LA DEMOCRACIA EN BOGOTÁ D.C. JENNY ELIZABETH LINDO DIAZ LUIS FERNANDO ANGULO DANIEL RIGOBERTO BERNAL GOMEZ UNIVERSIDAD LIBRE FACULTAD DE DERECHO POSGRADOS MAESTRIA EN DERECHO ADMINISTRATIVO BOGOTÁ D.C. 2012 Nota de Aceptación __________________________ __________________________ __________________________ __________________________ __________________________ Presidente del Jurado __________________________ Jurado __________________________ Jurado Bogotá, D.C., 1 A nuestros familiares, amigos, al Doctor Rory Forero por su apoyo e invaluable orientación y a la Universidad Libre, gran promotor de liderazgo y pensamiento político. 2 AUTORIDADES ACADEMICAS UNIVERSIDAD LIBRE Fundador: General Benjamín Herrera Presidente Nacional Dr. Luis Francisco Sierra Rector Nacional Dr. Nicolás Enrique Zuleta Hincapié Censor Nacional Dr. Benjamín Ochoa Moreno Secretario General Dr. Pablo Emilio Cruz Samboni Presidente Seccional Dr. Eurípides de Jesús Cuevas Rector Seccional Dr. Fernando Dejanon Rodriguez Decano Dr. Jesús Hernando Álvarez Mora Secretario Académico Dr. Álvaro Aljure Moreno Director Instituto de Posgrados Dr. Carlos Bernardo Medina Torres Director de Monografía Dr. Jose Rory Forero Salcedo 3 TABLA DE CONTENIDO Pág. INTRODUCCION 5 CAPÍTULO 1. LA DEMOCRACIA 1.1 12 DEMOCRACIA UNIVERSAL 12 1.1.1 DE LA REPRESENTACÌÓN POLITÌCA COMO MECANISMO DEMOCRATICO 38 1.2 LA DEMOCRACIA EN COLOMBIA 42 1.3 LA DEMOCRACIA EN BOGOTÁ D.C 66 1.3.1 BOGOTÁ DISTRITO ESPECIAL 70 1.3.2 BOGOTÁ DISTRITO CAPITAL 73 CAPITULO 2 LAS SOMBRAS EN LA DEMOCRACIA 77 2.1 LA SOMBRA DE LA DEMOCRACIA UNIVERSAL 78 2.2 DEBILIDADES DE LA DEMOCRACIA COLOMBIANA 89 2.3 FALENCIAS DE LA DEMOCRACIA EN BOGOTÀ D.C. 98 2.3.1 ANALISIS COMPARATIVO FRENTE A LAS DE 2011 DE LAS ELECCIONES 2007 101 2.3.2 ¿EXISTE DEMOCRACIA EN BOGOTA? 4 108 CAPITULO 3. UNA PROPUESTA PARA SUPERAR LAS SOMBRAS DE LA DEMOCRACIA EN BOGOTÀ D.C. 112 3.1 ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL DISTRITO. RADIOGRAFIA ESPACIAL Y DEMOGRAFICA DEL DISTRITO CAPITAL 114 3.1.1 DISTRIBUCION LOCALIDAD DEL TERRITORIO DEL DISTRITO POR 122 3.1.2 ANALISIS DEL NUCLEO NORMATIVO CONSTITUCIONAL. ARTÍCULO 323 DE LA CONSTITUCION POLITICA 3.2 128 REFORMA POLÍTICA MIRANDO LO LOCAL. REVOCATORIA DEL MANDATO COMO RESPONSABILIDAD COLECTIVA 132 3.2.1 ACTUAL MODELO DE REVOCATORIA 3.2.2 REINGIENERIA DE LA REVOCATORIA DE APLICADA AL CONCEJO DEL DISTRITO CAPITAL 3.3 132 MANDATO 133 EL RENACIMIENTO DE LO LOCAL ANTE LO DISTRITAL. HACIA UN MODELO DE CIRCUNSCRIPCION ELECTORAL DE LA CIUDAD 137 CONCLUSIONES 156 BIBLIOGRAFIA 172 5 INTRODUCCION El presente trabajo de grado tiene la intención de hacer el análisis sobre la evidente crisis de representación de la democracia en Bogotá, el cual se presenta como un fenómeno socio jurídico complejo; este es un esfuerzo realizado con fines académicos verdaderamente útil, cuyo fin será explorar el pensamiento político de los miembros electos del Concejo de Bogotá en torno al comportamiento con la democracia capitalina. En este tema el análisis de las instituciones democráticas es fundamental para poder entrar en la discusión sobre las tendencias de modernización que han tenido lugar algunas ciudades capitales de América Latina en los últimos años. En el cual es evidente que para los gobiernos la tendencia es despojar al Estado de algunas funciones que en apariencia no le eran propias y que por su naturaleza debían pasar a manos del sector privado, y que aquellas que por su esencia permanecerían en el ámbito estatal serian tuteladas por instituciones ágiles y eficientes. A este escenario se le suma una carrera desenfrenada por llegar a ser Concejal de la ciudad capital (una de esas instituciones democráticas involucradas en un todo, se advierte), en donde algunos aspirantes son acusados informalmente de utilizan practicas no tan moralmente y éticamente validas, cayendo en la demagogia y reviviendo algunos de los principios que profesaba en su época Nicolás de Maquiavelo, el más conocido de ellos “el fin justifica los medios” como lo dijera en su gran obra “El Príncipe”. Todos esos elementos esgrimidos en desarrollo de la actividad política en nada benefician el ejercicio democrático; por el contrario las prácticas de algunos aspirantes al cabildo están enmarcadas dentro de actos de agresión verbal, injuria y 6 calumnia utilizando siempre y en todo lugar la demagogia que logran aparentemente diezmar la voluntad del elector. Dentro de estos criterios algunos organismos internacionales han llegado a formular recomendaciones tendientes a evitar incrementos en la inversión sin una previa revisión del