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SECOENClfi
Revistadehistorjaycienciassociales
Secuencia (1992), 22, enero-abril, 173-184
ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464
DOI: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i22.374
Europa del este y el
tercer mundo*
]anPatula
UAM­IZTAPAIAPA
on el hundimiento
del socia­
lismo real en Europa del este y
la desaparici6n de facto de la
Hamada "comunidad socialista" que­
daron modificados los principales pa­
clmetros de las relaciones interna­
cionales. Incluso perdi6 su signifi­
cado historico la division del mundo
acufiada por el econornista y dernogra­
fo frances A. Sauvy: el primer m undo
(los paises capitalistas altamente des­
arrollados), el segundo mundo (los
paises autodenominados
socialistas
con la URSS a la cabeza) y el tercer
mundo (los paises restantes, principal­
mente ex colonias).
Obviamente no desaparecieron los
paises que hace poco pertenecieron
al "campo socialista", tampococambi6
C
• Este artfculo fue redactado antes de la
desaparid6n de la URSS.
radicalmente la realidad en los paises
en via del desarrollo en lo que res­
pecta a la pobreza endemics, los fre­
nos estructurales
en el crecimiento
econ6mico, las condiciones lacerantes
de educaci6n, salud, vivienda, etc., ni
el circulo vicioso de dependencia de
tecnologias y capitales extranjeros.
En el presente ensayo nos propone­
mos examinar el giro en las relaciones
entre Europa oriental y los paises ~el
tercer mundo a partir del derrumbe
del socialismo real, asi como las pers­
pectivas para el futuro. De antemano,
queremos advertir que se trata de
constelaciones absolutamente nuevas,
mejor dicho de las que estan en el pro­
ceso de incubaci6n en que las normas
y los principios viejos perdieron toda
su vigencia y los nuevos estan por es­
tablecerse, por crearse. En esa coyun­
tura, tan fragtl e inestable, · 10 que po­
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demos ofrecer es plantear ciertas alter­
nativas, considecindolas abiertas y su­
jetas a precisiones, bajo ciertas condi­
ciones.
A titulo de antecedentes
hay que
constatar una simbiosis, al menos ideo­
l6gica, entre la causa de los paises co­
lonizados o recienternente liberados,
por un lado, y la Uni6n Sovietica y
posteriormente
lo que se autodeno­
min6 "la comunidad sociahsta". En
opinion de A. Duenas Pulido, ex em­
bajador de Mexico en la URSS, desde
que la revoluci6n socialista se hizo
gobierno, se autonornbro lider del
mundo "atrasado" y colonial en su lu­
cha por la independencla
nacional y
modelo para su desarrollo economico­
social. Los dirigentes bolcheviques re­
lacionaron asi la supervivencia y la
suerte del movimiento anticolonial y
la superacion del atraso econ6mico
con el devenir del "proyecto bolchevi­
que". 1 En los escritos de los dirigentes
politicos, los discursos oficiales y los
materiales de los congresos del par·
tido comunista de la Union Sovlerica y
otros paises "herrnanos" se puede con­
firmar la apreciaci6n de A. Duenas Pu­
lido con algunos matices o enfoques
particulares, conforme a la coyuntura
internacional y/o prioridades poll ticas
de la URSS. Cabe subrayar que las rela­
ciones ideologico­politicas, economl­
cas, hasta militares de la URSS y otros
paises del bloque sovietico con el ter­
cer mundo se han caracterizado por
modificaciones bastante radicales, a tal
grado que muchos estudiosos de la
materia las dividen por etapas y perio­
dos bien definidos.2
L
2
Duenas, "Visi6n", 1989, p. 685.
Hough, Struggle, 1986, caps. 3 y 4.
174
A partir de la decada de los afios
se convirti6 en
la arena privilegiada de la rivalidad
sovietico­norteamericana.
Ambas su­
perpotencias que al mismo tiempo en­
cabezaron dos bloques polftico­milita­
res se valieron de todos las recurses,
incluyendo la intervencion militar o el
apoyo arrnamenristaa unos grupos re­
beldes. El arnpliar la zona de influencia
a costa de su adversario fue conside­
rado uno de los objetivos principales
de las dos superpotencias.3 No abor­
damos aqui ­porque no es nuestro
objetivo­ la configuraci6n de fuerzas
en el interior de cada uno de los paises
tercermundistas en disputa, que pro­
piciaron la confrontaci6n de EUA y la
URSS para aprovecharse de la oportu­
nidad hist6rica.
