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Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Revista oficial de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica
ISSN 1812-9048
www.revista-sladp.com
Volumen 10 • Número 2
Mayo/Julio 2012
Trabajos de investigación •
Comunicación de casos •
Haga su diagnóstico •
Correlato clínico-patológico •
Revisión bibliográfica •
Incluida en IMBIOMED: http://www.imbiomed.com
www.andromaco.com
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Revista oficial de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica
ISSN 1812-9048
Volumen 10 • Número 2
Mayo/Agosto 2012
SLADP Comisión Directiva 2011 • 2014
presidente
Dr. Andrés Felipe Sanchez Rodríguez
México
vicepresidente
Dra. Melania Mendoza Santana
México
secretaria general
Dra. Helena Vidaurri de la Cruz
México
tesorera
Dra. Dulce María Ortíz Solís
México
vocal de acciones científicas
Dra. Margarita Larralde
Argentina
vocal de relaciones públicas
Dra. Josaine Sanjines
Bolivia
vocal de acción gremial
Dra. Evelyne Helpert Ziskiend
Colombia
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Revista oficial de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica
ISSN 1812-9048
EDITOR RESPONSABLE
Prof. Dra. Margarita Larralde • Jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Alemán y del Sector Dermatología Pediátrica del Hospital
Ramos Mejía, Buenos Aires, Argentina.
EDITOR ASOCIADO
Dra. Paula Boggio • Médica Asistente del Sector Dermatología Pediátrica del Hospital Ramos Mejía, Buenos Aires, Argentina.
EDITORES ASISTENTES
Dra. María del Carmen Boente • Jefa del Servicio de Dermatología del Hospital del Niño Jesús,Tucumán, Argentina.
Dra. María Rosa Cordisco • Médica Consultora del Departamento de Pediatría del Hospital Italiano de Buenos Aires y Médica Consultora
del Servicio de Dermatología del Hospital de Pediatría “Prof. Dr. J. P. Garrahan”.
Dra. Silvia Pueyo • Coordinadora del Área Dermatología, Hospital Materno Infantil de San Isidro, Buenos Aires, Argentina.
COMITÉ EDITORIAL
Dra. María Eugenia Abad • Médica Asistente del Servicio de Dermatología del Hospital Alemán y del Sector Dermatología Pediátrica del
Hospital Ramos Mejía, Buenos Aires, Argentina.
Dra. Andrea Bettina Cervini • Médica Asistente del Servicio de Dermatología del Hospital de Pediatría ”Prof. Dr. J. P. Garrahan“, Buenos
Aires, Argentina.
Dra. Ana Giachetti • Jefa de la Sección Dermatología Pediátrica, Departamento de Pediatría del Hospital Italiano, Buenos Aires, Argentina.
Dra. Begoña Gomar • Médica Asistente del Servicio de Pediatría del Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera”,Ciudad
de Panamá, Panamá.
Dra. Paula Luna • Médica Asistente del Servicio de Dermatología del Hospital Alemán, Buenos Aires, Argentina.
Prof. Dra. Viviana Parra • Jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Lagomaggiore, Mendoza, Argentina.
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• Juan Honeyman Mauro (Chile)
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• Zilda Najjar Prado de Oliveira (Brasil)
• María de la Luz Orozco (México)
• Ramón Ruiz-Maldonado (México)
• Gadwyn Sánchez Félix (Perú)
• Andrea Santos Muñoz (Argentina)
• Enrique Úraga Pazmiño (Ecuador)
• Jairo Victoria Chaparro (Colombia)
Dermatología Pediátrica Latinoamericana es la revista ofiocial de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica de edición
cuatrimestral, y su objetivo es difundir y promover los trabajos de investigación dermatológica pediátrica y otros artículos de divulgación
del conocimiento de esta importante subespecialidad de la dermatología en el ámbito latinoamericano, dirigida a dermatólogos y pediatras
latinoamericanos. Los artículos para publicación y la correspondencia serán recibidos exclusivamente por correo electrónico, debiendo ser
dirigidos a la siguiente dirección: [email protected]. Todos los derechos son reservados, ninguna parte de esta publicación puede
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EDITOR ONLINE • Paula Boggio
TRADUCCIÓN • Paula Luna (Inglés) / Paula Boggio (Portugués) REVISOR • Lucila Carzoglio
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PRODUCCIÓN GRÁFICA Y EDITORIAL • Sandore B. Diseño de Gastón A. Del Popolo. Helguera 3722, CABA, Buenos Aires, Argentina. Tel:
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Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Revista oficial de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica
ISSN 1812-9048
Volumen 10 • Número 2
Mayo/Agosto 2012
CONTENIDO
trabajo de investigación
Demodicidosis en niños: serie de 17 casos
54
Ligia Aranibar D, Andrea Cortés G, Solange Zapata M
Sarcoidosis del preescolar. Rastreo de casos nuevos en
pacientes previamente diagnosticados con artritis idiopática juvenil
58
Rolando Elías Julián-González, Marimar Saez-de-Ocariz,
Carola Durán-McKinster, Ramón Ruiz-Maldonado
comunicación de casos
Xantogranuloma juvenil. A propósito de un caso
64
Romina Acosta, Victoria Rivelli, Gloria Mendoza,
Arnaldo Aldama
Paniculitis lipoatrófica y alteración del cromosoma 10
Viviana Kizlansky, Paola Clerico Mosina, Gabriel Casas,
Florencia Escarrá
Eritroqueratodermia simétrica progresiva: seguimiento prolongado de un paciente
María Mercedes Cano, Carina Martinez, Gustavo Ponssa, Javier Consigli,
María Elsa Giovo, Susana Pereyra
haga su diagnóstico
Dismorfias faciales, pulgares y primeros dedos de los pies anchos e hipertricosis
68
72
75
Leticia Lara-Mendoza, Carola Durán-McKinster, Luz Orozco-Covarrubias,
Marimar Sáez-de-Ocariz, Carolina Palacios-López, Ramón Ruiz-Maldonado
correlato clínico-patológico
Ampollas en un lactante
77
María Antonia Lemos Piñeros, Ricardo A. Rueda Plata,
Guillermo González Rodríguez, Luis Fernando Balcazar
revisión bibliográfica
Paula Boggio, Andrea B. Cervini
81
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
trabajo de investigación
Demodicidosis en niños: serie de 17 casos
54
Ligia Aranibar D.
Andrea Cortés G.
Dermatóloga, Departamento de Dermatología, Hospital Clínico Universidad de Chile
Solange Zapata M.
Tecnóloga Médica, Departamento de Dermatología, Hospital Clínico Universidad de Chile
Santiago de Chile, Chile
Resumen
Introducción: Los ácaros Demodex folliculorum y Demodex brevis son ectoparásitos habituales en la unidad folículo-sebácea de los humanos, fundamentalmente en adultos. En niños
inmunocompetentes su presencia es rara. El objetivo de nuestro estudio es describir y caracterizar la demodicidosis en niños.
Material y métodos: Se seleccionaron pacientes menores de 15 años con manifestaciones clínicas sugerentes de demodicidosis. El diagnóstico se efectuó mediante la cuantificación de
Demodex sp con KOH 30% bajo microscopía de luz.
Resultados: Se reclutaron 17 casos, 16 pacientes de sexo femenino, todos con lesiones faciales
características. Sólo en 3 pacientes hubo inmunosupresión concomitante. Todos los casos
respondieron al tratamiento con permetrina 5% tópica.
Conclusión: La demodicidosis infantil puede presentarse en pacientes inmunocompetentes, su
diagnóstico requiere un alto índice de sospecha. Se observa una excelente respuesta con
permetrina 5% tópica.
Palabras clave: demodecidosis; demodicidosis; Demodex; permetrina
Abstract
Introduction: The mites Demodex folliculorum and Demodex brevis are common ectoparasites
in the follicle-sebaceous unit of humans, principally in adults. In immunocompetent children
their presence is rare. The aim of our study is to describe and characterize the demodicidosis
in children.
Materials and methods: Patients under 15 years old with clinical manifestations suggestive
of demodicidosis were selected. Diagnosis was made by quantification of Demodex sp with
KOH 30% under light microscopy.
Results: We found 17 cases, 16 females, all with typical facial lesions. Only 3 patients
presented concomitant immunosuppression. All cases responded to topical 5% permethrin
treatment.
Conclusion: Infantile demodicidosis can occur in immunocompetents patients, and its diagnosis requires a high index of suspicion. An excellent response with topical 5% permethrin is
observed.
Keywords: demodicidosis; Demodex; permethrin
Dermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2012; 10 (2): 54-7.
INTRODUCCIÓN
Los ácaros Demodex folliculorum y Demodex brevis
son ectoparásitos comunes en la unidad folículo1
sebácea de los humanos. Su presencia en niños es
rara debido a la baja actividad de las glándulas
sebáceas durante la infancia. Entre las manifestaCorrespondencia:
Ligia Aranibar D.
Santos Dumontt 999, Independencia, Santiago de Chile, Chile
CP: 8380000
E-mail: [email protected]
ciones clínicas producidas por el Demodex, se encuentran la pitiriasis folicular, la demodicidosis similar a rosácea, la foliculitis pustular, la blefaritis y
la rosácea granulomatosa.2 En pacientes inmunosuprimidos la demodicidosis suele ser más fre-
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
trabajo de investigación
Demodicidosis en niños
Ligia Aranibar D. et al.
cuente y severa.3
El objetivo de este trabajo es describir el cuadro
clínico de demodicidosis infantil y su evolución tras
el tratamiento con permetrina tópica.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un estudio prospectivo descriptivo, en el
cual se seleccionó a un grupo de pacientes menores de 15 años con manifestaciones clínicas sugerentes de demodicidosis, tales como la presencia
de pápulas y pústulas faciales localizadas predominantemente en la nariz y las mejillas. Todos los
pacientes incluidos presentaban sintomatología de
más de 3 meses de evolución y ninguno había
recibido tratamiento tópico u oral en los últimos 15
días en relación con las lesiones faciales. No se
incluyó a los niños que presentaban comedones.
Para efectuar el diagnóstico de demodicidosis se
realizó una cuantificación de los ácaros Demodex
mediante el raspado de una pústula y su extendido,
examinándolo con KOH 30% bajo microscopía de
luz. Se consideró positivo un recuento de más de 5
ácaros por pústula.
También se efectuaron algunos exámenes de
laboratorio como: hemograma, perfil bioquímico y
test de Elisa para VIH.
RESULTADOS
Se encontraron 17 pacientes (16 mujeres y un
hombre) de entre 1 y 14 años de edad, con diagnóstico de demodicidosis. Tres pacientes estaban
inmunosuprimidos por un trasplante de médula
ósea (Tabla 1). En los pacientes inmunocompetentes no existía ningún factor predisponente previo, como el empleo de corticoides tópicos, cremas
oleosas o inhaladores con corticoides.
En todos los casos la erupción consistía en pápulas
y pústulas faciales, con predominio en mejillas y
nariz, y escaso prurito asociado (Figura 1). Los exámenes de laboratorio realizados fueron normales
en todos los pacientes.
Cuatro niñas tenían como antecedente familiar a la
madre afectada con rosácea.
El tratamiento empleado fue tópico en todos los
casos, y consistió en la aplicación nocturna de permetrina al 5% durante 30 días consecutivos. Los
resultados obtenidos fueron buenos en todos los
pacientes (Figuras 2 y 3).
Dos de las pacientes (casos Nº 3 y 9, ambas niñas
sanas y sin antecedentes de inmunosupresión)
presentaron un nuevo episodio al año siguiente.
Ninguna de las dos tuvo un factor predisponente
conocido.
Tabla 1. Descripción de los pacientes con demodicidosis.
F
F
3a
10 a
Tiempo
evolución
6m
3m
F
F
7a
10 a
4m
3m
25
Sana
Dermatitis atópica 19
(hermana mayor
de la paciente 3)
Nariz y nasogeniano
Nariz y nasogeniano
F
F
5a
14 a
2m
1m
Sana
TMO
20
55
Nariz
Nariz y nasogeniano
F
7a
1m
TMO
30
Nariz
8
F
1a
3m
Alteración
cromosómica
numérica
18
Mejillas
9*
F
13 a
5m
Sana
30
Nariz
10
F
14 a
6m
Hipotiroidismo
Resistencia a la
insulina
20
Mejilla izquierda
11
12
F
F
12 a
5a
8m
3m
Alopecia areata
Sana
42
20
Nariz y mejilla derecha
Mentón
Paciente Sexo Edad
1
2
3*
4
5
6
7
Antecedentes
generales
Sana
Asma
25
23
Nariz y mejillas
Nariz y nasogeniano
Área afectada
55
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
trabajo de investigación
Demodicidosis en niños
Ligia Aranibar D. et al.