funcionamiento de las instituciones. En su gran mayoría argumentan que la inyección de recursos a través de organismos ineficientes equivale a una malversación de los mismos, ya que muy probablemente éstos se pierden en medio de la corrupción y la ineficacia. Bogotá ha estado ausente de esta discusión institucional y ha optado por culpar a las y los ciudadanos de todos los males que la aquejan. Se dice que la falta de civismo y no la falta de autoridad y la corrupción es lo que ha llevado a la ciudad al caos que hoy presenta, como si con el voto esos ciudadanos no estuvieran entregando a las autoridades distritales que eligen un mandato para manejar de manera idónea los recursos y de manera eficiente las entidades encargadas de los asuntos de la ciudad. Es innegable que se necesitan mejores ciudadanos, pero también una mejor administración de la ciudad que logren una mayor aceptación y eficiencia en la representación de todas las instituciones democráticas que la rodean. De manera general vemos y leemos la Democracia a través de todos los medios de comunicación como la televisión, la radio o la prensa, pero también la vemos utilizada en el discurso político. Pero esta palabra surge, de cuando en cuando, en las conversaciones de las personas, carteles, revistas y hasta en tiras cómicas; es muy utilizada pero, ¿qué quiere decir? De acuerdo con su significado original, la democracia se refiere al gobierno del pueblo es una forma de gobierno sinónimo de soberanía popular, significa que ningún poder o autoridad puede estar por encima de las decisiones del pueblo. ¿Y quién 7 conforma el pueblo? El pueblo es un conjunto de ciudadanos libres e iguales; ciudadanos que, conscientes de su libertad, tienen la facultad de elegir. El Estado Colombiano posee una configuración de República unitaria y cuya organización territorial, descrita en el artículo 113 de la Constitución Política, establece su composición política administrativa a través de entes territoriales, aplicando así la democracia en todas las ciudades, y que como consecuencia incide y llega de manera directa en la forma en la que el pueblo desea ser dirigido. Este trabajo se orienta a la ciudad Capital de Colombia BOGOTÁ cuyo asentamiento urbano es el de mayor población, conformada por ciudadanos y ciudadanas de distintitas regiones haciendo gala a la frase popular BOGOTA NO ES SOLO DE LAS Y LOS BOGOTANOS, reflejando una verdadera radiografía sociopolítica de la democracia en Colombia. En efecto, en la Constitución se introducen importantes innovaciones al régimen del distrito capital dentro de un proceso de modernización con el fin de adoptar de las medidas tendientes a acortar la distancia entre administración y administrados. Respondiendo a la filosofía de una coherente división territorial del distrito capital, los constituyentes de 1991 idearon la novísima figura de la localidad. Con esta unidad básica de organización territorial se procura el renacer de la expresión comunitaria de los ciudadanos residentes en las diversas zonas de la capital. Precisamente este aspecto de apertura popular en la toma de decisiones, las localidades del distrito tienen su mejor razón de ser. Asegurando la 8 participación efectiva de la comunidad en el cumplimiento de las funciones, los servicios y las obras de interés común, otorgándoles a los ciudadanos instrumentos fundamentales de fiscalización y vigilancia en todos aquellos asuntos que les concierne de manera directa en su actuar cotidiano, pero que desafortunadamente encuentra una barrera en los intereses particulares de sectores, tradicionales o que responden a presiones especiales tanto del nivel local como del nivel nacional, que permanecen con una representación en el Concejo de Bogotá. Dentro de este contexto, el reconocimiento de las localidades lleva consigo elementos indiscutibles de descentralización territorial, que contrastan con el manejo actual de las instituciones democráticas, en especial las del Concejo de la Capital. Hemos considerado importante iniciar nuestro estudio observando en sí mismo el tema de la Democracia, razón por la cual el camino de nuestro trabajo inicia en con el Capítulo Primero denominado “De la Democracia” relacionando los hechos más relevantes de la construcción de la democracia como lo son la Democracia en el mundo, la Democracia en Colombia y finalmente observando la Democracia en Bogotá D.C. En nuestro Capítulo Segundo, denominado “Sombras de la Democracia” presentamos la antítesis de las consideraciones que trabajamos en el inicio del estudio, debido a que nos permite ver ciertas realidades sobre la degeneración de la aplicación y concepción de algunas dinámicas enmarcadas como democráticos, razón por la cual, nos ocupamos de temas tales como las sombras de la democracia en el mundo, en Colombia y finalmente en nuestra Ciudad Capital. 