya redondeando, por favor. Sr. Vanella Bengolea.- Sí, ya termino. También es importante señalar que el plan de empleo joven que tenía la Ciudad está suspendido –cosa que no se ha dicho– y que hay veinte mil jóvenes, en edad de estar en la escuela secundaria, que no están escolarizados. Los estudiantes secundarios –lo quiero contar porque también están involucrados en el problema de la prohibición de las luchas por los reclamos sociales–, el año pasado, han tenido que tomar veinte colegios por el tema de las viandas. Después tuvieron que tomar el Mariano Moreno, porque se les había caído el techo en la cabeza a los chicos, y hace unos días me dijeron que estuvo tomado el Colegio Nacional de Danzas. Los jóvenes tienen una serie de problemas y la Ciudad, lejos de remediarlos, propone castigarlos cuando luchan por intentar solucionarlos. Por último, con relación al tema central de esta audiencia, creo que tiene que ser el propio pueblo el que delibere, pero no a través de sus representantes, como está tipificado en la Constitución Nacional y en la propia Constitución de la Ciudad. Los representantes, en las campañas electorales, no se atreven a decir todo lo que van a hacer cuándo lleguen a la Cámara de Diputados, a la Legislatura o al Gobierno. (Aplausos). Lo que han dicho en las campañas electorales el ibarrismo –con palabras siempre progresistas– y el machismo, en ningún momento fue que iban a presentar proyectos tan aberrantes como los que hay hoy en la Legislatura porteña. Si hubieran planteado esos proyectos... 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 77 - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Silencio, por favor. Permitan terminar la idea de cada persona. Sr. Vanella Bengolea.- Como decía, si hubieran dicho todo esto en las campañas electorales, el resultado hubiera sido completamente distinto. Creo que tiene que ser el pueblo el que delibere y decida cómo resolverá los problemas de la seguridad, ya que estos representantes, efectivamente, no escuchan a nadie; hoy quedó más claro que nunca. Por eso, les recomiendo que no sean tan perezosos como aquel presidente de la Nación que, no hace mucho tiempo, por ser perezoso y no escuchar terminó subiéndose a un helicóptero para salvar su pellejo. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Convocamos a hacer uso de la palabra a los siguientes participantes: N° 56, Justa del Carmen Lucero; N° 57, Alejandro Adolfo Beer; N° 58, Martín Ricardo Egelman; N° 59, Miguel Ángel Borrego y N° 60, Marcial Ibarra. 56.- Justa del Carmen Lucero Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante 56, señora Justa del Carmen Lucero. Sra. Lucero.- Mi nombre es Carmen Lucero. Soy del Barrio de Constitución. Pertenezco a la Asociación Vecinal de Constitución. Señor presidente de la Audiencia Pública: en el año 1998, los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires celebramos la derogación de los edictos policiales por ser inconstitucionales en un estado democrático y aspirábamos contar con un Código Contravencional y de Faltas como lo establece la Constitución. Hoy nos encontramos en esta audiencia y nos preguntamos: ¿por qué la audiencia? Lo que todos los ciudadanos debemos entender es que la Audiencia Pública es una herramienta importante de participación ciudadana en un sistema democrático. Lamentablemente ésta es no vinculante. El actual Jefe de Gobierno reelecto, doctor Aníbal Ibarra, uno de los mentores del mal llamado Código de Convivencia, primero como legislador y en los últimos cuatro años como Jefe de Gobierno, en ambos casos como apoyatura de bloques mayoritarios legislativos, eligió después de seis largos años esta herramienta para eludir la falta de decisión política en impulsar los cambios en la legislación contravencional y sus procedimientos correspondientes. - Manifestaciones en la sala. Sra. Lucero.- No te importa. Los vecinos comprendemos que el Código Contravencional es una herramienta de prevención para la seguridad urbana, que sanciona conductas que, por su reiteración y la falta de sanción, pueden conducir a situaciones predelictuales. Pág. 78 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 La emergencia de seguridad de la Ciudad requiere establecer y consensuar normas, instrumentos, programas y planes que deben trascender al gobierno para convertirse en una política de Estado. Nosotros, los sufridos vecinos del Barrio de Constitución,… - Manifestaciones en la sala. Sra. Lucero.- … nos preguntamos: ¿por qué estamos en esta situación si no es por una impunidad? - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Silencio, por favor, dejen hablar a la oradora. Sra. Lucero.- Los vecinos les pedimos a quienes deben velar por nuestra calidad de vida en la Ciudad de Buenos Aires, que es necesario destrabar el prejuicio ideológico de la represión y el libertinaje. - Manifestaciones en la sala. Sra. Lucero.- Además, la persistencia de estos calificativos contribuye a falsificar más aún la realidad del presente. Los vecinos queremos un código con figuras claras, que se llamen por su nombre, con sanciones efectivas. - Manifestaciones en la sala. Sra. Lucero.- Señor Jefe de Gobierno y señores legisladores: basta de mentirnos. Los vecinos queremos orden, seguridad, justicia y no a la represión. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, señores, silencio. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, señores, silencio. Permitan terminar a cada orador, por favor. Sra. Lucero.- Ahora les quiero decir algo, que es un sentimiento que tengo. - Manifestaciones en la sala. Sra. Lucero.- Yo los escuché a todos ustedes y respeto el sentimiento que tienen… - Manifestaciones en la sala. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 79 Sr. Presidente (López).- Por favor señores, silencio. Sra. Lucero.- Ustedes no saben escuchar ni son respetuosos con el resto de los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Gracias. Por favor, señores, silencio. Por favor, señores, respeten a los oradores. 57.- Alejandro Adolfo Beer Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante 57, señor Alejandro Adolfo Beer. Sr. Beer.- Buenas tardes. Mi nombre es Alejandro Beer. Soy miembro de una asamblea de Parque Patricios y al mismo tiempo soy parte de “Vecino por las Comunas”. En muchos casos les dieron volantes a la entrada de esta audiencia pública sobre el tema de comunas. La lectura que se hace es clara. No creo que el informe que presente el Presidente de la Audiencia Pública refleje lo que aquí se ha hablado, si no más bien va a ser lo que ya tenía “arreglado”. Es decir que todos los que vinimos acá, solamente hemos podido darnos cuenta de lo que nosotros pensamos, pero no me cabe duda de que nunca vamos a tener un informe por escrito como resumen para lo que, supuestamente, nos llamaron. Yo soy el participante 57, y abrumadoramente estamos en contra, aún del actual código. (Aplausos). Si le pido al Presidente de la Audiencia Pública que a todos los que estamos anotados nos pase un resumen de lo hablado hasta ahora, seguramente, me va a decir que no corresponde, que no está en la Ley 6. Si no lo hace, serán sus consecuencias. Y después vienen lo helicópteros y todas esas cosas que comentó el orador que me precedió en el uso de la palabra. El incumplimiento de la Constitución en el tema de comunas no es menor. Lo que en este momento están haciendo es consolidar el aparato del Estado; es decir, más allá de que gobierne Ibarra o Macri, la idea es reprimirnos a las minorías y a aquellos que somos mayorías en momentos y situaciones determinadas. La idea es la misma por la cual vamos a marchar la mayoría de nosotros –y, seguramente, algunos no– dentro de dos días de Congreso a Plaza de Mayo para repudiar la dictadura. (Aplausos). El merodeo no es más… - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sr. Beer.- ...por algo será de la dictadura militar. Yo no veo ninguna diferencia. Es absolutamente claro. Y, ¿por qué las comunas? Porque, por lo menos como las entendemos nosotros –tenemos una iniciativa popular que tiene cinco mil firmas e invitamos a firmarla a todo el Pág. 80 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 mundo cuando salga de esta Audiencia Pública–, es lo que hace que la autoridad policial pueda ser controlada y, eventualmente, revocados sus mandatos por los propios vecinos. Acá no es un problema de código, es un problema de poder. La policía no es policía. ¿Cómo quieren que salgan si estudian en la Escuela Comisario Villar? ¿Saben todos quién era el comisario Villar? Yo sí, porque soy viejito. ¿Se acuerdan de las tanquetas en la avenida La Plata? ¿Se acuerdan de Villar y Margaride? ¿Se acuerdan de la tortura sistemática previa a la dictadura militar? Eso era Villar, y ahí estudian los policías. Y la otra escuela es Ramón Falcón. ¿Se acuerdan del coronel Ramón Falcón? El personaje que más monumentos tiene en la ciudad. Evidentemente, lo que tenemos que llegar a concretar es el tema de las comunas, para que dejemos de protestar y empezar a protagonizar la historia. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, permitan al orador exponer sus ideas. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- De esta manera ningún orador puede terminar de exponer sus ideas. - Manifestaciones en la sala. Sr. Beer.- Entendemos nosotros que el Código de Convivencia, en tanto aparato represivo del Estado, es algo demasiado importante como para dejárselo nada más que a sesenta legisladores. (Aplausos). Es necesario que los tres millones de habitantes que tiene la Ciudad de Buenos Aires reunidos en asambleas barriales, territoriales con todos los elementos, empecemos a elegir qué código queremos, si es que queremos alguno, y qué autoridades lo van a hacer cumplir; y qué puede hacer cumplir esta actual Policía Federal, aún las partes más simpáticas del Código de Convivencia, si se hacen mal las actas, si se sigue cobrando por izquierda; siempre pasa algo para demostrar que somos ineficaces. No les suena a que cuando los teléfonos no funcionaban la culpa la teníamos nosotros, y por eso había que privatizarlo. (Aplausos). La dictadura militar pasó. Pasado mañana invito a todos los diputados de la ciudad a que participen de la marcha en repudio a la dictadura, y no que se hagan los “giles”. Porque ahora se hacen los demócratas y durante la dictadura no sufrieron ningún tipo de consecuencia. Dejo sentada claramente la propuesta para usted, señor Secretario de Justicia, presidente de la Audiencia: para nosotros no hay que modificar para nada el código, sino lo que hay que modificar es la autoridad de aplicación, ya sean fiscales, jueces y policías. Y eso lo tienen que decidir las comunas; el propio pueblo organizado en comunas. Es decir, lo que ustedes desde el 1º de octubre de 2001 nos vienen “pedaleando”, y no pagan ninguna contravención. Muchas gracias. (Aplausos). 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 81 Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante 58, señor Martín Ricardo Egelman. - El participante no se hace presente. Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante 59, señor Miguel Ángel Borrego. - El participante no se hace presente. Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra Marcial Ibarra. - No se hace presente. Sr. Coordinador (Davide).- Vamos a convocar a hacer uso de la palabra a los cinco participantes que continúan en orden de lista. Ellos son: N° 61, Eugenio Maidana, N° 62, Azucena Noemí Villagra; N° 63, Luciano Nardolli; N° 64, Luz Palmas Zaldua y N° 65, Gabriel Lerner. 61.- Eugenio Maidana Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante 61, señor Eugenio Maidana. Sr. Maidana.- ¿Nos van a llevar por portación de cara y cuerpo? ¿Nos van a llevar por elegir la identidad de género, que afecta a la moral y a las buenas costumbres? La moral y las buenas costumbres de quienes tienen doble moral y dobles buenas costumbres. ¿Cuántos países como Brasil impulsan acciones para discriminalizar la opción sexual, e incorporarla al campo de los derechos humanos? La Ciudad de Buenos Aires se reúne para encontrar la manera de privar a los travestis de la elección que desde muy pequeñas hemos tenido. Desde muy pequeñas hemos peleado en el interior de nuestras familias, en las escuelas, en los hospitales, por ser lo que queremos ser. Ni más ni menos que como lo hace cualquier ciudadano o ciudadana, pero con la diferencia de que a estos y a estas la sociedad los acompaña para desarrollarse, y a nosotras nos persiguen, nos torturan y nos encarcelan. Esto es lo que pretenden hacer con esta nueva reforma del Código Contravencional. Señores y señoras, legisladores y legisladoras, señor jefe de Gobierno: la democracia debe ser para todos y a todos nos deben garantizar la libertad. Nosotros decimos que no queremos la reforma del Código Contravencional y decimos que, como lo hizo ya hace un tiempo un compañero que peleó por nuestra causa, el principio de nuestra lucha es el deseo de todas las libertades. ¡Acompáñennos para que lo consigamos con dignidad! (Aplausos). 62.- Azucena Noemí Villagra Pág. 82 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Coordinador (Davide).- Tiene la palabra la participante Nº 62, Azucena Noemí Villagra. Sra. Villagra.- Quiero decir que, una vez más, están queriendo enfrentar a vecinos contra vecinos. No tengo nada contra la elección sexual de nadie, en absoluto. Pero entiendo que hay cosas que se deben reglamentar, porque en un barrio como en el que yo vivo, que es Constitución –y creo que muchos de ustedes vivieron en Constitución... Un asistente.- Yo vivo en Palermo. Sra. Villagra.- …o en Palermo. Pero los padecemos. Considero que cada cual es dueño de hacer lo que quiere con su vida, pero sin mostrarlo, porque cuando un chico de cuatro años... - Manifestaciones en la sala. Un asistente.- No pregunta un chico de cuatro años... Sra. Villagra.- Ustedes tienen los mismos derechos que podemos tener todos, pero respetándonos mutuamente. Estoy peleando para que los vecinos podamos vivir tranquilos en todos los barrios de la Capital Federal. Y no estamos viviendo, estamos padeciendo. Varios asistentes.- ¡Hambre se padece! Sra. Villagra.- Sí, también se padece hambre. También a nosotros nos cuesta conseguir trabajo. A toda la gente le cuesta, sea o no sea travesti. Es lo mismo, señores. Yo tengo dos hijas adolescentes a las que también les cuesta conseguir trabajo. - Manifestaciones en la sala. Sra. Villagra.- Hay que tener libertad, pero con leyes. Tienen que tener libertad para trabajar, pero con su trabajo legalizado, como todos los que trabajamos y pagamos lo que pagamos. Un asistente.- ¡Unámonos! Sra. Villagra.- Unámonos, pero también ustedes respétennos a nosotros como vecinos. Yo los invito a Constitución para que vean lo que son las cuadras de nuestro barrio. Son cuadras donde un chico no puede transitar sin ver a una persona semidesnuda. Eso no corresponde. Dentro de tu casa podés hacer lo que quieras, porque tus derechos terminan donde empiezan mis derechos y los de mis hijos. - Manifestaciones en la sala. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 83 Sra. Villagra.- Debemos respetarnos mutuamente. Yo los respeto a ustedes y ustedes deben respetar a los vecinos, que estamos padeciendo lo que padecemos. Además, hay otros problemas, como las drogas y los robos. Y mucha droga, no poca, muchísima. - Manifestaciones en la sala. Una asistente.- ¿Quién le paga a usted? Sra. Villagra.- A mí nadie me paga. Soy una vecina, un ama de casa. Esto es enfrentar a vecinos contra vecinos, mientras la gente del gobierno no hace las leyes que les corresponde hacer. Yo no sé como será la seguridad, porque no soy política ni abogada ni tengo ningún estudio. Creo que necesitamos tener otra forma de vida. Merecemos otra forma de vida, ustedes y nosotros también. - Manifestaciones en la sala. Sra. Villagra.- No sé cómo se hará, porque no soy política. Soy simplemente un ama de casa que tiene dos hijas y defiende los derechos propios. Los de ustedes defiéndanlos haciendo las cosas como corresponde. Sr. Presidente (López).- Le pido a la señora participante que no personalice la discusión. El gobierno está siendo acusado de que enfrenta a los vecinos y lo que pretendo demostrar es la complejidad que tiene esta problemática. Fíjense que resulta imposible que nos escuchemos. Le voy a pedir a la participante que vaya concretando su idea y, a los demás, que nos escuchemos. Un asistente.- ¡Qué diga dónde está la droga del Congreso! Sra. Villagra.- En todos lados está. Por supuesto, también creo eso. Creo que deben legislar de otra manera para que tengamos seguridad en todos lados. No hablo de represión, no tengo nada de represiva. Suelo entender los problemas de todo el mundo, pero también ustedes tienen que entender los nuestros. Necesitamos seguridad y dependerá de los políticos que nos den seguridad. Un asistente.- ¡En vez de contestarnos a nosotros, hablá de la propuesta que tenés! Sra. Villagra.- ¡Yo vengo a pedir, no a proponer! Sr. Presidente (López).- Por favor, señora, le pido que no dialogue con el público. Concrete su idea, porque su tiempo está por concluir. Sra. Villagra.- Mi idea es que den más seguridad a los barrios, y que sepan legislar un poquito mejor, porque hasta ahora no lo han hecho. Eso es lo que quiero. (Aplausos). Pág. 84 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 63.- Luciano Nardolli Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante Luciano Nardolli. Sr. Nardolli.- Soy integrante de la Corriente Clasista y Combativa de uno de los barrios del sudoeste de la Capital. Yo traje un esquema preparado, pero veo que lo importante es entender que cuando se habla del Código y de todo lo relacionado con éste, nos referimos a una especie de remedio. Este remedio, el Código de Convivencia, no es un remedio para el pueblo, ni para la señora que habló recién, ni para las compañeras travestis, ni para nadie. En todo caso, ¡es un remedio para aquellos que tienen miedo de que el pueblo se exprese en la calle! (Aplausos). Deseo expresar que, así como los travestis y las prostitutas son perseguidos –y eso se dijo muchas veces en el día de hoy– en todos los barrios humildes de la Capital, que cada vez son más, los chicos, cada vez que salen del barrio, si no salen a afanar para la cana, van en cana, o son reprimidos, o son víctimas del gatillo fácil. (Aplausos). Esto significa que a los legisladores no les preocupa la Policía ni la Constitución. ¡Les preocupa que no las puedan manejar ellos! Y a la Policía no le preocupa que los pibes salgan a afanar; ¡les preocupa que no salgan a afanar para ellos! Y, si no salen a afanar para ellos, son víctimas del gatillo fácil. (Aplausos). De lo que se trata no es de buscar recetas para matar al paciente: a los jóvenes, por ser jóvenes, o por ser morochos; o a las prostitutas, porque salen a trabajar de eso, porque no les queda otra. ¡Se trata de encontrar el remedio para extirpar el cáncer de esta sociedad corrupta, que hace que unos pocos tengan mucho, y que los muchos no tengamos un carajo! (Aplausos). También se trata, eso sí, de que haya mayor seguridad. Entiendo a la compañera que habló recién y dijo que tiene un chico de cuatro años. Pero la prostitución y el hambre existen, más allá de que le guste a ella o a quienes la ejercen. ¡La prostitución existe, porque existe este sistema perverso! ¡Los pibes que salen a afanar salen a hacerlo porque los obligan, porque no les dan la oportunidad de estudiar, ni de trabajar, ni de un carajo! El día miércoles pasado, los jóvenes de la Corriente Clasista y Combativa de la Capital hicieron un acampe en la puerta de la Jefatura de Gobierno. Y quienes los veían estaban horrorizados, porque los chicos estaban acampando y comiendo ahí. ¡Pero lo único que esos pibes pedían eran becas para estudiar y poder capacitarse, salir de la droga y tener trabajo! ¿Y qué les hicieron? ¡Un corte de manga! Inclusive, fueron algunos funcionarios a intimidar a los jóvenes, que se plantaron –como se planta la Corriente Clasista y Combativa, y todo el pueblo, a lo largo y ancho del país– sin pedirle permiso ni a la cana, ni a Ibarra, ni a nadie, ¡para pelear por que haya más justicia! (Aplausos). Quiero hacer una reflexión. En relación con el problema de la seguridad, no se trata de enfrentar a los pobres con los menos pobres. Tenemos que hacer lo mismo que hicimos aquellos 19 y 20 de diciembre: estar unidos los más pobres con los menos pobres, para volver a hacer un argentinazo, y para poder erradicar, de una vez por todas, las injusticias que está pariendo este sistema perverso! (Aplausos). 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 85 No les vamos a pedir permiso ni a la cana, ni a ningún Código de Convivencia, porque –como dijo el chico de la FUBA– vamos a salir a la calle. Vamos a salir y a cortar las rutas todas las veces que haga falta. A lo sumo, dejaremos un carril para la gente menos pobre, pero vamos a cerrarles el camino a todos los hijos de puta de la patria que están en el país, ¡para tener una sociedad más justa, más digna, donde haya trabajo, justicia, libertad, techo y salud! Para eso, no le vamos a pedir permiso a nadie. (Aplausos). En todo caso, les decimos: si hay que poner límites, que se lo pongan al Fondo Monetario Internacional. (Aplausos). - Aplausos y manifestaciones en la sala. 64.- Luz Palmas Zaldúa Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante Luz Palmas Zaldúa. Sra. Palmas Zaldúa.- Buenas tardes. Soy abogada, militante de la CORREPI, Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional. (Aplausos). En primer lugar, deseo manifestar que, desde la CORREPI, seguimos insistiendo en que la Ciudad de Buenos Aires no necesita un Código Contravencional paralelamente a un sistema penal, por demás represivo. Por lo tanto, cualquier reforma al Código actual que implique un mayor grado de represión es aún más repudiable. Esto es así porque es facultad del Congreso Nacional establecer cuáles son las conductas que son delitos, que están tipificadas en el Código Penal y en las leyes penales especiales. En esa legislación es donde se establece la pena privativa de la libertad. En consecuencia, ningún Código Contravencional puede imponer la pena privativa de la libertad como una sanción. Por otro lado, la Constitución Nacional, la Constitución de la Ciudad y las normas internacionales establecen claramente en qué situaciones es posible realizar detenciones. Son dos las situaciones: una de ellas es el caso de flagrancia, y la otra es en el caso de que haya una orden escrita de autoridad judicial competente. Por consiguiente, cualquier otra detención que se produzca fuera de las dos situaciones mencionadas, es una detención arbitraria. Esto quiere decir que una detención producida sobre la base de las contravenciones es una detención arbitraria. La Constitución de la Ciudad, en su Artículo 13, prohibe expresamente la detención preventiva en materia contravencional. Asimismo, también lo hace con respecto a la peligrosidad sin delito y a cualquier manifestación de derecho penal de autor o sanciones de conductas que no afecten derechos individuales o colectivos. Como conclusión, cualquier conducta que no esté tipificada en el Código Penal o en leyes penales especiales no es delito. Por lo tanto, un Código Contravencional no puede privar de la libertad, ni como medida preventiva ni como sanción penal. (Aplausos). Por lo expuesto, desde la CORREPI les decimos: no a las detenciones arbitrarias, no a las detenciones por averiguación de antecedentes (aplausos), y no a las contravenciones, que son herramientas de control social para reprimir a los sectores social y económicamente Pág. 86 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 más desprotegidos, es decir, los jóvenes, los pobres, las minorías discriminadas desde el poder, los extranjeros de países limítrofes, los trabajadores y todos los que, individual o colectivamente, ejercemos día a día nuestro derecho a la protesta. También decimos que no al aumento de las facultades a la Policía, que es asesina y corrupta, responsable de miles de secuestros, torturas y desapariciones de compañeras y compañeros, y víctimas del gatillo fácil. (Aplausos). 65.- Gabriel Lerner Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante Gabriel Lerner. Sr. Lerner.- Buenas tardes, compañeros y compañeras. Al igual que Luz Palmas Zaldúa, soy militante de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional. (Aplausos). A juzgar por lo que en estos días pudimos escuchar a través de Canal 9 y Radio Diez, leer en el Diario Clarín, o ver a través de las distintas formas por las cuales se trasladan las noticias que difunde INFOBAE, los vecinos quieren un Código Contravencional como éste que están proponiendo o, incluso, más autoritario y draconiano. Yo me congratulo, me felicito de haber escuchado hoy un 95 por ciento de opiniones que han denunciado con absoluta claridad el carácter reaccionario y autoritario de la reforma que se propone. (Aplausos). A mí no se me olvida que esta audiencia no es vinculante. Quizás no sea vinculante desde el punto de vista técnico-legal, pero espero que los legisladores lean las actas de lo que aquí se ha dicho, para que cuando vayan a los medios de comunicación –como lo hace el diputado Enríquez– digan la verdad de lo sucedido, comenten realmente cuál fue la opinión de la gente que hoy estuvo presente en esta reunión. (Aplausos). - Manifestaciones en la sala. Sr. Lerner.- A mí me parece, compañeros, que estas propuestas de reforma al Código Contravencional parecen de otra época, ya que no dan cuenta de la resistencia popular de estos años al neoliberalismo y al autoritarismo; no dan cuenta de la gesta del 19 y 20 de diciembre; no dan cuenta de que pasado mañana nos vamos a movilizar miles de personas porque ya logramos la anulación de la obediencia debida y el punto final ¡y ahora vamos por la nulidad de los indultos! (Aplausos). Pero debo señalar con preocupación que este Poder Ejecutivo del Gobierno de la Ciudad y que la mayoría de los diputados de la Legislatura no sólo no dan cuenta de todo esto, sino que tengo la impresión de que el 18 de diciembre de 2001 esta gente ha cerrado las puertas y las ventanas de los recintos donde deliberaban y no los volvieron a abrir. De lo contrario, no se explica que existan propuestas como las que estamos discutiendo; no se explica que sea Vicepresidente de la Legislatura alguien comprometido con el genocidio como Santiago de Estrada (aplausos); y tampoco se explica, compañeros, que sea Defensora del Pueblo de la Ciudad la doctora Alicia Pierini (aplausos), cuyo vínculo con el menemismo es inocultable (Aplausos). 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 87 De los pocos de estos personajes que se atrevieron a venir a esta tribuna, recuerdo al diputado Caram, quien vino no para hacer una autocrítica, sino para mentir. Caram nos dijo a todos que esto que se sancionaba no eran normas penales. No quiero ser muy pesado, pero el doctor Luis Cevasco –Fiscal General Contravencional– define al derecho contravencional como el conjunto de normas de naturaleza penal que dicta la Legislatura. Es decir que el Fiscal General Contravencional dice que son normas penales. Por otro lado, el Manual de Instrucción para Personal Subalterno de la Policía Federal Argentina define a las contravenciones como el conjunto de todas aquellas disposiciones que participando del mismo carácter que las penales, no configuran los delitos previstos en el Código Penal. Es decir, aquí hay contrabando ideológico. Esas normas que estamos discutiendo son de naturaleza penal. Si un animal tiene pelo de gato, cola de gato, patas de gato y maulla es gato, aunque Caram diga lo contrario. (Aplausos). ¡Se tratan de normas penales! El segundo contrabando ideológico que quiero denunciar aquí es que cuando se viola alguna norma administrativa de una jurisdicción como la que corresponde a la Ciudad de Buenos Aires, se está cometiendo una falta administrativa. Y la pregunta es ¿por qué las contravenciones no están en el Código de Faltas? Esto, a los que somos abogados, nos llama mucho la atención. Sin embargo, cuando uno va al Código de Faltas se encuentra la explicación de por qué no están: dicho código enumera taxativamente todas las sanciones que pueden haber por faltas y no por contravención: multa, inhabilitación, suspensión en el uso de las firmas, clausura, decomiso, amonestación. Hoy ¿qué está faltando? ¡Está faltando el arresto, compañeros! O sea que el Código de Faltas que, por ejemplo, prevé como tipos o como sanciones posibles el abandono de residuos patológicos en la vía pública, no prevé la figura de arresto. Es que, por supuesto, diputados como Enríquez o como la diputada La Ruffa no tienen en mente que quizás el Director de un hospital privado, por ejemplo, pueda ser arrestado por dejar residuos patogénicos en la vía pública. ¡Eso no está previsto! Pero, desde el punto de vista de estos políticos, que un joven manifestante reclame por educación o por salario, o que una persona se dedique a la prostitución en una esquina, es una conducta tan socialmente perjudicial, que merece la más dura de las penas, que es el arresto. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Por favor, vaya terminando con su exposición. Sr. Lerner.- Sí, ya termino. Del mismo modo, una empresa que no tiene elementos de prevención contra incendios puede ocasionar infinidad de muertes, pero, por supuesto, no tiene previsto el arresto en el Código de Faltas; un surtidor adulterado tampoco; y la utilización de armamento no registrado por parte de las empresas de seguridad privada prevista la figura en el Código de Faltas, no prevé la sanción del arresto. En cambio, de acuerdo con uno de los proyectos que anda dando vueltas, si un ciudadano –por supuesto, morocho, joven, humilde y de algún barrio carenciado– tiene una llave en su bolsillo y no logra explicar cuál es su finalidad, esto se presume como una conducta pre-delictual y, por lo tanto, le corresponde la pena de arresto. - Manifestaciones en la sala. Pág. 88 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Lerner.- Voy a terminar mi idea diciendo lo siguiente: si los legisladores que proponen estas cosas quieren discutir en serio, sin contrabando ideológico, que admitan discutir esto en el contexto de la Justicia de Faltas. Allí veremos, recurriendo al principio de proporcionalidad de la pena, si es justificable el arresto para una persona que ejerce la prostitución en la vía pública y si, por el contrario, no le corresponde el arresto a aquellos que tiran residuos patogénicos en la vía pública. Muchas gracias, compañeros. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Se pueden ir acercando los participantes N° 66, Sergio Omar Cruz; N° 67, Hernán Julián Covello; N° 68, Hernán Schiller; N° 69, Norberto Daniel Grillo; y N° 70, Ricardo Enrique Treviño. 66.- Sergio Omar Cruz Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante Sergio Omar Cruz. Sr. Cruz.- En primer lugar, me parece oportuno hacer un par de aclaraciones. Con relación a lo que dicen algunas personas acerca de que el gobierno nos enfrenta a los vecinos, quiero contarles que yo vivo en Constitución y que tengo que darle una mala noticia a Raposo Varela: yo no soy su vecina. (Aplausos). Entonces, por favor, ¡no hable por mí! ¡No haga ni tenga la indignidad de hablar por otros! ¡Nosotras podemos hablar perfectamente por nosotras mismas! ¡Así que no soy su vecina, Raposo Varela! (Aplausos). Por otro lado, acá se está discutiendo el mal llamado Código de Convivencia. No voy a empezar a hablar de lo que significa en términos jurídicos, porque ya lo han hecho otros participantes y bastante bien. Simplemente, voy a contar una historia que me involucra a mí y al señor que preside, que es el señor López. Cuando empezó toda esta historia, el señor López y yo éramos supuestamente dos ciudadanos, aunque ahora esa categoría sólo le corresponde a él, y no a mí. Nuestras vidas, como las vidas de 110 travestis asesinadas y miles que hoy no pueden ni siquiera venir a levantar su voz, han transcurrido por situaciones absolutamente distintas. El señor López ha escalado en la esfera social; el señor López es considerado un ciudadano respetable, aunque ocupe el cargo porque es el cuñado de Ibarra (aplausos), mientras que nosotras estamos condenadas a una vida miserable; el señor López ha recibido suculentos sueldos del Estado y, siendo una parte importante en este juego maquiavélico, jamás intentó producir ni siquiera por una vez algo que provoque una verdadera convivencia entre todos los ciudadanos de esta ciudad. Nosotras, tanto los travestis como las prostitutas, tenemos muchas víctimas. Por lo tanto, queremos decirles a los organismos de derechos humanos que no titubeen y que nombren a nuestras víctimas, porque hay muchas maneras de matar, no sólo con armas sino como cuando se nos condena a la miseria; se nos niega el derecho a la educación, a la salud, a la vivienda; cuando lucran con nuestras vidas; cuando les importa poco que seamos violadas. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 89 ¡Van a crear un aparheit, una ley talibanesa, un fundamentalismo! Somos violados, torturados, coimeados; con nosotras se han cometido todos los vejámenes posibles. No generemos víctimas de primera y de segunda. Todas somos víctimas. (Aplausos). Otra cosa fascista que se intenta hacer es calificar a los travestis y a las mujeres de víctimas sólo por ejercer la prostitución. Nuestra vida cotidiana está controlada por el Estado; él nos dice cómo amar, a quién amar y nuestro cuerpo es de su propiedad. Otra falacia y otro fundamentalismo que cometen los vecinos es escudarse detrás de los niños cuando, en realidad, no se hacen cargo de su propia sexualidad. ¿Creen que en nuestras vidas no hay niños? ¿Que las prostitutas no son madres? ¿Que a nosotras nos han cagado? Nos han parido; tenemos niños, hermanos y también hemos sido niñas violadas y prostituidas. (Aplausos). Los vecinos se ocupan de sus niños de clase media y no se ocupan de nuestras niñas, que cada día son violadas y explotadas. Además, en muchos casos, son sus propios maridos quienes sostienen la prostitución. (Aplausos). Entonces, si defendemos a la niñez hagámoslo en general. Cuando se habla de la prostitución, generalmente se habla de mujeres y niñas travestis que sistemáticamente son violadas y sometidas al ejercicio de la prostitución. La prostitución para nosotras no fue una elección. No es que yo me senté en el mullido sillón de mi casa y dije: “¿Qué puedo ser? ¿Una vecina facha, una prostituta o un travesti? No tuve alternativa; el Estado me ha impuesto y me ha condenado a la prostitución. (Aplausos). Otra cosa que quiero decir es que, cuando se nos pide que no nos apasionemos... - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Silencio, por favor. Sr. Cruz.- Quiero decirles a estos vecinos nos piden que no nos apasionemos que hay una realidad concreta. Ustedes todavía tienen instrumentos y el Estado a su favor; nosotras tenemos nada más que esta mísera y payasezca audiencia para poder expresarnos. (Aplausos). Es lógico que nos apasionemos porque se trata de nuestras vidas. Hay una diferencia sustancial que no debemos olvidar: nosotras defendemos el espacio público porque no tenemos acceso al espacio privado. El único espacio que tenemos son las calles y las plazas. (Aplausos). Por supuesto que sé que todo esto es una payasada y hoy voy a participar del circo que voy a armar. Pero a los vecinos los veo agazapados y escondidos porque sus jefes políticos les dijeron que bajen el perfil ¿Dónde está su amigo, el comisario Fernández? ¿Dónde está? Por último, para concluir, les quiero decir a los señores legisladores y legisladoras y a todas las autoridades que la historia no los absolverá. Muchas gracias. (Aplausos). 67.- Hernán Julián Covello Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 67, señor Hernán Covello. Pág. 90 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Covello.- Buenas tardes. En primer lugar, reivindico este instrumento de la audiencia pública y reivindico nuestra Constitución porteña que, con estas reformas que quieren impulsar, lo único que van a hacer es pisotearla y violarla porque son contrarias a nuestra ley suprema, que es la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. (Aplausos). Estos instrumentos, como la audiencia pública, son para aprovecharlos, para hacer sentir la presión de la opinión pública. Les hace bien a las instituciones porque, para construir una mejor democracia, hay que participar, exigir, controlar, investigar y unirse a otros vecinos. Todos sabemos que la situación no es la misma luego del 19 y 20 de diciembre de 2001; ningún funcionario puede desconocer que hoy los vecinos estamos mucho más que atentos a sus actos. Hoy nos convoca un tema muy sensible para la ciudad como es el Código de Convivencia o Contravencional, la supuesta necesidad de reformarlo y la urgencia de algunos sectores por reformularlo. Convencido estoy de que si hay que modificar las leyes o los códigos para hacerlos más efectivos, la reforma debe hacerse en el sentido del avance, de empujar la rueda del progreso, de hacer más eficaz el goce de derechos y garantías y no del retroceso, como pretende la derecha autoritaria y conservadora de nuestra ciudad. Habría que recordarle a la derecha que perdió las elecciones y entonces no puede –y no se lo vamos a permitir– imponer su plataforma de seguridad ciudadana. Las reformas que se plantean deberían avanzar hacia un concepto mucho más integrador de la seguridad como derecho ciudadano o como fuerzas de seguridad preocupadas por garantizar el ejercicio pleno de los derechos de cada habitante de Buenos Aires en paz y no ocupadas en otros menesteres. Durante mucho tiempo, desde los sectores más conservadores se nos quiso hacer creer que democracia y seguridad eran dos conceptos opuestos. La reforma debe superar esa visión tan demagógica como conveniente. Sin democracia, la seguridad se reduce a la represión autoritaria; sin garantizar el derecho a la seguridad ciudadana, la democracia se achica, se deteriora, porque la gente participa menos si se siente más insegura; y, sin participación, no se profundiza la democracia para hacerla verdaderamente real y así mejorar la calidad de vida de todos. Estos sectores políticos, como el conducido por el empresario Mauricio Macri, hace unos meses vienen con esta urgencia y proponen una dura y restrictiva reforma al Código de Convivencia, como si no hubiera verdaderas urgencias en nuestra ciudad. Lo único que buscan son réditos electorales, con shows mediáticos y demagógicos pidiendo mano dura, y confundir a la gente, porque no es lo mismo delito que contravención. Pretenden resolver los problemas de la democracia otorgando nuevamente a la policía ciertas facultades que seguramente las utilizarán con la misma arbitrariedad con la que las usaban antes de que entrara en vigencia este código. Me refiero a aquellos años en los que se hacía uso y abuso de los malditos edictos policiales que sólo sirvieron para llenar cajas negras y restringir nuestras libertades. (Aplausos). Bajar la edad para poder penar a los menores de 18 años es culpabilizarlos de la descomposición social y de sus consecuencias. (Aplausos). Es arrojarlos a la nada sin darles oportunidades. Reprimir, criminalizar y judicializar la protesta social en un país con más de la mitad de la población bajo la línea de pobreza, gracias a los planes económicos aplicados 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 91 desde 1976, es no comprender la historia reciente, ni la terrible realidad de millones de habitantes, porque el hambre no se soluciona ni con palos ni con balas, sino con educación y con trabajo. (Aplausos). Reinstalar la figura del merodeo o el acecho puede llevar a que se detengan a personas por “portación de rostro”, prohibir el laburo de cartoneros, artistas callejeros y perseguir la oferta de sexo en la vía pública estoy seguro que no hará mejor la convivencia. Estoy seguro que todo lo mencionado no hará mejor nuestra convivencia. Los legisladores y funcionarios que nos urgen con estas reformas deberían saber que son inconstitucionales y que se oponen a los artículos 10, 11, 12 y 13 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y son contrarias a los tratados de derechos humanos que tienen rango constitucional. Sr. Coordinador (Davide).- Señor: vaya finalizando su exposición, por favor. Sr. Covello.- Debemos organizarnos, juntarnos y difundir en la calle para seguir oponiéndonos a estas retrógradas y reaccionarias reformas, y no dejar que nos engañen y nos confundan, porque no queremos otra masacre de Floresta ni otro Ezequiel Demonty, ni tantos otros que fueron víctimas del abuso policial. (Aplausos). Solamente con justicia social, igualdad de oportunidades, tolerancia, vigencia plena de las libertades, defensa de los derechos humanos y de las garantías constitucionales, construiremos una mejor convivencia en una sociedad donde haya lugar para todos y donde exista el respeto mutuo. Y eso no se logra sobre la base del miedo y el terror. Ésas son las verdaderas urgencias. Esos son los desafíos que tenemos por delante y que no se solucionan con el facilismo demagógico de la mano dura, sino yendo a las causas y buscando colectivamente soluciones integrales, no parches para buscar más votos. (Aplausos). Como joven nacido en esta Ciudad de Buenos Aires seguiré luchando por estos desafíos y me seguiré oponiendo con todas mis fuerzas a estas propuestas reaccionarias que, de aplicarse, estoy seguro que harán peor nuestra convivencia, porque la violencia engendra violencia y porque los problemas de los democracia se solucionan con más y mejor democracia. Muchas gracias. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante 68, señor Hernán Schiller. - El participante no se hace presente. 69.- Norberto Daniel Grillo Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante 69, señor Norberto Daniel Grillo. Sr. Grillo.