TRABAJO Y POLÍTICAS DE EMPLEO: COMUNIDAD VALENCIANA

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TRABAJO Y POLÍTICAS DE EMPLEO: COMUNIDAD VALENCIANA
Autor: Vicente Castelló Roselló. Facultad de Económicas de Valencia..
RESUMEN
No hay duda de que en estos momentos el mayor problema al que se enfrenta la Unión
Europea es el desempleo. En 1998 la tasa de desempleo en los países miembros de la
Unión Europea era del 10% (más de 18 millones de parados). Así, lo reflejan las
encuestas: el paro es en la actualidad una de las cuestiones más preocupantes para
todos.
En el siglo XXI, el mundo laboral sigue ofreciendo un inmenso despilfarro de
recursos en lo que a producción se refiere. Esta situación resulta degradante y
humillante para los parados y tiene consecuencias perniciosas a largo plazo,
especialmente para los jóvenes y mujeres, que constituyen los grupos más afectados.
Además, es una fuente de tensiones sociales, tal como ha quedado demostrado en las
recientes campañas electorales en Alemania y Francia.
El objeto, de la presente comunicación, ha consistido en analizar los hechos
producidos, en la Comunidad Valenciana en los últimos veinticinco años, y
establecer diversas observaciones que permitan comprender la realidad actual. El
trabajo abordará sucesivamente el tema de las fuentes de información sobre empleo y
paro, y su grado de fiabilidad; el comportamiento de la población activa, empleo y el
paro. Y finalmente se harán algunas reflexiones sobre políticas de empleo con el fin
de proponer una serie de medidas que redunden en beneficio del empleo, junto
con el desafío político que conlleva, y que será necesario remover de cara al futuro.
Así, se ha estructurado en tres Capítulos y confeccionado, a su vez, abundante
material gráfico.
Sin embargo, podemos extraer una primera conclusión: nada se logrará sin la ayuda
del conjunto de la sociedad y su participación activa en la lucha contra el paro. Lo que
no es una conminación sino una necesidad.
Podemos afirmar, también, que los problemas actuales del empleo no pueden ser
analizados sin tomar en cuenta las consecuencias de la mutación económica y
social de estos últimos veinticinco años.
En efecto, el mundo actual es fundamentalmente diferente al que conocíamos a
principios de la crisis de los años setenta. Hemos pasado de una economía mucho más
compleja en la que lo nuevo se mezcla con lo viejo. A lo cuantitativo se añade lo
cualitativo, a una organización vertical de la economía a partir de grandes grupos
dominantes se mezcla una organización más horizontal.
En este contexto, se han modificado considerablemente las condiciones de desarrollo y
se han dejado obsoletos los modelos establecidos a principios de la revolución
industrial, pero continuamos razonando como si nada hubiera pasado, aplicando
concienzudamente recetas que ya no funcionan.
CAPÍTULO I :
EL MERCADO DE TRABAJO EN LA
COMUNIDAD VALENCIANA (1974-1998)
1.1 LOS DATOS DEL PROBLEMA: Diferencias EPA e INEM
Solía comentar Keynes: “Para resolver un problema primero es necesario identificarlo,
y a menudo el hacerlo con precisión supone la resolución del mismo”.
En el presente trabajo sobre el mercado de trabajo en el periodo1974-1998, se han
elaborado los datos en base a la Encuesta de Población Activa (EPA) con
preferencia a otras fuentes, por ser la fuente principal de información sobre el mercado
de trabajo.
1.2 ACTIVIDAD, EMPLEO Y PARO
Cualquier análisis de la situación del mercado de trabajo en la Com. Valenciana debe
comenzar con una descripción general de lo que ha ocurrido en los últimos 25 años con
el empleo, el paro y la población activa. Hay que distinguir cinco grandes periodos
desde 1974.
ü Entre 1974 1979, tanto el empleo como la población activa tienden a estancarse. Se
trata de un período lleno de incertidumbre, caracterizado por la transiciòn política de
la dictadura franquista a la democracia.
ü Entre 1980 y 1984, el empleo disminuyó espectacularmente (150.860), si bien el
ritmo de disminución parece algo menor a partir de 1981, coincidiendo con el
aumento algo más rápido de la población activa. Este último aumento
probablemente esta relacionado con la entrada en el mercado de trabajo de las
generaciones nacidas en la segunda mitad de los años 60 que, además de ser algo
más numerosas, ya se beneficiaron del descenso de las tasas de mortalidad infantil.
ü El período 1985-1990 fue testigo del proceso más vigoroso de la creación de
empleo de la historia de la Com. Valenciana reciente. La ya existente recuperación
mundial, junto con el descenso de los precios del petróleo, alimentaron esta
expansión. La reforma del mercado de trabajo de 1984, en la que se generalizó la
utilización de contratos temporales, también desempeñó un papel importante,
aunque limitado. Sin embargo, en este período, la población activa también aumentó
muy deprisa, debido principalmente al incremento de las tasas de actividad
femeninas. En conjunto, a pesar de que el empleo total aumentó en más de 251.000
personas (3,9%), el paro sólo disminuyó en 70.000, lo que llevó la tasa de paro a un
nivel del 14% de la población activa en 1990.
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
ü Entre 1991 y 1993, la economía valenciana experimentó una gravísima recesión, en
que las pérdidas de empleo fueron más intensas que en las crisis anteriores. En
1993, la tasa de paro alcanzó un máximo de 24,2%, debido a que el paro aumentó
en dicho período en más de 145.000 personas, es decir, el 60% de incremento. Sin
embargo, esta crisis fue mucho más breve que la anterior y a mediados de 1994 el
empleo comenzó a recuperarse.
ü En los 5 últimos años, la economía valenciana ha crecido bastante deprisa y el
empleo ha seguido un ritmo similar. Así, a partir de 1994 hasta el segundo trimestre
de 1998, se han creado 155.000 empleos (2,8% anual) y el paro desciende en
100.000 personas.
1.3 TASAS DE ACTIVIDAD POR SEXO Y EDAD.
La tasa de actividad (la población activa dividida por la población de 16 años o más)
ha tendido a disminuir desde 1974, experimentando un cambio positivo desde 1987 a
1993, en el que se alcanza un máximo ( 52,1%), para a partir de ahí continuar
disminuyendo hasta 1998 que se sitúa en el 50,8%, cifra claramente inferior a la de
1974 que era del 51,04%.
La tasa global de actividad oculta la existencia de grandes diferencias entre las tasas
de actividad por sexo y edad.
El gráfico 1 muestra las claras diferencias existentes entre los varones y las mujeres en
lo que se refiere a la actividad. Así, la tasa de actividad femenina muestra una
persistente tendencia ascendente: practicamente estacionaria hasta 1986, con
porcentajes entre el 28 al 30%, incremento considerable a partir de 1987 con niveles
casi del 33 % y crecimiento rápido hasta 1994 hasta situarse en el 38,5%, para continuar
en 1995 con aumento lento hasta 1997, y terminar disminuyendo, en 1998, en el 38,1%.
Por lo que se refiere a los varones, su tasa de actividad muestra una continua
disminución. Así, mientras que en 1976 cerca del 76% de los varones de más de 16 años
trabajaba o quería trabajar, en 1998 esa proporción había descendido a algo más del
64%.
En conclusión, la composición de la población activa de la Com. Valenciana
evoluciona a favor de las mujeres, ya que han contribuido con más del 72% a su
crecimiento total
en el período 1976 a 1998. Sin embargo, el aumento de la tasa de
actividad femenina, resultado de una mayor incorporación de la mujer al mercado
de trabajo, que se ha producido, ha evolucionado paralelamente a un aumento de
su tasa de paro y a un crecimiento de su contribución al desempleo total (el paro
femenino ha pasado del 35,7% del total de desempleo, en 1976, al 60%, en 1998).
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
Por lo que se refiere a la tasa de actividad de los hombres y mujeres de menos de 25
años continua descendiendo (gráfico 2). Hoy es del 50,56% para los varones y del
45,1% para las mujeres. Parece evidente que la tendencia a largo plazo conduce a que
una proporción creciente de jóvenes continúe más tiempo en el sistema de enseñanza o
una formación inicial.
1.4 TASA DE OCUPACIÓN
Por lo que se refiere a la tasa de ocupación (cociente entre el número de personas
ocupando un empleo y la población de 16 años o más) no ha aumentado en el
transcurso de los últimos veinticinco años. En 1998 es inferior (42%) a la observada
a mediados de los años 70 (48,2%), según se observa en el gráfico 3.
1.5 EVOLUCIÓN DEL EMPLEO
En 1975 el empleo en la Com. Valenciana es de 1.213.500. Hoy es de 1.365.300, es
decir, en los últimos veinticinco años se han creado tan sólo 151.000 empleos (12,5%
de incremento) a una media anual de 6.040 empleos. Ha habido que esperar hasta
principios de la década de los noventa para que se alcancen niveles superiores a los de
1975. Precisamente, en los últimos ocho años, es cuando se crean la mayor parte de los
empleos: 105.000 empleos que representan el 70% de la creación neta de empleos del
período analizado (gráfico 4).