Los otros paises del bloque sovietico
participaron en esa rivalidad por el ter­
cer mundo. Las tareas y las obligacio­
nes concretas de cada Estado euro­
oriental estaban al respecto designa­
das y coordinadas en el seno de dos or­
ganizaciones de integraci6n politico­
militar y econ6mica: el Pacto de Var­
sovia y el CAME (Comecon), respec­
tivamente, siendo la RDA y Checos­
lovaquia, paises de mayor desarro­
llo econ6mico, los mas involucrados
en todo tipo de "ayuda" a las Esta­
dos tercermundistas.4 Esta se extendfa
desde la asistencia tecnologica, junto
con la presencia de los expertos y
tecnicos, hasta la entrega de armas y
el entrenamiento
de los cuadros gue­
rrilleros, pasando por una vasta red de
penetraci6n ideol6gica, de espionaje y
50, el tercer mundo
contraespionaje.
3 Katz, "Soviet", 1986, pp. 329 y ss.
•Albright, "USSR", 1989, pp. 65­67.
JAN PATU\.A
Resumiendo la interpretacion
ofi­
cial de las vinculos entre la "cornuni­
dad socialista" y los paises del tercer
in undo en las ultimas tiempos de Brejnev, cabe resaltar los siguientes argu­
mentos:
1. La mera existencia del socialismo
real ejerce una poderosa influencia so­
bre el "proceso · revolucionario mun­
dial", por el simple hecho de haber
creado "una vasta zona del genera hu­
mano que ofrece la garantia de que
la paz, la libertad y el progreso social
triunfaran".
2. Los paises socialistas otorgan
un "apoyo par fiador", de naturaleza
politica, econ6mica e ideol6gica, a "las
fuerzas revolucionarias y a su lucha
contra las tendencias antidernocrati­
cas, imperialistas y neocolonialistas".
De este modo, "este apoyo reduce la
presi6n de las fuerzas imperialistas y
reaccionarias sabre el movimiento re­
volucionario y limita las posibilidades
de ellas para exportar la contrarrevo­
luci6n hacia las paises donde tienen
lugar los cambios revolucionarios".
3. El tercer camino a traves del cual
"el socialismo real influye en el "pro­
ceso revolucionario mundial" es por
media del "gran impacto revoluciona­
dor sobre la mente de los participan­
tes en ese proceso" y que podrfa sin­
tetizarse en la expresi6n: "mediante
la fuerza el ejemplo". El au tor distin­
gue dos acepciones del terrnino. En
el primero, en el sentido estrecho, se
trata de "armar las fuerzas revolucio­
narias con el conocimiento de los me­
dias con que habia sido creado un
nuevo regimen social y habia consoli­
dado su victoria en las pai'.sesdel socia­
EUROPA DEL ESTE
lisrno realmente existente". En el sen­
tido amplio del terrnino, hay queen­
tender la "fuerza del ejernplo" en la de­
mostraci6n del "crecimiento efectivo
social y econ6mico a la par con justas
relaciones sociales" de los ultimos.S
A pesar de que el texto esta redactado en un lenguaje Ueno de grandi­
locuencia y algunos parrafos incl uso
en el lenguaje de Esopo, nos da la
idea de una vinculaci6n muy cstre­
cha que ex:isti6 entre Europa central y
el llamado "movimiento revolucionario mundial" en los pafses del tercer
mundo. Cabe insistir en "armar a los
revolucionarios con el conocimtento
de", lo que traducido a la lengua co­
tidiana signific6, nada mas y nada me­
nos, adiestrar ideol6gica, politica y mi­
li tarmente a aquellos agrupamientos
rebeldes que correspondian a la vision
euro­oriental del "movimiento revolu­
cionario mundial". Hay que anadir que
se trat6 de un escrito autorizado del
jefe de un departamento
en el Insti­
tuto Econ6mico del Sistema Socialista
Mundial de la Academia Sovietica de
las Ciencias.
Por razones de espacio no pode­
mos extendernos en presentar el des­
lizamiento paulatino de los estudiosos
en las relaciones del mundo del so­
cialismo real con los paises del tercer
mundo,6 hacia otra percepci6n de las
prioridades y enfoques analiticos de
estas. En cambio, queremos sefialar la
' Reproducido en Soviet Foreign Policy, cap.
v, "The USSR and the third world", selecclon
de docurnentos hecha por Curreru Digest of the
Soviet Press, 22 edici6n, 1986, p. 125.
6 Hough, Struggle, 1986, caps. 3 y 4.
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ruptura que represent6 el ascenso de
Gorbachov al poder en 1985 y el inicio
de la perestroika con respecto a la
politica internacional sovietica hacia el
tercer mundo.
En esencia, el "nuevo pensarmento",
coma suele calificarse el giro en la
politica exterior de la URSS, con­
sistio en abandonar la confrontacton
en pos de la cooperacion a escala glo­
bal, en sus relaciones con Estados Uni­
dos y su actitud hacia el tercer mundo.
