Los momentos culminantes de un Campe6n Mundial de Ajedrez En 1969, Boris Spassky, el Gran Maestro Ruso, derroto a Tigran Petrosian y se corono Cam­ peon del Mundo, vengando as! la estrecha derrota sufrida tres afios antes. Como el actual Campeon del Mundo Bobby Fischer, Spassky posee un soberbio juego de ataque y es consi­ derado como uno de los mas sobresalientes Grandes Maestros de todos los tiempos. Los veinte afios de lucha que le llevaron a la cumbre est.in magnificamente representados en esta coleccion de sus 100 mejores partidas, comenzando con su victoria en 1949 en el Cam­ peonato Juvenil de Leningrado cuando Spassky tenia once afios y terminando con las partidas que le proclamaron Campeon del Mundo. Este libro contiene, ademas, una fascinante se­ leccion de jugadas victoriosas con sus corres­ pondientes analisis. Leonard Barden, ex cam­ peon britanico y que ha conocido a Spassky durante los ultimos diez afios, contribuye tam­ bien con un largo y perspicaz prologo en el que pinta un retrato tanto del hombre como del jugador. BERNARD CAFFERTY es un destacado juga­ dor intemacional britanico. Ademas de esta obra, ha traducido el clasico Pensemos como un gran maestro, de Alexander Kotov y publicado Las mejores partidas de Botvinnik. LAS 100 MEJORES PART IDAS DE SPASSKY Titulo original: SPASSKY'S 100 BEST GAMES Edicion original: B. T. BATS FORD LTD., LONDRES THE MACMILLAN COMPANY, NUEVA YORK 1.a ed., 1972; 2.a ed., Traduccion GREGORIO VLASTELICA Cubierta GRACIA / PERCEVAL 1973 BERNARD LAS CIEN CAFFERTY MEJORES PARTIDAS DE SPASSKY Introducci6n de LEONARD BARDEN EDITORIAL POMAIRE Santiago de Chile / Buenos Aires Mexico / Barcelona C 1972 by The Chess Player ISBN: ()'7134-027� (Gran Bretaiia) C 1973 by Editorial Pomaire, S. A. Avda. Infanta Carlota, 100 ISBN: I Barcelona - 15 I 84-286-0389-8 Dep6sito Legal: B.30.017-1973 Printed in Spain Compuesto por EMEG� Londres, 98 y .E. Granad·os, 91 I Impreso por Grlifi�s M. Pareja Montafiai 16 / Barcelona-13 Barcelona-ll Espaiia I ND I C E Agradecimientos 9 Introduccion de Leonard Narden 11 1 949-57 Perfeccionamiento continuo ( partidas "1-24) 37 1 958-6 1 Fracas o 1 962-65 Camin o de regreso (partidas 45-7 1 ) 151 1 966-69 La segunda vez (partidas 72-88) 221 y exito (partidas 25-44) 97 1 969-70 Digno campeon ( partidas 89-98) 275 1 971 299 Sucesos recitntes ( partidas 99-100) jDescubra la contilluaci6n ven c edora ! 307 Soluciones 313 Historial de juego le Spassky 317 Indice de adversarbs 321 Indice de aperturas 323 AGRA D E C I M I E N T O S El autor desea expresar su reconocimiento a R.G. Wade y D.T. Fairbank, bibliotecario del Club de Ajedrez de Bir­ mingham, por permitirle el acceso a fuentes de informa­ cion que su biblioteca personal no incluia. Tambien desea hacer llegar sus agradecimientos a los senores A.I. Gillam, R.D. Keene y D.N.L. Levy por su ayuda y consejo. Debe mencionar en particular a I.M. Ripley, quien fue el primero en sugerir que el autor deberia hacerse cargo de la tarea de proporcionar al publico de habla inglesa, aficionado al ajedrez, un registro actualizado de la carrera del campeon mundial. I N TRO DUC C I O N de LEONARD BARDEN Boris Spassky ha tenido una carrera ajedrecistica curiosamente irregular para un campeon mundial. Nino prodigio, campeon ju­ venil del mundo y el mas joven jugador (a los 1 8 aDos) clasificado para el Interzonal. (Mas tarde, Fischer bajo el record a 14 aDos ). Spassky era el principe heredero del ajedrez internacional antes de cumpIir veinte aDos. Despues vinieron anos de d�silusiones , conflictos con su entrenador y con los circulos ofiCiales del aje­ drez, y el divorcio. antes de que una segunda oleada condujera a Boris a la cima en 1 969. Mientras este Iibro se encuentra en prensa, la falta de conviccion en el juego de Spassky parece haber vuelto, en vista del desafio de Bobby Fischer.1 Estos altibajos en su carrera ilustran una paradoj a personal que el mismo Spassky percibe. El mas atractivo campeon desde Capablanca, con una merecida fama de persona amistosa, afable y desprejuiciada. se siente tambien mas inclinado a dudar de si mismo que cualquier otro campeon desde Morphy, y esta mas comprometido con los aspectos psicologicos del ajedrez que cual1. La edici6n origina-_ de este libro apareci6 en Inglaterra en junio de 1972. Todos saben eual fue el resultado del Campeonato Mundial disputado en Reykjavik en julio de 1972. El aficionado puede eneontrar las jugadas de este hist6rico torneo en Fischer comra Spassky, anotadas por el Gran Maestro Internacional Svetozar (Ed. Pomaire, 1972). (N. del E.). la obra Gligorie 11 quier otro de los que han obtenido el titulo nun dial, con la po­ sible excepcion de Emanuel Lasker. Las primeras impresiones que se rec iben de Spassky nos mues­ tran un ser encantador, atractivo y relajado que acepta a los desconocidos sin dificuItades. Boris es poco c:remonioso, le gus­ ta conversar, hacer amistades y visitar paises lesconocidos . Mide 1 ,78 m y tiene el fisico atlc�tico del que pracica el saIto alto y j uega al voleibol, aunque recien ahora empiezl a acusar los pri­ meros sintomas de cierto engrosamiento que rae consigo la ma­ durez. La cara es atractiva; en eIla se destacan tn par de reflexivos ojos verdes y cabeIlo castano, impecablemene peinado. Ultima­ mente se 10 ha dejado crecer y 10 acompana un par de pulcras patillas. Su voz es profunda, mas masculina �.ue musical . Fum� generalmente dos cigarrillos en una hora, otasionalmente mu­ chos mas. Una vez le pregunte que consejo le daria a un joven j ugador que quisiera Ilegar a. ser maestro de aj edrez. levanto sus manos con fingido horror y me dijo : «No, por favor, esa pregunta no. Capablanca dio un consejo muy bueno : estu<!iar ajedrez desde el final de la partida. Es el tipo de consejo que todo el mundo da a todo el mundo, algo asi coma "deje de fumar".» Y Boris, sonriendo, saco el ultimo cigarrillo de su paquete y 10 encendiO. Le gusta este tipo de humor sardonico. En otra oportunidad, me describio la escasez de alimentos que habia sufrido su familia durante la segunda guerra mundial, coma su madre se habia enfermado mientras su padre se habia visto incapaz de prestar ninguna ayuda. « Habria que advertir a los ninos», comento con su sonrisa burlona. Su ironia inc1uye la mimica. Pudo haber tenido una exitosa carrera coma actor; de hecho, una vez se le ofrecio un trabajo en el campo. Actual­ mente, ha limitado su talento a la imitacion de otros grandes maestros. Uno de sus numeros favoritos muestra a Botvinnik dan­ do una solemne conferencia sobre coma entrenarse para torneos y derrotar a Petrosian. El melancolico encantador Boris habla ingles bien, a pesar de que su vocab:mlario y su ento­ nacion son generalmente superiores a su gramattica. Si se le pre­ gunta algo, se descubrini su desconcertante cosltumbre de mirar 12 inexpresivamente mientras busca la respuesta, casi como si se tratara de una pll"egunta que implicara alguna novedad te6rica de la Ruy Lapez. Al conocerlo mejor, se capta su honda conciencia de los sentimien:tos y de las emociones, su gentiIeza natural y su modestia. Muchos campeones de ajedrez tienen una actitud materialista respecto a sus carreras, tipica de los deportistas profesionales que forman parte de: un circulo internacional. La unica diferencia consiste en que su campo de actividad es mental y no fisico. Spas sky es emocionalmente mas complejo. En la superficie se encuentra ironia yencanto. Robert Byrn� 10 ha llamado reciente­ mente un « gentleman», maximo elogio que un anglosaj6n puede hacer a un eslavo. Sin embargo, Spas sky presenta a menudo en su personalidad una faceta profundamente introspectiva y me­ lanc6lica que aparece incluso en los momentos que podrian con­ siderarse menos apropiados . Esta faceta sugiere que gran parte de su vida, como la de los artistas, transcurre bajo la superficie. El comentarista de Tass senal6 que Petrosian parecia relajado y satisfecho cuando llego al Club Central de Ajedrez de Moscu para abandonar la octava partida y quedar con dos puntos menos para el campeonato mundial por el titulo, en 1969, pero el vence­ dor se veia cariacontecido y deprimido. Un periodista yugoslavo le pregunt6 a Boris, despues que ganara el titulo: « l Pierde alguna vez su entusiasmo por la ·vida?» « Si, pero cuanda estoy deprimido mi entrenador B ondarevsky se convierte en optimista, y viceversa. Nos complementamos perfectamente ». Este aspecto melanc6lico de la naturaleza de Spas sky se re­ fleja en la made.ta apreciaci6n de su propia exito. Es signifi­ cativo que siempre haya asegurado que « la partida de su vida» es una derrota, que sufri6 ante Polugaevsky en el Campeonato de la u.R.S.S., en enero de 1 961. Los antecedentes famiIiares de Boris no hacian pensar que los Spassky fueran a producir tanto un campeon de ajedrez como una campeona de damas en la misma generaci6n. ( La atractiva Irina, de 27 anos, hermana de Boris, ha ganado mas de una vez el Campeonato Fenenino de Damas de la U .RS.S.) El abuelo pa­ terna de Boris en: un sacerdote ortodoxo. Su otro abuelo, aunque algo pobre, fue ehgido delegado de su distrito de Kursky Guberna ( a unos 400 km. ie Moscu), para una de las asambleas en San Petersburgo. Repesenta, tal vez, el lado judio de los antecesores de Soris . Ambas ·amilias eran -segun palabns de Boris- muy 13 numerosas. Su padre, que estudi6 ingenieria civil en Leningrado , tenia 10 hermanos. Su madre, profesora de primaria, era la mayor de nueve. Los Spassky se conocieron y se casaron a comienzos de 1930 y, usando las ironicas palabras de Boris, « decioiieron procrear» . Su hermano mayor tiene 36 aiios y trabaja coma electricista en una fabrica. El escritor ingles sobre temas re ajedrez, David Hooper, sustenta la teoria que UlJ buen numero :le grandes maes­ tros son hijos segundos y, mas especificamentc;, segundos hijos varones de una familia. Spas sky, Alekhine, Botvinnik y Fischer figuran entre los casos conocidos. Boris nacio el 30 de enero de 1 937. Solo tenia cuatro alios cuando ocurrio la primera crisis de su vida. Los alemanes inva­ dieron la Union Sovietica en 1941. Y la ciudad de Leningrado fue muy pronto sitiada. Boris fue evacuado a Moscu dos meses despues de estallar la guerra y fue devuelto a Leningrado s610 cinco aiios mas tarde. La guerra y el asedio ttajeron consigo ta­ les tensiones que el matrimonio Spassky se deshizo. La madre de Boris era la personalidad mas fuerte, una mujer con creencias firmes y simples. Cuando era joven profesora fue dirigente de Komsomol, le gustaban las canciones revolucionarias, sin dejar de ser puritana y religiosa. Boris me ha dicho : « Tiene la firme creencia que en el mundo todo es bueno y que el ser humano debe tomar una actitud muy calmada ante la vida» . La seiiora Spassky tiende a ser tenaz y es esta faceta la que Boris seiiala como su caracteristica mas destacada como jugador de ajedrez. Indiscutiblemente, este es un aspecto que Spassky admira. Escri­ biendo para Chess Lite and Review, en 1 97 1 , sobre la partida entre Petrosian y Korchnoy describio a este ultimo como « un luchador de una tenaci�ad que cualquiera envidiaria. Es tenaz en la defensa y puede "enojarse" mucho, en la acepcion deportiva de la palabra» . Los padres de Boris se divorciaron en 1944. Los tres ninos permanecieron con su mad re y desde entonces Boris ha visto a su padre una 0 dos veces por aiio, a pesar de vivir ambos en Moscu. El padre, de Spassky se ha divorciado dos veces. La ause n­ cia de una solida figura masculina en sus aiios de formacion ha sido, probablemente , uno de los factores que lue:go hicieron que Boris buscara un entrenador al que pudiera admi rar coma padre y como hombre de familia. Resulta obvio comparar a Spassky, cuyas mejores victo rias en el ajedrez coinciden ,con el feliz pe14 dodo en el cual trabajaba con el gran maestro Bondarevsky, con Fischer -su padre tambien desapareci6 de la escena familiar du­ ran te su primera infancia- cuyo genio ha alcanzado la plenitud en 10s ultimos dos afios, unido a otra personalidad fuerte, el Direc­ tor de la USCF y ex coronel del ejercito estadounidense, Ed Edmondson, que actua como su agente. En opinion del que escribe, esta simili tud en los antecedentes familiares de ambos es una de las causas de la inesperada simpatia y amistad que existe entre Spassky y Fischer antes de su gran lucha en 1 972. Aprendiendo a jugar Boris aprendi6 a jugar ajedrez a las cinco afios. Fue un accidente afortunado antes que un plan familiar, ya que el padre de Boris prefeda el domino y la madre estaba demasiado abso rbida par . su trabajo y sus preocupaciones coma para tener tiempo para j uegos. Despues de la evacuaci6n de Leningrado, Boris fue des­ tinado a una casa particular con otros nifios. « Recuerdo que mi pieza favorita era la torre. Me gustaba mucho porque se movia en linea recta. Luego olvide completamente el ajedrez hasta que nuestra familia volvi6 a Leningrado despues de la guerra. » Prabablemente, tuvo suerte al aprender a jugar a tan temprana edad. Una investigacion reciente realizada par el psicologo Nikolai Krogius, publicada en la revista letona Sah ha demostrado una intima correlaci6n entre los grandes maestros que han aprendido ajedrez antes de los ocho afios y aquellos cuyas carreras se han mantenido en la cumbre durante largas temporadas. Cuando la familia volvi6 a Leningrado, despues de la guerra, Boris via por casualidad un club de ajedrez. « Senti una gran pa­ si6n y un enorme respeto por eI. Entonces empece a visitar un pabellon especial de ajedrez en el parque central de Leningrado. Lo mas interesante, y 10 recuerdo muy bien, era que tenia miedo de pedir que jugaran conmigo y pase coma espectador los dos primeros meses. Luego comence a aprender mis primeras ju­ gadas . El club selo estaba abierto dur.ante el verano y para mt fue una verdadera tragedia cuando cerro en septiembre. Sin aje­ drez, era como estar muerto. Recuerdo que iba al pabellon a las 11 de la mafiana y volvia a las 11 de la noche. Y 0 tenia nueve afios. Habia muy poco que corner porque el periodo de posguerra, en 1946, fue una epoca de mucha hambre. » 15 Al ano siguiente, Boris ingreso en el Palacio de 105 Pioneros de Leningrado y comenzo a jugar ajedrez mas sistfmaticamente. Empezo a mej orar, pero sin creer verdaderamente que era un jugador fuerte : « Cuando se obtienen buenos resultados, se co­ mienza a comprender que no se juega ajedrez tan hien». En el Palacio de los Pioneros conocio a su primer entrenador, Vladirnir Zak, un maestro candidato y el entrenador mas aDtiguo del pa­ lacio. Boris 10 recuerda como « muy interesante y muy compren­ sivo. A veces me daba lecciones de ajedrez, me emenaba varian­ tes de aperturas y tal vez captara que yo tenia talento para el ajedrez. Comprendio que, probablemente, yo seria fuerte en el futuro. Fue mi "entrenador y profesor durante cinco afios, un pe­ dodo bastante bueno ». Zak fue el primero en analizar concienzuda­ mente una jugada de la Defensa Nimzoindia ( 1 . P4D, C3AR; 2 . P4AD, P3R; 3 . C3AD, A5C; 4 . A5C ) posteriormente adoptada por Boris y con la que obtuvo su primera victoria importante contra un gran maestro en Bucarest, en 1953 , jugando contra Smyslov. El joven maestro - El calculador apasionado A los nueve anos, Boris tenia una curiosa mezc1a de pasion inte­ rior y frialdad exterior en su forma de enfrentar el ajedrez. Ama­ ba mas el j uego que los resultados, a pesar de que se enojaba y a menudo Horaba si perdia. En 1947, cuando tenia 1 0 anos, se encontro con un sorprendente portento del futuro, Victor Korch­ noy, un dotado adolescente que era el campeon juvenil sovi6tico y que jugaba simultaneas contra los jovenes pioneros. Boris era su admirador: « En esa 6poca, era como un dios del ajedrez para mi». En una de las demostraciones de Korchnoy contra quince oponentes, el j oven maestro candidato decidio participar en una partida a la ciega, y casualmente Spas sky era el adversario. Korchnoy gano facilmente y Boris, como de costumbre, Horo. Veintiun anos mas tarde, en la partida final de la serie de reta­ dores, obtuvo el desquite. La dura practica en el Palacio de los Pioneros, unida con el inteligente entrenamiento de Zak, pronto desarrollaron sus talen­ tos, pero aun era una 6poca dura para 61. « En 1 946, yo era un jugador muy d6bil, de tercera categoria, pero tuve exito porque en 1947 fui ascendido a segunda categoria, al ano siguiente a J:5ri­ mcra y en 1949 me converti en maestro candidato. jBastante 16 bien! Jugaba, sin embargo, coma un vleJo, muy posicional y s6lido. Esto es mas faciI de entender si le cuento que cuando tenia seis 0 siete anos yo era el j efe de mi familia. Mi madre se encon­ traba en una condici6n muy dificil. Sola en Moscu con tres ni­ nos, incapacitada para trabajar despues de los cuarenta anos por­ que se habia accidentado levantando un peso. Mi padre no podia hacer ya nada por su familia y algunos amigos ayudaban a mi madre para ir tirando. jEsto no era bueno para el �jedrez! » Krogius, escribiendo en el B ritish Chess Magazine, en mayo de 1971, describia la impresion que producia Spassky a sus adver­ sarios en esa epoca : «La gente comenz6 a hablar de el coma de un prodigio. Sin embargo, resultaba un ins6lito wunderkind ya que era notablemente calculador y muy poco infantiI frente al tablero. Sus primeras partidas eran demasiado frias. Recuerdo nuestro encuentro en el Campeonato JuveniI de la U.R.S.S. en 1947. Boris jugaba con las blancas, tenia un mejor final y, de pronto . . . me ofreci6 tablas. Le pregunte la raz6n y en tone pro­ fesional me respondi6 : « Ya habia decidido hacer tablas en esta partida cuando considere la situaci6n general del torneo». Como puede verse, era la respuesta de una persona con experiencia, jno la de un nino de diez anos! » concluye Krogius. En su interior, Boris todavia reaccionaba en forma emocional frente al ajedrez. Como me dijo: «Me apasionaba cuando era muy j oven, hasta los nueve 0 diez anos. Entre 1946 y 1950, ju­ gaba regularmente unas cinco horas diarias. Despues el entu­ siasmo disminuy6 y el ajedrez se convirti6 en un habito diario. Probablernente, el arnor entre las personas sufre la misma evo­ luci6n. Cuando nino, nunca pense que llegaria ser un jugador fuerte 0 un profesional. Mas tarde, cuando creci, cornprendi que iba a ser necesario que tomara el aj edrez con mas seriedad, pero segui siendo perezoso. Esta es una contradicci6n, pero esta en mi naturaleza el ser coma un oso ruso ». -lQue quiere decir un oso ruso? -Un oso ruso es alguien calmado y perezoso jhasta el extremo de considerar un esfuerzo ponerse de pie! De B ucarest a Ams terdam: el principe heredero A pesar de la cauta valocaci6n que el j oven Spassky hacia de sus progresos, su fama cornenz6 a aumentar en forma constante, a partir de 1950. 17 Qued6 segundo en el Campeonato de Leningrado, en 1952, detnis de Taimanov, pero aventaj ando a Levenfish y Korchnoy. Botvinnik, que era al mismo tiempo la maxima autoridad de la administraci6n ajedrecistica sovietica, y el campe6n mundial, 10 alab6 con creces. En 1 953, incluso antes de tomar parte en la se­ mifinal del Campeonato de la U.R.S.S. fue uno de los jugadores sovieticos seleccionados para participar en el disputado Campeo­ nato Internacional de Bucarest. El mundo del aj edrez comenz6 a fijarse en el cuando derrot6 a Smyslov con la j ugada de Zak : 4. ASCi en la primera ronda. La final del torneo lo situ6 en cuarto lugar junto con Bolevslavsky y Szabo, quienes participaron pos­ teriormente en el torneo de candidatos de 1 953 . Boris tenia dieciseis afios, a esa misma edad Bobby Fischer abandon6 la escuela secundaria para concentrarse en el ajedrez. Boris tambien preferia el ajedrez y los deportes al aire lib re a la vida academica. Cuando le pregunte acerca de las materias en las que obtenia mejores resultados, explic6 : «Me gustaba mu­ cho la Historia y, de hecho, todavia me gusta. Pero tenia mas exito con las matematicas, y esta fue la especialidad que comence en la Universidad. La abandone despues de dos meses y me tras­ lade a periodismo. No me sentia capaz de realizar el trabajo sis­ tematico que exigian. Fui un estudiante perezoso, el deporte ocu­ paba la mayor parte de mi tiempo. Quede en segunda categoria en salto alto. Logre pasar 1 ,8 1 m, es decir, tres centimetros mas que mi propia estatura. Nadaba y era media centro en v61eibol. En la escuela secundaria, solla can tar himnos patri6ticos y era un orador bastante bueno. » -,Por que cambi6 de especialidad en la Universidad ? -En matematicas, era necesario trabajar todos los dias, pero a menudo tenia que interrumpir mis estudios para asistir a tor­ neos. De modo que me decidi por el periodismo, cuyas activida­ des eran menos intensivas. Obtuve mi titulo; los examenes no eran dificiles. En realidad no soy un periodista en el fondo; ni siquiera me gusta escribir acerca del ajedrez. Durante un tiempo estuve a cargo de una sec.;i6n sobre ajedrez en un peri6dico de Leningrado, pero 10 deje. El tiempo que pase en la Universidad no me sirvi6 de mucho, incluso es probable que sean cinco afios perdidos. Fischer tiene toda la raz6n cuando dice que no es buena idea que los maestros de ajedrez estudien seriamente en la escue­ la 0 en la universidad. 18 Despues de BUlcarest, la F.I.D.E. le otorg6 el titulo internacio­ nal de maestro. Su primera participaci6n en el Campeonato de la U.R.S.S. fortaleci6 esta imagen de principe heredero del mun­ do del ajedrez. En el mismo lugar que Botvinnik, Petrosian e I lvitzky, y 5610 a medio punto de 105 vencedores, Geller y Smyslov, Boris se habia co·nvertido en el jugador mas joven del momento calificado para eB titulo mundial interzonal. A continuaci6n, se convirti6 en el primer sovietico que particip6 en el Camp,-,onato Mundial Juvenil y el unico en obtener el titulo, hasta que Ana­ toly Karpov obtuvo el mismo triunfo en 1969. Aparte de un mo­ mento, sumamente inc6modo durante las preliminares, en que su posici6n de enroque largo fue destrozada por Klages, un des­ conocido ajedrecista de Alemania Occidental, no tuvo mas di­ ficultades y gan6 la final con 8 triunfos en 9 partidas. Pocos dias despues del tomeo mundial juvenil, jugaba en el Interzonal. Nuevamente, como Bobby Fischer en su primer In­ terzonal tres afi,os mas tarde, se clasific6 con dificultad, empa­ tando en el septimo lugar con Pilnik y Filip . Pero ahora era un gran maestro internacional y ya se le reconocia como uno de los diez mejores del mundo. ' Al ano siguiente, qued6 tercero en el Torneo de Candidatos de Amsterdam. Tenia s610 diecinueve anos de edad. Sorprendentemente, no sonaba con conseguir el titulo mundial como era de esperar en un jugador joven, en esa si­ tuaci6n. -Creo q�e nunca pense en esa probabilidad ( de llegar a ser campe6n mundial) 5610 me preocupaba del torneo 0 de la partida siguiente. Mi actitud cambi6 5610 mucho mas tarde, en 1964, cuando fui el arbitro principal de la competici6n entre la Repu­ blica Rusa y B u dapest. Quise hacer una broma y dij e a Bonda­ revsky: «Sere c ampe6n del mundo ... Luego vi que mi broma te­ nia p osibilidades de convertirse en realidad, y que mi posici6n era s6lida. Esa fue la p rimera vez que pen se seriamente en el titulo . -Debe d e haberlo pensado un poco antes, despues d e todo era uno de 105 ocho �spirantes. -No, no me hacia ninguna ilusi6n respecto del resultado. Aun­ que fue muy inteIesante para mi, pues me permiti6 competir con grandes maestros como Keres y Symslov. Comprobar la forma seria y nerviosa tn que 105 candidatos tomaban su preparaci6n para el tomeo result6 toda una revelaci6n. Recuerdo especial­ mente una tar d e en que Bronstein queria asegurarse respecto de 19 sus posibilidades. Tom6 tres dados y los lanzo t:re s veces. Obtuvo tres cincos cada vez, y decidio que era un blen augurio. En la ronda siguiente, le toco jugar contra Smyslov y perdio, arrasado por completo. Trate de comprender la situacien; yo era muy jo­ ven y me daba cuenta de que los demas j ugacores estaban exci­ tados y nerviosos. Yo me sentia muy tranquib. Comprend i que era un jugador muy debil en ese conjunto, p:!ro que tenia que luchar. A pesar de sus modestas esperanzas en Armterdam, Boris ter­ mino en tercer lugar, aventaj ado por Smyslov y Keres. S610 per­ dio ante Geller y Szabo. Como €scribio Wade en Soviet Chess: « Parecia que la llegada del mas joven de los grandes maestros al trono del campeonato mundial se efectuaria con la misma segu­ ridad con que 10 hizo Capablanca y que era s610 cuesti6n de tiempo. » L a tragedia de Riga Los resultados menos favorables de Boris en los dos afios siguien­ tes parecieron al comienzo una reaccion natural ante la brillan­ tez de sus logros en 1955 y 1956. Empato con Averbakh y Taima­ nov en el Campeonato de la U.R.S.S. de 1956, pero se enferm6 du­ rante la competicion de desempate y no se presento a una partida. El campeonato de 1957 brindo brillante exito para Mikhail Tal, quien muy pronto ocuparia el lugar de Boris como heroe de la generacion joven. Tal obtuvo el titulo mientras Spassky empataba en un util cuarto lugar. Sin embargo, el comienzo del Campeo­ nato de 1958 en Riga, que era otro torneo zonal por el campeo­ nato mundial, parecio indicar que Spassky surgia nuevamente. Un poderoso triunfo sob re Bronstein en la decima ronda, le propor­ ciono el estupendo puntaj e 7-2 (el sorteo 10 llev6 pronto a la se­ gunda eliminatoria). Luego aparecieron signos de nerviosismo e inquietud que no auguraban nada bueno. Perdi6 ante Gurfenidze y Kotov. iDonde estuvo el fallo? « En primer lugar, tenia poco espiritu de lucha. Si perdia una partida no podia dormir; mientras que ahora si me ganan siento una gran energia para luchar de nuevo e inc]uso creo que la derrota me ayuda. En 1958, me puse mas ambkioso, en realidad demasiado ambicioso. Cuando uno participa en lllD tomeo deberia 20 pensar en el resultado, pero yo corned el error de esperar mas de 10 que razonableme:nte podia lograr.» Fue en la ultima ronda de Riga cuando Spassky juga una par­ tida que se convirtio en un presagio de su falta de exito en los afios siguientes y que, por un tiempo, amenaz6 con destruir su confianza en si mismo, tal coma hicieron los encuentros Car­ doso-Bronstein, Portoroz, 1958, y Quinones-Stein, Amsterdam, 1964, a otros dos aspirantes al titulo. Se enfrento a Tal, quien debia obtener un triunfo para seguir siendo campeon, mientras que el necesitaba a su vez el puntaje completo para asegurarse un lu­ gar en la Interzonal. Spassky rehuso unas tablas al comienzo y obtuvo una posicion muy superior. La partida, que se disputaba en forma encarnizada, fue aplazada despues de cuarenta jugadas y ambos jugadores pasaron toda la noche analizando. Boris me describio 10 que ocurrio al dia siguiente : « La partida fue aplazada. Yo tema una buena posici6n, pero estaba cansado de analizar y me presente a la mafiana siguiente sin siquiera afeitarme. Gene­ ralmente, antes de jugar partidas importantes, me doy un bafio y voy bien vestido. Habitualmente trato de presentarme comme il taut. Pero en esta ocasion habia llevado a cabo un amHisis in­ cesante y me acerque al tablero sintiendome muy cansado y con un aspecto desarreglado. Luego, me porte con la obstinacion de una mula. Recuerdo que Tal me ofrecio tablas, pero las rechace. Posteriormente senti que mis fuerzas me abandonaban y perdi el hilo del juego. Mi posicion se deterioraba. Propuse unas tablas que Tal rehuso. Cuando abandone, los aplausos sonaron atrona­ doramente, pero yo me sentia aturdido y apenas comprendia. Sent} que el mundo se hundia, que en alguna parte habia un error. Despues de esta partida sali a la calle y Hore coma un nin�. Re­ cuerdo que la ultima vez que Hore fue en 195 1, cuando perdi ante Smyslov en la simultanea con reloj . Habia prometido no volver a hacerlo nunca roas , pero despues de mi derrot� frente a Tal no pude mantener mi promesa.» Este episodio tenia todavia una influencia decisiva tres afios mas tarde durante el siguiente torneo zonal, en la primavera de 1961. Debia vencer a Stein en la ultima ronda para obtener la ca­ lificacion para la hterzonal, pero ataco en forma nerviosa e im­ prudente aplazandc con una posici6n perdida. Analizo, no encon­ tro posibilidades de hacer tablas, se dirigio a la habitacion de Stein y le ofrecio �bandonar. Stein no lograba comprender. »lDe que se trata?» p regunto. Boris abandono y luego interrogo a 21 Stein sobre como pensaba continuar la partida despues del apla­ zamiento. Stein le mostro entonces « algo muy malo » . Boris saco su propia moraleja. « Comprendi que abandonaba demasiado pron­ to. En ajedrez, es necesario jugarse hasta la ultima gota de sangre. » Un doble divorcio El periodo de retroceso de Spassky, cuyos puntos algidos fueron los fracasos en las vitales partidas contra Tal y Stein, coincidio, y en buena medida fue provocado por ellos, con p roblemas per­ sonales en un doble frente. En 1 952, habia cambiado a Zak por Alexander Tolush como entrenador. Este ultimo era un brillante y apasionado jugador y la sociedad funciono bien en sus comien­ zos. Acompaiio a Spassky en su primer encuentro intemacional en Bucarest y el mismo obtuvo en esa ciudad el exito de su vida al conseguir un primer lugar. «Tolush estaba muy comprometido con el ajedrez», me dijo Boris. « Era un jugador brillante a quien le encantaba sacrificar piezas y significo una gran ayuda para mi. Cuando 10 conoci, a comienzo de los aiios cincuenta, tenia un enorme deseo de tra­ bajar con el. Cambie mi estilo, ya que mi entrenador era uno de esos jugadores que atacan. Comence mis primeros pasos en el ajedrez como jugador de posiciones, pero cuando tenia catorce aiios intui que habia un error en este enfoque y me rebele contra mi viejo estilo. Llegue a comprender que el ajedrez tiene algo mas que una estrategia logica, y que significa ataques, sacrificios, crea­ cion. Entonces conoci a Tolush y resulto natural que trabajaramos juntos. Fue mi entrenador desde 1 952 hasta 1 960, pero la situa­ cion se fue poniendo cada vez mas dificil para mi ya que no pude establecer con el un buen contacto personal. Tolush era un hombre mas bien brutal a quien le encantaba aconsejarme.» BOris imita el tono de voz de Tolush : « jNo me gusta esa posicion! Siem­ pre he tratado de enseiiarte, pero eres un niiio muy estupido y te has equivocado aqui y aqui, en esta oportunidad y en esta otra oportunidad; tienes que pensar, tener cuidado . . . » jEra terrible! Ocho aiio s es mucho tiempo, como usted sabe. En esa epoca, fuera de mi madre, no tenia a quien recurrir. No tenia contacto con mis hermanos y estaba solo. Ese hombre . . . Aun le respeto, por supuesto. » 22 En esta misma epoca, el primer matrimonio de Boris no mar­ chaba bien. «De 1 959 a 1 96 1 , tuve tres anos durisimos. Mi equi­ librio emocional estaba completamente destrozado y no podia ha­ cer nada bien. Por ejemplo, en nuestro campeonato nacional, en enero de 1961, en Moscu, tuve algunas oportunidades muy bue­ nas. Recuerdo dos encuentros muy agradables, uno contra Polu­ gaevsky que perdi y el otro contra Smyslov que termino en ta­ bIas. A pesar de los resultados, estas fueron probablemente mis mejores partidas. Sin embargo, al final de cada una no podia hacer nada bien. Sentia que tenia talento, pero estaba sumamen­ te nervioso. En ese torneo, propuse doce veces quedar a tablas, jdoce veces! Es terrible. Ahora no 10 propongo nunca.» Boris y su mujer se divorciaron en 1 961. Se habian convertido, en expresion de Bori� , « en dos alfiles de colores opuestos». Su esposa volvio a casarse y, curiosamente, su segundo marido tam­ bien se llama Boris Vasilievich. Actualmente vive en el sur de la Union Sovietica con la hija de once anos de Boris, Tanya. El divorcio coincidio con la ruptura final con Tolush. En 1 96 1 , Spas sky dio el paso que considera coma el mas positivo d e su carrera: comenzo a analizar y a trabajar con Bondarevsky, el gran maestro que aun 10 entrena. « Bondarevsky hizo mucho por mi, no solo respecto a mis conocimientos de ajedrez y mi comprension de las posiciones, sine tambien por mi caracter. Bondarevsky era un jugador de com­ binaciones , pero posteriormente decidio parecerse a Capablanca, y ahora su ajedrez es mas bien aburrido. Cuando pude conocerlo mejor, me send atraido por el, me inspir6 un gran respeto y des­ cubri que se trataba de un hombre muy interesante. Cada entre­ nador, a su manera, me dio mucho y los respeto a todos, pero rompi mis relaciones con Zak y Tolush, a los que probablemente no les gus to que empezara a trabajar con Bondarevsky. Corned un error al dej ar a Tolush en la epoca de mi divorcio; en esos mo­ mentos me encontraba extraordinariamente nervioso. Deberia ha­ ber tenido una reunion especial con el para explicarle 10 que ocurria, p e ro en cambio rehuse hablar con el. En ese periodo tenia cinco audiencias ante el juez antes de mi divorcio, juna si tuacion muy mala!» Durante su periodo de retroceso, Spassky tampoco gozaba de las simpatias de la Federacion Sovietica de Aje.drez. Si un maes­ tro sovietico no responde en la forma que se espera de el, se le suspende de j ugar en el extranjero por un ano. Boris fue retenido 23 en su patria en tres oportunidades. Una de ellas tuvo lugar des­ pues del campeonato de estudiantes en 1 960, en Leningrado, cuan­ do Spassky, el mejor representante sovietico, perdi6 la partida clave del tomeo jugando con las blancas , contra William Lom­ bardy, el numero uno de 105 E E .UU., en solo 29 jugadas. Los esta­ dounidenses ganaron el campeonato y el titulo, y Spassky estuvo entre aquellos a quienes se hizo responsables del fracaso sovietico. Se dijo que no se habia preparado adecuadamente y que ne se habia entrenado con seriedad. En 1 96 1 , se 10 saco del equipo estudiantil sovietico que recu­ pero el campeonato en Helsinki. Un ano mas tarde, debia de haber participado en el tradicional Torneo de Ano Nuevo en Has­ tings, pero se le remplazo por Kotov. La descripcion que hace Boris de sus resultados entre 1958 y 1961, 105 hace aparecer coma un catalogo de derrotas y, de hecho, la impresion general es mas bien de inconsecuencia, pero se expli­ ca perfectamente bien dadas las dificultades por las que atraveso en esa epoca. Un ano despues de su fracaso de Riga, empato en segundo lugar con Tal, en el Campeonato Sovietico de Tiflis, un punto detras de Petrosian. Ese mismo ano, empato con Bronstein y Smyslov, en el primer torneo del Club Central de Ajedrez de Moscu. El acontecimiento mas importante de 1959 fue el brillante exito de Tal, al vencer en el Tomeo de Candidatos, doce meses despues de ganar el Interzonal de Portoroz. En ese momento pare­ cia coma si la dramatica partida de la ultima ronda de Riga, en 1 958, hubiese senalado un cambio decisivo en el destino de las dos jovenes estrellas. Pero un ano mas tarde, Boris tuvo el consuelo de ganar, en la misma ciudad, un tomeo internacional con 111/2 sobre 13, 21/2 puntos completos por delante de Tal, quien acababa de volver triunfante del Torneo de Candidatos. La victoria de Boris sobre Tal, en Riga, fue un presagio de su recuperacion. Dtro significativo encuentro tuvo lugar en Mar del Plata en 1 960. Boris y Bobby Fischer tuvieron una frenetica ca­ rrera de comtenzo a fin, al vencer a 105 otros competidores y em­ patar con 13 1/2 sobre 1 5 . Spassky gano la partida que se realizo entre ellos con un Gambito de Rey, con 10 cual impuso su supe­ rioridad en este duelo personal contra quien seria mas tarde su retador, y que para comienzos de 1 972 habia extendido a 4-1 . 24 El camino hacia el titulo: «Es terrible.» A partir de fines de 1 9 6 1 , la curva de la carrera de Spassky inicia una nueva ascension. En Baku, gano el titulo nacional por pri­ mera vez, consiguiendo defenderse contra el desafio de Polugaevsky en las partidas finales, por media punto. Bondarevsky era en esa epoca su entrenador principal, pero tambien, entre los dos cam­ peonatos de 1 96 1 , se entreno durante algunos meses con Klaman, el maestro de Leningrado, con obj eto de « aguzar mi estilo». Bo­ ris me dijo durante la Olimpiada de Varna, en 1 962, comentando su partida con Lothar Schmid: « Klaman es un jugador original y atrevido; me enseiio mucho sobre complicados ataques de sa­ crificio contra el rey. Este incisivo estilo que elegi para jugar con­ tra Schmid es tal vez un reflejo de su enseiianza». Evidentemente, a pesar de su rompimiento Boris siente aun nostalgia de sus dias con Tolush. En 1 970, David Levy pregunto a Boris ( la entrevista completa aparecio en Siegen Chess Olimpiad, por Keene y Levy) que pensa­ ba acerca del sistema de clasificacion para el campeonato mun­ dial. Boris, como Bobby Fischer, deja entrever cierta amargura cuando habla del tema : «Creo que es necesario cambiarlo. Obliga al aspirante a gastar mucha energia nerviosa y esto es muy duro. Lo se porque he participado en los torneos de calificacion duran­ te seis aiios y es horrible. Cuando el aspirante llega por fin a la competicion por el titulo se encuentra perdido, porque ya ha uti­ lizado sus ideas y se siente completamente vacio». El largo camino de Boris comenzo con un modesto segundo lugar en la semifinal de Kharkov en el Campeonato de la U.R.S.S. de 1 963. En la final del campeonato, se clasificaron seis jugadores para un tomeo zonal especial (junto con Korchnoy, que estuvo enfermo durante el campeonato). Boris compartio el primer lugar y en el d esempate para el titulo quedo en el segundo lugar, des­ pues de Stein. El zonal de doble ronda, en el que se clasificaban tres de los siete jugadores para el Interzonal de 1 964, fue una lucha desesperada, con dos puntos por cada jugador en las finales. 1958 y 196 1 traen dolorosos recuerdos para Spassky: « Part! muy mal . Comence a pensar que me habia llegado el fin, pero Bondarevsky me ayudo. Fueron tiempos dificiles para ambos». 25 Un esfuerzo final le permiti6 lograr la calificaci6n e incluso ganar el tomeo, ayudado por la debil resistencia que opuso Korch­ noy en su ultima partida. El Interzonal de Amsterdam 10 deja con los nervios destrozados. Boris se perjudic6 con un comienzo len­ to de 4 entre 7, que su peculiar sentido del humor, describe como « otro tipo de enfermedad» distinto de su antigua costurobre de derrumbarse al final. « Es probable que tenga origen psico16gico, porque mis emociones se desarrollan en forma lenta. Se demo­ ran en aparecer, pero despues se hacen cada vez roas fuertes.» Las rondas finales fueron muy tensas, con los cinco grandes maes­ tros sovieticos luchando entre ellos, ya que s6lo tres se podian clasificar. Yo me encontraba en Amsterdam en ese momento y re­ cuerdo c6mo Bronstein, durante la partida con Quifiones del Peru, se paseaba nerviosamente por la sala, contandole a quien quisiera escucharle su encuentro con Cardoso en Portoroz, en 1958. Smys­ lov, que habia aplazado la partida contra otro finalista, Vranesic de Canada, se veia mas nervioso y agitado de 10 que nunca 10 he visto mientras intercambiaba variantes con su entrenador Polu­ gaevsky. En esas situaciones, Boris logra dar a su rostro una expresi6n totalmente impenetrable, hasta el punto que Bobby Fischer co­ ment6 una vez que « Spassky se sienta frente el tablero con la misma falta de expresividad para dar un mate 0 para recibirlo». Pregunte a Boris si era realmente tan tranquilo coma parecia. « En realidad, me siento muy nervioso durante una partida, coma si algo estuviera a punto de estallar, pero si cometo un error, trato de controlarme y mantenerme tranquilo y en silencio, bus­ cando la mejor manera de salir del aprieto. Es probable que cuando juego ajedrez parezca imperturbable, pero se trata mas bien de una mascara utilizada para la ocasi6n. Cuando me veo es­ pecialmente tranquilo, quiere decir que estoy sintiendome par­ ticularmente nervioso.» Necesit6 la mascara cuando en la segunda sesi6n, Larsen 10 derrot6: « Decidi que todo habia terminado para mi, porque no sabia que Stein no le habia ganado a Quifiones». Incluso en una entrevista, efectuada en 1971, Boris describi6 el tomeo de Amster­ dam coma el mas dificil de su vida. Hasta 1965, Spassky no habia participado nunca en una com­ petici6n. En las partidas del Torneo de Candidatos, le fue dificil adaptarse al ritmo de encuentros personales que exigia, y le sor­ prendi6 descubrir, cuando jug6 con Keres, que ya estaba cansado 26 despues de siete u ocho partidas . La competici6n con Keres re­ sult6 ser una enconada lucha que comenz6 y termin6 con un climax tactico. Tipicamente, Spassky describi6 la primera partida, que perdio, como la que le habia producido la mayor satisfaccion. «Rice un sacrificio muy acertado, pero cometi un error y me des­ tr02aron. En vez de T3T, PSD habria tenido mas fuerza.» Keres duro poco tiempo a la cabeza, porque Spassky haciendo la jugada de Zak 4. ASC en la Defensa Nimzoindia, igualo el pun­ taje a la tercera partida, y luego gano dos seguidas con la Ruy Lopez, favorita de su adversario. Keres luch6 consiguiendo el pun­ taje 4-5 cuando le faltaba una sola partida, luego se perdi6 en un laberinto de complicaciones en la partida final. El impresionante juego que Spassky desplegara contra Keres 10 convirti6 en el favorito para derrotar a Geller en la semifinal, y se le reconoci6 el valor total por su ptfntaje vencedor 51/2 - 21;'. Mientras tanto, Tal que habia derrotado a Portisch y Larsen en la otra mitad del sorteo, aseguraba una competicion final que era esperada con ansia por el publico aficionado al aj edrez. Tal, aque­ jado de una enfermedad a los riiiones, no era exactamente el mis­ mo jugador que habia ganado espectacularmente el titulo mun­ dial en 1 960. Pero parecia una contienda muy abierta e interesante. Boris se habia preparado en forma seria y completa. En vista de su tendencia a tener malos comienzos, ne siguio el consejo de Botvinnik de descansar durante la semana anterior al encuentro y se enfrent6 en forma intensiva haciendo demostraciones a la ciega contra maestros y candidatos. Le hubiese gustado llevar a cabo partidas abiertas contra Tal, pero decidi6 que era necesario usar tacticas de espera : « tablas, tablas y mas tablas, reservando mi empuj e final para el termino de la partida cuado yo empe­ zaba a fortalecerme y Tal a debilitarse ». Spassky sorprendi6 a su adversario, y a1 mundo del ajedrez, jugando la Marshall contra la Ruy L6pez en tres de sus partidas con Tal. Este ultimo no 10gro hacer progresos con las blancas contra ell a, 10 que resulto ser un factor decisivo en la competi­ cion. Dijo Boris: cCreo que la Marshall es muy buena para conse­ guir tablas, que era por supuesto todo 10 que yo queria obtener con las. negras. Despues de esta competici6n, Bondarevsky y yo pensamos que debiamos erigir una estatua a Frank Marshall, un jugador muy simpatico ». La tactica de Boris obtuvo un exito bri­ llante y, despues de una serie de cinco empates sucesivos, en la 27 mitad de la competici6n. los nervios de Tal sufrieron un quebran­ tamiento en las ultimas etapas de la novena partida. Spassky gano los tres ultimos encuentros. Las garras del tigre Cuando converse con Boris en Hastings. tres meses a nte s de la competici6n por el titulo mundial de 1 966. se podia advertir una marejada de creciente ansiedad en sus pensamientos . Cite un co­ mentario de Tal en el sentido de que Petrosian era un jugador muy cuidadoso. no pasivo sino ligeramente cobarde. « Yo s oy siete aiios mas joven. Mi ventaja esta en la quinta hora de juego . Tengo que pensar c6mo organiza.r las partidas de tal mane ra que el climax tenga lugar hacia el final de la sesi6n.» En 1 9 66. existia la esperanza generalizada de que la habilidad de Spassky para com­ batir la Caro-Kann 1 . P4R. P3Ad. favorita de Petrosian. seria una de las claves tecnicas de la competici6n; ofred a B oris un ar­ chivo de todas las variantes conocidas de la Caro-Kann para que se 10 llevara a Moscu. Me 10 agradeci6 y dijo que tenia la impre­ si6n de que la defensa ante 1 . P4R era la principal debilidad de Petrosian. en la apertura. « Creo que seria imprudente que jugara la Caro-Kann en la competici6n; sin embargo. el cree en ella y esa es mi oportunidad. Me siento muy c6modo en aperturas como la Caro-Kann 0 la Defensa Francesa. No parecen solucionar los problemas de las negras en el centro. Puede que me equivoque. por supuesto. Probablemente. la mejor posibiIidad de Petrosian sea enfrentar 1 . P4R con 1. P4R porque en la Ruy L6pez las negras tienen buenas posibilidades de igualar. Pero dude que Pe­ trosian juegue 1. • P4R. porque hacerlo equivaldria para el a una especie de derrota psicoI6gica. » Los pron6sticos y esperanzas d e Boris comenzaron a fallar des­ de la primera partida en la que Petrosian emple6 la Caro-Kann mejorada con una variante del archivo Barden y logr6 facilmente unas tablas. Las primeras seis partidas fueron empatadas. y Spas­ sky. en un articulo reciente aparecido en Chess Life and Review. seiiala la quinta como el punto decisivo de la competici6n : « Cuan­ do perdi la quinta partida. que daba por ganada. hasta cierto pun­ to perdi la confianza en mi mismo y me encontre con qu� mi ad­ versario se encontraba preparado para aumentar la suya. No es ninguna coincidencia que despues de la 12.a partida llevara la . . . • . . . 28 delantera con un margen de dos puntos .. » El juego de Boris en la septima, que perdio con las blancas, muestra en parte la mis­ ma perdida de la paciencia que la que experimento Tal despues de una serie de tablas en la novena partida de la competicion de 1965. El brillante triunfo de Petrosian en la decima partida no solo mostro que el campeon se encontraba en la plenitud de su capa­ cidad desde que derroto a Botvinnik en 1963, sine tambien que Spassky empezaba a mostrar una reaccion ante la larga serie de encuentros elim,inatorios lientemente en la segunda mitad de la competicion. Por fin vencio contra la Caro-Kann (en el quinto intento) en la 1 3 .a partida, en una maraton de 91 jugadas. Pero Petrosian echo mane de todos los re­ , cursos para retrasar 0 impedir sus esfuerzos por igualar el puntaje. Cuando finalmente Spassky abatio en forma convincente la Defensa Francesa de Petrosian en la 1 9.a partida y quedo en 9'/2 - 9'/> rea­ liz6 tambien su ultimo esfuerzo. En la 20.a partida, Petrosian pi­ soteo la Defensa Nimzoindia del aspirante asegurando virtual­ mente que el titulo permaneceria en Armenia por otros tres aoos. La doma del tigre Antes de la competicion de 1 966, le pregunte a Boris como se sen­ tiria si perdiera : « Personalmente, no me importaria mtlcho si pierdo. Si me derrotan en esta competicion, todavia me quedan esperanzas de enfrentar a Petrosian de nuevo ». Durante los dos aoos siguientes, los resultados de los torneos en que participo Boris, produjeron la impresion de que estaba economizando sus recursos, listo para un nuevo asalto por el titulo, en 1969. Su vida personal tambien estaba cambiando, esta vez para mejor. Cuando 10 entreviste en Hastings, en 1 965-66, me dij o que resultaba di­ ficil organizar su tiempo para prepararse adecuadamente para la competicion con Petrosian. « Cuando vivo solo, paso gran parte del tiempo solucionando problemas domesticos. Tengo que lavar mis camisas y preocuparme de mi mismo. » Comente : « Necesitas una mujer» . « Tienes razon», replico Boris. Y se rio cuando agre­ gue: «l S610 para lavarte las camisas ?» «No me gusta este tipo de vida cuando resulta demasiado des­ organizada. La vida de soltero es muy incomoda, pero ahora que me encuentro tan comprometido con la preparacion del campeo29 nato mundial no quiero pasar demasiado tiempo con chicas. Solo 10 suficiente para decir: hola y adios. » Un aiio despues de l a competicion de 1 966, se habia casado d e nuevo. Su esposa, Larissa, asistio a menudo a l a sala del tomeo, durante el encuentro con Petrosian en 1 969. Al aiio siguiente Boris decia a David Levy: « No le temo a nada en la vida, excepto mi hijo que tiene tres aiios. Tal vez se convierta en un bandido 0 algo por el estilo . . . » Fue tambien un periodo de exito en 10s tor­ neos, aunque a menudo no rendia al maximo. En 1 966. logro una estupenda victoria en Santa Monica, aventaj ando a Fischer y Pe­ trosian, con el estilo tipico que le proporcionaba los mej ores re­ sultados : un porcentaj e equilibrado de tablas, triunfos en las par­ tidas c1aves y en cantidad suficiente como para demostrar quien era el amo del torneo. Despues de otro buen triunfo, a comienzos de 1967, en Beverwjik, permanecio inactivo durante bastante tiem­ po antes del torneo de Candidatos de 1 968, como para que Korch­ noy escribiese : « El resultado de los encuentros de Spass ky han demostrado una notoria tendencia descendente en estos ultimos aiios». Boris habia considerado el Torneo Conmemorativo de Alekhine y Sochi, en 1 967, como encuentros de entrenamiento. Como me habia dicho con anterioridad : «A veces me resulta di­ ficil jugar bien contra un amigo intimo. En Sochi, formaba parte de un cuarteto de bridge con Malich, Damj anovich y Jansa. No pude jugar en serio contra ellos en el torneo y propuse tablas » . E l Torneo de Candidatos d e 1968 mostro rapidamente que Boris habia conservado su fuerza desde la serie de 1 965-66. Derroto a Geller por la misma cuenta de 5 '/2 - 2 1/2 que en su encuentro previo, aunque su exito fue menos convincente, debido en gran parte a la actitud de Geller quien se obstino en seguir con el lado negro de la Siciliana Cerrada, que llevo muy mal. El en­ cuentro con Larsen era esperado con gran interes porque el maestro danes habia dado a conocer su intencion de convertirse en el campeon mundial y muchos 10 creyeron. Boris gano las tres primeras partidas superando a Larsen, tanto en posiciones s en­ cillas como en complicaciones tacticas, y la competicion llego vir­ tualmente a su fin. Fue por esta epoca que muchos comentaris tas empezaron a indicar que el « estilo universal» de Spassky radi­ caba en su fuerza. Fischer podia calcular mejor; Tal, tener roas ins­ tinto para los sacrificios ; y Korchnoy, poseer un mayor dominio de la defensa, pero Spas sky era superior en un sentido general. La competicion entre Spas sky y Korchnoy, la eliminatoria fi30 nal de 1 968, constituyo un impresionante ej emplo de la capacidad de Boris para recuperarse despues de una derrota, especialmente si se 10 compara con los « nervios de la ultima rueda» que 10 afec­ taban al comienzo de la decada de los sesenta. Alcanzo con fa­ cilidad el puntaje 3 1/2 - 1 1/2, luego estropeo una posicion vence­ dora en la sexta partida con una serie de errores. Korchnoy, per­ cibiendo una posibilidad de rehabilitarse, abandono su habitual Grunfeld cambiandola por una Defensa India de Rey, en la sep­ tima partida. Fue bellamente aniquilado por el vehemente Boris que termino con un elegante sacrificio de dama. Un hecho notable, que nos muestra la forma incisiva en que se desarrollo la com­ peticion Spassky-Korchnoy, es que se dio con mucha mas fre­ cue ncia el enroque largo que en las otras seis competiciones jun­ tas . « En estos momentos, Sp assky es superior a todos sus con­ temponineos . . . No dude ni por un segundo que tendremos un nuevo campeon mundial. » dijo Korchnoy despues de la competi­ cion - el mismo « experto » que solo tres meses antes habia co­ mentado : « Spassky no esta en buena forma». Spassky se preparo para su encuentro con Petrosian en 1969 de una manera mas completa que en 1 966, epoca en que se encon­ traba agotado despues de una larga serie de pruebas eliminatorias. A comienzos de 1 969, paso tres meses estudiando las aperturas y las partidas de Petrosian. El equipo que 10 secundaba incluia ahora a Nikolai Krogius, profesor de psicologia y gran maestro de ajedrez. Boris tambien se preocup6 de su estado fisico : una larga carrera a campo traviesa todas las mafianas y ejercicios de yoga eran parte de su programa. Spassky era el favorito de todo el mundo en 1969. Despues de una nerviosa derrota en la primera partida (l Que paso con las demostraciones a la ciega contra maestros candidatos ? ) taladro las casi l las debiles que rodeaban al rey enrocado, en la cuarta y demostro el juego mas elegante de la competici6n en la quin­ ta. Cuand o Petrosian perdio la octava por un grave -error en la apertura y la novena fue aplazada teniendo Spassky un peon de ventaja, los resultados parecian fluir suavemente a favor del as­ pirante_ La fase siguiente de la competici6n, desde la segunda sesion de la novena partida hasta la 17.a provoco a Spassky la ultima cri­ sis antes de conseguir el titulo. Este hecho presenta algunos pro­ blemas interesantes . Spassky demoro una ruptura veneedora en la novena partida y permiti6 a Petrosian levantar un bloqueo; 31 perdio la 10.a y la l 1 .a dejando que su oponente igualara el puntaje. Luego vino una curiosa serie de tablas en las que Spas sky solo hizo esfuerzos simbolicos para ganar con las blancas en las par­ tidas 13 y 15 contra la defensa Petroff. Krogius afirmo mas tar­ . de, en un articulo del B ritish Chess Magazine que Spassky «actuo en forma acertada desde un punto de vista psicologico. Durante ese periodo, Spas sky estaba -utilizando la jerga del box­ " groggy" a causa de los resultados de las partidas 1 1 y 1 2 . Nece­ sitaba tiempo para recuperarse, volver a encontrar la s erenidad y comenzar entonces la verdadera lucha final de la competicion. Es curioso que Petrosian no 10 haya advertido, aparentemente pensaba que Spassky habia perdido el control de la situaci6n. Mi impresion es que la (mica posibilidad de Petrosian era aumentar la presion en las partidas 13 y 17. En vez de eso, se demorO pen­ sando que, como dice el proverbio, " la manzana caera par si misma ". Por esta razon, Petrosian no resistio el nuevo desafio decidiendose de esta manera la competicion.» Resulta interesante comparar estas palabras, de un hombre que estuvo junto a Spassky durante la competicion, con la rapida recuperacion de Boris despues de su reves con Korchnoy y la pron­ ta reaccion de Fischer que le permitio eludir la derrota en su en­ cuentro con Petrosian en 1 97 1 . Lo notable de las partidas 9 a 1 7 e s justamente e l hecho d e que e l periodo d e debilidad d e Boris fuese relativamente largo : mas de un tercio de la competicion. La elevada estima que Spas sky siente por el juego de Petrosian parece datar de esta epoca. Dijo a Ray Keene, en una entrevista efectua­ da en Siegen : «Creo que quizas la personalidad mas interesante sea la de Petrosian . . . Porque su juego es profundo y tiene ideas muy originales, estrategicas pero por supuesto un poco pragma­ ticas. Durante la partida, se comporta como un gato simpatico. Pero esto es solo aparente porque �uego se convierte en un t igre ». En el tercio final de la competicion, el tigre estaba domesticadp. Spas sky gano la partida 17 cuando Petrosian perdio el pie en complicaciones y aumento su ventaj a en la partida 19, con un ful­ minante ataque sobre el fIanco del rey. Petrosian revivio breve­ mente para ganar la 20.a, pero despues de rechazar una posibili­ dad tactica de complicar perdio la 2 1 .a quedando nuevamente con dos puntos menos . Habia llegado el final. Despues de dos tablas sin incidentes notables, la competicion termino 12 1/, - 10 1/, a fa­ vor del aspirante. El Dr. Euwe entrego a Boris Spassky la medalla de oro de Campeon Mundial y la corona de laurel del vencedor. 32 Tinie blas en el Olimpo Las primeras entrevistas de Boris despues de ganar el campeo­ nato dejaban ver su optimismo. Habl6 de participar en 100 par­ tidas de tomeo al afio y de seguir tratando el ajedrez en forma normal. Le dij o a Bertok de Yugoslavia : « No temere las tablas con j ugadores debiIes ni las derrotas . . . Mi preparacion para los en­ cuentros sera mejor y mas completa en el futuro». Sin embargo, de hecho, ha jugado menos d �sde que se convir­ tio en el campeon mundial que en sus periodos anteriores. Ha tratado de vencer en los torneos pero sin dominar la especialidad : una caracteristica de su juego, destacada por el cuadrangular de Leiden de 1970 donde termin6 primero, con dos triunfos y diez tablas. Sus afios como campeon que prometian convertirse en una epoca brillante para el ajedrez sovietico, a juzgar por el enfoque aventurero que Spassky afiadio al titulo, se han visto eclipsados por el impresionante desafio de Bobby Fischer. En su epoca, el papel de campeon mundial fue dificiI para Petrosian y los resul­ tados de sus encuentros hicieron que fuese faciI para 10s criticos sugerir que no era realmente el numero uno en el mundo. El mismo Boris, anies de llegar a ser campeon mundial, no contaba con dominar a sus contemporaneos. Aceptaba, en forma realista, su propia pereza como un factor restricitivo. Su respuesta cuando ' le pregunte que esperaba de si mismo como campeon mundial podria resultar ser un astuto juicio sobre su futuro. « E spero que dentro de tres 0 cuatro afios sere mas fuerte que ahora (eso era en 1966), pero despues decaere y otro jugador mas fuerte tomani mi lugar. El ajedrez es una forma de vida realmente anormal, y para permanecer en la cumbre se necesita una tremenda autodis­ ciplina. Esa es una cualidad con la que hay que haber nacido ; yo soy tod o 10 contrario : muy poco practico y completamente des­ organizado. » E l impresionante triunfo sobre Fischer e n Siegen, e n 1 970, ha sido el punto mas alto de la carrera .de Spassky c;omo campeon del mundo. antes del encuentro con el joven estadounidense, en 1972. La calidad del juego, la importancia de la lucha por ganar la Olimpiada y las tensas circunstancias emocionales se combinaron para acallar temporalmente el creciente numero de seguidores 33 3 LAS 100 MEJORES PARTIDAS DE SPASSKY de Fischer. Despues de Siegen, Spas sky dio brevement e la imp re­ sion, no solo de ser el campeon mundial sino tambien el mej or j ugador del mundo. Entre ese momento y la impresion de este libro han transcurrido 18 meses, en los que Boris parece, par las razones que sean, atravesar un periodo de inseguridad que re­ cuerda su epoca de crisis por el ano 1 960. Dejo de j ugar durante nueve meses despues de Siegen. Sus re­ sultados en 1971 tenian un tone menor que se veia acentuado por su contraste con la brillantez de Fischer. Empato en segundo lega l', detnis de Hort en un torneo de poca importancia en Gaten­ burgo; lucho para empatar con el maestro Hans Ree, de Holanda, en Vancouver, despues de sobrevivir con una posicion perdida contra Suttles y termino el ano con el sexto lugar en el Tarneo Conmemorativo de Alekhine. Los comentaristas sovieticos hicie­ ron sentir sus protestas por su juego anodino y su aparente falta de interes por el torneo. Durante el Alekhine, dij o a un reportero : « Todavia soy el rey, sabe», y agrego : « Tengo mucho trabajo y muchos problemas en este momento ». El gran maestro holandes Jan Donner comento, despues de los triunfos de Fischer, pero antes del Torneo Conmemorativo de Alekhine, « Todavia creo que Spassky sera el vencedor. Tienen un conocimiento mas profundo del aj edrez y una mej or comprension de las posiciones tranquilas. Pero Spassky siente un gran respeto por la habilidad de Bobby y temo que tenga el deseo subconsciente de que Uegue a ser el proximo campeon ». Boris es un avido lector. Un periodista yugoslavo describio su piso diciendo : « Libros, libros por todas partes . . . », pero sus temas estaban lejos de limitarse al ajedrez. Dostoievsky es uno de sus escritores favoritos, tambien le gusta Solzhenitsin y Bulat Okud­ zhava, un poeta y escritor de cuentos que interpreta canciones ironicas sobre temas de actualidad, acompanandose con su p ro­ pia guitarra. A menudo parece como si Boris mismo .poseyese rasgos dostoievskianos en su personalidad. Le gusta decir que « el hombre esta lleno de contradicciones» y que en el existe una lucha entre el encanto y la ironia externa y una autocritica subyacente que resulta casi cruel. Tal vez esta sea la razon por la que su flujo creador y su sutil comprension de las posiciones, que le han ganado el titulo mundial, se hayan revelado s610 en parte. Sin embargo, otra caracteristica de su carrera es una habilidad, demostrada en forma convincente en estos ultimos afios, para dar 10 mejor de si en las grandes ocasiones. Las competiciones de can34 didatos, las partidas finales de la segunda serle con Petrosian y la lucha personal con Fischer en Santa Monica, 1966, y Siegen, indican que el encuentro de 1 972 puede estimular a Spassky para alcanzar su maxima capacidad. Borls mismo dijo el ano pasado que veia con agrado la posibiIidad de tener a Bobby como retador: « Fischer seria un nuevo adversarlo. Una competicion contra el despertaria un gran empuj e creativo. Seria una prueba interesan­ te» . En 1 972, la competicion se desarrollara tanto en un nivel emocional como el campo de batalla de la Variante de Cambio de la Grunfeld. Promete ser una lucha fascinante tanto d�sde el pun­ to de vista tecnico como del humano . (El autor desea agradecer a la Federacion d e Ajedrez d e los EE.UU. por la autorizacion para extraer citas de « Portrait of a Worl d Champion» publicado en Chess Life, en 1 970; al British Chess Magazine por extractos de «A Close-up on Spassky» por N. Krogius , publicado en su numero de mayo de 197 1 ; a R.D. Keene y D.N.L. Levy por el permiso para citar partes de una entrevista con Spassky aparecida en Siegen Chess Olympiad; y en ultimo termino, aunque no por eso menos importante, a Borls Spassky por pasar muchas horas frente a su magnetofono cuando visito Inglaterra para participaI" en el Torneo de Hastings en 1 965-66. ) 35 1 949 - 1 957 PERFECCIONAMIENTO CONTINUO El mismo Spassky reconoce que en su periodo inicial enfocaba el juego de una manera mds bien cauta. Esto era en parte el resul­ tado del entrenamiento, que inevitablemente pone el enfasis en la 16gica y la prudencia. Sin embargo, resulta sorprendente que las primeras partidas que presentamos ( nums. 1 a 8) incluyan solo una apertura de peon de rey ( n.o 2 ) , mientras que para defenderse del peon dama eligio la solida Defensa Eslava (partida n.O Pero e n 4). 1951 Spassky cambio d e entrenador, y e l talentoso pedagogo Zak fue reemplazado por Tolush, genio del ataque que de haberlo acompafiado la salud habria ocupado un lugar mucho mds importante en el mundo del ajedrez del que le otorga ese triunfo aislado que significo el primer premio en Bucarest, en 1953. El cambio fue provechoso y ya en 1953 comenzo a aparecer, cada vez con mayor frecuencia, una maestria tdctica en las parti­ daS de Spassky. Tal vez la mejor de este periodo sea la obra maestra del contraataque que desarrollo contra Geller, en la par­ tida n.O 11, quien a pesar de esta derrota llego a ob tener el titulo, en el que considero el mds disputado de 105 campeonatos sovie­ ticos. La partida contra Stahlberg ( n.o 1 7 ) resulta tambien de mu­ cho interes, ya que en ella Spassky adopto la Benoni Moderna de la misma manera en que 10 haria Tal, con mucho exito, en 105 ul timos afios de la decada del cincuenta. 37 1 . Campeonato Juvenil de Leningrado 1 949. Negraa : Avtonomov. GAMBITO DE DAMA ACEPTADO 1 . P4D 2. P4AD 3. C 3AR 4. P3R 5. A x P 6. 0·0 7. D2R milar (9 . . . . P x P; 10. TID). 10 mejor que pueden hacer las ne­ gras es cerrar la posici6n con 9 . . . PSA. . P4D PxP C3AR P4A P3R P3TD . . 1 0. T 1 D La apertura se ha desarrollado en forma impecable y hace pen­ sar que los j ovenes contendedo­ res han sido bien entrenados. 7. Un error que compromete dema­ siado pronto a las negras. 8 . . . A2C es 10 acertado. al retener la opcion de j ugar CD2D. . 9. C3A Sin aprovechar su oportunidad. La ent!rgica jugada 9. P4TD exige la respuesta 9 . . PSA y despues de 10. A2A. A2C ; 1 1 . P X P. P x P ; 12. T x T seguido por 13. C3A las blancas tienen cierta ventaja. considerando su ataque al PCD y su desarrollo superior. . 9. . . PxP? ... Abriendo l a posicion e n un mo­ mento en el que no pueden en­ frentar la presion de las blancas sobre la columna D con CD2D . Como 9. . PSC; 10. C4TD pro­ duce una apertura de lineas si. . 38 . Las negras deberian probar 10 . . . . A2R prepanindose para enrocar. o 10 . . . . . P6D. Las blancas abren la columna R y despues del inevi­ table PSD todo el centro estalla en pedazos mientras e1 monarca negro todavia dormita en casa . 11. P4CD C3A 8. A3C A2C PxP C5CD Un intento desesperado por im­ pedir PSD que seria. de hecho. la respuesta a 11 . . . . . A2R. Sin em­ bargo. aunque las negras tienen ahora cuatro piezas controlando el 4D ( el PR clavado no debe ser considerado en este recuento ) la ruptura en el centro es todavia factible y tendria realmente mu­ cha fuerza. 1 2. P5D ! 1 3. A5C ! CD X PD jAhora las negras tienen nada menos que tres piezas clavadas ! 1 3. 1 4. AD X C A2R PxA Otras j ugadas solo pierden piezas de inmediato. 1 5. C X C AXC Si 1 5 . . . . . P x C . para conservar el alfil con propositos defensivos, entonces 16. C40 y como 16 . . . . , AlA permite 17. C6A, D30; 18. A x P con una amenaza contra la TO, las negras no estan en me­ jor situaci6n que en la partida misma. 1 6. A X A 1 7. C4D PXA N o 17 . . . . , � ? ; 18. CSA amenazan­ do al alfil y al rey. Si 17 . . . . , Ol0 entonces 18. T 1 R con fuerte pre­ si6n; por ejemplo : 18 . . . . , T2T, 19. TlAO, R1A; 20. DST seguido por 2 1 . CSA y ganan facilmente, puesto que las dispersas fuerzas de las negras no pueden hacer frente a toda la presion que ejer­ cen las blancas . 1 8. CSA P4TR Para impedir 19. DST, pero ahora las blancas disponen de un habil sacrificio. Las negras podrian en­ sayar 18. . . . , A4A pero entonces viene a continuaci6n 19. P4CD, A x p ( 1 9 . . . . , A3C; 20 T x P como en la partida ); 20 D4C, mientras que si 18 . . . . , T2T luego 29 D3R! y las blancas penetran con 20 D6T + . Una casilla ideal para el caballo. Las blancas podrian ganar el PO con 17. 020, 0 030, pero ya han conseguido una ventaj a suficien­ te que les permite jugar en for­ ma mas ambiciosa. 17. ... RIA 19. T X P ! 20. D X A + 2 1 . D X P (6) DXT R1C Abandonan Las blancas amenazan con 22. D7C mate 0 22. C7R + ganando la dama. j Un ataque final sumamen­ te convincente ! 2. Cuarto de Final del 20.. Campeonato de la U.R.S.S., Rig., 1 95 1 . Blancas : Estrin. APERTURA PONZIANI 1 . P4R 2. C3AR 3. t � A P4R C3AD En la Uni6n Sovietica, Estrin es especialista en el juego abierto y por eso normalmente prefiere 3. A4A a 3. ASC. Aqui parece con­ tar con que seria muy dificil que 39 el escolar de catorce aDOS, sen­ tado frente a el, estuviera familia­ rizado con una autentica aper­ tura del siglo XIX. 3. ... P4A Estrin tenia raz6n, ya que 3 . . . . , P4D 0 3 . . . . , C3A son las Unicas jugadas aprobadas por la teoria. Sin embargo, el texto tambien parece jugable. 9. ... un juego ra­ C 3T ! Pensado en el momento. Con el centro bajo menos presi6n que en la Ultima nota, puede impedir el acosturnbrado C2R. favorecien­ do un desarrollo mas agresivo. 1 0. P3A ? Esto las dej a expuestas a un fuerte ataque. Era mejor 10. P4AD. 4. P4D La rnejor. Despues de 4. P x P, D3A las negras tienen un juego satis­ factorio . 4. 5 CXP 6. C4A A X C ; 13. C3A, con zonable. PA X P D3A D5T ! 1 0. 11. P3CR 1 1 . P3TR, D6C ciertamente no pre­ senta una perspectiva mas atra­ yente. La linea crucial es 6. C4C, D3C ; 7. P5D (7. C3R, impidiendo 7 . . . . , P4D, tambien es acertada por analogia con la linea 1. P4R, P4R; 2. C3AR, P4AR; 3. C x P, D3A; 4. P4D, P3D; 5. C4A, P x P cuando Nimzovich recornendaba 6. C3R ) 7 . . . . , C I D ; 8. A2R, A4A; 9. A3R con cierta ventaj a para las blancas . 6. 7. S. C3R A5C 9. 0-0 P4D A3R A3D Dernasiado pronto. 