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Anuncio
Los momentos culminantes
de un
Campe6n Mundial de Ajedrez
En 1969, Boris Spassky, el Gran Maestro Ruso,
derroto a Tigran Petrosian y se corono Cam­
peon del Mundo,
vengando as! la
estrecha
derrota sufrida tres afios antes. Como el actual
Campeon del Mundo Bobby Fischer, Spassky
posee un soberbio juego de ataque y es consi­
derado como uno de los mas sobresalientes
Grandes Maestros de todos los tiempos.
Los veinte afios de lucha que le llevaron a la
cumbre est.in magnificamente representados en
esta
coleccion de sus 100 mejores partidas,
comenzando con su victoria en 1949 en el Cam­
peonato Juvenil de Leningrado cuando Spassky
tenia once afios y terminando con las partidas
que le proclamaron Campeon del Mundo.
Este libro contiene, ademas, una fascinante se­
leccion de jugadas victoriosas con sus corres­
pondientes analisis. Leonard Barden, ex cam­
peon britanico y que ha conocido a Spassky
durante los ultimos diez afios, contribuye tam­
bien con un largo y perspicaz prologo en el que
pinta un retrato tanto del hombre como del
jugador.
BERNARD CAFFERTY es un destacado juga­
dor intemacional britanico. Ademas de esta
obra, ha traducido el clasico Pensemos como un
gran maestro, de Alexander Kotov y publicado
Las mejores partidas de Botvinnik.
LAS
100 MEJORES PART IDAS DE
SPASSKY
Titulo original:
SPASSKY'S 100 BEST GAMES
Edicion original:
B. T. BATS FORD LTD., LONDRES
THE MACMILLAN COMPANY, NUEVA YORK
1.a
ed.,
1972; 2.a
ed.,
Traduccion
GREGORIO VLASTELICA
Cubierta
GRACIA / PERCEVAL
1973
BERNARD
LAS CIEN
CAFFERTY
MEJORES PARTIDAS
DE SPASSKY
Introducci6n de
LEONARD BARDEN
EDITORIAL POMAIRE
Santiago de Chile
/
Buenos Aires
Mexico / Barcelona
C
1972
by The
Chess Player
ISBN: ()'7134-027� (Gran Bretaiia)
C 1973 by Editorial Pomaire, S. A.
Avda. Infanta Carlota, 100
ISBN:
I
Barcelona - 15
I
84-286-0389-8
Dep6sito Legal: B.30.017-1973
Printed in Spain
Compuesto por EMEG�
Londres, 98 y
.E.
Granad·os, 91
I
Impreso por Grlifi�s M. Pareja
Montafiai 16
/
Barcelona-13
Barcelona-ll
Espaiia
I ND I C E
Agradecimientos
9
Introduccion de Leonard Narden
11
1 949-57
Perfeccionamiento continuo ( partidas "1-24)
37
1 958-6 1
Fracas o
1 962-65
Camin o de regreso (partidas 45-7 1 )
151
1 966-69
La segunda vez (partidas 72-88)
221
y
exito (partidas 25-44)
97
1 969-70 Digno campeon ( partidas 89-98)
275
1 971
299
Sucesos recitntes ( partidas 99-100)
jDescubra la contilluaci6n ven c edora !
307
Soluciones
313
Historial de juego le Spassky
317
Indice de adversarbs
321
Indice de aperturas
323
AGRA D E C I M I E N T O S
El autor desea expresar su reconocimiento a R.G. Wade
y D.T. Fairbank, bibliotecario del Club de Ajedrez de Bir­
mingham, por permitirle el acceso a fuentes de informa­
cion que su biblioteca personal no incluia. Tambien desea
hacer llegar sus agradecimientos a los senores A.I. Gillam,
R.D. Keene y D.N.L. Levy por su ayuda y consejo. Debe
mencionar en particular a I.M. Ripley, quien fue el primero
en sugerir que el autor deberia hacerse cargo de la tarea
de proporcionar al publico de habla inglesa, aficionado al
ajedrez, un registro actualizado de la carrera del campeon
mundial.
I N TRO DUC C I O N
de
LEONARD BARDEN
Boris Spassky ha tenido una carrera ajedrecistica curiosamente
irregular para un campeon mundial. Nino prodigio, campeon ju­
venil del mundo y el mas joven jugador (a los 1 8 aDos) clasificado
para el Interzonal. (Mas tarde, Fischer bajo el record a 14 aDos ).
Spassky era el principe heredero del ajedrez internacional antes
de cumpIir veinte aDos. Despues vinieron anos de d�silusiones ,
conflictos con su entrenador y con los circulos ofiCiales del aje­
drez, y el divorcio. antes de que una segunda oleada condujera a
Boris a la cima en 1 969. Mientras este Iibro se encuentra en
prensa, la falta de conviccion en el juego de Spassky parece
haber vuelto, en vista del desafio de Bobby Fischer.1
Estos altibajos en su carrera ilustran una paradoj a personal
que el mismo Spassky percibe. El mas atractivo campeon desde
Capablanca, con una merecida fama de persona amistosa, afable
y desprejuiciada. se siente tambien mas inclinado a dudar de
si mismo que cualquier otro campeon desde Morphy, y esta mas
comprometido con los aspectos psicologicos del ajedrez que cual1. La edici6n origina-_ de este libro apareci6 en Inglaterra en junio de 1972. Todos
saben eual fue el resultado del Campeonato Mundial disputado en Reykjavik en julio
de 1972. El aficionado puede eneontrar las jugadas de este hist6rico torneo en
Fischer comra Spassky, anotadas por el Gran Maestro Internacional Svetozar
(Ed. Pomaire, 1972). (N. del E.).
la obra
Gligorie
11
quier otro de los que han obtenido el titulo nun dial, con la po­
sible excepcion de Emanuel Lasker.
Las primeras impresiones que se rec iben de Spassky nos mues­
tran un ser encantador, atractivo y relajado que acepta a los
desconocidos sin dificuItades. Boris es poco c:remonioso, le gus­
ta conversar, hacer amistades y visitar paises lesconocidos . Mide
1 ,78 m y tiene el fisico atlc�tico del que pracica el saIto alto y
j uega al voleibol, aunque recien ahora empiezl a acusar los pri­
meros sintomas de cierto engrosamiento que rae consigo la ma­
durez. La cara es atractiva; en eIla se destacan tn par de reflexivos
ojos verdes y cabeIlo castano, impecablemene peinado. Ultima­
mente se 10 ha dejado crecer y 10 acompana un par de pulcras
patillas. Su voz es profunda, mas masculina �.ue musical . Fum�
generalmente dos cigarrillos en una hora, otasionalmente mu­
chos mas.
Una vez le pregunte que consejo le daria a un joven j ugador
que quisiera Ilegar a. ser maestro de aj edrez. levanto sus manos
con fingido horror y me dijo : «No, por favor, esa pregunta no.
Capablanca dio un consejo muy bueno : estu<!iar ajedrez desde
el final de la partida. Es el tipo de consejo que todo el mundo
da a todo el mundo, algo asi coma "deje de fumar".» Y Boris,
sonriendo, saco el ultimo cigarrillo de su paquete y 10 encendiO.
Le gusta este tipo de humor sardonico.
En otra oportunidad, me describio la escasez de alimentos
que habia sufrido su familia durante la segunda guerra mundial,
coma su madre se habia enfermado mientras su padre se habia
visto incapaz de prestar ninguna ayuda. « Habria que advertir a
los ninos», comento con su sonrisa burlona. Su ironia inc1uye
la mimica. Pudo haber tenido una exitosa carrera coma actor;
de hecho, una vez se le ofrecio un trabajo en el campo. Actual­
mente, ha limitado su talento a la imitacion de otros grandes
maestros. Uno de sus numeros favoritos muestra a Botvinnik dan­
do una solemne conferencia sobre coma entrenarse para torneos
y derrotar a Petrosian.
El melancolico encantador
Boris habla ingles bien, a pesar de que su vocab:mlario y su ento­
nacion son generalmente superiores a su gramattica. Si se le pre­
gunta algo, se descubrini su desconcertante cosltumbre de mirar
12
inexpresivamente mientras busca la respuesta, casi como si se
tratara de una pll"egunta que implicara alguna novedad te6rica de
la Ruy Lapez. Al conocerlo mejor, se capta su honda conciencia
de los sentimien:tos y de las emociones, su gentiIeza natural y
su modestia.
Muchos campeones de ajedrez tienen una actitud materialista
respecto a sus carreras, tipica de los deportistas profesionales que
forman parte de: un circulo internacional. La unica diferencia
consiste en que su campo de actividad es mental y no fisico.
Spas sky es emocionalmente mas complejo. En la superficie se
encuentra ironia yencanto. Robert Byrn� 10 ha llamado reciente­
mente un « gentleman», maximo elogio que un anglosaj6n puede
hacer a un eslavo. Sin embargo, Spas sky presenta a menudo en
su personalidad una faceta profundamente introspectiva y me­
lanc6lica que aparece incluso en los momentos que podrian con­
siderarse menos apropiados . Esta faceta sugiere que gran parte
de su vida, como la de los artistas, transcurre bajo la superficie.
El comentarista de Tass senal6 que Petrosian parecia relajado y
satisfecho cuando llego al Club Central de Ajedrez de Moscu para
abandonar la octava partida y quedar con dos puntos menos
para el campeonato mundial por el titulo, en 1969, pero el vence­
dor se veia cariacontecido y deprimido. Un periodista yugoslavo
le pregunt6 a Boris, despues que ganara el titulo: « l Pierde alguna
vez su entusiasmo por la ·vida?» « Si, pero cuanda estoy deprimido
mi entrenador B ondarevsky se convierte en optimista, y viceversa.
Nos complementamos perfectamente ».
Este aspecto melanc6lico de la naturaleza de Spas sky se re­
fleja en la made.ta apreciaci6n de su propia exito. Es signifi­
cativo que siempre haya asegurado que « la partida de su vida»
es una derrota, que sufri6 ante Polugaevsky en el Campeonato
de la u.R.S.S., en enero de 1 961.
Los antecedentes famiIiares de Boris no hacian pensar que los
Spassky fueran a producir tanto un campeon de ajedrez como
una campeona de damas en la misma generaci6n. ( La atractiva
Irina, de 27 anos, hermana de Boris, ha ganado mas de una vez
el Campeonato Fenenino de Damas de la U .RS.S.) El abuelo pa­
terna de Boris en: un sacerdote ortodoxo. Su otro abuelo, aunque
algo pobre, fue ehgido delegado de su distrito de Kursky Guberna
( a unos 400 km. ie Moscu), para una de las asambleas en San
Petersburgo. Repesenta, tal vez, el lado judio de los antecesores
de Soris . Ambas ·amilias eran -segun palabns de Boris- muy
13
numerosas. Su padre, que estudi6 ingenieria civil en Leningrado ,
tenia 10 hermanos. Su madre, profesora de primaria, era la mayor
de nueve.
Los Spassky se conocieron y se casaron a comienzos de 1930
y, usando las ironicas palabras de Boris, « decioiieron procrear» .
Su hermano mayor tiene 36 aiios y trabaja coma electricista en
una fabrica. El escritor ingles sobre temas re ajedrez, David
Hooper, sustenta la teoria que UlJ buen numero :le grandes maes­
tros son hijos segundos y, mas especificamentc;, segundos hijos
varones de una familia. Spas sky, Alekhine, Botvinnik y Fischer
figuran entre los casos conocidos.
Boris nacio el 30 de enero de 1 937. Solo tenia cuatro alios
cuando ocurrio la primera crisis de su vida. Los alemanes inva­
dieron la Union Sovietica en 1941. Y la ciudad de Leningrado
fue muy pronto sitiada. Boris fue evacuado a Moscu dos meses
despues de estallar la guerra y fue devuelto a Leningrado s610
cinco aiios mas tarde. La guerra y el asedio ttajeron consigo ta­
les tensiones que el matrimonio Spassky se deshizo. La madre
de Boris era la personalidad mas fuerte, una mujer con creencias
firmes y simples. Cuando era joven profesora fue dirigente de
Komsomol, le gustaban las canciones revolucionarias, sin dejar
de ser puritana y religiosa. Boris me ha dicho : « Tiene la firme
creencia que en el mundo todo es bueno y que el ser humano
debe tomar una actitud muy calmada ante la vida» . La seiiora
Spassky tiende a ser tenaz y es esta faceta la que Boris seiiala
como su caracteristica mas destacada como jugador de ajedrez.
Indiscutiblemente, este es un aspecto que Spassky admira. Escri­
biendo para Chess Lite and Review, en 1 97 1 , sobre la partida
entre Petrosian y Korchnoy describio a este ultimo como « un
luchador de una tenaci�ad que cualquiera envidiaria. Es tenaz en
la defensa y puede "enojarse" mucho, en la acepcion deportiva
de la palabra» .
Los padres de Boris se divorciaron en 1944. Los tres ninos
permanecieron con su mad re y desde entonces Boris ha visto a
su padre una 0 dos veces por aiio, a pesar de vivir ambos en
Moscu. El padre, de Spassky se ha divorciado dos veces. La ause n­
cia de una solida figura masculina en sus aiios de formacion ha
sido, probablemente , uno de los factores que lue:go hicieron que
Boris buscara un entrenador al que pudiera admi rar coma padre
y como hombre de familia. Resulta obvio comparar a Spassky,
cuyas mejores victo rias en el ajedrez coinciden ,con el feliz pe14
dodo en el cual trabajaba con el gran maestro Bondarevsky, con
Fischer -su padre tambien desapareci6 de la escena familiar du­
ran te su primera infancia- cuyo genio ha alcanzado la plenitud
en 10s ultimos dos afios, unido a otra personalidad fuerte, el Direc­
tor de la USCF y ex coronel del ejercito estadounidense, Ed
Edmondson, que actua como su agente. En opinion del que escribe,
esta simili tud en los antecedentes familiares de ambos es una de
las causas de la inesperada simpatia y amistad que existe entre
Spassky y Fischer antes de su gran lucha en 1 972.
Aprendiendo a jugar
Boris aprendi6 a jugar ajedrez a las cinco afios. Fue un accidente
afortunado antes que un plan familiar, ya que el padre de Boris
prefeda el domino y la madre estaba demasiado abso rbida par
.
su trabajo y sus preocupaciones coma para tener tiempo para
j uegos. Despues de la evacuaci6n de Leningrado, Boris fue des­
tinado a una casa particular con otros nifios. « Recuerdo que mi
pieza favorita era la torre. Me gustaba mucho porque se movia
en linea recta. Luego olvide completamente el ajedrez hasta que
nuestra familia volvi6 a Leningrado despues de la guerra. »
Prabablemente, tuvo suerte al aprender a jugar a tan temprana
edad. Una investigacion reciente realizada par el psicologo Nikolai
Krogius, publicada en la revista letona Sah ha demostrado una
intima correlaci6n entre los grandes maestros que han aprendido
ajedrez antes de los ocho afios y aquellos cuyas carreras se han
mantenido en la cumbre durante largas temporadas.
Cuando la familia volvi6 a Leningrado, despues de la guerra,
Boris via por casualidad un club de ajedrez. « Senti una gran pa­
si6n y un enorme respeto por eI. Entonces empece a visitar un
pabellon especial de ajedrez en el parque central de Leningrado.
Lo mas interesante, y 10 recuerdo muy bien, era que tenia miedo
de pedir que jugaran conmigo y pase coma espectador los dos
primeros meses. Luego comence a aprender mis primeras ju­
gadas . El club selo estaba abierto dur.ante el verano y para mt
fue una verdadera tragedia cuando cerro en septiembre. Sin aje­
drez, era como estar muerto. Recuerdo que iba al pabellon a
las 11 de la mafiana y volvia a las 11 de la noche. Y 0 tenia nueve
afios. Habia muy poco que corner porque el periodo de posguerra,
en 1946, fue una epoca de mucha hambre. »
15
Al ano siguiente, Boris ingreso en el Palacio de 105 Pioneros
de Leningrado y comenzo a jugar ajedrez mas sistfmaticamente.
Empezo a mej orar, pero sin creer verdaderamente que era un
jugador fuerte : « Cuando se obtienen buenos resultados, se co­
mienza a comprender que no se juega ajedrez tan hien». En el
Palacio de los Pioneros conocio a su primer entrenador, Vladirnir
Zak, un maestro candidato y el entrenador mas aDtiguo del pa­
lacio. Boris 10 recuerda como « muy interesante y muy compren­
sivo. A veces me daba lecciones de ajedrez, me emenaba varian­
tes de aperturas y tal vez captara que yo tenia talento para el
ajedrez. Comprendio que, probablemente, yo seria fuerte en el
futuro. Fue mi "entrenador y profesor durante cinco afios, un pe­
dodo bastante bueno ». Zak fue el primero en analizar concienzuda­
mente una jugada de la Defensa Nimzoindia ( 1 . P4D, C3AR;
2 . P4AD, P3R; 3 . C3AD, A5C; 4 . A5C ) posteriormente adoptada por
Boris y con la que obtuvo su primera victoria importante contra
un gran maestro en Bucarest, en 1953 , jugando contra Smyslov.
El joven maestro - El calculador apasionado
A los nueve anos, Boris tenia una curiosa mezc1a de pasion inte­
rior y frialdad exterior en su forma de enfrentar el ajedrez. Ama­
ba mas el j uego que los resultados, a pesar de que se enojaba y
a menudo Horaba si perdia. En 1947, cuando tenia 1 0 anos, se
encontro con un sorprendente portento del futuro, Victor Korch­
noy, un dotado adolescente que era el campeon juvenil sovi6tico
y que jugaba simultaneas contra los jovenes pioneros. Boris era
su admirador: « En esa 6poca, era como un dios del ajedrez para
mi». En una de las demostraciones de Korchnoy contra quince
oponentes, el j oven maestro candidato decidio participar en una
partida a la ciega, y casualmente Spas sky era el adversario.
Korchnoy gano facilmente y Boris, como de costumbre, Horo.
Veintiun anos mas tarde, en la partida final de la serie de reta­
dores, obtuvo el desquite.
La dura practica en el Palacio de los Pioneros, unida con el
inteligente entrenamiento de Zak, pronto desarrollaron sus talen­
tos, pero aun era una 6poca dura para 61. « En 1 946, yo era un
jugador muy d6bil, de tercera categoria, pero tuve exito porque en
1947 fui ascendido a segunda categoria, al ano siguiente a J:5ri­
mcra y en 1949 me converti en maestro candidato. jBastante
16
bien! Jugaba, sin embargo, coma un vleJo, muy posicional y s6lido. Esto es mas faciI de entender si le cuento que cuando tenia
seis 0 siete anos yo era el j efe de mi familia. Mi madre se encon­
traba en una condici6n muy dificil. Sola en Moscu con tres ni­
nos, incapacitada para trabajar despues de los cuarenta anos por­
que se habia accidentado levantando un peso. Mi padre no podia
hacer ya nada por su familia y algunos amigos ayudaban a mi
madre para ir tirando. jEsto no era bueno para el �jedrez! »
Krogius, escribiendo en el B ritish Chess Magazine, en mayo
de 1971, describia la impresion que producia Spassky a sus adver­
sarios en esa epoca : «La gente comenz6 a hablar de el coma de
un prodigio. Sin embargo, resultaba un ins6lito wunderkind ya
que era notablemente calculador y muy poco infantiI frente al
tablero. Sus primeras partidas eran demasiado frias. Recuerdo
nuestro encuentro en el Campeonato JuveniI de la U.R.S.S. en
1947. Boris jugaba con las blancas, tenia un mejor final y, de
pronto . . . me ofreci6 tablas. Le pregunte la raz6n y en tone pro­
fesional me respondi6 : « Ya habia decidido hacer tablas en esta
partida cuando considere la situaci6n general del torneo». Como
puede verse, era la respuesta de una persona con experiencia,
jno la de un nino de diez anos! » concluye Krogius.
En su interior, Boris todavia reaccionaba en forma emocional
frente al ajedrez. Como me dijo: «Me apasionaba cuando era
muy j oven, hasta los nueve 0 diez anos. Entre 1946 y 1950, ju­
gaba regularmente unas cinco horas diarias. Despues el entu­
siasmo disminuy6 y el ajedrez se convirti6 en un habito diario.
Probablernente, el arnor entre las personas sufre la misma evo­
luci6n. Cuando nino, nunca pense que llegaria ser un jugador
fuerte 0 un profesional. Mas tarde, cuando creci, cornprendi que
iba a ser necesario que tomara el aj edrez con mas seriedad, pero
segui siendo perezoso. Esta es una contradicci6n, pero esta en
mi naturaleza el ser coma un oso ruso ».
-lQue quiere decir un oso ruso?
-Un oso ruso es alguien calmado y perezoso jhasta el extremo
de considerar un esfuerzo ponerse de pie!
De B ucarest
a
Ams terdam: el principe heredero
A pesar de la cauta valocaci6n que el j oven Spassky hacia de
sus progresos, su fama cornenz6 a aumentar en forma constante,
a partir de 1950.
17
Qued6 segundo en el Campeonato de Leningrado, en 1952,
detnis de Taimanov, pero aventaj ando a Levenfish y Korchnoy.
Botvinnik, que era al mismo tiempo la maxima autoridad de la
administraci6n ajedrecistica sovietica, y el campe6n mundial, 10
alab6 con creces. En 1 953, incluso antes de tomar parte en la se­
mifinal del Campeonato de la U.R.S.S. fue uno de los jugadores
sovieticos seleccionados para participar en el disputado Campeo­
nato Internacional de Bucarest. El mundo del aj edrez comenz6
a fijarse en el cuando derrot6 a Smyslov con la j ugada de Zak :
4. ASCi en la primera ronda. La final del torneo lo situ6 en cuarto
lugar junto con Bolevslavsky y Szabo, quienes participaron pos­
teriormente en el torneo de candidatos de 1 953 .
Boris tenia dieciseis afios, a esa misma edad Bobby Fischer
abandon6 la escuela secundaria para concentrarse en el ajedrez.
Boris tambien preferia el ajedrez y los deportes al aire lib re
a la vida academica. Cuando le pregunte acerca de las materias
en las que obtenia mejores resultados, explic6 : «Me gustaba mu­
cho la Historia y, de hecho, todavia me gusta. Pero tenia mas
exito con las matematicas, y esta fue la especialidad que comence
en la Universidad. La abandone despues de dos meses y me tras­
lade a periodismo. No me sentia capaz de realizar el trabajo sis­
tematico que exigian. Fui un estudiante perezoso, el deporte ocu­
paba la mayor parte de mi tiempo. Quede en segunda categoria
en salto alto. Logre pasar 1 ,8 1 m, es decir, tres centimetros mas
que mi propia estatura. Nadaba y era media centro en v61eibol.
En la escuela secundaria, solla can tar himnos patri6ticos y era
un orador bastante bueno. »
-,Por que cambi6 de especialidad en la Universidad ?
-En matematicas, era necesario trabajar todos los dias, pero
a menudo tenia que interrumpir mis estudios para asistir a tor­
neos. De modo que me decidi por el periodismo, cuyas activida­
des eran menos intensivas. Obtuve mi titulo; los examenes no
eran dificiles. En realidad no soy un periodista en el fondo; ni
siquiera me gusta escribir acerca del ajedrez. Durante un tiempo
estuve a cargo de una sec.;i6n sobre ajedrez en un peri6dico de
Leningrado, pero 10 deje. El tiempo que pase en la Universidad
no me sirvi6 de mucho, incluso es probable que sean cinco afios
perdidos. Fischer tiene toda la raz6n cuando dice que no es buena
idea que los maestros de ajedrez estudien seriamente en la escue­
la 0 en la universidad.
18
Despues de BUlcarest, la F.I.D.E. le otorg6 el titulo internacio­
nal de maestro. Su primera participaci6n en el Campeonato de
la U.R.S.S. fortaleci6 esta imagen de principe heredero del mun­
do del ajedrez. En el mismo lugar que Botvinnik, Petrosian e
I lvitzky, y 5610 a medio punto de 105 vencedores, Geller y Smyslov,
Boris se habia co·nvertido en el jugador mas joven del momento
calificado para eB titulo mundial interzonal. A continuaci6n, se
convirti6 en el primer sovietico que particip6 en el Camp,-,onato
Mundial Juvenil y el unico en obtener el titulo, hasta que Ana­
toly Karpov obtuvo el mismo triunfo en 1969. Aparte de un mo­
mento, sumamente inc6modo durante las preliminares, en que
su posici6n de enroque largo fue destrozada por Klages, un des­
conocido ajedrecista de Alemania Occidental, no tuvo mas di­
ficultades y gan6 la final con 8 triunfos en 9 partidas.
Pocos dias despues del tomeo mundial juvenil, jugaba en el
Interzonal. Nuevamente, como Bobby Fischer en su primer In­
terzonal tres afi,os mas tarde, se clasific6 con dificultad, empa­
tando en el septimo lugar con Pilnik y Filip . Pero ahora era un
gran maestro internacional y ya se le reconocia como uno de los
diez mejores del mundo. ' Al ano siguiente, qued6 tercero en el
Torneo de Candidatos de Amsterdam. Tenia s610 diecinueve anos
de edad. Sorprendentemente, no sonaba con conseguir el titulo
mundial como era de esperar en un jugador joven, en esa si­
tuaci6n.
-Creo q�e nunca pense en esa probabilidad ( de llegar a ser
campe6n mundial) 5610 me preocupaba del torneo 0 de la partida
siguiente. Mi actitud cambi6 5610 mucho mas tarde, en 1964,
cuando fui el arbitro principal de la competici6n entre la Repu­
blica Rusa y B u dapest. Quise hacer una broma y dij e a Bonda­
revsky: «Sere c ampe6n del mundo ... Luego vi que mi broma te­
nia p osibilidades de convertirse en realidad, y que mi posici6n
era s6lida. Esa fue la p rimera vez que pen se seriamente en el
titulo .
-Debe d e haberlo pensado un poco antes, despues d e todo era
uno de 105 ocho �spirantes.
-No, no me hacia ninguna ilusi6n respecto del resultado. Aun­
que fue muy inteIesante para mi, pues me permiti6 competir con
grandes maestros como Keres y Symslov. Comprobar la forma
seria y nerviosa tn que 105 candidatos tomaban su preparaci6n
para el tomeo result6 toda una revelaci6n. Recuerdo especial­
mente una tar d e en que Bronstein queria asegurarse respecto de
19
sus posibilidades. Tom6 tres dados y los lanzo t:re s veces. Obtuvo
tres cincos cada vez, y decidio que era un blen augurio. En la
ronda siguiente, le toco jugar contra Smyslov y perdio, arrasado
por completo. Trate de comprender la situacien; yo era muy jo­
ven y me daba cuenta de que los demas j ugacores estaban exci­
tados y nerviosos. Yo me sentia muy tranquib. Comprend i que
era un jugador muy debil en ese conjunto, p:!ro que tenia que
luchar.
A pesar de sus modestas esperanzas en Armterdam, Boris ter­
mino en tercer lugar, aventaj ado por Smyslov y Keres. S610 per­
dio ante Geller y Szabo. Como €scribio Wade en Soviet Chess:
« Parecia que la llegada del mas joven de los grandes maestros al
trono del campeonato mundial se efectuaria con la misma segu­
ridad con que 10 hizo Capablanca y que era s610 cuesti6n de
tiempo. »
L a tragedia de Riga
Los resultados menos favorables de Boris en los dos afios siguien­
tes parecieron al comienzo una reaccion natural ante la brillan­
tez de sus logros en 1955 y 1956. Empato con Averbakh y Taima­
nov en el Campeonato de la U.R.S.S. de 1956, pero se enferm6 du­
rante la competicion de desempate y no se presento a una partida.
El campeonato de 1957 brindo brillante exito para Mikhail Tal,
quien muy pronto ocuparia el lugar de Boris como heroe de la
generacion joven. Tal obtuvo el titulo mientras Spassky empataba
en un util cuarto lugar. Sin embargo, el comienzo del Campeo­
nato de 1958 en Riga, que era otro torneo zonal por el campeo­
nato mundial, parecio indicar que Spassky surgia nuevamente. Un
poderoso triunfo sob re Bronstein en la decima ronda, le propor­
ciono el estupendo puntaj e 7-2 (el sorteo 10 llev6 pronto a la se­
gunda eliminatoria). Luego aparecieron signos de nerviosismo e
inquietud que no auguraban nada bueno. Perdi6 ante Gurfenidze
y Kotov. iDonde estuvo el fallo?
« En primer lugar, tenia poco espiritu de lucha. Si perdia una
partida no podia dormir; mientras que ahora si me ganan siento
una gran energia para luchar de nuevo e inc]uso creo que la
derrota me ayuda. En 1958, me puse mas ambkioso, en realidad
demasiado ambicioso. Cuando uno participa en lllD tomeo deberia
20
pensar en el resultado, pero yo corned el error de esperar mas de
10 que razonableme:nte podia lograr.»
Fue en la ultima ronda de Riga cuando Spassky juga una par­
tida que se convirtio en un presagio de su falta de exito en
los afios siguientes y que, por un tiempo, amenaz6 con destruir
su confianza en si mismo, tal coma hicieron los encuentros Car­
doso-Bronstein, Portoroz, 1958, y Quinones-Stein, Amsterdam, 1964,
a otros dos aspirantes al titulo. Se enfrento a Tal, quien debia
obtener un triunfo para seguir siendo campeon, mientras que
el necesitaba a su vez el puntaje completo para asegurarse un lu­
gar en la Interzonal. Spassky rehuso unas tablas al comienzo y
obtuvo una posicion muy superior. La partida, que se disputaba
en forma encarnizada, fue aplazada despues de cuarenta jugadas
y ambos jugadores pasaron toda la noche analizando. Boris me
describio 10 que ocurrio al dia siguiente : « La partida fue aplazada.
Yo tema una buena posici6n, pero estaba cansado de analizar y
me presente a la mafiana siguiente sin siquiera afeitarme. Gene­
ralmente, antes de jugar partidas importantes, me doy un bafio
y voy bien vestido. Habitualmente trato de presentarme comme
il taut. Pero en esta ocasion habia llevado a cabo un amHisis in­
cesante y me acerque al tablero sintiendome muy cansado y con
un aspecto desarreglado. Luego, me porte con la obstinacion de
una mula. Recuerdo que Tal me ofrecio tablas, pero las rechace.
Posteriormente senti que mis fuerzas me abandonaban y perdi el
hilo del juego. Mi posicion se deterioraba. Propuse unas tablas
que Tal rehuso. Cuando abandone, los aplausos sonaron atrona­
doramente, pero yo me sentia aturdido y apenas comprendia.
Sent} que el mundo se hundia, que en alguna parte habia un error.
Despues de esta partida sali a la calle y Hore coma un nin�. Re­
cuerdo que la ultima vez que Hore fue en 195 1, cuando perdi ante
Smyslov en la simultanea con reloj . Habia prometido no volver
a hacerlo nunca roas , pero despues de mi derrot� frente a Tal
no pude mantener mi promesa.»
Este episodio tenia todavia una influencia decisiva tres afios
mas tarde durante el siguiente torneo zonal, en la primavera de
1961. Debia vencer a Stein en la ultima ronda para obtener la ca­
lificacion para la hterzonal, pero ataco en forma nerviosa e im­
prudente aplazandc con una posici6n perdida. Analizo, no encon­
tro posibilidades de hacer tablas, se dirigio a la habitacion de
Stein y le ofrecio �bandonar. Stein no lograba comprender. »lDe
que se trata?» p regunto. Boris abandono y luego interrogo a
21
Stein sobre como pensaba continuar la partida despues del apla­
zamiento. Stein le mostro entonces « algo muy malo » . Boris saco
su propia moraleja. « Comprendi que abandonaba demasiado pron­
to. En ajedrez, es necesario jugarse hasta la ultima gota de sangre. »
Un doble divorcio
El periodo de retroceso de Spassky, cuyos puntos algidos fueron
los fracasos en las vitales partidas contra Tal y Stein, coincidio,
y en buena medida fue provocado por ellos, con p roblemas per­
sonales en un doble frente. En 1 952, habia cambiado a Zak por
Alexander Tolush como entrenador. Este ultimo era un brillante
y apasionado jugador y la sociedad funciono bien en sus comien­
zos. Acompaiio a Spassky en su primer encuentro intemacional
en Bucarest y el mismo obtuvo en esa ciudad el exito de su vida
al conseguir un primer lugar.
«Tolush estaba muy comprometido con el ajedrez», me dijo
Boris. « Era un jugador brillante a quien le encantaba sacrificar
piezas y significo una gran ayuda para mi. Cuando 10 conoci, a
comienzo de los aiios cincuenta, tenia un enorme deseo de tra­
bajar con el. Cambie mi estilo, ya que mi entrenador era uno
de esos jugadores que atacan. Comence mis primeros pasos en
el ajedrez como jugador de posiciones, pero cuando tenia catorce
aiios intui que habia un error en este enfoque y me rebele contra
mi viejo estilo. Llegue a comprender que el ajedrez tiene algo mas
que una estrategia logica, y que significa ataques, sacrificios, crea­
cion. Entonces conoci a Tolush y resulto natural que trabajaramos
juntos. Fue mi entrenador desde 1 952 hasta 1 960, pero la situa­
cion se fue poniendo cada vez mas dificil para mi ya que no
pude establecer con el un buen contacto personal. Tolush era un
hombre mas bien brutal a quien le encantaba aconsejarme.» BOris
imita el tono de voz de Tolush : « jNo me gusta esa posicion! Siem­
pre he tratado de enseiiarte, pero eres un niiio muy estupido y
te has equivocado aqui y aqui, en esta oportunidad y en esta otra
oportunidad; tienes que pensar, tener cuidado . . . » jEra terrible!
Ocho aiio s es mucho tiempo, como usted sabe. En esa epoca,
fuera de mi madre, no tenia a quien recurrir. No tenia contacto
con mis hermanos y estaba solo. Ese hombre . . . Aun le respeto,
por supuesto. »
22
En esta misma epoca, el primer matrimonio de Boris no mar­
chaba bien. «De 1 959 a 1 96 1 , tuve tres anos durisimos. Mi equi­
librio emocional estaba completamente destrozado y no podia ha­
cer nada bien. Por ejemplo, en nuestro campeonato nacional, en
enero de 1961, en Moscu, tuve algunas oportunidades muy bue­
nas. Recuerdo dos encuentros muy agradables, uno contra Polu­
gaevsky que perdi y el otro contra Smyslov que termino en ta­
bIas. A pesar de los resultados, estas fueron probablemente mis
mejores partidas. Sin embargo, al final de cada una no podia
hacer nada bien. Sentia que tenia talento, pero estaba sumamen­
te nervioso. En ese torneo, propuse doce veces quedar a tablas,
jdoce veces! Es terrible. Ahora no 10 propongo nunca.»
Boris y su mujer se divorciaron en 1 961. Se habian convertido,
en expresion de Bori� , « en dos alfiles de colores opuestos». Su
esposa volvio a casarse y, curiosamente, su segundo marido tam­
bien se llama Boris Vasilievich. Actualmente vive en el sur de la
Union Sovietica con la hija de once anos de Boris, Tanya.
El divorcio coincidio con la ruptura final con Tolush. En 1 96 1 ,
Spas sky dio el paso que considera coma el mas positivo d e su
carrera: comenzo a analizar y a trabajar con Bondarevsky, el gran
maestro que aun 10 entrena.
« Bondarevsky hizo mucho por mi, no solo respecto a mis
conocimientos de ajedrez y mi comprension de las posiciones, sine
tambien por mi caracter. Bondarevsky era un jugador de com­
binaciones , pero posteriormente decidio parecerse a Capablanca,
y ahora su ajedrez es mas bien aburrido. Cuando pude conocerlo
mejor, me send atraido por el, me inspir6 un gran respeto y des­
cubri que se trataba de un hombre muy interesante. Cada entre­
nador, a su manera, me dio mucho y los respeto a todos, pero
rompi mis relaciones con Zak y Tolush, a los que probablemente
no les gus to que empezara a trabajar con Bondarevsky. Corned
un error al dej ar a Tolush en la epoca de mi divorcio; en esos mo­
mentos me encontraba extraordinariamente nervioso. Deberia ha­
ber tenido una reunion especial con el para explicarle 10 que
ocurria, p e ro en cambio rehuse hablar con el. En ese periodo
tenia cinco audiencias ante el juez antes de mi divorcio, juna
si tuacion muy mala!»
Durante su periodo de retroceso, Spassky tampoco gozaba de
las simpatias de la Federacion Sovietica de Aje.drez. Si un maes­
tro sovietico no responde en la forma que se espera de el, se le
suspende de j ugar en el extranjero por un ano. Boris fue retenido
23
en su patria en tres oportunidades. Una de ellas tuvo lugar des­
pues del campeonato de estudiantes en 1 960, en Leningrado, cuan­
do Spassky, el mejor representante sovietico, perdi6 la partida
clave del tomeo jugando con las blancas , contra William Lom­
bardy, el numero uno de 105 E E .UU., en solo 29 jugadas. Los esta­
dounidenses ganaron el campeonato y el titulo, y Spassky estuvo
entre aquellos a quienes se hizo responsables del fracaso sovietico.
Se dijo que no se habia preparado adecuadamente y que ne se
habia entrenado con seriedad.
En 1 96 1 , se 10 saco del equipo estudiantil sovietico que recu­
pero el campeonato en Helsinki. Un ano mas tarde, debia de
haber participado en el tradicional Torneo de Ano Nuevo en Has­
tings, pero se le remplazo por Kotov.
La descripcion que hace Boris de sus resultados entre 1958 y
1961, 105 hace aparecer coma un catalogo de derrotas y, de hecho,
la impresion general es mas bien de inconsecuencia, pero se expli­
ca perfectamente bien dadas las dificultades por las que atraveso
en esa epoca. Un ano despues de su fracaso de Riga, empato en
segundo lugar con Tal, en el Campeonato Sovietico de Tiflis, un
punto detras de Petrosian. Ese mismo ano, empato con Bronstein
y Smyslov, en el primer torneo del Club Central de Ajedrez de
Moscu. El acontecimiento mas importante de 1959 fue el brillante
exito de Tal, al vencer en el Tomeo de Candidatos, doce meses
despues de ganar el Interzonal de Portoroz. En ese momento pare­
cia coma si la dramatica partida de la ultima ronda de Riga, en
1 958, hubiese senalado un cambio decisivo en el destino de las dos
jovenes estrellas. Pero un ano mas tarde, Boris tuvo el consuelo
de ganar, en la misma ciudad, un tomeo internacional con 111/2
sobre 13, 21/2 puntos completos por delante de Tal, quien acababa
de volver triunfante del Torneo de Candidatos.
La victoria de Boris sobre Tal, en Riga, fue un presagio de su
recuperacion. Dtro significativo encuentro tuvo lugar en Mar del
Plata en 1 960. Boris y Bobby Fischer tuvieron una frenetica ca­
rrera de comtenzo a fin, al vencer a 105 otros competidores y em­
patar con 13 1/2 sobre 1 5 . Spassky gano la partida que se realizo
entre ellos con un Gambito de Rey, con 10 cual impuso su supe­
rioridad en este duelo personal contra quien seria mas tarde su
retador, y que para comienzos de 1 972 habia extendido a 4-1 .
24
El
camino hacia el titulo: «Es terrible.»
A partir de fines de 1 9 6 1 , la curva de la carrera de Spassky inicia
una nueva ascension. En Baku, gano el titulo nacional por pri­
mera vez, consiguiendo defenderse contra el desafio de Polugaevsky
en las partidas finales, por media punto. Bondarevsky era en esa
epoca su entrenador principal, pero tambien, entre los dos cam­
peonatos de 1 96 1 , se entreno durante algunos meses con Klaman,
el maestro de Leningrado, con obj eto de « aguzar mi estilo». Bo­
ris me dijo durante la Olimpiada de Varna, en 1 962, comentando
su partida con Lothar Schmid: « Klaman es un jugador original
y atrevido; me enseiio mucho sobre complicados ataques de sa­
crificio contra el rey. Este incisivo estilo que elegi para jugar con­
tra Schmid es tal vez un reflejo de su enseiianza». Evidentemente,
a pesar de su rompimiento Boris siente aun nostalgia de sus dias
con Tolush.
En 1 970, David Levy pregunto a Boris ( la entrevista completa
aparecio en Siegen Chess Olimpiad, por Keene y Levy) que pensa­
ba acerca del sistema de clasificacion para el campeonato mun­
dial. Boris, como Bobby Fischer, deja entrever cierta amargura
cuando habla del tema : «Creo que es necesario cambiarlo. Obliga
al aspirante a gastar mucha energia nerviosa y esto es muy duro.
Lo se porque he participado en los torneos de calificacion duran­
te seis aiios y es horrible. Cuando el aspirante llega por fin a la
competicion por el titulo se encuentra perdido, porque ya ha uti­
lizado sus ideas y se siente completamente vacio».
El largo camino de Boris comenzo con un modesto segundo
lugar en la semifinal de Kharkov en el Campeonato de la U.R.S.S.
de 1 963. En la final del campeonato, se clasificaron seis jugadores
para un tomeo zonal especial (junto con Korchnoy, que estuvo
enfermo durante el campeonato). Boris compartio el primer lugar
y en el d esempate para el titulo quedo en el segundo lugar, des­
pues de Stein. El zonal de doble ronda, en el que se clasificaban
tres de los siete jugadores para el Interzonal de 1 964, fue una
lucha desesperada, con dos puntos por cada jugador en las finales.
1958 y 196 1 traen dolorosos recuerdos para Spassky: « Part!
muy mal . Comence a pensar que me habia llegado el fin, pero
Bondarevsky me ayudo. Fueron tiempos dificiles para ambos».
25
Un esfuerzo final le permiti6 lograr la calificaci6n e incluso
ganar el tomeo, ayudado por la debil resistencia que opuso Korch­
noy en su ultima partida. El Interzonal de Amsterdam 10 deja con
los nervios destrozados. Boris se perjudic6 con un comienzo len­
to de 4 entre 7, que su peculiar sentido del humor, describe como
« otro tipo de enfermedad» distinto de su antigua costurobre de
derrumbarse al final. « Es probable que tenga origen psico16gico,
porque mis emociones se desarrollan en forma lenta. Se demo­
ran en aparecer, pero despues se hacen cada vez roas fuertes.»
Las rondas finales fueron muy tensas, con los cinco grandes maes­
tros sovieticos luchando entre ellos, ya que s6lo tres se podian
clasificar. Yo me encontraba en Amsterdam en ese momento y re­
cuerdo c6mo Bronstein, durante la partida con Quifiones del Peru,
se paseaba nerviosamente por la sala, contandole a quien quisiera
escucharle su encuentro con Cardoso en Portoroz, en 1958. Smys­
lov, que habia aplazado la partida contra otro finalista, Vranesic
de Canada, se veia mas nervioso y agitado de 10 que nunca 10 he
visto mientras intercambiaba variantes con su entrenador Polu­
gaevsky.
En esas situaciones, Boris logra dar a su rostro una expresi6n
totalmente impenetrable, hasta el punto que Bobby Fischer co­
ment6 una vez que « Spassky se sienta frente el tablero con la
misma falta de expresividad para dar un mate 0 para recibirlo».
Pregunte a Boris si era realmente tan tranquilo coma parecia.
« En realidad, me siento muy nervioso durante una partida, coma
si algo estuviera a punto de estallar, pero si cometo un error,
trato de controlarme y mantenerme tranquilo y en silencio, bus­
cando la mejor manera de salir del aprieto. Es probable que
cuando juego ajedrez parezca imperturbable, pero se trata mas
bien de una mascara utilizada para la ocasi6n. Cuando me veo es­
pecialmente tranquilo, quiere decir que estoy sintiendome par­
ticularmente nervioso.»
Necesit6 la mascara cuando en la segunda sesi6n, Larsen 10
derrot6: « Decidi que todo habia terminado para mi, porque no
sabia que Stein no le habia ganado a Quifiones». Incluso en una
entrevista, efectuada en 1971, Boris describi6 el tomeo de Amster­
dam coma el mas dificil de su vida.
Hasta 1965, Spassky no habia participado nunca en una com­
petici6n. En las partidas del Torneo de Candidatos, le fue dificil
adaptarse al ritmo de encuentros personales que exigia, y le sor­
prendi6 descubrir, cuando jug6 con Keres, que ya estaba cansado
26
despues de siete u ocho partidas . La competici6n con Keres re­
sult6 ser una enconada lucha que comenz6 y termin6 con un climax
tactico. Tipicamente, Spassky describi6 la primera partida, que
perdio, como la que le habia producido la mayor satisfaccion.
«Rice un sacrificio muy acertado, pero cometi un error y me des­
tr02aron. En vez de T3T, PSD habria tenido mas fuerza.»
Keres duro poco tiempo a la cabeza, porque Spassky haciendo
la jugada de Zak 4. ASC en la Defensa Nimzoindia, igualo el pun­
taje a la tercera partida, y luego gano dos seguidas con la Ruy
Lopez, favorita de su adversario. Keres luch6 consiguiendo el pun­
taje 4-5 cuando le faltaba una sola partida, luego se perdi6 en un
laberinto de complicaciones en la partida final.
El impresionante juego que Spassky desplegara contra Keres
10 convirti6 en el favorito para derrotar a Geller en la semifinal,
y se le reconoci6 el valor total por su ptfntaje vencedor 51/2 - 21;'.
Mientras tanto, Tal que habia derrotado a Portisch y Larsen en
la otra mitad del sorteo, aseguraba una competicion final que era
esperada con ansia por el publico aficionado al aj edrez. Tal, aque­
jado de una enfermedad a los riiiones, no era exactamente el mis­
mo jugador que habia ganado espectacularmente el titulo mun­
dial en 1 960. Pero parecia una contienda muy abierta e interesante.
Boris se habia preparado en forma seria y completa. En vista
de su tendencia a tener malos comienzos, ne siguio el consejo de
Botvinnik de descansar durante la semana anterior al encuentro
y se enfrent6 en forma intensiva haciendo demostraciones a la
ciega contra maestros y candidatos. Le hubiese gustado llevar a
cabo partidas abiertas contra Tal, pero decidi6 que era necesario
usar tacticas de espera : « tablas, tablas y mas tablas, reservando
mi empuj e final para el termino de la partida cuado yo empe­
zaba a fortalecerme y Tal a debilitarse ».
Spassky sorprendi6 a su adversario, y a1 mundo del ajedrez,
jugando la Marshall contra la Ruy L6pez en tres de sus partidas
con Tal. Este ultimo no 10gro hacer progresos con las blancas
contra ell a, 10 que resulto ser un factor decisivo en la competi­
cion. Dijo Boris: cCreo que la Marshall es muy buena para conse­
guir tablas, que era por supuesto todo 10 que yo queria obtener
con las. negras. Despues de esta competici6n, Bondarevsky y yo
pensamos que debiamos erigir una estatua a Frank Marshall, un
jugador muy simpatico ». La tactica de Boris obtuvo un exito bri­
llante y, despues de una serie de cinco empates sucesivos, en la
27
mitad de la competici6n. los nervios de Tal sufrieron un quebran­
tamiento en las ultimas etapas de la novena partida. Spassky gano
los tres ultimos encuentros.
Las garras del tigre
Cuando converse con Boris en Hastings. tres meses a nte s de la
competici6n por el titulo mundial de 1 966. se podia advertir una
marejada de creciente ansiedad en sus pensamientos . Cite un co­
mentario de Tal en el sentido de que Petrosian era un jugador
muy cuidadoso. no pasivo sino ligeramente cobarde. « Yo s oy siete
aiios mas joven. Mi ventaja esta en la quinta hora de juego . Tengo
que pensar c6mo organiza.r las partidas de tal mane ra que el
climax tenga lugar hacia el final de la sesi6n.» En 1 9 66. existia la
esperanza generalizada de que la habilidad de Spassky para com­
batir la Caro-Kann 1 . P4R. P3Ad. favorita de Petrosian. seria una
de las claves tecnicas de la competici6n; ofred a B oris un ar­
chivo de todas las variantes conocidas de la Caro-Kann para que
se 10 llevara a Moscu. Me 10 agradeci6 y dijo que tenia la impre­
si6n de que la defensa ante 1 . P4R era la principal debilidad de
Petrosian. en la apertura. « Creo que seria imprudente que jugara
la Caro-Kann en la competici6n; sin embargo. el cree en ella y esa
es mi oportunidad. Me siento muy c6modo en aperturas como la
Caro-Kann 0 la Defensa Francesa. No parecen solucionar los
problemas de las negras en el centro. Puede que me equivoque.
por supuesto. Probablemente. la mejor posibiIidad de Petrosian
sea enfrentar 1 . P4R con 1.
P4R porque en la Ruy L6pez las
negras tienen buenas posibilidades de igualar. Pero dude que Pe­
trosian juegue 1.
• P4R. porque hacerlo equivaldria para el
a una especie de derrota psicoI6gica. »
Los pron6sticos y esperanzas d e Boris comenzaron a fallar des­
de la primera partida en la que Petrosian emple6 la Caro-Kann
mejorada con una variante del archivo Barden y logr6 facilmente
unas tablas. Las primeras seis partidas fueron empatadas. y Spas­
sky. en un articulo reciente aparecido en Chess Life and Review.
seiiala la quinta como el punto decisivo de la competici6n : « Cuan­
do perdi la quinta partida. que daba por ganada. hasta cierto pun­
to perdi la confianza en mi mismo y me encontre con qu� mi ad­
versario se encontraba preparado para aumentar la suya. No es
ninguna coincidencia que despues de la 12.a partida llevara la
. . . •
. . .
28
delantera con un margen de dos puntos .. » El juego de Boris en
la septima, que perdio con las blancas, muestra en parte la mis­
ma perdida de la paciencia que la que experimento Tal despues
de una serie de tablas en la novena partida de la competicion
de 1965.
El brillante triunfo de Petrosian en la decima partida no solo
mostro que el campeon se encontraba en la plenitud de su capa­
cidad desde que derroto a Botvinnik en 1963, sine tambien que
Spassky empezaba a mostrar una reaccion ante la larga serie de
encuentros elim,inatorios
lientemente en la segunda mitad de la competicion. Por fin vencio
contra la Caro-Kann (en el quinto intento) en la 1 3 .a partida, en una
maraton de 91 jugadas. Pero Petrosian echo mane de todos los re­
,
cursos para retrasar 0 impedir sus esfuerzos por igualar el puntaje.
Cuando finalmente Spassky abatio en forma convincente la Defensa
Francesa de Petrosian en la 1 9.a partida y quedo en 9'/2 - 9'/> rea­
liz6 tambien su ultimo esfuerzo. En la 20.a partida, Petrosian pi­
soteo la Defensa Nimzoindia del aspirante asegurando virtual­
mente que el titulo permaneceria en Armenia por otros tres aoos.
La doma del tigre
Antes de la competicion de 1 966, le pregunte a Boris como se sen­
tiria si perdiera : « Personalmente, no me importaria mtlcho si
pierdo. Si me derrotan en esta competicion, todavia me quedan
esperanzas de enfrentar a Petrosian de nuevo ». Durante los dos
aoos siguientes, los resultados de los torneos en que participo
Boris, produjeron la impresion de que estaba economizando sus
recursos, listo para un nuevo asalto por el titulo, en 1969. Su vida
personal tambien estaba cambiando, esta vez para mejor. Cuando
10 entreviste en Hastings, en 1 965-66, me dij o que resultaba di­
ficil organizar su tiempo para prepararse adecuadamente para la
competicion con Petrosian. « Cuando vivo solo, paso gran parte
del tiempo solucionando problemas domesticos. Tengo que lavar
mis camisas y preocuparme de mi mismo. » Comente : « Necesitas
una mujer» . « Tienes razon», replico Boris. Y se rio cuando agre­
gue: «l S610 para lavarte las camisas ?»
«No me gusta este tipo de vida cuando resulta demasiado des­
organizada. La vida de soltero es muy incomoda, pero ahora que
me encuentro tan comprometido con la preparacion del campeo29
nato mundial no quiero pasar demasiado tiempo con chicas.
Solo 10 suficiente para decir: hola y adios. »
Un aiio despues de l a competicion de 1 966, se habia casado d e
nuevo. Su esposa, Larissa, asistio a menudo a l a sala del tomeo,
durante el encuentro con Petrosian en 1 969. Al aiio siguiente
Boris decia a David Levy: « No le temo a nada en la vida, excepto
mi hijo que tiene tres aiios. Tal vez se convierta en un bandido 0
algo por el estilo . . . » Fue tambien un periodo de exito en 10s tor­
neos, aunque a menudo no rendia al maximo. En 1 966. logro una
estupenda victoria en Santa Monica, aventaj ando a Fischer y Pe­
trosian, con el estilo tipico que le proporcionaba los mej ores re­
sultados : un porcentaj e equilibrado de tablas, triunfos en las par­
tidas c1aves y en cantidad suficiente como para demostrar quien
era el amo del torneo. Despues de otro buen triunfo, a comienzos
de 1967, en Beverwjik, permanecio inactivo durante bastante tiem­
po antes del torneo de Candidatos de 1 968, como para que Korch­
noy escribiese : « El resultado de los encuentros de Spass ky han
demostrado una notoria tendencia descendente en estos ultimos
aiios». Boris habia considerado el Torneo Conmemorativo de
Alekhine y Sochi, en 1 967, como encuentros de entrenamiento.
Como me habia dicho con anterioridad : «A veces me resulta di­
ficil jugar bien contra un amigo intimo. En Sochi, formaba parte
de un cuarteto de bridge con Malich, Damj anovich y Jansa. No
pude jugar en serio contra ellos en el torneo y propuse tablas » .
E l Torneo de Candidatos d e 1968 mostro rapidamente que Boris
habia conservado su fuerza desde la serie de 1 965-66. Derroto a
Geller por la misma cuenta de 5 '/2 - 2 1/2 que en su encuentro
previo, aunque su exito fue menos convincente, debido en gran
parte a la actitud de Geller quien se obstino en seguir con el
lado negro de la Siciliana Cerrada, que llevo muy mal. El en­
cuentro con Larsen era esperado con gran interes porque el
maestro danes habia dado a conocer su intencion de convertirse
en el campeon mundial y muchos 10 creyeron. Boris gano las tres
primeras partidas superando a Larsen, tanto en posiciones s en­
cillas como en complicaciones tacticas, y la competicion llego vir­
tualmente a su fin. Fue por esta epoca que muchos comentaris tas
empezaron a indicar que el « estilo universal» de Spassky radi­
caba en su fuerza. Fischer podia calcular mejor; Tal, tener roas ins­
tinto para los sacrificios ; y Korchnoy, poseer un mayor dominio
de la defensa, pero Spas sky era superior en un sentido general.
La competicion entre Spas sky y Korchnoy, la eliminatoria fi30
nal de 1 968, constituyo un impresionante ej emplo de la capacidad
de Boris para recuperarse despues de una derrota, especialmente
si se 10 compara con los « nervios de la ultima rueda» que 10 afec­
taban al comienzo de la decada de los sesenta. Alcanzo con fa­
cilidad el puntaje 3 1/2 - 1 1/2, luego estropeo una posicion vence­
dora en la sexta partida con una serie de errores. Korchnoy, per­
cibiendo una posibilidad de rehabilitarse, abandono su habitual
Grunfeld cambiandola por una Defensa India de Rey, en la sep­
tima partida. Fue bellamente aniquilado por el vehemente Boris
que termino con un elegante sacrificio de dama. Un hecho notable,
que nos muestra la forma incisiva en que se desarrollo la com­
peticion Spassky-Korchnoy, es que se dio con mucha mas fre­
cue ncia el enroque largo que en las otras seis competiciones jun­
tas . « En estos momentos, Sp assky es superior a todos sus con­
temponineos . . . No dude ni por un segundo que tendremos un
nuevo campeon mundial. » dijo Korchnoy despues de la competi­
cion - el mismo « experto » que solo tres meses antes habia co­
mentado : « Spassky no esta en buena forma».
Spassky se preparo para su encuentro con Petrosian en 1969 de
una manera mas completa que en 1 966, epoca en que se encon­
traba agotado despues de una larga serie de pruebas eliminatorias.
A comienzos de 1 969, paso tres meses estudiando las aperturas
y las partidas de Petrosian. El equipo que 10 secundaba incluia
ahora a Nikolai Krogius, profesor de psicologia y gran maestro de
ajedrez. Boris tambien se preocup6 de su estado fisico : una larga
carrera a campo traviesa todas las mafianas y ejercicios de yoga
eran parte de su programa.
Spassky era el favorito de todo el mundo en 1969. Despues de
una nerviosa derrota en la primera partida (l Que paso con las
demostraciones a la ciega contra maestros candidatos ? ) taladro
las casi l las debiles que rodeaban al rey enrocado, en la cuarta
y demostro el juego mas elegante de la competici6n en la quin­
ta. Cuand o Petrosian perdio la octava por un grave -error en la
apertura y la novena fue aplazada teniendo Spassky un peon de
ventaja, los resultados parecian fluir suavemente a favor del as­
pirante_
La fase siguiente de la competici6n, desde la segunda sesion
de la novena partida hasta la 17.a provoco a Spassky la ultima cri­
sis antes de conseguir el titulo. Este hecho presenta algunos pro­
blemas interesantes . Spassky demoro una ruptura veneedora en
la novena partida y permiti6 a Petrosian levantar un bloqueo;
31
perdio la 10.a y la l 1 .a dejando que su oponente igualara el puntaje.
Luego vino una curiosa serie de tablas en las que Spas sky solo
hizo esfuerzos simbolicos para ganar con las blancas en las par­
tidas 13 y 15 contra la defensa Petroff. Krogius afirmo mas tar­
. de, en un articulo del B ritish Chess Magazine que Spassky «actuo
en forma acertada desde un punto de vista psicologico. Durante
ese periodo, Spas sky estaba -utilizando la jerga del box­
" groggy" a causa de los resultados de las partidas 1 1 y 1 2 . Nece­
sitaba tiempo para recuperarse, volver a encontrar la s erenidad
y comenzar entonces la verdadera lucha final de la competicion.
Es curioso que Petrosian no 10 haya advertido, aparentemente
pensaba que Spassky habia perdido el control de la situaci6n. Mi
impresion es que la (mica posibilidad de Petrosian era aumentar
la presion en las partidas 13 y 17. En vez de eso, se demorO pen­
sando que, como dice el proverbio, " la manzana caera par si
misma ". Por esta razon, Petrosian no resistio el nuevo desafio
decidiendose de esta manera la competicion.»
Resulta interesante comparar estas palabras, de un hombre que
estuvo junto a Spassky durante la competicion, con la rapida
recuperacion de Boris despues de su reves con Korchnoy y la pron­
ta reaccion de Fischer que le permitio eludir la derrota en su en­
cuentro con Petrosian en 1 97 1 . Lo notable de las partidas 9 a 1 7
e s justamente e l hecho d e que e l periodo d e debilidad d e Boris
fuese relativamente largo : mas de un tercio de la competicion. La
elevada estima que Spas sky siente por el juego de Petrosian parece
datar de esta epoca. Dijo a Ray Keene, en una entrevista efectua­
da en Siegen : «Creo que quizas la personalidad mas interesante
sea la de Petrosian . . . Porque su juego es profundo y tiene ideas
muy originales, estrategicas pero por supuesto un poco pragma­
ticas. Durante la partida, se comporta como un gato simpatico.
Pero esto es solo aparente porque �uego se convierte en un t igre ».
En el tercio final de la competicion, el tigre estaba domesticadp.
Spas sky gano la partida 17 cuando Petrosian perdio el pie en
complicaciones y aumento su ventaj a en la partida 19, con un ful­
minante ataque sobre el fIanco del rey. Petrosian revivio breve­
mente para ganar la 20.a, pero despues de rechazar una posibili­
dad tactica de complicar perdio la 2 1 .a quedando nuevamente con
dos puntos menos . Habia llegado el final. Despues de dos tablas
sin incidentes notables, la competicion termino 12 1/, - 10 1/, a fa­
vor del aspirante. El Dr. Euwe entrego a Boris Spassky la medalla
de oro de Campeon Mundial y la corona de laurel del vencedor.
32
Tinie blas en el Olimpo
Las primeras entrevistas de Boris despues de ganar el campeo­
nato dejaban ver su optimismo. Habl6 de participar en 100 par­
tidas de tomeo al afio y de seguir tratando el ajedrez en forma
normal. Le dij o a Bertok de Yugoslavia : « No temere las tablas
con j ugadores debiIes ni las derrotas . . . Mi preparacion para los en­
cuentros sera mejor y mas completa en el futuro».
Sin embargo, de hecho, ha jugado menos d �sde que se convir­
tio en el campeon mundial que en sus periodos anteriores. Ha
tratado de vencer en los torneos pero sin dominar la especialidad :
una caracteristica de su juego, destacada por el cuadrangular de
Leiden de 1970 donde termin6 primero, con dos triunfos y diez
tablas.
Sus afios como campeon que prometian convertirse en una
epoca brillante para el ajedrez sovietico, a juzgar por el enfoque
aventurero que Spassky afiadio al titulo, se han visto eclipsados
por el impresionante desafio de Bobby Fischer. En su epoca, el
papel de campeon mundial fue dificiI para Petrosian y los resul­
tados de sus encuentros hicieron que fuese faciI para 10s criticos
sugerir que no era realmente el numero uno en el mundo. El
mismo Boris, anies de llegar a ser campeon mundial, no contaba
con dominar a sus contemporaneos. Aceptaba, en forma realista,
su propia pereza como un factor restricitivo. Su respuesta cuando
'
le pregunte que esperaba de si mismo como campeon mundial
podria resultar ser un astuto juicio sobre su futuro. « E spero
que dentro de tres 0 cuatro afios sere mas fuerte que ahora (eso
era en 1966), pero despues decaere y otro jugador mas fuerte tomani
mi lugar. El ajedrez es una forma de vida realmente anormal, y
para permanecer en la cumbre se necesita una tremenda autodis­
ciplina. Esa es una cualidad con la que hay que haber nacido ; yo
soy tod o 10 contrario : muy poco practico y completamente des­
organizado. »
E l impresionante triunfo sobre Fischer e n Siegen, e n 1 970, ha
sido el punto mas alto de la carrera .de Spassky c;omo campeon del
mundo. antes del encuentro con el joven estadounidense, en 1972.
La calidad del juego, la importancia de la lucha por ganar la
Olimpiada y las tensas circunstancias emocionales se combinaron
para acallar temporalmente el creciente numero de seguidores
33
3 LAS 100
MEJORES PARTIDAS DE SPASSKY
de Fischer. Despues de Siegen, Spas sky dio brevement e la imp re­
sion, no solo de ser el campeon mundial sino tambien el mej or
j ugador del mundo. Entre ese momento y la impresion de este
libro han transcurrido 18 meses, en los que Boris parece, par las
razones que sean, atravesar un periodo de inseguridad que re­
cuerda su epoca de crisis por el ano 1 960.
Dejo de j ugar durante nueve meses despues de Siegen. Sus re­
sultados en 1971 tenian un tone menor que se veia acentuado
por su contraste con la brillantez de Fischer. Empato en segundo
lega l', detnis de Hort en un torneo de poca importancia en Gaten­
burgo; lucho para empatar con el maestro Hans Ree, de Holanda,
en Vancouver, despues de sobrevivir con una posicion perdida
contra Suttles y termino el ano con el sexto lugar en el Tarneo
Conmemorativo de Alekhine. Los comentaristas sovieticos hicie­
ron sentir sus protestas por su juego anodino y su aparente falta
de interes por el torneo. Durante el Alekhine, dij o a un reportero :
« Todavia soy el rey, sabe», y agrego : « Tengo mucho trabajo y
muchos problemas en este momento ». El gran maestro holandes
Jan Donner comento, despues de los triunfos de Fischer, pero
antes del Torneo Conmemorativo de Alekhine, « Todavia creo que
Spassky sera el vencedor. Tienen un conocimiento mas profundo
del aj edrez y una mej or comprension de las posiciones tranquilas.
Pero Spassky siente un gran respeto por la habilidad de Bobby
y temo que tenga el deseo subconsciente de que Uegue a ser el
proximo campeon ».
Boris es un avido lector. Un periodista yugoslavo describio su
piso diciendo : « Libros, libros por todas partes . . . », pero sus temas
estaban lejos de limitarse al ajedrez. Dostoievsky es uno de sus
escritores favoritos, tambien le gusta Solzhenitsin y Bulat Okud­
zhava, un poeta y escritor de cuentos que interpreta canciones
ironicas sobre temas de actualidad, acompanandose con su p ro­
pia guitarra. A menudo parece como si Boris mismo .poseyese
rasgos dostoievskianos en su personalidad. Le gusta decir que « el
hombre esta lleno de contradicciones» y que en el existe una lucha
entre el encanto y la ironia externa y una autocritica subyacente
que resulta casi cruel. Tal vez esta sea la razon por la que su
flujo creador y su sutil comprension de las posiciones, que le
han ganado el titulo mundial, se hayan revelado s610 en parte.
Sin embargo, otra caracteristica de su carrera es una habilidad,
demostrada en forma convincente en estos ultimos afios, para dar
10 mejor de si en las grandes ocasiones. Las competiciones de can34
didatos, las partidas finales de la segunda serle con Petrosian y
la lucha personal con Fischer en Santa Monica, 1966, y Siegen,
indican que el encuentro de 1 972 puede estimular a Spassky para
alcanzar su maxima capacidad. Borls mismo dijo el ano pasado
que veia con agrado la posibiIidad de tener a Bobby como retador:
« Fischer seria un nuevo adversarlo. Una competicion contra el
despertaria un gran empuj e creativo. Seria una prueba interesan­
te» . En 1 972, la competicion se desarrollara tanto en un nivel
emocional como el campo de batalla de la Variante de Cambio de
la Grunfeld. Promete ser una lucha fascinante tanto d�sde el pun­
to de vista tecnico como del humano .
(El autor desea agradecer a la Federacion d e Ajedrez d e los
EE.UU. por la autorizacion para extraer citas de « Portrait of a
Worl d Champion» publicado en Chess Life, en 1 970; al British
Chess Magazine por extractos de «A Close-up on Spassky» por
N. Krogius , publicado en su numero de mayo de 197 1 ; a R.D. Keene
y D.N.L. Levy por el permiso para citar partes de una entrevista
con Spassky aparecida en Siegen Chess Olympiad; y en ultimo
termino, aunque no por eso menos importante, a Borls Spassky
por pasar muchas horas frente a su magnetofono cuando visito
Inglaterra para participaI" en el Torneo de Hastings en 1 965-66. )
35
1 949 - 1 957
PERFECCIONAMIENTO CONTINUO
El mismo Spassky reconoce que en su periodo inicial enfocaba el
juego de una manera mds bien cauta. Esto era en parte el resul­
tado del entrenamiento, que inevitablemente pone el enfasis en
la 16gica y la prudencia. Sin embargo, resulta sorprendente que las
primeras partidas que presentamos ( nums.
1 a 8) incluyan solo
una apertura de peon de rey ( n.o 2 ) , mientras que para defenderse
del peon dama eligio la solida Defensa Eslava (partida n.O
Pero e n
4).
1951 Spassky cambio d e entrenador, y e l talentoso
pedagogo Zak fue reemplazado por Tolush, genio del ataque que
de haberlo acompafiado la salud habria ocupado un lugar mucho
mds importante en el mundo del ajedrez del que le otorga ese
triunfo aislado que significo el primer premio en Bucarest, en
1953. El cambio fue provechoso y ya en 1953 comenzo a aparecer,
cada vez con mayor frecuencia, una maestria tdctica en las parti­
daS de Spassky. Tal vez la mejor de este periodo sea la obra
maestra del contraataque que desarrollo contra Geller, en la par­
tida n.O 11, quien a pesar de esta derrota llego a ob tener el titulo,
en
el que considero el mds disputado de 105 campeonatos sovie­
ticos. La partida contra Stahlberg ( n.o 1 7 ) resulta tambien de mu­
cho interes, ya que en ella Spassky adopto la Benoni Moderna
de
la misma manera en que 10 haria Tal, con mucho exito, en
105 ul timos afios de la decada del cincuenta.
37
1 . Campeonato Juvenil de Leningrado 1 949.
Negraa : Avtonomov.
GAMBITO DE DAMA ACEPTADO
1 . P4D
2. P4AD
3. C 3AR
4. P3R
5. A x P
6. 0·0
7. D2R
milar (9 . . . . P x P; 10. TID). 10
mejor que pueden hacer las ne­
gras es cerrar la posici6n con
9 . . . PSA.
.
P4D
PxP
C3AR
P4A
P3R
P3TD
. .
1 0. T 1 D
La apertura se ha desarrollado
en forma impecable y hace pen­
sar que los j ovenes contendedo­
res han sido bien entrenados.
7.
Un error que compromete dema­
siado pronto a las negras. 8 . . .
A2C es 10 acertado. al retener la
opcion de j ugar CD2D.
.
9.
C3A
Sin aprovechar su oportunidad.
La ent!rgica jugada 9. P4TD exige
la respuesta 9 . . PSA y despues
de 10. A2A. A2C ; 1 1 . P X P. P x P ;
12. T x T seguido por 13. C3A las
blancas tienen cierta ventaja.
considerando su ataque al PCD
y su desarrollo superior.
.
9.
. .
PxP?
...
Abriendo l a posicion e n un mo­
mento en el que no pueden en­
frentar la presion de las blancas
sobre la columna D con CD2D .
Como 9. . PSC; 10. C4TD pro­
duce una apertura de lineas si. .
38
.
Las negras deberian probar 10 . . . .
A2R prepanindose para enrocar.
o 10 . . . . . P6D. Las blancas abren
la columna R y despues del inevi­
table PSD todo el centro estalla
en pedazos mientras e1 monarca
negro todavia dormita en casa .
11.
P4CD
C3A
8. A3C
A2C
PxP
C5CD
Un intento desesperado por im­
pedir PSD que seria. de hecho. la
respuesta a 11 . . . . . A2R. Sin em­
bargo. aunque las negras tienen
ahora cuatro piezas controlando
el 4D ( el PR clavado no debe ser
considerado en este recuento ) la
ruptura en el centro es todavia
factible y tendria realmente mu­
cha fuerza.
1 2. P5D !
1 3. A5C !
CD X PD
jAhora las negras tienen nada
menos que tres piezas clavadas !
1 3.
1 4. AD X C
A2R
PxA
Otras j ugadas solo pierden piezas
de inmediato.
1 5. C X C
AXC
Si 1 5 . . . . . P x C . para conservar el
alfil con propositos defensivos,
entonces 16. C40 y como 16 . . . . ,
AlA permite 17. C6A, D30; 18.
A x P con una amenaza contra la
TO, las negras no estan en me­
jor situaci6n que en la partida
misma.
1 6. A X A
1 7. C4D
PXA
N o 17 . . . . , � ? ; 18. CSA amenazan­
do al alfil y al rey. Si 17 . . . . , Ol0
entonces 18. T 1 R con fuerte pre­
si6n; por ejemplo : 18 . . . . , T2T,
19. TlAO, R1A; 20. DST seguido
por 2 1 . CSA y ganan facilmente,
puesto que las dispersas fuerzas
de las negras no pueden hacer
frente a toda la presion que ejer­
cen las blancas .
1 8. CSA
P4TR
Para impedir 19. DST, pero ahora
las blancas disponen de un habil
sacrificio. Las negras podrian en­
sayar 18. . . . , A4A pero entonces
viene a continuaci6n 19. P4CD,
A x p ( 1 9 . . . . , A3C; 20 T x P como
en la partida ); 20 D4C, mientras
que si 18 . . . . , T2T luego 29 D3R!
y las blancas penetran con 20
D6T + .
Una casilla ideal para el caballo.
Las blancas podrian ganar el PO
con 17. 020, 0 030, pero ya han
conseguido una ventaj a suficien­
te que les permite jugar en for­
ma mas ambiciosa.
17.
...
RIA
19. T X P !
20. D X A +
2 1 . D X P (6)
DXT
R1C
Abandonan
Las blancas amenazan con 22.
D7C mate 0 22. C7R + ganando la
dama. j Un ataque final sumamen­
te convincente !
2. Cuarto de Final del 20.. Campeonato de la U.R.S.S.,
Rig., 1 95 1 .
Blancas : Estrin.
APERTURA PONZIANI
1 . P4R
2. C3AR
3. t � A
P4R
C3AD
En la Uni6n Sovietica, Estrin es
especialista en el juego abierto
y por eso normalmente prefiere
3. A4A a 3. ASC. Aqui parece con­
tar con que seria muy dificil que
39
el escolar de catorce aDOS, sen­
tado frente a el, estuviera familia­
rizado con una autentica aper­
tura del siglo XIX.
3.
...
P4A
Estrin tenia raz6n, ya que 3 . . . . ,
P4D 0 3 . . . . , C3A son las Unicas
jugadas aprobadas por la teoria.
Sin embargo, el texto tambien
parece jugable.
9.
...
un
juego ra­
C 3T !
Pensado en el momento. Con el
centro bajo menos presi6n que
en la Ultima nota, puede impedir
el acosturnbrado C2R. favorecien­
do un desarrollo mas agresivo.
1 0.
P3A ?
Esto las dej a expuestas a un
fuerte ataque. Era mejor 10. P4AD.
4. P4D
La rnejor. Despues de 4. P x P, D3A
las negras tienen un juego satis­
factorio .
4.
5 CXP
6. C4A
A X C ; 13. C3A, con
zonable.
PA X P
D3A
D5T !
1 0.
11.
P3CR
1 1 . P3TR, D6C ciertamente no pre­
senta una perspectiva mas atra­
yente.
La linea crucial es 6. C4C, D3C ;
7. P5D (7. C3R, impidiendo 7 . . . . ,
P4D, tambien es acertada por
analogia con la linea 1. P4R, P4R;
2. C3AR, P4AR; 3. C x P, D3A; 4.
P4D, P3D; 5. C4A, P x P cuando
Nimzovich recornendaba 6. C3R )
7 . . . . , C I D ; 8. A2R, A4A; 9. A3R con
cierta ventaj a para las blancas .
6.
7.
S.
C3R
A5C
9.
0-0
P4D
A3R
A3D
Dernasiado pronto. 9. P4AD da
mayores opciones a las blancas ;
por ej ernplo : 9 . . . . , C2R; 10. P x P
( 10. P5A, ASA; 1 1 . P3CR tambien
debe ser tornado en cuenta) 10.
0-0; 1 1 . 0-0, CR x P; 12 C x C.
. . . •
40
1 1.
12. P X A
1 3. C2C
AXP!
DXP+
Despues de esto ya no pueden ju­
gar P x P a causa de . . . , C5C en
que 2TR no puede ser defendido
en la segunda fila. en vista del
bloqueo que ejerce el caballo en
2CR. Sin embargo, tampoco ell
mejor 13. RIT porque le sigue
13 . . . . , 0-0; 14. C2D ( 14. P x P, C5C;
15. D2R pierde frente a 15. . .. ,
T7A y si las blancas intentan
mejorar la situaci6n con 15 . . . . ,
C x C ?, A x C; 1 6. D1R pierden la
dama ante 16 . . . . , A6A+ ) 14 . . . . ,
T5A; 15 . C2C, TDlAR con un ata­
que decisiv�; por ejemplo: 16.
AlR, P6R!
D2R
o bien 14. TlA, 0-0 y las negras
amenazan con 15 . . . . , C5CR.
1 4.
15
0-0
D2AR
1 5.
D3C
A2R
o 16. C2D, P6R!
1 6.
1 7.
C4A
Ahora la amenaza es 18 . . . . , C5T.
1 8.
UT
o bien 18.
TlD, C5T; 19. AlA,
C6A + ; 20. R1T, D3T
1 8.
19. T I T
D3T
Pierden d e inmediato, pero no
habia defensa posible; p�r ejem­
plo: 19. TIC, T3C; 20. C1R, A8A +
mate, 0 19. R1C, T3C.
1 9.
...
AXC+
Abando_a.
No 15. AD x C, P x P ! ; 16. D2AR
( 16. T x P, T x T; 17. A2D, TDlAR;
18. AIR, D3C; 19. C2D, T6R! gana)
16 . . . . , D x C + , 17. D x D, P x D
gana.
1 6.
...
A6T
1 3.
1 4.
1 7.
T3A
P4AR
Todavia no es el momento de
intentar cambios, puesto que des·
pues de 1 7 . A x C, D x A no hay
defensa contra 18 . . . . , T3C.
A causa de 20. R x A, T3C + .
Durante este torneo s e llev6 a
cabo el primer encuentro entre
Spas sky y Tal, pero no sobre el
tablero. Como dice el maestro
sovietico Chaplinsky: .. Misha Tal
fue un asiduo espectador de este
torneo. En esos dias era notable­
mente inferior a Spassky. A me­
nudo, una vez terminada la rue­
da, ambos j6venes solian anali­
zar juntos las partidas. Resultaba
grato observar el tacto con que
Spassky explicaba las cosas a
Mischa ...
41
3.
Campeonato del Equipo Juvenil de la U.R.S.S., 1 952.
Negraa : Juchtman.
su control sobre las casillas de
las blancas y preparan la manera
de enfrentar el inmediato 12.C3C ?
con 12.
P x P; 1 3 . PA x P ? ?
D6A + ganando piezas .
DEFENSA NIMZOINDIA
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
P4D
P4AD
C 3AD
P3R
P3TD
PxA
A3D
C3AR
P3R
A5C
0·0
AxC+
P4A
P4D
. . . •
1 2. 0-0
1 3. C3C
1 4. D X A
La experiencia ha demostrado
que 10 mejor que pueden hacer
las negras es dej ar a las blancas
con un peon duplicado e intentar
P3CD en­
C3A 0 bien 7
7
CIR
frentando 8. P4R con 8.
para impedir l a clavada : 9 ASC .
.
. . .•
.
. . .
. ..•
8.
9.
PA x P
C2R !
PR X P
El cabal lo se encuentra mejor si­
tuado aqui protegiendo la debili­
dad de 3AD y prepanindose para
controlar 4R con P3A.
9.
1 0. P4TD
P3CD
El primer signa de inexperiencia
del joven maestro. Todas las po­
sibilidades de las blancas estan
en el flanco R. de manera que
simplemente deberia enrocar. La
idea de trasladar el alfil a 3TD no
tiene relacion con las exigencias
de la posicion.
1 0.
1 1 . A3T
A3T
DIA
Una buena jugada que acentUa
42
TlR
AxA
P5A
Una jugada arriesgada. Probable­
mente. las negras estaban preocu­
padas por la posibilidad de 1 5 .
P x P. P x P; 16. P4AD. pero senci­
CD2D seguido por
llamente 14
15
D3T
D2C 0 incluso 14
las dejaria con igualdad. Sin em­
bargo. ahora que las negras han
disminuido la tension en el cen­
tro. las blancas pueden facilmen­
te preparar un avance tematico
con P4R.
.
.
. . . •
.
. . . •
1 5.
D2A
. . .•
P3C ?
Mas tarde. las negras pagaran
muy caro por este debilitamiento
de sus cuadros oscuros. La ame­
naza de 16. CSA se combatia me­
C3T; 16 CSA. T3R
jor con 1 5 . .
Y entonces D2D seguido por
TD I R con el fin de atacar la 3R
y la 4R y asi ataj ar el avance
del PR.
. .•
1 6. TDIR
P4TR
Un nuevo debilitamiento del flan­
co R. aunque con el loable pro·
posito de reducir el control de
las blancas sobre el centro. al ha-
cer que el caballo se dirija al
borde del tablero.
1 7. P3A
D3A
Las blancas han concentrado to­
das sus fuerzas donde se las ne­
cesita: en el flanco R y en el cen­
tro. Las negras estan perdidas.
Una inconsecuencia, pero proba·
blemente dictada por el hecho de
que despues de 17. . . . , P5T; 1 8.
CIT el caballo volvera rapida­
mente a emerger de su establo
via 2AR.
20.
21. CfT
22. P x P
23. T X T
P5T
PxP
TxP
DxT
o
1 8. 2AD !
Ahora las blancas fuerzan el P4R
cuando la presion de la dama so­
bre la columna AR, cuya apertu­
ra es inminente, se hace decisiva.
1 8.
...
CD2D
1 8 . , D x P es un lujo que las ne­
gras no pueden permitirse dado
su escaso desarrollo. Las blancas
replican 19. AlA y luego 20. P4R
y la ausencia de la dama en el
flanco D hace mucho mas pesada
la tarea defensiva de las negras.
. . .
l it. A l A
20. P4R !
T3R
bien 23 . . . . , C x T ?; 24. D x PA + ,
RIT; 25 . D7R, D3D ( de 10 contra­
rio 26. T7A); 26 D x P + , R(cual­
quiera ); 27. D X C .
24.
A5C
j Se necesitaba al alfil en el flan­
co R !
P6T
24.
Las negras han sido superadas e
intentan tender celadas.
25.
PxP
Las negras ya no tienen justifi­
cacion para seguir jugando pues­
to que 25 . . . . , D4A se rebate con
26. D 4T y 27. T x C !
25.
25. C3C
27. A x C
28. D x C
T l AR
D6D
CxA
Las negras abandonaron pronto,
ya que no tienen defensa cotra
29. R I T seguido por 30. C5T 0 30.
C5A, segUn sea la posicion elegi­
da por la dama.
43
4. Campeonato de Leningrado, 1 952.
Blanca. : Furman.
GAMBITO
DE DAMA RECHAZADO
1 . P4D
2. P4AD
3. C3AR
4. C3A
P4D
P3AD
C3A
P3R
Invitando a las blancas a jugar la
complicada linea : 5. ASC, P x P;
6. P4R, P4CD; 7. P5R, P3TR; 8.
A4T, P4CR. Furman, conocido por
su decidida inclinacion hacia un
juego posicional solido, elige una
linea mas tranquila.
TIR
1 4. A6T
1 5 . P4A
Una jugada de doble filo que de­
bilita las casillas 3CR y 4R. No
existe ninguna seguridad de que
las blancas impongan P5A, de
modo que 15. P3T, pensando en
ganar espacio en el flanco D con
P4CD, es un plan mas sensato.
C4TR I
1 5.
1 6. P4CR
De 10 contrario C6C4A saca pro­
PxP
A4A
P3R
A3D
9. P3TR
1 0. 0-0
11. AIC
5.
6.
7.
8.
PA X P
C3A
A2R
A2D
T l AD
C5CD
Las blancas deben conservar el
aIfil si quieren luchar por obte­
ner una ventaja.
1 1.
1 2. C5R
1 3. D3D
0-0
C3A
La maniobra del caballo negro
ha dado a las blancas una fuerte
posicion de ataque, pero en vista
de la simetrica formaci6n de peo­
nes y la ausencia de una colum­
na R abierta para las blancas
el debilitamiento causado por la
jugada siguiente no trae conse­
cuencias particularmente serias.
1 3.
44
P3CR
vecho del AD que se encuentra
expuesto.
1 6.
1 7. D2R
C2C
Las blancas advierten que, en
cierta medida, han debilitado su
posici6n e intentan consolidar.
El impetuoso 17 . P5A se combate
con 17 . . , C x C; 18. P x C, A4CR! ;
19. A x A, D x A y s i 20. P6A sim­
plemente 20 .
, C4A ! , pero no 20.
. . . , D x PR; 2 1 . R2C ! ganando una
pieza por dos peones.
. .
. . .
1 7.
1 8.
1 9.
PA X C
PXP
C XC
P3A
AxP
El ataque ha sido liquidado y las
blancas deben contentarse con
un juego s6lido en un intento
por conservar la igualdad.
20. A2A
21. A X A
A4CR
DXA
22.
R2T
23.
A3C
A 3A
De otra manera 23. .
•
. . .
T6C !
P4 R .
TlA
23.
24.
. .•
31
T3A 7
24. TDl R ! . con objeto de proteger
sus debilidades principales con
C I D y luego cambiar ambos pa­
res de torres. mantendria equili­
brada la partida.
24.
25. D X T
26. D3C
TXT
TlA
P4TR !
Asf. las negras toman la iniciati­
va explotando su control de la
columna AR y la debilidad del
3R de las blancas.
27.
T l CR ?
Demasiado pasiva. Tenia mejores
posibilidades de lograr un equili­
brio con la variacion 27. P x P.
D x D. + ; 28. R x D . C4A + ; 29. R2T.
P x P; 30. T l R para proteger sus
3R y 2AR con CID. Entonces si
30
CST; 3 1 . T2R.
.
. . . •
27.
28. D 1 R
29. C I D
30. C 2A
P5T !
T6A
D2R
De otra manera 30
nando el PTR
30.
31. A I D
.
. . . •
D3D + ga­
P4R
Las blancas han pasado t otal­
mente a la defensiva.
Este movimiento demuestra que
el juego defensive de las blancas
no es adecuado para mantener la
partida. Lo mejor que podian ha­
cer las blancas en este momento
era entrar en un final con un
peon de menos mediante 32. T x T.
P x T + ; 33. R x P. P x P; 34. C3D
aunque es dudoso que puedan blo­
quear con exito durante mucho
tiempo los peones adelantados.
puesto que PSD dam pronto una
gran movilidad al alfil negro.
32. C3D
33. P X P ?
PXP
Perdiendo la Ultima oportunidad
de prolongar la resistencia con
33. T X T qUe transpondria a la
ultima nota.
33.
34. D2D
T6R !
El caballo tiene que ser pro!egi­
do y 34. D lA?, A4C pierde una
pieza.
45
34.
35.
D5R
TIR
pierde la dama blanca despues
de 35 . . , DSA +
. .
cClavando» la torre, pero e l caba·
110 se ve atacado por la dama
tambien. Sin embargo; 35. C2A
35
36.
•
. . .
D2AR
TXC
D X PD
AbaDdoDaD
Ducareat, 1 953.
Negraa : Smyalov.
5.
DBFBNSA NIMZOINDIA
1.
2.
3.
4.
P4D
P4AD
C3AD
A5C
C3AR
P3R
A5C
El sistema Leningrado, introduci·
do con exito por Keres en la prac­
tica de los grandes maestros, gra·
cias a su partida contra O'Ke11y
durante el Tomeo Conmemora·
tivo de Maroczy realizado en Bu·
dapest, en 1952, Spassky 10 ha
utilizado a menudo.
4.
5. A4T
6. P5D
P3TR
P4A
No 6. P3R?, D4T ! con mayor pro·
vecho para las negras.
6.
...
PxP
. , A x C + ; 7.
O'Ke11y juga 6 .
P x A, P4R pero despues de 8. P3R,
P3D ; 9. D2A, CD2D; 10. A3D, D2R;
1 1 . P3A ! , P4CR; 12. A3C, C4T; 13.
. .
46
C2R, las blancas quedaron en me­
jor situaci6n. Contra el peligroso
sacrificio de pe6n 6. . . , P4CD!
Spassky podria haber continua·
do : 7. P x PR, PA x P; 8. P x P, ()..() ;
9. P3R, P4D; 10. C3A, CD2D; 1 1 .
A3D como 10 hizo contra Liebert
en Sochi, en 1967.
.
7. P x P
8. P3R
9. A5CD
P3D
CD2D
Se manifiesta la influencia de
Chigorin. Durante las decadas de
los aiios cuarenta y cincuenta,
los metod610gos sovieticos pusie.
ron mucho enfasis en el concep·
to de Chigorin que advertia que
la supuesta ventaj a de los alfiles
sobre los cab alIos era a menudo
sobreestimada. Entre las parti·
das de Spassky encontramos un
cierto nUmero en la que tenia
dos caba110s contra dos alfiles y
gan6 (vea la partida n.· 24). El
prop6sito del texto es hacer me­
nos peligroso un posible 9 . . . . ,
D4T que podria ser la replica a
9 . A3D Sin embargo. 9
D4T se
rebate con 10. A X C + . A X A; 1 1 .
C2R con cierta ventaj a. E n par·
ti das posteriores. Spassky llego a
la conclusi6n de que D4T no era
una amenaza seria y volvi6 a 9.
A3D (vea la partida n.· 1 5 ).
.
9
•
.
. . .•
0·0
. . .
Probablemente. es mejor para las
negras aceptar el debilitamiento
de su fIanco R con 9.
P4CR;
despues de 10. A3C. D4T; 1 1 .
A X C + . A x A; 12. C2R. A4C las
negras tienen igualdad (SpasskY·
Porath. Interzonal de Amster·
dam, 1964). Sin embargo. esta li·
nea tiene mala reputacion por·
que Porath muy pronto fracaso :
. . . •
13. P3TD, A x C + ; 14. C x A, ASA?
cuando 1 5 . D3A ! . R2R; 16. A x P + ,
R x A;
17 . D x C + , R2A; 18.
D x PA + dio a las blancas una
victoria facit.
1 0. C2R
1 1 . 0-0
12. A3C
C4R
C3C
C4T
Una posible mejora aqui consis­
te en 12.
A4A y si 13. P3A. en­
tonces 13
P3T para intercam­
biar alfiles de casillas blancas.
. . .•
.
13.
1 5.
1 6.
A2R
PXA
AXC
DST
A primera vista. las negras han
superado las dificultades de la
apertura al intercambiar venta­
josamente el alfil blanco. pero
ahora tienen que enfrentar las
amenazas que surgen de los agi­
les peones centrales de las blan­
cas.
1 7_ P4AR
1 8. A X C
1 9_ D4T !
CSC
XA
Amenazando con la curlosa cla­
vada lateral larga 20. P5A. Asf 1 9
.
