Newsletter Julio 2012 ARTÍCULOS DOCTRINALES MADRID Alcalá 61 28014 – Madrid Tlf: +34 91 436 04 20 Fax: +34 91 436 04 30 www.perezllorca.com BARCELONA Diputació 260, 4º 08007 – Barcelona Tlf: +34 93 481 30 75 Fax: +34 93 481 30 76 n LA RESPONSABILIDAD DE LAS SOCIEDADES MATRICES POR LAS CONDUCTAS ANTICOMPETITIVAS DE SUS FILIALES Oriol Armengol Socio del Área de Contencioso, Público y Regulatorio n LA RESCISIÓN DE LAS OPERACIONES SOCIETARIAS Francisco José León Sanz Of Counsel de PEREZ-LLORCA Catedrático de Derecho Mercantil, Universidad de Huelva NOvEDADES LEGISLATIvAS n LEY 3/2012, DE 6 DE JULIO, DE MEDIDAS URGENTES PARA LA REFORMA DEL MERCADO LABORAL Luis Enrique Fernández Pallarés Socio del Área de Laboral n LEY 1/2012 DE SIMPLIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES DE INFORMACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE FUSIONES Y ESCISIONES DE SOCIEDADES DE CAPITAL Vicente Conde Viñuelas Socio del Área de Corporate n MEDIDAS FISCALES ADOPTADAS EN EL REAL DECRETO-LEY 20/2012 Clara Jiménez Socia del Área de Fiscal Ana Mata Abogada del Área de Fiscal n MEDIDAS DE LIQUIDEZ EN EL REAL DECRETO-LEY 21/2012 Juan Manuel Rodríguez Cárcamo Counsel de PEREZ-LLORCA Abogado del Estado en excedencia Área de Contencioso, Público y Regulatorio OTRAS NOvEDADES LEGISLATIvAS NOvEDADES JURISPRUDENCIALES Doctrina Contencioso, Público y Regulatorio LA RESPONSABILIDAD DE LAS SOCIEDADES MATRICES POR LAS CONDUCTAS ANTICOMPETITIVAS DE SUS FILIALES ORIOL ARMENGOL Socio del Área de Contencioso, Público y Regulatorio PEREZ-LLORCA [email protected] Tel: (+34) 91 436 33 12 Fax: (+34) 91 436 04 30 www.perezllorca.com A. Introducción Uno de los aspectos que caracterizan el Derecho de la competencia tanto nacional como comunitario es su carácter antiformalista en comparación con otras disciplinas jurídicas, lo cual es un reflejo de la utilización legislativa de ciertos conceptos de naturaleza económica más que jurídica. Uno de los conceptos en los que el enfoque económico del derecho de la competencia resulta más evidente es el concepto de empresa, que no se corresponde necesariamente con el de sociedad en sentido mercantil sino con el de unidad económica de decisión, y que incluye por ello a todo el conglomerado de entidades sometidas a un mismo control. elevarse su límite máximo, que se calcula sobre la base del volumen de negocios de la empresa infractora (es decir, el volumen de negocios de la matriz en lugar del de la filial). En este artículo analizaremos el régimen jurídico de la atribución de responsabilidad de las sociedades matrices por las infracciones al derecho de la competencia cometidas por sus empresas filiales. A estos efectos, comenzaremos recordando el fundamento de la atribución de responsabilidad a la sociedad matriz para examinar a continuación cuáles son los requisitos de esa atribución de responsabilidad y plantearnos, finalmente, las cuestiones abiertas que se derivan de esa atribución de responsabilidad. B. Fundamento de la atribución de responsabilidad a la matriz El concepto de empresa como principal sujeto pasivo de la normativa de competencia no aparece definido en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (“TFUE”)1, lo que obligó a los Tribunales comunitarios a rellenarlo de contenido. Desde bien temprano, la jurisprudencia comunitaria dejó claro que “en derecho de la competencia, el término «empresa» designa a una unidad económica en relación con el objeto del acuerdo en cuestión con independencia de que legalmente dicha unidad económica consista en varias personas, físicas o jurídicas”2. A nivel nacional, el apar- El trasfondo económico del concepto de empresa lleva aparejadas una serie de consecuencias jurídicas muy diversas. Una de ellas es la inaplicabilidad a sociedades del mismo grupo de la prohibición de acuerdos colusorios, pues tratándose de sociedades sometidas a una misma unidad de decisión se entiende que no existe entre ellas una relación de competencia. Un razonamiento similar lleva a no aplicar la normativa de control de concentraciones a las operaciones corporativas llevadas a cabo entre sociedades que forman parte de un mismo grupo de empresas. actividad económica, con independencia del estatuto jurídico de dicha entidad y de su modo de financiación”. Como se ve, en ambos casos la reali- Otro de los efectos que se derivan de este peculiar concepto de empresa es la facultad de las autoridades de la competencia de atribuir a la sociedad matriz de un grupo la responsabilidad por las conductas anticompetitivas llevadas a cabo por sus filiales, lo que ha llevado en la práctica a un incremento significativo del importe de las sanciones al La doctrina de la unidad económica está estrechamente vinculada con las nociones de control y de grupo de sociedades, más propios del Derecho mercantil. De modo que forman parte de la misma empresa en el sentido de la normativa de competencia todas las sociedades dependientes someti- 1 tado 1 de la Disposición adicional cuarta de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia (“LDC”) sí define el concepto de empresa como “cualquier persona o entidad que ejerza una dad económica prevalece sobre la forma jurídica. Curiosamente, el concepto venía definido en el Tratado por el que se crea el EEE como “cualquier entidad que lleva a cabo activida- des de naturaleza comercial o económica” (Artículo 1 del Protocolo 22). 2 As. 170/83, Hydrotherm [1984], apartado 10. 1 Doctrina Contencioso, Público y Regulatorio das al control de una misma sociedad dominante, en la terminología del artículo 42 del Código de Comercio. Así las cosas, el concepto de empresa que se utiliza en derecho de la competencia permite fácilmente disociar la autoría de una infracción de la responsabilidad sobre la misma infracción pues es perfectamente posible que una determinada sociedad participe materialmente en un acuerdo colusorio prohibido o abuse de su posición de dominio en el mercado, infringiendo con ello el derecho de la competencia, y que, sin embargo, dicha sociedad no haya actuado de forma autónoma sino siguiendo instrucciones de la entidad dominante del grupo. Llegados a este punto, debemos analizar en qué condiciones pueden las autoridades de competencia imputar a una sociedad dominante de un grupo de sociedades la responsabilidad por una infracción administrativa cometida por otra sociedad dependiente del mismo grupo. C. Requisitos para la atribución de responsabilidad a la matriz En Derecho comunitario, la posibilidad de imputar a la matriz la responsabilidad de una conducta cometida por su filial fue confirmada por primera vez por el Tribunal de Justicia en el asunto ICI 3, que vinculó la responsabilidad a la falta de autonomía de una sociedad dependiente respecto a su sociedad dominante. Al respecto, el Tribunal señaló que “el comportamiento de una filial puede imputarse a la sociedad matriz, en particular cuando, aunque tenga personalidad jurídica separada, esa filial no determina de manera autónoma su conducta en el mercado sino que aplica, esencialmente, las instrucciones que le imparte su matriz”. De modo que para imputar a la sociedad matriz de un grupo la responsabilidad por las conductas anticompetitivas llevadas a cabo por sus sociedades filiales no basta con la existencia objetiva de una relación de control accionarial entre ambas sociedades sino que se exige, además, que tal control haya sido efectivamente ejercitado por parte de la sociedad matriz. Ello exigía que la Comisión Europea (la “Comisión”), para poder imputar a una empresa matriz la responsabilidad de la conducta de su filial, demostrase que la primera ejerció efectivamente su dominancia sobre la segunda y que, por tanto, la conducta de esta última no era verdaderamente autónoma. No obstante, dado que ello no resulta sencillo en la práctica, el Tribunal de Justicia afirmó poco tiempo después que la prueba del ejercicio efectivo por la matriz de una influencia decisiva sobre el comportamiento de la filial no era exigible si se acreditaba que la primera controlaba la totalidad del capital social de la segunda. Así, en el asunto AEG4 el Tribunal de Justicia admitió por primera vez que, en los casos en los que una sociedad matriz posee el 100% del capital de su filial, se presume que la primera ejerce efectivamente un control sobre la segunda, recayendo sobre la matriz la carga de desvirtuar la presunción aportando pruebas de la autonomía de su filial. Esta presunción iuris tantum que permite imputar a una sociedad la responsabilidad por las infracciones de una sociedad filial simplemente demostrando que controla la totalidad de su capital social ha sido posteriormente confirmada por los Tribunales comunitarios, si bien en ocasiones de forma un tanto dubitativa5. En este contexto, los Tribunales comunitarios se han visto últimamente confrontados con el argumento según el cual las dificultades prácticas para rebatir la presunción hacen que estemos ante una responsabilidad objetiva que sería incompatible con el principio de responsabilidad personal propio del Derecho de la competencia6. A ello ha respondido el Tribunal de Justicia dejando claro que las dificultades para desvirtuar la presunción no implican necesariamente que ésta sea irrefutable. Asimismo, el Tribunal ha precisado que en los casos en los que la filial está totalmente participada por la matriz, la imputación a ésta de la responsabilidad por las infracciones de la filial es una facultad discrecional de la Comisión7. Sea como fuere, lo cierto es que la presunción es aplicable sólo en los casos de titularidad del capital al 100%, por lo que en aquellos casos en los que tal situación acciona- 3 As. 48/69, Imperial Chemical Industries c. Comisión [1972]. As. 107/82, AEG Telefunken c. Comisión [1983], apartado 50. 5 Cfr. al respecto las sentencias en el asunto Stora (as. C-286/98 [2000], apartados 28 y 29) y, sobre todo, Bolloré (as. T-109/02 et al. [2007], apartado 132), en la que el antiguo Tribunal de Primera Instancia pareció exigir a la Comisión que, además de demostrar la existencia de una situación de control del 100% del capital, aportara pruebas adicionales de un ejercicio efectivo del control. La sentencia Akzo Nobel (as. C-97/08 [2009]) zanjó definitivamente cualquier duda que pudiera existir sobre la plena aplicabilidad de la presunción. 6 As. C-90/09 P, General Química c. Comisión [2011] y as. C-520/09, Arkema c. Comisión [2011]. 7 As. T-42/07, Dow Chemical c. Comisión [2011]. 4 2 Doctrina Contencioso, Público y Regulatorio rial no se da, la Comisión sólo podrá imputar a la matriz la responsabilidad de las infracciones de su filial si demuestra que existe una situación de control y acredita que, en ejercicio del mismo, la matriz ha influido decisivamente en el comportamiento de la filial. A nivel nacional, la propia LDC reconoce el principio de imputación a la matriz de la responsabilidad por las infracciones de su filial en el artículo 61.2, según el cual “la actuación de una empresa es también imputable a las empresas o personas que la controlan, excepto cuando su comportamiento económico no venga determinado por alguna de ellas”. En su reciente resolución Bombas de fluidos8, el Consejo de la CNC ha señalado respecto a esta disposición que “es un reflejo de la doctrina comunitaria, que permite imputar la responsabilidad a la sociedad matriz aunque no haya participado directamente en el acuerdo”. No obstante, el artículo 61.2 LDC parece establecer un régimen más laxo que el comunitario toda vez que admite que el Consejo de la CNC se ampare válidamente en la presunción de falta de autonomía de la filial cualquiera que sea la naturaleza del control, y no únicamente en aquellas situaciones en las que la matriz es titular de la totalidad del capital social de la filial. Según se ha dejado expuesto, cuando el control se deriva de una situación distinta a la de la propiedad por la matriz del 100% del capital de la filial, la Comisión está obligada a demostrar no sólo que tal control existe sino que se ha traducido en una influencia decisiva de la matriz en la conducta de la filial. Esta segunda prueba no parece que resulte exigible en el régimen previsto en la LDC, que precisa demostrar que la matriz está en disposición de controlar la filial pero no necesariamente que tal control se ha producido efectivamente. En este sentido, el Consejo de la CNC ha admitido que el control que permite atribuir la responsabilidad de las infracciones a la matriz se deriva de la posibilidad de ejercer una influencia decisiva sobre las decisiones de su filial “independientemente del medio usado para ello”9, expresión que parece remitir a los distintos medios de ejercicio de control que se prevén en el artículo 7.2 LDC. Esta disposición establece, en sede de control de concentraciones y de forma muy amplia, los distintos medios a través de los que se puede ejercer la influencia decisiva que da lugar a la existencia de control10. Al respecto, existe algún precedente en el que el extinto Tribunal de Defensa de la Competencia sancionó con arreglo a la vieja Ley 16/1989, de 17 de julio, Defensa de la Competencia a una empresa como responsable solidaria de una infracción cometida por su filial a pesar de no ostentar el control mayoritario de su capital social.11 En este sentido, la LDC amplía enormemente el poder sancionador del Consejo de la CNC. C. Cuestiones abiertas La principal cuestión que se plantea es hasta qué punto la imputabilidad a la matriz de la responsabilidad por las infracciones al derecho de la competencia cometidas por su filial conduce a admitir que los terceros perjudicados por tales infracciones están facultados para reclamar a la matriz los daños que se derivan de la vulneración por la filial de la legislación de competencia. En este sentido, es bien sabido que, en virtud de la aplicación privada del derecho de la competencia, cualquier tercero que haya sufrido daños como consecuencia de una infracción a la legislación de competencia está facultado para reclamar civilmente una compensación. La pregunta que cabe hacerse es si la jurisdicción ordinaria puede declarar civilmente responsable a la matriz por los daños causados por su filial sobre la base de la declaración por la autoridad de la competencia (sea el Consejo de la CNC o la Comisión) de su responsabilidad en una infracción administrativa. A nuestro modo de ver, la respuesta parecería en principio negativa dada la aplicación en el marco de los artículos 1902 y ss. del Código Civil del principio de responsabilidad personal, que obliga a responder de los daños exclusivamente al que los causa mediando 8 Expediente S/0185/09, de 24 de junio de 2011. Expediente S/0086/08, STANPA, de 2 de marzo de 2011. 10 Según esta disposición, “[…] el control resultará de los contratos, derechos o cualquier otro medio que, teniendo en cuenta las cir9 cunstancias de hecho y de derecho, confieran la posibilidad de ejercer una influencia decisiva sobre una empresa y, en particular, mediante (a) derechos de propiedad o de uso de la totalidad o parte de los activos de una empresa, (b) contratos, derechos o cualquier otro medio que permitan influir decisivamente sobre la composición, las deliberaciones o las decisiones de los órganos de la empresa”. 11 Expediente 611/06, Excursiones Puerto de Sóller, de 3 de abril de 2007. En su ratio decidendi, el Tribunal de Defensa de la Competencia puso de manifiesto que el “control también se puede adquirir poseyendo un porcentaje minoritario del capital social, pero suficientemente relevante en comparación con el resto del capital social, repartido entre numerosos pequeños accionistas”. 3 Doctrina Contencioso, Público y Regulatorio dolo o negligencia. Nada impide reclamar civilmente a la matriz en el caso de que, en su pronunciamiento administrativo, la autoridad de la competencia hubiera declarado que la matriz es responsable de la infracción por haber participado en la misma en calidad de coautor. Más difícil será, en cambio, que una resolución administrativa que se limite a establecer una responsabilidad solidaria entre matriz y filial a efectos del pago de la multa, sin especificar si la matriz participó directamente en las prácticas anticompetitivas objeto de la infracción administrativa, pueda servir como fundamento de una demanda de reclamación de daños contra la matriz. No creemos, sin embargo, que quepa descartarlo de plano si atendemos a la amplitud con la que últimamente se viene construyendo la responsabilidad civil por hecho ajeno prevista en el artículo 1903 del Código Civil. en el artículo 58 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. Una cuestión distinta a la que también conviene referirse es la práctica de la CNC de tramitar todo el procedimiento administrativo y concluirlo mediante resolución sancionadora sin notificar a la matriz ninguno de los actos administrativos dictados durante el procedimiento. En este sentido, es habitual que, en expedientes que concluyen con una resolución que sanciona solidariamente a la matriz y a su filial, la Dirección de Investigación no notifique a la matriz el acto de incoación, la adopción del pliego de cargos o la propuesta de resolución, y que el Consejo ni siquiera le notifique la propia resolución sancionadora. El razonamiento que subyace en el proceder de la CNC probablemente parte de la idea de que basta la notificación de un acto administrativo a cualquier entidad del grupo (generalmente, la filial) para entender que el mismo ha sido debidamente notificado al resto de entidades que se integran en el mismo (y, en este caso, a la matriz). Nuestra opinión es que la particular concepción de empresa que maneja la LDC y a la que nos hemos venido refiriendo en estos párrafos no puede utilizarse en relación con cuestiones procesales reguladas en la normativa general de procedimiento administrativo que, de forma supletoria, se aplica en el procedimiento sancionador previsto en la LDC. Las empresas matrices tienen un incuestionable interés legítimo en un expediente administrativo que puede concluir en una resolución que les imponga una sanción, por lo que la Dirección de Investigación y el Consejo de la CNC están obligados a notificarles todos los actos administrativos que se dicten a lo largo del mismo, en cumplimiento de lo expuesto 12 Vid., en este sentido, la resolución en el asunto Stanpa, citada, en la que parece declararse que las matrices infringieron deliberadamente las normas de la competencia junto con sus filiales. 