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AwXYviiKuel de los santos) Avala, Alonso (J.B), Araquislain Bachllery Morales, Biilasuer, «AIIAI.T, leckcr, Benavides Dueño, Borao, nona. Bretón de los Hítroros, Borrego, CiI;VoAsF.^slo. Calvo Martin tampoamor^^^^
•lejas Qtftete Casillar, Cas ro, cánovas del Castillo Ci siró y Serrano, Conde de Pozos Dulce.», Colmeiro, Corradl, Correa, Cuelo, Sra. Coronado, cárdenas.Sres.Casaval, Dacarrele, D lUNjEguilaz, E »«, E«;AiAMLEsco6ura, 1 stcvaiie^^
(§rder¿S"¿trel a, Fernandez Cuesta, Ferrez del Rio, Fernandez , González, FlRUerola, Flores, Forleza, Srta.^Carcia Balmascda, García Gune/rez.Jiaya.iRos. j¿en r.„l;?''ÍÍ'Jf,L''yÜ,^.':.',!::i''i'; ^^±\ L^"lÍA¡?,"J'Si;f !Vw"."f„^'^hn«
SERRAW, Lafuente, Llórenle, López García, Larra, Larrafinga, Lásala, Lobo, Lorenzana, Luní '
OlavaTria, Oirtzasa, Olozabal, Pa aclo, PASTOB DÍAZ, Pasaron y Lasira, l'erez Calvo, I'ezuela
4rlKnez y Mufioz, llosa y González, Ros de Glano, Ramírez, noseli.Huiz Aguilera, Bod
me'l?in,''Rehe''ío da'siIvS? S í g l l s sTm^aTorilff'rTuTio, l e í p r í ' l S e l ! Vlscoílde d¿ Go"i¡íéa™TME«icíkoV.l A;beíd7Áiempa"ne;ia'uVezo,"B'aVro8^
Bello, Caicedo, Carpancho; Fombona. Gana, González, Laslarrla.lorcn
le, Malta, várela, Vlcufia Mackenna.
Manuel, del conde de Cavour y de Garíbaldi? En ese
SUMARIO.
ÁdreTtencia.~-Revis(a general, por C.—Recuerdos de iranjuez, por tiempo reconocieron el reino de Italia, Rusia, InglaterD. fimiiio Casteiar.—lJ)s neo-católicos, por D. Joaquín Aguirre.—
las provincias uUrarnarinas y sus prcsupu stos, por D Luis Estrada. ra, Prusia, Francia, los Estados-Unidos, es decir, las
—Cartas al señor ministro de Vltramar, (carta cuarta), por D. José naciones mas poderosas del mundo, y hoy se prepara á
Antonio Saco.—La libertad de Asociación, por n . Eusebio Asqueri- reconocerlo la mas recalcitrante de todas, la España ofino.^—Prosperidad de Castilla: iníportacion de Harinas en Cuba, por Don
José María de Orense.—¡slas Filipinas (II), por D. E. Vives.— cial; teocrática y retrógrada. ¿Qué importa, pues, un reCoiomos aon'co/aí, (continuación), p o r D . Cristóbal Lecumberri.— conocimiento implícito ó esplícito del reino italiano por
ios dógmai de la pintura, por D Luis Carreras.—.9«íiíos.—Los cón- la corte de Pió IX? Este resultado no justificaría i as neíoiiros, (segunda parte), por D. Juan V. Araquistain.—Soneto, por
Don Antonio García Gutiérrez.—;* la señorita 0." Elisa de otózaga, gociaciones, como no valdría la pena de que solo para
por D. Manuel Bretón de los Herreros.—£n eí álbum de F.lisa, por llegar á él hubieran sido aceptadas.
el Duque de Rivas.—.Son lo», por D. Antonio Roa de Olano.—
la Santa Sede se aprovecha de la ventaja que le
Ádios á la mezquita de Córdoba, por D. Julio Alarcon y Melendez.—
el tratado de 15 de setiembre para trasladar al
Fábula, por D. J u a n Martínez Villergas.—>< F.lisa de Olózaga, antes d • sus bodas, por D. Leopoldo^Augusto de Cueto.—En el álbum de reino de Italia la parte de la deuda pontificia corresponMaria, por D. Pedro Antonio de Alarcon.—Mariana Pineda, poi diente á las provincias romanas.anexionadas, no será
Don Eduardo Asquerino.—Anuncios.
*
^ ^
£
ADVEBTElíCIA.
Desde el número •próximo, nos representará en la
Habana como apoderado de LK AMÉRICA, el Sr. B. fíamon
Ruiz, en reemplazo del Sr. D. Ramón de Cozar, á quien
debemos las mas finas atenciones, y gustosos consignamos aquí nuestro profundo agradecimiento por su eficacia, celo y noble aesintcrés.
La circunstancia de estar en relación estrecha la casa del Sr. Buiz, de la Habana, con la de sus hermanos
en Madrid, antiguos amigos nuestros, es lo que únicamente motiva el, cambió de corresponsal.
LA AMERICA.
MADRTD 27 DE MAYO D E 1 8 6 6 .
REVISTA GENERAL.
La misión encirgada al comeudador Vegezzi cerca
de la corte romana (iivide la opinión en Italia.
Hemos determinado claramente el principio de estas
gestiones. De la indiferencia con que el pueblo italiano
miraba los esfuerzos empleados para perturbar las conciencias nació el temor de que desapareciera completamente la influencia teocrática. De aquí la invitación para
remediar el mal estado de la Iglesia de Italia, dirigida
por Fio IX al/ey Víctor Manuel.
¿El monarca italiano ha sabido aprovechar la ventaja que le daba el ser solicitado? Por el contrario, ¿las
instrucciones comunicadas al comendador Vegezzi, impondrán al gobierno italiano nuevas cargas sin Compensaoion alguna?
Este es el problema que se agita en Italia. Hay en la
opinión dos pareceres. Unos creen que debe comprometerse á la Santa Sede con algún acto que implique el reconocimiento délos hechos consumados, con lo cual bastaría para justificar la negociación. Otros piensan que
puede pasarse Italia sin ese reconocimiento, y que solo
deben hacerse concesiones á cambio de nuevas ventajas.
Esta divergencia se revela en las esferas oficiales. El
soberano y el presidente del Consejo de ministros, general Lamármora, están firmemente resueltos á tratar en
los términos comunicados al comendador Vegezzi.
Desde luego direnios que no nos encanta la justificación do las concesiones ofrecidas á Pió IX por el reconocimiento de los hechos consumados. ¿Qué importa la intriera por medio de la cual se haga caer á Pió IX en un
acto que implique el reconocimiento del reino de Italia?
¿Qué importa, por el contrario, que Roma se mantenga
tan alerta que defraud! todas las asechanzas, todas las
maquinaciones armadas contra su perspicacia? Supongamos que PÍO IX reconociera en Víctor Manuel el derecho
de presentación para las sillas episcopales de la Romanía, de las Marcas y de la Umbría, antiguas provincias
fiontiücias. ¿Aflnnaria algo este hecho la unidad de ítala? Supongamos que insiste en reservárselo: ¿Estarápor
esto en peligro de muerte la monarquía de Víctor Manuel? Ni este ni sus ministros, ni los habitantes de Florencia, de Turiii, de Ñapóles y de Milán, ni los ciudadanos del ultimo rincón de Italia, deberán dormir por eso
menos tranquilos. ¿Qué han podido en cinco años de lucha las cóleras del Vaticano contra la obra de Víctor
censurable Víctor Manuel porque las actuales negociaciones sean para el Vaticano la ocasión de libertarse de
aquella pesada carga. Los gobiernos populares deben
buscar la noción suprema del derecho en la justicia. Y
el reino italiano, producto de la voluntad popular, no
puede menos de reconocer que los cargos de una cosa
deben corresponder á aquel que se aprovecha de la cosa
misma. Sí las rentas de las Marcas, de la Romanía y de
la Umbría ingresan hoy en el Erario italiano, siendo una
baja- equivalente en el Pontificio, baja proporcionada
han de sufrir las cargas de este. El que acepta una cosa
la recibe con todas sus ventajas y con todos sus inconvenientes. Italia no puede desconocer la parte proporcional de las cargas correspondienteá á las provincias anexionadas.
Víctor Manuel abandona al táoberano Pontífice la libre provisión de obispados en las Marcas y ee la Umbría,
no reclama para si la de las diócesis napolitanas. ¿Y bien?
¿El partido liberal le dirigirá por esto un cargo? Nó: seria
completamente ilógico. En noiobje de la libertad pedimos que el Papa sea tan soberano en la Iglesia, como el
jefe de una nación en el Estado. Que el Papa provea,
escornulgue, dogmatice; esos son sus derechos. Desearíamos que Víctor Manuel abandonara á la Santa Sede
hasta el derecho de presentación en el Píamente y la
Lombardía, que al parecer no se le disputa. ¿Quiere
Pío IX ijombrar un obispo para cada fiel católico? Sea
enhorabuena. Proclame el Estado su libertad, y deje
libre á la Iglesia.
Este es el reproche que dirigiremos á Víctor Manuel
si al fin de las negociaciones resulta que no cumple mas
que la mitad de esta máxima: La Iglesia libre en el Estado libre; sí hace libre á la Iglesia dejando esclavo al
Estado; si reconoce oficialmente la absurda división eclesitetíca italiana; sí continúa manteniendo á espensas ae
la nación doscientas sillas episcopales; si haciendo libre
á la Iglesia, continúa ''reQonociendo á la religión como
asunto de Estado, cuando no es mas que asunto individual y de conciencia.
¿Caerá Víctor Manuel en debilidad suficiente á sentir el peso de la escomuuiou lanzada contra todos los que
ayudaron á que cou la unificación de Italia se lastimaran ^os pretendidos derechos de la Santa Sede? No lo
creemos; no podemos creer que si las censuras eclesiásticas le pesan, quiera probar el propósito de la enmíeHda sacrificando á Itj^lia en el camino de su regeneración.
Culpas propias (hablamos en el sentido de Roma) no
pueden pagarlas conciencias agenas. Si cuipa tiene Víctor Manuel por haber contribuido á la libertad y á la
uifldad de Italia, deberá hacer penitencia particular sin
lasti-mar á su pueblo, que por lo que ha hecho se halla
muy lejos de sentir remordimiento.
Para tranquilidad de su conciencia", Víctor Manuel
pudiera proponer á la Congregación de teólogos del Vaticano'el siguiente dilema: «O yo en todos mis actos he
•obrado como particular, ó he procedido como rey. En el
»primer caso no se puede exigir que la nación entera
«pague mis culpas y pecados. En el segundo no cae ni
«puede caer responsabilidad alguna sobre mí, porque
ídentro del «régimen de gobierno representativo que
«existo en Italia, los ministros son Jos responsables.!
Si Víctor Manuel, que no es censurable liberalmente
pensando, no ofrece á Italia alguna compensación d d a s
concesiones que hace al Vaticano, la opinión pública
condenará duramente las negociaciones. Hombres penSfadores plantean ya atrevidamente la cuestión del porvenir en estos términos:
«Si de las negociaciones ha de resultar algo, no es
«posible mas que esto: que el Papa abandone los sübdi«tos que aun le quedan, reservándose la ciudad de Roma,
«libremente abierta al mundo católico, sin pasaportes,
«sin ejército, sin diplomacia. Soló con esta condición'
«puede un ministro italiano presentar, y el Parlamento
«aceptar, la proposición de que continúen existiendo
«doscientos setenta obispados y colegiatas que desviarán
«del servicio públiéo ciento cincuenta milloneB por año
«para alimentar parásitos.»
(Eludir la cuestión, faltar á una solución légica, es
«imposible. Italia está alarmada. Bajo esta Impresión se
«van á realizar las nuevas elecciones. Los diputados re«cibirán una especie de mandato directo sobre esta me«dida que afecta al mismo tiempo á la hacienda, á la
«religión, á la moral, á la instrucción pública, á la or«ganizacion provincial, y á los presupuestos de las pro«vincias que cuentan ya con una parte alícuota de los
«bienes de las diócesis que se ha proyectado suprimir.
«Las sorpresas de Roma y las necesidades de los minis«tros italianos no son ya temib'es. Si el Papa coloca de«lante á los obispos para llegar & los millones, si no se
yasuata de las consecuencias inexorables de esta tran«sacci^, si loa ministros italiaDOS quieren entregar obis»poB y millones, es necesario qué el Papa y los ministros
«presenten al pueblo italiano un equivalente del «acrifl«cío que le imponen. Este equivalente es el llamado Pa»trimonio de San Pedro.»
Los enemigos de la grandeza do los Estados-Unidos
se complacen en predecir desgracias, y toncan para ello
mayor aliento en la energía con que el presidente Johnson se ha espresado en distintas ocasiones contra los jefes
de la insurrección del Sur. ¡Tristes esperanzasi Sí la cólera cegase al sucesor de Lincoln, no haría la dLí^tincion,
debida entre rebeldes y rebeldes, entre los que depusieron las armas y los que pretenden retardar el momento
de la pacificación completa, sosteniendo una causa imposible. ¿Qué amenazas ha proferido M. Johnson contra
Lee y los demás generales que capitularon con Grant?
¿Qué obstáculos ha opuesto, cuando ya habia comenzado
su administración, a l a rendición de Joñhston y su cuerpo de ejército, para tener luego mas victimas sobre quiO
nes descargar el rigor de lajey? Si M. Johnson amenaza á alguno, no es al pueblo del Sur en masa, sino á los
obstinados enemigos del reposo público en los EstadosUnidos, á los que sin esperanza de éxito ge empeñan todavía en sostenor una causa vencida, sacrificando nuevas victimas á la conservación de una autoridad ya nominal; á los que conspiradores primero, y rebeldes después, no quieren todavía reconocer que cuanta sangre
se derrame en adelanÜb será estéril.
La idea política de separar la causa de los rebeldes
de la de los Estados en masa, ó soa, de la del pueblo del
Sur ha sido expuesta por M. Johnson en un discurso publica). El mas escrupuloso observador do la ley, no hubiera ido mas allá que el nuevo presidente. En su concepto la importancia de una rebelión puede aumentar
hasta afectar la' máquina política, de modo que un país
llegue á ser lo que nn hombre herido de parálisis en
alguno de sus miembros. Pero "existe en la Constitución
un remedio soberano para este mal. La ley fundamental
declara que la Union, formando un gran toda indivisibla, garantizará á cada Estado de la federación, una forma degobieruo republicano. Pues bien; si la rebelión se
ha levantado audazmente, y se ha opuesto, por espacio
de algún tiempo al movimiento regular del Organismo
político, existe la gran ley que debe triunfar de la parálisis, devolver la vida íiormal al organismo y colocarle de nuevo en la vía del progreso.
El plan político de M. Johnson, es, como se vé, sencillo y legal. Sí una rebelión ha colocado á los Estados
LA AMÉRICA..
del Sur fuera de la vida de la Constitución federal,
Tencida la insurrección no hay mas que volverlos al mismo punto en que estaban cuando fueron desviados. Sobre esta misma idea volvió á insistir mas claramente diciendo que algunos quisieran ver á los Estados rebeldes
reducidos á la condición de territorios, y arrebatarles su
autonomía administrativa. Pero no, añadió, el sgplo de
vida se halla solamente suspendido en ellos, y es un deber constitucional garantizar á cada uno de ellos una forma de gobierno republicano. Un Estado puede formar
parte de la Union con una institución particular, y puede perder por efecto de la rebelión, este rasgo característico; pero un Estado cuando se rebeló, y cuando reuiincia á la rebelión, después de haber perdido su institución, continua siendo un Estado. Es, pues, un deber
sagrado garantizar el gobierno republicano á cualquiera
de los Estados en que los ejércitos rebeldes han sido batidos y dispersados, por pequeño que sea el numero de
los unionistas que quede.
Puesta asi en el claro la influencia que ha de ejercer
en las resoluciones de M. Johnson la rebelión en si misma, queda la acusación que personalmente ha fulúainado
contra Jefferson Davis y otros jefes del Sur. No por la
parte que han tomado en los sucesos políticos de lo* últimos cuatro años, sino por creerlos cómplices del asesinato de M. Lincoln. Andrew Johnson ha ofrecido cien
mil dollars por la captura de Jefferson Davis, y sumas
menores por las de M. Benjamín, el general Breakeuvidge y otros. Esta clase de recompensa no es nueva ni
en los Estados-Unidos, ni en Inglaterra. La administración de justicia escita asi algunas veces el interés particular para apoderarse de grandes criminales que de otro
modo quteá c )nsoguirian la impunidad. Sin juzgar ahora la moralidad y la conveniencia de este estimulo, reco nocoremis que la promesa y la acusación de M Johnson
han afectado penosamente á la opinión imparcial. Difícilmente se acepta la idea de que los hombres mas eminentes de la Confederación del Sur com¡)usieran una cuadrilla de bandidos y asesinos. M. Johnson no ha dicho que
tuviera pruebas evidentes de su complicidad en el crimen de Wilkes Bootk, sino que procedía en virtud de
noticiaa recibidas. Poco fundamento parece este para poner precio á la cabeza de hombres notables, sobre los
cnalea se ha fijado por espacio de cuatro años la atención del mundo. Pudiera ocurrir también que el cebo
echado & la codicia, armara el brazo de alguno contra
Jeffersop Davis, y que este muriera á manos de algún
miserable, como Wilkes Bootk murió en la granja de
Garret, antes de ser juzgado, antfis de que un tribunal
probara evidentemente su complicidad en el asesinato
de Lincoln.
El duque de Persigny, el pontífice de la escuela
reaccionario-conservadora del imperio francés, acaba de
sorprender á; Europa con una carta sobre la situación de
Boma. Este documento es una bala rasa contra los misterios que oculta la corte pontificia. Su historia merece
algunas lineas.
El duque de Persigny, habla observado, no sabem(>s
qué profundos arcanos én Roma; algo asi como una
conspiración perjjétua contra la causa de la civilización
en general, T contra Francia en particular. Ocupando la
cátedra de San Pedro, un Pontífice venerable, recto,
benévolo como Pió IX,-el duque de Persigny no acertaba á comprender tanto estravío. El político francés,
recordaba sin duda, aun cuapdo no lo dice, el rapto de
los niños Mortara y Goen, la ú tima Encíclica, declarando k la Iglesia enemiga irreconciliable del progreso, del
liberalismo y de la civilización moderna, el pacto perpetuo del Vaticano con los tíranos de Italia, el antagonismo absoluto, implacable entre Boma y toda concesión á
la monarquía italiana. El duque de Persiguy adivinó en
todo esto un gran secreto y decidió ponerse en camino
para descifrarlo por si mismo en el antro oscuro y misterioso de la Sybila en Boma. Hé aquí el motivo de este
viaje comentedo extensamente hace algún tiempo.
Abriendo el duque de Persigny la puerta á los vientos recogidos en la ciudad eterna, ha removido con ellos
la opinión y dado nueva vida á la cuestión romana. Las
revelaciones del duque de Persigny nada nuevo enseñan,
pero es notable, que un político de su íalla reproduzca
lo que pasaba entre muchos por preocupaciones de espíritus vulgares.
Pero ¡oh ceguedad! ¿Propone acaso el duque de Persigny, que se deje franco ei^aso á la civilización y á la
libertad para que arrojen del templo á los mercaderes
que lo profanan? No: el duque de Persigny no quiere la
unidad de Italia con Boma por capital. Propone que Boma sea la ciudad del catolicismo, ciudad abierta para
todos, sin que en ella exista otra soberanía que la soberanía pontiticia, siquiera sea puramente municipal; que
las potencias católicas concurran á su sostenimiento;
que se continué imponiendo un respeto que debe salir
espontáneamente de la conciencia. ¿Y qué es esto, sino
prolongarlo existente? ¿Con el seguro refugio de Boma
no continuará maquinando el partido contra quien tales
dardos dispara el duque de Persigny? ¿Que el Papa posea
doscientos mil subditos como a calde irresponsable de
Boma, ó setecientos mil en Boma y sus cercanías variarán algo en el fondo la cuestión empeñada entre Italia y
el Vaticano?
Con el producto de una suscricion particular se ha
elevado en Ajaccio, un monumento á la memoria de Napoleón L El principe de este nombre ha caracterizado
mas fuertemente la ceremonia, pronunciajido un discurso encomiástico de su tío como guerrero y como político.
El príncipe ha rendido culto en esta ocasión á las ¡deas
liberalea, poniendo en alto lugar la libertad democrática, y ha defendido la causa de las nacionalidades, en
nombre de los signos con que cada unapuededistinguirse, como la voluntad del pueblo, la situación geográfica,
la comunidad de recuerdos, la identidad de idioma, la
analogía de aspiraciones, en una palabra, todo aquello
que contribuye á dar fisonomía propia y especial á una
nacionalidad.
La libertad en boca de un príncipe, es una palabra
sospechosa. ¿La glorificaría tanto el príncipe Napoleón,
sien vez de hallarse sobre las gradas del trono, se sentara en el sillón imperial que ocupa su primo Napoleón III? Cuando recordamos entre nosotros á Fernando VII, haciendo en 1820 juramentos de liberalismo;
cuando recordamos á Luis Felipe levantado por una revolución, negándose á reconocer la evidencia de la voluntad nacional; cuando recordamos á Napoleón, prisionero en Ham, pedir libertad para Francia, y la vemos
hoy martirizada con su imperialismo i/usírado; no podemos evitar un movimiento de prevención al escuchar de
labios reales, calorosas defensas de la libertad. No dudaremos de la buena fé del príncipe Napoleón; pero quizá la misma proximidad al trono de Francia, empaña la
claridad de su juicio. En el discurso de Ajaccio, encomia las miras liberales de su tío, y le defiende de haber
pretendido llegar á la libertad por la dictadura. La historia dice quela libeftad política que Napoleón I deseaba para los pueblos, era la libertad que dispensan todos
los gobiernos conistituidos, es decir, la que conviene á
sus planes. Eu el apogeo de su gloria Napoleón I, fuerte
en el interior y respetado en el estertor, no devolvió á
Francia ninguna de las libertades que le habia arrebata do, después de Waterloo, cuando llegaron los grandes
reveses, recordó que se habia divorciado del pueblo, y
que ya no era tiempo de recobrar la confianza perdida.
La dictadura no es, no puede ser el camino de la libertad", sino el del despotismo. De cieu dictadores que se
propongan dar la Übertad á un pueblo, noventa y nueve le regalarán la tiranía. ¿Porqué son calificados de
grandes ciertos hombres? Precisamente porque habiendo tenido en su mano la suerte de un pueblo, no inmolaron los derechos de este á su ambición personal. Si la
dictadura fuera el camino de la li ertad, seriau hombres
vulgares todos los dictadores. La escepcion es-lo que ha
engrandecido á algunos. Los pueblos sometidos á un
dictador se hallan en constante peligro de despotismo.
El dictador acostumbrado á que se acate su voluntad
exclusiva, no sufre fácilmente, no se acomoda á las restricciones de la libertad política y de la libertad individual. Teniéndose á sí mismo por la imagen del Estado,
cree que no hay interés superior al suyo, ni criterio mas
ilustrado. Napoleón 1 dictador, celebra el Concordato,
que es una violencia contra las conciencias, solo j|ara
captarse las simpatíiis de los católicos franceses y erfavor de Boma. Napoleón dictador, puede fundar la libertad de Italia, y la retiene sujeta bajo su cetro; puede dar
la libertad á Polonia, y se limita á iacorporar á los polacos ásus ejércitos. Solo cuando la coalición europea destruye su dictadura, es cuando se acuerda de la libertad.
El camino de la libertad es la libertad. Cuando un
pueblo tiene, no la que un dictador quiere cnncederle,
sino que él mismo concibe que es inherente á la naturaleza del hombre, llega paulatinamente á poseer todas
las libertades que el progreso dB la civilización señaba
como justas y.necesarias.
El príncipe Napoleón no ha dejado de celebrar el
pensamiento de la unificación europea concebido por su
tío. ¡Otro érrop profundo del dictador! La idea de Napoleón I sobre la fusión de las nacionalidades fué á la vez
falsa y tiránica. Falsa, porque pretendió ao^rupar naciones por medio de la fuerza, cuando la agrupación solo
puede realizarse por el progreso naciente de las relaciones comerciales, de la ilustración y de la fusión-de los
intereses. Tiránica, porcfue Napoleón I en vez de dejar á
cada naciona idad su independencia natural, y la dignidad correspondiente áwsu carácter, pretendió hacer de
París el centro absoluto del mundo, y crearse á sí mismo una corte de soberanos que diera esplendor & su trono. Su vanidad se hallaba satisfecha cuando veía á su
trágico favorito Taima representar dramas franceses ante un público de príncipes y principillos alemanes, que
recibía de sus manos la señal de los aplausos.
Europa no se fundirá eu una sola aspiración» porque
algún conquistador pase con ejércitos de millares de
hombres desde el Norte al Mediodía y desde Oriente á
Poniente, sino cuando caigan las barreras comerciales
que separan á los distintos pueblos; cuando la rapidez de
las comunicaciones facilite el mutuo conocimiento y la
destrucción de todas las antipatías, cuando el progreso
dala instrucción hable al corazón de riada uno las ideas
de fraternidad que hoy aceptan ya los hombres verdaderamente ilustradas. La celebración de un tratado de comercio es mas fértil en consecuencias para la fusión de
dos pueblos, que todas las victorias alcanzadas por Napoleón eu España, en Busia ó en Italia. La unidad postal, la unidad telegráfica, la unidad monetaria, la unidad de idioma, la imprenta, el vapor, la electricidad, estos han de ser los verdaderos arietes contra la separación
de los pueblos.
En Nueva-York, en Baltimore y en otras ciudades
importantes de los Kstados-Unidos se han abierto oficinas para el alistamiento de emigrmtes á Méjico. Los
anuncios publicados por la prensa se dirigen á los oficiales y soldados que han combatido en la última guerra. Al mismo tiempo se ha sabido en Europa que se pensaba en presentar al Congreso americano una proposición para que se declare que los particulares pueden
realizar por su cuenta y riesgo la doctrina de Monroe.
Estas noticias han conmovido fuertemente á algunos gobiernos. El de Francia se prepara á comunicar instrucciones terminantes. Suponemos que el emperador de
Méjico consultará azorado á su firme báculo el general
Bazaine. Cuando observamos tal desasosiego por el simple anuncio de una emigración ó de un proyecto que
podrá muy bien ser desechado, se nos ocurre la siguiente (jomparacion. Parécenos ver á un león roáeado de niños, que retroceden espantados si por casualidad hace
aquel ademan de estenaer la garra.
En Nueva-York se hallan los generales Ortega y
Romero, encargados de alistar emigrantes á Méjico, con
plenos poderes de Juárez. Un hermano de Bomero ha
sido fusilado en virtud de sentencia de un tribunal franco-mejicano. Suponemos que el vivo deseará pedircuenta del muerto al emperador Maximiliano y á sus auxiliares.
Lo que habrá sorprendido mucho á los maxlmilianis •
tas, es que Juárez haya conseguido realizar un empréstito de 500 millones, con mejores condiciones que las de
otro contratado por el emperador de Méjico con la garantía de Francia.
*
Hemos sabido que en el PerCí ha estallado una insurrección que amenaza gravemente la existencia presidencial del general Pezet. El movimiento comenzó por
la sublevación de dos batallones. Los insurrectos han
declarado al general Pezet traidor á la patria, fundando
particularmente la acusación en el tratado de paz con
España. La insurrección contaba al parecer con el vicepresidente de la Bepública, Sr. Canseco, el cual se refugió en la embajada inglesa para evitar ser preso en virtud de órdenes comunicadas por el general Pezet.
Háse afirmado que á su regreso de Argelia tocaría
Napoleón en Cartagena, y que ai^uí seria invitado á llegar hasta Madrid. Si este plan ha existido, ahora parece
abandonado, pues se asegura con referencia á noticias
oficiales francesas, que Napoleón no ha pensado ni piensa en venir á Madrid.
El empeño de encontrar motivo para privar de su
cátedra al Sr. Castelar, trajo la separación del Sr. Montalvan, y los desgraciados sucesos de las noches del 8 j
lo de abril. Después de esto el Sr. Montalvan ha sido
elegido diputado. ¡Milagros de las simpatías que el ministerio tiene en el país!
El señor ministro de listado ha dicho en el Congreso
que so seguían actualmente activas nen;ociaci nes con
Italia. Recuérdese la venida del general Cialdini á E s paña, y relaciónense am os hechos.
Hay hombros valientes hasta el heroísmo. Uno de
el'os nos parece elconde dé Xiquena. Formalmente, y
bajo.su palabra, ha asegurado que el reconocimiento del
reino de Italia por España seria un hecho vergonzoso.
¡Dios tenga piedad del tntellectus del conde de Xiquena!
RECUERDOS DÉ ARANJUEZ.
La corte se ha ido á Aranjuez'á pasarla primavera.
Como la polítiea ministerial quiere dormir profundamente, después de haberse procurado el voto de los presupuestos, y la colocación usuraria de las célebre cédulas, y la emisión de los seiscientos millones, el ánimo
del ministerio descansa en la so^uridad de una paz perpetua, fci unnisterio cree que Aranjuez asegura su tranquilidad. Y, sin embargo, Aranjuez no suele ser solamente templo de paz, no suele ser solamente un luo-ar
de delicias. Al mirar cómo sonríe por este tiempo su cielo, cómo platea el Tajo los campos al deslizarse entre las
verdes y apacibles riberas; cómo se cimbrean aquellos
bosques, donde los plátanos orientales se enlazan con
los árboles de América; cómo por todas partes se extienden las sombras del follaje, se abren las corolas de las
flores y se columpian los nidos de' los paj arillos, cualquiera diria que no era po.sible que mano alguna turbara el reposo de la naturaleza, ni oscureciera la alegría
de la primavera.
°
Y, sin embargo, en ese.Aranjuez ha ido á levantar
palacios el poder y la fortuna; y al levantarlo.^, ha llevado allí su riqueza; pero también su inmenso malestar y
sus desgracias; esas desgracias, que crecen mas, que se
agrandan mas en las alturas sociales. Y Aranjuez no es
tan grande pnr sus bosques, por sus fuentes, como por
los recuerdos de su historia, y de su historia reciente.
Algún viajero irá á bus^-ar allí sus hileras de alamos
y de plátanos; alorun otro el célebre convento doiftle, según es fama, todavía se conservan sombras dignas de los
tiempos de Carlos 11; y pocos, acaso muy pocos recuerden el timbre principal de este sitio de recreo, donde la
naturaleza bn la mucho, y sin em''argo brilla tristeraen
te, como el SJI de otoño, cual si quisiera mostrar que
hay mas poesía, mas espíritu, mas vida en los trabajos
agrícolas del pobre que en los ociosos jardines del rico.
El timbre principal de este sitio de recreo lo ha historiado uno de los ministros que h ty nos gobiernan Como
los moderados suelen tener unas ideas en el poder, y
otras muy distintas en la oposición, el ministro de que
hablamos describía con negros colores en la desgracia,
los sucesos de Aranjuez, al comenzar el siglo presente,
sucesos que han dejado huellas de ruina y de muerte en
el suelo; pero huellas que la Providencia ha convertido
en surcos de donde han brotado las nuevas ideas.
En la antigua sociedad un rey absoluto era un pueblo; un sitio real era una nación. España entera se encerraba con Felipe II en el Escorial; ó con Felipe V en
la Granja. Si queréis buscar la Francia de Luis XIV,
con su asombrosa regularidad, consucl^ísica monotonía,
con su artificial vida, pero con su inmensa grandeza,
acudid á Versalles. La monarquía de los Borboues de
Ñapóles, está en Caserta. Aranjuez fué siempre el lugar
predilecto de María Luisa. Aquella pródiga naturaleza
convidaba á la disipación y al goce á la corte sensual de
Cários IV. Allí los reyes absolutos iban á buscar esa libertad que teman encadenada, y que les faltaba á ello»
mismos; esa igualdad de la naturaleza, que en vano se
quiere negar con artificiosas gerarquías sociales. Felipe III se encerraba en Aranjuez durante meses enteros,
y prohibía a sus vasallos que se acercaran en cinco le.
CRÓNICA HISPANO-AMERICANA.
Pues bien, se&ores ministros, ¿creéis que no estáis I conseguirse los altos fines sociales, Eiemplos teneguas alrededor, para que no turbasen sus fiestas y sus
desafiando de igual manera á la opinión vosotros mis- mos (fe esta verdad en la Europa moderna, en que
placeres.
Y allí la monarquía absoluta fué castigada. Parece mos hoy con vuestra audacia? Pues qué, señores minis- monarcas ilustrados han concedido 4 loa pueblos
que la Proyidencia pone la espiaclon en el lugar mismo tros, ¿creéis que no sois tan odiosos como era Godoy? ciertas libertades no políticas, pero sí de gran trasdel crimen. Baltasar y Sardan&palo fueron sorprendidos Vosotros, los perseguidores de la prensa porque protesta cendencia, para conducirlos á un alto gv&do de
por las venganzas divinas en sus orgias. El ultimo délos contra vuestro mando; vosotros, los que habéis visto prosperidad, sí bien en el dia apenas hay nacioa
Césares, el ultimo dueño del mundo, llevaba el nombre caer sobre vuestras cabezas el fuego de la elocuencia cuyas tendencias no sean altamente liberales y d i del fundador de Roma y del fundador del imperio, como parlamentaria; vosotros, los que habéis sido silbados por rigidas á'la concesión de libertades políticas: en essi Dios hubiera querido mostrar que castigaba en un so- la opinión publica; vosotros, los hombres de la terrible tos países, la libertad y la tolerancia en materias
lo dia todos los crímenes de la Ciudad Eterna. Aranjuez, noche del 10 de abril; vosotros, los que habéis disuelto civiles y de qonciencia, en la enseñanza y en la puese Aranjuez tan delicioso, ese Aranjuez donde la mo- ayuntamientos como el de Madrid, é insultado diputa- blicación de obras científicas y otras producciones
narquía absoluta hizo una especie de nido para su refu- ciones como la de Barcelona; vosotros no hacéis mas que del entendimiento humano, no están en oposición
gio y para su recreo, ese Aranjuez fué destinado por concitar en contra vuestra la opinión publica, y es hora con los poderes absolutos del monarca; antes al conDios para tumba de la monarquía absoluta. Alii pereció de que os retiréis, y de que os retiréis sin vacilar, por- trario, se ejercen libremente los derechos qne de
la institución que se creia imagen del poder de Dios so- que todos los poderes que se burlan de la opinión, son ellas emanan, y la política no entra por nada en
bre la tierra. Allí pereció la institución que llevaba tres poderes ciegos, poderes desatentados, que tarde 6 tem- los asuntos religiosos; los católicos son políticos sin
siglos de existencia; allí pereció la monarquía absoluta, prano traen sobre su frente la tempestad de las revolu- mezclarse en los asuntos del gobierno, y siguiendo
las máximas del gran Bossuet, sostienen ía indeprná cuya sombra habían dormido en paz tantas genera- ciones.
dencia de la suprema potestad civil, dejando al arbitrio
EMILIO
CASTKLAR.
ciones.
de los hombres darle la forma que han creído conveLa teoría del derecho divino quedó borrada, para
niente; reconocen su superioridad y declaran ([ue no
siempre borrada, desde el momento en que se alzó un
está sujeta á otra en lo que toca al gobierno de lo»
pueblo á exigir cuenta é, un rey de la gobernación del
LOS NEO-CATOLlCOS.
pueblos.
