EL SENTIDO DEL PROGRESO DESDE MI OBRA delibes_def.indd 3 29/04/13 13:49 Discursos de ingreso en la Real Academia Española Dirección Pedro Álvarez de Miranda Real Academia Española Coordinación Carlos Domínguez Cintas Oficina del III Centenario de la RAE delibes_def.indd 4 29/04/13 13:49 Miguel Delibes Setién EL SENTIDO DEL PROGRESO DESDE MI OBRA Discurso leído el día 25 de mayo de 1975 en el acto de su recepción pública en la Real Academia Española y contestación de D. Julián Marías Real Academia Española BIBLIOTECA NUEVA delibes_def.indd 5 29/04/13 13:49 grupo editorial siglo veintiuno siglo xxi editores, s. a. de c. v. siglo xxi editores, s. a. CERRO DEL AGUA, 248, ROMERO DE TERREROS, GUATEMALA, 4824, 04310, MÉXICO, DF C 1425 BUP, BUENOS AIRES, ARGENTINA www.sigloxxieditores.com.mx www.sigloxxieditores.com.ar salto de página, s. l. biblioteca nueva, s. l. ALMAGRO, 38, ALMAGRO, 38, 28010, MADRID, ESPAÑA 28010, MADRID, ESPAÑA www.saltodepagina.com www.bibliotecanueva.es editorial anthropos / nariño, s. l. DIPUTACIÓ, 266, 08007, BARCELONA, ESPAÑA www.anthropos-editorial.com Delibes Setién, Miguel El sentido del progreso desde mi obra: Discurso leído el día 25 de mayo de 1975 en el acto de su recepción pública en la Real Academia Española, y contestación de D. Julián Marías. - Madrid : Biblioteca Nueva, 2013 120 p. ; 21 cm ISBN : 978-84-9940-654-1 1. Progreso 2. Civilización 3. Lexicografía 4. Lengua 5. Literatura I. Marías, Julián, contestación 008jf 80cf 81’374cfm Diseño: Gracia Fernández © Real Academia Española, 2013 © Herederos de Miguel Delibes Setién, 2013 © Herederos de Julián Marías, 2013 © Editorial Biblioteca Nueva, S. L., Madrid, 2013 Almagro, 38 - 28010 Madrid www.bibliotecanueva.es [email protected] ISBN: 978-84-9940-654-1 Depósito Legal: M-12 389-2013 Impreso en Lável Industria Gráfica, S. A. Impreso en España - Printed in Spain Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y sigs., Código Penal). El Centro Español de Derechos Reprográficos (www.cedro.org) vela por el respeto de los citados derechos. delibes_def.indd 6 29/04/13 13:49 Índice [Presentación] ......................................................................... 9 El sentido del progreso desde mi obra, discurso de D. Miguel Delibes Setién ........................................... 15 Contestación de D. Julián Marías ..................................... 91 delibes_def.indd 7 29/04/13 13:49 delibes_def.indd 8 29/04/13 13:49 Miguel Delibes (Valladolid, 1920-2010) fue elegido miembro de número de la Real Academia Española, para ocupar la silla e, el 1 de febrero de 1973, y tomó posesión de la plaza el 25 de mayo de 1975, con el discurso titulado El sentido del progreso desde mi obra. El de contestación corrió a cargo de su amigo y paisano Julián Marías (1914-2005). Impresiona considerar que las páginas de Delibes fueron escritas hace treinta y ocho años. Cuando el recorrido de España por la senda del desarrollo era aún relativamente —y comparativamente— modesto, en el espíritu del novelista ya se habían disparado todas las alarmas acerca de la sostenibilidad —esa palabra tan utilizada hoy, y que en estas páginas aún no aparece— del (presunto) «progreso». Cabe imaginar, y en algunos casos leer —ahí está el libro La Tierra heri9 delibes_def.indd 9 29/04/13 13:49 da (2005), fruto de la colaboración entre Delibes y su hijo el biólogo Miguel Delibes de Castro—, la creciente desazón del autor de estas páginas ante lo que vino después. En 1975, y dado que algunos habían tachado de reaccionario el mensaje que aparentemente se desprendía de las novelas en que exaltaba la autenticidad de la vida rural, Delibes quiso defenderse de tal acusación —sus personajes tan solo rechazan «una torpe idea de progreso», frente a la cual «buscan asideros estables y creen encontrarlos en la Naturaleza»—, al tiempo que proclamaba los motivos que él descubría para el pesimismo. Pero no vamos a glosar aquí lo que el lector de estas páginas apreciará por sí solo. Únicamente queremos subrayar que este admirable aldabonazo del intelectual