4 Doctrina Corporate LA RESCISIÓN DE LAS OPERACIONES SOCIETARIAS FRANCISCO JOSÉ LEÓN SANZ Catedrático de Derecho Mercantil Universidad de Huelva Of Counsel de PEREZ-LLORCA [email protected] Tel: (+34) 91 436 33 12 Fax: (+34) 91 436 04 30 Resumen I. Planteamiento. II. La existencia de perjuicio como presupuesto para la rescisión concursal de las operaciones societarias. a. Consideraciones generales. b. La distribución de dividendos y la retribución de derechos de socio. c. La devolución de aportaciones en ejecución de un acuerdo de reducción de capital o de la separación o exclusión de socios. III. Efectos de la rescisión. I. Planteamiento. En la fase anterior a la declaración de concurso, cuando el deudor se encuentra en una situación de dificultades económicas, hay una serie de operaciones societarias que presentan una cierta tipicidad desde el punto de vista de su significación en el plano rescisorio. Es relativamente normal que los socios realicen en esa fase actuaciones con el objetivo de recapitalizar la sociedad para que pueda continuar la actividad de forma solvente o, también, operaciones de mayor trascendencia, como una reestructuración empresarial a través de una modificación estructural, como una fusión o una escisión. Sin embargo, en ocasiones, también se efectúan operaciones por los socios con la finalidad inversa, es decir, la de facilitar a los socios que puedan recuperar su inversión o dejar fuera del concurso determinados activos o unidades económicas rentables. Las operaciones societarias que se realizan en el periodo sospechoso y que pueden ser potencialmente perjudiciales presentan una gran variedad en la práctica. Normalmente, en la regulación de las sociedades de capital se establecen medidas para asegurar la efectividad de la integridad del capital social que cubren los supuestos que podrían ser objeto de rescisión. En estos casos, el recurso a las acciones rescisorias resulta inoperante o queda restringido a supuestos extraordinarios. En la constitución o en un aumento de capital en una sociedad de responsabilidad limitada con aportaciones no dinerarias, la responsabilidad solidaria de los socios resulta ordinariamente un remedio más efectivo que el recurso al ejercicio de la acción rescisoria concursal (art. 73 LSC). En una segregación, si se declara el concurso de la sociedad beneficiaria, no se plantea, en principio, la necesidad de proceder a la rescisión de la operación, en la medida en que la sociedad transmitente mantiene una responsabilidad por las obligaciones transmitidas en virtud de lo dispuesto en el art. 80 LME. Ahora bien, no siempre el régimen del capital es suficientemente efectivo y cubre todos los casos que se pueden llegar a plantear. II. La existencia de perjuicio como presupuesto para la rescisión concursal de las operaciones societarias. a. Consideraciones generales. La Ley Concursal ha establecido una configuración de las acciones rescisorias concursales bastante objetiva. El presupuesto fundamental para proceder a la rescisión consiste en la existencia de perjuicio. Resulta irrelevante que la contraparte del acto sea de buena fe. Tampoco se requiere como presupuesto para proceder a la rescisión que se acredite que el acreedor fuera insolvente en el momento de realizar el acto, basta con demostrar que tuvo lugar dentro del periodo sospechoso de dos años. La delimitación normativa del concepto de perjuicio se ha hecho de manera equívoca y bastante defectuosa. El art. 71.1 LC emplea la expresión perjuicio para la masa activa. En la doctrina se ha producido un debate acerca de si se debe interpretar esta expresión de manera estricta, conforme al tenor literal, en el sentido de falta de equivalencia desde un punto de vista económico funcional entre el acto de disposición del concursado y el de la contraparte, o bien cabe admitir un concepto más 1 Doctrina Corporate amplio de perjuicio, desde la perspectiva teleológica del principio de igualdad de trato entre los accionistas, concepto que incluyera un perjuicio mediato o indirecto que comprendiera el trato preferente injustificado dispensado por el concursado a un acreedor particular. El recurso a este concepto amplio tiene una especial significación en relación con las operaciones societarias, ya que normalmente son actuaciones en las que se posterga a los acreedores a favor de los socios con el objetivo de situarlos al abrigo del concurso. Antes de continuar con el análisis de la existencia de perjuicio en las operaciones societarias, resulta conveniente dejar claro, aunque pueda parecer evidente, que la presunción del art. 71.2 LC, relativa a los actos a título gratuito, no resulta de aplicación con carácter general a las operaciones societarias descritas en el apartado anterior, con independencia de que pueda serlo en algún supuesto concreto en función de las circunstancias del caso. Las sociedades de capital son sociedades con una finalidad lucrativa en las que existe un sinalagma y en las que también se da una reciprocidad mediata o indirecta entre las aportaciones y los derechos de los socios. El derecho al dividendo del socio o a la cuota de liquidación es la contraprestación a la inversión realizada por el socio como aportación social. En cambio, ordinariamente, será de aplicación la presunción de perjuicio relativa a los actos realizados con personas especialmente relacionadas (art. 71.3, 1º LC). La presunción afecta a los socios que sean titulares de una participación en el capital de la sociedad superior al 10%, cuando se trate de una sociedad que no cotice en bolsa (art. 93.2, 1º LC). Esta regulación plantea la posibilidad de que la rescisión de la operación societaria afecte a socios que superen este umbral y a socios que tengan una participación inferior en el capital social. Cuando la rescisión afecte a personas especialmente relacionadas y a personas que no lo sean, se ha de entender que corresponde a la administración concursal la prueba de que el acto resulta perjudicial. En todo caso, conviene destacar que la Ley Concursal establece una presunción de perjuicio, la buena fe de la contraparte es irrelevante a los efectos de proceder a la rescisión. Por consiguiente, no se toma en consideración si el socio tenía conocimiento o no de la situación de dificultades económicas de la sociedad o de si la operación societaria se realizó en fraude de acreedores, hechos que suelen ser conocidos por los socios con una participación significativa y que normalmente se desconocen, en cambio, por los minoritarios que se encuentran al margen de la gestión social. El enjuiciamiento sobre la existencia o no de perjuicio se ha de hacer en cada caso en función del tipo de operación societaria que se haya realizado y de los términos en los que se haya efectuado. Con carácter general, la cuestión se plantea en términos similares a los de cualquier otro supuesto objeto de rescisión y no presenta especialidades por el hecho de tratarse de una operación societaria. En relación, por ejemplo, con la rescisión de un aumento de capital con aportaciones no dinerarias, el mero hecho de que se obstaculice la ejecución del bien supone, en principio, un perjuicio, con independencia de que, en función de las circunstancias del supuesto de hecho, se puedan dar otros elementos que justifiquen la razonabilidad económica de la operación para la sociedad concursada aportante. Hay dos grupos de operaciones societarias que presentan singularidades que pueden justificar un tratamiento específico: la distribución de dividendos y la retribución de otros derechos de socios y la devolución de aportaciones en ejecución de un acuerdo de reducción de capital o de un acuerdo de separación o de exclusión socios. b. La distribución de dividendos y la retribución de derechos de socio. En la regulación de las sociedades de capital se establece una obligación de restitución de los dividendos o de las cantidades entregadas a cuenta de los dividendos en el caso de que se contravenga lo establecido normativamente y siempre que los socios perceptores tuvieran conocimiento de la irregularidad de la distribución (art. 278 LSC). Evidentemente, este cauce se puede emplear una vez declarado el concurso para exigir la devolución de los dividendos indebidamente percibidos por los socios, siempre que se den en el supuesto de hecho los presupuestos que se establecen. Con la finalidad de lograr la reintegración de los dividendos repartidos, también cabe acudir al ejercicio de las acciones rescisorias. La Ley Concursal establece como presupuesto fundamental para que se pueda proceder a la rescisión la existencia de perjuicio. Como se acaba de indicar, no se considera relevante la buena fe de la contraparte. 2 Doctrina Corporate La cuestión más decisiva consiste en determinar si cabe la rescisión de la distribución de dividendos en el periodo sospechoso cuando se hayan observado las normas establecidas para asegurar la integridad del capital social. La Ley Concursal no ha considerado relevante el estado del concursado en el momento de realizar el acto, que fuera o no insolvente, como presupuesto para la rescisión. Una interpretación amplia del régimen del periodo sospechoso en la regulación de la acción rescisoria concursal podría llevar a la conclusión de que se establece una suerte de presunción de Derecho necesario, que no admite prueba en contrario, de que la sociedad se encontraba en situación de insolvencia durante ese periodo. Esta interpretación conduciría a la afirmación de que toda distribución de beneficios realizada durante el periodo sospechoso se hizo por una sociedad que es tratada, desde el punto de vista rescisorio, por la norma concursal como si ya fuera insolvente. El hecho de que el concurso se solicite en el supuesto de insolvencia inminente sería irrelevante desde el punto de vista rescisorio, pues la Ley Concursal no ha previsto ni tampoco ha permitido que se pruebe por la contraparte la situación de solvencia del concursado en el momento de realizar el acto para impedir la rescisión. De acuerdo con esta interpretación, como se trataría de una presunción de Derecho necesario, el hecho de que la sociedad hubiera aprobado cuentas anuales durante el periodo sospechoso en las que se hubiera puesto de manifiesto la existencia de beneficios resultaría irrelevante desde una perspectiva rescisoria. Esta forma de comprender el tratamiento concursal del periodo sospechoso, en conexión con una concepción amplia del perjuicio, puede originar un grave riesgo para la seguridad jurídica. En efecto, en principio, todo reparto de dividendos acordado cuando la sociedad ya es o se presume insolvente causaría un perjuicio en caso de concurso pues implica que los socios cobren por delante de los acreedores y se traduce en una reducción de la masa activa en la cuantía correspondiente a los beneficios distribuidos. Esta lectura de la Ley Concursal pone de manifiesto de nuevo las deficiencias que plantea la delimitación del supuesto de hecho normativo objeto de la acción rescisoria concursal. Antes de nada, hay que tener en cuenta, la finalidad lucrativa de las sociedades de capital. El derecho a los beneficios sociales constituye la contraprestación básica del socio a las aportaciones realizadas. La distribución de dividendos es un compromiso de la sociedad que tiene naturaleza onerosa. Esta obligación tiene como presupuesto que la sociedad haya obtenido resultados positivos en el ejercicio. La solvencia de la sociedad, la cobertura del patrimonio neto de la cifra de capital y de las demás atenciones previstas en la Ley y en los estatutos, es condición necesaria para el reparto de dividendos (art. 273 LSC). Acreditada esta circunstancia a través de las cuentas anuales, la Ley de Sociedades de Capital obliga a la sociedad a pronunciarse sobre la aplicación del resultado. El derecho del socio al reparto de los beneficios obtenidos y el correlativo deber de la sociedad se ha reforzado con la consideración de la falta de distribución como causa de separación del socio (art. 348 bis LSC, cuya vigencia ha quedado suspendida hasta el 31 de diciembre de 2014 por la Ley 1/2012, de 22 de junio, de simplificación de obligaciones de información y documentación de fusiones y escisiones de sociedades de capital). La obligación legal de la sociedad de pronunciarse sobre el reparto de los dividendos obtenidos y de proceder, en principio a su reparto, se ha de observar también en el periodo sospechoso, siempre que se cumplan, evidentemente, las exigencias legales para hacerlo. En consecuencia, la existencia de perjuicio como presupuesto para la rescisión en la distribución de dividendos requiere –y así se habrá de demostrar en los términos previstos en el art. 71 LC-, que la sociedad fuera insolvente en el momento de decidirlo o que no se hubieran respetado las normas sobre integridad del capital social, no sólo desde un punto de vista formal, sino también desde una perspectiva material. La acreditación de la falta de solvencia y/o de cobertura del capital social constituye una particularidad de la rescisión de esta clase de actos. Con carácter general no se exige que se demuestre si la sociedad era o no solvente en el momento de realizar el acto en el periodo sospechoso. En el caso del reparto de dividendos, es necesario hacerlo en la medida en que es un elemento esencial para que se desencadene el derecho del socio al beneficio y la obligación de la sociedad de proceder a su reparto. Como regla general se pueden considerar rescindibles todos aquellos repartos de dividendos o de cantidades a cuenta de dividendos que se hayan acordado cuando no se hubieran observado las normas que regulan la integridad del capital social en esta materia. 3 Doctrina Corporate No es preciso, sin embargo, que se haya declarado ineficaz el acuerdo de aprobación de las cuentas anuales ni tampoco el acuerdo de la Junta general o del Consejo de Administración de repartir dividendos a cuenta, ni el ejercicio de la acción de nulidad o anulabilidad es presupuesto para el ejercicio de la acción rescisoria. Parece suficiente con la acreditación por la administración concursal del incumplimiento de las normas sobre protección del capital en el momento del reparto de los dividendos en el procedimiento rescisorio. Durante la fase común del concurso, la administración concursal ha de analizar la situación patrimonial del concursado así como las causas de la insolvencia como presupuesto para la elaboración del informe. Una de las tareas de la administración concursal consiste en la comprobación del cumplimiento de las obligaciones contables por el concursado y, en particular, de lo relativo a las cuentas anuales. En el periodo sospechoso, se pueden haber formulado las cuentas anuales del último o de los dos últimos ejercicios, es decir, de una etapa relativamente próxima a la situación de dificultades económicas que ha desencadenado finalmente la declaración de concurso. A partir de esta labor de examen sobre la situación económicopatrimonial del concursado y de su reflejo contable en el periodo sospechoso, la administración concursal puede conocer si se han producido salidas patrimoniales de la sociedad a favor de sus socios sin respetar las medidas que se establecen para asegurar la integridad del capital social, actuaciones que serían por tanto perjudiciales y que podrían ser objeto de rescisión. La demanda de rescisión por parte de la administración concursal podría fundarse en los hechos encontrados adecuadamente acreditados, conforme a lo dispuesto en el art. 71 de la Ley Concursal, sin que sea necesaria la impugnación del acuerdo de aprobación de las cuentas anuales o de otros acuerdos adoptados por el concursado en el periodo sospechoso y con independencia de la trascendencia de estos hechos desde el punto de vista de la responsabilidad concursal. Por otro lado, como una sociedad puede ser insolvente incluso en los casos en los que las cuentas anuales reflejen la existencia de fondos propios positivos -por ejemplo, en un supuesto de falta de liquidez que impida a la sociedad cumplir a tiempo e íntegramente con el conjunto de sus acreedores, también en esos casos se debe admitir que se proceda a la rescisión, pues la distribución de dividendos implicaría un trato favorable a los socios, una disminución de la masa activa y una menor satisfacción para los acreedores concursales. Existe, además, un tercer grupo de casos, aquél en el que se ha haya producido algún elemento extraordinario que sea indiciario y que permita llegar a la conclusión de que ha habido perjuicio. Ese sería el supuesto, por ejemplo, de la satisfacción del crédito del socio al dividendo mediante una dación en pago y la entrega de un bien inmueble. Este parece haber sido también el criterio seguido por la jurisprudencia en la Sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona de 9 de febrero de 2012, que confirma la Sentencia del Juzgado de lo mercantil nº 3 de Barcelona, de 2 de mayo de 2011. La Sentencia rescinde un acuerdo adoptado de distribución de cantidades a cuenta de dividendos llevada a cabo durante el periodo sospechoso. En la resolución judicial se considera probado que la sociedad contaba en ese momento con fondos propios suficientes para la adopción de este acuerdo de distribución de cantidades a cuenta de dividendos. De manera acertada no da una trascendencia definitiva, desde un punto de vista rescisorio, al incumplimiento de las normas sobre la documentación exigida para la adopción del acuerdo. La circunstancia que considera más relevante, a los efectos de apreciar la existencia de perjuicio, consiste en la falta de liquidez de la sociedad en el momento de la adopción del acuerdo. El reparto supone, por tanto, una contravención de lo establecido en el art. 277 a) de la Ley de Sociedades de Capital. La necesidad de que la sociedad cuente con la liquidez suficiente para la realización de la distribución de cantidades a cuenta de dividendos es una garantía necesaria para asegurar el pago puntual y regular de las obligaciones asumidas por la sociedad. La apreciación de la existencia de perjuicio en este caso, parece, por consiguiente, razonable. “El carácter oneroso de la distribución de dividendos, con amparo genérico en la naturaleza de la relación societaria mercantil y el ánimo de lucro de los socios que le es inherente, no excluye que, en el caso que nos ocupa, el reparto efectuado, de 300.000 euros, en concepto de dividendos a cuenta de resultados futuros, de una sociedad falta de liquidez, por decisión de una junta extraordinaria universal de la sociedad, se considere que causa perjuicio al patrimonio de la sociedad que después será declarada en concurso. Este perjuicio no sería sólo indirecto, por vulneración de la par condicio creditorum, al hacer de peor 4 Doctrina Corporate condición a unos acreedores ajenos a la operación, los cuales, de no haber existido aquel pago, hallarían una masa activa que les permitiría la percepción, en hipótesis, de una cuota de satisfacción más elevada, sino directo, por reducción del patrimonio del deudor, como entendemos que ha apreciado el juez.” El ejercicio de la acción rescisoria no se plantea de la misma forma en relación con la retribución de otros derechos de socio y, en concreto, con la remuneración de las prestaciones accesorias. La retribución de las prestaciones accesorias no tiene como presupuesto que se hayan observado las normas sobre integridad del capital social, como sucede respecto de la distribución de dividendos. Tampoco tienen que consistir necesariamente en una participación en los beneficios sociales. En el enjuiciamiento sobre la existencia de perjuicio en este tipo de supuestos se puede atender a distintos parámetros, además de tomar en consideración, naturalmente, las circunstancias que se puedan dar en el caso concreto. En primer lugar habrá que atender el equilibrio económico funcional entre el valor económico de la prestación accesoria y el valor de la retribución estatutaria convenida. En segundo lugar, en el periodo sospechoso habrá que apreciar la conveniencia o no de la prestación accesoria desde la perspectiva de las dificultades económicas de la sociedad. Finalmente, también habrá que tener en cuenta, en el periodo sospechoso, la oportunidad del pago de la retribución de la prestación accesoria en función de los intereses del conjunto de los acreedores. c. La devolución de aportaciones en ejecución de un acuerdo de reducción de capital o de la separación y exclusión de socios. A diferencia de lo que sucede en la sociedad anónima, en la sociedad de responsabilidad limitada no se prevé de manera imperativa que los acreedores de la sociedad tengan derecho de oposición a la reducción de capital con devolución de aportaciones. Aunque sea de una manera incidental, al hilo de esta cuestión, cabe señalar que la reciente reforma de la Ley de Modificaciones Estructurales ha modificado el ejercicio del derecho de oposición de los acreedores en esas operaciones, pero ha mantenido inalterado el régimen de la Ley de Sociedades de Capital en este tema, lo que provoca una injustificada diferencia de tratamiento normativo (compárense los artículos 44 LME y 334 LSC). La medida establecida en la LSC, como tutela de los acreedores en la reducción de capital en las sociedades de responsabilidad limitada, consiste en la responsabilidad solidaria del socio por las deudas contraídas por la sociedad con anterioridad a la fecha en la que la reducción de capital sea oponible a terceros. A pesar de que el tenor literal de la norma resulta equívoco, la mayoría de la doctrina y la DGRN consideran que la responsabilidad del socio tiene como límite el importe del valor nominal de las participaciones sociales amortizadas o de la cifra en que se hubiera reducido el capital social. En caso de concurso, esta medida de protección de los acreedores resulta claramente insuficiente: el reembolso del socio se corresponde con el valor razonable de su participación en el capital social que se amortiza, pero la responsabilidad solidaria del socio por las deudas contraídas por la sociedad alcanza exclusivamente hasta el valor nominal de la cifra en que se haya reducido el capital social. La dotación por la sociedad de una reserva con cargo a beneficios o reservas libres por el importe de la cifra en que se reduce el capital social no supone una mayor garantía. En consecuencia, la insuficiencia del régimen de protección del capital en la reducción del capital con devolución de aportaciones en la sociedad de responsabilidad limitada desde la perspectiva de los intereses de los acreedores, justifica que se aprecie con un cierto rigor la existencia de perjuicio en los casos en los que la operación societaria se lleve a cabo durante el periodo sospechoso. En este sentido, es frecuente, por ejemplo, en sociedades cerradas en las que participa un socio inversor, que se prevea tanto en los pactos parasociales como en los estatutos un derecho de salida del socio inversor en el que se determine el valor de su participación en el capital de la sociedad en función de la inversión realizada a la que se suma un retorno que asegure una ganancia mínima. El derecho de salida se suele activar, entre otras razones, porque la sociedad atraviese una situación de dificultades económicas. El ejercicio de este derecho en el periodo sospechoso parece que, en principio, se puede considerar perjudicial y, por tanto, ser objeto de rescisión en caso de concurso. 