- Buenas tardes a todos. Soy Mayra Grillo. Soy representante de la Fundación “Buenos Aires SIDA”, y voy a ser muy breve. Pág. 92 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Voy a hablar por mí y por todas las chicas que están conmigo. Soy profesional, como algunas chicas que tienen su título. Soy enfermera, y no me gustaría que saquen el código. ¿Por qué? Por que yo, como tantas otras, no podemos ejercer nuestra profesión. Teniendo un título como el que tengo, no puedo ejercer mi profesión porque soy discriminada, como todas. Y esto es muy doloroso. Hay muchas chicas que no están solas, tienen a cargo a sus padres, como los tengo yo. Yo no tengo apoyo de nadie, no tengo hermanos y, realmente, tengo que ejercer la prostitución. Es muy triste, porque mis padres están muy enfermos, y no puedo trabajar, no puedo realizar ningún trabajo. Entonces, me dolería mucho que saquen el código. Además, quiero que no volvamos atrás. Me acuerdo que he salido a prostituirme en los años ’80, la época de Raúl Alfonsín, cuando éramos reprimidas como en la época de los militares. Por lo tanto, me dolería mucho volver a años atrás. Quiero decirles que estoy en un microemprendimiento y hace tres meses que no nos pagan. Es un microemprendimiento de peluquería que realizamos, y con el pago de ello trato de sustentarme para no salir tanto a la calle. También quiero decir que no estoy de acuerdo en ejercer la prostitución a puertas cerradas, como algunos aquí plantearon. Yo no lo veo como una solución. ¿Saben por qué? Porque hay que coimear a la policía para poder trabajar a puertas cerradas; digo esto porque yo ya lo he pasado. Es decir, se coimea a los policías para poder trabajar libremente adentro. Entonces, no. Hoy han estado aquí vecinos del Barrio de Constitución. Yo vivo en Barracas, ando por Constitución y algunos vecinos están de acuerdo con nosotras; no como el señor “Rapo” que habló por “todos los vecinos”. No, ese señor está equivocado. Hay vecinos que nos cuidan; hay vecinos que están con nosotras. (Aplausos). También está esa señora que dijo “los invito a ver”. Yo también los invito a todos los vecinos a ver cuando los cartoneros tienen que salir a la calle para llevarles el pan a los chicos, no solamente las prostitutas, sino también los cartoneros y los vendedores ambulantes que se ganan el pan. (Aplausos). Entonces, lo único que yo les pido a los señores legisladores es que, si tienen un poco de conciencia, pasen por allí y vean. Digo esto porque ellos no van por Constitución cuando los cartoneros o las cartoneras tienen que andar con los bebés para juntar cartones para que esos chicos no se mueran de hambre. (Aplausos). Nada más. Buenas tardes. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante 70, señor Ricardo Enrique Treviño. - El participante no se hace presente. Sr. Coordinador (Davide).- Vamos a convocar a los cinco participantes que continúan en la lista. Ellos son: N° 71, Gerardo Daniel Etcheverry; N° 72, Olga Sara Vega; N° 73, Josefina Beatriz Marino; N° 74, María del Carmen Verdu y N° 75, Ramiro Geber. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 93 71.- Gerardo Daniel Etcheverry Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante 71, señor Gerardo Daniel Echeverry. (Aplausos). Sr. Etcheverry.- Compañeros y compañeras: en primer lugar, quiero manifestar algo que ya han señalado buena parte de los compañeros que me precedieron. El Código Contravencional es un código que contiene normativas penales. No hay ninguna justificación legal ni constitucional para este código, que ya hoy existe. La Constitución Nacional da las facultades de sancionar el Código Penal al Congreso de la Nación –que hagan un desastre, que hagan un código de clase y todo eso que existe ya que el Código Penal es absolutamente represivo hacia los pobres–, pero lo que no cabe duda es que los legisladores de la ciudad no pueden sancionar un Código Penal de la Ciudad, que es lo que es el Código Contravencional. (Aplausos). Como ya dijeron otros compañeros, el Código Contravencional es una de las formas de control social sobre los pobres; otra es el Código Penal y, otra gravísima –que, en realidad, consideramos que fue derogada por la Constitución de nuestra ciudad, pero nadie tuvo el valor político para plantearlo desde los puestos de gobierno– es la averiguación de identidad, que es una normativa local de la Policía Federal Argentina, que les permite detener a quien sea, aunque sólo sea por la cara, siempre y cuando no haya llevado el documento. Ésta es una forma de detención arbitraria y también debemos luchar por su derogación. (Aplausos). Decía que hoy el Código Contravencional es algo con que no estamos de acuerdo. No estamos de acuerdo con este código. Y hay muchos ejemplos para demostrar cómo este código sirve para la represión, tanto de los pobres como de aquellos que se organizan para luchar. Este viernes hay un dirigente piquetero, Beto Ibarra, que va a ser sometido a un juicio contravencional por la terrible acción de haber participado hace un año atrás en una movilización contra la guerra. En el mismo momento en el que en todo el mundo había movilizaciones contra la guerra, acá se consideraba que esa movilización era una movilización que violaba el Código Contravencional. Éste es un ejemplo; pero también tenemos los ejemplos de todos los días de los compañeros y las compañeras perseguidas por el Artículo 71. Y acá hay que señalar otra cuestión: el Artículo 71, que no existía en el primer Código Contravencional del año 1998, es una clara muestra de cómo determinados legisladores –la gran mayoría y también los sucesivos gobiernos ejecutivos– se fijan en la opinión pública de los vecinos de Derecha y de los vecinos de la “cana”, y no se fijan en la opinión de las mayorías populares. (Aplausos) Porque acá hubo fuertes presiones de aquellos sectores con conexiones con la Policía Federal argentina, en especial con el ex superintendente de Seguridad Metropolitana, Luis Santiago Fernández, un comisario federal que fue procesado por sacar dinero de la caja de jubilaciones de la propia policía. Ese era el hombre que se reunía con los vecinos para plantear que con el Código Contravencional, al derogarse los edictos, iba a haber menos seguridad para los vecinos. Y esto no es lo único. Hubo un jefe de la Policía Federal muy reciente, un tal Giacomino, que no fue removido al ser designado el presidente Kirchner. Éste fue ratificado en su cargo –después también lo tuvieron que sacar por chorro– entre otras Pág. 94 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 razones, porque Ibarra habló bien de él. Giacomino fue el primer jefe de la Policía que, después de la derogación de los edictos policiales, se atrevió a reclamar que estuvieran de nuevo vigentes. Entonces, no podemos esperar de este gobierno, que bancó a Giacomino, una posición progresista. Yo por lo menos no lo espero. (Aplausos). Entre los distintos proyectos que hay en este momento en danza, la mayoría plantea el tema de la reincidencia. El gobierno de la Ciudad también dijo que está de acuerdo en sancionar la reincidencia, cuando incluso fiscales contravencionales como Cevasco, plantean que la reincidencia es inconstitucional en las contravenciones. Entonces, Ibarra, ex fiscal, está a la derecha de fiscales contravencionales actuales. (Aplausos). Sobre el tema de la edad hay un debate entre Ibarra –en las dos versiones de proyectos que hay– y los sectores de López Murphy y Macri. Estos últimos quieren que a los pibes de 14 y 16 años de edad se los pueda sancionar, por ejemplo, por pelearse a la salida de la escuela, porque la pelea, aún cuando no haya lesiones para nadie, es uno de los tipos contravencionales que sus proyectos plantean. En este punto, Ibarra se queda con la edad de 18 años. El tema del “merodeo” Ibarra no lo contempla, pero el gobierno de la Ciudad apoya uno de los dos proyectos de diputados que apoyaron a Ibarra, el proyecto de los diputados De Giovanni y Giorno, que plantea una especie de “acecho” y de “merodeo” light –pero no tanto–; esto es, la permanencia injustificada. Así, podrían detener a personas si estuvieran en las adyacencias de una cantidad de lugares, entre ellos, los bancos. Si uno se ubica en algún lugar de la Plaza de Mayo, verá que hay bancos en todas las adyacencias; si uno va a hacer un reclamo a la vieja CMV, actual Instituto de la Vivienda, va a ver que hay un Banco Ciudad al lado. O sea que, en cualquier lugar en donde estuviéramos –salvo en la zona sur, donde hay pocos bancos y reparticiones–, nos podrían detener con esta herramienta legal. Entonces, es un “acecho” y “merodeo” que tratan de improvisar, porque saben que es inconstitucional. Claramente, hay proyectos, como el último que presentó Macri, que están orientados hacia la represión de toda movilización. Un ejemplo es que plantean el desorden en la vía pública en caso de movilizaciones. Penan la negativa a disolver una manifestación. Entonces, el oficial de turno podría decir “disuelvan”, y si no disuelven, están cometiendo una contravención; y con esto estaríamos hablando de unos veinte días de arresto. También hablan de la oposición a actos de la autoridad. Por ejemplo, un desalojo, que es inconstitucional, sería legal. Hay otro punto, que sanciona los escraches. En fin, tenemos una larga batería. Por otro lado, tenemos el ejemplo del proyecto de la diputada oficialista Moresi, que sancionaría a quienes le cambian el nombre a las calles, como ocurrió con la calle Estados Unidos, que le pusieron “Pueblo de Irak”, o a la calle Ramón L. Falcón, que la cambiaron por “Radowitzky”. Y así podríamos seguir. Para cerrar quería recordar que, como plantearon otros compañeros antes, este jueves se va a tratar el proyecto de ley parche para modificar el Código Procesal Contravencional, con el fin de introducir la posibilidad de sancionar algunas conductas que fueron pasadas de la Justicia nacional a la Justicia de la Ciudad. El gran riesgo de esto es que el proyecto que hay en este momento eliminó la mayor parte de las pocas cosas buenas que tenía el proyecto oficialista y terminó siendo un proyecto de menos garantías que las que nos puede dar el Código Procesal Penal. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 95 Nuestra reflexión fundamental concluye en que no queremos la autonomía para tener menos derechos que antes, sino para tener más. (Aplausos). 72.- Olga Sara Vega Sr. Coordinador (Davide).- Tiene la palabra la participante Nº 72, Olga Sara Vega. Sra. Vega.- Esto es una audiencia, y yo vine a oír, tanto a los que me gustan como a los que no me gustan. Me encanta que la gente proteste por cualquier cosa, aunque sea por un chicle en la calle. Yo siempre voy a las marchas. Si me gustan bien, si no, discuto con los que están en las ellas. Pero en un lugar cerrado, oigámonos, aunque más no sea para repudiarnos. Voy a empezar por decir que el peor pecado y el peor delito es la mentira. Yo creo que es peor que el crimen y que el robo. Dicen los musulmanes que “el que miente roba y el que roba mata”. Y aquí hay muchos mentirosos. Quisiera decir de la clase política, así como hablan de una “maldita policía”, que es la “maldita clase política”. Porque yo soy muy política, pero también soy independiente. Voto a quien me parece y al que me traiciona lo insulto . Es una mentira decir “Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, porque no es autónoma. En las formas políticas de gobernar un país –hasta que no haya una mejor, que yo creo que la hay– son tres los poderes que actúan. Si el Poder Legislativo se cerrara, ganaríamos mucha plata, porque si hubiera dos, tres, cuatro, cinco o diez leyes buenas, sabias y eternas, el Ejecutivo las tendría que hace cumplir. Sin embargo, ni el Ejecutivo de la Nación ni el de la Ciudad nos han servido, porque no han hecho cumplir nada. Si acá hay alguien que tiene que ser penalizado es el señor Ibarra, ya que no cumplió con la Constitución, que habla de las comunas. La señora Pierini, que no se animó a subir al atril, hubiera tenido que tener miedo y vergüenza de haber sido, primero legisladora –que no sirvió para nada–, y después, defensora del pueblo, ya que un pueblo no necesita tener defensor con un gobierno decente, es el propio gobierno el que nos tiene que defender. ¿Cómo nos va a defender del gobierno alguien que fue del gobierno? No tiene que existir la Defensoría, o bien, el gobierno no sirve. Sepamos elegir en todo caso. ¡Echémoslos a patadas y que se vayan todos! (Aplausos). Pero lo más grotesco, grosero y obsceno es que esta defensora del pueblo, que la tendría que haber elegido el pueblo, se elija a sí misma. No tiene vergüenza, pero debería tener miedo y vergüenza por haber aceptado ese cargo. Lo que sí hace falta es el Poder Judicial, porque un pueblo se forma por la necesidad de ser amparado y tener justicia. ¡Un Poder Judicial nuestro! El señor Antonio Cafiero no tiene que estar suelto; primero, porque no es porteño. Soy porteña de tercera generación, no porque lo elegí, sino porque me hicieron nacer acá. Yo hubiera querido nacer en la Patagonia, en Ituzaingó, en Merlo, o en cualquier lado. Pero yo quiero al lugar en el que nací. El señor Cafiero –creo que está trabajando por la provincia de Buenos Aires– tuvo que intervenir para cercenar la autonomía. ¿Y la clase política? ¿Cómo los peronistas no lo echaron a patadas del partido? ¿¡Los radicales, que eligieron a De la Rúa!? ¿¡Y los Pág. 96 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 socialistas!? ¡La Porta decía: “Mi amigo Fernando...”! (Aplausos). ¡E iba “arrastrándose” a pedirle un cargo! Voy a hablar como porteña. Creo que soy la más vieja de toda la sala, y les puedo decir que Buenos Aires era tranquila; era linda y era buena. ¡Y el vigilante que ustedes repudian nos cuidaba! Yo tenía unos hermanos terribles, que hacían de todo, y el vigilante los traía de una oreja, y tocaba el timbre de mi casa. La policía –pero la buena policía– es necesaria. ¿Y quién tiene la culpa de que no haya buena policía? ¡La clase política! Porque hay que tomarles examen a los legisladores, al presidente, a los policías y también a los maestros. Yo soy maestra, pero pienso que también habría que sacar a los maestros, porque no supimos formar mandatarios como la gente, ni supimos formar a un pueblo que sepa elegir. Una señora dijo: “Yo voté a Ibarra”. Entonces, embrómese. Y ahora, aguánteselo. Yo no lo voté. (Risas y aplausos). Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Vaya terminando, señora, porque su tiempo está por concluir. Sra. Vega.- Lo que quiero decir es que ya no saben ni mentir, ni hablar. Al señor Ibarra –fue una desgracia, pobre–, cuando inauguró las sesiones en la Legislatura, se le escapó que en la agenda no estaban las comunas. Nosotros, los vecinos, queremos las comunas. ¡Queremos elegir a los jueces! Y no que el juez esté allá lejos, sin que lo conozcamos, sino cerca, como vecino, para ir a decirle a la mamá que tiene un hijo sinvergüenza, ¡y que toque el timbre! ¡Al vigilante lo quiero elegir! Quiero que sea mi amigo, y que sea un orgullo ser vigilante, aumentándoles el sueldo, por supuesto. ¿Por qué un legislador, que no arriesga el pellejo, y no es insultado, como un vigilante, gana más que ellos? A los vigilantes no les tengo miedo. No sé por qué; debo ser más fuerte, o ellos deben tener miedo de algo. Realmente, no sé por qué. Suponiendo que sea un buen vigilante, que me va a defender a mí –de que me violen no, porque ya es tarde (risas)– de que me roben, o me maten... Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Señora: por favor, vaya concluyendo, porque su tiempo terminó. Sra. Vega.- Quiero que el vigilante esté bien pago. Porque la clase política tendría que estar compuesta por vigilantes, maestros, zapateros, lo que fuera, que presten un servicio y conserven sus sueldos. Una vez Jaroslavsky, que en paz descanse –o, mejor dicho, que no descanse en paz (risas)... Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Señora: por favor, vaya redondeando, porque su tiempo terminó. Sra. Vega.- ...dijo que únicamente los ricos podían llegar a ocupar los cargos. ¡No, señor! Porque si hay un desocupado, o alguien muy pobre, y vale la pena, le pagaremos como a un maestro. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 97 Y ustedes van a ver qué bien van a estar todos los maestros, qué educado va a estar el pueblo. Pero, claro, a ellos no los van a elegir. ¿Se dan cuenta? Aquí no se habló de eso. Y no se ha hablado, entre otras cosas, del señor Ibarra. Yo no sé si va a ir al purgatorio, pero si yo me asomo y los veo, me quiero ir al infierno... (Risas y aplausos). Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Señora: por favor, vaya concluyendo, porque su tiempo terminó. Sra. Vega.- Lo más importante en la vida es la salud. Hay que ver lo que son los hospitales. Los hospitales deben atender a la gente de su barrio, y a los que tienen que viajar para que los atiendan. Yo voy a atenderme al Hospital Rivadavia; mejor dicho, voy a ver cómo anda la cosa, pego media vuelta y me voy, porque tengo que hacer unas colas... ¡Si me dan turno para hacerme análisis de sangre para dentro de cuatro meses! ¿Qué hace el señor Solá? ¿Qué hizo Duhalde? ¿Qué hicieron todos? No hay nada destacable de los últimos tiempos, o por lo menos yo no lo vi. La historia que conocemos –tiene razón Maradona– son todos cuentos. Yo no creo ni en los próceres, porque cuando yo no esté, y ustedes tampoco, alguno de los que hoy están en el Gobierno va a aparecer en los libros como prócer. ¡Y es mentira! Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Señora: por favor, le pido que redondee, porque su tiempo terminó hace rato. Sra. Vega.- El señor Ibarra dijo que no puede aumentar los sueldos porque, si no, no pueden seguir haciendo subterráneos. Es una locura que en una ciudad de la República Argentina –¡cuatro millones de kilómetros cuadrados!–, un país despoblado, haya que hacer subterráneos. ¿Por qué no hacen política poblacional? El señor Ibarra, cuando era jovencito, era muy buen mozo; ahora ya ni eso. Yo le tuve un poco de confianza, pero nunca me recibió. ¡Nunca! Y eso que era un simple concejal. Ahora no me interesa que me reciba, porque aunque yo le hable, él no va a entender... Está con los demonios y el circo. (Aplausos). Señores: ¡han degradado la ciudad! Que es de todos –sobre todo, de los porteños–; han hecho subterráneos, que es peor que una central nuclear, porque a lo mejor dentro de dos mil años las centrales nucleares se pueden habitar. ¡Los huecos que han hecho debajo de la tierra no se pueden rellenar nunca más! ¡Es ridículo que en una ciudad despoblada haya que viajar debajo de la tierra, como gusanos! ¡No se ven ni los negocios! No sé cómo los comerciantes no protestan cuando hacen un subterráneo. ¡Y con crédito externo! ¿Quién lo va a pagar? Sr. Presidente (López).- Por favor, señora, su tiempo concluyó. Está utilizando tiempo que le otorga la ley, no yo. Sra. Vega.- Entonces, ocúpense de todo eso. (Aplausos). Pág. 98 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante Josefina Beatriz Marino. - La participante no se hace presente. 74.- María del Carmen Verdú Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante María del Carmen Verdú. Sra. Verdú.- Buenas tardes. Soy integrante de la CORREPI, Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional. (Aplausos). Nosotros creemos que no se puede discutir el Código Contravencional, ni éste ni cualquier otro, sin analizar en su conjunto todo el sistema de facultades policiales para detener personas arbitrariamente. En el territorio nacional coexisten una serie de normas y prácticas que permiten a la policía y a otras fuerzas de seguridad realizar detenciones en violación del precepto constitucional que –como ya ha sido dicho desde este estrado– solamente habilita a realizar esas detenciones en caso de flagrante delito o en caso de orden escrita emanada de autoridad judicial competente. Sin embargo, los códigos contravencionales, el de la Ciudad y cualquiera de los códigos provinciales similares, son solamente una parte de ese conjunto de normas que se completan con la más fabulosa herramienta de control social de que dispone la Policía y el resto de las fuerzas de seguridad en la Argentina, que es la facultad para detener personas por averiguación de antecedentes o para identificarlas. Hay otras hipótesis, en cambio, que ya ingresan en el terreno de las prácticas no normadas, pero que se ejercen cotidianamente, como es el caso de las racias. Todo este conjunto de normas y de prácticas es ampliamente conocido por cualquier persona que haya caminado por las comisarías en defensa de las víctimas de todo este sistema. Y cualquiera que haya hecho alguna vez esa experiencia sabe que la policía primero detiene, y después decide si aplica una averiguación de antecedentes, si inventa una contravención o si imputa un delito de los que después se ponen de moda, como sustitución, incluso, de los viejos edictos policiales. Esto nos ocurre cotidianamente con los detenidos en marchas y movilizaciones, con lo que llamamos el “Combo Manifestaciones” –atentado, resistencia a la autoridad, daño y lesiones. (Aplausos). Esa determinación a posteriori del motivo de la detención, que es absoluta y totalmente cotidiana –así funciona: primero se detiene, y después se clasifica– es, precisamente, lo que demuestra la total arbitrariedad del sistema y lo que confirma que su principal objetivo es el ejercicio del control social. El control social –como ya se ha dicho esta tarde– se efectúa sobre los sectores más desprotegidos, sobre los pobres, los jóvenes, los diferentes, sobre las minorías discriminadas desde el poder –fundamentalmente, sobre los que protestan– y también, peor todavía, sobre los que nos organizamos para protestar (aplausos), ya sea que estas detenciones vengan de la mano de una Doble “A”, de una contravención o de lo que sea, 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 99 son una pena en sí misma. Una pena que la policía aplica a aquellos que ingresan en el territorio de la noción subjetiva de “sospechosos”, de acuerdo con el inefable olfato policial que nunca nadie ha podido definir. En definitiva, no interesa si hablamos de doble A o de contravenciones, ya que el resultado es el mismo: puro ejercicio de control social, sin perjuicio de otros fines. Aunque todavía hay un fin institucional: el de demostrar una eficiencia en la prevención del delito –están muy lejos de eso–, prevención que no pueden llevar a cabo, porque ellos son los que protagonizan o los que administran esos delitos aberrantes. (Aplausos). Hay un tercer objetivo de este sistema de detenciones arbitrarias, que a veces es institucional, mixto o particular y que es, obviamente, el de las cajas, que no son tan chicas. Cuando la Ciudad de Buenos Aires derogó los edictos policiales, desde la CORREPI dijimos: “¡Esto, compañeros, no sirve para nada, si no se deroga la Ley 23.950 que permite la averiguación de antedecentes! ¡Y no sirve para nada, si se vota un Código Contravencional que tenga hipótesis de arresto o detención! En la Constitución de la Ciudad se introdujo una cláusula que ha sido citada hasta el cansancio en el día de hoy, y que actualmente los legisladores borran con el codo, y que ha derivado en ser la norma más abstracta de la historia jurídica argentina. Me refiero al Artículo 13 de la Constitución de la Ciudad que prohíbe criminalidad sin delito, delito de autor, detención preventiva en materia contravencional; mientras miles y miles de personas, cotidianamente, son detenidas por estas causas. No importa si en el caso concreto la persona sale de la Comisaría con una doble A, con una contravención o con qué, pero lo cierto es que sin haber cometido delito alguno es detenida. ¡Y esas detenciones son la puerta de entrada a la tortura y a la muerte en comisarías! (Aplausos). Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Señora Verdú: vaya redondeando su exposición. Sra. Verdú.- Hace menos de un año, me tocó explicar este sistema de detenciones arbitrarias ante una audiencia mucho más difícil: los jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos durante las audiencias del caso Bulacio. Yo le tuve que explicar a estos jueces que un detenido por un delito –por más grave que sea– en la Argentina, tiene más derechos que un detenido que no cometió delito alguno y que fue detenido porque a un policía le pareció que tenía cara de sospechoso. ¡Le tuve que explicar a estos jueces que en la Argentina le exigimos a un juez o a un fiscal que funde el pedido de detención de una persona, pero que un policía detiene a quien se la canta las pelotas! (Aplausos). Finalmente, los jueces de la Corte Interamericana, con todos los elementos normativos a su mano y después de escuchar el testimonio de expertos, de testigos y del Estado Argentino –que trató de justificar y de controvertir lo que nosotros habíamos dicho– dictó sentencia. ¡Y dictó sentencia condenando al Estado argentino a derogar todas las normas que permiten la detención arbitraria de las personas! (Aplausos). ¡Y condenó al Estado argentino a cesar con las razias! ¿Pero qué hizo el Estado argentino a seis meses de esa sentencia? ¡Nada! ¡Absolutamente nada! Pero el Gobierno de la Ciudad va más allá, porque además de no derogar las normas que ya violan por sí y que constituye delito de desobediencia del fallo de la Corte Interamericana –que es obligatorio para el Estado argentino–, quiere empeorar todavía más nuestra situación de precarias libertades democráticas. Pág. 100 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Las modificaciones al Código Contravencional que proponen los distintos proyectos de reforma, sólo agravarán la situación de desobediencia del Estado argentino frente al fallo de la Corte. Pero la subsistencia del actual código y de la Ley 23.950 en el ámbito de la ciudad es igualmente violatorio de los derechos de las personas, conforme a estos estándares internacionales que no cayeron de Marte, ya que la Argentina firmó y se obligó a respetarlos. (Aplausos). Y no nos vengan con que la Ley 23.950 es una ley de la Nación, por lo que la Legislatura de la Ciudad no la puede derogar. La Ley 23.950 fue dictada por el Congreso de la Nación en el ejercicio de la función que tenía entonces, antes de la autonomía de la ciudad como Legislatura local. ¡Y no nos vengan tampoco, por favor, con que no le pueden dar órdenes a la policía! ¡Bien que cuando quieren hacer convenios multimillonarios para que les manejen el tránsito o para patrullar las plazas hacen convenios con ellos y les dan órdenes! ¡Y bien que pueden darles órdenes para que repriman a los vendedores ambulantes o a la gente del Padelai! Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Señora Verdú: su tiempo ha terminado. Sra. Verdú.- ¡Entonces, no nos vengan con que eso sí pueden ordenarlo, pero que no pueden ordenarles respetar nuestros derechos! Hay cuestiones, compañeros, que requieren tomar partido: se está por las libertades democráticas o se está en contra, cercenándolas. ¡No hay Código Contravencional, ni éste ni ningún otro! ¡No a la averiguación de antecedentes! ¡Basta de detenciones arbitrarias! ¡Walter Bulacio y 1.500 pibes asesinados por la policía... presente! Varios participantes.- ¡Presente! - Manifestaciones en la sala. 75.- Ramiro Geber Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Ramiro Geber. Sr. Geber.- Mi nombre es Ramiro y yo también soy militante, no abogado, de la CORREPI. (Aplausos). Es muy difícil hablar después de María del Carmen, de Luz, de Gerardo y de mis compañeros. De todas maneras, quiero empezar mi alocución denunciando el vaciamiento que hizo de esta audiencia el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ya que es parte de una política estratégica que tiene el gobierno, que el 19 y 20 de diciembre terminó con el helicóptero de De la Rúa y que, sin duda alguna, estas reformas también pueden ser el punto de inflexión para echar a Ibarra y a sus acólitos funcionarios. (Aplausos). ¡Les queremos decir a esos funcionarios del gobierno que no venimos a hacer acá un proceso de catarsis psicológica! ¡No venimos a hacer catarsis!¡Venimos a denunciar las 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 101 arbitrariedades cometidas por la policía, que le son funcionales al gobierno del presidente Kirchner y al de Ibarra por querer hacer funcionar su política de clase! ¡No venimos a hacer catarsis! ¡Venimos a continuar con nuestra política de lucha que llevamos adelante desde hace 12 años! ¡Hay 1.500 casos; no son 1.500 errores, no son 1.500 excesos; son 1.500 víctimas de gatillo fácil, de represión policial e institucional! ¡No le queremos dar más facultades a la Federal, ni tampoco queremos policía municipal! (Aplausos). ¡No queremos grupos parapoliciales por la provincia de Buenos Aires de la mano de Solá, de los intendentes de Lomas de Zamora y de Avellaneda! ¡No queremos encontrarnos con represores que tengan facultad para disparar y no para detener en la calle! - Manifestaciones en la sala. Sr. Geber.- ¡No queremos más hombres como Giacomino, que no sólo tiene sus manos sucias de plata, sino de vergüenza! ¡No queremos hombres como Santos coordinando una operación en contra del pueblo como el 19 y el 20! ¡No queremos un gobierno que no nos escuche! ¡Queremos que nos oigan! ¡Queremos ejercitar nuestro compromiso ciudadano! ¡Queremos decirles que ahí debería estar el responsable político de la Ciudad de Buenos Aires, que está ausente de su función desde hace cuatro años, porque no existiría Ibarra sin un Macri que banque la campaña por detrás. (Aplausos). ¡Y no existiría un Macri sin un gobierno como el de Ibarra que lo banque políticamente! (Aplausos). Además, queremos decirle al señor Secretario de Seguridad, el doctor López –cuñado de Ibarra–, que ya denunciamos la existencia de miles de ciudadanos y grupos populares que están proscriptos. Porque esta asamblea, señores, se está desarrollando en un día laboral a las 11 de la mañana, si no hubiéramos sido miles oponiéndonos al Código. Eso es porque tienen miedo, porque esos miles ocuparían plazas y espacios públicos en la Ciudad de Buenos Aires manifestándose. Tuvieron que hacerlo en un día laboral para que seamos unos pocos y poder, luego, escudarse en nuestro número para después traer sus políticas represivas. (Aplausos). Ya termino, señor presidente. No se preocupe por el tiempo; sé administrarlo bien. (Aplausos). Señor presidente: usted hizo una declaración en medio de esta audiencia pública en el sentido de que había que considerar los justos reclamos de la ciudadanía. Transmítale a Ibarra que el justo reclamo de la ciudadanía es el compromiso político que tiene que tener para no establecer nuevas herramientas represivas, para que no haya nuevos Bulacio, Ezequiel Demonty ni dos mil quinientas víctimas más del gatillo fácil. Transmítaselo porque si no, él también va a ser responsable de las víctimas del gatillo fácil hasta el día de su muerte. (Aplausos). Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 76, Amalia Beatriz Molinari. - La participante no se hace presente. 77.- Elizabeth Dos Santos Linhares Pág. 102 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 77, señora Elizabeth Dos Santos Linhares. Sra. Dos Santos Linhares.- Buenas tardes a todos. No quiero faltarles el respeto a todos los importantes compañeros que hablaron con conocimiento de causa como los de la CORREPI y los de los grupos minoritarios que vienen dedicando, desde hace muchísimo tiempo, parte de sus vidas a la lucha por las injusticias que se cometen en esta ciudad. Mi nombre es Elizabeth Dos Santos y pertenezco a la asamblea de San Telmo, pero hoy estoy acá como vecina de esta ciudad. Para mí, es indiscutible la libertad absoluta de toda persona, más allá de su raza, credo, distinción sexual o cualquier otra característica. Por otro lado, comparto con la señora Angélica que este púlpito está puesto equivocadamente porque nosotros tendríamos que estar hablando de frente a las autoridades que, supuestamente, nos tienen que representar. Quiero decirles que el traspaso de la Policía Federal al ámbito de la Ciudad estaba propuesto desde hace bastante tiempo. Hubo tiempo suficiente para elaborar un Código Contravencional que fuera un orgullo para esta Ciudad, que fuera fundamental, que fuera ejemplo para todas las provincias de nuestro país, en las que la situación de todos los habitantes con respecto a la represión policíaca es peor que en la Ciudad. Hay algo en lo que discrepo con los compañeros: me niego a llamar a esto un proyecto de Código siquiera. Señores del gobierno: para mí esto es solamente un panfleto neo nazi y no otra cosa. Es un insulto a la inteligencia de cualquier ciudadano. (Aplausos). Yo no soy política ni abogada; soy, como decía Neustadt, una Doña Rosa cualquiera que un día se dio cuenta de que tenía que salir a la calle a luchar por sus hijos, a pesar de esa basura que llaman Código y que, como siempre, trataron de aprobar sin darlo a discusión, sin intervención de la ciudadanía, entre gallos y medianoche, insultando –como dije antes– nuestra inteligencia, tratándonos como a niños de jardín de infantes: “Vayan a dormir que nosotros vamos a hacer las cosas”. (Aplausos). ¿Qué es esto? ¿Una herramienta para reprimir a la sociedad civil? ¿Estamos otra vez en un gobierno de facto y no me enteré? (Risas y aplausos). Lamentablemente, hay dos policías, uno en cada puerta. A veces escucho decir a los periodistas en los medios de comunicación –que ya sé para quiénes trabajan– que no hay que poner a toda la policía en la misma bolsa. Yo quiero recordarles a todos –a los jóvenes sobre todo– que cualquier policía que sea mayor de 40 años fue entrenado durante el Proceso para reprimir y no para combatir el delito. (Aplausos). Vemos que todavía siguen con sus viejas costumbres, como la represión del 19 y 20 de diciembre del 2001, como lo que sucedió en el Puente Pueyrredón y como sucede cada vez que salimos a pelear por nuestros derechos. ¿Ustedes pretenden que nosotros avalemos el darle más facultades a esta policía? ¿No aprendieron nada en este tiempo desde el 20 de diciembre de 2001? (Aplausos). Me acuerdo muy bien de la imagen de una señora que estaba sentada con otra familiar y un caballo le piso el dedo: era una señora igual que yo. A esa clase de policías no le veo poner el mismo énfasis y dedicación para ir a buscar las bandas de los desarmaderos y los negocios de venta de drogas, que ellos saben perfectamente donde están. (Aplausos). 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 103 Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Señora Dos Santos: su tiempo está cumplido. Por favor, vaya redondeando. Sra. Dos Santos Linhares.- No hay policía buena y policía mala, señores. Toda la policía es mala, por acción o por omisión. Porque si en una comisaría hay corruptos, los otros, aunque no estén en el negociado, saben quiénes son y no los detienen, no hacen nada. Por lo tanto, si esos dos señores que están acá, que deben tener familias –desgraciadamente para ellas–, fueran honrados, si fueran decentes, se sacarían ese uniforme y estarían acá con nosotros peleando por esto. (Aplausos). Pertenezco al barrio de San Telmo. Los compañeros de la CORREPI han ido alguna vez a ayudar a nuestros chicos a tratar con la policía del barrio que los viernes y sábados a la noche se dedica a “apretarlos” para sacarles los pesos que tienen para ir a bailar, los pesos que juntaron con esfuerzo haciendo changuitas durante la semana. Muchas veces han venido los chicos a la asamblea a contarnos estos problemas pero, cuando queremos tomar alguna medida, no se animan porque los policías de esa zona saben dónde viven, porque desgraciadamente vivimos en hoteles, casas tomadas o inquilinatos y los amenazan con represalias contra sus familias y sus propias hermanas. Entonces señores, ¿ustedes creen que somos “giles”? (Aplausos). No entiendo. Los legisladores que están ahora ¿creen que están sentados ahí por gracia divina o porque los elegimos nosotros para que nos representaran? ¿Cómo nos pueden faltar el respeto al no consultar a la ciudadanía para conformar un Código procesal con todos nosotros? Sí, hay que tener un orden; orden, no represión. Y orden incluye –como dijo un compañero– a los hospitales que tiran los desechos tóxicos a la calle: para ellos “falta”, para nosotros cárcel. (Aplausos). Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Señora, por favor, le pido que vaya redondeando porque su tiempo ya ha terminado. Sra. Dos Santos Linhares.- Muy bien, disculpe. Tan rápido se pasó el tiempo. ¡Qué suerte! Voy a redondear; lo que sucede es que me puse nerviosa porque los miro, y tengo ganas de matarlos. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sra. Dos Santos Linhares.- Lo pasa es que el otro día fui a un seminario respecto de la deuda externa, y desde ese día estoy acumulando bronca. Quiero que informen a los legisladores que lo que van a hacer con esto es matar el perro, pero no la rabia. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sra. Coordinadora (Martínez Liss).-Muchas gracias. Corresponde que haga uso de la palabra el participante 78, señor Roque Martín Saavedra. Pág. 104 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 - El participante no se hace presente. - Manifestaciones en la sala. 79.- Juan Enrique Pechin Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante 79, señor Juan Enrique Pechin. (Aplausos). Sr. Pechin.- Vergüenza debería darles a estos apósitos policiales del gobierno infame de turno. (Aplausos). Vergüenza debería darles a los poquitos que se quedaron, al gran puñado y a los dos señores mudos de los costados. Vergüenza debería darles a los que se fueron. Vergüenza debería darle a la mayoría ausente. Vergüenza debería darles por hacer fragrante y evidente esta limosna democrática que nos ofrecen con esta audiencia payasezca y completamente circense. (Aplausos). Pero nosotros, señores, vamos a usar éste y todo espacio público que tengamos a nuestro alcance para elevar nuestras voces y repudiar este Código Contravencional represivo y exterminador. Nosotros vamos a usar éste y todos los espacios que tengamos a nuestro alcance. Tenemos la calle y también vamos a tener estos espacios, que nos corresponden. Vergüenza debería darles no solamente por no haber seguido los reclamos desde que empezamos en el año 2001, sino arrastrar y sostener desde el año 1976, los mecanismos y las metodologías represivas propias de los militares. (Aplausos). Sostenerlas en el código de 1998; sostenerlas en el año 1999, sostenerlas en el año 2001, el 2002 y en el 2003, y querer endurecer el código con furia de manera cada vez más represiva. Repudiamos este código. Repudiamos la reforma de este código. (Aplausos). Vergüenza debería darles obstinarse en transformar la exclusión social, miserabilizante y pauperizante de la que somos víctimas el mayor número de esta población de la ciudad y de la República Argentina, en una perfecta y controlada exclusión civil. Cada vez somos menos los ciudadanos que tenemos garantías para nuestros derechos. (Aplausos). Cada vez somos menos los ciudadanos que podemos gozar de derechos concretos. Cada vez somos menos los ciudadanos que podemos salir y transitar libremente por la calle sin estar aterrados por la policía, y por lo que la opresión y la represión policial institucional pueden hacernos cotidianamente. (Aplausos). Ustedes buscan escondernos. Buscan esconder a los pobres: buscan esconder a los vulnerabilizados, buscan esconder a las vulnerabilizadas por esta condición que ustedes mismos arman clasistamente y que ustedes mismos sostienen, arrastrando una basura neoliberal, una basura neoconservadora, una basura que los caracteriza como basura de personas. (Aplausos). Ustedes quieren esconderlo, pero nosotros estamos acá y estamos en la calle: estamos presentes. (Aplausos). Nosotros somos las travestis y las mujeres en estado de prostitución, que no tenemos otra opción para subsistir, porque ustedes nos niegan opciones. No nos abren fuentes de trabajo. Nosotros somos cartoneras y cartoneros, que tenemos que revolver la basura todas las noches para tener qué comer. Nosotros somos vendedores ambulantes, somos artistas callejeros, somos trabajadores flexibilizados, trabajadoras flexibilizadas, somos pasantes, somos desocupados, somos mendigos, somos personas sin techo en estado de calle, somos ciudadanos; no somos delincuentes. (Aplausos). ¡Basta de contravenciones! ¡Basta de llamarnos delincuentes! (Aplausos) 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 105 Somos gente que les pedimos y les exigimos que trabajen por las garantías de nuestros derechos constitucionales y no para restarlas. Somos gente que les pedimos y los desafiamos a que desmientan todas nuestras voces, que se elevaron hoy; que desmientan nuestras voces con las acciones futuras; que desmientan ocupándose y no obstinándose en hacer cada vez más represivo el control social, en hacer cada vez más exterminador el aparato represivo del Estado. Los desafiamos a que en lugar de obstinarse en eso, trabajen por nuestros derechos y trabajen para que nuestras condiciones de vida sean dignas; trabajen para que tengamos trabajo, para que tengamos hospitales que funcionen, para que todos podemos acceder a la educación, para que todos podamos vivir como ciudadanos dignos en esta ciudad, que nos merecemos como ustedes. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Muchas gracias. 80.- Leandro Ariel Morgenfeld Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante 80, señor Leandro Ariel Morgenfeld. Sr. Morgenfeld.- Ya se ha dicho mucho hoy aquí. Simplemente, yo les voy a hablar mirándolos a los ojos y les voy a decir una cosa: pueden trabajar en serio y dejarse de trabajar para la “Chiqui Legrand”. (Aplausos). Es lo único que les pido. Sé que ganan plata con esto, pero gánensela dignamente. (Risas) Estamos todos explotados, trabajamos en lo que podemos y ustedes ahí, sentados, mirando qué. Están hablando de un código, que lo único que hace es recibir rechazo. ¿Por qué pasa esto? Es simple: recibe rechazo, porque ataca a los más vulnerables. Y, en este momento, con un cincuenta por ciento de la población bajo la línea de pobreza, ¿no sé qué pretenden? ¿Qué nadie se levante? Hay algo que se llama solidaridad y todavía existe, gracias a Dios. Y es eso lo que nos da fuerzas. Entonces, basta de trabajar para la “Chiqui Legrand” y para Susana Giménez. (Aplausos). Al fin y al cabo, no van ser nunca como ellas, por más que se compren los trajecitos lindos que se compra Telerman, que es un pelado feo (Aplausos). Es lo único que tenía para decir. Me opongo, me opongo y me opongo. Y al señor Enríquez me parece que todavía no ha probado lo bueno de la vida, por eso tiene el pelo tan blanco. (Aplausos). Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Gracias. Vamos a convocar para hacer uso de la palabra a los cuatro participantes que continúan en la lista de inscriptos: N° 81, Llona Clara Aczel; N° 82, Ricardo Ramón Romero; N° 83, Manuel Alberto García Delfino y N° 84, Jorge Daniel Leguizamón. Pág. 106 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 81.- Llona Clara Aczel Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante 81, Llona Clara Aczel. Sra. Aczel.