comprometido y sensible que fue Miguel Delibes ha de leerse sin perder de vista en ningún momento la temprana fecha en que fue escrito. Sucesor en la silla de don Julio Guillén, el hecho fortuito de haberse en su juventud enrolado voluntario en la Marina permitió al recipiendario destacar que un marinero de segunda venía a ocupar el lugar de todo un almirante. Es un ejemplo decididamente genial del recurso al topos de modestia, casi obligado en los compases iniciales de los discursos de ingreso. Hay también, tras el elogio del anterior ocupante de la plaza, un pasaje verdaderamente conmovedor, 10 delibes_def.indd 10 29/04/13 13:49 un «inciso sentimental e íntimo», tipográficamente sangrado —como queriendo adelgazarlo—, en el que el novelista dedica un recuerdo lleno de emoción a su esposa Ángeles, fallecida en 1974. El discurso de contestación está a la altura de las circunstancias y de la talla intelectual de Julián Marías. Ofrece, entre otras cosas, el recorrido de un fino lector por la trayectoria del novelista. Y hay en él un detalle que no debería pasar inadvertido, una alusión leve pero plena de intención a lo que ha dado en llamarse «la Tercera España»: la percepción de que los dos amigos vallisoletanos pertenecen al grupo de españoles «que consideramos la lucha fratricida como el verdadero enemigo, mucho más que cualquiera de los dos contendientes». Una crónica del diario Abc, firmada por Santiago Castelo, nos permite recuperar algunas pinceladas ambientales de lo que fue aquel acto de un domingo de mayo de 1975. Los ingresos en la Academia siempre han despertado expectación, y en épocas en que no se controlaba, como hoy se hace, el número de asistentes, llegaban a producirse situaciones tumultuosas. Desde media hora antes de que empezara la ceremonia, nos cuenta el periodista, estaban llenos el salón de actos y la galería superior. Dado que el pasillo central se hallaba abarrotado de gente, el protagonista y los dos académi11 delibes_def.indd 11 29/04/13 13:49 cos que lo acompañaban tuvieron que utilizar una de las entradas laterales. El director, don Dámaso Alonso, había empleado una campanilla para reclamar silencio. Los fotógrafos y cámaras de televisión se resistían a abandonar el estrado... En fin, lamenta Castelo que la Academia no dispusiera de un servicio de altavoces en las dependencias colindantes del salón de actos, pues el rumor procedente de quienes las llenaban ocasionó «continuos y molestos siseos» de los afortunados ocupantes de aquel. El discurso de Delibes fue recogido, no mucho después de la edición no venal —salida de una imprenta vallisoletana—, en el libro S.O.S. (El sentido del progreso desde mi obra) (1976), y veinte años más tarde en La Naturaleza amenazada. Discurso de ingreso en la Real Academia y otros ensayos (1996). Entre medias apareció también bajo el título Un mundo que agoniza (1979), con ligera adaptación a cargo de Ramón García Domínguez e ilustraciones de José Ramón Sánchez. Ninguna de esas reediciones incluía el discurso de contestación de Julián Marías. Aquí se reproducen ambos íntegramente —el segundo de ellos, hasta donde se nos alcanza, por vez primera— según la edición original, con leve adaptación gráfica a los usos vigentes. 12 delibes_def.indd 12 29/04/13 13:49 Deseosos de respetar el frecuente empleo que hizo el novelista de la mayúscula inicial enfática, hemos procurado introducir, dentro de él, mayor regularidad; así, puesto que las más de las veces aparecía «la Naturaleza», no solo lo hemos respetado sino que hemos puesto mayúscula cuando encontrábamos «la naturaleza». Lo mismo hemos hecho con «la Humanidad», pero no con «la Técnica», pues abundaba más, sencillamente, «la técnica»; con todo, por mantener una simetría buscada por el autor hemos respetado —y a veces unificado— el modo de escribir binomios como «la relación Técnica-Naturaleza» u otros similares. Etcétera. Baste ese último ejemplo para ilustrar la compleja casuística del asunto, que hemos procurado solventar con el mayor tacto. 13 delibes_def.indd 13 29/04/13 13:49