ISSN 1021-6375 Boletín No. 215 - Octubre de 2003 Dani Rodrik (*) Descubriendo el potencial de producción de El Salvador 1. El desafío de la transformación estructural El Salvador ha emprendido una cantidad de reformas extraordinarias desde principios de la década de los años noventa. Se ha alcanzado la estabilidad macroeconómica; la economía ha sido abierta al comercio exterior y la inversión extranjera; la privatización y la desregulación de industrias claves se ha realizado; la calidad de las instituciones públicas ha mejorado; y se ha establecido un gobierno democrático. Pero, el PIB per cápita aún no recupera los niveles de finales de la década de los setenta. El impresionante crecimiento de la economía salvadoreña durante la primera mitad de la década de los noventa se ha desacelerado. (*) Consultor internacional que participó en la elaboración del documento de FUSADES: “Estrategia económica y social 2004-2009. Oportunidades, seguridad y legitimidad: bases para el desarrollo”. La causa inmediata del desaceleramiento económico es la baja inversión. Durante la segunda mitad de la década de los noventa (1996-2000), la tasa de inversión promedió cinco puntos porcentuales menos que durante el período 1974-78 (16% del PIB versus 21%). Se destaca que El Salvador ha experimentado un auge en la recepción de remesas desde Estados Unidos, siendo una fuente de “ahorro externo” que podría haber facilitado el financiamiento de la inversión interna. No obstante, el incremento de remesas ha estado acompañado de un colapso en el ahorro “interno”, Contenido 1. 2. 3. 4. 5. El desafío de la transformación estructural ¿Por qué las nuevas industrias no despegan por su propia cuenta? Autodescubrimiento entre el deafío de las fallas públicas y privadas Propuesta de estrategia de autodescubrimiento para El Salvador Comentarios del taller sobre autodescubrimiento 1 sin un impacto perceptible en el esfuerzo interno de inversión. En otras palabras, las remesas han impulsado el consumo, pero no la inversión. Los productos tradicionales en los cuales se apoyaba la economía en el pasado y que alimentaron el auge de la década de los años setenta, se han contraído a una pequeña fracción de su tamaño anterior. Al respecto, las exportaciones de café, algodón y caña de azúcar (valorados en dólares de 1995), muestran que los ingresos de 1996-2002 fueron inferiores en US$613 millones (alrededor de 5% del PIB), comparados con el nivel de 19741978. Esta fuerte caída no fue compensada por el aumento que registraron las exportaciones de maquila. Aunque el sector maquila se ha expandido rápidamente en años recientes, hay razones para dudar que éste continuará liderando el crecimiento en el futuro. Al respecto, El Salvador no es una fuente de mano de obra barata en la región centroamericana y, por lo tanto, no es probable que atraiga inversión extranjera sobre esta base, y por otra parte, es una economía dolarizada (lo cual descarta ganancias en competitividad a través de la depreciación de la moneda) y con un nivel de tipo de cambio real alto. Por otra parte, la inminente liberalización del régimen multilateral textil y de confecciones (con la supresión progresiva del Acuerdo de Multifibras -MFA- en 1995) tampoco augura un entorno favorable para los países centroamericanos. Es probable que las áreas de expansión económica se encuentren en nuevas actividades, aún por ser identificadas. ¿Por qué los hogares, las empresas y los empresarios salvadoreños no deciden invertir en nuevas actividades? La razón no puede ser el alto costo o la escasa disponibilidad de fondos para invertir. Ni tampoco podemos atribuir a la ausencia de animal spirits debido a un conjunto de desincentivos enmarcados dentro de un “deficiente clima de inversión”: corrupción, burocracia excesiva, impuestos altos, leyes laborales restrictivas, inestabilidad macro, protección de las importaciones, etc. Pero también tuvimos la fuerte impresión que el sector privado tiene muy pocas ideas de inversión a la mano. Renovar la inversión privada en nuevas industrias no tradicionales será la clave para el futuro de El Salvador. Sin un incremento en la inversión privada, la economía salvadoreña no experimentará la transformación estructural que necesita para sostener elevados niveles de actividad económica e incidir en forma significativa en la 2 pobreza. Pero el desafío del cambio estructural es también un obstáculo a la inversión privada. Los empresarios enfrentan la dificultad de emprender inversiones en nuevas áreas donde la rentabilidad es incierta y depende de las inversiones complementarias que