9 En el Capítulo Tercero, fundamental en nuestro camino, planteamos algunas ideas dirigidas al fortalecimiento de la democracia en la capital del país, y sobre todo, la real aplicación de dicho precepto de manera efectiva, con el fin de encontrar luces que derroten las sombras en la que ha vivido la ciudad en los últimos años. Lo anterior implica, la revisión de la composición del Concejo de Bogotá, entendido éste como el principal órgano de participación ciudadana con la que cuentan las y los Bogotanos, la forma en que inciden los votantes, el alto nivel de abstención a pesar del aumento de la población apta para votar y la verdadera participación de todas y todos los ciudadanos desde el mas inhóspito rincón de la ciudad en decisiones que los van a afectar. Finalmente, concluimos con las características más importantes de la democracia en el mundo, en nuestro país y en la capital, articulándolas con las crisis y deficiencias que ellas presentan en la práctica durante los últimos años, para definitivamente encontrar que teniendo una democracia efectiva nos evitaríamos tener que cruzar por las crisis sociales y económicas por las que actualmente está atravesando nuestra ciudad. Abordando el estudio de la democracia a partir de la práctica, teniendo como campo de investigación el Concejo de Bogotá elegido para el periodo Constitucional 2008- 2011 y de frente a dicha composición se plantea el problema de investigación, pretendiendo responder la siguiente pregunta: ¿En la elección y conformación del Concejo Distrital de Bogotá D.C., se refleja una verdadera Democracia en sus varias formas o solo se responde a intereses particulares, personales o partidistas? Para lograr encontrar una solución o mejor, una respuesta a nuestro planteamiento del problema, se vislumbran varias opciones que se plantean a manera de hipótesis dentro de las cuales podemos encontrar que los procesos democráticos en Bogotá, están circunscritos a una mecánica política que 10 conducen básicamente a la elección de individuos con fines meramente personales, por otro lado se plantea también como hipótesis la opción de que brillan por su ausencia verdaderos partidos políticos, lo que prima son pequeñas empresas que se crean con el objetivo de defender intereses de un núcleo muy reducido que ven en la Corporación Legislativa de la ciudad un medio para defender intereses privados, por otro lado, se plantea que son las grandes familias y los grupos económicos los que logran llegar a la corporación pública, dejando de lado el verdadero espíritu de la democracia y la política como medio adecuado para el estudio de soluciones a problemas que afectan a la sociedad capitalina, y que finalmente, no puede entonces compararse la política que hace parte de una estructura de los Estados Democráticos, a la politiquería que podría considerarse que es el juego de la ilusión de un elector en las urnas al hecho de conferirles su representación política. La presente investigación se justifica en la ausencia de estudios sistemáticos, sobre el Concejo Distrital y en general sobre los medios de construcción de la democracia capitalina; seguramente el producto de la presente investigación debe servir a los futuros líderes de la capital para transformar esas realidades, hacer viable la participación comunitaria, fortalecer la actividad partidista como mecanismo de control político y rescatar el Concejo como medio de diseño e implementación de políticas públicas para la ciudad. Para la realización del siguiente estudio se utiliza la estrategia Metodológica descriptiva a partir del análisis, de los textos existentes, como también de la lectura de algunas encuestas relativas al nivel de participación y de la democracia en la ciudad, con una aplicación de la hermenéutica, la técnica fundamentalmente es cualitativa auxiliándonos en las fuentes primarias y secundarias. 