Segun el mismo Gorbachev: "Estoy
convencido de que la raza humana ha
entrado en una etapa en la que todos
dependemos de los demas, Ninguna
naci6n o pais debe ser considerado en
forma aislada de los otros, ni mucho
menos enfrentado a otro", 7
Conforme con esas premisas, la
Union Sovietica bajo Gorbachov op­
t6 en las hechos por resolver pacifi­
camente las conflictos regionales, pre­
sos anteriormente de la rivalidad este­
oeste, en Asia, Africay America Latina
y retiro unilateralmente en febrero de
1989 sus tropas de Afganistan, el "Viet­
nam". para los sovieticos desde 1979.
Pero lo crucial para el cambio del
nuevo orden internacional era el per­
mitir a los pueblos de Europa central
recuperar su plena soberania, de hacer
decidir a ellos mismos su destino.f Al
abandonar la "doctrina Brejnev" sabre
la soberania Iirnitada de los paises so­
cialistas, estos decidieron deshacerse
de los regfrnenes del socialismo real
7 Gorbachov, Perestroika, 1990, p. 221.
8 Insisto en que el retiro de! apoyo sovietico
a
las reg! menes de Europa central ha sido decisivo
para su caida; mas arnpliamenre sabre las bases
onrologicas del socialismo real en mi arnculo
"Ontologfa" (en prensa).
176
en cuesti6n de un par de semanas o
dias en el memorable aiio de 1989. Es­
tos son hechos arnpliamente conoci­
dos coma para insistir en ellos.
iQue efectos inmediatos tuvo el
hundimiento
del socialismo real en
Europa central sabre los pafses del ter­
cer mundo? Creemos que seria erroneo responder tajanternente que des­
aparecieron las tres niveles de la sirn­
biosis entre socialismo real y tercer
mundo, esbozados anteriormente, es­
tableciendose en su lugar un vacio.
Ni puede tampoco afirmarse que con
la desaparici6n del "sistema socialista
mundial" se esfum6 par completo y
para todo el mundo el ideal del so­
cialismo cultivado en la URSSy otros
pafses de Europa central, asf coma
propagado en los palses del tercer
mundo. Antonio Navarro Wolf,el llder
del grupo politico colombiano M­19,
hasta hace poco un movimiento gue­
rrillero, refiriendose a otros movi­
mientos guerrilleros en su pais cons­
tat6:
Si creo que de verdad estan buscando
un futuro, que no es el futuro. SI creo
que dentro de las FARC y del ELN estan
buscando el socialismo que ya pas6 a
la historia, que no tiene futuro. Esas
motivaciones ideol6gicas se quedaron
en el pasado, y ellos no se han dado
cuenta y se niegan a aceptarlo.?
En el mejor de las casos, se podria
sostener la tesis de que el ideal del
socialismo real haya perdido su fuerza
de atraccion para mucha gente en el
tercer mundo. Pero difieren las con­
9 Enrrevista con Navarro Wolf, "Peligro",
1991, p. 31.
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clusiones que esta saca del derrumbe
del socialismo real. Nos dedicaremos
ahora a ellas, hacienda advertencia de
que no son univocas.
En el piano ideol6gico se encuen­
tran personas que sostienen la tesis
de que el hundimiento del socialismo
real en Europa central representa una
oportunidad
hist6rica para la reno­
vaci6n del socialismo, una vez que
este qued6 liberado de las lacras bu­
rocraticas, de las tergiversaciones sis­
tematicas en nombre del socialismo,
pero negando su esencia: la liberali­
zaci6n del hombre y las sociedades de
cualquier tipo de opresi6n. Asi pues,
desaparecido y desacreditado el mo­
delo del socialismo sovietico, se abren
ahora las perspectivas para construir
un socialismo "verdadero",
"hurna­
nista", que concilie las exigencias de
la libertad individual, social y nacio­
nal con las de la justicia en diferen­
tes niveles. La necesidad de un tal
socialismo se hace mas im periosa, ya
que persisten y se agravan los proble­
mas del orden econ6mico, social, cul­
tural, internacional, etcetera. Recha­
zando el modelo del socialismo bu­
rocratico, esas personas preconizan la
lucha par un socialismo dernocratico
a escala mundial, el unico capaz de
resolver los problemas de Ia bumani­
dad. En Mexico representan esa pos­
tura Adolfo Sanchez Vazquez, Pablo
Gonzalez Casanova y los animado­
res de la revista Socialismo bajo la
redacci6n de Eduardo Montes, para
mencionar solamente a Ios portavoces
mas destacados intelectualmente.
