AÑO tX. NUM. l o . . , rOLlTlCi, ADMISISTmClON, C»MERCIO, ARTKS, CIENCIAS, NAVE•ACION, INDUSTRIA, LITERATURA, ETC., ETP. SESIONES IMrORTAKTES BE LAS CORTES; DISCVRSOS MOTABLXS DB SE PUBLICA loa dias l í y íi íe cada mes. coNDiaoite LOS rniMEnos O K Í B O R I S , ETC., ETC. BN ESÍASA, U T». trimestr». REDACCIÓN ULTRAMAR Madrid, calle d*l Bafio, n.' 1. y estranjero, 12 ps. f$. ai aB». PONTOS DE SÜSCRICION PRECIO DE ANDNCTOS EN MADHID. E n XSPAKA. librerías de Duran, Carrera de San Gerónimo, López, Carmen, y Moya y l'iaza. Carretas. S rs. linea los suscritores y i i's. los no suscritores. EN PROVINCIAS. COMUNICADOS. En las principales librerías, i por medio de libranzas de la Tesorería centra , Giro Mutuo, etc., etc., o sellos de Cor^eos, en carta certiUcada. Los comunicados y remitidos, lio 20 is. en adelanto por cada linea. Los sefiores agentes L a correspondencia ae d i r i g i r á & D . E d u a r do A s q u e r l n o . de U l t r a m a r respond e n d e BUS p e d i d o s . DIRECTOR I'ROPIKTAIIIO, D. EDUARDO ASOtiEHlNO.-Coi.ABOHADOiiEs ESIAÑOLES: Sres. Amador de los Rios, Alarcon, Alhislur, ALCAL^GALUNO, Alias Miranda, Arce, Al IBAI, Sra -fvfl'anfí.'^, í^i^íf-j^: M"'^""»',^"!íVol«2r$^ AwXYviiKuel de los santos) Avala, Alonso (J.B), Araquislain Bachllery Morales, Biilasuer, «AIIAI.T, leckcr, Benavides Dueño, Borao, nona. Bretón de los Hítroros, Borrego, CiI;VoAsF.^slo. Calvo Martin tampoamor^^^^ •lejas Qtftete Casillar, Cas ro, cánovas del Castillo Ci siró y Serrano, Conde de Pozos Dulce.», Colmeiro, Corradl, Correa, Cuelo, Sra. Coronado, cárdenas.Sres.Casaval, Dacarrele, D lUNjEguilaz, E »«, E«;AiAMLEsco6ura, 1 stcvaiie^^ (§rder¿S"¿trel a, Fernandez Cuesta, Ferrez del Rio, Fernandez , González, FlRUerola, Flores, Forleza, Srta.^Carcia Balmascda, García Gune/rez.Jiaya.iRos. j¿en r.„l;?''ÍÍ'Jf,L''yÜ,^.':.',!::i''i'; ^^±\ L^"lÍA¡?,"J'Si;f !Vw"."f„^'^hn« SERRAW, Lafuente, Llórenle, López García, Larra, Larrafinga, Lásala, Lobo, Lorenzana, Luní ' OlavaTria, Oirtzasa, Olozabal, Pa aclo, PASTOB DÍAZ, Pasaron y Lasira, l'erez Calvo, I'ezuela 4rlKnez y Mufioz, llosa y González, Ros de Glano, Ramírez, noseli.Huiz Aguilera, Bod me'l?in,''Rehe''ío da'siIvS? S í g l l s sTm^aTorilff'rTuTio, l e í p r í ' l S e l ! Vlscoílde d¿ Go"i¡íéa™TME«icíkoV.l A;beíd7Áiempa"ne;ia'uVezo,"B'aVro8^ Bello, Caicedo, Carpancho; Fombona. Gana, González, Laslarrla.lorcn le, Malta, várela, Vlcufia Mackenna. Manuel, del conde de Cavour y de Garíbaldi? En ese SUMARIO. ÁdreTtencia.~-Revis(a general, por C.—Recuerdos de iranjuez, por tiempo reconocieron el reino de Italia, Rusia, InglaterD. fimiiio Casteiar.—lJ)s neo-católicos, por D. Joaquín Aguirre.— las provincias uUrarnarinas y sus prcsupu stos, por D Luis Estrada. ra, Prusia, Francia, los Estados-Unidos, es decir, las —Cartas al señor ministro de Vltramar, (carta cuarta), por D. José naciones mas poderosas del mundo, y hoy se prepara á Antonio Saco.—La libertad de Asociación, por n . Eusebio Asqueri- reconocerlo la mas recalcitrante de todas, la España ofino.^—Prosperidad de Castilla: iníportacion de Harinas en Cuba, por Don José María de Orense.—¡slas Filipinas (II), por D. E. Vives.— cial; teocrática y retrógrada. ¿Qué importa, pues, un reCoiomos aon'co/aí, (continuación), p o r D . Cristóbal Lecumberri.— conocimiento implícito ó esplícito del reino italiano por ios dógmai de la pintura, por D Luis Carreras.—.9«íiíos.—Los cón- la corte de Pió IX? Este resultado no justificaría i as neíoiiros, (segunda parte), por D. Juan V. Araquistain.—Soneto, por Don Antonio García Gutiérrez.—;* la señorita 0." Elisa de otózaga, gociaciones, como no valdría la pena de que solo para por D. Manuel Bretón de los Herreros.—£n eí álbum de F.lisa, por llegar á él hubieran sido aceptadas. el Duque de Rivas.—.Son lo», por D. Antonio Roa de Olano.— la Santa Sede se aprovecha de la ventaja que le Ádios á la mezquita de Córdoba, por D. Julio Alarcon y Melendez.— el tratado de 15 de setiembre para trasladar al Fábula, por D. J u a n Martínez Villergas.—>< F.lisa de Olózaga, antes d • sus bodas, por D. Leopoldo^Augusto de Cueto.—En el álbum de reino de Italia la parte de la deuda pontificia corresponMaria, por D. Pedro Antonio de Alarcon.—Mariana Pineda, poi diente á las provincias romanas.anexionadas, no será Don Eduardo Asquerino.—Anuncios. * ^ ^ £ ADVEBTElíCIA. Desde el número •próximo, nos representará en la Habana como apoderado de LK AMÉRICA, el Sr. B. fíamon Ruiz, en reemplazo del Sr. D. Ramón de Cozar, á quien debemos las mas finas atenciones, y gustosos consignamos aquí nuestro profundo agradecimiento por su eficacia, celo y noble aesintcrés. La circunstancia de estar en relación estrecha la casa del Sr. Buiz, de la Habana, con la de sus hermanos en Madrid, antiguos amigos nuestros, es lo que únicamente motiva el, cambió de corresponsal. LA AMERICA. MADRTD 27 DE MAYO D E 1 8 6 6 . REVISTA GENERAL. La misión encirgada al comeudador Vegezzi cerca de la corte romana (iivide la opinión en Italia. Hemos determinado claramente el principio de estas gestiones. De la indiferencia con que el pueblo italiano miraba los esfuerzos empleados para perturbar las conciencias nació el temor de que desapareciera completamente la influencia teocrática. De aquí la invitación para remediar el mal estado de la Iglesia de Italia, dirigida por Fio IX al/ey Víctor Manuel. ¿El monarca italiano ha sabido aprovechar la ventaja que le daba el ser solicitado? Por el contrario, ¿las instrucciones comunicadas al comendador Vegezzi, impondrán al gobierno italiano nuevas cargas sin Compensaoion alguna? Este es el problema que se agita en Italia. Hay en la opinión dos pareceres. Unos creen que debe comprometerse á la Santa Sede con algún acto que implique el reconocimiento délos hechos consumados, con lo cual bastaría para justificar la negociación. Otros piensan que puede pasarse Italia sin ese reconocimiento, y que solo deben hacerse concesiones á cambio de nuevas ventajas. Esta divergencia se revela en las esferas oficiales. El soberano y el presidente del Consejo de ministros, general Lamármora, están firmemente resueltos á tratar en los términos comunicados al comendador Vegezzi. Desde luego direnios que no nos encanta la justificación do las concesiones ofrecidas á Pió IX por el reconocimiento de los hechos consumados. ¿Qué importa la intriera por medio de la cual se haga caer á Pió IX en un acto que implique el reconocimiento del reino de Italia? ¿Qué importa, por el contrario, que Roma se mantenga tan alerta que defraud! todas las asechanzas, todas las maquinaciones armadas contra su perspicacia? Supongamos que PÍO IX reconociera en Víctor Manuel el derecho de presentación para las sillas episcopales de la Romanía, de las Marcas y de la Umbría, antiguas provincias fiontiücias. ¿Aflnnaria algo este hecho la unidad de ítala? Supongamos que insiste en reservárselo: ¿Estarápor esto en peligro de muerte la monarquía de Víctor Manuel? Ni este ni sus ministros, ni los habitantes de Florencia, de Turiii, de Ñapóles y de Milán, ni los ciudadanos del ultimo rincón de Italia, deberán dormir por eso menos tranquilos. ¿Qué han podido en cinco años de lucha las cóleras del Vaticano contra la obra de Víctor censurable Víctor Manuel porque las actuales negociaciones sean para el Vaticano la ocasión de libertarse de aquella pesada carga. Los gobiernos populares deben buscar la noción suprema del derecho en la justicia. Y el reino italiano, producto de la voluntad popular, no puede menos de reconocer que los cargos de una cosa deben corresponder á aquel que se aprovecha de la cosa misma. Sí las rentas de las Marcas, de la Romanía y de la Umbría ingresan hoy en el Erario italiano, siendo una baja- equivalente en el Pontificio, baja proporcionada han de sufrir las cargas de este. El que acepta una cosa la recibe con todas sus ventajas y con todos sus inconvenientes. Italia no puede desconocer la parte proporcional de las cargas correspondienteá á las provincias anexionadas. Víctor Manuel abandona al táoberano Pontífice la libre provisión de obispados en las Marcas y ee la Umbría, no reclama para si la de las diócesis napolitanas. ¿Y bien? ¿El partido liberal le dirigirá por esto un cargo? Nó: seria completamente ilógico. En noiobje de la libertad pedimos que el Papa sea tan soberano en la Iglesia, como el jefe de una nación en el Estado. Que el Papa provea, escornulgue, dogmatice; esos son sus derechos. Desearíamos que Víctor Manuel abandonara á la Santa Sede hasta el derecho de presentación en el Píamente y la Lombardía, que al parecer no se le disputa. ¿Quiere Pío IX ijombrar un obispo para cada fiel católico? Sea enhorabuena. Proclame el Estado su libertad, y deje libre á la Iglesia. Este es el reproche que dirigiremos á Víctor Manuel si al fin de las negociaciones resulta que no cumple mas que la mitad de esta máxima: La Iglesia libre en el Estado libre; sí hace libre á la Iglesia dejando esclavo al Estado; si reconoce oficialmente la absurda división eclesitetíca italiana; sí continúa manteniendo á espensas ae la nación doscientas sillas episcopales; si haciendo libre á la Iglesia, continúa ''reQonociendo á la religión como asunto de Estado, cuando no es mas que asunto individual y de conciencia. ¿Caerá Víctor Manuel en debilidad suficiente á sentir el peso de la escomuuiou lanzada contra todos los que ayudaron á que cou la unificación de Italia se lastimaran ^os pretendidos derechos de la Santa Sede? No lo creemos; no podemos creer que si las censuras eclesiásticas le pesan, quiera probar el propósito de la enmíeHda sacrificando á Itj^lia en el camino de su regeneración. Culpas propias (hablamos en el sentido de Roma) no pueden pagarlas conciencias agenas. Si cuipa tiene Víctor Manuel por haber contribuido á la libertad y á la uifldad de Italia, deberá hacer penitencia particular sin lasti-mar á su pueblo, que por lo que ha hecho se halla muy lejos de sentir remordimiento. Para tranquilidad de su conciencia", Víctor Manuel pudiera proponer á la Congregación de teólogos del Vaticano'el siguiente dilema: «O yo en todos mis actos he •obrado como particular, ó he procedido como rey. En el »primer caso no se puede exigir que la nación entera «pague mis culpas y pecados. En el segundo no cae ni «puede caer responsabilidad alguna sobre mí, porque ídentro del «régimen de gobierno representativo que «existo en Italia, los ministros son Jos responsables.! Si Víctor Manuel, que no es censurable liberalmente pensando, no ofrece á Italia alguna compensación d d a s concesiones que hace al Vaticano, la opinión pública condenará duramente las negociaciones. Hombres penSfadores plantean ya atrevidamente la cuestión del porvenir en estos términos: «Si de las negociaciones ha de resultar algo, no es «posible mas que esto: que el Papa abandone los sübdi«tos que aun le quedan, reservándose la ciudad de Roma, «libremente abierta al mundo católico, sin pasaportes, «sin ejército, sin diplomacia. Soló con esta condición' «puede un ministro italiano presentar, y el Parlamento «aceptar, la proposición de que continúen existiendo «doscientos setenta obispados y colegiatas que desviarán «del servicio públiéo ciento cincuenta milloneB por año «para alimentar parásitos.» (Eludir la cuestión, faltar á una solución légica, es «imposible. Italia está alarmada. Bajo esta Impresión se «van á realizar las nuevas elecciones. Los diputados re«cibirán una especie de mandato directo sobre esta me«dida que afecta al mismo tiempo á la hacienda, á la «religión, á la moral, á la instrucción pública, á la or«ganizacion provincial, y á los presupuestos de las pro«vincias que cuentan ya con una parte alícuota de los «bienes de las diócesis que se ha proyectado suprimir. «Las sorpresas de Roma y las necesidades de los minis«tros italianos no son ya temib'es. Si el Papa coloca de«lante á los obispos para llegar & los millones, si no se yasuata de las consecuencias inexorables de esta tran«sacci^, si loa ministros italiaDOS quieren entregar obis»poB y millones, es necesario qué el Papa y los ministros «presenten al pueblo italiano un equivalente del «acrifl«cío que le imponen. Este equivalente es el llamado Pa»trimonio de San Pedro.» Los enemigos de la grandeza do los Estados-Unidos se complacen en predecir desgracias, y toncan para ello mayor aliento en la energía con que el presidente Johnson se ha espresado en distintas ocasiones contra los jefes de la insurrección del Sur. ¡Tristes esperanzasi Sí la cólera cegase al sucesor de Lincoln, no haría la dLí^tincion, debida entre rebeldes y rebeldes, entre los que depusieron las armas y los que pretenden retardar el momento de la pacificación completa, sosteniendo una causa imposible. ¿Qué amenazas ha proferido M. Johnson contra Lee y los demás generales que capitularon con Grant? ¿Qué obstáculos ha opuesto, cuando ya habia comenzado su administración, a l a rendición de Joñhston y su cuerpo de ejército, para tener luego mas victimas sobre quiO nes descargar el rigor de lajey? Si M. Johnson amenaza á alguno, no es al pueblo del Sur en masa, sino á los obstinados enemigos del reposo público en los EstadosUnidos, á los que sin esperanza de éxito ge empeñan todavía en sostenor una causa vencida, sacrificando nuevas victimas á la conservación de una autoridad ya nominal; á los que conspiradores primero, y rebeldes después, no quieren todavía reconocer que cuanta sangre se derrame en adelanÜb será estéril. La idea política de separar la causa de los rebeldes de la de los Estados en masa, ó soa, de la del pueblo del Sur ha sido expuesta por M. Johnson en un discurso publica). El mas escrupuloso observador do la ley, no hubiera ido mas allá que el nuevo presidente. En su concepto la importancia de una rebelión puede aumentar hasta afectar la' máquina política, de modo que un país llegue á ser lo que nn hombre herido de parálisis en alguno de sus miembros. Pero "existe en la Constitución un remedio soberano para este mal. La ley fundamental declara que la Union, formando un gran toda indivisibla, garantizará á cada Estado de la federación, una forma degobieruo republicano. Pues bien; si la rebelión se ha levantado audazmente, y se ha opuesto, por espacio de algún tiempo al movimiento regular del Organismo político, existe la gran ley que debe triunfar de la parálisis, devolver la vida íiormal al organismo y colocarle de nuevo en la vía del progreso. El plan político de M. Johnson, es, como se vé, sencillo y legal. Sí una rebelión ha colocado á los Estados LA AMÉRICA.. del Sur fuera de la vida de la Constitución federal, Tencida la insurrección no hay mas que volverlos al mismo punto en que estaban cuando fueron desviados. Sobre esta misma idea volvió á insistir mas claramente diciendo que algunos quisieran ver á los Estados rebeldes reducidos á la condición de territorios, y arrebatarles su autonomía administrativa. Pero no, añadió, el sgplo de vida se halla solamente suspendido en ellos, y es un deber constitucional garantizar á cada uno de ellos una forma de gobierno republicano. Un Estado puede formar parte de la Union con una institución particular, y puede perder por efecto de la rebelión, este rasgo característico; pero un Estado cuando se rebeló, y cuando reuiincia á la rebelión, después de haber perdido su institución, continua siendo un Estado. Es, pues, un deber sagrado garantizar el gobierno republicano á cualquiera de los Estados en que los ejércitos rebeldes han sido batidos y dispersados, por pequeño que sea el numero de los unionistas que quede. Puesta asi en el claro la influencia que ha de ejercer en las resoluciones de M. Johnson la rebelión en si misma, queda la acusación que personalmente ha fulúainado contra Jefferson Davis y otros jefes del Sur. No por la parte que han tomado en los sucesos políticos de lo* últimos cuatro años, sino por creerlos cómplices del asesinato de M. Lincoln. Andrew Johnson ha ofrecido cien mil dollars por la captura de Jefferson Davis, y sumas menores por las de M. Benjamín, el general Breakeuvidge y otros. Esta clase de recompensa no es nueva ni en los Estados-Unidos, ni en Inglaterra. La administración de justicia escita asi algunas veces el interés particular para apoderarse de grandes criminales que de otro modo quteá c )nsoguirian la impunidad. Sin juzgar ahora la moralidad y la conveniencia de este estimulo, reco nocoremis que la promesa y la acusación de M Johnson han afectado penosamente á la opinión imparcial. Difícilmente se acepta la idea de que los hombres mas eminentes de la Confederación del Sur com¡)usieran una cuadrilla de bandidos y asesinos. M. Johnson no ha dicho que tuviera pruebas evidentes de su complicidad en el crimen de Wilkes Bootk, sino que procedía en virtud de noticiaa recibidas. Poco fundamento parece este para poner precio á la cabeza de hombres notables, sobre los cnalea se ha fijado por espacio de cuatro años la atención del mundo. Pudiera ocurrir también que el cebo echado & la codicia, armara el brazo de alguno contra Jeffersop Davis, y que este muriera á manos de algún miserable, como Wilkes Bootk murió en la granja de Garret, antes de ser juzgado, antfis de que un tribunal probara evidentemente su complicidad en el asesinato de Lincoln. El duque de Persigny, el pontífice de la escuela reaccionario-conservadora del imperio francés, acaba de sorprender á; Europa con una carta sobre la situación de Boma. Este documento es una bala rasa contra los misterios que oculta la corte pontificia. Su historia merece algunas lineas. El duque de Persigny, habla observado, no sabem(>s qué profundos arcanos én Roma; algo asi como una conspiración perjjétua contra la causa de la civilización en general, T contra Francia en particular. Ocupando la cátedra de San Pedro, un Pontífice venerable, recto, benévolo como Pió IX,-el duque de Persigny no acertaba á comprender tanto estravío. El político francés, recordaba sin duda, aun cuapdo no lo dice, el rapto de los niños Mortara y Goen, la ú tima Encíclica, declarando k la Iglesia enemiga irreconciliable del progreso, del liberalismo y de la civilización moderna, el pacto perpetuo del Vaticano con los tíranos de Italia, el antagonismo absoluto, implacable entre Boma y toda concesión á la monarquía italiana. El duque de Persiguy adivinó en todo esto un gran secreto y decidió ponerse en camino para descifrarlo por si mismo en el antro oscuro y misterioso de la Sybila en Boma. Hé aquí el motivo de este viaje comentedo extensamente hace algún tiempo. Abriendo el duque de Persigny la puerta á los vientos recogidos en la ciudad eterna, ha removido con ellos la opinión y dado nueva vida á la cuestión romana. Las revelaciones del duque de Persigny nada nuevo enseñan, pero es notable, que un político de su íalla reproduzca lo que pasaba entre muchos por preocupaciones de espíritus vulgares. Pero ¡oh ceguedad! ¿Propone acaso el duque de Persigny, que se deje franco ei^aso á la civilización y á la libertad para que arrojen del templo á los mercaderes que lo profanan? No: el duque de Persigny no quiere la unidad de Italia con Boma por capital. Propone que Boma sea la ciudad del catolicismo, ciudad abierta para todos, sin que en ella exista otra soberanía que la soberanía pontiticia, siquiera sea puramente municipal; que las potencias católicas concurran á su sostenimiento; que se continué imponiendo un respeto que debe salir espontáneamente de la conciencia. ¿Y qué es esto, sino prolongarlo existente? ¿Con el seguro refugio de Boma no continuará maquinando el partido contra quien tales dardos dispara el duque de Persigny? ¿Que el Papa posea doscientos mil subditos como a calde irresponsable de Boma, ó setecientos mil en Boma y sus cercanías variarán algo en el fondo la cuestión empeñada entre Italia y el Vaticano? Con el producto de una suscricion particular se ha elevado en Ajaccio, un monumento á la memoria de Napoleón L El principe de este nombre ha caracterizado mas fuertemente la ceremonia, pronunciajido un discurso encomiástico de su tío como guerrero y como político. El príncipe ha rendido culto en esta ocasión á las ¡deas liberalea, poniendo en alto lugar la libertad democrática, y ha defendido la causa de las nacionalidades, en nombre de los signos con que cada unapuededistinguirse, como la voluntad del pueblo, la situación geográfica, la comunidad de recuerdos, la identidad de idioma, la analogía de aspiraciones, en una palabra, todo aquello que contribuye á dar fisonomía propia y especial á una nacionalidad. La libertad en boca de un príncipe, es una palabra sospechosa. ¿La glorificaría tanto el príncipe Napoleón, sien vez de hallarse sobre las gradas del trono, se sentara en el sillón imperial que ocupa su primo Napoleón III? Cuando recordamos entre nosotros á Fernando VII, haciendo en 1820 juramentos de liberalismo; cuando recordamos á Luis Felipe levantado por una revolución, negándose á reconocer la evidencia de la voluntad nacional; cuando recordamos á Napoleón, prisionero en Ham, pedir libertad para Francia, y la vemos hoy martirizada con su imperialismo i/usírado; no podemos evitar un movimiento de prevención al escuchar de labios reales, calorosas defensas de la libertad. No dudaremos de la buena fé del príncipe Napoleón; pero quizá la misma proximidad al trono de Francia, empaña la claridad de su juicio. En el discurso de Ajaccio, encomia las miras liberales de su tío, y le defiende de haber pretendido llegar á la libertad por la dictadura. La historia dice quela libeftad política que Napoleón I deseaba para los pueblos, era la libertad que dispensan todos los gobiernos conistituidos, es decir, la que conviene á sus planes. Eu el apogeo de su gloria Napoleón I, fuerte en el interior y respetado en el estertor, no devolvió á Francia ninguna de las libertades que le habia arrebata do, después de Waterloo, cuando llegaron los grandes reveses, recordó que se habia divorciado del pueblo, y que ya no era tiempo de recobrar la confianza perdida. La dictadura no es, no puede ser el camino de la libertad", sino el del despotismo. De cieu dictadores que se propongan dar la Übertad á un pueblo, noventa y nueve le regalarán la tiranía. ¿Porqué son calificados de grandes ciertos hombres? Precisamente porque habiendo tenido en su mano la suerte de un pueblo, no inmolaron los derechos de este á su ambición personal. Si la dictadura fuera el camino de la li ertad, seriau hombres vulgares todos los dictadores. La escepcion es-lo que ha engrandecido á algunos. Los pueblos sometidos á un dictador se hallan en constante peligro de despotismo. El dictador acostumbrado á que se acate su voluntad exclusiva, no sufre fácilmente, no se acomoda á las restricciones de la libertad política y de la libertad individual. Teniéndose á sí mismo por la imagen del Estado, cree que no hay interés superior al suyo, ni criterio mas ilustrado. Napoleón 1 dictador, celebra el Concordato, que es una violencia contra las conciencias, solo j|ara captarse las simpatíiis de los católicos franceses y erfavor de Boma. Napoleón dictador, puede fundar la libertad de Italia, y la retiene sujeta bajo su cetro; puede dar la libertad á Polonia, y se limita á iacorporar á los polacos ásus ejércitos. Solo cuando la coalición europea destruye su dictadura, es cuando se acuerda de la libertad. El camino de la libertad es la libertad. Cuando un pueblo tiene, no la que un dictador quiere cnncederle, sino que él mismo concibe que es inherente á la naturaleza del hombre, llega paulatinamente á poseer todas las libertades que el progreso dB la civilización señaba como justas y.necesarias. El príncipe Napoleón no ha dejado de celebrar el pensamiento de la unificación europea concebido por su tío. ¡Otro érrop profundo del dictador! La idea de Napoleón I sobre la fusión de las nacionalidades fué á la vez falsa y tiránica. Falsa, porque pretendió ao^rupar naciones por medio de la fuerza, cuando la agrupación solo puede realizarse por el progreso naciente de las relaciones comerciales, de la ilustración y de la fusión-de los intereses. Tiránica, porcfue Napoleón I en vez de dejar á cada naciona idad su independencia natural, y la dignidad correspondiente áwsu carácter, pretendió hacer de París el centro absoluto del mundo, y crearse á sí mismo una corte de soberanos que diera esplendor & su trono. Su vanidad se hallaba satisfecha cuando veía á su trágico favorito Taima representar dramas franceses ante un público de príncipes y principillos alemanes, que recibía de sus manos la señal de los aplausos. Europa no se fundirá eu una sola aspiración» porque algún conquistador pase con ejércitos de millares de hombres desde el Norte al Mediodía y desde Oriente á Poniente, sino cuando caigan las barreras comerciales que separan á los distintos pueblos; cuando la rapidez de las comunicaciones facilite el mutuo conocimiento y la destrucción de todas las antipatías, cuando el progreso dala instrucción hable al corazón de riada uno las ideas de fraternidad que hoy aceptan ya los hombres verdaderamente ilustradas. La celebración de un tratado de comercio es mas fértil en consecuencias para la fusión de dos pueblos, que todas las victorias alcanzadas por Napoleón eu España, en Busia ó en Italia. La unidad postal, la unidad telegráfica, la unidad monetaria, la unidad de idioma, la imprenta, el vapor, la electricidad, estos han de ser los verdaderos arietes contra la separación de los pueblos. En Nueva-York, en Baltimore y en otras ciudades importantes de los Kstados-Unidos se han abierto oficinas para el alistamiento de emigrmtes á Méjico. Los anuncios publicados por la prensa se dirigen á los oficiales y soldados que han combatido en la última guerra. Al mismo tiempo se ha sabido en Europa que se pensaba en presentar al Congreso americano una proposición para que se declare que los particulares pueden realizar por su cuenta y riesgo la doctrina de Monroe. Estas noticias han conmovido fuertemente á algunos gobiernos. El de Francia se prepara á comunicar instrucciones terminantes. Suponemos que el emperador de Méjico consultará azorado á su firme báculo el general Bazaine. Cuando observamos tal desasosiego por el simple anuncio de una emigración ó de un proyecto que podrá muy bien ser desechado, se nos ocurre la siguiente (jomparacion. Parécenos ver á un león roáeado de niños, que retroceden espantados si por casualidad hace aquel ademan de estenaer la garra. En Nueva-York se hallan los generales Ortega y Romero, encargados de alistar emigrantes á Méjico, con plenos poderes de Juárez. Un hermano de Bomero ha sido fusilado en virtud de sentencia de un tribunal franco-mejicano. Suponemos que el vivo deseará pedircuenta del muerto al emperador Maximiliano y á sus auxiliares. Lo que habrá sorprendido mucho á los maxlmilianis • tas, es que Juárez haya conseguido realizar un empréstito de 500 millones, con mejores condiciones que las de otro contratado por el emperador de Méjico con la garantía de Francia. * Hemos sabido que en el PerCí ha estallado una insurrección que amenaza gravemente la existencia presidencial del general Pezet. El movimiento comenzó por la sublevación de dos batallones. Los insurrectos han declarado al general Pezet traidor á la patria, fundando particularmente la acusación en el tratado de paz con España. La insurrección contaba al parecer con el vicepresidente de la Bepública, Sr. Canseco, el cual se refugió en la embajada inglesa para evitar ser preso en virtud de órdenes comunicadas por el general Pezet. Háse afirmado que á su regreso de Argelia tocaría Napoleón en Cartagena, y que ai^uí seria invitado á llegar hasta Madrid. Si este plan ha existido, ahora parece abandonado, pues se asegura con referencia á noticias oficiales francesas, que Napoleón no ha pensado ni piensa en venir á Madrid. El empeño de encontrar motivo para privar de su cátedra al Sr. Castelar, trajo la separación del Sr. Montalvan, y los desgraciados sucesos de las noches del 8 j lo de abril. Después de esto el Sr. Montalvan ha sido elegido diputado. ¡Milagros de las simpatías que el ministerio tiene en el país! El señor ministro de listado ha dicho en el Congreso que so seguían actualmente activas nen;ociaci nes con Italia. Recuérdese la venida del general Cialdini á E s paña, y relaciónense am os hechos. Hay hombros valientes hasta el heroísmo. Uno de el'os nos parece elconde dé Xiquena. Formalmente, y bajo.su palabra, ha asegurado que el reconocimiento del reino de Italia por España seria un hecho vergonzoso. ¡Dios tenga piedad del tntellectus del conde de Xiquena! RECUERDOS DÉ ARANJUEZ. La corte se ha ido á Aranjuez'á pasarla primavera. Como la polítiea ministerial quiere dormir profundamente, después de haberse procurado el voto de los presupuestos, y la colocación usuraria de las célebre cédulas, y la emisión de los seiscientos millones, el ánimo del ministerio descansa en la so^uridad de una paz perpetua, fci unnisterio cree que Aranjuez asegura su tranquilidad. Y, sin embargo, Aranjuez no suele ser solamente templo de paz, no suele ser solamente un luo-ar de delicias. Al mirar cómo sonríe por este tiempo su cielo, cómo platea el Tajo los campos al deslizarse entre las verdes y apacibles riberas; cómo se cimbrean aquellos bosques, donde los plátanos orientales se enlazan con los árboles de América; cómo por todas partes se extienden las sombras del follaje, se abren las corolas de las flores y se columpian los nidos de' los paj arillos, cualquiera diria que no era po.sible que mano alguna turbara el reposo de la naturaleza, ni oscureciera la alegría de la primavera. ° Y, sin embargo, en ese.Aranjuez ha ido á levantar palacios el poder y la fortuna; y al levantarlo.^, ha llevado allí su riqueza; pero también su inmenso malestar y sus desgracias; esas desgracias, que crecen mas, que se agrandan mas en las alturas sociales. Y Aranjuez no es tan grande pnr sus bosques, por sus fuentes, como por los recuerdos de su historia, y de su historia reciente. Algún viajero irá á bus^-ar allí sus hileras de alamos y de plátanos; alorun otro el célebre convento doiftle, según es fama, todavía se conservan sombras dignas de los tiempos de Carlos 11; y pocos, acaso muy pocos recuerden el timbre principal de este sitio de recreo, donde la naturaleza bn la mucho, y sin em''argo brilla tristeraen te, como el SJI de otoño, cual si quisiera mostrar que hay mas poesía, mas espíritu, mas vida en los trabajos agrícolas del pobre que en los ociosos jardines del rico. El timbre principal de este sitio de recreo lo ha historiado uno de los ministros que h ty nos gobiernan Como los moderados suelen tener unas ideas en el poder, y otras muy distintas en la oposición, el ministro de que hablamos describía con negros colores en la desgracia, los sucesos de Aranjuez, al comenzar el siglo presente, sucesos que han dejado huellas de ruina y de muerte en el suelo; pero huellas que la Providencia ha convertido en surcos de donde han brotado las nuevas ideas. En la antigua sociedad un rey absoluto era un pueblo; un sitio real era una nación. España entera se encerraba con Felipe II en el Escorial; ó con Felipe V en la Granja. Si queréis buscar la Francia de Luis XIV, con su asombrosa regularidad, consucl^ísica monotonía, con su artificial vida, pero con su inmensa grandeza, acudid á Versalles. La monarquía de los Borboues de Ñapóles, está en Caserta. Aranjuez fué siempre el lugar predilecto de María Luisa. Aquella pródiga naturaleza convidaba á la disipación y al goce á la corte sensual de Cários IV. Allí los reyes absolutos iban á buscar esa libertad que teman encadenada, y que les faltaba á ello» mismos; esa igualdad de la naturaleza, que en vano se quiere negar con artificiosas gerarquías sociales. Felipe III se encerraba en Aranjuez durante meses enteros, y prohibía a sus vasallos que se acercaran en cinco le. CRÓNICA HISPANO-AMERICANA. Pues bien, se&ores ministros, ¿creéis que no estáis I conseguirse los altos fines sociales, Eiemplos teneguas alrededor, para que no turbasen sus fiestas y sus desafiando de igual manera á la opinión vosotros mis- mos (fe esta verdad en la Europa moderna, en que placeres. Y allí la monarquía absoluta fué castigada. Parece mos hoy con vuestra audacia? Pues qué, señores minis- monarcas ilustrados han concedido 4 loa pueblos que la Proyidencia pone la espiaclon en el lugar mismo tros, ¿creéis que no sois tan odiosos como era Godoy? ciertas libertades no políticas, pero sí de gran trasdel crimen. Baltasar y Sardan&palo fueron sorprendidos Vosotros, los perseguidores de la prensa porque protesta cendencia, para conducirlos á un alto gv&do de por las venganzas divinas en sus orgias. El ultimo délos contra vuestro mando; vosotros, los que habéis visto prosperidad, sí bien en el dia apenas hay nacioa Césares, el ultimo dueño del mundo, llevaba el nombre caer sobre vuestras cabezas el fuego de la elocuencia cuyas tendencias no sean altamente liberales y d i del fundador de Roma y del fundador del imperio, como parlamentaria; vosotros, los que habéis sido silbados por rigidas á'la concesión de libertades políticas: en essi Dios hubiera querido mostrar que castigaba en un so- la opinión publica; vosotros, los hombres de la terrible tos países, la libertad y la tolerancia en materias lo dia todos los crímenes de la Ciudad Eterna. Aranjuez, noche del 10 de abril; vosotros, los que habéis disuelto civiles y de qonciencia, en la enseñanza y en la puese Aranjuez tan delicioso, ese Aranjuez donde la mo- ayuntamientos como el de Madrid, é insultado diputa- blicación de obras científicas y otras producciones narquía absoluta hizo una especie de nido para su refu- ciones como la de Barcelona; vosotros no hacéis mas que del entendimiento humano, no están en oposición gio y para su recreo, ese Aranjuez fué destinado por concitar en contra vuestra la opinión publica, y es hora con los poderes absolutos del monarca; antes al conDios para tumba de la monarquía absoluta. Alii pereció de que os retiréis, y de que os retiréis sin vacilar, por- trario, se ejercen libremente los derechos qne de la institución que se creia imagen del poder de Dios so- que todos los poderes que se burlan de la opinión, son ellas emanan, y la política no entra por nada en bre la tierra. Allí pereció la institución que llevaba tres poderes ciegos, poderes desatentados, que tarde 6 tem- los asuntos religiosos; los católicos son políticos sin siglos de existencia; allí pereció la monarquía absoluta, prano traen sobre su frente la tempestad de las revolu- mezclarse en los asuntos del gobierno, y siguiendo las máximas del gran Bossuet, sostienen ía indeprná cuya sombra habían dormido en paz tantas genera- ciones. dencia de la suprema potestad civil, dejando al arbitrio EMILIO CASTKLAR. ciones. de los hombres darle la forma que han creído conveLa teoría del derecho divino quedó borrada, para niente; reconocen su superioridad y declaran ([ue no siempre borrada, desde el momento en que se alzó un está sujeta á otra en lo que toca al gobierno de lo» pueblo á exigir cuenta é, un rey de la gobernación del LOS NEO-CATOLlCOS. pueblos. Estado. El espíritu de libertad que fué herido en los En las naciones regidas constitucionalmente, los campos de Villalar y en el patíbulo de Lanuza, palpitaDos años hace que tuve el gusto de escribir un católicos opinan en política como mejor les parece; ba de nuevo en el cerebro de los hombres que exigían cuentas á Carlos IV de su debilidad, á María Luisa de articulo en el que, hablando de la importancia del se aprovechan de la libertad que les conceden las sus liviandades, y á Godoy de su privanza. Cayó allí la cargo parroquial, esponia con toda verdad y since- leyes y ejercen sus derechos como los demás" ciudairresponsabilidad del poder. Aquellos hombres que pro- ridad los grandes servicios que prestan á la Iglesia danos, sin pretender que el orden político se sujete á movían un motín oscuro, y obligaban á un rey á escri- y al país estos eclesiásticos, oue la^ soberbia de los las apreciaciones de su catolicismo. En todos los , bir contra su voluntad la abdicación de una corona que magnates ha dado en llamar clerobdjo, y que los que países, los católicos no solo consideran compatibles, recibiera de Dios, y de que solo & Dios podía responder; los consideramos como la parlo elegida del sacerdo- sino hermanadas, la libertad y la religión: la enseaquellos hombres eran sin saberlo, sin conocerlo, los que cio para dirigir las almas, les deseamos todas las ñanza secularizada y libre, con la seguridad de sus cerraban para siempre el dominio del absolutismo. Po- consideraciones de que son dignos por las alias fun- creencias, y la inviolabilidad de la conciencia con dría el monstruo levantarse, erguirse, herir de nuevo'en ciones que desempeñan. Dige entonces, C[ue tenia el respeto detido á los dogmas santos que profesan su agonía alguna de las instituciones modernas, devorar propósito de no escribir articulo aiguno, ni para re- y á las prácticas de todasl a s virtudes cristianas. En toda la generación que por las ideas nuevas trabajaba; vistas, ni para periódicos, acerca de asuatos ecle- todas partes los católicos aplican á la política las pero no podría seguramente reponerse de aquella heri- siásticos, porque estoy convencido de que nuestros máximas santas de dulzura y mau^edumbre conesfuerzos sobre tan delicada materia, que he califi- signadas en el Evangelio. ¿Es así el partido polítida, por la cual se escapaba toda su sangre. co que forman en España los neo-católicosl Lejos de Pocas páginas, muy pocasjpáginas tiene, la historia, cado muchas veces de altamente social, además de esto, profesan como priqcipio la intolerancia polítireligiosa, habían de ser siempre inútiles mientras mas tristes que las páginas de la caída du "^^árlos IV en niegan á la^ enseñanza sus condiciones naturaAranjuez.