11 El objetivo general que se plantea en el trabajo es el de analizar el nivel de democracia real con la que cuentan los ciudadanos y ciudadanas eligiendo bajo el actual modelo sus voceros y representantes en el Concejo de Bogotá. Gracias a lo anterior, podemos establecer como los objetivos específicos que esperamos alcanzar, el primero, analizar y destacar los hechos más notorios para la construcción de la democracia en el mundo y la influencia en nuestro país y observar la democracia en Bogotá D.C, segundo, demostrar las limitaciones que tiene el ejercicio de la democracia en el mundo, en Colombia y finalmente en Bogotá D.C, a partir del cómo se conforma la organización del Concejo Distrital realizando un análisis jurídico - político, partiendo de la Constitución, el Estatuto Orgánico de la ciudad, las leyes complementarias, los acuerdos que se han expedido para el funcionamiento del mismo y la praxis de la misma Corporación y, tercero, proponer medidas que permitan el fortalecimiento y pleno cumplimiento que lleven a una democracia efectiva en Bogotá como fórmula de superación de la crisis de representación ciudadana en la capital. Pretendemos a manera de resultados, lograr una publicación de la monografía, como medio de dar a conocer la problemática del ejercicio democrático teniendo como referencia el Concejo Distrital brindando a los movimientos sociales representativos y a los partidos políticos un estudio sistemático, que permita a los aspirantes a dirigentes locales o distritales, superar las costumbres políticas que han dominado el quehacer de la Corporación Distrital y finalmente, producir dicho material como presupuesto para participar en debates, seminarios y discusiones en torno a una posible reforma la democracia local y distrital. 12 CAPÍTULO 1. LA DEMOCRACIA 1.1 DEMOCRACIA UNIVERSAL Democracia es una palabra realmente popular, la escuchamos a diario en los medios de comunicación, en los discursos políticos, en las discusiones diarias del ciudadano del común y cada persona cree tener una concepción de la misma sin entrar en honduras ni intentar una definición. El termino así utilizado se convierte en una categoría lingüística frente a la cual nadie se ocupa de racionalizar su verdadero alcance o significado. GUILLERMO CABANELLAS plantea que: “La palabra democracia procede del griego demos, pueblo, y cratos poder, autoridad. Significa el predominio gobierno popular en el Estado, el del pueblo por el pueblo; o, al menos a través de sus representantes legítimamente elegidos, que ejercen indirectamente la soberanía popular en ellos delegada” “…La democracia se concibe como una forma de Estado dentro de la cual la sociedad entera participa o puede participar, no solamente en la organización del poder publico, sino también en su ejercicio”.1 De la definición transcrita podemos deducir que democracia, significa la posibilidad, para todo ciudadano de participar en el diseño y construcción del 1 CABANELLAS, Guillermo. Diccionario de Derecho Usual. Editorail Heliasta. Bueno Aires, Sexta edición, 1972, Tomo I, pág. 617. 13 poder publico, ahora bien, dentro de la misma ya aparece la primera gran división que se va a dar en la vida práctica, cual es el ejercicio de manera directa, situación perfectamente posible en pequeñas comunidades, mientras que en la medida en que dichas organizaciones sociales se extendieron fue necesario acudir a la representación, pero ello hace parte de la clasificación o mejor de las formas de ejercer la democracia que veremos más adelante. Entonces, la democracia entendida como forma de gobierno es sinónimo de soberanía popular. Significa que ningún poder o autoridad puede estar por encima de las decisiones del pueblo. ¿Y quién conforma el pueblo? El pueblo, es el conjunto de ciudadanos libres e iguales; ciudadanos que, conscientes de su libertad, tienen la facultad de elegir. Esta afirmación puede resultar arcaica, en la medida en que hace relación al carácter de ciudadano, que en las instituciones griegas y romanas tenían sectores específicos de la sociedad, afortunadamente superados por la historia; hoy habría que afirmar simplemente que pueblo son todos las y los ciudadanos en ejercicio. Para TOURAINE, la democracia es un régimen político cuyo funcionamiento está mediado por los tipos de articulación entre sociedad, sistema político y Estado existentes en una formación social, en un momento histórico determinado.2 De las definiciones transcritas hasta ahora surge una clara diferenciación entre el concepto de democracia como categoría filosófica-política y la democracia como institución, en otras palabras la clara diferenciación entre el ser y el deber ser o si se quiere una cosa es la propuesta democrática en cada formación social en un momento histórico determinado y otra son, las instituciones que 2 ZAPATA, Francisco. Léxico de Política. Fondo Económico de Cultura. México 2000. Pagina 134. 