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Escuela de Gestión Pública Plurinacional
Programa de Tele educación “Construyendo un nuevo Estado”
Módulo 8 – Autonomía Departamental
Curso 2: Autonomía Departamental (1ª parte)
Daniel Agustín Viscarra Morales
---------------------------------------------------------------------------------------------------------La autonomía departamental está reconocida en el artículo 272 de la Constitución
Política del Estado y consiste en la capacidad de un departamento de
autogobernarse eligiendo de manera democrática a sus autoridades ejerciendo la
capacidad de administrar según sus propias normas y con sus propios órganos
todos los asuntos concernientes a su administración en el marco de la CPE y las
leyes y ejercer las facultades legislativa, reglamentaria, fiscalizadora y ejecutiva
además de la administración directa de sus recursos propios. Se constituye por la
voluntad de sus ciudadanos expresada en el referéndum por autonomías
departamentales conformando sus órganos de gobierno, eligiendo a sus
autoridades y elaborando su estatuto de forma participativa. Los órganos de los
gobiernos autónomos departamentales son dos: una Asamblea Departamental
compuesta por asambleístas elegidos por voto universal y directo y asambleístas
representantes de los pueblos indígena originario campesinos elegidos de acuerdo a
sus formas propias y en un Órgano Ejecutivo presidido por la gobernadora o
gobernador elegido por voto universal y directo en listas separadas de los
asambleístas departamentales.
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Daniel Agustín Viscarra Morales:
Un saludo cordial a todos los participantes de este tele curso sobre gobiernos autónomos
departamentales que es parte del Módulo sobre Autonomía Departamental. Mi nombre
es Daniel Viscarra, abogado de profesión, en este momento me desempeño como Jefe
de Unidad de apoyo Legislativo Autonómico del Ministerio de Autonomías.
En el proceso autonómico boliviano tenemos dos grupos de departamentos que han
llevado el proceso autonómico por dos veredas diferentes. Un primer grupo en el que
podemos encontrar cuatro departamentos, los cuales accedieron a la autonomía a través
de un referéndum el 2 de julio de 2006, éstos son Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando. Un
segundo bloque de departamentos que entró en el régimen autonómico fueron La Paz,
Oruro, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca que accedieron mediante un referéndum el 6
de diciembre de 2009. La diferencia entre estos dos grupos de departamentos
autónomos, uno, los de 2 de julio de 2006 para la consecución de sus Estatutos
Autonómicos una norma fundamental para este proceso deberán adecuar los estatutos
que han trabajado previamente y llevarlos a un control de constitucionalidad. El
segundo grupo, los departamentos que accedieron a la autonomía el 6 de diciembre de
2009, deberán elaborar su estatuto, llevarlo a un control de constitucionalidad y
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posteriormente llevarlos a un referéndum para la aprobación del mismo. La diferencia
entre un grupo y otro radica en el requisito del posterior referéndum al Tribunal
Constitucional.
Entonces, cabe hacernos una pregunta, ¿los gobiernos autónomos departamentales
gozan de autonomías sin tener Estatutos Autónomos Departamentales? La respuesta nos
la han dado las dos leyes que han regido la autonomía, una primera, la Ley 017
Transitoria de Autonomías y una segunda, la Ley 031 Marco de Autonomías. La Ley
017 Transitoria de Autonomías ya nos dijo que los departamentos podían ejercer sus 36
competencias exclusivas pudiendo en ellas ejercitar su facultad legislativa. Esto nos
quiere decir que estos gobiernos autónomos departamentales ya pueden legislar y
efectivizar su autonomía respecto a esas 36 competencias. Entonces, incluso previo a la
Ley Marco los gobiernos autónomos departamentales accedieron a esta autonomía.
Entonces, si los departamentos son autónomos y ejercen su autonomía desde la Ley 017
nos cabe la pregunta ¿por qué no ejercieron su autonomía desde la entrada en vigencia
de la Constitución en sí? Y la respuesta es categórica: los departamentos antes de la
elección de las autoridades legislativa y ejecutiva ya en un régimen de autonomía, no
podían ejercer esta competencia. Justamente la Ley 017 se dicta para que estas nuevas
autoridades que iban a ser electas en las asambleas departamentales y como
gobernadores ya puedan ejercer su derecho a la autonomía.