El crecimiento insuficiente del empleo, se ha traducido en una tasa de paro elevada
(actualmente es cinco veces superior). Por ello, el objetivo de este subapartado es
abordar algunas dimensiones específicas del empleo para estudiar su evolución. En
concreto, analizaremos las siguientes características:
• distribución sectorial
• el empleo por sexos
• contratos
1.5.1 Distribución sectorial del empleo
El análisis de la ocupación por sectores productivos refleja un reforzamiento de la
dependencia del empleo total en el sector servicios. A su mayoritariamente peso
relativo en el empleo total (60,1%), se ha unido un crecimiento elevado y sostenido del
empleo en este sector que aumenta en más de 318 mil empleos, destacando el período
1984 – 1991 en el que se crean del orden de 200 mil empleos, es decir, casi el 70% de
los empleos creados de dicho sector (gráfico 5).
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
Sin embargo, ello contrasta con fluctuaciones o comportamientos claramente negativos
en las restantes actividades productivas. Así, desde una perspectiva de análisis sectorial,
existen dos fenómenos que han influido de forma importante en la tasa de desempleo:
El primero, es la disminución del empleo agrícola en más de la mitad, en concreto
130 mil, en el período 1976-1988. En este período, la proporción de empleo agrícola, en
el conjunto total, ha disminuido en más de diez puntos porcentuales pasando del
16,5% de 1976 a representar hoy el 5,5%. La disminución más importante se centra en
el período 1987-1992, si bien ha sido una constante desde los años 50.
En segundo lugar, es el deterioro de la industria valenciana que ha ido reduciendo
sus empleos en las diferentes situaciones críticas por las que ha atravesado. Hay que
destacar un descenso significativo: período 1980-1985 de grandes reconversiones
industriales, se registraron una pérdida de empleos industriales de más de 123.000
puestos de trabajo. Sólo en 1981 se perdieron el 10% de los empleos industriales. Sin
embargo, a partir de 1985 el empleo industrial ha ido recuperándose paulatinamente,
pero sin alcanzar los niveles de 1976.
Resumiendo: la evolución de la creación neta de empleo se traduce por una
disminución muy marcada del empleo en el sector agrícola y en menor
importancia en la industria, y son los dos sectores responsables de la disminución
del empleo en el período analizado. Por contrapartida, los servicios son la principal
fuente de crecimiento del empleo en la Comunidad Valenciana.
1.5.2 Empleo por sexos
En el conjunto de la Com. Valenciana, el número de hombres ocupados, desde 1976,
ha aumentado en 21.430 empleos ( 2,5% de incremento), mientras las mujeres
aumentaban en más de 127 mil empleos (35,6% de incremento), que representan el
85% de la creación neta de empleos creados, la gran mayoría de todos ellos se realizan
en la década de los noventa (gráfico 6).
Esta situación refleja la evolución sectorial de los empleos: las pérdidas de la
industria y sobre todo la agricultura se han centrado, casi exclusivamente, en los
hombres con un 70%, mientras el aumento del empleo generado en el sector
servicios corrresponde a las mujeres con el 60%.
Sin embargo, el aumento de empleo de las mujeres es insuficiente para ofrecer un
puesto de trabajo a todas las mujeres que se incorporan masivamente a la
población activa, a finales de la década de los ochenta, en concreto: 282 mil mujeres(
75,5% de incremento), que representan más de dos tercios del aumento total de la
población activa para ambos sexos. Todo ello, explica el masivo aumento del paro
de las mujeres.
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
1.5.3 Contratos de trabajo
El sistema de contratos de trabajo es un sistema dual que permite dos tipos de contratos
de trabajo, de duración indefinida (permanentes) y de duración determinada
(temporales). Como es bien conocido, la diferencia fundamental entre estos dos tipos de
contratos se refiere a las condiciones de extinción. La extinción de los contratos de
duración indefinida tiene un coste para el empresario que depende de las causas que se
aleguen para dicha extinción y del resultado de un control judicial (en el caso de
despidos individuales) o administrativo (en el caso de despido colectivos). La extinción
de los contratos temporales es automática en el momento en el que termina la duración
del contrato.
Esta dualidad de los contratos produce una rotación excesiva, llegando incluso en
ocasiones a que una misma persona realice diversos contratos en un corto periodo de
tiempo, con efectos perversos sobre los incentivos para la inversión en formación por
parte de las empresas y de los trabajadores. Así, el 9,2% de los contratos realizados
son de duración indefinida (si descontamos las reconversiones en indefinidos de
contratos temporales ya existentes el porcentaje sería el 6,1%), mientras los contratos
temporales son del 90,8%. (gráfico 7).
a) Los contratos por sexos
El análisis por sexos introduce algunas matizaciones. En primer lugar, el volumen de
contratación no beneficia a todos por igual. Los contratos realizados a mujeres
representan el 38% de las nuevas contrataciones.
En segundo lugar, cuando se trata de contratos indefinidos desciende este porcentaje al
31,5%. Las mujeres únicamente superan a los hombres en los contratos a tiempo
parcial y en los de interinidad, en éste último caso potenciado por las sustituciones
por maternidad (gráfico 8).
b) Contratos más utilizados
El contrato más utilizado en la Com. Valenciana (gráfico 9) corresponde al Eventual
circunstancias de la Producción casi la mitad del total de contratos registrados
(46,2%), seguido por el de Obra o Servicio con el 23,7%, y a continuación con un
aumento constante el de Tiempo Parcial, con el 22,5%. El resto de contratos, a muy
larga distancia, representan tan sólo el 7,6%.
c) Estructura temporal de los contratos
Referente a la estructura temporal, es decir, por duración inicial de los contratos
registrados, afecta especialmente al tramo de < = 1 mes, con casi la mitad de los
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
contratos registrados (48,5%). A continuación el tramo >1 a < = 3 meses se sitúa en el
32,8%. Por lo tanto los contratos de menos de tres meses representan en la Com.
Valenciana el 81,3% del total de contratos registrados (gráfico 10).
1.6 LA DIMENSIÓN DEL PARO
En la Comunidad Valenciana, el paro ha progresado durante la mayor parte de los
últimos veinticinco años. Hoy es cinco veces superior al nivel de 1976, con una tasa de
paro del 17%.
El gráfico 11 representa la evolución de la tasa de paro desde 1976. Se observa un
aumento realmente acusado entre 1973 y 1982 (cerca de 16 puntos porcentuales de
incremento). A partir de 1982 la tendencia cambia hasta 1990, sin embargo, la
recuperación del empleo no se tradujo en una gran disminución de la tasa de paro (4
puntos porcentuales de disminución) a pesar de registrarse un periodo de aumento del
empleo muy vigoroso ( más de 251 mil empleos creados).
La crisis posterior provocó unos elevados niveles de paro desconocidos hasta entonces,
superiores al 24 por ciento de la población activa en 1993, para a partir de esta fecha
empezar a descender hasta situarse en 1998 en el 17,19 % ( disminución de 6,6 puntos
porcentuales), con un volumen de creación de empleo inferior a otros períodos de
expansión ( 155 mil empleos).
1.6.1 Diferencias por edad y sexo
Cuando desagregamos la tasa de paro por sexo y grupos de edad, aparecen algunos
resultados interesantes. El primero es la diferente incidencia del paro en los varones y
las mujeres. La figura muestra la evolución de la tasa de paro por sexo.
En contraste con un aumento mucho mayor del empleo para las mujeres que para los
hombres, la tasa de paro femenina siempre ha sido más alta que la masculina. Las
diferencias significativas comienzan a aparecer a principios de la década de 1980. Así,
mientras que la tasa de paro masculina comienza a descender en 1986, la femenina
continúa aumentando hasta 1988. La segunda característica es que el elevado nivel que
alcanzó el paro en 1993 se debe a la tasa femenina con un incremento de nueve puntos
porcentuales en tres años, equivalente a 100 mil desempleadas, el 70% del aumento
total.
En el gráfico 11 podemos apreciar que el paro masculino y el femenino han seguido
pautas muy divergentes. El paro de los hombres tiende a ser más sensible a las
fluctuaciones de la economía que el de las mujeres. Esta situación se explica por la
mayor concentración de los hombres en sectores sometidos a variaciones de la
coyuntura y por un descenso tendencial de su tasa de actividad, que se traduce por una
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
relación más directa entre la evolución del empleo y el paro que las mujeres, cuya
tasa de actividad, contrariamente a los hombres, va aumentando por la incorporación
a la población activa (como desempleada o con empleo) de los llamados inactivos
(personas que no están en paro ni tienen empleo). Hay 1.050.000 mujeres inactivas en
nuestra Comunidad (gráfico 12), cifra mayor que las mujeres con empleo, y que
representan dos tercios de la totalidad de inactivos.
Esta situación implica igualmente que el crecimiento del empleo de las mujeres debe
ser muy superior al de los hombres para traducirse en una reducción del paro.
Así, cuando el ciclo económico es expansivo y el crecimiento del empleo se acelera, se
puede esperar que la tasa de paro de los hombres disminuya más rápidamente que la de
las mujeres.
Con todo, la conclusión más clara que puede extraerse de los datos: el paro es cada
vez menos un fenómeno masculino. Si se tiene en cuenta que la tasa de actividad
femenina es mucho más reducida que la masculina (38,1% frente al 65,1%), hay que
concluir que el desempleo afecta con más intensidad a las mujeres. En efecto,
actualmente, el 60% de los parados son mujeres (mientras que éstas representan 1/3
de los ocupados).
