k jisia j los fm - Hemeroteca Digital

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lases 6 de abril de 1891
Año Xin - Kadrfd - K6m.4.3C8
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Sftmero snello 5 oénllmos
SSBS
lo 849 de la ley procesal. Y a este abuso
introducido contra ley, p o r varias A u diencias, h a cortado injustamente r e c u r sos m u ^ atendibles por la Sala s e g u n d a ,
harto rigorista e a el respeto de jla l e tra.
Otro dia veremos la influencia que por
analogía t e n g a y pueda tener la circunstancia de que ahora, con l a ley del J u r a do, resulte siempre probada la c u l p a b i dad, cuando es afirmativa l a contestación
de la primera p r e g u n t a , materia de m u Del arle de preguntar al Jurado
cho interés, puesto que se ve indudable
que, habiéndose organizado el recurso,
cuando habla dos instancias, al suprimir
i.>a lectura de las preg-nntas e n e , d e - I sabiamente u n a y al rodearlnde mayores
iisndo haber sido con arreglo á l a s c o n - í garantías, h a debido modificarse la nadusionea definitivas de la acn.sHcióii y I turaleza y forma del recurso y no bastan
le la defensa, fomiiiló al J u r a d o h8(;e los dos ó tres articulejos puestos al final
rují pocos días el prt-sidentf del t r i b u - de la ley del J u r a d o .
nal en u n a cansa m u y célebre, n)e h a n
III
dado motivo p a r a lomar pena y s e n t i La transmisión de las ideas de u n cf •;>•
liiiiiiito, no sea que el error en punto tan
delicado pueda venir á robustecer la bro A otro por medio de la palabra, será
oposición abierta que h a tenido y afiii siempni un misterio rodeado de abismos,
donde c a i g a sumida ia contemplación y
feufic la nueva forma de enjuiciar, tan
bella, tan ló^-iea, como q u e les mismos y fti i/.ado dw puntas que hieran el o;ntenciudadanos Ju/.f^an á sus iguales deuca- di'.nieiito. Cuando la :nesencia de las corruulos; la .-«obcranía de la nación, c i r - sas licgii hiista la conciencia mediante
los sentidos y despierta ideas, ó estas,
cunscripta ul orden político, se ainrga al
sil! provocación exterior, se forman ¡)or
orden jnríilico, y el propio cuerpo social
ejercita la mkf. soleóme, la más a u g u s t a Ifls energías y enlaces de la meditación,
el juicio llegará hasta donde alcancen
de tüdíis las funciones, la más elemental
lí'S facultfides personales; pero acondicioy la que mós se toca con la facultíid i n s tintiva de la propia defensa, verificándo- nado por ellas, se manifestará i n t e g r o
se el tfibajo de selección ((jue no r e p r e - desde su origen hasta su término.
senta o'ra cosa la justicia penal) por
Mas cuamlo la palabra transmite la
aquellos mismos á quien directamente idea propia á la concepción a g e n a , como
interesa.
en acto de generación, la palabra tiene
que ser la i m a g e n adecuada de la idea,
No importa tanto p a r a sostener el J u rado, combatir las ideas rutinarias ni e s - en quien la expresa, y además, órgano
común para que l a impresión llegue á
cuelas reoientíwimas de luciente barniz y
nutrido s»''qui(o, órganos de u n a p r e s u n - quien debe recibirla; a«i que el cerebro
cíosa íilopoíla p. nal que tiende á c o n v e r - de quien oye h a de estar t a n ajustado
tir los tribuiiíiles de justicia en g a b i n e - con el cerebro de quien habla, como que
tes de exp-ivimentación y las escuelas de la palabra h a g a de ambos un solo c e Derecho en cátedras de a n t r o p o l o g í a , c o - re oro.
mo evitar que fructifiquen formas erróPor las diversidades de la Naturaleza
neas creadas por la inexperiencia d" ía
como por las diversidades de la cultura,
ley>.y adrede 6 por corro¡)te]a '-- la'lea la este ajuste total es imposible como todo
Institución, aHmentando la suopecha y
absoluto, é interviene cierta variedad de
engendrand'í poco á poco el c o n v e n c i - matiees; de tal manera, q u e si admitiemiento de oue son ejáenciales y p e r m n - sen comparación con cosas materiaíes,
nentes las faltas del principio, propias d e éstas del pensamiento, me explicaría meoportuna corrección.
jor ó fuera m á s claramente entendido,
La ley y la práctica del J u r a d o son dediciendo que la idea emitida y la idea r e fectuosas, y la culpa está en aquellos
cibida, superpuestas, no coinciden e x a c mismos que debieruu remediarlo: el l e t a m e n t e s u s lineas.
gislador, propenso ¿ la simetria l e g i s U Pero el arte de hablar suple en cuanto
Hva que h a transplantado á nuestro pala
puede esta deficiencia y l a va «upiiendo
instituciones extraujeras, copiándolas
cada vez en la medida que se perfeccioBin pararse en examinar y proveer á las
na; no porque ajuste mejor los e n t e n d i aifcrentee condiciones d e tiempo, l o c a l i mientos qup están en comunicación, sino
d a d , costumbres y carácter; los m a g i s porque se dirije á expresar sucesivamentrados, hechos ¿ s u s maSos y tradiciote con m á s p u r e z a la idea, y á conformar
nes, enemigos, a u n sin Quererlo, de la
esta expresión con el estado intelectual
novedad q u e les sorprende y mortifica,
y sensible de l a persona á quien envía
a p e g a d o s á lo escrito y secreto del s u m a el efluvio de la impresión; cuyo doble
n o , deslumhrados por la claridad del j a i acto y movimiento const'tuye en r e a l i Cío oral y público, cuya r e p u g n a n c i a h a
dad la maravilla de la palabra: el arte de
v e n i d o á c o m p l i c a r el J u r a d o , y l o q u e
hablar.