realicen otros sectores privado y público. La baja inversión es, por lo tanto, a la vez una causa y un síntoma del desafío económico que enfrenta El Salvador. Nuestra interpretación de la baja tasa de inversión de El Salvador es que los empresarios del país están enfrentando una restricción particular: la gran incertidumbre respecto a dónde están las nuevas actividades rentables. Las nuevas actividades a menudo requieren que se realicen conjuntamente, inversiones complementarias y simultáneas (una externalidad de coordinación). Independientemente del éxito o no de los nuevos emprendedores, ellos generan información valiosa para otros empresarios, quienes pueden decidir imitar a los que han obtenido beneficios (una externalidad de información). Por tanto, las fallas del mercado en información o coordinación pueden debilitar la capacidad de emprender y así deprimir la inversión privada. Superarlas requiere de una posición política pro activa y estratégica hacia la transformación económica, estas acciones facilitarán el cambio en vez de sentarse a esperar y suponer que el crecimiento económico es el resultado natural de las fuerzas del mercado. En El Salvador lo que dificulta aún más el desafío de la transformación económica es un desventajoso nivel del tipo de cambio real. El tipo de cambio real salvadoreño se ha apreciado significativamente desde la década de los años setenta. El tipo de cambio real apreciado complica grandemente el proceso de transformación estructural, ya que actúa como un importante impuesto sobre las inversiones en el sector de transables. La ausencia de depreciación real en El Salvador, aumenta la importancia de implementar políticas activas que faciliten la transformación estructural. 2. ¿Por qué las nuevas industrias no despegan por su propia cuenta? En economías de bajo ingreso que se especializan en la producción de materias primas tradicionales, la clave del crecimiento económico ha sido la habilidad de impulsar actividades no tradicionales y de alta productividad. Países como Taiwan, Corea del Sur y Chile, han experimentado un elevado crecimiento que fue impulsado por la adquisición de capacidades en una gama de actividades no tradicionales en expansión. Éstos, y otros casos de éxito, demuestran la importancia de la estabilidad macroeconómica y un conjunto amplio de políticas orientadas al mercado. Pero cuando profundizamos en estas experiencias también encontramos que la transformación productiva difícilmente fue un proceso natural, impulsado puramente por el mercado. Casi siempre fue estimulado y apoyado por políticas públicas en colaboración con el sector privado. Vale la pena notar que la única industria no tradicional significativa que ha surgido en El Salvador en las últimas dos décadas, ha sido concretamente la industria de la maquila. Los incentivos diferenciales proporcionados a esta actividad constituyen un subsidio desde el punto de vista económico, las maquila fue en efecto el producto de políticas industriales1. El éxito salvadoreño con la maquila confirma el punto que la transformación económica requiere una estrategia concertada con el gobierno. Hay varias razones del por qué las fuerzas del mercado en algunas áreas son débiles para fomentar la transformación productiva que El Salvador necesita. Comentamos aquí las principales fallas del mercado que nos parecen relevantes en el caso salvadoreño. A. Externalidades de información. En nuestras discusiones en El Salvador, frecuentemente preguntamos a los empresarios lo siguiente: Suponga que usted tiene US$10 millones que podría invertir en cualquier actividad que desee ¿dónde los invertiría usted? Pongámonos en los zapatos de este inversionista. Hay potencialmente miles de proyectos en los cuales podría invertir. Cada uno requeriría del gasto no solo de recursos sino también de tiempo y esfuerzo para adaptar la mejor tecnología a las condiciones salvadoreñas. Obviamente, no todas estas ideas de inversión serán rentables. Cuando el proyecto fracasa, el inversionista pierde el dinero. Cuando tiene éxito, el inversionista cosechará las ganancias, pero no por mucho tiempo. Es probable que un proyecto exitoso atraiga imitadores, lo cual es beneficioso para la sociedad. Pero esto requiere 1 El régimen de política califica como un subsidio a las exportaciones y ha sido notificado como tal por la Organización Mundial del Comercio (OMC). que funcionen bien los mercados, sea más barato el financiamiento, más flexibilidad en el mercado de trabajo, menos burocracia. Por lo tanto, cualquier empresario que “innove” a través de invertir en una