Tabla 1. Continuación.
Antecedentes
generales
Sana
TMO
Recuento de
Demodex sp.
por pústula
Área afectada
30
22
Mejilla izquierda
Supralabial
Mentón
Supralabial
F
M
3a
14 a
Tiempo
evolución
4m
4m
6a
8a
5m
4m
Sana
Asma
30
16
F
F
17
F
11 a
9m
Sana
29
Paciente Sexo Edad
13
14
15
35
Pliegue nasogeniano
derecho
F: femenino; M: masculino; a: año/años; m: mes/meses; TMO: transplante de médula ósea
*Pacientes que tuvieron 2 episodios de demodicidosis separados por un año.
1
2
3
Figura 1. Paciente 1: lesiones características de demodicidosis.
Figura 2. paciente 1: evolución tras un mes de tratamiento con permetrina tópica.
Figura 3. Paciente 3: cuadro clínico antes del tratamiento y mejoría al mes de iniciado el tratamiento
tópico.
RESULTADOS
El Demodex folliculorum es un ácaro saprófito de la
unidad pilosebácea humana, que se encuentra con
mayor frecuencia en: cara, nariz, área nasolabial,
párpados y canal auricular externo.2,4
Su presencia es poco común en la piel de los niños.
Sin embargo, se ha descrito demodicidosis en
niños inmunocompetentes, entre los 10 meses y 5
años de edad, que presentaban eritema y papulo-
56
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
trabajo de investigación
Demodicidosis en niños
Ligia Aranibar D. et al.
pústulas faciales.5 Patrizi et al. describieron 8 casos
en menores de cinco años que presentaron,
además de pápulas y pústulas, eritema y edema
variable.6 Los autores no detectaron el motivo del
aumento de los ácaros en los pacientes descritos.
La demodicidosis similar a la rosácea, que es la
variedad clínica en la que podríamos incluir a
nuestros pacientes, es un cuadro caracterizado por
pápulas y pústulas localizadas en las mejillas, el
área perioral y el dorso nasal. Habitualmente no se
asocia con telangiectasias ni enrojecimiento facial.2
En nuestro estudio se evidenciaron cuatro casos en
los que había antecedente familiar de rosácea y
hubo dos hermanas afectadas simultáneamente.
Esto podría ser explicado por la probable transmisión del Demodex a través del contacto entre los
miembros de la familia, ya que la prevalencia de
este ácaro se incrementa con la edad (en adultos es
3
cercana al 90%) , concomitantemente con el aumento de la secreción sebácea.2,4
La mayoría de los casos de demodicidosis descritos en niños ocurre en pacientes inmunosuprimidos, más frecuentemente en pacientes VIH positivo o que cursan procesos linfoproliferativos.2 Probablemente, esto se deba a un sobrecrecimiento de
los ácaros, favorecido por la alteración del sistema
inmunológico. Además, se cree que puede existir
una reacción de hipersensibilidad al ácaro, considerando los hallazgos anatomopatológicos de demodicidosis que han mostrado un infiltrado dérmico de linfocitos, eosinófilos y granulomas característico, a menudo distribuido en torno a un
Demodex sp.7,8 En casos de niños y adultos inmunodeprimidos, la erupción suele ser más intensa y
extensa, y está asociada a prurito.9
El diagnóstico puede ser confirmado por un raspado de la piel afectada y la observación directa del
ácaro se realiza con KOH mediante microscopía de
luz o a través del examen histológico.2 Los hallazgos frecuentemente encontrados en la microscopía
incluyen folículos dilatados, infiltrado inflamatorio
perifolicular y la presencia de ácaros de Demodex
en el ostium folicular.2
El diagnóstico diferencial debe establecerse con:
rosácea, dermatitis perioral, candidiasis, impétigo,
foliculitis y reacciones a medicamentos como los
corticoides orales.2 Se diferencia de la rosácea en
tanto las lesiones no se presentan sobre una base
eritematosa ni existe presencia de telangiectasias.
Con respecto a la dermatitis perioral, en general la
demodicidosis afecta con mayor frecuencia las mejillas y el dorso nasal.
Como tratamiento ha sido efectivo el uso de permetrina tópica al 5% en aplicación nocturna, metronidazol al 1% en gel tres veces al día y, en casos
refractarios, ivermectina oral 200 ug/kg.10 En nuestra serie todos los casos resolvieron después del
tratamiento con permetrina al 5% (aplicación
tópica nocturna durante un mes). En ninguno de
los pacientes hubo irritación u otro efecto secundario a la permetrina.
Se presenta esta serie debido a la baja prevalencia
de esta patología en niños y el alto índice de sospecha que se requiere para su diagnóstico. A nuestro
juicio, se debe considerar el diagnóstico de demodicidosis en niños, tanto sanos como inmunosuprimidos, cuando el paciente presenta pústulas y
pápulas algo pruriginosas, en la nariz, las mejillas o
el mentón, de más de 3 meses de evolución.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Dermatol. 1999; 9:25-8.
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10. Herron M, O’reilly MA, Vanderhooft SL. Refractory Demodex folliculitis in five children with acute lymphoblastic leukemia. Pediatr
Dermatol. 2005; 22:407-11.
57
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
trabajo de investigación
Sarcoidosis de inicio temprano. Rastreo de casos
nuevos en pacientes previamente diagnosticados
con artritis idiopática juvenil
58
Rolando Elías Julián-González
Consulta Externa de Dermatología, Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom,
San Salvador, El Salvador
Marimar Saez-de-Ocariz
Luz Orozco-Covarrubias
Carola Durán-McKinster
Ramón Ruiz-Maldonado
Servicio de Dermatología, Instituto Nacional de Pediatría. México D.F., México
Resumen
Introducción: La sarcoidosis es una enfermedad granulomatosa crónica y multisistémica, de
etiología desconocida. En pacientes pediátricos tiene dos formas de presentación: el
síndrome clásico con afección del pulmón y ganglios linfáticos, y la sarcoidosis de inicio
temprano (SIT), caracterizada por la tríada: uveítis, artritis y erupción cutánea papular. Se han
comunicado varios casos de SIT que inicialmente fueron diagnosticados como artritis
idiopática juvenil (AIJ), su principal diagnóstico diferencial. Después de la detección de dos
casos de SIT en pacientes con diagnóstico previo de AIJ seronegativa, decidimos rastrear
nuevos casos dentro de este grupo de pacientes en nuestra institución, por las posibles repercusiones sistémicas de la sarcoidosis.
Material y método: Estudio observacional, descriptivo y transversal realizado en el Instituto
Nacional de Pediatría, en el que se rastrearon posibles casos de SIT entre 597 pacientes con
diagnóstico inicial de AIJ.
Resultados: Se detectó un posible caso de SIT entre los pacientes investigados, pero no se
confirmó la enfermedad por datos histológicos.
Discusión: Recomendamos sospechar el diagnóstico de SIT en los pacientes menores de cuatro
años con un síndrome artrítico. Además, consideramos importante el seguimiento de los
pacientes con AIJ seronegativa que hayan iniciado su enfermedad antes de los cuatro años de
edad por la posibilidad de que realmente sea una SIT, considerando que puede derivar en
complicaciones sistémicas que ponen en peligro la vida del paciente.
Palabras clave: artritis idiopática juvenil; sarcoidosis; sarcoidosis de inicio temprano
Abstract
Introduction: Sarcoidosis is a multisystemic, chronic and granulomatous disease of unknown etiology. In pediatric patients it has two forms of presentation: the classic syndrome
with pulmonary involvement and lymph node disease, and early onset sarcoidosis (EOS), characterized by a triad of uveitis, arthritis and papular skin rash. Several cases of EOS have been
initially misdiagnosed as juvenile idiopathic arthritis (JIA), its main differential diagnosis.
After having detected two cases of EOS previously diagnosed as JIA we decided to seek for new
cases of EOS among patients with the diagnosis of seronegative JIA.
Material and method: An observational, descriptive and cross-sectional study was performed
on 570 patients previously diagnosed with JIA looking for possible cases of EOS at the
National Institute of Pediatrics.
Results: A possible case of EOS was detected in the investigated patients, but the disease was
not confirmed by histological data on skin biopsy.
Discussion: We suggest EOS should be considered in patients under four years of age when
evaluated for idiopathic arthritis. Patients diagnosed with seronegative JIA having initiated
Correspondencia:
Rolando Elías Julián-González
Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom, 25 Avenida Norte y Final 29 Calle Poniente, San Salvador, El Salvador
CP: s/n
E-mail: [email protected]
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
trabajo de investigación
Sarcoidosis de inicio temprano
Rolando Elías Julián-González et al.
their disease before the age of four years should be carefully follow-up due to the possibility
of a misdiagnosis, since EOS can be a life-threatening disease.
Keywords: early onset sarcoidosis; juvenile idiopathic arthritis; sarcoidosis.
Dermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2012; 10 (2): 58-63.
INTRODUCCIÓN
La sarcoidosis es una enfermedad granulomatosa
crónica y multisistémica, de etiología aún desconocida, que se presenta con mayor frecuencia en
jóvenes y adultos de mediana edad.1,2 Su espectro
clínico depende de las estructuras anatómicas afectadas. En adultos, la prevalencia de la enfermedad
varía, según la población estudiada, entre los 3 y 64
1
casos por cada 100.000 habitantes. En niños,
tanto su incidencia como prevalencia, son desconocidas1, debido a que se trata de una enfermedad
rara en la infancia, probablemente este sub-diagnosticada3 por su difícil reconocimiento, en especial cuando predomina la sintomatología articular.4
El síndrome clásico, que afecta a los adultos, puede
observarse con mayor frecuencia en escolares y
adolescentes entre los 8 y 15 años de edad5,6 y
compromete principalmente los pulmones, los
ganglios linfáticos y los ojos.1,5-8 La sintomatología
es variada y depende de los órganos blanco afectados: tos seca acompañada por disnea, adenomegalias firmes y no dolorosas, hepatomegalia, esplenomegalia, dolor ocular, visión borrosa, fotofobia,
uveítis, iritis, exantema máculo-papular, artritis y
1
falla renal, entre otros.
En la sarcoidosis de inicio temprano (SIT) la sintomatología se inicia antes de los 4 años de edad y se
caracteriza por la tríada: erupción cutánea, artritis y
uveítis.5 Hasta 1997 sólo se habían comunicado
cerca de 60 casos de SIT9, por lo que el pronóstico
en estos pacientes aún es de difícil definición. Sin
embargo, en la serie de casos de Fink y Cimaz9,
cinco de los seis pacientes estudiados tuvieron
complicaciones severas: muerte por falla cardíaca
(debido a la formación de granulomas), ceguera e
insuficiencia renal.
El diagnóstico de sarcoidosis se basa en la sintomatología clínica, las pruebas radiológicas (en el
caso del síndrome clásico) y la presencia de granulomas no caseosos en los tejidos afectados.3,4
Existe una patología clínicamente muy similar a la
SIT, el síndrome de Blau, una entidad granulomatosa rara, de herencia autosómica dominante, producto de una mutación en el gen CARD15/NOD2,
que presenta enfermedad cutánea, artritis y uveítis
recurrente, e inicio antes de los 4 años de edad. Por
el patrón de herencia es fácil diferenciarla de la SIT,
a excepción de los casos esporádicos de este
síndrome, producto de una mutación de novo, los
que deben ser confirmados con el estudio molecular del gen afectado.10,11
El cuadro clínico de la SIT es muy similar al de la
artritis idiopática juvenil (AIJ), por lo que es frecuente encontrar comunicaciones de SIT, en las
que inicialmente la enfermedad fue catalogada como AIJ, incluso durante meses o años. Esto sucede
principalmente cuando la erupción cutánea característica de la SIT se presenta meses después de la
sintomatología articular.6
La AIJ tiene siete formas clínicas de presentación:
artritis sistémica, oligoartritis, poliartritis con factor
reumatoide (FR) positivo, poliartritis con FR negativo, artritis psoriática, entesitis relacionada con artritis y artritis indiferenciada.13 El hallazgo de FR positivo en pacientes con síntomas articulares nos
ayuda a descartar el diagnóstico de SIT, dado que,
aunque éste no es exclusivo de la AIJ, no se han
descripto casos de SIT en los que se exprese.