•e les antoja humillante división d e l a La p r e g u n t a tíene su división y c a s i cultades entre el hecho y el derecho.
llero dentro del arte d e h a b l a r , siendo d e
Antes el tribunal eateba callado h a s t a
a d v e r t i r q u e si éste, e n la comunicación
la hora suprema de la sentencia, como la de la p a l a b r a h u m a n a , se m u e v e s i e m Mfipge de piedra en los desiertos d e
pre con aquel doble mecanismo, el arte
Egipto, cuyas voces simula el viento q u e de p r e g u n t a r acrece tales dificultades
revuelve las arenas; como las tres figu- con u n a nueva; porque n o se t r a t a s i m plemente d e transmitir l a idea, sino de
í¡?4a*2íí!?!Í"f S"® J"2gaí>«n * ios muertos
más a lá del obscuro Aqueronte y q u e , operación m á s complicada, cual es d e
envueltos en s u s p a r d a s túnicas, e s c u poner en concordancia l a idea q u e
chaban sin pestañear las quejas y los contiene l a p r e g u n t a con l a impresión
alegatos d e las almas pasajeías. H o y tie- habida en el animo de quien h a d e d a r l a
w,?Ji*'i'*ü *í' y "^ ?*•"««« i n ^ A la pi- respuesta, á fin de q u e aquella p r e g u n ^^In^A
• "'^°r *í"*' se a g i t a e n el b a n ta sea el motivo d e p r o n u n c i a r esta i m quillo de tres pies, como la intérprete de
presión; todavía el a r t e de p r e g u n t a r
Apolo, con el laurel de Dios, y evoca a n - se hace m á s sutil y escabroso, cuando
PrÍ^£''^^"*® ' * ''''^* <*e lo pasado. ¡Ah! por obligación l a respuesta será escueta,
n u e v a v 1 1 ^ " ' ' y ' ' .«"hiendo fa generación
o afirmativa 6 n e g a t i v a , m e d i a n d o lodo
S a r a o n o \ „ * « « / ^ e n t e en esos sitiales,
un infinito q u e desechar e n la c o n t r a D?eto?in l a h « f r ^ « e n . l a atmósfera de
dicción como están el si 6 el no, uno de
S«^^n J u
?*?"* *^f* « ' e n c i o y del s u e otro, d e modo q u e la p r e g u n t a ha d e
fio con la palabra y la vigilancia.
provocar necesariamente la expresión
de este ó de aquel extieino.
El principio fundamental del juicio p o r
Por eso el arte de preg'untar á los j u Jurados es éste: q u e ellos resuelven acerrados es u n arte delicadísimo y g r a v e ,
Srech
^ ^°^ magistrados acerca del
en el cual puede decirse q u e está t o t a l m e n t e la clave d e la institución, s u c r é H i S f y * principia p o r estar en c o n t r a dito y s u v i d a , como que l a p a l a b r a s i r aicción coa este principio el articulo 2 . '
ve p a r a celebrar y bendecir las nupcias
J e la ley de 20 de A b r í de 1888, cuando
severas de la l e y y del hecho.
h f f ^ ^ ^ x í ° ^ •'!"'*^°« declararán la culpaLos jurados presencian los actos q u e
f é ü í ^ ' . " ^ I p a b i l i d a d d e los procesaáos
están tachados de delincuencia, porque
d e & u ^ ' H ! ' ' ' ' ' ° ^ ' J " ^ « ° concepto
es tanto como presenciarlos, el p r e s e n w n c u r . ^ i ^ ' ' * " ^ " ^ * la acusación y la
ciar las pruebas de su realiilad 6 j u z g a r
S c u n s t e n e i ^ i ^ ' ' ° ' ^ * ^°« 'í«'»*s hechos
d e su existencia por l a n a t u r a l e z a de las
Í W U S T Ó n ^ v T^
««'^° modificativos,
pruebas; de suerte que, cuando son p r e P n r ? . . parciaímente, de la penalidad
g u n t a d o s , y a h a labrado en su concienPor 660, l a primera de las prea-untaa
cia, m á s con el resumen presidencial, el
es 81 el reo es culpable. Y a s é y ó q u e e s - juicio de aquello sobre que h a n de conto es u n a copia, y que viene de I n g l a t e testar. Este juicio le tiene t a m b i é n á su
r r a el sabido veredicto ff«z'% ó notguiUy;
m a n e r a el presidente y forma'a l a p r e pero venc;a de donde viniere, es u a a i n g u n t a , s e g ú n el cartabón de kt ley y e n
íiAn^^«i ^•'•'"''í ^« h^cho e n la estimalos términos de su propia impresión, eviSart í«}„ «afrecho, porque la c u l p a b i l i dentemente
sugestionado por ella, c o n d í d f l l n ' " ° c ^ " < - l \ . 6 la i n c u l p a b i l i dad (vo tomo la p a l a b r a sin d a r l e m i g a - testando el J u r a d o con arreglo á l a r e l a ción q u e ve y conoce entre la preg-unta
raiiiia, porque la encuentro al paso) es
y la impresión que á su vez h a recibido
del conjunto de los hechos, del r e s u m e n
r f A n ? l " í ? . " ' í " *^^^ derecho, u n a apreciacion del Código penal q u e dice cómo t a - y aun d e la p r e g u n t a misma.