14 se producen como efecto de llevar a la realidad dichas propuestas democráticas. “Sin duda que ha sido largo el trasegar de las instituciones democráticas en el mundo occidental, el sentido tradicional con el que se manejo históricamente dicho concepto viene siendo superado en el sentido de ampliar su significación material dentro de la sociedad, sobre todo a partir del surgimiento del llamado “Estado Social y Democrático de Derecho” o de su equivalente “Estado Constitucional”. La democracia ya no se reduce a la participación ciudadana a través de partidos y movimientos sociales, sino que ella conlleva la construcción de las condiciones reales o si se prefiere materiales de los medios que hagan posible la realización de los derechos humanos, derechos fundamentales y aquellos denominados de tercera generación, es decir, económicos, culturales y sociales o colectivos, entre ellos los del medio ambiente”.3 Al respecto la afirmación de que el acceso de la democracia al estatuto de idealidad normativa se traduce por el hecho de que esta noción abarca, ahora, más que instituciones definidas, un conjunto de valores: los derechos humanos, derechos fundamentales; La noción tiende así, como atestigua la variedad de sus usos, a no ser ya de orden estrictamente político, en el mismo momento en que se ha convertido en referencia común, y tal vez equivoca, de los proyectos políticos más diversos.4 3 SARTORI, Giovanni. Teoría de la Democracia. Alianza Universidad, Madrid, 1995, pagina 141 4 RAYNAUD, Philippe y RIALS Stephane. (Compiladores). Diccionario Akal de Filosofía Política. Madrid , 2001. Pagina 149.. 15 Tal concepción de democracia, como decíamos en forma anticipada supera el rol tradicional del concepto, porque ya no se trata de que el ciudadano de alguna forma participe, delegando o participando o la otra concepción de que es un mecanismo de integración del poder publico, sino que la nueva concepción, empieza a observar los resultados de esa construcción democrática y a medir sus efectos, ello lleva a que diversos autores empiecen a hablar y hacer una clara diferenciación entre democracia formal y democracia sustancial. Al respecto FERRAJOLI plantea: “De aquí la connotación “sustancial” impresa por los derechos fundamentales al Estado de derecho y a la democracia constitucional. En efecto, las normas que adscriben – mas allá e incluso contra las voluntades contingentes de las mayorías-Los derechos fundamentales: tanto los de libertad que imponen prohibiciones, como los sociales que imponen obligaciones al legislador, son “sustanciales”, precisamente por ser relativas no a la “forma” (al quien y al cómo) sino a la “sustancia” o “contenido” (al qué) de las decisiones (o sea, al qué no es licito decidir o no decidir). Resulta así desmentida la concepción corriente de democracia como sistema político fundado en una serie de reglas que aseguran la omnipotencia de la mayoría. Si las reglas sobre la representación y sobre el principio de las mayorías son normas formales en orden a lo que es decididle por la mayoría, los derechos fundamentales circunscriben la que podemos llamar esfera de lo indecidible de lo no decidible que, es decir, de las prohibiciones determinadas por los derechos de libertad, y de lo no decidible que no, 16 es decir, de las obligaciones públicas determinadas por los derechos sociales”5 Dicha posición no es compartida por la mayoría de estudiosos del concepto de democracia entre ellos BOBBIO, quien plantea en contraposición que: “Por ser imposición históricamente de las mayorías, la democracia se desdibuja porque la hace irreversible, lo cual niega su esencia. Posición que resulta enfrentada por Bovero, que en su defensa plantea que la parte dogmatica de la constitución, es decir, aquella que corresponde a los principios que orientan el basamento filosófica de la misma, es intangible, para soportar dicha posición manifiesta que los derechos y los derechos fundamentales hacen parte de las luchas que han librado las mayorías y que han logrado incorporar a las Constituciones, a las cuales se les debe dar la categoría de “contrato social”, el cual por ello, ni siquiera las mayorías, actuales, como expresión de la democracia tiene el poder de revocar , como quiera que son parte fundante del Estado moderno.” 6 En palabras de FERRAJOLI: “En efecto, en el Estado Democrático de derecho, si las normas formales sobre la vigencia se identifican con las reglas de la democracia formal o política, en cuanto disciplinan las formas de las decisiones que aseguran la expresión de la voluntad de la mayoría, las normas 5 FERRAJOLI, Luigi. Los Fundamentos de los Derechos Fundamentales. Editorial Trotta. Barcelona. 