Durante el año 2003, en un lapso de seis meses, se
detectaron en el Instituto Nacional de Pediatría
(INP) de la Ciudad de México los dos primeros
casos de SIT en los más de treinta años de existencia de esta institución. El primero correspondía a
un paciente de sexo masculino, de 5 años de edad,
previamente diagnosticado como AIJ, que presentaba una dermatosis generalizada, constituida por
una erupción papular monomorfa con predominio
en las extremidades y el tronco (Figura 1). La der-
Figura 1
Primer paciente: erupción papular en el dorso
del antebrazo.
59
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
trabajo de investigación
Sarcoidosis de inicio temprano
Rolando Elías Julián-González et al.
matosis tenía 3 años de evolución y se acompañaba
de talla y peso por debajo del 3er percentil, artritis
en muñecas y tobillos con limitación del movimiento e inyección conjuntival sin signos de uveítis.
El segundo caso fue un varón preescolar de 5 años
de edad, que también tuvo diagnóstico de AIJ. Su
enfermedad articular se había iniciado durante el
primer año de vida y en él se observaba una dermatosis generalizada, constituida por pápulas eritematosas o color piel, de entre 2 y 3 mm de diámetro, de 15 días de evolución (Figura 2). Además,
Figura 2
Segundo paciente: erupción papular en dorso
de las manos y deformidad de los dedos.
el niño tenía dificultad para deambular y presentaba posición antálgica, rigidez y dolor en las articulaciones de las rodillas y manos, así como una
uveítis crónica con glaucoma secundario.
En ambos casos la biopsia de piel demostró la
existencia de granulomas desnudos con histiocitos
epitelioides y células gigantes multinucleadas tipo
Langhans. Se descartó la presencia de microorganismos (Figura 3).
Figura 3
Granulomas no caseosos con histiocitos epitelioides y células gigantes multinucleadas tipo
Langhans (H&E, 10X).
El hallazgo de estos dos pacientes nos estimuló a
buscar otros casos de SIT entre los pacientes con
diagnóstico de AIJ tratados en el INP.
MATERIAL Y MÉTODO
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y
transversal, en el que se generó información primaria encaminada a detectar casos de SIT entre los
pacientes con diagnóstico de AIJ en el INP. Este
trabajo recibió el aval de las Comisiones de Ética e
Investigación de nuestra institución.
Se incluyó solamente a los pacientes con diagnóstico de AIJ que habían iniciado su enfermedad
antes de los cuatro años de edad, de estos se excluyó a los que padecían una enfermedad de inicio
sistémico o cuyos padres o tutores no aceptaron la
toma de biopsia de piel para confirmar el diagnóstico de SIT.
El estudio se dividió en tres fases:
1.El objetivo de la primera etapa fue la
detección de los pacientes que se incluirían en la
muestra del estudio. Para ello, se solicitó al departamento de Archivo Clínico el número de expediente de los pacientes que en algún momento de
su estudio o manejo en el INP tuvieron diagnóstico
de AIJ, durante el período enero de 1993-diciembre
de 2003. Posteriormente se revisó cada uno de los
expedientes, excluyendo en primer lugar a los pacientes que tuvieron la confirmación de un diagnóstico diferente de AIJ y, en segundo lugar, a aquellos con FR positivo. A su vez, dentro del grupo de
los seronegativos se descartó a los pacientes cuya
sintomatología se había iniciado después de los 4
años de edad.
2.En la segunda fase, una vez definidos los
casos a estudiar, se procedió a la localización de los
pacientes por medio de los datos obtenidos en los
expedientes clínicos. Se hicieron llamadas telefónicas al domicilio personal o familiar o al lugar de
trabajo de los padres. Otra forma de reclutamiento
fue mediante cartas enviadas al domicilio del paciente. Un tercer medio utilizado fue dejar mensajes en su expediente clínico para que los médicos
que los atendieran en otros servicios los enviaran al
servicio de Dermatología.
3.En el tercer paso, a los pacientes que
acudieron al servicio y aceptaron participar en la
investigación (previa firma de un consentimiento
informado por sus padres en caso de ser menores
de edad o por ellos mismos en caso de ser mayores) se les realizó un exhaustivo examen físico.
Dos de los dermatólogos encargados del estudio
buscaron signos cutáneos de SIT y de enfermedad
ocular sugestivos de uveítis. En los casos en los
60
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trabajo de investigación
Sarcoidosis de inicio temprano
Rolando Elías Julián-González et al.
que la clínica sugería enfermedad ocular, se solicitó
la valoración de un oftalmólogo. En los pacientes
con signos cutáneos de SIT, se solicitó a los padres
o tutores la autorización para realizar una biopsia
de piel del área afectada. Se consideró como caso
nuevo de SIT a aquel con hallazgos histológicos
compatibles con sarcoidosis, como la presencia de
granulomas desnudos en dermis, después de haber descartado la presencia de cualquier tipo de microorganismo.
RESULTADOS
A través del departamento de Archivo Clínico, se
obtuvieron los números de expediente de 620 pacientes con diagnóstico de AIJ en algún momento
de su seguimiento en el INP. Se revisaron 597
expedientes; ya que hubo 23 que no pudieron ser
localizados.
De los 597 expedientes revisados, 292 pacientes
(48,9%) tuvieron diagnóstico definitivo de AIJ y en
los 305 expedientes restantes (51,1%) se descartó
una AIJ con la confirmación de otros diagnósticos
(Cuadro 1).
Cuadro 1.
Clasificación de los diagnósticos en pacientes sin artritis
reumatoide juvenil
Subgrupo
Enfermedades inmunológicas y
reumatológicas
Enfermedades oncológicas
Enfermedades ortopédicas
Enfermedades neurológicas
Enfermedades infecciosas
Enfermedades oftalmológicas
Misceláneas
Total
Número
de pacientes
188
17
14
14
10
8
54
305
En base a la presencia o ausencia del FR y la edad
de inicio de la enfermedad, del total de 292 pacientes con diagnóstico definitivo de AIJ, primero se
excluyó a 105 pacientes con AIJ y FR positivo, y
luego a 155 pacientes con AIJ y FR negativo con una
edad de inicio de la enfermedad mayor de cuatro
años.
Del grupo inicial solamente 32 pacientes fueron
incluidos en la tercera fase del estudio. Veintidós de
ellos (68,7%) acudieron a nuestro servicio para una
revisión, 9 (28,1%) no pudieron ser contactados y
en el caso restante los padres rehusaron su participación en el estudio.
Del total de 22 pacientes explorados, solamente en
un caso se encontraron manifestaciones cutáneas
sugestivas de SIT (Cuadro 2). Se trataba de una
paciente de sexo femenino, de 21 años de edad, que
presentaba una dermatosis localizada en el abdomen, constituida por múltiples pápulas milimétricas de color piel. Esta dermatosis había estado
presente desde el primer año de vida, aun antes del
inicio de la sintomatología articular, la cual apareció cumplidos los 2 años de edad. El examen
histológico de la biopsia de piel afectada sólo
mostró alteraciones post-inflamatorias inespecíficas y no fue posible determinar el origen del
proceso.
DISCUSIÓN
La SIT es una patología extremadamente rara.
Hasta 1997 solamente había cerca de 60 casos
comunicados en la literatura.9 En 32 años de funcionamiento del INP nunca se había hecho este
diagnóstico, por lo que nos pareció sumamente
rara la detección de dos casos en un lapso de seis
meses. Este hecho despertó la sospecha de que la
SIT estuviera siendo sub-diagnosticada entre los
pacientes con padecimientos reumáticos del INP.
Por sus características clínicas -artritis, uveítis y erupción cutánea5, la SIT ha sido confundida con AIJ
en algunas ocasiones.6,8-12 Ejemplo claro de ello es
que nuestros dos primeros pacientes tuvieron como diagnóstico inicial AIJ.
Es importante destacar la importancia de la expresión cutánea de la SIT, pues nos permite desde el
punto de vista clínico diferenciar esta enfermedad
de la AIJ, como lo demuestra este hallazgo en los
dos pacientes en los que se confirmó el diagnóstico
(y que motivaron este estudio), y posibilitó la sospecha de SIT en un tercero.
El exantema papular de la SIT se caracteriza por la
presencia de pápulas milimétricas de color piel o
eritematosas, asentadas en una piel xerótica. Este
hallazgo es el que sugiere el diagnóstico, ya que los
otros dos componentes de la tríada diagnóstica,
artritis y uveítis, también son comunes en la AIJ.
De acuerdo con Hetherington5, el exantema papular aparece en el 76% de los pacientes con SIT,
mientras que sólo se observa en el 40% de los
casos de sarcoidosis de inicio más tardío en los
que predomina la afección pulmonar. Esta enfermedad evidencia cómo el campo de acción de la
Dermatología se extiende al apoyo diagnóstico a
otras especialidades médicas, así como también
demuestra la importancia de reconocer la expresión cutánea de las enfermedades sistémicas.
61
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Sarcoidosis de inicio temprano
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Cuadro 2. Signos clínicos en los 22 pacientes con sospecha de sarcoidosis del preescolar.
Paciente Artritis Uveítis
1
+
2
+
+
Manifestaciones cutáneas
Xerosis
Máculas hiperpigmentadas residuales, antecedente de eritema
nodoso
3
4
+
-
Onicomicosis
+
-
Nódulos reumatoideos
5
+
-
-
Xerosis
Ninguna
-
+
Pápulas milimétricas de aspecto en empedrado
8**
-
-
Xerosis y pápulas milimétricas en hombro derecho, antecedente
de dishidrosis
9
-
-
Cicatriz post quirúrgica, antecedente de calcinosis cutis
10
-
-
Fitofotodermatitis, queratosis pilar
11
+
-
Hipertricosis
12
-
-
Nevos melanocíticos adquiridos
13
-
-
Nevo de Ito, queratosis pilar
14
-
-
Estrías
15
-
-
Prurigo por insectos
16
-
-
Nevo melanocítico adquirido
17
+
-
Hipertricosis, acantosis nigricans, verrugas vulgares
18
-
-
Ninguna
19
-
-
Prurigo por insectos
20
-
-
Cicatriz ensanchada
21
-
-
Hipertricosis
22
+
-
Hipertricosis, telangiectasias
6
7*
* Paciente con sospecha de sarcoidosis del preescolar.
** Paciente con diagnóstico comprobado de dermatitis atópica.
Histológicamente, la sarcoidosis se caracteriza por
la presencia de granulomas no caseosos, constitui6,7-12
en los tejidos afecdos por células epitelioides
tados, los que se han demostrado hasta en el 90%
de los pacientes en algunas series.2 Siempre debe
descartarse la presencia de microorganismos patógenos como causa de los granulomas, en especial
el M. tuberculosis. En algunos casos se ha descripto
la presencia de vasculitis, ya sea de pequeños, medianos o incluso grandes vasos.14
En el caso de la paciente detectada en este estudio,
no se pudo demostrar la presencia de granulomas
no caseosos. No existen en la literatura estudios
que demuestren cuáles son los cambios histológicos tardíos en la SIT. Desconocemos si con el
tiempo y/o el tratamiento inmunosupresor que recibió nuestra paciente, los granulomas epitelioides
llegaron a desaparecer dejando exclusivamente
cambios post-inflamatorios o si las características
histológicas de la sarcoidosis persistirán aun cuando se controle la actividad de la enfermedad. Una
forma en la que se podría comprobar si esto sucede, sería mediante el examen histológico de piel
de algún otro paciente con SIT de largo tiempo de
evolución, lo que hasta el momento no ha sido
posible.
En el caso específico de nuestra paciente, ante la
fuerte sospecha clínica de que se trataba de una SIT
y no de una AIJ, decidimos someterla a un estricto
seguimiento clínico para detectar manifestaciones
en órganos y sistemas que no se encuentran afectados por la AIJ, pero que sí son blancos de la SIT. De
esta manera podríamos evitar la aparición de complicaciones que pudieran poner en riesgo su funcionalidad y calidad de vida.
Recomendamos sospechar el diagnóstico de SIT en
los pacientes menores de cuatro años con un síndrome artrítico, principalmente en aquellos casos
62
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Sarcoidosis de inicio temprano
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con sospecha de AIJ con FR negativo.
También consideramos importante el seguimiento
de los pacientes con AIJ seronegativa que hayan
iniciado su enfermedad antes de los cuatro años de
edad, aun en los que no haya expresión cutánea, ya
que las manifestaciones articulares de la SIT pueden preceder por meses o años a la sintomatología
cutánea, como en el caso de nuestro segundo paciente.