1.6.2 Paro Juvenil
Una serie de factores han contribuido a que el paro fuera absorbido con los menores
traumas sociales posibles. La gravedad del paro ha estado atenuada precisamente
por su composición. No hay duda de que el fuerte componente juvenil, junto con
mecanismos sociales de protección, son los factores fundamentales que explican el
hecho de que la elevada tasa de paro no haya tenido repercusiones sociales graves.
En efecto, la tasa de paro global de la economía valenciana, se eleva al 17,19%, pero
este porcentaje oculta repercusiones muy diferentes por grupos de edad. Las
dificultades que han existido para encontrar un puesto de trabajo para aquellos que lo
buscan por primera vez (Gráfico 13) han hecho que hoy existan 68 mil parados de
primer empleo, (equivalente a casi el 75% del paro juvenil, y en sus dos terceras partes
son mujeres). Ello, ha producido que la tasa de paro de los jóvenes de menos de 25
años, sea en la actualidad más elevada que la del conjunto de la economía y, por
supuesto, que la de los adultos.
Así, la tasa de paro de los jóvenes es el doble que la tasa de paro global en la
Comunidad Valenciana. Hoy es del 33,57%, lo que significa que 94.550 jóvenes no
tienen trabajo, están disponibles para trabajar y buscan un empleo activamente, no lo
consigue y termina engrosando las cifras de desempleo (Gráfico 14). Sin embargo,
dicha tasa oculta un dato preocupante : la tasa de paro de jóvenes mujeres que es
del 45% (dos tercios de los jóvenes parados son jóvenes mujeres), prácticamente la
mitad de las jóvenes se encuentra sin empleo.
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
Las fluctuaciones de la tasa de paro de los jóvenes de menos de 25 años han sido
particularmente muy pronunciadas. Entre 1976 y 1984 aumentó en 37 puntos
porcentuales, se sitúa en el 43,4%. A partir de 1985 desciende de manera acusada hasta
1990 al 24,87%.
La crisis de principios de la década de los noventa propició un nuevo incremento hasta
1993, situándose en el 41,3%. Los años posteriores registran un nuevo descenso, pero
sin obtener los niveles inferiores anteriores a la crisis.
La composición del paro ha cambiado considerablemente en los últimos años,
mientras que el 47,4% del total de parados en 1984 tenían menos de 25 años, la
proporción ha descendido al 33,3% en 1998, lo que es en parte debido a una
reducción constante de su tasa de actividad, como consecuencia de factores
demográficos, a una mayor participación en la educación, y a excluirse de la población
activa por no encontrar trabajo, se le conoce como el efecto desanimo.
1.6.3 El paro de larga duración
Un importante aspecto de la evolución y la incidencia del paro se refiere al paro de
larga duración (proporción de personas de la población activa sin empleo desde hace un
año o más), que en la Com. Valenciana alcanza considerables proporciones con una
tasa de paro del orden del 10% (equivalente a la tasa global de paro de la Unión
Europea), y que desde 1987 ha disminuido, sólo, en torno a 1,5 puntos porcentuales.
(gráfico 15).
Por lo tanto, en 1998 más del 55%, y como desde principios de la década más de la
mitad de los parados, es decir 161.700 personas, estaban sin empleo al menos un año
y cerca del 40% durante dos años o más. Esta cifra es inferior a los niveles
alcanzados a mediados de la década de los ochenta. Sin embargo, a pesar de la prioridad
dada a la lucha contra el paro de larga duración durante un decenio o más el problema
continua siendo grave y de gran amplitud.
En este contexto, hay que destacar que algunos expertos indican que las personas que
llevan mucho tiempo sin empleo tienden a tener mayores dificultades para encontrar
trabajo cuando surgen nuevas oportunidades. Se le denomina “dependencia de la
duración”, implica que la probabilidad de salir de la situación de paro es menor
para las personas que llevan más tiempo en paro, es decir, que cuanto mayor es la
duración del paro, menor es la capacidad para encontrar trabajo.
Por lo tanto, en la Com. Valenciana, al problema general del paro hay que añadir el
problema específico del paro de larga duración.
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CAPÍTULO II. POLÍTICAS PÚBLICAS DE EMPLEO
2.l UTILIDAD DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS DE EMPLEO
El principal argumento de las Políticas Públicas de Empleo se fundamenta sobre la
comparación de dos cifras : el de los empleos creados con la ayuda de las Políticas
Públicas de Empleo y el de los parados. No tienen nunca por objetivo la creación de
empleo para cada parado. Tal objetivo no tiene sentido por una razón fundamental: la
creación de empleo está influenciada por la política macroeconómica.
Si hay fracaso o inadaptación será por culpa de la política económica, no de las
Políticas de Empleo. Es imposible juzgar la utilidad de las Políticas de Empleo sin
tener en cuenta sus objetivos múltiples:
ü contrarrestar la selectividad espontanea de los mercados en favor de los más
vulnerables
ü facilitar los contactos empleadores - candidatos
ü suministrar rentas a los parados
ü influenciar en la población activa
ü construir recorridos de inserción para jóvenes
ü formar mejor a los recursos humanos de las empresas.
ü adecuar el tiempo de trabajo, etc.
Las Políticas de Empleo, por sí mismas, no resolverán los problemas del empleo y
del paro. Ello, no elimina su peso específico. Al contrario, es muy posible que en el
transcurso de los diez o veinte años próximos su papel se irá amplificando. Las
incertidumbres son importantes, respecto a las políticas económicas, a la situación de
las innovaciones tecnológicas y a las evoluciones tecnológicas del mundo.
Paradójicamente, la tarea de las Políticas de Empleo es, por su parte, mucho más
previsible. Allí donde han existido dispositivos de formación, indemnización, creación
de empleos y de inserción, han representado un papel indispensable como tratamiento
social. En definitiva, el problema no es únicamente el mercado de trabajo, sino la
contribución colectiva de la integración social de las personas para el empleo.
2.2 POLÍTICAS PROPUESTAS PARA LA REDUCCIÓN DEL DESEMPLEO
Entre los expertos existe un amplio debate para eliminar la persistencia de las
diferencias con la U.E. en términos de población activa, empleo y paro. Sin embargo,
están enfrentados al reto de la tarea que representa una definición de las políticas
eficaces. Reconocen que su elección supone dos modelos bien distintos.
El primer modelo el liberal preconiza la intervención mínima del Estado.
El otro modelo, el socialdemócrata, considera fundamental la continuidad de las
Políticas de Empleo y de otras políticas sociales. El problema no es únicamente el
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
mercado de trabajo, sino la contribución colectiva de la integración social de las
personas para el empleo.
Como aportación a dicho debate, vamos a examinar ahora una serie de medidas
políticas esenciales, que son respuestas a los desafíos planteados del siglo XXI, a
saber:
2.2.1 Subvenciones a la creación de empleos
Salvo excepciones, se consideran de dudosa eficacia en términos de creación neta de
empleo, pues se limitan, simplemente, a desplazar el problema modificando el
orden de espera en la fila del paro, e introduciendo efectos perversos en el mercado
de trabajo que trataremos de explicar. .
La pregunta que hay que hacerse es: ¿Se trata de creación de nuevos empleos o son
empleos que hubieran sido creados igualmente?. Si se contesta afirmativamente,
quiere decir que en ocasiones se subvencionan empleos que hubieran sido creados
igualmente, sin necesidad de intervención pública. Se le conoce como efecto
oportunidad.
La posibilidad de desplazar los empleos creados de otro lugar.y/o cuando después del
programa los trabajadores son despedidos y no consiguen su inserción en nuevos
empleos se le denomina efecto desplazamiento
La existencia de dichos efectos, nos induce a pensar, que el número de puestos
subvencionados no es sinónimo de empleos creados. Según la OCDE, los estudios
realizados en U.S.A. y la U.E. sobre la incidencia de ambos efectos se sitúan entre
el 50% y el 80%, es decir, en el mejor de los casos por cada dos puestos
subvencionados solo se crea uno.
La utilización de las subvenciones al empleo pueden enturbiar la competencia entre
empresas de un mismo sector. Los empleadores subvencionados se encontrarán con
ventajas competitivas respecto al resto de sus competidores, debido a sus menores
costes de producción. Es conocida como efecto evicción.
Por último, aparece también el efecto sustitución, entre las diferentes poblaciones de
desempleados. La empresa viene obligada para tener derecho a la subvención a
seleccionar sus futuros asalariados entre grupos desprotegidos (jóvenes, parados de
larga duración, etc.) en detrimento de los que no lo son. , Por lo que, las expectativas, de
determinados grupos de desempleados se verán reducidas. Hay que tener en cuenta que
el empleo es una realidad heterogénea y los diferentes trabajadores no son
perfectamente intercambiables por no ser homogéneos.
En este sentido, la inscripción en el INEM no nos da una idea determinante del grado
de "empleabilidad" del candidato. Determinados segmentos de los parados de larga
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
duración podrían ser colocados sin necesidad de ayuda. Mientras que otros si que
necesitan de dicha ayuda, y es donde habría que incidir más intensamente.