- Mi nombre es Ilona Aczel y vengo a reafirmar, como ya otros hicieron, mi repudio no sólo a toda reforma posible del Código Contravencional, sino al Código Contravencional en si mismo, por considerarlo un claro mecanismo de control y represión social. Este Código, que vino a reemplazar a los edictos policiales en un momento en el que ser “progresista” resultaba más rentable políticamente, muestra su cara represiva desde su nacimiento, al ser un instrumento cuya innecesariedad está reconocida en la misma Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, la cual prevé en su Undécima Cláusula Transitoria la abolición de los edictos policiales, dando un plazo noventa días improrrogables para la creación de un Código Contravencional, transcurridos los cuales desaparecería su posibilidad –y, por lo tanto, necesidad– de su sanción. Ya el primer Código Contravencional presenta problemas, en la medida en que se contempla como pena posible, aplicable sólo en última instancia, al arresto, pena que sólo debería ser contemplada y aplicada en casos penales. Desde su inicio, la idea de “contravención” que se maneja empieza a asimilarse más a la de “delito” que a la de “falta”. Ese primer Código fue resultando demasiado “garantista” para la conveniencia política en los años subsiguientes. Ya con sus reformas de 1998 y 1999 comenzó un proceso de “endurecimiento” que muestra a las claras la verdadera voluntad con la que este instrumento fue sancionado y es utilizado por parte del gobierno: la de represión y control social. Todas las reformas que se realizaron hasta ahora apuntan a controlar el espacio público, lo que obviamente tiene la doble finalidad de perseguir a los pobres, a la gente sin hogar, con el argumento de mantener la ciudad limpia y ordenada –esto me recuerda rápidamente a argumentos y campañas de la dictadura– y de controlar las manifestaciones y marchas realizadas por la gente que no sólo está “descontenta” con el gobierno, sino que ve día a día, indefensa, deteriorarse o desaparecer sus posibilidades de vida, a través de la pérdida de trabajo, la disminución de sus sueldos, la pérdida de sus viviendas a causa de las siniestras condiciones impuestas desde el Gobierno nacional y de la Ciudad, que apoyan no a los ciudadanos, sino a los bancos y corporaciones que realizaron estafas masivas a los habitantes de este país. Estos quieren perjudicar y abolir los modos de subsistencia desesperados con los que muchos intentan mantenerse con vida: cartoneros, prostitutas, vendedores ambulantes, piqueteros, artesanos y artistas callejeros. Ahora se habla de la insuficiencia y la ineficacia de este Código Contravencional y de la necesidad de su endurecimiento; este Código “ineficiente” que ya se ha aplicado y ha perjudicado a miles de ciudadanos que han recibido penas de arresto y abusos por parte de la policía y los fiscales, ciudadanos que son de por sí los más vulnerables, cuyo único delito es la pobreza. Ustedes ya han escuchado muchos de sus testimonios. El endurecimiento de este Código, al igual que el Código Procesal Penal, sólo apunta a criminalizar la pobreza y a señalar, estigmatizar y perseguir a las personas que no sólo no fueron amparadas, sino que fueron también destruidas por estas instituciones tan democráticas, que, finalmente, se proponen reimplantar un estado de derecho para los habitantes de la ciudad que es asimilable sólo al de la dictadura. Arresto como pena por faltas y no por delitos; figuras 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 107 como “reincidencia”, “merodeo” y “acecho” –que son figuras predelictuales, y no sólo las prohíbe la Constitución de la Ciudad, sino que dejan libre a la policía para detener a su propia discreción–; incomunicación y requisas personales sin orden o intervención del juez; disminución de la edad para la imputabilidad, etcétera, son algunas de las joyas con las que los legisladores de la Ciudad están dispuestos a honrar a la democracia y a los ciudadanos de Buenos Aires, haciendo oídos sordos a la Constitución Nacional, la Constitución de la Ciudad, los tratados internacionales de Derechos Humanos y, por sobre todo, la vida y la existencia de los habitantes a los que deberían proteger y salvaguardar. Señoras y señores: quiero decirles que a mí me da avergüenza estar aquí. Me avergüenza tener que estar discutiendo y luchando por mis derechos humanos y de ciudadana y por los de mis pares. Me avergüenza que el gobierno esté gastando recursos materiales y humanos no en encontrar soluciones verdaderas y estructurales para garantizarnos a todos y a todas condiciones dignas de existencia, sino en encontrar la forma en la que la gente de clase media y alta, los verdaderos “ciudadanos” en esta maravillosa democracia, no vean lo que realmente les sucede a sus hermanos, es decir, el exterminio de un enorme porcentaje de la población que está sentenciada y que no tiene a quién apelar. Yo tuve la suerte de haber nacido blanca, en una familia de clase media, de haber recibido educación y de tener acceso a una casa y a la salud porque mis papás, con los 32 años que yo tengo, no sólo pudieron ayudarme a acceder a una vivienda sino que pueden pagarme una cobertura social que yo no puedo mantener a pesar de tener cuatro trabajos. (Aplausos). Me ofende estar aquí y haber tenido que aprender a investigar sobre leyes porque la gente que tiene que garantizármelas las olvida. Me horroriza que los funcionarios hayan olvidado definitivamente sus deberes hacia nosotros, pero por sobre todo me horroriza que nosotros hayamos olvidado, con el deterioro de nuestras vidas, no sólo lo que debemos esperar de nuestros gobernantes, sino algo más evidente: el derecho a la vida, a una vida digna para todos. Una vez más el olvido nos ha vuelto cómplices e impulsores del exterminio de nuestros hermanos y del nuestro. Nuestra rabia e impotencia se ha vuelto, estúpidamente, no contra la gente que ha generado el estado en el que nos encontramos, sino contra la gente a la que nos sentimos capaces de atacar porque el Estado argentino y el azar de sus nacimientos y de su propia vida los ha colocado en una situación de indefensión peor que la nuestra. (Aplausos). 84.- Jorge Daniel Leguizamón Sr. Coordinador (Davide).- Tiene la palabra el participante Nº 84, Jorge Daniel Leguizamón. Sr. Leguizamón.- Mi nombre es Jorge Daniel Leguizamón y soy integrante del movimiento sin trabajo “Teresa Vive”. Soy uno de los tantos desocupados de este país saqueado y vendido al capital extranjero. Como uno de los tantos desocupados de este país, me da vergüenza tener que estar ante estos funcionarios del Gobierno de la Ciudad, quienes nos dan este espacio como una limosna, como ya se ha dicho acá. Pág. 108 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Los bloques de diputados de Macri y de Patricia Bullrich –uno, el patroncito de estancia, la otra, una travesti política que ha sido socia de Cavallo, de Beliz, de De la Rúa–, como así también el actual jefe de Gobierno, Ibarra, pretenden hacer reformas al Código Contravencional aceptando las medidas represivas. Para ello, utilizan tramposamente la legítima preocupación de los vecinos por la seguridad, pero no atacan las causas de fondo: la desocupación, la pobreza, la desigualdad social, que provocan exclusión y marginalidad. Los desocupados luchamos por trabajo digno. Estamos desocupados porque este sistema del que estos funcionarios forman y formaron parte, nos ha dejado en la calle. Algunos sobrevivimos con un plan de 150 pesos, otros ni siquiera eso. Yo les diría a ustedes que prueben vivir un mes con 150 pesos, que salgan de esas alfombrados sillones, y prescindan de su secretaria, de los celulares y demás, que bajen a la calle y que vean a los cartoneros revolviendo la basura tratando de juntar cartón para poder alimentar a sus familias y que vean también a los vendedores ambulantes que echaron como perros de la vía pública. Que se fijen un poco en eso, porque ahí está el resto de dignidad que le queda a nuestro país. (Aplausos). Les pregunto a estos diputados si tienen algo de vergüenza, pero llego a la conclusión de que no tienen nada de vergüenza. ¿Cómo impulsan un proyecto que, entre otras cosas, en su Artículo 76, penaliza la obstrucción en la vía pública con penas de arresto o multas de 600 a 2.000 pesos? Hay desocupados que van a pelear por trabajo y encima quieren que pidan autorización. ¿Qué “carajo” se creen? El Artículo 77 penaliza la alteración del orden público o la negativa a disolver marchas o reuniones con arrestos que van de los cinco a los veinte días o multas de 1.000 a 3.000 pesos. Esto es un insulto a la inteligencia. Da vergüenza ajena con sólo leer eso. El proyecto de Ibarra –porque no es sólo Macri– a través de los diputados Giorno y De Giovanni, plantea en su Artículo 52 la penalización por permanencia injustificada frente a entidades financieras, lo cual va directamente a proteger a los bancos contra los escraches de los ahorristas que fueron robados! (Aplausos). El Artículo 41 penaliza la obstrucción en la vía pública sin aviso –esto es de Ibarra, señores– en una ciudad que tiene, entre desocupados y subocupados, cerca de 300 mil personas con problemas de falta de trabajo, de las que los funcionarios políticos son responsables. Estas medidas no hacen más que legalizar la represión de las luchas y los reclamos populares, porque lo único que van a permitir estas reformas al Código de Convivencia es tener un instrumento legal para reprimir la protesta social, a los que salimos a pelear por trabajo, y a los que salen a pelear por su condición sexual, a los vendedores ambulantes, a los cartoneros... Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Por favor, vaya redondeando. Sr. Leguizamón.- Voy a redondear. Yo también sé administrar mi tiempo. De ninguna manera van a impedir que los trabajadores desocupados sigamos movilizándonos por las calles de la Ciudad de Buenos Aires, buscando el trabajo genuino que los funcionarios políticos son incapaces de generar. Nos siguen bajando planes, nos siguen entreteniendo con pavadas, pero la realidad es que no generan puestos de trabajo. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 109 ¡Y no nos van a sacar de la calle! Vamos a seguir en la calle, peleando por trabajo genuino y digno, y no nos van a enfrentar con los trabajadores ocupados. ¡Quieren hacernos reemplazar con planes para Jefes de Familia y con trabajo basura! Por eso decimos que vamos a seguir. Y les recuerdo una cosa: acá hay dos sillas vacías: una correspondería al Jefe de Gobierno Ibarra, y la otra, a Telerman, que estuvo haciendo facha y se fue. Y yo soy uno de los que recibió el Combo, que mencionó la compañera María del Carmen Verdu, por atentado y resistencia a la autoridad, por el solo hecho de salir a apoyar a los compañeros de Brukman para recuperar su fábrica. Por lo tanto, me comí la represión, como tantos otros, y estuve en la Comisaría 20, después de haber estado previamente cercado en la estación de servicio de Independencia y Jujuy, donde nos trataron como perros. ¡Y aquí estamos! Sufrimos esa represión, y todavía nos deben una explicación de eso. En el camino de los trabajadores que seguimos peleando por trabajo digno, de las fábricas recuperadas, de las asambleas... Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Señor Leguizamón: su tiempo se ha cumplido. Sr. Leguizamón.- Por todo lo expuesto, estamos totalmente en contra de esta reforma represiva al Código de Convivencia. (Aplausos). 85.- Gabriel Fernando Gálvez Sr. Gálvez.- Buenas tardes. Pertenezco a la Asociación Civil Siete Colores, que lucha por el derecho al libre y responsable ejercicio de la sexualidad, pero voy a hablar como ciudadano porteño, expresando mi vergüenza por estar acá. Ya tenía vergüenza cuando me anoté, porque me avergüenza tener que venir a debatir acerca de algo que creía terminado, que es esto de volver a los edictos policiales. Volví a sentir vergüenza al llegar acá y encontrar que es una farsa, que ni el Jefe de Gobierno ni el Vicejefe están presentes, y que los legisladores que apoyan esta reforma no están sentados aquí. Se pretende justificar esta reforma con la inseguridad. Ya que no está el jefe de Gobierno, espero que usted, señor López, que es el cuñado, se pueda sentar a tomar café con él y le plantee mi sentimiento, que es el de muchos porteños. Cuando voy caminando por la calle –y no camino ni por Villa del Parque, ni por Recoleta, sino por Mataderos, Lugano y Abasto–, cuando veo una travesti, a un hombre o a una mujer que trabaja en la prostitución, cuando veo a un cartonero, un piquetero, un asambleísta, un ahorrista o a un trabajador, me siento seguro. Ahora bien, cuando voy caminando y veo a un policía, siento inseguridad. (Aplausos). Entonces, si nos quieren dar seguridad, cambien a la policía, y no repriman al ciudadano. Obviamente, nosotros venimos con propuestas destinadas, más que nada, a suprimir la contravención que se pretende aplicar con travestis y mujeres y hombres que ejercen la prostitución. Nosotros decimos: basta de penalizar y criminalizar la actividad sexual. Pág. 110 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 La mayoría de las travestis y de las mujeres que están en la calle ejerciendo la prostitución –como ya se dijo– lo hacen por obligación. Pero también hay otras que lo hacen por placer, y tienen derecho a hacerlo. Por eso, en vez de reprimir, por qué no se ponen las pilas y laburan para darles seguridad, para que tengan un futuro en su tercera edad. Nadie se preocupa por la tercera edad, pero los travestis también crecen, van a llegar a la tercera edad, no van a poder ejercer más la prostitución, y no hay nadie que los ampare. Entonces, legalicemos la cosa, porque el hecho de penalizar sirve pura y exclusivamente para el negociado que hacen los políticos con la Policía. Por lo tanto, si no están de acuerdo con la prostitución, no la consuman, y no se llenen los bolsillos con ella. Si no quieren protestas sociales, den trabajo y hagan políticas para que todos podamos vivir bien. (Aplausos). Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Voy a nombrar a los cinco participantes que siguen para que se acerquen al estrado: Nº 86, Raúl Gómez de Olivera; Nº 87, Mario Luis Berjman; Nº 88, Ezequiel Darío Rubinstein; Nº 89, Joaquín Ignacio Cara; y Nº 90, Roberto Severino Cirigliano. Corresponde que haga uso de la palabra el participante Raúl Gómez de Olivera. - El participante no se hace presente. 87.- Mario Luis Berjman Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante Mario Luis Berjman. Sr. Berjman.- Vamos quedando pocos... Un asistente.- ¡Pero somos de los buenos! Sr. Berjman.- Así parece. Quiero referirme a los fundamentos por los cuales se presentan los distintos proyectos de códigos contravencionales. El Frente Compromiso para el Cambio lo justifica a partir de la sensación de inseguridad, ya que se percibe que la ciudad es tierra de nadie, y que en los últimos tiempos la inseguridad es una de las principales preocupaciones de los porteños. Aquí quiero destacar que dicha “sensación” no es privativa de los porteños, sino de los ciudadanos de toda la república. Tanto Macri como Ibarra hacen hincapié en la función preventiva del delito, es decir, en prevenir la comisión de delitos, para prevenir y disuadir conductas que puedan dar lugar a la comisión de delitos, o tipificar conductas que anteceden la comisión de delitos. La Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en su Artículo 13, en el apartado 9, dice textualmente: “Se erradica de la legislación de la ciudad, y no puede establecerse en el futuro, ninguna norma que implique, expresa o tácitamente, peligrosidad sin delito...”. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 111 En el capítulo octavo, “Seguridad”, el Artículo 34 dice: “El Gobierno de la Ciudad coadyuva a la seguridad ciudadana desarrollando estrategias y políticas multidisciplinarias de prevención del delito y la violencia, diseñando y facilitando los canales de participación comunitaria”. Teniendo en cuenta lo que he mencionado, considero inválidos los fundamentos que se esgrimen para endurecer el actual código. La idea que se ha venido instalando a través de los medios de comunicación –desde hace bastante tiempo– en el sentido de que el Estado tiene que ser más firme y más duro en la represión, tratando de culpar al Código de Convivencia de ser la causa de los robos, las violaciones o las muertes, deslinda así la verdadera responsabilidad del Estado. Es muy cierto el grave problema de seguridad por el que atravesamos todos los ciudadanos, como también es real el problema de corrupción y descreimiento de instituciones como la Policía y la Justicia, donde casi a diario descubrimos la participación de integrantes de estas fuerzas en la comisión de delitos. Pero se nos quiere hacer creer que con mano dura se le dará solución a estos problemas y entonces se pretende incurrir en la ampliación y extensión del ámbito penal, cuando todos los penalistas modernos sostienen que, en general, el recurso a lo penal no resuelve los conflictos sociales, sino que los agrava. En el proyecto de Compromiso para el Cambio, de las más de cien figuras contravencionales, bastante más de noventa tiene la sanción del arresto; en el proyecto de Ibarra esta situación no es menos grave. Ya cuando se promulgó la Ley 10 hubo fuertes presiones para dar lugar al arresto. El doctor Eduardo Molina Quiroga, en una conferencia que dio el 17 de noviembre de 1999 decía que “En la Ley 10 no había –en el dictamen que estuvo hasta el último día a punto de ser sancionado– no había arresto”. El arresto sólo funcionaba como pena sustantiva, pero la presión fue muy fuerte. Primero, apareció circunscripta a algunas figuras contravencionales y luego, se fue ampliando. En la misma conferencia, más adelante, nos decía: “No es malo que la ley se vaya ajustando; lo que es malo, quizás, es que se vaya ajustando pensando que aplicar la pena de arresto como pena de aplicación directa a cada vez más figuras vaya a lograr más eficacia en la convivencia”. Ahora quiero dar un ejemplo del proyecto del ibarrismo: el Artículo 52, Permanencia Injustificada, dice: “El/la que sin causa que lo justifique permaneciere en la entrada, interior o adyacencias de un banco o institución financiera, o inmobiliaria y que ante el requerimiento de la autoridad no cesare en su actitud, será sancionado con arresto de hasta tres días”. Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Señor Berjman: por favor, vaya redondeando su exposición. Sr. Berjman.- Esto lesiona la Constitución, en su Artículo 13, apartado 9, que ya cité –peligrosidad sin delito– y lo infringe también en su enunciado: “La Ciudad garantiza la libertad a sus habitantes como parte de la inviolable dignidad de las personas”. El proyecto del macrismo, en su Artículo 27, habilita a que el arresto se cumpla en comisarías, contrario al Artículo 22 –Ley 162– del actual código que prohíbe utilizar para Pág. 112 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 tal fin reparticiones policiales u otras destinadas a alojar personas procesadas o penadas por delitos. No puedo extenderme en desarrollar todos los artículos de ambos proyectos, ya que sólo quise traer unos ejemplos. Por último y para redondear, sostengo que las normas contravencionales no deben tener carácter penal, por lo que me opongo a la pena de arresto, como así también a la regulación de la reincidencia que entiendo sólo aplicable a quienes han cometido delito; y me opongo a cualquier intento de disminuir la edad de imputabilidad. Para terminar, creo que se puede construir un marco de convivencia sin que se extienda al terreno de lo penal, a partir de políticas multidisciplinarias de prevención del delito y la violencia, facilitando para ello canales de participación comunitaria, democratizando las instituciones y fundamentalmente generando trabajo genuino. (Aplausos). 88.- Ezequiel Darío Rubinstein Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Ezequiel Darío Rubinstein. Una participante.- Perdón, quiero hacer una acotación. Nos habían dicho que la audiencia duraría hasta las 19 horas, por lo que muchos oradores se retiraron pensando que ya no hablarían. Por lo tanto, me parece que no es justo que si se dijo que la reunión terminaría a las 19 horas, sigamos adelante. Sr. Presidente (López).- Me parece bien. Como ya se llamó a un orador, lo dejaremos exponer. Además, si alguien quiere también exponer, que nos avise, y así lo hará. Fuera de eso, podemos dar por terminada la reunión porque, efectivamente, habíamos dicho que la audiencia terminaría más o menos a las 19 ó 19:30 horas. Ahora sí tiene la palabra el señor Rubinstein. Sr. Rubinstein.- ¿No aprendimos nada en 500 años? En su libro “Utopía” publicado hace casi quinientos años, Tomás Moro refiere una anécdota en la que un abogado se asombra de que a pesar de existir duros castigos para el crimen en Inglaterra, estos castigos no suelen surtir efecto: “No debes extrañarte de ello”, dice Moro, “semejante castigo infligido a los ladrones ni es justo ni útil. Es desproporcionadamente cruel como castigo de los robos e ineficaz como remedio. Un robo no es un crimen merecedor de la pena capital. Ni hay castigo tan horrible que prive de robar a quien tiene que comer y vestirse y no halla otro medio de conseguir su sustento. No parece sino que en esto, tanto en Inglaterra como en otros países, imitáis a los malos pedagogos: prefieren azotar a educar. Se promulgan penas terribles y horrendos suplicios contra los ladrones, cuando en realidad lo que habría que hacer es arbitrar medios de vida. ¿No sería mejor que nadie se viera en la necesidad de robar para no tener que sufrir después por ello la pena capital?”. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 113 Aparentemente, no aprendimos nada. La represión –ya lo decía Moro– no es la mejor manera en que el Estado pueda educar a su población. Y así estaba planteado originalmente en nuestro Código Contravencional, objeto luego de algunas modificaciones, y que ahora se intenta, desde algunos sectores, convertirlo en un amplísimo Código Penal II. Para quienes defienden las reformas más regresivas a este código contravencional, estas reformas serían necesarias como una forma de reaccionar ante la creciente ola de criminalidad que hay en la Ciudad. Más allá de si es cierto o no de que exista este mayor índice de criminalidad, las encuestas sobre victimización a las que accedí muestran que estamos en niveles más bajos que en 1996. No veo la relación entre inseguridad y muchísimas figuras que se proponen: violación a la prohibición de fumar, la colocación de señales en contravención, alimentos contaminados, la falsa solicitud de auxilio, la venta de tabaco a menores o el suministro de material pornográfico, por citar algunas. Sé que entre los anotados existen funcionarios especializados en criminología que van a poder explicar perfectamente esto. Esto parece un manotazo de ahogado, una reacción no estudiada ante un problema que ni siquiera tiene claros sus contornos. Yo vivo en Buenos Aires y siento, como tantos otros vecinos, el problema de la inseguridad. Dejé de caminar por algunos lugares y soy más cuidadoso con mis pertenencias. Pero nadie me va a poder decir seriamente que hay una relación cierta entre esa sensación de alarma y la modificación del Código Contravencional. La gran mayoría de los proyectos presentados para reformar el Código adolecen de los mismos problemas: falta de adecuación a la problemática real, desconocimiento de la dinámica del sistema represivo y un puritanismo ético muy preocupante. Quiero extenderme sobre eso un momento. Ese puritanismo refiere principalmente al tratamiento que se le da al tema de la prostitución, a los menores de edad, al consumo de alcohol o tabaco, a la difusión de pornografía o a la violencia doméstica. Este puritanismo no tiene relación alguna con el tema de la seguridad ni con cuestiones que hagan a la convivencia pública. Son avanzadas de ciertos sectores que prefieren imponer sus puntos de vista sobre lo que debería ser una vida virtuosa. Y ello viola el principio básico de la sociedad pluralista, que es convivir con la diferencia. (Aplausos). Aun cuando uno crea que el otro está profundamente equivocado y que se daña a sí mismo, nadie –especialmente el Estado– debería intervenir en su decisión. Sí se debe proveer de información para que esas decisiones sean lo más libres posibles. Tal vez todos los proyectos, con excepción del de la diputada Moresi, proponen castigar la prostitución, y no ya la alteración de la tranquilidad pública. El de De Giovanni y Giorno castiga, incluso, a quien tenga un inquilino que ejerza la prostitución. Quiero leer un párrafo de una ley nacional vigente, la Ley Nacional de Profilaxis. “El simple ejercicio de la prostitución por la mujer en su casa en forma individual o independiente, sin afectar el pudor público, no constituye el delito penado por este artículo. Tampoco constituye delito el ejercicio de la prostitución por la mujer o el desarrollo de las tareas necesarias de gestión o de administración realizadas por mujeres cuando se trata de actividades cumplidas dentro y para los establecimientos autorizados en los términos del Artículo 15”. El Artículo 15 de esa ley se refiere a los prostíbulos autorizados por el Estado nacional. Pág. 114 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 En los clasificados de un diario de circulación nacional, Ámbito Financiero –que no es de mi lectura habitual, lo traigo por otros motivos–, podemos ver numerosas fotos de mujeres semidesnudas junto a avisos que sugieren claramente el ejercicio de la prostitución. Clarín trae en sus páginas tres secciones de clasificados en las que se ofrece exclusiva, o casi exclusivamente, servicios sexuales. Probablemente, pueda decirse lo mismo de muchos otros medios y cualquiera de ustedes que use frecuentemente Internet sabe que el uso prioritario que se le da a la red es la circulación de pornografía. Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Por favor, vaya redondeando. Sr. Rubinstein.- Con esto no estoy haciendo una apología de la prostitución o de la pornografía. Sólo quiero señalar que no parece haber un consenso social muy claro en el sentido de que la prostitución o las exhibiciones del cuerpo deban ser castigadas, siempre y cuando éstas se limiten a espacios privados o públicos a los que no tengan acceso normalmente los niños y todos estén enterados de los que allí se ofrece sexo. Por eso creo que los proyectos que proponen castigar la prostitución a secas y no la alteración de la tranquilidad pública –como dice hasta hoy el código– incurren en una doble moral. No he visto, por ejemplo, que alguno de esos proyectos prevean limitar la promoción por parte de la prensa de servicios sexuales en forma análoga a como se limita, por otras leyes, la promoción del alcohol o del cigarrillo porque esto iría en contra de los grandes multimedios. (Aplausos). Aspiro a una ciudad mejor, como todos ustedes, donde se viva con tranquilidad y sin miedo. También apuesto a un gobierno cada vez mejor, que lidere con iniciativa e imaginación los cambios necesarios para una convivencia pacífica y pluralista. Muchas gracias. (Aplausos). 92.- Ricardo Jorge Zambrano Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 92, señor Ricardo Zambrano. Sr. Zambrano.- Mi nombre es Ricardo Zambrano. Soy médico del Hospital Santojanni, miembro del Comité Ejecutivo de Médicos Municipales y del Movimiento por la Construcción de un Hospital Público en Villa Lugano. Deseo expresar mi rechazo más enérgico a todo intento de modificar el Código de Convivencia actualmente en vigencia en estas circunstancias. No se trata solamente de la falta de intervención ciudadana en esta cuestión clave para modificar aspectos importantes de la relación entre las personas. No es la primera vez que nuestros representantes deciden por su cuenta y riesgo proponer cambios legislativos –o no proponerlos, según él caso– sin consultar a la ciudadanía. La ley de comunas –afortunadamente rechazada el año pasado– tampoco fue debatida por la ciudadanía y estos años pasados sin implementarla –no cumpliendo con lo previsto en la Constitución– también demuestran el poco respeto que la mayoría legislativa nos tiene. Pero, yendo al fondo de la cuestión, deseo expresar que las modificaciones previstas tienden a victimizar a las víctimas –los excluidos y determinadas minorías–, 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 115 discriminándolos y provocando mayor distancia entre ellos y el resto de la sociedad. La reciente legislación sobre la venta de alcohol ha avanzado en el mismo sentido ya que considera ciertas expresiones sin resolver las causas. Estas intentonas legislativas muestran el peligroso sesgo autoritario e inevitable que adopta esta situación jerárquica, clasista, capitalista y por lo tanto injusta que hoy impera. Las tentativas que desconocen el avance objetivo de los organismos de la sociedad enfrentada al Estado, a la prensa, a las universidades y a la opinión pública en general están condenadas al fracaso. Hoy más que nunca el Estado en crisis no lo permite, sobre todo después del 19 y 20 de diciembre de 2001. Señores legisladores y representantes del poder: ustedes no dan carácter vinculante a esta audiencia pública por los mismos motivos que no se la dieron a la de requisitoria ciudadana, que tuvo lugar en Villa Lugano el año pasado, sobre la factibilidad de construir un hospital en esa parte tan densamente poblada y postergada, justo enfrente de la zona más castigada del conurbano –La Matanza– que sobrecarga a los hospitales del sur, en especial al Santojanni y al Piñero, que nunca estuvieron bien provistos del personal y los insumos que allí se asisten. Me honro en señalar que allí trabajo como médico. Igualmente, el poder tampoco ha dado muestras de escuchar a la ciudadanía en el vaciado presupuesto participativo o en la consulta popular sobre seguro de empleo y formación de la CTA, que apuntaba a ponerle un piso a la pobreza y avanzaba en la dirección de un salario social universal para todo ser humano. Señores legisladores: como ya he afirmado, esta sociedad es injusticia y excluyente; es para unos pocos. Esta ciudad, con un ingreso per cápita comparable al promedio de países como Holanda y Dinamarca, está marcada también por el signo de una insoportable desigualdad en sus ingresos, de los peores de América Latina. Las expresiones de cartoneros, piqueteros y determinadas minorías no se resolverán con medidas represivas. La ciudadanía en el mundo se afirma contra vuestra violencia, prepotencia y autoritarismo, como lo han demostrado hace una semana los ciudadanos de España y como seguramente lo harán en Inglaterra y Estados Unidos en el curso de este año. Las movilizaciones de millones en el mundo contra la intervención militar en Irak, van en igual sentido. A veinte años de la vuelta de mi exilio en Francia, y próximos a un nuevo aniversario del golpe del ‘76, expreso una vez más mi rechazo a estos cambios autoritarios y me sumo al llamado de los vecinos para debatirlos, creando una coordinación de los que hoy intervenimos pero en otro sentido. ¿Qué sociedad queremos? ¿Cómo queremos que se organice? En primer lugar, queremos a la policía fuera de los hospitales. No a la intervención policial –como no la hay en Francia– que impide la atención a los que protestan, como ocurrió con los centenares de heridos el 26 de junio de 2002 en el Puente Pueyrredón y aledaños. No podemos olvidar la representación que hubo en el Padelai, a Greenpeace contra la mina de oro en Esquel o a los gremialistas que lucharon contra la ley Banelco de Empleo en la puerta del Congreso. Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Por favor, vaya redondeando. Sr. Zambrano.- Pongamos fin al autoritarismo y desorden que rige, que tiene como único responsable al sistema capitalista, egoísta, individualista, competitivo y autodestructor y al Pág. 116 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 poder todopoderoso que hoy nos manda y se representa en este Estado, un Estado realmente insoportable, inaceptable y que, sin dudas, cambiará como lo muestran las alentadoras convulsiones que hoy percibimos. Gracias por escucharme. (Aplausos). 144.- Alejandro Daniel Freyre Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 144, señor Alejandro Daniel Freyre. Sr. Freyre.- Hoy aquí se ha dicho mucho. Me imagino que muchas de estas cosas que se dijeron, ustedes ya las conocían. A lo mejor para ustedes fue como un curso intensivo sobre derechos humanos. No lo sé. (Aplausos). Me traían a memoria el juicio a las juntas. No sé si a ustedes también. Pero muchas víctimas hablaron. (Aplausos). Me molesta que ese cartel diga que yo vengo a hacer algo que yo no vine a hacer: yo no vine a debatir para la elaboración de un proyecto de ley. Yo no apruebo la elaboración de un proyecto de ley de reforma del Código Contravencional, ni apruebo el Código Contravencional que existe. (Aplausos). Lo cualitativo se puede cuantificar, independientemente de cada uno de los textos y palabras de corazón que hoy han dicho tantas personas. Es evidente la abrumadora mayoría de los ciudadanos que han venido a decir que no. De todos los que hablaron, es abrumadora la mayoría del no. Y esto creo que es bastante simple y corto, si no quieren transmitir mucho. (Aplausos). Se habló de derechos, se habló de garantías individuales, del control del Estado, de cuál era la función que ustedes deberían tener. Lamentablemente, hoy lo escuché a Enríquez por el Canal 26 hablar de que este Estado era demasiado garantista. Yo no lo veo así. En los hospitales públicos veo cómo tratan a las chicas travestis, cómo tratan a homosexuales y cómo son discriminados. Veo cómo las poblaciones más vulnerables cada vez tienen más dificultades para tener acceso a la salud. ¿Dónde está en ese caso el derecho a la salud? Yo soy Alejandro Freyre, presidente de la Fundación Buenos Aires SIDA, y veo todo esto en nuestro trabajo. Por otra parte está también el derecho al trabajo. Nosotros tenemos dos microemprendimientos: uno de peluquería para aquellas travestis que se anotaron porque no querían ejercer la prostitución. Hace tres meses que el Gobierno de la Ciudad no les paga. Entonces, ¿qué van a hacer? ¿Van a salir a robar? ¿Ustedes quieren delincuencia? Porque eso sí es un delito. Las personas que no están sentadas acá están robándonos el tiempo y están cobrando por algo que hoy no están haciendo. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sr. Freyre.- También está el grupo de mujeres que quieren dejar la prostitución, que están con un curso de costura, y les pasa lo mismo. Son 48 personas que quieren dejar la prostitución. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 117 Nosotros presentamos un proyecto que fue aprobado con lo que ustedes decían que había que hacer, y el Gobierno de la Ciudad no les paga. Ya hace tres meses que están sin cobrar. En el mes de septiembre, presentamos una nota para pedir bolsones de alimentos y todavía no nos contestaron; ni siquiera nos dieron una audiencia. Luego, fuimos a ver a la gente de emergencia habitacional, porque eran personas que también estaban quedando en la calle, pero nos contestaron que, como las políticas públicas estaban orientadas a familias, los travestis lamentablemente quedaban afuera. Entonces, ¿qué tienen que hacer: ejercer la prostitución? Eso es lo que éste gobierno está promoviendo. Yo también soy vecino de Constitución y soy vecino de ellas. Y me consta que cuando van a inmobiliarias –espero que la inmobiliaria de este señor sea la excepción, pero no lo creo– no les permiten alquilar, y no porque le falten garantías, no porque le falte dinero para entrar. Entonces, están obligadas a entrar en un circuito cerrado. Y estas inmobiliarias, sí les alquilan estos apartamentos privados a quienes las prostituyen y las explotan; y las que alquilan, no son ellas. Entonces, estamos fomentando de nuevo la explotación sexual. Y esto sí está penado. Esto sí es un delito. (Aplausos). Me encuentro con que esta reforma quiere que la conducta de ellas se transforme en delito y que el delito que sí está penado, deje de serlo. Creo que los abogados le dieron suficientes instrumentos –la gente de la CORREPI, por ejemplo– para no promover una reforma del Código Contravencional. Por lo tanto, instrumentos sobran. El problema es un problema de conciencia de ustedes tres que están aquí escuchándonos. Les quiero decir que en estos años que hemos vivido con este Código de Convivencia Urbana, nos hemos capacitado, nos hemos organizados, estamos respondiendo conociendo nuestros derechos y no lo vamos a dejar pasar, aunque lo aprueben. Estoy seguro –y esto va para la conciencia de ustedes tres– que va a haber personas que se van a resistir, porque van a conocer sus verdaderos derechos: los derechos consagrados en la Constitución Nacional y en los tratados internacionales, que este país firmó. Estas personas capacitadas, organizadas, como debe ser una sociedad civil, se van a resistir, y si hay muertos o si hay muertas, van a estar en la conciencia de ustedes. El 24 de marzo, yo y muchos de los aquí presentes, vamos a estar de pie diciendo: nunca más. Nunca más. (Aplausos). Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Le pido, por favor, que vaya redondeando su exposición. Sr. Freyre.- Cuando voy por el Barrio de Constitución, en donde tenemos un local de distribución de preservativos y consejería de salud, muchas veces veo a los patrulleros que en vez de buscar realmente el delito, lo están promoviendo, porque ellos son los delincuentes, que están buscando a sus víctimas para pedirles coimas. (Aplausos). A mí me ha pasado que, por visitar a algunas chicas o por llevar preservativos de acá para allá, me han tratado como si fuera cliente de ellas –lo cual no sería ningún delito– y me han pedido coima. Esto me consta. He visto al patrullero parado buscando a estas victimas, y no buscando al que vende “falopa”, no buscando al “chorro”, sino buscando a la que, justamente, no quiere robar ni vender droga, porque sería más fácil; y, sin embargo, no: están poniendo el cuerpo para no robar y para no vender droga. Pág. 118 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Me da miedo volver para atrás, porque ha pasado mucha agua bajo el puente: está lo que pasó en Floresta, lo que pasó en el puente. Hay una experiencia que todos los argentinos conocemos y está lo que sucedió el 19 y el 20 de diciembre de 2001, y todo lo que ustedes ya saben y escucharon. Me da miedo la violencia que se va a generar a partir de la violencia que están implantando aquí, porque la violencia siempre tiene una respuesta: yo espero que la respuesta no sea violenta. Pero temo que, gracias a la capacitación de las personas que conocen sus derechos, va a haber personas que se resistan, va a haber muertes, y eso va a estar en la conciencia de ustedes. Y cuando nosotros decimos: nunca más, también decimos no olvidamos y no perdonamos. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sr. Freyre.- ¡Y no vamos a olvidar y no vamos a perdonar! - Aplausos y manifestaciones en la sala. 108.- Antonia Portaneri Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante 108, Antonia Portaneri. (Aplausos). Sra. Portaneri.- Mi nombre es Antonia Portaneri. Formo parte de la Asociación Civil Miguel Bru. (Aplausos). Obviamente, estamos en contra del Código Contravencional y también en contra de cualquier reforma que se quiera hacer de él. Pero esto ya lo dijeron todos los compañeros y compañeras que pasaron por aquí y, seguramente, mucho mejor de lo que yo puedo decirlo. Lo que sí me gustaría hacer con ustedes es un poco de memoria. Miguel Bru fue un joven, tenía 23 años cuando fue detenido arbitrariamente por la policía. Hoy Miguel Bru es un desaparecido. Lo torturaron y lo mataron en una comisaría. A partir de allí, nosotros conformamos una organización en la que recibimos diariamente denuncias de torturas y maltratos en comisarías. Y si se produce la reforma, como pretenden las legisladoras y los legisladores, lo único que va generar es que esta situación se agrave, porque esto va a generar más torturas y más detenciones arbitrarias. Solamente quería recordarles que Miguel es hoy un desaparecido; y es desaparecido porque fue detenido arbitrariamente. Gracias. (Aplausos). Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Muchas gracias. Cuarto intermedio 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 119 Sra. Coordinadora (Martínez Liss).- Si les parece, continuamos la Audiencia Pública en el día de mañana a las 11 horas en este mismo lugar. - Es la hora 19 y 35. Pág. 120 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 - En Buenos Aires, a veintitrés días de marzo de 2004, en el Salón Martín Coronado del Teatro General San Martín, a la hora 11 y 38: Reanudación Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Reanudamos la Audiencia Pública que comenzara en el día de ayer. 83.- Manuel Alberto García Delfino Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Manuel Alberto García Delfino, quien dispone de cinco minutos para realizar su exposición.. Sr. García Delfino.- Buenos días a todos. En principio, quiero expresar mi rechazo al horario impuesto para esta Audiencia Pública: las 11 de la mañana. También rechazo el día elegido para celebrar la presente Audiencia, pues se trata de un día hábil y muchos vecinos están trabajando. Si la intención de Aníbal Ibarra era que los vecinos opinen sobre el Código de Convivencia Urbana, debería haber pensado en un día más oportuno para que todos los vecinos pudieran participar. Ayer tuve la oportunidad de escuchar discursos de personas que ejercen la prostitución, de militantes de izquierda y de algún vecino que pedía seguridad. La mayoría de los discursos provenían de grupos minoritarios que expresaban... Un asistente.- ¿De dónde sacaste esos datos? Sr. García Delfino.- ...Decía que expresaban reclamos y, a pesar de no estar de acuerdo con algunas cosas, considero que eran legítimos. Ideológicamente no coincido con ellos. Tuve la oportunidad de escucharlos a todos, y realmente en un primer momento creí que mis pensamientos, en algunos casos, estaban equivocados. Considero que vivimos en una sociedad individualista. Generalmente, pensamos en nosotros mismos y nos olvidamos del que está al lado. Los que se sienten inseguros, reclaman seguridad; los que sienten que no están incluidos en esta sociedad, obviamente reclaman el derecho a trabajar, aunque desde mi humilde punto de vista, creo que prostituirse degrada la dignidad del ser humano. En un país en el que existe muchísimo desempleo, como joven, me causa realmente mucho dolor que haya personas que elijan esa actividad, pero es la realidad que nos toca vivir. Hoy a la mañana escuchaba a ahorristas que se quejaban por todo. Me parece que hay un factor muy importante: los políticos no escuchan a la gente. Necesitamos que los políticos la escuchen, porque la gente se siente no escuchada y utiliza esta Audiencia Pública –que tiene por objeto tratar las reformas al Código de Convivencia Urbana– para hablar de cualquier otro tema, porque sienten que éste es el lugar para opinar de todo. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 121 Yo vine a hablar del Código de Convivencia Urbana. Creo que hay que buscar un equilibrio entre las partes: entre los grupos minoritarios y los que reclaman seguridad. En realidad, es muy difícil encontrar un equilibrio. En las últimas elecciones que se llevaron a cabo en la ciudad, tanto el partido Compromiso para el Cambio como el partido del Frente Grande –el partido de Aníbal Ibarra– proponían proyectos para el Código de Convivencia Urbana. Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Le quedan tres minutos de exposición. Sr. García Delfino.- Los ciudadanos de Buenos Aires tuvieron la oportunidad de “hablar” con el voto, y la gente eligió. No sé si eligió bien o mal. Es la oportunidad que nos da la democracia para elegir a nuestros representantes. La gente eligió. Y los dos partidos propusieron proyectos para el Código de Convivencia Urbana. La gente sentía que necesitaba más seguridad, porque hoy existe inseguridad en la alimentación; existe inseguridad laboral y jurídica. A las personas que pusieron plata en el banco, no se la devolvieron, tal como me manifestaban algunos ahorristas. Tenemos inseguridad de todo tipo y también inseguridad urbana. Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Le pido que vaya redondeando. Sr. García Delfino.- Entre mis propuestas, se encuentra la referida a las contravenciones hechas por menores. Uno de los proyectos habla de la intervención del Consejo del Niño/a y Adolescente, y dice: “Deberá entregarlo de inmediato a sus padres, tutores o encargados, y si no se hicieren cargo o careciera de ellos, deberá tomar intervención el Consejo del Niño/a y Adolescente”. Les pregunto a las autoridades del gobierno de la ciudad si, en realidad, el Consejo del Niño/a y Adolescente no debería tomar intervención siempre. No sé si me equivoco, pero considero que, casi en forma promiscua, el Consejo debería tomar intervención. Otra de las propuestas que quiero hacer está referida a la obstrucción de la vía pública. Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Le pido que vaya redondeando la idea. Sr. García Delfino.- Ayer hubo personas que hablaron durante diez minutos, y precisamente no se referían al proyecto de reforma al Código de Convivencia Urbana. Sr. Presidente (López).- Por favor, termine de exponer la idea. Sr. García Delfino.- El Artículo 41 expresa que una persona no puede obstruir la vía pública, a no ser que sea para defender un derecho constitucional. Se habla de aviso. Es decir que si quiero protestar tengo un derecho constitucional, pero tengo que avisar. Desde mi humilde punto de vista, creo que dar aviso implica que el control sobre la obstrucción de la vía pública no recae en el Estado, sino sobre las personas en ejercicio de un derecho constitucional. Pág. 122 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 La autorización de la autoridad competente servirá para organizar la protesta a fin de no entorpecer la circulación del resto de los ciudadanos. Pero que la autorización no sea utilizada con fines políticos. Ayer escuché que, con razón, decían “Yo quiero protestar. Tengo mi derecho constitucional”. Y no es un derecho absoluto. Porque escuché al presidente de la FUBA que decía: “Si quiero protestar, protesto; hago una movilización, y se acabó. A mí no me importa”. Creo que hay que respetar la ley. Una asistente.- ¡Primero la tienen que respetar las autoridades! Sr. García Delfino.- Estoy de acuerdo con usted; pero nosotros debemos dar el ejemplo a los políticos, porque los vecinos también debemos respetar la ley. Una asistente.- ¿Hasta cuándo? - Manifestaciones en la sala. Sr. García Delfino.- Me voy a referir al tema de las autorizaciones, que no deben ser utilizadas con fines políticos. Si bien estoy de acuerdo con la protesta, propongo que si dentro de las 24 ó 48 horas no se da la autorización, se tenga como autorizada la obstrucción a la vía pública. Me parece que esto sería más conveniente y la norma tendría un equilibrio, porque le daría la oportunidad a la autoridad administrativa de generar un orden en la ciudad. Pero si a la autoridad administrativa no le interesa que recaiga la responsabilidad donde tiene que caer, que es en el Estado, se dará por autorizada. El Artículo 71, sobre oferta y demanda de sexo en espacios públicos, me genera muchas dudas. Principalmente, pienso en los vecinos de la zona de Palermo y en varios barrios que tienen que sufrir la oferta y demanda de sexo. Hay diferentes reclamos, como por ejemplo que los chicos de dos años tienen que observar actitudes, en algunos casos, obscenas. Por supuesto, los padres protegen a sus hijos. - Manifestaciones en la sala Sr. Presidente (López).- Por favor, permitan que el orador termine su exposición. El objetivo de la audiencia pública es que todo el mundo pueda dar su opinión. Señor Delfino: le recuerdo que su tiempo ya terminó. Sr. García Delfino.- Les voy a explicar por qué me genera dudas este artículo. Esta situación brinda una solución de carácter contravencional, que es la de prohibir, directamente, la oferta de la oferta y demanda de sexo. Pero está comprobado que el artículo actual no llegó a una solución. Una asistente.- ¡Porque no quieren! Sr. García Delfino.- A mí me generó dudas. - Manifestaciones en la sala 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 123 Sr. García Delfino.- ¿Por qué? Porque ayer escuché a muchas representantes de meretrices o mujeres que ejercen la prostitución. Ellas comentaban que negociaban las multas. Tienen que pagar una multa de 300 a 500 pesos. Sr. Presidente (López).- Le restan 30 segundos. Sr. García Delfino.- La policía negociaba las multas con las prostitutas. La policía decía: “Si te llevo, tenés que pagar 500 pesos de multa, entonces ahora dame 100 pesos”. Ésa es la realidad. Entonces, la solución sería: o mejoramos la Policía Federal... Una asistente- ¡Eso es imposible! Sr. García Delfino.- Pero sí considero que se debería debatir la legalización. Una asistente- ¡Hay que debatir la creación de trabajo! Una asistente- ¡La prostitución no es ilegal! Sr. García Delfino.- Hay fallos de la Corte que dicen que el Artículo 71, oferta y demanda de sexo, es inconstitucional. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, termine su alocución. - Manifestaciones en la sala. Una asistente.- Hay gente que trabaja en los medios de comunicación, como el señor Sofovich, que vive de la prostitución de lujo. Él fue funcionario de Gobierno, estuvo al frente de ATC y todo el mundo sabe que le ofrece sus prostitutas a la gente del gobierno. Vive de eso. - Manifestaciones en la sala. Sr. García Delfino.- Quiero finalizar con unas palabras. Según mi análisis –con dudas en algunos casos– creo que hay que buscar un equilibrio entre los que demandan más seguridad y los que reclaman más libertades. Quiero finalizar con unas palabras de un filósofo llamado Thomas Hobbes, nacido en 1588 y muerto en 1679, que dice así: “En un camino amenazado por quienes de una parte luchan por un exceso de libertad y de otra por quienes luchan por un exceso de autoridad, resulta difícil pasar indemne entre los dos bandos”. Muchas gracias a todos. Espero que el Gobierno de la Ciudad, la próxima vez que convoque a una audiencia pública sobre este tema, tenga la amabilidad de poner un horario donde podamos expresarnos todos. - Manifestaciones en la sala. Pág. 124 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Les recordamos a todos que cada participante tiene cinco minutos para hablar. Así lo establece la Ley 6 que rige el mecanismo de la Audiencia Pública. Sr. Presidente (López).- Vamos a proceder de la misma manera en que lo hicimos ayer. Tendremos un margen mínimo de tolerancia, aun cuando debamos escuchar lo que no nos guste, lo que dicen otros participantes. El sentido de la audiencia pública es el ejercicio de la participación que, bien o mal, la ley prevé para que los ciudadanos comunes puedan decir lo que deseen. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Esta audiencia pública fue convocada a través de los diarios y vino quien quiso venir y no vino quien no quiso venir. Una asistente.- ¡Yo soy una víctima de la prostitución en la vía pública y mientras tanto el fiscal se mata de risa! Si mi perro hace pis en la calle, me hacen una multa; pero yo todos los días tengo que levantar preservativos usados y además me sacan los tapones para ejercer la prostitución. ¡Entonces, denme una habilitación y yo pongo un prostíbulo! ¡De lo contrario, que la prostitución en la vía pública se prohíba y vayan a un lugar cerrado: dentro de Parque Norte, dentro de Parque Sarmiento o dentro del Congreso de la Nación, para que así no molesten al resto de la gente! - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Les recuerdo que cada persona que quiera hablar puede pasar al estrado. Una asistente.- ¿Usted leyó los diarios de hoy? Sr. Presidente (López).- Sí, los leí. Una asistente.- ¿A usted le parece que los medios de comunicación reflejaron objetivamente lo que fue la audiencia pública? ¿O vinieron todos a sacar fotos como si esto fuera un carnaval? No me refiero a las compañeras travestis. Ya sabemos cuál es el objetivo de los medios de comunicación. Yo creo que los que en el desayuno leyeron en los diarios de qué se trató la audiencia de ayer, hoy ya no tenían ganas de venir. Ése es otro tema: el papel de los medios de comunicación en difundir espacios como éste, más allá de las limitaciones o desvirtuaciones de los espacios. Sr. Presidente (López).- Recojo su opinión, pero eso no depende de nosotros. Una asistente.- ¡Entonces que los medios de comunicación se hagan cargo de lo que colocan en el contenido de las páginas en los diarios! 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 125 Una asistente.- ¡Eso depende del gobierno! - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- No quiero pecar de demasiado formalista, pero es bueno que tengamos un orden. Vamos a convocar a los oradores, y los vamos a escuchar. Además, creo que el objeto de la audiencia no es que ustedes me escuchen a mí. Un asistente.- ¡Nosotros no somos de palo! Somos ciudadanos y, si se habla de una democracia participativa –que es lo que suele decir Ibarra cuando se la da de “progresista”– hablemos claramente de la función policial, de la Policía Federal en Buenos Aires, porque sigue desapareciendo gente, al igual que en los años ’70. ¡Tengo las pruebas y también la documentación! Sr. Presidente (López).- Haga la denuncia. Es un tema muy grave, que nos excede, y nada tiene que ver con el Código Contravencional. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Vamos a continuar con la audiencia. Un asistente.- Cuando yo hable se va a enterar de todas la muertes. - Un participante habla fuera de micrófono y no se perciben sus palabras. Sr. Presidente (López).- Si no está de acuerdo, no participe; pero si lo está, escuche a los demás y dé su opinión cuando sea su turno de hacer uso de la palabra. Un asistente.- ¡En las listas hay mucha gente que se anotó, pero no figura! Sr. Presidente (López).- Eso es mentira. Es una falsedad. Si usted se anotó, ya llegará su turno para hacer uso de la palabra. Vamos a continuar. Una asistente.- Señor presidente: ¿me puede escuchar un minuto? Sr. Presidente (López).- El objeto de esto no es escucharla si no es su turno. Cuando llegue ese momento, usted hará uso de la palabra. Una asistente.- No quiero escuchar este “candombe” que tengo acá... Una asistente.- Señor presidente: queremos saber su nombre. Sr. Presidente (López).- Soy el presidente de la audiencia, y soy el Secretario de Justicia y Seguridad Urbana de la Ciudad; mi nombre es Juan Carlos López. A mi derecha, se Pág. 126 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 encuentra el Subsecretario de Seguridad, el doctor Carelli, y quién está a mi izquierda es el Subsecretario de Justicia, el doctor Antuña. 89.- Joaquín Ignacio Cara Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 89, el señor Joaquín Ignacio Cara. Sr. Cara.- Buenos días. Mi nombre es Joaquín Cara. Soy el Secretario General de la FUBA y miembro de la Agrupación Colectivo para la Transformación Universitaria. Quiero dar a conocer nuestro rechazo, pero no en nombre de la Federación, porque no he hablado con la gente que tiene a cargo su conducción –aunque creo que no habría ningún problema en manifestar una postura en común–, sino como agrupación y desde la secretaría general, hacia todo intento de reforma del Código Contravencional. También queremos plantear una serie de preocupaciones que... Un asistente.- ¡Entonces, te vendo mi casa! ¡Vení que te vendo mi casa por el valor real, y anda vos a vivir ahí! Sr. Cara.- No tengo ningún interés... Sr. Presidente (López).- Por favor, permita que el orador pueda terminar su exposición. Sr. Cara.- Sí voy a plantear la preocupación por la reincorporación al Código de figuras tales como el “acecho” y “merodeo”, que es lo mismo que la vigilancia infundada. Por ejemplo, yo soy estudiante universitario y curso en la Facultad de Medicina. En la Plaza Houssay se reúnen muchos estudiantes de distintas facultades de la zona: Económicas, Medicina, Farmacia, Odontología, Sociales. Y es una costumbre que, luego de cada cursada, o entre cursada y cursada, vayan a la plaza a tomar unos mates, a conversar o a estudiar. Por lo tanto, ¿debería haber una serie incontable de patrulleros para llevarse permanentemente a toda la gente que está “acechando”, “merodeando” o está realizando una vigilancia infundada? ¿Nadie podría ir por la noche a esperar la salida de su novia, de su pareja o de lo que sea, de la Facultad porque lo podrían llevar preso, detener y le correspondería la prisión? Por esa razón, esto realmente me parece una barbaridad, propia de alguien como el legislador Jorge Enríquez, de quien todos conocemos su procedencia e ideología. Además, planteamos que, si el problema de intento de reforma del código es por una cuestión de seguridad, estamos total y absolutamente convencidos de que no es con mayor represión como se resuelve este problema. Hay que entender que este país tiene más del 50 por ciento de su población viviendo bajo la línea de pobreza, y que el 20 por ciento vive en la indigencia extrema. Repito: no es con mayor represión como se resuelve el problema de la seguridad; y, justamente, tampoco se resuelve –hablando en términos más técnicos– con el Código Contravencional. Hay un Código Penal, que es el que penaliza el delito. Después puede ser discutible si el Código Penal está acorde o no... 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 127 Una asistente.- ¿Por qué no penalizan el hambre? Sr. Cara.- Exactamente. Un asistente.- Acá lo que se necesita es una purga. “Zapatitos blancos” dijo que se iba a hacer... - Manifestaciones en la sala. Una asistente.- ¡Hay chicos desnutridos y muertos de hambre! Sr. Presidente (López).- Por favor, no sigan interrumpiendo al orador. Sr. Cara.- Hay muchas cuestiones con respecto al intento de reforma del Código. El tema es extenso. Pero quiero plantear, desde la juventud y como estudiante universitario, algunas cosas muy puntuales que se incorporan en estos intentos de reforma, que son absolutamente reaccionarios, pero que hacen a la vida cotidiana de los estudiantes universitarios y de los jóvenes. Desde ese ángulo, me parece que todas las críticas que escuché ayer fueron muy válidas, pero simplemente quise focalizarme en estos temas a fin de no extenderme demasiado. Quiero hacer la siguiente reflexión: mañana se van a cumplir 28 años de la última dictadura militar, uno de los períodos más nefastos que ha tenido este país. Me parece que los legisladores –y no incluyo a Jorge Enríquez–, cuando tengan que votar este intento de reforma del código, deben pensar que realmente no se soluciona absolutamente nada con mayor represión. (Aplausos). Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Muchas gracias, señor Cara. Corresponde que hagan uso de la palabra los siguientes participantes: N° 90, Roberto Severino Cirigliano; N° 91, Osvaldo Rubén Wayar y N° 93, Sara Torres. - Los participantes mencionados anteriormente no se hacen presentes. Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 94, señora Angélica María Rodríguez... Sra. Rodríguez.- Disculpe. Yo soy la participante número 94. ¿Pero sabe por qué no voy a hacer uso de la palabra? Porque ayer los medios no dieron ninguna solución, y ni siquiera se habló de los vendedores del subte, que somos reprimidos por la Policía Federal y exclusivamente por la gente de seguridad de Metrovías. (Aplausos). ¡Por eso no pienso decir nada! ¡Ayer transmitieron lo que se le antojó a los medios, y no hablaron ni siquiera de lo que está pasando con los vendedores! Sr. Presidente (López).- Si usted desea hacer uso de la palabra, tiene derecho a hacerlo; pero, si no es así, también tiene ese derecho. Pág. 128 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sra. Rodríguez.- Vinimos acá para apoyar a los demás compañeros, y nada más. Expositores Víctor E. Hortel Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el expositor doctor Víctor Hortel, Defensor General del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Les pido que se calmen y que escuchen. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Vamos a terminar con esto. Si los participantes tienen el uso de la palabra, harán uso de ella si suben al estrado; de lo contrario, no la tendrán. Ésta es una audiencia legal. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, les pido silencio. Sr. Hortel.- Buenos días. En rigor de verdad, coincido con lo que expresó anteriormente un vecino, en el sentido de que, si fuera por la lectura de los medios de comunicación, era muy difícil concurrir hoy aquí, tal vez porque no se ha reflejado lo que ocurrió realmente. Sin perjuicio de ello, había asumido el compromiso de venir, que para mí es eventualmente una forma de rendir cuentas de lo que uno hace. Por esa razón, voy a ser breve, a fin de no alterar la lista de oradores. Para los que no me conocen, soy el Defensor General del Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires e institucionalmente me encargo de la protección de los vecinos frente al sistema judicial de la ciudad. En este sentido, coincido desde el punto de vista de las críticas al proyecto en cuanto a que una mayor represión no garantiza mayor seguridad, no garantiza mayor eficacia ni garantiza absolutamente soluciones para nadie. Creo que mejorar las condiciones de las políticas en lo criminal comienza por establecer buenas políticas sociales, donde cada uno tenga la participación que le corresponde, donde cada uno sea respetado en sus derechos, donde cada uno de nosotros podamos ejercer las actividades sin tener la preocupación de una represión policial o judicial. En realidad, estoy alterando todo lo que venía a decir porque la argumentación iba a ser muy técnica respecto de la figura del merodeo y a otro tipo de cuestiones desde el punto 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 129 de vista de lo que significa este tema según los tribunales internacionales. Además, temo decir cosas que por otra parte éste no sería el ámbito para discutir. Por eso, quiero hablar de una cosa más simple y más llana. Desde la Defensoría General de la Ciudad, hemos planteado la inconstitucionalidad del Artículo 71, la inconstitucionalidad del Artículo 41 y hemos iniciado la defensa de los vecinos; incluso llevamos esta temática a la Corte Suprema de la Nación y hasta ahí hemos discutido. A mi modesto entender, creo que antes de agravar las condiciones del Código de Convivencia, habría que estudiar el tema con mayor eficacia. Habría que recrear en la gente su confianza en el sistema judicial, habría que recrear en la gente su confianza en la figura policial, y no me olvido de que la Constitución de la Ciudad habla de una policía judicial. Creo que tenemos que establecer mecanismos en los que la participación de la gente sea de una manera más prolija y sea más tenida en cuenta por aquellos que tenemos la obligación de desempeñar cargos en el sistema de la ciudad. De alguna manera, opino que habría que instrumentar una disposición por la que cada vecino estime si los funcionarios tengan que rendir cuentas, sobre todo, aquellos que estamos a cargo de la defensa de los derechos de los vecinos. Un asistente.- Un funcionario se negó a tomar el caso del vecino desaparecido por el personal de la Comisaría 5ª. Cuando ustedes nos dicen que tenemos que dialogar, que tenemos que entendernos mejor con el poder judicial... Sr. Hortel.- ¿Me puede repetir el apellido? Un asistente.-... lo que en realidad quieren decir es que las ovejas se sometan al lobo. Mi apellido es Ramírez. Sr. Hortel.- No, el del señor al que aludía. Un asistente.- Antonio Bravo, 80 años, no vidente. Sr. Hortel.- Señor, soy responsable de los defensores oficiales y solamente me hago cargo de los defensores oficiales. Un asistente.- Y dicen que este caso como el de Floresta son sólo hechos aislados. Le estoy pidiendo que me atienda. Sr. Hortel.- No tengo ningún inconveniente. Un asistente.- Me estoy refiriendo a un caso muy puntual. Sr. Hortel.- Como le dije, solamente me hago responsable de los defensores oficiales. Al señor Secretario, que preside esta Audiencia Pública, le agradezco la posibilidad de mi participación y entiendo que más allá de los problemas... - Manifestaciones en la sala. Pág. 130 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Presidente (López).- Silencio, por favor. Informo a los presentes que no se puede interrumpir a los participantes inscriptos y a los expositores. Hemos tomado la decisión de tener la máxima tolerancia pero esta Audiencia Pública es un acto formal y legal. Continúa en el uso de la palabra el señor Hortel. Un asistente.- ¡La ciudadanía está presente! Sr. Hortel.- Estimo que más allá de las desprolijidades y dificultades, es positiva la convocatoria a esta audiencia pública y sin perjuicio de ello, me voy a permitir acompañar los argumentos técnicos y jurídicos desde el punto de vista de mi oposición a la modificación del Código de Convivencia. Participantes 91.- Osvaldo Rubén Wayar Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Osvaldo Rubén Wayar. Sr. Wayar.- Buenos días o buenas tardes según hayan almorzado o no. Como ayer empezamos a observar el desarrollo de esta Audiencia Pública y no nos conformó para nada, cambiamos lo que íbamos a decir, cambiamos sobre todo a quien le íbamos a hablar y en realidad nos vamos a dirigir a la ciudadanía en general, ya que el gobierno está ausente. La corte en torno a la Reina del Plata pretende un lugar en esta ciudad, digna de sus patricios nombres y de sus patricios trastes. Pretenden una ciudad limpia, linda, ordenada, para sí y para quienes quieren atraer; empresas transnacionales y turistas primer mundistas, entre ellos, el turismo gay. Y mostrarles una reina fetiche, tanguera en fuga al futuro, europea, mítica, industrial, comunicada, recoleta, beata, catequista y universitaria. (Aplausos). Lamentablemente, este panorama hollywoodense no se sustenta si no es con la desaparición, virtual o real, de los feos y de las feas, de las putas, de las y los sin techo, de los y las pobladoras ancestrales, de las jóvenes insatisfechas y críticas, las mujeres y hombres pobres, indigentes, desempleados y quebrados, robados y estafados, la niñez hambreada que pide, la niñez hospiciana, la niñez abusada, prostituida, violada, explotada, la niñez usada como excusa clerical para cobrar subsidios y pedir limosna. Este Código, sus propuestas, sus reformas y la Ley Parche al Código Procesal Penal, carecen de buena fe, de sabiduría y el recato necesarios para convertirse, al menos, en principio de solución; es solo un nuevo manotazo de ahogado de los separatistas, fraccionadores, que pretenden una ciudad para sí, a costa de todo. Aquí cabe que reflexionemos –nosotros, nosotras y ciudadanos– en unirnos, ser más inteligentes, entendiendo a la inteligencia como aptitud para adaptarse a los cambios y 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 131 unirnos los y las fraccionadas, los y las desempleadas, los y las prostituidas, los y las mendigos de sueños y los cartoneros de esos mismos sueños rotos y ajados por los años, que se unan los artistas que nos miran y traducen con arte, color y sonido y nos exponen en calles y veredas, quienes se acercan en subtes a vendernos linternitas y aquellas que proponen insinuantes peligros a los deseos de los ratones nocturnos, aquellas que lo “laburan” y aquellas que se paran en la esquina obligadas por ser negadas o por el hambre de su prole, prole inmensa, prole inconmensurable, prole sin fin, al menos mientras continúen intentando gobernar, cuerpos, sujetos, individualidades y colectivos. Gobernarnos, sin educación, sin trabajo, sin salud, gobernarnos con esta labor poco seria, donde viene un tal Macri con sus votos bosteros a ponerse la gorra y la chapa que paga Ibarra con nuestra plata (aplausos) y nos meten a algunos y a algunas presas y a otros y otras bajo la alfombra de la General Paz y esperan, que lentamente desaparezcamos. Desaparición, muerte, observan cómo morimos hoy y ayer obnubilados por un micrófono en el Teatro San Martín y se van sin escucharnos, esperando a que muramos televisados y taquigrafiados, como morimos en asambleas “pajeras” de pretendido progresismo, aburridas de ser títeres de pésimos titiriteros, que no aceptan que somos de madera y trapo, latinos, diversos y pobres. Llamamos a unirnos, unirnos en insurgencia y en piquetes ciudadanos contra una casta política que continúa desgobernando, faltándonos el respeto de manera bochornosa, casta sublevada con su reina, la reina pueblo, donde sabemos que la reina es reina aunque tenga hasta los calzones rotos. (Aplausos). Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que hagan uso de la palabra los siguientes participantes: N° 97, Norberto Luis Scheinin; N° 98, Felipe Manuel Figuerero y N° 99, Flora Nicéforo Purulla. - Los participantes mencionados anteriormente no se hacen presentes. Un asistente.- ¿Existe la posibilidad de que me pueda agregar a la lista de participantes para luego hacer uso de la palabra? Sr. Presidente (López).- Sí, señor, puede hacerlo. Sr. Ramírez.- Si el señor se agrega a la lista yo también quiero hacerlo. Sr. Presidente (López).- Todos los que quieran anotarse en la lista de participantes pueden hacerlo. Sr. Ramírez.- ¡Pero yo se lo estoy pidiendo al pueblo, porque el pueblo es el que manda! - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Guarden respeto entre ustedes. Vamos a darle espacio a todo el que esté en esta sala y tenga algo qué decir. Para eso estamos llevando a cabo esta Audiencia Pública, de otro modo no la hubiéramos hecho. Pág. 132 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Esta audiencia es facultativa. La hicimos porque creíamos que debía haber un espacio para que cada uno ocupara el rol que le correspondiera. Sr. Ramírez.- Si es pública, es participativa. 100.- Elsa Mabel Caballero Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra la señora Elsa Mabel Caballero. Sra. Caballero.- Buenas tardes. Soy trabajadora sexual. No voy a hablar de los derechos porque no soy abogada; hubo abogados que hablaron muy bien. Voy a hablar de lo que nosotras vivimos en la calle y de la actualidad. Todavía no se establecieron los nuevos edictos y ya estamos siendo amenazadas, perseguidas y nos dicen que nos queda poco tiempo de vida. Me pregunto, ¿qué nos espera a nosotras? ¿Adónde vamos a parar? ¿Qué quieren hacer con nosotras si no conseguimos trabajo? Creo que antes de discutir los códigos tendríamos que hablar de trabajo. No hablemos de microemprendimientos y de 200 pesos por mes; no podemos vivir con esa cantidad de dinero. Esto es un circo y me sumo a él. Por otra parte, quiero decirle a la compañera trabajadora de los subtes que suba al escenario para poder expresarse y haga su descargo. Sirve como terapia. Uno puede “largar” la bronca y decir cuánta impotencia siente por todo esto. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, permitan que hable la participante. Continúa en el uso de la palabra la señora Caballero. Sra. Caballero.- Sufrimos una represión día a día. Fui amenazada por ayudar a mis compañeras a que defiendan sus derechos y me dijeron que van a hacer lo imposible por hacerme desaparecer. Quiero decirles que no tengo miedo. Quieren hacerme callar como lo hicieron con Sandra Cabrera. A ella sí la callaron, pero a nosotras no. Y esto nos da más fuerza para seguir luchando, porque no somos más las personas que éramos antes. Estamos diciendo basta a todo esto. No nos va a pasar lo que les ocurrió a las chicas de Mar del Plata, en donde les decían que si no pagaban la respectiva coima, las mataban. Estamos diciendo basta a eso. Hasta que no se aclare el caso de Sandra Cabrera no vamos a parar. Porque ustedes son los responsables. Cuando la compañera Cabrera hizo la denuncia fue amenazada por la policía y, además, coimeaban y maltrataban a las demás compañeras. Sandra Cabrera fue amenazada. Llevó a cabo la denuncia acá en Buenos Aires y nadie le dio “bola”, tuvieron que esperar a que se muriera. Allanaron su departamento y escondieron la basura debajo de la alfombra. Por supuesto, que a los responsables de esto no los condenaron sino que los trasladaron a otro lugar. Esto no nos va a pasar. Aunque cambien los edictos nosotras vamos a seguir luchando. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 133 ¡Queremos trabajo digno! Existen compañeras de entre 60 ó 70 años que en invierno duermen en la calle, porque no tienen con qué pagarse un hotel. No queremos más eso. ¡Ustedes son los responsables! ¿Con todo esto, ustedes pueden dormir a la noche? - Manifestaciones en la sala. Una asistente.- Sí, duermen tranquilos porque tienen la panza llena. Sra. Caballero.- ¿Pueden dormir a la noche sabiendo que la compañera Sandra Cabrera dejó a una niña de 9 años que hoy no sabe quién fue su madre porque no la conoció? Una asistente.- Ellos piensan que nosotras nos prostituimos por gusto. No tienen la menor idea de lo que es. Sra. Caballero.- Nosotras somos prostitutas acá y en la China y no nos queda otra cosa para hacer. El sistema de vida en el que estamos nos lleva a esto y no es porque lo elegimos. ¿Ustedes creen que a mí me gusta hablar desde este lugar? ¿Llevar adelante este teatro que se está haciendo? (Aplausos). Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Señora Caballero: por favor, vaya redondeando su exposición. Sra. Caballero.- Fui amenazada por decir a mis compañeras cuáles eran sus derechos para que no se dejen pisotear. Nosotras no fomentamos el trabajo sexual. Nos duele tanto ver a una chica de 15 años que no puede vivir su adolescencia y que no sabe lo que es estudiar, porque ya tiene que ir a vender su cuerpo a la calle. Queremos trabajo y educación. Por otro lado, queremos asistencia médica como corresponde, para que cuando vayamos a un hospital se nos atienda como es debido, sin ningún tipo de discriminación. Mejor que se ocupen de eso y no de ver cómo se redacta un edicto. Todo esto no funciona porque no quieren que funcione, ya que no les conviene porque se les achicaron los bolsillos y ahora no pueden comprarse un auto cero kilómetro todos los años. (Aplausos). Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Por favor, señora Caballero, vaya concluyendo su exposición. Sra. Caballero.- Y si vienen a atendernos cuando nos pasa algo en la calle dicen que lo hacen de buenos y no porque les corresponda como autoridad; encima tenemos que darles las gracias. Estamos pagando nuestros impuestos, porque somos ciudadanas y somos madres. A nosotras nadie nos da para el colegio de nuestros chicos. Un asistente.- Aumenta todo y no los sueldos. Pág. 134 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sra. Caballero.- Aumentaron muchas cosas y los sueldos siguen igual que antes. Nos quieren callar la boca con 200 pesos. ¿Ustedes, pueden vivir con 200 pesos? - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, silencio. Sra. Caballero.- Les propongo que vivan una semana en nuestro espacio. Vamos a ver si es bueno estar en una esquina. ¿Qué quieren, que salgamos a robar? - Manifestaciones en la sala. Un asistente.- ¡Eso es lo que quieren ellos! Sr. Ramírez.- Señor presidente: ¿usted tiene declaración jurada? ¿Con cuántos bienes cuenta? (Aplausos). Sr. Presidente (López).- Mi declaración jurada la puede encontrar en Internet, en la página del Gobierno de la Ciudad. Continúa en el uso de la palabra la señora Caballero. Sra. Caballero.- Por último, quiero decir que en Entre Ríos se derogó la Ley Contravencional. Hace una semana estuve ahí. Y no hubo caos porque no hay más prostitución en la calle. “Siempre que pasa algo, la culpa solamente la tienen las trabajadoras sexuales”. No fue así. Estaba todo tranquilo, en calma, en paz. ¿Por qué no se ocupan de lo que realmente se tienen que ocupar, antes de discutir qué hacer con los edictos? ¿Por qué no preguntan a los ciudadanos cómo hacer para fomentar trabajo? Pidan opinión a los ciudadanos, al pueblo. ¿Cómo hacemos para conseguir trabajo? Nada más. (Aplausos). - Manifestaciones en la sala. Un asistente.- La concesión que otorgó a Metrovías... Sr. Presidente (López).- Esa concesión no la otorgó el Gobierno de la Ciudad, sino el gobierno nacional. - Manifestaciones en la sala. Un asistente.- Pero la maneja la Ciudad. Sr. Presidente (López).- Ahora, están construyendo nuevos subtes. Los subtes siguen respondiendo a concesiones que otorgó el gobierno nacional. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 135 Un asistente.- ¡Los maneja la ciudad de facto! Sr. Presidente (López).- No los maneja la ciudad. Se están construyendo subtes nuevos. Un asistente.- Si la ciudad está construyendo subtes nuevos, entonces hay dos dueños. Sr. Presidente (López).- Efectivamente. - Manifestaciones en la sala. Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 101, señor Daniel Edgardo Magliotti. - El participante no se hace presente. 102.- Sara Lamparta Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 102, señora Sara Lamparta. Sra. Lamparta.- En realidad, yo quería que hablara mi compañera, porque me parece que ella tiene más empuje. Quería comentarles que pertenezco al grupo de ahorristas robados, estafados... (aplausos) y todos los adjetivos calificativos que nos quieran poner. Si bien es cierto que hacemos un poco de bochinche, ¿qué menos podemos hacer? ¿Qué podemos hacer para recuperar lo que es nuestro? Tengo 71 años, y trabajé desde los nueve. Junté unos pesos y, claro, ¡cómo los iba a tener en casa! ¡En casa, pueden entrar los chorros y me los pueden robar! Entonces, los puse en el banco, donde están los “chorros de guantes blancos”. Esos son chorros con más categoría. Una asistente.- ¡A esos no se les pide que respondan por nada! Sra. Lamparta.- Como decía, decidí poner la plata en el banco. Tengo un hijo en el exterior. Quería hacer un viaje, y no podía dejar el dinero en mi casa, porque tenía miedo de que me lo quitaran. Cuando llegó el momento de hacer el viaje, no pude disponer de la plata, porque el señor Cavallo –chorro mayúsculo, que debiera estar en la cárcel y no en Estados Unidos– decidió que en noventa días iban a incautar nuestro dinero. Cuando se cumplió el plazo de noventa días, tuvimos la suerte de que asumiera el señor Duhalde –a éste lo mandó el enemigo– y, como éramos pocos, “parió la abuela”, como dice el refrán. Entonces, nos quedamos sin nada. Repito: sin nada. Tuve que contratar un abogado para que presentara un recurso de amparo. No tenía el dinero que me pertenecía, porque no me lo regaló nadie. Trabajé como una leona toda mi vida y crié a mis hijos en nuestro país. Amo mi país, pero me pregunto: ¿somos todos tan Pág. 136 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 perversos y tan corruptos? ¿De dónde salimos? ¡¿Cómo puede ser que nos apropiemos del dinero del otro?! ¿Quiénes son? ¿Con qué derecho hicieron lo que hicieron? ¿Quién los autorizó? Me dieron garantía cuando deposité el dinero: me dijeron que esa plata era intangible, que nadie la iba a tocar, que no me la iban a cambiar a 1, 40 pesos. ¿Qué es esto? ¿Cómo puede ser que los argentinos hayamos tenido tanta mala suerte y que lo nuestro sea cíclico? Cada diez años nos dan vuelta la tortilla. Así pasó con el Hogar Obrero, con el BID, con los bancos, etcétera. Y resulta que ahora se premia a los bancos por habernos robado. ¿Por qué no nos devolvieron el dinero en lugar de dárselo a los banqueros? Los banqueros hacen su propio negocio. Nosotros no hicimos ningún negocio. ¿Qué negocio hicimos? Tengo dos mil dólares y no los puedo recuperar ni interponiendo un recurso de amparo. Sr. Presidente (López).- No hemos querido evitar que usted hiciera su exposición, pero este tema no tiene nada que ver con el objeto de la Audiencia Pública. Sra. Lamparta.- Hay un párrafo del proyecto que dice que tenemos que pedir permiso para molestar a los bancos, pero no le vamos a pedir permiso. Es nuestro derecho, porque ellos no nos pidieron permiso a nosotros para robarnos. ¿Ellos nos pidieron permiso para robarnos? (Aplausos). No lo hicieron. Tengo 71 años y dos mil dólares, que para ellos es una picadura de mosquito. Y ni siquiera eso. Tengo que estar luchando. Llamé a mi abogado y le pregunté sobre la causa. Me dijo: “Ya salió de Cámara”. “Entonces, vamos a cobrar”, le dije. “Tenemos que esperar que el banco no recuse”, me contestó. ¡Pero miren que divertido! Resulta que ahora tengo que esperar que el banco no lo recuse. Soy diabética. Tengo hipertensión arterial. Tengo los triglicéridos altísimos. Tengo de todo. Si usted quiere, le llevo todos mis análisis a la Secretaría para que los vea, y también un escrito de mi médico. Lo que hicieron con nuestro dinero no es lógico. ¿Cómo se van a quedar con la plata de una persona que, a lo mejor, la necesita para comprar remedios? Un asistente.- O para pasear, que tenés derecho. Sra. Lamparta.- Todos los meses gasto mucho dinero en remedios, porque los necesito. Es mi vida, es mi salud y mi hija no quiere que me prive de remedios. Yo me pregunto qué seguridad tenemos, porque si hubiera tenido seguridad, hubiera puesto el dinero en mi casa. Pero no lo pude hacer por inseguridad, por temor a que entre alguien a casa y me lo robe. Una asistente.- ¡Ellos quieren eso: que te mate un chorro y no cobrás más la jubilación! Sr. Presidente (López).- Por favor, deje que la señora concluya su exposición. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 137 Sra. Lamparta.- Doctor López: lamentablemente, no tengo jubilación. Ni siquiera de eso gozo. No recibo los 150 ó 200 pesos que otorga el gobierno, porque me da vergüenza. Tengo vergüenza ajena. Tengo muchos años, y la verdad es que nunca me hubiera imaginado que en esta época mi país se iba a encontrar en esta situación. ¿Cómo es posible que en un año se haya hecho un gasto de 14 mil millones de dólares por encima de la deuda? ¿Cuándo vamos a pagar eso? ¿Cuándo vamos a terminar de completar ese dinero? Es imposible. Es un país muy pobre. ¿Cómo vamos a ayudar a Haití si tenemos a nuestros chicos desnutridos? Yo los veo por televisión con esos bracitos y esas piernitas y se me parte el alma. Yo soy abuela y se me parte el alma al ver eso. ¿Cómo los ayudo? Yo no tengo siempre la posibilidad de hablarle al país y decirle a todos: “Movámonos; hagamos algo” (Aplausos). Mandamos a Haití toneladas de alimentos y nuestro presidente se la pasa viajando en aviones. Yo no entiendo mucho de esto, pero levantar un avión cuesta mucho y con esos fondos se podría calmar mucha hambre. ¿No se puede hablar por teléfono o mandar un email, ya que las comunicaciones son tan sencillas? Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Le pido que redondee, por favor. Sra. Lamparta.- Perdón si me extendí en el tiempo, pero hablar aquí, por lo menos, es una descarga para mí. (Aplausos). 103.- María del Carmen Rey Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra la señora María del Carmen Rey. Sra. Rey.- Mi nombre es María del Carmen Rey; soy vecina de la ciudad de Buenos Aires, del barrio de la Recoleta. Lo que me interesa tratar en esta audiencia pública son tres temas en particular. Primero: acecho o merodeo. Según el artículo 13 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, la Ciudad garantiza la libertad de sus habitantes; pero los delincuentes, gracias a artículos como el citado, en cierta forma, se encuentran respaldados por la misma legislación. Tiene que hallarse un límite al merodeo de personas de identidad sospechosa. Segundo: manifestaciones y piqueteros. De igual modo, la legislación vigente... - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, permitan que cada orador pueda terminar su alocución. Sra. Rey.- De igual modo, la legislación vigente garantiza el derecho al reclamo y a las manifestaciones, pero este ejercicio no puede llevarse a cabo violando la ley ni ignorando en forma sistemática los derechos y necesidades del resto de los ciudadanos. Distintos grupos piqueteros están incurriendo en actitudes que, como se ve diariamente en los medios de comunicación, nos perjudican a todos con sus acciones ilegales. Tercero: oferta y demanda de sexo en la vía pública... Pág. 138 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 - Manifestaciones en la sala. Sra. Rey.- Tercero: oferta y demanda de sexo en la vía pública. Tomo como referencia el Artículo 11 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, con cuyo contenido concuerdo en su totalidad, pero considero que todas estas personas que se autoproclaman en todo su derecho “trabajadores del sexo”, como tales, tienen la obligación, al igual que todos, de pagar los impuestos que le corresponden a su oficio... - Manifestaciones en la sala. Sra. Rey.- ...el ejercicio de su profesión deben realizarlo en lugares habilitados por el Gobierno de la Ciudad para tal fin. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, permitan que la oradora finalice su exposición. Sra. Rey.- Para finalizar, considero necesario que la Policía Federal tenga las facultades y atribuciones para tomar las medidas necesarias según las circunstancias. Muchas gracias. Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que hagan uso de la palabra los siguientes participantes: N° 104, Catalina Soler; N° 105, Ernesto Julio Moreau; N° 106, Fernanda Adriana Braga; N° 107, Nélida Esther Rodríguez; N° 109, Gonzalo Tomás Pérez; N° 110, Gisela María Candarle; N° 111, Lucio José Decotto; N° 112, Héctor Luis Trajtemberg; N° 113, Valeria Diana Río; N° 114, Lila Elsa Oliva; N° 116, Adela Beatriz Cerioni; N° 117, Aurelio Ruiz; N° 118, Carlos Alberto Antón; N° 119, Velia Beatriz Blanco; N° 120, Mariana González Velasco; N° 121, Gustavo Adolfo Baamonde; N° 122, Horacio Pérez Carrasco; N° 123, Cristina Estela Rondina; y N° 124, Elba Norma Luna. - Los participantes mencionados anteriormente no se hacen presentes. 125.- José María Ferrucci Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor José María Ferrucci. Sr. Ferrucci.- Antes de leer lo que traigo escrito, quiero decir que en virtud de las situaciones que se plantearon aquí, estoy feliz de ver que funcione en nuestro país la democracia, aunque no todos lo crean. Esta audiencia es un acto de democracia: de un lado y del otro tenemos derecho a hablar y discutir u oponernos a lo que dicen los demás. Vengo a esta audiencia pública como ciudadano, pero al mismo tiempo como empresario y director de una empresa de turismo, de un hotel y de una institución que reúne a los hoteles de turismo de la República Argentina. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 139 La inseguridad creciente en la ciudad de Buenos Aires es un hecho que es público y notorio: no lo podemos negar, afecta cada vez más a los turistas extranjeros que nos visitan. Consideramos indispensable se arbitren los medios legales para prevenir este tipo de delitos que afectan seriamente, no sólo al turista que los sufre, sino también a la economía de la ciudad, ya que el turismo es la actividad de nuestra ciudad que más mano de obra ocupa, origina importantes inversiones e ingreso de divisas. El “boca a boca”, que es la mayor promoción de nuestro país en el exterior y que originó el crecimiento de nuestra actividad, que fue la primera en salir de la crisis terminal en que se encontraba el país, puede convertirse, al difundirse los hechos delictivos que afectan al turismo, en la propaganda más contraria y nefasta para nuestra actividad que moviliza a toda la industria y a todo el comercio de la ciudad. Que quede claro que no proponemos ninguna acción que afecte a las personas honestas en nuestra ciudad, se ocupen de lo que se ocupen. Sólo nos guía defender una actividad que da trabajo, directa e indirectamente, a cientos de miles de personas, lo que significan miles de millones de dólares de inversiones sólo en la Ciudad de Buenos Aires, y una de las que produce el mayor ingreso de divisas por la exportación de servicios no tradicionales. Los ilícitos contra los turistas, las manchas de mostaza, los robos en plena calle con violencia, las actitudes intimidatorias de los delincuentes... Un asistente.- ¡La prostitución de lujo que existe en los hoteles! Sr. Ferrucci.- ...hacia el personal en hoteles y restaurantes, y los robos a mano armada en los restaurantes y últimamente dentro de los hoteles –hechos que se multiplican día a día efectuados por jóvenes y menores–, pueden tener consecuencias trágicas para turistas extranjeros y consecuencias no deseadas para esta tan importante actividad económica... Un asistente.- ¡La “falopa” que venden en los hoteles! Sr. Ferrucci.- ...frenando las inversiones, haciendo caer el ingreso de divisas y originando una disminución, que puede llegar a ser dramática, de los puestos de trabajo. Proteger al turista significa mayores ingresos para las arcas fiscales, con fondos que podrán destinarse en beneficio de los habitantes de la ciudad, en salud, educación y servicios sociales. En consecuencia, solicitamos que el nuevo Código de Convivencia contemple las normas necesarias para prevenir y castigar este tipo de delitos, no sólo en beneficio de los turistas, sino también de la economía de nuestra ciudad. Gracias. (Aplausos). Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que hagan uso de la palabra los siguientes participantes: N° 126, Griselda Liliana Sánchez y, N° 127, Gustavo Federico Palmieri. - Los participantes mencionados anteriormente no se hacen presentes. Pág. 140 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 128.- Gerardo Raúl Fernández Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 128, el señor Gerardo Raúl Fernández. Sr. Fernández.- Buenos días. Mi nombre es Gerardo Fernández, y soy integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales. En principio, celebro que esta Audiencia Pública sea posible. Los distintos proyectos modificatorios del Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires evidencian un claro intento de desbandar la política en materia contravencional, elaborada desde el comienzo de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires. Éstos plasman de modo manifiesto una política de corte manifiestamente represiva, sin disimulo alguno, y se prohíben comportamientos que vulneran principios y garantías fundamentales reconocidos en la Constitución de la Ciudad, en la Constitución Nacional y en los tratados internacionales de derechos humanos. Con la excusa de la ineficacia del sistema de justicia contravencional, se pretende instalar un sistema represivo, autoritario, que vulnera diversos derechos fundamentales. Contrariamente, no se vislumbra ninguna preocupación seria respecto de los problemas de fondo, más allá de las irresponsables y poco originales propuestas, que sólo son más de lo mismo, pero peor. (Aplausos). Entre algunas de las modificaciones más criticables que proponen los proyectos analizados están, por ejemplo, la imposición del arresto como la pena principal a aplicar; el aumento de penas a los reincidentes, lo que representa un resabio del derecho penal de autor, expresamente prohibido por la Constitución de la Ciudad. Además, sobre quienes estas sanciones ejemplares serán aplicadas son los vendedores ambulantes y las mujeres y travestis en estado de prostitución; es decir, aquellas personas que no pueden dejar de reincidir, porque necesitan ganarse la vida. (Aplausos). Algunos proyectos también contemplan la disminución de la edad de imputabilidad, violando lo establecido por la Convención sobre los Derechos del Niño. Parecería ser un principio estructurante de los proyectos el de que “el fin justifica los medios”, pues se pretende paliar la situación actual sin atacar los verdaderos problemas, y a costa de los derechos fundamentales de las personas. Se pretende introducir una serie de figuras en las cuales la supuesta ilicitud depende de conceptos tan vagos como la “dignidad”, el “decoro”, o los “sentimientos individuales”; se mezcla criminalidad con contravenciones, y se recurre al alarmismo para lograr consenso de ciertos sectores de la comunidad. Algunos proyectos pretenden, incluso, prohibir comportamientos sin respetar el principio de lesividad; es decir, se prohíben comportamientos que no afectan bienes o intereses de persona alguna. La lamentable figura del “acecho y merodeo” es un ejemplo de esto, claramente violatorio del Artículo 13, inciso 9) de la Constitución de la Ciudad. (Aplausos). Esta figura que ahora se intenta reimplantar existía en los viejos y nefastos edictos policiales, y fue, reiteradas veces, tachada de “inconstitucional” por nuestros tribunales, por ser incompatible con el Artículo 19 de la Constitución Nacional. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 141 Los legisladores no pueden ignorar las consecuencias de sus propias decisiones en la aplicación cotidiana de las normas que ellos dictan por parte de la justicia contravencional, encargada de dar significado y sentido a dichas normas. Con respecto al ya criticable Artículo 71, los proyectos no sólo no contemplan su supresión –como debería ser–, sino que, por el contrario, pretenden agravar la represión de la prostitución con criterios puritanos y moralizantes. (Aplausos). En un proyecto, incluso, se llega al despropósito de establecer pena de arresto de hasta nueve días al que mediante palabras, gestos, acciones, sonidos o dibujos afecte el decoro, la dignidad y los sentimientos individuales. Así, se pretende imponer nada menos que nueve días de privación de la libertad por actos que no están definidos. Además, la mencionada figura propuesta constituye, por un lado, una vulneración al derecho de expresarse libremente. Finalmente, es importante remarcar que, entre los errores u horrores que presentan los proyectos analizados, se encuentra la flagrante violación al principio de proporcionalidad. Así, se establece de modo arbitrario la privación de la libertad, por ejemplo, para figuras tan peligrosas como los “juegos de azar”, la “simulación maliciosa de apariencia” o la “oferta de comercio sexual”. Aquí el proyecto, además, discrimina el tipo de sanción de acuerdo con la categoría del autor. Un ejemplo de esto es que se establece una pena de multa para quien organice un espectáculo deportivo o artístico, sin ninguna autorización, mientras que, por otro lado, sanciona con pena de hasta quince días de arresto a quien pretenda ingresar a un espectáculo sin el correspondiente ticket. (Aplausos). De esta manera, por ejemplo, un empresario que organice un mega espectáculo en un estadio de fútbol, sin ninguna garantía de seguridad, sólo sería sancionado con una multa, mientras que quien intente ingresar al mismo sin entrada, podrá estar hasta quince días privado de su libertad. Un verdadero disparate y un verdadero despropósito. Lo necesario, entonces, es regular normas que permitan la normal convivencia entre vecinos, y no equiparando contravenciones con delitos, sino sancionar un pequeño Código Penal. Al fijar la pena de arresto para más del 80 por ciento de las contravenciones existentes, los autores de los proyectos pretenden sancionar un Código Penal encubierto, como si éste fuera el medio adecuado para combatir la inseguridad. El Código de Convivencia debería ser utilizado para solucionar conflictos y no para agravarlos mediante la sanción indiscriminada y arbitraria de ciertas conductas, muchas de las cuales, como ya dije, ni siquiera lesionan derecho alguno. Muchas gracias. (Aplausos). Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que hagan uso de la palabra los siguientes participantes: N° 129, Leonardo Joaquín Jaimes y, N° 130, Patricia Rosana Ibáñez. - Los participantes mencionados anteriormente no se hacen presentes. 131.- María Carmela Lupo Pág. 142 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 131, la señora María Carmela Lupo. Sra. Lupo.- Buenos días. Mi nombre es María Lupo. Vengo a plantear una seria situación. Disculpen la insistencia, ¿pero qué pasó esa noche, cuando trataron de preparar un Código de Convivencia Contravencional? ¿Se tomaron una botella o un vasito de whisky? Me parece que se tragaron la botella entera, inclusive, con el vidrio. ¿Qué pasa? ¿No saben que ésta es una sociedad que trata de convivir en paz y con miras hacia el futuro? Y pensar que en Europa y en otras partes del mundo existen personas que continuamente están reflejando el problema. ¿Acaso no saben que nuestro pasaporte no sirve en Europa? Con esto lo van a hacer peor todavía. Si hasta ahora nos trataron de “sudacas”, mañana nos van a tratar de bichitos de luz. Si no está permitido preparar tales cosas, ¿cómo es que lo están haciendo? Disculpen mi mirada intimatoria porque en realidad me dirijo a quien tengo que hablar, a ustedes (plausos); soy madre de una familia, soy miembro de una Comisión Directiva de la Biblioteca Popular “El Progreso”, la sede que lleva setenta años en la zona y la primer sala de cine. ¿Qué les parece esto a ustedes? Yo les voy a decir a los chicos que no suban o al menos todos de golpe para que no queden merodeando en la puerta de la biblioteca, ya que cien personas de golpe no pueden ingresar. Estoy hablando de que entre setenta y ochenta personas ingresan todos los días y, ¿saben qué?, el 80 por ciento son chiquitos de la villa. Digo “chiquitos” porque la mayoría son estudiantes, adolescentes y chicos y quizás el 20 por ciento son adultos, para los que la lectura no es tan necesaria por la TV, por el CD, por toda la cuestión técnica. Sin embargo, es necesaria la investigación, que es lo que piden los profesores, que mandemos a los chicos a estudiar a la biblioteca porque parece ser que los textos que tienen en sus casas no sirven. Por lo tanto, propongo que preparemos la educación, permitamos que los actuales maestros tengan algo de los maestros viejos, los que con muy poquita cosa enseñaban, daban educación; en tiempos en que la educación partía de la casa, ya que en estos momentos la educación no puede partir de la casa porque un padre no puede pensar en forma coherente si le falta dinero para dar de comer a esos chiquitos. Si está faltando un vaso de leche para dar a los chicos, ¿cómo cortamos esto? ¿Con un Código Contravencional? ¿Qué le pedimos? Le decimos: “Señor, como usted no trabaja, no tiene derecho a que sus chiquitos vayan a la escuela”; aunque sea pública, los padres tienen que acercarse a la escuela. Los chiquitos tienen que llegar a la escuela caminando, de la mano, o en colectivo, o en otros medios de comunicación pero no con raquitismo, sino con salud; caminar con sus pies, ver con los ojos y tener dientes sanos. Hay chicos que van al comedor y no pueden digerir la comida porque no tienen dientes o porque están cariados. Entonces, primero pensemos en la educación, en la salud, en la parte socioeconómica. ¿Podemos pedirle a un adolescente de doce años –y no digo “14” como ustedes mencionan– que no robe, que no se ratee, que no mendigue si en sus casas no tienen a qué dedicarse? Lo que pasa es que se dedican exclusivamente a la delincuencia juvenil. Permítanme que les dé un dato más: he sido contenedora y facilitadora del Programa de la British Council para contener más de cien chicos de la calle y de hogares. ¿Y, qué pasa? ¿Tenemos que esperar a que vengan del exterior para que nos digan cómo contener a 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 143 nuestros propios chicos? (Aplausos) ¿Acaso no podemos crear una iniciativa social para que estos chicos sean contenidos? Discúlpenme que hable de esta manera, lo que pasa es que soy un poco intolerante, y soy madre de familia, tengo cinco hijos, tengo tres nietos, trabajo de la mañana a la noche, me gano mi pequeño sueldo; no quiero ser municipal porque dicen que los municipales trabajan poco y cobran mucho menos; y menos quiero ser “Jefa/jefe de familia” para degradarme con 150 pesos. Por eso, a pesar de mis 57 años, sigo estudiando porque me tengo que recibir de “Maestro mayor de obras”, así no se cae un edificio (risas) ni se cae una cornisa porque para eso están los que están trabajando en la construcción y no se dan cuenta de que los edificios tienen que ser inspeccionados, para que no se caigan los elevadores y los ascensores. Por eso, creo que tenemos que partir de la revisión de la gente que trabaja en el gobierno, en cómo impedir que haya tanta corrupción, que se manche tanta gente, que justos paguen por pecadores. Puedo entender que la policía ya tiene una fama atroz pero ¡Por Dios! Pido un “parate”, dejen que los buenos se separen de los malos, hay policías buenos y hay policías malos. Y digo eso porque en un momento dado, frente a uno de mis propios hijos, un comisario de la 52ª me dijo: “Pero, señora, a su hijo lo tiene en un cascarón”. A lo que yo pregunté por qué lo habían detenido y me contestó: “Lo detuvieron por no tener documento”. Y menos mal que controlé que no le pusieran droga en el bolsillo, porque si no me iban a decir que mi hijo era un drogadicto. (Aplausos). Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Señora Lupo: le pido que vaya redondeando su exposición. Sra. Lupo.- Entonces, le pregunté al comisario por qué él me dijo que ya tenía a mi hijo en un cascarón. A lo que él me contestó que en la primera indagatoria que le hicieron sin mi permiso, porque él era menor de 18 años, le preguntaron si conocía los cinco puntos. Quisiera hace un cuestionario para preguntarles qué significan los cinco puntos. Y la respuesta es que significa que son amigos de los amigos que están en la cárcel, es decir, “cuatro ladrones y un policía en acecho”. Ahora, me pregunto: ¿qué culpa tenía mi hijo de no saber eso? ¿Acaso me lo van a acechar por ese motivo? ¿En qué estamos? ¿Los criamos bien o mal? Por supuesto que no voy a permitir que a mis hijos los estén merodeando, porque de lo contrario, estaríamos hablando al revés. Yo no permito que a mis hijos los estén merodeando! (Aplausos). Porque mi hijo debe gozar de la libre circulación en las calles no solamente para ir a ver un partido de fútbol sino para ir a bailar en condiciones, sin tomar una botella de whisky como la que tomaron para sancionar la Ley Contravencional! - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Le reitero nuevamente señora Lupo que vaya redondeando su exposición. Sra. Lupo.- Pido que no me aplaudan más porque si no voy a crecer un poco más y eso no me conviene, porque voy a tener mucho más fuerza para estar en todas las ocasiones sociales, como lo hago actualmente y como sigo diciendo que pertenezco al movimiento Pág. 144 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 para el Hospital de Lugano, en donde hace falta la salud. Eso significa que hay que quedarnos. Ya que no podemos ir al directorio de cada hospital para permiso para atender a los ciudadanos de la ciudad. En las escuelas hacemos lo mismo, pedimos permiso para los ciudadanos de la ciudad. Hay 41 chiquitos en lista de espera en un jardín de infantes de Lugano y como no pueden entrar a la escuela, tienen que viajar a otro barrio. Sr. Presidente (López).- Señora Lupo: está excedida de su tiempo de intervención. Le pido que finalice su exposición. Sra. Lupo.- Seamos coherentes, usemos la coherencia. A lo mejor, yo necesito un psiquiatra porque creo que me estoy volviendo loca porque veo que la gente no tiene coherencia. Finalmente, voy a leer algo muy breve porque no quiero cansarlos porque ya me tengo que retirar y además estuve presente en la tarde de ayer y casi toda la mañana de hoy escuchando quejas y quejas. Hoy, vamos a terminar con la última queja y por supuesto que no va a ser la mía. Por eso, pido que bajen el telón y los carteles y empiecen a sesionar en serio y como corresponde! (Aplausos). ¡La sociedad tiene que estar preparada! ¡El futurimo no se prepara con leyes del Código Contravencional! El futuro se prepara con mucho trabajo, con mucho ahínco, si es posible no dormir; pero no me refiero a no dormir para tratar temas sobre tablas a espaldas de la gente y que hagan lo que se les dé en gana. En realidad, podemos llevar toda la ciudad a la Legislatura, pero a qué hora tratan los temas. ¿Nos tenemos que quedar todos a dormir allá para impedir que no se traten ciertos temas ? ¿Por qué? Porque este tema iba a ser tratado el 19 de febrero pasado y sin embargo se le dio un “parate”. Menos mal que llegamos a esta instancia como la instancia de la Audiencia Pública por requisitoria ciudadana para el Hospital de Lugano. En realidad, los felicito, dieron esta Audiencia Pública y están permitiendo que la gente opine. Como hemos opinado, pido que tomen conciencia ya que veo que están tomando versión taquigráfica porque ayer cuando habló el doctor Zambrano, ¿qué pasó? Como no tenían tipeado el discurso, pidieron una copia. No entiendo eso. Podría haber varios accidentes pero en este momento no permito que haya alguno, porque si yo me cayera de uno de los escalones para subir a este escenario, me mataría. Entonces, tengo que prevenir de no sufrir un accidente. ¿Acaso no es lo mismo? Si nos caemos y nos derrumbamos en la ciudad, se terminó la ciudad y el país. Para esto, la pobreza viene de todo el país, la falta de educación viene de todo el país, la falta de salud viene de todo el país, el estado socio económico viene de todo un país. No solamente es la ciudad la que está sufriendo, está sufriendo todo el país. Por eso, todos necesitamos que Ibarra y que el presidente Kirchner se pongan de acuerdo para no permitir que un Código Contravencional como éste sea aprobado en esta ciudad ni en el resto del país; de lo contrario, pido que bajemos la cortina y vayamos al mar, no a otro país, porque no nos van a recibir. Esto lo digo como extranjera porque soy hija de italianos. Quizás puedan criticar a mis abuelos cuando venían aquí y no se bañaban ni siquiera una vez por semana, ¡Pobre gente!, porque no podían comprar el jabón y sin embargo, se dedicaban a que los chicos estudiaran, comieran un pedazo de queso y tomaran un vaso de leche. Ahora, todo está distorsionado. ¿Quién tiene la culpa? ¿La gente? No! La 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 145 corrupción viene de mucho más arriba. Hicieron los lingotes de oro y después los hicieron desaparecer, como el corralito y no fue un día preparado. Sr. Presidente (López).- Señora Lupo: está excedida en su tiempo. Sra. Lupo.- Solicito dos minutos más. Entre las modificaciones que se proponen figura la que tiene que ver con el merodeo, el derecho del menor y la prostitución. No voy a permitir que bajen la edad de imputabilidad de los menores. Para mí el menor debe tener entre 18 y 22 años, pero a mi hijo lo voy a acompañar hasta los 40 años, ya que en todo momento estamos corriendo algún riesgo. ¿De qué nos protegen? ¿De los delincuentes nada más? Creo que el delincuente está preparado desde mucho más arriba. El delincuente está con guantes blancos en donde nadie lo puede controlar y es el que se lleva todo el dinero. (Aplausos). Por eso se incorpora la figura jurídica del merodeo que es la permanencia injustificada. Y yo pregunto: ¿en qué lugar: delante de un banco? Mi mamá es una jubilada y todavía tengo que acompañarla y si yo no puedo ir con ella tiene que acompañarla mi hijo, uno de mis menores. Entonces, mientras mi hijo está cuidando a su abuela tiene que cuidarse de la policía que pretende decir que es un merodeador. (Aplausos). Usemos la coherencia. La buena policía debe estar preparada. Tiene que percibir un buen sueldo y no debe dejarse coimear. No tiene que estar pidiéndole plata tanto a un cartonero como a un vendedor ambulante. Tenemos que partir desde este punto. A los policías los degradaron con un sueldo de 150 pesos y lo que deben calcular para una canasta familiar es alrededor de un sueldo de 500 ó 600 pesos. Entonces, ¿qué significa esto? La pobreza se está inventando. Inventemos cosas buenas. Con respecto a la permanencia injustificada, en el proyecto de los diputados Giorno y De Giovanni, el Artículo 42 plantea como contravención la permanencia sin causa que lo justifique en el interior o adyacencias de un banco, institución financiera o inmobiliaria. El mismo artículo establece que, ante el requerimiento de la autoridad, el contraventor podría ser sancionado con arresto de hasta tres días. Queda, entonces, a criterio de la policía determinar si la causa es o no justificada. Este artículo no sólo limita el mandato de libertad individual de transitar y permanecer en un lugar, sino que también viola la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, ya que en su Artículo 13, inciso 11, se determina que en materia contravencional no rige la detención preventiva. Por otra parte, en el proyecto del diputado Enríquez se agrava y profundiza la pena cuando establece en su Artículo 61: “Acecho y merodeo: será sancionado con arresto de hasta veinte (20) días, el que se hallare vigilando a personas o lugares sin causa que lo justifique,…”. ¿Y si mi hijo se olvidó el documento, cuando fue a acompañar a la abuela? ¿Cómo lo justificamos? Sr. Presidente (López).- Señora Lupo: está muy excedida en su tiempo. Le restan 30 segundos para terminar. Pág. 146 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sra. Lupo.- Existe una parte de la propuesta que habla de las terminales de transporte y estaciones de trenes. Y yo me pregunto, cómo vamos a evitar que la masa de gente suba de golpe a los trenes. Lo ideal sería que sacaran su boleto, pero en estos días es imposible ya que suben, la llevan a una a “upa” y esto ni siquiera es un merodeo, sino que es “vuelo”. Enríquez también fija 20 días de arresto para el mínimo delito. El proyecto en su conjunto es una joya del pensamiento más recalcitrante de la Argentina moderna. Tanto en sus fundamentos como en sus penas, el proyecto no tiene desperdicio. Viví en década del 50 y ahora parece que estamos nuevamente ante un gobierno de facto. En otro de los artículos, que es el número se establece que por insultar y por simular discapacidad para mendigar, la pena va de 15 a 20 días de arresto. En el Artículo 80 se establece de 5 a 7 días de arresto por espantar a un animal. “Tomátela perrito, no me vengas a lamer; tengo para darte de comer pero si te acercás demasiado te estoy acechando”. Sr. Presidente (López).- Por favor, señora, no puede hablar todo el tiempo que quiera. La ley de Audiencia Pública le otorga nada más que cinco minutos. Vaya concluyendo en su exposición. - Manifestaciones en la sala. Sra. Lupo.- Me retiro, pero en la próxima audiencia la que se va a tomar todo el whisky voy a ser yo. (Aplausos). 132.- Wladimir Gastón Constanze Lima Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Wladimir Gastón Constanze Lima. Sr. Constanze Lima.- Para comenzar, quiero decir que hablo en representación de la Agrupación Nueva Generación de Abogados, NGA, y que es nuestra intención sumar un aporte desde el lugar de profesionales del derecho. Hace poco tiempo que esta ciudad logró eliminar una de las manchas más grandes que existió durante más de 50 años, estamos hablando de los edictos policiales y con ellos se fueron también resabios de una sociedad autoritaria. Por ello queremos dejar en claro que no hay que claudicar un paso, que nuestra Constitución Nacional, así como la Constitución de la Ciudad, impiden que se pueda volver a un Estado represor pero que asimismo debemos inevitablemente luchar contra aquellos que quieren volver al pasado. No creemos en quienes nos dicen que la solución a la inseguridad es la reforma al Código Contravencional. No creemos en el simplismo de algunos candidatos a Jefe de Gobierno que nos quieren vender espejos de colores. No es verdad que un Código Contravencional más duro, con medidas más restrictivas va a solucionar los robos, los secuestros, las violaciones y todo hecho delictual, lo único que va a cambiar la situación de inseguridad que vive nuestra ciudad es un plan de seguridad serio que sea aplicado en cada barrio conforme a sus necesidades y las 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 147 expectativas de sus vecinos, con una policía firme pero no autoritaria o sin ningún tipo de control. Estamos hartos de que algunos improvisados nos hablen de dar mano libre al Estado para después no tener soluciones para malditas policías que ellos mismos crearon. (Aplausos). Estamos persuadidos que es necesario realizar determinados cambios en el Código Contravencional, sin embargo creemos también que el Estado tiene los elementos coactivos necesarios para la aplicación de sanciones. El Código existe, el problema radica en la poca disposición a cumplirlo o aplicarlo. Cuando hablamos de cumplirlo, no sólo nos referimos al contraventor, sino también a los jueces y la policía, es un ejemplo de ello las situaciones que vivimos a diario en nuestra ciudad. ¿Cuantas veces estacionamos nuestro auto y nos encontramos con personas que nos pidieron dinero para su cuidado sin tener autorización del Gobierno de la Ciudad? ¿Cuántas veces sufrimos con la señalización de las calles destruidas dolosamente? ¿Cuántas veces vemos alcoholizados a menores de edad, tirados en la vereda de los kioscos, almacenes, supermercados, bares, cuando existe una norma que prohibe su venta a menores? ¿Cuántas veces sufrimos en espectáculos públicos el desorden en una fila gente que se adelanta o empuja? ¿Cuántas veces hemos visto mendigar a chicos en el Subte, en los trenes, en las esquinas de la Ciudad? ¿Cuántas veces nos han ofrecido en esos mismos espectáculos entradas a un mayor valor? Seguramente, para esta pequeña enumeración la respuesta de los vecinos de la ciudad será varias veces, sin embargo, muchas de esas veces el autor o autores no sentirán la ley debido a que la autoridad de aplicación no la aplica. Tiene todos los elementos para hacerlo, ya que para cada una de estas conductas que nombramos anteriormente existe una contravención, pero por desidia, negligencia o dolosamente, no se aplica. Entonces, la primera conclusión importante sería que se aplique el Código Contravencional, que no nos digan más que están atados de mano, porque sino pueden aplicar la ley, entonces que renuncien a su empleo y que dejen actuar a aquellos que sí quieren aplicarla. (Aplausos). Sin embargo como decíamos antes, es verdad que algunas cuestiones deben ser revisadas: estamos de acuerdo que por una cuestión de técnica legislativa y para seguir al Código Penal vigente, así como establecer criterios comunes en los jueces, sería valioso que a cada contravención se le asignara una posible sanción. Creemos específicamente con referencia a la pena: debe ser eliminada la pena de apercibimiento, ya que ha demostrado ser poco eficaz, por no decir inútil; la pena de caución de no ofender sólo puede ser usada una vez para la misma persona, la devolución a la persona de la suma depositada pasado los seis meses, no extingue la comisión de la contravención, la cual quedará registrada. La multa no debe tener un máximo dinerario, sino que debe ser acorde a la situación patrimonial del contraventor; la misma se determinará como un porcentaje sobre la declaración jurada anual del año anterior al hecho o al sueldo tomado para determinación del SAC del período anterior, que no excederá 3 por ciento ante la comisión de la primer contravención y se establecerá entre el 3 por ciento y el 5 por ciento para la segunda contravención. En caso de una tercera contravención, no se podrá conmutar por multa, sino que se deberá el cumplimiento efectivo de arresto. Pág. 148 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 El fin de esta modificación busca la igualdad en cuanto al sentido represor de la sanción sobre la base de los ingresos económicos del contraventor, dejando en claro, la diferencia entre un hipermercado y un kiosco, en cuanto al monto de la pena, pero estableciendo un parámetro común entre uno y otro. Por otra parte, creemos que el fin de la pena en este caso es que el contraventor desista de repetir la conducta, es por ello que si a la segunda contravención el autor no es capaz de comprender lo injurioso de su acto, es necesaria la pena de arresto. Eliminar la pena de arresto domiciliario. El fundamento es la poca capacidad por parte de la autoridad en cuanto a su debida aplicación. Con referencia a la extensión de la pena, eliminamos el máximo de la multa llevándolo en su caso al patrimonio del contraventor. Dejar en treinta días el máximo de arresto y no subirlo como pretende uno de los proyectos de reforma presentados. Elevar la prohibición de concurrencia a los espectáculos públicos al término de dos años, en los casos de reincidentes. Nos oponemos decididamente a la figura del merodeo o acecho, o como se lo quiera disfrazar. Es inaplicable por arbitrario y por estar reñido con principios fundamentales del estado de Derecho. (Aplausos). Se castigan conductas tales como el “merodeo”, tipo penal tan abierto que exige la integración interpretativa de un magistrado, siendo esta configuración idéntica a las empleadas por los Estados totalitarios para afectar la libertad. Creemos que el legislador debe delimitar la esfera de lo legal y lo ilegal, valiéndose para ello de tipos penales precisos, lo que hará una diferenciación clara entre lo lícito y lo ilícito, creando un régimen de poder restringido. Al estar delimitado claramente lo legal de lo ilegal, se hace más trabajoso englobar en lo contravencional más conductas que las expresa y limitativamente contempladas. Las expresiones que se utilicen en la enunciación de las contravenciones no deben ser vagamente alusivas o estar más cercanas a enunciados metafóricos sino que deben ser símbolos precisos requeridos por la tipicidad. Debe tratarse de lo que en la técnica penal se conoce con el nombre de tipo cerrado. Es preciso comentar que un tipo abierto, como es el de merodeador, sólo puede ser aplicado en un estado autoritario. Creemos que se debe efectivizar el registro de contraventores, con lo que se podrá tener mejor conocimiento del reincidente y la aplicación de la norma llegará en toda su extensión. Asimismo, se deben incluir nuevas figuras contravencionales referidas a contaminación ambiental, ya sea la de la tierra, la del agua y la del aire, como la acústica y visual, y no tenerlas en un Código de Faltas. También se deberían tener en cuenta las cuestiones de seguridad como la prevención de incendios –matafuegos, sistemas de seguridad, señalización de escaleras de emergencia y ubicación de matafuegos–, la carga y descarga de combustibles y el transporte de sustancias tóxicas. Deben tener una pena en caso de infracción. Asimismo, se debe incluir la obligación por parte del dueño del animal de levantar la materia fecal depositada en la vía pública, así como la obligación de la utilización del canil en aquellos lugares donde exista el mismo, convirtiendo en contraventor a su dueño. Por último, ante el avance del autoritarismo estatal, planteamos mayores libertades. Ése es nuestro desafío. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 149 Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Marcelo Alejandro Paternoff. - El participante no se hace presente. 134.- Lucía del Carmen Carew Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra la señora Lucía del Carmen Carew. Sra. Carew.- Buenos días. Voy a expresarme en nombre de los 1300 Vecinos Autoconvocados de Palermo Viejo que con su firma dieron el aval para peticionar ante todo tipo de autoridad. También se presentó un pedido de reforma al Código el 6 de marzo de 1998, con otras 800 firmas. En primer lugar, rechazo esta Audiencia porque dicha convocatoria es una farsa. Para un tema de semejante envergadura se debería haber efectuado una consulta popular. Aquí no se debaten proyectos; por el contrario, una vez más el sesgo ideológico ha primado y pretenden desde el Poder Ejecutivo engañar al contribuyente y vecino de esta Ciudad. Se anunció en los medios que se nos entregarían algunos proyectos de reformas; no todos. Y si la mayoría de los señores legisladores no pudieron debatir sobre tablas proyectos porque decían que lo habían recibido la noche anterior, mucho menos podemos hacerlo acá quienes concurrimos ad honorem a esta sala. El Código de Convivencia no cuenta con sanciones tipificadas artículo por artículo. Por lo tanto es discriminatorio, ya que según el juez que le toque, puede dictar un mes de tarea comunitaria, multa, cursos de orientación y, otro juez, para el mismo caso, puede dictar tres meses de tarea comunitaria o multa de mayor monto. De hecho, a un demandante de sexo se le puede hacer juicio abreviado y nunca transcienden sus penas ni sus nombres. Un Código Contravencional debe ser ejemplificador y corrector de conductas transgresoras que hacen a la antesala del delito. Por ejemplo, si respecto de quien corría picadas por Figueroa Alcorta –me refiero al señor Cabello– se hubiese actuado previniendo con una severa contravención, hoy no tendríamos muertas a una madre y a su inocente hija. Ello hace directamente a la seguridad de las personas. Faltan figuras sumamente necesarias. Llamemos a las cosas por su nombre: el “acecho”. Un gato que vigila su presa está al acecho. Igual pasa con el delito. Con el acecho, el merodeo, ¿cuantas violaciones y secuestros se hubiesen evitado? La reincidencia, es decir todo aquel que vuelve a reincidir en la misma conducta, debe ser tenida en cuenta en la aplicación de la sumatoria de penas. Me refiero a los menores punibles o padres solidariamente responsables de los actos de sus hijos. Si un menor es capaz de procrear a los 14 años, o antes, ¿porque no puede ser punible? Se equivocan y no se los beneficia a los menores sin sancionarlos. Muy por el contrario, porque se permite así que los mayores usen y abusen de ellos y los manden a delinquir, a mendigar y hasta son abusados y castigados por sus mayores. Pág. 150 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 En cuanto al Artículo 71, que tanto perjudica a los vecinos que represento, no nos afecta, ni importa la condición sexual, ni de vida que cada persona elige; pero exigimos que la oferta y demanda de sexo queden prohibidas en la vía y espacio público. Hoy estamos siendo discriminados los vecinos contribuyentes... - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, deje que la señora termine con su exposición. Sra. Carew.- Hay una señora que ahora está sentada en la primera fila y que tuvo la oportunidad de hablar durante quince minutos. Jamás hice un movimiento ni un gesto. Por lo tanto pido el mismo respeto. Hoy estamos siendo discriminados los vecinos contribuyentes, los niños, los adolescentes y la familia, ya que no podemos abrir la puerta de las casas porque nos topamos con personas desnudas o casi sin ropas, practicando sexo con “señores”; otros, están masturbándose frente a los producidos. Vecinos por años, noche tras noche sin dormir, muchas veces amenazados y hasta lastimados por quienes allí están y hasta en algunos casos sin respuesta o con mala respuesta de quienes nos deben dar solución. De hecho, el Jefe de Gobierno ha respondido que cinco travestis por cuadra no molestan a nadie, pero se olvida que en campaña preelectoral anterior, hacia grandes operativos y me resuena cuando nos decía a vecinos que oficiábamos de testigos, que había que “exterminar” la situación, que no podían estar frente a las casas. Pasadas la elecciones viene siempre la amnesia. No negociamos el espacio público con nada ni con nadie. El Gobierno, en lugar de fomentar la oferta y demanda de sexo, debería preocuparse por dar trabajo, salud, educación, vivienda (aplausos), tanto para quienes se prostituyen, como para muchos de los que estamos aquí presentes. Yo también tengo derecho a la vivienda digna. Un Código Contravencional no es cosa de Heidi, y por eso, en nombre de los vecinos que represento, solicito la sanción y aplicación del Código que recientemente ha presentado el diputado Jorge Enríquez... - Manifestaciones en la sala. Sra. Carew.- ...que ha sido mejorado aún respecto del anterior; había sido trabajado de acuerdo con cada problemática vecinal de la Ciudad y consensuado con los vecinos. Para la sociedad, primero es fundamental la prevención; después, la sanción y, por último, la represión. Los ciudadanos queremos vivir dentro de la Ley, en paz, con tranquilidad para nuestros y vuestros hijos. No se comprende que por un retrógrado sesgo ideológico se pueda seguir permitiendo la pérdida de lo más importante: la vida, el honor, el descanso, la familia, los valores, la ética, la moral, transformando tal actitud en lo más “facho” de las acciones e ideas. Queremos confiar y creer en quienes nos representan. Y recalco que esta audiencia ha desvirtuado el sentido y también faltado a la Constitución de la Ciudad. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 151 Una vez más, el Jefe de Gobierno se equivocó con esta payasada, porque recibió insultos de todos lados, incluso de aquellos que lo votaron y hoy alzan su voz y sentimiento. Dejo constancia y prueba de las firmas del proyecto del Código anterior. (Aplausos). 135.- Gimena Sakim Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la señora Gimena Sakim. Sra. Sakim.- Mi nombre es Gimena Sakim, y soy de la Federación Juvenil Comunista. (Aplausos). Antes de comenzar con mi intervención, me gustaría hacer referencia a cómo los medios de comunicación, sobre todo los medios gráficos y un señor que creo se llama Hanglin, cubrieron y reflejaron la audiencia de ayer. En algunos de los medios se decía que la audiencia pública de ayer había sido colorida, caótica y escandalosa. Tengo que decir que estoy de acuerdo con una parte de esa definición y con otra no. Es cierto que fue colorida. Fue colorida porque somos alegres y divertidos. (Aplausos). Si no fuera así, no podríamos decidir todas las mañanas seguir organizándonos y luchando contra todas las injusticias de la Ciudad de Buenos Aires y de la República Argentina. Sin embargo, no estoy de acuerdo con que la audiencia de ayer fue caótica o escandalosa. De hecho, el 95 por ciento de los expositores estuvimos de acuerdo con que estamos en contra de la reforma del Código Contravencional. (Aplausos). Hubiera sido realmente caótica y escandalosa si ayer hubieran estado presentes Ibarra y los señores legisladores que presentan proyectos de reforma al Código Contravencional, quienes se pelean para ver quién se gana el premio al proyecto más represivo del año. (Aplausos). En realidad, quiero contarles una historia. Ayer y hoy escuchamos muchísimos motivos por los cuales muchos nos estamos oponiendo a estas reformas. Ale tiene 16 años. Es el mayor de tres hermanos que viven con sus padres en una casa tomada de La Boca. Chela, la mamá, es una trabajadora textil desocupada desde la crisis del 2001. ¿Se acuerdan? Ahora trabaja por horas en distintas casas. Ale, el año pasado, dejó el colegio para ayudar a José, su papá, en el puesto que tiene en Once. Ahora él se queda en el puesto y José se sube a los colectivos para colocar las famosas tijeritas plegables. Todas las tardes, cuando vuelve al barrio, se para en la vidriera de la casa de deportes para mirar ese par de zapatillas que nunca se va a poder comprar. Y lo sabe. Igual le gusta imaginárselas puestas, andando en skate en la plaza. Los fines de semana no hay muchas opciones. El cine o ir a bailar es un lujo que hace mucho no se da. Así que después del picadito obligado, se encuentra con los pibes en la esquina de siempre. Nunca llegan a juntar tanta plata como para ir y volver del centro; entonces, con la vaquita que hicieron, se compran unas cervezas, charlan y planifican la banda de rock que nunca van a formar. No entiende mucho de política, pero desde el intento de desalojo se pone el pañuelo y acompaña al viejo a las movilizaciones para impedir el desalojo de otras familias del barrio. Mucho de política no, pero de solidaridad entiende bastante. Sabe que hubo muchos que sin conocerlo, se jugaron por él y los suyos, y ahora quiere hacer lo mismo. Pág. 152 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Ale tiene muchos sueños. Todavía no piensa en casarse y tener una familia, pero a hija de la panadera lo vuelve loco. Le gustaría que sus hermanos tuvieran ropa nueva y no la emparchada de los hijos de otros. Le encantaría que a su mamá no le doliera tanto la cintura por los quehaceres domésticos propios y ajenos. Claro que quiere volver al colegio, recibirse de técnico y trabajar de eso. Pero a Ale la Ley de Obligatoriedad de Secundario no le alcanza. Habría que garantizar trabajo para sus viejos, una beca y un boleto estudiantil menos burocrático y más barato. Con las reformas al Código Contravencional que impulsan Ibarra y Macri, Ale habría acumulado contravenciones por obstrucción de la vía pública, acecho y merodeo, ingesta de bebidas alcohólicas en vía pública, no cumplimiento de los ciclos de instrucción obligatorios. Igual, no se preocupen. Ale no existe. O sí. En la Ciudad de Buenos Aires, según el INDEC, en mayo de 2002, la desocupación total ascendía a 16,3 por ciento y la subocupación a 15,5 por ciento. Según la Encuesta Permanente de Hogares de mayo de 2003, el 26 por ciento de los jóvenes entre 15 y 24 años está desocupado. Ale es joven, menor de edad, pobre, desocupado, piquetero, vendedor ambulante, no estudia. Podría ser travesti, prostituta, cartonero o artista callejero. Puede ser cualquier joven desocupado de cualquier barrio periférico y pobre de la ciudad, que con la excusa de la averiguación de antecedentes sufre el sistemático abuso policial. (Aplausos). Ale se llama también Walter Bulacio, Lucas Roldán, asesinado por policías de la Comisaría 52 en Lugano, o Marcelo Báez, acribillado por policías de Mataderos. En vez de profundizar en medidas tendientes a eliminar la desocupación y la pobreza, garantizar la permanencia en los ciclos escolares, atender las problemáticas juveniles, como el alcoholismo y la drogadicción, se avanza en reformas al Código que no hacen más que judicializar y criminalizar la pobreza y la protesta. (Aplausos). Con las herramientas que hoy tiene la policía, amparados en el Código Penal, la Ley de Averiguación de Antecedentes y el actual Código Contravencional, no se previene el delito. Se persigue a los pobres y a los luchadores. Se mata a nuestros jóvenes. (Aplausos). Señores legisladores, señor Ibarra: me gustaría hablarles a ustedes, pero se encuentran ausentes. Espero que lean la versión taquigráfica, que con mucho esfuerzo están realizando los trabajadores taquígrafos. A ellos me gustaría decirles que si de verdad quieren solucionar la seguridad de los habitantes de la ciudad, no lo van a conseguir con más atributos a esta policía corrupta y asesina. Seguridad para todos es trabajo, educación, salud y vivienda digna para todos. (Aplausos). 