P3T ? 20. P5A. P4CD (0 20
D4C ); 2 1 . D4AR! y las blancas ga­
.
. . . •
. . . •
nan piezas.
1 9.
AlA
. . .
Esta claro que esta e s una par­
tida fuera de 10 ordinario. Las
blancas movieron cuatro veces su
AR durante la apertura y ahora
las negras no encuentran nada
mejor que hacer que volver atms
para mantener a la dama en su
posicion de ataque.
. . .•
20_
21.
P4R
D2A
DSC
P4TR
A3D
Antes de que las negras consigan
movilizar el fIanco D mediante
P3T y P4CD. Con todo. el texto
reconoce que probablemente su
novena j ugada no fue la mejor.
Un juego ambicioso que en ulti­
mo termino se vuelve contra las
negras. puesto que debilitan su
fIanco R sin realmente conseguir
su obj etivo : hacer que el caballo
se dirij a a una casilla inferior.
Pero 2 1 .
P3A. para controlar
el avance del PR. se enfrenta me­
diante 22 P5R ! desocupando 4R
. . . •
13.
14.
C XC
CXA
C4R
47
para el caballo, de manera que
21.
A2D parece ser la mejor.
31 .
C5A !
." 1
22.
T2A
P4CD
23.
P5R
P5T
24.
CIA
No 24. C4R, MA.
A4A
24.
25.
D2D
PXP
En todo sentido la jugada per­
dedora, ya que abre a las blan­
cas la columna AR y les da tam­
bien acceso a la casiIIa 4AR. El
estrictamente defensivo 25. . .. ,
TDID; 26. TlR, TRIR es la estra­
tegia correcta.
26.
PXP
A3C
Tenian que enfrentar la amenaza
de 27. C3R, pero ahora el alfil no
esta disponible para bloquear los
formidables peones centrales.
27.
TlR
P6T
28.
P6D
A5R
29.
C3R I
D3R
o 29 . . . . , D3C; 30. T4A ! , A x P; 3 1 .
T4CR con u n fuerte ataque. 29 .
. . . , D4C parece mejor, pero des­
pues de 30. P3C las negras toda­
via tienen que enfrentar la inc6moda amenaza de 3 1 . T4A ya que
30
, D x PR pierde piezas ante
3 1 . C5A !
.
. . .
30.
T4A !
AxP
No 30. . . . , D x PR; 31 C4C.
48
Ahora las blancas tienen un ata­
que vencedor porque si 3 1 . . . . ,
P3C entonces 32. T3R ! , TRIR; 3 3.
C7R + R2C; 34. T6A seguido por
35. T3C mientras las blancas tie­
nen como alternativa 32. T4TR,
P x C (de otra manera 33. D6 T);
33. T6T ! , P3A; 34. P x P, etc.
1
31.
32.
TRIR
TD I D ?
T3R
Las negras movilizan sus torres
demasiado tarde. Con todo, to da­
via podria oponer cierta resis­
tencia con 32
:, P3C, pero con
el texto pierden de inmediato.
•
33.
CXPI
o bien
. ,
TXP
33.
R x C ; 34. T3C + ,
RIA; 35. T x P + , R x T (35. . . ,
D x T; 36. D6T x ); 36. D4A + y
mate.
' . ' 1
,
34.
CXD
Abandonan
34.
T x D permite un mate en
dos, de principiante, con dos to­
rres en el borde del tablero.
"
'1
6. Sueareat, 1 �53.
Negraa : Golomblek.
DEFENSA NIMZOINDIA
1.
P4D
2.
P4AD
D4T + ; 15. RID, D x PC; 16. D x T,
D6D + con un contraataque for­
3.
A5C
4.
P4A
P3TR
P4R
P3D
C 3A D
A 5C
5. P 5 D
6. A4T
7. P3R
8. A3D
midable que vale por 10 menos
unas tablas . De hecho, las blan­
cas harian bien en rebatir 10 . . . . ,
C X P con el tranquilo 1 1 . C2R.
Una vez que las negras han per­
dido esta oportunidad, su posi­
ci6n se deteriora rapidamente.
C3AR
P3R
P4CD
Una combinaci6n de sistemas.
Normalmente, el gambito se in­
tenta en la sexta jugada cuando
la mayor fluidez del centro le da
mejores posibilidades de exito.
El texto compromete a las ne­
gras con la jugada P4CR que im­
plica un d�bilitamiento, por 10
tanto 8 . . . . , A x C + parece mejor.
9.
PXP
Las blancas tambien podrian ju­
gar 9. C2R, P4C ; ,1 0. A3C, P5R; 1 1 .
AlA, P x P ; 12. ().() pues e l P R ne­
gro seria un objetivo accesible
para un ataque.
A3C
.A2C
CxP
0-0
C2D ?
Deben jugar 12 . . . . , C3AR para ex­
cluir la poderosa replica de las
blancas.
1 3.
A4R
Ya se hace evidente que las ne­
gras han perdido la primera ba­
talla. Todavia no han puesto a
salvo al rey, el PD se halla ex­
puesto al ataque por la columna
abierta y sus piezas DO se en­
cuentran protegidas.
En contraste, las blancas no
tienen puntos debiles en su po­
sici6n
1 3.
10
, C X P es mejor; por eje m­
plo : 1 1 . A4R ( 1 1 . 034., C3C ) 1 1 . . . . ,
•
C2R
12.
P4C
9.
1 0.
1 1.
• . .
A x C + ! ( 1 1 . . . . , C > C;
12. P X C,
1 3. R2R e� conveniente
para las blancas induso despues
de la mej or replica de las negras
Ax P + ;
13. . . . , P4D ; 14 D X ? ! , D x D ; 15.
Ax D, Ax T; 16. C3... ! ); 12.
C x PA; 13.
P X A,
D3D, C ) A; 14. D x C,
AXC
Tratando de liberarse de la car­
ga. 13 . . . . , C x C; 14. C x C, A x C;
1 5 . A x A, A x P ( de 10 contrario
pierden un pe6n sin ninguna
compensaci6n ); 16. TIC, TICD ;
1 7 . T x A, T x A; 18. D x P tampoco
es mejor, ya que despues de 18.
. .. , T3C ( 18. . .. , D2R; 19. D6AD,
T3C; 20. D8T + y 2 1 . D x P); 19.
49
DSD de todas maneras no puede
enrocar a causa de la clavada
mortal 20. TlD.
1 4.
AxC !
DR; 2 1 . D x C (21 . D x PT.
P 3A; 22. C'A tambien lleva a un
T x D; 22.
triunfo facil. ) 21.
C6A + . R I ':' ; 23. C x D. T x T; 24.
A x P + . P3\; 25 . A x P + con una
franca vicbria al final.
0 20
.
. . .•
. . .•
No 14. P x A. C(2 )3A.
1 4.
AXA
I S.
DXA
16.
TD I D
AXP
o 16 .
A6T
. . .•
23.
24.
Ahora las blancas amenazan no
tanto con 17 D X PD como con
17. D3C acosando al incapacita­
do alfil.
1 6.
21.
22.
P5R; 17. A x P con una
DX>
PXD
C7�+
C 6A
T3D
R2A
RIR
Con mas fuerza que la acepta­
ci6n del cambio. puesto que una
vez mas nzones esteticas fava­
recen el texto. Este explota el
leitmotiv de toda la partida: la
presion sobre la columna D com­
binada con el acoso del aIfiI des­
colocado.
rapida victoria.
24 •
1 7.
D x PD
D2R
1 8.
D6AD
TID
. . .
A7C
M e pregunto s i a esta altura
Harry Golombek comenz6 a dar­
se cuenta de que su posici6n
tenia cierta semejanza con la fa­
mosa partida entre Morphy y el
aristocratico equipo de consulta.
1 9.
C3A
0-0
j EI duque y el conde no lograron
enrocar!
20.
C5D
25.
El tosco 20 . D x PT tenia la mis­
ma fuerza. pero el texto es mu­
cho mas estetico : jla jugada de
un verdadero ajedrecista!
20.
50
D3R
TR I D
A continuadon d e esta jugada.
proporcionada por la publicaci6n
rumana de:! tomeo. las negras
abandonaron. Sin embargo. como
las negras de hecho podrian pro­
longar un poco la partida me-
diante 25 . . . . , P5A; 26. C x T, P x T;
S X P, T3A, tengo lla impresion
de que bien pudiera :ser un error
de imprenta. La jugacda mas fuer27.
7.
te es por supuesto 25 . T3C! que
en realidad forzaria a un aban­
done inmediato (pero no 25. TlC,
P5R ! ).
Ducareat, 1 953.
B lancaa : L. Szabo.
DEFENSA INDIA DE REy
P4D
2. P4AD
3. C3AR
4. C3A
5. P4R
6. A2R
1.
C3AR
P3D
P3CR
A2C
0-0
P4R
La posicion mas usada en la De­
fensa India de Rey durante las
UItimas dos decadas. Pero aqui
se dividen los caminos. Las blan­
cas pueden cerrar el centro con
la j ugada favorita de Petrosian
7. P5D proponiendose continuar
COn 8. ASC, 0 intentar un tipo de
juego 'mas flexible y enrocar. 7.
Px P, la tercera altemativa, no
resulta muy acertadil p orque las
bIancas se arriesgar. a llevar la
peor parte debido a la debilidad
de su casilla 4D. Es probable que
ambos jugadores esbviesen ente­
rados de esto ya qm conocerian
la partida Grunfell·Geller, en
Szczawno-Zdroj , 195[ que conti­
nuo 7. P x P, P x P; 8. D x D, T x D ;
9. A5C (9. C x P, C x Ph 9 . . . . , CD2D;
10. TDlD, T l A ! ; 1 1 . C5D, P3A y
se agota la temporal iniciativa de
Ias bIancas.
7.
0-0
C3R
Una jugada comparativamente
nueva en el momento, que pone
mayor presion sobre el centro de
las blancas que el tradicional 7.
. .. , CD2D y de esa manera doble­
ga a las blancas.
8.
9.
P5D
C1R
C2R
Es evidente que Szabo s e propa­
ne seguir el plan que tuvo exito
en la partida Taimanov·Brons­
tein efectuada durante el 2.' Cam­
peonato de la U.R.S .S. en 1952, de
la cual diremos alga mas poste­
rionnente. Taimanov, que tiene
mas experiencia que nadie en
esta posici6n, ha oscilado, a tra­
yeS de los aiios, entre el texto,
9. P4CD y 9. C2D. En su encuen­
tro con Fischer durante el tomeo
de candidatos de 1971, obtuvo
buen juego de su ultima idea 9 .
A2D, una jugada de desarrollo
neutro, que mantiene la opcion
de replicar con C5CR al eventual
P4AR de las negras.
C2D
9.
1 0.
A3R
51
Esto pennite a las negras ganar
tiempo con P5AR m a s adelan­
te. 10. C3D, para forzar P5AD sin
comprometer al alfil, parece ser
la mejor jugada de las blancas.
un
1 0.
P4AR
1 1.
P3A
P5A
12.
A2A
P4CR
1 3.
P4CD
Finalmente, Szabo se separa de
la partida de Taimanov-Bronstein
que continuaba: 13. C3D, T3A;
14. P5A, T3T ?; 15. P X P, P x P; 16.
C5C, AlA; 17. AIR y el ataque
de las negras se desarrolla con
demasiada lentitud puesto que
perdido tiempo colocando a la to­
rre en un cuadro inferior. La de­
fensa acertada de las negras es
14 . . . . , C3C; 15 TlA, T2A; 16. T2A
AlA usando el alfil pasivo para
defender su 3D debil y mas tarde
atacando con T2C y P5C.
1 3.
1 4.
T3A
C 3D ?
Inconsecuente. El caballo podria
perfectamente pennanecer en su
lugar para defender el fIanco R.
14. P5A de inmediato era la j u­
gada logica.
1 4.
...
T3C !
Spassky no comete el mismo
error que Bronstein y muy pron­
to organiza un fonnidable ataque
sobre la columna CR.
Otra jugacb. imprudente que
bilita su c.ntrol s o b re
ayuda en ai soluto al progreso de
su ataque �obr.e e l fIanco D. 16.
T I A pareCl mejor, pensando en
continuar (on el cIasico paso si·
guiente P xP y luego CSC7A.
1 6.
. .
.
RIT
N o tanto l=ara evitar un posible
j aque en la diagonal de las blan­
cas 2TD/BCR como para dar si·
tio a una p:eza mayor en l CR.
1 7.
TR1 "\'
1 8.
PARX P
PSC I
Una grave concesi6n que debiIita
su PR, pero despues de sus erro­
res anteriores las blancas solo
pueden elegir entre males. Asi,
P6C era una amenaza seria y des­
pues de lB. P x PD, P x PD; 19.
C5C, P6C ! ; 20. P x P, P x P; 21.
A3R (21. A X P, T x A ! 0 21. AIR?,
D3C + ) 21 . . . . , A3T; 22. ClR (22.
A x A ?, T x A con el prop6sito de
continuar con 23 . . . . . DlA Y enton­
CIR; 23.
ces TBT + ! mate) 22
C x PT. A2D las negras tienen un
.
...•
ataque vencedor debido a su
amenaza sobre ClC seguida por
D5T, cuando el PCR adelantado
«wirkt wie eine Figur» como dice
el Dr. Tarrasch.
AXP
1 8.
1 9.
AlA
El PR estalba amenazado tam­
bien 19 . . . . IP6A.
.
1 5.
PSA
1 6.
D3C
52
de·
4CR y no
C3AR
1 9.
...
A6A
El tiempo ganado aJ atacar al PR
penn i t e un fortale<:: imiento deci­
sivo de la presion ejercida con­
tra el PCR.
20.
D4A
Un papel domestico para la dama
pero 20. TlR, A x PC ; 2 1 . A x A no
es ninguna mejora.
20.
21.
22.
A X PC
A XA
P6A
columna con 25 . . . . , D2C cuando
el cabaIlo no podra moverse en
vista de la amenaza de jaque en
lCR. La replica 25. A4T, esperan­
do cambiar piezas menores y eli­
minar la posibiIidad de C5C a
causa del cabaIlo colgante en la
2R de las negras, fracasa ante
25 . . . . , C5C ! ; 26. A x C, C6R 0 bien
26. RIT, C6R; 27. C x C, A x C; 28.
C2R, D2A; 29. CIC (de 10 contra­
rio 29 . . . . , D6A + ) 29 . . . . , TDlCR;
30. A3C, T x A; 3 1 . P x T, T x P
con un ataque vencedor despues
de 32. TlAR, D2C 0 32. D2R, D3C.
CIR
o A3C que casi con certeza trans­
pondria a la partida.
22.
23
PXA
CXP
En situaciones asi, el peon ene­
migo situado frente al rey puede
ser dejado como un autobloqueo
a la presion del ataque sobre la
columna. Sin embargo, aqui no
es esa la situaci6n, ya que las
negras amenazan con extender la
conflagracion a otros puntos en
el contorno del rey mediante 23.
. . . , C5C en combination con A3T.
23.
.
..
AlT
El nino dificil de la!; fonnaciones
cerradas de la Defell.sa India del
Rey, tiene finalmen1e, la oportu­
nidad de desempefitr un papel
activo.
24.
T2A
25.
A3C
Dl CR
Despues de 25 . AIF, l a s negras
sencillamente se txi>lican en la
25.
26.
TXA!
PXP
o 26. P x T, D x PC y la amenaza
de 27 . . . . , C5C decide; por ejem­
plo : 27. C2R, A6R + y mate a la
jugada siguiente.
26.
27. D7A
28. D x PD
PXP
T2C
C5C
Defendiendo el PR y amenazan­
do con 29 . . . . , C6R.
29. RI T
Ab&ndon&n
TlD
53
Semifinal del 22.0 Campeonato de la tR.S.S.,
8.
Leningrado, 1 954.
Negras : Byvshev.
De todas mneras, era mej or de­
s afiar el ce; t ro con 10 . . , P4AD.
DEFENSA GRUNFELD
.
C3AR
P3CR
P4D
1 . P4D
2. P4AD
3. C3AD
4. A5C
Una jugada raras veces utilizada
hasta que fue adoptada por Tai­
manov en el Campeonato de la
U.R.S.S. de 1 969 y posteriormen­
te en el tomeo de la U .R.S.S. con­
tra el resto del mundo. Despues
de eso se puso de moda.
4.
5.
C5R
A4A
C xC
A2C
0-0
5.
6. P x C
7. P3R
8. C3A
Hasta el momento la partida se
ha desarrollado en forma correc­
ta y con 8. . , P4AD, la jugada
clave de esta defensa, las negras
podrian asegurarse una comoda
igualdad. En vez de eso, eligen
una jugada mucho mas pasiva
que no consigue desafiar el cen­
tro de las blancas .
.
8.
A3D
1 0. A X PA
54
0-0
12.
A3C)
C3C
C4D
Al «atenaza�,. el PAD y el AD, las
negras fuer.an el cambio de un
alfil b lanco, pero esta compensa­
cion es mt.y pobre comparada
con la ventlj a en el centro que
han cedido.
1 3.
CsR
CXA
No 1 3 . . . . , C x PA; 14. C X PAR! ,
, C x D; 1 5 . C X D + ,
T x C ( 14 .
R 1 T ; 16. C7A. + ganando e l cam­
bio ); 1 5 . A x T + , R x A; 16. D 3 C + ,
C4D; 1 7 . P4R. ganando piezas.
. ..
La idea de Taimanov es 5. A4T
para mantener la presion sobre
el PR.
9.
11.
.
.
P3AD ?
PxP
C2D
1 4.
1 5.
PxC
TlR
D3D
P3R
Despues de esto, las negras que­
dan con un espacio muy reduci­
do. La jugada 14." resulta logica
solo cuando esta seguida de 1 5 .
, A3R, aunque despues d e 1 6.
TIC las blam.cas sufren una pe­
ligrosa presi'on sobre las dos ca­
lumnas ocupadas por las torres.
...
1 6.
D3A
TlR
I-naugurando , un plan completa­
mente desac(ertado que se propa­
ne alejar al caballo blanco me­
diante P3A . Las n�s, con su
juego pasivo� , han quedado en el
tipo de posici6n ine!rte en el cual
es mejor evitar los ; movimientos
de peones debido al l debilitamien­
to consiguiente. La maniobra 1 6.
. . . , TlD, en el mas cdepurado esti10 de Steinitz, seguil da por A2D 1 R
parece ser l a mejOir posibiIidad,
al dejar a las blanc::as la respon­
sabilidad de la rupltura.
1 7.
P4TR
"3A ?
Consecuente, pero malo. A pesar
de la triple protecci6n de su 3R
pronto se convierte en un punto
cIaramen te debil.
1 8. C3D
1 9. P5T
P3C
PxP
Posiblemente equivocado, pero
!as negras tambien tendrian un
3CR vulnerable si pennitieran
P x P, despues de 10 cual las blan­
cas continuarian con D3C y AlA :
20. P5A I
como casilla de retirada para el
cabalIo en la jugada n.D 18.
20.
2 1 . C4A
No 2 1 . . . . , P4R?; 22. D x PT y 23.
C6C mate. En esta etapa del jue­
go las negras podrian abandonar
con toda facilidad. Como de cos­
tumbre, vemos ahora la fonna re­
suelta en que Spasky acaba con
un adversario que «esta muerto,
pero no quiere ser enterradolO.
22. P X P
23. C X P
24. C3C !
Por
supuesto que �sta posibili­
explica la ekci6n de 3D
T2R
T l AR
P4AD
i La 11nica jugada activa de l�s
negras en toda la partida !
25. P5D !
26. C5A
27. A X P
P5A
D4A
TxP
Mas que un comentarista, se ne­
cesita un psic6logo para explicar
las ultimas jugadas de las negras
en esta partida.
28. T X T
29. D3C
dad
RIT
A2C
D XA
Abandonan
Mis propias observaciones pare­
cen indicar que aquelIos jugado­
res que prefieren prolongar las
partidas mas alIa de 10 necesario,
parecen incapaces de persistir en
su habito cuando el adversario
esta a punto de administrar el
golpe de gracia. (29 . . . . , T l CR;
30. T8R! , D x PD ; 31. D x A mate
o 29 . . . . , T2A; 30. T8R + , AlA;
3 1 . T x A + ! ).
55
9.
Semifinal del 22.0 Campeonato de la' t.R.S.S. ,
Leningrado, 1 954.
Negras : Zurakhov.
DEFENSA SICILIANA
1.
2.
3.
4.
S.
6.
7.
9.
P4AD
P3D
PxP
C3AR
P3TD
P3R
P4R
C 3AR
P4D
CxP
C3AD
ASCR
D3A
Esta jugada. que una vez fue
considerada poderosa. ha sido
rechazada en nuestros dias y se
prefiere 7. P4A. La teoria dice
que la sola presion que ejercen
las piezas no es suficiente para
abrir el j uego y las blancas de·
ben movilizar sus peones en par­
ticular dirigidos a P5R.
.
.
1 0.
A4T
A2R
Es mas exacto 8
CD2D en que
despues de 9. 0-0·0. C4R ! ; 10. D2R
( 10. D3T. C3C ! ). 10 . . . . . P4CR ! ; 1 1 .
A3C. AlD; 1 2 . P4TR. TlCR; 13.
p + p. P x P ; 14. C3A. D2A las ne­
gras tuvieron un j uego igualado
(Spassky-Petrosian. 22." Campeo­
nato de la U .R S S 1955 ).
.
.
56
A2R
C3A
Esto permte a las blancas ini­
ciar un pnmetedor sacrificio de
pe6n . 10. " . AlD primero hubie­
se sido ma; acertado.
11.
Cx(
PXC
D x C era factible. Las blan­
11.
cas continuarian con 12. P4CR
tratando de abrir Iineas en el
fIanco R.
. . .•
PSR !
P3T
.
Considerada la mas fuerte. Las
negras tendran mas adelante la
posibilidad de liberar la pieza
clavada mediante P4CR y mien­
tras tanto no temen los peones
"duplicados a causa de su fuerte
influencia sobre el centro.
8.
D2A
Ya existia una amenaza de 10.
P5R.
12.
7.
0-0-4
. . .•
.
.•
Esto deja a las negras con una
precaria estructura de peones y
una casilla debil en el 4AD. La
jugada es a menudo factible en
la Siciliana. Compare. por ej em­
plo. con la partida Fischer-Ni­
chevsky. Zagreb. 1970. que se de­
sarroIl6 de la siguiente mane ra:
1 . P4R. P3R; 2. P4D. P4AD ; 3.
C3AR. P x P; 4. C x P. P3TD ; 5 .
C3AD. D2A; 6. P3CR. C3AR ; 7.
A2C. C3A; :8. (U). P3D ; 9. T I R.
AlD; 10. C x C. P x C; 1 1 . P3C . A2R
y ahora 1 2 PSR ! . P X P; 13. A2C.
0-0 ; 14. D2ZR. C4D; 15. C X C.
PR x C; 16. ,A x PR y las blancas
tienen la mcejor parte.
.
1 2. . . .
PXP
13.
TRIR
14.
A3D
0'·0
Una jugada utiI ya que pennite
aJ aliil entrar en juego en 4R
mientras la torre ataca el pean
debil en SR.
TIC
A3D
1 4.
15.
A3C
1 6.
D2R
El plan alternative consistia en
15 . C4R y si 16 . . , C X C; 17. A x C
AlC ? ( 1 7. . , P4ARI ); 18. T x A! ,
D x T; 19. A x PR, D x A ?; 20.
A7T + . Sin embargo, el texto
mantiene la tensi6n puesto que
las piezas menores de las negras
se ven forzadas a ocupar posicio­
Des inc6modas para defender el
pe6n de ventaja.
.
.
,
. .
1 6.
1 7. A4AD I
C2D
una salvedad, pero Spassky DO
esta tan interesado en obtener
piezas como en un ataque basa­
do en sus fuertes alfiles.
20. D4C I
P3A
Despues de 20 . . . . , P3C; 2 1 . A x T,
D x A; 22. D3T las blancas cuen­
tan con poderosas amenazas sobre las casillas oscuras (22 . . . . ,
R2T; 23. T4R y 24. T4TR, 22. ' ,
C2D ?; 23. A6D y 24. D x PT ).
. . .
Ahora 17 .
, A2C pierde piezas
despues de 1 8 . D2D ! , C3C; 19.
A x P(6R)� P x A; 20. D x A. Obser­
ve que
1 7 . A X PT facilitaria el
juego de las negras al qui tar de
en medio el debil AD y ceder otra
columna abierta en el fIanco D,
s traves de las cua1es las torres
podrian operar contra el rey
blanco.
. . .
1 7.
1 8.
1 9.
C�C
TXA
A X P (SR)
Dx T
DtA
(Ver diagrama sigu-ente. )
Las negras confiabal en que esto
tendrla para e llas �l efecto de
21.
22.
23.
24.
AxP+
DxA+
AxT
C4R
AXA
RIT
TXA
D4CD
La {mica contraposibilidad de las
negras se encuentra en la CQlum­
na CD.
25.
TlD
C4D
e 25 . . . . , CSA; 26. P3CD y las ne­
gras se quedan sin nada.
26.
P3CD
C5C
Aunque aparentemente fuerte, es57
ta jugada pierde de inmediato
ya que debilita la casilla 3AR. 25.
. . . , D7R era su mejor posibilidad.
27. D6D
28. R2C
C X PT +
C5C
La jugada n.O 27 de las blancas
impide 28. . . . , D4TD.
29. C X F !
D3C
29 . . . . , P X C: 30. D x P + Y 31. 170
decide en d acto, con la amena­
za 30. D8D - mate, pendiente.
30. C7D
Las negras perdieron a tiempo.
1 0.
22.0 Campeonato de la U.R.S.S., MOICU, 1 955.
Blancaa : Shcherbakov.
DEFENSA SICILIANA
el centro e intentando controlar
5D.
1 . P4R
2. C3AR
3. P4D
4. C x P
5. C3AD
6. A2R
P4AD
P3D
PxP
C3AR
P3TD
Una jugada discreta, pero no por
eso menos fuerte.
6.
7. C3C
8. 0-0
9. A3R
1 0. P4TD
P4R
A2R
0-0
CD2D
P3CD
Las negras no deben permitir la
jugada del bloqueo P5T.
1 1 . P3A
Forma parte del tranquilo siste­
ma de las blancas, fortaleciendo
58
1 1.
1 2. D2D
1 3. TRI D
A2C
D2A
TD I A
Como las blancas pueden amena­
zar con D1R1A parece que 10 me­
jor que puede hacer la otra torre
es situarse en esta casilla.
14. A l A
1 4 . D 1 R 0 l a 1 4 . C 1A d e Ge­
Her, pensando en continuar con
C2T4C5D tenian tambien mucha
fuerza.
,
14.
...
Prematuro.
correcto.
1 5.
CXP
P4D
1 4 . . . . , TRlD es 10
No 15 . P X P, ASC!! con contra­
juego.
15.
16. , P x C
1 7. D x D
18. TD 1 C !
24. A4D
T X PD !
CxC
DxP
TxD
Otra jugada discre ta que subra­
ya la ventaja de las blancas. Los
peones negros del flanco D es­
tan expuestos a un ataque y la
posesi6n de la septima fila no re·
presenta una compensaci6n su­
ficiente.
1 8.
1 9. P6D
20. C2D
T1D
A l AR
Completamente aceptable, pero
20. P5T ! era una manera mas
energica de incorporar el caballo
al ataque. Luego, despues de 20.
. . . , P4CD (20 . . . . , P x P; 21 C x P;
AlA ?; 22. A3D ! ); 2 1 . A3D, TDlA;
22. ASAR, TlC; 23. m l A las blan­
cas se ericuentran en una posi­
ci6n claramente superior, al ha­
ber tornado posesi6n de la co­
lumna AD.
20.
21.
22.
23.
C4A
PXP
C XP?
C3A
P4CD
PxP
Consiguiendo el Ieon equivoca­
do. 23. C3T ! , TD lA; 24. C x P, C4D
(24 . . . , A3T?; 25. C7T ! ); 25. A2A,
A x P; 26. C x A, Tx C; 27. P4CD
deja a las blancas con un fuerte
peon pasado y los dos alfiles.
.
23.
..,
C 4D
Ahora Spassky comienza a en­
trar en el juego utilizando la to­
rre en la septima para atacar al
rey. De este modo, se defiende de
25. A x P mediante 25 . . . . , C5A ! ;
26. A2A (26. AlAR, T x A! ; 27 T X T,
A4A ) 26 . , T x P ! con cierta ven­
taj a . 25. A3D; para ahuyentar a
la agresiva torre, se debe jugar
primero, aunque despues de 25.
. . , TlA; 26. A x PC, C5A las ne­
gras tienen buen contrajuego con
sus amenazas de T x A, T7A y
.
. .
.
mm.
25. A2A
Esperando obstruir el efecto de
la torre en' la septima. Spassky
podria ahora intentar 25 . . . . , C5A,
pero previendo la posibilidad de
una tenaza en su 7AD hace avan­
zar el pe6n vulnerable.
25.
26. C4A
27. A3D
P5C
T3R
P&C !
59
jAhora la obstinada torre rehlisa
ceder!
28.
CST
28. C2D, C5C ! ; 29. C x P, C x A;
30. T X C, T(3 )7R ! da una fuerte
presion a las negras, de manera
que las blancas atacan al peon
de una forma diferente amena­
zando simultaneamente al alfil.
o
28 .
...
TxA!
Una replica sorprendente que
aumenta au.n mas la presion.
29.
C XA?
Sin darse cuenta de que las ne­
gras ahora pueden devolver la
torre a la casilla protegida, co­
menzando asi un ataque decisivo
contra el rey blanco. Las blancas
tendrian que haber aceptado el
sacrificio, y despues de 29. R x T,
A4A + ; 30. R3C ( 30 . RtA, C6R + )
30 . . . . , A3D + ; 3 1 . R2A ( 3 1 . P4A,
At T; 32. TlAR, C5C con un fuer­
te ataque ) 3 1 . . . . , A4A + la parti­
da seria tablas por jaque per­
petuo.
29.
30. CST
31. C X P
T7A I
C6R I
j Demasiado tarde !
31. ...
32. R I T
Abandonan
T X PCR+
T3TR
j Una ingeniosa recuperacion tlic­
tica!
1 1 . 22.0 Campeonato de la U.R.S.S., Moacu, . 1 955.
Blancaa : Geller.
DEFENSA NIMZOINDIA
1.
P4D
P4AD
3. C 3AD
4. P3TD
2.
C3AR
P3R
ASC
Geller prefirio esta linea agresi­
va al comienzo de su carrera, a
pesar de notables reveses contra
jugadores posicionales (G e ll e r
contra Smyslov y contra Euwe,
en el 'Tomeo de Candidatos de
60
Zurich, en 1 953, y la partida Ge­
ller-Sumslov, en el de Amster­
dam en 1956).
4.
5. P X A
6 . P3R
AXC+
P4A
C3A
6 . . . . , P3CD resulta mas preciso
en esta situacion puesto que permite rebatir 7. A3D con 7 . . . . ,
A2C en el momento en que 8 . . . . ,
A x P constituye una amenaza
mas seria.
7. A3D
8. C2R
9. 0-0
P3D
P3CD
D2D
Un plan original que le da la op­
cion de efectuar un enroque lar­
go y de preparar 10 . . . . , A3T, que,
al ser jugado de inmediato, se ve
rebatido mediante 10. D4T.
1 0. P4R
1 1 . 'ASC
1 2. C3C ?
A3T
0-0 -0
Un plan totalmente equivocado
que tiene como resultado el abrir
lineas contra el propio rey. En
vez de tratar de explotar la pieza
clavada, deberia apuntar al rey
enemigo como 12. C IA, cOmo de
hecho 10 hizo en un encuentro
posterior contra Lissitsyn. Des­
pues de 12. " . , C4TD; 13. C3C !
DST; 14. C x C, D x C (resulta me­
jor intercambiar damas ); 15.
D2R las blancas desarrollaron un
poderoso ataque sobre el flan­
co D.
12.
".
P3T !
Antes de que las blancas puedan
jugar CST.
1 3. A x C
1 4. CST
PXA
El juego tipicamente agresivo de
Geller, pero muy pronto se ad­
vierte la ausencia de la dama
en el centro. La defensiva 17.
C4C seguida, si fuese necesario,
por C3R permitiria a las blan­
cas consolidar.
1 7.
1 8. CST
A2C !
1 8. C4C solo ayuda a las negras
a abrir la diagonal del alfil me­
diante 18 . . ' " P4A y si 19. P x P,
P x P; 20. C3R ( 20. TR1R?, D2C ! ;
2 1 . C3R, C6A + ; 0 2 1 . " . , PSA) 20.
. ' " TR1C y las negras ya amena­
zan con 2 1 . " . , D x C ! , entre Qtras
cosas.
El sacrificio 18. CSD ? ! para ce­
rrar la diagonal se refuta me­
diante 18. . ' " DST; 19. D x P,
C6A + ; 20. P x C, TR 1C + ; 2 1 . R1T,
D6T; 22. C x P + , R2A; 23. CSD + ,
P X C y el ataque de las negras
llega primero. Finalmente, 18.
D x P, D x C; 19. D x P es un sa­
crificio que va errado ya que las
negras nuevamente son las pri­
meras con 19 . . ' " C6A + ; 20. R1T,
DSD rechazando el ataque.
1 8.
".
TRI C
Errado, pero con juego conse­
cuente. Quizas s610 esperaba la
jugada defensiva 14. " . , D2R, pero
a Spassky se le ocurre una idea
mucho mejor.
14.
15. P X P
1 6. C X P
1 7. D4T
PXP
CXP
D2R
61
Es tal el fmpetu del ataque de
las negras que no necesitan preo­
cuparse acerca del PTD. De este
modo, 19. D x P ? pierde la dama
ante 19 . . . . , T x P + ! ; 20. R x T (20.
RIT, T x P ! ; 2 1 . R x T, D5T + ; 22.
R2C, D x C y 23 . . . . , T lC + ) 20 . . . . ,
A x P+ .
1 9.
TIR
N o 20. P3A?, D4C ; 2 1 . C3C, P5A
ganando el caballo.
...
D5T !
j Cada jugada un golpe de marti­
llo ! 20. . D4C es menos exacta,
ya que despues de 21. P3C, P5A;
22. R I T, P6A; 23. C4A las negras
no encuentran la forma de se­
guir,
' "
21.
P4A
Tratando de sobornar a las ne­
gras con la bterta del cambiQ
(21. " " D x T + ; 22. D x D, C6A + ).
Si 2 1 . P3C entonces 2 1 . . ' " P4R
protegiendo el caballo y renovan­
do la amenaza de P X P. Ahora
RIT permite 22. . ,
P x P; 23 ,
"
62
. .
.
P4R I
Aqui tambien esta j ugada triun­
fa con mayor rapidez. As! 22.
TlAR pierde ante 22 . . . " PA x P;
23. A2R, C6A + .
22. T IAD
23. A l A
PR X P
DxT
De 10 contrario, es necesario vi­
gilar el caballo.
P4A
1 9.
20.
21.
DID
U n reconocimiento d e l a derrota.
19. C3C se rebate con 19.
P4TR continuando el ataque.
20.
P x D, P x A + ; 24. P3A, A x P + ; 25.
D x A, C x D.
24. D X D
25. R2A
26. T X C
C 6A +
CXD
P6A !
Preciso. 26 . . . " A x P; 27. C x P no
resulta tan decisivo. El texto
abre la columna AR, permitiendo
a las negras desplegar activamen­
te las torres.
27. PC x P
28. P x P
2 9 . R3R
30. A3T +
31. A X A +
Ahandonan
PxP
TD I A +
AxP!
A4A
TXA
Se obliga al cambio de torres.
El hecho de que despues de
esta desastrosa derrota haya ob­
tenido el titulo, nos dice mucho
sobre la capacidad de recupera­
cion del joven Geller.
1 2. 22.0 Campeonato de la U.K.S.S. , Moacu, 1 95&.
Blancaa : Simagin.
APERTURA
INGLESA
1. P4AD
2. C 3AR
3. P3CD
C3AR
P3R
El fallecido gran maestro Sima·
gin era conocido por la origina·
lidad de su juego. Nimzovich era
muy aficionado a hacer esta ju·
gada. pero 3. P3CR para intentar
una Catalana es mucho mas po·
pular hoy dia.
3.
4. A2C
5. P3R
6. P3TD
P4D
P4A
C3A
CXC
A4AR
T1A
Las negras tambien quedan en
buena posicion de esta manera y
su posible ocupacion de 7AD con
el AD obliga a una extraiia juga­
da defensiva.
1 4.
1 5.
1 6.
T2T
DIT
P3C
A1C
D3D
Este debilitamiento seria forza·
do de todas maneras despues de
1 6 C3A. CSC y en 17. P3C ( 17.
P3T ? C7T ! ) 17 . . . . . D3TR las ne·
gras tienen e1 ataque.
.
Con el doble proposito de prepa·
rar P4D (6. P4D. PA x P y 7 . . . . .
ASC + con buen juego ) y tentar
a las negras para que jueguen
6.
. PSD en que 7. P x P. P x P;
8. P4CD 0 7. P4CD daria inme·
diatamente a las blancas una utH
Benoni invertida.
. . .
6.
7. P X P
8. P4D
9. C X P
1 0. A2R
1 1 . C2D
1 2. A X C
1 3. 0-0
A2R
PxP
PXP
0-0
A3D
16.
1 7. C3A
TRIR
17. A x C o frecia mejores posibi·
lidades para reducir la presion.
1 7.
.. ,J 8.
A6T
TlR
Con l a intencion d e oponerse a
1 8.
CSR. Seria mejor que in·
tentara 18. T l D. CSR; 19. C2D y
si 19 . . . . . C3A entonces 20. A3AR
consolidando en los cuadros cla·
ros.
. . .•
Tratando de montar un ataque
sobre el fIanco R. Las negras po­
drian demostrar de inmediato la
desventaj a del juego desarrolla·
do por las blancas durante la
apertura mediante 10 . . . C x C;
1 1 . A X C. CSR; 12. C2D. A3A con
igualdad completa.
.
1 8.
1 9. A X PC ?
C5R !
Basado en un error de amilisis.
19. C2D era acertado de todas
maneras.
1 9.
...
D3CR
63
22.
23. C3A
24. C4T
20.
A5R
Segun Simagin explico mas tar­
de, solo en este momento advir­
tio que, en respuestl,l a la jugada
2Q. A4D que habia pensado, las
negras tienen 20 . . : . , A x P; 2 1 .
PA x A ( 2 1 . PT x A?, C x PC ; 22.
R2T, C x A; 23. R x A, D4A + ; 24.
R2C, D5C + ; 0 23. C4T, DSC; 24.
A6A, T x P ! ; 25. T(2 ) x C - 25.
P x T?, D6C + ; 26. RIT, A7C + ; 27.
C x A, D6T mate - 25 . . . . , T x T ;
26. T x T, D x T ; 27. D l CR + , DSC )
2 1 . . . . , C x P; 22. AlA, (22. R2A,
CSR mate ) 22 . . . . , C x A + ; 23. RlT,
T7A! Al considerar la n." 19, Si­
magin no previo esta tranquila
jugada de intercepcion.
Simagin dio a esto un « ?» y es­
cribio que despues de 24. C4D ! ,
D5R; 25. A3A, D6D ; 26. R2A ! ,
C x T ; 27. A x P + , R2C ; 2 8 . D x C
las blancas tienen una compensa­
cion material por el cambio y
una posicion solo ligeramente in­
ferior. Sin embargo, esto es in­
correcto, puesto que las negras
juegan en seguida 28 . . . . , T x P !
derribando el juego de las blan­
cas (29. T x T?, D8A mate 0 29 .
CSA + , A x C ; 30. T x T, T7A + ; 3 1 .
R3A, D x A + 0 29. A4A, T x A ).
24.
25. A5T
AXA
D4A
25.
26. A X T
64
CXT
Hasta este momento, el juego
habia sido previsto por ambos
jugadores, pero el analisis de Si­
magin se detenia aqui mientras
que Spassky habia dado un paso
mas.
...
T8A !
Esta habria sido tambien la res­
puesta a 25. D X C.
27.
Esta parece perder. En vez de
ella, deberia probar 22. C3D, C6A;
23. C4A ! en que despues de 23.
. . . , C x T; 24. A3D, D4R; 25. D x C
las blancas tienen una compensa­
cion definitiva por el cambio.
D3R !
No pueden dej ar escapar el PR.
26.
20.
21. C x A
22. P4A
P3A
C6A
DxT
0 27. T x T, D x P + ; 28. RlT, C x T
luego 29 . . . . , D8R mate .
y
27 .
...
28. A5C
Abandonan
CXD
P3TD
1 3. Olimpiada Eatudiantil, Lyon, 1 955.
Negraa : Kajan ( Finlandia ) .
D�FENSA SICILIANA
� . P4R
2. C3AR
3. P4D
4. C x P
5. C 3AD
P4AD
C 3AD
PxP
C3A
P4R
.
A5C
6.
A4AD !
Schlechter jug6 7. A3D que per­
miti6 a las negras liberarse com
pletamente mediante 7
P4D.
.
7.
. . .
. . . •
C xP
Aceptando el ofrec imiento. Gli­
goric y Sokolov recomiendan 7.
P3D; 8. 0-0. A3R en que las
negras tienen una posici6n per­
fectamente satisfactoria. Spassky
debe haber estado al tanto de
. . .•
8.
. . . •
0-0
8. D5D. C3D ! rechaza el ataque.
mientras que 8. A x P + . R x A ; 9 .
DSD + . RIR; 10. D x C{4R). A x C + ;
1 1 . P X A. P4D ; 12. D2R no tiene
mucho que ofrecer a las blancas.
C3C
Tambien considerada inferior.
pero. como aparece en una nota
posterior. Spassky tenia una idea
especial.
7.
. . .•
.
Utilizada por primera vez por
Lasker. como una jugada sorpre­
siva. en su partida con Schlech­
ter. en 1910. Siempre se ha consi­
derado al texto como inferior.
pero en estos ultimos aoos ha
sido empleado como jugada in­
troductoria del asi llamado siste­
ma Pelikan (6. CR5C. P3D; 7.
A5C. P3TD ; 8. A x C. P x A; 9. C3T.
P4D?! ).
6.
una partida llevada a cabo pOI
dos jugadores de Leningrado en
que las negras rechazaron el ofre­
cimiento mediante 7
0-0 y
despues de 8. 0-0. A x C ; 9. P X A.
C x P; 10. A3T. P3D ( l0
TlR;
1 1 . A x P + . R x A; 12. D5D + for­
zando el avance del rey); 1 1 . D3D.
A4A; 12. TDlR. DST las blancas
lograron la mejor parte median­
te 13. P4AR! (Kopaev-Korchnoy.
1952 ).
C xC
8. . . .
8
C3D; 9. A5D deja a las ne­
gras con algunos problemas de
desarrollo. mientras que 8. . ' "
A X C ; 9. D5D ! resulta dificil de
enfrentar ( no 9. P x A. C x PAD ;
10. D3A. P4D ! ).
.
. . . •
9.
PXC
A2R
Este tipo de juego en que la se­
guridad es 10 primordial resulta
factible. si se prosigue correcta­
mente. Las negras tambien po­
drian jugar 9
A x P; 10. D3A.
P4D ! el antidoto usual contra el
gambito en los j uegos abiertos.
Luego. despues de 1 1 . A x P. 0-0;
12. A x P + . T x A; 13. D x A el jue­
go esta mas 0 menos igualado.
.
. . . •
65
En esta situacion. las blancas no
pueden jugar el mas ambicioso
12. T1D puesto que las negras
cerrarian la columna D con el
efectivo contragolpe 12
CSD !
.
1 0.
. . . •
P4AR !
•
.
. . .
1 2. ASD
Ahora las blancas incorporan ra­
pidamente la torre al j uego an­
tes de que las negras puedan
movilizar su flanco D .
10
que pueden hacer las blancas es
continuar con 13 . A4R y despues
·
de 13
• C x C. 14. PA x C conser­
varia cierta ventaj a debido a la
poderosa situacion de su AR.
.
. . .
A2C
12.
1 3.
0-0
. . .
A esta casilla. naturalmente; in­
cluso si 12. A X P no perdiera el
alfil ante 12
• D3C + .
DST
Enrocando. 10 . . . . , P3D constituye
una jugada defensiva mucho me­
j or. Luego si 1 1 . DST. no 1 1 .
0-0 transponiendo a posiciones
analogas a la partida. sino 1 1 .
P3CR; 12. D6T ( 12. D3A. A3R ! )
12
A l A Y 13
• A2C con una
posicion defensiva mas fuerte
para el rey cuando se produzca
el enroque.
. . .•
. . . •
.
. . .•
1 1.
.
. . .
PSA
Buscando en 3TR una casilla se­
gura para la torre.
11.
. .
P4CD ?
.
La j ugada de un inexperto. El al­
fil puede hacer muy poco en 2CD.
y se podria evitar la paralisis a
que queda sometida 10 posicion
despues de la jugada siguiente
de las blancas mediante la libe­
radora 1 1 .
P4D; 12. A x P. CSO !
y si 13. A x P + . T x A; 14. P x C.
A x P manteniendo una igualdad
material en una posicion en que
las negras han completado final­
mente su desarrollo. Lo mejor
. . .•
66
Ahora el simple traslado de to­
rre a 3TR no puede ser contra­
rrestado.
13.
1 4. A X A
1 5. T3A
•
C4T
CxA
P3C
Si 1 5
T l R 0 15 . . . . , A3A, en­
tonces 16. T3T, P3TR; 17. A x P
gana, 0 1 5
, D3C + ; 16. A3R,
D3AR; 17. T3T, P3TR; 18. T3C,
R2T; 19. T lAR Y 20. T6C ! ( 1 8.
. . . , R IT ! ; 19. TlAR Y 20 ASC ).
.
. . .•
.
1 6. D6T
. . .
D3C +
1 7.
1 8.
o
18.
A3R
PXP
. . . •
D3AR
D2C
o 20
P3D; 2 1 . A6T ganando el
cambio. El texto pierde con ma·
yor rapidez .
.
. . . •
D x P ; 19. T3C .
Abandonan
2 1 . A6T
19. P X PA +
RIT
Forzado. para impedir la perdi.
da de la dama.
20.
DST
TRI A
Las blancas dan el mate despues
de 2 1 .
• D3C; 22 . D x P + . A3A;
23. T x A. P3D; 24. T x D + . P x D;
25. A7C un esquema de mate fi·
nal un poco ins6lito.
. . .
1 4. Campeonato Juvenil Mundial, 1 955.
Blanca. : Schweber.
DEFENSA NIMZOINDIA
1.
2.
3.
4.
S.
6.
7.
8.
9.
P4D
P4AD
C3AD
P3R
A3D
C3A
0·0
P3TD
PXA
C3AR
P3R
ASC
P4AD
C3A
0-0
P4D
AXC
PD X P
El
inmediato 9 . . . . , D2A consti­
tuye una alternativa dimimica
que da a las blancas mayores
posibilidades de elecci6n que el
tcxto.
1 0. A X P
1 1 . A3D
1 2. D2A
D2A
P4R
ASC
Hasta aqui. el orden de las juga­
das es el que corrientemente se
adoptaba en la decada de los
aftos cin<,:uenta. S610 despues de
esta y muchas otras partidas, se
advirti6 que 12 . . . . , T l R resulta·
ba mas acertada que el texto,
puesto que la amenaza de 13 . . . . ,
PSR fuerza el cambio 14. C x P
(que tambien provoca el texto
con su amenaza de 13 . . . . , A x t ).
Despues de 12.
TlR; 13. P4R,
PSA ! ; 14. A x P. P x P ; 15. P X P,
C4TD ! ; 16. A3D. D x D ; 17. A X D,
·
C X P las negras tienen igualdad
y despues de 12
T l R ; 1 3 . C x P,
C x C ; 14. P x C, D x P las negras
pueden jugar A2D3A sin permitir
que las blancas ganen Ull tiempo
con P3A.
. . . •
.
1 3. C x P
1 4. P X C
1 5. T l R ?
. . . •
CXC
DXP
La torre. indefensa en esta ca­
silla, constituye una debilidad
tactica. La correcto es 15 . P3A y
67
despues 15 . . . . , A2D; 16. P4R 0 in­
c1uso 16. P4TD (Petrosian-Spas­
sky, 20." partida de competicion
par el Campeonato Mundial, 1966 )
las blancas se encuentran en una
posicion ligeramente mejor.
Sin embargo, no 15. P3A, A2D ;
16. T l R ? (Geller-Spass�y, Tor­
neo de Candidatos, Amsterdam,
'
1956 ) porque ahora 16 . . . . , AST !
dio al j oven Spassky un estupen­
do juego, ya que 17. D x A pierde
ante 17
, D x PA atenazando
ambas torres y el AR.
•
. . .
1 5.
1 6. P3A
1 7. P4TD
TD l D
A2D
El comparativamente desconoci­
do joven argentino ve la amenaza
( 17 . . . . , AST ! ) que el gran maestro
ucraniano no advertiria un ana
mas tarde . En esos dias, el Cam­
peonato juvenil tenia una cate­
goria inferior a la actual. El error
de Geller puede ser explicado en
parte por el hecho de que la pren­
sa sovietica s610 public6 una de
las partidas que Spassky jug6 en
este tomeo, el intento unilateral
contra van Oosterom (vea al fi­
nal, Descub ra la continuaci6n
vencedora, pag. 307 ), que obtuvo
el segundo premio a la brillantez.
1 7.
1 8.
P4R
A3A
C4D l
(Ver diagrama siguiente. )
1 9. A2C
Las negras amenazaban con 19 . ... ,
CSC; 19 . . . . , C x P 0 19 . . . . , D x PA.
68
Si 19. A2D, entonces 19 . . . . , CSA
produce un efecto aUn mayor,
puesto que la dama blanca ya no
proteg� ria 2CR.
1 9.
20. A l AR
C5A
No 20". P4A?, D4C ; 2 1 . AlAR? (21 .
TD l D ?, A x PT ! ; 2 1 . T3R?, C6T + ;
o 2 1 . TRID, T3D ambos favorecen
enormemente a las negras ) 21 . . . . ,
T7D ! ; 22. D3A (22. D x T, C6T + )
22 . . . . , T x P + y mate.
20.
21.
TR1R
P3C
Un ligero debilitamiento del flan­
co R, pero despues de 20 . . P4A,
D4C; 21 TD l D ( de otra manera
2 1 . . . . , T7D ! ) 2 1 . . . . , P4TR el ca­
ballo puede mantenerse en su
puesto en SAR durante algUn
tiempo. Es cierto que las blancas
podrian jugar entonces 22. AlA
para cambiar su AD por el ca­
ballo, pero la debilidad en los
cuadros oscuros que resultaria
sena igualmente seria en el jue­
go media y en el final.
21.
22. P4AD
23. D3A
24. A3D ?
C3C
D2R
P3A
26.
2 7 . T3T
Despues del debilitamiento pro·
ducido en la jugada n.O 2 1 , este
alfil debe permanecer d0nde esta
para proteger 2CR y 3CR. Las
blancas tenian que jugar 24.P5T 0
24. A2C aunque despues de 24 . . . . ,
T2D y duplicando torres, las ne·
gras conservan cierta ventaja. En
esta posi�ion mas bien rigida, los
dos alfiles blancos no poseen un
gran campo de accion.
24.
25. A2A ?
C4R !
Tenian que intentar 25. A2R pro­
tegiendo 3AR, su punto mas vul­
nerable. Las negras habrian con­
tinuado con 25 . . . . , A2D seguido
por C3A (0 incluso A3R previen­
do D2AR ) con gran actividad de
todas sus piezas.
25.
T7D !
En el British Chess Magazine, el
representante britanico K. W.
Lloyd describio a Schweber di­
ciendo que era un jugador con
un estilo de cafe. ResuIta sor­
prendente entonces que no haya
considerado este poderoso golpe
tactico que decide la partida en
unus pocas jugadas .
26.
T I AR
La amenaza inmediata era 26.
. , T x A; 27. D X T C x PA + ga­
'
nundo dos peones, de modo que
. .
las blancas deben proteger un
punto sensible : 3AR.
.
TRI D
Si se juega de inmediato 27. AlA
para obligar al intruso a tomar
una decision, entonces 27. . .. ,
T(7 )6D; 28. A x T, T x A; 29. D2A
C X P + con un efecto decisivo,
ya que se perdeni el PR y el alfil
que acecha largo rata en 3AR
cumplini su cometido. Por esto
las blancas deben proteger el
3AR una vez mas. La jugada si­
guiente de Spassky demuestra
que ahora vuelve su atencion al
debil PAD.
,
.
27.
28. A l A
29. P4A
RIT !
T ( 7 ) 5D
Desesperadas, las blancas se arro­
j an sobre la espada. 29. A3C, T6D
pierde con igual rapidez.
29.
30.
PSR
CxP
PXP
El. caballo es una pieza demasia­
do importante para pensar en
entregarla a cambio de la torre
descolocada de las blancas.
31. P X P
32. A I D
DxP
Para enfrentar 3 2. . . . , D4D me­
diante 33. A3A.
32
33. D X C
•
. . .
TXA
Uno de los propositos de la juga-
69
da n." 27 de las negras fue que
la captura de este caballo se
realizara sin un mate.
33.
34.
TXT+
35.
A4A
Para cerrar la columna AR. Si
35. T3R entonces 35. . . . , DST + ;
36. R2A, T1AR + ; etc.
DXT
0 34. R x T, TSD + ; 35. R2A, DSR
mate.
DSR
34.
3S. . . .
Abandonan
TSD !
36. R2A es la lmica jugada que
impide el mate inmediato.
1 5. Interzonal de Gotenburgo, 1 955.
Negras : Filip.
DEFENSA NIMZOINDIA
1.
2.
3.
4.
S.
6.
7.
P4D
P4AD
C3AD
ASC
A4T
PSD
PxP
C3AR
P3R
A5C
P3TR
P4A
P xP
P3D
Las corrientes modernas indican
que las negras pueden saltarse
esta jugada. Deberian enrocar ju·
gando a continuacion S . . . . , TIR.
S. P3R
9. A3D
CD2D
En su famosa partida contra
Smyslov (vea la n." 5 ), Spassky
tuvo exito con 9. ASCD, pero aho·
ra planea algo distinto al ofrecer
.
su PD.
9.
70
0-0 7
Es m ejor 9 .
, D4T ! ; 10. C2R,
C x P; 1 1 . 0-0, C x C ; 12. P x C,
A x P; 13. C x A, D x C ; 14. A2R ! ,
0-0 ; 15. D x P, P3TD ; 1 6 . TRID;
TRIR; 17. TDlA, D7C ; IS. A4AD,
D4R con iguales posibilidades.
Portisch-Donner, Madrid, 1960).
. . .
1 0. C2R
C4R
La manera tradicional de liberar
la pieza clavada, pero las negras
quedan en una posicion poco pro­
metedora. Todavia no era dema­
siado tarde para volver a una es­
tructura Benoni en 10 . . , P3TD ;
1 1 . 0-0, T l R .
. .
1 1 . 0-0
12_ C x A
1 3. A3C
1 4. P4R
AXC
C3C
D2R
La� blancas tienen ahora una po­
sicion muy superior, puesto que
las negras se ven limitadas a una
lucha puramente defensiva con­
tra la amenaza de una ruptura
en el centro que implique P4AR
y P5R.
1 4_
1 5.
A2D
C4R
A2R
Las blancas no necesitan apurar·
se con P4A, ya que el intento de
las negras por retener este avan·
ce representa un serio debilita·
mien to de su fIanco R.
1 6.
CIC
PxP
P3T
La mayoria del fIanco D debe ser
controlada.
TlR
L a jugada exacta; e l inmediato
1 5 . P4A permitiria 15 . . . . , P4CD 0
incluso 15 . . . . , A5C ; 16. DZA, C4T t
cambiando el estupendo alfil de
las blancas.
1 5.
1 6.
1 8. D2D
1 9. P4A !
20. T x P
2 1 . P4TD !
...
P4CR
21.
22. TD IAR
23. A5T
24. P5T
P3A
T2A
T2C
Las blancas aumentan gradual­
mente su control sobre el table­
r�. El texto permite que el ca­
ballo blanco llegue sin peligro a
la poderosa casilla 4AD.
24.
25. C I D
26. A2R
T I AR
T4C
C 3C
Las negras s610 se dedican a mo­
ver de un lado a otro porque no
pueden encontrar ningUn plan
cons tructivo.
27. T (4 ) 2A
28. C3R
29. A x C !
C4R
T2C
La jugada vencedora, cambiando
la (mica pieza buena de las ne­
gras y asi irrumpiendo en la co­
lumna AR.
29 .
1 7.
T I AR
Pa ra apoyar la apertura eventual
la columna AR .
de
1 7.
...
R2T
...
PD x A
No 29 . . . . , D x A; 30. C4A, D2R; 3 1 .
D4A ganando e l PD.
30. P6D !
Para activar el slfil.
71
30.
3 1 . A4A
DID
Ganando simplemente el PAR
(31.
R3C ; 32. A x C. T(2) x A;
33. CSD ).
34. A x C +
35. C7R
T(l) XA
Decisiva.
. . . •
31.
32. C5A
A3A
35.
36.
37.
C x T (6 )
P5T
AxP
TXC
Una buena jugada que constituye
una red de mate.
37.
38.
T2C
TxP!
A Spassky rara vez se le escapa
una cuesti6n tactica.
38.
39.
40.
Decidiendo volver su atenci6n
hacia el PAR.
32.
33.
P4T
T4C
T3C
DxT
T8A !
T XP+
AxD
Ahandonan
La amenaza 4 1 . T( 1 )7A mate pue­
de ser resistida s610 mediante la
entrega de la dama negra. y en
ese caso el PD de las blancas le
costara la vida al alfil .
1 6. Interzonal de Gotenburgo, 1 955.
Negras : Pilnik.
7.
DEFENSA SICILlANA
1_
2.
3.
4_
5.
6_
72
P4R
C3AR
P4D
CxP
C3AD
ASCR
P4AD
P3D
PxP
C3AR
P3TD
P3R
P4A
A2R
En una ronda anterior. la partida
Keres-Panno continuaba 7. .
D3C; 8. D2D ! ( j el famoso sacrifi­
cio de pe6n! ) y despues de 8 .
,
C3A; 9. 0-0-0, D x C ; 10. D x D,
C x D ; 1 1 . T x D las negras se en. .•
. . .
contraban en una posiciOn bas­
tante pobre. La mas 16gica 8 . . . . ,
D x P fue tratada en terminos
generales en una partida poste­
rior ( Keres-Fuderer) aunque una
decada y media de analisis no ha
refutado realmente esta posibili­
dad de apoderarse descarada­
mente de un pe6n. Esta partida
se jug6 despues del encuentro
Keres-Panno, pero antes de la Ke­
res-Fuderer, y en ese momento
se considero que el texto signifi­
caba una « mejora» segful seiiala­
ba el analisis argentino.
8.
D3A
9. A4T
P3TR
P4CR
Un interesante sacrificio de pe6n
para obtener un firme control de
la casilla 4R de las negras. Sin
embargo, da a las blancas una po­
derosa posici6n de ataque siem­
pre que no teman sacrificar una
pieza.
1 0.
PXP
CR2D
10 . . . . , P x P ; 1 1 . A x PC, CD2D del
encuentro Olafsson-Pilnik, en la
competici6n de 1956, es tambien
jugab'le.
11. C x P I
A Geller corresponde el reconoci­
miento del coraje que implica
esta jugada. La cuesti6n es que
la misma variante de apertura
habia sido adoptado en otros dos
encuentros U.R.S.S.-Argentina en
esta ronda: Keres-Najdorf y Ge­
ller-Panno, Geller fue el primero
en decidirse por el sacrificio.
1 1.
12. DST +
PXC
RIA
E n el libro sovietico del torneo,
Geller describi6 asi el dramatis­
mo de la atm6sfera que rodeaba
las jugadas sobre el tablero : «A
esta altura, Keres y Spassky to­
davia examinaban las consecuen­
cias del sacrificio del caballo en
e6 mientras sus adversarios Naj­
dorf y Pilnik conversaban anima­
damente y observaban mi parti­
da con Panno. Luego, Naj dorf se
acerc6 y me dijo " Tu partida
esta perdida. La tenemos todo
analizado " .»
Si las negras pudieran situar el
caballo en 4R, entonces rechaza­
rian eI ataque.
1 3. ASC !
« Sin embargo, ahora no es posi­
ble, y Naj dorf y Pilnik volvieron
preocupados a sus tableros. El
texto no habia sido evaluado en
forma adecuada por los argenti­
nos, en su analisis preliminar.»
Como seiiala Spassky en sus no­
tas, 23. A2R 0 1 3 . A3D permiti­
rian 13. . . . , C4R; 14. 0-0 + , R2C ;
I S : A3C, CD3A protegiendo al ca­
ballo en 4R, mientras que des­
pues del texto esto no es posible.
13
•
. . .
R2C
La divisi6n de los caminos. Pan­
no intent6 13 . . . . , C4R; 14. A3C ! ,
A X P y perdi6 rapidamente des­
pues de 15. 0-0 + , R2R; 16. A x C,
D3C + ; 17 RIT, P x A; 18. D7A + ,
R3D; 19. TDID + . Prevenidos PH­
nik y Najdorf intentaron el texto,
73
pero solo lograron prolongar la
partida sin alterar el resultado.
La defensa correcta es 13
T2T
segUn jugara Fischer contra Gli­
goric. en Portoroz. 1958. y las ne­
gras parecen tener bastantes re­
cursos para unas tablas aunque
el amilisis es bastante compli­
cado.
.
1 7. T7A +
1 8. D x T
. . .•
Otras defensas pierden
por ejemplo : IS.
TlAR + . A3A; 20. ASR + !.
D x C + . R2R; 22. T x A !
D x A; 2 1 . D7T + .
. . .•
o
T l AR +
RIR
C4R
0-0
14
D I C ; 15. P6C ! . A x A; 16.
D x A ! con un ataque vencedor;
por ejemplo 16 . . . . . R x P; 17. A3D.
C4R; 1 8 . T6A + . R2C ; 19 . TDIAR
o 16 . . . . . DID; 17. T7A + . RIT; 19.
T x T + . D x T ; finalmente 16
P x A; 17. T7A + . D x T ( 17 . . . . .
R x P; 18. TDIAR) 18. P x D. R x P ;
19. TIAR + . RIR; 20. C x P !
.
tambien ;
DIT; 19.
R x A; 2 1 .
0 e n 20.
. . .•
1 9.
1 4.
RxT
PxA
. . .•
.
1 5. A3C
. . .•
C3C
La ultima jugada d e las negras
les proporciono esta casilla de
evasion. pero todavia no pueden
salvar la partida.
20.
DxC+
21.
T7A
R2D
C3A
La mejor posibilidad de las ne­
gras era 2 1 . . . . . R3A pero despues
de 22. D7T. PSC ; 23. CSD ! . P x c ;
24. T x A. PsD (24 . . . . . D4T. T7A + );
25. D7A. T3T ; 26. TSR 0 22 . . . . .
A4C ; 23. PsR. P x P ; 24. A2A ame­
nazando con 25. D4R + todavia
estan perdidas.
22. CsD
TxP
o 22
P x C ; 23. D x P + . RIR;
24. D6C. R2D (24. . . . . D3C + ; 25.
A2A. juega la dama; 26. P x P );
25. P x p. T x P ; 26. DsA + . RIR;
27. TSA + " A x T; 2S. D6C + . R2R ;
29. A4T + . R2D ; 30. P x C + . P x P ;
3 1 . D3D + .
.
Ahora IS
DIC pierde ante 16.
A x C + . P x A; 17. A8R. T2T; I S .
T7A + . R I T ; 19. T x T + . D x T ; 20.
A6C. D2C; 2 1 . TlAR.
.
. . . •
1 6. P X P +
74
TXP
23.
. . . •
.
.
.
P3T
j Solo aqui vario el duo sovietico !
Keres juga 24. P4T y despues de
23 . . . . . D I T ; 24 . C x A. C xC ; 25
DSC Naj dorf abandono. La jugada
de Spassky mantiene 4TR dispo­
nible para el alfil.
Una pIetora de piezas clavadas.
28.
23.
24_ C x A
25. DSC
DIT
CXC
T8T +
Pilnik decide que va a perder
una partida mas larga que las de
sus colegas.
26. R2T
27. D x P +
28. D5AD + !
DID
R2A
RIC
o 28.
R2D; 29. D x P + , R1R;
30. T8A + .
29_ A X P +
30. A x C
3 1 . D4C
RIT
T4T
Abandonan
El final podria ser 3 1 . . . . , D2A + ;
32. A6D, DID; 33. T8A.
1 7. Interzonal de Gotenburgo, 1 955.
Blancaa : Stahlberg.
BENONI MODERNA
I. P4D
2. P4AD
8. A2R
9. 0·0
C3AR
P4A
Una jugada inusitada para la
epoca; sin embargo, a los pocos
aiios fue adoptada por Tal, y la
Benoni Modema se hizo popular.
3.
4.
5.
6.
7.
P5D
C3AD
PXP
P4R
C3A
P3R
PxP
P3D
P3CR
A2C
La idea original de Nimzovich
consistia en jugar 7 . . , ASC aqui
para cambiar el aUil por e1 CR
blanco que puede apoyar la rup­
tura PSR desde su casilla origi­
nal, 0 sea D4A.
. .
0-0
A5C
Ahora esta jugada llega demasia­
do tarde.
1 0. A5CR ?
Una j ugada de desarrollo corrien­
te del tipo que un j ugador de
club haria sin vacilar. De un gran
maestro uno espera una penetra­
cion mas profunda en la esencia
de la posicion. 10. C2D ! era 10
indicado. Despues de 10 . . . . , A x A;
1 1 . D x A, TlR; 12. P3A, CD2D; 1 3 .
C4A! las blancas tienen una fuer­
te posicion.
1 0.
...
CD2D
Spassky a su vez omite jugar 10.
75
. . . , A x C, y Stahlberg no juega el
«programado» 1 1 . C2D.
1 1 . D2D
1 2. P4TD
1 3. A X A
P3TD
AXC !
o
13. P X A, D2A con el objeto de
tomar el centro de las casillas
oscuras mediante C4T y A4R.
13
•
. . .
P5A !
Preparando el avance de sus pie·
zas del fIanco D y la jugada
C4A6D 0 6C.
1 4. A2R
1 5. R I T
D2A
Las blancas a s u vez preparan
la (mica contra posibilidad de
avanzar el PAR y luego lIevar a
cabo PsR.
1 5.
...
C4A
'
Primero 15.
TR1R es mejor
y obliga a las blancas a preocu­
parse de la defensa de su PR y
a poner un control adicional so­
bre el 4R de las negras.
1 6.
D3R
Las blancas deberian aprovechar
la oportunidad para simplificar
mediante 16. A x C, A x A; 17.
A x P, A x C ; 18. D x A, C x P; 19.
D4D, en que despues de 19. . .. ,
TR1R las negras todavia tienen
una pieza menor superior, pero
bien pueden las blancas conse­
guir equilibrar la situacien .
76
1 6.
1 7. P3A
TRI R
Ahora 17. A x C, A x A; 18 . A x P
es .. demasiado tarde, puesto que
despues de 1 8 . . . . , A x C; 19. D x A,
T X P las negras toman control
de la columna R gracias a la
constante amenaza al PTD que
hacen el caballo y la torre
centrada.
1 7.
1 8. T D I D
1 9. D2A
C6C
TD I C
Demasiado lento y pasivo. La
unica pos ibilidad de las blancas
qonsistia en crear una amenaza
sobre la columna AR mediante
19. A x C, A x A; 20. P4A, P4CD ;
2 1 . PsR ! . PD x P ; 22. C4R, AlC ;
23. PsA en que, a costa de un
peen, las blancas tienen un fuer­
te ataque. Este plan fue usado
posteriormente por las blancas
en un cierto numero de partidas
Benoni, de las cuales la mas no­
table fue el famoso triunfo de
Penrose sobre Tal, en la Olimpia­
da de Leipzig de 1960.
1 9.
20.
21.
PXP
P5R
P4C
PXP
Las blancas se dan cuenta de que
gradualmente se veran obligadas
a retroceder mediante 2 1 . . . . , PsC
que las forzara a situar el caba­
lIo en una casilla inferior, por
10 tanto deciden finalmente in­
tentar un ataque.
21.
...
TXP
22.
P4A
CSR I
Esta quita gran parte de agresi·
vidad del ataque .
23. C X C
24. A3A
TXC
Para evitar la perdida del PCD
cuando las negras, que cuentan
con mayor numero de peones, es­
ten a punto de coronar.
24.
2S.
26.
27.
28.
29.
PSA
AXT
P6A
D3R
PXA
TSD
TXT
C4A
CSR
CXA
tentando inmovilizar a su adver­
sario, pero las tendencias al equi­
librio que muestran 105 alfiles de
colores opuestos podrian muy
'
bien aparecer en un final en que
se han cambiado las piezas ma­
yores.
29.
30. P4T
31. D X P
P3T !
C2T
A primera vista, las blancas han
conseguido mucho, pero un ami­
lisis mas profundo revela una
gran cantidad de debilidades en
su campo que ahora Spassky se
encarga de aprovechar.
31 .
...
D2R!
La debilidad numero uno es el
rey. As! ahora 32. P5T pierde ante
32
, D5T + ; 33. RIC, D5D + ; 34.
RIT, D x PCR.
.
. . .
32.
33.
A2A
D4A
TIR
De 10 contrario D6R forzaria un
cambio de damas.
Las negras, con un peen de ven­
taj a, buscan persistentemente 105
cambios, mientras que las blan­
cas ponen sus esperanzas en un
ataque. Sin embargo, 29. D x C re­
presentaba una altemativa supe­
rior, ya que el caballo negro si­
gue siendo una pieza s6lida en la
fuga que viene a continuacien.
Despues de 29. D x C, AIT las ne­
gras pueden jugar T l R y D l D in-
33.
34 PST
RXP
C4C
La debilidad numero dos son las
casillas oscuras.
3S.
PxP
PxP
36. T I T
Las blancas no pueden reforzar
su ataque sobre el 3CR, principal
debilidad de las negras y, presio-
77
nadas por el ·tiempo, procuran
activar su juego atacando la 6D.
36
•
. . .
D6R I
Abora, despues del forzado cam­
bio de damas, 37. D x D (de otra
manera, 37 . . . . , T1TR dando mate
o ganando la dama ) 37 . . . . , T x D ;
38. T6T 0 5T (38. AlD, T6D ! ) T7R !
los peones negros adelantados
consiguen la victoria. En vez de
este prosaico final, Stahlberg co­
metio un error garrafal con 37.
T7T + ?? y abandon6 de inmedia­
to, antes de que Spassky alcan­
zara a replicar.
1 8. Interzonal de Gotenburgo, 1 955.
Blancaa : I1ivitsky.
APERTURA RETI
1 . C3AR
2. P3CR
3. A2C
4. P4D
C3AR
P4A
C3A
P3R
Esto dej a a las negras en per­
manente lucha con una posicion
restringida. 4 . . . . , P x P; 5. C x P,
P4R es un buen sistema, puesto
que despues de 6. C x C, PD x C !
las negras alcanzan una posici6n
s6lida, mientras que la jugada
superior 6. C5C permite a las
negras jugar un prometedor sa­
crificio de pe6n : 6 . . . . , P4D; 7 .
A x P, D4T + ; 8. CR3A, A6T ! im­
pidiendo el enroque.
5.
6.
0-0
P4A
A2R
PxP
De 10 contrario, es dificil enfren­
tar P5D.
7. C X P
8. C3AD
78
0-0
P3TD
9. P3C
1 0. A2C
11. TIA
D2A
P3D
CxC
La unica manera de completar
su desarrollo porque 1 1 .
, A2D
se replica mediante 12. C5D, P x C;
13. P X P y las negras quedan con
peones debiles.
. . .
1 2. D X C
1 3. TRI D
1 4. P3TR
A2D
TR I D
TD I A
Las negras tienen u n juego muy
pasivo.
I S. P4TD
1 6. A3T
1 7. P4R
1 8. P4CD
DIC
A3A
C2D
Las blancas, en forma acertada,
deciden jugar ejerciendo mayor
presion, puesto que 18. A x P las
dej a con muy poco despues de
18 . . . . , A x A; 19. D x A, D x D ; 20.
T x D, C4A ! ; 2 1 . T x T, T x T; 22.
P4CO, C x P; 23 . C X C, A X C; 24.
P5R, TlO.
1 8.
...
C4R
21.
22. C X A
23. A X T
24. A2D
AXT
TXT
D2A
P4D
Intentando conseguir mayores
complicaciones, pero sus peones
centrales constituian una efecti­
va barrera defensiva y 24. . . . ,
P3CO, para crear un peon pasa­
do mediante P4TO, era objetiva­
mente una mejor posibilidad de­
fensiva.
25.
26.
27.
28.
PXP
AxA
C3R
R2T
AXP
D3C +
DXA
P4CD
Un ingenioso intento de «entur­
biar el agua », como dice el pro­
verbio ruso.
1 9.
P4A
CxP!?
Exacto. Las negras entregan al­
gunas piezas, pero obtienen la
ruptura de la estrangulacion que
han impuesto las blancas.
20.
21.
DXC
D3D
A X PT
Una vez mas, una eleccion per­
fecta. 2 1 . O x T, T x O ; 22. C x A,
T x T; 23 . T x T (23. A x T, 02A ; 24.
C2C, D7A; 25 . T l A, A3A y no hay
casilla para el caballo ) 23 . . . . ,
P4CO; 24. C3A, D3C + ; 25. R2T,
06R daria buenas contra posibi­
lidades a las negras, gracias a
una dama muy activa y al hecho
de que las piezas blancas meno­
res no pueden cooperar con faci­
lidad.
29. D2A
Presionadas por et tiempo, las
blancas se equivocan gravemen­
te y al final justifican la ingenio­
sa resistencia de Spassky. Es pro­
bable que los peones adelantados
unidos hayan asustado a las blan­
cas haciendolas efectuar una ju­
gada pasiva para zafar su pieza
clavada PO. Como las blancas de­
ben coordinar sus tres piezas
79
contra las dos de las negras, no
debenin dejar el caballo sin pro­
tecci6n.
Segful sefiala Bondarevsky, 25.
P5A da a las blancas fuertes po­
sibilidades de ataque sobre el
fianco R; por ejemplo : 29. . . ,
D3D; 30. P6A ! P x P, 3 1 . C4C, P4A;
32. C6A + , R2C ; 33. C5T + , R I T ;
34 . D2D, D4R; 3 5 . D6T, T l CR; 36.
P6D ! , 0 bien 29 . . . . , P x PD ; 30.
C x P, D3D; 3 1 . P6A ! , P x P (0 3 1 .
. . . , P3C ; 32. D3R! ); 32. DSA, R2C ;
33. A4R, Tl TR; 34. D4C + y las
blancas tienen un j aque perpe­
tuo despues de 34. . . . , RIA; 35.
D8A + , mientras 34. C4A consti­
tuye un buen intento de conse­
guir la victoria.
.
29.
30.
PxP
AXP
Un error mas. 30. C x P ofrecia
mejores posibilidades.
30 .
...
TlR
E n medio de esta lucha por el
tiempo, Spassky tambien se equi­
voca. 30 . . . . , D5D constituia ulta
manera mejor de aprovechar el
ultimo movimiento de las blan­
cas.
3 1 . C4C
32. D2T
TID
Las blancas parecen haber obte­
nido cierto contrajuego, puesto
qne puden llevar el caballo a 5R
si las negras se defienden con 32.
. . . , T lAR. De hecho, las negras
pueden entregar el pe6n para ex­
plotar la debilitada posici6n del
rey enemigo.
DSD
32.
33. A X P +
Pierde de inmediato, pero des­
pues de la jugada superior 33.
A2C, las negras harian avanzar
tranquilamente el PCD.
33.
34. 1)3C
RIA
o 34. C5R, D6A amenazando con
35 . . . . , T7D + .
34 . . . .
3S. RIC
Abandonan
D7D +
D8R +
1 9. Torneo de Candidatos de Amsterdam, 1 956.
Blancas : Pilnik.
RUy !.6PEZ
I . P4R
C 3AR
2.
80
P4R
C3AD
3.
4.
5.
6.
ASC
A4T
0-0
P4D
P3TD
C3A
CxP
P4CD
7. A3C
8. P X P
9. P3A
P4D
A3R
C4A
Esta variante, que nunca ha sido
refutada. nos da un excelente
ejemplo de la riqueza del j uego .
Las negras j uegan sucesivamente
dos piezas bien situadas en vez
de completar su desarrollo, y las
blancas no logran extraer ningu­
na ventaj a de esta infraccion de
las « reglas » .
1 0. A2A
1 1 . P3TR
. . •
A4T
C4R
Con la esperanza de que 14 .
,
C x C ? ; 1 5 . A x C en que la clava­
da es decisiva. Sin embargo, pa­
rece mejor 14. C3C Y si 14. . . . ,
P6D luego 1 5 . A 1 C .
. . .
14.
1 5. C X C
1 6. D x D +
P6D !
PxA
CXD
Evitando dejar demasiado al des­
cubierto el PTD.
A4A
Una j ugada mas bien «neutral»
que protege un punto que no co­
rria ningun p eligro. 12. T l R 0
CD2D resultan mas adecuados .
1 2.
PsD
Ahora el avance se hace mas bien
arriesgado.
14.
No 1 1 . . . . , A x C ; 12. D x A, C x P;
1 3 . TlR, P3A; 1 4. A4A con fuerte
p resion de las blancas.
12.
1 3. CD2D
AsC
Generalmente, las blancas juegan
1 1 : T l R 0 CD2D continuando el
desarrollo, pero es util estar pre­
parado para zafar la pieza clava­
da mediante P4CR si es necesario.
1 1.
te ) dej a a las blancas con una
debil estructura de peones en el
flanco R, por la que no obti�ne
ninguna compensacion. ( 14. P x A,
P x A ; 1 5 . D x P, D2D y 16 . . . . , 0-0-0 ).
Spassky hace la jugada mas ade­
lante cuando las blancas tienen
mejores posibiJidades de elec­
cion.
A2R
Keres sugiere que las negras pue­
den obtener un estupendo juego
aqui mecJ.iante 1 2 . . . . , PsD ! y si
1 3 . P x P, A x C seguido por 1 4 . . . . ,
C x PD, mientras 1 3 . P4CR, P6D !
(una d � las cartas de triunfo· que
tienen las negras en esta varian-
1 7.
A3R
Un plan errado. S implemente, las
blancas deberian intentar ganar
el peon que se ha apartado tanto
de su lugar de origen. As!, 17.
C3C ! , P4AD ; 1 8 . TDlA y entonces
19. C 1 T si es necesario, cuando
le corresponde a las negras de­
mostrar que los dos alfiles valen
el peon perdido. Las blancas es­
tan demasiado i nteresadas en
conservar el caballo en la casilla
SAD, que parece una muy buena
situacion , sin lugar a dudas, pen-
81
sando que pueden apoderarse del
peon adeIantado a su antojo. El
inconveniente del texto consiste
en que debiIita eI PR.
1 7.
1 8.
1 9.
C3A
A3C
P5C
P4CR
TR1 R
De este modo. Ias negras toman
la iniciativa en eI Iado D forzan­
do la siguiente respuesta.
20.
Pensando en abandonar la inten­
cion de cambiar por un peon si
A7C.
las negras juegan 26.
despues de 10 cual no sena facil
ganar al final. Una vez mas. las
blancas rehusan retirar el caba­
lIo de 5AR. pero aunque 26. C4T
dejana a la pieza sumamente
alejada del j uego. era mejor que
el texto. Indudablemente. Pilnik
temia 26. C4T. A5R 0 incluso 26.
C4R; 27. C x C. A x C y si 28.
. . . •
. . .•
P4A. A5R + 0 28. A5C. T7T + ; 29.
RIC. TD I T ! pero ahora las blan­
P4A
De 10 contrario. las negras cam­
bian peones y juegan TlCD8C.
cas pierden sin haber
ofrecer una gran lucha.
podido
T8D !
26.
P4TR
P4T
20.
2 1 . R2C
Ahora la ubicaci6n del caballo
blanco en SAD pierde su razon
de ser.
0-0
PXP
P4A !
22. P3C
23. TD 1A
24. P X P
Las negras intent an abrir el jue­
go a sus dos alfiles. Las blancas
corren un riesgo al deshacerse de
la carga del PR. pero muy pronto
se ven enfrentadas con la peli­
grosa amenaza A7CD .
25.
PxP
a.
p.
.
No 25. T x P ? P x P ganando una
pieza mientras 25. PC x P. A x P
proporciona a las negras l a nue­
va amenaza del avance de PCR.
25.
26.
82
AXP
T2R
Ganando el cambio en circuns­
tancias aun mas favorables. pues­
to que 27. C4T ahora pierde de
TR8T.
inmediato ante 27
27.
. . . •
TD X P
j El peon . largo tiempo ignorado.
ha obtenido la venganza !
27.
28.
TXA
AXT
C5D
El cambio posterior de piezas
menores da a las negras mas
campo para desplegar sus torres.
29. A X C
30. C6R
3 1 . C4A
AxA
A6A
TlR
A l conservar e l caballo y n o el
alfil en la j ugada n .· 29, las blan­
cas han impedido el j aque en
l CR despues de TR8T, de mane­
ra que las negras simplemente
ocupan ambas columnas centra­
les con sus torres y esperan que
las blancas terminen las jugadas
utiles.
32. CSD
33. C X A
34. C 3R
ASD
T XC
No 34. PSC, TsC + ni 34. P3A,
R2C amenazando ganar la pieza
mediante 35 . . . . P3A.
,
34 .
...
TRI D
Ahora l a torre penetra hasta el
septimo y no hay nada mas que
hacer.
35.
TlA
o 3 5 . CsA, T7D y los peones ne­
gros estan mas proximos a co­
ronar.
35.
36. T I TD
37. CID
T7D
TIA
R2D
Las blancas se han visto forza­
das a un juego completamente
pasivo, de manera que ha llegado
el momento de movilizar al rey.
38.
39.
PST !
T l TD
RlC
PxP
Esta hubiese sido la respuesta
para cualquier jugada razonable
de las blancas y la torre penetra­
ria coma en la partida.
40. C3R
41 TIT
42. T7T
43. T X P !
TR X P
TR X P
P6C
Terminada la lucha contra el
tiempo, las blancas abandonaron.
20. 23.0 Campeonato de la U.R.S.S., Leningrado, 1 956.
Negras : Tal.
DFEENSA INDIA DE REy
I . P4D
2. P4AD
3. C 3AD
4. P4R
C3AR
P3CR
A2C
P3D
5.
P3A
P4R
La praxis moderna prefiere la
mas flexible 5 .
, O'() puesto que
las negras pueden muy bien 10'
grar mejores resultados ejercien. . .
83
do preSlOn en el centro con
el consiguiente C3AD 0 P3CD y
P4AD . La desventaj a de P4R en
la Defensa India estriba en el
riesgo que corre el alfil en fian­
chetto. ya que puede ser bloquea­
do por sus propios peones en
3D y 4R una vez que las blancas
cierren el centro mediante P5D.
6.
PSD ?
1 0. P X P
1 1 . A3D
12. CR2R
PxP
0-0
D2R
En algunas variantes. la dama
apoya e! P5R para infundir nue­
va vida al alfil de cuadros oscu­
ros. i ncluso a costa de un peon ;
por ejemplo : P5R. P x P. P5A ! en
que el control del 4R de las ne­
gras resulta sumamente util. Sin
embargo. 12.
P4A seguido por
C2A. P3TD y P4CD reservando la
posibilidad de D4T parece un me­
jor plan. En la partida. las blan­
cas efectuan un ataque mas ra­
pido sob re el rey.
. . .•
Esta resulta muy poco rigida. 6.
CR2R ! . 0-0; 7 . A5C ! . P3A ; 8 . D2D
da a las blanc as cierta ventaj a.
Korchnoy-Olafsson. Wij k aan Zee.
1 97 1 .
6.
7.
A3R
C4T
P4AR
1 3.
En este. el primer encuentro en·
tre Spas sky y Tal. el leton no
actua realmente a la altura de
su talento. Mas bien. uno hubie­
se esperado de el 7 . . .. . C3T ; 8 .
D2D. D 5 T + ; 9 . P3CR. C X P ! ?; 1 0 .
D2AR ! . C x A ; 1 1 . D x D . C x A; 1 2.
R2A. C X P con una posicion muy
complicada. Asi continuaba una
partida entre Spassky y B rons­
tein durante el Tomeo de Candi­
datos de 1956.
8.
DZD
. . . •
.
9.
84
0- 0-0
C3A
Para impedir P5R mediante e l en­
frentamiento de torre y dama en
la columna. El sacrificio de peon
indicado en la ultima nota no sir­
ve todavia. puesto que las b lan­
cas tienen un firme control sobre
su propio 4AR. de modo que qui­
zas las negras ahora deberian in­
ten tar la defensiva 1 3 .
• D2A.
. . .
1 3.
1 4.
C3C !
P4A ?
CIR
Evidentemente no 1 4 . . . . . P5A ?;
1 5 . A x PAR.
C3T
Las negras deberian preocuparse
de su alfil malo. De este modo
P5A ; 9. A2A. A3A amenaza
8
cambiarlo mediante 10
• A5T.
y 10. P3C para impedirlo. p ropor­
cionara al alfil una buena diago­
nal en 4CR.
.
TD I R
. . .
1 5.
CST
CD2A
Casi no valia la pena conservar
el alfil mediante 15
A l T . Las
negras luchan desesperadamente
por crear una contra amenaza
sobre el fIanco D .
.
1 6.
P4CR
. . . •
RIT
1 7 . TRIC
IS. C X A
1 9. P4A
D2A
C XC
2S.
Las blancas intentan abrir lineas
sobre el flanco R. y las negras
deciden entregar un peon para
reducir las amenazas.
1 9.
20.
21.
22.
23.
24.
A2AD
PA X P
PXP
AR X P
CXA
2S . . . . .
.
Cambiar damas es su mejor po­
sibilidad. ya que tanto 24.
C x PC; 25. TSC como 24
C4A ;
25. D3A + dej an al rey en grave
peligro.
. . . •
2S. D x D
26. C X PD
27. A x P
El comienzo de una serie de ju­
gadas precisas que fuerzan una
victoria facil en el final.
C3C
Un reconocimiento de la derrota.
pero 28 . . . . . T x C ? ; 29. A x C + .
RIC; 30. A x T. R x A; 3 1 . TRIA 0
28
C6D + ; 29. R2D. C x T (29.
. . . . T x C ; 30. A x C + . R I C ; 3 1 .
A5R + . T3CR; 32. R x C; 30. A x C + .
R I C ; 3 1 . A6A + ! y mate a la si­
guiente. tiene que ser rechazado.
PSR
P4C
T I CD
AXP
AXA
D X PD
.
A4D !
. . . •
29.
T7R
CxT
. . . •
CXD
TD l D
CxP
Podria. por supuesto. terminarla
de inmediato mediante 29 . . . . ,
T l CR; 30. C7A mate !
30.
31.
32.
33.
AXC+
AXT+
TIA+
TID
RIC
RXA
RIC
Ahora las blancas ponen d e ma­
nifiesto la superioridad de sus
peones.
Esta es la POSlClon que Tal ha­
bia empezado a buscar a traves
de sus jugadas anteriores. Ame­
naza con 28
C6D + 0 bien 28.
. . . , C(5 )3R con juego para sus
piezas .
.
. . . •
33.
34. P4TD
3S. C4A
36. T7D
37. T x PTD
3S. T7AD
T I AR
T7A
T x PT
C4A
CSD
Abandonan
38 . . . . . T7AD + no gana el caballo,
de modo que el PCD de las blan­
cas rapidamente cumple su co­
metido.
85
23.0 Campeonato de la U.R.S.S., Leningrado, 1 956.
Negras : Taimanov.
21.
DEFENSA SICILIANA
1 . P4R
2. C3AD
3. P4D
4. C x P
5. C3AD
6. A5CR
7. D2D
P4AD
C3AD
PxP
C3AR
P3D
P3R
P3TD
Las negras tendnin que preocu­
parse en alg6n momento de la
amenaza CR5R.
8. 0 -0-0
9. P4A
A2D
A2R
Tres ruedas mas adelante, Taima­
nov prefiri6 9 . . . . , P4CD contra
Hasin, pero despues de 10. C X C,
A x C ; I 1 . A3D, A2R; 12. PSR, P x P;
1 3 . P x P, C2D; 14. A x A, D x A
las blancas consiguieron una ven­
taj a con el fuerte sacrificio 15.
A4R.
1 0. C3A !
Esto amenaza con P5R y de este
modo impide enrocar a las ne­
gras en vista del alfil colgante
en 2D. 1 0 . A2R es mucho mas
inofensivo.
1 0.
...
TlA
Una innovaci6n. E l problema re­
side en que despues de 1 1 . P5R,
P x P ; 12. P x P, C4D; 13. C x C,
P x C; 14. A x A (el alfil esta en
prise con j aque) 14 . . . . , D x A las
86
blancas no pueden j ugar 15. D X P
a causa de 15 . . . . , C5C atacando
eI 7AD.
1 1. RIC
Jugada despues d e largo analisis.
constituye un movimiento fuerte
que renueva la amenaza de P5R.