5 Doctrina Corporate La solución no debiera ser diferente por el hecho de que se articulara la operación a través de la adquisición por la sociedad de sus propias participaciones (art. 140 LSC). En este supuesto se prevé que la sociedad dote una reserva legal por el importe de las participaciones adquiridas (art. 142 LSC). No obstante, esta operación, cuando se realiza en el periodo sospechoso, puede ser también potencialmente perjudicial para los acreedores, pues supone la salida del socio de la sociedad, el pago de su parte en la sociedad por el valor razonable o por lo pactado con los demás socios, la correspondiente disminución del patrimonio social y el aumento del sacrificio de los acreedores en caso de concurso. III. Efectos de la rescisión. En la ordenación de los efectos, el art. 73 LC parte de la consideración de que la rescisión tuviera como consecuencia la restauración de la situación al momento anterior a la realización del acto como si el acto no se hubiera producido. Contempla el supuesto de los contratos, más en concreto, el de los contratos sinalagmáticos en los que se entrega cosa por cosa o cosa por precio, como el contrato de compraventa. De acuerdo con esta concepción, dispone que la declaración judicial de la rescisión obligue al concursado a devolver la cosa y a la contraparte a restituir el precio o a la inversa, con sus frutos e intereses. Asimismo, en coherencia con la idea de sinalagma, se establece un condicionamiento recíproco en la devolución de las prestaciones. El derecho de la contraparte se califica como crédito contra la masa, de conformidad con el objetivo de las acciones rescisorias de reintegrar el patrimonio del deudor como si el contrato no hubiera tenido lugar. Este tratamiento de los efectos en la Ley Concursal plantea una considerable inseguridad en la aplicación a la rescisión a otros supuestos como sucede en el caso de las operaciones societarias. La práctica equiparación del tenor literal de los efectos de la rescisión a la nulidad podría justificar una interpretación que llevara a considerar que la rescisión de la operación societaria debería dar lugar a la remoción de los efectos de la operación societaria como si la operación societaria no se hubiera realizado. De acuerdo con este planteamiento, en el supuesto de la rescisión de un aumento de capital mediante la aportación de un bien inmueble, por ejemplo, la sociedad beneficia- ria de la aportación debería devolver a la sociedad concursada el bien objeto de la aportación. Al mismo tiempo, el aumento de capital se consideraría como si no se hubiera producido y se procedería a la correspondiente rectificación de los estatutos y a su inscripción en el Registro mercantil. Ahora bien, los efectos de la rescisión no se pueden equiparar a los de la nulidad. Al mismo tiempo, también resulta equívoca la expresión normativa del art. 73 de la Ley Concursal en la que se establece que la rescisión obliga a la restitución de las prestaciones. La rescisión no determina en sentido estricto la obligación de la contraparte de devolver al deudor el objeto de la prestación recibida, sino que le obliga a entregar un bien propio, adquirido legítimamente, para que se integre en la masa del concurso y responda por deudas ajenas, las del concursado. Al mismo tiempo, resurge el derecho de la contraparte con fundamento en el acto objeto de rescisión. En el supuesto anterior de un aumento de capital con aportaciones no dinerarias, en sentido estricto, la rescisión tiene como consecuencia que la sociedad beneficiaria de la aportación entregue el bien aportado para que se integre en la masa activa del aportante. La posición de la concursada frente a la contraparte resulta dudosa, dada la redacción del art. 73.3 de la Ley Concursal. Del tenor literal, parece deducirse que la concursada debería devolver las acciones o participaciones recibidas como contrapartida de la aportación. En rigor, se debería considerar más bien que la concursada no puede cumplir con la obligación de aportación y, en consecuencia, la sociedad beneficiaria de la aportación rescindida habría de proceder a la correspondiente amortización de las acciones o participaciones y a la consiguiente reducción del capital social. En los supuestos de reducción de capital con devolución de aportaciones, la determinación de los efectos de la rescisión también requiere de una serie de ajustes para la aplicación de lo dispuesto en la norma concursal. El socio queda obligado, en virtud de la rescisión, a la entrega de lo recibido de la sociedad concursada en ejecución del acuerdo de reducción. Por su parte, la sociedad, en principio, parece que no puede entregar las acciones o participaciones sociales correspondientes porque han sido amortizadas. 6 Doctrina Corporate La Ley Concursal guarda silencio en relación con los casos en los que el concursado no pueda devolver el bien recibido por la contraparte del acto rescindido, únicamente se refiere al supuesto inverso, es decir, aquél en el que es la contraparte la que no puede hacerlo. Se debe entender, no obstante, aplicable la misma regla, la concursada deberá entregar el equivalente en dinero, en el supuesto de la reducción de capital, el valor de las acciones o participaciones amortizadas en el momento de la reducción de capital. Si el crédito de la contraparte tiene la calificación de deuda contra la masa (art. 73.3 LC), la obligación de entrega a la masa del concurso por la contraparte quedaría, por tanto, minorada en la cuantía correspondiente. En cambio, si fuera crédito subordinado, por tratarse de una persona de mala fe, la contraparte quedaría obligada a reintegrar lo recibido de la sociedad concursada y cobraría el crédito rescisorio en el lugar que le correspondiera como crédito subordinado. En aquellos supuestos en los que la salida del socio se haya producido mediante la adquisición por la sociedad de sus propias acciones o participaciones sociales, la determinación de los efectos de la rescisión del negocio de adquisición de la autocartera plantea menos dificultades: el socio, contraparte del acto, debería entregar lo recibido de la sociedad concursada y la sociedad concursada, a su vez, deberá devolver al socio las acciones o participaciones sociales adquiridas. Los efectos de la rescisión de la reintegración de la distribución de dividendos plantea de nuevo cuestiones específicas. Tanto la Sentencia de la Audiencia de Barcelona como la del Juzgado de Instancia se limitan a señalar la obligación de reintegración de los beneficios recibidos por los socios. Sin embargo, como bien señala la Audiencia de Barcelona, la distribución de dividendos tiene naturaleza onerosa. Cabe considerar, y este parece haber sido el criterio del Juzgado y de la Audiencia, que no surge ninguna obligación de la sociedad concursada en virtud de la rescisión del acuerdo de distribución de dividendos o de reparto de cantidades a cuenta de dividendos, en la medida en que el perjuicio alcanza a la totalidad de los dividendos que se ha acordado distribuir. La determinación de las consecuencias de la rescisión se simplifica en todos aquellos supuestos en los que se proceda a la rescisión de los pagos realizados por la sociedad a los socios en lugar de la rescisión de la operación societaria. También se alcanza un resultado más conforme con el principio de igualdad de trato entre los acreedores concursales. La rescisión del pago tiene como consecuencia la obligación del socio de entregar a la masa activa aquello que hubiera recibido de la sociedad en pago de su derecho de crédito (derecho al dividendo, a la devolución de sus aportaciones, etc.). La rescisión de los pagos tiene también como consecuencia que el crédito del socio frente a la sociedad se considere insatisfecho. Si se trata de un socio que no tiene la condición de persona especialmente relacionada, este crédito tiene la consideración de crédito concursal ordinario. La equiparación de los socios con los acreedores que sean ajenos a la sociedad en caso de concurso es contraria a la par condicio creditorum. La protección del socio, en especial, de los minoritarios, debiera fundarse en su actuación de buena fe, de forma que no se permitiera en ese caso que se procediera a la rescisión. Ahora bien, rescindido el pago efectuado por la sociedad al socio, la calificación de su crédito como ordinario frente a la sociedad en concurso resulta injustificada. En el caso de que el socio tenga la condición de persona especialmente relacionada, la reciente reforma de 2011 de la Ley Concursal ha introducido un elemento de incertidumbre en la calificación del crédito del socio en el caso de la rescisión de los pagos a los socios. La reforma ha limitado la calificación de los créditos subordinados a los préstamos y a otros créditos de naturaleza análoga, con una redacción que adolece de una evidente falta de claridad (art. 92.5 LC). Los créditos de los socios no tienen, evidentemente, naturaleza financiera sino societaria. La finalidad de la norma consiste en la subordinación de los créditos de los socios con la sociedad con fundamento en la infracapitalización nominal, es decir, la Ley Concursal considera que deben tener un tratamiento que se aproxime a las aportaciones de capital en caso de concurso, los préstamos de los socios y todos aquellos créditos que se deriven de operaciones con la misma finalidad económica. Una interpretación teleológico sistemática del régimen de los efectos de la rescisión y de la subordinación de créditos ofrece una justificación razonable para calificar los créditos de los socios como socio frente a la sociedad como créditos subordinados: si la Ley Concursal subordina los préstamos de los socios por equipararlos a las aportaciones de capital, con mayor razón los créditos de los socios en cuanto socio, también en los supuestos de rescisión de los pagos realizados por la sociedad al socio. 7 Doctrina Fiscal y Laboral LEY 3/2012, DE 6 DE JULIO, DE MEDIDAS URGENTES PARA LA REFORMA DEL MERCADO LABORAL LUIS ENRIQUE FERNÁNDEZ PALLARÉS Socio del Área de Laboral PEREZ-LLORCA [email protected] Tel: (+34) 91 426 14 39 Fax: (+34) 91 436 04 30 www.perezllorca.com El pasado 7 de julio de 2012 se publicó en el B.O.E. la Ley 3/2012, de 6 de julio, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral (en adelante, la “Ley 3/2012”). De conformidad con su Disposición Final vigésima primera, entró en vigor al día siguiente de su publicación, esto es, el 8 de julio de 2012. La Ley 3/2012 modifica el ya conocido Real Decreto-ley 3/2012, de 10 de febrero de 2012 (en adelante, “RD-ley 3/2012”). En adelante, denominaremos conjuntamente a la Ley 3/2012 y al RD-ley 3/2012, la “Reforma Laboral 2012”. Así, la Ley 3/2012 ha pulido y modificado algunos aspectos ya previstos en el RD-ley 3/2012 recogiendo las enmiendas que los distintos grupos parlamentarios presentaron con respecto al originario articulado del RD-ley 3/2012. De esta forma, el texto definitivo de la Ley 3/2012 ha presentado algunas variantes con respecto a la anterior norma dictada en febrero de este mismo año. Por ello, nos parece conveniente profundizar y detallar los cambios finales que ambas normas (la Ley 3/2012 y el RD-ley 3/2012) han producido en nuestro ordenamiento jurídico laboral. Con esta finalidad, a continuación resaltamos de manera consolidada los cambios más importantes introducidos por la Reforma Laboral 2012: I. MEDIDAS PARA FAVORECER LA EMPLEABILIDAD DE LOS TRABAJADORES Con el fin de potenciar el empleo de los trabajadores la Reforma Laboral 2012 adopta las siguientes precauciones: A. INTERMEDIACIÓN LABORAL La gestión de la colocación recaía hasta la fecha en los Servicios Públicos de Empleo. A través de esta reforma se autoriza también a las Empresas de Trabajo Temporal a actuar como agencias de colocación, siempre y cuando cumplan los requisitos legalmente establecidos para ello. B. FORMACIÓN PROFESIONAL Entre el catálogo de derechos individuales de los trabajadores se incluye el derecho a la formación necesaria dirigida a su adaptación a las modificaciones operadas en el puesto de trabajo. Se determina que la acción formativa correrá a cargo de la empresa. Se establece un permiso retribuido de 20 horas anuales para que los trabajadores obtengan formación vinculada a su puesto de trabajo. Asimismo, se prevé que los Servicios Públicos de Empleo otorguen a cada trabajador una cuenta de formación, asociada al número de afiliación a la Seguridad Social, en el que efectuarán las anotaciones correspondientes a la formación recibida por el trabajador a lo largo de su carrera profesional. También se admite que los centros de formación intervengan directamente en el sistema de formación para el empleo. Además, en relación con el contrato para la formación y el aprendizaje, se modifican los siguientes aspectos: (a) se amplía el límite de edad de los trabajadores destinatarios del mismo a 30 años hasta que la tasa de desempleo se sitúe por debajo del 15%; y (b) se permite que la formación que reciban los trabajadores en virtud de este contrato se imparta en la propia empresa, si ésta dispone de las instalaciones y el personal adecuados al efecto. 1 Doctrina Fiscal y Laboral C. REDUCCIÓN DE CUOTAS EN LOS CONTRATOS B. OTRAS MEDIDAS PARA FAVORECER LA CREA- PARA LA FORMACIÓN Y EL APRENDIZAJE CIÓN DE EMPLEO Las empresas que concierten contratos para la formación y el aprendizaje con trabajadores desempleados e inscritos en la Oficina de Empleo antes del 1 de enero de 2012 tendrán derecho a una reducción de las cuotas empresariales a la Seguridad Social. Lo mismo ocurrirá con las empresas que transformen en contratos indefinidos los contratos para la formación y el aprendizaje. Para favorecer la flexibilidad de las empresas en la organización del trabajo y con el objetivo principal de incrementar las oportunidades de empleo se reforma el contrato de trabajo a tiempo parcial y se regula por primera vez el trabajo a distancia, comúnmente denominado "teletrabajo". II. MEDIDAS PARA FOMENTAR LA CONTRATACIÓN INDEFINIDA Y OTRAS MEDIDAS PARA FAVORECER LA CREACIÓN DE EMPLEO A. FOMENTO DE LA CONTRATACIÓN INDEFINIDA La principal novedad que incorpora la Reforma Laboral 2012 a este respecto es que introduce una nueva modalidad contractual denominada "contrato de trabajo por tiempo indefinido de apoyo a los emprendedores", a través del cual pretende incentivar la iniciativa empresarial y el empleo estable. Este contrato podrá ser celebrado por empresas que tengan menos de 50 trabajadores y tendrá el mismo régimen jurídico que los contratos indefinidos, si bien el periodo de prueba que eventualmente establezca podrá tener hasta un año de duración (aunque no se podrá establecer periodo de prueba cuando el trabajador ya haya desempeñado las mismas funciones con anterioridad en la empresa). La celebración del referido contrato podrá dar lugar a diversos incentivos fiscales y bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social. Así, la empresa tendrá derecho a una deducción fiscal reflejada en el art. 43 del texto refundido de la Ley del Impuesto sobre Sociedades. Las bonificaciones en las cuotas empresariales de la Seguridad Social persiguen potenciar la contratación de jóvenes entre 16 y 30 años (bonificaciones de hasta 3.600 euros en tres años) y de los mayores de 45 años (bonificaciones de hasta 4.500 euros). Así, en relación con la reforma del contrato de trabajo a tiempo parcial, se permite que los trabajadores realicen horas extraordinarias, siempre y cuando no se superen los límites legales establecidos al efecto. Se determina la obligación de cotizar por la realización de estas horas extraordinarias, tanto por contingencias comunes como profesionales. Además, se establecen bonificaciones en las cuotas empresariales a la Seguridad Social de hasta 2.100 euros para las empresas que transformen en indefinidos contratos en prácticas, de relevo y de sustitución por anticipación de la edad de jubilación III. MEDIDAS PARA FAVORECER LA FLEXIBILIDAD INTERNA EN LAS EMPRESAS COMO ALTERNATIVA A LA DESTRUCCIÓN DE EMPLEO Con el objeto de favorecer la flexibilidad interna en las empresas como alternativa a la destrucción del empleo, la Reforma Laboral 2012 introduce las siguientes medidas: A. SISTEMA DE CLASIFICACIÓN PROFESIONAL. MOVILIDAD FUNCIONAL La Reforma Laboral 2012 omite todas las referencias hasta ahora existentes a la categoría profesional, concepto que hasta la fecha imperaba como elemento básico del sistema de clasificación profesional. Así, se establece el grupo profesional como criterio de referencia del sistema de clasificación profesional. A estos efectos, se flexibiliza la movilidad funcional, estando la empresa facultada para llevar a cabo la movilidad funcional ordinaria del trabajador 2 Doctrina Fiscal y