Posterior a la Ley 017 se dicta la Ley Marco de Autonomías en julio del 2010. La Ley
Marco vuelve a ratificar lo establecido por la Ley 017. Uno, que los gobiernos
autónomos ya podían hacer ejercicio de sus facultades legislativas frente a sus
competencias exclusivas, y dentro de éstas de todas las otras facultades evidentemente,
la reglamentaria, la ejecutiva, la fiscalizadora. Además de ello la Ley Marco de
Autonomías nos recalcó que también podían estos gobiernos autónomos
departamentales hacerse cargo de sus competencias en lo que le corresponde
concurrentes y compartidas considerando que también pueden hacerse cargo de aquellas
facultades reglamentarias y ejecutivas que les delega el nivel central mediante una ley.
Entonces, nuestra pregunta es ¿cuál el rol del Estatuto Autonómico Departamental? El
Estatuto Autonómico Departamental, conforme establece nuestra CPE, es la norma
institucional básica y como tal tiene que cubrir algunos elementos necesarios e
imprescindibles. El primero, y quizá fundamental de los elementos que debe cubrir, que
debe cumplir, un Estatuto Autonómico Departamental es ser la norma que estructure los
poderes, los órganos de gobierno autónomo, ahí queda una de las grandes diferencias
con el anterior modelo de descentralización. Ahora hablamos de gobiernos autónomos,
no hablamos de instituciones. Esta norma institucional básica debe asentar los órganos y
las relaciones que van a tener uno de éstos con el otro para que el ciudadano sepa cómo
estos poderes, estos órganos, lo afectarán y cómo habrá condiciones reales de
democracia también dentro de nuestros departamentos o dentro de cualquier entidad
territorial autónoma. Un segundo punto que puede realizar un Estatuto sin duda es
desarrollar las partes imprescindibles de sus competencias. Incluso, quizás, el Estatuto
Autonómico por la gran legitimidad que tiene al ser aprobado por 2/3 de la Asamblea
Departamental y ser posteriormente llevado a un referéndum para su aprobación, y
además de ello tener un dictamen del Tribunal Constitucional acerca de su legalidad y
constitucionalidad, nos hace pensar que el Estatuto también puede ser una norma que a
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la autonomía le sirva como escudo, que le sirva para fortalecer sus competencias y tener
muy bien delimitado frente a los otros niveles de gobierno su campo de acción.
La organización del gobierno autónomo departamental es un tema de harta e importante
relevancia para el proceso autonómico boliviano. Tenemos que comprender bien que los
gobiernos autónomos departamentales han hecho un quiebre respecto al anterior sistema
de descentralización administrativa. Los teóricos aceptan que la autonomía sigue siendo
una forma de descentralización, pero a diferencia de la anterior descentralización ésta es
administrativa y política. Mientras el anterior régimen de descentralización era
simplemente una descentralización administrativa. Esta es una de las grandes
revoluciones que tiene este proceso autonómico que fue establecido ya desde nuestra
CPE. Es más, el artículo 272 de la CPE nos pone como los grandes elementos de esta
autonomía tres claramente marcados: uno, recursos propios, dos, ejercicio de sus
facultades dentro de sus competencias y un tercer elemento que hace un poco más a esto
de lo político es la elección directa por los ciudadanos de sus representantes tanto en el
Órgano Ejecutivo como en el Órgano Legislativo.
¿Qué pasaba en el anterior modelo de descentralización, el modelo de descentralización
encarnado en las prefecturas? La Prefectura era un órgano lineal donde el Consejo
Departamental se encontraba, quizás se podría decir, un poco por encima del Prefecto.
Una suerte de directorio encima de una autoridad ejecutiva, como pasa en los directorios
de las empresas descentralizadas o de las empresas privadas en muchos momentos
donde hay un gerente o un director ejecutivo el cual es revisado por un tipo de directorio
y este tipo de directorio era el Consejo Departamental. Un Consejo Departamental que
vigilaba los contratos, los revisaba, los aprobaba, se metía en todas las actividades de
ejecución del prefecto, igual que pasa en una empresa privada o en un directorio como
decíamos antes. En el régimen autonómico esto ha sido trastocados radicalmente, la Ley
Marco nos establece que los dos órganos están separados pero que coordinan, tienen
independencia pero a la vez coordinan. Esta independencia también va a sus funciones.