Es importante tener siempre presente el diagnóstico de SIT en los dos escenarios ya descritos, pues
esta enfermedad puede derivar en complicaciones
sistémicas diferentes a las de la AIJ, que ponen en
peligro la vida del paciente.
Addendum
Dos años después de la realización de este trabajo,
fuimos consultados por un nuevo caso de SIT, que
inicialmente fue diagnosticado como AIJ. Las manifestaciones cutáneas del paciente estaban presentes desde hacía varios años, pero no se habían
considerado importantes.
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63
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
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comunicación de casos
Xantogranuloma juvenil. A propósito de un caso
64
Romina Acosta
Residente de 1º año de Dermatología
Victoria Rivelli
Médica Dermatóloga
Gloria Mendoza
Médica Dermatopatóloga
Arnaldo Aldama
Jefe del Servicio de Dermatología
Servicio de Dermatología, Hospital Nacional de Itauguá, Paraguay
Resumen
El xantogranuloma juvenil es una histiocitosis de células no Langerhans, de curso benigno y
autolimitado, que afecta principalmente a lactantes y niños. Se caracteriza por la presencia de
pápulas o nódulos cutáneos, constituidos por histiocitos progresivamente lipidizados, en
ausencia de anomalías metabólicas. Rara vez compromete órganos internos. Debido a la baja
frecuencia de esta enfermedad, se presenta el caso de una lactante de 5 meses de edad, de sexo
femenino, que consultó al Servicio de Dermatología del Hospital Nacional por la aparición
de lesiones papulosas asintomáticas, distribuidas redominantemente en el rostro y, en menor
cantidad, en el tronco. Su estudio anatomopatológico confirmó xantogranuloma juvenil.
Palabras clave: histiocitosis de células no Langerhans; pápulas; xantogranuloma juvenil
Abstract
Juvenile xanthogranuloma is a non-Langerhans cell histiocytosis, with benign and selflimiting course, that primarily affects infants and children. It is characterized by the presence of
cutaneous papules or nodules, consisting of histiocytes that develop progres sively lipidization, in the absence of metabolic abnormalities. Internal organs involvement is extremely
rare. Because of the rarity of this disease, we report the case of a female infant of 5 months
old, who attended the Department of Dermatology of the National Hospital for the appearance of several asymptomatic papules, mainly affecting the face and in a lesser amount the
trunk. Its histopathology revealed a juvenile xanthogranuloma.
Key words: non-Langerhans cell histiocytosis; juvenile xanthogranuloma; papules
Dermatol Pediatr Latinoam (En línea) 2012; 10 (2): 64-7.
INTRODUCCIÓN
El xantogranuloma juvenil (XGJ) es una de las
formas más comunes de las histiocitosis de células
no Langerhans, representando el 80 a 90% de los
casos. Puede estar presente desde el nacimiento,
pero lo más frecuente es que aparezca durante el
primer año de vida. Tiene un carácter benigno y
autolimitado, con una involución espontánea entre
los primeros 3 y 6 años. Su etiología no está definida, pero se supone que deriva de los dendrocitos dérmicos y que no tiene relación con la hiperlipidemia u otro trastorno metabólico.1
La descripción del primer caso de XGJ fue realizada
Correspondencia:
Romina Acosta Sens
Villa Ofelia, Fernando de la Mora, Paraguay
CP: 2300
E-mail: [email protected]
por Adamson en 1905, quien utilizó el término de
“múltiples xantomas congénitos”. En 1912, McDonagh
lo denominó “nevoxantoendotelioma” por considerarlo derivado de las células endoteliales y lo ubicó
dentro del grupo de los xantomas. Posteriormente,
en 1954, Helwing y Hackney demostraron el origen
fibrohistiocítico de las lesiones y las denominaron
XGJ, término con el que se las conoce desde entonces.2
Clínicamente el XGJ se presenta con pápulas o nódulos firmes, rojo-anaranjados, redondeados, de
bordes definidos y de tamaño variable. Se localizan,
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comunicación de casos
Xantogranuloma juvenil
Romina Acosta et al.
sobre todo, en la cabeza, el cuello y el tronco superior. Las lesiones pueden ser únicas o múltiples y
suelen ser asintomáticas. El compromiso extracutáneo es poco frecuente, y el órgano más afectado
es el ojo, pero también pueden estar involucrados
otros órganos, como: tejidos blandos, músculos,
pulmones, hígado, bazo, sistema nervioso central y
2,3
nasofaringe.
El diagnóstico es clínico y se confirma con los
hallazgos histopatológicos. Por lo general, no necesitan tratamiento, ya que su curso es autolimitado e involuciona de manera espontánea.4,5
2
CASO CLÍNICO
Paciente de sexo femenino, de 5 meses de edad,
procedente de Itá (ciudad localizada a 40 km de la
capital del Paraguay) que concurrió a la consulta
por la presencia de lesiones papulosas en el rostro
y en el tronco. Como antecedente la madre refirió
que 2 meses antes de la primera consulta, habían
aparecido escasas lesiones sobrelevadas en el rostro. Pasado un mes, la paciente volvió a la consulta
con lesiones profusas en el rostro, que se extendían
al tórax y a los brazos en menor cantidad. Éstas
eran asintomáticas. En cuanto a sus antecedentes
patológicos personales y familiares, no presentaba
datos positivos de valor.
En el examen físico dermatológico se observaron
pápulas anaranjadas, de superficie lisa, algunas
umbilicadas. Éstas medían entre 2 y 8 mm de diámetro, y estaban distribuidas en mayor cantidad en
todo el rostro y, en menor medida, en el tórax, la
espalda y el muslo derecho (Figuras 1, 2 y 3).
Figura 1
Pápulas anaranjadas distribuidas difusamente
en el rostro.
Los diagnósticos que se plantearon en la consulta
fueron: XGJ, histiocitosis cefálica benigna y molusco contagioso.
Se realizó un laboratorio de rutina, una biopsia de
piel para el estudio anatomopatológico y se solici-
3
Figura 2. Pápulas aisladas en la parte superior
del tronco.
Figura 3. Forma papular del XGJ. Lesiones menores de 1 cm, con superficie lisa.
taron radiografías de tórax y huesos largos, y una
ecografía abdominopélvica, además de evaluación
neurológica y oftalmológica.
Las evaluaciones oftalmológica y neurológica fueron normales. El crecimiento y el desarrollo no
mostraron alteraciones para la edad. Los estudios
laboratoriales, radiológicos y la ecografía abdominopélvica no arrojaron datos relevantes, excepto
una anemia leve.
El informe de la anatomía patológica de una lesión
cutánea describió un proceso inflamatorio crónico
granulomatoso que comprometía la dermis papilar
y reticular superficial, sin epidermotropismo. Éste
se componía de células epitelioides y xantomizadas, eosinófilos y células gigantes multinucleadas
de tipo Touton, por lo que el diagnóstico final fue
XGJ (Figura 4).
En base a la clínica y los hallazgos histopatológicos, y habiéndose descartado afección de otros
órganos, se recomendó el uso de emolientes y un
control clínico dermatológico en forma periódica.
Luego de dos meses de seguimiento se observó
una evolución estable de las lesiones.
65
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
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comunicación de casos
Xantogranuloma juvenil
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Figura 4
Anatomía patológica: proceso inflamatorio crónico granulomatoso que compromete la dermis
papilar y reticular superficial, compuesto por
células epitelioides y xantomizadas, eosinófilos
y células gigantes multinucleadas de tipo Touton (H&E, X40).
COMENTARIO
El XGJ se encuentra dentro de las histiocitosis de
células dendríticas. Estas incluyen a las histiocitosis a células de Langerhans cuando la célula proliferante es esta célula presentadora de antígenos y
al XGJ y desórdenes relacionados, cuando la célula
proliferante es el dendrocito dérmico o intersticial.
Su etiología es aún desconocida, pero se supone
que la proliferación histiocítica sería reactiva a un
estímulo todavía no determinado. Predomina en la
raza blanca y en infantes ocurre con mayor frecuencia en el sexo masculino (relación M/F de 1,5:1), un
17% de los casos de XGJ son congénitos, 40-70%
aparecen durante el primer año de vida y el resto
son casos que se presentan en la adultez.1,2,4 En
nuestra paciente el cuadro se inició a los tres meses de vida.
Clínicamente se distinguen dos formas: la variedad
papular o micronodular (75% de los casos) y la nodular o macronodular. La primera presenta numerosas (decenas a centenas) lesiones hemisféricas
de 2 a 5 mm de diámetro. Éstas son duras a la
palpación y de un color variable, que va del castaño
al amarillo o rosa, y en la vitropresión el color se
vuelve anaranjado. Esta variante clínica se relaciona con compromiso extracutáneo, principalmente
con alteraciones oculares. Éstas preceden o siguen
a las lesiones cutáneas, suelen ser unilaterales y
sus manifestaciones más frecuentes son el hipema, la uveítis, la irritación y la fotofobia.6-8 Por otro
lado, la forma nodular es menos común y se caracteriza por la presencia de una lesión única o múltiples aisladas, de 10 a 20 mm de diámetro y de
color rojo o amarillento con telangiectasias en la
superficie.6,7 Esta forma clínica se relaciona más
frecuentemente con afección visceral (pulmón, riñón, pericardio, sistema nervioso central, colon,
ovarios y testículos). Se localizan con mayor frecuencia en la cabeza y el cuello, seguido del tronco
en su porción superior y las superficies extensoras
de las extremidades; aunque pueden afectar cualquier lugar de la piel. En ambas formas clínicas la
regresión es espontánea y lenta (de 1 a 5 años, o
más) y las manifestaciones extracutáneas son raras.8 El XGJ no se asocia con alteraciones del colesterol ni de los triglicéridos séricos.8 En nuestro caso, la paciente presentaba la forma papular y se
descartó el compromiso extra-cutáno por la clínica y los estudios auxiliares de diagnóstico.
En los últimos años se han informado algunas variantes clínicas raras, como: 1) variedad mixta: se
distingue por nódulos pequeños y grandes, así
como también por pápulas que tienden a coalescer
(y por ello también se la denomina xantogranuloma
en placa); 2) variedad gigante: caracterizada por
nódulos de 2 a 7 cm de diámetro; 3) variedad profunda: compromete el tejido celular subcutáneo, el
músculo esquelético y vísceras; y 4) variedad subcutánea: consiste en lesiones congénitas o perinatales (1 a 2 cm de diámetro) localizadas en la ca8
beza.
Se han descripto asociaciones del XGJ con enfermedades mieloproliferativas, como la leucemia
mielomonocítica crónica juvenil, y también con la
neurofibromatosis tipo I.8 Rara vez se ha comunicado compromiso visceral masivo con un resultado fatal en los individuos afectados. Sin embargo, Azorín et al. publicaron un caso de XGJ sistémico en un recién nacido de sexo femenino con
compromiso de piel, médula ósea e hígado, que le
ocasionó la muerte a los 2 meses de edad.9
La histología de las lesiones revela están constuidas por histiocitos con rasgos muy variados. Las
lesiones iniciales pueden mostrar acúmulos grandes de histiocitos sin contenido lipídico, entremezclados con células linfoides y eosinófilos; mientras
que en las lesiones maduras el infiltrado granulomatoso se compone de células espumosas y células gigantes de Touton y cuerpo extraño, histiocitos, linfocitos y eosinófilos. Las células gigantes de
Touton, con una corona perfecta de núcleos rodeada de citoplasma espumoso, son muy características del XGJ, aunque pueden no estar presentes.10
66
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
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comunicación de casos
Xantogranuloma juvenil
Romina Acosta et al.
En las lesiones maduras se obtienen tinciones positivas para lípidos y los histiocitos que forman el
infiltrado son CD15, CD36, CD116 y CD4 y CD68
positivos y S-100, CD1a y CD207 (Langerina) negativos. En las lesiones antiguas en regresión se
observa proliferación de los fibroblastos y fibrosis
que reemplaza parte del infiltrado.8,11,12 Ante la sospecha clínica, es necesaria la biopsia para comprobar el diagnóstico, tal como hicimos en nuestro
caso.