Laboral dentro de un mismo grupo profesional, eliminando la limitación previamente existente por la pertenencia a una categoría profesional equivalente. Por último, se establece un plazo de un año para que los convenios colectivos en vigor adapten su sistema de clasificación profesional a lo previsto al efecto en la Reforma Laboral 2012. B. TIEMPO DE TRABAJO La Reforma Laboral 2012 habilita a la empresa a distribuir de manera irregular a lo largo del año el diez por ciento (10%) de la jornada de trabajo, en aquellos casos en los que no haya sido posible alcanzar un pacto a este respecto con los representantes de los trabajadores. En estos supuestos el trabajador afectado deberá conocer, con un preaviso mínimo de cinco días, el día y la hora de la prestación de trabajo irregularmente distribuida por el empresario. C. MOVILIDAD GEOGRÁFICA En relación con la movilidad geográfica, se establece que las causas que podrán amparar la misma serán todas aquellas relacionadas con la competitividad, productividad, organización técnica o del trabajo en la empresa y/o las contrataciones referidas a la actividad empresarial. Asimismo, se elimina la potestad que ostentaba la Autoridad Laboral para ampliar el plazo de incorporación de los trabajadores a sus nuevos puestos de trabajo así como para paralizar la efectividad de los traslados colectivos. D. MODIFICACIÓN SUSTANCIAL DE LAS CONDICIO NES DE TRABAJO En cuanto a las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, de manera correlativa a lo previsto para la movilidad geográfica, se flexibilizan las causas que pueden amparar las mismas. Asimismo, se simplifica la distinción entre modificaciones colectivas e individuales, estableciendo que la diferencia entre ambas radica únicamente en el número de trabajadores afectados por la medida. Además, se hace una mención expresa a la cuantía del salario como modificación sustancial y se incluyen la modificaciones: (i) de funciones; y (ii) del sistema de remuneración y cuantía salarial, como supuestos en los cuales el trabajador puede rescindir voluntariamente su contrato de trabajo con derecho a indemnización. Por otra parte, se reduce el plazo de efectividad de las modificaciones colectivas de las condiciones de trabajo adoptadas por el empresario sin acuerdo con los representantes de los trabajadores. Así, una vez notificada la modificación a los trabajadores, la misma surtirá efectos en un plazo de siete días. Por último, se hace una remisión al mecanismo previsto en el artículo 82.3 del Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores (en adelante, el “ET”) – concepto y eficacia de los convenios colectivos–, para las modificaciones referidas a condiciones de trabajo establecidas en convenios colectivos. E. SUSPENSIÓN DEL CONTRATO Y REDUCCIÓN DE JORNADA POR CAUSAS ECONÓMICAS, TÉCNICAS, ORGANIZATIVAS O DE PRODUCCIÓN Con el fin de afianzar este mecanismo alternativo a los despidos, se faculta al empresario para suspender el contrato de trabajo cuando concurran causas económicas, técnicas, organizativas o de producción sin ser necesaria la autorización previa por parte de la Autoridad Laboral. Para la adopción de dicha medida se establece un procedimiento específico, que consiste principalmente en su necesaria comunicación a la Autoridad Laboral competente y en la tramitación de un periodo de consultas con los representantes legales de los trabajadores de duración no superior a quince días. En consecuencia, se ha adaptado el procedimiento de impugnación de dichas instituciones, suprimiendo aquellas disposiciones que resultaran de aplicación a la referida autorización. 3 Doctrina Fiscal y Laboral F. NEGOCIACIÓN COLECTIVA En orden a facilitar la adaptación de las condiciones de trabajo previstas en el convenio colectivo a la productividad y competitividad empresarial, la Reforma Laboral 2012 establece las siguientes modificaciones: (i) Inaplicación de las condiciones de trabajo previstas en el convenio colectivo aplicable a la empresa Se amplía el ámbito material del descuelgue del convenio colectivo aplicable en la empresa, hasta la fecha limitado al régimen salarial, a las siguientes materias: (a) jornada de trabajo; (b) horario y distribución del tiempo de trabajo; (c) régimen de trabajo a turnos; (d) sistema de remuneración y cuantía salarial; (e) sistema de trabajo y rendimiento; (f) funciones; y (g) mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social. (ii) De hecho, el nuevo convenio colectivo a aplicar en una empresa se podrá negociar en cualquier momento de la vigencia de un convenio superior. Así, se da una prioridad aplicativa del convenio colectivo de empresa sobre el superior (ya sea comarcal, provincial o estatal) en relación con las siguientes materias: (a) La cuantía del salario base y de los complementos salariales, incluidos los vinculados la situación y resultados de la empresa. (b) El abono o la compensación de las horas extraordinarias y la retribución específica del trabajo a turnos. El horario y la distribución del tiempo de trabajo, el régimen de trabajo a turnos y la planificación anual de las vacaciones. (d) La adaptación al ámbito de la empresa del sistema de clasificación profesional de los trabajadores. (e) La adaptación de los aspectos de las modalidades de contratación que se atribuyen por la presente Ley a los convenios de empresa. (f) Las medidas para favorecer la conciliación entre la vida laboral, familiar y personal. (g) Aquellas otras que dispongan los acuerdos y convenios colectivos a que se refiere el art. 83.2 del ET. Asimismo, se otorga esta prioridad aplicativa a los convenios colectivos para un grupo de empresas o una pluralidad de empresas vinculadas por razones organizativas o productivas y nominativamente identificadas. Prioridad aplicativa de las condiciones de trabajo establecidas en el convenio colectivo de empresa Se elimina la posibilidad de que los convenios colectivos estatales o de Comunidad Autónoma limiten la prioridad aplicativa del convenio colectivo de empresa en determinadas materias. (c) (iii) Aplicación del convenio colectivo en el tiempo Con el fin de procurar la adaptación del contenido del convenio colectivo a los cambiantes escenarios económicos y organizativos, se prevé la renegociación o revisión del mismo con carácter previo al fin de su vigencia, sin que sea necesaria la denuncia del mismo en su conjunto. Asimismo, se limita temporalmente a un (1) año la ultractividad de los convenios colectivos. Es decir, transcurrido un (1) año desde la denuncia del convenio colectivo sin que se haya acordado un nuevo convenio o dictado un laudo arbitral, el convenio colectivo, salvo pacto en contrario, perderá su vigencia y resultará de aplicación, si lo hubiere, el convenio colectivo de ámbito superior. 4 Doctrina Fiscal y Laboral IV. MEDIDAS PARA FAVORECER LA EFICIENCIA DEL MERCADO DE TRABAJO Y REDUCIR LA DUALIDAD LABORAL Según la nueva norma lo anterior concurre en casos como: existencia de pérdidas actuales o previstas o la disminución persistente de su nivel de ingresos ordinarios o ventas. A. SUSPENSIÓN TEMPORAL DE LA APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 15.5 DEL ET En todo caso, se entenderá que la disminución es persistente si durante tres trimestres consecutivos el nivel de ingresos ordinarios o ventas de cada trimestre es inferior al registrado en el mismo trimestre del año anterior. Con objeto de favorecer la eficiencia del mercado de trabajo y reducir la dualidad laboral, se suspende de manera temporal la aplicación del art. 15.5 del ET. (ii) Procedimiento para implementar un ERE Así, a partir de 31 de diciembre de 2012 se recupera la prohibición de encadenar contratos temporales durante un plazo superior a 24 meses Lo más destacable en este apartado es la eliminación de la autorización previa por parte de la Administración Laboral para poder ejecutar un ERE por las empresas. Sin embargo, quedará excluido del cómputo del plazo de 24 meses (y del de 30 meses del art. 15.5 del ET) el tiempo transcurrido entre el 31 de agosto de 2011 y el 31 de diciembre de 2012, computándose en todo caso los periodos de servicios transcurridos, respectivamente, con anterioridad o posterioridad a dicho periodo. B. De acuerdo con la nueva regulación un ERE se sujetaría a la siguiente tramitación: Se tiene que preparar la misma documentación justificativa del despido colectivo que con la anterior normativa y que, en todo caso, deberá presentarse ante la Autoridad Laboral y hacerse entrega a los representantes de los trabajadores. EXTINCIÓN DEL CONTRATO DE TRABAJO POR CAUSAS OBJETIVAS: ABSENTISMO Se deberá negociar con la representación de los trabajadores durante un periodo máximo de 30 días naturales. El despido objetivo por absentismo se justificará por faltas de asistencia al trabajo, aun justificadas pero intermitentes, que alcancen el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos, siempre que el total de faltas de asistencia en los doce meses anteriores alcance el cinco por ciento de las jornadas hábiles, o el 25% en cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de doce meses. C. EXTINCIÓN COLECTIVA DEL CONTRATO DE TRA- - Si no hubiera acuerdo con los representantes de los trabajadores, en dicho periodo de consultas, la empresa podrá ejecutar los despidos y pagar 20 días de salario por año de servicio. - Si hubiera acuerdo con los representantes de los trabajadores éste será simplemente comunicado a la Autoridad Laboral (ya no hace falta que la Autoridad Laboral autorice el ERE). BAJO En este apartado tenemos varias novedades de gran calado. Por un lado, nos encontramos con una nueva definición de las causas económicas que justificarían la adopción de un expediente de regulación de empleo (en adelante, “ERE”) y, por otro lado, la modificación del procedimiento que deberá seguir una empresa para poder proceder al despido colectivo de sus empleados. En ese caso de falta de acuerdo con los representantes de los trabajadores, éstos podrán impugnar el ERE ante los juzgados de lo Social por medio de un nuevo procedimiento judicial creado a tal efecto. La Inspección de trabajo deberá realizar un informe sobre las causas alegadas por la empresa en el ERE. (i) Definición de causas económicas La Reforma Laboral 2012 entiende que concurren causas económicas para justificar un ERE cuando, de los resultados de la empresa, se desprenda una situación económica negativa. - 5 La novedad principal es que ahora será el juez el que tenga que determinar si concurren o no las causas presentadas por la empresa para justificar el ERE. Doctrina Fiscal y Laboral (iii) Nueva regulación del Plan de Acompaña miento Social en los EREs Entendiendo por persistente si se produce durante tres trimestres consecutivos. De conformidad con la nueva regulación del despido colectivo, el empleador que lleve a cabo un despido colectivo que afecte a más de cincuenta empleados deberá ofrecer a los trabajadores afectados un plan de recolocación externa. En cualquier caso, estas medidas no podrán afectar al personal de las administraciones públicas con plaza de funcionario público. Dicho plan deberá incluir medidas de formación y orientación profesional, atención personalizada y búsqueda activa de empleo para el afectado durante un periodo mínimo de 6 meses. El coste de este plan de acompañamiento social no podrá recaer en ningún caso sobre los trabajadores. (iv) Empleados afectados por un ERE de 50 ó más años de edad en empresas de mediano o gran tamaño con beneficios Cuando una gran empresa (más de 100 empleados computando el grupo completo) en beneficios realice un ERE que afecte a empleados con 50 ó más años de edad deberá realizar una aportación económica al Tesoro. Esta aportación se calculará en función del número de empleados totales de la empresa, el número de empleados de 50 ó más años afectados por el ERE y el porcentaje de beneficios de la empresa calculado sobre sus ingresos. D. DESPIDOS INDIVIDUALES Y COLECTIVOS DE PERSONAL LABORAL EN EL SECTOR PÚBLICO Con la aprobación de la Reforma Laboral 2012 se despejan las dudas y definitivamente se permite que el sector público pueda realizar despidos objetivos individuales y colectivos de su personal laboral. Así, el despido por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción del personal al servicio de los entes, organismos y entidades que forman parte del sector público, de acuerdo con el art. 3.1 del texto refundido de la Ley de Contratos del Sector que concurre causa económica cuando se produzca una insuficiencia presupuestaria sobrevenida y persistente para la financiación de los servicios públicos. E. INDEMNIZACIONES POR DESPIDO IMPROCEDENTE La indemnización por despido improcedente será equivalente a 33 días de salario por año de servicio hasta un máximo de 24 mensualidades para los contratos suscritos con posterioridad al 12 de febrero de 2012. No obstante, la cuantía de la indemnización por despido improcedente de los contratos formalizados con anterioridad al 12 de febrero de 2012 se calculará (i) a razón de 45 días de salario por año de servicio por el tiempo de prestación de servicios anterior a esta fecha y (ii) a razón de 33 días de salario por año de servicio por el tiempo de prestación de servicios posterior. El importe indemnizatorio resultante no podrá superar los 720 días de salario, salvo que del cálculo de la indemnización por el periodo anterior al 12 de febrero de 2012 resultase un número de días superior, en cuyo caso se aplicará éste como importe indemnizatorio máximo, sin que, en ningún caso, dicho importe pueda ser superior a 42 mensualidades. F. SALARIOS DE TRAMITACIÓN Sólo se devengarán salarios de tramitación en el supuesto de que el empresario optase por la readmisión. En consecuencia, se elimina la posibilidad de consignación con el fin de evitar su devengo (los denominados como “despidos exprés”). Ahora bien, en el caso de que el despedido fuera un representante legal de los trabajadores, al que según lo dispuesto en el Estatuto de los Trabajadores corresponde la opción entre readmisión o indemnización, el derecho al devengo de los salarios de tramitación se producirá tanto si opta por la indemnización como si lo hace por la readmisión. 6 Doctrina Fiscal y Laboral V. (i) MEDIDAS EN TORNO A LA CONCILIACIÓN DE LA VIDA PERSONAL, FAMILIAR Y LABORAL Reducción de jornada y concreción horaria Se especifica que la reducción de jornada por razones de guarda legal de un menor de ocho años o una persona con discapacidad física, psíquica o sensorial deberá hacerse sobre la jornada diaria del trabajador o trabajadora. Los convenios colectivos podrán establecer, no obstante, criterios para la concreción horaria de la reducción de jornada, en atención a los derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral del trabajador y las necesidades productivas y organizativas de las empresas. El trabajador, salvo fuerza mayor, deberá preavisar al empresario con una antelación de quince días o la que se determine en el convenio colectivo aplicable, precisando la fecha en que iniciará y finalizará el permiso de lactancia o la reducción de jornada. (ii) Vacaciones en relación con (i) expedientes de regulación de empleo y de extinción de contratos de trabajo, (ii) suspensión de contratos y (iii) reducción de jornada por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción o derivadas de fuerza mayor. B. DE LA EJECUCIÓN DE SENTENCIAS De conformidad con la normativa vigente, si el empresario opta por la readmisión del trabajador, éste estará facultado para instar la ejecución del fallo ante el Juzgado de lo Social, en los mismos términos previstos hasta la fecha. La Reforma Laboral 2012 adapta la indemnización prevista para el caso de que el juez resuelva el incidente de no readmisión declarando extinguida la relación laboral. En este supuesto, establece el abono al trabajador de las percepciones económicas previstas para el despido improcedente, esto es, 33 días de salario por año de servicio, más los salarios de tramitación. C. DE LOS ACTOS PROCESALES Los días del mes de agosto serán hábiles para las modalidades procesales de despido colectivo. En el supuesto de que el periodo de vacaciones coincida con una incapacidad temporal por cualquier contingencia que imposibilite al trabajador disfrutarlas, total o parcialmente, durante el año natural a que corresponden, éste podrá hacerlo una vez finalice su incapacidad y siempre que no hayan transcurrido más de dieciocho meses a partir del final del año en que se hayan originado. VI. A. MODIFICACIONES DE LA LEY DE JURISDICCIÓN SOCIAL DE LOS MEDIOS DE IMPUGNACIÓN No procederá la interposición de recurso de suplicación contra las sentencias dictadas por los Juzgados de lo Social en aquellos procesos relativos a (i) suspensiones y reducciones de la jornada de trabajo cuando afecten a un número de trabajadores igual o superior a los umbrales previstos para el despido colectivo y (ii) despidos colectivos impugnados por los representantes de los trabajadores. No obstante, se permite recurrir en casación las sentencias dictadas en única instancia por las Salas de lo Social de los Tribunales Superiores de Justicia y por la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, 7 Doctrina LEY 1/2012 DE SIMPLIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES DE INFORMACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE FUSIONES Y ESCISIONES DE SOCIEDADES DE CAPITAL VICENTE CONDE VIÑUELAS Socio del Área de Corporate PEREZ-LLORCA [email protected] Tel: (+34) 91 436 20 95 Fax: (+34) 91 436 04 30 El pasado 24 de junio entró en vigor, tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado del día anterior, la Ley 1/2012, de 22 de junio, de simplificación de las obligaciones de información y documentación de fusiones y escisiones de sociedades de capital (la “Ley 1/2012”). La nueva Ley modifica parcialmente el texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio (la “LSC”), la Ley 3/2009, de 3 de abril, sobre modificaciones estructurales de las sociedades mercantiles (la “LME”) y la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores (la “LMV”). La Ley 1/2012 procede del Real Decreto-Ley 9/2012, de 16 de marzo, del mismo título (el “RDL 9/2012”), que reproduce en su integridad perfeccionando algunas de sus disposiciones, pero introduce también cambios relevantes en materias que nada tienen que ver con las fusiones y escisiones societarias. En concreto, modifica la regulación del derecho de separación de los socios en caso de no reparto de dividendos y el régimen de las ofertas públicas de adquisición de valores (“OPAs”). A continuación se exponen las principales novedades que la Ley 1/2012 introduce en relación con cada uno de las cuestiones citadas. 