Entonces, de una Prefectura que era una sola institución que tenía dos cuerpos
simultáneamente uno sobre otro, pasamos a todo un Gobierno Autónomo que tiene por
el momento dos órganos, un ejecutivo y un legislativo llamado Asamblea
Departamental. La Asamblea Departamental ya tiene en la actualidad una Unidad
Administrativa que se encarga de todo el procedimiento que sea ejecutivo dentro de la
Asamblea, se separan claramente las funciones de aquellos servidores públicos elegidos
y por tal autoridades políticas que tienen un rol legislativo de aquellos servidores que
dentro de la misma Asamblea se verán relacionados con tareas un poco más
administrativas; contratación de los servicios, de las cosas que necesitarán esos
asambleístas para sus actividades diarias; una independencia radical de órganos. Pues, la
Asamblea ya no necesitará del Órgano Ejecutivo o de pedirle permiso al gobernador
para realizar sus funciones, para que le doten de material, para que le doten de
automóviles y demás actividades que puedan en algún momento trastocar y detener su
facultad fiscalizadora. Porque de ninguna manera sería correcto que si yo fiscalizo a
alguien, encima esté supeditado a ese alguien para que me preste cosas, pues se podrían
dar algunos manejos algo extraños: “Ah, contrato a tu asesor si tú no fiscalizas este
contrato” o “Bueno van a haber automóviles para que se dirijan a tal actividad si ustedes
de una vez me aprueban el presupuesto”, eso no sería correcto; la parte administrativa
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tiene que estar separada en ambos órganos para una mejor separación de órganos y que
éstos, uno en sus actividades ejecutivas y otro en sus actividades legisladoras, puedan
realmente tener un trabajo adecuado que lleve a mejores derroteros a los departamentos.
Ahora sí atacamos de pleno esto que es el Órgano Ejecutivo. Como vemos a la cabeza
del órgano ejecutivo está la autoridad política por excelencia: el gobernador o
gobernadora. A un costado de este gobernador o gobernadora y del cuerpo principal del
órgano ejecutivo se encuentra el vice gobernador o la vice gobernadora que conforme a
la Ley Marco puede ser elegido en un departamento si así lo estableciere el Estatuto
Autonómico Departamental. Tenemos en ese órgano a los secretarios departamentales,
unas autoridades que conformarán una especie de gabinete departamental algo similar a
lo que corresponda a un gabinete ministerial, y por debajo de esos secretarios tenemos a
las instituciones descentralizadas y desconcentradas que hagan al gobierno autónomo
departamental. Ahí también podemos pensar que estarán las empresas departamentales,
empresas que conforme al artículo 300 de la CPE ya pueden ser creadas por el
departamento.
¿Qué nos hace pensar esta estructura de Gobierno Autónomo? Primero esta estructura
nos da a pensar que ésta es la real consolidación de la estructura que permitirá que los
gobiernos autónomos departamentales puedan llegar a cumplir sus objetivos
institucionales.
Pasamos a una pequeña recapitulación sobre el tema.
----------------------------------------------PAUSA---------------------------------------------Las Autonomías Departamentales se constituyen por la voluntad de los ciudadanos
manifestada en el referéndum que se llevó a cabo en dos momentos, el 2 de julio de
2006 y el 6 de diciembre de 2009.
El Estatuto Autonómico Departamental es la norma institucional básica y entrará
en vigencia como norma institucional de la entidad territorial mediante
referéndum aprobatorio en su jurisdicción.