nueva actividad carga con todo el costo de su fracaso cuando el proyecto falla estrepitosamente, pero cosecha sólo una porción de las ganancias cuando tiene éxito. La economía salvadoreña necesita “descubrir” una nueva gama de actividades que pueda producir a bajo costo. Ya que no es una tarea fácil identificar cuáles son estas actividades, el proceso de descubrimiento requiere necesariamente de experimentación, la cual es costosa pero está plagada de externalidades de información. Por otra parte, los emprendedores enfrentan la apertura del mercado salvadoreño y el alto grado de competencia, lo cual hace que los márgenes de ganancia sean bajos. En estas circunstancias, el mecanismo de mercado no puede hacer un buen trabajo de promoción de la reestructuración económica. A menos que las inversiones en nuevas actividades sean promovidas específicamente, el ritmo del cambio estructural será demasiado lento y subóptimo. B. Externalidades de la coordinación. Imagine que nuestro inversionista sabe, sobre la base de estudios de factibilidad, que las piñas pueden ser producidas en forma barata en El Salvador. Considere los obstáculos que él enfrentaría al exportar al mercado de Estados Unidos, él necesita que exista coordinación con el transporte, la logística, aduanas, normas fitosanitarias, mercadeo y distribución. Él carece tanto de la experiencia como de la escala para que su inversión en estas áreas tenga sentido. Es probable que los proyectos individuales sean rentables si se llevan a cabo las inversiones complementarias. Dada la naturaleza de las inversiones que necesitan ser realizadas de una sola vez, se requiere de una coordinación de estas diversas actividades en las fases anteriores y posteriores a la inversión meta (piña, hotel, etc.). C. Externalidades en la capacitación de la mano de obra. Buena parte de la capacitación de la mano de obra ocurre en el trabajo, y los mecanismos de transferencia tecnológica entre empresas se presenta a través de la movilidad de la fuerza laboral. Esto crea un dilema. Por una parte, necesitamos una adecuada rotación laboral para que las nuevas tecnologías y capacidades productivas se diseminen entre las 3 empresas. Por otra parte, la rotación laboral debilita los incentivos para que las empresas inviertan en capacitación práctica. La lógica económica de la rotación laboral sugiere que las empresas muchas veces no invertirán lo suficiente en estas habilidades generales, lo cual es desfavorable para la economía. La respuesta apropiada sería que el gobierno subsidie a las empresas que proporcionan capacitación práctica en habilidades generales, o cuando la capacitación es específica. INSAFORP ya trabaja bajo este mecanismo al descontar de la planilla de las empresas y luego subsidiar con dichos recursos programas de demanda específica. Sin embargo, con US$17 millones al año, el programa es modesto. 3. Autodescubrimiento entre el desafío de las fallas públicas y privadas En las secciones anteriores, se señalaron algunas de las fallas claves del mercado que mantienen el rendimiento bajo de la inversión privada y, por lo tanto, obstaculizan la diversificación económica. En principio, estas fallas del mercado pueden ser corregidas por medio de incentivos públicos, pero al mismo tiempo se deberá tener en cuenta que la participación del gobierno se encuentra sujeta a “fallas públicas”. Por lo tanto, nuestro enfoque hacia el diseño de políticas tiene que contemplar no sólo las fallas de mercado que obstaculizan el despegue económico, sino también las fallas potenciales del gobierno que pueden hacer que las recetas resulten peor que la enfermedad. En resumen, necesitamos una estrategia balanceada que reconozca la presencia tanto de las fallas del gobierno como del mercado. Como se presenta en el cuadro 1, las principales fuentes de fallas del gobierno son: (a) la falta de información completa acerca de la naturaleza, la fuente y la magnitud de las fallas relevantes del mercado; (b) la posible “captura” de las intervenciones de política por parte de las empresas cuya conducta pretenden regular; y (c) la capacidad del sector privado para incidir en los formuladores de la política. La respuesta genérica a estas fallas es la disciplina, la cual deberán tener los responsables de formular la política, estableciendo relaciones no discrecionales, uniformes, y distantes con el sector privado. 