9. P4AD da mayores opciones a las blancas ; por ej ernplo : 9 . . . . , C2R; 10. P x P ( 10. P5A, ASA; 1 1 . P3CR tambien debe ser tornado en cuenta) 10. 0-0; 1 1 . 0-0, CR x P; 12 C x C. . . . • 40 1 1. 12. P X A 1 3. C2C AXP! DXP+ Despues de esto ya no pueden ju­ gar P x P a causa de . . . , C5C en que 2TR no puede ser defendido en la segunda fila. en vista del bloqueo que ejerce el caballo en 2CR. Sin embargo, tampoco ell mejor 13. RIT porque le sigue 13 . . . . , 0-0; 14. C2D ( 14. P x P, C5C; 15. D2R pierde frente a 15. . .. , T7A y si las blancas intentan mejorar la situaci6n con 15 . . . . , C x C ?, A x C; 1 6. D1R pierden la dama ante 16 . . . . , A6A+ ) 14 . . . . , T5A; 15 . C2C, TDlAR con un ata­ que decisiv�; por ejemplo: 16. AlR, P6R! D2R o bien 14. TlA, 0-0 y las negras amenazan con 15 . . . . , C5CR. 1 4. 15 0-0 D2AR 1 5. D3C A2R o 16. C2D, P6R! 1 6. 1 7. C4A Ahora la amenaza es 18 . . . . , C5T. 1 8. UT o bien 18. TlD, C5T; 19. AlA, C6A + ; 20. R1T, D3T 1 8. 19. T I T D3T Pierden d e inmediato, pero no habia defensa posible; p�r ejem­ plo: 19. TIC, T3C; 20. C1R, A8A + mate, 0 19. R1C, T3C. 1 9. ... AXC+ Abando_a. No 15. AD x C, P x P ! ; 16. D2AR ( 16. T x P, T x T; 17. A2D, TDlAR; 18. AIR, D3C; 19. C2D, T6R! gana) 16 . . . . , D x C + , 17. D x D, P x D gana. 1 6. ... A6T 1 3. 1 4. 1 7. T3A P4AR Todavia no es el momento de intentar cambios, puesto que des· pues de 1 7 . A x C, D x A no hay defensa contra 18 . . . . , T3C. A causa de 20. R x A, T3C + . Durante este torneo s e llev6 a cabo el primer encuentro entre Spas sky y Tal, pero no sobre el tablero. Como dice el maestro sovietico Chaplinsky: .. Misha Tal fue un asiduo espectador de este torneo. En esos dias era notable­ mente inferior a Spassky. A me­ nudo, una vez terminada la rue­ da, ambos j6venes solian anali­ zar juntos las partidas. Resultaba grato observar el tacto con que Spassky explicaba las cosas a Mischa ... 41 3. Campeonato del Equipo Juvenil de la U.R.S.S., 1 952. Negraa : Juchtman. su control sobre las casillas de las blancas y preparan la manera de enfrentar el inmediato 12.C3C ? con 12. P x P; 1 3 . PA x P ? ? D6A + ganando piezas . DEFENSA NIMZOINDIA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. P4D P4AD C 3AD P3R P3TD PxA A3D C3AR P3R A5C 0·0 AxC+ P4A P4D . . . • 1 2. 0-0 1 3. C3C 1 4. D X A La experiencia ha demostrado que 10 mejor que pueden hacer las negras es dej ar a las blancas con un peon duplicado e intentar P3CD en­ C3A 0 bien 7 7 CIR frentando 8. P4R con 8. para impedir l a clavada : 9 ASC . . . . .• . . . . . ..• 8. 9. PA x P C2R ! PR X P El cabal lo se encuentra mejor si­ tuado aqui protegiendo la debili­ dad de 3AD y prepanindose para controlar 4R con P3A. 9. 1 0. P4TD P3CD El primer signa de inexperiencia del joven maestro. Todas las po­ sibilidades de las blancas estan en el flanco R. de manera que simplemente deberia enrocar. La idea de trasladar el alfil a 3TD no tiene relacion con las exigencias de la posicion. 1 0. 1 1 . A3T A3T DIA Una buena jugada que acentUa 42 TlR AxA P5A Una jugada arriesgada. Probable­ mente. las negras estaban preocu­ padas por la posibilidad de 1 5 . P x P. P x P; 16. P4AD. pero senci­ CD2D seguido por llamente 14 15 D3T D2C 0 incluso 14 las dejaria con igualdad. Sin em­ bargo. ahora que las negras han disminuido la tension en el cen­ tro. las blancas pueden facilmen­ te preparar un avance tematico con P4R. . . . . . • . . . . • 1 5. D2A . . .• P3C ? Mas tarde. las negras pagaran muy caro por este debilitamiento de sus cuadros oscuros. La ame­ naza de 16. CSA se combatia me­ C3T; 16 CSA. T3R jor con 1 5 . . Y entonces D2D seguido por TD I R con el fin de atacar la 3R y la 4R y asi ataj ar el avance del PR. . .• 1 6. TDIR P4TR Un nuevo debilitamiento del flan­ co R. aunque con el loable pro· posito de reducir el control de las blancas sobre el centro. al ha- cer que el caballo se dirija al borde del tablero. 1 7. P3A D3A Las blancas han concentrado to­ das sus fuerzas donde se las ne­ cesita: en el flanco R y en el cen­ tro. Las negras estan perdidas. Una inconsecuencia, pero proba· blemente dictada por el hecho de que despues de 17. . . . , P5T; 1 8. CIT el caballo volvera rapida­ mente a emerger de su establo via 2AR. 20. 21. CfT 22. P x P 23. T X T P5T PxP TxP DxT o 1 8. 2AD ! Ahora las blancas fuerzan el P4R cuando la presion de la dama so­ bre la columna AR, cuya apertu­ ra es inminente, se hace decisiva. 1 8. ... CD2D 1 8 . , D x P es un lujo que las ne­ gras no pueden permitirse dado su escaso desarrollo. Las blancas replican 19. AlA y luego 20. P4R y la ausencia de la dama en el flanco D hace mucho mas pesada la tarea defensiva de las negras. . . . l it. A l A 20. P4R ! T3R bien 23 . . . . , C x T ?; 24. D x PA + , RIT; 25 . D7R, D3D ( de 10 contra­ rio 26. T7A); 26 D x P + , R(cual­ quiera ); 27. D X C . 24. A5C j Se necesitaba al alfil en el flan­ co R ! P6T 24. Las negras han sido superadas e intentan tender celadas. 25. PxP Las negras ya no tienen justifi­ cacion para seguir jugando pues­ to que 25 . . . . , D4A se rebate con 26. D 4T y 27. T x C ! 25. 25. C3C 27. A x C 28. D x C T l AR D6D CxA Las negras abandonaron pronto, ya que no tienen defensa cotra 29. R I T seguido por 30. C5T 0 30. C5A, segUn sea la posicion elegi­ da por la dama. 43 4. Campeonato de Leningrado, 1 952. Blanca. : Furman. GAMBITO DE DAMA RECHAZADO 1 . P4D 2. P4AD 3. C3AR 4. C3A P4D P3AD C3A P3R Invitando a las blancas a jugar la complicada linea : 5. ASC, P x P; 6. P4R, P4CD; 7. P5R, P3TR; 8. A4T, P4CR. Furman, conocido por su decidida inclinacion hacia un juego posicional solido, elige una linea mas tranquila. TIR 1 4. A6T 1 5 . P4A Una jugada de doble filo que de­ bilita las casillas 3CR y 4R. No existe ninguna seguridad de que las blancas impongan P5A, de modo que 15. P3T, pensando en ganar espacio en el flanco D con P4CD, es un plan mas sensato. C4TR I 1 5. 1 6. P4CR De 10 contrario C6C4A saca pro­ PxP A4A P3R A3D 9. P3TR 1 0. 0-0 11. AIC 5. 6. 7. 8. PA X P C3A A2R A2D T l AD C5CD Las blancas deben conservar el aIfil si quieren luchar por obte­ ner una ventaja. 1 1. 1 2. C5R 1 3. D3D 0-0 C3A La maniobra del caballo negro ha dado a las blancas una fuerte posicion de ataque, pero en vista de la simetrica formaci6n de peo­ nes y la ausencia de una colum­ na R abierta para las blancas el debilitamiento causado por la jugada siguiente no trae conse­ cuencias particularmente serias. 1 3. 44 P3CR vecho del AD que se encuentra expuesto. 1 6. 1 7. D2R C2C Las blancas advierten que, en cierta medida, han debilitado su posici6n e intentan consolidar. El impetuoso 17 . P5A se combate con 17 . . , C x C; 18. P x C, A4CR! ; 19. A x A, D x A y s i 20. P6A sim­ plemente 20 . , C4A ! , pero no 20. . . . , D x PR; 2 1 . R2C ! ganando una pieza por dos peones. . . . . . 1 7. 1 8. 1 9. PA X C PXP C XC P3A AxP El ataque ha sido liquidado y las blancas deben contentarse con un juego s6lido en un intento por conservar la igualdad. 20. A2A 21. A X A A4CR DXA 22. R2T 23. A3C A 3A De otra manera 23. . • . . . T6C ! P4 R . TlA 23. 24. . .• 31 T3A 7 24. TDl R ! . con objeto de proteger sus debilidades principales con C I D y luego cambiar ambos pa­ res de torres. mantendria equili­ brada la partida. 24. 25. D X T 26. D3C TXT TlA P4TR ! Asf. las negras toman la iniciati­ va explotando su control de la columna AR y la debilidad del 3R de las blancas. 27. T l CR ? Demasiado pasiva. Tenia mejores posibilidades de lograr un equili­ brio con la variacion 27. P x P. D x D. + ; 28. R x D . C4A + ; 29. R2T. P x P; 30. T l R para proteger sus 3R y 2AR con CID. Entonces si 30 CST; 3 1 . T2R. . . . . • 27. 28. D 1 R 29. C I D 30. C 2A P5T ! T6A D2R De otra manera 30 nando el PTR 30. 31. A I D . . . . • D3D + ga­ P4R Las blancas han pasado t otal­ mente a la defensiva. Este movimiento demuestra que el juego defensive de las blancas no es adecuado para mantener la partida. Lo mejor que podian ha­ cer las blancas en este momento era entrar en un final con un peon de menos mediante 32. T x T. P x T + ; 33. R x P. P x P; 34. C3D aunque es dudoso que puedan blo­ quear con exito durante mucho tiempo los peones adelantados. puesto que PSD dam pronto una gran movilidad al alfil negro. 32. C3D 33. P X P ? PXP Perdiendo la Ultima oportunidad de prolongar la resistencia con 33. T X T qUe transpondria a la ultima nota. 33. 34. D2D T6R ! El caballo tiene que ser pro!egi­ do y 34. D lA?, A4C pierde una pieza. 45 34. 35. D5R TIR pierde la dama blanca despues de 35 . . , DSA + . . cClavando» la torre, pero e l caba· 110 se ve atacado por la dama tambien. Sin embargo; 35. C2A 35 36. • . . . D2AR TXC D X PD AbaDdoDaD Ducareat, 1 953. Negraa : Smyalov. 5. DBFBNSA NIMZOINDIA 1. 2. 3. 4. P4D P4AD C3AD A5C C3AR P3R A5C El sistema Leningrado, introduci· do con exito por Keres en la prac­ tica de los grandes maestros, gra· cias a su partida contra O'Ke11y durante el Tomeo Conmemora· tivo de Maroczy realizado en Bu· dapest, en 1952, Spassky 10 ha utilizado a menudo. 4. 5. A4T 6. P5D P3TR P4A No 6. P3R?, D4T ! con mayor pro· vecho para las negras. 6. ... PxP . , A x C + ; 7. O'Ke11y juga 6 . P x A, P4R pero despues de 8. P3R, P3D ; 9. D2A, CD2D; 10. A3D, D2R; 1 1 . P3A ! , P4CR; 12. A3C, C4T; 13. . . 46 C2R, las blancas quedaron en me­ jor situaci6n. Contra el peligroso sacrificio de pe6n 6. . . , P4CD! Spassky podria haber continua· do : 7. P x PR, PA x P; 8. P x P, ()..() ; 9. P3R, P4D; 10. C3A, CD2D; 1 1 . A3D como 10 hizo contra Liebert en Sochi, en 1967. . 7. P x P 8. P3R 9. A5CD P3D CD2D Se manifiesta la influencia de Chigorin. Durante las decadas de los aiios cuarenta y cincuenta, los metod610gos sovieticos pusie. ron mucho enfasis en el concep· to de Chigorin que advertia que la supuesta ventaj a de los alfiles sobre los cab alIos era a menudo sobreestimada. Entre las parti· das de Spassky encontramos un cierto nUmero en la que tenia dos caba110s contra dos alfiles y gan6 (vea la partida n.· 24). El prop6sito del texto es hacer me­ nos peligroso un posible 9 . . . . , D4T que podria ser la replica a 9 . A3D Sin embargo. 9 D4T se rebate con 10. A X C + . A X A; 1 1 . C2R con cierta ventaj a. E n par· ti das posteriores. Spassky llego a la conclusi6n de que D4T no era una amenaza seria y volvi6 a 9. A3D (vea la partida n.· 1 5 ). . 9 • . . . .• 0·0 . . . Probablemente. es mejor para las negras aceptar el debilitamiento de su fIanco R con 9. P4CR; despues de 10. A3C. D4T; 1 1 . A X C + . A x A; 12. C2R. A4C las negras tienen igualdad (SpasskY· Porath. Interzonal de Amster· dam, 1964). Sin embargo. esta li· nea tiene mala reputacion por· que Porath muy pronto fracaso : . . . • 13. P3TD, A x C + ; 14. C x A, ASA? cuando 1 5 . D3A ! . R2R; 16. A x P + , R x A; 17 . D x C + , R2A; 18. D x PA + dio a las blancas una victoria facit. 1 0. C2R 1 1 . 0-0 12. A3C C4R C3C C4T Una posible mejora aqui consis­ te en 12. A4A y si 13. P3A. en­ tonces 13 P3T para intercam­ biar alfiles de casillas blancas. . . .• . 13. 1 5. 1 6. A2R PXA AXC DST A primera vista. las negras han superado las dificultades de la apertura al intercambiar venta­ josamente el alfil blanco. pero ahora tienen que enfrentar las amenazas que surgen de los agi­ les peones centrales de las blan­ cas. 1 7_ P4AR 1 8. A X C 1 9_ D4T ! CSC XA Amenazando con la curlosa cla­ vada lateral larga 20. P5A. Asf 1 9 . P3T ? 20. P5A. P4CD (0 20 D4C ); 2 1 . D4AR! y las blancas ga­ . . . . • . . . • nan piezas. 1 9. AlA . . . Esta claro que esta e s una par­ tida fuera de 10 ordinario. Las blancas movieron cuatro veces su AR durante la apertura y ahora las negras no encuentran nada mejor que hacer que volver atms para mantener a la dama en su posicion de ataque. . . .• 20_ 21. P4R D2A DSC P4TR A3D Antes de que las negras consigan movilizar el fIanco D mediante P3T y P4CD. Con todo. el texto reconoce que probablemente su novena j ugada no fue la mejor. Un juego ambicioso que en ulti­ mo termino se vuelve contra las negras. puesto que debilitan su fIanco R sin realmente conseguir su obj etivo : hacer que el caballo se dirij a a una casilla inferior. Pero 2 1 . P3A. para controlar el avance del PR. se enfrenta me­ diante 22 P5R ! desocupando 4R . . . • 13. 14. C XC CXA C4R 47 para el caballo, de manera que 21. A2D parece ser la mejor. 31 . C5A ! ." 1 22. T2A P4CD 23. P5R P5T 24. CIA No 24. C4R, MA. A4A 24. 25. D2D PXP En todo sentido la jugada per­ dedora, ya que abre a las blan­ cas la columna AR y les da tam­ bien acceso a la casiIIa 4AR. El estrictamente defensivo 25. . .. , TDID; 26. TlR, TRIR es la estra­ tegia correcta. 26. PXP A3C Tenian que enfrentar la amenaza de 27. C3R, pero ahora el alfil no esta disponible para bloquear los formidables peones centrales. 27. TlR P6T 28. P6D A5R 29. C3R I D3R o 29 . . . . , D3C; 30. T4A ! , A x P; 3 1 . T4CR con u n fuerte ataque. 29 . . . . , D4C parece mejor, pero des­ pues de 30. P3C las negras toda­ via tienen que enfrentar la inc6moda amenaza de 3 1 . T4A ya que 30 , D x PR pierde piezas ante 3 1 . C5A ! . . . . 30. T4A ! AxP No 30. . . . , D x PR; 31 C4C. 48 Ahora las blancas tienen un ata­ que vencedor porque si 3 1 . . . . , P3C entonces 32. T3R ! , TRIR; 3 3. C7R + R2C; 34. T6A seguido por 35. T3C mientras las blancas tie­ nen como alternativa 32. T4TR, P x C (de otra manera 33. D6 T); 33. T6T ! , P3A; 34. P x P, etc. 1 31. 32. TRIR TD I D ? T3R Las negras movilizan sus torres demasiado tarde. Con todo, to da­ via podria oponer cierta resis­ tencia con 32 :, P3C, pero con el texto pierden de inmediato. • 33. CXPI o bien . , TXP 33. R x C ; 34. T3C + , RIA; 35. T x P + , R x T (35. . . , D x T; 36. D6T x ); 36. D4A + y mate. ' . ' 1 , 34. CXD Abandonan 34. T x D permite un mate en dos, de principiante, con dos to­ rres en el borde del tablero. " '1 6. Sueareat, 1 �53. Negraa : Golomblek. DEFENSA NIMZOINDIA 1. P4D 2. P4AD D4T + ; 15. RID, D x PC; 16. D x T, D6D + con un contraataque for­ 3. A5C 4. P4A P3TR P4R P3D C 3A D A 5C 5. P 5 D 6. A4T 7. P3R 8. A3D midable que vale por 10 menos unas tablas . De hecho, las blan­ cas harian bien en rebatir 10 . . . . , C X P con el tranquilo 1 1 . C2R. Una vez que las negras han per­ dido esta oportunidad, su posi­ ci6n se deteriora rapidamente. C3AR P3R P4CD Una combinaci6n de sistemas. Normalmente, el gambito se in­ tenta en la sexta jugada cuando la mayor fluidez del centro le da mejores posibilidades de exito. El texto compromete a las ne­ gras con la jugada P4CR que im­ plica un d�bilitamiento, por 10 tanto 8 . . . . , A x C + parece mejor. 9. PXP Las blancas tambien podrian ju­ gar 9. C2R, P4C ; ,1 0. A3C, P5R; 1 1 . AlA, P x P ; 12. ().() pues e l P R ne­ gro seria un objetivo accesible para un ataque. A3C .A2C CxP 0-0 C2D ? Deben jugar 12 . . . . , C3AR para ex­ cluir la poderosa replica de las blancas. 1 3. A4R Ya se hace evidente que las ne­ gras han perdido la primera ba­ talla. Todavia no han puesto a salvo al rey, el PD se halla ex­ puesto al ataque por la columna abierta y sus piezas DO se en­ cuentran protegidas. En contraste, las blancas no tienen puntos debiles en su po­ sici6n 1 3. 10 , C X P es mejor; por eje m­ plo : 1 1 . A4R ( 1 1 . 034., C3C ) 1 1 . . . . , • C2R 12. P4C 9. 1 0. 1 1. • . . A x C + ! ( 1 1 . . . . , C > C; 12. P X C, 1 3. R2R e� conveniente para las blancas induso despues de la mej or replica de las negras Ax P + ; 13. . . . , P4D ; 14 D X ? ! , D x D ; 15. Ax D, Ax T; 16. C3... ! ); 12. C x PA; 13. P X A, D3D, C ) A; 14. D x C, AXC Tratando de liberarse de la car­ ga. 13 . . . . , C x C; 14. C x C, A x C; 1 5 . A x A, A x P ( de 10 contrario pierden un pe6n sin ninguna compensaci6n ); 16. TIC, TICD ; 1 7 . T x A, T x A; 18. D x P tampoco es mejor, ya que despues de 18. . .. , T3C ( 18. . .. , D2R; 19. D6AD, T3C; 20. D8T + y 2 1 . D x P); 19. 49 DSD de todas maneras no puede enrocar a causa de la clavada mortal 20. TlD. 1 4. AxC ! DR; 2 1 . D x C (21 . D x PT. P 3A; 22. C'A tambien lleva a un T x D; 22. triunfo facil. ) 21. C6A + . R I ':' ; 23. C x D. T x T; 24. A x P + . P3\; 25 . A x P + con una franca vicbria al final. 0 20 . . . .• . . .• No 14. P x A. C(2 )3A. 1 4. AXA I S. DXA 16. TD I D AXP o 16 . A6T . . .• 23. 24. Ahora las blancas amenazan no tanto con 17 D X PD como con 17. D3C acosando al incapacita­ do alfil. 1 6. 21. 22. P5R; 17. A x P con una DX> PXD C7�+ C 6A T3D R2A RIR Con mas fuerza que la acepta­ ci6n del cambio. puesto que una vez mas nzones esteticas fava­ recen el texto. Este explota el leitmotiv de toda la partida: la presion sobre la columna D com­ binada con el acoso del aIfiI des­ colocado. rapida victoria. 24 • 1 7. D x PD D2R 1 8. D6AD TID . . . A7C M e pregunto s i a esta altura Harry Golombek comenz6 a dar­ se cuenta de que su posici6n tenia cierta semejanza con la fa­ mosa partida entre Morphy y el aristocratico equipo de consulta. 1 9. C3A 0-0 j EI duque y el conde no lograron enrocar! 20. C5D 25. El tosco 20 . D x PT tenia la mis­ ma fuerza. pero el texto es mu­ cho mas estetico : jla jugada de un verdadero ajedrecista! 20. 50 D3R TR I D A continuadon d e esta jugada. proporcionada por la publicaci6n rumana de:! tomeo. las negras abandonaron. Sin embargo. como las negras de hecho podrian pro­ longar un poco la partida me- diante 25 . . . . , P5A; 26. C x T, P x T; S X P, T3A, tengo lla impresion de que bien pudiera :ser un error de imprenta. La jugacda mas fuer27. 7. te es por supuesto 25 . T3C! que en realidad forzaria a un aban­ done inmediato (pero no 25. TlC, P5R ! ). Ducareat, 1 953. B lancaa : L. Szabo. DEFENSA INDIA DE REy P4D 2. P4AD 3. C3AR 4. C3A 5. P4R 6. A2R 1. C3AR P3D P3CR A2C 0-0 P4R La posicion mas usada en la De­ fensa India de Rey durante las UItimas dos decadas. Pero aqui se dividen los caminos. Las blan­ cas pueden cerrar el centro con la j ugada favorita de Petrosian 7. P5D proponiendose continuar COn 8. ASC, 0 intentar un tipo de juego 'mas flexible y enrocar. 7. Px P, la tercera altemativa, no resulta muy acertadil p orque las bIancas se arriesgar. a llevar la peor parte debido a la debilidad de su casilla 4D. Es probable que ambos jugadores esbviesen ente­ rados de esto ya qm conocerian la partida Grunfell·Geller, en Szczawno-Zdroj , 195[ que conti­ nuo 7. P x P, P x P; 8. D x D, T x D ; 9. A5C (9. C x P, C x Ph 9 . . . . , CD2D; 10. TDlD, T l A ! ; 1 1 . C5D, P3A y se agota la temporal iniciativa de Ias bIancas. 7. 0-0 C3R Una jugada comparativamente nueva en el momento, que pone mayor presion sobre el centro de las blancas que el tradicional 7. . .. , CD2D y de esa manera doble­ ga a las blancas. 8. 9. P5D C1R C2R Es evidente que Szabo s e propa­ ne seguir el plan que tuvo exito en la partida Taimanov·Brons­ tein efectuada durante el 2.' Cam­ peonato de la U.R.S .S. en 1952, de la cual diremos alga mas poste­ rionnente. Taimanov, que tiene mas experiencia que nadie en esta posici6n, ha oscilado, a tra­ yeS de los aiios, entre el texto, 9. P4CD y 9. C2D. En su encuen­ tro con Fischer durante el tomeo de candidatos de 1971, obtuvo buen juego de su ultima idea 9 . A2D, una jugada de desarrollo neutro, que mantiene la opcion de replicar con C5CR al eventual P4AR de las negras. C2D 9. 1 0. A3R 51 Esto pennite a las negras ganar tiempo con P5AR m a s adelan­ te. 10. C3D, para forzar P5AD sin comprometer al alfil, parece ser la mejor jugada de las blancas. un 1 0. P4AR 1 1. P3A P5A 12. A2A P4CR 1 3. P4CD Finalmente, Szabo se separa de la partida de Taimanov-Bronstein que continuaba: 13. C3D, T3A; 14. P5A, T3T ?; 15. P X P, P x P; 16. C5C, AlA; 17. AIR y el ataque de las negras se desarrolla con demasiada lentitud puesto que perdido tiempo colocando a la to­ rre en un cuadro inferior. La de­ fensa acertada de las negras es 14 . . . . , C3C; 15 TlA, T2A; 16. T2A AlA usando el alfil pasivo para defender su 3D debil y mas tarde atacando con T2C y P5C. 1 3. 1 4. T3A C 3D ? Inconsecuente. El caballo podria perfectamente pennanecer en su lugar para defender el fIanco R. 14. P5A de inmediato era la j u­ gada logica. 1 4. ... T3C ! Spassky no comete el mismo error que Bronstein y muy pron­ to organiza un fonnidable ataque sobre la columna CR. Otra jugacb. imprudente que bilita su c.ntrol s o b re ayuda en ai soluto al progreso de su ataque �obr.e e l fIanco D. 16. T I A pareCl mejor, pensando en continuar (on el cIasico paso si· guiente P xP y luego CSC7A. 1 6. . . . RIT N o tanto l=ara evitar un posible j aque en la diagonal de las blan­ cas 2TD/BCR como para dar si· tio a una p:eza mayor en l CR. 1 7. TR1 "\' 1 8. PARX P PSC I Una grave concesi6n que debiIita su PR, pero despues de sus erro­ res anteriores las blancas solo pueden elegir entre males. Asi, P6C era una amenaza seria y des­ pues de lB. P x PD, P x PD; 19. C5C, P6C ! ; 20. P x P, P x P; 21. A3R (21. A X P, T x A ! 0 21. AIR?, D3C + ) 21 . . . . , A3T; 22. ClR (22. A x A ?, T x A con el prop6sito de continuar con 23 . . . . . DlA Y enton­ CIR; 23. ces TBT + ! mate) 22 C x PT. A2D las negras tienen un . ...• ataque vencedor debido a su amenaza sobre ClC seguida por D5T, cuando el PCR adelantado «wirkt wie eine Figur» como dice el Dr. Tarrasch. AXP 1 8. 1 9. AlA El PR estalba amenazado tam­ bien 19 . . . . IP6A. . 1 5. PSA 1 6. D3C 52 de· 4CR y no C3AR 1 9. ... A6A El tiempo ganado aJ atacar al PR penn i t e un fortale<:: imiento deci­ sivo de la presion ejercida con­ tra el PCR. 20. D4A Un papel domestico para la dama pero 20. TlR, A x PC ; 2 1 . A x A no es ninguna mejora. 20. 21. 22. A X PC A XA P6A columna con 25 . . . . , D2C cuando el cabaIlo no podra moverse en vista de la amenaza de jaque en lCR. La replica 25. A4T, esperan­ do cambiar piezas menores y eli­ minar la posibiIidad de C5C a causa del cabaIlo colgante en la 2R de las negras, fracasa ante 25 . . . . , C5C ! ; 26. A x C, C6R 0 bien 26. RIT, C6R; 27. C x C, A x C; 28. C2R, D2A; 29. CIC (de 10 contra­ rio 29 . . . . , D6A + ) 29 . . . . , TDlCR; 30. A3C, T x A; 3 1 . P x T, T x P con un ataque vencedor despues de 32. TlAR, D2C 0 32. D2R, D3C. CIR o A3C que casi con certeza trans­ pondria a la partida. 22. 23 PXA CXP En situaciones asi, el peon ene­ migo situado frente al rey puede ser dejado como un autobloqueo a la presion del ataque sobre la columna. Sin embargo, aqui no es esa la situaci6n, ya que las negras amenazan con extender la conflagracion a otros puntos en el contorno del rey mediante 23. . . . , C5C en combination con A3T. 23. . .. AlT El nino dificil de la!; fonnaciones cerradas de la Defell.sa India del Rey, tiene finalmen1e, la oportu­ nidad de desempefitr un papel activo. 24. T2A 25. A3C Dl CR Despues de 25 . AIF, l a s negras sencillamente se txi>lican en la 25. 26. TXA! PXP o 26. P x T, D x PC y la amenaza de 27 . . . . , C5C decide; por ejem­ plo : 27. C2R, A6R + y mate a la jugada siguiente. 26. 27. D7A 28. D x PD PXP T2C C5C Defendiendo el PR y amenazan­ do con 29 . . . . , C6R. 29. RI T Ab&ndon&n TlD 53 Semifinal del 22.0 Campeonato de la tR.S.S., 8. Leningrado, 1 954. Negras : Byvshev. De todas mneras, era mej or de­ s afiar el ce; t ro con 10 . . , P4AD. DEFENSA GRUNFELD . C3AR P3CR P4D 1 . P4D 2. P4AD 3. C3AD 4. A5C Una jugada raras veces utilizada hasta que fue adoptada por Tai­ manov en el Campeonato de la U.R.S.S. de 1 969 y posteriormen­ te en el tomeo de la U .R.S.S. con­ tra el resto del mundo. Despues de eso se puso de moda. 4. 5. C5R A4A C xC A2C 0-0 5. 6. P x C 7. P3R 8. C3A Hasta el momento la partida se ha desarrollado en forma correc­ ta y con 8. . , P4AD, la jugada clave de esta defensa, las negras podrian asegurarse una comoda igualdad. En vez de eso, eligen una jugada mucho mas pasiva que no consigue desafiar el cen­ tro de las blancas . . 8. A3D 1 0. A X PA 54 0-0 12. A3C) C3C C4D Al «atenaza�,. el PAD y el AD, las negras fuer.an el cambio de un alfil b lanco, pero esta compensa­ cion es mt.y pobre comparada con la ventlj a en el centro que han cedido. 1 3. CsR CXA No 1 3 . . . . , C x PA; 14. C X PAR! , , C x D; 1 5 . C X D + , T x C ( 14 . R 1 T ; 16. C7A. + ganando e l cam­ bio ); 1 5 . A x T + , R x A; 16. D 3 C + , C4D; 1 7 . P4R. ganando piezas. . .. La idea de Taimanov es 5. A4T para mantener la presion sobre el PR. 9. 11. . . P3AD ? PxP C2D 1 4. 1 5. PxC TlR D3D P3R Despues de esto, las negras que­ dan con un espacio muy reduci­ do. La jugada 14." resulta logica solo cuando esta seguida de 1 5 . , A3R, aunque despues d e 1 6. TIC las blam.cas sufren una pe­ ligrosa presi'on sobre las dos ca­ lumnas ocupadas por las torres. ... 1 6. D3A TlR I-naugurando , un plan completa­ mente desac(ertado que se propa­ ne alejar al caballo blanco me­ diante P3A . Las n�s, con su juego pasivo� , han quedado en el tipo de posici6n ine!rte en el cual es mejor evitar los ; movimientos de peones debido al l debilitamien­ to consiguiente. La maniobra 1 6. . . . , TlD, en el mas cdepurado esti10 de Steinitz, seguil da por A2D 1 R parece ser l a mejOir posibiIidad, al dejar a las blanc::as la respon­ sabilidad de la rupltura. 1 7. P4TR "3A ? Consecuente, pero malo. A pesar de la triple protecci6n de su 3R pronto se convierte en un punto cIaramen te debil. 1 8. C3D 1 9. P5T P3C PxP Posiblemente equivocado, pero !as negras tambien tendrian un 3CR vulnerable si pennitieran P x P, despues de 10 cual las blan­ cas continuarian con D3C y AlA : 20. P5A I como casilla de retirada para el cabalIo en la jugada n.D 18. 20. 2 1 . C4A No 2 1 . . . . , P4R?; 22. D x PT y 23. C6C mate. En esta etapa del jue­ go las negras podrian abandonar con toda facilidad. Como de cos­ tumbre, vemos ahora la fonna re­ suelta en que Spasky acaba con un adversario que «esta muerto, pero no quiere ser enterradolO. 22. P X P 23. C X P 24. C3C ! Por supuesto que �sta posibili­ explica la ekci6n de 3D T2R T l AR P4AD i La 11nica jugada activa de l�s negras en toda la partida ! 25. P5D ! 26. C5A 27. A X P P5A D4A TxP Mas que un comentarista, se ne­ cesita un psic6logo para explicar las ultimas jugadas de las negras en esta partida. 28. T X T 29. D3C dad RIT A2C D XA Abandonan Mis propias observaciones pare­ cen indicar que aquelIos jugado­ res que prefieren prolongar las partidas mas alIa de 10 necesario, parecen incapaces de persistir en su habito cuando el adversario esta a punto de administrar el golpe de gracia. (29 . . . . , T l CR; 30. T8R! , D x PD ; 31. D x A mate o 29 . . . . , T2A; 30. T8R + , AlA; 3 1 . T x A + ! ). 55 9. Semifinal del 22.0 Campeonato de la' t.R.S.S. , Leningrado, 1 954. Negras : Zurakhov. DEFENSA SICILIANA 1. 2. 3. 4. S. 6. 7. 9. P4AD P3D PxP C3AR P3TD P3R P4R C 3AR P4D CxP C3AD ASCR D3A Esta jugada. que una vez fue considerada poderosa. ha sido rechazada en nuestros dias y se prefiere 7. P4A. La teoria dice que la sola presion que ejercen las piezas no es suficiente para abrir el j uego y las blancas de· ben movilizar sus peones en par­ ticular dirigidos a P5R. . . 1 0. A4T A2R Es mas exacto 8 CD2D en que despues de 9. 0-0·0. C4R ! ; 10. D2R ( 10. D3T. C3C ! ). 10 . . . . . P4CR ! ; 1 1 . A3C. AlD; 1 2 . P4TR. TlCR; 13. p + p. P x P ; 14. C3A. D2A las ne­ gras tuvieron un j uego igualado (Spassky-Petrosian. 22." Campeo­ nato de la U .R S S 1955 ). . . 56 A2R C3A Esto permte a las blancas ini­ ciar un pnmetedor sacrificio de pe6n . 10. " . AlD primero hubie­ se sido ma; acertado. 11. Cx( PXC D x C era factible. Las blan­ 11. cas continuarian con 12. P4CR tratando de abrir Iineas en el fIanco R. . . .• PSR ! P3T . Considerada la mas fuerte. Las negras tendran mas adelante la posibilidad de liberar la pieza clavada mediante P4CR y mien­ tras tanto no temen los peones "duplicados a causa de su fuerte influencia sobre el centro. 8. D2A Ya existia una amenaza de 10. P5R. 12. 7. 0-0-4 . . .• . .• Esto deja a las negras con una precaria estructura de peones y una casilla debil en el 4AD. La jugada es a menudo factible en la Siciliana. Compare. por ej em­ plo. con la partida Fischer-Ni­ chevsky. Zagreb. 1970. que se de­ sarroIl6 de la siguiente mane ra: 1 . P4R. P3R; 2. P4D. P4AD ; 3. C3AR. P x P; 4. C x P. P3TD ; 5 . C3AD. D2A; 6. P3CR. C3AR ; 7. A2C. C3A; :8. (U). P3D ; 9. T I R. AlD; 10. C x C. P x C; 1 1 . P3C . A2R y ahora 1 2 PSR ! . P X P; 13. A2C. 0-0 ; 14. D2ZR. C4D; 15. C X C. PR x C; 16. ,A x PR y las blancas tienen la mcejor parte. . 1 2. . . . PXP 13. TRIR 14. A3D 0'·0 Una jugada utiI ya que pennite aJ aliil entrar en juego en 4R mientras la torre ataca el pean debil en SR. TIC A3D 1 4. 15. A3C 1 6. D2R El plan alternative consistia en 15 . C4R y si 16 . . , C X C; 17. A x C AlC ? ( 1 7. . , P4ARI ); 18. T x A! , D x T; 19. A x PR, D x A ?; 20. A7T + . Sin embargo, el texto mantiene la tensi6n puesto que las piezas menores de las negras se ven forzadas a ocupar posicio­ Des inc6modas para defender el pe6n de ventaja. . . , . . 1 6. 1 7. A4AD I C2D una salvedad, pero Spassky DO esta tan interesado en obtener piezas como en un ataque basa­ do en sus fuertes alfiles. 20. D4C I P3A Despues de 20 . . . . , P3C; 2 1 . A x T, D x A; 22. D3T las blancas cuen­ tan con poderosas amenazas sobre las casillas oscuras (22 . . . . , R2T; 23. T4R y 24. T4TR, 22. ' , C2D ?; 23. A6D y 24. D x PT ). . . . Ahora 17 . , A2C pierde piezas despues de 1 8 . D2D ! , C3C; 19. A x P(6R)� P x A; 20. D x A. Obser­ ve que 1 7 . A X PT facilitaria el juego de las negras al qui tar de en medio el debil AD y ceder otra columna abierta en el fIanco D, s traves de las cua1es las torres podrian operar contra el rey blanco. . . . 1 7. 1 8. 1 9. C�C TXA A X P (SR) Dx T DtA (Ver diagrama sigu-ente. ) Las negras confiabal en que esto tendrla para e llas �l efecto de 21. 22. 23. 24. AxP+ DxA+ AxT C4R AXA RIT TXA D4CD La {mica contraposibilidad de las negras se encuentra en la CQlum­ na CD. 25. TlD C4D e 25 . . . . , CSA; 26. P3CD y las ne­ gras se quedan sin nada. 26. P3CD C5C Aunque aparentemente fuerte, es57 ta jugada pierde de inmediato ya que debilita la casilla 3AR. 25. . . . , D7R era su mejor posibilidad. 27. D6D 28. R2C C X PT + C5C La jugada n.O 27 de las blancas impide 28. . . . , D4TD. 29. C X F ! D3C 29 . . . . , P X C: 30. D x P + Y 31. 170 decide en d acto, con la amena­ za 30. D8D - mate, pendiente. 30. C7D Las negras perdieron a tiempo. 1 0. 22.0 Campeonato de la U.R.S.S., MOICU, 1 955. Blancaa : Shcherbakov. DEFENSA SICILIANA el centro e intentando controlar 5D. 1 . P4R 2. C3AR 3. P4D 4. C x P 5. C3AD 6. A2R P4AD P3D PxP C3AR P3TD Una jugada discreta, pero no por eso menos fuerte. 6. 7. C3C 8. 0-0 9. A3R 1 0. P4TD P4R A2R 0-0 CD2D P3CD Las negras no deben permitir la jugada del bloqueo P5T. 1 1 . P3A Forma parte del tranquilo siste­ ma de las blancas, fortaleciendo 58 1 1. 1 2. D2D 1 3. TRI D A2C D2A TD I A Como las blancas pueden amena­ zar con D1R1A parece que 10 me­ jor que puede hacer la otra torre es situarse en esta casilla. 14. A l A 1 4 . D 1 R 0 l a 1 4 . C 1A d e Ge­ Her, pensando en continuar con C2T4C5D tenian tambien mucha fuerza. , 14. ... Prematuro. correcto. 1 5. CXP P4D 1 4 . . . . , TRlD es 10 No 15 . P X P, ASC!! con contra­ juego. 15. 16. , P x C 1 7. D x D 18. TD 1 C ! 24. A4D T X PD ! CxC DxP TxD Otra jugada discre ta que subra­ ya la ventaja de las blancas. Los peones negros del flanco D es­ tan expuestos a un ataque y la posesi6n de la septima fila no re· presenta una compensaci6n su­ ficiente. 1 8. 1 9. P6D 20. C2D T1D A l AR Completamente aceptable, pero 20. P5T ! era una manera mas energica de incorporar el caballo al ataque. Luego, despues de 20. . . . , P4CD (20 . . . . , P x P; 21 C x P; AlA ?; 22. A3D ! ); 2 1 . A3D, TDlA; 22. ASAR, TlC; 23. m l A las blan­ cas se ericuentran en una posi­ ci6n claramente superior, al ha­ ber tornado posesi6n de la co­ lumna AD. 20. 21. 22. 23. C4A PXP C XP? C3A P4CD PxP Consiguiendo el Ieon equivoca­ do. 23. C3T ! , TD lA; 24. C x P, C4D (24 . . . , A3T?; 25. C7T ! ); 25. A2A, A x P; 26. C x A, Tx C; 27. P4CD deja a las blancas con un fuerte peon pasado y los dos alfiles. . 23. .., C 4D Ahora Spassky comienza a en­ trar en el juego utilizando la to­ rre en la septima para atacar al rey. De este modo, se defiende de 25. A x P mediante 25 . . . . , C5A ! ; 26. A2A (26. AlAR, T x A! ; 27 T X T, A4A ) 26 . , T x P ! con cierta ven­ taj a . 25. A3D; para ahuyentar a la agresiva torre, se debe jugar primero, aunque despues de 25. . . , TlA; 26. A x PC, C5A las ne­ gras tienen buen contrajuego con sus amenazas de T x A, T7A y . . . . mm. 25. A2A Esperando obstruir el efecto de la torre en' la septima. Spassky podria ahora intentar 25 . . . . , C5A, pero previendo la posibilidad de una tenaza en su 7AD hace avan­ zar el pe6n vulnerable. 25. 26. C4A 27. A3D P5C T3R P&C ! 59 jAhora la obstinada torre rehlisa ceder! 28. CST 28. C2D, C5C ! ; 29. C x P, C x A; 30. T X C, T(3 )7R ! da una fuerte presion a las negras, de manera que las blancas atacan al peon de una forma diferente amena­ zando simultaneamente al alfil. o 28 . ... TxA! Una replica sorprendente que aumenta au.n mas la presion. 29. C XA? Sin darse cuenta de que las ne­ gras ahora pueden devolver la torre a la casilla protegida, co­ menzando asi un ataque decisivo contra el rey blanco. Las blancas tendrian que haber aceptado el sacrificio, y despues de 29. R x T, A4A + ; 30. R3C ( 30 . RtA, C6R + ) 30 . . . . , A3D + ; 3 1 . R2A ( 3 1 . P4A, At T; 32. TlAR, C5C con un fuer­ te ataque ) 3 1 . . . . , A4A + la parti­ da seria tablas por jaque per­ petuo. 29. 30. CST 31. C X P T7A I C6R I j Demasiado tarde ! 31. ... 32. R I T Abandonan T X PCR+ T3TR j Una ingeniosa recuperacion tlic­ tica! 1 1 . 22.0 Campeonato de la U.R.S.S., Moacu, . 1 955. Blancaa : Geller. DEFENSA NIMZOINDIA 1. P4D P4AD 3. C 3AD 4. P3TD 2. C3AR P3R ASC Geller prefirio esta linea agresi­ va al comienzo de su carrera, a pesar de notables reveses contra jugadores posicionales (G e ll e r contra Smyslov y contra Euwe, en el 'Tomeo de Candidatos de 60 Zurich, en 1 953, y la partida Ge­ ller-Sumslov, en el de Amster­ dam en 1956). 4. 5. P X A 6 . P3R AXC+ P4A C3A 6 . . . . , P3CD resulta mas preciso en esta situacion puesto que permite rebatir 7. A3D con 7 . . . . , A2C en el momento en que 8 . . . . , A x P constituye una amenaza mas seria. 7. A3D 8. C2R 9. 0-0 P3D P3CD D2D Un plan original que le da la op­ cion de efectuar un enroque lar­ go y de preparar 10 . . . . , A3T, que, al ser jugado de inmediato, se ve rebatido mediante 10. D4T. 1 0. P4R 1 1 . 'ASC 1 2. C3C ? A3T 0-0 -0 Un plan totalmente equivocado que tiene como resultado el abrir lineas contra el propio rey. En vez de tratar de explotar la pieza clavada, deberia apuntar al rey enemigo como 12. C IA, cOmo de hecho 10 hizo en un encuentro posterior contra Lissitsyn. Des­ pues de 12. " . , C4TD; 13. C3C ! DST; 14. C x C, D x C (resulta me­ jor intercambiar damas ); 15. D2R las blancas desarrollaron un poderoso ataque sobre el flan­ co D. 12. ". P3T ! Antes de que las blancas puedan jugar CST. 1 3. A x C 1 4. CST PXA El juego tipicamente agresivo de Geller, pero muy pronto se ad­ vierte la ausencia de la dama en el centro. La defensiva 17. C4C seguida, si fuese necesario, por C3R permitiria a las blan­ cas consolidar. 1 7. 1 8. CST A2C ! 1 8. C4C solo ayuda a las negras a abrir la diagonal del alfil me­ diante 18 . . ' " P4A y si 19. P x P, P x P; 20. C3R ( 20. TR1R?, D2C ! ; 2 1 . C3R, C6A + ; 0 2 1 . " . , PSA) 20. . ' " TR1C y las negras ya amena­ zan con 2 1 . " . , D x C ! , entre Qtras cosas. El sacrificio 18. CSD ? ! para ce­ rrar la diagonal se refuta me­ diante 18. . ' " DST; 19. D x P, C6A + ; 20. P x C, TR 1C + ; 2 1 . R1T, D6T; 22. C x P + , R2A; 23. CSD + , P X C y el ataque de las negras llega primero. Finalmente, 18. D x P, D x C; 19. D x P es un sa­ crificio que va errado ya que las negras nuevamente son las pri­ meras con 19 . . ' " C6A + ; 20. R1T, DSD rechazando el ataque. 1 8. ". TRI C Errado, pero con juego conse­ cuente. Quizas s610 esperaba la jugada defensiva 14. " . , D2R, pero a Spassky se le ocurre una idea mucho mejor. 14. 15. P X P 1 6. C X P 1 7. D4T PXP CXP D2R 61 Es tal el fmpetu del ataque de las negras que no necesitan preo­ cuparse acerca del PTD. De este modo, 19. D x P ? pierde la dama ante 19 . . . . , T x P + ! ; 20. R x T (20. RIT, T x P ! ; 2 1 . R x T, D5T + ; 22. R2C, D x C y 23 . . . . , T lC + ) 20 . . . . , A x P+ . 1 9. TIR N o 20. P3A?, D4C ; 2 1 . C3C, P5A ganando el caballo. ... D5T ! j Cada jugada un golpe de marti­ llo ! 20. . D4C es menos exacta, ya que despues de 21. P3C, P5A; 22. R I T, P6A; 23. C4A las negras no encuentran la forma de se­ guir, ' " 21. P4A Tratando de sobornar a las ne­ gras con la bterta del cambiQ (21. " " D x T + ; 22. D x D, C6A + ). Si 2 1 . P3C entonces 2 1 . . ' " P4R protegiendo el caballo y renovan­ do la amenaza de P X P. Ahora RIT permite 22. . , P x P; 23 , " 62 . . . P4R I Aqui tambien esta j ugada triun­ fa con mayor rapidez. As! 22. TlAR pierde ante 22 . . . " PA x P; 23. A2R, C6A + . 22. T IAD 23. A l A PR X P DxT De 10 contrario, es necesario vi­ gilar el caballo. P4A 1 9. 20. 21. DID U n reconocimiento d e l a derrota. 19. C3C se rebate con 19. P4TR continuando el ataque. 20. P x D, P x A + ; 24. P3A, A x P + ; 25. D x A, C x D. 24. D X D 25. R2A 26. T X C C 6A + CXD P6A ! Preciso. 26 . . . " A x P; 27. C x P no resulta tan decisivo. El texto abre la columna AR, permitiendo a las negras desplegar activamen­ te las torres. 27. PC x P 28. P x P 2 9 . R3R 30. A3T + 31. A X A + Ahandonan PxP TD I A + AxP! A4A TXA Se obliga al cambio de torres. El hecho de que despues de esta desastrosa derrota haya ob­ tenido el titulo, nos dice mucho sobre la capacidad de recupera­ cion del joven Geller. 1 2. 22.0 Campeonato de la U.K.S.S. , Moacu, 1 95&. Blancaa : Simagin. APERTURA INGLESA 1. P4AD 2. C 3AR 3. P3CD C3AR P3R El fallecido gran maestro Sima· gin era conocido por la origina· lidad de su juego. Nimzovich era muy aficionado a hacer esta ju· gada. pero 3. P3CR para intentar una Catalana es mucho mas po· pular hoy dia. 3. 4. A2C 5. P3R 6. P3TD P4D P4A C3A CXC A4AR T1A Las negras tambien quedan en buena posicion de esta manera y su posible ocupacion de 7AD con el AD obliga a una extraiia juga­ da defensiva. 1 4. 1 5. 1 6. T2T DIT P3C A1C D3D Este debilitamiento seria forza· do de todas maneras despues de 1 6 C3A. CSC y en 17. P3C ( 17. P3T ? C7T ! ) 17 . . . . . D3TR las ne· gras tienen e1 ataque. . Con el doble proposito de prepa· rar P4D (6. P4D. PA x P y 7 . . . . . ASC + con buen juego ) y tentar a las negras para que jueguen 6. . PSD en que 7. P x P. P x P; 8. P4CD 0 7. P4CD daria inme· diatamente a las blancas una utH Benoni invertida. . . . 6. 7. P X P 8. P4D 9. C X P 1 0. A2R 1 1 . C2D 1 2. A X C 1 3. 0-0 A2R PxP PXP 0-0 A3D 16. 1 7. C3A TRIR 17. A x C o frecia mejores posibi· lidades para reducir la presion. 1 7. .. ,J 8. A6T TlR Con l a intencion d e oponerse a 1 8. CSR. Seria mejor que in· tentara 18. T l D. CSR; 19. C2D y si 19 . . . . . C3A entonces 20. A3AR consolidando en los cuadros cla· ros. . . .• Tratando de montar un ataque sobre el fIanco R. Las negras po­ drian demostrar de inmediato la desventaj a del juego desarrolla· do por las blancas durante la apertura mediante 10 . . . C x C; 1 1 . A X C. CSR; 12. C2D. A3A con igualdad completa. . 1 8. 1 9. A X PC ? C5R ! Basado en un error de amilisis. 19. C2D era acertado de todas maneras. 1 9. ... D3CR 63 22. 23. C3A 24. C4T 20. A5R Segun Simagin explico mas tar­ de, solo en este momento advir­ tio que, en respuestl,l a la jugada 2Q. A4D que habia pensado, las negras tienen 20 . . : . , A x P; 2 1 . PA x A ( 2 1 . PT x A?, C x PC ; 22. R2T, C x A; 23. R x A, D4A + ; 24. R2C, D5C + ; 0 23. C4T, DSC; 24. A6A, T x P ! ; 25. T(2 ) x C - 25. P x T?, D6C + ; 26. RIT, A7C + ; 27. C x A, D6T mate - 25 . . . . , T x T ; 26. T x T, D x T ; 27. D l CR + , DSC ) 2 1 . . . . , C x P; 22. AlA, (22. R2A, CSR mate ) 22 . . . . , C x A + ; 23. RlT, T7A! Al considerar la n." 19, Si­ magin no previo esta tranquila jugada de intercepcion. Simagin dio a esto un « ?» y es­ cribio que despues de 24. C4D ! , D5R; 25. A3A, D6D ; 26. R2A ! , C x T ; 27. A x P + , R2C ; 2 8 . D x C las blancas tienen una compensa­ cion material por el cambio y una posicion solo ligeramente in­ ferior. Sin embargo, esto es in­ correcto, puesto que las negras juegan en seguida 28 . . . . , T x P ! derribando el juego de las blan­ cas (29. T x T?, D8A mate 0 29 . CSA + , A x C ; 30. T x T, T7A + ; 3 1 . R3A, D x A + 0 29. A4A, T x A ). 24. 25. A5T AXA D4A 25. 26. A X T 64 CXT Hasta este momento, el juego habia sido previsto por ambos jugadores, pero el analisis de Si­ magin se detenia aqui mientras que Spassky habia dado un paso mas. ... T8A ! Esta habria sido tambien la res­ puesta a 25. D X C. 27. Esta parece perder. En vez de ella, deberia probar 22. C3D, C6A; 23. C4A ! en que despues de 23. . . . , C x T; 24. A3D, D4R; 25. D x C las blancas tienen una compensa­ cion definitiva por el cambio. D3R ! No pueden dej ar escapar el PR. 26. 20. 21. C x A 22. P4A P3A C6A DxT 0 27. T x T, D x P + ; 28. RlT, C x T luego 29 . . . . , D8R mate . y 27 . ... 28. A5C Abandonan CXD P3TD 1 3. Olimpiada Eatudiantil, Lyon, 1 955. Negraa : Kajan ( Finlandia ) . D�FENSA SICILIANA � . P4R 2. C3AR 3. P4D 4. C x P 5. C 3AD P4AD C 3AD PxP C3A P4R . A5C 6. A4AD ! Schlechter jug6 7. A3D que per­ miti6 a las negras liberarse com pletamente mediante 7 P4D. . 7. . . . . . . • C xP Aceptando el ofrec imiento. Gli­ goric y Sokolov recomiendan 7. P3D; 8. 0-0. A3R en que las negras tienen una posici6n per­ fectamente satisfactoria. Spassky debe haber estado al tanto de . . .• 8. . . . • 0-0 8. D5D. C3D ! rechaza el ataque. mientras que 8. A x P + . R x A ; 9 . DSD + . RIR; 10. D x C{4R). A x C + ; 1 1 . P X A. P4D ; 12. D2R no tiene mucho que ofrecer a las blancas. C3C Tambien considerada inferior. pero. como aparece en una nota posterior. Spassky tenia una idea especial. 7. . . .• . Utilizada por primera vez por Lasker. como una jugada sorpre­ siva. en su partida con Schlech­ ter. en 1910. Siempre se ha consi­ derado al texto como inferior. pero en estos ultimos aoos ha sido empleado como jugada in­ troductoria del asi llamado siste­ ma Pelikan (6. CR5C. P3D; 7. A5C. P3TD ; 8. A x C. P x A; 9. C3T. P4D?! ). 6. una partida llevada a cabo pOI dos jugadores de Leningrado en que las negras rechazaron el ofre­ cimiento mediante 7 0-0 y despues de 8. 0-0. A x C ; 9. P X A. C x P; 10. A3T. P3D ( l0 TlR; 1 1 . A x P + . R x A; 12. D5D + for­ zando el avance del rey); 1 1 . D3D. A4A; 12. TDlR. DST las blancas lograron la mejor parte median­ te 13. P4AR! (Kopaev-Korchnoy. 1952 ). C xC 8. . . . 8 C3D; 9. A5D deja a las ne­ gras con algunos problemas de desarrollo. mientras que 8. . ' " A X C ; 9. D5D ! resulta dificil de enfrentar ( no 9. P x A. C x PAD ; 10. D3A. P4D ! ). . . . . • 9. PXC A2R Este tipo de juego en que la se­ guridad es 10 primordial resulta factible. si se prosigue correcta­ mente. Las negras tambien po­ drian jugar 9 A x P; 10. D3A. P4D ! el antidoto usual contra el gambito en los j uegos abiertos. Luego. despues de 1 1 . A x P. 0-0; 12. A x P + . T x A; 13. D x A el jue­ go esta mas 0 menos igualado. . . . . • 65 En esta situacion. las blancas no pueden jugar el mas ambicioso 12. T1D puesto que las negras cerrarian la columna D con el efectivo contragolpe 12 CSD ! . 1 0. . . . • P4AR ! • . . . . 1 2. ASD Ahora las blancas incorporan ra­ pidamente la torre al j uego an­ tes de que las negras puedan movilizar su flanco D . 10 que pueden hacer las blancas es continuar con 13 . A4R y despues · de 13 • C x C. 14. PA x C conser­ varia cierta ventaj a debido a la poderosa situacion de su AR. . . . . A2C 12. 1 3. 0-0 . . . A esta casilla. naturalmente; in­ cluso si 12. A X P no perdiera el alfil ante 12 • D3C + . DST Enrocando. 10 . . . . , P3D constituye una jugada defensiva mucho me­ j or. Luego si 1 1 . DST. no 1 1 . 0-0 transponiendo a posiciones analogas a la partida. sino 1 1 . P3CR; 12. D6T ( 12. D3A. A3R ! ) 12 A l A Y 13 • A2C con una posicion defensiva mas fuerte para el rey cuando se produzca el enroque. . . .• . . . • . . . .• 1 1. . . . . PSA Buscando en 3TR una casilla se­ gura para la torre. 11. . . P4CD ? . La j ugada de un inexperto. El al­ fil puede hacer muy poco en 2CD. y se podria evitar la paralisis a que queda sometida 10 posicion despues de la jugada siguiente de las blancas mediante la libe­ radora 1 1 . P4D; 12. A x P. CSO ! y si 13. A x P + . T x A; 14. P x C. A x P manteniendo una igualdad material en una posicion en que las negras han completado final­ mente su desarrollo. Lo mejor . . .• 66 Ahora el simple traslado de to­ rre a 3TR no puede ser contra­ rrestado. 13. 1 4. A X A 1 5. T3A • C4T CxA P3C Si 1 5 T l R 0 15 . . . . , A3A, en­ tonces 16. T3T, P3TR; 17. A x P gana, 0 1 5 , D3C + ; 16. A3R, D3AR; 17. T3T, P3TR; 18. T3C, R2T; 19. T lAR Y 20. T6C ! ( 1 8. . . . , R IT ! ; 19. TlAR Y 20 ASC ). . . . .• . 1 6. D6T . . . D3C + 1 7. 1 8. o 18. A3R PXP . . . • D3AR D2C o 20 P3D; 2 1 . A6T ganando el cambio. El texto pierde con ma· yor rapidez . . . . . • D x P ; 19. T3C . Abandonan 2 1 . A6T 19. P X PA + RIT Forzado. para impedir la perdi. da de la dama. 20. DST TRI A Las blancas dan el mate despues de 2 1 . • D3C; 22 . D x P + . A3A; 23. T x A. P3D; 24. T x D + . P x D; 25. A7C un esquema de mate fi· nal un poco ins6lito. . . . 1 4. Campeonato Juvenil Mundial, 1 955. Blanca. : Schweber. DEFENSA NIMZOINDIA 1. 2. 3. 4. S. 6. 7. 8. 9. P4D P4AD C3AD P3R A3D C3A 0·0 P3TD PXA C3AR P3R ASC P4AD C3A 0-0 P4D AXC PD X P El inmediato 9 . . . . , D2A consti­ tuye una alternativa dimimica que da a las blancas mayores posibilidades de elecci6n que el tcxto. 1 0. A X P 1 1 . A3D 1 2. D2A D2A P4R ASC Hasta aqui. el orden de las juga­ das es el que corrientemente se adoptaba en la decada de los aftos cin<,:uenta. S610 despues de esta y muchas otras partidas, se advirti6 que 12 . . . . , T l R resulta· ba mas acertada que el texto, puesto que la amenaza de 13 . . . . , PSR fuerza el cambio 14. C x P (que tambien provoca el texto con su amenaza de 13 . . . . , A x t ). Despues de 12. TlR; 13. P4R, PSA ! ; 14. A x P. P x P ; 15. P X P, C4TD ! ; 16. A3D. D x D ; 17. A X D, · C X P las negras tienen igualdad y despues de 12 T l R ; 1 3 . C x P, C x C ; 14. P x C, D x P las negras pueden jugar A2D3A sin permitir que las blancas ganen Ull tiempo con P3A. . . . • . 1 3. C x P 1 4. P X C 1 5. T l R ? . . . • CXC DXP La torre. indefensa en esta ca­ silla, constituye una debilidad tactica. La correcto es 15 . P3A y 67 despues 15 . . . . , A2D; 16. P4R 0 in­ c1uso 16. P4TD (Petrosian-Spas­ sky, 20." partida de competicion par el Campeonato Mundial, 1966 ) las blancas se encuentran en una posicion ligeramente mejor. Sin embargo, no 15. P3A, A2D ; 16. T l R ? (Geller-Spass�y, Tor­ neo de Candidatos, Amsterdam, ' 1956 ) porque ahora 16 . . . . , AST ! dio al j oven Spassky un estupen­ do juego, ya que 17. D x A pierde ante 17 , D x PA atenazando ambas torres y el AR. • . . . 1 5. 1 6. P3A 1 7. P4TD TD l D A2D El comparativamente desconoci­ do joven argentino ve la amenaza ( 17 . . . . , AST ! ) que el gran maestro ucraniano no advertiria un ana mas tarde . En esos dias, el Cam­ peonato juvenil tenia una cate­ goria inferior a la actual. El error de Geller puede ser explicado en parte por el hecho de que la pren­ sa sovietica s610 public6 una de las partidas que Spassky jug6 en este tomeo, el intento unilateral contra van Oosterom (vea al fi­ nal, Descub ra la continuaci6n vencedora, pag. 307 ), que obtuvo el segundo premio a la brillantez. 1 7. 1 8. P4R A3A C4D l (Ver diagrama siguiente. ) 1 9. A2C Las negras amenazaban con 19 . ... , CSC; 19 . . . . , C x P 0 19 . . . . , D x PA. 68 Si 19. A2D, entonces 19 . . . . , CSA produce un efecto aUn mayor, puesto que la dama blanca ya no proteg� ria 2CR. 1 9. 20. A l AR C5A No 20". P4A?, D4C ; 2 1 . AlAR? (21 . TD l D ?, A x PT ! ; 2 1 . T3R?, C6T + ; o 2 1 . TRID, T3D ambos favorecen enormemente a las negras ) 21 . . . . , T7D ! ; 22. D3A (22. D x T, C6T + ) 22 . . . . , T x P + y mate. 20. 21. TR1R P3C Un ligero debilitamiento del flan­ co R, pero despues de 20 . . P4A, D4C; 21 TD l D ( de otra manera 2 1 . . . . , T7D ! ) 2 1 . . . . , P4TR el ca­ ballo puede mantenerse en su puesto en SAR durante algUn tiempo. Es cierto que las blancas podrian jugar entonces 22. AlA para cambiar su AD por el ca­ ballo, pero la debilidad en los cuadros oscuros que resultaria sena igualmente seria en el jue­ go media y en el final. 21. 22. P4AD 23. D3A 24. A3D ? C3C D2R P3A 26. 2 7 . T3T Despues del debilitamiento pro· ducido en la jugada n.O 2 1 , este alfil debe permanecer d0nde esta para proteger 2CR y 3CR. Las blancas tenian que jugar 24.P5T 0 24. A2C aunque despues de 24 . . . . , T2D y duplicando torres, las ne· gras conservan cierta ventaja. En esta posi�ion mas bien rigida, los dos alfiles blancos no poseen un gran campo de accion. 24. 25. A2A ? C4R ! Tenian que intentar 25. A2R pro­ tegiendo 3AR, su punto mas vul­ nerable. Las negras habrian con­ tinuado con 25 . . . . , A2D seguido por C3A (0 incluso A3R previen­ do D2AR ) con gran actividad de todas sus piezas. 25. T7D ! En el British Chess Magazine, el representante britanico K. W. Lloyd describio a Schweber di­ ciendo que era un jugador con un estilo de cafe. ResuIta sor­ prendente entonces que no haya considerado este poderoso golpe tactico que decide la partida en unus pocas jugadas . 26. T I AR La amenaza inmediata era 26. . , T x A; 27. D X T C x PA + ga­ ' nundo dos peones, de modo que . . las blancas deben proteger un punto sensible : 3AR. . TRI D Si se juega de inmediato 27. AlA para obligar al intruso a tomar una decision, entonces 27. . .. , T(7 )6D; 28. A x T, T x A; 29. D2A C X P + con un efecto decisivo, ya que se perdeni el PR y el alfil que acecha largo rata en 3AR cumplini su cometido. Por esto las blancas deben proteger el 3AR una vez mas. La jugada si­ guiente de Spassky demuestra que ahora vuelve su atencion al debil PAD. , . 27. 28. A l A 29. P4A RIT ! T ( 7 ) 5D Desesperadas, las blancas se arro­ j an sobre la espada. 29. A3C, T6D pierde con igual rapidez. 29. 30. PSR CxP PXP El. caballo es una pieza demasia­ do importante para pensar en entregarla a cambio de la torre descolocada de las blancas. 31. P X P 32. A I D DxP Para enfrentar 3 2. . . . , D4D me­ diante 33. A3A. 32 33. D X C • . . . TXA Uno de los propositos de la juga- 69 da n." 27 de las negras fue que la captura de este caballo se realizara sin un mate. 33. 34. TXT+ 35. A4A Para cerrar la columna AR. Si 35. T3R entonces 35. . . . , DST + ; 36. R2A, T1AR + ; etc. DXT 0 34. R x T, TSD + ; 35. R2A, DSR mate. DSR 34. 3S. . . . Abandonan TSD ! 36. R2A es la lmica jugada que impide el mate inmediato. 1 5. Interzonal de Gotenburgo, 1 955. Negras : Filip. DEFENSA NIMZOINDIA 1. 2. 3. 4. S. 6. 7. P4D P4AD C3AD ASC A4T PSD PxP C3AR P3R A5C P3TR P4A P xP P3D Las corrientes modernas indican que las negras pueden saltarse esta jugada. Deberian enrocar ju· gando a continuacion S . . . . , TIR. S. P3R 9. A3D CD2D En su famosa partida contra Smyslov (vea la n." 5 ), Spassky tuvo exito con 9. ASCD, pero aho· ra planea algo distinto al ofrecer . su PD. 9. 70 0-0 7 Es m ejor 9 . , D4T ! ; 10. C2R, C x P; 1 1 . 0-0, C x C ; 12. P x C, A x P; 13. C x A, D x C ; 14. A2R ! , 0-0 ; 15. D x P, P3TD ; 1 6 . TRID; TRIR; 17. TDlA, D7C ; IS. A4AD, D4R con iguales posibilidades. Portisch-Donner, Madrid, 1960). . . . 1 0. C2R C4R La manera tradicional de liberar la pieza clavada, pero las negras quedan en una posicion poco pro­ metedora. Todavia no era dema­ siado tarde para volver a una es­ tructura Benoni en 10 . . , P3TD ; 1 1 . 0-0, T l R . . . 1 1 . 0-0 12_ C x A 1 3. A3C 1 4. P4R AXC C3C D2R La� blancas tienen ahora una po­ sicion muy superior, puesto que las negras se ven limitadas a una lucha puramente defensiva con­ tra la amenaza de una ruptura en el centro que implique P4AR y P5R. 1 4_ 1 5. A2D C4R A2R Las blancas no necesitan apurar· se con P4A, ya que el intento de las negras por retener este avan· ce representa un serio debilita· mien to de su fIanco R. 1 6. CIC PxP P3T La mayoria del fIanco D debe ser controlada. TlR L a jugada exacta; e l inmediato 1 5 . P4A permitiria 15 . . . . , P4CD 0 incluso 15 . . . . , A5C ; 16. DZA, C4T t cambiando el estupendo alfil de las blancas. 1 5. 1 6. 1 8. D2D 1 9. P4A ! 20. T x P 2 1 . P4TD ! ... P4CR 21. 22. TD IAR 23. A5T 24. P5T P3A T2A T2C Las blancas aumentan gradual­ mente su control sobre el table­ r�. El texto permite que el ca­ ballo blanco llegue sin peligro a la poderosa casilla 4AD. 24. 25. C I D 26. A2R T I AR T4C C 3C Las negras s610 se dedican a mo­ ver de un lado a otro porque no pueden encontrar ningUn plan cons tructivo. 27. T (4 ) 2A 28. C3R 29. A x C ! C4R T2C La jugada vencedora, cambiando la (mica pieza buena de las ne­ gras y asi irrumpiendo en la co­ lumna AR. 29 . 1 7. T I AR Pa ra apoyar la apertura eventual la columna AR . de 1 7. ... R2T ... PD x A No 29 . . . . , D x A; 30. C4A, D2R; 3 1 . D4A ganando e l PD. 30. P6D ! Para activar el slfil. 71 30. 3 1 . A4A DID Ganando simplemente el PAR (31. R3C ; 32. A x C. T(2) x A; 33. CSD ). 34. A x C + 35. C7R T(l) XA Decisiva. . . . • 31. 32. C5A A3A 35. 36. 37. C x T (6 ) P5T AxP TXC Una buena jugada que constituye una red de mate. 37. 38. T2C TxP! A Spassky rara vez se le escapa una cuesti6n tactica. 38. 39. 40. Decidiendo volver su atenci6n hacia el PAR. 32. 33. P4T T4C T3C DxT T8A ! T XP+ AxD Ahandonan La amenaza 4 1 . T( 1 )7A mate pue­ de ser resistida s610 mediante la entrega de la dama negra. y en ese caso el PD de las blancas le costara la vida al alfil . 1 6. Interzonal de Gotenburgo, 1 955. Negras : Pilnik. 7. DEFENSA SICILlANA 1_ 2. 3. 4_ 5. 6_ 72 P4R C3AR P4D CxP C3AD ASCR P4AD P3D PxP C3AR P3TD P3R P4A A2R En una ronda anterior. la partida Keres-Panno continuaba 7. . D3C; 8. D2D ! ( j el famoso sacrifi­ cio de pe6n! ) y despues de 8 . , C3A; 9. 0-0-0, D x C ; 10. D x D, C x D ; 1 1 . T x D las negras se en. .• . . . contraban en una posiciOn bas­ tante pobre. La mas 16gica 8 . . . . , D x P fue tratada en terminos generales en una partida poste­ rior ( Keres-Fuderer) aunque una decada y media de analisis no ha refutado realmente esta posibili­ dad de apoderarse descarada­ mente de un pe6n. Esta partida se jug6 despues del encuentro Keres-Panno, pero antes de la Ke­ res-Fuderer, y en ese momento se considero que el texto signifi­ caba una « mejora» segful seiiala­ ba el analisis argentino. 8. D3A 9. A4T P3TR P4CR Un interesante sacrificio de pe6n para obtener un firme control de la casilla 4R de las negras. Sin embargo, da a las blancas una po­ derosa posici6n de ataque siem­ pre que no teman sacrificar una pieza. 1 0. PXP CR2D 10 . . . . , P x P ; 1 1 . A x PC, CD2D del encuentro Olafsson-Pilnik, en la competici6n de 1956, es tambien jugab'le. 11. C x P I A Geller corresponde el reconoci­ miento del coraje que implica esta jugada. La cuesti6n es que la misma variante de apertura habia sido adoptado en otros dos encuentros U.R.S.S.-Argentina en esta ronda: Keres-Najdorf y Ge­ ller-Panno, Geller fue el primero en decidirse por el sacrificio. 1 1. 12. DST + PXC RIA E n el libro sovietico del torneo, Geller describi6 asi el dramatis­ mo de la atm6sfera que rodeaba las jugadas sobre el tablero : «A esta altura, Keres y Spassky to­ davia examinaban las consecuen­ cias del sacrificio del caballo en e6 mientras sus adversarios Naj­ dorf y Pilnik conversaban anima­ damente y observaban mi parti­ da con Panno. Luego, Naj dorf se acerc6 y me dijo " Tu partida esta perdida. La tenemos todo analizado " .» Si las negras pudieran situar el caballo en 4R, entonces rechaza­ rian eI ataque. 1 3. ASC ! « Sin embargo, ahora no es posi­ ble, y Naj dorf y Pilnik volvieron preocupados a sus tableros. El texto no habia sido evaluado en forma adecuada por los argenti­ nos, en su analisis preliminar.» Como seiiala Spassky en sus no­ tas, 23. A2R 0 1 3 . A3D permiti­ rian 13. . . . , C4R; 14. 0-0 + , R2C ; I S : A3C, CD3A protegiendo al ca­ ballo en 4R, mientras que des­ pues del texto esto no es posible. 13 • . . . R2C La divisi6n de los caminos. Pan­ no intent6 13 . . . . , C4R; 14. A3C ! , A X P y perdi6 rapidamente des­ pues de 15. 0-0 + , R2R; 16. A x C, D3C + ; 17 RIT, P x A; 18. D7A + , R3D; 19. TDID + . Prevenidos PH­ nik y Najdorf intentaron el texto, 73 pero solo lograron prolongar la partida sin alterar el resultado. La defensa correcta es 13 T2T segUn jugara Fischer contra Gli­ goric. en Portoroz. 1958. y las ne­ gras parecen tener bastantes re­ cursos para unas tablas aunque el amilisis es bastante compli­ cado. . 1 7. T7A + 1 8. D x T . . .• Otras defensas pierden por ejemplo : IS. TlAR + . A3A; 20. ASR + !. D x C + . R2R; 22. T x A ! D x A; 2 1 . D7T + . . . .• o T l AR + RIR C4R 0-0 14 D I C ; 15. P6C ! . A x A; 16. D x A ! con un ataque vencedor; por ejemplo 16 . . . . . R x P; 17. A3D. C4R; 1 8 . T6A + . R2C ; 19 . TDIAR o 16 . . . . . DID; 17. T7A + . RIT; 19. T x T + . D x T ; finalmente 16 P x A; 17. T7A + . D x T ( 17 . . . . . R x P; 18. TDIAR) 18. P x D. R x P ; 19. TIAR + . RIR; 20. C x P ! . tambien ; DIT; 19. R x A; 2 1 . 0 e n 20. . . .• 1 9. 1 4. RxT PxA . . .• . 1 5. A3C . . .• C3C La ultima jugada d e las negras les proporciono esta casilla de evasion. pero todavia no pueden salvar la partida. 20. DxC+ 21. T7A R2D C3A La mejor posibilidad de las ne­ gras era 2 1 . . . . . R3A pero despues de 22. D7T. PSC ; 23. CSD ! . P x c ; 24. T x A. PsD (24 . . . . . D4T. T7A + ); 25. D7A. T3T ; 26. TSR 0 22 . . . . . A4C ; 23. PsR. P x P ; 24. A2A ame­ nazando con 25. D4R + todavia estan perdidas. 22. CsD TxP o 22 P x C ; 23. D x P + . RIR; 24. D6C. R2D (24. . . . . D3C + ; 25. A2A. juega la dama; 26. P x P ); 25. P x p. T x P ; 26. DsA + . RIR; 27. TSA + " A x T; 2S. D6C + . R2R ; 29. A4T + . R2D ; 30. P x C + . P x P ; 3 1 . D3D + . . Ahora IS DIC pierde ante 16. A x C + . P x A; 17. A8R. T2T; I S . T7A + . R I T ; 19. T x T + . D x T ; 20. A6C. D2C; 2 1 . TlAR. . . . . • 1 6. P X P + 74 TXP 23. . . . • . . . P3T j Solo aqui vario el duo sovietico ! Keres juga 24. P4T y despues de 23 . . . . . D I T ; 24 . C x A. C xC ; 25 DSC Naj dorf abandono. La jugada de Spassky mantiene 4TR dispo­ nible para el alfil. Una pIetora de piezas clavadas. 28. 23. 24_ C x A 25. DSC DIT CXC T8T + Pilnik decide que va a perder una partida mas larga que las de sus colegas. 26. R2T 27. D x P + 28. D5AD + ! DID R2A RIC o 28. R2D; 29. D x P + , R1R; 30. T8A + . 29_ A X P + 30. A x C 3 1 . D4C RIT T4T Abandonan El final podria ser 3 1 . . . . , D2A + ; 32. A6D, DID; 33. T8A. 1 7. Interzonal de Gotenburgo, 1 955. Blancaa : Stahlberg. BENONI MODERNA I. P4D 2. P4AD 8. A2R 9. 0·0 C3AR P4A Una jugada inusitada para la epoca; sin embargo, a los pocos aiios fue adoptada por Tal, y la Benoni Modema se hizo popular. 3. 4. 5. 6. 7. P5D C3AD PXP P4R C3A P3R PxP P3D P3CR A2C La idea original de Nimzovich consistia en jugar 7 . . , ASC aqui para cambiar el aUil por e1 CR blanco que puede apoyar la rup­ tura PSR desde su casilla origi­ nal, 0 sea D4A. . . 0-0 A5C Ahora esta jugada llega demasia­ do tarde. 1 0. A5CR ? Una j ugada de desarrollo corrien­ te del tipo que un j ugador de club haria sin vacilar. De un gran maestro uno espera una penetra­ cion mas profunda en la esencia de la posicion. 10. C2D ! era 10 indicado. Despues de 10 . . . . , A x A; 1 1 . D x A, TlR; 12. P3A, CD2D; 1 3 . C4A! las blancas tienen una fuer­ te posicion. 1 0. ... CD2D Spassky a su vez omite jugar 10. 75 . . . , A x C, y Stahlberg no juega el «programado» 1 1 . C2D. 1 1 . D2D 1 2. P4TD 1 3. A X A P3TD AXC ! o 13. P X A, D2A con el objeto de tomar el centro de las casillas oscuras mediante C4T y A4R. 13 • . . . P5A ! Preparando el avance de sus pie· zas del fIanco D y la jugada C4A6D 0 6C. 1 4. A2R 1 5. R I T D2A Las blancas a s u vez preparan la (mica contra posibilidad de avanzar el PAR y luego lIevar a cabo PsR. 1 5. ... C4A ' Primero 15. TR1R es mejor y obliga a las blancas a preocu­ parse de la defensa de su PR y a poner un control adicional so­ bre el 4R de las negras. 1 6. D3R Las blancas deberian aprovechar la oportunidad para simplificar mediante 16. A x C, A x A; 17. A x P, A x C ; 18. D x A, C x P; 19. D4D, en que despues de 19. . .. , TR1R las negras todavia tienen una pieza menor superior, pero bien pueden las blancas conse­ guir equilibrar la situacien . 76 1 6. 1 7. P3A TRI R Ahora 17. A x C, A x A; 18 . A x P es .. demasiado tarde, puesto que despues de 1 8 . . . . , A x C; 19. D x A, T X P las negras toman control de la columna R gracias a la constante amenaza al PTD que hacen el caballo y la torre centrada. 1 7. 1 8. T D I D 1 9. D2A C6C TD I C Demasiado lento y pasivo. La unica pos ibilidad de las blancas qonsistia en crear una amenaza sobre la columna AR mediante 19. A x C, A x A; 20. P4A, P4CD ; 2 1 . PsR ! . PD x P ; 22. C4R, AlC ; 23. PsA en que, a costa de un peen, las blancas tienen un fuer­ te ataque. Este plan fue usado posteriormente por las blancas en un cierto numero de partidas Benoni, de las cuales la mas no­ table fue el famoso triunfo de Penrose sobre Tal, en la Olimpia­ da de Leipzig de 1960. 1 9. 20. 21. PXP P5R P4C PXP Las blancas se dan cuenta de que gradualmente se veran obligadas a retroceder mediante 2 1 . . . . , PsC que las forzara a situar el caba­ lIo en una casilla inferior, por 10 tanto deciden finalmente in­ tentar un ataque. 21. ... TXP 22. P4A CSR I Esta quita gran parte de agresi· vidad del ataque . 23. C X C 24. A3A TXC Para evitar la perdida del PCD cuando las negras, que cuentan con mayor numero de peones, es­ ten a punto de coronar. 24. 2S. 26. 27. 28. 29. PSA AXT P6A D3R PXA TSD TXT C4A CSR CXA tentando inmovilizar a su adver­ sario, pero las tendencias al equi­ librio que muestran 105 alfiles de colores opuestos podrian muy ' bien aparecer en un final en que se han cambiado las piezas ma­ yores. 29. 30. P4T 31. D X P P3T ! C2T A primera vista, las blancas han conseguido mucho, pero un ami­ lisis mas profundo revela una gran cantidad de debilidades en su campo que ahora Spassky se encarga de aprovechar. 31 . ... D2R! La debilidad numero uno es el rey. As! ahora 32. P5T pierde ante 32 , D5T + ; 33. RIC, D5D + ; 34. RIT, D x PCR. . . . . 32. 33. A2A D4A TIR De 10 contrario D6R forzaria un cambio de damas. Las negras, con un peen de ven­ taj a, buscan persistentemente 105 cambios, mientras que las blan­ cas ponen sus esperanzas en un ataque. Sin embargo, 29. D x C re­ presentaba una altemativa supe­ rior, ya que el caballo negro si­ gue siendo una pieza s6lida en la fuga que viene a continuacien. Despues de 29. D x C, AIT las ne­ gras pueden jugar T l R y D l D in- 33. 34 PST RXP C4C La debilidad numero dos son las casillas oscuras. 3S. PxP PxP 36. T I T Las blancas no pueden reforzar su ataque sobre el 3CR, principal debilidad de las negras y, presio- 77 nadas por el ·tiempo, procuran activar su juego atacando la 6D. 36 • . . . D6R I Abora, despues del forzado cam­ bio de damas, 37. D x D (de otra manera, 37 . . . . , T1TR dando mate o ganando la dama ) 37 . . . . , T x D ; 38. T6T 0 5T (38. AlD, T6D ! ) T7R ! los peones negros adelantados consiguen la victoria. En vez de este prosaico final, Stahlberg co­ metio un error garrafal con 37. T7T + ?? y abandon6 de inmedia­ to, antes de que Spassky alcan­ zara a replicar. 1 8. Interzonal de Gotenburgo, 1 955. Blancaa : I1ivitsky. APERTURA RETI 1 . C3AR 2. P3CR 3. A2C 4. P4D C3AR P4A C3A P3R Esto dej a a las negras en per­ manente lucha con una posicion restringida. 4 . . . . , P x P; 5. C x P, P4R es un buen sistema, puesto que despues de 6. C x C, PD x C ! las negras alcanzan una posici6n s6lida, mientras que la jugada superior 6. C5C permite a las negras jugar un prometedor sa­ crificio de pe6n : 6 . . . . , P4D; 7 . A x P, D4T + ; 8. CR3A, A6T ! im­ pidiendo el enroque. 5. 6. 0-0 P4A A2R PxP De 10 contrario, es dificil enfren­ tar P5D. 7. C X P 8. C3AD 78 0-0 P3TD 9. P3C 1 0. A2C 11. TIA D2A P3D CxC La unica manera de completar su desarrollo porque 1 1 . , A2D se replica mediante 12. C5D, P x C; 13. P X P y las negras quedan con peones debiles. . . . 1 2. D X C 1 3. TRI D 1 4. P3TR A2D TR I D TD I A Las negras tienen u n juego muy pasivo. I S. P4TD 1 6. A3T 1 7. P4R 1 8. P4CD DIC A3A C2D Las blancas, en forma acertada, deciden jugar ejerciendo mayor presion, puesto que 18. A x P las dej a con muy poco despues de 18 . . . . , A x A; 19. D x A, D x D ; 20. T x D, C4A ! ; 2 1 . T x T, T x T; 22. P4CO, C x P; 23 . C X C, A X C; 24. P5R, TlO. 1 8. ... C4R 21. 22. C X A 23. A X T 24. A2D AXT TXT D2A P4D Intentando conseguir mayores complicaciones, pero sus peones centrales constituian una efecti­ va barrera defensiva y 24. . . . , P3CO, para crear un peon pasa­ do mediante P4TO, era objetiva­ mente una mejor posibilidad de­ fensiva. 25. 26. 27. 28. PXP AxA C3R R2T AXP D3C + DXA P4CD Un ingenioso intento de «entur­ biar el agua », como dice el pro­ verbio ruso. 1 9. P4A CxP!? Exacto. Las negras entregan al­ gunas piezas, pero obtienen la ruptura de la estrangulacion que han impuesto las blancas. 20. 21. DXC D3D A X PT Una vez mas, una eleccion per­ fecta. 2 1 . O x T, T x O ; 22. C x A, T x T; 23 . T x T (23. A x T, 02A ; 24. C2C, D7A; 25 . T l A, A3A y no hay casilla para el caballo ) 23 . . . . , P4CO; 24. C3A, D3C + ; 25. R2T, 06R daria buenas contra posibi­ lidades a las negras, gracias a una dama muy activa y al hecho de que las piezas blancas meno­ res no pueden cooperar con faci­ lidad. 29. D2A Presionadas por et tiempo, las blancas se equivocan gravemen­ te y al final justifican la ingenio­ sa resistencia de Spassky. Es pro­ bable que los peones adelantados unidos hayan asustado a las blan­ cas haciendolas efectuar una ju­ gada pasiva para zafar su pieza clavada PO. Como las blancas de­ ben coordinar sus tres piezas 79 contra las dos de las negras, no debenin dejar el caballo sin pro­ tecci6n. Segful sefiala Bondarevsky, 25. P5A da a las blancas fuertes po­ sibilidades de ataque sobre el fianco R; por ejemplo : 29. . . , D3D; 30. P6A ! P x P, 3 1 . C4C, P4A; 32. C6A + , R2C ; 33. C5T + , R I T ; 34 . D2D, D4R; 3 5 . D6T, T l CR; 36. P6D ! , 0 bien 29 . . . . , P x PD ; 30. C x P, D3D; 3 1 . P6A ! , P x P (0 3 1 . . . . , P3C ; 32. D3R! ); 32. DSA, R2C ; 33. A4R, Tl TR; 34. D4C + y las blancas tienen un j aque perpe­ tuo despues de 34. . . . , RIA; 35. D8A + , mientras 34. C4A consti­ tuye un buen intento de conse­ guir la victoria. . 29. 30. PxP AXP Un error mas. 30. C x P ofrecia mejores posibilidades. 30 . ... TlR E n medio de esta lucha por el tiempo, Spassky tambien se equi­ voca. 30 . . . . , D5D constituia ulta manera mejor de aprovechar el ultimo movimiento de las blan­ cas. 3 1 . C4C 32. D2T TID Las blancas parecen haber obte­ nido cierto contrajuego, puesto qne puden llevar el caballo a 5R si las negras se defienden con 32. . . . , T lAR. De hecho, las negras pueden entregar el pe6n para ex­ plotar la debilitada posici6n del rey enemigo. DSD 32. 33. A X P + Pierde de inmediato, pero des­ pues de la jugada superior 33. A2C, las negras harian avanzar tranquilamente el PCD. 33. 34. 1)3C RIA o 34. C5R, D6A amenazando con 35 . . . . , T7D + . 34 . . . . 3S. RIC Abandonan D7D + D8R + 1 9. Torneo de Candidatos de Amsterdam, 1 956. Blancas : Pilnik. RUy !.6PEZ I . P4R C 3AR 2. 80 P4R C3AD 3. 4. 5. 6. ASC A4T 0-0 P4D P3TD C3A CxP P4CD 7. A3C 8. P X P 9. P3A P4D A3R C4A Esta variante, que nunca ha sido refutada. nos da un excelente ejemplo de la riqueza del j uego . Las negras j uegan sucesivamente dos piezas bien situadas en vez de completar su desarrollo, y las blancas no logran extraer ningu­ na ventaj a de esta infraccion de las « reglas » . 