Las Autonomías permiten la descentralización a nivel administrativo y político,
esto significa disponer de recursos propios, ejercicio de sus facultades dentro de
sus competencias (legislativa, reglamentaria, ejecutiva y fiscalizadora) y elección
directa de sus representantes en el Órgano Ejecutivo y Legislativo.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------Daniel Agustín Viscarra Morales:
Bueno, al retorno continuando el tema, debemos asentar algunos temas respecto a esto
que es el Órgano Ejecutivo. Entonces, es importante darnos cuenta el cambio radical
que existe entre el proceso de descentralización administrativa y el proceso de
descentralización administrativa y política llamado autonomías. Los gobiernos
autónomos -perdón que haga mucho énfasis en esto pero es importante que nos demos
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cuenta- han sufrido una real variación respecto a las prefecturas. Las prefecturas eran
una simple institución, los gobiernos autónomos no son instituciones: son gobiernos. La
institución se podía haber desconcentrado, podía tener algunas unidades ejecutoras
como máximo, el gobierno autónomo en cambio se divide en dos órganos. El Órgano
Ejecutivo a su vez se divide en varias instituciones. Entonces, a diferencia de lo que
antes era uno aquí podemos tener las que el gobierno autónomo considere necesario
tener. Podemos pensar por ejemplo que ahí estarán las empresas departamentales. Esa
unidad económica debe tener su propia Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE) pues sus
procesos de contratación, su actividad económica, su rol en la economía le obliga a
tener la capacidad de tener toma de decisiones por sí misma. Lo mismo pasará dentro de
otro gobierno autónomo departamental que conforme la Ley Marco estableció se haga
cargo del hospital de tercer nivel. Ese hospital de tercer nivel tendrá arriba de esa
estructura organizativa una MAE, un director del hospital que tenga las atribuciones de
MAE, que decida cómo hay que contratar, qué procesos hay que llevar dentro de este
hospital, qué se debe hacer, y eso no sólo es una necesidad, es algo realmente
importantísimo, es algo de suprema importancia. ¿Por qué? Porque este director de
hospital de tercer nivel no puede ser que dependa de la toma de decisiones de otra MAE
cuando se trata de la salud del ciudadano.
Entonces, ya sea por razones de salud, ya sea por razones de economía, este gobierno
autónomo departamental conforme establece la CPE se va descentralizando a su vez o
teniendo unidades administrativas independientes. El que el gobierno autónomo
departamental tenga 36 competencias asignadas a él como exclusivas en la Constitución
nos hace pensar que este gobierno no hace simples actividades administrativas, sino que
este gobierno autónomo departamental es responsable de políticas públicas dentro de su
jurisdicción. Una de las políticas públicas que podríamos mencionar en este momento,
que si bien la comparte con el municipio, es el tema de la niñez, adolescencia, adulto
mayor, personas en situación de discapacidad y mujer. Todos estos temas que están en
una competencia.
El gobierno autónomo departamental tiene que hacerse responsable de esto y ahí se nos
lanza otra pregunta, ¿si es responsable de esta actividad tan específica y con tanta
responsabilidad, cómo es que este gobierno autónomo departamental también es
responsable de la construcción de obras públicas necesarias para el desarrollo
productivo? Una tarea que, obviamente como toda actividad del Estado, está algo
relacionada pero que son radicalmente diferentes, pues, si esto fuera una institución
deberíamos preocuparnos. Pues cómo un funcionario que contrata obras públicas va a la
vez estar contratando estos temas de estos grupos sociales, habría una complejidad.
Pues por eso existe el gobierno autónomo; habrá instituciones dentro de este gobierno
especializadas en las temáticas que le toquen afrontar, instituciones especializadas en
salud, en mujer, en producción, que puedan prestar asistencia técnica a los
emprendedores, una infinidad de instituciones que aseguren que ese departamento
cumpla sus competencias de una manera adecuada.
Estas instituciones deberán agruparse a la cabeza de alguien, unos secretarios
departamentales o ya se verá qué nombre se le decide poner en el Estatuto, lo que se
estila por el momentos son Secretarios Departamentales. Cada uno de éstos será
responsable de la política pública en su rubro y –si cabe la analogía- serán como los
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ministros de nuestro nivel central, pues este, el nivel central, era un gobierno al igual
que ahora es un gobierno el departamento. Entonces, había [hay] un ministro
responsable de obras públicas pues era [es] el responsable de las obras públicas en el
país. En el gobierno autónomo departamental [en el] que hay también muchas
competencias relacionadas a obras públicas habrá un secretario departamental de obras
públicas, éste será encargado de obras públicas en este territorio departamental dentro
de las competencias departamentales. Considerando, por ejemplo, que este secretario de
obras públicas puede tener bajo su dependencia algunas instituciones descentralizadas
como el Servicio Departamental de Caminos o alguna empresa que se decida crear
sobre el rubro de las obras públicas en el departamento.