115.- Carlos Alberto Tcholakian Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Carlos Alberto Tcholakian. Sr. Tcholakian.- Buenas tardes a todos. Mi nombre es Carlos Tcholakian y hablo en representación de las asambleas populares. Traje una copia por escrito de lo que voy a decir, para que no haya problemas de transcripción. Señor presidente: seguramente coincidiremos en señalar que los actuales proyectos presentados para reformar el Código Contravencional, tanto del ibarrismo como del macrismo, serían impensables luego de las jornadas de la rebelión popular del 19 y 20 de 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 153 diciembre: me refiero durante al auge de las asambleas populares del año 2002 y parte de 2003. Es que durante aquel período el movimiento popular más amplio y diverso abrió espacios participativos, cuestionó seriamente las representatividades y la gobernabilidad quedó profundamente herida. En realidad, ¿qué se persigue con estos proyectos? ¿Castigar a los funcionarios públicos que no cumplen con lo que prometen durante la campaña electoral? ¿Castigar a los que utilizan los fondos públicos para ampliar su clientelismo político? ¿Castigar a quienes desde el ejercicio del Ejecutivo privilegian los mal contraídos compromisos externos y corruptos contratos internos, en vez de privilegiar el hambre, la salud, la educación, la vivienda y la falta de trabajo del 26 por ciento de la población de la ciudad, que vive por debajo de los índices de pobreza? Señor presidente: quiero anunciarle, por si usted no lo sabe, que de acuerdo con cifras oficiales, la desnutrición en la ciudad de Buenos Aires asciende a 16,8 por ciento, mientras que la mortalidad infantil en la zona sur, concretamente en Parque Patricios y Constitución, es de 45,1 por mil. Si esto no es inseguridad, ¿la inseguridad dónde está, señor presidente? (Aplausos). Esto es un silencioso genocidio planificado. Desde las organizaciones populares más diversas, entendemos que hay mucha inseguridad en nuestra ciudad, tal como en todo el país; que efectivamente la convivencia no es buena, no es justa, no es digna ni ética. Por lo tanto, hay que reformular los valores que ordenan nuestra vida comunitaria, que deberá estar regida por la justicia social y la democracia participativa, en un marco ético y moral profundamente humanista. Nada más alejado de esto están los proyectos de reforma al código que están en disputa, y todos, matices más o menos, apuntan a lo mismo: reforzar las potestades de la represión por parte de la Policía Federal y de los fiscales contravencionales al proponer prohibir la protesta, bajar la edad de imputabilidad, endurecer y extender las penas, volver a figuras como el “merodeo”, “acecho” o “permanencia injustificada”. Con estas reformas se está retornando a los derogados edictos, pero por vía legislativa. Y nos estamos acercando peligrosamente a las épocas más oscuras de nuestra historia, por las cuales este 24 de marzo homenajearemos nuevamente a sus víctimas fatales, nuestros inolvidables 30.000 desaparecidos. (Aplausos). Es mentira que la policía no tiene herramientas para prevenir el delito: tiene el Código Penal, la Ley de Averiguación de Identidad –que es inconstitucional– y el actual Código Contravencional, que contiene artículos también inconstitucionales. Una de las mayores inseguridades que padecemos los ciudadanos que vivimos o trabajamos en la Capital Federal, como dijo anteriormente una vecina, es en la salud. En los hospitales faltan insumos; en distintos nosocomios todavía se cobran compulsivamente los famosos “bonos voluntarios”, y hay servicios que están arancelados. Los insuficientes presupuestos aprobados por Ibarra y su Secretario de Salud, Stern, profundizan la inseguridad de la salud; o sea, violan el derecho a la vida. Sería saludable que Ibarra, en vez de girar a la Policía Federal 16 millones de pesos más que el año anterior, los destinara a extender el miserable presupuesto otorgado al Plan Materno Infanto Juvenil, y evitar así la discapacidad y muerte de nuestros hijos por hambre. También luchamos por el derecho a la salud. La reforma al código significa más represión legalizada para impedir la protesta social por la injusticia que este sistema provoca, del cual Ibarra y Macri son, con diferentes formas, genuinos representantes. (Aplausos). Pág. 154 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Aprovecho esta oportunidad para denunciar una vez más que yo, entre otros miles, estoy procesado por luchar. Oportunamente, ocupamos con la Asamblea Popular de Villa Crespo un espacio abandonado para contener a los carenciados de nuestro barrio; desarrollamos comedor y merendero, apoyo escolar y actividades sociales y culturales; o sea, lo que debiera hacer el Gobierno de la Ciudad, en vez de pensar cómo reprimir más la pobreza. (Aplausos). Por todo lo expuesto, la Intersalud de las Asambleas Populares se pronuncia con un no rotundo a los proyectos de reforma. Debemos conformar y coordinar entre todas las vecinas y vecinos, junto a las organizaciones sociales y políticas afines, un poderoso movimiento que enfrente a esta nueva embestida represora contra el campo popular y sus organizaciones. Proponemos también que ese amplio movimiento plantee elaborar un proyecto alternativo y democrático que garantice las libertades públicas, el derecho a la protesta, a la participación de los ciudadanos y el efectivo juicio y castigo a los funcionarios que, en cargos ejecutivos o legislativos, no aseguren el derecho a la vida y no cumplan con sus promesas electorales. Unámonos los diferentes contra el poder que nos hambrea, reprime y asesina. Gracias. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 136, Alberto Héctor Almarza. - El participante no se hace presente. 137.- Marcos Wolman Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 137, el señor Marcos Wolman. Sr. Wolman.- Buenas tardes. Soy Marcos Wolman, vecino de esta ciudad, e integrante del Partido Comunista y de Izquierda Unida. (Aplausos). En los proyectos de reforma del Código Contravencional aparecen, como lo hemos estado hablando los que estamos presentes desde ayer a las 11 de la mañana, nuevas y viejas medidas represivas, la ampliación de las conductas prohibidas y el reforzamiento de las potestades represivas de la policía y de los fiscales contravencionales. El actual Código Contravencional ya contiene figuras represivas, y la experiencia muestra cómo son utilizadas discrecionalmente. Por ejemplo, para nombrar un caso muy actual, el juicio oral que se está realizando –y por el que el viernes habrá una audiencia– contra el dirigente piquetero del Movimiento Territorial Liberación y militante y dirigente del Partido Comunista, Beto Ibarra, por estar al frente de una movilización en una jornada mundial por la paz y contra la intervención norteamericana en Irak –una multitudinaria movilización–, y al que le aplicaron los artículos 40, 41 y 43 del código vigente. ¿Contra quiénes van dirigidas las medidas represivas que se intentan legislar? No hay ninguna duda: van contra los reclamos de los trabajadores ocupados, desocupados y 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 155 jubilados; van contra los reclamos de los sectores más empobrecidos y desprotegidos de la ciudad. Y esto lo fundamentan las figuras y categorías punibles que pretenden incorporar a los proyectos como “obstrucción de la vía pública organizada”, “desórdenes en la vía pública”, “negativa de disolver manifestaciones, marchas o reuniones”, “oposición a acto de autoridad”, “hostigamiento” “injurias contra personas o bienes”. Son condenas que van desde los cinco, diez y hasta los veinte días de arresto; categorías delictivas para impedir las movilizaciones, resistir los violentos desalojos de viviendas de los “sin techo”, prohibir “escraches” a los genocidas o que los ahorristas se manifiesten frente a los bancos que los estafaron. Pero hay más, y es más grave todavía: figuras que nos retrotraen a lo peor de los edictos: “acecho y merodeo”. Todos los que hemos nacido y todos los que vivimos en la Ciudad de Buenos Aires sabemos que a esto se lo denomina de otra forma: “portación de cara”...(Aplausos),...y que va dirigido contra los pobres y contra nuestros hermanos latinoamericanos. Y más aún, se habla disminución de la edad de imputabilidad para castigar a los chicos de 14 o de 16 años. La seguridad proclamada en estas reformas sólo sirve para asegurar los privilegios de una minoría con la continuidad de este modelo de miseria y de exclusión social, con mayor represión, para seguir pagando la deuda externa, con los negociados y el saqueo del país y de la ciudad. En esta Ciudad de Buenos Aires –tal como señalaba ayer un vecino–, la más rica del país, con un PBI similar al de las más importantes ciudades del mundo, la desigualdad hizo que tengamos una ciudad de dos plantas: el 10 por ciento más rico recibe 180 veces más que el 10 por ciento más pobre; con una desocupación total y parcial del 31,8 por ciento; un 21,2 por ciento bajo los límites de pobreza, y un 5,7 por ciento en la indigencia; con salarios de trabajadores de la ciudad, de la educación, de la salud y empleados del gobierno, que desde 1991 tienen congelados los salarios, frente a los incrementos del costo de vida, de la canasta familiar, como se ha dado en estos días, como los propios diarios y los medios de comunicación anuncian, en cuanto a que va a ser continuo el aumento de la carestía de la vida; con estas jubilaciones y pensiones miserables, con el congelamiento de los planes sociales, con casi la mitad de los trabajadores privados en negro y los miles de contratados por el propio gobierno de la ciudad, durante años sin efectivizar y sin ningún tipo de beneficio social. Sr. Coordinador (Davide).- Señor Wolman: le pido que redondee su exposición, por favor. Sr. Wolman.- Ciudad con un grave déficit de vivienda, de fuentes de trabajo genuino, de salud y de educación pública. Son éstos los problemas que requieren un plan de emergencia que no admite demoras. Sería muy bueno que estuviéramos discutiendo hoy aquí este tipo de medidas, las propuestas que hemos elaborado las organizaciones sociales y políticas. Esto es lo que tenemos que debatir el pueblo de la Ciudad de Buenos Aires y los diputados. En cambio, se nos convoca para tratar medidas represivas y mayores facultades a la policía que conducirán a incrementar las arbitrariedades y el gatillo fácil que van dirigidos, ¿contra quién? Contra los chicos de la calle, contra los vendedores y artistas ambulantes, contra los cartoneros, contra las mujeres y travestis en estado de prostitución, o sea, van dirigidos contra todos aquellos que no pueden ingresar al mercado formal de trabajo por las Pág. 156 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 políticas que se siguen llevando a cabo: discrecionalidad y arbitrariedades de la policía sobre todo con los jóvenes, como ocurre diariamente. (Aplausos). Todo esto amparado en la inconstitucionalidad de Ley de Averiguación de Antecedentes. La seguridad que nos preocupa es por sobre todo la del acceso al trabajo, a la salud, a la educación, a la vivienda y a la cultura. Por todo lo dicho, las reformas de mano dura no sólo no resolverán sino que agudizarán los problemas planteados. Para concluir, a pocas horas de un nuevo aniversario del genocidio, creemos indispensable construir en nuestra ciudad un gran movimiento y movilización para enfrentar la política represiva que se anuncia y que sea el pueblo de la ciudad el protagonista y no el convidado a dar opiniones, para que luego se resuelva lo contrario en otros cenáculos. (Aplausos). La experiencia desde el 19 y 20 de diciembre de 2001 es que la verdadera audiencia pública está en la calle, en las asambleas populares (aplausos), está en las luchas y en la organización. La experiencia también nos dice que para lograr... Sr. Coordinador (Davide).- Señor Wolman: le informo que su tiempo ha concluido. Sr. Wolman.- Sí, ya finalizo mi exposición. La experiencia también nos dice que para lograr los cambios que reclamamos es necesaria la unidad del campo popular, es necesario no solamente resistir, echar un presidente, sino que también es necesario gestar con la unidad una verdadera alternativa política y social que realmente sea una alternativa a nuestro pueblo para enfrentar al neoliberalismo y al imperialismo. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que hagan uso de la palabra los siguientes participantes: N° 138, Vicente José Álvarez; N° 139, Luis Augusto Vignes; N° 140, María Laura Fernández; N° 141, Julián Vazeilles; N° 142, Silvana Inés Nobile; N° 143, Luis Oscar Folgar y, N° 145, Ariel Leopoldo Capressi. - Los participantes mencionados anteriormente no se hacen presentes. Sr. Coordinador (Davide).- Les pido que se acerquen al estrado para hacer uso de la palabra los siguientes participantes: N° 146, Sergio Daniel Ostromujoff; N° 147, Carlos Alberto Alter; N° 148, Julio Oreste Van Morlegan; N° 149, Eugenio Eduardo Horacio Yazbek Jozami y, N° 150, Fernando Luis Alcalde. 146.- Sergio Daniel Ostromujoff Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Sergio Daniel Ostromujoff. Sr. Ostromujoff.- Buenas tardes. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 157 Soy vecino de Barrio Norte, pertenezco al Centro de Gestión Nº 1, y no de “Participación”, porque sería mentir. Quiero referirme a los dichos del presidente del CEAMSE, organismo cogobernado por la ciudad, a cargo del señor Carlos Hurst, quien calcula, según la publicación del Diario Clarín del 23 de noviembre pasado, que el reciclado informal redujo el tonelaje de residuos a enterrar en un 10 por ciento. Esto implica un ahorro para la ciudad, según estimaciones, de 9 millones de pesos por año. Es decir que los cartoneros o recicladores, según el léxico eufemístico oficial, que también usa Barcelona, nos permiten ahorrar 9 millones de pesos por año, sin tener en cuenta las externalidades: menor daño ecológico y ahorro de energía. Ahora, si avanzaran los proyectos en discusión, los cartoneros, quizás acecharían merodearían, obstruirían la vía pública, importunarían, tal vez simularían maliciosamente en su apariencia porque, como todos saben, “son millonarios que se disfrazan”, vagan, mendigan; a lo mejor, permanecen injustificadamente no haciendo buen uso del espacio público y sin duda, reincidirían porque es su forma de vida, la única que tienen y la que nuestros gobiernos dan –aunque no lo merecemos. ¡Qué paradoja!, porque ahora el gobierno de la ciudad va a usar ese ahorro para reprimir a los cartoneros. Y la paradoja sería aun mayor si los cartoneros o cualquiera de nosotros fuera detenido mientras empresarios de la industria automotriz han contrabandeado autos por años y sus amigos los han liberado, mejor dicho, han evitado que fueran presos. Éste es sólo un ejemplo para no repetir lo que tantos que dijeron ayer y hoy. Me expreso básicamente en mi nombre pero creo que también puedo hacerlo en nombre de la Asamblea Vecinal Rodríguez Peña, a la que pertenezco desde principios del año 2002 y me opongo a cualquier reforma represiva del Código Contravencional. Sí tengo que agradecer a los legisladores tanto del ibarrismo, del macrismo como del bullrichismo que han logrado que uno tenga dudas sobre la necesidad de existencia de cualquier tipo de código. Para finalizar y no excederme de los cinco minutos establecidos, quiero leer lo que escribiera recientemente Juan Pecoraro, titular de la cátedra Derecho y Sociedad, Sociología del Sistema Penal de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Dice así: “Cómo puede una sociedad injusta, con profundas desigualdades sociales, castigar con justicia” Me parece que éste es el camino que han tomado los legisladores. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Carlos Alberto Alter. - El participante no se hace presente. 148.- Julio Oreste Van Morlegan Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Julio Oreste Van Morlegan. Pág. 158 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Morlegan.- El señor Ibarra se ha subido al caballo de esta bandera, la bandera del orgullo gay, en los últimos tiempos. Su pretensión es algo así como “Buenos Aires meca gay de Sudamérica”. Bien lo sabemos, meca gay para quienes pueden pagarse la entrada; para los demás, la casa se reserva el derecho de admisión. (Aplausos). Me llamo Julio Van Morlegan y milito en un grupo llamado “Acción política lésbica gay, travesti, transexual, transgénero y bisexual”. Cuando supimos de la convocatoria a esta audiencia, una inquietud nos surgió que motivó el debate acerca de si participar o no de esta instancia. Creíamos que participar de esta audiencia nos hacía parte de una farsa destinada a hacernos creer que somos escuchados por quienes proyectan reprimirnos más y mejor. Gran parte de nuestras sospechas se han visto confirmadas a lo largo de la tarde de ayer. El Jefe de gobierno, fiel a su imagen de demócrata, abría un espacio donde podíamos expresarnos, dar nuestra opinión, gritar, putear, putearlo, sacar la bronca acumulada por tanta injusticia vivida, hablar desde el corazón del maltrato y la indignidad cotidiana, pero ellos y ellas no estaban. Como decía ayer López, tratando de apaciguar los ánimos y las pasiones de la tribuna, esto es sólo una simple instancia de participación, lo que yo entiendo quiso decir: “no jodan acá no se decide nada”. El señor Enríquez anduvo pavoneándose por los pasillos con una sonrisa dibujada, pero no dio la cara para explicarnos a prostitutas y travestis, cartoneros y vendedores ambulantes, piqueteros y morochos, como su proyecto va a darnos mayor seguridad y mejorar así nuestra calidad de vida. (Aplausos). El señor Enríquez cobra su sueldo por el valor de unos 40 planes trabajar, una cifra más que suficiente para soportar estoicamente y con una sonrisa a esta tribuna enardecida durante tan sólo cinco minutos –digamos que son unos 8 planes trabajar por cada minuto de insultos que pudiera recibir–, pero ayer sólo mandaron a dar la cara, quizás para darle un poco de calor a esta velada, a los vecinos de Constitución. El resto resguardó su cuerpo para alguna mejor batalla. Ellos saben que lo que cuenta es el momento de sentarse a sus bancas. Una vecina planteaba ayer que se jodan quienes votaron a Ibarra. Pues yo lo voté, como muchos y muchas de nosotros y nosotras acá, para frenar un proyecto desvergonzadamente autoritario. (Aplausos). La mayoría lo respaldó de alguna manera quizás no demasiado convencida, no tanto por las virtudes políticas de Ibarra, sino por la corte de fascistas y de “Enríquez” que colmaban las listas del macrismo. No se trata ahora de que me joda. Todo lo contrario, se trata de exigir el respeto a la voluntad ciudadana. No formaba parte de la agenda de campaña de Ibarra, la reforma del Código de Convivencia. Quienes lo votamos exigimos, demandamos el respeto a nuestra voluntad. Lo votamos para frenar a Macri, no para negociar con él. (Aplausos). No creo, y supongo que ninguno de los que estamos acá tampoco, al menos de los que están en la tribuna, en la democracia del voto cada cuatro años. Por eso no nos jodemos, nos reunimos, debatimos, nos movilizamos, denunciamos, estamos en la calle, interpelamos a los legisladores y si no nos atienden los escrachamos. Venimos acá, en definitiva ponemos el cuerpo y seguiremos luchando y exigiendo por nuestros derechos. En el sitio de Internet de La Nación se podía leer ayer, a eso de las cinco de la tarde, como esta Audiencia Pública había sido copada por una horda variopinta de izquierdistas, minorías sexuales y piqueteros que habían asustado con insultos y silbatinas a los auténticos vecinos de Buenos Aires. Según La Nación, sólo se habían presentado dos de 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 159 cada cinco vecinos, cuando todos y todas que estuvimos ayer acá, sabemos que hasta las cinco de la tarde, casi no había habido ausentes en la lista de participantes. Pero la periodista Alejandra Rey no merece que le hablemos y respondamos de esta manera –y si está en la tribuna podría saludar ya que la queremos conocer–, sino que directamente accionaremos judicialmente contra ella por violación de la ley antidiscriminación. (Aplausos). Ni la libertad de prensa ni la libertad de expresión le da derecho a menoscabar y denigrar a la “diferencia”, ni a las compañeras travestis ni a las compañeras prostitutas. (Aplausos). Además de puto y militante, mal que le pese a La Nación y, como todos los que hablamos ayer, también soy vecino de la Ciudad de Buenos Aires. Y participo de la Asamblea del barrio donde vivo. Esta asamblea realiza cada jueves un merendero frente al Ministerio de Educación, en pleno barrio norte, para los tantos vecinos sin techo de esa plaza y otras plazas de esta ciudad, y para los tantos cartoneros que comen de lo que otros tiran. Hace un par de semanas, Adrián, un cartonero de 18 años, me contaba orgulloso que en esos días había sido padre de Nahuel. Sr. Coordinador (Davide).- Vaya concluyendo en su exposición, ya que finalizó su tiempo. Sr. Van Morlegan.- Invito al señor Enríquez, al señor López, o al señor Giorno, o a cualquiera de los legisladores que impulsan proyectos de reforma, a que se acerquen este jueves, ahí frente al Ministerio de Educación, a explicarle a Adrián, que nunca pudo terminar sus estudios y que hoy se acerca cada tarde hasta el Ministerio de Educación –que nunca le garantizó terminar sus estudios para poder alimentar a su familia, a sus hijos, de la basura de los vecinos de Barrio Norte– cómo el proyecto que ellos redactaron va a dar mayor seguridad, no sólo para alimentar a su familia sino también para darle a Nahuel un futuro, el futuro que a él, a pesar de sus 18 años, le robaron. (Aplausos). El Gran Diario Argentino señala tendenciosamente hoy que hicimos mucho ruido pero aportamos pocas ideas. Acá van para el periodista de Clarín, –si quiere le doy la versión escrita– las propuestas que a pesar de repetidas una y otra vez, él no escuchó: el Artículo 71 del Código Contravencional actual es inconstitucional; la detención preventiva que plantean los proyectos y la ley de averiguación de antecedentes, es inconstitucional; violan el Artículo 13 de la Constitución de la Ciudad y los pactos internacionales de derechos humanos; la sola existencia de un Código Contravencional con figuras como el de arresto, además de inconstitucional es innecesario; lo que piqueteros, travestis, trabajadoras sexuales, personas en estado de prostitución, cartoneras, vendedores ambulantes, denunciamos no son problemas de convivencia, sino problemáticas sociales. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Señor Van Morlegan: su tiempo ha finalizado. Sr. Van Morlegan.- Esos problemas no se solucionan con más represión ni con la cárcel, sino con políticas económicas que eliminen la explotación y la desigualdad. Y un marco jurídico que garantice el pleno acceso a los derechos humanos, políticos, sociales, Pág. 160 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 económicos y a todas y todos más allá de la construcción de identidad, de género por la que optemos. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que hagan uso de la palabra los participantes Eugenio Eduardo Horacio Yazbek Jozami y Fernando Luis Alcalde. - Los participantes no se hacen presentes. 151.- Nora Elida Podestá Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la señora Nora Elida Podestá. Sra. Podestá.- Parece que esta obra es muy mala porque hay muy poco público. En principio, vengo a esta Audiencia Pública para ejercer el derecho a la participación ciudadana. Además, soy militante de los derechos humanos ya que pertenezco a la Liga Argentina por los derechos del hombre. (Aplausos). Como saben muchos de los aquí presentes este es el organismo más antiguo de la república y siento un gran orgullo por él. Asisto a esta Audiencia Pública porque nos oponemos a la reforma del Código Contravencional. Me pregunto si este mecanismo de participación es un mecanismo de participación comunitaria o una puesta en escena de quienes fueron atravesados por la crisis de legitimidad más importante de nuestra historia. (Aplausos). Este escepticismo que producen los funcionarios está basado en la falta de voluntad y sensibilidad que han demostrado ante cada uno de los reclamos del pueblo porteño. Este es un gobierno que acostumbra a adoptar posiciones en materia de derechos humanos; no sólo debe respetarlos sino también garantizar el goce pleno de esos derechos humanos en la existencia cotidiana. Todos los proyectos de reforma conllevan un aumento de la represión, introduciendo figuras ya mencionadas en las anteriores exposiciones, como el acecho y el merodeo, consideradas inconstitucionales por diversos tribunales. “Acecho” y “merodeo” para posibilitar el efectivo control de las conductas que puestas en práctica en otros códigos no han prevenido el delito, sino que han sido utilizadas arbitrariamente, estigmatizando a los sectores sociales más desprotegidos de la población. Todos los proyectos de reforma del Código Contravencional son violatorios de normas y acuerdos internacionales, como ya se ha dicho aquí, y también de artículos de la Constitución Nacional y de la Constitución de la Ciudad. El aumento de la represión, según la opinión científica y la experiencia en todo el mundo, no reduce el delito, y mucho menos resolverá los graves problemas de la mayoría de los habitantes de nuestra ciudad, que tan bien fueron expresados hoy por los compañeros que me antecedieron en el uso de la palabra. Sin abundar en lo que ya expusieron muchos de ustedes, consideramos gravísimo dejar en manos de la Policía Federal la facultad para regular arbitrariamente las actividades que miles de personas deben realizar en las calles, en los espacios públicos, en los medios 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 161 de transporte. Es la misma institución considerada la “vergüenza nacional” por sus prácticas de gatillo fácil, represión y corrupción. (Aplausos). Para estos funcionarios y los sectores que representan es mucho más fácil cambiar las políticas represivas que las políticas sociales que llevaron a nuestro pueblo al hambre, a la desocupación y a la exclusión social sin precedentes, que todo el mundo conoce. Como militante por los derechos humanos siento profundo orgullo por la dignidad y la rebeldía demostradas por nuestro pueblo. Nos oponemos a cualquier reforma represiva y regresiva que coarte la protesta, la libertad y la lucha por los derechos de todas y todos, y por el respeto hacia el diferente y el excluido. (Aplausos). 152.- Rosa Ester Valdez Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la señora Rosa Ester Valdez. Sra. Valdez.- Buenas tardes. Antes de presentarme, quisiera hacerles una propuesta a los señores: que en las audiencias públicas en las que se traten temáticas legales sea obligatoria la asistencia de, por lo menos, un legislador por bloque. (Aplausos) Me llamo Rosa Ester Valdez. Soy una ciudadana y colaboro con la Iglesia Del Valle en asuntos sociales y barriales. Como ciudadana, quiero dar mi opinión acerca de lo que se está tratando, pero también lo quiero hacer desde mi experiencia por estar cerca de la gente: mujeres, niños, ancianos, con quienes estoy en contacto permanente. En primer lugar, quiero referirme al Artículo 1º del Código de Convivencia que, a mi entender, debe mantenerse tal como está enunciado pues considera los principios y garantías constitucionales para evitar que se penalicen cuestiones menores que no afectan los intereses de terceros y otras situaciones que por ser delitos ya se encuentran contempladas en el Código Penal. En cuanto al artículo que se refiere a la figura de petardismo, lo que se pretende sancionar son tristes realidades que vemos a diario en nuestra ciudad y que involucran a la pobreza, la mendicidad, la marginación (aplausos), situaciones que no se solucionan sancionándolas, sino con políticas sociales acordes que tienen que ver con más empleo, inclusión social, mayores oportunidades y políticas sociales. (Aplausos). También se encuentra relacionada a esta actitud facilista y mentirosa la pretensión de bajar la edad de inimputabilidad (aplausos), en vez de realizar programas para menores en riesgo que contemplen la educación, el deporte, el esparcimiento, etcétera. Los niños con los que trabajo a diario en mis tareas solidarias necesitan, en lugar de normas que los judicialicen en forma arbitraria, espacios de contención, realización personal y lugares en donde llenar el vacío que la propia sociedad muchas veces deja en sus vidas. (Aplausos). Es más que evidente que este proyecto de reforma oculta una realidad a la cual hay que hacer frente para poder solucionar el problema, y esto no se va a lograr mediante aplicación de penas y sanciones. Tanto las instituciones que se ocupan de lo social como el Estado –incluso en sus áreas de justicia y de policía– deberían hacer un mea culpa y evaluar Pág. 162 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 cuál ha sido su papel durante estos tiempos para llegar a un punto en el que se reemplacen sus verdaderas funciones por normativas, a los fines de garantizar el control social, lo que a mi modo de ver es la salida más cómoda y descomprometida. Como cristiana comprometida tanto con el mensaje evangélico como con mis prójimos, pienso que hay que pelear para que el Estado intervenga en forma constructiva y no destructiva (aplausos), ya que la sociedad y los más desprotegidos están bastante vapuleados, sobre todo si se intenta volver a aquellas épocas que pensábamos que se encontraban desterradas en la Argentina, produciendo así una involución en la comunidad. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que hagan uso de la palabra los participantes N° 153, Analía Verónica Rodríguez y, N° 154, María Elida del Rosario Capella. - Los participantes mencionados anteriormente no se hacen presentes. 155.- José Luis González Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor José Luis González. Sr. González.- Es la primera vez que estoy en un lugar como éste, lo cual me pone nerviosa. Me cuesta muchísimo. Será por haber sufrido tanta exclusión. Hoy, gracias a Dios, estoy estudiando. No sé si es porque el Código de Convivencia me dio la oportunidad. Creo que la oportunidad me la di yo y alguien que me supo valorar como persona, después de haber sido tan maltratada y desnudada frente a la Policía. A los dieciséis años quise estudiar; quise estudiar en un colegio de Santa Fe, pero el Artículo 87 dice que “Toda persona que viste con ropa contraria a su sexo..”. Por eso, fui sometida a la cárcel durante veinte días, junto con presos comunes y violadores. La Policía instaba a los violadores diciéndoles: “La trajimos para que se diviertan”. Supongo que hoy, por averiguación de antecedentes –todos los días voy al colegio por el mismo camino–, voy a ser maltratada de la misma manera, porque no va a haber ninguna parte de la sociedad, ningún gobernador ni ningún funcionario del Estado para protegerme; sólo estoy yo. Si pudiese estudiar en este momento, a mis 34 años, estudiaría paleontología, porque es mi pasión. En realidad, me conviene estudiar Derecho porque tengo que defender mis derechos y los de la nueva generación para lograr un lugar para todos. (Aplausos). No estoy dispuesta a poner la otra mejilla. Ya estoy cansada. Soy una persona adulta. No soy una adolescente, porque me robaron la juventud y la adolescencia. Me obligaron a prostituirme; fue la peor humillación que pude haber pasado, pero tuve que hacerlo. Hace seis años que estoy en Capital y, como dije, no voy a soportar otra vez más los cachetazos que me dieron en mi juventud y en mi adolescencia. Gracias. (Aplausos). 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 163 Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que hagan uso de la palabra los señores participantes N° 156, Carlos Enrique Gerbi y, N° 157, Martín Chiavarino. - Los participantes mencionados anteriormente no se hacen presentes. 158.- Federico Fernández Funes Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Federico Fernández Funes. Sr. Fernández Funes.- Buenas tardes a todos. Señor presidente de la Audiencia Pública, autoridades del Gobierno, señores legisladores, señores vecinos. “Vecinos” es una palabra que pocas veces la escuché aquí. He escuchado “compañeros” y “compañeras”. Pero yo digo “señores vecinos”. - Manifestaciones en la sala. Sr. Fernández Funes.- Vengo aquí, a esta audiencia pública, para ver si podemos corregir entre todos –legisladores, funcionarios y vecinos– este mamarracho legal mal denominado Código de Convivencia. Si hoy estamos aquí es porque se ha demostrado que luego de seis años ha fracasado. La importancia de la sanción de las conductas tipificadas como contravencionales radica en la ejemplaridad, en la función preventiva del delito y en la necesidad de que, tanto los vecinos como quienes transitan por la ciudad de Buenos Aires, cumplan con las disposiciones emanadas del ordenamiento jurídico. En los últimos tiempos, la inseguridad se ha transformado en una de las principales preocupaciones de los porteños. Una situación como la actual en la que la inmensa mayoría de las contravenciones cometidas en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires quedan impunes, afecta la calidad de vida de los porteños y alimenta la sensación de inseguridad, ya que se percibe que la ciudad es tierra de nadie y que da lo mismo cumplir la ley que no cumplirla. Tengo el honor de presidir un nuevo espacio político en esta ciudad: el partido Unión Republicana, que se ha nutrido para su conformación de cientos de vecinos que no encontraban espacio y representación en los denominados partidos tradicionales. Con ellos, nos acercamos y trabajamos conjuntamente con el diputado Jorge Enríquez... - Manifestaciones en la sala. Sr. Fernández Funes.- ...en su proyecto de reforma del Código Contravencional, porque entendíamos que era el adecuado y que contenía numerosas figuras que los vecinos consideramos vitales para la mejora sustancial de la seguridad en el ámbito de nuestra ciudad. Asimismo, encontramos la predisposición del legislador para incorporar conductas punibles, como por ejemplo la del acecho, que nosotros entendemos fundamentales para prevenir numerosos delitos. Vemos a diario cómo matan y lastiman a conciudadanos Pág. 164 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 porque las fuerzas de seguridad no cuentan con herramientas de prevención adecuadas. Estamos cansados de esta inseguridad, estamos cansados de no ser escuchados por las autoridades. Tanto Ibarra como Macri durante la campaña hablaron de terminar con la inseguridad. Ahora es tiempo que cumplan. Para los vecinos estos tiempos hace rato que terminaron. (Aplausos). Quiero pedirles humildemente, tanto a ustedes señores diputados como al señor Jefe de Gobierno, que sancionen de una vez por todas un nuevo código, uno que esté a la altura de las circunstancias, que incorpore figuras para prevenir realmente los delitos. ¿O debemos seguir esperando que maten a alguien para que la policía pueda actuar? Espero que estén esta vez junto a nosotros, los vecinos. Nosotros somos la mayoría; no se equivoquen. Finalmente, al doctor Ibarra, le pido que cumpla con su promesa de mejorar la seguridad. Al ingeniero Macri, como referente de la oposición, quiero recordarle que muchos de nosotros lo acompañamos con el voto, porque confiamos en su palabra de incorporar las figuras antes mencionadas; y a algunos legisladores: que se pongan los pantalones largos, que voten un código para la gente y no para la tribuna. Nosotros entendemos que el proyecto que más nos representa es el que fuera elaborado por el doctor Enríquez. Esperamos que aquellos que tengan la responsabilidad de cambiar el actual mamarracho legal, también acompañen el proyecto Enríquez. Muchas gracias. - Manifestaciones en la sala. Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que hagan uso de la palabra los participantes N° 159, Marta Isabel Álvarez; N° 160, Juan Sebastián Mehaudy; N° 161, Carola Escalada; N° 162, Héctor Luis Mutti; N° 163, Alejandro Tiscornia; N° 164, Ramón Castro; N° 165, Antonio González y, N° 166, Ivana Claudia Socoloff. - Los participantes mencionados anteriormente no se hacen presentes. 167.- Leonard Lucas Echagüe Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Leonard Lucas Echagüe. Sr. Echagüe.- Señor presidente: si corresponde, quiero que dentro de mis cinco minutos de exposición me evacue una duda. Creo que la discusión del Código Contravencional deviene abstracta por tres razones. En primer lugar, hay confusión jurisdiccional debido a una ley, que creo se llama Ley Cafiero. Me gustaría que me informe si esto es así, porque esta situación provocaría una incertidumbre o abstracción en cuanto a la aplicabilidad de la norma y de quién es la autoridad de aplicación. Estamos creando una norma para que la aplique la Policía, que pertenece a la Nación. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 165 En segundo lugar, deviene abstracta por la posibilidad de invalidación de la norma por parte de la Corte Suprema, que es una corte garantista. Después de muchos años de lucha se ha logrado una representación garantista en este organismo. Hay una desproporción en las penas y también figuras medievales. Por lo tanto, la Corte Suprema las podría invalidar y podría deshacerse del Código por ser éste inconstitucional. En tercer lugar, deviene en abstracta la discusión por incompetencia técnica de la autoridad de aplicación. Parece que la realidad indica que la Policía no sirve para la aplicación de este código. Entonces ¿los policías son empleados nuestros o empleados de la Nación? ¿Pertenecen a la Ciudad o a la Nación? ¿De quién son empleados? Debemos garantizar la formación permanente en nuestro Instituto de Policía, para formar a los policías que necesitamos nosotros, los vecinos. Me gustaría que, de ser posible, me aclare estas inquietudes. Sr. Presidente (López).- La Ley Cafiero aún está vigente y le prohíbe a la Ciudad tener una policía propia distinta a la Policía Federal. Se pidió la derogación. En todo caso, tendrá que decidirlo el Congreso Nacional. Pero, efectivamente, todavía rige. Un asistente.- Y prohíben levantar la basura, lo que afecta a los cartoneros. ¿Podría ser más explícito? Sr. Presidente (López).- No lo comprendí, señor. Un asistente.- La Ley Cacciatore tampoco fue derogada. Sr. Presidente (López).- Me parece que está confundido. De todas maneras, vamos a continuar con la audiencia. 168.- Rodrigo Javier De Sarasqueta Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 168, el señor Rodrigo Javier De Sarasqueta. Sr. De Sarasqueta.- Señor presidente: estamos en vísperas de un nuevo aniversario del siniestro golpe de Estado que se cobró la desaparición y la vida de 30.000 compañeros y compañeras, y la tortura, detención y el exilio de miles y miles que luchaban y soñaban por una sociedad distinta. (Aplausos). Yo me pregunto, y les pregunto lo siguiente, señor presidente: ¿qué quedó del progresismo, de aquel fiscal que estuvo en el juicio de las juntas? Evidentemente, nada. A Ibarra se le cayó la careta, señor presidente. (Aplausos) ¿Cómo puede ser que se diga “progresista” y que mande a reprimir, tal como lo hizo en el Padelai y en el desalojo de la Asamblea del MTD de San Telmo? A Ibarra se le cayó la careta, señor presidente. ¿Cómo puede ser que se diga “progresista” y sostenga proyectos de neto corte represivo, como lo son los que sostienen sus legisladores y los que le responden? A Ibarra se le cayó la careta, señor presidente. Durante la campaña, para que los “putos”, las “tortas” y los “travas” lo votemos, decía que durante su gestión se realizó la Pág. 166 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 primera unión civil gay de América Latina, garantizando el respeto, la igualdad y la libertad, independientemente de la elección sexual de las personas. Todo lo contrario que quiere hacer ahora, llevando adelante esta reforma represiva. (Aplausos). ¿Qué decir, señor presidente, del proyecto del retrógrado saltamonte de Enríquez, ex delarruista, ex bullrichista, y ahora macrista, pero siempre, siempre, fascista? Pretende incorporar la figura de la “simulación maliciosa de apariencia”, penando así la identidad de género y el ser travesti, violando claramente el Artículo 11 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, que habla de la no discriminación por orientación sexual y de género. (Aplausos). Señor presidente: no vamos a permitir un retroceso en derechos que hemos conquistado con la lucha y con la sangre de nuestras compañeras asesinadas. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sr. De Sarasqueta.