La Cooperación internacional para el desarrollo

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Grupo: Cooperación Internacional y Participación
Jesús Delgado Baena
La Cooperación internacional para el desarrollo (de aquí en adelante
CID) es un concepto complejo del cual no existe una definición consensuada y estandarizada; esto se debe principalmente a la diversidad de construcción del concepto. El concepto clave es “el desarrollo” que desde una
perspectiva crítica, se podría establecer algunos puntos claves para entender que: a) debe de ser un proceso integral en el que el principal protagonista sea el ser humano y su finalidad la plena realización de éste en todos
sus aspectos (físicos, intelectuales, morales y culturales) y en el seno de
una comunidad local. Dicho proceso exige la participación activa y consciente de los individuos y las colectividades en la adopción de decisiones en to das sus etapas, desde la determinación de los objetivos y los medios para
alcanzar hasta la puesta en práctica de los mismos y la evaluación de los resultados. B) El desarrollo debe procurar las condiciones que promuevan el
efectivo goce tanto de las libertades civiles y políticas como de los derechos
sociales y culturales en ausencia de cualquier tipo de discriminación. C) Que
no existe un modelo único ni preestablecido de desarrollo, por lo que un au téntico desarrollo exige la libre determinación de los pueblos, que tengan
soberanía sobre sus recursos y riquezas naturales y el pleno respeto de su
identidad cultural. D) Que el desarrollo no es un problema que concierne
únicamente a los países llamados “en desarrollo”, sino que es un objeto que
interesa a toda la comunidad internacional, en razón de la interdependencia
que existe entre todas las naciones, sociedades, comunidades y territorios.
La CID puede y debe ser una herramienta del desarrollo y ésta no es
ni buena ni mala, es una herramienta, que depende para que tipo de desarrollo se esté utilizando, es decir, el modelo de desarrollo condiciona las características de la Cooperación Internacional. Por lo tanto, con un modelo de
desarrollo hegemónico global en crisis, sus herramientas metodológicas y filosóficas como la CID también se sitúa en crisis, porque la CID no ha servido
desde su institucionalización para paliar la pobreza, siendo el por qué de esa
cuestión en ocasiones es evidente. La CID no siempre ha sido utilizada para
la visión, la “creencia” occidentalista del desarrollo, ni se ha utilizado para el
empoderamiento de los pueblos, ni para procesos de luchas sociales que
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den acceso a bienes. En muchos casos, bajo el techo de la “solidaridad”, la
“paz” y otros más adjetivos de “buen ver” se ha utilizado para proyectos hegemónicos de un mercado liberal a escala global.
Pero además, como dice Luciano Carrino 1, a nivel técnico la cooperación
internacional ha tenido y mantiene algunas debilidades tales como:
 Que la mayor parte de los recursos están diseminados en cientos de
proyectos en de manera descoordinados;
 Problemas de centralismo, ya que para el desarrollo de un país es absolutamente indispensable que las instituciones centrales del Estado
funcionen bien.
 El elitismo es otro problema propio de la cooperación, no solo por la
manera en que se establecen las relaciones entre los dirigentes, gubernamentales y no gubernamentales, y las respectivas bases, sino
además por el modo en que surgen y se realizan los programas y proyectos de cooperación.
 la manifestación más perceptible de los desequilibrios de la falta de
coordinación es el sectorialismo, ya que mantiene y prioriza los intereses particulares. Los que adoptan un enfoque sectorialista se basan
sobre todo en la defensa de su propio campo de acción, su presupuesto, su responsabilidad y competencia, su profesión y especialización.
 el enfoque asistencialista ha realizado mucho daño a la percepción de
la cooperación, lo eligen generalmente los grupos fuertes, que han
logrado el éxito en la competencia general. Muchos de ellos piensan
que los pobres, los discapacitados, los grupos más vulnerables y los
marginados son un peso muerto para el desarrollo, no tienen la fuerza
o la capacidad para reaccionar y deben ser objeto, a bajo costo, de
programas y servicios especializados.