En el piano politico, el hundimiento
del socialismo real y el fin de la gue­
rra fria signific6 el cese del apoyo a las
EUROPA DEL ESTE
regimenes autoritarios y represivos en
Asia, Africa y America Latina. En boca
de C. Pabon, militante del Movimiento
Socialista Popular de Puerto Rico,
el apoyo del bloque sovietico a sus alia­
dos impuso la consolidaci6n de las eli­
tes del poder, politicamente autorita­
rias y militares. Tarnbien ha contribuido
a la represi6n de los movimientos de
la oposici6n dernocratica, asf como ha
envuelto a esas sociedades en una ere­
cien te milltarizacion.U'
El autor cuestiona la pretension oficialista de una ayuda desinteresada y la
promoci6n de la justicia social. E. Hut­
chful, originario de Ghana y profcsor
de Ciencias Politicas en la Universidad
de Toronto, valoriza igualmente la ter­
minaci6n de la guerra fria en el conti­
nente africano, lo que ha significado
la miLitarizaci6nde los conflictos con­
tinentales y nacionales que se proton­
garon interminablemente porque nin­
guna de las partes habfa tenido o se
le habia permitido poseer una ventaja
decisiva militannente; la aparici6n de
los regfrnenes debiles polftica y admi­
nisrrativarnente, que sin embargo ad­
quirieron una capacidad militar dcspro­
porcional, regimenes tan diversos como
Zaire y Etiopfa, sostenidos por los pa­
trones foraneos, los que rehusaron bus­
car una necesaria acomodaci6n con sus
poblaciones nacionales.U
iC6mo entonces explicarse el esta­
llido del conflicto en el golfo Persico
10
ll
Pabon, "Implications", 1990, p. 25.
Hutchfull, Peace, 1990, p. 21.
177
-­
DUll.GHF.SlANlTM.
ll~Cll)/W{~!S
-
en 1990 y su culminaci6n que todos
conocemos en 1991?
En primer lugar, se hizo manifiesto
el enorme curnulo de armas de todo
tipo, de las mas sofisticadas y pernicio­
sas a la vez, como las armas quimicas
y bacteriol6gicas, en manos del Iraq
de Hussein. Es menester hacer hin­
capie sobre la mas diversa proceden­
cia de esos armamentos, de la URSSy
otros pafses del bloque sovietico hasta
Brasil y Argentina y pasando casi par
todos los Estados euro­occidentales.
Ello no era otra cosa que el fruto de la
confrontaci6n este­oeste, de la carrera
armamentista y la persecuci6n de las
hegemonfas globales y regionales.
En segundo lugar, la anexi6n de Ku­
wait por Iraq se encontr6 con el re­
chazo generalizado de la comunidad
intemacional, corno nunca antes se
178
habia visto. En esta ocasi6n, el Con·
sejo de Seguridad de la ONU elabor6 y
present6 el ultimatum para el retiro de
las tropas iraquies y cuando este no se
cumpli6, autoriz6 el uso de la fuerza.
Este fue un elemento completamente
nuevo, el resultado del fin de la guerra
fria, ya que ni la URSSni China, miem­
bros permanentes del Consejo de Se­
guridad, impusieron el veto. El desen­
lace militar ya era el problema tecnico­
logistico llevado a cabo por el al to
mando estadunidense, con lo que se
reafirm6 la supremada polf tico­militar
de este pais, La Union Sovietica, por su
parte, intent6 mediar en el conflicto
a ulrima hora para evitar la confla­
graci6n regional, pero sin exito. La ma­
quinaria de guerra ya estaba en plena
marcha y Gorbachov, pese a las crfti­
cas de ciertos sectores militares de su
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pais, decidi6 resignarse en lugar de re­
currir a la amenaza de fuerza. Induda­
blemente prevalecieron los problemas
internos, sobre todo la necesidad de
una reforma econ6mica a fondo y la
busqueda de ayuda occidental.
Se ha llamado al conflicro en el
golfo Persico la "prirnera guerra del
siglo xxi" .12 iCon raz6n? Si conside­
ramos que el afio de 1989 cierra el
siglo xx, entendido coma la "centu­
ria de la guerra total" ­para utilizar la
afortunada designaci6n de Raymond
Aron­ entonces, el conflicto en el
golfo Persico responde perfectarnente,
desde el punto de vista cronol6gico a
calnombre. Pero vista la guerra politica
e hist6ricamente, surgen ciertas inte­
rrogantes y dudas, la primera ya nues­
tro parecer la mas importante, se re­
fiere a que esa guerra puso de re­
lieve la herencia bien viva de la con­
frontaci6n, el comercio de armas y
el hegemonialismo global y regional
que con la proclamaci6n del fin de la
guerra fria paredan pertenecer al pa­
sado. Una ilusi6n falsa.Elsegundo ele­
mento, digno de tomarse en cuenta,
es que muchisimos conflictos regiona­
les, etrucos, sociales tienen su origen
propio, es decir, las causas profundas
provienen de la configuraci6n de fuer­
zas internas y la rivalidad sovietico­
norteamericana solo la explot6 para
beneficios propios. Esta aseveraci6n se
comprueba en el caso de Iraq­Kuwait,
al igual queen tantisimos conflictos en
otras regiones del planeta. Volveremos
a abordar esta tematica mas adelante
al hablar de las perspectivas para el fu­
turo, a raiz del cambio de las relacio­
12 Juan
MarfaAlponte, El Nacional, 17 enero
1991, pp. 1, 4.