Esto nos implica una reingeniería de ver la gestión pública departamental engarzándose
poco a poco en ramo y llegando a unas cabezas pequeñas llamadas secretarios
departamentales, que cuando se junten harán un gabinete departamental y preguntarán a
la máxima autoridad política del departamento [sobre] el destino de las políticas
públicas en este territorio, esa máxima autoridad política será el gobernador o
gobernadora. Esta reunión, este gabinete será el que tome las decisiones de política
pública y cuando el gobernador instruya a sus secretarios algo, éstos a su vez podrán
instruir bajo las directrices que dio el gobernador al resto de las MAE que están por
debajo de él, al resto de las instituciones descentralizadas que se puedan crear dentro de
un gobierno autónomo departamental.
¿Cuál es la figura de este vicegobernador que nos ha puesto la Ley Marco que es posible
de ser creado mediante Estatuto Autonómico Departamental? Una de las principales
funciones del vicegobernador será la de sustituir al gobernador o gobernadora en caso
de una suplencia. La figura del vicegobernador o vicegobernadora nos ayuda mucho en
la lógica de órganos de gobierno, de separación de órganos. ¿Por qué? Porque uno tiene
un órgano ejecutivo encargado de las contrataciones, de la ejecución, de toda la
actividad administrativa y tiene una asamblea departamental encargada de la legislación
y la fiscalización ¿de qué?, de las obras que hace este otro órgano. Si no se establece en
el estatuto la figura de un vicegobernador lo que pasará es que cuando el gobernador
[viaje] o se [ausente], sin importar la razón y [esté] vacante ese cargo y se [necesite]
llenarlo en una ausencia temporal entrará este señor que es encargado de fiscalizarlo y
comenzará a hacer gestión. Y cuando vuelve el vicegobernador, éste tendrá que volver a
su rol de fiscalizador.
La pregunta que nos sale de inmediato es ¿Y qué va a pasar acá? ¿El fiscalizador ha
ejecutado y ahora tiene que volver a fiscalizar? ¿No va a ser juez y parte
simultáneamente? ¿No puede haber algunos problemas de estabilidad dentro del
departamento porque hay algún asambleísta que sabiendo que si este gobernador es
retirado, él asume, pueda generar unos procesos algo extraños de desestabilización
dentro del departamento? Eso es posible, eso se puede dar. Por eso es que la Ley Marco
insertó esta figura del vicegobernador: crear una posibilidad real, una posibilidad
jurídica de que cuando el gobernador se ausenta entre una figura electa en fórmula única
con él a suplirlo, lo que pasa con nuestro Presidente y Vicepresidente del Estado. Esto
lo que permite es mantener la línea de gestión pública porque se pueden dar algunos
extremos ya casi rozando en lo ridículo. Algún asambleísta que sea opositor a este
gobernador que entre en su suplencia y decida despedir a todo el personal; tiene las
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atribuciones, ha sido elegido, si lo hace puede generar un daño a la administración
pública departamental. Por eso se pensó en este vicegobernador, una figura que nos
permite una real separación de órganos y funciones, considerando principalmente que
este departamento tiene que ir generando una institucionalidad. No obstante, los
gobiernos autónomos departamentales junto con su ciudadanía en la elaboración del
Estatuto decidirán realmente si es adecuado poner un vicegobernador o, si en su caso y
prevén algunas figuras que le permitan controlar los juegos de poder entre los dos
órganos, no establecerlo.
La separación de órganos no es una casualidad, no es el invento de alguien que se le
ocurre y dice “bueno, tienen que ser dos porque son dos nombres diferentes y hay que
separarlos”. La separación de órganos está basada en muchos fundamentos
constitucionales, en muchos fundamentos de Estado; se deben separar los órganos para
que haya una gestión política pública adecuada para que no existan –decían los autoresalgunos tiranismos dentro de la gestión de lo público. Y es así que el Órgano Ejecutivo
y la Asamblea Departamental están separados en base a sus funciones, las cuales
aseguran una igualdad y complementariedad entre ambos órganos. Tenemos un Órgano
ejecutivo que tiene la facultad reglamentaria, ¿reglamentaria de qué? De las leyes que
tiene la Asamblea Departamental, la facultad legislativa.