 Una administración eficiente es indispensable si se quieren favorecer
procesos de desarrollo equilibrados, transparentes y eficaces, por lo
tanto la burocracia o el burocratismo en procesos de cooperación in1
CARRINO, LUCIANO, “Perlas y Piratas, Crítica de la Cooperación para el desarrollo y nuevo
multilateralismo” edita ICARIA, Marzo 2009
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ternacional establecen barreras en los procesos internos de los territorios.
 Quizás el mayor problema de la cooperación a nivel técnico ha sido el
proyectismo, es decir, la realización de muchísimos proyectos aislados, autónomos, y que cada uno marcha por su cuenta, sin coordinarse con todos.
Pero que la CID haya sido utilizado en muchas ocasiones para esa tarea,
no significa, que la base de cooperación entre diferentes culturas, el establecer lazos con diferentes pueblos, y establecer un apoyo para las sociedades que lo necesiten, no pueda ser rescatado, por lo tanto la cooperación es
necesaria, pero la cooperación comprendida como un espacio de lucha por
la emancipación de los territorios y las personas, en busca de la dignidad
Humana.
Hay que rescatar por tanto procesos donde la cooperación internacional
facilita espacios de participación, y crea metodologías específicas sobre el
tema, ya que al establecer espacios y metodologías, se facilita la construcción de procesos de desarrollo a los agentes locales y territoriales y por lo
tanto no se establecen “verdades absolutas” sobre modelos de desarrollo.
Por lo tanto la Cooperación internacional puede y debe hacer uso de
la participación, pero si el modelo de desarrollo, el marco conceptual y contextual no son los adecuados, la participación será simbólica. La participación en un marco legal y estructural adecuado, consigue resultados óptimos,
es decir, la autoorganización de pueblos y territorios para que, construyendo
una visión del mundo, a su vez lo reconstruyan.
Aunque, entendemos que la participación para que sea efectiva, debe de incorporarse en un contexto social y político adecuado, actualmente a modo
de recomendación entendemos que los proyectos de cooperación pueden
garantizar la participación de diferentes maneras de los cuales nombramos
a continuación:
 Las entidades de cooperación deben integrarse en los espacios de
participación ya creados en los territorios donde se actúa , bajo demanda de las instituciones locales
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 Establecer diagnósticos participativos, con los agentes locales territoriales.
 ejecutar los proyectos desde instituciones locales, y en ocasiones la
cooperación establecerá “expertís” en temas concretos y recomendaciones bajo demanda.
 Las instituciones de cooperación no serán sustitutivas de la administración pública local.
 Los proyectos facilitarán espacios de participación en todas sus fases,
dotando estos espacios de metodologías participativas.
Bibliografía:
•
AULA DE DERECHOS HUMANOS; La integración del enfoque de
derechos humanos en la cooperación internacional para el desarrollo
y su estudio en Navarra. IPES, Pamplona 2008
•
CARRINO, L.: “Perlas y Piratas. Crítica de la cooperación para el
Desarrollo y nuevo multilateralismo”. Barcelona: Icaria-Antrazyt. 2009
•
CORDERO RAMOS, NURIA; DELGADO BAENA, JESÚS: Desarrollo
humano local. Una alternativa a la crisis actual de la cooperación
internacional. Comunicación: Congreso África y occidente; Huelva,
octubre 2010.
•
DELGADO BAENA, JESÚS: Máster oficial europeo: Derechos Humanos,
Interculturalidad y desarrollo, Tesis: Un Nuevo modelo de desarrollo.
Universidad Pablo de Olavide, Sevilla 2010
•
DELGADO
BAENA,
ANTONIO:
Cooperación
internacional
y
participación. Material didáctico Máster de formación Permanente
“Cooperación internacional, nuevos enfoques” Universidad Pablo de
Olavide, Sevilla 2010
•
HERRERA FLORES, JOAQUÍN, “La Reinvención de los derechos
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HERRERA FLORES, JOAQUÍN. “El vuelo de Anteo” Descleé. Bilbao 2000
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MARTÍNEZ NAVARRO, EMILIO: “Ética y Derechos Humanos en la
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•
RIST. GILBERT: “El desarrollo; historia de una creencia occidental”
Madrid. 2002
•
TAIBO, CARLOS: Globalización Neoliberal y Hegemonía de Estados
Unidos. Arco Libros S.A 2003
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