1. PERFECCIONAMIENTO DE LAS DISPOSICIONES DE SIMPLIFICACIÓN DE LOS REQUISITOS DE LAS FUSIONES Y ESCISIONES SOCIETARIAS CONTENIDAS EN EL RDL 9/2012 El RDL 9/2012 modificó parcialmente la LSC y la LME para incorporar a nuestro ordenamiento una serie de medidas de simplificación de los requisitos aplicables a las fusiones y escisiones de las sociedades de capital previstas en la Directiva 2009/109/CE. En este sentido, entre otras modificaciones, se introdujo en el capítulo II del título I de la LSC una nueva sección 4ª, integrada por los artículos 11 bis, 11 ter y 11 quáter, que regulan las páginas web de las sociedades mercantiles y la posibilidad de realizar comunicaciones por medios electrónicos. Asimismo, se modificaron ciertos artículos de la LME, incorporando distintos supuestos de publicidad en las páginas web de las sociedades. La Ley 1/2012 incorpora una serie de añadidos a dichas medidas, con el fin de aclararlas y perfeccionarlas. En concreto, las modificaciones introducidas por la Ley 1/2012 respecto de las disposiciones contenidas en el RDL 9/2012 son las siguientes: (i) Comunicaciones por medios electrónicos (art. 11 quáter LSC): Se obliga a las sociedades a que, a través de sus propias páginas web corporativas, habiliten aquellos procedimientos técnicos que permitan acreditar la fecha indubitada de la recepción del mensaje así como el contenido de los mensajes electrónicos intercambiados entre los socios y la sociedad. (ii) Forma de convocatoria de la junta general (art. 173 LSC): Se establece la obligación de convocar la junta general mediante anuncio publicado en la página web de la sociedad si ésta hubiera sido debidamente creada, inscrita y publicada. Cuando la sociedad no hubiera acordado la creación de su página web o ésta no estuviera debidamente inscrita y publicada, el procedimiento para convocar la junta será el habitual hasta ahora, es decir, mediante convocatoria en el Boletín Oficial del Registro Mercantil y en uno de los diarios de mayor circulación en la provincia en que esté situado el domicilio social de la sociedad. 1 Doctrina Corporate Asimismo, se sigue manteniendo la posibilidad de que estatutariamente se establezca que la convocatoria se realice por cualquier otro procedimiento de comunicación siempre que asegure la recepción del anuncio por todos los socios. Finalmente, se ofrece la posibilidad de que estatuariamente se establezcan mecanismos adicionales de publicidad y se imponga a la sociedad la gestión de un sistema de alerta a los socios de los anuncios de convocatoria insertados en la página web de la sociedad. (iii) Publicidad del proyecto de fusión en las páginas web de las sociedades (art. 32 LME): El RDL 9/2012 establecía que la inserción del proyecto de fusión en la página web sería publicado gratuitamente en el Boletín Oficial del Registro Mercantil. La nueva Ley viene ahora aclarar que dicha inserción en la página web, así como la fecha de la misma, se acreditarán mediante certificación del contenido de aquélla que deberá remitirse al correspondiente Registro Mercantil. El RDL 9/2012 modificó la redacción del mencionado art. 34 LME para corregir ciertas reiteraciones, pero manteniendo en esencia su mismo contenido. La Ley 1/2012 cambia ahora la redacción del apartado 4 de dicho artículo para señalar, con todo acierto, que la exigencia de informe de experto independiente (con el contenido limitado antes referido) sólo se aplicará a las fusiones acordadas por la totalidad de los socios de las sociedades participantes en la operación. Parece, por tanto, que la modificación tiene por finalidad aclarar que no será necesario informe de experto independiente en las fusiones entre sociedades íntegramente participadas, en coherencia por lo demás con lo dispuesto en el art. 49.1.2º de la propia LME. (v) Páginas web de sociedades cotizadas: La Disposición Transitoria 1ª de la Ley 1/2012 establece que la publicidad efectuada en las páginas web de las sociedades cotizadas ya existentes a la entrada en vigor de la Ley surtirá plenos efectos jurídicos. No obstante, la primera junta general que se celebre tras la entrada en vigor de la Ley 1/2012 deberá ratificar la creación de la página web, en consonancia con lo dispuesto en el art. 11 bis LSC. La existencia de la página web podrá hacerse constar en el Registro Mercantil mediante certificación expedida por el Secretario del Consejo de la sociedad. 2. SUSPENSIÓN DEL DERECHO DE SEPARACIÓN DE LOS SOCIOS EN CASO DE NO REPARTO DE DIVIDENDOS Por otra parte, sin perjuicio de que los administradores estén obligados a insertar el proyecto común de fusión en la página web de cada una de las sociedades que participan en la fusión, se reconoce expresamente la posibilidad de que depositen voluntariamente un ejemplar del proyecto común de fusión en el Registro Mercantil correspondiente a cada una de las sociedades que participan en ella. (iv) Informe de experto independiente sobre el proyecto de fusión (art. 34.4 LME): La Ley 25/2011, de 1 de agosto, de reforma parcial de la Ley de Sociedades de Capital (la “Ley 25/2011”), había modificado el art. 34 de la LME para establecer que en los supuestos de fusión entre sociedades íntegramente participadas o que hubieran sido acordadas por la totalidad de los socios de las sociedades participantes en la fusión, el informe de experto independiente sobre el proyecto de fusión sólo debía pronunciarse sobre si el patrimonio aportado por las sociedades extinguidas era igual, al menos, al capital de la nueva sociedad o al aumento de capital de la sociedad absorbente. Por tanto, el informe no tenía, en los casos mencionados, que incluir referencia alguna al tipo de canje de las acciones o participaciones. La Ley 25/2011 introdujo en la LSC un nuevo artículo, el 348 bis, de conformidad con el cual los socios de sociedades limitadas o anónimas no cotizadas que hubieran votado a favor de la distribución de los beneficios sociales tendrán derecho de separación en caso de que la junta general no acordara la distribución como dividendo de, al menos, un tercio de los beneficios propios de la explotación del objeto social obtenidos durante el ejercicio anterior que sean legalmente repartibles. 2 Doctrina Corporate Este derecho solo será efectivo a partir del quinto ejercicio a contar desde la inscripción en el Registro Mercantil de la sociedad. Este precepto ha sido objeto de abundantes críticas por la doctrina especializada ante la imprecisión de su contenido. Ahora, la Ley 1/2012 introduce en la LSC una disposición transitoria mediante la cual suspende la aplicación del mencionado art. 348 bis hasta el 31 de diciembre de 2014. 3. MODIFICACIONES AL RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS OPAs Por último, la Ley 1/2012 introduce dos importantes modificaciones que afectan al régimen jurídico de las OPAs. Se trata, por un lado, de la recuperación de la posibilidad de que las sociedades cotizadas limiten el número máximo de votos que puede emitir un mismo accionista y, por otro, de la restricción a la libertad de fijación del precio de la OPA cuando concurran determinadas circunstancias extraordinarias. Ambas medidas, introducidas durante la tramitación parlamentaria de la Ley 1/2012 a propuesta del Grupo Popular en el Senado, se escudan en la protección de los accionistas minoritarios pero constituyen en realidad un blindaje que busca defender a las grandes empresas españolas frente a posibles adquisiciones no deseadas, en un contexto de desplome general de sus cotizaciones bursátiles. 3.1. LIMITACIONES AL NÚMERO MÁXIMO DE VOTOS EN SOCIEDADES COTIZADAS La Disposición Adicional Primera de la Ley 1/2012 vuelve a permitir que los estatutos de las sociedades cotizadas establezcan limitaciones al número máximo de votos que puede emitir un mismo accionista (artículos 188.3 y 527 LSC). Tradicionalmente, esta posibilidad se reconocía con carácter general a todas las sociedades anónimas, pero fue vetada para las cotizadas por la Ley 12/2010, de 30 de junio, que no entró en vigor en este punto hasta el 1 de julio de 2011. El art. 188.3 LSC precisa, con buen criterio, que la limitación del número máximo de votos se aplicará no sólo respecto de un mismo accionista y de las sociedades pertenecientes a su grupo empresarial (como establecía hasta ahora el precepto), sino también respecto de quienes actúen de forma concertada con los anteriores. Se vuelve, por tanto, a la situación anterior, pero con una acertada novedad que salva en gran medida la incompatibilidad de la norma con las recomendaciones de buen gobierno corporativo1: la limitación estatutaria al derecho de voto quedará neutralizada en caso de que la sociedad sea objeto de una OPA como consecuencia de la cual el oferente adquiera al menos el 70% del capital con derecho a voto (art. 527 LSC). La nueva redacción del art. 527 contempla además un principio de reciprocidad en virtud del cual esa neutralización no operará cuando el “oferente no estuviera sujeto a medidas de neutralización equivalente”. A nuestro juicio, esta expresión (sin duda confusa) debe entenderse en el sentido de que si el oferente está sujeto a restricciones al derecho de voto no se neutralizarán las eventuales restricciones al derecho de voto que pudiera tener la sociedad objeto de la OPA, las cuales seguirían por tanto en vigor aun cuando el oferente adquiriese más del 70% del capital de la sociedad opada. 3.2. RESTRICCIÓN A LA LIBERTAD DE FIJACIÓN DEL PRECIO DE LA OPA EN DETERMINADAS CIRCUNSTANCIAS EXTRAORDINARIAS La Disposición Adicional Segunda de la Ley 1/2012 añade tres nuevos apartados al art. 61 LMV (que regula las OPAs voluntarias), de conformidad con los cuales se exigirá un informe de experto independiente que justifique el precio ofrecido en la OPA cuando, dentro de los dos años anteriores al anuncio de la misma, concurra alguna de las siguientes circunstancias: (i) Que los precios de mercado de los valores a los que se dirija la OPA presenten indicios razonables de manipulación, siempre que ello hubiera motivado la incoación de un expediente sancionador por la CNMV y que el correspondiente pliego de cargos hubiera sido ya notificado al presunto infractor. 1 Ha de recordarse que la primera recomendación del Código Unificado de Buen Gobierno es precisamente que los estatutos de las sociedades cotizadas no limiten el número máximo de votos que pueda emitir un mismo accionista. 3 Doctrina Corporate (ii) Que los precios de mercado, en general o de la sociedad en particular, se hayan visto afectados por acontecimientos excepcionales, tales como catástrofes naturales, actuaciones de guerra o calamidad u otras de fuerza mayor. (iii) Que la sociedad afectada se haya visto sujeta a expropiaciones, confiscaciones u otras circunstancias de igual naturaleza que puedan suponer una alteración del valor real de su patrimonio. El informe debe tratar sobre los métodos y criterios de valoración aplicados para determinar el precio ofrecido, entre los que se deberá incluir el valor medio del mercado en un determinado periodo, el valor liquidativo de la sociedad, el valor de la contraprestación pagada por el oferente por los mismos valores en los doce meses previos al anuncio de la oferta, el valor teórico contable de la sociedad y otros criterios de valoración objetivos generalmente aceptados que, en todo caso, aseguren la salvaguarda de los derechos de los accionistas. El precio ofrecido no podrá ser inferior al mayor entre el precio equitativo al que se refiere el art. 60 de la LMV y el que resulte de tomar en cuenta los métodos contenidos en el informe. Además, si la OPA se formula como canje de valores deberá ofrecerse, al menos como alternativa, una contraprestación en efectivo equivalente financieramente a dicho canje. En la práctica, estas limitaciones implican que las sociedades que se encuentren en alguno de esos supuestos no podrán ser objeto de una OPA de carácter voluntario, en la medida en que la nueva norma viene a desdibujar casi por completo la distinción entre OPAs voluntarias y obligatorias. Es más, la amplitud de los términos del segundo de los supuestos mencionados (que los precios de mercado en general se hayan visto afectados por acontecimientos excepcionales) podría conducir a la efectiva prohibición de lanzar OPAs voluntarias en España al menos durante los dos próximos años: en efecto, no parece muy aventurado considerar que el reciente rescate europeo de la banca española, por ejemplo, pueda ser considerado uno de esos “acontecimientos excepcionales”. 4 Nota informativa – Julio 2012 Nota informativa sobre las medidas fiscales adoptadas en el Real Decreto-Ley 20/2012 El pasado 13 de julio de 2012 se aprobó el Real Decreto-Ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad (el “RDL 20/2012”). El RDL 20/2012 ha sido publicado en el Boletín Oficial del Estado el 14 de julio de 2012, y su entrada en vigor se produce al día siguiente a dicha publicación. Desde el punto de vista tributario, el RDL 20/2012 ha introducido determinadas medidas en el Impuesto sobre Sociedades (el “IS”), el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (el “IRPF”), el Impuesto sobre el Valor Añadido (el “IVA”) y el Impuesto sobre las Labores del Tabaco. Según la Exposición de Motivos del RDL 20/2012, el principal objetivo de las medidas es consolidar las finanzas públicas, corrigiendo su principal desequilibrio, que no es otro que el déficit público. En los últimos meses, y con un tenor muy parecido en sus exposiciones de motivos, se han aprobado varios Reales Decretos-Leyes 1 que contenían medidas de índole similar a las que ahora trata el RDL 20/2012, y respecto de las que el mismo, por una parte, incorpora mejoras o aclaraciones técnicas, y por otra profundiza en la línea de aumentar la presión fiscal en nuestro país. No obstante, sí es cierto que en IVA se introducen medidas novedosas, que el propio RDL justifica en orden a adaptar nuestra presión fiscal indirecta a la de los países de nuestro entorno. Motiva el propio RDL 20/2012 la utilización de dicho instrumento normativo en que la evolución de los ingresos públicos hace imprescindible la incorporación de estas medidas al ordenamiento de manera inmediata, por lo que concurren los requisitos de extraordinaria y urgente necesidad que el artículo 86 de la Constitución Española exige. Se analizan a continuación las modificaciones introducidas en el ámbito tributario por la citada norma. I. Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas 1. Eliminación de la compensación fiscal por deducción por adquisición de vivienda Se suprime en el período impositivo 2012 la compensación fiscal por deducción en adquisición de vivienda habitual aplicable a los contribuyentes que adquirieron su vivienda antes de 20 de enero de 2006, mediante la supresión, con efectos desde la entrada en vigor del RDL 20/2012 de la letra c) de la disposición transitoria decimotercera de la Ley 1 Con este propósito, el Real Decreto-ley 20/2011, de 30 de diciembre, de medidas urgentes en materia presupuestaria, tributaria y financiera para la corrección del déficit público, el Real Decreto-Ley 12/2012, de 30 de marzo, por el que se introducen diversas medidas tributarias y administrativas dirigidas a la reducción del déficit público, y el Real Decreto 9/2011, de 19 de agosto, de medidas para la mejora de la calidad y cohesión del sistema nacional de salud, de contribución a la consolidación fiscal, y de elevación del importe máximo de los avales del Estado para 2011, ya incorporaron relevantes medidas en el ordenamiento con incidencia en los principales impuestos de nuestro sistema tributario. 1 Nota informativa – Julio 2012 35/2006, de 28 de noviembre, del IRPF y de modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio (“LIRPF”). 2. Incremento del tipo de retención Se eleva el porcentaje de retención o ingreso a cuenta aplicable a los rendimientos de actividades profesionales y a los rendimientos del trabajo derivados de impartir cursos, conferencias, coloquios, seminarios y similares, o derivados de la elaboración de obras literarias, artísticas o científicas, siempre que se ceda el derecho a su explotación, del siguiente modo: – A los rendimientos que se satisfagan o abonen hasta el 31 de agosto de 2012 se les aplicará el tipo de retención del 15% (o el 7% para determinados rendimientos), como hasta ahora. − A los rendimientos que se satisfagan o abonen entre el 1 de septiembre de 2012 2 y el 31 de diciembre de 2013, se les aplicará el tipo de retención del 21% (o el 9% para determinados rendimientos) (vid. Disposición Transitoria Vigésima Tercera de la LIRPF y su referencia a la Disposición Adicional Trigésimo Quinta de la misma norma). − A los rendimientos que se satisfagan o abonen a partir del 1 de enero de 2014 se les aplicará de forma indefinida el tipo de retención del el 19% (o el 9% para determinados rendimientos) (vid. nueva redacción artículo 101 de la LIRPF). II. Impuesto sobre Sociedades A. Modificaciones financieros con vigencia indefinida: deducibilidad de gastos El Real Decreto-Ley 12/2012, de 30 de marzo, por el que se introducen diversas medidas tributarias y administrativas dirigidas a la reducción del déficit público (el “RDL 12/2012”) introdujo dos modificaciones restrictivas de la deducibilidad de gastos financieros. La primera de las restricciones se refería a la deducibilidad de los gastos financieros por deudas con entidades del grupo para la financiación de determinadas operaciones intragrupo (artículo 14.1.h) del Texto Refundido de la Ley del IS, aprobado por el Real Decreto Legislativo 4/2004, de 5 de marzo (la “LIS”), mientras que la segunda de ellas establecía para determinados sujetos pasivos un límite genérico a la deducibilidad de cualesquiera gastos financieros netos soportados (artículo 20 de la LIS). Respecto a ésta última medida, se estableció una limitación con carácter indefinido a la deducibilidad de los gastos financieros netos (es decir, el resultado financiero negativo una vez compensados los ingresos y los gastos financieros). Así, es deducible por tal concepto un importe equivalente al 30% del beneficio operativo del sujeto pasivo (o la cifra de un millón de euros si este importe fuera superior). 2 Sin embargo, en la Referencia del Consejo de Ministros se recoge expresamente la fecha 1 de agosto de 2012, en lugar de 1 de septiembre: Uhttp://www.lamoncloa.gob.es/ConsejodeMinistros/Referencias/_2012/refc20120713.htmU U 2 Nota informativa – Julio 2012 Pues bien, el presente RDL 20/2012 modifica dicha limitación, en el sentido de hacerla extensiva a todas las empresas en general con excepción de las entidades de crédito, sin circunscribirse a su pertenencia a un grupo mercantil, como se hacía en el RDL 12/2012. Por consiguiente, se prevén dos excepciones a la restricción: a) Se mantiene la exclusión de la aplicación a las entidades de crédito (ya prevista en el RDL 12/2012). b) Como novedad, se exceptúa la aplicación de la limitación señalada para aquellos supuestos en que se produce la extinción de una entidad, salvo que sea consecuencia de una operación de reestructuración acogida al régimen especial de neutralidad (Capítulo VIII del Título VII de la LIS), o bien se realice dentro de un grupo fiscal y la entidad extinguida tuviera gastos financieros pendientes de deducir en el momento de su integración en el mismo. Por último, también se hace una modificación técnica, en el sentido de incluir la mención expresa de que si el período impositivo de la entidad tiene una duración inferior al año, el importe que actúa como límite será el resultado de multiplicar 1 millón de euros por la proporción existente entre la duración del período impositivo respecto del año. B. Modificaciones con vigencia temporal limitada a los períodos impositivos iniciados en los años 2012 y 2013 1. Deducción del fondo de comercio y del inmovilizado intangible En el RDL 12/2012, y para los períodos impositivos iniciados en los años indicados, se limitaba la deducibilidad fiscal del inmovilizado inmaterial correspondiente al fondo de comercio (artículo 12.6 de la LIS) al 1% de su importe (frente al 5% aplicable con anterioridad). El RDL 20/2012 matiza que dicha previsión no será aplicable a los contribuyentes del IRPF, siempre que su importe neto de la cifra de negocios en el período impositivo inmediato anterior sea inferior a 10 millones de euros (i.e. límite previsto para entidades de reducida dimensión en el artículo 108.1 de la LIS). Asimismo, el RDL 20/2012 rebaja el límite anual de la deducción correspondiente al inmovilizado intangible con vida útil indefinida (artículo 12.7 de la LIS), que durante los ejercicios indicados estará sujeta al límite anual máximo del 2% (antes era del 10%). De nuevo, dicha limitación no será de aplicación a los contribuyentes del IRPF cuyo importe neto de la cifra de negocios en el período impositivo inmediato anterior sea inferior a 10 millones de euros. Se prevé que dichas medidas no serán de aplicación a los pagos fraccionados cuyo plazo de declaración haya vencido a la entrada en vigor del RDL 20/2012 (esto es, el primer pago fraccionado del año). Sin embargo, sensu contrario, sí que deben aplicarse al pago fraccionado a realizar en octubre. 