- Seguramente, el señor Enríquez no comulgue con nuestro planteo antirepresivo. Claro está, porque él es derecho y humano. Él comulga de las manos del Cardenal Bergoglio, quien, siendo superior de los jesuitas en la época de la dictadura, entregó a los curas tercermundistas Jalics y Yorio. Además, le pidió a “la Bullrich” que lo suba de lugar en la lista de candidatos a legisladores; pero como ésta no lo hizo, el saltamonte Enríquez se fue al macrismo. Pero Dios los cría y ellos se juntan, señor presidente. (Aplausos). Por eso, denunciamos el pacto Ibarra-Macri, ese intercambio de figuritas que tiene al Código Procesal Penal como botín de guerra. Vamos a estar este jueves, 25 de marzo, desde las 12 horas, en la Legislatura, para repudiar el proyecto de reforma al Código Procesal que nos quieren imponer, que es totalmente represivo y que tiende a blanquear lo que la policía ya viene realizando: sus espurios negociados, de los que no se quedan afuera los fiscales contravencionales. (Aplausos). Les pido a las señoras y señores legisladores que se dediquen a trabajar por las necesidades del pueblo, en vez de ocuparse de penalizar con 15 a 17 días de arresto el hecho de insultar; con 8 días el de simular una discapacidad para mendigar; con 5 a 7 días por jugar al “ring raje”, y con 7 a 10 días el hecho de espantar o azuzar a los animales. Que se ocupen de darnos trabajo genuino, educación libre y gratuita, salud pública, vivienda, justicia. La mortalidad infantil aumentó en el sur de la ciudad, al igual que los índices de pobreza. Cada noche, miles y miles revuelven la basura para poder comer. Es una vergüenza que las señoras y los señores legisladores, con los sueldos que cobran, se ocupen de penalizar estas estupideces. (Aplausos). ¿Por qué no penalizan a los que se “afanaron” todo, a los Grosso, a los Bouer, a los Domínguez, a los Larrosa, a esa manga de delincuentes del PJ, la UCR, el Frepaso, la Alianza, de los cuales muchos de ellos ahora están reciclados en el macrismo y el bullrichismo? (Aplausos). De concretarse estas reformas represivas, vamos a emprender una campaña internacional de denuncia, diciendo llanamente que Buenos Aires no es una meca gay –si es que alguna vez lo fue–, sino que es una ciudad que penaliza la diversidad, lo diferente y que el responsable es el señor Jefe de Gobierno, doctor Aníbal Ibarra, a quien le digo que, si aún le queda una pizca de progresismo, que aparezca, que dé la cara, que no esté ausente y que no permita esta reforma represiva del código, que lo único que va a traer es más muerte 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 167 y más negociado para la Policía Federal. (Aplausos). Policía asesina que carga sobre sí con las muertes del 19 y 20 de diciembre, con la de los pibes de Floresta, con la de Ezequiel Demonty, que apareció flotando en el Riachuelo, y con la de cientos y cientos que han sido torturados y golpeados por esta mafia que es la Policía Federal. Por eso, ante cada atropello, ante cada detención, ante cada muerte de compañeras en la comisaría, gritamos: “¡Policía Federal, la vergüenza nacional!” (Aplausos). - Manifestaciones en la sala. Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que hagan uso de la palabra las participantes N° 169, Andrea Cecilia Gebhard y, N° 170, Laura Burgos. - Las participantes mencionadas anteriormente no se hacen presentes. 171.- Irma Ángela Mendoza Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la participante número 171, la señora Irma Ángela Mendoza. Sra. Mendoza.- Mi nombre es Irma Mendoza. Soy afiliada de la Asociación AMAR, y soy una mujer en estado de prostitución. La reforma del Código Contravencional trata varios puntos: las figuras del “merodeo”, “portación de rostro”, “prostitución”, y también la disminución de la edad de imputabilidad de los adolescentes que, para su detención, bajaría de 18 años a 14 ó 16. Las detenciones incluyen sanciones, averiguación de antecedentes; nos detienen sin límite de horarios o nos labran actas. Recuerdo que, hace mucho tiempo, nos detenían con testigos que eran obligados a firmar; esto, además de 21 días de arresto o del pago de multas. En algunos casos, teníamos que arreglar con los patrulleros pero, así y todo, igual nos detenían. En esos 21 días, nosotras dejábamos a nuestros hijos a la deriva. ¿Qué quieren de nosotras? Esto es lo último: la humillación y la discriminación. Además de ser prostitutas, nosotras somos mujeres, madres y abuelas. Tanto se ocupan de nosotras, de los travestis, de los vendedores ambulantes y de los cartoneros, que no nos dejan trabajar. Les sacan toda la mercadería, y ven que los chicos revuelven la basura día a día para comer algo. Inclusive, muchas veces yo también he juntado cartones y les he dado de comer a mis hijos, además de su educación. Lo que yo pido es que no se reprima, porque no nos dejan expresar nuestros derechos como ciudadanos. No podemos manifestarnos en concentraciones; no podemos reclamar las injusticias que pasan en esta Argentina. Mientras hacen oídos sordos, estos funcionarios que no cumplen con sus funciones son irresponsables y corruptos; no ven las necesidades del pueblo, ni las actitudes de las autoridades policiales, y toman la ley por sus propias manos. Son jueces, fiscales y jurado. ¿O es que también están de acuerdo con ellos? Éstas son personas que no tienen capacidad para ver lo primordial, la principal necesidad, que es el trabajo digno. Hay niños que tienen hambre, que se encuentran en estado de Pág. 168 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 desnutrición. La gente vive en la pobreza, en la calle; hay gente que pide limosna, y hay otra que tampoco tiene vivienda. (Aplausos). Pregunto yo: ¿qué hacen ante esta realidad los legisladores, senadores, diputados y el propio Jefe de Gobierno, Ibarra –que es uno de los que está cómodamente sentado en hermosos sillones mullidos–, mientras reciben extraordinarios sueldos? ¿Por qué no se bajan un poquito y caminan por las calles para ver la pobreza y esta realidad? Mediante la represión, quieren encerrarnos a todos. Pero no se los vamos a permitir. Vamos a librar una lucha en contra de todas estas instituciones. No vamos a permitir que se le dé más poder a la policía, sabiendo que es una institución corrupta. Justamente, debemos recordar los casos del “loco de la ruta”, cuando mataron a más de veinte chicas, compañeras (aplausos); el caso de la compañera Sandra Cabrera de Rosario y las miles de violaciones, detenciones y muerte de jóvenes y no jóvenes de todos lados que entraron a las comisarías y aparecieron muertos o en hospitales, como tantas otras cosas que no sabemos. Se dice que tenemos que pedir permiso para manifestarnos pero ellos no nos piden permiso para atropellarnos, golpearnos y pisotearnos, hacer lo que quieran, cuando quieren y como quieren, usando su ley. Por eso, me opongo totalmente a la reforma del Código Contravencional. No a la corrupción; no a la explotación; no a la represión, no a la contravención. (Aplausos). Sí a los derechos humanos; sí a la libertad de expresión; sí a la educación, al trabajo digno y a una vivienda digna. Basta de querer cubrirse con mentiras. (Aplausos). 172.- Carlos José Sánchez Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Carlos José Sánchez. Sr. Sánchez.- Buenas tardes. Soy Carlos Sánchez y soy militante del Partido Socialista. Quiero decir que estamos en Argentina, un país que está viviendo la crisis social más terrible de su historia, que los distintos gobiernos de los últimos treinta años han realizado todas las transformaciones económicas para que esto sea posible. Y esos sectores son los mismos que ahora tratan de cambiar las condiciones para que ellos puedan tener tranquilidad. Me pregunto si penalizar a todo manifestante que proteja su rostro en manifestaciones callejeras, si criminalizar la protesta social, otorgar a las corruptas fuerzas policiales la facultad de regular arbitrariamente la actividad de miles de artistas callejeros, vendedores ambulantes, cartoneros, bajar la edad para que paguen las víctimas en lugar de los culpable, mejorará la convivencia de los ciudadanos. Como socialista, como joven, como ciudadano, como trabajador, siento aberración por estos proyectos de reforma que tendrían que llamarse “código de opresión” o “código de sometimiento”. Queremos un código que premie el esfuerzo, la honestidad, el humanismo. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 169 Creo que todos debemos trabajar en el sentido de empujar la rueda del progreso, por la defensa de los derechos humanos y no la de un reducido sector que prioriza el derecho a circular sobre el derecho a trabajar para comer. (Aplausos). 173.- Jorge Luis Bousquet Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Jorge Luis Bousquet. Sr. Bousquet.- He seguido con atención algunos discursos y la verdad es que creo que no fue en la medida de lo que hubiese deseado, dado que razones de tiempo me han impedido poder estar en forma permanente, como es mi obligación. Advierto en todos los discursos que he escuchado que vienen del lado de las víctimas, quien se considera víctima ante una sociedad que no protege ni permite que se desarrolle plenamente. Creo que éste es el quid de la cuestión. Es más: voy a distraer la atención contando algo de mi historia personal. Soy nieto de uno de los fundadores de los primeros sindicatos de la República Argentina. Mi familia ha sido una de los puntales del socialismo. Cuando tenía nueve años asistí al primer mitín político socialista. Hoy, en mis oídos todavía están Alicia Moreau de Justo, Alfredo Palacios, Sánchez Viamonte, Repetto, Ghioldi y todos los demás. El socialismo trajo a la Argentina un tema de conducta. Aquel socialismo era el respeto al otro y a los otros, a la dignidad, al trabajo, al honor, a la libertad. Un asistente.- ¡Que no hay! Sr. Bousquet.- Exactamente. Un asistente.- ¡Palacios fue embajador! Sr. Bousquet.- De alguna manera, existía fundamentalmente el respeto. Por eso, esta ciudad rinde todavía gran homenaje al socialismo en cada oportunidad que trata estos temas porque recuerda aquella impronta moral en la que todos nos formamos. También tuve el honor de ser quien interpuso el recurso de amparo que permitió el acceso a la Legislatura, entre otros, de cuatro diputados socialistas o de izquierda. Me siento orgulloso de eso porque es precisamente la retroalimentación del diálogo que nos permite crecer. Sin embargo, aquí cometeríamos un grave error en ideologizar o politizar la cuestión. La bancada que está a mi derecha geográficamente, que pareciera que es de izquierda, y la que está a la izquierda, que en realidad es de derecha, llevan a sutilezas poco conducentes porque en realidad, y con el fervor de los discursos que hoy he escuchado, confirmo algo que es esencial: en la Argentina hay algo mas profundo que una reforma a la Ley Contravencional, hay algo más profundo que una norma constitucional. Creo que están en crisis aspectos fundacionales de la propia sociedad; hay una desconfianza hacia el otro. Pág. 170 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Aquí, un joven ha reclamado con justicia trabajo, dignidad, capacidad de protesta; y en todo esto estamos todos de acuerdo. Sin embargo, esto alude a una fractura mucho mayor, que es la fractura del contrato social, parecería que es a lo que estamos yendo. Porque cuando la sociedad no provee vida, no provee honor, no protege libertad, no protege propiedad, no protege trabajo, entonces, se hace absolutamente desconfiable y el ciudadano, en su protesta, incluso valiente, arriesgada, invasiva, intrusiva, reclama por sus propios derechos. El Código Contravencional es algo mucho más trascendente que una simple ley local, ya que hace a la necesidad de replantearnos el contrato de respeto mutuo entre todos, que todos de alguna manera, reclamamos. Fíjense qué paradoja: recién hablábamos del servicio sexual cuando en realidad, no se lo protege, sino que se lo expone cada vez más. Estas son las paradojas de la hipocresía porteña, y hoy justamente hemos escuchado el dolor de una expositora por la muerte de una compañera de trabajo. Esto es inadmisible. Por lo tanto, debemos dejar en claro si el servicio sexual es lícito o no. Si es lícito, tiene que tener una adecuada protección en todos los niveles en que deba ser considerado y reglamentado. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Señor Bousquet: le pido que redondee su exposición. Sr. Bousquet.- No seamos hipócritas. Yo no voy a hacer funcionar el sistema de opresión. ¿O vamos a decir ahora que los argentinos no estamos oprimidos por una norma más o menos del Código Contravencional? Es más: creo que de seguir de esta manera, la honestidad política impone derogar el Código de Convivencia porque este código es lo mismo que la nada. (Aplausos). Es más deberían dejar cesantes a todos los magistrados y funcionarios que, sobre la base de ese Código, perciben altos honorarios, porque la verdad que en un país quebrado en el que no hay dinero, para qué vamos a malgastarlo en funcionarios que ocupan sus sillas y ni siquiera tienen una herramienta lógica para tratar de asegurarnos una seguridad pública. Vengo de una fuerza política que está en crisis. Encabezo el neoliberalismo humanista tendiente a replantear muchos aspectos. Sr. Coordinador (Davide).- Señor Bousquet: vaya concluyendo, por favor. Sr. Bousquet.- Fíjense ustedes lo sintomático de la fractura del contrato social. Cómo le vamos a reclamar respeto a la sociedad si en un momento en que se nos está dando el derecho a la participación no sabemos respetarnos unos a otros. (Aplausos). Ésta es la herida del contrato social. En la Argentina el caos es ideología; el caos es estrategia. Saquémonos la careta porque después del caos viene la opresión y el sometimiento. Ésta es la realidad Argentina. Señor presidente: he leído los proyectos, he escuchado precisiones técnicas, pero en cinco minutos que tengo en esta audiencia no puedo formular ninguna opinión al respecto. Creo en la reforma del Código Contravencional. Por otro lado, hay que advertir sobre algunas fallas técnicas en cuanto a la configuración de ciertas conductas contraventoras, pero este es un tema que pertenece a las comisiones de asesoramiento. El Estado debe proteger y garantizar la seguridad, la salubridad, la moralidad de los ciudadanos, ya que de lo contrario la fractura del contrato social hará caer el propio sistema 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 171 social. El ciudadano al ver que sus propios valores no son protegidos por el esquema autonómico de la ciudad, avanzará sobre la autonomía poniéndola así en riesgo ya que ésta, entre otras cosas, es la que preserva la seguridad, y si no va a recurrir a las autoridades nacionales. Esto ya está aconteciendo. Sr. Coordinador (Davide).- Su tiempo se agotó, señor Bousquet. Sr. Bousquet.- Curiosamente una señora habló del consumo de alcohol en el momento de sancionar las leyes, cosa que no me consta. Y esta protesta de la señora es contra el pacto social que advierte una fractura. Esto debe ser revertido. Lo que estoy diciendo no es ni de izquierda, ni de derecha. Esto es de ciudadanos respetuosos. Nada más. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que hagan uso de la palabra los participantes números: 174, Oscar Horacio Daunes; 175, Oscar Arnaldo Leone y 176, Fernando Goldaracena. - Los participantes mencionados anteriormente no se hacen presentes. Sr. Coordinador (Davide).- El señor Alejandro Octavio Cowan, participante número 177, se encuentra presente, pero le cede su lugar a la participante número 178. 178.- María José Lubertino Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la señora María José Lubertino. Sra. Lubertino.- Buenas tardes. Mi nombre es María José Lubertino, soy profesora de Derechos Humanos en la Facultad de Derecho de la Ciudad de Buenos Aires y presido una Asociación Ciudadana por los derechos humanos. Por otra parte, tuve el honor de ser constituyente de la Ciudad de Buenos Aires presidiendo, en aquella oportunidad, la Comisión de Derechos Humanos que, precisamente, fue la que intervino en la redacción de los artículos 11 y 13 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, que tienen un valor de norma superior al Código Contravencional que es el que estamos debatiendo hoy. En primer lugar, quiero manifestar que muchas de las intervenciones que han hecho los diferentes vecinos y vecinas que me precedieron en el uso de la palabra, verdaderamente harían que no fuera necesario que quienes, en alguna oportunidad tuvimos cargos de representación política, habláramos en esta asamblea, porque este debe ser un espacio abierto para todos los que habitualmente no tienen esta posibilidad, sin perjuicio de que no estoy ocupando en este momento ningún cargo público y no pertenezco a ningún partido político. Pág. 172 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Fundamentalmente, entiendo que puedo dar testimonio del debate que hubo en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de Buenos Aires y de cuál fue el espíritu de los legisladores que participamos en la reforma de la Constitución de la Ciudad. Creo que mi intervención puede ser de utilidad, sin perjuicio de que hemos preparado un documento más pormenorizado. En términos generales, adherimos a la documentación presentada por la CELS y la CORREPI, ya que hemos tenido acceso a ella por lo cual agradecemos mucho. Por otra parte, quiero hablar como vecina de Palermo Viejo y al igual que la señora Ester Valdés, que colabora en un comedor del barrio, creo que somos cientos de miles los vecinos que no estamos firmando un petitorio para aplicar normas represivas en la Ciudad de Buenos Aires. (Aplausos). Quienes vivimos hace muchos años en este barrio –yo vivo desde 1986– verdaderamente estamos muy orgullosos de que en él se combinen lo antiguo con lo moderno, los viejos y los jóvenes, lo cool y lo villero, y que esta diversidad sea un ejemplo de convivencia en la ciudad, fundamentalmente, porque está siendo bastante promisorio para quienes allí queremos habitar. En términos jurídicos, estrictamente, me parece que en varias intervenciones se ha pretendido plantear la antinomia entre bloques de izquierda y derecha, entre quienes se apropian de la respuesta y los temas de seguridad, desde un discurso represivo y, por otra parte, quienes apareceríamos como supuestas personas de izquierda, exclusivamente interesadas a proteger los derechos humanos como si esto no se justificara por sí mismo. Me parece que en este debate no hay una cuestión ideológica de grupos de izquierda o de derecha, sino hay una ignorancia en términos jurídicos cuando se plantean algunos proyectos de ley que violan la Constitución Nacional y la Constitución de la Ciudad. En esos casos, no podemos estar en una discusión de política legislativa, de política partidaria o de cuestiones ideológicas, sino que hay que fijar cuál es el marco jurídico general que se deba aplicar. En segundo lugar, sería bueno recordar los textos de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y, también, recordar cuáles fueron los fundamentos de algunos de los miembros informantes en aquella oportunidad. La Constitución de la Ciudad de Buenos Aires se sancionó en 1996 en el marco de un gobierno nacional, en el cual gobernaba Menem –marco absolutamente neoliberal–, también en esa elección, que fue la primera elección autónoma de la Ciudad de Buenos Aires, De la Rúa fue quien ganó las elecciones, motivo por el cual los constituyentes de la Ciudad hicimos esta Constitución en un contexto que parecía que no era para nada favorable para las normas que se plasmaron en esta Constitución, y de las cuales muchos de nosotros estábamos absolutamente orgullosos. - Manifestaciones en la sala. Sra. Lubertino.- Estoy absolutamente conteste de todas las cosas que estoy diciendo. Hay testigos presentes en la sala que dan fe acerca de que estas posiciones las he sostenido durante los gobiernos de Menem, de De la Rúa y las voy a seguir sosteniendo porque son convicciones. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Le pido que vaya concluyendo con su exposición. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 173 Sra. Lubertino.- Retomo: a pesar de que el contexto era absolutamente adverso a que pudiéramos sancionar una norma de esta envergadura, quienes trabajamos en la constituyente de la ciudad, con algunas excepciones minoritarias –una de los cuales fue el doctor Jorge Enríquez quien, casualmente, presenta un proyecto en este sentido, aunque a él le consta cuál fue el espíritu y el debate en la constituyente–, sabemos que solamente fueron dos o tres constituyentes los que no votaron estas normas, los que se fueron de la sala para no votar en contra y los que, incluso, juraron la Constitución de la Ciudad con reservas, cosa que agrede a los mínimos pactos sociales y políticos, porque cuando uno forma parte de un cuerpo colegiado y sanciona una norma –sea cual sea, posición que he sostenido–, obviamente se ve compelido, al igual que cualquier ciudadano, a jurar por el marco jurídico que lo rige. Entonces, no me parece menor detallar estos antecedentes. El Artículo 11 establece que “Todas las personas tienen idéntica dignidad y son iguales ante la ley. Se reconoce y garantiza el derecho a ser diferente...”. Uno de los proyectos que dio origen a este artículo fue de mi autoría, y lo defendí en el recinto y en la comisión. Por otra parte, el Artículo 13, particularmente en el inciso 9) –cuya pluma principal fue la del doctor Zaffaroni, quien hoy es miembro de la Corte Suprema de Justicia–... (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Le pido que vaya concluyendo. Sra. Lubertino.- ...plantea claramente que “Se erradica de la legislación de la ciudad y no puede establecerse en el futuro ninguna norma que implique, expresa o tácitamente, peligrosidad sin delito, cualquier manifestación de derecho penal de autor o sanción de acciones que no afecten derechos individuales ni colectivos” Desde nuestro punto de vista y desde la interpretación jurídica –incluso, lo sostenemos en nuestra cátedra–, esto quiere decir que los actuales artículos 41 y 71 del Código de Convivencia son inconstitucionales. (Aplausos). No quiero abundar porque el tiempo es escaso, pero me parece fundamental decir que los proyectos contravencionales –básicamente el de Macri, el de Jorge Enríquez o, por lo menos, de aquellos a los que he tenido acceso– violan principios básicos del derecho punitivo, como son el principio de lesividad; es decir, la necesidad de que haya un daño o un peligro concreto. El hecho de que disminuyan la edad de inimputabilidad de los menores es un tema remanido que hemos venido discutiendo en el marco del derecho penal. Y nos preocupa aún más cuando se plantea en el marco del derecho contravencional. Me parece que estos proyectos no distinguen el tema penal del contravencional. No entienden que estamos hablando de un Código de Convivencia que tiene por objeto modificar conductas. En la medida en que estemos en otros ámbitos de la vida recurriendo a la mediación y a lo que tiene que ver con la intermediación, no vamos a poder ponernos en el marco de un Código de Convivencia a aumentar las penas y a bajar los niveles de inimputabilidad. Si internacionalmente está absolutamente probada la ineficacia del aumento de las penas y la baja de los niveles de inimputabilidad de los menores en lo que hace al sistema penal para combatir los problemas de inseguridad, mucho más irracional –y cuando no inconstitucional–, resulta esta propuesta para el ámbito de la ciudad de Buenos Aires. Pág. 174 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Coordinador (Davide).- Está excedida en el tiempo de exposición. Sra. Lubertino.- La Constitución de la Ciudad... - Manifestaciones en la sala. Sra. Lubertino.- Ya termino. En términos de protección de los derechos humanos, la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires tiene normas mucho más precisas que las establecidas en la Constitución Nacional. ¿Qué quiere decir esto? Que incluso algunas cuestiones que podrían ser dudosas, aunque entiendo inconstitucionales en el ámbito nacional, en todo caso siempre lo son en el marco de la ciudad de Buenos Aires, pues se fija claramente una prohibición para el derecho penal de autor o para aquellos delitos –en este caso, contravenciones– que pretenden plantearse desde el punto de vista de la peligrosidad o de la portación de caras, como solemos decir vulgarmente. Para concluir, quiero retomar el argumento que planteó uno de los oradores preopinantes. Me parece que debemos celebrar que ustedes hayan convocado a esta Audiencia Pública. Personalmente, creo que a pesar de las incertidumbres que genera en la población este tipo de ámbitos, hay que apostar a ellos; hay que construirlos y potenciarlos. Y celebraríamos que muchas otras áreas hicieran lo mismo. Hay que estar acá. Sé de la responsabilidad que esto supone, pero la credibilidad de que la Audiencia Pública sea efectiva y eficaz supone que el correlato de esta audiencia se vea en el ejercicio de sus funciones y de la Legislatura. Pedimos que les comuniquen a los integrantes de la Legislatura la molestia que ha generado en todos nosotros el hecho de que no estén presentes los legisladores de los distintos bloques. Señor Secretario: me parece que no está de más que le diga –de hecho, se lo dije personalmente cuando terminaba mi mandato como diputada, habiendo integrado la Comisión de Seguridad del Congreso de la Nación, y aclaro que no lo hice público en otro momento, pero ahora me parece oportuno– que los graves problemas requieren una acción decidida del gobierno de la ciudad para exigir la transferencia de la Policía Federal en las competencias que correspondan a la ciudad. No hay manera de que esto suceda si no tomamos el toro por las astas para moldear la estructura de la Policía a la medida de los ciudadanos de Buenos Aires y de esta Constitución de la Ciudad. (Aplausos). Creo que la mayoría de los habitantes de Buenos Aires, ya sea en primera o en segunda vuelta, terminamos votando a Ibarra porque queríamos confrontar con un proyecto de derecha. Tenemos que llevar hasta el final estas posiciones y estos puntos de vista. Este proyecto represivo que nos pretende imponer el macrismo, Jorge Enríquez o quien fuera, no es la visión que comparte la mayoría de los ciudadanos de Buenos Aires. Creo que se hace imperativo que el gobierno tenga una posición decidida. Está muy bien convocar a una Audiencia Pública, pero también hay que definir posiciones. Sr. Presidente (López).- Está excedida en el tiempo de exposición. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 175 Sra. Lubertino.- La derecha no nos puede correr como si fueran los dueños del discurso y de las soluciones en materia de seguridad. (Aplausos). Estoy absolutamente convencida de que se puede ser defensor de los derechos humanos, que se puede defender que no se altere el orden y la seguridad de las personas y, simultáneamente, los derechos humanos. Por eso, creo que estamos en condiciones de avanzar para bloquear estos proyectos de reforma del Código de Convivencia y, eventualmente, si logramos la transferencia de la Policía de la Ciudad, la idea es producir alguna transformación de fondo en la gestión del área. (Aplausos). 177.- Alejandro Octavio Cowan Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Alejandro Octavio Cowan. Sr. Cowan.- Buenas tardes. Mi nombre es Alejandro Cowan; soy presidente de una ONG: AINCO, Asociación Impulsora Nueva Constitución. Creo que la Argentina, desde hace mucho tiempo, tiene un problema, que es confundir la fantasía con la realidad y pensar que por cambiar el texto de una norma se logra cambiar lo que ocurre en el mundo real. Estoy preocupado; no por la realización de la audiencia pública –que me encanta y ojalá se repitieran estos tipos de eventos– sino que estoy preocupado por el hecho de que el Ejecutivo de la Ciudad quiere, mediante esta audiencia pública, establecer un poco de orden entre una gran cantidad de proyectos. Hoy debe haber un proyecto por cada dos legisladores. Es decir, hay un problema en el Poder Legislativo de la Ciudad. Quiero referirme a una cuestión práctica. Si existen normativas, pero se aplican por sorteo o por licitación, eso no es justicia. Eso es lo que hemos estado sufriendo desde el momento en que empezó a regir el Código de Convivencia. Cuando se sancionó el Código de Convivencia original y se aprobó la primera reforma, todo eso se hizo en el contexto de la existencia de, nada más, cuatro juzgados contravencionales y 11 fiscalías para toda la Ciudad de Buenos Aires. El resultado fue una gran arbitrariedad. Si a alguien le tocaba ser sometido a cualquier acción dentro del ámbito contravencional era producto del azar o del direccionamiento a algún lugar. El sistema estaba sumamente desbordado. Durante años se discutió esta circunstancia. Después de discutir mucho el Consejo de la Magistratura y después de poder filtrar algunos ayudantes de cátedras se logró ampliar la dotación de la Justicia Contravencional. Hoy nos encontramos con todo esto, en medio de un contexto donde al Ejecutivo de la Ciudad no le gusta que el Tribunal de Faltas le diga que no puede cobrar multas fotográficas. Entonces, modifica el sistema, lo disuelve y traspasa provisoriamente a la justicia contravencional los temas que exceden al Tribunal de Faltas. En este momento, el Poder Ejecutivo se encuentra negociando cosas que pueden tener efecto en la realidad jurídica, como es el traspaso de ciertas áreas de la justicia nacional al fuero contravencional para “taparlo” nuevamente. Cuando se hacen proyectos no se tiene en cuenta el sistema que ha de atenderlos. Nuevamente, estamos discutiendo un montón de proyectos con más o menos técnicas, con Pág. 176 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 más o menos figuras, pero la justicia seguirá actuando por azar. Ése es el problema al que nos enfrentamos. Más allá los comentarios sobre algunos proyectos, me interesa remarcar el hecho de que le corresponde al Poder Legislativo solucionar el problema. Es decir, los legisladores deben actuar seriamente, ponerse los pantalones largos y dedicarse a entender el contexto del Código Contravencional, del Código de Faltas y del Código Procesal Contravencional, ya que todavía existen un montón de cosas pendientes. Por ejemplo, ayer se escucharon acertadas intervenciones que decían que el dejar residuos patológicos en la vía pública se reprimían con una multa, pero la portación de cara se reprimiría con cárcel. Eso es lo que surge de la norma. (Aplausos). La sugerencia es que la Secretaría que usted preside se pueda abrir a una discusión documentaria, con algún tipo de sistema para que, además de todas las disertaciones, los ciudadanos puedan presentar propuestas, ideas y debate. De esta manera, se podrá generar desde la Legislatura algún proyecto coherente. Después, se discutirá cuán blando o duro –por llamarlo de alguna manera– debe ser. De lo contrario, aparecemos en lo de siempre. Las reformas del Código Contravencional dejaron figuras mal definidas. Por lo tanto, ocurre lo siguiente: la Justicia –generalmente las cámaras– termina legislando, porque interpreta lo que dice el Código. La mala técnica legislativa –que es lo que está invadiendo en estos proyectos– hace que después sea la ideología de la autoridad de aplicación o la pasión del momento lo que defina si tal cosa significa esto o lo otro. Básicamente, la función del Poder Ejecutivo –sin bien tiene iniciativa legislativa– es poner en orden cosas que tienen que ver con la parte administrativa. Por ejemplo, se habló mucho de un tema que horrorizó desde el primer momento que lo escuché: la figura del acecho o merodeo. Otros países han solucionado este tema mediante una forma administrativa policial. Esta forma podría discutirse pero es función del Poder Ejecutivo negociar con el Gobierno nacional para que la Policía Federal adquiera algún tipo de formato para los casos del acecho y el merodeo. Concretamente, como promedio de la legislación europea, cuando una persona permanece en una actitud sospechosa según el criterio de un vecino –y no el de la autoridad policial– ese vecino llama a la autoridad policial, quien luego procede a identificar a esa persona en una base de datos, que es automática. Nadie puede usarla a menos que haya ocurrido algo en la zona de donde llamó el vecino. Dentro de las 72 horas se borra el dato. Pero si llega a pasar algo en la zona, esa persona se convierte en sospechosa. Es sólo un dato. Por eso, no hay que crear una figura especial para esta situación. Esto es algo administrativo, pero nos están haciendo creer, como cortina de humo, que al modificar las leyes van a modificar los malos procedimientos administrativos. Los malos procedimientos administrativos son problemas internos del Ejecutivo, de la Policía Federal, del Ministerio de Justicia, del Poder Judicial y de la Legislatura, que no saben generar buenos proyectos ni trabajar en conjunto. Ésa es la preocupación que quería dejar asentada. Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la señora Leonor Elsa Cisneros. - La participante no se hace presente. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 177 180.- Juan José Rosso Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Juan José Rosso. Sr. Rosso.- Señor presidente, autoridades presentes, público: soy militante del Partido Unión Republicana y vengo en representación de muchos militantes del barrio al cual yo pertenezco desde hace 26 años, que es el barrio de Núñez y Saavedra. Realmente, quiero decir que la audiencia de ayer fue una cosa y la de hoy es otra totalmente distinta. Ayer viví momentos que no me gustaron, porque se le faltó el respeto a los oradores. Además, el Código Contravencional tiene muchos artículos, pero se habló pura y exclusivamente del Artículo 71. Hablaron todos los que no estaban de acuerdo con ese artículo. Lo que quiero es que quede constancia en la versión taquigráfica de mi pensamiento y el de todos los que conformamos un grupo muy grande de gente. Quiero que se sepa que este grupo de gente apoya el Código Contravencional del doctor Jorge Enríquez. Es la única... - Manifestaciones en la sala. Sr. Rosso.- Lo que están haciendo es una gran falta de respeto. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, permitan que el orador concluya su exposición. Sr. Rosso.- De esta manera, nunca vamos a tener una mejor calidad de vida. Y sepan que el actual Código Contravencional es un fracaso. - Manifestaciones en la sala. Sr. Rosso.- Con la seguridad, no se negocia... - Manifestaciones en la sala. Sr. Rosso.- Realmente, no les quiero contestar. Agradezco mucho que me haya escuchado, señor presidente. (Aplausos). Sr. Presidente (López).- Gracias, señor Rosso. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, señores, les pido silencio. Eviten faltar el respeto a los demás oradores, aunque piensen de manera diferente. Pág. 178 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 181.- Mauricio Rubén Acosta Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 181, el señor Mauricio Rubén Acosta. Sr. Acosta.- Buenas tardes... - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, señores, estamos permitiendo que todo el mundo se pueda expresar. Sr. Acosta.- Vengo a hablar en representación del grupo Nueva Generación de Abogados –NGA–, y queremos dejar asentadas algunas ideas, aprovechando este espacio que se nos brinda. En primer lugar, y fundamentalmente, tal como lo expuso mi compañero hace unas horas, creemos que hay que aprovechar la posibilidad, al tener código vigente, de no retroceder y volver a los edictos policiales dado que consideramos que es un logro, que se vio a lo largo de la historia, el hecho de dejar de lado a los edictos a fin de trabajar con este código. Con respecto al endurecimiento de la ley, estamos convencidos de que el tema de la seguridad no va a mejorar; el tema de la seguridad pasa por otro lado. Lamentablemente, hoy estamos hablando y discutiendo acerca de la modificación de una ley que intenta regular la convivencia. Pero debemos tener en cuenta los abusos y las deslealtades que comete la policía. Creemos que lo ideal sería hablar de una ley que regule la convivencia; esto, sin tener en cuenta que, a medida que se le dé más poder a la policía, se van a cometer más abusos. Lamentablemente, esto es así. Estamos discutiendo una contravención; estamos discutiendo una falta, paralelamente al hecho de que se está diciendo que se cometen abusos y deslealtades por parte de la policía. Debemos asegurarnos de que el código respete las garantías constitucionales y nos brinde seguridad jurídica; entre otras cosas, que se vea plasmada la posibilidad de que a cada contravención le corresponda una pena determinada y no se deje al libre arbitrio judicial el hecho de establecer la pena que se crea conveniente. En caso contrario, estaríamos en presencia de una especie de ley penal en blanco, que es algo que no nos gustaría que ocurriera. Junto con la posibilidad de que a cada contravención le corresponde una pena, propiciamos la posibilidad de que las multas sean proporcionales a las condiciones económicas de los contraventores. Esto es, aplicarlas directamente sobre un porcentaje de la declaración jurada del contraventor o de sus ingresos, según el ANSSES, para que de esta manera se permita una igualdad en cuanto a la sanción. Debido a que creemos que es injusto que se aplique la misma pena de 100 pesos tanto a una persona humilde que gana 500 pesos, como a un gran empresario que gana 50.000. Esto se aplicaría en la primera y segunda contravención de la falta determinada y, en el caso de la tercera, correspondería la pena efectiva que establece el código. O sea, con respecto a la primera y segunda contravención, quedaría a criterio del juez conmutar la pena establecida, que es esta multa 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 179 de la que hablé anteriormente. En el caso de la primera contravención, sería de un 3 por ciento y, en el caso de la segunda, de un 5 por ciento. En relación con aquellas contravenciones para las que corresponda la pena de arresto, creemos que, en el caso de la tercera contravención –o sea, en la segunda reincidencia–, el arresto debería ser efectivo en la cárcel contravencional, según el Artículo 13 de la Constitución. De esta manera, también queremos dejar en claro que la cárcel contravencional no debe ser utilizada para delitos correccionales. Consideramos y estamos convencidos de que, en el caso de una segunda reincidencia, es indudable que el contraventor no ha experimentado una mínima sensación de la falta que ha cometido, con lo cual –repito–, en cuanto a aquellas contravenciones que sean pasibles de arresto, en el caso de la tercera contravención, debe ser de arresto efectivo. Creemos que los breves períodos de arresto pueden ser fraccionados, debido a que el Código Contravencional es un código preventivo y, de esta manera, posibilitaríamos que las personas no tengan inconvenientes laborales; dado que se podrían fraccionar en fines de semana, por lo que podrían llegar a ser muy eficaces. Por otro lado, nos oponemos enfáticamente a la figura del “merodeo”, a la del “acecho” y a la de la “permanencia injustificada”, ya que es prácticamente lo mismo. Creemos que, con esto, se dejaría abierta la posibilidad –como ya lo han dicho reiteradas veces otros expositores– a que se utilice la figura de la “portación de cara” como para arrestar a una persona. Éstas son cosas que creemos que están totalmente fuera de lo que nosotros proponemos. También nos oponemos a la reducción de la punibilidad de la edad de 18 años, porque consideramos que, tal como está, es correcta. Por último, insistimos en que se mantenga como contravención todo lo que tiene que ver con las normativas de tránsito, y en que esto no se traslade al Código de Faltas ya que, en definitiva, las infracciones de tránsito que comienzan siendo una infracción y pueden terminar en un delito –en el caso de muerte– constituyen una de las mayores causas de muerte, con lo cual, nos parece apropiado que todo lo que tenga que ver con la ley de tránsito quede incluido dentro del régimen contravencional. Sr. Presidente (López).- Señor Acosta: por favor, le pido que vaya concluyendo con su exposición. Sr. Acosta.- Sí, cómo no. Respecto de nuestra propuesta para el código, con esto ya sería suficiente. Lo único que queremos dejar como reflexión final es que, independientemente de los códigos contravencionales y penales, leyes y demás, nos parece que el tema fundamental para llegar a una buena convivencia es la tolerancia que debemos tener todos, tanto del lado político y dirigente, como el de la policía y los vecinos. Con la tolerancia vamos a poder seguir adelante y, de esta manera, vamos a tener una buena convivencia. No habrá ley que nos haga convivir bien, si no hay tolerancia. Muchas gracias. (Aplausos). 182.- Guillermo Sergio Vattuone Pág. 180 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el participante número 182, el señor Guillermo Sergio Vattuone. Sr. Vattuone.- Mi nombre es Guillermo Vattuone, y pertenezco a la Fundación Bicentenario. Nosotros hemos realizado una propuesta. Entiendo que los cinco minutos no van a alcanzar para referirme a todos los puntos... Un asistente.- ¡¿Quién los “banca”?! Sr. Vattuone.- ...pero vamos a plantear los aspectos más salientes; entre ellos, el tema de que entendemos que el código es suficiente, en cuanto a herramientas, para solucionar los problemas más graves. Pero creemos que hay falta de decisión y falta de voluntad de aplicación. Como consideramos que esto es perfectible, nos surgieron estas propuestas. En primer lugar, en cuanto a la extensión de acciones y penas, estamos a favor de modificar el Artículo 31. Creemos que hay que modificar la misma situación por la efectiva notificación de la citación al juicio, toda vez que queremos evitar que se produzca la condena. Esto ocurre, por ejemplo, con las citaciones de la AFIP; o sea, citaciones fictas de las que el interesado nunca se entera, y se mantendrían abiertas sine die las acciones penales, en este caso, las contravencionales. Con respecto al Artículo 38, que prevé el hostigamiento y el maltrato, proponemos incorporar a la norma, que se entiende dentro de la figura contemplada, la modalidad denominada “escrache”. Entendemos que esta modalidad es aberrante para el sistema democrático, y que es una expresión totalitaria que debe ser erradicada. En cuanto a la portación de armas, que figura en el Artículo 39, proponemos derogar el final del artículo, que dice “...o causa que lo justifique...”. Entendemos que no hay ninguna causa que justifique a un civil, a un ciudadano, andar armado por las calles. Un asistente.- ¡Eso es castración! Sr. Vattuone.- Con respecto a la figura del Artículo 40 que prevé en su parte final como “particularmente grave” cuando se arrojan sustancias o residuos peligrosos en la vía pública, se deberían agravar también cuando estas conductas son realizadas por funcionarios públicos o cuando se trate de vehículos oficiales o de edificios públicos, personas y lugares en donde se debería dar el ejemplo, y en la realidad no es así. En relación con los reducidores y clasificadores de residuos se debería incorporar como lícita esta actividad pero habría que establecer como contravención en el caso de que se dejen esparcidos los residuos o cuando no se haya cerrado la bolsa de residuos. Un asistente.- ¡La Ley Cacciatore! Sr. Vattuone.- En relación con la obstrucción de la vía pública, entre los extremos que implican la libertad absoluta de corte y la prohibición absoluta, nos pronunciamos a favor de que la opción sea que los cortes se realicen con la debida autorización. Entendemos que esta autorización debiera darse para los casos de movilización, marcha, concentraciones que tengan por efecto ejercer el derecho constitucional de reclamar ante las autoridades, no 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 181 así por el corte en sí, ya que entendemos que no está sujeto a norma constitucional alguna. Lo mismo para el caso de la obstaculización del ingreso y salida de la ciudad, porque consideramos que es particularmente grave en el caso de la obstaculización de cabinas de peajes y boleterías o accesos a subterráneos y trenes. En relación con la apariencia falsa contenida en el Artículo 52, se debería incorporar la utilización de capuchas o de elementos para ocultar el rostro tanto en movilizaciones políticas como en espectáculos públicos. Con referencia a la alteración de la tranquilidad pública contenida en el famoso Artículo 71... Un asistente.