Estado. El espíritu de libertad que fué herido en los
En las naciones regidas constitucionalmente, los
campos de Villalar y en el patíbulo de Lanuza, palpitaDos años hace que tuve el gusto de escribir un católicos opinan en política como mejor les parece;
ba de nuevo en el cerebro de los hombres que exigían
cuentas á Carlos IV de su debilidad, á María Luisa de articulo en el que, hablando de la importancia del se aprovechan de la libertad que les conceden las
sus liviandades, y á Godoy de su privanza. Cayó allí la cargo parroquial, esponia con toda verdad y since- leyes y ejercen sus derechos como los demás" ciudairresponsabilidad del poder. Aquellos hombres que pro- ridad los grandes servicios que prestan á la Iglesia danos, sin pretender que el orden político se sujete á
movían un motín oscuro, y obligaban á un rey á escri- y al país estos eclesiásticos, oue la^ soberbia de los las apreciaciones de su catolicismo. En todos los
, bir contra su voluntad la abdicación de una corona que magnates ha dado en llamar clerobdjo, y que los que países, los católicos no solo consideran compatibles,
recibiera de Dios, y de que solo & Dios podía responder; los consideramos como la parlo elegida del sacerdo- sino hermanadas, la libertad y la religión: la enseaquellos hombres eran sin saberlo, sin conocerlo, los que cio para dirigir las almas, les deseamos todas las ñanza secularizada y libre, con la seguridad de sus
cerraban para siempre el dominio del absolutismo. Po- consideraciones de que son dignos por las alias fun- creencias, y la inviolabilidad de la conciencia con
dría el monstruo levantarse, erguirse, herir de nuevo'en ciones que desempeñan. Dige entonces, C[ue tenia el respeto detido á los dogmas santos que profesan
su agonía alguna de las instituciones modernas, devorar propósito de no escribir articulo aiguno, ni para re- y á las prácticas de todasl a s virtudes cristianas. En
toda la generación que por las ideas nuevas trabajaba; vistas, ni para periódicos, acerca de asuatos ecle- todas partes los católicos aplican á la política las
pero no podría seguramente reponerse de aquella heri- siásticos, porque estoy convencido de que nuestros máximas santas de dulzura y mau^edumbre conesfuerzos sobre tan delicada materia, que he califi- signadas en el Evangelio. ¿Es así el partido polítida, por la cual se escapaba toda su sangre.
co que forman en España los neo-católicosl Lejos de
Pocas páginas, muy pocasjpáginas tiene, la historia, cado muchas veces de altamente social, además de esto,
profesan como priqcipio la intolerancia polítireligiosa,
habían
de
ser
siempre
inútiles
mientras
mas tristes que las páginas de la caída du "^^árlos IV en
niegan á la^ enseñanza sus condiciones naturaAranjuez.éBi no temiérfimos el que D. AÜ„J
Benavi- ocupasen el poder loa hombres que^ entregados ^ la ca;
son enemigos declarados de la emisión del pensades hubiese de perder su cartera, por una imprudencia teocracia, nada intentan sin consultarla, y nada ha- les;
miento
por»medio de la imprenta, dé que tanto ellos
cen
sin
obtener
antes
su
permiso.
Pero
las
exageranuestra, le copiaríamos los retratos que trazó un dia del
se burlan de las instituciones mas sabias,
rey Carlos y de la reina, del hijo del rey y de la reina, ciones sobre esta materia han llegado á tal punto, yabusan;
en
los
tiempos
de su dominación se declaran crueque
creo
que
faltaríamos
á
nuestro
deber
de
homy del favorito de la reina y del rey. Y decimos que puperseguidores de los que, sin haber faltado al
diera perder su cartera, porque aun no hemos olvidado bres políticos, mas que políticos, de hombres aman- les
de sus deberes religiosos, han profeque uno de los primeros empleados del país, un alto fun- tes de la civilización, si no enseñáramos al pueblo cumplimiento
sado
en
política
distintas opiniones que las suyas.
quiénes
son
los
que
impiden
ó
quie'-en
impedir
al
cionario do palacio, perdió sus honores y sus sueldos,
Díganlo sino los tristes recuerdos que aun nos que- •
toda su pitanza, por haber escrito un animadísimo retra- menos el progreso natural de la sociedad y detener dan
de aquellas épocas en que, derrocado el sistema
la marcha regular é indispensable de los adelantato de la milagrosa beata Clara.
constitucional, los hijos de los liberales eran preCreemos que nadie será osado, nadie, h castigar la mientos humanos; el nombre con que son conocidos, sentados
muertos & la vista de sus padres al grito
voz de Dios en la vida, la voz de Dios en el mundo, la su historia y sus miras como partido político y como santo de la
religión, en que á nomore de Dios se
partido
católico.
Yo
procuraré
hacerlo
en
esta
ocahistoria que enseña, la historia que corrije, y sobre todo
comstian asesinatos y se quemaban vivos á los
cuando se lee á poderes que tanto tienen que ap'render, sión con la sencillez y claridad posibles, para que hombres,
sin otro delito que el haber adquique tanto tienen que corregir, como el vergonzoso go- todas las clases de la sociedad conozcan á los saté- rido legítimamente
algunos bienes ó frutos que
Diemo que sostienen la es c. de Narvaez y la lengua lites de la reacción y comprendan que bajo el santo habían pertenecido antes
al clero... Pero apartemos
velo
de
la
religión,
ocultan
miras
puramente
temde González Brabo.
porales dirigidas á conducir al país al mas negro la vista con horror de aquellos tiempos ommosos, y
Y ya que estos ministros se • .-een tan seguros, tan despotismo y á una dominación teocrática descono- no olvidemos que los neo-católicos del dia son aquefirmes, porque han logrado tener protesto para distraer- cida hasta en la Edad media.
llos realistas intolerantes, perseguidores y enemigos
se en Aranjuez, aviven la memoria y recuerden cómo
Hace algunos años que todas las sociedades se- declarados délos defensores del sistema constituciopuede la Providencia convertir esos lugares de delicias
nal ¿Podremos esperar algo de ellos si llegaran á
en llagares de desolactpn y de duelo. En ese mismo Aran- cretas religiosas, hijas de la del Ángel esterminador, desplegar sus instintos en la gobernación del Es'uez, descansaba por el mes de marzo de 1808 uno de los cuyo solo título asusta á los perseguidos liberales de tado?
lombres que por mas tiempo han gozado de loa favores varias épocas, reuniendo á los apostatas de todqe los
Los neo-católicos, que como políticos son enemidel poder. Graves errores habia abrazado, graves íaltas partidos, ya con el santo protesto de ejercer la carihabia cometido; pero acaso ni tantos errores, ni tantas dad pViblica, ya cubiertas con el santo manto de la gos de todo gobierno y sobre todo* del representatifaltas, como los ministros que hoy nos gobiernan. El t e - asociación para el culto, ya buscando otros protestos vo, si bien se llaman absolutistas, atacan siempre
nía en aquellos tiempos de .^..tíncio de la opinión, de au- piadosos para poder influir en las clases pobres de los derechos de los monarcas como contrarios al casencia de las Cortes, de puro absolutismo, el único título la sociedad, fuera del gobierno, pero con preponde- tolicismo que ellos proclaman, y ijue no es ciertaá la sazón legítimo para ejercer el mando; la confian- rancia en altas regiones, lian heciio y están hacien- mente el que está fundado en las máximas verdadeza de los monarcas. ¿Podia dormir en paz? Y sin embar- do su propaganda en España, contra la civilización ras del Evangelio. Por eso defienden como partido
go, la noche del 17 de marzo de 1808 vio su casa asal- y el progreso; y como la langosta corta con su sier- católico la superioridad del poder espiritual sobre el
tada, su vida amenazada, su poder herido, por un pue- ra las espigas del mejor cultivado campo, ellos, con temporal, la potestad directa é indirecta de los Ponblo á quien iiabia empobrecido y degradado. En vano ius doctrinas, quieren hacer desaparecer de nuestro tífices sobre los reyes y la absorción absoluta de lo
Carlos IV y María Luisa quisieron salvarlo; en vano suelo toda idea conforme con la libertad y los dere- temporal en lo espiritual; defienden la monarquía
apelaron al corazón del heredero de la corona, en nom- chos del hombre. Los asociados que pudieran ser universal del Pontificado; niegan las facultades probre de su autoridad de padres, y de su autoridad de re- conocidos con muchos nombres, lo son en el día con pias de los obispos cuando se trata del Papa y las
Íres; Godoy fué depuesto por la voluntad del pueblo. A el general de neo católicos; y confieso, que aunque de los párrocos y demás eclesiásticos cuando se trata
o9»dos dias, aquel hombre que se habia ceñido la co- todos suelen usar de Cste nombre, no todos compren- del obispo; para ellos no hay mas fuente del dererona de España, cuyo peso aplastaba las sienes de su den su verdadera significación. Es mas fáciUdes- cho que la voluntad del Papa en la Iglesia universal;
verdadero poseedor, del anciano débil y vacilante Car- cribirlos que definirlos, no porque encierren en sí ni mas facultades en las diócesis que el arbitrio
los IV; aquel hombre iba pálido, herido, desde su pala- una idea general absoluta de esas que se conciben episcopal, que con la imposición de censuras ex incio á una prisión; golpeado por unos, escupido por otrol, y no pueden esplicarse, ó por su claridad ó por su formata constientia y las delegaciones pontificias anuinjuriado y maldecido por todos. En su desgracia, en- elevación, sino porque faltos de principios, sin for- lan, cuando es su voluntadlos derechos de loa demás
volvió á los mismos reyes que le habían nombrado, á los mar escuela y sin reparar en los medios, emplean eclesiásticos; los^astigan sin formación de causa y
mismos reyes que le habían sostenido. Carlos IV y María cuantos creen útiles, sean de la clase -que quieran, dejan sin efecto la autoridad'parroquial, tan sagrada y tan perpetua, como que algunos creen que es
Luisa abdicapon su corona, impulsados por el vértigo á la consecución de sus fines.
que leshabia producido el oleaje de la indignación poNo son,' pues, los neo-católicos, ni los fanáticos de institución divina. De este modo sostienen que el
pular; y desde el trono fueron ét morir en el d^estierro.
obcecados qne obran de buena fé, porque sus pre- gobierno de la Iglesia, que en nada se parece á los
Hé ahí, señores ministros, las enseñanzas que guarda ocupaciones no les dejan conocer la verdad, ni los detnás gobiernos humanos, es una monarquía pura,
Aranjuez, y que podíais recordar en vuestras escursio- filósofos cristianos instruidos que obran por convic- parecida mas bien á un sistema de tiranía que de dulnes de hoy. Descartad de aquel drama si queréis, las ción y persuadidos de la bondad de la doctrina que zura pa,ternal propia del Vicario de Cristo en la tierra.
Pero dejemos de considerar á los neo-católicos en
pasiones de la reina: las serviles complacencias de su sostienen: si esto fueran, serian dignos de lástima ó
esposo, la deslealtad de Femando VII á sus padres, el de respeto, porque emplearían sus fuerzas en conse- un sistema absoluto de gobierpo eclesiástico, y^veamaquiavelismo de Escoiquiz, las intrigas del embajador guir el triunfo de una idea errónea ó verdadera: los mos lo que son en España considerando las relaciofrancés, las ocultas maniobras de Napoleón; descartad 7ieo-católicos, en su genuina significación, son una nes de la Iglesia con el Estado, que es nuestro obde este drama todo lo que hay en él de propio de aque- colección de hombres que, mezclando la política con jeto principal.
llas circunstancias, de exclusivo de aquellos personajes, la religión, defendiendo ficticiamente los intereses
Nos ha parecido siempre que el catolicismo ylos
y decid si no hay una enseñanza que no debe olvidarse de ésta, constituyéndose en enemigos del poder tem- partidos son dos cosas absolutamente opuestas: lo
nunca; la enseñanza provechosísima de que no se puede poral, sea cualquiera el nombre que tenga, negando que es católico no puede ser parcial; por eso hemos
mandar-contra el imperio de la opinión publica. En tiem- á los demás el derecho de pensar y considerando credo que la denominación de partidos cuando se
pos de Godoy no ha^bia prensa, uo habia tribuna; la opi- delito todo lo que se opone á sus pensamientos y trata del catolicismo, está usada improjflamente: la
nión se desahogaba en el gran mentidero, en las gradas miras, aspiran á ser ellos los dominadores á nombre aceptamos, sin embargo, después de haber leido
de San Felipe el Real, y aMí formaba la nube que estalló de Dios y del rey, ó merjor dicho, á ser dioses y re- con alguna detención los artículos publicados en
en Aranjuez sobre el favorito y los cómplices del favori- yes en la tierra.
una revista estranjera, con el título Los partidos cato. La opinión fué creciendo, creciendo como una granEsta ligera idea de los neo católicos, es bastante tólicos en Francia; y al examinarlos, hemos echado
de tromba, y levantándose amenazadora hasta romper y para conocer sus miras y aspiraciones, si no tuvié- de" ver, con admiración, que los neo-católico» españoestallar sobre la frente misma que se creia resguardada ramos además sus actos como partido político y como les en nada se parecen á ninguno de aquellos particon un rayo de la corona de Dios, con aquel derecho partido católico: examinémoslos bajo los dos as- dos; tienen un solo punto de contacto con el mas
divino que aun se reflejaba, aunque pálido y amorti- pectos.
exagerado de ellos, al que no imitan sin embargo
guado, sobre la superficie d& la revolución. La opinión
En los países civilizados, la monarquía pura es en sus apreciaciones científicas y en las razonadas
no respetó nada.
una forma de gobierno con la que pueden muy bien defensas de sus opinioneg,-
Í
LJL AHERIGl
Hay «ntrs los partidos católicos uno que defiende
ae ea el actual sig-lo, el brillo de la religión aepene de la e-xiatencia de la libertad en los pueblos; e»te partido lo niran con ódío nuestros neos, alguno de
cuyos ecos en 11 prensa fio ha temido asegurar, que
el eclesiástico liberal ó es tonto y debe ser enviado a la
dehesa, ó es perverso ó debe ser reducido á un encierro.
Niegan, puos, nuestros neos la compatibilidad entre
la libertad y la relig-ion; error funesto qu? ha dado
á la Ig-le«ia muchos dias de luto.
,
Existe otro partido, que sin defender la concordia
entre la libertad y la relig-ion, sostiene con sólidas
razones la necesidad de las.reformas que exije la
marcha del siglo y los progresos de las sociedades
modernas; tampoco se parecen á estos los neos españoles, enemigos de todo progreso, siquiera sea ma
teriai, y parapetados en la Edai media, en la que se
han cerrado y de la que no quieren salir.
Hay^ por fin, un tercer partido católico, cuyo exaferado ultramontanismo le conduce á la defensa de
08 tiempos en que la influencia del pontificado se
consideraba tan grande como la de los Congresos
europeos en nuestrc-j dias, y se estendia al derecho
público, CÍTÍI, penal, administrativo y de procedimientos: como si dssde aquellos tiempos hasta hoy
no hubiera variado la condición de las sociedades, y
no hubiera adquirido bast in'e fuerza la independencia d$ las naciones y la estabilidad de los poderes
públicos. A. este tercer partido parece que quieren
asimilarse ea Espalia los que usurpan el nombre de
único religioso. Pero ¡qué fatalidad! ni aun'han sabido copiar las brillanti.simas disertaciones con que
los jefes de este partido en el estranjero, y principalmente en Francia, han querido defender ese sistema; por eso ni en los escritos ni en los discursos de
nuestros neos, hemos echado de ver jamás nada que
deba llamar la ^(tención del hombre estudioso.
¿Ijué son, pues, los neos españoles como partido católico? Enemigos de la l.bertad de los pueblos, im^
pugnadores del progreso ó ignorantes hasta de su
propio sistema (1).
Preciso es, por lo mismo, que les hngamos una
ruerra sin tregua, y que demostremos siempre que
a ocasión se nos presente, que la EsparSa no pliede
esperar de ellos sino calamidades ¡j miseria.
3
f
f
JOAQUÍN AGUIRRB.
LAÍ PROVINCIAS ULTRAMARINAS
r sos PRESUPUESTOS.
I.
Hace tiempo que distraída la atención del público y
de los Cuerpos colegisladores con los proyectos de ley,
relativos i, laa reformas políticas y administrativas d« la
Península, y preocupados los áalmos con la sublevacioa
de Santo Domingo y las ouestiones que han surgido con
la república del Perú, han pasado casi desapercibidas
las profundas alteraciones, introducidas en la administración rafttistioa de las importantes posesioues ultramarinas y las consecuencias probables que de ellas deben
seguirse. Tcon todo, este era un punto de la mas alta
importancia, por lo mismo que el aumento de obligaciones, que llevan consigo la guerra de Santo Domingo y
la permanenciji de nuestra escuadra en el Pacífico, hacen mas necesarios el aumento de nuestras rentas en
Ultramar y la supresión de los srastos que no sean absolutamente indispensables. Hasta qué punto se hayan
conseguido ambos resultados, lo evidenciará un ligero
examen de los presupuestos que para el corriente año
económico de .64 á 6o acaba de publi'".ar el ministerio de
U tramar, empezando por el de la Isla de Cuba, como el
mas importante de todos.
Lo primero que ha llamado nuestra atención y que
deberá fijar la de toda persona pensadora, es la elevada
cifra de 506.994,420 reales á que se hace subir el presupuesto ordinario y 24.606 000 el ostraordinario, ó sea en
junto 531.600,420 reales, ó el duplo de lo que importaba
en 18.54. Es decir, que Ibs gastos de una sola de nuestras Autilla», incluso el pequeño situad > de Fernando
Póo y sus dos anejas Annobon y Coriseo, importa la
cuarta parte del presupuesto general de la Península,
cuya población, comparada con la libré de aquella isla,
está en relación de 30 á 1 muy próximamente. Y no se
diga que esto se halla compensado con .el aumento de
Ingresos; porque aparte de que esto no es cierto en la
recta acepción de la palabra, los mayores Ingresos no
son en eat& caso la consecuencia precisa de los mayores
gastos, V np hubieran debido por lo mismo acrecer estos
en Igual 6 mayor proporción que los ingresos, á fin de
obtener mayores sobrantes, que es el oojeto á que debe
encaminarse toda buena administración rentística. Ya
examinaremos este punto, si no con todo el detenimiento
que merece, el bastante á lo menos para fonnarse una
idea clara de las tendencias del actual sistema administrativo de nueatraa posesiones trasatlánticas.
Pero antes es preciso saber si este presupuesto, tan
subido como es, cubre á lo menos todos los gastos que
pesan sobro las cajas de la isla de Cuba, ó si estos esceden en sumas de grandísima importancia la cifra en que
los ha fijado el gobierno. No desconocemos que la sublevación de Santo Domingo y la lucha que allí sostenemos han debido producir aumentos de alguna consideración, y nada diríamos por hoy si el aumonto se re_
dujese á loa gasttos nacidos do estas circunstancias estraordlnarias: pero no es así, como puede verse en el
(1) Ni matF ni meaM que lot nroi de Cuba j Poerto-Rico.H. de la R.
estado publicado en la Gaceta oficial de la Habana de 1 * dencia de Cuba al ministerio de Hacienda de la Penínde julio de este año, comprensivo de loa ingresos y gas- sula, dotándola de oficinas centrales, que además de
tos realizados en el precedente semestre, durante el cual multiplicar Innecesariamente los empleados solo han
no so'o se gastaron los 280 millones recaudados por servido para embrollar y enervar la acción de la autoricontribuciones, sino que se endeudó el Erario en mas da dad superior de Hacienaa, que se hacia sentir antes diotros 114 millones. Los gastos reales y efectivos de la recta y rápidamente en todas las administraciones de la
isla de Cuba no serán, pues, en el presente año los 532 isla. Existió por muchos años una sola y única adminiámillones que comprende el presupuesto publicado en la tracion para las rentas marítimas y terrestres hasta que
Gaceta del 27 del pasado agosto, sino 78» próximamen- en 1802, se separaron ambas rentas para refundirse de
te: es decir, el tercio ó algo mas de lo que importa el nuevo en 1812; pero creciendo considerablemente los
presupuesto total del Estado. *
ingresos de ambas rentas ae estableció la administración
Las personas menos previssnuí y mas confiadas en el terrestre en el año 1829 bajo la previsora é inteligente
optimismo de la administración ultramarina, no pueden gestión del conde de Víllanueva. Al paso que ambas admenos de arredrarse ante la colosal importancia de estas ministraciones se ocupaban en la recaudación de los imcifras, que bastan á revelar por sí solas el abismo á que puestos, sus jefes formaban parte de varias juntas conpueden conducirnos.si cuanto antes y con tiempo no se sultivas é infor aban en todos los espediente.'» de interés
estudian las causas de tan alarmante estado.
general, viniendo á ser además el centro con quien se
Una de las principales, ya que no la única, que mas entendían las respectivas administraciones locales en el
han influido en este escesivo aumento de gastos, que departamento occidental.
otros llamarían despilfarro, es la tendencia que, de una
Lo propio sucedía con las administraciones principadocena de años á esta parte, ha prevalecido en el ánimo les de Cuba y Puerto-Príncipe, que funcionaban bajo la
de los que han estado al frente de la isla de imitar, ó dependencia y vigilancia inmediata de los respectivos
mejor dicho, parodiar en Cuba la organización, no de una intendentes, sometidos á su vez á la autoridad del suprovincia, sino la de un Estado europeo de segundo or- ierintendente de la isla. Esta organización estaba perden con todas las dependencias generales que tiene el ectamente entendida, porque sin enervar ni descentrali
gobierno supremo .para la administración central de la zar la acción de la superintendencia, hacia sentir inmenación; sea que en ello se hayan propuesto lisonjear la diatamente la de los intendentes en los puntos mas aparnacionalidad cubana (1), como han dado en lia narla tados y mas espuestos, de consiguiente, á los abusos de
ciertas gentes, sea porque han creído dar prestigio á la los empleados subalternos. Suprimiéronse, sin embargo,
autoridad superior de hi isla, rodeándola de instituciones ab irato las intendencias de los departamentos del ceny corporaciones análogas á las que existen en la capitai tro y oriental, sin otra vigilancia inmedi ita, sobre las
de la monarquía, convirtiéndose así en un verdadero vi administraciones subalternas, que la escasa que podia
reinato la que no fué, no es, ni debe ser nunca sino una ejercer el intendente de la Habana. Las consecuencias
provincia mas ó menos importante de la monarquía es- no se hicieron aguardar mucho tiempo, y bien pronto la
pañola. Como una pequeña muestra entre las muchísi- plaga de comisionados especiales tuvo que reemplazar
mas que pudiéramos dar de este aumento innecesario de la acción saludable, regular y constante de los intengastos, citaremos la organización de la secretaria polí- dentes, dando por resultado la separación en masa de loa
tica, que importando 320,000 reales, en el año de 1854 empleados de algunas de las oficinas principales.
sube hoy con esclusion del gobierno civil, refundido anHabía coincidido con esto la alterai-ion profunda h e tes en ella, á la respetable suma de 3.000,000 y pico de cha en el antiguo sistema de contabilidad de la isla,
reales, sin tomar en cuenta el sueldo del gobernador su- acomodado á la naturaleza poco complicada ^ sus renperior civil, ni la sección de estadística, ni los empleados tas y basado en una larga é ilustrJida e.spuriencía: sisteen la quinta de recreo del capitán general, que tan inde- ma en que campeaban á la vez la sencillez y la clítriilad
bidamente ha involucrado el presupuesto en el mismo que son los dotes principales de toda buena coiitabilidad.
capítulo. Resulta, pues, que la secretaría del gobierno Sustituyóse este sistema por otro mas complicado, sin
superior civil cuesta en Cuba cerca de un millón mas conocimiento bastante del país á que se aplic iba, y que
que la del ministerio de la Gobernación para todo el si puede dar resultados satisfactorios en la Peiiínsula, en
reino.
Cuba solo ha producido la confusión, y como consecuenConsecuencia de esta misma idea fué el desarrollo cia obligada de esta, el embrollo y la paralización comestraordinario dado á las obras públicas, para las cuales pleta de la contabilidad. Así se vé que á la irregularise creó una dirección, cuyo presupuesto en su parte pu- dad y exactitud con que funcionaba el tribunal de Cuenramente burocrática, sin incluir el personal facultativo, tas, que durante la larga administración del conde de
subía en el último presupuesto á 900,000 reales, es de- Villanueva había logrado ponerse al corriente y glosar
cir, á un duplo i, lo menos de lo que cuesta la dirección todas laí cuentas dentro del año, hoy lleva un atraso de
general de todo el reino. Nada mas justo que el fomento siete años con notable perjuicio del Erario y mayor ai
de las obras de utilidad pública dentro de los límites que cabe de los respónsab'es, y es seguro que á muy pncoa
lo consientan los recursos y las atenciones perentorias mas que continúe este desorden vulveremos á aquelloa
del Tesoro; pero nada tampoco mas antl-político que sa- felices tiempos «n que una cuenta se glosaba á los 30 ó
crificar loa iateresea generales d^ la nación á los parti- in*< años dé su fecha y en que los cargos y reparos ae
culares de una provincia por importante y considerable dir gian no al responsable, que había or lo común faque sea (2) Hay mas; y es que las numerosas vías fér- llecido, sino á sus herederos y fi idores que nada podían
reas, que cruzan en todas direcciones la isla de Cuba, son contestar con acierto. ¿Qué estMñojB-, pues, que se diga
debidas á empresas privadas, sin que el gobieruo haya en las últimas correspondencias dé Filipinas, á donde
contribuido con mas subvención que el importe de los se introdujo ol mismo desorden, que las Quentns han llederechos arancelarios de una parte del material (3¡; de gado á tal confusión y embrollo, que no Dud > averisuerte que el desarrollo de las obras públicas ha recaído guarse la inversión que se ha dado á 1.000,000 y pico
sobre otras obras menos preferentes y que de seguro po- de pesos? Si hoy ae girara una visita al tribunal dJCuen
dían haberse emprendido con mas parimouía sin que se tas de la Habana no nos sorprendería si se hallasen
resintiese la riqueza publica.
iguales ó mayores embro los, y no por culpa de sus emPor igual razón la instrucción universitaria y profe- p'eados, sino por el desconcierto que se ha introducido
sional cuesta en la isla de Cuba 2.400,000 reales, 'sin en toda aquella administración (1).
Como si todo esto no fuera bastante se' ha echado
contar la secundaria y la prim irla, puesta hoy la última
á cargo de los pueblos, cuyo presupuesto municipal pa- por tierra no hace un año, de una sola plumada, sin presa de 60 millones de reales, ó muy cerca de la cuarta vio espediente ni consulta de ninguna corporación, ni
parte de lo que importan los presupuestos municipales mas antecedentes que la minuta del real decreto que lo
de toda la Península é islas adyacentes, cuya poblacioH, ordenó, las pocas tradiciones que aun se conservaban de
la antigua administración. En lugar de las dus oficínaa
como dejamos dicho, es treinta veces mayor<
El deseo de asimilarla administración de las provin- de rentas marítimas y terrestres que servían á la veas
cias ul^amarinas con las de la Península, sin tener en para la recaudación y como cue-pos consultivos, se creacuenta las necesidades respectivas, ha impulsado á sus ron cuatro en la Habana; d'is marítimas v dos tenestrea
autoridades á establecer, entre otras muchas cosas in- con la denominación de locales y centrales, amen de la
útiles, el correo diario á los pueblos, y aun á veces á las dirección general de admínistracíím incluid i en la sealquerías mas insignificantes, resultando de aquí la sin- crátarla política que ella sola cuesta 2.400,000 reales 11
gular anomalía de que hay estafetas que no reciben una Ea decir, que ae ha aumenta lo lo que pudiéramos lia nar
carta semanal. No debe, pues, estraüarse que á pesar el estado mayor á espensas de la fuerza efectiva del ejérde la exajeracion con que están redactadoslos ingresos cito: ó en otros términos, que son muchos á mandar y
de correos, como lo demostraremos evidentemente cuan- pocpíá ejecutar. ¿Qué tiene, pues, de estraño que tode
do entremos en el exá.uen detallado de los presupues- se encuentre paralizado y que los administradores subaltos, resulte entre los ingresos y los gastos un déficit de ternos abandonen sus principales funrl mes para satisfa14.798,140 reales. Si JIO temiéramos molestar á nues- cer la balumba de estados y noticias que diariamente aa
tros lectores, podríamos entrar en comparaciones muy les piden por las oficinas centrales sin conocida utilidad
curiosas, que darían una idea clara del modo cómo se ha de las rentas? Sin tanta complicación y con muchos meentendido la administración de la isla do Cuba en el úl- nos empleados se publicaba anualmente la balanza g e neral de la isla. ¿Se hace ahora lo mismo? El gobierno
timo decenio.
Si en materia de gastos se ha procedido con poca me- lo aabrá; puro según nuestras noticias no está mucho
ditación y sin el debido criterio basado en el profundo mas adelantada la publicación de las balanzas que la
conocimiento do la situación y necesidades de la isla, glosa de las cuentas.
Ponemos por hoy término á esta reseña general. En
todavía son mas imprevisoras y funestas las reformas introducidas en la administración y recaudación de los in- los siguientes artículos entripemos en el examen de algresos, nacidas de la misma manía de asimilar la iuten- gunas de las partidas que Constituyen el presupuesto actual comparadas con laa de loa anteriores, que servirán
para completar el cuadro que hoy presenta la adminis(1) No es asi como puede lisongearse á los cubanos, tan dig. tración rentística de Cuba.
nos como los demás españoles, no d* lisonja, sino de justicia.
*Lüis DB ESTRADA.
Con medidas útiles y reformas beneficiosas, yno con ejircitot
de altos empleados pe»i»n</aríí, se llenarían las no bles aspiraciones de los maltratados liijos de Cuba.
(t) De mañera, que al compás que ha ido creciendo lafalaa(N.delaD.)
&(•• los señores pretupiutlivorot, se han multiplicado los mbto(2) No se sacrifica la nación á los intereses de Cuba: sobre ge
llot en la administración de Cuba. Bueno es que un diputado !•
esto mucho podríamos decir, j esto mas que otra cosa, parece consigne
clara y terminantemente, y todavía mejor I eniendo en
uo horrible sarcasmo.
cuenta que el 8r. Estrada es un hábil hacendista, ex .intendente
(3) Ya pareció aquello: bueno es que se confiese qu« ¿ las de Filipinas, ex.dircctor de rentas, etc., etc., etc.
tmpreai privadaí, y no á los sacrificios del gobierno, ae deben las
principales mejoras de la isla.
f
CRÓNICA HISPANO-AMERICANA.
5
decreto que llamase á las colonias & tomar parte en sus nes que hace á la asamblea nacional sobre éste ponto,
deliberaciones.
que ella prescribió todo lo contrario de lo que V . E . diN B . JOSÉ ANTQNIO SACO AL BXOIO. SR. D. MANÜBI SEMAS 1 0 Tan distante estuvo la Asamblea nacional de llamar ce, en la Constitución que formó, y que fué proníulgada
ZANO, MIMlSraO BB ULTRAMAR, REFUTÁNDOLE LOS DISCURSOS QÜB diputados por las colonias, que en el prólogo del decre- en 1791. Oiga V. E. lo que dispone el articulo S.'-títul A PRONUNCIADO BN LAS CORTES SOBRE LAS CUESTIONES DE U S to que e:cpidióel 8 de marzo iie 1790 se leen las siguien- lo 7.* de ellai. *Las colonias y poiesiones francesas en. el
PSOVTNCIAS ULTRAMARINAS.
Asia, en el África y en América, aunque forman parte
tes palabras:
«La Asamblea nacional declara, que considerando & del imperio francés, no están comprendidas en la presente
las colonias como una parte^del imperio francés, y de- Constitución.* Nó queda, pues, duda alguna, en que
OABTA CUARTA.
seando que gocen de los frutos do la feliz regeneración aquella asamblea, ni convocó diputados por las colonias,
oue se ha efectuado en él, ella sin embargo no ha pensa- ni menos los llamó por la Constitución que hizo.
París 13 de Mayo de 1865.
do jamás en comprenderlas m la Constitución que ha deMas se dirá, que aunque esos diputados no fueron
cretado para el reino, ni sujetarlas á las leyes que pu- llamados, al fin fueron admitidos como tales, y que su
Exemo. Sr.:
dieran ser incompatibles con sus circunstancias locales y presencia en la asamblea produjo aquellos desastres.
Nuevos errores. En la ruina de Santo Djmingo, no tuE P mi carta anterior otreci tratar de las colonias fran- purticulares.i
Pero si tal fué la intención de la asamblea nacional vieron parte los diputados de ella que se sentaron en la
cesas, cuya actual constitución*sirve de argumento á
V. E. para neffar diputados, ó sea derechos poliücos & no por eso se imajine V. E., que ella privó de derechos asamblea nacional. La pérdida de aquella isla provino»
políticos á las colonias francesas, como desgraciadamen- como V. E. ha confesado ya en otra parte, aunque contralas pr .vincias de Ultramar. Asi se espresa,V. E.
«Eíi Francia, por la Constitución de 1818. por la te lo.hicieron después con las españolas las Cortes Cons- diciéndose, de las ideas revolucionarias que germinaban
Constitución republicana, se ordenó lo mismo que ea tituyentes que se congregaron en Madrid en 1836; y á en la cabeza de los franceses y de los escesos y tras1789, que vinieran los diputados dg sus colonias. No ha- la lectur*do V. E. re^omiend> lo que ál tratar dé Uquel tornos que destrozaron la Francia. V. E. al repetir
bía escarmentado la Francia durante aquel periodo de decreto, dijo el diputado Carlos Lameth, en la sesión del la falsa acusación que fulmina contra los diputados de
Santo Domingo, no es mas que un imitador de lo que
frene-i, con las grandes pérdidas que sufrió en tiempos 2 de marzo de 1790.
«Es preciso convenir en que el gobierno ha cometido dijeron en las cortes espiólas de 1837 los hombres que
de la primera revolución del slclo anterior, y volvió &
caer en los miamos defectos, en los mismos errore.<; pero faltas considerables que es menester reparar; y la asam- se encargaron de privar de sus derechos politicos á las
afortunadamente para ella, aquel orden de cosas duró blea, á la que se irhputan tantas injusticias, porque ha provincias hispano-americanas. Y como V. E. no es mas
poco, y en el momento'Cn que se creó el imperio, cam- reformado tantos abusos, se.rá fácilmente calumniada en que un eco de aquellos hombres, cuyos errores refuté
este asunto en que la calumnia puede ser tan útil. Se la veinte y ocho años há, bien puedo valerme aquí de las
bió la faz de la legislación de las colonias.»
V. E. alude aquí á la pérdida de Santo Domingo; acusa en este momento de que no hay crédito, y todo el razones que expuse entonces.
A todas horas se cita el formidable ejemplo^ de Santo
pero antea de hacer observación alguna acerca do lói mundo" sabe que cuando ella fué convocada ya no habia
errores que contiene el pasaje que acabo de tra-icribir, crédito en Francia. Del mismo modo, cuando las colonias Domingo. IJo participo yo de ese terror, asi como tamsotaré otro pasaje de V. E. que está en contradicción con están en peligro, este negocio ^e pone en sus manos, se poco participan de él muchos de los mismos que afectan
el primero. En este atribuye V. E. la péi-dida de Santo la precisa, se quisiera que esta tomase un partido en tenerlo; pues tanto ellos como yo, estamos íntimamente
Domingo á la concesión de diput idos que la Asamblea una sesión, bien seguro de que tal precipitación daría persuadidos á que un gobierno liberal en Cuba, lejos de
constituyente hizo á las co onias francesas: mas en el lugar á alí>-unos errores. No e-iposihle mirar k cuestión poder renovar las calamidades de Santo Domingo, será
aisladamente; es necesirio enlazar el sistema pnlitico de el medio mas seguro para preservarla de semejante caque pa.so á insertar, aparece otra cosa muy diferente.
tSeñores: todos conocemos la dificultad y la rlr.;uns- las colonias, con el sistema general político de la metró- tástrofe. No basta decir que en la isla española hubo una
pecciou con que hay que tratar los negocios que atañen poli*.... «En ültim) análisis, yo creo que no se pueden resolución denegres; no oasta proclamar que esta revoá provincias lejanas, y q le están mas expuestiis que otras conservar las colonias sino haciéndolas gozar de los be- lución envolvió la ruina de los blancos y la de tan preá inconvenientes de todo género. ¿Quién puede olvidir, neficiosde la Constitución, con las modificaciones que ellasciosa antilla: preciso es subir á las causas que la produdije vo en otro lUi^nr, quiéupued •- olvidar la catástrofe juzgaren nec¡:sarias, y que serán sometidas á la próxima jeron y á las circunstancias que la facilitaron; y cuando
éstas y aquellas se mediten, al punto se conocerá lo mudel 9l en la isla de Santo D ¡mingo? ¿Quién puede olvidar legislatura.*
Ved aquí un lenguaje sensato y con el que se con- cho que difiere Santo Domingo de Cuba. Hugaraoí, pues,
la causa que produjo aquella catástrofe? Señore-i.- por si
alguno no la recuerda, debo decirla. En la Asamblea formó la asamblea nicional, al promulgar el mencionado un paralelo entre, una y otra isla, ó mejor dicho, entre
constituyente de Francia se trató, con motivo de la decreto de 8 de marzo de 1790, pues en su articulo pri- Cuba y la parte francesa de Santo Domingo, porque ésta
Constitución que se dló aquel pueblo, de la cuestión de mero se dice: «Cada colonia está autorizada para expo- fué la que sirvió de teatro á las sangrientas escenas que
las provincias ultramarinas, y se propuso por lÁ comisión ner sus deseos sobre la Constitución, la legislación y la allí se representaron.