Comparada con la variante de la
ultima nota, ni el AR ni el PAD
se encontrarian en prise con j a­
que. De esta manera, si ahora
1 1 . . . . , P4C entonces 12. P5R,
P x P; 13. P x P, C4D ; 14. C x C,
P x C; 1 5 . D x P, A x A; 16. C x A,
D x C ? ; 17. D x A + mientras que
si en esta linea 15 . . . . , C5C enton­
ces 16. D2D, C x PA ( 1 6 . . . , T x P ;
17. D x C ! ); 17. A3D con un desa­
rrollo muy superior, y despues
de 17 . . . . , A x A ( 17 . . . . , C5D ?; 1 8 .
A x A, C x C ; 19. A x D, C x D ; 20.
T x C, T x A; 2 1 . A4R amenazando
con 22. TR l D 0 mas adelante
A7C ) ; 18. C x A, C5D las blancas
pueden jugar 19. A x P 0 19 TRIA
con amenazas vencedoras. Otro
problema que presenta 1 1 . R1C
consiste en que despues de 11. . . ,
P4C ; 12. P5R, P x P; 1 3 . P x P, P5C;
14. P x C, P x P ( 14 . . . . , P x C; 15.
P x A gana, puesto que la dama
blanca esta en prise, pero sin ja­
que ); 15. A x P, A x A; 16. C4R las
blancas ganan un pe6n con la
amenaza de 17. C6D + .
.
1 1.
...
D2A
Asi, las negras deciden hacer que
P5R resulte menos peligroso.
12.
1 3.
P5R
PxP
PxP
C4D
No 13 . . . . , C x P ? ; 14. C x C y 15.
A x C seguido por 16 D x A + .
1 4. C X C
15 AXA
PxC
1 5 : D x P se combate rnediante
15. . . . CSC" con un ataque triple
sobre 7AD.
1 5.
...
CXA
De este modo, las negras prote­
gen su debil peon central pero
quedan con un j uego pobre ya
que las blancas tienen el control
de las casillas oscuras (DSC y
C4D, etc.).
1 6. A3D
1 7. D5C
0-0
A4C
Para trasladar el alfil malo, in­
cluso a costa de un peon dupli­
cado. Despues de 17 . . . . , A3R; 18.
C4D las blancas se encontrarian
en una posicion excelente.
1 8. A X A
19. C4D
PXA
Parece muy fuerte, pero 19. P3A
es aun mej or si queremos fijar
el PCD negro. Las blancas tam­
bien dejarian disponible la casi­
lIa 4D para la torre, con proyec­
tos tales como T4D4TR 0 4CR
con un ataque . El PR estaria
tambien doblemente defendido y
de ese modo las negras no ten­
drian contrajuego.
1 9.
..
.
C3C
Las negras se apresuran a atacar
el PR con la esperanza de poder
cambiar piezas y quedar con me­
nos peones debiles. Sin embargo,
19 . . . . , PSC ofre cia mejores posi­
bilidades ya que habrian conse­
guido contraj uego de inmediato
con Tl T amenazando con un
eventual D4T en un momento
que resulta dificil defender el
PTD de las blancas.
20.
P3A
Corrigiendo su falta de precision .
Es extraiio que Boleslavsky en
su autorizado «Caro-Kann bis Si­
zilianisch» ( 1968 ) indique que la
j ugada 20 fue T2D. Seria una al­
ternativa bastante fuerte y la
unica explicacion para el «grave
error» del gran maestro debe es�
tribar en el hecho de que trabaj o
utilizando notas personales que
hizo sobre esta partida en las
que consideraba que 20. T2D re­
sultaria una buena j ugada. Pero
la regIa de ora de todo escritor
dice « j revise sus fuentes ! »
20 .
...
P5C
Continuando con la misma poli­
tica : in ten tar liberarse de sus de­
bilidades, pero ahora las blancas
tienen una poderosa mayoria en
el fIanco D. Podrian probar 20 . . . . ,
D x PR; 2 1 . D x D, C x D ; 22. C x P,
TRID con una posicion inferior
pero posiblemente defendible.
21. P X P
22. T l AD
CxP
C 5A
87
Si 22 . . . . , D l C entonces 23. P4TR
con fuertes amenazas de ataque
basadas en C5� seguida por P5T.
23.
P3CD
P3TR
0 23 . . . . , D4R; 24. D x D y 25. C5A
con ventaj a debido a sus amena­
zas de C7R + y C6D.
24.
D4C !
26. D3C !
Otra estupenda j ugada de dama
en el preciso momento en que
uno habria esperado 26. C5A con
ataque. Sin embargo, esa jugada
constituye un error porque per­
mite a las negras corregir los de­
fectos de su posici6n mediante
26 . . . . , D4R + . Ahora el caballo
blanco, que esta produciendo un
bloqueo, quita contrajuego a las
negras, mientras las blancas ame­
nazan con penetrar en la septi­
ma con la torre.
26 .
...
DXD
Si 26 . . . . , C5R entonces 27. D x D,
T x D ; 28 . T7A, de manera que las
negras deciden intentar mante­
ner el control de su 2AD.
27.
La casilla exacta. Desde aqui las
blancas defienden su caballo (que
podria quedar cIavado despues
de C6T + , R2C, D4R Y luego po­
siblemente C4C ), atacan la torre
en 8AD, y obligan a la dama a
retirarse a una casilla debil.
24.
25. R2C
�
TRt D
27 . . . . , C5R; 28. C5A !
28.
P5C
La mayoria existente en el f1an­
co D comienza a avanzar.
28.
29.
C7D +
DIC
N o 2 5 . . . . , D I D e n que 26. T x T,
D x T ; 27. C5A gana dama, mien­
tras que si 25 . . . . , D4R ? entonces
26. T X T y las negras no disponen
de truc�s tacticos porque 26 . . . . ,
P4T (26 . . . . , P4A?; 27. T x P + y 28.
D x P ) fracas a ante 27: T X + ,
R x T ; 28. D8A + y 29. D3A.
88
o
PXD
TRIR
C5R
P3c R
Si 29 . . . . , C x p;· 30. T x T y -3 1 .
T7R 0 2 9 . . . . , T x T ; 30. T x T,
C x P; 3 1 . T7A y en cualquiera de
los dos casos los peones blancos
se precipitaran muy pronto en
busca de la coronaci6n.
30.
31.
P4T
P6C
RIA
TIT
Tratando de detener la inminen­
te amenaza de P5T, pero pierden
ra.pidamente al entregar la sep­
tima fila. Deberian continuar el
plan 16gico iniciado con su juga­
da previa, pero despues de 3 1 . . . . ,
R2R; 32. P5T, R2D las blancas
conservan buenas posibilidac:les
de triunfo con 33. C5C amena­
zando con 34. C7A.
32.
T7A
Ahora el rey queda aprisionado.
32.
33.
no tomaron en cuenta al analizar
su 3 1 ."
35 .
...
TlR
o
3 5 . . . . , T x T; 36. P x T, T3T; 37.
C5C (37. P4CR tambien gana ) 37.
. . . , R2R en que 38. T l D gana pues­
to que 38 . . . . , R3R ? permite la
tenaza en 39. C7A + .
36. P5T
37. T I D
38. P7C
39. C6A
T5R
RIR
TID
T3D
T l AR !
No 33. T X PC, . C4A amenazando
con C6D + .
33.
34. T X P
35. T7TD
P4A
C4A
Esta es la jugada que las negras
Las negras podrian abandonar
ahora con la conciencia tranqui­
la, pero en tales circunstancias
la mayoria de los jugadores pre­
fiere continuar hasta el control
de tiempo.
T7R +
T6R
Ab&ndon&n
39.
40. R3T
41. C X T
22. 24.0 Campeonato de la U.R.S.S., Mo.co., 1 957.
Negras : Gurgenidze.
DEFENSA NIMZOINDIA
1 . P4D
2. P4AD
3. C3AD
4. P3R
5. C2R
C3AR
P3R
A5C
0-0
Idea original de Rubinstein que
conduce a
maniobras.
5.
6.
7.
P3TD
PXP
un
dificil juego de
P4D
A2R
PXP
Las negras podrian tratar de dis­
minuir la presi6n ofreciendo el
89
cambio de caballos con 7.
C x P.
8.
P3CR
. . .•
CD2D
Una estructura defensiva mas
promisoria sena 8
P3A; 9.
AlC. P4TD ; 10. 0-0. C3T frenando
a las peones blancos. El caballo
en 3TD puede ser provechosa­
mente trasladado a 3R
.
9. A2C
. . . •
0-0
P4TD
P3A
P4TD
TlR
P4A
Un atrevido intento de conseguir
cierta iniciativa, pero a la larga
el debilitamiento de su PD resul­
ta muy grave. El tranquilo 12
P3A. en espera de que las blan­
cas declaren sus intenciones, pa­
rece mejor. Si las blancas jue­
gan 1 3 P4R entonces 13 . , P x P ;
14. P X P, A5CD! con presion so­
bre el centro.
.
.
1 3.
AXP
Las piezas blancas controlan casi
todas las casillas centrales y su
unico punto debil (3R) no puede
ser atacado con facilidad una vez
que las blancas jueguen C4D y
A2D.
1 6.
1 7.
A2D
T l AD
A3A
C3C
Una jugada muy poco impresio­
nante. puesto que las blancas aun
no han debilitado su casilla 4AD
por P4CD.
1 0.
11.
12.
1 5. P X P !
1 6. D3D
. . . •
Es obvio que las negras no tienen
un plan definido.
1 8. C4D
19. T D I D
2 0 . CD2R
CD2D
A2T
Sobreproteccion para la impor­
tante 4D. Muy de acuerdo con
las teorias de Nimzovich, los ca­
ballos blancos encuentran a con­
tinuacion un empleo util.
20.
21. DIC
22. C5A !
C4R
C 3C
. . .
P4CR !
La replica de mayor preCISIon.
Las blancas ya no pueden con­
seguir P4R, pero el texto, ame­
nazando C3C seguido por P5C ga­
nando espacio en el fianco R, es
dificil de contrarrestar.
13.
14_
90
P3C
P3T
A2D
En este momento, las amenazal>
se acumulan contra 7CR y 6TR.
22.
...
D2A
Un plan muy equivocado. Debe
tratar de deshacerse del caballo
intruso mediante 23 . . . . , C2R se­
guido, si es necesario, de A2D.
23. D2C
R2T
La amenaza era 24. C x P + .
amenazas de ataques a la des­
cubierta utilizando el alfil; por
ejemplo : 30 . . . . , C5C; 3 1 . A3AR 0
bien 30 . . . . , D2R; 3 1 . A4R + , R4T ;
3 2 . A3AR + , R5T ; 3 3 . AI R + , R6T ;
34. D2CR mate, 0 bien 30. . . . ,
R2T ; 3 1 . A4R + , P x A (31 . . . . ,
C x A; 32. D7C mate ); 32. D x C,
T l C ; 33. A3A y mate mediante
34 T7C + .
.
24. R I T
25. C (2 ) 3C
AIC
C4R
Con esta jugada pierden de in­
mediato, ya que permite a las
blancas movilizar los peones que
hasta el momento habian perma­
necido inactivos . 25 . . . . , C2R hu­
biese resultado mas acertado.
26.
P4A
C6D
No 26 .
, C(4 ) x P ; 27. C x PC I ,
R x C; 28. C5T + , R3C ; 29. C x C,
C x C; 30. T lCR con vencedoras
. . .
27. D4D
28. P5C
C5C
PXP
o 28 . ,C4T ; 29. C x C con ame­
nazas de mate en 7C.
.
29.
. .
PxP
C4T
Ahora 30. C x C ? ? permite 30 . . . . .
D x P mate, pero las negras aban­
donaron sin esperar la respuesta
de las blancas que habria sido
30. D4T, P3CR; 3 1 . C x C, P x C(4T );
32. D x P + , RIC; 33. C6T + , etc.
23. 24.0 Campeonato de la U.R.S.S., Moscu, 1 957.
Blancas : Furman.
DEFENSA SICILIANA
I.
2.
3.
4.
5.
C3AR
P4A
P4R
P4D
CxP
P4AD
P3CR
A2C
PxP
C3AD
Transponiendo a una versi6n Si­
ciliana de la estrangulacion Ma-
roezy en que las negras tienen
multiples eontraposibilidades tae­
ti· as.
6. A3R
Durante mueho se eonsidero que
6. C2A era mejor, pero en los ul­
timos afios el texto se ha hecho
sumamente popular. Ciertamen91
te. parece mas logico buscar el
desarrollo antes que retirar el
caballo del centro.
pues del cambio de alfiles de ca­
sillas blancas. las negras ven de­
bilitado s sus 3R y 4D. Entonces
si 14.
P4R; 15. A4R ! tiene
fuerza.
. . .•
6.
C3T
...
Esta j ugada ha sido apenas uti­
lizada en estos tiltimos alios. Se
ha dado preferencia a la crucial
variante 6 .
C3A; 7. C3AD.
C 5 CR ! ; 8. D x C. C x C ; 9. D I D y
ahora 9
P4R 0 bien C3R.
1 4.
1 5. C 5D
1 6. P3CD
D2D
T2A
. . . •
.
. . . •
7. C3AD
7. A2R es mas preciso. pues 7
0-0 ; 8. D2D ! . CSCR. 9. A x C. A x A;
10. 0·0 favorece a las blancas.
.
7.
8.
9.
A2R
PXP
. . .•
0-0
P4A
AXC
Una jugada inusitada que ofrece
la entrega del solido alfil en fian­
chetto con el proposito de ganar
varios tiempos. 9.
C X P; 10.
C x C. P x C ; 1 1 . P4A dej a a las
blancas con ventaj a.
. . .•
Es evidente que las blancas espe­
ran obtener la ventaja una vez
que hayan situado el alfil en la
gran diagonal negra. pero las pie­
zas de las negras estan todas
bien situadas y tambien pueden
mirar el futuro con confianza.
1 6.
1 7. A2C
1 8. P4CD
18. P4A. para minar el centro. se
enfrenta mediante 1 8 . .
A3R el
juego de las negras en la colum­
na AR les da ventaj a.
El texto es demasiado ambicio­
so. Seria preferible la solida ju­
gada defensiva 1 8 . C3R. Entonces
18
A3R se combate con 19.
A4C mientras que 1 8 .
D2R;
19. C x A. T x C ( 19
C X C ; 20.
PSA! amenazando con 2 1 . A4A );
20. D2D. DST ; 21. D3R tambien
dej a a las blancas con mejores
perspectivas futuras.
. . •
.
1 0. A X A
TDIAR
P4R
. . .•
. . . •
.
Inferior a 10. A X C. T x P; 1 1 . 0.0
en que el caballo blanco sittlado
en el puesto de avanzada SD ga­
rantiza cierta superioridad.
1 0.
11.
1 2.
1 3.
1 4.
A5A
A3T
0-0
TIA
CXP
P3D
CR5D
A4A
Una j ugada obvia. pero era me­
jor 14. A3D de manera que des-
92
1 8.
...
. . . •
A3R
Ahora 19. PSC pierde su obj etivo
despues de 19. A x C ; 20. P x A.
C x A + ; 2 1 . D x C. C2R y las ne­
gras logran presionar el PD. De
todos modos. esta era la mej or
posibilidad de las blancas. Una
partida posterior entre Stolyar y
Kotkov continu6 19. C3R. C x A + ;
20. D x C. C x P; 2 1 . TDlD. C3A y
las blancas no obtuvieron mucha
compensaci6n por el pe6n que'
habian sacrificado.
1 9. A3D ?
2 1 . DSC pierden el cambio des­
pues de 2 1 . . . . . A7R ! ) 2 1 . . . . . A x P ! ;
22 . . DID. TsA con un ataque ven­
cedor.
20.
21. P X A
22. R I T
ASC
AXP!
CxP+
o
22. T x C. T x T ; 23. T2A. D6T ;
24. T2D. PsR y gana .
22.
23.
20.
P3A
Despues de 20. D2D las negras
pueden continuar su violento ata­
que con 20 . . . . . C6A + ; 2 1 . P x C.
A x P; 22. DSC. C x P y si 23 . C x C.
TsA; etc. 0 bien. atm con mayor
fuerza. mediante 20. . . A6A y en
seguida 2 1 . PsC. DSC; 22. C3R.
D4C ; 23. D3A. A x P ! 24. C x A.
C6A + ; 25. RIT. D4T; 26. P4TR.
DSC 0 2 1 . C3R (21. D6T 0 bien
. •
D6T
T2AR
Perdiendo en el acto. Tendria
que haber intentado 23. D2R en
que las negras no juegan 23 . . . . ;
PsR. 24. A x P. C x PT a causa de
la replica 25. C6A + . T x C ; 26 . .
ASD + Y son las blancas las que
estan en mejor situaci6n. sino
23 . . . . . C x P; 24. D x C. T x T + ; 25.
T x T. T x T + ; 26. A x T. D x A + ;
27. D I C. D x P con cuatro peones
por una pieza. 0 inc1uso el mas
fuerte 23 . . . . . CRsD ; 24. A x C.
C x A; 25 . T x T. T x T ! ; 26. D2D.
PsR ! con un poderoso ataque :
27. A x P ? T8A + mate. 0 bien 27.
C4A? D6A + . 0 bien 27. D3R. C6A;
28. T2A. P X A.
23. . . .
Abandonan
C8R !
93
24. Olimpiada Estudiantil, Reykjavik, 1 957.
Negras : Soderborg.
Ruy LOPEz
nas de las variantes A4A de la
Ruy LOpez .
1 . P4R
2. C3AR
3. ASC
4. C3A
S. D2R
P4R
C3AD
P3TD
C3A
7.
8. 0-0
9. P3D
Una jugada perfectamente utili­
zable que excluye la variante
abierta 5 .
, C X P y da a las
blancas amplio campo para ma­
niobrar, j unto con algunas posi­
bilidades tactic as basadas en D4A.
. . .
S.
P4CD
...
No 5 . , MA; 6. A x C, PD x P ;
7. C x P ganando un pe6n sin ries­
go alguno puesto que 7
, D5D
se enfrenta mediante 8. C3D.
.
. .
.
6.
A3C
. . .
A4A
Controlado. Pero la mas ambicio­
sa 9. T l D da a las negras una po­
sicion perfectamente solida des­
pues de 9 . . , D2R; 10. P4D, A3C ;
1 1 . A5C, P3T.
.
9.
10.
ASC
.
A3R
D2R
La primera jugada realmente im­
precisa de las negras. 10 . . . . , T l R
o primero 1 0 . . . . , P3T; 1 1 . MTR,
T l R igualaria, mientras que aho­
ra la dama indefensa representa
una debilidad tactica.
1 1 . ASD !
Una jugada provocativa. 6 . . . . ,
A2R es mas prudente.
7.
0-0
P3D
P3A
Las blancas podrian tambien in­
tentar 7. P4TD esperando 7 .
,
P5C; 8. A x P + ! y 9. D4A + , pero
despues de 7 . . , T I CD ; 8. P x P,
P X P las blancas no pueden in­
tentar ganar un pe6n mediante
9. C3A, O-O ! ; 10. C x PC a causa de
la s6lida linea 10. . . . , P4D; 1 1 .
P x P, P5R L E l texto tambien ex­
cluye un posible C5D que tiende
a igualar para las negras en algu-
Explotando esa debilidad, ya que
1 1 . . A x A? abre la columna R
y despues de 12 . P x A, C I C ; 1 3 .
P4D l a s blancas ganan u n peon.
. .
1 1.
D2D
. . .
. .
94
Un segundo desacierto que per­
mite la desarticulacion de su
flanco R . Deberia haber intenta­
do 1 1 . . . , A2D, pero despues de
12. C4T las blancas ya tienen al­
guna presion sob re el lado R,
puesto que 12. . . . , P3T pierde el
cambio ante 13. C6C ! , D l D ; 14.
A x CR.
.
12. A X CR
1 3 P4D !
.
PXA
PXP
Se ven forzadas a hacerlo por·
que 13 . . . . , A3C; 14. A x C, D x A;
1 5 . P5D solo logra perder una
pieza.
14. A X C
P6D !
Evitando la perdida de una pieza
como en la ultima nota.
1 5.
DXP
DXA
Ahora nos encontramos con el
antiguo tema Chigorin: dos ca­
ballos pueden ser mas fuertes
que dos alfiles en posiciones ce­
rradas 0 semicerradas.
1 6.
CD2D
RIT
1 6 . . . . , P4D, para abrir lineas,
solo lograria invitar a los caba­
llos a ocupar buenas casillas des­
pues de 17. C4D. Par 10 tanto, las
negras se preparan para defen­
der el fIanco R, mediante la ocu­
pacion de la columna CR.
1 7.
1 8.
C4D
P4TD
D2D
TDIC
dor, mientras que 20.
pierde el cambio.
21.
22.
PXA
TRIA !
.
. . , DID
D2R
Ahora el PAD retrasado junto
con el arruinado fIanco R cons­
tituyen una debilidad decisiva.
22
•
. . .
P4AD
0 22 . . . . , T2C ; 23. P5R, 0 bien 22 .
. . . , TR 1A; 23 . T7T seguido por
P5D.
21.
T7T !
Un sacrificio estupendo seguido
a continuacion por un interesan­
te ataque compuesto por j ugadas
tranquilas.
23
•
. . .
DXT
0 23 . . . . , DlD; 24. P x P, P x P; 25.
TR x P en que 25 . . . . , D x C pierde
ante 26. D x P + , R 1 T ; 'E. T5C + .
24. D X P +
25. T3A
RIC
TRIR
o 25 .
Entregando l a columna sin defen­
derla. 1 8 . . . . , P5C era correcto,
pero no 1 8 . P x P; 19. D2A, P6T;
20. P4CD !
1 9.
20.
PXP
D3A
PxP
AxC
. .. , D8T +; 26 . CIA, A5C ;
27. T3CR, D8D 0 27 . . . . , P4T ; 28.
P3T ganando. No servitia de nada
trasladar esta torre para dej ar
lR como casilla de escape; ade­
mas quitaria a las negras un po­
sible recurso defensivo . Basta que
las blancas jueguen 26. D6T para
ganar rapidamente (26 .
. , RIT;
27. T3CR, T I C ; 28. D6A + ).
. .
No 20 . . . . , R2C ; 2 1 . D3C + , R I T ;
2 2 . D4T, R2C ; 2 3 . P4AR y enton­
ccs 24 . T3A con un ataque vence-
26.
T3CR + !
95
26. D6T parece demoledor, pero
las negras replican,. 26.
D8T + ;
27. C IA, ASC ! ; 28 . T3CR, T x P !
con una posible defensa.
El cllisico cambio de guardia.
' ' '1
26.
27.
DID
29.
30.
D6T
30 .
.
RIA
TIT
PSD
Intentando u n contraataque en
la ultima fila. 27.
A2D ; 28.
D x PD + , T2R; 29. D6T + , RIR;
30. T8C mate mientras que 27.
AlA permite l a misma variante
con las blancas, terminando me­
diante 30. T8C + R2D; 3 1 . D6AD
mate.
' ' '1
1
" ' 1
1
28. P4T
Para proteger al rey. No quieren
capturar al alfil todavia puesto
que eso haria desaparecer el con­
trol que la dama mantiene sobre
la posici6n ( despues de 28. P x A,
T x P ) . Por otro lado, las negras
'
amenazaban tambien con 28.
A x P ! ; 19. D x P + , T2R y si 30.
P x A?, D8T + ; 3 1 . C IA, D x C +
mate.
" '1
28.
29.
96
"
R2R ?
Acelerando el final pero 30.
AlA tambien pierde ante 3 1 .
T x PT + , R2R; 32. PSR ! , P x P ; 33 .
C4R, D x P (33. " . , T3T; 34. 'DSC +,
R2D ; 35. T x P + , T2R ; 36. DSA + ,
R2A ; 37. D x P + , R2D ; 38. C x P + ,
RIR; 39. T8A + ! y 40. D8T + ga­
nando la dama ); 34, D6AR + , R2D ;
3 5 . T x P + , D x T; 36. D6D y mate.
1
D2D
T7C
31.
D XA
Abandonan
" ' I
1 958-1 96 1
FRACASO Y EXITO
En 1958, Spassky se acercaba al terminG de sus estudios en la Fa­
cultad de 'Periodismo de la Universidad de Leningrado, y de este
modo estaba a punto de convertirse en realidad en un «profesional»
del ajedrez, aunque esa palabra tiene connotaciones despectivas en
la semdntica sovietica y act ualmente, cuando la usan para describir
a sus propios jugadores, la acompaiian de la frase calificativa «En
et mejor sentido de la palabra». (Es extraiio que Spassky, aunque
preparado para el periodismo, no haya sido nunca un escritor pro­
lifico en su especialidad y haya anotado comparativamente pocas
de sus partidas para la prensa.)
Durante este periodo, se destaca, en dos ocasiones distintas, su
fracaso en el Campeonato Sovietico que le impidi6 caljficarse para
el Campeonato Mundial Interzonal. El primero ocurri6 en Riga,
en 1958; Spassky, despues de haberse encontrado entre los pri­
meros durante toda la competici6n, perdi6 las dos ultima� parti­
das: ante Kotov debido a un grave error despues de haber reali­
zado un sacrificio que prometia el triunfo, y ante Tal en una par­
tida en que Spassky habia llevado la delantera durante largo tiem­
po y perdido la" oportunidad de.. ganar e n la jugada n.O 58, muy cerca
del final, en una partida de 73 movimientos.
El segundo fracaso tuvo lugar a comienzos de 1961 cuando en
una ultima ronda que result6 desastrosa perdi6 ante Stein quedan­
do fuera de los cuatro lugares de calificaci6n. Spassky fue criticado
duramente por la prensa sovietica de la especialidad por haber
97
7
1"�S
100
MF.JORF.S PARTiIMS D E SPASSKY
abandonado la partida durante el aplazamiento. El mismo S tein
se p reparaba para una lucha dificil en la segunda sesion, en la
que debia evaluar la presencia de un peon adicional e n u n final de
alfiles.
Sin embargo, este periodo tam bien contiene algunas de las me­
jo res y mds agresivas pa rtidas de Spass ky, tales como el inmortal
Gamb i to de Rey con t ra B ronstein ( n.D 37) y el Con t ra Gam bito
Albin con t ra Mikenas ( n.D 35 ) en el que son las blanca� y no las
negras las que juegan todos los sacrificios.
El lector atento hab rd no tado que esta secci6n recibe el nombre
de
«Fracaso y Exi to» con el
exito colocado al final.
En
1961,
Spassky una vez mds comenzo a t rabajar con un nuevo entrena­
d o r, esta vez el experimen tado Bondarevsky, y bajo su direccion
logro finalmente 10 que todos 10s grandes maes tros sovieticos am­
b icionan, el ob tener el titulo de campeon de la U.R.S.S. Esta es
la tmica vez que Spassky 10 ha logrado, aunque debemos seiialar
que duran te la decada de 10s aiios sesenta participo rara vez en
este campeonato.
25. 25.0 Campeonato de la U.R.S.S., Riga, 1 958.
Negras : Polugaevsky.
7. A4AD
DEFENSA SICILIANA
1.
2.
3.
4.
5.
6.
P4R
C3AR
P4D
CxP
C3AD
A5CR
P4AD
P3D
PxP
C3AR
P3TD
CD2D
Uno de los muchos intentos de
las negras por introducir innova­
ciones en la SiciIiana ; resultan
aparentemente peIigrosos, pero
que han demostrado una gran ca­
pacidad de adaptaci6n.
98
D4T
No 7 .
, P3R; 8. 0.0 amenazando
el sacrificio 9. A X PR.
. . .
8. D2D
9. 0-0
1 0. A3C
P3R
P4C
El sacrifiicio en 6R no da resuI­
tado, puesto que Ias negras no
han j ugado A2R dej ando el peR
sin protecci6n . El mj.smo Spas­
sky consider6 en un momento
que 10 . ASD era una j ugada fuer-
te, pero las negras no replican
10 . . . . , P x A; 1 1 . C6A ! , D3C; 12.
P X P con el triunfo para las blan·
cas, sino 10 . . . . , PSC ! ; 1 1 . A x T ;
12. P x P, C3C; 13. A6A + , A2D; 14.
A x A + , CR x A amenazando con
CsA 0 D6T + y CsT. En esta si·
tuacion no resulta acertado 12 .
D3R a causa de 12 . . . . , CSC; 1 3 .
D4A, D x P ; 14. �, x P, CR4R; etc.
R 1 D ; 1 5 . P x C, P X P; 16. A x PA,
A x A; 17. C6A + , A x C ; 18. D x P +
dan el triunfo a las blancas.
1 4.
Forzado, ya que 14. P x P, CR5R ! ;
1 5 . C x C, D x D + sacana a las
negras de todas sus dificultades.
14
1 0.
...
TRIR
A2R
1 1 . . . . , PsC era malo de todas
maneras; por ejemplo 12. CsD,
P x C; 13. P x P + , R 1 D ; 1 4: C6A + ,
A x C ; 15. P x A, C4R; 16. D4A,
mientras que 12 . . . . , C x P pierde
ante 13. C x PR ! , C x D ; 14. C7A + .
Sin embargo, 1 1 . . . . , T l AD puede
muy bien constituir la mejor po·
sibilidad de las negras.
1 2. P4A
1 3. PsR
•
C4A
Las jugadas han sido realiza·
das en ·un orden errado. 1 3 .
A x C pnicticamente forzana 1 3 .
. . . , A x A y entonces 14. PSR !
transpondna a la partida.
.
..
AXA?
Las negras solo podian mantener·
se a note mediante 14 . . . . , P x A;
1 5 . P x P, 0-0-0.
1 5. P x P
1 6. P3C
1 7. A X P !
AsT
A2R
0-0
Las blanc as ganan de inmedia·
to despues de 17 . . . . , P x A; 1 8 .
C x PR, C x C ; 1 9 . D7D + , R2A; 20.
T l A + 0 17 . . . . , C x A ; 18 C x C.
1 8. A3C
TD I D
Las negras han puesto a salvo
al rey y con los dos alfiles tienen
esperanzas de presentar una bue·
na resistencia.
19 D4A
20. C4T !
PsC
( Ve r diagrama siguiente. )
20.
1 3.
. . .
A2C
Ahora 10 . . . . , PsC se enfrenta con
fuerza mediante 1 1 . CsD, P x C ;
12. C6A y 13. P x P.
11.
AXC
...
P3T
PXP
Una vez mas 1 3 . . . . , P5C sena
un desacierto, puesto que 14.
A4T + , C x A; 1 5 . C x C, D x C ? ( 1 5 .
. . . , C5R! ; 1 6 . T x C es confuso ); 1 6 .
P x C, P x P ; 1 7 . C5A 0 bien 14 . . . . ,
20 . . . . , C x C pierde ante 2 1 . CSA,
T x T + (21 . . . . , TR1R; 22 . C x A + ,
T x C ; 23. T x T + , D x T ; 24. A x C );
22. T x T, A4A (0 bien 22 . . . . , ·A1D;
23 . A x e en que 23 . . . . , D x A pier·
de ante 24. T x A y 25. DSC ) ; 23.
99
30. D3D
3 1 . PIT
TlR
A2R
Es necesario impedir 3 1 . C4T.
32. C x A
33. D6C
TxC
DIR
Cambiar damas equivaldria a una
rapida derrota porque la amena­
za de mate de la ultima fila in­
moviIizaria a la torre.
34.
35.
36.
37.
3S.
DSC. P3C; 24. C6T + . R2C ; 25.
C4C y gana.
21. C X C
o
21 .
. . .
DXC
P4C
D X D -/T4D
R2D
P3A I
TSR
TXD
P4T
T4R
• A4C ; 22. C x A.
22. P4T
23. C5A
24 PT X A
25. T X T
26. D4R
A4D
AXA
TXT+
TlA
Con todo bien protegido. las blan­
cas proceden ahora a forzar un
peon adelantado.
3S.
o
Aparentemente las negras tienen
solo una pequeiia desventaj a. en
vista de que el peon adicional de
las blancas se encuentra dupli­
cado. pero las piezas blancas es­
tan tan bien situadas que el triun­
fo es solo cuestion de tiempo.
PxP+
38.
• T4CD; 39. P4A. T4CR;
40. R3R y 4 1 . R4A seguido por 42.
TSD.
. . .
39. P x P
40. P4A
4 1 . T4A
T4CR
RIC
Para aislar al rey.
26.
2 7 . P6R
2S. D X P +
2 9 . D4R
AlA
PXP
RIT
D3A
Las negras desean ansiosamente
llegar a un final. a causa de la
amenaza de 30. PST y luego 3 1 .
C4T. pero las blancas prefieren
conservar sus posibilidades de
ataque.
100
41.
P3C
Esta fue la j ugada sellada de las
negras. pero abandonaron sin
continuar la partida.
Despues de 42. P X p. R2C (42.
T x P ; 43. PSA Y 44. T4AD ) ;
4 3 . TSA. T x (cualquier peon ) ; 44.
T X P y los peones adelantados
unidos obtienen la victoria.
.. . . •
26.
25.0 Campeonato de la U.R.S.S., Riga., 1 958.
Blancaa : Bronatein.
DEFENSA NIMZOINDIA
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
P4D
P4AD
C3AD
P3R
A3D
C3A
0-0
A x PA
C 3AR
P3R
A5C
P4A
0-0
P4D
PD x C
P3C
Con la opeion de desarrollar el
CD hacia 2D 0 3A. mientras exis­
te una amenaza inmediata de 9.
. . . A3T eambiando el buen alfil
de las blaneas.
.
9. D2R
1 0. T l D
11. TXP
A2C
PXP
Una idea demasiado ambiciosa.
pero representa el tipo de jugada
inusitada en que Bronstein se
espeeializa. 1 1 . P x P es eorreeta.
1 1.
...
D2R
Naturalmente debe proteger el
AR de un posible ataque a la
deseubierta.
1 3.
Esta jugada pasiva eonstituye ya
una eonfesion de que no tiene
nada muy prometedor que ofre­
eer.
1 3.
1 4. TAT
1 4.
1 5 C4D
1 6. C5A
. . . •
P5R
C4R
La j ugada perdedora. 16. A3C es
eorreeto cuando la desventaja de
las blaneas todavia no es dema­
siado dificil de veneer.
1 6.
...
D4A !
Con la doble amenaza de 17
D x A y 1 7 . . . . . C6A + .
1 7. C4T
.
. . . .
D4T
1 7 . . . . . D x A afloj a la presion des­
pues de 1 8 . D x D. C x D; 19. A x A.
C7R +
C D2D !
12
C3A parece mueho mas ob­
vio. pero las negras ao ven la ne­
eesidad de alej ar a la torre que
esta de todas maneras mal si­
tuada y prefiere dejar la diago­
nal AD despejada.
.
P4R
Persistiendo en el error. 14. TR 1 D
era esencial.
1 8.
1 2. A2D
AIR
Las blaneas tambien pierden des­
pues de 18. A x A. D x A ; 19. A3C,
C3C; 20. T31. AlA.
ut
1 9. A3e
20. D x A
RIT
AxA
C 6A + !
101
22 .
DICt
2 3.
24.
T 1 A�
25.
26.
D2C
DXD
27.
T7A
2 8.
TXA
29.
P3TJ
o 29.
DXT
D4T
D X PA +
TD I D
PxD
T7D !
T X PA
RIC, CSC; 30. P3T, T7C + ;
(31 . � lA, C x P + ; 32. RIR,
y mate
T7R ) .
Gana el cambio y desarticula el
flanco R.
21.
22.
o
PXC
RIT
29.
30.
CSAt
Abandona:1
CSR
T7C
D4CR +
22 . T4C, C x T ; 23 . P x.C, D X C .
j Un a partida que resulta agrada·
ble ganar el dia que uno cum pie
veintiun aiio s !
Semifinal del 26.0 Campeonato de l� V.R.S.S., 1 959.
Negras : Kopylov.
27.
DEFENSA ALEKHINB
1.
2.
3.
4.
5.
P4R
PSR
P40
P4AO
P4A
C3AR
C4D
P30
C3C
siderado en esa epoca la princi­
pal autoridad sovietica en la De­
fensa Alekhine.
S.
A4A
Una sutileza para ten tar a las
blancas y bacerlas cometer el
« error» 6. A1D en que 6 . . , A x A;
7. D x A, P x P; 8. PA x P, P4AD se
considera fue r t e (9. PSD, P3R ! )
pero las blamcas tienen u n posi­
ble gambi t o .como respuesta en 9 .
C3AR 0 incnus o 9. P6R seguido
por un rapidio C3AR y CSC.
.
Solo un jugador osado, 0 uno que
tiene mucha confianza en sus co­
nocimientos teoricos, efectua una
j ugada tan comprometida, espe­
cialmente contra un adversario
que, despues de Mikenas, era con102
.
P3R
6. C 3AD
7. A3R
8. PA X P
PXP
Ahora nos encontr.amos de vuel·
ta en las lfneas nOiI'IIl ales .
8.
...
1 3. C X P
C3A
Es mej or 8 . . . AS CD que impide
la fuerte continuaci6n 9. C3A.
A2R; 10. P5D.
.
9.
A2R
.
CSC
La gran encrucijada. Boleslavsky
prefiere el texto por encontrarlo
mas en la linea de la teoria de
Nimzovich que seiiala que es pre­
ferible atacar una cadena de peo­
nes (en este caso 4D/5R ) por la
base antes que por la cabeza. Sin
embargo. yo prefiero 9 . . . A2R
seguido por 0-0 y P3A que ha
constituido la linea central en es·
tos uItimos aiios . Las negras tam­
bien pueden seguir la arriesga­
da ruta 9 . . . . . D2D pensando en
10 . . . . . 0-0-0 0 incluso 10 . . . . . TID.
. .
1 0. TIA
1 1 . C3A
'4A
A2R
Es mejor continuar el desarroIlo
que abrir el centro con 1 1 . . . . .
P X P que en una famos a partida
entre Bronstein y Mikenas conti­
P x P; 12. C x P. C3A;
nuaba 1 1 .
13. C x A. D x D + ; H . T x D. P x C;
P x C ; 1 5 . 0-0 las blmcas ganaron
rapidamente con fuertes a mena­
zas. 16. T X P 0 16. CSC.
. . .•
12.
0-0
I xP
Aqui tambien el cambio llega en
forma prematura . 12 . . . . . 0-0 cons­
tituye una j ugada sin prisas y
correcta; las blancas continuan
normalmente con 13. P3TD solo
con una muy ligera ventaja.
A3C
Intentando evitar las peligrosas
c o n s e c u e n c i a s de la partida
Bronstein·Mikenas. Sin embargo.
las blancas. con todas sus piezas
menores en juego y su rey enro·
cado. pueden ahora comenzar a
hacer amenazas directas. mien­
tras el rey negro se encuentra to·
davia en el centro.
1 4.
CRSC
Teorias a n t e r i o r e s daban 14.
P3TD. C3A; 15. C x C y 16. D X D +
con cierta presion sobre el flan·
. co D para las blancas. pero el tex­
to es mucho mas fuerte. El ca·
ballo ataca 7TD. 7AD y 6D y des­
pues de 14 . . . . . D x D ; IS . TR x D
existen amenazas de 16. C7A + y
16. C x P.
1 4.
...
C6D ?
Demasiado ambicioso. 14 . . . . A4C.
que es tambien un movimiento
tipico de las negras en esta va­
riante. intentando hacer cambios.
perderia sin mas ante 15. A x A.
D x A; 16. D6D amenazando ga­
nar un caba lIo y tambien dar ma­
te con 17. CIA.
Las negras deben enrocar. aun­
que despue. de 14 . . . 0-0 ; 1 5 .
D x D se vuian en dificultades
para consel:!;'.rir recuperar la pieza
.
103
( 1 5 . . . . . A x D; 16. A5A 0 bien 15.
. . . . TD x D ; 1 6. C x P 0 bien 1 5 . . . . .
TR x D; 16. C x P ! de la misma
manera ). Sin embargo. el verda­
dero error fue llegar a esta posi­
cion. en primer lugar. (Vea ju­
gada n." 12.)
1 5. A X e
.
Con esta j ugada pierden rapida­
mente. Como 16 . . . . . A4C ? permi­
te 17. C6D + debia admitir su
error y jugar 16 . . . . . A3C aunque
despues 17. D x D + ( no 17. T4D.
D1A y las negras pueden esperar)
pierden un peon sin ninguna com­
pensacion.
AXA
1 7.
No 1 5 . . . . . D x A?; 16. C7A + . Es
probable que las negras espera­
sen algUn alivio como 16. P3CD 0
16. C7A + . Las blancas encuen­
tran una replica mucho mas
fuerte.
1 6.
T4A
DXD+
TXD
No 17 . . . . . A x D ; 18. C6D + . ni 17.
. . . . R x D; 18. A x C + ganando
una pieza en cada caso.
1 8.
AXe
Ganando piezas. mientras las ne­
gras quedan situadas en casillas
vulnerables.
1 8.
1 9. A X T
Axe
A4A +
El jaque del despecho .
20.
T2A !
20. R1T. A6R ! proporcionaria jue­
go a las negras.
20.
La amenaza de 17. T4D ahora
obliga a las negras a proteger al
alfil.
1 6.
104
AXP
...
A3A
0 20 .
. A x T + . 2 1 . R x A. R x A;
22. C x A.
. . .
2 1 . A7A
Abandonan
26.0 Campeonato de la U.R.S.S., Tbili.i, 1 959.
Negraa : Gurgenidze.
28.
la preSlOn sob re la columna D ;
por ejemplo : 8. P X p. P x P ; 9.
D2D (9. P5A, P4D ) 9.
D2R;
10. ().{).(). TID; 1 1 . P5A. P4D y las
negras incIuso tienen cierta ven­
taj a (partida
Ney-Boleslavky.
1955 ).
DEFENSA INDIA DE REY
1.
2.
3.
4.
5.
6.
P4D
P4AD
C3AD
P4R
P3A
A3R
C3AR
P3CR
A2C
P3D
. . . •
0-0
P4R
Esta jugada representa la linea
central de la variante entre los
afios 1958 y 196 1 . Las ultimas teo­
nas consideran que ciertas juga­
das ultramodernas tambien son
posibles; por ejemplo : 6
P3C
o 6 . . . . , C3A con el proposito de
minar el centro de las blancas
con jugadas menos directas que
P4R.
.
. . . •
8.
9.
1 0.
PA X P
P4CR
PxP
P3TD
•
En estos ultimos afios, las blan­
cas han preferido la linea mas
tranquila 10. 0-0-0 con el proposi­
to de continuar con R1C. TIA, etc.
con presion en el lado del ta­
blero en que tiene mas esp acio.
. . .•
7.
Tambien se jugaba mucho 7.
CR2R. pero el texto resulta po­
sicionalmente mas prometedor,
aunque elimina la tension sobre
el centro durante un corto pe­
nodo.
7.
1 0.
11.
PSD
CR2R
CD2D
P4TR
Una maniobra defensiva usada
por primera vez por Gligoric en
el Interzonal de Portoroz. en 1958.
Las negras experimentan cierta
debilidad en el flanco R. pero re­
ducen las movilidad de la masa
de peones de su adversario.
P3A !
7.
P4A constituye un grave
error posicional, puesto que re­
duce el j uego de las negras sobre
el flanco D.
8. D2D
Como las· blancas no tienen un
gran desarroIlo. no pueden con se­
guir ningUn beneficia todavia de
12.
P5C
Un plan directo. Las blancas con­
fian en que una vez que hayan
completado su desarroIlo, podran
abrir lineas sobre el lado R. 12.
P3TR y 12. A5C fueron utilizadas
extensamente por esta epoca y
sin ninguna ventaj a apreciable
para las blancas ; por ejemplo :
12. P3TR. C2T ! ; 13. (UJ-O, P5T ! blo105
queando el flanco R. (Sherwin­
Gligoric. Portoroz. 1958 ). 0 bien
12. A5C. P x P; 13. P x P. C4A; 14.
C3C. A x P ; 15. P3TR. A6A ! ; 1 6.
TlCR. CD x P; 17. AC x C. C x C ;
18. C x C. P3A con ventaj a para
las negras (Gligoric ).
C2T !
1 2.
12.
C I R es otra posibilidaa.
pero eI texto tiene mas fuerza.
. . .•
1 3.
P4TR
P4C ?
1 3 . . . . . P3A! es mas bien favora­
bIe para Ias negras. y todo e1
plan de las bIancas con P4CR re­
suIta por 10 tanto dudoso. en esta
variante. Existen dos posibilida­
des despues de 13 . . . . . P3A ! ; 14.
P x P. T x P ; 15. C I CR. T5A! ; 16.
()..()..() . T x PT; 17. A5CR. A3T con
ventaj a para las negras (analisis
de Tal ). y 14. A2C. P x P ; 15. P x P.
P4CD; 16. C IA. C4A; 17. P4CD.
C5T; 18. C x C. P x C; 19. C3D. A2D ;
20. TlAD. A4C ! ; 2 1 . C2C.· T5A !
Avery-Gligoric. Sparks. 197 1 . Gli­
goric comenta : « Sacrificando el
cambio. Ias negras resuelven to­
dos sus problemas estrategicos.
incorporan rapidamente el C y el
AR en el j uego y consiguen algu­
na compensaci6n material en el
camino.» La idea se le ocurre a
Gurgenidze demasiado tarde (vea
las jugadas 19 y 25 ). pero enton­
ces las blancas estan tan bien
organizadas que s610 se vue1ve
contra e1.
1 4. C3C
1 5. A3D
106
C3C
En la partida jugada entre Polu­
gaevsky y Petrosian. en la misma
ronda. se lleg6 a la misma posi­
ci6n. El astuto armenio. con esa
capacidad altamente desarrollada
para presentir los peligros ocul·
tos. pens6 durante largo tiempo
y finalmente se decidi6 a corn·
pletar su desarrollo mediante 1 5 .
• A2D. Inc1uso e n e s e caso. de·
bi6 sostener una dura y larga lu·
cha para obtener unas tablas.
Gurgenidze. con la despreocupa·
da confianza de la juventud. de·
cidi6 no esperar para ver 10 que
su colega. mucho mayor que el.
decidia.
. . .
15
•
. . .
C5A ?
Esto dej a a las negras con una
debilidad mas. mientras las blan·
cas se sienten fe1ices por haberse
deshecho de un alfil inferior.
1 6.
AXC
1 7.
0 ·0·0
1 8. R t C
19. T I AD
PXA
TIC
A2D
En este momento. las negras se
dan cuenta de que realmente no
tienen j uego en la columna CD
(la situacion seria distinta si no
tuvieran un peon en 4R) y las
blancas pueden duplicar torres
junto cqn D2R y C IA2D y enton­
ces C I D con un ataque cuadruple
sobre el PAD. Por 10 tanto. las
negras deciden activar las piezas
del fIanco R y atacar por la co­
lumna AR; es decir. j exactamente
el mismo plan que rechazaron
seis j ugadas atnis !
19.
20.
P3A
CxP!
Jugada por las blancas. casi sin
pensarlo.
20.
2 1 . P6C
22. P X C +
3. PXP
PxC
P4A
RXP
Antes de que las negras intenten
cerrar con PSA.
23.
24. C4R
A X P+
Las negras se encuentran ahora
ante una partida muy dificil. Las
blancas no solo pueden atacarlas
sobre el fIanco R. sino tambien
presionar sobre el PAD. Gurge­
nidze descubre su mejor posibi­
lidad capturando al caballo an­
tes de que pueda trasladarse a
6R via SCR. ofreciendo luego el
cambio para activar el alfil que
conserva.
24.
25.
26.
PXA
TXP!
AxC+
TSA !
Mucho mej or que 26. A x T. P x A.
27. T2A. D3A y la forma como
las blancas pretenden utilizar su
ventaj a material esta muy lejos
de ser clara.
T X PT
26.
27.
TD1A !
Mientras las blancas tienen un
solido peon de ventaj a en el fIan­
co D. el peon compensatorio en
el otro lado del tablero es muy
endeble. de modo que intentan
apoderarse de la columna TR y
asi ej ercer presion sobre la de­
bilidad.
27 .
TlA
...
D e otra manera. 2 8 . ASC tiene
mucha fuerza (27
A3A; 28.
T x T. A x T; 29. T I T y 30. D2T ).
.
28.
TD1R
. . .•
TXT
No 28
T X P?; 29. D3D. TSA;
30. A2D ganando una torre.
.
. . . •
.
29. T x T
30. D2R
31. D X P+
D1R
D3C
La mas simple de todas. El peon
de ventaj a en el final no consti­
tuye un factor clave como el he­
cho de que el alfiI blanco sea en
gran medida la pieza menor su­
perior.
31.
32.
33.
34.
TxD+
TSC +
T4C
DXD
R3C
R2A
107
Es mejor que 34. P3C como res­
puesta a la amenaza 34 . . . . , T5A
de las negras. Las blancas quie­
ren hacer avanzar nipidamente
los peones del fIanco D para con­
seguir un fuerte peon adelantado,
y tambien para mantener su alfil
superior, de modo que exc1uya
el consiguiente A3T.
42.
43.
TIR
P4C !
R2R
A3e
T I TR
34.
o
34 . . . . , T l CD; 35. A2D seguido
por el avance de los peones.
3S.
36.
37.
3S.
39.
TIR y no pueden llevar el rey al
fIanco D, puesto que 41. . . . , RIR
se enfrenta a su vez mediante
42. T8C + , R2D ; 43. T8TD. Por
10 tanto, intentan quitarle la ca­
silla 7TD a la torre blanca y ata­
car el PR de otra manera.
P4TD
A2D
R2A
R3D
A3A
T6T
AlA
T7T
A3T
Finalmente, el alfil ha alcanzado
una posicion que permite dete­
ner a las blancas en el fIanco D.
44. T2R
Las blancas no tienen apuro y
se permiten la opcion de volver
a la columna CR.
44.
4S.
PST
R2D
AID
Manteniendo e l PTD en obser­
vaClOn para refutar 46. P5C ?
P x P + ; 47. R4C mediante 47 . . . . ,
AxP+.
46.
La mas precisa. Como dice el
proverbio ruso : «Los finales de
torre tienden al equilibrio ».
39.
40. T I C
4 1 . R4A
ASA
T6T +
A6R
108
TST
La j ugada selIada. Las negras
quisieran situarse de inmediato
detras de los peones, pero des· pues de 46 . . . . , T6T; 47. A3A ! la
torre esta atrapada; par ejemplo,
47. . . . , A4C ; 48. R3D, A8A; 49.
T2TR Y SO. T7T mientras las pie­
zas negras estan completamente
ocupadas en un rincon del ta­
blero.
47.
Las negras tienen un dilema. 4 1 .
. . . , T6R s e enfrenta mediante 42.
A2D
PSC
TST
0 47 . . . . , P x P + ; 48 R x P, T8C + ;
49. A4C Y entonces P6T seguido
por ' T2TR7T.
4S.
49.
50.
51.
52.
P6C
T2TR
T7T +
A4C !
R3C
TSCR
T5C
RIA
TXP+
TXA+
Forzado. de 10 contrario. despues
de P7C + y A x P + mate a la
proxima.
53. R X T
54. R3A
A4C
Abandonan
Las blancas impiden 54
A7D +
inmovilizando al rey y ahora des­
pues de 54.
R1C. sigue SS.
T7T con dos peones adelantados
unidos.
.
. . .•
. . . •
26.0 Campeonato de la U.R.S.S., Tbilisi, 1 959.
Negras : Lutikov.
2 9.
DEFENSA INDIA DE REY
1. P4D
2. P4AD
3. C3AD
4. P4R
C3AR
P3D
CD2D
P4R
contra las negras debido a su fal­
ta de desarrollo. El texto tiene
tambien un inconveniente tactico
pues deja sin proteccion a la
dama negra. Por esto. los movi­
mientos corrientes 9
P x P; 0
bien 9
D4T son mej ores. aun­
que 9
D3C y 9
D2R tam­
bien logran ciertos objetivos ; pre­
sion sobre el centro y especial­
mente sobre los cuadros oscuros.
.
.
El orden de las j ugadas de las
negras impide la variante Sae­
misch. favorita de Spassky (5.
P3A? P x P; 6. D x P. P3CR Y A2C
en que la dama se ve hostilizada
en el centro ). de modo que nos
encontramos con la variante mas
corriente de la Defensa India.
5.
6.
7.
S.
9.
C3A
A2R
0·0
TlR
Al A
P3CR
A2C
0·0
P3A
CIR?
L a j ugada P4AR. sin haber espe­
rado la eliminacion de la presion
en el centro ( con el PSD de las
blancas ). se vuelve forzosamente
.
. . . •
. . . •
. . . •
.
. . . •
1 0. A5C
Otra desventaj a que presenta la
ultima jugada de las negras con­
siste en que las blancas pueden
trasladar el AD a esta casilla ga­
nando tiempo.
1 0.
...
P3A
Las negras tienen pocas posibili­
dades de elegir. Si j uegan 10
•
CD3A. pierden el PR; y 10.
D2A permite 1 1 . A7R y las negras
.
. . .
. . . •
109
no quieren ofrecer el cambio de
su fuerte AR.
11.
A3R
El AR negro es la pieza mejor
situada, y al cambiarla se acen­
tua mas la ventaj a de las blancas .
P4AR ?
1 8.
Las negras logran asi su propO­
sito, pero sena mejor que adop­
taran una actitud estrictamente
defensiva mediante 1 1 . . . . , D2R 0
bien 1 1 . . . . , C2A zafando el PD
que se encuentra clavado.
12. PR X P
1 3. P x P
PC x P
CXP
Una triste necesidad que las dej a
con gran cantidad de casillas y
peones debiles. Si 13. . . . , P x P
entonces las blancas ganan pieza
mediante 14. ASA, T2A; 15. C X P
a que -el CJ? esta clavado.
X
14. C X C
1 5. D2D
1 6. TD l D
AXC
D3A
1 6.
1 7. ASC
1 8. A4A !
110
A3R
D3C
D3A
Pierde un peon, pero resulta di­
ffeil encontrar una jugada razo­
nable, ya que despues de 18 . . . . ,
A x A; 19. D x A las blancas jue­
gan T3R con fuerte presion, pues­
to que el caballo negro permane­
ce comprometido con la defensa
del PD.
1 9. A x A
20. D3R
2 1 . P3A !
PxA
P5R
C2C
Finalmente las negras rectifican
su error, pero ya es demasiado
tarde como para que tenga al­
guna influencia en el resultado
de la partida.
22.
Practicamente, las blancas y a tie­
nen ganada la partida, en un sen­
tido profundo. El PAR aislado
bloquea el AD de las negras sin
embargo, 16 . . . . , PSA dana a las
blancas un .mayor control sobre
el centro (C4R! en algUn momen­
to ) mientras que 16 . . . . , A x C?;
17. P x A permitiria a las blancas
invadir las casillas oscuras (ASC
y T7R 0 A7R). Las negras, con
mucho acierto, deciden comple­
tar su desarrollo y dejar a las
blancas el peso de la iniciativa.
...
PXP
PXP
Despues de esto, las negras estan
luchando por una causa total­
mente perdida. 22 . . . . , PSA era
una posibilidad de lucha, aunque
despues de 23. PSR! para impe­
dir el bloqueo de una casilla
clara mediante D4R las blancas
deberian ganar de todas mane­
ras.
23.
D4D
(Ver diagrama siguiente. )
El toque de Capablanca. Las blan­
cas ofrecen a las negras la odiosa
eleccion entre un final con un
peon menos y la concesion del
28 .
...
ASC
o
2B . . . . , P3TR; 29. C6D ! ganando
dos piezas por una torre.
29.
P3TR
Es util tener un refugio para el
rey en 2TR.
29.
30.
con trol del centro y de la co­
lumna D .
23.
24. C X P
25. T3D !
D3C
T5A
Ahora las blancas intentan un
ataque basado en la presion de
las piezas.
25.
26. T3CR
27. A3D
TD I AR
D2A
Las piezas principales, triplica­
das ahora en la columna AR, se
encuentran incapacitadas, puesto
que BAR y 7AR estan perfecta­
mente protegidas por las piezas
blancas menores situadas en et
centro. La dama blanca amenaza
en todas direcciones.
27.
28.
RIT
A4T
CSC
Las negras podrian abandonar en
este momento, pero deciden Ile­
gar hasta el amargo final.
30.
31. C X P
32. T X D
33. CSC
D3A
DXD
TID
. TRSD
A causa de la util precaucion de
las blancas en la jugada 29, de
poco les servira a las negras pe­
netrar con su torre hasta BD. Sin
embargo, las torres blancas estan
ahora tan bien colocadas para el
ataque que las blancas ya no ne­
cesitan preocuparse de las ame­
nazas de su oponente.
34. C6R I
TXA
No 34 . . . . , C x C ; 35. T x A mate.
3S. T X C
36. R2T
T8D +
Abandonan
DSR !
Esta nueva centralizacion ame­
nazando con 29. CSC 0 29. C6D
tienen mas fuerza que 2B. D x P.
36 . . . . , AIR es la unica manera
de salvar el alfiI. pero entonces
37. TSAR fuerza el mate 0 una
considerable perdida de piezas.
111
30. Semifinal del 27.0 Campeonato de la U.R.S.S., Tallinn,
1 959.
Negras : Furman.
GAMBlTO DE REy
1. P4R
2. P4AR
3. C 3AD
7. C3A
P4R
PxP
El arriesgado Gambito Steinitz.
basado en la idea de que el rey
es una pieza s6lida y que no es
necesario preocuparse demasiado
de su seguridad. La elecci6n de
la apertura fue psicol6gicamente
muy astuta. ya que la jugada se
utiliza muy poco actualmente.
aparte de una que otra partida
por correspondencia. Furman es
un jugador prudente. conocido
por su considerable dominio de
las lineas que aparecen con ma­
yor frecuencia en el ajedrez de
los grandes maestros. De hecho
Furman pens6 durante un largo
rato antes de replicar.
3.
4. R2R
5. C x P
D5T +
P4D
A3D
Una buena jugada. Hay una re­
futaci6n directa mediante S .
ASC + ; 6. C3A. - C3AD. y si 7.
C x P. RID; 8. C X T. C4R 0 8
CSD + con grandes complicacio­
nes. Sin embargo. Spassky tenia
la intenci6n de jugar 7. P4D que
en realidad transpondria a posi­
ciones muy similares a las de la
partida.
.
6.
112
P4D
A5C +
. . . •
C3AD
Tal vez Furman. en su larga me­
ditaci6n antes de la jugada 3. re­
cordara finalmente que existia
una partida entre Bronstein y
Alatortsev. realizada en Moscu.
en 1945. en que las negras deci­
dieron liberarse del caballo cen­
tralizado mediante 7
C3AR.
pero despues de 8. C x C + . P x C ;
9. P3A las blancas habian consoli­
dado su posici6n central y tenian
un juego prometedor.
.
8.
. . . •
P5R
Por analogia con la partida de
Bronstein. 8. P3A parece la j u­
gada indicada aqui. pues impide
que una de las piezas negras me­
nores se traslade a 4CD. Luego
las blancas pueden liberar la pie­
za clavada con jugadas como
R3D. D3C 0 D4T y lograr asi un
desarrollo bastante normal. El
texto debilita la posici6n del ca­
ballo centralizado y deberia ser
utilizada como respuesta a P4AR.
Sin embargo. Spassky decide con­
seguir a la fuerza la recuperaci6n
del peen del gambito y desafia a
su adversario a hacer 10 que se
le antoje.
8.
9. A x P
0-0· 0 !
Despues de 9. P X A. T x P; 10.
P4A. C3A. las negras. que han
abierto las columnas centrales
para sus torre s . tienen un fuerte
ataque .
9.
1 0.
CR2R
P4A
Deben tratar
centro.
10
•
de
conservar el
C4A ?
. . .
Demasiado absorto en la idea de
atacar el PD por segunda vez.
Las negras pensaron durante un
largo rato pero no encontraron
las jugadas mas fuertes 10
ASC I . Mientras la
TR I R 0 1 0
prirnera resulta bastante obvia.
hay que reconocer que no es facil
encontrar la segunda. Sin embar­
go. explotaria la falta de preci­
sion de las blancas en la jugada
8 y al impedir un posible D l R 0
R2D y amenazar tambi<!n con 1 1 .
C x C ; 1 2 . P x C. T x P dej aria
a las negras en una mejor posi­
cion. Con todo. el rey blanco tie­
ne suficientes casillas seguras dis­
ponibles como para demostrar
la validez del axioma de Steinitz.
.
.
. . . •
. . . •
. . . •
11. PXA
12. R3D !
CR X P +
D4T
A4A + ; 13. R3A es muy se­
12
D7A se
guro. mientras que 12
refuta con 13. D2D.
.
. . .•
.
. . .•
la diagonal l D/STR ha sido libe­
rada. eI peon protegido en 6D y
el C en SD mantienen la colum­
na D firmemente cerrada. y las
blancas han completado su de­
sarrollo.
Ademas. Furman se hallaba
presionado por el tiempo y tuvo
que hacer las jugadas restantes
pensando mas bien en trucos
tacticos y sin ning6n plan de­
finido.
1 4.
1 5. P4C
1 6. TRI R
PxP
TRIR
C2A
La terrible confesion de la derro­
ta al ofrecer un cambio de pie­
zas encontrandose con un alfil
de menos . Pero el caballo blanco
domina el tablero y debe ser eli­
minado.
1 7_ R3A
1 3. A2R
1 4. A3C
C3R
Protegiendo el PCD y establecien­
do un refugio en 2CD.
( Ver diagrama siguiente. )
Ya es evidente que las negras es­
tan perdidas . La pieza c1avada en
17.
1 8. DIA
19. P X C
D3T
C XC+
T6R +
113
El resto de la partida no es muy
interesante. Con mas tiempo y
la cabeza mas despej ada, Furman
probablemente habria abandona­
do, pero advirtiendo un par de
posibles jaques se siente moral­
mente obligado a continuar.
20. A3D
2 1 . R2A
D3A +
TxT
Si 2 1 . . . . , T x C con la esperanza
de dar un j aque en SD con el
caballo y luego 22. P x C. 2 1 . . . ,
C X P + parece fuerte, pero la re­
plica steinitziana 22. R3C j aque
a la descubierta, solo consigue
ganar una torre.
.
22.
23.
24.
25.
AXT
PXC
A3A
D2D
AXC
A x PA
D7A +
A5T +
Mientras puedan ver jugadas
« fuertes», las negras se resisten
a baj ar el telon.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
R2C
A x PC
P3C
A6A
T I AD
P5C
D5T
RIC
D5C
T l AD
TIR
Y las negras perdieron a tiempo
con diez jugadas por hacer.
3 1 . Semifinal del Campeon�to de la U.R.S.S., Tallinn, 1959.
N egras : Shishkin.
poco, la atencion se concentro
en mantener la tension en el
centro y atacar por las columnas
AD y D, mediante D2A seguido
por TlD. Esta partida, una de las
primeras de la nueva linea, con­
firmo el viejo topico que dice
que el camino de los innovadores
esta lleno de dificultades .
DEFENSA GRUNFELD
I.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
P4D
P4AD
C3AD
PxP
P4R
PXC
A4AD
C2R
C3AR
P3CR
P4D
CxP
CxC
A2C
P4AD
0-0
En la decada de los aiios cincuen­
ta, la linea central era 8 . . , P x P;
9. P x P, C3A; 10. A3R, 0-0; 1 1 . 0-0,
ASC; 12. P3A, C4T como en la
famosa partida de la competicion
entre Bronstein y Boleslavsky,
en 1950. Sin embargo, poco a
. .
114
9 . 0-0
1 0. A3R
1 1 . TlA
C3A
D2A
Para proteger e l punto vulnera­
ble 3AD y oponerse a que las ne­
gras abran la columna D, a causa
del enfrentamiento entre torre y
dama.
1 1.
...
TlD
Aunque esto ejerce fuerte presi6n
sobre el centro blanco. debilita
el 2AR. Sin embargo. es probable
que las negras no dispongan de
una jugada mejor. ya que 1 1 .
P3C permite 12. A4A. P4R; 1 3 . A3C
y a las negras se le han termi­
nado las buenas jugadas.
...•
triunfo forzado. pero soble et ta­
blero el atacante tiene muchas
posibilidades practicas.
1 4_
...
RxA
14
R1T no resulta tan acerta­
do. puesto que despues de 15.
PR x P. P x P; 16. P x P las negras
no pueden jugar sin peligro para
A x C;
recuperar el pe6n ( 1 6
17. D x A. A x P ; 18. A x A. T x A;
19. D5T Y las blancas cuentan con
un fuerte ataque; por ejemplo :
19
D4R; 20. A6C ! . D2C; 2 1 .
T3A. TD I D ; 22. T3TR. TID; 23.
P6A ! . P x P; 24. D x P + . D x D + .
25. T x D + . R1C; 26. T x P ganan­
do. Analisis de Euwe ).
.
. . . •
.
12.
P4A
La replica mas energica. Las blan­
podrian intentar el profilactico
12. P3TR como en el famoso
triunfo sobre Fischer en la Olim­
piada (vea partida n." 98). En
1965 . en Santa M6nica, Spassky
prefiri6 12. D1R contra el mismo
formidable adversario (partida
n." 73 ).
.
. . . •
1 5_ D3C +
o
1 2.
.
. .
A5C
El mas tranquilo 12.
P3R. 0
12.
C4T. tambien pueden ju­
garse.
. . . •
. ..•
1 3_
1 3.
P3R
bien 15.
R1R; 16. C4A y las
amenazas de 17. C6R 0 17. D8C + .
AlAR; 18. D x A + 0 17. P3TR son
demasiado fuertes para ser re­
futadas de una vez.
. . . •
D2D
1 6_ C4A
17. P X P
P5A !
La partida Ilega llhora rapida­
mente a una crisis.
. . .•
La apertura de la columna AR
expone al rey enemigo a multi­
ples ataques .
PC x P
1 7.
Las negras quieren «ver». Si fue­
ran mas timidas intentarian ale­
j ar al alfil con 13.
C4T. a
costa de reducir la presi6n en el
centro.
. . .•
1 4. A x P + !
Es posible que este no sea un
...
C4T
o
bien 17
A x PA; 18. C X P ! .
D x C ( 18
C4T ; 19. C X T + + .
R3C ; 20. D7A + ! con el cambio de
ventaja); 19. T x A + . A3A; 20.
T x A + ! , R x T; 2 1 . ASC + . R2A;
22. 0 T i A + ganando la dama.
.
.
. . . •
. . . •
1 8_ D X PR +
115
L a s b l a n c a s pierden con. 18.
P x P + despues de 1 8
, A X P;
por ejemplo : 1 9 . C x A + , R I C ! 0
1 9 . D x A + , D x D; 20. C x D + ,
R x C; 2 1 . TDR ! , R4D ; 22. T5A + ,
R3A (J. Littlewood·Hartston, corn·
petidon English County, 1970 ).
.
1 8.
1 9. C X D
. . .
DxD
CSA ?
La jugada perdedora, puesto que
obliga a las blancas a dar una
replica fuerte. Lo correcto es 1 9
. . . , P x P ! ; 20. C x T + (0 20. P x P,
TRIAD; 2 1 . C5C + , RIC y las ne­
gras estan a salvo; por ej emplo :
22. T x T + , T x T ; 23 . P6A, A3T;
24. P7A + , R2C ; 25. P5D, R3C y
las negras se encuentran en me­
j or posicion. Analisis de Boles­
lavsky 20 . . . . , r x C; 2 1 . P x P, C3A
y los dos alfiles dan a las negras
un juego defendible en una posi­
ci6n en la que las torres y los
peones de ventaj a de las blancas
no pueden ser utilizados con fa­
cilidad. 19
A3A tambien es
posible manteniendo la intencion
de conservar los alfiles e inducir
a las blancas a separarse de su
poderoso caballo mediante 20.
CxT+.
.
.
20. ASC I
2 1 . T4A !
. . . •
T l CR
(Ver diagrama siguiente. )
Ahora las piezas negras menores
en la tercera fila constituyen de­
bilidades tacticas.
21.
116
A3A
Una confesion de la derrota, pero
21
MT; 22. P4C 0 bien 2 1 . . . . .
A7R; 22. TIR. A6D; 23. C x P ! gana
piezas para las blancas. 0 bien 2 1 .
AD x P; 22. C x A. Tanto aqui
coma mas adelante. el caballo
blanco es una pieza dominante.
.
. . .•
. . .•
22. T x A
23. P X P
P3TR
C4R
o
23 . . . . , C7C ; 24. T4C. C6D; 25.
T x P + . RIR; 26. A x A, ganando
(26
C x T ? ; 27. T7R mate ).
.
. . .•
24. A x A !
2S. A4D
CxT
Con tres peones para el cambio
y sus piezas menores « ancladas »
en casillas poderosas. las blancas
, pueden contar con una victoria
facil. Su plan consiste en hacer
avanzar los peones del flanco R
obligando a las fuerzas enemigas
a emprender la retirada.
2S.
26. P3TR
27. P4C
28. R2C
TD I R
C3A
T2R
CSR
Con la esperanza de bloquear el
PCR antes de que las blancas en­
tren en R3A y T I CR, forzandq
P4TR y luego P5C . .
29. R3A
30. C X C
C4C +
PxC
Finalmente, ha muerto el valero­
so corcel, pero el alfil resulta
igualmente fuerte para impedir
el bloqueo.
31.
32.
P4TR !
T l TR
PxP
Abandona
Las torres negras no tient"!l nin­
gUn campo de acci6n y despues
de T X P y T7T + los �eones ade­
lantados se prer:.,itaran hacia
adelante sin _!lcontrar ningUn
obstaculn �al.
Campeonato de Leningrado, 1 959.
Negraa : Genin.
32.
4. P3D
5. C3A
GIUOCO PIANO
1 . P4R
2. C3AR
3. A3A
P4R
C3AD
Como la gran mayoria de los aje­
drecistas modernos, Spassky es
muy aficionado a la Ruy L6pez.
Esta partida constituye el Unico
ejemplo que he podido encon­
trar, por 10 menos en su periodo
posterior a 1952, de su adopci6n
.
de esta antigua favorita del si­
glo XIX.
3.
. .
.
P3CR
Una j ugada muy poco usada que
tiene cierto parecido con la an­
tigua defensa de Steinitz contra
la Ruy L6pez. Sin embargo. con
el alfil blanco ya dirigido contra
el punto debil 2AR dificilmente
puede ser acertada.
A2C
CR2R
�arece mejor jugar 5
, C3A
:ontrolando el 4TR, excluyendo
si el prematuro avance del PTR
ue adoptan ahora las blancas.
.
6. C5CR
7. P4TR !
. . .
0-0
C4T
Tratando de quitar de en medio
una de las piezas atacantes . 7 . . . . ,
P3TR se refuta mediante 8. P5T ! ,
P x C; 9 . P X P, C X P; 10. D5T, TIR;
1 1 . D x C mientras 7 . . . . , P4TR; 8.
P4CR constituye una d e f e n s a
igualmente fragil. En este mo­
mento, las negras deben arrepen­
tirse amargamente de su quinta
jugada.
8. PST
9. P X C
1 0. P X P !
CXA
P3TR
117
Aqui tambien, esta j ugada pro·
porciona un poderoso ataque.
1 0.
PxP
o
10.
P x C; 1 1 . A x P, P x P;
12. C5D, T2A ( 12 . . . . , TlR; 13. D3A
Y 14. C6A + ); 13. D4C, P3A ( 13 . . . ,
P3D; 14. D4T, RIA; 15. D8T + ,
A x D; 16. T x A + , R2C; 17. T x D ) ;
14. C x C + , T x C ; 15. D41', R2A;
16. T3T, P3D; 17. T3A + , RIR; 18.
D7T. Las negras no pueden me·
jorar la defensa mediante 1 1 . . . . ,
P3AR a causa de 12. A6T, C x P
( 0 12. . . . , DlR; 13. A x A, R x A;
14. T7T + , RIC; 15. C5D ! , C x P;
16. D5T Y gana); 13. D5T, C5A; 14.
A x C, P x A; 15. (UJ-O ganando la
partida.
1 1 . C3A
P4CR
No 1 1 . . . . , R2T; 12. A5C, DlR; 13.
D2D, CIC; 14. C5D, etc.
12. C X PC I
1 3. D5T
1 4. D7T +
15. T3T !
PxC
DIR
R2A
PSC
Esta jugada hace perder rapida·
mente. La linea crucial era 15 . . . . ,
C3C; 16. T3A + (no 16. T6T ?, D3R
Y 17 . . . . , T I T ) 16 . . . . , C5A; 17.
P3CR, P5C ; 18. A x C, P x T; 19.
A6T, T I CR; 20. D5A + , A3A (20 .
. . . , R2R; 2 1 . C5D + , R3D ; 22. (UJ-O,
R3A; 23. C4C + , etc.); 2 1 . C5D,
D3R; 22. D7T +, A2C; 23. A x A,
T x A; 24. D5T + , D3C (24 . . . . , RIC;
25. C x P, D x P ; 26. (UJ-O ! , D x C ?;
27. D8R + mate ); 25 . D x P con un
ataque persistente, a pesar del
deficit de una torre.
118
1 6. A6T I
T I CR
Despues de 16. . . . , P x T; 17.
D x A + , R3R; 18. D x T, D x D ; 19.
A x D, P x P ; 20. R2R Y 21. 'r lCR
las blancas tienen un final vie·
torioso.
1 7.
TST !
L a amenaza era
19. D x C + , R2R;
21. P5A x , R3A;
niendo al rey a
1 8. CSD
RIA
18. T5A + , C x T ;
20. C5D + , R3D;
22. C4C + expo­
graves peligros.
D3C
Las negras confiaban en esta ju.
gada, probablemente sin darse
cuenta de la replica bastante ob­
via de las blancas. Sin embargo,
18 . . . . , C x C; 19. T5A + pierde pie­
zas y 18 . . . . , A x A ; 19. D x A +
tambien lIeva a una rapida de·
rrota.
1 9.
20.
21.
22.
23.
24.
TSA + I
DXD+
ASC !
C X P+
T7A +
CXT
RIR
CxD
P3D
R2D
R3A
P4D
La unica manera de proporcionar
al rey una casilla de escape.
25. PA X P +
26. A2D
27. A3R +
R3D
R4A
Abandonan
Campeonato de Leningrado, 1 959.
Negras : Reshko.
33.
DEFENSA CARo-KANN
1.
2.
3.
4.
5.
6.
P4R
C3AD
C3A
P3TR
DxA
P5R
P3AD
P4D
A5C
AxC
C3A
Intentando desbaratar el desarro­
Ho del adversario.
6.
7. D3C
8. A2R
CR2D
P3R
D2A
Spassky indic6 que 8. . . . , P4AD
era mejor, continuando con 9.
P4A. C3AD ; 10. P3C y si 10. . .. ,
CSD entonces 1 1 . A3D.
9. P4A
1 0. P4C
P3TD
Una demostraci6n en el flanco D.
Como res p uesta, las negras debe­
dan tratar de apoderarse de la
iniciativa con el sacrificio de
pe6n 1 0 . . . . , A x P; 1 1 . D x P, TlA;
12. D X PT, P4AD seguido por
C3AD y 0-0-0.
1 0.
1 1 . P5C
12. T l CD
1 3. C4R
P4AD
P5A
P5D
PxP
El sacrificio de pe6n realizado
por Spassky ha provocado una
posici6n muy desequilibrada en
la que pronto podra penetrar en
el flanco R con PSA.
1 4.
0-0
No 14. T x P?, D3A.
1 4.
...
TXP
Resulta muy poco apropiado apo­
derarse de peones cuando se esta
tan atrasado en el desarroHo. 14.
. .. , C3AD era una jugada mas s6lida.
1 5. P3D
1 6. A I D !
TXP
T7T
La ultima posibilidad de las ne­
gras era 16 . . . . , P x P ; por ejem­
plo : 17. A x T, P x A; 18. T x P,
D3A; 19. D3D, C4A; 20. C x C, A x C
con un juego sostenible, pero las
blancas pueden obtener mej ores
119
resultados con 18. T2C mante­
niendo la tension.
21.
C5D
D3D
o
1 7.
P5A !
CxP
Las otras defensas no son mejo·
res ; por ejemplo, 17 . . . . , D x P ; 18.
P x P, D x P; 19. T1R, 0 1 7 . . . . ,
P x P; 18. T x PA amenazando con
19. T x P, 19. P6R 0 incluso 19.
C6D + .
1 8.
PXP
P3A
o 18 . . . . , P x P ; 19. A4A, CD2D; 20.
T x PC, T4T ; 2 1 . P x P seguido 'por
22. A4C 0 22. C5C.
2 1 . . . . , D2C; 22. P7R + , R2D ;
23. A4C + , R1R; 24 . A5T + , etc.
22.
A5C +
RIA
N o 2 2. . . . , R 1 R ; 2 3 . A5T + , C3C;
24. C7A + ganando la dama.
23. A4C
Ahora la amenaza dt; 24. P7R +
resulta mortal ; por ej empJ o : 23 .
. . . , A2C ; 24. C7R + , R2A ; 25. C5A,
D x P ; 26. C x A, D4D ; 27. A6A Y
entonces 28. C6R + y 29 A x C + , 0
23 . . . . , CD2D; 24. P x C + , C x P ; 25.
TlR, P3C (25 . . . . , T8T; 26. A4A,
D3T; 27. C6C + , D x C ; 28. T x T,
R 1 D ; 29. A5C + ) ; 26. D3A, AlC;
27. D7A 0 finalmente 23 . . . . , D x C ;
24. P7R + , R2A ; 25. P8( D )R.
,
23.
24 . . P7R
CXA
La jugada vencedora.
AXP
24.
1 9.
T x PA
La ruptura decisiva.
1 9.
PXT
Tiene que aceptarlo porque de
10 contrario sigue 20. T7A.
20. C X P +
120
RID
0 24 . . . . , T x P + ; '25 . D x T, A2D ;
26. D x C + , C2D pero despues de
27. T x P la amenaza de 28. C6C +
decide.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
DxC+
C xA+
A4A
D7C
AxC
AxP+
C2D
R2A
C4R
R3C
D3R
Abandonan
Riga, 1 959.
Negraa : Witkowaki.
34.
DEFENSA GRUNFELD
desarrollo de las nep-as y debili­
sus casillas oscuns.
ta
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
1 0.
P4D
P4AD
C3AD
PXP
P4R
PXC
A4AD
C2R
PXP
A3R
, C3AR
P.3CR
P4D
CXP
C XC
A2C
P4AD
PXP
C3A
P4CD ?
Una j ugada con pretensiones de
celada y cuya unica justificacion
se encuentra en la variante 1 1 .
A x PC ?, D4T + ; 12. C3A, D x C + ;
13. A2D, D x P; 14. A x. C + , A2D;
15. A x T, D x T.
1 1 . A5D !
1 2. T l AD
A2D
La j ugada mas energica, pero 12.
A x C, A x A; 13. P5D, A2D; 14.
A4D tambien era suficiente para
obtener una ventaja.
1 2.
1 3.
0-0
T l AD
P3R
Las negras deberian haber juga­
do 13 . . . . , 0-0 pero estaban preo­
cupadas por la variante : 14. A X C,
T x A; 15. T x T, A x T; 16. P5D,
A2� 17. A x P, D4T ; 18. A5A. Sin
embargo, 18 . . . . , D x P; 19. A x P,
T1A da a las negras una compen­
sacion por el peon. Las blancas
obtendrian m e j o r e s resultados
con 17. D2D . El texto retarda el
1 4. A x..C
T :< A
0 14 . . . . , A x A; 1 5 . PD ! , P x P; 16.
P x P, A2C; 17. A5A, Dx P; 1 8. C4A,
D x D; 19. TR x D c�n un pode­
roso ataque.
1 5.
1 6.
TxT
P5D
A <T
Aqui tambien, esta ruptura con­
duce a un fuerte atc.que.
1 6.
1 7. D2A
1 8. A5A
19. T l D
20. CAD
PXP
D2D
PXP
D2C
Las negras se ven dificultadas
para defenderse puesto que 20.
. .. , A2D se refuta mediante 2 1 .
C3C, P4A; 22. D2D, D3A; 2 3 . A4C,
A4R; 24. C4D ! , D3A; 25. C3A. Por
otra parte, entregar el alfil de
casillas negras con 20 . . . . , A x C
seria una grave confesion del fra­
caso. (2 1 . T x A, P4A; 22. T6D ame­
nazando con 23. A4D 0 bien 23.
T6R + ).
(Ver diagrama sigui.ente. )
20.
2 1 . A4C
A4R
A·X C
Finalmente forzado, ya que 2 1 .
. . . , A2D ; 22. D5A, A3IAR; 23. D6D,
121
Una jjugada tranquila que acen­
tua la: absoluta falta de esperan­
za que caracteriza la posici6n de
las negras. Estas tienen que en­
frentar la amenaza de T x P +
que, s i jugada de inmediato, per­
deria ante la amenaza de mate
en la ultima fila despues de 2 5 .
. . . , A x T; 26. D x A + , D3R; 27.
D8T + , R2D.
P4A
24.
o 24. . . . ,
dej aria a las ne­
gras sin ninguna jugada utiI.
D3C ; 24. DSU
22. T X A
23. A5A
P3A; 25. D3C, P3T; 26.
D2C, P4T (para llevar la torre a
2T); 27. T l D, R2A; 28. T6D, etc.
25. D2C
P4TD
o 25 . . . . ,
Esta j ugada sensata sefiala el ca­
mino mas prudente. La tentadora
23. D5A no parece dar resultados
a causa de 23. . . . , P3A (23. . . . ,
P x A; 24. DSR + ); 24. T6D, 0-0;
25. T7D, T I A! ! e inc1uso las ne­
gras tieQen h: mej or parte. Des­
pues de 25 . Tx A, P x A; 26. T7A,
T l D ; 27. P41R, D4D; 28. D1T,
D8D + ; 29. R�T, D3D + ; 30. P3C,
D IA; 3 1 . T X P T IT las negras re­
chazan el ataque. Sin embargo,
como seiialan Spassky posterior­
mente, las bhncas de hecho ga­
narian despU€s de 23. D5A , P3A
con el simple 24 . A x P, R2A; 25.
T 6D , T l A; 26. A3A.
23.
24.
122
A2 D
TIC; 26. T6D.
26. T X P +
PXT
Ahora las blancas fuerzan el mate
en todas las variantes.
27. D X T +
28. D X P +
R2A
R3A
o 28 . . . . , R3R; 29. D1R + , RAD;
30. D 6 D + y 3 1 . D4D mate.
29. D7R +
30. P4C +
3 1 . D6D +
R4A
RSA
R4C
o
3 1 . . . . , R6A; 3 1 . D l D + . R5A;
33. D2D + , etc.
DIA
P3TR !
32.
A3R+
Abandonaa
35. Riga, 1 959•.
Negra. : MikeD •••
CONTRA GAMBITO ALB;IN
1 . P4D
2. P4AD
P4D
P4R
En la randa anterior, contra el
finlandes Niemala, Spassky mis­
rno habia utilizado este gamhito,
de rnanera que Mikenas decidi6
que el tarnbien pod ia permitirse
esa libertad.
3. PD X P
4. P4R
PSD
Una replica surnamente ins6lita :
ignora el pe6n negro situado en
el centra y adopta una postura
mas agresiva de 10 que normal­
mente eligen las blancas en las
primeras jugad as del Albin.
.
6.
P5AR
No 6. A3D, P x P; ya que las ne­
gras quedan en buena posici6n
, CR2R-3C.
despues de
. . .
6.
7. C3AR
CxP
A5C +
Las negras obtendrian mejores
resultados cambiando caballos y
confiando en su fuerte PD para
conseguir contraposibilidades des­
pues de 8. D X C, A2C.
8.
C2D
C3AD
4.
5.
con el otro gambito 5 . . . , P3A! , Y
si 6. P x P, A5C + ; 7. A2D, C x P, 0
como en la partida presente 6.
C3AR, P X P; 7. A3D, A5C + ; 8.
eD2D, P x P; 9. 0-0, C3A + .
P4A
Tambien era posible 8. R2A ! y
despues, digamos, 8. . . , C5C + ;
9 . R 1C, A4A; 10. P4C ! las blancas
tienen la ventaj a. Tal vez, esta
jugada sea objetivamente mas
fuerte que el texto, pero es obvio
que Spassky queria ensayar el
sacrificio.
.
S610 esta replica de doble filo
justifica la j uga da arterior. Des­
pues de 5. C3AR , ASC + ; 6. D2R
para continuar con o\5C y 0-0-0
y las negras tienen :>uen juego
libre.
5.
P4CR
Muy anticuada. P rovitne de par­
tidas jugadas en la p:-imera de.
cada de este siglo . Sir embargo,
como demostrara Lutilov en una
partida contra Spas scy cua tro
aDos mas tarde, la s nelras tienen
mejores posihiJidades le igualar
8.
9.
C3AD
A3D
Spassky perfecciona la linea se­
guida en una partida entre el
m aes tro de Leningrado A. Geller
y Mikenas , en 195 1 : 9. P3TD, A3D.
9.
P5C
123
1 0.
O-O !
.
Un sacrificiQ) al estilo del Gambi­
to Muzio.
1 0. . . .
1 1. C X P
La tUnica jugada es 13. . . D2R ;
14. P�SA! , C x C + ; 1 5. P X C, A4R;
16. PJ4A permite a las blancas re­
cupell"ar la pieza de inmediato.
PXC
A3D
1 4.
Lo mejor ql.Ue podian haber he­
cho las neg1ras era defender la
P3A;
casilla clave 4R con 1 1
pero despue:s de 12 P3TD. A3D;
13. P4CD. C4IR; 14. PSA. C x C + ;
15. T X C. A4 �; 16. A4AD para con­
tinuar con T'3D y A2C las blan­
cas tienen un fuerte ataque en
la columna D. mientras que si 1 6
C2R entonces 17. T3T amena­
zando con 1 8 . DST con 0 sin ja­
que. segUn Sea el caso. 1 1 . . . . ,
D2R no es tan acertado. Spassky
ya hab ia demostrado, en una par- ,
tida contra Beliavsky (Leningra­
do, 1 95 5 ) que 12. PSR tienen en­
tonces mucha fue'rza. Esa parti­
da continuaba . 12 . . . . , P4TD; 13.
P3TD. A4A; 14. P4CD, P x P; 1 5 .
ASC. P3A; 1 6. PR x P, D2A; 1 7 .
P x P, T x T ; B. D x T, A x PC ; 1 9 .
D8T R 1 O ; 2�. A4R, D x P; 2 1 .
C S R ! Y las blmcas pronto obtu­
vieron la vict6ria.
.
. . .•
1 2.
Tratamdo de cerrar la columna
14 .. . . . . AR x P; lS� C x C, P x C ;
16. T :x P -fo , A2R permitiria a las
blanc:as continuar con el podero­
�o 11. ASC 0 incluso con 17.
DST +. R2D; 18. P6A.
1 5.
1 2.
_
1 5.
1 6. T X P
1 7. A5C
1 8. D3C +
CXP
o
124
TIR
P3A
0-0
RI T
1 8 , R2C; 1 9 . TD lR. T l R ( 19.
. . . , A Rx P; 20. T x A 0 bien 19 . . ,
T2A; 21. A4AD ) ; 20. ASC. A2D ; 2 1 .
A x A, ) x A; 2 2 . D3C !
.
• .
.
1 9.
.
1 3.
PXC
C 3A
Las negras se las han arreglado
p ara enrocar. pero la presi6n de
las blc:ncas no ha disminuido.
1 8. . . .
1 2 . . . . A x P 13. TlR, P3A; 14.
P4CD con bunas posibilidades.
Sin embargo lespues del texto,
las blancas funen menos pro­
blemas .
o
CXC
La mlis simple. 15. T X C tambien
fue tornado en consideraci6n,
pero despues de 15 . . . . . P x T; 16.
C x P, C3A; 17. A4AD, A x P la po­
sicion no es clara.
P5R
Las blancas. por supuesto, jue­
gan intentand. abrir !ineas .
A2R
R.
.
. . .•
P5A I
,
o
TDIR
.
AR X P
1 9 . ' " T l R ; 20. A x C + .
20.
rXA
Nuevanente el mas simple. 20.
T8R pa-ece un final mas adecua·
do para la partidal, pero despues
de 20 . . . . , D3D; 21. lD7A las ·negras
tienen 2 1 . . . . , CIC; 22. D5T, C3A.
Por esto, el prosai1co texto.
20.
2 1 . TRSR
22. A4AR
D3D
CSC
Liquidando completamente las
esperanzas de cOlll traataque de
las negras.
( Ver diagrama sigu iente. )
22.
23. A3C
A2D
A3A ?
Un error garrafal que provoca
la perdida. de un caballo que es·
taba perdido de todas maneras.
24.
TR4R
A baDdoDaD
Da la impresion de que Spassky
siempre sostuviese enconadas lu·
chas tftanicas con el veterano
maestro intemacional l i t u a n o
(vea tambien l a partida n." 46).
Se sabe que dertos adversarios
logran que mostremos 10 mejor
que tenemos, mientras otros nos
hacen revelar 10 peor.
Ri ga , 1 959.
Blanca. : Gipalis.
36.
Ruy LOPEZ
1.
2.
3.
4.
P4R
C3AR
ASC
0-0
P4F.
C3J.. D
C3..a.
A4J..
Alekhine, en su epoca, tambien
se incline por esta jugada que da
buenos resultados en h practica,
a pesar de la desaprcbacion de
los teoricos.
