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METEORÓLOGOS EN LA SOMBRA
José Miguel Viñas
www.divulgameteo.es
(Artículo publicado el martes 14 de febrero de 2012 en el nº 594 del suplemento Tercer
Milenio del periódico Heraldo de Aragón)
A lo largo de la historia, unos cuantos personajes que no han pasado a la posteridad
como meteorólogos o estudiosos del clima sí que se interesaron mucho por estas
cuestiones. Algunos de ellos incluso desarrollaron teorías que contribuyeron al
desarrollo de la Meteorología como disciplina científica. Entre estos 'meteorólogos en la
sombra' encontraremos a Descartes, Kant, Lamarck, Volta o Goethe.
Wegener, meteorólogo extremo en Groenlandia
EMPARENTADO CON LA METEO
El científico y explorador alemán Alfred
Wegener
(1880-1930),
conocido
mundialmente por haber desarrollado la
teoría de la deriva continental, estudió
inicialmente Astronomía, doctorándose
en la Universidad de Berlín en 1904,
pero por aquel entonces mostraba ya un
interés creciente por la Geofísica y por
dos ciencias emergentes a principios del
siglo XX: la Meteorología y la
Climatología. En ese acercamiento a las
ciencias atmosféricas debió influir
bastante su suegro, ya que se casó con la
hija del meteorólogo ruso Vladimir
Köppen, autor de la famosa clasificación
de los climas. Alfred Wegener fue
pionero en el lanzamiento de globos
para estudiar las capas altas de la
atmósfera y formó parte de una
expedición danesa a Groenlandia, donde
pasó un par de inviernos haciendo
observaciones meteorológicas. A su
vuelta a Alemania, en 1908, fue
nombrado profesor de Meteorología en
la
Universidad
de
Marburgo. Alfred Wegener, embutido en un traje de pieles,
fotografiado durante una de sus campañas en
Posteriormente, también lo fue en la Groenlandia.
Universidad austriaca de Graz. Volvería
un par de veces más a Groenlandia;
murió de hipotermia en su última
expedición, en 1930.
1
Volta estudia las tormentas
DEL CIELO A LA INVENCIÓN DE LA PILA
El 26 de junio de 1800, Alessandro Volta (1745-1827) dio a conocer en la Royal
Society de Londres la invención de la pila eléctrica, lo que le dio fama universal. Lo que
no es tan conocido es que los estudios sobre el cielo y, particularmente, sobre las
tormentas, fueron los que le llevaron a Volta a inventar la pila. No es de extrañar que, a
un físico como él, obsesionado con la electricidad, le fascinaran las tormentas e
intentara comprender lo que en ellas acontecía. Ello le llevó a establecer una teoría
sobre la formación del granizo, que durante mucho tiempo fue la que prevaleció, hasta
que finalmente fue desterrada. Volta, entre otras ideas algo extravagantes, sugería que la
electricidad dentro de la nube tormentosa era la que mantenía en suspensión a los
granizos, hasta que caían al ir ganando peso y volumen.
Dalton, fiel observador
57 AÑOS DE ANOTACIONES DIARIAS
Ya desde niño, John Dalton (1766-1844,
conocido por describir el daltonismo) sintió
atracción por la Meteorología. Uno de sus
mentores, John Gough, le sugirió que fuera
anotando en un cuaderno las observaciones
meteorológicas que había comenzado a hacer
con instrumentos caseros. En 1787, Dalton
comenzó una serie de estudios sobre los
gases que forman el aire, los fenómenos
atmosféricos y la observación meteorológica
que se prolongarían hasta su muerte, en
1844. En esos 57 años acumuló del orden de
200.000 observaciones, anotando en sus
cuadernos las mediciones diarias de
temperatura,
presión
y
precipitación
acumulada en Manchester (Gran Bretaña), su
lugar de residencia. Dalton fue el primero
que postuló que la lluvia se forma como
consecuencia de una bajada de temperatura y
no por un cambio de presión, si bien ambas
variables están interrelacionadas. En 1793,
John Dalton publicó su primera obra,
'Observaciones y ensayos meteorológicos',
que en su momento pasó bastante
desapercibida, a pesar de contener
importantes aportaciones en el campo de la
Química.