2003, pág 36 6 BOBBIO, Norberto. Democracia y Liberalismo. Fondo Económico de Cultura. México 2007, pág. 78 17 sustanciales sobre la validez, al vincular al respecto de los derechos fundamentales y de los demás principios axiológicos establecidos en ellas, bajo pena de invalidez, la sustancias (o el significado) de las decisiones mismas, corresponde a las reglas con las que bien se puede caracterizar la democracia sustancial”7 Ahora bien, la prohibición o si se prefiere, los limites a la reforma o modificación de los principios democráticos consagrados a nivel constitucional, no es novedosa, en la Constitución norteamericana de 1787 se establece en su artículo quinto (5) que se prohíbe su modificación hasta el año 1808 de la I y la 4 clausulas de la sección 9 del articulo 1. Y la Constitución francesa de 1791 estableció la prohibición de cualquier tipo de reforma antes del transcurso de dos legislaturas (4 años) a partir del momento de su aprobación (artículos 3 título VII).8 Ello es explicable para dichas cartas porque precisamente nacieron de un proceso revolucionario y en ellas quedo plasmado el miedo del constituyente de que el antiguo régimen por la vía del parlamento pretendiera anular las conquistas del liberalismo consagradas en la norma positiva. Posteriormente las Cortes y la doctrina han venido desarrollando la prohibición de la expedición de normas que contengan una regresión. 9 7 FERRAJOLI. Op. Cit.. pág.37. 8 RAMIREZ, Cleves GONZALO Andrés. Los limites de la Reforma Constitucional en Colombia. Ediciones Universidad Externado de Colombia. Bogotá 2005. Pág. 344. 9 RESTREPO, Piedrahita Carlos. Constituciones Nacionales Colombianas, Ediciones Universidad Externado de Colombia. Bogotá, 1997, pág., 192. 18 En nuestro ordenamiento la Constitución de 1830 en su artículo 164 consagraba: “El poder que tiene el congreso de reformar la Constitución no se extiende a la reforma de gobierno, que será siempre republicano, popular, representativo, alternativo y responsable.” La posición a que hacíamos mención, sobre el compromiso programático constitucional como expresión democrática, se ha venido abriendo campo en diversos sectores, al respecto la Corte Constitucional Colombiana, que viene irradiando su doctrina a la mayoría de países latinoamericanos, que ven sus sentencias como punto de referencia; mantiene como línea jurisprudencial la intangibilidad de la parte dogmatica de la Carta constitucional por parte del legislador e igualmente produciendo fallos direccionados al cumplimiento de dichos valores, principios y derechos fundamentales, como forma de expresión democrática. Tradicionalmente, como se ha señalado, el concepto de democracia, como todo concepto social viene sufriendo modificaciones, que son reflejo de la realidad, sin duda en principio la democracia se ejercía en forma directa, inicialmente fue la opción de participar en las decisiones que afectaban el grupo familiar, el clan o la comunidad, liberalismo, posteriormente con la irrupción del se entrego la representación como culminación de esa gran revolución liberal, que históricamente generaron las revoluciones inglesa, francesa y norteamericana, hasta llegar a nuestros días, donde se empieza a hablar de democracia participativa, donde ya no es suficiente la participación electoral sino que la concepción democrática busca la materialización de los derechos humanos de primera y segunda generación, como realización dogmatica de las constituciones. 19 En la segunda mitad del siglo XIX, el aumento de la población y el surgimiento de grandes concentraciones urbanas hacen que la democracia directa vaya cediendo paso a la representación. El liberalismo comienza a utilizar el término Democracia Representativa10, acuñado por Tocqueville. De esta manera se concede al sufragio y al sistema electoral en general, el papel esencial dentro del ejercicio democrático y se relegan a un segundo plano la participación ciudadana en la toma de decisiones y en el ejercicio del poder. Para SARTORI, existen tres tipos fundamentales de democracia y las clasifica como democracia política, democracia social y democracia económica. Sin duda la llamada democracia política, tiene capacidad totalizadora, como quiera que las otras puedan considerarse tan solo componentes de la democracia política. Democracia Social: el mismo autor la ubica como aquella que se desarrolla al interior de pequeñas organizaciones sociales, tales como asociaciones, conjuntos residenciales, y de cualquier organización mutual en las cuales se ejerce la democracia directa. Democracia económica: la doctrina en general entiende que son todas las medidas destinadas a lograr la igualdad económica, la