1 0. A2A 1 1 . P3TR . . • A4T C4R Con la esperanza de que 14 . , C x C ? ; 1 5 . A x C en que la clava­ da es decisiva. Sin embargo, pa­ rece mejor 14. C3C Y si 14. . . . , P6D luego 1 5 . A 1 C . . . . 14. 1 5. C X C 1 6. D x D + P6D ! PxA CXD Evitando dejar demasiado al des­ cubierto el PTD. A4A Una j ugada mas bien «neutral» que protege un punto que no co­ rria ningun p eligro. 12. T l R 0 CD2D resultan mas adecuados . 1 2. PsD Ahora el avance se hace mas bien arriesgado. 14. No 1 1 . . . . , A x C ; 12. D x A, C x P; 1 3 . TlR, P3A; 1 4. A4A con fuerte p resion de las blancas. 12. 1 3. CD2D AsC Generalmente, las blancas juegan 1 1 : T l R 0 CD2D continuando el desarrollo, pero es util estar pre­ parado para zafar la pieza clava­ da mediante P4CR si es necesario. 1 1. te ) dej a a las blancas con una debil estructura de peones en el flanco R, por la que no obti�ne ninguna compensacion. ( 14. P x A, P x A ; 1 5 . D x P, D2D y 16 . . . . , 0-0-0 ). Spassky hace la jugada mas ade­ lante cuando las blancas tienen mejores posibiJidades de elec­ cion. A2R Keres sugiere que las negras pue­ den obtener un estupendo juego aqui mecJ.iante 1 2 . . . . , PsD ! y si 1 3 . P x P, A x C seguido por 1 4 . . . . , C x PD, mientras 1 3 . P4CR, P6D ! (una d � las cartas de triunfo· que tienen las negras en esta varian- 1 7. A3R Un plan errado. S implemente, las blancas deberian intentar ganar el peon que se ha apartado tanto de su lugar de origen. As!, 17. C3C ! , P4AD ; 1 8 . TDlA y entonces 19. C 1 T si es necesario, cuando le corresponde a las negras de­ mostrar que los dos alfiles valen el peon perdido. Las blancas es­ tan demasiado i nteresadas en conservar el caballo en la casilla SAD, que parece una muy buena situacion , sin lugar a dudas, pen- 81 sando que pueden apoderarse del peon adeIantado a su antojo. El inconveniente del texto consiste en que debiIita eI PR. 1 7. 1 8. 1 9. C3A A3C P5C P4CR TR1 R De este modo. Ias negras toman la iniciativa en eI Iado D forzan­ do la siguiente respuesta. 20. Pensando en abandonar la inten­ cion de cambiar por un peon si A7C. las negras juegan 26. despues de 10 cual no sena facil ganar al final. Una vez mas. las blancas rehusan retirar el caba­ lIo de 5AR. pero aunque 26. C4T dejana a la pieza sumamente alejada del j uego. era mejor que el texto. Indudablemente. Pilnik temia 26. C4T. A5R 0 incluso 26. C4R; 27. C x C. A x C y si 28. . . . • . . .• P4A. A5R + 0 28. A5C. T7T + ; 29. RIC. TD I T ! pero ahora las blan­ P4A De 10 contrario. las negras cam­ bian peones y juegan TlCD8C. cas pierden sin haber ofrecer una gran lucha. podido T8D ! 26. P4TR P4T 20. 2 1 . R2C Ahora la ubicaci6n del caballo blanco en SAD pierde su razon de ser. 0-0 PXP P4A ! 22. P3C 23. TD 1A 24. P X P Las negras intent an abrir el jue­ go a sus dos alfiles. Las blancas corren un riesgo al deshacerse de la carga del PR. pero muy pronto se ven enfrentadas con la peli­ grosa amenaza A7CD . 25. PxP a. p. . No 25. T x P ? P x P ganando una pieza mientras 25. PC x P. A x P proporciona a las negras l a nue­ va amenaza del avance de PCR. 25. 26. 82 AXP T2R Ganando el cambio en circuns­ tancias aun mas favorables. pues­ to que 27. C4T ahora pierde de TR8T. inmediato ante 27 27. . . . • TD X P j El peon . largo tiempo ignorado. ha obtenido la venganza ! 27. 28. TXA AXT C5D El cambio posterior de piezas menores da a las negras mas campo para desplegar sus torres. 29. A X C 30. C6R 3 1 . C4A AxA A6A TlR A l conservar e l caballo y n o el alfil en la j ugada n .· 29, las blan­ cas han impedido el j aque en l CR despues de TR8T, de mane­ ra que las negras simplemente ocupan ambas columnas centra­ les con sus torres y esperan que las blancas terminen las jugadas utiles. 32. CSD 33. C X A 34. C 3R ASD T XC No 34. PSC, TsC + ni 34. P3A, R2C amenazando ganar la pieza mediante 35 . . . . P3A. , 34 . ... TRI D Ahora l a torre penetra hasta el septimo y no hay nada mas que hacer. 35. TlA o 3 5 . CsA, T7D y los peones ne­ gros estan mas proximos a co­ ronar. 35. 36. T I TD 37. CID T7D TIA R2D Las blancas se han visto forza­ das a un juego completamente pasivo, de manera que ha llegado el momento de movilizar al rey. 38. 39. PST ! T l TD RlC PxP Esta hubiese sido la respuesta para cualquier jugada razonable de las blancas y la torre penetra­ ria coma en la partida. 40. C3R 41 TIT 42. T7T 43. T X P ! TR X P TR X P P6C Terminada la lucha contra el tiempo, las blancas abandonaron. 20. 23.0 Campeonato de la U.R.S.S., Leningrado, 1 956. Negras : Tal. DFEENSA INDIA DE REy I . P4D 2. P4AD 3. C 3AD 4. P4R C3AR P3CR A2C P3D 5. P3A P4R La praxis moderna prefiere la mas flexible 5 . , O'() puesto que las negras pueden muy bien 10' grar mejores resultados ejercien. . . 83 do preSlOn en el centro con el consiguiente C3AD 0 P3CD y P4AD . La desventaj a de P4R en la Defensa India estriba en el riesgo que corre el alfil en fian­ chetto. ya que puede ser bloquea­ do por sus propios peones en 3D y 4R una vez que las blancas cierren el centro mediante P5D. 6. PSD ? 1 0. P X P 1 1 . A3D 12. CR2R PxP 0-0 D2R En algunas variantes. la dama apoya e! P5R para infundir nue­ va vida al alfil de cuadros oscu­ ros. i ncluso a costa de un peon ; por ejemplo : P5R. P x P. P5A ! en que el control del 4R de las ne­ gras resulta sumamente util. Sin embargo. 12. P4A seguido por C2A. P3TD y P4CD reservando la posibilidad de D4T parece un me­ jor plan. En la partida. las blan­ cas efectuan un ataque mas ra­ pido sob re el rey. . . .• Esta resulta muy poco rigida. 6. CR2R ! . 0-0; 7 . A5C ! . P3A ; 8 . D2D da a las blanc as cierta ventaj a. Korchnoy-Olafsson. Wij k aan Zee. 1 97 1 . 6. 7. A3R C4T P4AR 1 3. En este. el primer encuentro en· tre Spas sky y Tal. el leton no actua realmente a la altura de su talento. Mas bien. uno hubie­ se esperado de el 7 . . .. . C3T ; 8 . D2D. D 5 T + ; 9 . P3CR. C X P ! ?; 1 0 . D2AR ! . C x A ; 1 1 . D x D . C x A; 1 2. R2A. C X P con una posicion muy complicada. Asi continuaba una partida entre Spassky y B rons­ tein durante el Tomeo de Candi­ datos de 1956. 8. DZD . . . • . 9. 84 0- 0-0 C3A Para impedir P5R mediante e l en­ frentamiento de torre y dama en la columna. El sacrificio de peon indicado en la ultima nota no sir­ ve todavia. puesto que las b lan­ cas tienen un firme control sobre su propio 4AR. de modo que qui­ zas las negras ahora deberian in­ ten tar la defensiva 1 3 . • D2A. . . . 1 3. 1 4. C3C ! P4A ? CIR Evidentemente no 1 4 . . . . . P5A ?; 1 5 . A x PAR. C3T Las negras deberian preocuparse de su alfil malo. De este modo P5A ; 9. A2A. A3A amenaza 8 cambiarlo mediante 10 • A5T. y 10. P3C para impedirlo. p ropor­ cionara al alfil una buena diago­ nal en 4CR. . TD I R . . . 1 5. CST CD2A Casi no valia la pena conservar el alfil mediante 15 A l T . Las negras luchan desesperadamente por crear una contra amenaza sobre el fIanco D . . 1 6. P4CR . . . • RIT 1 7 . TRIC IS. C X A 1 9. P4A D2A C XC 2S. Las blancas intentan abrir lineas sobre el flanco R. y las negras deciden entregar un peon para reducir las amenazas. 1 9. 20. 21. 22. 23. 24. A2AD PA X P PXP AR X P CXA 2S . . . . . . Cambiar damas es su mejor po­ sibilidad. ya que tanto 24. C x PC; 25. TSC como 24 C4A ; 25. D3A + dej an al rey en grave peligro. . . . • 2S. D x D 26. C X PD 27. A x P El comienzo de una serie de ju­ gadas precisas que fuerzan una victoria facil en el final. C3C Un reconocimiento de la derrota. pero 28 . . . . . T x C ? ; 29. A x C + . RIC; 30. A x T. R x A; 3 1 . TRIA 0 28 C6D + ; 29. R2D. C x T (29. . . . . T x C ; 30. A x C + . R I C ; 3 1 . A5R + . T3CR; 32. R x C; 30. A x C + . R I C ; 3 1 . A6A + ! y mate a la si­ guiente. tiene que ser rechazado. PSR P4C T I CD AXP AXA D X PD . A4D ! . . . • 29. T7R CxT . . . • CXD TD l D CxP Podria. por supuesto. terminarla de inmediato mediante 29 . . . . , T l CR; 30. C7A mate ! 30. 31. 32. 33. AXC+ AXT+ TIA+ TID RIC RXA RIC Ahora las blancas ponen d e ma­ nifiesto la superioridad de sus peones. Esta es la POSlClon que Tal ha­ bia empezado a buscar a traves de sus jugadas anteriores. Ame­ naza con 28 C6D + 0 bien 28. . . . , C(5 )3R con juego para sus piezas . . . . . • 33. 34. P4TD 3S. C4A 36. T7D 37. T x PTD 3S. T7AD T I AR T7A T x PT C4A CSD Abandonan 38 . . . . . T7AD + no gana el caballo, de modo que el PCD de las blan­ cas rapidamente cumple su co­ metido. 85 23.0 Campeonato de la U.R.S.S., Leningrado, 1 956. Negras : Taimanov. 21. DEFENSA SICILIANA 1 . P4R 2. C3AD 3. P4D 4. C x P 5. C3AD 6. A5CR 7. D2D P4AD C3AD PxP C3AR P3D P3R P3TD Las negras tendnin que preocu­ parse en alg6n momento de la amenaza CR5R. 8. 0 -0-0 9. P4A A2D A2R Tres ruedas mas adelante, Taima­ nov prefiri6 9 . . . . , P4CD contra Hasin, pero despues de 10. C X C, A x C ; I 1 . A3D, A2R; 12. PSR, P x P; 1 3 . P x P, C2D; 14. A x A, D x A las blancas consiguieron una ven­ taj a con el fuerte sacrificio 15. A4R. 1 0. C3A ! Esto amenaza con P5R y de este modo impide enrocar a las ne­ gras en vista del alfil colgante en 2D. 1 0 . A2R es mucho mas inofensivo. 1 0. ... TlA Una innovaci6n. E l problema re­ side en que despues de 1 1 . P5R, P x P ; 12. P x P, C4D; 13. C x C, P x C; 14. A x A (el alfil esta en prise con j aque) 14 . . . . , D x A las 86 blancas no pueden j ugar 15. D X P a causa de 15 . . . . , C5C atacando eI 7AD. 1 1. RIC Jugada despues d e largo analisis. constituye un movimiento fuerte que renueva la amenaza de P5R. Comparada con la variante de la ultima nota, ni el AR ni el PAD se encontrarian en prise con j a­ que. De esta manera, si ahora 1 1 . . . . , P4C entonces 12. P5R, P x P; 13. P x P, C4D ; 14. C x C, P x C; 1 5 . D x P, A x A; 16. C x A, D x C ? ; 17. D x A + mientras que si en esta linea 15 . . . . , C5C enton­ ces 16. D2D, C x PA ( 1 6 . . . , T x P ; 17. D x C ! ); 17. A3D con un desa­ rrollo muy superior, y despues de 17 . . . . , A x A ( 17 . . . . , C5D ?; 1 8 . A x A, C x C ; 19. A x D, C x D ; 20. T x C, T x A; 2 1 . A4R amenazando con 22. TR l D 0 mas adelante A7C ) ; 18. C x A, C5D las blancas pueden jugar 19. A x P 0 19 TRIA con amenazas vencedoras. Otro problema que presenta 1 1 . R1C consiste en que despues de 11. . . , P4C ; 12. P5R, P x P; 1 3 . P x P, P5C; 14. P x C, P x P ( 14 . . . . , P x C; 15. P x A gana, puesto que la dama blanca esta en prise, pero sin ja­ que ); 15. A x P, A x A; 16. C4R las blancas ganan un pe6n con la amenaza de 17. C6D + . . 1 1. ... D2A Asi, las negras deciden hacer que P5R resulte menos peligroso. 12. 1 3. P5R PxP PxP C4D No 13 . . . . , C x P ? ; 14. C x C y 15. A x C seguido por 16 D x A + . 1 4. C X C 15 AXA PxC 1 5 : D x P se combate rnediante 15. . . . CSC" con un ataque triple sobre 7AD. 1 5. ... CXA De este modo, las negras prote­ gen su debil peon central pero quedan con un j uego pobre ya que las blancas tienen el control de las casillas oscuras (DSC y C4D, etc.). 1 6. A3D 1 7. D5C 0-0 A4C Para trasladar el alfil malo, in­ cluso a costa de un peon dupli­ cado. Despues de 17 . . . . , A3R; 18. C4D las blancas se encontrarian en una posicion excelente. 1 8. A X A 19. C4D PXA Parece muy fuerte, pero 19. P3A es aun mej or si queremos fijar el PCD negro. Las blancas tam­ bien dejarian disponible la casi­ lIa 4D para la torre, con proyec­ tos tales como T4D4TR 0 4CR con un ataque . El PR estaria tambien doblemente defendido y de ese modo las negras no ten­ drian contrajuego. 1 9. .. . C3C Las negras se apresuran a atacar el PR con la esperanza de poder cambiar piezas y quedar con me­ nos peones debiles. Sin embargo, 19 . . . . , PSC ofre cia mejores posi­ bilidades ya que habrian conse­ guido contraj uego de inmediato con Tl T amenazando con un eventual D4T en un momento que resulta dificil defender el PTD de las blancas. 20. P3A Corrigiendo su falta de precision . Es extraiio que Boleslavsky en su autorizado «Caro-Kann bis Si­ zilianisch» ( 1968 ) indique que la j ugada 20 fue T2D. Seria una al­ ternativa bastante fuerte y la unica explicacion para el «grave error» del gran maestro debe es� tribar en el hecho de que trabaj o utilizando notas personales que hizo sobre esta partida en las que consideraba que 20. T2D re­ sultaria una buena j ugada. Pero la regIa de ora de todo escritor dice « j revise sus fuentes ! » 20 . ... P5C Continuando con la misma poli­ tica : in ten tar liberarse de sus de­ bilidades, pero ahora las blancas tienen una poderosa mayoria en el fIanco D. Podrian probar 20 . . . . , D x PR; 2 1 . D x D, C x D ; 22. C x P, TRID con una posicion inferior pero posiblemente defendible. 21. P X P 22. T l AD CxP C 5A 87 Si 22 . . . . , D l C entonces 23. P4TR con fuertes amenazas de ataque basadas en C5� seguida por P5T. 23. P3CD P3TR 0 23 . . . . , D4R; 24. D x D y 25. C5A con ventaj a debido a sus amena­ zas de C7R + y C6D. 24. D4C ! 26. D3C ! Otra estupenda j ugada de dama en el preciso momento en que uno habria esperado 26. C5A con ataque. Sin embargo, esa jugada constituye un error porque per­ mite a las negras corregir los de­ fectos de su posici6n mediante 26 . . . . , D4R + . Ahora el caballo blanco, que esta produciendo un bloqueo, quita contrajuego a las negras, mientras las blancas ame­ nazan con penetrar en la septi­ ma con la torre. 26 . ... DXD Si 26 . . . . , C5R entonces 27. D x D, T x D ; 28 . T7A, de manera que las negras deciden intentar mante­ ner el control de su 2AD. 27. La casilla exacta. Desde aqui las blancas defienden su caballo (que podria quedar cIavado despues de C6T + , R2C, D4R Y luego po­ siblemente C4C ), atacan la torre en 8AD, y obligan a la dama a retirarse a una casilla debil. 24. 25. R2C � TRt D 27 . . . . , C5R; 28. C5A ! 28. P5C La mayoria existente en el f1an­ co D comienza a avanzar. 28. 29. C7D + DIC N o 2 5 . . . . , D I D e n que 26. T x T, D x T ; 27. C5A gana dama, mien­ tras que si 25 . . . . , D4R ? entonces 26. T X T y las negras no disponen de truc�s tacticos porque 26 . . . . , P4T (26 . . . . , P4A?; 27. T x P + y 28. D x P ) fracas a ante 27: T X + , R x T ; 28. D8A + y 29. D3A. 88 o PXD TRIR C5R P3c R Si 29 . . . . , C x p;· 30. T x T y -3 1 . T7R 0 2 9 . . . . , T x T ; 30. T x T, C x P; 3 1 . T7A y en cualquiera de los dos casos los peones blancos se precipitaran muy pronto en busca de la coronaci6n. 30. 31. P4T P6C RIA TIT Tratando de detener la inminen­ te amenaza de P5T, pero pierden ra.pidamente al entregar la sep­ tima fila. Deberian continuar el plan 16gico iniciado con su juga­ da previa, pero despues de 3 1 . . . . , R2R; 32. P5T, R2D las blancas conservan buenas posibilidac:les de triunfo con 33. C5C amena­ zando con 34. C7A. 32. T7A Ahora el rey queda aprisionado. 32. 33. no tomaron en cuenta al analizar su 3 1 ." 35 . ... TlR o 3 5 . . . . , T x T; 36. P x T, T3T; 37. C5C (37. P4CR tambien gana ) 37. . . . , R2R en que 38. T l D gana pues­ to que 38 . . . . , R3R ? permite la tenaza en 39. C7A + . 36. P5T 37. T I D 38. P7C 39. C6A T5R RIR TID T3D T l AR ! No 33. T X PC, . C4A amenazando con C6D + . 33. 34. T X P 35. T7TD P4A C4A Esta es la jugada que las negras Las negras podrian abandonar ahora con la conciencia tranqui­ la, pero en tales circunstancias la mayoria de los jugadores pre­ fiere continuar hasta el control de tiempo. T7R + T6R Ab&ndon&n 39. 40. R3T 41. C X T 22. 24.0 Campeonato de la U.R.S.S., Mo.co., 1 957. Negras : Gurgenidze. DEFENSA NIMZOINDIA 1 . P4D 2. P4AD 3. C3AD 4. P3R 5. C2R C3AR P3R A5C 0-0 Idea original de Rubinstein que conduce a maniobras. 5. 6. 7. P3TD PXP un dificil juego de P4D A2R PXP Las negras podrian tratar de dis­ minuir la presi6n ofreciendo el 89 cambio de caballos con 7. C x P. 8. P3CR . . .• CD2D Una estructura defensiva mas promisoria sena 8 P3A; 9. AlC. P4TD ; 10. 0-0. C3T frenando a las peones blancos. El caballo en 3TD puede ser provechosa­ mente trasladado a 3R . 9. A2C . . . • 0-0 P4TD P3A P4TD TlR P4A Un atrevido intento de conseguir cierta iniciativa, pero a la larga el debilitamiento de su PD resul­ ta muy grave. El tranquilo 12 P3A. en espera de que las blan­ cas declaren sus intenciones, pa­ rece mejor. Si las blancas jue­ gan 1 3 P4R entonces 13 . , P x P ; 14. P X P, A5CD! con presion so­ bre el centro. . . 1 3. AXP Las piezas blancas controlan casi todas las casillas centrales y su unico punto debil (3R) no puede ser atacado con facilidad una vez que las blancas jueguen C4D y A2D. 1 6. 1 7. A2D T l AD A3A C3C Una jugada muy poco impresio­ nante. puesto que las blancas aun no han debilitado su casilla 4AD por P4CD. 1 0. 11. 12. 1 5. P X P ! 1 6. D3D . . . • Es obvio que las negras no tienen un plan definido. 1 8. C4D 19. T D I D 2 0 . CD2R CD2D A2T Sobreproteccion para la impor­ tante 4D. Muy de acuerdo con las teorias de Nimzovich, los ca­ ballos blancos encuentran a con­ tinuacion un empleo util. 20. 21. DIC 22. C5A ! C4R C 3C . . . P4CR ! La replica de mayor preCISIon. Las blancas ya no pueden con­ seguir P4R, pero el texto, ame­ nazando C3C seguido por P5C ga­ nando espacio en el fianco R, es dificil de contrarrestar. 13. 14_ 90 P3C P3T A2D En este momento, las amenazal> se acumulan contra 7CR y 6TR. 22. ... D2A Un plan muy equivocado. Debe tratar de deshacerse del caballo intruso mediante 23 . . . . , C2R se­ guido, si es necesario, de A2D. 23. D2C R2T La amenaza era 24. C x P + . amenazas de ataques a la des­ cubierta utilizando el alfil; por ejemplo : 30 . . . . , C5C; 3 1 . A3AR 0 bien 30 . . . . , D2R; 3 1 . A4R + , R4T ; 3 2 . A3AR + , R5T ; 3 3 . AI R + , R6T ; 34. D2CR mate, 0 bien 30. . . . , R2T ; 3 1 . A4R + , P x A (31 . . . . , C x A; 32. D7C mate ); 32. D x C, T l C ; 33. A3A y mate mediante 34 T7C + . . 24. R I T 25. C (2 ) 3C AIC C4R Con esta jugada pierden de in­ mediato, ya que permite a las blancas movilizar los peones que hasta el momento habian perma­ necido inactivos . 25 . . . . , C2R hu­ biese resultado mas acertado. 26. P4A C6D No 26 . , C(4 ) x P ; 27. C x PC I , R x C; 28. C5T + , R3C ; 29. C x C, C x C; 30. T lCR con vencedoras . . . 27. D4D 28. P5C C5C PXP o 28 . ,C4T ; 29. C x C con ame­ nazas de mate en 7C. . 29. . . PxP C4T Ahora 30. C x C ? ? permite 30 . . . . . D x P mate, pero las negras aban­ donaron sin esperar la respuesta de las blancas que habria sido 30. D4T, P3CR; 3 1 . C x C, P x C(4T ); 32. D x P + , RIC; 33. C6T + , etc. 23. 24.0 Campeonato de la U.R.S.S., Moscu, 1 957. Blancas : Furman. DEFENSA SICILIANA I. 2. 3. 4. 5. C3AR P4A P4R P4D CxP P4AD P3CR A2C PxP C3AD Transponiendo a una versi6n Si­ ciliana de la estrangulacion Ma- roezy en que las negras tienen multiples eontraposibilidades tae­ ti· as. 6. A3R Durante mueho se eonsidero que 6. C2A era mejor, pero en los ul­ timos afios el texto se ha hecho sumamente popular. Ciertamen91 te. parece mas logico buscar el desarrollo antes que retirar el caballo del centro. pues del cambio de alfiles de ca­ sillas blancas. las negras ven de­ bilitado s sus 3R y 4D. Entonces si 14. P4R; 15. A4R ! tiene fuerza. . . .• 6. C3T ... Esta j ugada ha sido apenas uti­ lizada en estos tiltimos alios. Se ha dado preferencia a la crucial variante 6 . C3A; 7. C3AD. C 5 CR ! ; 8. D x C. C x C ; 9. D I D y ahora 9 P4R 0 bien C3R. 1 4. 1 5. C 5D 1 6. P3CD D2D T2A . . . • . . . . • 7. C3AD 7. A2R es mas preciso. pues 7 0-0 ; 8. D2D ! . CSCR. 9. A x C. A x A; 10. 0·0 favorece a las blancas. . 7. 8. 9. A2R PXP . . .• 0-0 P4A AXC Una jugada inusitada que ofrece la entrega del solido alfil en fian­ chetto con el proposito de ganar varios tiempos. 9. C X P; 10. C x C. P x C ; 1 1 . P4A dej a a las blancas con ventaj a. . . .• Es evidente que las blancas espe­ ran obtener la ventaja una vez que hayan situado el alfil en la gran diagonal negra. pero las pie­ zas de las negras estan todas bien situadas y tambien pueden mirar el futuro con confianza. 1 6. 1 7. A2C 1 8. P4CD 18. P4A. para minar el centro. se enfrenta mediante 1 8 . . A3R el juego de las negras en la colum­ na AR les da ventaj a. El texto es demasiado ambicio­ so. Seria preferible la solida ju­ gada defensiva 1 8 . C3R. Entonces 18 A3R se combate con 19. A4C mientras que 1 8 . D2R; 19. C x A. T x C ( 19 C X C ; 20. PSA! amenazando con 2 1 . A4A ); 20. D2D. DST ; 21. D3R tambien dej a a las blancas con mejores perspectivas futuras. . . • . 1 0. A X A TDIAR P4R . . .• . . . • . Inferior a 10. A X C. T x P; 1 1 . 0.0 en que el caballo blanco sittlado en el puesto de avanzada SD ga­ rantiza cierta superioridad. 1 0. 11. 1 2. 1 3. 1 4. A5A A3T 0-0 TIA CXP P3D CR5D A4A Una j ugada obvia. pero era me­ jor 14. A3D de manera que des- 92 1 8. ... . . . • A3R Ahora 19. PSC pierde su obj etivo despues de 19. A x C ; 20. P x A. C x A + ; 2 1 . D x C. C2R y las ne­ gras logran presionar el PD. De todos modos. esta era la mej or posibilidad de las blancas. Una partida posterior entre Stolyar y Kotkov continu6 19. C3R. C x A + ; 20. D x C. C x P; 2 1 . TDlD. C3A y las blancas no obtuvieron mucha compensaci6n por el pe6n que' habian sacrificado. 1 9. A3D ? 2 1 . DSC pierden el cambio des­ pues de 2 1 . . . . . A7R ! ) 2 1 . . . . . A x P ! ; 22 . . DID. TsA con un ataque ven­ cedor. 20. 21. P X A 22. R I T ASC AXP! CxP+ o 22. T x C. T x T ; 23. T2A. D6T ; 24. T2D. PsR y gana . 22. 23. 20. P3A Despues de 20. D2D las negras pueden continuar su violento ata­ que con 20 . . . . . C6A + ; 2 1 . P x C. A x P; 22. DSC. C x P y si 23 . C x C. TsA; etc. 0 bien. atm con mayor fuerza. mediante 20. . . A6A y en seguida 2 1 . PsC. DSC; 22. C3R. D4C ; 23. D3A. A x P ! 24. C x A. C6A + ; 25. RIT. D4T; 26. P4TR. DSC 0 2 1 . C3R (21. D6T 0 bien . • D6T T2AR Perdiendo en el acto. Tendria que haber intentado 23. D2R en que las negras no juegan 23 . . . . ; PsR. 24. A x P. C x PT a causa de la replica 25. C6A + . T x C ; 26 . . ASD + Y son las blancas las que estan en mejor situaci6n. sino 23 . . . . . C x P; 24. D x C. T x T + ; 25. T x T. T x T + ; 26. A x T. D x A + ; 27. D I C. D x P con cuatro peones por una pieza. 0 inc1uso el mas fuerte 23 . . . . . CRsD ; 24. A x C. C x A; 25 . T x T. T x T ! ; 26. D2D. PsR ! con un poderoso ataque : 27. A x P ? T8A + mate. 0 bien 27. C4A? D6A + . 0 bien 27. D3R. C6A; 28. T2A. P X A. 23. . . . Abandonan C8R ! 93 24. Olimpiada Estudiantil, Reykjavik, 1 957. Negras : Soderborg. Ruy LOPEz nas de las variantes A4A de la Ruy LOpez . 1 . P4R 2. C3AR 3. ASC 4. C3A S. D2R P4R C3AD P3TD C3A 7. 8. 0-0 9. P3D Una jugada perfectamente utili­ zable que excluye la variante abierta 5 . , C X P y da a las blancas amplio campo para ma­ niobrar, j unto con algunas posi­ bilidades tactic as basadas en D4A. . . . S. P4CD ... No 5 . , MA; 6. A x C, PD x P ; 7. C x P ganando un pe6n sin ries­ go alguno puesto que 7 , D5D se enfrenta mediante 8. C3D. . . . . 6. A3C . . . A4A Controlado. Pero la mas ambicio­ sa 9. T l D da a las negras una po­ sicion perfectamente solida des­ pues de 9 . . , D2R; 10. P4D, A3C ; 1 1 . A5C, P3T. . 9. 10. ASC . A3R D2R La primera jugada realmente im­ precisa de las negras. 10 . . . . , T l R o primero 1 0 . . . . , P3T; 1 1 . MTR, T l R igualaria, mientras que aho­ ra la dama indefensa representa una debilidad tactica. 1 1 . ASD ! Una jugada provocativa. 6 . . . . , A2R es mas prudente. 7. 0-0 P3D P3A Las blancas podrian tambien in­ tentar 7. P4TD esperando 7 . , P5C; 8. A x P + ! y 9. D4A + , pero despues de 7 . . , T I CD ; 8. P x P, P X P las blancas no pueden in­ tentar ganar un pe6n mediante 9. C3A, O-O ! ; 10. C x PC a causa de la s6lida linea 10. . . . , P4D; 1 1 . P x P, P5R L E l texto tambien ex­ cluye un posible C5D que tiende a igualar para las negras en algu- Explotando esa debilidad, ya que 1 1 . . A x A? abre la columna R y despues de 12 . P x A, C I C ; 1 3 . P4D l a s blancas ganan u n peon. . . 1 1. D2D . . . . . 94 Un segundo desacierto que per­ mite la desarticulacion de su flanco R . Deberia haber intenta­ do 1 1 . . . , A2D, pero despues de 12. C4T las blancas ya tienen al­ guna presion sob re el lado R, puesto que 12. . . . , P3T pierde el cambio ante 13. C6C ! , D l D ; 14. A x CR. . 12. A X CR 1 3 P4D ! . PXA PXP Se ven forzadas a hacerlo por· que 13 . . . . , A3C; 14. A x C, D x A; 1 5 . P5D solo logra perder una pieza. 14. A X C P6D ! Evitando la perdida de una pieza como en la ultima nota. 1 5. DXP DXA Ahora nos encontramos con el antiguo tema Chigorin: dos ca­ ballos pueden ser mas fuertes que dos alfiles en posiciones ce­ rradas 0 semicerradas. 1 6. CD2D RIT 1 6 . . . . , P4D, para abrir lineas, solo lograria invitar a los caba­ llos a ocupar buenas casillas des­ pues de 17. C4D. Par 10 tanto, las negras se preparan para defen­ der el fIanco R, mediante la ocu­ pacion de la columna CR. 1 7. 1 8. C4D P4TD D2D TDIC dor, mientras que 20. pierde el cambio. 21. 22. PXA TRIA ! . . . , DID D2R Ahora el PAD retrasado junto con el arruinado fIanco R cons­ tituyen una debilidad decisiva. 22 • . . . P4AD 0 22 . . . . , T2C ; 23. P5R, 0 bien 22 . . . . , TR 1A; 23 . T7T seguido por P5D. 21. T7T ! Un sacrificio estupendo seguido a continuacion por un interesan­ te ataque compuesto por j ugadas tranquilas. 23 • . . . DXT 0 23 . . . . , DlD; 24. P x P, P x P; 25. TR x P en que 25 . . . . , D x C pierde ante 26. D x P + , R 1 T ; 'E. T5C + . 24. D X P + 25. T3A RIC TRIR o 25 . Entregando l a columna sin defen­ derla. 1 8 . . . . , P5C era correcto, pero no 1 8 . P x P; 19. D2A, P6T; 20. P4CD ! 1 9. 20. PXP D3A PxP AxC . .. , D8T +; 26 . CIA, A5C ; 27. T3CR, D8D 0 27 . . . . , P4T ; 28. P3T ganando. No servitia de nada trasladar esta torre para dej ar lR como casilla de escape; ade­ mas quitaria a las negras un po­ sible recurso defensivo . Basta que las blancas jueguen 26. D6T para ganar rapidamente (26 . . , RIT; 27. T3CR, T I C ; 28. D6A + ). . . No 20 . . . . , R2C ; 2 1 . D3C + , R I T ; 2 2 . D4T, R2C ; 2 3 . P4AR y enton­ ccs 24 . T3A con un ataque vence- 26. T3CR + ! 95 26. D6T parece demoledor, pero las negras replican,. 26. D8T + ; 27. C IA, ASC ! ; 28 . T3CR, T x P ! con una posible defensa. El cllisico cambio de guardia. ' ' '1 26. 27. DID 29. 30. D6T 30 . . RIA TIT PSD Intentando u n contraataque en la ultima fila. 27. A2D ; 28. D x PD + , T2R; 29. D6T + , RIR; 30. T8C mate mientras que 27. AlA permite l a misma variante con las blancas, terminando me­ diante 30. T8C + R2D; 3 1 . D6AD mate. ' ' '1 1 " ' 1 1 28. P4T Para proteger al rey. No quieren capturar al alfil todavia puesto que eso haria desaparecer el con­ trol que la dama mantiene sobre la posici6n ( despues de 28. P x A, T x P ) . Por otro lado, las negras ' amenazaban tambien con 28. A x P ! ; 19. D x P + , T2R y si 30. P x A?, D8T + ; 3 1 . C IA, D x C + mate. " '1 28. 29. 96 " R2R ? Acelerando el final pero 30. AlA tambien pierde ante 3 1 . T x PT + , R2R; 32. PSR ! , P x P ; 33 . C4R, D x P (33. " . , T3T; 34. 'DSC +, R2D ; 35. T x P + , T2R ; 36. DSA + , R2A ; 37. D x P + , R2D ; 38. C x P + , RIR; 39. T8A + ! y 40. D8T + ga­ nando la dama ); 34, D6AR + , R2D ; 3 5 . T x P + , D x T; 36. D6D y mate. 1 D2D T7C 31. D XA Abandonan " ' I 1 958-1 96 1 FRACASO Y EXITO En 1958, Spassky se acercaba al terminG de sus estudios en la Fa­ cultad de 'Periodismo de la Universidad de Leningrado, y de este modo estaba a punto de convertirse en realidad en un «profesional» del ajedrez, aunque esa palabra tiene connotaciones despectivas en la semdntica sovietica y act ualmente, cuando la usan para describir a sus propios jugadores, la acompaiian de la frase calificativa «En et mejor sentido de la palabra». (Es extraiio que Spassky, aunque preparado para el periodismo, no haya sido nunca un escritor pro­ lifico en su especialidad y haya anotado comparativamente pocas de sus partidas para la prensa.) Durante este periodo, se destaca, en dos ocasiones distintas, su fracaso en el Campeonato Sovietico que le impidi6 caljficarse para el Campeonato Mundial Interzonal. El primero ocurri6 en Riga, en 1958; Spassky, despues de haberse encontrado entre los pri­ meros durante toda la competici6n, perdi6 las dos ultima� parti­ das: ante Kotov debido a un grave error despues de haber reali­ zado un sacrificio que prometia el triunfo, y ante Tal en una par­ tida en que Spassky habia llevado la delantera durante largo tiem­ po y perdido la" oportunidad de.. ganar e n la jugada n.O 58, muy cerca del final, en una partida de 73 movimientos. El segundo fracaso tuvo lugar a comienzos de 1961 cuando en una ultima ronda que result6 desastrosa perdi6 ante Stein quedan­ do fuera de los cuatro lugares de calificaci6n. Spassky fue criticado duramente por la prensa sovietica de la especialidad por haber 97 7 1"�S 100 MF.JORF.S PARTiIMS D E SPASSKY abandonado la partida durante el aplazamiento. El mismo S tein se p reparaba para una lucha dificil en la segunda sesion, en la que debia evaluar la presencia de un peon adicional e n u n final de alfiles. Sin embargo, este periodo tam bien contiene algunas de las me­ jo res y mds agresivas pa rtidas de Spass ky, tales como el inmortal Gamb i to de Rey con t ra B ronstein ( n.D 37) y el Con t ra Gam bito Albin con t ra Mikenas ( n.D 35 ) en el que son las blanca� y no las negras las que juegan todos los sacrificios. El lector atento hab rd no tado que esta secci6n recibe el nombre de «Fracaso y Exi to» con el exito colocado al final. En 1961, Spassky una vez mds comenzo a t rabajar con un nuevo entrena­ d o r, esta vez el experimen tado Bondarevsky, y bajo su direccion logro finalmente 10 que todos 10s grandes maes tros sovieticos am­ b icionan, el ob tener el titulo de campeon de la U.R.S.S. Esta es la tmica vez que Spassky 10 ha logrado, aunque debemos seiialar que duran te la decada de 10s aiios sesenta participo rara vez en este campeonato. 25. 25.0 Campeonato de la U.R.S.S., Riga, 1 958. Negras : Polugaevsky. 7. A4AD DEFENSA SICILIANA 1. 2. 3. 4. 5. 6. P4R C3AR P4D CxP C3AD A5CR P4AD P3D PxP C3AR P3TD CD2D Uno de los muchos intentos de las negras por introducir innova­ ciones en la SiciIiana ; resultan aparentemente peIigrosos, pero que han demostrado una gran ca­ pacidad de adaptaci6n. 98 D4T No 7 . , P3R; 8. 0.0 amenazando el sacrificio 9. A X PR. . . . 8. D2D 9. 0-0 1 0. A3C P3R P4C El sacrifiicio en 6R no da resuI­ tado, puesto que Ias negras no han j ugado A2R dej ando el peR sin protecci6n . El mj.smo Spas­ sky consider6 en un momento que 10 . ASD era una j ugada fuer- te, pero las negras no replican 10 . . . . , P x A; 1 1 . C6A ! , D3C; 12. P X P con el triunfo para las blan· cas, sino 10 . . . . , PSC ! ; 1 1 . A x T ; 12. P x P, C3C; 13. A6A + , A2D; 14. A x A + , CR x A amenazando con CsA 0 D6T + y CsT. En esta si· tuacion no resulta acertado 12 . D3R a causa de 12 . . . . , CSC; 1 3 . D4A, D x P ; 14. �, x P, CR4R; etc. R 1 D ; 1 5 . P x C, P X P; 16. A x PA, A x A; 17. C6A + , A x C ; 18. D x P + dan el triunfo a las blancas. 1 4. Forzado, ya que 14. P x P, CR5R ! ; 1 5 . C x C, D x D + sacana a las negras de todas sus dificultades. 14 1 0. ... TRIR A2R 1 1 . . . . , PsC era malo de todas maneras; por ejemplo 12. CsD, P x C; 13. P x P + , R 1 D ; 1 4: C6A + , A x C ; 15. P x A, C4R; 16. D4A, mientras que 12 . . . . , C x P pierde ante 13. C x PR ! , C x D ; 14. C7A + . Sin embargo, 1 1 . . . . , T l AD puede muy bien constituir la mejor po· sibilidad de las negras. 1 2. P4A 1 3. PsR • C4A Las jugadas han sido realiza· das en ·un orden errado. 1 3 . A x C pnicticamente forzana 1 3 . . . . , A x A y entonces 14. PSR ! transpondna a la partida. . .. AXA? Las negras solo podian mantener· se a note mediante 14 . . . . , P x A; 1 5 . P x P, 0-0-0. 1 5. P x P 1 6. P3C 1 7. A X P ! AsT A2R 0-0 Las blanc as ganan de inmedia· to despues de 17 . . . . , P x A; 1 8 . C x PR, C x C ; 1 9 . D7D + , R2A; 20. T l A + 0 17 . . . . , C x A ; 18 C x C. 1 8. A3C TD I D Las negras han puesto a salvo al rey y con los dos alfiles tienen esperanzas de presentar una bue· na resistencia. 19 D4A 20. C4T ! PsC ( Ve r diagrama siguiente. ) 20. 1 3. . . . A2C Ahora 10 . . . . , PsC se enfrenta con fuerza mediante 1 1 . CsD, P x C ; 12. C6A y 13. P x P. 11. AXC ... P3T PXP Una vez mas 1 3 . . . . , P5C sena un desacierto, puesto que 14. A4T + , C x A; 1 5 . C x C, D x C ? ( 1 5 . . . . , C5R! ; 1 6 . T x C es confuso ); 1 6 . P x C, P x P ; 1 7 . C5A 0 bien 14 . . . . , 20 . . . . , C x C pierde ante 2 1 . CSA, T x T + (21 . . . . , TR1R; 22 . C x A + , T x C ; 23. T x T + , D x T ; 24. A x C ); 22. T x T, A4A (0 bien 22 . . . . , ·A1D; 23 . A x e en que 23 . . . . , D x A pier· de ante 24. T x A y 25. DSC ) ; 23. 99 30. D3D 3 1 . PIT TlR A2R Es necesario impedir 3 1 . C4T. 32. C x A 33. D6C TxC DIR Cambiar damas equivaldria a una rapida derrota porque la amena­ za de mate de la ultima fila in­ moviIizaria a la torre. 34. 35. 36. 37. 3S. DSC. P3C; 24. C6T + . R2C ; 25. C4C y gana. 21. C X C o 21 . . . . DXC P4C D X D -/T4D R2D P3A I TSR TXD P4T T4R • A4C ; 22. C x A. 22. P4T 23. C5A 24 PT X A 25. T X T 26. D4R A4D AXA TXT+ TlA Con todo bien protegido. las blan­ cas proceden ahora a forzar un peon adelantado. 3S. o Aparentemente las negras tienen solo una pequeiia desventaj a. en vista de que el peon adicional de las blancas se encuentra dupli­ cado. pero las piezas blancas es­ tan tan bien situadas que el triun­ fo es solo cuestion de tiempo. PxP+ 38. • T4CD; 39. P4A. T4CR; 40. R3R y 4 1 . R4A seguido por 42. TSD. . . . 39. P x P 40. P4A 4 1 . T4A T4CR RIC Para aislar al rey. 26. 2 7 . P6R 2S. D X P + 2 9 . D4R AlA PXP RIT D3A Las negras desean ansiosamente llegar a un final. a causa de la amenaza de 30. PST y luego 3 1 . C4T. pero las blancas prefieren conservar sus posibilidades de ataque. 100 41. P3C Esta fue la j ugada sellada de las negras. pero abandonaron sin continuar la partida. Despues de 42. P X p. R2C (42. T x P ; 43. PSA Y 44. T4AD ) ; 4 3 . TSA. T x (cualquier peon ) ; 44. T X P y los peones adelantados unidos obtienen la victoria. .. . . • 26. 25.0 Campeonato de la U.R.S.S., Riga., 1 958. Blancaa : Bronatein. DEFENSA NIMZOINDIA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. P4D P4AD C3AD P3R A3D C3A 0-0 A x PA C 3AR P3R A5C P4A 0-0 P4D PD x C P3C Con la opeion de desarrollar el CD hacia 2D 0 3A. mientras exis­ te una amenaza inmediata de 9. . . . A3T eambiando el buen alfil de las blaneas. . 9. D2R 1 0. T l D 11. TXP A2C PXP Una idea demasiado ambiciosa. pero representa el tipo de jugada inusitada en que Bronstein se espeeializa. 1 1 . P x P es eorreeta. 1 1. ... D2R Naturalmente debe proteger el AR de un posible ataque a la deseubierta. 1 3. Esta jugada pasiva eonstituye ya una eonfesion de que no tiene nada muy prometedor que ofre­ eer. 1 3. 1 4. TAT 1 4. 1 5 C4D 1 6. C5A . . . • P5R C4R La j ugada perdedora. 16. A3C es eorreeto cuando la desventaja de las blaneas todavia no es dema­ siado dificil de veneer. 1 6. ... D4A ! Con la doble amenaza de 17 D x A y 1 7 . . . . . C6A + . 1 7. C4T . . . . . D4T 1 7 . . . . . D x A afloj a la presion des­ pues de 1 8 . D x D. C x D; 19. A x A. C7R + C D2D ! 12 C3A parece mueho mas ob­ vio. pero las negras ao ven la ne­ eesidad de alej ar a la torre que esta de todas maneras mal si­ tuada y prefiere dejar la diago­ nal AD despejada. . P4R Persistiendo en el error. 14. TR 1 D era esencial. 1 8. 1 2. A2D AIR Las blaneas tambien pierden des­ pues de 18. A x A. D x A ; 19. A3C, C3C; 20. T31. AlA. ut 1 9. A3e 20. D x A RIT AxA C 6A + ! 101 22 . DICt 2 3. 24. T 1 A� 25. 26. D2C DXD 27. T7A 2 8. TXA 29. P3TJ o 29. DXT D4T D X PA + TD I D PxD T7D ! T X PA RIC, CSC; 30. P3T, T7C + ; (31 . � lA, C x P + ; 32. RIR, y mate T7R ) . Gana el cambio y desarticula el flanco R. 21. 22. o PXC RIT 29. 30. CSAt Abandona:1 CSR T7C D4CR + 22 . T4C, C x T ; 23 . P x.C, D X C . j Un a partida que resulta agrada· ble ganar el dia que uno cum pie veintiun aiio s ! Semifinal del 26.0 Campeonato de l� V.R.S.S., 1 959. Negras : Kopylov. 27. DEFENSA ALEKHINB 1. 2. 3. 4. 5. P4R PSR P40 P4AO P4A C3AR C4D P30 C3C siderado en esa epoca la princi­ pal autoridad sovietica en la De­ fensa Alekhine. S. A4A Una sutileza para ten tar a las blancas y bacerlas cometer el « error» 6. A1D en que 6 . . , A x A; 7. D x A, P x P; 8. PA x P, P4AD se considera fue r t e (9. PSD, P3R ! ) pero las blamcas tienen u n posi­ ble gambi t o .como respuesta en 9 . C3AR 0 incnus o 9. P6R seguido por un rapidio C3AR y CSC. . Solo un jugador osado, 0 uno que tiene mucha confianza en sus co­ nocimientos teoricos, efectua una j ugada tan comprometida, espe­ cialmente contra un adversario que, despues de Mikenas, era con102 . P3R 6. C 3AD 7. A3R 8. PA X P PXP Ahora nos encontr.amos de vuel· ta en las lfneas nOiI'IIl ales . 8. ... 1 3. C X P C3A Es mej or 8 . . . AS CD que impide la fuerte continuaci6n 9. C3A. A2R; 10. P5D. . 9. A2R . CSC La gran encrucijada. Boleslavsky prefiere el texto por encontrarlo mas en la linea de la teoria de Nimzovich que seiiala que es pre­ ferible atacar una cadena de peo­ nes (en este caso 4D/5R ) por la base antes que por la cabeza. Sin embargo. yo prefiero 9 . . . A2R seguido por 0-0 y P3A que ha constituido la linea central en es· tos uItimos aiios . Las negras tam­ bien pueden seguir la arriesga­ da ruta 9 . . . . . D2D pensando en 10 . . . . . 0-0-0 0 incluso 10 . . . . . TID. . . 1 0. TIA 1 1 . C3A '4A A2R Es mejor continuar el desarroIlo que abrir el centro con 1 1 . . . . . P X P que en una famos a partida entre Bronstein y Mikenas conti­ P x P; 12. C x P. C3A; nuaba 1 1 . 13. C x A. D x D + ; H . T x D. P x C; P x C ; 1 5 . 0-0 las blmcas ganaron rapidamente con fuertes a mena­ zas. 16. T X P 0 16. CSC. . . .• 12. 0-0 I xP Aqui tambien el cambio llega en forma prematura . 12 . . . . . 0-0 cons­ tituye una j ugada sin prisas y correcta; las blancas continuan normalmente con 13. P3TD solo con una muy ligera ventaja. A3C Intentando evitar las peligrosas c o n s e c u e n c i a s de la partida Bronstein·Mikenas. Sin embargo. las blancas. con todas sus piezas menores en juego y su rey enro· cado. pueden ahora comenzar a hacer amenazas directas. mien­ tras el rey negro se encuentra to· davia en el centro. 1 4. CRSC Teorias a n t e r i o r e s daban 14. P3TD. C3A; 15. C x C y 16. D X D + con cierta presion sobre el flan· . co D para las blancas. pero el tex­ to es mucho mas fuerte. El ca· ballo ataca 7TD. 7AD y 6D y des­ pues de 14 . . . . . D x D ; IS . TR x D existen amenazas de 16. C7A + y 16. C x P. 1 4. ... C6D ? Demasiado ambicioso. 14 . . . . A4C. que es tambien un movimiento tipico de las negras en esta va­ riante. intentando hacer cambios. perderia sin mas ante 15. A x A. D x A; 16. D6D amenazando ga­ nar un caba lIo y tambien dar ma­ te con 17. CIA. Las negras deben enrocar. aun­ que despue. de 14 . . . 0-0 ; 1 5 . D x D se vuian en dificultades para consel:!;'.rir recuperar la pieza . 103 ( 1 5 . . . . . A x D; 16. A5A 0 bien 15. . . . . TD x D ; 1 6. C x P 0 bien 1 5 . . . . . TR x D; 16. C x P ! de la misma manera ). Sin embargo. el verda­ dero error fue llegar a esta posi­ cion. en primer lugar. (Vea ju­ gada n." 12.) 1 5. A X e . Con esta j ugada pierden rapida­ mente. Como 16 . . . . . A4C ? permi­ te 17. C6D + debia admitir su error y jugar 16 . . . . . A3C aunque despues 17. D x D + ( no 17. T4D. D1A y las negras pueden esperar) pierden un peon sin ninguna com­ pensacion. AXA 1 7. No 1 5 . . . . . D x A?; 16. C7A + . Es probable que las negras espera­ sen algUn alivio como 16. P3CD 0 16. C7A + . Las blancas encuen­ tran una replica mucho mas fuerte. 1 6. T4A DXD+ TXD No 17 . . . . . A x D ; 18. C6D + . ni 17. . . . . R x D; 18. A x C + ganando una pieza en cada caso. 1 8. AXe Ganando piezas. mientras las ne­ gras quedan situadas en casillas vulnerables. 1 8. 1 9. A X T Axe A4A + El jaque del despecho . 20. T2A ! 20. R1T. A6R ! proporcionaria jue­ go a las negras. 20. La amenaza de 17. T4D ahora obliga a las negras a proteger al alfil. 1 6. 104 AXP ... A3A 0 20 . . A x T + . 2 1 . R x A. R x A; 22. C x A. . . . 2 1 . A7A Abandonan 26.0 Campeonato de la U.R.S.S., Tbili.i, 1 959. Negraa : Gurgenidze. 28. la preSlOn sob re la columna D ; por ejemplo : 8. P X p. P x P ; 9. D2D (9. P5A, P4D ) 9. D2R; 10. ().{).(). TID; 1 1 . P5A. P4D y las negras incIuso tienen cierta ven­ taj a (partida Ney-Boleslavky. 1955 ). DEFENSA INDIA DE REY 1. 2. 3. 4. 5. 6. P4D P4AD C3AD P4R P3A A3R C3AR P3CR A2C P3D . . . • 0-0 P4R Esta jugada representa la linea central de la variante entre los afios 1958 y 196 1 . Las ultimas teo­ nas consideran que ciertas juga­ das ultramodernas tambien son posibles; por ejemplo : 6 P3C o 6 . . . . , C3A con el proposito de minar el centro de las blancas con jugadas menos directas que P4R. . . . . • 8. 9. 1 0. PA X P P4CR PxP P3TD • En estos ultimos afios, las blan­ cas han preferido la linea mas tranquila 10. 0-0-0 con el proposi­ to de continuar con R1C. TIA, etc. con presion en el lado del ta­ blero en que tiene mas esp acio. . . .• 7. Tambien se jugaba mucho 7. CR2R. pero el texto resulta po­ sicionalmente mas prometedor, aunque elimina la tension sobre el centro durante un corto pe­ nodo. 7. 1 0. 11. PSD CR2R CD2D P4TR Una maniobra defensiva usada por primera vez por Gligoric en el Interzonal de Portoroz. en 1958. Las negras experimentan cierta debilidad en el flanco R. pero re­ ducen las movilidad de la masa de peones de su adversario. P3A ! 7. P4A constituye un grave error posicional, puesto que re­ duce el j uego de las negras sobre el flanco D. 8. D2D Como las· blancas no tienen un gran desarroIlo. no pueden con se­ guir ningUn beneficia todavia de 12. P5C Un plan directo. Las blancas con­ fian en que una vez que hayan completado su desarroIlo, podran abrir lineas sobre el lado R. 12. P3TR y 12. A5C fueron utilizadas extensamente por esta epoca y sin ninguna ventaj a apreciable para las blancas ; por ejemplo : 12. P3TR. C2T ! ; 13. (UJ-O, P5T ! blo105 queando el flanco R. (Sherwin­ Gligoric. Portoroz. 1958 ). 0 bien 12. A5C. P x P; 13. P x P. C4A; 14. C3C. A x P ; 15. P3TR. A6A ! ; 1 6. TlCR. CD x P; 17. AC x C. C x C ; 18. C x C. P3A con ventaj a para las negras (Gligoric ). C2T ! 1 2. 12. C I R es otra posibilidaa. pero eI texto tiene mas fuerza. . . .• 1 3. P4TR P4C ? 1 3 . . . . . P3A! es mas bien favora­ bIe para Ias negras. y todo e1 plan de las bIancas con P4CR re­ suIta por 10 tanto dudoso. en esta variante. Existen dos posibilida­ des despues de 13 . . . . . P3A ! ; 14. P x P. T x P ; 15. C I CR. T5A! ; 16. ()..()..() . T x PT; 17. A5CR. A3T con ventaj a para las negras (analisis de Tal ). y 14. A2C. P x P ; 15. P x P. P4CD; 16. C IA. C4A; 17. P4CD. C5T; 18. C x C. P x C; 19. C3D. A2D ; 20. TlAD. A4C ! ; 2 1 . C2C.· T5A ! Avery-Gligoric. Sparks. 197 1 . Gli­ goric comenta : « Sacrificando el cambio. Ias negras resuelven to­ dos sus problemas estrategicos. incorporan rapidamente el C y el AR en el j uego y consiguen algu­ na compensaci6n material en el camino.» La idea se le ocurre a Gurgenidze demasiado tarde (vea las jugadas 19 y 25 ). pero enton­ ces las blancas estan tan bien organizadas que s610 se vue1ve contra e1. 1 4. C3C 1 5. A3D 106 C3C En la partida jugada entre Polu­ gaevsky y Petrosian. en la misma ronda. se lleg6 a la misma posi­ ci6n. El astuto armenio. con esa capacidad altamente desarrollada para presentir los peligros ocul· tos. pens6 durante largo tiempo y finalmente se decidi6 a corn· pletar su desarrollo mediante 1 5 . • A2D. Inc1uso e n e s e caso. de· bi6 sostener una dura y larga lu· cha para obtener unas tablas. Gurgenidze. con la despreocupa· da confianza de la juventud. de· cidi6 no esperar para ver 10 que su colega. mucho mayor que el. decidia. . . . 15 • . . . C5A ? Esto dej a a las negras con una debilidad mas. mientras las blan· cas se sienten fe1ices por haberse deshecho de un alfil inferior. 1 6. AXC 1 7. 0 ·0·0 1 8. R t C 19. T I AD PXA TIC A2D En este momento. las negras se dan cuenta de que realmente no tienen j uego en la columna CD (la situacion seria distinta si no tuvieran un peon en 4R) y las blancas pueden duplicar torres junto cqn D2R y C IA2D y enton­ ces C I D con un ataque cuadruple sobre el PAD. Por 10 tanto. las negras deciden activar las piezas del fIanco R y atacar por la co­ lumna AR; es decir. j exactamente el mismo plan que rechazaron seis j ugadas atnis ! 19. 20. P3A CxP! Jugada por las blancas. casi sin pensarlo. 20. 2 1 . P6C 22. P X C + 3. PXP PxC P4A RXP Antes de que las negras intenten cerrar con PSA. 23. 24. C4R A X P+ Las negras se encuentran ahora ante una partida muy dificil. Las blancas no solo pueden atacarlas sobre el fIanco R. sino tambien presionar sobre el PAD. Gurge­ nidze descubre su mejor posibi­ lidad capturando al caballo an­ tes de que pueda trasladarse a 6R via SCR. ofreciendo luego el cambio para activar el alfil que conserva. 24. 25. 26. PXA TXP! AxC+ TSA ! Mucho mej or que 26. A x T. P x A. 27. T2A. D3A y la forma como las blancas pretenden utilizar su ventaj a material esta muy lejos de ser clara. T X PT 26. 27. TD1A ! Mientras las blancas tienen un solido peon de ventaj a en el fIan­ co D. el peon compensatorio en el otro lado del tablero es muy endeble. de modo que intentan apoderarse de la columna TR y asi ej ercer presion sobre la de­ bilidad. 27 . TlA ... D e otra manera. 2 8 . ASC tiene mucha fuerza (27 A3A; 28. T x T. A x T; 29. T I T y 30. D2T ). . 28. TD1R . . .• TXT No 28 T X P?; 29. D3D. TSA; 30. A2D ganando una torre. . . . . • . 29. T x T 30. D2R 31. D X P+ D1R D3C La mas simple de todas. El peon de ventaj a en el final no consti­ tuye un factor clave como el he­ cho de que el alfiI blanco sea en gran medida la pieza menor su­ perior. 31. 32. 33. 34. TxD+ TSC + T4C DXD R3C R2A 107 Es mejor que 34. P3C como res­ puesta a la amenaza 34 . . . . , T5A de las negras. Las blancas quie­ ren hacer avanzar nipidamente los peones del fIanco D para con­ seguir un fuerte peon adelantado, y tambien para mantener su alfil superior, de modo que exc1uya el consiguiente A3T. 42. 43. TIR P4C ! R2R A3e T I TR 34. o 34 . . . . , T l CD; 35. A2D seguido por el avance de los peones. 3S. 36. 37. 3S. 39. TIR y no pueden llevar el rey al fIanco D, puesto que 41. . . . , RIR se enfrenta a su vez mediante 42. T8C + , R2D ; 43. T8TD. Por 10 tanto, intentan quitarle la ca­ silla 7TD a la torre blanca y ata­ car el PR de otra manera. P4TD A2D R2A R3D A3A T6T AlA T7T A3T Finalmente, el alfil ha alcanzado una posicion que permite dete­ ner a las blancas en el fIanco D. 44. T2R Las blancas no tienen apuro y se permiten la opcion de volver a la columna CR. 44. 4S. PST R2D AID Manteniendo e l PTD en obser­ vaClOn para refutar 46. P5C ? P x P + ; 47. R4C mediante 47 . . . . , AxP+. 46. La mas precisa. Como dice el proverbio ruso : «Los finales de torre tienden al equilibrio ». 39. 40. T I C 4 1 . R4A ASA T6T + A6R 108 TST La j ugada selIada. Las negras quisieran situarse de inmediato detras de los peones, pero des· pues de 46 . . . . , T6T; 47. A3A ! la torre esta atrapada; par ejemplo, 47. . . . , A4C ; 48. R3D, A8A; 49. T2TR Y SO. T7T mientras las pie­ zas negras estan completamente ocupadas en un rincon del ta­ blero. 47. Las negras tienen un dilema. 4 1 . . . . , T6R s e enfrenta mediante 42. A2D PSC TST 0 47 . . . . , P x P + ; 48 R x P, T8C + ; 49. A4C Y entonces P6T seguido por ' T2TR7T. 4S. 49. 50. 51. 52. P6C T2TR T7T + A4C ! R3C TSCR T5C RIA TXP+ TXA+ Forzado. de 10 contrario. despues de P7C + y A x P + mate a la proxima. 53. R X T 54. R3A A4C Abandonan Las blancas impiden 54 A7D + inmovilizando al rey y ahora des­ pues de 54. R1C. sigue SS. T7T con dos peones adelantados unidos. . . . .• . . . • 26.0 Campeonato de la U.R.S.S., Tbilisi, 1 959. Negras : Lutikov. 2 9. DEFENSA INDIA DE REY 1. P4D 2. P4AD 3. C3AD 4. P4R C3AR P3D CD2D P4R contra las negras debido a su fal­ ta de desarrollo. El texto tiene tambien un inconveniente tactico pues deja sin proteccion a la dama negra. Por esto. los movi­ mientos corrientes 9 P x P; 0 bien 9 D4T son mej ores. aun­ que 9 D3C y 9 D2R tam­ bien logran ciertos objetivos ; pre­ sion sobre el centro y especial­ mente sobre los cuadros oscuros. . . El orden de las j ugadas de las negras impide la variante Sae­ misch. favorita de Spassky (5. P3A? P x P; 6. D x P. P3CR Y A2C en que la dama se ve hostilizada en el centro ). de modo que nos encontramos con la variante mas corriente de la Defensa India. 5. 6. 7. S. 9. C3A A2R 0·0 TlR Al A P3CR A2C 0·0 P3A CIR? L a j ugada P4AR. sin haber espe­ rado la eliminacion de la presion en el centro ( con el PSD de las blancas ). se vuelve forzosamente . . . . • . . . • . . . • . . . . • 1 0. A5C Otra desventaj a que presenta la ultima jugada de las negras con­ siste en que las blancas pueden trasladar el AD a esta casilla ga­ nando tiempo. 1 0. ... P3A Las negras tienen pocas posibili­ dades de elegir. Si j uegan 10 • CD3A. pierden el PR; y 10. D2A permite 1 1 . A7R y las negras . . . . . . . • 109 no quieren ofrecer el cambio de su fuerte AR. 11. A3R El AR negro es la pieza mejor situada, y al cambiarla se acen­ tua mas la ventaj a de las blancas . P4AR ? 1 8. Las negras logran asi su propO­ sito, pero sena mejor que adop­ taran una actitud estrictamente defensiva mediante 1 1 . . . . , D2R 0 bien 1 1 . . . . , C2A zafando el PD que se encuentra clavado. 12. PR X P 1 3. P x P PC x P CXP Una triste necesidad que las dej a con gran cantidad de casillas y peones debiles. Si 13. . . . , P x P entonces las blancas ganan pieza mediante 14. ASA, T2A; 15. C X P a que -el CJ? esta clavado. X 14. C X C 1 5. D2D 1 6. TD l D AXC D3A 1 6. 1 7. ASC 1 8. A4A ! 110 A3R D3C D3A Pierde un peon, pero resulta di­ ffeil encontrar una jugada razo­ nable, ya que despues de 18 . . . . , A x A; 19. D x A las blancas jue­ gan T3R con fuerte presion, pues­ to que el caballo negro permane­ ce comprometido con la defensa del PD. 1 9. A x A 20. D3R 2 1 . P3A ! PxA P5R C2C Finalmente las negras rectifican su error, pero ya es demasiado tarde como para que tenga al­ guna influencia en el resultado de la partida. 22. Practicamente, las blancas y a tie­ nen ganada la partida, en un sen­ tido profundo. El PAR aislado bloquea el AD de las negras sin embargo, 16 . . . . , PSA dana a las blancas un .mayor control sobre el centro (C4R! en algUn momen­ to ) mientras que 16 . . . . , A x C?; 17. P x A permitiria a las blancas invadir las casillas oscuras (ASC y T7R 0 A7R). Las negras, con mucho acierto, deciden comple­ tar su desarrollo y dejar a las blancas el peso de la iniciativa. ... PXP PXP Despues de esto, las negras estan luchando por una causa total­ mente perdida. 22 . . . . , PSA era una posibilidad de lucha, aunque despues de 23. PSR! para impe­ dir el bloqueo de una casilla clara mediante D4R las blancas deberian ganar de todas mane­ ras. 23. D4D (Ver diagrama siguiente. ) El toque de Capablanca. Las blan­ cas ofrecen a las negras la odiosa eleccion entre un final con un peon menos y la concesion del 28 . ... ASC o 2B . . . . , P3TR; 29. C6D ! ganando dos piezas por una torre. 29. P3TR Es util tener un refugio para el rey en 2TR. 29. 30. con trol del centro y de la co­ lumna D . 23. 24. C X P 25. T3D ! D3C T5A Ahora las blancas intentan un ataque basado en la presion de las piezas. 25. 26. T3CR 27. A3D TD I AR D2A Las piezas principales, triplica­ das ahora en la columna AR, se encuentran incapacitadas, puesto que BAR y 7AR estan perfecta­ mente protegidas por las piezas blancas menores situadas en et centro. La dama blanca amenaza en todas direcciones. 27. 28. RIT A4T CSC Las negras podrian abandonar en este momento, pero deciden Ile­ gar hasta el amargo final. 30. 31. C X P 32. T X D 33. CSC D3A DXD TID . TRSD A causa de la util precaucion de las blancas en la jugada 29, de poco les servira a las negras pe­ netrar con su torre hasta BD. Sin embargo, las torres blancas estan ahora tan bien colocadas para el ataque que las blancas ya no ne­ cesitan preocuparse de las ame­ nazas de su oponente. 34. C6R I TXA No 34 . . . . , C x C ; 35. T x A mate. 3S. T X C 36. R2T T8D + Abandonan DSR ! Esta nueva centralizacion ame­ nazando con 29. CSC 0 29. C6D tienen mas fuerza que 2B. D x P. 36 . . . . , AIR es la unica manera de salvar el alfiI. pero entonces 37. TSAR fuerza el mate 0 una considerable perdida de piezas. 111 30. Semifinal del 27.0 Campeonato de la U.R.S.S., Tallinn, 1 959. Negras : Furman. GAMBlTO DE REy 1. P4R 2. P4AR 3. C 3AD 7. C3A P4R PxP El arriesgado Gambito Steinitz. basado en la idea de que el rey es una pieza s6lida y que no es necesario preocuparse demasiado de su seguridad. La elecci6n de la apertura fue psicol6gicamente muy astuta. ya que la jugada se utiliza muy poco actualmente. aparte de una que otra partida por correspondencia. Furman es un jugador prudente. conocido por su considerable dominio de las lineas que aparecen con ma­ yor frecuencia en el ajedrez de los grandes maestros. De hecho Furman pens6 durante un largo rato antes de replicar. 3. 4. R2R 5. C x P D5T + P4D A3D Una buena jugada. Hay una re­ futaci6n directa mediante S . ASC + ; 6. C3A. - C3AD. y si 7. C x P. RID; 8. C X T. C4R 0 8 CSD + con grandes complicacio­ nes. Sin embargo. Spassky tenia la intenci6n de jugar 7. P4D que en realidad transpondria a posi­ ciones muy similares a las de la partida. . 6. 112 P4D A5C + . . . • C3AD Tal vez Furman. en su larga me­ ditaci6n antes de la jugada 3. re­ cordara finalmente que existia una partida entre Bronstein y Alatortsev. realizada en Moscu. en 1945. en que las negras deci­ dieron liberarse del caballo cen­ tralizado mediante 7 C3AR. pero despues de 8. C x C + . P x C ; 9. P3A las blancas habian consoli­ dado su posici6n central y tenian un juego prometedor. . 8. . . . • P5R Por analogia con la partida de Bronstein. 8. P3A parece la j u­ gada indicada aqui. pues impide que una de las piezas negras me­ nores se traslade a 4CD. Luego las blancas pueden liberar la pie­ za clavada con jugadas como R3D. D3C 0 D4T y lograr asi un desarrollo bastante normal. El texto debilita la posici6n del ca­ ballo centralizado y deberia ser utilizada como respuesta a P4AR. Sin embargo. Spassky decide con­ seguir a la fuerza la recuperaci6n del peen del gambito y desafia a su adversario a hacer 10 que se le antoje. 8. 9. A x P 0-0· 0 ! Despues de 9. P X A. T x P; 10. P4A. C3A. las negras. que han abierto las columnas centrales para sus torre s . tienen un fuerte ataque . 9. 1 0. CR2R P4A Deben tratar centro. 10 • de conservar el C4A ? . . . Demasiado absorto en la idea de atacar el PD por segunda vez. Las negras pensaron durante un largo rato pero no encontraron las jugadas mas fuertes 10 ASC I . Mientras la TR I R 0 1 0 prirnera resulta bastante obvia. hay que reconocer que no es facil encontrar la segunda. Sin embar­ go. explotaria la falta de preci­ sion de las blancas en la jugada 8 y al impedir un posible D l R 0 R2D y amenazar tambi<!n con 1 1 . C x C ; 1 2 . P x C. T x P dej aria a las negras en una mejor posi­ cion. Con todo. el rey blanco tie­ ne suficientes casillas seguras dis­ ponibles como para demostrar la validez del axioma de Steinitz. . . . . . • . . . • . . . • 11. PXA 12. R3D ! CR X P + D4T A4A + ; 13. R3A es muy se­ 12 D7A se guro. mientras que 12 refuta con 13. D2D. . . . .• . . . .• la diagonal l D/STR ha sido libe­ rada. eI peon protegido en 6D y el C en SD mantienen la colum­ na D firmemente cerrada. y las blancas han completado su de­ sarrollo. Ademas. Furman se hallaba presionado por el tiempo y tuvo que hacer las jugadas restantes pensando mas bien en trucos tacticos y sin ning6n plan de­ finido. 1 4. 1 5. P4C 1 6. TRI R PxP TRIR C2A La terrible confesion de la derro­ ta al ofrecer un cambio de pie­ zas encontrandose con un alfil de menos . Pero el caballo blanco domina el tablero y debe ser eli­ minado. 1 7_ R3A 1 3. A2R 1 4. A3C C3R Protegiendo el PCD y establecien­ do un refugio en 2CD. ( Ver diagrama siguiente. ) Ya es evidente que las negras es­ tan perdidas . La pieza c1avada en 17. 1 8. DIA 19. P X C D3T C XC+ T6R + 113 El resto de la partida no es muy interesante. Con mas tiempo y la cabeza mas despej ada, Furman probablemente habria abandona­ do, pero advirtiendo un par de posibles jaques se siente moral­ mente obligado a continuar. 20. A3D 2 1 . R2A D3A + TxT Si 2 1 . . . . , T x C con la esperanza de dar un j aque en SD con el caballo y luego 22. P x C. 2 1 . . . , C X P + parece fuerte, pero la re­ plica steinitziana 22. R3C j aque a la descubierta, solo consigue ganar una torre. . 22. 23. 24. 25. AXT PXC A3A D2D AXC A x PA D7A + A5T + Mientras puedan ver jugadas « fuertes», las negras se resisten a baj ar el telon. 26. 27. 28. 29. 30. 31. R2C A x PC P3C A6A T I AD P5C D5T RIC D5C T l AD TIR Y las negras perdieron a tiempo con diez jugadas por hacer. 3 1 . Semifinal del Campeon�to de la U.R.S.S., Tallinn, 1959. N egras : Shishkin. poco, la atencion se concentro en mantener la tension en el centro y atacar por las columnas AD y D, mediante D2A seguido por TlD. Esta partida, una de las primeras de la nueva linea, con­ firmo el viejo topico que dice que el camino de los innovadores esta lleno de dificultades . DEFENSA GRUNFELD I. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. P4D P4AD C3AD PxP P4R PXC A4AD C2R C3AR P3CR P4D CxP CxC A2C P4AD 0-0 En la decada de los aiios cincuen­ ta, la linea central era 8 . . , P x P; 9. P x P, C3A; 10. A3R, 0-0; 1 1 . 0-0, ASC; 12. P3A, C4T como en la famosa partida de la competicion entre Bronstein y Boleslavsky, en 1950. Sin embargo, poco a . . 114 9 . 0-0 1 0. A3R 1 1 . TlA C3A D2A Para proteger e l punto vulnera­ ble 3AD y oponerse a que las ne­ gras abran la columna D, a causa del enfrentamiento entre torre y dama. 1 1. ... TlD Aunque esto ejerce fuerte presi6n sobre el centro blanco. debilita el 2AR. Sin embargo. es probable que las negras no dispongan de una jugada mejor. ya que 1 1 . P3C permite 12. A4A. P4R; 1 3 . A3C y a las negras se le han termi­ nado las buenas jugadas. ...• triunfo forzado. pero soble et ta­ blero el atacante tiene muchas posibilidades practicas. 1 4_ ... RxA 14 R1T no resulta tan acerta­ do. puesto que despues de 15. PR x P. P x P; 16. P x P las negras no pueden jugar sin peligro para A x C; recuperar el pe6n ( 1 6 17. D x A. A x P ; 18. A x A. T x A; 19. D5T Y las blancas cuentan con un fuerte ataque; por ejemplo : 19 D4R; 20. A6C ! . D2C; 2 1 . T3A. TD I D ; 22. T3TR. TID; 23. P6A ! . P x P; 24. D x P + . D x D + . 25. T x D + . R1C; 26. T x P ganan­ do. Analisis de Euwe ). . . . . • . 12. P4A La replica mas energica. Las blan­ podrian intentar el profilactico 12. P3TR como en el famoso triunfo sobre Fischer en la Olim­ piada (vea partida n." 98). En 1965 . en Santa M6nica, Spassky prefiri6 12. D1R contra el mismo formidable adversario (partida n." 73 ). . . . . • 1 5_ D3C + o 1 2. . . . A5C El mas tranquilo 12. P3R. 0 12. C4T. tambien pueden ju­ garse. . . . • . ..• 1 3_ 1 3. P3R bien 15. R1R; 16. C4A y las amenazas de 17. C6R 0 17. D8C + . AlAR; 18. D x A + 0 17. P3TR son demasiado fuertes para ser re­ futadas de una vez. . . . • D2D 1 6_ C4A 17. P X P P5A ! La partida Ilega llhora rapida­ mente a una crisis. . . .• La apertura de la columna AR expone al rey enemigo a multi­ ples ataques . PC x P 1 7. Las negras quieren «ver». Si fue­ ran mas timidas intentarian ale­ j ar al alfil con 13. C4T. a costa de reducir la presi6n en el centro. . . .• 1 4. A x P + ! Es posible que este no sea un ... C4T o bien 17 A x PA; 18. C X P ! . D x C ( 18 C4T ; 19. C X T + + . R3C ; 20. D7A + ! con el cambio de ventaja); 19. T x A + . A3A; 20. T x A + ! , R x T; 2 1 . ASC + . R2A; 22. 0 T i A + ganando la dama. . . . . . • . . . • 1 8_ D X PR + 115 L a s b l a n c a s pierden con. 18. P x P + despues de 1 8 , A X P; por ejemplo : 1 9 . C x A + , R I C ! 0 1 9 . D x A + , D x D; 20. C x D + , R x C; 2 1 . TDR ! , R4D ; 22. T5A + , R3A (J. Littlewood·Hartston, corn· petidon English County, 1970 ). . 1 8. 1 9. C X D . . . DxD CSA ? La jugada perdedora, puesto que obliga a las blancas a dar una replica fuerte. Lo correcto es 1 9 . . . , P x P ! ; 20. C x T + (0 20. P x P, TRIAD; 2 1 . C5C + , RIC y las ne­ gras estan a salvo; por ej emplo : 22. T x T + , T x T ; 23 . P6A, A3T; 24. P7A + , R2C ; 25. P5D, R3C y las negras se encuentran en me­ j or posicion. Analisis de Boles­ lavsky 20 . . . . , r x C; 2 1 . P x P, C3A y los dos alfiles dan a las negras un juego defendible en una posi­ ci6n en la que las torres y los peones de ventaj a de las blancas no pueden ser utilizados con fa­ cilidad. 19 A3A tambien es posible manteniendo la intencion de conservar los alfiles e inducir a las blancas a separarse de su poderoso caballo mediante 20. CxT+. . . 20. ASC I 2 1 . T4A ! . . . • T l CR (Ver diagrama siguiente. ) Ahora las piezas negras menores en la tercera fila constituyen de­ bilidades tacticas. 21. 116 A3A Una confesion de la derrota, pero 21 MT; 22. P4C 0 bien 2 1 . . . . . A7R; 22. TIR. A6D; 23. C x P ! gana piezas para las blancas. 0 bien 2 1 . AD x P; 22. C x A. Tanto aqui coma mas adelante. el caballo blanco es una pieza dominante. . . . .• . . .• 22. T x A 23. P X P P3TR C4R o 23 . . . . , C7C ; 24. T4C. C6D; 25. T x P + . RIR; 26. A x A, ganando (26 C x T ? ; 27. T7R mate ). . . . .• 24. A x A ! 2S. A4D CxT Con tres peones para el cambio y sus piezas menores « ancladas » en casillas poderosas. las blancas , pueden contar con una victoria facil. Su plan consiste en hacer avanzar los peones del flanco R obligando a las fuerzas enemigas a emprender la retirada. 2S. 26. P3TR 27. P4C 28. R2C TD I R C3A T2R CSR Con la esperanza de bloquear el PCR antes de que las blancas en­ tren en R3A y T I CR, forzandq P4TR y luego P5C . . 29. R3A 30. C X C C4C + PxC Finalmente, ha muerto el valero­ so corcel, pero el alfil resulta igualmente fuerte para impedir el bloqueo. 31. 32. P4TR ! T l TR PxP Abandona Las torres negras no tient"!l nin­ gUn campo de acci6n y despues de T X P y T7T + los �eones ade­ lantados se prer:.,itaran hacia adelante sin _!lcontrar ningUn obstaculn �al. Campeonato de Leningrado, 1 959. Negraa : Genin. 32. 4. P3D 5. C3A GIUOCO PIANO 1 . P4R 2. C3AR 3. A3A P4R C3AD Como la gran mayoria de los aje­ drecistas modernos, Spassky es muy aficionado a la Ruy L6pez. Esta partida constituye el Unico ejemplo que he podido encon­ trar, por 10 menos en su periodo posterior a 1952, de su adopci6n . de esta antigua favorita del si­ glo XIX. 3. . . . P3CR Una j ugada muy poco usada que tiene cierto parecido con la an­ tigua defensa de Steinitz contra la Ruy L6pez. Sin embargo. con el alfil blanco ya dirigido contra el punto debil 2AR dificilmente puede ser acertada. A2C CR2R �arece mejor jugar 5 , C3A :ontrolando el 4TR, excluyendo si el prematuro avance del PTR ue adoptan ahora las blancas. . 6. C5CR 7. P4TR ! . . . 0-0 C4T Tratando de quitar de en medio una de las piezas atacantes . 7 . . . . , P3TR se refuta mediante 8. P5T ! , P x C; 9 . P X P, C X P; 10. D5T, TIR; 1 1 . D x C mientras 7 . . . . , P4TR; 8. P4CR constituye una d e f e n s a igualmente fragil. En este mo­ mento, las negras deben arrepen­ tirse amargamente de su quinta jugada. 8. PST 9. P X C 1 0. P X P ! CXA P3TR 117 Aqui tambien, esta j ugada pro· porciona un poderoso ataque. 1 0. PxP o 10. P x C; 1 1 . A x P, P x P; 12. C5D, T2A ( 12 . . . . , TlR; 13. D3A Y 14. C6A + ); 13. D4C, P3A ( 13 . . . , P3D; 14. D4T, RIA; 15. D8T + , A x D; 16. T x A + , R2C; 17. T x D ) ; 14. C x C + , T x C ; 15. D41', R2A; 16. T3T, P3D; 17. T3A + , RIR; 18. D7T. Las negras no pueden me· jorar la defensa mediante 1 1 . . . . , P3AR a causa de 12. A6T, C x P ( 0 12. . . . , DlR; 13. A x A, R x A; 14. T7T + , RIC; 15. C5D ! , C x P; 16. D5T Y gana); 13. D5T, C5A; 14. A x C, P x A; 15. (UJ-O ganando la partida. 1 1 . C3A P4CR No 1 1 . . . . , R2T; 12. A5C, DlR; 13. D2D, CIC; 14. C5D, etc. 12. C X PC I 1 3. D5T 1 4. D7T + 15. T3T ! PxC DIR R2A PSC Esta jugada hace perder rapida· mente. La linea crucial era 15 . . . . , C3C; 16. T3A + (no 16. T6T ?, D3R Y 17 . . . . , T I T ) 16 . . . . , C5A; 17. P3CR, P5C ; 18. A x C, P x T; 19. A6T, T I CR; 20. D5A + , A3A (20 . . . . , R2R; 2 1 . C5D + , R3D ; 22. (UJ-O, R3A; 23. C4C + , etc.); 2 1 . C5D, D3R; 22. D7T +, A2C; 23. A x A, T x A; 24. D5T + , D3C (24 . . . . , RIC; 25. C x P, D x P ; 26. (UJ-O ! , D x C ?; 27. D8R + mate ); 25 . D x P con un ataque persistente, a pesar del deficit de una torre. 118 1 6. A6T I T I CR Despues de 16. . . . , P x T; 17. D x A + , R3R; 18. D x T, D x D ; 19. A x D, P x P ; 20. R2R Y 21. 'r lCR las blancas tienen un final vie· torioso. 1 7. TST ! L a amenaza era 19. D x C + , R2R; 21. P5A x , R3A; niendo al rey a 1 8. CSD RIA 18. T5A + , C x T ; 20. C5D + , R3D; 22. C4C + expo­ graves peligros. D3C Las negras confiaban en esta ju. gada, probablemente sin darse cuenta de la replica bastante ob­ via de las blancas. Sin embargo, 18 . . . . , C x C; 19. T5A + pierde pie­ zas y 18 . . . . , A x A ; 19. D x A + tambien lIeva a una rapida de· rrota. 1 9. 20. 21. 22. 23. 24. TSA + I DXD+ ASC ! C X P+ T7A + CXT RIR CxD P3D R2D R3A P4D La unica manera de proporcionar al rey una casilla de escape. 25. PA X P + 26. A2D 27. A3R + R3D R4A Abandonan Campeonato de Leningrado, 1 959. Negras : Reshko. 33. DEFENSA CARo-KANN 1. 2. 3. 4. 5. 6. P4R C3AD C3A P3TR DxA P5R P3AD P4D A5C AxC C3A Intentando desbaratar el desarro­ Ho del adversario. 6. 7. D3C 8. A2R CR2D P3R D2A Spassky indic6 que 8. . . . , P4AD era mejor, continuando con 9. P4A. C3AD ; 10. P3C y si 10. . .. , CSD entonces 1 1 . A3D. 9. P4A 1 0. P4C P3TD Una demostraci6n en el flanco D. Como res p uesta, las negras debe­ dan tratar de apoderarse de la iniciativa con el sacrificio de pe6n 1 0 . . . . , A x P; 1 1 . D x P, TlA; 12. D X PT, P4AD seguido por C3AD y 0-0-0. 1 0. 1 1 . P5C 12. T l CD 1 3. C4R P4AD P5A P5D PxP El sacrificio de pe6n realizado por Spassky ha provocado una posici6n muy desequilibrada en la que pronto podra penetrar en el flanco R con PSA. 1 4. 0-0 No 14. T x P?, D3A. 1 4. ... TXP Resulta muy poco apropiado apo­ derarse de peones cuando se esta tan atrasado en el desarroHo. 14. . .. , C3AD era una jugada mas s6lida. 1 5. P3D 1 6. A I D ! TXP T7T La ultima posibilidad de las ne­ gras era 16 . . . . , P x P ; por ejem­ plo : 17. A x T, P x A; 18. T x P, D3A; 19. D3D, C4A; 20. C x C, A x C con un juego sostenible, pero las blancas pueden obtener mej ores 119 resultados con 18. T2C mante­ niendo la tension. 21. C5D D3D o 1 7. P5A ! CxP Las otras defensas no son mejo· res ; por ejemplo, 17 . . . . , D x P ; 18. P x P, D x P; 19. T1R, 0 1 7 . . . . , P x P; 18. T x PA amenazando con 19. T x P, 19. P6R 0 incluso 19. C6D + . 1 8. PXP P3A o 18 . . . . , P x P ; 19. A4A, CD2D; 20. T x PC, T4T ; 2 1 . P x P seguido 'por 22. A4C 0 22. C5C. 2 1 . . . . , D2C; 22. P7R + , R2D ; 23. A4C + , R1R; 24 . A5T + , etc. 22. A5C + RIA N o 2 2. . . . , R 1 R ; 2 3 . A5T + , C3C; 24. C7A + ganando la dama. 23. A4C Ahora la amenaza dt; 24. P7R + resulta mortal ; por ej empJ o : 23 . . . . , A2C ; 24. C7R + , R2A ; 25. C5A, D x P ; 26. C x A, D4D ; 27. A6A Y entonces 28. C6R + y 29 A x C + , 0 23 . . . . , CD2D; 24. P x C + , C x P ; 25. TlR, P3C (25 . . . . , T8T; 26. A4A, D3T; 27. C6C + , D x C ; 28. T x T, R 1 D ; 29. A5C + ) ; 26. D3A, AlC; 27. D7A 0 finalmente 23 . . . . , D x C ; 24. P7R + , R2A ; 25. P8( D )R. , 23. 24 . . P7R CXA La jugada vencedora. AXP 24. 1 9. T x PA La ruptura decisiva. 1 9. PXT Tiene que aceptarlo porque de 10 contrario sigue 20. T7A. 20. C X P + 120 RID 0 24 . . . . , T x P + ; '25 . D x T, A2D ; 26. D x C + , C2D pero despues de 27. T x P la amenaza de 28. C6C + decide. 25. 26. 27. 28. 29. 