éBi no temiérfimos el que D. AÜ„J Benavi- ocupasen el poder loa hombres que^ entregados ^ la ca; son enemigos declarados de la emisión del pensades hubiese de perder su cartera, por una imprudencia teocracia, nada intentan sin consultarla, y nada ha- les; miento por»medio de la imprenta, dé que tanto ellos cen sin obtener antes su permiso. Pero las exageranuestra, le copiaríamos los retratos que trazó un dia del se burlan de las instituciones mas sabias, rey Carlos y de la reina, del hijo del rey y de la reina, ciones sobre esta materia han llegado á tal punto, yabusan; en los tiempos de su dominación se declaran crueque creo que faltaríamos á nuestro deber de homy del favorito de la reina y del rey. Y decimos que puperseguidores de los que, sin haber faltado al diera perder su cartera, porque aun no hemos olvidado bres políticos, mas que políticos, de hombres aman- les de sus deberes religiosos, han profeque uno de los primeros empleados del país, un alto fun- tes de la civilización, si no enseñáramos al pueblo cumplimiento sado en política distintas opiniones que las suyas. quiénes son los que impiden ó quie'-en impedir al cionario do palacio, perdió sus honores y sus sueldos, Díganlo sino los tristes recuerdos que aun nos que- • toda su pitanza, por haber escrito un animadísimo retra- menos el progreso natural de la sociedad y detener dan de aquellas épocas en que, derrocado el sistema la marcha regular é indispensable de los adelantato de la milagrosa beata Clara. constitucional, los hijos de los liberales eran preCreemos que nadie será osado, nadie, h castigar la mientos humanos; el nombre con que son conocidos, sentados muertos & la vista de sus padres al grito voz de Dios en la vida, la voz de Dios en el mundo, la su historia y sus miras como partido político y como santo de la religión, en que á nomore de Dios se partido católico. Yo procuraré hacerlo en esta ocahistoria que enseña, la historia que corrije, y sobre todo comstian asesinatos y se quemaban vivos á los cuando se lee á poderes que tanto tienen que ap'render, sión con la sencillez y claridad posibles, para que hombres, sin otro delito que el haber adquique tanto tienen que corregir, como el vergonzoso go- todas las clases de la sociedad conozcan á los saté- rido legítimamente algunos bienes ó frutos que Diemo que sostienen la es c. de Narvaez y la lengua lites de la reacción y comprendan que bajo el santo habían pertenecido antes al clero... Pero apartemos velo de la religión, ocultan miras puramente temde González Brabo. porales dirigidas á conducir al país al mas negro la vista con horror de aquellos tiempos ommosos, y Y ya que estos ministros se • .-een tan seguros, tan despotismo y á una dominación teocrática descono- no olvidemos que los neo-católicos del dia son aquefirmes, porque han logrado tener protesto para distraer- cida hasta en la Edad media. llos realistas intolerantes, perseguidores y enemigos se en Aranjuez, aviven la memoria y recuerden cómo Hace algunos años que todas las sociedades se- declarados délos defensores del sistema constituciopuede la Providencia convertir esos lugares de delicias nal ¿Podremos esperar algo de ellos si llegaran á en llagares de desolactpn y de duelo. En ese mismo Aran- cretas religiosas, hijas de la del Ángel esterminador, desplegar sus instintos en la gobernación del Es'uez, descansaba por el mes de marzo de 1808 uno de los cuyo solo título asusta á los perseguidos liberales de tado? lombres que por mas tiempo han gozado de loa favores varias épocas, reuniendo á los apostatas de todqe los Los neo-católicos, que como políticos son enemidel poder. Graves errores habia abrazado, graves íaltas partidos, ya con el santo protesto de ejercer la carihabia cometido; pero acaso ni tantos errores, ni tantas dad pViblica, ya cubiertas con el santo manto de la gos de todo gobierno y sobre todo* del representatifaltas, como los ministros que hoy nos gobiernan. El t e - asociación para el culto, ya buscando otros protestos vo, si bien se llaman absolutistas, atacan siempre nía en aquellos tiempos de .^..tíncio de la opinión, de au- piadosos para poder influir en las clases pobres de los derechos de los monarcas como contrarios al casencia de las Cortes, de puro absolutismo, el único título la sociedad, fuera del gobierno, pero con preponde- tolicismo que ellos proclaman, y ijue no es ciertaá la sazón legítimo para ejercer el mando; la confian- rancia en altas regiones, lian heciio y están hacien- mente el que está fundado en las máximas verdadeza de los monarcas. ¿Podia dormir en paz? Y sin embar- do su propaganda en España, contra la civilización ras del Evangelio. Por eso defienden como partido go, la noche del 17 de marzo de 1808 vio su casa asal- y el progreso; y como la langosta corta con su sier- católico la superioridad del poder espiritual sobre el tada, su vida amenazada, su poder herido, por un pue- ra las espigas del mejor cultivado campo, ellos, con temporal, la potestad directa é indirecta de los Ponblo á quien iiabia empobrecido y degradado. En vano ius doctrinas, quieren hacer desaparecer de nuestro tífices sobre los reyes y la absorción absoluta de lo Carlos IV y María Luisa quisieron salvarlo; en vano suelo toda idea conforme con la libertad y los dere- temporal en lo espiritual; defienden la monarquía apelaron al corazón del heredero de la corona, en nom- chos del hombre. Los asociados que pudieran ser universal del Pontificado; niegan las facultades probre de su autoridad de padres, y de su autoridad de re- conocidos con muchos nombres, lo son en el día con pias de los obispos cuando se trata del Papa y las Íres; Godoy fué depuesto por la voluntad del pueblo. A el general de neo católicos; y confieso, que aunque de los párrocos y demás eclesiásticos cuando se trata o9»dos dias, aquel hombre que se habia ceñido la co- todos suelen usar de Cste nombre, no todos compren- del obispo; para ellos no hay mas fuente del dererona de España, cuyo peso aplastaba las sienes de su den su verdadera significación. Es mas fáciUdes- cho que la voluntad del Papa en la Iglesia universal; verdadero poseedor, del anciano débil y vacilante Car- cribirlos que definirlos, no porque encierren en sí ni mas facultades en las diócesis que el arbitrio los IV; aquel hombre iba pálido, herido, desde su pala- una idea general absoluta de esas que se conciben episcopal, que con la imposición de censuras ex incio á una prisión; golpeado por unos, escupido por otrol, y no pueden esplicarse, ó por su claridad ó por su formata constientia y las delegaciones pontificias anuinjuriado y maldecido por todos. En su desgracia, en- elevación, sino porque faltos de principios, sin for- lan, cuando es su voluntadlos derechos de loa demás volvió á los mismos reyes que le habían nombrado, á los mar escuela y sin reparar en los medios, emplean eclesiásticos; los^astigan sin formación de causa y mismos reyes que le habían sostenido. Carlos IV y María cuantos creen útiles, sean de la clase -que quieran, dejan sin efecto la autoridad'parroquial, tan sagrada y tan perpetua, como que algunos creen que es Luisa abdicapon su corona, impulsados por el vértigo á la consecución de sus fines. que leshabia producido el oleaje de la indignación poNo son,' pues, los neo-católicos, ni los fanáticos de institución divina. De este modo sostienen que el pular; y desde el trono fueron ét morir en el d^estierro. obcecados qne obran de buena fé, porque sus pre- gobierno de la Iglesia, que en nada se parece á los Hé ahí, señores ministros, las enseñanzas que guarda ocupaciones no les dejan conocer la verdad, ni los detnás gobiernos humanos, es una monarquía pura, Aranjuez, y que podíais recordar en vuestras escursio- filósofos cristianos instruidos que obran por convic- parecida mas bien á un sistema de tiranía que de dulnes de hoy. Descartad de aquel drama si queréis, las ción y persuadidos de la bondad de la doctrina que zura pa,ternal propia del Vicario de Cristo en la tierra. Pero dejemos de considerar á los neo-católicos en pasiones de la reina: las serviles complacencias de su sostienen: si esto fueran, serian dignos de lástima ó esposo, la deslealtad de Femando VII á sus padres, el de respeto, porque emplearían sus fuerzas en conse- un sistema absoluto de gobierpo eclesiástico, y^veamaquiavelismo de Escoiquiz, las intrigas del embajador guir el triunfo de una idea errónea ó verdadera: los mos lo que son en España considerando las relaciofrancés, las ocultas maniobras de Napoleón; descartad 7ieo-católicos, en su genuina significación, son una nes de la Iglesia con el Estado, que es nuestro obde este drama todo lo que hay en él de propio de aque- colección de hombres que, mezclando la política con jeto principal. llas circunstancias, de exclusivo de aquellos personajes, la religión, defendiendo ficticiamente los intereses Nos ha parecido siempre que el catolicismo ylos y decid si no hay una enseñanza que no debe olvidarse de ésta, constituyéndose en enemigos del poder tem- partidos son dos cosas absolutamente opuestas: lo nunca; la enseñanza provechosísima de que no se puede poral, sea cualquiera el nombre que tenga, negando que es católico no puede ser parcial; por eso hemos mandar-contra el imperio de la opinión publica. En tiem- á los demás el derecho de pensar y considerando credo que la denominación de partidos cuando se pos de Godoy no ha^bia prensa, uo habia tribuna; la opi- delito todo lo que se opone á sus pensamientos y trata del catolicismo, está usada improjflamente: la nión se desahogaba en el gran mentidero, en las gradas miras, aspiran á ser ellos los dominadores á nombre aceptamos, sin embargo, después de haber leido de San Felipe el Real, y aMí formaba la nube que estalló de Dios y del rey, ó merjor dicho, á ser dioses y re- con alguna detención los artículos publicados en en Aranjuez sobre el favorito y los cómplices del favori- yes en la tierra. una revista estranjera, con el título Los partidos cato. La opinión fué creciendo, creciendo como una granEsta ligera idea de los neo católicos, es bastante tólicos en Francia; y al examinarlos, hemos echado de tromba, y levantándose amenazadora hasta romper y para conocer sus miras y aspiraciones, si no tuvié- de" ver, con admiración, que los neo-católico» españoestallar sobre la frente misma que se creia resguardada ramos además sus actos como partido político y como les en nada se parecen á ninguno de aquellos particon un rayo de la corona de Dios, con aquel derecho partido católico: examinémoslos bajo los dos as- dos; tienen un solo punto de contacto con el mas divino que aun se reflejaba, aunque pálido y amorti- pectos. exagerado de ellos, al que no imitan sin embargo guado, sobre la superficie d& la revolución. La opinión En los países civilizados, la monarquía pura es en sus apreciaciones científicas y en las razonadas no respetó nada. una forma de gobierno con la que pueden muy bien defensas de sus opinioneg,- Í LJL AHERIGl Hay «ntrs los partidos católicos uno que defiende ae ea el actual sig-lo, el brillo de la religión aepene de la e-xiatencia de la libertad en los pueblos; e»te partido lo niran con ódío nuestros neos, alguno de cuyos ecos en 11 prensa fio ha temido asegurar, que el eclesiástico liberal ó es tonto y debe ser enviado a la dehesa, ó es perverso ó debe ser reducido á un encierro. Niegan, puos, nuestros neos la compatibilidad entre la libertad y la relig-ion; error funesto qu? ha dado á la Ig-le«ia muchos dias de luto. , Existe otro partido, que sin defender la concordia entre la libertad y la relig-ion, sostiene con sólidas razones la necesidad de las.reformas que exije la marcha del siglo y los progresos de las sociedades modernas; tampoco se parecen á estos los neos españoles, enemigos de todo progreso, siquiera sea ma teriai, y parapetados en la Edai media, en la que se han cerrado y de la que no quieren salir. Hay^ por fin, un tercer partido católico, cuyo exaferado ultramontanismo le conduce á la defensa de 08 tiempos en que la influencia del pontificado se consideraba tan grande como la de los Congresos europeos en nuestrc-j dias, y se estendia al derecho público, CÍTÍI, penal, administrativo y de procedimientos: como si dssde aquellos tiempos hasta hoy no hubiera variado la condición de las sociedades, y no hubiera adquirido bast in'e fuerza la independencia d$ las naciones y la estabilidad de los poderes públicos. A. este tercer partido parece que quieren asimilarse ea Espalia los que usurpan el nombre de único religioso. Pero ¡qué fatalidad! ni aun'han sabido copiar las brillanti.simas disertaciones con que los jefes de este partido en el estranjero, y principalmente en Francia, han querido defender ese sistema; por eso ni en los escritos ni en los discursos de nuestros neos, hemos echado de ver jamás nada que deba llamar la ^(tención del hombre estudioso. ¿Ijué son, pues, los neos españoles como partido católico? Enemigos de la l.bertad de los pueblos, im^ pugnadores del progreso ó ignorantes hasta de su propio sistema (1). Preciso es, por lo mismo, que les hngamos una ruerra sin tregua, y que demostremos siempre que a ocasión se nos presente, que la EsparSa no pliede esperar de ellos sino calamidades ¡j miseria. 3 f f JOAQUÍN AGUIRRB. LAÍ PROVINCIAS ULTRAMARINAS r sos PRESUPUESTOS. I. Hace tiempo que distraída la atención del público y de los Cuerpos colegisladores con los proyectos de ley, relativos i, laa reformas políticas y administrativas d« la Península, y preocupados los áalmos con la sublevacioa de Santo Domingo y las ouestiones que han surgido con la república del Perú, han pasado casi desapercibidas las profundas alteraciones, introducidas en la administración rafttistioa de las importantes posesioues ultramarinas y las consecuencias probables que de ellas deben seguirse. Tcon todo, este era un punto de la mas alta importancia, por lo mismo que el aumento de obligaciones, que llevan consigo la guerra de Santo Domingo y la permanenciji de nuestra escuadra en el Pacífico, hacen mas necesarios el aumento de nuestras rentas en Ultramar y la supresión de los srastos que no sean absolutamente indispensables. Hasta qué punto se hayan conseguido ambos resultados, lo evidenciará un ligero examen de los presupuestos que para el corriente año económico de .64 á 6o acaba de publi'".ar el ministerio de U tramar, empezando por el de la Isla de Cuba, como el mas importante de todos. Lo primero que ha llamado nuestra atención y que deberá fijar la de toda persona pensadora, es la elevada cifra de 506.994,420 reales á que se hace subir el presupuesto ordinario y 24.606 000 el ostraordinario, ó sea en junto 531.600,420 reales, ó el duplo de lo que importaba en 18.54. Es decir, que Ibs gastos de una sola de nuestras Autilla», incluso el pequeño situad > de Fernando Póo y sus dos anejas Annobon y Coriseo, importa la cuarta parte del presupuesto general de la Península, cuya población, comparada con la libré de aquella isla, está en relación de 30 á 1 muy próximamente. Y no se diga que esto se halla compensado con .el aumento de Ingresos; porque aparte de que esto no es cierto en la recta acepción de la palabra, los mayores Ingresos no son en eat& caso la consecuencia precisa de los mayores gastos, V np hubieran debido por lo mismo acrecer estos en Igual 6 mayor proporción que los ingresos, á fin de obtener mayores sobrantes, que es el oojeto á que debe encaminarse toda buena administración rentística. Ya examinaremos este punto, si no con todo el detenimiento que merece, el bastante á lo menos para fonnarse una idea clara de las tendencias del actual sistema administrativo de nueatraa posesiones trasatlánticas. Pero antes es preciso saber si este presupuesto, tan subido como es, cubre á lo menos todos los gastos que pesan sobro las cajas de la isla de Cuba, ó si estos esceden en sumas de grandísima importancia la cifra en que los ha fijado el gobierno. No desconocemos que la sublevación de Santo Domingo y la lucha que allí sostenemos han debido producir aumentos de alguna consideración, y nada diríamos por hoy si el aumonto se re_ dujese á loa gasttos nacidos do estas circunstancias estraordlnarias: pero no es así, como puede verse en el (1) Ni matF ni meaM que lot nroi de Cuba j Poerto-Rico.H. de la R. estado publicado en la Gaceta oficial de la Habana de 1 * dencia de Cuba al ministerio de Hacienda de la Penínde julio de este año, comprensivo de loa ingresos y gas- sula, dotándola de oficinas centrales, que además de tos realizados en el precedente semestre, durante el cual multiplicar Innecesariamente los empleados solo han no so'o se gastaron los 280 millones recaudados por servido para embrollar y enervar la acción de la autoricontribuciones, sino que se endeudó el Erario en mas da dad superior de Hacienaa, que se hacia sentir antes diotros 114 millones. Los gastos reales y efectivos de la recta y rápidamente en todas las administraciones de la isla de Cuba no serán, pues, en el presente año los 532 isla. Existió por muchos años una sola y única adminiámillones que comprende el presupuesto publicado en la tracion para las rentas marítimas y terrestres hasta que Gaceta del 27 del pasado agosto, sino 78» próximamen- en 1802, se separaron ambas rentas para refundirse de te: es decir, el tercio ó algo mas de lo que importa el nuevo en 1812; pero creciendo considerablemente los presupuesto total del Estado. * ingresos de ambas rentas ae estableció la administración Las personas menos previssnuí y mas confiadas en el terrestre en el año 1829 bajo la previsora é inteligente optimismo de la administración ultramarina, no pueden gestión del conde de Víllanueva. Al paso que ambas admenos de arredrarse ante la colosal importancia de estas ministraciones se ocupaban en la recaudación de los imcifras, que bastan á revelar por sí solas el abismo á que puestos, sus jefes formaban parte de varias juntas conpueden conducirnos.si cuanto antes y con tiempo no se sultivas é infor aban en todos los espediente.'» de interés estudian las causas de tan alarmante estado. general, viniendo á ser además el centro con quien se Una de las principales, ya que no la única, que mas entendían las respectivas administraciones locales en el han influido en este escesivo aumento de gastos, que departamento occidental. otros llamarían despilfarro, es la tendencia que, de una Lo propio sucedía con las administraciones principadocena de años á esta parte, ha prevalecido en el ánimo les de Cuba y Puerto-Príncipe, que funcionaban bajo la de los que han estado al frente de la isla de imitar, ó dependencia y vigilancia inmediata de los respectivos mejor dicho, parodiar en Cuba la organización, no de una intendentes, sometidos á su vez á la autoridad del suprovincia, sino la de un Estado europeo de segundo or- ierintendente de la isla. Esta organización estaba perden con todas las dependencias generales que tiene el ectamente entendida, porque sin enervar ni descentrali gobierno supremo .para la administración central de la zar la acción de la superintendencia, hacia sentir inmenación; sea que en ello se hayan propuesto lisonjear la diatamente la de los intendentes en los puntos mas aparnacionalidad cubana (1), como han dado en lia narla tados y mas espuestos, de consiguiente, á los abusos de ciertas gentes, sea porque han creído dar prestigio á la los empleados subalternos. Suprimiéronse, sin embargo, autoridad superior de hi isla, rodeándola de instituciones ab irato las intendencias de los departamentos del ceny corporaciones análogas á las que existen en la capitai tro y oriental, sin otra vigilancia inmedi ita, sobre las de la monarquía, convirtiéndose así en un verdadero vi administraciones subalternas, que la escasa que podia reinato la que no fué, no es, ni debe ser nunca sino una ejercer el intendente de la Habana. Las consecuencias provincia mas ó menos importante de la monarquía es- no se hicieron aguardar mucho tiempo, y bien pronto la pañola. Como una pequeña muestra entre las muchísi- plaga de comisionados especiales tuvo que reemplazar mas que pudiéramos dar de este aumento innecesario de la acción saludable, regular y constante de los intengastos, citaremos la organización de la secretaria polí- dentes, dando por resultado la separación en masa de loa tica, que importando 320,000 reales, en el año de 1854 empleados de algunas de las oficinas principales. sube hoy con esclusion del gobierno civil, refundido anHabía coincidido con esto la alterai-ion profunda h e tes en ella, á la respetable suma de 3.000,000 y pico de cha en el antiguo sistema de contabilidad de la isla, reales, sin tomar en cuenta el sueldo del gobernador su- acomodado á la naturaleza poco complicada ^ sus renperior civil, ni la sección de estadística, ni los empleados tas y basado en una larga é ilustrJida e.spuriencía: sisteen la quinta de recreo del capitán general, que tan inde- ma en que campeaban á la vez la sencillez y la clítriilad bidamente ha involucrado el presupuesto en el mismo que son los dotes principales de toda buena coiitabilidad. capítulo. Resulta, pues, que la secretaría del gobierno Sustituyóse este sistema por otro mas complicado, sin superior civil cuesta en Cuba cerca de un millón mas conocimiento bastante del país á que se aplic iba, y que que la del ministerio de la Gobernación para todo el si puede dar resultados satisfactorios en la Peiiínsula, en reino. Cuba solo ha producido la confusión, y como consecuenConsecuencia de esta misma idea fué el desarrollo cia obligada de esta, el embrollo y la paralización comestraordinario dado á las obras públicas, para las cuales pleta de la contabilidad. Así se vé que á la irregularise creó una dirección, cuyo presupuesto en su parte pu- dad y exactitud con que funcionaba el tribunal de Cuenramente burocrática, sin incluir el personal facultativo, tas, que durante la larga administración del conde de subía en el último presupuesto á 900,000 reales, es de- Villanueva había logrado ponerse al corriente y glosar cir, á un duplo i, lo menos de lo que cuesta la dirección todas laí cuentas dentro del año, hoy lleva un atraso de general de todo el reino. Nada mas justo que el fomento siete años con notable perjuicio del Erario y mayor ai de las obras de utilidad pública dentro de los límites que cabe de los respónsab'es, y es seguro que á muy pncoa lo consientan los recursos y las atenciones perentorias mas que continúe este desorden vulveremos á aquelloa del Tesoro; pero nada tampoco mas antl-político que sa- felices tiempos «n que una cuenta se glosaba á los 30 ó crificar loa iateresea generales d^ la nación á los parti- in*< años dé su fecha y en que los cargos y reparos ae culares de una provincia por importante y considerable dir gian no al responsable, que había or lo común faque sea (2) Hay mas; y es que las numerosas vías fér- llecido, sino á sus herederos y fi idores que nada podían reas, que cruzan en todas direcciones la isla de Cuba, son contestar con acierto. ¿Qué estMñojB-, pues, que se diga debidas á empresas privadas, sin que el gobieruo haya en las últimas correspondencias dé Filipinas, á donde contribuido con mas subvención que el importe de los se introdujo ol mismo desorden, que las Quentns han llederechos arancelarios de una parte del material (3¡; de gado á tal confusión y embrollo, que no Dud > averisuerte que el desarrollo de las obras públicas ha recaído guarse la inversión que se ha dado á 1.000,000 y pico sobre otras obras menos preferentes y que de seguro po- de pesos? Si hoy ae girara una visita al tribunal dJCuen dían haberse emprendido con mas parimouía sin que se tas de la Habana no nos sorprendería si se hallasen resintiese la riqueza publica. iguales ó mayores embro los, y no por culpa de sus emPor igual razón la instrucción universitaria y profe- p'eados, sino por el desconcierto que se ha introducido sional cuesta en la isla de Cuba 2.400,000 reales, 'sin en toda aquella administración (1). Como si todo esto no fuera bastante se' ha echado contar la secundaria y la prim irla, puesta hoy la última á cargo de los pueblos, cuyo presupuesto municipal pa- por tierra no hace un año, de una sola plumada, sin presa de 60 millones de reales, ó muy cerca de la cuarta vio espediente ni consulta de ninguna corporación, ni parte de lo que importan los presupuestos municipales mas antecedentes que la minuta del real decreto que lo de toda la Península é islas adyacentes, cuya poblacioH, ordenó, las pocas tradiciones que aun se conservaban de la antigua administración. En lugar de las dus oficínaa como dejamos dicho, es treinta veces mayor< El deseo de asimilarla administración de las provin- de rentas marítimas y terrestres que servían á la veas cias ul^amarinas con las de la Península, sin tener en para la recaudación y como cue-pos consultivos, se creacuenta las necesidades respectivas, ha impulsado á sus ron cuatro en la Habana; d'is marítimas v dos tenestrea autoridades á establecer, entre otras muchas cosas in- con la denominación de locales y centrales, amen de la útiles, el correo diario á los pueblos, y aun á veces á las dirección general de admínistracíím incluid i en la sealquerías mas insignificantes, resultando de aquí la sin- crátarla política que ella sola cuesta 2.400,000 reales 11 gular anomalía de que hay estafetas que no reciben una Ea decir, que ae ha aumenta lo lo que pudiéramos lia nar carta semanal. No debe, pues, estraüarse que á pesar el estado mayor á espensas de la fuerza efectiva del ejérde la exajeracion con que están redactadoslos ingresos cito: ó en otros términos, que son muchos á mandar y de correos, como lo demostraremos evidentemente cuan- pocpíá ejecutar. ¿Qué tiene, pues, de estraño que tode do entremos en el exá.uen detallado de los presupues- se encuentre paralizado y que los administradores subaltos, resulte entre los ingresos y los gastos un déficit de ternos abandonen sus principales funrl mes para satisfa14.798,140 reales. Si JIO temiéramos molestar á nues- cer la balumba de estados y noticias que diariamente aa tros lectores, podríamos entrar en comparaciones muy les piden por las oficinas centrales sin conocida utilidad curiosas, que darían una idea clara del modo cómo se ha de las rentas? Sin tanta complicación y con muchos meentendido la administración de la isla do Cuba en el úl- nos empleados se publicaba anualmente la balanza g e neral de la isla. ¿Se hace ahora lo mismo? El gobierno timo decenio. Si en materia de gastos se ha procedido con poca me- lo aabrá; puro según nuestras noticias no está mucho ditación y sin el debido criterio basado en el profundo mas adelantada la publicación de las balanzas que la conocimiento do la situación y necesidades de la isla, glosa de las cuentas. Ponemos por hoy término á esta reseña general. En todavía son mas imprevisoras y funestas las reformas introducidas en la administración y recaudación de los in- los siguientes artículos entripemos en el examen de algresos, nacidas de la misma manía de asimilar la iuten- gunas de las partidas que Constituyen el presupuesto actual comparadas con laa de loa anteriores, que servirán para completar el cuadro que hoy presenta la adminis(1) No es asi como puede lisongearse á los cubanos, tan dig. tración rentística de Cuba. nos como los demás españoles, no d* lisonja, sino de justicia. *Lüis DB ESTRADA. Con medidas útiles y reformas beneficiosas, yno con ejircitot de altos empleados pe»i»n</aríí, se llenarían las no bles aspiraciones de los maltratados liijos de Cuba. (t) De mañera, que al compás que ha ido creciendo lafalaa(N.delaD.) &(•• los señores pretupiutlivorot, se han multiplicado los mbto(2) No se sacrifica la nación á los intereses de Cuba: sobre ge llot en la administración de Cuba. Bueno es que un diputado !• esto mucho podríamos decir, j esto mas que otra cosa, parece consigne clara y terminantemente, y todavía mejor I eniendo en uo horrible sarcasmo. cuenta que el 8r. Estrada es un hábil hacendista, ex .intendente (3) Ya pareció aquello: bueno es que se confiese qu« ¿ las de Filipinas, ex.dircctor de rentas, etc., etc., etc. tmpreai privadaí, y no á los sacrificios del gobierno, ae deben las principales mejoras de la isla. f CRÓNICA HISPANO-AMERICANA. 5 decreto que llamase á las colonias & tomar parte en sus nes que hace á la asamblea nacional sobre éste ponto, deliberaciones. que ella prescribió todo lo contrario de lo que V . E . diN B . JOSÉ ANTQNIO SACO AL BXOIO. SR. D. MANÜBI SEMAS 1 0 Tan distante estuvo la Asamblea nacional de llamar ce, en la Constitución que formó, y que fué proníulgada ZANO, MIMlSraO BB ULTRAMAR, REFUTÁNDOLE LOS DISCURSOS QÜB diputados por las colonias, que en el prólogo del decre- en 1791. Oiga V. E. lo que dispone el articulo S.'-títul A PRONUNCIADO BN LAS CORTES SOBRE LAS CUESTIONES DE U S to que e:cpidióel 8 de marzo iie 1790 se leen las siguien- lo 7.* de ellai. *Las colonias y poiesiones francesas en. el PSOVTNCIAS ULTRAMARINAS. Asia, en el África y en América, aunque forman parte tes palabras: «La Asamblea nacional declara, que considerando & del imperio francés, no están comprendidas en la presente las colonias como una parte^del imperio francés, y de- Constitución.* Nó queda, pues, duda alguna, en que OABTA CUARTA. seando que gocen de los frutos do la feliz regeneración aquella asamblea, ni convocó diputados por las colonias, oue se ha efectuado en él, ella sin embargo no ha pensa- ni menos los llamó por la Constitución que hizo. París 13 de Mayo de 1865. do jamás en comprenderlas m la Constitución que ha deMas se dirá, que aunque esos diputados no fueron cretado para el reino, ni sujetarlas á las leyes que pu- llamados, al fin fueron admitidos como tales, y que su Exemo. Sr.: dieran ser incompatibles con sus circunstancias locales y presencia en la asamblea produjo aquellos desastres. Nuevos errores. En la ruina de Santo Djmingo, no tuE P mi carta anterior otreci tratar de las colonias fran- purticulares.i Pero si tal fué la intención de la asamblea nacional vieron parte los diputados de ella que se sentaron en la cesas, cuya actual constitución*sirve de argumento á V. E. para neffar diputados, ó sea derechos poliücos & no por eso se imajine V. E., que ella privó de derechos asamblea nacional. La pérdida de aquella isla provino» políticos á las colonias francesas, como desgraciadamen- como V. E. ha confesado ya en otra parte, aunque contralas pr .vincias de Ultramar. Asi se espresa,V. E. «Eíi Francia, por la Constitución de 1818. por la te lo.hicieron después con las españolas las Cortes Cons- diciéndose, de las ideas revolucionarias que germinaban Constitución republicana, se ordenó lo mismo que ea tituyentes que se congregaron en Madrid en 1836; y á en la cabeza de los franceses y de los escesos y tras1789, que vinieran los diputados dg sus colonias. No ha- la lectur*do V. E. re^omiend> lo que ál tratar dé Uquel tornos que destrozaron la Francia. V. E. al repetir bía escarmentado la Francia durante aquel periodo de decreto, dijo el diputado Carlos Lameth, en la sesión del la falsa acusación que fulmina contra los diputados de Santo Domingo, no es mas que un imitador de lo que frene-i, con las grandes pérdidas que sufrió en tiempos 2 de marzo de 1790. «Es preciso convenir en que el gobierno ha cometido dijeron en las cortes espiólas de 1837 los hombres que de la primera revolución del slclo anterior, y volvió & caer en los miamos defectos, en los mismos errore.