Herz mide la humedad atmosférica
EN LA ONDA
El físico alemán Heinrich Rudolf Hertz (1857-1894) fue el primero en demostrar la
existencia de las ondas electromagnéticas, lo que llevó, entre otras muchas aplicaciones
2
prácticas, al desarrollo de la radio. Hertz tuvo interés desde muy joven por la
Meteorología, aunque dicho interés fue diluyéndose a medida que se fue enfrascando en
el asunto de las ondas hercianas (llamadas así, precisamente, en su honor). En su etapa
universitaria de Berlín, teniendo como profesor al insigne Hermann von Helmholtz,
publicó un artículo que versaba sobre la evaporación de los líquidos. También
contribuyó al desarrollo de una nueva clase de higrómetro –instrumento que mide el
contenido de humedad del aire– y desarrolló varios métodos gráficos que permitían
determinar las características del aire húmedo cuando evoluciona adiabáticamente; es
decir, sin intercambiar calor con el aire circundante. Posteriormente, cuando ya ejercía
de profesor en Bonn, tuvo como ayudante a Vilhem Bjerknes, considerado el padre de la
Meteorología Moderna.
Mendeléiev se interesa por el aire
DE LOS ELEMENTOS EN GENERAL A LOS GASES EN PARTICULAR
El químico ruso cuyo nombre asociamos de inmediato con la tabla periódica de los
elementos, Dimitri Mendeléiev (1834-1907), también hizo incursiones en el campo de
la Meteorología. Su interés por conocer las propiedades de determinados gases
presentes en el aire, le llevó a entablar contacto con algunos de los meteorólogos de la
época. En 1879 viajó a Roma, donde participó en el II Congreso Meteorológico
Internacional, en el que se reunieron 40 delegados de 18 países, con el principal objetivo
de fomentar la cooperación entre ellos en materia meteorológica, aparte de dar a
conocer las últimas teorías y avances sobre distintas cuestiones de índole atmosférica.
En aquel histórico congreso, Dimitri Mendeléiev tuvo ocasión de hacer públicas sus
investigaciones sobre los gases. También inventó un barómetro preciso y se sabe que en
una ocasión subió en un globo para estudiar un eclipse de sol y efectuar observaciones
meteorológicas.
Foto de familia de los participantes del II Congreso Meteorológico Internacional, celebrado en
Roma, en 1879. De los que están situados en la fila superior, Mendeléiev es el tercero empezando
por la izquierda. FUENTE: OMM.
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Descartes explica el arcoíris
LA REFLEXIÓN... DE LA LUZ
Aunque tuvo a la filosofía como principal estandarte, un personaje tan polifacético
como René Descartes (1596-1650) recorrió los caminos de la ciencia y abordó algunas
cuestiones meteorológicas. Su conocida obra 'Discurso del Método', publicada en 1637,
servía de introducción a tres importantes ensayos que vieron la luz ese mismo año: 'La
Dióptrica', 'La Geometría' y 'Los Meteoros'. En este último trabajo, ofrecía una
explicación científica del arcoíris basada en los fenómenos de refracción y reflexión de
la luz, para lo cuál hizo un detallado estudio geométrico de las trayectorias de los rayos
de luz al atravesar las gotas de lluvia. Aunque Descartes suele llevarse los honores de
ser el primero en explicar el arcoíris, en honor a la verdad fue el veneciano Marco
Antonio de Domini, quien, en 1611, publicó un tratado donde afirmaba que dentro de
cada gota de agua tenían lugar un par de refracciones y una reflexión interna de la luz.
Figura con el esquema de la formación del
arcoíris, publicada en 'Los Meteoros' (1637) de
René Descartes (a la izquierda).