EUROPA DEL ESTE
nes de Europa del este con el tercer
mundo.
Desde el punto de vista econ6mico,
el efecto inmediato que tuvo el hun­
dimiento del socialismo real sabre las
paises tercermundistas no es facil de
sintetiza.r en un par de Hneas. Par
un lado, hay que tomar en cuenta
que la participaci6n de las paises
euro­orientales, incluyendo a la URSS,
en ayuda, inversiones directas y co­
mercio internacional hacia el tercer
mundo era, en terrninos generates, SU•
mamente baja.13 Por otro lado, la st­
tuaclon de los paises socialistas y ter­
cerm undistas a la vez, como Corea
del Norte, Vietnam y Mongolia, tuvie­
ron un sistema econ6mico autarquico,
con escasa vinculaci6n con el exte­
rior y, por ende, el cambio de los
regfmenes en Europa central no les
afect6 grandemente. Habfa que ano­
tar el caso de Vietnam que desde hace
mas de un lustro inici6 una reestruc­
turaci6n econ6mica tanto en las as­
pectos administrativos coma en la libe­
raliza.ci6ndel comercio, pequefia ma­
nufactura y agricultura privados. Un
grupo de las paises con orientaci6n
socialista, como oficialmente se deno­
min6 a Esrados con una vinculaci6n
muy estrecha con el bloque sovieuco,
opt6 por cambiar el rumba al eviden­
ciarse la quiebra econ6mica en sus
propios paises, debido en el fondo a
la adopci6n del modelo sovietico de
la economia. Segun el ya citado C.
Pabon, el efecto de imitar el modelo
econ6mico sovieuco se tradujo en
13 Sohre este rerna en una amplia perspectiva
hist6rica, vease. Valkanier, "Treinta", 1988, pp.
720·753.
179
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la econornta de rnando par el partido­
en el continente arnericano", ha sido
la piedra de toque de la guerra fria
no s6lo en coda America Latina, sino
en el globo terraqueo, Huelga recor­
dar que en 1962 el mundo entero es­
tuvo al borde de la guerra at6mica, a
raiz del conflicto de los misiles, es de­
cir, la instalaci6n en la isla de los cohe­
tes con ojivas nucleares sovieticas. El
regimen de Fidel Castro fue constan­
temente acusado de "exportar la revo­
La apreciaci6n ­muy tajante­ de C.
lucion" por doquier, de adiestrar y ar­
Pabon contrasta con la valorizaci6n del
mar a los insurgentes y a la guerrilla en
conocido ensayista y escritor latinoa­
numerosos paises de America Latina,
mericano, Eduardo Galeano, quien
de mandar tropas militares y asesores
dijo:
a varios paises de Africa; en breve, de
servir de instrumento a la politica ex­
Es necesario emender que desde el
pansionista de la URSSy su bloque.P
punto de vista de America Latina y el Ha­
Como era de esperarse, el cambio
mada tercer mundo, el difunto bloque de los regfmenes en Europa central
sovietico tuvo al menos una virrud fun­ ha significado la terminaci6n de las re­
damental: no se habia enriquecido en
laciones privilegiadas que esos paises
despojar a Los pobres, tampoco habia
participado en la rapina par media del han mantenido con Cuba. Se trat6 de
mercado capitalista internacional. Por un resultado natural y consecuente
el contrario, habia ayudado a implantar con la puesta en marcha de nuevos
principios organizativos: la dernocra­
la justicia en Cuba, Nicaragua y muchos
cia pluripartidista y la econornia de
otros pafses. Presagio que en el future
no muy lejano, eso se va a recordar con mercado. Sintomatico para el giro en
nostalgia. 15
las relaciones de Europa central con
Cuba fue el voto recriminatorio de la
violaci6n de los derechos hurnanos en
Al examinar los efectos inmediatos
la isla caribefla ante la Comisi6n de
del hundimiento
del socialismo real
los Derechos Humanos de la ONU por
en Europa central hay que detenerse
un momenta en el caso de Cuba. Ese parte de los representantes de los nue­
vos gobiernos ceritroeuropeos a prin­
pais caribefio, autoglorificado desde
cipios de 1990. Paco despues vino la
principios de los anos 60 (el rompi­
Hamada crisis de las embajadas en la
miento de las relaciones con Estados
cual estaba envuelta la representaci6n
Unidos y el bloqueo y la polftica de
aislamiento de Cuba por parte del co­ diplomatica checoslovaca, por haber
abierto sus puertas a los refugiados
loso del norte) el "primer pais libre
cubanos. La reacci6n de las autorida­
Estado, que ha fracasado miserable­
mente en cumplir el bienestar de am­
plias mayorias del pueblo, pero que ha
tenido la capacidad de infligir irrepa­
rables daiios ecol6gicos. En suma, la
ayuda del bloque sovietico ha contri­
buido a la consolidaci6n de esa carica­
tura conocida con el nombre de "el so­
cialismo del tercer rnundo" .14
14 Pabon, "Implications", 1990, p. 25.
1' Excelsior, 16 de octubre de 1990, p.