Un elemento más de reflexión: Si la reducción del coste relativo de la mano de obra
puede llegar a tener alguna influencia sobre su nivel de ocupación a través de la
intensificación de su uso, este efecto se medirá más bien a largo plazo. A corto plazo,
sin embargo, al derivarse la demanda de trabajo del nivel de producción, no parece que
su abaratamiento tenga efectos importantes. Hay que tener en cuenta que el período
medio de vida de las inversiones en RRHH suele ser de varios años, frente a los
programas de subvenciones que tiene solo carácter temporal. Es decir, a veces, las
empresas se encuentran en una situación que le viene dada, y que le permite bonificarse
por unos puestos de trabajo, que de todas formas iba a crear de igual modo, ya que la
planificación de su plantilla ha estado realizada con antelación a la implantación de las
subvenciones al empleo.
Para terminar, no se debe concluir que las subvenciones al empleo deban ser eleminadas
en su totalidad, al no tener grandes esperanzas de reducir sustancialmente el desempleo,
ya que es verdad que tienen efectos realmente positivos para paliar la selectividad del
mercado de trabajo, en algunos casos precisos y limitados.
En este contexto, es evidente que su evaluación debe efectuarse en concepto de
tratamiento social del paro. En cambio, si se realiza en concepto de creación de empleo
deben serlo con imperativos de eficacia económica, lo contrario tendría escasa
justificación, sobre todo si al final pagamos todos.
En resumen, intervenir para corregir desigualdades se justifica. Si se conciben las
subvenciones a la creación de empleo como solución al desempleo, posiblemente nos
equivoquemos.
2.2.2 Ocupaciones sociales (nuevos yacimientos de empleo)
Debido a que todo-crecimiento no es suficiente y que toda-flexibilidad no permite
incrementar el empleo si no es al precio de un aumento insoportable de las
desigualdades sociales, hay que encontrar otras formas de crecer con un mayor
enriquecimiento del empleo.
Una de las primeras vías posibles es crear empleos públicos o empleos financiados en
su totalidad o en parte con fondos públicos. La creación de empleos públicos tiene una
ventaja evidente: es el resultado automático de una decisión administrativa. Pero, tiene
un gran defecto: obliga a incrementar la presión fiscal.
En este sentido, ocupan un papel relevante los llamados nuevos yacimientos de empleo
(ocupaciones sociales) que surgen allá donde la evolución de las formas de vivir, la
transformación de las estructuras y relaciones familiares y la preocupación por el
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
entorno urbano y medioambiental generan nuevas necesidades. El Libro Blanco
"Crecimiento, competitividad y empleo. Debate pistas para entrar en el siglo XXI"
señala que son muchas las necesidades que actualmente siguen insatisfechas, e invita a
profundizar en el análisis de tales necesidades en la medida que pueden generar nuevos
empleos. Se fundamenta en que existe una demanda latente para este tipo de servicios,
pero que no puede ser satisfecha debido a su coste excesivo, sobre todo, a las personas a
las que van destinados, y a un déficit de profesionalización del sector. De ahí parte la
idea de aumentar la solvencia de la demanda (se conceden a los hogares reducciones
de impuestos para el empleo de los asalariados a domicilio, y la implantación de
cheques-servicio que subvencionan el consumo) y de estructurar la oferta (fomentando
el desarrollo de asociaciones y empresas intermediarias del sector).
La creación de este tipo de empleos no está legitimada si no responde eficazmente a
necesidades reales, que no pueden ser satisfechas por la iniciativa privada, debido a que
la demanda no es lo suficientemente solvente (concretamente en los sectores de ayuda a
domicilio de personas de edad y cuidado de los niños, es uno de los mayores obstáculos
para el desarrollo de estas actividades), o por que la necesidad es colectiva por
naturaleza, es decir, deben de responder a verdaderas necesidades sociales. Por lo tanto,
cualquier creación masiva de empleo público, decidida en un contexto de política de
empleo debe ser el resultado de una decisión óptima de necesidades reales.
Evidentemente, que las necesidades sociales son inmensas. Por ello, una de las
condiciones de éxito, y de aceptación de dichas medidas, por parte de los ciudadanos,
consiste en reflexionar previamente la forma de satisfacerlas. En caso contrario, los
empleos creados serán simplemente puestos de trabajo de circunstancias.
Según las experiencias prácticas que se vienen llevando a cabo, en la Unión Europea,
describiremos a continuación aquellas actividades que en mayor medida pueden
generar un número de puestos de trabajo más elevado, las cuales han sido divididas en
cinco grandes áreas:
A) LOS SERVICIOS DE MEJORA DE LA VIDA DIARIA
(Hay que tener en cuenta tres factores de transformación social que posibilitan su
desarrollo: aumento de la tasa de actividad femenina, envejecimiento de la población y
evolución de las relaciones familiares)
B) LOS SERVICIOS PARA MEJORA DE LA CALIDAD DE VIDA
C LOS SERVICIOS CULTURALES Y DE OCIO
D LOS SERVICIOS DE MEDIO AMBIANTE
E. SERVICIOS A LAS EMPRESAS
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
( En la Unión Europea el 75% de las empresas creadas eran sin asalariados. El 10,5%
con uno o dos asalariados).
Mención especial merece la figura: Acompañante de demandantes de empleo. La
insuficiencia de acompañamiento de los demandantes de empleo en su
reposicionamiento profesional tiene por consecuencia
su desconocimiento,
prácticamente, total de la oferta real. Su desánimo e instalación de un numero elevado
de entre ellos, en una vida social sin trabajo, conlleva a que el retorno al trabajo sea
cada vez más difícil. Por ello, se impone una conclusión: la acción en la dirección de los
demandantes de empleo es prioritaria.
Numerosas experiencias europeas nos muestran que una acción cuantitativa en favor de
la inserción, en el ámbito local, es positiva a través de la implantación de un
dispositivo riguroso y la movilización del entorno.
Con objeto de poder medir las posibilidades de creación de empleo de dichos
Acompañantes de demandantes de empleo y encontrar soluciones, destacaremos que el
nuevo Instituto Valenciano de Empleo deberá de atender, según datos del segundo
trimestre de 1998, a 365 mil demandantes de empleo con una plantilla de unas 800
personas, es decir, cada funcionario debe de atender a 455 demandantes, frente a los 9
de Suecia o los 80 de Francia, Por lo tanto, si queremos parecernos a los suecos se
podrían crear más de 35 mil puestos de trabajo, y si queremos imitar a Francia cerca de
5 mil puestos de trabajo. Con ello, lógicamente, no queremos cuestionar ni la
competencia, ni la motivación de los funcionarios actuales.
En este sentido, la asistencia social no puede ser pasiva. Sin embargo, las estructuras de
asistencia social con estatuto reconocido, deberán participar del buen funcionamiento
económico. Por consiguiente, debemos estimular el empleo allí donde pueda reforzar las
funciones que contribuyen a la competitividad del territorio. Los empleos de los
servicios a las personas se inscriben también, en este principio, incluso indirectamente,
de dos maneras: aumentando la disponibilidad de los activos y contribuyendo a la
cohesión social.
Tradicionalmente, el análisis de las condiciones de desarrollo de las actividades enfrenta
a los partidarios de una política de oferta frente a los de demanda. Tenemos la
convicción que la estimulación simultanea de la oferta y demanda es necesaria. El
desarrollo de las actividades de servicio encuentra su sitio en una política global de
desarrollo del empleo, tanto a nivel nacional como local.
2.2.3 EMPRENDER CONTRA EL PARO
En un mundo dominado por los procesos de la información es particularmente
adecuado y, en consecuencia, abierto a las pequeñas y medianas empresas, pues en él, el
capital más importante es la imaginación; y la fuerza de trabajo aplicada en cadena para
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Autor: Vicente Castelló Roselló
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la producción de grandes series es menos competitiva que la fabricación flexible y
robotizada de esos mismos productos. La conclusión es que durante el período industrial
clásico se era pequeño por obligación, es decir, en tanto no se podría crecer, y ese
crecimiento era condición de supervivencia a medio plazo.
En la era de la información es posible ser pequeño y en ocasiones incluso es deseable,
en la medida en que con ello se obtengan ventajas competitivas en el terreno de la
flexibilidad, es decir, a la capacidad y a la calidad de anticipación a los cambios y la
rapidez de reacción con mínimos costes frente a una incertidumbre creciente. Lo que
implica una estrategia abierta y unos factores de producción totalmente flexibles.
La realidad nos pone de manifiesto como, en muchos casos, las empresas pequeñas
desarrollan métodos de trabajo más satisfactorios y eficaces que las grandes. No sólo
rebaten políticas y estrategias de grandes empresas, sino que, según los especialistas,
amenazan principios económicos sagrados: a mayor volumen, menores costes y mayor
competitividad.
a) Emprender en la Comunidad Valenciana
Un buen ejemplo, nos lo proporciona la Comunidad Valenciana caracterizada, desde
siempre, por su tradición emprendedora. Según el I.N.E., en nuestra Comunidad hay
registradas 250.250 empresas, y representan el 10,5% del total nacional. La media de
incremento de empresas en 1997 fue del 3,3%, frente al 3% del conjunto del Estado.
Referente a la condición jurídica de las empresas valencianas el 67% corresponde a
personas físicas, a continuación le sigue a muy larga distancia las sociedades de
responsabilidad limitada con el 23,2% y las sociedades anónimas con el 3,7%.