S. P 3 A
6. P4D
7. P X P
0-0
A3C
La clavada 7. A5C parece rnejor
ca1culada para dar la ventaja a
las blancas.
7.
8.
DSD
9.
ASC
CR X P
C4A
125
o 9. C3T (Gru:tnfeld-Spassky. Cam­
peonato de l aa U.R.S.S.), y abora
, P3TD ! . da una buena par­
9.
tida.
. . .
9.
DIR
10. CD2D ? '
Este rutinari,o movimiento de
desarrollo POlDe en dificultades
a las b lancas " puesto que quita
a la dama u nta necesaria casilla
de escape. 1 0. C3T es correcto.
10.
...
P3D !
Con la poderosa amenaza de 1 1 .
A3R ganando por J o menos el
cambi o.
1 1. P X P
1 2. A x C
A3R
No 12. P7D. D I C y ganan Jas ne­
gras.
1 2.
1 3.
PxA
D4D
D3C
14.
La
mais fuerte. Despues de 14.
P »< A; 15. C x P las blancas
tienen cierto juego; por ej emplo:
15 . . , D3C; 16. C X A, C x C ; 17.
D4AD, TDIR; 18. P7D, T2R; 19.
C3A ! 2lmenazando con 20. CSR.
. . .•
. .
IS.
A4D
A4T
Un fuerte ataque pues esta vez
amena;za con 16. CSR y con C6D.
1 6.
1 7.
T2R
D3D
C5R
C6C !
Otra d e Jas sorprendentes juga­
das tacticas que abundan en esta
partida.
1 8.
D6T
Para sEguir protegiendo Ja torre.
1 8.
C X T (8)
L-a -torn: precisa.
P3A
La j u gada ven:edora. La tenta­
dora 1 3 .
CiC no conduce a
ningun a parte a causa de 14.
D4TR. C x T ; 5. A7R. C7A; 16.
DAR y las blaltas estan en bue­
na situaci6n.
. . .•
1 9. l x C
20. 43C
21. 4 XP
22. . x T
Abanconan
P XP
TRIR
TxT
TIR
Las bla:tcas no pueden detener
23 . . . . , OA y 23 . . , D6D + .
Un t Jiunfo rapido, tipico de
Spass k� cuando j uega la Ruy Lo­
pez conlas negras . Compare con
Ja partila 40.
.
1 4.
TD I R
S i jueg a e l alfi, entonces 1 4 . . . . ,
C6C s eria mUY buena jugada.
1 26
.
37. 27.· Campeonllo de la U.R.S.S. , Lening-.do, 1 960.
N egraa : Bron.tein.
GAMBITO DE REY
I.
P4R
2. P4AR
3. C3AR
4. P x P
C3AR las bl ancas pue­
Si 5.
den intentar UIlme todo de j uego
corriente para e.tambi to de Rey :
forzar un camb) de damas para
explotar en el mal l a m ayoria
de peones en ( flanco D ; por
ejemplo : 5
C3AR ; 6 . AS C + ,
A2D ( 6. . , P3AD puede muy bien
ser la mejor); 7 D2R + , D2R; 8.
D x D + , R x D ; 9 A4A! y las pie­
zas negras mal S!uadas . Este me­
todo era. por SUlUesto, conocido
por ambos jug'da res . Vea por
ejemplo la aperura de l a parti­
da Bronstein-Lenoine en la OIim­
piada de 1958 : 1 . P4R, P4R;- 2.
P4AR, P X P ; 3. C2AR, A2R; 4 . A4A.
C3A; 5. P5R, C5C ; 6. C3A. P3D;
7. P x p. A x P; 8. D2R + ! . D2R ; 9.
D x D + , A x D (9
R x D es mils
fuerte); 10. P4D. A3D ; 1 1 . C4R,
C2D; 12. C x A + . P x C; 1 3 . AD x P
con ventaja.
. . .•
P4R
PxP
P4D
A3D
.
En esta batalIa entre des conoce·
dores de las antiguas <nn a s del
siglo XIX, Bronstein es e p ri mero
en introducir una juga(a nueva.
Sin embargo, la innovtci6n co­
rri6 la suerte de tantas ideas in·
geniosas . No tiene exit) en las
p rimeras pruebas y a llesar deI
veredicto de los anaIista s en el
sentido de que las negras p o­
drian conseguir un jueg() bastan­
te igualado, nunca se ruelve a
adoptar.
5.
C3A
Primer exito; aunque para las ne­
gras. Si existe una forma de re­
futar la ultima jugada, probable­
mente consista en alejar al alfil
i mpidiendole la defensa del PAR
mediante jugadas como P4D se­
guido por P4AD. aunque las ne­
gras pueden reaccionar er] el mo­
mento apropiado con P3AD 0 in­
cluso P4CD. Por 10 tanto. Spas­
sky no corre riesgos y continua
el desarrolIo.
5.
C2R
U n a j u g a d a consecuen Lte que
mantiene la opcion de C3C con
una defensa posterior dC!1 PAR.
. . . •
. .
.
6. P4D
7. A3D
. . .•
0-0
C 2D
Una jugada mils h ien timida. Pa­
rece mils emprendedor cambiar
eI agresivo alfil bl anco mediante
7
AD4A despu� s de 10 cual las
negras tienen menlO S temor de un
ataque al rey; tcambien pueden
desarroIIar el CD a 3T pensando
continuar a CSC.
.
. . . •
8.
0-0
P3TR?
Probablemente COln la intencion
de impedir 9. CSCIR, pet"o la per­
dida de un tiempCb y el debiIita-
127
miento del flanco R, son factores
mas importantes. De todas ma­
neras, las negras pueden igualar
con 8 . . . . , CR3C 0 incluso 8
C3C; por ejemplo : 8 . . . . , C3AR;
9. CSR, CR x P ; 10. C x C , C x C ;
1 1 . A x P. C x A; 1 2 . T x C, D4C ! 0
bien 8 . . . . , C3C ; 9. C4R. C3A; 1 0 .
C x A. D x C ; 1 1 . P4A. A S C comple­
tando el desarrolIo y ej erciendo
presi6n sobre el centro blanco.
.
9.
. . . •
9.
CxP
P4A
.
Si 13
C3A; 1 4 . D3D, C x C ;
1 5 . D x C, P4A entonces 16. D x P
seguido por CSR con una buena
posici6n. El texto prepara C I A
para proteger 2TR d e una mane­
ra mas segura.
.
1 1 . A1C seguido por
12. PSA 0 P3TD segun las cir­
cunstancias.
1 1.
AxC
1 2.
P5A
PXA
Las bIancas ya prevcn que con
la activa torre en la columna
AR necesitaran operar en Ias
diagonales b lancas 1 CDj7TR y
2TD/8CR.
C 6D ! !
. . .•
A2A !
Las blancas podrian ganar el PR
mediante 1 3 . D2R. pero entonces
128
P7 R ?
Las negras cambian de parecer
o mas bien deciden aplazar la ju·
gada defensiva C I A . S610 apla­
zar, puesto que las blancas po­
drian ahora j ugar 1 5 . T2A mante­
niendo todas Ias amenazas. Sin
embargo, el hecho de que Ias ne­
gras s6Io contaban con veinte mi­
nuto� ( ! ) para sus ultimas veinti­
cinco j ugadas, sugiri6 a Spassky
la i dea de utilizar este notable sa­
crificio dobIe.
1 5.
ASA; 13. P3CR, A4C ; 14.
C x A. P x C; 1 5 . DST con un fuer­
te ataque.
1 3.
D3D
A2R
1 2.
o 12 .
. . . •
C6R
1 4.
o 1 0 . . . . , CSC;
. . . •
TIR
1 3.
C4R !
Muy contento de entregar su PD
en avanzado para lograr una po­
sici6n de ataque sobre la diago­
nal 1 CD/7TR.
1 0.
las negras completarian s u desa·
rrolIo mediante 13
C3A y des·
pues de 14. C x C + , A x C ; 1 5 .
D x P. T l R 0 bien 1 4 . D x P. C4D
Ias blancas tienen pocas perspec·
tivas de ataque. Despues del tex·
to, las blancas Iogran una fuerte
formaci6n de ataque y pueden
apoderarse del PR m e d i a n t e
T D 1 R , concentrando todas sus
fuerzas en sus mej ores casillas.
Ahora 2TR Y 2AR estan bajo ata­
que. Es comprensible eI asombro
de Ias· negras al comprobar que
Ias b lancas estaban dispuestas a
entregar una torre a cambio del
ataque, y deben haber analiz.ado
la posici6n sin poder evitar en el
fondo de su pensamiento la fas­
tidiosa idea de que Spas sky ha­
bia encontrado una victoria for­
zada en todas las variantes.
1 5_
CIA?
Postergando l a decision sobre la
cap tura del alfil y esperando que
las blancas se encuentren todavia
refrenadas por el audaz peon ne­
gro si tuado en el medio. No re­
sulta nada sorprendente que las
negras se hayan equivocado en
las circuns tancias descritas. Su
unica buena defensa era 1 5 . . . . ,
A x C ( 1 5 . . . . , P x T( D ) transpo­
ne ) para proporcionar al rey
una casilla de escape en 2R.
Luego viene 1 6 . D7T + , R 1 A ;
1 7 . P x A, P x T( D ) + ( 1 7 . . . . , P x P ;
l B . T2A, C3A; 19. DBT + , C 1 C ;
20. A7T 0 e n e�ta 1 9 . . . . , R2R ;
20. T x P + , A3R; 2 1 . D x PC ) ; l B .
T x D, P x P ; 1 9 . DBT + , R2R;
20. T I R + , C4R ! ; 21. D X PC , T I C !
para desviar a l a dam a del con­
trol de S R . 22. D x P, D3C ! ; 23.
RlT, A3R ; 24. P x C, P4D y las
negras se l a han arreglado fi­
nalmen te para proteger al rey.
La partida terminaria probable­
mente en tablas, puesto que las
blancas tienen un peon por el
cambio y pueden todavia causar
problemas a las negras atacando
el PD con A3C 0 bien T l D combi­
nado con D6A + , mien tras las ne­
gras tienen D7 A en perspectiva
para inmovilizar a las blancas en
la defensa de 2CR. Poco puede
sorprendernos e n t o n c e s q u e
Bronstein haya decidido defender
su rey a la manera ortodoxa
antes que dej arlo arrastrar por
el tablero de manera tan poco
digna.
1 6.
C x PA ! !
P X T (D) +
« En peligro de muerte, el hom­
bre es capaz de corner cualquier
cosa. »
1 7_
TxD
A4A
Si 1 7 . . . . , R x C ; lB. CsR + , R I C ;
1 9 . D7T + ! , C x D ; 2 0 . A3C + , R l T ;
2 1 . C6C mate! 0 1 7 . . . . , D2D; l B .
CRsR. 1 7 . . . . , D4D parece una
buepa posibilidad y la mayoria
de las fuentes dan J B. CRsR como
la continuacion correcta de las
blancas en ese momento. Esto
parece dudoso. Asi, un amilisis
bulgaro seiiala 17. . . . , D4D ; l B .
CRsR, A x P ; 1 9 . C x P + , P x C ;
20. A3C, etc. sin advertir que las
negras pueden desbaratar el ata­
que con 20 . . . . , T x C ! en que no
encuentro nada que puedan ha­
cer las blancas .
Los j ugadores deben haber re­
chazado 17 . . . . , D4D a causa del
obvio l B . A3C que es en realidad
la linea vencedora correcta. Solo
despues de l B . . . . , D x C(2 ) ! ; 19.
·
A X D + , R X A las blan cas no pue­
de ganar con inmediatos j aques
a la descubierta. Deben j ugar 20.
D4A + , R3C (20 . . . . , A3R 0 C3R;
21. CSC + ganando piezas ) ; 2 1
DBC ! y ahora si 2 1 . . . . , A3R; 22.
CsR + , R4T ; 23 . D x P 0 2 1 . . . . ,
A3A; 22. CsR + , A x C ; 23. D7A + ,
R2T; 24. D x T, A x P ! ; 25. R1T ,
C 3 C ( para impedir D4R + ) ; 26.
TlD, A x PA ; 27. TBD, C2R ; 2B.
P4 � R ! y ganan las blancas . De
modo que las negras devuelven
.
129
un alfil para poder defenderse
con D2D ganando tiempo.
1 8.
DXA
D2D
1 9.
D4A
A3A
Cerrando la columna AR, pero
las blancas tienen presion mas
que suficiente para forzar una
victoria.
ti tuye n inguna dcfensa ; pu r Cjl'll 1 '
plo : 22. " " P3CR; 23. T x C + y
ahora 23, " " R x T ; 24. C x P + u
bien 23. " " D x T ; 24. A3C + , R2T ;
25. D x P + , R I T ; 26. C7A + 0 23,
" " T x T ; 24, A3C + , R2T ; 2S ,
D x P + , R l T ; 26 . D x P + , D2T ;
27, C6C mate,
21.
A3C
AXC
o 2 1 . " " R2T ; 22, DSA + , P3C ; 23.
D x A con una decisiva ven taj a
material.
22.
C xA+
R2 T
o 2 2 . . . " R l T ; 23 , D4R coma en la
penultima nota.
23.
20.
CRSR
D2R
0 20 .
A x C ; 2 1 . C x A , D2R ; 22.
D4R amenazando con 23. T x C +
para la cual 22, " " P3CR no cons"
"
D4R +
Abandonan
E l logrado final de esta partida
fue adaptado para la famosa e
inverosimil escena de la pelicula
de James Bond « Desde Rusia,
con amor», Curiosamente, sin
embargo, en la partida « Krons·
teen-McAdam s» se omitieron los
peones blancos en 4D y SAD.
38. 27.0 Campeonato de la U.R.S.S., Leningrado, 1960.
Negras : Sakharov.
GAMBITO DE REY
1.
P4R
2.
P4AR
3.
C 3AR
P4D
4.
PXP
C3AR
P4R
PxP
sky ahora elige la j ugada moder·
na favorita, aunque 5, P4A 0 C3A ?
resultan muy factibles.
5. AS C +
No S .
" CD2D; 6 . 0-0, C x P ; 7 ,
P4A, C3A; 8. P4D, A2R; 9. A x P
. .
La defensa mas corriente. Spas-
130
P3A
en que las blancas tienen una in­
dudable ventaj a ( B ronstein-Rago­
zin, I n terzonal de 1 948 ).
6.
PxP
PxP
Durante un largo tiempo se pen­
s6 que esta e ra muy superior a
6 . . . , C x P ; 7. P4D en que 7 .
,
D4T + ; 8 . C3A, ASCD; 9 . 0-0, A x C ;
1 0 . D2R + , A3R ; 1 1 . P x A propor­
cion a ventaj a a las blancas en
vista de la amenaza de 1 2 . PSD
y de que las blancas conservan
los dos alfile s . Sin embargo, el
mismo Spassky comprob6 en una
partida simultanea que las ne­
gras obtienen buen j uego sim­
plemente continuando su desa­
rrol lo con 7 . . . , A3D Y utiliz6
este descubrimiento con exito en
su partida contra Hartston ( Has­
tings, 1 965-66 ) que continuaba 6.
, C x P ; 7 . P4D, A3D ; 8 . D2R + ,
A3R; 9 . CSR, O-O ! ; 1 0 . A x C , P x A ;
1 1 . A x P, C4D ! y l a s negras tenian
excelente j uego para su pe6n.
.
. . .
.
. . .
9_
1 0_
A3 R
C 4R
A2R
Decidiendo retener el alfil, con 10
que gana tiempo debido a la
amenaza 1 1 . . . . , C6R ! forzando
cambios favorables. Si 10 . . . . , A2A
en tonces 1 1 . CSA , D2R ; 12. P4D
con una Iigera ventaj a para las
blancas.
11.
A3C
0-0
1 2.
P4D
C2D
1 3.
D2R
P4C ?
Una grave falta de criterio que
hubiese sido condenada en for­
ma decidida por el anciano Dr.
Tarrasch cal ificandola de « Hara­
kiri » . Es obvio que las negras
pensaron que con todas sus pie­
zas desarrolladas podrian perm i­
tirse una j u gada que aflojara la
tensi6n. Deberia haber int entado
en vez 13. . . , P4AD para abrir
el j uego. Entonces si 14. DSC,
D3C ! 0 14. P x P, C x P ; 15. C x C
( 1 5 . T l D, D3C ! ; 1 6 . A x C A x A ;
1 7 . T x A, C x C + ; 1 8 . R 1 A , P4A
con gran li bertad a cambio del
pe6n perdido ) 1 5 . . , A x C + ; 1 6 .
R I T, D2A con u n j uego razo­
nable.
.
,
7.
A4A
C4D
La j ugada de Botvinnik, pensada
para apoderarse del pe6n del
gambito.
8.
0-0
9.
C 3A
A3D
Mejor que 9. P4D, en que la linea
central de la variante continuaba
9 . . . , 0-0; 10. C3A, C x C ; 1 1 . P x C,
ASCR; 1 2 . D3D, C2D ; 1 3 . P3C ?,
C3C con un buen j uego para
las negras ( B rons tein-Botvinnik,
Campeonato de la U.R.S.S., 1 952 ).
.
1 4.
P4A
.
CR3C
De ahora en adelante, las piezas
negras aunque estan desarrolla­
das, en torpeceran sus p ropios
desplazamientos . 14. . . . , CR2A
of re cia mejores posibilidades.
1 5.
P4TR !
El cIasico movimiento de ruptu131
ra opera bien aqui, ya que no im­
plica ningun riesgo para el rey
blanco.
1 5.
...
P3TR
No 1 5 . . . . , P5C ; 1 6 . CR5C con ven­
taj a .
1 6.
PXP
1 7.
CR X P
PxP
Un sacrificio notable basado en
un criterio posicional dimimico.
A primera vista podriamps eva­
luar la posicion y decir que es
buena para las negras, pero des­
pues de esta j ugada, se hace evi­
dente que el rey negro se vera
expuesto a peligrosas amenazas . .
AXC
1 7.
1 8.
( Ver diagrama siguiente. )
A3A
No 18 . . . . , A x A ; 19. T x A, P4AR
( la amenaza era 20. D5T y 2 1 .
T4T ) 20. C6D, D2R ; 2 1 . P5A !
132
TD 1 D
Esta j ugada tranquila acentua el
hecho de que las piezas negras
menores estan demasiado mal si­
tuadas para ayudar en la defensa.
1 9.
20.
AXP
Las blancas tenian una fuerte
alternativa con el mas energico
1 8 . DST y si 18 . . . . , P3A ( 1 8 . . . . ,
A3A; 1 9 . P5D gana una pieza ) en­
tonces 19. D6C + , R 1 T ; 20. C x A,
P x C ; 2 1 . D6T + , R I C ; 22. D x A + .
Sin embargo, el texto permite a
las blancas concentrar sus piezas
en el flaneo R en forma tan efi­
ciente que desde ahora hasta el
fin del j uego cuentan con una
fuerte supcrioridad local alIi don­
de realniente importa.
1 8.
1 9.
A4A
ASR !
AxC
20 . . . . , A x A ; 2 1 . P x A daria a las
blancas la amenaza de 2 1 . C6A +
y asi forzar la transposi cion a la
partida.
21.
DxA
AXA
22.
PxA
D4C
La amenaza era 23. D4C + , R 1 T ;
2 4 . R2A· Y 25 . T I T + mate. 2 2 . . . . ,
T I R daria al rey una easilIa de
escape, pero despues de 23, A2A,
RIA; 24. T x P + ! , R x T ; 25. D6C + ,
R2R ; 26. D6D + , R2A ; 27 . T I A +
las blaneas ganan rapidamente .
23.
TSA
24.
D4A
D2C
Las negras podrian abandonar,
ya que no tienen como defen-
derse de 25. T5C ; por ejemplo :
24 . . . . , P3A; 25. P5A + , C4D ; 26.
T x C ! , P x T ; , 27. A x P + , T2A; 28.
P6R, etc. 0 24 . . . . , D2T ; 25. D4C + ,
R l T ; 26: TST.
24.
C 3C
D6A +
RIC
29.
A2A
CxP
Si 29 . . . . , C I AR; 30. T4D ! , T3R;
3 1 . T4C + , C3C; 32. T x + ! .
TRIR
25.
T5C
C x PR
26.
TXD+
RXT
27.
T6D
30.
E l ataque no disminuye. Las prin­
cipales amenazas son 28. D6T + ,
R I C ; 29. A2A.
39.
27.
28.
T7D
Abandonan
Despl1es de 30 . . . . , C(5 )4R viene
3 1 . A x C, mientras 30. " " C(3 )4R
'
pierde ante 3 1 . D5C + , R l T o l A ;
3 1 . D 6 T , R I C ; 3 3 , D7T + y mate
a la pr6xima.
Mar del Pia ta, 1960.
Negras : Fischer.
GAMBITO DE REY
El prim e r encuen t ro entre
los dos grandes maes t ros mas jovenes
del mundo tiene g ran inte res histo rico aunque no es una pa rtida
de gran calidad. Es evidente que la tension del momento fue de­
masiado grande.
1.
P4R
P4R
La Siciliana es la reacci6n casi
automatica de Fischer ante 1 .
PAR. Queda claro entonces que
aqui intenta sorprender a su ad­
versario evitando las consecuen­
cias de una apertura preparada.
2.
P4AR
SpUlisky procede de la misma
manera aunque, vin iendo de cl.,
esta jugada no resulta .una gran
sorpresa,
PxP
2.
3.
C3AR
P4CR
Fue s610 despucs de esta partida
(y posiblemente a causa de su
resultado ) q ue Fischer declar6 en
un famoso a rticulo que su anali­
sis mostraba que las negras de­
berian j ugar 3 . . . " P3D como ju­
gad a de espera y luego, despues
de 4. A4A, intentar 4 . . . " P3TR se-
133
guido por s . . . . , P4CR. Esta sin­
gular sugerencia no ha sido p ro­
bada 10 suficiente como para
poder emitir confiadamente un
j uicio sobre su verdadero va­
lor. Pero despues de todo sucede
10 mismo con la j ugada del texto
que es mucho mas antigua.
4.
P4TR
La repli� mas inC1Slva de que
disponen las blancas.
PSC
4.
S.
CSR
C 3AR
6.
P4D
P3D
La linea moderna del Gambito
Kieseritzky que ha despertado
considerable interes desde que 10
defendiera Rubinstein. La mas
antigua 6 . A4A apenas se utiliza
en nues tras dias, mientras que 6 .
C X PC da a las negras la ventaj a
desp ues de la complicada varia­
cion 6 . . . . , C x P ; 7. P3D, C6C ; 8 .
A x P, C x T ; 9 . D2R + , D2R; 1 0 .
C6A + , R 1 D ; 1 1 . A x P + , R x A;
1 2 . CSD + , R 1 D ; 1 3 . C x D, A x C
ya que las tres piezas negras va­
len mas que la dama, a pesar de
que el rey se encuentra arrinco­
nado.
xP
7.
C3D
C
8.
AXP
A2C
La principal alternativa es 8 . . . . ,
D2R en que las blancas replican
9. D2R puesto que no temen el
cambio de damas . El peon de
ventaj a que tienen las negras en
el flanco R no resulta un gran
adorno para la posicion.
134
9.
C3A
Una dudosa innovacion . La juga­
da usual es 9. P3A para proteger
el b aluarte central. Keres p ropo­
ne como posible continuacion 9 .
. . . , 0-0 ; 1 0 . C2D, T l R ; 1 1 . C x C ,
T X C + ; 1 2 . R2A, D3A; 1 3 . P3CR,
A3T; 14. A2C y las blancas pare­
cen estar en mej or situacion.
9.
1 0.
CXC
PXC
P4AD
Ahora que ya no tienen un PCD,
Ias blancas encuentran mucho
mas dificil refutar la presion en el
centra que si hubiesen j ugado 9.
P3A. El texto representa una me­
j ora sob re la j ugada de Keres 10.
. . . , 0-0 puesto que ahora si 1 1 .
D2R + tratando de eXl'llotar el
hecho de que las negras no ha­
yan enracado entonces 1 1 . . . . ,
A3R ! ( no 1 1 . . . . , D2R; 12. A x P,
D x D + ; 1 3 . A x D, P x P ; 1 4 . . O-O !
con posibilidades de ataque en
las columnas centrales ) en que
12. PSD falla ante 12 . . . . , A x P + ;
1 3 . A2D, A x T y si 14. P3A tra­
tando de ganar ambos alfiles, en­
tonces sencillamente 14 . . . . , D3A
y las negras conservan su ventaj a
material.
1 1.
A2R
De modo que las blaneas deciden
continuar en el estilo gambito.
11.
1 2.
PxP
0-0
C3A
Se sabe que en situaci[lnes como
esta, j ugadas como 12 . . . . , P4AR
o 12 . . . . , P4TR, para apoderarse
del peon, debilitan mas el flanco
R. Las blancas entonces empren­
derian la iniciativa en la colum­
na AR con 1 3 . ASC y consiguien­
temente el caballo seria situado
en la casilla ideal 4AR. Si 12 . . . . ,
D X P, entonces 1 3 . P3C ! Y las
blancas recuperan un peon .
1 3.
A X PC
0-0
1 4.
AXA
TXA
1 5.
D4C
Las blancas han conseguido la
mejor posicion dentro de sus po­
sibilidades y amenazan mate con
14. A6T, pero una vez que las
negras hayan puesto a salvo al
rey, resulta dificil creer que las
blancas obtengan una compensa­
cion suficiente por el material sa­
crificado.
1 5.
P4A
Una cuestion de estilo. El texto
es una defensa activa que da mas
campo a su TR, pero Steinitz hu­
biese preferido 15 . . . . , R l T coma
Fischer indico mas tarde.
1 6.
D3C
1 7.
TDIR
PxP
Ciertamente que e s m a s impor­
tante mantener la iniciativa que
cntregarla a las negras con 17.
A x P, T3A ! seguido por 18 . . . . ,
T3C.
1 7.
RIT
U n p l a n amb icioso que pretende
lI s a r
la columna CR para la to-
rre. Una j ugada mas estereotipa­
da, pero posiblemente mas fuer·
te fue utilizada por Aronin 17 . . . . ,
D2D para enfrentar 1 8 . A x P con
18 . . . . , TR I R intentando un cam­
bio de torres y una simplificacion
general hacia un final favorable.
1 8.
RIT
Fischer critico este intento de
evitar el consiguiente ASD con
j aqlle, y prefirio 1 8 . A X P de in­
mediato de modo que si 18 . . . . ,
T I CR entonces 1 9 . CSR! coma en
la nota siguiente.
T I CR
1 8.
1 9.
AXP!
Ahora 19 . . . . , ASD; 20. D2T, TSC ;
parece dar el triunfo a las ne­
gras, pero luego tenemos 2 1 .
ASR + , C x A; 2i C x C con l a
amenaza d e 23 . C 7A + ganando
asi tiempo para proteger el PTR.
AlA
1 9.
20.
A5R +
CXA
21.
DXC+
T2C
Ahora 2 1 . . . . , A2C ; 22. D7R y las
blancas deberian poder recobrar
un peon con excelentes posibili­
dades de empate.
( Ve r diagrama siguien te. )
22.
TxP
No puede defender su PTR; por
ej empfo : 22 . T4A?, A3D 0 bien 22.
PST, D4C.
22.
D X P+
135
26.
D4D
Muy fuerte, manteniendo clavada
la torre . Esta no se puede zaf.l r
mediante 26 . . . . , T 1 D ? a causa d e
2 7 . D x PA, tampoco s i rve 2 6. . . "
A4A a causa de las amenazas en
la ultima fila : 27. C x A, D x C ;
28. T8R + ganando. Como seiial6
Aronin, las negras deben prote­
ger su posicion mediante 26 . "
A l A en que 27. D X PT se refuta
con 27 . . . . , A4A; 28. C x A, D x C ;
29. T8R + , T I C y 27. C5R con 27.
. . . , A4A ! ; 28. C7A + , RlC y des­
pues del cambio de damas es ta­
bIas. En vez de esto, las negras
cometen un error garrafal.
.
23.
RIC
D5CR
Tratando de atacar al rey enemi­
go, pero era mej or prepararse
para el final con 23 . . . . , D6C Y las
negras tienen buenas posibilida­
des de veneer.
24.
25.
T2A
T4R
A2R
Las blancas tienen ahora todas
s u s p i e z a s bien centralizadas,
mientras que las torres negras
no estan muy bi�n colocadas. La
j ugada de Fischer 25 . . . . , D8D + ;
26. T I R , DSC; 27. T2R, D8D + con
unas tablas por repeticion· es aho­
ra la mas segura. ( S i 28. R2T en­
tonces, como indica Aronin, 28.
. . . , T3A ! fuerza unas tablas a
causa de las amenazas de 29. . . . ,
A3D y 29 . . , T3T + ). Sin embar­
go, aqui como siempre, el gran
maestro estadounidense sigue su
practica universal (y admirable )
intentando e v i t a r u n a s tablas
cuando todavia hay una cantidad
razonable de piezas sob re el ta­
blero.
. .
25.
136
D4C
.
TIA
26.
27.
T5R !
Esta era la verdadera amenaza
de las blancas . Separar a la
dam a d � la defensa del alfil cuan­
do 28. T X A gana, a causa de que
la torre esta clavada. Ahora las
negras pierden una pieza en to­
das las variantes ; por ejempli> :
2 8 . . . . , DST ; 29. T X T + . Cuando
el alfil esta sobrecargado 28 . . . . ,
A3A ; 0 bien 28. D6D ! A x T ; 29.
T x T + , T I C ; 30. D x A + , D x D ;
3 1 . T x T + y 32. C x D .
27.
28.
TlD
D4R
Ha desaparecido la clavada de la
diagonal larga negra, pero ahora
el alfil se ve doblemente atacado.
28 .
29.
.
..
D5T
T4A
Despues de 29 .
Abandonan
. . .
, D3T; 30. T x A,
T x T (30 . . . . . '{ x C ? ; 3 1 . T8A + .
T l C ; 3 1 . DSR + y mate ); 3 1 . D x T
las negras no pueden recobrar
40.
piezas mediante 3 1 . . . . . T x C a
causa de 32. T8A + y mate a la
proxWla.
Campeonato « Trud » , Kialovodak, 1 960.
Blancaa : Kuznet&ov.
Ruy L6PEZ
.
P4R
C3AD
C3A
A4A
P4R
1.
2. C3AR
3. ASC
4. 0-0
5. C X P
5 . P3A ofrece a las blancas me­
jores posibilidades para obtener
una ventaj a en la apertura. (Vea
la partida n.· 62 contra Zuidema. )
5.
CXP
. ..
Buscando complicaciones desde
el comienzo. Spassky ha jugado
5. . . . . C x C en varias partidas ;
por ej emplo : 6. P4D. P3A; 7. P x C .
C x P ; 8. A3D. P4D ; 9. P x PA .
C3A ! ; 10. D2R + . A�R; 1 1 . ASCR.
D x P ; 12. A x C. P x A; 13. C3A.
D4R ; 14. C4R. A3C; 15. RIT. o-o.{)
con juego en la columna CR
(Krogius-Spassky. 26.· Campeona­
to de la U . R .S .S . 1 959 ).
,
6.
despues de la replica mej or 7 . . .
. . A2R ) las
negras obtienen igualdad.
D2R ! ( Szabo jugo 7 .
C x PA
Audaz. pero equivocado. Las blan­
cas deberia jugar 6. D2R. C x C ;
7. P4D ! ( Keres-Szabo. Torneo de
Candidatos. Budapest. 1950). pero
6.
.
...
.
.
.
RxC
Las negras ya podrian demostrar
la desventaj a del seudosacrificio
del caballo blanco mediante 6 . . . .
DST. y si 7. C x T. A x P + ; 8_
.
T x A. D x T + ; 9. R l T. DST; 10.
P3CR. C x P + ; 1 1 . R2C ( 1 1 . RIC,
DSD + ) 11 . . . . . DSR + ; 12 . R x C .
D4R + ; 1 3 . R2C. D 4 C + con j aque
perpetuo ya que 14. R I A. D x A + ;
1 5 . D2R + . D x D + favorece a las
negras a causa del caballo atra­
pado en I TR.
7.
8_
9.
DST +
DSD +
AxC
P3CR
R2C
0 9. D x CR. P4D; 10. D4TD ! . T l A
y las negras reciben una amplia
compensadon por el peon de me­
nos. aunque no puedan conseguir
un ataque inmediato con DST.
9.
1 0.
1 1.
...
A4T
D3D
TlR
P3A
No . 1 1 . D3C. P4CD. Sin embargo.
la dama ahora bloq..uea el PD y
137
hace muy dificil que las blancas
puedan completar su desarrollo.
DST !
11.
Amenazando el PAR y tambien
( indirectamen te ) al alfil colgado
en 4TD .
1 2.
1 3.
P3CR
P4CD !
D6T
pues de 17 . . . . , P x A ; 1 8. D x P + ,
A3R; 1 9 . D2C iba a desbaratar el
ataque y quedar con dos peones
de ventaj a.
1 7.
1 8. T8A +
A3R !
R2C !
Tal para cual . Despues de 1 8 .
T x T; 1 9 . A x A + , R2C ; 2 0 . D7R +
son las blancas las que ganan ; en
esta otra linea 19 . . . , T2A ; 20.
A x T + , R x A ; 2 1 . D4A + y las
blancas ganan puesto que el rey
no tiene una buena casilla ; por
ej emplo : 2 1 . . . . , R 1 A ; 22. D l A + 0
2 1 . . . . , R2C ; 22. A2C + y 23 . D2R.
.
Juego ingenioso que da a las
blancas la oportunidad de poner
en aprietos al rey negro durante
algunas pocas jugadas.
1 3.
1 4. D3AD +
1 5. D x A
1 6. A3C +
1 7. A x P +
C x PA !
RIC
CSC
P4D
1 9. A2C +
20. T x T
2 1 . A3AR
R3T
TxT
Esperando bloquear la columna R .
21.
22. R I A
23. A X C
D X PT +
D X PC
La amenaza era 23 . . . . , C7T + y
ASA + .
tambien 23.
23 . . . .
Abandonan
Esta es la posici6n que Kuznet·
sov buscaba, pensando que des·
138
ASA + !
Una lucha a brazo partido que
recuerda los encuentros del si·
glo XIX. Baste que observen la
torre y el caballo blancos inacti·
vos en la posici6n final .
4 1 . 28.0 Campeonato de la U.R.S.S., M oscu, 1 96 1 .
Negras : Bronstein.
DEFENSA I NDIA D E REY
1.
2.
3.
4.
5.
6.
P4D
C3AR
P3CR
A2C
0-0
C3A
en el centro y las blancas con­
siguen un desarrollo ideal.
C3AR
P3CR
A2C
0-0
P3D
7.
6 . P4A es casi de rigor en el aje­
d rez moderno, pero ya que la
ultima j ugada de las negras indi­
ca el deseo de no dej arse veneer
facilmente (el simetrico 6 . . . ,
P4D lleva a posiciones muy equi­
libradas ) no podemos culpar a
las blancas por decidir apartarse
de la norma.
.
7.
A4A parece j ugable, pero
despues de 8. CSR las blancas
contarian con presion en el cen·
t ro.
8.
Jna jugada mas bien dogmatica
ie parte de Bronstein quien · sa­
;rifica un tiempo para lmpedir
P4R y espera demostrar que el
antiguo principio opera : « En un
Peon Dama, nunca bloquee su
PAD j ugando C3AD ». Un concep­
to mas moderno seria 6 .
, C3A
para refutar 7. P4R mediante 7 .
. . . , ASC con presion sobre l a s ca­
sillas oscuras del centro y 7. PSD
mediante 7 . . . . , C4T y luego P4AD
j unto con el avance de un peon
del flanco D.
TIR
Las blancas podrian j ugar 8 . A X C
Y luego 9. P4R, pero naturalmen·
te prefieren conservar sus opcio­
nes, porque una vez que se haya
abierto la columna R, su torre y
el AD ej erceran una peligrosa
presion sobre 7R.
P4D
6.
P3A
8.
...
CsR ? !
Una manera iIl@eniosa de impe·
dir P4R, pero, como muestra el
resultado, las negras quedan to­
davia luchando por igualar. 8 . . . ,
A4A parece mej or calculado para
mantener el equilibrio.
.
. . .
7.
AsC
PxC
P6R
9. C x C
1 0. C2D
El proposito de su j uego anterior
esperando cam bios posteriores.
10
, A x P se refuta mediante
1 1 . P3AD Y 12 C X P con un j uego
ligeramente mejor (presion so·
bre 7R y 10 .
, D X P de la mis­
m a manera ( 1 1 . P3AD, D4R; 1 2 .
C X P seguido, si es necesario, por
A4A ). 1 0 . . . , P4AR parece una -in.
. . .
. . .
Despues de esta jugada directa,
las negras se ven obligadas a
adoptar una postura defensiva
.
139
teresante idea de doble filo y las
blancas tienen que el AD se meta
en dificultades ( 1 1 . P3R?, P3TR ).
Sin embargo, despues de 1 1 .
P3AD seguido por 12. P3A las blan­
cas deberian quedar en mej or si­
tuacion, debido a la debilidad de
las casillas 2R, 3R y 4R de las
negras.
11.
A x PR ( 3 )
Uno d e esos casos e n que e l j u­
gador que utiliza la anotacion
descriptiva puede equivocarse fa­
cilmente y escribir A x P 0 A x PR
o incluso AD x P, es decir, j uga­
das ambiguas. Despues de 1 1 .
P X P e l alfil esta perdido ante
1 1 . . . . , P3A ; 12. A4A, P4R.
1 1.
1 2. A X A
1 3. P3A
AXP
DxA
D4A ?
Debil puesto que la dama queda
expuesta a un ataque. Debia in­
ten tar 13 . . . . , D l D ; 0 13 . . . . , D3C;
14. C4A, D2A en que puede com­
pletar el desarrollo con A3R y
luego proteger al rey mediante
C2D3A.
1 4. C4R
D3C
Es posible que su intencion ori­
ginal haya sido 1 4 . . . . , D4TR para
continuar con A6T, pero despues
del estupendo movi miento cen­
tralizador 1 5 . D4D ! ( amenazando
e n c i e r t a s circuns tancias con
DSR ) las negras todavia se en­
contrarian en graves dificultades.
1 5. D2D
140
Como D4D ya no sirve, esta ju­
gada resulta un sustituto apro­
piado al des tacar ( con la amena­
za D6T y CSC ) que el cambio de
alfi.les ha dejado a las negras con
una debilidad cronica en los cua­
dros oscuros.
1 5.
1 6.
A4A
C5C
Las perspectivas de las blancas
estan en el j uego medio, de ma·
nera que debe evitar los cambios
de piezas menores.
1 6.
TID ?
La j ugada perdedora, puesto que
debilita el 2AR y l leva. a la dama
enemiga a una fuerte posicion de
ataque. 16 . . . . , C2D fracasa ante
1 7 . P4R de modo que las negras
tenian que intentar 17 . . . . , D2A
o 17 . . . . , P3A en que la partida
continuaria 18. P4R, A lA ! ; 19. C3A,
P4R y ahora con 20. C4T las blan­
cas renuevan la presion sobre e1
flanco R (20 . . . . , C2D ; 21 . D6T 0
20 . . . . , R2C ; 2 1 . TD l D ) pero las
blancas todavia tienen una posi­
cion defendible.
1 7.
D4A !
Ahora las negras no disponen de
una j ugada satisfactoria ( 1 7 . . . . ,
D x PC ; 1 8 . P4R, A3R; 20. D4TR,
P4TR; 21. C x A, P x C ; 22. D x PR
o 22. A3T ) por 10 tanto tratan de
provocar una crisis.
1 7.
P4R
No 17 . . . . , P3A ?; 1 8 . D4A + , R2C ;
1 9 . D7A + , R3T ; 20. D x PT + ,
R x C; 2 1 . D4T mate ! n i 1 7 . . . . . ,
P3TR; 1 8 . C x P , R x C ; 1 9 . P4R re­
cob ran do la pieza y abriendo ia
columna R para su torre ( 1 9 . . , , '
P4R ; 20. D X P R no transpondria
entonces a la partida s i las ne­
gras eligieran 20 . . ' " A3R pero las
blanc as tienen todavia un ataque
vencedor desput!s de 2 1 . T3R ).
1 8.
1 9.
20.
21.
DxP
P4R !
C x PA !
T3R !
P3TR
AlA
RxC
Quizas Bronstein habia puesto
sus esperanzas en el hecho de
que las blancas tienen una j uga­
da muy tent:ldora 2 1 . AlA, pero
despues de 2 1 . " . , P4A ! ; 22. MA + ,
A3R las blancas no tienen una
buena continuacion. E l texto es
mucho mas fuerte.
2 3 . D6A ! , D x T + ; 2 4 . AlA, T2D ;
25 . D x P + , T2C ; 26. D8R + , R2T ;
27. T8A y 28. T8T + con mate, y
2 1 . " . , C2D tampoco es acertada :
22. T3A + , R I C ; 23. D6R + , R 1 T;
24. D7R y 25 T7A ya que la dama
negra esta sujeta a la defensa de
l a torre.
22.
AlA !
Esta jugada llega en el momen­
to preciso en que las negras han
debilitado su control de 3R.
22.
23.
24.
D8R +
:r3A
T2D
R2C
Tambien gana 24. D X A, pero las
blancas tienen ahora mucho mas
j uego que un triunfo en el final
despues de un cambio de damas
con 24. " . , D I D .
D4A
24.
Ahora 24 . . ' " D I D ! pierde ante 25 .
T7A + y 24 . " . , C3T ante 25 . MA.
25.
TlD
L a torre e n 2 D esta ahOl;-a sob re­
cargada de tareas defensivas.
25.
21.
RIC
Otra paradoj ica idea defensiva,
sin duda esperando inducir a las
blancas a hacer una j ugada erra­
da; por ej emplo : 22. D6A?, P4A L
Obviamente, 2 1 . " . , D x PC pierde
rapidamente ante 22. T3A + , R l C ;
P4TR
0 25. " . , D2R ; 26. T x T, D x T ; 27.
D8A + , R2T ! 28. T7A + y las blan­
cas no solo ganan la dama, ya
que despues de 28. " . , D x T ; 29.
D x D + , P. I T ; 30. MA ! mate for­
zado .
26.
TXT+
CXT
141
27. T7A +
28. D8T +
29. P4TR +
R3 T
R4C
Abandonan
Es un mate a la proxima con
30. T4A. Un ataque sumamente
grato.
42. 28.0 Campeonato de la U.R.S.S., Moscu, 1 96 1 .
Negras : Vladimirov.
DEFENSA SICILIANA
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
P4R
C 3 AR
P4D
CXP
C 3 AD
A SC R
P 4AD
P3D
PXP
C3AR
P3TD
CD2D
P4A
Actualmente se considera mas
acertado j ugar 7. A4AD de inme­
diato.
D2A
7.
Para impedir el agresivo desarro­
Ho del alfil 8. A4A, pero seria me­
j or que las negras buscasen con­
trajuego en las casiIIas oscuras
con 7 . . . . , D3C apuntando a 7CD,
SD y, si j uega el CR, a 6R.
8.
D3A
P3CR
Un� manera inusitada de desarro­
Har el alfil en la Variante Naj­
dorf, pero esta jugada tiene por
10 menos el merito de no debiIi­
tar el 3D con P3R.
9.
1 0.
142
0.0 -0
A2R
A2C
P3TR
Esta j ugada y la proxima intro­
ducen compIicaciones. Las ne­
gras deberian enrocar y luego
desarroHar el AD con T I C y A2C .
11.
A4T
P4R
Aqui nuevamente deberian enro­
car. Observe que 1 1 . . . . , P4CD fa­
Ha ante 1 2 . PSR, P X P; 1 3 . P X P
y si 1 3 . . . . , A2C entonces 1 4 .
P x C ! con tres piezas p o r l a
d a ma, mientras que 1 1 . . . . , C4A;
12. A x C ! , A x A; 1 3 . CSD resulta
a favor de las blancas.
12.
C RSC !
Un sacrificio tipico de la SiciIia­
na que explota el hecho de que
las negras no enrocaran y su de­
biIitamiento innecesario del PD.
1 2.
1 3.
1 4.
1 5.
CXP
C X P+
PXC
D4T
RIA
A4A
Defendiendo el PTD y ganando
el PAR.
1 5.
PxP
La mejor defensa, abriendo la
diagonal larga negra para un
contraataque en 7CD y desocu­
pando 4R para su CD.
1 6.
C X PA
t'2T ! ( para impedir 23. T( l )7D ) ;
2 3 . T( 1 )6D, D4C las negras pue­
den lograr la consolidacion con
T2R.
D2A
21.
No 1 6 . . . . , C4R; 17. C x C , D x C ;
1 8 . T8D + , R2R; 1 9 . TSD y 20.
PSR, ni 16 . . . . , T I CR; 17. D x P
amenazando con 1 8 . D6D + .
1 7.
A3CD
CXC
T8D +
20.
21.
22. A2AR
D2R
Ahora las blancas cuentan con
un triun fo forzado .
DxC
CIR
No 19
, R2R ; 20. TSD ! y 2 1 .
PSR como antes. Ahora vemos el
objetivo de la defensa de las ne­
gras. La amenaza 20 . . . . , D x P +
obliga a las blancas a detenerse
un momento en su ataque.
.
Es obvio que las negras no advir­
tieron que su u l t i m a j ugada per­
mitia este poderoso movimiento,
atacando el 8R y 7AR.
C4R
Una buena alternativa era 1 7 . . . . ,
C4A para retirar el formidable
AR blanco. Entonces, despues de
1 8 . T8D + , R2R falla ante 1 9 .
T x T , C x A + ; 2 0 . D x C ( 2 0 . PT x C,
T8T + ) 20 . . . . , A3R ! ; 2 1 . D4C + ,
R x C ; 22. T x T y 1 8 . . . . , C I R ; 1 9 .
C x T, C x A + : 2 0 . D x C, A x C ;
2 1 . T x C + proporciona un pode­
roso ataque .
1 8.
19.
DST !
. . .
P3A
P4CR ?
La jugada perdedora despues de
la cual el ataque blanco consigue
la ruptura . Steinitz y Lasker en­
seiiaron que el que se defiende
deberia evitar los movimientos
de peones que provocan debilida­
des e intentar cambiar piezas.
20 . . . . , A3A! e s 10 correcto y des­
pucs de 2 1 . A x A, D x A ; 22. TRlD,
22.
ASC
Si 22.
P3C entonces 23. A X P
haciendo que SAD este nueva­
mente disponible para el alfil.
23.
TXC+
Un curioso descuido. El final de
la partida debe haber sido juga­
do bajo una extrema presion de
tiempo ; de 10 contrario Spassky
dificilmente habria dej ado de ad-
143
vertir el mate en dos . (23. D x C + .
D x D ; 24. A5A mate ).
Como se sabe. la « regia» para
encontrar combinaciones consis­
te en realizar en la mente las ju­
gadas em!rgicas. en todos los or­
denes posibles. Es obvio que la
ultima jugada de Spassky ame­
nazaba con 23. A5A y si 23.
D x A ; 24. D x C mate. Resulta ex­
trafio que no haya visto el orden
inverso de las j ugadas. La expli­
cacion reside probablemente no
solo en la escasez de tiempo. sino
tambien en el hecho de que ha­
bia otros mates con 24. T x C Y
24. D7A en la ultima variante.
. . . •
23
24.
TXT
.
DxA
Con una flicil victoria debido a
sus poderosos alfiles.
24 .
...
A4R
De 10 contrario. 25. D5A + . A3A;
26. A5A.
25.
TID
Abandonan
Si 25 .
T2T entonces 26. A5A.
D x A ; 27. D5A + . R2C ; 28. · D7A + .
mientras que s i 25. . . . . A3D en­
tonces 26. D5A + . R2C ; 27. A4D +
forzando el mate.
. . . •
43. 29.0 Campeonato de la U.R.S.S., Baku, 1 961 .
Blancaa : Kot..
Ruy L6PEZ
I.
2.
3.
4.
5.
6.
P4R
C3AR
A SC
A4T
0-0
TIR
utilizado en el Campeonato So·
vietico anterior.
P4R
C3AD
P3TD
C3A
A 2R
P3D
Esta partida se jugo en la prime­
ra ronda. y naturalmente Spas­
sky quiso aprovechar el nervio­
sismo de su adversario que ha­
cia su presentacion en el Cam­
peonato. De aqui que. en vez de
continuar con las jugadas norma­
les de la defensa cerrada. juega
este ligeramente inusitado orden
de movimientos que ya habia
144
7.
8.
P3A
P3TR
ASC
j EI experimento da resultados !
El texto permite a las negras ex­
plo tar la antigua regia (vista nor­
malmente en posiciones de Giuo­
co Piano ) que dice que un juga­
dor no debe debilitar su flanco R
con P3TR. si ha enrocado en ese
lado y su adversario no 10 ha he­
cho. Las blancas deberian jugar
8. P3D u 8. A x C + . P x A; 9. P4D.
Para mitigar el error de las blan­
cas debemos decir que existia un
poderoso precedente : Emanuel
Lasker cometio el mismo error
en su encuent ro con Janowski en
e l torneo de Nueva York. en 1 924.
A4T
8.
9. P3D
9.
. . . •
D2D
...
Preparando el enroque largo que
seria seguido por el avance de
PCR.
1 0.
CD2D
Lasker. dandose cuenta a tiempo
del peligro. simplifico aqui con
10. A x C. D x A; 1 1 . AsC y asi re­
duj o las posibilidades de ataque
de Janowzki. 10. A3R es tambien
una j ugada razonable en que las
negras pueden sentirse obligadas
a j ugar 1 0
P3T ya que el of re­
cimiento de su PCR mediante 1 0 .
P 4C R puede no resultar muy
accrtado. ( 1 1 . A x P. T l CR ; 1 2 .
A x C. A x A -12. . . . . D x P; 13.
C S C . D S T ; 1 4 . P3CR- 1 3 . R2T ).
E l t c x to permite a las negras j u­
ga r dc inmediato el movimiento
l: rlIc i a l de a t aque.
.
. . .•
. . . •
1 0.
1 1.
P4CR
. .
.•
De todas maneras. las blancas de­
berian j ugar 9 . A x C + . P x A; 1 0 .
P4D ; p o r ej emplo : 1 0
P x P;
1 1 . P x P, 0-0 ; 1 2 . COlD. T l R ; 1 3 .
D2A ( Shamkovi ch-Spassky. 28.0
Campeonato de la V .R.S.S . ).
.
acertada; por ejemplo : 1 1 . . .
PSC; 12. P x p. A x P; 1 3 . CD2T
con un j uego razonable ( Evans­
Sherwin. C a m p e o n a t o de los
E E .VV 1 962 ).
P4CR !
Asi las b l ancas postcrgan la apcr­
t u ra dc la co l u m n a por una 0 dos
i ugadas. p e ro 1 1 . C t A e ra muy
1 1.
12.
CIA
A3C
1 2 . C X PC. P4TR! resulta muy
arriesgado para las blancas por­
que 13 . . . . . P x P y 13 . . . . . C x PC
constituyen serias amenazas.
12.
1 3.
1 4.
CR2T
PxP
P4TR
PxP
0- -0-0
Hasta el momento. las blancas
han defendido el flanco R en for­
ma adecuada con su j ugada 1 3 .
de modo que las negras deben
conectar sus torres antes de que
pueda proseguir el ataque sin
riesgos.
1 5.
AxC
Con esto gana un peon. pero el
precio es muy alto. 15. C3R 0 1 5 .
P4C parecen mejores j ugadas
pretendiendo respectivamente el
control de las casillas claras
(4CR. sAR y sD) y un contraata­
que ( Ps C ) .
1 5.
1 6.
AxP
DXA
Factible en este .momento. por­
que las negras dej aron indefen­
so el AR en la ultima j ugada .
1 6.
1 7.
A3R
D2D
C x PC ?
145
U n a j ugada d e m a siado p re c i p i t a­
d a . Las negras t i e n e n los dos al­
files y pueden t ranqu i ! amente co­
ej e l"cer p re s io n con 1 7 .
. . , TD l e . S i n e m b a rg o , la f o r t u ­
mcnzar a
favorece a los valientes.
na
1 8.
DXC
ma se ve por eso sobrecargada.
Por 10 tanto, deberian abando·
narIo de i n m e d i a t o con 20. D3A
aunque d e s p u e s de 20. T D l C + ,
2 1 . C3C ( 2 1 . R l T , T6T ; 22. C3C,
A5C ; 23. D2C, T l T ; 24. C I A , A6A ! )
2 1 . . . . , A 5 T ; 22. C I A, T5 C ! amena­
zando con 23 . . . , P5R las b l a nc as
q u e d a n t o l a l m e n t e i n movi l izada s .
Las b l a n c a s deciden que quieren
« ve n> . Despues de 1 8 . C X C , T6T ;
20.
1 9 . CD2T, TD l T ; 20. P3A, A4T ; 2 1 .
21.
T2R, A x C ; 22. P x A, A5T s e g ui d o
por 23 . . . , A6C las negras t i e nen
fuerte
un
a taque,
aunque
des­
p ue s de l a p a r t i da , Spassky d i j o
que
su
i n tenc ion
TD 1 C +
C 3C
o 2 1 . R l T , A x P y 2 2 . D x A per­
m i t e 22. ' . ' "
D3A + c o n m a t e e n
dos.
verdadera ha­
1 8 . . . , P4AR; 1 9 . P x P,
A X P y si 20. P3A en tonces 20 .
. . . , TD l R e spe ra n d o un consi­
guiente P4D y P5R. A u n q ll e en
b ia sido
ese c a s u l a s b l a n ca s que dan e n
u n a p o sic i o n puramente pasiva,
re s u l t ado e s t a ria muy lej o s de
cl
ser c l a ro .
P4 A R
1 8.
1 9.
PXP?
Las b l a n c a s re t roced e n . Deberian
21.
!legar h a s t a cl f i n a l e i n s i s t i r en
22.
que q u i eren « v e r » . De h ec ho , des­
p ues de 1 9 . D x A ! TD l C ; 20. P x P,
D x P ; 2 1 . D x T, T x D + ; 22. C3C,
A5T; 23 . R2C las b l ancas tienen
l a ventaj a aunque l a posicion es
todavia c o mp l i c a da . S i n embar­
ahora las ne g ras c o n s i guen
un a t a que d e c i s i v o .
go,
AXP
1 9.
20.
AST
AXP
tanto para g a n a r u n pe6n
coma p a r a exclui r 23. R l A .
No
23.
A2D
o 23. C I A , A4CD s e gu i d o por 24.
. . . , A3AD y 25 . . . . , D6T.
23.
24.
D X AD
AXC
D2R
Para p ro teger su PD; pero como
mlles tra la nota siguiente l a da-
146
D3A
Sin que importe como j ueguen ,
l a s blancas caen b a j o un feroz
a taque ; por ejemplo : 24. D x AR,
D6T ! 0 24. P x A, D6T; 25. D x A,
D x C + ; 26. RIA, TlA + ; 27. A4A,
P x A.
24.
D6T
AbaDdoDaD
El final podria ser 25. D x A,
T x D + ; 26. P x T, D x P + ; 27.
RIA, T X C y mate a la proxima.
29.0 Campeonato de la U.R.S.S., Baku, 1 96 1 .
Blanca• • Savon.
44.
APERTURA RETI
1 . C3AR
2. P3CR
3. A2C
P4D
P4AD
C3AD
Las tres primeras j ugadas de las
negras forman una estructura
mas bien arriesgada ya que las
blancas podrian ahora jugar 4 .
P4D con una Defensa GrunfeJd
Invertida (esto es, ganando un
tiempo adicional ). En el tipo de
lucha enconada que normalmen­
te produce la Grunfeld, un solo
tiempo tiene un enorme valor.
Ademas, incluso si las negras ad­
virtieran 10 expuesto de su posi­
cion y evitaran la variante abier­
ta, arriesgarian ( despues de la
jugada P4AD de las blancas ) ter­
minar en un variante de la Ca­
talana, considerada inferior para
las negras (por ej emplo : si ahora
4. P4D, P3R entonces s. 0-0, C3A;
6. P4A produciendo una situacion
que se podria haber originado en
el orden de las jugadas 1. P4D,
P4D; 2. P4AD, P3R; 3. C3AR,
C3AR; 4. P3CR, P4A; s. A2C, C3AD;
6. 0-0) Sin embargo, en esta va­
riante de la Catalana, se consi-
dera generalmente que la jugada
4 . . . . , P4A es inferior a 4 . . . . , P x P
y a 4 . . . . , A2R.
4. 0·0
Las blancas prefieren llegar a
una Defensa India invertida en
la que el tiempo de ventaj a tiene,
sin embargo, menos valor en vis­
ta de la naturaleza cerrada de la
posicion.
4.
5.
P4R
P3D
Aqui s. P4AD ofrece un plan me­
jor para esquivar una posicion
completamente cerrada (5. . . . ,
PsR; 6. C I R 0 5 PsD; 6. P3D Y
entonces 7. P3R abriendo la co­
lumna R 0 la AR).
5_
P3A
Asi encontramos al final una va­
riante Samisch invertida.
6. P4R
7 . C4T
P5D
Por analogia con la Samisch, 7.
147
P3A resuIta tambien muy acerta­
do aqui. Una partida entre Bot­
vinnik y Pomar (Olimpiada de
1962 ). de similar apertura. conti­
nuaba (hubo algunas transposi­
ciones ) 7. CD2D. A3D ; 8. P4A.
CRlR y solo en ese momento.
cuando habia hecho muy dificil
que las negras abrieran el juego
en el flanco D. jugo Botvinnik 9.
C4T seguido por 10. P4A.
7_
8.
9.
P4AR
C2D
A3R
D2D
0-0
Un plan corriente en la Samisch
normal. El rey esta muy seguro
en este lado donde le resultara
muy dificil a las blancas abrir
la posicion (en este momento 10.
P3A solo consigue perder el PD )
y las negras planean continuar
con R1C. T l A y por Ultimo PsA.
Mientras tanto. con las piezas
bloqueadas de esta manera. pue­
de dejar sus piezas menores sin
desarrollar por el momento.
1 0. P4T
1 1 . C4A
12. A2D
1 3. P5A ?
A3D
A2AD
CR2R
Aunque en algunas variantes eI
asalto de peones PsA. P4CR:sC.
etc.. seda un plan acertado. las
blancas no tienen tiempo para
eso en esta situacion. El unico
plan adecuado consiste en inmo­
vilizar a las negras en el centro
mediante el ataque de sR con 13.
C3A.
B ien pensado. acertado y concre­
to. Las negras entregan el buen
alfil para forzar el cambio del
alfil malo. Este era uno de los
obj etivos de su modesta retirada
en la jugada 1 1 . Sin embargo. si
las blancas hubiesen encontrado
13. C3A ! este plan no seria facti­
ble a causa de la perdida del PR.
1 4.
1 5.
PxA
T2A
Si 1 5 . AlA entonces 15
P6D !
seria dificil de refutar. La amena­
za de P7D fuerza 16. P X P cuando
las negras pueden jugar 16.
D X P 0 16
CsC con buen jue­
go. puesto que sus caballos ten­
dran buenas casillas en sD y sCD.
.
148
A--C !
. . . •
. . . •
.
1 5.
1 6.
. . .•
AXA
TxA
Ahora las blancas cuentan con la
Ii �era. pero permanente desven­
taj a que significa tener un alfil
cercado por peones inamovibles
en 4R y 4AD. Las negras planean
mejorar la posici6n general de
sus piezas arreglandoselas para
situar el caballo en 3D donde
ataca a los peones fijos. y luego
abirir la columna CR con P3CR.
16.
1 7. D3A
RIC
D2A
Las negras hacen bien al tener a
la dama en una casilla oscura.
puesto que en algunas circuns­
tancias las jugadas de ataque
DC3 0 D4T sedan acertadas ( por
ejemplo : si ahora 18. TlR enton­
'
ces 18
D4T ganando el PTD
sin niJlgUn riesgo ).
. . . . .•
3.
A4T
1 8. A l A
1 9 . P4CR
CIA
En principio, es un error poner
otro peon en una casilla clara.
Nonnalmente, en tales situacio­
nes, el comentarista agrega «y
las blancas debilitan la 4AR » .
Sospecho que e l lector tiene l a
i m pres ion d e que este comenta­
rio es mas bien abstracto. l Que
significado puede tener en este
caso ? Solo espere un poco y vera
la posicion que se origina des­
pues de la jugada 33.
19.
20.
C3D
T2C
Aparentemente planeando PSC,
pero las blancas , al abrir lineas
en el flanco R, solo conseguirian
entregar el j uego a las negras.
Aqui, como en las j ugadas ante­
riores, prefiero C2C para condu­
cir el caballo a la casilla 3D y
producir un bloqueo.
20.
21.
D2R
Lograda
plan.
22.
la
D2A
P3CR
primera
parte
del
PXP
24_ T2A
25. C 1 R
PxP
P4CR
D3R
T3T
Ataque por la columna TR y de­
fensa de su propio PAR.
26.
P3C
Forzada, si ha de llevar el caba110 a la casilla bloqueada, pero
ahora existe un cierto numero de
casillas oscuras debiles en el
flanco D .
26_
...
D2R
Desocupando una casilla desde la
cual el caballo llegara a SAR.
27. C3D
28. A2C
29_ T l R
30. T5A
C1R
C2A
C3R
Las blancas no tienen un plan
activo; deben sentarse y esperar,
entonces i por que no consolarse
ocupando un puesto importante ?
30.
31.
Perdiendo la paciencia. Como la
torre ya se encontraba en la co­
lumna CR no deberia temer abrir
la columna. Ahora las negras se
infiltran facilmente en el flanco
R via TR.
22.
23. C3A
Fij ando el PCR en una casilla
clara excluyendo asi cualquiera
iniciativa de las blancas basada
en PSC :
TD l T
P3T
En principio, 3 1 . T2A resultaba
mejor, ya que ahora el alfil tie­
ne aUn menores posibilidades.
31
•
. . .
C5C !
Para ocupar 5 AR con el otro ca­
ballo sin el temor de un cambio.
149
32. TD1AR
33. D X C
CXC
La captura alternativa 33. P x C
completa la estructuracion de los
peones y protege el PR. pero. en
ese caso. en el final el PCD seria
aun mas debil (el rey negro
debe estar aprestandose para un
largo viaj e hacia 5CD por las ca­
sillas oscuras ).
33 .
...
CsA
j Mision lograda ! (Vea la nota a
la jugada 1 9 . )
35. R2A
D2AD
De vuelta a las casillas oscuras
en el lado D .
36. D2D
37. R2R
38. T x T
TIC
T4C
Una ultima imprecision. Deberia
dar a las negras la posibilidad de
cambiar torres. permitiendo. por
primera vez en la partida. que el
alfil vea la luz del dia despues
de PR x T.
38.
39. R3A
40. A l A
PxT
D3C
DSC
Este es el final. Normalmente las
blancas deberian abandonar aqui
cuando se han completado los
40 movimientos. Sin embargo. de­
ciden que quieren ever».
41.
42.
34.
150
...
PXD
P6D !
Antes de que las blancas puedan
cerrarla por completo mediante
43. A3D.
TD x C
Aconsejado por la desesperacion.
pero tenia que hacerlo debido al
triple ataque sobre el PTR. de 10
contrario el rey se veria llevado
de un lado a otro por las torres
negras despues de 35. D(cualquie­
ra ). C x P + .
34 .
DXD
R2C
PC x T
43. A x P
44. A l A
Abandonan
R2A
R3C
El rey negro penetra en 5D; por
ejemplo : 45. R3A. R4A; 46. R2R.
R5D; 47. R2D (para detener R6A ).
47
P6A con Zugzwang.
.
. . . •
1 962 - 1 965
CAMI NO DE REGRESO
En virtud de su t riunfo en el Campeonato de la U . R . S . S . a fines
de
1961, Spassky se incorpo ro finalmente al equipo Olimpico So­
1962, en Varna, Bulgaria, hizo su presen tacion en el
vietico, y en
tablero numero t res. Alli, logro algunas estupendas victo rias, ca­
racterizadas por su fuerte juego de ataque ( n .D'48-50 de las cuales
la n.D
50 es m i favorita ) . Luego, en 1 963, inicio el largo camino
que 10 lleva ria nuevamente a ser candida to al ti tulo mundial y
que comenzo con la semifinal del campeonato sovietico. Probable­
mente, sus m ejo res pa rtidas de este pe riodo son la lenta explota­
cion de una posicion de gam bito con t ra Osnos ( n.D 54 ) , y las dos
victorias decisivas con t ra sus principales rivales, Geller y Ko rch­
noy, en e l Torneo Zonal de los Siete ( n.D'
57 y 58) en el que d e b io
superar las consecuencias de un mal com ienzo ( s610 h a b ia con­
seguido media pun to en sus primeras t res partidas ) . E l encuen tro
con Ko rchnoy es probablemente la peor de rrota que ha sufrido
el gran maes tro de Leningrado en los ultimos veinte aiios.
Spassky t riunfo en forma decisiva e n el Torneo de Candidatos
de
1965, una vez que logro vencer el obs tdculo que significa ba el
encuen t ro con Ke res, al que venci6 e n la mds reiiida de las co m­
peticiones. A fines de
1965, los ajedrecis tas b ri tdnicos tuvieron la
prime ra portunidad de ver al candidato en acci6n,
durante el
torneo de Has tings. Recue rdo que e n t re los jugadores y el pti b lico
predomino la impresion de que se encontraban en presencia del
proximo campeon mundial. Su rdpido triunfo sobre Lee fue lle-
15/
vado a cabo en un estilo que recordaba a Alekhine ( n.· 71 ) . Lamen­
tablemente, muy pronto se comprob6 que nuestros deseos eran
puramente ilusorios.
Olimpiada Estudiantil, Marianske-Lazne, 1 962.
Negras : Ciric.
45.
DEFENSA SICILIANA
8.
P4AD
C3AR
C4D
P3R
1 . P4R
2. C3AR
3. P5R
4. C3A
Encontramos una altemativa ra-'
zo n able en 4
C x C ; 5. PD x C
en que las negras pueden inten­
tar el sistema defensive cerrado
de Zak S
, P3R; 6. A4AR. C3A;
7 A4A. D2A; 8 . 0.0. P3CD con un
posible enroque largo, 0 5. .
P4D ; 6. P x P a.p D x P e n que las
negras pueden muy bien perder
su PD atrasado despues de 7.
D x D, P x D ; 8. A4AR y 9. 0.0-0
pero es dificil para las blancas
ganar el final resultante porque
su peon de ventaja se encuentra
duplicado lejos del centro.
.
.
. . .•
. . .
..
. .•
.•
5. C X C
6. P4D
PXC
C3A
Una jugada hecha por primera
vez en 1924 y que despues de ha­
ber sido adopt a da con exito por
Larsen contra Gligoric ( Zrich.
1 959 ) ha sido analizada intensa­
mente.
7.
152
PXP
AXP
DXP
D3C
El obj eto del sacrificio. Las blan­
cas solo pueden defender 2AR re­
tardando su propio desarrolIo ( 9
D2D ). entonces las negras enro­
can. j uegan P3D y tienen una pro­
metedora delantera en el desa­
rrolIo. De acuerdo con plantea­
mientos modernos respecto del
supremo valor de la iniciativa.
pnicticamente las blancas han
dejado siempre el PAR abando­
nado a su destino con la inten­
cion de ganar la columna AR
para un ataque.
9. A4DA
1 0. R2R
1 1 . T l AR
12. C5C
AXP+
0-0
A4A
Todo esto es teorfa. AIgunos sos­
tienen que la presion de las blan­
cas sobre el fIanco R pesa mas
que el hecho de que el rey se en­
cuentre expues to. Ahora las ne­
gras efectuan una j ugada pre­
parada especialmente para este
evento por un equipo de analis­
tas yugoslavos.
12 .
...
C xP?
El curso normal de los hechos es
12
CsD + ; 1 3 . RlD. C3R para
bIoquear el ataque de Ias blan­
cas en 7AR en que aparecen gran­
des complicaciones despues de
.
. . .•
14. P3A ! . P3D ! ; 1 5 . P4CD. A x P.
El texto habia sido jugado en la
Olimpiada Estudiantil del ano
anterior. en un encuentro entre
Spiridonov - Miagmasuren c o n t i­
nuaba 13. D x C. P4D ; 14. A x P.
AsC + ; 1 5 . R2D. TD l D ; 16. C x PA.
D4T + ; 1 7 . R3D. D3T + ; 1 8 . P4A.
A3R; 19. C x T. T x C ; 20. R3A.
A x A ; 2 1 . P3CD. A x P y finalmente
ganaron las blancas. Es evidente
que el equipo de analistas yugos­
lavos habian encontrado la ma­
nera de mejorar esto.
1 3. D X C
1 5. R3A
una Iigera ventaj a.
P4D
Inmediatamente despues de la
partida. Spassky senalo que du­
rante su Iarga meditacion acerca
de esta jugada. habia descubierto
D3A +
Para refutar 16. A4A con 16
neras.
1 6. R3C
.
...
.
A3D +
El ataque parece peligroso por­
que si 16. A4A entonces de todos
modos 16 . . . . . T6R + . Sin embar­
go. Spassky habia planeado la re­
plica correcta con varias jt.;gadas
de antelacion.
1 7.
Las blancas podrian intentar 1 3 .
C x PA. C x C ; 1 4 . T x C pero des­
pues de 14 . . . . . D3R ! tienen solo
1 3. . . .
14. D X PD !
TD lD; 17. D4R 0 bien 16. D4R de
inmediato y deberian ganar. El
texto por 10 menos tiene el me­
rito de forzar a las blallcas a
adelantar al rey.
T4A !
En este momento las negras pen­
saron durante largo rato. pero
no pudieron encontrar nada me­
jor que . . .
1 7.
...
A3R
17 . . . . . A x T + solo mejoraria eI
desarroIlo de las blancas. La to­
rre queda cIavada de todas ma­
neras.
14. A x P. AsC + ; 1 5 . R1R. T D l R !
10
cual es bueno para las negras ;
por ejemplo : 16. A x P + . R 1 T ;
1 7 . A x T. D4T + ; 1 8 . A2D . A7A +
ganando la dama con j aque. De
ahi su preferencia por el texto.
despues del cual puede resistir
el ataque.
14 .
...
TIR+
Despues de 1 4 . . . . . A5C + ; 1 5 . T3A.
A8C las bIancas juegan 16. R1A.
153
1 8. C X A
1 9. D X A !
TXC
D3C
T6R + -
Finalmente las negras se las arre·
glan para ganar la dama, pero a
un precio demasiado alto. ya que
entran en juego las piezas blan­
cas que hasta el momento se en­
contraban inactivas.
21. AXT
DXD+
TlR
0 22
D x P ; 23. T l D y las blan­
cas controlan el tablero.
.
Una liquidacion decisiva.
19.
20. T4C
22. R2A
23.
. . . •
T4A
Volviendo al tema basico : la de­
bilidad de 2AR de las negras.
23.
24.
2S.
26.
27.
28.
29.
A3C
TlR
T3A
T1D
R1C
A4D
T2R
D4R
P4CR
R2C
P3A
PSC
Abandonan
46. Campeonato de Equipoa de la U.R.S.S., 1 962.
Blancaa : Mikenaa.
DEFENSA NIMZOINDIA
1.
2.
3.
4.
S.
P4D
P4AD
C3AD
P3R
D3A
C3AR
P3R
ASC
P3CD
El veterano Mikenas es conocido
por su juego ingenioso, pero esta
jugada se parece demasiado a la
de un principiante para ser bue­
na. Su experiencia deberia haber­
le ensefiado que los movimientos
de dama prematuros resultan
poco aconsejables en esta aper­
tura. especialmente despues de
su catastrofica derrota en veinte
jugadas en su encuentro con Ke­
res durante el Campeonato de la
154
U.R.S.S. en 1 944. El desarrollo de
la partida fue el siguiente : 1 .
P4D. C3AR; 2 . P4AD, P3R; 3 .
C3AD, ASC ; 4 . D3D ? P4A; S . PSD,
0-0; 6. A2D. P x P; 7. P x P. P3D ;
8. P3CR. P3CD; 9. A2C. A3T; 1 0 .
D2A. CD2D ; 1 1 . C3T. T l R ; 12. C4A.
A x C ; 1 3 . P x A? P4CR; 14. C3D.
T x P + ; 15. R x T. C4R; 16. R l D .
A X C y l a s blancas pueden dar
por perdidas sus esperanzas.
S.
...
P4D
La mejor. Despues de S . . . . , C3A ;
6. A2D. A2C ; 7. D3C (Alatortsev­
Kan, 1 939 ) la situacion de las
blancas no es del todo mala.
6.
A3D
Si 6. A2R entonces 6 . . . . , C5R,
mientras que despues de 6. P x P ,
P x P las negras amenazan tanto
con C5R como con A5C.
6
•
. . .
A3T
Ahora se manifiesta la desven­
taj a de la posicion de la dama.
7. A2D
PD X P
P4A
CD2D
Ahora la amenaza de 9 . . . . , C4R
obliga finalmente a las blancas a
reconocer el error de su proce­
dimiento.
9.
A2R
o 9. D2R, C x P y la ventaj a de
las negras se manifiesta.
9.
t o.
PXP
AD X P
0-0
Las blancas se encuentran real­
mente en peligro. Pueden ser dis­
persadas antes de que completen
su desarrollo, de manera que de­
sisten de aven turas tan temera­
rias como 1 1 . P x P, C4R; 1 2 . D3C,
C6D + en que las negras tienen
una estrangulaCion en los cua­
dros c1aros como en la partida
con Keres mencionada anterior­
mente.
11. AxA
PXA
C6D +
PxP
Las blancas han sido completa­
mente superadas : las negras tie­
nen la columna abierta TD, la
amenaza de IS . . , C x PC y la
presion contra 7AR.
.
1 5. A I R
1 6. P X A
Rehusando admitir eI error en la
j ugada cinco. 7 . D2R protegiendo
el AR podria permitirles comple­
tar su desarrollo y salir i1esas .
7.
8.
1 2. D2R
1 3. C3A
1 4. RIA
C4R
.
AXC
o 16. A x A, C5R;
1 7 . AI R, D3A;
18 . C4D, P4R y 1 9 . . . " TRlD con
dominio completo.
1 6.
1 7. C4D
1 8. C2A
1 9. P3A
C5R
P4R
D3A
TRI D
Amenazando con 29, . . "
2 1 . . . " T7D,
20. R I C
21. C xC
CxA y
CXA
o 2 1 . D x C, T7D; 22. C4C, D4C ;
23. P3C, TD l D ; 24. P x C, DSC con
las amenazas vencedoras 25 . . . "
T8D y 25. , . " D3A, 2 1 . P x C quita­
ria de en medio al poderoso ca­
ballo central, pero despues de 2 1 .
. ' " C x C ; 22. D x C, T6D la s blan­
cas pierden muy pronto sus peo­
nes debiles aislados (23, T l D ?,
T x PR ! ).
21. . . .
22. D X P
Abandonan
CxP
P5R
La amenaza es 23 . . . " C7R + y si
23. R IA, C4D 0 23. T l A, TDlA; 24.
D6T. C7R + ,
155
47.
La Habana, 1 962.
Negraa : GODzalez.
DEFENSA INDIA DE DAMA
1. P4D
2. P4AD
3. C3AR
4. C3A
C3AR
P3R
P3CD
D4C; 1 3 . T4T. P4A; 14. P4TD. C3A
Una jugada chisica. utilizada por
primera vez en la epoca anterior
a Nimzovich. pero considerada
dudosa durante un largo tiempo
en vista de la fuerza de la clava·
da de las negras ASC.
4.
5. A5C
6. P3R
7 . A4T
A2C
A5C
P3TR
P4CR
Una jugada atrevida para fortale·
cer el efecto de la clavada.
8.
9.
A3C
D2A
C5R
Las blancas tienen que ejercer
presion sobre la casilla clave AR
para poder replicar la agresiva 9 .
. . . . P4TD con 10. A3D Y si 10 . . . . .
P4AR entonces 1 1 . P5D ! llevando
a complicaciones parecidas a las
de la partida.
9.
10.
PXA
AXC+
P3D
10
C x A parece ilogico des·
pues de los esfuerzos de las ne·
gras por establecer el caballo en
su fuerte casilla central. pero.
como muestra el desarrollo de la
.
156
. . . •
partida. muchas j ugadas de peo­
nes .centrales debilitan su posi­
cion. de modo que 10 . . ". C x A ;
1 1 . PT x C. P5C e s una buena al­
ternativa; por ejemplo. 12. C5R.
Y las negras tienen un juego ra·
zonable (Uhlmann·Spassov. Zin­
nowitz. 1965 ).
1 1 . A3D
P4AR
Esto parece muy natural. pero la
siguiente jugada blanca 10 hace
aparecer dudoso. Por 10 tanto,
las negras deberian preferir 1 1 .
C x A; 12. PT x A. C2D; 1 3 .
P4TD. P4TD seguido p�r 1 4 .
D2R y 15 . . . . . �.
. . . •
1 2.
P5D !
Una j ugada dimimica para con­
seguir e1 control de las casillas
debiles 6R y 5AR. Se j uga por
primera vez en el encuentro Ke­
res-Taimanov. 22.· Campeonato de
la U.R.S.S 1 955.
.•
12
.
...
PxP
La linea de menor resistencia. La
mejor posibilidad de las negras
es el sacrificio 1 2
C2D ! para
completar su desarrollo. y espe­
cular sobre la explotacion de 10s
peones debiles de las blancas. Si
entonces 1 3 . A x C. P x A; 14. D x P.
.
. . . •
D3 " ; 15. 0-0. 0-0-0; 16. D x P. D x D ;
17. P x D. C4A; 1 8 . C4D. TDlR y
las negras deberian igualar (Ree-
Taimanov, Hamburgo, 1 965 ). Re­
sulta mas decisiva la sugerencia
de Keres 13. P x P, CD4A; 14. C4D,
D3A ; 15. P3A, C x A + ; 16. D x C,
C4A; 1 7 . D x PA y las blancas que­
dan con un pe6n de ventaj a.
1 9. P4R
20. P4AR
A2A
Naturalmente, las blancas inten­
tan abrir !ineas en el centro.
1 3. C4D
La j ugada clave del plan de ata­
que de las blancas.
1 3.
D3A
o 1 3 . . . . , P x P ; 14. AR x P, D3A;
15. P3A, C x A; 16. PT x C con
fuerte presi6n; por ejemplo : 1 6 .
. . . , C2D; 17. D x P, 0-0-0; 1 8. D x D ;
C x D; 1 9 . P4C ! fij ando el PTR
con el mej or final.
1 4. P x P
1 5. P3A
1 6. PT X C
AXP
CxA
C2D
Para lograr u n enroque artificial
mediante 2 1 . . . . , R2C , pero ahora
las blancas las acosan sin piedad.
21.
Las negras se apresuran a com­
pIe tar su desarrollo.
1 7. A x P
C4A
Si 17 . . . . , 0-0-0 ; 1 8 . D4T con fuer­
te presi6n sobre el fIanco D. Asi
continuaba la partida original
de la variante ( Keres-Taimanov,
mencionada mas arriba ). Las ne­
gras siguen un curso distinto,
pero dejan al rey expuesto en et
centro.
1 8.
0 -0-0
P3T
Para impedir eI peligroso 19. C5C.
La posici6n de Ias negras esta
tan lIena de casiIlas bIancas de­
biles que resulta dificiI sugerir
una j ugada razonabIe.
RIA
20.
P5R !
PD X P
2 1 . . . . , D2R 0 2 1 . . . . , D2C parece
mejor, pero aun entonces 22.
T R 1 R dej aria a las bIancas con
todos sus triunfos intactos y el
peligroso avance P6R en el aire.
22.
P x PR
DXP
La audacia de los condenados. 22.
. . . , D2C es de todas maneras la
mejor. Como dice la grafica ex­
presi6n: « Estan abiertas todas
las puertas y ventanas».
23.
TRI A
R2C
o 23 . . . . , TD1R; 24. A6C, T2R; 25.
C6A, D6R + ; 26. R 1 C y gana pie­
zas.
157
24. TDIR
25. A4R
D3D
Abandonan
Existe la doble amenaza de 26.
A x T y la tenaza de caballo 26.
CSA + ; por ejemplo : 2S . . . . , D1A;
26. A x T. D x A ; 27. T x A + ! . R x T ;
28. DSA + . R1C; 29. T7R con un
rapido mate.
48. Olimpiada de Varna, 1 962.
Negras : Darga .
jugar hasta que hayan e1iminado
la posibilidad de CSCD.
DEFENSA SICILIANA
1.
2.
3.
4.
5.
P4R
C3AR
P4D
CxP
C3AD
P4AD
C3AD
PxP
P3R
D2A
Una sutileza modema en la aper­
tura. Despues de 6. CRSC. D 1 C ;
7. A3R. P3TD ; las blancas deben
retirar el caballo a 4D. y su in­
tento de « castigar» a las negras
por no. jugar el habitual P3TD
solo ha dado como resultado el
permitir a las negras esa jugada
ganando tiempo. La dama negra
esta muy bien situada en leD
donde se encuentra menos ex­
puesta a los habituales sacrificios
de caballos CSD 0 C X PCD.
6. A3R
158
P3TD
En esta linea. la teoria esta to­
davia sufriendo grandes cambios.
Entonces se pensaba que el texto
constituia una medida profilac­
tica muy apropiada para impedir
ASC y hacer menos peligroso
P4CDSC. Sin embargo. dos anos
mas tarde. en el Zonal Sovietico
( « El Tomeo de Siete » ) Spassky
prefirio la mas agresiva 7. P4A
contra Suetin. Por otro lado. si
las blancas quieren hacer un mo­
vimiento que produzca 'un desa­
rrollo. pueden continuar con 7.
A2R 0 7. A3D.
7.
8.
9.
P3TD
Pero las negras sienten que a la
larga no podran arreglarselas sin
esta jugada. especialmente por·
que uno de los principales temas
de las negras en este sistema im­
plica el fortalecimiento de su
presion sobre las casillas oscuras
con
A3D. la cual no pueden
. . .•
7.
A2R
P4A
P4CD
A2C
C3A
Las negras podrian tratar de ex­
plo tar el orden. ligeramente desu­
sado. de las jugadas mediante 9.
C x C y si 10. D x C entonces
10
C2R; 1 1 . 0-0. C3A alejando
a la reina de su puesto en el
centro.
. . .•
.
. . .•
1 0.
A3A
P3D
Las negras tienen que volver a
la normalidad, ya que 1 1 . PsR
constituye ahora una fuerte ame­
naza.
1 1.
0-0
C4TD
Desacertado. P o d r i a n intentar
aprovecharse del hecho de que
tienen un contl"Ol razonable de
su casilla 4D con 1 1 . . . . , C x C; 12.
D x C; P4R en que el alfil blanco
en 3A se ve severamente constre­
fiido por los peones bloqueados
en el centro. Tambien podrian
jugar sin ningun riesgo 1 1 . . . . ,
A2R. pero probablemente no ad­
virtieron que despues de 12. PsR.
P x P ; 13. C x C, A x C; 14. P x P
podrian interponer 1 4. . . . , T l D con
un juego razonable en 15. A x A + .
D x A; 16. D2R, C4D. Pero no la
linea 14 . . . . , C2D ; 15. A x A, D x A;
16. DST ! protegiendo el PR y
amenazando el PAR y preparan­
do un ataque; por ejemplo : 16.
0-0; 17. T3A 0 1 6
P3C ?; 17.
D6T y 17
C x P falIa ante 18.
D1C.
. . .•
.
.
. . .•
. . .•
1 2. D2R
1 3. P5R !
C5A
Esta es una ruptura tipica de las
blancas en la Defensa Siciliana.
Resulta particularmente peligro­
sa en esta situacion, en que las
negras se encuentran todavia a
dos jugadas del enroque.
13
.
...
C XA
La Ultima jugada de las blancas
dej a el AD y el CR de las negras
en prise, de manera que 13. . . . ,
P x P perderia ante 14. CR x PCD,
P x C ; 15. C x P y la dama negra
no puede defender el alfil y el
cabalIo.
1 4. D X C
PXP
Nuevamente. si 1 4
C2D, las
negras tienen que tomar en cuen­
ta la sobrecarga del tema : 15.
P x P, A x P; 16. CR x PCD, P x C ;
17. C X P, D4A; 1 8 . C x A + , D x C ;
19. A x A, TICD; 20. A4R, T x P ; 2 1 .
TRIC y e l PTD d e las blancas
sera 10 suficientemente fuerte
como para ganar el final.
.
1 5. P x P
. . . •
C2D
o 15 . . . . , C4D ; 16. C x C, A x C ; 17.
A x A, P x A ; 18. P6R ! con gran
ventaja.
1 6. A X A
1 7 . D4A
DXA
C3C
Sokolsky sugiere 17.
0-0-0 pero
no se ve claro que compensacion
obtienen las negras por un peon
perdido, despues de 18. D x P, A4A
(0 1 8 . . . . , C x P; 19. D X P + , C2D ;
20. C4R 0 incluso mas simple­
mente 19. D x D + y 20. C x PR.
Si 18 . . . . , D3C, entonces 19. C2R y
las blancas tienen nuevamente
un solido peon de ventaja); 19.
TDlD ( no 19. C2R, DsR ! ), C x P ;
20. D x P + C2D; 2 1 . C4R, TRIR;
22. C x A !
. . . •
1 8.
TD I D
C5T
Un movimiento curioso pero las
negras tienen que haberse dado
159
cuenta de que sena mejor elimi­
nar la amenaza de CAR; por
ejemplo : 18. . .. , A4A; 19. C4R,
A x C + ( 1 9 . . . ', TDlA; 20. D4C );
20. T x A, 0-0 y ahora 21. C6A +
tienen mucha fuerza. Sin embar­
go, resulta aun mejor 2 1 . DSC,
C4D (21 . . . . , P3TR; 22. C6A + ,
R l T ; 23. T4TR y mate mediante
24. T x P + ); 22. C6A + , R 1 T ; 23.
T4TR y mate nipidamente.
19. C x C
20. R I T
PxC
E n algunas variantes, l a clavada
en la diagonal negra 0 el jaque
dam a en 3CD pueden resultar pe­
ligroso para las blancas, por eso
toman esta uti! precaud6n . Las
negras se ven absolutamente im­
potentes.
20.
A4A
21. C X P !
22. D X P +
PXC
D4C
Si 22 . . . . , R2R entonces 23. D4T + ,
R1R y ahora las blancas ganan
con 24. D4CR; por ejemplo : 24 . . . . ,
D3A; 25. T6D 0 24 . . . . , D2R; 25.
D4T + 0 24 . . . . , A2R; 25. D x PR,
T ! AR; 26. T x T + y 27. T7D, 0
con 24. D4C ; por ej emplo : 24 . . . . ,
D3C; 25. D x PC amenazando a la
torre y 26. D7D mate 0 24. . . . ,
D3A; 25. D X PC como en la par­
tida presente.
23.
D4CR
D3A
o
23 . . . . ,T lAR; 24. D x P + , A2R ;
25. T x T + , R x T; 26. P4A ! , D2C ;
27. T l A + , R1R; 28. D8C + , R2D ;
29. T I D + , R2A (29 . . . . , R3A; 30.
D6R + , R4A; 3 1 . P4C + ); 30. D6R
y gana.
24.
25.
26.
D X PC
TXT+
DXP
T I AR
AXT
TIA
N o 2 6. . . . , T I D ; 27. D6C + y 28.
D6A + ganando la torre, ni 26 . . . . ,
A4A; 27. P4CD !
27.
La unica manera de tratar de en­
rocar, pero ahora llega un sacri­
fido vencedor.
160
D6C +
Abandonan
Despues de 27 . . . . , R2R; 28. T6D,
D5A; 29. D7T + las negras deben
jugar 29 . . . . , A2C para impedir el
mate inmediato.
49.
Olimpiada de Varna, 1 962.
Negraa : Evans.
DEFENSA INDIA DE REY
1 . P4D
2. P4AD
3. C3AD
4. P4R
5. P3A
. . . .
C3AR
P3CR
A2C
P3D
. . . .
Esta era la jugada favorita de
Spassky contra la Defensa India
en sus primeros afios y j lo es
todavia !
5.
P3A
La experiencia ha demostrado
que esta estructuraci6n sobre el
flanco D resulta demasiado lenta
porque implica muchos movi­
mientos de peones. Es mejor 5.
. 0-0 seguida por 6.
P3C pen­
sando en P4A. 0 mediante 6 .
.
C3A con el prop6sito de jugar
P4R (0 incIuso P3TD. T I C y
P4CD).
. . .
. . . •
. . .
6. A3R
7. D2D
P3TD
Tambien resulta muy fuerte aqui
7. PSR !
7.
8.
P4CD
0·0·
Esta es mejor que la mas comun
8. A3D en que las negras -consi·
guen ganaI' tiempo con 8.
P x P ; 9. A x P. P4D (Botvinnik·
Smyslov. competici6n de 1958 ).
. . .•
8•
.. .
Se ha sugerido 8 .
DAT pero
despues de 9. R1C las blancas
todavia tienen buenas perspecti­
vas. ya que amenazan refutar 9.
0-0 con 10. C5D. Si S .
CD2D
entonces PSD! resulta para las
blancas una ventajosa apertura
del juego.
PxP
. . . .