- ¿Y la careta que se ponen ustedes? Sr. Presidente (López).- Silencio, por favor. Sr. Vattuone.- ...la despenalización de la demanda de sexo en la vía pública toda vez que se estaría castigando al demandante por la conducta del oferente. (Aplausos). Entendemos que los servicios solicitados no constituyen delito alguno, ya que no están prohibidos y solamente se estaría castigando la oferta por la modalidad en que esa oferta se hace. Para el caso de la oferta, sugerimos que debería volverse al sistema de que la única limitación sería la prohibición general de ejercer la actividad a cierta distancia, es decir, a 200 metros de instituciones públicas, religiosas, de hospitales, etcétera. Sr. Coordinador (Davide).- Señor Vattuone: le pido que vaya concluyendo su intervención. Sr. Vattuone.- Respecto de las contravenciones de tránsito, se debería considerar agravante para el caso de vehículos oficiales. Finalmente, en relación con el juego, entendemos que la prohibición ha sido siempre selectiva y ha generado mucha corrupción, dando lugar a la aparición de casinos anclados en el puerto o en los alrededores de la ciudad. Para terminar, esta actividad siempre ha favorecido a los amigos del poder, entendemos que lo correcto sería que hubiera un marco de prohibición de la actividad, con las regulaciones lógicas del caso. Redondeo diciendo que este código permite contener la mayor cantidad de los problemas que ha motivado los proyectos de ley que hoy se debaten. Sin embargo, falta decisión por parte de las autoridades para aplicarlo a pesar de la existencia de las herramientas. (Aplausos). Un asistente.- ¡Mano dura, carajo! Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que hagan uso de la palabra los participantes N° 183, Oscar Roberto Jiménez Peña; N° 184, María Teresa Martínez; N° 185, Haydee Elsa Sánchez y, N° 186, Ernesto Pablo Bobeck Cáceres. - Los participantes mencionados anteriormente no se hacen presentes. Pág. 182 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 187.- Ángela Gerarda Vani Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la señora Ángela Gerarda Vani. Sra. Vani.- Soy abogada pero no voy a hablar como tal porque ya lo han hecho con suficiente solvencia los profesionales que han intervenido anteriormente. Voy a hablar desde el punto de vista humano. Empecé a trabajar en este tema de la discriminación y la convivencia en el año 1995, tal vez antes, junto con un grupo de travestis que conformaban lo que se llamó la “Asociación de travestis argentinas”. Ellas fueron en gran parte responsables de la derogación de los edictos. En esos momentos, cada travesti que vivía en Buenos Aires pasaba cinco días de la semana preso. Un asistente.- ¿Cuánto le cobraban? Sra. Vani.- ¿Cuánto le cobraban? En realidad, no le quedaba nada porque salía y volvía a entrar. En ese entonces, la pena máxima era de quince días de arresto si no se podía pagar la multa. Cuando empezamos a hablar del Código de Convivencia tuvimos innumerables reuniones junto con los grupos políticos y todos aseguraban que como la prostitución no es un delito, amparado por el Artículo 19 de la Constitución Nacional que establece que las acciones privadas de los hombres están reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados... Un asistente.- ¿Y en la vía pública? Sra. Vani.- Ya voy a referirme a ese tema. Decía que se prometió que no se iba a penar la prostitución. Por supuesto que toda promesa puede llegar a ser incumplida e inmediatamente dada la presión de los vecinos se derogó ese artículo que no hablaba de la prostitución y se puso la oferta y la demanda de sexo en la vía pública en el tema del Artículo 71. Evidentemente, la persona que ejerce la prostitución no lo hace solamente porque le guste, ya que no creo que una persona acepte la degradación que implica ese acto por el solo hecho de que le guste hacerlo. Aquí hay mucha gente, muchas familias que viven de la prostitución, de la madre, de la hermana, de los parientes. Entonces, si estamos hablando de que vamos a meter preso a una prostituta, a un infractor con veinte días de cárcel, estamos hablando de una gravedad mayor a la que tenían los edictos. Los edictos establecían solamente quince días, ahora estamos hablando de veinte. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 183 ¿Qué pasa con el alrededor de la persona que ejerce la prostitución? Generalmente, las mujeres mantienen tres, cuatro o cinco hijos. Esto significa que esos hijos no van a tener los alimentos. Esos hijos no van a tener quien los controle si van o no a la escuela. Entonces, ¿Qué estamos haciendo con esto? ¿Encerrando a una persona y no le damos alternativas? ¿Qué alternativa propone la ciudad para que la persona que hoy va a ser detenida y encarcelada por hacer algo que moralmente está mal hecho –repito: no se trata de un delito– para que deje de hacer lo que está haciendo? ¿Le damos un Plan Trabajar de 150 pesos con mucha suerte? Una familia no se alimenta con 150 pesos. ¿Qué pasa con los jóvenes si los empezamos a encarcelar cuando tienen 16 años? A esa edad el chico es muy influenciable dentro de cualquier sistema represivo, dentro de cualquier cárcel, se llame como se llame no se la pasa bien. Se sufren iniquidades de todo tipo, empezando por las violaciones, ya que un pibe de 16 años preso es lo mismo que decir “chicos acá tienen, viólenlo”. Sr. Coordinador (Davide).- Vaya concluyendo su exposición, por favor. Sra. Vani.- Hoy salió en el diario un artículo en el cual decía que se labró un acta a unos cuantos hinchas de fútbol, que podrían estar encarcelados, porque insultaron al arbitro. Por otro lado, conozco a un joven estudiante de Bellas Artes que asiste a la escuela que queda a cuatro cuadras de la cancha de Boca. Él estudia desde las siete y media de la tarde hasta las once de la noche. Una tarde en la que iba para el colegio coincidió con que había un partido de fútbol en la cancha de Boca. Este joven, como todos los días, llevó sus elementos de estudio en la mochila, entre los que incluía gubias, cuchillos, etcétera y como “forma de protección” llevaba unos “inocentes aerosoles” de venta libre. Actualmente, este joven está procesado y como es alumno de Bellas Artes se le perdonó que llevara elementos cortopunzantes, pero va ser condenado por llevar un aerosol que compró su mamá en la calle. Entonces, yo le pregunto a los legisladores, si tenemos en cuenta este ejemplo y el de los hinchas de fútbol que van a ser procesados por insultar al arbitro, ¿qué estamos queriendo hacer con la ciudad, un convento? Porque cuando llegue el momento de encarcelar a las prostitutas van a tener que hacerlo con el señor que le solicita sexo y este señor tiene un trabajo, una familia, maneja un auto, tiene una empresa, etcétera. Entonces, ¿lo van a meter preso 20 días? Sr. Coordinador (Davide).- Vaya concluyendo, por favor, señora Vani. Sra. Vani.- No sólo no van a alcanzar tantas cárceles, sino que nadie va a pasar un minuto preso y vamos a volver a la discriminación por temas sexuales. - Manifestaciones en la sala. Un asistente.- ¡Hablá también de la prostitución de lujo que la bancan bien desde de arriba y de los medios de comunicación! - Manifestaciones en la sala. Sra. Vani.- Voy a decir algo que sé por experiencia... Pág. 184 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 - Manifestaciones en la sala. Un asistente.- ¡Venimos a hablar del Código! Sra. Vani.- Entonces, ¿qué hacemos con las prostitutas? ¿Las dejamos que ejerzan la prostitución en sus departamentos? Lo que pasa es que tampoco quieren dejarlas en los departamentos. - Manifestaciones en la sala. Un asistente.- ¡Existe una solución para todos, la cuestión es sentarse a dialogar! Sra. Vani.- En estos momentos se hacen propuestas por cualquier cuestión que no es delito. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Ha concluido su tiempo, señora Vani, gracias. (Aplausos). 188.- Martha Inés Miravete Cicero Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la señora Martha Inés Miravete Cicero. Sra. Miravete Cicero.- Realmente me gustaría hablar más de cinco minutos, pero no puedo porque ya está establecido de esa forma. Soy Martha. Soy lesbiana. Es lo mejor que me pudo pasar en la vida. (Aplausos). Soy ex detenida y para el sistema soy una ex delincuente. Me comí seis años en la Unidad 3 de Ezeiza. Desde que salí de la cárcel peleo por los derechos humanos de los delincuentes. Por los pobres que de repente nos estamos muriendo adentro de una cárcel. Estamos en contra del Código Contravencional, porque hasta la fecha no se están cumpliendo todo lo que tiene que ver con los derechos humanos y esto es por las condiciones de encierro, tanto en la ciudad como en todo el territorio argentino –Devoto, Moyano y todas las unidades penitenciarias– ya que están superpobladas. En octubre del año pasado en una reunión de las Naciones Unidas, a la cual pude participar, brindé un informe de 25 casos y 3 muertes de personas que mueren dentro de las cárceles. Me parece que antes de realizar leyes en las que están trabajando ciertos grupos de Macri e Ibarra, para arrestar personas, hay que ver cómo vivirán en ese lugar en su tiempo de encierro y qué se logrará con esto. Las personas detenidas y ex detenidas les comunicamos a todos ustedes –porque somos ciudadanos y volvemos a la sociedad, ¿o nos van a tener siempre adentro?– que un lugar de genocidio son las cárceles de Argentina y no queremos que sean una práctica de genocidio encubierto y legalizado desde el Estado y desde el sistema. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 185 Dentro de las cárceles se viven situaciones de abandono de personas. No se ejerce el derecho a la salud ya que hay mala praxis, coacciones, violaciones, torturas, asistencia médica no apta. No hay medicación, ni dietas dignas. Hasta los policías te violan. Las compañeras travestis están con infanticidas y violadores. Para conseguir un plato de comida o para tener un paquete de puchos tienen que recurrir al sexo dentro de la cárcel. Vivimos en un tiempo de detención por cumplir una condena judicial, obviamente, “hicimos una macana en la vida entonces nos toca ir adentro”, pero no es para que se saque el problema y ocultarlo atrás de los muros porque la pobreza, el hambre y la falta de trabajo existe. Por otra parte, hay un fondo real que, por lo que sé, es de 3 mil pesos por preso. Eso es lo que se decía hasta el año pasado para una atención digna. Entonces, quiero hablar por mis compañeros y compañeras que van a estar esos 20 días detenidos. ¿Tendrán ese presupuesto para la atención digna de estas personas? Los problemas de la sociedad que están en la calle son por la falta de política de trabajo y atención social. Antes de continuar con el problema y ocultarlo en el encierro se debería pensar en mejoras sociales y trabajo digno sin discriminación y educación, ya que hasta la fecha desde nuestra vivencia y trabajo de campo sólo vemos el beneficio del sistema federal y penitenciario. Como el caso de Menem que, justamente, no está en una situación de encierro. - Manifestaciones en la sala. Sra. Miravete Cicero.- No puede venir a declarar porque tiene doblado el bracito. Hace años que las cárceles están desbordadas, alcanzando índices de hacinamiento y masificación nunca vistos; generando la situación de cárceles superpobladas, con tortura, maltrato y coacción. Hoy por hoy, en los lugares de encierro existen muertos de VIH, tuberculosis, hay sarna, los colchones no se cambian y en las comisarías tampoco hay lugar para tener a las personas alojadas, ni para menores ni para mayores. Las cárceles se han convertido en depósitos humanos y existe un presupuesto del Estado en una inoperancia de una burocracia interna. Me gustaría saber, ¿adónde va toda esta plata? Y si realmente va a existir ese dinero y en qué se va a gastar. Porque quiero que mis compañeros y compañeras cuando estén en su tiempo de detención, como estuve yo, tengan trabajo, puedan darle de comer a sus hijos y también que puedan acceder a una educación. Es por eso que me importa mucho el hambre que sufren las personas que están en el encierro. ¿Qué se hará con la atención de personas infectadas con VIH positivas? ¿Habrá infectólogo? ¿Habrá refuerzos? ¿Habrá un pabellón para las personas discapacitadas? Los homosexuales, travestis y lesbianas, ¿vamos a estar con los violadores e infanticidas? ¿La comida será guiso y polenta, o nos van a dar carne y verdura? Sr. Coordinador (Davide).- Le pido que vaya concluyendo. Pág. 186 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sra. Miravete Cicero.- También queremos trabajar, pero como tenemos tatuajes y antecedentes, no podemos conseguir un trabajo digno. Por eso, reincidimos. Muchos queremos trabajar, pero no podemos porque la cara, lo que vivimos y el odio que traemos de adentro nos hacen volver. - Manifestaciones en la sala. Sra. Miravete Cicero.- Me gustaría que estés cinco días en Ingreso y vamos a ver qué te pasa. (Aplausos). Queremos volver para valorar la vida y la dignidad humana. Desde el 20 de diciembre, e incluso muchos años antes, nos sacaron la dignidad y la vida. Y ustedes saben muy bien que “detrás de los muros” es una forma encubierta de matar a la gente. Por eso, a mis compañeras y compañeros que todavía no sufrieron el encierro, queremos que les respeten sus derechos. También lo pedimos por los muertos y por los que se están muriendo adentro, por quienes todavía no se ha hecho ninguna querella. Quiero que pongan fuerza y que inicien querellas por todo lo que nos hacen adentro de las cárceles. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra el señor Ramón Florencio Ceballos. Sra. Somenzi.- ¡Pido que se identifiquen los que están fotografiando y los que tienen cámaras! Veo que están los canales 11 y 26. Doctor López: ¡pida que se identifique el señor que tiene la cámara! Sr. Presidente (López).- De la misma manera que no le pedí a usted que se identificara, no se lo voy a pedir al señor. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Un asistente.- ¡Es una Audiencia Pública! ¡No es un circo! Sr. Presidente (López).- Desde ya que no lo es. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Señora, ¿qué es lo que supone usted que está pasando? Sra. Somenzi.- ¡Pido que estos señores se identifiquen! Sr. Presidente (López).- Pregúnteles usted. - Disturbios en la sala. Sr. Presidente (López).- Me parece impropio. No le he pedido a nadie que se identifique. No sé cuál es la cuestión. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 187 - La señora Somenzi agrede a un camarógrafo. Sr. Presidente (López).- ¡Por favor! ¡Que haya orden en la audiencia! Sra. Somenzi.- ¡No hay derecho! Sr. Presidente (López).- Le pido que se calme. Vamos a hacer un cuarto intermedio. Ésta es una Audiencia Pública para todas las personas y para los medios. Señora: si usted supone que existe una persona que no está cumpliendo con su función, denúnciela. Reitero: vamos a hacer un cuarto intermedio de diez minutos, porque no comprendo lo que ha sucedido aquí. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Les pido silencio. Por favor, dejen de gritar. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Estamos en el marco de una audiencia pública. Esto parece una escena de un colegio secundario. - Manifestaciones en la sala. Cuarto intermedio Sr. Presidente (López).- Vamos a pasar a un cuarto intermedio de quince minutos. - Es la hora 15 y 50. - A la hora 16 y 15: Reanudación de la audiencia Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Reanudamos la Audiencia Pública. Corresponde que hagan uso de la palabra los participantes N° 189, Ramón Florencio Cevallos; N° 190, Laura Vanesa Piedrabuena; N° 191, Alberto Gurrola Aguirrezábal y, N° 192, Liliana Magrini. - Los participantes mencionados anteriormente no se hacen presentes. Pág. 188 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Expositores Diputado Jorge Enríquez Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el diputado Jorge Enríquez, en su carácter de expositor. Sr. Presidente (López).- Cuando finalice la lista de expositores, las diez personas que han solicitado ser incorporadas a la audiencia y que fueron admitidas harán uso de la palabra. Luego de ello, concluirá la Audiencia Pública. Una asistente.- ¿Y los que llegaron tarde y pidieron hablar? Sr. Presidente (López).- Creo que los hicimos pasar a todos. Si falta alguno, ahora lo revisaremos. Un asistente.- Señor presidente: yo vine ayer, pero me fui porque la audiencia terminaba muy tarde. Yo iba a hablar hoy, no me anoté al principio... Sr. Presidente (López).- ¿Usted estaba anotado para hacer uso de la palabra en la audiencia? Un asistente.- He intentado anotarme hace un rato, pero no he podido. Quisiera anotarme, por favor. Sr. Presidente (López).- Ahora lo vamos a ver. Adelante, diputado Enríquez. Sr. Enríquez.- Señor presidente, vecinos de la Ciudad de Buenos Aires: en primer lugar, no puedo dejar pasar algunas situaciones que se suscitaron en el día de ayer y en el de hoy, y que evidentemente empañan lo que debería haber sido un foro de discusión sobre un tema sobre el cual todos los candidatos en la campaña electoral “cacarearon”. Esto es, la reforma del Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires. Señor presidente: usted es Secretario de Seguridad y Justicia de la Ciudad de Buenos Aires. Quiero señalarle que la intención ha sido buena; la intención era que la gente escuchara, en el marco de la Ley 6, y que se pudiera expresar. Pero no puedo dejar pasar por alto que a usted, como funcionario, no lo podían agredir tal como ayer lo hicieron algunos participantes. La democracia es saber convivir en el marco de la discrepancia y, al escuchar las cosas que se dijeron de usted, conociendo su hombría de bien, no las puedo dejar pasar por alto. Esto no lo digo con el ánimo de quedar bien con el funcionario con el cual he debatido, pero con el que también he trabajado en la vía pública, cuando quien les habla era Subsecretario de Gobierno, y el doctor López era Fiscal Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 189 Tampoco puedo dejar pasar por alto el ataque artero que sufrió la prensa en el día de ayer. Se censuraron algunos matutinos y algunos medios de comunicación por el solo hecho de defender el más sagrado de los derechos en una sociedad, después del de la vida y de la libertad, que es el derecho a expresarse. Nuestra Constitución habla claramente de “publicar las ideas sin censura previa”. Una periodista que se encuentra aquí en el recinto, la señora Alejandra Rey –la voy a citar con nombre y apellido–, escribió un artículo que podrán compartir o no –a mí me pareció excelente–, pero de ninguna manera se la puede denostar por expresar sus ideas. Porque eso es la mayor de las intolerancias que los grupos que pretenden no ser atacados de intolerantes están realizando hoy aquí. (Aplausos). No vengo a buscar el aplauso, sino simplemente a señalar las razones... Un asistente.- ¡Qué raro que hoy viniste y están todas las cámaras acá! No viniste a buscar nada, ¿no? Sr. Presidente (López).- Por favor, señores, les pido silencio. Sr. Enríquez.- Voy a decir las razones por las cuales, junto con otros legisladores, propiciamos la creación de un nuevo Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires. Entendemos que el sistema contravencional es la primera aproximación del ciudadano común a la Justicia. Un sistema contravencional útil debe contar con normas que prevengan la comisión de delitos. Por eso, no me sonrojo al decir que estamos aquí para sostener algunas figuras que van a permitir actuar en la antesala del quehacer delictivo; figuras tales como la “permanencia injustificada”, la “vigilancia injustificada”, o el “acecho”, si lo quieren denominar de esa manera (aplausos), pero en el marco del estado de derecho y con las garantías del debido proceso, porque yo no vengo a defender los edictos policiales. Justamente, vengo a señalar que esos edictos, que fueron repugnantes, aberrantes desde todo punto de vista, eran conculcatorios del estado de derecho... Un asistente.- ¡Eso duró cincuenta años! ¡¿Qué hiciste durante esos cincuenta años?! (El orador habla fuera de micrófono, por lo que no se perciben sus palabras) Un asistente.- Estuvo con el poder. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, señores, les pido silencio. Permitan que el expositor finalice su exposición. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, les pido que no interrumpan al orador. - Manifestaciones en la sala. Pág. 190 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Enríquez.- Me gustaría que sean tolerantes, que acepten la pluralidad de ideas... Un asistente.- ¡Como del ’76 al ’83! ¡Así de tolerantes somos! - Manifestaciones en la sala. Sr. Enríquez.- Aunque yo no comulgue en muchos aspectos con las ideas del doctor Eugenio Raúl Zaffaroni, el código vigente reconoce su autoría y, si él estuviera aquí, seguramente se sentiría muy mal al ver que un ciudadano, ya sea diputado –porque el cargo de diputado sólo es ocasional, ya que se lo confiere el pueblo y es el pueblo el que se lo quita... Sr. Presidente (López).- Diputado Enríquez: por favor, le pido que concrete su exposición. Sr. Enríquez.- Sí, señor presidente. Seguramente, el doctor Zaffaroni se sentiría muy mal al ver esta muestra de intolerancia. Estamos discutiendo un código que falazmente se denominó “Código de Convivencia”. Toda norma, ya sea en derecho público o privado, tiende a la convivencia; toda norma se refiere a regular conductas humanas. En consecuencia, está vinculada con la convivencia. En ningún artículo de la Constitución de los porteños se señala que es obligación de la Legislatura sancionar un Código de Convivencia, pero sí un Código Contravencional. Y nos tenemos que circunscribir a esto; hablar de los delitos, no viene al caso. En cuanto a los delitos, según el inciso 12) del Artículo 75 de la constitución federal, la sanción del Código Penal le corresponde al Congreso federal. Pero sí le corresponde a esta ciudad sancionar un Código Contravencional que sea eficaz; no como éste, que ha sido absolutamente ineficaz no sólo para solucionar problemas de convivencia, sino también para solucionar todos los temas inherentes a las contravenciones, episodios menores que, si bien no revisten la gravedad de los delitos, se vinculan con el sistema normativo que debe tener una sociedad para regular el buen orden de su vida social. Esto es en defensa de todos: de los ahorristas, de los travestis, de quienes quieren utilizar la ciudad libremente, pero en el marco del respeto de las garantías individuales, de los derechos de todos; en el marco de que el espacio público es el hábitat natural de todos los porteños, y que merece que cada uno de nosotros pueda disfrutar de él, sin verse afectado, en muchos casos, por la oferta explícita de sexo en la vía pública. Por eso señalamos que estamos en contra de la oferta y la demanda de sexo en la vía pública. (Aplausos). Por eso, también estamos a favor de la introducción de la reincidencia, ya que no es lo mismo aquel que comete una contravención por primera vez que aquel contraventor contumaz. Por eso, también hay puntos de acuerdo con el Poder Ejecutivo, y no podía ser de otra manera, acerca de las circunstancias que yo apuntaba junto con los funcionarios Antuña, Carelli y, por supuesto, con el Secretario de Justicia y Seguridad Urbana, porque han comprendido que cada contravención que se encuentre tipificada tenga un monto y una determinación de la pena para evitar el escándalo de sentencias jurídicas contradictorias; 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 191 por ejemplo, cuando un juez impone a una persona la sanción de apercibimiento por una contravención y a otro le aplica la pena de arresto. Por eso, también queremos eliminar el apercibimiento para centrarnos en las sanciones, como en el caso del decomiso de mercaderías. Aquí se habló de los comerciantes de los distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires: queremos clausurar el negocio cuando el comerciante incurra en infracciones bromatológicas. Acá no venimos a defender el derecho de un sector sino el de todos los sectores de la Ciudad de Buenos Aires. Acá venimos a defender a quienes quieren que esta ciudad sea vivible. Acá, nosotros entendemos que no hay ningún derecho de rango constitucional superior a otro, menos el de la vida. Eso supera todo desde el punto de vista axiológico. Sin embargo, el derecho de reunión en la vía pública no puede de ninguna manera cercenar a otros dichos. Tanto al doctor López como quien habla nos ocupamos de regular el derecho de reunión en la vía pública que permite que la gente se manifieste libremente en resguardo de las garantías constitucionales sin conculcar los derechos de los vecinos que quieren transitar libremente por la ciudad. Un asistente.- ¡Primero está el derecho a comer! Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Señor Enríquez: le pido que vaya finalizando su intervención. Sr. Enríquez.- Desde luego que primero está el derecho a la buena alimentación pero antes está el derecho a la vida. En relación con el tema de la seguridad, tal como lo establece la Constitución de la Ciudad en sus artículos 34 y 35, vamos a enfocarlo desde el punto de vista multidisciplinario y ahí ponemos énfasis en la educación. Desde luego que esto es así. Pero no podemos hacer un código de Heidi o un código para la Suiza de un cantón del año 2050 porque este código tiene que ser para la Ciudad de Buenos Aires de aquí y ahora, donde existe el derecho de manifestarse libremente, donde hay piqueteros, pero también es el lugar donde hay gente que quiere trabajar, donde la gente quiere transitar libremente. El derecho de reunión en la vía pública reconoce reglamentaciones en otros países del mundo donde nadie podría sospechar de gobiernos totalitarios. Destaco la Constitución española del ’78, una monarquía parlamentaria que determina que el derecho de reunión pacífica y sin armas puede estar reglamentado. También tenemos la legislación alemana de Böhn. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Silencio, por favor. Y le pido al orador que vaya concluyendo en su exposición porque está excedido en su tiempo. - Manifestaciones en la sala. Pág. 192 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Sr. Presidente (López).- Silencio, por favor, al público asistente, porque así no podemos seguir con el desarrollo de esta Audiencia Pública. - Manifestaciones en la sala. Sr. Enríquez.- ¡Qué día y qué puñalada le estamos dando a la democracia y al pluralismo en esta tarde! - Manifestaciones en la sala. Sr. Enríquez.- Simplemente, estoy expresando mis ideas. Para terminar con mi intervención y no abusar de los cinco minutos reglamentarios, quiero decir que este código ha sido absolutamente ineficaz, no solamente por la falta de agilidad en el procedimiento ya que hoy es más fácil hacer una declaración jurada en Ingresos Brutos sobre el patrimonio neto de cualquier tipo, que labrar un acta contravencional. En el año 2002 se labraron 98.444 contravenciones y solamente 572 merecieron condena. Eso significa el 0,18 por ciento. En ninguna parte del mundo sucede esto. Y esto no es porque solamente cuenta la parte represiva de la norma, sino que una norma como el Código Contravencional debe cumplir una función reguladora básica. En ese sentido, una norma que no se cumple cae en desuetudo, estimula su incumplimiento, alienta su violación y, en realidad, no queremos que eso pase en la Ciudad de Buenos Aires. Además, queremos que este Código Contravencional sirva para actuar en la antesala del quehacer delictivo. Que sirva para prevenir el robo, la violación, el homicidio. Por eso, nosotros queremos un Código Contravencional con todas las garantías del debido proceso, que se cumplan los principios de celeridad, de agilidad, de garantía procesal. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Pido al público asistente que permita concluir al orador. Sr. Enríquez.- Termino con lo siguiente: creo que en muchos casos... Un asistente.- ¡Por favor! ¡Yo ya estuve preso seis años! ¡Ya lo tengo reclaro! Sr. Presidente (López).- Silencio, por favor. Sr. Enríquez.- Cuando alguien dice que estuvo durante seis años preso, significa que no tiene absolutamente nada que ver con el Código de Contravenciones. Creo que estamos en un estado de anomia, porque estamos confundiendo autoritarismo con autoridad. Tenemos que evitar esta tensión que se está produciendo hoy entre los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires: un falso garantismo. Yo soy garantista, porque quiero las garantías del debido proceso y el principio de legalidad, aptitud de la prueba pero también quiero que sean respetadas todas las garantías individuales de todos 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 193 los vecinos. (Aplausos). Ese falso garantismo implica, en la práctica, la abolición de todo derecho. Tampoco quiero caer en la mano dura, en la brutalidad policial. Tampoco quiero caer en la represión indiscriminada. Simplemente, quiero que se cumpla la ley con la Constitución en la mano, con la ley en la mano, como decían los romanos lex dura, lex sed lex vamos a tener una ciudad que nos permita prevenir el accionar delictivo... - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Señor Enríquez: le pido que concluya su exposición. Sr. Enríquez.- Señor presidente: más allá de que se hayan producido estos escándalos, estas situaciones de intolerancia, creo que esto sirve para que los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires puedan discernir correctamente de qué lado está cada uno. De un lado, están aquellos que confunden autoritarismo con autoridad, y que piden garantías; y, del otro, están los vecinos que son la enorme mayoría que quiere vivir en paz, que quiere vivir en dignidad que quiere vivir en una sociedad justa. - Aplausos y manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Pido al público presente que recuperemos el orden para concluir con el desarrollo de esta Audiencia Pública. Un asistente.- ¡Hoy no pude ir a trabajar para poder participar de esta reunión! Diputado Julio de Giovanni Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Corresponde que haga uso de la palabra el diputado Julio de Giovanni en su carácter de expositor. Sr. De Giovanni.- Señor Secretario de Justicia y de Seguridad, señor Subsecretario, coparticipantes de esta tarea de discusión y esclarecimiento. Soy legislador de esta ciudad y también fui legislador cuando se sancionó el Código Contravencional vigente. Y lo hicimos en el marco de la derogación de los edictos policiales. Yo pertenecía a la legislatura que derogó los edictos policiales y allí sancionamos este código en reemplazo de esas normas, en las que no había legalidad, en la que quien dictaba la norma era el que la aplicaba y era el que discernía si era culpable o no de una contravención. En ese marco, sancionamos la Ley 12 de la ciudad. Esa misma ley que hoy, después de un lustro de vigencia entendemos que puede ser reformada y en un sentido positivo. Hoy, hay consenso entre lo que dice el Poder Ejecutivo y lo que decimos los legisladores en el sentido de que a cada contravención corresponde una pena, y eso es, señores, garantía para los habitantes de la ciudad. Si el menú de penas es muy extenso pueden terminar aplicándole el arresto a todas las contravenciones. Ya que hablamos de penas, es cuestión de fijar algunas posiciones. Pág. 194 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Como legislador y no como presidente de la Comisión de Justicia –y luego como presidente de ésa comisión les voy a decir cómo sigue este procedimiento– quiero decirles que no estamos de acuerdo con la pena de arresto como un punto principal dentro del Código. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, señores, les pido silencio. Sr. De Giovanni.- No estamos de acuerdo con que para la mayor parte de las contravenciones la pena principal sea la pena de arresto. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, señores, permitan que el orador pueda exponer sus ideas. Una asistente.- ¡Qué no nos mientan, señor presidente! Sr. De Giovanni.- De todas maneras voy a continuar con mi exposición. Si ustedes acceden a la página de Internet de la Legislatura podrán observar, en el proyecto de reforma al Código Contravencional que presentamos con el diputado Giorno, que no establece la pena de arresto como pena principal. Además, nosotros no le hemos puesto pena de arresto a ninguna cuestión que ya no la tuviera la Ley 12 que es la que rige en el actual Código vigente. En todo caso podemos cambiar de opinión si es que favorecemos a la ciudad y a los habitantes de Buenos Aires. Estamos en un proceso en que esta Audiencia Pública nos ayudará, de alguna manera, a llegar a la reforma del Código Contravencional. Quiero ser breve en mi intervención. Sabemos que con la ley no vamos a encontrar una solución a todos los problemas, tanto de marginación como de desempleo. No vamos a poder solucionarlos ni con una ley más dura ni con una ley más blanda. Esto es una cuestión que corre por otros carriles y que tiene otro tipo de soluciones. Pero nuestra obligación como legisladores es sancionar la mejor ley posible. Nos parece auspicioso que el Poder Ejecutivo haya convocado a esta Audiencia Pública y que el debate sobre el Código Contravencional continúe en la Legislatura, en sus comisiones de Justicia, Seguridad y Asuntos Constitucionales, las que desde ya les abren sus puertas a todos ustedes para que puedan venir a opinar sobre cómo debemos reformar este Código. Acá se inicia un proceso en que el Poder Ejecutivo ha convocado a una Audiencia Pública. El Poder Ejecutivo sacará sus conclusiones y enviará un proyecto de reforma a la Legislatura. Creo que ya tiene seis proyectos de reformas integrales y parciales, que como legisladores tenemos la obligación de tratar. Invito a todas las organizaciones y a todos aquí presentes a que presenten una normativa concreta para que la Legislatura la ponga a estudio y la pueda sancionar. Creemos que esa es la manera en que nosotros vamos a servir a la comunidad. No quiero abusar de mis cinco minutos, por lo tanto doy por terminada mi intervención. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 195 Diputado Tomás Devoto Sra. Coordinadora (Estrabaca).- Tiene la palabra el diputado Tomás Devoto, en carácter de expositor. Sr. Devoto.- Buenas tardes a todos los presentes y al Secretario de Seguridad. En nombre del movimiento por un Pueblo Libre rechazamos cualquier modificación del Código de Convivencia, así como lo hicimos el día 19 de febrero en un intento de modificación que apuntaba a atacar, básicamente, las libertades democráticas, individuales y colectivas que tiene el pueblo de la ciudad. Esas libertades que tanto nos costó conquistar, a través de muchas luchas, ahora de golpe y porrazo, en un día de verano, se vuelve a insistir en modificar este Código de Convivencia. Sabemos que no es el mejor Código de Convivencia que tenemos, pero nosotros decimos que darle más poder a una institución como es la Policía Federal, cuestionada por la población, por los secuestros express, por el gatillo fácil, genera mayor inseguridad, no es conveniente. Se establece que la seguridad pasa por darle más facultades a la Policía Federal y yo les digo que es en este punto en el cual la población va a estar más insegura. En realidad, el objetivo de la nueva reforma al Código de Convivencia no es darle garantía y seguridad a toda la sociedad, sino seguridad e impunidad a los empresarios que hundieron el país, a los banqueros que les robaron el ahorro a esos pobres ahorristas. (Aplausos). Por eso en una parte dice que si uno está en la puerta de un banco significa que es una permanencia injustificada, ¿saben para quién es? Para el ahorrista que va a pedir que le devuelvan lo que le robaron. A esas personas les van a aplicar la reforma del Código. Así como los remates judiciales que le han liquidado la casa a muchos ciudadanos. La reforma apunta a defender los intereses de los de arriba; a esos “chorros” que también hundieron el país, como los Macri o esos empresarios que se “comieron” la plata de la deuda externa. (Aplausos). Se habla de que esta reforma es para defender a la población, las libertades individuales y colectivas. Entonces, por qué van a arrestar a tres personas que se junten en una plaza. Eso es atacar a la poca libertad democrática que tanto nos costó. (Aplausos). Por eso no queremos volver a los edictos policiales. No volvamos a esas figuras como el acecho y el merodeo, porque lo único que pretenden es garantizar la impunidad de empresarios y banqueros. Vamos a rechazar esta reforma. Esta Audiencia Pública la vemos como muy positiva a pesar del debate que se ha llevado a cabo, porque es una instancia más en la cual todo el pueblo y toda la sociedad pueden venir a opinar. La gente debe participar y debe movilizarse para ganar la calle y poder conservar el derecho de expresarse. (Aplausos). Nos estamos acercando, justamente, a una fecha muy importante para el país y para el pueblo, que no quiere volver a las viejas formas del pasado de la represión y el control social. Nos acercamos a un día como el 24 de marzo para poder decir una vez más “no a la impunidad, no a la represión y que vayan presos todos los asesinos”. Pág. 196 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 Por eso, no queremos una sociedad de represión y descontrol social. Queremos libertad para todo el país y para toda la ciudad. (Aplausos). Por todo lo expuesto es que rechazamos la reforma al Código Contravencional. (Aplausos). Sr. Coordinador (Davide).- Vamos a hacer mención de los últimos 10 participantes inscriptos: Silvia Somenzi; Ana María Dubaniewicz; Eugenio Artaza; María Ángela Albarracín; Valentín Herrera; Luis Alberto Giuliani; Argelia Cruz; Domínguez Ramírez; José Luis Marginet y Enrique Piragini. Silvia Somenzi Sr. Coordinador (Davide).- Corresponde que haga uso de la palabra la señora Silvia Somenzi. Sra. Somenzi.- Pido disculpas. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Permitan que la expositora pueda expresar su idea. Sra. Somenzi.- En primer lugar, pido disculpas al público. Estaremos en un teatro del absurdo, por ejemplo. Por eso, doctor López, desde mi asiento pedí que se identificara una persona que no estaba identificada a mi vista ni a la del resto del público. Reitero: pido disculpas. No acostumbro a hacer eso, pero quiero decir algo con respecto a la prensa. Es lo mismo el golpe que transforma un cuadro en un póster que el golpe que transforma la libertad de prensa –con el sagrado derecho de la libertad de la prensa– en la prensa concentrada, concentrada hasta el hartazgo, donde somos objetos de la cámara, somos descontextualizados. Es evidente lo que hicieron todos los medios, según lo que hemos leído. Han sacado de contexto esto que ayer, en algún momento, se llamó público. ¿Será un teatro de operaciones? ¿O será el teatro del absurdo o del espontaneismo? Ayer los medios sacaron de contexto este tema. Y fue evidente no solamente lo que dijeron sino también lo que pusieron en la foto. ¿Eso no es tendencia? Sí. Es tendencia concentrada. Doctor López, público, vecinos, ciudadanos, amigos y compañeros: nuevamente pido disculpas. Hoy un circunspecto no sé si ciudadano o vecino me expresó que la doxa –a decir de Pierre Bordieu– de otros vecinos… - Manifestaciones en la sala. Sra. Somenzi.- ...no podía llegar hasta aquí porque el auditorio era empecinadamente hostil. El adjetivo es mío. 22 y 23 de marzo de 2004 AUDIENCIA PÚBLICA Pág. 197 Analizando sobre la marcha, diría que la doxa está encapsulada, porque sabemos dónde están sus representantes conspicuos. Hoy algunos han venido. Éstas son reflexiones. No son apotegmas. Reitero: son reflexiones que tomo de los libros. El mundo está dividido en tres categorías de personas: un pequeñísimo número que hace producir los acontecimientos; un grupo un poco más importante que vigila su ejecución y asiste a su cumplimiento; y, en fin, una vasta mayoría que jamás sabrá lo que en realidad ha acontecido. Esto lo dijo un miembro del Counsil of Foreign Relations (CFR), Nicholas Murray Butler. Es el famoso gobierno en las sombras de Estados Unidos. Por supuesto, sabía lo que decía. - Manifestaciones en la sala. Sra. Somenzi.- En realidad, sí estudié la lección, porque vengo con una vocación de la que tengo orgullo, que es un libro que se llama “Vigilar y castigar”. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Permitan que la expositora termine y le pido a las cámaras que se corran de entre el público. - Manifestaciones en la sala. Sra. Somenzi.- Justamente, “Vigilar y castigar” atiende a esto, al Código. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Por favor, señores. Sra. Somenzi.- Justamente “Vigilar y Castigar” atiende al Código. - Disturbios entre los camarógrafos y el público asistente. Sr. Presidente (López).- ¡Señores, por favor! Les pido a todos los asistentes que se comporten. La Audiencia Pública ha concluido en su convocatoria formal. Hay diez personas que se han anotado fuera de término para ser escuchadas, pero sólo será posible si todas las personas y las cámaras –que pareciera que tienen el don de excitar a algunos concurrentes– toman su lugar. Les pido, por favor, a los señores que tienen las cámaras que se coloquen en el costado de la sala, tal como lo han hecho durante toda la jornada, para ver si volvemos a la cordura, porque pareciera que algunos se excitan cuando hay cámaras de por medio. La idea es continuar con esta audiencia que lleva dos días. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Le están faltando el respeto a una expositora que desde hace cinco minutos está esperando para poder seguir con su exposición. Pág. 198 AUDIENCIA PÚBLICA 22 y 23 de marzo de 2004 - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- No importa si están o no de acuerdo. - Manifestaciones y disturbios en la sala. Sr. Presidente (López).- Les pido que ocupen su lugar. De lo contrario, no se podrá seguir en estas condiciones. Les recuerdo que hemos concluido con el Orden del Día, y ahora estábamos escuchando a los expositores adicionales. - Manifestaciones en la sala. Finalización Sr. Presidente (López).- Por favor, señores, así no podemos continuar. Voy a tener que dar por concluida la Audiencia Pública. - Manifestaciones en la sala. Sr. Presidente (López).- Como no existe interés en seguir con esta audiencia pública, la doy por finalizada. - Es la hora 16 y 55. Graciela M. Walter Taquígrafa