4 Cuadro 1 El autodescubrimiento entre fallas públicas y privadas Patologías de la política 1. Fallas del gobierno a. Información inadecuada b. Captura c. Inconsistencia en el tiempo ... requieren disciplina 2. Fallas del mercado a. Externalidades tecnológicas b. Externalidades de coordinación c. Externalidades de información ... requieren incentivos Por lo tanto, un marco institucional apropiado para la transformación económica necesita lograr el balance correcto entre disciplina e incentivos. Demasiados incentivos, podrían terminar duplicando los excesos que existieron en el período de la “Industria de Sustitución de Importaciones”. Demasiada disciplina, y prolongamos la experiencia de la década de los años noventa, con inadecuados incentivos para la reestructuración económica. Es importante, no solo para la efectividad económica sino también para la más amplia legitimidad de las políticas que estamos proponiendo aquí, que en el escenario institucional se establezcan las salvaguardas contra la influencia, la búsqueda de rentas, la corrupción y el amiguismo. 4. Propuesta de estrategia de autodescubrimiento para El Salvador Desde principios de la década de los noventa, los gobiernos salvadoreños han centrado sus esfuerzos en cimentar la estabilidad macroeconómica y establecer una economía de mercado; pero la formulación e implementación de una estrategia de transformación económica no ha sido una prioridad –en parte debido a la idea (común en toda Latinoamérica en la década de los años noventa) que las reformas orientadas al mercado obviaban la necesidad de dicha estrategia. Nosotros creemos que una estrategia de autodescubrimiento necesita ser colocada al frente y al centro de la agenda económica de la próxima administración, para complementar la política fiscal, social y las orientadas a la legitimidad del mercado. que son identificados por las instituciones de promoción o el consejo de coordinación (ver más adelante) sean tratados con rapidez y eficiencia3. b) Una secretaría técnica de innovación– coordinación, la cual estará conformada por un equipo técnico. Con un adecuado reenfoque de las actividades del BMI, PROESA y otras instituciones, podría no existir la necesidad de crear nuevas instituciones desde cero. Sin embargo, sería útil tener esta institución coordinadora que asuma un papel proactivo en la identificación y generación de nuevas oportunidades de inversión, actuando en línea con los principios enunciados anteriormente. El consejo de coordinación buscaría y recopilaría información (del sector privado y de otras partes) sobre ideas de inversión, incitaría al BMI, PROESA y otras instituciones, hacia los esfuerzos de fomento y promoción, buscaría lograr la coordinación entre las diferentes instituciones cuando sea necesario, presionaría por cambios en la legislación y regulación para eliminar innecesarios costos de transacción u otros obstáculos, tendría la capacidad para suministrar bienes públicos complementarios, podría generar subsidios y respaldo financiero (ya sea deuda o patrimonio) para nuevas actividades cuando sea necesario. c) Consejo Superior de Innovación que vele por la transparencia y rendición de cuentas. Es importante que esta estrategia de transformación económica sea vista por la sociedad en general como parte de un nuevo pacto o acuerdo social, en vez de un conjunto de prebendas al sector privado. Esto es particularmente importante, ya que las políticas proactivas del tipo descritas aquí pueden, a veces, ser parciales para las empresas y empresarios más grandes (a diferencia de los programas de microcrédito o el apoyo a las PYME). Esto aumenta el precio de asegurar que estas actividades de promoción sean emprendidas en una forma transparente y responsable. Una posibilidad En El Salvador existe una variedad de instituciones involucradas actualmente en la promoción de la inversión. Pero estos esfuerzos se caracterizan por ser de origen reciente, estar deficientemente enfocados, carecer de metas adecuadas, ser difusos y descoordinados. Los programas del BMI, PROESA, FUSADES y del Ministerio de Economía tienen poca notoriedad política y no han gozado de un amplio apoyo político del más alto nivel del gobierno2. Para volverse más efectivos, es necesario que estos esfuerzos no solo sean elevados al más alto nivel, sino también colocados sobre una base institucional más sólida. El marco institucional a proponer deberá promover el autodescubrimiento, facilitar la transformación productiva y fortalecer la capacidad innovadora que necesita el país. Para lograrlo, se propone un liderazgo político del más alto nivel dirigido por el Presidente de la República o una figura en el Consejo de Ministros que lidere este esfuerzo, el cual será apoyado por un equipo técnico y deberá gozar del respaldo de un consejo