180
2.
16
Staar, Soviet, 1986, pp. 16­92.
JAN PATULA
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des cubanas era tambien de esperarse:
la ira incontenida y vituperios con­
tra la toma de posici6n de los nuevos
regfrnenes de Europa central.
Pero el efecto mas grave del cambio
de los regimenes en Europa central sa­
bre la economia cubana se observa en
el colapso de las relaciones comercia­
les entre esas dos partes. Segun G. Ca­
brera, subdirector del diario Granma.
"Cualquier pais que pierde de la no­
che a la mafiana el 85% de sus rela­
ciones econ6micas inernacionales se
hunde.v­? El funcionario cubano sere­
firi6 al brusco descenso de los inter­
cambios de Cuba con Europa central
y oriental, debido tanto a los facto­
res politicos (cambio de orientaci6n
ideol6gico­politica de los paises cen­
troeuropeos) como a las consideracio­
nes de indole estrictamente financiera
(el calculo con base en monedas con­
vertibles ya precios del mercado inter­
nacional).
La posici6n de la URSS ois-a-ois
de Cuba es muy compleja. La Union
Sovietica no puede abandonar simple
y llanamente a un aliado muy fiel du­
rante mas de 30 afios, tal como se des­
prende de las declaraciones oficiales
soviencas.P Por otro lado, la grave cri­
sis econ6mica que incluso se agudiza
dfa con dia no perrnite a los sovieticos
cumplir con todos los requerimientos
de la directiva cubana. Todo parece in­
dicar que la parte sovietica no puede
17
El Economista, 24 de junio de 1991, p. 5.
1s Declaraci6n de A. Ermakov, el jefe de
la secci6n de America Latina en la cancitlena
sovietica, quien dijo. "El gobierno sovietico no
esta dispuesto a interrumpir ta! asistencia a
Cuba, coma lo informo previamente la agencia
Interfax", Excelsior, 7 de julio de 1991.
EUROPA DEL ESTE
acatar los compromisos contraidos de
exportaci6n e importacion con la isla
caribefia por la falta de buques, me­
dios de almacenamiento
y una defi­
ciente coordinaci6n entre difercntes
instancias del comercio exterior.'? A
todo ello habria que afiadir las pre­
siones norteamericanas de suspender
cualquier asistencia sovietica a Cuba
a cambio de una ayuda occidental
para convertir el sistema estatizado de
la econornia de la URSS en uno de
mercado.s?
En su resultado, la economfa de
Cuba enfrenta el desafio de subsisten­
cia, de cambiar las prioridades y de
movilizar todos los recurses. En boca
del ministro de Relaciones Exteriores
de Cuba, Sanchez Parodi:
Lo que necesltarnos es una reorien­
taci6n, un ajuste muy duro en terrni­
nos de reduccion del consume; en la
construccion de vivienda ­entre orras
cosas­; pero necesario, debido a la
situaci6n que enfrentamos ahora en
nuestras relaciones econ6micas inter­
nacionales, por los cambios en Europa
del este y la URSs.21
Por esas razones fue puesto en
marcha desde finales de 1990 un
programa de recortes y austeridad
denominado "el periodo especial".
Con respecto a la situaci6n interna
19 ·~guda situaci6n de desabasto vive Cuba",
Excelsior, 4 julio 1991, pp. 4, 11.
20 vease nora 18. El mismo funcionario ad­
miti6 rat presi6n en las siguientes palabras. "Thi
intenci6n no es un secrero, pues ha sido eviden­
ciada en docurnenrosdel senado estadunidcnse
y en declaraciones de altas personalidades de
esre pals."
21 El Bconomista, 24 de junio de 1991.
181
­-
­-
SECOENClfi
Revistadehistorjaycienciassociales
en los paises centroeuropeos, se ob­
serva una marcada division. Por un
lado se desprenden paises coma Po­
lonia, las republicas Checa y Eslo­
vaca, Hungria, que provocan una des­
estatizaciori de las economias nacio­
nales y que se estan vinculando en·
tre si y con la Comunidad Europea,
lo cual augura que en el plaza de
10 a 15 anos esos paIBes pueden
lograr su incorporacion al Mercado
Comun Europeo y ostentar el esta­
tus de paises "desarrollados".22 Ob­
viamente, tal perspectiva solo puede
alcanzarse bajo premisas optimistas,
es decir descartando la aparici6n de
los factores irruptivos, al estilo de la
violencia social, la ingobernabilidad,
etcetera.