Goethe, retratista de altos vuelos
CAUTIVADO POR LA ATMÓSFERA
El famoso escritor Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) fue uno de los principales
impulsores del movimiento romántico y, gracias a sus aportaciones, cambió la visión
que se tenía hasta entonces de la naturaleza. La atmósfera, como parte integrante de ella,
cautivó a Goethe desde joven. Tuvo un especial interés y curiosidad por las nubes, que
retrató en centenares de dibujos. Cuando, en 1803, el inglés Luke Howard sacó a la luz
su clasificación de las nubes, Goethe quiso conocer de primera mano los avances que en
esa materia había llevado a cabo el propio Howard, para lo cuál inició una relación
epistolar con él. Se especula, incluso, con que llegaron a conocerse en persona.
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Dibujo a lápiz sobre papel de tres observaciones de nubes realizado por Goethe hacia 1819-20.
CÍRCULO DE BELLAS ARTES, 2008.
Kant y los vientos alisios
POR PURA CURIOSIDAD
Aparte de ser uno de los filósofos más
importantes de todos los tiempos, el autor
de la 'Crítica de la razón pura' fue un
estudioso de otras materias como la
Cosmología y la Meteorología. En la
segunda mitad del siglo XVIII, todavía
quedaba lejos de nuestro alcance la
capacidad de predecir el tiempo haciendo
uso de las matemáticas y la física.
Immanuel Kant (1724-1804) cultivó ese
par de disciplinas durante sus primeros
años como profesor en la Universidad de
Köninsberg. En el semestre del verano de
1756 impartió unas clases de Geografía
Física y, en los apuntes que preparó de la
asignatura, enunció su particular teoría de
los vientos, introduciendo en ella la idea
de que la rotación terrestre influye en el
movimiento del aire; una teoría que, de
forma independiente, había considerado
también el capitán de la marina británica
George Hadley. En aquellos años, fueron
varios los eruditos que postularon teorías
capaces de explicar la aparición de los
vientos alisios. Kant fue uno de ellos.
Immanuel Kant (1724-1804)
5
Stevenson encuentra teoría en el bosque
UN TESORO FAMILIAR
Los Stevenson, tanto el padre de Robert Louis (1850-1894) –el ingeniero Thomas
Stevenson– como su abuelo y el hermano de este, se hicieron famosos en Escocia por
dotar a los faros de un novedoso sistema de iluminación, en el que jugaban un
importante papel los cristales estriados que rodeaban las bombillas. Desde joven,
Thomas Stevenson mostró interés por lo que acontecía en la atmósfera. En 1864 diseñó
una garita de madera que cumplía la misión de proteger los termómetros de la
intemperie y garantizar unas medidas fiables de la temperatura del aire. En 1866 fue
instalada una de esas garitas en el Observatorio de Greenwich, para posteriormente irse
instalando otras en más observatorios, y terminar convirtiéndose en el único tipo de
garita homologada por la Organización Meteorológica Mundial, bautizada en su honor:
'garita Stevenson'. En ese ambiente familiar, Robert Louis, el autor de 'La isla del
tesoro', también se aficionó por la Meteorología. En mayo de 1873 presentó un trabajo
en la Royal Society de Edimburgo que versaba sobre la influencia térmica de los
bosques. También se sabe, por una carta que escribió a su madre durante una estancia en
Alemania, que le pidió dinero para poder asistir a un congreso de Meteorología que se
celebraba en Leizpig.
Robert Louis Stevenson (1850-1894)
Lamarck clasifica las nubes
PRONÓSTICOS PARA MÉDICOS, MARINOS Y AGRICULTORES
En la primera década del siglo XIX, Jean-Baptiste Lamarck (1744-1829) publicó una
serie de once anuarios meteorológicos –correspondientes a los años 1800 a 1810– en los
que ofrecía pronósticos del tiempo, cuyos principales destinatarios eran los médicos,
marinos y agricultores. En dichos anuarios, Lamarck elucubraba también sobre distintas
cuestiones relacionadas con el medio atmosférico. Una de ellas fue la de las escurridizas
nubes, que hasta ese momento nadie había sido capaz de clasificar. En su anuario de
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1802, Lamarck publicó un estudio titulado 'Sobre las formas de las nubes', donde
establecía hasta cinco tipos distintos, pero su clasificación no llegó a cuajar, llevándose
el farmacéutico inglés Luke Howard el gato al agua.
El naturalista francés Jean Baptiste Lamarck (1744-1829)
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