Si vemos las facultades que le ha otorgado la Constitución Política del Estado a los
órganos del gobierno autónomo departamental nos daremos cuenta de que son
facultades que están pareadas. Tenemos por una parte una facultad legislativa [y
tenemos por otra] una facultad reglamentaria. Tenemos una facultad ejecutiva en el
Órgano Ejecutivo y el Legislativo tiene su facultad fiscalizadora. Estas cuatro facultades
son las que nos establece el artículo 272 de la CPE, pero si leemos en su totalidad la
Constitución encontraremos que al Concejo Municipal, a la Asamblea Departamental o
a cualquier otro órgano deliberativo de los entes autónomos se les dio otra facultad y
ésta es la deliberativa. La facultad deliberativa, no obstante, es una facultad que está
íntimamente relacionada con la facultad legislativa y fiscalizadora, pues, las asambleas
para hacer actos de legislación y actos de fiscalización utilizan la deliberación entre
ellos. Al ser un cuerpo colegiado utilizan esta facultad y se plasma en legislación o
fiscalización.
Con esto volvemos a hacer una pausa para recapitular los contenidos avanzados hasta el
momento.
------------------------------------------------PAUSA--------------------------------------------Los puntos más importantes de este sector del curso son:
La figura del Vicegobernador que ayuda a comprender la lógica de separación de
órganos.
Una de las principales funciones del Vicegobernador será la de sustituir al
Gobernador cuando este no esté en su cargo cumpliendo sus funciones,
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Los Órganos Ejecutivos y Asambleas Departamentales están separados en base a
sus funciones, asegurando igualdad y complementariedad entre ambos.
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Daniel Agustín Viscarra Morales:
Y ahora sí, continuamos para complementar y aterrizar una vez más estos contenidos
respecto a los gobiernos autónomos departamentales y su organización. Como decíamos
los órganos están separados en base, principalmente, a las funciones, a las facultades
que en ellos están: la facultad reglamentaria y ejecutiva en el órgano ejecutivo y las
facultades fiscalizadora y legislativa en la asamblea departamental. Como decíamos hay
una estrecha relación en cada uno de estos grupos de facultades que ha reconocido la
CPE y, vuelvo a recalcar, no sólo es nuestra Constitución, esto se basa en un
conocimiento del mundo entero, es un conocimiento ya de la humanidad esto de separar
órganos en base a funciones para que haya un peso y contrapeso de la actividad pública.
Ahora que hemos creado gobiernos en los niveles autonómicos pues también hay que
aplicar las teorías de separación y complementación de pesos y contrapesos de los
órganos no sólo en el nivel central, que es un gobierno, también hay que aplicarlos en
los gobiernos autonómicos departamentales.
La interrelación entre la facultad legislativa y reglamentaria es la primera que vamos a
tocar en este punto. La facultad legislativa y la facultad reglamentaria, ambas, buscan
normar y lo que buscan normar es una de las competencias, ¿qué pasa? Se legisla y se
reglamenta una competencia. ¿Qué nos quiere decir esto? Por ejemplo, en esa
competencia que nos dice Crear empresas departamentales habrá primero una ley
proveniente de esa asamblea departamental que nos diga los criterios bajo los cuales se
van a crear estas empresas departamentales y habrá un reglamento emanado del órgano
ejecutivo que aterrizará los criterios. Lo correcto es que quien ejecuta reglamente,
porque quien ejecuta sabe qué capacidades institucionales, económicas, reales tiene para
cumplir algo. Una ley departamental, por ejemplo, podría decirnos y sería malo que lo
diga, que se van a crear 30 empresas cuando en verdad no hay economía para crear las
30, no hay ni el capital, ni siquiera los productos que puedan ser explotados para crear
estas 30 empresas. La ley lo que tiene que hacer es darnos un parámetro más amplio y
ser el reglamento el que acentúe cómo se van a recolectar recursos, cosas, para ejecutar
la competencia.