Al estallar la revolución, Santo Domingo (1) solaque habría igualdad de derechos entre los colonos y los administración que convienen á su prospecidad y a l a felicidad de sus habitantes, bajo la condición de confor- mente contaba la muy escasa población de 30,000 blanciudadanos de la metrópoli.^
«Esta fué la propuesta de la comisión, que en su ma^ marse á los principios generales que ligan las cp onias á cos. Cuba por el censo de marzo de 1861, tenia mas de
yo ia era de gente templada, de gente moderada, de gen^ la metróp>li, y que asegureu la conservación de sus in- 757,000. Santo Domingo encerraba en tan corto espacio
casi 500,000 esclavos. En Cuba, según el mismo censo,
te que tenia previsión ¡f extraordinario amor á su patria; tereses respectivos.»
Pero si es cierto que Id asamblea nacional trató desde esos solo llegaron á 370,000, es decir, menos de la mitad
pero la montaña rechazó esta proposición; la montaña
rechazó ese proyecto, y propuso la igualdad imparcial, el principio de dará las colonias una organización no i- de los blancos, mientras que en Santo Domingo, los esesto es, la igualdad absoluta entre las razas. Esto sirvió tica especial; si también lo es, que ni ella, ni el gooier- clavos eran 16 veces mas numerosos que aquellos. En los
de aliento, señores, á la raza que se encontraba en la no llamaron diputados coloniales á la metrópoli; ¿cómo diez años anteriores á tan funesto trastorno, Santo Docondición dé sierva, y todos sabemos aque la catáí^trofe, es, se preguntará, cómo es que en esa asamblea hubo mingo habia recibido 200,000 kororaantynos de la Costa
Oi'O, negros de un carácter endurecido y feroz. Cuba
[ue se resiste á recordarla el alma y que siento traerla a diputados por Santo Domingo? Pasemos á exp icar esta de
afortunadamente no tiene que luchar con tales enemigos.
aparente contradicción.
a meraoiia."»
Sobre aquella antilla pesaba el despotismo fran- Largos años antes de empezar la revolución francesa,
cFrancia perdió & Haiti, á aquella posesión magni|e hallaban en París muchos negros y mulatos libres, • y
ficsque en el año anterior habia produ-ido á su pais cés, y luego que llegó •& ella la noticia de la con- algunos
recibiendo una brillante educacim; mientras que
vocación
de
los
Eótados
generales,
en
la
cual
se
daba
unos 28 millones de pesos... Haiti permanece todavía
la
condición
de los residentes en Santo Domingo, era
al
tercer
estado
un
número
de
representantesigual
en un estado deplorable á qaé lo redujo, ¿quién? ¿Los
demasiado humillante. En Cuba los individuos de igual
negros? Nó: la revolución francesa, los diputados dé la al de loa otros dos órdenes, los coloraos descontentos del clase,
viajan por países extranjeros, ni se educan en
montaña con sus imprudencias y excitaciones. Sin ellas, gobierno que tenían, procedieron por si, y aun contra colejlosnoeuropeos;
eatán exentos de muchas cargas y veHaiti seria hoy lo qae era en aquel tiempo: la provincia las órdenes del gobernador de la colonia, á formar jun- jaciones
que
sufrían
en las colonias francesas, y sisón
tas
parroquiales
y
provinciales,
y
á
nombrar
diputados
mas rica de la América.»
Honrados,
gozan
d^l
aprecio y consideración de los blanpara
la
representación
nacional,
cuyo
numero
ascendió
á
En este pasaje, V. E. aprueba y aplaude ]& moderaEn Santo Domingo los esclavos eran cruelmente
ción, la templanza, la previsión y el patriotismo de la 37 según aparece del informe presentado á la asamblea cos.
tratados; mas en Cuba no se vé el espectáculo de las
mayoría de la comisim que pidió igualdad de derechos nacional en la sesión del 27 dé j.unio de 1789.
Sin permiso de la autoridad de la isla, muchos de atrocidades que en aquella isla se cometían; y la esclaentre los colonos y los ciudadanos de la metrópoli. Tamurbana ofrece entre nosotros generalmente el cuabién recono-e V. E. en ese mismo pasaje, que la )nonta- esos diputados se embarcaron para Francia, y los ocho vitud
dro
menos
á que pueden estar reducidos los que
ña se opuso á esa' igualdad de derechos, pues lo que liritaeros que á ella llegaron, hicieron su entrada en los viven en elinfeliz
cautiverio. EnFranf-ia reinaban entonces fuerqueria era que esa igualdad fuese absoluta pira todas Estados generales, un mes después de haber sido con- tes preocupaciones
contra los blancos de las islas francelas razas de las colonias; y por ultimo, concluye V. E. gregadü8;y en la sesión del 8 de junio de 1789, entre- sas. Hor tener esclavos,
les miró como enemigos dé la
diciendo con razón, que esos desnos revolucionarios déla garon una petición sellada, encargando que no se abrie- libertad y partidarios delsedespotismo;
y para destruirlo
monía/ío.fueron la causa de la pórd d i de Santo Domin- se haafci el momento en que los estados genera'e^ fuesen en todos los puntos déla nación francesa,
por
go. Pero si esta fué, según V. E., la verdadera causa de constituidos; pero al mismo tiempj redamaron que so extender la revolución hasta sus colonias trabajóse
mas remotas.
esa pérdida, y no. la concesión de la igualdad de dere- les admitiese provisionalmente La asamblea en aquella
un poderoso impulso contribuyó la declarachos entre los ciudadanos franceses, y los colonos sus sesión y en la siguiente, les per.uitió que asistiesen á ciónAdedarle
los derechos del hombre y del ciudadano, promuldescendentes; ¿por qué afirma entonces V. E. en otra ella siii voto, no comj repreientautes. sino cjmo aspi- gada por
la asamblea nacional, en agosto de 1789, y
parte de sus discursas, que si la Así»mblea cons ituyen- rantes á si-rlo, hasta Que sus derechos y sus poderes puesta despiles
á la cabeza de la Constitución de 1791.
te no hubiera concedido diputados á las colonias, áunto fuesen examina d)S. Muy pronto llegaron nuevos dipuLa sociedad intitulada Amigos de los negros, comDomingo rto se habría perdido? En medio de la incensé- • tados de Síinto Domingo, pues en la sesión de 24 de jucuencia.ó contradicción en que ha incurrido V. E., im- nio del misino afio se dice, que su numero era ya de do- puesta de muchos bombees de influen''-ia y de talento,
poita mucho observar que ninirun senador, ni diputado, j ce. Procedió e al fin á discutir si deberían ó nóser admi se puso en intima relación con los negros y mulatos lini escritor espnfto de los que abogan por la concesión ' tidos como verdaderos diputados, y cuso de ser admiti- bres de Santo Domingo; hizo crujir la prensa contra los
de derechos poliricos á las provincias de Ultramar, nin- das, cuál seria el numero que la asamblea habría de colonos blancos; pidió la igualdal de derechas; clamó
guno ha pedido que esos derechos se concedan indistin- aprobar. Estos puntos se ventilaron en varias sesiones, y por la inmediata abolición de la esclavitud; y la asamtamente á los blancos y á, los negro^ que habitan las co- en la de 3 de julio de 1789, ob ervó el famoso MiCabeau, blea nacional, do que eran miembros algunos de esa solonias; y si por un.trastorno mental se concibiese en ia que las colonias a iiá-< habían asisfd > por representantes ciedad, arrastrada por el torreóte revolucionario, prometrópoli tan insensato proyecto, téngase desde ah)ra á los estados geieralcs, que no debiün presentarse en mulgó el terrible decreto de 15 de mayó de 1791. iguapor cierto que se estrellaría en Cuba, sin que por eso se eíliiB sino en virtud de la convocación del rey, y que la lando en todos los derechos politicos á la ra^-a libré do
presencia enla asamblea de tales diputad s, debia con- color con los colonos blancos. A poco tierap > conoció su
renovase la catástrofe de Santo Domingo.
error; pero cuando quiso volver atrás, ya era muy tarMarcada ya la contradicción que hay en las ideas de siderarse como opuesta á las órdenes del monarca y co- de. La isla estiba minada por b s revolucionarios de la
mo
contraria
á
la
mis
na
CAJuvocatoria.
Esto
no
obstante,
V. E sobre las causas que produjeron la ruina de esa
misma Francia, y los blancos, divididos entre si En
Antüla, vengamos á examinar aisladamente las asercio- en la sesión de 4 de juli) de 1789, se resolvió por 523 1792 llegaron á la colonia los tres "emisarios nombrad )3
votos
que
s
do
fuesen
admitidos
seis
diputados,
á
pesar
nes de V. E. en ei primero de los dos pasajes que he
de (|ue la colonia reclamahfi veinte. Est.e simule reí ito por la asamblea nacional co i poderes ilimitados. En matrascrito ni principio de esta carta.
basta para demostrar. Que la asamblea iw-ional no II i yo del siguiente año. tomó posesión del mando de* Santo
Dos cosHS aSnna V. K. en él.
Domingo, el gobernador Gulhaud. Entre él y lo8CX)mi1.' Que la Asamblea nacional llamé, en 1789, dipu- mó representantes por lis colonias en 1789, y que si dio sarios nacieron rivalidades, apelaron á las arma», y sinentrada en ell i á seis dipuUidos por Santo Domiígo, fué
tados por las colonias.
tiéndose estos mis débiles que ajuel, llamaron en su
2.' Que imitando á esa kxamblea, la Constitución por mera condescendencí i. y no querer di8<;ustará una auxilio á los esclavos, ofreciétído'ea la libertad. En t»iles
republicTnta de ms^alnbimTíalrinfpiíiüos'por'lasreSoíoñía que ya'esbilía'muy ^"'^^'í;;?,'-^.';*;e't^^^
1 - circunbtancins, ya no e-a posible 'e•li^<t^r al inmenso n ú mero de negros acaudillados y sostenidos por los repuferidas colonias
-^^2^^F'^ ^''T""^^""•''^¡\ fSe ^¿^d^^^^^
Ambas pr ¡posiciones son enteramente falsas, y para
blicanos
france.se«, y aun quitó por los sordos manejos
'demostrarlo,
• •
'-•vio a lDomingo.
i asamblea nacional la filiinge ae aipuiauosque
Santo
empecemos
por la primera.
de alguna potencia extranjera. Por ultimo, para acabar
Al 11 iinamiento de esos diputiid )s por la asamblea cou la colonia, lanzó la Convención en 4 de febrero de
Por real decie'^o de 27 de diciembre de 1788 fueron
convocados los Kstados generales; mas esa convocatoria nacional de acuella óp jca, atfbuye V. h. las CJilamidase limitó á la Francia sin hacer ninguna mención de las des de Santo Do.ningo Pero si no hubo tal llamamiencnloniaí. Reuniéronse aquellos Estados el 6 de mayo de to según acabo de probar, ¿có no quiere V. E. que de
(1) Repito de nuevo, que cad» vez que hable yo aquí de SanÍ789rva;i;qüe"en breve se convirtíe";;)n ^n" A^km^e^ éÍ'p¿.vinie8on ^^^ ft'.:!* V * V ' / „ \ t " i n i t £ a l u s a c i o - to'domingo, se entienda que me refiero exclusiramente i l a
nacional constituyente, no promulgaron ninguna ley ni
Tan equivocado anda V. E. en las injustas acusacio parte francesa.
CARTAS
S
LA AMERICA.
1794 el formidable decreto eu que no solo se dio libertad Deseana etc., la Martinica y la Guay^na, cuya superfik los esclavos, sino que de golpe y sin preparación algu- cie es igual á la cuarta parte de Francia. Pertenécenle
en^la costa de África los establecimientos del Seuegal,
na se les elevó á la categoría de ciudadanos.
MfW ¿en qué se parece esta situación á la de Cuba? Gorea, y los de la Costa de Oro y Gabon. Ocupa en lo3
¿Sancionó la Constitución de 1812 esa funesta igualdad? mares de la India, la isla de la Reunión ó Borbon, San¿Eiistieroa 6 existen aquende ni allende sociedades dé ta María en la isla de Madagascar, y la isla Mayotte con
ninguna especie para atizar la discordia entre los habi- sus dependencias. En la costa de Abysinia sobre el mar
tantes de distintas razas? ¿Hánse enviado agentes ó co- Rojo, ha comprado recientemente un territorio. En la
misarios para que coninuevan la firmeza de a iuel suelo, India tiene algunos puntos^pequeños. tín Cochinchina,
y tiaan sus campos con la sangre de sus moradores? De- la colonia que acaba de adquirir; y en la Oceania, las
sengaftómonos, y convengamos en que las circunstancias islas de Taiti y la Nueva Caledonia.
de Cuba y Santo Domingo son muy diferentes, y que la
V. E. no señala la fecha en que se dio á las colonias
pérdida de esta isla fué ocasionada, no por los diputados de francesas ésa nueva organización; pero yo sé que V. E.
ella que se sentaron en la Asamblea Nacional, no por la se refiere al Senado-Consult.) de 3 de mityo de 1854, el
igualdad de derechos entre los ciudadanos franceses y cual no es estepsivo á todas ellas, sino solamente á la
sus hijos los colonos, no por el espíritu revolucionario Guadalupe, Martinica y la Reunión. El hecho de haber
de los negros, sino por les esfuerzos de los blancos éuro- sido escluidas todas las demás, y de haber sido organiieos residentes en Francia, que cacitándolos á la rebe- zadas aquellas tres por un Senado-Consulto, manifiesta
ion los armaron y convirtieron en instrumento de sus claramente que el poder ejecutivo tuvo un interés direcproyectos. Tan cierto es que estas causas fueron 1 s que to en mutilar y ann en privar á los colonos de sus
acarrearon la pérdida do Santo Domingo, que á pesar de dercchqs políticos, no obstante que la comision'encargalas conmociones que hubo entonces en las demás colo- da de informar acerca del proyecto de aquel Senado-Connias francesas, ninguna cayó en poder délos negros. La sulto, se opuso á miras tan mezquinas. Él modo de legisisla Mauricio, llamada también *de Francia, luego que lar por Senado-Consulto, es aesconocido en' España,
recibió en 178S> la noticia de la revolución de la metró- porque ninguno de los dos cuerpos colegisladores puede
poli, depuso alas autoridades, nombró otras nuevas, pro- por sí solo, aun reunido con el gobierno, dictar ningucedió k las elecciones de diputados, 6 instaló una Asam- na niedida legislativa para la metrópoli ni para las coloblea colonial compuesta de cincuenta y un miembros. nias. En Francia por el contrario, el Senado de acuerdo
Dividiéronse los b ancos, formáronse partidos, la tropa con el gobierno puede legislar con esclusion absoluta de
tomó parte en estos movimientos, ya á favor de unos, la cámara de diputados, que es la única-y verdadera
% en contra de otros, prolongóse por algunos años la representación nacional; y quizás tomando pié V. E. de
uchá y la agonía; pero en medio de tantos sacudimien- esto y de otras cosas que pasan en Francia, se atrevió á
tos, y de que habia 53,000 negros para 6,000 blancos defender en la sesión del Senado del 6 de marzo, la mas
- escasos, los esclavos jamás se levantaron. Si Santo Do- anticonstitucional y escandalosa doctrina sobre el gomingo dá una eccion de dolor, la isla Mauricio nos dá bierno de las colonias españolas, procurando sustraenas
otra de consuelo. Los que estudien aquella, es menester de toda intervención de las cortes, para que así quedasen'sometidas á la esclusiva voluntad del ministerio.
que también aprendan ésta.
Pero sin salir á buscar ejemplos en las colonias exHabla también V. E. de un consejo que existe en Patranjeras, las antillas españolas desmienten completa- rís, presidido por el ministro de Marina, el cual se commente las aserciones de V. E. Diputados y derechos po- pone, según V. E. de cuatro miembros nombrados por el
líticos tuvieron Cuba y Puerto-Rico en el periodo cala- gobierno y de otros cuatro designados por los consejos
mitoso de 1810 á 1814. ¿Mas se sublevaron entonces los provinciales de las diferentes colonias.
negros, ni menos so perdieron esas dos islas? Diputados
En cuanto á los consejos provinciales, mejor seria
y aerechos políticos tuvieron de 1820 a fines do 1823, que V. E. hubiese empleado la palabra jf(?wera/es,- porque
¿y acaso se levantaron entonces los negror, ni esas dos en Francia, ni aquende ni allende los mares, hay conseantillas se perdieron? Diputados también enviaron al jos provinciales, nombre que sin duda tomó V. E. de las
Estamento de Procuradores de 1834 a 1836. ¿Mas por diputaciones provinciales de España, las cuales tienen
ventura se levantaron Ls negros en ese periodo, ni esas mucha analogía con Igs consejos generales franceses. •
dos islas se perdieron? No se identifique, pues, á Cuba
Debo igualmente advertir, que la corporación que
y Puerto-Rico con Santo Domingo, porque las diferen- existe on"París bajo la presidencia del ministro de Maricias entre esta y aquellas son tan grandes y palpables, na, y á la que V. E. dá el nombre de consejo, no se llaque no admiten comparación.
ma así en el Senado-Consulto, sino comisión consultiva
Desembarazado ya de los acontecimientos de la gran (comité eonsultatif.J
revolución francesa, digamos una palabra de loo de 1848
CreeV. E. que esa comisión se compone de cuatro
k los que también se refiere V. E. Nunca debe confun-.| miembros nombrados por el gobierno, y de otros cuatro
dirse la convocatoria de una asamblea constituyente con designados por las colonias. Equivócase V. E. Hl artícula Constitución que esta haga. V. E. afirma, que «por /o lo 17 delt\tulo 2.* del referido Senado-Consulto dice así:
ConstitUGion republicana de 1848, se ordena lo mismo que
tSe establece una comisión consultiva cerca del mien 1789, gue vinieran los diputados de sus colonias.» nistro de la Marina y de las Colonias. Ella se compone
¡Error estupendo! En la mano tengo osa Constitución, y 1." de cuatro miembros nombrados por el emperador;
en su artículo 109 leo lo que pongo ante los ojos de V. ET 2.* de un delegado de cada una de las tres colonias,
« El territorio de la Argelia y de las colonias, se de- nombrado por el consejo general.»
clara tarritoño francés, y será releído por leyes particuEste artículo prueba que la co nision consultiva, si
lares hasta que una ley especial las ponga bajo el régi- bien consta de cuatro miemoros nombrados por el empemen de la presente Constitución.» Y á vista de este artí- rador, no se compone de cuatro delegados por las coloculo, ¿se atreverá V. E. á seguir creyendo que la Cons- nias, pues el numero de ellos, en vez de ser fijo, es vatitución republicana de 1848 llamó diputados por las co- riable y dependiente del de las colonias llamadas á tolonias?
mar parte en su formación. Hoy sólo es de tres, porque
Con un aire de triunfo dice V. E., que destruida la solo son tres las colonias que participan de la organizarepüblica de 1848, servil imitadora de los desaciertos de ción que les dio el Senado-rConsulto; pero ese numero
1789, y alzado el segundo imperio, cambió la legisla- podná ser en adelante mayor ó menor, según que haya
ción de las colonias. ¿Y cómo no habia de cambiar, cuan- mas ó menos colonias con derecho á nombrar tales dedo las instituciones de la misma Francia sufrieron una legados.
Gomo el párrafo segundo del referido artículo 17 esalteración tan profunda? La libertad se eclipsó en ella,
y las sombras que la cubren, se extendieron hasta sus clnye de la delegación de las colonias á los miembros del
colonias. Pero observe V. E., que el estado actual de Senado, del Cuerpo legislativo, del consejo de Estado, y
ellas está en perfecta consonancia con el de su metrópo- á las personas revestidas de funciones que gozando suelá, pues alas restricciones políticas de esta, correspon- do, V. E. infiere de aquí, que el motivo de esta disposi-,
den las restricciones políticas de aquellas; mientras que cion fué impedir que es )s del'ígados llevasen alas cámaentro la metrópoli española y sus colonias hay un cho- ras francesas los asuntos coloniales.
cante contraste, porque á la libertad de aquella se con«Pero nótese bien, palabras son de V. E., nótese
trapone el absolutismo de estas.
bien una circunstancia: es requisito indispensable de la
Traza V. E. el actual gobierno de las colonias fran- ley orgánica que ninguno de esos delegados pueda sercesas en el párrafo siguiente.
senador, diputado, funcionario publico retribuido, ni con«Hoy se rijen estas por el ministro do Marina, de cu- sejero de Estado. Vea, pues, el Senado, que si en Fran •
yo ministerio depende este ratno, que allí eS de escasa cía se olvidaron los males por que pasó á fines del siglo
importancia, por no ser sus colonias tan extensas como último, en ese período de frenesí que derribó un golas de España, Inglaterra y Holanda.»
bierno y constituyó una república, en el momento en que
•Sin embargo, bajo la presidencia del ministro de se asentó un gobierno en bases sólidas y firmes, enese moMarini, existe un consejo que se compone de cuatro mento se ocupó ya de la organización de las colonias, sienmiembros nombrados por el gobierno y de otros cuatro do unade las primeras bases la de que los individuos del
designados por los consejos provinciales de las diferen- consejocolonial, no pudieran pertenecer á los cuerpos colotes colonias....»
gisladores. Véase, pues, si se comprendió el peligro que
A este pasaje debo hacer algunas objeciones.
podia haber en que las pasiones ardientes de la política
Supone V. E. que las colonias de Francia no son tan europea en.los países regidos por el sistema constitucio(x'ensas como las de España. Error, orase tomen las nal pasasen á las provincias ultramarinas y fueran á inopjilabras tan extensas con respecto á su superficie, ora cular en ellas ese virus (pues asi hay que reconocerlo)
roa respecto á su numero. España solo cuenta en el nu- que traería consigo la pérdida de las colonias francesas.»
mero de ellas k Cuba con su anexa la isla de Pinos, á
¿De dónde ha sacado V. E. que la exclusión de los
Puerto-Rico, Filipinas y Fernando Pó, (1) y si se quie- diputados y senadores para ser delegados de las colo. e, á la isla de Anuobon en los mares africanos donde no nias proviene de los motivos que expone V. B.? La opinay ni un solo español. Francia tiene á sus puertas el nión de V. E. tendría algún viso de verdad si esa provasto teíritorio de Argel, cuya dimensión de Norte á hibición se hubiese circunscrito á los senadores y dipuSud, es de600kilóm.yde Este áOestede 850. En América tados que son los únicos <jue componen los cuerpos leposee las islas de San Pierre y Miquelon, Guadalupe y gislativos; pera observe V. E., que la prohibición se exsus dependencias que son laá islas de Marigalante, la tiende igualmente á los miembros del consejo de listado,
aunque no sean senadores ni diputados, y también á
(1) En España todos escriben Pernando Poo con dos O; pero cuantas personas desempeñan funciones retribuidas, las
yo creo quo solo debe escribirse con una O. No me fundaré para cuales no tienen por cierto, en razón de ellas, ninguna
iísto en que los ingleses, los franceses y otros extranjeros escri- entrada en l-a> cámaras. Otra, pues, debió de ser la rai>en Pó, sino en que esa isla fué descubierta por Fernando Po en
14S5. y aunque é'la llamó isla Formosa, diósele después en me- zón en que se fundó el Senado-Consulto; y oiga V. E.
lo que la comisión encargada de informar acerca del pronoría de su descubridor el nombre de Fernando Pó,
f
Í
yecto de él, dijo al presentar su informe al Senado.
«Con respecto 4 los delegados, el proyecto expresa
incompatibilidades y las hace recaer soore dos grandes
cuerpos del Estado, sin comprender en ellhs ni aun á un
tercer cuerpo (se alude al consejo de Estado,) que según
el proyecto del Senado-Cíonsulta, vendría á ser en adelante el único legislador de las colonias.»
«Para evitar toda aplicación particular á tal ó cual
categoría de funcionarios, nosotros nos contentamos con
expresar que los delegados no podrán ser nombrados de
entre las personas que ejercen funciones retribuidas,
bajo cualquiera forma que sea. De este modo evitaremos
todo pensamiento de'escepciones.» Vea, pues, V. E. enteramente disipadas en este pasage todas las ilusiones y
fantasmas que su espantadiza imaginación le habia presentado.
* • •
A pesar de la condición en que aquel Senado-Consulto ha puesto á»la3 colonias francesas, todavía es mas dura la de las españolas, porque aquellas, además dé nombrar cada una un delegado para la comisión consultiva,
este delegado es elegido por el consejo general de la colonia respectiva; mas las Antillas españolas ni tienen delegados de ninguna especio, ni tampoco consejos generales que los puedan nombrar, pues estas corporaciones
son equivalentes alas diputaciones provinciales españolas, las cuales no existen ni en Cuba, ni en Puerto-Rico.
No deja de se^ reparable, quá al hacer V. E. el elogio de las actuales instituciones de las colonias francesas
Y de remontarse hasta los acontecimientos de 1789,
naya olvidado lo que en esas mismas colonias sucedió en '
épocas menos remotas. No en los turbulentos periodos
de las dos repúblicas francesas, sino en el de la m )i:arquía^le Julio, encontrará*V. E. una Constitución colonial, que sin ser el mejor modelo, es á lo menos muy
preferible á la que hoy tienen esas colonias. Consulte
V. E. la ley orgánica que se les dio en 1833, y después
que la haya examinado, reranocerá que ellas gozaron
entonces de Consejos coloniales y de otras libertades políticas de que hoy están privadas.
Reflexione por último V. E., que las colonias francesas no se pueden equiparar á las Aiitíllas españolas.
En aquellas, los esclavos, no solo fueron violentamente
emancipados en 1848, sino que al mismo tiempo recibieron, sin merecerlo, doi-echos iguales á los blancos: y
como el número de estos es inmensamente pequeño respecto del de aquellos, resultaria, que si á esas colonias
se concediesen instituciones liberales, la raza blanca
quedaría excluida de todas las fundones públicas por las
turbas de negros que la combatirían en lis urnas electorales. Tan triste estado pudiera remediarse en parte, no
llevando á las colonias el sufragio universal de Francia;
sufragio que no es en ella por cierto m ly favorable á la
libertad, pue^ que esta brillaba mas en tiempos en que
no lo habia; pero como no se quiere que la-i colonias sean
libres, el sufragio universal es uao do l.s protestos que
se alegan para mantenerlas bajo del 8i.-ite;na quelisrije.
No es esta felizmente la condición de las AntillüS españolas ¿Acaso se ha emancipado en ellas de un golpe á
los esclavos como lo hizo Francia?" ¿Es por ventura el
número de ellos superior al de los blancos? ¿No es, por
el contrario, muy inferior al de estos? ¿Híise, en fin, estableoido el sufragio universal en España? Y caso que se
estableciese, ¿se introducirla ni admitiría en sus colonias?
Las ideas sobre la esclavitud emitidas por V. E. en
sus discursos me obligan á continuar esta carta. En la
sesión del Senado de 26 de enero dijo V. É., que «Inglaterra abolió por acta del Parlamento la esclavitud en
sus posesiones: que desde aquel período ó poco después,
ella se declaró la pr tectora del principio de abolición; y
asi fué que apena" coucluyeron las guerras de Napoleón,
en el Congreso de París hizo que se pusiese ya un articulo por el cual las potencias europeas se obligasen á ir
destruyendo la esclavitud por los medios que allí se indicaban.»
De este pasaje se deduce claramente, que la abolición de la esclavitud en las colonias inglesas fué anterior al Congreso de París; ¿pero cuándo se reunió este?
En 1814; luego según V. E., esa abolición precedió á
este año. ¿Y es posible que V. E. confunda dos cosas tan
distintas como son la abolición del tráfico de esclavos y
la abolición de la esclavitud? ¿Quién ignora, que en muchos países, esta se ha conservado largos años después
de abolido aquel? Lo que Inglaterra abolió en sus colonias antes del Congreso de París, lo que ella abolió en
1807, fué el tráfico de esclavos; pero la esclavitud subsistió en ellas en toda su fuerisa hasta la ley del 1.° de
agosto'de 1834.
También supone V. E., que Inglaterra hizo poner en
el Congreso de París un artículo por el cual las potencias
europeas se obligasen á ir destruyendo la esclavitud. No
señor: á lo que ese artículo se encaminó, fué solamente
á que esas potencias se obligasen á ir aboliendo el tráfi"
co de esclavos, sin tocar en nada á la esclavitud. Trascribamos el artículo á que alude V. E., que es el primero
de los adicionales al tratado entre Francia y.la Gran
Bretaña concluido en París el 30 de mayo de 1814.
«S. M. Cristianísima participando sin reserva de todos los sentimientos de'S. M. británica relativamente á
un género de comercio que rechazan los principios de la
justicia natural y las luces de los tiempos en que vivimos, se compromete á unir en el futuro Congreso todos
sus esfuerzos á los de S. M. británica, para hacer pronunciar por todas las potencias de la cristiandad, la abolicioni del tráfico de negros: de tal suerte que el dicho
tráfico cese umversalmente, como cesará definitivamente y en todos casos de parte de la Francia en el término
de cinco años, y que además, mientras durare este plazo,
ningún traficante de esclavos pueda importarlos ni ven
derlos sino en las colonias del Estad > de que es subdito.»
Menos perdonable es todavía el error en que V. E.
incurrió, cuando pronunció en el Senado las siguientea
palabras:
CRÓNICA H1SPAIÍ10-AMERIC1.NA
Fraguóse en tiempo de Tiberio una conjuración m u y tismo, á Napoleón el grande, á cuyas planta"» se prostertDespues, señores, en 23 de setiembre de 1817 se
celebró un tratado entre la corte de España y la de la peligrosa en el Mediodía de Italia. Turio Curtislo, a n - naban los monarcas. Escitando el entusiasmo por la liGran Bretaña, en cuyo »rt. 9-* y los siguientes ae insti- tiguo soldado pretoriano, tuvo varios conciliábulos en bertad, difundiéndola en los ejércitos, comunicó vigorotuyó lo que se creyó oportuno respecto a l a esclavitud de Brindis y en otras ciudades vecinas, y fijando carteles so impulso á la voluntad nacional, y sus prodigios in-i
püblicos, ofreció la libertad á los esclavos de los bosques, • mortales libertaron á la Europa del yugo dol tirano. La
las Antillas. España se o'ligó á aboliría.*
Dispénseme V. E., pero ni del art. 9.* ni de ningún que por sus costumbres salvajes eran mas vigorosos y perfidia y la ingratitud de los reyes coaligado», q u é
otro de ese tratado aparece que España se obligase á arrojados que los demás. La fortuita arribada á esos pa- olvidaron sus promesas liberales á las naciones destruabolir la esclavitud. No tengo necesidad de insistir en rajes de una división de la escuadra romana sofocó la veron la asociación que los habia salvado, y como h a l a lamentable equivocación que padece V. E. Todos s a - conspiración que ya^empczaba á desarrollarse, y lapron bían descubierto su poder maravilloso, formaron la de laben en España, y fuera de España, que el tratado de ".-3 ta remisión á Roma'do los principales conjurados disipó Santa Alianza, para co abatir las ideas de !a revolución
francesa, que tod ivia conservaban algún caloren el corade setiembre de 1817 se hizo únicamente con el fia de la alarma que en ella se habia difundido (1).
Reinando Nerob, los esclavos gladiadores que Labia zón de los pueblos
acabar con el cqmercio de esclavos africanos; y para conOtro ejemplo no menos elocuente de su grandeaa, nos
vencerse de que así fué, basta leer el titulo del mismo en Preneste intentaron sublevarse, y aunque este movitratado. Dice asi: «Tratado entre S. M. el rey de Espa- miento fué al instante comprimido, Roma aterrorizada ofrece' la Asociación católica de Irlanda, oi^ganizada en
ñ a y'de las Indias, y S. M. el rey del Reino-Unido de k ya se imaginaba ver á otro Spartaco con todq^ sus hor- 1823 por el grau tribunoO'Connell. Soreglamentoprovisional exigía la presencia de diez miembros para abrir la
Gran Bretaña ó Irlanda, para la abolición del tráfico de rores (2).
• B ijo el imperio de Galba, un esclavo del Pouto, s e - sesión, y estos nunca llegaban á reunirse. A la cuarta
negros.»
Con lenguaje y sentimiento religioso qufe yo aplaudo gún unos, ó un liberto italiano según otros, fingiendo sesión solo asistieron ocho personas, y antes de sonar la
sinceramente, habló V. E. de la esclavitud que existia- ser Nerón, pues que en la Grecia y en el Asia aun se hora designada, O'Gonnel S;ilióá 'a calle, ó hizo entrar
al nacimiento del cristianismo. V. E . , cuyas palabras dudaba de la muerte de este emperador, pareciéndose a bru.scamente en lalibrería donde "celebraba sus- reuniotrascribo aqul> piensa que la obra de la emancipación de él, y cantando y tocando muy bien la lira, se apoderó de nes, á unos estudiantes que encontró casualmente, y
los esclavos es la obra del cristiUnismo; que donde p r i - la isla de Cythne, armó en ella á los esclavos mas robus- convenciéndolos con su elocuencia para que perteneciemero penetraron y se infiltraron las predicaciones de J e - tos, y ocasionó escanda os y males, hasta que cayo bajo ran á la asociación, pudo abrir la sesión. La suscricion
sucristo fué en la gran masa de siervos; que cuando el los golpes de Cal[)urnio Asprenas, gobernador de la Ga- de uu penique al mes, produjo millares de renta anual,
a s i l a aristocracia ingle.ia llamaba á O'Connell en son
cristianismo se anunció por el Divino Maestro, la mayor lacia y la Pamphylia (3).
. parte de los hombres eran e.scIavo<, y pocos, muy pocos
Acostutnbrados- á tomar parte en las guerras civiles de mofa, el rey de los mendigos. Estos recursos se coneran los libres; que estos estaban en el mundo entero en de la república y de los triunviros, mezcláronse también sagraron al soco ro de los pobres, y á combatir ante loS
proporción oe los esclavos com) de 1 á 35; y que sin en las del imperio, ya á favor de los que lo atacaban, tribunales las iniquidades de los agentes del poder. En
embargo, la historia no nos habla ni de una insurrec- como el Galo S icrovir (4), y a á f ivor de los que lo d e - vano el gobierno inglés denunció al gran ngitfidoi- al j u ción, ni de una rebelión, ni de un combate contra la au- fendían, como Otiion contra Vitelio (5), y Vitelio contra rado, por haber pronunciado algunas palabras sediciosas
en sus nrengas, porque el jurado absolvió á O'Connell.
toridad.
Vespasiano (6^.
Durante la lucha entre estos dos emperadores estalló En 1825 el ministerio en el discurso del trono al parla¡Qué campo tan inmenso se presenta delante de mí!
Sobre esos puntos que V. E. toca tan rápida y superfi- en el Ponto una guorra, que Tácito califica de servil, y mento anunciaba que tomaría medidas represivas cuntra
las sociedades políticas de Irlanda; Mr. Galbarn, secrecialmente, yo he hecha algunos estudios que mi mala que fué proinovi(l%por el e-sclavo Aniceto contra Vespa
estrella no me ha permitidj publicar; pero no pudiendo .siano, causando por mar y tierra muchas desgracias, taiij de Estado en Irlanda, presentó un bilí, que declareferirme á ellos par estar inéditjs, y no siéndome dado hasta que al fin pereció á manos de Verdio Gemino, ca- ba ilegal toda asociación, cuyas reuniones'durasen mas
de catorce días; á |)esar de las reclamaciones de los i r tampoco entrar aquí en la profunda discusión de tan pitán que seguía la bandera de Vespasiano (7).
importantes materias, me limitaré á muy breves obserZnsimo nos dice, que esclavos p'-ófugos reunidos con landeses el bilí fué sancionado p )r e servilismo del p a r vacioncís.
soldados desertores saqueaban la Tracia. Loa campesinos lamento, pero la asociación fraccionándose, eludió la ley,
1.* Es innegable, que el cristianismo h a sido un p o - de la Galia, conocidos con el nombre de Ba;jaudas, se y prosiguió su obra con firme perseverancia, hasta que
deroso elemento de la civilizicion de los pueblos, y que alzaron en tiempo de Diocleciano para sacudir la tiranía el duquo de VVellhington,jefe de un mitiisterio, declaró
por consiguiente influyó desde su origen en la manumi- de sus señores y de loa gobernadores romanos; y enton- en el parlamento, que no habia seguridad para la I n sión de los esclavos: pero esta influencia, ni ha sido tan ces también se sublevaron y juntaron con ellos ccsi todos glaterra si no accedía á la emancipación católica. La asouniversal como generalmente se cree, ni mucho menos los esclavos de aquella vasta región. ¿Pero cómo no h a - ciación después de alcanzar tan brillante victoria, se d i la.única que ha contribuido á tan gran resultado. Uno bían de sublevarse, cuando á pesar de la be léfica i n - solvió ella misma. El pueblo raa; miserable por el poder
de los problemas mas difíciles é intrincados de la histo- fluencia del cristianismo y de la filosofía, cuyos princi- incontrastable de la fuerza moral, trionfó de la ar Btoria, y que todavía no so ha resuelto satisfactoriamente, á pios hablan penetrado hasta en la nueva legislación del cracia mas rica y poderosa. Mis tarde la asociación de
pesar de cuanto se ha escrito hasta el dia, es el examen imperio, la generalidad de los amos los trataban con du- Manchester, fundada por Cobdeii, conquistó la libertad
y apreciación imparcial de todas las causas que abolie- reza y muchas veces con crueldad? Mirábaseles como de .come re lo.