0·0
9. A x P
Esto parece inconsecuente. Las
negras deberian mantener al rey
en el centro todo el tiempo que
sea posible para no dar a las
blancas un obvio objetivo de ata­
que. De aqui que las negras de­
ban intentar 9 . . . P4D ; 10. A3C.
P x P; 1 1 . P x P. CSC ! y las negras
tienen mas juego en los cuadros
oscuros que en la partida. Obser­
ve que 9. . . . . CD2D se enfrenta
mediante 10. P5R! explotando la
cIavada oculta en la columna D .
.
1 0.
P4TR
.
P4D
Una reacci6n obvia en ambos
bandos. pero la jugada de las
blancas parece mas convincente
porque desde este momento y
hasta que las negras abandonan
resulta dificil mejorar su juego.
Por 10 tanto tendria mejores po­
sibilidades con 10 . . . . . P4TR para
postergar la apertura de la co­
lumna TR. 0 la sugerencia de Pe­
trosian 10.
A3R para reducir
la influencia de las piezas blancas
mas agresivamente situadas. j De
ahora en adelante. vigile la ame­
naza en la diagonal 2TD/SCR!
. . .•
161
11.
PxP
A3C
Si ahora 1 1 . • P4TR entonces 12.
PSR. C1R; 13. P4C. P x P; 14. PST
con un ataque muy fuerte. coma
sucede siempre en las posiciones
en las que no hay un .:aballo de­
fensor 3AR.
No 15 . . . . . C4T ; 16. T X C. P X T ; 17.
DSC.
. . .
12.
P5T !
Es posible que Evans solo haya
esperado 12. P X P en que podria
intentar 12 . . . . . CSC o. mejor aun.
12
• ASC; 1 3 . C3A. CD2D com­
pletando su desarrollo.
.
. . .
1 2.
...
PR X P
Buscando la posicion que se ori­
gina despues de su jugada 15. Si
12. . . . . C X P entonces las blancas
pueden jugar 13. P4C. C3A; 14.
A6T ( 1 4. D2T tambien tiene fuer­
za) 0 1 3 . A6T en que las amena­
zas de 14. T x C 0 14. C x P y en­
tonces 15. CSC son demasiado
fuertes.
1 3. PT X P
1 4. A6T !
1 5. T4T !
PT X P
PXP
Tenemos ahora un autentico gam­
bito. El tiempo perdido en cap­
turar el peon retarda el ataque.
por ejemplo 15. D x P. ASC para
forzar cambios 0 para bloquear
la columna con A4TR. Ahora. sin
embargo. exi�te la amenaza de
16. A x A. R x A; 17. D6T + de ma­
nera que las negras tienen pocas
posibilidades de elegir.
1 5.
162
C5C
1 6. A X A
17. D X P
RxA
C3T
Las negras tienen varias otras
posibilidades; por ejemplo : (A)
1 7 . . . . . C6R ?; 1 8 . D2T ! . T l T (18 .
. . . . C � T ; 19 T7T + . R3A; 20. DSR
mate! ); 19. T x T. D x T ; 20. DSR +
ganando el caballo 0 bien ( B ) 17.
. . . . C3A; 18. C3A. T l T ( la amena­
za era 19. TD l T 0 bien 19. CSR
seguido por 20. A x P ! ); 19. A x P ! .
R x A; 20. CSR con u n ataque ven­
cedor (20 . . . . , R3R; 2 1 . D3T + . R3D ;
22. C7A + . R2A; 2 3 . D3C + ) 0 ( C )
1 7 . . . . . TlT; 18. T x C. A x T ; 1 9 .
D x A. C2D; 20. C3A. C3A; 2 1 . D4A
seguido por CSR 0 ( D ) 17.
P4AR; 1 8 . C3A. T l T ; 1 9 . T x T.
D x T; 20. T l T. D 1 D ; 2 1 . CSC. En
todas estas variantes el alfil tie­
nen un poder inmenso. Tal vez la
mejor posibilidad defensiva era
( E ) 17 . . . . . D3D; 18. T x C. A x T ;
19. D x A. P4AR; 20. DSC. D3A
pero despues de 41 . C3A las acti­
vas piezas menores de las blan­
cas deberian. a la larga. darle la
victoria a pesar del cambio de
damas.
. . . •
1 8. C3A
1 9. T2T
C4A
(Ver diagrama siguiente. )
Una vez mas. las negras tienen
amplias posibilidades de eleccion; por ejemplo : 19 . . . . . C6R? ;
2 0 . D S C ! 0 bien 19 . . . . . T l T ; 20.
A x P ! 0 19 . . . . . P3R; 20. CSCR pe­
netranpo con una torre en 7T 0,
demasiada presi6n en las col um­
nas CR y TR como tambien en
la diagonal 2TD/8CR.
2 1 . C4R
22. T D I T
D2A
T l CR
C3A ; 23. ( j Lo ha adivi­
nado ! ) A x P !
o 22 .
. . . •
23. T7T +
24. T X P +
la mej or de todas. 19
C2D en
que 20. TD l T . C3A; 2 1 . A x P !
gana; por ej emplo : 2 1 . . . . . R x A ;
22. CSR + . R3R; 2 1 . D x P + . Es
decir. un bonito cambio en la
direcci6n del ataque.
.
1 9.
20.
. . .•
D3D
C2D
CSR
No 20
C X P ; 2 1 . DSC 0 incluso
( aunque de nuevo ) 2 1 . A x P L Si
en vez de 20.
A3R entonces
2 1 . C4R seguido por 22. A x A
gana. En todas estas variantes. es
evidente que las blancas tienen
.
. . . •
. . . •
RIA
RIR
Evans decide hacer que los espec­
tadores se estremezcan de emo­
ci6n y sigue jugando.
25.
26.
DXP!
T8A +
CXC
Ahandonan
26
R2D ; 27. CSA mate seria .
un elegan te toque final. pero por
supuesto existe un doble con 27.
D6R. y 27. D8R 0 27. A6R tam­
bien deben ser tornados en con­
sideraci6n
E n general. esta partida fue
considerada la mej or de la Olim­
piada. aunque el triunfo de Fis·
cher sobre Naj dorf en 24 jugadas
estuvo casi a la altura.
.
. . . •
50. Olimpiada de Varna, 1 962.
Negras : Schmid.
DEFENSA BENONI
1.
P4D
P4AD
Una de las aperturas favoritas
de Schmid. aunque en la OHm­
piada anterior ( Leipzig. 1 960 ) per·
di6 con ella cuando la utiliz6 con·
tra Botvinnik.
2.
3.
4.
5.
6.
PSD
P4R
C3AR
A2R
C3A
P3D
P3CR
A2C
C3AR
C3T
Invitando 6. A x C puesto que la
columna CD seria muy uti! para
las negras ( T l CD intensificando
163
la preSlOn sobre 2CD. luego, tal
vez sobre TsC ).
C2A
7. 0-0
8. T l R
C4T entonces 12. A3R y
Si 1 1 .
las negras se ven todavia amena­
zadas con 13 . PsR 0 13. C2D obli­
gando al caballo a retirarse a 3A.
. . . •
,
D2D
1 2_
Spassky e s e l primero que se
separa de la partida de Botvinnik
que continuaba 8. P4TD. P3TD ;
9. C2D. A2D ; 10. C4A. P4CD; 1 1 .
PsR ! y las blancas castigaban a
las negras por haber dejado de
enrocar. Puede muy bien que el
texto signifique una mejora pues­
P4CD no funciona
to que 8.
todavia - 9. A x P + . C x A; 10.
C X C y la torre protege e1 PR.
. . . •
8.
0-0
...
. ..•
P3TD
9 . P4TD
1 0. A5CR !
Las blancas hacen bien al jugar
en forma activa. ejerciendo pre­
sion sobre el PR y esperando for­
talecer la presion sobre esa casi­
Ha mediante PsR 0 D2D4A4T. 10.
. . . T I C las negras introducen
P4CD y en P X P 3 p. su PTD esta
seguramente protegido por el CD.
.
.
1 0.
. .
.
P3T
Antes de que las blancas puedan
jugar 1 1 . D2D.
1 1 _ A4AR
164
A2D
Esperando 13. A x PT ? PSC y las
negras tienen un buen j uego; por
ej emplo : 14. A x A. P x C ! ; 15. D6T.
CSC ganando una pieza 0 14. CID.
C X PR. Naturalmente. Spassky
ha previsto esta eventualidad y
se ha preparado para contrarres­
tarla en el centro en forma muy
parecida a la partida de Botvin­
nik. Por eso las negras hubiesen
obtenido mejores resultados j u­
R2T 0 incluso 12
gando 12
P4CR.
.
i Schmid aprendio la leccion que
le ensefiara Botvinnik ! 9.
P4CD n o e s todavia una amenaza
directa. pero resulta uti I para
la!, blancas limitar la posibilidad.
de manera que . . .
P4CD
1 3_
. . . •
.
. . . •
P5R !
El obj etivo principal de esta ju­
gada es conseguir la casilla 4R
para el cabaHo cuando este se
vea forzado a abandonar 3AD.
1 3.
PD X P
Esto concuerda con el plan de
las blancas, pero si 13 . . . . , C4T
entonces 14. P x PD mientras que
PsC entonces 14. P x C,
si 13
P x C; 1 5 . PC x P ganando el PTR
despues de 10 cual, como mues­
tra la partida. las blancas obtie­
nen un fuerte ataque contra el
rey.
.
. . .•
1 4_ A x PR
1 5. A x C
1 6. C4R
P5C
AxA
Ahora el cabaHo ataca el PAD, el
PTR esta en prise y. en muchas
variantes. las blancas estan dis­
puestas a entregar el PCD y lue·
go el cambio para lograr la for­
maci6n de ataque D en 6T. C
en 5C.
1 6.
A2C
. . .
. . .•
.
. . . •
. . . •
.
. . . •
A X PC
1 7. C X P
A4A
TDlD
La jugada perdedora. 18 . . . . , A6A
no era acertado a causa de 19.
D x PT a si 19
A x T ? ; 20 C5C
o 19
A2C; 20. D4T como antes.
De aqui que las negras tengan
que proteger al rey mediante 18
A2C aunque quedaria con un
pe6n de menos despues de 19.
D x PC.
.
.
. . . •
. . .•
. . . •
•
2 1 . C5C
Ahora que el caballo blanco se
ha alej ado un poco mas de las
cercanias del rey. las negras de·
ciden que pueden reestablecer,
riesgos. la igualdad material con
posibilidades de ganar el cambio
o el PTD.
1 8.
.
.
Las negras no se dej an tentar. Si
16.
A X PC las blancas pueden
replicar con 17. TD I D agregando
P6D a su surtido de amenazas. 0
si no 1 7 . D x PT. A2C ( 1 7
A x T ? ; 18. CR5C y mate ); 18. D4T.
P3A ( 1 8
C x P; 19. CR5C. T I R ;
2 0 . T D l D . con una posici6n po­
derosa ); C x PAD y como 19
C X P pierde ante 20. A4A. P3R;
2 1 . C4D las negras quedan en
muy mala situaci6n.
.
Las negras no tienen tiempo para
20 . . . . , A x P a caus � de 2 1 . C5C.
T l R ; 22. CD6R ! ! . P x C (22
C x C ; 23 . P x C. A x T ; 24. P x P + .
R IA ; 25. D7T. P4R; 26. D8C + .
R2R; 27. P x T( D ) + . D x D; 28.
D x A + etc.); 23. P x P. DlA (23
A x T ?; 24. D7T + . RIA; 25 . D x P.
R I C ; 26. T x A forzando la captu­
ra de la dama con la amenaza
T3D3T ; 0 23.
C4D; 24. A3D ! .
P6C ; 25. D7T + . R IA ; 26. D x P.
R I C ; 27. D7A + . R1T; 28. T4R y 29.
T4T + ); 24. A3D. C X P; 25. D7T +
RIA; 26. C x C + . D x C ; 27. T x D.
A x T ; 28. T x PC y gana.
En esta estupenda combinaci6n
se sacrifica un caballo el 6R. En
cambio. en la partida misma es
un alfil el que se inmola en esa
casilla.
TRIR
Aqui la torre le quita al rey una
casilla de escape. Si Schmid se
hubiese imaginado la magnitud
de la tormenta que estaba a pun·
to de abatirse sobre su cabeza.
habria jugado 2 1 .
TRIC. aun·
que despues de 22. CR4R. D l D el
rey se veria todavia expuesto a
gran presi6n en vista de la falta
dp. piezas defensivas en el lado R.
. . . •
. . . •
. . .•
.
. . . •
19. D X PT
20. D4T
A2C
D3D
165
22.
A3D !
Una jugada dificil de encontrar.
El obj etivo es que despues de 22.
. . . , A x A, 23. D7T + , R1A neg� el
sacrificio vencedor 24. CD6R + ,
P x C (24 . . . . , C x C; 25. P x C, P3A;
26. T x A y 27. D x P); 25 . P x P
amenazando con 26. T x A, D(cual­
quiera ); 27. T3A + .
22. .
23. A X A
. .
D XC
CxP
No 23 . . . . , P x A; 24. D7T + , RI A;
25. D5T, R1C; 26. D x P + , R1T;
27. T3D mate.
24. A6R !
Abandonan
24.
P x A; 25. D7T + y 26.
C x P + 0 24
C3A; 25. A x P + .
R1A; 26. C6R + . Por 10 tanto
las negras deben intentar 24.
D x PAD. pero despues de 2 5
A x P + . R1A; 26 A x C las negras
tienen una pieza de menos y 27.
D7T renovara las amenazas de
. . .•
.
. . .•
. . .•
.
mate.
5 1 . 30.0 Campeonato de la U.R.S.S., Erevan, 1 962.
Blancas : Savon.
6.
7. A2C
DEFENSA SICILIANA
1 . P4R
2. C3AR
3. P4D
4. C X P
5. C3AD
6. P3CR
P4AD
C3AD
PXP
P3R
D2A
Uno de los metodos preferidos
para combatir el sistema Taima·
novo La ultima jugada de las
blancas tiene el prop6sito tacti­
co de permitirles j ugar A4AR en
algunas variantes. como en la fa­
mosa partida Fischer-Tal. Bled,
196 1 . que continuaba 6
C3A? ;
.
0-0
La linea mas s6lida de las negras.
ya que despues de 8
P3D ; 9.
.
. . . •
T 1 R. A2R; 10. C x C ( l0
A x C;
1 1 . C5D ! ); 1 1 . C4T seguido por
P4AD las blancas tienen la pre­
si6n sobre el flanco D con P5A
en perspectiva . 8 . . . :. C x C ; 9.
D x C, A4A ; o. A4A. P3D ; 1 1 . D2D
.
. . . •
resulta ligeramente mej or para
las bl�ncas. como demostr6 la 4 .'
partida de la copetici6n Fischer­
Taimanov. 197 1 .
. . .•
7. CR5C. D l C ; · 8 . A4AR. C4R; 9.
A2R ! , A4A; 10. A x C. D x A; 1 1 .
P4A. D l C ; 12. PSR y las blancas
tienen la delantera a causa de su
control sobre las casillas oscuras.
166
8.
P3TD
C3A
A2R
9.
P3C
Una buena idea, puesto que las
negras no pueden bloquear facil­
mente la diagonal negra larga .
Tambien resulta jugable 9. TlR
esperando imponer P5R 0 trans·
poner a la ultima nota.
9.
1 0.
C D2R
0·0
P4CD
De 10 contrario, 1 1 . P4AD · dara a
las blancas una fuerte posici6n
central.
1 1.
1 2.
A2C
A2C
TIA
Tratando d e abrir l a columna
AD mediante P4AD, de modo que
las negras se ven forzadas a con·
trarrestar con 12 . . . . , C4R puesto
que 12 . . . . , P4D ; 13. P x P, P x P
( 1 3 . . . . , C x P ; 14. C5A ! , 0 1 3 . . . . ,
C x C; 14. C x C, C x P ; 15.D4C ! );
14. C5A beneficia claramente a
las blancas.
1 2.
1 3.
I S.
1 6.
C 5A !
RIT
A4A +
P4D !
La lucha se vuelve confusa. 16.
. . . , C7A + para ganar el cambio
no sirve despues de 17. T X C,
A x T; 1 8 . A x P y las blancas tie­
nen fuertes amenazas sobre las
casillas oscuras (A x C, C7R + ,
C x P, C6T + ).
1 7.
1 8.
PR X P
D2D
P5R
No 18. A x P. C x A; 19. D x C,
TRIR; 20. D3A, C6R! ; 2 1 . C x C,
T x C ; 22. D2C, T x C ! ; 23. D x T,
A x P + ; 24. T3A, D3A; 25. T l AR,
TlR seguido por 26 . . . . , T6R ex·
plotando la clavada mortal .
C4R
1 8.
P4AR
Las blancas juegan va banque
puesto que ahora las negras ame·
nazan P4D, y 13. P3TR es una j u·
gada mas bien inofensiva. Spas·
sky, luchando por recuperar el
tiempo perdido a causa de su
mal comienzo en este encuentro,
se muestra igualmente ansioso en
su busqueda de complicaciones.
1 3.
1 4.
esperan do que despues de 15.
P5R, C5 R el caballo centralizado
dara u nidad a su j uego.
D3D
CD5C
P4R ?
Las blancas amenazaban 15. P3TR
llevando el caballo a una posici6n
alejada del juego, y 15. P4A, P5C;
16. P5R L La mej or jugada de las
negras parece ser la 14 . . . . , P4D
...
D2D !
Enfrentando a las piezas blancas
mejor situadas y preparandose
para recobrar el PD. Nuevamente
no seria bueno ganar el cambio
ya que las blancas cuentan con
la replica 18 . . . . , C7A + , 19. T x C,
A x T ; 20. P4A; y si 20 . . . . , P6R
entonces 2 1 . D3A amenazando con
22. C6T + , RlT; 23. D x C! Acu·
mular amenazas es mucho mas
importante que una pequeiia ga·
nancia de piezas.
( Ver diagrama siguiente. )
1 9.
C (2 ) AD ?
Una jugada demasiado inofensi·
va. 19. C(5 )4D, P6R y 20 . . . . , A x P
167
cion de las blancas sena solo li­
geramente peor.
20.
21.
22.
D3A
TXC
P6R
C7A +
o
22. R2T (0 22. R I C ) 22 . . . . . A x A;
23. R x A. A x C ; 24. C x A. D x P + ;
25. R3A. C4D ! y 26 . . . . . D5C + con
un ataque vencedor.
22.
23_
tambil�n dej an bien situadas a las
negras. Sin embargo. despues de
la partida. Spassky reconocio que
estaba preocupado por el sacri­
ficio 19. C x P ! . R x C ; 20. P4A con
una posicion muy complicada en
que las blancas tienen muchas
posibilidades debido a sus peones
adelantados y la presion sobre
las casillas oscuras.
AXP
1 9.
20.
P3TR ?
AXC
DXA
Sigue acariciando la esperanza
de dar mate. Despues de 23. C x A
obtendria un cambio desventajo­
so como compensacion.
PXT
23.
24.
C6T + ? ?
Despues de 24. A x A ! . D x C ! ; 25.
A2C, TD lR; 26. D x P, C5R las ne­
gras ganarian a la larga (27.
D4D ?, C x P + ; 28 . R2T. C4T ame­
nazando cambiar damas median­
te 29
D x P + ). Savon efectu6
rapidamente la j ugada del texto
y luego capto en un segundo 10
que Spassky habia visto varias
jugadas atras. Por 10 tanto, las
blancas renunciaron antes de que
las negras pudiesen continuar 24.
. . . . P x C; 25. D x C, D x P mate!
( i P ri mero ! )
.
Presionado por el tiempo. Savon
no advierte que las negras dan
mate primero. en la linea tactica
que presentamos a continuacion.
20. C3R y si es necesario 2 1 . P3A
para mantener unido el centro y
bloquear el PR adelantado era 10
indicado. En ese caso. la situa-
168
. . .•
52.
Semifinal del 3 1 .0 Campeonato de la U.R.S.S., Kharkov,
1 963.
Negraa : N'ikolaevaky.
GAMBITO DE DAMA ACEPTAOO
1.
2.
3.
4.
S.
6.
7.
P4D
P4AD
C3AR
P3R
AxP
0-0
P4TD
P4D
PxP
C3AR
P3R
P4A
P3TD
La jugada favorita de Botvinnik.
Debilita la 4CD de las blancas
para mantener bajo control la
expansion del fIanco D de las
negras ( P4CD ).
7.
...
PxP
La linea normal es 7 . . . . , C3A; 8.
D2R, P x P; 9. TlD, D2R; 10. P x P
como en el encuentro Botvinnik­
Petrosian por el campeonato mun·
dial, varios meses antes de la
presente partida. El objetivo del
texto es aislar el PD blanco de
modo que las blancas no puedan
j ugar facilmente D2R. Sin embar·
go, las blancas obtienen muchas
posibilidades dinamicas debido a
la liberacion de su AD.
8.
9.
1 0.
1 1.
PXP
C3A
C3A
A2R
A3R
D2R
0-0
Las blancas han conseguido la ju­
gada de ataque apropiada, pero
solo despues de comprometer el
AD en 3R.
11.
1 2.
CSR
CSC
P3CD
Un criterio posicional errado.
Con la TR blanca en 1AR y no en
ID, las negras tienen que tomar
en cuenta un posible ataque me­
diante P4ARSA. De aqui que la
linea correcta sea 12. . . . , A2D
manteniendo el control de 4AR.
1 3. P4A
1 4. TD I D
CR4D
A3A
Las jugadas de las negras dan la
impresion de que no existe un
plan.
1 5.
1 6.
C4R
PSA !
A2C
De esta manera, las blancas lIe­
van a cabo sn plan y fuerzan una
decisiva apertura de lineas.
16
•
. . .
PxP
Intentando hacer cambios, pero
16. . . . , AlA ofrecia una manera
mas confiable de defender la po­
sicion.
1 7.
TXP
C XA
Sin advertir la estupenda combi­
nacion de las blancas y esperan·
do solo 18. D x C, A x C ; 19. T x A,
A4D con una posicion segura. La
amenaza principal era 18. C x A + ,
C x C ; 19.ASCR de manera que las
169
negras
deberian
17 .
jugar
. . .,
De 10 contrario
2 1 . T5C + .
P3TR 0 17 . . . , AlA.
.
2 1 . T6A
1 8. C X A +
1 9. D X C
PXC
El mej or tipo de j ugada de ata­
que : tranquila, pero mortal.
21.
. .
.
R2T
Si 2 1 . . . . , C4D entonces 22. D3C + ,
R2T ; 23. A3D + mate, mientras
que si 2 1 . . . . , A4D entonces 22.
T x PT, P3A; 23. D5T ! y mate.
22. TD I AR
23. DSA +
24. D4C +
Ahora las negras deben aceptar
la pieza. de 10 contrario su flan­
co R sera derribado sin compen·
saci6n alguna ; por ej emplo : 19 .
. . . , C4D ; 20. D 6 T ! 0 19 . . . A4D.
20. C4C !
.
.
A4D
RIC
R2T
l Jaque perpetuo?
2S.
T X PT +
i N o ! Despues de 25 . . . . . R x T ; 26.
T5A resulta sencillamente demo­
ledor.
19
20.
.
DXP
PXC
P3TR
2S.
Abandonan
53. 3 1 .° Campeonato de la U.R.S.S., Leningrado 1 963.
Blancas : Novopashin.
Ruy L6PEZ
I . P4R
2. C3AR
3. ASC
4. A4T
S. 0-0
6. T l R
7. A3R
170
P4R
C3AD
P3TD
C3A
A2R
P4CD
0-0
8. P3A
9. P x P
1 0. C X P
1 1. T X C
P4D
CXP
CXC
P3AD
Spassky habia comenzado el tornee con una serie de tablas, de
manera que se sinti6 obligado a
emplear una linea agresiva con-
tra uno de los participantes me­
nos conocidos. Esta fue la prime­
ra de un numero de partidas en
las que empleo el perenne Gam­
bito Marshall, pero con un nuevo
enfasis, no en quemar puentes,
sino en el juego prudente y sos­
tenido, de modo que muy pronto
el Marshall adquirio cierta repu­
tacion como arma para obtener
tablas .
1 2_
P4D
La jugada habitual, aunque re­
cientemente las blancas han in­
tentado otros esquemas tales co­
mo 12. A x C para retirar la torre
a 3R en vez de lR, 0 12. P3CR
para excluir el golpe de ataque
de las negras D5T.
12.
1 3.
1 4.
1 5.
1 6.
1 7.
1 8.
A3D
D5T
D6T
A5C
TD I R
T3R
TlR
P3CR
A3R
D3D
C2D
P4TD
Muy logico. Las blancas desean
abrir un « segundo frente» en la
columna TD. En una partida de
las preIiminares de la OIimpiada
de La Habana, 1966, Bushachter
de Venezuela utiliz� la antigua
jugada 18. DIA contra SpasskYI
pero aunque logro alejar a la
dama y tambien forzar un cam­
bio de alfiles, quedo la impresion
de que las medidas purame.nte
defensivas no son adecuadas para
rechazar el ataque. (Esa partida
continuaba con 18. . .. , D4T; 19.
AID, A x A; 20. TD X A, P4AR; 2 1 .
D2R, D3C; 22. RIT, P5A; 23. P x P,
I
C x PAR; 24. DIA, C6D; 25. mc,
D4T; 26. C IA, T x A! ; 27. C x T,
T x P; 28. T x C, T x D; 29. R x T,
D3C + ; 30. Abandonan. )
18
•
. . .
PxP
Una jugada paradoj ica que es
mucho mas fuerte de 10 que pa­
rece. El proposito es apartar una
de las piezas blancas de un vital
campo de actividad : ' sacar la to­
rre para quitarle el control de la
ultima fila 0 alejar al alfil de la
diagonal donde clava al caballo
central contra la torre, el PAR y
el rey negro. No sabemos con
certeza si el derecho de paterni­
dad de esta jugada le pertenece
solo a SpasskYI porque una par­
tida por correspondencia llevada
a cabo en la Union Sovietica si­
guio el mismo curso. En esa par­
tida, las blancas tambien replica­
ron 19. T x P y perdieron rapida­
mente. El resultado de ambas
partidas incluso causo que la ju­
gada 19. T x P fuera condenada y
calificada coma debil por la
autorizada revista «Shakhmaty v
SSSR», pero luego posteriores
partidas de Spassky con Shtein,
Zonal de la U.R.S.S., 1964 y
Parma, competicion Yugoslavia­
U.R.S.S., 1 965, hicieron que esta
impresion inicial fuese modifi­
cada.
1 9.
TxP
P4AR
( Ver diagrama siguien te. )
20.
P4AR ?
La jugada perdedora. Shtein juga
20. DIAl reforzando su fila pos1 71
2 1 . A2AR
Esta pierde de inmediato. Debe·
ria haber intentado 2 1 . P x A. T3C ;
P x A;
22. A x C + esperando 22
23. T x P. A7R + ; 24. T x T, A x D ;
25. T3C con cierta compensacion
por la dama. Sin embargo, las
negras pueden mej orarlo median­
te 22 . . . . . R 1 T ! con una conside­
rable ventaj a. Si las blancas tra­
tan de evitar esta ultima variante
con 2 1 . A x C entonces despues de
2 1 . . . . . P x A; 22. P x A las negras
tambien pueden variar con 22 . . . . .
TR I R que les permite un fuerte
ataque.
.
terior y protegiendo el TR ganan­
do tiempo. Luego siguio 20. . . . .
P5A; 2 1 . D x D. A x D ; 22. T x P !
que es un sacrificio de una pie­
za por tres peones muy prome­
tedor. Shtein y Parma solo consi­
guieron hacer tablas. pero ambos
tenian la ventaja e incluso Par­
'
ma no advirtio una jugada c1a­
ramente vencedora. De manera
que quedo confirmada la viej a
impresion : j el Marshall es una li­
nea arriesgada !
20.
AXP!
U na jugada desconcertante y di­
ficil de refutar. Uno situa un
peon en una casilIa donde apa­
rentemente forma baluarte inex­
pugnable. y nuestro adversario 10
elimina con toda calma.
1 72
. . . •
21. . . .
22. A X T
Abandonan
Ahora 23. D l A pierde ante 23 . . . . .
A6R + . 23. T I T ante 23 . . . . . A x C
seguido por 24 . . . . . T7R y 23. A2A
ante 23 . . . . . A7R seguido por 24.
. . . . A X C con una amenaza de
mate en BA.
Despues de la partida. Bonda­
revsky revelo hasta que punto
puede lIegar el moderno amilisis
de las aperturas. Spassky y el ha­
bian examinado esta variante
hasta el pun to exacto en que las
blancas abandonaron.
3 1 .0 Campeonato de la U.R.S.S., Leningrado, 1 963.
Negraa : Oanoa.
54.
ATAQUE TORRE
1 . P4D
2. C3AR
3. A5C
C3AR
P3R
El Ataque Torre, que pretende
enfrentar los sistemas defensi·
vos Indios con una estructura­
cion chisica. Podrfamos describir10 como un sistema Colle con
e1 AD fuera de la cadena de
peones.
3.
...
P4A
La respuesta mas corriente, plan­
teando un desafio en el centro y
preparandose para zafar la dama
c1avada ganando tiempo.
4.
P3R
•
. . .
D3C
En este momento, resulta muy
prudente que las blancas prote­
j an el peon con 5. D1A, como 10
'
hizo el mismo Alekhine en una
partida contra Steiner, Dresden,
1926. Sin embargo, Spassky deci­
de que este es el momento de
transformar la apertura en un
gambito.
5. CD2D
6. A3D
6
•
PxP
. . .
Una decision discutible, ya que
las blancas podran muy pronto
hacer uso de la columna abierta.
6 . . , D3C para proteger a la da­
ma y para mantener cerrada la
posicion, parece mejor. Si 6 . . . . ,
C3A entonces las blancas podrian
permitirse con provecho un sa­
crificio mas, mediante 7. M Y
si 7 . . . , P x P; entonces 8. TIC,
D x PT ( 8 . . , D6A; 9. C4A amena­
zando 10. T3C ) 9. P x P con una
promisoria posicion.
.
.
.
. .
7.
Las blancas tambien pueden pro­
par el Gambito 4. P4R, pero por
el momento se atiene al esque­
ma chisico.
4
Las blancas pueden desarrollarse
con calma. Muy pronto ganaran
mas tiempo amenazando la segu­
ridad de la dama enemiga.
DXP
PxP
8. 0-0
D6A
P4D
Las ultimas tres jugadas de las ne­
gras les han asegurado que pue­
den retirar, sin riesgos, la dama
a 2AD, pero ahora las blancas
que ya han completado su desa­
rrollo, comienzan a hacer defini­
tivas amenazas.
9. T 1 R
A2R
9 . . . . , C3A resultaria ilogico, pues­
to que despues de 10. T I C las ne­
gras tendrfan que volver a preo­
cuparse por su dama y el codicio­
so 10 . . . . , C x P seria refutado
con 1 1 . C x C, D x C (SR); 12. C4R!
amenazando 13. ASC + .
1 73
1 0. T3R
1 1 . CSR
1 2. P3AD
cas continuarian con 15. TIC 0
P4TD, pero despues de 15 . . , O-O,()
el rey negro alcanzaria finalmente
alguna especie de seguridad.
D2A
C3A
. .
Una j ugada de consolidaci6n no­
tablemente tranquila, justo en
que el momento en que uno es­
peraria una violenta amenaza de
parte de las blancas. Sin embar­
go, un examen mas cuidadoso de
la situaci6n muestra que las ne­
gras se encuentran en un dilema
y no saben como continuar. Pro­
bablemente deberian intentar un
enroque largo, a pesar de la co­
lumna abierta CD. Asi 12 . . . . , A2D
pensando en 13 . . . . , TlAR parece
10 indicado. 12.
o.(); es clara­
mente un desacierto a causa de
13. A x C seguido por 14. A x P +
con un ataque que lleva al mate.
sea 0 no aceptado el alfil.
1 5.
16.
A4AR
C4D
A2D
A4CR
Otra jugada debil. Deberia haber
enrocado y resuelto el problema
del desarrollo del caballo mas
ade1ante. Las blancas tendrian
buenas posibilidades de ataque
despues de 15. TIC 0 P4TD ame­
nazando con 16. C5C. pero las ne­
gras estan muy lejos de estar
perdidas.
. . . •
1 2.
1 3.
PxC
CXC
CIC
1 7. A x A
1 8. D4C
PxA
Ahora el PCR avanzado sirve de
objetivo para un ataque.
1 8.
. .
.
D X PA
Una retirada desagradable. pero
despues de 13 . . . . , C2D ; 14. A x A.
R x A; 15. D4C las blancas tienen
amenazas inmediatas ; por ejem­
plo : 15
C x P; 16. D x PC 0 15
D x PA; 16. D5C + . RIR; 17.
T I D amenazando tanto con 18.
D x PC como una jugada de alfil
que descubra un ataque a la
dama.
.
. . .•
.
. . . •
1 4.
C3A
P3TR ?
Steinitz no habria hecho j amas
una j ugada as!. Debilita el frente
de peones proximo al rey y quita
al caballo una casilla por la que
podria volver a entrar en j uego.
14 . . . , A2D era esencial y las blan174
Sin duda, esta es la posicion que
las negras previeron dos jugadas
atras. Amenazan la torre en el
rincon y tambien 19 . . . . , C3T ale­
jando a la dama y dejando inde­
fenso el caballo. Sin embargo.
despues de la tranquila r6plica de
Spassky. la amenaza de penetra­
cion mediante T l AD seguida por
C5A resulta excesiva cuando se
combina con la presion de las
blancas sobre el otro lado del ta­
blero.
1 9. C3C !
20. D X PC
C3T
DSC
No se puede salvar el PC, de ma­
nera que la dama se apresura a
la defensa ( 3 1 . D x P. D l A ).
21.
• .•
22.
D1A
U n distinguido especialista brita·
nico sugirio 2 1 . . . . . 0-0-0 en esta
situacion. Es evidente que se
equivoco al reconstruir la posi­
cion. 2 1 . . . . . D2R se refuta me­
diante 22 . D3R seguido por 23.
T l AD con una fadl penetracion
en los cuadros oscuros. mientras
que 2 1 . . . . . P3CR se refuta me­
diante 22. T3T. DlA; 23. T l AD.
TlA; 24. T x T + . A x T ; 25. A5C + .
A2D; 26. T3AD ! ganando. Final­
mente. 2 1 . . . . . TICR? es un error
garrafal que revela un proposito
TlAD
Amenazando con el decisivo 23 .
T7A y 24 . C5A.
22 .
P3A
...
No 22 . . . . . T lA; 23. T x T + . A x T;
24. A5C + . A2D; 25. T2AD !
23.
24.
T3C
Dej ando a la dama en su puesto
por el momento para impedir el
enroque en cualquiera de los dos
lados. e impidiendo el contraata­
que . . . C5C.
21.
mas en la ultima j ugada de las
blancas (22. D x C ! ganando una
pieza ).
D3R
C5A
P4A
Con las amenazas mortales 25.
C x PC 0 25 . C x A (despues de 24.
. . . . T l CD).
24 .
i. Ganando
25.
P5A
...
piezas ?
A6C +
iNo!
R2R
25.
o 25 . . . . . R i D ; 26. C x PC + y 27.
D5A mate.
26.
D3T !
AbandonaD
A3A entonces 27.
Si 26.
C x PC + . R2D ; 28. C5A + con un
ataque vencedor.
175
Deaempate del 3 1 .0 Campeonato de la U.R.S.S., Moacu,
55.
1 964.
Negraa : Holmov.
GAMBITO DE REy
1. P4R
2. P4AR
3. C3AR
5.
P4R
PXP
A2R
Una de las mas s6lidas defensas
del Gambito de Rey. 4
AST +
es una amenaza definitiva y mien­
tras tanto las negras se apresu­
ran a enrocar. sin comprometer­
se todavia en el centro.
.
4.
. . . •
C3A
Una j ugada provocativa que Spas­
sky ha efectuado varias veces. y
que desafia a las negras a intro­
ducirse en las complejidades de
4
AST + ; 5. R2R. P4D ; 6. C x P,
C3D. j Todos los adversarios de
Spassky han preferido evitar es­
tas complicaciones!
.
. . .•
4
5.
•
C3AR
. . .
P5R
5. P4D permite a las negras igua­
lar con 5
P4D ; 6. A3D (0 6.
P x P, C x P; 7. A4A. A3R; 8. D2R,
C x C ; con igualdad, Spassky-Li­
berson. 27.· Campeonato de la
U.R.S.S 1960 ) 6 . . . . . P x P ; 7. C x P.
C x C ; 8. A x C. A3D; 9. 0-0 Spas­
sky-Najdorf. Olimpiada de 1962,
en que las blancas pueden igua­
lar con 9
. O-O ! (no 9 . . . . . C2D;
10. D3D coma en la partida pre­
sente). Naturalmente Spas sky ha­
ce una jugada nueva para pre­
sentar nuevos problemas .
.
. . .•
.•
.
176
. . .
...
C5C
Probablemente. es mejor 5. . . . ,
C4T ya que las negras amenaza­
rian una vez mas 6. . . . . AST +
haciendo asi mas dificil para las
blancas la recuperaci6n del pe6n
del gambito. Despues de texto. el
caballo queda mas bien en el
aire.
6. P4D
C6R
jUna manera vergonzosa de ter­
minar tres tiempos ! Sin embar­
go. si 6 . . . . , A5T + ; 7. R2R. C7A?;
8. D l R mientras que 6 . . . . . P4CR?
permite el sencillo 7 . C x P.
7. A x C
8 . A4A
PxA
Con tres piezas en juego contra
una de las negras. las blancas
han obtenido una clara ventaj a
en la apertura. Esta se origina
en la decisi6n de las negras de
evitar complicaciones. j Resulta
claro que el «bluff» tambien de­
sempeiia un papel en la apertura !
8.
9. 0-0
1 0. D3D
P3D
0-0
C3A
Forzando a las blancas a cam­
biar. ya que 1 1 . D x PR. P x P ; 12.
C x P. C x C ! dej a a las blancas
con un PR aislado.
1 1.
PXP
PxP
Una concesi6n mas. Es evidente
que las negras temfan que des­
pues de 1 1 .
A x P; 12. D x P la
amenaza de 13. C5CR era muy
fuerte. Sin embargo. 12
A2R !
serfa una defensa adecuada. pero
no 12
A5CR; 13. C5CR. A4T ;
14. CD4R ! en que 14
CXP
fracasa ante 15. D3TR ! . A3C ; 16.
T x P ! ganando.
. . .•
.
.
. . .•
. . . •
.
12. TDIR
1 3. T X P
. . .•
AsC
RIT
.
CsD
. . .•
A4C
No deben permitir 15. C X A. C x C ;
16. C5C !
I S. C X A
1 6. T3C
.
1 7. C 3R
A2D
No 17 . . . . . A3R; 18. A x A. P x A ;
19. T x T + . T x T ; 20. T3T y gana.
1 8. CsA
1 9. T X A
AxC
DsT
Afernindose a la posibilidad de
obtener un cierto desahogo al
amenazar el cambio de damas.
Si 19 .
. D3T entonces 20. T3T.
D3C (20 .
. D8A + ; 2 1 . TlA) 2 1 .
A x P ! . T x A; 22. T x T gana de
inmediato.
. . .
Una confesi6n del fracaso. 1 3
C4T para cambiar el poderoso al­
fil parece correcto. aunque 14.
C5D serfa una fuerte respuesta.
1 4.
No 1 6 . . . . D5T ; 17. T4A.
DXC
. . .
20.
P3A
D2R
Habfa nuevamente una amenaza
tanto contra el PAR como el PTR
(mediante T3T ).
21.
T3R
j Ni a sol ni a sombra !
21.
22. T (3 ) 3A
D2D
El rey negro se encuentra inde­
fenso. Si 22 . . . . . P3A entonces 23.
T5T. P3TR; 24. D6C seguido por
25. A3D 0 25 . T(3 )3T y un sacri­
ficio en 6TR.
22.
23.
Ahora resulta dificil para las ne­
gras encontrar una jugada.. razo­
nable debido a la presi6n ejerci­
da por las torres blancas.
1 6.
. .•
D4T
CID
D4R !
Ahora tambien se transfiere al
alfil al ataque sobre 7TR.
23 .
...
P3CR
o 23 .
. T1R; 24. D4T. Su mejor
posibilidad era 23. . . . . TlA; 24.
. . .
177
A3D, P3CR; pero las blancas ga­
narian con 25. T6A logrando que
sea imposible para las negras de­
fender el PTR con el avance de
su PAR.
24. D4T !
24 . . . . , P x T; 25. D6A + y 26.
T3C mate. 24 . . . , D x T 10 pro­
longa durante una jugada 0 dos
(25. T x D, P x T; 26. D6A + , RIC;
27. D x P( 5 ) seguido por 28. A3D ).
.
25.
Esta gana de inmediato.
24.
56.
o
T I CR
'f.. X P
Abandonan
El triunfo final obtenido alter­
nando ataques sobre 7AR y 7TR.
Torneo Zonal de Siete, Moseu, 1 964.
Negras : Suetin.
DEFENSA SrCILIANA
1.
2.
l.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
P4R
ClAR
P4D
CXP
ClAD
P4A ? !
AlR
CxC
A2R
P4AD
ClAD
PxP
PlR
D2A
P3TD
P4CD
DxC
Invitando a las negras a ganar el
PR. 9. A3D 0 9. P3TD son j uga­
bles, pero no parece probable
que den a las blancas alguna ven­
taj a.
PSC ?
9.
Despues de este encuentro, no
se ha vuelto a ver la j ugada del
texto en ninguna otra partida se­
ria entre maestros. La linea deci·
siva es 9 . , A6T la que segu.n se
pensaba (a mediados de la deca­
da de los aiios sesenta) daba una
. . .
1 78
dara ventaj a a las negras. Sin
embargo, Suet in perdi6 ilna par­
tida frente a Bogdanovic en la
Competici6n Yugoslavia-U.R.S.S.
de 1967, despues de 10. MD ! ,
A x P; 1 1 . C x P, A x T ; 12. A x A,
P x C ; 13. A x P, D x P; 14. (U).
T x P; 1 5 . A3D, D6R + ; 16. RlT,
A2C ; 17. A x T. C3T; 18. A x P. Las
blancas tienen fuertes alfiles y el
rey se encuentra mas seguro.
Ademas, Boleslavsky sugiri6 que
las blancas podrian mej orar este
j uego mediante 16. T2A. Sin em­
bargo. 10 que es tipico. Moiseev
ha encontrado una forma de me­
j orar el juego de las negras tam­
bien : 13 . . . . . C3A! ; 14. A x T, C x P
o 14. A x C, T l CR. Por 10 tanto, 6.
P4A resulta dudoso pero empren­
dedor y por eso arriba qued6
marcado con la interrogaci6n
que se le dio al primero.
1 0. AlA !
1 1 . PSR
1 2. T I CD
PXC
PX P
No 12. A x D. P x T( D ) y las ne­
gras obtienen demasiadas piezas
a cambio de la dama.
1 2.
...
A5C +
Suetin mejora la partida efectua­
da entre Ivkov y Szabo, Saraje­
vo, 1963 que continuaba 12 . . . . ,
D6A + ; 13. A2D, D6T; 14. A x t ,
A4A ; 1 5 . D3A, D x P; 16. R2R,
P4TD ; 17. D3CR ! , A3T + ; 18. R3A,
D x D + ; 19. P x D, A6T; 20. A x P,
A x T; 2 1 . A x A con un final ga­
nado para las blancas.
1 3. R2A
1 4. A x T
D6A
P3A
Las negras tienen el peon fuerte
en 7CD como compensacion por
el cambio, pero desafortunada­
mente no puede continuar su de­
sarrollo con 14 . . . . , C2R. Despues
de 15. A4R las blancas amenazan
16. D4D (para cambiar Damas )
seguido por TR1D y A4D ganan­
do el peon adelantado.
1 5. A4R !
C3T
La ultima posibilidad que tienen
las negras de compIicar la cues­
tion era el consecuente 15 . . . . ,
P x P; pero despues de 16. DST + ,
P3C ( 1 6 . . . . , RIA; 17. P x P); 17.
A x P + , P x A; 18. D x T las negras
no tienen un j aque perpetuo co­
mo muestra la linea de Boles­
lavsky 18 . . . . , D x P + ; 19. R3C,
P x P + ; 20. A x P, D6D + ; 2 1 . R4T,
A2R + ; 22. A5C, A x A + ; 23. R x A,
D4A + ; 24. R4T, P4C + ; 25. R5T.
1 6. P X P
D X PAR
1 7. D5T + !
Esta jugada tiene igual fuerza en
este momento, ya que dificulta el
enroque de las negras.
1 7.
1 8.
C2A
P4A !
Otra jugada fuerte que impide
P4D haciendo dificil que las ne­
gras puedan hacer entrar en jue­
go el AD.
1 8.
1 9. D2R
20. A3A
P3C
A6A
Una precaucion contra un posible
P4C .
20.
21.
TRI D
0-0
P4C
La desventaj a de la posicion de
las negras consiste en que sus
piezas no son muy activas, de ma­
nera que este violento intento de
abrir una linea contra el rey ene­
migo no puede realmente espe­
rar lograr exito.
22. D3D !
23. A4D
24. D X A
PxP
AxA+
Con la perdida del PCD las ne­
gras se ven enfrentadas ante una
ardua lucha para conseguir las
tablas.
24.
25. T x P
26. D X D
27. T8C
C4R
CXP
TXD
179
Los dos peones no constituyen
una compensacion adecuada por
el cambio, ya que el alfil, cronica­
mente malo, es un mero espec­
tador.
27.
28.
T l AD
TIA
P4D
o 28 . . . . , C3D; 29. T6C, C4A; 30.
T7A con una desventaj a decisiva.
29.
30.
A2R
T6A
C3D
38.
30. A4C era una jugada aun mas
fuerte, pero Spassky, corto de
tiempo, prefiere forzar un cam­
bio de torres que gana tambien
un valioso peon.
30.
31. RIR
32. T X T +
33. T X PT
34. T8T
CSR+
A2D
RXT
R2R
A3A
P4R
Suetin se equivoca en los ultimos
minutos de la sesion de juego.
Podria haber ofrecido una resis­
tencia mucho mas tenaz con la
variante 38 . . . . , A4C ; 39. T x P,
P4R; 40. T6T + , R2A; 4 1 . T5T,
R3D pero despues de 42. P4T las
blancas ganan.
39. A X A
40. T X P
RXA
PSR
Abriendo espacio para el avance
del peon. Incidentemente, Spas­
sky evita el error 34. PATD, C6A;
35. P5T ?, C x A en que al recupe­
rar pierde la torre.
o
(Ver diagrama siguiente. )
Despues de 4 1 . . . . , C x P ; 42.
T6T + . R4C ; 43. T x C ! , R x T ; 44.
P4T Y corona una j ugada antes
de que el -rey negro pueda apo­
yar en forma adecuada a los pea­
nes adelantados unidos.
34.
3S. P4TD
36. T7T
37. PST
180
R3D
A3A
C4A
PSD
40 . . . . , R4C; 4 1 . T5T, P5R; 42.
T5A seguido por 43. T X P com­
binado con el avance del PTR.
41.
P6T !
Abandona
57. Tomeo Zonal de Siete, Mosell, 1 964.
Blaneas : Geller.
Ruy L6PEZ
1.
2.
3.
4.
5.
pensando continuar con P4CR
(vea partida n.O 43, con Kots ).
P4R
C 3AR
A5C
A4T
0-0
P4R
C3AD
P3TD
P3D
Despues de la estupenda victoria
de Fischer sobre Geller en Bled,
196 1 , esta linea se convirti6 en
la variante de moda de la Defen­
sa Steinitz Diferida.
5.
6.
A5C
A4T
P3TD
Tambien es jugable el sacrificio
6. . . . , P4TR, siempre que uno
tenga seguridad en si mismo y
la preparaci6n adecuada.
7. P3A
C3A
Geller intent6 7. . . . , D3A contra
Fischer, pero despues de 8. P4CR ! ,
A3C ; 9 . D4D las blancas tenian
una fuerte iniciativa.
8. P4D
9. A3C
P4CD
A2R
Aceptando el sacrificio de pe6n
mediante 9 . . . , A x C ; 10. D x A,
P x P; 1 1 . D3D ! P x P; 12. C x P da
a las blancas un muy buen juego,
mientras que 9 . . . , P x P; 10. P x P,
A X C y ahora 1 1 . f X A ciertamen­
te no es bueno para las negras,
ya que las blancas consiguen mu­
cho mayor control en el centro.
Un plan alternativo es P . . . . , D2D
.
.
1 0. A3R
1 1 . CD2D
0-0
Como sucede a menudo en la
Ruy L6pez, las negras tienen una
ligera ventaj a en el desarrollo
que ahora explotan ofreciendo un
astuto sacrificio de pe6n.
1 1.
1 2. P4CR
P4D ! ?
En conjunto, Geller se demor6
una hora en pensar esta jugada
y la pr6xima. Sacar la clavada
debilita su fIanco R, pero esa es
la linea acertada siempre que sea
continuada en forma apropiada.
1 2.
1 3.
A3C
PD X P
La solidez del ofrecimiento de las
negras se ve seriamente puesta
a prueba en la variante 13. C x P ,
C x C ; 14. P x C, C x PR; 15. P4AR ! ,
C x C; 16. D x C, ASR; 17. TDlD,
P3AD ; 18. PSA. La elecci6n de Ge­
ller es muy inferior.
1 3.
1 4. C I C
CR X P
Este fue e l proposito d e l a Ulti­
ma j ugada de las blancas, puesto
que ahora el PD de las negras es
indefendible. Sin embargo las ne­
gras pueden sacrificarlo alegre­
mente a cambio de un ataque.
181
DIA l
1 4.
1 5. C4D
Las blancas reconoce el fracaso
de su idea, pero cambiar de po­
litica en la mitad del camino rara
vez da resultado y de ahora en
adelante, las blancas se precipi·
tan rapidamente a su derrota. Si
15. A x P entonces la clavada 15
. . . , T I D resulta peligrosa, ya que
el sacrificio 16. A x C, T x D ; 17.
T x T pennite 17 . . , P4TR ! de­
sarticulando el f1anco R. 15. D X P
se refuta mediante 15 . . . . , C4T
amenazando ganar la dama con
16. . . . , TlD. Por eso, las blancas
deben retirarse, y despues de 16.
DlD, TlD; 17. CD2D, P4T ! las ne­
gras tienen muchas amenazas.
.
.
1 5.
'"
.
CD + P
Por su parte, las negras pueden
aceptar confiadamente et ofre­
cimiento.
1 6. P4AR
1 7. P X C
P4AD !
No 17. C2A, P5A; ni 17. C2R 0 3A
en que las negras sacrifican a
cambio de un feroz ataque me­
diante 17. . . . , C x P ; 18. P x C,
DxP+.
1 7.
1 8. P X P
19. C2D
PXC
D2D
P3A !
(Ver diagrama siguiente. )
Las negras tienen una pieza fuer­
te en 5R y si las blancas cam­
bian caballos entonces los alfiles
senin igualmente eficaces en esa
182
casilla. Por 10 tanto, las negras
intentan hacer entrar en juego a
las torres para intensificar la pre­
si6n de sus piezas sobre el flan­
co R.
20. T I A
2 1 . A4AR
RIT
Un error tactico al no advertir
et consiguiente sacrificio de dama
de las negras. 2 1 . C3A se enfrenta
mediante 2 1 . . . . , P4A y si 22. P5C ?
entonces 22 . . . . , P5A ganando el
PCR, de modo que las blancas
deberian tratar de debilitar la
fuerza del ataque que se aproxi­
ma mediante cambios y jugando
2 1 . C x C, A x C ; 22. A4AR.
21.
22. A X PR
PxP
E v i d e n t e m e n t e, no 22. P X P,
T x P ! ; 23. T x T, D2T + ; 24. R.
( cualquiera ), D6R ! con multiples
amenazas.
22.
22. A X PR
A4C !
Continuar con su intenci6n ori­
ginal es la unica elecci6n posible
para las negras . Si 23 . C x C,
A x T ; 24 . CSA entonces las negras
quedan con un cambio de venta­
ja despues de 24 . . . . , A6R + .
23.
24.
25.
AxD
R2C
DXT !
A6R +
Otras jugadas tampoco son me­
jores, como mostrara la nota si­
guiente.
25.
26. T X T +
27. A X P
CXC
TXT
Para eliminar uno de los princi­
pales peligros (ASR + ). Si el rey
blanco estuviese en 2T, entonces
T7A + seria la principal amenaza
mientras que si estuviese en IT,
las negras jugaria sencillamen­
te TSA + .
27.
2S. R3C
29. R4T
T7A +
CSA +
P3T
Ahora el rey esta amenazado c6n
mate en uno.
30. ASD
Abandonan
TlA
No hay forma de defenderse de
3 1 . . . . , A7A mate; por ej emplo :
3 1 . PSC, A7A + ; 32. R4C, C6R casi
con un mate puro ( solo SAR
esta controlado por mas de una
pieza ).
'
Torneo Zonal de Siete, Moscu.. 1 964.
Negras : Korchnoy.
ss.
DEFENSA INDIA DE DAMA
1. P4D
2. P4AD
3. C3AR
C3AR
P3R
P3CD
Actualmente, muchos j ugadores
destacados evitan la Defensa In­
dia de Dama por considerarla
una apertura demasiada equili­
brada pero Korchnoy siempre ha
demostrado predileccion por ella,
inc1uso en partidas como esta en
que no estaba interesado en con­
seguir tablas.
4. P3CR
A2C
5 . A2C
6. 0-0
7. C3A
A2R
0-0
P4D
Una linea poco corriente ya que
esta dirigida contra el concepto
estrategico expreso de las blan­
cas que consiste en controlar el
centro con sus piezas. En es tos
ultimos aiios, Korchnoy ha deci­
dido no dej arse veneer, volviendo
a introducir la antigua 7 . . . . , CSR;
S. D2A, C x C ; 9. D x C y ahora
P4AD ! ?
S.
PxP
183
Esta es una jugada muy antigua.
La continuaci6n que ha alcanza­
do la popularidad es 8. CSR.
8.
PxP
...
Las negras consiguen un juego
C x P.
mas flicil con 8
.
. . . •
amenaza demuestra la ventaja de
las blancas. Asi ahora tienen que
defenderse de 12. CSC. Las ne­
gras deben probar 1 1 . . . . , P3A
puesto que el PAD se veria ata­
cado despues de 12. D4T 0 12.
P4R. En vez de eso tratan de for­
'
zar las cosas y pierden rapida­
mente.
9. C5R
Esta j ugada muestra la principal
desventaja de los dos ultimos
movimientos de las negras : el
AD indefenso significa que existe
una clavada sobre el PD; por
ej emplo : C4A es ahora posible
para las blancas. mientras que
P4A entonces 10.
si ahora 9
P x P. P x P; 1 1 . D3C y 12. T l D con
fuerte presi6n.
DIA
...
Protegen a l alfil. Despues de 9 . . . . ,
'
CD2D ; 10. D4T las blancas que­
dan en mej or situaci6n debido
a sus muchas amenazas sobre
las casillas claras (C6A. 0 A3 T 0
incluso C x PD ).
1 0.
D3R
A5C
Una defensa artificial. pero des­
P3A las blancas
pues de 10
abren el centro con ventaj a me­
diante 1 1 . P4R. P x P 12. CD x P
D3R entonces 13.
y si 12.
T l R (Bondarevsky-Plater. Moscu.
1947 ).
.
. . .•
. . .•
1 1.
TlA
E l hecho de que cada jugada de
las blancas produzca una nueva
184
P4A ?
. . .•
.
9.
11.
12. C3D
Los psic6logos que han estudia­
do las pautas de pensamiento de
los j ugadores de ajedrez. sena­
lan que los movimientos que re·
sultan mas dificiles de concebir
son aqueIIos que exigen retirar
una pieza bien situada. El esque­
ma obvio es hacia adelante. con­
tra el enemigo. pero el autentico
maestro esta consciente de todas
las posibiIidades de la posici6n.
De esta manera. la modesta reti­
rada amenaza con el fatal 13.
C4A y gana sin mas . lSeria dema­
siado rebuscado concluir que
Korchnoy no habia pensado en
absoluto en esta jugada ?
12.
1 3. A X e
PxP
Debilitando sistematicamente el
apoyo de la 4D de las negras.
Tambien era acertado 13. C4A de
inmediato; por ejemplo 13.
D4R; 14. A x C etc. 14. CD x P.
C x C ; 15. A x A. C x C ! ; 16. A x A,
C x P + y 16
D x A.
dad de la diagonal larga blanca
se ven mucha claridad ).
1 6. C X A
. . . •
.
. . .•
1 3.
Ahora las negras deben perder
muchas piezas.
16.
AXA
Despues de 1 3
• P x C ; 14. A x PA
las blancas tienen un facil triun­
fo tecnico.
.
o
16 . . . . . AID; 17. C4A.
. . .
1 7. P4A
1 8. C3A !
1 8.
Esto fuerza las cosas puesto tan­
to 1 5 . C7A como 15. C x A + cons­
tituyen amenazas ( j nuevamente
ese lamentable alfil colgado en
2CD ! ).
C4A
AID
j El PD esta clavado !
1 4. C x P !
1 4.
1 5.
A4C
...
AxC
D3D
Entregar la dama resulta igual­
mente inutiI. ( 1 5 . . . . . A � A ; 16.
C x D. A x T ; 1 7 . e x T. A 6 T ; 18.
D3D ! . R x C ; 19. D4R y la debili-
o
18
.
1 9.
20.
21.
22.
23.
24.
...
C3T
•
D4A; 19. C4T !
. . .
AxT
CSD
DXP
P4CD
D3D
P4R
DIC
DXA
C4A
C3R
TIR
Abandonan
Uno de los triunfos mas arrolla­
dores que haya ocurrido nunca
en una partida entre jugadores
de categoria mundiaI.
59. Interzonal de Amsterdam, 1 964.
Negras : A. F oguelman.
DEFENSA CARo-KANN
1 . P4R
2. P4D
3. C3AD
4. C x P
S. C3C
6. A4AD
P3AD
P4D
PxP
A4A
A3C
Dos ruedas antes. Tal habia ju­
gado 6. CR2R contra Foguelmann.
Obviamente. Spassky hace bien
en variar. ya que despues del
pos t-mortem con Tal. Fogelmann
se encontraria muy bien prepa­
rado para enfrentar esa linea.
185
6.
7. CR2R
8. P4TR
C3A
P3R
C4T
Una innovacion en la apertura.
pero desafortunada. Las negras
tenian que jugar S
P3TR,; 9.
C4A. A2T con una posici6n inco·
moda. pero sostenible y que ya
se habia producido en la compe·
ticion entre Tal y Botvinnik en
1960.
.
9. C X C
1 0. P3AR
AXC
P3TR
A3D
12. C x A. D4T + afloj aria la ten·
si6n. mientras que el texto ame·
naza con el sacrificio del alfil 13.
A x P ! , P x A ( 1 3.
A x C ; 14.
ASA + ) 14. C x P y si 14 . . . . . D2R
para evitar un jaque doble en·
tonces sencillamente 15. C x P + .
R(cualquiera ); 16. C x A.
. . . •
1 2.
...
AXC
Una terrible concesi6n que hacer
ya que las casillas oscuras se ve
ahora muy debilitadas.
186
o
13 . . . . . D x P; 14. A5R.
A3C
1 4. P4CR
I S. 0-0-0
. . .•
Con la amenaza de 1 1 . P4CR.
A3C; 12. P5T, mientras que si 10.
. . . . A2R entonces 1 1 . C4A c�ms·
tituye una fuerte replica; por
ejemplo : 1 1 . . . . . A x P + ; 12. RIA.
A3C; 13. C x A forzando 1 3 . . . . .
PA x C ya que si 13 . . . . . PT x C
entonces 14. P3CR! ganando pie·
zas.
1 0.
1 1 . C4A
12. D2R !
C2D
1 3. A X A
Esto renueva la amenaza 16. A X P.
Las negras quisieran enrocar pe­
ro entonces las blancas podrian
hacer uso de sus peones avan­
zados en el flanco R para nipi·
damente abrir lineas para un ata·
que ; por ej emplo : 15 . . . . . O.{); 16.
P5T. A2T; 17. P5C Y si 17.
.
P x P entonces IS. P6T. P x A; 19.
P x P. R x P ; 20. T x A + . R x T; 2 1 .
'D2T + y 22. TlC + y mate. 15 . . . . .
D2R. para preparar e l enroque
en el otro lado. se refuta me­
diante 16. D2D en que 16. . . . ,
O.{).{) ? perderia de inmediato ante
17. D5T. Por 10 tanto las negras
se yen obligadas a llevar la dama
a una casilla expuesta. 15 . . . . .
D4T permite 16. A x P !
. .
,
D3A
0- 0-0
I S.
1 6. A6D
1 7. A3CD
Una u.ti! jugada de espera para
"
impedir 17
C3C atacando a
ambos alfiles . Ahora las negras
no disponen de ningun movimien·
to uti!, puesto que si juega el ca·
ballo pierden el PCR despues de
IS. A5R.
.
1 7.
1 8.
. . .•
P4TR
D3R
Ahora IS . .... P x P; 19. P x P, T x P ? ;
pierde ante 2 0 . P5C, mientras
las amenazas 19. A5R 0 P5D se
ciemen peligrosas debido al PTD
indefenso. '
1 8.
TRI C
1 9. A4AR
J EI cambio de guardia! Es nece­
sario refutar 20. ASC.
1 9.
20.
D2R
PSD I
(Ver diagrama siguiente. )
Ahora, si 20 . . . . , D4A entonces 2 1 .
P x PR, D x D + ; 22. A x D, P x P;
23. A x PT con una victoria facil
mientras el PR y el PTD se en­
cuentran amenazados.
20.
2 1 . P6D
C4A
Abandonan
Despues de 2 1 . . . . , C x A + ; 22.
PT x C, D(cualquiera ); 23. D x PT
resulta decisivo.
Interzonal de Amsterdam, 1 964.
Negras : Tringov.
60.
Ruy L6PEZ
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
1 0.
P4R
C3AR
ASC
A4T
0-0
TlR
A3C
P3A
P3TR
A2A
P4R
C3AD
P3TD
C3A
A2R
P4CD
0-0
P3D
C4TD
P4A
Algunos ajedrecistas consideran
que esta serie de jugadas repre­
senta la quintaesencia de la exac­
titud. Debemos recordar, el'>O si,
que no todo el mundo esta de
acuerdo. Personalmente, me gus­
ta el decepcionado comentario de
Tarrasch : « Se podria decir que
ambos bandos quedan mal.»
11.
P4D
C2D
El sistema Keres, muy popular
a comienzos de la decada de los
afios sesenta, pero poco utilizado
en nuestros dias . Las negras se
proponen capturar dos veces en
el centro y luego activar el AR
con A3A. A continuaci6n, como
compensaci6n por ciertos puntos
debiles en el centro, tiene 4AD y
4R, dos buenas casillas para sus
caballos.
187
1 2. CD2D
1 3. P X P
1 4. P5D
PA x P
C3AD
Esto es contrario a los planes de
las negras, pero 14. C3C, P4TD;
15. A3D es una linea mas fluida.
1 4.
1 5. A I C
1 6. P3TD
1 7. P4CD !
C5C
P4TD
C3T
Utilizando la clavada en la co­
lumna TD para quitar a los ca­
ballos negros la casilla 4AD. La
jugada fij a tambien el PCD negro
en una casilla donde puede ser
atacado mediante A3D, D2R, y
luego incluso por CI CD3AD.
1 7.
1 8.
PxP
PxP
C3C
Sin embargo, las negras se ade­
lantan y al desclavar el caballo
amenazan al PCD. Como 19. A3T ?
es una pieza autoclavada que per­
mite 19. . . . , C x PC, las blancas
tienen que protegerse con la
dama. Esto significa postergar
cualquier intento de presi6n me­
diante D2R y no podemos decir
que las blancas hayan consegui­
do mucho, 10 que puede ser un
argumento a favor del plan alter­
nativo de la j ugada 14 0 una con­
firmaci6n del comentario hecho
por Tarrasch hace muchos aiios.
1 9. D3C
20. A3D
21. CIA
A2D
DIC
C5A !
Han recorrido mas de la mitad
del camino que los separa del
188
control de tiempo y todavia no
es mucho 10 sucedido. Las blan­
cas no pueden derivar ninguna
ventaja de 22. A X C ya que pierde
su propio PCD y concede los dos
alfiles. Por 10 tanto, deciden de­
fender el PCD con su torre, entre­
gando la columna TD, pero libe­
rando la dama.
22.
TIC
Existia tambien una cuesti6n tac­
tica : las negras amenazaban 22 .
. . . , C4A ! 23. T x D, C x D ; 24. T x T,
T X T y las negras tienen la ini­
ciativa en el fIanco D.
22_
23. C3C
TIA
P3C
Una jugada defensiva corriente
en la Ruy L6pez, pero no era
realmente necesarfa aqui. Las ne­
gras deberian continuar con su
juego en el flanco D. De este
modo, 23. . . . . C2A. amenazando
T5T en una etapa posterior, era
muy factible, puesto que 24. A X C,
P x A; 25. D x P daria a las negras
una muy buena posici6n median­
te 25 . . . . , C4C seguido por 26 . . . . ,
C6A.
24.
DID
C3C
Claro signo de que han «perdido
e1 hilo». 24. . . . . C2A para jugar
C I R y entoncesT5T todavia resul­
taba correcto.
25.
C5C
Las blancas, por fin. pueden ha­
cer un gesto agresivo en el flan­
co R.
25.
26.
P4A
T2A
DID
Volviendo a l a defensiva, y a que
permitir PSA daria a las blancas
un formidable ataque al trasla·
dar sus torres a la columna AR.
27.
C3A
P3A
Una vez mas, la tactica del erizo,
, P x P; 28. A x PA daria
pero 27
a las blancas una posicion muy
activa con la amenaza de PSR.
.
. . .
28. R2T
29. D2D
30. T I A
3 1 . P5A
C5T
TD I A
AlA
Para mantener a l a dama fuera
de ST. Siempre cuentan con C6A
para defender el PCD .
34.
A3R
j Para el conocedor del «Guiness
Book of Records» esta es la pri­
mera j ugada con este alfil! Trin­
gOY se encontraba ahora presio­
nado por el tiempo y en vez de
continuar su tactica de espera
con una jugada como 34. . . . ,
P3TR, efectua un movimiento im­
preciso que permite a las blancas
hacer un prometedor sacrificio.
34.
35. AD X P !
36. C X PC
D2D
PXA
Una jugada d e compromiso, pero,
coma 30. . . . , A3T constituia una
amenaza, la decision fue en parte
forzada.
31.
...
P4C
Continuando con su estrategia
tipo « LInea Maginot».
32.
T l TD
Antes de trasladar todas sus fuer­
zas al flanco R, las blancas apro­
vechan la oportunidad para for­
zar a las negras a una posicion
mas pasiva en el otro flanco. La
amenaza es 33. T x C, de modo
que las negras deben suprimir la
duplicacion de torres con 32 . . . . ,
Tl T 0 retirar su mal si tuado ca­
ballo.
32.
33.
D2R
CIC
AIR
Con los caballos negros situados
en el otro lado del tablero, las
blancas cuentan con una supe­
rioridad material en las proximi­
dades del rey negro y amenazan
con PAR. Asi, si ahora 36 . . . . ,
A2A entonces 37. A x P, C6A ; 38.
A x D, C x D; 39. A x T, C x C; 40
R x C, T x A; 41. TRJ A gana.
36
37.
.
C6R
A3T
T6A
189
No 37 . . . . , TSA; 3S. D4C + , RIT;
39. D4T ! ni 37 . . . . , ASA; 3S. C X A,
P x C ; 39. T x P.
38.
D4C +
RIT
o 3 S . . . . , R2A; 3 9 . DST + ganando
el alfil.
39. D4T
o
TXA
39 . . . . , A2C; 40. P6A.
40.
DxA
D2AR
La unica defensa contra el mate
en SA (0 en 7C despues de 40 . . . . ,
A2A? ).
41.
41.
...
TXC
Quitando de en medio a uno de
los potenciales atacantes. Si 4 1 .
. . . , RIC entonces 42. D7C + , D x D ;
43. P x D, A2A; 44. T x A ! , R x T ;
45. T I A + , R2R; 46. TSA, etc.
42.
43.
RXT
DXD
D3C +
AxD
Las amenazas de mate han de­
saparecido, pero el final esta per­
dido a causa del fuerte peon ade­
lantado.
44. P7A
45. TD I A !
46. T6AD !
C2D
TIA
AbaDdonaD
PGA
4 1 . CST tambien gana; por ejem­
plo : 4 1 . . . . , A2D ( 4 1 . . . . , D x C;
42. D7C mate ); 42. CSC, D2R (la
unica casilla para impedir 43.
D6A + 0 43 . D x P mate ); 43. P6A
o 4 1 . . . . , T2A; 43. P6A, T2T ; 43.
D7C + , etc.
Aqui muere el peon adelantado
y las blancas vuelven a sus ame­
nazas de mate basadas en su po­
deroso caballo que niega la casi­
Ha 2CR como escape para el rey;
por ej emplo : 46 . . . . , A x PA; 47.
C x T 0 46 . . . . , T x P ; 47. TSA + y
mate.
61 . Interzonal· de Amsterdam, 1 964.
Negras : Benko.
DEFENSA CARo-KANN
I. P4R
2. P4D
3. C3AD
4. C X P
P3AD
P4D
PxP
C2D
La cuidadosa linea que pretende
jugar CR3A sin el temor de du190
plicar un peon. Sin embargo, la
posicion asimetrica que resulta
de 4 . . . . , C3A; S. C x C + PC x C
no esta desprovista de contrapo­
sibilidades para las negras, mien­
tras que generalmente el texto
las dej a en una posici6n pasiva.
5. A4AD
CR3A
6. CSC
7. D2R
8. A3C
P3R
C3C
La ultima j ugada de las blancas
indica que intentan conseguir
posibilidades t.kticas (como sa·
crificios en 7AR 0 6R. por ejem·
plo ) especialmente si las negras
tuvieran que j ugar uno de los
caballos llevandolos a 2D para
desafiar e1 caballo blanco que
pronto aparecera en SR. Obj eti·
vamente. 8. A3D es mejor.
P3TR
8.
Aqui. una celada muy conocida
es 8
D x P ? ; 9. CR3A Y 10.
.
. . . •
CsR ganando el PAR. ya que las
negras no pueden desarrollar me­
diante 9
AsC + a causa de
10. P3AD ! . A x P + ; 1 1 . RIA y se
pierden piezas.
.
9.
. . . •
CD3A
Otras jugadas de caballo permiti­
rian a las negras capturar impu­
nemente el PD.
9.
P4A
...
Este es mas bien dudoso. 9.
P4TD ! da buen contrajuego a las
negras.
10. A3R
Obj etivamente debemos conside­
rarla menos precisa que 10. A4AR
que deberia negar a la dam a el
uso de 2AD una vez abierta la
columna D 10
P x P; 1 1 . 0-0-0
o 10
CD4D; 1 1 . ASR. D4T + ;
.
.
. . .•
. . . •
12. C2D ! . P X P ; 13. 0-0-0 seguido
por 14. C4A y 15. C3A ). Sin em­
bargo. Spassky seguia un parti­
do anterior Tal-Benko.
1 0.
..
D2A
.
Mej orando la partida con Tal en
la que despues de 10
CD4D;
1 1 . 0-0-0. las blancas vencieron en
una complicada lucha.
.
1 1 . CSR
12. CR3A
1 3. 0-0
. . . •
A3D
0-0
El enroque largo era muy facti­
ble y posiblemente mas fuerte to­
mando en cuenta que el ataque
a bayoneta P4CRsC seria muy pe­
ligroso para las negras. Sin em­
bargo. en vista de la fuerte com­
petencia para obtener un lugar
en el Torneo de Candidatos y
el hecho de que solo tres de
los cinco aj edrecistas sovieticos
(Bronstein. Shtein. Smyslov. el
mismo Spassky y Tal ) podrian
quedar calificados --existia un
limite maximo para el numero de
participantes por pais- no po­
demos culpar a Spassky por ha­
ber e1egido una estructuracion
mas solida.
1 3.
1 4. P3A
15. T D I D
CD4D
P3CD
A2C
Tal vez 15.
C X A primero sea
mejor. La columna AR abierta
que resulta de 16. P x A no era
muy amenazadora y las blancas
no pueden hacer la normal ju­
gada de ataque CsCR.
. . . •
191
mas, el texto priva a las blancas
del uso de la 4D.
16. AlA
Ahora Spassky mantiene l a ten·
sion evitando el cambio.
16.
17.
1 8.
TRIR
P3TD
TD I D
TRIR
proponiendose
Aparentemente,
continuar con P4AD, pero de he­
cho la continuacion es algo dis­
tinta del plan normal : P4AD,
P x P y P3CD con la intencion de
jugar AlC.
1 8.
1 9. A4T
20. P x P
DIA
TlA
Abandonando e l apoyo a s u caba·
110 y abriendo la columna D por
la que las negras pueden intentar
hacer cambios. Manteniendo la
tension mediante 20. AlA las
blancas podrian haber aumenta­
do los problemas de las negras.
...
20 .
PxP
No parece haber nada malo en
20 . . , A x P, pero luego en el
final las blancas podrian forzar
un PAD adelantado, mientras que
la experiencia ha demostrado
que la formacion de peones que
las negras establecen ahora, for­
man una defensa mas efectiva
contra la superioridad del fIanco
D. En el caso presente, las blan­
cas t e n d r a n dificultades para
conseguir un peon adelantado a
menos que esten preparadas pa­
ra cambiar todos los peones del
fIanco D 10 que aumentarian !as
perspectivas de unas tablas. Ade.
1 92
.
2 1 . A5CD
Las primeras j ugadas siguientes
no producen nada constructivo
para las blancas, pero con su
fuerte posicion en el centro pue­
den permitirse esperar desarro11os.
21.
22. A3D
C3C
D2A
. , D1T, amenazando con 23 .
. . . , AR x C, parece mas promete­
dor.
22 .
.
.
23. P3TR
24. P4A
A4D
Volviendo, por fin, al plan habi­
tual bosquej ado en la nota a la
jugada 18.
24.
25. P3CD
AIT
CD2D
Apresurandose a cambiar piezas
antes de que las blancas jueguen
AlC y luego C4C (0 primero A1C
y D2A ) con posibilidades de ata­
que.
26.
A2A
Las blancas tienen que hacer esta
jugada preparatoria, porque si .
26. AlC entonces 26 . . . . , C x C ; 27.
C X C, D2C !
26.
27. C X C
28. D X A
29. T X D
CXC
AXC
DXD
A5R
Las negras han cambiado piezas
para dar este interesante golpe
tactico atacando al defensor de
ID. Sin embargo, la� blancas con­
servan todavia el mejor final.
30. T X T
31. A x A
TxT
j Sin ningtm peligro !
31.
32. R2T
T8D +
TxA
Las negras se dan cuenta ahora
de que la jugada 32 . . . . , C2D que
se proponian se refuta con 33.
A2C, C x T; 34. A x C y las blancas
conservan sus dos alfiles por la
torre; por ejemplo : 34 . . . . , TSR;
35. P3A, P4A; 36. A3C ! , T6R; 37.
A6A, T x P; 3S. P4TD Y las blan­
cas ganan el final.
33. A6A
Esta gana el PAD y por 10 tanto
da a las blancas un final muy
superior.
33.
34.
35.
T X PA
A4T
T8TD
TxP
Y el alfil es tambien una buena
pieza m6vil.
35.
36'_ T7A
C5R
No es el juego mas exacto debi­
do a que los participantes se
apresuran a introducir los ulti­
mos movimientos antes del con­
trol del tiempo. Las blancas de­
berian jugar 36. TSA + , R2T ; 37.
T6A, C6A y no 3S. T x PT ahora
a causa de 3S . . . . , C x A; 39. P x C,
T6AD con buenas posibilidades
de tablas, sino el agresivo 3S.
ASR con juego a ambos lados
del tablero : el PAD adelantado y
amenazas contra las casillas cIa­
ras en el lado R como en la par­
tida.
36.
C7D
Las negras tambien se equivo­
can. 36. . . . , RlA para privar al
alfil de SR es 10 correcto, ya que
37. T x PT se refuta mediante 37.
. .. , C4A ! ( amenaza 3S . . . . , C x P );
3S. TST + , R2T ; 39. A6A, T x T ; 40.
A x T, C x P y puede que las blan­
cas no tengan una victoria cIara.
Las blancas tienen, por supuesto,
otras posibilidades tales como 37.
P3A 0 37. P5A ! , pero las negras
pod ran por 10 menos, dar batalla.
37. A8R !
C x PC
No 37 . . . . , P3A 0 4A, puesto que
las blancas entonces dan mate 0
ganan la torre con 3S. l\.6C , RlA;
39. T7A + , R l C (39 . . . . , RIR; 40.
T X PT + ) 40. T7R.
1 93
3S.
39.
A x P+
P4T
R2T
Axnenazando con una nueva red
de mate con 40. P5T Y 4 1 . A6C + .
Despues de un comienzo lento,
no podemos negar que la partida
se ha animado!
39.
40.
A x PR
P4TR
C5D
La amenaza era 41. A5A + , RIC
(41 . . . . , R3T; 42. T6T + ) 42 . A6C ! ,
etcetera.
41.
A5D
...
R3C
C4A
o 42 . . . . , R3A ; 43. 'T7A + , R3C
(para salvar el PCR ); 44. T4A!
amenazando 45. A7A + 0 45. A4R �
como tambien 45. T x C.
43.
44.
46.
P5A
P6A
P7A
R3A
C2R
T6A
Las negras han logrado cubrir la
casilla de coronaci6n dos veces,
pero T x C destruira pronto un
defensor clave.
46.
La j ugada sellada. Las blancas
renuevan su amenaza A4R + y ga·
nan sin demasiadas dificultades
impulsando hacia adelante su
pe6n avanzado PAD.
41.
42. T7D
A7C
No 46. T6D + ?, R4R; 47. T6A,
T x T ; 48. A x T, R3D !
46.
47. T X C
4S. PSA (D)
49. A x T
50. A6T
P4T
RxT
TxD
P5T
Abandonan
62. Belgrado, 1 964.
N egras : Z uidema.
Ruy L6PEZ
1. P4R
2. C3AR
3. ASC
4. P3A
P4R
C3AD
A4A
Esta es mejor que 4. 0-0 en que
4 . . . . , C5D dej a a las negras con
una igualdad aproximada.
194
4.
5. P4D
6. 0-0
7. A5C
S. A4TR
C3A
A3C
0-0
P3TR
P3D
Despues de 8. . .. , P4C el sacrifi­
cio 9. C x PC tiene mucha fuerza
ya que despues de 9 . . . . , P x C (9.
. . . , C x PR; 10. C3A ); 10. A x P las
blancas y�. amenazan 1 1 . P4AR.
9.
deroso ataque (Kavalek-Zuidema.
Tel-Aviv. 1964 ).
P4T
En una partida contra Smyslov.
jugada en 1958. Spassky defendi6
'
con exito la posici6n despues de
9. A x CD. P x A; 10. P x P. P x P; 1 1 .
CD2D. A5C ; 12. C4A. P4C ! ; 13.
A3C, C X P en que los camb ios
posteriores 14. D x D. TR x D ; 15.
CR x P. A3R la dejaron en igual­
dad.
P4TD
9.
P3T; 10. AR x C. P x A;
No 9.
1 1 . P5T ! . A2T ; 12. P x p. P x P ; 1 3 .
D4T ! con ventaj a.
PXP
1 0. T I R
Si las negras tratan de retener el
centro mediante 10. .
D2R en­
tonces 1 1 . C3T. ASC; 12. C4A da a
las blancas gran presi6n; por
ej emplo : 12.
P4C ; 1 3 . A3C.
C2D ; 14. C3R. A4T ; 15. C5D ( Spas­
sky-Quiiiones. Amsterdam. 1964).
. .•
. . .•
1 1 . AR x C I
Las muchas referencias respecto
de las aperturas que hemos visto
hasta el momento en las partidas
de Spassky. muestran que posee
u n profundo conocimiento de
csta variante. En este momento
c1abora un plan que le permite
cjercer presi6n a ambos lados
del tablero. Despues de 1 1 . P x P.
A5C ; 12. A,R x C. P x A; 13. C3A las
ncgras podrian igualar mediante
13.
P4C ; 14. A3C. C4T ! pero
no mediante 13.
A x C ; 14.
D x A ! . A x P; 15. P5R! . A x P; 16.
T x A ! , P x T ; 17. C4R con un po. . . •
1 1.
1 2. C X P
1 3. C2D
PXA
TIR
No 13. C x P. D2D; 14. A x C, D x C !
recuperado el pe6n y deshacien­
dose de sus dos debilidades prin­
cipales : el PAD duplicado y el
caballo clavado.
1 3.
. . .
P4C
No se puede evitar por mas tiem­
po este debilitamiento. ya que las
blancas amenazan con jugar D3A
seguido por P5R coma en la par­
tida Kavalek.
1 4. A3C
1 5. P X A
1 6. P3A !
AXC
TIC
A primera vista las negras tienen
un buen juego con la presi6n so­
bre la columna CD. pero la juga­
da del texto que dej a al alfil
blanco disponible para la acci6n
en el flanco D muestra claramen­
te que la ventaj a esta todavia en
manos de las blancas.
1 6.
...
A3R
No 16 . . . . . T x P; 17. C4A y 1 8 .
C X P T e n que el PTO avanzara
rapidamente.
1 7.
1 8.
19.
20.
P3C
A2A
T I AD
T3A
T5C
DlT
TRI C
D2C
. . . •
Las negras han concentrado sus
fuerzas de la manera mas econ6195
mica sobre el PCD enemigo, pero
los dos movimientos siguientes
de las blancas muestran que este
contraj uego dirigido sob re una
debilidad no puede compensar en
forma adecuada por los tres pun­
tos debiles de la posicion de las
negras en 4TD, 3AD y 4CR . .
21.
22.
AxP
DIA !
P4T !
D x PA, D3C; las blancas pueden
mantener la ventaj a con 27 . D7D,
o 27. T l A, D x D ; 28. T x D, T5C
(28 . . . . . T2C ; 29. T6T ); 29. T x P.
T x PT ; 30. T6A y el PD resultani
ser una amenaza mas efectiva
que el PTD a causa del amplio
campo de accion del alfil blanco
comparado con el distante ca­
ballo.
22.
23.
24.
25.
26.
PXP
C4A !
C x PT
CxP
A3R
PXP
C2T
D3C
TSC
Las negras habian confiado en
esto cuando jugaron la 22. Sin
embargo, Spassky cuenta ahora
con una habil respuesta que fuer­
za un final vencedor.
La posicion decisiva. Las negras
no pueden jugar 22 . . . . , P X P; 23.
C x A, T x C ; 24. T x T, D x T ; 25.
D x PT, C2T ; 26. P5R! en que las
amenazas de 27. P6R 0 27. A X P
seguidas de 28. A6A dan a las ne­
gras un ataque vencedor, ni tam­
poco deberian intentar 22. . . . ,
A x P ; 23. P x P, P x P ; 24. P5R ! ,
C4D (24 . . . . , C2 ].' ; 25. C4R. T8C;
26. D3R, T x T + ; 27. A x T con un
fuerte ataque ); 25. C4R ! , C x T ;
2 6 . D x P + , R I A ; 27. D6T + , R I R
(27 . . . . , R2R; 2 8 . P x P + y si 28.
. . . , R2D ; 29. C5A + ganando la
dama ); 28. C6A + , R l D ; 29. D8T + ,
R2R; 30. P x P mate . 22 . . . . , C2T
.
parece la mejor dcfensa, pero
despues de 23 . P x P, P x P ; 24.
C x A, T x C ; 25 . T x T, D x T ; 26.
196
27. P5D I
2S. TR X T
29. C X T
TXD
D7C
AXP
29 . . . . , D x C ; 30. P x A, P4AD de­
j ando fuera las torres es una po­
sibilidad ligeramente mejor. Sin
embargo, despues de 3 1 . P x P + ,
R x P ; 32. T l D y s i es necesario
33. T( 3 )3D las blancas ganan el
PD y, por ultimo, la partida. Pero
ahora el PTD decide las cosas en
forma mucho mas expedita.
30.
31.
PXA
P5T !
DXC
El PAD puede esperar. Es impor­
tante empuj ar el peon adelanta­
do para red.u cir las posibilidades
de que las negras puedan bID­
quearlo.
31.
32.
TIT
D1T
C3A
33.
34.
P6T
T3C
CxP
Abandonan
o 32, . . . , D3T; 33. T6A.
63. 5.' Partida de la Competicion, Candidatoa, 1 965.
Negras : Keres.
Ruy L6PEZ
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
P4R
C3AR
A5C
A4T
0.0
TlR
A3C
P3A
P3TR
A2A
P4D
CD2D
CIA
PxP
C3R
P3CD
8.
9.
1 0.
1 1.
12.
1 3.
1 4.
1 5.
1 6.
P4R
C3AD
1"3TD
C3A
A2R
P4CD
P3D
0-0
C4TD
P4A
D2A
A2D
PA x P
TD1A
TR1 R
o incluso el mas fuerte 19. P4CD
primero para privar a la dama
negra de la casilla 4AD.
1 9 . C (4 ) 5A
19
C x P tampoco es jugable
aqui. Despues de 20. D4C. C3AR;
.
1 6.
20.
t ro .
20. P X A puede ser refutado me­
diante 20 . . . . , P4D Y si 2 1 . A x C.
D x A; 22. C x P (22. D x P. T x C )
22
T x T + ; 23. D x T. DlD con
. . .•
un buen juego en las casillas os­
curas. Sin embargo. ahora 20
P4D puede ser fuertemente re·
futado por 2 1 . P5R.
.
20.
21.
No 2 1 .
1 7. C X P
1 8. A2C
Pa ra
CXA
. . . •
PxP
Un esquema favorito de Keres
que introduce presion en el cen·
1 8.
. . . •
2 1 . C6T + . R1T; 22. C x P + . R 1 C ;
2 3 . A x C. D x A; 24. D x A. P 3 C (24.
. . . . D x C ; 25. A x P + ) las blancas
ganan con 25. A4R.
.
Reduciendo la movilidad del CD,
y preparando un fuerte fianchetto.
AxC
AlA
DID
amen azar a l PR puesto que
C x P pierde ante 19. C5D
. . . •
C3R
. . .•
P3C
A2C
C x P ? ; 22. D4D.
22. D2D
C2C
No 22 . . . . . C x P ; 23. A x C. T x A
(23 . . . . , A x A; 24. D x A. T x A; 25.
197
C4C ! ); 24. A x A, R x A; 25 . C4C 0
25. C5D con un fuerte ataque en
el que T8R + aparece en muchas
variantes despues de 25 . . , t x T ;
26. T x T. Sin embargo el texto no
es la manera acertada de utili­
zar mejor e1 caballo que se en­
cuentra fuera de juego. 22 . . . . ,
C3A; 23. TDlD, T3R ! , rehusando
tragar el anzuelo en 5R, era la
linea que daria a las negras una
igualdad aproximada.
T x T; 33. TlAD penetrando la
posicion de las negras por la co­
lumna AD.
. .
23.
...
P3A
...
28. R2T
29. C5D
D2D
25. A3C
26. TD I D
27. T t AD
Las blancas ' permiten simplificar
mientras que 29. A5D, C x A; 30.
C X C mantendria la presion.
CXC
30. A x A, R x A; 3 1 . A x C privaria
a las negras de la posibilidad in·
dicada en la nota siguiente.
30.
31.
TXT
TxT
D2R
DIA
No 24 . . . . , C l D ; 25. TDlD, T3A; 26.
C5D. La debilidad del PD y de
las casillas que 10 rodean hace
que las negras monten una de­
fensa en profundidad.
CID
T3A
Era mas acertado jugar 27. R2T
primero, pues entonces 27.
D2R se refuta mediante 28. C5D
y 27 . . . . , C3R mediante 28. C5D,
C2D ; 29. T lAD, TRIA; 30. A x A,
R x A; 3 1 . D2C + , R I C ; 32. T x T.
. . .•
198
D2R
Haciendo que la dama vue1va a
entrar en juego ya que 28. C5D se
enfrenta con 28 . . . . , C x C ; 29.
P x C, T x T !
29.
30. A x C
No estrictamente forzado todavia,
pero necesario como preHmirlar
para j ugar A3C.
24 .
. . .
D2R
Para dar a su caballo I D .
24.
•
P4CD !
El caballo continua mal situado.
23 .
27
3 1 . . . . , A x A; 32. D x A, D2R era H·
geramente mejor.
32. A X A
33. D3A +
RxA
Una s e g u n d a imprecIsion. 33.
D4D + , RIC; 34. T8A, C3R; 35.
A x C y 36. T x T ganan el PD y,
a la larga, deberian obtener una
victoria, ya que el rey blanco no
esta expuesto a jaques en el final
de dama resultante.
33.
...
RIC
(Ver diagrama siguiente. )
36.
D7A
D3A
o
36 . . . . , C4T ; 37. D6C, D3A (37 .
. . . , C3A?; 38. T7A ) 38. T2A y em­
piezan a caer los peones negros.