Respecto al número de trabajadores el 55,8% de las empresas de nuestra Comunidad no
poseen asalariados, lo que demuestra el predominio del auto-empleo que observamos en
su estructura jurídica.
Más importante aún nos parece el destacar que las microempresas y las PYMES
proporcionaban ocupación al 72% de los trabajadores del ámbito comunitario,
porcentaje que llegaba al 80% en España y la Com. Valenciana (60% del PIB).
Si consideramos las empresas con asalariados el 88% son pequeñas empresas (<10
trabajadores), siendo el 98% pequeñas y medianas (<50 trabajadores). En el extremo
opuesto, las empresas de más de 1000 trabajadores, suman solamente 23 (0,009% del
total).
Según su actividad principal destacan las empresas dedicadas al comercio (más del
23% en el minorista y el 8% al por mayor), las de hostelería (10%), construcción (9%) y
transporte (7%), el resto de actividades no supera ninguna el 5% de representatividad.
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Autor: Vicente Castelló Roselló
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No se debe olvidar la vocación exportadora valenciana. Así, lo confirman los datos de
1997, ya que mientras en el conjunto del Estado la balanza comercial arroja un déficit
(85% de tasa de cobertura), la balanza comercial valenciana es excedentaria (147% tasa
de cobertura). Las exportaciones alcanzaron, en 1997, más de dos billones de pesetas
que representan casi el 25% del PIB valenciano. O lo que es lo mismo, una de cada
cuatro pesetas que se producen en la Comunidad Valenciana se vende en los mercados
exteriores.
La realidad nos pone de manifiesto la importancia que tiene en la Comunidad
Valenciana las Pymes. Según un reciente estudio de los Catedráticos de Economía
Aplicada José A. Alonso y Vicente Donoso: el 93% de las empresas exportadoras son
Pymes. Además, la consolidación del Euro posibilitará una mayor expansión del
comercio exterior con los beneficios que éste reporta, gracias a la eliminación de la
incertidumbre cambiaría. Las ventajas potenciales del Mercado Único Europeo
(eliminación de barreras y obstáculos al comercio de bienes, prestación de servicios y
circulación de capitales) se verán acrecentadas notablemente.
Sin embargo, quisiéramos hacer algunas consideraciones al respecto como las afirmadas
por el profesor A. Barceló de la Universidad de Barcelona: “El euro puede jugar un
tanto a la contra en sectores muy condicionados por los tipos de cambio, sin méritos
propios (como el calzado, etc.), al no permitirse las devaluaciones competitivas. Por
consiguiente ciertos sectores exportadores lo van a pasar mal, y se destruirán,
posiblemente, algunos puestos de trabajo. Por supuesto, no es el caso de los vinculados
a la producción de bienes y servicios difícilmente transportables: la reparación de
electrodomésticos o los trabajadores de la construcción, etc. Que pueden escurrir el
bulto frente al acoso competitivo internacional”.
La Comunidad Valenciana tiene los medios para solucionar su problema del empleo.
Estaremos en la vía acertada si decidimos, entre todos, correctamente entre una serie de
opciones, en las que el emprender puede ser una de ellas. Por supuesto, que el
emprender no es la solución para todo el mundo; pero con auténtica convicción creemos
que puede ser la salida óptima para muchas personas y en suma algo de incalculable
valor para salir de la crisis. Por ello, se sugieren ayudas para fomentar este sector tanto a
nivel financiero como de asesoramiento.
En este sentido, se necesitan políticas más activas para promover la constitución de
nuevos emprendedores y ayudas d a las PYMES, cuyo desarrollo puede estimularse
mediante las medidas adecuadas. Italia, por ejemplo, ha tenido bastante éxito con los
distritos industriales. El término distritos industriales se refiere aquí
a ciertas
agregaciones horizontales de PYMEs en las que cada empresa funciona de forma
autónoma, pero la producción está coordinada con la de las demás empresas del distrito,
lo que resulta en economías externas. Estas medidas deberían tender, principalmente, a
la creación de organismos asesores para cuestiones burocráticas, fiscales, financieras y
tecnológicas.
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
2.2.4 REDUCCIÓN DE LA DURACIÓN DEL TIEMPO DEL TRABAJO
La reducción del tiempo de trabajo, contrariamente a los que algunos opinan, no es un
reparto maltusiano. El verdadero maltusianismo reside más en la no-política de empleo.
Una política que condena a una gran parte de los valencianos a la inactividad, aunque
ella prefiera trabajar. Una política que malgasta miles de inteligencias inutilizadas. Por
el contrario, el objetivo del reparto del tiempo de trabajo, consiste en que cada persona
trabaje menos, pero que produciría y trabajaría más si trabajan todos juntos. No hay
contradicción entre reducción del tiempo de trabajo y crecimiento, sino más bien todo
lo contrario.
El desafío de la reducción del tiempo de trabajo, no es solamente mejorar la situación
del empleo -sería suficiente con el desarrollo del tiempo parcial- es redoblar la
confianza de una sociedad en su democracia. afirmando que el paro es un problema
político y no económico, porque pone en tela de juicio la cohesión social. Reducir el
tiempo de trabajo es afirmar que el paro es un problema de todos y no sólo de los
parados.
De las tres grandes estrategias posibles para intentar remediar la crisis del paro:
aumento del volumen del empleo, creación de un nuevo tipo de empleo de utilidad
colectiva, redistribución del empleo, es precisamente esta última la que más polémica
suscita en la sociedad, con abundante literatura, numerosos discursos públicos y ha dado
lugar a proposiciones, ideas, sugerencias, y recomendaciones de filosofía muy variadas.
Así, el reparto del tiempo de trabajo es a menudo en nuestro país objeto de
posicionamientos ideológicos - entre los que creen y los que no creen - más que de
análisis razonados. Por tanto, la riqueza de la experiencia histórica, desde hace más de
dos siglos, y el conocimiento de los resultados obtenidos recientemente de varios países
próximos, deberían permitir explorar zonas de consenso sobre diferentes aspectos de
dicha política.
La reducción del tiempo de trabajo es un objetivo en sí de la propia sociedad. La
tendencia histórica es de una reducción progresiva de la duración anual de trabajo que
se sitúa actualmente en una media de 1700 a 1800 horas según países (a excepción de
diversos países asiáticos por razones culturales). Pero la inspiración ha evolucionado
profundamente: el deseo de reducir a las personas el esfuerzo en el trabajo ha dejado su
sitio a la voluntad de reabsorber el paro. Y es casi con toda seguridad -excepto accidente
de la historia- que se trabajará aún mucho menos en los próximos cincuenta años.
En opinión de algunos expertos, "trabajamos media jornada", es decir, la duración del
trabajo se ha reducido a la mitad en un siglo. Esta división por dos del tiempo de
trabajo anual es un fenómeno común del conjunto de las economías desarrolladas. Ha
sido obtenida por la acción sindical, por la intervención de los poderes públicos o por
las dos a la vez, pero la mayoría de las veces contra la voluntad de los empresarios.
Llegado a este punto hay que plantearse el problema a la inversa y preguntarse: ¿Si
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
trabajásemos lo mismo que hace un siglo que pasaría?. La respuesta de los partidarios
de la reducción del tiempo de trabajo sería utilizar una regla de tres según la cual a un
porcentaje determinado de reducción de la duración correspondería un porcentaje igual
de creación de empleos. Ejemplo: a producción equivalente, trabajando con el mismo
nivel de productividad, pero trabajando con los horarios de principios de siglo, si hoy es
necesario una ocupación de más de 13 millones de personas, serían necesarias
solamente 6,5 millones. Sin reducción del tiempo de trabajo habría 6,5 millones de
parados.
Esta conclusión es rechazada por los detractores de la disminución del tiempo de
trabajo. Estos apoyan sus tesis en correlaciones basadas sobre determinados países,
minuciosamente seleccionados, para hacer ver la existencia de una relación de
causalidad entre bajos niveles de duración de trabajo y tasas elevadas de paro. Sin
embargo, la mayoría de expertos están de acuerdo en señalar la ausencia de dicha
correlación.
Reconocer la complejidad del tema no excluye que reducir la duración del trabajo, no es
solamente, dar empleo a los que no tienen, sino también, dar más libertad a los que
tienen. Evidentemente, el primer objetivo es el empleo, pero su aplicación va más allá
del cálculo económico.
2.2.5 CAMBIOS EN EL TRABAJO: HACIA UNA FORMACIÓN DISTINTA
Empleo y trabajo han cambiado siempre, pero nunca a la rapidez actual. Las mutaciones
en los últimos veinticinco años han sido muy profundas, de modo que el empleo y
trabajo ofrecido actualmente a la población es muy diferente del de entonces. Aunque a
veces no seamos conscientes muchas de las ocupaciones actuales han surgido hace
pocos años y muchas van a desaparecer a corto plazo.
Por ello, en opinión de F. Batty (1995), cada vez se tiene menos necesidad del saberhacer técnico clásico, heredado de una cultura industrial. La tendencia de futuro son
tareas con un contenido más responsable y con unos organigramas prácticamente sin
escalones.
Ese es el desafío de la nueva formación. Preparar a los trabajadores, artífices
simultáneamente de la viabilidad e instrumentación de las soluciones aplicadas, para
actividades nuevas y cambiantes, que se van a realizar en condiciones diferentes de las
del obrero industrial.