<; pero faltas considerables que es menester reparar; y la asam- se encargaron de privar de sus derechos politicos á las afortunadamente para ella, aquel orden de cosas duró blea, á la que se irhputan tantas injusticias, porque ha provincias hispano-americanas. Y como V. E. no es mas poco, y en el momento'Cn que se creó el imperio, cam- reformado tantos abusos, se.rá fácilmente calumniada en que un eco de aquellos hombres, cuyos errores refuté este asunto en que la calumnia puede ser tan útil. Se la veinte y ocho años há, bien puedo valerme aquí de las bió la faz de la legislación de las colonias.» V. E. alude aquí á la pérdida de Santo Domingo; acusa en este momento de que no hay crédito, y todo el razones que expuse entonces. A todas horas se cita el formidable ejemplo^ de Santo pero antea de hacer observación alguna acerca do lói mundo" sabe que cuando ella fué convocada ya no habia errores que contiene el pasaje que acabo de tra-icribir, crédito en Francia. Del mismo modo, cuando las colonias Domingo. IJo participo yo de ese terror, asi como tamsotaré otro pasaje de V. E. que está en contradicción con están en peligro, este negocio ^e pone en sus manos, se poco participan de él muchos de los mismos que afectan el primero. En este atribuye V. E. la péi-dida de Santo la precisa, se quisiera que esta tomase un partido en tenerlo; pues tanto ellos como yo, estamos íntimamente Domingo á la concesión de diput idos que la Asamblea una sesión, bien seguro de que tal precipitación daría persuadidos á que un gobierno liberal en Cuba, lejos de constituyente hizo á las co onias francesas: mas en el lugar á alí>-unos errores. No e-iposihle mirar k cuestión poder renovar las calamidades de Santo Domingo, será aisladamente; es necesirio enlazar el sistema pnlitico de el medio mas seguro para preservarla de semejante caque pa.so á insertar, aparece otra cosa muy diferente. tSeñores: todos conocemos la dificultad y la rlr.;uns- las colonias, con el sistema general político de la metró- tástrofe. No basta decir que en la isla española hubo una pecciou con que hay que tratar los negocios que atañen poli*.... «En ültim) análisis, yo creo que no se pueden resolución denegres; no oasta proclamar que esta revoá provincias lejanas, y q le están mas expuestiis que otras conservar las colonias sino haciéndolas gozar de los be- lución envolvió la ruina de los blancos y la de tan preá inconvenientes de todo género. ¿Quién puede olvidir, neficiosde la Constitución, con las modificaciones que ellasciosa antilla: preciso es subir á las causas que la produdije vo en otro lUi^nr, quiéupued •- olvidar la catástrofe juzgaren nec¡:sarias, y que serán sometidas á la próxima jeron y á las circunstancias que la facilitaron; y cuando éstas y aquellas se mediten, al punto se conocerá lo mudel 9l en la isla de Santo D ¡mingo? ¿Quién puede olvidar legislatura.* Ved aquí un lenguaje sensato y con el que se con- cho que difiere Santo Domingo de Cuba. Hugaraoí, pues, la causa que produjo aquella catástrofe? Señore-i.- por si alguno no la recuerda, debo decirla. En la Asamblea formó la asamblea nicional, al promulgar el mencionado un paralelo entre, una y otra isla, ó mejor dicho, entre constituyente de Francia se trató, con motivo de la decreto de 8 de marzo de 1790, pues en su articulo pri- Cuba y la parte francesa de Santo Domingo, porque ésta Constitución que se dló aquel pueblo, de la cuestión de mero se dice: «Cada colonia está autorizada para expo- fué la que sirvió de teatro á las sangrientas escenas que las provincias ultramarinas, y se propuso por lÁ comisión ner sus deseos sobre la Constitución, la legislación y la allí se representaron. Al estallar la revolución, Santo Domingo (1) solaque habría igualdad de derechos entre los colonos y los administración que convienen á su prospecidad y a l a felicidad de sus habitantes, bajo la condición de confor- mente contaba la muy escasa población de 30,000 blanciudadanos de la metrópoli.^ «Esta fué la propuesta de la comisión, que en su ma^ marse á los principios generales que ligan las cp onias á cos. Cuba por el censo de marzo de 1861, tenia mas de yo ia era de gente templada, de gente moderada, de gen^ la metróp>li, y que asegureu la conservación de sus in- 757,000. Santo Domingo encerraba en tan corto espacio casi 500,000 esclavos. En Cuba, según el mismo censo, te que tenia previsión ¡f extraordinario amor á su patria; tereses respectivos.» Pero si es cierto que Id asamblea nacional trató desde esos solo llegaron á 370,000, es decir, menos de la mitad pero la montaña rechazó esta proposición; la montaña rechazó ese proyecto, y propuso la igualdad imparcial, el principio de dará las colonias una organización no i- de los blancos, mientras que en Santo Domingo, los esesto es, la igualdad absoluta entre las razas. Esto sirvió tica especial; si también lo es, que ni ella, ni el gooier- clavos eran 16 veces mas numerosos que aquellos. En los de aliento, señores, á la raza que se encontraba en la no llamaron diputados coloniales á la metrópoli; ¿cómo diez años anteriores á tan funesto trastorno, Santo Docondición dé sierva, y todos sabemos aque la catáí^trofe, es, se preguntará, cómo es que en esa asamblea hubo mingo habia recibido 200,000 kororaantynos de la Costa Oi'O, negros de un carácter endurecido y feroz. Cuba [ue se resiste á recordarla el alma y que siento traerla a diputados por Santo Domingo? Pasemos á exp icar esta de afortunadamente no tiene que luchar con tales enemigos. aparente contradicción. a meraoiia."» Sobre aquella antilla pesaba el despotismo fran- Largos años antes de empezar la revolución francesa, cFrancia perdió & Haiti, á aquella posesión magni|e hallaban en París muchos negros y mulatos libres, • y ficsque en el año anterior habia produ-ido á su pais cés, y luego que llegó •& ella la noticia de la con- algunos recibiendo una brillante educacim; mientras que vocación de los Eótados generales, en la cual se daba unos 28 millones de pesos... Haiti permanece todavía la condición de los residentes en Santo Domingo, era al tercer estado un número de representantesigual en un estado deplorable á qaé lo redujo, ¿quién? ¿Los demasiado humillante. En Cuba los individuos de igual negros? Nó: la revolución francesa, los diputados dé la al de loa otros dos órdenes, los coloraos descontentos del clase, viajan por países extranjeros, ni se educan en montaña con sus imprudencias y excitaciones. Sin ellas, gobierno que tenían, procedieron por si, y aun contra colejlosnoeuropeos; eatán exentos de muchas cargas y veHaiti seria hoy lo qae era en aquel tiempo: la provincia las órdenes del gobernador de la colonia, á formar jun- jaciones que sufrían en las colonias francesas, y sisón tas parroquiales y provinciales, y á nombrar diputados mas rica de la América.» Honrados, gozan d^l aprecio y consideración de los blanpara la representación nacional, cuyo numero ascendió á En este pasaje, V. E. aprueba y aplaude ]& moderaEn Santo Domingo los esclavos eran cruelmente ción, la templanza, la previsión y el patriotismo de la 37 según aparece del informe presentado á la asamblea cos. tratados; mas en Cuba no se vé el espectáculo de las mayoría de la comisim que pidió igualdad de derechos nacional en la sesión del 27 dé j.unio de 1789. Sin permiso de la autoridad de la isla, muchos de atrocidades que en aquella isla se cometían; y la esclaentre los colonos y los ciudadanos de la metrópoli. Tamurbana ofrece entre nosotros generalmente el cuabién recono-e V. E. en ese mismo pasaje, que la )nonta- esos diputados se embarcaron para Francia, y los ocho vitud dro menos á que pueden estar reducidos los que ña se opuso á esa' igualdad de derechos, pues lo que liritaeros que á ella llegaron, hicieron su entrada en los viven en elinfeliz cautiverio. EnFranf-ia reinaban entonces fuerqueria era que esa igualdad fuese absoluta pira todas Estados generales, un mes después de haber sido con- tes preocupaciones contra los blancos de las islas francelas razas de las colonias; y por ultimo, concluye V. E. gregadü8;y en la sesión del 8 de junio de 1789, entre- sas. Hor tener esclavos, les miró como enemigos dé la diciendo con razón, que esos desnos revolucionarios déla garon una petición sellada, encargando que no se abrie- libertad y partidarios delsedespotismo; y para destruirlo monía/ío.fueron la causa de la pórd d i de Santo Domin- se haafci el momento en que los estados genera'e^ fuesen en todos los puntos déla nación francesa, por go. Pero si esta fué, según V. E., la verdadera causa de constituidos; pero al mismo tiempj redamaron que so extender la revolución hasta sus colonias trabajóse mas remotas. esa pérdida, y no. la concesión de la igualdad de dere- les admitiese provisionalmente La asamblea en aquella un poderoso impulso contribuyó la declarachos entre los ciudadanos franceses, y los colonos sus sesión y en la siguiente, les per.uitió que asistiesen á ciónAdedarle los derechos del hombre y del ciudadano, promuldescendentes; ¿por qué afirma entonces V. E. en otra ella siii voto, no comj repreientautes. sino cjmo aspi- gada por la asamblea nacional, en agosto de 1789, y parte de sus discursas, que si la Así»mblea cons ituyen- rantes á si-rlo, hasta Que sus derechos y sus poderes puesta despiles á la cabeza de la Constitución de 1791. te no hubiera concedido diputados á las colonias, áunto fuesen examina d)S. Muy pronto llegaron nuevos dipuLa sociedad intitulada Amigos de los negros, comDomingo rto se habría perdido? En medio de la incensé- • tados de Síinto Domingo, pues en la sesión de 24 de jucuencia.ó contradicción en que ha incurrido V. E., im- nio del misino afio se dice, que su numero era ya de do- puesta de muchos bombees de influen''-ia y de talento, poita mucho observar que ninirun senador, ni diputado, j ce. Procedió e al fin á discutir si deberían ó nóser admi se puso en intima relación con los negros y mulatos lini escritor espnfto de los que abogan por la concesión ' tidos como verdaderos diputados, y cuso de ser admiti- bres de Santo Domingo; hizo crujir la prensa contra los de derechos poliricos á las provincias de Ultramar, nin- das, cuál seria el numero que la asamblea habría de colonos blancos; pidió la igualdal de derechas; clamó guno ha pedido que esos derechos se concedan indistin- aprobar. Estos puntos se ventilaron en varias sesiones, y por la inmediata abolición de la esclavitud; y la asamtamente á los blancos y á, los negro^ que habitan las co- en la de 3 de julio de 1789, ob ervó el famoso MiCabeau, blea nacional, do que eran miembros algunos de esa solonias; y si por un.trastorno mental se concibiese en ia que las colonias a iiá-< habían asisfd > por representantes ciedad, arrastrada por el torreóte revolucionario, prometrópoli tan insensato proyecto, téngase desde ah)ra á los estados geieralcs, que no debiün presentarse en mulgó el terrible decreto de 15 de mayó de 1791. iguapor cierto que se estrellaría en Cuba, sin que por eso se eíliiB sino en virtud de la convocación del rey, y que la lando en todos los derechos politicos á la ra^-a libré do presencia enla asamblea de tales diputad s, debia con- color con los colonos blancos. A poco tierap > conoció su renovase la catástrofe de Santo Domingo. error; pero cuando quiso volver atrás, ya era muy tarMarcada ya la contradicción que hay en las ideas de siderarse como opuesta á las órdenes del monarca y co- de. La isla estiba minada por b s revolucionarios de la mo contraria á la mis na CAJuvocatoria. Esto no obstante, V. E sobre las causas que produjeron la ruina de esa misma Francia, y los blancos, divididos entre si En Antüla, vengamos á examinar aisladamente las asercio- en la sesión de 4 de juli) de 1789, se resolvió por 523 1792 llegaron á la colonia los tres "emisarios nombrad )3 votos que s do fuesen admitidos seis diputados, á pesar nes de V. E. en ei primero de los dos pasajes que he de (|ue la colonia reclamahfi veinte. Est.e simule reí ito por la asamblea nacional co i poderes ilimitados. En matrascrito ni principio de esta carta. basta para demostrar. Que la asamblea iw-ional no II i yo del siguiente año. tomó posesión del mando de* Santo Dos cosHS aSnna V. K. en él. Domingo, el gobernador Gulhaud. Entre él y lo8CX)mi1.' Que la Asamblea nacional llamé, en 1789, dipu- mó representantes por lis colonias en 1789, y que si dio sarios nacieron rivalidades, apelaron á las arma», y sinentrada en ell i á seis dipuUidos por Santo Domiígo, fué tados por las colonias. tiéndose estos mis débiles que ajuel, llamaron en su 2.' Que imitando á esa kxamblea, la Constitución por mera condescendencí i. y no querer di8<;ustará una auxilio á los esclavos, ofreciétído'ea la libertad. En t»iles republicTnta de ms^alnbimTíalrinfpiíiüos'por'lasreSoíoñía que ya'esbilía'muy ^"'^^'í;;?,'-^.';*;e't^^^ 1 - circunbtancins, ya no e-a posible 'e•li^<t^r al inmenso n ú mero de negros acaudillados y sostenidos por los repuferidas colonias -^^2^^F'^ ^''T""^^""•''^¡\ fSe ^¿^d^^^^^ Ambas pr ¡posiciones son enteramente falsas, y para blicanos france.se«, y aun quitó por los sordos manejos 'demostrarlo, • • '-•vio a lDomingo. i asamblea nacional la filiinge ae aipuiauosque Santo empecemos por la primera. de alguna potencia extranjera. Por ultimo, para acabar Al 11 iinamiento de esos diputiid )s por la asamblea cou la colonia, lanzó la Convención en 4 de febrero de Por real decie'^o de 27 de diciembre de 1788 fueron convocados los Kstados generales; mas esa convocatoria nacional de acuella óp jca, atfbuye V. h. las CJilamidase limitó á la Francia sin hacer ninguna mención de las des de Santo Do.ningo Pero si no hubo tal llamamiencnloniaí. Reuniéronse aquellos Estados el 6 de mayo de to según acabo de probar, ¿có no quiere V. E. que de (1) Repito de nuevo, que cad» vez que hable yo aquí de SanÍ789rva;i;qüe"en breve se convirtíe";;)n ^n" A^km^e^ éÍ'p¿.vinie8on ^^^ ft'.:!* V * V ' / „ \ t " i n i t £ a l u s a c i o - to'domingo, se entienda que me refiero exclusiramente i l a nacional constituyente, no promulgaron ninguna ley ni Tan equivocado anda V. E. en las injustas acusacio parte francesa. CARTAS S LA AMERICA. 1794 el formidable decreto eu que no solo se dio libertad Deseana etc., la Martinica y la Guay^na, cuya superfik los esclavos, sino que de golpe y sin preparación algu- cie es igual á la cuarta parte de Francia. Pertenécenle en^la costa de África los establecimientos del Seuegal, na se les elevó á la categoría de ciudadanos. MfW ¿en qué se parece esta situación á la de Cuba? Gorea, y los de la Costa de Oro y Gabon. Ocupa en lo3 ¿Sancionó la Constitución de 1812 esa funesta igualdad? mares de la India, la isla de la Reunión ó Borbon, San¿Eiistieroa 6 existen aquende ni allende sociedades dé ta María en la isla de Madagascar, y la isla Mayotte con ninguna especie para atizar la discordia entre los habi- sus dependencias. En la costa de Abysinia sobre el mar tantes de distintas razas? ¿Hánse enviado agentes ó co- Rojo, ha comprado recientemente un territorio. En la misarios para que coninuevan la firmeza de a iuel suelo, India tiene algunos puntos^pequeños. tín Cochinchina, y tiaan sus campos con la sangre de sus moradores? De- la colonia que acaba de adquirir; y en la Oceania, las sengaftómonos, y convengamos en que las circunstancias islas de Taiti y la Nueva Caledonia. de Cuba y Santo Domingo son muy diferentes, y que la V. E. no señala la fecha en que se dio á las colonias pérdida de esta isla fué ocasionada, no por los diputados de francesas ésa nueva organización; pero yo sé que V. E. ella que se sentaron en la Asamblea Nacional, no por la se refiere al Senado-Consult.) de 3 de mityo de 1854, el igualdad de derechos entre los ciudadanos franceses y cual no es estepsivo á todas ellas, sino solamente á la sus hijos los colonos, no por el espíritu revolucionario Guadalupe, Martinica y la Reunión. El hecho de haber de los negros, sino por les esfuerzos de los blancos éuro- sido escluidas todas las demás, y de haber sido organiieos residentes en Francia, que cacitándolos á la rebe- zadas aquellas tres por un Senado-Consulto, manifiesta ion los armaron y convirtieron en instrumento de sus claramente que el poder ejecutivo tuvo un interés direcproyectos. Tan cierto es que estas causas fueron 1 s que to en mutilar y ann en privar á los colonos de sus acarrearon la pérdida do Santo Domingo, que á pesar de dercchqs políticos, no obstante que la comision'encargalas conmociones que hubo entonces en las demás colo- da de informar acerca del proyecto de aquel Senado-Connias francesas, ninguna cayó en poder délos negros. La sulto, se opuso á miras tan mezquinas. Él modo de legisisla Mauricio, llamada también *de Francia, luego que lar por Senado-Consulto, es aesconocido en' España, recibió en 178S> la noticia de la revolución de la metró- porque ninguno de los dos cuerpos colegisladores puede poli, depuso alas autoridades, nombró otras nuevas, pro- por sí solo, aun reunido con el gobierno, dictar ningucedió k las elecciones de diputados, 6 instaló una Asam- na niedida legislativa para la metrópoli ni para las coloblea colonial compuesta de cincuenta y un miembros. nias. En Francia por el contrario, el Senado de acuerdo Dividiéronse los b ancos, formáronse partidos, la tropa con el gobierno puede legislar con esclusion absoluta de tomó parte en estos movimientos, ya á favor de unos, la cámara de diputados, que es la única-y verdadera % en contra de otros, prolongóse por algunos años la representación nacional; y quizás tomando pié V. E. de uchá y la agonía; pero en medio de tantos sacudimien- esto y de otras cosas que pasan en Francia, se atrevió á tos, y de que habia 53,000 negros para 6,000 blancos defender en la sesión del Senado del 6 de marzo, la mas - escasos, los esclavos jamás se levantaron. Si Santo Do- anticonstitucional y escandalosa doctrina sobre el gomingo dá una eccion de dolor, la isla Mauricio nos dá bierno de las colonias españolas, procurando sustraenas otra de consuelo. Los que estudien aquella, es menester de toda intervención de las cortes, para que así quedasen'sometidas á la esclusiva voluntad del ministerio. que también aprendan ésta. Pero sin salir á buscar ejemplos en las colonias exHabla también V. E. de un consejo que existe en Patranjeras, las antillas españolas desmienten completa- rís, presidido por el ministro de Marina, el cual se commente las aserciones de V. E. Diputados y derechos po- pone, según V. E. de cuatro miembros nombrados por el líticos tuvieron Cuba y Puerto-Rico en el periodo cala- gobierno y de otros cuatro designados por los consejos mitoso de 1810 á 1814. ¿Mas se sublevaron entonces los provinciales de las diferentes colonias. negros, ni menos so perdieron esas dos islas? Diputados En cuanto á los consejos provinciales, mejor seria y aerechos políticos tuvieron de 1820 a fines do 1823, que V. E. hubiese empleado la palabra jf(?wera/es,- porque ¿y acaso se levantaron entonces los negror, ni esas dos en Francia, ni aquende ni allende los mares, hay conseantillas se perdieron? Diputados también enviaron al jos provinciales, nombre que sin duda tomó V. E. de las Estamento de Procuradores de 1834 a 1836. ¿Mas por diputaciones provinciales de España, las cuales tienen ventura se levantaron Ls negros en ese periodo, ni esas mucha analogía con Igs consejos generales franceses. • dos islas se perdieron? No se identifique, pues, á Cuba Debo igualmente advertir, que la corporación que y Puerto-Rico con Santo Domingo, porque las diferen- existe on"París bajo la presidencia del ministro de Maricias entre esta y aquellas son tan grandes y palpables, na, y á la que V. E. dá el nombre de consejo, no se llaque no admiten comparación. ma así en el Senado-Consulto, sino comisión consultiva Desembarazado ya de los acontecimientos de la gran (comité eonsultatif.J revolución francesa, digamos una palabra de loo de 1848 CreeV. E. que esa comisión se compone de cuatro k los que también se refiere V. E. Nunca debe confun-.| miembros nombrados por el gobierno, y de otros cuatro dirse la convocatoria de una asamblea constituyente con designados por las colonias. Equivócase V. E. Hl artícula Constitución que esta haga. V. E. afirma, que «por /o lo 17 delt\tulo 2.* del referido Senado-Consulto dice así: ConstitUGion republicana de 1848, se ordena lo mismo que tSe establece una comisión consultiva cerca del mien 1789, gue vinieran los diputados de sus colonias.» nistro de la Marina y de las Colonias. Ella se compone ¡Error estupendo! En la mano tengo osa Constitución, y 1." de cuatro miembros nombrados por el emperador; en su artículo 109 leo lo que pongo ante los ojos de V. ET 2.* de un delegado de cada una de las tres colonias, « El territorio de la Argelia y de las colonias, se de- nombrado por el consejo general.» clara tarritoño francés, y será releído por leyes particuEste artículo prueba que la co nision consultiva, si lares hasta que una ley especial las ponga bajo el régi- bien consta de cuatro miemoros nombrados por el empemen de la presente Constitución.» Y á vista de este artí- rador, no se compone de cuatro delegados por las coloculo, ¿se atreverá V. E. á seguir creyendo que la Cons- nias, pues el numero de ellos, en vez de ser fijo, es vatitución republicana de 1848 llamó diputados por las co- riable y dependiente del de las colonias llamadas á tolonias? mar parte en su formación. Hoy sólo es de tres, porque Con un aire de triunfo dice V. E., que destruida la solo son tres las colonias que participan de la organizarepüblica de 1848, servil imitadora de los desaciertos de ción que les dio el Senado-rConsulto; pero ese numero 1789, y alzado el segundo imperio, cambió la legisla- podná ser en adelante mayor ó menor, según que haya ción de las colonias. ¿Y cómo no habia de cambiar, cuan- mas ó menos colonias con derecho á nombrar tales dedo las instituciones de la misma Francia sufrieron una legados. Gomo el párrafo segundo del referido artículo 17 esalteración tan profunda? La libertad se eclipsó en ella, y las sombras que la cubren, se extendieron hasta sus clnye de la delegación de las colonias á los miembros del colonias. Pero observe V. E., que el estado actual de Senado, del Cuerpo legislativo, del consejo de Estado, y ellas está en perfecta consonancia con el de su metrópo- á las personas revestidas de funciones que gozando suelá, pues alas restricciones políticas de esta, correspon- do, V. E. infiere de aquí, que el motivo de esta disposi-, den las restricciones políticas de aquellas; mientras que cion fué impedir que es )s del'ígados llevasen alas cámaentro la metrópoli española y sus colonias hay un cho- ras francesas los asuntos coloniales. cante contraste, porque á la libertad de aquella se con«Pero nótese bien, palabras son de V. E., nótese trapone el absolutismo de estas. bien una circunstancia: es requisito indispensable de la Traza V. E. el actual gobierno de las colonias fran- ley orgánica que ninguno de esos delegados pueda sercesas en el párrafo siguiente. senador, diputado, funcionario publico retribuido, ni con«Hoy se rijen estas por el ministro do Marina, de cu- sejero de Estado. Vea, pues, el Senado, que si en Fran • yo ministerio depende este ratno, que allí eS de escasa cía se olvidaron los males por que pasó á fines del siglo importancia, por no ser sus colonias tan extensas como último, en ese período de frenesí que derribó un golas de España, Inglaterra y Holanda.» bierno y constituyó una república, en el momento en que •Sin embargo, bajo la presidencia del ministro de se asentó un gobierno en bases sólidas y firmes, enese moMarini, existe un consejo que se compone de cuatro mento se ocupó ya de la organización de las colonias, sienmiembros nombrados por el gobierno y de otros cuatro do unade las primeras bases la de que los individuos del designados por los consejos provinciales de las diferen- consejocolonial, no pudieran pertenecer á los cuerpos colotes colonias....» gisladores. Véase, pues, si se comprendió el peligro que A este pasaje debo hacer algunas objeciones. podia haber en que las pasiones ardientes de la política Supone V. E. que las colonias de Francia no son tan europea en.los países regidos por el sistema constitucio(x'ensas como las de España. Error, orase tomen las nal pasasen á las provincias ultramarinas y fueran á inopjilabras tan extensas con respecto á su superficie, ora cular en ellas ese virus (pues asi hay que reconocerlo) roa respecto á su numero. España solo cuenta en el nu- que traería consigo la pérdida de las colonias francesas.» mero de ellas k Cuba con su anexa la isla de Pinos, á ¿De dónde ha sacado V. E. que la exclusión de los Puerto-Rico, Filipinas y Fernando Pó, (1) y si se quie- diputados y senadores para ser delegados de las colo. e, á la isla de Anuobon en los mares africanos donde no nias proviene de los motivos que expone V. B.? La opinay ni un solo español. Francia tiene á sus puertas el nión de V. E. tendría algún viso de verdad si esa provasto teíritorio de Argel, cuya dimensión de Norte á hibición se hubiese circunscrito á los senadores y dipuSud, es de600kilóm.yde Este áOestede 850. En América tados que son los únicos <jue componen los cuerpos leposee las islas de San Pierre y Miquelon, Guadalupe y gislativos; pera observe V. E., que la prohibición se exsus dependencias que son laá islas de Marigalante, la tiende igualmente á los miembros del consejo de listado, aunque no sean senadores ni diputados, y también á (1) En España todos escriben Pernando Poo con dos O; pero cuantas personas desempeñan funciones retribuidas, las yo creo quo solo debe escribirse con una O. No me fundaré para cuales no tienen por cierto, en razón de ellas, ninguna iísto en que los ingleses, los franceses y otros extranjeros escri- entrada en l-a> cámaras. Otra, pues, debió de ser la rai>en Pó, sino en que esa isla fué descubierta por Fernando Po en 14S5. y aunque é'la llamó isla Formosa, diósele después en me- zón en que se fundó el Senado-Consulto; y oiga V. E. lo que la comisión encargada de informar acerca del pronoría de su descubridor el nombre de Fernando Pó, f Í yecto de él, dijo al presentar su informe al Senado. «Con respecto 4 los delegados, el proyecto expresa incompatibilidades y las hace recaer soore dos grandes cuerpos del Estado, sin comprender en ellhs ni aun á un tercer cuerpo (se alude al consejo de Estado,) que según el proyecto del Senado-Cíonsulta, vendría á ser en adelante el único legislador de las colonias.» «Para evitar toda aplicación particular á tal ó cual categoría de funcionarios, nosotros nos contentamos con expresar que los delegados no podrán ser nombrados de entre las personas que ejercen funciones retribuidas, bajo cualquiera forma que sea. De este modo evitaremos todo pensamiento de'escepciones.» Vea, pues, V. E. enteramente disipadas en este pasage todas las ilusiones y fantasmas que su espantadiza imaginación le habia presentado. * • • A pesar de la condición en que aquel Senado-Consulto ha puesto á»la3 colonias francesas, todavía es mas dura la de las españolas, porque aquellas, además dé nombrar cada una un delegado para la comisión consultiva, este delegado es elegido por el consejo general de la colonia respectiva; mas las Antillas españolas ni tienen delegados de ninguna especio, ni tampoco consejos generales que los puedan nombrar, pues estas corporaciones son equivalentes alas diputaciones provinciales españolas, las cuales no existen ni en Cuba, ni en Puerto-Rico. No deja de se^ reparable, quá al hacer V. E. el elogio de las actuales instituciones de las colonias francesas Y de remontarse hasta los acontecimientos de 1789, naya olvidado lo que en esas mismas colonias sucedió en ' épocas menos remotas. No en los turbulentos periodos de las dos repúblicas francesas, sino en el de la m )i:arquía^le Julio, encontrará*V. E. una Constitución colonial, que sin ser el mejor modelo, es á lo menos muy preferible á la que hoy tienen esas colonias. Consulte V. E. la ley orgánica que se les dio en 1833, y después que la haya examinado, reranocerá que ellas gozaron entonces de Consejos coloniales y de otras libertades políticas de que hoy están privadas. Reflexione por último V. E., que las colonias francesas no se pueden equiparar á las Aiitíllas españolas. En aquellas, los esclavos, no solo fueron violentamente emancipados en 1848, sino que al mismo tiempo recibieron, sin merecerlo, doi-echos iguales á los blancos: y como el número de estos es inmensamente pequeño respecto del de aquellos, resultaria, que si á esas colonias se concediesen instituciones liberales, la raza blanca quedaría excluida de todas las fundones públicas por las turbas de negros que la combatirían en lis urnas electorales. Tan triste estado pudiera remediarse en parte, no llevando á las colonias el sufragio universal de Francia; sufragio que no es en ella por cierto m ly favorable á la libertad, pue^ que esta brillaba mas en tiempos en que no lo habia; pero como no se quiere que la-i colonias sean libres, el sufragio universal es uao do l.s protestos que se alegan para mantenerlas bajo del 8i.-ite;na quelisrije. No es esta felizmente la condición de las AntillüS españolas ¿Acaso se ha emancipado en ellas de un golpe á los esclavos como lo hizo Francia?" ¿Es por ventura el número de ellos superior al de los blancos? ¿No es, por el contrario, muy inferior al de estos? ¿Híise, en fin, estableoido el sufragio universal en España? Y caso que se estableciese, ¿se introducirla ni admitiría en sus colonias? Las ideas sobre la esclavitud emitidas por V. E. en sus discursos me obligan á continuar esta carta. En la sesión del Senado de 26 de enero dijo V. É., que «Inglaterra abolió por acta del Parlamento la esclavitud en sus posesiones: que desde aquel período ó poco después, ella se declaró la pr tectora del principio de abolición; y asi fué que apena" coucluyeron las guerras de Napoleón, en el Congreso de París hizo que se pusiese ya un articulo por el cual las potencias europeas se obligasen á ir destruyendo la esclavitud por los medios que allí se indicaban.» De este pasaje se deduce claramente, que la abolición de la esclavitud en las colonias inglesas fué anterior al Congreso de París; ¿pero cuándo se reunió este? En 1814; luego según V. E., esa abolición precedió á este año. ¿Y es posible que V. E. confunda dos cosas tan distintas como son la abolición del tráfico de esclavos y la abolición de la esclavitud? ¿Quién ignora, que en muchos países, esta se ha conservado largos años después de abolido aquel? Lo que Inglaterra abolió en sus colonias antes del Congreso de París, lo que ella abolió en 1807, fué el tráfico de esclavos; pero la esclavitud subsistió en ellas en toda su fuerisa hasta la ley del 1.° de agosto'de 1834. También supone V. E., que Inglaterra hizo poner en el Congreso de París un artículo por el cual las potencias europeas se obligasen á ir destruyendo la esclavitud. No señor: á lo que ese artículo se encaminó, fué solamente á que esas potencias se obligasen á ir aboliendo el tráfi" co de esclavos, sin tocar en nada á la esclavitud. Trascribamos el artículo á que alude V. E., que es el primero de los adicionales al tratado entre Francia y.la Gran Bretaña concluido en París el 30 de mayo de 1814. «S. M. Cristianísima participando sin reserva de todos los sentimientos de'S. M. británica relativamente á un género de comercio que rechazan los principios de la justicia natural y las luces de los tiempos en que vivimos, se compromete á unir en el futuro Congreso todos sus esfuerzos á los de S. M. británica, para hacer pronunciar por todas las potencias de la cristiandad, la abolicioni del tráfico de negros: de tal suerte que el dicho tráfico cese umversalmente, como cesará definitivamente y en todos casos de parte de la Francia en el término de cinco años, y que además, mientras durare este plazo, ningún traficante de esclavos pueda importarlos ni ven derlos sino en las colonias del Estad > de que es subdito.» Menos perdonable es todavía el error en que V. E. incurrió, cuando pronunció en el Senado las siguientea palabras: CRÓNICA H1SPAIÍ10-AMERIC1.NA Fraguóse en tiempo de Tiberio una conjuración m u y tismo, á Napoleón el grande, á cuyas planta"» se prostertDespues, señores, en 23 de setiembre de 1817 se celebró un tratado entre la corte de España y la de la peligrosa en el Mediodía de Italia. Turio Curtislo, a n - naban los monarcas. Escitando el entusiasmo por la liGran Bretaña, en cuyo »rt. 9-* y los siguientes ae insti- tiguo soldado pretoriano, tuvo varios conciliábulos en bertad, difundiéndola en los ejércitos, comunicó vigorotuyó lo que se creyó oportuno respecto a l a esclavitud de Brindis y en otras ciudades vecinas, y fijando carteles so impulso á la voluntad nacional, y sus prodigios in-i püblicos, ofreció la libertad á los esclavos de los bosques, • mortales libertaron á la Europa del yugo dol tirano. La las Antillas. España se o'ligó á aboliría.* Dispénseme V. E., pero ni del art. 9.* ni de ningún que por sus costumbres salvajes eran mas vigorosos y perfidia y la ingratitud de los reyes coaligado», q u é otro de ese tratado aparece que España se obligase á arrojados que los demás. La fortuita arribada á esos pa- olvidaron sus promesas liberales á las naciones destruabolir la esclavitud. No tengo necesidad de insistir en rajes de una división de la escuadra romana sofocó la veron la asociación que los habia salvado, y como h a l a lamentable equivocación que padece V. E. Todos s a - conspiración que ya^empczaba á desarrollarse, y lapron bían descubierto su poder maravilloso, formaron la de laben en España, y fuera de España, que el tratado de ".