La Compañía Nacional de Danza regresa al Teatro Real con su primera gran producción de un ballet desde que José Carlos Martínez asumiera la dirección. EL AMOR IMPOSIBLE DE ROMEO Y JULIETA EN EL TEATRO REAL Entre los días 16 y 27 de abril se ofrecerán 8 funciones de esta nueva versión del ballet pensada y realizada por el coreógrafo Goyo Montero. La música de Serguei Prokofiev será interpretada en el foso por la Orquesta Titular del Teatro Real bajo la dirección del maestro Koen Kessels. La nueva coreografía combina técnica y poesía para dar vida a los personajes del drama deShakespeare. Madrid, 11 de abril de 2013.- El Teatro Real recibirá a la Compañía Nacional de Danza para estrenar, el próximo martes 16 de abril, una nueva producción del ballet Romeo y Julieta, con coreografía de Goyo Montero, responsable también de la dirección, escenografía, vestuario e iluminación, que se podrá ver en el escenario de la Plaza de Oriente hasta el 27 de abril. Con la participación en escena de toda la Compañía, que dirige José Carlos Martínez, se alternarán en los papeles protagonistas Aleix Mañé e Isaac Montllor, como Romeo, y Marina Jiménez y Kayoko Everhart en la piel de Julieta. Desde el foso, la Orquesta Titular del Teatro Real se pondrá a las órdenes del maestro Koen Kessels para dar vida a una de las partituras más conocidas de Serguei Prokofiev. Basado en el drama de William Shakespeare, y sin apartarse del argumento original, Montero realiza una versión muy personal del drama para profundizar en la vertiente psicológica de los personajes, entre los que tomarán especial protagonismo la reina Mab, símbolo del destino y la muerte, y Mercutio, personaje cuya complejidad “con su ironía y drama contenido, lo convierten en el más difícil de retratar”. El coreógrafo derrocha originalidad en este Romeo y Julieta en el que destaca la fuerza de las emociones combinando la dinámica de la partitura de Prokofiev con la expresividad y pasión de los bailarines. Durante el ballet se suceden escenas de grupo espectaculares, casi acrobáticas, combinadas con poéticos pasos a dos que nos recuerdan que el amor puede convertirse en una adicción.