3 Nota informativa – Julio 2012 2. Límite a la compensación de bases imponibles negativas El Real Decreto 9/2011, de 19 de agosto, de medidas para la mejora de la calidad y cohesión del sistema nacional de salud, de contribución a la consolidación fiscal, y de elevación del importe máximo de los avales del Estado para 2011 (el “RDL 9/2011”), introdujo una limitación a la compensación de bases imponibles negativas (“BINs”), que operaba de la siguiente forma: − Para los sujetos pasivos cuyo volumen de negocios (calculado según el artículo 121 de la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del IVA, la “LIVA”) se encuentre entre 20 y 60 millones de euros, la compensación de BINs se limitó al 75% de la base imponible previa a dicha compensación. − Dicho límite era igual al 50% cuando el volumen de negocios sea igual o mayor a 60 millones de euros. Pues bien, el actual RDL 20/2012 reduce dichos porcentajes (i.e. menor compensación posible) en el sentido siguiente: − Para los sujetos pasivos cuyo volumen de negocios (calculado según el artículo 121 de la LIVA) se encuentre entre 20 y 60 millones de euros, la compensación de BINs se limita al 50% de la base imponible previa a dicha compensación. − Dicho límite es igual al 25% cuando el volumen de negocios sea igual o mayor a 60 millones de euros. 3. Pago fraccionado Se introducen tres modificaciones en relación con los pagos fraccionados del IS: (a) cuando se trata del pago fraccionado calculado en función de la base imponible, se incluye en la misma un 25% de los dividendos y rentas que proceden de la transmisión de participaciones que tienen derecho al régimen de exención, (b) se elevan los porcentajes de aplicación sobre la base del pago fraccionado, y (c) respecto al pago fraccionado mínimo, se incrementa su porcentaje y cuantía. Las nuevas reglas de cálculo se aplicarán respecto del siguiente pago fraccionado de octubre. a. Base del pago fraccionado en el sistema de pago según base imponible Como novedad, en la determinación de los pagos fraccionados que se realicen en la modalidad prevista en el artículo 45.3 de la LIS (es decir, sobre la parte de la base imponible del período de los tres, nueve u once primeros meses de cada año natural), se integrará en la base imponible del período respecto del cual se calcula el correspondiente pago fraccionado, el 25% del importe de los dividendos y las rentas devengadas en el mismo, a los que resulte de aplicación la artículo 21 de la LIS. Se trata de una medida de mera agilización del ritmo de ingresos tributarios procedentes de los pagos fraccionados, pero que (i) previsiblemente incrementará el importe de las devoluciones por IS, y (ii) establece un sistema de pagos fraccionados al margen de las reglas de capacidad económica recogidas en el propio impuesto puesto que incluye en la 4 Nota informativa – Julio 2012 base imponible de un pago a cuenta un ingreso que para el cálculo del impuesto final no se integrará. b. Tipo aplicable al pago fraccionado Recordemos que el RDL 9/2011 aumentó los tipos aplicables a los pagos fraccionados del siguiente modo: − Para los sujetos pasivos cuyo volumen de operaciones, calculado según el artículo 121 de la LIVA, sea inferior a 20 millones de euros, durante los doce meses anteriores a la fecha en que se inicie el período impositivo correspondiente: el resultado de multiplicar por cinco séptimos el tipo de gravamen redondeado por defecto (21% para el tipo impositivo general). − Para los sujetos pasivos cuyo volumen de operaciones, calculado del mismo modo, sea superior a 20 millones de euros, pero inferior a 60 millones de euros: el resultado de multiplicar por ocho décimos el tipo de gravamen redondeado por defecto (24% para el tipo impositivo general). − Sociedades cuyo volumen de operaciones sea igual o mayor a 60 millones de euros: el resultado de multiplicar por nueve décimos el tipo de gravamen redondeado por defecto (27% para el tipo impositivo general). Pues bien, el RDL 20/2012 incrementa de nuevo dichos porcentajes del siguiente modo: − Importe neto de la cifra de negocios inferior a 10 millones El resultado de multiplicar por cinco séptimos el tipo de gravamen redondeado por defecto, cuando en los doce meses el importe neto de la cifra de negocios, calculado como se ha indicado, sea inferior a 10 millones de euros (21% para el tipo impositivo general). Es decir, para estos contribuyentes no se incrementa el tipo del pago fraccionado. − Importe neto de la cifra de negocios comprendido entre 10 y 20 millones El resultado de multiplicar por quince veinteavos el tipo de gravamen redondeado por exceso, cuando el importe neto de la cifra de negocios sea al menos 10 millones de euros pero inferior a 20 millones de euros (23% para el tipo impositivo general). − Importe neto de la cifra de negocios comprendido entre 20 y 60 millones El resultado de multiplicar por diecisiete veinteavos el tipo de gravamen redondeado por exceso, cuando el importe neto de la cifra de negocios sea al menos 20 millones de euros pero inferior a 60 millones de euros (26% para el tipo impositivo general). 5 Nota informativa – Julio 2012 − Importe neto de la cifra de negocios superior a 60 millones El resultado de multiplicar por diecinueve veinteavos el tipo de gravamen redondeado por exceso, cuando el importe neto de la cifra de negocios sea al menos 60 millones de euros (29% para el tipo impositivo general). c. Pago fraccionado mínimo para empresas cuyo importe neto de la cifra de negocios sea superior a 20 millones de euros. Recordemos que el RDL 12/2012 introdujo un pago fraccionado mínimo, cuyo importe ascendía: − − Con carácter general, al 8% del resultado de la cuenta de pérdidas y ganancias habido en los primeros tres, nueve u once meses del año natural, minorado en el importe de BINs pendientes de compensar; Excepto en el caso de que al menos el 85% de las rentas de la sociedad correspondan a rentas a las que resulten de aplicación la exención para evitar la doble imposición económica internacional (artículo 21 de la LIS), la exención de determinadas rentas obtenidas en el extranjero a través de un establecimiento permanente (artículo 22 de la LIS) o la deducción plena para evitar la doble imposición interna de dividendos y plusvalías de fuente interna (artículo 30.2 de la LIS), en cuyo caso el porcentaje se reducía al 4%. Por lo tanto, bajo dicha redacción, se podía restar, del importe mínimo del 8% ó 4% antes indicado, el importe de las retenciones e ingresos a cuenta soportados por los sujetos pasivos, así como las bonificaciones que en su caso fueran aplicables. Pues bien, el RDL 20/2012 incrementa los porcentajes expuestos hasta el 12% y el 6%, respectivamente. Adicionalmente, dicho importe únicamente se verá minorado por los pagos fraccionados realizados con anterioridad (i.e. ya NO se puede minorar por las bonificaciones o retenciones del período). C. Modificaciones con vigencia temporal limitada hasta 30 de noviembre de 2012 Recordemos que el RDL 12/2012 estableció, exclusivamente para el ejercicio 2012, la posibilidad de optar en la repatriación de dividendos y rentas derivadas de la transmisión de participaciones en entidades extranjeras que no hayan estado sujetas a un gravamen de naturaleza idéntica o análoga a la del IS, por el gravamen especial (el “Gravamen especial del RDL 12/2012”), regulado en la Disposición Adicional Decimoquinta de la LIS, que en líneas generales comporta la tributación al 8%. El RDL 20/2012 introduce un nuevo gravamen especial similar al anterior, pero con un ámbito de aplicación mayor, y un tipo impositivo superior, como se analiza a continuación. 6 Nota informativa – Julio 2012 (i) Gravamen especial del RDL 12/2012 Exponemos a continuación brevemente la regulación del Gravamen especial del RDL 12/2012. Pueden acogerse a este gravamen las siguientes rentas: – Los dividendos o participaciones en beneficios de entidades no residentes en territorio español que cumplan los requisitos establecidos en el artículo 21.1 de la LIS, letras a) y c) (esto es, participación directa o indirecta de al menos el 5%, y que los beneficios que se reparten o en los que se participa procedan de la realización de actividades empresariales en el extranjero) y que se devenguen 3 antes del 30 de noviembre 2012. – La base imponible está constituida por el importe íntegro de los dividendos o participaciones en beneficios devengados, sin que resulte fiscalmente deducible la pérdida por deterioro del valor de la participación que pudiera derivarse, y el tipo impositivo aplicable es del 8%. – Por lo que respecta al devengo, el gravamen especial se devenga el día del acuerdo de distribución de beneficios por la junta general de accionistas u órgano equivalente. – Las rentas derivadas de la transmisión de valores representativos de los fondos propios en entidades no residentes en territorio español que cumplan los dos requisitos antes indicados (si bien el requisito de que la sociedad haya realizado mayoritariamente una actividad en el extranjero deberá verificarse durante todos y cada uno de los ejercicios de tenencia) cuya transmisión se realice hasta el 30 de noviembre de 2012. 4 La base imponible está constituida por la renta obtenida en la transmisión, así como por la reversión de cualquier corrección de valor sobre la participación transmitida, que hubiera tenido la consideración de fiscalmente deducible durante el tiempo de tenencia de la participación. El tipo del gravamen especial será también en este caso del 8%, si bien, la parte de base imponible que se corresponda con cualquier corrección de valor que hubiera tenido la consideración de fiscalmente deducible durante el tiempo de tenencia de la participación, tributará al tipo de gravamen del IS que corresponda al sujeto pasivo (i.e. generalmente el 30%). El devengo se produce el día en que se produzca la transmisión de los valores representativos de los fondos propios. Dicho Gravamen se debía autoliquidar e ingresar en el plazo de los 25 días siguientes a la fecha de devengo, por medio del modelo de declaración aprobado por Orden HAP/1181/2012, de 31 de mayo, por la que se aprueba el modelo 250. 3 El límite temporal inicial era hasta el 31 de diciembre de 2012, pero fue posteriormente reducido hasta el 30 de noviembre para equipararlo con la denominada “amnistía fiscal”. 4 Ídem nota 3 supra. 7 Nota informativa – Julio 2012 (ii) Nuevo Gravamen especial del RDL 20/2012 Pues bien, el RDL 20/2012 añade la nueva disposición adicional decimoséptima de la LIS. El régimen es análogo al expuesto, con las siguientes diferencias: − Es de aplicación a los dividendos o participaciones en beneficios y a las rentas derivadas de la transmisión de valores representativos de los fondos propios, cuando, en cualquiera de los casos, se trate de entidades no residentes en territorio español que cumplan el requisito establecido en la letra a) del artículo 21.1 de la LIS y no les resulte de aplicación la disposición adicional decimoquinta de esta LIS. Es decir, el Nuevo Gravamen especial es de aplicación para aquellos casos en que se cumpla el requisito de participación directa o indirecta de al menos el 5%, pero en que NO se cumpla el requisito relativo a que los beneficios que se reparten procedan de la realización de actividades empresariales en el extranjero. − Se prevé expresamente que este nuevo Gravamen especial no resultará de aplicación respecto de la transmisión de valores representativos de los fondos propios de entidades no residentes en territorio español a que se refiere la letra a) del artículo 21.2. de la LIS, esto es, cuando la entidad no residente posea, directa o indirectamente, participaciones en entidades residentes en territorio español o activos situados en dicho territorio y la suma del valor de mercado de unas y otros supere el 15 % del valor de mercado de sus activos totales. Es muy posible que el legislador quisiera que esta excepción fuera también aplicable respecto del Gravamen Especial del RDL 12/2012, pero con la redacción dada, en nuestra opinión, no lo es. − El tipo de gravamen especial será del 10 % (frente al 8% del Gravamen especial del RDL 12/2012). Recordamos asimismo que los dividendos o participaciones en beneficios, así como las rentas derivadas de la transmisión de valores representativos de los fondos propios de entidades no residentes en territorio español, sujetos a este nuevo Gravamen especial, no generarán derecho a la aplicación de la deducción por doble imposición internacional prevista en los artículos 31 y 32 de esta Ley (al igual que ocurría con el Gravamen especial del RDL 12/2012). Asimismo, el gasto contable correspondiente a este gravamen especial no será fiscalmente deducible de la base imponible del IS. III. Impuesto sobre el Valor Añadido Todas las medidas introducidas en el IVA tienen efectos desde el 1 de septiembre 2012, para que, tal y como se recoge en la Exposición de Motivos del RDL 20/2012 “los distintos agentes económicos concernidos por ellas puedan disponer de un período mínimo para su adaptación”. 8 Nota informativa – Julio 2012 1. Incremento de tipos impositivos Se elevan los tipos impositivos general y reducido del IVA, que pasan del 18% y 8% al 21% y 10%, respectivamente. Como consecuencia, también se incorpora un cambio en los tipos del régimen especial de recargo de equivalencia, que pasan del 4% y 1% al 5,2% y 1,4%, respectivamente, y en las compensaciones del régimen especial de la agricultura, ganadería y pesca, que pasan del 10% y 8,5% al 12% y 10,5%, respectivamente. 2. Cambio de tipo aplicable a determinados bienes y servicios Ciertos productos y servicios que venían tributando al tipo reducido del 8% pasan a hacerlo al tipo general, como es el caso de: − Las flores y plantas vivas de carácter ornamental (cambio de redacción del antiguo articulo 91.Uno.1.8º de la LIVA). − Los servicios mixtos de hostelería, espectáculos, discotecas, salas de fiestas, barbacoas u otros análogos (cambio de redacción del artículo 91.Uno.2.2º de la LIVA). − Los prestados por intérpretes, artistas, directores y técnicos, que sean personas físicas, a los productores de películas cinematográficas susceptibles de ser exhibidas en salas de espectáculos y a los organizadores de obras teatrales y musicales (antiguo artículo 91.Uno.2.4º de la LIVA). − La entrada a teatros, circos, espectáculos y festejos taurinos con excepción de las corridas de toros, parques de atracciones y atracciones de feria, conciertos, bibliotecas, museos, parques zoológicos, salas cinematográficas y exposiciones, así como a las demás manifestaciones similares de carácter cultural a que se refiere el artículo 20.Uno.14 de la LIVA cuando no estén exentas del Impuesto (antiguo artículo 91.Uno.2.7º de la LIVA). − Los servicios prestados a personas físicas que practiquen el deporte o la educación física, cualquiera que sea la persona o entidad a cuyo cargo se realice la prestación (antiguo artículo 91.Uno.2.8º de la LIVA). − Los servicios funerarios efectuados por las empresas funerarias y los cementerios, y las entregas de bienes relacionados con los mismos efectuadas a quienes sean destinatarios de los mencionados servicios (antiguo artículo 91.Uno.2.10º de la LIVA). − La asistencia sanitaria, dental y curas termales que no gocen de exención (antiguo artículo 91.Uno.2.8º de la LIVA). − Los servicios de peluquería (antiguo artículo 91.Uno.2.14º de la LIVA). − El suministro y recepción de servicios de radiodifusión digital y televisión digital, quedando excluidos de este concepto la explotación de las infraestructuras de 9 Nota informativa – Julio 2012 transmisión y la prestación de servicios de comunicaciones electrónicas necesarias a tal fin (antiguo artículo 91.Uno.2.16º de la LIVA). − Las importaciones de objetos de arte, antigüedades y objetos de colección, cualquiera que sea el importador de los mismos, y las entregas de objetos de arte (antiguo artículo 91.Uno.4 de la LIVA), y las adquisiciones intracomunitarias de objetos de arte (antiguo artículo 91.Uno.5 de la LIVA). 3. Otras medidas − Respecto a las ejecuciones de obra que tengan por objeto la construcción o rehabilitación de una edificación, cuando el empresario que ejecute la obra aporte una parte de los materiales utilizados, se modifica el porcentaje que debe representar su coste, para que se considerase que dicha ejecución tiene la consideración de entrega de bienes, que aumenta del 33% al 40% de la base imponible (vid. artículo 8.Dos.1º de la LIVA). − Respecto al régimen de bienes usados, se introduce una modificación en el artículo 135 de la LIVA, que se limita a dar nueva redacción a uno de los supuestos en los que resulta aplicable tal régimen, las entregas de objetos de arte. Ahora sólo quedan bajo el ámbito de bienes usados aquellas en las que los bienes se adquieran a sus autores o derechohabientes. Adicionalmente, se introduce una nueva Disposición Transitoria Undécima que establece que el régimen de los bienes usados podrá seguir aplicándose respecto de aquellos que hubieran sido adquiridos a empresarios o profesionales distintos de los revendedores a que se refiere el artículo 136 de la LIVA cuando a dicha adquisición hubiera sido de aplicación el tipo reducido (previsto en el antiguo artículo 91.Uno.4 y 5 de la LIVA). IV. Otras modificaciones tributarias: Impuesto sobre las Labores del Tabaco El RDL 20/2012 establece otras modificaciones tributarias adicionales. Concretamente, modifica el artículo 60 de la Ley 38/1992, de 28 de diciembre, de Impuestos Especiales, y, con efectos 1 de septiembre de 2012, introduce modificaciones en la imposición sobre las labores del tabaco. − Así, en primer término, se introduce un tipo mínimo para los cigarros y cigarritos, que queda fijado en 32 euros por 1.000 unidades. − Por otra parte, y para el caso de los cigarrillos, se ha fijado el tipo único en 119,1 euros por cada 1.000 cigarrillos. − Además, en el caso de los cigarrillos, se ha reducido el tipo impositivo proporcional a ellos aplicable de forma equivalente al incremento en el tipo de gravamen del IVA. − Finalmente, y por lo que se refiere a la picadura de liar, se procede a elevar el impuesto mínimo, que queda fijado en 80 euros por kilogramo. 10 Nota informativa – Julio 2012 Para más información en relación a esta nota, pueden ponerse en contacto con: Clara Jiménez Ana Mata Socia del Área de Fiscal [email protected] Tel: +34 91 426 20 70 Fax: +34 91 436 04 30 Abogada del Área de Fiscal [email protected] Tel: +34 91 423 20 81 Fax: +34 91 436 04 30 Madrid Alcalá 61 - 28014 Tel. (+34) 91 436 04 20 Fax. (+34) 91 436 04 30 Barcelona Diputació 260, 4º - 08007 Tel. (+34) 93 481 30 75 Fax. (+34) 93 481 30 76 [email protected] www.perezllorca.com La información contenida en esta Nota Informativa es de carácter general y no constituye asesoramiento jurídico. La presente Nota informativa ha sido elaborada a 16 de julio de 2012 y PEREZ-LLORCA no asume compromiso alguno de actualización o revisión de su contenido. 