También la asociación católica, establecida en Francia
ron, ó mejor dicho, que disminutieron en la Edad Media enemigos: vivíase en continua alarma: al hundirse el
la antigua esclavitud. Digo disminujieron, porque es imperio de Occidente, los emperadores León y j ^ t h e m i o porLamennals pudo influiron los destinos delcat U'is > o,
falso que esta hubiese desaparecido enteramente de to- prohibieron en 468 (8), que ni en las ciudades ni en los .«á s i s gefes no la hubieran combatido. El do lativo dedle'.
das las naciones de Europa, pues que al descubrimiento campos pudiesen tener armas; y á tanto llegaba el t e r - francos por año, se elevó en el primer año á 31,513fn n del Nuevo Mundo aun habia algunas que estaban p l a - ror, que el pueblo supersticioso creía que el trueno en cos, adoptando el título de Agencia general para la deciertos días del año era un presagio de revolución de fensa de la libertad religiosa; tenia sobre todo por obje
gadas de esclavos como España y Portugal.
to el sosten del derecho que pertenece á todos, de n lirse
2." No es cierto, como supone V. E., que donde pri- esclavos (9).
Muy larga seria la tarea que yo me impusiera, si para orar, para estudiar, ó para obtener todo otro tí 1 lemero penetraron y se infiltraron las predicaciones de
Jesucristo, fué en la gran masa de siervos. Entre las continuase refutando los demás errores qne contienen los gitimo, igualmente venta osaá la religión, á 1)3 p bre-i,
muchas pruebas que yo pudiera traer, solo invocarft el discursos de V. E. Pasarélos, pues, en silencio, y reser- y a l a civilización. Nueve pers mas formabín el cons'jo
testiiiionio del mismo'Tertuliano, á quien cita V. E. en vando solo (los, porque son de grande importancia, los presidido por Lamennais y ofrecía ser fecunda e u b i uéficos frutos para la lib.ertad, cuando Lamennais deciun pasaje, que no es del sigl) II co no cree V. E . , sino exami laré detenidamente en ocasión mas oportuna.
del siglo Ilf, porque en este fué cuando'aquel autor e s Es de V. E. con la mayor consideración su atento ser- dió emprender un viaje á la capital del orbec tólico, pa
ra suplicar al Sumo Pontí ce, que sancionase t»n n *•?cribió su Apología -del cristianismo, de cuya obra tomó vidor Q. B . 8 . M.
.
níflca empresa; pero en vez de la protección que espe- '
V . E. el fragmento mutilado que leyó en el Congreso, y
JoBi Amomo SAOO.
raba encontrar, s do recibió amonestaciones, y fl<'l á los
que yo reproduzco ahora integramente:
principios que habia sustefutado, no creyó que dbbia retNo somos sino de ayer, y ya lo llenamos, todo, las
sistir a la autoridad ciega, que olvidaba los principios
ciudades, las islas, los castillos, los munici ios, las
Ik LIBERTAD DE ASOCIACIÓNdel cristianismo; y en Í832se disolvió la asociación Jes
Asambleas, los campamentos, las tribus, las decurias, el
pues de dos años de gloriosas luchas.
palacio, el Senado, el foro: solo os quedan los t e m Una de las bases fundamentales del gobierno consb n Suiza y en las provincias rhenanas, la a'wclacion
plos.» (1)
En este pasaje se vé que el cristianismo habia pene- titucional es el derecho que deben ejercer los ciudada- aplicada á la a'íric iltura lia creado la riqueza de estos
trado ya en las diferentes clases de la suciedad; pero sin nos de reunirse y asociarse' para discutir sobre las pueblos que antes estaban sumidos en la miseria, y los
negar yo que entonces hubiese esclavos cristianos, nó cuestiones que afecten á sus intereses, concertar sus bancos agrícolas proporcionan á les cultiVMdores los r e tese bien, que Tertuliano no los menciona especialmen- voluu'ades, y coadyuvar á un fin común. Pero los go- cursos que necesitan para fecundar sus dampos. Las mite, ni menos dice que ellos fuesen los primeros en quie- biernos opresores, aCiuque se cubran con las formas par- nas de hierro de la Hungría y las de Hartz, están o r g a lamenfeirias, conculcan este principio sagrado, y violan nizadas poV el prindpio de la asociación, v una llanura
nes hubiese penetrado la doctrinado Jesucristo.
3.* V. E. confunde tainbieu lo que es preciso distin- uno de los dogm is m ¡s fecundos de la libertad, que e s - estéril serla inhabitible sin los beneficiosos efectos de
guir; confunde á los siervos con los esclavos. En un sen- timula I4 actividad y las energías individuales, centu- este maravilloso sistema, que hace felices á 50,000 hatido vulgar é inexacto, el esclavo se puede tomar por plicándolas por la asociación, en que todas las fuerzasse bitantes. La asociación fundada sobre la solidaridad de
siervo, y el siervo por esclavo; pero este lenguaje es i n - combinan en una fuerza única, y obedecen á leyes las inteligencias, de las voluntades y de los intereses de
admisible, cuando se h ibla co -rectamente, so!)ré todo, que producen la arnonía. Ningún esfuerzo es estéril, los individuosi crea la seguridtd, la abundancia y la
cuando se trata de.graduar la influencia que el cristia- porque no está aislado, las inteligencias se esclarecen en fuerza. Paríi que produzca tau prodigiosos resaltados es
nisjno y otras causas han podido ejercer en la condición su contacto recíproco, y todos sus rayos convergen h a reciso que se o n s a g r e en las Constituci mes de 1 is puede los hombres, pues no solo hay una diferencia funda- cia un m i s n o foco El cristianismo proclamóla igualdad
loa este derecho, como está consignado en las de H o mental entre loa e clavos y los siervos, sino que estos .espiritual, la del cielo, pero en la tierra ostentaban triun- landa, Suiza, Bélgica, Inglaterra y loa E^ta ios-Unidos.
fante'su imperio ios tiranos esclavizando a l a humani- En Francia y en España la centralizicion del Estado
formaban entre si distintas especies.
4 . ' Al nacimiento del cristianismo, dice V. E . , que dad; la revo uci)n france-sa estableció en la ley humana ahoga en su germen e 4 e pensamiento civilizador, porhabia en el mundo entero 35 esclavos para un hombre la i g J i l d i d consagrada por la ley divina. El principio que mirar con desconfianza y temor toda agrupación
libre. ¿De dónde ha podido sacar V. E. tan peregrina de la asoc af'ion es la isrualdad.
de ciudadanos, y para tratar de literatura, de ciencias,
noticia? ¿Dónde están los cens)s, ó datos de ot-o género
No se crea que en alas de nuestra fantasía'volemos de cualquier materia que solo á ellos puedo interesar, es
en que se funde tan descabella la aserción? S.)brt>. rste á Iti reg on de las quimeras, aplicando á to los los hom- necesario el permiso de l a a d ninistracion enemiga de la
punto, nada, nada se sabe, no y a res )ecto al mundo en- bres el mismo nivel, sin -atendor á que los méritos y las liberta!, que no coinorende lo que hay de p-ofundo en
tero como afirma V. E . , pero ni aun siquiera á las pr »- inteligencias no son iguales, pero abrigamos la intima la teoría de .Aristóteles, qne ha d e i n i d o al hombre un
vincias mas civiliz.ida-í del imperio romano. Lo único convicfionde que uno do Ios-medios mas poderosos para animal sociable ¿Qué es la sociabilidad sino el desarrollo
que se p j e d e asegirar, es, qui" habia muchos e-<clavos; educar a 1 is pueblos, y elevar el horizonte de su pensa de un sentí niento innato en nuestro corazón, un atractipero cuand) de aquí .se pasa á deter:ninar su numero en miento, do engrandecer á los individuos, recompensan- vo reeíproco, una afección mút la que tiene por objeto el
aquella época, y á establecer proporciones entre el'os y d> suH obris es la asociación, la gran palanca del si biei; general? iQié es sino la consagración de uíia ley
los libres, nos encontram is en las mas densas tinieblas. glo XiX, que -emueve los mas formid iblos obstáculos, y moral grab ida al nacer en nuestra alma?
5 . ' Que después de haberse e-^tablecido el cri tianls- a'lan-i las inontaftaa mas gigantes; el individualismo es
Las asíjciaclo-iesindoatrialesycomercia'es sonrftmas
mo, la historia no nos habla ni de una in^urrec ion, ni la debilidad, la asociación es la fuerza. Su poder es i n - del árbol de la libertad socia'; la as )Ciacioa que cent xde una rebelión, ni de un combate de 1 is esclavos contra me ISO. Uña asociación fundada en Alemania bajo el plicii los capitales y las fuerzas, es una fjr na legitima
la autoridad, es otro er-or de V. E. que está desmentido nooib'-e de Tugc-bund, asociación de l i virtud, venció de la libertad. ¿A qué deben s i posperidad inmensa y
por la misma historia que invoca.
al coluso del siglo, al genio de la guerra y del despo- su pujante p )derío la Inglaterra, que cooduce sus navios
B ijo el reinado de Augusto, en que vino al mundo el
y sus mercancías por tod is lo mares, sino á la escelenSalvador, alzáronse varias v c e s los esclavos, y reuniéncia de su política, á la práctica do la libertad qúo e n (1) Tácito, Anales, lib. 4.». cap. 27.
dose á bandidas, salteabm hasta en las inmeliaclones
tiende y mu'tiplica sus asociaciones libres, asl'-co.no los
(2) T icito. Anales. lib. 15, cap. 48.
de Roma; pero la mano visrorosa do aquel monarca reEstados-Unidos, en que la energía y la vitalidad de eso
(3) Táci o, llislorias, lib. 2.°, cap. 8 y 9.
primió con prontitud aquellos levantamient )3 (2).
pueblo grandioso se derrama por todos los c malea de
(4) Tácito. Anales, lib. 3;". cap. 43.
(5) Tácito, ilitiorias, lib. 2.», cap. It y 35.—Suotonio, fUa ie la asocia-ion? En Bélgica loa ciudidanos t ' e a e n el d e (1) Tertullianus, inoiMí^fcttí ndeirtiM 7*nfeí cap. 37.Eita_obra fílelio. cap. 15.
recho de reunirse y a3.)ciarse p i r a el in que les conven(6) Tácito, nislorlat, lib. 3.', cap. 57.
fué escrita en el siglo III durante la perseopcion de los cris iaga, sin q u e la autori ad pueda intervenir directa ni indi«os por el emperador Severo.
(7) Tácito, Historias, lib. 3.», cap. 47 y 48.
rectamente para arreglar, limitar, ni aun vigilar el ejer(2) Appianus, be Bello Civili. V.
(8) CVJiíodí Justinkno. lib. 9, tit. 12, leylO.
(9) Juan Lydus, De Ott.ntit (Oe ¡01 Proiioios).
E
LA. AMERICA.
filcio de este'derecho. {CU&Q sabia es la máxima de Goe- ciaban en sus negocios, dirigieron súplicas al rey para
the de que el mejor gobierno é$ aquel que enseña á los obtener la licencia do adquirir ellos mismos estos oficios.
hombrts i gobernarse por tí mismos! Hoy todos los pue- El rey, que solo quería plata, accedi<S á sus deseos, y
blos de Europa reclaman la intervención activa del país las corporaciones rescataron en masa todos los cargos que
«n los negocios generales, y garantías que protejan enér- pesabaa sobre ellas, pero el vicio era profundo, y los
ricamente los derechos civiles; hoy penetra por todas reg amentos y monopolios hacían cada vez mas deploraaa capas sociales el espíritu de libertad, que es el bien ble la suerte de la clase obrera, asi en Francia como en
común, y la gloria de la civilización.
nuestra patria, donde la industria y el comercio languiLa asociación contribuye á mejorar la condición de decían abrumados por el inmenso cúmulo de abusos que
la clase obrera, que debe ser la preocupación mas viva engendraba el despotismo, hasta q&e la revolución de^
de los hombres de Estado. Instruir, moralizar, educar é 1789, aboliendo las corporaciones, los privilegios y moimpulsar el desarrollo material, moral é intelectual de nopolios abrió un nuevo horizonte k las clases obrelas masas, es la obra mas cristiana, digna y patriótica, ras. El compañerismo ha podido atravesar las vicisitudes
que reclama los constantes desvelos de las elevadas in- de las revoluciones sin perder sgi carácter, y la protecteligencias que se inspiren en el amor al bien público ción, el trabajo, el crédito y las recomendaciones favopara regir los destinos de las naciones. Es necesario huir rables, nó son los únicos beneticios que ofrece á sus
ae las falsas exageraciones de los que llaman ociosos á miembros, porque posee además cajas de ahorros y
los dueños de fábricas, que con raras escepciones son los paga al compañero que cae enfermo los gastos que le
que mas trabajan, y combatir el error y la injusticia de ocasiona su enfermedad, le dá socorros para el camino,
los que consideran al obrero como la rueda de una má- cu indo se vé obligado á partir, y le rinde honores fúquina, y que les basta con satisfacer el salario del tra- nebres cuando muere. Los recursos se componen de cobajo deldia, negándole la mas leve participación en la tizaciones mensuales, de un franco .recoiidas públicariqueza que produce, porque no juzgan que ha contri- mente en cada taller, y las cueiitas son claras por todo
buido al capital social; condenamos la teoría de algunos el mundo; las sociedades afiUdas en todas las villas, fallamados economistas, que no reconocen otro capital mas vorecen también á la que ha apurado su capital por gasque el de la plata; y para resolver el complicado pro- tos extraordinarios. Todavía estas sociedades deben alblema social, creemos que deben armonizarse el trabajo, canzar por reformas definitivas el grado de perfección
el capital, y la inteligencia, elementos indispensables de que reclaman las necesidades de nuestra época, fundiéntoda asociación fecunda. La libertad de los asociados dose las a/íociaclones rivales en fraternalarmonía, desarropara combinar las ventajas de este sistema, es la mejor llando el fecunda pensamiento que enr 1848 Inspiró la
garantía de estas ius«tituciones.
Constitución firmada por los delegados de muchas corLa revolución francesa declaró libre el trabajo, y poraciones, con la esperanza llsongera de que fuera adopabrió un "vasto campo á la actividad del individuo, pero tada por las sociedades de todos los oficios en toda la
el obrero permanecía aislado, y cuando carecía de tra- Francia. Mezqumos egoísmos h&n rt^rdado la realiza
bajo, ó la enfermedad ó la edad le agobiaban, veía se- clon de tan bella obra, aunque hoy los compañeros de
pultada á su familia en la miseria, y moría en un hos- todos los deftíres sé Invitan mutuamente, y celebran en
pital. Entonces invocó de la asociación el auxilio que común las fiestas de suS patronos. Existen también las
necesitaba para no perecer de hambre, porque ella sola asociaciones de asistencia mutua, que por medio de co)odia suministrarle independencia y fuerza moral, y creó tizaciones Individuales, reúnen un fondo destinado á ali-'
as sociedades de asistencia mutua, y las de compañeris- viar á los obreros enfermos y á los que su vejez hace Inmo rémmtiad'isa el origen de estas ultimas a la mas capaces de ganar por su trabajo sU subsistencia, y la de
remota antigüedad, pues en las tradiciones de Oriente, su familia, pero la autoridad Interviene en su formación,
en la época de las Cruzadas, y en los siglos XII y XIII, y en España las disuelve para Condenar al obrero á la
se derramaron por Francia y por Alemania dos clases de miseria, como sucede on la crisis espantosa que atravieasociaciones,, que semejaban tener una misma cuna; sa la Industrial Cataluña. Solo la práctica inteligente y
unas se nombraron franes masones, que se subdividia en sincera de la libertad de' asociación, siguiendo los maglogias que mas tarde adoptaron ciertas sociedades políti- níficos ejemplos que nos presentan los pueblos libres,
cas en las épocas del rudo despotismo en todas las na- que gozando prosperidadcreclente, y progresan en el caciones, y en España desempeñaron un papel importante mino de la clyllizacion, pueden remediar las terribles
desde el año 20 al 23, y en los once años de dominación calamidades que agobian á las clases proletarias, y preabsoluta. Estas asociaciones de obreros en su origen es- venir funestas colisiones, y catástrofes espantosas.
taban penetradas de un espíritu religioso, pues sus estaLas ííleas cristianas, los escritos de los sabios, y las
tutos eran publicados en nombre de la Santísima Tri- Conquistas de la industria, son los signos precursores
nidad, y proscribían de ella á los que vivian en concubi- de la asociación universal, de la Santa Alianza de las
nato, á los j ugadores' y cristianos poco fervientes, y pro- naciones, el verbo nuevo del porvenir, la redención de
hibían á los franc-raasones que mantuvieran ninguna los pueblos oprimidos, y la religión de las futuras generelación con los proscritos de la comunidad. Los se- raciones.
EOSEBIO ASQUEKIMO.
ñores, los leyes y a u n los Papas les concedieron privilegios, y muchos abades y prelados pertenecieron á estas
asociaciones, que se trasforraaron poco á poco de indusPROSPERIDAD DE CASTILLA..
triales en filantrópicas y filosóficas, reinando en ellas
uQ grande espíritu de fraternidad, no solo bajo la relaIMPORTACIOfi DE HARIMAS Efl CUBA.
ción de la asistencia mutua, sirio que á su concurso se
debió que se terminara la construcción de la Iglesia de
Siendo de tanto interés p irá el pais la cuestión de imSan Juan.de Lion en el siglo XIII. El carácter del portación de harinas én Cuba, voy á manifestar mi opicompafterismo fué distinto, pues hasta nuestros dias nión sobre el decreto de 1.* de abril; tanto mas, cuanto
ha sido exclusivamente ima asociación de obreros, que que fué materia que me ocupó mucho en las Cortes desadoptaron el título de Compañeros de la libertad; otros de 1844, siendo diputado de esa provincia y.de Santanel de Compañeros extranjeros, en atención á su vida nó- der. Aumenta • la salida ó veMa de sus productos, es el
mada y errante; ambas reconocían & Salomón por su'pa- empaño constante de los gobiernos de todos los países,
trón, hasta que estalló la división entre las dos en el si- para asi ocupar brazos y capitales; en España parece
fío XIII, y constituyeron tres categorías diferentes: la hay el sistema opuesto, por eso no progresamos ton ráe los compañeros extranjeros y de la libertad marchó pidamente como los demás pueblos civilizados.
bajo la bandera de Salomón,. otra de los conipañeros
Dos cosas hallo en dicho derroto dignas de censura,
Pasantes y del deber, bajo la de Molay, el gran maestre, y una de aplauso. Las expondré empezando por esta úly la tercera llamada de Los hijos del padre Loubise, bajo tima, porque siempre es mas agradable cumplimentar
la dirección de un monge benedictino de este nombre. que poner defectos; por mus que cuando hallemos estos,
Los franc-masones abrían su seno á los escultores, cons- los fueros de la verdad y de las buenas doctrinas exigen
tructores y arquitectos que trabajaban en levantar ca- sea uno que se estima, censor hasta amargo, y esto auntedrales y pertenecían á toda la cristiandad. Los compa- que fuesen amigos míos los autores del decreto, cuanto
ñeros asistían á los obreros que no tenían establecimien- mas siendo adversarios.
to fijo, y llevaron con ellos sus instrumentos, alquilaban
Es cosa digna de alabanza que se bajasen los enorsus brazos en todas las villas donde encontraban salarios. En estos viajes se instruían, y la industria hacia mes derechos que las harinas de los Estados-Unidos
Progresos, porque los compañeros traían á sú país natal pagaban en Cuba. La prohibición ya directa, ya indirec08 descubrimientos y perfecciones que hablan encontra- ta por medio de los altos derechos, dá en efecto lugar al
do en otros pueblos. Cuando un compañero llegaba á contrabando inevitable cuando ofrece grandes gananuna villa se daba á reconocer, y se le daba trabajo, sino cias. Ya por medio de la fuerza, ya de la astucia.ó conhabla ningún puesto vacante, el mas antiguo le cedía el nivencia siempre se bao visto los gobiernos todos Imposuyo; si un compañero se veía exhausto de plata para tentes para atacar el contrabando, cuando este ofrece
trasladarse á otra villa, la asociación le socorría; si caía grandes alicientes y que una empresa que salga bien
enfermo, sus compañeros le asistían como á un hermano; compensa por dos que se desgracien. Si en países pobla8i sus derechos eran violados todos tomaban su defensa, dos y á la vista del gobierno se hacen los fraudes, qué
no debe suceder en paises lejanos y de extensas costas.
r si se separaba del camino del honor y de la probidad, Mas vale, pues, que cortando.una délas raices de la Ine arrojaban de su seno. Las discordias y escisiones que moralidad, lo que hablan de ganar los contrabandistas
estallaron en estas asociaciones se han perpetrado por y sus favorecedores. Ingrese en la Tesorería, y que
desgracia hasta nuestros días: organizadas para prote- nuestros pi*oductos en lugar de una competencia oculta,
ierse mutuamente contra lá arbitrariedad y la violencia, tengan la indispensable, pero á la luz del dia. Ademas
hicieron del título de miembro de cada corporación y de los Estados-Unidos son grandes consumidores de los procada oficio un privilegio, levantaron barreras formida- ductos de Cuba, y se les debe atraer en lugar de alejarbles para que los aprendices no llegaran al apogeo dé su los de aquel mercado; asi lo exige nuestro interés, consiprofesión, escitaron el antagonismo y la rivalidad délas derando á Cuba co no parte del territorio nacional, y asi
diversas profesiones, y el monopolio y la rutina se opo- lo aconseja la buena amistad que se debe conservar con
nían á las-innovaciones, y crecían los abusos y los pri- los vecinos, y 'os anglo-americanos lo son de nuestras
vilegios consagrados por ordenanzas reales, y por deci- Antillas. Pero aquí cósanlas alabanzas que se deben al
siones de los Parlamentos: A la muerte de Luis XIV to- gobierno por su citado decreto, y tengo ya que empezar
das las corporaciones se encontraban sepultadas en una la crítica.
eatreóia miseria, nacida de las medidas fiscales de este
1 •* Es anti-económico. y contra lo que hacen las dereinado, en el que para procurarse recursos durante sus úlnaciones que tienen Colonias ó provincias en Ultratimas guerras, Luis XlV creó oficios de jurados, inspec- más
mar,
que los productos nuestros paguen derechos, en
tores, coiitadores, etc., para todos los o icios, y con no- nuestras
mismas posesiones; y nuestras harinas esportavldas las corporacloaes de ver que extranjeros se mez- das en pabellón
nacional 6 extranjero debea j han de-
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bido ser siempre libres, enteramente Ubres, á su introducción en Cuba y Puerto-Rico. Si la harina va sin pagar derechos de Santander á Barcelona, ¿qué razoin hay
para que pague la que va de Santander á la Habana?
¿Pertenece .ó no esta última ciudad á España? Mil veces
en las Cortes reclamó esta franquicia en favor de mis representados: solo pude conseguir se bajasen los derechos
desde 50 rs. el barril que antes pagaban, á 40 rs. Los
10 rs. se impusieron en 1838 para cubrir en pártela contribución extraordinaria de guerra, y según el mal uso
y malas costumbres nuestras, seguía después, hasta que
á fuerza de mis reclamaciones, conseguí su rebaja. Se
calculaban en 200^000 los barriles que de nuestras harinas se consumían anualmente en las Antillas Españolas,
y asi logré un alivio dedos millones de reales anuales al
comercio de Santander y á la agricultura castellana,
que en 20 años son cuarenta millones, que hice pasar al
bolsillo de lae clases productoras tan poco atendidas en
•España, y que sin mis gestiones hubieran quedado para las plantas parásitas. (Parasistas decía en las Cortes
constituyentes uno'de nuestros espadones.) Para no quitar el derecho restante;estoes, los40 rs. en barril, se me
decía que el Tesoro no podía desprender-le de los ocho
millones de reales que producían nuestras harinas, y la
prueba dé que era sulo un protesto, la tengo en que las
rentas de Cuba que eran entonces, 1844, de unos 16 millones de duros anuales, han subido á 30 millones, y no
por esto han quitado los derechos á nuestras harinas:' ¡y
luego se habla de protección á nuestra agricultura y á
nuestro comercio! Ahora con los derechos que paguen
las harinas de los Estados-Unidos, habría para lo. que
se recibiese de menos en las de Castilla, si realmente lo
•que asustaba en mi plan, era el perder los ocho millones
de reales anuales.
2.* El decreto sostiene el derecho diferencial de
bandera, antigualla antl económica, que sino desaparece de un golpe de nuestro arancel, como debía suceder,
se debió empezar quitándolo en un artículo de comercio para el que se hacia en 1865 una nueva legislación.
¡Siempre nuestros gobernantes mas atrasados que la nación que gobiernan! En otros paises mas afortunados,
los hombres de Estado lejos de ir Í la cola, en punto á
conocimientos científigos, van á la cabeza ó almenes están al nivel de los hombres ilustrados.
Sabido es que hace ya mas de dos siglos, cuando
los ingleses cortaron la cabeza á Carlos I y se constlfuyeroiieii república, pusieron al frente de ella al general Oliverio Crünwcll, con el título de protector. Observando este cómo creí'ia en importancia y riqueza marítima la pequeña república de Holanda y celoso de su
poder, dictóla famosa acta dé navegación, que tantos
elojlos le ha yalldo hasta hace pocos años- Creció la marina Inglesa, como se aumentó su riqueza en los demás
ramos, fenómeno que se observa siempre después de las
grandes revoluciones; porque es efecto de las reformas
que en ellas se practican, y que los gobiernos antiguos
no se atreven ó no quieren'hacer. Así las cosas, después
que la liga de Mancheater logró la libertad del comercio de granos, haciendo sucumbir á aquella prepotente
aristocracia, dio tras del acta de navegación, objeto poco antes de culto entre los Ingleses,
Hizo ver que la marina inglesa habla prosperado, no
por el acta famosa; sino á.pesar del acta, y lo probaba
con que otras naciones entre ellas la nuestra, adoptaron el istema mismo del acta y su marina no se fomentó. Pusieron el grito en el cielo los navieros, como antes
la aristocracia, y pronosticaron la decadencia marítima
de Inglaterra, si se abollan los derechos diferenciales, de
bandera: ¿cómo, decían, hemos de competir nosotros
ingleses, tan recargados de contribuciones (pagaban el
dos y medio por 100 de contribución directa), con otros
países como los Estados-Unidos que nada pagan? Contestaban los amigos de Cobden.quepor ló mismo que los
Ingleses pagaban mucho para su gobierno, no podían ni
debían pagar otra contribución como prima á los navieros pues á esto se reducia el derecho diferencial, á pagar m«s caros los fletes los consumidores, que eran la
naclo'n. Resultedo: que vencieron, como en todas las
cuestiones allí, los libre-cambistas, ylejos de arruinarse
ha aumentado la riqueza marítima inglesa. Es, pues, ya
un anacronismo nos venga el Sr. Seljas Lozano (ó sea
la secretaria de Ultramar), con que se pague tanto en
bandera nacional y tanto en bandera'extranjera. Su Señoría será doctor en derecho; pero acredita en ese decreto que no ha ganado la borla de .doctor eii economía
política, en esta Importante ciencia que se ocupa de la
riqueza de las naciones. Hay en esto dos contraprincipios, contra los cuales debe reclamar incesantemente el
comercio de Santander, y los agricultores de España,
sin dormirse como hasta aquí, hasta lograr la enlpra libertad del tráfico de harinas entre la Península y sus
A utill&s
Además olvida el decreto un interés muy importante, el de las fábricas situadas á corta distancia del mar.
V asi no dice (y bien merecía ocuparse de esto), qué derechos pagarán los trigos extranjeros, que convertidos en
harinas en fábricas españolas, vayan después a consumirse á Cuba, y Puerto-Rico. Habrá años como el de 1857,
en que haga cuenta esta operación y sena injusto no permitir un rimo de industria que ocuparía ^muchos brazos
y capitales, y ocuparla también muchos buques, va nacionales, ya extranjeros, pues mientras estos se dedicasen á este transporte, dejarían hueco a los nacionales para otros ramos, en que se emplean ahora los extranjeros.
Si quieren ver en aumeoto nuestra marina, déjense
de protecciones en «I arancel; supriman laa n^atriculas
de mar, y tendremos marinero^ que es lo primero que
se nece>*ita para tener marina mercante y de guerra. Declárele libertad de derechos para todas las materias d©
que los buques se constrayen. con lo cual haremos buques baratos. Reconozcan la .libertad de bancos, con la
obligación de pagar á la vista sus billetes, cerrando loa
CRÓNICA. HISPANO-AMERICANA.
las murmuradoras y tranquilas aguas del rio Grande, aconteciendo á la^ veces, que a causa de la existencia nómada v
azarosa á que viene acostumbrado, al terminar él tiangui,
abandona sus antiguos lares y marcha á probar fortuna en
otra'rancheria.
La religión dominante en esta olvidada comarca es la de
Mahoma, ó mejor dicho consiste solo en C'crtas prácticas
supersticiosas que para provecho propio sostienen cuidadosamente los sacerdotes o paniitass: por lo demás, si laaver-*
sión de los habitadores del rio hacia la carne de perdo no
revelara ciertas reminiscencias del islamismo, difícilmente
se comprendería que esta doctrina religiosa fuera la predominante, viendo el placer y la abundancia con que los moros
de Mindanao consumen publícame ite los vinos y bebidas
espirituosas de todas clases. Las prácticas red icidas que
constituyen el culto, debieron s r introducidas en su origen
por algunos árabes ignorantes que residieron antiguamente
JOSÉ MMK
BB ORENSE.
en el país: en todos los pueblos se vé un edificio miserable
cubiert) de hoja de palma, al que se da el pomposo díctalo
de mezquita: y en él suelen re mirse el viernes de cada se1SL.\S FILIPINAS.
mana los panditas, el sultán y los d.ittos, para rezar alguE l RIO GRANDE DE MINDAKAO.
nas oraciones.
La orgadzacion política, si así merece llamarse, de las
II.
Organitacion y estado sociil de las razas que pueblan las 1 razas que vejetan á lo largo de las m'irge;ies deliciosas del
mirgenes.—Sistemi de reducción.—Trátalos con Espam. rio Grande, se halla en completa armonía con su estado social y la ignorancia absoluta en que duerme su razón. No
—Pueblos que se aposentan en las riberas del rio.
se encuentra e .tablecida entre ellas la autoridad omnímoda
Ni ]»or su organización, ni por sus fuerzas, ni por sus há- de un déspota cuyo-i caprichos sean leyes; no se conqpe 14
bitos, puede decirse que tie.ien carácter social la j agrd¿ja administración patriarcal le los ancianos: no hay ua rey
cienes de Individuos que formando reducidos pueblos y es- que domine, no existe una sola regla que signifique los deparramados rancherías, se albergan en las pintorescas mar- beres y dereihos de los iudividuos asociados: hay un sultán
genes del rio Graade. Toda la población que ocupa esta de potestad ficticia al que respetan aomi.ialmente los dattos
ieracisma y casi desconocida comarca se encuentra, si no en ó jefes de los pueblos y rancherías, que constituyen laagreun estado completamente salvaje, en la infancia de la civi- gaciou; pero este sultán n i tiene rentas ni tropas, ni cuenta
lización al menos, con todas la« cualidades, con todos los con otra obediencia que la qus voluntariammte quiera presdefectos que constituyen la niñez de las sociedades. Jactan- tarse á sus mandatos por los que se dicen súdditos y depenciosas y«tímidas á la vez estas gentes, hacen alardes ridícu- dientes de.la sultanía: obeJiencia que deja di.existir desda
los de poderío, hablando de las guerras que sostienen con el momento en que la volu.it td del s dtau no arm )niza con
algunos pueblos regidos por jere i de poco apacible condi- el deseo de los dittos, ó es contraria á suí particulares in
ción, y exageran el número de sus baluartes ó fuertes, for- tereses. Feudalismo de fo -ma salvaje, la organización polímados con estacadas débiles de caña, considerándose in- tica d) estas razas, adolece de los vicios que caracterizan á
vencibles y omnipotentes en estas luciías que por lo cumun tan imperfecto sisteo^a gubernamental, pero elevados á toda
lo son de palabra, cuando cuentan con un número regular la poteacia de sus disolventes condiciones. Cada datto se
de falconetes y cañones: signo de fuerza inútil en sus ma- conñdora asi propio como á jefe él mis caracterizado y ponos, no solo porque ignoran su manejo, sino á causa tam- deroso del país: y sin embargo, no cuenta con otros subdibién del estado en que se encuentran aquellos elementos de tos ssgu 03 que sus deudo i y esclavos.
destruocion. La sola posesión de algunos cañones hace teEsta org\nizaciou que por la falta de unidad, por su immibles á los dattoe: pues los moros de Mindanao consideran
en ellos el signo de una victoria indudable, por mas que potencia para obrar y resistir la agresión, se p esta á la condesconozcan toda la importancia de tan terrible auxiliar quista, presentí sin embargo el inconv^miente grave de pocuando se dirige la inteligencia. La guerra está reducida á der eonvertir el triun ó en vano alarde de fuerza á causa de
vanos alardes de Inútiles cañones que ostsntan los dattos la carencia absoluta de iutereies permanentes. Pueblos ae
•entre las estacadas que forman los llamados baluartes; y si existencia nómada y errante los que se aposentan en las
tal cual vez se avistan las fuerzas contendientes, todo el ba- raárijeaes del rio, carecen de arraigo y da afecciones de lotallar queda reducido^ unos cuantos disparos de t'alconete calidad: ocupan las riberas por que se prestan mas dócil•ó de fúsil á lai^a distancia del enemigo, á tañer furlo.sa- mente á satisfacer las reducidas necesidades de su vida frumente el agum (1), lanzarse dicterios y retirarse luego am- lyal: pero se establecerían lo mismo en lo interior del pais y
bos ejércitos á de-icansar bajo la sombi-a de sus laureles. Y hasta en los bosques ó eii las empinadas montañas que le
sin embargo, cuando en el mes de febrero último vi-sitába- aprisionan, el dia en que sobre las cristalinas aguas del rio
mos el rio Grande, nos decían aquellos candidos dattos que se reflejasen las armas de un c lerpo militar que se presentenían una guerra tan sangrienta como la Rusia: ¡tal y tan tara en aire de batallador. La pobla -ion no ofrecerla resispresuntuosa es la ínfiBitil condición de estas razas ínfleles! tencia, porque taita de intereses que conservar, no era posible que intentara sostene- una lucha desigual y desatenLa población se halla fraccionada en numerosas y peque- tada: pero refugiándose en las fragosidades de los montes,
ñas rancherías que se cobijan en albergues miserables: el en cuyo ,seno liallai-ia también con que satisfacer las mas
interior de las viviendas consta por lo común de un solo ap emiantes necesidades de su vida a limal, abandonarla las
apartamento que se divide con paoellones'de tel-i de algo- riber.is del rio, dejando como único testimonio de domina•don y abigarrados colores, que son aposentos de otras tan- ción los miserables albergues que la cobijaron.
tas ñimilias: estas casas cuentan para su ventilación con la
La reducción de estas razas bastante numero as, y sin las
puerta, que ntf es de crecidas proporciones, y alg ma venta- cuales
pocos menos que Inúiil la material dominana de reducido tamaño: la dificultad con que se renueva el ción delfueranos
Giande, debería llevarse á effcto por medio de
aire, la corta elevación del albergue, la aglomeración de per- colonias rio
agrícolas que fueran otros tantos nüolejs de poder
sonas en tan estrecho recinto, y el olor acre del buyo (3) que físico y moral,
á los que paulatinamente se agregada la poInastican en abundancia los moradores, producen uha at- blación mahometana.