El diagnóstico diferencial clínico se plantea con
xantomas (especialmente en las formas múltiples),
y con nevos de Spitz, urticaria pigmentosa, sarcoidosis liquenoide y el molusco contagioso.1,2,4,8
Microscópicamente se deben diferenciar de otras
histiocitosis, como la histiocitosis de células de
Langerhans. La ausencia de epidermotropismo y
de expresión de CD1a lo distingue fácilmente de
esta última entidad. Sin embargo, el diagnóstico diferencial más importante (y muchas veces el más
difícil de realizar) debe hacerse con otras histiocito-
sis no células de Langerhans, como la histiocitosis
cefálica benigna.13
El tratamiento es conservador y se recomienda
adoptar una actitud expectante, ya que el curso de
la enfermedad es benigno y tiende a la auto-resolución en 3 a 6 años, pudiendo dejar como secuelas
hipopigmentación, atrofia o anetodermia. La intervención terapéutica dependerá de los síntomas y
complicaciones que ocasione el XGJ. Cuando exista
compromiso sistémico, se debe realizar un seguimiento pormenorizado y sólo se indicará tratamiento cuando las lesiones modifiquen funciones
u órganos vitales. Estos casos podrán requerir tratamiento con corticoides y/o quimioterapia.9
Es importante informar al paciente y a la familia
sobre el buen pronóstico de la enfermedad, pues
generalmente no daña el estado general. También
debe brindarse orientación sobre el tratamiento,
los posibles riesgos de la afección extracutánea y la
necesidad de un seguimiento multidisciplinario.
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Dermatol Pediatr Lat. 2005; 3:53-7.
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Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
comunicación de casos
Paniculitis lipoatrófica y alteración del cromosoma 10
68
Viviana Kizlansky
Jefa de Dermatología Pediátrica
Paola Clerico Mosina
Dermatóloga Pediatra
Gabriel Casas
Dermopatólogo
Florencia Escarrá
Residente de Pediatría
CEMIC, Buenos Aires, Argentina
Resumen
La paniculitis lipoatrófica (PL) es una enfermedad rara que afecta principalmente a mujeres y
niños. Su forma de presentación consiste en múltiples placas eritematosas en las extremidades, que resuelven con atrofia subcutánea. Frecuentemente el cuadro se asocia con fiebre y
trastornos autoinmunes. Presentamos una paciente de sexo femenino, de 8 años de edad, con
síndrome febril de un mes de evolución asociado a atrofia y pigmentación en el dorso de las
manos y piernas, edema semiduro simétrico del dorso de los pies pies y cara posterior del
tercio distal de las piernas, nódulos en la cara posterior de las piernas, parestesias y limitación a la deambulación. Estudios complementarios: enzimas hepáticas, eritrosedimentación,
proteína C reactiva, fibrinógeno y ferritina elevadas y FAN positivo; en la ecografía de partes
blandas (pies, piernas y dorso de manos) presencia de múltiples imágenes pseudonodulares
compatibles con focos de fibrosis; en la biopsia de piel (lesión nodular) hallazgos de paniculitis lobular; cariotipo 46XX, con anomalía estructural y deleción del brazo largo del cromosoma 10. Presentamos este caso, por tratarse de una patología infrecuente, con un sólo caso
descripto en la literatura asociado a alteraciones del cromosoma 10, y por el desafío diagnóstico que ocasionó al plantel médico.
Palabras clave: cromosoma 10; lipoatrofia; paniculitis
Abstract
Lipoatrophic panniculitis is a rare disease affecting mostly women and children. It presents
as multiple erythematous plaques on the extremities resolving with subcutaneous atrophy.
Affected patients are often febrile and may have associated autoimmune phenomena. We
report an 8-year-old girl, with 30-day history of fever, with atrophy and pigmentation on the
back of the hand and legs, semi-hard symmetrical edema in the back of feet and distal posterior third of legs, and nodules on the back of the legs, paresthesia, and impaired deambulation. Complementary studies revealed elevated liver enzymes, fibrinogen, ferritin, VSG and
CRP; positive ANA; multiple pseudonodular images compatible with focal areas of fibrosis in
ultrasound of feet, limbs and back of the hands; skin biopsy (performed on a nodule) showed
a lobular panniculitis; the chariotype was 46XX with structural anomaly and deletion of long
arm of chromosome 10. We report this case because of its infrequent nature, with only one
case reported in medical literature associated to chromosome 10 anomalies, and the diagnostic challenges that it represented to medical staff.
Key words: chromosome 10; lipoatrophy; panniculitis
Dermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2012; 10 (2): 68-71.
Correspondencia:
Paola Clerico Mosina
A. Lamas 1249, CABA, Buenos Aires, Argentina
CP: 1416
E-mail: [email protected]
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
comunicación de casos
Paniculitis lipoatrófica
Viviana Kizlansky et al.
INTRODUCCIÓN
La paniculitis lipoatrófica (PL) es una enfermedad
rara, que cursa con múltiples placas eritematosas
en las extremidades que resuelven con atrofia
subcutánea. Frecuentemente el cuadro se asocia a
fiebre y trastornos autoinmunes.1
CASO CLÍNICO
Presentamos una paciente de 8 años de edad, de
sexo femenino, con antecedentes de fisura palatina, fusión de labios mayores, facies peculiar y
retraso madurativo. Consulta por presentar síndrome febril de un mes de evolución, edema en el
dorso de los pies y parte posterior del tercio distal
de las piernas de 3 meses de evolución, sensación
de frío en pulpejos, parestesias, envaramiento y
rigidez matinal.
Al examen físico se observa: facies peculiar caracterizada por frente olímpica, cejas arqueadas, pestañas largas, fisuras palpebrales inclinadas hacia
abajo, hipertelorismo ocular, estrabismo divergente, puente nasal ancho, filtrum corto, labios finos
con comisuras hacia abajo, retrognatia y orejas
carnosas de implantación baja. Perímetro cefálico
(Pc) >97. El abdomen es prominente. En la cavidad
oral se observa paladar hendido operado y dientes
desalineados. Se destacan los dedos finos de las
manos, cúbito valgo y actitud escoliótica (Figura 1).
Atrofia y pigmentación en el dorso de las manos y
las piernas (Figuras 2 y 3), edema semiduro simétrico en el dorso de los pies (Figura 4) y parte
posterior del tercio distal de piernas (en estas
últimas se palpan nódulos en la región posterior),
piel descamada pardo-violácea y máculas café con
leche en pantorrillas, región subaxilar y tórax. Limitación a la flexo-extensión en codo y rodilla derechos y limitación a la deambulación.
Estudios complementarios: ecocardiograma: prolapso mitral con insuficiencia leve; laboratorio:
anemia microcítica hipocrómica, plaquetas
516.000/mm3, GOT 59 UI/L GPT 92 UI/L,
eritrosedimentación: 63 mm 1º hora, PCR: 2,56
mg/dl (VN: < 2 mg/dl), fibrinógeno: 521 mg/dl
(VN: 200-400 mg/dl) y ferritina de 147,2 ng/ml
(VN: 7-140 ng/ml). Las serologías para CMV y Epstein Barr fueron IgG positivas. Perfil reumatológico: FAN + (sustrato: células HE2), patrón homogéneo, título 1/160; anti-ADN, Anti-Ro, anti-La,
anti-SCL, anticardiolipina, anti-RNP y anti-SM: negativos; ecografía de partes blandas (pies, piernas y
dorso de manos): múltiples imágenes pseudonodulares compatibles con focos de fibrosis; biopsia de piel (de lesión nodular en miembros inferio-
1
2
3
Figura 1. Paciente de frente: facies peculiar y
atrofia en miembros inferiores.
Figura 2. Atrofia del tercio inferior de piernas
(cara anterior), con hipertricosis secundaria a
tratamiento corticoideo.
Figura 3. Atrofia del tercio inferior de piernas
(cara posterior).
res): epidermis sin alteraciones significativas, dermis con leve infiltrado linfocitario perivascular,
hipodermis con moderado infiltrado linfohistiocitario predominantemente lobular, con fenómenos de
lipofagia e imágenes de lipofagia adenoide. No se
evidencian fenómenos de esclerosis dérmica en la
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Dermatología Pediátrica Latinoamericana
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comunicación de casos
Paniculitis lipoatrófica
Viviana Kizlansky et al.
COMENTARIO
Figura 4
Dorso de los pies con edema e hiperpigmentación (día 1 de consulta).
misma. Diagnóstico: paniculitis lobular (Figura 5);
el cariotipo en sangre periférica con técnica de
bandeo G fue 46XX, del (10) (q11.2; q21) en las 15
metafases analizadas (anomalía estructural, deleción del brazo largo del Cr 10) que podría relacionarse con las alteraciones dismórficas de esta
paciente. El resto de los estudios: fondo de ojo, valoración nefrológica, PPD, Rx tórax, electroencefalograma, resonancia magnética de cerebro, seriada esofagogastroduodenal, ecografía abdominal y
renal fueron normales. Las serologías para Chagas,
VDRL, HIV, Mycoplasma, Parvovirus e Histoplasma fueron negativas.
Dada la correlación clínica e histológica, y habiendo
excluido las causas conocidas de paniculitis lipoatrófica (formas secundarias), llegamos al diagnóstico de “paniculitis lipoatrófica idiopática de la
infancia”.
Figura 5
Histopatología (H&E, 10X).
La paniculitis lipoatrófica (PL) es una enfermedad
rara que afecta principalmente a mujeres y niños.1
Su forma de presentación consiste en múltiples
placas eritematosas en las extremidades, que resuelven con atrofia subcutánea. Frecuentemente el
cuadro se asocia con fiebre y trastornos autoinmunes (como títulos de FAN positivos, diabetes
mellitus, tiroiditis de Hashimoto o artritis reumatoidea juvenil).2 Durante mucho tiempo se la ha
descripto bajo el epónimo de enfermedad de
Weber-Christian1,3 o enfermedad de RothmannMakai, dependiendo de los signos presentes.1 Dichas denominaciones actualmente se encuentran
en desuso, tras la reclasificación como distintas enfermedades al reconocerse diversas etiologías de
paniculitis lobular.
Las paniculitis incluyen un grupo heterogéneo de
enfermedades inflamatorias que involucran al tejido celular subcutáneo o hipodermis.4,5 Las paniculitis pueden comprometer la porción septal, la
lobular (raramente descripta en niños6) o ambas.
Clínicamente se presenta como nódulos o placas
eritemato-violáceos, únicos o múltiples, firmes, dolorosos, que pueden o no ulcerarse y que, en ge5
neral, comprometen las piernas.
El término lipoatrofia describe un desorden del
tejido adiposo caracterizado por pérdida de grasa,2,3,7 debido a un proceso inflamatorio previo que
lo involucra.2 Por lo tanto engloba a las lipodistrofias y a la PL. La PL incluye a la paniculitis en la cual
la atrofia es un signo prominente.7 Puede aparecer
sin signos de inflamación precedente o con evidencia clínica o histológica de paniculitis (distinción
no siempre tan precisa).3 El término lipodistrofias
debería reservarse para describir una pérdida de
grasa, sin evidencia clínica o histológica de inflamación. La clasificación de este grupo de desórdenes es confusa en la literatura.
Elegimos como mejor clasificación de PL a la que
las agrupa en primaria o idiopática y secundaria a
desórdenes del tejido conectivo, infecciones, trauma, malignidad o enfermedades pancreáticas.7 La
lipoatrofia ha sido descripta en la paniculitis lúpica7, asociada a morfea, dermatomiositis3,7, paniculitis del tejido conectivo, secundaria a infecciones en inmunosuprimidos7 y secundaria a trauma
(físico, térmico o posterior a inyección de sustancias como morfina y vitamina K).3,7 Cuando éstas y
otras entidades bien definidas han sido excluidas,
restan un número de descripciones en la literatura
de paniculitis idiopática, frecuentemente asociada
con fiebre y/o desarrollo subsecuente de lipoa-
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Dermatología Pediátrica Latinoamericana
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comunicación de casos
Paniculitis lipoatrófica
Viviana Kizlansky et al.
3,6
trofia. Winkelmann utilizó el término de paniculitis del tejido conectivo (PTC), para referirse a un
síndrome de paniculitis linfocítica lobular, progresiva y recurrente, con fiebre intermitente de bajo
grado y hallazgos de anticuerpos FAN positivos
transitorios.1 En algunos casos puede llegar a la
cronicidad con severa lipoatrofia. Otros órganos y
sistemas pueden también estar comprometidos3,
resultando en una afectación severa, que puede poner en riesgo la vida del paciente.6 La PTC frecuentemente responde a antimaláricos1,8 y corticosteroides orales.