30. DxC+ C xA+ A4A D7C AxC AxP+ C2D R2A C4R R3C D3R Abandonan Riga, 1 959. Negraa : Witkowaki. 34. DEFENSA GRUNFELD desarrollo de las nep-as y debili­ sus casillas oscuns. ta 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 1 0. P4D P4AD C3AD PXP P4R PXC A4AD C2R PXP A3R , C3AR P.3CR P4D CXP C XC A2C P4AD PXP C3A P4CD ? Una j ugada con pretensiones de celada y cuya unica justificacion se encuentra en la variante 1 1 . A x PC ?, D4T + ; 12. C3A, D x C + ; 13. A2D, D x P; 14. A x. C + , A2D; 15. A x T, D x T. 1 1 . A5D ! 1 2. T l AD A2D La j ugada mas energica, pero 12. A x C, A x A; 13. P5D, A2D; 14. A4D tambien era suficiente para obtener una ventaja. 1 2. 1 3. 0-0 T l AD P3R Las negras deberian haber juga­ do 13 . . . . , 0-0 pero estaban preo­ cupadas por la variante : 14. A X C, T x A; 15. T x T, A x T; 16. P5D, A2� 17. A x P, D4T ; 18. A5A. Sin embargo, 18 . . . . , D x P; 19. A x P, T1A da a las negras una compen­ sacion por el peon. Las blancas obtendrian m e j o r e s resultados con 17. D2D . El texto retarda el 1 4. A x..C T :< A 0 14 . . . . , A x A; 1 5 . PD ! , P x P; 16. P x P, A2C; 17. A5A, Dx P; 1 8. C4A, D x D; 19. TR x D c�n un pode­ roso ataque. 1 5. 1 6. TxT P5D A <T Aqui tambien, esta ruptura con­ duce a un fuerte atc.que. 1 6. 1 7. D2A 1 8. A5A 19. T l D 20. CAD PXP D2D PXP D2C Las negras se ven dificultadas para defenderse puesto que 20. . .. , A2D se refuta mediante 2 1 . C3C, P4A; 22. D2D, D3A; 2 3 . A4C, A4R; 24. C4D ! , D3A; 25. C3A. Por otra parte, entregar el alfil de casillas negras con 20 . . . . , A x C seria una grave confesion del fra­ caso. (2 1 . T x A, P4A; 22. T6D ame­ nazando con 23. A4D 0 bien 23. T6R + ). (Ver diagrama sigui.ente. ) 20. 2 1 . A4C A4R A·X C Finalmente forzado, ya que 2 1 . . . . , A2D ; 22. D5A, A3IAR; 23. D6D, 121 Una jjugada tranquila que acen­ tua la: absoluta falta de esperan­ za que caracteriza la posici6n de las negras. Estas tienen que en­ frentar la amenaza de T x P + que, s i jugada de inmediato, per­ deria ante la amenaza de mate en la ultima fila despues de 2 5 . . . . , A x T; 26. D x A + , D3R; 27. D8T + , R2D. P4A 24. o 24. . . . , dej aria a las ne­ gras sin ninguna jugada utiI. D3C ; 24. DSU 22. T X A 23. A5A P3A; 25. D3C, P3T; 26. D2C, P4T (para llevar la torre a 2T); 27. T l D, R2A; 28. T6D, etc. 25. D2C P4TD o 25 . . . . , Esta j ugada sensata sefiala el ca­ mino mas prudente. La tentadora 23. D5A no parece dar resultados a causa de 23. . . . , P3A (23. . . . , P x A; 24. DSR + ); 24. T6D, 0-0; 25. T7D, T I A! ! e inc1uso las ne­ gras tieQen h: mej or parte. Des­ pues de 25 . Tx A, P x A; 26. T7A, T l D ; 27. P41R, D4D; 28. D1T, D8D + ; 29. R�T, D3D + ; 30. P3C, D IA; 3 1 . T X P T IT las negras re­ chazan el ataque. Sin embargo, como seiialan Spassky posterior­ mente, las bhncas de hecho ga­ narian despU€s de 23. D5A , P3A con el simple 24 . A x P, R2A; 25. T 6D , T l A; 26. A3A. 23. 24. 122 A2 D TIC; 26. T6D. 26. T X P + PXT Ahora las blancas fuerzan el mate en todas las variantes. 27. D X T + 28. D X P + R2A R3A o 28 . . . . , R3R; 29. D1R + , RAD; 30. D 6 D + y 3 1 . D4D mate. 29. D7R + 30. P4C + 3 1 . D6D + R4A RSA R4C o 3 1 . . . . , R6A; 3 1 . D l D + . R5A; 33. D2D + , etc. DIA P3TR ! 32. A3R+ Abandonaa 35. Riga, 1 959•. Negra. : MikeD ••• CONTRA GAMBITO ALB;IN 1 . P4D 2. P4AD P4D P4R En la randa anterior, contra el finlandes Niemala, Spassky mis­ rno habia utilizado este gamhito, de rnanera que Mikenas decidi6 que el tarnbien pod ia permitirse esa libertad. 3. PD X P 4. P4R PSD Una replica surnamente ins6lita : ignora el pe6n negro situado en el centra y adopta una postura mas agresiva de 10 que normal­ mente eligen las blancas en las primeras jugad as del Albin. . 6. P5AR No 6. A3D, P x P; ya que las ne­ gras quedan en buena posici6n , CR2R-3C. despues de . . . 6. 7. C3AR CxP A5C + Las negras obtendrian mejores resultados cambiando caballos y confiando en su fuerte PD para conseguir contraposibilidades des­ pues de 8. D X C, A2C. 8. C2D C3AD 4. 5. con el otro gambito 5 . . . , P3A! , Y si 6. P x P, A5C + ; 7. A2D, C x P, 0 como en la partida presente 6. C3AR, P X P; 7. A3D, A5C + ; 8. eD2D, P x P; 9. 0-0, C3A + . P4A Tambien era posible 8. R2A ! y despues, digamos, 8. . . , C5C + ; 9 . R 1C, A4A; 10. P4C ! las blancas tienen la ventaj a. Tal vez, esta jugada sea objetivamente mas fuerte que el texto, pero es obvio que Spassky queria ensayar el sacrificio. . S610 esta replica de doble filo justifica la j uga da arterior. Des­ pues de 5. C3AR , ASC + ; 6. D2R para continuar con o\5C y 0-0-0 y las negras tienen :>uen juego libre. 5. P4CR Muy anticuada. P rovitne de par­ tidas jugadas en la p:-imera de. cada de este siglo . Sir embargo, como demostrara Lutilov en una partida contra Spas scy cua tro aDos mas tarde, la s nelras tienen mejores posihiJidades le igualar 8. 9. C3AD A3D Spassky perfecciona la linea se­ guida en una partida entre el m aes tro de Leningrado A. Geller y Mikenas , en 195 1 : 9. P3TD, A3D. 9. P5C 123 1 0. O-O ! . Un sacrificiQ) al estilo del Gambi­ to Muzio. 1 0. . . . 1 1. C X P La tUnica jugada es 13. . . D2R ; 14. P�SA! , C x C + ; 1 5. P X C, A4R; 16. PJ4A permite a las blancas re­ cupell"ar la pieza de inmediato. PXC A3D 1 4. Lo mejor ql.Ue podian haber he­ cho las neg1ras era defender la P3A; casilla clave 4R con 1 1 pero despue:s de 12 P3TD. A3D; 13. P4CD. C4IR; 14. PSA. C x C + ; 15. T X C. A4 �; 16. A4AD para con­ tinuar con T'3D y A2C las blan­ cas tienen un fuerte ataque en la columna D. mientras que si 1 6 C2R entonces 17. T3T amena­ zando con 1 8 . DST con 0 sin ja­ que. segUn Sea el caso. 1 1 . . . . , D2R no es tan acertado. Spassky ya hab ia demostrado, en una par- , tida contra Beliavsky (Leningra­ do, 1 95 5 ) que 12. PSR tienen en­ tonces mucha fue'rza. Esa parti­ da continuaba . 12 . . . . , P4TD; 13. P3TD. A4A; 14. P4CD, P x P; 1 5 . ASC. P3A; 1 6. PR x P, D2A; 1 7 . P x P, T x T ; B. D x T, A x PC ; 1 9 . D8T R 1 O ; 2�. A4R, D x P; 2 1 . C S R ! Y las blmcas pronto obtu­ vieron la vict6ria. . . . .• 1 2. Tratamdo de cerrar la columna 14 .. . . . . AR x P; lS� C x C, P x C ; 16. T :x P -fo , A2R permitiria a las blanc:as continuar con el podero­ �o 11. ASC 0 incluso con 17. DST +. R2D; 18. P6A. 1 5. 1 2. _ 1 5. 1 6. T X P 1 7. A5C 1 8. D3C + CXP o 124 TIR P3A 0-0 RI T 1 8 , R2C; 1 9 . TD lR. T l R ( 19. . . . , A Rx P; 20. T x A 0 bien 19 . . , T2A; 21. A4AD ) ; 20. ASC. A2D ; 2 1 . A x A, ) x A; 2 2 . D3C ! . • . . 1 9. . 1 3. PXC C 3A Las negras se las han arreglado p ara enrocar. pero la presi6n de las blc:ncas no ha disminuido. 1 8. . . . 1 2 . . . . A x P 13. TlR, P3A; 14. P4CD con bunas posibilidades. Sin embargo lespues del texto, las blancas funen menos pro­ blemas . o CXC La mlis simple. 15. T X C tambien fue tornado en consideraci6n, pero despues de 15 . . . . . P x T; 16. C x P, C3A; 17. A4AD, A x P la po­ sicion no es clara. P5R Las blancas. por supuesto, jue­ gan intentand. abrir !ineas . A2R R. . . . .• P5A I , o TDIR . AR X P 1 9 . ' " T l R ; 20. A x C + . 20. rXA Nuevanente el mas simple. 20. T8R pa-ece un final mas adecua· do para la partidal, pero despues de 20 . . . . , D3D; 21. lD7A las ·negras tienen 2 1 . . . . , CIC; 22. D5T, C3A. Por esto, el prosai1co texto. 20. 2 1 . TRSR 22. A4AR D3D CSC Liquidando completamente las esperanzas de cOlll traataque de las negras. ( Ver diagrama sigu iente. ) 22. 23. A3C A2D A3A ? Un error garrafal que provoca la perdida. de un caballo que es· taba perdido de todas maneras. 24. TR4R A baDdoDaD Da la impresion de que Spassky siempre sostuviese enconadas lu· chas tftanicas con el veterano maestro intemacional l i t u a n o (vea tambien l a partida n." 46). Se sabe que dertos adversarios logran que mostremos 10 mejor que tenemos, mientras otros nos hacen revelar 10 peor. Ri ga , 1 959. Blanca. : Gipalis. 36. Ruy LOPEZ 1. 2. 3. 4. P4R C3AR ASC 0-0 P4F. C3J.. D C3..a. A4J.. Alekhine, en su epoca, tambien se incline por esta jugada que da buenos resultados en h practica, a pesar de la desaprcbacion de los teoricos. S. P 3 A 6. P4D 7. P X P 0-0 A3C La clavada 7. A5C parece rnejor ca1culada para dar la ventaja a las blancas. 7. 8. DSD 9. ASC CR X P C4A 125 o 9. C3T (Gru:tnfeld-Spassky. Cam­ peonato de l aa U.R.S.S.), y abora , P3TD ! . da una buena par­ 9. tida. . . . 9. DIR 10. CD2D ? ' Este rutinari,o movimiento de desarrollo POlDe en dificultades a las b lancas " puesto que quita a la dama u nta necesaria casilla de escape. 1 0. C3T es correcto. 10. ... P3D ! Con la poderosa amenaza de 1 1 . A3R ganando por J o menos el cambi o. 1 1. P X P 1 2. A x C A3R No 12. P7D. D I C y ganan Jas ne­ gras. 1 2. 1 3. PxA D4D D3C 14. La mais fuerte. Despues de 14. P »< A; 15. C x P las blancas tienen cierto juego; por ej emplo: 15 . . , D3C; 16. C X A, C x C ; 17. D4AD, TDIR; 18. P7D, T2R; 19. C3A ! 2lmenazando con 20. CSR. . . .• . . IS. A4D A4T Un fuerte ataque pues esta vez amena;za con 16. CSR y con C6D. 1 6. 1 7. T2R D3D C5R C6C ! Otra d e Jas sorprendentes juga­ das tacticas que abundan en esta partida. 1 8. D6T Para sEguir protegiendo Ja torre. 1 8. C X T (8) L-a -torn: precisa. P3A La j u gada ven:edora. La tenta­ dora 1 3 . CiC no conduce a ningun a parte a causa de 14. D4TR. C x T ; 5. A7R. C7A; 16. DAR y las blaltas estan en bue­ na situaci6n. . . .• 1 9. l x C 20. 43C 21. 4 XP 22. . x T Abanconan P XP TRIR TxT TIR Las bla:tcas no pueden detener 23 . . . . , OA y 23 . . , D6D + . Un t Jiunfo rapido, tipico de Spass k� cuando j uega la Ruy Lo­ pez conlas negras . Compare con Ja partila 40. . 1 4. TD I R S i jueg a e l alfi, entonces 1 4 . . . . , C6C s eria mUY buena jugada. 1 26 . 37. 27.· Campeonllo de la U.R.S.S. , Lening-.do, 1 960. N egraa : Bron.tein. GAMBITO DE REY I. P4R 2. P4AR 3. C3AR 4. P x P C3AR las bl ancas pue­ Si 5. den intentar UIlme todo de j uego corriente para e.tambi to de Rey : forzar un camb) de damas para explotar en el mal l a m ayoria de peones en ( flanco D ; por ejemplo : 5 C3AR ; 6 . AS C + , A2D ( 6. . , P3AD puede muy bien ser la mejor); 7 D2R + , D2R; 8. D x D + , R x D ; 9 A4A! y las pie­ zas negras mal S!uadas . Este me­ todo era. por SUlUesto, conocido por ambos jug'da res . Vea por ejemplo la aperura de l a parti­ da Bronstein-Lenoine en la OIim­ piada de 1958 : 1 . P4R, P4R;- 2. P4AR, P X P ; 3. C2AR, A2R; 4 . A4A. C3A; 5. P5R, C5C ; 6. C3A. P3D; 7. P x p. A x P; 8. D2R + ! . D2R ; 9. D x D + , A x D (9 R x D es mils fuerte); 10. P4D. A3D ; 1 1 . C4R, C2D; 12. C x A + . P x C; 1 3 . AD x P con ventaja. . . .• P4R PxP P4D A3D . En esta batalIa entre des conoce· dores de las antiguas <nn a s del siglo XIX, Bronstein es e p ri mero en introducir una juga(a nueva. Sin embargo, la innovtci6n co­ rri6 la suerte de tantas ideas in· geniosas . No tiene exit) en las p rimeras pruebas y a llesar deI veredicto de los anaIista s en el sentido de que las negras p o­ drian conseguir un jueg() bastan­ te igualado, nunca se ruelve a adoptar. 5. C3A Primer exito; aunque para las ne­ gras. Si existe una forma de re­ futar la ultima jugada, probable­ mente consista en alejar al alfil i mpidiendole la defensa del PAR mediante jugadas como P4D se­ guido por P4AD. aunque las ne­ gras pueden reaccionar er] el mo­ mento apropiado con P3AD 0 in­ cluso P4CD. Por 10 tanto. Spas­ sky no corre riesgos y continua el desarrolIo. 5. C2R U n a j u g a d a consecuen Lte que mantiene la opcion de C3C con una defensa posterior dC!1 PAR. . . . • . . . 6. P4D 7. A3D . . .• 0-0 C 2D Una jugada mils h ien timida. Pa­ rece mils emprendedor cambiar eI agresivo alfil bl anco mediante 7 AD4A despu� s de 10 cual las negras tienen menlO S temor de un ataque al rey; tcambien pueden desarroIIar el CD a 3T pensando continuar a CSC. . . . . • 8. 0-0 P3TR? Probablemente COln la intencion de impedir 9. CSCIR, pet"o la per­ dida de un tiempCb y el debiIita- 127 miento del flanco R, son factores mas importantes. De todas ma­ neras, las negras pueden igualar con 8 . . . . , CR3C 0 incluso 8 C3C; por ejemplo : 8 . . . . , C3AR; 9. CSR, CR x P ; 10. C x C , C x C ; 1 1 . A x P. C x A; 1 2 . T x C, D4C ! 0 bien 8 . . . . , C3C ; 9. C4R. C3A; 1 0 . C x A. D x C ; 1 1 . P4A. A S C comple­ tando el desarrolIo y ej erciendo presi6n sobre el centro blanco. . 9. . . . • 9. CxP P4A . Si 13 C3A; 1 4 . D3D, C x C ; 1 5 . D x C, P4A entonces 16. D x P seguido por CSR con una buena posici6n. El texto prepara C I A para proteger 2TR d e una mane­ ra mas segura. . 1 1 . A1C seguido por 12. PSA 0 P3TD segun las cir­ cunstancias. 1 1. AxC 1 2. P5A PXA Las bIancas ya prevcn que con la activa torre en la columna AR necesitaran operar en Ias diagonales b lancas 1 CDj7TR y 2TD/8CR. C 6D ! ! . . .• A2A ! Las blancas podrian ganar el PR mediante 1 3 . D2R. pero entonces 128 P7 R ? Las negras cambian de parecer o mas bien deciden aplazar la ju· gada defensiva C I A . S610 apla­ zar, puesto que las blancas po­ drian ahora j ugar 1 5 . T2A mante­ niendo todas Ias amenazas. Sin embargo, el hecho de que Ias ne­ gras s6Io contaban con veinte mi­ nuto� ( ! ) para sus ultimas veinti­ cinco j ugadas, sugiri6 a Spassky la i dea de utilizar este notable sa­ crificio dobIe. 1 5. ASA; 13. P3CR, A4C ; 14. C x A. P x C; 1 5 . DST con un fuer­ te ataque. 1 3. D3D A2R 1 2. o 12 . . . . • C6R 1 4. o 1 0 . . . . , CSC; . . . • TIR 1 3. C4R ! Muy contento de entregar su PD en avanzado para lograr una po­ sici6n de ataque sobre la diago­ nal 1 CD/7TR. 1 0. las negras completarian s u desa· rrolIo mediante 13 C3A y des· pues de 14. C x C + , A x C ; 1 5 . D x P. T l R 0 bien 1 4 . D x P. C4D Ias blancas tienen pocas perspec· tivas de ataque. Despues del tex· to, las blancas Iogran una fuerte formaci6n de ataque y pueden apoderarse del PR m e d i a n t e T D 1 R , concentrando todas sus fuerzas en sus mej ores casillas. Ahora 2TR Y 2AR estan bajo ata­ que. Es comprensible eI asombro de Ias· negras al comprobar que Ias b lancas estaban dispuestas a entregar una torre a cambio del ataque, y deben haber analiz.ado la posici6n sin poder evitar en el fondo de su pensamiento la fas­ tidiosa idea de que Spas sky ha­ bia encontrado una victoria for­ zada en todas las variantes. 1 5_ CIA? Postergando l a decision sobre la cap tura del alfil y esperando que las blancas se encuentren todavia refrenadas por el audaz peon ne­ gro si tuado en el medio. No re­ sulta nada sorprendente que las negras se hayan equivocado en las circuns tancias descritas. Su unica buena defensa era 1 5 . . . . , A x C ( 1 5 . . . . , P x T( D ) transpo­ ne ) para proporcionar al rey una casilla de escape en 2R. Luego viene 1 6 . D7T + , R 1 A ; 1 7 . P x A, P x T( D ) + ( 1 7 . . . . , P x P ; l B . T2A, C3A; 19. DBT + , C 1 C ; 20. A7T 0 e n e�ta 1 9 . . . . , R2R ; 20. T x P + , A3R; 2 1 . D x PC ) ; l B . T x D, P x P ; 1 9 . DBT + , R2R; 20. T I R + , C4R ! ; 21. D X PC , T I C ! para desviar a l a dam a del con­ trol de S R . 22. D x P, D3C ! ; 23. RlT, A3R ; 24. P x C, P4D y las negras se l a han arreglado fi­ nalmen te para proteger al rey. La partida terminaria probable­ mente en tablas, puesto que las blancas tienen un peon por el cambio y pueden todavia causar problemas a las negras atacando el PD con A3C 0 bien T l D combi­ nado con D6A + , mien tras las ne­ gras tienen D7 A en perspectiva para inmovilizar a las blancas en la defensa de 2CR. Poco puede sorprendernos e n t o n c e s q u e Bronstein haya decidido defender su rey a la manera ortodoxa antes que dej arlo arrastrar por el tablero de manera tan poco digna. 1 6. C x PA ! ! P X T (D) + « En peligro de muerte, el hom­ bre es capaz de corner cualquier cosa. » 1 7_ TxD A4A Si 1 7 . . . . , R x C ; lB. CsR + , R I C ; 1 9 . D7T + ! , C x D ; 2 0 . A3C + , R l T ; 2 1 . C6C mate! 0 1 7 . . . . , D2D; l B . CRsR. 1 7 . . . . , D4D parece una buepa posibilidad y la mayoria de las fuentes dan J B. CRsR como la continuacion correcta de las blancas en ese momento. Esto parece dudoso. Asi, un amilisis bulgaro seiiala 17. . . . , D4D ; l B . CRsR, A x P ; 1 9 . C x P + , P x C ; 20. A3C, etc. sin advertir que las negras pueden desbaratar el ata­ que con 20 . . . . , T x C ! en que no encuentro nada que puedan ha­ cer las blancas . Los j ugadores deben haber re­ chazado 17 . . . . , D4D a causa del obvio l B . A3C que es en realidad la linea vencedora correcta. Solo despues de l B . . . . , D x C(2 ) ! ; 19. · A X D + , R X A las blan cas no pue­ de ganar con inmediatos j aques a la descubierta. Deben j ugar 20. D4A + , R3C (20 . . . . , A3R 0 C3R; 21. CSC + ganando piezas ) ; 2 1 DBC ! y ahora si 2 1 . . . . , A3R; 22. CsR + , R4T ; 23 . D x P 0 2 1 . . . . , A3A; 22. CsR + , A x C ; 23. D7A + , R2T; 24. D x T, A x P ! ; 25. R1T , C 3 C ( para impedir D4R + ) ; 26. TlD, A x PA ; 27. TBD, C2R ; 2B. P4 � R ! y ganan las blancas . De modo que las negras devuelven . 129 un alfil para poder defenderse con D2D ganando tiempo. 1 8. DXA D2D 1 9. D4A A3A Cerrando la columna AR, pero las blancas tienen presion mas que suficiente para forzar una victoria. ti tuye n inguna dcfensa ; pu r Cjl'll 1 ' plo : 22. " " P3CR; 23. T x C + y ahora 23, " " R x T ; 24. C x P + u bien 23. " " D x T ; 24. A3C + , R2T ; 25. D x P + , R I T ; 26. C7A + 0 23, " " T x T ; 24, A3C + , R2T ; 2S , D x P + , R l T ; 26 . D x P + , D2T ; 27, C6C mate, 21. A3C AXC o 2 1 . " " R2T ; 22, DSA + , P3C ; 23. D x A con una decisiva ven taj a material. 22. C xA+ R2 T o 2 2 . . . " R l T ; 23 , D4R coma en la penultima nota. 23. 20. CRSR D2R 0 20 . A x C ; 2 1 . C x A , D2R ; 22. D4R amenazando con 23. T x C + para la cual 22, " " P3CR no cons" " D4R + Abandonan E l logrado final de esta partida fue adaptado para la famosa e inverosimil escena de la pelicula de James Bond « Desde Rusia, con amor», Curiosamente, sin embargo, en la partida « Krons· teen-McAdam s» se omitieron los peones blancos en 4D y SAD. 38. 27.0 Campeonato de la U.R.S.S., Leningrado, 1960. Negras : Sakharov. GAMBITO DE REY 1. P4R 2. P4AR 3. C 3AR P4D 4. PXP C3AR P4R PxP sky ahora elige la j ugada moder· na favorita, aunque 5, P4A 0 C3A ? resultan muy factibles. 5. AS C + No S . " CD2D; 6 . 0-0, C x P ; 7 , P4A, C3A; 8. P4D, A2R; 9. A x P . . La defensa mas corriente. Spas- 130 P3A en que las blancas tienen una in­ dudable ventaj a ( B ronstein-Rago­ zin, I n terzonal de 1 948 ). 6. PxP PxP Durante un largo tiempo se pen­ s6 que esta e ra muy superior a 6 . . . , C x P ; 7. P4D en que 7 . , D4T + ; 8 . C3A, ASCD; 9 . 0-0, A x C ; 1 0 . D2R + , A3R ; 1 1 . P x A propor­ cion a ventaj a a las blancas en vista de la amenaza de 1 2 . PSD y de que las blancas conservan los dos alfile s . Sin embargo, el mismo Spassky comprob6 en una partida simultanea que las ne­ gras obtienen buen j uego sim­ plemente continuando su desa­ rrol lo con 7 . . . , A3D Y utiliz6 este descubrimiento con exito en su partida contra Hartston ( Has­ tings, 1 965-66 ) que continuaba 6. , C x P ; 7 . P4D, A3D ; 8 . D2R + , A3R; 9 . CSR, O-O ! ; 1 0 . A x C , P x A ; 1 1 . A x P, C4D ! y l a s negras tenian excelente j uego para su pe6n. . . . . . . . . 9_ 1 0_ A3 R C 4R A2R Decidiendo retener el alfil, con 10 que gana tiempo debido a la amenaza 1 1 . . . . , C6R ! forzando cambios favorables. Si 10 . . . . , A2A en tonces 1 1 . CSA , D2R ; 12. P4D con una Iigera ventaj a para las blancas. 11. A3C 0-0 1 2. P4D C2D 1 3. D2R P4C ? Una grave falta de criterio que hubiese sido condenada en for­ ma decidida por el anciano Dr. Tarrasch cal ificandola de « Hara­ kiri » . Es obvio que las negras pensaron que con todas sus pie­ zas desarrolladas podrian perm i­ tirse una j u gada que aflojara la tensi6n. Deberia haber int entado en vez 13. . . , P4AD para abrir el j uego. Entonces si 14. DSC, D3C ! 0 14. P x P, C x P ; 15. C x C ( 1 5 . T l D, D3C ! ; 1 6 . A x C A x A ; 1 7 . T x A, C x C + ; 1 8 . R 1 A , P4A con gran li bertad a cambio del pe6n perdido ) 1 5 . . , A x C + ; 1 6 . R I T, D2A con u n j uego razo­ nable. . , 7. A4A C4D La j ugada de Botvinnik, pensada para apoderarse del pe6n del gambito. 8. 0-0 9. C 3A A3D Mejor que 9. P4D, en que la linea central de la variante continuaba 9 . . . , 0-0; 10. C3A, C x C ; 1 1 . P x C, ASCR; 1 2 . D3D, C2D ; 1 3 . P3C ?, C3C con un buen j uego para las negras ( B rons tein-Botvinnik, Campeonato de la U.R.S.S., 1 952 ). . 1 4. P4A . CR3C De ahora en adelante, las piezas negras aunque estan desarrolla­ das, en torpeceran sus p ropios desplazamientos . 14. . . . , CR2A of re cia mejores posibilidades. 1 5. P4TR ! El cIasico movimiento de ruptu131 ra opera bien aqui, ya que no im­ plica ningun riesgo para el rey blanco. 1 5. ... P3TR No 1 5 . . . . , P5C ; 1 6 . CR5C con ven­ taj a . 1 6. PXP 1 7. CR X P PxP Un sacrificio notable basado en un criterio posicional dimimico. A primera vista podriamps eva­ luar la posicion y decir que es buena para las negras, pero des­ pues de esta j ugada, se hace evi­ dente que el rey negro se vera expuesto a peligrosas amenazas . . AXC 1 7. 1 8. ( Ver diagrama siguiente. ) A3A No 18 . . . . , A x A ; 19. T x A, P4AR ( la amenaza era 20. D5T y 2 1 . T4T ) 20. C6D, D2R ; 2 1 . P5A ! 132 TD 1 D Esta j ugada tranquila acentua el hecho de que las piezas negras menores estan demasiado mal si­ tuadas para ayudar en la defensa. 1 9. 20. AXP Las blancas tenian una fuerte alternativa con el mas energico 1 8 . DST y si 18 . . . . , P3A ( 1 8 . . . . , A3A; 1 9 . P5D gana una pieza ) en­ tonces 19. D6C + , R 1 T ; 20. C x A, P x C ; 2 1 . D6T + , R I C ; 22. D x A + . Sin embargo, el texto permite a las blancas concentrar sus piezas en el flaneo R en forma tan efi­ ciente que desde ahora hasta el fin del j uego cuentan con una fuerte supcrioridad local alIi don­ de realniente importa. 1 8. 1 9. A4A ASR ! AxC 20 . . . . , A x A ; 2 1 . P x A daria a las blancas la amenaza de 2 1 . C6A + y asi forzar la transposi cion a la partida. 21. DxA AXA 22. PxA D4C La amenaza era 23. D4C + , R 1 T ; 2 4 . R2A· Y 25 . T I T + mate. 2 2 . . . . , T I R daria al rey una easilIa de escape, pero despues de 23, A2A, RIA; 24. T x P + ! , R x T ; 25. D6C + , R2R ; 26. D6D + , R2A ; 27 . T I A + las blaneas ganan rapidamente . 23. TSA 24. D4A D2C Las negras podrian abandonar, ya que no tienen como defen- derse de 25. T5C ; por ejemplo : 24 . . . . , P3A; 25. P5A + , C4D ; 26. T x C ! , P x T ; , 27. A x P + , T2A; 28. P6R, etc. 0 24 . . . . , D2T ; 25. D4C + , R l T ; 26: TST. 24. C 3C D6A + RIC 29. A2A CxP Si 29 . . . . , C I AR; 30. T4D ! , T3R; 3 1 . T4C + , C3C; 32. T x + ! . TRIR 25. T5C C x PR 26. TXD+ RXT 27. T6D 30. E l ataque no disminuye. Las prin­ cipales amenazas son 28. D6T + , R I C ; 29. A2A. 39. 27. 28. T7D Abandonan Despl1es de 30 . . . . , C(5 )4R viene 3 1 . A x C, mientras 30. " " C(3 )4R ' pierde ante 3 1 . D5C + , R l T o l A ; 3 1 . D 6 T , R I C ; 3 3 , D7T + y mate a la pr6xima. Mar del Pia ta, 1960. Negras : Fischer. GAMBITO DE REY El prim e r encuen t ro entre los dos grandes maes t ros mas jovenes del mundo tiene g ran inte res histo rico aunque no es una pa rtida de gran calidad. Es evidente que la tension del momento fue de­ masiado grande. 1. P4R P4R La Siciliana es la reacci6n casi automatica de Fischer ante 1 . PAR. Queda claro entonces que aqui intenta sorprender a su ad­ versario evitando las consecuen­ cias de una apertura preparada. 2. P4AR SpUlisky procede de la misma manera aunque, vin iendo de cl., esta jugada no resulta .una gran sorpresa, PxP 2. 3. C3AR P4CR Fue s610 despucs de esta partida (y posiblemente a causa de su resultado ) q ue Fischer declar6 en un famoso a rticulo que su anali­ sis mostraba que las negras de­ berian j ugar 3 . . . " P3D como ju­ gad a de espera y luego, despues de 4. A4A, intentar 4 . . . " P3TR se- 133 guido por s . . . . , P4CR. Esta sin­ gular sugerencia no ha sido p ro­ bada 10 suficiente como para poder emitir confiadamente un j uicio sobre su verdadero va­ lor. Pero despues de todo sucede 10 mismo con la j ugada del texto que es mucho mas antigua. 4. P4TR La repli� mas inC1Slva de que disponen las blancas. PSC 4. S. CSR C 3AR 6. P4D P3D La linea moderna del Gambito Kieseritzky que ha despertado considerable interes desde que 10 defendiera Rubinstein. La mas antigua 6 . A4A apenas se utiliza en nues tras dias, mientras que 6 . C X PC da a las negras la ventaj a desp ues de la complicada varia­ cion 6 . . . . , C x P ; 7. P3D, C6C ; 8 . A x P, C x T ; 9 . D2R + , D2R; 1 0 . C6A + , R 1 D ; 1 1 . A x P + , R x A; 1 2 . CSD + , R 1 D ; 1 3 . C x D, A x C ya que las tres piezas negras va­ len mas que la dama, a pesar de que el rey se encuentra arrinco­ nado. xP 7. C3D C 8. AXP A2C La principal alternativa es 8 . . . . , D2R en que las blancas replican 9. D2R puesto que no temen el cambio de damas . El peon de ventaj a que tienen las negras en el flanco R no resulta un gran adorno para la posicion. 134 9. C3A Una dudosa innovacion . La juga­ da usual es 9. P3A para proteger el b aluarte central. Keres p ropo­ ne como posible continuacion 9 . . . . , 0-0 ; 1 0 . C2D, T l R ; 1 1 . C x C , T X C + ; 1 2 . R2A, D3A; 1 3 . P3CR, A3T; 14. A2C y las blancas pare­ cen estar en mej or situacion. 9. 1 0. CXC PXC P4AD Ahora que ya no tienen un PCD, Ias blancas encuentran mucho mas dificil refutar la presion en el centra que si hubiesen j ugado 9. P3A. El texto representa una me­ j ora sob re la j ugada de Keres 10. . . . , 0-0 puesto que ahora si 1 1 . D2R + tratando de eXl'llotar el hecho de que las negras no ha­ yan enracado entonces 1 1 . . . . , A3R ! ( no 1 1 . . . . , D2R; 12. A x P, D x D + ; 1 3 . A x D, P x P ; 1 4 . . O-O ! con posibilidades de ataque en las columnas centrales ) en que 12. PSD falla ante 12 . . . . , A x P + ; 1 3 . A2D, A x T y si 14. P3A tra­ tando de ganar ambos alfiles, en­ tonces sencillamente 14 . . . . , D3A y las negras conservan su ventaj a material. 1 1. A2R De modo que las blaneas deciden continuar en el estilo gambito. 11. 1 2. PxP 0-0 C3A Se sabe que en situaci[lnes como esta, j ugadas como 12 . . . . , P4AR o 12 . . . . , P4TR, para apoderarse del peon, debilitan mas el flanco R. Las blancas entonces empren­ derian la iniciativa en la colum­ na AR con 1 3 . ASC y consiguien­ temente el caballo seria situado en la casilla ideal 4AR. Si 12 . . . . , D X P, entonces 1 3 . P3C ! Y las blancas recuperan un peon . 1 3. A X PC 0-0 1 4. AXA TXA 1 5. D4C Las blancas han conseguido la mejor posicion dentro de sus po­ sibilidades y amenazan mate con 14. A6T, pero una vez que las negras hayan puesto a salvo al rey, resulta dificil creer que las blancas obtengan una compensa­ cion suficiente por el material sa­ crificado. 1 5. P4A Una cuestion de estilo. El texto es una defensa activa que da mas campo a su TR, pero Steinitz hu­ biese preferido 15 . . . . , R l T coma Fischer indico mas tarde. 1 6. D3C 1 7. TDIR PxP Ciertamente que e s m a s impor­ tante mantener la iniciativa que cntregarla a las negras con 17. A x P, T3A ! seguido por 18 . . . . , T3C. 1 7. RIT U n p l a n amb icioso que pretende lI s a r la columna CR para la to- rre. Una j ugada mas estereotipa­ da, pero posiblemente mas fuer· te fue utilizada por Aronin 17 . . . . , D2D para enfrentar 1 8 . A x P con 18 . . . . , TR I R intentando un cam­ bio de torres y una simplificacion general hacia un final favorable. 1 8. RIT Fischer critico este intento de evitar el consiguiente ASD con j aqlle, y prefirio 1 8 . A X P de in­ mediato de modo que si 18 . . . . , T I CR entonces 1 9 . CSR! coma en la nota siguiente. T I CR 1 8. 1 9. AXP! Ahora 19 . . . . , ASD; 20. D2T, TSC ; parece dar el triunfo a las ne­ gras, pero luego tenemos 2 1 . ASR + , C x A; 2i C x C con l a amenaza d e 23 . C 7A + ganando asi tiempo para proteger el PTR. AlA 1 9. 20. A5R + CXA 21. DXC+ T2C Ahora 2 1 . . . . , A2C ; 22. D7R y las blancas deberian poder recobrar un peon con excelentes posibili­ dades de empate. ( Ve r diagrama siguien te. ) 22. TxP No puede defender su PTR; por ej empfo : 22 . T4A?, A3D 0 bien 22. PST, D4C. 22. D X P+ 135 26. D4D Muy fuerte, manteniendo clavada la torre . Esta no se puede zaf.l r mediante 26 . . . . , T 1 D ? a causa d e 2 7 . D x PA, tampoco s i rve 2 6. . . " A4A a causa de las amenazas en la ultima fila : 27. C x A, D x C ; 28. T8R + ganando. Como seiial6 Aronin, las negras deben prote­ ger su posicion mediante 26 . " A l A en que 27. D X PT se refuta con 27 . . . . , A4A; 28. C x A, D x C ; 29. T8R + , T I C y 27. C5R con 27. . . . , A4A ! ; 28. C7A + , RlC y des­ pues del cambio de damas es ta­ bIas. En vez de esto, las negras cometen un error garrafal. . 23. RIC D5CR Tratando de atacar al rey enemi­ go, pero era mej or prepararse para el final con 23 . . . . , D6C Y las negras tienen buenas posibilida­ des de veneer. 24. 25. T2A T4R A2R Las blancas tienen ahora todas s u s p i e z a s bien centralizadas, mientras que las torres negras no estan muy bi�n colocadas. La j ugada de Fischer 25 . . . . , D8D + ; 26. T I R , DSC; 27. T2R, D8D + con unas tablas por repeticion· es aho­ ra la mas segura. ( S i 28. R2T en­ tonces, como indica Aronin, 28. . . . , T3A ! fuerza unas tablas a causa de las amenazas de 29. . . . , A3D y 29 . . , T3T + ). Sin embar­ go, aqui como siempre, el gran maestro estadounidense sigue su practica universal (y admirable ) intentando e v i t a r u n a s tablas cuando todavia hay una cantidad razonable de piezas sob re el ta­ blero. . . 25. 136 D4C . TIA 26. 27. T5R ! Esta era la verdadera amenaza de las blancas . Separar a la dam a d � la defensa del alfil cuan­ do 28. T X A gana, a causa de que la torre esta clavada. Ahora las negras pierden una pieza en to­ das las variantes ; por ejempli> : 2 8 . . . . , DST ; 29. T X T + . Cuando el alfil esta sobrecargado 28 . . . . , A3A ; 0 bien 28. D6D ! A x T ; 29. T x T + , T I C ; 30. D x A + , D x D ; 3 1 . T x T + y 32. C x D . 27. 28. TlD D4R Ha desaparecido la clavada de la diagonal larga negra, pero ahora el alfil se ve doblemente atacado. 28 . 29. . .. D5T T4A Despues de 29 . Abandonan . . . , D3T; 30. T x A, T x T (30 . . . . . '{ x C ? ; 3 1 . T8A + . T l C ; 3 1 . DSR + y mate ); 3 1 . D x T las negras no pueden recobrar 40. piezas mediante 3 1 . . . . . T x C a causa de 32. T8A + y mate a la proxWla. Campeonato « Trud » , Kialovodak, 1 960. Blancaa : Kuznet&ov. Ruy L6PEZ . P4R C3AD C3A A4A P4R 1. 2. C3AR 3. ASC 4. 0-0 5. C X P 5 . P3A ofrece a las blancas me­ jores posibilidades para obtener una ventaj a en la apertura. (Vea la partida n.· 62 contra Zuidema. ) 5. CXP . .. Buscando complicaciones desde el comienzo. Spassky ha jugado 5. . . . . C x C en varias partidas ; por ej emplo : 6. P4D. P3A; 7. P x C . C x P ; 8. A3D. P4D ; 9. P x PA . C3A ! ; 10. D2R + . A�R; 1 1 . ASCR. D x P ; 12. A x C. P x A; 13. C3A. D4R ; 14. C4R. A3C; 15. RIT. o-o.{) con juego en la columna CR (Krogius-Spassky. 26.· Campeona­ to de la U . R .S .S . 1 959 ). , 6. despues de la replica mej or 7 . . . . . A2R ) las negras obtienen igualdad. D2R ! ( Szabo jugo 7 . C x PA Audaz. pero equivocado. Las blan­ cas deberia jugar 6. D2R. C x C ; 7. P4D ! ( Keres-Szabo. Torneo de Candidatos. Budapest. 1950). pero 6. . ... . . . RxC Las negras ya podrian demostrar la desventaj a del seudosacrificio del caballo blanco mediante 6 . . . . DST. y si 7. C x T. A x P + ; 8_ . T x A. D x T + ; 9. R l T. DST; 10. P3CR. C x P + ; 1 1 . R2C ( 1 1 . RIC, DSD + ) 11 . . . . . DSR + ; 12 . R x C . D4R + ; 1 3 . R2C. D 4 C + con j aque perpetuo ya que 14. R I A. D x A + ; 1 5 . D2R + . D x D + favorece a las negras a causa del caballo atra­ pado en I TR. 7. 8_ 9. DST + DSD + AxC P3CR R2C 0 9. D x CR. P4D; 10. D4TD ! . T l A y las negras reciben una amplia compensadon por el peon de me­ nos. aunque no puedan conseguir un ataque inmediato con DST. 9. 1 0. 1 1. ... A4T D3D TlR P3A No . 1 1 . D3C. P4CD. Sin embargo. la dama ahora bloq..uea el PD y 137 hace muy dificil que las blancas puedan completar su desarrollo. DST ! 11. Amenazando el PAR y tambien ( indirectamen te ) al alfil colgado en 4TD . 1 2. 1 3. P3CR P4CD ! D6T pues de 17 . . . . , P x A ; 1 8. D x P + , A3R; 1 9 . D2C iba a desbaratar el ataque y quedar con dos peones de ventaj a. 1 7. 1 8. T8A + A3R ! R2C ! Tal para cual . Despues de 1 8 . T x T; 1 9 . A x A + , R2C ; 2 0 . D7R + son las blancas las que ganan ; en esta otra linea 19 . . . , T2A ; 20. A x T + , R x A ; 2 1 . D4A + y las blancas ganan puesto que el rey no tiene una buena casilla ; por ej emplo : 2 1 . . . . , R 1 A ; 22. D l A + 0 2 1 . . . . , R2C ; 22. A2C + y 23 . D2R. . Juego ingenioso que da a las blancas la oportunidad de poner en aprietos al rey negro durante algunas pocas jugadas. 1 3. 1 4. D3AD + 1 5. D x A 1 6. A3C + 1 7. A x P + C x PA ! RIC CSC P4D 1 9. A2C + 20. T x T 2 1 . A3AR R3T TxT Esperando bloquear la columna R . 21. 22. R I A 23. A X C D X PT + D X PC La amenaza era 23 . . . . , C7T + y ASA + . tambien 23. 23 . . . . Abandonan Esta es la posici6n que Kuznet· sov buscaba, pensando que des· 138 ASA + ! Una lucha a brazo partido que recuerda los encuentros del si· glo XIX. Baste que observen la torre y el caballo blancos inacti· vos en la posici6n final . 4 1 . 28.0 Campeonato de la U.R.S.S., M oscu, 1 96 1 . Negras : Bronstein. DEFENSA I NDIA D E REY 1. 2. 3. 4. 5. 6. P4D C3AR P3CR A2C 0-0 C3A en el centro y las blancas con­ siguen un desarrollo ideal. C3AR P3CR A2C 0-0 P3D 7. 6 . P4A es casi de rigor en el aje­ d rez moderno, pero ya que la ultima j ugada de las negras indi­ ca el deseo de no dej arse veneer facilmente (el simetrico 6 . . . , P4D lleva a posiciones muy equi­ libradas ) no podemos culpar a las blancas por decidir apartarse de la norma. . 7. A4A parece j ugable, pero despues de 8. CSR las blancas contarian con presion en el cen· t ro. 8. Jna jugada mas bien dogmatica ie parte de Bronstein quien · sa­ ;rifica un tiempo para lmpedir P4R y espera demostrar que el antiguo principio opera : « En un Peon Dama, nunca bloquee su PAD j ugando C3AD ». Un concep­ to mas moderno seria 6 . , C3A para refutar 7. P4R mediante 7 . . . . , ASC con presion sobre l a s ca­ sillas oscuras del centro y 7. PSD mediante 7 . . . . , C4T y luego P4AD j unto con el avance de un peon del flanco D. TIR Las blancas podrian j ugar 8 . A X C Y luego 9. P4R, pero naturalmen· te prefieren conservar sus opcio­ nes, porque una vez que se haya abierto la columna R, su torre y el AD ej erceran una peligrosa presion sobre 7R. P4D 6. P3A 8. ... CsR ? ! Una manera iIl@eniosa de impe· dir P4R, pero, como muestra el resultado, las negras quedan to­ davia luchando por igualar. 8 . . . , A4A parece mej or calculado para mantener el equilibrio. . . . . 7. AsC PxC P6R 9. C x C 1 0. C2D El proposito de su j uego anterior esperando cam bios posteriores. 10 , A x P se refuta mediante 1 1 . P3AD Y 12 C X P con un j uego ligeramente mejor (presion so· bre 7R y 10 . , D X P de la mis­ m a manera ( 1 1 . P3AD, D4R; 1 2 . C X P seguido, si es necesario, por A4A ). 1 0 . . . , P4AR parece una -in. . . . . . . Despues de esta jugada directa, las negras se ven obligadas a adoptar una postura defensiva . 139 teresante idea de doble filo y las blancas tienen que el AD se meta en dificultades ( 1 1 . P3R?, P3TR ). Sin embargo, despues de 1 1 . P3AD seguido por 12. P3A las blan­ cas deberian quedar en mej or si­ tuacion, debido a la debilidad de las casillas 2R, 3R y 4R de las negras. 11. A x PR ( 3 ) Uno d e esos casos e n que e l j u­ gador que utiliza la anotacion descriptiva puede equivocarse fa­ cilmente y escribir A x P 0 A x PR o incluso AD x P, es decir, j uga­ das ambiguas. Despues de 1 1 . P X P e l alfil esta perdido ante 1 1 . . . . , P3A ; 12. A4A, P4R. 1 1. 1 2. A X A 1 3. P3A AXP DxA D4A ? Debil puesto que la dama queda expuesta a un ataque. Debia in­ ten tar 13 . . . . , D l D ; 0 13 . . . . , D3C; 14. C4A, D2A en que puede com­ pletar el desarrollo con A3R y luego proteger al rey mediante C2D3A. 1 4. C4R D3C Es posible que su intencion ori­ ginal haya sido 1 4 . . . . , D4TR para continuar con A6T, pero despues del estupendo movi miento cen­ tralizador 1 5 . D4D ! ( amenazando e n c i e r t a s circuns tancias con DSR ) las negras todavia se en­ contrarian en graves dificultades. 1 5. D2D 140 Como D4D ya no sirve, esta ju­ gada resulta un sustituto apro­ piado al des tacar ( con la amena­ za D6T y CSC ) que el cambio de alfi.les ha dejado a las negras con una debilidad cronica en los cua­ dros oscuros. 1 5. 1 6. A4A C5C Las perspectivas de las blancas estan en el j uego medio, de ma· nera que debe evitar los cambios de piezas menores. 1 6. TID ? La j ugada perdedora, puesto que debilita el 2AR y l leva. a la dama enemiga a una fuerte posicion de ataque. 16 . . . . , C2D fracasa ante 1 7 . P4R de modo que las negras tenian que intentar 17 . . . . , D2A o 17 . . . . , P3A en que la partida continuaria 18. P4R, A lA ! ; 19. C3A, P4R y ahora con 20. C4T las blan­ cas renuevan la presion sobre e1 flanco R (20 . . . . , C2D ; 21 . D6T 0 20 . . . . , R2C ; 2 1 . TD l D ) pero las blancas todavia tienen una posi­ cion defendible. 1 7. D4A ! Ahora las negras no disponen de una j ugada satisfactoria ( 1 7 . . . . , D x PC ; 1 8 . P4R, A3R; 20. D4TR, P4TR; 21. C x A, P x C ; 22. D x PR o 22. A3T ) por 10 tanto tratan de provocar una crisis. 1 7. P4R No 17 . . . . , P3A ?; 1 8 . D4A + , R2C ; 1 9 . D7A + , R3T ; 20. D x PT + , R x C; 2 1 . D4T mate ! n i 1 7 . . . . . , P3TR; 1 8 . C x P , R x C ; 1 9 . P4R re­ cob ran do la pieza y abriendo ia columna R para su torre ( 1 9 . . , , ' P4R ; 20. D X P R no transpondria entonces a la partida s i las ne­ gras eligieran 20 . . ' " A3R pero las blanc as tienen todavia un ataque vencedor desput!s de 2 1 . T3R ). 1 8. 1 9. 20. 21. DxP P4R ! C x PA ! T3R ! P3TR AlA RxC Quizas Bronstein habia puesto sus esperanzas en el hecho de que las blancas tienen una j uga­ da muy tent:ldora 2 1 . AlA, pero despues de 2 1 . " . , P4A ! ; 22. MA + , A3R las blancas no tienen una buena continuacion. E l texto es mucho mas fuerte. 2 3 . D6A ! , D x T + ; 2 4 . AlA, T2D ; 25 . D x P + , T2C ; 26. D8R + , R2T ; 27. T8A y 28. T8T + con mate, y 2 1 . " . , C2D tampoco es acertada : 22. T3A + , R I C ; 23. D6R + , R 1 T; 24. D7R y 25 T7A ya que la dama negra esta sujeta a la defensa de l a torre. 22. AlA ! Esta jugada llega en el momen­ to preciso en que las negras han debilitado su control de 3R. 22. 23. 24. D8R + :r3A T2D R2C Tambien gana 24. D X A, pero las blancas tienen ahora mucho mas j uego que un triunfo en el final despues de un cambio de damas con 24. " . , D I D . D4A 24. Ahora 24 . . ' " D I D ! pierde ante 25 . T7A + y 24 . " . , C3T ante 25 . MA. 25. TlD L a torre e n 2 D esta ahOl;-a sob re­ cargada de tareas defensivas. 25. 21. RIC Otra paradoj ica idea defensiva, sin duda esperando inducir a las blancas a hacer una j ugada erra­ da; por ej emplo : 22. D6A?, P4A L Obviamente, 2 1 . " . , D x PC pierde rapidamente ante 22. T3A + , R l C ; P4TR 0 25. " . , D2R ; 26. T x T, D x T ; 27. D8A + , R2T ! 28. T7A + y las blan­ cas no solo ganan la dama, ya que despues de 28. " . , D x T ; 29. D x D + , P. I T ; 30. MA ! mate for­ zado . 26. TXT+ CXT 141 27. T7A + 28. D8T + 29. P4TR + R3 T R4C Abandonan Es un mate a la proxima con 30. T4A. Un ataque sumamente grato. 42. 28.0 Campeonato de la U.R.S.S., Moscu, 1 96 1 . Negras : Vladimirov. DEFENSA SICILIANA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. P4R C 3 AR P4D CXP C 3 AD A SC R P 4AD P3D PXP C3AR P3TD CD2D P4A Actualmente se considera mas acertado j ugar 7. A4AD de inme­ diato. D2A 7. Para impedir el agresivo desarro­ Ho del alfil 8. A4A, pero seria me­ j or que las negras buscasen con­ trajuego en las casiIIas oscuras con 7 . . . . , D3C apuntando a 7CD, SD y, si j uega el CR, a 6R. 8. D3A P3CR Un� manera inusitada de desarro­ Har el alfil en la Variante Naj­ dorf, pero esta jugada tiene por 10 menos el merito de no debiIi­ tar el 3D con P3R. 9. 1 0. 142 0.0 -0 A2R A2C P3TR Esta j ugada y la proxima intro­ ducen compIicaciones. Las ne­ gras deberian enrocar y luego desarroHar el AD con T I C y A2C . 11. A4T P4R Aqui nuevamente deberian enro­ car. Observe que 1 1 . . . . , P4CD fa­ Ha ante 1 2 . PSR, P X P; 1 3 . P X P y si 1 3 . . . . , A2C entonces 1 4 . P x C ! con tres piezas p o r l a d a ma, mientras que 1 1 . . . . , C4A; 12. A x C ! , A x A; 1 3 . CSD resulta a favor de las blancas. 12. C RSC ! Un sacrificio tipico de la SiciIia­ na que explota el hecho de que las negras no enrocaran y su de­ biIitamiento innecesario del PD. 1 2. 1 3. 1 4. 1 5. CXP C X P+ PXC D4T RIA A4A Defendiendo el PTD y ganando el PAR. 1 5. PxP La mejor defensa, abriendo la diagonal larga negra para un contraataque en 7CD y desocu­ pando 4R para su CD. 1 6. C X PA t'2T ! ( para impedir 23. T( l )7D ) ; 2 3 . T( 1 )6D, D4C las negras pue­ den lograr la consolidacion con T2R. D2A 21. No 1 6 . . . . , C4R; 17. C x C , D x C ; 1 8 . T8D + , R2R; 1 9 . TSD y 20. PSR, ni 16 . . . . , T I CR; 17. D x P amenazando con 1 8 . D6D + . 1 7. A3CD CXC T8D + 20. 21. 22. A2AR D2R Ahora las blancas cuentan con un triun fo forzado . DxC CIR No 19 , R2R ; 20. TSD ! y 2 1 . PSR como antes. Ahora vemos el objetivo de la defensa de las ne­ gras. La amenaza 20 . . . . , D x P + obliga a las blancas a detenerse un momento en su ataque. . Es obvio que las negras no advir­ tieron que su u l t i m a j ugada per­ mitia este poderoso movimiento, atacando el 8R y 7AR. C4R Una buena alternativa era 1 7 . . . . , C4A para retirar el formidable AR blanco. Entonces, despues de 1 8 . T8D + , R2R falla ante 1 9 . T x T , C x A + ; 2 0 . D x C ( 2 0 . PT x C, T8T + ) 20 . . . . , A3R ! ; 2 1 . D4C + , R x C ; 22. T x T y 1 8 . . . . , C I R ; 1 9 . C x T, C x A + : 2 0 . D x C, A x C ; 2 1 . T x C + proporciona un pode­ roso ataque . 1 8. 19. DST ! . . . P3A P4CR ? La jugada perdedora despues de la cual el ataque blanco consigue la ruptura . Steinitz y Lasker en­ seiiaron que el que se defiende deberia evitar los movimientos de peones que provocan debilida­ des e intentar cambiar piezas. 20 . . . . , A3A! e s 10 correcto y des­ pucs de 2 1 . A x A, D x A ; 22. TRlD, 22. ASC Si 22. P3C entonces 23. A X P haciendo que SAD este nueva­ mente disponible para el alfil. 23. TXC+ Un curioso descuido. El final de la partida debe haber sido juga­ do bajo una extrema presion de tiempo ; de 10 contrario Spassky dificilmente habria dej ado de ad- 143 vertir el mate en dos . (23. D x C + . D x D ; 24. A5A mate ). Como se sabe. la « regia» para encontrar combinaciones consis­ te en realizar en la mente las ju­ gadas em!rgicas. en todos los or­ denes posibles. Es obvio que la ultima jugada de Spassky ame­ nazaba con 23. A5A y si 23. D x A ; 24. D x C mate. Resulta ex­ trafio que no haya visto el orden inverso de las j ugadas. La expli­ cacion reside probablemente no solo en la escasez de tiempo. sino tambien en el hecho de que ha­ bia otros mates con 24. T x C Y 24. D7A en la ultima variante. . . . • 23 24. TXT . DxA Con una flicil victoria debido a sus poderosos alfiles. 24 . ... A4R De 10 contrario. 25. D5A + . A3A; 26. A5A. 25. TID Abandonan Si 25 . T2T entonces 26. A5A. D x A ; 27. D5A + . R2C ; 28. · D7A + . mientras que s i 25. . . . . A3D en­ tonces 26. D5A + . R2C ; 27. A4D + forzando el mate. . . . • 43. 29.0 Campeonato de la U.R.S.S., Baku, 1 961 . Blancaa : Kot.. Ruy L6PEZ I. 2. 3. 4. 5. 6. P4R C3AR A SC A4T 0-0 TIR utilizado en el Campeonato So· vietico anterior. P4R C3AD P3TD C3A A 2R P3D Esta partida se jugo en la prime­ ra ronda. y naturalmente Spas­ sky quiso aprovechar el nervio­ sismo de su adversario que ha­ cia su presentacion en el Cam­ peonato. De aqui que. en vez de continuar con las jugadas norma­ les de la defensa cerrada. juega este ligeramente inusitado orden de movimientos que ya habia 144 7. 8. P3A P3TR ASC j EI experimento da resultados ! El texto permite a las negras ex­ plo tar la antigua regia (vista nor­ malmente en posiciones de Giuo­ co Piano ) que dice que un juga­ dor no debe debilitar su flanco R con P3TR. si ha enrocado en ese lado y su adversario no 10 ha he­ cho. Las blancas deberian jugar 8. P3D u 8. A x C + . P x A; 9. P4D. Para mitigar el error de las blan­ cas debemos decir que existia un poderoso precedente : Emanuel Lasker cometio el mismo error en su encuent ro con Janowski en e l torneo de Nueva York. en 1 924. A4T 8. 9. P3D 9. . . . • D2D ... Preparando el enroque largo que seria seguido por el avance de PCR. 1 0. CD2D Lasker. dandose cuenta a tiempo del peligro. simplifico aqui con 10. A x C. D x A; 1 1 . AsC y asi re­ duj o las posibilidades de ataque de Janowzki. 10. A3R es tambien una j ugada razonable en que las negras pueden sentirse obligadas a j ugar 1 0 P3T ya que el of re­ cimiento de su PCR mediante 1 0 . P 4C R puede no resultar muy accrtado. ( 1 1 . A x P. T l CR ; 1 2 . A x C. A x A -12. . . . . D x P; 13. C S C . D S T ; 1 4 . P3CR- 1 3 . R2T ). E l t c x to permite a las negras j u­ ga r dc inmediato el movimiento l: rlIc i a l de a t aque. . . . .• . . . • 1 0. 1 1. P4CR . . .• De todas maneras. las blancas de­ berian j ugar 9 . A x C + . P x A; 1 0 . P4D ; p o r ej emplo : 1 0 P x P; 1 1 . P x P, 0-0 ; 1 2 . COlD. T l R ; 1 3 . D2A ( Shamkovi ch-Spassky. 28.0 Campeonato de la V .R.S.S . ). . acertada; por ejemplo : 1 1 . . . PSC; 12. P x p. A x P; 1 3 . CD2T con un j uego razonable ( Evans­ Sherwin. C a m p e o n a t o de los E E .VV 1 962 ). P4CR ! Asi las b l ancas postcrgan la apcr­ t u ra dc la co l u m n a por una 0 dos i ugadas. p e ro 1 1 . C t A e ra muy 1 1. 12. CIA A3C 1 2 . C X PC. P4TR! resulta muy arriesgado para las blancas por­ que 13 . . . . . P x P y 13 . . . . . C x PC constituyen serias amenazas. 12. 1 3. 1 4. CR2T PxP P4TR PxP 0- -0-0 Hasta el momento. las blancas han defendido el flanco R en for­ ma adecuada con su j ugada 1 3 . de modo que las negras deben conectar sus torres antes de que pueda proseguir el ataque sin riesgos. 1 5. AxC Con esto gana un peon. pero el precio es muy alto. 15. C3R 0 1 5 . P4C parecen mejores j ugadas pretendiendo respectivamente el control de las casillas claras (4CR. sAR y sD) y un contraata­ que ( Ps C ) . 1 5. 1 6. AxP DXA Factible en este .momento. por­ que las negras dej aron indefen­ so el AR en la ultima j ugada . 1 6. 1 7. A3R D2D C x PC ? 145 U n a j ugada d e m a siado p re c i p i t a­ d a . Las negras t i e n e n los dos al­ files y pueden t ranqu i ! amente co­ ej e l"cer p re s io n con 1 7 . . . , TD l e . S i n e m b a rg o , la f o r t u ­ mcnzar a favorece a los valientes. na 1 8. DXC ma se ve por eso sobrecargada. Por 10 tanto, deberian abando· narIo de i n m e d i a t o con 20. D3A aunque d e s p u e s de 20. T D l C + , 2 1 . C3C ( 2 1 . R l T , T6T ; 22. C3C, A5C ; 23. D2C, T l T ; 24. C I A , A6A ! ) 2 1 . . . . , A 5 T ; 22. C I A, T5 C ! amena­ zando con 23 . . . , P5R las b l a nc as q u e d a n t o l a l m e n t e i n movi l izada s . Las b l a n c a s deciden que quieren « ve n> . Despues de 1 8 . C X C , T6T ; 20. 1 9 . CD2T, TD l T ; 20. P3A, A4T ; 2 1 . 21. T2R, A x C ; 22. P x A, A5T s e g ui d o por 23 . . . , A6C las negras t i e nen fuerte un a taque, aunque des­ p ue s de l a p a r t i da , Spassky d i j o que su i n tenc ion TD 1 C + C 3C o 2 1 . R l T , A x P y 2 2 . D x A per­ m i t e 22. ' . ' " D3A + c o n m a t e e n dos. verdadera ha­ 1 8 . . . , P4AR; 1 9 . P x P, A X P y si 20. P3A en tonces 20 . . . . , TD l R e spe ra n d o un consi­ guiente P4D y P5R. A u n q ll e en b ia sido ese c a s u l a s b l a n ca s que dan e n u n a p o sic i o n puramente pasiva, re s u l t ado e s t a ria muy lej o s de cl ser c l a ro . P4 A R 1 8. 1 9. PXP? Las b l a n c a s re t roced e n . Deberian 21. !legar h a s t a cl f i n a l e i n s i s t i r en 22. que q u i eren « v e r » . De h ec ho , des­ p ues de 1 9 . D x A ! TD l C ; 20. P x P, D x P ; 2 1 . D x T, T x D + ; 22. C3C, A5T; 23 . R2C las b l ancas tienen l a ventaj a aunque l a posicion es todavia c o mp l i c a da . S i n embar­ ahora las ne g ras c o n s i guen un a t a que d e c i s i v o . go, AXP 1 9. 20. AST AXP tanto para g a n a r u n pe6n coma p a r a exclui r 23. R l A . No 23. A2D o 23. C I A , A4CD s e gu i d o por 24. . . . , A3AD y 25 . . . . , D6T. 23. 24. D X AD AXC D2R Para p ro teger su PD; pero como mlles tra la nota siguiente l a da- 146 D3A Sin que importe como j ueguen , l a s blancas caen b a j o un feroz a taque ; por ejemplo : 24. D x AR, D6T ! 0 24. P x A, D6T; 25. D x A, D x C + ; 26. RIA, TlA + ; 27. A4A, P x A. 24. D6T AbaDdoDaD El final podria ser 25. D x A, T x D + ; 26. P x T, D x P + ; 27. RIA, T X C y mate a la proxima. 29.0 Campeonato de la U.R.S.S., Baku, 1 96 1 . Blanca• • Savon. 44. APERTURA RETI 1 . C3AR 2. P3CR 3. A2C P4D P4AD C3AD Las tres primeras j ugadas de las negras forman una estructura mas bien arriesgada ya que las blancas podrian ahora jugar 4 . P4D con una Defensa GrunfeJd Invertida (esto es, ganando un tiempo adicional ). En el tipo de lucha enconada que normalmen­ te produce la Grunfeld, un solo tiempo tiene un enorme valor. Ademas, incluso si las negras ad­ virtieran 10 expuesto de su posi­ cion y evitaran la variante abier­ ta, arriesgarian ( despues de la jugada P4AD de las blancas ) ter­ minar en un variante de la Ca­ talana, considerada inferior para las negras (por ej emplo : si ahora 4. P4D, P3R entonces s. 0-0, C3A; 6. P4A produciendo una situacion que se podria haber originado en el orden de las jugadas 1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R; 3. C3AR, C3AR; 4. P3CR, P4A; s. A2C, C3AD; 6. 0-0) Sin embargo, en esta va­ riante de la Catalana, se consi- dera generalmente que la jugada 4 . . . . , P4A es inferior a 4 . . . . , P x P y a 4 . . . . , A2R. 4. 0·0 Las blancas prefieren llegar a una Defensa India invertida en la que el tiempo de ventaj a tiene, sin embargo, menos valor en vis­ ta de la naturaleza cerrada de la posicion. 4. 5. P4R P3D Aqui s. P4AD ofrece un plan me­ jor para esquivar una posicion completamente cerrada (5. . . . , PsR; 6. C I R 0 5 PsD; 6. P3D Y entonces 7. P3R abriendo la co­ lumna R 0 la AR). 5_ P3A Asi encontramos al final una va­ riante Samisch invertida. 6. P4R 7 . C4T P5D Por analogia con la Samisch, 7. 147 P3A resuIta tambien muy acerta­ do aqui. Una partida entre Bot­ vinnik y Pomar (Olimpiada de 1962 ). de similar apertura. conti­ nuaba (hubo algunas transposi­ ciones ) 7. CD2D. A3D ; 8. P4A. CRlR y solo en ese momento. cuando habia hecho muy dificil que las negras abrieran el juego en el flanco D. jugo Botvinnik 9. C4T seguido por 10. P4A. 7_ 8. 9. P4AR C2D A3R D2D 0-0 Un plan corriente en la Samisch normal. El rey esta muy seguro en este lado donde le resultara muy dificil a las blancas abrir la posicion (en este momento 10. P3A solo consigue perder el PD ) y las negras planean continuar con R1C. T l A y por Ultimo PsA. Mientras tanto. con las piezas bloqueadas de esta manera. pue­ de dejar sus piezas menores sin desarrollar por el momento. 1 0. P4T 1 1 . C4A 12. A2D 1 3. P5A ? A3D A2AD CR2R Aunque en algunas variantes eI asalto de peones PsA. P4CR:sC. etc.. seda un plan acertado. las blancas no tienen tiempo para eso en esta situacion. El unico plan adecuado consiste en inmo­ vilizar a las negras en el centro mediante el ataque de sR con 13. C3A. B ien pensado. acertado y concre­ to. Las negras entregan el buen alfil para forzar el cambio del alfil malo. Este era uno de los obj etivos de su modesta retirada en la jugada 1 1 . Sin embargo. si las blancas hubiesen encontrado 13. C3A ! este plan no seria facti­ ble a causa de la perdida del PR. 1 4. 1 5. PxA T2A Si 1 5 . AlA entonces 15 P6D ! seria dificil de refutar. La amena­ za de P7D fuerza 16. P X P cuando las negras pueden jugar 16. D X P 0 16 CsC con buen jue­ go. puesto que sus caballos ten­ dran buenas casillas en sD y sCD. . 148 A--C ! . . . • . . . • . 1 5. 1 6. . . .• AXA TxA Ahora las blancas cuentan con la Ii �era. pero permanente desven­ taj a que significa tener un alfil cercado por peones inamovibles en 4R y 4AD. Las negras planean mejorar la posici6n general de sus piezas arreglandoselas para situar el caballo en 3D donde ataca a los peones fijos. y luego abirir la columna CR con P3CR. 16. 1 7. D3A RIC D2A Las negras hacen bien al tener a la dama en una casilla oscura. puesto que en algunas circuns­ tancias las jugadas de ataque DC3 0 D4T sedan acertadas ( por ejemplo : si ahora 18. TlR enton­ ' ces 18 D4T ganando el PTD sin niJlgUn riesgo ). . . . . .• 3. A4T 1 8. A l A 1 9 . P4CR CIA En principio, es un error poner otro peon en una casilla clara. Nonnalmente, en tales situacio­ nes, el comentarista agrega «y las blancas debilitan la 4AR » . Sospecho que e l lector tiene l a i m pres ion d e que este comenta­ rio es mas bien abstracto. l Que significado puede tener en este caso ? Solo espere un poco y vera la posicion que se origina des­ pues de la jugada 33. 19. 20. C3D T2C Aparentemente planeando PSC, pero las blancas , al abrir lineas en el flanco R, solo conseguirian entregar el j uego a las negras. Aqui, como en las j ugadas ante­ riores, prefiero C2C para condu­ cir el caballo a la casilla 3D y producir un bloqueo. 20. 21. D2R Lograda plan. 22. la D2A P3CR primera parte del PXP 24_ T2A 25. C 1 R PxP P4CR D3R T3T Ataque por la columna TR y de­ fensa de su propio PAR. 26. P3C Forzada, si ha de llevar el caba110 a la casilla bloqueada, pero ahora existe un cierto numero de casillas oscuras debiles en el flanco D . 26_ ... D2R Desocupando una casilla desde la cual el caballo llegara a SAR. 27. C3D 28. A2C 29_ T l R 30. T5A C1R C2A C3R Las blancas no tienen un plan activo; deben sentarse y esperar, entonces i por que no consolarse ocupando un puesto importante ? 30. 31. Perdiendo la paciencia. Como la torre ya se encontraba en la co­ lumna CR no deberia temer abrir la columna. Ahora las negras se infiltran facilmente en el flanco R via TR. 22. 23. C3A Fij ando el PCR en una casilla clara excluyendo asi cualquiera iniciativa de las blancas basada en PSC : TD l T P3T En principio, 3 1 . T2A resultaba mejor, ya que ahora el alfil tie­ ne aUn menores posibilidades. 31 • . . . C5C ! Para ocupar 5 AR con el otro ca­ ballo sin el temor de un cambio. 149 32. TD1AR 33. D X C CXC La captura alternativa 33. P x C completa la estructuracion de los peones y protege el PR. pero. en ese caso. en el final el PCD seria aun mas debil (el rey negro debe estar aprestandose para un largo viaj e hacia 5CD por las ca­ sillas oscuras ). 33 . ... CsA j Mision lograda ! (Vea la nota a la jugada 1 9 . ) 35. R2A D2AD De vuelta a las casillas oscuras en el lado D . 36. D2D 37. R2R 38. T x T TIC T4C Una ultima imprecision. Deberia dar a las negras la posibilidad de cambiar torres. permitiendo. por primera vez en la partida. que el alfil vea la luz del dia despues de PR x T. 38. 39. R3A 40. A l A PxT D3C DSC Este es el final. Normalmente las blancas deberian abandonar aqui cuando se han completado los 40 movimientos. Sin embargo. de­ ciden que quieren ever». 41. 42. 34. 150 ... PXD P6D ! Antes de que las blancas puedan cerrarla por completo mediante 43. A3D. TD x C Aconsejado por la desesperacion. pero tenia que hacerlo debido al triple ataque sobre el PTR. de 10 contrario el rey se veria llevado de un lado a otro por las torres negras despues de 35. D(cualquie­ ra ). C x P + . 34 . DXD R2C PC x T 43. A x P 44. A l A Abandonan R2A R3C El rey negro penetra en 5D; por ejemplo : 45. R3A. R4A; 46. R2R. R5D; 47. R2D (para detener R6A ). 47 P6A con Zugzwang. . . . . • 1 962 - 1 965 CAMI NO DE REGRESO En virtud de su t riunfo en el Campeonato de la U . R . S . S . a fines de 1961, Spassky se incorpo ro finalmente al equipo Olimpico So­ 1962, en Varna, Bulgaria, hizo su presen tacion en el vietico, y en tablero numero t res. Alli, logro algunas estupendas victo rias, ca­ racterizadas por su fuerte juego de ataque ( n .D'48-50 de las cuales la n.D 50 es m i favorita ) . Luego, en 1 963, inicio el largo camino que 10 lleva ria nuevamente a ser candida to al ti tulo mundial y que comenzo con la semifinal del campeonato sovietico. Probable­ mente, sus m ejo res pa rtidas de este pe riodo son la lenta explota­ cion de una posicion de gam bito con t ra Osnos ( n.D 54 ) , y las dos victorias decisivas con t ra sus principales rivales, Geller y Ko rch­ noy, en e l Torneo Zonal de los Siete ( n.D' 57 y 58) en el que d e b io superar las consecuencias de un mal com ienzo ( s610 h a b ia con­ seguido media pun to en sus primeras t res partidas ) . E l encuen tro con Ko rchnoy es probablemente la peor de rrota que ha sufrido el gran maes tro de Leningrado en los ultimos veinte aiios. Spassky t riunfo en forma decisiva e n el Torneo de Candidatos de 1965, una vez que logro vencer el obs tdculo que significa ba el encuen t ro con Ke res, al que venci6 e n la mds reiiida de las co m­ peticiones. A fines de 1965, los ajedrecis tas b ri tdnicos tuvieron la prime ra portunidad de ver al candidato en acci6n, durante el torneo de Has tings. Recue rdo que e n t re los jugadores y el pti b lico predomino la impresion de que se encontraban en presencia del proximo campeon mundial. Su rdpido triunfo sobre Lee fue lle- 15/ vado a cabo en un estilo que recordaba a Alekhine ( n.· 71 ) . Lamen­ tablemente, muy pronto se comprob6 que nuestros deseos eran puramente ilusorios. Olimpiada Estudiantil, Marianske-Lazne, 1 962. Negras : Ciric. 45. DEFENSA SICILIANA 8. P4AD C3AR C4D P3R 1 . P4R 2. C3AR 3. P5R 4. C3A Encontramos una altemativa ra-' zo n able en 4 C x C ; 5. PD x C en que las negras pueden inten­ tar el sistema defensive cerrado de Zak S , P3R; 6. A4AR. C3A; 7 A4A. D2A; 8 . 0.0. P3CD con un posible enroque largo, 0 5. . P4D ; 6. P x P a.p D x P e n que las negras pueden muy bien perder su PD atrasado despues de 7. D x D, P x D ; 8. A4AR y 9. 0.0-0 pero es dificil para las blancas ganar el final resultante porque su peon de ventaja se encuentra duplicado lejos del centro. . . . . .• . . . .. . .• .• 5. C X C 6. P4D PXC C3A Una jugada hecha por primera vez en 1924 y que despues de ha­ ber sido adopt a da con exito por Larsen contra Gligoric ( Zrich. 1 959 ) ha sido analizada intensa­ mente. 7. 152 PXP AXP DXP D3C El obj eto del sacrificio. Las blan­ cas solo pueden defender 2AR re­ tardando su propio desarrolIo ( 9 D2D ). entonces las negras enro­ can. j uegan P3D y tienen una pro­ metedora delantera en el desa­ rrolIo. De acuerdo con plantea­ mientos modernos respecto del supremo valor de la iniciativa. pnicticamente las blancas han dejado siempre el PAR abando­ nado a su destino con la inten­ cion de ganar la columna AR para un ataque. 9. A4DA 1 0. R2R 1 1 . T l AR 12. C5C AXP+ 0-0 A4A Todo esto es teorfa. AIgunos sos­ tienen que la presion de las blan­ cas sobre el fIanco R pesa mas que el hecho de que el rey se en­ cuentre expues to. Ahora las ne­ gras efectuan una j ugada pre­ parada especialmente para este evento por un equipo de analis­ tas yugoslavos. 12 . ... C xP? El curso normal de los hechos es 12 CsD + ; 1 3 . RlD. C3R para bIoquear el ataque de Ias blan­ cas en 7AR en que aparecen gran­ des complicaciones despues de . . . .• 14. P3A ! . P3D ! ; 1 5 . P4CD. A x P. El texto habia sido jugado en la Olimpiada Estudiantil del ano anterior. en un encuentro entre Spiridonov - Miagmasuren c o n t i­ nuaba 13. D x C. P4D ; 14. A x P. AsC + ; 1 5 . R2D. TD l D ; 16. C x PA. D4T + ; 1 7 . R3D. D3T + ; 1 8 . P4A. A3R; 19. C x T. T x C ; 20. R3A. A x A ; 2 1 . P3CD. A x P y finalmente ganaron las blancas. Es evidente que el equipo de analistas yugos­ lavos habian encontrado la ma­ nera de mejorar esto. 1 3. D X C 1 5. R3A una Iigera ventaj a. P4D Inmediatamente despues de la partida. Spassky senalo que du­ rante su Iarga meditacion acerca de esta jugada. habia descubierto D3A + Para refutar 16. A4A con 16 neras. 1 6. R3C . ... . A3D + El ataque parece peligroso por­ que si 16. A4A entonces de todos modos 16 . . . . . T6R + . Sin embar­ go. Spassky habia planeado la re­ plica correcta con varias jt.;gadas de antelacion. 1 7. Las blancas podrian intentar 1 3 . C x PA. C x C ; 1 4 . T x C pero des­ pues de 14 . . . . . D3R ! tienen solo 1 3. . . . 14. D X PD ! TD lD; 17. D4R 0 bien 16. D4R de inmediato y deberian ganar. El texto por 10 menos tiene el me­ rito de forzar a las blallcas a adelantar al rey. T4A ! En este momento las negras pen­ saron durante largo rato. pero no pudieron encontrar nada me­ jor que . . . 1 7. ... A3R 17 . . . . . A x T + solo mejoraria eI desarroIlo de las blancas. La to­ rre queda cIavada de todas ma­ neras. 14. A x P. AsC + ; 1 5 . R1R. T D l R ! 10 cual es bueno para las negras ; por ejemplo : 16. A x P + . R 1 T ; 1 7 . A x T. D4T + ; 1 8 . A2D . A7A + ganando la dama con j aque. De ahi su preferencia por el texto. despues del cual puede resistir el ataque. 14 . ... TIR+ Despues de 1 4 . . . . . A5C + ; 1 5 . T3A. A8C las bIancas juegan 16. R1A. 153 1 8. C X A 1 9. D X A ! TXC D3C T6R + - Finalmente las negras se las arre· glan para ganar la dama, pero a un precio demasiado alto. ya que entran en juego las piezas blan­ cas que hasta el momento se en­ contraban inactivas. 21. AXT DXD+ TlR 0 22 D x P ; 23. T l D y las blan­ cas controlan el tablero. . Una liquidacion decisiva. 19. 20. T4C 22. R2A 23. . . . • T4A Volviendo al tema basico : la de­ bilidad de 2AR de las negras. 23. 24. 2S. 26. 27. 28. 29. A3C TlR T3A T1D R1C A4D T2R D4R P4CR R2C P3A PSC Abandonan 46. Campeonato de Equipoa de la U.R.S.S., 1 962. Blancaa : Mikenaa. DEFENSA NIMZOINDIA 1. 2. 3. 4. S. P4D P4AD C3AD P3R D3A C3AR P3R ASC P3CD El veterano Mikenas es conocido por su juego ingenioso, pero esta jugada se parece demasiado a la de un principiante para ser bue­ na. Su experiencia deberia haber­ le ensefiado que los movimientos de dama prematuros resultan poco aconsejables en esta aper­ tura. especialmente despues de su catastrofica derrota en veinte jugadas en su encuentro con Ke­ res durante el Campeonato de la 154 U.R.S.S. en 1 944. El desarrollo de la partida fue el siguiente : 1 . P4D. C3AR; 2 . P4AD, P3R; 3 . C3AD, ASC ; 4 . D3D ? P4A; S . PSD, 0-0; 6. A2D. P x P; 7. P x P. P3D ; 8. P3CR. P3CD; 9. A2C. A3T; 1 0 . D2A. CD2D ; 1 1 . C3T. T l R ; 12. C4A. A x C ; 1 3 . P x A? P4CR; 14. C3D. T x P + ; 15. R x T. C4R; 16. R l D . A X C y l a s blancas pueden dar por perdidas sus esperanzas. S. ... P4D La mejor. Despues de S . . . . , C3A ; 6. A2D. A2C ; 7. D3C (Alatortsev­ Kan, 1 939 ) la situacion de las blancas no es del todo mala. 6. A3D Si 6. A2R entonces 6 . . . . , C5R, mientras que despues de 6. P x P , P x P las negras amenazan tanto con C5R como con A5C. 6 • . . . A3T Ahora se manifiesta la desven­ taj a de la posicion de la dama. 7. A2D PD X P P4A CD2D Ahora la amenaza de 9 . . . . , C4R obliga finalmente a las blancas a reconocer el error de su proce­ dimiento. 9. A2R o 9. D2R, C x P y la ventaj a de las negras se manifiesta. 9. t o. PXP AD X P 0-0 Las blancas se encuentran real­ mente en peligro. Pueden ser dis­ persadas antes de que completen su desarrollo, de manera que de­ sisten de aven turas tan temera­ rias como 1 1 . P x P, C4R; 1 2 . D3C, C6D + en que las negras tienen una estrangulaCion en los cua­ dros c1aros como en la partida con Keres mencionada anterior­ mente. 11. AxA PXA C6D + PxP Las blancas han sido completa­ mente superadas : las negras tie­ nen la columna abierta TD, la amenaza de IS . . , C x PC y la presion contra 7AR. . 1 5. A I R 1 6. P X A Rehusando admitir eI error en la j ugada cinco. 7 . D2R protegiendo el AR podria permitirles comple­ tar su desarrollo y salir i1esas . 7. 8. 1 2. D2R 1 3. C3A 1 4. RIA C4R . AXC o 16. A x A, C5R; 1 7 . AI R, D3A; 18 . C4D, P4R y 1 9 . . . " TRlD con dominio completo. 1 6. 1 7. C4D 1 8. C2A 1 9. P3A C5R P4R D3A TRI D Amenazando con 29, . . " 2 1 . . . " T7D, 20. R I C 21. C xC CxA y CXA o 2 1 . D x C, T7D; 22. C4C, D4C ; 23. P3C, TD l D ; 24. P x C, DSC con las amenazas vencedoras 25 . . . " T8D y 25. , . " D3A, 2 1 . P x C quita­ ria de en medio al poderoso ca­ ballo central, pero despues de 2 1 . . ' " C x C ; 22. D x C, T6D la s blan­ cas pierden muy pronto sus peo­ nes debiles aislados (23, T l D ?, T x PR ! ). 21. . . . 22. D X P Abandonan CxP P5R La amenaza es 23 . . . " C7R + y si 23. R IA, C4D 0 23. T l A, TDlA; 24. D6T. C7R + , 155 47. La Habana, 1 962. Negraa : GODzalez. DEFENSA INDIA DE DAMA 1. P4D 2. P4AD 3. C3AR 4. C3A C3AR P3R P3CD D4C; 1 3 . T4T. P4A; 14. P4TD. C3A Una jugada chisica. utilizada por primera vez en la epoca anterior a Nimzovich. pero considerada dudosa durante un largo tiempo en vista de la fuerza de la clava· da de las negras ASC. 4. 5. A5C 6. P3R 7 . A4T A2C A5C P3TR P4CR Una jugada atrevida para fortale· cer el efecto de la clavada. 8. 9. A3C D2A C5R Las blancas tienen que ejercer presion sobre la casilla clave AR para poder replicar la agresiva 9 . . . . . P4TD con 10. A3D Y si 10 . . . . . P4AR entonces 1 1 . P5D ! llevando a complicaciones parecidas a las de la partida. 9. 10. PXA AXC+ P3D 10 C x A parece ilogico des· pues de los esfuerzos de las ne· gras por establecer el caballo en su fuerte casilla central. pero. como muestra el desarrollo de la . 156 . . . • partida. muchas j ugadas de peo­ nes .centrales debilitan su posi­ cion. de modo que 10 . . ". C x A ; 1 1 . PT x C. P5C e s una buena al­ ternativa; por ejemplo. 12. C5R. Y las negras tienen un juego ra· zonable (Uhlmann·Spassov. Zin­ nowitz. 1965 ). 1 1 . A3D P4AR Esto parece muy natural. pero la siguiente jugada blanca 10 hace aparecer dudoso. Por 10 tanto, las negras deberian preferir 1 1 . C x A; 12. PT x A. C2D; 1 3 . P4TD. P4TD seguido p�r 1 4 . D2R y 15 . . . . . �. . . . • 1 2. P5D ! Una j ugada dimimica para con­ seguir e1 control de las casillas debiles 6R y 5AR. Se j uga por primera vez en el encuentro Ke­ res-Taimanov. 22.· Campeonato de la U.R.S.S 1 955. .• 12 . ... PxP La linea de menor resistencia. La mejor posibilidad de las negras es el sacrificio 1 2 C2D ! para completar su desarrollo. y espe­ cular sobre la explotacion de 10s peones debiles de las blancas. Si entonces 1 3 . A x C. P x A; 14. D x P. . . . . • D3 " ; 15. 0-0. 0-0-0; 16. D x P. D x D ; 17. P x D. C4A; 1 8 . C4D. TDlR y las negras deberian igualar (Ree- Taimanov, Hamburgo, 1 965 ). Re­ sulta mas decisiva la sugerencia de Keres 13. P x P, CD4A; 14. C4D, D3A ; 15. P3A, C x A + ; 16. D x C, C4A; 1 7 . D x PA y las blancas que­ dan con un pe6n de ventaj a. 1 9. P4R 20. P4AR A2A Naturalmente, las blancas inten­ tan abrir !ineas en el centro. 1 3. C4D La j ugada clave del plan de ata­ que de las blancas. 1 3. D3A o 1 3 . . . . , P x P ; 14. AR x P, D3A; 15. P3A, C x A; 16. PT x C con fuerte presi6n; por ejemplo : 1 6 . . . . , C2D; 17. D x P, 0-0-0; 1 8. D x D ; C x D; 1 9 . P4C ! fij ando el PTR con el mej or final. 1 4. P x P 1 5. P3A 1 6. PT X C AXP CxA C2D Para lograr u n enroque artificial mediante 2 1 . . . . , R2C , pero ahora las blancas las acosan sin piedad. 21. Las negras se apresuran a com­ pIe tar su desarrollo. 1 7. A x P C4A Si 17 . . . . , 0-0-0 ; 1 8 . D4T con fuer­ te presi6n sobre el fIanco D. Asi continuaba la partida original de la variante ( Keres-Taimanov, mencionada mas arriba ). Las ne­ gras siguen un curso distinto, pero dejan al rey expuesto en et centro. 1 8. 0 -0-0 P3T Para impedir eI peligroso 19. C5C. La posici6n de Ias negras esta tan lIena de casiIlas bIancas de­ biles que resulta dificiI sugerir una j ugada razonabIe. RIA 20. P5R ! PD X P 2 1 . . . . , D2R 0 2 1 . . . . , D2C parece mejor, pero aun entonces 22. T R 1 R dej aria a las bIancas con todos sus triunfos intactos y el peligroso avance P6R en el aire. 22. P x PR DXP La audacia de los condenados. 