Por otro lado, paises como Bulgaria,
Rumania, Albaniay Yugoslaviaparecen
deslizarse al nivel de las pafses ter­
cerm undistas con todas las lacras co­
nocidas: pobreza extrema, hambre, in­
salubridad publica, violencia en todas
sus formas, cuestionamiento de la elite
politica, marginaci6n en el comercio
internacional, etcetera.F'
Igualmente en este subgrupo se
trata mas bien de una tendencia, rever­
sible por cierto, pero cargada de sig­
nos ominosos y de primeras manifes­
ta.cionesen este sentido.
Pero la mayor inc6gnita la presenta,
22 "Modernizar paises del este puede tomar
una decada", segun el estudio realizado por
encargo del Banco Mundial, Excelsior, 2 de
mayo de 1991, pp. 3, 4.
23 R. G. Kaiser, "Occidente, frfo ante la
revoluci6n de Europa del este, ­los europeos
no ven la region como una oportunidad", Tbe
Washington Post, traducido en Excelsior, 1 de
junio de 1991, pp. 3 y 5.
182
sin lugar a dudas, la propia URSS. Parti­
cularmente en los dos ultimas afios se
ha agravado la crisis econornica, amen
de la falta.de una politica econ6mica
coherente, la pugna entre las tenden­
cias centralizadoras y separatistas, la
disputa por el poder en todos los ru­
veles. Toda el mundo esta de acuerdo
en que la Union Sovietica sigue en·
frentando el creciente deficit presu­
puesta.l, la escasez de productos a pesar del considerable aumento de pre­
cios, la depreciaci6n galopante de su
moneda y la disminuci6n drastica de
su comercio exterior, incluyendo al
principal producto de exportaci6n: el
petr6leo.24 No se necesita insistir en
que la URSS,por SU tamafio, numero
de habitantes y el poderio milita.rque
aun conserva, es la pieza clave en la es­
cena internacional y un desequilibrio
serio en sus componentes econ6micos
o politicos tendrfa repercusiones in­
calculables para el resto de los pafses.
De ahi la gran preocupaci6n mundial
y tarnbien la impotencia de no saber ni
poder ayudar.
Ahora bien, lque perspectivas se
pueden esbozar a partir del hundi­
miento del socialismo real en Eu­
ropa central para .los pafses del tercer
mundo? El terreno de la prognosis es
muy resbaladizo y semejante al de las
conjeturas; para evitar aquellas pro­
pongo adoptar ciertos escenarios: es
decir, opciones bastante abiertas que
puedan consumarse bajo deterrnina­
das condiciones.
As], ei temor ampliamente divul­
24 Luis de Cervantes, "Peligro de guerra civil",
Bxcelsior, 18 de abril de 1991, pp. 1 y 10.
JAN PATULA
gado de que el cambio de los regime­
nes en Europa del este afectara el
flujo de la ayuda internactonal de los
pafses altamente desarrollados, prin­
cipalmente a los del tercer mundo,
ya que los primeros canalizaran to­
dos los recursos disponibles a la cons­
trucci6n de la econornia de mercado
y a la consolidaci6n de las estructuras
democraticas en los paises de Europa
central, es un argumento que nos pa­
rece al menos exagerado. Vemosque la
ayuda Internacional se distribuye cada
vez mas, via organismos internaciona­
les, y estos se rigen por consideracio­
nes globales y requerimientos de di­
ferentes 6rdenes de prioridades divi­
didas continentalmente y/o por zonas.
Su reparto depende tambien de la voz
de los paises tercermundistas y de la
region dada. En las casi dos afios trans­
curridos desde el desmoronamiento
de los regimenes comunistas no hubo
un deslizamiento espectacular en el
flujo de la ayuda internacional.
Sin embargo, hay que anotar una
mutaci6n en el otorgamiento de pres­
tamos gubernamentales, a los bancos
intemacionaJes y comerciales. Esa mu­
taci6n ya se observ6 con toda eviden­
cia a partir del inicio de la decada
de Ios 80 y se tradujo en condiciones
muy duras: saneamiento de las finan­
zas publicas, control de salarios, aper­
tura arancelaria y la disminuci6n del
sector estatal, etcetera. Toda ello pa­
rece indicar que se mantendra dicha
politica crediticia en el futuro inme­
diaro, tomando en cuenta el giro pre­
valeciente de las politicas neoliberales
a escala mundial. El caso de Europa
central solo reforz6 esta tendencia, ya
sea en el seguimiento de las politi­
EUROPA DEL ESTE
cas econ6micas en esa zona, ya sea en
la proliferaci6n indiscriminada de las
posturas neoliberales en los medias de
comunicaci6n y las universidades.P
Por otra parte, cabe albergar la es­
peranza de que el ingreso de los
pafses centro europeos, o al menos
algunos de ellos, a la economfa del
mercado mundial tendra consecuen­
cias beneficas para el incremento del
comercio internacional y para todos
los paises interesados en participar en
et. En opinion del lfder de Ghana,
J. Rawlings, el recorte en las relacio­
nes econ6micas entre Europa central
y Africa puede revertirse en el futuro
no muy lejano: "Si las economias de
Europa oriental ernpiezan a funcionar
de nuevo, lo que significara la aper­
tura para los productos africanos. En
todo caso, preferimos el comercio a la
ayuda."26 No es aislada esta opinion de
que el comercio, sobre todo si es justo
y equitativo, es mucho mas dinamiza­
dor y, por consiguiente, mas benefice
que una ayuda, una dadiva.