37.
38.
T2A
D6C
T I AR
Con un efecto decisivo.
34.
35.
P4A
P3C
C3R
C2C
Ahora que el caballo ha alcan­
zado finalmente una casilla acep­
table, las negras pueden oponer
una resistencia inflexible con 35.
D2T amenazando con 36 . . . . ,
D7A + . En vez de eso, presiona­
do por el tiempo, Keres situa el
caballo en una casilla poco favo­
rable donde ya no puede impedir
la entrada de la dama enemiga.
. . .•
64.
38.
39.
40.
41.
o
PXP
D X PT
D X PC
P4C
DxP
D4R
C3R
41. . . . , C4T; 42 . D3D.
42.
43.
DIA
D5A
R2C
DXD
Esta era la jugada sellada, pero
Keres abandono durante el apla­
zamiento.
j Una de esas partidas que de­
j an la impresion de , que la Ruy
Lopez esta muy cerca de dar un
triunfo forzado a las blancas !
1 0. Partida de la Competicion de Candidatos, 1 965.
Blancas : Keres.
a
DEFENSA INDIA DE REY
Esta fue la ultima partida de la compe ticion. Spassky ganaba 5 X4 y
Keres tenia que conseguir una victoria. Habia tenido poco exito con
la Ruy Lopez, pero en la B." partida habia ganado en 25 jugadas con
una Nimzoindia. De aqui, la eleccion de la jugada de apertura. Spassky
a su vez la enfrenta con audacia y, en vez del Gambito de Dama con el
que ha ob tenido loables tablas contra destacados grandes maestros,
clige una agresiva respuesta.
199
1.
2.
3.
4.
5.
P4D
P4AD
C3AD
P4R
P4A
C3AR
P3CR
A2C
P3D
El ataque de Cuatro Peones, una
jugada de doble filo, para la cual
Keres tiene preparada una agre­
siva linea.
5.
6.
P5D
7. C3A
8. A2R
9. PA X P
P4A
0-0
P3R
PXP
Una replica inusitada. 9. PR x P
es 10 usual en estos momentos
pues· da a las negras una pode­
rosa jugada que flanquea el cen­
tro de las blancas.
9.
I G. P5R !
11. PXP
1 2. A4AR
P4CD !
PXP
C5C
La nueva jugada de Keres. 12.
ASC es una altemativa complica­
da cuya desventaj a principal, des­
de el punto de vista de las blan­
cas, consiste en que ha sido su­
mamente analizada de modo que
no tienen ningun valor coma sor·
presa. 12. A x P, C x P ; 1 3 . 0-0, dej a
a las blancas con una ligera ven­
taja, pero es demasiado inofensi­
va para las circunstancias del
momento.
1 2.
...
C2D
Todavia invitando a las blancas
a iniciar un ataque. 12 . . . . , P5C,
segu.n Boleslavsky, es ' m e j o r,
200
pero la posicion sigue muy com­
plicada despues de 13. C4R, C2D;
14, P6R.
1 3.
P6R
PxP
1 3 . . . . , CD4R era la j ugada segu­
ra, pero la actitud de Spassky a
traves de la partida demuestra
que no teme las complicaciones.
La desventaja del texto consiste
en que libera la casilla 5D de las
blancas .
1 4. P X P
TXA
Aqui, Spassky penso durante 35
minutos. El texto es ciertamente
mejor ya que despues de 14 . . . . .
C3C; 15. D x D, T x D ; las blancas
tienen 16. P7R. TlR; 17. A6D 0
16. P3TR, PSC ; 17. C5CD y las
negras deben luchar para igualar.
1 5. DSD
Ganando el cambio a costa de la
iniciativa.
1 5.
1 6.
RIT
�
DxT
o 16. 0-0-0, TlC; 17. D6D, A3TR!
y la amenaza de las blancas 1 8 .
D X T h a sido frustrada por el
j aque a la descubierta 18 . . . . , T5D.
En esta situacion, las blancas
tampoco consiguen nada median­
te 17. P x C, A2C; 18. D x P a causa
de 18 . . . . , P5C; 19. C5D, T4A.
1 6.
1 7.
C3C
DXP
Las blancas podrian retener el
PR mediante 17. D8C 0 17. D6A
pero despues de 17 . . . . , C6R ! las
blancas no podrian enrocar y el
. rey se veria expuesto.
1 7.
1 8.
AXP
0-0
No 18. TID, ASD !
1 8.
1 9.
C6R
T2A
20
Otra decisi6n crucial. Si 19. TDID,
que Keres consider6 durante lar­
go tiempo, viene en seguida 19.
. . . , C x TD ; 20. T x C, ASD + ; 2 1 .
R1T, P5C ; 22. C5C, A4D ! con un
contraataque; por ejemplo : 23.
CD x A, P x C ; 24. C x P, T x C ; 25 .
T x T. A x P + ; 26. R x A. D x T; 27.
D7R. P4T 0 24. DST, D3D y las ne­
gras estan a salvo. 19. A x P dej a­
ria a las blancas con un pe6n de
ventaj a. pero despues de 19. , . . .
C x T; 20. T x C. T2A; 2 1 . D5T, D I C
e l control e n las casillas oscuras
que mantienen las negras les
proporciona un contrajuego ade­
cuado.
1 9.
20. C5CD
o
giro de los acontecimientos y da
20. CID, T2A; 2 1 . D5T. C5C; 22 .
T 1AR, ASD + , 23. R1T (23. C x A,
D x C + ; 24. RIT, T x T + ; 25. A x T,
D5AR! ? ) 23. . . . , D3D; 24. P3CR,
A4D con un ataque decisivo. Si
20. C4TD entonces 20 . . . . . C x C;
2 1 . D x C, A x PC con un fuerte
PAD avanzado.
P5C
20. CID esperando 20 . . . . , C5C;
21. C5C ! como - de hecho ocurri6
en una partida de un club argen­
tino Bartis-Smetan, 1970. Ahora
la amenaza de 22. D x A + ! es
muy fuerte ganando las blancas
despues de 2 1 . . . . . T x T; 22. C x T,
D x C ; 23. A x C, CIA; 24. D4T ! ,
A x P; 25. A x A, A x T; 26. D8R + ,
R2C ; 27. D7A + . Sin embargo,
Bondarevsky, el entrenadoIi de
Spassky, ya habia anticipado este
.
.
..
T2A
Aqui tambien el acoso a la dama
permite a las negras mantener la
iniciativa .
2 1 . D5T
21. D6T , A x PC ; 22. TIR, C5C;
23. TID, A4D con buenas perspec­
tivas.
o
21
D l CD
.
Desclavando el caballo y amena­
zando mate con 22. . . . , C5C; 23.
T(2 )lAR, T x C. 21. . . . , A x PC era
j ugable pero las negras preneren
montar amenazas en todas direc­
ciones (C(3 )SA ).
22.
TDlR
A4D
No 22 . . . . , C5C; 23. AlA. C x T; 24.
T x A atacando dos piezas 0 23.
. . . , T x C ; 24. P x T.
(Ver diagrama siguiente. )
23. A l A
S u mejor posibilidad era 2 3 . A3D
despues 23 . . . . , C(3 )SA; 24. A x C
(24. D6T, C x PCR! ; 25. R x C. D5A;
26. T8R + , AlA; 27. AlR, D4C +
y
201
las negras todavia tienen que an­
dar con cuidado (27 . . . . , CSA; 28.
D7A ! , D x C ; 29. D8D + , AIC; 30.
T8R. De hecho, las negras po­
drian continuar con 27 . . . . , C6D
con cierta ventaj a a causa de su
PAD adelantado, pero las blancas
no estan perdidas todavia y la po­
sicion sigue siendo tensa.
27.
28.
con j aque perpetuo puesto q u '"
28. RIT, D8A + ; 29 . T l A ? pierde
ante 29 . . . . , T x C ) 24 . . . . , C x A;
2S D6T, T3A; 26. D4T (26. D7T,
D x C; 27 . T7R, C3D ! ; 28. T x A
C2A ganando ) 26 . . . , T l A en que
las amenazas 27 . . . , C x P 0 27 . . . .
A3AD dan buen juego a las ne­
gras.
.
,
DXC
T7R
Lamentablemente, 28 . D x C solo
pierde una pieza ante 28 . . , T x C
descubriendo un ataque a la da­
ma. Keres ya no disponia de mu­
cho tiempo.
.
.
.
.
23.
24. TR x C
2S. D6T
26. D4T
CXA
CSA
T3A
No 26. D7T, D x C ; 27. CSC,
T x T + ; 28. T x T en que las ne­
gras ganan con el sacrificio 28.
. . . , ASD + ; 29. RIT, A x P + ! ; 30.
R x A, C6R + ; 3 1 . R3C, C x T + ; 32.
R4T, A7A + , etc.
26.
27.
28.
29.
,
CxP
D2R
C6D
PSA
Decisiva.
30.
31.
32.
T8R+
TXT+
CSC
TlA
AxT
o
32. C4D, D4A; 33. D3R, A2C ; 34.
D8R + , AIC .
32.
33. R I T
34. D2D
3S. C3A
A4A +
D2D
D2R
D2A ?
La amenaza era 3S . . . . A6R.
,
La j u g a d a perdedora. Resulta
comprensible que Keres deseara
ansiosamente retirar a la dama
de la columna TD donde esta ex­
pues ta a un ataque constante,
pero no advierte un punto impor­
tante. Deberia jugar 27. DST Y
202
3S.
.
. .
D6R
Las blancas perdieron a causa del
tiempo, mientras a Spassky le
quedaban todavia mas de diez
minutos en su reloj .
65.
6.' Partida de Competicion, Candidatoa, 1 965.
Negraa : Celler.
Ruy L6PEZ
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
P4R
C3AR
A5C
A4T
0-0
TIR
A3C
P3A
P3TR
PAR
C 3AD
P3TD
C3A
A2R
P4CD
0-0
P3D
C2D
Una jugada que parece artificial,
pero el lento desarrollo de las
blancas da a las negras amplias
posibilidades para elegir las Ii­
neas en que desean maniobrar.
1 0. P4D
1 1 . CD2D
1 2. C I A
1 3. C ( I ) 2T
C3C
A3A
TlR
En la cuarta partida, Spassky ha­
bia sacrificado un pe6n mediante
13. C3R, P x P; 14. P x P, T x P; 15.
D2A, pero despues de 15 . . . . , D l R
las negras lograron una partida
satisfactoria que lleg6 a tablas en
32 jugadas.
1 3.
14.
15.
1 6.
1 7.
PXP
A2A
C4C
PXA
PxP
C4T
P4A
AXC
PxP
muy b ien 17 . . . . , C3A; 18. PSR.
PD x P; 19. P x PA. D x D; 20. T x D.
CST tampoco daria mucho a las
blancas.
1 8.
P5C
A2R
Una mala j ugada cuya motiva­
ci6n resulta dificil de encontrar.
18 . . . . , A4R; 19. C x P, TlAD man­
tendria el equilibrio.
1 9. P5R !
Es dificil creer que Geller no hu­
biese considerado antes esto. La
explicaci6n para su falta de vigi­
lancia debe consistir en que con­
sideraba 20. A x P + como descar­
tado en vista del hecho de que
el PCR en SC bloqueaba la
continuaci6n normal del ataque
CSCR + en el sacrificio del pre­
sente griego.
1 9.
...
AlA ?
Tenia que jugar 19 . . . . . P x P ;
20. C X PR, P3C (para impedir
A x P + ) y las blancas continua­
rian 2 1 . C4C y entonces 22. D3A
con un fuerte ataque, explotando,
si es necesario. la columna TR
mediante P3CR y R2C.
20. A x P +
RXA
o
Puede jugarse, pero 1 7. . . . , P3C
eliminaria las amenazas inmedia­
tas de las blancas y despues de
1 8 . PSC, A2C las negras quedan
bien 20 . . . . , RIT; 2 1 . A2A, P3C ;
22. P6R! y el PCR se debilita de­
masiado.
21.
P6C +
R1C
203
No 2 1 .
R x P; 22. D3D + mien­
tras que 2 1 .
P X P transpone a
la partida despues de 22. CSC + .
. . .•
. . .•
22. C5C
23_ D3A I
PA X P
DxC
29. D x PD
30. D4R
3 1 . A3R
T2D
A2R
3 1 . A x A era una manera mols sim­
ple de abordar el problema tec­
nico. Despues de 3 1 .
T(3 ) x A ;
32. TRlD 0 3 1 .
T(2 ) x A; 32.
TIAR las negras tienen algo por
que jugar.
. . . •
o
bien 23.
D2D (23.
D2A;
24. D3T ) 24. P6R. Las negras tam­
bien pierden la dama despues de
23
A2R; 24. D7A + . RIT; 2S.
C6R.
. . . •
.
. . .•
. . .•
. . .•
24. A X D
31.
32.
C (3 ) 5A
TD I D
PXP
N o estrictamente necesario. ya
que 32. P3C. C7C (32
C3D; 33.
DSD ) 33. T8A + forzaria posterio­
res cambios de piezas .
.
32.
33. T x T
34. D5D
. . .•
TxT
CxP
Una continuacion mols acertada
para el sacrificio de peon era 34.
T7D.
Las negras tienen solo un ligero
deficit material con dos caballos
y dos peones por la dama. pero
sus caballos tienen una posicion
poco activa. de manera que las
blancas deberian ganar sin mu­
cha dificultad.
25. TD I A
2 6 . D3D
27. P4A
T2T
T3R
Abriendo el juego para aumentar
aim mols la movilidad de la dama.
27.
28.
204
PXP
C (4) 5A
C x PR
34.
35.
R2A
TIC
Incertidumbre p r o v o c a d a por
problemas de tiempo. El obvio
3S. TlAR + . A3A; 36. P4C da una
victoria molS rolpida ya que 36.
C x P ; 37. A4D. CSA; 38. D7D +
gana una pieza.
. . . •
35.
36. A2A
37. T l R
C ( 7 ) 5A
P4C
A3A
Tampoco las negras encuentran
la manera de crear dificultades.
37
PSCR daria mols espacio a
sus apretadas piezas.
.
. . . •
38. R I T
39. T3R
40. T2R
4 1 . A4D
42. P4C
C7C
C ( 7 ) 5A
C3D
C (3 ) 5A
o
42
.
R2R
. . . •
R2A
Abando.a.
Si 44.
A2R e n t o n c e s 45 .
T2AR + . RIR; 46. DSA + 0 44 . . ,
R3C ; 45. DSA, R2A; 46. DSA + ,
R3C; 47. DSCR, T3A; 4S. DSR + .
Una segunda mitad mas bien
prosaica despues de la emocio­
nante 20. A x P + .
. . . •
. .
Spassky sella esta j ugada que
crea una posicion de Zugzwang.
42.
43. A5A +
44. D7C +
P3C; 43. R2C.
8.' Partida d e l a Competicicin, Candidatoa, 1 965.
Negraa : Geller.
66.
DEFENSA SICILIANA
1.
P4R
P4AD
Habiendo conseguido solo medio
punto en tres partidas con la Ruy
LOpez, Geller prueba suerte con
una linea mas complicada espe­
cialmente porque necesitaba una
victoria para continuar en la
competicion.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
C3AR
P4D
CxP
C3AD
A3R
A4AD
C3AD
PxP
P3CR
A2C
C3A
P3D
Ahora la amenaza de S . . . . , C5CR
induce a las blancas a efectuar
la jugada siguiente que dej a sin
proteccion al alfil.
8.
P3A
C4TD
Una jugada insolita que no ha
encontrado seguidores. La res­
puesta apropiada a la ultima ju­
gada de las blancas es la com­
plicada S. . . . , D3C aunque des­
pues de 9. ASCD 0 9. C5A se pien­
sa generalmente que las blancas
tienen las mejores perspectivas.
9.
1 0.
A3C
PT X C
C XA
Las negras han « ganado» los dos
alfiIes, pero la columna abierta
TD de las blancas y su fuerte ca­
baUo en el centro representan
una compensacion mas que ade­
cuada.
1 0.
...
0-0
Esto proporciona a las blancas
el objetivo para un ataque y 10 .
. . . , P3TD postergando una deci­
sion parece preferible.
205
11.
12.
D2D
P4T !
P3TD
A2D
Demasiado cortes. 12 . . . . , P4TR
mantendria el ataque de las blan­
cas durante algunas jugadas .
1 3. PST
Aunque en tales posiciones se
j uega a menudo el preparatorio
P4CR (quizas para trasladar la
dama de 2D a 2TR 0 para facili­
tar un sacrificio mediante CSAR
seguido por PC X P abriendo la
columna CR hacia el rey negro )
Spassky se da cuenta de que en
la situacion presente resulta su­
perfluo. En este momento, el sa­
crificio de peon directo, sin pre­
paracion, ya es bastante bueno.
TlA
1 3.
. . . , A x A; 1 7 . D x A, D2R; 18. OM,
P4CD con buen juego.
1 7. C3C
1 8. P4C !
P4CD
Muy fuerte ahora que las negras
carecen de contrajuego y tendran
que defender sus debilidades en
3TD y 3D
1 8.
...
D2C
No 18. . . . , D3A a causa de 19.
A x A, R x A; 20. P x P, PA x P ; 2 1 .
D6T + , R2A; 22. PSC ganando. 18.
. . . , TRI D; 19. T x P 0 1 8 . . . . , TIT;
19. 0-0-0, TRID; 20. TO l C con la
amenaza de 2 1 . CSA parece igual­
mente inutil.
19. A x A
20. P X P
21. DXP
RXA
PA x P
o
13.
C x PT; 1 4 . P4CR, C3A;
15. A6T y si 15 . . . . , A1T entonces
16. CSA ! con D2T y CSD en pers­
pectiva.
1 4.
A6T
P4R
El Unico plan activo de que dis­
ponen las negras, desafiando al
cabalIo centralizado que podian
haber cambiado en la jugada 8 .
15. CR2R
1 5. P4CR
A3R
D2A
Las negras tienen muy pocas
perspectivas en la columna AD y
como 16 . . . . , P4D falIa ante 17.
A x A, R x A; 1 8 . P x P, PA x P; 19.
PSC ganando sin riesgo un pe6n,
las negras deberian intentar 16.
206
Perfectamente adecuado ya que
las negras carecen todavia de j u­
gadas agresivas y la amenaza a
dos peones y un alfil no dej a a
las negras ninguna posibilidad de
elecci6n.
21.
22. D x P
23. CR2R
24. C4D
T3A
RIC
AlA
T2AD
(Ver diagrama siguiente. )
Las blaDli:as dominan el tablero
y ahora pueden enrocar cuando
quieran con una victoria facil.
25.
26.
0-0-0
DSC
T2R
nc
31. C X C
32. R2D
33. P X P
3'4. T l TR
35. TD I C R X
36. T4T
TXC
P4TR
PXP
T2TR
R2A
Este bloqueo destroza las ulti­
mas esperanzas de las negras de
conseguir algo con su peon ade·
lantado.
De 10 contrario, 27. C5A 0 27. CSD.
27.
TRIR
CIR
Por fin una semiamenaza de las
negras, pero permite a las blan­
cas cambiar damas.
28. DSD +
29. D X D +
30. CSD
67.
D2AR
T (2 ) x D
C2A
36.
37. R3R
38. T ( 1 ) l TR
39. C2R
T ( l ) lT
T2C
T (2 ) 2T
Finalmente, el caballo que de·
sempelio con tanto exito su mi­
sion abandona su puesto para
forzar la captura del PTR.
Las negras abandonan. Los dos
alfiles resultaron ser un factor
sin importancia en la situacion.
Spartakiad de loa Sindicatoa, Moscu, 1 965.
Negraa : Arutiunian.
Ruy L6PEZ
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
P4R
C3AR
ASC
A4T
0-0
TIR
A3C
P3A
P3TR
P4R
C3AD
P3TD
C3A
A2R
P4CD
P3D
0-0
P3TR
El sistema Smyslov que el mis·
mo Spassky empleo con frecuen-
cia en la decada de los alios se­
senta.
1 0. P4D
1 1 . CD2D
1 2. C I A
TIR
AlA
E n l a competicion entre Keres y
Spassky, una de las partidas con·
tinuaba 12. P3TD, A2D ; 13. A2T,
P4TD ; 14. D3C, D2R; 15. C tA, PST;
16. D2A, P3C ! Y despues de situar
al alfil en fianchetto las negras
tenian una posicion segura.
207
12
•
. . .
A2D
No 12
P x P; 13. P x P. T x P?
o 13 . . . . , C x P? a causa de la te­
naza de las blancas ASD. Todavia
se discute sobre cmU es mejor.
el texto 0 12 . . . . , A2C.
.
. . . •
que su AD tienen la diagonal
abierta desde 3R hasta 7TD. 20 .
. . . , C2C era suficiente para man­
tener la igualdad.
21. P x P
22. A3D
23. D2R
PxP
TRI A
1 3. C3C
En otra partida de la competi­
cion Keres-Spassky, el primero
ensayo 13. P x P. pero despues de
13. . . . , CD x P las negras tenfan
una posicion perfectamente sa­
tisfactoria.
1 3.
...
P4TD
La jugada normal es 13 . . . . , C4TD
seguida por P4A y el fianchetto
del AR, pero el texto es perfec­
tamente jugable.
1 4. A2D
15. A2A
1 6. P3C
PST
C4TD
Para impedir que el caballo lle­
gue a SA.
16.
1 7.
PT X P
PT X P
P3A
Sencillamente, 17 . . . . , P4A j ugada
de inmediato dejaria a las ne­
gras con buen juego.
1 8. A3R
19. C2D
20. PSD
D2A
P4A
PSC
Esta hace mas rigida la posicion
permite a las blancas obtener
cierto juego en el fIanco D, ya
y
208
Las blancas estan ahora prepa­
radas para duplicar torres en la
columna TD combinadas con A6T.
Las negras se apresuran a ! mpe­
dir A6T.
23.
24. T2T
25. TRI T"
26. CST !
D2C
A2R
AID
C2T
Obviamente, tenian que evitar el
peon duplicado que resultaria de
27. C x C + , pero el texto no es
la manera adecuada de hacerlo,
ya que ahora el caballo blanco
constituye una autentica amena­
za. 26 . . . . , C x C es 10 correcto y
despues de 27. D x C no existe
una amenaza inmediata de sacri­
ficio en 6TR.
27. D3A
CIA
Cabe suponer que e l inexperto
jugador armenio que enfrentaba
a Spassky ( todos los apellidos ar­
menios terminan en la sflaba
acentuada «yan» Petrosian, Mi­
koyan, Khachaturian, Grogorian )
penso que habia consolidado y
podria refutar 28. D3C mediante
28. . . . , C3C. Sin embargo, se ve
barrido del tablero por un hura­
can de sacrificios .
28. T X C I I
Para sacar del tablero al defen·
sivo AR.
28
•
. . •
AXT
Si 28. . . . , T X T para retener el
AR entonces 29. T x T, A x T; 30.
A x P, A 1 D ; 3 1 . A x P con dos peo­
nes por el cambio y fuertes ame­
nazas como 32. A6A 0 32. A6TR se­
guida por C6A + .
29.
30.
TxA!
AxP
cambio, 0 3 1 . . . . , RIA; 32. CSA + ,
RIR; 33. C x P + ganando l a dama.
32.
PXP
No 32. D3C, PSA !
TxT
C2T
No 30 . . . . , P x A; 31. D6A y mate
en 7CR. mientras tanto existia la
amenaza 3 1 . C6A + , R I T ; 32. DST
como tambien tA simple captura
del PCR.
31.
CXP
P4A
La amenaza era 32. D3C y las j u­
gadas de rey tampoco son mej o­
res ; por ejemplo 3 1 . . . . , R 1 T ; 32.
CST, T l CR; 33. D x P, A3A; 34.
D6R, A I R ; 35. D x PD ! , A x C ; 36.
D x PR + , T2C ; 37. A x T + y 38.
D x A con cuatro peones por el
32.
33. eST
34. P6A
RIT
T I CR
Abandonan
Tanto 35. A7C + como 35. P7A
constituyen amenazas fatales; por
ej emplo : 34 . . . . , T(4 ) l T ; 3S. A7C + ,
T x A; 36. P x T + , R I C ; 37. D4R ! ,
C4C, D6C y 29. C6A mate.
68. Spartakiad de loa Sindicatoa, Moacu, 1 965.
Blancaa : M ukhitdinov.
DEFENSA SICIUANA
I. P4R
2. C3AR
3. ASC X
P4AD
P3D
C3A
Probablemente, la respuesta mas
apropiada a la j ugada favorita de
Sokolsky, puesto que despues de
3 . . . . , A2D; 4. A x A + , D x A el fa­
llecido maestro sovietico sugeria
el ingenioso 5. P4A seguido por
6. P3D situando los peones cen­
trales en las casilla s claras des­
pues de haber cambiado alfiles
209
de casillas blancas. Las blancas
tienen entonces un buen control
del centro sin conceder demasia­
do contrajuego a las negras.
4. P4D
S. D x P
6. A x C
7. C3A
PxP
A2D
AxA
Un sistema directo de desarrollo
que dan buen juego a las piezas
blancas a costa de la concesion
de los dos alfiles.
7.
9. 0-0.08. ASC
1 0. TRIR
11. AxC
AXA!
D x PD
o
12. P5R. A X C y las negras
ganan un peon 0 el cambio.
12.
1 3.
.
PSR
. .
D3C
Las blancas solo pueden elegir el
mal menor. ya que 13. T lA. A x C ;
14. P x A, TRlD; 15. D4C. T x T + ;
16. R x T, A x P las dej a con un
mal final. 13. T2R. A x C ; 14. P x A.
D3T ! da a las negras un fuerte
ataque con equilibrio de pic;zas.
210
D3T
TRI D
AXC
Un ej emplo de la regIa que dice
que la evntaja de los dos alfiles
yace en parte en la posibilidad
de cambiar uno en el momento
apropiado.
I S. PC X A
1 6. R I C
A4C +
A7D !
C3A
P3R
A2R
0-0
Una jugada demasiado precipita­
da . Las blancas deberian conser­
var este alfil y planear un ataque
gradual sobre el fIanco R; por
ej emplo : 1 1 . R1C, D4T ; 12. D2D,
D3C; 13. C4D ! seguido por P3A y
P4TR. (Gipslis-Polugaevsky, 36.·
Campeonato de la U .R.S.S., 1969.)
11.
1 2.
1 3.
14.
Por primera vez en la partida
(pero no sera la ultima ). las ne­
gras indican a su adversario que
su ultima fila es debil.
1 7.
TIT
N o 17: TlR ?, A x C ! ganando una
pieza mientras 17. TlAR no salva
su PAR ( 17 . . . . , A X C; 18. D X C,
D x PA! ).
1 7.
No 17
1 8.
...
.
. . . •
ASA
D x PA; 18. C4R!
C2R
Ahora el alfil se convierte en una
pieza dominante. pero 18. TDIR,
D x PA dej a a las blancas con un
equipo de piezas sin coordina­
ci6n.
1 8_
1 9. C t A
A X PR
Las blancas deciden entregar el
PAR para poder cambiar el po­
deroso alfil despues de 19. . . . ,
D X PA; 20. C3D en que tam­
bien gC;lnani el PTD. Sin embargo,
Spassky encuentra una manera
sencilla de ganar una ventaj a de­
cisiva.
1 9.
20.
TXT
TXT
A X PT !
El PTR es ahora una seria ame­
naza en el final y las blancas no
pueden usar las columnas abier­
tas TR y CR.
2 1 . T7D
22. C 3D
A4R !
A3A
Para detener 23. D7R ahora que
las blancas han aflojado la pre­
si6n en el 2CD.
23. C5A
TlD !
Otra advertencia sobre la debili­
dad de la fila de atras.
24. P4AD
25. T X PC
jY
P4TR
D3D
otra !
26.
D3R
Esta es una jugada perdedora,
pero 26. C3C, D x D; 27. P x D, PST
tambien pierde nipidamente. De
hecho, Mukhitdinov abandon6 en
este momento sin esperar la res­
puesta de Spas sky. Despues de
26. D8D + ; 27. DlA, D x P las blan.
cas no tienen defensas contra las
amenazas de 28 . . . . , T8D Y 28 . . . ,
D4A + .
69.
Sochi, 1 965.
Blanca. : Kotkov
Ruy L6PEZ
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
P4R
C3AR
A5C
AAT
0-0
TIR
A3C
P3A
P4R
C3AD
P3TD
C3A
A2R
P4CD
0-0
P3D
Sin mostrar sus cartas. S610 unas
pocas semanas despues de la
competici6n de Sochi, Spassky
enfrent6 a Tal en el Torneo de
Candidatos y logr6 un gran triun­
fo con el Gambito Marshall.
9. P3TR
P3 TR
El sistema Smyslov que lleya la
torre a lR para ej ercer presi6n
211
en el centro. Sin embargo, es ne­
cesario impedir primero C5CR.
P4D
1 1 . A3R
1 0.
TIR
En su encuentro anterior con
Keres, ese mismo ano, el gran
maestro estoniano jug6 1 1 . CD2D
que todavfa se considera coma
la linea principal. El texto parece
extrano, puesto que las blancas
no tienen dificultades para de­
sarrollarse en forma arm6nica
(su AD no esta bloqueado).
1 1.
1 2.
CD2D
AlA
A2D
Las blancas tienen que decidir
ahora que plan van a seguir. Aflo­
jar la tensi6n en forma prema­
tura con 13. P X P, CD X P; 14.
C x C, P x C ; 15. D3A s610 consi­
guio igualada, en una partida an­
terior jugada en esta linea (Tal­
Smyslov, 1961 ). 13. A2A anticipa
C4TD, pero luego vienen 13
P x P; 14. P x P CSCD ! con un tri­
ple ataque sobre el PR. Por esto,
las blancas deciden cerrar el cen­
tro y tratar de ejercer presion so­
bre el fIanco D .
.
1 3_ PSD
14. C2T
. . .•
C2R
C3C
La liberadora 14 . . . . , P3A revela­
ria el obj eto de la Ultima jugada.
a saber: 14 . . . . , P3A; 15. P x P,
A x PA; 16. C4C ! , C3C; 17. D3A en
que las blancas cambiaran caba­
lIos y controlaran su SD ( Ivkov­
van den Berg, Beverwij k, 1963 ).
1 5. P4TD
212
A2R
Todo este maniobrar con las pie­
zas menores parece tortuoso, pero
las negras mostraran pronto la
actividad que consigue su posi­
ci6n una vez que han cambiado
el alfil malo y alcanzado P4AR.
1 6.
P4AD
Un plan demasiado ambicioso. Es
cierto que, en ultimo termino.
las blancas ganan el PTD. pero
permite que sus piezas menores
se vean comprometidas en un
lado del tablero. Era mejor la
jugada corriente 16. P x P, P x P;
17. D2R, 0 16. D2R de inmediato,
pensando en A2A3D con presion
sobre el PCD.
1 6.
1 7. A x PA
1 8. C3C
P X PA
C2T
A4CR !
Aunque la posicion no esta com­
pletamente bloqueada, las negras
hacen bien al deshacerse de su
alfil menos m6vil para garantizar
una buena casilla para su caballo
en SAR.
1 9. CST
20. T x A
AXA
20. P x A es una idea interesan­
te para contrariar los planes de
las negras y reducir la fuerza de
P4AR que se aproxima. Sin em­
bargo. las negras continuan 20.
. . . , DST seguido por 2 1 . . . . . C4C
presionando sobre el PR y ame­
nazando sacrificios en 6TR. Por
otro lado, D6C es tambien una si­
tuaci6n fi!erte para la dama.
20.
21.
P4AR
25.
C6A
PXP
De 10 contrario, P5A y este pe6n
puede tomar parte en el ataque.
21.
22. P4CD
A X PA
Una inconsecuencia mas. Deberia
jugar 25. TR3AD, T2A; 26. C4C Y
llevar el caballo a la casilla fuer­
te 3R donde protege el PD y en
general el fIanco R.
25.
Las blancas contemporizan. Re­
sulta mas 16gico 22. DlAR para
atacar el PTD, ya que indirecta­
mente la dama tambien protege­
ria el 3TR de posibles sacrificios.
Luego despues de 22 . . . . , DlA (lla
oposici6n distante ? ) las blancas
pueden probar 23. C6A para corn­
prometer las piezas negras con
la defensa de 7R y continuar mas
adelante con C4CD tal vez prece­
dido de P5T. El texto tambien
fuerza un PTD adelantado, pero
el caballo blanco permanece casi
como un espectador, mientras
que en 6AD 0 4CD estaria mejor
situado para volver al centro 0 el
fIanco R.
22.
23 T l A
C5A
Acariciando l a idea d e duplicar
torres en la columna AD para
atacar la 7AD, pero 23. P5C era
una forma mas 16gica de conti­
nuar la ultima jugada.
23.
24. A l A
T l AR
RIT
Un uti! movimiento preparatorio.
Si 24 . . . . , C3A entonces 25 . P5C !
mete un palo en la rueda; por
ejemplo : 25 . . . . , 5C x P ; 26. A4A.
A3R; 27. T3D ganando piezas.
...
D3A
El PD se encuentra ahora amena­
zado por 26 . . . . , D2A seguido por
C3A, de modo que las blan­
27
cas devuelven el alfil al fIanco D.
.
. . . •
26. P5C
27. A X P
PXP
Si 27. P x P entonces 27 . . . . , T7T
tiene fuerza. Pero ahora 2CR se
ve temporalmente debilitado.
27.
28. T3CR
D3C
D2A
Una bonita modificaci6n.
29. C4CD
30. C4C
C3A
No necesitaban proteger el PD a
causa de la posibilidad de A6A,
con una tenaza en la torre y una
pieza menor, pero habia una for­
midable concentraci6n de fuerzas
apuntando contra el rey, de ma­
nera que trata de cambiar piezas
menores con la esperanza de eli­
minar a uno de los atacantes
del PD.
30.
31. P x A
AXC
C5R I
( Ver diagrama siguiente. )
213
P x C, D x P + ; 36. RIT, T6A; 37.
AlA, T6CR Y 37 . . . . , TSC mate. 0
en 33. TR3AD, C x PC ! con ata­
ques vencedores; por ejemplo 34.
R x C, D x P ; 35. RIT, C6A; 36.
T x C, T x T; 37. AlA, T6CR como
antes.
32.
33. T2R
La ultima jugada de las negras
quit6 una pieza de la columna
AR en la que existe ahora una
presi6n vencedora.
32.
T3R
o 32. T3AR, C4C; 33. T3CR,
C(5 )6T + ; 34. T x C, C x T + ; 35.
C X PC I
33. T x C, D x P + ; 34. RlT, T6A,
etc. 0 33. R x C, D x PA + y 34 . . . ,
D x T.
33.
34.
35.
36.
37.
3S.
D3D
RIA
T ( I ) 2A
TXC
R2R
CsT
C6A +
DsA
DXP
DSC +
DSR mate
70. 1 1 .' Partida de Competicion, Candidatoa, 1 965.
Blancaa : Tal.
Ruy L6PEZ
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
S.
P4R
C3AR
AsC
A4T
()..O
TIR
A3C
P3TR
S.
P4R
C3AD
P3TD
C3A
A2R
P4CD
0-0
En partidas anteriores de esta
competici6n, Spassky habia teni­
do exito con el Contragambito de
Marshall que ahora Tal trata de
evitar.
214
A2C
No S . . . . , P4D ; 9 P x P, C x P; 10.
C x P, C X C; 1 1 . T x P, P3AD por
analogia con el Marshall. ya que
despues de 12. A X C, P X A; 13.
P3D, A3D ; 14. TlR. D5T; 15. C2D
las negras no tienen ninguna de
las amenazas inmediatas que apa­
recen en el Marshall normal y 16.
C3A forzani una retirada.
9.
P3D
Si 9. P3A entonces es tactible de­
bido al debilitamiento de la casi-
Ha 3D de las blancas ( 10. P X P,
C x P; 1 1 . C x P, C x C; 12. T X C,
C5A! ).
9.
1 0.
P3A
P3D
CIC
Abriendo l a linea d e s u AD, el
que en el curso del juego se con­
vierte en su pieza mas efectiva, a
pesar de la impresi6n de que en
este momento esta intentando
algo imposible.
n.
CD2D
12. C I A
1 3. A2A
14. C3C
1 5. P4C
CD2D
C4A
TlR
A l AR
Una jugada corriente en esta po­
sici6n, esperando 15 . . . . , C3R; 16.
P4D amenazando con 16. P5D.
Sin embargo, como la jugada per­
mite a las negras abrir muy pron­
to lineas en el fIanco D, sena me­
jor que las blancas jugaran 15.
C2T, P4D ; 16. D3A, C3R; 17. C5A,
P4A; 1 8 . C4C con considerables
posibilidades de ataque.
1 5.
1 6. A3C
CD2D
P4TD
Para refutar 17. C5C mediante 17.
. , P4D; 18. P x PD, P5T !
.
.
1 7.
P3T
PXP
En el encuentro Tal-Tukmakov,
Sochi, 1970, el joven maestro co­
meti6 el error 17 . . . . , P4A? y Tal
puso en marcha un buen ataque
con 18. C5C ! , P4D; 19. P x PD, C3C
( 1 9 . . . , C x P; 20. D5T, 0 19 . . . . ,
.
P3T; 20. C6R! ); 20. P x PA, CD x P;
2 1 . P4D, P3T; 22. C X P ! , R x C;
23. P X P.
1 8.
PA X P
o
18. C5C, P4D; 19. PR x P, C4A
si 20. A2T, P6C ! finalmente frus­
trando todas las amenazas de la
diagonal 2TD/8CR.
y
1 8.
...
P3T
Una concesi6n que impide C5C
pero debilita el fIanco R. Por pri­
mera vez en la partida, Tal con­
sigue una posici6n de ataque,
pero, como demuestra el desarro­
Ho del juego, Spassky se revela
a la altura de las circunstancias.
1 9. C5A
19. P4D puede ser mejor, pero
realmente es cuesti6n de gustos.
1 9.
20.
C (3 ) 4T
P4D
P4A !
20 . . . . , P x P 0 20 . . . . , A x P gana­
na un pe6n, pero dana a las
blancas posibilidades de ataque
que, por supuesto, no convienen
en absoluto a Spassky.
21.
22.
T3R
T3C
P5A !
R2T !
Spassky hizo esta jugada despues
de pensarlo s610 unos segundos.
22 . . . . , P x A; 23. C x P + , R2T; 24.
C X P da a las blancas un buen
ataque y con igualdad material,
ya que el tercer pe6n negro esta
siempre ahi, preparado para la
, conquista.
215
23.
A2A
23. A2T. luchando para mantener
el alfil en la potencialmente mas
agresiva diagonal parece mejor.
pero entonces viene 2 3
P x PR ;
24. P x PA. P x P; 2 5 . AR x P. C3C !
forzando el cambio de damas 0
la eliminaci6n del alfil.
. ...•
23.
...
P5D
El alfil ha sido neutralizado, ya
que 24. P x P; 25. C x Po ?, P x C ;
26. P5R + falla ante 26 . . . . , P6D.
24.
D3A
. . . •
Despues de la partida, Tal pens6
que 24. P4T habria sido una me­
j or justificaci6n para su jugada
23, al intentar la ruptura de la
compacta masa de peones negros.
El sacrificio 24. C x PT, P x C; 25.
C5A. T3T; 26. C x PT, A x C; 27.
A x A fall a ante 27
TIC; 28.
ASC. D l AR.
.
24.
...
. . .•
T3T !
Mayores refuerzos para su aco­
sado flanco R.
25.
C x PT
El sacrificio es un error y las
blancas deberian intentar 25. A2D
seguido por 26. T l R sacando
las reservas. 25. P x P. P x P ; 26.
C x PD. P x C; 27. P5R + , P6D ; 28.
D x A. T3C es claramente favora­
ble para las negras.
25.
26. C5A
216
Una jugada psicol6gicamente di­
ficH de ver, ya que la dama se
aleja del flanco R amenazado. El
prop6sito es mantener el cQJltrol
sobre la columna TD (26.
T( 1 )3R; 27. P4TD ! . CIR; 28. C6D ! ,
T3AR; 29. D4C. T3CR; 30. DSA !
con amenazas vencedoras ) y for­
zar cambios decisivos en el cen­
tro con 27 . . . . , P x P seguido por
28 . . . . , A x PR. En vista de esto
las blancas tienen que echar ma�
lefia al fuego. sin que salten de­
masiadas chispas.
PxC
DIT !
27. C XPT
28. D5A +
29. A x A
30. ASC
AXC
RIT
T l CR
DIR
La defensa exacta hasta e l final.
30 . . . . , P x P; 3 1 . A x P. A x P ? ;
pierde ante 3 2 . A x A, D x A; 33.
A x C + . C x A; 34. T x T + . R x T ;
35. D8A + capturando la TD.
3 1 . P4A
C2T
Las blancas se yen ahora obliga­
das a retirarse y las negras co­
mienzan gradualmente a darse
cuenta del valor de su pieza adi·
cional.
32.
33.
34.
3S.
A4TR
AXT
D4C
D4T
TXT
T3AR
T3CR
PR X P !
Preparando utiles p u e s t o s de
avanzada para los caballos.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
71.
D xP
A 2A
A x P (3)
AlA
RIT
TIA
P3A I
PxP
C4R
C4C
C x PR
Spassky se disponia ahora a con­
siderar su jugada sellada, pero
Tal abandono la partida y con
e l lo la competici6n, La mejor
que pueden jugar las negras no es
4 1 . . . " C x A + , sino 4 1 . . . " C5A!
para cerrar la columna AD, pues­
to que 42. A x C dej a la casilla
2CR en ultimo termino sin defen­
sa, mientras que 42. A x P, C6C +
resulta decisivo par la misma ra­
zon (43. RlT, C x A + ; 44. T x C( 1 ),
T x P + 0 43. R1C A x P + ; 44.
A x P + , R1C; 45. D4T, C7R + ! ; 46.
A x C, A x P + y mate }.
Hastings, 1 965-1 966.
Negras : Lee.
I)EFENSA NIMZOINDlA
I . P4D
2. P4AD
3. C3AD
4. ASC
S. A4T
6. PSD
C3AR
P3R
ASC
P3TR
P4A
AxC+
En estos ultimos afios se ha pre­
ferido el mas tranquilo 6. . . . ,
P x P; 7. P x P y ahora no 7 . . . . ,
P3D sino 7. " " 0-0 poniendo a
salvo al rey y conservando la
opcion de elegir cuando, si de­
cide hacerlo, jugar P4CD y P3D.
El encuentro Bagirov-Sakharov,
3 1 .° Campeonato de la U ,R , S . S. ,
1 969, continuaba 8. P3R, TlR! ; 9 .
T lA, P3D y despues del habitual,
pero inexacto, 10. A5CD las ne­
gras cuentan con un buen juego
ya sea mediante 10. . . " CD2D,
coma se jug6 en realidad, 0 10.
. . . , AlD ! Sin embargo, en el mo­
menta en que se llevo a efecto
esta partida se consideraba que
el texto y la jugada subsiguiente
eran perfectamente adecuadas ,
7.
8.
PXA
P6D !
P4R
Mejorando 8. D2A que Spassky
habia j ugado antes. Sin embargo,
las negras pueden entonces I1e­
gar a la posici6n bloqueada que
el busca mediante 8 . . . . , P3D ; par
ej emplo : 9. P4R, P4CR; 10. A3C,
C4T; 1 1 . C3A, C2D con completa
igualdad ( Spassky-Sliwa, Riga,
1959 ). El curso de esta partida
sugiere que las negras deberian
haber jugado 7 . . . " P3D.
217
8.
1 1.
C3A
...
La mej or. al explotar la unica
desventaja de la ultima j ugada
de las blancas : la perdida del
D4T ; 9.
control de 6AD. Si 8
TlA y las negras tienen que en­
frentar la amenaza de 9. A x C
0-0. en un ami­
mientras que 8
lisis de Zak. ex entrenador de
Spassky. da 9. P3R. TlR; 10. A2R.
C3A; 1 1 . C3T ! con la intencion de
seguir con 12. 0-0 y luego P4A !
con una posicion fuerte en vista
de la creciente presion en el cen­
tro y sobre el caballo clavado
(P x P 0 C2A4R 0 4C ).
.
.
9. D2A
. . . •
. . .•
TlA
Para eliminar l a amenaza d e 1 1 .
CsR.
. . .•
1 1.
D6T
...
Las negras persisten en el error.
renovando la amenaza CsR. pero
dejando a la dama totalmente
P3C origi­
fuera de juego. 1 1 .
naria la misma desventaja. ya
que las mismas blancas pueden
comenzar a hacer amenazas con
DsA. habiendose descartado la
defensa D I D. La conclusion obli­
gada es que las negras ya estan
perdidas.
. . .•
P4CR
C5R
12. C3A
La pieza esta fuertemente clava­
da y es necesario liberarla.
1 0.
A3C
D4T ?
No es la continuacion acertada
para el ultimo movimiento. Las
jugadas siguientes son de dama
y caballo 10 que retrasa enorme­
mente el desarrollo y deja la po­
sicion completamente desorgani­
zada. Deberia intentar la su­
P3C
gerencia de Barden : 10.
para lograr el desarrollo del fian­
co D en que el rey puede encon­
trarse a salvo 0 la de Taimanov :
C4TR; por ej emplo : 1 1 .
10.
P3R. D3A; 12. TlD. D3R; 13. AlR.
C2C y las negras tienen un juego
razonable. ya que han protegido
todos sus puntos debiles y pue­
den tratar de obligar a las blan­
cas a defender el PD mediante
C4A o. a<m mejor. P4A seguiao
por 0-0 y CIR.
. . .•
. . . •
218
PsR; 13.
Spassky sugeria 12.
C2D. 0-0 como una posibilid�d
mejor. pero despues de 14. P4T
y 15. P3R. las blancas estan en
una buena situacion.
. . . •
1 2.
1 3. A X P
C5R
CXA
P3A las blan­
Despues. de 13.
cas replican 14. A x P ! y en vista
de las amenazas 15. A x T y 15.
D X C con jaque. las negras no
0-0
tienen nada mejor que 14
C x A; 15. D6C + . R1A;
( 14
16. D x C + R1C; 17. T l D ! puesto
que la dama protege ahora 3AD.
Un problema que encontraremos
una y otra vez en la partida mis­
ma). 15. A7R ! . C x A; 16. P x C,
T l R y luego sigue 17. C2D ! con
una rapida victoria ( 17 . . . . , P4D
la mejor -17 . .. . . , T x P; 18. CIC!
y 19. P3A seguido por D6C + - 18.
.. . •
.
.
. . .•
•
.
. . . •
P x P, A4A; 19. C I C ! , D4T; 20. P3A,
C3D; 2 1 . P4R, T x P; 22. con dos
s6lidos peones de ventaja.
1 4. C X C
en la Ultima nota. Si 11 . . . . , R2R
entonces 18. T X C !
C X PD
, Un exito para las ..negras ? Si,
ipero a un precio demasiado alto !
1 5. P4TR
Con el caballo tan firmemente
colocado ( 15 . . . . , P3A?; 16. D6C + ,
R2R; 17. D7C + , R3R; 18. C3D se­
guido por 19. P x P 0 19. P3C Y 20.
A3T + ). Naturalmente, las blan­
cas prefieren abrir !ineas en el
fIanco R en forma inmediata an­
tes que buscar un desarrollo ba­
nal con 15. P3R 0 3C.
1 5.
...
PXP
Capitulaci6n final. El heroico 1 5 .
. . . , TlCR era 10 indicado, aunque
las blancas ganan c1aramente des­
pues de 15. P x P, P x P; 17. P3R
Y 18. TlD.
1 6.
P3R
No s610 consiguiendo desarrollo
sine tambien proporcionando a1
rey una casilla de escape, ya que
despues del prematuro 16. TID
las negras tienen 16 . . . . , C5R ame­
nazando cambiar damas.
16.
1 7. T 1 D
P3C
C2C
Ahora si 1 7 . . . . , C5R entonces
18. D X C y las negras ya no pue­
den dar un jaque perpetuo como
1 8. C x PA
El rey negro queda completamen­
te expuesto.
1 8.
19. 1)5A +
RxC
R2C
Trasladarse a la columna R per­
mite 20. D5R + y 2 1 . D x T, mien­
tras que si 19 . . . . , R I C entonces
20. D6C + , RIA; 2 1 . D6A + (pro­
tegien,do 3AD ) 2 1 . . . . , RIC; 22.
T x PT y 23. T4C + 0 23. T4A con
un mate nipido.
20.
21.
D5R +
TxP
R1C
P3D
Para impedir T4C + , pero la
abundancia de !ineas abiertas en
el fIanco R, da a las blancas mu­
chas posihilidades para elegir ju­
gadas de ataque.
22. D3C +
23. T4A +
24. D7C
R1A
R1R
219
Nuevamente, de vueIta a la de­
fensa de 3AD, pero con otras
amenazas tambien, i para no de­
cir mas !
Las negras abandonan. Con cua­
tro piezas situadas todavia en
220
sus casillas originales la posi­
ci6n final parece haberse origi­
nado en una partida efectuada
entre dos jugadores de los es­
calones inferiores de la lista de
calificaci6n.
1 966-1 969
LA SECUNDA
VEZ
El encuentro con Petrosian; el 1966, resulto decepcionante. El
comienzo, _con nada menos lJue seis tablas, era ya un mal presagio,
y la principal esperanza de Spassky -que las defensas cerradas
empleaflas por el campeon contra el peon rey no consiguieran el
efecto deseado- no se cumplio antes de la 13.4 partida, en la que
el aspirante ob tuvo su primera victoria. Sin embargo, en la se­
gunda mitad de la competicion, los denodados esfuerzos de Spas­
sky solo sirvieron para comprobar como el astuto armenio, a
menudo con la ayuda de un cambio de sacrificio, sorteaba los obs­
tdculos una y otra vez. Las propias defensas de Spassky contra el
peon dama se agrietaron un poco hacia el final, y despues de
nivelar el puntaje ganando la 19.4 partida, quedo atrds nuevamente
en la 20.4 debido a una Defensa Nimzoindia mal llevada. j Una lec­
cion que valia la pena recordar para el segundo intento en 19691
1966 Y 1967 fueron anos mds bien tranquilos despues de la
intensa actividad del ciclo de calificacion para el campeonato mun­
dial. Durante todo ese tiempo, Bondarevsky y Krogius preparaban
su artilleria para la oportunidad siguiente. Spassky, como era de
esperar, gano el Torneo de Candidatos de 1968 en forma tan con­
vincente como en anos anteriores. Fue particularmente duro con
Larsen y Geller.
Vale la pena citar el comentario de Korchnoy al termino de
la competicion final: «Spassky me derroto en forma decisiva, y
mi unico consuelo es que mantuve la ventaja en distintos mo221
mentos, especialmente en la apertura... pero la superioridad de
Spassky en el juego media es tan grande que sencillamente anulO
todos mis esfuerzos. En estos momentos, es superior a todos sus
contempordneos y 10 ha probado con sus mds que convincentes
triunfos sobre los mds solidos grandes maestros del mundo.
No dudo ni por un segundo que tendremos un nuevo campeon
mundial».
Shianovsky y Lazarev tambien proporcionaron una buena des­
cripcion del juego de Spassky cuando escribieron: «Las decisivas
victorias de Spassky parecen originarse en una lOgica superior.
Posiblemente se equivoque tanto como sus adversarios: mds al
analizar variantes y ciertamente menos al evaluar la posicion y
elegir el plan adecuado. Sin embargo, comete menos errores gra­
ves que sus oponentes».
Finalmente, como seiialara Bondarevsky, Spassky ha corregido
ciertos defectos en su actitud hacia el ajedrez como deporte com­
petitivo. En el 28.0 Campeonato Sovietico, en 1961, Spassky ofrecio
tablas en once ocasiones distintas y fueron siempre rechazadas.
Ahora, sigue jugando y no dice nada sin importarle como sea la
situacion en que se encuentra.
Otro signo concreto de esta nueva actitud psicolOgica que le
ayudo en su segunda competicion con Petrosian, fue el hecho de
que no analizo la partida con su adversario una vez terminada.
Obviamente sintio que tales post-mort ems podrian inconsciente­
mente revelar demasiado a un oponente al que tenia enfrentar
al dia siguiente.
Las mejores partidas de esta seccion son el estupendo ataque
a Petrosian (n. 88) Y la tranquila victoria sobre Larsen, en la que
un criterio posicional superior convirtio, en corto tiempo, una
partida que parecia llevar a tablas en una victoria ( n.o 85 ) .
1 9: Partida, Campeonato Mundial, 1 966.
Negra8 : Petrosian.
72.
3. C3AD
4. P5R
DEFENSA FRANCESA
1. P4R
2. P4D
222
P3R
P4D
C3AR
la variante Steinitz, pero conti-
nuada en el movimlento siguien­
te. por la mej ora sugerida por
Tarrasch a la jugada S. P4A de
la variante.
4.
5.
6.
7.
8.
C3A
PxP
A4AR
A3D
CR2D
P4AD
C3AD
AxP
Ahora las blancas tienen u n fir­
me control de su SR. pero la po­
sicion de las negras es bastante
s6lida.
14
1 5. A3C
.
TD I R
P3TD
Una j ugada innecesaria que pone
otro pe6n en una casiIIa clara.
15.
D2AR parece mejor.
. . .•
Tarrasch lleg6 a la conclusion de
que las blancas tenian aqui un
buen j uego. pero la j ugada si­
guiente de las negras p a r e c e
igualar.
8.
P3A
No 8.
0-0 permitiendo el ele­
mental 9. A x P + .
. . . •
9. PxP
1 0. 0-0
1 1 . CSR
CxP
0-0
Una jugada mas natural es 1 1 .
A3C. pero e l texto sugerido por
Bondarevsky es m u y j u g ab l e.
puesto que las negras no pueden
hacer uso de la situaci6n indefen­
sa de AD.
11.
...
1 6.
1 7.
P3TD
P4CD
D2AR
Una elecci6n decisiva que lIeva
al cambio de los aIfiIes de casiIIas
negras. pero a costa de la per­
dida del control de SR. 17. D2D
parece una mejor posibiIidad de.
en ultimo termino. ejercer una
fuerte presion sobre la columna
R mediante la duplicacion de las
torres.
1 7.
1 8. ASR
1 9. D X A
20. D3C
2 1 . P3A
ASD
AxA
C2D
P4R
A2D
No 1 1 .
CSR; 12. A x c. T x A;
1 3. C3D con ventaj a.
. . . •
1 2. C x C
AXC
o 12
P x C; 13. C4T y 14. P4A
con presi6n en el centro.
.
. . .•
13. D2R
1 4. TD I R
D2R
Una posicion dificiI de evaluar.
La situacion de los peones ne223
gros centrales resulta impresio­
nante. pero en ultimo termino
sufren la presion de las colum­
nas centrales abiertas. Probable·
mente sea el alfil. potencialmen·
te malo. el que desempeiie el pa·
pel decisivo y que hace que las
blancas deseen un final.
21.
DSA ?
...
. . .•
. . .•
DxD
T2A
TxD
Comenzando a ejercer presion so­
bre los peones centrales.
23.
24. T2D
2S. T (2 ) 2R
26. C I D
P3CR
C3C
C2D
P4CD
Descartando un definitivo P4AD.
pero haciendo que su alfil resulte
peor aun.
27.
P3A
T2A
En este momento. Petrosian ofre·
cio tablas. pero Spassky natural·
mente no las acepto. Su jugada
siguiente revela su intencion de
penetrar combinando la ruptura
P4TD con presi6n en la columna
D mediaIl:te A3C.
28. A2A
29. A3C
R2C
P4TR
Para impedir C3R4C.
224
C3C
Tambien el caballo comienza a
mejorar su posicion. preparando·
se para trasladarse a 4D. mien·
tras dej a a las torres la posibi·
lidad de alternar entre las dos
columnas centrales.
31.
Las . negras deberian evitar los
cambios mediante 2 1 .
T2R
pensando duplicar en la columna
R 0 con 2 1 .
D3A protegindo el
centro.
22.
23.
30. C3R
3 1 . C2A !
...
C2D
Esto hace mas dificil defenderlo.
bloqueando el alfil y posibiIitan·
do nuevamente P4TD. Despues de
3 1 . . . . . T(2 )2R que es una jugada
mejor 32. P4AR. P5R ; 33. C4D
las negras defenderian todos sus
puntos debiles mediante 33 . . . . .
A2D.
32. T3R
33. P3T
34. C4D
3S. P4T
PST
T3A
A2C
En los ultimos minutos de la se·
sion. Spassky finalmente muestra
en forma cIara que tiene una
fuerte iniciativa.
3S.
36.
C2R
T1D
PxP?
Una concesion mas. Su ultima ju·
gada alej o acertadamente el ca·
ballo blanco de AD para reducir
la presion sobre el PCD. Ahora
36 . . . . . P4C ; 37. TlD. T3D era la
forma correcta de defenderse.
37. A x PT
28. A3C
C3C
PSR
Logicamente a un mal le sigue
otro. 38 . . . . . T3R? 39. C4D pierde
un pe6n y 38.
TlR; 39. C4D,
C2D; 40. A4T 11eva a los primeros
resultados.
. . .•
te 43. T7D, A3A; 44. T6D. Los
grandes mae stros analistas, reu­
nidos en la sala de prensa. pen­
saron que 42.
P4T era la me­
jor posibilidad defensiva. ya que
el final despues de 43 . P x P. CSA;
44. A x C. T x A; 45. C4D. TST pro­
bablemente obtendria tablas. En
forma similar. 43. CSA, AlT; 44 .
C x PR. A x C; 45. T x A. T x P; 46 .
T x P + , R2C no es suficiente para
ganar. Sin embargo. despues de
42.
P4T ; 43. T6D ! . CSA; 44.
A x C. T x A; 45. CSD ! gana las
blancas ; por ejemplo : 45. .
T x T; 46. C7A + . R4T ; 47. C X T.
T2A; 48. P X P seguido por 49.
C x A 0 49. C x P segun las cir­
cunstancias. 0 45. . . . , T2A; 46.
C x A. P x P! ; 47. T4D !
. . . •
39. C4D
40. T I D
R3T
T I AD ?
Probablemente el error que pro­
voc6 la derrota. Despues de 40.
T2D ! es posible que las ne­
gras puedan todavia lograr unas
tablas. En cualquier caso. las
blancas no pueden continuar de
la manera que 10 hacen en la par­
tida, puesto que despues de 4 1 .
P X p . P X P e l caba110 esta clavado.
. . . •
41.
PxP!
La jugada se11ada. preparandose
para penetrar la posici6n de las
negras con el caballo y la torre.
41.
42. C6R !
PxP
. . . •
. .•
42.
43. A X C
44. C5A
C5A
TxA
T2A
Protegiendo la segunda fila.
45.
46.
TIT
T5T 1
R4C
No 46. C x A. T x C ; 47. T x PT,
T(2 )2AD 0 T2D con posibilidades
de tablas . El texto intenta tejer
una red de mate.
46.
47.
R2A
RSA
A4D
De 10 contrario. 48. C6R mate.
Con la fuerte amenaza de 43.
CSA. 42
MD ! no constituye
una defensa porque 43. A X A.
C x A; 44. T x P amenazando 45.
T X P da mate igual que el caba110. 42
CST se refuta median.
.
48.
C3C !
. . . •
. . . •
El PTD puede esperar. Ahora 48.
A2C pierde ante 49. C4D ame­
nazando mate ya sea con CSR 0
con C2R.
.. .•
225
48.
49. R2R
50. C2D
R4R +
T3AD
R3R
De otro modo, 5 1 . P4A.
51. C X P
A5A +
o 5 1 . . . . , A x C; 52. T x A + , R3D ;
5 3 . P4A y l a s negras n o pueden
activar sus torres. El texto pre­
tende mantener el bloqueo en el
fIanco D.
52. R2D
53. R2A
54. T5R
55. C2D
56. C3A
T2D +
R2A
R2C
A4C
Se ha logrado el bloqueo, pero
ahora hay que tomar en cuenta
la debilidad de los peones del
fIanco R.
56.
57. R2C
58. T ( 5 ) 4R !
A5T +
T8D
Por el momento, el caballo debe
proteger la 2D.
58.
59.
T8AR
TlR !
Forzando el cambio del descara­
do invasor.
59.
60.
61.
TXT
T4R
TxT
T3A
P4C
Desesperacion, pero 6 1 . . . . , A3A;
62. T x P, A x C ; 63. P x A, T x P ;
64. R3C era tambien una derrota
segura.
62. C X PC
63. R3T
64. T X P
65. C4R
66. CSA
T7A +
A3A
AxP
T7R
De vuelta a la Ultima debil \dad.
66.
67.
6S.
T4AR
P4T
ASA
TSR
Abandonan
7.
8.
9.
10
A4AD
C2R
A3R
0-0
P4AD
C3A
0-0
D2A
73.
Santa Monica, 1 966.
Negras : Fiscber.
DEFENSA GRUNFELD
1 . P4D
2. P4AD
3. C3AD
4. P x P
5. P4R
6. P X C
226
C3AR
P3CR
P4D
CxP
CxC
A2C
10'
. , C4T; 1 1 . A3D, P3C ! es una
buena alternativa ya que 12.
P x P, P x P; 13. AD x P, D2A da
mucho juego a las negras.
.
. .
1 1. TIA
12. DIR
TID
.
Una jugada mas cuidadosa que
13. P4AR, que juga contra Shish­
kin en 1959 (vea la 3 1 : partida).
1 2.
P3R
...
Panov recomienda 1 2 . . . . , D4T es­
perando forzar el cambio de da­
mas.
1 3.
P4A !
D x A y si 19. C4D entonces 19.
. . , D2AR y el PAD de las blancas
se convierte en una debilidad po­
tencial.
C4T
No 13 . . ..:' P X P etc. apoderandose
de PD a causa del eventual ata­
que a la descubierta contra la
dama mediante 1 6. A x P.
1 7.
1 8. P x A
1 9. e3C
o 19 . . . . , P x P; 20. A x P y el cam­
bio posterior dej a a las negras
algunas debilidades en el flanco
R que tienen que vigilar. De aqui
que el texto 0 19 . . . . , D2C parezca
indicado.
20.
PSD !
La (mica manera de penetrar el
flanco R enemigo.
P4A
14. A3D
20 .
Las negras han bloqueado con
exito la ofensiva del flanco R de
las blancas .
...
PA X P
No 20 . . . . , PR x P ; 2 1 . P x PA.
21. P X P
1 5.
D X PR
TID
Preparando una casilla d e escape
para el alfil en caso de 1 5 . . . . ,
PAR x P ; 16. A x P, C5A.
1 5.
1 6.
AXA
A2C
D2A
P3C
P x PD
D2A
Las negras deberian tratar de
mantener cerrada la posician me­
di a nt e 16. . . , AlA.
.
o 2 1 . . . . , D3A; 22. C x P, D x PR;
23. C5C.
22.
PSA
El complemento de su ruptura
dos jugadas atras.
22.
No 22 . . . . , P x P; 23 C x PA y aho­
ra si 23
P x A ?; 24. D3C + ,
RIA; 25 . C7C -f., 0 23 . . . . , TlR; 24.
D4D Y las amenazas (25. D7C
mate, 25. A4A se acumulan ).
.
1 7. A X P
E l cambio de alfiles debilitara el
f1anco R de las negras. Estas de­
hcrian obtener un precio por
c s l o con 17 . . . . , A2C ; 1 8 . A x A,
D2A
...
. . . •
23. A x P
No 23. C x P, T x A; 24. C5C, OlD.
227
23.
...
TXT
La defensa correcta desviando a
la torre de la columna AR. 23 . . . . ,
A x A; 24. C x A, D x PA? permite
25. T x T + , T x T; 26. D4T. P4CR
(26. . . . , D lAD; 27. C6A + ); 27.
C x P, D4A + ; 28. RIT y el fIanco
R de las negras queda desman­
telado.
24.
TXT
T I AR !
Nuevamente, la defensa correcta.
24 . . . . , A x A, 25 . C x A, D x PA; 26.
C6A + , R2C ; 27. T7D + , R x C; 28.
D4T da a las blancas un ata,que
vencedor, como 10 hace tambien
25 . . . . , P x P; 26. T7D ! , D3C; 27. T6D,
D2C; 28. C6A + , RIT; 29. D x PA
(29
T lAR; 30. T7D ! , T x C ; 3 1 .
T8D + 0 2 9. . . . , D3C ; 30. D x D,
P x D; 2 1 . T7D ). Sin embargo, si
24 . . . . , A x A; 25. C x A, TlAR en­
tonces 26. P6A, con un fuerte
peon avanzado. En todas estas
variantes. la ausencia del cabaIlo
negro de la escena principal de
la batalla es un punto en contra.
.
. . . •
25.
AIC
Las blancas tienen que conser­
var el alfil para mantener sus
amenazas .
25.
27. P X P
28. D2D
26. D2A
D3A
RIT
PxP
No 28. D x P ? sin jaque debido a
la amenaza 28 . . . . , D7A + mate.
28.
29.
228
T I AR
R2C
D2R
No pueden detener al mismo
tiempo D4D + y un cambio de
torres seguido por D6T + .
30. D4D +
T3A
30. . . . , R3T parece una posibili­
dad m e j o r; p o r ej emplo : 3 1 .
T x T, D x T; 32. D4T + , R2C ; 33.
DSC, D4AD + con un final soste­
nible, por otro lado 33. C4R,
A x C ; 34. D x A, D3D tambien se
mantiene.
3 1 . C4R
32. A X A
AXC
Conservando el caballo en el bor­
de del tablero y amenazando ex­
plotar la clavada mediante 33.
P4C, mientras que si 33 . . . . , R2A;
34. A5D + y el rey se ve obligado
a retroceder volviendo a la cla­
vada.
32.
33. D X D
D4A
TXT+
Una decision crucial. Despues de
33 . . , . , P x D ; 34. T x T, R x T ; 35.
P4TR, C5A y 36 . . . . , C3D las ne­
gras tienen un final defendible,
pero tambien tienen que conside­
rar el final con torres (34. TlA,
P.5A; 35. T3A amenazando con 36.
T3TD ) en el que se encuentran
bajo fuerte presi6n tal como en
el final de piezas menores.
34. R X T
35. P4TR !
PXD
Fijando el peon en una casilla
donde queda baj o el fuego del
alfil. A pesar de que quedan po-
cas piezas. la ventaj a del largo
alcance del alfil y los peones asi­
metricos dan a las blancas posi­
bilidades de t�unfo.
35.
36. R2R
37. R3R
38_ R4A
C5A
C4R
R3A
Apresurando las ultimas cuatro
jugadas. 38. A2A desocupando 4R
para el rey hubiese sido mas
exacta.
38.
39.
conserve el PT con posibilidades
de coronar. despues de que este
peon adelantado desvie al rey
enemigo 0 gane el caballo).
La defensa correcta. seiialada
por Gligoric. es 39 . . . . . C3T ! ; 40.
R3D. C4A; 4 1 . R4A. C x P (cam­
biando piezas menores con 4 1 . . . . .
C3D + dej a a las blancas con
un distante pe6n adelantado ) 42.
R x P. R4R y con la formacion de
peones. que ahora es asimetrica.
las negras tienen posibilidades de
tablas tratando de apoderarse del
PCR con el rey.
C2A
40.
R3R
P5T
Ahora es necesario vigilar cuid�­
dosamente al peon. Los recursos
defensivos de las negras se ven
exigidos mas alia del Iimite por
el juego a ambos lados del ta­
blero.
40.
4 1 . R3D
42. A8T
Las blancas pueden permitirse
esperar ya que 39
P4C + no
era de temer.
.
39.
o 42 . . . . . RSA; 43. R4A. R5C; 44.
A3A + . R5T; 45. R x P. P5C ; 46.
A4R. R x P ; 47. P4T. etc.
. . .•
43. R4A
44. P4T
45. P5T
P4C
Una seguda decision crucial. jus­
to antes deI segundo control de
t iempo. 39 . . . . . C4R; 40. A2A ! (co­
rrigiendo su inexactitud original )
40
. P3T; 4 1 . R4R . R3R ; 42. R4A.
R3A ; 43. P4C permitiria a las
bla ncas forzar un peon adelanta·
do ( 10 que no quiere decir que
.
C3T
R4R
R3D
P5C
CIC
C3T
o 45 .
. C3A?; 46. P6TR amena­
zando con 47. A4R .
. . .
46.
A4R
P6C
. . .
o
46 . . . . . CIC; 47. P3C. C3T; 48.
A3D. CIC; 49. A2R. C3T; 50. R5C
con Zugzwang. 46. . . . . R4R; 47.
229
A3D forzaria la misma variante
a menos que las negras entrega­
sen el PAD de inmediato, la cual
las deja sin ninguna escapatoria
si el rey negro se traslada a 6CR
para atacar al pe6n ; las blancas
siempre tienen la posibilidad de
sacar el aIfil a la diagonal blanca
larga a tiempo para protegerlo.
47. R5C
48. A I C
CIC
La tarea del alfil y a n o e s mante­
ner al rey alej ado de 6AD sino
bloquear el PAD para no permi­
tirle el acceso a una casilla en la
que no seria facil atacarlo.
48.
49. R6T
50. A2T
C3T
R3A
No el precipitado 50. R x P, P5A;
5 1 . P6T ?, R2A y las negras hacen
tablas. El PTD puede esperar
hasta que las blancas hayan com­
pletado el bloqueo .
Las negras abandonaron.
74. La Habana, 1 966.
N egras : Weiss ( Monaco ) .
CONTRAGAMBITO DEL CENTRO
Debo excusarme por incluir esta partida, pero me pareci6 que olre­
ceria un con t ras te grato d e n t ro de un tema mds bien denso y serio.
Ademds, los comen tarios sobre el juego incluyen, de hecho, algunas
observaciones de inte res ps ico16gico. Mi ultima justilicaci6n po r
su inclusion es el hecho de que el mismo Spassky la eligi6 para
una demos t raci6n e n ese sancta sanctorum que es el Club Central
de Ajedrez de Moscu. Traduzco sus comen tarios al pie de la letra.
1.
2.
P4R
PxP
P4D
C3AR
«Aparentemente, mi adversario
conoce la apertura. El texto si­
gue siendo la mej or jugada.»
3.
4.
5.
6.
7.
230
A5C +
A4A
C3AD
P3D
D3A
A2D
A4A
CD2D
C3C
CxA
8. P x C
9 . A4A
AXP
« Desde este momento, deje de in­
tentar adivinar las jugadas de mi
adversario y probablemente me
parte con cierta falta de tacto.
Trate de permanecer en el table­
ro durante el menor tiempo po­
sible. »
9.
1 0.
CR2R
P3TD ?
P3T ? ?
« En este momento. recorde una
partida que sostuve con el maes­
tro Kopylov. Tambien entonces
no pude adivinar ni una sola de
las jugadas de mi adversario du­
rante un largo rato. Como pri­
mera reaccion. me senti muy mo­
lesto. pero luego simplemente co­
mence a hacer mis "propias " j u­
gadas de desarrollo y ocho movi­
mientos mas tarde el habia aban­
donado.»
1 1 . 0-0
1 2. C4D
DIA
«Mi propia jugada.»
1 2.
1 3. TRIR
A2T
T l CD ?
1 5. , A X PA
1 6. D x C
17. P6D
1 8. T x P +
1 9. T I R
DxA
TIC
D2D
AxT
« M i adversario m e asombraba
con su aspecto imperturbable.»
1 9.
20.
. . .
A3C
T XA+
E n este momento Petrosian agre­
go un comentario para el publico
en Moscu : «Boris se levanto y se
alejo. dejandome sentado junto
a todo esto.» Y luego Spassky
aiiadio : « Cuando volvi. Weiss ha­
b1a abandonado. pero supe que
antes de hacerlo. habia escrito
con mucha calma en su hoj a de
control y luego jugado 20. .
T I D.»
El incidente me recuerda una
anecdota que conto Leonard Bar­
den y que ocunio en una Olim­
piada en la decada de los cin­
cuenta en que un irlandes jugo
con las blancas contra Bronstein.
La partida se inicio con 1. P4R.
P3AD. Despues de haber sido li­
quidado. el irlandes pregunto a
Bronstein : « , Como se llamaba
esa apertura?»
. .•
« En una ocasion. Bronstein le
confio a Keres. que se estuvo
riendo de buena gana. su .. teoria "
que decia que no se debia refutar
la jugada debil de un adversario
porque era solo la introduccion
a una mas debil aun. de manera
que jugue al estilo de Bronstein. »
1 4.
P3TR
P4CR ? ?
" j Bronstein tenia raz<;ln b .
75. Olimpiada de La H abana, 1 966 .
Negras : Bobotsov.
GAMBITO DE DAMA RECHAZADO
1 . P4D
2. P4AD
3. C 3AD
P4D
P3R
A2R
Una pequeiia sutileza. 3
C3AR
pennite inmediatamente la cIa­
vada 4. ASC. mientras que des­
pues del texto las blancas pue­
den jugar la variante de cambio
.
. . .•
231
4. P x P, P x P; 5. A4A 0 desarro­
llar el CR a 3A perdiendo asi la
opcion de un desarrollo menos
rigido con CRlR (0 incluso CR3T ).
4.
S.
6.
C3AR
ASC
D2A
C3AR
0-0
Y ahora una sutileza por parte
de las blancas en vez del habitual
6. P3R. Al no mover el PR, las
blancas pretenden refutar 6 . . . . ,
P3TR mediante la agresiva 7.
A x C, A x A; 8. ().().() seguido por
P4R ! con una fuerte posicion en
el centro, y posibilidades de
ataque contra el rey cuyo enro­
que ha sido ligeramente debili­
tado con 6 . . . . , P3TR. (Las blan­
cas pueden intentar la maniobra
para abrir !ineas P4TR, P4CR y
luego P5C.)
6.
7. P3R
P3CD
. . .
A2C
0- 0-0
Una decision atrevida, ya que las
negras obtendnin bastante con­
trajuego dirigido al rey, mien­
tras que el ataque de las blancas
resulta lento por no haber juga­
do P4R.
8.
232
.
9. A3D
CD2D
. .
P4A
Parece l':'gico, pero era mejor 9.
. . . , P x P; 10. A x P, C4D, ya que
entonces el AD negro desempe­
fiaria un papel menos pasivo de
10 que ocurre en la continuacion
de la partida misma.
1 0.
PA X P I
PR X P
Forzado ( l0 . . . . , C x P?; 1 1 . A x P +
o 1 0. . . . , A x P?; 1 1 . P4R, 12. P5R
y 13. A x P + ).
1 1.
Las blancas todavia podrian in­
tentar seguir la !inea indicada
en la nota anterior mediante 7.
0-0-0, A2C; 8. A x C, A x A; 9. P4R,
pero entonces las negras podrian
jugar 7 . , CD2D para reconquis­
tar en f6 con un caballo.
7.
8.
8 . . . . , C5R tambien era jugable
y si 9. P4TR entonces 9 . , C x C ;
10. D x C con una posicion solida.
ya que no es facil llevar a cabo
el ataque de las blancas y las ne­
gras tienen un obvio contrajuego
en la columna AD donde el mo­
narca y su corte estan situados
en !inea recta.
P4TR
P3TD
Planeando el avance general de
los peones del flanco D, pero 1 1 .
. . . , T 1 A para abrir l a columna
AD parece un metodo menos
prolongado para obtener contra­
juego.
1 2. P4CR
1 3. ASA
PSA
P3C
Dando a las blancas un «blanco»
que les permite forzar la apertu­
ra de !ineas en el flanco R, pero
la amenaza de 14. AD x C, C x A;
15. P5C ganando un peon obliga
a jugar el texto 0 13 . . . . , P3T.
1 4. AD X C
AXA?
14 . . . . . C x A; 15. P5C. C1R; 16.
A4C. P4C era mejor puesto que
las negras consiguen posibilida­
des definitivas en el flanco D.
mientras que despues del texto
quedan con una posicion pura­
mente pasiva.
1 5.
P5C
A2C
No 15 . . . . . P x A; 16. P x A. D x P
en que 17. TD l C + y 18. T5C da a
las blancas amenazas inmediatas .
1 6.
AxC
Consiguiendo yna buena casilla
central para el caballo y produ­
ciendo una situacion que ya he­
mos visto en otras partidas de
Spassky : dos caballos contra dos
alfiles.
1 6.
1 7 . C5R
DXA
D2R
Despues de 17 . . . . . A x C ; 18. P x A.
D3R; 19. P4A ! las negras podrian
ganar el cambio de un peon y
eliminar e1 debil alfil mediante
19 . . . . . P5D. pero despues de 20.
P x P. A x T ; 2 1 . T x A los peones
centrales de las blancas y sus po­
sibilidades de ataque (P5T y D2T
o C4R y C6A + ) le dan la ventaj a.
1 8. P4A
1 9. P3T
P4C
TD 1 D
Protegiendo nuevamente e l PD
para activar el AD. Despues de
19 . . . . . P5C ; 20. P x P. D x PCD; 2 1 .
P5T las blancas penetran sin nin­
guna dificultad.
20.
P5T
Demasiado agresiva. Sencillamen­
te. 20. D2C seguido por P5T era
la forma correcta de conducir el
ataque.
20.
21.
AXC
PA X A
Ahora si PD X A no opera a cau­
sa de 2 1 . . . . . P5D; 22. C4R (22.
P x P. A x T; 23. T x A. T x P; 24.
C4R. T x C ! ; 25. D x T. D3R con
contraposibifidades ) 22 . . . . . P6D;
23. D2C (23. C6A + . D x C ! ) 23 . . . . .
A x C ! ; 24. D x C. P5C reanudando
el contraataque.
21.
. . •
D X PC
Parece arriesgado. pero las ne­
gras tenian dificilmente algo mas
constructivo. Si 2 1 . . . . . AlA en­
tonces 22. D2C ! seguida por to­
rres duplicadas en la columna
TR antes de abrirla.
22.
23.
D2A
TD 1 C
AlA
D2R
La mejor. Si 23 . . . . . A5C entonces
24. D3C ! . P x P ; 25 . C2R y las ne­
gras no cuentan con una buena
'
forma de contrarrestar la amena­
za de 26. C4A seguido por 27.
C x PT.
(Ver diagrama siguien te. )
24.
D4A
Las blancas podrian intentar la
. mas compleja y menos obvia li­
nea de ataque 24. P4R ya que 24.
. . . . P X P?; 25. C X PR incorporar
al caballo al asalto con un efecto
233
Si 25. D6T entonces 25
A4A y
las blancas no tienen una buena
continuacion.
.
25 .
. . . •
PO x P
...
No 25
A3R; 26. PR x P, A x P;
27. C X A. T x C; 28. D4R seguido
por 29. P x P y 30. T x PC ganando.
.
26.
decisivo. La mejor defensa de las
negras es 24.
A2C ; 25. D3R.
P X P pero despues de 26. D6T las
blancas tienen un muy buen ata­
que; por ejemplo : 26 . . . . , T x P ;
27. C2R ! . T6D ; 28. C4A. P6R; 29.
P x P. T6A + (no
PA x P ; 30.
T x P + . R1T; 3 1 . T6R ! . D2C ; 32.
D x D + y 33. T7R + ganando ) 30.
RIC. A5R + ; 3 1 . R2T. PA x P ; 32.
P x T. A X T ; 33. T x A con ven­
taja. Otra fuerte posibilidad era
24. D3A para combinar las ame­
nazas del centro con esas del
lado R. Despues de 24.
A3R;
25. P4R produce un efecto prac­
ticamente decisivo mientras que
24.
A2C ; 25. D4A da a las
blancas el mismo ataque que en
la partida en que el alfil ya no
esta disponible para la defensa
del rey. La mej or jugada de las
negras parece ser 24. D3A. RIT ! ;
25. C x PD, T x C ! 26. D x T. A2C ;
27. D6D. D x D ; 2 8 . P x D. A x T
aunque despues de 29. T x A. T l D ;
3 0 . P x P. PA x P; 3 1 . P4R. T x P ;
32. PSD las blancas tienen un fi­
nal favorable.
. . . •
. . . •
. . . •
. . . •
24.
25.
234
RtT !
P4R
. . . •
P50
Gracias a su jugada n.O 24, las
negras puede ahora refutar 26.
C x PR con T x P.
26
•
TO t R !
. . .
No 26
TRIR en que las blan­
cas ganan con 27. P x P. P x P; 28.
C x P (amenaza 29. C6A 0 5C) 28.
D x P; 29. T x P + . R x T ; 30.
D7A + . R1T; 3 1 . T l T + . D4T ; 32.
T x D + y 33. C6A.
.
. . .•
. . . •
27.
06T
P4C
Una posicion critica para las ne­
gras. La amenaza era 28. D x P + ! .
R x D; 29. P x P + . RIC 0 2C ; 30.
P x P + . R x P ; 3 1 . T7T mate. una
perspectiva no muy agradable. El
mismo Spassky declara que las
negras se pueden defender con
exito mediante 27 . . . . , D x PR; 28.
P x P. D2C; 29. D x P + . D x D ; 30.
T x D + . RIC en que las blancas
tendrian que j ugar 3 1 . C x PR.
P x P (31 .
T x C ?; 32. P7C ); 32.
T7T. T x C ( 32
A4A; 33. C6D )
33. T X P + y 34. T6T + con jaque
perpetuo. Sin embargo. como se­
iialara Bronstein, las blancas ga­
nan con 30. P7C + explotando la
dama clavada. 27
A4A parece
. . . •
.
. . . •
.
. . . •
el movimiento defensivo natural,
pero luego viene 28. P6D, D x PR
(28 . . . . , D3R; 29. CsD ! , D x C ; 30.
P x P, A x P; 3 1 . T x A gana ) 29.
P x P, D2C ; 30. D x P + , D x D; 3 1 .
T x D + , R I C ; 32. CsD, P x P; 33.
TD IT Y las blancas ganan el cam­
bio con 34. C7R + y queda con
un pe6n adelantado ferozmente
poderoso en 7R. De aqui que se
yea forzado el ingrato texto.
28.
TXP
.... P3A
Despues de la alternativa 28.
T I C ; 29. TRIC, A4A las blancas
consiguen un final muy favorable
cambiando ambos pares de to­
rres y ganando el PR con 32. D4A.
29. T6C I
30. P6D
3 1 . CSD
PxP
D2AR
Como en otras variantes conside­
radas anteriormente, las blancas
consiguen la ventaja una vez que
se la han arreglado para hacer
entrar al caballo en el ataque.
Spassky proporciona las siguien­
tes variantes para ilustrar 10 di­
ficil que es la posici6n de las ne­
gras.
I. 3 1 .
A4A; 32. T6A ! , D2C;
3 3 . D X D + . R x D ; 34. P6T + .
R 1 T ; 35. TlA gana.
1 1 . 3 1 . . . . ,P6R; 32. T( 1 )IC y a.
32. . . . , A4A; 33. T7C, T l CR ; 34.
P7D ! gana; b. 32 . . . . , T I C ; 33. C6A,
P7R ; 34. R2D, P6A + ; 35. P x P.
D7T + ; 36. R3R gana; c. 32. . . .
P7R; 33. T6A. P8R( D ) + (0 33 . . . .
T I C ; 34. T x D. T x T + ; 35. R2A.
A4A + ; 36. T x A. P8R(D); 37.
T8A + . T x T ; 38. D x T + . T I C ; 39.
. . .•
.
.
D6A + T2C ; 40. C3R ! ! (amenazan­
do 4 1 . P6T Y 41 P7D ) 34. TR x D,
D2C (34 . . . . . D I C ; 35. T6C ! ) 35.
D x D + , R x D; 36. P6T + . RIT (36.
. . . . RIC; 37. C7R + . RIT; 38.
T x T + . 39. C x A Y 40. P7D gana )
37. T x P con un final ganado a
causa de su fuerte pe6n adelanta­
do y las amenazas de la fila de
atnls.
31.
32.
T3R
TRI C
Amenazando con 3 3 . C7R seguido
por 34. T x T, y 35. C6C + .
32.
33.
34.
TXT
D2CR
P6R
PXT
D2T !
Ambos jugadores t e n i a n m u y
poco tiempo. pero tas negras en­
cuentran un ingenioso recurso.
35. P X P parece ganar sin mas a
causa de 35
D(cualquiera );
36. D X P +. pero de hecho las ne­
gras no juegan la dama sino que
replican 35. . . . . P7R Y estc'm to­
talmente fuera de peligro.
.
35.
CXP
. . . •
TSA
Pero aqui se le escapa la conti­
nuaci6n l6gica de su Ultima ju­
gada. Habiendo desviado el caba­
Ho, deberian intentar 35 . . . . , P6A
esperando 36. P x P. PsR. Sin em­
bargo las blancas pueden jugar
sencillamente 36. P4C y si 36 . . . . ,
A3R para mantener al caballo
fuera de sD entonces 37. P x P,
D3A; 38. T lA. D x T + ; 39. C X D.
T x C + ; 40. R2A, A4A + ; 4 1 . R x P.
T8A + ; 42. R2C ! . T7A + ; 43. D x T.
A x D; 44. P7D gana.
235
36.
C5D
T5C
o 36 . . . . , T50; 37. C6A ! , P3T; 3S.
CSR y 39. O X PR + .
37.
38.
TXT
D X P+
AXT
Forzando un final ganado faci!­
mente dado que el caballo resulta
ser una pieza fuerte unida a los
peones adelantados.
38 .
...
DXD
39. P x D
40. C6A
A4A
P4TD
Este era el momento de sellar y
las negras abandonaron sin espe­
rar mas porque no pueden forzar
el cambio de todos los peones
blancos que es su Unica esperan­
za de hacer tablas; por ejemplo :
4 1 . P70, A x PO; 42. C x A, P5R; 43.
C6A, P6R; 44. C50 y ahora P5C
ya no es una amenaza.
Olimpiada de La Habana, 1 966 .
Negraa : Parma.
76.
OEFENSA PIRe
1.
2.
3.
4.
5.
P4R
P4D
C3AD
C3A
A2R
P3D
C3AR
P3CR
A2C
La linea mas s6lida. Si las blan­
cas desean continuar en forma
mas agresiva, deben jugar 4. P40
previamente.
5.
6.
0-0
0-0
A5C
Generalmente, se considera que
esta es la mejor de las posibilida­
des de las negras, aunque el mOo
vimiento de semiespeFa 6 . . . . , P3A
tambien esta dentro de la linea
de los conceptos sofisticados de
esta modema defensa. El texto
se propone ejercer presi6n sobre
la casilla AO de las blancas .
236
7. A3R
8. D2D
9. P5D
C 3A
P4R
Las negras han llevado a cabo su
plan de ataque sobre las casillas
oscuras del centro. Las blancas
deben ahora tomar una decision
respecto del PO. 9. P X P es una
buena alternativa, puesto que las
blancas mantienen u n a l i g e r a
ventaja despues de 9 . . . . , P X P;
10. TOlD, O x O; 1 1 . T x O, TRlD;
12. TRlD, T x T; 13. T x T, CIR; 14.
C50, A x C; 15. P x A! (protegien­
do el PR; si 15. A x A entonces
15 . . . . ,C50; 16. AlD, P3A; 17. C4C,
C30; IS. P3AD, C x P ! ) 15 . . . . , C50;
16. AlD, C3R; 17. P3AO, AlA; IS.
A4T ! (Larsen-Ivkov y Reshevsky­
Ivkov, Santa M6nica, 1966) mien­
tras que si las negras j uegan tra­
tando de conseIVar las damas
con 10 . . . . , D2R; entonces si 1 1 .
A5CR, A x C ; 1 2 . A x A, C50; 13.
C5D! (Andersson-Meclring, Bever­
wij k, 1971 ).
9.
1 0_
C2R
C2D
TD l D
La primera inexactitud de las ne­
gras . Naturalmente. estan deseo­
sas de tomar la iniciativa avan­
zando con P4AR. pero la jugada
siguiente de las blancas les obli­
ga a cambiar su buen alfil por el
alfil malo de las blancas. Por 10
tanto. deberian qui tar de en me­
dio el caballo blanco jugando de
inmediato 10 . . . . , A x C y s610 en­
tonces 1 1 . A x A. C2D. Como alter­
nativa podrian ensayar el plan
Vasiukov : 10 . . A2D seguido por
C4T y entonces P4AR (Geller-Va­
siukov, Kislovodsk. 1968. aunque
Geller habia jugado 10. P4TR en
vez de 10. TD l D ).
.
.
.
1 1 . C5CR !
El caballo cobra vida y resultara
una pieza incomoda debido a la
amenaza C6R si las negras jue­
gan P4AR.
1 1.
1 2. C x A
1 3. C3T
1 4. P4AD
1 5. P3A
AxA
P3TR
R2T
P4AR
(en formaciones similares de la
Defensa India de Rey) 16. . . . ,
P X P s�ria un error aqui a causa
de 17. CR x P amenazando con 18.
C6R mientras que 16 . . . , C X P de­
j aria alguna ventaja con 16. P3A
seguido por C2A4R. El caballo
blanco en 2R desempefiaria un
papel mu)' util al descartar C5D
de las negras.
.
1 5_
...
C 3AR
Una segunda imprecision. 15 . . . . ,
P5A tenia mas fuerza y si el alfil
se retiraba entonces P4CR con
las posibilidades de habituales de
ataque sobre el fIanco R. En rea­
lidad, Spassky se proponia jugar
15 . . . . , P5A; 16. CR x P, P x C ; pero
luego descubrio que el contra sa­
crificio 17 . . . . , T x C ! ; 18. A x T.