-3 ta remisión á Roma'do los principales conjurados disipó Santa Alianza, para co abatir las ideas de !a revolución francesa, que tod ivia conservaban algún caloren el corade setiembre de 1817 se hizo únicamente con el fia de la alarma que en ella se habia difundido (1). Reinando Nerob, los esclavos gladiadores que Labia zón de los pueblos acabar con el cqmercio de esclavos africanos; y para conOtro ejemplo no menos elocuente de su grandeaa, nos vencerse de que así fué, basta leer el titulo del mismo en Preneste intentaron sublevarse, y aunque este movitratado. Dice asi: «Tratado entre S. M. el rey de Espa- miento fué al instante comprimido, Roma aterrorizada ofrece' la Asociación católica de Irlanda, oi^ganizada en ñ a y'de las Indias, y S. M. el rey del Reino-Unido de k ya se imaginaba ver á otro Spartaco con todq^ sus hor- 1823 por el grau tribunoO'Connell. Soreglamentoprovisional exigía la presencia de diez miembros para abrir la Gran Bretaña ó Irlanda, para la abolición del tráfico de rores (2). • B ijo el imperio de Galba, un esclavo del Pouto, s e - sesión, y estos nunca llegaban á reunirse. A la cuarta negros.» Con lenguaje y sentimiento religioso qufe yo aplaudo gún unos, ó un liberto italiano según otros, fingiendo sesión solo asistieron ocho personas, y antes de sonar la sinceramente, habló V. E. de la esclavitud que existia- ser Nerón, pues que en la Grecia y en el Asia aun se hora designada, O'Gonnel S;ilióá 'a calle, ó hizo entrar al nacimiento del cristianismo. V. E . , cuyas palabras dudaba de la muerte de este emperador, pareciéndose a bru.scamente en lalibrería donde "celebraba sus- reuniotrascribo aqul> piensa que la obra de la emancipación de él, y cantando y tocando muy bien la lira, se apoderó de nes, á unos estudiantes que encontró casualmente, y los esclavos es la obra del cristiUnismo; que donde p r i - la isla de Cythne, armó en ella á los esclavos mas robus- convenciéndolos con su elocuencia para que perteneciemero penetraron y se infiltraron las predicaciones de J e - tos, y ocasionó escanda os y males, hasta que cayo bajo ran á la asociación, pudo abrir la sesión. La suscricion sucristo fué en la gran masa de siervos; que cuando el los golpes de Cal[)urnio Asprenas, gobernador de la Ga- de uu penique al mes, produjo millares de renta anual, a s i l a aristocracia ingle.ia llamaba á O'Connell en son cristianismo se anunció por el Divino Maestro, la mayor lacia y la Pamphylia (3). . parte de los hombres eran e.scIavo<, y pocos, muy pocos Acostutnbrados- á tomar parte en las guerras civiles de mofa, el rey de los mendigos. Estos recursos se coneran los libres; que estos estaban en el mundo entero en de la república y de los triunviros, mezcláronse también sagraron al soco ro de los pobres, y á combatir ante loS proporción oe los esclavos com) de 1 á 35; y que sin en las del imperio, ya á favor de los que lo atacaban, tribunales las iniquidades de los agentes del poder. En embargo, la historia no nos habla ni de una insurrec- como el Galo S icrovir (4), y a á f ivor de los que lo d e - vano el gobierno inglés denunció al gran ngitfidoi- al j u ción, ni de una rebelión, ni de un combate contra la au- fendían, como Otiion contra Vitelio (5), y Vitelio contra rado, por haber pronunciado algunas palabras sediciosas en sus nrengas, porque el jurado absolvió á O'Connell. toridad. Vespasiano (6^. Durante la lucha entre estos dos emperadores estalló En 1825 el ministerio en el discurso del trono al parla¡Qué campo tan inmenso se presenta delante de mí! Sobre esos puntos que V. E. toca tan rápida y superfi- en el Ponto una guorra, que Tácito califica de servil, y mento anunciaba que tomaría medidas represivas cuntra las sociedades políticas de Irlanda; Mr. Galbarn, secrecialmente, yo he hecha algunos estudios que mi mala que fué proinovi(l%por el e-sclavo Aniceto contra Vespa estrella no me ha permitidj publicar; pero no pudiendo .siano, causando por mar y tierra muchas desgracias, taiij de Estado en Irlanda, presentó un bilí, que declareferirme á ellos par estar inéditjs, y no siéndome dado hasta que al fin pereció á manos de Verdio Gemino, ca- ba ilegal toda asociación, cuyas reuniones'durasen mas de catorce días; á |)esar de las reclamaciones de los i r tampoco entrar aquí en la profunda discusión de tan pitán que seguía la bandera de Vespasiano (7). importantes materias, me limitaré á muy breves obserZnsimo nos dice, que esclavos p'-ófugos reunidos con landeses el bilí fué sancionado p )r e servilismo del p a r vacioncís. soldados desertores saqueaban la Tracia. Loa campesinos lamento, pero la asociación fraccionándose, eludió la ley, 1.* Es innegable, que el cristianismo h a sido un p o - de la Galia, conocidos con el nombre de Ba;jaudas, se y prosiguió su obra con firme perseverancia, hasta que deroso elemento de la civilizicion de los pueblos, y que alzaron en tiempo de Diocleciano para sacudir la tiranía el duquo de VVellhington,jefe de un mitiisterio, declaró por consiguiente influyó desde su origen en la manumi- de sus señores y de loa gobernadores romanos; y enton- en el parlamento, que no habia seguridad para la I n sión de los esclavos: pero esta influencia, ni ha sido tan ces también se sublevaron y juntaron con ellos ccsi todos glaterra si no accedía á la emancipación católica. La asouniversal como generalmente se cree, ni mucho menos los esclavos de aquella vasta región. ¿Pero cómo no h a - ciación después de alcanzar tan brillante victoria, se d i la.única que ha contribuido á tan gran resultado. Uno bían de sublevarse, cuando á pesar de la be léfica i n - solvió ella misma. El pueblo raa; miserable por el poder de los problemas mas difíciles é intrincados de la histo- fluencia del cristianismo y de la filosofía, cuyos princi- incontrastable de la fuerza moral, trionfó de la ar Btoria, y que todavía no so ha resuelto satisfactoriamente, á pios hablan penetrado hasta en la nueva legislación del cracia mas rica y poderosa. Mis tarde la asociación de pesar de cuanto se ha escrito hasta el dia, es el examen imperio, la generalidad de los amos los trataban con du- Manchester, fundada por Cobdeii, conquistó la libertad y apreciación imparcial de todas las causas que abolie- reza y muchas veces con crueldad? Mirábaseles como de .come re lo. También la asociación católica, establecida en Francia ron, ó mejor dicho, que disminutieron en la Edad Media enemigos: vivíase en continua alarma: al hundirse el la antigua esclavitud. Digo disminujieron, porque es imperio de Occidente, los emperadores León y j ^ t h e m i o porLamennals pudo influiron los destinos delcat U'is > o, falso que esta hubiese desaparecido enteramente de to- prohibieron en 468 (8), que ni en las ciudades ni en los .«á s i s gefes no la hubieran combatido. El do lativo dedle'. das las naciones de Europa, pues que al descubrimiento campos pudiesen tener armas; y á tanto llegaba el t e r - francos por año, se elevó en el primer año á 31,513fn n del Nuevo Mundo aun habia algunas que estaban p l a - ror, que el pueblo supersticioso creía que el trueno en cos, adoptando el título de Agencia general para la deciertos días del año era un presagio de revolución de fensa de la libertad religiosa; tenia sobre todo por obje gadas de esclavos como España y Portugal. to el sosten del derecho que pertenece á todos, de n lirse 2." No es cierto, como supone V. E., que donde pri- esclavos (9). Muy larga seria la tarea que yo me impusiera, si para orar, para estudiar, ó para obtener todo otro tí 1 lemero penetraron y se infiltraron las predicaciones de Jesucristo, fué en la gran masa de siervos. Entre las continuase refutando los demás errores qne contienen los gitimo, igualmente venta osaá la religión, á 1)3 p bre-i, muchas pruebas que yo pudiera traer, solo invocarft el discursos de V. E. Pasarélos, pues, en silencio, y reser- y a l a civilización. Nueve pers mas formabín el cons'jo testiiiionio del mismo'Tertuliano, á quien cita V. E. en vando solo (los, porque son de grande importancia, los presidido por Lamennais y ofrecía ser fecunda e u b i uéficos frutos para la lib.ertad, cuando Lamennais deciun pasaje, que no es del sigl) II co no cree V. E . , sino exami laré detenidamente en ocasión mas oportuna. del siglo Ilf, porque en este fué cuando'aquel autor e s Es de V. E. con la mayor consideración su atento ser- dió emprender un viaje á la capital del orbec tólico, pa ra suplicar al Sumo Pontí ce, que sancionase t»n n *•?cribió su Apología -del cristianismo, de cuya obra tomó vidor Q. B . 8 . M. . níflca empresa; pero en vez de la protección que espe- ' V . E. el fragmento mutilado que leyó en el Congreso, y JoBi Amomo SAOO. raba encontrar, s do recibió amonestaciones, y fl<'l á los que yo reproduzco ahora integramente: principios que habia sustefutado, no creyó que dbbia retNo somos sino de ayer, y ya lo llenamos, todo, las sistir a la autoridad ciega, que olvidaba los principios ciudades, las islas, los castillos, los munici ios, las Ik LIBERTAD DE ASOCIACIÓNdel cristianismo; y en Í832se disolvió la asociación Jes Asambleas, los campamentos, las tribus, las decurias, el pues de dos años de gloriosas luchas. palacio, el Senado, el foro: solo os quedan los t e m Una de las bases fundamentales del gobierno consb n Suiza y en las provincias rhenanas, la a'wclacion plos.» (1) En este pasaje se vé que el cristianismo habia pene- titucional es el derecho que deben ejercer los ciudada- aplicada á la a'íric iltura lia creado la riqueza de estos trado ya en las diferentes clases de la suciedad; pero sin nos de reunirse y asociarse' para discutir sobre las pueblos que antes estaban sumidos en la miseria, y los negar yo que entonces hubiese esclavos cristianos, nó cuestiones que afecten á sus intereses, concertar sus bancos agrícolas proporcionan á les cultiVMdores los r e tese bien, que Tertuliano no los menciona especialmen- voluu'ades, y coadyuvar á un fin común. Pero los go- cursos que necesitan para fecundar sus dampos. Las mite, ni menos dice que ellos fuesen los primeros en quie- biernos opresores, aCiuque se cubran con las formas par- nas de hierro de la Hungría y las de Hartz, están o r g a lamenfeirias, conculcan este principio sagrado, y violan nizadas poV el prindpio de la asociación, v una llanura nes hubiese penetrado la doctrinado Jesucristo. 3.* V. E. confunde tainbieu lo que es preciso distin- uno de los dogm is m ¡s fecundos de la libertad, que e s - estéril serla inhabitible sin los beneficiosos efectos de guir; confunde á los siervos con los esclavos. En un sen- timula I4 actividad y las energías individuales, centu- este maravilloso sistema, que hace felices á 50,000 hatido vulgar é inexacto, el esclavo se puede tomar por plicándolas por la asociación, en que todas las fuerzasse bitantes. La asociación fundada sobre la solidaridad de siervo, y el siervo por esclavo; pero este lenguaje es i n - combinan en una fuerza única, y obedecen á leyes las inteligencias, de las voluntades y de los intereses de admisible, cuando se h ibla co -rectamente, so!)ré todo, que producen la arnonía. Ningún esfuerzo es estéril, los individuosi crea la seguridtd, la abundancia y la cuando se trata de.graduar la influencia que el cristia- porque no está aislado, las inteligencias se esclarecen en fuerza. Paríi que produzca tau prodigiosos resaltados es nisjno y otras causas han podido ejercer en la condición su contacto recíproco, y todos sus rayos convergen h a reciso que se o n s a g r e en las Constituci mes de 1 is puede los hombres, pues no solo hay una diferencia funda- cia un m i s n o foco El cristianismo proclamóla igualdad loa este derecho, como está consignado en las de H o mental entre loa e clavos y los siervos, sino que estos .espiritual, la del cielo, pero en la tierra ostentaban triun- landa, Suiza, Bélgica, Inglaterra y loa E^ta ios-Unidos. fante'su imperio ios tiranos esclavizando a l a humani- En Francia y en España la centralizicion del Estado formaban entre si distintas especies. 4 . ' Al nacimiento del cristianismo, dice V. E . , que dad; la revo uci)n france-sa estableció en la ley humana ahoga en su germen e 4 e pensamiento civilizador, porhabia en el mundo entero 35 esclavos para un hombre la i g J i l d i d consagrada por la ley divina. El principio que mirar con desconfianza y temor toda agrupación libre. ¿De dónde ha podido sacar V. E. tan peregrina de la asoc af'ion es la isrualdad. de ciudadanos, y para tratar de literatura, de ciencias, noticia? ¿Dónde están los cens)s, ó datos de ot-o género No se crea que en alas de nuestra fantasía'volemos de cualquier materia que solo á ellos puedo interesar, es en que se funde tan descabella la aserción? S.)brt>. rste á Iti reg on de las quimeras, aplicando á to los los hom- necesario el permiso de l a a d ninistracion enemiga de la punto, nada, nada se sabe, no y a res )ecto al mundo en- bres el mismo nivel, sin -atendor á que los méritos y las liberta!, que no coinorende lo que hay de p-ofundo en tero como afirma V. E . , pero ni aun siquiera á las pr »- inteligencias no son iguales, pero abrigamos la intima la teoría de .Aristóteles, qne ha d e i n i d o al hombre un vincias mas civiliz.ida-í del imperio romano. Lo único convicfionde que uno do Ios-medios mas poderosos para animal sociable ¿Qué es la sociabilidad sino el desarrollo que se p j e d e asegirar, es, qui" habia muchos e-<clavos; educar a 1 is pueblos, y elevar el horizonte de su pensa de un sentí niento innato en nuestro corazón, un atractipero cuand) de aquí .se pasa á deter:ninar su numero en miento, do engrandecer á los individuos, recompensan- vo reeíproco, una afección mút la que tiene por objeto el aquella época, y á establecer proporciones entre el'os y d> suH obris es la asociación, la gran palanca del si biei; general? iQié es sino la consagración de uíia ley los libres, nos encontram is en las mas densas tinieblas. glo XiX, que -emueve los mas formid iblos obstáculos, y moral grab ida al nacer en nuestra alma? 5 . ' Que después de haberse e-^tablecido el cri tianls- a'lan-i las inontaftaa mas gigantes; el individualismo es Las asíjciaclo-iesindoatrialesycomercia'es sonrftmas mo, la historia no nos habla ni de una in^urrec ion, ni la debilidad, la asociación es la fuerza. Su poder es i n - del árbol de la libertad socia'; la as )Ciacioa que cent xde una rebelión, ni de un combate de 1 is esclavos contra me ISO. Uña asociación fundada en Alemania bajo el plicii los capitales y las fuerzas, es una fjr na legitima la autoridad, es otro er-or de V. E. que está desmentido nooib'-e de Tugc-bund, asociación de l i virtud, venció de la libertad. ¿A qué deben s i posperidad inmensa y por la misma historia que invoca. al coluso del siglo, al genio de la guerra y del despo- su pujante p )derío la Inglaterra, que cooduce sus navios B ijo el reinado de Augusto, en que vino al mundo el y sus mercancías por tod is lo mares, sino á la escelenSalvador, alzáronse varias v c e s los esclavos, y reuniéncia de su política, á la práctica do la libertad qúo e n (1) Tácito, Anales, lib. 4.». cap. 27. dose á bandidas, salteabm hasta en las inmeliaclones tiende y mu'tiplica sus asociaciones libres, asl'-co.no los (2) T icito. Anales. lib. 15, cap. 48. de Roma; pero la mano visrorosa do aquel monarca reEstados-Unidos, en que la energía y la vitalidad de eso (3) Táci o, llislorias, lib. 2.°, cap. 8 y 9. primió con prontitud aquellos levantamient )3 (2). pueblo grandioso se derrama por todos los c malea de (4) Tácito. Anales, lib. 3;". cap. 43. (5) Tácito, ilitiorias, lib. 2.», cap. It y 35.—Suotonio, fUa ie la asocia-ion? En Bélgica loa ciudidanos t ' e a e n el d e (1) Tertullianus, inoiMí^fcttí ndeirtiM 7*nfeí cap. 37.Eita_obra fílelio. cap. 15. recho de reunirse y a3.)ciarse p i r a el in que les conven(6) Tácito, nislorlat, lib. 3.', cap. 57. fué escrita en el siglo III durante la perseopcion de los cris iaga, sin q u e la autori ad pueda intervenir directa ni indi«os por el emperador Severo. (7) Tácito, Historias, lib. 3.», cap. 47 y 48. rectamente para arreglar, limitar, ni aun vigilar el ejer(2) Appianus, be Bello Civili. V. (8) CVJiíodí Justinkno. lib. 9, tit. 12, leylO. (9) Juan Lydus, De Ott.ntit (Oe ¡01 Proiioios). E LA. AMERICA. filcio de este'derecho. {CU&Q sabia es la máxima de Goe- ciaban en sus negocios, dirigieron súplicas al rey para the de que el mejor gobierno é$ aquel que enseña á los obtener la licencia do adquirir ellos mismos estos oficios. hombrts i gobernarse por tí mismos! Hoy todos los pue- El rey, que solo quería plata, accedi<S á sus deseos, y blos de Europa reclaman la intervención activa del país las corporaciones rescataron en masa todos los cargos que «n los negocios generales, y garantías que protejan enér- pesabaa sobre ellas, pero el vicio era profundo, y los ricamente los derechos civiles; hoy penetra por todas reg amentos y monopolios hacían cada vez mas deploraaa capas sociales el espíritu de libertad, que es el bien ble la suerte de la clase obrera, asi en Francia como en común, y la gloria de la civilización. nuestra patria, donde la industria y el comercio languiLa asociación contribuye á mejorar la condición de decían abrumados por el inmenso cúmulo de abusos que la clase obrera, que debe ser la preocupación mas viva engendraba el despotismo, hasta q&e la revolución de^ de los hombres de Estado. Instruir, moralizar, educar é 1789, aboliendo las corporaciones, los privilegios y moimpulsar el desarrollo material, moral é intelectual de nopolios abrió un nuevo horizonte k las clases obrelas masas, es la obra mas cristiana, digna y patriótica, ras. El compañerismo ha podido atravesar las vicisitudes que reclama los constantes desvelos de las elevadas in- de las revoluciones sin perder sgi carácter, y la protecteligencias que se inspiren en el amor al bien público ción, el trabajo, el crédito y las recomendaciones favopara regir los destinos de las naciones. Es necesario huir rables, nó son los únicos beneticios que ofrece á sus ae las falsas exageraciones de los que llaman ociosos á miembros, porque posee además cajas de ahorros y los dueños de fábricas, que con raras escepciones son los paga al compañero que cae enfermo los gastos que le que mas trabajan, y combatir el error y la injusticia de ocasiona su enfermedad, le dá socorros para el camino, los que consideran al obrero como la rueda de una má- cu indo se vé obligado á partir, y le rinde honores fúquina, y que les basta con satisfacer el salario del tra- nebres cuando muere. Los recursos se componen de cobajo deldia, negándole la mas leve participación en la tizaciones mensuales, de un franco .recoiidas públicariqueza que produce, porque no juzgan que ha contri- mente en cada taller, y las cueiitas son claras por todo buido al capital social; condenamos la teoría de algunos el mundo; las sociedades afiUdas en todas las villas, fallamados economistas, que no reconocen otro capital mas vorecen también á la que ha apurado su capital por gasque el de la plata; y para resolver el complicado pro- tos extraordinarios. Todavía estas sociedades deben alblema social, creemos que deben armonizarse el trabajo, canzar por reformas definitivas el grado de perfección el capital, y la inteligencia, elementos indispensables de que reclaman las necesidades de nuestra época, fundiéntoda asociación fecunda. La libertad de los asociados dose las a/íociaclones rivales en fraternalarmonía, desarropara combinar las ventajas de este sistema, es la mejor llando el fecunda pensamiento que enr 1848 Inspiró la garantía de estas ius«tituciones. Constitución firmada por los delegados de muchas corLa revolución francesa declaró libre el trabajo, y poraciones, con la esperanza llsongera de que fuera adopabrió un "vasto campo á la actividad del individuo, pero tada por las sociedades de todos los oficios en toda la el obrero permanecía aislado, y cuando carecía de tra- Francia. Mezqumos egoísmos h&n rt^rdado la realiza bajo, ó la enfermedad ó la edad le agobiaban, veía se- clon de tan bella obra, aunque hoy los compañeros de pultada á su familia en la miseria, y moría en un hos- todos los deftíres sé Invitan mutuamente, y celebran en pital. Entonces invocó de la asociación el auxilio que común las fiestas de suS patronos. Existen también las necesitaba para no perecer de hambre, porque ella sola asociaciones de asistencia mutua, que por medio de co)odia suministrarle independencia y fuerza moral, y creó tizaciones Individuales, reúnen un fondo destinado á ali-' as sociedades de asistencia mutua, y las de compañeris- viar á los obreros enfermos y á los que su vejez hace Inmo rémmtiad'isa el origen de estas ultimas a la mas capaces de ganar por su trabajo sU subsistencia, y la de remota antigüedad, pues en las tradiciones de Oriente, su familia, pero la autoridad Interviene en su formación, en la época de las Cruzadas, y en los siglos XII y XIII, y en España las disuelve para Condenar al obrero á la se derramaron por Francia y por Alemania dos clases de miseria, como sucede on la crisis espantosa que atravieasociaciones,, que semejaban tener una misma cuna; sa la Industrial Cataluña. Solo la práctica inteligente y unas se nombraron franes masones, que se subdividia en sincera de la libertad de' asociación, siguiendo los maglogias que mas tarde adoptaron ciertas sociedades políti- níficos ejemplos que nos presentan los pueblos libres, cas en las épocas del rudo despotismo en todas las na- que gozando prosperidadcreclente, y progresan en el caciones, y en España desempeñaron un papel importante mino de la clyllizacion, pueden remediar las terribles desde el año 20 al 23, y en los once años de dominación calamidades que agobian á las clases proletarias, y preabsoluta. Estas asociaciones de obreros en su origen es- venir funestas colisiones, y catástrofes espantosas. taban penetradas de un espíritu religioso, pues sus estaLas ííleas cristianas, los escritos de los sabios, y las tutos eran publicados en nombre de la Santísima Tri- Conquistas de la industria, son los signos precursores nidad, y proscribían de ella á los que vivian en concubi- de la asociación universal, de la Santa Alianza de las nato, á los j ugadores' y cristianos poco fervientes, y pro- naciones, el verbo nuevo del porvenir, la redención de hibían á los franc-raasones que mantuvieran ninguna los pueblos oprimidos, y la religión de las futuras generelación con los proscritos de la comunidad. Los se- raciones. EOSEBIO ASQUEKIMO. ñores, los leyes y a u n los Papas les concedieron privilegios, y muchos abades y prelados pertenecieron á estas asociaciones, que se trasforraaron poco á poco de indusPROSPERIDAD DE CASTILLA.. triales en filantrópicas y filosóficas, reinando en ellas uQ grande espíritu de fraternidad, no solo bajo la relaIMPORTACIOfi DE HARIMAS Efl CUBA. ción de la asistencia mutua, sirio que á su concurso se debió que se terminara la construcción de la Iglesia de Siendo de tanto interés p irá el pais la cuestión de imSan Juan.de Lion en el siglo XIII. El carácter del portación de harinas én Cuba, voy á manifestar mi opicompafterismo fué distinto, pues hasta nuestros dias nión sobre el decreto de 1.* de abril; tanto mas, cuanto ha sido exclusivamente ima asociación de obreros, que que fué materia que me ocupó mucho en las Cortes desadoptaron el título de Compañeros de la libertad; otros de 1844, siendo diputado de esa provincia y.de Santanel de Compañeros extranjeros, en atención á su vida nó- der. Aumenta • la salida ó veMa de sus productos, es el mada y errante; ambas reconocían & Salomón por su'pa- empaño constante de los gobiernos de todos los países, trón, hasta que estalló la división entre las dos en el si- para asi ocupar brazos y capitales; en España parece fío XIII, y constituyeron tres categorías diferentes: la hay el sistema opuesto, por eso no progresamos ton ráe los compañeros extranjeros y de la libertad marchó pidamente como los demás pueblos civilizados. bajo la bandera de Salomón,. otra de los conipañeros Dos cosas hallo en dicho derroto dignas de censura, Pasantes y del deber, bajo la de Molay, el gran maestre, y una de aplauso. Las expondré empezando por esta úly la tercera llamada de Los hijos del padre Loubise, bajo tima, porque siempre es mas agradable cumplimentar la dirección de un monge benedictino de este nombre. que poner defectos; por mus que cuando hallemos estos, Los franc-masones abrían su seno á los escultores, cons- los fueros de la verdad y de las buenas doctrinas exigen tructores y arquitectos que trabajaban en levantar ca- sea uno que se estima, censor hasta amargo, y esto auntedrales y pertenecían á toda la cristiandad. Los compa- que fuesen amigos míos los autores del decreto, cuanto ñeros asistían á los obreros que no tenían establecimien- mas siendo adversarios. to fijo, y llevaron con ellos sus instrumentos, alquilaban Es cosa digna de alabanza que se bajasen los enorsus brazos en todas las villas donde encontraban salarios. En estos viajes se instruían, y la industria hacia mes derechos que las harinas de los Estados-Unidos Progresos, porque los compañeros traían á sú país natal pagaban en Cuba. La prohibición ya directa, ya indirec08 descubrimientos y perfecciones que hablan encontra- ta por medio de los altos derechos, dá en efecto lugar al do en otros pueblos. Cuando un compañero llegaba á contrabando inevitable cuando ofrece grandes gananuna villa se daba á reconocer, y se le daba trabajo, sino cias. Ya por medio de la fuerza, ya de la astucia.ó conhabla ningún puesto vacante, el mas antiguo le cedía el nivencia siempre se bao visto los gobiernos todos Imposuyo; si un compañero se veía exhausto de plata para tentes para atacar el contrabando, cuando este ofrece trasladarse á otra villa, la asociación le socorría; si caía grandes alicientes y que una empresa que salga bien enfermo, sus compañeros le asistían como á un hermano; compensa por dos que se desgracien. Si en países pobla8i sus derechos eran violados todos tomaban su defensa, dos y á la vista del gobierno se hacen los fraudes, qué no debe suceder en paises lejanos y de extensas costas. r si se separaba del camino del honor y de la probidad, Mas vale, pues, que cortando.una délas raices de la Ine arrojaban de su seno. Las discordias y escisiones que moralidad, lo que hablan de ganar los contrabandistas estallaron en estas asociaciones se han perpetrado por y sus favorecedores. Ingrese en la Tesorería, y que desgracia hasta nuestros días: organizadas para prote- nuestros pi*oductos en lugar de una competencia oculta, ierse mutuamente contra lá arbitrariedad y la violencia, tengan la indispensable, pero á la luz del dia. Ademas hicieron del título de miembro de cada corporación y de los Estados-Unidos son grandes consumidores de los procada oficio un privilegio, levantaron barreras formida- ductos de Cuba, y se les debe atraer en lugar de alejarbles para que los aprendices no llegaran al apogeo dé su los de aquel mercado; asi lo exige nuestro interés, consiprofesión, escitaron el antagonismo y la rivalidad délas derando á Cuba co no parte del territorio nacional, y asi diversas profesiones, y el monopolio y la rutina se opo- lo aconseja la buena amistad que se debe conservar con nían á las-innovaciones, y crecían los abusos y los pri- los vecinos, y 'os anglo-americanos lo son de nuestras vilegios consagrados por ordenanzas reales, y por deci- Antillas. Pero aquí cósanlas alabanzas que se deben al siones de los Parlamentos: A la muerte de Luis XIV to- gobierno por su citado decreto, y tengo ya que empezar das las corporaciones se encontraban sepultadas en una la crítica. eatreóia miseria, nacida de las medidas fiscales de este 1 •* Es anti-económico. y contra lo que hacen las dereinado, en el que para procurarse recursos durante sus úlnaciones que tienen Colonias ó provincias en Ultratimas guerras, Luis XlV creó oficios de jurados, inspec- más mar, que los productos nuestros paguen derechos, en tores, coiitadores, etc., para todos los o icios, y con no- nuestras mismas posesiones; y nuestras harinas esportavldas las corporacloaes de ver que extranjeros se mez- das en pabellón nacional 6 extranjero debea j han de- { f t Í bido ser siempre libres, enteramente Ubres, á su introducción en Cuba y Puerto-Rico. Si la harina va sin pagar derechos de Santander á Barcelona, ¿qué razoin hay para que pague la que va de Santander á la Habana? ¿Pertenece .ó no esta última ciudad á España? Mil veces en las Cortes reclamó esta franquicia en favor de mis representados: solo pude conseguir se bajasen los derechos desde 50 rs. el barril que antes pagaban, á 40 rs. Los 10 rs. se impusieron en 1838 para cubrir en pártela contribución extraordinaria de guerra, y según el mal uso y malas costumbres nuestras, seguía después, hasta que á fuerza de mis reclamaciones, conseguí su rebaja. Se calculaban en 200^000 los barriles que de nuestras harinas se consumían anualmente en las Antillas Españolas, y asi logré un alivio dedos millones de reales anuales al comercio de Santander y á la agricultura castellana, que en 20 años son cuarenta millones, que hice pasar al bolsillo de lae clases productoras tan poco atendidas en •España, y que sin mis gestiones hubieran quedado para las plantas parásitas. (Parasistas decía en las Cortes constituyentes uno'de nuestros espadones.) Para no quitar el derecho restante;estoes, los40 rs. en barril, se me decía que el Tesoro no podía desprender-le de los ocho millones de reales que producían nuestras harinas, y la prueba dé que era sulo un protesto, la tengo en que las rentas de Cuba que eran entonces, 1844, de unos 16 millones de duros anuales, han subido á 30 millones, y no por esto han quitado los derechos á nuestras harinas:' ¡y luego se habla de protección á nuestra agricultura y á nuestro comercio! Ahora con los derechos que paguen las harinas de los Estados-Unidos, habría para lo. que se recibiese de menos en las de Castilla, si realmente lo •que asustaba en mi plan, era el perder los ocho millones de reales anuales. 2.* El decreto sostiene el derecho diferencial de bandera, antigualla antl económica, que sino desaparece de un golpe de nuestro arancel, como debía suceder, se debió empezar quitándolo en un artículo de comercio para el que se hacia en 1865 una nueva legislación. ¡Siempre nuestros gobernantes mas atrasados que la nación que gobiernan! En otros paises mas afortunados, los hombres de Estado lejos de ir Í la cola, en punto á conocimientos científigos, van á la cabeza ó almenes están al nivel de los hombres ilustrados. Sabido es que hace ya mas de dos siglos, cuando los ingleses cortaron la cabeza á Carlos I y se constlfuyeroiieii república, pusieron al frente de ella al general Oliverio Crünwcll, con el título de protector. Observando este cómo creí'ia en importancia y riqueza marítima la pequeña república de Holanda y celoso de su poder, dictóla famosa acta dé navegación, que tantos elojlos le ha yalldo hasta hace pocos años- Creció la marina Inglesa, como se aumentó su riqueza en los demás ramos, fenómeno que se observa siempre después de las grandes revoluciones; porque es efecto de las reformas que en ellas se practican, y que los gobiernos antiguos no se atreven ó no quieren'hacer. Así las cosas, después que la liga de Mancheater logró la libertad del comercio de granos, haciendo sucumbir á aquella prepotente aristocracia, dio tras del acta de navegación, objeto poco antes de culto entre los Ingleses, Hizo ver que la marina inglesa habla prosperado, no por el acta famosa; sino á.pesar del acta, y lo probaba con que otras naciones entre ellas la nuestra, adoptaron el istema mismo del acta y su marina no se fomentó. Pusieron el grito en el cielo los navieros, como antes la aristocracia, y pronosticaron la decadencia marítima de Inglaterra, si se abollan los derechos diferenciales, de bandera: ¿cómo, decían, hemos de competir nosotros ingleses, tan recargados de contribuciones (pagaban el dos y medio por 100 de contribución directa), con otros países como los Estados-Unidos que nada pagan? Contestaban los amigos de Cobden.quepor ló mismo que los Ingleses pagaban mucho para su gobierno, no podían ni debían pagar otra contribución como prima á los navieros pues á esto se reducia el derecho diferencial, á pagar m«s caros los fletes los consumidores, que eran la naclo'n. Resultedo: que vencieron, como en todas las cuestiones allí, los libre-cambistas, ylejos de arruinarse ha aumentado la riqueza marítima inglesa. Es, pues, ya un anacronismo nos venga el Sr. Seljas Lozano (ó sea la secretaria de Ultramar), con que se pague tanto en bandera nacional y tanto en bandera'extranjera. Su Señoría será doctor en derecho; pero acredita en ese decreto que no ha ganado la borla de .doctor eii economía política, en esta Importante ciencia que se ocupa de la riqueza de las naciones. Hay en esto dos contraprincipios, contra los cuales debe reclamar incesantemente el comercio de Santander, y los agricultores de España, sin dormirse como hasta aquí, hasta lograr la enlpra libertad del tráfico de harinas entre la Península y sus A utill&s Además olvida el decreto un interés muy importante, el de las fábricas situadas á corta distancia del mar. V asi no dice (y bien merecía ocuparse de esto), qué derechos pagarán los trigos extranjeros, que convertidos en harinas en fábricas españolas, vayan después a consumirse á Cuba, y Puerto-Rico. Habrá años como el de 1857, en que haga cuenta esta operación y sena injusto no permitir un rimo de industria que ocuparía ^muchos brazos y capitales, y ocuparla también muchos buques, va nacionales, ya extranjeros, pues mientras estos se dedicasen á este transporte, dejarían hueco a los nacionales para otros ramos, en que se emplean ahora los extranjeros. Si quieren ver en aumeoto nuestra marina, déjense de protecciones en «I arancel; supriman laa n^atriculas de mar, y tendremos marinero^ que es lo primero que se nece>*ita para tener marina mercante y de guerra. Declárele libertad de derechos para todas las materias d© que los buques se constrayen. con lo cual haremos buques baratos. Reconozcan la .libertad de bancos, con la obligación de pagar á la vista sus billetes, cerrando loa CRÓNICA. HISPANO-AMERICANA. las murmuradoras y tranquilas aguas del rio Grande, aconteciendo á la^ veces, que a causa de la existencia nómada v azarosa á que viene acostumbrado, al terminar él tiangui, abandona sus antiguos lares y marcha á probar fortuna en otra'rancheria. La religión dominante en esta olvidada comarca es la de Mahoma, ó mejor dicho consiste solo en C'crtas prácticas supersticiosas que para provecho propio sostienen cuidadosamente los sacerdotes o paniitass: por lo demás, si laaver-* sión de los habitadores del rio hacia la carne de perdo no revelara ciertas reminiscencias del islamismo, difícilmente se comprendería que esta doctrina religiosa fuera la predominante, viendo el placer y la abundancia con que los moros de Mindanao consumen publícame ite los vinos y bebidas espirituosas de todas clases. Las prácticas red icidas que constituyen el culto, debieron s r introducidas en su origen por algunos árabes ignorantes que residieron antiguamente JOSÉ MMK BB ORENSE. en el país: en todos los pueblos se vé un edificio miserable cubiert) de hoja de palma, al que se da el pomposo díctalo de mezquita: y en él suelen re mirse el viernes de cada se1SL.\S FILIPINAS. mana los panditas, el sultán y los d.ittos, para rezar alguE l RIO GRANDE DE MINDAKAO. nas oraciones. La orgadzacion política, si así merece llamarse, de las II. Organitacion y estado sociil de las razas que pueblan las 1 razas que vejetan á lo largo de las m'irge;ies deliciosas del mirgenes.—Sistemi de reducción.