22. . . . , D2C es de todas maneras la mejor. Como dice la grafica ex­ presi6n: « Estan abiertas todas las puertas y ventanas». 23. TRI A R2C o 23 . . . . , TD1R; 24. A6C, T2R; 25. C6A, D6R + ; 26. R 1 C y gana pie­ zas. 157 24. TDIR 25. A4R D3D Abandonan Existe la doble amenaza de 26. A x T y la tenaza de caballo 26. CSA + ; por ejemplo : 2S . . . . , D1A; 26. A x T. D x A ; 27. T x A + ! . R x T ; 28. DSA + . R1C; 29. T7R con un rapido mate. 48. Olimpiada de Varna, 1 962. Negras : Darga . jugar hasta que hayan e1iminado la posibilidad de CSCD. DEFENSA SICILIANA 1. 2. 3. 4. 5. P4R C3AR P4D CxP C3AD P4AD C3AD PxP P3R D2A Una sutileza modema en la aper­ tura. Despues de 6. CRSC. D 1 C ; 7. A3R. P3TD ; las blancas deben retirar el caballo a 4D. y su in­ tento de « castigar» a las negras por no. jugar el habitual P3TD solo ha dado como resultado el permitir a las negras esa jugada ganando tiempo. La dama negra esta muy bien situada en leD donde se encuentra menos ex­ puesta a los habituales sacrificios de caballos CSD 0 C X PCD. 6. A3R 158 P3TD En esta linea. la teoria esta to­ davia sufriendo grandes cambios. Entonces se pensaba que el texto constituia una medida profilac­ tica muy apropiada para impedir ASC y hacer menos peligroso P4CDSC. Sin embargo. dos anos mas tarde. en el Zonal Sovietico ( « El Tomeo de Siete » ) Spassky prefirio la mas agresiva 7. P4A contra Suetin. Por otro lado. si las blancas quieren hacer un mo­ vimiento que produzca 'un desa­ rrollo. pueden continuar con 7. A2R 0 7. A3D. 7. 8. 9. P3TD Pero las negras sienten que a la larga no podran arreglarselas sin esta jugada. especialmente por· que uno de los principales temas de las negras en este sistema im­ plica el fortalecimiento de su presion sobre las casillas oscuras con A3D. la cual no pueden . . .• 7. A2R P4A P4CD A2C C3A Las negras podrian tratar de ex­ plo tar el orden. ligeramente desu­ sado. de las jugadas mediante 9. C x C y si 10. D x C entonces 10 C2R; 1 1 . 0-0. C3A alejando a la reina de su puesto en el centro. . . .• . . . .• 1 0. A3A P3D Las negras tienen que volver a la normalidad, ya que 1 1 . PsR constituye ahora una fuerte ame­ naza. 1 1. 0-0 C4TD Desacertado. P o d r i a n intentar aprovecharse del hecho de que tienen un contl"Ol razonable de su casilla 4D con 1 1 . . . . , C x C; 12. D x C; P4R en que el alfil blanco en 3A se ve severamente constre­ fiido por los peones bloqueados en el centro. Tambien podrian jugar sin ningun riesgo 1 1 . . . . , A2R. pero probablemente no ad­ virtieron que despues de 12. PsR. P x P ; 13. C x C, A x C; 14. P x P podrian interponer 1 4. . . . , T l D con un juego razonable en 15. A x A + . D x A; 16. D2R, C4D. Pero no la linea 14 . . . . , C2D ; 15. A x A, D x A; 16. DST ! protegiendo el PR y amenazando el PAR y preparan­ do un ataque; por ejemplo : 16. 0-0; 17. T3A 0 1 6 P3C ?; 17. D6T y 17 C x P falIa ante 18. D1C. . . .• . . . . .• . . .• 1 2. D2R 1 3. P5R ! C5A Esta es una ruptura tipica de las blancas en la Defensa Siciliana. Resulta particularmente peligro­ sa en esta situacion, en que las negras se encuentran todavia a dos jugadas del enroque. 13 . ... C XA La Ultima jugada de las blancas dej a el AD y el CR de las negras en prise, de manera que 13. . . . , P x P perderia ante 14. CR x PCD, P x C ; 15. C x P y la dama negra no puede defender el alfil y el cabalIo. 1 4. D X C PXP Nuevamente. si 1 4 C2D, las negras tienen que tomar en cuen­ ta la sobrecarga del tema : 15. P x P, A x P; 16. CR x PCD, P x C ; 17. C X P, D4A; 1 8 . C x A + , D x C ; 19. A x A, TICD; 20. A4R, T x P ; 2 1 . TRIC y e l PTD d e las blancas sera 10 suficientemente fuerte como para ganar el final. . 1 5. P x P . . . • C2D o 15 . . . . , C4D ; 16. C x C, A x C ; 17. A x A, P x A ; 18. P6R ! con gran ventaja. 1 6. A X A 1 7 . D4A DXA C3C Sokolsky sugiere 17. 0-0-0 pero no se ve claro que compensacion obtienen las negras por un peon perdido, despues de 18. D x P, A4A (0 1 8 . . . . , C x P; 19. D X P + , C2D ; 20. C4R 0 incluso mas simple­ mente 19. D x D + y 20. C x PR. Si 18 . . . . , D3C, entonces 19. C2R y las blancas tienen nuevamente un solido peon de ventaja); 19. TDlD ( no 19. C2R, DsR ! ), C x P ; 20. D x P + C2D; 2 1 . C4R, TRIR; 22. C x A ! . . . • 1 8. TD I D C5T Un movimiento curioso pero las negras tienen que haberse dado 159 cuenta de que sena mejor elimi­ nar la amenaza de CAR; por ejemplo : 18. . .. , A4A; 19. C4R, A x C + ( 1 9 . . . ', TDlA; 20. D4C ); 20. T x A, 0-0 y ahora 21. C6A + tienen mucha fuerza. Sin embar­ go, resulta aun mejor 2 1 . DSC, C4D (21 . . . . , P3TR; 22. C6A + , R l T ; 23. T4TR y mate mediante 24. T x P + ); 22. C6A + , R 1 T ; 23. T4TR y mate nipidamente. 19. C x C 20. R I T PxC E n algunas variantes, l a clavada en la diagonal negra 0 el jaque dam a en 3CD pueden resultar pe­ ligroso para las blancas, por eso toman esta uti! precaud6n . Las negras se ven absolutamente im­ potentes. 20. A4A 21. C X P ! 22. D X P + PXC D4C Si 22 . . . . , R2R entonces 23. D4T + , R1R y ahora las blancas ganan con 24. D4CR; por ejemplo : 24 . . . . , D3A; 25. T6D 0 24 . . . . , D2R; 25. D4T + 0 24 . . . . , A2R; 25. D x PR, T ! AR; 26. T x T + y 27. T7D, 0 con 24. D4C ; por ej emplo : 24 . . . . , D3C; 25. D x PC amenazando a la torre y 26. D7D mate 0 24. . . . , D3A; 25. D X PC como en la par­ tida presente. 23. D4CR D3A o 23 . . . . ,T lAR; 24. D x P + , A2R ; 25. T x T + , R x T; 26. P4A ! , D2C ; 27. T l A + , R1R; 28. D8C + , R2D ; 29. T I D + , R2A (29 . . . . , R3A; 30. D6R + , R4A; 3 1 . P4C + ); 30. D6R y gana. 24. 25. 26. D X PC TXT+ DXP T I AR AXT TIA N o 2 6. . . . , T I D ; 27. D6C + y 28. D6A + ganando la torre, ni 26 . . . . , A4A; 27. P4CD ! 27. La unica manera de tratar de en­ rocar, pero ahora llega un sacri­ fido vencedor. 160 D6C + Abandonan Despues de 27 . . . . , R2R; 28. T6D, D5A; 29. D7T + las negras deben jugar 29 . . . . , A2C para impedir el mate inmediato. 49. Olimpiada de Varna, 1 962. Negraa : Evans. DEFENSA INDIA DE REY 1 . P4D 2. P4AD 3. C3AD 4. P4R 5. P3A . . . . C3AR P3CR A2C P3D . . . . Esta era la jugada favorita de Spassky contra la Defensa India en sus primeros afios y j lo es todavia ! 5. P3A La experiencia ha demostrado que esta estructuraci6n sobre el flanco D resulta demasiado lenta porque implica muchos movi­ mientos de peones. Es mejor 5. . 0-0 seguida por 6. P3C pen­ sando en P4A. 0 mediante 6 . . C3A con el prop6sito de jugar P4R (0 incIuso P3TD. T I C y P4CD). . . . . . . • . . . 6. A3R 7. D2D P3TD Tambien resulta muy fuerte aqui 7. PSR ! 7. 8. P4CD 0·0· Esta es mejor que la mas comun 8. A3D en que las negras -consi· guen ganaI' tiempo con 8. P x P ; 9. A x P. P4D (Botvinnik· Smyslov. competici6n de 1958 ). . . .• 8• .. . Se ha sugerido 8 . DAT pero despues de 9. R1C las blancas todavia tienen buenas perspecti­ vas. ya que amenazan refutar 9. 0-0 con 10. C5D. Si S . CD2D entonces PSD! resulta para las blancas una ventajosa apertura del juego. PxP . . . . 0·0 9. A x P Esto parece inconsecuente. Las negras deberian mantener al rey en el centro todo el tiempo que sea posible para no dar a las blancas un obvio objetivo de ata­ que. De aqui que las negras de­ ban intentar 9 . . . P4D ; 10. A3C. P x P; 1 1 . P x P. CSC ! y las negras tienen mas juego en los cuadros oscuros que en la partida. Obser­ ve que 9. . . . . CD2D se enfrenta mediante 10. P5R! explotando la cIavada oculta en la columna D . . 1 0. P4TR . P4D Una reacci6n obvia en ambos bandos. pero la jugada de las blancas parece mas convincente porque desde este momento y hasta que las negras abandonan resulta dificil mejorar su juego. Por 10 tanto tendria mejores po­ sibilidades con 10 . . . . . P4TR para postergar la apertura de la co­ lumna TR. 0 la sugerencia de Pe­ trosian 10. A3R para reducir la influencia de las piezas blancas mas agresivamente situadas. j De ahora en adelante. vigile la ame­ naza en la diagonal 2TD/SCR! . . .• 161 11. PxP A3C Si ahora 1 1 . • P4TR entonces 12. PSR. C1R; 13. P4C. P x P; 14. PST con un ataque muy fuerte. coma sucede siempre en las posiciones en las que no hay un .:aballo de­ fensor 3AR. No 15 . . . . . C4T ; 16. T X C. P X T ; 17. DSC. . . . 12. P5T ! Es posible que Evans solo haya esperado 12. P X P en que podria intentar 12 . . . . . CSC o. mejor aun. 12 • ASC; 1 3 . C3A. CD2D com­ pletando su desarrollo. . . . . 1 2. ... PR X P Buscando la posicion que se ori­ gina despues de su jugada 15. Si 12. . . . . C X P entonces las blancas pueden jugar 13. P4C. C3A; 14. A6T ( 1 4. D2T tambien tiene fuer­ za) 0 1 3 . A6T en que las amena­ zas de 14. T x C 0 14. C x P y en­ tonces 15. CSC son demasiado fuertes. 1 3. PT X P 1 4. A6T ! 1 5. T4T ! PT X P PXP Tenemos ahora un autentico gam­ bito. El tiempo perdido en cap­ turar el peon retarda el ataque. por ejemplo 15. D x P. ASC para forzar cambios 0 para bloquear la columna con A4TR. Ahora. sin embargo. exi�te la amenaza de 16. A x A. R x A; 17. D6T + de ma­ nera que las negras tienen pocas posibilidades de elegir. 1 5. 162 C5C 1 6. A X A 17. D X P RxA C3T Las negras tienen varias otras posibilidades; por ejemplo : (A) 1 7 . . . . . C6R ?; 1 8 . D2T ! . T l T (18 . . . . . C � T ; 19 T7T + . R3A; 20. DSR mate! ); 19. T x T. D x T ; 20. DSR + ganando el caballo 0 bien ( B ) 17. . . . . C3A; 18. C3A. T l T ( la amena­ za era 19. TD l T 0 bien 19. CSR seguido por 20. A x P ! ); 19. A x P ! . R x A; 20. CSR con u n ataque ven­ cedor (20 . . . . , R3R; 2 1 . D3T + . R3D ; 22. C7A + . R2A; 2 3 . D3C + ) 0 ( C ) 1 7 . . . . . TlT; 18. T x C. A x T ; 1 9 . D x A. C2D; 20. C3A. C3A; 2 1 . D4A seguido por CSR 0 ( D ) 17. P4AR; 1 8 . C3A. T l T ; 1 9 . T x T. D x T; 20. T l T. D 1 D ; 2 1 . CSC. En todas estas variantes el alfil tie­ nen un poder inmenso. Tal vez la mejor posibilidad defensiva era ( E ) 17 . . . . . D3D; 18. T x C. A x T ; 19. D x A. P4AR; 20. DSC. D3A pero despues de 41 . C3A las acti­ vas piezas menores de las blan­ cas deberian. a la larga. darle la victoria a pesar del cambio de damas. . . . • 1 8. C3A 1 9. T2T C4A (Ver diagrama siguiente. ) Una vez mas. las negras tienen amplias posibilidades de eleccion; por ejemplo : 19 . . . . . C6R? ; 2 0 . D S C ! 0 bien 19 . . . . . T l T ; 20. A x P ! 0 19 . . . . . P3R; 20. CSCR pe­ netranpo con una torre en 7T 0, demasiada presi6n en las col um­ nas CR y TR como tambien en la diagonal 2TD/8CR. 2 1 . C4R 22. T D I T D2A T l CR C3A ; 23. ( j Lo ha adivi­ nado ! ) A x P ! o 22 . . . . • 23. T7T + 24. T X P + la mej or de todas. 19 C2D en que 20. TD l T . C3A; 2 1 . A x P ! gana; por ej emplo : 2 1 . . . . . R x A ; 22. CSR + . R3R; 2 1 . D x P + . Es decir. un bonito cambio en la direcci6n del ataque. . 1 9. 20. . . .• D3D C2D CSR No 20 C X P ; 2 1 . DSC 0 incluso ( aunque de nuevo ) 2 1 . A x P L Si en vez de 20. A3R entonces 2 1 . C4R seguido por 22. A x A gana. En todas estas variantes. es evidente que las blancas tienen . . . . • . . . • RIA RIR Evans decide hacer que los espec­ tadores se estremezcan de emo­ ci6n y sigue jugando. 25. 26. DXP! T8A + CXC Ahandonan 26 R2D ; 27. CSA mate seria . un elegan te toque final. pero por supuesto existe un doble con 27. D6R. y 27. D8R 0 27. A6R tam­ bien deben ser tornados en con­ sideraci6n E n general. esta partida fue considerada la mej or de la Olim­ piada. aunque el triunfo de Fis· cher sobre Naj dorf en 24 jugadas estuvo casi a la altura. . . . . • 50. Olimpiada de Varna, 1 962. Negras : Schmid. DEFENSA BENONI 1. P4D P4AD Una de las aperturas favoritas de Schmid. aunque en la OHm­ piada anterior ( Leipzig. 1 960 ) per· di6 con ella cuando la utiliz6 con· tra Botvinnik. 2. 3. 4. 5. 6. PSD P4R C3AR A2R C3A P3D P3CR A2C C3AR C3T Invitando 6. A x C puesto que la columna CD seria muy uti! para las negras ( T l CD intensificando 163 la preSlOn sobre 2CD. luego, tal vez sobre TsC ). C2A 7. 0-0 8. T l R C4T entonces 12. A3R y Si 1 1 . las negras se ven todavia amena­ zadas con 13 . PsR 0 13. C2D obli­ gando al caballo a retirarse a 3A. . . . • , D2D 1 2_ Spassky e s e l primero que se separa de la partida de Botvinnik que continuaba 8. P4TD. P3TD ; 9. C2D. A2D ; 10. C4A. P4CD; 1 1 . PsR ! y las blancas castigaban a las negras por haber dejado de enrocar. Puede muy bien que el texto signifique una mejora pues­ P4CD no funciona to que 8. todavia - 9. A x P + . C x A; 10. C X C y la torre protege e1 PR. . . . • 8. 0-0 ... . ..• P3TD 9 . P4TD 1 0. A5CR ! Las blancas hacen bien al jugar en forma activa. ejerciendo pre­ sion sobre el PR y esperando for­ talecer la presion sobre esa casi­ Ha mediante PsR 0 D2D4A4T. 10. . . . T I C las negras introducen P4CD y en P X P 3 p. su PTD esta seguramente protegido por el CD. . . 1 0. . . . P3T Antes de que las blancas puedan jugar 1 1 . D2D. 1 1 _ A4AR 164 A2D Esperando 13. A x PT ? PSC y las negras tienen un buen j uego; por ej emplo : 14. A x A. P x C ! ; 15. D6T. CSC ganando una pieza 0 14. CID. C X PR. Naturalmente. Spassky ha previsto esta eventualidad y se ha preparado para contrarres­ tarla en el centro en forma muy parecida a la partida de Botvin­ nik. Por eso las negras hubiesen obtenido mejores resultados j u­ R2T 0 incluso 12 gando 12 P4CR. . i Schmid aprendio la leccion que le ensefiara Botvinnik ! 9. P4CD n o e s todavia una amenaza directa. pero resulta uti I para la!, blancas limitar la posibilidad. de manera que . . . P4CD 1 3_ . . . • . . . . • P5R ! El obj etivo principal de esta ju­ gada es conseguir la casilla 4R para el cabaHo cuando este se vea forzado a abandonar 3AD. 1 3. PD X P Esto concuerda con el plan de las blancas, pero si 13 . . . . , C4T entonces 14. P x PD mientras que PsC entonces 14. P x C, si 13 P x C; 1 5 . PC x P ganando el PTR despues de 10 cual, como mues­ tra la partida. las blancas obtie­ nen un fuerte ataque contra el rey. . . . .• 1 4_ A x PR 1 5. A x C 1 6. C4R P5C AxA Ahora el cabaHo ataca el PAD, el PTR esta en prise y. en muchas variantes. las blancas estan dis­ puestas a entregar el PCD y lue· go el cambio para lograr la for­ maci6n de ataque D en 6T. C en 5C. 1 6. A2C . . . . . .• . . . . • . . . • . . . . • A X PC 1 7. C X P A4A TDlD La jugada perdedora. 18 . . . . , A6A no era acertado a causa de 19. D x PT a si 19 A x T ? ; 20 C5C o 19 A2C; 20. D4T como antes. De aqui que las negras tengan que proteger al rey mediante 18 A2C aunque quedaria con un pe6n de menos despues de 19. D x PC. . . . . . • . . .• . . . • • 2 1 . C5C Ahora que el caballo blanco se ha alej ado un poco mas de las cercanias del rey. las negras de· ciden que pueden reestablecer, riesgos. la igualdad material con posibilidades de ganar el cambio o el PTD. 1 8. . . Las negras no se dej an tentar. Si 16. A X PC las blancas pueden replicar con 17. TD I D agregando P6D a su surtido de amenazas. 0 si no 1 7 . D x PT. A2C ( 1 7 A x T ? ; 18. CR5C y mate ); 18. D4T. P3A ( 1 8 C x P; 19. CR5C. T I R ; 2 0 . T D l D . con una posici6n po­ derosa ); C x PAD y como 19 C X P pierde ante 20. A4A. P3R; 2 1 . C4D las negras quedan en muy mala situaci6n. . Las negras no tienen tiempo para 20 . . . . , A x P a caus � de 2 1 . C5C. T l R ; 22. CD6R ! ! . P x C (22 C x C ; 23 . P x C. A x T ; 24. P x P + . R IA ; 25. D7T. P4R; 26. D8C + . R2R; 27. P x T( D ) + . D x D; 28. D x A + etc.); 23. P x P. DlA (23 A x T ?; 24. D7T + . RIA; 25 . D x P. R I C ; 26. T x A forzando la captu­ ra de la dama con la amenaza T3D3T ; 0 23. C4D; 24. A3D ! . P6C ; 25. D7T + . R IA ; 26. D x P. R I C ; 27. D7A + . R1T; 28. T4R y 29. T4T + ); 24. A3D. C X P; 25. D7T + RIA; 26. C x C + . D x C ; 27. T x D. A x T ; 28. T x PC y gana. En esta estupenda combinaci6n se sacrifica un caballo el 6R. En cambio. en la partida misma es un alfil el que se inmola en esa casilla. TRIR Aqui la torre le quita al rey una casilla de escape. Si Schmid se hubiese imaginado la magnitud de la tormenta que estaba a pun· to de abatirse sobre su cabeza. habria jugado 2 1 . TRIC. aun· que despues de 22. CR4R. D l D el rey se veria todavia expuesto a gran presi6n en vista de la falta dp. piezas defensivas en el lado R. . . . • . . . • . . .• . . . . • 19. D X PT 20. D4T A2C D3D 165 22. A3D ! Una jugada dificil de encontrar. El obj etivo es que despues de 22. . . . , A x A, 23. D7T + , R1A neg� el sacrificio vencedor 24. CD6R + , P x C (24 . . . . , C x C; 25. P x C, P3A; 26. T x A y 27. D x P); 25 . P x P amenazando con 26. T x A, D(cual­ quiera ); 27. T3A + . 22. . 23. A X A . . D XC CxP No 23 . . . . , P x A; 24. D7T + , RI A; 25. D5T, R1C; 26. D x P + , R1T; 27. T3D mate. 24. A6R ! Abandonan 24. P x A; 25. D7T + y 26. C x P + 0 24 C3A; 25. A x P + . R1A; 26. C6R + . Por 10 tanto las negras deben intentar 24. D x PAD. pero despues de 2 5 A x P + . R1A; 26 A x C las negras tienen una pieza de menos y 27. D7T renovara las amenazas de . . .• . . . .• . . .• . mate. 5 1 . 30.0 Campeonato de la U.R.S.S., Erevan, 1 962. Blancas : Savon. 6. 7. A2C DEFENSA SICILIANA 1 . P4R 2. C3AR 3. P4D 4. C X P 5. C3AD 6. P3CR P4AD C3AD PXP P3R D2A Uno de los metodos preferidos para combatir el sistema Taima· novo La ultima jugada de las blancas tiene el prop6sito tacti­ co de permitirles j ugar A4AR en algunas variantes. como en la fa­ mosa partida Fischer-Tal. Bled, 196 1 . que continuaba 6 C3A? ; . 0-0 La linea mas s6lida de las negras. ya que despues de 8 P3D ; 9. . . . . • T 1 R. A2R; 10. C x C ( l0 A x C; 1 1 . C5D ! ); 1 1 . C4T seguido por P4AD las blancas tienen la pre­ si6n sobre el flanco D con P5A en perspectiva . 8 . . . :. C x C ; 9. D x C, A4A ; o. A4A. P3D ; 1 1 . D2D . . . . • resulta ligeramente mej or para las bl�ncas. como demostr6 la 4 .' partida de la copetici6n Fischer­ Taimanov. 197 1 . . . .• 7. CR5C. D l C ; · 8 . A4AR. C4R; 9. A2R ! , A4A; 10. A x C. D x A; 1 1 . P4A. D l C ; 12. PSR y las blancas tienen la delantera a causa de su control sobre las casillas oscuras. 166 8. P3TD C3A A2R 9. P3C Una buena idea, puesto que las negras no pueden bloquear facil­ mente la diagonal negra larga . Tambien resulta jugable 9. TlR esperando imponer P5R 0 trans· poner a la ultima nota. 9. 1 0. C D2R 0·0 P4CD De 10 contrario, 1 1 . P4AD · dara a las blancas una fuerte posici6n central. 1 1. 1 2. A2C A2C TIA Tratando d e abrir l a columna AD mediante P4AD, de modo que las negras se ven forzadas a con· trarrestar con 12 . . . . , C4R puesto que 12 . . . . , P4D ; 13. P x P, P x P ( 1 3 . . . . , C x P ; 14. C5A ! , 0 1 3 . . . . , C x C; 14. C x C, C x P ; 15.D4C ! ); 14. C5A beneficia claramente a las blancas. 1 2. 1 3. I S. 1 6. C 5A ! RIT A4A + P4D ! La lucha se vuelve confusa. 16. . . . , C7A + para ganar el cambio no sirve despues de 17. T X C, A x T; 1 8 . A x P y las blancas tie­ nen fuertes amenazas sobre las casillas oscuras (A x C, C7R + , C x P, C6T + ). 1 7. 1 8. PR X P D2D P5R No 18. A x P. C x A; 19. D x C, TRIR; 20. D3A, C6R! ; 2 1 . C x C, T x C ; 22. D2C, T x C ! ; 23. D x T, A x P + ; 24. T3A, D3A; 25. T l AR, TlR seguido por 26 . . . . , T6R ex· plotando la clavada mortal . C4R 1 8. P4AR Las blancas juegan va banque puesto que ahora las negras ame· nazan P4D, y 13. P3TR es una j u· gada mas bien inofensiva. Spas· sky, luchando por recuperar el tiempo perdido a causa de su mal comienzo en este encuentro, se muestra igualmente ansioso en su busqueda de complicaciones. 1 3. 1 4. esperan do que despues de 15. P5R, C5 R el caballo centralizado dara u nidad a su j uego. D3D CD5C P4R ? Las blancas amenazaban 15. P3TR llevando el caballo a una posici6n alejada del juego, y 15. P4A, P5C; 16. P5R L La mej or jugada de las negras parece ser la 14 . . . . , P4D ... D2D ! Enfrentando a las piezas blancas mejor situadas y preparandose para recobrar el PD. Nuevamente no seria bueno ganar el cambio ya que las blancas cuentan con la replica 18 . . . . , C7A + , 19. T x C, A x T ; 20. P4A; y si 20 . . . . , P6R entonces 2 1 . D3A amenazando con 22. C6T + , RlT; 23. D x C! Acu· mular amenazas es mucho mas importante que una pequeiia ga· nancia de piezas. ( Ver diagrama siguiente. ) 1 9. C (2 ) AD ? Una jugada demasiado inofensi· va. 19. C(5 )4D, P6R y 20 . . . . , A x P 167 cion de las blancas sena solo li­ geramente peor. 20. 21. 22. D3A TXC P6R C7A + o 22. R2T (0 22. R I C ) 22 . . . . . A x A; 23. R x A. A x C ; 24. C x A. D x P + ; 25. R3A. C4D ! y 26 . . . . . D5C + con un ataque vencedor. 22. 23_ tambil�n dej an bien situadas a las negras. Sin embargo. despues de la partida. Spassky reconocio que estaba preocupado por el sacri­ ficio 19. C x P ! . R x C ; 20. P4A con una posicion muy complicada en que las blancas tienen muchas posibilidades debido a sus peones adelantados y la presion sobre las casillas oscuras. AXP 1 9. 20. P3TR ? AXC DXA Sigue acariciando la esperanza de dar mate. Despues de 23. C x A obtendria un cambio desventajo­ so como compensacion. PXT 23. 24. C6T + ? ? Despues de 24. A x A ! . D x C ! ; 25. A2C, TD lR; 26. D x P, C5R las ne­ gras ganarian a la larga (27. D4D ?, C x P + ; 28 . R2T. C4T ame­ nazando cambiar damas median­ te 29 D x P + ). Savon efectu6 rapidamente la j ugada del texto y luego capto en un segundo 10 que Spassky habia visto varias jugadas atras. Por 10 tanto, las blancas renunciaron antes de que las negras pudiesen continuar 24. . . . . P x C; 25. D x C, D x P mate! ( i P ri mero ! ) . Presionado por el tiempo. Savon no advierte que las negras dan mate primero. en la linea tactica que presentamos a continuacion. 20. C3R y si es necesario 2 1 . P3A para mantener unido el centro y bloquear el PR adelantado era 10 indicado. En ese caso. la situa- 168 . . .• 52. Semifinal del 3 1 .0 Campeonato de la U.R.S.S., Kharkov, 1 963. Negraa : N'ikolaevaky. GAMBITO DE DAMA ACEPTAOO 1. 2. 3. 4. S. 6. 7. P4D P4AD C3AR P3R AxP 0-0 P4TD P4D PxP C3AR P3R P4A P3TD La jugada favorita de Botvinnik. Debilita la 4CD de las blancas para mantener bajo control la expansion del fIanco D de las negras ( P4CD ). 7. ... PxP La linea normal es 7 . . . . , C3A; 8. D2R, P x P; 9. TlD, D2R; 10. P x P como en el encuentro Botvinnik­ Petrosian por el campeonato mun· dial, varios meses antes de la presente partida. El objetivo del texto es aislar el PD blanco de modo que las blancas no puedan j ugar facilmente D2R. Sin embar· go, las blancas obtienen muchas posibilidades dinamicas debido a la liberacion de su AD. 8. 9. 1 0. 1 1. PXP C3A C3A A2R A3R D2R 0-0 Las blancas han conseguido la ju­ gada de ataque apropiada, pero solo despues de comprometer el AD en 3R. 11. 1 2. CSR CSC P3CD Un criterio posicional errado. Con la TR blanca en 1AR y no en ID, las negras tienen que tomar en cuenta un posible ataque me­ diante P4ARSA. De aqui que la linea correcta sea 12. . . . , A2D manteniendo el control de 4AR. 1 3. P4A 1 4. TD I D CR4D A3A Las jugadas de las negras dan la impresion de que no existe un plan. 1 5. 1 6. C4R PSA ! A2C De esta manera, las blancas lIe­ van a cabo sn plan y fuerzan una decisiva apertura de lineas. 16 • . . . PxP Intentando hacer cambios, pero 16. . . . , AlA ofrecia una manera mas confiable de defender la po­ sicion. 1 7. TXP C XA Sin advertir la estupenda combi­ nacion de las blancas y esperan· do solo 18. D x C, A x C ; 19. T x A, A4D con una posicion segura. La amenaza principal era 18. C x A + , C x C ; 19.ASCR de manera que las 169 negras deberian 17 . jugar . . ., De 10 contrario 2 1 . T5C + . P3TR 0 17 . . . , AlA. . 2 1 . T6A 1 8. C X A + 1 9. D X C PXC El mej or tipo de j ugada de ata­ que : tranquila, pero mortal. 21. . . . R2T Si 2 1 . . . . , C4D entonces 22. D3C + , R2T ; 23. A3D + mate, mientras que si 2 1 . . . . , A4D entonces 22. T x PT, P3A; 23. D5T ! y mate. 22. TD I AR 23. DSA + 24. D4C + Ahora las negras deben aceptar la pieza. de 10 contrario su flan­ co R sera derribado sin compen· saci6n alguna ; por ej emplo : 19 . . . . , C4D ; 20. D 6 T ! 0 19 . . . A4D. 20. C4C ! . . A4D RIC R2T l Jaque perpetuo? 2S. T X PT + i N o ! Despues de 25 . . . . . R x T ; 26. T5A resulta sencillamente demo­ ledor. 19 20. . DXP PXC P3TR 2S. Abandonan 53. 3 1 .° Campeonato de la U.R.S.S., Leningrado 1 963. Blancas : Novopashin. Ruy L6PEZ I . P4R 2. C3AR 3. ASC 4. A4T S. 0-0 6. T l R 7. A3R 170 P4R C3AD P3TD C3A A2R P4CD 0-0 8. P3A 9. P x P 1 0. C X P 1 1. T X C P4D CXP CXC P3AD Spassky habia comenzado el tornee con una serie de tablas, de manera que se sinti6 obligado a emplear una linea agresiva con- tra uno de los participantes me­ nos conocidos. Esta fue la prime­ ra de un numero de partidas en las que empleo el perenne Gam­ bito Marshall, pero con un nuevo enfasis, no en quemar puentes, sino en el juego prudente y sos­ tenido, de modo que muy pronto el Marshall adquirio cierta repu­ tacion como arma para obtener tablas . 1 2_ P4D La jugada habitual, aunque re­ cientemente las blancas han in­ tentado otros esquemas tales co­ mo 12. A x C para retirar la torre a 3R en vez de lR, 0 12. P3CR para excluir el golpe de ataque de las negras D5T. 12. 1 3. 1 4. 1 5. 1 6. 1 7. 1 8. A3D D5T D6T A5C TD I R T3R TlR P3CR A3R D3D C2D P4TD Muy logico. Las blancas desean abrir un « segundo frente» en la columna TD. En una partida de las preIiminares de la OIimpiada de La Habana, 1966, Bushachter de Venezuela utiliz� la antigua jugada 18. DIA contra SpasskYI pero aunque logro alejar a la dama y tambien forzar un cam­ bio de alfiles, quedo la impresion de que las medidas purame.nte defensivas no son adecuadas para rechazar el ataque. (Esa partida continuaba con 18. . .. , D4T; 19. AID, A x A; 20. TD X A, P4AR; 2 1 . D2R, D3C; 22. RIT, P5A; 23. P x P, I C x PAR; 24. DIA, C6D; 25. mc, D4T; 26. C IA, T x A! ; 27. C x T, T x P; 28. T x C, T x D; 29. R x T, D3C + ; 30. Abandonan. ) 18 • . . . PxP Una jugada paradoj ica que es mucho mas fuerte de 10 que pa­ rece. El proposito es apartar una de las piezas blancas de un vital campo de actividad : ' sacar la to­ rre para quitarle el control de la ultima fila 0 alejar al alfil de la diagonal donde clava al caballo central contra la torre, el PAR y el rey negro. No sabemos con certeza si el derecho de paterni­ dad de esta jugada le pertenece solo a SpasskYI porque una par­ tida por correspondencia llevada a cabo en la Union Sovietica si­ guio el mismo curso. En esa par­ tida, las blancas tambien replica­ ron 19. T x P y perdieron rapida­ mente. El resultado de ambas partidas incluso causo que la ju­ gada 19. T x P fuera condenada y calificada coma debil por la autorizada revista «Shakhmaty v SSSR», pero luego posteriores partidas de Spassky con Shtein, Zonal de la U.R.S.S., 1964 y Parma, competicion Yugoslavia­ U.R.S.S., 1 965, hicieron que esta impresion inicial fuese modifi­ cada. 1 9. TxP P4AR ( Ver diagrama siguien te. ) 20. P4AR ? La jugada perdedora. Shtein juga 20. DIAl reforzando su fila pos1 71 2 1 . A2AR Esta pierde de inmediato. Debe· ria haber intentado 2 1 . P x A. T3C ; P x A; 22. A x C + esperando 22 23. T x P. A7R + ; 24. T x T, A x D ; 25. T3C con cierta compensacion por la dama. Sin embargo, las negras pueden mej orarlo median­ te 22 . . . . . R 1 T ! con una conside­ rable ventaj a. Si las blancas tra­ tan de evitar esta ultima variante con 2 1 . A x C entonces despues de 2 1 . . . . . P x A; 22. P x A las negras tambien pueden variar con 22 . . . . . TR I R que les permite un fuerte ataque. . terior y protegiendo el TR ganan­ do tiempo. Luego siguio 20. . . . . P5A; 2 1 . D x D. A x D ; 22. T x P ! que es un sacrificio de una pie­ za por tres peones muy prome­ tedor. Shtein y Parma solo consi­ guieron hacer tablas. pero ambos tenian la ventaja e incluso Par­ ' ma no advirtio una jugada c1a­ ramente vencedora. De manera que quedo confirmada la viej a impresion : j el Marshall es una li­ nea arriesgada ! 20. AXP! U na jugada desconcertante y di­ ficil de refutar. Uno situa un peon en una casilIa donde apa­ rentemente forma baluarte inex­ pugnable. y nuestro adversario 10 elimina con toda calma. 1 72 . . . • 21. . . . 22. A X T Abandonan Ahora 23. D l A pierde ante 23 . . . . . A6R + . 23. T I T ante 23 . . . . . A x C seguido por 24 . . . . . T7R y 23. A2A ante 23 . . . . . A7R seguido por 24. . . . . A X C con una amenaza de mate en BA. Despues de la partida. Bonda­ revsky revelo hasta que punto puede lIegar el moderno amilisis de las aperturas. Spassky y el ha­ bian examinado esta variante hasta el pun to exacto en que las blancas abandonaron. 3 1 .0 Campeonato de la U.R.S.S., Leningrado, 1 963. Negraa : Oanoa. 54. ATAQUE TORRE 1 . P4D 2. C3AR 3. A5C C3AR P3R El Ataque Torre, que pretende enfrentar los sistemas defensi· vos Indios con una estructura­ cion chisica. Podrfamos describir10 como un sistema Colle con e1 AD fuera de la cadena de peones. 3. ... P4A La respuesta mas corriente, plan­ teando un desafio en el centro y preparandose para zafar la dama c1avada ganando tiempo. 4. P3R • . . . D3C En este momento, resulta muy prudente que las blancas prote­ j an el peon con 5. D1A, como 10 ' hizo el mismo Alekhine en una partida contra Steiner, Dresden, 1926. Sin embargo, Spassky deci­ de que este es el momento de transformar la apertura en un gambito. 5. CD2D 6. A3D 6 • PxP . . . Una decision discutible, ya que las blancas podran muy pronto hacer uso de la columna abierta. 6 . . , D3C para proteger a la da­ ma y para mantener cerrada la posicion, parece mejor. Si 6 . . . . , C3A entonces las blancas podrian permitirse con provecho un sa­ crificio mas, mediante 7. M Y si 7 . . . , P x P; entonces 8. TIC, D x PT ( 8 . . , D6A; 9. C4A amena­ zando 10. T3C ) 9. P x P con una promisoria posicion. . . . . . 7. Las blancas tambien pueden pro­ par el Gambito 4. P4R, pero por el momento se atiene al esque­ ma chisico. 4 Las blancas pueden desarrollarse con calma. Muy pronto ganaran mas tiempo amenazando la segu­ ridad de la dama enemiga. DXP PxP 8. 0-0 D6A P4D Las ultimas tres jugadas de las ne­ gras les han asegurado que pue­ den retirar, sin riesgos, la dama a 2AD, pero ahora las blancas que ya han completado su desa­ rrollo, comienzan a hacer defini­ tivas amenazas. 9. T 1 R A2R 9 . . . . , C3A resultaria ilogico, pues­ to que despues de 10. T I C las ne­ gras tendrfan que volver a preo­ cuparse por su dama y el codicio­ so 10 . . . . , C x P seria refutado con 1 1 . C x C, D x C (SR); 12. C4R! amenazando 13. ASC + . 1 73 1 0. T3R 1 1 . CSR 1 2. P3AD cas continuarian con 15. TIC 0 P4TD, pero despues de 15 . . , O-O,() el rey negro alcanzaria finalmente alguna especie de seguridad. D2A C3A . . Una j ugada de consolidaci6n no­ tablemente tranquila, justo en que el momento en que uno es­ peraria una violenta amenaza de parte de las blancas. Sin embar­ go, un examen mas cuidadoso de la situaci6n muestra que las ne­ gras se encuentran en un dilema y no saben como continuar. Pro­ bablemente deberian intentar un enroque largo, a pesar de la co­ lumna abierta CD. Asi 12 . . . . , A2D pensando en 13 . . . . , TlAR parece 10 indicado. 12. o.(); es clara­ mente un desacierto a causa de 13. A x C seguido por 14. A x P + con un ataque que lleva al mate. sea 0 no aceptado el alfil. 1 5. 16. A4AR C4D A2D A4CR Otra jugada debil. Deberia haber enrocado y resuelto el problema del desarrollo del caballo mas ade1ante. Las blancas tendrian buenas posibilidades de ataque despues de 15. TIC 0 P4TD ame­ nazando con 16. C5C. pero las ne­ gras estan muy lejos de estar perdidas. . . . • 1 2. 1 3. PxC CXC CIC 1 7. A x A 1 8. D4C PxA Ahora el PCR avanzado sirve de objetivo para un ataque. 1 8. . . . D X PA Una retirada desagradable. pero despues de 13 . . . . , C2D ; 14. A x A. R x A; 15. D4C las blancas tienen amenazas inmediatas ; por ejem­ plo : 15 C x P; 16. D x PC 0 15 D x PA; 16. D5C + . RIR; 17. T I D amenazando tanto con 18. D x PC como una jugada de alfil que descubra un ataque a la dama. . . . .• . . . . • 1 4. C3A P3TR ? Steinitz no habria hecho j amas una j ugada as!. Debilita el frente de peones proximo al rey y quita al caballo una casilla por la que podria volver a entrar en j uego. 14 . . . , A2D era esencial y las blan174 Sin duda, esta es la posicion que las negras previeron dos jugadas atras. Amenazan la torre en el rincon y tambien 19 . . . . , C3T ale­ jando a la dama y dejando inde­ fenso el caballo. Sin embargo. despues de la tranquila r6plica de Spassky. la amenaza de penetra­ cion mediante T l AD seguida por C5A resulta excesiva cuando se combina con la presion de las blancas sobre el otro lado del ta­ blero. 1 9. C3C ! 20. D X PC C3T DSC No se puede salvar el PC, de ma­ nera que la dama se apresura a la defensa ( 3 1 . D x P. D l A ). 21. • .• 22. D1A U n distinguido especialista brita· nico sugirio 2 1 . . . . . 0-0-0 en esta situacion. Es evidente que se equivoco al reconstruir la posi­ cion. 2 1 . . . . . D2R se refuta me­ diante 22 . D3R seguido por 23. T l AD con una fadl penetracion en los cuadros oscuros. mientras que 2 1 . . . . . P3CR se refuta me­ diante 22. T3T. DlA; 23. T l AD. TlA; 24. T x T + . A x T ; 25. A5C + . A2D; 26. T3AD ! ganando. Final­ mente. 2 1 . . . . . TICR? es un error garrafal que revela un proposito TlAD Amenazando con el decisivo 23 . T7A y 24 . C5A. 22 . P3A ... No 22 . . . . . T lA; 23. T x T + . A x T; 24. A5C + . A2D; 25. T2AD ! 23. 24. T3C Dej ando a la dama en su puesto por el momento para impedir el enroque en cualquiera de los dos lados. e impidiendo el contraata­ que . . . C5C. 21. mas en la ultima j ugada de las blancas (22. D x C ! ganando una pieza ). D3R C5A P4A Con las amenazas mortales 25. C x PC 0 25 . C x A (despues de 24. . . . . T l CD). 24 . i. Ganando 25. P5A ... piezas ? A6C + iNo! R2R 25. o 25 . . . . . R i D ; 26. C x PC + y 27. D5A mate. 26. D3T ! AbandonaD A3A entonces 27. Si 26. C x PC + . R2D ; 28. C5A + con un ataque vencedor. 175 Deaempate del 3 1 .0 Campeonato de la U.R.S.S., Moacu, 55. 1 964. Negraa : Holmov. GAMBITO DE REy 1. P4R 2. P4AR 3. C3AR 5. P4R PXP A2R Una de las mas s6lidas defensas del Gambito de Rey. 4 AST + es una amenaza definitiva y mien­ tras tanto las negras se apresu­ ran a enrocar. sin comprometer­ se todavia en el centro. . 4. . . . • C3A Una j ugada provocativa que Spas­ sky ha efectuado varias veces. y que desafia a las negras a intro­ ducirse en las complejidades de 4 AST + ; 5. R2R. P4D ; 6. C x P, C3D. j Todos los adversarios de Spassky han preferido evitar es­ tas complicaciones! . . . .• 4 5. • C3AR . . . P5R 5. P4D permite a las negras igua­ lar con 5 P4D ; 6. A3D (0 6. P x P, C x P; 7. A4A. A3R; 8. D2R, C x C ; con igualdad, Spassky-Li­ berson. 27.· Campeonato de la U.R.S.S 1960 ) 6 . . . . . P x P ; 7. C x P. C x C ; 8. A x C. A3D; 9. 0-0 Spas­ sky-Najdorf. Olimpiada de 1962, en que las blancas pueden igua­ lar con 9 . O-O ! (no 9 . . . . . C2D; 10. D3D coma en la partida pre­ sente). Naturalmente Spas sky ha­ ce una jugada nueva para pre­ sentar nuevos problemas . . . . .• .• . 176 . . . ... C5C Probablemente. es mejor 5. . . . , C4T ya que las negras amenaza­ rian una vez mas 6. . . . . AST + haciendo asi mas dificil para las blancas la recuperaci6n del pe6n del gambito. Despues de texto. el caballo queda mas bien en el aire. 6. P4D C6R jUna manera vergonzosa de ter­ minar tres tiempos ! Sin embar­ go. si 6 . . . . , A5T + ; 7. R2R. C7A?; 8. D l R mientras que 6 . . . . . P4CR? permite el sencillo 7 . C x P. 7. A x C 8 . A4A PxA Con tres piezas en juego contra una de las negras. las blancas han obtenido una clara ventaj a en la apertura. Esta se origina en la decisi6n de las negras de evitar complicaciones. j Resulta claro que el «bluff» tambien de­ sempeiia un papel en la apertura ! 8. 9. 0-0 1 0. D3D P3D 0-0 C3A Forzando a las blancas a cam­ biar. ya que 1 1 . D x PR. P x P ; 12. C x P. C x C ! dej a a las blancas con un PR aislado. 1 1. PXP PxP Una concesi6n mas. Es evidente que las negras temfan que des­ pues de 1 1 . A x P; 12. D x P la amenaza de 13. C5CR era muy fuerte. Sin embargo. 12 A2R ! serfa una defensa adecuada. pero no 12 A5CR; 13. C5CR. A4T ; 14. CD4R ! en que 14 CXP fracasa ante 15. D3TR ! . A3C ; 16. T x P ! ganando. . . .• . . . . .• . . . • . 12. TDIR 1 3. T X P . . .• AsC RIT . CsD . . .• A4C No deben permitir 15. C X A. C x C ; 16. C5C ! I S. C X A 1 6. T3C . 1 7. C 3R A2D No 17 . . . . . A3R; 18. A x A. P x A ; 19. T x T + . T x T ; 20. T3T y gana. 1 8. CsA 1 9. T X A AxC DsT Afernindose a la posibilidad de obtener un cierto desahogo al amenazar el cambio de damas. Si 19 . . D3T entonces 20. T3T. D3C (20 . . D8A + ; 2 1 . TlA) 2 1 . A x P ! . T x A; 22. T x T gana de inmediato. . . . Una confesi6n del fracaso. 1 3 C4T para cambiar el poderoso al­ fil parece correcto. aunque 14. C5D serfa una fuerte respuesta. 1 4. No 1 6 . . . . D5T ; 17. T4A. DXC . . . 20. P3A D2R Habfa nuevamente una amenaza tanto contra el PAR como el PTR (mediante T3T ). 21. T3R j Ni a sol ni a sombra ! 21. 22. T (3 ) 3A D2D El rey negro se encuentra inde­ fenso. Si 22 . . . . . P3A entonces 23. T5T. P3TR; 24. D6C seguido por 25. A3D 0 25 . T(3 )3T y un sacri­ ficio en 6TR. 22. 23. Ahora resulta dificil para las ne­ gras encontrar una jugada.. razo­ nable debido a la presi6n ejerci­ da por las torres blancas. 1 6. . .• D4T CID D4R ! Ahora tambien se transfiere al alfil al ataque sobre 7TR. 23 . ... P3CR o 23 . . T1R; 24. D4T. Su mejor posibilidad era 23. . . . . TlA; 24. . . . 177 A3D, P3CR; pero las blancas ga­ narian con 25. T6A logrando que sea imposible para las negras de­ fender el PTR con el avance de su PAR. 24. D4T ! 24 . . . . , P x T; 25. D6A + y 26. T3C mate. 24 . . . , D x T 10 pro­ longa durante una jugada 0 dos (25. T x D, P x T; 26. D6A + , RIC; 27. D x P( 5 ) seguido por 28. A3D ). . 25. Esta gana de inmediato. 24. 56. o T I CR 'f.. X P Abandonan El triunfo final obtenido alter­ nando ataques sobre 7AR y 7TR. Torneo Zonal de Siete, Moseu, 1 964. Negras : Suetin. DEFENSA SrCILIANA 1. 2. l. 4. 5. 6. 7. 8. 9. P4R ClAR P4D CXP ClAD P4A ? ! AlR CxC A2R P4AD ClAD PxP PlR D2A P3TD P4CD DxC Invitando a las negras a ganar el PR. 9. A3D 0 9. P3TD son j uga­ bles, pero no parece probable que den a las blancas alguna ven­ taj a. PSC ? 9. Despues de este encuentro, no se ha vuelto a ver la j ugada del texto en ninguna otra partida se­ ria entre maestros. La linea deci· siva es 9 . , A6T la que segu.n se pensaba (a mediados de la deca­ da de los aiios sesenta) daba una . . . 1 78 dara ventaj a a las negras. Sin embargo, Suet in perdi6 ilna par­ tida frente a Bogdanovic en la Competici6n Yugoslavia-U.R.S.S. de 1967, despues de 10. MD ! , A x P; 1 1 . C x P, A x T ; 12. A x A, P x C ; 13. A x P, D x P; 14. (U). T x P; 1 5 . A3D, D6R + ; 16. RlT, A2C ; 17. A x T. C3T; 18. A x P. Las blancas tienen fuertes alfiles y el rey se encuentra mas seguro. Ademas, Boleslavsky sugiri6 que las blancas podrian mej orar este j uego mediante 16. T2A. Sin em­ bargo. 10 que es tipico. Moiseev ha encontrado una forma de me­ j orar el juego de las negras tam­ bien : 13 . . . . . C3A! ; 14. A x T, C x P o 14. A x C, T l CR. Por 10 tanto, 6. P4A resulta dudoso pero empren­ dedor y por eso arriba qued6 marcado con la interrogaci6n que se le dio al primero. 1 0. AlA ! 1 1 . PSR 1 2. T I CD PXC PX P No 12. A x D. P x T( D ) y las ne­ gras obtienen demasiadas piezas a cambio de la dama. 1 2. ... A5C + Suetin mejora la partida efectua­ da entre Ivkov y Szabo, Saraje­ vo, 1963 que continuaba 12 . . . . , D6A + ; 13. A2D, D6T; 14. A x t , A4A ; 1 5 . D3A, D x P; 16. R2R, P4TD ; 17. D3CR ! , A3T + ; 18. R3A, D x D + ; 19. P x D, A6T; 20. A x P, A x T; 2 1 . A x A con un final ga­ nado para las blancas. 1 3. R2A 1 4. A x T D6A P3A Las negras tienen el peon fuerte en 7CD como compensacion por el cambio, pero desafortunada­ mente no puede continuar su de­ sarrollo con 14 . . . . , C2R. Despues de 15. A4R las blancas amenazan 16. D4D (para cambiar Damas ) seguido por TR1D y A4D ganan­ do el peon adelantado. 1 5. A4R ! C3T La ultima posibilidad que tienen las negras de compIicar la cues­ tion era el consecuente 15 . . . . , P x P; pero despues de 16. DST + , P3C ( 1 6 . . . . , RIA; 17. P x P); 17. A x P + , P x A; 18. D x T las negras no tienen un j aque perpetuo co­ mo muestra la linea de Boles­ lavsky 18 . . . . , D x P + ; 19. R3C, P x P + ; 20. A x P, D6D + ; 2 1 . R4T, A2R + ; 22. A5C, A x A + ; 23. R x A, D4A + ; 24. R4T, P4C + ; 25. R5T. 1 6. P X P D X PAR 1 7. D5T + ! Esta jugada tiene igual fuerza en este momento, ya que dificulta el enroque de las negras. 1 7. 1 8. C2A P4A ! Otra jugada fuerte que impide P4D haciendo dificil que las ne­ gras puedan hacer entrar en jue­ go el AD. 1 8. 1 9. D2R 20. A3A P3C A6A Una precaucion contra un posible P4C . 20. 21. TRI D 0-0 P4C La desventaj a de la posicion de las negras consiste en que sus piezas no son muy activas, de ma­ nera que este violento intento de abrir una linea contra el rey ene­ migo no puede realmente espe­ rar lograr exito. 22. D3D ! 23. A4D 24. D X A PxP AxA+ Con la perdida del PCD las ne­ gras se ven enfrentadas ante una ardua lucha para conseguir las tablas. 24. 25. T x P 26. D X D 27. T8C C4R CXP TXD 179 Los dos peones no constituyen una compensacion adecuada por el cambio, ya que el alfil, cronica­ mente malo, es un mero espec­ tador. 27. 28. T l AD TIA P4D o 28 . . . . , C3D; 29. T6C, C4A; 30. T7A con una desventaj a decisiva. 29. 30. A2R T6A C3D 38. 30. A4C era una jugada aun mas fuerte, pero Spassky, corto de tiempo, prefiere forzar un cam­ bio de torres que gana tambien un valioso peon. 30. 31. RIR 32. T X T + 33. T X PT 34. T8T CSR+ A2D RXT R2R A3A P4R Suetin se equivoca en los ultimos minutos de la sesion de juego. Podria haber ofrecido una resis­ tencia mucho mas tenaz con la variante 38 . . . . , A4C ; 39. T x P, P4R; 40. T6T + , R2A; 4 1 . T5T, R3D pero despues de 42. P4T las blancas ganan. 39. A X A 40. T X P RXA PSR Abriendo espacio para el avance del peon. Incidentemente, Spas­ sky evita el error 34. PATD, C6A; 35. P5T ?, C x A en que al recupe­ rar pierde la torre. o (Ver diagrama siguiente. ) Despues de 4 1 . . . . , C x P ; 42. T6T + . R4C ; 43. T x C ! , R x T ; 44. P4T Y corona una j ugada antes de que el -rey negro pueda apo­ yar en forma adecuada a los pea­ nes adelantados unidos. 34. 3S. P4TD 36. T7T 37. PST 180 R3D A3A C4A PSD 40 . . . . , R4C; 4 1 . T5T, P5R; 42. T5A seguido por 43. T X P com­ binado con el avance del PTR. 41. P6T ! Abandona 57. Tomeo Zonal de Siete, Mosell, 1 964. Blaneas : Geller. Ruy L6PEZ 1. 2. 3. 4. 5. pensando continuar con P4CR (vea partida n.O 43, con Kots ). P4R C 3AR A5C A4T 0-0 P4R C3AD P3TD P3D Despues de la estupenda victoria de Fischer sobre Geller en Bled, 196 1 , esta linea se convirti6 en la variante de moda de la Defen­ sa Steinitz Diferida. 5. 6. A5C A4T P3TD Tambien es jugable el sacrificio 6. . . . , P4TR, siempre que uno tenga seguridad en si mismo y la preparaci6n adecuada. 7. P3A C3A Geller intent6 7. . . . , D3A contra Fischer, pero despues de 8. P4CR ! , A3C ; 9 . D4D las blancas tenian una fuerte iniciativa. 8. P4D 9. A3C P4CD A2R Aceptando el sacrificio de pe6n mediante 9 . . . , A x C ; 10. D x A, P x P; 1 1 . D3D ! P x P; 12. C x P da a las blancas un muy buen juego, mientras que 9 . . . , P x P; 10. P x P, A X C y ahora 1 1 . f X A ciertamen­ te no es bueno para las negras, ya que las blancas consiguen mu­ cho mayor control en el centro. Un plan alternativo es P . . . . , D2D . . 1 0. A3R 1 1 . CD2D 0-0 Como sucede a menudo en la Ruy L6pez, las negras tienen una ligera ventaj a en el desarrollo que ahora explotan ofreciendo un astuto sacrificio de pe6n. 1 1. 1 2. P4CR P4D ! ? En conjunto, Geller se demor6 una hora en pensar esta jugada y la pr6xima. Sacar la clavada debilita su fIanco R, pero esa es la linea acertada siempre que sea continuada en forma apropiada. 1 2. 1 3. A3C PD X P La solidez del ofrecimiento de las negras se ve seriamente puesta a prueba en la variante 13. C x P , C x C ; 14. P x C, C x PR; 15. P4AR ! , C x C; 16. D x C, ASR; 17. TDlD, P3AD ; 18. PSA. La elecci6n de Ge­ ller es muy inferior. 1 3. 1 4. C I C CR X P Este fue e l proposito d e l a Ulti­ ma j ugada de las blancas, puesto que ahora el PD de las negras es indefendible. Sin embargo las ne­ gras pueden sacrificarlo alegre­ mente a cambio de un ataque. 181 DIA l 1 4. 1 5. C4D Las blancas reconoce el fracaso de su idea, pero cambiar de po­ litica en la mitad del camino rara vez da resultado y de ahora en adelante, las blancas se precipi· tan rapidamente a su derrota. Si 15. A x P entonces la clavada 15 . . . , T I D resulta peligrosa, ya que el sacrificio 16. A x C, T x D ; 17. T x T pennite 17 . . , P4TR ! de­ sarticulando el f1anco R. 15. D X P se refuta mediante 15 . . . . , C4T amenazando ganar la dama con 16. . . . , TlD. Por eso, las blancas deben retirarse, y despues de 16. DlD, TlD; 17. CD2D, P4T ! las ne­ gras tienen muchas amenazas. . . 1 5. '" . CD + P Por su parte, las negras pueden aceptar confiadamente et ofre­ cimiento. 1 6. P4AR 1 7. P X C P4AD ! No 17. C2A, P5A; ni 17. C2R 0 3A en que las negras sacrifican a cambio de un feroz ataque me­ diante 17. . . . , C x P ; 18. P x C, DxP+. 1 7. 1 8. P X P 19. C2D PXC D2D P3A ! (Ver diagrama siguiente. ) Las negras tienen una pieza fuer­ te en 5R y si las blancas cam­ bian caballos entonces los alfiles senin igualmente eficaces en esa 182 casilla. Por 10 tanto, las negras intentan hacer entrar en juego a las torres para intensificar la pre­ si6n de sus piezas sobre el flan­ co R. 20. T I A 2 1 . A4AR RIT Un error tactico al no advertir et consiguiente sacrificio de dama de las negras. 2 1 . C3A se enfrenta mediante 2 1 . . . . , P4A y si 22. P5C ? entonces 22 . . . . , P5A ganando el PCR, de modo que las blancas deberian tratar de debilitar la fuerza del ataque que se aproxi­ ma mediante cambios y jugando 2 1 . C x C, A x C ; 22. A4AR. 21. 22. A X PR PxP E v i d e n t e m e n t e, no 22. P X P, T x P ! ; 23. T x T, D2T + ; 24. R. ( cualquiera ), D6R ! con multiples amenazas. 22. 22. A X PR A4C ! Continuar con su intenci6n ori­ ginal es la unica elecci6n posible para las negras . Si 23 . C x C, A x T ; 24 . CSA entonces las negras quedan con un cambio de venta­ ja despues de 24 . . . . , A6R + . 23. 24. 25. AxD R2C DXT ! A6R + Otras jugadas tampoco son me­ jores, como mostrara la nota si­ guiente. 25. 26. T X T + 27. A X P CXC TXT Para eliminar uno de los princi­ pales peligros (ASR + ). Si el rey blanco estuviese en 2T, entonces T7A + seria la principal amenaza mientras que si estuviese en IT, las negras jugaria sencillamen­ te TSA + . 27. 2S. R3C 29. R4T T7A + CSA + P3T Ahora el rey esta amenazado c6n mate en uno. 30. ASD Abandonan TlA No hay forma de defenderse de 3 1 . . . . , A7A mate; por ej emplo : 3 1 . PSC, A7A + ; 32. R4C, C6R casi con un mate puro ( solo SAR esta controlado por mas de una pieza ). ' Torneo Zonal de Siete, Moscu.. 1 964. Negras : Korchnoy. ss. DEFENSA INDIA DE DAMA 1. P4D 2. P4AD 3. C3AR C3AR P3R P3CD Actualmente, muchos j ugadores destacados evitan la Defensa In­ dia de Dama por considerarla una apertura demasiada equili­ brada pero Korchnoy siempre ha demostrado predileccion por ella, inc1uso en partidas como esta en que no estaba interesado en con­ seguir tablas. 4. P3CR A2C 5 . A2C 6. 0-0 7. C3A A2R 0-0 P4D Una linea poco corriente ya que esta dirigida contra el concepto estrategico expreso de las blan­ cas que consiste en controlar el centro con sus piezas. En es tos ultimos aiios, Korchnoy ha deci­ dido no dej arse veneer, volviendo a introducir la antigua 7 . . . . , CSR; S. D2A, C x C ; 9. D x C y ahora P4AD ! ? S. PxP 183 Esta es una jugada muy antigua. La continuaci6n que ha alcanza­ do la popularidad es 8. CSR. 8. PxP ... Las negras consiguen un juego C x P. mas flicil con 8 . . . . • amenaza demuestra la ventaja de las blancas. Asi ahora tienen que defenderse de 12. CSC. Las ne­ gras deben probar 1 1 . . . . , P3A puesto que el PAD se veria ata­ cado despues de 12. D4T 0 12. P4R. En vez de eso tratan de for­ ' zar las cosas y pierden rapida­ mente. 9. C5R Esta j ugada muestra la principal desventaja de los dos ultimos movimientos de las negras : el AD indefenso significa que existe una clavada sobre el PD; por ej emplo : C4A es ahora posible para las blancas. mientras que P4A entonces 10. si ahora 9 P x P. P x P; 1 1 . D3C y 12. T l D con fuerte presi6n. DIA ... Protegen a l alfil. Despues de 9 . . . . , ' CD2D ; 10. D4T las blancas que­ dan en mej or situaci6n debido a sus muchas amenazas sobre las casillas claras (C6A. 0 A3 T 0 incluso C x PD ). 1 0. D3R A5C Una defensa artificial. pero des­ P3A las blancas pues de 10 abren el centro con ventaj a me­ diante 1 1 . P4R. P x P 12. CD x P D3R entonces 13. y si 12. T l R (Bondarevsky-Plater. Moscu. 1947 ). . . . .• . . .• 1 1. TlA E l hecho de que cada jugada de las blancas produzca una nueva 184 P4A ? . . .• . 9. 11. 12. C3D Los psic6logos que han estudia­ do las pautas de pensamiento de los j ugadores de ajedrez. sena­ lan que los movimientos que re· sultan mas dificiles de concebir son aqueIIos que exigen retirar una pieza bien situada. El esque­ ma obvio es hacia adelante. con­ tra el enemigo. pero el autentico maestro esta consciente de todas las posibiIidades de la posici6n. De esta manera. la modesta reti­ rada amenaza con el fatal 13. C4A y gana sin mas . lSeria dema­ siado rebuscado concluir que Korchnoy no habia pensado en absoluto en esta jugada ? 12. 1 3. A X e PxP Debilitando sistematicamente el apoyo de la 4D de las negras. Tambien era acertado 13. C4A de inmediato; por ejemplo 13. D4R; 14. A x C etc. 14. CD x P. C x C ; 15. A x A. C x C ! ; 16. A x A, C x P + y 16 D x A. dad de la diagonal larga blanca se ven mucha claridad ). 1 6. C X A . . . • . . . .• 1 3. Ahora las negras deben perder muchas piezas. 16. AXA Despues de 1 3 • P x C ; 14. A x PA las blancas tienen un facil triun­ fo tecnico. . o 16 . . . . . AID; 17. C4A. . . . 1 7. P4A 1 8. C3A ! 1 8. Esto fuerza las cosas puesto tan­ to 1 5 . C7A como 15. C x A + cons­ tituyen amenazas ( j nuevamente ese lamentable alfil colgado en 2CD ! ). C4A AID j El PD esta clavado ! 1 4. C x P ! 1 4. 1 5. A4C ... AxC D3D Entregar la dama resulta igual­ mente inutiI. ( 1 5 . . . . . A � A ; 16. C x D. A x T ; 1 7 . e x T. A 6 T ; 18. D3D ! . R x C ; 19. D4R y la debili- o 18 . 1 9. 20. 21. 22. 23. 24. ... C3T • D4A; 19. C4T ! . . . AxT CSD DXP P4CD D3D P4R DIC DXA C4A C3R TIR Abandonan Uno de los triunfos mas arrolla­ dores que haya ocurrido nunca en una partida entre jugadores de categoria mundiaI. 59. Interzonal de Amsterdam, 1 964. Negras : A. F oguelman. DEFENSA CARo-KANN 1 . P4R 2. P4D 3. C3AD 4. C x P S. C3C 6. A4AD P3AD P4D PxP A4A A3C Dos ruedas antes. Tal habia ju­ gado 6. CR2R contra Foguelmann. Obviamente. Spassky hace bien en variar. ya que despues del pos t-mortem con Tal. Fogelmann se encontraria muy bien prepa­ rado para enfrentar esa linea. 185 6. 7. CR2R 8. P4TR C3A P3R C4T Una innovacion en la apertura. pero desafortunada. Las negras tenian que jugar S P3TR,; 9. C4A. A2T con una posici6n inco· moda. pero sostenible y que ya se habia producido en la compe· ticion entre Tal y Botvinnik en 1960. . 9. C X C 1 0. P3AR AXC P3TR A3D 12. C x A. D4T + afloj aria la ten· si6n. mientras que el texto ame· naza con el sacrificio del alfil 13. A x P ! , P x A ( 1 3. A x C ; 14. ASA + ) 14. C x P y si 14 . . . . . D2R para evitar un jaque doble en· tonces sencillamente 15. C x P + . R(cualquiera ); 16. C x A. . . . • 1 2. ... AXC Una terrible concesi6n que hacer ya que las casillas oscuras se ve ahora muy debilitadas. 186 o 13 . . . . . D x P; 14. A5R. A3C 1 4. P4CR I S. 0-0-0 . . .• Con la amenaza de 1 1 . P4CR. A3C; 12. P5T, mientras que si 10. . . . . A2R entonces 1 1 . C4A c�ms· tituye una fuerte replica; por ejemplo : 1 1 . . . . . A x P + ; 12. RIA. A3C; 13. C x A forzando 1 3 . . . . . PA x C ya que si 13 . . . . . PT x C entonces 14. P3CR! ganando pie· zas. 1 0. 1 1 . C4A 12. D2R ! C2D 1 3. A X A Esto renueva la amenaza 16. A X P. Las negras quisieran enrocar pe­ ro entonces las blancas podrian hacer uso de sus peones avan­ zados en el flanco R para nipi· damente abrir lineas para un ata· que ; por ej emplo : 15 . . . . . O.{); 16. P5T. A2T; 17. P5C Y si 17. . P x P entonces IS. P6T. P x A; 19. P x P. R x P ; 20. T x A + . R x T; 2 1 . 'D2T + y 22. TlC + y mate. 15 . . . . . D2R. para preparar e l enroque en el otro lado. se refuta me­ diante 16. D2D en que 16. . . . , O.{).{) ? perderia de inmediato ante 17. D5T. Por 10 tanto las negras se yen obligadas a llevar la dama a una casilla expuesta. 15 . . . . . D4T permite 16. A x P ! . . , D3A 0- 0-0 I S. 1 6. A6D 1 7. A3CD Una u.ti! jugada de espera para " impedir 17 C3C atacando a ambos alfiles . Ahora las negras no disponen de ningun movimien· to uti!, puesto que si juega el ca· ballo pierden el PCR despues de IS. A5R. . 1 7. 1 8. . . .• P4TR D3R Ahora IS . .... P x P; 19. P x P, T x P ? ; pierde ante 2 0 . P5C, mientras las amenazas 19. A5R 0 P5D se ciemen peligrosas debido al PTD indefenso. ' 1 8. TRI C 1 9. A4AR J EI cambio de guardia! Es nece­ sario refutar 20. ASC. 1 9. 20. D2R PSD I (Ver diagrama siguiente. ) Ahora, si 20 . . . . , D4A entonces 2 1 . P x PR, D x D + ; 22. A x D, P x P; 23. A x PT con una victoria facil mientras el PR y el PTD se en­ cuentran amenazados. 20. 2 1 . P6D C4A Abandonan Despues de 2 1 . . . . , C x A + ; 22. PT x C, D(cualquiera ); 23. D x PT resulta decisivo. Interzonal de Amsterdam, 1 964. Negras : Tringov. 60. Ruy L6PEZ 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 1 0. P4R C3AR ASC A4T 0-0 TlR A3C P3A P3TR A2A P4R C3AD P3TD C3A A2R P4CD 0-0 P3D C4TD P4A Algunos ajedrecistas consideran que esta serie de jugadas repre­ senta la quintaesencia de la exac­ titud. Debemos recordar, el'>O si, que no todo el mundo esta de acuerdo. Personalmente, me gus­ ta el decepcionado comentario de Tarrasch : « Se podria decir que ambos bandos quedan mal.» 11. P4D C2D El sistema Keres, muy popular a comienzos de la decada de los afios sesenta, pero poco utilizado en nuestros dias . Las negras se proponen capturar dos veces en el centro y luego activar el AR con A3A. A continuaci6n, como compensaci6n por ciertos puntos debiles en el centro, tiene 4AD y 4R, dos buenas casillas para sus caballos. 187 1 2. CD2D 1 3. P X P 1 4. P5D PA x P C3AD Esto es contrario a los planes de las negras, pero 14. C3C, P4TD; 15. A3D es una linea mas fluida. 1 4. 1 5. A I C 1 6. P3TD 1 7. P4CD ! C5C P4TD C3T Utilizando la clavada en la co­ lumna TD para quitar a los ca­ ballos negros la casilla 4AD. La jugada fij a tambien el PCD negro en una casilla donde puede ser atacado mediante A3D, D2R, y luego incluso por CI CD3AD. 1 7. 1 8. PxP PxP C3C Sin embargo, las negras se ade­ lantan y al desclavar el caballo amenazan al PCD. Como 19. A3T ? es una pieza autoclavada que per­ mite 19. . . . , C x PC, las blancas tienen que protegerse con la dama. Esto significa postergar cualquier intento de presi6n me­ diante D2R y no podemos decir que las blancas hayan consegui­ do mucho, 10 que puede ser un argumento a favor del plan alter­ nativo de la j ugada 14 0 una con­ firmaci6n del comentario hecho por Tarrasch hace muchos aiios. 1 9. D3C 20. A3D 21. CIA A2D DIC C5A ! Han recorrido mas de la mitad del camino que los separa del 188 control de tiempo y todavia no es mucho 10 sucedido. Las blan­ cas no pueden derivar ninguna ventaja de 22. A X C ya que pierde su propio PCD y concede los dos alfiles. Por 10 tanto, deciden de­ fender el PCD con su torre, entre­ gando la columna TD, pero libe­ rando la dama. 22. TIC Existia tambien una cuesti6n tac­ tica : las negras amenazaban 22 . . . . , C4A ! 23. T x D, C x D ; 24. T x T, T X T y las negras tienen la ini­ ciativa en el fIanco D. 22_ 23. C3C TIA P3C Una jugada defensiva corriente en la Ruy L6pez, pero no era realmente necesarfa aqui. Las ne­ gras deberian continuar con su juego en el flanco D. De este modo, 23. . . . . C2A. amenazando T5T en una etapa posterior, era muy factible, puesto que 24. A X C, P x A; 25. D x P daria a las negras una muy buena posici6n median­ te 25 . . . . , C4C seguido por 26 . . . . , C6A. 24. DID C3C Claro signo de que han «perdido e1 hilo». 24. . . . . C2A para jugar C I R y entoncesT5T todavia resul­ taba correcto. 25. C5C Las blancas, por fin. pueden ha­ cer un gesto agresivo en el flan­ co R. 25. 26. P4A T2A DID Volviendo a l a defensiva, y a que permitir PSA daria a las blancas un formidable ataque al trasla· dar sus torres a la columna AR. 27. C3A P3A Una vez mas, la tactica del erizo, , P x P; 28. A x PA daria pero 27 a las blancas una posicion muy activa con la amenaza de PSR. . . . . 28. R2T 29. D2D 30. T I A 3 1 . P5A C5T TD I A AlA Para mantener a l a dama fuera de ST. Siempre cuentan con C6A para defender el PCD . 34. A3R j Para el conocedor del «Guiness Book of Records» esta es la pri­ mera j ugada con este alfil! Trin­ gOY se encontraba ahora presio­ nado por el tiempo y en vez de continuar su tactica de espera con una jugada como 34. . . . , P3TR, efectua un movimiento im­ preciso que permite a las blancas hacer un prometedor sacrificio. 34. 35. AD X P ! 36. C X PC D2D PXA Una jugada d e compromiso, pero, coma 30. . . . , A3T constituia una amenaza, la decision fue en parte forzada. 31. ... P4C Continuando con su estrategia tipo « LInea Maginot». 32. T l TD Antes de trasladar todas sus fuer­ zas al flanco R, las blancas apro­ vechan la oportunidad para for­ zar a las negras a una posicion mas pasiva en el otro flanco. La amenaza es 33. T x C, de modo que las negras deben suprimir la duplicacion de torres con 32 . . . . , Tl T 0 retirar su mal si tuado ca­ ballo. 32. 33. D2R CIC AIR Con los caballos negros situados en el otro lado del tablero, las blancas cuentan con una supe­ rioridad material en las proximi­ dades del rey negro y amenazan con PAR. Asi, si ahora 36 . . . . , A2A entonces 37. A x P, C6A ; 38. A x D, C x D; 39. A x T, C x C; 40 R x C, T x A; 41. TRJ A gana. 36 37. . C6R A3T T6A 189 No 37 . . . . , TSA; 3S. D4C + , RIT; 39. D4T ! ni 37 . . . . , ASA; 3S. C X A, P x C ; 39. T x P. 38. D4C + RIT o 3 S . . . . , R2A; 3 9 . DST + ganando el alfil. 39. D4T o TXA 39 . . . . , A2C; 40. P6A. 40. DxA D2AR La unica defensa contra el mate en SA (0 en 7C despues de 40 . . . . , A2A? ). 41. 41. ... TXC Quitando de en medio a uno de los potenciales atacantes. Si 4 1 . . . . , RIC entonces 42. D7C + , D x D ; 43. P x D, A2A; 44. T x A ! , R x T ; 45. T I A + , R2R; 46. TSA, etc. 42. 43. RXT DXD D3C + AxD Las amenazas de mate han de­ saparecido, pero el final esta per­ dido a causa del fuerte peon ade­ lantado. 44. P7A 45. TD I A ! 46. T6AD ! C2D TIA AbaDdonaD PGA 4 1 . CST tambien gana; por ejem­ plo : 4 1 . . . . , A2D ( 4 1 . . . . , D x C; 42. D7C mate ); 42. CSC, D2R (la unica casilla para impedir 43. D6A + 0 43 . D x P mate ); 43. P6A o 4 1 . . . . , T2A; 43. P6A, T2T ; 43. D7C + , etc. Aqui muere el peon adelantado y las blancas vuelven a sus ame­ nazas de mate basadas en su po­ deroso caballo que niega la casi­ Ha 2CR como escape para el rey; por ej emplo : 46 . . . . , A x PA; 47. C x T 0 46 . . . . , T x P ; 47. TSA + y mate. 61 . Interzonal· de Amsterdam, 1 964. Negras : Benko. DEFENSA CARo-KANN I. P4R 2. P4D 3. C3AD 4. C X P P3AD P4D PxP C2D La cuidadosa linea que pretende jugar CR3A sin el temor de du190 plicar un peon. Sin embargo, la posicion asimetrica que resulta de 4 . . . . , C3A; S. C x C + PC x C no esta desprovista de contrapo­ sibilidades para las negras, mien­ tras que generalmente el texto las dej a en una posici6n pasiva. 5. A4AD CR3A 6. CSC 7. D2R 8. A3C P3R C3C La ultima j ugada de las blancas indica que intentan conseguir posibilidades t.kticas (como sa· crificios en 7AR 0 6R. por ejem· plo ) especialmente si las negras tuvieran que j ugar uno de los caballos llevandolos a 2D para desafiar e1 caballo blanco que pronto aparecera en SR. Obj eti· vamente. 8. A3D es mejor. P3TR 8. Aqui. una celada muy conocida es 8 D x P ? ; 9. CR3A Y 10. . . . . • CsR ganando el PAR. ya que las negras no pueden desarrollar me­ diante 9 AsC + a causa de 10. P3AD ! . A x P + ; 1 1 . RIA y se pierden piezas. . 9. . . . • CD3A Otras jugadas de caballo permiti­ rian a las negras capturar impu­ nemente el PD. 9. P4A ... Este es mas bien dudoso. 9. P4TD ! da buen contrajuego a las negras. 10. A3R Obj etivamente debemos conside­ rarla menos precisa que 10. A4AR que deberia negar a la dam a el uso de 2AD una vez abierta la columna D 10 P x P; 1 1 . 0-0-0 o 10 CD4D; 1 1 . ASR. D4T + ; . . . . .• . . . • 12. C2D ! . P X P ; 13. 0-0-0 seguido por 14. C4A y 15. C3A ). Sin em­ bargo. Spassky seguia un parti­ do anterior Tal-Benko. 1 0. .. D2A . Mej orando la partida con Tal en la que despues de 10 CD4D; 1 1 . 0-0-0. las blancas vencieron en una complicada lucha. . 1 1 . CSR 12. CR3A 1 3. 0-0 . . . • A3D 0-0 El enroque largo era muy facti­ ble y posiblemente mas fuerte to­ mando en cuenta que el ataque a bayoneta P4CRsC seria muy pe­ ligroso para las negras. Sin em­ bargo. en vista de la fuerte com­ petencia para obtener un lugar en el Torneo de Candidatos y el hecho de que solo tres de los cinco aj edrecistas sovieticos (Bronstein. Shtein. Smyslov. el mismo Spassky y Tal ) podrian quedar calificados --existia un limite maximo para el numero de participantes por pais- no po­ demos culpar a Spassky por ha­ ber e1egido una estructuracion mas solida. 1 3. 1 4. P3A 15. T D I D CD4D P3CD A2C Tal vez 15. C X A primero sea mejor. La columna AR abierta que resulta de 16. P x A no era muy amenazadora y las blancas no pueden hacer la normal ju­ gada de ataque CsCR. . . . • 191 mas, el texto priva a las blancas del uso de la 4D. 16. AlA Ahora Spassky mantiene l a ten· sion evitando el cambio. 16. 17. 1 8. TRIR P3TD TD I D TRIR proponiendose Aparentemente, continuar con P4AD, pero de he­ cho la continuacion es algo dis­ tinta del plan normal : P4AD, P x P y P3CD con la intencion de jugar AlC. 1 8. 1 9. A4T 20. P x P DIA TlA Abandonando e l apoyo a s u caba· 110 y abriendo la columna D por la que las negras pueden intentar hacer cambios. Manteniendo la tension mediante 20. AlA las blancas podrian haber aumenta­ do los problemas de las negras. ... 20 . PxP No parece haber nada malo en 20 . . , A x P, pero luego en el final las blancas podrian forzar un PAD adelantado, mientras que la experiencia ha demostrado que la formacion de peones que las negras establecen ahora, for­ man una defensa mas efectiva contra la superioridad del fIanco D. En el caso presente, las blan­ cas t e n d r a n dificultades para conseguir un peon adelantado a menos que esten preparadas pa­ ra cambiar todos los peones del fIanco D 10 que aumentarian !as perspectivas de unas tablas. Ade. 1 92 . 2 1 . A5CD Las primeras j ugadas siguientes no producen nada constructivo para las blancas, pero con su fuerte posicion en el centro pue­ den permitirse esperar desarro11os. 21. 22. A3D C3C D2A . , D1T, amenazando con 23 . . . . , AR x C, parece mas promete­ dor. 22 . . . 23. P3TR 24. P4A A4D Volviendo, por fin, al plan habi­ tual bosquej ado en la nota a la jugada 18. 24. 25. P3CD AIT CD2D Apresurandose a cambiar piezas antes de que las blancas jueguen AlC y luego C4C (0 primero A1C y D2A ) con posibilidades de ata­ que. 26. A2A Las blancas tienen que hacer esta jugada preparatoria, porque si . 26. AlC entonces 26 . . . . , C x C ; 27. C X C, D2C ! 26. 27. C X C 28. D X A 29. T X D CXC AXC DXD A5R Las negras han cambiado piezas para dar este interesante golpe tactico atacando al defensor de ID. Sin embargo, la� blancas con­ servan todavia el mejor final. 30. T X T 31. A x A TxT j Sin ningtm peligro ! 31. 32. R2T T8D + TxA Las negras se dan cuenta ahora de que la jugada 32 . . . . , C2D que se proponian se refuta con 33. A2C, C x T; 34. A x C y las blancas conservan sus dos alfiles por la torre; por ejemplo : 34 . . . . , TSR; 35. P3A, P4A; 36. A3C ! , T6R; 37. A6A, T x P; 3S. P4TD Y las blan­ cas ganan el final. 33. A6A Esta gana el PAD y por 10 tanto da a las blancas un final muy superior. 33. 34. 35. T X PA A4T T8TD TxP Y el alfil es tambien una buena pieza m6vil. 35. 36'_ T7A C5R No es el juego mas exacto debi­ do a que los participantes se apresuran a introducir los ulti­ mos movimientos antes del con­ trol del tiempo. Las blancas de­ berian jugar 36. TSA + , R2T ; 37. T6A, C6A y no 3S. T x PT ahora a causa de 3S . . . . , C x A; 39. P x C, T6AD con buenas posibilidades de tablas, sino el agresivo 3S. ASR con juego a ambos lados del tablero : el PAD adelantado y amenazas contra las casillas cIa­ ras en el lado R como en la par­ tida. 36. C7D Las negras tambien se equivo­ can. 36. . . . , RlA para privar al alfil de SR es 10 correcto, ya que 37. T x PT se refuta mediante 37. . .. , C4A ! ( amenaza 3S . . . . , C x P ); 3S. TST + , R2T ; 39. A6A, T x T ; 40. A x T, C x P y puede que las blan­ cas no tengan una victoria cIara. Las blancas tienen, por supuesto, otras posibilidades tales como 37. P3A 0 37. P5A ! , pero las negras pod ran por 10 menos, dar batalla. 37. A8R ! C x PC No 37 . . . . , P3A 0 4A, puesto que las blancas entonces dan mate 0 ganan la torre con 3S. l\.6C , RlA; 39. T7A + , R l C (39 . . . . , RIR; 40. T X PT + ) 40. T7R. 1 93 3S. 39. A x P+ P4T R2T Axnenazando con una nueva red de mate con 40. P5T Y 4 1 . A6C + . Despues de un comienzo lento, no podemos negar que la partida se ha animado! 39. 40. A x PR P4TR C5D La amenaza era 41. A5A + , RIC (41 . . . . , R3T; 42. T6T + ) 42 . A6C ! , etcetera. 41. A5D ... R3C C4A o 42 . . . . , R3A ; 43. 'T7A + , R3C (para salvar el PCR ); 44. T4A! amenazando 45. A7A + 0 45. A4R � como tambien 45. T x C. 43. 44. 46. P5A P6A P7A R3A C2R T6A Las negras han logrado cubrir la casilla de coronaci6n dos veces, pero T x C destruira pronto un defensor clave. 46. La j ugada sellada. Las blancas renuevan su amenaza A4R + y ga· nan sin demasiadas dificultades impulsando hacia adelante su pe6n avanzado PAD. 41. 42. T7D A7C No 46. T6D + ?, R4R; 47. T6A, T x T ; 48. A x T, R3D ! 46. 47. T X C 4S. PSA (D) 49. A x T 50. A6T P4T RxT TxD P5T Abandonan 62. Belgrado, 1 964. N egras : Z uidema. Ruy L6PEZ 1. P4R 2. C3AR 3. ASC 4. P3A P4R C3AD A4A Esta es mejor que 4. 0-0 en que 4 . . . . , C5D dej a a las negras con una igualdad aproximada. 194 4. 5. P4D 6. 0-0 7. A5C S. A4TR C3A A3C 0-0 P3TR P3D Despues de 8. . .. , P4C el sacrifi­ cio 9. C x PC tiene mucha fuerza ya que despues de 9 . . . . , P x C (9. . . . , C x PR; 10. C3A ); 10. A x P las blancas y�. amenazan 1 1 . P4AR. 9. deroso ataque (Kavalek-Zuidema. Tel-Aviv. 1964 ). P4T En una partida contra Smyslov. jugada en 1958. Spassky defendi6 ' con exito la posici6n despues de 9. A x CD. P x A; 10. P x P. P x P; 1 1 . CD2D. A5C ; 12. C4A. P4C ! ; 13. A3C, C X P en que los camb ios posteriores 14. D x D. TR x D ; 15. CR x P. A3R la dejaron en igual­ dad. P4TD 9. P3T; 10. AR x C. P x A; No 9. 1 1 . P5T ! . A2T ; 12. P x p. P x P ; 1 3 . D4T ! con ventaj a. PXP 1 0. T I R Si las negras tratan de retener el centro mediante 10. . D2R en­ tonces 1 1 . C3T. ASC; 12. C4A da a las blancas gran presi6n; por ej emplo : 12. P4C ; 1 3 . A3C. C2D ; 14. C3R. A4T ; 15. C5D ( Spas­ sky-Quiiiones. Amsterdam. 1964). . .• . . .• 1 1 . AR x C I Las muchas referencias respecto de las aperturas que hemos visto hasta el momento en las partidas de Spassky. muestran que posee u n profundo conocimiento de csta variante. En este momento c1abora un plan que le permite cjercer presi6n a ambos lados del tablero. Despues de 1 1 . P x P. A5C ; 12. A,R x C. P x A; 13. C3A las ncgras podrian igualar mediante 13. P4C ; 14. A3C. C4T ! pero no mediante 13. A x C ; 14. D x A ! . A x P; 15. P5R! . A x P; 16. T x A ! , P x T ; 17. C4R con un po. . . • 1 1. 