P4CR seguido mas adelante por
C3C daria bastante juego a las
negras en las casillas oscuras.
1 6.
17.
PxP
PxP
P4A
Corrigiendo su error anterior a
costa de un tiempo.
17.
...
C 5R
Parma en Informator prefiere 17.
. . , C5C ; 18. P x P, C x A; 19. D x C.
P X P pero las blancas consiguen
entonces una estrangulacion sa­
bre las casillas claras con 20.
P4CR y si 20 . . . . , P x 1» ; 2 1 . D4R + .
R1T; 22. D x PC. T I C (22 . . . . , P5R;
23. D x P, A x P ; 24. CR4A amena­
zando con 25. C6R 0 25 D x C ! )
23. D5T !
.
La
posicion se parece mucho a
una Defensa India de Rey excep­
to que los caballos blancos no es­
tan en las casillas habituales. De­
berfan explotar esta diferencia
jugando 15. P x P y si 1 5 . . . . ,
P x P entonces 16. P4A en que la
rcspuesta normal de las negras
237
1 8. D2A
19. C2A
D1R
Una jugada aparentemente natu·
ral. pero 19. P x P. P x P; 20. C2A
es mejor. puesto que los peones
centrales negros sufririan pre·
sion : la TR blanca ataca la ca·
silla SAR p P6D constituye una
fuerte amenaza. ya que despues
de P X p. T X P la torre esta firme­
mente colocada haciendo presion.
entre otras cosas. sob re el PTR
negro.
1 9.
20.
TXC
CXC
P5R
Comparativamente. los p e o n e s
centrales se encuentran ahora a
salvo.
21.
A4D
P4A ?
La equivocacion perdedora. La
debilidad del PD y de la casilla
'
4D sOn males mucho mas gra­
ves que el que estan tratando de
evitar: la entrada del caballo en
6R. Simplemente. 2 1 . . . . . TRIC;
22. A x A. T x A; 23 . C4D. D2D ; 24.
C6R. TSC las dejaria con una
posicion defendible : presion so­
bre la columna CR y posibili­
dades como C3CST 0 C3CIA 0
C I C3A4T.
22. P x P a.p.
23. C X A
24. D3A !
AXA
CxP
(Ver diagrama siguiente. )
La obvia 24. CSC permitiria a las
negras una medida de consolida238
CIon con 24 . . . . . CSC; 25 . D3A.
C6D; 26. TRIA (26. T2R. C x PA )
26 . . . . . D2R.
24.
D2R
Esta p i e r d e rapidamente. Po­
drian prolongar la lucha median­
te 24 . . . . . C x C; 25. D x C. D3R.
25. C2A ! !
Una soberbia j ugada al est; lo de
Nimzovich. El caballo tiene una
excelente situacion en la casilla
de bloqueo 3R atacando al segun­
do peon debil en SAR y defen­
diendo 4AD y 2CR contra una po­
sible presion.
25.
26.
27.
TR2D
C3R
TD 1 D
D3R
C2R
Perdiendo un peon. Tenian que
P3C
proteger el PCD con 27
aunque despues de 28. D3T. T3A;
29. TSD quedan totalmente ma­
niatadas.
.
28. D4C
29. T X P
C3C
D2R
. . .•
30. P3CR
3 1 . P5A
T3A
Es evidente que esto ya se acabo.
31.
77.
...
TR X T
32.
Abandonan
TXT
Pierden por 10 menos un peon
mas (32 . . . . , T x T; 33. P x T, D2D;
34. DSA ).
Sochi, 1 967.
Negras : Langeweg.
GAMBITO DE DAMA RECHAZADO
Las negras, normalmente retie­
nen sus opciones con 8 . , A2R
ya q u e p u e d e n querer j ugar
C3AR a continuacion, para ame­
nazar el PD y proteger su f1anco
R. Despues de 8
, A2R. las ne­
gras no tienen ninguna razon
para temer 9. A x C. P x A; 10.
D3C a causa de 10 . . . , CSCD ! ; 1 1 .
0-0 ( De 10 contrario. C6D + e s di­
ficil de refuetar) 1 1 . . . , A4AR
amenazando con 12 . . . . , A7A 0 12.
. . C7A.
. .
.
1. P4D
2. C3AR
3. P4A
4. C3A
C3AR
P4D
P3R
P4A
Hubo un momento en que se
pens6 que la ,Semi-Tarrasch daba
a las negras un juego mas facil
que la linea Ortodoxa de Gambi­
to de Dama Rechazado con ASCR,
peru d ec ada s de experiencia han
mustrado que esto no es realmen­
le cierto. Como demuestra esta
pa r l i d a en particular, las blancas
I i e n e n much as posibiJidades di­
n {lm icas debido a la presencia de
m u c h as piezas que no pueden ser
l'a m b i adas facilmente.
5. PA X P
6 . P3R
7. A4A
I .a
CxP
C3AD
j u gada de Botvinnik amena­
z:mdo 8. A x C . P x A ; 9. P x p. for­
z a n do asi a las negras a tomar
.
. . .
.
.
. .
9. P X C
1 0. 0-0
1 1 . A3D
A2R
0-0
Como el alfil esta indefenso. es
dificil lograr una ruptura con
PSD (C4T ), de modo que las
blancas vue1ven su atencion al
f1anco R donde las negras tienen
solo una pieza menor disponible
para la defensa.
11.
1 2.
P3CD
D2R
u ml d e ci s io n en el centro.
7.
8.
PXP
PxP
CXC
La siguiente es una formacion de
ataque mas comun : 12. D2A, P3C;
(12
P3TR; 1 3 . D2R y 14. D4R )
.
.
. . . •
239
13. A6T. El texto preve un ataque
violento, pero mas lento, vigi­
lando cuidadosamente las posibi­
lidades de expansion en el centro
con P4AD y PSD.
1 2.
1 3. A2C
A2C
D4D
En ultimo termino, la dama se
ve en aprietos, puesto que la es­
tupenda jugada IS: de las blan­
cas disipa todo el contrajuego
que se proponian las negras en la
diagonal larga. 13 . . . . , A3A es la
manera adecuada de jugarlo.
1 4. P4A
1 5. A4R I
1 6. TRI D
D4TR
TRIR
La amenaza de PSD es ahora muy
seria porque el peon podra avan­
zar hasta la septima en algunas
variantes, debido a la ausencia
de un bloqueo adecuado.
1 6.
1 7. A X A
1 8. TD I A
C4T
CxA
Aumentando la tension y prepa­
randose para utilizar esta torre
en la tercera fila para acosar a
la dama enemiga. 18. PSD no es
tan bueno ahora que las negras
tienen dos piezas menores con­
trolando las casiIlas del bloqueo
3D y 4AD.
1 8.
1 9.
T3A !
AlA
TRI A !
Una jugada extraiia que dej a fue­
ra la TD durante el resto de la
240
partida. Probablemente, las ne­
gras estaban preocupadas de la
amenaza 20. T3R seguida por PSD
pero 19 . , TDlA; 20. T3R, TDlD
parece mas apropiado aunque
despues de 2 1 . TSR, D3C; 22.
TSCR, D3T; 23. AlA las negras
tienen todavia una posicion muy
incomoda.
.
20.
.
.
PSD
Un fuerte avance cuyo principal
objetivo no es la creacion de un
peon adelantado, sino la concen­
traci6n de las piezas blancas en
el fIanco R donde tendran una
notable superioridad local.
20.
21.
T3R
C4A
PXP
La amenaza de 22. TSR seguida
por AlA 0 C4T y TST atacando
la dama que no tiene donde co­
bijarse obIiga a las negras a ha­
cer esta nueva concesi6n. Ahora
la dama podra escapar por la
tercera fila a 3AD 0 3D.
22. T X P
23. C4D !
D3T
Ahora que ha desaparecido el PR,
la amenaza de CSA seguida por
un ataque concentrado en 7CR
resulta decisivo. Las negras des­
cubren una ingeniosa manera de
contrarrestar basada en las posi­
bilidades de mate en la fila de
atras, pero no resulta adecuada
porque la coordinacion de las
piezas blancas es superior.
23 .
...
C ST
No 23 . . . . , P3C ; 24. C5A! todavia,
ni 23 . . . . , P3A; 24. T3C con Ias
amenazas de 25. · T5T 0 25. C5A.
D3AD
DxT
24. C5A
25. A X P !
( Ver diagrama siguiente. )
La posicion que ambos jugado­
res habian previsto, pero Spassky
habia ido mas Iej os. Observe que
25 . . . , D x P pierde ante 26. T3CR,
.
D x D (26 . . . . , DSA + ; 27. D l A ) 27.
C6T mate y 25 . . , A x A simple­
mente ante 26. C7R + .
.
26.
C6T +
27.
Abandonan
D4C +
.
RXA
Es mate en todas Ias variacio­
nes. El mas bonito es 27 . . . . , R3A;
38. C8C.
78. Moscu, 1 967.
�egras : Bilek.
c o n s t i t u y e n una compensacion
adecuada para las negras.
DEFENSA SICILIANA
1 . P4R
2. C3AR
3. P4D
4. C x P
5. C3AD
6. A5CR
P4AD
P3D
PxP
C3AR
C3A
A2D
U 0.1 de las modernas y dimlmicas
.·cvalorizaciones de esta apertu­
I"Lt . Durante decadas se dio por
scn tado que la amenaza 7. A x C
de l a s bl an c a s era tan poderosa
que era necesario impedirla me­
d i an lc 6 . . , P3R. Sin embargo,
.. hora se piensa que los dos al­
files y la columna CR abierta
.
P3TD
7. D2D
Esta ya no es estrictamente nece­
saria, ya que CR5C, normalmente
muy fuerte en el ataque Rauzer,
pierde su objetivo cuando las
negras no han debilitado su PD
con P3R. Actualmente, se prefie­
re 7 . . . . , TIA con el proposito de
continuar con S
, C x C segui­
do por 9. . , D4T 0 incluso el
audaz cambio de sacrificio 9.
T x C.
.
. . .
. .
.
8.
9.
0·0·0
P4A
TlA
P3TR
241
Obligando al alfil a manifestar
sus intenciones. Es probable que
las negras no di s pongan de nin­
gun otro movimiento razonable.
ya que 9.
P3R permitiria 10.
C3A con la peligrosa amenaza de
1 1 . PSR (vea la partida n ." 56.
Spassky-Taimanov ). Con todo. Po­
Iugaevsky cree que 9.
P4CD
es jugable.
Preparando la maniobra C2R4A.
T4A
1 5.
1 6.
P5A
. . . •
j Una ultima accion decisiva !
D4T ?
1 6.
. . .•
1 0. A X C
1 1 . A2R
PC X A
P4TR
En tales posiciones. las negras
no pueden permitir AST en que
la clavada es muy firme (las blan­
cas. por ej emplo, pueden lograr
continuar con PSA y luego C6R ).
El provocativo juego de apertura
de las negras ( siete jugadas de
peones en un total de once ) le
pide al jugador de mentalidad
chisica que aplique el castigo
que merecen. y Spassky es justa­
mente el tipo de adversario para
hacerlo.
12. R I C
1 3. TRI A
P3R
P4C
jOtras dos jugadas de peones !
Sin embargo. esta muy lejos de
ser facil para las blancas abrir
una brecha en la solida masa de
peones que rodean al monarca
negro.
1 4.
TXC
CxC
Despues de 14
A x C ; le sigue
15. D3R amenazando con 16. CSD .
.
1 5. A3A
242
. . .•
Esto debilita las casillas que ro­
dean al rey (especialmente 2D ).
Seria mej or que las negras ale­
j aran el caballo mediante 16.
PSC antes de que pueda llegar a
la casilla central 4R. Despues de
16
PSC; 1 7 . C2R. D3C; 1 8 . C4D
las negras permanecen bajo fir­
me presion. pero despues del tex­
to. la presion se transforma en
una nipida victoria para las blan­
cas .
. . .•
.
. . . •
1 7.
PxP
PxP
17
A x P ; 1 8 . CSD ! y a pesar
de los alfiles opuestos que resul­
tan de 1 8
D x D ; 19. T x D.
A x C ; 20. P x A las blancas tienen
un final muy superior con la
amenaza de duplicar en la co­
lumna R.
.
. . .•
.
1 8.
. . . •
P5R !
De un golpe las blancas mej oran
la movilidad de sus piezas meno­
res e intentan pentrar en las co­
lumnas D 0 AR.
TXP
1 8.
No 1 8
PD x P ?; 19. D x A mate.
mientras que despues de 18
PA x P vienen 19. DSC. PSR (de 10
contrario. 20. A x P + ) 2 0 . Ax P + !
.
. . .•
.
. . .•
todavia T x A; 2 1 . T x A + . R x T;
22. TIAR + . RIR; 23. DBC + , R2R;
24. DBA mate.
C4R se refuta con 23
T x A;
24. T x T, P x T; 25. C x P + , R I D
y l a clavada salva a las negras.
Pera despues del simple 22.
A2R; 23 . A3C las blancas podrian
continuar con 24. D4D, 0 24. C4R
o incluso 24. TRIR con una victo­
ria fadl. Si 22 . . . . , T x A entonces
23. C X T. P x C ; 24. D x PA con un
triunfo inmediato.
.
.
. •
. . . •
1 9.
D4A
T4AR
Despues de 19 . . . . , P4A; 20. DSC 0
19
A2R; 20. C4R seguido por
2 1 . C x PD + 0 2 1 . C x PA + segun
sea 10 aprapiado. las blancas pe­
netran de inmediato.
.
. . .•
23.
20.
D3C
T X PA
TR1 C
T4C
No 2 3
T5C; 2 4 . T I R + , A2R
' (24 . . . . . R I D ; 25. T x A + , R2A; 26.
DBD + ) 25. T x A + ! . R x T (25 . . . . .
R I D ; 26. D l R ) 26. C x P + . RlR;
27. TBA + ! . R x T ; 2B. D7R. R I C ;
2 9 . C6A mate. S i 2 3 . . . . , T4R en­
tonces sencillamente 24. D4D.
.
20.
R2A parece una posibili­
dad mejor. Luego las blancas
continuan con 2 1 . C4R. P4D; 22.
DBCD ! en que 23. C6D + es ahora
una fuerte amenaza y 22 . . . . , P X C
permite 23. T x A + . RIC; 24. DBR,
etcetera.
. . .•
. . . •
24. C X P
21.
D4T
Las negras han llevado la dama
a una casilla ligeramente menos
amenazadora, pero todavia tienen
que deddir como contrarrestar
la amenaza de C4R.
21.
.
. .
P4D
o 2 1 . . . . , D I D ; 22. C4R, T4AR; 23.
C3C. etc.
22. A X PD !
Naturalmente, las negras deben
jugar tratando abrir llneas en el
centro.
Desaparece el ultimo obstaculo
en e1 centra. Observe que la
dama blanca protege lR de ma­
nera que las negras no puedan
intentar un mate por la fila de
atras con 24. . T X C. Sin em­
bargo, esa era la mejor posibili­
dad de las negras para prolongar
la partida. ya que e1 caballo es
una pieza demasiado fuerte.
. .
22.
...
PXA
Esta pierde rapidamente. 22.
A2R se mantendria ya que 23.
.
243
24 .
...
ASCR ?
Aparentemente. dej ando fuera a
la dama y ganando tiempo, pero
las blancas cuentan ahora con un
triunfo forzado.
25.
T XA+
Abandonan
25 . . . . . R x T ; 26. T l AR + . R 1 R
(26.
A4A; 2 7 . T x A + . T x T ; 28.
" '1
D7R mate 0 27 . . . . . R 1 R ; 28. T x T,
T x T ; 29. D x T, D8R + ; 30. DlA}
27. C6A + , R (cualquiera ); 28. C x T
con una decisiva ganancia ma­
terial.
Despues de la incorrecta juga­
da n." 16 de las negras, la dama
negra desempeii6 el papel de es­
pectadora durante el resto de la
partida.
79. Moscu, 1 967.
Blancas : Uhlmann.
GAMBITO DE DAMA RECHAZADO
1.
2.
3.
P4D
P4AD
C3AR
C3AR
P3R
Uhlmann se inclina por esta ul·
tima j ugada, prefiriendo enfren·
tar la Defensa India de Dama 0
la Bogoljubov·India (0 como en
esta p a r t i d a. e l Gambito de
Dama ) antes que una Nimzoindia.
3.
4. C3A
P4D
A2R
7.
A4T
P3CD
La variante de Tartakower en la
que el caballo permanece en su
sitio para proteger, por el mo­
mento las casillas blancas 3TD y
3AD que se han vis to debilitadas
por la j ugada del texto. Esta va­
riante se ha hecho muy popular
en nuestros dias, por 10 menos
entre a q u e ll o s jugadores que
adoptan el Gambito de Dama
Rechazado ante uno de los sis­
temas defensivos indios.
8. D2A
Spassky prefiere la Defensa Or­
todoxa a la Semi-Tarrasch 4 . . . . .
P4A. Tal vez. ya sabia 10 que de­
mostr6 en su partida de revan­
cha con Petrosian : esta variante
no es tan facil para las negras
como se pensaba (vea la pattida
n." 87 ).
5. ASC
6. P3R
244
0-0
P3TR
La replica mas agresiva pensan­
do en un enroque largo e inten­
tando luego un asalto con los
peones sobre el otro flanco (com­
pare esta partida con la n ." 78, en­
tres Spassky y Bobotsov ).
8.
9. A x C
A2C
Rubinstein prefiri6 el inmediato
9. O..()..() que conduce a un juego
muy complicado.
9.
1 0. P x P
1 1 . 0-0-0
AXA
PXP
Es obvio que las blancas ahora
se proponen jugar P4CR, P4TR Y
luego P5C para abrir lineas para
un ataque. Las negras contestan
e1 ataque en el otro lado.
1 1.
1 2. P4CR
P4A
Consecuente. Las blancas tarn­
bien pueden tratar de ej ercer
presion en el centro con 12. P x P
aunque las negras pueden igualar
ya sea con la linea de Reshevsky
12 . . . . , A X C ; 13. D x A, C2D ! ; 14.
P6A, A x P ! 0 el sacrificio de peon
12 . . . . , P x P ; 1 3 . C x P, A x C ; 14.
A4A, C2D ! ; 15. A x A, T I C .
1 2.
1 3.
PxP
PXP
Si 1 3 . C X P entonces sencillamen­
te 13 . . . . , C3A luchando para abrir
la diagonal negra central de su
alfil. Las blancas necesitan real­
mente el caballo en 3AR para
apoyar P5C y tener un C5CR sub­
siguiente, de reserva.
1 3.
1 4. P4TR
C3A
P3C
Si 14 . . . . , D3D entonces las blan­
cas impiden DSA + con 1 5 . D2D.
El texto debilita ligeramente la
posici6n del rey negro, pero me­
j ora la movilidad del AR y del
rey, dando as{ a las negras unas
mayores posibilidades en la elec­
ci on de una defensa.
1 5. P5C
Neyshtadt, en su autorizado libro
sobre e1 Gambito de Dama Re­
chazado, sugiere coma respuesta
a la ultima jugada de las negras
que las blancas intenten un ata­
que sobre los cuadros claros con
1 5 . P5T Y si 15. . . . , P4CR enton­
ces 16. DSA, CSC; 17. C5R.
1 5.
1 6.
PxP
P5T
Neyshtadt afirma aqui que el tex­
to conduce a una apertura de li­
neas decisiva para las blancas,
ya que si 16 . . . . , PSC entonces 17.
P x P, P x C ; 1 8 . P7C ! ganando. Sin
embargo, Spassky descubre una
defensa mucho mejor. Observe
que el plan alternativo de las
blancas 16. P X P daria a las ne­
gras una solida defensa ya sea
mediante 16. . . . , A2C 0 simple­
mente mediante 16 . . . . , A x P + y
si 17. R I C entonces 17 . . . . , C5C;
18. 'D2R TIR Y la dama blanca
esta en aprietos para conseguir
una buena casilla. Ciertamente,
no queda claro coma pueden las
blancas hacer uso de la columna
abierta TR.
1 6.
1 7. P X P
Esto abre
de que las
j ugar una
yar el TR,
R2C l
la columna TR antes
blancas hayan logrado
pieza mayor para ape­
y dentro de una 0 dos
245
j u�adas todo el ataque parece ab­
surdamente equivocado. Es pro­
bable que Uhlmann estuviese la­
mentando el hecho de que no ha­
bia completado su desarrollo con
15. A5C 0 15 A2R para poder j u­
gar TD I C antes de abrir el flan­
co R. Incluso en este momento,
no es demasiado tarde para 17.
ASC para j ugar A X C y reducir
asi la presion sobre su PD.
PxP
P5C !
1 7.
1 8. A5C
ja. mientras que si 19. A x e.
A x A; 20. C5R (20. TDlC. A2D
amenazando con 2 1 . . . . A4A) 20.
. . . . A x C ; 2 1 . P x A. D4C + y las
piezas negras quedan bien situa­
das para el ataque 0 la defensa.
mientras que las blancas todavia
no encuentran verdaderas ame­
nazas.
1 9.
20. D&T +
2 1 . D7T +
22. T3T
PXC
R2A
A2CR
Probablemente. ambos jugadores
previeron la situacion hasta este
momento. y Uhlmann debe haber
creido que tenia un buen ataque.
ya que si 22 . . . . . D3A entonces 23.
C x P. D4A; 24. A4A. Spassky en­
cuentra una convincente refuta­
cion.
22.
Abandonan
19.
D2D
Un sacrificio erroneo. pero real·
mente no tenian una buena ju·
gada. De este modo. si 19. TD I C
entonces 1 9 .
. A4C + ; 2 0 . C X A.
D x C + ; 2 1 . RIC. C x P con venta. . .
TIT !
Despues de 23. T x P + . D3A ! ; 24.
T x D + . R x D ; 25. C X P + . R2A la
dama esta atrapada y las negras
tienen una pieza de ventaj a en
una posicion simplificada.
Una partida de trascendencia
teorica.
80. Spartakiad, Moscu, 1 967.
Negras : Pelrosian.
3. C3AD
4. A5C
DEFENSA FRANCESA
1.
2.
246
P4R
P4D
P3R
P4D
C3AR
PXP
Petrosian es uno de los pocos
jugadores modernos que prefiere
este restringido sistema defensi­
vo, en que las posiciones pasivas
que origin a no gozan del favor
de la gran mayoria de los gran­
des maestros modernos, que pre­
fieren sistemas que ofrecen ma­
yores contraposibilidades para
negras.
5. C x P
6. C x C +
7. C3A
8. A5C +
CD2D
C XC
P4A
del fIanco R se ven ligeramente
desvalorizados por el pe6n du­
plicado.
1 0.
1 1.
La segunda caracteristica impor­
tante de la posici6n es el valor
comparativo de las piezas meno­
res que quedan a cada lado. El
texto asegura al caballo blanco
un muy buen puesto de avanzada.
1 1.
Una linea simplificadora en vez
de la mas complicada 8. A4AD 0
8. A3D. De esta manera, una par­
tida de su encuentro de 1 966 con­
tinu6 8. A3D, A2R; 9. P x P, D4T + ;
10. P3A, D x P(4); 1 1 . D2R, A2D ; 12.
C5R, A3A con igualdad aproxima­
da. No era probable que Spassky
repitiera la desafortunada elec­
ci6n de Tal 8. D3D en su encuen­
tro con Petrosian, en Curac;;: a o,
1 962, que continuaba 8 . . . , A2R;
9. A x C, A x A; 10. D5C + , A2D ; 1 1 .
D x PC, T l CD; 12. D x PT, T x P y
las negr:as tenian un juego muy
prometedor.
.
8.
9. A X A +
1 0. A x C
A2D
DxA
Las blancas pueden todavia in­
ten tar complicaciones utilizando
la sugerencia de Simagin 10. D2R
pensando en un enroque largo.
El texto muestra c1aramente que
las blancas piensan aprovechar
la ligera ventaj a que les da su
mayoria de peones en el fIanco
D, mientras 105 peones negros
PXA
P3A
...
PxP
Esperando simplificar aUn mas
mediante el cambio de piezas
menores 0 de damas, pero la ju­
gada n.O 13 de Spassky 10 impide.
Una interesante alternativa con­
sistia en 1 1 . , TlCR seguido por
un enroque largo, pero este 'no
es en absoluto e1 estilo de Pe­
trosian.
. . .
1 2.
CXP
A4A
Las negras ofrecieron tablas en'
este momento.
1 3.
D3A !
0-0·0
Conociendo la tendencia de Pe­
trosian a los cambios de sacrifi­
cio, se podria esperar aqui 13 . . . . ,
A x C ; 14. O-O..(), T l AD ? ! ; 15. R1C,
T x P; 16. P x T, D4C + ; 17. R1T,
A4R, pero despues de 18. T3D las
blancas amenazan tanto con 19.
D x PC como con 19. T l CD y, a la
larga, deberian ser capaces de 10grar un triunfo.
1 4_ 0-0- 0
D2R
247
Cambiar piezas menores primero
mediante 14 . . . . , A x C; 15. T x A,
D2R resulta menos apropiado, ya
que despues de 16. TDlD, T x T ;
17. T x T, T l D la torre blanca po­
drfa ser empleada con utilidad
en la cuarta fila mediante 1 8 .
T4AR 0 18. T4TR Y si 18. D2D e t
contraataque se desarticula me­
diante 19. T4A + , R1C; 20. T4D,
D2R; 2 1 . T x T + , 22. D3C + y 23 .
D7C con buenas posibilidades en
el final de dama. Despues del tex­
to, las blancas intentan impedir
el cambio de piezas menores, ya
que el cabaHo puede muy bien
resultar la pieza superior en el
final.
1 5. C3C
1 6. P4C !
...
TXT+
El parad6j ico 1 6. . , P4A tambien
era posible, puesto que despues
17. P x P, D4C + ; 18. R2A, D x P + ;
19. D x D, P x D el m6vil alfil da
a las negras buenas posibilidades
de tablas en el final.
. .
1 7. T X T
78. P3TR
P4TR
Manteniendo el status quo. Des­
pues de 1 8 . P X P? P4A amenazan­
do con DST 0 D4C + el PTR blan­
co quedada bajo presi6n.
1 8.
1 9. P X P
248
20. C4D
P3TD
Si 20 . . , A x C ; 2 1 . T x A entonces
las blancas tenddan nuevamente
una poderosa torre en la cuarta
fila y amenazarian 22. T4AR, T3T ;
23. P5C !
. .
A3C
Una excelente jugada de bloqueo
que reduce la movilidad de los
peones negros del flanco R.
1 6.
Las negras deben haberse senti­
do muy felices en este momento,
ya que si 20. T2D, P4R y el caba­
Ho queda fuera, las blancas tie­
nen una posici6n mas bien pasi­
va. Sin embargo, Spassky hace
una jugada mas fuerte que mues­
tra que las negras debedan ha­
ber continuado, consecuentemen­
te, con su plan de cambiar piezas
mayores con 19 . . . . , T1D.
2 1 . T2D
22. P4C
Las blancas pueden finalmente
poner en marcha et avance de
los peones del flanco D.
22.
TIT
23. C3C
T I AD
24.
T5A
R2C
Una j ugada de aspecto impresio­
nante, pero no esta relacionada
con ninglin plan concreto y dej a
a la torre en una casilla indefen­
sa. 24 . . . . , T1D todavia parece una
mejor posibilidad de obtener ta­
bias.
25.
25 .
PxP
T7T
RIC
P4TD
P4R
. . , P4T no resultaria eficaz,
puesto que las blancas replica­
dan 26. D3D y si 26
, T x PCR
.
.
. . .
entonces 27. P x P, A2T ; 28. DSC
con un fuerte ataque.
26.
PST !
Una vez se ha apartado al alfil
de la defensa de 1D, se comen­
zara a manifestar el control de
la columna D.
A2T
26.
Si 26 . . . . , A2A entonces 27. CSA
27.
D3D !
TSA
Practicamente forzado, a menos
que las nel;,ras esten preparadas
adoptar una defensa completa­
mente pasiva con 27 . . . . , T2A en
que el final despues de 28. D8D + ,
D x D ; 29 . T x D + , TlA; 30. T x T + ,
R x T; 3 1 . P3A ! es m1,lY favorable
a las blancas. Si las negras se
apoderan de u n pean mediante
27 . . . . , T x PCR entonces 28. PSC ! ,
P x P; 29. D x P amenazando con
30. T7D Y las blancas tienen un
ataque vencedor.
28.
29.
30.
P3A
PXP
T2T
PSR
T X PR
Las amenazas de las blancas se
hacen ahora sumamente peUgro­
sas. Naturalmente, las negras en­
cuentran un espacio para su rey
y tratan de activar el alfil.
30.
31.
32.
T8T +
DSD
A6R
R2T
Una muy buena jugada que acen­
tua su dominio de las casillas
claras. Como la amenaza 33. T8D
seguida p�r T7D es muy fuerte,
las negras deben apartar a la
dama sein dilacian. 32 . . . . , D3R ?
perderia de inmediato ante 33.
D8D.
32.
33.
D3D
T4R
TSR
l Repetician ?
34.
T8CR !
j No !
A4C ?
34.
Un error garrafal debido a pro­
blemas de tiempo, pero la defen­
sa de las negras era muy dificil.
34 . . . . , T3R era su mejor jugada.
35.
C4D !
El caballo entra ahora en juego
y tiene un efecto decisivo.
35 .
...
A6R
Dandose cuenta de su error; pero
demasiado tarde.
36.
PSCD !
249
Amenazando con 37. P6C mate.
Si 36 .
. . . . P x P e n t o n c e s 37.
C x P + . R3T ; 3B. TBT mate ! No
pueden dar mas espacio al rey
con 36. . .
P3C a causa de 27.
C6A + . De modo que . . .
.•
36 .
37.
...
D x A+
AXC
Abandonan
37 . . . . . T x D ; 3B. P6C es un bonito
mate.
Una victoria notable a partir de
una posici6n mas bien esteril.
8 1 . Spartakiad. Moseu, 1 967.
Negras : Suetin.
DEFENSA SICILIANA
1. P4R
2. C3AR
3. C3A
P4AD
C3AD
Un util movimiento de espera
para ver que se proponen las
negras. 3 . . . . . P3TD puede ser re­
futado con 4. P3D Y S. P3CR Y
3 . . . . . P3R con 4. AsC transpo­
niendo a una prometedora linea
del ataque de Nimzovich-Rossoli­
MO : 3. AsC.
3.
4.
P3R
P4D
Pero Spassky prefiere una lucha
mas abierta.
4.
S. C x P
6. A3R
7. C3C
PxP
D2A
P3TD
Aparentemente il6gico despues de
su ultimo movimiento protegien­
do al caballo y, de hecho. 7. A3D
250
es muy jugable. Sin embargo. el
caballo en 3C puede ser utH para
hacer menos peligroso el tradi­
cional contrajuego de las negras
( . . . . C4TD). Al controlar la SAD.
las blancas preparan P4A sin te­
ner que preocuparse de la posi­
ble respuesta . . . . A4A.
7.
8.
P4A
C3A
ASC
Dudoso. Normalmente. se necesi­
ta al alfil de casillas negras en
2R. Los PADs duplicados de las
blancas no constituyen una gran
debilidad como descubri6 Suetin
tanto en la partida como en esta
famosa mini ;\,tura : 1. P4R. P4AD;
2. C3AR. P3R; 3. P4D. P X P; 4.
C x P. P3TD ; s . A3D. C2R ; 6. C3AD.
CD3A; 7. C3C. C3C ; B. 0.0. P4C ;
9. A3R. P3D; 10. P4A. A2R; 1 1 .
DST ! . A3A; 12. TD lD. A x C ? ; 13.
P x ( D2A; 14. T2D. CD2R; 15.
C4D. A2D; 16. PsA ! , P x P; 17.
P x P. C4R; lB. C6R ! . A x C ; 19.
P x A. P3CR; 20. D x C ! . P x D ; 21.
P x P + . Abandonan. ya que pier­
den demasiadas piezas despues
de 2 1 . . . . , R2D; 22. A5A + , R3A;
23. A4R + , C4D; 24. A x C + , R3D;
35. A x T + , R2R; 26. A5C + , etc.
'<T �l-Suetin, Tbilisi, 1969-70 ).
9. A3D
1 0. 0-0
0·0
AxC
E x i s t e un conocido proverbio
ruso que a los jugadores y co­
mentadores sovieticos les encan­
ta cita � : «Kto Skazal A . . . », es
decir, « Una vez que usted ha di­
cho A tiene que decir B » . Ha­
biendo clavado el caballo, tienen
ahora que quitarlo de en medio,
puesto que 10 . . . . , P3D; 1 1 . C4T,
P4CD ; 12. C6C, T I C implica en­
tregar ambos alfiles a cambio de
los caballos despues de 13. C x A,
T( 1A) x C ; 14. P3A.
1 1.
PxA
P3D
1 1 . . . . , P4D ; 12. P5R, C5R; 13. P4A
las dej an luchando por mantener
su precario dominio en el centro.
1 2. T3A
1 3. PSA !
1 4. T3C
P4R
P4D
Las blancas tienen, claramente,
un fuerte ataque, puesto que si
14 . . . . , P x P le sigue 15. A6T,
P3CR; 16. P x P, PT x P; 17. A x T,
R x A; 1 8 . A2R y deberian ganar
piezas.
1 4.
I S. P X P
RIT
C2R
Despues de 1 5 . . . . C x P, las blan­
cas pueden transponer a la par­
tida con 16. A5A, CD2R ( 16 . . ... ,
C x P ; 17. D I R, C4D ; 18. T x P ! ,
R x T ; 19. mc + , R 1 T ; 20. A x T
ganan ) 0 jugar l a indirecta 16.
DST, C x A; 17. P6A, P3CR; 18.
D6T, T l CR; 19. D x C, A3R; 20.
C2D proponiendose volver al ata­
que con D6T y C4R5C.
•
1 6. ASA
1 7. D4C
CR X P
T l CR
o 17 . . . . , P3CR; 18. T3T, con la
fuerte amenaza de 19. D4TR, de
modo que las negras hacen 10 po­
sible por desclavar la torre. Sin
embargo, la posicion encerrada
del rey quiere decir que en ade­
lante las blancas pueden operar
con la amenaza de T X PT + se­
guida por D5T mate.
1 8.
1 9.
T3T
DSC
C3AR
Amenazando con 20. A x C, D x A;
2 1 . T x P + , C x T ( forzado ) 22.
D x D.
1 9.
20.
CD4D
T I AR
Para enfrentar 20 . . . . , C5A con 2 1 .
T x C, P x T ; 22. T6T ! (pero no
22. A7R, D3C + ) con ataque ven­
cedor, por ejemplo : 22 . . . . , T lR;
23. T x C ! , P x T; 24. D x P + , RIC;
25. A4D 0 22. . . . , A2D; 23. T x C ! ,
P x T ; 24. D x P + , T2C ; 25. A4D,
T( 1 )ICR; 26. D x PA, etc. Natural­
mente, 22 . . . . , P x T fracasa ante
23. D x C + , T2C; 24. A8A. Dbserve
como en toda esta situacion, las
negras estan demasiado preocu­
padas de la defensa del rey para
251
tener siquiera un momento para
amenazar el PAD duplicado.
20
•
. . .
P3CD
20
C x P ? ; 2 1 . A7R ! . D3C + ; 22.
R I T amenazando 23. D4T Y 24.
A x C.
.
. . .•
21.
A4R
A2C
Su mejor defensa es 2 1 . . . . , P x A;
22. A x C. A2C (no 22
T I C ; 23.
C2D. A2C; 24. C4R ! ) intentando
hacer cambios. Despues de 23.
A x A. D x A; 24. C x P el pe6n de
ventaj a de las blancas no tiene
valor real.
.
22.
AXC
. . . •
AXA?
Ahora deben perder. 22
PXA
transponiendo a la ultima nota es
esencial. La mej or respuesta de
las blancas sena entonces 23.
A x A. D x A ; 24. D3R tomando el
control de la casilla 4R y amena­
zando dos peones. Sin embargo.
las negras podnan sostenerse du­
rante largo tiempo. ya que han
quebrantado la fuerza del ataque.
.
23.
. . .•
A7R I
Ciertamente que Suetin debena
haber advertido que el viejo te­
ma estaba en juego nuevamente.
23 .
24.
...
T6T I
D3A
Esto tambien habia estado en el
aire durante muchas jugadas. La
amenaza de 25. T X C. fuerza a las
negras a un final perdido. p. ej .
A x P ; 25 . T x DC2C ; 26. T6T
24
forzando el mate.
.
. . . •
252
24.
2S. T X D
26. T6D I
6SR
CXD
Es mas importante deshacerse
simultaneumente de 10s alfiles de
colores opuestos y del peen du­
plicado aislado que apoderarse
de PCR que esta condenado de
todas maneras.
26.
27.
AXC
PT X A
Para que el PTD no se encuentre
en prise en la jugada n." 28.
27.
28. T X P
29. P6A
o 29
CSR
CXP
TR1 R
C4D ; 30. T7C. P x P (30.
C x A; 3 1 . P x C. P3A; 32. TlD.
33. T(7 )7D Y 34. T8D ); 31. A x P +
( 3 1 . T x P ? ! . R2C ! es menos claro )
31.
C x A; 32. T x C. T2C; 33.
P4A con torres mas activas y un
« corredor» que esta lej os del rey
enemigo.
.
. . .•
. . . •
. . . •
30.
31.
P x P+
T7C
RxP
C 7R +
La l1nica manera de proteger el
PAR.
32. R 1 T
33. P3C
34. A6D
CSA
C3C
C1T
«Algunos caballos n o saltan.
j ean» ( Tartakower).
3S.
36.
P4A
P4CR !
R3C
co­
Las piezas bIancas estan t an bien
situadas que pueden intentar te­
jer provechosamente una red de
mate aIrededor del rey enemigo.
36.
37. P5A
38. P3T
T3R
R4C
P5R
Una ultima y desesperada posi·
bilidad. Entre Ias amenazas blan·
cas se encontraba 39. TlAD segui·
da por 40. P6A para coronar y asi
ganar por 10 menos el cambio.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
R2C
A4A +
T6C !
TIR
P4C
TXP
T (2 ) X T +
A5R !
P6R
R3C
P7R
T l AD
P4TD
PxP
PXT
Una demostraci6n perfecta de la
superioridad de un alfil centra·
Iizado contra el cabaIIo situado
lejos. Ahora 46
T x P; 47. A x C
y 46
C2A ?; 47. T x P + . R4C ; 48.
R3C y 49. P4T mate tiene que ser
rechazados. de modo que tal vez
10 indicado sea abandonar. (46.
R2A ?; 47. T7C + ).
.
.
. . .•
. . .•
. . .•
46.
47. T x P +
48. T6CD
49. P x P
P4T
R2A
PxP
R2R
No 49
C3C?; 50. T6A + ganan·
do una pieza.
.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.
58.
59.
. . . •
AXC
TxP
T4AD
TlA
R3C
R4A
R5C
RSA
R6R
T I CR
TxA
R3R
R4D
T l CR
R3A
TlA+
TIC+
TIA+
T l CR
Abandonan
82. 6. Partida de la Competicion, Candidatos, 1 968.
Negras : Geller.
a
DEFENSA SICILIANA
1.
2.
3.
4.
5.
6.
P4R
C3AD
P3CR
A2C
P3D
P4A
P4AD
P3D
C3AD
P3CR
A2C
Un plan mas agresivo que el nor·
mal CR2R. Las blancas llevan el
cabaIIo a una casilIa mas natural
y reservan 2R para el otro ca·
ballo en el caso de que sea ale­
j ado mediante P4CD5C.
6
•
. . ,
C3A
Geller insiste en su plan.
rrollado en las partidas n.D'
en Ias que tuvo una buena
tura. aunque perdi6 ambas
desa­
2 y 4
aper­
al fie
253
nal. 6. . . . , P3R pensando conti·
nuar con CR2R seguido. si es ne·
cesario, por P4A es una altema·
tiva fuerte y flexible.
7.
8.
C3A
0·0
0·0
TIC
Despues d e l a partida. Geller es·
time que 8
ASC; 9. P3TR,
A x C; 10. A x A. CSD era mejor.
.
. . . •
Otra j ugada defensiva en el flan­
co D.
En la cuarta partida. Spassky
habia j ugado 14. D2D y su dama
se habia visto atada a la defensa
del PAD. Ahora se asigna esa ta­
rea domestica a la TD.
•
1 4.
TIT
...
Las negras consiguen igualdad
cambiando sus planes: 14.
C2D; 15. TlA. P3R; 16. P4C, P4D.
. . . •
9.
P3TR
Mejorando la jugada 9. C4TR que
Spassky habia empleado en su
encuentro con Petrosian en 1966
y en la segunda partida con Ge·
ller. La experiencia le habia' de­
mostrado que un ataque preci­
pitado sobre el flanco R con PSA
da a las negras demasiado con­
trajuego debido al control ,que
tienen del 4R. Es mej or entonces
completar el desarrollo A3R (sin
preocuparse de un CSCR de parte
de las negras ) y entonces inten·
tar un ataque tipo holandes con
P4CR, DlR, D4T, etc.
9.
1 0.
P4CD
P3T
Un concepto notable. esperando
refrenar la jugada «programada»
de las negras PSC con la amena·
za de la apertura de la columna
TD.
1 5. T l A
1 6. P4C !
T7T
Por fin, un gesto agresiv\l de par·
te de las blancas . Se necesita mu­
cha confianza en si mismo para
hacer tantas concesiones a las
negras antes de obtener contra­
j uego. pero Spassky confia en la
energia potencial de su ejercito
en el flanco R.
16
•
DtT ?
. . .
El comienzo de un plan que re­
sulta muy lento y deja a la dama
lejos de su sitio cuando el ataque
de las blancas finalmente cobra
velocidad. Ya era el momento de
que las negras hicieran una juga·
da profihictica; por ejemplo : 16.
P3R ! para enfrentar 17. PSA ?
con 17 . . . . , PR x P; 18. PR x P.
T l R. Entonces. 17. D 1 R se refuta
mediante 17
A3TD y 18. D4T ?
pierde un peen ante 18
A x P.
Geller tambien da 16
P4D ; 17.
PSR. C2D; 1 8 . D4T, P3R como una
selida linea defensiva.
. . . •
.
. . . •
.
1 0.
1 1 . A3R
12. P X P
1 3. C2R
14. P3C
254
P4TD
P5C
PT X P
A2C
.
1 7. D I R
. . .•
D3T
. . .•
La misma idea defensiva que apa­
rece en la ultima nota : 18. D4T ?,
C x P!
1 8.
D2A
C2T
Demasiado lenta. 18.
la jugada correcta.
1 9. P5A !
20. P x P
C2D es
...
PT X P
Despues de 20 . . . . , PA x P debili­
tando el 3R, las negras tienen
que volver a ponerse a la defen­
siva ; por ej emplo : 2 1 . C4A, AlA;
22. CSC, C2A; pero esta era una
posibilidad mejor, ya que conser­
van la opcion de expulsar a los
cab alIos con P4R y P3T, mientras
que ahora el C en SCR se con­
vierte en una verdadera espina.
2 1 . C5C !
22. D4T
23. T x C !
24. D7T +
25. C x P !
TIA
PxT
RIA
C4C
Una decision bastante sorpren­
dente puesto que 20. C4A, para
continuar con PSC, parece un
plan firme, pero la apertura de
la columna AR es una manera
mucho mas rapida de emprender
un fuerte ataque, ya que el cam­
bio de sacrificio T x C(6A), para
qui tar de en medio a la pieza de­
fensora mas importante, pronto
debe ser tornado en cuenta.
20 .
mas solido : el ataque al rey es
un factor mucho mas poderoso_
C6T
Las negras han l!evado a cabo
su plan aumentando la presion
sobre el fIanco D hasta el punto
de la ruptura, pero como de­
muestra el curso de la partida,
el criterio de Spassky es mucho
Posiblemente, esta fue l a jugada
que GelIer no previo en su ami­
lisis. 2S . . . . , R x C ahora pierde
ante 26. A6T, T l CR; 27. C4A, T x P;
28. TlA y las negras deben entre­
gar gran cantidad de piezas para
evitar el mate (28. . . . , RlA; 29.
C x P + , R2A; 30. C4A, [ 30. C8T +
es tambien apropiado] 30. . . . ,
RlA; 3 1 . CST, A x A; 32. D x A + ! ,
R2R; 33. D7T + , R I D ; 34. C x P ! ,
etcetera ).
25.
26. A6T !
TXP
TxT+
o 26 . . . . , T x C; 27. D x A + , R l R
( 2 7. . . . , R2R; 2 8 . CSC + mate ) 28.
CSC ! , P x C; 29. A x P y mate, 0
26 . . . . , D x P; 27. D x A + , RlR;
28. T x T, C x T ; 29. C4A con un
ataque vencedor.
27.
CXT
RXC
255
b 27 . . . . , A x A; 28. C x A, RIR;
29. C8C, RIA; 30. C7R y mate.
28.
D xA+
RIR
o 2 8 . . . . , R3R; 2 9 . P5C, P x P; 30.
A x P, TIR; 3 1 . P4T, P4D ( de 10
contrario, 32. A3T es mate ); 32.
P x P + , R3D (32 . . . . , A x P pierde
la dama despues de 33. D X P + );
33. A4A + y 34 A x T mate.
29.
triunfo 29. P5R, A x A; 30. P6R!
29.
30.
Aqui tambien se incorpora al
alfil con un efecto decisivo. Sin
embargo, en la lucha por el tiem­
po, Spassky no advierte el rapido
P4A
R2D
0 30 . . . . , RID; 3 1 . D7A, T2A ( de 10
contrari.o 32. P6C, etc. consiguien­
do una segunda dama ); 32. D8A + ,
RlD; 33. P6C, TlA; 34. P7C, D l T ;
35. P8C(D ), etc.
31.
32.
P5C
D x P+
D7A +
PxP+
R3A
Abandonan
Despues del cambio de damas en
7CD, las blancas llevan el PAR
hacia ade1ante hasta conseguir la
coronaci6n.
7.' Partida de la Competicion, Candidatoa, 1 968.
Negraa : Korchnoy.
83.
DEFENSA INDIA DE REY
1.
2.
3.
P4D
P4AD
C3AD
C3AR
P3CR
A2C
Krochnoy emplea rara vez la De­
fensa India de Rey; normalmen­
te prefiere la Grunfeld.
4. P4R
5. P3A
6. A3R
7. CR2R
8. C I A
P3D
0-0
C3A
P3TD
L a j ugada favorita d e Spassky,
que ya habia adoptado antes con­
tra Gheorghiu (Olimpiada Estu-
256
diantil, 1962 ) Y Jansa (Olimpiada
de Te1-Aviv, 1964 ). Aprovecho esta
oportunidad para corregir un do­
ble error que se deslizo en mi
Iibro sobre el Tomeo de Candi­
datos de 1968, en el que afirmaba
que el encuentro con Gheorghiu
se habia efectuado a fines de la
dckada de los cincuenta y que
Spassky habia jugado 8. D2D en
esa partida.
8.
9. P5D
1 0. C3C
P4R
C5D
C xC
El encuentro con Gheorghiu con­
tinuaba: 10 . . . . , P4A; 1 1 . P x P a.p.,
P x P; 12. C x C, P x C; 13. A x PD,
P4A; 14.A3R, T I C ; 1 5 . D2A, A3R;
16. A2R, C2D ; 17. ().(), C4R; I S .
P3CD, C3A; 19. D2D y las negras
lograban una compensacion ade­
cuada por el peon.
1 1. D x C
Lo habitual es recobrar el peon,
pero las blancas sufren presion
sobre el flanco D, en ambos ca­
sos. De hecho, Korchnoy ya ha­
bia escrito 1 1 . P x C, P4A en su
hoja de control, de manera que
el texto es · una astuta eleccion
psicologica.
11
•
. . .
P4A
Como las blancas ya habian .deso­
cupado ID para la torre, las ne­
gras quedan permanentemente
suj etas a su debil PD. Deberian
intentar el plan mas ortodoxo
1 1 . . , C4T y 12. . . . , P4AR si no
1 1 . . . . , C2D y entonces P3C y
P4TD adoptando una actitud de­
fensiva.
.
.
1 2. P x P a.p.
1 3. 0-0 -0 1
PxP
A3R ?
Demasiado ansioso de trasladar
la T a 1CD y, ademas, basado en
un error de analisis. 13 . . . . , T 1 R
o 13 . . . . , D2R pensando e n 14 . . . . ,
T 1 D son jugadas mas adecuadas.
De hecho las negras pensaron que
1 3 . . . , D2R; 14. D6C era bueno
para las blancas sin advertir que
14. . . . , A2e esta muy bien para
las negras.
.
14. D3T
CIR
Despues d e esto, las negras asu­
men una actitud totalmente pa­
siva, .pero 14 . . . . , P4D no es apro­
piado a causa de 1 5 . PA x P, P x P;
16. P x P y si 16 . . . . . , A x P ; 17.
A5CR 0 16 . . . . , C x P ; 17. A4AD,
TIA (no 17 . . . . , C.x A; I S . T x D,
C x A a causa de 19. D x T + ! ) IS.
A x C, A x A; 19. R1C Y las negras
deben entregar el cambio y re­
cibir una compensacion inadc­
cuada.
1 5. P4T !
P3A ?
Todos estos movimientos de peo­
nes debilitan casillas cruciales;
en este caso, el 3R. 1 5 . . . . , A3A es
su mejor posibilidad de no de­
jarse veneer, esperando jugar
A2R. Entonces si 16. A6T deben
ofrecer tablas por repeticion con
1 6 . . . . , A2C.
1 6.
P5A !
Mientras que las jugadas de peo­
nes de Spassky son muy solidas
1 6.
...
T2A
Una vez mas, 1 6 . . .. , P4D pierde
piezas despues de 17. P x P, P x P;
I S . A4AD puesto que entonces
hay una clavada en la diagonal
2TD/SCR y en la columna D. ( 1S.
. . . , C2A; 19. C x P, A x C ; 20.
A x C + , C x A; 21. D3C . )
1 7. D4T
El ataque sobre el PAD gana
tiempo para cambiar alfiles de
casillas blancas castigando asi a
las negras por su jugada n." 15.
2-57
1 7.
1 8. A4AD
19. D x A
20. P5T !
D2A
AXA
AlA
ej emplo : 25 . . . . , D5A; 26. D x C,
D x A; 27. RIC seguido por 28 . C5D.
24.
25.
D X PAD
26.
D6C !
D2R
C2A
Mantener cerrada la columna TR
mediante 20 . . . . , P4C debilitaria
la 4AR dando a las blancas la
oportunidad de intentar a conti­
nuaci6n C2R3CSA.
20
•
. . .
P X PA
Parece espantoso, pero sus pie­
zas estan tan mal situadas que
no disponen de una buena ju­
gada.
21. P x P
22. D6R
PXP
Mucho mas fuerte 22. A x P per­
mitiendo a las negras deshacerse
de su paralitico alfil.
TlD
22.
o 22 . . . . , C3D; 23 . A x P, C4C; 24.
A x A, T( l ) x A (24 . . . . , C x C; 25.
A6D, D4T ; 26. P x C, D x P + ; 27.
RIC Y las negras no tienen nin­
guna compensaci6n por la pieza).
25 . T6T, R2C; 26. TDIT amena­
zando con un mate en dos, me­
diante 27. T x P + , R x T ; 28. D4C.
23.
24.
TXT
TlD
DXT
Hubiese sido mejor dejar la to­
rre en la columna TR. El mas
exacto era 24. D x PAD, D6D; 25 .
A x P que deja a las negras con
una partida abandonable; por
258
Una jugada que Kotov en su li­
bro (que en ingles se lIam6
« Think Like a Grandmaster» ) ala­
ba diciendo que es el tipo de mo­
vimiento cauteloso que cambia la
posici6n en forma significativa,
a pesar de su aspecto insignifi­
cante. La cuesti6n es que las ne­
gras amenazan 26 . . . . , D3R explo­
tando la dama blanca que se ha­
lIa indefensa para forzar cam­
bios. Kotov estima que esas ju­
gadas son muy dificiles de en­
contrar.
26.
R2C
Ahora se refuta 26 . . . . , D3R con
27. A X P ganando un s6lido pe6n.
La mejor posibilidad de las ne­
gras era 26 . . . . , P5A que mantie­
nen el equilibrio material, por el
momento, aunque despues de 27.
D8C con la amenaza 28. T8D " las
blancas tienen la ventaj a, pero
no 27. C5D. C x C ; 2B. T x C. P6A ! ;
29. P x p. D6T + .
27.
D3R
C5D !
o 27
C x C ; 2B. T x C. P5A ;
29. D x PT.
.
. . . •
28. A X P
29. D X A
AxA
C4C
33. C7A
Ahora las blancas ganan nipida­
mente. Las ne gras solo podian
elegir el menor de los males. (33.
OlD; 34. C x P; 33 . . . . , D2C ;
34. C8R + y 35. C6D ; 33
D3C;
34. CBR + . RIA; 35. TBA, R2R; 36.
C7A Y 37. C5D + ).
. . . •
.
Cambiar cab alIos dej a un final
sin esperanzas despues de 30.
T x C.
34.
D3A +
CSD
Extinguiendo la transi toria inicia­
tiva de las negras.
32
•
o 32 .
D4C
. . .
. . . •
D3D ; 33. T1 T volviendo
al ataque .
84.
C6R +
. . . •
R2T
0 34
R I C ; 35. TBA + . RlT ; 36.
D x D. C x D ; 37. TBTD ganando
un segundo peon. pero no 35.
D6T ? D6D + .
.
30. D3R
31. RIC
32. T l AD
D7R
35.
. . . •
D6T +
Abandonan
El tipo de final que los grandes
maes tros permiten solo cuando
se encuentran presionados por el
tiempo.
Olimpiada de Lugano, 1 968.
Negras : Porath.
DEFENSA FRA NCESA
1 . P4R
2. P4D
3. C3AD
4. ASC
5. C X P
6. CR3A
P3R
P4D
C3AR
PxP
Un sistema pasivo. pero uno se
imagina que el veterano israelita
pensaba en un juego estrategica­
mente claro en el que pudiese
hacer tablas mediante una defen­
sa adecuada.
CD2D
Una caracteristica esencial del
ajedrez moderno de los maestros
consiste en mantener la ventaj a
evitando variantes en las que se
sospecha que el adversario se ha
preparado concienzudamente. 6.
C x C + habia sido jugado en la
partida contra Petrosian un ano
antes (partida n .O BO). de manera
que las blancas varian.
259
6.
7.
CXC+
A2R
AxC
Las negras deciden seguir hacien·
do cambios.
s.
AxA
Una jugada inusitada. 8. D2D es
la que se emplea normalmente,
de modo que despues de 8. . . . ,
A x A, 9. C x A, C3A; 10. 0-0-0, el ca­
ballo constituye una ligera ame­
naza para e1 flanco R enemigo.
s.
9. A4A
D XA
P4A
Obviamente, no 9 . . . , P4R ? ; 10.
P x P, C x P ? ; 1 1 . D2R, 0-0 ; 12.
C x C en que 12 . . . . , T I R fracasa
ante 13. A x P + .
.
1 0.
D2R
0-0-0
0-0
P3TD
Puesto que 1 1 . . . . , P3CD, para de­
sarrollar el alfil, fracasa ante 12.
D4R, TIC; 13. D6A con dificulta­
des de desarrollo para las negras,
tienen que sacar el alfil de esta
manera.
1 2.
260
D3R !
1 3. T x P
1 4. A3D
P4CD
P3C
La amenaza era 1 5 . D4R 0 15.
A x P + . Si 14 . . . . , T2T ? entonces
1 5 . T4TR con un doble ataque y
si 14 . . . . , TIC entonces 15. T4TR,
P3C ( 1 5 . . . . , P3T; 16. D4R ) 16.
C5C, P4TR; 17. P4CR con un ve­
loz ataque sobre el debilitado
flanco R. Estas variantes mues­
tran la fuerza de ataque que po­
see la formaci6n T en 4D, A
en 3D.
1 5. T I D
Un concepto de ataque que gusta
mucho a Tal. Se sacrifica tempo­
ralmente el PD, de manera que
despues de 10 . . . . , P x P; 1 1 . 0-0-0
las blancas pueden concentrar ra­
pidamente sus torres en el cen­
tro ( 1 1 . . . . , P4R ?; 12. T x P ).
1 0.
1 1.
12. . . . , P4CD no parece mucho
mejor, ya que despues de 13. A3D,
P X P la torre blanca, realmente,
no habia podido volver a cap tu­
rar, pero las blancas tienen 14.
D4R, D3T + ; 15. C5C ! y si 15.
D x C + ; 16. P4AR ganando el
cambio.
PxP
Las blancas no necesitan concen­
trarse en el flanco R, porque la
incapacidad de las negras 'para
trasladar el alfil a causa del ca­
ballo colgante en 2D es muy
seria.
1 5.
C4A
Despues de esto, no hay manera
en que las negras puedan salvar
la partida. El caballo tenia que
permanecer donde estaba, prepa­
rado para trasladarse a lAR 0
3AR para defender al rey. Las
negras deberian in ten tar 1 5 . . . . ,
D2R y luego C3A y finalmente
pueden mover el alfil.
1 6'. C5R
D2R
Despues de 16 . . . . , C x A + ; 17.
TR x C, las negras deben tener
cuidado con C7D y D4R seguido
por C6A 0 T3TR. 16 . . . . , A2C se
refuta mediante 17. T4AR, D2R ;
1 8 . C4C con fuertes amenazas so­
bre las casiIIas oscuras. Por 10
tanto, las negras deciden emplear
una jugada profil<ktica mas, an­
tes de desarroIIar el alfiI.
1 7. A2R
P3A
Aconsej ado por la desesperaci6n,
pero 17 . . . . , A2C pierde ante 1 8 .
C7D, TRIAD ( 1 8 . . . . , TRID; 1 9 .
C x C ganando una pieza, 0 18 . . . . ,
TR 1 R · 1 9 . D5R! ) 19. C6C.
.
1 8.
C6A
D2AD
18 . . . . , D2CD; 19. A3A 0 1 8 . . . . ,
D2AR; 19. T8D, evidentemente,
,ampoco son mej ores.
1 9.
T8D
C2C
Tratando de expulsar al invasor.
1 9 . . . . , D x C ; 20. D6T, TlR; 2 1 .
A3A 0 1 9 . . . . , A2C ; 20. D X C,
TD x T ( de 10 contrario, 21. D x T
mate ) 2 1 . C7R + pierde de inme­
diato.
20. T X T +
2 1 . A3A
RXT
( Ve r diagrama siguien te. )
Las piezas negras estan todas
agrupadas en un rinc6n y no dis­
ponen de una j ugada razonable.
21.
...
R2C
22.
D3T
22. C8D ganaria piezas (22 . . . . ,
T I C' ; 23 . A x C y 24. C x P + pero
las blancas tienen esta jugada
aun mas devastadora que dej a a
la torre negra sin una casiIIa se­
gura.
22.
R2A
No 22 . . . . , A2D ?; 23. D1R + y mien­
tras tanto las blancas amenaza­
ban 23. D7R + ganando mucho
material .
23.
P3CR !
Zugzwang.
23.
24. C8D +
P4R
RIC
N o 24 . . . . , R1R; 25 . A6A + n i 24.
. . . , R2C ; 25. A x C, A x A; 26.
C6R + .
25.
ASD +
Abandonan
Las negras se ven forzadas a op­
tar por la variante de , la ultima
nota, ya que 25 . . . . , R l T permite
el mate en uno.
261
85. Olimpiada de Lugano, 1 968.
Blanca. : Lar.en.
GAMBITO DE DAMA RECHAZADO
12. P4R puede ser j ugable pero
despuc!s de 1 2.
, P4A, las blan­
cas tendrian que jugar el agresi­
vo 13. P S D si quieren conseguir
algo, de manera que el texto, que'
es mas seguro, quizas sea 10 mas
.
. . .
1.
2.
3.
4.
5.
6.
C3AR
P4A
C3A
P4D
A4A
P3R
C3AR
P3R
P4D
A2R
0-0
CD2D
Con el alfil blanco en 4AR y no
SCR. las negras podrian jugar 6.
P4A en el acto, pero el tran­
quiIo texto esta en regia.
. . .•
7.
8.
TlA
P3TR
.. . .
P3TD
P3TD
Si el peon estuviese en 3TD po­
drian jugar tranquilamente 9.
PSA. mientras que ahora esa j u­
gada se refuta con 9
P3CD;
10. P4CD. P4TD; 1 1 . P3TD. PT x P ;
12. PT x P. P x P; 13. PC x P. A3T !
y las negras quedan muy bien co­
locadas, habiendo eliminado su
mal alfil.
.
9.
1 0. A x P
1 1 . A2TD
1 2. 0-0
262
1 2.
1 3.
P4A
P5D
Ahora esto Heva a cambios sim­
plificadores, de modo que 13. C5R
parece una mejor perspectiva de
j uego complejo.
P3A
Una precaucion innecesaria. 8.
P3TD seria una jugada mas apro­
piada al permitirle mas tarde
PSA sin riesgos. Entonces si 8.
, C4T ; 9. ASR ! tiene fuerza.
8.
9.
sensato por el momento.
. . . •
PxP
P4CD
A2C
1 3.
1 4. C X C
1 5. A X A
16. D X P
CXP
AXC
PXA
C3A
Debemos recordar aqui el ambien­
te psicol6g.ico en que se desarro­
Han las partidas jugadas en la
Olimpiada. La tarea de Spassky
con las negras en un tablero su­
perior es no perder, mientras sus
colegas en los tableros inferiores
tratan de enfrentar victoriosa­
mente a los daneses menos ex­
pertos. Larsen se siente moral­
mente o b l i g a d o a buscar un
triunfo. especialmente para con­
trapesar la impresion causada
por su severa derrota ante Spas­
sky en la competicion del Tomeo
de Candidatos unos pocos meses
antes. De aqui que Spassky ofrez­
ca el cambio de damas y Larsen
elija como respuesta la jugada
mas agresiva.
1 7.
1 8.
1 9.
D7C
TRI D
DXD
TlR
DIA
o 19. D6C, PSA.
1 9.
20. A6D ?
TD X D
RIA
A x A+
TSD
TST ?
RIA
CSR !
RxA
TD I D
Las blancas corren el grave ries­
go de que su torre quede des­
con::ctada de I.a actividad princi­
pal en el centro. Lo correcto era
24. TSR + y el cambio de torres
con unas probables tablas.
24.
2S. P4CD
26. P4TD
26.
27
28.
. •
Esperando atacar los peones ne­
gros del flanco D, pero las blan­
cas han comenzado a j ugar con
fuego. 20. RIA era un plan mu­
cho mas solido.
20.
21.
22.
23.
24.
Es evidente que a causa de esta
jugada las blancas dejaron la to­
rre en la quinta fila. Las dos
jugadas siguientes de Spassky
muestran que el plan estaba mal
concebido.
P3T
PSA !
...
PxP
T x PT ?
R3A
P3C !
28. T4T era una posibilidad me­
jor que permitia volver a incor­
porar la torre al juego.
28.
29. C4D ?
PxP
Sin advertir el peligro. De todos
modos, deberia intentar 29 . T4T.
29.
30.
C7D +
RIC
Una amarga necesidad.
30.
31. C X C
32. T I C ?
C6C !
PXC
Esta jugada pierde. 32. T4T siem­
pre hubiese sido mej or.
32.
33.
TSR !
P3C
De 10 contraIio, 33
, R2C gana
la torre que deambula tan lejos
de su sitio.
.
33.
34. T4T
3S. P X T
36. R2C
. . .
T X PC
TXT
T6D
263
o 36. R1A, R4R; 37. R2R, T6A;
38. R2D, P5C; 39. P3A, R4D y ga­
nan nipidamente.
36.
...
R4R
BlaDca. abaDdoDaD
El conocido optimismo de Lar­
sen se via severamente castigado
en esta partida.
4." Partida, Campeonato Mundial, 1 969.
Blanca. : Petro.ian.
86.
GAMBITO DE DAMA RECHAZADO
1 . P4AD
2. P4D
3. C3AD
P3R
P4D
P4AD
Considerada sospechosa durante
decadas, la Defensa Tarrasch fue
rehabilitada por Spassky en esta
partida, y constituyo una parte
importante de su exito.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
PA X P
C3A
P3CR
A2C
0-0
A5C
PR X P
C3AD
C3A
A2R
0-0
Petrosian utilizo persistentemen­
te esta jugada a traves de toda
la competicion, mostrando clara­
mente que la considera superior
al plan chisico elaborado por
Reti (9. P x P, A x P; 10. C4TD,
A2R; 1 1 . A3R ) en el que las ne­
gras tienen el movimiento de
gambito 9 .
P5D.
9.
...
1 0. CR X P
1 1 . A3R
1 2. C3C
P3TR
A5CR
o 12. P3TR, A3R; 13. TlA, D2D ;
14. R2T, C4R; 1 5 . D4T, D x D ; 16.
C x D, C5A con igualdad ( Korch­
noy-Spassky, 24." Campeonato de
la U.R.S.S., 1957). En la partida
n." 12, Petrosian obtuvo cierta
presion mediante 12. D4T, C4TD;
13. TDlD, C5A; 14. AlA, DlA; 1 5 .
D2A.
1 2.
1 3.
1 4.
TlA
TIR
A3R
TlR
E n l a 2." partida, 14. C5CD, D2D ;
1 5 . C(S )4D, A6TR dejo a las ne­
gras sin dificultades. Es util,
como precaucion, proteger el PR
y preparar Al T como respuesta
a A6TR.
PxP
9 . . . . , C5R es una alternativa po-
264
sible que busca cambios y que
fue adoptada por Capablanca en
su encuentro con Marshall, en
1909.
1 4.
1 5. A5A
D2D
TDIA
DXA
TRI D
A5C !
1 6. A X A
1 7. P3R
1 8. D2R
Mejor que la tentadora 18.
PSD; en que 19. C x P. C x C ; 20.
P X C T x P; 2 1 . CSC. T x T; 22.
C x T!
.
1 9. P3A
Debilitando el PR. 19. DlA esta
mas en el estilo de Petrosian.
1 9.
20.
A4A
C4R
TD1D
Las negras tienen debilidades en
las casiIIas oscuras. pero sus pie­
zas se han desarroIlado en forma
arm6nica y tienen objetivos en
las casiIIas cIaras.
21.
C4D
0 2 1 . C x P. T x C ; 22. T x T. C x T ;
23. P4R. C6D ! ; 24. D x C. CSC; y
las negras cuentan con una muy
buena posici6n.
2 1 . . . .,
22. A3T
A3C
T5A ? !
Un movimiento atrevido que pro­
voca un juego complej o porque
la torre se encuentra bastante ex­
puesta en esa casiIIa. Sin embar­
'
T I C las dej aba
go. el cauto 22
bastante niveladas. mientras que
ahora ambos bandos tienen po­
sibilidades.
.
. . . •
luego 25. C x P. pero mas adelan­
te debilita el fIanco R.
23.
24. P3C
25. D2D
26. CD2R ?
C3A
T5C
T3C
Petrosian no via aqui la jugada
l6gica 26. C4T. prosiguiendo sus
amenazas a la torre errante. no
podrian ser refutadas con 26.
C x C ; 27. P x C. T3R porque 28.
PSC gana el cambio. Las negras
tendrian que responder 26. C4T.
T3T y despues de 27 AlA. C x C ;
28. P x C (28. D x C. T3A; 29.
D x PT. P4T ! con un buen juego
T3R; 29.
en el fIanco R ) 28.
CSA. T x T + ; 30. T x T. D2A; 3 1 .
TSR l a partida esta probablemen­
te nivelada. pero las blancas con­
servan cierta iniciativa sob re las
casiIIas oscuras. No habiendo
descubierto esta continuaci6n 16gica Petrosian se sinti6 inquieto
y sus jugadas siguientes revelan
que. segun la expresiva frase. ha­
bia perdido et hilo.
. . . •
.
. . . •
26.
27. A2C
A2T
La primera jugada vacilante. 27.
AlA 0 27. C4A. P4CR; 28. C(4A )2R
eran mejores .
27.
28. C3C
TlR
Una segunda jugada vacilante. 28.
C4A era todavia correcta.
23. P4CR
Esta jugada amenaza 24. P4A Y
28.
29. P X C
CXC
265
Intentando hacer cambios. Hu­
biese sido mejor capturar con la
'
dama.
P5D, pero entonces 37. C5A y las
blancas harian tablas.
34.
29.
30.
31.
TxT
T l AD
...
ASC
T3R
DxT
Era mas consecuente jugar 3 1 .
R2A tratando d e hacer roas cam­
bios.
31.
...
A3C
Preparandose para situar el ca­
ballo en 2T y luego la dama en
3AR con una fuerte formacion de
ataque.
32. A l A ?
32. R2A era todavia mucho mejor.
32.
33.
D4A
C2T
CIA
Una linea mas prometedora era
33. . . . , D3C ; 34. T5A, C4C; 35.
T x P, D3AD; 36. D6D, D6A con
diversas amenazas . Sin embargo,
el texto ya es bastante dificil de
refutar ( en este momento, Petro­
sian disponia solo de un cuarto
de hora y Spassky de 25 minutos ).
Ahora la partida se pone ten sa.
3S.
36.
37.
P4TD
D2D
R2A ?
C3C
D3AR
Hasta el momento, Petrosian se
ha defendido en forma acertada,
pero una vez que permite que su
caballo se traslade a 5AR, su po­
sicion se pone mucho mas dificil.
37. TlA era su ultima posibilidad,
forzando 37 . . . . , C5T y despues de
38. A2C, A3C ; 39. R2A, las negras
tienen solo una ligera iniciativa.
37.
38.
CSA !
PST
o 38. T3A, C3R; 39. C2R, D5T + ;
34.
TSA
34. D5R ! tenia mejores posibili­
dades de hacer tablas, esperando
34 . . . . , D x D ; 35. P x D, T x P ; 36.
P4A y 37. P5A cercando al alfil
enemigo. Seria mejor que las ne­
gras jugaran 35 . . . . , C3R; 36. R2A,
266
40. R I C, P4TR!
38.
39. C5A
A6D !
No 39. A x A, D x P + , ni 39. D3A,
D5T; 40. RIC, A x A y ganan las
negras.
39.
40.
D4C !
C3R
De 10 contrario, 40 . . . . , C6T + .
40.
41. RIC
DST +
AXA
Spassky se1l6 esta jugada des­
pues de cinco minutos y Petro­
sian abandono sin reanudar la
partida, ya que 42. C x A, T7R 0
42. R X A, D6T + son manifiestos
triunfos para las negras (43. R1R,
T x C + , 0 43. R1C, T x C ).
5." Partida, Campeonato Mundial, 1 969.
Negraa : Petroaian.
87.
GAMBITO DE DAMA RECHAZADO
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
P4AD
C3AD
C3A
P4D
PA X P
P4R
PXC
PXP
C3AR
P3R
P4D
P4A
CXP
CXC
PXP
ASC +
Durante mucho tiempo se pel).so
que estos cambios daban una
facil igualdad a las negras, de
modo que el mas refrenado 6.
P3R constituia la norma en el
aj edrez de los maestros de las
ultimas decadas.
9. A2D
1 0. D X A
1 1 . A4A
1 2. 0·0
1 3. TD I D
AXA+
0·0
C3A
P3CD
Esta jugada habia sido empleada
en la decada de los aftos treinta,
pero normalmente se preferia la
formacion en que las torres es­
tan situadas en ID y lAD. La
formacion de Spassky, con las
torres en I D y 1R, es basicamen­
te mas agresiva.
1 3.
...
A2C
Despues de esta partida en que
las negras muy pronto se encon­
traron en dificultades, mientras
la teoria indica una igualdad, se
sugirio un cierto numero de me·
j oras . La opinion general fue que
10 indicado era 13 . . . . , C4T para
alej ar al alfil quitandole asi el
apoyo al P5D. Sin embargo, no
es nada tan sencillo, como de­
mostro el encuentro entre Polu­
gaevsky y Tal, en el 37.0 Campeo­
nato de la U.R.S.S., en 1 969 ( 13.
. .. , C4T; 14. A3D, AlC; 15. TR1R,
T lA; 16. P5D ! , P x P; 17. P5R ! ,
C5A; 1 8 . D4A y las blancas consi­
guen una posicion amenazadora
a cambio del pe�n . De hecho,
despues de la jugada de Tal 1 8 .
. . . , C7C siguio el presente griego
19. A x P + , R x A; 20. C5C + y, a
la larga, el ataque de las blan­
cas es suficiente para ganar).
267
14.
16
TRI R
A l hacer esta jugada ,el reloj de
Spassky indico que habia utili­
zado 7 minutos; Petrosian nece­
site 17.
14
•
. . .
TlA
Las negras caen e n dificultades.
Deberian probar 14 . . . . , C4T ; 1 5 .
A3D, D3D para quitarle a l a dama
blanca la casilla 4AR y para re­
futar 16. P5D mediante 16.
P4R bloqueando la posicion.
1 5.
P5D !
PXP
Despues de esto, las blancas con­
siguen la ventaja debido a su
bien situad,o alfil. Petrosian re­
chazo 15. . . . , C4T temiendo 16.
P :x P, pero no hay por que preo­
cuparse de este sacrificio ( 16 . . . . ,
D x D ; 17. P x P + , R1T; 18. C x D,
C x A ; 19. C x C, T x C ; 20. P5R,
AlA; 2 1 . P6R, A x P ; 22. T x A, P3C
y 23 . . . . , R2C ). Como 10 confirma­
ra Spassky despues de la partida
entre Polugaevsky y Tal, su res­
puesta hubiese sido 16. A3D Y si
16 . . . . , P x P ; 17. P5R mientras
que 16 . . . . , D3D puede ser refu­
tado con 17. P x P, D x PR; 18.
C4D y en esta fluida posicion, las
blancas tienen piezas muy ac­
tivas.
1 6. A X P
Las blancas tambil:n obtendrian
una prometedora posicion de 16.
P x P, C4T; 17. AlA, D3D; 18. C5C,
TD l D ; 19. D3D y las negras tie­
nen que retirar la pieza de blo­
que mediante 16 . . . . , D3T.
268
•
. . .
C4T
Despues de esto, el caballo de­
sempeiia un papel muy secunda­
rio en la batalla. Sin embargo, el
juego de las negras ya estaba
muy lej os de ser facil y la me­
jora sugerida por los criticos 16 .
. . . , D2R se refuta mediante 17.
D4A, T2A ( 17 . . . . , P3TR; 1 8 . C4T
y 19. C5A) 18. P4TR, ClD; 19.
D3C, C3R; 20. C5R con la amena­
za del avance del PAR.
1 7.
1 8.
D4A
D5A
D2A
AXA
Petrosian a d v i r t i o claramente
que se encontraba en graves
aprietos y pen so durante veinte
minutos antes de hacer el cam­
bio, el lap so mas largo de toda
la partida. 18 . . . . , P3TR para im­
pedir 19. C5C se refuta mediante
19. A x A, D x A; 20. T7D, T2A; 2 1 .
TRlD.
1 9.
PXA
D7A
La posici6n de las negras es muy
pobre, de manera que intenta
cambiar damas. 19 . . . . , C5A se re­
futa mediante 20. C5C, P3C; 2 1 .
D3T, P4TR ; 22. C4R, C3D; 23 .
C6A + , R2C ; 24. D3CR con un po­
deroso ataque (25. C X P + 0 25.
D5R en perspecti:va). 1 9 . . . . , D3D
tampoco es mejor a causa de 20.
C5C, D3C (20 . . . , P3C ; 2 1 . D3T,
P4T; 22. D3AR con la amenaza de
C4R6A + ) 2 1 . D x D, PT X D ; 22.
P6D, C2C ; 23. P7D, TD l D ; 24.
T7R, C4A; 25 . T6D y las ne­
gras estan completamente mania­
tadas.
20.
D4A
20. D x D, T x D; 2 1 . T7R era tam­
bic�n muy fuerte, pero el desola­
do flanco R de las negras y la
incapacidad de bloquear el pe6n
adelantado, hacen pensar a las
blancas que deberian continuar
ejerciendo presi6n .
20 .
...
D X PT
Los comentaristas la criticaron,
pero de hecho las negras no dis­
ponen de ninguna jugada cons­
tructiva.
21.
22.
23.
P6D
P7D
D5A
TD I D
D5A
P3TR
25. D2A seguido por 26. D7A con
un efectivo decisivo.
24. T I AD
25. T7A
26. C4D
D3T
PACD
D3CD
Con todas sus piezas apretadas
contra el borde del tablero, las
negras estan perdidas, pero opon­
drian una mejor resistencia me­
diante 26 . . . . , D3D ; 27. C x P, D7D;
28. T l AR, C6C ; 29. T x P, C5D;
30. C x C, D x C ; 3 1 . T7C, P3C; 32.
D5CD, R2C pero, en ultimo ter­
mino, ganaran las blancas avan­
zando, si es necesario, los peones
del flanco R para abrir lineas
contra el rey.
27.
T8A !
C2C
No 27 . . . . , D x C ; 28. T x T, T x T ;
29. T8R + , ni 27. . . . , P5C ; 28.
T8R ! , D x C ; 29. T x TR + , T x T ;
30. T x T + , R x T ; 3 1 . D5A + ! .
D x D ; 32. P8D( D ) mate, n i 27 . . . . ,
P3C; 28. T x T, T x T ; 29. D x PCD.
28. C6A
C3D
La ultima boqueada de las ne­
gras, pero las blancas disponen
ahora de un elegante final.
o bien 23 . . . . , D3A; 24. C5R, D3R;
29.
30.
C XT
C6A
CXD
Abandonan
269
1 9.' Partida, Campeonato Mundial, 1 969.
Negraa : Petroaian.
88.
DEFENSA SICILIANA
1.
P4R
P4AD
En este momento, Spassky lIe­
vaba la delantera con nn puntaj e
de 9 11z contra 8 1;" pero Petro­
sian, coma defensor del titulo,
solo tenia que hacer tablas para
seguir siendo campeon. Por 10
. tanto, se esperaria que j ugase
una linea solida con las negras,
coma la Petroff 0 la Lopez Cerra­
da, pensando obtener con las
blancas la victoria que necesita
y hacer tablas en las demas par­
tidas. De aqui que la eleccion
de la apertura resulte bastante
arriesgada.
2. C3AR
3. P4D
4. C x P
· 5. C3AD
6. A5CR
P3D
PxP
C3AR
P3TD
CD2D
Es mas usual 6 . . . . , P3R en que
despues de 7. P4A, AlR; 8. D3A,
D2A, las blancas no saben como
situar el AR en forma activa,
mientras que despues del texto la
coloca en una casilla firme de in­
mediato.
7. A4AD
D4T
No 7 . , P3R cuando puede pro­
ducirse pronto A X PR. En. los en­
cuentros Tal-Juchtman, 1956, y
Tal-Bilek, 1964, las negras inten­
taron 7 . , P3T pero despues de
.
.
.
.
270
. .
8. A x C ! , C x A; 9. DlR ! las blan­
cas tenian la ventaj a, ya que O-O.n
y luego P5R resultan muy amena­
zantes para el segundo jugador.
8.
D2D
P3TR
Difiriendo de la conocida partida
de Spassky con Polugaevsky (n."
25 ) .
9. A X C
1 0. 0- 0-0
CXA
El mismo plan que en el encueft­
tro Tal-Bilek. Ahora las negras
se encuentran retrasadas en su
desarrolIo y su posicion no pa­
rece muy prometedora.
1 0.
.
. .
P3R
10 . . . . , P4R ha sido sugerido para
impedir la consiguiente ruptura
de las blancas con P5R. Sin em­
bargo, despues de 1 1 . C5R, A x C;
12. P x A, TIA; 13. A3C las blan­
cas tienen un firme control de
las casillas claras y un mejor jue­
go.
1 1.
TRIR
Las blancas tambien podrian ju­
gar el profilactico 1 1 . A3C que,
en el encuentro Kuijpers-Damj a­
novic, Beverwjik, 1966, continua­
ba 1 1 . . . . , AlD ; 12. P4A, AlR; 13.
RIC, D2A; 14. TRIR, T I D ; 1 5 .
P4C, P4CR; 16. C5A! y l a s blan­
cas ganaron.
11
•
. . .
A2R ?
DSC. Probablemente. la mejor de­
fensa de las negras sea 15.
P4R aunque despues de 16. P x P,
P x P ( 1 6 . . . . , D x P; 17. C3A y 1 8 .
PSC ) 1 7 . CSA. A x C ; 18. PC x A,
TD I D ; 19. D2C las blancas consi­
guen un ataque en la columna
CE y tienen el alfil mas agresivo.
. . . •
Pensando en un enroque corto.
pero. como muestra el curso de
la partida. las blancas no encuen­
tran grandes dificultades para
atacar al rey en esa posicion. Una
mej or posibilidad era 1 1 . . . . , A2D;
12. P4A. 0-0-0; · por ej emplo : 1 3 .
PSR. P4D ! 0 13. PSA. P4D ! ; 1 4 .
PR x P, P x PA 0 1 4 . PA x P, P x A;
15. P x A + . T x P y las negras no
estan demasiado mal colocadas.
12.
1 5.
1 6. D2C
C x PC
C3A
o 16 . . . . , P4R ; 17. CSA con fuertes
amenazas.
P4A
1 7.
12. R I C era, posiblemente. mas
precisa. ya que, antes de enrocar.
las negras tendrian que retirar
la dama a una posicion mas pa­
siva ( 12. R I C. O-O ? ; 13. CSD ! ).
TIC
Ahora l a principal amenaza es
PSA para incluir al alfil en el ata­
que al rey. pero las negras tarn­
bien tienen que tomar en cuenta
un posible PSR. Asi. si abora 17
D4AD. como sugiere Aver­
bakh. entonces 1 8 . C3A, A2D ; 19.
PSR ! con gran efecto.
.
1 2.
1 3. A3C
0-0
TlR
Preparandose para defender e l 3R
contra la amenaza de las blancas
de un definitivo PSR en que los
movimientos P X P 0 P4R cede­
rian ambos a las blancas un con­
trol de la importante casilla SD
y «prolongarian » la diagonal de
su alfil.
1 4. R I C
I S. P4C I
AlA
Las blancas ban consolidado to­
talmente su posicion y deben em­
prender algo definitivo. Sacrifi­
can audazmente un peon que si
no es capturado avanzara en for­
ma muy efectiva ; por ej emplo :
15 . . . . , P4CD ; 16. PS C, P x P ; 17.
P x P. C4T; 18. P6C ! . P x P ; 19.
. . .•
1 7.
...
A2D
Finalmente aparece el alfil y si
abora 18. C3A preparando PSR
entonces 1 8 . .. , A3A.
.
1 8.
P5A !
RIT
Muy lej os d e ser l a mej or y abo­
ra las blancas utilizan eficazmen­
te la columna abierta AR. Las
negras tenian que intentar 18 . . ,
P4R 0 incluso 18
P x P aun­
que. en ultimo termino. seria di­
ficil refutar D6C de las blancas .
.
.
1 9.
TD I AR
.
. . . •
DID
Geller recomendaba 19.
P4R,
271
pero entonces las blancas j uegan
20. C6R Y si 20
P x C; 2 1 . P X p.
A x P entonces 22. T x C ! con un
efecto decisivo. De todos modos.
habia dos maneras de oponer una
resistencia efectiva : 19
P x P;
20. C x P. A x C; 2 1 . T x A. D 1 D ;
2 2 . A x P. T4R ; y 19
D4R en
que las blancas continua con 20.
C3A. DSA ; 2 1 . D3T amenazando
22. C5CR 0 si 20.
D4A enton­
ces 2 1 . P4TR. proponiendose con­
tinuar con C5CR 0 C I R3D.
.
. . . •
.
.
. . . •
. . .•
. . . •
Las blancas podrian tambien ga­
nar con 2 1 . C3A amenazando con
22. C4TR y 22. P5R. pero el tex­
to resulta mucho mas decisivo.
puesto que permite a las blancas
el uso de AR para el CD que era
la unica pieza que no participa
en el ataque .
21.
22.
La unica jugada porque si 22.
P x C (22
C X C?; 23. T x A +
mate ) 23. C x C. P4CR (de otro
modo. 24. D6C ) 24. D3T. T2R; 25 .
T x P. A2C ; 26. T x A ! . R x T; 27.
T l C + con un ataque de mate.
. . . •
.
20.
PXP
PXP
Otra mala jugada. 20
A x P les
permitiria cambiar una pieza ata­
cante. Las blancas continuarian
con 2 1 . C x A. P x C ; 22. C2R y si
22
P4R para impedir 23. C4A
entonces 23. A7A ganando el cam­
bio (23
T2R; 24. T x C ! ). Las
blancas podrian tambien inten­
tar la mas complicada 22. P5R.
P x P; 23. C4R. C4T ; 24. D6C ! .
D5T (no 24
C5A; 25 . T x C.
P x T; 26. P3A con la amenaza
vencedora 26. A2A) 25. T4C. D6T;
26. A4A con diversas amenazas.
.
.
. . .•
.
. . . •
.
. . . •
. . .•
PXP
C4T
C4R
23_
. . . •
D6C !
Continuando la penetraci6n en
las casillas de las blancas. Las
negras contestan con un error
garrafal. pero despues de la ju­
gada. objetivamente correcta. 23.
C5A las blancas ganan con
24. T x C. P x T; 25. C3AR (25. P3A
para jugar A2A tambien deberia
ganar. pero las negras pueden
dar batalla con 25.
A3A ) 25.
D3C (25.
D4T; 26. C6A.
D4AR; 27. D x PT + mate ). Se ha
desbaratado la amenaza de lIe­
var a uno de los caballos a 5C
(26
D x T mate ! ) pero despues
de la jugada de Geller 27. T5C ! !
(no 27. T2C 0 27. D4C ! ) todo ha
terminado -27
D 1 D ; 27. CSR !
. . .•
. . . •
. . . •
. . .•
.
. . .•
.
23
•
. . .
. . . •
PXC?
Jugada despues de pensar duran­
te 16 minutos.
21.
272
P5R !
24.
C5C I
Las negras tienen que entregar
la dama con 24 . . . . , D x C para
impedir el mate. Si 24
PxC
entonces 25 . D x C + , RIC; 26.
D7A + , RIT; 27. T3A y mate.
.
. . .•
Una de las partidas mas cortas
y decisivas en las competiciones
por el Campeonato Mundial. LIe­
na del tipo de tacticas que gus­
tan a los amantes del ajedrez.
273
1 969 · 1 970
DIGNO CAMPEON
,
El titulo de esta seccion parece justificado cuando se recuerda la
sensacion difundida en el mundo del ajedrez, de que la manera de·
jugar de Petrosian y sus resultados no eran realmente dignos de
un campeon mundial, incluso en un periodo en que, segun las pa­
labras de Botvinnik, el que ostenta el titulo tiende a ser el primero
entre iguales.
Recuerdo muy bien como en 1968 y 1969 (antes de la victoria
de Spassky ) hubo serias sugerencias, en algunos circulos, en el sen­
tido de que el sistema utilizado para la ob tencion del titulo mun
dial debia ser cambiado por el que se aplica en damas de cien
casillas. Esto querria decir que el titulo seria.. disputado en forma
anual, en una competicion en un ano determinado y en un torneo
en el siguiente. Esta proposicion casi no se menciona ahora en
vista de los convincentes resultados de Spassky de-spues de haber
ob tenido el titulo y especialmente por su triunfo sobre Fischer en
Siegen ( n.o 98) .
Las mejores partidas de esta seccion son la elegante y sostenida
presion contra Pen rose (n.o 90 ) , el energico final contra Ciric
( n.o 93 ) y el triunfo sob re Donner ( n.o 92 ) , en el que las negras al
parecer nunca lograron ver la situacion.
275
89. San Juan, 1 969.
Negras : Kavalek.
DEFENSA INDIA DE REY
Naturalmente. n o 9 . . . . . C4T ;
10. P4R. mientras que si 9.
CR2D ; 1 0 . P4A. C3C ; 1 1 . P x p.
PT X P; 12. A4R ! y la columna
abierta D dej a a las negras en
peor situacion que en la varia­
cion dada en la ultima nota ( 12.
. . . . C5A ; 13. D x D + . R x D ; 14.
0-0-0 + y 15. A5AD ! amenazando
con 17. C X P).
. . .•
1 . P4D
2. P4AD
3. C3AD
4. P4R
5. P3A
C3AR
P3CR
A2C
P3D
P3A
Una jugada que debe haber traido
agradables recuerdos a Spassky
(vea la partida Spassky-Evan;
n." 5 1 ).
6. A3R
7. A3D
P3TD
P4CD ?
Un movimiento prematuro de las
negras. Deberia enrocar 0 jugar
7
CD2D con el encuentro
Spassky-Penrose. Palma. 1969. Es
cierto queel campeon gano esa
partida tambien. pero solo des­
pues de una larga lucha. Ademas.
las negras no estaban reducidas
a escombros en la apertura como
ocurre ahora.
.
. . .•
8.
P5R !
Esto desbarata el juego de las
negras. Deberian tratar de man­
tener cerrada la posicion 8.
CR2D; 9 . P4A. C3C e n vez de 10
cual comete un desacierto mas
que las deja toda la partida lu­
chando por conseguir casillas
aceptables para sus piezas.
. . . •
8.
9.