11 Nota informativa – Julio 2012 Nota Informativa sobre las medidas de liquidez en el Real Decreto-ley 21/2012, de 13 de julio, de medidas de liquidez de las Administraciones públicas y en el ámbito financiero I. Objeto 1. El Real Decreto-ley 21/2012, de 13 de julio, de medidas de liquidez de las Administraciones públicas y en el ámbito financiero 1 (el “RD-ley 21/2012”), crea un mecanismo de apoyo (el “mecanismo”) a la liquidez de las Comunidades Autónomas (“CCAA”), de carácter temporal y voluntario, que permitirá atender las necesidades financieras de las CCAA. 2. Se entienden como necesidades financieras (i) los vencimientos de la deuda pública de las CCAA y (ii) las cantidades adicionales necesarias para financiar el endeudamiento. En la categoría prevista en el apartado (i) se incluyen los siguientes conceptos: a) los vencimientos correspondientes a los valores emitidos; b) los vencimientos de préstamos concedidos por instituciones europeas de las que España sea miembro; c) aquellas operaciones que, no puedan ser, en su caso, refinanciadas o novadas por las propias CCAA respetando el criterio de prudencia financiera definido por Resolución de la Secretaría General del Tesoro y Política Financiera (“SGTyPF”); y d) las necesidades de financiación del déficit público. 3. De lo anterior se desprende que se trata de un mecanismo destinado a prestar liquidez para atender a diversas categorías de operaciones financieras o de endeudamiento de las CCAA. Aun cuando el mecanismo no se destina a satisfacer directamente otras obligaciones de las CCAA, hará posible que las CCAA que actualmente se encuentran en dificultades para atender al cumplimiento de sus obligaciones, puedan satisfacerlas. II. Cuantía del mecanismo 4. El mecanismo se hace efectivo mediante la creación de un Fondo de Liquidez Autonómico, dotado con 18.000 millones de euros en el año 2012, que se financia con deuda pública y cuya gestión financiera se atribuye al Instituto de Crédito Oficial. El desembolso a las CCAA se hará conforme a un calendario por tramos. III. Procedimiento 5. Los pasos a seguir para la puesta en marcha del mecanismo son: (i) solicitud de la Comunidad Autónoma ante el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas (“MINHAP”); (ii) aceptación de la solicitud por el MINHAP; (iii) adopción de Resolución por la SGTyPF definiendo criterios de prudencia financiera; (iv) adopción de Acuerdo por el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma de aceptación de las condiciones del mecanismo. IV. Condiciones derivadas de la participación en el mecanismo 6. Las CCAA que soliciten la adhesión al mecanismo debe asumir una serie de condiciones financieras y fiscales. 7. En cuanto a las condiciones financieras, entre otras, se someten a autorización previa y expresa de la SGTyPF las operaciones de endeudamiento en el extranjero y se sujetan a 1 BOE núm. 168, de14 de julio de 2012, pág. 50519. 1 Nota informativa – Julio 2012 comunicación a la SGTyPF todas las operaciones de endeudamiento. Los pagos de vencimientos de deuda pública de las CCAA se hacen por el Estado en nombre y por cuenta de la Comunidad Autónoma. 8. Respecto de las condiciones fiscales, la Comunidad Autónoma debe presentar ante el MINHAP (i) una modificación del Plan de Ajuste; (ii) un Plan de Tesorería y detalle de operaciones de deuda viva, actualizado mensualmente.; (iii) información mensual sobre la ejecución del Plan de Ajuste. Se atribuye a la Intervención de las CCAA la competencia para velar por la ejecución del Plan de Ajuste. En caso de desviaciones en la ejecución de los Planes de Ajuste, la Intervención General de la Administración del Estado puede enviar misiones de control a las CCAA. V. Retención de los recursos del sistema de financiación de las CCAA 9. Los recursos del sistema de financiación de las CCAA de régimen común que se adhieran a este mecanismo responderán de las obligaciones contraídas con el Estado, mediante retención. Para más información en relación a esta nota, pueden ponerse en contacto con: Juan Manuel Rodríguez Cárcamo Counsel de PEREZ-LLORCA Abogado del Estado en excedencia Área de Contencioso, Público y Regulatorio [email protected] Telf: +34 91 436 04 32 Fax: +34 91 436 04 30 Madrid Alcalá 61 – 28014 Telf. (+34) 91 436 04 20 Fax. (+34) 91 436 04 30 [email protected] Barcelona Diputació 260, 4º – 08007 Telf. (+34) 93 481 30 75 Fax. (+34) 93 481 30 76 www.perezllorca.com La información contenida en esta Nota informativa es de carácter general y no constituye asesoramiento jurídico. La presente Nota informativa ha sido elaborada a 16 de julio de 2012 y PEREZ-LLORCA no asume compromiso alguno de actualización o revisión de su contenido. 2 Novedades Legislativas INTRODUCCIÓN El propósito de este apartado es abordar otras novedades legislativas que han tenido lugar durante el segundo trimestre de este año 2012. Se ofrece de este modo al lector la posibilidad de hacer un seguimiento y estar al día de las normas más relevantes que han sido aprobadas recientemente. Y es que, efectivamente, si en la pasada edición de esta Newsletter poníamos el acento en las numerosas y relevantes modificaciones legislativas que había aprobado el nuevo Ejecutivo tras su llegada al Gobierno, lo cierto es que, desde el mes de abril hasta la fecha, su actividad normativa no ha cesado de ser extraordinariamente intensa y, como se verá en este apartado, se han aprobado reformas de gran importancia. Con carácter general, cabe adelantar que la mayor parte de las reformas acometidas, no sólo por el Ejecutivo central, sino también por distintas Comunidades Autónomas, tienen como objetivo fundamental dinamizar los sectores económicos más afectados por la actual coyuntura de crisis en la que continúa inmerso el país. En concreto, se han adoptado medidas liberalizadoras en distintos sectores económicos, simplificando trabas administrativas en este sentido, y modificando normas tributarias para incentivar fiscalmente la actividad económica. A este respecto, merece especial atención el Real Decreto-ley 19/2012, de 25 de mayo, de medidas urgentes de liberalización del comercio y de determinados servicios. Esta norma elimina los supuestos de autorización o licencia municipal previa en relación con determinados sectores, de manera que se permite iniciar la ejecución de obras e instalaciones y el ejercicio de la actividad comercial y de servicios, por medio de la presentación de una declaración responsable o comunicación previa. Conviene destacar, igualmente, la relevancia de la segunda reforma operada en nuestro sistema financiero a través del Real Decreto-ley 18/2012, de 11 de mayo, sobre saneamiento y venta de los activos inmobiliarios del sector financiero. Esta norma, con el objetivo de sanear los balances de las entidades de crédito, prevé la constitución de sociedades de gestión inmobiliaria, a las que las entidades de crédito deberán aportar todos los inmuebles adjudicados o recibidos en pago de deudas relacionadas con el suelo para la promoción inmobiliaria y con las construcciones o promociones inmobiliarias. Por último, el Ejecutivo ha acometido sendas reformas de calado en materia educativa y de sanidad - a través del Real Decreto-ley 14/2012 y del Real Decreto-ley 16/2012, respectivamente - que, en términos generales, tratan de reforzar el principio de eficiencia en la prestación de estos servicios públicos. POLÍTICA ECONÓMICA Y COMERCIO Real Decreto 778/2012, de 4 de mayo, de régimen jurídico de las entidades de dinero electrónico. El objetivo este Real Decreto es aumentar la precisión del régimen jurídico aplicable a la emisión de dinero electrónico, clarificando su definición y el ámbito de aplicación de la norma. De esta forma, al aumentar la seguridad jurídica de los intervinientes en el mercado, se pretende facilitar el acceso a la actividad de emisión de dinero electrónico y estimular la competencia en dicho sector. 1 Novedades Legislativas Real Decreto-ley 19/2012, de 25 de mayo, de medidas urgentes de liberalización del comercio y de determinados servicios. Este Real Decreto-ley avanza un paso más en la remoción de los obstáculos administrativos que existen en la actualidad para ejercer determinadas actividades, con la adopción de medidas especialmente dirigidas a las pequeñas y medianas empresas comerciales y de servicios complementarios en los sectores que se listan en un anexo al Real Decreto-ley. En concreto, respecto de dichos sectores, se eliminan todos los supuestos de autorización o licencia municipal previa, motivados en la protección del medio ambiente, de la seguridad o de la salud públicas, ligados a establecimientos comerciales y otros que se detallan en el anexo con una superficie de hasta 300 metros cuadrados De esta manera, se podrá iniciar la ejecución de obras e instalaciones y el ejercicio de la actividad comercial y de servicios con la presentación de una declaración responsable o comunicación previa, según el caso, en la que el empresario declare cumplir los requisitos exigidos por la normativa vigente y disponer de los documentos que se exijan, además de estar en posesión del justificante del pago del tributo correspondiente cuando sea preceptivo. Ley 2/2012, de 4 de abril, de apoyo a los emprendedores y las emprendedoras y a la micro, pequeña y mediana empresa (Baleares). Esta ley tiene por objeto promover la actividad generadora de riqueza y empleo a través de los emprendedores y de la micro, pequeña y mediana empresa de la comunidad autónoma de las Islas Baleares, que son los destinatarios de las regulaciones contenidas en esta ley. Entre las medidas que acoge para la creación y la consolidación de la micro, pequeña y mediana empresa, cabe destacar la reducción progresiva de cargas administrativas y la coordinación de políticas y servicios de apoyo a los emprendedores. Ley 7/2012, de 23 de abril, de modificación de diversas leyes para su adaptación a la Directiva 2006/123/CE, de 12 de diciembre, del Parlamento Europeo y del Consejo, relativa a los servicios en el mercado interior (País Vasco). Esta Ley responde a la necesidad de la Comunidad Autónoma del País Vasco de adoptar medidas necesarias para la adaptación de sus normas con rango de ley a la Directiva Servicios (Directiva 2006/123/CE) y a la legislación básica dictada por el Estado para transposición, especialmente a la Ley 17/2009, de 23 de noviembre, sobre el Libre Acceso a Actividades de Servicios y su Ejercicio. las de su las De este modo, la Ley 7/2012 modifica distintas normas afectadas por la Directiva de Servicios en relación con la libre prestación de servicios y la simplificación administrativa, así como el refuerzo de los derechos de las personas consumidoras como usuarias de los servicios y la garantía de calidad de estos. En este sentido, mención especial merece la modificación de la Ley 8/2004, de 12 de noviembre, de Industria de la Comunidad Autónoma de Euskadi, así como la Ley 6/1994, de 16 de marzo, de Ordenación del Turismo, en las que se sustituye el régimen de autorización previa al ejercicio de actividad por el de comunicación o declaración responsable. 2 Novedades Legislativas POLÍTICA PRESUPUESTARIA Y FINANCIERA Ley Orgánica 1/2012, de 3 de abril, por la que se excluye del ámbito de aplicación de la disposición adicional de la Ley Orgánica 3/2006, de 26 de mayo, de reforma de la Ley Orgánica 5/2001, de 13 de diciembre, complementaria de la Ley General de Estabilidad Presupuestaria, a determinados mecanismos de financiación. En virtud de la disposición final de la Ley Orgánica 3/2006, de 26 de mayo, el Estado no asume ni responde de los compromisos de las Comunidades Autónomas y de los entes vinculados o dependientes de ellas. Sin embargo, ante la puesta en marcha del mecanismo extraordinario de financiación que ha iniciado el Estado para que las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales puedan hacer frente a sus obligaciones de pago con los proveedores, esta Ley Orgánica admite que, de forma excepcional y limitada a los mecanismos de financiación que se pongan en marcha en el ejercicio 2012 a los efectos señalados, la Administración del Estado pueda prestar las oportunas garantías sin que, de forma puntual y extraordinaria, le sean aplicables las actuales limitaciones. Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Se regulan en un texto único los objetivos fundamentales y los principios rectores a los que deberá adecuarse la política presupuestaria del sector público, orientada a la estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad financiera, como garantía del crecimiento económico sostenido y la creación de empleo. Asimismo, se establecen los procedimientos necesarios para la aplicación efectiva de los principios de estabilidad presupuestaria y de sostenibilidad financiera, en los que se garantiza la participación de los órganos de coordinación institucional entre las Administraciones Públicas en materia de política fiscal y financiera, el establecimiento de los límites de déficit y deuda, los supuestos excepcionales en que pueden superarse y los mecanismos de corrección de las desviaciones, así como los instrumentos para hacer efectiva la responsabilidad de cada Administración Pública en caso de incumplimiento. Ley 6/2012, de 17 de mayo, de estabilidad presupuestaria (Cataluña). Esta Ley tiene por objeto la consecución por la Generalidad de Cataluña de los objetivos de estabilidad presupuestaria, en cumplimiento su Estatuto de Autonomía, el Tratado de funcionamiento de la Unión Europea, así como el resto de normas de la Unión Europea sobre esta materia. La finalidad última de esta Ley es preservar la autonomía financiera de la Generalidad y garantizar, mediante el logro de los objetivos de consolidación fiscal, la sostenibilidad económica. Real Decreto-ley 18/2012, de 11 de mayo, sobre saneamiento y venta de los activos inmobiliarios del sector financiero. El objetivo fundamental de este Real Decreto-ley es reforzar la solvencia del sector financiero y sanear sus balances dando salida en el mercado a los activos inmobiliarios, cuya integración en el balance de las entidades está lastrando la recuperación del crédito. Para ello se prevé la constitución de sociedades de capital a las que las entidades de crédito deberán aportar todos 3 Novedades Legislativas los inmuebles adjudicados o recibidos en pago de deudas relacionadas con el suelo para la promoción inmobiliaria. Asimismo, el Real Decreto-ley 18/2012 establece las reglas necesarias para garantizar la neutralidad fiscal de las operaciones que se realicen en la constitución de las sociedades para la gestión de activos. Con el objeto de estimular la venta de los activos inmobiliarios, en relación con el Impuesto sobre Sociedades, Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas e Impuesto sobre la Renta de no Residentes, se introduce una exención parcial de las rentas derivadas de la transmisión de bienes inmuebles urbanos que se adquieran a partir de la entrada en vigor de este Real Decreto-ley y hasta el 31 de diciembre de 2012 cuando se cumplan determinados requisitos. Finalmente, se moderan los aranceles notariales y registrales que serán de aplicación en los supuestos de traspasos de activos financieros o inmobiliarios, como consecuencia de operaciones de saneamiento y reestructuración de entidades financieras. FISCAL Ley 5/2012, de 20 de marzo, de medidas fiscales, financieras y administrativas y de creación del Impuesto sobre las Estancias en Establecimientos Turísticos (Cataluña). Con el objetivo de aumentar los ingresos y reducir el gasto público, en el marco de las finanzas de la Generalidad de Cataluña, esta Ley introduce una serie de medidas fiscales que afectan tanto a tributos propios como a tributos cedidos. En este sentido, entre las medidas relativas a los tributos propios, merece especial atención la creación de la tasa sobre los actos preparatorios y los servicios accesorios de mejora de la información inherentes al proceso para la prescripción y dispensación de medicamentos y productos sanitarios mediante la emisión de recetas médicas y órdenes de dispensación. También debe destacarse la creación de dos tasas en el ámbito de la Administración de Justicia: la primera, cuyo hecho imponible lo constituye la prestación de servicios personales y materiales en el ámbito de la administración de la Administración de Justicia de competencia de la Generalidad, a instancia de parte, en los órdenes jurisdiccionales civil y contenciosoadministrativo, en órganos judiciales con sede en Cataluña; y la segunda tasa, cuyo hecho imponible lo constituye la utilización privativa o el aprovechamiento especial, por cualquier título, constituidos sobre bienes o derechos afectos al servicio público de la Justicia, en el ámbito de la competencia de la Generalidad de Cataluña. En cuanto a los tributos cedidos, se modifica el mínimo exento del Impuesto sobre el Patrimonio ahora vigente, para fijarlo en el importe aprobado en el ámbito estatal. Asimismo, esta Ley incluye medidas relativas al régimen jurídico de las finanzas públicas y las modificaciones en materia de función pública. Finalmente, esta Ley crea el impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos, cuyo hecho imponible está constituido por la estancia en establecimientos hoteleros, apartamentos turísticos, campings o las viviendas de uso turístico. Este impuesto entrará en vigor el 1 de noviembre de 2012. 4 Novedades Legislativas Ley 3/2012, de 30 de abril, de medidas tributarias urgentes (Baleares). Por medio de esta ley se persigue reactivar la actividad económica - lo que redunda en un aumento de los ingresos públicos - introduciendo diversas modificaciones en la normativa tributaria balear. En términos generales, se introducen beneficios fiscales a las actividades empresariales favorecedoras de la inversión y del mantenimiento o el incremento del empleo. Entre las medidas concretas aprobadas, cabe destacar, en relación con el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, la equiparación del porcentaje de inversión en vivienda habitual al aplicable en el tramo estatal, la nueva regulación de la deducción autonómica para el fomento del autoempleo y la introducción de una nueva deducción en concepto de inversión, para adquirir acciones o participaciones sociales de nuevas entidades o de reciente creación. Asimismo, merece especial atención la modificación operada respecto al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, consistente en la reducción relativa a las transmisiones dinerarias (“inter vivos” o “mortis causa”) de padres a hijos o a otros descendientes o parientes colaterales para constituir una empresa. ORGANIZACIÓN DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS Ley 4/2012, de 26 de abril, de medidas urgentes de racionalización del sector público empresarial (Aragón). Por medio de esta Ley se establecen un conjunto de decisiones para aumentar la eficiencia y eficacia del sector público empresarial aragonés, con el objetivo de avanzar en un proceso de reestructuración del mismo que viene a profundizar en la reforma ya iniciada en la legislatura anterior, basada en la extinción, fusión y disolución de sociedades públicas y en la introducción de medidas de optimización en la gestión de aquellas empresas que subsistan a este primer proceso de remodelación del sector. SERVICIOS PÚBLICOS Real Decreto-ley 14/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo. El Real Decreto-ley 14/2012 tiene el propósito de cumplir con los objetivos de estabilidad presupuestaria, en el ámbito de las Administraciones educativas. Entre las medidas introducidas se encuentran, en el ámbito de las enseñanzas no universitarias: (i) fijar con carácter mínimo el horario lectivo que deberá impartir el profesorado en los centros docentes públicos; (ii) aumentar el número de alumnos por aula; (iii) vincular el nombramiento de personal interino y sustituto a ausencias de duración superior a los diez días; y (iv) eliminar la exigencia de ofertar al menos dos modalidades de Bachillerato en cada centro docente. En el ámbito universitario: (i) se determina la actividad docente a desarrollar por el personal docente e investigador de las Universidades; (ii) se facilita la cooperación interuniversitaria para la impartición conjunta de titulaciones; (iii) se adecua el régimen económico y financiero de las Universidades públicas al principio de estabilidad presupuestaria; (iv) se fijan umbrales en los precios públicos para aproximar gradualmente su cuantía a los costes de prestación del servicio y (v) la incorporación de personal de nuevo ingreso se somete expresamente a la normativa básica en materia de oferta de empleo público. 