1 2. C X P 1 3. C2D PXA TIR No 13. C x P. D2D; 14. A x C, D x C ! recuperado el pe6n y deshacien­ dose de sus dos debilidades prin­ cipales : el PAD duplicado y el caballo clavado. 1 3. . . . P4C No se puede evitar por mas tiem­ po este debilitamiento. ya que las blancas amenazan con jugar D3A seguido por P5R coma en la par­ tida Kavalek. 1 4. A3C 1 5. P X A 1 6. P3A ! AXC TIC A primera vista las negras tienen un buen juego con la presi6n so­ bre la columna CD. pero la juga­ da del texto que dej a al alfil blanco disponible para la acci6n en el flanco D muestra claramen­ te que la ventaj a esta todavia en manos de las blancas. 1 6. ... A3R No 16 . . . . . T x P; 17. C4A y 1 8 . C X P T e n que el PTO avanzara rapidamente. 1 7. 1 8. 19. 20. P3C A2A T I AD T3A T5C DlT TRI C D2C . . . • Las negras han concentrado sus fuerzas de la manera mas econ6195 mica sobre el PCD enemigo, pero los dos movimientos siguientes de las blancas muestran que este contraj uego dirigido sob re una debilidad no puede compensar en forma adecuada por los tres pun­ tos debiles de la posicion de las negras en 4TD, 3AD y 4CR . . 21. 22. AxP DIA ! P4T ! D x PA, D3C; las blancas pueden mantener la ventaj a con 27 . D7D, o 27. T l A, D x D ; 28. T x D, T5C (28 . . . . . T2C ; 29. T6T ); 29. T x P. T x PT ; 30. T6A y el PD resultani ser una amenaza mas efectiva que el PTD a causa del amplio campo de accion del alfil blanco comparado con el distante ca­ ballo. 22. 23. 24. 25. 26. PXP C4A ! C x PT CxP A3R PXP C2T D3C TSC Las negras habian confiado en esto cuando jugaron la 22. Sin embargo, Spassky cuenta ahora con una habil respuesta que fuer­ za un final vencedor. La posicion decisiva. Las negras no pueden jugar 22 . . . . , P X P; 23. C x A, T x C ; 24. T x T, D x T ; 25. D x PT, C2T ; 26. P5R! en que las amenazas de 27. P6R 0 27. A X P seguidas de 28. A6A dan a las ne­ gras un ataque vencedor, ni tam­ poco deberian intentar 22. . . . , A x P ; 23. P x P, P x P ; 24. P5R ! , C4D (24 . . . . , C2 ].' ; 25. C4R. T8C; 26. D3R, T x T + ; 27. A x T con un fuerte ataque ); 25. C4R ! , C x T ; 2 6 . D x P + , R I A ; 27. D6T + , R I R (27 . . . . , R2R; 2 8 . P x P + y si 28. . . . , R2D ; 29. C5A + ganando la dama ); 28. C6A + , R l D ; 29. D8T + , R2R; 30. P x P mate . 22 . . . . , C2T . parece la mejor dcfensa, pero despues de 23 . P x P, P x P ; 24. C x A, T x C ; 25 . T x T, D x T ; 26. 196 27. P5D I 2S. TR X T 29. C X T TXD D7C AXP 29 . . . . , D x C ; 30. P x A, P4AD de­ j ando fuera las torres es una po­ sibilidad ligeramente mejor. Sin embargo, despues de 3 1 . P x P + , R x P ; 32. T l D y s i es necesario 33. T( 3 )3D las blancas ganan el PD y, por ultimo, la partida. Pero ahora el PTD decide las cosas en forma mucho mas expedita. 30. 31. PXA P5T ! DXC El PAD puede esperar. Es impor­ tante empuj ar el peon adelanta­ do para red.u cir las posibilidades de que las negras puedan bID­ quearlo. 31. 32. TIT D1T C3A 33. 34. P6T T3C CxP Abandonan o 32, . . . , D3T; 33. T6A. 63. 5.' Partida de la Competicion, Candidatoa, 1 965. Negras : Keres. Ruy L6PEZ 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. P4R C3AR A5C A4T 0.0 TlR A3C P3A P3TR A2A P4D CD2D CIA PxP C3R P3CD 8. 9. 1 0. 1 1. 12. 1 3. 1 4. 1 5. 1 6. P4R C3AD 1"3TD C3A A2R P4CD P3D 0-0 C4TD P4A D2A A2D PA x P TD1A TR1 R o incluso el mas fuerte 19. P4CD primero para privar a la dama negra de la casilla 4AD. 1 9 . C (4 ) 5A 19 C x P tampoco es jugable aqui. Despues de 20. D4C. C3AR; . 1 6. 20. t ro . 20. P X A puede ser refutado me­ diante 20 . . . . , P4D Y si 2 1 . A x C. D x A; 22. C x P (22. D x P. T x C ) 22 T x T + ; 23. D x T. DlD con . . .• un buen juego en las casillas os­ curas. Sin embargo. ahora 20 P4D puede ser fuertemente re· futado por 2 1 . P5R. . 20. 21. No 2 1 . 1 7. C X P 1 8. A2C Pa ra CXA . . . • PxP Un esquema favorito de Keres que introduce presion en el cen· 1 8. . . . • 2 1 . C6T + . R1T; 22. C x P + . R 1 C ; 2 3 . A x C. D x A; 24. D x A. P 3 C (24. . . . . D x C ; 25. A x P + ) las blancas ganan con 25. A4R. . Reduciendo la movilidad del CD, y preparando un fuerte fianchetto. AxC AlA DID amen azar a l PR puesto que C x P pierde ante 19. C5D . . . • C3R . . .• P3C A2C C x P ? ; 22. D4D. 22. D2D C2C No 22 . . . . . C x P ; 23. A x C. T x A (23 . . . . , A x A; 24. D x A. T x A; 25. 197 C4C ! ); 24. A x A, R x A; 25 . C4C 0 25. C5D con un fuerte ataque en el que T8R + aparece en muchas variantes despues de 25 . . , t x T ; 26. T x T. Sin embargo el texto no es la manera acertada de utili­ zar mejor e1 caballo que se en­ cuentra fuera de juego. 22 . . . . , C3A; 23. TDlD, T3R ! , rehusando tragar el anzuelo en 5R, era la linea que daria a las negras una igualdad aproximada. T x T; 33. TlAD penetrando la posicion de las negras por la co­ lumna AD. . . 23. ... P3A ... 28. R2T 29. C5D D2D 25. A3C 26. TD I D 27. T t AD Las blancas ' permiten simplificar mientras que 29. A5D, C x A; 30. C X C mantendria la presion. CXC 30. A x A, R x A; 3 1 . A x C privaria a las negras de la posibilidad in· dicada en la nota siguiente. 30. 31. TXT TxT D2R DIA No 24 . . . . , C l D ; 25. TDlD, T3A; 26. C5D. La debilidad del PD y de las casillas que 10 rodean hace que las negras monten una de­ fensa en profundidad. CID T3A Era mas acertado jugar 27. R2T primero, pues entonces 27. D2R se refuta mediante 28. C5D y 27 . . . . , C3R mediante 28. C5D, C2D ; 29. T lAD, TRIA; 30. A x A, R x A; 3 1 . D2C + , R I C ; 32. T x T. . . .• 198 D2R Haciendo que la dama vue1va a entrar en juego ya que 28. C5D se enfrenta con 28 . . . . , C x C ; 29. P x C, T x T ! 29. 30. A x C No estrictamente forzado todavia, pero necesario como preHmirlar para j ugar A3C. 24 . . . . D2R Para dar a su caballo I D . 24. • P4CD ! El caballo continua mal situado. 23 . 27 3 1 . . . . , A x A; 32. D x A, D2R era H· geramente mejor. 32. A X A 33. D3A + RxA Una s e g u n d a imprecIsion. 33. D4D + , RIC; 34. T8A, C3R; 35. A x C y 36. T x T ganan el PD y, a la larga, deberian obtener una victoria, ya que el rey blanco no esta expuesto a jaques en el final de dama resultante. 33. ... RIC (Ver diagrama siguiente. ) 36. D7A D3A o 36 . . . . , C4T ; 37. D6C, D3A (37 . . . . , C3A?; 38. T7A ) 38. T2A y em­ piezan a caer los peones negros. 37. 38. T2A D6C T I AR Con un efecto decisivo. 34. 35. P4A P3C C3R C2C Ahora que el caballo ha alcan­ zado finalmente una casilla acep­ table, las negras pueden oponer una resistencia inflexible con 35. D2T amenazando con 36 . . . . , D7A + . En vez de eso, presiona­ do por el tiempo, Keres situa el caballo en una casilla poco favo­ rable donde ya no puede impedir la entrada de la dama enemiga. . . .• 64. 38. 39. 40. 41. o PXP D X PT D X PC P4C DxP D4R C3R 41. . . . , C4T; 42 . D3D. 42. 43. DIA D5A R2C DXD Esta era la jugada sellada, pero Keres abandono durante el apla­ zamiento. j Una de esas partidas que de­ j an la impresion de , que la Ruy Lopez esta muy cerca de dar un triunfo forzado a las blancas ! 1 0. Partida de la Competicion de Candidatos, 1 965. Blancas : Keres. a DEFENSA INDIA DE REY Esta fue la ultima partida de la compe ticion. Spassky ganaba 5 X4 y Keres tenia que conseguir una victoria. Habia tenido poco exito con la Ruy Lopez, pero en la B." partida habia ganado en 25 jugadas con una Nimzoindia. De aqui, la eleccion de la jugada de apertura. Spassky a su vez la enfrenta con audacia y, en vez del Gambito de Dama con el que ha ob tenido loables tablas contra destacados grandes maestros, clige una agresiva respuesta. 199 1. 2. 3. 4. 5. P4D P4AD C3AD P4R P4A C3AR P3CR A2C P3D El ataque de Cuatro Peones, una jugada de doble filo, para la cual Keres tiene preparada una agre­ siva linea. 5. 6. P5D 7. C3A 8. A2R 9. PA X P P4A 0-0 P3R PXP Una replica inusitada. 9. PR x P es 10 usual en estos momentos pues· da a las negras una pode­ rosa jugada que flanquea el cen­ tro de las blancas. 9. I G. P5R ! 11. PXP 1 2. A4AR P4CD ! PXP C5C La nueva jugada de Keres. 12. ASC es una altemativa complica­ da cuya desventaj a principal, des­ de el punto de vista de las blan­ cas, consiste en que ha sido su­ mamente analizada de modo que no tienen ningun valor coma sor· presa. 12. A x P, C x P ; 1 3 . 0-0, dej a a las blancas con una ligera ven­ taja, pero es demasiado inofensi­ va para las circunstancias del momento. 1 2. ... C2D Todavia invitando a las blancas a iniciar un ataque. 12 . . . . , P5C, segu.n Boleslavsky, es ' m e j o r, 200 pero la posicion sigue muy com­ plicada despues de 13. C4R, C2D; 14, P6R. 1 3. P6R PxP 1 3 . . . . , CD4R era la j ugada segu­ ra, pero la actitud de Spassky a traves de la partida demuestra que no teme las complicaciones. La desventaja del texto consiste en que libera la casilla 5D de las blancas . 1 4. P X P TXA Aqui, Spassky penso durante 35 minutos. El texto es ciertamente mejor ya que despues de 14 . . . . . C3C; 15. D x D, T x D ; las blancas tienen 16. P7R. TlR; 17. A6D 0 16. P3TR, PSC ; 17. C5CD y las negras deben luchar para igualar. 1 5. DSD Ganando el cambio a costa de la iniciativa. 1 5. 1 6. RIT � DxT o 16. 0-0-0, TlC; 17. D6D, A3TR! y la amenaza de las blancas 1 8 . D X T h a sido frustrada por el j aque a la descubierta 18 . . . . , T5D. En esta situacion, las blancas tampoco consiguen nada median­ te 17. P x C, A2C; 18. D x P a causa de 18 . . . . , P5C; 19. C5D, T4A. 1 6. 1 7. C3C DXP Las blancas podrian retener el PR mediante 17. D8C 0 17. D6A pero despues de 17 . . . . , C6R ! las blancas no podrian enrocar y el . rey se veria expuesto. 1 7. 1 8. AXP 0-0 No 18. TID, ASD ! 1 8. 1 9. C6R T2A 20 Otra decisi6n crucial. Si 19. TDID, que Keres consider6 durante lar­ go tiempo, viene en seguida 19. . . . , C x TD ; 20. T x C, ASD + ; 2 1 . R1T, P5C ; 22. C5C, A4D ! con un contraataque; por ejemplo : 23. CD x A, P x C ; 24. C x P, T x C ; 25 . T x T. A x P + ; 26. R x A. D x T; 27. D7R. P4T 0 24. DST, D3D y las ne­ gras estan a salvo. 19. A x P dej a­ ria a las blancas con un pe6n de ventaj a. pero despues de 19. , . . . C x T; 20. T x C. T2A; 2 1 . D5T, D I C e l control e n las casillas oscuras que mantienen las negras les proporciona un contrajuego ade­ cuado. 1 9. 20. C5CD o giro de los acontecimientos y da 20. CID, T2A; 2 1 . D5T. C5C; 22 . T 1AR, ASD + , 23. R1T (23. C x A, D x C + ; 24. RIT, T x T + ; 25. A x T, D5AR! ? ) 23. . . . , D3D; 24. P3CR, A4D con un ataque decisivo. Si 20. C4TD entonces 20 . . . . . C x C; 2 1 . D x C, A x PC con un fuerte PAD avanzado. P5C 20. CID esperando 20 . . . . , C5C; 21. C5C ! como - de hecho ocurri6 en una partida de un club argen­ tino Bartis-Smetan, 1970. Ahora la amenaza de 22. D x A + ! es muy fuerte ganando las blancas despues de 2 1 . . . . . T x T; 22. C x T, D x C ; 23. A x C, CIA; 24. D4T ! , A x P; 25. A x A, A x T; 26. D8R + , R2C ; 27. D7A + . Sin embargo, Bondarevsky, el entrenadoIi de Spassky, ya habia anticipado este . . .. T2A Aqui tambien el acoso a la dama permite a las negras mantener la iniciativa . 2 1 . D5T 21. D6T , A x PC ; 22. TIR, C5C; 23. TID, A4D con buenas perspec­ tivas. o 21 D l CD . Desclavando el caballo y amena­ zando mate con 22. . . . , C5C; 23. T(2 )lAR, T x C. 21. . . . , A x PC era j ugable pero las negras preneren montar amenazas en todas direc­ ciones (C(3 )SA ). 22. TDlR A4D No 22 . . . . , C5C; 23. AlA. C x T; 24. T x A atacando dos piezas 0 23. . . . , T x C ; 24. P x T. (Ver diagrama siguiente. ) 23. A l A S u mejor posibilidad era 2 3 . A3D despues 23 . . . . , C(3 )SA; 24. A x C (24. D6T, C x PCR! ; 25. R x C. D5A; 26. T8R + , AlA; 27. AlR, D4C + y 201 las negras todavia tienen que an­ dar con cuidado (27 . . . . , CSA; 28. D7A ! , D x C ; 29. D8D + , AIC; 30. T8R. De hecho, las negras po­ drian continuar con 27 . . . . , C6D con cierta ventaj a a causa de su PAD adelantado, pero las blancas no estan perdidas todavia y la po­ sicion sigue siendo tensa. 27. 28. con j aque perpetuo puesto q u '" 28. RIT, D8A + ; 29 . T l A ? pierde ante 29 . . . . , T x C ) 24 . . . . , C x A; 2S D6T, T3A; 26. D4T (26. D7T, D x C; 27 . T7R, C3D ! ; 28. T x A C2A ganando ) 26 . . . , T l A en que las amenazas 27 . . . , C x P 0 27 . . . . A3AD dan buen juego a las ne­ gras. . , DXC T7R Lamentablemente, 28 . D x C solo pierde una pieza ante 28 . . , T x C descubriendo un ataque a la da­ ma. Keres ya no disponia de mu­ cho tiempo. . . . . 23. 24. TR x C 2S. D6T 26. D4T CXA CSA T3A No 26. D7T, D x C ; 27. CSC, T x T + ; 28. T x T en que las ne­ gras ganan con el sacrificio 28. . . . , ASD + ; 29. RIT, A x P + ! ; 30. R x A, C6R + ; 3 1 . R3C, C x T + ; 32. R4T, A7A + , etc. 26. 27. 28. 29. , CxP D2R C6D PSA Decisiva. 30. 31. 32. T8R+ TXT+ CSC TlA AxT o 32. C4D, D4A; 33. D3R, A2C ; 34. D8R + , AIC . 32. 33. R I T 34. D2D 3S. C3A A4A + D2D D2R D2A ? La amenaza era 3S . . . . A6R. , La j u g a d a perdedora. Resulta comprensible que Keres deseara ansiosamente retirar a la dama de la columna TD donde esta ex­ pues ta a un ataque constante, pero no advierte un punto impor­ tante. Deberia jugar 27. DST Y 202 3S. . . . D6R Las blancas perdieron a causa del tiempo, mientras a Spassky le quedaban todavia mas de diez minutos en su reloj . 65. 6.' Partida de Competicion, Candidatoa, 1 965. Negraa : Celler. Ruy L6PEZ 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. P4R C3AR A5C A4T 0-0 TIR A3C P3A P3TR PAR C 3AD P3TD C3A A2R P4CD 0-0 P3D C2D Una jugada que parece artificial, pero el lento desarrollo de las blancas da a las negras amplias posibilidades para elegir las Ii­ neas en que desean maniobrar. 1 0. P4D 1 1 . CD2D 1 2. C I A 1 3. C ( I ) 2T C3C A3A TlR En la cuarta partida, Spassky ha­ bia sacrificado un pe6n mediante 13. C3R, P x P; 14. P x P, T x P; 15. D2A, pero despues de 15 . . . . , D l R las negras lograron una partida satisfactoria que lleg6 a tablas en 32 jugadas. 1 3. 14. 15. 1 6. 1 7. PXP A2A C4C PXA PxP C4T P4A AXC PxP muy b ien 17 . . . . , C3A; 18. PSR. PD x P; 19. P x PA. D x D; 20. T x D. CST tampoco daria mucho a las blancas. 1 8. P5C A2R Una mala j ugada cuya motiva­ ci6n resulta dificil de encontrar. 18 . . . . , A4R; 19. C x P, TlAD man­ tendria el equilibrio. 1 9. P5R ! Es dificil creer que Geller no hu­ biese considerado antes esto. La explicaci6n para su falta de vigi­ lancia debe consistir en que con­ sideraba 20. A x P + como descar­ tado en vista del hecho de que el PCR en SC bloqueaba la continuaci6n normal del ataque CSCR + en el sacrificio del pre­ sente griego. 1 9. ... AlA ? Tenia que jugar 19 . . . . . P x P ; 20. C X PR, P3C (para impedir A x P + ) y las blancas continua­ rian 2 1 . C4C y entonces 22. D3A con un fuerte ataque, explotando, si es necesario. la columna TR mediante P3CR y R2C. 20. A x P + RXA o Puede jugarse, pero 1 7. . . . , P3C eliminaria las amenazas inmedia­ tas de las blancas y despues de 1 8 . PSC, A2C las negras quedan bien 20 . . . . , RIT; 2 1 . A2A, P3C ; 22. P6R! y el PCR se debilita de­ masiado. 21. P6C + R1C 203 No 2 1 . R x P; 22. D3D + mien­ tras que 2 1 . P X P transpone a la partida despues de 22. CSC + . . . .• . . .• 22. C5C 23_ D3A I PA X P DxC 29. D x PD 30. D4R 3 1 . A3R T2D A2R 3 1 . A x A era una manera mols sim­ ple de abordar el problema tec­ nico. Despues de 3 1 . T(3 ) x A ; 32. TRlD 0 3 1 . T(2 ) x A; 32. TIAR las negras tienen algo por que jugar. . . . • o bien 23. D2D (23. D2A; 24. D3T ) 24. P6R. Las negras tam­ bien pierden la dama despues de 23 A2R; 24. D7A + . RIT; 2S. C6R. . . . • . . . .• . . .• . . .• 24. A X D 31. 32. C (3 ) 5A TD I D PXP N o estrictamente necesario. ya que 32. P3C. C7C (32 C3D; 33. DSD ) 33. T8A + forzaria posterio­ res cambios de piezas . . 32. 33. T x T 34. D5D . . .• TxT CxP Una continuacion mols acertada para el sacrificio de peon era 34. T7D. Las negras tienen solo un ligero deficit material con dos caballos y dos peones por la dama. pero sus caballos tienen una posicion poco activa. de manera que las blancas deberian ganar sin mu­ cha dificultad. 25. TD I A 2 6 . D3D 27. P4A T2T T3R Abriendo el juego para aumentar aim mols la movilidad de la dama. 27. 28. 204 PXP C (4) 5A C x PR 34. 35. R2A TIC Incertidumbre p r o v o c a d a por problemas de tiempo. El obvio 3S. TlAR + . A3A; 36. P4C da una victoria molS rolpida ya que 36. C x P ; 37. A4D. CSA; 38. D7D + gana una pieza. . . . • 35. 36. A2A 37. T l R C ( 7 ) 5A P4C A3A Tampoco las negras encuentran la manera de crear dificultades. 37 PSCR daria mols espacio a sus apretadas piezas. . . . . • 38. R I T 39. T3R 40. T2R 4 1 . A4D 42. P4C C7C C ( 7 ) 5A C3D C (3 ) 5A o 42 . R2R . . . • R2A Abando.a. Si 44. A2R e n t o n c e s 45 . T2AR + . RIR; 46. DSA + 0 44 . . , R3C ; 45. DSA, R2A; 46. DSA + , R3C; 47. DSCR, T3A; 4S. DSR + . Una segunda mitad mas bien prosaica despues de la emocio­ nante 20. A x P + . . . . • . . Spassky sella esta j ugada que crea una posicion de Zugzwang. 42. 43. A5A + 44. D7C + P3C; 43. R2C. 8.' Partida d e l a Competicicin, Candidatoa, 1 965. Negraa : Geller. 66. DEFENSA SICILIANA 1. P4R P4AD Habiendo conseguido solo medio punto en tres partidas con la Ruy LOpez, Geller prueba suerte con una linea mas complicada espe­ cialmente porque necesitaba una victoria para continuar en la competicion. 2. 3. 4. 5. 6. 7. C3AR P4D CxP C3AD A3R A4AD C3AD PxP P3CR A2C C3A P3D Ahora la amenaza de S . . . . , C5CR induce a las blancas a efectuar la jugada siguiente que dej a sin proteccion al alfil. 8. P3A C4TD Una jugada insolita que no ha encontrado seguidores. La res­ puesta apropiada a la ultima ju­ gada de las blancas es la com­ plicada S. . . . , D3C aunque des­ pues de 9. ASCD 0 9. C5A se pien­ sa generalmente que las blancas tienen las mejores perspectivas. 9. 1 0. A3C PT X C C XA Las negras han « ganado» los dos alfiIes, pero la columna abierta TD de las blancas y su fuerte ca­ baUo en el centro representan una compensacion mas que ade­ cuada. 1 0. ... 0-0 Esto proporciona a las blancas el objetivo para un ataque y 10 . . . . , P3TD postergando una deci­ sion parece preferible. 205 11. 12. D2D P4T ! P3TD A2D Demasiado cortes. 12 . . . . , P4TR mantendria el ataque de las blan­ cas durante algunas jugadas . 1 3. PST Aunque en tales posiciones se j uega a menudo el preparatorio P4CR (quizas para trasladar la dama de 2D a 2TR 0 para facili­ tar un sacrificio mediante CSAR seguido por PC X P abriendo la columna CR hacia el rey negro ) Spassky se da cuenta de que en la situacion presente resulta su­ perfluo. En este momento, el sa­ crificio de peon directo, sin pre­ paracion, ya es bastante bueno. TlA 1 3. . . . , A x A; 1 7 . D x A, D2R; 18. OM, P4CD con buen juego. 1 7. C3C 1 8. P4C ! P4CD Muy fuerte ahora que las negras carecen de contrajuego y tendran que defender sus debilidades en 3TD y 3D 1 8. ... D2C No 18. . . . , D3A a causa de 19. A x A, R x A; 20. P x P, PA x P ; 2 1 . D6T + , R2A; 22. PSC ganando. 18. . . . , TRI D; 19. T x P 0 1 8 . . . . , TIT; 19. 0-0-0, TRID; 20. TO l C con la amenaza de 2 1 . CSA parece igual­ mente inutil. 19. A x A 20. P X P 21. DXP RXA PA x P o 13. C x PT; 1 4 . P4CR, C3A; 15. A6T y si 15 . . . . , A1T entonces 16. CSA ! con D2T y CSD en pers­ pectiva. 1 4. A6T P4R El Unico plan activo de que dis­ ponen las negras, desafiando al cabalIo centralizado que podian haber cambiado en la jugada 8 . 15. CR2R 1 5. P4CR A3R D2A Las negras tienen muy pocas perspectivas en la columna AD y como 16 . . . . , P4D falIa ante 17. A x A, R x A; 1 8 . P x P, PA x P; 19. PSC ganando sin riesgo un pe6n, las negras deberian intentar 16. 206 Perfectamente adecuado ya que las negras carecen todavia de j u­ gadas agresivas y la amenaza a dos peones y un alfil no dej a a las negras ninguna posibilidad de elecci6n. 21. 22. D x P 23. CR2R 24. C4D T3A RIC AlA T2AD (Ver diagrama siguiente. ) Las blaDli:as dominan el tablero y ahora pueden enrocar cuando quieran con una victoria facil. 25. 26. 0-0-0 DSC T2R nc 31. C X C 32. R2D 33. P X P 3'4. T l TR 35. TD I C R X 36. T4T TXC P4TR PXP T2TR R2A Este bloqueo destroza las ulti­ mas esperanzas de las negras de conseguir algo con su peon ade· lantado. De 10 contrario, 27. C5A 0 27. CSD. 27. TRIR CIR Por fin una semiamenaza de las negras, pero permite a las blan­ cas cambiar damas. 28. DSD + 29. D X D + 30. CSD 67. D2AR T (2 ) x D C2A 36. 37. R3R 38. T ( 1 ) l TR 39. C2R T ( l ) lT T2C T (2 ) 2T Finalmente, el caballo que de· sempelio con tanto exito su mi­ sion abandona su puesto para forzar la captura del PTR. Las negras abandonan. Los dos alfiles resultaron ser un factor sin importancia en la situacion. Spartakiad de loa Sindicatoa, Moscu, 1 965. Negraa : Arutiunian. Ruy L6PEZ 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. P4R C3AR ASC A4T 0-0 TIR A3C P3A P3TR P4R C3AD P3TD C3A A2R P4CD P3D 0-0 P3TR El sistema Smyslov que el mis· mo Spassky empleo con frecuen- cia en la decada de los alios se­ senta. 1 0. P4D 1 1 . CD2D 1 2. C I A TIR AlA E n l a competicion entre Keres y Spassky, una de las partidas con· tinuaba 12. P3TD, A2D ; 13. A2T, P4TD ; 14. D3C, D2R; 15. C tA, PST; 16. D2A, P3C ! Y despues de situar al alfil en fianchetto las negras tenian una posicion segura. 207 12 • . . . A2D No 12 P x P; 13. P x P. T x P? o 13 . . . . , C x P? a causa de la te­ naza de las blancas ASD. Todavia se discute sobre cmU es mejor. el texto 0 12 . . . . , A2C. . . . . • que su AD tienen la diagonal abierta desde 3R hasta 7TD. 20 . . . . , C2C era suficiente para man­ tener la igualdad. 21. P x P 22. A3D 23. D2R PxP TRI A 1 3. C3C En otra partida de la competi­ cion Keres-Spassky, el primero ensayo 13. P x P. pero despues de 13. . . . , CD x P las negras tenfan una posicion perfectamente sa­ tisfactoria. 1 3. ... P4TD La jugada normal es 13 . . . . , C4TD seguida por P4A y el fianchetto del AR, pero el texto es perfec­ tamente jugable. 1 4. A2D 15. A2A 1 6. P3C PST C4TD Para impedir que el caballo lle­ gue a SA. 16. 1 7. PT X P PT X P P3A Sencillamente, 17 . . . . , P4A j ugada de inmediato dejaria a las ne­ gras con buen juego. 1 8. A3R 19. C2D 20. PSD D2A P4A PSC Esta hace mas rigida la posicion permite a las blancas obtener cierto juego en el fIanco D, ya y 208 Las blancas estan ahora prepa­ radas para duplicar torres en la columna TD combinadas con A6T. Las negras se apresuran a ! mpe­ dir A6T. 23. 24. T2T 25. TRI T" 26. CST ! D2C A2R AID C2T Obviamente, tenian que evitar el peon duplicado que resultaria de 27. C x C + , pero el texto no es la manera adecuada de hacerlo, ya que ahora el caballo blanco constituye una autentica amena­ za. 26 . . . . , C x C es 10 correcto y despues de 27. D x C no existe una amenaza inmediata de sacri­ ficio en 6TR. 27. D3A CIA Cabe suponer que e l inexperto jugador armenio que enfrentaba a Spassky ( todos los apellidos ar­ menios terminan en la sflaba acentuada «yan» Petrosian, Mi­ koyan, Khachaturian, Grogorian ) penso que habia consolidado y podria refutar 28. D3C mediante 28. . . . , C3C. Sin embargo, se ve barrido del tablero por un hura­ can de sacrificios . 28. T X C I I Para sacar del tablero al defen· sivo AR. 28 • . . • AXT Si 28. . . . , T X T para retener el AR entonces 29. T x T, A x T; 30. A x P, A 1 D ; 3 1 . A x P con dos peo­ nes por el cambio y fuertes ame­ nazas como 32. A6A 0 32. A6TR se­ guida por C6A + . 29. 30. TxA! AxP cambio, 0 3 1 . . . . , RIA; 32. CSA + , RIR; 33. C x P + ganando l a dama. 32. PXP No 32. D3C, PSA ! TxT C2T No 30 . . . . , P x A; 31. D6A y mate en 7CR. mientras tanto existia la amenaza 3 1 . C6A + , R I T ; 32. DST como tambien tA simple captura del PCR. 31. CXP P4A La amenaza era 32. D3C y las j u­ gadas de rey tampoco son mej o­ res ; por ejemplo 3 1 . . . . , R 1 T ; 32. CST, T l CR; 33. D x P, A3A; 34. D6R, A I R ; 35. D x PD ! , A x C ; 36. D x PR + , T2C ; 37. A x T + y 38. D x A con cuatro peones por el 32. 33. eST 34. P6A RIT T I CR Abandonan Tanto 35. A7C + como 35. P7A constituyen amenazas fatales; por ej emplo : 34 . . . . , T(4 ) l T ; 3S. A7C + , T x A; 36. P x T + , R I C ; 37. D4R ! , C4C, D6C y 29. C6A mate. 68. Spartakiad de loa Sindicatoa, Moacu, 1 965. Blancaa : M ukhitdinov. DEFENSA SICIUANA I. P4R 2. C3AR 3. ASC X P4AD P3D C3A Probablemente, la respuesta mas apropiada a la j ugada favorita de Sokolsky, puesto que despues de 3 . . . . , A2D; 4. A x A + , D x A el fa­ llecido maestro sovietico sugeria el ingenioso 5. P4A seguido por 6. P3D situando los peones cen­ trales en las casilla s claras des­ pues de haber cambiado alfiles 209 de casillas blancas. Las blancas tienen entonces un buen control del centro sin conceder demasia­ do contrajuego a las negras. 4. P4D S. D x P 6. A x C 7. C3A PxP A2D AxA Un sistema directo de desarrollo que dan buen juego a las piezas blancas a costa de la concesion de los dos alfiles. 7. 9. 0-0.08. ASC 1 0. TRIR 11. AxC AXA! D x PD o 12. P5R. A X C y las negras ganan un peon 0 el cambio. 12. 1 3. . PSR . . D3C Las blancas solo pueden elegir el mal menor. ya que 13. T lA. A x C ; 14. P x A, TRlD; 15. D4C. T x T + ; 16. R x T, A x P las dej a con un mal final. 13. T2R. A x C ; 14. P x A. D3T ! da a las negras un fuerte ataque con equilibrio de pic;zas. 210 D3T TRI D AXC Un ej emplo de la regIa que dice que la evntaja de los dos alfiles yace en parte en la posibilidad de cambiar uno en el momento apropiado. I S. PC X A 1 6. R I C A4C + A7D ! C3A P3R A2R 0-0 Una jugada demasiado precipita­ da . Las blancas deberian conser­ var este alfil y planear un ataque gradual sobre el fIanco R; por ej emplo : 1 1 . R1C, D4T ; 12. D2D, D3C; 13. C4D ! seguido por P3A y P4TR. (Gipslis-Polugaevsky, 36.· Campeonato de la U .R.S.S., 1969.) 11. 1 2. 1 3. 14. Por primera vez en la partida (pero no sera la ultima ). las ne­ gras indican a su adversario que su ultima fila es debil. 1 7. TIT N o 17: TlR ?, A x C ! ganando una pieza mientras 17. TlAR no salva su PAR ( 17 . . . . , A X C; 18. D X C, D x PA! ). 1 7. No 17 1 8. ... . . . . • ASA D x PA; 18. C4R! C2R Ahora el alfil se convierte en una pieza dominante. pero 18. TDIR, D x PA dej a a las blancas con un equipo de piezas sin coordina­ ci6n. 1 8_ 1 9. C t A A X PR Las blancas deciden entregar el PAR para poder cambiar el po­ deroso alfil despues de 19. . . . , D X PA; 20. C3D en que tam­ bien gC;lnani el PTD. Sin embargo, Spassky encuentra una manera sencilla de ganar una ventaj a de­ cisiva. 1 9. 20. TXT TXT A X PT ! El PTR es ahora una seria ame­ naza en el final y las blancas no pueden usar las columnas abier­ tas TR y CR. 2 1 . T7D 22. C 3D A4R ! A3A Para detener 23. D7R ahora que las blancas han aflojado la pre­ si6n en el 2CD. 23. C5A TlD ! Otra advertencia sobre la debili­ dad de la fila de atras. 24. P4AD 25. T X PC jY P4TR D3D otra ! 26. D3R Esta es una jugada perdedora, pero 26. C3C, D x D; 27. P x D, PST tambien pierde nipidamente. De hecho, Mukhitdinov abandon6 en este momento sin esperar la res­ puesta de Spas sky. Despues de 26. D8D + ; 27. DlA, D x P las blan. cas no tienen defensas contra las amenazas de 28 . . . . , T8D Y 28 . . . , D4A + . 69. Sochi, 1 965. Blanca. : Kotkov Ruy L6PEZ 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. P4R C3AR A5C AAT 0-0 TIR A3C P3A P4R C3AD P3TD C3A A2R P4CD 0-0 P3D Sin mostrar sus cartas. S610 unas pocas semanas despues de la competici6n de Sochi, Spassky enfrent6 a Tal en el Torneo de Candidatos y logr6 un gran triun­ fo con el Gambito Marshall. 9. P3TR P3 TR El sistema Smyslov que lleya la torre a lR para ej ercer presi6n 211 en el centro. Sin embargo, es ne­ cesario impedir primero C5CR. P4D 1 1 . A3R 1 0. TIR En su encuentro anterior con Keres, ese mismo ano, el gran maestro estoniano jug6 1 1 . CD2D que todavfa se considera coma la linea principal. El texto parece extrano, puesto que las blancas no tienen dificultades para de­ sarrollarse en forma arm6nica (su AD no esta bloqueado). 1 1. 1 2. CD2D AlA A2D Las blancas tienen que decidir ahora que plan van a seguir. Aflo­ jar la tensi6n en forma prema­ tura con 13. P X P, CD X P; 14. C x C, P x C ; 15. D3A s610 consi­ guio igualada, en una partida an­ terior jugada en esta linea (Tal­ Smyslov, 1961 ). 13. A2A anticipa C4TD, pero luego vienen 13 P x P; 14. P x P CSCD ! con un tri­ ple ataque sobre el PR. Por esto, las blancas deciden cerrar el cen­ tro y tratar de ejercer presion so­ bre el fIanco D . . 1 3_ PSD 14. C2T . . .• C2R C3C La liberadora 14 . . . . , P3A revela­ ria el obj eto de la Ultima jugada. a saber: 14 . . . . , P3A; 15. P x P, A x PA; 16. C4C ! , C3C; 17. D3A en que las blancas cambiaran caba­ lIos y controlaran su SD ( Ivkov­ van den Berg, Beverwij k, 1963 ). 1 5. P4TD 212 A2R Todo este maniobrar con las pie­ zas menores parece tortuoso, pero las negras mostraran pronto la actividad que consigue su posi­ ci6n una vez que han cambiado el alfil malo y alcanzado P4AR. 1 6. P4AD Un plan demasiado ambicioso. Es cierto que, en ultimo termino. las blancas ganan el PTD. pero permite que sus piezas menores se vean comprometidas en un lado del tablero. Era mejor la jugada corriente 16. P x P, P x P; 17. D2R, 0 16. D2R de inmediato, pensando en A2A3D con presion sobre el PCD. 1 6. 1 7. A x PA 1 8. C3C P X PA C2T A4CR ! Aunque la posicion no esta com­ pletamente bloqueada, las negras hacen bien al deshacerse de su alfil menos m6vil para garantizar una buena casilla para su caballo en SAR. 1 9. CST 20. T x A AXA 20. P x A es una idea interesan­ te para contrariar los planes de las negras y reducir la fuerza de P4AR que se aproxima. Sin em­ bargo. las negras continuan 20. . . . , DST seguido por 2 1 . . . . . C4C presionando sobre el PR y ame­ nazando sacrificios en 6TR. Por otro lado, D6C es tambien una si­ tuaci6n fi!erte para la dama. 20. 21. P4AR 25. C6A PXP De 10 contrario, P5A y este pe6n puede tomar parte en el ataque. 21. 22. P4CD A X PA Una inconsecuencia mas. Deberia jugar 25. TR3AD, T2A; 26. C4C Y llevar el caballo a la casilla fuer­ te 3R donde protege el PD y en general el fIanco R. 25. Las blancas contemporizan. Re­ sulta mas 16gico 22. DlAR para atacar el PTD, ya que indirecta­ mente la dama tambien protege­ ria el 3TR de posibles sacrificios. Luego despues de 22 . . . . , DlA (lla oposici6n distante ? ) las blancas pueden probar 23. C6A para corn­ prometer las piezas negras con la defensa de 7R y continuar mas adelante con C4CD tal vez prece­ dido de P5T. El texto tambien fuerza un PTD adelantado, pero el caballo blanco permanece casi como un espectador, mientras que en 6AD 0 4CD estaria mejor situado para volver al centro 0 el fIanco R. 22. 23 T l A C5A Acariciando l a idea d e duplicar torres en la columna AD para atacar la 7AD, pero 23. P5C era una forma mas 16gica de conti­ nuar la ultima jugada. 23. 24. A l A T l AR RIT Un uti! movimiento preparatorio. Si 24 . . . . , C3A entonces 25 . P5C ! mete un palo en la rueda; por ejemplo : 25 . . . . , 5C x P ; 26. A4A. A3R; 27. T3D ganando piezas. ... D3A El PD se encuentra ahora amena­ zado por 26 . . . . , D2A seguido por C3A, de modo que las blan­ 27 cas devuelven el alfil al fIanco D. . . . . • 26. P5C 27. A X P PXP Si 27. P x P entonces 27 . . . . , T7T tiene fuerza. Pero ahora 2CR se ve temporalmente debilitado. 27. 28. T3CR D3C D2A Una bonita modificaci6n. 29. C4CD 30. C4C C3A No necesitaban proteger el PD a causa de la posibilidad de A6A, con una tenaza en la torre y una pieza menor, pero habia una for­ midable concentraci6n de fuerzas apuntando contra el rey, de ma­ nera que trata de cambiar piezas menores con la esperanza de eli­ minar a uno de los atacantes del PD. 30. 31. P x A AXC C5R I ( Ver diagrama siguiente. ) 213 P x C, D x P + ; 36. RIT, T6A; 37. AlA, T6CR Y 37 . . . . , TSC mate. 0 en 33. TR3AD, C x PC ! con ata­ ques vencedores; por ejemplo 34. R x C, D x P ; 35. RIT, C6A; 36. T x C, T x T; 37. AlA, T6CR como antes. 32. 33. T2R La ultima jugada de las negras quit6 una pieza de la columna AR en la que existe ahora una presi6n vencedora. 32. T3R o 32. T3AR, C4C; 33. T3CR, C(5 )6T + ; 34. T x C, C x T + ; 35. C X PC I 33. T x C, D x P + ; 34. RlT, T6A, etc. 0 33. R x C, D x PA + y 34 . . . , D x T. 33. 34. 35. 36. 37. 3S. D3D RIA T ( I ) 2A TXC R2R CsT C6A + DsA DXP DSC + DSR mate 70. 1 1 .' Partida de Competicion, Candidatoa, 1 965. Blancaa : Tal. Ruy L6PEZ 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. S. P4R C3AR AsC A4T ()..O TIR A3C P3TR S. P4R C3AD P3TD C3A A2R P4CD 0-0 En partidas anteriores de esta competici6n, Spassky habia teni­ do exito con el Contragambito de Marshall que ahora Tal trata de evitar. 214 A2C No S . . . . , P4D ; 9 P x P, C x P; 10. C x P, C X C; 1 1 . T x P, P3AD por analogia con el Marshall. ya que despues de 12. A X C, P X A; 13. P3D, A3D ; 14. TlR. D5T; 15. C2D las negras no tienen ninguna de las amenazas inmediatas que apa­ recen en el Marshall normal y 16. C3A forzani una retirada. 9. P3D Si 9. P3A entonces es tactible de­ bido al debilitamiento de la casi- Ha 3D de las blancas ( 10. P X P, C x P; 1 1 . C x P, C x C; 12. T X C, C5A! ). 9. 1 0. P3A P3D CIC Abriendo l a linea d e s u AD, el que en el curso del juego se con­ vierte en su pieza mas efectiva, a pesar de la impresi6n de que en este momento esta intentando algo imposible. n. CD2D 12. C I A 1 3. A2A 14. C3C 1 5. P4C CD2D C4A TlR A l AR Una jugada corriente en esta po­ sici6n, esperando 15 . . . . , C3R; 16. P4D amenazando con 16. P5D. Sin embargo, como la jugada per­ mite a las negras abrir muy pron­ to lineas en el fIanco D, sena me­ jor que las blancas jugaran 15. C2T, P4D ; 16. D3A, C3R; 17. C5A, P4A; 1 8 . C4C con considerables posibilidades de ataque. 1 5. 1 6. A3C CD2D P4TD Para refutar 17. C5C mediante 17. . , P4D; 18. P x PD, P5T ! . . 1 7. P3T PXP En el encuentro Tal-Tukmakov, Sochi, 1970, el joven maestro co­ meti6 el error 17 . . . . , P4A? y Tal puso en marcha un buen ataque con 18. C5C ! , P4D; 19. P x PD, C3C ( 1 9 . . . , C x P; 20. D5T, 0 19 . . . . , . P3T; 20. C6R! ); 20. P x PA, CD x P; 2 1 . P4D, P3T; 22. C X P ! , R x C; 23. P X P. 1 8. PA X P o 18. C5C, P4D; 19. PR x P, C4A si 20. A2T, P6C ! finalmente frus­ trando todas las amenazas de la diagonal 2TD/8CR. y 1 8. ... P3T Una concesi6n que impide C5C pero debilita el fIanco R. Por pri­ mera vez en la partida, Tal con­ sigue una posici6n de ataque, pero, como demuestra el desarro­ Ho del juego, Spassky se revela a la altura de las circunstancias. 1 9. C5A 19. P4D puede ser mejor, pero realmente es cuesti6n de gustos. 1 9. 20. C (3 ) 4T P4D P4A ! 20 . . . . , P x P 0 20 . . . . , A x P gana­ na un pe6n, pero dana a las blancas posibilidades de ataque que, por supuesto, no convienen en absoluto a Spassky. 21. 22. T3R T3C P5A ! R2T ! Spassky hizo esta jugada despues de pensarlo s610 unos segundos. 22 . . . . , P x A; 23. C x P + , R2T; 24. C X P da a las blancas un buen ataque y con igualdad material, ya que el tercer pe6n negro esta siempre ahi, preparado para la , conquista. 215 23. A2A 23. A2T. luchando para mantener el alfil en la potencialmente mas agresiva diagonal parece mejor. pero entonces viene 2 3 P x PR ; 24. P x PA. P x P; 2 5 . AR x P. C3C ! forzando el cambio de damas 0 la eliminaci6n del alfil. . ...• 23. ... P5D El alfil ha sido neutralizado, ya que 24. P x P; 25. C x Po ?, P x C ; 26. P5R + falla ante 26 . . . . , P6D. 24. D3A . . . • Despues de la partida, Tal pens6 que 24. P4T habria sido una me­ j or justificaci6n para su jugada 23, al intentar la ruptura de la compacta masa de peones negros. El sacrificio 24. C x PT, P x C; 25. C5A. T3T; 26. C x PT, A x C; 27. A x A fall a ante 27 TIC; 28. ASC. D l AR. . 24. ... . . .• T3T ! Mayores refuerzos para su aco­ sado flanco R. 25. C x PT El sacrificio es un error y las blancas deberian intentar 25. A2D seguido por 26. T l R sacando las reservas. 25. P x P. P x P ; 26. C x PD. P x C; 27. P5R + , P6D ; 28. D x A. T3C es claramente favora­ ble para las negras. 25. 26. C5A 216 Una jugada psicol6gicamente di­ ficH de ver, ya que la dama se aleja del flanco R amenazado. El prop6sito es mantener el cQJltrol sobre la columna TD (26. T( 1 )3R; 27. P4TD ! . CIR; 28. C6D ! , T3AR; 29. D4C. T3CR; 30. DSA ! con amenazas vencedoras ) y for­ zar cambios decisivos en el cen­ tro con 27 . . . . , P x P seguido por 28 . . . . , A x PR. En vista de esto las blancas tienen que echar ma� lefia al fuego. sin que salten de­ masiadas chispas. PxC DIT ! 27. C XPT 28. D5A + 29. A x A 30. ASC AXC RIT T l CR DIR La defensa exacta hasta e l final. 30 . . . . , P x P; 3 1 . A x P. A x P ? ; pierde ante 3 2 . A x A, D x A; 33. A x C + . C x A; 34. T x T + . R x T ; 35. D8A + capturando la TD. 3 1 . P4A C2T Las blancas se yen ahora obliga­ das a retirarse y las negras co­ mienzan gradualmente a darse cuenta del valor de su pieza adi· cional. 32. 33. 34. 3S. A4TR AXT D4C D4T TXT T3AR T3CR PR X P ! Preparando utiles p u e s t o s de avanzada para los caballos. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 71. D xP A 2A A x P (3) AlA RIT TIA P3A I PxP C4R C4C C x PR Spassky se disponia ahora a con­ siderar su jugada sellada, pero Tal abandono la partida y con e l lo la competici6n, La mejor que pueden jugar las negras no es 4 1 . . . " C x A + , sino 4 1 . . . " C5A! para cerrar la columna AD, pues­ to que 42. A x C dej a la casilla 2CR en ultimo termino sin defen­ sa, mientras que 42. A x P, C6C + resulta decisivo par la misma ra­ zon (43. RlT, C x A + ; 44. T x C( 1 ), T x P + 0 43. R1C A x P + ; 44. A x P + , R1C; 45. D4T, C7R + ! ; 46. A x C, A x P + y mate }. Hastings, 1 965-1 966. Negras : Lee. I)EFENSA NIMZOINDlA I . P4D 2. P4AD 3. C3AD 4. ASC S. A4T 6. PSD C3AR P3R ASC P3TR P4A AxC+ En estos ultimos afios se ha pre­ ferido el mas tranquilo 6. . . . , P x P; 7. P x P y ahora no 7 . . . . , P3D sino 7. " " 0-0 poniendo a salvo al rey y conservando la opcion de elegir cuando, si de­ cide hacerlo, jugar P4CD y P3D. El encuentro Bagirov-Sakharov, 3 1 .° Campeonato de la U ,R , S . S. , 1 969, continuaba 8. P3R, TlR! ; 9 . T lA, P3D y despues del habitual, pero inexacto, 10. A5CD las ne­ gras cuentan con un buen juego ya sea mediante 10. . . " CD2D, coma se jug6 en realidad, 0 10. . . . , AlD ! Sin embargo, en el mo­ menta en que se llevo a efecto esta partida se consideraba que el texto y la jugada subsiguiente eran perfectamente adecuadas , 7. 8. PXA P6D ! P4R Mejorando 8. D2A que Spassky habia j ugado antes. Sin embargo, las negras pueden entonces I1e­ gar a la posici6n bloqueada que el busca mediante 8 . . . . , P3D ; par ej emplo : 9. P4R, P4CR; 10. A3C, C4T; 1 1 . C3A, C2D con completa igualdad ( Spassky-Sliwa, Riga, 1959 ). El curso de esta partida sugiere que las negras deberian haber jugado 7 . . . " P3D. 217 8. 1 1. C3A ... La mej or. al explotar la unica desventaja de la ultima j ugada de las blancas : la perdida del D4T ; 9. control de 6AD. Si 8 TlA y las negras tienen que en­ frentar la amenaza de 9. A x C 0-0. en un ami­ mientras que 8 lisis de Zak. ex entrenador de Spassky. da 9. P3R. TlR; 10. A2R. C3A; 1 1 . C3T ! con la intencion de seguir con 12. 0-0 y luego P4A ! con una posicion fuerte en vista de la creciente presion en el cen­ tro y sobre el caballo clavado (P x P 0 C2A4R 0 4C ). . . 9. D2A . . . • . . .• TlA Para eliminar l a amenaza d e 1 1 . CsR. . . .• 1 1. D6T ... Las negras persisten en el error. renovando la amenaza CsR. pero dejando a la dama totalmente P3C origi­ fuera de juego. 1 1 . naria la misma desventaja. ya que las mismas blancas pueden comenzar a hacer amenazas con DsA. habiendose descartado la defensa D I D. La conclusion obli­ gada es que las negras ya estan perdidas. . . .• P4CR C5R 12. C3A La pieza esta fuertemente clava­ da y es necesario liberarla. 1 0. A3C D4T ? No es la continuacion acertada para el ultimo movimiento. Las jugadas siguientes son de dama y caballo 10 que retrasa enorme­ mente el desarrollo y deja la po­ sicion completamente desorgani­ zada. Deberia intentar la su­ P3C gerencia de Barden : 10. para lograr el desarrollo del fian­ co D en que el rey puede encon­ trarse a salvo 0 la de Taimanov : C4TR; por ej emplo : 1 1 . 10. P3R. D3A; 12. TlD. D3R; 13. AlR. C2C y las negras tienen un juego razonable. ya que han protegido todos sus puntos debiles y pue­ den tratar de obligar a las blan­ cas a defender el PD mediante C4A o. a<m mejor. P4A seguiao por 0-0 y CIR. . . .• . . . • 218 PsR; 13. Spassky sugeria 12. C2D. 0-0 como una posibilid�d mejor. pero despues de 14. P4T y 15. P3R. las blancas estan en una buena situacion. . . . • 1 2. 1 3. A X P C5R CXA P3A las blan­ Despues. de 13. cas replican 14. A x P ! y en vista de las amenazas 15. A x T y 15. D X C con jaque. las negras no 0-0 tienen nada mejor que 14 C x A; 15. D6C + . R1A; ( 14 16. D x C + R1C; 17. T l D ! puesto que la dama protege ahora 3AD. Un problema que encontraremos una y otra vez en la partida mis­ ma). 15. A7R ! . C x A; 16. P x C, T l R y luego sigue 17. C2D ! con una rapida victoria ( 17 . . . . , P4D la mejor -17 . .. . . , T x P; 18. CIC! y 19. P3A seguido por D6C + - 18. .. . • . . . . .• • . . . . • P x P, A4A; 19. C I C ! , D4T; 20. P3A, C3D; 2 1 . P4R, T x P; 22. con dos s6lidos peones de ventaja. 1 4. C X C en la Ultima nota. Si 11 . . . . , R2R entonces 18. T X C ! C X PD , Un exito para las ..negras ? Si, ipero a un precio demasiado alto ! 1 5. P4TR Con el caballo tan firmemente colocado ( 15 . . . . , P3A?; 16. D6C + , R2R; 17. D7C + , R3R; 18. C3D se­ guido por 19. P x P 0 19. P3C Y 20. A3T + ). Naturalmente, las blan­ cas prefieren abrir !ineas en el fIanco R en forma inmediata an­ tes que buscar un desarrollo ba­ nal con 15. P3R 0 3C. 1 5. ... PXP Capitulaci6n final. El heroico 1 5 . . . . , TlCR era 10 indicado, aunque las blancas ganan c1aramente des­ pues de 15. P x P, P x P; 17. P3R Y 18. TlD. 1 6. P3R No s610 consiguiendo desarrollo sine tambien proporcionando a1 rey una casilla de escape, ya que despues del prematuro 16. TID las negras tienen 16 . . . . , C5R ame­ nazando cambiar damas. 16. 1 7. T 1 D P3C C2C Ahora si 1 7 . . . . , C5R entonces 18. D X C y las negras ya no pue­ den dar un jaque perpetuo como 1 8. C x PA El rey negro queda completamen­ te expuesto. 1 8. 19. 1)5A + RxC R2C Trasladarse a la columna R per­ mite 20. D5R + y 2 1 . D x T, mien­ tras que si 19 . . . . , R I C entonces 20. D6C + , RIA; 2 1 . D6A + (pro­ tegien,do 3AD ) 2 1 . . . . , RIC; 22. T x PT y 23. T4C + 0 23. T4A con un mate nipido. 20. 21. D5R + TxP R1C P3D Para impedir T4C + , pero la abundancia de !ineas abiertas en el fIanco R, da a las blancas mu­ chas posihilidades para elegir ju­ gadas de ataque. 22. D3C + 23. T4A + 24. D7C R1A R1R 219 Nuevamente, de vueIta a la de­ fensa de 3AD, pero con otras amenazas tambien, i para no de­ cir mas ! Las negras abandonan. Con cua­ tro piezas situadas todavia en 220 sus casillas originales la posi­ ci6n final parece haberse origi­ nado en una partida efectuada entre dos jugadores de los es­ calones inferiores de la lista de calificaci6n. 1 966-1 969 LA SECUNDA VEZ El encuentro con Petrosian; el 1966, resulto decepcionante. El comienzo, _con nada menos lJue seis tablas, era ya un mal presagio, y la principal esperanza de Spassky -que las defensas cerradas empleaflas por el campeon contra el peon rey no consiguieran el efecto deseado- no se cumplio antes de la 13.4 partida, en la que el aspirante ob tuvo su primera victoria. Sin embargo, en la se­ gunda mitad de la competicion, los denodados esfuerzos de Spas­ sky solo sirvieron para comprobar como el astuto armenio, a menudo con la ayuda de un cambio de sacrificio, sorteaba los obs­ tdculos una y otra vez. Las propias defensas de Spassky contra el peon dama se agrietaron un poco hacia el final, y despues de nivelar el puntaje ganando la 19.4 partida, quedo atrds nuevamente en la 20.4 debido a una Defensa Nimzoindia mal llevada. j Una lec­ cion que valia la pena recordar para el segundo intento en 19691 1966 Y 1967 fueron anos mds bien tranquilos despues de la intensa actividad del ciclo de calificacion para el campeonato mun­ dial. Durante todo ese tiempo, Bondarevsky y Krogius preparaban su artilleria para la oportunidad siguiente. Spassky, como era de esperar, gano el Torneo de Candidatos de 1968 en forma tan con­ vincente como en anos anteriores. Fue particularmente duro con Larsen y Geller. Vale la pena citar el comentario de Korchnoy al termino de la competicion final: «Spassky me derroto en forma decisiva, y mi unico consuelo es que mantuve la ventaja en distintos mo221 mentos, especialmente en la apertura... pero la superioridad de Spassky en el juego media es tan grande que sencillamente anulO todos mis esfuerzos. En estos momentos, es superior a todos sus contempordneos y 10 ha probado con sus mds que convincentes triunfos sobre los mds solidos grandes maestros del mundo. No dudo ni por un segundo que tendremos un nuevo campeon mundial». Shianovsky y Lazarev tambien proporcionaron una buena des­ cripcion del juego de Spassky cuando escribieron: «Las decisivas victorias de Spassky parecen originarse en una lOgica superior. Posiblemente se equivoque tanto como sus adversarios: mds al analizar variantes y ciertamente menos al evaluar la posicion y elegir el plan adecuado. Sin embargo, comete menos errores gra­ ves que sus oponentes». Finalmente, como seiialara Bondarevsky, Spassky ha corregido ciertos defectos en su actitud hacia el ajedrez como deporte com­ petitivo. En el 28.0 Campeonato Sovietico, en 1961, Spassky ofrecio tablas en once ocasiones distintas y fueron siempre rechazadas. Ahora, sigue jugando y no dice nada sin importarle como sea la situacion en que se encuentra. Otro signo concreto de esta nueva actitud psicolOgica que le ayudo en su segunda competicion con Petrosian, fue el hecho de que no analizo la partida con su adversario una vez terminada. Obviamente sintio que tales post-mort ems podrian inconsciente­ mente revelar demasiado a un oponente al que tenia enfrentar al dia siguiente. Las mejores partidas de esta seccion son el estupendo ataque a Petrosian (n. 88) Y la tranquila victoria sobre Larsen, en la que un criterio posicional superior convirtio, en corto tiempo, una partida que parecia llevar a tablas en una victoria ( n.o 85 ) . 1 9: Partida, Campeonato Mundial, 1 966. Negra8 : Petrosian. 72. 3. C3AD 4. P5R DEFENSA FRANCESA 1. P4R 2. P4D 222 P3R P4D C3AR la variante Steinitz, pero conti- nuada en el movimlento siguien­ te. por la mej ora sugerida por Tarrasch a la jugada S. P4A de la variante. 4. 5. 6. 7. 8. C3A PxP A4AR A3D CR2D P4AD C3AD AxP Ahora las blancas tienen u n fir­ me control de su SR. pero la po­ sicion de las negras es bastante s6lida. 14 1 5. A3C . TD I R P3TD Una j ugada innecesaria que pone otro pe6n en una casiIIa clara. 15. D2AR parece mejor. . . .• Tarrasch lleg6 a la conclusion de que las blancas tenian aqui un buen j uego. pero la j ugada si­ guiente de las negras p a r e c e igualar. 8. P3A No 8. 0-0 permitiendo el ele­ mental 9. A x P + . . . . • 9. PxP 1 0. 0-0 1 1 . CSR CxP 0-0 Una jugada mas natural es 1 1 . A3C. pero e l texto sugerido por Bondarevsky es m u y j u g ab l e. puesto que las negras no pueden hacer uso de la situaci6n indefen­ sa de AD. 11. ... 1 6. 1 7. P3TD P4CD D2AR Una elecci6n decisiva que lIeva al cambio de los aIfiIes de casiIIas negras. pero a costa de la per­ dida del control de SR. 17. D2D parece una mejor posibiIidad de. en ultimo termino. ejercer una fuerte presion sobre la columna R mediante la duplicacion de las torres. 1 7. 1 8. ASR 1 9. D X A 20. D3C 2 1 . P3A ASD AxA C2D P4R A2D No 1 1 . CSR; 12. A x c. T x A; 1 3. C3D con ventaj a. . . . • 1 2. C x C AXC o 12 P x C; 13. C4T y 14. P4A con presi6n en el centro. . . . .• 13. D2R 1 4. TD I R D2R Una posicion dificiI de evaluar. La situacion de los peones ne223 gros centrales resulta impresio­ nante. pero en ultimo termino sufren la presion de las colum­ nas centrales abiertas. Probable· mente sea el alfil. potencialmen· te malo. el que desempeiie el pa· pel decisivo y que hace que las blancas deseen un final. 21. DSA ? ... . . .• . . .• DxD T2A TxD Comenzando a ejercer presion so­ bre los peones centrales. 23. 24. T2D 2S. T (2 ) 2R 26. C I D P3CR C3C C2D P4CD Descartando un definitivo P4AD. pero haciendo que su alfil resulte peor aun. 27. P3A T2A En este momento. Petrosian ofre· cio tablas. pero Spassky natural· mente no las acepto. Su jugada siguiente revela su intencion de penetrar combinando la ruptura P4TD con presi6n en la columna D mediaIl:te A3C. 28. A2A 29. A3C R2C P4TR Para impedir C3R4C. 224 C3C Tambien el caballo comienza a mejorar su posicion. preparando· se para trasladarse a 4D. mien· tras dej a a las torres la posibi· lidad de alternar entre las dos columnas centrales. 31. Las . negras deberian evitar los cambios mediante 2 1 . T2R pensando duplicar en la columna R 0 con 2 1 . D3A protegindo el centro. 22. 23. 30. C3R 3 1 . C2A ! ... C2D Esto hace mas dificil defenderlo. bloqueando el alfil y posibiIitan· do nuevamente P4TD. Despues de 3 1 . . . . . T(2 )2R que es una jugada mejor 32. P4AR. P5R ; 33. C4D las negras defenderian todos sus puntos debiles mediante 33 . . . . . A2D. 32. T3R 33. P3T 34. C4D 3S. P4T PST T3A A2C En los ultimos minutos de la se· sion. Spassky finalmente muestra en forma cIara que tiene una fuerte iniciativa. 3S. 36. C2R T1D PxP? Una concesion mas. Su ultima ju· gada alej o acertadamente el ca· ballo blanco de AD para reducir la presion sobre el PCD. Ahora 36 . . . . . P4C ; 37. TlD. T3D era la forma correcta de defenderse. 37. A x PT 28. A3C C3C PSR Logicamente a un mal le sigue otro. 38 . . . . . T3R? 39. C4D pierde un pe6n y 38. TlR; 39. C4D, C2D; 40. A4T 11eva a los primeros resultados. . . .• te 43. T7D, A3A; 44. T6D. Los grandes mae stros analistas, reu­ nidos en la sala de prensa. pen­ saron que 42. P4T era la me­ jor posibilidad defensiva. ya que el final despues de 43 . P x P. CSA; 44. A x C. T x A; 45. C4D. TST pro­ bablemente obtendria tablas. En forma similar. 43. CSA, AlT; 44 . C x PR. A x C; 45. T x A. T x P; 46 . T x P + , R2C no es suficiente para ganar. Sin embargo. despues de 42. P4T ; 43. T6D ! . CSA; 44. A x C. T x A; 45. CSD ! gana las blancas ; por ejemplo : 45. . T x T; 46. C7A + . R4T ; 47. C X T. T2A; 48. P X P seguido por 49. C x A 0 49. C x P segun las cir­ cunstancias. 0 45. . . . , T2A; 46. C x A. P x P! ; 47. T4D ! . . . • 39. C4D 40. T I D R3T T I AD ? Probablemente el error que pro­ voc6 la derrota. Despues de 40. T2D ! es posible que las ne­ gras puedan todavia lograr unas tablas. En cualquier caso. las blancas no pueden continuar de la manera que 10 hacen en la par­ tida, puesto que despues de 4 1 . P X p . P X P e l caba110 esta clavado. . . . • 41. PxP! La jugada se11ada. preparandose para penetrar la posici6n de las negras con el caballo y la torre. 41. 42. C6R ! PxP . . . • . .• 42. 43. A X C 44. C5A C5A TxA T2A Protegiendo la segunda fila. 45. 46. TIT T5T 1 R4C No 46. C x A. T x C ; 47. T x PT, T(2 )2AD 0 T2D con posibilidades de tablas . El texto intenta tejer una red de mate. 46. 47. R2A RSA A4D De 10 contrario. 48. C6R mate. Con la fuerte amenaza de 43. CSA. 42 MD ! no constituye una defensa porque 43. A X A. C x A; 44. T x P amenazando 45. T X P da mate igual que el caba110. 42 CST se refuta median. . 48. C3C ! . . . • . . . • El PTD puede esperar. Ahora 48. A2C pierde ante 49. C4D ame­ nazando mate ya sea con CSR 0 con C2R. .. .• 225 48. 49. R2R 50. C2D R4R + T3AD R3R De otro modo, 5 1 . P4A. 51. C X P A5A + o 5 1 . . . . , A x C; 52. T x A + , R3D ; 5 3 . P4A y l a s negras n o pueden activar sus torres. El texto pre­ tende mantener el bloqueo en el fIanco D. 52. R2D 53. R2A 54. T5R 55. C2D 56. C3A T2D + R2A R2C A4C Se ha logrado el bloqueo, pero ahora hay que tomar en cuenta la debilidad de los peones del fIanco R. 56. 57. R2C 58. T ( 5 ) 4R ! A5T + T8D Por el momento, el caballo debe proteger la 2D. 58. 59. T8AR TlR ! Forzando el cambio del descara­ do invasor. 59. 60. 61. TXT T4R TxT T3A P4C Desesperacion, pero 6 1 . . . . , A3A; 62. T x P, A x C ; 63. P x A, T x P ; 64. R3C era tambien una derrota segura. 62. C X PC 63. R3T 64. T X P 65. C4R 66. CSA T7A + A3A AxP T7R De vuelta a la Ultima debil \dad. 66. 67. 6S. T4AR P4T ASA TSR Abandonan 7. 8. 9. 10 A4AD C2R A3R 0-0 P4AD C3A 0-0 D2A 73. Santa Monica, 1 966. Negras : Fiscber. DEFENSA GRUNFELD 1 . P4D 2. P4AD 3. C3AD 4. P x P 5. P4R 6. P X C 226 C3AR P3CR P4D CxP CxC A2C 10' . , C4T; 1 1 . A3D, P3C ! es una buena alternativa ya que 12. P x P, P x P; 13. AD x P, D2A da mucho juego a las negras. . . . 1 1. TIA 12. DIR TID . Una jugada mas cuidadosa que 13. P4AR, que juga contra Shish­ kin en 1959 (vea la 3 1 : partida). 1 2. P3R ... Panov recomienda 1 2 . . . . , D4T es­ perando forzar el cambio de da­ mas. 1 3. P4A ! D x A y si 19. C4D entonces 19. . . , D2AR y el PAD de las blancas se convierte en una debilidad po­ tencial. C4T No 13 . . ..:' P X P etc. apoderandose de PD a causa del eventual ata­ que a la descubierta contra la dama mediante 1 6. A x P. 1 7. 1 8. P x A 1 9. e3C o 19 . . . . , P x P; 20. A x P y el cam­ bio posterior dej a a las negras algunas debilidades en el flanco R que tienen que vigilar. De aqui que el texto 0 19 . . . . , D2C parezca indicado. 20. PSD ! La (mica manera de penetrar el flanco R enemigo. P4A 14. A3D 20 . Las negras han bloqueado con exito la ofensiva del flanco R de las blancas . ... PA X P No 20 . . . . , PR x P ; 2 1 . P x PA. 21. P X P 1 5. D X PR TID Preparando una casilla d e escape para el alfil en caso de 1 5 . . . . , PAR x P ; 16. A x P, C5A. 1 5. 1 6. AXA A2C D2A P3C P x PD D2A Las negras deberian tratar de mantener cerrada la posician me­ di a nt e 16. . . , AlA. . o 2 1 . . . . , D3A; 22. C x P, D x PR; 23. C5C. 22. PSA El complemento de su ruptura dos jugadas atras. 22. No 22 . . . . , P x P; 23 C x PA y aho­ ra si 23 P x A ?; 24. D3C + , RIA; 25 . C7C -f., 0 23 . . . . , TlR; 24. D4D Y las amenazas (25. D7C mate, 25. A4A se acumulan ). . 1 7. A X P E l cambio de alfiles debilitara el f1anco R de las negras. Estas de­ hcrian obtener un precio por c s l o con 17 . . . . , A2C ; 1 8 . A x A, D2A ... . . . • 23. A x P No 23. C x P, T x A; 24. C5C, OlD. 227 23. ... TXT La defensa correcta desviando a la torre de la columna AR. 23 . . . . , A x A; 24. C x A, D x PA? permite 25. T x T + , T x T; 26. D4T. P4CR (26. . . . , D lAD; 27. C6A + ); 27. C x P, D4A + ; 28. RIT y el fIanco R de las negras queda desman­ telado. 24. TXT T I AR ! Nuevamente, la defensa correcta. 24 . . . . , A x A, 25 . C x A, D x PA; 26. C6A + , R2C ; 27. T7D + , R x C; 28. D4T da a las blancas un ata,que vencedor, como 10 hace tambien 25 . . . . , P x P; 26. T7D ! , D3C; 27. T6D, D2C; 28. C6A + , RIT; 29. D x PA (29 T lAR; 30. T7D ! , T x C ; 3 1 . T8D + 0 2 9. . . . , D3C ; 30. D x D, P x D; 2 1 . T7D ). Sin embargo, si 24 . . . . , A x A; 25. C x A, TlAR en­ tonces 26. P6A, con un fuerte peon avanzado. En todas estas variantes. la ausencia del cabaIlo negro de la escena principal de la batalla es un punto en contra. . . . . • 25. AIC Las blancas tienen que conser­ var el alfil para mantener sus amenazas . 25. 27. P X P 28. D2D 26. D2A D3A RIT PxP No 28. D x P ? sin jaque debido a la amenaza 28 . . . . , D7A + mate. 28. 29. 228 T I AR R2C D2R No pueden detener al mismo tiempo D4D + y un cambio de torres seguido por D6T + . 30. D4D + T3A 30. . . . , R3T parece una posibili­ dad m e j o r; p o r ej emplo : 3 1 . T x T, D x T; 32. D4T + , R2C ; 33. DSC, D4AD + con un final soste­ nible, por otro lado 33. C4R, A x C ; 34. D x A, D3D tambien se mantiene. 3 1 . C4R 32. A X A AXC Conservando el caballo en el bor­ de del tablero y amenazando ex­ plotar la clavada mediante 33. P4C, mientras que si 33 . . . . , R2A; 34. A5D + y el rey se ve obligado a retroceder volviendo a la cla­ vada. 32. 33. D X D D4A TXT+ Una decision crucial. Despues de 33 . . , . , P x D ; 34. T x T, R x T ; 35. P4TR, C5A y 36 . . . . , C3D las ne­ gras tienen un final defendible, pero tambien tienen que conside­ rar el final con torres (34. TlA, P.5A; 35. T3A amenazando con 36. T3TD ) en el que se encuentran bajo fuerte presi6n tal como en el final de piezas menores. 34. R X T 35. P4TR ! PXD Fijando el peon en una casilla donde queda baj o el fuego del alfil. A pesar de que quedan po- cas piezas. la ventaj a del largo alcance del alfil y los peones asi­ metricos dan a las blancas posi­ bilidades de t�unfo. 35. 36. R2R 37. R3R 38_ R4A C5A C4R R3A Apresurando las ultimas cuatro jugadas. 38. A2A desocupando 4R para el rey hubiese sido mas exacta. 38. 39. conserve el PT con posibilidades de coronar. despues de que este peon adelantado desvie al rey enemigo 0 gane el caballo). La defensa correcta. seiialada por Gligoric. es 39 . . . . . C3T ! ; 40. R3D. C4A; 4 1 . R4A. C x P (cam­ biando piezas menores con 4 1 . . . . . C3D + dej a a las blancas con un distante pe6n adelantado ) 42. R x P. R4R y con la formacion de peones. que ahora es asimetrica. las negras tienen posibilidades de tablas tratando de apoderarse del PCR con el rey. C2A 40. R3R P5T Ahora es necesario vigilar cuid�­ dosamente al peon. Los recursos defensivos de las negras se ven exigidos mas alia del Iimite por el juego a ambos lados del ta­ blero. 40. 4 1 . R3D 42. A8T Las blancas pueden permitirse esperar ya que 39 P4C + no era de temer. . 39. o 42 . . . . . RSA; 43. R4A. R5C; 44. A3A + . R5T; 45. R x P. P5C ; 46. A4R. R x P ; 47. P4T. etc. . . .• 43. R4A 44. P4T 45. P5T P4C Una seguda decision crucial. jus­ to antes deI segundo control de t iempo. 39 . . . . . C4R; 40. A2A ! (co­ rrigiendo su inexactitud original ) 40 . P3T; 4 1 . R4R . R3R ; 42. R4A. R3A ; 43. P4C permitiria a las bla ncas forzar un peon adelanta· do ( 10 que no quiere decir que . C3T R4R R3D P5C CIC C3T o 45 . . C3A?; 46. P6TR amena­ zando con 47. A4R . . . . 46. A4R P6C . . . o 46 . . . . . CIC; 47. P3C. C3T; 48. A3D. CIC; 49. A2R. C3T; 50. R5C con Zugzwang. 46. . . . . R4R; 47. 229 A3D forzaria la misma variante a menos que las negras entrega­ sen el PAD de inmediato, la cual las deja sin ninguna escapatoria si el rey negro se traslada a 6CR para atacar al pe6n ; las blancas siempre tienen la posibilidad de sacar el aIfil a la diagonal blanca larga a tiempo para protegerlo. 47. R5C 48. A I C CIC La tarea del alfil y a n o e s mante­ ner al rey alej ado de 6AD sino bloquear el PAD para no permi­ tirle el acceso a una casilla en la que no seria facil atacarlo. 48. 49. R6T 50. A2T C3T R3A No el precipitado 50. R x P, P5A; 5 1 . P6T ?, R2A y las negras hacen tablas. El PTD puede esperar hasta que las blancas hayan com­ pletado el bloqueo . Las negras abandonaron. 74. La Habana, 1 966. N egras : Weiss ( Monaco ) . CONTRAGAMBITO DEL CENTRO Debo excusarme por incluir esta partida, pero me pareci6 que olre­ ceria un con t ras te grato d e n t ro de un tema mds bien denso y serio. Ademds, los comen tarios sobre el juego incluyen, de hecho, algunas observaciones de inte res ps ico16gico. Mi ultima justilicaci6n po r su inclusion es el hecho de que el mismo Spassky la eligi6 para una demos t raci6n e n ese sancta sanctorum que es el Club Central de Ajedrez de Moscu. Traduzco sus comen tarios al pie de la letra. 1. 2. P4R PxP P4D C3AR «Aparentemente, mi adversario conoce la apertura. El texto si­ gue siendo la mej or jugada.» 3. 4. 5. 6. 7. 230 A5C + A4A C3AD P3D D3A A2D A4A CD2D C3C CxA 8. P x C 9 . A4A AXP « Desde este momento, deje de in­ tentar adivinar las jugadas de mi adversario y probablemente me parte con cierta falta de tacto. Trate de permanecer en el table­ ro durante el menor tiempo po­ sible. » 9. 1 0. CR2R P3TD ? P3T ? ? « En este momento. recorde una partida que sostuve con el maes­ tro Kopylov. Tambien entonces no pude adivinar ni una sola de las jugadas de mi adversario du­ rante un largo rato. Como pri­ mera reaccion. me senti muy mo­ lesto. pero luego simplemente co­ mence a hacer mis "propias " j u­ gadas de desarrollo y ocho movi­ mientos mas tarde el habia aban­ donado.» 1 1 . 0-0 1 2. C4D DIA «Mi propia jugada.» 1 2. 1 3. TRIR A2T T l CD ? 1 5. , A X PA 1 6. D x C 17. P6D 1 8. T x P + 1 9. T I R DxA TIC D2D AxT « M i adversario m e asombraba con su aspecto imperturbable.» 1 9. 20. . . . A3C T XA+ E n este momento Petrosian agre­ go un comentario para el publico en Moscu : «Boris se levanto y se alejo. dejandome sentado junto a todo esto.» Y luego Spassky aiiadio : « Cuando volvi. Weiss ha­ b1a abandonado. pero supe que antes de hacerlo. habia escrito con mucha calma en su hoj a de control y luego jugado 20. . T I D.» El incidente me recuerda una anecdota que conto Leonard Bar­ den y que ocunio en una Olim­ piada en la decada de los cin­ cuenta en que un irlandes jugo con las blancas contra Bronstein. La partida se inicio con 1. P4R. P3AD. Despues de haber sido li­ quidado. el irlandes pregunto a Bronstein : « , Como se llamaba esa apertura?» . .• « En una ocasion. Bronstein le confio a Keres. que se estuvo riendo de buena gana. su .. teoria " que decia que no se debia refutar la jugada debil de un adversario porque era solo la introduccion a una mas debil aun. de manera que jugue al estilo de Bronstein. » 1 4. P3TR P4CR ? ? " j Bronstein tenia raz<;ln b . 75. Olimpiada de La H abana, 1 966 . Negras : Bobotsov. GAMBITO DE DAMA RECHAZADO 1 . P4D 2. P4AD 3. C 3AD P4D P3R A2R Una pequeiia sutileza. 3 C3AR pennite inmediatamente la cIa­ vada 4. ASC. mientras que des­ pues del texto las blancas pue­ den jugar la variante de cambio . . . .• 231 4. P x P, P x P; 5. A4A 0 desarro­ llar el CR a 3A perdiendo asi la opcion de un desarrollo menos rigido con CRlR (0 incluso CR3T ). 4. S. 6. C3AR ASC D2A C3AR 0-0 Y ahora una sutileza por parte de las blancas en vez del habitual 6. P3R. Al no mover el PR, las blancas pretenden refutar 6 . . . . , P3TR mediante la agresiva 7. A x C, A x A; 8. ().().() seguido por P4R ! con una fuerte posicion en el centro, y posibilidades de ataque contra el rey cuyo enro­ que ha sido ligeramente debili­ tado con 6 . . . . , P3TR. (Las blan­ cas pueden intentar la maniobra para abrir !ineas P4TR, P4CR y luego P5C.) 6. 7. P3R P3CD . . . A2C 0- 0-0 Una decision atrevida, ya que las negras obtendnin bastante con­ trajuego dirigido al rey, mien­ tras que el ataque de las blancas resulta lento por no haber juga­ do P4R. 8. 232 . 9. A3D CD2D . . P4A Parece l':'gico, pero era mejor 9. . . . , P x P; 10. A x P, C4D, ya que entonces el AD negro desempe­ fiaria un papel menos pasivo de 10 que ocurre en la continuacion de la partida misma. 1 0. PA X P I PR X P Forzado ( l0 . . . . , C x P?; 1 1 . A x P + o 1 0. . . . , A x P?; 1 1 . P4R, 12. P5R y 13. A x P + ). 1 1. Las blancas todavia podrian in­ tentar seguir la !inea indicada en la nota anterior mediante 7. 0-0-0, A2C; 8. A x C, A x A; 9. P4R, pero entonces las negras podrian jugar 7 . , CD2D para reconquis­ tar en f6 con un caballo. 7. 8. 8 . . . . , C5R tambien era jugable y si 9. P4TR entonces 9 . , C x C ; 10. D x C con una posicion solida. ya que no es facil llevar a cabo el ataque de las blancas y las ne­ gras tienen un obvio contrajuego en la columna AD donde el mo­ narca y su corte estan situados en !inea recta. P4TR P3TD Planeando el avance general de los peones del flanco D, pero 1 1 . . . . , T 1 A para abrir l a columna AD parece un metodo menos prolongado para obtener contra­ juego. 1 2. P4CR 1 3. ASA PSA P3C Dando a las blancas un «blanco» que les permite forzar la apertu­ ra de !ineas en el flanco R, pero la amenaza de 14. AD x C, C x A; 15. P5C ganando un peon obliga a jugar el texto 0 13 . . . . , P3T. 1 4. AD X C AXA? 14 . . . . . C x A; 15. P5C. C1R; 16. A4C. P4C era mejor puesto que las negras consiguen posibilida­ des definitivas en el flanco D. mientras que despues del texto quedan con una posicion pura­ mente pasiva. 1 5. P5C A2C No 15 . . . . . P x A; 16. P x A. D x P en que 17. TD l C + y 18. T5C da a las blancas amenazas inmediatas . 1 6. AxC Consiguiendo yna buena casilla central para el caballo y produ­ ciendo una situacion que ya he­ mos visto en otras partidas de Spassky : dos caballos contra dos alfiles. 1 6. 1 7 . C5R DXA D2R Despues de 17 . . . . . A x C ; 18. P x A. D3R; 19. P4A ! las negras podrian ganar el cambio de un peon y eliminar e1 debil alfil mediante 19 . . . . . P5D. pero despues de 20. P x P. A x T ; 2 1 . T x A los peones centrales de las blancas y sus po­ sibilidades de ataque (P5T y D2T o C4R y C6A + ) le dan la ventaj a. 1 8. P4A 1 9. P3T P4C TD 1 D Protegiendo nuevamente e l PD para activar el AD. Despues de 19 . . . . . P5C ; 20. P x P. D x PCD; 2 1 . P5T las blancas penetran sin nin­ guna dificultad. 20. P5T Demasiado agresiva. Sencillamen­ te. 20. D2C seguido por P5T era la forma correcta de conducir el ataque. 20. 21. AXC PA X A Ahora si PD X A no opera a cau­ sa de 2 1 . . . . . P5D; 22. C4R (22. P x P. A x T; 23. T x A. T x P; 24. C4R. T x C ! ; 25. D x T. D3R con contraposibifidades ) 22 . . . . . P6D; 23. D2C (23. C6A + . D x C ! ) 23 . . . . . A x C ! ; 24. D x C. P5C reanudando el contraataque. 21. . . • D X PC Parece arriesgado. pero las ne­ gras tenian dificilmente algo mas constructivo. Si 2 1 . . . . . AlA en­ tonces 22. D2C ! seguida por to­ rres duplicadas en la columna TR antes de abrirla. 22. 23. D2A TD 1 C AlA D2R La mejor. Si 23 . . . . . A5C entonces 24. D3C ! . P x P ; 25 . C2R y las ne­ gras no cuentan con una buena ' forma de contrarrestar la amena­ za de 26. C4A seguido por 27. C x PT. (Ver diagrama siguien te. ) 24. D4A Las blancas podrian intentar la . mas compleja y menos obvia li­ nea de ataque 24. P4R ya que 24. . . . . P X P?; 25. C X PR incorporar al caballo al asalto con un efecto 233 Si 25. D6T entonces 25 A4A y las blancas no tienen una buena continuacion. . 25 . . . . • PO x P ... No 25 A3R; 26. PR x P, A x P; 27. C X A. T x C; 28. D4R seguido por 29. P x P y 30. T x PC ganando. . 26. decisivo. La mejor defensa de las negras es 24. A2C ; 25. D3R. P X P pero despues de 26. D6T las blancas tienen un muy buen ata­ que; por ejemplo : 26 . . . . , T x P ; 27. C2R ! . T6D ; 28. C4A. P6R; 29. P x P. T6A + (no PA x P ; 30. T x P + . R1T; 3 1 . T6R ! . D2C ; 32. D x D + y 33. T7R + ganando ) 30. RIC. A5R + ; 3 1 . R2T. PA x P ; 32. P x T. A X T ; 33. T x A con ven­ taja. Otra fuerte posibilidad era 24. D3A para combinar las ame­ nazas del centro con esas del lado R. Despues de 24. A3R; 25. P4R produce un efecto prac­ ticamente decisivo mientras que 24. A2C ; 25. D4A da a las blancas el mismo ataque que en la partida en que el alfil ya no esta disponible para la defensa del rey. La mej or jugada de las negras parece ser 24. D3A. RIT ! ; 25. C x PD, T x C ! 26. D x T. A2C ; 27. D6D. D x D ; 2 8 . P x D. A x T aunque despues de 29. T x A. T l D ; 3 0 . P x P. PA x P; 3 1 . P4R. T x P ; 32. PSD las blancas tienen un fi­ nal favorable. . . . • . . . • . . . • . . . • 24. 25. 234 RtT ! P4R . . . • P50 Gracias a su jugada n.O 24, las negras puede ahora refutar 26. C x PR con T x P. 26 • TO t R ! . . . No 26 TRIR en que las blan­ cas ganan con 27. P x P. P x P; 28. C x P (amenaza 29. C6A 0 5C) 28. D x P; 29. T x P + . R x T ; 30. D7A + . R1T; 3 1 . T l T + . D4T ; 32. T x D + y 33. C6A. . . . .• . . . • 27. 06T P4C Una posicion critica para las ne­ gras. La amenaza era 28. D x P + ! . R x D; 29. P x P + . RIC 0 2C ; 30. P x P + . R x P ; 3 1 . T7T mate. una perspectiva no muy agradable. El mismo Spassky declara que las negras se pueden defender con exito mediante 27 . . . . , D x PR; 28. P x P. D2C; 29. D x P + . D x D ; 30. T x D + . RIC en que las blancas tendrian que j ugar 3 1 . C x PR. P x P (31 . T x C ?; 32. P7C ); 32. T7T. T x C ( 32 A4A; 33. C6D ) 33. T X P + y 34. T6T + con jaque perpetuo. Sin embargo. como se­ iialara Bronstein, las blancas ga­ nan con 30. P7C + explotando la dama clavada. 