Presidiada cada colonia con un pe|uemósfera sofocante, que se asemeja al al'cnto délos volcanes, ño fuerte guarnecido con
no muy numerosa fuerza, se hallucuando la presencia de un europeo reúne dentro de la vi- rian ai abrigo dé toda temeraria
tentativa; y difundiendo la
vienda á todos los individuos de la ranchería, que le cercan civilizacio I y con ellas los adela itamieatos
las artes y la
y le estrechan con una masa compacta de vivientes, de cu- agricultura; respetando las costumb es y la encreencias
de loa
yas boca? hediondas se lanzan torbellinos de humo y pesti- antiguos pobladoras, que tendriau ocasión continua de
oblentes vapores.
servarlas que distinguen á los pueblos civilizados, y las
En tan desusadas circunstancias no ne respeta la mora- condiciones ventajosas de su organización, es muy posible
da del datto: desde su mas allegado deudo hasta el úl imo que antes de muchos años, la población primitiva adoptande los esclavos de la ranchería, todos tienen ó se toman el do nuestros usos y hasta nuestra doctrina religiosa, ae
derecho de interrogar al extranjero, de apretar su mano, de identificara en intereses con los dominadores, formando una
tocar sus ropas, de consumir sus tabacos: y entre él sultán sola familia activa y numerosa, cuyos brazos dirigidos por
ó datto y sus abyectas gentes, no se encuentra otni diferen- la inteli"rencia, convertirían el rio Grande en un manantial
cia sensiblera la vista, que la de tener los primeros á su es- tan caudaloso como inagotable de iquezas.
palda varios esclavos que sostienen sobre los hombros las
Cuatro puncos culmin;intv!S hay en el rio que deberían
armas del jefe, llevan su lanza y rodela, y le presentan el
ser ocupados los primeros por las colonias agrícolas: el pue
tabaco y el opio que mastica ó fuma casi .sin interrupción.
blo de Pairnan que domina la entrada del brazo derecho, y
Los moros de Mindanab son por demás curiosos y anto- desde cuya situación podiá estenderse el establecimiento
jadizos: preguntan hasta la saciedad, y repiten las pregun- .sobre üuiíieato residencia del sultán, ocupando una ostensión
tas indefinidamente: piden lo que les place como si tuvieran de ba tantes millas eu arabas márgenes: la cabeza de U isla
un derecho adquirido sobre los efectos que fijan su atea- de Tuinbao con la- riberas inmediatas: todo el litoral que
cion, que por lo común acontece no sean los de mas valia, y dá frente al islote de Santa Isabel, situado casi al comienzo
piden no para conservar el objeto, sino para cambiarle con de la gran laguna de Ligahuasan, y el pueblo de Taviran
otro que se preste á sus necesidades: solo conservan algu- que domina el brazo Izquierdo antes de que sus aguas se
nos efectos de loza y cristal, no como recuerdo del viajero, viertan en el mar. A favor de estos cuatro establecimientos
sirio para hacer con ellos vana ostentación de riqueza en sus estarla perfectamente dominado el rio Grande, y explotadas
festines. A la cabecera de los pabellones que sirven á cada las tierral que fecundiza: á la sombra de estos cuatro cenfamilia de vivienda y dormitorio, vé se multitud de cajas tros de acción y de poder, la raza manuva, primitiva del
grandes de madera fina con can ^oneras de latón col cados pais, que hoy se cubija eu las frajfosidades de las montañas
simétricamente, unas sobre otras, pero todas vacias. Y es Vecinas, huyendo de las depredaciones y violencias de los
que el moro de Mindanao que generalmente no tiene mis moros, que conviei-ten en parias de esta informe sociedad á
prendas de vestir que las puestas, ni otro repuesto de víve- los que fueron señores de su suelo, desoeuderia al llano sla
res que el bastante á cub ir la necesidad de cada día, en su temor á los opresores que serian impotentes ante la fuerza
infiíntíl condición quiere alardear de acaudalado, y todo su civilizadora; y e-cudada con nuestra protección eficaz, venaparato de riqueza consiste en numerosas cajas, que solo dría á ser un elemento poderoso para la cabal reducción de
pueden engañar al extranjero que desconozca aquella cos- las razas mahometanas.
tumbre pueril.
Pero el establecimiento de astas cuatro colon'as agrícoEl uso y valor de la moneda no son conocidos entre es- las debería ser simult meo y producto de uno de esos estas razas semi sa;vajes: no se luce entre ellas el brillo del fuerzos sublimes que n mcá se verifican sin que las corone
oro, y deslumhra uu vaso ó una botella de cristal: el ex el más próspero resultado.
tranjero que visita el rio Gra;dedebellevar telas de algodón
Subyugadas primero por el estupor, las razas salvajes
blanco y encarnado, espejos, pomitos de esencias y ptra^ que ocupan las riberas, y re ignadas mas tarde á sufrir una
bagatelas, si quiere comprar alg m producto del pais.en sus, dominación gigantesca que no podían rechazar ni resistir
tianguis ó mercados. Estos se repiten casi todos los días, ,si aceptando pasivas la nueva situación, aceptarían con ella las
bife I en distinto pueblo; v cuando el moro de vííndanao se consecuencias, cuya inmensidai no las era dado prevenir ni
pone en marcha para el tian->iui, carga en su baroto (3) la limitar. El sacrificio seria grande por nuestra parle, pero
mujer y los hijos, el gallo y las mejo es cajas, y asi rodeado digno del nombre español y de las antiguas glorías que le
de todo su patrimonio y afecciones, surca alegre y satisfecho circundan; próspero en resultados y aceptable á los ojos de
la Providencia que no podría menos de protejer tan civilizador y humanitario pensamiento.
{1) Especie de batinti» que produce un sonido vibranfe.
Hállase vencida una gran parte de las dificultades que
(2) Hoja de betel sobre a ane se estende una liirora capa de
«al de conchas amasada, enTolviando después en eiIa un pedazo el establecimiento de las colonias agrícolas, pudiera presentar, pues á contar desde el dia 2¿ de mayo de 1837, los pue4 e pepi a de las que produce la palmera nombrada bonea
blos moros de la parte baja del rio Grande, j en su nombre
. <S) Cama ligera, bistante larga, pero angosta.
-que ríen lugar k qiie el público oree cola, como si fuera
pétjaro, y machos baucos se destinarán ¿ dar dinero soo r e los buques, que estando asegurados y uniendo c o mo hipoteca la póliza de seguro, es un valor que ofrece
todas las garantías. Asi tendrían los navieros facilidad
de levantar dinero á interés módico, primeras materias
baratas, y manos en abundancia para manejar SUA b u ques. Con estos elementos naturales, que impide nuestra legislación, la riqueza marítiiña crecerá prodigiosamente.
Estas medidas que son la libertad aplicada & esta in
•dustria, son lasque fomentaríanusstra riqueza y déjese
nuestro gobierno de derecho diferencial Je bandera, sistema mandado recojer.
y representación el sultán de Cotavato, Key-Tendatario d»
Tamontacan y los mas influyentes dattos, reconocieron la
soberanía de la reina doña Isabel II, por un tratado .solemne
que se celebró, y cuyas capitulaciones fueron acordad.is entre el capitán de fragata de la real arm ida D. Jos3 María
Alcon, como representante del gobierno supremo de S. M. y
plenipotenciario del Excmo. Sr. gobernador de estas Islas, y
el muy escelente sultah Scandar, Guralalugla, rey zandatario de Tamontaciin, el rajad Mud9(l)5a¿y). Mahámad, Ca»saladAlam,yloa dattosDacula de Sibugay ó interino de Paiguan.
Eu estas capitulaciones se reconoce solemnemente la posesión hereditaria del gobierno de la parte occi lental de la
iála de Mindfwiao, al sultán, quien ejerce sus funciones como
lugar-teníeute de la corona, que le acoje bajo su especial
protecc:on: y el sultán por su parte reconoce las .berania de
8. M. sobre las tierras cuyo gobierno so le confia, y se obliga á tener por enemigos á los que lo sean de la reí na de España. El tratado establece á mas que el sultán usará en sus
costas ó fuertes y buques, la bandera española con escudo y '
corona: que los buques de guerra españoles y fortalezas .saludarán al sultán cuando se presente, con siete cañonazos
formando la tropa con arma al brazo y tocando llamada; y
que el sultán tendrá el titulo de m iy escelente. Estab'ece
también que los dattos de .sangre real puedan usar la bandera española con escudo y corona, y que los demás dattos
la usen senci la ponien lo en ella su escudo 6 nombre: determina el orden de sucesión en la sultanía, preceptúa reglas importantes respecto al comercio y protección que la
corona debe prestar al sultán feudatario, quien por su parte
se ohliga por el capítulo 10 del tratado á comeiitir que se
establezca una'fadoría en d rio Grande, y d p esta la todo su
apo^o: y por el capítulo 11: se priva al rey-feudatario de todo derecho para ceder parte del territorio á cualquiera nación, declarándose desde luego nulas las que se hubieran
verificado.
Estas ca.nitulaciones fufiron adicionadas en 15 de mayo
de 1845 con ocho artículos que nos dan mayor preponderancia sobre los pueblos moros. Eu 25 de febrero de 1850 se firmó acta de sumisión á la corona de E.spaña y reconocimiento de su soberanía por el sultán de Zirax Sia Mama y varios dattos de los que gobiernan los pueblos principales de
la bahíaHiana, próxima al rio Grande: y últimamente en 26
de marzo de 1851 el sultán de Curamatan y dativos de otros
pueblos de la misma bahía, se sometieron al poder español,
reconociendo la soberanía de S. M, y su derecho incontestable sobre las tierras que aquellos gobiernan. Tal es el estado
de nuestras re aciones con estos pueblos que están llamados
á formar parte integrante de la gran nación española, constituyendo una de sus mejores joyas en la Occeanía.
Terminaremos este artículo cuyas proporciones son ya
harto crecidas, haciendo una ligera reseña de las poblaciones que .se asientan en las márgenes del rio. Partiendo déla
grau laguna de Ligahuasan y antes de llegar á la isla de
Tumbao, se encuentran Buayan residencia del sultán, Inidad, Bulaban, Sumupag y Tampaca, en la orilla izquierda;
y en la derecha Cavasa'an, residencia del datto Boiat; Canalocan, que lo es del rajah Muda de Buayan, Maliitta, Bulan,
Misaba, donde reside el datto Sarif: (2) Par y umbao que
oc'pa la cabeza de a Isla del mismo nombre. Partiendo de
esta que divide al rio en dos estensos cauces, ocupan el brazo derecha, ítittaya/j, Coíaca^o,. residencia del sultán, rey
feudatario de Tamentaca, Supangan i/ Paiguan, situado sobre la barra del rio, y próximo á su desagüe en el mar. Y en
el braz^ izquierdo h illanse los pueblos de Tabirat, residencia del datto Uaralat, Tamontacan que lo es del datto Mama,
Limapata, y Talaban y Liria.
El rio Grande aumenta el caudal de sus aguas con las
que en su cauce vierten entre otros menos importantes, el
Damalun y Tanlingan, que desaguan mas arriba del pueblo
de Buayan y el caudaloso Cacan, que bordeando la graala-^
guna de Ligahuasan se confunde con el rio Grande, al comenzar la isla de Santa Isabel.
Tal es, en resiímen la pintoresca comarca que dejó grabados en nuestra mente indelebles recuerdas; por lo que de ella
dejamos referido, podrá comprenderse que nada exageramos
al decir que cuando la civilización con su incontrastalole
poder, haya convergido en productores aquellos campos que
hoy se conservan en estado salvaje, las 'ierras del rio Grande, serán uno de los mas brillantes joyeles de la corona de
Castilla.
E.
COLONIAS
BK VIVES.
AGRÍCOLAS
T ESCÜELA.S DE KEFORMA PARA JÓVENES INDIGENTES, MENDIGOS,
VAGOS T DELINCUENTES.
(Continuación.)
, Belacion con el exterior.Se
ccmcñáo al colono v i s i t a r á
su familia, cuando la conducta de aquel lo merece, y las demás circunstancias no se oponen; y basta la fecha de nuestra estancia, ninguno había dejado de volver á la colonia á
la hora prescrita: se les permite también recibir sus visitas
en el establecimiento, y aun mostrar k aquellos sin sujeción á inspección alguna, á pesar de estar prescrito lo
contrario por el reglamento; pero en el caso en que el colono y sus parientes no reúnan las circunstancias morales pedidas por aquel, la visita de estos ó no tiene absolutamente lugar, ó se hace en presencia de un vigilante.
Está prohibido á los colonos recibir cosa alguna de las
personas que visitan la colonia.
Carácter de la autoridad. La manera en que los diferentes empleados hacen observar la disciplina es ta', que
hace sentir vivamente la fuerza de la autorida I de q\e se
hallan revestidos: asi es que las órdenes y la mpbsicion de
las penas van acompañadas de uu tono imperatvo, que demuestra una firme r solución de hacerse obedecer; y sin
embargo, los vigilantes en general, y el jefe de es'os en especial, están lejos de imprimir terror en los colonos, cuando estos no tienen algún peso grave sobre su conciencia,
pues saben acercarse á ellos con un afecto familiar, y ellos
á su vez suelen ser recibidos con bondad y aun to.mar parte en sus juego < infantiles. Recordamos haber visto a u n
e;njambre de estos desgraciados cercar al jefe de vigilancia,
•mportunarle como á un padre, pidión ole bolitas de mar
im
mol para jugar, y aun registrarle los bolsillos: velamos tam bien á otros por las noches á la hora de accs'arse separarse
de las filas para apretar la mano del mismo jefe y desearle
íl) Rey ióvcn, heredero de 1* SaltaTi'a.
(2) Dignidad sacerdotal que representa I» do mnestroa
obispos.
lo
LA AMÉRICA.
K9 buenas noches. Así es que las flsonomias de los dolónos bia el colono el uniforme de la escuela por el traje que trajo colono se atribuía á la subida del precio de los víveres; la
y aus acciones no dan el menor indicio de la violencia y pre- al establecimiento, si está servvble; y si no lo está, por otro reducción enlosgastos délos emp'eadoay en los de la granja se creía deber á haber colocado en estos servicios á do?
sión de un recluso: su mirada es franca y confiada, y sus nuevo, cuyo impo te se carga contra la caja de socorro.
iWtas en general sonde la misma naturaleza que las que se
Esta caja se forma con un sub.sídio que el gobierno dá amas de gobierno, dotadas del espíritu de orden y economía.
notan en una casa ordinaria de enseñanza. Un hecho hay anualmente y con el producto del cepillo puesto en el estaQonJusioii.—Comparemos ahora los gastos hechos por
que muestra la idea que los colonos tienen del estableci- blecimiento para los forasteros que lo visiten: estos recur- el E t a d o con los resultados obtenidos, y hallaremos quecon
miento; y es que habiendo ido una ve» los jefes de sección sos no siempre .son sullcientes, y en tales casos se escita la 447,938 francos invertidos en la instalación, y O fr. 50 céncon un vigilante al depósito de mendicidad de Bruges para caridad de las corporaciones municipales y de los parii- timos que próximamente cuesta por dia cada colono, da la
trapr á la colonia á algunos jóvenes mendigos, y habiendo culares.
educación física y moral constantemente á 500 colonos, coempleado alli toda la mañana en lavarlos, en mudar su roPatronato.—V&TtL proporcionar colocación á los colonos, locando ánualmeute unos 140, y reformando de estos 85por
pa, etc., reliusaron todos con divereos protestos y sm previo y ejercer sobre ellos una tutela desDues de su salida dé la 100 A falta de la escuela de Ruysselede estos m smis jóacuerdo el tomar parte en la comida común. Preguntados escuela, el i-eglamento dispon • la existencia y organización venes hubieran costado 0,40 por día en los depósitos de
después por el vigilante acerca 'del motivo, respondieron; de un patron<itq, con el cual debe entenderse la dirección de mendicidad, y 0,60 en las prisiones; y mas adelante hubieteiniíinos mucha A mire, pero qneriamos mas ayunar, que co- la escuela: más, como en este mecanismo entra la policía ran sido la mayor parte otros tantos criminales; así, pues,
mer la sopa de los mendigos.
representada por el comisario de la misma, el director no ha aun para los que quieran regatear sobre la moralidad, apaEn vista de lo diclio será mas fácil comprender que las tenido por conveniente valerse del patronato oficial, que rece que por medio de instituciones como la de Ruyssulede
deserciones sean raras, á pesar de no estar cercada la pose- ejercería una infiuencia perniciosa en el espíritu del colono cuesta menos á la sociedad la virtud que el vicio áe estos
sión, de ocuparse los jóvenes en trabajos á bastante distan y en la opinión pública, colocándole en la posición de un cri desgraciados, mas diguos casi siempre de compasión que de
d a y muchas veces libres de toda inspección; hay algunos minal: ha establecido, pues, en su lugar un patronato ofl io- castigo.
que tienen que alejarse dos leguas para la conducción de los so, formado de personas bienhech ras y de áu conocimiento
Por otro lado el gobierno al cabo de cinco años se hallaabonos. Eu 183:t no hubo deserción alguna, y solo hubo que personal, que desde sus diferentes puntos de domicilio le ba en posesión de una fiíica, cuyo valor á juicio de intelicastigar un i royecto de este góaero en que figuraron cinco tienen al corriente de las colocaciones que se presentan en- gentes se había duplicado. Penetrado de todas estas veatatre gentes honradas, reciben á los colonos al tiempo de la jas, hatjia instalado ya una escuela análoga para las nidias, (1)
colonos.
Salida de los colones.—Las disposiciones relativas á la colocación, vigilan después su conducta, les dan consejos y se proponía además crear una sucursal cíe Ruysselede en
salida, dictadas en decreto de .3 de julio de 1830 fijándola y amonestaciones, ó informan al director acerca de la situa- las nuevas tierras que la colonia empezaba á cultjvar.
ción física y moral de los mismos.
época, se reducen á las siguientes:
e s c u e l a d e r e f o r m a d e n i ñ a s dp B a e r n e m .
«Los indigentes jóvenes que hubieren ingresado volunFácil es comp ender la suma importancia del patronato
tariamente en las escuelas de reforma, deberán estaren ehas en la institución de estas escuelas, pues sin él la acción bepor lo menos 6 meses, si están por primera ve»,; y durante néfica ejercida sobre el colono darante su estancia en la esInstalada esta escuela en octubre de 1853 en la inmediaun año por lo menos, si han estado ya otra vez en^ ellas ó én cuela quedaría muchas veces sin resultado a'guno: las di- ción de la de Ruysselede, no era conocida por sus resultados
algún depósito de mendicidad.
ficultades de que está erizada la vida para un joven desti- al tiempo de nuestra vi-síta, y por tanto nos limitaré nos á
Al espirar este tiempo, la administración del lugar de su tuido del sentido práctico de la misma, y lo que es mas, del dar á conocer su objeto, oi^anlzacion y régimen interior,
domicilio de socorro, la familia ó persona de garantía puede amparo y consejo de una familia respetable de que muchos según estaban determinados por el gobierno al tiempo de
reclamar su .salida, obligándose á atender á su educación y de ellos carecen, los vitractivos del vicio para una voluntad su instalación" y como quiera que el destino y objeto del espoco confirmada en el bien, todo conjurarla en la mayor tablecimiento son los mismos que los de la escuela de Ruysaprendizaje y á subveni á sus necesidades.
Toda petición, encaminada á los fines expresados, debe parte de los casos para hacer desfallecer su corazón selede, omitiremos lo que les sea común, y haremos notar
dirigirse á la diputación permanente dt-l consejo de la pro- al verse en el horrible aislamiento que .se encuentra en me solamente las particularidades que ofrezca.
Objeto del eslij,bl cimento.—Pr )poníéndose la institución
vincia, á la que pertenecen los coloaos; directiimen e, si es- dio de la sociedad. Por esto, pues, el director consntrra á In
ta petición emana de la administración municipal del lugar obra del patronato una gran p irte- de su tiempo y atención; formir sobre todo buenas mujeres de gobierno con aquellas
de su domicilio; y por intermedio ó informe de esta, si ema- y la correspondencia á que da lugar vá creciendo siempre niñas, á quenes el abandoi.o de sus padres ú otras causas
en importancia.
exponen a seguir la carrera del vicio y del crimen, recibe en
na de la familia ó de estraños.
La diputación aprecia las garantías presentadas, y autoR suUados de la inHit'i(.ion.—El número total de los co- el establecimiento á aquellas cuya procedencia es la que so
riza ó rehusa la salida de los colonos.
lonos, que habían salido de la e.scue;a desde su instalación manifestó para los jóvenes de Ruysselede; y admite adems«
A falta TÍO una petición formada de la manera indicada, hasta fia de 1853 era de 39.1, de los que 283 se conduelan á las niñas desde dos años arriba, cuyos padres estén encerla diputación, después de oir á la comisión de inspección y bien: esta relación daría 72,2 por lOO, como número expre- lados en los e itablecimientos destinados á los vagos y menal director de la escuela de reforma, puede a ito izar la sa- sivo de la acción reformatriz: si se descuentan del primer digos: y nótese esta diferencia coa respecto á Ruysselede,
lida, si el colono se halla en estado de proporcionarse .su sub- numero los muertos y los traslad dosá otros establecimien- pues asi como alli e^ta edad seria inadmisible, en Beernein
sistencia.«
tos, que no deben entrar en él al querer medirse la acción es admisible, estando confiado el régimen de la escue'a á
La salida do los que entraron condenados por mendici- mural dj la escuela, quedan 337; lo quéuá por númerp es- las mujeres, y aun of-ece la ventaja de acostumbrar á las
dad ó vagancia, es dictada por el gobernador de la provincia presivo de dicha acción 84,37 por 100. Entre todos los liber- acogidas en ella al cuidado de los niños, y formar así {¡arte
del douiii.'ilio de socorro; y por el ministro da .fusticia, cuan- tades hasta dicha fecha solo uno'se había hecho culpable de su educación práctica.
Personal.—La. dirección y la vigilancia superior están á\
do no lia podido descubrirse este domicilio. En ambos casos de hurto.
está subordinada á las condiciones siguientes:
De los 155 colonos que salieron en el año de 1833, 65 se cargo del director y comisión superior de la escuela de
Haber permanecido á lo menos dos años en la e.s*cuela de habían colocado o la marina, y los demás en diferentes Ruys.selede, de la que es una dependencia la de Beernem:
reforma, si son condenados por primera vez; y cuatro por lo profesiones: 71 habian ido á sus piteblos á petición de las asi es que to lo lo que concierne at gobierno económico,
menos, si son reincide ates.
autoridades, y los 84 restantes habian sido colocados por la agrícola de esta entra en las atribuciones de la direcHallarse en e t a d ) de proporcionar su subsistencia, ó dirección de la escuela: solamente uno de estos .se habiaes- ción del establecimiento principal. Mas la ccndicion-del
bien ser reclamados por la administración mun eipal de su travíado por un momento hasta ün de 1854, pero aun este sexo de las acogidas en Beernem ha hecho uece ario agregar á la comisión de inspección una de señoras, encargada
.
domicilio de socorro, por su familia, ó por una persofla de volvió luego al buen camino.
de la vigilancia y de los detalles inter'O es de la escuela de
garantía, que responda que no se entregarán mas a la men
Gastos de instal cion—T)e los 600,000 francos destina' dicidad ó á la vaganc a, y que obtendrau trabajo ó recursos dos en la ley de 3 de abril db 1848 para la Instalación de las niñas, y de preparar y facilitar colocación á estas al t'tmpo
.suficientes. La apreciación de esta garantía queda respecti- escuelas de reforma se gastaron 447,96? en la adquisición de su salida. Esta comisión, compuesta d3 cuatro á seis servamente ajuicio del gobernador ó del ministro de JusMcia. de propiedades, gastos de construcción y de primera insta- ñoras, elegidas por el ministro de Justicia en una lista forEl ministro 6el gobernador pueden sin embargo autori- lación de la de Ruysselede. quedando el resto disponible pa- mada por la de inape;cio.i, se renueva cada dos añcs pozar la salida antes del término fijado, si existen motivos es- ra la de Igual género para ai&aa, que mas adelante se cons- mitadea y por antlgü'^dad, reparte entre sus miembiO) las
atribuciones que le correspouden, y );omunica con la última
peciales.
tituyó en Beernem.
acerca de sus observaciones y proposiciones.
Antes de res Iver la salida oye el ministro ó el gobernaGastos corrientes.—Tianxnte el año de
En cuanto al servicio de la escuela, est I confiado á las
dor el clict imen de la comisión de inspección, el del director 1833, los gastos de todo género imde la escuela y «.1 do la administración municipal del domi- portaron
103.023 fr. 17 céts. religiosas de ¡a congregación de hermanas de Nuestra Señora est ibleeída en Namur; y comprende la vigilancia, la dicilio de socorro.
El número de dias de estancia de los
rección del trabajo y de !a instruccio i, y en general todo lo
La época de la salida de los que fueron absueltos del de- co'o.iosfaé
188.639
que se reflere al gobierno interior del establecimiento. Se
lito de mendicidad y vagancia si» determina en la sentencia.
Lo que dá por dia y por colono. . .
o fr. 5462
admite en el personal ciert > número de criadas ó auxiliares,
ea cuya virtud fueron puestos en las escuelas de reforma.
Pero téngase entendido que en dichos gastos entran los
Ésto mismo tiene lugar con los niños absueltos de mendi- productos mismos de esplotacion de la escuela, apreciados encargadas de ayudar á las hermanas en los trabnj js domésticos y en la dirección de loa talleres, y un hortelano para
cidad ó vaga cia, pero que según el Código penal deberían a los precios corrientes y consumidos por la misma.
los trabajos de M huerta. El servicio del culto y el curativo
ponerse en apri:ndizaje con un labrador ó artesano, á menos
Los reour.sos con isten en 0. francos 60 cé itimos por dia están á cargo del capellán y medico de la escuela de muchaque su Conducta ü. otros motivos no hagan necesaria su re- j por colono, que el departamento de justicia «abona por los
clu-ilon en una prisión: con respecto á esta clase la diráccion individuos que procedea del m smO: en O, framos 40 cénti- chos. La superlora de las hermanas dirije el personal destide la escuela hace las proposiciones que le sugi- ren las cir- mos por dia y por colono, que los pueblos, las demás corpo- nado á la vigilancia, arregla, según las instrucciones del
director, la organización de los (Aferentes ramos del servícunstancias.
i-aciones y loa particulares dan por los jóvenes puestos cío> da al mismo á conocer diariamente la marcha del serviLa comisión de inspección dirije al ministro de Justicia por loa mismos, cantidad igaal á la que pagan por los que cio, las circunstancias ó sucesos que presenten alguna graal |M-incipio de cada año ima lista de los colonos, c ya es- llevan á los depósitos de mendicidad: y por último, en los vedad, y sigue escrupulosamente las instruccionesíiue aquel
tancia lia'pa rtdo de la duración lijada arriba, dando á cono productos de la explota::ion, variables por su naturaleza, le da
cer los motivos que han ocasionado esta prolongación: el pero que han debido seguir una marcha ascendente, atendiDos hermanas por lo menos duermen en el dormitorio
ministro, si ha lugar, ordena de oficio la salida.
do el estad > de las tierras al tiempo de la instalación.
general para ejercer la vigilancia por, la noche.
La comisión transmite también almÍBÍstro cada año la
El total de desembolsos del estableCla^i/l ación de las niiias.—L& población de la escuela
lista noraiaal dé los colonos, que han entrado en los 18 años cimiento fue en el mismo año. . . . 102.486 fr. 22 céts.
se distribuye en divisiones de 50 á ;0 niñas, clasificadas, en
de edad, agregando su dictamen y sus proposiciones. El
El importe de varios objetos producicuanto sé pueda, por edades: cala división tiene uní reliministro resuelve segup el párrafo 3 del araculo 0." de la dos y vendidos por el mismo y el de las
giosa vigilante, y se divido e dos secciones, cada una de
ley de ( de abril de 1848.
existencias en almacén á fin de año, llelas cu lies tiene una primara auxiliar y una segunda auxiE.stas son las disposiciones que regu'an la época y forma- gaban á. . .
9.822—13
liar, elegidas entre las jóve -es inscritas en el cuadro de holidades principales de la -aiída de los colonos compre ididos
ñor, V que se distingan por su buena conducta y su aplien las c ases iadicadas; pero hay aüemás otra de los condu92.664-09
cación.
nados por corrección paternal, y cuya estancia en la escuela
Cantidad,que dividida entre los 188,639 dias de es'ancla,
Distribución del tiempo: orden y d sci^lina.—Se tiene en
de ref.jrma se determina en cuanto á la duración en la mi.s- dá por dia y po • colono O, francos 4911 cuntimos, que feprecuenta en lo posible la edad de las niñas, permitiondo.se á
ma senté.iciadel tribunal.
,sen¿a lo que c ida uno cuesta á la sociedad.
La conision dj inspección en su infjrma de 1813 se laEl to'al de las cantid ides percibid-is fió de 92.711 fran- las mas tiernas acostarse mas temprano y levanta; SJ mas
menta de que esta duración s a algunas veces demasiado cos, Ti céntimos, lo que dio á favor de la escuela 47 francos tarde.
Los diferentes ejercicios se anuncian aquí á son de camcorta, y emite la opiaion d: que nunca debería ser menos 69 cé.itlmos, siu contar con las mejoras de la situación
pana; y las acogidas marchan en doble fila y en silencio bajo
4 e 6 u-.eses; y que los magistrados, encaramados de autorizar rural.
la diiteaciun por corrección paternal, debarian tener la faculComo el establecimiento tiene que vivir de anticipos la uireccion de las vigilantes y auxiliares.
• ettjBatitOítfí.—En la elección y orginizacion de los tratad do pro! lujíaren caso necesario la detención en la escue- del gobierno, propone á este á fin de cada año el presupuesbajos
se tiene en cuenta la aptitud y necesidades futuras de
la para los niños sujetos á esta medida.
to del siguiente; y recib da la suma necesaria, paga al
El artíjulü 233 del reglamento autoriza «1 director, pre- Tesoro con los dias de asiste cia de los colonos enviados las niñas, y se procura que á la salida d la escuela se basten a si mismas, y sean aptas para laa diversas funciones A
vio el consentimiento de la comisión de in peccion, á colo- pjr el departamento de j asticia.
car á lv)s colonos, cuando ,se presenta l:i ocasión, sin aguarHé iqui el cuadro comparativo de gastos en los años que están llamadas; pero se procura especialmenie formar
dar el lei'iniao lijado para su salida. Mas la colocación eu tal 1831, I8.ji y 1833, por cu o medio puede ap eciarse la mar- buenas mujeres de gobierno, iniciarlas enlosdeb ¡res de una
existencia frugal y laboriosa, inspirarles el gusto hacia ella,
caso i'S mera uente provisiunal, y el director tiene el derecho cha del ré'imen económico.
e inculcarles los deberes que tienen que llenar en la misma.
de estipular la reínisíon á laCscaela para aq lellos, cuya
Para esto se les emplea según sus g u s o s y di posicio es
GASTOS.
conducta fuera del establecimiento deje que desear, ó que
especiales en los dlferen es ramos del gobierno doméstico
no probasen tener las cualidades necesarias pa a la ocupade es.ablecimiento, en el servicio de limpieza, en el L.vado
ALIMKMTOS
ción á quo se les habla destinado: pero esta última facultad
TOTAl.
ANOS.
DBMAS.
y cuidado de la ropa blanca, en la confección y remiendo de
no e outieude para con aquellos que litliiesen salido desFrs.
los efectos de vestido y de cama, en la co I a, en la entérpués de la espinicion del tiempu se'alado.
0,-'3.il
.0,5322 meria, etc. Ellas son las encargadas de la confección, repa0..971
Así misal I esta Hutorizado. previo el consenimiento de Cada colono por ' .1831
0,2564
0.50 O ración, conservación y lavado de la ropa blanca, de la de
1852
0,2483
la niisini comisión, paiu prjlo igar la estancia eii la escuela
dia
.; 1833
0,2910
0,5462 cama, de las medias, etc., de las dos escuelas de reforma de
con rcspect I á aquellos pam qui ne no hu íese colocación;
0,2522
Ruy.s8elede y Beermen; y por esre medio se han conseguido
y eu esttí caso quedan á espensas, sea de la adaiini-tracion
1,1598
•ae pri áoues, sea de los e >tablecimientos de beneficencia,
1,3441 las ventajas que la combinación de trabajos presenta en as
1831
0,1843
Cada empleado
1,V491
aeguii la cat'goria á que pertenezcan.
1,4038 escuelas rurales de Suiza, en que se admiten jóvenes de am0,1367
18)2
1,1730
1.3052 bo . sexos, y de que hablaremos mas adelante, y se han eviP^""^'"^
1853
0,1352
Una ve/, cumplidas las formalidadesespre.sadns. el directado los inconveniente j , que no sin razou ae temen en ellas.
tor llaui i al colono ante la reunión de empleado.s que se ce1,0193
0,8943
0.1248
lelíra todos los dias, seg in .se dijo, ya led i consejos para su Cada operario de 1851
1.1222
] .00*54
la granja por ' 1852
O 1158
cond icta futura .según la colocación que va á tener,y le re0.75J6
día
0,66¿9
0.0-Í97
1853
co'li uda continuar en corresponde cía con el director, ya
(1) Se calculaban en Bélgica en 10,000'08 jóvenes á quienes
dLect imente, ya por medio de su patrono. A la salida camEl aumento observado en los gastos de alimentación del debería ap icarse el régimen de Ruysselede.
CRÓNICA HISPANO-AMERICANA.
•sobre todo cuando su. población alcanza el numero de las de
Rujsselede y Beernem.
Se ocupan también las niñas bajo la dirección del hortelano en trabajos de horticulturaer> el servicio de los establos,
del corral, etc.; de manera q i e aprendan sucesivamente á
ejercer las diferentes funciones de una buena criada de labranza.
Entre las variadas ocupaciones en que se ejercita á las
que se destinan al servicio en casas urbanas figura la de
llevar una cuenta del gobierno doméstico y un libro de
gastos.
La escuela está también autorizada & crear, salva la
ap"obacion de la comisión de inspección, algunos talleres
«sijeciajes para poner á algunas jóvenes en aptitud para una
colocación ú t i l . . _
Instrucción intelectual y moral.—Ln enseñanza primaria
está confiada á una religiosa, secundada por una ó mas auxiliares; ocupa por lo menos dos horas al dia, y compre ide
la lectura, e.s¿ritura, cálc 'lo rhental y escrito, pesos y medidas, elementos de gQo^rafia, algunas nociones de dibujo li
neal, la contabilidad doméstica, j los demás conocimientos
que se consideren de utilidad practica. Se estab'ecen también ejercicios gimnásticos y un curso elemental de canto,
el que puede considerarse como medio de distracción y de
recompensa: mas adelante, cuando unos y otro estén bastante generalizados, figurarán como elementos esenciales de
los ejercicios y de los juegos.
Se procura que la educación marche á la par con la instrucción; y este cuidado pertenece tanto á las institutrices
•ó maestras, como á las demá? empleadas en el establecimiento, que estén en contacto mas ó meaos íntirpo con las
niñas. Se recomienda á la superior» que ¡es haga conocer el
beneficio que reciben en su admisión y estancia en la escuela, que haga nacer en ellas el reconocimiento hacia sus
bienhechores, que les haga presentes sus deberes y el cariño para con sus padres, que la i ilustre acerca de su destino
futuro y la e'eccion de profesión, y que las prepare á las
modestas función s á que es'án llamadas fuera de la escuela. A este fin reúne en conferencias á las jóvenes de mas
edad algunos meses antes de la época fijada para su salida.
Ejerciño del culto. Instrucción religiosa.—El capellán
)reside al ejercicio del culto y á la inálruccion religiosa de
as niñas, y concierta co-i el director y la superiora todo lo
concerniente á este servicio.
La misa se celebra en el oratorio de la escuela todo? los
dias festivos, y cuantas veces sea posible en los de trabajo.
El capellán predica un sermón ó una instrucción por lo
menos una vez á la semana.
Cada año hay un retiro fespiritual, cuya época, duration
y ejercicios se fijan por acuerda del director, capellán y superiora.
Régimen moral.—'E^tk establecido este régimen con los
mismos elementos que en la escuela de Ruysselede: existen,
pues, las reuniones generales, las fiestas anuales, tas recompensas y castigos análogos y j a contabilidad moral.