—Trátalos con Espam. rio Grande, se halla en completa armonía con su estado social y la ignorancia absoluta en que duerme su razón. No —Pueblos que se aposentan en las riberas del rio. se encuentra e .tablecida entre ellas la autoridad omnímoda Ni ]»or su organización, ni por sus fuerzas, ni por sus há- de un déspota cuyo-i caprichos sean leyes; no se conqpe 14 bitos, puede decirse que tie.ien carácter social la j agrd¿ja administración patriarcal le los ancianos: no hay ua rey cienes de Individuos que formando reducidos pueblos y es- que domine, no existe una sola regla que signifique los deparramados rancherías, se albergan en las pintorescas mar- beres y dereihos de los iudividuos asociados: hay un sultán genes del rio Graade. Toda la población que ocupa esta de potestad ficticia al que respetan aomi.ialmente los dattos ieracisma y casi desconocida comarca se encuentra, si no en ó jefes de los pueblos y rancherías, que constituyen laagreun estado completamente salvaje, en la infancia de la civi- gaciou; pero este sultán n i tiene rentas ni tropas, ni cuenta lización al menos, con todas la« cualidades, con todos los con otra obediencia que la qus voluntariammte quiera presdefectos que constituyen la niñez de las sociedades. Jactan- tarse á sus mandatos por los que se dicen súdditos y depenciosas y«tímidas á la vez estas gentes, hacen alardes ridícu- dientes de.la sultanía: obeJiencia que deja di.existir desda los de poderío, hablando de las guerras que sostienen con el momento en que la volu.it td del s dtau no arm )niza con algunos pueblos regidos por jere i de poco apacible condi- el deseo de los dittos, ó es contraria á suí particulares in ción, y exageran el número de sus baluartes ó fuertes, for- tereses. Feudalismo de fo -ma salvaje, la organización polímados con estacadas débiles de caña, considerándose in- tica d) estas razas, adolece de los vicios que caracterizan á vencibles y omnipotentes en estas luciías que por lo cumun tan imperfecto sisteo^a gubernamental, pero elevados á toda lo son de palabra, cuando cuentan con un número regular la poteacia de sus disolventes condiciones. Cada datto se de falconetes y cañones: signo de fuerza inútil en sus ma- conñdora asi propio como á jefe él mis caracterizado y ponos, no solo porque ignoran su manejo, sino á causa tam- deroso del país: y sin embargo, no cuenta con otros subdibién del estado en que se encuentran aquellos elementos de tos ssgu 03 que sus deudo i y esclavos. destruocion. La sola posesión de algunos cañones hace teEsta org\nizaciou que por la falta de unidad, por su immibles á los dattoe: pues los moros de Mindanao consideran en ellos el signo de una victoria indudable, por mas que potencia para obrar y resistir la agresión, se p esta á la condesconozcan toda la importancia de tan terrible auxiliar quista, presentí sin embargo el inconv^miente grave de pocuando se dirige la inteligencia. La guerra está reducida á der eonvertir el triun ó en vano alarde de fuerza á causa de vanos alardes de Inútiles cañones que ostsntan los dattos la carencia absoluta de iutereies permanentes. Pueblos ae •entre las estacadas que forman los llamados baluartes; y si existencia nómada y errante los que se aposentan en las tal cual vez se avistan las fuerzas contendientes, todo el ba- raárijeaes del rio, carecen de arraigo y da afecciones de lotallar queda reducido^ unos cuantos disparos de t'alconete calidad: ocupan las riberas por que se prestan mas dócil•ó de fúsil á lai^a distancia del enemigo, á tañer furlo.sa- mente á satisfacer las reducidas necesidades de su vida frumente el agum (1), lanzarse dicterios y retirarse luego am- lyal: pero se establecerían lo mismo en lo interior del pais y bos ejércitos á de-icansar bajo la sombi-a de sus laureles. Y hasta en los bosques ó eii las empinadas montañas que le sin embargo, cuando en el mes de febrero último vi-sitába- aprisionan, el dia en que sobre las cristalinas aguas del rio mos el rio Grande, nos decían aquellos candidos dattos que se reflejasen las armas de un c lerpo militar que se presentenían una guerra tan sangrienta como la Rusia: ¡tal y tan tara en aire de batallador. La pobla -ion no ofrecerla resispresuntuosa es la ínfiBitil condición de estas razas ínfleles! tencia, porque taita de intereses que conservar, no era posible que intentara sostene- una lucha desigual y desatenLa población se halla fraccionada en numerosas y peque- tada: pero refugiándose en las fragosidades de los montes, ñas rancherías que se cobijan en albergues miserables: el en cuyo ,seno liallai-ia también con que satisfacer las mas interior de las viviendas consta por lo común de un solo ap emiantes necesidades de su vida a limal, abandonarla las apartamento que se divide con paoellones'de tel-i de algo- riber.is del rio, dejando como único testimonio de domina•don y abigarrados colores, que son aposentos de otras tan- ción los miserables albergues que la cobijaron. tas ñimilias: estas casas cuentan para su ventilación con la La reducción de estas razas bastante numero as, y sin las puerta, que ntf es de crecidas proporciones, y alg ma venta- cuales pocos menos que Inúiil la material dominana de reducido tamaño: la dificultad con que se renueva el ción delfueranos Giande, debería llevarse á effcto por medio de aire, la corta elevación del albergue, la aglomeración de per- colonias rio agrícolas que fueran otros tantos nüolejs de poder sonas en tan estrecho recinto, y el olor acre del buyo (3) que físico y moral, á los que paulatinamente se agregada la poInastican en abundancia los moradores, producen uha at- blación mahometana. Presidiada cada colonia con un pe|uemósfera sofocante, que se asemeja al al'cnto délos volcanes, ño fuerte guarnecido con no muy numerosa fuerza, se hallucuando la presencia de un europeo reúne dentro de la vi- rian ai abrigo dé toda temeraria tentativa; y difundiendo la vienda á todos los individuos de la ranchería, que le cercan civilizacio I y con ellas los adela itamieatos las artes y la y le estrechan con una masa compacta de vivientes, de cu- agricultura; respetando las costumb es y la encreencias de loa yas boca? hediondas se lanzan torbellinos de humo y pesti- antiguos pobladoras, que tendriau ocasión continua de oblentes vapores. servarlas que distinguen á los pueblos civilizados, y las En tan desusadas circunstancias no ne respeta la mora- condiciones ventajosas de su organización, es muy posible da del datto: desde su mas allegado deudo hasta el úl imo que antes de muchos años, la población primitiva adoptande los esclavos de la ranchería, todos tienen ó se toman el do nuestros usos y hasta nuestra doctrina religiosa, ae derecho de interrogar al extranjero, de apretar su mano, de identificara en intereses con los dominadores, formando una tocar sus ropas, de consumir sus tabacos: y entre él sultán sola familia activa y numerosa, cuyos brazos dirigidos por ó datto y sus abyectas gentes, no se encuentra otni diferen- la inteli"rencia, convertirían el rio Grande en un manantial cia sensiblera la vista, que la de tener los primeros á su es- tan caudaloso como inagotable de iquezas. palda varios esclavos que sostienen sobre los hombros las Cuatro puncos culmin;intv!S hay en el rio que deberían armas del jefe, llevan su lanza y rodela, y le presentan el ser ocupados los primeros por las colonias agrícolas: el pue tabaco y el opio que mastica ó fuma casi .sin interrupción. blo de Pairnan que domina la entrada del brazo derecho, y Los moros de Mindanab son por demás curiosos y anto- desde cuya situación podiá estenderse el establecimiento jadizos: preguntan hasta la saciedad, y repiten las pregun- .sobre üuiíieato residencia del sultán, ocupando una ostensión tas indefinidamente: piden lo que les place como si tuvieran de ba tantes millas eu arabas márgenes: la cabeza de U isla un derecho adquirido sobre los efectos que fijan su atea- de Tuinbao con la- riberas inmediatas: todo el litoral que cion, que por lo común acontece no sean los de mas valia, y dá frente al islote de Santa Isabel, situado casi al comienzo piden no para conservar el objeto, sino para cambiarle con de la gran laguna de Ligahuasan, y el pueblo de Taviran otro que se preste á sus necesidades: solo conservan algu- que domina el brazo Izquierdo antes de que sus aguas se nos efectos de loza y cristal, no como recuerdo del viajero, viertan en el mar. A favor de estos cuatro establecimientos sirio para hacer con ellos vana ostentación de riqueza en sus estarla perfectamente dominado el rio Grande, y explotadas festines. A la cabecera de los pabellones que sirven á cada las tierral que fecundiza: á la sombra de estos cuatro cenfamilia de vivienda y dormitorio, vé se multitud de cajas tros de acción y de poder, la raza manuva, primitiva del grandes de madera fina con can ^oneras de latón col cados pais, que hoy se cubija eu las frajfosidades de las montañas simétricamente, unas sobre otras, pero todas vacias. Y es Vecinas, huyendo de las depredaciones y violencias de los que el moro de Mindanao que generalmente no tiene mis moros, que conviei-ten en parias de esta informe sociedad á prendas de vestir que las puestas, ni otro repuesto de víve- los que fueron señores de su suelo, desoeuderia al llano sla res que el bastante á cub ir la necesidad de cada día, en su temor á los opresores que serian impotentes ante la fuerza infiíntíl condición quiere alardear de acaudalado, y todo su civilizadora; y e-cudada con nuestra protección eficaz, venaparato de riqueza consiste en numerosas cajas, que solo dría á ser un elemento poderoso para la cabal reducción de pueden engañar al extranjero que desconozca aquella cos- las razas mahometanas. tumbre pueril. Pero el establecimiento de astas cuatro colon'as agrícoEl uso y valor de la moneda no son conocidos entre es- las debería ser simult meo y producto de uno de esos estas razas semi sa;vajes: no se luce entre ellas el brillo del fuerzos sublimes que n mcá se verifican sin que las corone oro, y deslumhra uu vaso ó una botella de cristal: el ex el más próspero resultado. tranjero que visita el rio Gra;dedebellevar telas de algodón Subyugadas primero por el estupor, las razas salvajes blanco y encarnado, espejos, pomitos de esencias y ptra^ que ocupan las riberas, y re ignadas mas tarde á sufrir una bagatelas, si quiere comprar alg m producto del pais.en sus, dominación gigantesca que no podían rechazar ni resistir tianguis ó mercados. Estos se repiten casi todos los días, ,si aceptando pasivas la nueva situación, aceptarían con ella las bife I en distinto pueblo; v cuando el moro de vííndanao se consecuencias, cuya inmensidai no las era dado prevenir ni pone en marcha para el tian->iui, carga en su baroto (3) la limitar. El sacrificio seria grande por nuestra parle, pero mujer y los hijos, el gallo y las mejo es cajas, y asi rodeado digno del nombre español y de las antiguas glorías que le de todo su patrimonio y afecciones, surca alegre y satisfecho circundan; próspero en resultados y aceptable á los ojos de la Providencia que no podría menos de protejer tan civilizador y humanitario pensamiento. {1) Especie de batinti» que produce un sonido vibranfe. Hállase vencida una gran parte de las dificultades que (2) Hoja de betel sobre a ane se estende una liirora capa de «al de conchas amasada, enTolviando después en eiIa un pedazo el establecimiento de las colonias agrícolas, pudiera presentar, pues á contar desde el dia 2¿ de mayo de 1837, los pue4 e pepi a de las que produce la palmera nombrada bonea blos moros de la parte baja del rio Grande, j en su nombre . <S) Cama ligera, bistante larga, pero angosta. -que ríen lugar k qiie el público oree cola, como si fuera pétjaro, y machos baucos se destinarán ¿ dar dinero soo r e los buques, que estando asegurados y uniendo c o mo hipoteca la póliza de seguro, es un valor que ofrece todas las garantías. Asi tendrían los navieros facilidad de levantar dinero á interés módico, primeras materias baratas, y manos en abundancia para manejar SUA b u ques. Con estos elementos naturales, que impide nuestra legislación, la riqueza marítiiña crecerá prodigiosamente. Estas medidas que son la libertad aplicada & esta in •dustria, son lasque fomentaríanusstra riqueza y déjese nuestro gobierno de derecho diferencial Je bandera, sistema mandado recojer. y representación el sultán de Cotavato, Key-Tendatario d» Tamontacan y los mas influyentes dattos, reconocieron la soberanía de la reina doña Isabel II, por un tratado .solemne que se celebró, y cuyas capitulaciones fueron acordad.is entre el capitán de fragata de la real arm ida D. Jos3 María Alcon, como representante del gobierno supremo de S. M. y plenipotenciario del Excmo. Sr. gobernador de estas Islas, y el muy escelente sultah Scandar, Guralalugla, rey zandatario de Tamontaciin, el rajad Mud9(l)5a¿y). Mahámad, Ca»saladAlam,yloa dattosDacula de Sibugay ó interino de Paiguan. Eu estas capitulaciones se reconoce solemnemente la posesión hereditaria del gobierno de la parte occi lental de la iála de Mindfwiao, al sultán, quien ejerce sus funciones como lugar-teníeute de la corona, que le acoje bajo su especial protecc:on: y el sultán por su parte reconoce las .berania de 8. M. sobre las tierras cuyo gobierno so le confia, y se obliga á tener por enemigos á los que lo sean de la reí na de España. El tratado establece á mas que el sultán usará en sus costas ó fuertes y buques, la bandera española con escudo y ' corona: que los buques de guerra españoles y fortalezas .saludarán al sultán cuando se presente, con siete cañonazos formando la tropa con arma al brazo y tocando llamada; y que el sultán tendrá el titulo de m iy escelente. Estab'ece también que los dattos de .sangre real puedan usar la bandera española con escudo y corona, y que los demás dattos la usen senci la ponien lo en ella su escudo 6 nombre: determina el orden de sucesión en la sultanía, preceptúa reglas importantes respecto al comercio y protección que la corona debe prestar al sultán feudatario, quien por su parte se ohliga por el capítulo 10 del tratado á comeiitir que se establezca una'fadoría en d rio Grande, y d p esta la todo su apo^o: y por el capítulo 11: se priva al rey-feudatario de todo derecho para ceder parte del territorio á cualquiera nación, declarándose desde luego nulas las que se hubieran verificado. Estas ca.nitulaciones fufiron adicionadas en 15 de mayo de 1845 con ocho artículos que nos dan mayor preponderancia sobre los pueblos moros. Eu 25 de febrero de 1850 se firmó acta de sumisión á la corona de E.spaña y reconocimiento de su soberanía por el sultán de Zirax Sia Mama y varios dattos de los que gobiernan los pueblos principales de la bahíaHiana, próxima al rio Grande: y últimamente en 26 de marzo de 1851 el sultán de Curamatan y dativos de otros pueblos de la misma bahía, se sometieron al poder español, reconociendo la soberanía de S. M, y su derecho incontestable sobre las tierras que aquellos gobiernan. Tal es el estado de nuestras re aciones con estos pueblos que están llamados á formar parte integrante de la gran nación española, constituyendo una de sus mejores joyas en la Occeanía. Terminaremos este artículo cuyas proporciones son ya harto crecidas, haciendo una ligera reseña de las poblaciones que .se asientan en las márgenes del rio. Partiendo déla grau laguna de Ligahuasan y antes de llegar á la isla de Tumbao, se encuentran Buayan residencia del sultán, Inidad, Bulaban, Sumupag y Tampaca, en la orilla izquierda; y en la derecha Cavasa'an, residencia del datto Boiat; Canalocan, que lo es del rajah Muda de Buayan, Maliitta, Bulan, Misaba, donde reside el datto Sarif: (2) Par y umbao que oc'pa la cabeza de a Isla del mismo nombre. Partiendo de esta que divide al rio en dos estensos cauces, ocupan el brazo derecha, ítittaya/j, Coíaca^o,. residencia del sultán, rey feudatario de Tamentaca, Supangan i/ Paiguan, situado sobre la barra del rio, y próximo á su desagüe en el mar. Y en el braz^ izquierdo h illanse los pueblos de Tabirat, residencia del datto Uaralat, Tamontacan que lo es del datto Mama, Limapata, y Talaban y Liria. El rio Grande aumenta el caudal de sus aguas con las que en su cauce vierten entre otros menos importantes, el Damalun y Tanlingan, que desaguan mas arriba del pueblo de Buayan y el caudaloso Cacan, que bordeando la graala-^ guna de Ligahuasan se confunde con el rio Grande, al comenzar la isla de Santa Isabel. Tal es, en resiímen la pintoresca comarca que dejó grabados en nuestra mente indelebles recuerdas; por lo que de ella dejamos referido, podrá comprenderse que nada exageramos al decir que cuando la civilización con su incontrastalole poder, haya convergido en productores aquellos campos que hoy se conservan en estado salvaje, las 'ierras del rio Grande, serán uno de los mas brillantes joyeles de la corona de Castilla. E. COLONIAS BK VIVES. AGRÍCOLAS T ESCÜELA.S DE KEFORMA PARA JÓVENES INDIGENTES, MENDIGOS, VAGOS T DELINCUENTES. (Continuación.) , Belacion con el exterior.Se ccmcñáo al colono v i s i t a r á su familia, cuando la conducta de aquel lo merece, y las demás circunstancias no se oponen; y basta la fecha de nuestra estancia, ninguno había dejado de volver á la colonia á la hora prescrita: se les permite también recibir sus visitas en el establecimiento, y aun mostrar k aquellos sin sujeción á inspección alguna, á pesar de estar prescrito lo contrario por el reglamento; pero en el caso en que el colono y sus parientes no reúnan las circunstancias morales pedidas por aquel, la visita de estos ó no tiene absolutamente lugar, ó se hace en presencia de un vigilante. Está prohibido á los colonos recibir cosa alguna de las personas que visitan la colonia. Carácter de la autoridad. La manera en que los diferentes empleados hacen observar la disciplina es ta', que hace sentir vivamente la fuerza de la autorida I de q\e se hallan revestidos: asi es que las órdenes y la mpbsicion de las penas van acompañadas de uu tono imperatvo, que demuestra una firme r solución de hacerse obedecer; y sin embargo, los vigilantes en general, y el jefe de es'os en especial, están lejos de imprimir terror en los colonos, cuando estos no tienen algún peso grave sobre su conciencia, pues saben acercarse á ellos con un afecto familiar, y ellos á su vez suelen ser recibidos con bondad y aun to.mar parte en sus juego < infantiles. Recordamos haber visto a u n e;njambre de estos desgraciados cercar al jefe de vigilancia, •mportunarle como á un padre, pidión ole bolitas de mar im mol para jugar, y aun registrarle los bolsillos: velamos tam bien á otros por las noches á la hora de accs'arse separarse de las filas para apretar la mano del mismo jefe y desearle íl) Rey ióvcn, heredero de 1* SaltaTi'a. (2) Dignidad sacerdotal que representa I» do mnestroa obispos. lo LA AMÉRICA. K9 buenas noches. Así es que las flsonomias de los dolónos bia el colono el uniforme de la escuela por el traje que trajo colono se atribuía á la subida del precio de los víveres; la y aus acciones no dan el menor indicio de la violencia y pre- al establecimiento, si está servvble; y si no lo está, por otro reducción enlosgastos délos emp'eadoay en los de la granja se creía deber á haber colocado en estos servicios á do? sión de un recluso: su mirada es franca y confiada, y sus nuevo, cuyo impo te se carga contra la caja de socorro. iWtas en general sonde la misma naturaleza que las que se Esta caja se forma con un sub.sídio que el gobierno dá amas de gobierno, dotadas del espíritu de orden y economía. notan en una casa ordinaria de enseñanza. Un hecho hay anualmente y con el producto del cepillo puesto en el estaQonJusioii.—Comparemos ahora los gastos hechos por que muestra la idea que los colonos tienen del estableci- blecimiento para los forasteros que lo visiten: estos recur- el E t a d o con los resultados obtenidos, y hallaremos quecon miento; y es que habiendo ido una ve» los jefes de sección sos no siempre .son sullcientes, y en tales casos se escita la 447,938 francos invertidos en la instalación, y O fr. 50 céncon un vigilante al depósito de mendicidad de Bruges para caridad de las corporaciones municipales y de los parii- timos que próximamente cuesta por dia cada colono, da la trapr á la colonia á algunos jóvenes mendigos, y habiendo culares. educación física y moral constantemente á 500 colonos, coempleado alli toda la mañana en lavarlos, en mudar su roPatronato.—V&TtL proporcionar colocación á los colonos, locando ánualmeute unos 140, y reformando de estos 85por pa, etc., reliusaron todos con divereos protestos y sm previo y ejercer sobre ellos una tutela desDues de su salida dé la 100 A falta de la escuela de Ruysselede estos m smis jóacuerdo el tomar parte en la comida común. Preguntados escuela, el i-eglamento dispon • la existencia y organización venes hubieran costado 0,40 por día en los depósitos de después por el vigilante acerca 'del motivo, respondieron; de un patron<itq, con el cual debe entenderse la dirección de mendicidad, y 0,60 en las prisiones; y mas adelante hubieteiniíinos mucha A mire, pero qneriamos mas ayunar, que co- la escuela: más, como en este mecanismo entra la policía ran sido la mayor parte otros tantos criminales; así, pues, mer la sopa de los mendigos. representada por el comisario de la misma, el director no ha aun para los que quieran regatear sobre la moralidad, apaEn vista de lo diclio será mas fácil comprender que las tenido por conveniente valerse del patronato oficial, que rece que por medio de instituciones como la de Ruyssulede deserciones sean raras, á pesar de no estar cercada la pose- ejercería una infiuencia perniciosa en el espíritu del colono cuesta menos á la sociedad la virtud que el vicio áe estos sión, de ocuparse los jóvenes en trabajos á bastante distan y en la opinión pública, colocándole en la posición de un cri desgraciados, mas diguos casi siempre de compasión que de d a y muchas veces libres de toda inspección; hay algunos minal: ha establecido, pues, en su lugar un patronato ofl io- castigo. que tienen que alejarse dos leguas para la conducción de los so, formado de personas bienhech ras y de áu conocimiento Por otro lado el gobierno al cabo de cinco años se hallaabonos. Eu 183:t no hubo deserción alguna, y solo hubo que personal, que desde sus diferentes puntos de domicilio le ba en posesión de una fiíica, cuyo valor á juicio de intelicastigar un i royecto de este góaero en que figuraron cinco tienen al corriente de las colocaciones que se presentan en- gentes se había duplicado. Penetrado de todas estas veatatre gentes honradas, reciben á los colonos al tiempo de la jas, hatjia instalado ya una escuela análoga para las nidias, (1) colonos. Salida de los colones.—Las disposiciones relativas á la colocación, vigilan después su conducta, les dan consejos y se proponía además crear una sucursal cíe Ruysselede en salida, dictadas en decreto de .3 de julio de 1830 fijándola y amonestaciones, ó informan al director acerca de la situa- las nuevas tierras que la colonia empezaba á cultjvar. ción física y moral de los mismos. época, se reducen á las siguientes: e s c u e l a d e r e f o r m a d e n i ñ a s dp B a e r n e m . «Los indigentes jóvenes que hubieren ingresado volunFácil es comp ender la suma importancia del patronato tariamente en las escuelas de reforma, deberán estaren ehas en la institución de estas escuelas, pues sin él la acción bepor lo menos 6 meses, si están por primera ve»,; y durante néfica ejercida sobre el colono darante su estancia en la esInstalada esta escuela en octubre de 1853 en la inmediaun año por lo menos, si han estado ya otra vez en^ ellas ó én cuela quedaría muchas veces sin resultado a'guno: las di- ción de la de Ruysselede, no era conocida por sus resultados algún depósito de mendicidad. ficultades de que está erizada la vida para un joven desti- al tiempo de nuestra vi-síta, y por tanto nos limitaré nos á Al espirar este tiempo, la administración del lugar de su tuido del sentido práctico de la misma, y lo que es mas, del dar á conocer su objeto, oi^anlzacion y régimen interior, domicilio de socorro, la familia ó persona de garantía puede amparo y consejo de una familia respetable de que muchos según estaban determinados por el gobierno al tiempo de reclamar su .salida, obligándose á atender á su educación y de ellos carecen, los vitractivos del vicio para una voluntad su instalación" y como quiera que el destino y objeto del espoco confirmada en el bien, todo conjurarla en la mayor tablecimiento son los mismos que los de la escuela de Ruysaprendizaje y á subveni á sus necesidades. Toda petición, encaminada á los fines expresados, debe parte de los casos para hacer desfallecer su corazón selede, omitiremos lo que les sea común, y haremos notar dirigirse á la diputación permanente dt-l consejo de la pro- al verse en el horrible aislamiento que .se encuentra en me solamente las particularidades que ofrezca. Objeto del eslij,bl cimento.—Pr )poníéndose la institución vincia, á la que pertenecen los coloaos; directiimen e, si es- dio de la sociedad. Por esto, pues, el director consntrra á In ta petición emana de la administración municipal del lugar obra del patronato una gran p irte- de su tiempo y atención; formir sobre todo buenas mujeres de gobierno con aquellas de su domicilio; y por intermedio ó informe de esta, si ema- y la correspondencia á que da lugar vá creciendo siempre niñas, á quenes el abandoi.o de sus padres ú otras causas en importancia. exponen a seguir la carrera del vicio y del crimen, recibe en na de la familia ó de estraños. La diputación aprecia las garantías presentadas, y autoR suUados de la inHit'i(.ion.—El número total de los co- el establecimiento á aquellas cuya procedencia es la que so riza ó rehusa la salida de los colonos. lonos, que habían salido de la e.scue;a desde su instalación manifestó para los jóvenes de Ruysselede; y admite adems« A falta TÍO una petición formada de la manera indicada, hasta fia de 1853 era de 39.1, de los que 283 se conduelan á las niñas desde dos años arriba, cuyos padres estén encerla diputación, después de oir á la comisión de inspección y bien: esta relación daría 72,2 por lOO, como número expre- lados en los e itablecimientos destinados á los vagos y menal director de la escuela de reforma, puede a ito izar la sa- sivo de la acción reformatriz: si se descuentan del primer digos: y nótese esta diferencia coa respecto á Ruysselede, lida, si el colono se halla en estado de proporcionarse .su sub- numero los muertos y los traslad dosá otros establecimien- pues asi como alli e^ta edad seria inadmisible, en Beernein sistencia.« tos, que no deben entrar en él al querer medirse la acción es admisible, estando confiado el régimen de la escue'a á La salida do los que entraron condenados por mendici- mural dj la escuela, quedan 337; lo quéuá por númerp es- las mujeres, y aun of-ece la ventaja de acostumbrar á las dad ó vagancia, es dictada por el gobernador de la provincia presivo de dicha acción 84,37 por 100. Entre todos los liber- acogidas en ella al cuidado de los niños, y formar así {¡arte del douiii.'ilio de socorro; y por el ministro da .fusticia, cuan- tades hasta dicha fecha solo uno'se había hecho culpable de su educación práctica. Personal.—La. dirección y la vigilancia superior están á\ do no lia podido descubrirse este domicilio. En ambos casos de hurto. está subordinada á las condiciones siguientes: De los 155 colonos que salieron en el año de 1833, 65 se cargo del director y comisión superior de la escuela de Haber permanecido á lo menos dos años en la e.s*cuela de habían colocado o la marina, y los demás en diferentes Ruys.selede, de la que es una dependencia la de Beernem: reforma, si son condenados por primera vez; y cuatro por lo profesiones: 71 habian ido á sus piteblos á petición de las asi es que to lo lo que concierne at gobierno económico, menos, si son reincide ates. autoridades, y los 84 restantes habian sido colocados por la agrícola de esta entra en las atribuciones de la direcHallarse en e t a d ) de proporcionar su subsistencia, ó dirección de la escuela: solamente uno de estos .se habiaes- ción del establecimiento principal. Mas la ccndicion-del bien ser reclamados por la administración mun eipal de su travíado por un momento hasta ün de 1854, pero aun este sexo de las acogidas en Beernem ha hecho uece ario agregar á la comisión de inspección una de señoras, encargada . domicilio de socorro, por su familia, ó por una persofla de volvió luego al buen camino. de la vigilancia y de los detalles inter'O es de la escuela de garantía, que responda que no se entregarán mas a la men Gastos de instal cion—T)e los 600,000 francos destina' dicidad ó á la vaganc a, y que obtendrau trabajo ó recursos dos en la ley de 3 de abril db 1848 para la Instalación de las niñas, y de preparar y facilitar colocación á estas al t'tmpo .suficientes. La apreciación de esta garantía queda respecti- escuelas de reforma se gastaron 447,96? en la adquisición de su salida. Esta comisión, compuesta d3 cuatro á seis servamente ajuicio del gobernador ó del ministro de JusMcia. de propiedades, gastos de construcción y de primera insta- ñoras, elegidas por el ministro de Justicia en una lista forEl ministro 6el gobernador pueden sin embargo autori- lación de la de Ruysselede. quedando el resto disponible pa- mada por la de inape;cio.i, se renueva cada dos añcs pozar la salida antes del término fijado, si existen motivos es- ra la de Igual género para ai&aa, que mas adelante se cons- mitadea y por antlgü'^dad, reparte entre sus miembiO) las atribuciones que le correspouden, y );omunica con la última peciales. tituyó en Beernem. acerca de sus observaciones y proposiciones. Antes de res Iver la salida oye el ministro ó el gobernaGastos corrientes.—Tianxnte el año de En cuanto al servicio de la escuela, est I confiado á las dor el clict imen de la comisión de inspección, el del director 1833, los gastos de todo género imde la escuela y «.1 do la administración municipal del domi- portaron 103.023 fr. 17 céts. religiosas de ¡a congregación de hermanas de Nuestra Señora est ibleeída en Namur; y comprende la vigilancia, la dicilio de socorro. El número de dias de estancia de los rección del trabajo y de !a instruccio i, y en general todo lo La época de la salida de los que fueron absueltos del de- co'o.iosfaé 188.639 que se reflere al gobierno interior del establecimiento. Se lito de mendicidad y vagancia si» determina en la sentencia. Lo que dá por dia y por colono. . . o fr. 5462 admite en el personal ciert > número de criadas ó auxiliares, ea cuya virtud fueron puestos en las escuelas de reforma. Pero téngase entendido que en dichos gastos entran los Ésto mismo tiene lugar con los niños absueltos de mendi- productos mismos de esplotacion de la escuela, apreciados encargadas de ayudar á las hermanas en los trabnj js domésticos y en la dirección de loa talleres, y un hortelano para cidad ó vaga cia, pero que según el Código penal deberían a los precios corrientes y consumidos por la misma. los trabajos de M huerta. El servicio del culto y el curativo ponerse en apri:ndizaje con un labrador ó artesano, á menos Los reour.sos con isten en 0. francos 60 cé itimos por dia están á cargo del capellán y medico de la escuela de muchaque su Conducta ü. otros motivos no hagan necesaria su re- j por colono, que el departamento de justicia «abona por los clu-ilon en una prisión: con respecto á esta clase la diráccion individuos que procedea del m smO: en O, framos 40 cénti- chos. La superlora de las hermanas dirije el personal destide la escuela hace las proposiciones que le sugi- ren las cir- mos por dia y por colono, que los pueblos, las demás corpo- nado á la vigilancia, arregla, según las instrucciones del director, la organización de los (Aferentes ramos del servícunstancias. i-aciones y loa particulares dan por los jóvenes puestos cío> da al mismo á conocer diariamente la marcha del serviLa comisión de inspección dirije al ministro de Justicia por loa mismos, cantidad igaal á la que pagan por los que cio, las circunstancias ó sucesos que presenten alguna graal |M-incipio de cada año ima lista de los colonos, c ya es- llevan á los depósitos de mendicidad: y por último, en los vedad, y sigue escrupulosamente las instruccionesíiue aquel tancia lia'pa rtdo de la duración lijada arriba, dando á cono productos de la explota::ion, variables por su naturaleza, le da cer los motivos que han ocasionado esta prolongación: el pero que han debido seguir una marcha ascendente, atendiDos hermanas por lo menos duermen en el dormitorio ministro, si ha lugar, ordena de oficio la salida. do el estad > de las tierras al tiempo de la instalación. general para ejercer la vigilancia por, la noche. La comisión transmite también almÍBÍstro cada año la El total de desembolsos del estableCla^i/l ación de las niiias.—L& población de la escuela lista noraiaal dé los colonos, que han entrado en los 18 años cimiento fue en el mismo año. . . . 102.486 fr. 22 céts. se distribuye en divisiones de 50 á ;0 niñas, clasificadas, en de edad, agregando su dictamen y sus proposiciones. El El importe de varios objetos producicuanto sé pueda, por edades: cala división tiene uní reliministro resuelve segup el párrafo 3 del araculo 0." de la dos y vendidos por el mismo y el de las giosa vigilante, y se divido e dos secciones, cada una de ley de ( de abril de 1848. existencias en almacén á fin de año, llelas cu lies tiene una primara auxiliar y una segunda auxiE.stas son las disposiciones que regu'an la época y forma- gaban á. . . 9.822—13 liar, elegidas entre las jóve -es inscritas en el cuadro de holidades principales de la -aiída de los colonos compre ididos ñor, V que se distingan por su buena conducta y su aplien las c ases iadicadas; pero hay aüemás otra de los condu92.664-09 cación. nados por corrección paternal, y cuya estancia en la escuela Cantidad,que dividida entre los 188,639 dias de es'ancla, Distribución del tiempo: orden y d sci^lina.—Se tiene en de ref.jrma se determina en cuanto á la duración en la mi.s- dá por dia y po • colono O, francos 4911 cuntimos, que feprecuenta en lo posible la edad de las niñas, permitiondo.se á ma senté.iciadel tribunal. ,sen¿a lo que c ida uno cuesta á la sociedad. La conision dj inspección en su infjrma de 1813 se laEl to'al de las cantid ides percibid-is fió de 92.711 fran- las mas tiernas acostarse mas temprano y levanta; SJ mas menta de que esta duración s a algunas veces demasiado cos, Ti céntimos, lo que dio á favor de la escuela 47 francos tarde. Los diferentes ejercicios se anuncian aquí á son de camcorta, y emite la opiaion d: que nunca debería ser menos 69 cé.itlmos, siu contar con las mejoras de la situación pana; y las acogidas marchan en doble fila y en silencio bajo 4 e 6 u-.eses; y que los magistrados, encaramados de autorizar rural. la diiteaciun por corrección paternal, debarian tener la faculComo el establecimiento tiene que vivir de anticipos la uireccion de las vigilantes y auxiliares. • ettjBatitOítfí.—En la elección y orginizacion de los tratad do pro! lujíaren caso necesario la detención en la escue- del gobierno, propone á este á fin de cada año el presupuesbajos se tiene en cuenta la aptitud y necesidades futuras de la para los niños sujetos á esta medida. to del siguiente; y recib da la suma necesaria, paga al El artíjulü 233 del reglamento autoriza «1 director, pre- Tesoro con los dias de asiste cia de los colonos enviados las niñas, y se procura que á la salida d la escuela se basten a si mismas, y sean aptas para laa diversas funciones A vio el consentimiento de la comisión de in peccion, á colo- pjr el departamento de j asticia. car á lv)s colonos, cuando ,se presenta l:i ocasión, sin aguarHé iqui el cuadro comparativo de gastos en los años que están llamadas; pero se procura especialmenie formar dar el lei'iniao lijado para su salida. Mas la colocación eu tal 1831, I8.ji y 1833, por cu o medio puede ap eciarse la mar- buenas mujeres de gobierno, iniciarlas enlosdeb ¡res de una existencia frugal y laboriosa, inspirarles el gusto hacia ella, caso i'S mera uente provisiunal, y el director tiene el derecho cha del ré'imen económico. e inculcarles los deberes que tienen que llenar en la misma. de estipular la reínisíon á laCscaela para aq lellos, cuya Para esto se les emplea según sus g u s o s y di posicio es GASTOS. conducta fuera del establecimiento deje que desear, ó que especiales en los dlferen es ramos del gobierno doméstico no probasen tener las cualidades necesarias pa a la ocupade es.ablecimiento, en el servicio de limpieza, en el L.vado ALIMKMTOS ción á quo se les habla destinado: pero esta última facultad TOTAl. ANOS. DBMAS. y cuidado de la ropa blanca, en la confección y remiendo de no e outieude para con aquellos que litliiesen salido desFrs. los efectos de vestido y de cama, en la co I a, en la entérpués de la espinicion del tiempu se'alado. 