La patogénesis de estas formas idiopáticas de
paniculitis y la lipoatrofia es pobremente entendida.3 Los niños con PL idiopática usualmente desarrollan atrofia grasa como estadio final de la
inflamación, pudiendo la lipofagia jugar un rol en
este proceso.6 Winkelmann et al. describieron 3 niños con lipoatrofia granulomatosa lipofágica, a la
cual denominaron paniculitis de la niñez.1
La paniculitis frecuentemente representa una condición desfigurante, que requiere cirugía reconstructiva, requiriéndose un diagnóstico temprano
para prevenir su extensión y secuelas.1
Martínez et al. postularon una asociación entre PL
extendida y una alteración del cromosoma 10 (trisomía), en una niña de 3 años.7 En nuestro caso se
detectó una deleción del brazo largo del cromosoma 10, por lo que la asociación fisiopatogénica
propuesta por dichos autores no aplicaría para
nuestra paciente.
Presentamos este caso de paniculitis lipoatrófica
idiopática de la niñez y alteración del cromosoma
10, por ser una patología infrecuente, con un sólo
caso de esta asociación descripto en la literatura y
por el desafío diagnóstico que ocasionó al plantel
médico.
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71
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
comunicación de casos
Eritroqueratodermia simétrica progresiva:
seguimiento prolongado de un paciente
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María Mercedes Cano
Médica Dermatóloga, Hospital Córdoba
Carina Martinez
Concurrente 3º año, Servicio de Dermatología, Hospital Córdoba
Gustavo Ponssa
Javier Consigli
Médico Dermatólogo, Doctor en Medicina
María Elsa Giovo
Jefa del Servicio de Dermatología, Hospital de Niños de la Santísima Trinidad
Susana Pereyra
Jefa del Servicio de Dermatología, Hospital Córdoba
Córdoba Capital, Córdoba, Argentina
Resumen
La eritroqueratodermia simétrica progresiva (EQSP) es una genodermatosis rara que se manifiesta por placas queratósicas con base eritematosa, simétricas, policíclicas, localizadas principalmente en las extremidades. Se presenta un caso de un varón de 16 años, controlado desde
el nacimiento, con un gran porcentaje de la superficie cutánea afectada.
Palabras clave: eritroqueratodermia simétrica progresiva; genodermatosis
Abstract
The progressive symmetrical erythrokeratodermia (EQSP) is a rare genodermatosis manifested by symmetric erythematous and keratotic plaques, polycyclic, located mainly on the
limbs. We report a case of a 16 years old boy, controlled from birth, with a large percentage
of skin surface affected.
Key words: erythrokeratodermia progressive symmetric; genodermatosis
Dermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2012; 10 (2): 72-4.
INTRODUCCIÓN
Las eritroqueratodermias son un grupo de enfermedades caracterizadas por un trastorno de la
queratinización. La EQSP fue descripta por Darier
en 19111 y actualmente también se la conoce como
síndrome de Darier Gottron.2 Es una genodermatosis muy rara, que se transmite de forma autosómica dominante, con penetrancia incompleta y
expresividad variable aunque también hay casos
descriptos de aparición espontánea.3
Se divide a las eritroqueratodermias en 4 grupos:
eritroqueratodermia variable de Mendes da Costa
(EQV), eritroqueratodermia simétrica progresiva
de Gottron (EQSP), eritroqueratodermia con ataxia
o síndrome de Giroux Barbeau y síndrome de queratitis-ictiosis-sordera (síndrome de KID o eritro-
4
queratodermia progresiva de Burns).
En el año 1997 Ishida-Yamamoto et al. encontraron
una mutación en el gen de la loricrina (LOR;
152445) en el cromosoma 1q21 y 1q36 como respon5,6
sable de la EQSP. Este gen interfiere en las etapas
tardías del proceso de la queratinización. Posteriormente se encontraron nuevos sitios afectados en
los cromosomas 21q11.2- 21q21.2.7
Actualmente se reconoce que las formas de eritroqueratodermia variabilis y la simétrica progresiva
tienen la misma base genética (se encontró igual
mutación en pacientes con diagnóstico de eritroqueratodermia variabilis y en otros con el de eritroqueratodermia simétrica progresiva), por lo que
van Steensel et al., en el 2009, propusieron desig-
Correspondencia:
María Mercedes Cano
Eduardo Huergo 1765, Barrio San Francisco, Córdoba Capital, Córdoba, Argentina
CP: 5010
E-mail: [email protected]
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Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
comunicación de casos
Eritroqueratodermia simétrica progresiva
María Mercedes Cano et al.
nar a estos cuadros como una entidad única denominándola eritroqueratodermia variabilis et progres8
siva (OMIM ♯133200). Esta entidad ocurre por
mutaciones del gen GJB3, que mapea en 1p34.3 y
codifica a la conexina 31 (perteneciente a una
familia de proteínas transmembrana que forman
parte de las uniones gap).
CASO CLÍNICO
Se presenta un joven de 16 años de edad con placas
verrucosas hiperpigmentadas distribuidas en región malar, frente y pabellones auriculares (Figuras
1 y 2), presentes desde los 4 meses de edad y acom-
3
1
4
Figura 3. Paciente a los 3 años de vida, con lesiones simétricas eritematoqueratósicas en
miembros.
Figura 4. Lesiones en miembros superiores a
los 16 años de edad.
2
Figura 1. Paciente a los 3 años de vida, con lesiones verrucosas hiperpigmentadas.
Figura 2. Paciente a los 16 años de edad, con lesiones verrucosas en rostro, de distribución similar a la foto anterior.
pañadas de placas eritematoqueratósicas simétricas en miembros superiores (Figuras 3 y 4). No presenta alteraciones en las faneras.
Durante los 16 años de seguimiento recibió múltiples tratamientos tópicos con diversos queratolíticos y emolientes, alternando con períodos de mejoría y recurrencia. En la última visita se le indicó
acitetrín VO (25 mg/día) y emolientes. No se pudo
evaluar la respuesta terapéutica ya que no regresó a
la consulta.
Se le realizó biopsia de piel que evidenció hiperqueratosis paraqueratótica parcheada, acantosis,
hipergranulosis y papilomatosis (Figura 5).
Se solicitó interconsulta con neurología, oftalmología y otorrinolaringología sin encontrarse alteraciones.
En su familia, la madre y un hermano mayor están
igualmente afectados, mientras que el padre y otros dos hermanos son sanos.
73
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
comunicación de casos
Eritroqueratodermia simétrica progresiva
María Mercedes Cano et al.
Figura 5
Histopatología de piel: hiperqueratosis con
paraqueratosis parcheada, acantosis y papilomatosis (H&E, X100).
COMENTARIO
La EQSP se caracteriza clínicamente por lesiones
presentes desde la lactancia que consisten en placas hiperqueratósicas, de superficie verrucosa, sobre una base eritematosa, simétricas, bien delimitadas y localizadas en cara, extremidades y
glúteos. Estas placas progresan lentamente en los
primeros años de vida, se estabilizan en la mayoría de los casos en la infancia temprana y pueden
remitir parcialmente en la pubertad. En el 50% de
los pacientes se observa queratodermia palmoplantar eritematosa.
Los diagnósticos diferenciales más frecuentes son
pitiriasis rubra pilaris, otras queratodermias palmoplantares, psoriasis y la eritroqueratodermia
variable; caracterizándose esta última, por placas
hiperqueratósicas fijas y otras eritematosas de configuración geométrica, bien delimitadas, policíclicas, que suelen cambiar de forma y tamaño en
minutos u horas o involucionan completamen4,9,10
te.
Existen pocos casos publicados de EQSP, el diagnóstico es fundamentalmente clínico ya que la histopatología es inespecífica, observándose a nivel
epidérmico hiperqueratosis, paraqueratosis parcheada e hipergranulosis con taponamiento folicular. En la dermis papilar se detectan capilares dilatados y escasos infiltrados linfocitarios perivasculares. En la microscopia electrónica se observan
vacuolas de lípidos en el estrato córneo y aumento
en el número de mitocondrias edematizadas en las
células granulares.11
El tratamiento de esta dermatosis es sintomático,
con emolientes, queratolíticos tópicos a base de
urea, ácido salicílico y ácido láctico entre otros,
glucocorticoides y retinoides tópicos. El tratamiento con retinoides sistémicos es muy efectivo
pero su uso se encuentra limitado por los efectos
secundarios, costos y recaída al suspender la terapéutica.7,12
Motiva la presentación de este caso la baja incidencia de esta patología, el seguimiento prolongado
del paciente, la clínica florida que presenta y destacar el gran compromiso psicosocial producido por
esta patología dermatológica.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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74
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haga su diagnóstico
Dismorfias faciales, pulgares y primeros
dedos de los pies anchos e hipertricosis
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Leticia Lara-Mendoza
Residente de Dermatología Pediátrica
Carola Durán-McKinster
Jefe del Servicio
Luz Orozco-Covarrubias
Marimar Sáez-de-Ocariz
Carolina Palacios-López
Dermatólogas Pediatras Adscritas
Ramón Ruiz-Maldonado
Investigador Emérito
Servicio de Dermatología, Instituto Nacional de Pediatría, México D.F., México
CASO CLÍNICO
Paciente de sexo femenino, de 12 años de edad, que
fue referida al Servicio de Dermatología por presentar exceso de vello. Fue producto de un primer embarazo normoevolutivo, de 38 semanas de gestación. No existían antecedentes heredofamiliares
relevantes. A los 3 meses de edad le diagnosticaron
ceguera congénita y retraso mental profundo.
En la exploración física encontramos los siguientes
hallazgos: fisuras palpebrales inclinadas hacia abajo, puente nasal ancho, narinas antevertidas, paladar alto, maxilar inferior hipoplásico, cabeza pequeña, hipertricosis generalizada con predominio en
cara, dorso y hombros (Figura 1) conformada por
pelo negro terminal. Llamaba la atención que los
pulgares y los primeros dedos de los pies así como
las uñas eran muy anchos con respecto al resto de
los dedos (Figuras 2 A y B).
2A
2B
Figura 2A. Dedos pulgares y aparato ungueal
anchos.
Figura 2B. Primeros dedos de los pies anchos
en forma de raqueta, muy característicos de
este síndrome.
Diagnóstico: Síndrome de Rubinstein-Taybi
COMENTARIO
Figura 1
Hipertricosis generalizada de pelo terminal.
Correspondencia:
El síndrome de Rubinstein-Taybi (SRT)1 se caracteriza por retraso en el crecimiento y el desarrollo,
cabeza pequeña, dismorfias faciales y retraso mental profundo. La mitad de los pacientes tiene hipertricosis generalizada. Los pulgares y primeros dedos de los pies anchos con un aparato ungueal
grande son característicos. La frecuencia del SRT se
estima en un caso por cada 100.000 nacidos vivos.2 Su herencia es autosómica dominante, sin
Dermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2012; 10 (2): 75-6.
Carola Durán-McKinster
Insurgentes Sur 3700-C, Col. Insurgentes Cuicuilco, México D.F., México
CP: 04530
E-mail: [email protected]
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haga su diagnóstico
Pulgares y primeros dedos de los pies anchos
Leticia Lara-Mendoza et al.
embargo, la mayoría de los casos son esporádicos.2 Ocurre por una mutación en el gen CREBBP
(50-70% de los casos) o en el gen EP300 (3%).3 Existen también comunicaciones de mosaicismo somático.2 En nuestra paciente se consideró que se
trataba de una mutación de novo ya que fue el primer caso en la familia.
Cuando existe hipertricosis esta se observa desde
el nacimiento, predomina en la cara, el dorso y los
hombros y persistirá toda la vida como pelo terminal.2 La apariencia facial es característica: cejas
arqueadas, pestañas largas, fisuras palpebrales inclinadas hacia abajo, puente nasal ancho, punta
nasal alargada con extensión del tabique nasal por
debajo de las alas nasales, paladar alto y micrognatia leve.4 Otros hallazgos son una prominencia
ósea triangular en la cara lingual de los incisivos
superiores de la dentición permanente, así como
dientes supernumerarios que apoyan el diagnóstico, particularmente cuando las manifestaciones
5
faciales son parciales.
La hipertricosis es un signo muy importante, sin
embargo, el dato clínico que más ayuda a sospechar el diagnóstico de SRT es la presencia de los
pulgares y los primeros dedos de los pies anchos.4
De la misma manera que la anoniquia congénita se
acompaña de ausencia de falange terminal, los pulgares anchos tienen un aparato ungueal grande y
una falange ancha; en caso de duda, una radiografía corroborará el diagnóstico. No es raro que
estos pacientes consulten por paroniquia.