que represente los diferentes agentes productivos de la sociedad. Por lo tanto, la arquitectura institucional que recomendamos tiene los siguientes elementos. a) 2 Un Gabinete de Innovación donde esté representado el liderazgo político del más alto nivel. La estrategia de transformación económica necesita un promotor político de alto rango que tenga el acceso de ser escuchado por el Presidente (o quizás, sea el propio Presidente). Esto aseguraría que la estrategia recibe la prioridad que necesita. Un liderazgo político de alto nivel es esencial para que las oportunidades y obstáculos Una indicación del bajo nivel de intensidad de estas actividades es la siguiente cita del sondeo más reciente de la OMC sobre las prácticas comerciales de El Salvador: “Las autoridades salvadoreñas han señalado que no hay programas de asistencia ya sea para personas o empresas o para regiones o factores específicos para facilitar la modernización y el ajuste para el cambio estructural” (OMC 2002, p. 61). 3 El papel representado por el Presidente Park en Corea del Sur en monitorear las exportaciones y el desempeño económico casi sobre una base diaria es legendario. Más reciente y cercano a casa, la promoción del turismo en Costa Rica ha sido grandemente facilitado por la cercana relación del entonces presidente Figueres con las actividades de la junta de competitividad del turismo de Costa Rica. 5 sería crear una “junta de directores” de amplia base a la cual la secretaría de innovación reportaría cada trimestre sus actividades. La junta incluiría no sólo parlamentarios (incluyendo de la oposición) sino representantes del sector privado, académico y centros de investigación. Este u otros mecanismos similares podrían crear la confianza en los programas de gobierno, en una sociedad dividida y polarizada como lo es El Salvador. Para comenzar, los principios de diseño enumerados anteriormente ponen en claro algunas de las cosas que el gobierno salvadoreño no debería hacer: no debería crear nuevas empresas estatales; no debería suponer que el gobierno tiene toda la información necesaria sobre cuáles actividades promover; no debería pensar en términos sectoriales, ni promover actividades existentes; no debería enfocarse en las PYME, el empleo, o la equidad distributiva per se, sino en el crecimiento promoviendo actividades no tradicionales. No obstante, podría ser muy útil evaluar y analizar las posibilidades de impulsar ciertas ideas de apoyo al autodescubrimiento que el equipo desarrolló durante la visita a El Salvador. A continuación presentamos una lista. 4.1 Promover nuevas actividades por medio de cubrir parte de los costos de “autodescubrimiento” El desarrollo de nuevas actividades productivas tiene elevada incertidumbre y desincentivos por la probable copia de la idea cuando es rentable. Debido a que el surgimiento de nuevas actividades productivas genera externalidades positivas para el país, el gobierno podría dar una facilidad para cubrir parte de los costos de las etapas iniciales del proceso de descubrimiento. La secretaría puede tener un presupuesto para este propósito. La secretaría de innovación podría definir programas de fomento que permitan cofinanciar a través de fondos concursables los estudios de factibilidad, proyectos de demostración, acuerdos de transferencia de tecnología y la preparación de planes de negocio en actividades no tradicionales. Esencialmente visualizamos una “competencia” por medio de la cual los empresarios del sector privado concursarían 6 por estos recursos al presentar propuestas de preinversión para nuevos productos o procesos. Los criterios para financiar dichos programas serían, que: • • • los estudios se relacionen con actividades sustancialmente nuevas en El Salvador, que tengan el potencial de proporcionar rebalses de aprendizaje hacia otros en la economía, las entidades del sector privado estén dispuestas a someterse a supervisión y auditorías de desempeño. Como regla, el cofinanciamiento es un buen instrumento, ya que asegura que los empresarios arriesguen sus propios recursos también. El principal objetivo de abrir esta ventana sería crear una línea de nuevas ideas de inversión en El Salvador. Dicha línea podría ascender a US$500,000 por cada proyecto y podría estar financiada por medio de Fondos de Inversión Multilateral y después de demostrar el éxito se debería expandir a través de préstamos externos a bancos multilaterales de desarrollo. 