0,-'3.il .0,5322 meria, etc. Ellas son las encargadas de la confección, repa0..971 Así misal I esta Hutorizado. previo el consenimiento de Cada colono por ' .1831 0,2564 0.50 O ración, conservación y lavado de la ropa blanca, de la de 1852 0,2483 la niisini comisión, paiu prjlo igar la estancia eii la escuela dia .; 1833 0,2910 0,5462 cama, de las medias, etc., de las dos escuelas de reforma de con rcspect I á aquellos pam qui ne no hu íese colocación; 0,2522 Ruy.s8elede y Beermen; y por esre medio se han conseguido y eu esttí caso quedan á espensas, sea de la adaiini-tracion 1,1598 •ae pri áoues, sea de los e >tablecimientos de beneficencia, 1,3441 las ventajas que la combinación de trabajos presenta en as 1831 0,1843 Cada empleado 1,V491 aeguii la cat'goria á que pertenezcan. 1,4038 escuelas rurales de Suiza, en que se admiten jóvenes de am0,1367 18)2 1,1730 1.3052 bo . sexos, y de que hablaremos mas adelante, y se han eviP^""^'"^ 1853 0,1352 Una ve/, cumplidas las formalidadesespre.sadns. el directado los inconveniente j , que no sin razou ae temen en ellas. tor llaui i al colono ante la reunión de empleado.s que se ce1,0193 0,8943 0.1248 lelíra todos los dias, seg in .se dijo, ya led i consejos para su Cada operario de 1851 1.1222 ] .00*54 la granja por ' 1852 O 1158 cond icta futura .según la colocación que va á tener,y le re0.75J6 día 0,66¿9 0.0-Í97 1853 co'li uda continuar en corresponde cía con el director, ya (1) Se calculaban en Bélgica en 10,000'08 jóvenes á quienes dLect imente, ya por medio de su patrono. A la salida camEl aumento observado en los gastos de alimentación del debería ap icarse el régimen de Ruysselede. CRÓNICA HISPANO-AMERICANA. •sobre todo cuando su. población alcanza el numero de las de Rujsselede y Beernem. Se ocupan también las niñas bajo la dirección del hortelano en trabajos de horticulturaer> el servicio de los establos, del corral, etc.; de manera q i e aprendan sucesivamente á ejercer las diferentes funciones de una buena criada de labranza. Entre las variadas ocupaciones en que se ejercita á las que se destinan al servicio en casas urbanas figura la de llevar una cuenta del gobierno doméstico y un libro de gastos. La escuela está también autorizada & crear, salva la ap"obacion de la comisión de inspección, algunos talleres «sijeciajes para poner á algunas jóvenes en aptitud para una colocación ú t i l . . _ Instrucción intelectual y moral.—Ln enseñanza primaria está confiada á una religiosa, secundada por una ó mas auxiliares; ocupa por lo menos dos horas al dia, y compre ide la lectura, e.s¿ritura, cálc 'lo rhental y escrito, pesos y medidas, elementos de gQo^rafia, algunas nociones de dibujo li neal, la contabilidad doméstica, j los demás conocimientos que se consideren de utilidad practica. Se estab'ecen también ejercicios gimnásticos y un curso elemental de canto, el que puede considerarse como medio de distracción y de recompensa: mas adelante, cuando unos y otro estén bastante generalizados, figurarán como elementos esenciales de los ejercicios y de los juegos. Se procura que la educación marche á la par con la instrucción; y este cuidado pertenece tanto á las institutrices •ó maestras, como á las demá? empleadas en el establecimiento, que estén en contacto mas ó meaos íntirpo con las niñas. Se recomienda á la superior» que ¡es haga conocer el beneficio que reciben en su admisión y estancia en la escuela, que haga nacer en ellas el reconocimiento hacia sus bienhechores, que les haga presentes sus deberes y el cariño para con sus padres, que la i ilustre acerca de su destino futuro y la e'eccion de profesión, y que las prepare á las modestas función s á que es'án llamadas fuera de la escuela. A este fin reúne en conferencias á las jóvenes de mas edad algunos meses antes de la época fijada para su salida. Ejerciño del culto. Instrucción religiosa.—El capellán )reside al ejercicio del culto y á la inálruccion religiosa de as niñas, y concierta co-i el director y la superiora todo lo concerniente á este servicio. La misa se celebra en el oratorio de la escuela todo? los dias festivos, y cuantas veces sea posible en los de trabajo. El capellán predica un sermón ó una instrucción por lo menos una vez á la semana. Cada año hay un retiro fespiritual, cuya época, duration y ejercicios se fijan por acuerda del director, capellán y superiora. Régimen moral.—'E^tk establecido este régimen con los mismos elementos que en la escuela de Ruysselede: existen, pues, las reuniones generales, las fiestas anuales, tas recompensas y castigos análogos y j a contabilidad moral. Cultivo, granja y corral.—VA cultivo de las tierras anejas á la escuela de niñas entra en el plan general del cultivo de las de Ruys-elede; por tanto sus detal'esson de la competencia del director, y en sus trabajos toman parte los colonos de dicho establecimiento: eií cuanto ¡i la jiortlcultura, dispone la superiora d" su arreglo, pero conformándose con las instrucciones del director y comisión de inspección, y lo mismo sucede con el servicio de establos, del corral y.de las demás dependencias puestas á su disposición, de las que lleva cuenta de gastos y productos. La superiora pone á disposición del hortelano el número •de Jóvenes necesarias para los trabajos de la huerta, y ñom bra las que deben auxiliar á la hermana encargada del eata• blo y corral. Salida de las ni'ias.—k\ principio de cada año administrativo la superiora forma la lista de las jóvenes que deben salir del establecimiento durante el año, indicando para cada una el dia dé salida y los datos necesarios para juzgar de su posición'futura y de su aptitud para tal ó cual servicio. Esta lista se eijtrega á la comisión de señoras, á fin de que tome las medidas necesarias para preparar y facilitar la colocación y evitar el abandono de las jóvenes, sobre quienes •ejerce una verdadera tutela. Cada joven, que se haya portado bien en el establecimiento, recibe á su salida ún certiflcado de buena conducta y de recomendación, firmado por los miembros de las das comisiones,.por el director y la superiora. Este certiflcado va •en un libreto, en que inscriben sus certificaciones v recomendaciones aquellas personas que se interesen por la joven, y que quisiesen emplearla ó auxiliarla. El director, de acuerdo con la superiora y la junta de •señoras, está autorizado á colocar de oficio á laá niñas, guando se presenta la ocasión, sin aguardar al término señalado para'su salida. La colocación en este caso es provisional, y el director tiene el derecho de estipular la devolución a la escuela para con aquellas, c:i.ya conducta fuera de la misnia deje que desear, ó que no justificasen poseer las cualidades necesarias para la profesión ó colocación á que hubiesen sido destinadas. Í Cuando una niña, durante su estancia en la escuela de reforma, hubiese dado pruebas de una capacidad extraordinaria, y se hubiese di,stinguido de una manera enteramente particular por su buena conducta, su aplicación y su celo, puede la comisión de inspección, previo el informe de la superiora y del director, colocarla en el estab ecimiento en calidad de auxiliar ó criada, y confiarle como á tal las funciones que juzgase útiles, ó bien recomendarla álaadministracion superior para obtener su admisión en una escuela normal ó en un establecimieuto sostenido ó patrocinado por el gobierno. Estos son los puntos principales que merecen notarse en la organización y régimen de esta escuela; los demás le son comunes con la de Ruysselede, que hemos dado ya á conocer. Los edificios, casi terminados al tiempo de nuestra se" gunda visita de I804. eran también aquí el resultado de apropiación de construcciones anteriores, y consis ian en tres grupos, de los (jue el uno comprendía la escuela propiam;>nte tal y las habitaciones de las religiosas, el segundo las diferentes dependencias anejas á la esplotaeion rural, y el tercero el lavadero, sin que unos ni otros ofreciesen cosa que sea de notar. (Se continuará.) CRISTÓBAL LECUMBERRI. LOS DOGMAS DE LA. PINTURA.. No han faltado personas desocupadas que hayan perdido lastimosamente el tiempo, estableciendo preemlnenciasentre las buenas letras y las bellas artes, y á caballo en sus cavilaciones, hasta han llegado á inventarlas para cada uno de los ramos de las buenas letras .y cada uno de las bellas artes. Esto, sobre ser pueril y ridículo, no favorece de manera alguna á los ramos preferidos, y daña á Jos artistas, asi literarios como plásticos, dando ó pudiendo dar lugar á odios y orgullos. En un sentido absoluto ningún ramo de bellas artes es inferior ó superior á otro ramo del mismo tronco, sucediendo lo mismo en los del tronco literario; y entre ambos troncos, hablando también en sentido absoluto, no existe superioridad ni inferioridad. Las e.-tátuas de Fidias, á juzgar por los relieves que han (juedado, no quedan desairadas por los frescos de Miguel Anjel; las creaciones de Mozart sostienen el cotejo de las creaciones de la arq'iitec turr; los Nueoe libras de Herodoto y la Iliada, escit^u igual admiración: los discursos de Demósteiies, no pierden nada, leídos después de las Trajedias de Sofoclüs y purípides; y Platón y Aristóteles, asombran tanto como conmueven ó interesan los poetas y publicistas ya citados. Nadie tampoco probaria, que las obras de Shakespeare, de Dante.yal gunas de las crónicas genuíuas, [valgan menos que las catedrales y cuadros místicos de autores eminentes y que una gran ópera, sea superior ó inferior á un gran drama. Para el profano en escultura, tan incomprensible es, como .se anima un mármol y se vuelve la piedra en vestiduras, como para el profano en música, entender de qué manera se hallan aquellos tonos y sonidos que pintan las pasiones é impresiones. Y si el historiador halla siempre fácil escribir una página de historia, esto parece dificultoso al poeta concienzudo, y de las páginas del poeta pensará lo mismo el historiador. No sabemos si se habrá visto desde luego la razón de-esa igualdad en el sentido absoluto, pero por si no se hubiese visto ni pressnrido, daremos una ligera explicación. Las partes intelectuales que accionan en la concepción y ejecución de una obra, son el entendimiento, la imaginación y él corazón. A primera vista parece qup en tal ramo no toman parte la imaginación ni el corazón; pero es un error, porque en todos e!los, como varaos á indicar, obran eou vi-^or. Si escojemos la historia y recordamos los historiadores inmortales, ¡cuánta imajinacion y corazón no relampaguea en sus escritos! ¡ó de cuanta no han necesitado para aparecer verdaderamente originales! Sin sentiré imqjinar ¿hubieran pod do api-eeiar bien los suceso.s7 ¿estudiar los hombres que tomaron parte en ellos? ¿reconstruir un pasado y apoyar esa reconstruecfon en docuníentos irrefutables? Ya habrán echado de ver nue tros lectores que solo un hombre de gran imaginación y corazón puede dar cabo á tal empresa, porque sin muchos destellos de inspiración, á vece? sin la plena inspiración del gíuio, no le seria posible descubrir en un hecho aislado, en una palabi-a de acaso, revelaciones impor-tantes. Callemos ahora las cualidades que requiere la pintura de los acontecimientos: lo dicho basta y sobra para dejar patentizado qne sin Imjiginacion ni corazón es imposible ser buen historiador. No necesita menos de estas prendas el filósofo, ya tenga por teatro la naturaleza, ya el alma. En Plinio y Humbolt, brilla la imaginación, 'en el ultimo .se halla á faltar el corazón, de suerte que cuando nos pinta en el Cosmos e¡\ vacío de los cielos, en vez de causarnos una impresión sublime, ñas la causa de espanto. ¿Pues qué diremos de los que se ocupan en el estudio del alma y sus facultades/ ¿Cómo nos esplicaremos aquellas ideas fundamentales que vienen derepente á dar enlace á un cúmulo de ob.servaciones destrabadas, ó á explicar un fenómeno incompren^! ifi ®'?° atribuyéndolas á la inspiración? Si, también crea el filósofo, también crea el historiador; también crea el orador, todos al igual de un poeta; con la diferencia que la verdad de las invenciones de este queda probada con la emoción de todos; y la verdad de las obras de los otros con los documentos y los hechos: de suerte que por esto parece que las primeras, tienen un sello espiritual y las segundas un sello material: pura apariencia, por que sin la inspiración no hubieran producido obras inmortales. Creemos que nos será di pensado probar lo mismo de la escultura y la pintura, la músicft y la arquitectura. Estas son artes en las cuales la materialidad no entra por nada, ni siquiera en la apariencia. Viven, como la poesía, exclusivamente de la inspiración, y solo con su auxilio sobre.salen. U ción de su asunto. Si en un sujeto histórico, echa mano de la parte histórica y no de la parte libelista, si en uno de costumbres es bello y no lascivo; si en uno de pa-,iones pone en los rostros de sus figuras las tempestades que braman en sns pechos; esto "bastará para que el- conocedor admire y aplauda, para que el hombre se encanto y prorrumpa en esclamaciones de sorpresa; y quede el artista rodeado de gloria y popularidad. No que veamos con disgusto en los cuadros una idea grande general. Bueno es que al pintar u n asunto cualquiera, parta el artista del principiode levantar emociones'tiernas ó grandiosas; porque esta tendencia, cuando no se haya de alcanzar por medio de p rifrases pictóricas, dará siempre á sus creaciones mas alteza y á su entendimiento mas grandor. Pero nunca, nun -a jamás con u n cuadro corromperá un hombre como le corrompiera con un libro; y mucho menos le elevará e interesará como haría con unpo>'ma. La impresión del cuadro •s mas frugaz, porque la expresión de la pintura es incompleta. El iibro tiene mejor trascendencia, porque la literatura ejcpresa mas. No creemos, pues, que en la parte espiritual necesite la pintura de nuevos dogmas, bástanle los antiguos, ordenados y esplicados por la estética. Sin embargo, en este mismo periodo se ha sostenido lo contrario en dos ocasiones diferentes. El señor Pi y .Margal!, en un articulo publicado en el primer año de LK ÁM'HICA., y en otro de fecha reciente que inspiró la última exposición, atribuyendo á la pintura gran poder, se lamenta de que nuestros artistas se aislen de su .siglo, y vívifl|uensu ingenio con recuerdos de lo pasado, en vez de vivificarlo con la inspiración de lo presente. En otros ti«mpos, viene á decir, marchaba la pintura con su época. Si en el renacimiento echa mino de la mitolojia, es porque la admiración al paganismo era entonces general; si en la edad media se i is^ñva del misticismo, es porque la religión entusiasmaba á cada hombre; si én Holanda toma un carácter de familia, es porque alli el respeto al hogar colorea todo amar. Y por esto ciarte inmortaliza en esas épocas, los nsmbres de Anjélico y de Miguel Ángel, de Rubens y de Rembrandom. ¿Por qué aliora no ha dé cspresar nuestras creencias? ¿Por qué no ha de influir en la política? ¿porqué no ha de inspirar.se en fin de nuestra vida? Rstas son con poca diferencia sus razones. Desde luego se vé que son inspiradas por una idea, que no- podemos aceptar, que es la omnipotencia de la pint ira. Porque de la misma manera que tienen un límite la música y la escultura, ya hemos probado que la acción de la pintura está reducida por otros limites. Es un arte de recreo, no un.arte de enseñanza. Toda pretensión filosófica y moral la mataría. En la música y la escultura se levantaron e¡i otros tiempos algunos hombres que pretendían realizar ó enseñar ,á realizar en estas dos artes un progreso tan imposible como aquel. Unos afirmaban que la nota podía luchar en poder con la palabra; otros enseñaban que la escultura polla complicarse como la pintura. La lucha fué larga y desastrosa. Otro grupo se les añadió que pretendía que la pintura debia imitar,la estatúan'^ ¿Pero de estas luchas que resultó? La de cadencia de la música y de la escultura. La creación de la escuela pictórica de David, que .sacrificaba el color al dibujo, el grupo á la figura, la armonía á la precisión escuitoral. Estas doctrinas. son , pues, .según la lógica, un peligro para el arte. Deslumhrando con su brillantez á losjóvenes iriespTtos, seduciendo con su profundidad á los mismos hombres estudiosos, en todas partes han hallado eco asi entre artista^s como entre preceptistas. Las combatimo.s ahoi-a porque no lo hallen en nuestra patria y estravíen mas nuestra pintura, por desgracia harto estraviada. Para reagir contra la ciega superficialidad de nuestros artistas, que no ponen en un cuadro si-.o dibujo ó color; para convencerles de que las armonía-i de la luz ó la posición de • una figura no son una composición pictórica; para persuadiries que en sus obras históricas hay mas melodrama que poesía, mas torpe imitación'que origín ilidad, mas oropel que idea, y que dn flsíologia y sin psicología, sin historia y sin verdad no hay ni puede haber cuadro; para sacarles, en fin, del camino fatal que recorren ciegamente y llevarles al (|ue conduce al porvenir, distamos mucho de creer que sea útil mostrarles los senderos que allí se les señala. Nadie ignora la boga con que Alemania enseña estas doctrinas; pero ¿quién ignora también su triste resultado? Alli hay pintores de vigorosa imaginación, de profundo conocimiento en el arte pagano y cristiano, fami iarizados con la filosofía, con la poesía, con la teología, con las ciencias políticas; artistas, en fin, de la familia de Rubens y Ikliguel Ángel. Allí se estudian los asuntos, su trascendencia, su alcance; se estudia al siglo para poder sorprenderle, admirarle, arrebatarle con obras que s.jan á la vez buenas, profundas y ¡simpáticas. ¿Lo han alcanzado? ¿Han descubierto para el arte algún secreto? Las pruebas dan fe de lo contrarío. Corneiius, el gran interprete de estas teorías dista mucho de ser popular, no obstante su grandiosa imaginación, y las cualidades de su obra mas acabada, los frescos para el Campo-Santo de Berlín. Y es que la moral, la parábüla, el símbolo, no caben en éste arte. La pintura quiere claridad, no doble -entido: quiere sencillez, no complicación. Tiene un límite como todas las arfes, como la misma poesía. Si e.sta.quis¡ese luchar en exactitud con la historia, ¿quién no deploraría su error? ¿Quién no correría también a detenerla si quisiese ser mas real que la misma vida? No ignoro que Owerbelf, siguiendo el camino de la imitación italiana, tampoco ha granjeado popularidad, pero nadie ignora que en Europa es mas conocido y co sultado que Coi-nelius, lo cual es de significación evidente. No es mi ánimo encarecer el sistema de Owerbek, creo que se ha equivocado como su ilustre compatriota, pero lie querido hacer notar que si es mas conocido y estudiado, lo debe k haber respetado el dogma pictórica que Cornelius ha atacado: el dogma que pros ribe el. doble sentido, el dogma que ordena al artista poetizar, no moralizar, nó filosofar, no entrar.se en las regiones de la política. Pero si en sentido absoluto, la literatura y las bellas artes son iguales, no asi en sentido relativo. La escultura, la música, la pintura, la arquitectura, pierden mucho cuando se las pone frente de las letras. Brillan como unas artes admirables, pero pierden como si fuesen realmente inferiores, Consiste esto, en que las letras mas múltiples, mas intimas, mas inteligibles, mas completas, habían mas al entendiniiento, contentan mas el corazón; arrebatan con mayor facilidad; en una palabra, son mas artistas y mas humanas, porque no solo se dirigen al hombre con imájenes que le semejan, como la pintura, y la escultura; no solo también Con sonidos que recoje y saborea á la vez, como la música; sino aue además de hablarle con todos estos elementos que están en la palabra; le habla cun el lenguaje, instrumento que sirve paradar cuerpo á sus ideas é impresiones, con lo cual siendo la literatura mas potente, es también mas trascendental. La vista de un buen objeto de arte es indudable que agradará á la multitud; pero la lectura de un buen libro le causará mayor satisfacción. Represéntese un drama al lado de una ópera. El público mandará que callen la orquesta y los cantores; y vo! viéndose al actor, atento el oido, abierto el entendimiento, en espera el corazón, no perderá uno de sus movimientos, recogerá la mas insignificante de sus palabras. Otro tanto acaecería si se representase el drama en un museo precioso. Las mas sublimes invenciones serian olvidadas del mas apasionado ínteligen11)^^ viene que á mas de las reglas artísticas que tieNo crea sin embargo el lector, al vernos combatir esas ne la literatura, tenga otras morales que debe aceptar. Y de esto viene también que ha sido un error querer someter á doctrinas, que pensamos que todo está hecho en pintura, y queclartistadebereducírseálaimítacion: Mientras fiayámun estas reglas las invenciones de las artes plásticas. do, habrá progreso en las artes como lo habrá en la industria Concretándonos ála pintura, laequivocacion hasido las- ¿Quiép les dijera á Fidias y Pericleto que ellos no darian la timosa, be ha echado,mano de elfo para hacer folletos polí- ultima espresion de la estatuaria, y que su arquitectura no ticos e historias nacionales; se le hanquerido imponer debe- seria el único tipo acabado de belleza monumantal? ¿Quién res morales que'le es imposible cumplir; se ha dicho que á Homero y á Virgilio que la critica fijaría unos preceptos aeoia ser religiosa para exaltar ú originar el amor al culto con los cuale.s podí-ia un poema conmover é interesar mas Iina'^ i P " 5 ""^sponder al sentimiento popular de las nacio- que la Eneida y la litada? ¿Quién á Planto y á Menandro prrn M''k • Patriótica para infundir amor al país. Puro que un Cervantes habla de embellecer la poesia cómica, error JNO hay cuadro capaz de inspirar estos afectos. No ha cuando sus obnis parecían los modelos acabados? Nó. No =Mif / r artista de genio suficiente para alcanzar tal está todo hecho en la pintura. El poema-cuadro de género, resultado. Los únicos preceptos que hay para las bellas ar- ¿ha sido hallado? Los artistas flamancos, pintándolo todo tes son los estéticos y de decencia, ü n pintor cuando traba- indistintamente, cuidaban poco de la poesia de la -eíseena, y ja, no debe acordarse de su siglo cual el poeta, sino tratar de han puesto en confusión á los modernos que en todos loa ser verdadero, de ser bello, de « t a r henchido de la inspira- asuntos toman, enteramente unos, menos otros, el arregla 12 LÁ AlfifiRICA. por la inspiración, la trivialidad por la poesia, la copia por la órigiiiuiidad. He ahí una innovación. ¿Han busóaouloque debe ser y espreaar el poema-cuadro de paisaje? ¿Han tratado en sus invenciones el problema cuya resolucio'n intentaron el orenes, Ruysdael y Poussln? No por cierto. Los artistas hacen paisajes para pintar campos y carreteras, montañas y llanuras, no para llevar estos y otros elementos canlpestres á que espresen algún bello sentimiento de los que el paisaje puede espresar. ¡Cuan pocos son además los que baj a n estudiado qué sentimientos pueden s«i- estos, y cuan numerosos los que ignoran lo que constituye la poesía del paisaje! Hó ahi, pues, otro progreso para hacer. ¿Ha sido hecho el poema-cuadro de bataHasí" ¿Ha sido vistu? Gros lo entrevio en algunas de sus obras, pero los errores de Hora CÍO Veriiet^lo han vuelto á la antigua confusión. ¿Habremos sido mas felices con el poema cuadro de historia? Dudo que lo sean los cuadros de Detóroche. La poesía histórica espantaba al autor del HiDiicicio, huía sus dificultades y preteiia transigir con ella á estudiarla, ^ u ó diremos, en íin, del cuadro de religión, tan pobre, tan amanerado, tan servii? ¿Ao li^brá en él cosa alguna que hacer? ¿Nada que innovar" ¡Ah! En pintura ha liubidouna r'evoluciun que los artistas no hau notado. Antiguamente se trabajó por Ja f rma humana, por el color, por la armonía, por la idealidad. La inmensidad, la amplitud de un asunto no podía aun llamar la atención de los artistas. Se necesitaba vencer antesaquellas dificultades: después llegaría el tiempo de buscar en los asuntos todas 1 s riquezas que ocultaban. Por esto en grandiosidad de ttguras, en armón a de líneas, en esplendidez de color, en realidad poetizada, Miguel An¿el, Rafael, el Veronés, liuben.4, están á tanta al.ura, y en la concepción del asunto dejan mucho que desear. ¡Que Juicio no inventaría hoy el primero! ¡Que Crutijfxio/i de San Pedro el pintor flameníio! ¡Qué podría ser la historia de María de Midi is tan pobre de insp ración histórica! La tarea de la pintura moderna es completar la obra de estos ilustres maestro •!. El Ro'naniidsmo, desenvolviéndole lo que era suyo, le dejó el cami 10 abierto. ¿Por qué no lo lia tomado? En los primeros tiempos del romanticismo tenia-una espliuací n: después lia debido tener otra. Los pintores no h m presentido siquiera que tengan'que llenar ese vacio. Ellos están lejos de creer que los as intoíde religión liayan ahora de sCi' hintrírios, y no dioiiios; que no son capaces de distinguir en los de historia el poemn del arreglo; que cometen en lo ( de género gravísimo* dislates. Si ellos supie an que no el estilo, no el dibajo, no el ideal, no la fisiología, son el fondo del arte presente, quizá se dedicarían de corazón á renovar su arte y á d>irl; lo que le falta. Para esto debieran estudiar en los pasados la armonía lineai y de color; el idealismo y la ejecución: pero solo en los poemas, soleen las meditaciones, solo en la críticj, solo en los ensayos multiplicados, la profunda intelige cia de un asunto, su completo desairollo. Quizá esto y no otra cosa es lo que quiere el Sr. Pí y Margall. Empero, liemos tenido que combatirle, por no desprenderse a-si de sus articulo.-. El parece pedir á la pintura Intención política, ocial, moral, y duda de su porvenir sino la espresa. Nosotros creemos merament que si ahora no satisface á la sociedad, es porque no esponüe á los adelantos estéticos del si^lo. Para .os tiempos passdos, bueno era el sistema de los pintores antiguos; la generad n no miraba mas allá: para la época actual la pintura ha de hacer otra «osa miiS completa; y mientras no se ponga al nivel de la jwesia histórica, dudamos,de su popularidad. ' Lvi9 CARRERAS. cer comprender que existen numerosas y graves cnfermedadel crónicas y agudas que hasta el presente no se han atribuido al vicio herpético (y por eso han quedado Incurables), y que de hoy mas, conociendo la causa, cederán á la medicación anti-herpétíca, como ha sucedido con los enfermos desahuciados y después curados que cita el Dr. Vicente en su obra; y , en una palabra, para dar una idea de la importancia de este libro, bastarla con insertar e\ resumen de Jas materias que contiene, si hoy tuviéramos espacio. Un tomo en 4 . ' de 593 páarinaa m u y compactas, que contienen la materia de 1,000 páginas de impresión ordinario.—Su precio, 50 rs. en casa del autor, calle de Alca á, 72 duplicado, Mndrid. E n América, 5 pesos fuertes. YAPORES-CORRIiOS DE A. LÓPEZ Y COMPARIA. LINEA TRASATLÁNÍICA. SALIDAS DE CÁDIZ. Para Santa Cruz, Piierto-l?ico, Sama'ná y laHabana, todo!> los días 15 y 30 de cada mes. ' Salidas de la Habana á Cádiz los dias 15 y 30de cada mes. PREblOS. De Cádiz á la Habana, 1.* clase, 165 ps. fs.ij.* clase, 110; 3.' clase, 50. De la Habana á Cádiz, I.' clase, 200 ps. fs.;2.' clase, 140; 3.* clase, 60. LINEA DEL MEDITERRÁNEO. SALIDA"! DE ALICANTE. Para Barcelona y IWarselIa todos los miércoles y domingos. Para Málaga y Cádiz, todos los sábados. , SALIDAS DB CÁDIZ. Para Málaga, Alicante. Barcelona y Marsella, todos los miércoles á las tres de la tarde. Billetes directos entre Madrid, Barcelena, Marsella, Málaga y Cádiz. De Madrid á Barcelona,!.'clase, 270 rs. vn.;2.* clase, 180; 3.' clase, lio. Fardería (/«Borrí/ona.—Drogas, harinas, rubia, lanas, plomos. etc., se conducen de domicilio á domicilio á mas de 500 pueblos á precios suma-m nte bajos._ Para carga y pasaje, acudir en í/odríd.—Despacho central de los ferro-carriles, y D. Julián Moreno, Alcalá, 28. AHcanlty Ciidi«..—Sres. A. López y compañía. LOS CÁNTABROS. SEGUNDA PARTE. Han llamado la atención pública las cartas diriROMA (1). g-idas I señor ministro de Ultramar por el sabio «ubano, nuestro querido amigo y colaborador don José Antonio Saco: hoy insertamos la cuarta, que no Va concluyendo el otoño, y la montaña de Himio, como una virgen que ^uelta sus velos para entregars.j al reposo, es menos interesante que las demás: Ea atención á que, seg-un nuestro juicio, nadie arroja sa pompa y sus galas para dormir el sueño del in' trata las cnestiones de nuestras provincias de Ultta- vierno. está triste! ¡Triste el cielo sin luz y sin «olores! mar con tanto tino y profundidad como el Sr. Saco, ¡Tris¡Todo e la tierra... sin tiojas... sin flo e.^... sin aromas,... y le hemos remitido á París el Diario de las Sexiones detriite como los desolados bosques que le rodean, está tamCortes, á tin de que si lo estima oportuno se h a ^ bién el alma del adorado jefe de los guerreros de Cantabria! cargo de las heregías políticas sentadas con gran Pero, ¿que puede enturbiar la dícna del valiente mancebo desenfado |)or el sefior ministro de Ultramar: por que acaricia la fortuna con sonrisas y halago-.? ¿No han puesto en el su amor y su esperanza los héroes esta razón omitimos hoy lo mucno que se nos ocurre en contestación al Sr. Seijas, ministro constitu todos de su nob.e ra/.a> como el mas bravo, el mas prudente cioiial, de una reina constitucional, que ¡H» atre- y el mas grande de todos sus hijos? as lie moso como el primer rayo del sol después de vió á decir que Doña Isabel II es paia las Anti- una¿No borrasca... gallardo como el álamo silvestre que se collas reina absoluta, y por lo tanto podía legislar lumpia al viento en las cumbres de Qoyaz? enaquello.í países por simples decretos, sin elc(m¡Oh! ¡.si lu es! ¡y tanto... que mas de una doncella al cursü de las Cortes, á las que qniso negar has- verle pasar á su lado cun la cabera doblada, y tristes los ta el derecho de hacerlo. Esta opinión ha sido ojos... corre precipitadamente á su cabana para llorar á acorrida con entusia.smo por los periódicos neos, y solas! y sin embargo... ¡jamás llega la alegría á dar calor á su entre ellos por El Espíritu Público, diario ministerial dil-igido por un ameiiCMno, el Sr. Losada: no hay corazón helado! ¡Jamás viene la sonrisa á animar sus labios peor cin'ia que la de la misma rasdt-ra Como el se- yertos! ¡So.o el amor á a pa ría hace brillar algu a vez sus miradas con destellos de vida, fugaces como las ténueschisñor Saco, así lo esperamos, zurrará de lo lindo á los pas q e brotan de tiempo en tiempo de entre la fría ceniza adalides del despotismo, no decin.os mas, y solo en de una liogue a apagada! el casu de que dicho eminente escritor no lo hiciera, A la muerte de los ancianos, reunióse el Batzar en el nos ocuparíamos nosotros del asumo. Hirnio para nombrar un jefe... y jóvenes, mujeres y viejos, proclamaron á una voz á Lartaun (2), al sobrino de Seko.i- En el próximo número insertaremos un conciea(1) Roma. La terminación de la famosa guerra cantábrica, por el comb.