^ 8 y cuáles hechos constituyen delito,
F i g u r ó m e q u e hasta los m á s profanos
f/^^l'"?*'" e«to a u n lego, es salirse f u e lectores se h a b r á n hecho c a r g o de la i m ra del círculo de las atribuciones que l i - portancia decisiva que tienen las p r e citameute puede tener, s e g ú n e l p r i n c i g u n t a s en el éxito del J u r a d o y cómo depio fundamental antes expresado.
t r á s de ellas puede a l b e r g a r s e el propó f u e r z a es convencerse de que laa m o - sito de desacreditar esta institución, c o dernas sentencias son idénticas á las a n - m o todas progresiva y por consiguiente
t i g u a s cou dos distinciones, u n a de fo?imperfecta; cuyos lunares, de que no ea
y a V otra de o r i g e n . Los resoltandos los
ahora sazón de hablar, a u n g u e t m e n o es
« eJ J u r a d o , los con.siderandoa y el fe- decir que están en la relación d e la ley
tto tos pronuncia el tribunal. Los resul- y del hecho, pueden a g r a n d a r s e ó m . l l o « u d o 8 son las contestaciones de los j u rarse, según el esmero que en el trato d e
l i o s q„e significan y valen para la proesa relación se ponga; y , como ella «e
*»»>'2a de los herhos.
manifiesta en las palabras de las p r e g u n bi8 oue hace el presidenta á los j u r a d o s ,
*eos'?„í^"'*'"'.'^" •"* P"""^» * « c " <l"e e»
fla 10 K ^ ««'l'«We; porque si esto se arlam'ré que, aegün la claridad, p e r s p i C ALfe-'^^y ^ "l^^^i'la probado, no cacia y diligencia que se use en el arte
de p r e g u n t a r .
taiiui.l.l^fl'''/'''"*'^ «"fre loa d e q u e b r a n Me figuro. *i bien lo rcíflexíono, que en
éste ha de dominar el examen profuiido
que el señor presidenta h a g a de 1OP< lionusmo^'jsajincan.io de hecího el dehto
chos, p a r a que sobre esos hechos que h a n
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probado,
no
es
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de conducir luego al conocimiento de la
' * apartado primero del a r t i c u -
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^
?)e loioribe en la Administración, ALMÜDB*
KA, S, 7 en la tíeiida papelada HIOH-LIVB, Se^
Tilla, U . —Los aniiBoios se reciben en la AdmU
clRtraeidu, de 10 da la maHana á 6 de k tard«A;^
# . Imprenta, de 10 á 18 de la noche»
Madrid, m e s . UNA PEBBTA.—ProTlneiaa, M *
mestre, CINCO.—Antniai eapafioUa y naeionof
Brmantea del tratado poatal, t r i m e s t r e , DIBZ.—
Portugal, Minestre, OOBO. — B D lo» dem&f paiMf;
tdmoatre, QDINCB4
«elperiéijicode mayor circnlación áe España
.-«•-..•••I..I.. -
D. Femando Franco
El p a ^ adelantado
El Liberal
••—"-
AOMnnSTBADOB
ST780BIPOIONB8
2 5 «iemplares 7 5 oénUmos
•
de Ponce tuvo 96 votos y fueron inutiliza- Virgen es daefia de sa templo, y a no va d*
caw en casa de sus clavarios; pero d» tal
dos.
modo se ha torcido y maleado el peosaPero esto no bastd. Por denancia de nn
miento original del P . Jofró. que el cardoD. Ángel Fernández, eterno agradador de>
nal Monescillo ha tenido que disolver aquetodos loa caciques iucondiciouales. fuerou
reducidos á prisión los Sms. D. Rafael To- lla antigua Cofradía, en cuya caja solo quedaban un par de pesetas.
ro Quiñones, D. Juan Príncipe, D. Arístides Díaz Díaz y D. Ulpiano Colón, que desempeñaban el cargo de interventores el dia
1 • de Febrero, y quo son personas J e reco^Qu6 fué del asilo iniciado por el P . Jonocida autoridad y prestigio eu el distrito. fré? Hace años ocupaba todavía la izquier¿Por qué delito? Por el delito de falsedad
da del grandioso Hospital, situación la máí
electoral, quo no han apreciado como tal ai
conveniente pora el desarrollo de loa mia»«
la J ü j t a dol censo, ni la Comisión de actas,
mas que el húmedo y ardiente suelo gene«
ni el Congreso.
ra Recuerdo, como si fuera ayer, una visita
que de muchacho hice á la casa de orates.
Los mtervo: ¡oros fueron encerrados en
Vivían allí los pobres, en una especie do
un calabozo... Pero dejemos la palabra á
cuadras profundas, impregnadas de agua,
Un neriódico de Ponce quo describe la sitúa
un verdadero antro, embaldosado do granición de nuef .os cor-eligionarios.