Otras alteraciones posibles en el SRT son la obstrucción del conducto nasolagrimal, ptosis palpebral, glaucoma, errores en la refracción y ceguera.2 Un tercio de los casos presenta malformaciones cardíacas como persistencia del conducto
arterioso, defectos del tabique interventricular e in-
terauricular y coartación o estenosis pulmonar.6
Los pacientes con SRT pueden tener anormalidades renales como hidronefrosis, duplicaciones, reflujo vesico-ureteral, cálculos renales y síndrome
nefrótico, así como un riesgo mayor de desarrollo
de meningioma y leucemia antes de los 15 años7 y
de cicatrices queloides8 y pilomatrixomas.2,6 En el
caso de los varones, pueden presentar criptorquidia.
A pesar de que el SRT se conoce como el síndrome
de los pulgares anchos, en la gran mayoría de casos
este dato clínico valioso es pasado por alto provocando retraso en el diagnóstico, como sucedió en
nuestra paciente. Las anormalidades de los dedos y
pulgares pueden observarse también en síndromes
con craneosinostosis relacionados con la mutación
del gen FGFR2, como el síndrome de Pfeiffer y el
síndrome de Apert, que se diferencian del SRT por
la craneosinostosis.9 Los pulgares anchos también
se observan como característica aislada en la
braquidactilia tipo D.9 Aunque las uñas anchas y
cortas “en raqueta” pueden presentarse en forma
aislada o asociada a síndromes, en ninguno de
ellos la uña se acompaña de una falange ancha y
grande como en el SRT. Como característica asociada, pueden presentar desviación y ocasionalmente duplicación de las falanges afectadas.
Por lo anterior, debemos reconocer las características clínicas relevantes de cada entidad para realizar
un abordaje adecuado de nuestros pacientes y evitar retraso en el diagnóstico así como exámenes
innecesarios. En la paciente con SRT que presentamos la presencia de pulgares y primeros dedos de
los pies anchos fue el marcador clínico más valioso
para la sospecha diagnóstica de esta genodermatosis. En todos los casos deberá realizarse el estudio y asesoramiento genético.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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[consulta: septiembre 2012].
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Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
correlato clínico-patológico
Ampollas en un lactante
77
María Antonia Lemos Piñeros
Residente de la escuela de Dermatología y Cirugía Dermatológica, Universidad del Valle
Ricardo A. Rueda Plata
Dermatólogo-Dermatopatólogo. Docente de la escuela de Dermatología
y Cirugía Dermatológica, Universidad del Valle
Guillermo González Rodríguez
Luis Fernando Balcazar
Dermatólogo. Docente de la escuela de Dermatología
y Cirugía Dermatológica, Universidad del Valle
Cali, Colombia
PRESENTACIÓN DEL CASO
5). No había lesiones en la mucosa oral ni en los
genitales.
Los resultados del laboratorio solicitado revelaron:
hemoglobina 9,49 g/dL, leucocitos 31.200/uL (neutrófilos 18,3%, linfocitos 54%, monocitos 5,85%,
eosinófilos 19%, basófilos 2,79%), plaquetas
471.000/uL, PCR 11,81 mg/L (VN 0 a 5 mg/L), IgE
143 UI/ml (VN para 1 a 12 meses edad: 0 a 15
UI/ml).
Se le realizaron dos biopsias de piel en la región
dorsal, encontrándose en ambas una ampolla subepidérmica con abundantes eosinófilos y linfocitos,
edema de la dermis papilar y espongiosis del epitelio (Figuras 6 y 7). La inmunoflorescencia directa
mostró IgA (-), IgG (+) con banda lineal débil en la
zona de la membrana basal (ZMB) y C3 (+++) tanto
Niño de 9 meses de edad, procedente de Cali
(Valle-Colombia), que consultó por cuadro clínico
de un mes y medio de evolución, que consistía en
la presencia de ampollas y vesículas que inicialmente se localizaron en las palmas y plantas, y que
posteriormente se generalizaron a todo el cuerpo.
Las mismas eran pruriginosas y resolvían dejando
hipopigmentación. Los antecedentes personales y
familiares eran negativos.
Al examen físico se observaba un paciente con fototipo VI, en buenas condiciones generales, con
presencia de lesiones vesiculares y ampollosas tensas generalizadas, erosiones, costras y máculas hipopigmentadas residuales generalizadas (Figuras
1, 2, 3 y 4). En las palmas y plantas destacaba la presencia de máculas eritematosas residuales (Figura
1
2
3
Figura 1. Ampollas y erosiones generalizadas.
Figura 2. Ampollas, erosiones y máculas hipopigmentadas generalizadas. Detalle del abdomen.
Figura 3. Ampolla tensa en base de hélix de oreja izquierda y máculas hipopigmentadas residuales.
Correspondencia:
María Antonia Lemos Piñeros
Calle 7 sur 9 A 23 Buga, Valle del Cauca
CP: 763041
E-mail: [email protected]
Dermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2012; 10 (2): 77-80.
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Ampollas en un lactante
María Antonia Lemos Piñeros et al.
4
5
6
7
Figura 4. Ampolla tensa en el 2º dedo de la mano izquierda. Máculas hipopigmentadas residuales.
Figura 5. Eritema y discromía residual en palmas, lugar característico de afectación del PA en la infancia.
Figura 6. Ampolla subepidérmica con abundantes eosinófilos en el infiltrado inflamatorio (H&E, X10).
Figura 7. Acercamiento de la dermis papilar, en el lecho de la ampolla, se resalta el componente eosinofílico del infiltrado inflamatorio (H&E, X40).
en el techo como en el piso de la ampolla (Figuras
8 y 9). Se interpretaron los hallazgos consistentes
con penfigoide ampollar de la infancia.
Se inició tratamiento con prednisona vía oral (1 mg
/kg/día), antihistamínicos y cuidados de la piel,
observándose resolución del cuadro clínico en un
mes. El paciente entró en remisión y no con- sultó
nuevamente.
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correlato clínico-patológico
Ampollas en un lactante
María Antonia Lemos Piñeros et al.
8
9
Figura 8. IFD (split): C3 (+++) con patrón lineal, tanto en el techo como en el piso de la ampolla (10X).
Figura 9. IFD (split): marcada positividad de C3 con predominio en piso de la ampolla (40X).
DISCUSIÓN
El penfigoide ampollar (PA) es una enfermedad
ampollar autoinmune adquirida, que afecta principalmente a personas mayores y es extremadamen1
te rara en niños. Se caracteriza por la producción
de autoanticuerpos dirigidos contra los antígenos
PA180 y PA230 (también llamados antígenos 1 y 2
del PA, respectivamente), que se encuentran en los
hemidesmosomas de la membrana basal epidérmica.2
El primer caso documentado de PA infantil data de
1970.1,3,4 En 1991, Nemeth establece 4 criterios
diagnósticos de esta entidad: a) edad menor a 18
años; b) ampollas tensas al examen físico con afectación variable de mucosas; c) ampollas subepidérmicas con eosinófilos en la histología y, d) depósitos lineales de IgG y C3 en la inmunofluorescencia directa (IFD) y/o anticuerpos IgG frente a la
membrana basal en la inmunofluorescencia indirecta (IFI).1-3
Como en la mayoría de las enfermedades ampollares autoinmunes, la razón exacta de la formación
de autoanticuerpos es desconocida, aunque varias
subclases de HLA se han asociado con una mayor
susceptibilidad a este trastorno. El consumo de
medicamentos ha sido incriminado en algunos casos y se ha observado que el PA en la infancia puede presentarse poco tiempo después de la vacunación. Dado que la frecuencia de la vacunación
durante la infancia es alta, esta relación puede ser
pura coincidencia. Las infecciones virales también
5
podrían ser capaces de precipitar esta entidad.
Se han observado dos picos de incidencia del PA en
la infancia: en el primer año de vida y a los 8 años
de edad.1
Clínicamente se presenta con ampollas tensas ge-
neralizadas, a veces hemorrágicas. Las lesiones a
menudo se encuentran en el tronco y zonas de
flexión de las extremidades.5 En niños menores de
un año, se ha encontrado una mayor tasa de afectación acral, particularmente de las palmas y las
plantas como sitios de predilección, lo que ofrece
una pista diagnóstica.1,5 La afectación de las mucosas es variable. Se han descrito casos localizados
exclusivamente en genitales, donde se debe diferenciar de lesiones por abuso sexual.1,2 Las ampollas se rompen dejando erosiones que se cubren de
costras. Es frecuente encontrar lesiones urticariformes acompañantes, habitualmente muy pruriginosas. El signo de Nikolsky es negativo.2
El diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos y la
confirmación histológica y la IFD. En la histología
se observa la formación de una ampolla subepidérmica con un gran número de eosinófilos.2 En la IFD
se observan depósitos lineales de IgG y/o C3 en la
unión dermoepidérmica, en el lado epidérmico. Infrecuentemente se encuentran depósitos en el lado
dérmico (como lo observamos en nuestro caso),
pero se desconoce la razón de este hallazgo. Se ha
sugerido que los epitopes extracelulares del antígeno de 180 kd se separarían de la epidermis durante el proceso de despegamiento.6 En la IFI se
identifican frecuentemente autoanticuerpos en sangre IgG contra la membrana basal. En los estudios
de laboratorio es frecuente encontrar leucocitosis
con eosinofilia y trombocitosis.2
El diagnóstico diferencial debe establecerse con la
dermatosis IgA lineal, la dermatitis herpetiforme, la
epidermólisis ampollosa adquirida, el eritema multiforme y el impétigo ampollar estafilocóccico.3,5
El tratamiento de elección del PA es la predni-
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María Antonia Lemos Piñeros et al.
solona oral, en dosis de 1 a 2 mg/kg/día. Se han informado tratamientos exitosos con dapsona, otras
sulfonas, ciclosporina, azatioprina, eritromicina, mofetil micofenolato, clorambucil, metilprednisolona
intravenosa e inmunoglobulina intravenosa.1 Además, se ha observado buena respuesta a los corticoesteroides tópicos de alta potencia en casos leves o limitados.1
En general los niños con PA tienen un buen pronóstico. La remisión se logra dentro de varias semanas a algunos meses, aunque habitualmente en
las formas generalizadas el tratamiento no debe
suspenderse por el riesgo de inducir mayor morbilidad y mortalidad. Se ha observado en la mayoría
de los niños una respuesta rápida al tratamiento,
siendo muy raras las recaídas.1
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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challenges. Clin Exp Dermatol. 2010; 35:213-4.
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Dermatología Pediátrica Latinoamericana
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revisión bibliográfica
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Andrea Bettina Cervini
Médica Asistente del Servicio de Dermatología del Hospital Garrahan
Paula Boggio
Médica Asistente del Sector Dermatología Pediátrica del Hospital Ramos Mejía
Buenos Aires, Argentina
1. El rostro en el síndrome del nevo melanocítico
congénito.
Kinsler V, Shaw AC, Merks JH, Hennekam RC. Am J
Med Genet A. 2012; 158A:1014-9.
Los autores realizaron una investigación con el
objetivo de comprobar si los pacientes con nevo
melanocítico congénito (NMC) tienen ciertos rasgos faciales con más frecuencia de lo esperable en
comparación con la población general. Seleccionaron fotografías de 95 pacientes con NMC para evaluar su morfología facial, la cual fue examinada de
forma independiente por dos médicos genetistas.
Los resultados fueron comparados con la prevalencia de estas características en la población general,
y se encontró que el 74% de los pacientes con NMC
presentaba al menos 3 rasgos faciales típicos. Entre
ellos, los más comunes fueron: frente prominente,
aparente hipertelorismo, variantes de cejas, nariz
pequeña y corta, maxilar prominente y filtrum corto.
No se halló una asociación entre la severidad y el
fenotipo. En el trabajo los autores concluyen que
los niños con NMC presentan una facies característica y proponen el término “síndrome del nevo
melanocítico congénito” para describir esta asociación.
2. Úlceras genitales agudas en niñas no sexualmente activas: serie de casos, revisión de la literatura, y recomendaciones sobre evaluación y manejo.
Rosman IS, Berk DR, Bayliss SJ, White AJ, Merritt DF.
Pediatr Dermatol. 2012; 29:147-53.
Los autores realizan una revisión de 12 niñas no
sexualmente activas con úlceras genitales agudas,
que fueron evaluadas en su institución Además,
revisan la literatura reciente sobre el tema, con el
objetivo de definir pautas de diagnóstico, evaluación y tratamiento de este tipo de úlceras.
En ninguna de sus pacientes encontraron una
causa infecciosa y/o autoinmune responsable de
las lesiones. La mayoría tenía antecedentes de úlceras orales y síntomas generales prodrómicos, y un
tercio de las niñas ya había tenido episodios similares anteriores.