Cultivo, granja y corral.—VA cultivo de las tierras anejas á la escuela de niñas entra en el plan general del cultivo
de las de Ruys-elede; por tanto sus detal'esson de la competencia del director, y en sus trabajos toman parte los colonos de dicho establecimiento: eií cuanto ¡i la jiortlcultura,
dispone la superiora d" su arreglo, pero conformándose con
las instrucciones del director y comisión de inspección, y lo
mismo sucede con el servicio de establos, del corral y.de las
demás dependencias puestas á su disposición, de las que
lleva cuenta de gastos y productos.
La superiora pone á disposición del hortelano el número
•de Jóvenes necesarias para los trabajos de la huerta, y ñom
bra las que deben auxiliar á la hermana encargada del eata• blo y corral.
Salida de las ni'ias.—k\ principio de cada año administrativo la superiora forma la lista de las jóvenes que deben
salir del establecimiento durante el año, indicando para cada
una el dia dé salida y los datos necesarios para juzgar de
su posición'futura y de su aptitud para tal ó cual servicio.
Esta lista se eijtrega á la comisión de señoras, á fin de que
tome las medidas necesarias para preparar y facilitar la colocación y evitar el abandono de las jóvenes, sobre quienes
•ejerce una verdadera tutela.
Cada joven, que se haya portado bien en el establecimiento, recibe á su salida ún certiflcado de buena conducta
y de recomendación, firmado por los miembros de las das
comisiones,.por el director y la superiora. Este certiflcado va
•en un libreto, en que inscriben sus certificaciones v recomendaciones aquellas personas que se interesen por la joven, y que quisiesen emplearla ó auxiliarla.
El director, de acuerdo con la superiora y la junta de
•señoras, está autorizado á colocar de oficio á laá niñas,
guando se presenta la ocasión, sin aguardar al término señalado para'su salida. La colocación en este caso es provisional, y el director tiene el derecho de estipular la devolución a la escuela para con aquellas, c:i.ya conducta fuera de
la misnia deje que desear, ó que no justificasen poseer las
cualidades necesarias para la profesión ó colocación á que
hubiesen sido destinadas.
Í
Cuando una niña, durante su estancia en la escuela de
reforma, hubiese dado pruebas de una capacidad extraordinaria, y se hubiese di,stinguido de una manera enteramente
particular por su buena conducta, su aplicación y su celo,
puede la comisión de inspección, previo el informe de la superiora y del director, colocarla en el estab ecimiento en calidad de auxiliar ó criada, y confiarle como á tal las funciones que juzgase útiles, ó bien recomendarla álaadministracion superior para obtener su admisión en una escuela normal ó en un establecimieuto sostenido ó patrocinado por el
gobierno.
Estos son los puntos principales que merecen notarse en
la organización y régimen de esta escuela; los demás le son
comunes con la de Ruysselede, que hemos dado ya á conocer.
Los edificios, casi terminados al tiempo de nuestra se"
gunda visita de I804. eran también aquí el resultado de
apropiación de construcciones anteriores, y consis ian en
tres grupos, de los (jue el uno comprendía la escuela propiam;>nte tal y las habitaciones de las religiosas, el segundo las
diferentes dependencias anejas á la esplotaeion rural, y el
tercero el lavadero, sin que unos ni otros ofreciesen cosa que
sea de notar.
(Se continuará.)
CRISTÓBAL LECUMBERRI.
LOS DOGMAS DE LA. PINTURA..
No han faltado personas desocupadas que hayan perdido
lastimosamente el tiempo, estableciendo preemlnenciasentre las buenas letras y las bellas artes, y á caballo en sus
cavilaciones, hasta han llegado á inventarlas para cada uno
de los ramos de las buenas letras .y cada uno de las bellas
artes. Esto, sobre ser pueril y ridículo, no favorece de manera alguna á los ramos preferidos, y daña á Jos artistas,
asi literarios como plásticos, dando ó pudiendo dar lugar á
odios y orgullos. En un sentido absoluto ningún ramo de
bellas artes es inferior ó superior á otro ramo del mismo
tronco, sucediendo lo mismo en los del tronco literario; y
entre ambos troncos, hablando también en sentido absoluto,
no existe superioridad ni inferioridad. Las e.-tátuas de Fidias, á juzgar por los relieves que han (juedado, no quedan
desairadas por los frescos de Miguel Anjel; las creaciones de
Mozart sostienen el cotejo de las creaciones de la arq'iitec
turr; los Nueoe libras de Herodoto y la Iliada, escit^u igual
admiración: los discursos de Demósteiies, no pierden nada,
leídos después de las Trajedias de Sofoclüs y purípides; y
Platón y Aristóteles, asombran tanto como conmueven ó
interesan los poetas y publicistas ya citados. Nadie tampoco probaria, que las obras de Shakespeare, de Dante.yal
gunas de las crónicas genuíuas, [valgan menos que las catedrales y cuadros místicos de autores eminentes y que una
gran ópera, sea superior ó inferior á un gran drama. Para el
profano en escultura, tan incomprensible es, como .se anima
un mármol y se vuelve la piedra en vestiduras, como para
el profano en música, entender de qué manera se hallan
aquellos tonos y sonidos que pintan las pasiones é impresiones. Y si el historiador halla siempre fácil escribir una
página de historia, esto parece dificultoso al poeta concienzudo, y de las páginas del poeta pensará lo mismo el historiador.
No sabemos si se habrá visto desde luego la razón de-esa
igualdad en el sentido absoluto, pero por si no se hubiese
visto ni pressnrido, daremos una ligera explicación. Las partes intelectuales que accionan en la concepción y ejecución
de una obra, son el entendimiento, la imaginación y él corazón. A primera vista parece qup en tal ramo no toman
parte la imaginación ni el corazón; pero es un error, porque
en todos e!los, como varaos á indicar, obran eou vi-^or. Si
escojemos la historia y recordamos los historiadores inmortales, ¡cuánta imajinacion y corazón no relampaguea en sus
escritos! ¡ó de cuanta no han necesitado para aparecer verdaderamente originales! Sin sentiré imqjinar ¿hubieran pod do api-eeiar bien los suceso.s7 ¿estudiar los hombres que
tomaron parte en ellos? ¿reconstruir un pasado y apoyar esa
reconstruecfon en docuníentos irrefutables? Ya habrán echado de ver nue tros lectores que solo un hombre de gran
imaginación y corazón puede dar cabo á tal empresa, porque sin muchos destellos de inspiración, á vece? sin la plena inspiración del gíuio, no le seria posible descubrir en un
hecho aislado, en una palabi-a de acaso, revelaciones impor-tantes. Callemos ahora las cualidades que requiere la pintura de los acontecimientos: lo dicho basta y sobra para dejar patentizado qne sin Imjiginacion ni corazón es imposible
ser buen historiador. No necesita menos de estas prendas el
filósofo, ya tenga por teatro la naturaleza, ya el alma. En
Plinio y Humbolt, brilla la imaginación, 'en el ultimo .se
halla á faltar el corazón, de suerte que cuando nos pinta en
el Cosmos e¡\ vacío de los cielos, en vez de causarnos una impresión sublime, ñas la causa de espanto. ¿Pues qué diremos
de los que se ocupan en el estudio del alma y sus facultades/ ¿Cómo nos esplicaremos aquellas ideas fundamentales
que vienen derepente á dar enlace á un cúmulo de ob.servaciones destrabadas, ó á explicar un fenómeno incompren^! ifi ®'?° atribuyéndolas á la inspiración? Si, también crea
el filósofo, también crea el historiador; también crea el orador, todos al igual de un poeta; con la diferencia que la verdad de las invenciones de este queda probada con la emoción de todos; y la verdad de las obras de los otros con los
documentos y los hechos: de suerte que por esto parece que
las primeras, tienen un sello espiritual y las segundas un
sello material: pura apariencia, por que sin la inspiración
no hubieran producido obras inmortales. Creemos que nos
será di pensado probar lo mismo de la escultura y la pintura, la músicft y la arquitectura. Estas son artes en las cuales la materialidad no entra por nada, ni siquiera en la apariencia. Viven, como la poesía, exclusivamente de la inspiración, y solo con su auxilio sobre.salen.
U
ción de su asunto. Si en un sujeto histórico, echa mano de
la parte histórica y no de la parte libelista, si en uno de costumbres es bello y no lascivo; si en uno de pa-,iones pone en
los rostros de sus figuras las tempestades que braman en
sns pechos; esto "bastará para que el- conocedor admire y
aplauda, para que el hombre se encanto y prorrumpa en esclamaciones de sorpresa; y quede el artista rodeado de gloria y popularidad. No que veamos con disgusto en los cuadros una idea grande general. Bueno es que al pintar u n
asunto cualquiera, parta el artista del principiode levantar
emociones'tiernas ó grandiosas; porque esta tendencia, cuando no se haya de alcanzar por medio de p rifrases pictóricas, dará siempre á sus creaciones mas alteza y á su entendimiento mas grandor. Pero nunca, nun -a jamás con u n
cuadro corromperá un hombre como le corrompiera con un
libro; y mucho menos le elevará e interesará como haría con
unpo>'ma. La impresión del cuadro •s mas frugaz, porque
la expresión de la pintura es incompleta. El iibro tiene mejor trascendencia, porque la literatura ejcpresa mas. No creemos, pues, que en la parte espiritual necesite la pintura de
nuevos dogmas, bástanle los antiguos, ordenados y esplicados por la estética.
Sin embargo, en este mismo periodo se ha sostenido lo
contrario en dos ocasiones diferentes. El señor Pi y .Margal!,
en un articulo publicado en el primer año de LK ÁM'HICA., y
en otro de fecha reciente que inspiró la última exposición,
atribuyendo á la pintura gran poder, se lamenta de que
nuestros artistas se aislen de su .siglo, y vívifl|uensu ingenio
con recuerdos de lo pasado, en vez de vivificarlo con la inspiración de lo presente. En otros ti«mpos, viene á decir, marchaba la pintura con su época. Si en el renacimiento echa
mino de la mitolojia, es porque la admiración al paganismo
era entonces general; si en la edad media se i is^ñva del misticismo, es porque la religión entusiasmaba á cada hombre;
si én Holanda toma un carácter de familia, es porque alli el
respeto al hogar colorea todo amar. Y por esto ciarte inmortaliza en esas épocas, los nsmbres de Anjélico y de Miguel
Ángel, de Rubens y de Rembrandom. ¿Por qué aliora no ha
dé cspresar nuestras creencias? ¿Por qué no ha de influir
en la política? ¿porqué no ha de inspirar.se en fin de nuestra
vida? Rstas son con poca diferencia sus razones. Desde luego se vé que son inspiradas por una idea, que no- podemos
aceptar, que es la omnipotencia de la pint ira. Porque de la
misma manera que tienen un límite la música y la escultura, ya hemos probado que la acción de la pintura está reducida por otros limites.
Es un arte de recreo, no un.arte de enseñanza. Toda pretensión filosófica y moral la mataría. En la música y la escultura se levantaron e¡i otros tiempos algunos hombres
que pretendían realizar ó enseñar ,á realizar en estas dos artes un progreso tan imposible como aquel. Unos afirmaban
que la nota podía luchar en poder con la palabra; otros enseñaban que la escultura polla complicarse como la pintura. La lucha fué larga y desastrosa. Otro grupo se les añadió que pretendía que la pintura debia imitar,la estatúan'^
¿Pero de estas luchas que resultó? La de cadencia de la música y de la escultura. La creación de la escuela pictórica de
David, que .sacrificaba el color al dibujo, el grupo á la figura, la armonía á la precisión escuitoral.
Estas doctrinas. son , pues, .según la lógica, un
peligro para el arte. Deslumhrando con su brillantez á losjóvenes iriespTtos, seduciendo con su profundidad á los
mismos hombres estudiosos, en todas partes han hallado
eco asi entre artista^s como entre preceptistas. Las combatimo.s ahoi-a porque no lo hallen en nuestra patria y estravíen mas nuestra pintura, por desgracia harto estraviada.
Para reagir contra la ciega superficialidad de nuestros artistas, que no ponen en un cuadro si-.o dibujo ó color; para
convencerles de que las armonía-i de la luz ó la posición de •
una figura no son una composición pictórica; para persuadiries que en sus obras históricas hay mas melodrama que
poesía, mas torpe imitación'que origín ilidad, mas oropel
que idea, y que dn flsíologia y sin psicología, sin historia y
sin verdad no hay ni puede haber cuadro; para sacarles, en
fin, del camino fatal que recorren ciegamente y llevarles al
(|ue conduce al porvenir, distamos mucho de creer que sea
útil mostrarles los senderos que allí se les señala. Nadie ignora la boga con que Alemania enseña estas doctrinas; pero
¿quién ignora también su triste resultado?
Alli hay pintores de vigorosa imaginación, de profundo
conocimiento en el arte pagano y cristiano, fami iarizados
con la filosofía, con la poesía, con la teología, con las ciencias políticas; artistas, en fin, de la familia de Rubens y Ikliguel Ángel. Allí se estudian los asuntos, su trascendencia,
su alcance; se estudia al siglo para poder sorprenderle, admirarle, arrebatarle con obras que s.jan á la vez buenas,
profundas y ¡simpáticas. ¿Lo han alcanzado? ¿Han descubierto para el arte algún secreto? Las pruebas dan fe de lo
contrarío. Corneiius, el gran interprete de estas teorías
dista mucho de ser popular, no obstante su grandiosa imaginación, y las cualidades de su obra mas acabada,
los frescos para el Campo-Santo de Berlín. Y es que la moral, la parábüla, el símbolo, no caben en éste arte. La pintura quiere claridad, no doble -entido: quiere sencillez, no
complicación. Tiene un límite como todas las arfes, como
la misma poesía. Si e.sta.quis¡ese luchar en exactitud con la
historia, ¿quién no deploraría su error? ¿Quién no correría
también a detenerla si quisiese ser mas real que la misma
vida? No ignoro que Owerbelf, siguiendo el camino de la
imitación italiana, tampoco ha granjeado popularidad, pero
nadie ignora que en Europa es mas conocido y co sultado
que Coi-nelius, lo cual es de significación evidente. No es mi
ánimo encarecer el sistema de Owerbek, creo que se ha
equivocado como su ilustre compatriota, pero lie querido
hacer notar que si es mas conocido y estudiado, lo debe k
haber respetado el dogma pictórica que Cornelius ha atacado: el dogma que pros ribe el. doble sentido, el dogma que
ordena al artista poetizar, no moralizar, nó filosofar, no entrar.se en las regiones de la política.
Pero si en sentido absoluto, la literatura y las bellas artes son iguales, no asi en sentido relativo. La escultura, la
música, la pintura, la arquitectura, pierden mucho cuando
se las pone frente de las letras. Brillan como unas artes admirables, pero pierden como si fuesen realmente inferiores,
Consiste esto, en que las letras mas múltiples, mas intimas,
mas inteligibles, mas completas, habían mas al entendiniiento, contentan mas el corazón; arrebatan con mayor facilidad; en una palabra, son mas artistas y mas humanas,
porque no solo se dirigen al hombre con imájenes que le semejan, como la pintura, y la escultura; no solo también Con sonidos que recoje y saborea á la vez, como
la música; sino aue además de hablarle con todos estos
elementos que están en la palabra; le habla cun el lenguaje,
instrumento que sirve paradar cuerpo á sus ideas é impresiones, con lo cual siendo la literatura mas potente, es también mas trascendental. La vista de un buen objeto de arte
es indudable que agradará á la multitud; pero la lectura de
un buen libro le causará mayor satisfacción. Represéntese
un drama al lado de una ópera. El público mandará que callen la orquesta y los cantores; y vo! viéndose al actor, atento el oido, abierto el entendimiento, en espera el corazón,
no perderá uno de sus movimientos, recogerá la mas insignificante de sus palabras. Otro tanto acaecería si se representase el drama en un museo precioso. Las mas sublimes
invenciones serian olvidadas del mas apasionado ínteligen11)^^
viene que á mas de las reglas artísticas que tieNo crea sin embargo el lector, al vernos combatir esas
ne la literatura, tenga otras morales que debe aceptar. Y de
esto viene también que ha sido un error querer someter á doctrinas, que pensamos que todo está hecho en pintura, y
queclartistadebereducírseálaimítacion: Mientras fiayámun
estas reglas las invenciones de las artes plásticas.
do, habrá progreso en las artes como lo habrá en la industria
Concretándonos ála pintura, laequivocacion hasido las- ¿Quiép les dijera á Fidias y Pericleto que ellos no darian la
timosa, be ha echado,mano de elfo para hacer folletos polí- ultima espresion de la estatuaria, y que su arquitectura no
ticos e historias nacionales; se le hanquerido imponer debe- seria el único tipo acabado de belleza monumantal? ¿Quién
res morales que'le es imposible cumplir; se ha dicho que á Homero y á Virgilio que la critica fijaría unos preceptos
aeoia ser religiosa para exaltar ú originar el amor al culto con los cuale.s podí-ia un poema conmover é interesar mas
Iina'^ i P " 5 ""^sponder al sentimiento popular de las nacio- que la Eneida y la litada? ¿Quién á Planto y á Menandro
prrn M''k • Patriótica para infundir amor al país. Puro que un Cervantes habla de embellecer la poesia cómica,
error JNO hay cuadro capaz de inspirar estos afectos. No ha cuando sus obnis parecían los modelos acabados? Nó. No
=Mif / r
artista de genio suficiente para alcanzar tal está todo hecho en la pintura. El poema-cuadro de género,
resultado. Los únicos preceptos que hay para las bellas ar- ¿ha sido hallado? Los artistas flamancos, pintándolo todo
tes son los estéticos y de decencia, ü n pintor cuando traba- indistintamente, cuidaban poco de la poesia de la -eíseena, y
ja, no debe acordarse de su siglo cual el poeta, sino tratar de han puesto en confusión á los modernos que en todos loa
ser verdadero, de ser bello, de « t a r henchido de la inspira- asuntos toman, enteramente unos, menos otros, el arregla
12
LÁ AlfifiRICA.
por la inspiración, la trivialidad por la poesia, la copia por
la órigiiiuiidad. He ahí una innovación. ¿Han busóaouloque
debe ser y espreaar el poema-cuadro de paisaje? ¿Han tratado en sus invenciones el problema cuya resolucio'n intentaron el orenes, Ruysdael y Poussln? No por cierto. Los artistas hacen paisajes para pintar campos y carreteras, montañas y llanuras, no para llevar estos y otros elementos canlpestres á que espresen algún bello sentimiento de los que el
paisaje puede espresar. ¡Cuan pocos son además los que baj a n estudiado qué sentimientos pueden s«i- estos, y cuan
numerosos los que ignoran lo que constituye la poesía del
paisaje! Hó ahi, pues, otro progreso para hacer. ¿Ha sido
hecho el poema-cuadro de bataHasí" ¿Ha sido vistu? Gros lo
entrevio en algunas de sus obras, pero los errores de Hora
CÍO Veriiet^lo han vuelto á la antigua confusión. ¿Habremos
sido mas felices con el poema cuadro de historia? Dudo que
lo sean los cuadros de Detóroche. La poesía histórica espantaba al autor del HiDiicicio, huía sus dificultades y preteiia
transigir con ella á estudiarla, ^ u ó diremos, en íin, del cuadro de religión, tan pobre, tan amanerado, tan servii? ¿Ao
li^brá en él cosa alguna que hacer? ¿Nada que innovar"
¡Ah! En pintura ha liubidouna r'evoluciun que los artistas no hau notado. Antiguamente se trabajó por Ja f rma
humana, por el color, por la armonía, por la idealidad. La
inmensidad, la amplitud de un asunto no podía aun llamar
la atención de los artistas. Se necesitaba vencer antesaquellas dificultades: después llegaría el tiempo de buscar en los
asuntos todas 1 s riquezas que ocultaban. Por esto en grandiosidad de ttguras, en armón a de líneas, en esplendidez de
color, en realidad poetizada, Miguel An¿el, Rafael, el Veronés, liuben.4, están á tanta al.ura, y en la concepción del
asunto dejan mucho que desear. ¡Que Juicio no inventaría
hoy el primero! ¡Que Crutijfxio/i de San Pedro el pintor
flameníio! ¡Qué podría ser la historia de María de Midi is
tan pobre de insp ración histórica! La tarea de la pintura
moderna es completar la obra de estos ilustres maestro •!. El
Ro'naniidsmo, desenvolviéndole lo que era suyo, le dejó el
cami 10 abierto. ¿Por qué no lo lia tomado? En los primeros
tiempos del romanticismo tenia-una espliuací n: después lia
debido tener otra. Los pintores no h m presentido siquiera
que tengan'que llenar ese vacio. Ellos están lejos de creer
que los as intoíde religión liayan ahora de sCi' hintrírios,
y no dioiiios; que no son capaces de distinguir en los
de historia el poemn del arreglo; que cometen en lo ( de
género gravísimo* dislates. Si ellos supie an que no el estilo, no el dibajo, no el ideal, no la fisiología, son el fondo del
arte presente, quizá se dedicarían de corazón á renovar su
arte y á d>irl; lo que le falta. Para esto debieran estudiar en
los pasados la armonía lineai y de color; el idealismo y la
ejecución: pero solo en los poemas, soleen las meditaciones,
solo en la críticj, solo en los ensayos multiplicados, la profunda intelige cia de un asunto, su completo desairollo.
Quizá esto y no otra cosa es lo que quiere el Sr. Pí y
Margall. Empero, liemos tenido que combatirle, por no desprenderse a-si de sus articulo.-. El parece pedir á la pintura
Intención política, ocial, moral, y duda de su porvenir sino
la espresa. Nosotros creemos merament que si ahora no
satisface á la sociedad, es porque no esponüe á los adelantos estéticos del si^lo. Para .os tiempos passdos, bueno era
el sistema de los pintores antiguos; la generad n no miraba
mas allá: para la época actual la pintura ha de hacer otra
«osa miiS completa; y mientras no se ponga al nivel de la
jwesia histórica, dudamos,de su popularidad.
'
Lvi9 CARRERAS.
cer comprender que existen numerosas y graves cnfermedadel crónicas y agudas que hasta el presente no se
han atribuido al vicio herpético (y por eso han quedado
Incurables), y que de hoy mas, conociendo la causa, cederán á la medicación anti-herpétíca, como ha sucedido
con los enfermos desahuciados y después curados que
cita el Dr. Vicente en su obra; y , en una palabra, para
dar una idea de la importancia de este libro, bastarla con
insertar e\ resumen de Jas materias que contiene, si hoy
tuviéramos espacio.
Un tomo en 4 . ' de 593 páarinaa m u y compactas, que
contienen la materia de 1,000 páginas de impresión ordinario.—Su precio, 50 rs. en casa del autor, calle de
Alca á, 72 duplicado, Mndrid.
E n América, 5 pesos fuertes.
YAPORES-CORRIiOS DE A. LÓPEZ
Y COMPARIA.
LINEA TRASATLÁNÍICA.
SALIDAS DE CÁDIZ.
Para Santa Cruz, Piierto-l?ico, Sama'ná y laHabana, todo!>
los días 15 y 30 de cada mes.
'
Salidas de la Habana á Cádiz los dias 15 y 30de cada mes.
PREblOS.
De Cádiz á la Habana, 1.* clase, 165 ps. fs.ij.* clase, 110; 3.'
clase, 50.
De la Habana á Cádiz, I.' clase, 200 ps. fs.;2.' clase, 140; 3.*
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Para Málaga y Cádiz, todos los sábados.
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SALIDAS DB CÁDIZ.
Para Málaga, Alicante. Barcelona y Marsella, todos los
miércoles á las tres de la tarde.
Billetes directos entre Madrid, Barcelena, Marsella, Málaga y Cádiz.
De Madrid á Barcelona,!.'clase, 270 rs. vn.;2.* clase, 180; 3.'
clase, lio.
Fardería (/«Borrí/ona.—Drogas, harinas, rubia, lanas, plomos.
etc., se conducen de domicilio á domicilio á mas de 500 pueblos
á precios suma-m nte bajos._
Para carga y pasaje, acudir en
í/odríd.—Despacho central de los ferro-carriles, y D. Julián
Moreno, Alcalá, 28.
AHcanlty Ciidi«..—Sres. A. López y compañía.
LOS CÁNTABROS.
SEGUNDA PARTE.
Han llamado la atención pública las cartas diriROMA (1).
g-idas I señor ministro de Ultramar por el sabio
«ubano, nuestro querido amigo y colaborador don
José Antonio Saco: hoy insertamos la cuarta, que no
Va concluyendo el otoño, y la montaña de Himio, como
una virgen que ^uelta sus velos para entregars.j al reposo,
es menos interesante que las demás:
Ea atención á que, seg-un nuestro juicio, nadie arroja sa pompa y sus galas para dormir el sueño del in'
trata las cnestiones de nuestras provincias de Ultta- vierno. está triste! ¡Triste el cielo sin luz y sin «olores!
mar con tanto tino y profundidad como el Sr. Saco, ¡Tris¡Todo
e la tierra... sin tiojas... sin flo e.^... sin aromas,... y
le hemos remitido á París el Diario de las Sexiones detriite como los desolados bosques que le rodean, está tamCortes, á tin de que si lo estima oportuno se h a ^ bién el alma del adorado jefe de los guerreros de Cantabria!
cargo de las heregías políticas sentadas con gran
Pero, ¿que puede enturbiar la dícna del valiente mancebo
desenfado |)or el sefior ministro de Ultramar: por que acaricia la fortuna con sonrisas y halago-.?
¿No han puesto en el su amor y su esperanza los héroes
esta razón omitimos hoy lo mucno que se nos ocurre en contestación al Sr. Seijas, ministro constitu todos de su nob.e ra/.a> como el mas bravo, el mas prudente
cioiial, de una reina constitucional, que ¡H» atre- y el mas grande de todos sus hijos?
as lie moso como el primer rayo del sol después de
vió á decir que Doña Isabel II es paia las Anti- una¿No
borrasca... gallardo como el álamo silvestre que se collas reina absoluta, y por lo tanto podía legislar lumpia al viento en las cumbres de Qoyaz?
enaquello.í países por simples decretos, sin elc(m¡Oh! ¡.si lu es! ¡y tanto... que mas de una doncella al
cursü de las Cortes, á las que qniso negar has- verle pasar á su lado cun la cabera doblada, y tristes los
ta el derecho de hacerlo. Esta opinión ha sido ojos... corre precipitadamente á su cabana para llorar á
acorrida con entusia.smo por los periódicos neos, y solas!
y sin embargo... ¡jamás llega la alegría á dar calor á su
entre ellos por El Espíritu Público, diario ministerial dil-igido por un ameiiCMno, el Sr. Losada: no hay corazón helado! ¡Jamás viene la sonrisa á animar sus labios
peor cin'ia que la de la misma rasdt-ra Como el se- yertos! ¡So.o el amor á a pa ría hace brillar algu a vez sus
miradas con destellos de vida, fugaces como las ténueschisñor Saco, así lo esperamos, zurrará de lo lindo á los pas
q e brotan de tiempo en tiempo de entre la fría ceniza
adalides del despotismo, no decin.os mas, y solo en de una
liogue a apagada!
el casu de que dicho eminente escritor no lo hiciera,
A la muerte de los ancianos, reunióse el Batzar en el
nos ocuparíamos nosotros del asumo.
Hirnio para nombrar un jefe... y jóvenes, mujeres y viejos,
proclamaron á una voz á Lartaun (2), al sobrino de Seko.i-
En el próximo número insertaremos un conciea(1) Roma. La terminación de la famosa guerra cantábrica,
por el comb.<ite de 300 de su.f guerreros contra 300 de los romaíudo trabajo del Sr. Pasaron y Lastrii.
Rer-oneñdirnos á nuestros suscritores una obra de
gran interés que acaba de pubü -ar el doctor Vicente, y
de cuyo i"'.i'iáis nos oiíu[mreinus. detenida néiite. Es un
Tratado d- las enfermedadesherpcticas externas d internas y de las si¡ilíticas,, precedido do la clasiticacíou de
tudas las afecciones cutauen8.
En ésti ubr.i,-única en su clase tanto en Espnñi c o ino en el extranjero se hallan nnilizadiis, refutadas ó
ap'o'indas co.. ideas nuevua y observariones r ínicas íel
mayor interés práctico, todas las opiniones de ios mas
céleb es autores sobro el herperismo y l,i silHis.
P iTii 1)1 obiir que el Tratado de las enfermedades heréticas externas é internas, etc., pyr el Dr. D. J u a n de
ícente, e-« un adelanto, un verdadero progreso en la
ciencia médica y de inmenaa utilidad práctica; para h a -
Í
nos, es la tradiccion mas general y constante del país va.scnn^ado. El nombre deljefe cántabro, los dos campos en que se veri
ficó la luClia, y l;n ilcmás circunstancias que la acompañnron,
han atravesado el largo espacio de veinte siglos, consagrados
con la fe y veneración de .sesenta genericiones. Infinidad de autor .'s por o.ra p irte, y i de estas provincias, ya de las demás del
reino, han venido á confirmar u au enticidad on sus ol ras líecordamos entre otros á (italora, Istueta, Ouevara. Tia divia.
Echave, Padre Sola, Avendario, y el ad>-e Poz*. Y sj no ha faltado quien ha dic lo que Garibay no halLiba suficientemi'nte
comprobado ese desenlace por testimonios histéricos, podrá ver
lo contrario en la car a que se cita en la nota siguiente, y en I»
cual acoge dicho autor como incontestab e e a tradición, que el
Pariré Pozíllami DÚbl'ca, inmemorial, antiquísima, y que se
halla recibida y celebrada en las mas antiguas y auténticas M»murias.
_(2) Lartaun. Llamábase así el jefe de los cántabros que vencieron en Roma á los campeones eegidos por Augusto. Se ase
gura que er*h¡jo de la casa solar de su nombre en el valle He
Oyarzun, y sobre la cual se edificó mas tarde la primera igleí^ia
de Cantabria con la advocación de San Esteban de Lartaun. El
historiador O.iribay respondiendo á una consulta que le fué dirigida por Ü. Sebastian de Lartaun, obispo de Cuzco, y oriundo
de, al invencible guerrero, cuyo nombre repite con terror el
romano, y con férvido entusiasmo el. belicoso canto de los
•oblakari» vascos.
Pero en vano se encendieron mil hogueras, y se celebraron flestas, y cantaron sus hazañas. ¡El soló, en medio de
la alegría y del júbilo de su pueblo, permaneció indiferente
y triste!
—¿Q lé tendrá? se preguntaban los guerreros al verle separarse de e.los, para entregarse á sus recuerdos en los solitarios bosques de Iturrioz.
—¡Está enamorado! murmuraban las doncellas ocultando
las lágrimas que asomaban á los ojos. ¡ Kstá enamorado de
una sombra! repiten tristemente. \Y las doncellas tienen
razón! El jefe de los cántabros adora uñar sombra, y por eso
corre todos los dias al borde de los torrente-^ para conversar
con su espíritu que flota entre las a g u a s . ' '
¡Cinco veces nan cambiado ya los árboles de hojas, desde que el amor de su alma Hbaadonó el hogar de sus padres
por la oscura región de las nieblas, y desde entonces... como el gallardo ciervo herido por la flecha del cazador que se
ar astra 1 nguido y moribundo por Ios-bosques de Etiimeta,ahondándole su herida cada paso que avanza, asi el valiente
guerrero pa a los dias de su vida, dejando en cada uno de
ellos un pedazo de su exi-tencia!
. ,
¡Por eso está siempre triste! Por eso todas las noches
acaricia la luna con sus rayos su hermosísima frente, y por
eso. Citando se arroja al combate, nunca mira sí son muchos
ó pocos los enemigos, sí está solo ó acompañado, sino que
avanza y avanza sin volver la vista, sin defender su cuerpo,
hasta que huyen los conírarios, ó le llaman los suyos, con
quienes vuelve d straido y triste. ¡Mas triste que nunca, por
no haber realizado en el campo la única esperanza que sonríe su alma!
Y sin embargo... en la última luna hubo un día en que
su pecho se agitó contento, que f.ié espléndido y brillante
para los destinos de Cantabria, y el amor de la patria es el
único sentimiento que hace vibrar su corazón magnánimo.
L .3 romanos hab ian asaltado el Hirnio, y fueron rechazados.
Los romanos habían visto con espanto acercar.se el invierno con sus nieves, sus aguas, sus borrascas, y encontraban a áus implacables enemigos mas bitivos, mas indómitos
que nunca; sin que eí hambre con que contaban hubiese debilitado sus bríos... sin que el tiempo y las&'igas hubiesen
apagado la sed de sangre que abrasaba sus pechos, al recuerdo de sus padres sacr'floados por la patria, de sus hermanos asesinados en Vélica y Menduria, y crucificados sin
piedad eu las verdes colinas de Gurutzeta.
Al fln se convenció Octaviano, de que los feroces cántabros se dejarían despedazar uno tras otro, antes de doblar
su frente ütgullosa al yugo extranjero, y de que aquellos
abruptos peñascos no merecían las innumeiables víctimas,
y los tesoro-i que sepultaban en ellos sin gloria ni provecho.
Resolvióse, pues, á abandonar la lucha, pero no sin te itar la suerte, haciendo un último y des sperado esfuerzo
par.t plantar las nguilas imperiales en aquellas infaustas y
pavorosas cumbres del Hiriiio^que elevaban al cie!o su altanera frente, de enmedio de un mar de sangre, y sobre un
mundo de cadáveres romanos.
Pero Lartaun lo habia sabido, y para el dia designado
citó para los valles de Ar. axílum á todos sus hermanos dispers. s por las montañas de Vasconia y Vardulia, y se coronaron de enormes peñascos las alturas del Hirnio, y abrieron en sus fiildas profundos fosos que ocultaban la muerte
baja su frágil cubierta de césped y ramaje.
Y'en vano las legiones romanas aguijadas por la desesperación, por la emulación y el odio, asaltaron una y tres
veces sus escarpadas pendientes... una y tres veces fueron'
arrojados á los valles, aplastados por los peñascos, diezmados en los fosos, y destrozados por los guerreros que se cebaban furiosos en SUH filas desordenadas. Y cuando trataron
de reponerse en el llano/ viéronse acosados á la vez de todos
los lados por los cántabros de las montanas que acudieron á
la cita, llegando ni fln con trabajo y fatiga,- á ganar sus reales, despedazados y rotos. • ,.
¡Los ecos del Hirnio volvieron á resonar con cánticos ('e
victoria! Las cumbres de Izarraitz, Amboto y Coveña sacudieron una vez mas con orgullo sus frentes coronadas de
fuego, anunciando á sus hijos dispe sos la alegría de su patria; y hasta el yerto corazón del enamorado jefe palpitó
aquel día con emoción estraña al dulce calor de la felicidad
y la gloria de su Cantabria amada.
II.
¿Qué es ese sordo rumor que se levanta en el Hirnio, y
que s meja al baílente hervor del Océano, abrasado por el
soplo de la borrasca?
L s guerrero i se agitan y ise mueven, mirándose con
misterio, y hablándose en secreto.
Las.niujeres y los niños corren de un lado al otro, con la
mirada ansio-a y anhelante el pecho, como las tímidas palomas que sienten cerca de si el vuelo siniestro del gavilán
carnicero.
De tiempo en tiempo, sale de 1» cabana del jefe un guerrero que se precipita montaña abajo, saltando arroyos y
barrancos, y luego, atravesando las líneas enemigas, so
pierde en los misteriosos bosques de Ma iria y Ayame di.
Al acercarse la noche, eacie.idese ima hogiera brillante
en la cima mas alta del gigantesco Hirnio, y al poco tiempo
tridas las cumbres de las montañas vecinas, envueltas en
llamas, van iluminando el esp icio con fulgor fantástico y
sombrío.
Kl día síjfuiente... y el otroy el otro, van llegando los
jefes de lo •• herm mos, que quedaron dispersos en IHS montañas, han sido llamados por Lartaua para celebrar el
gran batnar.
_ '
¿Pero á q i é vienen á asís estériles peñascos tantos y tantos guerreros, si escasea el pan e • el campo, y Jo que en el
hace falta no son brazos, sino alimentos?
do d'cha casa, entre otra" muchi«ima<i y curiosas noti.-ias que
Há soir í ella, dice 'O .-iguiente: «Oue la igh siajurac'ora de S^n
E tában de Lartiun se e iiico sobre la casa so ¡ir de suapellid \
V que asi niisiiio la de baii Juan de Letran de Ro na es sin ninguna duda dependencia de aquel solar, reconociendo ambas su
o ¡gen común c<imo se nemuest-a por sus nombri-s. sus armas.