En la esfera politica quedan abier­
tos diferentes escenarios. El fin del bi­
polarismo y de la confrontaci6n este­
oeste, caracterfstica de la guerra fria,
puede transformarse en epoca de uni­
polarismo, a saber: la hegemonia in­
cuestionada' de Estados Unidos. Pero,
por otro lado, una vez desaparecido el
pretexto de intervencionismo nortea­
mericano que ha sido "la infiltraci6n
sovieuca" en la zona de influencia con­
siderada como suya, es legitimo es­
perar el respeto a las decisiones so­
beranas de cada uno de los paises
2!1
26
Patula, "Transformaciones" (mimeo).
Rawlings, "Suivons", 1990, p. 7.
183
­-
­
de la region. Thi perspectiva es re­ gobiernos electos dernocraticamente y
alizable bajo la condici6n de contar
que sea en provecho mutuo!
con formas apropiadas de impedir
cualquier intervenci6n extranjera, por
ejemplo: al vigorizar a la ONU, a las BIBLIOGRAFfA
organizaciones internacionales de tipo
continental y regional, al movilizar la ­Albright, D. E., "The USSR and the third
world in the 1980's", Problems of Commuopinion publica, etcetera. El caso de
nism, marzo-junio 1989.
Panama en 1989 puso en evidencia la
­Duefias Pulido, A., "Visi6n hist6rica de
falta de esos contrapesos. Siguiendo el la polirica sovietica hacia el rercer mundo",
razona.miento de Carlos Andres Perez,
Foro Internacional, num. 112, 1989.
el presidente de Venezuela, la inter­
­Gorbachov, M., Perestroika. Nueuas
venci6n norteamericana en Panama en
ideas para mi pats y el mundo, Diana,
Mexico, 1990.
diciembre de 1989 fue precedida por
-Hough, J. F., The struggle for tbe third
una. "intervenci6n
negativa" de los
world; soviet debates and american oppafses latinoarnericanos. El mandata­
rio venezolano dijo literalmente: "La tions, Brookings Institution, "W­1.shington,
D.C., 1986.
intervenciori estadunidense
fue pro­
­Katz, M. N ., "The Soviet Union and
ducto de la intervenci6n negativa de
the third world", Current History, octubre
America Latina: la no intervenci6n la­ 1986.
tinoamericana se convirtio en una in­
-Navarro Wolf, A., "Peligro de la demotervenci6n en el caso panamefio, "27
cracia", Lafornada Semanal, 7 julio 1991.
A titulo de conclusiones, es aun pre­
­Pabon, C., "Implications of changes in
eastern Europe and the USSR for the third
maturo constatar el surgimiento del
world: five views", Peace & Democracy
nuevo orden internacional. La desapa­
News, orono 1990.
rici6n paulatina de las fronteras en
­Patula, Jan, "Ontologfa del socialismo
cuanto a la integraci6n econ6mica re­
real", Anuario de Humanidades de la UAM­
gional no siempre conlleva a la desapa­
Iztapalapa, Signos (en prensa).
rici6n de las fronteras politicas. Con
, "Transformaciones de las
respecto a las relaciones encre Europa
relaciones de propiedad
en Europa del
central y el tercer mundo, en el futuro
este" (mimeo).
mediato, estas se asernejan a una hoja
­Rawlings, J ., "Ne suivons aucun modeen blanco. lC6mo y quien la Ilenarar,
le", Le Nouoel Ajrique Asie, nurn. 10, 1990.
­Staar, R., Soviet foreign policy after
esto dependera de muchos factores
. detente, Hoover Institution
Press, Stan­
aun imprevisibles por el momenta.
ford, 1986.
[Ojala que lo hagan los pueblos y los
­Valkanier, K., "Treinta y cinco afios de
cambios en las relaciones econ6micas en­
v Entrevista concedida a D. Julius, Excelsior, tre la Union Sovietica y el tercer mundo",
12 de julio de 1991, p. 10.
ForoInternacional, num. 112, 1988.
184
JAN PATULA
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