UNIDAD 11 · DOCUMENTOS

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Un juez deja a un funcionario compaginar dos trabajos por el recorte
salarial
El País. Madrid, 1 de junio de 2014.
Un juez del juzgado de lo contencioso administrativo número siete de
Barcelona ha dictado sentencia favorable a un funcionario que quería
compaginar su puesto con una actividad asalariada. El magistrado ha
considerado que el trabajador ha sufrido una pérdida de poder
adquisitivo durante los últimos años, por las rebajas salariales y
congelaciones, que hace necesaria una interpretación más flexible de la
regulación sobre incompatibilidades en el sector público.
Se trata de un agente de la Guardia Urbana que quería compaginar esta
actividad principal con otra como abogado y que había demandado al
ayuntamiento de Barcelona. El consistorio le había negado esta
posibilidad por silencio administrativo en aplicación de la Ley 53/1984
sobre incompatibilidades del personal al servicio de las
Administraciones públicas.
Según explica la sentencia, con fecha del 19 de marzo, la regulación
señala que en los supuestos de incompatibilidad por desempeño de otra
actividad en el sector privado, caben dos supuestos. El primero, que
ambas actividades sean la misma, aunque en diferentes ámbitos, lo que
sería incompatible. Para el resto de las actividades privadas que no
tengan nada que ver con la que se desempeña en la función pública la
regla general es la compatibilidad, pero se exige su previo
reconocimiento, algo que no hizo el ayuntamiento de Barcelona.
El juez menciona una serie de sentencias previas que dieron vía libre a
este tipo de compatibilidad e incluso jurisprudencia del Tribunal
Supremo que ratificaba la posibilidad de ejercer la abogacía a un
agente de la Guardia Civil, cuerpo en el que la restricción es todavía
mayor a la de los policías locales.
El juez se basa en los recortes
La diferencia en este caso es que el juez argumenta que "la función
pública española ha retrocedido a los niveles retributivos propios de
los años 2003 y anteriores", con una caída de entre el 8% y el 20%,
desde la primera congelación salarial en 1996, para cumplir los
criterios de convergencia para la entrada en el euro, pasando por la
bajada salarial de entre el 5% y el 10%, en mayo de 2010, y continuando
con las sucesivas congelaciones, con lo que ya no es una "remuneración
suficiente".
"Es evidente que lo que era suficiente en 2003 y en años anteriores no
puede serlo en modo alguno en 2012. Ante ello seguimos teniendo con
plena vigencia normas como la Ley socialista de incompatibilidades del
personal al servicio de las Administraciones públicas, que parten de un
supuesto que sencillamente no se da, y es el de que no se puede (como
regla general) desempeñar puesto de trabajo distinto que el ocupado en
la función pública", señala.
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Así pues, el juez considera que "cuando las retribuciones de los
funcionarios son usadas, congeladas y reducidas por los gobiernos de la
Nación como un elemento más de política económica, ya no puede seguir
sosteniéndose una aplicación a rajatabla de normas como la Ley de
Incompatibilidades de 1984, porque los presupuestos de los que la misma
parte no existen en la realidad de la actual función pública española".
Por otro lado, la sentencia acaba por reprochar al ayuntamiento de
Barcelona que "lo que no pueden pretender las distintas
Administraciones públicas es tener a un personal al cual se le está
exigiendo cada vez más pagándole menos, y mantener a su vez un régimen
de incompatibilidades que resulta (valga la redundancia) incompatible
con la realidad social actual". "Como dice el refrán castellano,
estamos ante la situación del perro del hortelano, que ni come la
hierba ni deja de comerla", añade.
Cuestiones:
1. El texto de la sentencia afirma que las retribuciones de los
funcionarios son usadas como medidas de política económica. ¿A qué se
refiere?
2. El juez admite la posibilidad de que el agente pueda realizar otra
tarea en el sector privado pero, ¿en qué caso afirma que no sería
admisible este supuesto?
3. ¿Qué es lo que establece el artículo 3 de la Ley 53/1984 sobre
incompatibilidades?
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Las nuevas plazas para funcionarios apenas cubren el 10% de los puestos
destruidos durante la crisis
Expansión, 12 de mayo de 2014.
Las nuevas plazas para funcionarios convocadas por la Administración
central a través de Oferta Pública de Empleo apenas cubren uno de cada
diez puestos de trabajo destruidos en las administraciones públicas
desde que empezó la crisis económica.
Las nuevas plazas públicas convocadas anunciadas días atrás por el
Gobierno y ya convocadas en el Boletín Oficial del Estado, apenas
cubren el 10% de los puestos de trabajo destruidos desde que empezaron
los recortes y son a todas luces insuficientes para cubrir la demanda
de empleados públicos que necesitan los servicios públicos para
funcionar correctamente.
Así lo cree Francisco Javier Camarillo, responsable de Administración
central del sindicato CSI-F: "Pese a que se han perdido más de 7.000
puestos de trabajo en estos años”, ha señalado a Expansión.com, “han
salido a concurso 6.500 plazas nuevas", recuerda. Por eso, "aunque hay
que reconocer un cierto cambio de tendencia", este sindicalista cree
que haría falta una voluntad mucho más clara de apostar por los
servicios públicos.
Camarillo, que ha participado este lunes en la presentación de una
campaña para mejorar la imagen de los empleados públicos, cree que las
nuevas convocatorias públicas pueden suponer un cambio de rumbo ya que
la realidad así lo exige.
"Los servicios públicos habían empezado a caer, los recortes habían
repercutido en la eficiencia de los servicios que prestan los
funcionarios", ha dicho Camarillo, dada la manifiesta falta de
personal.
Envejecimiento de las plantillas
A los recortes se une, además, el envejecimiento progresivo de los
empleados públicos. A las jubilaciones que tiene que afrontar la
Administración central (más de la mitad de las plantillas públicas
tiene más de 50 años) hay que añadir que los funcionarios optan con
mayor asiduidad a retiros laborales anticipados.
Las plazas vacantes que quedan por jubilaciones son muchas, ya que al
natural envejecimiento de las plantillas se suman los funcionarios del
régimen de clases pasivas que se pueden pedir la jubilación a los 60
años, y el sindicato ha constatado un aumento de jubilaciones dado el
incierto futuro de las coberturas públicas, lo que se une al mencionado
envejecimiento del personal público.
Si se tiene en cuenta que la tasa de reposición oscila entre una tasa
del cero por ciento en general y de un 10% en servicios especiales, la
inmensa mayoría de puestos quedan sin cubrir, explica este sindicato.
Cuestiones:
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1. Los funcionarios de carrera son cargos vitalicios en la
Administración pública española. Investiga por qué. ¿Estás de acuerdo
con que sea así?
2. A pesar de ser cargos vitalicios, el gasto en función pública ha
descendido. ¿De qué manera según el artículo?
3. En el texto se habla de los retiros laborales anticipados o lo que
es lo mismo la jubilación anticipada. ¿Estás de acuerdo con que un
funcionario pueda jubilarse más tempranamente que otro funcionario en
otro sector o un trabajador en el sector privado? Razona la respuesta.
¿Crees que todos los trabajadores, sean funcionarios o no, deben
jubilarse a la misma edad? ¿Qué factores pueden obligar a hacer
distinciones en este sentido?
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