Los autores proponen un algoritmo diagnóstico y
terapéutico para estos casos y concluyen que la
aparición de úlceras agudas genitales en niñas antes de la menarca representa una forma de aftosis
vulvar idiopática. Recomiendan no utilizar antiinflamatorios no esteroides, debido a la relación etiológica propuesta entre estos y la aparición de las
aftas orales, y recomiendan medidas de soporte
general como tratamiento.
3. Pustulosis exantemática aguda generalizada.
Fernando SL. Australas J Dermatol. 2012; 53:87-92.
El autor realiza una extensa y completa revisión
sobre la pustulosis exantemática aguda generalizada (PEAG), haciendo hincapié en sus manifestaciones clínicas, etiopatogenia y tratamiento.
Esta entidad es una reacción adversa cutánea severa, secundaria a la administración de drogas
(antibióticos, hidroxicloroquina, diltiazem, etc.) la
mayoría de las veces. Se caracteriza por la presencia de un exantema generalizado con la aparición
abrupta de múltiples pústulas estériles acompañado de fiebre y síntomas sistémicos. Los linfocitos
CD8 citotóxicos y CXCL-8 intervienen en la patogénesis de la misma. Si bien el cuadro revierte aproximadamente en 15 días después de la suspensión de
la droga, los corticoides sistémicos son necesarios
en algunos casos. La mortalidad de la PEAG ronda
el 5%.
4. Calcinosis cutis en las enfermedades autoinmunes del tejido conectivo.
Gutiérrez A Jr, Wetter DA. Dermatol Ther. 2012;
25:195-206.
En este trabajo original sobre calcinosis cutis, los
autores realizan una detallada descripción y actualización de los distintos tipos de calcinosis (distrófica, metastásica, iatrogénica e idiopática) y sus
diferentes formas de presentación, así como tam-
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Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
82
revisión bibliográfica
Andrea Bettina Cervini, Paula Boggio
bién de su asociación con otros desórdenes y su
frecuencia en las distintas enfermedades del tejido
conectivo. Dentro de estas últimas, la dermatomiositis y la esclerosis sistémica son las dos entidades
que con mayor frecuencia se relacionan con la presencia de calcinosis cutis. Además, en este trabajo
se describen las distintas modalidades terapéuticas
propuestas para este cuadro, ya sean médicas (antibióticos, colchicina, bifosfonatos, tiosulfato de sodio, warfarina, inmunoglobulina IV, etc.) o quirúrgicas (cirugía, láseres, litotricia, etc.). Finalmente, los
autores proponen una lista de recomendaciones
para el diagnóstico, manejo y tratamiento de los
pacientes con calcinosis cutis dentro del contexto
de una enfermedad del tejido conectivo.
5. Timolol tópico para los hemangiomas infantiles.
Poniendo una nota de precaución en “cuidadosamente optimista”.
McMahon P, Oza V, Frieden IJ. Pediatr Dermatol.
2012; 29:127-30.
Las publicaciones recientes sobre la utilidad de la
terapia beta-bloqueante tópica, especialmente del
maleato de timolol, para el tratamiento de los hemangiomas de la infancia (HI), establecen que ésta
una nueva opción terapéutica potencialmente exitosa. En este artículo los autores comentan lo que
se conoce y lo que no sobre los potenciales efectos
colaterales del timolol tópico, para ayudar a los médicos a decidir qué pacientes son los candidatos
apropiados para recibir este tipo de tratamiento.
Absorción sistémica del timolol tópico: en USA el timolol tópico se comercializa como una solución al
0,25% y al 0,5% (utilizándose 2 veces al día) y como
un gel-formador de solución (que se aplica una sola
vez al día y tiene una absorción sistémica menor
luego de su aplicación ocular). No se conoce demasiado sobre la absorción percutánea del timolol a
través de la piel intacta, pero extrapolando la información que existe sobre el uso del timolol en Oftalmología, los autores destacan que, si bien los niveles plasmásticos después del uso de timolol tópico son prácticamente insignificantes, es prudente realizar un monitoreo clínico de los efectos
adversos (controles de frecuencia cardíaca y presión arterial), debido a que la la utilización de esta
medicación es cada vez más frecuente en neonatos
e infantes.
Potencia del timolol versus propranolol (implicancias
para su manejo): según los estudios citados, la potencia del timolol es entre 4 y 10 veces mayor que la
del propranolol. Cada gota de timolol tópico (0,05
ml) equivaldría a 2-8 mg de propranolol administrado por vía oral. Estas estimaciones son relevantes cuando se utiliza timolol en HI ulcerados o cerca de las mucosas y por ello los autores consideran
prudente que los médicos indiquen a los padres
exactamente qué cantidad de hay que aplicar (la recomendación es de 1 a 2 gotas por aplicación).
Efectos adversos potenciales y comunicados: la Food
and Drug Administration (FDA) aprobó el uso oftalmológico del timolol en el año 2007 para niños
menores de 6 años de edad y entre las contraindicaciones para su utilización se destacan el asma, la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica severa,
la bradicardia sinusal, el bloqueo AV de 2º ó 3º grado, falla cardíaca, el shock cardiogénico o la hipersensibilidad a cualquier componente del producto.
Se recomienda considerar estas contraindicaciones
antes de iniciar el uso de timolol tópico para los HI.
En la literatura pediátrica oftalmológica, entre 1979
y 1984 se comunicaron 9 efectos adversos atribuibles a la absorción sistémica de la solución de timolol en 114 pacientes tratados. Como los HI son
más comunes en los recién nacidos prematuros
(muchos de los cuales presentan enfermedad pulmonar crónica como secuela de su prematurez) se
recomienda utilizar con precaución el timolol
tópico en los que no alcanzan una edad gestacional
corregida de 44 semanas (por el riesgo de apneas
del prematuro) y en los niños con historia de apnea
o enfermedad pulmonar crónica. Los efectos adversos dermatológicos relacionados al uso de timolol
tópico son: alopecia, rash psoriasiforme o exacerbacion de la psoriasis, urticaria, rash localizado o
generalizado, y angioedema. El único efecto colateral comunicado del timolol tópico en el tratamiento de HI es de un caso con trastorno severo
del sueño. Los autores concluyen que el timolol
tópico es una terapia eficaz para los HI superficiales y resumen la información actualmente disponible sobre la seguridad de su uso. Destacan que
uno de los objetivos de su trabajo es llamar la
atención sobre los cuidados a tener en cuenta al
momento de prescribir esta droga en función de su
potencial absorción sistémica.
Dermatología Pediátrica Latinoamericana
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a) Artículos en revistas:
Apellido e inicial del nombre del o de los autores
separados por comas. Título completo del artículo
en su idioma original. Nombre de la revista en que
apareció. Año de publicación, volumen de la revista, página inicial y final del artículo.
Ej: Nico MM, Park JH, Lourenço SV. Mucocele in
pediatric patients: analysis of 36 children. Pediatr
Dermatol. 2008; 25:308-11.
b)Capítulos en libros:
Apellido e inicial del nombre del o de los autores
del capítulo separados por comas. Título del
capítulo. Apellido e inicial del nombre del o de los
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Tablas, cuadros y gráficos. Las tablas (que
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mismos) y los cuadros (que muestran información
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1). En las leyendas de las microfotografías de
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paciente o su representante legal autorizando la
publicación de la misma.
Figuras. Se aceptarán sólo fotografías digitales. Las
mismas deben tener un tamaño mínimo de 8 cm
de ancho, 300 dpi de resolución y cada una debe
enviarse como archivo individual con su nombre
correspondiente, en formatos JPEG o TIFF.
TIPOS DE TRABAJOS
1.Artículos de revisión
Página título; Resumen (hasta 250 palabras); Texto:
organizado en Introducción, Desarrollo y Conclusión; Referencias bibliográficas (hasta 100); Tablas,
cuadros y/o gráficos (hasta 6); Figuras (hasta 10).
Extensión: hasta 33.000 caracteres con espacios
(considerando página título, resumen, texto y
referencias bibliográficas).
2.Trabajos de investigación
Página título; Resumen estructurado: Introducción,
Materiales y métodos, Resultados, Discusión
(hasta 250 palabras); Texto: organizado en Introducción (se resumen las bases para el estudio u
observación y se presentan el/los objetivo/s del
trabajo); Materiales y métodos (deben incluirse: a.
selección de la población de estudio, b. métodos,
aparatos y/o procedimientos, c. detalles del protocolo usado cuando se trate de estudios clínicos, d.
guías o normas éticas seguidas y e. descripción de
métodos estadísticos); Resultados (presentados en
una secuencia lógica y sin repetición en el texto de
las informaciones presentadas en tablas/cuadros/gráficos); Discusión (se resaltan los aspectos
importantes del estudio, las conclusiones de ellos
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Dermatología Pediátrica Latinoamericana
Volumen 10 • Número 2. Mayo/Agosto 2012
reglamento de publicación
derivadas y su relación con los objetivos planteados); Referencias bibliográficas (hasta 50); Tablas, cuadros y/o gráficos (hasta 4), Figuras (hasta
8).
Extensión: hasta 22.000 caracteres con espacios
(considerando página título, resumen, texto y referencias bibliográficas).
3.Trabajos originales
Página título; Resumen (hasta 200 palabras); Texto:
organizado en Introducción, Serie de casos y Discusión; Referencias bibliográficas (hasta 50); Tablas, cuadros y/o gráficos (hasta 2); Figuras (hasta
8).
Extensión: hasta 22.000 caracteres con espacios
(considerando página título, resumen, texto y
referencias bibliográficas).
4.Comunicación de casos
Página título; Resumen (hasta 200 palabras); Texto: organizado en Introducción, Caso clínico y
Comentario; Referencias bibliográficas (hasta 30);
Figuras (hasta 6).
Extensión: hasta 11.000 caracteres con espacios
(considerando página título, resumen, texto y
referencias bibliográficas).
5.Haga su diagnóstico
Página título (el título no debe mencionar el
diagnóstico); Texto: organizado en Caso clínico,
Diagnóstico y Comentario; Referencias bibliográficas (hasta 10); Figuras (hasta 6).
Extensión: hasta 11.000 caracteres con espacios
(considerando página título, texto y referencias
bibliográficas).
6.Correlato clínico-patológico
Página título (el título debe hacer referencia a la/s
lesión/es, obviando el diagnóstico); Texto: organizado en Presentación del caso (presentando
hallazgos clínicos e histopatológicos y diagnóstico)
y Discusión; Referencias bibliográficas (hasta 20);
Fi- guras (6 en total: 3 clínicas y 3 histopatológicas).
Extensión: hasta 16.000 caracteres con espacios
(considerando página título, texto y referencias
bibliográficas).
7.Terapéutica
Página título; Resumen (hasta 250 palabras); Texto:
organizado en Introducción, Desarrollo y Conclusión; Referencias bibliográficas (hasta 60); Tablas,
cuadros y/o gráficos (hasta 4); Figuras (hasta 4).
Extensión: hasta 27.000 caracteres con espacios
(considerando página título, resumen, texto y
referencias bibliográficas)
UNIDADES DE MEDIDAS Y ABREVIATURAS
Se recomienda usar pesos y medidas del Sistema
Internacional de Unidades (SI), disponible en:
http://physics.nist.gov/cuu/Units/units.html. Las
temperaturas deben ser expresadas en grados
Celsius (°C). Las medidas de presión arterial deben
aparecer en milímetros de mercurio (mmHg). A su
vez, los medicamentos deben ir con el nombre
genérico o denominación común internacional.
La gramática y la sintaxis deben corresponder al
español. Cuando fuera necesario el uso de abreviaturas, siglas y/o símbolos, éstas deben seguir las
recomendaciones del “Council of Biology Editors
Style”. No deben ser usadas abreviaturas en el
Título. La primera vez que se use una abreviatura o
sigla irá precedida del término completo, salvo que
se trate de una unidad de medida estándar.
COPYRIGHT
Todo trabajo deberá acompañarse del correspondiente formulario de Copyright firmado por el autor
principal, sin el cual no se procederá a su publicación definitiva. Dicho formulario se encuentra
disponible en la página web de la SLADP:
www.sladp-online.org
El mismo deberá ser enviado por alguno de los
siguientes medios:
Correo postal: Editores Dermatología Pediátrica
Latinoamericana
Arenales 2557, 1º A, (CP1425), CABA, Buenos Aires,
Argentina
Fax: +54 11 41270264/48214407
E-mail: [email protected]
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