27 A4A parece . . . • . . . . • . . . . • el movimiento defensivo natural, pero luego viene 28. P6D, D x PR (28 . . . . , D3R; 29. CsD ! , D x C ; 30. P x P, A x P; 3 1 . T x A gana ) 29. P x P, D2C ; 30. D x P + , D x D; 3 1 . T x D + , R I C ; 32. CsD, P x P; 33. TD IT Y las blancas ganan el cam­ bio con 34. C7R + y queda con un pe6n adelantado ferozmente poderoso en 7R. De aqui que se yea forzado el ingrato texto. 28. TXP .... P3A Despues de la alternativa 28. T I C ; 29. TRIC, A4A las blancas consiguen un final muy favorable cambiando ambos pares de to­ rres y ganando el PR con 32. D4A. 29. T6C I 30. P6D 3 1 . CSD PxP D2AR Como en otras variantes conside­ radas anteriormente, las blancas consiguen la ventaja una vez que se la han arreglado para hacer entrar al caballo en el ataque. Spassky proporciona las siguien­ tes variantes para ilustrar 10 di­ ficil que es la posici6n de las ne­ gras. I. 3 1 . A4A; 32. T6A ! , D2C; 3 3 . D X D + . R x D ; 34. P6T + . R 1 T ; 35. TlA gana. 1 1 . 3 1 . . . . ,P6R; 32. T( 1 )IC y a. 32. . . . , A4A; 33. T7C, T l CR ; 34. P7D ! gana; b. 32 . . . . , T I C ; 33. C6A, P7R ; 34. R2D, P6A + ; 35. P x P. D7T + ; 36. R3R gana; c. 32. . . . P7R; 33. T6A. P8R( D ) + (0 33 . . . . T I C ; 34. T x D. T x T + ; 35. R2A. A4A + ; 36. T x A. P8R(D); 37. T8A + . T x T ; 38. D x T + . T I C ; 39. . . .• . . D6A + T2C ; 40. C3R ! ! (amenazan­ do 4 1 . P6T Y 41 P7D ) 34. TR x D, D2C (34 . . . . . D I C ; 35. T6C ! ) 35. D x D + , R x D; 36. P6T + . RIT (36. . . . . RIC; 37. C7R + . RIT; 38. T x T + . 39. C x A Y 40. P7D gana ) 37. T x P con un final ganado a causa de su fuerte pe6n adelanta­ do y las amenazas de la fila de atnls. 31. 32. T3R TRI C Amenazando con 3 3 . C7R seguido por 34. T x T, y 35. C6C + . 32. 33. 34. TXT D2CR P6R PXT D2T ! Ambos jugadores t e n i a n m u y poco tiempo. pero tas negras en­ cuentran un ingenioso recurso. 35. P X P parece ganar sin mas a causa de 35 D(cualquiera ); 36. D X P +. pero de hecho las ne­ gras no juegan la dama sino que replican 35. . . . . P7R Y estc'm to­ talmente fuera de peligro. . 35. CXP . . . • TSA Pero aqui se le escapa la conti­ nuaci6n l6gica de su Ultima ju­ gada. Habiendo desviado el caba­ Ho, deberian intentar 35 . . . . , P6A esperando 36. P x P. PsR. Sin em­ bargo las blancas pueden jugar sencillamente 36. P4C y si 36 . . . . , A3R para mantener al caballo fuera de sD entonces 37. P x P, D3A; 38. T lA. D x T + ; 39. C X D. T x C + ; 40. R2A, A4A + ; 4 1 . R x P. T8A + ; 42. R2C ! . T7A + ; 43. D x T. A x D; 44. P7D gana. 235 36. C5D T5C o 36 . . . . , T50; 37. C6A ! , P3T; 3S. CSR y 39. O X PR + . 37. 38. TXT D X P+ AXT Forzando un final ganado faci!­ mente dado que el caballo resulta ser una pieza fuerte unida a los peones adelantados. 38 . ... DXD 39. P x D 40. C6A A4A P4TD Este era el momento de sellar y las negras abandonaron sin espe­ rar mas porque no pueden forzar el cambio de todos los peones blancos que es su Unica esperan­ za de hacer tablas; por ejemplo : 4 1 . P70, A x PO; 42. C x A, P5R; 43. C6A, P6R; 44. C50 y ahora P5C ya no es una amenaza. Olimpiada de La Habana, 1 966 . Negraa : Parma. 76. OEFENSA PIRe 1. 2. 3. 4. 5. P4R P4D C3AD C3A A2R P3D C3AR P3CR A2C La linea mas s6lida. Si las blan­ cas desean continuar en forma mas agresiva, deben jugar 4. P40 previamente. 5. 6. 0-0 0-0 A5C Generalmente, se considera que esta es la mejor de las posibilida­ des de las negras, aunque el mOo vimiento de semiespeFa 6 . . . . , P3A tambien esta dentro de la linea de los conceptos sofisticados de esta modema defensa. El texto se propone ejercer presi6n sobre la casilla AO de las blancas . 236 7. A3R 8. D2D 9. P5D C 3A P4R Las negras han llevado a cabo su plan de ataque sobre las casillas oscuras del centro. Las blancas deben ahora tomar una decision respecto del PO. 9. P X P es una buena alternativa, puesto que las blancas mantienen u n a l i g e r a ventaja despues de 9 . . . . , P X P; 10. TOlD, O x O; 1 1 . T x O, TRlD; 12. TRlD, T x T; 13. T x T, CIR; 14. C50, A x C; 15. P x A! (protegien­ do el PR; si 15. A x A entonces 15 . . . . ,C50; 16. AlD, P3A; 17. C4C, C30; IS. P3AD, C x P ! ) 15 . . . . , C50; 16. AlD, C3R; 17. P3AO, AlA; IS. A4T ! (Larsen-Ivkov y Reshevsky­ Ivkov, Santa M6nica, 1966) mien­ tras que si las negras j uegan tra­ tando de conseIVar las damas con 10 . . . . , D2R; entonces si 1 1 . A5CR, A x C ; 1 2 . A x A, C50; 13. C5D! (Andersson-Meclring, Bever­ wij k, 1971 ). 9. 1 0_ C2R C2D TD l D La primera inexactitud de las ne­ gras . Naturalmente. estan deseo­ sas de tomar la iniciativa avan­ zando con P4AR. pero la jugada siguiente de las blancas les obli­ ga a cambiar su buen alfil por el alfil malo de las blancas. Por 10 tanto. deberian qui tar de en me­ dio el caballo blanco jugando de inmediato 10 . . . . , A x C y s610 en­ tonces 1 1 . A x A. C2D. Como alter­ nativa podrian ensayar el plan Vasiukov : 10 . . A2D seguido por C4T y entonces P4AR (Geller-Va­ siukov, Kislovodsk. 1968. aunque Geller habia jugado 10. P4TR en vez de 10. TD l D ). . . . 1 1 . C5CR ! El caballo cobra vida y resultara una pieza incomoda debido a la amenaza C6R si las negras jue­ gan P4AR. 1 1. 1 2. C x A 1 3. C3T 1 4. P4AD 1 5. P3A AxA P3TR R2T P4AR (en formaciones similares de la Defensa India de Rey) 16. . . . , P X P s�ria un error aqui a causa de 17. CR x P amenazando con 18. C6R mientras que 16 . . . , C X P de­ j aria alguna ventaja con 16. P3A seguido por C2A4R. El caballo blanco en 2R desempefiaria un papel mu)' util al descartar C5D de las negras. . 1 5_ ... C 3AR Una segunda imprecision. 15 . . . . , P5A tenia mas fuerza y si el alfil se retiraba entonces P4CR con las posibilidades de habituales de ataque sobre el fIanco R. En rea­ lidad, Spassky se proponia jugar 15 . . . . , P5A; 16. CR x P, P x C ; pero luego descubrio que el contra sa­ crificio 17 . . . . , T x C ! ; 18. A x T. P4CR seguido mas adelante por C3C daria bastante juego a las negras en las casillas oscuras. 1 6. 17. PxP PxP P4A Corrigiendo su error anterior a costa de un tiempo. 17. ... C 5R Parma en Informator prefiere 17. . . , C5C ; 18. P x P, C x A; 19. D x C. P X P pero las blancas consiguen entonces una estrangulacion sa­ bre las casillas claras con 20. P4CR y si 20 . . . . , P x 1» ; 2 1 . D4R + . R1T; 22. D x PC. T I C (22 . . . . , P5R; 23. D x P, A x P ; 24. CR4A amena­ zando con 25. C6R 0 25 D x C ! ) 23. D5T ! . La posicion se parece mucho a una Defensa India de Rey excep­ to que los caballos blancos no es­ tan en las casillas habituales. De­ berfan explotar esta diferencia jugando 15. P x P y si 1 5 . . . . , P x P entonces 16. P4A en que la rcspuesta normal de las negras 237 1 8. D2A 19. C2A D1R Una jugada aparentemente natu· ral. pero 19. P x P. P x P; 20. C2A es mejor. puesto que los peones centrales negros sufririan pre· sion : la TR blanca ataca la ca· silla SAR p P6D constituye una fuerte amenaza. ya que despues de P X p. T X P la torre esta firme­ mente colocada haciendo presion. entre otras cosas. sob re el PTR negro. 1 9. 20. TXC CXC P5R Comparativamente. los p e o n e s centrales se encuentran ahora a salvo. 21. A4D P4A ? La equivocacion perdedora. La debilidad del PD y de la casilla ' 4D sOn males mucho mas gra­ ves que el que estan tratando de evitar: la entrada del caballo en 6R. Simplemente. 2 1 . . . . . TRIC; 22. A x A. T x A; 23 . C4D. D2D ; 24. C6R. TSC las dejaria con una posicion defendible : presion so­ bre la columna CR y posibili­ dades como C3CST 0 C3CIA 0 C I C3A4T. 22. P x P a.p. 23. C X A 24. D3A ! AXA CxP (Ver diagrama siguiente. ) La obvia 24. CSC permitiria a las negras una medida de consolida238 CIon con 24 . . . . . CSC; 25 . D3A. C6D; 26. TRIA (26. T2R. C x PA ) 26 . . . . . D2R. 24. D2R Esta p i e r d e rapidamente. Po­ drian prolongar la lucha median­ te 24 . . . . . C x C; 25. D x C. D3R. 25. C2A ! ! Una soberbia j ugada al est; lo de Nimzovich. El caballo tiene una excelente situacion en la casilla de bloqueo 3R atacando al segun­ do peon debil en SAR y defen­ diendo 4AD y 2CR contra una po­ sible presion. 25. 26. 27. TR2D C3R TD 1 D D3R C2R Perdiendo un peon. Tenian que P3C proteger el PCD con 27 aunque despues de 28. D3T. T3A; 29. TSD quedan totalmente ma­ niatadas. . 28. D4C 29. T X P C3C D2R . . .• 30. P3CR 3 1 . P5A T3A Es evidente que esto ya se acabo. 31. 77. ... TR X T 32. Abandonan TXT Pierden por 10 menos un peon mas (32 . . . . , T x T; 33. P x T, D2D; 34. DSA ). Sochi, 1 967. Negras : Langeweg. GAMBITO DE DAMA RECHAZADO Las negras, normalmente retie­ nen sus opciones con 8 . , A2R ya q u e p u e d e n querer j ugar C3AR a continuacion, para ame­ nazar el PD y proteger su f1anco R. Despues de 8 , A2R. las ne­ gras no tienen ninguna razon para temer 9. A x C. P x A; 10. D3C a causa de 10 . . . , CSCD ! ; 1 1 . 0-0 ( De 10 contrario. C6D + e s di­ ficil de refuetar) 1 1 . . . , A4AR amenazando con 12 . . . . , A7A 0 12. . . C7A. . . . 1. P4D 2. C3AR 3. P4A 4. C3A C3AR P4D P3R P4A Hubo un momento en que se pens6 que la ,Semi-Tarrasch daba a las negras un juego mas facil que la linea Ortodoxa de Gambi­ to de Dama Rechazado con ASCR, peru d ec ada s de experiencia han mustrado que esto no es realmen­ le cierto. Como demuestra esta pa r l i d a en particular, las blancas I i e n e n much as posibiJidades di­ n {lm icas debido a la presencia de m u c h as piezas que no pueden ser l'a m b i adas facilmente. 5. PA X P 6 . P3R 7. A4A I .a CxP C3AD j u gada de Botvinnik amena­ z:mdo 8. A x C . P x A ; 9. P x p. for­ z a n do asi a las negras a tomar . . . . . . . . 9. P X C 1 0. 0-0 1 1 . A3D A2R 0-0 Como el alfil esta indefenso. es dificil lograr una ruptura con PSD (C4T ), de modo que las blancas vue1ven su atencion al f1anco R donde las negras tienen solo una pieza menor disponible para la defensa. 11. 1 2. P3CD D2R u ml d e ci s io n en el centro. 7. 8. PXP PxP CXC La siguiente es una formacion de ataque mas comun : 12. D2A, P3C; (12 P3TR; 1 3 . D2R y 14. D4R ) . . . . . • 239 13. A6T. El texto preve un ataque violento, pero mas lento, vigi­ lando cuidadosamente las posibi­ lidades de expansion en el centro con P4AD y PSD. 1 2. 1 3. A2C A2C D4D En ultimo termino, la dama se ve en aprietos, puesto que la es­ tupenda jugada IS: de las blan­ cas disipa todo el contrajuego que se proponian las negras en la diagonal larga. 13 . . . . , A3A es la manera adecuada de jugarlo. 1 4. P4A 1 5. A4R I 1 6. TRI D D4TR TRIR La amenaza de PSD es ahora muy seria porque el peon podra avan­ zar hasta la septima en algunas variantes, debido a la ausencia de un bloqueo adecuado. 1 6. 1 7. A X A 1 8. TD I A C4T CxA Aumentando la tension y prepa­ randose para utilizar esta torre en la tercera fila para acosar a la dama enemiga. 18. PSD no es tan bueno ahora que las negras tienen dos piezas menores con­ trolando las casiIlas del bloqueo 3D y 4AD. 1 8. 1 9. T3A ! AlA TRI A ! Una jugada extraiia que dej a fue­ ra la TD durante el resto de la 240 partida. Probablemente, las ne­ gras estaban preocupadas de la amenaza 20. T3R seguida por PSD pero 19 . , TDlA; 20. T3R, TDlD parece mas apropiado aunque despues de 2 1 . TSR, D3C; 22. TSCR, D3T; 23. AlA las negras tienen todavia una posicion muy incomoda. . 20. . . PSD Un fuerte avance cuyo principal objetivo no es la creacion de un peon adelantado, sino la concen­ traci6n de las piezas blancas en el fIanco R donde tendran una notable superioridad local. 20. 21. T3R C4A PXP La amenaza de 22. TSR seguida por AlA 0 C4T y TST atacando la dama que no tiene donde co­ bijarse obIiga a las negras a ha­ cer esta nueva concesi6n. Ahora la dama podra escapar por la tercera fila a 3AD 0 3D. 22. T X P 23. C4D ! D3T Ahora que ha desaparecido el PR, la amenaza de CSA seguida por un ataque concentrado en 7CR resulta decisivo. Las negras des­ cubren una ingeniosa manera de contrarrestar basada en las posi­ bilidades de mate en la fila de atras, pero no resulta adecuada porque la coordinacion de las piezas blancas es superior. 23 . ... C ST No 23 . . . . , P3C ; 24. C5A! todavia, ni 23 . . . . , P3A; 24. T3C con Ias amenazas de 25. · T5T 0 25. C5A. D3AD DxT 24. C5A 25. A X P ! ( Ver diagrama siguiente. ) La posicion que ambos jugado­ res habian previsto, pero Spassky habia ido mas Iej os. Observe que 25 . . . , D x P pierde ante 26. T3CR, . D x D (26 . . . . , DSA + ; 27. D l A ) 27. C6T mate y 25 . . , A x A simple­ mente ante 26. C7R + . . 26. C6T + 27. Abandonan D4C + . RXA Es mate en todas Ias variacio­ nes. El mas bonito es 27 . . . . , R3A; 38. C8C. 78. Moscu, 1 967. �egras : Bilek. c o n s t i t u y e n una compensacion adecuada para las negras. DEFENSA SICILIANA 1 . P4R 2. C3AR 3. P4D 4. C x P 5. C3AD 6. A5CR P4AD P3D PxP C3AR C3A A2D U 0.1 de las modernas y dimlmicas .·cvalorizaciones de esta apertu­ I"Lt . Durante decadas se dio por scn tado que la amenaza 7. A x C de l a s bl an c a s era tan poderosa que era necesario impedirla me­ d i an lc 6 . . , P3R. Sin embargo, .. hora se piensa que los dos al­ files y la columna CR abierta . P3TD 7. D2D Esta ya no es estrictamente nece­ saria, ya que CR5C, normalmente muy fuerte en el ataque Rauzer, pierde su objetivo cuando las negras no han debilitado su PD con P3R. Actualmente, se prefie­ re 7 . . . . , TIA con el proposito de continuar con S , C x C segui­ do por 9. . , D4T 0 incluso el audaz cambio de sacrificio 9. T x C. . . . . . . . 8. 9. 0·0·0 P4A TlA P3TR 241 Obligando al alfil a manifestar sus intenciones. Es probable que las negras no di s pongan de nin­ gun otro movimiento razonable. ya que 9. P3R permitiria 10. C3A con la peligrosa amenaza de 1 1 . PSR (vea la partida n ." 56. Spassky-Taimanov ). Con todo. Po­ Iugaevsky cree que 9. P4CD es jugable. Preparando la maniobra C2R4A. T4A 1 5. 1 6. P5A . . . • j Una ultima accion decisiva ! D4T ? 1 6. . . .• 1 0. A X C 1 1 . A2R PC X A P4TR En tales posiciones. las negras no pueden permitir AST en que la clavada es muy firme (las blan­ cas. por ej emplo, pueden lograr continuar con PSA y luego C6R ). El provocativo juego de apertura de las negras ( siete jugadas de peones en un total de once ) le pide al jugador de mentalidad chisica que aplique el castigo que merecen. y Spassky es justa­ mente el tipo de adversario para hacerlo. 12. R I C 1 3. TRI A P3R P4C jOtras dos jugadas de peones ! Sin embargo. esta muy lejos de ser facil para las blancas abrir una brecha en la solida masa de peones que rodean al monarca negro. 1 4. TXC CxC Despues de 14 A x C ; le sigue 15. D3R amenazando con 16. CSD . . 1 5. A3A 242 . . .• Esto debilita las casillas que ro­ dean al rey (especialmente 2D ). Seria mej or que las negras ale­ j aran el caballo mediante 16. PSC antes de que pueda llegar a la casilla central 4R. Despues de 16 PSC; 1 7 . C2R. D3C; 1 8 . C4D las negras permanecen bajo fir­ me presion. pero despues del tex­ to. la presion se transforma en una nipida victoria para las blan­ cas . . . .• . . . . • 1 7. PxP PxP 17 A x P ; 1 8 . CSD ! y a pesar de los alfiles opuestos que resul­ tan de 1 8 D x D ; 19. T x D. A x C ; 20. P x A las blancas tienen un final muy superior con la amenaza de duplicar en la co­ lumna R. . . . .• . 1 8. . . . • P5R ! De un golpe las blancas mej oran la movilidad de sus piezas meno­ res e intentan pentrar en las co­ lumnas D 0 AR. TXP 1 8. No 1 8 PD x P ?; 19. D x A mate. mientras que despues de 18 PA x P vienen 19. DSC. PSR (de 10 contrario. 20. A x P + ) 2 0 . Ax P + ! . . . .• . . . .• todavia T x A; 2 1 . T x A + . R x T; 22. TIAR + . RIR; 23. DBC + , R2R; 24. DBA mate. C4R se refuta con 23 T x A; 24. T x T, P x T; 25. C x P + , R I D y l a clavada salva a las negras. Pera despues del simple 22. A2R; 23 . A3C las blancas podrian continuar con 24. D4D, 0 24. C4R o incluso 24. TRIR con una victo­ ria fadl. Si 22 . . . . , T x A entonces 23. C X T. P x C ; 24. D x PA con un triunfo inmediato. . . . • . . . • 1 9. D4A T4AR Despues de 19 . . . . , P4A; 20. DSC 0 19 A2R; 20. C4R seguido por 2 1 . C x PD + 0 2 1 . C x PA + segun sea 10 aprapiado. las blancas pe­ netran de inmediato. . . . .• 23. 20. D3C T X PA TR1 C T4C No 2 3 T5C; 2 4 . T I R + , A2R ' (24 . . . . . R I D ; 25. T x A + , R2A; 26. DBD + ) 25. T x A + ! . R x T (25 . . . . . R I D ; 26. D l R ) 26. C x P + . RlR; 27. TBA + ! . R x T ; 2B. D7R. R I C ; 2 9 . C6A mate. S i 2 3 . . . . , T4R en­ tonces sencillamente 24. D4D. . 20. R2A parece una posibili­ dad mejor. Luego las blancas continuan con 2 1 . C4R. P4D; 22. DBCD ! en que 23. C6D + es ahora una fuerte amenaza y 22 . . . . , P X C permite 23. T x A + . RIC; 24. DBR, etcetera. . . .• . . . • 24. C X P 21. D4T Las negras han llevado la dama a una casilla ligeramente menos amenazadora, pero todavia tienen que deddir como contrarrestar la amenaza de C4R. 21. . . . P4D o 2 1 . . . . , D I D ; 22. C4R, T4AR; 23. C3C. etc. 22. A X PD ! Naturalmente, las negras deben jugar tratando abrir llneas en el centro. Desaparece el ultimo obstaculo en e1 centra. Observe que la dama blanca protege lR de ma­ nera que las negras no puedan intentar un mate por la fila de atras con 24. . T X C. Sin em­ bargo, esa era la mejor posibili­ dad de las negras para prolongar la partida. ya que e1 caballo es una pieza demasiado fuerte. . . 22. ... PXA Esta pierde rapidamente. 22. A2R se mantendria ya que 23. . 243 24 . ... ASCR ? Aparentemente. dej ando fuera a la dama y ganando tiempo, pero las blancas cuentan ahora con un triunfo forzado. 25. T XA+ Abandonan 25 . . . . . R x T ; 26. T l AR + . R 1 R (26. A4A; 2 7 . T x A + . T x T ; 28. " '1 D7R mate 0 27 . . . . . R 1 R ; 28. T x T, T x T ; 29. D x T, D8R + ; 30. DlA} 27. C6A + , R (cualquiera ); 28. C x T con una decisiva ganancia ma­ terial. Despues de la incorrecta juga­ da n." 16 de las negras, la dama negra desempeii6 el papel de es­ pectadora durante el resto de la partida. 79. Moscu, 1 967. Blancas : Uhlmann. GAMBITO DE DAMA RECHAZADO 1. 2. 3. P4D P4AD C3AR C3AR P3R Uhlmann se inclina por esta ul· tima j ugada, prefiriendo enfren· tar la Defensa India de Dama 0 la Bogoljubov·India (0 como en esta p a r t i d a. e l Gambito de Dama ) antes que una Nimzoindia. 3. 4. C3A P4D A2R 7. A4T P3CD La variante de Tartakower en la que el caballo permanece en su sitio para proteger, por el mo­ mento las casillas blancas 3TD y 3AD que se han vis to debilitadas por la j ugada del texto. Esta va­ riante se ha hecho muy popular en nuestros dias, por 10 menos entre a q u e ll o s jugadores que adoptan el Gambito de Dama Rechazado ante uno de los sis­ temas defensivos indios. 8. D2A Spassky prefiere la Defensa Or­ todoxa a la Semi-Tarrasch 4 . . . . . P4A. Tal vez. ya sabia 10 que de­ mostr6 en su partida de revan­ cha con Petrosian : esta variante no es tan facil para las negras como se pensaba (vea la pattida n." 87 ). 5. ASC 6. P3R 244 0-0 P3TR La replica mas agresiva pensan­ do en un enroque largo e inten­ tando luego un asalto con los peones sobre el otro flanco (com­ pare esta partida con la n ." 78, en­ tres Spassky y Bobotsov ). 8. 9. A x C A2C Rubinstein prefiri6 el inmediato 9. O..()..() que conduce a un juego muy complicado. 9. 1 0. P x P 1 1 . 0-0-0 AXA PXP Es obvio que las blancas ahora se proponen jugar P4CR, P4TR Y luego P5C para abrir lineas para un ataque. Las negras contestan e1 ataque en el otro lado. 1 1. 1 2. P4CR P4A Consecuente. Las blancas tarn­ bien pueden tratar de ej ercer presion en el centro con 12. P x P aunque las negras pueden igualar ya sea con la linea de Reshevsky 12 . . . . , A X C ; 13. D x A, C2D ! ; 14. P6A, A x P ! 0 el sacrificio de peon 12 . . . . , P x P ; 1 3 . C x P, A x C ; 14. A4A, C2D ! ; 15. A x A, T I C . 1 2. 1 3. PxP PXP Si 1 3 . C X P entonces sencillamen­ te 13 . . . . , C3A luchando para abrir la diagonal negra central de su alfil. Las blancas necesitan real­ mente el caballo en 3AR para apoyar P5C y tener un C5CR sub­ siguiente, de reserva. 1 3. 1 4. P4TR C3A P3C Si 14 . . . . , D3D entonces las blan­ cas impiden DSA + con 1 5 . D2D. El texto debilita ligeramente la posici6n del rey negro, pero me­ j ora la movilidad del AR y del rey, dando as{ a las negras unas mayores posibilidades en la elec­ ci on de una defensa. 1 5. P5C Neyshtadt, en su autorizado libro sobre e1 Gambito de Dama Re­ chazado, sugiere coma respuesta a la ultima jugada de las negras que las blancas intenten un ata­ que sobre los cuadros claros con 1 5 . P5T Y si 15. . . . , P4CR enton­ ces 16. DSA, CSC; 17. C5R. 1 5. 1 6. PxP P5T Neyshtadt afirma aqui que el tex­ to conduce a una apertura de li­ neas decisiva para las blancas, ya que si 16 . . . . , PSC entonces 17. P x P, P x C ; 1 8 . P7C ! ganando. Sin embargo, Spassky descubre una defensa mucho mejor. Observe que el plan alternativo de las blancas 16. P X P daria a las ne­ gras una solida defensa ya sea mediante 16. . . . , A2C 0 simple­ mente mediante 16 . . . . , A x P + y si 17. R I C entonces 17 . . . . , C5C; 18. 'D2R TIR Y la dama blanca esta en aprietos para conseguir una buena casilla. Ciertamente, no queda claro coma pueden las blancas hacer uso de la columna abierta TR. 1 6. 1 7. P X P Esto abre de que las j ugar una yar el TR, R2C l la columna TR antes blancas hayan logrado pieza mayor para ape­ y dentro de una 0 dos 245 j u�adas todo el ataque parece ab­ surdamente equivocado. Es pro­ bable que Uhlmann estuviese la­ mentando el hecho de que no ha­ bia completado su desarrollo con 15. A5C 0 15 A2R para poder j u­ gar TD I C antes de abrir el flan­ co R. Incluso en este momento, no es demasiado tarde para 17. ASC para j ugar A X C y reducir asi la presion sobre su PD. PxP P5C ! 1 7. 1 8. A5C ja. mientras que si 19. A x e. A x A; 20. C5R (20. TDlC. A2D amenazando con 2 1 . . . . A4A) 20. . . . . A x C ; 2 1 . P x A. D4C + y las piezas negras quedan bien situa­ das para el ataque 0 la defensa. mientras que las blancas todavia no encuentran verdaderas ame­ nazas. 1 9. 20. D&T + 2 1 . D7T + 22. T3T PXC R2A A2CR Probablemente. ambos jugadores previeron la situacion hasta este momento. y Uhlmann debe haber creido que tenia un buen ataque. ya que si 22 . . . . . D3A entonces 23. C x P. D4A; 24. A4A. Spassky en­ cuentra una convincente refuta­ cion. 22. Abandonan 19. D2D Un sacrificio erroneo. pero real· mente no tenian una buena ju· gada. De este modo. si 19. TD I C entonces 1 9 . . A4C + ; 2 0 . C X A. D x C + ; 2 1 . RIC. C x P con venta. . . TIT ! Despues de 23. T x P + . D3A ! ; 24. T x D + . R x D ; 25. C X P + . R2A la dama esta atrapada y las negras tienen una pieza de ventaj a en una posicion simplificada. Una partida de trascendencia teorica. 80. Spartakiad, Moscu, 1 967. Negras : Pelrosian. 3. C3AD 4. A5C DEFENSA FRANCESA 1. 2. 246 P4R P4D P3R P4D C3AR PXP Petrosian es uno de los pocos jugadores modernos que prefiere este restringido sistema defensi­ vo, en que las posiciones pasivas que origin a no gozan del favor de la gran mayoria de los gran­ des maestros modernos, que pre­ fieren sistemas que ofrecen ma­ yores contraposibilidades para negras. 5. C x P 6. C x C + 7. C3A 8. A5C + CD2D C XC P4A del fIanco R se ven ligeramente desvalorizados por el pe6n du­ plicado. 1 0. 1 1. La segunda caracteristica impor­ tante de la posici6n es el valor comparativo de las piezas meno­ res que quedan a cada lado. El texto asegura al caballo blanco un muy buen puesto de avanzada. 1 1. Una linea simplificadora en vez de la mas complicada 8. A4AD 0 8. A3D. De esta manera, una par­ tida de su encuentro de 1 966 con­ tinu6 8. A3D, A2R; 9. P x P, D4T + ; 10. P3A, D x P(4); 1 1 . D2R, A2D ; 12. C5R, A3A con igualdad aproxima­ da. No era probable que Spassky repitiera la desafortunada elec­ ci6n de Tal 8. D3D en su encuen­ tro con Petrosian, en Curac;;: a o, 1 962, que continuaba 8 . . . , A2R; 9. A x C, A x A; 10. D5C + , A2D ; 1 1 . D x PC, T l CD; 12. D x PT, T x P y las negr:as tenian un juego muy prometedor. . 8. 9. A X A + 1 0. A x C A2D DxA Las blancas pueden todavia in­ ten tar complicaciones utilizando la sugerencia de Simagin 10. D2R pensando en un enroque largo. El texto muestra c1aramente que las blancas piensan aprovechar la ligera ventaj a que les da su mayoria de peones en el fIanco D, mientras 105 peones negros PXA P3A ... PxP Esperando simplificar aUn mas mediante el cambio de piezas menores 0 de damas, pero la ju­ gada n.O 13 de Spassky 10 impide. Una interesante alternativa con­ sistia en 1 1 . , TlCR seguido por un enroque largo, pero este 'no es en absoluto e1 estilo de Pe­ trosian. . . . 1 2. CXP A4A Las negras ofrecieron tablas en' este momento. 1 3. D3A ! 0-0·0 Conociendo la tendencia de Pe­ trosian a los cambios de sacrifi­ cio, se podria esperar aqui 13 . . . . , A x C ; 14. O-O..(), T l AD ? ! ; 15. R1C, T x P; 16. P x T, D4C + ; 17. R1T, A4R, pero despues de 18. T3D las blancas amenazan tanto con 19. D x PC como con 19. T l CD y, a la larga, deberian ser capaces de 10grar un triunfo. 1 4_ 0-0- 0 D2R 247 Cambiar piezas menores primero mediante 14 . . . . , A x C; 15. T x A, D2R resulta menos apropiado, ya que despues de 16. TDlD, T x T ; 17. T x T, T l D la torre blanca po­ drfa ser empleada con utilidad en la cuarta fila mediante 1 8 . T4AR 0 18. T4TR Y si 18. D2D e t contraataque se desarticula me­ diante 19. T4A + , R1C; 20. T4D, D2R; 2 1 . T x T + , 22. D3C + y 23 . D7C con buenas posibilidades en el final de dama. Despues del tex­ to, las blancas intentan impedir el cambio de piezas menores, ya que el cabaHo puede muy bien resultar la pieza superior en el final. 1 5. C3C 1 6. P4C ! ... TXT+ El parad6j ico 1 6. . , P4A tambien era posible, puesto que despues 17. P x P, D4C + ; 18. R2A, D x P + ; 19. D x D, P x D el m6vil alfil da a las negras buenas posibilidades de tablas en el final. . . 1 7. T X T 78. P3TR P4TR Manteniendo el status quo. Des­ pues de 1 8 . P X P? P4A amenazan­ do con DST 0 D4C + el PTR blan­ co quedada bajo presi6n. 1 8. 1 9. P X P 248 20. C4D P3TD Si 20 . . , A x C ; 2 1 . T x A entonces las blancas tenddan nuevamente una poderosa torre en la cuarta fila y amenazarian 22. T4AR, T3T ; 23. P5C ! . . A3C Una excelente jugada de bloqueo que reduce la movilidad de los peones negros del flanco R. 1 6. Las negras deben haberse senti­ do muy felices en este momento, ya que si 20. T2D, P4R y el caba­ Ho queda fuera, las blancas tie­ nen una posici6n mas bien pasi­ va. Sin embargo, Spassky hace una jugada mas fuerte que mues­ tra que las negras debedan ha­ ber continuado, consecuentemen­ te, con su plan de cambiar piezas mayores con 19 . . . . , T1D. 2 1 . T2D 22. P4C Las blancas pueden finalmente poner en marcha et avance de los peones del flanco D. 22. TIT 23. C3C T I AD 24. T5A R2C Una j ugada de aspecto impresio­ nante, pero no esta relacionada con ninglin plan concreto y dej a a la torre en una casilla indefen­ sa. 24 . . . . , T1D todavia parece una mejor posibilidad de obtener ta­ bias. 25. 25 . PxP T7T RIC P4TD P4R . . , P4T no resultaria eficaz, puesto que las blancas replica­ dan 26. D3D y si 26 , T x PCR . . . . . entonces 27. P x P, A2T ; 28. DSC con un fuerte ataque. 26. PST ! Una vez se ha apartado al alfil de la defensa de 1D, se comen­ zara a manifestar el control de la columna D. A2T 26. Si 26 . . . . , A2A entonces 27. CSA 27. D3D ! TSA Practicamente forzado, a menos que las nel;,ras esten preparadas adoptar una defensa completa­ mente pasiva con 27 . . . . , T2A en que el final despues de 28. D8D + , D x D ; 29 . T x D + , TlA; 30. T x T + , R x T; 3 1 . P3A ! es m1,lY favorable a las blancas. Si las negras se apoderan de u n pean mediante 27 . . . . , T x PCR entonces 28. PSC ! , P x P; 29. D x P amenazando con 30. T7D Y las blancas tienen un ataque vencedor. 28. 29. 30. P3A PXP T2T PSR T X PR Las amenazas de las blancas se hacen ahora sumamente peUgro­ sas. Naturalmente, las negras en­ cuentran un espacio para su rey y tratan de activar el alfil. 30. 31. 32. T8T + DSD A6R R2T Una muy buena jugada que acen­ tua su dominio de las casillas claras. Como la amenaza 33. T8D seguida p�r T7D es muy fuerte, las negras deben apartar a la dama sein dilacian. 32 . . . . , D3R ? perderia de inmediato ante 33. D8D. 32. 33. D3D T4R TSR l Repetician ? 34. T8CR ! j No ! A4C ? 34. Un error garrafal debido a pro­ blemas de tiempo, pero la defen­ sa de las negras era muy dificil. 34 . . . . , T3R era su mejor jugada. 35. C4D ! El caballo entra ahora en juego y tiene un efecto decisivo. 35 . ... A6R Dandose cuenta de su error; pero demasiado tarde. 36. PSCD ! 249 Amenazando con 37. P6C mate. Si 36 . . . . . P x P e n t o n c e s 37. C x P + . R3T ; 3B. TBT mate ! No pueden dar mas espacio al rey con 36. . . P3C a causa de 27. C6A + . De modo que . . . .• 36 . 37. ... D x A+ AXC Abandonan 37 . . . . . T x D ; 3B. P6C es un bonito mate. Una victoria notable a partir de una posici6n mas bien esteril. 8 1 . Spartakiad. Moseu, 1 967. Negras : Suetin. DEFENSA SICILIANA 1. P4R 2. C3AR 3. C3A P4AD C3AD Un util movimiento de espera para ver que se proponen las negras. 3 . . . . . P3TD puede ser re­ futado con 4. P3D Y S. P3CR Y 3 . . . . . P3R con 4. AsC transpo­ niendo a una prometedora linea del ataque de Nimzovich-Rossoli­ MO : 3. AsC. 3. 4. P3R P4D Pero Spassky prefiere una lucha mas abierta. 4. S. C x P 6. A3R 7. C3C PxP D2A P3TD Aparentemente il6gico despues de su ultimo movimiento protegien­ do al caballo y, de hecho. 7. A3D 250 es muy jugable. Sin embargo. el caballo en 3C puede ser utH para hacer menos peligroso el tradi­ cional contrajuego de las negras ( . . . . C4TD). Al controlar la SAD. las blancas preparan P4A sin te­ ner que preocuparse de la posi­ ble respuesta . . . . A4A. 7. 8. P4A C3A ASC Dudoso. Normalmente. se necesi­ ta al alfil de casillas negras en 2R. Los PADs duplicados de las blancas no constituyen una gran debilidad como descubri6 Suetin tanto en la partida como en esta famosa mini ;\,tura : 1. P4R. P4AD; 2. C3AR. P3R; 3. P4D. P X P; 4. C x P. P3TD ; s . A3D. C2R ; 6. C3AD. CD3A; 7. C3C. C3C ; B. 0.0. P4C ; 9. A3R. P3D; 10. P4A. A2R; 1 1 . DST ! . A3A; 12. TD lD. A x C ? ; 13. P x ( D2A; 14. T2D. CD2R; 15. C4D. A2D; 16. PsA ! , P x P; 17. P x P. C4R; lB. C6R ! . A x C ; 19. P x A. P3CR; 20. D x C ! . P x D ; 21. P x P + . Abandonan. ya que pier­ den demasiadas piezas despues de 2 1 . . . . , R2D; 22. A5A + , R3A; 23. A4R + , C4D; 24. A x C + , R3D; 35. A x T + , R2R; 26. A5C + , etc. '<T �l-Suetin, Tbilisi, 1969-70 ). 9. A3D 1 0. 0-0 0·0 AxC E x i s t e un conocido proverbio ruso que a los jugadores y co­ mentadores sovieticos les encan­ ta cita � : «Kto Skazal A . . . », es decir, « Una vez que usted ha di­ cho A tiene que decir B » . Ha­ biendo clavado el caballo, tienen ahora que quitarlo de en medio, puesto que 10 . . . . , P3D; 1 1 . C4T, P4CD ; 12. C6C, T I C implica en­ tregar ambos alfiles a cambio de los caballos despues de 13. C x A, T( 1A) x C ; 14. P3A. 1 1. PxA P3D 1 1 . . . . , P4D ; 12. P5R, C5R; 13. P4A las dej an luchando por mantener su precario dominio en el centro. 1 2. T3A 1 3. PSA ! 1 4. T3C P4R P4D Las blancas tienen, claramente, un fuerte ataque, puesto que si 14 . . . . , P x P le sigue 15. A6T, P3CR; 16. P x P, PT x P; 17. A x T, R x A; 1 8 . A2R y deberian ganar piezas. 1 4. I S. P X P RIT C2R Despues de 1 5 . . . . C x P, las blan­ cas pueden transponer a la par­ tida con 16. A5A, CD2R ( 16 . . ... , C x P ; 17. D I R, C4D ; 18. T x P ! , R x T ; 19. mc + , R 1 T ; 20. A x T ganan ) 0 jugar l a indirecta 16. DST, C x A; 17. P6A, P3CR; 18. D6T, T l CR; 19. D x C, A3R; 20. C2D proponiendose volver al ata­ que con D6T y C4R5C. • 1 6. ASA 1 7. D4C CR X P T l CR o 17 . . . . , P3CR; 18. T3T, con la fuerte amenaza de 19. D4TR, de modo que las negras hacen 10 po­ sible por desclavar la torre. Sin embargo, la posicion encerrada del rey quiere decir que en ade­ lante las blancas pueden operar con la amenaza de T X PT + se­ guida por D5T mate. 1 8. 1 9. T3T DSC C3AR Amenazando con 20. A x C, D x A; 2 1 . T x P + , C x T ( forzado ) 22. D x D. 1 9. 20. CD4D T I AR Para enfrentar 20 . . . . , C5A con 2 1 . T x C, P x T ; 22. T6T ! (pero no 22. A7R, D3C + ) con ataque ven­ cedor, por ejemplo : 22 . . . . , T lR; 23. T x C ! , P x T; 24. D x P + , RIC; 25. A4D 0 22. . . . , A2D; 23. T x C ! , P x T ; 24. D x P + , T2C ; 25. A4D, T( 1 )ICR; 26. D x PA, etc. Natural­ mente, 22 . . . . , P x T fracasa ante 23. D x C + , T2C; 24. A8A. Dbserve como en toda esta situacion, las negras estan demasiado preocu­ padas de la defensa del rey para 251 tener siquiera un momento para amenazar el PAD duplicado. 20 • . . . P3CD 20 C x P ? ; 2 1 . A7R ! . D3C + ; 22. R I T amenazando 23. D4T Y 24. A x C. . . . .• 21. A4R A2C Su mejor defensa es 2 1 . . . . , P x A; 22. A x C. A2C (no 22 T I C ; 23. C2D. A2C; 24. C4R ! ) intentando hacer cambios. Despues de 23. A x A. D x A; 24. C x P el pe6n de ventaj a de las blancas no tiene valor real. . 22. AXC . . . • AXA? Ahora deben perder. 22 PXA transponiendo a la ultima nota es esencial. La mej or respuesta de las blancas sena entonces 23. A x A. D x A ; 24. D3R tomando el control de la casilla 4R y amena­ zando dos peones. Sin embargo. las negras podnan sostenerse du­ rante largo tiempo. ya que han quebrantado la fuerza del ataque. . 23. . . .• A7R I Ciertamente que Suetin debena haber advertido que el viejo te­ ma estaba en juego nuevamente. 23 . 24. ... T6T I D3A Esto tambien habia estado en el aire durante muchas jugadas. La amenaza de 25. T X C. fuerza a las negras a un final perdido. p. ej . A x P ; 25 . T x DC2C ; 26. T6T 24 forzando el mate. . . . . • 252 24. 2S. T X D 26. T6D I 6SR CXD Es mas importante deshacerse simultaneumente de 10s alfiles de colores opuestos y del peen du­ plicado aislado que apoderarse de PCR que esta condenado de todas maneras. 26. 27. AXC PT X A Para que el PTD no se encuentre en prise en la jugada n." 28. 27. 28. T X P 29. P6A o 29 CSR CXP TR1 R C4D ; 30. T7C. P x P (30. C x A; 3 1 . P x C. P3A; 32. TlD. 33. T(7 )7D Y 34. T8D ); 31. A x P + ( 3 1 . T x P ? ! . R2C ! es menos claro ) 31. C x A; 32. T x C. T2C; 33. P4A con torres mas activas y un « corredor» que esta lej os del rey enemigo. . . . .• . . . • . . . • 30. 31. P x P+ T7C RxP C 7R + La l1nica manera de proteger el PAR. 32. R 1 T 33. P3C 34. A6D CSA C3C C1T «Algunos caballos n o saltan. j ean» ( Tartakower). 3S. 36. P4A P4CR ! R3C co­ Las piezas bIancas estan t an bien situadas que pueden intentar te­ jer provechosamente una red de mate aIrededor del rey enemigo. 36. 37. P5A 38. P3T T3R R4C P5R Una ultima y desesperada posi· bilidad. Entre Ias amenazas blan· cas se encontraba 39. TlAD segui· da por 40. P6A para coronar y asi ganar por 10 menos el cambio. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. R2C A4A + T6C ! TIR P4C TXP T (2 ) X T + A5R ! P6R R3C P7R T l AD P4TD PxP PXT Una demostraci6n perfecta de la superioridad de un alfil centra· Iizado contra el cabaIIo situado lejos. Ahora 46 T x P; 47. A x C y 46 C2A ?; 47. T x P + . R4C ; 48. R3C y 49. P4T mate tiene que ser rechazados. de modo que tal vez 10 indicado sea abandonar. (46. R2A ?; 47. T7C + ). . . . . .• . . .• . . .• 46. 47. T x P + 48. T6CD 49. P x P P4T R2A PxP R2R No 49 C3C?; 50. T6A + ganan· do una pieza. . 50. 51. 52. 53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. . . . • AXC TxP T4AD TlA R3C R4A R5C RSA R6R T I CR TxA R3R R4D T l CR R3A TlA+ TIC+ TIA+ T l CR Abandonan 82. 6. Partida de la Competicion, Candidatos, 1 968. Negras : Geller. a DEFENSA SICILIANA 1. 2. 3. 4. 5. 6. P4R C3AD P3CR A2C P3D P4A P4AD P3D C3AD P3CR A2C Un plan mas agresivo que el nor· mal CR2R. Las blancas llevan el cabaIIo a una casilIa mas natural y reservan 2R para el otro ca· ballo en el caso de que sea ale­ j ado mediante P4CD5C. 6 • . . , C3A Geller insiste en su plan. rrollado en las partidas n.D' en Ias que tuvo una buena tura. aunque perdi6 ambas desa­ 2 y 4 aper­ al fie 253 nal. 6. . . . , P3R pensando conti· nuar con CR2R seguido. si es ne· cesario, por P4A es una altema· tiva fuerte y flexible. 7. 8. C3A 0·0 0·0 TIC Despues d e l a partida. Geller es· time que 8 ASC; 9. P3TR, A x C; 10. A x A. CSD era mejor. . . . . • Otra j ugada defensiva en el flan­ co D. En la cuarta partida. Spassky habia j ugado 14. D2D y su dama se habia visto atada a la defensa del PAD. Ahora se asigna esa ta­ rea domestica a la TD. • 1 4. TIT ... Las negras consiguen igualdad cambiando sus planes: 14. C2D; 15. TlA. P3R; 16. P4C, P4D. . . . • 9. P3TR Mejorando la jugada 9. C4TR que Spassky habia empleado en su encuentro con Petrosian en 1966 y en la segunda partida con Ge· ller. La experiencia le habia' de­ mostrado que un ataque preci­ pitado sobre el flanco R con PSA da a las negras demasiado con­ trajuego debido al control ,que tienen del 4R. Es mej or entonces completar el desarrollo A3R (sin preocuparse de un CSCR de parte de las negras ) y entonces inten· tar un ataque tipo holandes con P4CR, DlR, D4T, etc. 9. 1 0. P4CD P3T Un concepto notable. esperando refrenar la jugada «programada» de las negras PSC con la amena· za de la apertura de la columna TD. 1 5. T l A 1 6. P4C ! T7T Por fin, un gesto agresiv\l de par· te de las blancas . Se necesita mu­ cha confianza en si mismo para hacer tantas concesiones a las negras antes de obtener contra­ j uego. pero Spassky confia en la energia potencial de su ejercito en el flanco R. 16 • DtT ? . . . El comienzo de un plan que re­ sulta muy lento y deja a la dama lejos de su sitio cuando el ataque de las blancas finalmente cobra velocidad. Ya era el momento de que las negras hicieran una juga· da profihictica; por ejemplo : 16. P3R ! para enfrentar 17. PSA ? con 17 . . . . , PR x P; 18. PR x P. T l R. Entonces. 17. D 1 R se refuta mediante 17 A3TD y 18. D4T ? pierde un peen ante 18 A x P. Geller tambien da 16 P4D ; 17. PSR. C2D; 1 8 . D4T, P3R como una selida linea defensiva. . . . • . . . . • . 1 0. 1 1 . A3R 12. P X P 1 3. C2R 14. P3C 254 P4TD P5C PT X P A2C . 1 7. D I R . . .• D3T . . .• La misma idea defensiva que apa­ rece en la ultima nota : 18. D4T ?, C x P! 1 8. D2A C2T Demasiado lenta. 18. la jugada correcta. 1 9. P5A ! 20. P x P C2D es ... PT X P Despues de 20 . . . . , PA x P debili­ tando el 3R, las negras tienen que volver a ponerse a la defen­ siva ; por ej emplo : 2 1 . C4A, AlA; 22. CSC, C2A; pero esta era una posibilidad mejor, ya que conser­ van la opcion de expulsar a los cab alIos con P4R y P3T, mientras que ahora el C en SCR se con­ vierte en una verdadera espina. 2 1 . C5C ! 22. D4T 23. T x C ! 24. D7T + 25. C x P ! TIA PxT RIA C4C Una decision bastante sorpren­ dente puesto que 20. C4A, para continuar con PSC, parece un plan firme, pero la apertura de la columna AR es una manera mucho mas rapida de emprender un fuerte ataque, ya que el cam­ bio de sacrificio T x C(6A), para qui tar de en medio a la pieza de­ fensora mas importante, pronto debe ser tornado en cuenta. 20 . mas solido : el ataque al rey es un factor mucho mas poderoso_ C6T Las negras han l!evado a cabo su plan aumentando la presion sobre el fIanco D hasta el punto de la ruptura, pero como de­ muestra el curso de la partida, el criterio de Spassky es mucho Posiblemente, esta fue l a jugada que GelIer no previo en su ami­ lisis. 2S . . . . , R x C ahora pierde ante 26. A6T, T l CR; 27. C4A, T x P; 28. TlA y las negras deben entre­ gar gran cantidad de piezas para evitar el mate (28. . . . , RlA; 29. C x P + , R2A; 30. C4A, [ 30. C8T + es tambien apropiado] 30. . . . , RlA; 3 1 . CST, A x A; 32. D x A + ! , R2R; 33. D7T + , R I D ; 34. C x P ! , etcetera ). 25. 26. A6T ! TXP TxT+ o 26 . . . . , T x C; 27. D x A + , R l R ( 2 7. . . . , R2R; 2 8 . CSC + mate ) 28. CSC ! , P x C; 29. A x P y mate, 0 26 . . . . , D x P; 27. D x A + , RlR; 28. T x T, C x T ; 29. C4A con un ataque vencedor. 27. CXT RXC 255 b 27 . . . . , A x A; 28. C x A, RIR; 29. C8C, RIA; 30. C7R y mate. 28. D xA+ RIR o 2 8 . . . . , R3R; 2 9 . P5C, P x P; 30. A x P, TIR; 3 1 . P4T, P4D ( de 10 contrario, 32. A3T es mate ); 32. P x P + , R3D (32 . . . . , A x P pierde la dama despues de 33. D X P + ); 33. A4A + y 34 A x T mate. 29. triunfo 29. P5R, A x A; 30. P6R! 29. 30. Aqui tambien se incorpora al alfil con un efecto decisivo. Sin embargo, en la lucha por el tiem­ po, Spassky no advierte el rapido P4A R2D 0 30 . . . . , RID; 3 1 . D7A, T2A ( de 10 contrari.o 32. P6C, etc. consiguien­ do una segunda dama ); 32. D8A + , RlD; 33. P6C, TlA; 34. P7C, D l T ; 35. P8C(D ), etc. 31. 32. P5C D x P+ D7A + PxP+ R3A Abandonan Despues del cambio de damas en 7CD, las blancas llevan el PAR hacia ade1ante hasta conseguir la coronaci6n. 7.' Partida de la Competicion, Candidatoa, 1 968. Negraa : Korchnoy. 83. DEFENSA INDIA DE REY 1. 2. 3. P4D P4AD C3AD C3AR P3CR A2C Krochnoy emplea rara vez la De­ fensa India de Rey; normalmen­ te prefiere la Grunfeld. 4. P4R 5. P3A 6. A3R 7. CR2R 8. C I A P3D 0-0 C3A P3TD L a j ugada favorita d e Spassky, que ya habia adoptado antes con­ tra Gheorghiu (Olimpiada Estu- 256 diantil, 1962 ) Y Jansa (Olimpiada de Te1-Aviv, 1964 ). Aprovecho esta oportunidad para corregir un do­ ble error que se deslizo en mi Iibro sobre el Tomeo de Candi­ datos de 1968, en el que afirmaba que el encuentro con Gheorghiu se habia efectuado a fines de la dckada de los cincuenta y que Spassky habia jugado 8. D2D en esa partida. 8. 9. P5D 1 0. C3C P4R C5D C xC El encuentro con Gheorghiu con­ tinuaba: 10 . . . . , P4A; 1 1 . P x P a.p., P x P; 12. C x C, P x C; 13. A x PD, P4A; 14.A3R, T I C ; 1 5 . D2A, A3R; 16. A2R, C2D ; 17. ().(), C4R; I S . P3CD, C3A; 19. D2D y las negras lograban una compensacion ade­ cuada por el peon. 1 1. D x C Lo habitual es recobrar el peon, pero las blancas sufren presion sobre el flanco D, en ambos ca­ sos. De hecho, Korchnoy ya ha­ bia escrito 1 1 . P x C, P4A en su hoja de control, de manera que el texto es · una astuta eleccion psicologica. 11 • . . . P4A Como las blancas ya habian .deso­ cupado ID para la torre, las ne­ gras quedan permanentemente suj etas a su debil PD. Deberian intentar el plan mas ortodoxo 1 1 . . , C4T y 12. . . . , P4AR si no 1 1 . . . . , C2D y entonces P3C y P4TD adoptando una actitud de­ fensiva. . . 1 2. P x P a.p. 1 3. 0-0 -0 1 PxP A3R ? Demasiado ansioso de trasladar la T a 1CD y, ademas, basado en un error de analisis. 13 . . . . , T 1 R o 13 . . . . , D2R pensando e n 14 . . . . , T 1 D son jugadas mas adecuadas. De hecho las negras pensaron que 1 3 . . . , D2R; 14. D6C era bueno para las blancas sin advertir que 14. . . . , A2e esta muy bien para las negras. . 14. D3T CIR Despues d e esto, las negras asu­ men una actitud totalmente pa­ siva, .pero 14 . . . . , P4D no es apro­ piado a causa de 1 5 . PA x P, P x P; 16. P x P y si 16 . . . . . , A x P ; 17. A5CR 0 16 . . . . , C x P ; 17. A4AD, TIA (no 17 . . . . , C.x A; I S . T x D, C x A a causa de 19. D x T + ! ) IS. A x C, A x A; 19. R1C Y las negras deben entregar el cambio y re­ cibir una compensacion inadc­ cuada. 1 5. P4T ! P3A ? Todos estos movimientos de peo­ nes debilitan casillas cruciales; en este caso, el 3R. 1 5 . . . . , A3A es su mejor posibilidad de no de­ jarse veneer, esperando jugar A2R. Entonces si 16. A6T deben ofrecer tablas por repeticion con 1 6 . . . . , A2C. 1 6. P5A ! Mientras que las jugadas de peo­ nes de Spassky son muy solidas 1 6. ... T2A Una vez mas, 1 6 . . .. , P4D pierde piezas despues de 17. P x P, P x P; I S . A4AD puesto que entonces hay una clavada en la diagonal 2TD/SCR y en la columna D. ( 1S. . . . , C2A; 19. C x P, A x C ; 20. A x C + , C x A; 21. D3C . ) 1 7. D4T El ataque sobre el PAD gana tiempo para cambiar alfiles de casillas blancas castigando asi a las negras por su jugada n." 15. 2-57 1 7. 1 8. A4AD 19. D x A 20. P5T ! D2A AXA AlA ej emplo : 25 . . . . , D5A; 26. D x C, D x A; 27. RIC seguido por 28 . C5D. 24. 25. D X PAD 26. D6C ! D2R C2A Mantener cerrada la columna TR mediante 20 . . . . , P4C debilitaria la 4AR dando a las blancas la oportunidad de intentar a conti­ nuaci6n C2R3CSA. 20 • . . . P X PA Parece espantoso, pero sus pie­ zas estan tan mal situadas que no disponen de una buena ju­ gada. 21. P x P 22. D6R PXP Mucho mas fuerte 22. A x P per­ mitiendo a las negras deshacerse de su paralitico alfil. TlD 22. o 22 . . . . , C3D; 23 . A x P, C4C; 24. A x A, T( l ) x A (24 . . . . , C x C; 25. A6D, D4T ; 26. P x C, D x P + ; 27. RIC Y las negras no tienen nin­ guna compensaci6n por la pieza). 25 . T6T, R2C; 26. TDIT amena­ zando con un mate en dos, me­ diante 27. T x P + , R x T ; 28. D4C. 23. 24. TXT TlD DXT Hubiese sido mejor dejar la to­ rre en la columna TR. El mas exacto era 24. D x PAD, D6D; 25 . A x P que deja a las negras con una partida abandonable; por 258 Una jugada que Kotov en su li­ bro (que en ingles se lIam6 « Think Like a Grandmaster» ) ala­ ba diciendo que es el tipo de mo­ vimiento cauteloso que cambia la posici6n en forma significativa, a pesar de su aspecto insignifi­ cante. La cuesti6n es que las ne­ gras amenazan 26 . . . . , D3R explo­ tando la dama blanca que se ha­ lIa indefensa para forzar cam­ bios. Kotov estima que esas ju­ gadas son muy dificiles de en­ contrar. 26. R2C Ahora se refuta 26 . . . . , D3R con 27. A X P ganando un s6lido pe6n. La mejor posibilidad de las ne­ gras era 26 . . . . , P5A que mantie­ nen el equilibrio material, por el momento, aunque despues de 27. D8C con la amenaza 28. T8D " las blancas tienen la ventaj a, pero no 27. C5D. C x C ; 2B. T x C. P6A ! ; 29. P x p. D6T + . 27. D3R C5D ! o 27 C x C ; 2B. T x C. P5A ; 29. D x PT. . . . . • 28. A X P 29. D X A AxA C4C 33. C7A Ahora las blancas ganan nipida­ mente. Las ne gras solo podian elegir el menor de los males. (33. OlD; 34. C x P; 33 . . . . , D2C ; 34. C8R + y 35. C6D ; 33 D3C; 34. CBR + . RIA; 35. TBA, R2R; 36. C7A Y 37. C5D + ). . . . • . Cambiar cab alIos dej a un final sin esperanzas despues de 30. T x C. 34. D3A + CSD Extinguiendo la transi toria inicia­ tiva de las negras. 32 • o 32 . D4C . . . . . . • D3D ; 33. T1 T volviendo al ataque . 84. C6R + . . . • R2T 0 34 R I C ; 35. TBA + . RlT ; 36. D x D. C x D ; 37. TBTD ganando un segundo peon. pero no 35. D6T ? D6D + . . 30. D3R 31. RIC 32. T l AD D7R 35. . . . • D6T + Abandonan El tipo de final que los grandes maes tros permiten solo cuando se encuentran presionados por el tiempo. Olimpiada de Lugano, 1 968. Negras : Porath. DEFENSA FRA NCESA 1 . P4R 2. P4D 3. C3AD 4. ASC 5. C X P 6. CR3A P3R P4D C3AR PxP Un sistema pasivo. pero uno se imagina que el veterano israelita pensaba en un juego estrategica­ mente claro en el que pudiese hacer tablas mediante una defen­ sa adecuada. CD2D Una caracteristica esencial del ajedrez moderno de los maestros consiste en mantener la ventaj a evitando variantes en las que se sospecha que el adversario se ha preparado concienzudamente. 6. C x C + habia sido jugado en la partida contra Petrosian un ano antes (partida n .O BO). de manera que las blancas varian. 259 6. 7. CXC+ A2R AxC Las negras deciden seguir hacien· do cambios. s. AxA Una jugada inusitada. 8. D2D es la que se emplea normalmente, de modo que despues de 8. . . . , A x A, 9. C x A, C3A; 10. 0-0-0, el ca­ ballo constituye una ligera ame­ naza para e1 flanco R enemigo. s. 9. A4A D XA P4A Obviamente, no 9 . . . , P4R ? ; 10. P x P, C x P ? ; 1 1 . D2R, 0-0 ; 12. C x C en que 12 . . . . , T I R fracasa ante 13. A x P + . . 1 0. D2R 0-0-0 0-0 P3TD Puesto que 1 1 . . . . , P3CD, para de­ sarrollar el alfil, fracasa ante 12. D4R, TIC; 13. D6A con dificulta­ des de desarrollo para las negras, tienen que sacar el alfil de esta manera. 1 2. 260 D3R ! 1 3. T x P 1 4. A3D P4CD P3C La amenaza era 1 5 . D4R 0 15. A x P + . Si 14 . . . . , T2T ? entonces 1 5 . T4TR con un doble ataque y si 14 . . . . , TIC entonces 15. T4TR, P3C ( 1 5 . . . . , P3T; 16. D4R ) 16. C5C, P4TR; 17. P4CR con un ve­ loz ataque sobre el debilitado flanco R. Estas variantes mues­ tran la fuerza de ataque que po­ see la formaci6n T en 4D, A en 3D. 1 5. T I D Un concepto de ataque que gusta mucho a Tal. Se sacrifica tempo­ ralmente el PD, de manera que despues de 10 . . . . , P x P; 1 1 . 0-0-0 las blancas pueden concentrar ra­ pidamente sus torres en el cen­ tro ( 1 1 . . . . , P4R ?; 12. T x P ). 1 0. 1 1. 12. . . . , P4CD no parece mucho mejor, ya que despues de 13. A3D, P X P la torre blanca, realmente, no habia podido volver a cap tu­ rar, pero las blancas tienen 14. D4R, D3T + ; 15. C5C ! y si 15. D x C + ; 16. P4AR ganando el cambio. PxP Las blancas no necesitan concen­ trarse en el flanco R, porque la incapacidad de las negras 'para trasladar el alfil a causa del ca­ ballo colgante en 2D es muy seria. 1 5. C4A Despues de esto, no hay manera en que las negras puedan salvar la partida. El caballo tenia que permanecer donde estaba, prepa­ rado para trasladarse a lAR 0 3AR para defender al rey. Las negras deberian in ten tar 1 5 . . . . , D2R y luego C3A y finalmente pueden mover el alfil. 1 6'. C5R D2R Despues de 16 . . . . , C x A + ; 17. TR x C, las negras deben tener cuidado con C7D y D4R seguido por C6A 0 T3TR. 16 . . . . , A2C se refuta mediante 17. T4AR, D2R ; 1 8 . C4C con fuertes amenazas so­ bre las casiIIas oscuras. Por 10 tanto, las negras deciden emplear una jugada profil<ktica mas, an­ tes de desarroIIar el alfiI. 1 7. A2R P3A Aconsej ado por la desesperaci6n, pero 17 . . . . , A2C pierde ante 1 8 . C7D, TRIAD ( 1 8 . . . . , TRID; 1 9 . C x C ganando una pieza, 0 18 . . . . , TR 1 R · 1 9 . D5R! ) 19. C6C. . 1 8. C6A D2AD 18 . . . . , D2CD; 19. A3A 0 1 8 . . . . , D2AR; 19. T8D, evidentemente, ,ampoco son mej ores. 1 9. T8D C2C Tratando de expulsar al invasor. 1 9 . . . . , D x C ; 20. D6T, TlR; 2 1 . A3A 0 1 9 . . . . , A2C ; 20. D X C, TD x T ( de 10 contrario, 21. D x T mate ) 2 1 . C7R + pierde de inme­ diato. 20. T X T + 2 1 . A3A RXT ( Ve r diagrama siguien te. ) Las piezas negras estan todas agrupadas en un rinc6n y no dis­ ponen de una j ugada razonable. 21. ... R2C 22. D3T 22. C8D ganaria piezas (22 . . . . , T I C' ; 23 . A x C y 24. C x P + pero las blancas tienen esta jugada aun mas devastadora que dej a a la torre negra sin una casiIIa se­ gura. 22. R2A No 22 . . . . , A2D ?; 23. D1R + y mien­ tras tanto las blancas amenaza­ ban 23. D7R + ganando mucho material . 23. P3CR ! Zugzwang. 23. 24. C8D + P4R RIC N o 24 . . . . , R1R; 25 . A6A + n i 24. . . . , R2C ; 25. A x C, A x A; 26. C6R + . 25. ASD + Abandonan Las negras se ven forzadas a op­ tar por la variante de , la ultima nota, ya que 25 . . . . , R l T permite el mate en uno. 261 85. Olimpiada de Lugano, 1 968. Blanca. : Lar.en. GAMBITO DE DAMA RECHAZADO 12. P4R puede ser j ugable pero despuc!s de 1 2. , P4A, las blan­ cas tendrian que jugar el agresi­ vo 13. P S D si quieren conseguir algo, de manera que el texto, que' es mas seguro, quizas sea 10 mas . . . . 1. 2. 3. 4. 5. 6. C3AR P4A C3A P4D A4A P3R C3AR P3R P4D A2R 0-0 CD2D Con el alfil blanco en 4AR y no SCR. las negras podrian jugar 6. P4A en el acto, pero el tran­ quiIo texto esta en regia. . . .• 7. 8. TlA P3TR .. . . P3TD P3TD Si el peon estuviese en 3TD po­ drian jugar tranquilamente 9. PSA. mientras que ahora esa j u­ gada se refuta con 9 P3CD; 10. P4CD. P4TD; 1 1 . P3TD. PT x P ; 12. PT x P. P x P; 13. PC x P. A3T ! y las negras quedan muy bien co­ locadas, habiendo eliminado su mal alfil. . 9. 1 0. A x P 1 1 . A2TD 1 2. 0-0 262 1 2. 1 3. P4A P5D Ahora esto Heva a cambios sim­ plificadores, de modo que 13. C5R parece una mejor perspectiva de j uego complejo. P3A Una precaucion innecesaria. 8. P3TD seria una jugada mas apro­ piada al permitirle mas tarde PSA sin riesgos. Entonces si 8. , C4T ; 9. ASR ! tiene fuerza. 8. 9. sensato por el momento. . . . • PxP P4CD A2C 1 3. 1 4. C X C 1 5. A X A 16. D X P CXP AXC PXA C3A Debemos recordar aqui el ambien­ te psicol6g.ico en que se desarro­ Han las partidas jugadas en la Olimpiada. La tarea de Spassky con las negras en un tablero su­ perior es no perder, mientras sus colegas en los tableros inferiores tratan de enfrentar victoriosa­ mente a los daneses menos ex­ pertos. Larsen se siente moral­ mente o b l i g a d o a buscar un triunfo. especialmente para con­ trapesar la impresion causada por su severa derrota ante Spas­ sky en la competicion del Tomeo de Candidatos unos pocos meses antes. De aqui que Spassky ofrez­ ca el cambio de damas y Larsen elija como respuesta la jugada mas agresiva. 1 7. 1 8. 1 9. D7C TRI D DXD TlR DIA o 19. D6C, PSA. 1 9. 20. A6D ? TD X D RIA A x A+ TSD TST ? RIA CSR ! RxA TD I D Las blancas corren el grave ries­ go de que su torre quede des­ con::ctada de I.a actividad princi­ pal en el centro. Lo correcto era 24. TSR + y el cambio de torres con unas probables tablas. 24. 2S. P4CD 26. P4TD 26. 27 28. . • Esperando atacar los peones ne­ gros del flanco D, pero las blan­ cas han comenzado a j ugar con fuego. 20. RIA era un plan mu­ cho mas solido. 20. 21. 22. 23. 24. Es evidente que a causa de esta jugada las blancas dejaron la to­ rre en la quinta fila. Las dos jugadas siguientes de Spassky muestran que el plan estaba mal concebido. P3T PSA ! ... PxP T x PT ? R3A P3C ! 28. T4T era una posibilidad me­ jor que permitia volver a incor­ porar la torre al juego. 28. 29. C4D ? PxP Sin advertir el peligro. De todos modos, deberia intentar 29 . T4T. 29. 30. C7D + RIC Una amarga necesidad. 30. 31. C X C 32. T I C ? C6C ! PXC Esta jugada pierde. 32. T4T siem­ pre hubiese sido mej or. 32. 33. TSR ! P3C De 10 contraIio, 33 , R2C gana la torre que deambula tan lejos de su sitio. . 33. 34. T4T 3S. P X T 36. R2C . . . T X PC TXT T6D 263 o 36. R1A, R4R; 37. R2R, T6A; 38. R2D, P5C; 39. P3A, R4D y ga­ nan nipidamente. 36. ... R4R BlaDca. abaDdoDaD El conocido optimismo de Lar­ sen se via severamente castigado en esta partida. 4." Partida, Campeonato Mundial, 1 969. Blanca. : Petro.ian. 86. GAMBITO DE DAMA RECHAZADO 1 . P4AD 2. P4D 3. C3AD P3R P4D P4AD Considerada sospechosa durante decadas, la Defensa Tarrasch fue rehabilitada por Spassky en esta partida, y constituyo una parte importante de su exito. 4. 5. 6. 7. 8. 9. PA X P C3A P3CR A2C 0-0 A5C PR X P C3AD C3A A2R 0-0 Petrosian utilizo persistentemen­ te esta jugada a traves de toda la competicion, mostrando clara­ mente que la considera superior al plan chisico elaborado por Reti (9. P x P, A x P; 10. C4TD, A2R; 1 1 . A3R ) en el que las ne­ gras tienen el movimiento de gambito 9 . P5D. 9. ... 1 0. CR X P 1 1 . A3R 1 2. C3C P3TR A5CR o 12. P3TR, A3R; 13. TlA, D2D ; 14. R2T, C4R; 1 5 . D4T, D x D ; 16. C x D, C5A con igualdad ( Korch­ noy-Spassky, 24." Campeonato de la U.R.S.S., 1957). En la partida n." 12, Petrosian obtuvo cierta presion mediante 12. D4T, C4TD; 13. TDlD, C5A; 14. AlA, DlA; 1 5 . D2A. 1 2. 1 3. 1 4. TlA TIR A3R TlR E n l a 2." partida, 14. C5CD, D2D ; 1 5 . C(S )4D, A6TR dejo a las ne­ gras sin dificultades. Es util, como precaucion, proteger el PR y preparar Al T como respuesta a A6TR. PxP 9 . . . . , C5R es una alternativa po- 264 sible que busca cambios y que fue adoptada por Capablanca en su encuentro con Marshall, en 1909. 1 4. 1 5. A5A D2D TDIA DXA TRI D A5C ! 1 6. A X A 1 7. P3R 1 8. D2R Mejor que la tentadora 18. PSD; en que 19. C x P. C x C ; 20. P X C T x P; 2 1 . CSC. T x T; 22. C x T! . 1 9. P3A Debilitando el PR. 19. DlA esta mas en el estilo de Petrosian. 1 9. 20. A4A C4R TD1D Las negras tienen debilidades en las casiIIas oscuras. pero sus pie­ zas se han desarroIlado en forma arm6nica y tienen objetivos en las casiIIas cIaras. 21. C4D 0 2 1 . C x P. T x C ; 22. T x T. C x T ; 23. P4R. C6D ! ; 24. D x C. CSC; y las negras cuentan con una muy buena posici6n. 2 1 . . . ., 22. A3T A3C T5A ? ! Un movimiento atrevido que pro­ voca un juego complej o porque la torre se encuentra bastante ex­ puesta en esa casiIIa. Sin embar­ ' T I C las dej aba go. el cauto 22 bastante niveladas. mientras que ahora ambos bandos tienen po­ sibilidades. . . . . • luego 25. C x P. pero mas adelan­ te debilita el fIanco R. 23. 24. P3C 25. D2D 26. CD2R ? C3A T5C T3C Petrosian no via aqui la jugada l6gica 26. C4T. prosiguiendo sus amenazas a la torre errante. no podrian ser refutadas con 26. C x C ; 27. P x C. T3R porque 28. PSC gana el cambio. Las negras tendrian que responder 26. C4T. T3T y despues de 27 AlA. C x C ; 28. P x C (28. D x C. T3A; 29. D x PT. P4T ! con un buen juego T3R; 29. en el fIanco R ) 28. CSA. T x T + ; 30. T x T. D2A; 3 1 . TSR l a partida esta probablemen­ te nivelada. pero las blancas con­ servan cierta iniciativa sob re las casiIIas oscuras. No habiendo descubierto esta continuaci6n 16gica Petrosian se sinti6 inquieto y sus jugadas siguientes revelan que. segun la expresiva frase. ha­ bia perdido et hilo. . . . • . . . . • 26. 27. A2C A2T La primera jugada vacilante. 27. AlA 0 27. C4A. P4CR; 28. C(4A )2R eran mejores . 27. 28. C3C TlR Una segunda jugada vacilante. 28. C4A era todavia correcta. 23. P4CR Esta jugada amenaza 24. P4A Y 28. 29. P X C CXC 265 Intentando hacer cambios. Hu­ biese sido mejor capturar con la ' dama. P5D, pero entonces 37. C5A y las blancas harian tablas. 34. 29. 30. 31. TxT T l AD ... ASC T3R DxT Era mas consecuente jugar 3 1 . R2A tratando d e hacer roas cam­ bios. 31. ... A3C Preparandose para situar el ca­ ballo en 2T y luego la dama en 3AR con una fuerte formacion de ataque. 32. A l A ? 32. R2A era todavia mucho mejor. 32. 33. D4A C2T CIA Una linea mas prometedora era 33. . . . , D3C ; 34. T5A, C4C; 35. T x P, D3AD; 36. D6D, D6A con diversas amenazas . Sin embargo, el texto ya es bastante dificil de refutar ( en este momento, Petro­ sian disponia solo de un cuarto de hora y Spassky de 25 minutos ). Ahora la partida se pone ten sa. 3S. 36. 37. P4TD D2D R2A ? C3C D3AR Hasta el momento, Petrosian se ha defendido en forma acertada, pero una vez que permite que su caballo se traslade a 5AR, su po­ sicion se pone mucho mas dificil. 37. TlA era su ultima posibilidad, forzando 37 . . . . , C5T y despues de 38. A2C, A3C ; 39. R2A, las negras tienen solo una ligera iniciativa. 37. 38. CSA ! PST o 38. T3A, C3R; 39. C2R, D5T + ; 34. TSA 34. D5R ! tenia mejores posibili­ dades de hacer tablas, esperando 34 . . . . , D x D ; 35. P x D, T x P ; 36. P4A y 37. P5A cercando al alfil enemigo. Seria mejor que las ne­ gras jugaran 35 . . . . , C3R; 36. R2A, 266 40. R I C, P4TR! 38. 39. C5A A6D ! No 39. A x A, D x P + , ni 39. D3A, D5T; 40. RIC, A x A y ganan las negras. 39. 40. D4C ! C3R De 10 contrario, 40 . . . . , C6T + . 40. 41. RIC DST + AXA Spassky se1l6 esta jugada des­ pues de cinco minutos y Petro­ sian abandono sin reanudar la partida, ya que 42. C x A, T7R 0 42. R X A, D6T + son manifiestos triunfos para las negras (43. R1R, T x C + , 0 43. R1C, T x C ). 5." Partida, Campeonato Mundial, 1 969. Negraa : Petroaian. 87. GAMBITO DE DAMA RECHAZADO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. P4AD C3AD C3A P4D PA X P P4R PXC PXP C3AR P3R P4D P4A CXP CXC PXP ASC + Durante mucho tiempo se pel).so que estos cambios daban una facil igualdad a las negras, de modo que el mas refrenado 6. P3R constituia la norma en el aj edrez de los maestros de las ultimas decadas. 9. A2D 1 0. D X A 1 1 . A4A 1 2. 0·0 1 3. TD I D AXA+ 0·0 C3A P3CD Esta jugada habia sido empleada en la decada de los aftos treinta, pero normalmente se preferia la formacion en que las torres es­ tan situadas en ID y lAD. La formacion de Spassky, con las torres en I D y 1R, es basicamen­ te mas agresiva. 1 3. ... A2C Despues de esta partida en que las negras muy pronto se encon­ traron en dificultades, mientras la teoria indica una igualdad, se sugirio un cierto numero de me· j oras . La opinion general fue que 10 indicado era 13 . . . . , C4T para alej ar al alfil quitandole asi el apoyo al P5D. Sin embargo, no es nada tan sencillo, como de­ mostro el encuentro entre Polu­ gaevsky y Tal, en el 37.0 Campeo­ nato de la U.R.S.S., en 1 969 ( 13. . .. , C4T; 14. A3D, AlC; 15. TR1R, T lA; 16. P5D ! , P x P; 17. P5R ! , C5A; 1 8 . D4A y las blancas consi­ guen una posicion amenazadora a cambio del pe�n . De hecho, despues de la jugada de Tal 1 8 . . . . , C7C siguio el presente griego 19. A x P + , R x A; 20. C5C + y, a la larga, el ataque de las blan­ cas es suficiente para ganar). 267 14. 16 TRI R A l hacer esta jugada ,el reloj de Spassky indico que habia utili­ zado 7 minutos; Petrosian nece­ site 17. 14 • . . . TlA Las negras caen e n dificultades. Deberian probar 14 . . . . , C4T ; 1 5 . A3D, D3D para quitarle a l a dama blanca la casilla 4AR y para re­ futar 16. P5D mediante 16. P4R bloqueando la posicion. 1 5. P5D ! PXP Despues de esto, las blancas con­ siguen la ventaja debido a su bien situad,o alfil. Petrosian re­ chazo 15. . . . , C4T temiendo 16. P :x P, pero no hay por que preo­ cuparse de este sacrificio ( 16 . . . . , D x D ; 17. P x P + , R1T; 18. C x D, C x A ; 19. C x C, T x C ; 20. P5R, AlA; 2 1 . P6R, A x P ; 22. T x A, P3C y 23 . . . . , R2C ). Como 10 confirma­ ra Spassky despues de la partida entre Polugaevsky y Tal, su res­ puesta hubiese sido 16. A3D Y si 16 . . . . , P x P ; 17. P5R mientras que 16 . . . . , D3D puede ser refu­ tado con 17. P x P, D x PR; 18. C4D y en esta fluida posicion, las blancas tienen piezas muy ac­ tivas. 1 6. A X P Las blancas tambil:n obtendrian una prometedora posicion de 16. P x P, C4T; 17. AlA, D3D; 18. C5C, TD l D ; 19. D3D y las negras tie­ nen que retirar la pieza de blo­ que mediante 16 . . . . , D3T. 268 • . . . C4T Despues de esto, el caballo de­ sempeiia un papel muy secunda­ rio en la batalla. Sin embargo, el juego de las negras ya estaba muy lej os de ser facil y la me­ jora sugerida por los criticos 16 . . . . , D2R se refuta mediante 17. D4A, T2A ( 17 . . . . , P3TR; 1 8 . C4T y 19. C5A) 18. P4TR, ClD; 19. D3C, C3R; 20. C5R con la amena­ za del avance del PAR. 1 7. 1 8. D4A D5A D2A AXA Petrosian a d v i r t i o claramente que se encontraba en graves aprietos y pen so durante veinte minutos antes de hacer el cam­ bio, el lap so mas largo de toda la partida. 18 . . . . , P3TR para im­ pedir 19. C5C se refuta mediante 19. A x A, D x A; 20. T7D, T2A; 2 1 . TRlD. 1 9. PXA D7A La posici6n de las negras es muy pobre, de manera que intenta cambiar damas. 19 . . . . , C5A se re­ futa mediante 20. C5C, P3C; 2 1 . D3T, P4TR ; 22. C4R, C3D; 23 . C6A + , R2C ; 24. D3CR con un po­ deroso ataque (25. C X P + 0 25. D5R en perspecti:va). 1 9 . . . . , D3D tampoco es mejor a causa de 20. C5C, D3C (20 . . . , P3C ; 2 1 . D3T, P4T; 22. D3AR con la amenaza de C4R6A + ) 2 1 . D x D, PT X D ; 22. P6D, C2C ; 23. P7D, TD l D ; 24. T7R, C4A; 25 . T6D y las ne­ gras estan completamente mania­ tadas. 20. D4A 20. D x D, T x D; 2 1 . T7R era tam­ bic�n muy fuerte, pero el desola­ do flanco R de las negras y la incapacidad de bloquear el pe6n adelantado, hacen pensar a las blancas que deberian continuar ejerciendo presi6n . 20 . ... D X PT Los comentaristas la criticaron, pero de hecho las negras no dis­ ponen de ninguna jugada cons­ tructiva. 21. 22. 23. P6D P7D D5A TD I D D5A P3TR 25. D2A seguido por 26. D7A con un efectivo decisivo. 24. T I AD 25. T7A 26. C4D D3T PACD D3CD Con todas sus piezas apretadas contra el borde del tablero, las negras estan perdidas, pero opon­ drian una mejor resistencia me­ diante 26 . . . . , D3D ; 27. C x P, D7D; 28. T l AR, C6C ; 29. T x P, C5D; 30. C x C, D x C ; 3 1 . T7C, P3C; 32. D5CD, R2C pero, en ultimo ter­ mino, ganaran las blancas avan­ zando, si es necesario, los peones del flanco R para abrir lineas contra el rey. 27. T8A ! C2C No 27 . . . . , D x C ; 28. T x T, T x T ; 29. T8R + , ni 27. . . . , P5C ; 28. T8R ! , D x C ; 29. T x TR + , T x T ; 30. T x T + , R x T ; 3 1 . D5A + ! . D x D ; 32. P8D( D ) mate, n i 27 . . . . , P3C; 28. T x T, T x T ; 29. D x PCD. 28. C6A C3D La ultima boqueada de las ne­ gras, pero las blancas disponen ahora de un elegante final. o bien 23 . . . . , D3A; 24. C5R, D3R; 29. 30. C XT C6A CXD Abandonan 269 1 9.' Partida, Campeonato Mundial, 1 969. Negraa : Petroaian. 88. DEFENSA SICILIANA 1. P4R P4AD En este momento, Spassky lIe­ vaba la delantera con nn puntaj e de 9 11z contra 8 1;" pero Petro­ sian, coma defensor del titulo, solo tenia que hacer tablas para seguir siendo campeon. Por 10 . tanto, se esperaria que j ugase una linea solida con las negras, coma la Petroff 0 la Lopez Cerra­ da, pensando obtener con las blancas la victoria que necesita y hacer tablas en las demas par­ tidas. De aqui que la eleccion de la apertura resulte bastante arriesgada. 2. C3AR 3. P4D 4. C x P · 5. C3AD 6. A5CR P3D PxP C3AR P3TD CD2D Es mas usual 6 . . . . , P3R en que despues de 7. P4A, AlR; 8. D3A, D2A, las blancas no saben como situar el AR en forma activa, mientras que despues del texto la coloca en una casilla firme de in­ mediato. 7. A4AD D4T No 7 . , P3R cuando puede pro­ ducirse pronto A X PR. En. los en­ cuentros Tal-Juchtman, 1956, y Tal-Bilek, 1964, las negras inten­ taron 7 . , P3T pero despues de . . . . 270 . . 8. A x C ! , C x A; 9. DlR ! las blan­ cas tenian la ventaj a, ya que O-O.n y luego P5R resultan muy amena­ zantes para el segundo jugador. 8. D2D P3TR Difiriendo de la conocida partida de Spassky con Polugaevsky (n." 25 ) . 9. A X C 1 0. 0- 0-0 CXA El mismo plan que en el encueft­ tro Tal-Bilek. Ahora las negras se encuentran retrasadas en su desarrolIo y su posicion no pa­ rece muy prometedora. 1 0. . . . P3R 10 . . . . , P4R ha sido sugerido para impedir la consiguiente ruptura de las blancas con P5R. Sin em­ bargo, despues de 1 1 . C5R, A x C; 12. P x A, TIA; 13. A3C las blan­ cas tienen un firme control de las casillas claras y un mejor jue­ go. 1 1. TRIR Las blancas tambien podrian ju­ gar el profilactico 1 1 . A3C que, en el encuentro Kuijpers-Damj a­ novic, Beverwjik, 1966, continua­ ba 1 1 . . . . , AlD ; 12. P4A, AlR; 13. RIC, D2A; 14. TRIR, T I D ; 1 5 . P4C, P4CR; 16. C5A! y l a s blan­ cas ganaron. 11 • . . . A2R ? DSC. Probablemente. la mejor de­ fensa de las negras sea 15. P4R aunque despues de 16. P x P, P x P ( 1 6 . . . . , D x P; 17. C3A y 1 8 . PSC ) 1 7 . CSA. A x C ; 18. PC x A, TD I D ; 19. D2C las blancas consi­ guen un ataque en la columna CE y tienen el alfil mas agresivo. . . . • Pensando en un enroque corto. pero. como muestra el curso de la partida. las blancas no encuen­ tran grandes dificultades para atacar al rey en esa posicion. Una mej or posibilidad era 1 1 . . . . , A2D; 12. P4A. 0-0-0; · por ej emplo : 1 3 . PSR. P4D ! 0 13. PSA. P4D ! ; 1 4 . PR x P, P x PA 0 1 4 . PA x P, P x A; 15. P x A + . T x P y las negras no estan demasiado mal colocadas. 12. 1 5. 1 6. D2C C x PC C3A o 16 . . . . , P4R ; 17. CSA con fuertes amenazas. P4A 1 7. 12. R I C era, posiblemente. mas precisa. ya que, antes de enrocar. las negras tendrian que retirar la dama a una posicion mas pa­ siva ( 12. R I C. O-O ? ; 13. CSD ! ). TIC Ahora l a principal amenaza es PSA para incluir al alfil en el ata­ que al rey. pero las negras tarn­ bien tienen que tomar en cuenta un posible PSR. Asi. si abora 17 D4AD. como sugiere Aver­ bakh. entonces 1 8 . C3A, A2D ; 19. PSR ! con gran efecto. . 1 2. 1 3. A3C 0-0 TlR Preparandose para defender e l 3R contra la amenaza de las blancas de un definitivo PSR en que los movimientos P X P 0 P4R cede­ rian ambos a las blancas un con­ trol de la importante casilla SD y «prolongarian » la diagonal de su alfil. 1 4. R I C I S. P4C I AlA Las blancas ban consolidado to­ talmente su posicion y deben em­ prender algo definitivo. Sacrifi­ can audazmente un peon que si no es capturado avanzara en for­ ma muy efectiva ; por ej emplo : 15 . . . . , P4CD ; 16. PS C, P x P ; 17. P x P. C4T; 18. P6C ! . P x P ; 19. . . .• 1 7. ... A2D Finalmente aparece el alfil y si abora 18. C3A preparando PSR entonces 1 8 . .. , A3A. . 