Las Tres ciases de vapor
to, en cuyo recinto dificilmento podía desDice
a-sí
nuestro
querido
cologa
La
DeBarce/ona 5 (tí M t.).
lizarse un rayo desoí desde lo alto d e s ú s
mocraeia:
Termina en eite rnoinento la reunión ceverdinegros muros. Ve.'jtidos con una túni«Hii aquolbt mazmorra no penetra la clalobr'idu por la b'ederncióe t'" ¡as Tres clases
ca de lona ttKul, sin más ropa ni abrigo,
ridad del día Nuestros amigos so alum
d e vjipi/r
desnudos do pie y pierna, amontonados en
Han a. - ' " representantes de 17 pue- brarou con la urtilicial.
un pcípieño espsicio, chocando unos con
Pu^-ocu Ifi hab¡tiici6n~8i aaí puede 11abl'i-s fabnlos, sionüo notiib''' la cordura y
mar.-ie á un enhil obscuro é infecto—elegi- otros, refjpirundo el hedor du sus pro|>ia»
p aJenoiu üo los conj^rojjrmlos.
seeroi'iones, parecía aquello la antesala del
Üespué.'í de ipuducti dis.-.n.fi.in se ha re- da oxj>rofeso para agolar I» {•..ciencia y dar
infierno.
psbnlo
á
pensaiuientos
sombrío.'?.
¿.íielti) usistir á la nianifoMtH..lia del 1° de
Kecios barrotes «opnraban los fnno.'íos de
Yexisten~ó
de'íin
existir—on
el
edificio
Mayo, si ÓNtu .se liace pwra peí.ir •'.• tietnpo
los tranquilo.<). Loa primeaos llevaban fédepHrtiiaii'.ritos
de
preferencia;
pero
es
noy forma oiiortnnus á lo- podoi'es ¡eiblicos,
rreas espo-sas en las muñoCT.Ji, Vu-ttas ataC"H!irio ciisiigar la altivez de (UICKU-OS comque estol nin el problemn Fue •; U-endiomio
das á una correa gne les ceñía el cuerpo.
palrioLas. que en la iiesa ele.;lonil .supieal in>'ioran¡itíiito de la c'ase oürorii po'* meUno de los loqueros que nos acompañaba, al
ron rmintouei' tt toda costa la vardad del
dio Uc utu; le;fÍ8laci(Jn f.spe".nii que por do
ver que un pobre demonte, que se creía rey,
pronto lije !.'i rediiccióii a ocUo ]Í'ÍS-:IIÍ la sufi'ugio.
no.s anostríifó porque no le hub'nmo.'í rendiKl alcaide, Sr. Lorrna, ('•. á entender con
joriia;!» del trabuju, siempre que IUIÍÍ medo el homenaje que ¿BU digí idad corresToiinlaa reticencias, (jue no ost." ba en su
dida^ !<:ntínr, cni-ái;t(;i- interiuicional para
pondía, fiin mas ni más, dtí.vciirí;;ó sobro «u
voluntad
eaa
c')ndnc'tH,
sino
cu
la
de
alDO perjudicur !a imlns '•ÍM .'•',( piiís.
cabeza e! manojo de llaves qne pendían de
guien
á
qtiimí
no
puede
diHijaslar,
Son
paTaivibiéi, se í^.x acordado no lK.,<;ür huelwía
una Corroa, dencaIai)i-áudola impíamente.
labVHS textU'dlus.
i no ser que 1H fuarza iio las circioistuucias
Semejante brutalidad me produjo una imPara
pon^ir
on
libertad
á
los
presos
se
deId" obliguen ó veun que carece esta claso
presión que aún me dnru. Por toda discuW
creta flauza personal por v i c r de mil pe^ode medios dure.'^iitoncin.
pa me dijo el loquero que el loco por la poKn uno y otro cuso so proponen uo dnr el j ie.s. Sobran liberales pronlus tt prestarla;
na o» c jrdo. Al que se insubordinaba le
más pc<(Uefio motivo do censur>i, !•/•. "i más pero como se exigen certiticaciunes de la ñaetíau an un sillón especial, atado de pie?
lovc protesto de alteración vlel otdon p u - alcaldía, quo ju,ititlqupn, de parto de los fia- y manos cou fuertes correas, en cuyo trono
doies, la condición de contribuyentes, ha
blico.—ÍÍÍÍCO.
sicío necesario superar obstáculo.^ ce.v» -'ola desahogaba su impotente frenesí, eaoulpíendo maldiciones y blasfemias.
Los Obreros del pnerto
enunciación da idea de un raquitism';; do
Kn otro departamento estabítn las jaulas'
Barcelona 5(6 .571.).
una peqoeñez moral casi incroiulus.
Los cargadores del puerto y Vduana, han
Y« «ttbe.mos que D. Ángel Kernández da- A un metro del suelo se abrían en la pacelobradn una reunión pura ocaparrfe de'la nnnció á les inturvontires. Pues bien; Í^SO red unos nív!ho8. cu los quo apenas podía
actitud que del-eu adoptar eu las huel-^-as
minino s r n r r desomitefia ftCcii'íntaSmanlo agitar.se un hombre, y en e.sios encasillade Mayo próximo.
la üicHldiii, j ' puso inconvüiúentes siu uú- dos, limitados por una ruja do hierro, vivían omparedaiios 8ore.s que parecían Aeras,
til se r,)tH(iü de la asociación tuvo el
nie.ro. para no firmar los, documentos hasta
porque como á fleru» se les tratiiba, Largo
buen sentido do cíponer á sus ceinnaueriis
las cinco do la tarde, hora en que no era
el tieeho tic que Imbiee ;-> «in la tíCi.i^ahdiid
fttcü llenar los trámites preacriptos por la y enmarañado el pelo y la barba en qu«
años hacía no entraba la tijera;piUido y anégran núincto de obreí j,s um trabajo un
ley..