Tres factores, al menos, explican que hayamos entrado en una fase radical de
mutaciones:
ü La mundialización de la economía
ü La Sociedad de la Información.
ü La aceleración de cambios tecnológicos.
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
La emergencia progresiva de estos tres factores, desde hace un cuarto de siglo, están
originando una explosión, que consiste en una revolución del conocimiento a la que se
suma una rápida y masiva difusión de la información que conlleva a una triple
mutación: el trabajo, el empleo, y la empresa.
Pero estas mutaciones no son simplemente cuantitativas, ya que detrás de todo ello, se
adivina un proceso de cambio con datos y pruebas suficientes como para pensar que las
transformaciones en marcha no son puramente superficiales sino que afectan a los
fundamentos básicos de la sociedad industrial.
Estamos hablando de algo tan significativo como la previsible finalización de un
proceso que comienza con la Revolución Industrial y el comienzo de un nuevo período
histórico definido por la Sociedad de la Información. Uno de los principales ejes
vertebradores que han influido en la mundialización de la economía (según McLUHAN:
el mundo ha pasado a ser una aldea global).
El cambio no es nuevo. Lo que sí es nuevo, propio de nuestra época es la rapidez,
frecuencia, naturaleza e impacto del cambio. Un buen ejemplo lo constituye el
fenómeno INTERNET, que muestra claramente la amplitud de las incertidumbres. La
red comienza a invadir hogares y empresas, incluso antes de que sepamos realmente
quien esta detrás. Hasta hace bien poco, nos desplazábamos aun lugar determinado para
escuchar a una persona poseedora de conocimientos. Hoy hay que aprender a navegar
sobre un océano de informaciones en algunos casos pletóricos.
Los acontecimientos que se producen en el orden económico desde hace veinticinco
años, están demasiado cargados de consecuencias políticas y sociales para no arrastrara,
por ello, una transformación de las relaciones en el seno de nuestras sociedades
establecidas durante el tiempo de trabajo y fuera de él.
a) Las mutaciones de la naturaleza del trabajo
Progresivamente la noción de trabajo no se limita exclusivamente a características
productivas. Hoy, sin que las cosas hayan cambiado totalmente, ya no van a ser
idénticas. Cada vez se hace más informal, con un contenido más abstracto, cuando no
virtual.
Al objeto de clarificar las rupturas que se producen ante nuestros ojos es conveniente
destacar tres fracturas decisivas:
a.1 El fin de la relación del trabajo con el tiempo
Cada vez que más nos alejemos del entorno del trabajo productivo, en su concepción
industrial, y progresivamente nos acerquemos hacia el trabajo informal y abstracto, la
referencia al tiempo, con el fi de valorar el trabajo, es menos útil. Hasta hace bien
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
poco, era posible definir en función del tiempo, la cantidad de trabajo necesario para
producir algún bien o servicio, y calcular el valor añadido desarrollado por una
actividad productiva.
a.2 El fin de la relación del trabajo con el espacio
En el periodo industrial, había un lugar destinado para el ejercicio del trabajo: la fábrica
más que el despacho y la sede social.
Dicho lugar estaba sacralizado, cargado de símbolos y dotado de un poder emblemático,
y que el paso de generaciones sucesivas todavía no ha podido eliminar. Aunque el
tiempo histórico actual nos sorprende por su rapidez, el hombre sigue anclado, en buena
medida, en ideas y creencias arraigadas profundamente en su personalidad, moldeada
por otras experiencias que no se cambian con facilidad. Como decía R. ARON "vivimos
todavía bajo el stock de ideas desarrolladas en la primera mitad del siglo XIX".
Hoy, con el trabajo informal y abstracto, y la deslocalización de las tareas, estos
espacios están perdiendo su supremacía, debido a que la actividad profesional necesita
cada vez menos un espacio determinado para ejecutarse. La generalización del teléfono,
fax, las redes telemáticas, y muy pronto la visioconferencia, acortan las distancias y
reducen los tiempos. Todo ello, tiene como consecuencia que las fronteras entre el
trabajo y no trabajo desaparezcan.
a.3 "Terciarización" de la economía
La introducción de nuevas tecnologías, y de técnicas de gestión, han descargado a las
personas de una parte de sus funciones productivas, lo que implica que un número de
actividades industriales se han terciarizado, y conducido a comportamientos,
competencias y cualidades de relaciones humanas, que se sitúan normalmente en el
sector servicios.
Paralelamente a esta evolución se asiste a la desmaterialización de las actividades. En
la década de los 60, la OCEDE, a través de un estudio, ya anunciaba que un nuevo
factor residual, distinto del capital y del trabajo tradicional, aparecía en el desarrollo
económico. Destacaba el progresivo impacto de la investigación, la innovación, la
prospección, la publicidad, los estudios, en todo aquello que se le denomina inversión
inmaterial.
b) Las mutaciones del empleo
Debido a los cambios estructurales producidos en la economía y la tecnología, es
evidente, que los empleos ofrecidos actualmente sobre el mercado de trabajo presentan
profundas diferencias.
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
Por ello, se han generado cambios substanciales en relación a las demandas de
preparación laboral exigidas. Hoy una persona que no sabe leer ni escribir tiene serias
dificultades para encontrar un empleo. Ayer, podía ocupar un puesto de trabajo de
ejecución con un grado de autonomía casi inexistente.
b.1. El terciario y sus empleos
Al contrario del sector industrial, el terciario tiene necesidad de una mano de obra
cualificada, debido que los empleos, incluso los de ejecución elemental, tienen y
tendrán necesidad de personas con mejores y mayores niveles de formación, autónomas
y capaces de aprender rápidamente nuevas tareas: utilizar la informática y la telemática,
bancos de datos y medios de telecomunicación.
En la Unión Europea la mayor tasa de crecimiento en los últimos diez años ha
correspondido a los servicios prestados a las empresas y las actividades informáticas,
con un aumento del 7%. Le siguen las actividades vinculadas a sectores del medio
ambiante con una tasa media de creación neta de empleo del 3% anual.
b.2. Nuevas modalidades del empleo
Hasta la década de los setenta, el empleo asalariado estaba estructurado con contratos de
duración indeterminada, a tiempo completo, y se beneficiaba de una fuerte protección
social. Sin embargo, a partir de dicha década se establece, progresivamente, una
dialéctica donde se mezclan renuncias sociales bajo la presión de dificultades
económicas, y ajustes de flexibilidad provocados por la adaptación a los problemas de
las empresas, que produce un retroceso del anterior esquema conocido como fenómeno
de la precarización. Se desarrollan formas de empleo diferentes a las anteriores y que
van a modificar la relación empleador-empleado.
Un buen ejemplo nos lo proporciona la Com. Valenciana, (según el CES) a través del
contrato eventual por Circunstancias de la producción por necesidades del mercado que
de registrar 160 mil contratos en 1993, pasan a registrarse, en 1999, la cifra de 460.000
contratos, o sea un incremento del 188% en tan sólo seis o años.
c) El oficio de emprender desde lo local
En este período de transformaciones cualitativas y cuantitativas del empleo industrial,
se esta generando un cambio radical de las estructuras y del propio sistema económico,
que favorece, cada vez mas, la emergencia de “nuevos emprendedores” (según un
estudio de la Unión Europea: “Empleo-Formación Horizonte 2005”, más de un 16% de
los jóvenes accederán al empleo por dicha vía).
El oficio mismo de emprender, tiene una fuerte presencia en el empleo generado, como
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
la matemática demuestra fácilmente, y tiene un gran valor cualitativo por ser el único
que tiene certeza de futuro en tiempos tan inciertos, como es evidente cuando asistimos
a diario a la transformación, muerte y nacimiento de nuevas ocupaciones. Es justificado
que el emprender sea considerado un oficio, y como tal susceptible de ser aprendido.
En nuestra opinión, a emprender se aprende desarrollando actividad, iniciativa,
valoración de riesgos y capacidad para obtener resultados. Sobre todo, en un país como
el nuestro, en que en la mayoría de las veces, la empresa se heredó.
Por ello, de la misma forma que el aprendizaje multiplica su eficacia si se hace en
producción, que el pequeño y mediano empresario aprende a ser más competitivo
“compitiendo”, y que el trabajador aprende a trabajar en un puesto de trabajo, del
mismo modo, el joven emprendedor debe “aprender a emprender” tratando de convertir
su idea de negocio en una empresa. La “empresa de aprendizaje” debe imponerse como
componente fundamental.
Así, las iniciativas económicas que surgen en los entornos locales descubren nuevas
formas de crear riqueza vinculada al territorio y pueden aportar la flexibilidad y
adaptabilidad tan necesaria para complementar la iniciativa de carácter
macroeconómico. Pueden sumar lo exógeno, que viene de fuera, con lo endógeno, que
está en la localidad. Pueden utilizar las ventajas comparativas de cada entorno y
potenciar conjuntamente la capacidad pública y privada.
d) Nueva formación: desafíos
Las evoluciones del empleo y del trabajo generadas por las mutaciones económicas y
técnicas plantean, siempre, la problemática de la enseñanza como medio de preparar
para el trabajo. Por lo tanto, habría que preguntarse: ¿Cómo formar una nueva
generación laboral, más polivalente, más cualificada, más heterogénea, y con nuevos
emprendedores?. Es toda una apuesta de adaptación a las nuevas ocupaciones, que
implica una revisión profunda de la enseñanza (y de la formación) para estar a la par
con la revolución tecnológica, y de la información, y seguir el ritmo del avance
tecnológico en los años venideros.