1 8. P5A ! RIT Muy lej os d e ser l a mej or y abo­ ra las blancas utilizan eficazmen­ te la columna abierta AR. Las negras tenian que intentar 18 . . , P4R 0 incluso 18 P x P aun­ que. en ultimo termino. seria di­ ficil refutar D6C de las blancas . . . 1 9. TD I AR . . . . • DID Geller recomendaba 19. P4R, 271 pero entonces las blancas j uegan 20. C6R Y si 20 P x C; 2 1 . P X p. A x P entonces 22. T x C ! con un efecto decisivo. De todos modos. habia dos maneras de oponer una resistencia efectiva : 19 P x P; 20. C x P. A x C; 2 1 . T x A. D 1 D ; 2 2 . A x P. T4R ; y 19 D4R en que las blancas continua con 20. C3A. DSA ; 2 1 . D3T amenazando 22. C5CR 0 si 20. D4A enton­ ces 2 1 . P4TR. proponiendose con­ tinuar con C5CR 0 C I R3D. . . . . • . . . . . • . . .• . . . • Las blancas podrian tambien ga­ nar con 2 1 . C3A amenazando con 22. C4TR y 22. P5R. pero el tex­ to resulta mucho mas decisivo. puesto que permite a las blancas el uso de AR para el CD que era la unica pieza que no participa en el ataque . 21. 22. La unica jugada porque si 22. P x C (22 C X C?; 23. T x A + mate ) 23. C x C. P4CR (de otro modo. 24. D6C ) 24. D3T. T2R; 25 . T x P. A2C ; 26. T x A ! . R x T; 27. T l C + con un ataque de mate. . . . • . 20. PXP PXP Otra mala jugada. 20 A x P les permitiria cambiar una pieza ata­ cante. Las blancas continuarian con 2 1 . C x A. P x C ; 22. C2R y si 22 P4R para impedir 23. C4A entonces 23. A7A ganando el cam­ bio (23 T2R; 24. T x C ! ). Las blancas podrian tambien inten­ tar la mas complicada 22. P5R. P x P; 23. C4R. C4T ; 24. D6C ! . D5T (no 24 C5A; 25 . T x C. P x T; 26. P3A con la amenaza vencedora 26. A2A) 25. T4C. D6T; 26. A4A con diversas amenazas. . . . . .• . . . . • . . . . • . . .• PXP C4T C4R 23_ . . . • D6C ! Continuando la penetraci6n en las casillas de las blancas. Las negras contestan con un error garrafal. pero despues de la ju­ gada. objetivamente correcta. 23. C5A las blancas ganan con 24. T x C. P x T; 25. C3AR (25. P3A para jugar A2A tambien deberia ganar. pero las negras pueden dar batalla con 25. A3A ) 25. D3C (25. D4T; 26. C6A. D4AR; 27. D x PT + mate ). Se ha desbaratado la amenaza de lIe­ var a uno de los caballos a 5C (26 D x T mate ! ) pero despues de la jugada de Geller 27. T5C ! ! (no 27. T2C 0 27. D4C ! ) todo ha terminado -27 D 1 D ; 27. CSR ! . . .• . . . • . . . • . . .• . . . .• . 23 • . . . . . . • PXC? Jugada despues de pensar duran­ te 16 minutos. 21. 272 P5R ! 24. C5C I Las negras tienen que entregar la dama con 24 . . . . , D x C para impedir el mate. Si 24 PxC entonces 25 . D x C + , RIC; 26. D7A + , RIT; 27. T3A y mate. . . . .• Una de las partidas mas cortas y decisivas en las competiciones por el Campeonato Mundial. LIe­ na del tipo de tacticas que gus­ tan a los amantes del ajedrez. 273 1 969 · 1 970 DIGNO CAMPEON , El titulo de esta seccion parece justificado cuando se recuerda la sensacion difundida en el mundo del ajedrez, de que la manera de· jugar de Petrosian y sus resultados no eran realmente dignos de un campeon mundial, incluso en un periodo en que, segun las pa­ labras de Botvinnik, el que ostenta el titulo tiende a ser el primero entre iguales. Recuerdo muy bien como en 1968 y 1969 (antes de la victoria de Spassky ) hubo serias sugerencias, en algunos circulos, en el sen­ tido de que el sistema utilizado para la ob tencion del titulo mun dial debia ser cambiado por el que se aplica en damas de cien casillas. Esto querria decir que el titulo seria.. disputado en forma anual, en una competicion en un ano determinado y en un torneo en el siguiente. Esta proposicion casi no se menciona ahora en vista de los convincentes resultados de Spassky de-spues de haber ob tenido el titulo y especialmente por su triunfo sobre Fischer en Siegen ( n.o 98) . Las mejores partidas de esta seccion son la elegante y sostenida presion contra Pen rose (n.o 90 ) , el energico final contra Ciric ( n.o 93 ) y el triunfo sob re Donner ( n.o 92 ) , en el que las negras al parecer nunca lograron ver la situacion. 275 89. San Juan, 1 969. Negras : Kavalek. DEFENSA INDIA DE REY Naturalmente. n o 9 . . . . . C4T ; 10. P4R. mientras que si 9. CR2D ; 1 0 . P4A. C3C ; 1 1 . P x p. PT X P; 12. A4R ! y la columna abierta D dej a a las negras en peor situacion que en la varia­ cion dada en la ultima nota ( 12. . . . . C5A ; 13. D x D + . R x D ; 14. 0-0-0 + y 15. A5AD ! amenazando con 17. C X P). . . .• 1 . P4D 2. P4AD 3. C3AD 4. P4R 5. P3A C3AR P3CR A2C P3D P3A Una jugada que debe haber traido agradables recuerdos a Spassky (vea la partida Spassky-Evan; n." 5 1 ). 6. A3R 7. A3D P3TD P4CD ? Un movimiento prematuro de las negras. Deberia enrocar 0 jugar 7 CD2D con el encuentro Spassky-Penrose. Palma. 1969. Es cierto queel campeon gano esa partida tambien. pero solo des­ pues de una larga lucha. Ademas. las negras no estaban reducidas a escombros en la apertura como ocurre ahora. . . . .• 8. P5R ! Esto desbarata el juego de las negras. Deberian tratar de man­ tener cerrada la posicion 8. CR2D; 9 . P4A. C3C e n vez de 10 cual comete un desacierto mas que las deja toda la partida lu­ chando por conseguir casillas aceptables para sus piezas. . . . • 8. 9. 276 PD X P PD X P CIC 1 0. P4A 1 1 . C3A C3T A4A Tratando de cambiar el mejor al­ fil de las blancas. pero Spassky no concede. Si 1 1 . . . . . C4A enton­ ces 12. A2AR y el caballo tiene pocas perspectivas que no sean retirarse a 3TR. 1 2. A2R ! Nuevamente. la columna abierta D opera contra las negras. ya que. despues del cambio de da­ mas. las blancas tienen pocas di­ ficultades para explotar la supe­ rior posicion de sus piezas y aco­ sar a las negras por todo el tablero. Quizas las negras de­ ban. en este momento. tomar una decision heroica y conservar las damas mediante 12. • D2A 0 D IA. pero se equivoca al decidir que pueden conseguir un j uego razonable atacando el PR blanco. . . . 1 2. 1 3. T X D DXD+ P3A Por cierto que Tarrasch descri­ biria la formacion de peones di­ ciendo que era «tea» y tendria razon. 1 4. C4D ! Para cambiar el bien colocado alfil de las negras y, en general, abrir la partida haciendo uso del desarrollo superior. Las negras deben haberse sentido muy mo­ lestas al descubrir que las blan­ cas pueden ignorar alegremente la presion sobre el PR. 1 4. 1 5. P x PR PA X P 0-0 Como el caballo esta colgado ( 1 5 . . . . , A x P ? ? ; 1 6 . A x C ) uno espera­ ria aqui 15 . . . . , C2A 0 15 . . . . , CSC para lograr sacar provecho de 10 inevitable. Sin embargo, des­ pues de 15 . . . . , C2A sigue 16. C x A, P x C ; 17. P6R ! C3D ( 17 . . . . , C4R; IS. 0-0 como en la partida ) 1 8 AsT + , R1A; 19. PsA ! C2C; 20. 0-0 gana sin mas. Si 15 . . . . , CSC en­ tonces 16. C x A, P x C ; 17. A x C, P x A; I S . P6R ! 0-0 ; 19. T l AR y despues del cambio de torres las negras quedan paralizadas, inca­ paces de desarrollar el flanco D . . 1 6. 0-0 Si 18. . . . , CID entonces no 19. A3D, PsA ! sino 19. A4C ! , C x P ( 19. . . . , P x A; 20. T x T + y 21. T x C nuevamente, con una paralisis completa ) 20. A x P, C2A; 2 1 . A6CD ! , C 1 R ; 22. A6R + , R 1 T ; 23. T X T + Y 24. T8D gana de inme­ diato. 0 si 18 . . . . , C3D; 19. AsA, A4R ; 20. AsT amenazando con el fatal 2 1 . TR1R. 1 9. P4CR ! Una vez que se ha abierto la co­ lumna AR, la fila posterior de las negras se debilita demasiado; por e j e m p l o : 19 . . . . , PA x P ; 20. T x T + , A x T ; 2 1 . T8D, 0 19 . . . . , C x PC ; 20. A x C, A x C ; 2 1 . P x A, P x A; 22. A6T ! , T l R ; 23. T7A 0 23. T4D con un ataque de mate . 1 9. 20_ T X P 2 1 . TR4D P5A TlR Forzando una penetraci6n deci­ siva en SD. 21. 22. T8D P4A CD3A C2A Si 16 . . . . , P3R entonces el AD que­ da en grave peligro despues de 17. P3TR amenazando con IS. P4CR. 1 7_ C x A 1 8. P6R PXC C4R 277 Por fin. j Pero demasiado tarde ! 23. 24. TXT+ PxP TXT C5D Un intento desesperado por con­ seguir contrajuego. Despues de 24 . . . . , P x P ; 25. A x PA, P5C; 26. C5D, etc. Las blancas ganan facil­ mente . 25. P X P 26. A X C 27. C5D TIT PXA Abandonan Si 27 . . . . , P6D; 28. A x P, C x A; 29. T x C, T x P; 30. C x P + , RI A; 3 1 . C5A con l a amenaza d e 32. T8D + 10 da por terminado. 90. Palma de Mallorca, 1 969. Negras : Penrose. DEFENSA INDIA DE REY 1. 2. 3. 4. 5. 6. P4D P4AD C3AD P4R P3A A3R C3AR P3CR A2C P3D P3A P3TD Es posible que el campe6n brita­ nico haya cometido una impru­ dencia al elegir una variante de apertura contra la que el cam­ pe6n mundial siempre juega tan bien (vea las partidas n ."' 49 y 89 ). 7. A3D Despues de 7. P4TD, P4TD segui­ do por C3T las negras tienen un juego equitativo. 7. ... CD2D Sin repetir el error de Kavalek 7. , P4CD ?; 8. P5R. . . . 278 8. CR2R 9. D2D 1 0. 0-0 P4CD A2C El objetivo de la postergaci6n del enroque de las negras se ve en la variante 10. A6T, A x A; 1 1 . D x A, D4T ; y como 12. D7C, T l CR; 13. D6T, P4R gana el con­ trol de 4AD 0 4R para el CD de las negras, las blancas han conse­ guido muy poco con esta incur· si6n de su dama. 1 0. 1 1 . P3CD 1 2. P5D 1 3. C I D 0·0 P4R P5C ! Bastante pasivo. 1 3 . C4T parece mas natural, pero despues de 1 3 . . . . , P4A seguido por P4TD y C3C, las negras se encaminan a la la creaci6n de contrajuego en la columna TD. 1 3. ... P4A ? Pero la jugada resulta fuera de lugar aqui y las negras advierten gradualmente que no se pueden zafar de su posici6n restringida. La linea decisiva era 13 . . . . , P X P; 14. PA x P, C x PD ! ; 15. P x C, P5R; 1 6.P x P, A x T; 17. D x P, D2A; 18. CD3A, A7C ; 19. TIC, P4TD; 20. D4D (20 . D4T, C4A! ) 20 . . . . , A6T ! ( 2 1 . A6TR?, A4A ) y coma las ne­ gras han conservado el AR y des­ viado la torre blanca no permi­ tiendole el acceso a las columnas abiertas, pueden mirar el futuro con confianza. Juzgar adecuada­ mente tales lineas es, por supues­ to, una tarea sumamente ardua, y de hecho parece que la s6lida po­ sici6n de las negras no puede ser abatida por un largo tiempo. 1 4. i s_ P4C C2A C3C R2C 1 6. 1 7. RIT C I CR DsT La celada es un poco demasiado obvia. 17. A5C no gana la dama s610 permite que las negras cam­ bien su alfil mas activo mediante 17 . . . , A3T, mientras que en este ' momento 17. . . . , A3T; 1 8 . P5C, A2C; 19. C4C dej a a la dama en grave peligro ( 1 9 . . . . , P4A; 20. P x P a.p., CD x P; 2 1 . A5C 0 20 . . . . , A x P; 2 1 . C x A, D x C ; 22. P4A, P x P; 23. A x PAR, C4R?; 24. A6T, C6A; 25. D3R. C x A; 26. D x C( 6T ) y e l caballo clavado empieza a causar preocupaciones ). La tranquila respuesta de las negras muestra que han visto to­ do esto. . 1 7. 1 8. Un apropiado cambio de frente. puesto que despues de la Ultima jugada de las negras ya no hay una manera favorable de abrir lfneas en el fIanco R. 1 8. 1 9. T2T 20. TRlTD P4TD C (2D ) 3A C2T Era mejor defender el fIanco D mediante 20 TD lC; 2 1 . P X P. PT X P; 22. T7T en que la torre invasora puede ser expulsada con C2T seguido por A3ARI D3C. . 21. 22. 23. 24. 25. PXP TXT TXT D2T D7T . . .• PT X P TXT AxT A2C D2R La posici6n que Penrose buscaba. En realidad. es dificil que las blancas puedan encontrar un plan vencedor porque las negras tie­ nen pocas debilidades reales. Un proverbio que se aplica a tales posiciones dice : « Es tan dificil ganar para las blancas como para las negras, hacer tablas .» Las blancas pueden cambiar la orien­ taci6n de sus piezas, preparar la mejor formaci6n posible antes de abrir lineas y amenazar con diversos sacrificios para abrirle camino a dos peones adelantados unidos. 26. A2R ! Desocupando 3D para el caballo. P3T P3TD ! 26 • . . . C (2T) 3A 279 26. . . . , D2A era una alternativa defensiva que restringia la movi­ lidad de la dama enemiga (vea la jugada n .O 29 ) y despues 27. P4A, P3A; 28. C3D, AlAR el sacrificio jugado en la partida presente no daria resultados. 27. 2S. 29. 30. P4A A X PAR DSC ! C3D PxP CIR A5D P3A Una vez mas las negras parecen estar fuera de peligro, ahora que han activado el AR e impedido P5R. Sin embargo, las blancas to­ davia tienen una posibiIidad de abrir Iineas : el avance del PTR. 3 1 . A3A 32. P4T ! 33. PST D2D R2T P4C Jugada, sin duda, con un suspiro de aIivio. El debiIitamiento de 4AR no parece demasiado impor­ tante. El alfil se ha alej ado, de modo que la presion sobre el PD ha disminuido. 34. A2D . . . A3R C2R ( Ve r diagrama siguien te. ) Las negras pensaban jugar 35 . . . . , D I A con tablas seguras pero apa­ rece ahora un sacrificio vencedor. 280 PA X C PxA CIC o 3 8 . . . . , D3D; 39. D l T seguido por 40. P5R. 39. DSC 40. CSA C (R) 3A C2R Ineluso en este momento avan­ zado de la partida las negras parecen seguras, ya que si 4 1 . P5R, C X C ; 42. P x C, P5C ! 0 4 1 . C x C, D x C ; 42. P5R, C I R. Sin embargo, reciben ahora un bri­ lIante coup de grace. 41. C X P '! C (R) X P A4R Puede resuItar mej or jugar 34. , C2C, pero entonces 35. P5R ! , PA x P ; 3 5 . A4R + , R 1 T ; 36. A6C amenazando C4R6A es dificil de refutar. 35. 36. C X A 37. A X PA ! 3S. D X P o 4 1 . . . . , R x C ; 42. D8A + , R2T ; 44. D x C + y 45. D x P con cuatro peones p�r el cabalIo. 42. PA X C 43. DSA + 44. D x P RxC D2C C2D Esperando todavia bloquear el PR. 4S. D6D + 46. PSR ! R2T RIT o 46 C x P; 47. A4R + , RIT; 4B. DBC + ganando el caballo y luego el alfil.· . 47. . . .• P6T D2T 48. P6R o 4B . . . . , C3A; D7A + 49. DBC + . C I C ; 5 0 . D5R + mate. 49. R3C Abandonan 91 . La U.R.S.S. contra el Resto del Mundo, Belgrado, 1 970. Blancas : Larsen. APERTURA URSEN Una de las innovaciones mds interesantes sugeridas recientemente consiste en anotar, no solo las jugadas de una partida, sino tam­ bien el tiempo que se ha demorado cada participante en cada una de ellas. B ronstein es uno de los mds entusiastas - partidarios de esta idea y la aplico mientras observaba esta famosa partida. Como este registro del tiempo puede ser de in teres para los lectores, 10 he incluido entre parentesis despues de cada jugada. 1. una linea citada en libros que da­ tan de mediados del siglo pasado. P3CD (0) Larsen hace a menudo esta juga­ da, confirmando asi su posici6n como uno de los mas autenticos seguidores de Nimzovich entre los grandes maestros contempo­ raneos. 1. 2 . A2C (0) 3. P4AD (0) P4R (0) C3AD ( 0) Esto convierte la partida en una especie de Inglesa 0 Siciliana in­ vertida. Una linea mas indepen­ diente resulta del inmediato 3. C3AR 0 3. P3R. En este ultimo caso, la partida podria continuar 3. P3R, P4D; 4. ASC, A3D ; 5. P4AR 3. 4. C3AR (0) C3A (0) Aqui nuevamente es necesario considerar 4. P3R para refutar 4. . .. , P4D con 5. P x P, C x p.; 6, ASC 0, como Larsen jug6 contra Spas­ sky en Leiden, unas pocas sema­ nas despues de la presente par­ tida 6. P3TD, A3D ; 7. DlA, 0-0 ; B. C3AR, D2R; 9. C3A, C x C; 1 0 . D X C. P4A; 1 1 . A5C ! con igualdad. 4 • . . . PSR ( 1 ) 4 . . . . , P3D e s perfectamente fac­ tible, pero Spassky decide acep­ tar el reto. 281 5. C4D ( 1 ) 6 . C X C (0) 7. P3R ( 1 ) A4A (4) PD X C ( 1 ) A4A (4) 11. Naturalmente, las negras dej an atras e1 PD. 8. D2A (3) 9. A2R ( 5 ) D2R ( 1 ) 0-0- 0 (4) Esta compensacion puede compa­ rarse con que se origina en la va­ riante Nimzovich de la Defensa Siciliana, a saber: 1 . P4R; P4AD ; 2. C3AR ; C3AR; 3. P5R, C4D ; 4. C3A, C x C ; 5 . PD x C, P3R; A4AR, C3A ; 7. D2D, A2R; 8. 0.0.0, D2A; 9. A4A, P3CD; 10. TR 1 R, A2C en la que las negras tienen una par­ tida dificil, pero jugable. Si Lar­ sen hubiese recordado esto, no habria cometido el error que ve­ mos a continuacion. Pero, como indica el control de Bronstein, Larsen no dio mucha importan­ cia a esta jugada. 1 0. P4A ? (2) Las blancas deberian desarrollar el caballo mediante 10. C3A, mien­ tras 10. A x C, D x A; 1 1 . C3A ejer­ ciendo presion sobre el PR era tambien una idea razonable. 1 0. .. . C5C ! (4) La ultima j ugada de las blancas debilito su fIanco R, y por 10 tanto, las negras que tienen de­ sarrollo libre para sus piezas em­ piezan a utilizarlas con desagradables amenazas coma 1 1 . . . . D5T + ; 12. P3C, D6T 0 1 1 . . . . T x P ? ! 0 sacrificios de piezas en 6R. , , 282 P3C ( 1 5) Finalmente, Larsen se da cuenta de la gravedad de su posicion. 1 1 . A x C, D5T + ; 12. P3C (jugar el rey es el mal menor) 12 . . . . , D x A les dejaria una debilidad cronica en las casillas claras. 1 1. ... P4TR ( 1 8) Las negras ya podrian conside­ rar 1 1 . . . . , T x P ; 12. C x T, C x PR; 1 3 . D3A, TlD con peligrosas ame­ nazas, pero e1 energico texto es mucho mas dificil de refutar. 12. P3TR (6) Despues d e 12. C3A e l sacrificio 12 . . . . , T x P es suficiente para ganar; por ejemplo : 1 3 . D x T, A X P ; 14. D I D ( 14. D2A, A7A + ; 1 5 . R2D -para impedir 15 . . . . , C6R con j aque- 1 5 . . . . , P6R + ) 14 . . . . , A7A + ; 1 5 . RIA, P5T ! y 16 . . . . , P x P ; mientras que si 1 3 . R x T entonces 1 3 . . . . , A x P + ; 14. RID, T I D + ; 1 5 . R I R, A7A + , etc. 1 2. ... P5T (6) Despues de esta excelente juga­ da, la sala, con mas de dos mil espectadores, desbordaba de en­ tusiasmo. B.H. Wood y yo, que estabamos sentados en las pri­ meras filas, analizamos febril­ mente la aceptaci6n del ofreci­ mien to, utilizando un juego por­ tatil, especialmente la variante que comenzaba 1 3 . A x C. Despues de cierto escepticismo inicial, lie­ gamos a la conclusi6n de que las negras debian ganar, pero debo reconocer con toda honradez que descubrimos el golpe de gracia de Spassky en la jugada n .D 14. 1 3. P X C ( 53 ) S i 13. A X C entonces 13 . . . . , A x A; 14. P x A, P x P; 15. T I C, T8T ! ! como en la partida 16. T x T, P7C; 17. TIC, DST + ; 18. R2R, D x P + ; 19. RIR, D6C + ; 20. R2R (20. R I D , D1A; 2 1 . D x P, D x T + gana) 20. . .. , D6A + ; 2 1 . R I R, A2R! con decisivas amenazas de mate; por ejemplo : 22. P4D, P x P a.p.; 23 . D x PC, P7D + ; 24. C x P, AST + ; 25 . D3C, D x PR + , etc. 1 3. 14. T I C (0) PxP (1) T8T ! ! ( 1 7 ) Aparentemente, e n este momento el entusiasmo de la sala se trans­ miti6 a Spassky y pas6 algUn tiempo comprobando si las blan­ cas tenian alguna defensa. i La respuesta es no! 15. T X T (4) Si 15. RIA entonces 15 . . , T X T + ; 16. R x T, D5T y mate. . . 1 5. 1 6. T l A (4) P7C (3) Si 16. T I C, D 5 T + ; 17. RID, D8T; 18. D3A, D x T + ; 19. R2A, D7A; 20. P x A y ahora las negras pue­ den ganar mediante 20 . . . . , P8( D ) o 2 0. . . . , D x A; 2 1 . C3T, ASC ! ga­ nando la dama, ya que no se pue­ de permitir 2 1 . . . . , D6D + ; 22. RIA, P8C( d ) + . 1 6. . . . 1 7. R I D ( 1 ) Abandonan , D5T + ( 1 ) P X T (D ) + (0) H a y mate forzado despues d e 1 8 . A x D, A x P + . Una de las mas sorprendentes partidas de nuestros tiempos y una de las que, junto con la n.D 98 ( Fischer), da prueba convin­ cente de que Spassky es un digno campe6n mundial. 283 LeideD, 1 970. 92. Negraa : DODDer. DEFENSA FRANCESA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. P4R P4D C3AD A5C CxP AxC C3AR P3R P4D C3AR A2R AxA A2D Intentada par Petrosian en la competici6n de 1 965, sin ningUn exit o . 8. D2D 9. C X A + 1 0. C5R 1 1 . 0-0- 0 A3A DXC 0-0 TtD Mejorando l a debilitadora jugada de Petrosian 1 1 . . . . , C20, pero las blancas todavia tienen una buena partida con su firme ca­ ballo en 5R y su mayor control del espacio. , Fue realmente pru­ dente Donner al elegir una va­ riante que los grandes jugadores y sus aliados deben haber exami­ nado cuidadosamente y que Spas­ sky manej a perfectamente ? Lej os de la linea de la torre. El desarrollo del alfil puede esperar una 0 dos j ugadas. ... AIR , Par que llevar al alfil a 3 A a menos que uno este preparado 284 1 3. P3CR 14. A2C C2D P3A Una lamentable necesidad, ya que 14 . . . . , TD IC no les facilita­ ria conseguir el liberador P4AD. 1 5. P4AR 1 6. P4TR D2R Preparadas para el ataque. las negras en su critica situaci6n de­ ciden que deben cambiar el mal alfil, pero debilitan el PR. 1 6. ... P3A Era preferible un plan mas pa­ ciente; par ejemplo : 16. . . . , CIA seguido par TDlA, P3CD y P4AO. 1 7. 1 8. 1 2. D3R 1 2. para dej arlo alIi 0 cambiarlo? 12 . . . . , C20 parece mejor, ya que las blancas no pueden emplear tan facilmente la linea de ataque de la partida anterior, aunque des­ pues de 13. C x A, P x A; 14. P4AR o 14. P3CR todavia tienen una ventaj a. C3A A3T ! A4T Acercandose inmediatamente al punto debil. 1 8. 1 9. D x A AXC CIA 19 . . . . , P4R? resulta pear todavia, ya que despues de 20. PO X P, P x P existe el desagradabilisimo jaque 2 1 . D3C +, RIA (para prote­ ger a la dama : 2 1 . . . . , D2A ? ? ; 22. A6R 0 2 1 . . . . , R I T ; 22. D x P, TDlC; 23. D x PT, T I T ; 24. D7A, TDlA; 25. D6D Y ganan ); 22. P X P y en­ tonces el mortal 23. TRIA + . 20. TRI R 21. AlA ! D2A refuta mediante 23. A x PC, de modo que las negras trasladan su torre indefensa. Sin embargo, la principal amenaza era P5A, de manera que las negras tenian que intentar 22. . . . , P4AR y las blancas tendrian que devolverse y proteger el PD antes de pe­ netrar con P4CR y posiblemente P5T. 23. 24. No el tipo de jugada que se le ocurriria de inmediato a todo el mundo, pero la ultima nota in­ dica que la diagonal 3CD/8CR es la clave de la posicion. 21. 22. A4A T·3D TD I D ? El disparatado 22. . . . , P4CD se PSA I PXP T X PD TXT+ Esta pierde sin presentar batalla. Aunque 24 . . . . , D2R era impres­ cindible despues de 25. D3T ! para qui tar de en medio la pieza bID­ queadora, las blancas deberian ganar; por ejemplo : 25 . . . . , D x D ; 26. P7R + , T x.A ; 27. P x D 0 25 . . . . , C3C; 26. P5T ! , T x A; 27. P x C, . T x T + ; 28. T x T, D x P ; 29 . T8D + y mate, 0 25 . . . . , P4AD ; 26. D x PT, T x T + (26 . . . . , T X A, 27. T x T y 28. P7R ) 27. T x T, T x T + ; 28. R x T, C3C; 29. D x PC ! , etc. 25. T X T 26. D x T T X T+ Abandonan Despues de 26 . . . . , D2R la pieza bloqueadora se ve retirada a la fuerza por 27. D8D ! clavando el caballo e impidiendo asi C3C. 285 IBM, Amsterdam, 1 970. Negras : Ciric. 93. APERTURA CATALANA 1. 2. 3. 4. 5. 6. P4D P4AD C3AR P3CR A2C 0-0 P4D P3R C3AR A2R 0-0 P3AD Una s61ida defensa para preparar P3CD que, si se juega en el acto, da a las blancas cierta iniciativa con 7 . . . . ,P x P 0 7. CSR. El texto tambien les permite recobrar pie­ zas en el centro con el PA. 7. P3C 8. A2C 9. CD2D 1 0. T l A 1 1 . P3R CD2D P3CD A2C TlA Volviendo al metodo Ragozin. 1 3. PA x P AxP U na decisi6n atrevida que permi­ te a las blancas un fuerte empuje en el centro. Sencillamente, 13. . . . , PR x P deberia mantener el equilibrio. 1 4. P4R 1 5. P5R 1 6. C4A A2C C4D DIT Deberia probar 1 6 . . , A3T impi­ diendo la jo.gada siguiente de las blancas, pero· era dificil darse cuenta de 10 fuerte que resulta el sacrificio de pe6n. . . 1 7. CID ! AXC o 1 7 . . . . , A3AD; 1 8 . P x P, C x PA; Las blancas tienen la ligera ven­ taj a de poder situar la dama en la casilla segura 2R, mientras que las negras no tienen tal refugio para su consorte. 1 1. ... P4A 1 1 . . . . , T2A proponiendose situar de inmediato la dama en IT pue­ de ser mols prudente; por ejem­ plo : 12. CSR, P4A; 13. D2R, D l T ; 14. PA x P, PR x P ; 15. C x C, C x C ; 1 6. P x P, P x P; 17. P4R, T l R (Ke­ res-Ragozin, 14.0 Campeonato de la U.R.S.S., 1 945 ). 12. D2R 286 T2A 19. C4D amenazando con 20. C X A 0 20. D4C. 1 8. 1 9. PxA PXP T3A PxP o 1 9 . . . . , C x P; 20. C5C con ame­ nazas de 2 1 . DSR; 2 1 . D5T 0 in­ cluso 2 1 . A x P : 20. C5C ! Una excelente jugada de ataque que amenaza entre otras cosas 2 1 . C x PR (21. . . . , T l R ; 22. D4C ! ) asi que las negras tienen ahora muy pocas posibilidades de elec­ ci6n. 20. 21. TXP El comienzo de un ataque de­ vastador. TRI D ! La j ugada mas fuerte. clavando el caballo y haciendo entrar en j uego a su ultima pieza inactiva. El tentador 2 1 . C x PT. R x C ; 22. D5T + . R I C ; 23. A x P. R x A; 24. D4C + . R 1 T ; 25. tiene el fallo vi­ tal 2 1 . C6A ! ; 22. A x C. A x A con contra amenazas en la diago­ nal larga blanca. . . .• 22. o 22 P4A ... CD3A; 23 . AD x C ganan­ do una pieza. 0 22 P3C; 23. C x PT ! . . . .• . . . .• DIR 2 3 . D4AD L a amenaza era 24. C X PR. pero la debilidad del PR no puede ser protegida tan facilmente. 24. TxP TlR Las negras no encuentran ningu­ na defensa. de modo que se lan­ zan sobre la espada. Asf. 24. RIT. para escapar d e l a peligro­ sa diagonal. se refuta con 25. A x C. P x A (25. • A x A; 26. D x T ) 26. T x D. P x D; 27. T7R. mientras que 24 T3C se refu­ ta mediante 25. T x P ! . T x T ; 26. A x C. A x A; 27. D x A. etc. . . . • . . . . 21. T3T ... 25. Para desclavar las piezas y reti­ rar la torre de una casilla en la que constituye una debilidad tac­ tica. Asi 2 1 . CD3A pierde ante 22. AD x C. P x A; 23. D5T !: P x C ; 24. D x PC + . RIT; 25. D5R + y 26. D x T . Sin embargo. la mejor po­ sibilidad de defensa es 2 1 . • P3TR; 22. C4R. T3T; 23 . D4C. P3A aunque despues de 24. C x PAD. C x C ; 25 . T ?< C(5A) los alfiles blancos le dan la ventaj a (25. C6R? ; 26. P x C. A x A; 27. T7D. T2A; 28. T x T. R x T ; 29. T7A + ). . . .• . . . . . . • 22. D4R . . . • TXP DlT Tienen que proteger a l caballo. 26. AXe Una decision sorprengente, pues­ to que 26. T7R 0 26. T6D parecen m u y f u e r t e s . Evidentemente. Spassky no quiso perder la opor­ tunidad de terminar la partida con un sacrificio de dama. 26. 27. 28. D4TR DXPI AXA P3TR Tambien podria ganar con 28. 287 T x PT, pero el bello texto es mas decisivo y elegante (28 . . . . , P x D ; 29. T6CR mate ). 28. 29. TxC! C3A Abandonan El final podria ser 29 . . . , T x T ; 30. D7T + , R1A; 3 1 . D8T + , R2R ( 3 1 . . . . , A 1 C ; 32. A x T ) 32. D x P + , T2A; 33. C x T, A8T (33 . . . . , A x C; 34. TiR + ) 34. CSR + y mate a la proxima. . 94. IBM, Amsterdam, 1 970. Negras : Langeweg. DEFENSA INDIA DE REY 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. P4D P4AD C3AD P4R P3A A3R CR2R C3AR P3CR A2C P3D 0·0 C3A TIC Una jugada d e aspecto extrafio, pero que tiene su obj etivo, ya que las negras se proponen pre· sentar un desafio en el centro mediante P3TD y P4CD en que la torre encontrara un empleo util. 8. C I A 9. C3C P4R Una linea crucial es 9. PSD, CSD ofreciendo un peon a cambio de un juego fuerte en las casillas os· curas. Si las blancas j uegan en· tonce s 10. C3C haciendo peligrar el puesto de avanzada del caba· 110, las negras pueden continuar 10 . . . . , P4A; 1 1 . P X P a.p., P X P activando la torre. La partida 288 muestra que Langeweg tiene la misma idea. 9 TlR U n audaz intento d e perturbar al campeon, pero no da resultado y 9 . . , P X P ; 10. C X P, C4TR era preferible. . . 1 0. P5D C5D La jugada tematica, y de todas maneras 10. . . . , C2R dej aria el PTD en prise. 1 1. C X C 1 2. A X P 1 3. A3R ! PXC P4A Spas sky introduce una importan­ te innovacion, ya que el autori­ zado libro de Boleslavsky sobre la Defensa India de Rey consi­ dera muy prometedor el sacrifi­ cio de pe�n, basado en la partida Bagirov-Bobolovich, Semifinal del , 34.0 Campeonato de la U.R.S .S., que continuaba 1 3 . A2A?, P4CO ! ; 14. P x P. C x PR; 15. P x C (15. C x C P4A ) A x C + ! ; 16. P x A. T x P + con un fuerte ataque. Spassky seiiala que las negras cuentan con una buena altema­ tiva en el inmediato 13 C X PR; 14. P x C. A x C + . 15. P x A. T x P + y si 16. R2D entonces 16. D4C + ; 17. R2A. D4A! con una po­ sici6n ventajosa debido a las amenazas de j aque a la descu­ bierta 0 sencillamente 18. D x A + . El texto mantiene cerra­ do el flanco D . • . . . . . • . . . • . . .• 1 3. ... P4CD ? Las negras deciden continuar se­ gUn las lineas de la partida Ba­ bolivich. pero deberia jugar 13. C4T pensando en explotar la columna R que se encuentra se­ miabierta m e d i a n t e P4A. Las blancas pueden consolidar con 14. A3D y 1 5 . 0-0. pero las negras tienen un buen control de las ca­ sillas oscuras y posibilidades de ataque con un oportuno DsT 0 A4R y D3A. considerables posibilidades de justificar sus duros sacrificios. 17 • D5T + . . . Ahora 17 . . . , D2R; 18. R2A deja a las negras casi sin ninguna perspectiva, de modo que tratan de debilitar la casilla 3AR de las blancas. . 1 8. P3C 1 9. R2A 20. R I C D2R D3A + El ataque ha sido liquidado y no hay puntos debiles que las ne­ gras puedan vulnerar. . . . • 1 4. PXP C x PR ? Una imitaci6n demasiado servil. 14 C4T era siempre mej or. . 1 5. 1 6. 1 7. PxC PxA D2D ! • o 20 . AXC+ T x PR A5C . . . . . . • . . . . • D6A; 2 1 . A4AR ! 2 1 . A5C 22. A4AR Las negras confiaban en el mas obvio 17. D3A en que despues de 17 D2R; 1 8 . R2D las negras desarrollan el alfil a 18 , AsC gan ando tiempo. Entonces 19. D3C. T l R ; 20. T l R. TsT les da . 20 . . .• . . . D4R Abandonan Despues de 22 . . . . , D2R; 23. P3TR. A6A; 24. T2T ! seguido por 25. T2A las blancas han protegido firme­ mente la casilla 2R (25 . A2C ?, T7R ! ) y puesto al rey completa­ mente a salvo. 289 IBM, Amsterdam, 1 970. Blancaa : Jongama. 95. DEFENSA SICILIANA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. P4R C3AR P4D CxP C3AD P3CR A2C 0-0 P4AD P3D PxP C3AR P3R A2R 0-0 P3TD Evidentemente, las negras no pueden todavia desarrollar el ca­ ballo con 8 . , C3A a causa de 9. C x C, P x C; 10. P5R! . . . 9. A3R Demasiado lenta. El plan normal indica el fianchetto de la pieza, de manera que 9. P3C 0 9. CD2R son las jugadas correctas en este momento (vea la partida n.· 5 1 ). 9. . 1 0. D2R 1 1 . TDID 12. P3TR D2A C3A A2D Continuando con su lenta estruc­ turacion, pero, como muestra el curso de la partida, el desarrollo sin un plan COQcreto resulta in­ suficiente contra la presion del flanco D de las negras. Esto ya se habia visto en un encuentro entre Dubinin y Estrin, 1962, que continuaba 12. C3C, P4CD; 13. P3TD, TD l C ! ; 14. P4A, P5C; 15. P x P, C x PC en que las blancas ya se veian forzadas a adoptar 290 una actitud defensiva con 16. TlA a causa de la amenaza 16. . .. , C x P; 17. D x C, A5T ! 12. 1 3. P3T Esta jugada, que cia en la partida preludio de una sobre el flanco D 14. . P4CD TR IA tambien apare­ de Estrin, es el fuerte presi6n de las blancas. . . . Por fin, una indicaci6n de que las blancas desean atacar a las ne­ gras sobre el otro lado del table­ ro, pero el gesto llega demasiado tarde. 14. P4A 1 5. C x C TD I C Una inconsecuencia mas. 1 5 . P4CR es la Unica justificaci6n para sus ultimas dos jugadas. 1 5. 1 6. A l A AXC Una honrada confesion d e su inexactitud en la jugada n." 9. 1 6. 1 7. P4TD TRIR (Ver diagrama siguiente. ) Preparando un instructivo error. Aunque parezca extraiio, su me­ jor jugada fue la retirada 17. C1C, 1 7. 1 8. 19. PxP C5D ? P5C PxP Tenia que intentar 19. C 1 C . 1 9. 20. PxC PxP Las blancas habian vis to hasta aqui advirtiendo que recobrarian la pieza. El campe6n habia visto un poco mas alIa. aunque naturalmente, las negras consiguen la ventaj a despues de 17. . . . , P5C en que las blancas tienen que tomar en cuenta la 'lmenaza 18 . . . . A4C. , 20 Abandonan • . . . A2D ! 2 1 . D x A, T l R y j la dama esta perdida ! 96. Olimpiada de Siegen, 1 970. Blancas : Vizantiadis. GAMBITO DE DAMA ACEPTADO 1 . P4D 2. P4AD 3. C3AD P4D PxP 3. C3AR es 10 usual para impedir el consiguiente movimiento de liberaci6n. 3. 4. P5D P4R No 4 . P x P, D x D + ; 5. C X D, C3AD; 6. C3AR, A3R; con un de­ sarrolIo fadl para las negras que mas adelante pueden proceder a atacar el PR. 4 5. • . . . P3TD P4TD No 5. D4T + ?, P4CD ; 6. C x P ?, A2D ! ni 5 . P4R, P4CD; 6 . P4TD, P5C; 7. C2T y ahora no 7. . . , P4AR (Golombek-Alekhine, Mar­ gate, 1935 ) pero 7 . , C3AR con ventaj a. . . . . 5. 6. A5C 7. P4R 8. A X C C3AR CD2D P3T 291 Abandonando su mejor alfil. Te­ nia mas fuerza 8. A4 T. 8. 9. A x P j Por supuesto ! P4TR A2D P3CR 1 6. C3C 1 7. P3A I S. R1T 1 9. T l CR CxA A5CD A3D de inmediato parece 9. 10 mej or. 1 0. D2A 1 1 . C3A 0-0 A3D Perdiendo un tiempo. 1 1 . D2R parece mas consecuente. De to­ dos modos. las negras conservan la ventaja ya que los peones cen­ trales de las blancas convierten al alfil de casillas blancas en una pieza poco util. . . . • 1 2. 0-0 C4T Preparandose para sacar prove­ cho de las casillas oscuras. mien­ · tras el unico plan posible de las blancas para conseguir presion sobre la columna AD se ve frus­ trado por una muy buena forma­ cion defensiva : P3TD. A3D. 1 3. C2R 1 4. C2D A5CR Deben evitar los peones duplica­ dos. pero las piezas negras ocu­ pan ahora casillas aun mas ame­ nazadoras. 1 4. 1 5. C3CR ? D4C ! La poca calidad de la apertura de las blancas y sus errores sub­ secuentes las dej an con una ta­ rea ingrata. Les gustaria cambiar el poderoso caballo negro. pero la amenaza 19 P5T tiene que ser resuelta primero. Sin embar­ go. 19. D2A parece ligeramente mej or que la espantosa jugada del texto que dej a al rey sin una casilla de escape e invita a un mate ahogado. . 1 9. . . . 20. C2R . . . • P4AR Todavia una concesion mas . 20. C lAD proponiendose 2 1 . C3D era por 10 menos un plan logico. 20. 21. CxC PxP 1 5 . P3A era esencial. 15. 292 C5A No 2 1 . D x P ? A4AR ; 22. D3R. C6T ! ; 23. D x D. C7A mate. 21. 22. 23. PXP DIA TXC TD I AR R2C Tenia que hacer una conceSlOn mas con 26. P x p. A x·P ya que se necesitaba al alfil para defender la 3AR. Invitando a su adversario a «ex· plotar la c1avada» mediante 24. P3C y le sigue 24 . . . . , A5CR ! , y 25 . . . . , A6A + es una grave amenaza. 24. 2S. A2R C2D 26. 27. De 10 contrario 27 . , A5CD 10 forzara de todas man eras. . D2R . . T(l) XC ! 27 . . . . Abandonan Volviendo apresuradamente para proteger al rey. 2S. 26. T7A C3A El interesante final seria 28. P x T, T x P + ! ; 29. R x T, DST + 30. R2C y ahora 30 . . , A6T + 0 30 . . , A4AD fuerzan el mate. P3A ! . . A4A . . 97. Olimpiada de Siegen, 1 970. N egras : Kostro. DEFENSA ESLAVA 1 . P4D 2. P4AD 3. C3AR 4. C3A S. ASC drian lograr cierta compensaci6n con sus dos alfiles, de manera que Spas sky prefiere un sacrifi· cio de pe6n con el que ya habia tenido exito contra Pachman en el tomeo de grandes maestros, en Moscu, 1 967. P4D P3AD C3AR P3R P3TR Una jugada que ha tenido mala reputaci6n . La antigua teoria es· tipulaba que despues de 6. A x C, D x A; 7. D3C ! impidiendo 7 A5C las blancas podrian utilizar su control de la 4R para avanzar 8. P4R con ventaj a. Sin embargo. en esa situaci6n las negras po. . . . • 6. A4T 7. P4R PxP P4CR Habiendo comenzado, es necesa­ rio llevarlo a cabo a toda costa 0, como dice el proverbio ruso « habiendo dicho A. hay que de­ cir B » . 7 . . , P4CD ; 8. P5R seria s6lo una transposici6n. . . 293 8. A3C P4C Despues de 8 . . . . , ASC las blancas tienen el gambito 9. A x P, C x P ; 10. 0-0 con muchas Iineas abiertas para sus piezas . 9. A2R Contra Pachman, Spassky conti­ nuaba 9. D2A, PSCR; 10. CSR, D x P ; 1 1 . T lD, D3C ; 12. A2R, CD2D; 13. 0-0, A2R; 14. C x PCR con un juego complicado que eventualmente gan6. El texto, al poner enfasis en un desarrollo ra­ pido, parece una continuaci6n mas confiable. 9. ... A2CD 9. ,PSCD ganaria el PR a cam­ bio del PAD, pero es una jugada que relaj a demasiado la posici6n. . . . 1 0. 0-0 P5D ! . . . PA X P No 1 1 . . . . , PR x P ; 12. P x P, C x P ; 13. C x C, P x C ; 14. A x P ! y si 14. . . . , PD x A entonces 15. T l R + , 294 PxP! Spassky no se siente satisfe­ cho con el cambio ( 12. C X PCD, C x P ! ) Es mas importante abrir la columna R. 1 2. . .. D3C 12 . . . . , PSCD; 13. P x P; P x C ; 14. P X C + , D + P conseguiria el cam­ bio de damas, pero despues de 1 5 . P x P el PAD sueIto (CSR) y las columnas abiertas en el cen­ tro dej an a las blancas con un j uego mucho mejor. 12 . . . . , C x P parece una perspectiva mas pro­ metedora, pero despues de 13. C X PC la amenaza es 14. C6D + y el PAD queda suelto una vez mas. 1 3. P x P 1 4. C4D PxP A4A o 14. . . . , P3T; 1 5 . AST + y 16. T l R con un efecto decisivo. 1 5. CR x PC 1 6. A3A 0-0 ( Ve r diagrama siguiente. ) Con su desarrollo completado, las blancas abren el centro para ata­ car al rey que no ha enrocado. 11. 1 2. CD2D Si 10 . . . . , A2R entonces 1 1 . CSR p a r a c o n t i n u a r con 12. P4A abriendo la columna AR, mien­ tras que 10 . . . . , A2C debilitaria el 3D permitiendo 1 1 . PSR. C4D; 12. C4R. 11. A2R; 16. A6D. Mientras tanto la amenaza era 12. C4D 0 12. P X P (cualquiera ) y luego 1 3 . C4D. No 16. A x P ?, D3A L Ahora s610 se trata de una operaci6n de Hm­ pieza. 1 6. 1 7. DXA AXA TDIA 1 7 . . . . , P3T ? pierde la dama ante 1 8 . A7A. 1 9. D2R C4D No puede proteger todos sus puntos d6biles ya que 19. . . . , TRIR; 20. C6D resulta decisivo. 20. C6D ! 21. D XP + AXC R2C o 2 1 . . . . , T2AR; 22. C x C, A x A; 23 . C7R + . 1 8. TD I D D3A 22. A X A Ahandonan 98. Olimpiada de Siegen, 1 970. Negraa : Fiacher. En 1966, Spassky jug6 12. D l R, DEFENSA GRUNFELD pero luego lleg6 a la conclusi6n 1. P4D 2. P4AD 3. C3AD 4. P X P C3AR P3CR P4D Aceptando el desafio al repetir la apertura de su encuentro an­ terior en Santa M6nica, 1966 (vea la partida n.· 73 ). 4. 5. 6. 7. 8. 9. 1 0. 1 1. 1 2. P4R PXC A4AD C2R A3R 0-0 TlA P3TR CXP CxC A2C P4AD C3A 0-0 D2A TlD de que con 12 . . . . , D4T las negras conseguian igualdad. Por 10 tan­ to, vuelve a una j ugada poco uti­ lizada, y empleada por primera vez, creemos, en el encuentro Gli­ goric-Smyslov, en la competici6n Yugoslavia-U.R.S.E., 1959. 1 2. 1 3. P4AR 1� D I R P3C P3R C4T Capturar el PD permite un defi­ nitivo ASD descubriendo un ata­ que a la dama y a la torre en que las negras pierden el cam­ bio. La partida Gligoric-Smyslov continuaba 14 . . . . , A2C ; 1 5 . D2A, (el agresivo 15. P5A es una mejor elecci6n) 15. . . . , C4T, 16. A3D, 295 P4A y las negras tenian un buen juego. 1 5. A3D P4A La jugada programada para blo­ quear la expansi6n de las blan­ cas con P5A y para inducirlas a cometer el error posicional 16. P5R? en que 16 P5A; 17. A 1 C. A2e da a las negras una muy buena posici6n. . . . .• 1 6. P4C Las blancas dan un golpe audaz. 16. T l D transpondria. en el fon­ do. a la partida de Santa M6nica y las blancas habrian perdido un tiempo. 1 6. 1 7. A X P 1 8. C3C 1 9. A X A PXR A2C P X PR No 19. A2A en que las negras tienen 19. A x A; 20. D x A. . . .• C7D ! ; 2 1 . D x P + . RIT; 22. TRlD. C6A + ; 23. R I T, T l R; 24. D5D. C5T con las poderosas amenazas 24 TDl D y 24 D x P. Esta . . . .• . . . .• variante confirma la impresi6n de que la variante de la apertu­ ra no resuIta muy prometedora para las blancas. 1 9. 20. A2A 2 1 . D2R D XA D3A 2 1 . P x P ? C7D amenazando con 22 C6A + . . . . .• 21. 22. 296 PXP PxP P4CD Las negras tienen una clara ven­ taja con su presion sobre el PD. pero la debiIidad de su PR y el cabaIIo clavado constituyen fac­ tores tacticos que no deben ser subestimados. 23. C4R ! La pasiva 23. TR1 D seria mucho peor. porque las negras replica­ rian 23. . . . . TlAR seguido por TDID y las blancas estan mania­ tadas en forma permanente. 23. . . . AxP Carnbiar su buen alfil por el alfil defensivo de las blancas no es una decision que pueda tomarse a la ligera. especialmente porque el cabaIIo blanco se cierne listo para explotar la casilla debil que ahora encontramos en 3AR. De todos modos. la captura se ori­ gina l6gicamente en su juego an­ terior y da a las negras cierto contrajuego en la columna D. particularmente con la amenaza T7D. Vasiukov proporciona una linea que muestra que las negras no pueden esperar un triunfo con un juego mas tranquilo : 23. . . . . TlAR; 24. C5A. TDlR; 25. P4TD. P3TD; 26. C x PT. D x C ; 27. P x P. D x P; 28. D x C 0 con 27 . . . . . D6T; 28. T x C. D x PTR; 29. A I R. T l D ; 3 0 . A4C ! . T x PA ( 3 0. . . . . T2A; 3 1 . D3A) 3 1 . D x P + . R1T; 32. T x T. D6C + ; 33. R1T. D x T; 34. T8A. 24. C5C 24. A x A. T x A; 25 . C6A + . R2C ; 26. P5C. T D l D es muy satlsfacto- rio para las negras, ya que ame­ nazan 27 . . . . , 17D. 24_ ... A XA+ Jugando a ganar. Devo)ver el peon mediante 24 . . . . , A3A las de­ j aria niveladas. 25_ T XA T3D El primer error. 25 . . , T l R se ve mas pasivo y entrega, temporal­ mente, el control de la columna D. Sin embargo, la torre en 3D da mas adelante un tiempo muy valioso a las blancas para hacer un mej or uso de su caballo. . 26. TlR . D3C La jugada en la que Fischer ha­ bia confiado, clavando la torre para refutar 27. C x PR mediante 27 . . . . , TlR; 28. P5A, T7D; 29. D3A, T x P. Sin embargo, las blancas no estan liquidadas ni siquiera entonces, ya que pueden conti­ nuar con 30. T( l )IAR (no 30. P x P ?, T x T; 3 1 . D x T, T x C ) con posibilidades de ataque. 27. C4R ! T5D Las negras podrian conservar la igualdad material con 27 . . . . , T3A y las blancas probablemente con­ tinuarian con 28. TlD. 28. C6A + 29. D x P RIT ( Ver diagrama siguiente. ) La mayoria de los comentaristas consideran que esta jugada cogio de sorpresa a Fischer, ya que ahora 29 . . . . , T8D parece ganar una pieza para las negras (30. D x D ?, T x T + 0 30. R2C, T x T ; 3 1 . D x T?, D x C 0 30. RIA? D x D ). Sin embargo, Spassky habia pre­ parado una muy buena respues­ ta: 30. D7A I ganando; por ejem­ plo : 30 . . . . , T x T + ; 3 1 . R2C, C6R + (0 3 1 . . . . , D3A + ; 32. R3C, T8CR + ; 33. R4T, T x P + ; 34. R x T, C6R + ; 3S. RSC, D4A + ; 36. P5A ) 32. R3A ( no 32. R3C, C4A + I ; 33. P x C, D6R + y 34 . . . . , D2R ) 32 . . . . , D3A + ; 33. R3C, T8C + ; 34. R4T, T x P + ; 3S. P x T, D8T + ; 36. RSC, TlAD (0 36 . . . . , C x P; 37. R x C, D8C + ; 38. R3T, D8T + ; 39. R3C, D8C + ; 40. T2CR, D8R + ; 4 1 . R4C, D3TR; 42. T3C y las negras ya no tienen mas j aques ) 37. D7D I , T l CD; 38. D4D ( anali­ sis de Vasiukov). SiS esto es, de hecho 10 que Fischer no habia vis to, el impacto psicologico debe haber sido terrible. De este mo­ mento en adelante, su juego co­ mienza a deteriorarse. 29 . .. . T3D Cambiar damas proporciona a las blancas la nueva amenaza 3 1 . 297 T7R; por ejemplo : 29 . . . . , D x D; 30. T x D, R2C ; 3 1 . P5C, TlAR; 32. T(2)2R ! ; amenazando con 33. T7R + , T2A; 34. T8R, TlA; 35. T( 2 )7R + . 30. D4R T l AR ? Las negras podrian nivelar toda­ via mediante 30 . . . . , TDID; por e j e m p l o : 3 1 . P5C, T7D; 32. T( 1 )lAR, T x T ; 33. T x T, D6R; 34. D x D ( 34. D7C, D6C + ) 34 . . . . , T8D + , etc. T7D 3 1 . PSC 32. T ( t ) t AR ! Las blancas podrian tambien ju­ gar 32. T( 1 )2R, C3D ; 33. D7R, T2A! ; 34. D x T en que despues de 34 . . . . , D x T + ; 35. R x D, T x T + ; 36. R x T, C x D ; 37. R3D el activo rey da a las blancas una conside­ rable ventaj a. 32 . ... D2A ? Defendiendose contra 33. D7R, pero permitiendo a las blancas una sucesion de jugadas vence­ doras. Las negras todavia po­ drian llegar a un final en el que se encontrarian solo ligeramente peor mediante 32 . . . . , T x T; 33. T x T, D6R; 34. D x D ( 34. D7C, D6C + y hace tablas ) 34 . . . . , C x D ; 35. T2D. 298 33. T X T ! 34. D4D ! CxT TlD Obviamente, n o 34 . . . . , C x T; 3 5 . C8R + . Objetivamente, las negras deberian intentar 34 . . . . , D3C aun­ que despues de 35. D x D, P x D ; 36. TlA, C5A; 37. P4TD, C3D ; 38. T6A ! CIR; 39. C x C, T x C ; 40. P X P el final result a favorecien­ do mucho mas a las blancas. 3S. CSD + RtC 3 5 . . . . , D2C pierde e l caballo, mientras que ahora 36. D X C ?, D4A + salva a las negras. 36. 37. T2A ! T2R CSA Ahora las blancas ganan por fuer­ za, puesto que 38. T7R es una nueva amenaza y 37 . . . . , D3C pier­ de ante 38. T8R + ! , R2A; 39. D x D. 37. 3S. 39. TSR + TSAR + T3D R2A Abandonan Las negras pierden la dama des­ pues de 39 . . . . , R x T; 40. D8T + . Por otro lado, 39. . . . , R3R; 40. C X D con j aque tambien resulta decisivo. No una gran partida de aj e­ drez, pero si una en la que el re­ sultado era mucho mas impor­ tante que el desarrollo del j uego. SUCESOS REC IE NTES 1971 fue un ana bas tan te t ranquilo para Spassky. En re.alidad, casi podriamos afirmar que habia cogido la « e nfermedad de Petro­ sian», tan escasas e ran sus aparic iones y tan medianos sus resul­ tados. E n t re la Olimpiada de Siegen (septie m b re de 1970) y el Torneo de Gotenburgo en julio de 1971, no juga una sola partida de im­ portancia, pasando la mayor parte del t iempo descansando. Sin embargo, si emprendi6 un ab igarrado tour po r el Lejano O riente Sovietico, y tambien, como e ra de espera r, fue muy solicitado como comen tarista cuando se evaluaba la epica s e rie de las Competicio­ nes de Candidatos. En sus comentarios revelo, y no por primera 'vez, un sen t imiento de empatia hacia B o b by Fische r que algunos psicologos consideran una desven taja definitiva, llegado el momen­ to de su e nfren tam iento con el fenom enal es tadounidense por el titulo mundial. Sin e m b a rgo, Spass ky mos t ro ser un buen profeta; e n varias ent revis tas pos teriores al encuen t ro Fische r-Taimanov, ya hablaba e n terminos de su encuentro con Fischer e n 1972. Sen tia que esta e ra una perspectiva que le daria un impe tu c reador. El juego de Spassky en Gotenburgo carecio de ga rra y tuvo que conten tarse con el t e rcer lugar. Podia consolarse pensando que enfrentaba adve rsa rios que es taban dispues tos a dar 10 mejor de si pa ra de rrotar al campeon mundial. 299 No podemos decir 10 mismo de su intervencion siguiente, en el Campeonato Sovietico de Equipos, en agosto, donde juga solo cua­ tro partidas por uno de 105 bandos mas deb iles, «Lokomotiv». Un testigo ocular escribe que el publico sovietico cons ideraba en ese momento a Spass ky « co m o un dios, y como la :inica detensa cont ra Fischer» ( incluso antes del encuentro Fisch lr-Petrosian en B uenos Aires ) . E l desempeno d e Spass ky e n e l Tomeo Abierto d e Canada, e n septiemb re, tue tam bien decepcionan te, aunque d e b e m o s reconocer qu cons tituyo una expe riencia nueva. Ningun campeon mundial se habia visto antes expuesto al tumulto de un torn eo suizo abierto 050 ruso, 0 realmente no estaba en forma ? La respuesta es probablemente: ni 10 uno n i 10 o t ro. Para con un variado grupo de compe tidores. iDormitaba el como decian algunos comentaristas, ganar en el sistema suizo, se requiere una tecnica distinta a la que dice «gane con las blancas, haga tab las con las negras » que predo­ mina en ·105 niveles supe riores. Jugando en o t ro torneo a b ierto 105 maximos honores suizo, esta vez en Toron to, Spassky no o b tuvo y term ino en u n empate en 3.° y 4.° lugar. El ultimo acon tecimiento de 1971 fue uno de gran impo rtancia: el Torneo Conmemorativo de Alekhine, en Moscu. Spass ky comenzo mal y en un momento tuvo u n pun taje negativo debido a sus de­ rrotas ante Petrosian y Korchnoy. Eventualmente, se sob repuso a expensas de o t ros jugado res de inferior colocacion y su califica­ cion final 6.°_7.° resulto un exito discreto. Quizas este reciente periodo de baja no nos diga mas del futuro de Spass ky que aquel del lapso anterior al ciclo del Torneo de Candidatos, en 1968. Cie rtamen te, exis ten solidos fundamentos para pensar que tal vez estemos en la e ra de Fischer, pero sea cual tuere el resultado de la compe ticion por el ti tulo mundial en 1972, nadie puede negar a Spassky s u Iugar entre todos 300 105 tiempos. 105 grandes jugadores de 99. Gotenburgo, 1 97 1 . Negras : Kinnmark. DEFENSA NIMZOINDIA 1 . P4D 2. P4AD 3. C3AD 4. ASC C3AR P3R ASC 0-0 Una j ugada dudosa basada en el truco tactico 5. P4R ? ! , P4A! Y las negras obtienen un contrajuego adecuado mediante su doble ame­ naza 6 . . . . , D4T Y 6 . . . . , P x P (7. P5R, P x P; 8. D x P, C3A; 9. D3R, C5CR ! 0 9. D4A, D4T ! ). S. P3R Despues de este represivo movi­ mien to de desarrollo, se afirma el centro de las blancas y no se pue­ de desclavar el caballo median­ te P3TR y P4CR sin debilitar se­ riamente el enroque. 5. 6. A3D P3D AXC+ Duplicando el peon antes de que las blancas puedan impedir esto mediante 7. CR2R. 7. P X A 8. C2R P4R P3TR 8 . . . , CD2D primero, preparan­ dose para recuperar la pieza con el caballo, resulta mas prudente. . 9. A X C Las blancas podrian intentar 9. A4T, pero despues de 9 . . . , P4CR; . 10. A3C, P5R y 1 1 . . . . , P3CD las negras tendrian cierto contrajue­ go en el fIanco D para compensar por el debilitado fIanco R. Des­ pues del texto, las blancas con­ siguen un desarrollo armonioso y pronto elaboran fuertes amena­ zas. 9. 1 0. C3C DXA Deben impedir 10. . .. , A4A que las obliga a cambiar su pode­ roso alfil. 1 0. ... P3A Decidiendo que deben acosar al alfil incluso a costa de la elimi­ nacion del peon duplicado. 10 . . . . , C3A; 1 1 . 0-0, P3CD (0 1 1 . . . . , C2R ) es demasiado lento, ya que des­ pues de 12. P4A ! las blancas ame­ nazan con abrir la columna AR o con P5AR seguido por CST y luego D4C 0 P6A con un violento ataque. 11. 12. 0-0 P4A P4D P X PD ? Inconsecuente. Deben jugar 12. . . . , P5R aunque despues de 1 3 . A2R las amenazas d e PSAR y C5T son todavia dif(ciles de refutar y la cadena de peones centrales po­ dria ser vulnerada por la antigua idea del Gambfto de Dama en que P x P seguido por P4A «jue­ ga el gambito por segunda vez». 301 1 3. P (3) x P 1 4. D3A ventaja que presenta el texto con­ siste en que situa la dama en una casilla mas vulnerable. D2R C2D ? Un error decisivo que dej a al alfil temporalmente excIuido del juego. 14 . . ". TlR; 15. TDl R no tiene ninglin sentido. de modo que una Unica posibilidad de de­ fenderse estaba en 14 P X P; 1 5 . A x P. A3R aunque despues de 16. A3D las blancas todavia tie­ nen la ventaj a. 14 ASC ?; 15. D x A. D x P + ; 16. RIT. D x A; 17. CSA · seria suicida, por supuesto. ya que dej a indefenso el flanco R ( 17 P3CR; 18. C X P + . R2C; 19. TDlD. D x PA -19 DSR. 20. TDlR!- 20. PSA ! . etc.). . . . . . . • . . .• . . . . • PXP D6T 1 5. P X P 1 6. C5A o 18. . . .• D3R; 19. D x P ! con una ventaj a decisiva. 17. . . .• D4C I . 302 C XP+ P3CR R2T o 18. R2C (la mej or defensa ya que 19. C x P ahora falla ante 19 D X A ) 19. CSA + . RIC ( 1 9 . RIT; 20. D4T + , R I C ; 2 1 . D6T. P x C ; 22. T3A. C3A; 23. T3C + . CSC; 24. T x C + ! mate 0 1 9 R3A; 20. DSC + . R3R; 2 1 . C7C + . R3D ; 22. TD lD seguido por 23. PSA ) 20. TD lD, C3A ! ; 2 1 . C6T + . R2C ; 22. DSC. CSR (22 TIT; 2 3 . C X P ! y d e 1 0 contrario las blancas continlian 23. PSA) 23. D x PD. C6A (23. R x C ; 24.. A x C ! . D x PR + ; 25. R I T y gana) 24. DSCR, C x T; 25. T x C y las blancas conseguiran un ataque decisivo con 26. PSA ya que 25. TIT fracasa todavia ante 26. C x P; por ejemplo : 26 . . . . , R x C ; 27. D x P, RI A; 28. D6A + . R I C ; 2 9 . A4A + . R2T; 3 0 . D4T + . R2C ; 3 1 . DSC + dando mate 0 ganando gran cantidad de piezas. . . . • . . . .• . . .• . Las damas han acumulado pre­ si6n suficiente como para aban­ donar al alfil a su suerte. pero deben atacar rapirlamente antes de que las negras consoliden me­ diante C3A. Las blancas podrian conseguir un ataque mas d�cisivo con 17. D3C ! . P3CR; 1 8 . C X P + . R2C; 19. CSA + . R3A ( 19 RIT; 20. TDlD. P x C ?; 21. D4T + . R2C ; 22. DSC + . RIT; 23 . D6T + . RIC; 24. A x P gana) 20. DSC + . R3R; 2 1 . C7C + . R3D; 22. TRl D Y luego P4R. 0 1 8 . • R2T; 19. C4C ! . D x A; 20. D4T + . R I C ; 21 . T3A. TlR; 22. T3T. RIA; 23. DSC ! manteniendo confinado al rey. La ligera des. . . 1 7. 1 8. . . .• . . . .• 1 9. CXP! D XA . . .• . . .• No 19 . . . . , T x C; 20. D x P + , RIT; 21. D x T, D X A; 22. T3A, C3C; 23. T3C y mate. 20. PSA ! 23. Podemos perdonar a las negras por no haber previsto esta juga­ da; sin embargo, como muestra el amilisis de la nota anterior, es un movimiento clave en casi to­ das las variantes. Ahora 20 . . . . , T x C ?; 2 1 . P x P + , R(cualquiera ); 22. P x T y 20. D x P + ; 21. RIT 0 incluso 20 . . . . , P x P; 2 1 . T x P, D x P + ; 22. RIT, C3A; 23. D4T + , RIC; 24. D8T + , R x C ; 25. T x C + todas pierden, de manera que las negras deben retirarse para de­ fender la 3CR. 20. ... D3T No 20 . . . . , P4CR; 21. C x P + y ga­ nan rl:lpidamente. 21. CSC + R1C 0 2 1 . . . . ,R2C; 22. C6R + , etc. 22. D4T tada ) 24 . . . . , RIR; 25. C7A + ga­ nando la dama, 0 22 . . . . , T2A; 23. C x T, R x C; 24. D7T + Y 25. P x P. C3A o 22 . . . . , T3A; 23. D7T + , RIA; 24. C6R + (24. P x P es tambien acer- PXP El Dr. Tarrasch diria, ciertamen­ te, que el pe6n «wirkt wie eine Figur» (es decir, juega como una pieza ). Las amenazas son ahora 24. T x C. T x T; 25. D7T + , RIA; 26. P7C + y tambien 24. D7T + , C x D; 25. P x C + , R2C; 26. T x T, D3T; 27. T8C + , R3A; 28. T I A + y entonces 2 9 . P8T( D ) + 0 29. T X T dependiendo de la respues. ta de las negras. Estas variantes muestran que el ex PAR no s610 « juega como una pieza», sine que incluso pretende convertirse en la mas fuerte de todas. 23. 24. C7T R2C Abandonan El final podria ser 24. . . . , A2D (24 . . . . , R x P; 25. C X T + ) 25 . C x T, T x C; 26. T x C ! T x T (26. . . . , D x T ; 27. D7T mate ) 27. D7T + , RIA; 28. P7C + y 29. P8C(D ) + . Esta partida gan6 el primer premio a la brillantez en el tor­ nee de Gotenburgo. 303 1 00. Torneo Conmemorativo de Alekhine, Moacu, 1 971 . Negraa : Gheorghiu. DEFENSA INDIA DE REy 1. 2. 3. 4. 5. P4D P4AD C3AD P4R P3A C3AR P3CR A2C P3D P4A ? Una extrana eleccion de parte de Gheorghiu. porque habia logrado. en esta linea. una posici6n ( con las blancas ) minuciosamente ven­ tajosa contra Fischer en la Olim­ piada de 1 970. 6. 7. s. 9. 1 0. PXP DXD+ A3R 0-0- 0 P4A ! PXP RXD CR2D P3C El encuentro Gheorghiu-Fischer continuaba 10. CR2R. C3A; 1 1 . P4A, A2C; 12. P3CR. C4T; 1 3 . A3T, P3R. 1 0_ 11. PXA AXC A2C La situacion de las negras se ve un poco restringilia, pero mien­ tras la posicion permanece rela­ tivamente cerrada los dos alfiles de las blancas no son muy acti­ vos y su ventaj a es muy ligera. 1 2. C3A N o 12. A x P?; nando. 1 3. 304 RIR P5R 1 3 . C5C ga- Despues de 13. A3D, C3AR; 14_ P5R. C5C; 15. AIC. C3TR las ne­ gras tienen una posicion soste­ nible. 1 3. AXC ! ? Si 13. . . . , C3AD; 14. A2R y las ne­ gras nC? tienen juego. La situa­ cion dep ende de la habilidad de las blancas para abrir la posicion y de esa manera aumentar el campo de accion de sus alfiles. 1 4. PXA P4A ! Necesario para mantener el con­ trol sobre la casilla 4R de las blancas. Si 14 . . . . , C3AD ; 1 5 . A3D, P3R; 16. A4R. TlAD ; 17. T6D, C2R; 1 8 . TR1D, C IA, las blancas pueden continuar con 19. A7C, T l CD; 20. A6T seguido por 2 1 . A5C + ganando d e inmediato. 1 5. P X P a.p. ! 1 5 . T5D permite a las negras con­ solidar mediante 1 5 . . . . , CIA se­ guido por C3R. . . . • 1 5. 16. CxP P5A ! (Ver diagrama siguiente. ) Las negras no pueden aceptar este sacrificio porque despues de 16 P x P ; 17. A3T, P3R; 18. T6D, R2A; 19. TR1D se encuen­ tran maniatadas. 18 . . . . , R2R (en . . . .• j or 26 . . . . , P3R seguido por C2R y C4A. 27. 28. C6C C4TR ASC ! T3T 28. . . . , C4A se refuta mediante 29. PST. 29. 30. 31. vez de 18 R2A ) tampoco es mejor porque despues de 19. TRlD, CD2D ; 20. ASC, C4R; 21. A X P ! las negras estan perdidas. . . . .• 1 6. 1 7 . P X PC 1 8. ASC C3A PxP Ahora que las blancas han despe­ j ado el fIanco R. sus dos alfiles se ponen muy activos. 1 8. Si 1 8 ... . . . .• R2A C3A T I CR C4R P4A T3C P5A ! Despues de 3 1 . • P x P ; 32. A x P las negras no estan e n mejor si· tuaci6n que en la partida. . . . 32. P x P + 33. T3R 34. ASA CxP CIA Ahora n o s e puede mover ningu­ no de los caballos negros. 34. 35. A3T 36. P4T 37. A4A ! P3R T3C C (3A) 2T Abandonan C4R; 19. T 1 R ! 1 9. P4TR ZOo R I R Z I . T2T TD I D T3D C2T ? ! Era mej or 2 1 . . . . , T3R. 22. A2D 23. R2A 24. T X T 25. A3D 26. A4A C3A T3R RxT R2A C4TR ? El comienzo de una maniobra que hace perder tiempo. Era me- Las fuerzas de las negras estan congestionadas en el fIanco R .,que no pueden impedir que las blancas ganen los peones del flanco D. Las blancas juegan sen­ cillamente PSTD y si P X P enton­ ces A6D seguido por A x PA y caeran los PTDs de las negras. Despues de PST, si las negras permiten a las blancas cambiar peones en C6D, no tienen defensa contra la amenaza A7A. Un ejemplo, digno de un texto, del poder de dos alfiles sobre dos cabalIos. 305 , DESCUBRA LA CONTINUACION VENCEDORA ! En cada una de las posiciones que aparecen a continuacion ( todas tomadas de partidas de Spassky) existe una clara y definida con­ tinuacion que fuerza una posicion vencedora en unas pocas juga­ das. El numero de movimientos requerido para lograr la victoria aparece entre parentesis. Los jugadores de habla inglesa, en numero creciente, estan em­ pezando a reconocer las ventajas de la notacion algebraica, por 10 tanto creo una buena idea dar las soluciones en ese tipo de nota­ -;ion que, despues de todo, Spassky aprendio de su madre cuando �ra niiio y ha utilizado desde entonces. 307 8 8 7 7 6 6 5 5 4 4 3 3 2 2 a 1. b e d e f g a h d e f g h Spanky- T aimanov Las blancas juegan ( 7 ) 8 7 7 6 6 5 5 4 4 3 3 2 2 a b 3_ c d e f g h Spasaky-Kozma Las blancas juegan ( 5 ) 308 c 2. Spanky-Melik Paahayan Las blancas j uegan (4 ) 8 b a b 4_ c d e f g h Spa .. ky-UfimtBev Las blancas juegan ( 5 ) 8 8 7 7 6 6 5 5 4 4 3 3 2 2 a b 5. c d e f g a h 8 8 7 7 b 6 5 5 4 4 3 3 2 2 7. b e d e ( � Sp ... ky.Foguelman Las blancas j uegan ( 1 0 ) h e d e f g h 6. Spa •• ky. T al Las blancas j uegan ( 7 ) Spauky.Aronin Las blancas j uegan ( 6 ) a b a 8. b c d e f g h Spasaky.Matanovich Las blancas j uegan ( 4 ) 309 8 8 7 7 6 6 5 5 4 4 lJ lJ 2 2 a b 9. e d e f 1 0. ){agan.Spank,. 8 8 7 7 6 6 5 5 4 4 3 3 2 2 b 1 1. c d e f g h Hartoch.Spaaak,. Las negras juegan ( 7 ) 310 Spaaaky.l"ko" Las blancas juegan (6) Las negras juegan ( 3 ) a h g f e d c b a h g a b 1 2. e d e f g h Spaaak,..Czerniak Las blancas juegan (6) 8 8 7 7 6 6 5 5 ·1 4 3 3 2 2 a b 1 3. e d e f g h B 7 7 6 6 5 5 4 4 3 3 2 2 1 5. c d e f g h Spassky-van Oosterom Las blancas juegan ( 6 ) d e g h Spa •• ky-Unzicker Las blancas juegan ( 10 ) 8 b e . 14. Spa •• ky-Holmov Las blancas juegan ( 6 ) a b a a 1 6. b e d e r g h Spa •• ky-Mar.zalek Las blancas juegan ( 2 ) 311 SOLUCIONES 1. Spaa.ky . Melik Paahayan. Semifi_1 del Campeonato de la U.R.S.S., 1 954 1. Af6, Tac8 ( 1 . . . , gxf6 ; 2. exf6 seguido por 3. Cd4, ya que si 2 . . . . , Rxh7, entonces 3. DhS + , Rg8 ; 4. CgS ); 2. Cd4, gxf6; 3. exf6, Abandonan. . 2. Spaask,. - Taimanov, 22° Campeonato de la U.R.S.S .• 1 955 1. CxbS, axbS ( 1 . . , Tc8; 2 . Dh5 + , Df7; 3. Td8 + , Txd8; 4. Cxc7 + ); 2. DhS + , Df7 (2 . . . . , Cg6; 3. Txa8 + , Axa8; 4. Cxg6, Df7; S. Dg4 ) ; 3. Txa8 + , Axa8; 4 . Td8 + , Rxd8; S . Dxf7, gxh4; 6.Dxf6, Tg8 y las blancas ganan sin demasiadas dificultades, oponiendo su activa dama a las dispersas fuer­ zas de las negras. Taimanov arrastr6 la partida durante 19 jugadas mas, antes de abandonar finalmente. . . 3. Spa•• ky Kozma. Olimpiada Eatudiantil, 1 955 - Las negras han entregado una pieza a cambio de un ataque, pero . . . 1 . gxf6, gxf6; 2 . Thgl + , Rf8 ( 2 Rh8 ; 3 . Dxf6 + ); 3 . Dxf6 + ! . Abando­ naD. El final sena 3 . . . . , Axf6; 4. AcS + , Ae7; S. Tefl + mate. . . . .• 4. Spa•• ky - Ufimtaev. Semifinal del Campeonato. U.R.S.S., 1 957 1. AfS ! (no 1. fxg4, Dxg4 ; 2. Dh6, Dxg2 + ; 3 . Re3, Te8 + y las negras tienen por 10 menos un j aque perpetuo ) 1. . . , AxfS; 2. Th8 + , Tg8; 3. Dh6 + , Re7; 4. Tel + , Rd7 (4 . . . . , Ae6; S. Txe6 + , Dxe6 ! ?; 6. Txg8 ! gana ); S. I? xf6, Abandonan. . 313 5. Spa.. k,. - Aronin, Semifinal del Campeonato, U.R.S.S., 1 957 1 . DhS + , CgS; 2. Ag7 + , Re7; 3 . DxgS, Cd6 (3 . . . . , Dxf3 ; 4. Af6 + , Re6; S. DeS + , Rd6; 6. AeS + , ReS ; 7. DxcS + , etc.); 4. Af6 + , Re6; S. DdS, CcS ; 6. e4 ! y las negras perdieron a tiempo. 6. Spa.. k,. - Tal, 25° Camp.onato de la U.R.S.S., 1 958 iLa famosa derrota de Spassky! El jugo 1. DfS + , Rf6; 2. TeS, pero despues de 2 . . . . , Te6; 3 . DhS + , RfS ; 4. Dh6, Rf6 las blancas solo tienen unas tablas. Posteriormente, Chekhover seiialo 10 que ambos jugado­ res no habian advertido : 1 . g4 ! usando los peones para apoderarse de casillas vitales del rey enemigo. En seguida, 1 . . . . , hxg4; 2. DfS + , Rf6; 3. fxg4, Te6 (0 3 . . . . , Ts;6; 4. TeS, Tc2 + ; S. Rf3, Tc3 + ; 6. Rf4, Dc7 + ; 7 . TeS ! ); 4 . Tc3, Te4; S . Tf3 + , Re6; 6 . gS, etc. 0 bien 1 . . . . , Te6 ; 2 . gS, Tc6; 3. Df8 + , Re6; 4. TeS + , RfS ; S. Te7, Tc2 + ; 6. Rg3, Dd6 + ; 7. TeS + y gana. 7. Spa•• k,. - Foguelman, Mal' del Plata, 1 960 1. Cxh7, axb3 ( 1 . . . . , Rxh7; 2 . Axf7 ! debilitando en forma casilla g6 ); 2. CxfS, bxc2; 3. Cxg6 + , fxg6; 4. TdS + , Rg7 (4 . Tcl con una sencilla victoria); S. TgS + ! , RxgS ; 6. Dxg6 + , RfS; 7. Df6 + y S. TdS + ); 7. TdS + , DfS ; 8 . TxfS + , RxfS; 9. 10. Dcs, Abandonan. 8. decisiva la . . . , Rh7 ; S. Tg7 (6 . . . . , Dxc2, RgS ; Spa•• k,. - Matanovic, La Habana, 1 962 1 . Tfl, De7 ( 1 . . . , DhS ; 2. g6, Dh6; 3. TgS y 4. Thl ); 2. g6, Tc4; 3. ThS, Txd4; 4. TxfS + , Abandonan, a causa del mate forzado en cinco. . 9. Kajan - Spa•• k,., Winnipeg, 1 967 1. . . . , Cxe3 ; 2. Axe3, Txe3 ; 3. Txe3 (3. Rxe3, Axd4 + ; 4. Rxd4, Dxf4 + ; S . Rd3, Df3 + y 6 . . . . , Df2 + ganando la torre ) 3 . . . . , Dxf4 + , Abandonan. Spa•• k,. - Ivkov, Palma de Mallorca, 1 968 1 0. 1 . Ac3, eS ( 1 . Axc3; 2. Dxc3. Txdl + ; 3. Txdl,TgS ; 4. TdS ! ); 2. Dg3, Axf2 + (2 g6; 3. Axd4 y 4. Des + 0 2 TgS ; 3. AxgS, TxgS; 4. Axd4; exd4; S . Txc7 ); 3 . Dxf2. Dxf2 + ; 4. Rxf2, Ceds; 5 . Axess; Txes ; 6 . Txc7. . . . • . . . . . • . . .• Abandonan. 1 1 . Hartoch - Spaaak,., Am.terdaD., 1 970' 1. . . . , AeS ! ( 1 . . . , Txg2 ?; 2. DfS + . Rf6; 3 . DhS + , Rgs ; 4. TxfS + ! , gxfs; 5 . Dxd4 ) 2. TgI, Dxgl + ! ; 3. Rxgl. Txg2 + . Abandonan. (4. Rhl, Th2 + ; S. RgI, Teg2 + ; 6. Rfl. AbS ! + mate. . 1 2. Spa.. k,. - Czerniak, Gotenburgo, 1 971 1 . DxfS + , DxfS; 2. fxg4, DdS; 3 . d7, RgS (3 . . . . , Rg7; 4 . Td6); 4. 314 Cxf6 + ! , Rfl; 5. Ce4, Re7; 6. Cd6 ! , Abandonan (6 . . . . , Rxd7; 7. Cxb7 + 6 . . . . , Dxd7; 7. Cf5 + ). o 1 3. Spa •• Iq . Holmo .... CampeoDato de Equipo. So ...i.hicoa. Ko.to ... . 1 . Dxh6 ! . gxh6; 2. Cf6 + . RhS ; 3. Cxd7 + , RgS (3 y . . . . • 1971 Rh7; 4. CxfS + 5. Cd7 ); 4. TeS ! , Cc6; 5. dxc6, Da7; 6. c7. Abandonan. 1 4. Spa •• ky . UDzicker. SaDta MODica. 1 . CfS ! , Axd2 (1. 1 966 , AfS; 2. Ch6 + . Rg7 - 2 . . . . , Axh6; 3. Axh6 con la amenaza decisiva 4. AgS - 3. gxh5, CxhS; 4. TxhS, gxhS; 5. f4 ! . Rxh6; 6. fS + . Rg7; 7. DxhS y S. Th! ); 2. Dxd2, gxfS (2 • Ch7; 3. Dh6 ); 3. Dh6. fxg4; 4. fxg4. AXg4 (4 Cxg4; 5. DxhS y mate muy pronto ) ; 5. Txf6, De 7; 6 Adl! y con l a perdida del pe6n h todo ha terminado - 6 . • Axdl; 7. Txdl. TecS. S. TIfl. Txc3; 9. DxhS, Tc2 + ; 10. Rhl, Abandonan. . . . . . . . . . . .• . . . 1 5. Spa•• 1q • ...aD Oo.terom. Campeoaato MUDdial Ju... eDiI. 1 955 1 . CfS. gxfS; 2. DhS + , RgS; 3. gxfS, Tf7 (0 3 TdS; 4. Ae2. RfS; 5. Tdg l . seguido por 6. f4, 7. DhS + . S. TxhS + . y 9. AhS y mate); 4. Ae2. CcS; 5. Tdgl, Dd7 (5 . . . . , RfS; 6. DhS + ); 6. DhS mate. . 1 6. Spa•• 1q • Mar.zalek, CampeoDato MUDdial . . .• del Equipo EatudiaDtil, 1 958 1. Dh6 ! . Abandonan ( 1 . . . . , Af6; 2. Axf6). 315 HISTORIAL DE JUEGO DE SPASSKY 1 952 Campeonato de Leningrado 6 7 0 Clasific. 2° 1 953 Bucarest 8 8 3 4° - 5° 1 954 Torneo de J6venes Maestros Semifinal Camp. de la U .R.S.S. 10 6 5 12 0 2 1° 4° 1 955 22° Camp. de la U.R.S.S. Camp. Mundial Juvenil, Amberes Interzonal de Gotenburgo Camp. Equipo Estudiantil 7 13 7 7 9 2 8 1 3 1 5 0 3 ° - 4° 1° 8° - 9° 1956 23° Camp. de la U .R.S.S. Desempate del Campeonato Torneo de Candidatos, Amsterdam Semifinal del Camp. de la U .R.S.S. 7 0 3 7 9 1 13 9 1 3 2 3 1 ° - 3° 3° 3° - 8° 1° - 5° 1 957 24° Camp. de la U ;R.S.S. Camp. del Equipo Estudiantil Camp. del Equipo Europeo Semifinal del Camp. de la U.R.S.S. 7 5 2 7 12 4 3 11 2 0 0 1 4° - 5° 25" Camp. de la U.R.S.S. Camp. del Equipo Estudiantil Semifinal del Camp. de la U.R.S.S. 7 7 5 6 4 0 2 5° · 6° + 1 958 4 7 = 1° . 2° 1° . 2° 317 1959 26° Camp. de la U .R.S.S. Camp. del Club Central de Ajedrez de Moscu Camp. de Leningrado Semifinal del Camp. de la U.R.S.S. Spartakiad ( Campeonato de Equipos de la U.R.S.S.) Riga 8 9 2 2° - 3° 4 11 9 6 6 5 1 0 1 1° - 3° 1° 1° - 2° 4 10 4 3 0 0 1° 2�0 Camp. de la U.R.S.S. Mar del Plata Campeonato de Equipos Estu diantiles Camp. de Equipos de la U .R.S.S. Camp. « Trud» Semifinal del Camp . de la U.R.S.S. 5 12 10 3 8 8 10 3 2 5 7 8 4 0 0 0 1 1° 196 1 28° Camp. de la U.R.S .S. Camp. de Leningrado 29° Camp. de la U.R.S.S. 7 8 10 8 10 9 4 0 1 5° - 6° 1° - 2' 1° 1962 Camp. del Equipo Estudiantil Torneo de La Habana QIimpiada de Varna Camp . de Equipos de la U.R.S .S. 30° Camp. de la U .R.S.S. 6 11 8 4 9 3 10 6 4 7 0 0 0 0 3 6 5 9 14 0 0 2" 1° - 3" 1 4 13 5 9 8 2 6 8 9 8 6 1 2 2 1 0 0 2" 1° 1° - 4° 4° 1° 4 3 3 4 5 4 6 9 5 3 2 0 0 0 1 0 17 4 1960 1963 Semifinal del Camp. de la U .R.S.S. 3 1° Camp. de la U.R.S.S. 1 964 Desempate del Campeonato Torneo Zonal de Siete Interzonal de Amsterdam Sochi Belgrado 1 6" OIimpiada, Tel-Aviv 1965 Competicion de Candidatos con Keres Competicion de Candidatos con Oeller Spartakiad de los Sindicatos, Sochi Competicion de Candidatos con Tal Hastings 1 966 Competicion con Petrosian por el Campeonato Mundial 4 6 3 9° - 10° 1° - 2° 1 to 2° - 3° 5" 1° - 2" 1° - 2" 1 967 1 968 1 969 1 970 1971 1 972 1° Santa Monica Camp. de Equipos de la U.RS.S. Sochi 1 7" Olimpiada, La Habana 5 0 6 5 13 9 7 10 0 1 1 0 Beverwjik Campeonato de RS.F.S.R. Grandes Maestros de Moscu Spartakiad Sochi Winnipeg 7 6 4 3 5 2 8 5 11 5 10 7 0 0 2 0 0 0 1° - 5° 3° - 4° Competicion de Candidatos con Geller 3 4 Competicion de Candidatos con Larsen Competic. de Candidatos con Korchnoy 4 18a Olimpiada, Lugano 6 Palma 10 5 3 5 8 6 0 1 1 0 1 2° - 3° 6 8 3 13 7 14 4 0 0 1° 5° Competicion con Petrosian por el Campeonato Mundial San Juan Palma 5 ° - 6° 1° 1° - 2° 6° - 8° U.RS.S. contra el resto del Mundo Competicion de Leiden, tomeo de cuatro Amster�am ( IBM) 1 9° Olimpiada, Siegen 1 1 1 2 8 7 10 7 5 0 0 0 1° 1° - 2° Gotenburgo Camp. de Equipos de la U.R.S.S. Torneo Abierto de Canada, Vancouver Exposicion Nacional de Canada, Toronto Homenaje a Alekhine, Moscu 5 3 7 5 4 6 1 4 1 11 0 0 0 0 2 3° Competicion con Fischer por el Campeonato Mundial 3 7 11 1° 2° 3 ° 4° 6° - 7° - - 319 INDICE DE ADVERSARIOS Lo. numero. corre.ponJen ARUTlUNIAN AVTONOMOv BENKO BILEK BOBOTSOV BRONSTEIN BYUSHEV CIRIC DARGA DONNER ESTRIN EVANS FILIP FISCHER FOGUELMAN FURMAN GELLER GENIN GHEORGHIU GIPSLIS GOLOMBEK GONZALEZ GURGENIDZE HOLMOV 67 1 61 78 75 26, 37, 8 45, 93 48 92 2 49 15 39, 73, 59 4, 23 , 1 1 , 57, 32 100 36 6 47 22, 28 55 Cl la. partiJa. 18 95 3 KAJAN 13 KAVALEK 89 KERES 63, KINNMARK 99 KOPYLOV 27 KORCHNOY 58, KOSTRO 97 KOTKOV 69 KOTS 43 KUZNETSPV 40 77, LANGEWEG LARSEN 85, LEE 71 LUTlKOV 29 MIKENAS 35, MUKHITDINOV 68 NIKOLAEVSKY 52 53 NOVOPASHIN OSNO� 54 PARMA 76 PENROSE 90 I LIVITSKY JONGSMA JUTCHMAN 41 98 30 65, 66, 82 64 83 94 91 46 321 PETROSIAN PILNIK POLUGAEVSKY PORATH RESHKO SAKHAROV SAVON SCHMID SCHWEBER SHCHERBAKOV SHISHKIN SIMAGIN SODERBORG SMYSLOV 32� 72, 80, 86, 87. 88 16, 1 9 25 84 33 38 44 , 5 1 10 50 14 31 12 24 5 STAHLBERG SUETIN SZABO TAIMANOV TAL TRINGOV UHLMANN VIZANTIADIS VLADIMIROV WEISS WITKOWSKI ZUIDEMA ZURAKHOV 17 56, 8 1 7 21 20, 70 60 79 96 42 74 34 62 9 INDICE DE APERTURAS Loa namaroa aa raliaren a laa partidaa Aperturaa de Pean Rey Gambito de Rey Giuoco Piano Ruy L6pez Alekhine Contra gambito del Centro Siciliana Caro-Kann Francesa Pirc-Robatsch Ponziani 30, 37, 38, 39, 55. 32. 19, 24, 36, 40, 43, 5 3 , 57, 60, 62, 63, 65, 67, 69, 70. 27. 74. 9, 10, 13, 16, 2 1 , 23, 25 , 42, 45, 48, 5 1 , 56, 66, 68, 78, 81, 82, 88, 95. 3 3 , ·59, 6 1 . 72, 80, 84, 92. 76. 2. Aperluraa de Pean Dama Gambito de Dama Aceptado Gambito de Dama Rechazado Contragambito Albin Eslava r. 52, 96. 75, 77, 79, 85, 86, 87 35. 4 , 97. 323 Catalana Nirnzoindia 93 . 3, 5, 6, 1 1 , 1 4, 15, 22, 26, 46, 7 1 , 99. 47, 58. Defensa India de Dama 7, 20, 28, 29, 4 1 , 49, 64, 83 , 89, Defensa India de Rey 90, 94, 1 00. Grunfeld 8, 31 34, 73, 98. Benoni Moderna (0 Indo-Benoni) 1 7, 50. . Ataque Torre 54. Aperturaa Lateralea Inglesa Reti 1 . P3CD 324 12. 1 8, 44. 91. Este libro se termin6 de imprimir el dia 7 de octubre de 1973, en los Talleres Graficos de Manuel Pareja Montana, 16 - Barcelona - Espaiia