mico el aeinblnut V. exiriivíados y hurtthoí
B:trcelonu, no Ion couvei.ai el naso, porque
Pero al día siguiente, ol Sr. Juez de insloa ojos; bocha gi "enos la ropa; corvas y
a()'iollos Cubrírinn las vaCMUte.-- qne dejitsea
truecióu que luibía procesado á los interprolongadas las nfing; tendidos sobtela palos huelgoista,s bnciendu ineñcuzy contraventores , ao declaraba incompel^nte en
producente la huelga.
virtuil de las siguientes razone:-: «Uonaido- ja ó dándose coscortcnos contra el muro,
habitaban aquellas mazmorras unos desLas acortadas ob-iervacionr'-í del secretarando que i~o¿(úu loex.pre.samei!te deiormirio han producsiy iifacto IUIÍM los obreros,
nado en sOiitcí.cia do 29 de Abril do 1881, dichados cuya debilidad y flaqueza promequoiicoidarou no dec'ararbt; en huelga.—
de dicho Supremo Tribunal, las Audiencias tía pocas violeucittP Las Roras del Eetiro
uo hubieran envidiado la suerte de aqueh/eo.
„„,.___
son las Únicas competentes para conocer
ou única instancia de lo» delitos cometi- llos seres rocogido.i por la caridad,
üua monja onseÍJ«t)« fríamente aquel es*
dos por los presidentes y secretarios escrutadores de las Uoana electorales ea et ejer- peotáculo, y nos pidid luego u n a limosa»
para los pobrecitos locos.
cicio do 8U8 cargos.»
Kl día de Inocontos les vestían con una
Comentando esta resolución, haciendo la
sencilla observación de que el juez preva- hopa amarilla y hechos unos Kcce-Homo lo»V. R. es ministro y tiene el poder de h a - ricoba 6 desconocía la ley al procesar á va- preseuttthau al reapetuble público.
rios ciudadanos, siendo lucorapolento para
lU
cer y düshncor en Ultrainnr, facultad plehi'Cerlo, escribió en La Puno-.racia un nonamente justificada por cuanto V . E. d e Necesitóse nafta menos que tina revoluclaró la otra tarde ea el Congreso que íes- table y vigoroso urücult» el Sr. D Aristides ción—la de Septiembre—para abolir las jau»
de 1373 se ocupa cu las cuestiones colonia- DlAZ. biuacalo hubiera bocho. Kl juez de
lasque Francia baliía suprimido ol ^ M
instrucción le procesó uacvameute. x preso
Ios.
pasado siglo.
está
en
la
cárcel...
No díucutimoa con V. B., porque sería
Hoy las cosas han variado algo. Lo» r«»
Pero hay más. La Í' udíoucía de lo crimiatraviniitíito digno dé un oíinservador de
voluciouarios traaladaron los locos al eoQ*
nal
de
Ponce
se
ha
declarado
incorapetoute
«isos que tieueu el mal f^n>-;.i de censurar
vento de Jesús, que ea lo que poco m i a 6
la exaltación de V. £ . al uauisterio do Ul- trmbién y los procesados injustameuto pro- menos proponía el P . Jofré allá eu el tí^
cesados
siguea.
tramar.
;,Qué croe y qué opina do todo esto ol
Un día dol mes de Agosto, no h á mucho,
_ Y porque no queromos ni podemos discuEncino. 8r Ministro do Ultramar? ¿Puede
me presentó en el actual manicomio. Iba i
tir con v . B . , no plautoamos «iicra aquel
continuar ejerciendo jorísdiccióu un juez
ver un enfermo, por encargo do su familia.
pi'üleraa, al que V . B. le tiene, sin duda,
que después de procesar i los InterventoPregiwité por éí, y el módico no le conocía.
eran aflcióu: el do averiguar si las elecciores declara que fué incompetente para dic«JOS en Kspaña .son mejores ó peoros que tas
—¡Claro estál—me dijo—entro quíniento»
tar tal auto y procesa al que repite ou un
quo se httcou y practican en las naciones
locos para un aolo médico...
Articulo
los
miamos
fundameutos
de
su
Conde Europa y America, yi lo discutiéramos,
Me lo trajo, al fin. on loquero, y el enf8^
siderando?
podríamos caer en la toutacióu de couipa
mo, que venía tranquilo, apareció cou las
¿Puede
instruirse
procoso
por
he;
"uos
q.
e
rar las elecciones eapa&oiua on la Poniusula
muftecas embutidas en unas eaposas, y esy Olí Ins Antillas, cou las elHCciouesi que po- nadie hacaliflcndodecrJininules, que han tas clavadas á un cituróa de cuero que lo
drían Víiriflcarse, si oc hicioran, eu Afíica. negado todos los testigos citados á decla- rodeaba los rifiones.
rar, y acarea de los cuales ningún tribunal
Por de prouto, nuestro interés no os ésto.
Después de cumplir mi encargo, visité «i
ha pedido el tanto do culpa?
Barrará que relatemos los hocbos ocurridos
manicomio. He aquí las nota» que escribí
¿Ks
así,
Kxcmo.
S
r
.
,
como
se
afirman
en el distrito do l'ouce como conseíMioncia
on mi cartera:
aquolíos sentimientos que cou evidente inde lii'i últimas ciecciuucs, para quo coa ello
«Un sol quo abrasa, BO desploma, calcioportunidad
proclamaba
V.
B.
eu
el
Conprolciüos nuestras quejas y m e s t r a s crítinando el cerebro do estos infiUlcea. La magreso?
cas coa más elocueucia que si disertara
yor parte de ellos no usan ni gorra, ni som.
