The Beatles. Antología The Beatles The Beatles. Antología (2ª parte) Paul: Las canciones del álbum las escribimos sobre todo en casa de John, en Weybridge. En el caso de A Hard Day's Night, John se fue a casa y regresó con buena parte del material, pero en el caso de Help! las escribimos juntos. Recuerdo que mientras nos estrujábamos el cerebro, a John se le ocurrió la idea para la canción que da título al álbum. Yo colaboré en la estructura de la misma, incluyendo algunas breves melodías. Cuando terminamos, bajamos y la tocamos para Cynthia y Maureen Cleave, que dijeron que era muy buena. Ya estábamos preparados para grabarla. Por un comentario que él hizo más tarde, creo que Help! reflejaba el estado de ánimo de John en aquel entonces. Se sentía un poco desbordado por el fenómeno Beatles. John: La mayoría de la gente cree que es una canción rápida al estilo rock & roll. Yo no me percaté de ello en su momento; escribí la canción porque me encargaron que la escribiera para la película, pero más tarde comprendí que en realidad estaba realmente pidiendo socorro, aunque de forma poética. Creo que la canción expresa todo lo que sentía. John: LA MOVIDA DE THE BEATLES ERA INCREÍBLE. YO COMÍA Y BEBÍA COMO UN CERDO, Y ESTABA GORDO COMO UN CERDO, PORQUE ME SENTÍA INSATISFECHO CONMIGO MISMO. EN MI SUBCONSCIENTE PEDÍA SOCORRO. FUE MI PERIODO DE GORDO A LO ELVIS. En la película él (yo) está muy gordo; se siente inseguro y totalmente perdido. Yo canto sobre cuando era más joven, recordando lo sencilla que era mi vida entonces, pero luego las cosas se complicaron. La felicidad es la sensación que experimentas cuando no te sientes desgraciado. No existe nada que me garantice la felicidad. No existe ninguna cosa que haga clic y consiga hacerme feliz. Ahora soy muy positivo, pero también tengo depresiones y me entran ganas de arrojarme por la ventana. A medida que me hago mayor, voy aprendiendo a afrontar la situación; no sé si aprendes a controlarte, o si cuando te haces mayor te calmas un poco. En cualquier caso, yo estaba gordo y deprimido y pedía socorro. Ésa es la verdad. George: John nunca lo dijo cuando lo escribió, sino retrospectivamente. Estaba regordete y llevaba gafas. No se gustaba. Se parecía a Michael Caine con gafas de concha. Era muy paranoico con lo de ser miope y, en los clubes, teníamos que llevarlo hasta la mesa para que pudiera entrar sin gafas y tuviera buena pinta. Tenía gracia cuando salía con Cynthia: en el coche, se ponían a discutir sobre a quién le tocaba ponerse las gafas para entrar y ver dónde se sentaban. Sí que tuvo una época en la que sentía: "I was younger than today"... Soy cínico con las cosas que no se cuestionan: la política, peroqueno John: La letra sociedad, continúa siendolabuena. Me constata yo me fijaba mucho en mí mismo. con la vida, el amor y las Y eso era sin ácido, sin nada (bueno, con marihuana). muerte" La grabación no me gusta mucho. Se perdió la verdadera esencia de la canción porque fue un single; la tocamos demasiado deprisa, para ser comerciales. He pensado en volverla a grabar algún día con un ritmo más lento. Recuerdo que, cuando la cantaba, solía emocionarme. Cante lo que cante, lo siento de verdad. No finjo. Incluso cuando canto "awop-bop-alooma-awop-bam-boom", lo siento de verdad. Y además siempre está la música, que te toca la fibra. Recuerdo que Maureen Cleave -una escritora, la que escribió el famoso artículo sobre Jesucristo en el Evening Standard- me dijo: "¿Por qué no escribes nunca canciones con palabras que tengan más de una sílaba?" Nunca me lo había planteado, y después de aquello introduje unas cuantas palabras de tres sílabas, pero tampoco le entusiasmó cuando se la canté. En aquella época estaba inseguro, y esas cosas me pasaban más de una vez. Paul: JOHN SE PONÍA UNA CORAZA. NUNCA SE MOSTRABA COMO ERA. YO SÓLO LO VEÍA A TRAVÉS DE UNA RENDIJA DE SU ARMADURA, PORQUE ERA MUY DURA. APARENTEMENTE, JOHN SIEMPRE ERA DURÍSIMO. Por desgracia, creo que el mundo tiene una impresión equivocada de John. Creo que era muy buena persona, pero que se escondía. No se atrevía a mostrarte su lado bueno. Y siempre estaba con lo del rock and roll... hasta que lo pillabas en un buen momento. John: No quiero que me tilden de cínico. Están [la prensa] tergiversando algunas de las cosas que