En este sentido, la Comisión Europea, nos reafirma en nuestra opinión, indicando
"dentro de 10 años, el 80% de la tecnología que utilizamos hoy en día habrá quedado
obsoleta y será reemplazada por tecnologías nuevas".
Un hecho parece evidente, si vamos a trabajar de otra forma, habrá que formar de otra
forma, lo que nos conduce a nuevos desafíos, o sea que los cambios producen cambios.
Primer desafío: "individualización de los itinerarios profesionales". Lógicamente, si
aceptamos que los jóvenes en su vida profesional sean "creadores de su propia
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
actividad", es necesario construir un diseño de proyecto formativo, que les permita un
camino adecuado de la escuela a la vida laboral activa. Aquí, es fundamental la ayuda
de los acompañantes de demandantes de empleo. Todo ello, es debido a que la
población laboral ya no es homogénea, sino todo lo contrario heterogénea.
Expondremos un ejemplo:
A nivel de desempleo juvenil, se observa que es un fenómeno enormemente
heterogéneo, que afecta con muy diversas intensidades a los distintos grupos de dicha
población, y que adopta formas muy diversas, según los casos. En la Com. Valenciana
el 4% del paro total eran titulados superiores. Así, los hechos demuestran que una
persona carente de titulación tiene tres veces más posibilidades de estar desempleada
que una persona que tenga un título (según un estudio de Comunidades Europeas
"Empleo-Formación Horizonte 2005", la tasa de paro de Diplomados es de un 10%,
contra el 30% de los no-titulados).
Por ello, parece obvio argumentar que las políticas de empleo deberán ser distintas
según el tipo de población a l que se dirijan, es decir, específicas y no globales. Lo que
resulta fundamental para el diseño y aplicación de políticas educativas (y de formación)
diferenciales para corregir situaciones notoriamente distintas. En este sentido P. Pineda
(1998) afirma: "la formación ha de adaptarse a las características del colectivo al que
dirige sus acciones. Cada grupo de personas presenta unos rasgos específicos que lo
diferencia del resto de grupos. La formación no se puede aplicar de forma homogénea a
cualquier colectivo, sino que ha de considerar los rasgos que caracterizan a cada grupo y
adecuarse a ellos".
Segundo desafío: "la transformación de la naturaleza misma de la enseñanza". Se
requiere una nueva interacción entre trabajo y formación, en lugar de la antigua
interacción entre trabajo y no trabajo. De basarse en la enseñanza, el sistema educativo
debe pasar a basarse en el aprendizaje. La experiencia demuestra que los países que
garantizan una oferta de experiencia de trabajo o formación, a través del aprendizaje,
han logrado reducir el desempleo juvenil de manera significativa.
Conviene aclarar, que el aprendizaje no debe quedar reducido a un marco conceptual
estrecho, pues no es un concepto teórico. La escuela facilita la socialización de los
ciudadanos, en un aula donde, a veces, se lleva algo de la realidad dentro de una botella
de vidrio. El problema viene cuando queremos utilizar métodos escolares para aprender
a trabajar. Porque a trabajar se aprende mejor de uno en uno que de 20 en 20. Se
aprende mejor en un puesto de trabajo que en un aula.
Dicho esto, parece lógico que:
- "Aprender trabajando".
-"Trabajar aprendiendo"
sean propuestas que superan la dicotomía entre "educación" y "ocupación". Las nuevas
exigencias ocupacionales conducen a que ele lugar de la formación sea más decisivo
que el mismo contenido.
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
Si hemos comentado, que las tecnologías evolucionan rápidamente, el "aprendizaje"
debe servir para desarrollar habilidades, dominar técnicas y conseguir conocimientos, a
fin de "hacer bien algo". Se posibilita pasar de un "saber hacer" a otro más analítico
que permite aplicar posteriormente a otras situaciones esa actitud y destreza para
"aprender a aprender" en palabras de G. Bateson. Por ello, el que puede "aprender a
aprender" está en condiciones de ser flexible y de cambiar de ocupaciones.
Por último, el tercer desafío: "educación permanente". Frente a la aceleración de las
innovaciones tecnológicas la concepción actual de la educación, configurada como
período dedicado a la formación precedente a la vida profesional, se va quedando
obsoleta. En breve ya no habrá dos épocas, la del estudio y la del trabajo, sino una
unidad de acción.
Hay que evitar la idea de considerar que lo teórico corresponde, exclusivamente, a la
formación y lo práctico al trabajo, se trata de establecer una vinculación directa e
intensa entre el campo ocupacional y la formación.
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CAPÍTULO III: CONCLUSIONES
Las principales víctimas del paro, por la magnitud del problema, son las mujeres, los
jóvenes sin empleo y que buscan su primer empleo sin encontrarlo. La destrucción de la
creación de empleo para los jóvenes, puede poner en peligro la incorporación definitiva
al mercado de trabajo de las generaciones más formadas de la historia. La sociedad
pierde también los recursos de talento y potencial de miles de jóvenes. Ello, debe
plantearnos que el mercado y la coyuntura, por si solos, no solucionan las
desigualdades sociales. Por lo tanto, la realidad debe hacernos reflexionar sobre la
urgencia social de los jóvenes.
En primer lugar, porque no es ni política ni socialmente aceptable el desempleo de un
colectivo tan decisivo para el futuro de nuestra sociedad, como es el de los jóvenes. No
se puede tolerar más tiempo el despilfarro de una generación desconectada del mundo
del trabajo y sin esperanza.
Y, en segundo lugar, porque, contra lo que algunos piensan, son precisamente los
jóvenes los que muestran de forma insistente su deseo de participar en la sociedad, de
incorporarse al mercado de trabajo y de contribuir a liberar el enorme potencial de
riqueza que supone contar con una población más joven y pujante que la de nuestro
entorno económico.
A nadie se le oculta que esta situación tiene consecuencias sociales de todo tipo:
Frustraciones personales, falta de hábito de trabajo, aumento de la dependencia familiar,
derivaciones hacia la delincuencia común, la drogodependencia, y la exclusión.
En efecto, Ken Loach, directo de su película Mi nombre es Joe afirmaba: “Todos estos
problemas se esfumarían si la gente tuviera trabajo. Así, muchos puestos de trabajo que
se crean están ligados a la pobreza: programas contra la droga, ayudas sociales, asesoría
jurídica, etc.”.
A la falta de empleos para los jóvenes se suma, según la UE (L'emploi en Europe,
1997) el importante grado de discriminación para la mujer en el mercado de trabajo, lo
que es determinante para la elevada tasa de paro.
En efecto, mujeres y hombres ocupamos y participamos conjuntamente el mundo
laboral, aunque de forma distinta. El empleo de la mujer se caracteriza, con demasiada
frecuencia, por ocupar puestos de trabajos menos cualificados, están peor pagadas, son
más en el paro y están más tiempo en el desempleo, son mayoría entre las personas que
buscan su primer empleo, tienen mayores tasas de eventualidad, están más expuestas a
la precariedad, tienen reducidas posibilidades de promoción profesional, y están lejos de
alcanzar la igualdad con los hombres en el mercado de trabajo.
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Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
Para ello, se deben formular políticas y programas destinados a ofrecer iguales
oportunidades de empleo a hombres y mujeres. Esto abarca, medidas especiales que
incrementen la empleabilidad de los grupos vulnerables, tales como los trabajadores
migrantes, trabajadores discapacitados y trabajadores jóvenes, y reintegrar a los
desempleados de larga duración como miembros activos del mercado de trabajo.
La sociedad en general y, de forma muy particular, sus órganos de gobierno y de
administración no pueden asistir indiferentes, en el siglo XXI, ante este futuro. Es un
futuro que exige acción de presente con carácter prioritario en todos sus planos de la
sociedad; en el cultural, en el social, en el educativo y en el económico.
Especialmente deben contribuir a evitar la consolidación de la “sociedad dual” que
agudiza y legitima las desigualdades, de la pobreza y marginación de sectores
importantes de la población y a potenciar con valentía y creatividad las formas de
trabajo alternativo y las ocupaciones socialmente útiles en el marco de un desarrollo
económico y social solidario.
Por ello, se considera necesario crear una nueva filosofía económica, que se traduce en
el cambio de una lógica económica por una lógica social, y movilizar todos los recursos
a favor del empleo.
Desde luego, somos conscientes que no hay soluciones simples, pero si diversos
posibilidades, que conviene explorar, se sitúan en el terreno de la educación, de la
formación y del apoyo a los ciudadanos con rentas bajas, en forma de:
ü Mejorar la competitividad.
ü El impacto del cambio industrial y tecnológico – la sociedad de la información.
ü El reparto del tiempo de trabajo.
ü El autoempleo.
ü La economía social.
ü Promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
ü La necesidad de desarrollar el aprendizaje a lo largo de toda la vida y la promoción
de los conceptos de desarrollo personal, de competencia social y de ciudadanía
activa.
ü La necesidad de mejorar la política y la práctica de la formación profesional.