Esperamos Ins resoluciones de V. B., que
mo8 más largamente en esi.e estudio de la
brero, y todavía reina el camisón de lonaserán resoluciones do justicia.
cuestión electoral comparada.
Los jardines están destinados á loa empleaA ese Koflor juoa de instrucción de Pon- dos; los locqa los cultivan para los cuordos.
Créalo el Sr. Fabié; lo más urgente es
•^c, puede V. lí. proiWorle y ascenderle
que sea V. E. ministro activo, ministro
Loa inúiilos vagan por un corralón grande
cuanto quiera. No nos oponemos á quo le
efectivo, ministro que quiera y sepa poner
rodeado do celdas al ras de! suelo. No «O
haga V. 15. fiscal dol Tribntml Supremo, sí
remodio á todos los escándalos y cnormidistingue en todo él ni banco ni sillas. Badiides que orurrcu eu Ultramar y de los gutíta, ó prosidüiite de 1« Audioncia do Ma- jo el toldo del sol se agitan desenfrenadanila, ó gobernador de Barcelona. Pero lo mente. Otros permanecen sentados on 00*
que, siu duda, no ae tiene noticia eu la que
quo no puede sor el Sr. León y Escobar es clíllns horas enteras,
luo cárcel y boy es miuisterio.
^
Hace tiempo quo veo á un histérico, hinSearaos parcos eu la censura y extensos ,t"ez de Ponce, en donde es, no solo incompetente pur propia declaracióo. «ino impocado en óxtasis, de rodillas, cara al sol.
en la uarracicn, para que V. E. no tonga
eUiItí, por virtud de ¡os actos por él realiNingún empleado s e cuida de él. Un pobra
pretüKto eu lo amargo de la crítica, para
«ados. Bsa os la justicia primera que de suicida. 8e acerca á mi y se quita una venMas ahora caigo en q u e eran r a r i s i - no resolver en justicia lo que más falta haV. E esperamos, y esa es la resolución quo,
ce para la paz y la trauquüidad de la peda, mostrándome la laringe al descubierto,
mos los casos en que el t r i b u n a l ponía queña AnUlla.
eu parte, puedo reparar los graves dailos á causa de una tentativa frustrada do dO'
los resultandos y a u n hoy n e sé usa en
que por tan arbitrarios procesamientos se trüello. Un epiléptico asesino gobierna «
lían producido.
las jurisdicciones donde se c o n s e r v a n .
ios paralíticos, como si fuese empleado 6
Paos es ol caso, Excmo. Sr., que ca Ponco
w i i i iiiiiT.
'irisaae—
Este ha sido y sigue siendo trabajo de los Vencieron los autonomistas, derrotando
haciendo aus veces.
auxiliares de la Administración de j u s - i-íii gran mayoría de votos al candidato
Un imbécil homicida me snplica oncaro'
oidamente quo inste para que lo trasladen
ticia, actuarios y relatores.
que alli llevó engaftado el Gobierno, y quo
á Hórranos, porque en la cárcel lo pasaba
Otro día s e g u i r é dando vueltas al m i s - como Doblaineuto ha dicho muchas yc'zaa
mejor. Bu el patio hay un pozo invitaiido W
mo tema, q u e es interesantísimo, p a r q u e antea y después de la elección, no quesuicidio,
.
.
Al alborear el siglo xv, un fraile recién
ría ir.
de él depende el prestigio del J u r a d o .
El oorralito de idiotas y dementes es ana
llegado do Argel, á dondp fué a redimir
Las proíeítea graoes pronunciadas en
J . DE C A R V A J A L .
cautivos, presenció en ol morcado de Vu- ignominia de socio y mal oliente, Kn un bam
esa aleccióu, y á las que se icíuría el capiieucíu. un espectáculo outonoea bastante co quo circuye el muro veo sentados al »oI
tán generni, poniendo ¿jran prisa an comufrecuente. Una turba maleante, agolpada á unos veinte oufennos. Nada más sema*
nicp.r la noticia al Gobierno, erau tan grae n t o í u o de un loco que se retorcía eu ol jante á una tribu africana. Tostados, semives y tau importantes, quo el Congroso
suelo como un poseído, entreteníase en desnudos, duermen juntos y r e v u e U a s i O '
aprobó en los primeros días, sin debate alarrojarle barro y tronchos cou gran diverguno, el acta de Ponco.
bre la paja de una tarima, on dondo abu».
sión y chacota. Kl fraile que tiat)ía visto el
dan las deyocciones. Sus flsonorala» bestiaPues bien: se pi-oclamó diputado al señor
trato aumano qu« les moros tributan á aus
lea y ennegrecidas; «us cráneo» deforme»,
Moya el dia 9, y é la focha del último codementes, indignudo ante aquella im[da chicos y aplastados; sus quijadas caldas; la
rreo, y á pesar de haber «ido comunica(E*ttr tclé^riifo}
mneatra de barbarie, puso allí su pulpito,
da telegráflcaraente la noticia al distrito do
saliva que de ellas se vierte, el total olvido
oonvoíó á la multitud, la echó en rostro su
Ponce, sus electores no la sabían, ai (Conode todo pudor; ol abandono y la rigidez dQ
Huevas detenciones
crueldad,amoiittiit'ia
con
oi
infierno,
y
c
u
a
u
cían el re.-iultado de esa» protestas Al trnuaalgunos parecen putentizar que aquello no
Barcelona 5 (2 42 t . ) .
do les tuvo contritos y atorrados, tocóles ol
mitirse él deapaotío, el cable no estaba inpertenece y a 4 la raza blanca «uropíi y
El obrero detenido eu los oulabozos del
corazón, moviéndoles á piíídad y para que
terrumpido como ul tiempo de hacerse las
cristiana.