Quizás podríamos ir a un ejemplo más simple respecto a esto que es la legislación y la
reglamentación y vamos a tener que, tal vez por un poco de mea culpa, hacernos a un
ejemplo municipal: la competencia de aseo urbano. Podrá salir una ley municipal que
nos diga Todos tienen derecho al recojo de basura, pero ineluctablemente tiene que
salir un reglamento de ese órgano ejecutivo que nos diga qué días va a recoger basura,
qué días en un barrio, qué días en el otro y hacer que esa administradora, esa empresa
encargada de recolectar basura pase esos días: cumplir el reglamento. Ese reglamento
entonces es asentar una legislación, una ley que crea derechos, que crea obligaciones a
la realidad fáctica, a lo que realmente existe, lo que se puede cumplir. Y ese reglamento
deberá ser cumplido por esos servidores de ese gobierno autónomo. Como decimos,
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estas facultades, la legislativa y la reglamentaria, ambas buscan normar. Entonces, si
comprendemos que ambas norman y pensaríamos que la competencia es un bloque
cerrado, una siempre será inversamente proporcional a la otra: si se legisla poco, se
reglamenta mucho [y] si se legisla mucho, se reglamenta poco. Son siempre
inversamente proporcionales porque ambas normas cierran un solo tipo de facultad.
No es del todo adecuado normar una competencia mediante legislación; no se pueden
sacar, y no sería adecuado, sólo leyes respecto a una competencia porque estamos
invadiendo el rol reglamentario del otro órgano. Pero en ningún caso es recomendable
normar todo por reglamento, eso también vulnera el ordenamiento jurídico
constitucional y de la Ley Marco pues implicaría robar, que el órgano ejecutivo se haga
de las facultades que les corresponden al legislativo. Es importante que haya un orden
respecto a que se legisla primero, se reglamenta y se ejecuta. Obviamente cabe aclarar
que dentro de una competencia no sólo va a salir una ley, pueden salir varias, el campo
de legislación es suficiente para que salgan dos o tres leyes respecto a una competencia,
tomando en cuenta que la competencia es un grupo bastante amplio.
A continuación vamos a aterrizar un poco más esto que decíamos de la facultad
legislativa y la facultad reglamentaria. Es esto que les decía que esto es inversamente
proporcional al otro. Se puede legislar y agotar todo lo normado o se puede normar una
parte y reglamentar lo otro; si legislas la mitad de la competencia te queda reglamentar
la otra mitad, si normas mediante ley sólo una partecita pequeña, ínfima, de la
competencia te quedará hacer un gran desarrollo normativo mediante reglamentos a la
competencia. Debemos ser claros en cuanto esto no es una ciencia exacta y no se puede
decir a mano alzada desde un escritorio hasta dónde se debe legislar y desde dónde se
debe reglamentar, porque cada competencia es absolutamente diferente.
Pero hay criterios básicos que nos van a permitir saber hasta dónde es bueno legislar y
desde dónde es bueno reglamentar. Un criterio básico es que los derechos y las
obligaciones del ciudadano sólo pueden ser afectados por leyes. Entonces, cuando
queramos crear derechos o crear obligaciones para un ciudadano debemos asistir a la
Asamblea Departamental para ésta sea la que cree estas obligaciones, ¿por qué? Esto es
por una razón de democracia, el Órgano Ejecutivo es representante de la mayoría y eso
es correcto y es bueno. Pero la asamblea departamental es representante del total de la
población. Entonces, si la población en general va a ser afectada en sus derechos y
obligaciones tiene que ser una norma emanada de este cuerpo colegiado [la] que nos
diga, que determine, cuál será esta decisión. Otro de los criterios básicos para saber
hasta dónde legislar y reglamentar es un criterio un poco más simple y deducible, el
caso es la facilidad de modificar una norma. Cuando vamos a establecer algo que va a
ser modificado con el tiempo, cosas circunstanciales, eso se tiene que ir a reglamento
[mientras] que el cuerpo fuerte normativo se queda en ley.
Normalmente los procedimientos se van a reglamento, los procedimientos que nos
permitan concretizar algo establecido en la norma pero no siempre es así. Y citando a un
catedrático que tenía “casi nunca es siempre” y en este caso casi nunca es siempre; hay
reglamentos, hay cosas procedimentales que no se van a reglamento, se van a leyes.