4.2 Desarrollo de mecanismos para financiamiento de mayor riesgo Pasar de la fase de preinversión de un proyecto a la etapa de inversión requiere un gasto más considerable de recursos, que de alguna manera tienen que ser financiados. El Salvador tiene un buen sistema bancario. Pero el préstamo bancario es de bajo riesgo, ya que éste involucra la intermediación de depósitos, es decir, obligaciones que tienen que tener un precio fijo y ser altamente líquidas. Por el contrario, el desarrollo de empresas y el autodescubrimiento requiere formas mucho más riesgosas de intermediación financiera. Calificada por el mayor riesgo, estas formas adicionales de financiamiento incluyen la deuda corporativa, deuda subordinada, capital social preferencial, capital social normal, capital de riesgo (venture capital) y capital “ángel”. El Salvador tiene una escasez de estas formas de mayor riesgo. Por lo tanto, nosotros creemos que la ausencia de venture capital en El Salvador no va a solventarse muy pronto. Por lo tanto, proponemos que el BMI sea usado como una fuente de venture capital. El BMI tiene liderazgo emprendedor y competente, es rentable y está buscando activamente nuevas oportunidades. Sería posible relanzarlo como un fondo de venture capital o de capital de inversión de riesgo con una “filosofía de desarrollo” siguiendo las líneas discutidas anteriormente. Esta idea es desarrollada más ampliamente en el capítulo 6 de la “Estrategia económica y social 20042009. Oportunidades, seguridad y legitimidad: bases para el desarrollo”, titulado “El Salvador: desempeño fiscal, prospectos y opciones de política”. Estas actividades de venture capital deberían ser financiadas con una contribución de capital por parte del gobierno con recursos obtenidos de los procesos de privatización o de préstamos del Banco Multilateral de Desarrollo. También es posible desarrollar otros mecanismos para movilizar recursos de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Esto inevitablemente retrasaría el proceso de autodescubrimiento. Así que hay un fuerte argumento a favor del subsidio a la capacitación vocacional, técnica y de habilidades lingüísticas. INSAFORP, con un presupuesto de gasto anual de US$17 millones, es un paso modesto en la dirección correcta. Sin embargo, INSAFORP insiste en comprar los programas de capacitación, en lugar de compensar a las empresas por su gasto en capacitación. Nosotros proponemos que esa institución desarrolle programas especialmente para empresas innovadoras. 4.3 4.5 Movilización de la sociedad para abordar la coordinación de externalidades Las externalidades necesarias a coordinar son muy específicas a cada actividad nueva. Por ejemplo, el turismo necesita un adecuado sistema de señalización de carreteras para que los turistas se orienten. Las exportaciones de frutas requieren que las normas fitosanitarias complejas sean negociadas con el país importador. Y la lista continúa … Esto significa que el gobierno necesita tener la capacidad de identificar estas fallas de coordinación e intentar solucionarlas. ¿Cómo puede un gobierno organizarse para identificar y resolver estas diferentes y cambiantes necesidades de coordinación? Tiene que confiar en la capacidad de la sociedad para identificar estas oportunidades. Ya que las oportunidades son altamente específicas, es lógico involucrar a los respectivos sectores empresariales en su identificación. Pero se deberá tener cuidado en no caer presa de sectores rentistas, para evitarlo una solución sería hacer público las propuestas, haciendo que éstas sean evaluadas costobeneficio por los tecnócratas en la secretaría de innovación. Hemos argumentado que el problema de la transformación estructural de cualquier país en desarrollo está relacionado con la identificación, entre muchas opciones, de los productos y procesos que pueden ser realizados eficientemente, dada la dotación de recursos, las instituciones, las prácticas y los precios relativos. En muchos aspectos, las empresas potenciales de inversión extranjera enfrentan un problema muy similar. Ellas saben hacer ciertos productos, pero no saben si pueden lograr hacerlo en un país con el que no tienen ninguna experiencia. Tienen que hacer estimaciones en cuanto a los problemas potenciales que pueden surgir, dado el entorno desconocido. Como antes, al experimentar, las empresas generan rebalses de información valiosa. Esto justifica una política activa de fomento. A continuación se presenta un conjunto de actividades que deberían ser consideradas: • 4.4 Socializar parte del costo de la capacitación técnica en general Las nuevas actividades enfrentarían una escasez de personal adecuadamente calificado. Sin embargo, las firmas innovadoras temerían que la rotación de personal