.
juzgado desde Imue tres días, por haberlo
«qucüo uo quedase en un «rraoque pasajeelecciones. Y no creoinos que exista nin
En uim tina están baünndo con agua (rlí
encontrado bombas oxploMivtta, no ha iuro, instó al gremio dfl belluters (tejedorea
4 uu paraiitioo general. Lo que menof i»
CTOsado tedüvía «n la cárcol. á causa de ua gíin alto motivo político para que los elecde sedo) á orgauiiiar una Cofruflia que rotoros da Pouce, cualquiera que sea su parincidente que surgió anoche á última hora.
conviene.
cojieso
a
tastos
enfermos
en
un
asilo
doude
tidü,
ignor'iii
laque
es
de
absoluta
notorieHu ios centros oficiales su explica esta
Kntraraos on el departamento de mnjOi
«e
hiS
protejfiese
y
curase.
dad y publicidad para el capiUu general y
anomHlía, asegurando qaa uo se voníloa ol
rea. Las trnnquilaa estáu mejor cuidadas
para todas las autoridades de las Antillas.
A la iniciativa nobilísima del P. Jofrft,
traslado por exifíir asistencia facultativa
que los hombres. Veamos las agitadas, ütt
No nos explicaríamos esos hechos si uo debe üuropa su primor manicomio, fundaía.>i heridas qu<i sufra el detenido.
patio cuadrado. El piso os de losa obücuay
do en I4¡4; Valencia, au hospiul, y el culSo i^fíiora «i las (••sionus le fueron infari- supiéramos por los p.riódicosy por lascareu al centro hay uu sumidero cubierto oon
tas
llftgttdas
en
el
filtirao
correo
lo
ocurrido
to,
uno
de
sus
más
acreditadas
imágineo,
das por sus aprebensores 6 laa recibió oaana roja Kn este punto céntrico colocan 4 la»
en
Ponce,
que
os
extraordinariamente
g
r
a
ia
Virgon
de
los
Desurafiarailos.
sunhneiite.
enfermas sucias, y las limpian echándolat
ve,
según
podrá
juzgar
V.
K
si
continf:»
leCorriendo los años y los siglos, perseve- ouboa de agua como ai fuesen oalmllerkí,
So asegura que ayer y hoy s« han realiyendo No seremos tan largos y prolijos coró en Valencia el imimlso inieíal hncin los
sado varios rogiatros y dotiunioHos, afiattodea al p»ti--) un (jircuíto de calda». *«*
mo un discurso de V. B A.d, que debe proinocentes y desamparados quo simbólica
dióudose qud las úítuaHS ascionden á cuaasomo A la vontanilla de una de ellas. J fOO
seguir coe cnlma la lectura, que el asunto
nieiito cobija la Virgen con lu manto; pero
tro 6 sei.'í.
á una joven, hermosa, en el mismo traje do
lo merece, p-'ique esperamos las resolucio
la Cofradía de este nomino, desvióse de la
Acerca de estos hechos se gunrda luuslKvü cuando paseaba por el Kdeu. Al notar
nes
de
V.
B.
primitiva
idea
propno.sta
por
Jofró,
y
eu
toda tmnryn, 8)i< que .sea posibl» traslucir
mi presencia, la infeliz sonambuUo en su lavez
do
socorrer
y
ampantr
á
los
euagenanada del rwsultHdo ríe estiis posqiiisiii.
cho, ó sea un rooindu do paja encargado <Í»
dos. lo.'í nietiii en Zea ja6í>.'< (junlas), di^di
I.ns ¡iroínHll» granes del acta de Ponce
Kntrt! lo.>í d.ilf.iiidiií litiy uno » quiou iie
resgiianlur ioa restos de su pudor. No quiecandóse
a
sn.stener
y
cstimnlnr
la
fe
en
el
üUHone jefe 'U. unH Hüojnición obfori» dti Asín con.sisliíui en (Vjto: Al (taCiíP el «sorutinio
íiuilKiM, olvidándose dol eupiritu dul fuu- ro v«r más »
de \n elí'eeión en !» succión f!". Ponoe insulMiirtin de. Proveii«nt,i.
IV
dador
tar;)n i.res ()iipttlctHS fí jliles IC-üit paimletas
L'i intt.vor e»' tt! (Je 10,^ dete.uidos «ii d'ibsNo puedo raenos de >•.uncirme con peni,
an
nadi*
afíie.t.il,
m
H!
derecho
cío!
Sr.
(HoAquAl manto de la caridiid tejido por l«s
di5l! fn<M'()(i |)ii!'.-itOíi BU liti'Mtiid. quodauJo
ya, cuya mayoría qnOviabasin CIIRR tan in- projiiaü manos da low OeUuiarH, boy res- ca«(a Vi-z que recUHi'<l') q'>o on niícniatt
solo picHOB los aprah''¡idido8 nvBr
yankeo vino exprofeue i, visitar la cana d«
contestable coiao antes, puop en la seoeión
plandece cuaíftdff de perla» y brillantes; la
Personas llegadas Ue SahadeU rae a.segula I'rcuopatla!... ¿Cómo uo había de «lOn-
culpa 6 de l a inocencia, se pronuncie el I
J u r a d o ; q u e al formular las p r e g u n t a s |
c u i d a r á que í^le las pueda entender, porque no las entenderá, si no se enlazan
con la impresión que los hechos le h a y a n
r o d u c i d o y c o a e l j u i c i o q u e p o r la l e y
e razón debe suponerse como elaborado
en su cerebro; principalmente h a de d e s cartar d e la prca:unta todo concepto l e f'al, ó mejor dicho, de aplicación de d e echo al h e c h r , '¡ue h a de afirmarse ó
negarse; punto interesWitísimo en q u e
señorea, p o r desventura, u n descuido lamentable, con cuya existencia h a n v e n i do también dominando en legislaciones
análogas, errores v^ne imitamo? s e r v i l mente y de que co'nviene apartarnos.