BUS I Bc dos y o'r >s si.nbo os iguale en una v otra. Esplict esta
coincidencia dici •ndo que. Iiabiéndose enlazado con doncellas
nmanas después de S'i victor'a. la mayor parte de lo'oántabr s
que combatieron en Uonia el jefe ó alguno de su sangre seria
unodeel'os v que manteniendo con sus deudos de Oyar^^nn relaciones de amistad y armonía, obrarían de consuno al ceder
unos v otr )8 sus so'ares para que en ambos puntos se edificaran
las dos citada iglesias con i(>ua advocación, y con loS mismos
distintivos. Qiien desee tener noticia mas esfensas sobr.- todo
esto,'puede verlas en la curiosa cana de citado croiiÍKta mavor
de Felipe II. q e copia I tueta integramente en las páginas 271,
72 y 73 de su notable obra de euip*tcoato Cmiaira.
CRONICl HISPANO-AMERICANA.
¿Y cómo permite el romano que se rompa el asedio, y se I »su negro abismo las montañas y los valles, y los hijos del
aumente#sí el número de sus enemigos?
npuebio Eujskaro!»
Es que, después de la última batalla, Octaviano ha resuelto retirar sus ejércitos, pero antes, ocultando mañosaIII.
mente su intento, ha propuesto someter la decisión de la
guerra á un triple cómbate de 300 cántabros contra 300 roPero las sombras de la noche se ocultan en. los espacios
manos, que se batirán en tres campos distintos, loo contra inmensos, y principia á adelantarse el día fijado para el
loo, reconociéndose por yencedores á los que triunfen en dos combate.
de ellos.
¡Oh qué rojo, qué rojo se alza el sol entre las brumas de
Y á fin de que las condiciones sean iguales Para ambas Oriente, queriendo rasgar con su aliento de fuego el mar de
partes, podrá veritlcarse el primer combate en Cantabria, y nieblas que le ocultan los valles y las praderas!
el segundo en Roma, designándose de común acuerdo para
¡Oh sol! ¡Oh sol que hiciste brillar tantas veces con tus
el último y definitivo cualquiera región déla Iberia, si es límpidos rayos el hierro triunfante del cántabro, y que sonque queda indeciso el triunfo en los dos primeros encuentros. reiste orgulloso á sus cantos de libertad y victoria!... ¿qué
Como consecuencia de la victoria, Roma reconocerá la anuncia tu luz misteriosa á los hijos de las montañas?
independencia y libertad de los cántabros si la fortuna fa¿Estarás tal vez destinado á alumbrar en este dia sus
Torece á sus a-mas; mas si sale triunfante el romano, la l,ígrimas de vergüenza, y á escuchar sus desesperantes geCantabria se someterá al imperio como una colonia romana midos?
al par que el resto de Iberia.
¡Oh! ¡vuelve entonces para siempre á tus incógnitas moEn cuanto fueron conocidas en Hirnio las proposiciones radas, esplendida antorcha del cíelo! ¡No salgan m:is á bride Octavio, ufarjos los guerreros con su valor y su esfuerzo, llar tus purísimos rayos sobre estas regiones, que serán enrodean y acosan al- jefe pidiendo que las acepte al punto; vilecidas con la servidumbre y la infamia!
pero viendo el prudente Lartaun que era entregar á un azar
Pero el momento se acerca... y los romanos con Agripa,
de la suerte la glo ia, la existencia y los destinos de todo uu Antístio y Tauro á la cabeza se estienden por el valle, y van
pueblo, y nb queriendo tomar por sí solo acuerdo de tantb formándose en línea con el frente al Oriente.
peso, calma el fuego de los suyos, y pide al enemigo un plaPor todos los bosques y gargantas y peñascales que le
zo para dar la resp lesta, y libertad para entenderse con fUs rodean, van apareciendo tambion los cántabros dispersos
hermanos qie luchan también por la patria entre los bos- por las próximas sierras, y con ellos los austrigones, los
ques y asperezas de la^ pontanas.
várdulos, los vacceos, los astures y otros cien pueb;os, razas
El romano accede á sus demandas, y él entonces convo- hermanas de Iberia, que odian por igual al romano, y que
ca á todos los hijos de su raza para un batzar nacional, que piden á los dioses su perdición y su muerte.
habrá de celebrarse en el Hirni.) en la próxima luna.
Al fln llegan también los guerreros del H rnio en númeY por bosqties, y jaros, y breñas, van llegando á su lla- ro de 1,00) con Lartaun al frente. Los demás, por un resto
mada los jefes de los guerreros errantes, y al fln, al dia de- de descmflanza, han quedado guardando el campo.
signado bajan todos al Celatum para celebrar el bat;ar.
, Abren la marcha los 100 combatientes elegidos para
Calmados Jos primeros momentos de agitación y desor- aquel dia, precedido de los coblakaris que al compás de la
den, Lartaun, sentado en medio de todos sobre el tronco de música guerrera de la vasca-tibia, les animan para lalucha,
un roble, principia con voz entera á dar cuenta de las p -o- cantando las hazañas de sus padres y las glorias de su raza!
posiciones romanas, p e o no bien hubo llegado á las .condi"¡.Aurrerá! ¡aurrerá! ¡aurrerá! ¡Hijos de Aitor, guerreros
ciones del triple combate, cuando todos los guerreros aban- »de las montañas! ¡nichos )s los héroes que la patria elige
donando s is asientos, hicieron estremecer el espacio con es- ipara guardar su gloria! ¡Dichosos los héroes acuyo aliento
clamaciones y gritos.
"fia, con el Lauburu invencible dd sus padre <, la libertad de
—Aceptado, aceptado, repiten á una voz todos. Que se «la indómita Cantabria! ¿Qué vale la muerte para el bravo
"guerrero, que cae entre las bendiciones y el amor de los
avise luego al romano.
i)Suyo.s? Y ¿qué valen los afeminados escla os de la corrupta
Lartaun quiere hablar, pero en vano.
—Pronto, pronto, responden ellos. No sea que se arre- )>Rjraa,'para lucliar brazo á brazo con los libres hijos de las
»n)ontañas vascas? Los romanos como perros degenerados
pienta, y la ocasión se malogre.
Sin embargo, el intrépido jefe, siempre tan frió en el "de las cabanas, que ladran en el dintel de la puerta al lobo
•consejo como fogoso en el i-ampo, hace nuevos esfuerzos pa- »de los bosques, resisten y combaten al cántabro tras trinra apaciguar el tumulto, y resolver con tregua y calma )ichera.s y fosos, pero donde pisan firmes las plantas, y la luz
asunto de tanta importancia, pero viendo inútil .-¡u empeño «corre libre, son destrozados por él, como el perro de las cay la unánime y decidida voluntad de todo su pueblo, se "bañas entre las garras del lobo. ¡Aurrerá, pues, contra esos
pone á su vez en pié sobre el trunco del roble, y haciendo «esclavos vestidos de hierro y de miedo! ¡Jaungofcoa os progirar sobre la frente su brillante hacha de armas, grita por "teje.., los hermanos os miran... las doncellas recogen flo»res pura tejer coronas, y las sombras de vuestros padres,
tres veces:
—¡Cantabria por el combate! ¡Cantabria por el combate! "abandonando sus tumbas de gloria, aguar ^an ansiosos la
"lucha, para ver si sus hijos son dignos de su nombre y de
(Cantabria por el combate!
—Cantabria por el combate, repitieron todos sus herma- "SU raza!"
nos, ebrios de entusiasmo y contento, y el valiente jefe se
Mas los preparativos concluyen, y los combatientes ocusiente levantado en alto por aq'iellos orgullosos guerreros. pan sus puestos.
Que no conciben en su arrogancia que pueda haber otros
¡Oh! ¡qué de gritos y eselamacionesde entusiasmo resuenombres que alcancen á medirse con ellos, en condiciones nan por valles y montañas, at ver la arrogante apostura de
iguales. '
los guerreros euskáros!
—¡Están locos! murmuran con desdeñosa sonrisa. Están
Los ecos mas lejanos se estremecen con las ahyuas y
locos esos esclavos. Si fueran 20 i contra 100 podría dudarse cánticos de todos los iberos, que levantan al cielo las ma•el éxito. ¿Mas IdO contra 100? ¡Oh Cantabria! ¡duerme tran- nos, pidien lO ia victoria para suá hermanos de Cantabria.
quila, que tu victoria es segura!
Mas al pronto. a¡jágause todas las voces, y cesan todos
—riclioso'el guerrero que merezca tomar parte con tan los ruidos, i ara fijarse en el campo.
poco riesgo en tan gloriosa co tienda.
Los cántabros, con la pierna descalza en tierra y la azAsí hal)lan todos, y como lobeznos mamones que corren cona en la mano, aguardan la señal para tirar la dardaráa.
atropelliindóse al encuentro de su madre que vuelve de la
Los romano-, cubrleudose coa los escudos, empuñan
caza noturua, salen también ellos á buscar á Lartaun, y le con mano trémula los afilado hierros.
acosan y le ostiyau en todas partes pidiéndole plaza para el
Dase la señal, y vuelan silbando los dardos y las azcocombate.
nas, y ruzánse con sonoro ruido los g ad i ums romanos y
Pero el discreto jefe responde que habiendo de e n t r e ^ r las hachas cántabras al compás del belicoso irrinz de los
en manos de los elegidos, no solo la gloria de la patria, smo guerreros de las mun añas.
la libertad v la dicha de todos sus hijos, quiere que todos
j.Av! ¡cuántas madres llorarán en las orillas del Tiber la
ellos contribuyan á la e.eccion de los combatientes que juz- destreza de los bárbaros en ese dia!
guen mas dignos de tan alta confianza.
¡Ay! ¡cuántas doncellas regaran con sus lágrimas las floY asi se hace; y mient as los elegidos ufanos con distin- res de muerte que recojan en Arraxíl-erreca, para cubrirlas
ción tan gloriosa, se preparan aleares y contentos, sus com- tumba- dtjlos amados de su alma!
pañeros se separan tristemente envidiando su fortuna y su
Pero la lucha arrecia,... y la sangre corre entre la yerdíciía.
ba, y truenan el aire los gritos de los combatientes y los
Pero van corriendo los dias... y Lartaun con los 300 cam- gemidos da los moribundos; mientras los espectadores de
peones baja todas las tarde.s á las praderas de Celatum, pa- uno y otro pueblo anuncian con exclamaciones de entusiasí^ ejercitarse en la lucha.
mo ó desaliento, de jubilo ó de espanto, las veatajasy pérMuchos de ellos han sido sustituidos por otros mas es- didas de los suyos.
forzados, ó mas die.stros. Algunos han salido heridos... y
¡Bien luchan todos! que si los cántabros son val entes...,
i&as de uno ha perdido la vida en las rudas y sangrientas valientes son también los aguerridos legionarios á quienes
pruebas.
ha c.infiado Augu to el preclaro honor de la sobjrbia Boma.
Pero los que caen y los que se retiran, se resignan conPero entre to los ellos.... y siempre en el mayor pe igro,
tentos con su suerte", que es la salvación de su patria, lo distingue.se como el airosi pino entre los humildes aceoos,
que se arriesga en la lucha, y no hay cántabro que no sa- la arro-'ante figura del gefe de los.cántabros.
crifique por ella hasta su glorfa y su nombre.
La hoja de su hacha gira rápida y ligera sobre [as cabePor eso, al acercarse el momento, todos los corazones se zas rom.mas, brillando á los rayos del sol, como la vivida
*gitan temerosos, y domina en todas las almas una inquie- centellaen una noche de verano; y cruza el campo dejando
tud angustiosa.
por donde pasa un s irco de cadáveres y sangre.
Por eso algunos, temblando por el porvenir de Canta¡Gudor! ¡gudor! (1) grita con voz de trueno, y á su enérbria, murmuran en voz -sombría:
gico acento, .se reauimau sus guerreros, y vuelven con nue~«Valie>itc8 son nuestros guerreros... ¡valientes como no vo brío al combate.
"hay otros!'Su paso es lijero como el vuelo del b.iitre que
El suelo se halla cubierto de muertos y heridos, y el nú"Se arroja sobre su presa desde la cumbre de Alzcorrl. Su mero de los combatientes disminuye por mome itjs, pero
"brazo duro como el tronco del roble que se ha dssnudado para cada dos cántabros caen tres romanos, y cuanto mas
"Cien veces entre las borrascas del Hi.nio. Su alraa„serena tieínpo pa.sa, mas decae el valor y la fuerza de estos, mas
"Sonríe al caer bajo el hierro, y r.cibe cantando el beso fatal se acrecienta e; aliento y el esfuerzo de aquellos.
"de la muerte. ¡Pero ay! ¡que al fln son hombres! ¡Y lo que
Van cediendo ... cediendo, y ya los pocos que se sostie»el valor nunca puede puede alguna vez el destino! ¡Y ay
"de nosotros entones! ¡Ay de lis doncellasy délas esposas, nen, debílítanse por momentos y se dafláuden con trabajo
»y los guerreros de nue-stra patria! ¡El hierro de la vergüen- de sus iufatígibies enemigos, que les rodean y acosan, co"za marc rá la frente del cántai)ro ..el látigosus espaldas... mo los perros furiosos al javalí cansado y herido.
Al flo Lartaun derribando de un golpe a úitimo que re"y las vírgenes de las montaiía^ servirán de pasto infame á
siste, pone ol ie sobre su pecho, y levantando e.i alto su
"la torpeza del aborrecido romano!
hacha en.sangrentada, entona con robusto acento el canto
»A] menos... continuando la-guerra, nuestros guerreros de la victoria. •
•
"Caerían luchando y bubiendo la sangre del odiado enemiMulares
de
mil'area
de
bocas
le
responden por entre ár"go: nuest; as mujeres y nuestros hijos sucumbirían poco á boles V pe1a.scos, por entre heléchos
y zarzas, cim gritos de
*Poco H las fatigas y al hambre, y los últimos que qu ¡darán frenético
entusiasmo; y extremeciéndose las montañas en
"encentra ian si quisieran la muerte en la ponzoñf del rejo sus cimientos
-'temos, llevan de eco en eco hasta el Hirnio
*{ en el hierro de sus compítñeros, como nuestros heroicos la dichosa nueva
de su espléndida victoria.
'hermanos de Vélica y MenduriH. Pero ahora... Jfuesírá de
IV.
"este indómito pueblo, sMa voluble fortuna vuelve e! sem
¡Blandas'risas del viejo Océano que resbaláis en la es""'ante u sus hijos? ¡Funesto y tri.ste combate! ¿Qué egro
"espiiitu enemigo nos ha movíilo á aceptarlo? ¡Oh tú, i.i- puma de sus ondas!... ¿Porqué murmuráis mas aleg es que
veces en las praderas del Celatum; y en los euoiuales
•mortal Jaungoicoa, Dios protector de. Cantabria! ¡Tiende otras
del
Hirnio?
^^w mano piadosa sobre sus bravos guerreros, y sí es su fui^'Jesto destino que s icumban en la lucha, haz que las aguas
°el Océano suban bramando hasta el Hirnio, hundiendo en
(1) ¡Gogor! ¡Godorl iDuro! ¡Duro.
13
/Pálida y bella virgen de'la noche! ¿Porqué al cruzar el
espacio, diriges misteriosas sonrisas á los hijos de las montañas que aman tu luz sagrada?
¡Y vosotras, hermosas doncellas, que habéis entristecido
con vuestro llanto y su.spíros los ecos de Iturríoz y Asteazu! ¿Porqué dais ahora al viento cánticos de alegría, derramando lágrimas de* placer y contento de vuestros bellos
ojos?
¡Es que os creéis y a libres! ¡Libres Cntre esos peñascos,
en que la libertad es la vida
, en que la opresión es la
muerte!
Es que podéis bajar libremente á los dulces valles nativos, donde corrió feliz vuestra infancia, á aquellas verdes
praderas, en que acaso por vez primera latió con amor vuestro seno, ,y se encendieron vuestras mejillas á las palabras
de fuen^o del apasionado guerrero.
Podéis correr á las cabanas en que vivieron vuestros m a yores; podéis regar con vuestras lagrimas la yerba que cubre los restos de vuestros padres y vuestias madres, que
duermen en sus tumbas de musgo bajo la sombra ságrala
del misterioso Toble.
¡Qué a egres están las doncellas! ¡Qué alegres están los
mancebos! ¡Qaó alegres están los esposos y esposas, y los
niños en los peñascos del Hirnio! .
¡Mas lio están todos alegres, que Lartaun está triste....
muy triste!
Y en v.mo el pueblo que le ama, arroja á su pasó flores,
coronas para su frente, y gritos de alegría y bcridieio.i para
su alma. ¡Ay! ¡Tanto entusiasmo y fuego se apagan en el
negro abismó de sus dolores, como los rayos de la luna en
los espesos y oscuros nubarrones qu^n^ifiípuja la tormenta!
¡Lasdoncellas le ven, y susjjplm!
Lo. compañeros de armas, contemplándole con tristeza,
se acerca;! al Coblakaridel heroico guerrero y le dicen:
—«¡Oh tú gónii) de los cantos! ¡Brabo Coblakari del jefe
"de los cántabros que conoces los dolorosos misterios de su
nalma, y que sabes aliviar con dulces armonías sus amargas
"penas! ¡Cuéntanos la histor a del hijo de tu hermano, del
"mas valiente y mas bravo de los hijos de las montañas!»
El Coblakari se levanta y dirige una mirada compasiva
y tierna al desdichado mancebo, que se oculta entre los bosques de Iturríoz, quiere hablary... sus labios tremiólos suspiran tristemente. Luego volviendo á cair sobre el peñasco
cubierto de musgo que le sirve de asiento, pasa la mano por
los ojos henchidos de lágrimas y dice:
—¡Oh! ¡Jamás han acariciado las brisas del Urumea frente mas hermosa que la frente de Lartaun! ¡Jamás han pisado la yerba de sus valles mancebo mas gallardo, ni ha
concebido e| seno de una madre, alma mas generosa, ni corazón mas Bravo, que el corazón y el alma de esc desdicha•'o guerrero!
El enemigo tiembla al escuchar su irrinz de guerra: sus
hermanos lo adoran, y muchas doncel'as .se creerían dichosas compartiendo con él su dolor y sus penas- Y sin embargo.... sufre! 1Y ya no habrá mano aigiga que alcance á enjugar su llanto, ni labios que puedan hacer asomar la sonrisa á sus labios fríos!
Lartaun amo á Usua (I) y el soplo de la muerte que dobló
la frente de la hermosa niña, mato en el corazón del guerrero la luz de la esperanza, y ¡ay! ¡el corazón sin ella, solo
acierta entre tí.iíeblas co i el camino de la tuinoa!
Lartaun amó á Usua. ¿Y cómo no amarla, si era mas
hermosa que la vaiorosa maítagarri q le adoran los espíritus de la noche: mas dulce que el tibio rayo del sol de invierno que viene á reanimar la sangre helada en el aterido
pecho del moribundo anciano.
Los guerreros la llamaban la tórtola de Urumea, y cuan
bella, cuan hermosa aparecía á sus oíos, cuando abandoíiando al viento los abundantes rizos de su cabellera de orft,
corría por los valles de i/Oyola con las miradaá húmedas de
ternura, y el se lo palpitante de fftilcidady de amores.
Amaba k Lartaun y Lartaun la amaba, pero ¡ay! el corazón del guerrero es ante* de la patria, que de su amada,
y por .servirla, tuvo que dejar sus brumas y sus nieblas por
el esplendido cielo de la Italia.
No vayas, gritaba la bija de Utsal, colgándose del cuelo
del valiente guerrero. ¡No me abandones, Lartaun! que he
visto en mis sueños nocturnos, al espíritu de muerte espiar
tu salida para venir á mí cabana.
,
¡Pero al fln partió! y el negro espíritu, principió á batir
las alas sobre la frente de Usua.
Era la época en que las pardas golondrinaá abandonan
con sus hijuelos nuestros valles, para buscaren las regiones
del mediodía otro sol y otro cielo, y Lartaun prometió á s u
adorada estar á su lado antew que el canto del cuclilloan mciara la vuslta de las hojas, del calor y las flores.
¡Pero ay! ¡La hija de Utsal oyó una y dos veces el canto
de la ave agorara, y vio una y dos veces las cumbres de
Or'amen li vestirse de nieve, sin que volviera el guerrero á
tem¡)lar con su mirada, el fuego que consumía Su alma y su
vida!
Todos los dias subía sonriendo, y bajaba llorando: que
la llevaba la esperanza, y la traiael desengaño!
¡Pobre tórt lia del üruu «a'¡Cuántas veces la he visto
envuelta entre las nieblas ele la montaña; con la vi.st-i clavada en los bosques ejanos, transida de frió y tri 4e como
la s )inb -a de la apenad;» m tdre que gimede noche y día, lejos del abandonado híji desús amores!
Pero pasa una lu a y otra... y otia... y el guerrero no
vuelve, y el espíritu de la muerte se acerca mas y mas sobre la frente de Usua.
Su mejilla está pálida como la blanca piedra de unatumba que ilumina la luz de la luna
sus débiles pieraas
tiemblan al peso del cuerpo como las yerbas marinas al paso de las corrientes.... su mirada es triste como el último
rayo del sol de otoño, que se quiebra moribundo en los blanquecinos peñascos de Amboto.
Sus hermaons, las doncellas de los valles cercanos, la
rodean, la acarician y la dicen:
—«¡Oh! tú la mas hermosa, y mas querida de las virge"Oes de las montañas, no dejes 'lue caigan asi tus dias entre
wrecue dos y lágrimas. ¡Alégrate, y ven con nosotras'»
•'Correremos por las faldas de Oriamondi, persiguiendo á
»los cerbatíllos C| e Juegan entre sus jaros!"
«¡Bajaremos alas praderas á recojer flores para tu 'reiite,,
'•y luego iremos á los batzares á'bailar y cantar cou los va"líentes guerreros que viven en nuestros ojos!»
«¡.Ay! cuántos que ahora se apartan á la espesura del
«bo.sque por ocultar sus lágrimas, sonreirían dichosos si les
"llevara una e.speranza la tórtola de Urumea! ¡Ven, U^sua, y
"Olvida al ingrato que abandona los valles de la patria y su
«amada por mujeres y tierras extrajeras!»
(Se continuará.)
JüAW V. ARAQUISTAIN.
(1) Usu». En vascuence: Paloma.
LA ÁMÉBICA.
14
III.
SOITETO.
¿Qué fueron al gran Carlos sus hazañas
¿Por qué funesto error, por qué demencia
en la celda de Yuste recojido?
hemos venido á tan infanie estado
El quiso relegarlas al olvido
que á disfrazar las llagas del pecado
y ellas emponzoñaban sus entrañas.
no basta ya la hipócrita apatiencia?
Suele el que nace humilde en las cabanas
I.a virtud, la hidalguía, en la experiencia
olvidar la pobreza en que ha nacido
de su estéril valor se nan estrellado,
por el lucro del mar embravecido,
y mi patria infeliz es ya un mercado
por el precio de sangre en las campañas.
•n que se vende á gritos la conciencia.
Mas el que noble enalteció su historia
No hay gloria, no hay dolor, no hay sacrificio
sin procurar fortuna envilecida
que por viles parásitos hambrientos
ni envidiar de los Césares la gloria,
¿o se convierta en propio beneficio:
Un solitario albergue le convida
Y la gangrena avanza por momentos,
á esperar sin tormento en la memoria
y bajo el ancho pedestal del vicio
la breve muerte de su larga vida.
restallan del Estado los cimientos.
Bilbao.—Mayo de 1885.
ANTONIO Ros DE OLANO.
A. GARCÍA GUTIÉRREZ.
ADIÓS
1 . I . A SBTA. D.' ELISA B E O L Ó Z A a A
Cuando con blanda sonrisa
el velo nupcial prepara
casto amor, que al pió del ara
ceñirá tu frente, Elisa,
no tu hermosura celebro
que en mas discretos cantares
ya ha loado el Manzanares
y preconizado el Ebro.
No tus preseas de novia,
aunque compradas quizá
según uso, mas allá
de lapuente de Behovia;
sólo las dotes del alma
aplaudo en ti por mas bellas;
bien que á otras, que no á ellas
otorga Madrid la palma.
Si de escribirte prescindo
un pomposo epitalamio
porque ya ni con andamio
puedo yo subir al Pindó,
No desdeñarás, lo só,
por humildes y sencillas
estas pobres redondillas
que te consagra mi fé;
y aunque merezca arpas dé oro
la que un padre mereció
que veneran como yó
el Parlamento y el Foro,
no temo que lleve á mal
mi buen amigo y paisano
este saludo riojano;
es decir, franco y leal.
De tu virtud sea premio
la ventura conyugal.
No la hay en el mundo igual:
créeme, que soy del gremio;
y auna uo tal felicidad
no haya de partir contigo,
consuelo será & mi amigo
en su triste soledad.
Ufeno del dulce si,
,
como tu padre, amoroso
te idolatrará tu esposo:
;_quién no te ha de amar á ti?
^ ' ¿Quién?... Callo antes que mi numen,
que fácilmente ,3e agota,
me haga incurrir en la nota
de impertinente. En resumen:
que Dios te colme de bienes
le pido con eficacia
j te dé toda su gracia,....
sobre la mucha que tienes.
MANUEL BRETÓN DE LOS HEBRERoew
ESr E L ALBX7K D E E L I S A . .
Improvisación.
"Si allá en la tranquila noche
oyes de un ¡ay! triste el eco,
es mi voz la que lo exhala,
es el ¡ay! de los recuerdos.
Si cuando las tristes lámparas
esparcen sus rayos trémulos
en el bosque de columnas,
que reñeja sus destellos,
ves una pálida sombra
entre tus ámbitos luengos,
es ¡ay! mezquita querida
la sombra de los recuerdos:
Soy yo que cruzo el espacio
en alas de mi deseo,
y en tu imponente recinto
con santo temor penetro:
yo, que miro en tí la obra
que ha de respetar el tiempo,
•y al cruzar bajo tus arcos
también inmortal me creo...
Si allá en la tranquila noche
oyes de un ¡ay! triste el eco,
i», es mi voz la que lo exhala,
es el ¡ay! de los recuerdos.
J u n o ALARCÓN Y MELENDEZ.
FÁBULA!
Para gozar de plácidos instantes,
tuvo Juana un amante, dos amantes,
tres amantes. ¿Qué digo? Casquivana,
muchísimos amantes tuvo Juana.
Fama cobró por singular veleta
de coqueta, y aun mas que de coqueta;
mas ella prosiguió con tal denuedo
que todos la tildaban con el dedo.
Todo el mundo declaí «Esa muchacha;
por mas que tenga seductora facha,
no puede ya en la vida hallar un hombre
que darla quiera con su amor un nombre.»
Y todo el mundo se engañó, no obstante,
pues después de un amantey otro amante,
y otros cien que de Juana en detrimento
publicaban mil cosas que no cuento,
llegó a Pepe su turno, el gual ansioso
de merecer el título de esposo,
halló á Juana tan púdica y tan bella
que acto continuo se casó con ella.
Y bien, caro lector, este relato
no prueba que sea Pepe un mentecato:
solo prueba el refrán que hoy está en boga,
' de que el último mono es quien se ahoga.
JUAN M . VILLERO AS.
Á ELISA D E O L Ó Z A O A ,
ANTES DE SUS BODAS.
E L DUeUE DE RlVAS.
SONETOS.
Del mundo la áspera senda
no ha lastimado aun tu pié;
auri, en la humana contienda,
e la inocencia y la fé
evas la mágica venda.
Aun tu pensamiento ufano
bienes quiméricos fragua,
cual niño que, al mar.cercano,
quiere cojer con la mano
la imagen que está en el agua.
Aun, cual arroyo en la cima,
sobre asperezas resbalas;
y si el mundo te lastima
pasas luego por encima
ae la ilusión en las alas...
Pero adivinaste un dia
que esa dorada ilusión
de luz, de inocencia y calma
deleita la fantasía
pero sin llenar el alma:
que hay naturalezas dos
en tu misterioso ser,
y el lazo no has de romper
con que ató por siempre Dios
el angela la mujer...
Y hoy tu corazón encierra
de amor el noble delirio,
sin preguntar si en la tierra
el amor es paz ó es guerra,
si es ventura ó si es martirio.
¿Por qué ocultarlo? Es verdad
que siempre en fatal empeño
encuentra la humanidad
el sveño sin realidad
y la realidad sin sueño:
es verdad que, como flor
junto al borde dé un abiámo,
cerca están risa y dolor,
* y que el sueño del amor
vale mas que el amor mismo;
á
Mas precio en este valle y pobre aldea
términos de mi vida peregrina,
despertar cuando el alba matutina
las copas de los árboles menea.
Y al volver de mi rústieatarea
ora en la tarde cuando el sol declina
mirar desde esta fuente cristalina
el humo de mi humilde chimenea,
Que en la rodante máquina lanzado
cruzar como centella por los montes,
pasar como relámpago el poblado:
Y asi robando al ptíndulo un segundo
para hender los finitos horizontes
sentir la nada al abarcar el mundo.
II.
Hay junto á la ventana de mi estancia
un laurel de la sombra protegido
en donde guarda un ruiseñor su nido
apenas de mi mano á la distancia.
Y entre el verde follaje y la*fragancia
celoso, ufano, amante requerido
dice su amor con lánguido quejido
y dulce y elevada consonancia.
Las horas de la nocho una tras una
en solitaria hilera huyendo el dia
siguen el curso ala encantada luna:
Y en este apartamiento el alma mia
goza sin envidiar cosa ninguna
da su quieta y feliz melancolía.
Florón que con cintas ata
el Genil, que se dilata
por bosques de tulipanes:
canastillo de arrayanes
envuelto en redes de plata.
•
De arroyos y fuentes mil
orlada con ricas blondas,
cuna del florido abril,
donde el Darro y el Genil
mecen y arruUaii sus ondas.
,
»
Fanal de gayos colores,
pintada concha de flores
entre guirnaldas de eépumas:
nido que tegieron plumas
de cisnes y ruiseñores.
LEOPOIJDO AUGUSTO DE CUETO.
(1864)
Matizadas, deleitosas
son sus praderas humÜrosas
que al Edem roban las galas,
mantos bordados con alas
de brillantes mariposas.
EN EL ÁLBUM DE MABIA,
VIZCONDESA DE ROS.
- Á LA MEZQUITA DE CÓRDOBA.
Si hoy á la voz de la amistad no cedo
es porque el peso de la edad me abruma:
perdona mi silencio: ya no puedo
mover el pensamiento ni la pluma.
(ises)
pero el dolor mas agudo
halla en el amor consuelo:
da rienda á t u dulce anhelo,
que amor es el solo nudo
que une la tierra y el cielo.
Si nuestra vida acompañan
pena, azar, lucha. Inquietud,
y el cielo del alma empañan,
hay cosas que nunca engañan:
la ternura y la virtud.
Son astros del corazón;
y serán, si á ellos unida
va tu celeste ilusión,
un santo ejemplo tu unión
y un sueño de amor t u vida.
•No busques la diclia ansiosa:
»nadlo la dicha nos dj:
•la dlcliu es Uor misteriosa
»quo 011 o corazón reposa
•del quo i)uscándoia va.»
Esto dije yo, María,
cuando abrazado á mi fé
sin esperanza vivía
de encontrar (pues la encontré)
un alma igual á la mia.
En el álbum lo escribí
de una niña... y me arrepiento;
pues hoy sé, y lo sé por mí,
que la engañé en el momento
en que enseñarla creí.
Que si es profunda sentencia,
que no hay dicha en la existencia
como ver mirarse en calma
el cielo de nuestra alma
en el mar de la conciencia',
pruébase mayor consuelo
si amor el amor inspira
y, ufanas de un mismo anhelo,
un alma en otra se mira
como un.cielo en otro cielo.
Y es venturanza sin par,
*
en el goío y el pesar
ver juntas y confundidas
en una vida dos vidas,
como un mar en otro mar.
Desconocí, pues, María,
la mas hermosa verdad
cuando á la niña decía
que solo en sí encontrarla
contento y felicidad.
Negué la mayor ventura
que el alma le debe á Dios:
dejar su cárcel oscura,
fundirse en otra alma pura
y hacer una de las dos.
Negué lo que luego vi
que Gonzalo hallaba en tí,
ae su honra y amor espejo...
Negué... lo que siento en mi
hoy que principio á ser viejo.
¡Pensiles! ¡luz! ¡armonía!
¿por qué así se engalanaba
tierra y cíelo? parecía
que el cielo se sonreía
mientras la tierra cantaba.
Callan auras, fuentes, aves,
y el canto de los querubes:
como en el mar blancas naves,
hienden el espacio suaves
dos ángeles en dos nubes.
Envuelto en gasas moradas,
orlada la sien de lirio,
en copas emponzoñadas
coronas ensangrentadas
alza el ángel <fel martirio.
Lleva otro ángel hechicero,
de los cielos mensajero,
en una mano una palma,
y en la otra un limpio lucero,
y dentro el lucero un alma!
—¿Quién me alentará?—La Fé:
del mundo en triunfal victoria
te alzarás; por ti vendré
y ante Dios te llevaré.
—¿Y quién eres tú?—La Gloria.
su ALMA. .
¿Qué antorcha inundando el viento
incendia y rasga el espacio? •
De ángeles suena el concento,
las luces del firmamento
rielan en mar de topacio.
Fértil pradera anchurosa
que entre cien montes se encierra,
pues de sus galas celosa
á encadenarla orgullosa
se alzó gigante la sierra.
De sus sierras elevadas
sobre las faldas pintadas
sus sombras son extendidos
gigantes que allí escondidos
guardan sus glorias preciadas.
—Tú á los cielos volverás.
—¡Ah! ¡ten de mí compasión!
—Tú de Dios la alcanzarás,
porque de un pueblo serás
el ángel de redención.
MARIANA PINEDA.
Como entre montes de albores
el pintado espacio hiende
aéreo valle de colores,
así entre sierras de flores
pintada vega se extiende.
Si no hay clarín ni atambores>
por los prados y las lomas
susurra el auna en las flores,
y trinan los ruiseñores
y se arrullan las palomas.
—¿A dónde voy?—A la tierra.
—¿Y allí qué hay?—Llanto y desvelo.
—¿Qué me aguarda?—Solo encierra
para tí amarguras, guerra!
—Pues deja qu» vuelva al cielo.
PEDRO ANTONIO DE ALARCON.
Sobre una vega florida
paró el vuelo suspendida,
cual corona iluminada
de una ciudad encantada
solo en sueños concebida.
Y parecen sus palmeras
de jazmín y enredaderas
columpiando los florones,
de arrayan entre torreones
empavesadas barderas.
Y al lucero esplendoroso
cercó impenetrable nube,
y como el eco armonioso
de arpa lejana, amoroso
así habló un eco al querube.
Comprendo, por consiguiente,
y alborozado bendigo
la dicha que t u alma siente
unida tan tiernamente
con el alma de mi amigo.
Comprendo, sí, amiga mia,
(ahora verás sí soy malo)
con qu^ inefable alegría
él te llamará Gorezafc
y t ú le dirás Maria.
Y só que amantes, serenos,
pasareis de bendición
ochenta años por lo menos,
si tomáis la precaución
de seguir siendo muy buenos.
Es la noche: entre el coral
de incendiados arreboles
se alza una aurora boreal,
y el iris su arco triunfal
orla con luz de cien soles.
Y es su círculo anchuroso'
guerrera plaza almenada,
la sierra el muro orgulloso,
el ancho Genil su foso
y su escudo real Granada.
'•
Mi hermana nacistes, alma;
siempre te amé con delirio,
deja que te adore en calma.
—No, yo te daré su palma.
—¿Y quién eres tú?—El Martirio.
—Dame esa palma anhelada.
—La arrancó Dios del Edem
para tí: en hieles bañada
has de alzar antes orlada
con mi corona tu sien.
No habrá una hora de bonanza
en tu terrenal historia;
yo soy tu única esi)eranza:
que siempre el martirio alcanza
la diadema de la gloria.—
Y de nuevo aves y fuentes,
céfiros y querubines
alzan su voz elocuentes,
y las paradas corrientes
á bordar van los jardines.
Y trajo esa alma encantada
á un pueblo la bendición;
]fior de los cielos cortada!
¡y es de la oriental Granada
el ángel de redención!
EDUARDO ASQUERINO.
1849.—(Inédita.)
15
CRÓN'CA. HISPANO-AMERICANA.