Porque, como decíamos antes, afectan derechos del ciudadano y ejemplos puede haber
muchos, procedimiento penal, procedimiento civil. A pesar de ser procedimientos y
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cosas que aparentemente podrían cambiar y no serían correctos llevarlos a la ley, tienen
que ir por ley, ¿por qué? Porque afectan derechos de ciudadanos. En los países en los
cuales hay normativa muy desarrollada respecto al procedimiento de expropiación
también el procedimiento expropiatorio que es una actividad netamente administrativa
se encuentra en leyes, ¿por qué? Porque es correcto. Ese procedimiento que me afecta
en mi propiedad tiene que haber sido determinado en mi asamblea y tiene que decirme
cómo es que ese órgano ejecutivo puede privarme de mi derecho propietario y cómo me
resarcirá. Estos son algunos de los criterios que deberíamos tener en cuenta al momento
de normar una competencia.
Existen, como decíamos, dos pares, dos parejas de facultades: legislativa o Asamblea
Departamental (legisla), Órgano Ejecutivo (reglamenta). La otra pareja que nos falta ver
dentro de estas facultades es: Asamblea Departamental (fiscaliza), Órgano Ejecutivo
(ejecuta). Y éstas también están pareadas. La fiscalización recae principalmente, aunque
no exclusivamente, en la facultad ejecutiva; se fiscaliza aquello que el gobernador con
todo el Órgano Ejecutivo está realizando. Las facultades fiscalizadoras, no obstante,
deben ser muy bien estudiadas y eso lo vamos a ampliar en el siguiente curso que
tomaremos conmigo dentro de este módulo, haremos una mayor exposición de qué
realmente significa la fiscalización. No obstante debemos ir adelantando algunos
criterios, la fiscalización que ejercen las Asambleas Departamentales es una
fiscalización que conforme a toda la ciencia jurídica y política que vigila los gobiernos
es una fiscalización política. Innumerables son los autores que se han referido a los roles
de fiscalización que tiene un parlamento o una asamblea. Aquel órgano colegiado, aquel
órgano conformado por los representantes de todos que debe controlar al órgano que
representa a la mayoría. Como hacer una vigilia entre los intereses de la colectividad y
los intereses de la mayoría que también tiene derechos y tiene en razón a su posición
política facultad para hacerlos valer. El eterno baile entre estos dos órganos, este rol de
la democracia.
La fiscalización política que va a ejercer la asamblea departamental jamás, pero jamás,
puede parar la actividad ejecutiva, la facultad ejecutiva del gobierno, esto no es correcto
que se dé. Pues la actividad ejecutiva de la asamblea departamental implica que
mediante ellos, mediante esta actividad, se están realizando obras públicas, se están
prestando servicios básicos muchas veces. Y no por razones políticas se va a perjudicar
al ciudadano. La fiscalización debe estar desde un punto que no vulnere la facultad del
ejecutivo.
Vamos a seguir avanzando este tema de la fiscalización en el siguiente curso,
agradecerles por su atención y esperarlos muy gratamente en la siguiente oportunidad,
gracias.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------En este último sector del curso se ha hablado de:
El Gobierno Departamental Autónomo tiene las facultades legislativa, deliberativa
y fiscalizadora que son ejercidas por la Asamblea Departamental. Además de las
facultades reglamentarias y ejecutiva que son ejercidas por el Órgano Ejecutivo.
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Existen criterios básicos que nos permiten saber hasta dónde es bueno legislar y
hasta dónde reglamentar. Algunos de éstos parten de que los derechos y
obligaciones del ciudadano sólo pueden ser afectados por leyes, la facilidad de
modificar una norma, algo que será complementado con el tiempo, cosas
circunstanciales se van a reglamento y el cuerpo fuerte y normativo se queda en la
ley.
Es importante aclarar que no todos los procedimientos se van a reglamento, hay
otros que tienen que irse a legislación porque afectan a los derechos de los
ciudadanos, por ejemplo los derechos penales, procesos civiles, deben ir por la ley
porque afectan los derechos de los ciudadanos.
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