eliminación de la pobreza, el apoyo estatal a los proyectos de pequeñas empresas, y en general 10 Con Tocqueville se introduce lo que Giovanni Lobrano llama "vacuidad conceptual" alrededor del término democracia en la iuspublicística contemporánea, al calificar de democrático un régimen (el norteamericano) que nunca pretendió serlo (Madison creador de la Constitución Norteamericana expone claramente "los demócratas siempre han ofrecido el espectáculo de la turbulencia y de la discordia, se han mostrado siempre enemigos de cualquier forma de garantías a favor de las personas o de las cosas". A partir de ese momento se funden en un solo concepto dos conceptos hasta ahora vistos como contradictorios: democracia y representación. 20 por la redistribución de la riqueza eliminando los extremos de pobreza y riqueza. DAVID HELD, en su obra Modelos de democracia11, sistematiza este problema conceptual acerca de la democracia en cuatro puntos de vista esenciales, que van desde el concepto más radical de una participación directa hasta una simple representación desligada de la voluntad popular: 1. Todos deberían gobernar: todos deberían participar en la promulgación de leyes, la toma de decisiones y la administración gubernamental; 2. Los gobernantes deberían ser responsables ante los gobernados; 3. Los gobernantes deberían actuar en interés de los gobernados; 4. Los gobernantes deberían ser elegidos por los gobernados. La afirmación de HELD pertenece a la discusión tradicional entre democracia clásica y el concepto liberal de democracia, no en el concepto de democracia moderna, donde como hemos venido estudiando, ya no resulta acertado afirmar que la participación del ciudadano en la conformación del poder público, o el poder de revocatoria constituyen la realización material de las formas democráticas. Mientras que resulta de la mayor aceptación la formula de Lincoln: “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” ella, 12 algunos intérpretes solo ven en una expresión del poder popular como elemento fundamental de la democracia, planteada por el dirigente norteamericano, sin apreciar que dicha expresión conlleva la concreción de los derechos económicos y sociales en 11 HELD, David: Modelos de Democracia, Alianza ensayo, Madrid, 2001. Pág. 19 12 Discurso pronunciado por el presidente de los Estados Unidos; ABRHAM LINCOLN en la ciudad de Gettysburg (Estado de Pensilvania). 21 beneficio de todos los sectores sociales, componentes del poder popular. Este elemento significa la participación popular en los asuntos públicos y en el ejercicio del poder político. El dilema de esa formula, claramente está en la interrelación gobernante – gobernado. La democracia exige una dependencia directa del primero al segundo, es decir, el gobernante debe responder al gobernado, pues este lo escoge y le permite ser su voz. La idea de la democracia tuvo su origen en la antigua Grecia, hace más de dos milenios. También hubo intentos poco sistemáticos de democratización en otros lugares, incluida la India. Pero realmente fue en la antigua Grecia donde tomó forma y se puso en práctica de verdad –aunque a una escala limitada– antes de colapsar y ceder el paso a formas de gobierno más autoritarias y asimétricas13. Tuvo que pasar mucho tiempo para que surgiera tal y como la conocemos hoy en día. Fueron varios los acontecimientos que permitieron su gradual y finalmente exitosa instauración como sistema efectivo de gobierno, desde la firma de la Carta Magna en 1215 hasta la universalización del sufragio en Europa y Norteamérica en el siglo XX, pasando por las revoluciones francesa y norteamericana del siglo XIX. Sin embargo, sólo en el siglo XX llegó a establecerse como la forma “normal” de gobierno a la que tiene derecho cualquier nación, sea en Europa, América, Asia o África14. Grecia, cuna de la democracia, supo de este término luego de un camino trabajoso durante un siglo y medio. Entre los años 620 y 593 antes de Cristo, 13 GRANDONA Mariano Historia de la democracia,. Septiembre 2000. Serie documentos de trabajo. Universidad del CEMA. Dpto de Ciencias políticas .Argentina. 14 GRANDONA Mariano Historia de la democracia,. Septiembre 2000. Serie documentos de trabajo. Universidad del CEMA. Dpto de Ciencias políticas. Argentina. 