reduzca los rendimientos de la capacitación en el puesto de trabajo y, por lo tanto, brindarían niveles subóptimos de capacitación. Promover activamente la inversión extranjera directa como una estrategia para acelerar la transformación estructural y el autodescubrimiento • • • Proporcionar información acerca del país a niveles relevantes en corporaciones internacionales. PROESA hace esto, aunque a un nivel modesto. Disposición para reducir los costos de inicio al proporcionar, por ejemplo, infraestructura específica local necesaria. Disposición para ajustar las regulaciones ineficientes existentes. Estipulación de subsidios en efectivo para la capacitación del personal en nuevas actividades. 7 Estas actividades específicas tienen que ser desplegadas en un contexto donde las empresas potencialmente innovadoras, ya sean extranjeras o internas, desarrollen una sólida convicción de que el gobierno tiene un interés en su éxito productivo. 4.6 Aprovechando el potencial de los salvadoreños en el exterior A la fecha, los salvadoreños en Estados Unidos han sido considerados exclusivamente como una fuente de remesas y (en menor grado) como un mercado para exportaciones de productos “étnicos”. Pero los salvadoreños emigrantes son potencialmente una importante fuente de ideas, capacidad empresarial y financiamiento para la generación de nuevas actividades económicas en El Salvador. 5. Comentarios del taller sobre autodescubrimiento FUSADES realizó un taller de discusión sobre el tema de autodescubrimiento, en el cual participaron destacados profesionales vinculados con las gremiales empresariales, universidades, centros de investigación, instituciones gubernamentales, instituciones oficiales externas que apoyan el desarrollo. El taller tenía como objetivo fortalecer la propuesta, partiendo de las experiencias comentadas por los asistentes. Los comentarios fueron: • • • Nosotros recomendamos que PROESA como una parte importante de sus funciones, busque reunir y atraer ahorros de salvadoreños en el extranjero hacia proyectos de inversión. Con la ayuda del sector privado interno, PROESA puede identificar proyectos que son probables que sean de interés para los salvadoreños en el extranjero. Por ejemplo, los salvadoreños que viven en Estados Unidos crearon una red electrónica para brindar apoyo a proyectos de desarrollo local en El Salvador4. El financiamiento a pequeña escala (cerca de US$500,000 a lo largo de los últimos dos años) para infraestructura social y física ha sido puesto a disposición por medio de un programa del FISDL/Unidos por la Solidaridad5. Un quinto de salvadoreños en Estados Unidos de 25 años o más tiene al menos alguna educación universitaria, con 16% reportando que tienen título universitario. En términos de números absolutos, eso significa que cerca de 100,000 salvadoreños en Estados Unidos poseen un título universitario. Incluso si una porción grande de este grupo de capital humano fuese traído a trabajar en empresas salvadoreñas, el impacto en la economía del hogar sería perceptible. El capítulo 4 presenta una mayor discusión y más ideas sobre cómo capturar las oportunidades que los salvadoreños en el extranjero presentan. 4 Ver http://www.conectando.org.sv/English/Estrategia/Migration.htm 5 Mencionado en Dean Yang, capítulo 4. 8 • • • Los asistentes coincidieron en la necesidad que la estrategia de desarrollo productivo deberá estar liderada al más alto nivel (inclusive el Presidente de la República). Señalaron que ha existido un problema de coordinación interinstitucional (sistema educativo, empresas y gobierno) para impulsar nuevas actividades productivas. Existen varias instituciones en el país que trabajan en el marco de apoyo al desarrollo productivo, pero que se encuentran desarticuladas y con pocos recursos. Es importante que se definan las prioridades a desarrollar en el país, para que esto sea el marco orientador de la coordinación. El país ha tenido experiencias en promover nuevas actividades, pero cuando éstas han enfrentado problemas, se ha optado por cerrarlas en vez de buscar las causas de la falla y corregirla. Esto ha provocado una debilidad institucional en torno al tema. Ya existen programas impulsados por gremiales del sector agropecuario que operan a través del mecanismo de coinversión, solo que son a pequeña escala. Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social Departamento de Estudios Económicos y Sociales Bulevar y Urbanización Santa Elena, Antiguo Cuscatlán, La Libertad, El Salvador Teléfono: (503) 278-3366 Fax: (503) 278-3371 e-mail: [email protected] www.fusades.com.sv