5 Novedades Legislativas Real Decreto-ley 15/2012, de 20 de abril, de modificación del régimen de administración de la Corporación RTVE, previsto en la Ley 17/2006, de 5 de junio. Por medio de este Real Decreto-ley se regula la reforma del sistema de designación de los miembros del Consejo de Administración y del presidente de la Corporación de RTVE. En concreto, se prevé que en caso de no alcanzarse la mayoría de dos tercios para la elección de los miembros del Consejo en la Cámara correspondiente, la votación de repetirá, transcurridas 24 horas, y en este caso, cada cámara elegirá, por mayoría absoluta, a los consejeros que le corresponda. Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones. Las medidas que se aplican en este Real Decreto-ley tienen como objetivo fundamental afrontar una reforma estructural del Sistema Nacional de Salud que le permita dotarse de una mayor solvencia y viabilidad. En términos generales, este Real Decreto-ley introduce reformas que permiten mejorar la eficiencia en la gestión, promover el ahorro y las economías de escala, así como coordinar los servicios sanitarios y los sociales. Entre las medidas concretas adoptadas, especial atención merece la categorización de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, garantizando la igualdad de trato en todo el territorio nacional con una cartera básica de servicios comunes. Asimismo, se crea el Fondo de Garantía Asistencial, configurado como una partida específica de compensación para la garantía asistencial en todo el Sistema Nacional de Salud, de forma que se regule la financiación de la atención sanitaria prestada a las personas residentes en una comunidad autónoma distinta de la que está prestando la atención. No menos importantes son las medidas relacionadas con la prestación farmacéutica, destacando las modificaciones introducidas en el sistema de financiación de medicamentos y productos sanitarios en el Sistema Nacional de Salud. Conviene destacar igualmente la creación de un Registro Estatal de Profesionales Sanitarios y la elaboración de un catálogo homogéneo de categorías profesionales, en aras de garantizar la movilidad de los profesionales sanitarios. Del mismo modo, con el objetivo de dotar de mayor eficiencia al Sistema para afrontar sus problemas de suficiencia financiera, se posibilita la adopción de estrategias de gestión centralizada de suministros y se introduce la necesidad de adoptar medidas de esfuerzo en el ahorro energético. MEDIO AMBIENTE Y URBANISMO Real Decreto-ley 17/2012, de 4 de mayo, de medidas urgentes en materia de medio ambiente. 6 Novedades Legislativas Este Real Decreto-ley tiene por objetivo alcanzar una protección eficaz del medio ambiente, mediante la simplificación normativa y el establecimiento de reglas claras y sencillas. De acuerdo con este objetivo, se modifica la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, para simplificar la gestión de los espacios protegidos y de la Red Natura 2000. En concreto, para aquellos casos en que se solapan varias figuras de protección, se prevé la consolidación y unificación de todas ellas en un único instrumento de protección. Igualmente, se introducen modificaciones en la Ley 22/2011, de 28 de julio, de Residuos y Suelos Contaminados, con la finalidad de simplificar y reducir las cargas administrativas. En este sentido, se delimitan las competencias sancionadoras de las entidades locales en esta materia, disponiendo que las ejerzan respecto de los residuos cuya recogida y gestión les corresponda. Por último, y con la finalidad de racionalizar la gestión y uso del agua, en línea con la Directiva 2000/60/CE, de 23 de octubre de 2000, Marco del Agua, se establece una nueva regulación de las masas de agua subterránea y el buen estado de las mismas. El objetivo es poder reaccionar con rapidez ante los problemas que se detecten en las masas de aguas subterráneas, así como dotar de una mayor flexibilidad a la gestión de disponibilidades de agua en las masas que cuenten con un plan de actuación. Ley 1/2012, de 10 de mayo, de Medidas Urgentes de Impulso a la Implantación de Actuaciones Territoriales Estratégicas (Comunidad Valenciana) El objetivo de esta Ley es impulsar los procesos de planificación y gestión urbanística y territorial en la Comunidad Valenciana, por medio de la simplificación de los instrumentos normativos. En concreto, la Ley 1/2012 facilita la implantación de las denominadas actuaciones territoriales estratégicas, entendidas como aquellas intervenciones singulares de carácter supramunicipal que contribuyen a la dinamización de la actividad económica y a la creación de empleo. Fernando Mingo Abogado del Área de Contencioso, Público y Regulatorio 7 Novedades Jurisprudenciales RESPONSABILIDAD PRECONTRACTUAL POR RUPTURA DE NEGOCIACIONES SENTENCIA DE LA SECCIÓN 14ª DE AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID DE 20 DE MARZO DE 2012 (LA “SENTENCIA”) La Sentencia objeto de nuestro comentario analiza la naturaleza jurídica de las llamadas “cartas de intenciones” o “protocolos de intenciones” y de las consecuencias jurídicas de la ruptura de las negociaciones una vez suscritos estos documentos. En el supuesto que resolvió la Sentencia, Arifield, S.L. (la “Compradora”) suscribió un protocolo de intenciones (el “Protocolo de Intenciones”) con los socios de la compañía que pretendía comprar, denominada Canteras y Sondeos, S.L. (“C&S”), propietaria a su vez de minas y canteras. Antes de la firma del Protocolo de Intenciones la Compradora y los socios vendedores habían llevado a cabo negociaciones que duraron varios meses. En ese momento del proceso, los vendedores ya facilitaron cierta documentación a la Compradora. No obstante, la partes suscribieron el Protocolo de Intenciones, en virtud del cual la Compradora realizó una propuesta de adquisición que quedaba condicionada a la elaboración de una due diligence financiera, fiscal y legal y pagó 150.000 euros a C&S para el sostenimiento de los niveles de pasivo. Las partes incluyeron la siguiente cláusula: “si los compradores consideran que la revisión revela información que genera inquietud con respecto al hecho de proseguir la propuesta de comprar, se lo comunicará inmediatamente al representante de los vendedores”. Tras esa comunicación las partes podrían: (i) simplemente resolver las “inquietudes” del comprador sin que los vendedores asumieran responsabilidad adicional; (ii) modificar el precio de compra u otras condiciones de la adquisición; o (iii) en caso de falta de acuerdo, podrían decidir continuar o no con la operación sin perjuicio del derecho de la Compradora a exigir la formalización de la compraventa. En el marco de la due diligence, la Compradora recabó un informe técnico elaborado por unos empleados suyos, dos ingenieros de minas y una geóloga, que establecía que había circunstancias que dificultaban la explotación de las canteras, de forma que las mismas no resultaban económicamente viables. A la luz de ese informe, la Compradora entendió que concurría una circunstancia susceptible de causarle “inquietud” y comunicó dicha “inquietud” a los socios vendedores mostrando su intención de dar por resuelto el Protocolo de Intenciones y desistir de la compra de C&S. C&S (no los socios vendedores) contestó a dicha comunicación emplazando a la Compradora a mantener una reunión pero al no obtener respuesta, C&S remitió un burofax oponiéndose al desistimiento y resolución del Protocolo de Intenciones y argumentando que no se había realizado la due diligence ni el proceso pactado para la resolución de “inquietudes”, tal y como establecía el Protocolo de Intenciones. La Compradora contestó ratificándose en sus anteriores manifestaciones y requiriendo a C&S la devolución de los 150.000 euros entregados por la Compradora. En primera instancia, se estimó la demanda interpuesta por la Compradora contra C&S, declarando extinguido y sin efecto el protocolo de intenciones y condenando a C&S al reembolso y devolución a la Compradora de la suma de 150.000 euros, aunque desestimó la demanda contra el resto de demandados 1 (los socios vendedores). 1 La demanda se interpuso también contra los socios vendedores de C&S: Nuevos Espacios Jurídicos, S.L., Planes Familiares, S.L., Inversiones Benalcid, S.L., D. Constancio; y D. Joaquín. Novedades Jurisprudenciales La sentencia en primera instancia fue apelada por C&S 2 . C&S alegó que el Protocolo de Intenciones tenía naturaleza de precontrato (no una mera declaración de voluntades) pues las negociaciones previas ya habían durado ocho meses. En su opinión la due diligence ya se había realizado antes de la firma del Protocolo de Intenciones, de manera que en aquel momento la Compradora tuvo la oportunidad de recabar los informes técnicos que estimase necesarios. Así pues, la tesis de C&S es que admitir el desistimiento por la Compradora supone una vulneración del artículo 1256 Cc al dejar el cumplimiento de los contratos al arbitrio de una de las partes. Pues bien, la Sentencia desestimó el recurso interpuesto por C&S. La Audiencia Provincial, al igual que ya había hecho el Juzgado de Primera Instancia, estableció que el Protocolo de Intenciones es un trato preliminar, cuya eficacia queda sometida a la necesidad de un posterior acuerdo. Sin ese acuerdo posterior, los tratos preliminares devienen ineficaces al haberse concedido las partes recíprocamente la facultad de desistir de sus compromisos si no alcanzaban un acuerdo en un momento posterior 3 . Para llegar a esta conclusión, la Sentencia hace referencia a los pasos que deben seguirse en un proceso de “compraventa de empresa”, a la luz de lo establecido en la sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra de 4 de octubre de 2010 [JUR 37201, 2011], a saber: (i) un acuerdo de intenciones, por el que las partes reconocen la intención de llevar a cabo la adquisición, sin comprometerse a realizarla efectivamente; (ii) una comprobación por el posible adquirente de cuál es la situación real de la empresa (normalmente a través de un proceso de due diligence); (iii) una decisión final acerca de la adquisición, que si es positiva cristaliza en un acuerdo en el que son muy importantes las manifestaciones y garantías; y (iv) una fase final de cierre del acuerdo, en la que se ejecutan las operaciones precisas para hacer efectiva la adquisición. Es importante destacar de este proceso el hecho de que en el acuerdo inicial (en nuestro caso, en el Protocolo de Intenciones) las partes no se comprometen aún a la adquisición, pues la potencial adquirente desea comprobar de forma detallada la situación de la compañía antes de comprometerse a la compra. Es una vez finalizada la fase de due diligence y alcanzado el acuerdo entre las partes cuando se plasman las manifestaciones y garantías, es decir, los aspectos o características que el vendedor garantiza que cumple la empresa, y de las cuales responde. Llegados a ese punto, en el caso de que no se cumpliese alguna de las afirmaciones o representaciones del vendedor no sería necesario demostrar mala fe ni conocimiento por parte del vendedor de la incorrección 4 . Se trata pues, de un mecanismo de distribución del riesgo entre el vendedor y el comprador (distinto del establecido legalmente: periculum est emptoris). Partiendo de los hechos expuestos en la Sentencia cabe concluir que el Protocolo de Intenciones es un acuerdo de intenciones, a la luz de una interpretación literal y sistemática, de 2 La sentencia dictada en primera instancia también fue apelada por la Compradora, si bien estimamos de mayor interés el análisis del recurso de C&S. 3 Dice textualmente la cláusula quinta: “y si no existiera tal acuerdo de las partes quedarán en libertad para continuar o no con la operación de compraventa sin perjuicio del derecho del comprador a exigir la formalización de la compraventa en los términos aquí convenidos”. 4 Se trata así de “asignaciones contractuales de riesgo” que facilitan la reclamación. 2 Novedades Jurisprudenciales conformidad con los artículos 1.281 y 1.285 del Código Civil (“CC”), y no de un contrato perfecto de compraventa ni un verdadero contrato preparatorio o precontrato. Esta calificación debe realizarse teniendo en cuenta que este tipo de negociaciones no pueden ser examinadas de manera aislada, sino desde la perspectiva global de un proceso de adquisición de empresas 5. Se entiende que esta actividad negociadora presenta ordinariamente riesgos, lo que explica que vaya precedida de una fase compleja y dilatada en el tiempo que incluye una serie de pasos 6 . Por ello, el hecho de que en el caso concreto sobre el que resolvió la Sentencia las negociaciones estuvieran muy avanzadas y que además estuviesen determinadas las bases esenciales de la compraventa no supone la existencia de un contrato. Según la Sentencia, lo esencial para determinar que el Protocolo de Intenciones no tiene fuerza vinculante es que: (i) no existe pago previo de parte del precio por parte de la Compradora; (ii) no se otorgan garantías por los futuros vendedores a la fecha de la firma del Protocolo de Intenciones; y (iii) se establece la imposibilidad de negociar la venta con terceros, lo que implica la inexistencia de un acuerdo vinculante de adquisición de participaciones. De la lectura de la cláusula quinta del protocolo de intenciones 7 se deduce que el proceso de due diligence supone un principio de acuerdo que no puede identificarse con un contrato perfecto de compraventa de participaciones sociales, lo que es congruente con el razonamiento de la Sentencia. Es más, no llega tampoco a ser un verdadero precontrato, pues ya la existencia de un plazo hasta el otorgamiento de la escritura pública de compraventa de participaciones 8 parece obedecer a la necesidad por parte de la futura compradora de un proceso más o menos exhaustivo de due diligence. En efecto, la cláusula quinta del protocolo de intenciones recoge expresamente que a falta de acuerdo en relación con los criterios de ajuste (derivados del proceso de due diligence), las partes quedan facultadas para continuar o no con la operación de compraventa, sin derecho a indemnización a favor de ninguna de las partes, y con devolución de la cantidad entregada por la Compradora, lo que demuestra la voluntad de las partes de preservar la facultad de desistir o apartarse de las negociaciones 9 . La Compradora nunca llegó a prestar su consentimiento a la propuesta de compra, por lo que estuvo facultada para apartarse y desistir del Protocolo de Intenciones, tal y como permitía la cláusula quinta, una vez se determinó merced al resultado de la due diligence que la viabilidad del negocio era escasa. La Sentencia descarta el argumento de C&S de atender a los actos anteriores, coetáneos y posteriores de las partes para indagar la intención de las mismas a la luz del artículo 1.282 CC, ya que las cláusulas del Protocolo de Intenciones son claras y no dejan dudas sobre la intención de las partes de habilitar un periodo para la realización de la due diligence (por lo que debe 5 La Sentencia se remite en este punto a la sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia nº 8 de A Coruña de 21 de octubre de 2010 6 Por ejemplo, el acuerdo de confidencialidad, la carta de interés, el acuerdo de intenciones, el acuerdo de exclusividad, la due diligence, el pago del precio aplazado y garantías de cobro, etc. 7 “Esta propuesta queda expresamente condicionada y sujeta a revisión del negocio, financiera, fiscal y legal por los compradores por sí mismos o a través de asesores externos”. 8 Fecha límite el 7 de mayo de 2007 en las cláusulas cuarta y sexta del documento de intenciones. 9 Dice textualmente la cláusula quinta: “y si no existiera tal acuerdo de las partes quedarán en libertad para continuar o no con la operación de compraventa sin perjuicio del derecho del comprador a exigir la formalización de la compraventa en los términos aquí convenidos”. 3 Novedades Jurisprudenciales entenderse que ésta aún no se había realizado). Es decir, se resalta en la Sentencia el carácter subsidiario del criterio interpretativo del artículo 1.282 frente al criterio del artículo 1.281 CC 10 . En conclusión, la Sentencia establece unos criterios orientativos que pueden ser de utilidad para determinar si alguno de los documentos que las partes firmen en el marco de un proceso de compraventa puede o no tener carácter vinculante, recogiendo además de una manera bastante ajustada a la práctica los pasos típicos de una compraventa de empresa. Laura Ruiz Abogada del Área de Contencioso, Público y Regulatorio 10 Ver SSTS de 22 de junio de 1984, 29 de julio de 1996, 28 de marzo de 1996, 18 de mayo de 1998 y 10 de junio de 1998, entre otras. 4 Redacción: PEREZ-LLORCA Consejo Editorial: David Arias Lozano José Ramón de Hoces Íñiguez Francisco León Sanz Encarna Cordero Lobato ISSN 2254-478X Newsletter Julio 2012 ARTÍCULOS DOCTRINALES MADRID Alcalá 61 28014 – Madrid Tlf: +34 91 436 04 20 Fax: +34 91 436 04 30 www.perezllorca.com BARCELONA Diputació 260, 4º 08007 – Barcelona Tlf: +34 93 481 30 75 Fax: +34 93 481 30 76 n LA RESPONSABILIDAD DE LAS SOCIEDADES MATRICES POR LAS CONDUCTAS ANTICOMPETITIVAS DE SUS FILIALES Oriol Armengol Socio del Área de Contencioso, Público y Regulatorio n LA RESCISIÓN DE LAS OPERACIONES SOCIETARIAS Francisco José León Sanz Of Counsel de PEREZ-LLORCA Catedrático de Derecho Mercantil, Universidad de Huelva NOvEDADES LEGISLATIvAS n LEY 3/2012, DE 6 DE JULIO, DE MEDIDAS URGENTES PARA LA REFORMA DEL MERCADO LABORAL Luis Enrique Fernández Pallarés Socio del Área de Laboral n LEY 1/2012 DE SIMPLIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES DE INFORMACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DE FUSIONES Y ESCISIONES DE SOCIEDADES DE CAPITAL Vicente Conde Viñuelas Socio del Área de Corporate n MEDIDAS FISCALES ADOPTADAS EN EL REAL DECRETO-LEY 20/2012 Clara Jiménez Socia del Área de Fiscal Ana Mata Abogada del Área de Fiscal n MEDIDAS DE LIQUIDEZ EN EL REAL DECRETO-LEY 21/2012 Juan Manuel Rodríguez Cárcamo Counsel de PEREZ-LLORCA Abogado del Estado en excedencia Área de Contencioso, Público y Regulatorio OTRAS NOvEDADES LEGISLATIvAS NOvEDADES JURISPRUDENCIALES