ü Desarrollar la cultura general. La cultura puede dar la llave de la comprensión del
mundo. La capacidad de captar la significación de las cosas, de comprender y de
26
Autor: Vicente Castelló Roselló
Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana
enjuiciar, es el primer factor de adaptación a la evolución de la economía y del empleo.
La educación es un bien público, sus beneficios se extienden más allá de las personas
que la reciben. Hoy en día se asignan grandes incentivos fiscales para las inversiones en
capital propiamente dicho, pero normalmente no se proporcionan cuando se trata de
inversiones en capital humano.
En definitiva, hay que experimentar con ideas y planteamientos nuevos, respetando los
principios de solidaridad y justicia social. Crear empleo y de la mejor calidad posible
debe ser el único camino para distribuir eficientemente los recursos entre las personas.
Probablemente, las formas de empleo y de trabajo cambiarán, pero si el empleo no se
mantiene como un derecho básico no parece posible evitar los grandes cataclismos
sociales. Probablemente, las relaciones laborales también tendrán que cambiar –ya lo
están haciendo- hacia una mayor flexibilidad e innovación, pero si esto quiere decir aún
menos democracia y menos negociabilidad, entonces también las relaciones laborales
fracasarán.
27
28
INDICE
TÍTULO: TRABAJO Y POLÍTICAS DE EMPLEO
EN LA COMUNIDAD VALENCIANA (1974 – 1998)
CAPÍTULO I : EL MERCADO DE TRABAJO EN LA
COMUNIDAD VALENCIANA (1974 – 1998)
1.1. Los datos del problema
páginas
2
1.2. Actividad, Empleo y Paro
2
1.3. Tasas de Actividad por sexo y edad
3
1.4. Tasa de Ocupación
4
1.5. Evolución del Empleo
1.5.1 Distribución sectorial del empleo
1.5.2 Empleo por sexos
1.5.3. Contratos de Trabajo
1.6. La dimensión del paro
1.6.1 Diferencias por edad y sexo
1.6.2 Paro Juvenil
1.6.3 El paro de Larga Duración
7
CAPÍTULO II : POLÍTICAS PÚBLICAS DE EMPLEO
2.1. Utilidad de las Políticas Públicas de empleo
2.2. Políticas propuestas para la reducciión del desempleo
2.2.1 Subvenciones a la creación de empleo
2.2.2. Ocupaciones Sociales (nuevos Yacimientos de Empleo)
2.2.3. Emprender contra el paro
2.2.4. Reducción de la duración del tiempo de trabajo
2.2.5. Cambios en el trabajo: hacia una formación distinta
10
10
CAPÍTULO III : CONCLUSIONES
29
INDICE DE GRÁFICOS
Gráfico nº 1. Tasas de actividad por sexos
Gráfico nº 2. Tasa de actividad global y menores de 25 años
Gráfico nº 3. Tasas de actividad y tasas de ocupación
Gráfico nº 4. Evolución de la Población Activa Empleo y
Desempleo
Gráfico nº 5. Empleo por sectores
Gráfico nº 6. Empleo por sexos
Gráfico nº 7. Distribución de contratos en fijos y temporales
Gráfico nº 8. Distribución de contratos fijos por sexos.
Gráfico nº 9. Contratos más utilizados en 1998.
Gráfico nº 10. Duraciónn inicial de los contratos de duración
determinada
Gráfico nº 11. Tasas de paro global y por sexos
Gráfico nº 12. Población inactiva toal y por sexos.
Gráfico nº 13. Parados primer empleo y por sexos.
Gráfico nº 14. Tasas de paro menores de 25 años.
Gráfico nº 15. Tasas de paro total y de larga duración.
30
TASAS DE ACTIVIDAD GLOBAL Y POR SEXOS
85
76%
75
69,3%
67,4%
Global
Mujeres
Varones
64,2%
55
52,1%
50,8%
51%
48,58%
45
38,5%
38,5%
35
32,7%
29,1%
29,1%
1998
7
6
5
4
3
2
1
1990
9
8
7
6
5
4
3
2
1
1980
9
8
7
6
25
1974
Porcentajes
65
TASAS DE ACTIVIDAD GLOBAL Y <25 AÑOS
70
67,8
65
<25 ambos sexos
<25 años mujeres
<25 años varones
62,4
60
57,3%
55,2%
55
53,5%
54%
52,85
52%
51,9%
50,5%
50,5%
50
47,8%
45
45,1%
7
19
98
6
5
4
3
2
1
9
19
90
8
7
6
5
4
3
2
1
9
19
80
8
7
40
19
76
Porcentajes
58,2%
TASAS DE ACTIVIDAD Y TASAS OCUPACIÓN (1976 - 1998)
55
53
52,6%
51,5
50,8%
51
50,8%
49
49%
48,2
45
43,9
43
42%
41
Tasas Actividad
39
Tasas Ocupación
39,2
38,8%
37
19
98
7
6
5
4
3
2
1
19
90
9
8
7
6
5
4
3
2
1
19
80
9
8
7
35
19
76
Porcentajes
47
EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN ACTIVA EMPLEO, DESEMPLEO EN LA COM. VALENCIANA
(1976 -1998)
1700
1600
Población Activa
1500
Miles
1400
1300
PARO
1200
1100
EMPLEO
1000
900
1976
Fuente:INE
7
8
9
1980
1
2
3
4
5
6
7
8
9
1990
1
2
3
4
5
6
7
8
(Gráfico 4)
DISTRIBUCIÓN DEL EMPLEO POR SECTORES EN LA COM. VALENCIANA (19976-1998)
60
60
50
40
Porcentajes
44,8
1975
1985
1995
44,6
44,4
38,4
35
30
20
16,8
12
10
5
0
Agricultura
Fuente:INE
Industria
Servicios
(Gráfico 5)
EMPLEO TOTAL Y POR SEXOS (1976 - 1998)
1600
1400
1376,6
1304,2
1312
1216,2
1177,8
1200
1210
1060,9
1000
Total
Mujeres
800
600
454,7
442,39
400
358,1
482,9
370,9
370,9
337,3
408,8
313,7
200
19
7
98
se
pb
re
6
5
4
3
2
1
19
90
9
8
7
6
5
4
3
2
1
19
80
9
8
7
0
19
76
Miles de personas
1142,7
DISTRIBUCIÓN DE CONTRATOS EN FIJOS Y TEMPORALES (1998)
Fijos
9,25%
Temporales
90,75%
DISTRIBUCIÓN CONTRATOS FIJOS POR SEXOS (1998)
Mujeres 32%
Varones 68%
CONTRATOS MÁS UTILIZADOS EN 1998
50
46,2
45
40
Porcentajes
35
30
23,6
22,6
25
20
15
10
3,5
2,4
1,7
5
0
l
tua
n
e
Ev
s
cia
n
ta
ns
u
c
cir
ión
cc
u
d
pro
ra
Ob
cio
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e
Int
n
ció
a
rm
Fo
ros
Ot
al
rci
a
p
po
m
Tie
DURACIÓN INICIAL DE LOS CONTRATOS DE DURACIÓN DETERMINADA (1998)
> 6 meses
1,9%
<3 a <=6
16,8%
< = 1 mes
48,5%
<1 a <=3
32,8%
TASAS DE PARO GLOBAL Y POR SEXOS (1976-1998)
40
35
Global
33,4%
Mujeres
Varones
30
25,68%
25,9%
24,2%
20,78%
21%
20
19,3%
18,3%
17,19%
15
15,2%
14%
11,4%
10,5%
10
5
3,39%
19
98
7
6
5
4
3
2
1
19
90
9
8
7
6
5
4
3
2
1
19
80
9
8
7
0
19
76
Porcentajes
25
POBLACIÓN INACTIVA TOTAL Y POR SEXOS (1976 - 1998)
1800
TOTAL
1600
MUJERES
1578,5
HOMBRES
1200
1157,3
1049,7
1000
902
800
600
528,8
400
255,3
AÑOS
19
98
7
6
5
4
3
2
1
19
90
9
8
7
6
5
4
3
2
1
19
80
9
8
7
200
19
76
Miles de personas
1400
PARADOS PRIMER EMPLEO Y POR SEXOS (1976-1998)
120
100
Total
80
60
45,75
40
22,66
Varones
20
AÑOS
19
98
7
6
5
4
3
2
1
19
90
9
8
7
6
5
4
3
2
1
19
80
9
8
7
0
19
76
Miles
68,41
Mujeres
TASAS DE PARO <25 AÑOS
60
49,8%
50
46,2%
45%
43,4%
41,3%
40
41,1%
Porcentajes
37,2%
33,5%
29,7%
30
24,8%
23,3%
20,9%
20
<25 ambos sexos
<25 años mujer
<25 años varones
10
7,5%
5,5%
0
76
19
7
8
9
80
19
1
2
3
4
5
6
7
8
9
90
19
1
2
3
4
5
6
7
98
19
TASAS DE PARO TOTAL Y DE LARGA DURACIÓN
25
Las cifras sobre las barras
indican la tasa de paro de larga
duración en % del paro total
En % de la población activa
20
15
< 1 año
> 1 año
10
63,1%
57,5%
54,2%
52,7%
5
55,8%
55,2%
51,6%
48,9%
0
87
19
90
19
93
19
94
19
95
19
Gráfico nº 15
96
19
97
19
98
19
Fuente : EPA
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