HISTORIA CONSTITUCIONAL DE NUESTRO PAÍS Desde la Primera Junta de Gobierno hasta el fracaso de la Constitución de 1826 Cuando el 22 de mayo de 1810 el pueblo de la ciudad de Buenos Aires resolvió reemplazar al Virrey Cisneros por una Junta Provisional de Gobierno -la llamada “Primera Junta” designada tres días después-, produjo el primer acto con significado jurídico de nuestra historia nacional. Tras la caída de la monarquía española en manos de los franceses y la posterior disolución de la Junta Central de Sevilla que había designado al virrey, la legitimidad de su mando había desaparecido. Ello brindó la ocasión necesaria para justificar la reasunción de los derechos de soberanía por parte del pueblo, el que tendrá así la libertad para instalar un nuevo gobierno, tal como quedó asentado en el voto de quien sería el presidente del primer gobierno patrio, Cornelio Saavedra: “(…) no queda duda de que es el pueblo quien confiere la autoridad o mando”. Sentado este principio de la soberanía popular, la flamante nación debía encarar la soberanía política y jurídica que le permitiera emprender el camino de la consolidación y el desarrollo. Lamentablemente, las cuatro décadas que transcurrieron la remoción de las autoridades coloniales hasta la caída del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas mostraron una permanente inestabilidad. De inmediato surgieron conflictos entre los revolucionarios: por un lado, el enfrentamiento entre los seguidores de Mariano Moreno, partidarios de una marcha acelerada de la revolución, y los de Saavedra, de tendencia más conservadora; por otro, el que sostuvieron los que favorecían la instalación de una monarquía constitucional y los que deseaban instalar una forma republicana de gobierno. Y por último, el hecho que marcó la historia argentina: la lucha entre UNITARIOS y FEDERALES (1820 Y 1852). Este conflicto, se debió a las disputas entre porteños y provincianos que tuvieron lugar ya en los primeros años de la revolución. Los unitarios favorecían un gobierno nacional fuertemente centralizado, con capacidad para nombrar delegados que gobernaran las provincias. El argumento en que se apoyaban era el escaso desarrollo de la vida social, económica y cultural que presentaba el interior en relación con la ciudad de Bs. As. En un ambiente como el de las provincias,- decían los unitarios- no existían las bases para el autogobierno. Por ello, proponían que el gobierno se estructurara “en unidad de régimen”, como expresaría el texto de la Constitución de 1826, es decir “de arriba hacia abajo” con el poder central supervisando y dirigiendo a los gobiernos locales. Los federales, en cambio, eran celosos defensores de las autonomías provinciales. Apoyados más tradicionales, españolas y católicas de las provincias –por oposición al ambiente europeizado y cosmopolita de la ciudad portuaria de Bs. As.- desconfiaban del centralismo porteño. Por ello reclamaban que la organización constitucional garantizara el derecho de los pueblos de las provincias a elegir a sus propios gobernantes y a dotarlos de los medios y las atribuciones necesarias. Esto, a diferencia de lo que proponían los unitarios implicaba organizar la Nación “de abajo hacia arriba”, concibiendo al estado federal como el resultado de una unión de provincias lograda por la libre desición de éstas. Lo que impidió en esos años organizar la República Argentina fue la incapacidad de acordar mecanismos para saldar pacíficamente el conflicto. En la primera década que siguió a la Revolución de Mayo se sancionaron muchas normas de organización política (estatutos y reglamentos) hasta llegar al primer intento de establecer una constitución en 1819 que generó el rechazo de la mayoría de las provincias por su perfil unitario y su disponibilidad para servir de base a la monarquía. En 1824, se reunió en Bs. As. Un nuevo congreso con el propósito de organizar constitucionalmente el país y se debatió la forma de organización del Estado (federal o unitaria) que se adoptaría. La provincia de Bs. As. Y sus aliadas se impusieron en las votaciones, con lo cual es texto constitucional quedó aprobado cuando el congreso había designado a Bernardino Rivadavia y en momentos en que nuestro país estuvo en guerra con el Brasil- exhibió un marcado corte centralista. El art. 132 prescribía que los gobernadores serían elegidos por el Presidente “a propuesta en terna” de los Consejos de Administración Provinciales; asimismo el artículo 130 determinaba que los gobernadores se encontrarían “bajo supervisión directa del presidente de la Nación”. Esta constitución también fue rechazada por la mayoría de las provincias y se sumó a ello el descrédito de Rivadavia por negociar la paz con el Brasil, cuestión que lo llevó a renunciar y abandonar el país, el congreso se disolvió y la presidencia encabezada provisoriamente por Vicente López y Planes también dejó de funcionar. Desde la caída de Rivadavia hasta la batalla de Caseros Luego de la desaparición del gobierno nacional, las provincias delegaron las funciones de relaciones exteriores y de guerra en el gobernador de la provincia de Bs. As. En este período caracterizado por una guerra civil intensa, se intentó sancionar una Constitución en la Convención de Santa Fé (1828). Este intento falló por las luchas entre unitarios y federales. Las figuras políticas de la época fueron líderes provinciales, entre las que se destacó el gobernador de Bs. As., Juan Manuel de Rosas, quien se opuso a todo intento de organización constitucional argumentando que el país no estaba en condicionesy en virtud de los poderes delegados en la provincia de Bs. As. Se convirtió en un virtual presidente de la república. Rosas resistió ante todos los intentos unitarios por derrocarlo, su caída solo fue posible gracias mediante el levantamiento de el gobernador de Entre Ríos Justo José de Urquiza. Este aliado con contingentes unitarios y con el Brasil (con quien Rosas mantenía un antiguo conflicto) invadió la provincia de Bs. As. Y venció a Rosas en la Batalla de Caseros (1852). El gobernador de Bs. As renunció y se exilió a Inglaterra. LA CONSTITUCIÓN DE 1853 La caída de Rosas despejó el último obstáculo para la organización constitucional. Actividad: Investiga y explica los sucesos de organización constitucional en 1853. …………………………………………………………………………………………………………………………………………………… …………………………………………………………………………………………………………………………………………………… …………………………………………………………………………………………………………………………………………………… …………………………………………………………………………………………………………………………………………………… …………………………………………………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………………………………………….