PILOOR/IS DEHAUT. — Eltl
nu«Ta combinación, fundada sobra principios no conocidos por
loa medicas mtignot, llena, coa
i ana precisión digna de atención,
I todas lascondicioiiesdel problema
I del me licamento purgante.— Al
' reres de olroi purgativos, este no
obra bien sino cuando se toma
con muy bncnot alimentos y bebidas fortificantes. Su efecto ei
sejuro, al pa.so que no lo es el
agua de iSeuiiu r otros purgativos. Ei fácil arreglar la dosis,
Mgnn la edad 6 la fuerza de las personas. Los niños, los aneianoi 7 los enfermos debilitados lo soportan sin dificultad.
Cada cual escoje , para purgarse, lo Hora y la comida qu«
Bujor le covengan aegnn sus ocupaciones. La molestia qua
Bausa el purgante , estando completamente anulada p r l i
buena alimentación, no se halla reparo alguno en purgarse,
euando haya necesidad.—Los médicos que emplean este medio
no encuentran enfermos que se niegnen i purgarse so preteit»
i» mal gusto 6 por temor de debilitarse. Lo dilatado del tratamiento no es tampoco un obstáculo, y cuando el mal eiije,
Eir ejemplo, el purgarse veinte veces seguidas, no se tien»
mor de verse obligado á suspenderlo antes de concluirlp. —
Catas ventajas son tanto mas preciosas, cnanto que se trata da
jnfermedadea serias, como tumores, obstrucciones, afeccione»
eutáneas, catarros, y muchas oteas reputadas inonrable»,
•ero que ceden á una purgación regular y reiterada poi largo
tiempo. Véase la Instrucción muy detallada que se da gratis,
*n París, farmacia del doctor Dehant. y en todas las bueau
bimaciaa d< Europa y America. Cajas da to >••, y de 10 n .
Depósllos generaos en Madrid.—Simón, Calderón,
—Ksco ar.—Sefiores porrell, hertnanos.—.Moreno Hlquel.
—Ulzurrun; y en las provlnclas^os principales farma«éutlcos.
•
dadespara trajes hechos por medida. V«Dt*
al por menor, a tos mismos prados qua it
por mayor. Se habla español.
ENFERMEDADES SECRETAS
VEJIGATORIOS
CURADAS PRONTA T BADICALMEXTB CON EL
VINO DE ZARZAPARRILLA Y LOS BOLOS OE ARMENIA
CH, ALBERT
DB
PARÍS
DOCTOR
Kedieo de la Facultad de Parit, profetor de Medicina, Farmacia y Botánica, ex-farmaeéutieo de
los hospitales de París, agraciado con varia» medallas y recompensas nacionales, etc., etc.
El VIWO tan afamado del Dr. Cu, A L B E R T lo
Los B O I - 0 « del Dr. C H . A I - B E H I curan
prescriben los médicos mas afamados como el B e p u r a t l v é pronta y radicalmente las Cíonorreaik aun
las
rebeldes é inveterada», — Obran
po^r eMelencia para curar las E n f e r m e d a d e » secretaaa con mas
la mis"': ¿ücacia para la curación de las
=js inveleiiisi, >»s t l c e r a i i , H e r p e » , Kaerofiilaa, F l o r e * BlanesM y las O p i l a c l o n e a de las
G r a n o * y todas las tcrinoBias de i» siügíü y de los tratares. mujeres,
Et TUATAMIKWTO del Doctor C u . A I . B K R T . elevado á la altuia de los progresos de la
ciencia, se halla exento de mercurio, evitando por lo tanto sus peligros; es facilísimo de seguir
tanto en «ícreío-como en viaje, sin que moleste en nada al enfermo; muy poco costoso, y puede
seguirse en todos los climas y estaciones": su superioridad y eficacia están justificadas por treinta
año» de un éxito lisongero. — {Víanse la» instruccionei que ctcompañan.)
JD E P O S I T O
Kcncral
e n Paria,
r u c
MoniorKuclI,
IB
Lauoratorios de Calderón, Simón. Escolar. Somolinos.—Alicante, Soler y Estruch; Barceio ,
Martí y Artiga; Bejar, Rodríguez y Martin; Cádiz, D Antonio Luengo; Coruna, Moreno; Almena,
Gómez Zalavera; Cáceres, Salas; Málaga, D. Pablo Prolongo; Murcia, (fuerra; Palencia, íuentes;
Vitoria, Are laño; Zaragoza, Esteban y Esnarzega; Burgos Lallera; Córdoba, Haya; Vigo, Aguiaz;
Oviedo, Díaz Arguelles; Gijon, Cuesta; Albacete, González Rubio; Valladolid, González y Reguera; Valencia, í^. Vicente Marín; Santander, Corpas.
SA.CARURO DE ACEITE DE IirGlDO DE BACALAO
MEDALLADELAfo¡
sociedad de Ciencias Industr,. .
de l'arís. No mas cabellos b™'
COS. Melanogene, tintura P""^
escelencla , Diccquemare-A'''o
que reemplaza ventajosamente
el aceite de hígado de bacalao.
de Itouen (Francia) para te"lr
:il minuto de lodos colores los
C A S A W A R T O N , 68, RUÉ D E R I C H E L I E ü , P A R Í S .
•iibellos y la barba sin ningún
leligro para la piel y sin ningún
')
or. Esta tintura es superior
U eficacia del aceite de hígado de oacalao está reconocida por todos l o s
ii
todas las empleadas hasta
médicos; pero su gust ircpugnaa e y naaieibuiido impide con frecuenciaque
hoy.
«1 estomago pyeda soportarlo, y entonces no solo deja de producir efecto beDepósito en París, 207, rué
néfico, sino ha-ítaes nocivo Un mjlico químico ha consiguido evitar estos
;aintUonoré. En Madrid.'Ca'grav 's inconvenientes prep irando el Sicarura de aceite de hígado de bacalao
iroux, peluquero, calle de la
x^Mp conserva todos los elementos del aceite de hígado de bacalao sin tener sn
.Montera: C ement, calle de Carsabor, uí olordasagradableí, conservaido todas as propíedade.s del aceite de retas Bui^^es, plaza d» Isabel II; Gentil Duguet
calle
de
Alcalá; Vlllonal calle de Fuenhiendo de bacalao —Estos polvos sacarinos, en razón de la estrema división
del aceite ensu preparación, son facilisímis asimilables en el organismo, y carral.
son, por consiguiente, bajo un pequsño volumen, maspoderoios que el aceite de hígado de bacalao en su es ado natural.—La soberana eficacia de
esteSacaruro para reconstrir lasalud en todos ios casos de debilidad del tem- para la cui-aclon de las hernias y descensos,
peramento ó de decaimiento de las fuerzas en los niñoe, los adultos y los an- que no se encuentra en casa de su Inventor
cianos, esta reconocida por los médicos mas distinguidos y probada por una «Knrique Biondetll.» honrado con catorce
larga esperiencia.-N B . - E s t o s polvos son también el mejor d;5 los vermifu- medallas por la sup riorldad de sus prog o s . - P r e c i o d e l a c a j a , ^ r e a l e s , y l 8 la media caja en E s p a ñ a . - V e n t a al ductos. También tiene suspensorios, medias
y cinturas para montar (carallepormavor: en Madna.- Esposiclon estranjera, calle Mayor, uúra. 10 Al Dor elistlcas
res.) Knrique Biondetll, rué Vlvlenne, numero 48, en París.
r"M?qtua,ie^der:reÍr/yl^'"^
' " " " ^ ' * ''^^^"«^<'' núm. T.-Mo^reD E L DOCTOR LE-THIERE,
NUEVO VENDAJE.
D'albespeyres
Todos llevan la firman del inventor, obra*
en a guoas horas, conserríindose Indefinidamente sus estuches metálicos: han s i do adaptadas en los hospitales civiles y
militares de Francia «por orden del Consejo
de >aiiidad y recomendados por notables
médicos de muchas naciones. El papel D'Alhespeyres, mantiene la supuración abundante y unitarme sin dolor ni olor. Cada caja
vaacompaitada do una instruclon escrita
en cinco lenguas. Exigir el nombre de DAIbespeyres en cada caja, y asegurarse de sa
procedencia, ün falsjticador ha sido condenado á un año de pr sion.
C-\I'SUL\> KAdülN de copalha puro »uperiores á todas las demás; curan solas j
siempre sin cansara! enfermo. Cada frasco
está envue lo con el Informe aprobativo «do
la Academia de medicina de franela,» quo
esplicaen francés, Ingés, alemán, español
é Italiano el medio de usarlas, las hay Igualmente combinadas con cubeba,ratania, nratico, hierio, etc. No dar fé mas que íi la firma Haquln para evitarlas falsillcaclonesdailostts o peligrosas. Todos estos productos so
espiden de i'arls, fáubourg-Saint-Denls, 8t
(farmacia D'Albespeyres) a los principales
farmacéutlco.s y drogueros de todos los
GASA
60T0Temperador
^rovmeaor
Oe ÜT. MT. et
~~1
FONDADA nc 1711
AGUA DENTRIFICA DE BOTOT
«PROBIO*
POR L * «CADCMUk
D I MEDICINA
y poP ! • C o i n i a l o n n o m c r a d a p o r 0 . K. e l IMInlatro d<M I n f r l o r
Este Dcnlrinro, tan oxtraordinnrio por sus bueno.» resultados y que tantos
benefleids reporta ft la humanidad hnreya mas de un siglo, se recomienda e s pecia Iminto para los r.uid.mos de la boca.
Precios : 24 r» el frasco; 14 r» el 1/2 fraico; 10 r» el 1/4 de frasco
VINAGRE SUPERIOR PARA EL TOCADOR
CODinueslo de zumo de plantas raras y de perfumes los mas suaves y exquisitos.
Este Vinagre es reputado como una de Jas mas brillantes conquistas do la
Perfumería.
. ,
_
, , ,« .
Precios: 11 r'el frasco; 8 r* el 1/2 frasco.
POLVOS DENTRIFICOS DE QUINA
Esta composición tan justamente apreciada , no contiene ningún ácido corrosivo. Usados iunt-mente con la verdadera A g u a d e Boto», constituyen la
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dientes.
Precloi: en caja de porcelana, 15 r*; en cqja de cartón, 9 r*.
Vs»4
EL PERFUMISTA M" OGER
VINO DE GILBERT SEGUIN,
Buulevard de Sélm: liipul, 36 flt. l).i, en
París, ofrece ;i su mim-'iosa clieiitcli un
Farmacéutico en PARÍS, rué Saint-Honoré, n* 378,
surtido de nws de •'>,0O0 ariíi:uto.\ vm iadns.
de entre los luiali's la clc^aiHe -uciftilad
esquina á la rué del Luxembourg.
prefiere : l a R o s e e d u P a r a d i s , exAprobado por la ACADSMI* DE MKD.CINA m: f',»Ris y empleándose por
tracto .superior paiii el pufiiiiilu; l'Oxy,
lUcrelo de 1S06 en los hospitales franceses de tierra y mar.
m e l m u l t i f l o r e , )a nieiui úv lfl.> íigiias
paní el tocadnr; e l V i n a r e d e p l a n Reemplaza ventajosamente las diversas preparaciones de Quinina !
ta» h i g i é n i c a s ; el Elixir odontoj contiene TODOS S U S paiNciPios ACTIVOS.
'
p h U e ; l a P o m a d a c e f á l i c a , contra
(Eaíroí/o del informe á la Academia de Medicina)
la calvicie ó calda del pi'ltj ; -los j«bi»ne.s
u . „ f l ' ? ' * " ' * *" éxito ya sea como aníi-periódicn
para cortar
a u B o u q u e t d e F r a u c e ; AJcea
las calenturas y e v i u r las recaídas, , a sea como íórávo v A r í i Rosea; Jabón aurora;la Pomada
V e l o u r B ; l a R o s e e d e s L y s parala
flcantoen la^ convalecencias, pobreza de ¡a sangrT''tí>ÍdJ
senil
tez y el Agua V e r b e n a .
enferme lades nerviosas, ptc. IVcr.n. .^n rp«lc< pl Irasco " " " ' " " " ' |
Todos estos artículos se encuenlian en
ler'^filfi^if^'*^^'"'", Encobar. Ulzurrun SomoIinos.-AIicante, Sola Exposición listratigeia,
calle Major,
n* 10 en Madrid y en Provincias, en
C^¿i7 n,.nt'n « 9 " f ' e ^ : Barcelona, IVIarti y Padró; Cáceres, Salas;
casa de sus Depositarios.
ñ t R.i.^^c'r
" n"'*''^*^.í' >'-taa;jni. üortina; Badajoz. Ordol
v I t ó r i a T e i l a i o *'
' *^'''"' * ^ ' ' ' ' ' Sevilla,''Troyaiio;
I
PILDOKASDE CMiBOWTO DE HIERRO
INALTERABLE,
B.Al.SA.MICO DE
DEL DOCTOR BLAUD,
miembro consultor de la Academia de Medicina de Francia.
Sin mencionar aauí todos lo.s elogios que han hecho de este medicamento
la mayor parte de los módicos m is célebres que se conocen, diremos solamente que en la sesión de la Academia de Medicina del 1 " de mayo de 1838 el
doctor DouMs presidente de este sabio cuerpo, s j esplicaba en los términos
«En los 35 años que ejerzo a medicina, ha reconocido en las otidora»
g o ^ o m o " e f r e j o " r . ? ' ' ' " ^ ' ' ' '"''''
' " ' ° ' ' " ' ^'"^^^ ferruginosos y fas teS-
^•n?'!; p'.^"í;''*'"^^*v'*°^í'";^" Medicina, profesor de la Facultad de MedidiSho
miembrode la Academia itnperial do Medicina, etc., etc , ha
«Es una de las mas simples, de las mejores y de las mas económicas
preparaciones ferruginosas.»
•"
j "= «
u»:. ci-unoraicas
Los tratados y los periódicos de Medicina, formulario magistral nara
313, han confirmado desde en-onces estas notables p a t b T a s q f r u n a experiencia química de 30 anos no ha desmentido
, H
"» <=ape
Besuíta de esto qtie la preparación que „os ocupa, es considerada hoy
por los médicos mas distinguido»de Francia y del estranjero como la tnas
eficaz y la hia;,económica para curar los coloros pálidos (opilación, enfermedad de lasiovenes.)
"^
. 1 c.
. Precios: el frasco de 200 pildoras plateadas, 24 rs.; el medio frasco ídem
ídem 14.
.
'
Di"igirje para las condiciones de depósitoá MR. A. BLAUD, sobrino
farmacéutico de la facultad de París en Báaucaire (Oar I Francia ) DBDÓ
sitos en Madrid, Escolar, plazuela del A i^el, 7; Cald-ron, '^rincioe i Jen provincias, los depositaros de 11 E<r>o<icion Estraniera.
'
GRAN ALMACÉN DE LENCERÍA..
f K a " *^*"*'^' ^^ manufacturas francesas. Venta por mayor aprecio de
Especialidad en mantelería, sábanas y otroiS artículos para casa, telas
pañuelos ajuares y rega os, sederías, ropa blanca de odas clases e¿ca ¿s'
-cortiniines. especia i d a l en camisas park hombres, para señoras y „iáos
Telas blancas de algodón de hilo, calico«t y madapolans á precios reduc r u r d o V c ^ o n l T a i ^ r ' I L Í r " " ^ ' ' - • P - ^ » ^ - i f «<> «^^ - ' « " ^ - e el
B o u l I v \ T d r c . ' ^ r c r n 7 s " X t ^ r 6 ^ T a ' r í f MessieursMEüNIER y C o m p
En Madrid en la Exposición Extraoiera cali» TWa»nr mim ifl- «A ha.
Hfni(iicHlirn un Amiens
[Francia).
Vn;síT\u¡
()or las celebridades
iiii;(li('.a.s para iMjrubatir la t o s ,
rüiiiiiillzü y (lemas e n f e n u e d a d e s
(Id pftclio
l'recioL'ii Kriflicia, frasco,2 Irs 25.
—
Ksiiaiia. I i reales
fttitst
vid»
El comprador deberá exigir rigorosa- ^
^ y ^ „ rvj
mente, en cada uno de estos tres pro- ^ ^ ^ ^
\-í/r(a.
duelos, esta inscripción y Arma.
^
^
¿^
AUMMlEaiBB «D Parto i « I , nM ds HITOII. AÜTES : a. ru* Coq-IUroa
DEPOSITO : 5, BODLEVAHD DRS ITALIENS
véndense en MADRID, en la Exposición eslranjert, eiile Mayor, n< 10 ¡ en Proviadas.
^
'
en casa de sos Corresponsales.
GOTA Y REUMA lISMOK éxllo que hace mas de 30aiiosobtiene el método del doctor LAVILLK déla Facultad da
Medicina de l'arls. ha valido a su autor la aprobación de .as primeras notabilidades médicas.
Este medicamento consiste en licor y pildoras. La eficacia de primerees tal, que bastan dos ó tres cucharadltas de caré para quitar el dol ir por violento que sea, y las pildoras
evitan quese renueven osataques.
Para probar que estos resultados tan notab'es no se deben sino » la elección délas sustancias enteramonte especia es, debemos consignar que a receta ha sido publicada y aprobada por el Jefe do los tralm¡os químicos de la Facultad de viediclna de París, el cual ha
declarado (juües una dichosa asociación para obtener el objeto que ha propuesto.
Estas formulas ó recetas han recibido si asi puede ducirsef. una sanción oficial puesta
quo han sido publicadas en el anuario de iSOi del eminente profesor Houctiaidat, c lyoscUsicos f.irmularlosson considerados con suma justicia como un segundo cudigo para la medicina y farmacia de Kuropa
Puede examinarse también las noticias o Informes y os honrosos testimonios contenidos en un pequerio folleto que se halla en los moillcamenlos. París pormavor. casaMcnler, 37. rué ,>ialnte Croix de la Bretonnerie. 'ladrld, por menor, Calderón, Principe 13; ••scoliir plaza del .\n2el ;; y en prorliicias os depositarlo^ do a Esposlclon estranjera, calla
Mayor ntimero 10. Precio 48 rs. las plld iras e lj{ual precio el licor.
Nota. Las personas que de.soon los foletos se les-daiin gratis en os depósitos de los
medlcamenios.
l'KEVJENK V UUIíA KL
m a r e o d e l mar, el c ó l e r a
apoplegia, vapores, vérti08, debi'idacles,síncopes,
esvancciinieu o s , l e t a r ,gos,
palpitaciones, cóli'olores de e s t í i m a g o ,
.stiones, picadura d a
I M O S Q U I I O S y otros i n Depiisltos: vadrid. Calderón, Principe 13;
J^ectos. Fortilica á las m u Ksco ar, Biaza del Ángel 7.—Provincias, los
depositarios de la Eicposlclon Estranjera;
r j c r e s q u e trabajan rau5ho,
Calle Mayor, ntim. l(i.
preserva de ¡os lualus aireN y de la peste, cicatriza prontamente las l l a g a s ,
c u r a l a g a n g r e n a , los tumores fríos, e t c . — ( V é a s e el prospecto.) Esta a g u a ,
Recordamos á los médicos ciiyas v i r t u d e s son conocidas hac mas de dos s i g l o s , e s única a u t o r i z a d a p o r
líos servicios que la POM4»Á el g o b i e r n o y la facultad d e m e d i c i n a con la i n s p e c c i ó n d e la cual s e fabrica
^t!4TI-0PTALMICV de la VIU- V Ao ífdo nríDií ffiaiío cuofro veces por el g o b i e r n o francijs y o b t e n i d o una m e d a DA FA LViK I, (iriista en toda.s las afeccio- lla sn ta Esposicion U n i v e r s a l d e Londres d e 1862.—Varias s e n t e n c i a s obtenines de los ojos y de las pupilas: un siglo de das contra s u s falsificadores, considi-rarán á M. B O VER la propiedad esclusfesperienciis favorables prueba su eficacia v a d e esta a g u a y reconocen con aquei a corporación s u superioridad.
en las oftálmicas cnlnicas purulentas (mateE n París, n ú m . 14, r u é T a r a n n e . — V e n t a s por menor Calderón, Príncipe,
rlosas) V sobre lodoen la oftalmía dicha ml^
litar. (Informe (iel;i Escuela do Hedirlna d* 13; Escobar, plazu l a del Á n g e l . — E n provincias: Alicante, S o er.—Barcelona,
Parisdel 3U de Julio de 1807.
Marti y los principales farmacéuticos d e e s t a c i u d a d . — P r e c i o , 6 rs.
—Decreto
Imperial.)
Caracteres exteriores qae
Tratamiento fácil «le (eKiili-He e n «ccrelo y « u n en viaje.
debeoexl-
§
EAUOCMCLISSCOES CARMESÍ
BOYCI^ _
\ft.VXZ
TAPANNE.I^.
CURACIÓN PRONTA \ NECIRA DE LAS ESFEBIIEDADES CONTAtlOSAS
llrse: El bote cubierto con un papel blanco,
flado
leva la llrma puesta mas arriba y sobre el
las letras V. F., con prospectos detalla-
Cerlillcados de
los .SS. RicuBD,
DíSBÜEI-líS r CUlLKHictt, oirntanoí
en gefe de lo>
dcparlamentvs de
en feroiedades contagtosaa de loa
hospitales de Parla,
y de los cuales resulta que las Cipsutás Hothes han
producido siempre
lus mejores efecto*
|ue loa médica*
debí)en propagar
ursu
su
aso para «1 tra-
dos.—Denósitos: Francia; para las ventas por
majior, Phillppe l'euller, farmacéutico i¡ Thlviers, (Bordogne). r.spafia; en Madrid, Ca deron, Príncipe 13, y Escolar, plazuela del AnWl 7 y en provincias los depositarlos de la
Exposición Extranjera.
A LA GRANDE MAISON. 5, 7 y 9, r«e Croix des
en Parit.
pettiíckampt
.
„'•• •ns'^vaita manufactura de confección
para hombrea. Surtido considerable d« nova-
Uadenlo de e t u elais de enfermedadei.
'T
16
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II, rué de la Paix^ París.
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de inglateiru, el liey y la Reina de Kavicra,
de S. A., i. la princesa Matilde y debS. AA.
RH. el duque Maximilia/io y la iir.iicesa Luí-
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Condecorado con la cruz de la Legión de
Honor, proveedor de S. M. /a reina de España, de S. M. el emperador de los franceses,
de S. M. la reina de Inglaterra, de S. M. el rey
de I recia, etc. etc., premiado con 20 medallas
de honor en las exposiciones por la superioridad de sus instrumentos, especialmente de su
piano mecánico, que permite, sin ser mdlico,
tocar inmediatamente y con perfección toda
clase de música.
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SIX
^yAizmru^fys^^
LA SOMBRERERÍA
Richelieu 87, en París, goza
<?»
de reputación europea, justamente merecida por su esme-
6& de Iiiivi6r3.
*.VV
••alali-Boynl
y^
J"
<» >\j'oiir IM yMratMjrjS' ^ ^ "
quianos y por el esquisito gusto de sus modelos de sombreros adoptados siempre por los
elegantes.
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Puede verse uno como modelo en la Esposi
clon estranjera, calle «ayor. número 10
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C. A. Saavedra.
El Ingpniero Ducray-Chevallier, es
único sucesor del establecimiento funParís, 97, r u é Richelieu, Madrid,
dado por su familia en 1840. Torre del
''elój de Palacio , ahora plaza del núm. 10, calle Mayor, mas conocida
Puente nuevo. 15 en París, enfrente por Esposicion Extranjera, se eticarde la estatua de Enrique IV.—Ins- [a de los giros y negociación de vatrumentos de óptica, de física, de ma- Íores entre España, Paris y Londres
temáticas de m a r i n a y de mineralogía y demás capitales de Europa,
PARÍS, NÜM. 4, RI;E MENARS
Trajes de visita, de baile, de corte
cana.stillas de boda.trouscax. Espedíclon de todos los artículos concernientes á la toilettedeseñoras.
Este establecimiento que es uno
de los mas importantes de los que
existen de diez años á esta parte, ensancha cada dia mas sus relaciones,
efecto del buen gusto, acertada ejecución y honradez que prenden i su
dirección.
5 PASAGE DE PANORAMAS,
ÁLAMAILEDBSINDBS
Especialidad de foulars
paravestidotypanuetot
26 pasuge Vrrdeau, 26.
Esta casa es la mas Importante y la única en
que 90 hallan los mas
hermosos y variados
.surtidos de vestidos de tourlard.
Proveedor de varlascértes.
Casa de cnnllania; te envían franco muestras si se piden.
*
A L'OMBRE DU VRAI.
5 rué Vivienne, Paris
prés le palaíB Boyal.
IM TAC ON.
Joyería, piedras finas y perlas.
Salen para la venta, piso I . '
E n t r a a a particular.
CnAN GAlF.niA, KÚM. 5, FARIS.
A n t i g u a casa B r a s s e u x , B E L T Z ^
sucesor.
Medallas de honor en las esposiciones
( í r a b a d o r d e S. A. I. la Princesa
Matilde.
Grabados en piedras finas y metales, tarjetas, etc.
I
Especialidad en sortijas llamadas
Chcvalier; y objetos de capricho.
!
PARÍS.
PRIVILEGIOS DE
Los cuentos de Perravit, ilustraI N V E N t I C N . C. A. SAA
dos por G Doró, wn magnifico tomo
V E D R A . - M a d r i d , 10,
calle Mayor.—Faris, 97 en folio con 13 hermosas láminas.
Hi. torta de los orígenes del Crisrué de Piche ieu.—Esta
casa viene ocupándose tianismo por Ernesto Reunn, t r a d u c A LA C O D É I N A .
muchos años de la obten- ción de De la Vega, u n tomo.
ción y venta dejprivi eRecomendados por todo» los Médicos contra la gripe, el catarro, el garrotillo y
glos de invención y de intodas las initacionet del pecho, acojidos perfectamente por todos los enfermos que
troducción, tanto en E s ,; ELIXIR ANTI-REUMATISMAL
paña como en el extranje- ' del difunto Sarrazin,
obtienen con ellos alivio inmediato á sus dolencias, el Jarabe y la Pasta de Berihé
farmacéutico
ro con arreglo á sus tari i
han dispertado la codicia de los falsificadores.
PHEPAHADO POR MICHEL.
fas de gas-tos comprendí,
FARMACÉUTICO EN AIX
Para que desaparezcan estas sustituciones censurables en
dos los derechos que cada i
(Proveiice )
alto grado, prevenimos que se evitara iodo fraude exigiendo'
nación ,icne lijados. Se i
encarga de traducir las
Durante nmchos años, las afecciosobre cada produelo de Codéina el nombre de Berihé en la '
descripcionos, remitir los noH reumatismales no han encontrado
forma siguiente :
;>»•«««<«•. unrMt *> u/iumM.
dip ornas- También se ocu- en la medicina ordinaria sino poco
pa de la venta y cesión de
Jc^ito
geiurnl ftwa MENIEH, en Paris, 3 7 , rué Sainle-Croix
estos privilegios, asi co ó ningún alivio, estando entregadas
de la Bretonnerie.
las mas de las veces á la especulación
mo de ponerlos en ejecn
cion l!«nando todas las de los empíricos. L a causa de no haDepó.sitos en VM,Má, Calderón, Príncipe, 13, Moreno Miquel, Arenal 6, E s c o l a t pla- formalidades necesarias. j ber obtenidonipgun éxito en la c u r a zuela del Anjel, 7, y en provincias,los depositarios de la E.xposicion E x t r a n g e r a .
I clon de estas enfermedades, ha coni sistido en los remedios que no combaI tian mas que la afección local, sin poLIBROS EN VENTA EN PARÍS
I der destruir el germen, y que en una
La San Felice, novela por Alejan- I palabra, obraban sobre los efectos sin
dro D u m a s tniduccion a e Garrido I alcanzar la causa.
de la Vega; cuatro tomos.
'
Elelixiranti-reumatismal, que nos
La hrrmosa Gabriela, novela por hacemos un deber de recomendar aquí
CARGÁNDOSE POR L A C U L A L A .
A u g u s t o Maquet, t r a d u c i d a por v a - ' 'ataca siempre victoriosamente los vide la'sangre, ünicooiígen y prinlens; u n tomo en c u a r t o c o n 15 g r a - cios
cipio de las oftalmías rei'matismales,
Se vende en casa de L E P ^ G E OUTIER, en Paris, r u é Richnlieu, 11. ; bados.
de los isquiáticos, neuralgias faciales
La casa del lanero, novela por ó inte.'-tinales. de lumbagia, etc., etc.;
Escopetas q u e se cargan por la culata, llamadas. Sistema á broche Lei
A
u
g
u
s
t
o
M
a
q
u
e
t
,
traducida
por
y enfinde los tumores blancos, de esos
faucleux de 'dos tiros, de 200 á 600 francos.
, , ^
Saenzde ürniíca; u n tomo en cuarto dolores vagcis, errantes, que circulan
Del m i s m o sistema, de u n tircí, desde 125 franc s en adelante.
en as articulaciones.
Escopetas de u n nuevo modelo llamadas de percusión, en el centro de con 8 g r a b a d o s .
prospecto, que vaunido al frasLa dama de las Camslias. po" Ale- co, Un
300 á 700 francos.
'
,
i
„
que no cuesta mas que 10 francos,
jandro
D
u
m
a
s
,
hijo,
ilu.etrado
por
para un tratamiento de diez dias,_ inE n fin, rewolveres de todos los modelos perfeccionados, y entre ellos
los rewolver» del invento", privilegiado, q u e se cargan con cartuchos q u e Gavarni, u n t o m o en 8 . ° con 20 d i - dica las reglas que han de seguirse
bujos.
para asegurar los resultados.
pueden servir.indeflnidBmente en todos los paises de: m u n d o llenándoles
Depósitos en París, en casa de m e El marqués de Villeme>\ comedia
de nuevo del pólvora y poniéiidoles cebo y bula, poique el cuht puede ser- de J . Sand, t r a d u c i d a por De la Ve- nier.—Precio en España, 40 r s — I J e vir siempre.
, . .,
. .
-n Í •
pósitos, Madri4. p o ' mayor, Esposiga, u n lindo t o m o .
¿ion estranjera, calle Mayor, numeLos prospectos con dibujos se distribuyen en la Exposición Extranjera,
Mafidalena, por Pablo de Kock, ro 10. Por menor. Calderón, Príncipe
calle Mayor, n ú m . 10 en Madrid, y e n cata de los depositarios, de provin- novela c o m p ' e t a en un solo t o m o ,
13; Escolar, plazuela del Ángel 7; Mocias, y en aquella h a y como m u e s t r a una escopeta de «percusión e n el cen- í (primer tomo 4e la colección).
reno Miquel, calle del Arenal, 4 y 6.
tro» y dos peaueñOB revolver».
En provincias, en casa de los depositarios de la Esposicion estranjera.
PASTA Y JARABE
DE B E R T H E
NUEVAS ARMAS DE FUEGO.
ROB B . LAFFECTEUR. E L ROR.
Boyleau Laffecteur es el único autorizado y garantizado legítimo con la:
firma del doctor Giraudeau, de Saint'
Gervais. De una digestión fácil, g r a t e
al paladar y al olfeto, el Rob está r e comendado para curar radicalmente
las enfermedades cutáneas, los empeine», los abcesos, los cancere», las tiíceraí,
la sarna dejenTfldo, las escrií^u/ai, el escorbuto, pérdidas, etc.
Este remedio es un especifico p a r a
¡as enfermedades contagiosas nueva.»,
inveteradas ó rebeldes al mercurio y
otros remedios. Como depurativo poderoso, destruye los accidentes ocasionados por el mercurio y ayuda á la
naturaleza á desembarazarse de él,
asi com6 deliodo cuando sehatomado
con csceso.
Adoptado por Real cédula de Luis
X VI, por un decreto d? la Convención,
por la ley de prairial, año X l l l , el
Rob ha sido admitido recientementa
para el servicio sanitario del ejército
belga, yel gobierno riisopermite también que se venda y se anuncien en todo su imperio.
-.
1 epósito general en la casa d e l
doctor fíiraudeau de Saint-Gervais, París,
12, calle Ilicher.
DEPÓSITOS AOTORIZAUOS.
ESPAÑA.— Madrid, José Simón,
agente general, Borrell hermanos,
Vicente Calderón, José Escolar, Vicente Moreno Miquel, Vinuesa, Manuel Santisteban. Cesáreo M. Somolinos, Eugenio Esteban Diaz, Carlos
Ulzurrum.
AMÉBICA.—Arequipa, Sequel; Cervantes, Moscoso.—uarfanquilla, Hasselbrinck; J . M. Palacio-Ayo.—Bue«
nos-Aires, Burgos; Demarchi; Toledo
y Moine.—Caracas, Guillermo SturOp;.
Jorge Braun; Dubois; Hip. Uuthiqan.
—Cartajena, J . F. Velez.—Chagres,
Dr. Pereira.—Chiriqui (Nueva Granada), David.—Cerro de Pasco, Maghela.—Cienfuegos, J . M. A g u a y o .
—Ciudad Bolívar, E. E. Thirion; A n ,
dré Vogelius.—Ciudad del RosarioDemarchi y Compiapo, Gervasio Bar.
—Curacao, Jesurun.—Falmouth,Cár- .
losl'elgado.—Granada, DomingóFerrari.—Guadalajara,£ra. Gutiérrez.—
Habana,-Luis Lcriverend. — Kingston, Vicente G Quijano.—LaGuaira,
Braun é Yahuke. — Lima, Maclas;
Hague Castagnini; J . Joubert; Amet
y comp.; Bignon; E. Dupeyron.—Manila, Zobel, Guichard e hijos.—Maracaibo, Cazaux y Duplat.—Matanzas,
Ambrosio Sautw.-Mejico,F. Adam y
comp. ; Maillefer ; J . de Maeyer.—
Mompos. doctor G. Rodríguez Ribon
y hermanos.—Montevideo, Lascazes.
—^Nueva-York, Milhau; Fougera; Ed.
Oaudelet et Couré.—Ocafia, Antel»
Lemuz.—Paita, Davini.—Panamá. G.
Louvel y doctor A. Crampón d é l a
Vallée.—Piura. Serra.—Puerto C a - '
ello, Guil 1. Sturüp y Schibbic. He»tres, y comn.—Puerto-Rico, Teillard
y c * -Rio Hacha, José A. Escalante.—
Rio Janeiro, C. da Souza. Pinto y Filhos, agentes generales.—Rosario,Rafael Fernandez.—Rosario de Paraná,
A. Ladriére.—San Francisco, Chevalier; Seully; Roturicr y comp.; pharmacie francaise.—Santa Marta, J . A.
Barros.—Santiago de '^hile, Dominga
Matoxxas; Mongiardini; J . Miguel.—
Santiago de Cuba, S. Trenard; F r a n cisco Dufour;Conte; A. M. Fernandez Dios.—Síinthomas, Nuñez yGomme¡ Riise; J . H. Morón y comp.—
Santo Domingo, chancu; L. A. P r e n leloup; de Sola; J . B. Lamoutte.—Serena , Manuel Martin , boticario.—
Tacna , Carlos Ba.sadre ; Ametis y
comp.; Mantilla.—Tampico, Delille.
—Trinidad, J . Molloy; Taitt y Bee«
chman.—Trinidad de i uba, N. Mascort.—Trinidad ,of Spain, D e n i s F a u re.—Trujillo del P e r ú , A. Archim-»
baud.—Valencia, Sturüp y Schibbic—
Valparaíso, Mongiardini, farmac—
Veracruz, Juan Carredano.
NO MAS
El linimento Boyer-Michel de Aix
CProvence;reemplaza el fuego sin dej a r huella de fu uso, pin interrupción
de trabajo y stn ningún inconveniente, cura siempre y pronto las cojeras
recientes ó antiguas, los esguinces,
mataduras, alcance-s, moirtus, debilidad de piernas, e t c . etc. ,
Se vende en P a u s e n casa de los
Sres Dervault vue de Jouy, Mercier,
Renault Truelle, Lefeore, etc.
En provincias en casa do los principales farmacéuticos de cada ciudad.
1 recio, en Francia 5 francos. En España 26 reales.
Depósitos en Madrid, por mayor
Esposicion Estranjera, calle Mayor
número 10 ; por menor Calderón;
Prin ipe 13; Escolar, plazuela del Ángel 7; Moreno Miquel, Arenal 4 y 6,
en provincias en casa de los depositarios de la Esposicion t;«tranjera.
Por lodoso no llrmado, el spcrelailo de la
redacción, EUGENIO DE OLAVABRIA.
MADRID:—1865.
imp. di E L Eco BEL P A Í S , á cargo d*
¡titgt) Valer», calle del Ave-María 17.
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