IV
En punto de g r a m á t i c a quiero recf>rdar u n a donosi-íima p r e g u n t a dirigida, á
un tribunal de .(arados eti la Audiencia
de ü r a n a d » : «¿Fulano es culpabie de ha»ber causíiilo a 7'itano una herida con
»una contusión?» Dundo el lector disci'otocoinprenrl'Tá el sentido; pero asimismo declarará conmigo que. s e g ú n la l e tra, la contusión es u n a r m a capaz d e
producir heriilas.
Dejando á un lado estas pequeneces,
a u n q u e graciosas, repetiré, citando y a
el a r t 97 de la ley del J u r a d o , que á s u
tenor y actualiueira, las p r e g u n t a s y respuestas conteuitlas en el veredicto, s u plen la narración y calificación d e h e chos probados, de donde se deriva q u e
la p r e g u n t a ó las p r e g u n t a s deben c o n tener el hecho en todos sus detalles; porque la contestación tiene que estar reducida á un sí ó « a no, s e g ú n el art. 87.
El notabilísimo criminalista italiano
C a r r a r a , defensor convencido y ardiente
del J u r a d o , en que veía el complemento
necesario de la justicia penal, afirmaba
que, cuando el legislador se satisfacía
con un sí ó un n o , nuis perjudicial e r a
q u e útil sustituir al j u z g a d o r de tog-a
por el J u r a d o ; pero ahora me abí>lengo
de m á s cün-:ideracionea relativamente á
este punto, porque las haré en otro a r ticulo; nóte,>o, sin einbargOj que eu e8to,s
monosílabos tan cerrados y concretos ha
d e contenerse, ó una ju-^iticia completa ó
« n a horrible iniquidad. Todo depende,
por lo tantO; de la p r e g u n t a ; y y a que la
respuesta es austensima, aquélla debiera
redactarse con cierta amplitud, n o a p a r t a r las circustiiiicias do l u g a r y de t i e m po, n i los accidentes del delito y sus d i versos lances.
í¿i no lo tomaran á mal tantos m o d e s tos y estudicios magistrados como fallan,
s e g ú n conciencia y cuyo m a y o r anhoio
fuera alcanzar l a s u m a perfección, y o
m e atreverla á indicar un medio de f o r m u l a r p r e g u n t a s que m e sugiere el a r tíciijp.97, respetando a ú n el imperfecto
irazo del cuestionario que trae el art. 76.
Hoy las p r e g u n t a s y las respuestas está en l u g a r d e loe resultandos; pero si
las p r e g u n t a s n o contienen todas las c i r cuntancias que antes en estos último.í, el
m a l que advertin el docto C a r r a r a tomar á raices y corpulencia; porque e n la
q u i m e r a del sistema acusatorio, e\empre
n e v a r á n los reos la peor p a r t e , siendo
de doble filo las a r m a s del t r i b u n a l : el
de la p r e g u n t a m a l formulada y el d e l a
temerosa y lacónica respuesta monosilábica.
La indicación es esta; q u e , antes d e
resolver las p r e g u n t a s , trace el m a g-istrado in mente ó por escrito las lineas
g e n e r a l e s de los resultandos de u n a sentencia en juicio ordinario; á saber, l a narración d e hechos enlazados con las
cuestiones q u e hubieren d e resolverse en
el failo, s e g ú n previene el a r t . 142 de la
ley d e Enjuiciamiento crimina!; lleve
luego esta narración 4 las p r e g u n t a s ;
dispóngalas en forma q u e no se c o n t r a d i g a n ni resulten a m b i g u a s y de esta
suerte el hecho tendrá su fisonomía p e culiar; con cuyo método se pondrá por
dentro en concordancia el p r o c e d i m i e n to a n t i g u o con el moderno y éste podrá
l l e g a r á ser hanta amable p a r a los m a gistrados autiguü» acostumbrados al primero.
S
ran que han causndo gran sorpresa aquellas
deíencione?, porque Ta ntnvoría de los prosoa 8011 do antiícedentes ih.-.jJorRbles.
Ilü tonido ocasióu de hablar con la familia de nao de los doteuidu». Aquella pobre
gonte ealú consteruada, y cou lágrimas eu
los ojos mu aseguraban quí ol dete:iido es
inocente y PS considerado an Sabadoll como
obrero honradísimo y de costumbret ejemplares.
Todos estos hechos sp ("iinentau pfiblicameuoe y alíjum;.:-; «.^ itiouen que el oeleOórrimo gobernador Sole<^:io trHta do encarcelar
& todos los obreros 'íspcchoáos como agitadores ó jefes (io partido»- anarquistas ó
suoiiiUstas, cu provisión de los sucesos á
que pucd"! dar ln'-^ir la hu J g a de Mayo.—
Rico.
n
,l)íi{i.Sr.iislr(ii(iiriar
El primer manicomio
La manifestación
del 1 / de Mayo
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