escribo o digo. Odio las etiquetas. Soy un poco cínico, pero no un cínico. Puedo ser sarcástico un día, cínico al otro e irónico al siguiente. Soy cínico con las cosas que no se cuestionan: la sociedad, la política, los periódicos, el gobierno. Pero no con la vida, el amor, la bondad, la muerte. Paul puede ser muy cínico y mucho más ácido que yo cuando se lo propone. Tiene más paciencia, desde luego, pero puede coser a la gente a puñaladas cuando lo agobian. Paul pone el dedo justo en la llaga y no se anda con rodeos. Paul: Uno de mis recuerdos más gratos es cuando discutíamos. Yo discrepaba y nos decíamos de todo. Nos serenábamos, y al cabo de un momento él se bajaba las gafas y me decía: "Es culpa mía"... y luego volvía a subírselas. Para mí, ése era John. En aquellos momentos lo veías sin coraza; que también me gustaba, como a todo el mundo. Era muy hermosa. Pero era maravilloso cuando se levantaba la visera y veías al Lennon que temía mostrarse. George Martin [Productor de The Beatles]: Yo produje todos los temas de la película, pero no me pidieron que hiciera la banda sonora. Se lo ofrecieron a otro. Dick Lester y yo no nos acabamos de entender en ¡Qué noche la de aquel día!, y que la Academia me nominara por la dirección musical probablemente tampoco sirvió de mucho. John: Creo que las canciones de la película son mejores. De las que hago yo, me gusta You've Got To Hide Your Love Away, pero no es comercial. The Night Before, que canta Paul, es buena. Antes me gustaba mucho la guitarra; en el álbum no quería otra cosa que no fueran guitarras y piano, y todo eso sale. Ticket To Ride fue un sonido relativamente nuevo para la época. Era bastante cañera para aquellos tiempos, si te fijas en las listas de éxitos. Ahora no te suena tan mal; pero a mí me daba dentera. Si me das la pista A y la mezclo yo, verás lo que quiero decir, pero está ahí. Es un disco con caña, y la batería es muy cañera. Por eso me gusta. Teníamos los ojos enrojecidos de los porros que fumábamos. ¡Y eso que hacíamos el JOHN LENNON papel de chicos sanos!" Ringo: Grabé una canción el álbum de Help! que para nunca se editó: If You've Got Trouble. George Martin la encontró en el almacén de los estudios de EMI. George: Acabamos de encontrarla, y es una canción rarísima. No recuerdo haberla grabado. La letra es absurda y la canción una horterada. No me extraña que no llegara a nada. Ringo: En Help!, yo canté Act Naturally. La encontré en un disco de Buck Owens y dije: "Ésta es la que voy a cantar", y a ellos les pareció bien. Escuchábamos música de todo tipo. John cantó Dizzy Miss Lizzy. También la escuchábamos. Naturalmente, Paul había escrito su Yesterday, la canción más grabada de la historia. ¡Qué tío! John: Para nosotros, Help! fue en película lo que Eight Days A Week fue en disco. La película gustó a mucha gente, y el disco también. Pero ni una ni otro fueron lo que realmente queríamos: sabíamos que no éramos nosotros. No nos avergonzábamos de la película, pero nuestros verdaderos amigos saben que ni la película ni Eight Days A Week son de lo mejor que hemos hecho. Son un poco ortopédicos. El single Help! se vendió mucho mejor que los dos anteriores, I Feel Fine y Ticket To Ride. Pero a muchos de nuestros fans no les gustaba la película. Decían: "Ah, The Beatles nos están abandonando. No es tan buena como ¡Qué noche la de aquel día!". Nunca ganas. Es imposible complacer a todo el mundo. Si lo hicieras, acabarías entre dos aguas, sin gustarle a nadie. Debes tomar una decisión y seguirla. La gente cree que somos máquinas. Pagan 6 chelines y 8 peniques por un disco y tenemos que hacer lo que nos dicen, como una gramola. Esa parte no me gusta mucho. Hay quienes lo entienden todo al revés. Nosotros producimos algo, un disco, y si les gusta, lo compran. No es responsabilidad nuestra ser siempre geniales. El público es quien debe decidir si les gusta o no. Me molesta que la gente me diga: "El éxito nos lo debéis a nosotros, cerdos ingratos". Sé que es verdad, en cierto modo, pero hay un límite en lo que tenemos que dar de sí, como si fuera un deber. No quiero que parezca que no nos gusta gustar. Lo valoramos. Pero no podemos pasarnos la vida dedicados a eso. Hacemos un disco, y si te gusta, lo compras. Si no, pues no lo compras. El público es quien decide.