276
PD X P
PD X P
CIC
1 0. P4A
1 1 . C3A
C3T
A4A
Tratando de cambiar el mejor al­
fil de las blancas. pero Spassky
no concede. Si 1 1 . . . . . C4A enton­
ces 12. A2AR y el caballo tiene
pocas perspectivas que no sean
retirarse a 3TR.
1 2. A2R !
Nuevamente. la columna abierta
D opera contra las negras. ya
que. despues del cambio de da­
mas. las blancas tienen pocas di­
ficultades para explotar la supe­
rior posicion de sus piezas y aco­
sar a las negras por todo el
tablero. Quizas las negras de­
ban. en este momento. tomar una
decision heroica y conservar las
damas mediante 12.
• D2A 0
D IA. pero se equivoca al decidir
que pueden conseguir un j uego
razonable atacando el PR blanco.
. . .
1 2.
1 3. T X D
DXD+
P3A
Por cierto que Tarrasch descri­
biria la formacion de peones di­
ciendo que era «tea» y tendria
razon.
1 4. C4D !
Para cambiar el bien colocado
alfil de las negras y, en general,
abrir la partida haciendo uso del
desarrollo superior. Las negras
deben haberse sentido muy mo­
lestas al descubrir que las blan­
cas pueden ignorar alegremente
la presion sobre el PR.
1 4.
1 5.
P x PR
PA X P
0-0
Como el caballo esta colgado ( 1 5 .
. . . , A x P ? ? ; 1 6 . A x C ) uno espera­
ria aqui 15 . . . . , C2A 0 15 . . . . , CSC
para lograr sacar provecho de
10 inevitable. Sin embargo, des­
pues de 15 . . . . , C2A sigue 16. C x A,
P x C ; 17. P6R ! C3D ( 17 . . . . , C4R;
IS. 0-0 como en la partida ) 1 8
AsT + , R1A; 19. PsA ! C2C; 20. 0-0
gana sin mas. Si 15 . . . . , CSC en­
tonces 16. C x A, P x C ; 17. A x C,
P x A; I S . P6R ! 0-0 ; 19. T l AR y
despues del cambio de torres las
negras quedan paralizadas, inca­
paces de desarrollar el flanco D .
.
1 6.
0-0
Si 18. . . . , CID entonces no 19.
A3D, PsA ! sino 19. A4C ! , C x P ( 19.
. . . , P x A; 20. T x T + y 21. T x C
nuevamente, con una paralisis
completa ) 20. A x P, C2A; 2 1 .
A6CD ! , C 1 R ; 22. A6R + , R 1 T ; 23.
T X T + Y 24. T8D gana de inme­
diato. 0 si 18 . . . . , C3D; 19. AsA,
A4R ; 20. AsT amenazando con el
fatal 2 1 . TR1R.
1 9.
P4CR !
Una vez que se ha abierto la co­
lumna AR, la fila posterior de las
negras se debilita demasiado; por
e j e m p l o : 19 . . . . , PA x P ; 20.
T x T + , A x T ; 2 1 . T8D, 0 19 . . . . ,
C x PC ; 20. A x C, A x C ; 2 1 . P x A,
P x A; 22. A6T ! , T l R ; 23. T7A 0 23.
T4D con un ataque de mate .
1 9.
20_ T X P
2 1 . TR4D
P5A
TlR
Forzando una penetraci6n deci­
siva en SD.
21.
22.
T8D
P4A
CD3A
C2A
Si 16 . . . . , P3R entonces el AD que­
da en grave peligro despues de
17. P3TR amenazando con IS.
P4CR.
1 7_ C x A
1 8. P6R
PXC
C4R
277
Por fin. j Pero demasiado tarde !
23.
24.
TXT+
PxP
TXT
C5D
Un intento desesperado por con­
seguir contrajuego. Despues de
24 . . . . , P x P ; 25. A x PA, P5C; 26.
C5D, etc. Las blancas ganan facil­
mente
.
25. P X P
26. A X C
27. C5D
TIT
PXA
Abandonan
Si 27 . . . . , P6D; 28. A x P, C x A; 29.
T x C, T x P; 30. C x P + , RI A; 3 1 .
C5A con l a amenaza d e 32. T8D +
10 da por terminado.
90.
Palma de Mallorca, 1 969.
Negras : Penrose.
DEFENSA INDIA DE REY
1.
2.
3.
4.
5.
6.
P4D
P4AD
C3AD
P4R
P3A
A3R
C3AR
P3CR
A2C
P3D
P3A
P3TD
Es posible que el campe6n brita­
nico haya cometido una impru­
dencia al elegir una variante de
apertura contra la que el cam­
pe6n mundial siempre juega tan
bien (vea las partidas n ."' 49 y 89 ).
7. A3D
Despues de 7. P4TD, P4TD segui­
do por C3T las negras tienen un
juego equitativo.
7.
...
CD2D
Sin repetir el error de Kavalek
7.
, P4CD ?; 8. P5R.
. . .
278
8. CR2R
9. D2D
1 0. 0-0
P4CD
A2C
El objetivo de la postergaci6n del
enroque de las negras se ve en
la variante 10. A6T, A x A; 1 1 .
D x A, D4T ; y como 12. D7C,
T l CR; 13. D6T, P4R gana el con­
trol de 4AD 0 4R para el CD de
las negras, las blancas han conse­
guido muy poco con esta incur·
si6n de su dama.
1 0.
1 1 . P3CD
1 2. P5D
1 3. C I D
0·0
P4R
P5C !
Bastante pasivo. 1 3 . C4T parece
mas natural, pero despues de 1 3 .
. . . , P4A seguido por P4TD y C3C,
las negras se encaminan a la
la creaci6n de contrajuego en la
columna TD.
1 3.
...
P4A ?
Pero la jugada resulta fuera de
lugar aqui y las negras advierten
gradualmente que no se pueden
zafar de su posici6n restringida.
La linea decisiva era 13 . . . . , P X P;
14. PA x P, C x PD ! ; 15. P x C, P5R;
1 6.P x P, A x T; 17. D x P, D2A; 18.
CD3A, A7C ; 19. TIC, P4TD; 20.
D4D (20 . D4T, C4A! ) 20 . . . . , A6T !
( 2 1 . A6TR?, A4A ) y coma las ne­
gras han conservado el AR y des­
viado la torre blanca no permi­
tiendole el acceso a las columnas
abiertas, pueden mirar el futuro
con confianza. Juzgar adecuada­
mente tales lineas es, por supues­
to, una tarea sumamente ardua, y
de hecho parece que la s6lida po­
sici6n de las negras no puede ser
abatida por un largo tiempo.
1 4.
i s_
P4C
C2A
C3C
R2C
1 6.
1 7.
RIT
C I CR
DsT
La celada es un poco demasiado
obvia. 17. A5C no gana la dama
s610 permite que las negras cam­
bien su alfil mas activo mediante
17 . . . , A3T, mientras que en este
'
momento 17. . . . , A3T; 1 8 . P5C,
A2C; 19. C4C dej a a la dama en
grave peligro ( 1 9 . . . . , P4A; 20.
P x P a.p., CD x P; 2 1 . A5C 0 20 . . . . ,
A x P; 2 1 . C x A, D x C ; 22. P4A,
P x P; 23. A x PAR, C4R?; 24. A6T,
C6A; 25. D3R. C x A; 26. D x C( 6T )
y e l caballo clavado empieza a
causar preocupaciones ).
La tranquila respuesta de las
negras muestra que han visto to­
do esto.
.
1 7.
1 8.
Un apropiado cambio de frente.
puesto que despues de la Ultima
jugada de las negras ya no hay
una manera favorable de abrir
lfneas en el fIanco R.
1 8.
1 9. T2T
20.
TRlTD
P4TD
C (2D ) 3A
C2T
Era mejor defender el fIanco D
mediante 20
TD lC; 2 1 . P X P.
PT X P; 22. T7T en que la torre
invasora puede ser expulsada con
C2T seguido por A3ARI D3C.
.
21.
22.
23.
24.
25.
PXP
TXT
TXT
D2T
D7T
. . .•
PT X P
TXT
AxT
A2C
D2R
La posici6n que Penrose buscaba.
En realidad. es dificil que las
blancas puedan encontrar un plan
vencedor porque las negras tie­
nen pocas debilidades reales. Un
proverbio que se aplica a tales
posiciones dice : « Es tan dificil
ganar para las blancas como para
las negras, hacer tablas .» Las
blancas pueden cambiar la orien­
taci6n de sus piezas, preparar la
mejor formaci6n posible antes
de abrir lineas y amenazar con
diversos sacrificios para abrirle
camino a dos peones adelantados
unidos.
26.
A2R !
Desocupando 3D para el caballo.
P3T
P3TD !
26
•
. . .
C (2T) 3A
279
26. . . . , D2A era una alternativa
defensiva que restringia la movi­
lidad de la dama enemiga (vea la
jugada n .O 29 ) y despues 27. P4A,
P3A; 28. C3D, AlAR el sacrificio
jugado en la partida presente no
daria resultados.
27.
2S.
29.
30.
P4A
A X PAR
DSC !
C3D
PxP
CIR
A5D
P3A
Una vez mas las negras parecen
estar fuera de peligro, ahora que
han activado el AR e impedido
P5R. Sin embargo, las blancas to­
davia tienen una posibiIidad de
abrir Iineas : el avance del PTR.
3 1 . A3A
32. P4T !
33. PST
D2D
R2T
P4C
Jugada, sin duda, con un suspiro
de aIivio. El debiIitamiento de
4AR no parece demasiado impor­
tante. El alfil se ha alej ado, de
modo que la presion sobre el PD
ha disminuido.
34.
A2D
. . .
A3R
C2R
( Ve r diagrama siguien te. )
Las negras pensaban jugar 35 . . . . ,
D I A con tablas seguras pero apa­
rece ahora un sacrificio vencedor.
280
PA X C
PxA
CIC
o 3 8 . . . . , D3D; 39. D l T seguido
por 40. P5R.
39. DSC
40. CSA
C (R) 3A
C2R
Ineluso en este momento avan­
zado de la partida las negras
parecen seguras, ya que si 4 1 .
P5R, C X C ; 42. P x C, P5C ! 0 4 1 .
C x C, D x C ; 42. P5R, C I R. Sin
embargo, reciben ahora un bri­
lIante coup de grace.
41.
C X P '!
C (R) X P
A4R
Puede resuItar mej or jugar 34.
, C2C, pero entonces 35. P5R ! ,
PA x P ; 3 5 . A4R + , R 1 T ; 36. A6C
amenazando C4R6A es dificil de
refutar.
35.
36. C X A
37. A X PA !
3S. D X P
o 4 1 . . . . , R x C ; 42. D8A + , R2T ;
44. D x C + y 45. D x P con cuatro
peones p�r el cabalIo.
42. PA X C
43. DSA +
44. D x P
RxC
D2C
C2D
Esperando todavia bloquear el
PR.
4S. D6D +
46. PSR !
R2T
RIT
o 46
C x P; 47. A4R + , RIT;
4B. DBC + ganando el caballo y
luego el alfil.·
.
47.
. . .•
P6T
D2T
48.
P6R
o 4B . . . . , C3A;
D7A +
49. DBC + . C I C ;
5 0 . D5R + mate.
49. R3C
Abandonan
91 . La U.R.S.S. contra el Resto del Mundo, Belgrado, 1 970.
Blancas : Larsen.
APERTURA URSEN
Una de las innovaciones mds interesantes sugeridas recientemente
consiste en anotar, no solo las jugadas de una partida, sino tam­
bien el tiempo que se ha demorado cada participante en cada una
de ellas. B ronstein es uno de los mds entusiastas - partidarios de
esta idea y la aplico mientras observaba esta famosa partida. Como
este registro del tiempo puede ser de in teres para los lectores,
10 he incluido entre parentesis despues de cada jugada.
1.
una linea citada en libros que da­
tan de mediados del siglo pasado.
P3CD (0)
Larsen hace a menudo esta juga­
da, confirmando asi su posici6n
como uno de los mas autenticos
seguidores de Nimzovich entre
los grandes maestros contempo­
raneos.
1.
2 . A2C (0)
3. P4AD (0)
P4R (0)
C3AD ( 0)
Esto convierte la partida en una
especie de Inglesa 0 Siciliana in­
vertida. Una linea mas indepen­
diente resulta del inmediato 3.
C3AR 0 3. P3R. En este ultimo
caso, la partida podria continuar
3. P3R, P4D; 4. ASC, A3D ; 5. P4AR
3.
4. C3AR (0)
C3A (0)
Aqui nuevamente es necesario
considerar 4. P3R para refutar 4.
. .. , P4D con 5. P x P, C x p.; 6, ASC
0, como Larsen jug6 contra Spas­
sky en Leiden, unas pocas sema­
nas despues de la presente par­
tida 6. P3TD, A3D ; 7. DlA, 0-0 ;
B. C3AR, D2R; 9. C3A, C x C; 1 0 .
D X C. P4A; 1 1 . A5C ! con igualdad.
4
•
. . .
PSR ( 1 )
4 . . . . , P3D e s perfectamente fac­
tible, pero Spassky decide acep­
tar el reto.
281
5. C4D ( 1 )
6 . C X C (0)
7. P3R ( 1 )
A4A (4)
PD X C ( 1 )
A4A (4)
11.
Naturalmente, las negras dej an
atras e1 PD.
8. D2A (3)
9. A2R ( 5 )
D2R ( 1 )
0-0- 0 (4)
Esta compensacion puede compa­
rarse con que se origina en la va­
riante Nimzovich de la Defensa
Siciliana, a saber: 1 . P4R; P4AD ;
2. C3AR ; C3AR; 3. P5R, C4D ; 4.
C3A, C x C ; 5 . PD x C, P3R; A4AR,
C3A ; 7. D2D, A2R; 8. 0.0.0, D2A;
9. A4A, P3CD; 10. TR 1 R, A2C en
la que las negras tienen una par­
tida dificil, pero jugable. Si Lar­
sen hubiese recordado esto, no
habria cometido el error que ve­
mos a continuacion. Pero, como
indica el control de Bronstein,
Larsen no dio mucha importan­
cia a esta jugada.
1 0.
P4A ? (2)
Las blancas deberian desarrollar
el caballo mediante 10. C3A, mien­
tras 10. A x C, D x A; 1 1 . C3A ejer­
ciendo presion sobre el PR era
tambien una idea razonable.
1 0.
..
.
C5C ! (4)
La ultima j ugada de las blancas
debilito su fIanco R, y por 10
tanto, las negras que tienen de­
sarrollo libre para sus piezas em­
piezan a utilizarlas con desagradables amenazas coma 1 1 . . . .
D5T + ; 12. P3C, D6T 0 1 1 . . . .
T x P ? ! 0 sacrificios de piezas en
6R.
,
,
282
P3C ( 1 5)
Finalmente, Larsen se da cuenta
de la gravedad de su posicion. 1 1 .
A x C, D5T + ; 12. P3C (jugar el
rey es el mal menor) 12 . . . . , D x A
les dejaria una debilidad cronica
en las casillas claras.
1 1.
...
P4TR ( 1 8)
Las negras ya podrian conside­
rar 1 1 . . . . , T x P ; 12. C x T, C x PR;
1 3 . D3A, TlD con peligrosas ame­
nazas, pero e1 energico texto es
mucho mas dificil de refutar.
12.
P3TR (6)
Despues d e 12. C3A e l sacrificio
12 . . . . , T x P es suficiente para
ganar; por ejemplo : 1 3 . D x T,
A X P ; 14. D I D ( 14. D2A, A7A + ;
1 5 . R2D -para impedir 15 . . . . ,
C6R con j aque- 1 5 . . . . , P6R + )
14 . . . . , A7A + ; 1 5 . RIA, P5T ! y 16 .
. . . , P x P ; mientras que si 1 3 . R x T
entonces 1 3 . . . . , A x P + ; 14. RID,
T I D + ; 1 5 . R I R, A7A + , etc.
1 2.
...
P5T (6)
Despues de esta excelente juga­
da, la sala, con mas de dos mil
espectadores, desbordaba de en­
tusiasmo. B.H. Wood y yo, que
estabamos sentados en las pri­
meras filas, analizamos febril­
mente la aceptaci6n del ofreci­
mien to, utilizando un juego por­
tatil, especialmente la variante
que comenzaba 1 3 . A x C. Despues
de cierto escepticismo inicial, lie­
gamos a la conclusi6n de que las
negras debian ganar, pero debo
reconocer con toda honradez que
descubrimos el golpe de gracia de
Spassky en la jugada n .D 14.
1 3. P X C ( 53 )
S i 13. A X C entonces 13 . . . . , A x A;
14. P x A, P x P; 15. T I C, T8T ! !
como en la partida 16. T x T, P7C;
17. TIC, DST + ; 18. R2R, D x P + ;
19. RIR, D6C + ; 20. R2R (20. R I D ,
D1A; 2 1 . D x P, D x T + gana)
20. . .. , D6A + ; 2 1 . R I R, A2R!
con decisivas amenazas de mate;
por ejemplo : 22. P4D, P x P a.p.;
23 . D x PC, P7D + ; 24. C x P, AST + ;
25 . D3C, D x PR + , etc.
1 3.
14. T I C (0)
PxP (1)
T8T ! ! ( 1 7 )
Aparentemente, e n este momento
el entusiasmo de la sala se trans­
miti6 a Spassky y pas6 algUn
tiempo comprobando si las blan­
cas tenian alguna defensa. i La
respuesta es no!
15.
T X T (4)
Si 15. RIA entonces 15 . . , T X T + ;
16. R x T, D5T y mate.
. .
1 5.
1 6. T l A (4)
P7C (3)
Si 16. T I C, D 5 T + ; 17. RID, D8T;
18. D3A, D x T + ; 19. R2A, D7A;
20. P x A y ahora las negras pue­
den ganar mediante 20 . . . . , P8( D )
o 2 0. . . . , D x A; 2 1 . C3T, ASC ! ga­
nando la dama, ya que no se pue­
de permitir 2 1 . . . . , D6D + ; 22.
RIA, P8C( d ) + .
1 6. . . .
1 7. R I D ( 1 )
Abandonan
,
D5T + ( 1 )
P X T (D ) + (0)
H a y mate forzado despues d e 1 8 .
A x D, A x P + .
Una de las mas sorprendentes
partidas de nuestros tiempos y
una de las que, junto con la n.D
98 ( Fischer), da prueba convin­
cente de que Spassky es un digno
campe6n mundial.
283
LeideD, 1 970.
92.
Negraa : DODDer.
DEFENSA FRANCESA
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
P4R
P4D
C3AD
A5C
CxP
AxC
C3AR
P3R
P4D
C3AR
A2R
AxA
A2D
Intentada par Petrosian en la
competici6n de 1 965, sin ningUn
exit o .
8. D2D
9. C X A +
1 0. C5R
1 1 . 0-0- 0
A3A
DXC
0-0
TtD
Mejorando l a debilitadora jugada
de Petrosian 1 1 . . . . , C20, pero
las blancas todavia tienen una
buena partida con su firme ca­
ballo en 5R y su mayor control
del espacio. , Fue realmente pru­
dente Donner al elegir una va­
riante que los grandes jugadores
y sus aliados deben haber exami­
nado cuidadosamente y que Spas­
sky manej a perfectamente ?
Lej os de la linea de la torre. El
desarrollo del alfil puede esperar
una 0 dos j ugadas.
...
AIR
, Par que llevar al alfil a 3 A a
menos que uno este preparado
284
1 3. P3CR
14. A2C
C2D
P3A
Una lamentable necesidad, ya
que 14 . . . . , TD IC no les facilita­
ria conseguir el liberador P4AD.
1 5. P4AR
1 6. P4TR
D2R
Preparadas para el ataque. las
negras en su critica situaci6n de­
ciden que deben cambiar el mal
alfil, pero debilitan el PR.
1 6.
...
P3A
Era preferible un plan mas pa­
ciente; par ejemplo : 16. . . . , CIA
seguido par TDlA, P3CD y P4AO.
1 7.
1 8.
1 2. D3R
1 2.
para dej arlo alIi 0 cambiarlo? 12 .
. . . , C20 parece mejor, ya que las
blancas no pueden emplear tan
facilmente la linea de ataque de
la partida anterior, aunque des­
pues de 13. C x A, P x A; 14. P4AR
o 14. P3CR todavia tienen una
ventaj a.
C3A
A3T !
A4T
Acercandose inmediatamente al
punto debil.
1 8.
1 9. D x A
AXC
CIA
19 . . . . , P4R? resulta pear todavia,
ya que despues de 20. PO X P,
P x P existe el desagradabilisimo
jaque 2 1 . D3C +, RIA (para prote­
ger a la dama : 2 1 . . . . , D2A ? ? ; 22.
A6R 0 2 1 . . . . , R I T ; 22. D x P, TDlC;
23. D x PT, T I T ; 24. D7A, TDlA;
25. D6D Y ganan ); 22. P X P y en­
tonces el mortal 23. TRIA + .
20. TRI R
21. AlA !
D2A
refuta mediante 23. A x PC, de
modo que las negras trasladan su
torre indefensa. Sin embargo, la
principal amenaza era P5A, de
manera que las negras tenian
que intentar 22. . . . , P4AR y las
blancas tendrian que devolverse
y proteger el PD antes de pe­
netrar con P4CR y posiblemente
P5T.
23.
24.
No el tipo de jugada que se le
ocurriria de inmediato a todo el
mundo, pero la ultima nota in­
dica que la diagonal 3CD/8CR es
la clave de la posicion.
21.
22.
A4A
T·3D
TD I D ?
El disparatado 22. . . . , P4CD se
PSA I
PXP
T X PD
TXT+
Esta pierde sin presentar batalla.
Aunque 24 . . . . , D2R era impres­
cindible despues de 25. D3T ! para
qui tar de en medio la pieza bID­
queadora, las blancas deberian
ganar; por ejemplo : 25 . . . . , D x D ;
26. P7R + , T x.A ; 27. P x D 0 25 .
. . . , C3C; 26. P5T ! , T x A; 27. P x C,
. T x T + ; 28. T x T, D x P ; 29 . T8D +
y mate, 0 25 . . . . , P4AD ; 26. D x PT,
T x T + (26 . . . . , T X A, 27. T x T y
28. P7R ) 27. T x T, T x T + ; 28.
R x T, C3C; 29. D x PC ! , etc.
25. T X T
26. D x T
T X T+
Abandonan
Despues de 26 . . . . , D2R la pieza
bloqueadora se ve retirada a la
fuerza por 27. D8D ! clavando el
caballo e impidiendo asi C3C.
285
IBM, Amsterdam, 1 970.
Negras : Ciric.
93.
APERTURA CATALANA
1.
2.
3.
4.
5.
6.
P4D
P4AD
C3AR
P3CR
A2C
0-0
P4D
P3R
C3AR
A2R
0-0
P3AD
Una s61ida defensa para preparar
P3CD que, si se juega en el acto,
da a las blancas cierta iniciativa
con 7 . . . . ,P x P 0 7. CSR. El texto
tambien les permite recobrar pie­
zas en el centro con el PA.
7. P3C
8. A2C
9. CD2D
1 0. T l A
1 1 . P3R
CD2D
P3CD
A2C
TlA
Volviendo al metodo Ragozin.
1 3.
PA x P
AxP
U na decisi6n atrevida que permi­
te a las blancas un fuerte empuje
en el centro. Sencillamente, 13.
. . . , PR x P deberia mantener el
equilibrio.
1 4. P4R
1 5. P5R
1 6. C4A
A2C
C4D
DIT
Deberia probar 1 6 . . , A3T impi­
diendo la jo.gada siguiente de las
blancas, pero· era dificil darse
cuenta de 10 fuerte que resulta
el sacrificio de pe6n.
. .
1 7.
CID !
AXC
o 1 7 . . . . , A3AD; 1 8 . P x P, C x PA;
Las blancas tienen la ligera ven­
taj a de poder situar la dama en
la casilla segura 2R, mientras que
las negras no tienen tal refugio
para su consorte.
1 1.
...
P4A
1 1 . . . . , T2A proponiendose situar
de inmediato la dama en IT pue­
de ser mols prudente; por ejem­
plo : 12. CSR, P4A; 13. D2R, D l T ;
14. PA x P, PR x P ; 15. C x C, C x C ;
1 6. P x P, P x P; 17. P4R, T l R (Ke­
res-Ragozin, 14.0 Campeonato de
la U.R.S.S., 1 945 ).
12. D2R
286
T2A
19. C4D amenazando con 20. C X A
0 20. D4C.
1 8.
1 9.
PxA
PXP
T3A
PxP
o 1 9 . . . . , C x P; 20. C5C con ame­
nazas de 2 1 . DSR; 2 1 . D5T 0 in­
cluso 2 1 . A x P :
20.
C5C !
Una excelente jugada de ataque
que amenaza entre otras cosas
2 1 . C x PR (21. . . . , T l R ; 22. D4C ! )
asi que las negras tienen ahora
muy pocas posibilidades de elec­
ci6n.
20.
21.
TXP
El comienzo de un ataque de­
vastador.
TRI D !
La j ugada mas fuerte. clavando
el caballo y haciendo entrar en
j uego a su ultima pieza inactiva.
El tentador 2 1 . C x PT. R x C ; 22.
D5T + . R I C ; 23. A x P. R x A; 24.
D4C + . R 1 T ; 25. tiene el fallo vi­
tal 2 1 .
C6A ! ; 22. A x C. A x A
con contra amenazas en la diago­
nal larga blanca.
. . .•
22.
o 22
P4A
...
CD3A; 23 . AD x C ganan­
do una pieza. 0 22
P3C; 23.
C x PT !
.
. . .•
.
. . .•
DIR
2 3 . D4AD
L a amenaza era 24. C X PR. pero
la debilidad del PR no puede ser
protegida tan facilmente.
24.
TxP
TlR
Las negras no encuentran ningu­
na defensa. de modo que se lan­
zan sobre la espada. Asf. 24.
RIT. para escapar d e l a peligro­
sa diagonal. se refuta con 25.
A x C. P x A (25.
• A x A; 26.
D x T ) 26. T x D. P x D; 27. T7R.
mientras que 24
T3C se refu­
ta mediante 25. T x P ! . T x T ; 26.
A x C. A x A; 27. D x A. etc.
. . . •
. . .
.
21.
T3T
...
25.
Para desclavar las piezas y reti­
rar la torre de una casilla en la
que constituye una debilidad tac­
tica. Asi 2 1 .
CD3A pierde ante
22. AD x C. P x A; 23. D5T !: P x C ;
24. D x PC + . RIT; 25. D5R + y 26.
D x T . Sin embargo. la mejor po­
sibilidad de defensa es 2 1 .
•
P3TR; 22. C4R. T3T; 23 . D4C. P3A
aunque despues de 24. C x PAD.
C x C ; 25 . T ?< C(5A) los alfiles
blancos le dan la ventaj a (25.
C6R? ; 26. P x C. A x A; 27. T7D.
T2A; 28. T x T. R x T ; 29. T7A + ).
. . .•
. . .
. . . •
22.
D4R
. . . •
TXP
DlT
Tienen que proteger a l caballo.
26.
AXe
Una decision sorprengente, pues­
to que 26. T7R 0 26. T6D parecen
m u y f u e r t e s . Evidentemente.
Spassky no quiso perder la opor­
tunidad de terminar la partida
con un sacrificio de dama.
26.
27.
28.
D4TR
DXPI
AXA
P3TR
Tambien podria ganar con 28.
287
T x PT, pero el bello texto es mas
decisivo y elegante (28 . . . . , P x D ;
29. T6CR mate ).
28.
29.
TxC!
C3A
Abandonan
El final podria ser 29 . . . , T x T ;
30. D7T + , R1A; 3 1 . D8T + , R2R
( 3 1 . . . . , A 1 C ; 32. A x T ) 32. D x P + ,
T2A; 33. C x T, A8T (33 . . . . , A x C;
34. TiR + ) 34. CSR + y mate a la
proxima.
.
94. IBM, Amsterdam, 1 970.
Negras : Langeweg.
DEFENSA INDIA DE REY
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
P4D
P4AD
C3AD
P4R
P3A
A3R
CR2R
C3AR
P3CR
A2C
P3D
0·0
C3A
TIC
Una jugada d e aspecto extrafio,
pero que tiene su obj etivo, ya
que las negras se proponen pre·
sentar un desafio en el centro
mediante P3TD y P4CD en que la
torre encontrara un empleo util.
8. C I A
9. C3C
P4R
Una linea crucial es 9. PSD, CSD
ofreciendo un peon a cambio de
un juego fuerte en las casillas os·
curas. Si las blancas j uegan en·
tonce s 10. C3C haciendo peligrar
el puesto de avanzada del caba·
110, las negras pueden continuar
10 . . . . , P4A; 1 1 . P X P a.p., P X P
activando la torre. La partida
288
muestra que Langeweg tiene la
misma idea.
9
TlR
U n audaz intento d e perturbar al
campeon, pero no da resultado y
9 . . , P X P ; 10. C X P, C4TR era
preferible.
. .
1 0. P5D
C5D
La jugada tematica, y de todas
maneras 10. . . . , C2R dej aria el
PTD en prise.
1 1. C X C
1 2. A X P
1 3. A3R !
PXC
P4A
Spas sky introduce una importan­
te innovacion, ya que el autori­
zado libro de Boleslavsky sobre
la Defensa India de Rey consi­
dera muy prometedor el sacrifi­
cio de pe�n, basado en la partida
Bagirov-Bobolovich, Semifinal del
, 34.0 Campeonato de la U.R.S .S.,
que continuaba 1 3 . A2A?, P4CO ! ;
14. P x P. C x PR; 15. P x C (15.
C x C P4A ) A x C + ! ; 16. P x A.
T x P + con un fuerte ataque.
Spassky seiiala que las negras
cuentan con una buena altema­
tiva en el inmediato 13
C X PR;
14. P x C. A x C + . 15. P x A. T x P +
y si 16. R2D entonces 16.
D4C + ; 17. R2A. D4A! con una po­
sici6n ventajosa debido a las
amenazas de j aque a la descu­
bierta 0 sencillamente 18.
D x A + . El texto mantiene cerra­
do el flanco D .
• .
.
. . . •
. . . •
. . .•
1 3.
...
P4CD ?
Las negras deciden continuar se­
gUn las lineas de la partida Ba­
bolivich. pero deberia jugar 13.
C4T pensando en explotar la
columna R que se encuentra se­
miabierta m e d i a n t e P4A. Las
blancas pueden consolidar con
14. A3D y 1 5 . 0-0. pero las negras
tienen un buen control de las ca­
sillas oscuras y posibilidades de
ataque con un oportuno DsT 0
A4R y D3A.
considerables posibilidades de
justificar sus duros sacrificios.
17
•
D5T +
. . .
Ahora 17 . . . , D2R; 18. R2A deja
a las negras casi sin ninguna
perspectiva, de modo que tratan
de debilitar la casilla 3AR de las
blancas.
.
1 8. P3C
1 9. R2A
20. R I C
D2R
D3A +
El ataque ha sido liquidado y no
hay puntos debiles que las ne­
gras puedan vulnerar.
. . . •
1 4.
PXP
C x PR ?
Una imitaci6n demasiado servil.
14
C4T era siempre mej or.
.
1 5.
1 6.
1 7.
PxC
PxA
D2D !
•
o 20 .
AXC+
T x PR
A5C
. . .
. . . •
.
. . . •
D6A; 2 1 . A4AR !
2 1 . A5C
22. A4AR
Las negras confiaban en el mas
obvio 17. D3A en que despues de
17
D2R; 1 8 . R2D las negras
desarrollan el alfil a 18
, AsC
gan ando tiempo. Entonces 19.
D3C. T l R ; 20. T l R. TsT les da
.
20
. . .•
. . .
D4R
Abandonan
Despues de 22 . . . . , D2R; 23. P3TR.
A6A; 24. T2T ! seguido por 25. T2A
las blancas han protegido firme­
mente la casilla 2R (25 . A2C ?,
T7R ! ) y puesto al rey completa­
mente a salvo.
289
IBM, Amsterdam, 1 970.
Blancaa : Jongama.
95.
DEFENSA SICILIANA
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
P4R
C3AR
P4D
CxP
C3AD
P3CR
A2C
0-0
P4AD
P3D
PxP
C3AR
P3R
A2R
0-0
P3TD
Evidentemente, las negras no
pueden todavia desarrollar el ca­
ballo con 8 .
, C3A a causa de
9. C x C, P x C; 10. P5R!
. . .
9. A3R
Demasiado lenta. El plan normal
indica el fianchetto de la pieza,
de manera que 9. P3C 0 9. CD2R
son las jugadas correctas en este
momento (vea la partida n.· 5 1 ).
9.
. 1 0. D2R
1 1 . TDID
12. P3TR
D2A
C3A
A2D
Continuando con su lenta estruc­
turacion, pero, como muestra el
curso de la partida, el desarrollo
sin un plan COQcreto resulta in­
suficiente contra la presion del
flanco D de las negras. Esto ya
se habia visto en un encuentro
entre Dubinin y Estrin, 1962, que
continuaba 12. C3C, P4CD; 13.
P3TD, TD l C ! ; 14. P4A, P5C; 15.
P x P, C x PC en que las blancas
ya se veian forzadas a adoptar
290
una actitud defensiva con 16. TlA
a causa de la amenaza 16. . .. ,
C x P; 17. D x C, A5T !
12.
1 3.
P3T
Esta jugada, que
cia en la partida
preludio de una
sobre el flanco D
14.
.
P4CD
TR IA
tambien apare­
de Estrin, es el
fuerte presi6n
de las blancas.
. .
.
Por fin, una indicaci6n de que las
blancas desean atacar a las ne­
gras sobre el otro lado del table­
ro, pero el gesto llega demasiado
tarde.
14. P4A
1 5. C x C
TD I C
Una inconsecuencia mas. 1 5 . P4CR
es la Unica justificaci6n para sus
ultimas dos jugadas.
1 5.
1 6. A l A
AXC
Una honrada confesion d e su
inexactitud en la jugada n." 9.
1 6.
1 7.
P4TD
TRIR
(Ver diagrama siguiente. )
Preparando un instructivo error.
Aunque parezca extraiio, su me­
jor jugada fue la retirada 17. C1C,
1 7.
1 8.
19.
PxP
C5D ?
P5C
PxP
Tenia que intentar 19. C 1 C .
1 9.
20.
PxC
PxP
Las blancas habian vis to hasta
aqui advirtiendo que recobrarian
la pieza. El campe6n habia visto
un poco mas alIa.
aunque naturalmente, las negras
consiguen la ventaj a despues de
17. . . . , P5C en que las blancas
tienen que tomar en cuenta la
'lmenaza 18 . . . . A4C.
,
20
Abandonan
•
. . .
A2D !
2 1 . D x A, T l R y j la dama esta
perdida !
96. Olimpiada de Siegen, 1 970.
Blancas : Vizantiadis.
GAMBITO DE DAMA ACEPTADO
1 . P4D
2. P4AD
3. C3AD
P4D
PxP
3. C3AR es 10 usual para impedir
el consiguiente movimiento de
liberaci6n.
3.
4. P5D
P4R
No 4 . P x P, D x D + ; 5. C X D,
C3AD; 6. C3AR, A3R; con un de­
sarrolIo fadl para las negras que
mas adelante pueden proceder a
atacar el PR.
4
5.
•
. . .
P3TD
P4TD
No 5. D4T + ?, P4CD ; 6. C x P ?,
A2D ! ni 5 . P4R, P4CD; 6 . P4TD,
P5C; 7. C2T y ahora no 7. . . ,
P4AR (Golombek-Alekhine, Mar­
gate, 1935 ) pero 7 .
, C3AR con
ventaj a.
.
. . .
5.
6. A5C
7. P4R
8. A X C
C3AR
CD2D
P3T
291
Abandonando su mejor alfil. Te­
nia mas fuerza 8. A4 T.
8.
9. A x P
j Por supuesto !
P4TR
A2D
P3CR
1 6. C3C
1 7. P3A
I S. R1T
1 9. T l CR
CxA
A5CD
A3D de inmediato parece
9.
10 mej or.
1 0. D2A
1 1 . C3A
0-0
A3D
Perdiendo un tiempo. 1 1 .
D2R
parece mas consecuente. De to­
dos modos. las negras conservan
la ventaja ya que los peones cen­
trales de las blancas convierten
al alfil de casillas blancas en
una pieza poco util.
. . . •
1 2.
0-0
C4T
Preparandose para sacar prove­
cho de las casillas oscuras. mien­
·
tras el unico plan posible de las
blancas para conseguir presion
sobre la columna AD se ve frus­
trado por una muy buena forma­
cion defensiva : P3TD. A3D.
1 3. C2R
1 4. C2D
A5CR
Deben evitar los peones duplica­
dos. pero las piezas negras ocu­
pan ahora casillas aun mas ame­
nazadoras.
1 4.
1 5. C3CR ?
D4C !
La poca calidad de la apertura
de las blancas y sus errores sub­
secuentes las dej an con una ta­
rea ingrata. Les gustaria cambiar
el poderoso caballo negro. pero
la amenaza 19
P5T tiene que
ser resuelta primero. Sin embar­
go. 19. D2A parece ligeramente
mej or que la espantosa jugada
del texto que dej a al rey sin una
casilla de escape e invita a un
mate ahogado.
.
1 9. . . .
20. C2R
. . . •
P4AR
Todavia una concesion mas . 20.
C lAD proponiendose 2 1 . C3D era
por 10 menos un plan logico.
20.
21. CxC
PxP
1 5 . P3A era esencial.
15.
292
C5A
No 2 1 . D x P ? A4AR ; 22. D3R.
C6T ! ; 23. D x D. C7A mate.
21.
22.
23.
PXP
DIA
TXC
TD I AR
R2C
Tenia que hacer una conceSlOn
mas con 26. P x p. A x·P ya que se
necesitaba al alfil para defender
la 3AR.
Invitando a su adversario a «ex·
plotar la c1avada» mediante 24.
P3C y le sigue 24 . . . . , A5CR ! , y 25 .
. . . , A6A + es una grave amenaza.
24.
2S.
A2R
C2D
26.
27.
De 10 contrario 27 . , A5CD 10
forzara de todas man eras.
.
D2R
.
.
T(l) XC !
27 . . . .
Abandonan
Volviendo apresuradamente para
proteger al rey.
2S.
26.
T7A
C3A
El interesante final seria 28. P x T,
T x P + ! ; 29. R x T, DST + 30. R2C
y ahora 30 .
. , A6T + 0 30 . . ,
A4AD fuerzan el mate.
P3A !
. .
A4A
.
.
97. Olimpiada de Siegen, 1 970.
N egras : Kostro.
DEFENSA ESLAVA
1 . P4D
2. P4AD
3. C3AR
4. C3A
S. ASC
drian lograr cierta compensaci6n
con sus dos alfiles, de manera
que Spas sky prefiere un sacrifi·
cio de pe6n con el que ya habia
tenido exito contra Pachman en
el tomeo de grandes maestros,
en Moscu, 1 967.
P4D
P3AD
C3AR
P3R
P3TR
Una jugada que ha tenido mala
reputaci6n . La antigua teoria es·
tipulaba que despues de 6. A x C,
D x A; 7. D3C ! impidiendo 7
A5C las blancas podrian utilizar
su control de la 4R para avanzar
8. P4R con ventaj a. Sin embargo.
en esa situaci6n las negras po.
. . . •
6. A4T
7. P4R
PxP
P4CR
Habiendo comenzado, es necesa­
rio llevarlo a cabo a toda costa
0, como dice el proverbio ruso
« habiendo dicho A. hay que de­
cir B » . 7 . . , P4CD ; 8. P5R seria
s6lo una transposici6n.
. .
293
8.
A3C
P4C
Despues de 8 . . . . , ASC las blancas
tienen el gambito 9. A x P, C x P ;
10. 0-0 con muchas Iineas abiertas
para sus piezas .
9.
A2R
Contra Pachman, Spassky conti­
nuaba 9. D2A, PSCR; 10. CSR,
D x P ; 1 1 . T lD, D3C ; 12. A2R,
CD2D; 13. 0-0, A2R; 14. C x PCR
con un juego complicado que
eventualmente gan6. El texto, al
poner enfasis en un desarrollo ra­
pido, parece una continuaci6n
mas confiable.
9.
...
A2CD
9.
,PSCD ganaria el PR a cam­
bio del PAD, pero es una jugada
que relaj a demasiado la posici6n.
. . .
1 0.
0-0
P5D !
. .
.
PA X P
No 1 1 . . . . , PR x P ; 12. P x P, C x P ;
13. C x C, P x C ; 14. A x P ! y si 14.
. . . , PD x A entonces 15. T l R + ,
294
PxP!
Spassky no se siente satisfe­
cho con el cambio ( 12. C X PCD,
C x P ! ) Es mas importante abrir
la columna R.
1 2.
. ..
D3C
12 . . . . , PSCD; 13. P x P; P x C ; 14.
P X C + , D + P conseguiria el cam­
bio de damas, pero despues de
1 5 . P x P el PAD sueIto (CSR) y
las columnas abiertas en el cen­
tro dej an a las blancas con un
j uego mucho mejor. 12 . . . . , C x P
parece una perspectiva mas pro­
metedora, pero despues de 13.
C X PC la amenaza es 14. C6D +
y el PAD queda suelto una vez
mas.
1 3. P x P
1 4. C4D
PxP
A4A
o
14. . . . , P3T; 1 5 . AST + y 16.
T l R con un efecto decisivo.
1 5. CR x PC
1 6. A3A
0-0
( Ve r diagrama siguiente. )
Con su desarrollo completado, las
blancas abren el centro para ata­
car al rey que no ha enrocado.
11.
1 2.
CD2D
Si 10 . . . . , A2R entonces 1 1 . CSR
p a r a c o n t i n u a r con 12. P4A
abriendo la columna AR, mien­
tras que 10 . . . . , A2C debilitaria el
3D permitiendo 1 1 . PSR. C4D; 12.
C4R.
11.
A2R; 16. A6D. Mientras tanto la
amenaza era 12. C4D 0 12. P X P
(cualquiera ) y luego 1 3 . C4D.
No 16. A x P ?, D3A L Ahora s610
se trata de una operaci6n de Hm­
pieza.
1 6.
1 7.
DXA
AXA
TDIA
1 7 . . . . , P3T ? pierde la dama ante
1 8 . A7A.
1 9. D2R
C4D
No puede proteger todos sus
puntos d6biles ya que 19. . . . ,
TRIR; 20. C6D resulta decisivo.
20. C6D !
21. D XP +
AXC
R2C
o 2 1 . . . . , T2AR; 22. C x C, A x A;
23 . C7R + .
1 8.
TD I D
D3A
22. A X A
Ahandonan
98.
Olimpiada de Siegen, 1 970.
Negraa : Fiacher.
En 1966, Spassky jug6 12. D l R,
DEFENSA GRUNFELD
pero luego lleg6 a la conclusi6n
1. P4D
2. P4AD
3. C3AD
4. P X P
C3AR
P3CR
P4D
Aceptando el desafio al repetir
la apertura de su encuentro an­
terior en Santa M6nica, 1966 (vea
la partida n.· 73 ).
4.
5.
6.
7.
8.
9.
1 0.
1 1.
1 2.
P4R
PXC
A4AD
C2R
A3R
0-0
TlA
P3TR
CXP
CxC
A2C
P4AD
C3A
0-0
D2A
TlD
de que con 12 . . . . , D4T las negras
conseguian igualdad. Por 10 tan­
to, vuelve a una j ugada poco uti­
lizada, y empleada por primera
vez, creemos, en el encuentro Gli­
goric-Smyslov, en la competici6n
Yugoslavia-U.R.S.E., 1959.
1 2.
1 3. P4AR
1� D I R
P3C
P3R
C4T
Capturar el PD permite un defi­
nitivo ASD descubriendo un ata­
que a la dama y a la torre en
que las negras pierden el cam­
bio. La partida Gligoric-Smyslov
continuaba 14 . . . . , A2C ; 1 5 . D2A,
(el agresivo 15. P5A es una mejor
elecci6n) 15. . . . , C4T, 16. A3D,
295
P4A y las negras tenian un buen
juego.
1 5. A3D
P4A
La jugada programada para blo­
quear la expansi6n de las blan­
cas con P5A y para inducirlas a
cometer el error posicional 16.
P5R? en que 16
P5A; 17. A 1 C.
A2e da a las negras una muy
buena posici6n.
.
. . .•
1 6. P4C
Las blancas dan un golpe audaz.
16. T l D transpondria. en el fon­
do. a la partida de Santa M6nica
y las blancas habrian perdido un
tiempo.
1 6.
1 7. A X P
1 8. C3C
1 9. A X A
PXR
A2C
P X PR
No 19. A2A en que las negras
tienen 19.
A x A; 20. D x A.
. . .•
C7D ! ; 2 1 . D x P + . RIT; 22. TRlD.
C6A + ; 23. R I T, T l R; 24. D5D.
C5T con las poderosas amenazas
24
TDl D y 24
D x P. Esta
.
. . .•
.
. . .•
variante confirma la impresi6n
de que la variante de la apertu­
ra no resuIta muy prometedora
para las blancas.
1 9.
20. A2A
2 1 . D2R
D XA
D3A
2 1 . P x P ? C7D amenazando con
22
C6A + .
.
. . .•
21.
22.
296
PXP
PxP
P4CD
Las negras tienen una clara ven­
taja con su presion sobre el PD.
pero la debiIidad de su PR y el
cabaIIo clavado constituyen fac­
tores tacticos que no deben ser
subestimados.
23.
C4R !
La pasiva 23. TR1 D seria mucho
peor. porque las negras replica­
rian 23. . . . . TlAR seguido por
TDID y las blancas estan mania­
tadas en forma permanente.
23.
.
. .
AxP
Carnbiar su buen alfil por el alfil
defensivo de las blancas no es
una decision que pueda tomarse
a la ligera. especialmente porque
el cabaIIo blanco se cierne listo
para explotar la casilla debil que
ahora encontramos en 3AR. De
todos modos. la captura se ori­
gina l6gicamente en su juego an­
terior y da a las negras cierto
contrajuego en la columna D.
particularmente con la amenaza
T7D. Vasiukov proporciona una
linea que muestra que las negras
no pueden esperar un triunfo con
un juego mas tranquilo : 23. . . . .
TlAR; 24. C5A. TDlR; 25. P4TD.
P3TD; 26. C x PT. D x C ; 27. P x P.
D x P; 28. D x C 0 con 27 . . . . . D6T;
28. T x C. D x PTR; 29. A I R. T l D ;
3 0 . A4C ! . T x PA ( 3 0. . . . . T2A; 3 1 .
D3A) 3 1 . D x P + . R1T; 32. T x T.
D6C + ; 33. R1T. D x T; 34. T8A.
24. C5C
24. A x A. T x A; 25 . C6A + . R2C ;
26. P5C. T D l D es muy satlsfacto-
rio para las negras, ya que ame­
nazan 27 . . . . , 17D.
24_
...
A XA+
Jugando a ganar. Devo)ver el
peon mediante 24 . . . . , A3A las de­
j aria niveladas.
25_
T XA
T3D
El primer error. 25 . . , T l R se ve
mas pasivo y entrega, temporal­
mente, el control de la columna
D. Sin embargo, la torre en 3D
da mas adelante un tiempo muy
valioso a las blancas para hacer
un mej or uso de su caballo.
.
26.
TlR
.
D3C
La jugada en la que Fischer ha­
bia confiado, clavando la torre
para refutar 27. C x PR mediante
27 . . . . , TlR; 28. P5A, T7D; 29. D3A,
T x P. Sin embargo, las blancas
no estan liquidadas ni siquiera
entonces, ya que pueden conti­
nuar con 30. T( l )IAR (no 30.
P x P ?, T x T; 3 1 . D x T, T x C ) con
posibilidades de ataque.
27. C4R !
T5D
Las negras podrian conservar la
igualdad material con 27 . . . . , T3A
y las blancas probablemente con­
tinuarian con 28. TlD.
28. C6A +
29. D x P
RIT
( Ver diagrama siguiente. )
La mayoria de los comentaristas
consideran que esta jugada cogio
de sorpresa a Fischer, ya que
ahora 29 . . . . , T8D parece ganar
una pieza para las negras (30.
D x D ?, T x T + 0 30. R2C, T x T ;
3 1 . D x T?, D x C 0 30. RIA? D x D ).
Sin embargo, Spassky habia pre­
parado una muy buena respues­
ta: 30. D7A I ganando; por ejem­
plo : 30 . . . . , T x T + ; 3 1 . R2C,
C6R + (0 3 1 . . . . , D3A + ; 32. R3C,
T8CR + ; 33. R4T, T x P + ; 34.
R x T, C6R + ; 3S. RSC, D4A + ; 36.
P5A ) 32. R3A ( no 32. R3C, C4A + I ;
33. P x C, D6R + y 34 . . . . , D2R )
32 . . . . , D3A + ; 33. R3C, T8C + ; 34.
R4T, T x P + ; 3S. P x T, D8T + ; 36.
RSC, TlAD (0 36 . . . . , C x P; 37.
R x C, D8C + ; 38. R3T, D8T + ;
39. R3C, D8C + ; 40. T2CR, D8R + ;
4 1 . R4C, D3TR; 42. T3C y las
negras ya no tienen mas j aques )
37. D7D I , T l CD; 38. D4D ( anali­
sis de Vasiukov). SiS esto es, de
hecho 10 que Fischer no habia
vis to, el impacto psicologico debe
haber sido terrible. De este mo­
mento en adelante, su juego co­
mienza a deteriorarse.
29 .
..
.
T3D
Cambiar damas proporciona a las
blancas la nueva amenaza 3 1 .
297
T7R; por ejemplo : 29 . . . . , D x D;
30. T x D, R2C ; 3 1 . P5C, TlAR;
32. T(2)2R ! ; amenazando con 33.
T7R + , T2A; 34. T8R, TlA; 35.
T( 2 )7R + .
30.
D4R
T l AR ?
Las negras podrian nivelar toda­
via mediante 30 . . . . , TDID; por
e j e m p l o : 3 1 . P5C, T7D; 32.
T( 1 )lAR, T x T ; 33. T x T, D6R;
34. D x D ( 34. D7C, D6C + ) 34 . . . . ,
T8D + , etc.
T7D
3 1 . PSC
32. T ( t ) t AR !
Las blancas podrian tambien ju­
gar 32. T( 1 )2R, C3D ; 33. D7R,
T2A! ; 34. D x T en que despues de
34 . . . . , D x T + ; 35. R x D, T x T + ;
36. R x T, C x D ; 37. R3D el activo
rey da a las blancas una conside­
rable ventaj a.
32 .
...
D2A ?
Defendiendose contra 33. D7R,
pero permitiendo a las blancas
una sucesion de jugadas vence­
doras. Las negras todavia po­
drian llegar a un final en el que
se encontrarian solo ligeramente
peor mediante 32 . . . . , T x T; 33.
T x T, D6R; 34. D x D ( 34. D7C,
D6C + y hace tablas ) 34 . . . . , C x D ;
35. T2D.
298
33. T X T !
34. D4D !
CxT
TlD
Obviamente, n o 34 . . . . , C x T; 3 5 .
C8R + . Objetivamente, las negras
deberian intentar 34 . . . . , D3C aun­
que despues de 35. D x D, P x D ;
36. TlA, C5A; 37. P4TD, C3D ; 38.
T6A ! CIR; 39. C x C, T x C ; 40.
P X P el final result a favorecien­
do mucho mas a las blancas.
3S.
CSD +
RtC
3 5 . . . . , D2C pierde e l caballo,
mientras que ahora 36. D X C ?,
D4A + salva a las negras.
36.
37.
T2A !
T2R
CSA
Ahora las blancas ganan por fuer­
za, puesto que 38. T7R es una
nueva amenaza y 37 . . . . , D3C pier­
de ante 38. T8R + ! , R2A; 39. D x D.
37.
3S.
39.
TSR +
TSAR +
T3D
R2A
Abandonan
Las negras pierden la dama des­
pues de 39 . . . . , R x T; 40. D8T + .
Por otro lado, 39. . . . , R3R; 40.
C X D con j aque tambien resulta
decisivo.
No una gran partida de aj e­
drez, pero si una en la que el re­
sultado era mucho mas impor­
tante que el desarrollo del j uego.
SUCESOS REC IE NTES
1971 fue un ana bas tan te t ranquilo para Spassky. En re.alidad,
casi podriamos afirmar que habia cogido la « e nfermedad de Petro­
sian», tan escasas e ran sus aparic iones y tan medianos sus resul­
tados.
E n t re la Olimpiada de Siegen (septie m b re de 1970) y el Torneo
de Gotenburgo en julio de 1971, no juga una sola partida de im­
portancia, pasando la mayor parte del t iempo descansando. Sin
embargo, si emprendi6 un ab igarrado tour po r el Lejano O riente
Sovietico, y tambien, como e ra de espera r, fue muy solicitado como
comen tarista cuando se evaluaba la epica s e rie de las Competicio­
nes de Candidatos. En sus comentarios revelo, y no por primera
'vez, un sen t imiento de empatia hacia B o b by Fische r que algunos
psicologos consideran una desven taja definitiva, llegado el momen­
to de su e nfren tam iento con el fenom enal es tadounidense por el
titulo mundial.
Sin e m b a rgo, Spass ky mos t ro ser un buen profeta; e n varias
ent revis tas pos teriores al encuen t ro Fische r-Taimanov, ya hablaba
e n terminos de su encuentro con Fischer e n 1972. Sen tia que esta
e ra una perspectiva que le daria un impe tu c reador.
El juego de Spassky en Gotenburgo carecio de ga rra y tuvo que
conten tarse con el t e rcer lugar. Podia consolarse pensando
que
enfrentaba adve rsa rios que es taban dispues tos a dar 10 mejor de
si pa ra de rrotar al campeon mundial.
299
No podemos decir
10 mismo de su intervencion siguiente, en el
Campeonato Sovietico de Equipos, en agosto, donde juga solo cua­
tro partidas por uno de
105 bandos mas deb iles, «Lokomotiv». Un
testigo ocular escribe que el publico sovietico cons ideraba en ese
momento a Spass ky « co m o un
dios, y como la :inica detensa
cont ra Fischer» ( incluso antes del encuentro Fisch lr-Petrosian en
B uenos Aires ) .
E l desempeno d e Spass ky e n e l Tomeo Abierto d e Canada, e n
septiemb re, tue tam bien decepcionan te, aunque d e b e m o s reconocer
qu cons tituyo una expe riencia nueva. Ningun campeon mundial
se habia visto antes expuesto al tumulto de un torn eo suizo abierto
050 ruso,
0 realmente no estaba en
forma ? La respuesta es probablemente: ni 10 uno n i 10 o t ro. Para
con un variado grupo de compe tidores. iDormitaba el
como
decian algunos comentaristas,
ganar en el sistema suizo, se requiere una tecnica distinta a la que
dice «gane con las blancas, haga tab las con las negras » que predo­
mina en
·105 niveles supe riores. Jugando en o t ro torneo a b ierto
105 maximos honores
suizo, esta vez en Toron to, Spassky no o b tuvo
y term ino en u n empate en
3.° y 4.° lugar.
El ultimo acon tecimiento de 1971 fue uno de gran impo rtancia:
el Torneo Conmemorativo de Alekhine, en Moscu. Spass ky comenzo
mal y en un momento tuvo u n pun taje negativo debido a sus de­
rrotas ante Petrosian y Korchnoy. Eventualmente, se sob repuso a
expensas de o t ros jugado res de inferior colocacion y su califica­
cion final 6.°_7.° resulto un exito discreto.
Quizas este reciente periodo de baja no nos diga mas del futuro
de Spass ky que aquel del lapso anterior al ciclo del Torneo de
Candidatos, en 1968. Cie rtamen te, exis ten solidos fundamentos para
pensar que tal vez estemos en la e ra de Fischer, pero sea cual tuere
el resultado de la compe ticion por el ti tulo mundial en 1972, nadie
puede negar a Spassky s u Iugar entre
todos
300
105 tiempos.
105 grandes jugadores de
99. Gotenburgo, 1 97 1 .
Negras : Kinnmark.
DEFENSA NIMZOINDIA
1 . P4D
2. P4AD
3. C3AD
4. ASC
C3AR
P3R
ASC
0-0
Una j ugada dudosa basada en el
truco tactico 5. P4R ? ! , P4A! Y las
negras obtienen un contrajuego
adecuado mediante su doble ame­
naza 6 . . . . , D4T Y 6 . . . . , P x P (7.
P5R, P x P; 8. D x P, C3A; 9. D3R,
C5CR ! 0 9. D4A, D4T ! ).
S.
P3R
Despues de este represivo movi­
mien to de desarrollo, se afirma el
centro de las blancas y no se pue­
de desclavar el caballo median­
te P3TR y P4CR sin debilitar se­
riamente el enroque.
5.
6.
A3D
P3D
AXC+
Duplicando el peon antes de que
las blancas puedan impedir esto
mediante 7. CR2R.
7. P X A
8. C2R
P4R
P3TR
8 . . . , CD2D primero, preparan­
dose para recuperar la pieza con
el caballo, resulta mas prudente.
.
9. A X C
Las blancas podrian intentar 9.
A4T, pero despues de 9 . . . , P4CR;
.
10. A3C, P5R y 1 1 . . . . , P3CD las
negras tendrian cierto contrajue­
go en el fIanco D para compensar
por el debilitado fIanco R. Des­
pues del texto, las blancas con­
siguen un desarrollo armonioso y
pronto elaboran fuertes amena­
zas.
9.
1 0. C3C
DXA
Deben impedir 10. . .. , A4A que
las obliga a cambiar su pode­
roso alfil.
1 0.
...
P3A
Decidiendo que deben acosar al
alfil incluso a costa de la elimi­
nacion del peon duplicado. 10 . . . . ,
C3A; 1 1 . 0-0, P3CD (0 1 1 . . . . , C2R )
es demasiado lento, ya que des­
pues de 12. P4A ! las blancas ame­
nazan con abrir la columna AR
o con P5AR seguido por CST y
luego D4C 0 P6A con un violento
ataque.
11.
12.
0-0
P4A
P4D
P X PD ?
Inconsecuente. Deben jugar 12.
. . . , P5R aunque despues de 1 3 .
A2R las amenazas d e PSAR y C5T
son todavia dif(ciles de refutar y
la cadena de peones centrales po­
dria ser vulnerada por la antigua
idea del Gambfto de Dama en
que P x P seguido por P4A «jue­
ga el gambito por segunda vez».
301
1 3. P (3) x P
1 4. D3A
ventaja que presenta el texto con­
siste en que situa la dama en
una casilla mas vulnerable.
D2R
C2D ?
Un error decisivo que dej a al
alfil temporalmente excIuido del
juego. 14 . . ". TlR; 15. TDl R no
tiene ninglin sentido. de modo
que una Unica posibilidad de de­
fenderse estaba en 14
P X P;
1 5 . A x P. A3R aunque despues de
16. A3D las blancas todavia tie­
nen la ventaj a. 14
ASC ?; 15.
D x A. D x P + ; 16. RIT. D x A; 17.
CSA · seria suicida, por supuesto.
ya que dej a indefenso el flanco
R ( 17
P3CR; 18. C X P + . R2C;
19. TDlD. D x PA -19
DSR. 20.
TDlR!- 20. PSA ! . etc.).
.
.
.
. . . •
. . .•
.
. . . •
PXP
D6T
1 5. P X P
1 6. C5A
o 18.
. . .•
D3R; 19. D x P ! con una
ventaj a decisiva.
17.
. . .•
D4C I
.
302
C XP+
P3CR
R2T
o 18.
R2C (la mej or defensa
ya que 19. C x P ahora falla ante
19
D X A ) 19. CSA + . RIC ( 1 9 .
RIT; 20. D4T + , R I C ; 2 1 . D6T.
P x C ; 22. T3A. C3A; 23. T3C + .
CSC; 24. T x C + ! mate 0 1 9
R3A; 20. DSC + . R3R; 2 1 . C7C + .
R3D ; 22. TD lD seguido por 23.
PSA ) 20. TD lD, C3A ! ; 2 1 . C6T + .
R2C ; 22. DSC. CSR (22
TIT;
2 3 . C X P ! y d e 1 0 contrario las
blancas continlian 23. PSA) 23.
D x PD. C6A (23.
R x C ; 24..
A x C ! . D x PR + ; 25. R I T y gana)
24. DSCR, C x T; 25. T x C y las
blancas conseguiran un ataque
decisivo con 26. PSA ya que 25.
TIT fracasa todavia ante 26.
C x P; por ejemplo : 26 . . . . , R x C ;
27. D x P, RI A; 28. D6A + . R I C ;
2 9 . A4A + . R2T; 3 0 . D4T + . R2C ;
3 1 . DSC + dando mate 0 ganando
gran cantidad de piezas.
. . . •
.
. . .•
. . .•
.
Las damas han acumulado pre­
si6n suficiente como para aban­
donar al alfil a su suerte. pero
deben atacar rapirlamente antes
de que las negras consoliden me­
diante C3A.
Las blancas podrian conseguir
un ataque mas d�cisivo con 17.
D3C ! . P3CR; 1 8 . C X P + . R2C; 19.
CSA + . R3A ( 19
RIT; 20. TDlD.
P x C ?; 21. D4T + . R2C ; 22. DSC + .
RIT; 23 . D6T + . RIC; 24. A x P
gana) 20. DSC + . R3R; 2 1 . C7C + .
R3D; 22. TRl D Y luego P4R. 0 1 8 .
• R2T; 19. C4C ! . D x A; 20.
D4T + . R I C ; 21 . T3A. TlR; 22.
T3T. RIA; 23. DSC ! manteniendo
confinado al rey. La ligera des. . .
1 7.
1 8.
. . .•
.
. . .•
1 9.
CXP!
D XA
. . .•
. . .•
No 19 . . . . , T x C; 20. D x P + , RIT;
21. D x T, D X A; 22. T3A, C3C; 23.
T3C y mate.
20. PSA !
23.
Podemos perdonar a las negras
por no haber previsto esta juga­
da; sin embargo, como muestra
el amilisis de la nota anterior, es
un movimiento clave en casi to­
das las variantes. Ahora 20 . . . . ,
T x C ?; 2 1 . P x P + , R(cualquiera );
22. P x T y 20. D x P + ; 21. RIT 0
incluso 20 . . . . , P x P; 2 1 . T x P,
D x P + ; 22. RIT, C3A; 23. D4T + ,
RIC; 24. D8T + , R x C ; 25. T x C +
todas pierden, de manera que las
negras deben retirarse para de­
fender la 3CR.
20.
...
D3T
No 20 . . . . , P4CR; 21. C x P + y ga­
nan rl:lpidamente.
21.
CSC +
R1C
0 2 1 . . . . ,R2C; 22. C6R + , etc.
22. D4T
tada ) 24 . . . . , RIR; 25. C7A + ga­
nando la dama, 0 22 . . . . , T2A; 23.
C x T, R x C; 24. D7T + Y 25. P x P.
C3A
o 22 . . . . , T3A; 23. D7T + , RIA; 24.
C6R + (24. P x P es tambien acer-
PXP
El Dr. Tarrasch diria, ciertamen­
te, que el pe6n «wirkt wie eine
Figur» (es decir, juega como una
pieza ). Las amenazas son ahora
24. T x C. T x T; 25. D7T + , RIA;
26. P7C + y tambien 24. D7T + ,
C x D; 25. P x C + , R2C; 26. T x T,
D3T; 27. T8C + , R3A; 28. T I A +
y entonces 2 9 . P8T( D ) + 0 29.
T X T dependiendo de la respues. ta de las negras. Estas variantes
muestran que el ex PAR no s610
« juega como una pieza», sine que
incluso pretende convertirse en
la mas fuerte de todas.
23.
24. C7T
R2C
Abandonan
El final podria ser 24. . . . , A2D
(24 . . . . , R x P; 25. C X T + ) 25 . C x T,
T x C; 26. T x C ! T x T (26. . . . ,
D x T ; 27. D7T mate ) 27. D7T + ,
RIA; 28. P7C + y 29. P8C(D ) + .
Esta partida gan6 el primer
premio a la brillantez en el tor­
nee de Gotenburgo.
303
1 00. Torneo Conmemorativo de Alekhine, Moacu, 1 971 .
Negraa : Gheorghiu.
DEFENSA INDIA DE REy
1.
2.
3.
4.
5.
P4D
P4AD
C3AD
P4R
P3A
C3AR
P3CR
A2C
P3D
P4A ?
Una extrana eleccion de parte de
Gheorghiu. porque habia logrado.
en esta linea. una posici6n ( con
las blancas ) minuciosamente ven­
tajosa contra Fischer en la Olim­
piada de 1 970.
6.
7.
s.
9.
1 0.
PXP
DXD+
A3R
0-0- 0
P4A !
PXP
RXD
CR2D
P3C
El encuentro Gheorghiu-Fischer
continuaba 10. CR2R. C3A; 1 1 .
P4A, A2C; 12. P3CR. C4T; 1 3 . A3T,
P3R.
1 0_
11.
PXA
AXC
A2C
La situacion de las negras se ve
un poco restringilia, pero mien­
tras la posicion permanece rela­
tivamente cerrada los dos alfiles
de las blancas no son muy acti­
vos y su ventaj a es muy ligera.
1 2. C3A
N o 12.
A x P?;
nando.
1 3.
304
RIR
P5R
1 3 . C5C ga-
Despues de 13. A3D, C3AR; 14_
P5R. C5C; 15. AIC. C3TR las ne­
gras tienen una posicion soste­
nible.
1 3.
AXC ! ?
Si 13. . . . , C3AD; 14. A2R y las ne­
gras nC? tienen juego. La situa­
cion dep ende de la habilidad de
las blancas para abrir la posicion
y de esa manera aumentar el
campo de accion de sus alfiles.
1 4.
PXA
P4A !
Necesario para mantener el con­
trol sobre la casilla 4R de las
blancas. Si 14 . . . . , C3AD ; 1 5 . A3D,
P3R; 16. A4R. TlAD ; 17. T6D,
C2R; 1 8 . TR1D, C IA, las blancas
pueden continuar con 19. A7C,
T l CD; 20. A6T seguido por 2 1 .
A5C + ganando d e inmediato.
1 5. P X P a.p. !
1 5 . T5D permite a las negras con­
solidar mediante 1 5 . . . . , CIA se­
guido por
C3R.
. . . •
1 5.
16.
CxP
P5A !
(Ver diagrama siguiente. )
Las negras no pueden aceptar
este sacrificio porque despues de
16
P x P ; 17. A3T, P3R; 18.
T6D, R2A; 19. TR1D se encuen­
tran maniatadas. 18 . . . . , R2R (en
.
. . .•
j or 26 . . . . , P3R seguido por C2R
y C4A.
27.
28.
C6C
C4TR
ASC !
T3T
28. . . . , C4A se refuta mediante
29. PST.
29.
30.
31.
vez de 18
R2A ) tampoco es
mejor porque despues de 19.
TRlD, CD2D ; 20. ASC, C4R; 21.
A X P ! las negras estan perdidas.
.
. . .•
1 6.
1 7 . P X PC
1 8. ASC
C3A
PxP
Ahora que las blancas han despe­
j ado el fIanco R. sus dos alfiles
se ponen muy activos.
1 8.
Si 1 8
...
.
. . .•
R2A
C3A
T I CR
C4R
P4A
T3C
P5A !
Despues de 3 1 .
• P x P ; 32. A x P
las negras no estan e n mejor si·
tuaci6n que en la partida.
. . .
32. P x P +
33. T3R
34. ASA
CxP
CIA
Ahora n o s e puede mover ningu­
no de los caballos negros.
34.
35. A3T
36. P4T
37. A4A !
P3R
T3C
C (3A) 2T
Abandonan
C4R; 19. T 1 R !
1 9. P4TR
ZOo R I R
Z I . T2T
TD I D
T3D
C2T ? !
Era mej or 2 1 . . . . , T3R.
22. A2D
23. R2A
24. T X T
25. A3D
26. A4A
C3A
T3R
RxT
R2A
C4TR ?
El comienzo de una maniobra
que hace perder tiempo. Era me-
Las fuerzas de las negras estan
congestionadas en el fIanco R
.,que no pueden impedir que las
blancas ganen los peones del
flanco D. Las blancas juegan sen­
cillamente PSTD y si P X P enton­
ces A6D seguido por A x PA y
caeran los PTDs de las negras.
Despues de PST, si las negras
permiten a las blancas cambiar
peones en C6D, no tienen defensa
contra la amenaza A7A.
Un ejemplo, digno de un texto,
del poder de dos alfiles sobre dos
cabalIos.
305
, DESCUBRA LA CONTINUACION VENCEDORA !
En cada una de las posiciones que aparecen a continuacion ( todas
tomadas de partidas de Spassky) existe una clara y definida con­
tinuacion que fuerza una posicion vencedora en unas pocas juga­
das. El numero de movimientos requerido para lograr la victoria
aparece entre parentesis.
Los jugadores de habla inglesa, en numero creciente, estan em­
pezando a reconocer las ventajas de la notacion algebraica, por 10
tanto creo una buena idea dar las soluciones en ese tipo de nota­
-;ion que, despues de todo, Spassky aprendio de su madre cuando
�ra niiio y ha utilizado desde entonces.
307
8
8
7
7
6
6
5
5
4
4
3
3
2
2
a
1.
b
e
d
e
f
g
a
h
d
e
f
g
h
Spanky- T aimanov
Las blancas juegan ( 7 )
8
7
7
6
6
5
5
4
4
3
3
2
2
a
b
3_
c
d
e
f
g
h
Spasaky-Kozma
Las blancas juegan ( 5 )
308
c
2.
Spanky-Melik Paahayan
Las blancas j uegan (4 )
8
b
a
b
4_
c
d
e
f
g
h
Spa .. ky-UfimtBev
Las blancas juegan ( 5 )
8
8
7
7
6
6
5
5
4
4
3
3
2
2
a
b
5.
c
d
e
f
g
a
h
8
8
7
7
b
6
5
5
4
4
3
3
2
2
7.
b
e
d
e
(
�
Sp ... ky.Foguelman
Las blancas j uegan ( 1 0 )
h
e
d
e
f
g
h
6. Spa •• ky. T al
Las blancas j uegan ( 7 )
Spauky.Aronin
Las blancas j uegan ( 6 )
a
b
a
8.
b
c
d
e
f
g
h
Spasaky.Matanovich
Las blancas j uegan ( 4 )
309
8
8
7
7
6
6
5
5
4
4
lJ
lJ
2
2
a
b
9.
e
d
e
f
1 0.
){agan.Spank,.
8
8
7
7
6
6
5
5
4
4
3
3
2
2
b
1 1.
c
d
e
f
g
h
Hartoch.Spaaak,.
Las negras juegan ( 7 )
310
Spaaaky.l"ko"
Las blancas juegan (6)
Las negras juegan ( 3 )
a
h
g
f
e
d
c
b
a
h
g
a
b
1 2.
e
d
e
f
g
h
Spaaak,..Czerniak
Las blancas juegan (6)
8
8
7
7
6
6
5
5
·1
4
3
3
2
2
a
b
1 3.
e
d
e
f
g
h
B
7
7
6
6
5
5
4
4
3
3
2
2
1 5.
c
d
e
f
g
h
Spassky-van Oosterom
Las blancas juegan ( 6 )
d
e
g
h
Spa •• ky-Unzicker
Las blancas juegan ( 10 )
8
b
e
. 14.
Spa •• ky-Holmov
Las blancas juegan ( 6 )
a
b
a
a
1 6.
b
e
d
e
r
g
h
Spa •• ky-Mar.zalek
Las blancas juegan ( 2 )
311
SOLUCIONES
1.
Spaa.ky . Melik Paahayan. Semifi_1 del Campeonato de la U.R.S.S.,
1 954
1. Af6, Tac8 ( 1 . . . , gxf6 ; 2. exf6 seguido por 3. Cd4, ya que si 2 . . . . ,
Rxh7, entonces 3. DhS + , Rg8 ; 4. CgS ); 2. Cd4, gxf6; 3. exf6, Abandonan.
.
2.
Spaask,. - Taimanov, 22° Campeonato de la U.R.S.S
.•
1 955
1. CxbS, axbS ( 1 . . , Tc8; 2 . Dh5 + , Df7; 3. Td8 + , Txd8; 4. Cxc7 + ); 2.
DhS + , Df7 (2 . . . . , Cg6; 3. Txa8 + , Axa8; 4. Cxg6, Df7; S. Dg4 ) ; 3. Txa8 + ,
Axa8; 4 . Td8 + , Rxd8; S . Dxf7, gxh4; 6.Dxf6, Tg8 y las blancas ganan sin
demasiadas dificultades, oponiendo su activa dama a las dispersas fuer­
zas de las negras. Taimanov arrastr6 la partida durante 19 jugadas
mas, antes de abandonar finalmente.
. .
3.
Spa•• ky Kozma. Olimpiada Eatudiantil, 1 955
-
Las negras han entregado una pieza a cambio de un ataque, pero . . .
1 . gxf6, gxf6; 2 . Thgl + , Rf8 ( 2
Rh8 ; 3 . Dxf6 + ); 3 . Dxf6 + ! . Abando­
naD. El final sena 3 . . . . , Axf6; 4. AcS + , Ae7; S. Tefl + mate.
.
. . .•
4. Spa•• ky - Ufimtaev. Semifinal del Campeonato. U.R.S.S., 1 957
1. AfS ! (no 1. fxg4, Dxg4 ; 2. Dh6, Dxg2 + ; 3 . Re3, Te8 + y las negras
tienen por 10 menos un j aque perpetuo ) 1. . . , AxfS; 2. Th8 + , Tg8; 3.
Dh6 + , Re7; 4. Tel + , Rd7 (4 . . . . , Ae6; S. Txe6 + , Dxe6 ! ?; 6. Txg8 ! gana );
S. I? xf6, Abandonan.
.
313
5.
Spa.. k,. - Aronin, Semifinal del Campeonato, U.R.S.S., 1 957
1 . DhS + , CgS; 2. Ag7 + , Re7; 3 . DxgS, Cd6 (3 . . . . , Dxf3 ; 4. Af6 + , Re6;
S. DeS + , Rd6; 6. AeS + , ReS ; 7. DxcS + , etc.); 4. Af6 + , Re6; S. DdS, CcS ;
6. e4 ! y las negras perdieron a tiempo.
6.
Spa.. k,. - Tal, 25° Camp.onato de la U.R.S.S., 1 958
iLa famosa derrota de Spassky! El jugo 1. DfS + , Rf6; 2. TeS, pero
despues de 2 . . . . , Te6; 3 . DhS + , RfS ; 4. Dh6, Rf6 las blancas solo tienen
unas tablas. Posteriormente, Chekhover seiialo 10 que ambos jugado­
res no habian advertido : 1 . g4 ! usando los peones para apoderarse de
casillas vitales del rey enemigo. En seguida, 1 . . . . , hxg4; 2. DfS + , Rf6;
3. fxg4, Te6 (0 3 . . . . , Ts;6; 4. TeS, Tc2 + ; S. Rf3, Tc3 + ; 6. Rf4, Dc7 + ;
7 . TeS ! ); 4 . Tc3, Te4; S . Tf3 + , Re6; 6 . gS, etc. 0 bien 1 . . . . , Te6 ; 2 . gS,
Tc6; 3. Df8 + , Re6; 4. TeS + , RfS ; S. Te7, Tc2 + ; 6. Rg3, Dd6 + ; 7. TeS +
y gana.
7.
Spa•• k,. - Foguelman, Mal' del Plata, 1 960
1. Cxh7, axb3 ( 1 . . . . , Rxh7; 2 . Axf7 ! debilitando en forma
casilla g6 ); 2. CxfS, bxc2; 3. Cxg6 + , fxg6; 4. TdS + , Rg7 (4 .
Tcl con una sencilla victoria); S. TgS + ! , RxgS ; 6. Dxg6 + ,
RfS; 7. Df6 + y S. TdS + ); 7. TdS + , DfS ; 8 . TxfS + , RxfS; 9.
10. Dcs, Abandonan.
8.
decisiva la
. . . , Rh7 ; S.
Tg7 (6 . . . . ,
Dxc2, RgS ;
Spa•• k,. - Matanovic, La Habana, 1 962
1 . Tfl, De7 ( 1 . . . , DhS ; 2. g6, Dh6; 3. TgS y 4. Thl ); 2. g6, Tc4; 3. ThS,
Txd4; 4. TxfS + , Abandonan, a causa del mate forzado en cinco.
.
9. Kajan - Spa•• k,., Winnipeg, 1 967
1. . . . , Cxe3 ; 2. Axe3, Txe3 ; 3. Txe3 (3. Rxe3, Axd4 + ; 4. Rxd4, Dxf4 + ;
S . Rd3, Df3 + y 6 . . . . , Df2 + ganando la torre ) 3 . . . . , Dxf4 + , Abandonan.
Spa•• k,. - Ivkov, Palma de Mallorca, 1 968
1 0.
1 . Ac3, eS ( 1 .
Axc3; 2. Dxc3. Txdl + ; 3. Txdl,TgS ; 4. TdS ! ); 2. Dg3,
Axf2 + (2
g6; 3. Axd4 y 4. Des + 0 2
TgS ; 3. AxgS, TxgS; 4. Axd4;
exd4; S . Txc7 ); 3 . Dxf2. Dxf2 + ; 4. Rxf2, Ceds; 5 . Axess; Txes ; 6 . Txc7.
. . . •
.
.
. . . •
. . .•
Abandonan.
1 1 . Hartoch - Spaaak,., Am.terdaD., 1 970'
1. . . . , AeS ! ( 1 . . . , Txg2 ?; 2. DfS + . Rf6; 3 . DhS + , Rgs ; 4. TxfS + ! ,
gxfs; 5 . Dxd4 ) 2. TgI, Dxgl + ! ; 3. Rxgl. Txg2 + . Abandonan. (4. Rhl,
Th2 + ; S. RgI, Teg2 + ; 6. Rfl. AbS ! + mate.
.
1 2.
Spa.. k,. - Czerniak, Gotenburgo, 1 971
1 . DxfS + , DxfS; 2. fxg4, DdS; 3 . d7, RgS (3 . . . . , Rg7; 4 . Td6); 4.
314
Cxf6 + ! , Rfl; 5. Ce4, Re7; 6. Cd6 ! , Abandonan (6 . . . . , Rxd7; 7. Cxb7 +
6 . . . . , Dxd7; 7. Cf5 + ).
o
1 3.
Spa •• Iq . Holmo .... CampeoDato de Equipo. So ...i.hicoa. Ko.to ... .
1 . Dxh6 ! . gxh6; 2. Cf6 + . RhS ; 3. Cxd7 + , RgS (3
y
.
. . . •
1971
Rh7; 4. CxfS +
5. Cd7 ); 4. TeS ! , Cc6; 5. dxc6, Da7; 6. c7. Abandonan.
1 4.
Spa •• ky . UDzicker. SaDta MODica.
1 . CfS ! , Axd2 (1.
1 966
, AfS; 2. Ch6 + . Rg7 - 2 . . . . , Axh6; 3. Axh6 con
la amenaza decisiva 4. AgS - 3. gxh5, CxhS; 4. TxhS, gxhS; 5. f4 ! . Rxh6;
6. fS + . Rg7; 7. DxhS y S. Th! ); 2. Dxd2, gxfS (2
• Ch7; 3. Dh6 ); 3.
Dh6. fxg4; 4. fxg4. AXg4 (4
Cxg4; 5. DxhS y mate muy pronto ) ;
5. Txf6, De 7; 6 Adl! y con l a perdida del pe6n h todo ha terminado - 6 .
• Axdl; 7. Txdl. TecS. S. TIfl. Txc3; 9. DxhS, Tc2 + ; 10. Rhl, Abandonan.
. . .
.
.
. . .
. . .•
. . .
1 5.
Spa•• 1q
•
...aD
Oo.terom.
Campeoaato
MUDdial
Ju... eDiI.
1 955
1 . CfS. gxfS; 2. DhS + , RgS; 3. gxfS, Tf7 (0 3
TdS; 4. Ae2. RfS; 5.
Tdg l . seguido por 6. f4, 7. DhS + . S. TxhS + . y 9. AhS y mate); 4. Ae2.
CcS; 5. Tdgl, Dd7 (5 . . . . , RfS; 6. DhS + ); 6. DhS mate.
.
1 6.
Spa•• 1q
•
Mar.zalek,
CampeoDato
MUDdial
. . .•
del
Equipo
EatudiaDtil,
1 958
1. Dh6 ! . Abandonan ( 1 .
. . .
, Af6; 2. Axf6).
315
HISTORIAL DE JUEGO DE SPASSKY
1 952
Campeonato de Leningrado
6
7
0
Clasific.
2°
1 953
Bucarest
8
8
3
4° - 5°
1 954
Torneo de J6venes Maestros
Semifinal Camp. de la U .R.S.S.
10
6
5
12
0
2
1°
4°
1 955
22° Camp. de la U.R.S.S.
Camp. Mundial Juvenil, Amberes
Interzonal de Gotenburgo
Camp. Equipo Estudiantil
7
13
7
7
9
2
8
1
3
1
5
0
3 ° - 4°
1°
8° - 9°
1956
23° Camp. de la U .R.S.S.
Desempate del Campeonato
Torneo de Candidatos, Amsterdam
Semifinal del Camp. de la U .R.S.S.
7
0
3
7
9
1
13
9
1
3
2
3
1 ° - 3°
3°
3° - 8°
1° - 5°
1 957
24° Camp. de la U ;R.S.S.
Camp. del Equipo Estudiantil
Camp. del Equipo Europeo
Semifinal del Camp. de la U.R.S.S.
7
5
2
7
12
4
3
11
2
0
0
1
4° - 5°
25" Camp. de la U.R.S.S.
Camp. del Equipo Estudiantil
Semifinal del Camp. de la U.R.S.S.
7
7
5
6
4
0
2
5° · 6°
+
1 958
4
7
=
1° . 2°
1° . 2°
317
1959
26° Camp. de la U .R.S.S.
Camp. del Club Central de Ajedrez
de Moscu
Camp. de Leningrado
Semifinal del Camp. de la U.R.S.S.
Spartakiad ( Campeonato de Equipos
de la U.R.S.S.)
Riga
8
9
2
2° - 3°
4
11
9
6
6
5
1
0
1
1° - 3°
1°
1° - 2°
4
10
4
3
0
0
1°
2�0 Camp. de la U.R.S.S.
Mar del Plata
Campeonato de Equipos Estu diantiles
Camp. de Equipos de la U .R.S.S.
Camp. « Trud»
Semifinal del Camp . de la U.R.S.S.
5
12
10
3
8
8
10
3
2
5
7
8
4
0
0
0
1
1°
196 1
28° Camp. de la U.R.S .S.
Camp. de Leningrado
29° Camp. de la U.R.S.S.
7
8
10
8
10
9
4
0
1
5° - 6°
1° - 2'
1°
1962
Camp. del Equipo Estudiantil
Torneo de La Habana
QIimpiada de Varna
Camp . de Equipos de la U.R.S .S.
30° Camp. de la U .R.S.S.
6
11
8
4
9
3
10
6
4
7
0
0
0
0
3
6
5
9
14
0
0
2"
1° - 3"
1
4
13
5
9
8
2
6
8
9
8
6
1
2
2
1
0
0
2"
1°
1° - 4°
4°
1°
4
3
3
4
5
4
6
9
5
3
2
0
0
0
1
0
17
4
1960
1963
Semifinal del Camp. de la U .R.S.S.
3 1° Camp. de la U.R.S.S.
1 964
Desempate del Campeonato
Torneo Zonal de Siete
Interzonal de Amsterdam
Sochi
Belgrado
1 6" OIimpiada, Tel-Aviv
1965
Competicion de Candidatos con Keres
Competicion de Candidatos con Oeller
Spartakiad de los Sindicatos,
Sochi
Competicion de Candidatos con Tal
Hastings
1 966
Competicion con Petrosian por el
Campeonato Mundial
4
6
3
9° - 10°
1° - 2°
1
to
2° - 3°
5"
1° - 2"
1° - 2"
1 967
1 968
1 969
1 970
1971
1 972
1°
Santa Monica
Camp. de Equipos de la U.RS.S.
Sochi
1 7" Olimpiada, La Habana
5
0
6
5
13
9
7
10
0
1
1
0
Beverwjik
Campeonato de RS.F.S.R.
Grandes Maestros de Moscu
Spartakiad
Sochi
Winnipeg
7
6
4
3
5
2
8
5
11
5
10
7
0
0
2
0
0
0
1° - 5°
3° - 4°
Competicion de Candidatos con Geller
3
4
Competicion de Candidatos con Larsen
Competic. de Candidatos con Korchnoy 4
18a Olimpiada, Lugano
6
Palma
10
5
3
5
8
6
0
1
1
0
1
2° - 3°
6
8
3
13
7
14
4
0
0
1°
5°
Competicion con Petrosian por el
Campeonato Mundial
San Juan
Palma
5 ° - 6°
1°
1° - 2°
6° - 8°
U.RS.S. contra el resto del Mundo
Competicion de Leiden, tomeo
de cuatro
Amster�am ( IBM)
1 9° Olimpiada, Siegen
1
1
1
2
8
7
10
7
5
0
0
0
1°
1° - 2°
Gotenburgo
Camp. de Equipos de la U.R.S.S.
Torneo Abierto de Canada, Vancouver
Exposicion Nacional de Canada, Toronto
Homenaje a Alekhine, Moscu
5
3
7
5
4
6
1
4
1
11
0
0
0
0
2
3°
Competicion con Fischer por el
Campeonato Mundial
3
7
11
1° 2°
3 ° 4°
6° - 7°
-
-
319
INDICE DE ADVERSARIOS
Lo. numero. corre.ponJen
ARUTlUNIAN
AVTONOMOv
BENKO
BILEK
BOBOTSOV
BRONSTEIN
BYUSHEV
CIRIC
DARGA
DONNER
ESTRIN
EVANS
FILIP
FISCHER
FOGUELMAN
FURMAN
GELLER
GENIN
GHEORGHIU
GIPSLIS
GOLOMBEK
GONZALEZ
GURGENIDZE
HOLMOV
67
1
61
78
75
26, 37,
8
45, 93
48
92
2
49
15
39, 73,
59
4, 23 ,
1 1 , 57,
32
100
36
6
47
22, 28
55
Cl
la. partiJa.
18
95
3
KAJAN
13
KAVALEK
89
KERES
63,
KINNMARK
99
KOPYLOV
27
KORCHNOY
58,
KOSTRO
97
KOTKOV
69
KOTS
43
KUZNETSPV
40
77,
LANGEWEG
LARSEN
85,
LEE
71
LUTlKOV
29
MIKENAS
35,
MUKHITDINOV 68
NIKOLAEVSKY 52
53
NOVOPASHIN
OSNO�
54
PARMA
76
PENROSE
90
I LIVITSKY
JONGSMA
JUTCHMAN
41
98
30
65, 66, 82
64
83
94
91
46
321
PETROSIAN
PILNIK
POLUGAEVSKY
PORATH
RESHKO
SAKHAROV
SAVON
SCHMID
SCHWEBER
SHCHERBAKOV
SHISHKIN
SIMAGIN
SODERBORG
SMYSLOV
32�
72, 80, 86, 87. 88
16, 1 9
25
84
33
38
44 , 5 1
10
50
14
31
12
24
5
STAHLBERG
SUETIN
SZABO
TAIMANOV
TAL
TRINGOV
UHLMANN
VIZANTIADIS
VLADIMIROV
WEISS
WITKOWSKI
ZUIDEMA
ZURAKHOV
17
56, 8 1
7
21
20, 70
60
79
96
42
74
34
62
9
INDICE DE APERTURAS
Loa namaroa aa raliaren a laa partidaa
Aperturaa de Pean Rey
Gambito de Rey
Giuoco Piano
Ruy L6pez
Alekhine
Contra gambito del Centro
Siciliana
Caro-Kann
Francesa
Pirc-Robatsch
Ponziani
30, 37, 38, 39, 55.
32.
19, 24, 36, 40, 43, 5 3 , 57, 60, 62,
63, 65, 67, 69, 70.
27.
74.
9, 10, 13, 16, 2 1 , 23, 25 , 42, 45,
48, 5 1 , 56, 66, 68, 78, 81, 82,
88, 95.
3 3 , ·59, 6 1 .
72, 80, 84, 92.
76.
2.
Aperluraa de Pean Dama
Gambito de Dama Aceptado
Gambito de Dama Rechazado
Contragambito Albin
Eslava
r. 52, 96.
75, 77, 79, 85, 86, 87
35.
4 , 97.
323
Catalana
Nirnzoindia
93 .
3,
5, 6, 1 1 , 1 4, 15, 22, 26, 46,
7 1 , 99.
47, 58.
Defensa India de Dama
7, 20, 28, 29, 4 1 , 49, 64, 83 , 89,
Defensa India de Rey
90, 94, 1 00.
Grunfeld
8, 31 34, 73, 98.
Benoni Moderna (0 Indo-Benoni)
1 7, 50.
.
Ataque Torre
54.
Aperturaa Lateralea
Inglesa
Reti
1 . P3CD
324
12.
1 8, 44.
91.
Este libro se termin6 de imprimir
el dia 7 de octubre de 1973, en los
Talleres Graficos de Manuel Pareja
Montana,
16 - Barcelona - Espaiia
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