<ite de 300 de su.f guerreros contra 300 de los romaíudo trabajo del Sr. Pasaron y Lastrii. Rer-oneñdirnos á nuestros suscritores una obra de gran interés que acaba de pubü -ar el doctor Vicente, y de cuyo i"'.i'iáis nos oiíu[mreinus. detenida néiite. Es un Tratado d- las enfermedadesherpcticas externas d internas y de las si¡ilíticas,, precedido do la clasiticacíou de tudas las afecciones cutauen8. En ésti ubr.i,-única en su clase tanto en Espnñi c o ino en el extranjero se hallan nnilizadiis, refutadas ó ap'o'indas co.. ideas nuevua y observariones r ínicas íel mayor interés práctico, todas las opiniones de ios mas céleb es autores sobro el herperismo y l,i silHis. P iTii 1)1 obiir que el Tratado de las enfermedades heréticas externas é internas, etc., pyr el Dr. D. J u a n de ícente, e-« un adelanto, un verdadero progreso en la ciencia médica y de inmenaa utilidad práctica; para h a - Í nos, es la tradiccion mas general y constante del país va.scnn^ado. El nombre deljefe cántabro, los dos campos en que se veri ficó la luClia, y l;n ilcmás circunstancias que la acompañnron, han atravesado el largo espacio de veinte siglos, consagrados con la fe y veneración de .sesenta genericiones. Infinidad de autor .'s por o.ra p irte, y i de estas provincias, ya de las demás del reino, han venido á confirmar u au enticidad on sus ol ras líecordamos entre otros á (italora, Istueta, Ouevara. Tia divia. Echave, Padre Sola, Avendario, y el ad>-e Poz*. Y sj no ha faltado quien ha dic lo que Garibay no halLiba suficientemi'nte comprobado ese desenlace por testimonios histéricos, podrá ver lo contrario en la car a que se cita en la nota siguiente, y en I» cual acoge dicho autor como incontestab e e a tradición, que el Pariré Pozíllami DÚbl'ca, inmemorial, antiquísima, y que se halla recibida y celebrada en las mas antiguas y auténticas M»murias. _(2) Lartaun. Llamábase así el jefe de los cántabros que vencieron en Roma á los campeones eegidos por Augusto. Se ase gura que er*h¡jo de la casa solar de su nombre en el valle He Oyarzun, y sobre la cual se edificó mas tarde la primera igleí^ia de Cantabria con la advocación de San Esteban de Lartaun. El historiador O.iribay respondiendo á una consulta que le fué dirigida por Ü. Sebastian de Lartaun, obispo de Cuzco, y oriundo de, al invencible guerrero, cuyo nombre repite con terror el romano, y con férvido entusiasmo el. belicoso canto de los •oblakari» vascos. Pero en vano se encendieron mil hogueras, y se celebraron flestas, y cantaron sus hazañas. ¡El soló, en medio de la alegría y del júbilo de su pueblo, permaneció indiferente y triste! —¿Q lé tendrá? se preguntaban los guerreros al verle separarse de e.los, para entregarse á sus recuerdos en los solitarios bosques de Iturrioz. —¡Está enamorado! murmuraban las doncellas ocultando las lágrimas que asomaban á los ojos. ¡ Kstá enamorado de una sombra! repiten tristemente. \Y las doncellas tienen razón! El jefe de los cántabros adora uñar sombra, y por eso corre todos los dias al borde de los torrente-^ para conversar con su espíritu que flota entre las a g u a s . ' ' ¡Cinco veces nan cambiado ya los árboles de hojas, desde que el amor de su alma Hbaadonó el hogar de sus padres por la oscura región de las nieblas, y desde entonces... como el gallardo ciervo herido por la flecha del cazador que se ar astra 1 nguido y moribundo por Ios-bosques de Etiimeta,ahondándole su herida cada paso que avanza, asi el valiente guerrero pa a los dias de su vida, dejando en cada uno de ellos un pedazo de su exi-tencia! . , ¡Por eso está siempre triste! Por eso todas las noches acaricia la luna con sus rayos su hermosísima frente, y por eso. Citando se arroja al combate, nunca mira sí son muchos ó pocos los enemigos, sí está solo ó acompañado, sino que avanza y avanza sin volver la vista, sin defender su cuerpo, hasta que huyen los conírarios, ó le llaman los suyos, con quienes vuelve d straido y triste. ¡Mas triste que nunca, por no haber realizado en el campo la única esperanza que sonríe su alma! Y sin embargo... en la última luna hubo un día en que su pecho se agitó contento, que f.ié espléndido y brillante para los destinos de Cantabria, y el amor de la patria es el único sentimiento que hace vibrar su corazón magnánimo. L .3 romanos hab ian asaltado el Hirnio, y fueron rechazados. Los romanos habían visto con espanto acercar.se el invierno con sus nieves, sus aguas, sus borrascas, y encontraban a áus implacables enemigos mas bitivos, mas indómitos que nunca; sin que eí hambre con que contaban hubiese debilitado sus bríos... sin que el tiempo y las&'igas hubiesen apagado la sed de sangre que abrasaba sus pechos, al recuerdo de sus padres sacr'floados por la patria, de sus hermanos asesinados en Vélica y Menduria, y crucificados sin piedad eu las verdes colinas de Gurutzeta. Al fln se convenció Octaviano, de que los feroces cántabros se dejarían despedazar uno tras otro, antes de doblar su frente ütgullosa al yugo extranjero, y de que aquellos abruptos peñascos no merecían las innumeiables víctimas, y los tesoro-i que sepultaban en ellos sin gloria ni provecho. Resolvióse, pues, á abandonar la lucha, pero no sin te itar la suerte, haciendo un último y des sperado esfuerzo par.t plantar las nguilas imperiales en aquellas infaustas y pavorosas cumbres del Hiriiio^que elevaban al cie!o su altanera frente, de enmedio de un mar de sangre, y sobre un mundo de cadáveres romanos. Pero Lartaun lo habia sabido, y para el dia designado citó para los valles de Ar. axílum á todos sus hermanos dispers. s por las montañas de Vasconia y Vardulia, y se coronaron de enormes peñascos las alturas del Hirnio, y abrieron en sus fiildas profundos fosos que ocultaban la muerte baja su frágil cubierta de césped y ramaje. Y'en vano las legiones romanas aguijadas por la desesperación, por la emulación y el odio, asaltaron una y tres veces sus escarpadas pendientes... una y tres veces fueron' arrojados á los valles, aplastados por los peñascos, diezmados en los fosos, y destrozados por los guerreros que se cebaban furiosos en SUH filas desordenadas. Y cuando trataron de reponerse en el llano/ viéronse acosados á la vez de todos los lados por los cántabros de las montanas que acudieron á la cita, llegando ni fln con trabajo y fatiga,- á ganar sus reales, despedazados y rotos. • ,. ¡Los ecos del Hirnio volvieron á resonar con cánticos ('e victoria! Las cumbres de Izarraitz, Amboto y Coveña sacudieron una vez mas con orgullo sus frentes coronadas de fuego, anunciando á sus hijos dispe sos la alegría de su patria; y hasta el yerto corazón del enamorado jefe palpitó aquel día con emoción estraña al dulce calor de la felicidad y la gloria de su Cantabria amada. II. ¿Qué es ese sordo rumor que se levanta en el Hirnio, y que s meja al baílente hervor del Océano, abrasado por el soplo de la borrasca? L s guerrero i se agitan y ise mueven, mirándose con misterio, y hablándose en secreto. Las.niujeres y los niños corren de un lado al otro, con la mirada ansio-a y anhelante el pecho, como las tímidas palomas que sienten cerca de si el vuelo siniestro del gavilán carnicero. De tiempo en tiempo, sale de 1» cabana del jefe un guerrero que se precipita montaña abajo, saltando arroyos y barrancos, y luego, atravesando las líneas enemigas, so pierde en los misteriosos bosques de Ma iria y Ayame di. Al acercarse la noche, eacie.idese ima hogiera brillante en la cima mas alta del gigantesco Hirnio, y al poco tiempo tridas las cumbres de las montañas vecinas, envueltas en llamas, van iluminando el esp icio con fulgor fantástico y sombrío. Kl día síjfuiente... y el otroy el otro, van llegando los jefes de lo •• herm mos, que quedaron dispersos en IHS montañas, han sido llamados por Lartaua para celebrar el gran batnar. _ ' ¿Pero á q i é vienen á asís estériles peñascos tantos y tantos guerreros, si escasea el pan e • el campo, y Jo que en el hace falta no son brazos, sino alimentos? do d'cha casa, entre otra" muchi«ima<i y curiosas noti.-ias que Há soir í ella, dice 'O .-iguiente: «Oue la igh siajurac'ora de S^n E tában de Lartiun se e iiico sobre la casa so ¡ir de suapellid \ V que asi niisiiio la de baii Juan de Letran de Ro na es sin ninguna duda dependencia de aquel solar, reconociendo ambas su o ¡gen común c<imo se nemuest-a por sus nombri-s. sus armas. BUS I Bc dos y o'r >s si.nbo os iguale en una v otra. Esplict esta coincidencia dici •ndo que. Iiabiéndose enlazado con doncellas nmanas después de S'i victor'a. la mayor parte de lo'oántabr s que combatieron en Uonia el jefe ó alguno de su sangre seria unodeel'os v que manteniendo con sus deudos de Oyar^^nn relaciones de amistad y armonía, obrarían de consuno al ceder unos v otr )8 sus so'ares para que en ambos puntos se edificaran las dos citada iglesias con i(>ua advocación, y con loS mismos distintivos. Qiien desee tener noticia mas esfensas sobr.- todo esto,'puede verlas en la curiosa cana de citado croiiÍKta mavor de Felipe II. q e copia I tueta integramente en las páginas 271, 72 y 73 de su notable obra de euip*tcoato Cmiaira. CRONICl HISPANO-AMERICANA. ¿Y cómo permite el romano que se rompa el asedio, y se I »su negro abismo las montañas y los valles, y los hijos del aumente#sí el número de sus enemigos? npuebio Eujskaro!» Es que, después de la última batalla, Octaviano ha resuelto retirar sus ejércitos, pero antes, ocultando mañosaIII. mente su intento, ha propuesto someter la decisión de la guerra á un triple cómbate de 300 cántabros contra 300 roPero las sombras de la noche se ocultan en. los espacios manos, que se batirán en tres campos distintos, loo contra inmensos, y principia á adelantarse el día fijado para el loo, reconociéndose por yencedores á los que triunfen en dos combate. de ellos. ¡Oh qué rojo, qué rojo se alza el sol entre las brumas de Y á fin de que las condiciones sean iguales Para ambas Oriente, queriendo rasgar con su aliento de fuego el mar de partes, podrá veritlcarse el primer combate en Cantabria, y nieblas que le ocultan los valles y las praderas! el segundo en Roma, designándose de común acuerdo para ¡Oh sol! ¡Oh sol que hiciste brillar tantas veces con tus el último y definitivo cualquiera región déla Iberia, si es límpidos rayos el hierro triunfante del cántabro, y que sonque queda indeciso el triunfo en los dos primeros encuentros. reiste orgulloso á sus cantos de libertad y victoria!... ¿qué Como consecuencia de la victoria, Roma reconocerá la anuncia tu luz misteriosa á los hijos de las montañas? independencia y libertad de los cántabros si la fortuna fa¿Estarás tal vez destinado á alumbrar en este dia sus Torece á sus a-mas; mas si sale triunfante el romano, la l,ígrimas de vergüenza, y á escuchar sus desesperantes geCantabria se someterá al imperio como una colonia romana midos? al par que el resto de Iberia. ¡Oh! ¡vuelve entonces para siempre á tus incógnitas moEn cuanto fueron conocidas en Hirnio las proposiciones radas, esplendida antorcha del cíelo! ¡No salgan m:is á bride Octavio, ufarjos los guerreros con su valor y su esfuerzo, llar tus purísimos rayos sobre estas regiones, que serán enrodean y acosan al- jefe pidiendo que las acepte al punto; vilecidas con la servidumbre y la infamia! pero viendo el prudente Lartaun que era entregar á un azar Pero el momento se acerca... y los romanos con Agripa, de la suerte la glo ia, la existencia y los destinos de todo uu Antístio y Tauro á la cabeza se estienden por el valle, y van pueblo, y nb queriendo tomar por sí solo acuerdo de tantb formándose en línea con el frente al Oriente. peso, calma el fuego de los suyos, y pide al enemigo un plaPor todos los bosques y gargantas y peñascales que le zo para dar la resp lesta, y libertad para entenderse con fUs rodean, van apareciendo tambion los cántabros dispersos hermanos qie luchan también por la patria entre los bos- por las próximas sierras, y con ellos los austrigones, los ques y asperezas de la^ pontanas. várdulos, los vacceos, los astures y otros cien pueb;os, razas El romano accede á sus demandas, y él entonces convo- hermanas de Iberia, que odian por igual al romano, y que ca á todos los hijos de su raza para un batzar nacional, que piden á los dioses su perdición y su muerte. habrá de celebrarse en el Hirni.) en la próxima luna. Al fln llegan también los guerreros del H rnio en númeY por bosqties, y jaros, y breñas, van llegando á su lla- ro de 1,00) con Lartaun al frente. Los demás, por un resto mada los jefes de los guerreros errantes, y al fln, al dia de- de descmflanza, han quedado guardando el campo. signado bajan todos al Celatum para celebrar el bat;ar. , Abren la marcha los 100 combatientes elegidos para Calmados Jos primeros momentos de agitación y desor- aquel dia, precedido de los coblakaris que al compás de la den, Lartaun, sentado en medio de todos sobre el tronco de música guerrera de la vasca-tibia, les animan para lalucha, un roble, principia con voz entera á dar cuenta de las p -o- cantando las hazañas de sus padres y las glorias de su raza! posiciones romanas, p e o no bien hubo llegado á las .condi"¡.Aurrerá! ¡aurrerá! ¡aurrerá! ¡Hijos de Aitor, guerreros ciones del triple combate, cuando todos los guerreros aban- »de las montañas! ¡nichos )s los héroes que la patria elige donando s is asientos, hicieron estremecer el espacio con es- ipara guardar su gloria! ¡Dichosos los héroes acuyo aliento clamaciones y gritos. "fia, con el Lauburu invencible dd sus padre <, la libertad de —Aceptado, aceptado, repiten á una voz todos. Que se «la indómita Cantabria! ¿Qué vale la muerte para el bravo "guerrero, que cae entre las bendiciones y el amor de los avise luego al romano. i)Suyo.s? Y ¿qué valen los afeminados escla os de la corrupta Lartaun quiere hablar, pero en vano. —Pronto, pronto, responden ellos. No sea que se arre- )>Rjraa,'para lucliar brazo á brazo con los libres hijos de las »n)ontañas vascas? Los romanos como perros degenerados pienta, y la ocasión se malogre. Sin embargo, el intrépido jefe, siempre tan frió en el "de las cabanas, que ladran en el dintel de la puerta al lobo •consejo como fogoso en el i-ampo, hace nuevos esfuerzos pa- »de los bosques, resisten y combaten al cántabro tras trinra apaciguar el tumulto, y resolver con tregua y calma )ichera.s y fosos, pero donde pisan firmes las plantas, y la luz asunto de tanta importancia, pero viendo inútil .-¡u empeño «corre libre, son destrozados por él, como el perro de las cay la unánime y decidida voluntad de todo su pueblo, se "bañas entre las garras del lobo. ¡Aurrerá, pues, contra esos pone á su vez en pié sobre el trunco del roble, y haciendo «esclavos vestidos de hierro y de miedo! ¡Jaungofcoa os progirar sobre la frente su brillante hacha de armas, grita por "teje.., los hermanos os miran... las doncellas recogen flo»res pura tejer coronas, y las sombras de vuestros padres, tres veces: —¡Cantabria por el combate! ¡Cantabria por el combate! "abandonando sus tumbas de gloria, aguar ^an ansiosos la "lucha, para ver si sus hijos son dignos de su nombre y de (Cantabria por el combate! —Cantabria por el combate, repitieron todos sus herma- "SU raza!" nos, ebrios de entusiasmo y contento, y el valiente jefe se Mas los preparativos concluyen, y los combatientes ocusiente levantado en alto por aq'iellos orgullosos guerreros. pan sus puestos. Que no conciben en su arrogancia que pueda haber otros ¡Oh! ¡qué de gritos y eselamacionesde entusiasmo resuenombres que alcancen á medirse con ellos, en condiciones nan por valles y montañas, at ver la arrogante apostura de iguales. ' los guerreros euskáros! —¡Están locos! murmuran con desdeñosa sonrisa. Están Los ecos mas lejanos se estremecen con las ahyuas y locos esos esclavos. Si fueran 20 i contra 100 podría dudarse cánticos de todos los iberos, que levantan al cielo las ma•el éxito. ¿Mas IdO contra 100? ¡Oh Cantabria! ¡duerme tran- nos, pidien lO ia victoria para suá hermanos de Cantabria. quila, que tu victoria es segura! Mas al pronto. a¡jágause todas las voces, y cesan todos —riclioso'el guerrero que merezca tomar parte con tan los ruidos, i ara fijarse en el campo. poco riesgo en tan gloriosa co tienda. Los cántabros, con la pierna descalza en tierra y la azAsí hal)lan todos, y como lobeznos mamones que corren cona en la mano, aguardan la señal para tirar la dardaráa. atropelliindóse al encuentro de su madre que vuelve de la Los romano-, cubrleudose coa los escudos, empuñan caza noturua, salen también ellos á buscar á Lartaun, y le con mano trémula los afilado hierros. acosan y le ostiyau en todas partes pidiéndole plaza para el Dase la señal, y vuelan silbando los dardos y las azcocombate. nas, y ruzánse con sonoro ruido los g ad i ums romanos y Pero el discreto jefe responde que habiendo de e n t r e ^ r las hachas cántabras al compás del belicoso irrinz de los en manos de los elegidos, no solo la gloria de la patria, smo guerreros de las mun añas. la libertad v la dicha de todos sus hijos, quiere que todos j.Av! ¡cuántas madres llorarán en las orillas del Tiber la ellos contribuyan á la e.eccion de los combatientes que juz- destreza de los bárbaros en ese dia! guen mas dignos de tan alta confianza. ¡Ay! ¡cuántas doncellas regaran con sus lágrimas las floY asi se hace; y mient as los elegidos ufanos con distin- res de muerte que recojan en Arraxíl-erreca, para cubrirlas ción tan gloriosa, se preparan aleares y contentos, sus com- tumba- dtjlos amados de su alma! pañeros se separan tristemente envidiando su fortuna y su Pero la lucha arrecia,... y la sangre corre entre la yerdíciía. ba, y truenan el aire los gritos de los combatientes y los Pero van corriendo los dias... y Lartaun con los 300 cam- gemidos da los moribundos; mientras los espectadores de peones baja todas las tarde.s á las praderas de Celatum, pa- uno y otro pueblo anuncian con exclamaciones de entusiasí^ ejercitarse en la lucha. mo ó desaliento, de jubilo ó de espanto, las veatajasy pérMuchos de ellos han sido sustituidos por otros mas es- didas de los suyos. forzados, ó mas die.stros. Algunos han salido heridos... y ¡Bien luchan todos! que si los cántabros son val entes..., i&as de uno ha perdido la vida en las rudas y sangrientas valientes son también los aguerridos legionarios á quienes pruebas. ha c.infiado Augu to el preclaro honor de la sobjrbia Boma. Pero los que caen y los que se retiran, se resignan conPero entre to los ellos.... y siempre en el mayor pe igro, tentos con su suerte", que es la salvación de su patria, lo distingue.se como el airosi pino entre los humildes aceoos, que se arriesga en la lucha, y no hay cántabro que no sa- la arro-'ante figura del gefe de los.cántabros. crifique por ella hasta su glorfa y su nombre. La hoja de su hacha gira rápida y ligera sobre [as cabePor eso, al acercarse el momento, todos los corazones se zas rom.mas, brillando á los rayos del sol, como la vivida *gitan temerosos, y domina en todas las almas una inquie- centellaen una noche de verano; y cruza el campo dejando tud angustiosa. por donde pasa un s irco de cadáveres y sangre. Por eso algunos, temblando por el porvenir de Canta¡Gudor! ¡gudor! (1) grita con voz de trueno, y á su enérbria, murmuran en voz -sombría: gico acento, .se reauimau sus guerreros, y vuelven con nue~«Valie>itc8 son nuestros guerreros... ¡valientes como no vo brío al combate. "hay otros!'Su paso es lijero como el vuelo del b.iitre que El suelo se halla cubierto de muertos y heridos, y el nú"Se arroja sobre su presa desde la cumbre de Alzcorrl. Su mero de los combatientes disminuye por mome itjs, pero "brazo duro como el tronco del roble que se ha dssnudado para cada dos cántabros caen tres romanos, y cuanto mas "Cien veces entre las borrascas del Hi.nio. Su alraa„serena tieínpo pa.sa, mas decae el valor y la fuerza de estos, mas "Sonríe al caer bajo el hierro, y r.cibe cantando el beso fatal se acrecienta e; aliento y el esfuerzo de aquellos. "de la muerte. ¡Pero ay! ¡que al fln son hombres! ¡Y lo que Van cediendo ... cediendo, y ya los pocos que se sostie»el valor nunca puede puede alguna vez el destino! ¡Y ay "de nosotros entones! ¡Ay de lis doncellasy délas esposas, nen, debílítanse por momentos y se dafláuden con trabajo »y los guerreros de nue-stra patria! ¡El hierro de la vergüen- de sus iufatígibies enemigos, que les rodean y acosan, co"za marc rá la frente del cántai)ro ..el látigosus espaldas... mo los perros furiosos al javalí cansado y herido. Al flo Lartaun derribando de un golpe a úitimo que re"y las vírgenes de las montaiía^ servirán de pasto infame á siste, pone ol ie sobre su pecho, y levantando e.i alto su "la torpeza del aborrecido romano! hacha en.sangrentada, entona con robusto acento el canto »A] menos... continuando la-guerra, nuestros guerreros de la victoria. • • "Caerían luchando y bubiendo la sangre del odiado enemiMulares de mil'area de bocas le responden por entre ár"go: nuest; as mujeres y nuestros hijos sucumbirían poco á boles V pe1a.scos, por entre heléchos y zarzas, cim gritos de *Poco H las fatigas y al hambre, y los últimos que qu ¡darán frenético entusiasmo; y extremeciéndose las montañas en "encentra ian si quisieran la muerte en la ponzoñf del rejo sus cimientos -'temos, llevan de eco en eco hasta el Hirnio *{ en el hierro de sus compítñeros, como nuestros heroicos la dichosa nueva de su espléndida victoria. 'hermanos de Vélica y MenduriH. Pero ahora... Jfuesírá de IV. "este indómito pueblo, sMa voluble fortuna vuelve e! sem ¡Blandas'risas del viejo Océano que resbaláis en la es""'ante u sus hijos? ¡Funesto y tri.ste combate! ¿Qué egro "espiiitu enemigo nos ha movíilo á aceptarlo? ¡Oh tú, i.i- puma de sus ondas!... ¿Porqué murmuráis mas aleg es que veces en las praderas del Celatum; y en los euoiuales •mortal Jaungoicoa, Dios protector de. Cantabria! ¡Tiende otras del Hirnio? ^^w mano piadosa sobre sus bravos guerreros, y sí es su fui^'Jesto destino que s icumban en la lucha, haz que las aguas °el Océano suban bramando hasta el Hirnio, hundiendo en (1) ¡Gogor! ¡Godorl iDuro! ¡Duro. 13 /Pálida y bella virgen de'la noche! ¿Porqué al cruzar el espacio, diriges misteriosas sonrisas á los hijos de las montañas que aman tu luz sagrada? ¡Y vosotras, hermosas doncellas, que habéis entristecido con vuestro llanto y su.spíros los ecos de Iturríoz y Asteazu! ¿Porqué dais ahora al viento cánticos de alegría, derramando lágrimas de* placer y contento de vuestros bellos ojos? ¡Es que os creéis y a libres! ¡Libres Cntre esos peñascos, en que la libertad es la vida , en que la opresión es la muerte! Es que podéis bajar libremente á los dulces valles nativos, donde corrió feliz vuestra infancia, á aquellas verdes praderas, en que acaso por vez primera latió con amor vuestro seno, ,y se encendieron vuestras mejillas á las palabras de fuen^o del apasionado guerrero. Podéis correr á las cabanas en que vivieron vuestros m a yores; podéis regar con vuestras lagrimas la yerba que cubre los restos de vuestros padres y vuestias madres, que duermen en sus tumbas de musgo bajo la sombra ságrala del misterioso Toble. ¡Qué a egres están las doncellas! ¡Qué alegres están los mancebos! ¡Qaó alegres están los esposos y esposas, y los niños en los peñascos del Hirnio! . ¡Mas lio están todos alegres, que Lartaun está triste.... muy triste! Y en v.mo el pueblo que le ama, arroja á su pasó flores, coronas para su frente, y gritos de alegría y bcridieio.i para su alma. ¡Ay! ¡Tanto entusiasmo y fuego se apagan en el negro abismó de sus dolores, como los rayos de la luna en los espesos y oscuros nubarrones qu^n^ifiípuja la tormenta! ¡Lasdoncellas le ven, y susjjplm! Lo. compañeros de armas, contemplándole con tristeza, se acerca;! al Coblakaridel heroico guerrero y le dicen: —«¡Oh tú gónii) de los cantos! ¡Brabo Coblakari del jefe "de los cántabros que conoces los dolorosos misterios de su nalma, y que sabes aliviar con dulces armonías sus amargas "penas! ¡Cuéntanos la histor a del hijo de tu hermano, del "mas valiente y mas bravo de los hijos de las montañas!» El Coblakari se levanta y dirige una mirada compasiva y tierna al desdichado mancebo, que se oculta entre los bosques de Iturríoz, quiere hablary... sus labios tremiólos suspiran tristemente. Luego volviendo á cair sobre el peñasco cubierto de musgo que le sirve de asiento, pasa la mano por los ojos henchidos de lágrimas y dice: —¡Oh! ¡Jamás han acariciado las brisas del Urumea frente mas hermosa que la frente de Lartaun! ¡Jamás han pisado la yerba de sus valles mancebo mas gallardo, ni ha concebido e| seno de una madre, alma mas generosa, ni corazón mas Bravo, que el corazón y el alma de esc desdicha•'o guerrero! El enemigo tiembla al escuchar su irrinz de guerra: sus hermanos lo adoran, y muchas doncel'as .se creerían dichosas compartiendo con él su dolor y sus penas- Y sin embargo.... sufre! 1Y ya no habrá mano aigiga que alcance á enjugar su llanto, ni labios que puedan hacer asomar la sonrisa á sus labios fríos! Lartaun amo á Usua (I) y el soplo de la muerte que dobló la frente de la hermosa niña, mato en el corazón del guerrero la luz de la esperanza, y ¡ay! ¡el corazón sin ella, solo acierta entre tí.iíeblas co i el camino de la tuinoa! Lartaun amó á Usua. ¿Y cómo no amarla, si era mas hermosa que la vaiorosa maítagarri q le adoran los espíritus de la noche: mas dulce que el tibio rayo del sol de invierno que viene á reanimar la sangre helada en el aterido pecho del moribundo anciano. Los guerreros la llamaban la tórtola de Urumea, y cuan bella, cuan hermosa aparecía á sus oíos, cuando abandoíiando al viento los abundantes rizos de su cabellera de orft, corría por los valles de i/Oyola con las miradaá húmedas de ternura, y el se lo palpitante de fftilcidady de amores. Amaba k Lartaun y Lartaun la amaba, pero ¡ay! el corazón del guerrero es ante* de la patria, que de su amada, y por .servirla, tuvo que dejar sus brumas y sus nieblas por el esplendido cielo de la Italia. No vayas, gritaba la bija de Utsal, colgándose del cuelo del valiente guerrero. ¡No me abandones, Lartaun! que he visto en mis sueños nocturnos, al espíritu de muerte espiar tu salida para venir á mí cabana. , ¡Pero al fln partió! y el negro espíritu, principió á batir las alas sobre la frente de Usua. Era la época en que las pardas golondrinaá abandonan con sus hijuelos nuestros valles, para buscaren las regiones del mediodía otro sol y otro cielo, y Lartaun prometió á s u adorada estar á su lado antew que el canto del cuclilloan mciara la vuslta de las hojas, del calor y las flores. ¡Pero ay! ¡La hija de Utsal oyó una y dos veces el canto de la ave agorara, y vio una y dos veces las cumbres de Or'amen li vestirse de nieve, sin que volviera el guerrero á tem¡)lar con su mirada, el fuego que consumía Su alma y su vida! Todos los dias subía sonriendo, y bajaba llorando: que la llevaba la esperanza, y la traiael desengaño! ¡Pobre tórt lia del üruu «a'¡Cuántas veces la he visto envuelta entre las nieblas ele la montaña; con la vi.st-i clavada en los bosques ejanos, transida de frió y tri 4e como la s )inb -a de la apenad;» m tdre que gimede noche y día, lejos del abandonado híji desús amores! Pero pasa una lu a y otra... y otia... y el guerrero no vuelve, y el espíritu de la muerte se acerca mas y mas sobre la frente de Usua. Su mejilla está pálida como la blanca piedra de unatumba que ilumina la luz de la luna sus débiles pieraas tiemblan al peso del cuerpo como las yerbas marinas al paso de las corrientes.... su mirada es triste como el último rayo del sol de otoño, que se quiebra moribundo en los blanquecinos peñascos de Amboto. Sus hermaons, las doncellas de los valles cercanos, la rodean, la acarician y la dicen: —«¡Oh! tú la mas hermosa, y mas querida de las virge"Oes de las montañas, no dejes 'lue caigan asi tus dias entre wrecue dos y lágrimas. ¡Alégrate, y ven con nosotras'» •'Correremos por las faldas de Oriamondi, persiguiendo á »los cerbatíllos C| e Juegan entre sus jaros!" «¡Bajaremos alas praderas á recojer flores para tu 'reiite,, '•y luego iremos á los batzares á'bailar y cantar cou los va"líentes guerreros que viven en nuestros ojos!» «¡.Ay! cuántos que ahora se apartan á la espesura del «bo.sque por ocultar sus lágrimas, sonreirían dichosos si les "llevara una e.speranza la tórtola de Urumea! ¡Ven, U^sua, y "Olvida al ingrato que abandona los valles de la patria y su «amada por mujeres y tierras extrajeras!» (Se continuará.) JüAW V. ARAQUISTAIN. (1) Usu». En vascuence: Paloma. LA ÁMÉBICA. 14 III. SOITETO. ¿Qué fueron al gran Carlos sus hazañas ¿Por qué funesto error, por qué demencia en la celda de Yuste recojido? hemos venido á tan infanie estado El quiso relegarlas al olvido que á disfrazar las llagas del pecado y ellas emponzoñaban sus entrañas. no basta ya la hipócrita apatiencia? Suele el que nace humilde en las cabanas I.a virtud, la hidalguía, en la experiencia olvidar la pobreza en que ha nacido de su estéril valor se nan estrellado, por el lucro del mar embravecido, y mi patria infeliz es ya un mercado por el precio de sangre en las campañas. •n que se vende á gritos la conciencia. Mas el que noble enalteció su historia No hay gloria, no hay dolor, no hay sacrificio sin procurar fortuna envilecida que por viles parásitos hambrientos ni envidiar de los Césares la gloria, ¿o se convierta en propio beneficio: Un solitario albergue le convida Y la gangrena avanza por momentos, á esperar sin tormento en la memoria y bajo el ancho pedestal del vicio la breve muerte de su larga vida. restallan del Estado los cimientos. Bilbao.—Mayo de 1885. ANTONIO Ros DE OLANO. A. GARCÍA GUTIÉRREZ. ADIÓS 1 . I . A SBTA. D.' ELISA B E O L Ó Z A a A Cuando con blanda sonrisa el velo nupcial prepara casto amor, que al pió del ara ceñirá tu frente, Elisa, no tu hermosura celebro que en mas discretos cantares ya ha loado el Manzanares y preconizado el Ebro. No tus preseas de novia, aunque compradas quizá según uso, mas allá de lapuente de Behovia; sólo las dotes del alma aplaudo en ti por mas bellas; bien que á otras, que no á ellas otorga Madrid la palma. Si de escribirte prescindo un pomposo epitalamio porque ya ni con andamio puedo yo subir al Pindó, No desdeñarás, lo só, por humildes y sencillas estas pobres redondillas que te consagra mi fé; y aunque merezca arpas dé oro la que un padre mereció que veneran como yó el Parlamento y el Foro, no temo que lleve á mal mi buen amigo y paisano este saludo riojano; es decir, franco y leal. De tu virtud sea premio la ventura conyugal. No la hay en el mundo igual: créeme, que soy del gremio; y auna uo tal felicidad no haya de partir contigo, consuelo será & mi amigo en su triste soledad. Ufeno del dulce si, , como tu padre, amoroso te idolatrará tu esposo: ;_quién no te ha de amar á ti? ^ ' ¿Quién?... Callo antes que mi numen, que fácilmente ,3e agota, me haga incurrir en la nota de impertinente. En resumen: que Dios te colme de bienes le pido con eficacia j te dé toda su gracia,.... sobre la mucha que tienes. MANUEL BRETÓN DE LOS HEBRERoew ESr E L ALBX7K D E E L I S A . . Improvisación. "Si allá en la tranquila noche oyes de un ¡ay! triste el eco, es mi voz la que lo exhala, es el ¡ay! de los recuerdos. Si cuando las tristes lámparas esparcen sus rayos trémulos en el bosque de columnas, que reñeja sus destellos, ves una pálida sombra entre tus ámbitos luengos, es ¡ay! mezquita querida la sombra de los recuerdos: Soy yo que cruzo el espacio en alas de mi deseo, y en tu imponente recinto con santo temor penetro: yo, que miro en tí la obra que ha de respetar el tiempo, •y al cruzar bajo tus arcos también inmortal me creo... Si allá en la tranquila noche oyes de un ¡ay! triste el eco, i», es mi voz la que lo exhala, es el ¡ay! de los recuerdos. J u n o ALARCÓN Y MELENDEZ. FÁBULA! Para gozar de plácidos instantes, tuvo Juana un amante, dos amantes, tres amantes. ¿Qué digo? Casquivana, muchísimos amantes tuvo Juana. Fama cobró por singular veleta de coqueta, y aun mas que de coqueta; mas ella prosiguió con tal denuedo que todos la tildaban con el dedo. Todo el mundo declaí «Esa muchacha; por mas que tenga seductora facha, no puede ya en la vida hallar un hombre que darla quiera con su amor un nombre.» Y todo el mundo se engañó, no obstante, pues después de un amantey otro amante, y otros cien que de Juana en detrimento publicaban mil cosas que no cuento, llegó a Pepe su turno, el gual ansioso de merecer el título de esposo, halló á Juana tan púdica y tan bella que acto continuo se casó con ella. Y bien, caro lector, este relato no prueba que sea Pepe un mentecato: solo prueba el refrán que hoy está en boga, ' de que el último mono es quien se ahoga. JUAN M . VILLERO AS. Á ELISA D E O L Ó Z A O A , ANTES DE SUS BODAS. E L DUeUE DE RlVAS. SONETOS. Del mundo la áspera senda no ha lastimado aun tu pié; auri, en la humana contienda, e la inocencia y la fé evas la mágica venda. Aun tu pensamiento ufano bienes quiméricos fragua, cual niño que, al mar.cercano, quiere cojer con la mano la imagen que está en el agua. Aun, cual arroyo en la cima, sobre asperezas resbalas; y si el mundo te lastima pasas luego por encima ae la ilusión en las alas... Pero adivinaste un dia que esa dorada ilusión de luz, de inocencia y calma deleita la fantasía pero sin llenar el alma: que hay naturalezas dos en tu misterioso ser, y el lazo no has de romper con que ató por siempre Dios el angela la mujer... Y hoy tu corazón encierra de amor el noble delirio, sin preguntar si en la tierra el amor es paz ó es guerra, si es ventura ó si es martirio. ¿Por qué ocultarlo? Es verdad que siempre en fatal empeño encuentra la humanidad el sveño sin realidad y la realidad sin sueño: es verdad que, como flor junto al borde dé un abiámo, cerca están risa y dolor, * y que el sueño del amor vale mas que el amor mismo; á Mas precio en este valle y pobre aldea términos de mi vida peregrina, despertar cuando el alba matutina las copas de los árboles menea. Y al volver de mi rústieatarea ora en la tarde cuando el sol declina mirar desde esta fuente cristalina el humo de mi humilde chimenea, Que en la rodante máquina lanzado cruzar como centella por los montes, pasar como relámpago el poblado: Y asi robando al ptíndulo un segundo para hender los finitos horizontes sentir la nada al abarcar el mundo. II. Hay junto á la ventana de mi estancia un laurel de la sombra protegido en donde guarda un ruiseñor su nido apenas de mi mano á la distancia. Y entre el verde follaje y la*fragancia celoso, ufano, amante requerido dice su amor con lánguido quejido y dulce y elevada consonancia. Las horas de la nocho una tras una en solitaria hilera huyendo el dia siguen el curso ala encantada luna: Y en este apartamiento el alma mia goza sin envidiar cosa ninguna da su quieta y feliz melancolía. Florón que con cintas ata el Genil, que se dilata por bosques de tulipanes: canastillo de arrayanes envuelto en redes de plata. • De arroyos y fuentes mil orlada con ricas blondas, cuna del florido abril, donde el Darro y el Genil mecen y arruUaii sus ondas. , » Fanal de gayos colores, pintada concha de flores entre guirnaldas de eépumas: nido que tegieron plumas de cisnes y ruiseñores. LEOPOIJDO AUGUSTO DE CUETO. (1864) Matizadas, deleitosas son sus praderas humÜrosas que al Edem roban las galas, mantos bordados con alas de brillantes mariposas. EN EL ÁLBUM DE MABIA, VIZCONDESA DE ROS. - Á LA MEZQUITA DE CÓRDOBA. Si hoy á la voz de la amistad no cedo es porque el peso de la edad me abruma: perdona mi silencio: ya no puedo mover el pensamiento ni la pluma. (ises) pero el dolor mas agudo halla en el amor consuelo: da rienda á t u dulce anhelo, que amor es el solo nudo que une la tierra y el cielo. Si nuestra vida acompañan pena, azar, lucha. Inquietud, y el cielo del alma empañan, hay cosas que nunca engañan: la ternura y la virtud. Son astros del corazón; y serán, si á ellos unida va tu celeste ilusión, un santo ejemplo tu unión y un sueño de amor t u vida. •No busques la diclia ansiosa: »nadlo la dicha nos dj: •la dlcliu es Uor misteriosa »quo 011 o corazón reposa •del quo i)uscándoia va.» Esto dije yo, María, cuando abrazado á mi fé sin esperanza vivía de encontrar (pues la encontré) un alma igual á la mia. En el álbum lo escribí de una niña... y me arrepiento; pues hoy sé, y lo sé por mí, que la engañé en el momento en que enseñarla creí. Que si es profunda sentencia, que no hay dicha en la existencia como ver mirarse en calma el cielo de nuestra alma en el mar de la conciencia', pruébase mayor consuelo si amor el amor inspira y, ufanas de un mismo anhelo, un alma en otra se mira como un.cielo en otro cielo. Y es venturanza sin par, * en el goío y el pesar ver juntas y confundidas en una vida dos vidas, como un mar en otro mar. Desconocí, pues, María, la mas hermosa verdad cuando á la niña decía que solo en sí encontrarla contento y felicidad. Negué la mayor ventura que el alma le debe á Dios: dejar su cárcel oscura, fundirse en otra alma pura y hacer una de las dos. Negué lo que luego vi que Gonzalo hallaba en tí, ae su honra y amor espejo... Negué... lo que siento en mi hoy que principio á ser viejo. ¡Pensiles! ¡luz! ¡armonía! ¿por qué así se engalanaba tierra y cíelo? parecía que el cielo se sonreía mientras la tierra cantaba. Callan auras, fuentes, aves, y el canto de los querubes: como en el mar blancas naves, hienden el espacio suaves dos ángeles en dos nubes. Envuelto en gasas moradas, orlada la sien de lirio, en copas emponzoñadas coronas ensangrentadas alza el ángel <fel martirio. Lleva otro ángel hechicero, de los cielos mensajero, en una mano una palma, y en la otra un limpio lucero, y dentro el lucero un alma! —¿Quién me alentará?—La Fé: del mundo en triunfal victoria te alzarás; por ti vendré y ante Dios te llevaré. —¿Y quién eres tú?—La Gloria. su ALMA. . ¿Qué antorcha inundando el viento incendia y rasga el espacio? • De ángeles suena el concento, las luces del firmamento rielan en mar de topacio. Fértil pradera anchurosa que entre cien montes se encierra, pues de sus galas celosa á encadenarla orgullosa se alzó gigante la sierra. De sus sierras elevadas sobre las faldas pintadas sus sombras son extendidos gigantes que allí escondidos guardan sus glorias preciadas. —Tú á los cielos volverás. —¡Ah! ¡ten de mí compasión! —Tú de Dios la alcanzarás, porque de un pueblo serás el ángel de redención. MARIANA PINEDA. Como entre montes de albores el pintado espacio hiende aéreo valle de colores, así entre sierras de flores pintada vega se extiende. Si no hay clarín ni atambores> por los prados y las lomas susurra el auna en las flores, y trinan los ruiseñores y se arrullan las palomas. —¿A dónde voy?—A la tierra. —¿Y allí qué hay?—Llanto y desvelo. —¿Qué me aguarda?—Solo encierra para tí amarguras, guerra! —Pues deja qu» vuelva al cielo. PEDRO ANTONIO DE ALARCON. Sobre una vega florida paró el vuelo suspendida, cual corona iluminada de una ciudad encantada solo en sueños concebida. Y parecen sus palmeras de jazmín y enredaderas columpiando los florones, de arrayan entre torreones empavesadas barderas. Y al lucero esplendoroso cercó impenetrable nube, y como el eco armonioso de arpa lejana, amoroso así habló un eco al querube. Comprendo, por consiguiente, y alborozado bendigo la dicha que t u alma siente unida tan tiernamente con el alma de mi amigo. Comprendo, sí, amiga mia, (ahora verás sí soy malo) con qu^ inefable alegría él te llamará Gorezafc y t ú le dirás Maria. Y só que amantes, serenos, pasareis de bendición ochenta años por lo menos, si tomáis la precaución de seguir siendo muy buenos. Es la noche: entre el coral de incendiados arreboles se alza una aurora boreal, y el iris su arco triunfal orla con luz de cien soles. Y es su círculo anchuroso' guerrera plaza almenada, la sierra el muro orgulloso, el ancho Genil su foso y su escudo real Granada. '• Mi hermana nacistes, alma; siempre te amé con delirio, deja que te adore en calma. —No, yo te daré su palma. —¿Y quién eres tú?—El Martirio. —Dame esa palma anhelada. —La arrancó Dios del Edem para tí: en hieles bañada has de alzar antes orlada con mi corona tu sien. No habrá una hora de bonanza en tu terrenal historia; yo soy tu única esi)eranza: que siempre el martirio alcanza la diadema de la gloria.— Y de nuevo aves y fuentes, céfiros y querubines alzan su voz elocuentes, y las paradas corrientes á bordar van los jardines. Y trajo esa alma encantada á un pueblo la bendición; ]fior de los cielos cortada! ¡y es de la oriental Granada el ángel de redención! EDUARDO ASQUERINO. 1849.—(Inédita.) 15 CRÓN'CA. HISPANO-AMERICANA. PILOOR/IS DEHAUT. — Eltl nu«Ta combinación, fundada sobra principios no conocidos por loa medicas mtignot, llena, coa i ana precisión digna de atención, I todas lascondicioiiesdel problema I del me licamento purgante.— Al ' reres de olroi purgativos, este no obra bien sino cuando se toma con muy bncnot alimentos y bebidas fortificantes. Su efecto ei sejuro, al pa.so que no lo es el agua de iSeuiiu r otros purgativos. Ei fácil arreglar la dosis, Mgnn la edad 6 la fuerza de las personas. Los niños, los aneianoi 7 los enfermos debilitados lo soportan sin dificultad. Cada cual escoje , para purgarse, lo Hora y la comida qu« Bujor le covengan aegnn sus ocupaciones. La molestia qua Bausa el purgante , estando completamente anulada p r l i buena alimentación, no se halla reparo alguno en purgarse, euando haya necesidad.—Los médicos que emplean este medio no encuentran enfermos que se niegnen i purgarse so preteit» i» mal gusto 6 por temor de debilitarse. Lo dilatado del tratamiento no es tampoco un obstáculo, y cuando el mal eiije, Eir ejemplo, el purgarse veinte veces seguidas, no se tien» mor de verse obligado á suspenderlo antes de concluirlp. — Catas ventajas son tanto mas preciosas, cnanto que se trata da jnfermedadea serias, como tumores, obstrucciones, afeccione» eutáneas, catarros, y muchas oteas reputadas inonrable», •ero que ceden á una purgación regular y reiterada poi largo tiempo. Véase la Instrucción muy detallada que se da gratis, *n París, farmacia del doctor Dehant. y en todas las bueau bimaciaa d< Europa y America. Cajas da to >••, y de 10 n . Depósllos generaos en Madrid.—Simón, Calderón, —Ksco ar.—Sefiores porrell, hertnanos.—.Moreno Hlquel. —Ulzurrun; y en las provlnclas^os principales farma«éutlcos. • dadespara trajes hechos por medida. V«Dt* al por menor, a tos mismos prados qua it por mayor. Se habla español. ENFERMEDADES SECRETAS VEJIGATORIOS CURADAS PRONTA T BADICALMEXTB CON EL VINO DE ZARZAPARRILLA Y LOS BOLOS OE ARMENIA CH, ALBERT DB PARÍS DOCTOR Kedieo de la Facultad de Parit, profetor de Medicina, Farmacia y Botánica, ex-farmaeéutieo de los hospitales de París, agraciado con varia» medallas y recompensas nacionales, etc., etc. El VIWO tan afamado del Dr. Cu, A L B E R T lo Los B O I - 0 « del Dr. C H . A I - B E H I curan prescriben los médicos mas afamados como el B e p u r a t l v é pronta y radicalmente las Cíonorreaik aun las rebeldes é inveterada», — Obran po^r eMelencia para curar las E n f e r m e d a d e » secretaaa con mas la mis"': ¿ücacia para la curación de las =js inveleiiisi, >»s t l c e r a i i , H e r p e » , Kaerofiilaa, F l o r e * BlanesM y las O p i l a c l o n e a de las G r a n o * y todas las tcrinoBias de i» siügíü y de los tratares. mujeres, Et TUATAMIKWTO del Doctor C u . A I . B K R T . elevado á la altuia de los progresos de la ciencia, se halla exento de mercurio, evitando por lo tanto sus peligros; es facilísimo de seguir tanto en «ícreío-como en viaje, sin que moleste en nada al enfermo; muy poco costoso, y puede seguirse en todos los climas y estaciones": su superioridad y eficacia están justificadas por treinta año» de un éxito lisongero. — {Víanse la» instruccionei que ctcompañan.) JD E P O S I T O Kcncral e n Paria, r u c MoniorKuclI, IB Lauoratorios de Calderón, Simón. Escolar. Somolinos.—Alicante, Soler y Estruch; Barceio , Martí y Artiga; Bejar, Rodríguez y Martin; Cádiz, D Antonio Luengo; Coruna, Moreno; Almena, Gómez Zalavera; Cáceres, Salas; Málaga, D. Pablo Prolongo; Murcia, (fuerra; Palencia, íuentes; Vitoria, Are laño; Zaragoza, Esteban y Esnarzega; Burgos Lallera; Córdoba, Haya; Vigo, Aguiaz; Oviedo, Díaz Arguelles; Gijon, Cuesta; Albacete, González Rubio; Valladolid, González y Reguera; Valencia, í^. Vicente Marín; Santander, Corpas. SA.CARURO DE ACEITE DE IirGlDO DE BACALAO MEDALLADELAfo¡ sociedad de Ciencias Industr,. . de l'arís. No mas cabellos b™' COS. Melanogene, tintura P""^ escelencla , Diccquemare-A'''o que reemplaza ventajosamente el aceite de hígado de bacalao. de Itouen (Francia) para te"lr :il minuto de lodos colores los C A S A W A R T O N , 68, RUÉ D E R I C H E L I E ü , P A R Í S . •iibellos y la barba sin ningún leligro para la piel y sin ningún ') or. Esta tintura es superior U eficacia del aceite de hígado de oacalao está reconocida por todos l o s ii todas las empleadas hasta médicos; pero su gust ircpugnaa e y naaieibuiido impide con frecuenciaque hoy. «1 estomago pyeda soportarlo, y entonces no solo deja de producir efecto beDepósito en París, 207, rué néfico, sino ha-ítaes nocivo Un mjlico químico ha consiguido evitar estos ;aintUonoré. En Madrid.'Ca'grav 's inconvenientes prep irando el Sicarura de aceite de hígado de bacalao iroux, peluquero, calle de la x^Mp conserva todos los elementos del aceite de hígado de bacalao sin tener sn .Montera: C ement, calle de Carsabor, uí olordasagradableí, conservaido todas as propíedade.s del aceite de retas Bui^^es, plaza d» Isabel II; Gentil Duguet calle de Alcalá; Vlllonal calle de Fuenhiendo de bacalao —Estos polvos sacarinos, en razón de la estrema división del aceite ensu preparación, son facilisímis asimilables en el organismo, y carral. son, por consiguiente, bajo un pequsño volumen, maspoderoios que el aceite de hígado de bacalao en su es ado natural.—La soberana eficacia de esteSacaruro para reconstrir lasalud en todos ios casos de debilidad del tem- para la cui-aclon de las hernias y descensos, peramento ó de decaimiento de las fuerzas en los niñoe, los adultos y los an- que no se encuentra en casa de su Inventor cianos, esta reconocida por los médicos mas distinguidos y probada por una «Knrique Biondetll.» honrado con catorce larga esperiencia.-N B . - E s t o s polvos son también el mejor d;5 los vermifu- medallas por la sup riorldad de sus prog o s . - P r e c i o d e l a c a j a , ^ r e a l e s , y l 8 la media caja en E s p a ñ a . - V e n t a al ductos. También tiene suspensorios, medias y cinturas para montar (carallepormavor: en Madna.- Esposiclon estranjera, calle Mayor, uúra. 10 Al Dor elistlcas res.) Knrique Biondetll, rué Vlvlenne, numero 48, en París. r"M?qtua,ie^der:reÍr/yl^'"^ ' " " " ^ ' * ''^^^"«^<'' núm. T.-Mo^reD E L DOCTOR LE-THIERE, NUEVO VENDAJE. D'albespeyres Todos llevan la firman del inventor, obra* en a guoas horas, conserríindose Indefinidamente sus estuches metálicos: han s i do adaptadas en los hospitales civiles y militares de Francia «por orden del Consejo de >aiiidad y recomendados por notables médicos de muchas naciones. El papel D'Alhespeyres, mantiene la supuración abundante y unitarme sin dolor ni olor. Cada caja vaacompaitada do una instruclon escrita en cinco lenguas. Exigir el nombre de DAIbespeyres en cada caja, y asegurarse de sa procedencia, ün falsjticador ha sido condenado á un año de pr sion. C-\I'SUL\> KAdülN de copalha puro »uperiores á todas las demás; curan solas j siempre sin cansara! enfermo. Cada frasco está envue lo con el Informe aprobativo «do la Academia de medicina de franela,» quo esplicaen francés, Ingés, alemán, español é Italiano el medio de usarlas, las hay Igualmente combinadas con cubeba,ratania, nratico, hierio, etc. No dar fé mas que íi la firma Haquln para evitarlas falsillcaclonesdailostts o peligrosas. Todos estos productos so espiden de i'arls, fáubourg-Saint-Denls, 8t (farmacia D'Albespeyres) a los principales farmacéutlco.s y drogueros de todos los GASA 60T0Temperador ^rovmeaor Oe ÜT. MT. et ~~1 FONDADA nc 1711 AGUA DENTRIFICA DE BOTOT «PROBIO* POR L * «CADCMUk D I MEDICINA y poP ! • C o i n i a l o n n o m c r a d a p o r 0 . K. e l IMInlatro d<M I n f r l o r Este Dcnlrinro, tan oxtraordinnrio por sus bueno.» resultados y que tantos benefleids reporta ft la humanidad hnreya mas de un siglo, se recomienda e s pecia Iminto para los r.uid.mos de la boca. Precios : 24 r» el frasco; 14 r» el 1/2 fraico; 10 r» el 1/4 de frasco VINAGRE SUPERIOR PARA EL TOCADOR CODinueslo de zumo de plantas raras y de perfumes los mas suaves y exquisitos. Este Vinagre es reputado como una de Jas mas brillantes conquistas do la Perfumería. . , _ , , ,« . Precios: 11 r'el frasco; 8 r* el 1/2 frasco. POLVOS DENTRIFICOS DE QUINA Esta composición tan justamente apreciada , no contiene ningún ácido corrosivo. Usados iunt-mente con la verdadera A g u a d e Boto», constituyen la pr. paracion m a s «ana y agradable para refrescar las encías y blanquear los dientes. Precloi: en caja de porcelana, 15 r*; en cqja de cartón, 9 r*. Vs»4 EL PERFUMISTA M" OGER VINO DE GILBERT SEGUIN, Buulevard de Sélm: liipul, 36 flt. l).i, en París, ofrece ;i su mim-'iosa clieiitcli un Farmacéutico en PARÍS, rué Saint-Honoré, n* 378, surtido de nws de •'>,0O0 ariíi:uto.\ vm iadns. de entre los luiali's la clc^aiHe -uciftilad esquina á la rué del Luxembourg. prefiere : l a R o s e e d u P a r a d i s , exAprobado por la ACADSMI* DE MKD.CINA m: f',»Ris y empleándose por tracto .superior paiii el pufiiiiilu; l'Oxy, lUcrelo de 1S06 en los hospitales franceses de tierra y mar. m e l m u l t i f l o r e , )a nieiui úv lfl.> íigiias paní el tocadnr; e l V i n a r e d e p l a n Reemplaza ventajosamente las diversas preparaciones de Quinina ! ta» h i g i é n i c a s ; el Elixir odontoj contiene TODOS S U S paiNciPios ACTIVOS. ' p h U e ; l a P o m a d a c e f á l i c a , contra (Eaíroí/o del informe á la Academia de Medicina) la calvicie ó calda del pi'ltj ; -los j«bi»ne.s u . „ f l ' ? ' * " ' * *" éxito ya sea como aníi-periódicn para cortar a u B o u q u e t d e F r a u c e ; AJcea las calenturas y e v i u r las recaídas, , a sea como íórávo v A r í i Rosea; Jabón aurora;la Pomada V e l o u r B ; l a R o s e e d e s L y s parala flcantoen la^ convalecencias, pobreza de ¡a sangrT''tí>ÍdJ senil tez y el Agua V e r b e n a . enferme lades nerviosas, ptc. IVcr.n. .^n rp«lc< pl Irasco " " " ' " " " ' | Todos estos artículos se encuenlian en ler'^filfi^if^'*^^'"'", Encobar. Ulzurrun SomoIinos.-AIicante, Sola Exposición listratigeia, calle Major, n* 10 en Madrid y en Provincias, en C^¿i7 n,.nt'n « 9 " f ' e ^ : Barcelona, IVIarti y Padró; Cáceres, Salas; casa de sus Depositarios. ñ t R.i.^^c'r " n"'*''^*^.í' >'-taa;jni. üortina; Badajoz. Ordol v I t ó r i a T e i l a i o *' ' *^'''"' * ^ ' ' ' ' ' Sevilla,''Troyaiio; I PILDOKASDE CMiBOWTO DE HIERRO INALTERABLE, B.Al.SA.MICO DE DEL DOCTOR BLAUD, miembro consultor de la Academia de Medicina de Francia. Sin mencionar aauí todos lo.s elogios que han hecho de este medicamento la mayor parte de los módicos m is célebres que se conocen, diremos solamente que en la sesión de la Academia de Medicina del 1 " de mayo de 1838 el doctor DouMs presidente de este sabio cuerpo, s j esplicaba en los términos «En los 35 años que ejerzo a medicina, ha reconocido en las otidora» g o ^ o m o " e f r e j o " r . ? ' ' ' " ^ ' ' ' '"'''' ' " ' ° ' ' " ' ^'"^^^ ferruginosos y fas teS- ^•n?'!; p'.^"í;''*'"^^*v'*°^í'";^" Medicina, profesor de la Facultad de MedidiSho miembrode la Academia itnperial do Medicina, etc., etc , ha «Es una de las mas simples, de las mejores y de las mas económicas preparaciones ferruginosas.» •" j "= « u»:. ci-unoraicas Los tratados y los periódicos de Medicina, formulario magistral nara 313, han confirmado desde en-onces estas notables p a t b T a s q f r u n a experiencia química de 30 anos no ha desmentido , H "» <=ape Besuíta de esto qtie la preparación que „os ocupa, es considerada hoy por los médicos mas distinguido»de Francia y del estranjero como la tnas eficaz y la hia;,económica para curar los coloros pálidos (opilación, enfermedad de lasiovenes.) "^ . 1 c. . Precios: el frasco de 200 pildoras plateadas, 24 rs.; el medio frasco ídem ídem 14. . ' Di"igirje para las condiciones de depósitoá MR. A. BLAUD, sobrino farmacéutico de la facultad de París en Báaucaire (Oar I Francia ) DBDÓ sitos en Madrid, Escolar, plazuela del A i^el, 7; Cald-ron, '^rincioe i Jen provincias, los depositaros de 11 E<r>o<icion Estraniera. ' GRAN ALMACÉN DE LENCERÍA.. f K a " *^*"*'^' ^^ manufacturas francesas. Venta por mayor aprecio de Especialidad en mantelería, sábanas y otroiS artículos para casa, telas pañuelos ajuares y rega os, sederías, ropa blanca de odas clases e¿ca ¿s' -cortiniines. especia i d a l en camisas park hombres, para señoras y „iáos Telas blancas de algodón de hilo, calico«t y madapolans á precios reduc r u r d o V c ^ o n l T a i ^ r ' I L Í r " " ^ ' ' - • P - ^ » ^ - i f «<> «^^ - ' « " ^ - e el B o u l I v \ T d r c . ' ^ r c r n 7 s " X t ^ r 6 ^ T a ' r í f MessieursMEüNIER y C o m p En Madrid en la Exposición Extraoiera cali» TWa»nr mim ifl- «A ha. Hfni(iicHlirn un Amiens [Francia). Vn;síT\u¡ ()or las celebridades iiii;(li('.a.s para iMjrubatir la t o s , rüiiiiiillzü y (lemas e n f e n u e d a d e s (Id pftclio l'recioL'ii Kriflicia, frasco,2 Irs 25. — Ksiiaiia. I i reales fttitst vid» El comprador deberá exigir rigorosa- ^ ^ y ^ „ rvj mente, en cada uno de estos tres pro- ^ ^ ^ ^ \-í/r(a. duelos, esta inscripción y Arma. ^ ^ ¿^ AUMMlEaiBB «D Parto i « I , nM ds HITOII. AÜTES : a. ru* Coq-IUroa DEPOSITO : 5, BODLEVAHD DRS ITALIENS véndense en MADRID, en la Exposición eslranjert, eiile Mayor, n< 10 ¡ en Proviadas. ^ ' en casa de sos Corresponsales. GOTA Y REUMA lISMOK éxllo que hace mas de 30aiiosobtiene el método del doctor LAVILLK déla Facultad da Medicina de l'arls. ha valido a su autor la aprobación de .as primeras notabilidades médicas. Este medicamento consiste en licor y pildoras. La eficacia de primerees tal, que bastan dos ó tres cucharadltas de caré para quitar el dol ir por violento que sea, y las pildoras evitan quese renueven osataques. Para probar que estos resultados tan notab'es no se deben sino » la elección délas sustancias enteramonte especia es, debemos consignar que a receta ha sido publicada y aprobada por el Jefe do los tralm¡os químicos de la Facultad de viediclna de París, el cual ha declarado (juües una dichosa asociación para obtener el objeto que ha propuesto. Estas formulas ó recetas han recibido si asi puede ducirsef. una sanción oficial puesta quo han sido publicadas en el anuario de iSOi del eminente profesor Houctiaidat, c lyoscUsicos f.irmularlosson considerados con suma justicia como un segundo cudigo para la medicina y farmacia de Kuropa Puede examinarse también las noticias o Informes y os honrosos testimonios contenidos en un pequerio folleto que se halla en los moillcamenlos. París pormavor. casaMcnler, 37. rué ,>ialnte Croix de la Bretonnerie. 'ladrld, por menor, Calderón, Principe 13; ••scoliir plaza del .\n2el ;; y en prorliicias os depositarlo^ do a Esposlclon estranjera, calla Mayor ntimero 10. Precio 48 rs. las plld iras e lj{ual precio el licor. Nota. Las personas que de.soon los foletos se les-daiin gratis en os depósitos de los medlcamenios. l'KEVJENK V UUIíA KL m a r e o d e l mar, el c ó l e r a apoplegia, vapores, vérti08, debi'idacles,síncopes, esvancciinieu o s , l e t a r ,gos, palpitaciones, cóli'olores de e s t í i m a g o , .stiones, picadura d a I M O S Q U I I O S y otros i n Depiisltos: vadrid. Calderón, Principe 13; J^ectos. Fortilica á las m u Ksco ar, Biaza del Ángel 7.—Provincias, los depositarios de la Eicposlclon Estranjera; r j c r e s q u e trabajan rau5ho, Calle Mayor, ntim. l(i. preserva de ¡os lualus aireN y de la peste, cicatriza prontamente las l l a g a s , c u r a l a g a n g r e n a , los tumores fríos, e t c . — ( V é a s e el prospecto.) Esta a g u a , Recordamos á los médicos ciiyas v i r t u d e s son conocidas hac mas de dos s i g l o s , e s única a u t o r i z a d a p o r líos servicios que la POM4»Á el g o b i e r n o y la facultad d e m e d i c i n a con la i n s p e c c i ó n d e la cual s e fabrica ^t!4TI-0PTALMICV de la VIU- V Ao ífdo nríDií ffiaiío cuofro veces por el g o b i e r n o francijs y o b t e n i d o una m e d a DA FA LViK I, (iriista en toda.s las afeccio- lla sn ta Esposicion U n i v e r s a l d e Londres d e 1862.—Varias s e n t e n c i a s obtenines de los ojos y de las pupilas: un siglo de das contra s u s falsificadores, considi-rarán á M. B O VER la propiedad esclusfesperienciis favorables prueba su eficacia v a d e esta a g u a y reconocen con aquei a corporación s u superioridad. en las oftálmicas cnlnicas purulentas (mateE n París, n ú m . 14, r u é T a r a n n e . — V e n t a s por menor Calderón, Príncipe, rlosas) V sobre lodoen la oftalmía dicha ml^ litar. (Informe (iel;i Escuela do Hedirlna d* 13; Escobar, plazu l a del Á n g e l . — E n provincias: Alicante, S o er.—Barcelona, Parisdel 3U de Julio de 1807. Marti y los principales farmacéuticos d e e s t a c i u d a d . — P r e c i o , 6 rs. —Decreto Imperial.) Caracteres exteriores qae Tratamiento fácil «le (eKiili-He e n «ccrelo y « u n en viaje. debeoexl- § EAUOCMCLISSCOES CARMESÍ BOYCI^ _ \ft.VXZ TAPANNE.I^. CURACIÓN PRONTA \ NECIRA DE LAS ESFEBIIEDADES CONTAtlOSAS llrse: El bote cubierto con un papel blanco, flado leva la llrma puesta mas arriba y sobre el las letras V. F., con prospectos detalla- Cerlillcados de los .SS. RicuBD, DíSBÜEI-líS r CUlLKHictt, oirntanoí en gefe de lo> dcparlamentvs de en feroiedades contagtosaa de loa hospitales de Parla, y de los cuales resulta que las Cipsutás Hothes han producido siempre lus mejores efecto* |ue loa médica* debí)en propagar ursu su aso para «1 tra- dos.—Denósitos: Francia; para las ventas por majior, Phillppe l'euller, farmacéutico i¡ Thlviers, (Bordogne). r.spafia; en Madrid, Ca deron, Príncipe 13, y Escolar, plazuela del AnWl 7 y en provincias los depositarlos de la Exposición Extranjera. A LA GRANDE MAISON. 5, 7 y 9, r«e Croix des en Parit. pettiíckampt . „'•• •ns'^vaita manufactura de confección para hombrea. Surtido considerable d« nova- Uadenlo de e t u elais de enfermedadei. 'T 16 LA AMÉRICA. fiUIA DE LOS COMPRADORES EN PARÍS. PAÑUELOS DE MANO HALLEY L. CHAPRON. Á LA SUBLIME PÜEKTA, II, rué de la Paix^ París. Provee orunvilejiadodeSS.MM. el Emperador y la £nipbi'atriz,de KS. MM.Ia Ueloa de inglateiru, el liey y la Reina de Kavicra, de S. A., i. la princesa Matilde y debS. AA. RH. el duque Maximilia/io y la iir.iicesa Luí- P R O V E E D O R PRIVILEGIADO DE S. M EL EMPERADOR. OA LERIA DK VA L OÍS, PALA CJ O REAL. E N P A E I S , 143 Y 145. Fábrica especial de cruces de órdenes francesas y españolas. Único fabri cante con almacén en el Palacio Real, por mayor y menor. Placas y cruces de brillantes, en la misma casa. PIANOS MECÁNICOS, ÓRGANOS Y ARMÓNICOS Debain en París, ,' Condecorado con la cruz de la Legión de Honor, proveedor de S. M. /a reina de España, de S. M. el emperador de los franceses, de S. M. la reina de Inglaterra, de S. M. el rey de I recia, etc. etc., premiado con 20 medallas de honor en las exposiciones por la superioridad de sus instrumentos, especialmente de su piano mecánico, que permite, sin ser mdlico, tocar inmediatamente y con perfección toda clase de música. P O R C E L A N A S GRiSTAL. de Justo Pinaud y A m o u r r u e SIX ^yAizmru^fys^^ LA SOMBRERERÍA Richelieu 87, en París, goza <?» de reputación europea, justamente merecida por su esme- 6& de Iiiivi6r3. *.VV ••alali-Boynl y^ J" <» >\j'oiir IM yMratMjrjS' ^ ^ " quianos y por el esquisito gusto de sus modelos de sombreros adoptados siempre por los elegantes. ÓPTICA. CASA DfeL INGENIERO C H B T A L L I E E ÓPTICO. CALZADO DE SEÑORA. Paíiu»lo8 de batista, Usos, bordados, desdo RUÉ D E LA PAIX.—PAKIiá. nueve suecos •iS-"''" francos, se bordan ciEn Londres en casa de A. 1 hier fras cor*'""^ ^ blasones. Sus artículos ban sido'admit'''''^ en ia etposlciüa universal de ry, 27, Regent Street. En Nueva-York en casa de los señores Hil y Colby, 571, París. Broadray. En Boston, en casa de varios negociantes. Viault-Esté zapateA ARTIGÚEOS DE MODA. ro privilegiado de S. M. la Emperatriz de los franceses, liecomiéndase CINTAS Y GUANTES. por la superioridad de los artículos cuya elegancia es inimitable. A L A V I L L A D E LION. MUEBLES. Mueblajes completos, 76, faubourg Raiison ¿ Ibes.—París, 6., Saiiite-Antoine París.—CASAERIEruédela Ckausseed'Aulin. GEBy compañía, .sucesores; Cosselial-roveedoresde .s. il. la tnipe- cault y comp.—Precios fijos. ratriz y do vanas curies estianGrandes fábricas y almacenes de joias. Esta casa, Ininediuta al. muebles y tapicerías. boulevarddo los lla|iano.s, y cuVENTAS CON GARANTÍA. ya reputa. Ion es europea, es sin Medalla en varias esposiciones de duda atibuna la mejor pura pasa_ nianena, inorcorla, etc., ele. La Paris y de Londres. íís^l recomendamos a nuestras viajeIL I ras, para la üsposlclon de LunFLORES ARTIFICIALES v\^ dres. CON PRIVILEGIO E-CLUSIVO. CASA TILMAN. E. Coudre joven y compañía, suce sores. Proveedorde SS. MM. la Emperatriz de los franceses y la Reina de Inglaterra, rué Richelieu , 104. Paris Coronas para' novias, adornos para bailes, flores para sombreros, etc. ro en complacer á sus parro- ^*^XL'E!»C.\IIER DE CRISTALXv*^ CALZADOS D E CABALLEROS. Prout, sucesor de í lammer, zapatero, i\, boulevard des Capucínes,Paris roveedur prlvllejiado do la corte de üspaña^ ^a merecido una medalla en la ultima csposlclon de Londres de 186!i. Calzado elegante' s(Jlido, admitido en la esposiclon universal de París. ^ ^ TRASPARENTES para habitaciones v 8lmac()f)es. con paisajes, llores y adornos, ."^c ponen en el acto Desde UO francos. Especia Idiid en la espor taelon. Trasparentes a la Italiana, de cuti. Puede verse uno como modelo en la Esposi clon estranjera, calle «ayor. número 10 Benoist y compañía, rué Montorgueil, 27 en Paris. CASA FAUVET. LA AGENCIA FRANCO ES1>AR0LA, C. A. Saavedra. El Ingpniero Ducray-Chevallier, es único sucesor del establecimiento funParís, 97, r u é Richelieu, Madrid, dado por su familia en 1840. Torre del ''elój de Palacio , ahora plaza del núm. 10, calle Mayor, mas conocida Puente nuevo. 15 en París, enfrente por Esposicion Extranjera, se eticarde la estatua de Enrique IV.—Ins- [a de los giros y negociación de vatrumentos de óptica, de física, de ma- Íores entre España, Paris y Londres temáticas de m a r i n a y de mineralogía y demás capitales de Europa, PARÍS, NÜM. 4, RI;E MENARS Trajes de visita, de baile, de corte cana.stillas de boda.trouscax. Espedíclon de todos los artículos concernientes á la toilettedeseñoras. Este establecimiento que es uno de los mas importantes de los que existen de diez años á esta parte, ensancha cada dia mas sus relaciones, efecto del buen gusto, acertada ejecución y honradez que prenden i su dirección. 5 PASAGE DE PANORAMAS, ÁLAMAILEDBSINDBS Especialidad de foulars paravestidotypanuetot 26 pasuge Vrrdeau, 26. Esta casa es la mas Importante y la única en que 90 hallan los mas hermosos y variados .surtidos de vestidos de tourlard. Proveedor de varlascértes. Casa de cnnllania; te envían franco muestras si se piden. * A L'OMBRE DU VRAI. 5 rué Vivienne, Paris prés le palaíB Boyal. IM TAC ON. Joyería, piedras finas y perlas. Salen para la venta, piso I . ' E n t r a a a particular. CnAN GAlF.niA, KÚM. 5, FARIS. A n t i g u a casa B r a s s e u x , B E L T Z ^ sucesor. Medallas de honor en las esposiciones ( í r a b a d o r d e S. A. I. la Princesa Matilde. Grabados en piedras finas y metales, tarjetas, etc. I Especialidad en sortijas llamadas Chcvalier; y objetos de capricho. ! PARÍS. PRIVILEGIOS DE Los cuentos de Perravit, ilustraI N V E N t I C N . C. A. SAA dos por G Doró, wn magnifico tomo V E D R A . - M a d r i d , 10, calle Mayor.—Faris, 97 en folio con 13 hermosas láminas. Hi. torta de los orígenes del Crisrué de Piche ieu.—Esta casa viene ocupándose tianismo por Ernesto Reunn, t r a d u c A LA C O D É I N A . muchos años de la obten- ción de De la Vega, u n tomo. ción y venta dejprivi eRecomendados por todo» los Médicos contra la gripe, el catarro, el garrotillo y glos de invención y de intodas las initacionet del pecho, acojidos perfectamente por todos los enfermos que troducción, tanto en E s ,; ELIXIR ANTI-REUMATISMAL paña como en el extranje- ' del difunto Sarrazin, obtienen con ellos alivio inmediato á sus dolencias, el Jarabe y la Pasta de Berihé farmacéutico ro con arreglo á sus tari i han dispertado la codicia de los falsificadores. PHEPAHADO POR MICHEL. fas de gas-tos comprendí, FARMACÉUTICO EN AIX Para que desaparezcan estas sustituciones censurables en dos los derechos que cada i (Proveiice ) alto grado, prevenimos que se evitara iodo fraude exigiendo' nación ,icne lijados. Se i encarga de traducir las Durante nmchos años, las afecciosobre cada produelo de Codéina el nombre de Berihé en la ' descripcionos, remitir los noH reumatismales no han encontrado forma siguiente : ;>»•«««<«•. unrMt *> u/iumM. dip ornas- También se ocu- en la medicina ordinaria sino poco pa de la venta y cesión de Jc^ito geiurnl ftwa MENIEH, en Paris, 3 7 , rué Sainle-Croix estos privilegios, asi co ó ningún alivio, estando entregadas de la Bretonnerie. las mas de las veces á la especulación mo de ponerlos en ejecn cion l!«nando todas las de los empíricos. L a causa de no haDepó.sitos en VM,Má, Calderón, Príncipe, 13, Moreno Miquel, Arenal 6, E s c o l a t pla- formalidades necesarias. j ber obtenidonipgun éxito en la c u r a zuela del Anjel, 7, y en provincias,los depositarios de la E.xposicion E x t r a n g e r a . I clon de estas enfermedades, ha coni sistido en los remedios que no combaI tian mas que la afección local, sin poLIBROS EN VENTA EN PARÍS I der destruir el germen, y que en una La San Felice, novela por Alejan- I palabra, obraban sobre los efectos sin dro D u m a s tniduccion a e Garrido I alcanzar la causa. de la Vega; cuatro tomos. ' Elelixiranti-reumatismal, que nos La hrrmosa Gabriela, novela por hacemos un deber de recomendar aquí CARGÁNDOSE POR L A C U L A L A . A u g u s t o Maquet, t r a d u c i d a por v a - ' 'ataca siempre victoriosamente los vide la'sangre, ünicooiígen y prinlens; u n tomo en c u a r t o c o n 15 g r a - cios cipio de las oftalmías rei'matismales, Se vende en casa de L E P ^ G E OUTIER, en Paris, r u é Richnlieu, 11. ; bados. de los isquiáticos, neuralgias faciales La casa del lanero, novela por ó inte.'-tinales. de lumbagia, etc., etc.; Escopetas q u e se cargan por la culata, llamadas. Sistema á broche Lei A u g u s t o M a q u e t , traducida por y enfinde los tumores blancos, de esos faucleux de 'dos tiros, de 200 á 600 francos. , , ^ Saenzde ürniíca; u n tomo en cuarto dolores vagcis, errantes, que circulan Del m i s m o sistema, de u n tircí, desde 125 franc s en adelante. en as articulaciones. Escopetas de u n nuevo modelo llamadas de percusión, en el centro de con 8 g r a b a d o s . prospecto, que vaunido al frasLa dama de las Camslias. po" Ale- co, Un 300 á 700 francos. ' , i „ que no cuesta mas que 10 francos, jandro D u m a s , hijo, ilu.etrado por para un tratamiento de diez dias,_ inE n fin, rewolveres de todos los modelos perfeccionados, y entre ellos los rewolver» del invento", privilegiado, q u e se cargan con cartuchos q u e Gavarni, u n t o m o en 8 . ° con 20 d i - dica las reglas que han de seguirse bujos. para asegurar los resultados. pueden servir.indeflnidBmente en todos los paises de: m u n d o llenándoles Depósitos en París, en casa de m e El marqués de Villeme>\ comedia de nuevo del pólvora y poniéiidoles cebo y bula, poique el cuht puede ser- de J . Sand, t r a d u c i d a por De la Ve- nier.—Precio en España, 40 r s — I J e vir siempre. , . ., . . -n Í • pósitos, Madri4. p o ' mayor, Esposiga, u n lindo t o m o . ¿ion estranjera, calle Mayor, numeLos prospectos con dibujos se distribuyen en la Exposición Extranjera, Mafidalena, por Pablo de Kock, ro 10. Por menor. Calderón, Príncipe calle Mayor, n ú m . 10 en Madrid, y e n cata de los depositarios, de provin- novela c o m p ' e t a en un solo t o m o , 13; Escolar, plazuela del Ángel 7; Mocias, y en aquella h a y como m u e s t r a una escopeta de «percusión e n el cen- í (primer tomo 4e la colección). reno Miquel, calle del Arenal, 4 y 6. tro» y dos peaueñOB revolver». En provincias, en casa de los depositarios de la Esposicion estranjera. PASTA Y JARABE DE B E R T H E NUEVAS ARMAS DE FUEGO. ROB B . LAFFECTEUR. E L ROR. Boyleau Laffecteur es el único autorizado y garantizado legítimo con la: firma del doctor Giraudeau, de Saint' Gervais. De una digestión fácil, g r a t e al paladar y al olfeto, el Rob está r e comendado para curar radicalmente las enfermedades cutáneas, los empeine», los abcesos, los cancere», las tiíceraí, la sarna dejenTfldo, las escrií^u/ai, el escorbuto, pérdidas, etc. Este remedio es un especifico p a r a ¡as enfermedades contagiosas nueva.», inveteradas ó rebeldes al mercurio y otros remedios. Como depurativo poderoso, destruye los accidentes ocasionados por el mercurio y ayuda á la naturaleza á desembarazarse de él, asi com6 deliodo cuando sehatomado con csceso. Adoptado por Real cédula de Luis X VI, por un decreto d? la Convención, por la ley de prairial, año X l l l , el Rob ha sido admitido recientementa para el servicio sanitario del ejército belga, yel gobierno riisopermite también que se venda y se anuncien en todo su imperio. -. 1 epósito general en la casa d e l doctor fíiraudeau de Saint-Gervais, París, 12, calle Ilicher. DEPÓSITOS AOTORIZAUOS. ESPAÑA.— Madrid, José Simón, agente general, Borrell hermanos, Vicente Calderón, José Escolar, Vicente Moreno Miquel, Vinuesa, Manuel Santisteban. Cesáreo M. Somolinos, Eugenio Esteban Diaz, Carlos Ulzurrum. AMÉBICA.—Arequipa, Sequel; Cervantes, Moscoso.—uarfanquilla, Hasselbrinck; J . M. Palacio-Ayo.—Bue« nos-Aires, Burgos; Demarchi; Toledo y Moine.—Caracas, Guillermo SturOp;. Jorge Braun; Dubois; Hip. Uuthiqan. —Cartajena, J . F. Velez.—Chagres, Dr. Pereira.—Chiriqui (Nueva Granada), David.—Cerro de Pasco, Maghela.—Cienfuegos, J . M. A g u a y o . —Ciudad Bolívar, E. E. Thirion; A n , dré Vogelius.—Ciudad del RosarioDemarchi y Compiapo, Gervasio Bar. —Curacao, Jesurun.—Falmouth,Cár- . losl'elgado.—Granada, DomingóFerrari.—Guadalajara,£ra. Gutiérrez.— Habana,-Luis Lcriverend. — Kingston, Vicente G Quijano.—LaGuaira, Braun é Yahuke. — Lima, Maclas; Hague Castagnini; J . Joubert; Amet y comp.; Bignon; E. Dupeyron.—Manila, Zobel, Guichard e hijos.—Maracaibo, Cazaux y Duplat.—Matanzas, Ambrosio Sautw.-Mejico,F. Adam y comp. ; Maillefer ; J . de Maeyer.— Mompos. doctor G. Rodríguez Ribon y hermanos.—Montevideo, Lascazes. —^Nueva-York, Milhau; Fougera; Ed. Oaudelet et Couré.—Ocafia, Antel» Lemuz.—Paita, Davini.—Panamá. G. Louvel y doctor A. Crampón d é l a Vallée.—Piura. Serra.—Puerto C a - ' ello, Guil 1. Sturüp y Schibbic. He»tres, y comn.—Puerto-Rico, Teillard y c * -Rio Hacha, José A. Escalante.— Rio Janeiro, C. da Souza. Pinto y Filhos, agentes generales.—Rosario,Rafael Fernandez.—Rosario de Paraná, A. Ladriére.—San Francisco, Chevalier; Seully; Roturicr y comp.; pharmacie francaise.—Santa Marta, J . A. Barros.—Santiago de '^hile, Dominga Matoxxas; Mongiardini; J . Miguel.— Santiago de Cuba, S. Trenard; F r a n cisco Dufour;Conte; A. M. Fernandez Dios.—Síinthomas, Nuñez yGomme¡ Riise; J . H. Morón y comp.— Santo Domingo, chancu; L. A. P r e n leloup; de Sola; J . B. Lamoutte.—Serena , Manuel Martin , boticario.— Tacna , Carlos Ba.sadre ; Ametis y comp.; Mantilla.—Tampico, Delille. —Trinidad, J . Molloy; Taitt y Bee« chman.—Trinidad de i uba, N. Mascort.—Trinidad ,of Spain, D e n i s F a u re.—Trujillo del P e r ú , A. Archim-» baud.—Valencia, Sturüp y Schibbic— Valparaíso, Mongiardini, farmac— Veracruz, Juan Carredano. NO MAS El linimento Boyer-Michel de Aix CProvence;reemplaza el fuego sin dej a r huella de fu uso, pin interrupción de trabajo y stn ningún inconveniente, cura siempre y pronto las cojeras recientes ó antiguas, los esguinces, mataduras, alcance-s, moirtus, debilidad de piernas, e t c . etc. , Se vende en P a u s e n casa de los Sres Dervault vue de Jouy, Mercier, Renault Truelle, Lefeore, etc. En provincias en casa do los principales farmacéuticos de cada ciudad. 1 recio, en Francia 5 francos. En España 26 reales. Depósitos en Madrid, por mayor Esposicion Estranjera, calle Mayor número 10 ; por menor Calderón; Prin ipe 13; Escolar, plazuela del Ángel 7; Moreno Miquel, Arenal 4 y 6, en provincias en casa de los depositarios de la Esposicion t;«tranjera. Por lodoso no llrmado, el spcrelailo de la redacción, EUGENIO DE OLAVABRIA. MADRID:—1865. imp. di E L Eco BEL P A Í S , á cargo d* ¡titgt) Valer», calle del Ave-María 17.