22 Atenas la principal ciudad Grecia se inicio la distinción entre leyes de la naturaleza, poblada de Dioses y las leyes netamente humanas, distinción sin la cual no hubiera sido posible la democracia. Gracias a las Leyes de Dracon y de Solon, se implemento un nuevo modelo de poder quizás no tangible e impersonal, al que llamaron “nomos” o norma (palabra equivalente a la lex o “Ley” de los romanos) y que su fuente no era precisamente de afuera o sobrenatural, su origen surgía de adentro, de la polis, es decir de ellos mismos. En dicha época, el Jefe, a quien se le denominaba Dracón y Solón, simplemente, mandaba, el mismo caso del legendario Licurgo en Esparta, entre otros, quienes en algunas ciudades Griegas, legislaron. Como lo señala GRANDONA, respecto a las formas y dinámicas del poder en los años antes de Cristo, “…dejaron leyes que los sobrevivirían, obligando a sus sucesores a comportarse de acuerdo con ellas. Cuando alguien ascendía a una posición de mando, ya no podría gobernar a su arbitrio sino en el marco de la ley. Desde entonces, a la polis ya no la separó del mundo circundante sólo una muralla de piedra, sino también la muralla invisible de sus leyes. La obediencia de los griegos a las leyes de la polis asombró a pueblos primitivos como los persas, que sólo obedecían al mando de un déspota. Herodoto, el cronista de las Guerras Médicas entre los persas y los griegos y el inventor de la historia “secular”, narra en un pasaje frecuentemente citado que Jerjes, el rey persa cuyo sueño era apoderarse de Grecia, se burló un día de los frágiles griegos que se atrevían a desafiar su formidable ejército. Pero Demaratus, un ex rey de Esparta que se había refugiado en su corte, le sugirió no subestimar a los griegos porque ellos, “si bien se consideran libres, no lo son del todo. En efecto: reconocen por encima de ellos un amo al que temen más aún 23 que tus siervos a ti. Ese amo es la ley. Entre otras cosas, ella los obliga a no huir frente al enemigo y a permanecer obstinadamente en el campo de batalla hasta la muerte o la victoria”. Por no hacerle caso a Demaratus, Jerjes resultó el gran derrotado de las Guerras Médicas.”15 Gracias a dichos acontecimiento, fue que a las ciudades o comunidades organizadas mediante reglamentos o leyes constitucionales, se le denomino politeia16 que a nuestros tiempos, se podría denominar la “Republica”. El camino que tuvo que atravesar esta politeia reconoce dos actos fundamentales. El primero, en el año 507 antes de Cristo cuando Clistenes creó la Republica Democrática, y segundo, en el año 462 ya que fue el tiempo en el que Pericles fundo la Democracia Plenaria. En palabras textuales del profesor argentino GRANDONA: “una democracia tan pura, tan osada, que nunca ha habido otra como ella” 15 GRANDONA Mariano. Historia de la democracia,. Septiembre 2000. Serie documentos de trabajo. Universidad del CEMA. Dpto de Ciencias políticas .Argentina. 16 En las obras de los filósofos griegos antiguos, el principal significado de Politeia parece ser: "cómo una polis se ejecuta constitución". La Politeia se diferencia de las constituciones modernas escritas en dos aspectos: en primer lugar, no todos los estados griegos ponen sus leyes por escrito, los griegos normalmente no distinguían la legislación ordinaria y la constitucional. Si un determinado órgano tiene el poder para cambiar las leyes, tiene el poder para controlar su propio poder y la pertenencia incluso la supresión de sí mismo y crear un nuevo órgano rector. Los términos «sistema de gobierno», «organización estatal», «forma de gobierno» y, más recientemente, «régimen» también se han utilizado para traducir politeia. Sin embargo, «régimen» tiene unos inconvenientes: es ambiguo, donde no lo es politeia, ya que un cambio de régimen puede significar un cambio de gobernadores en virtud de la misma forma de gobierno; régimen, en español, tiene un tono negativo, pero en griego politeia no lo tiene. 24 Existen acontecimientos en el mundo, sin los cuales no hubiese podido dar la construcción de la democracia, las guerras ideológicas las cuales en la actualidad alguna de ellas no han sido eliminadas en su totalidad se constituyeron como factores determinantes para evidenciar la necesidad del establecimiento y fortalecimiento del régimen democrático en los estados. Así fue como las llamadas “Guerras Medicas” entre Persia y Grecia se baso en fuertes confrontaciones ideológicas obteniendo como triunfadora a Atenas siendo esta, la causante de que Persia salieran radicalmente derrotados en las batallas de Maratón, Salamina y Platea que se desarrollaron en los años 479 y 490 antes de Cristo. Fue gracias a estas tres confrontaciones que Grecia, la democracia y el occidente se dieran un indiscutible sendero en la historia. Para entender este fenómeno de manera más detallada, el catedrático David Garcia Vanegas nos hace un breve recuento así: “La reforma de Clístenes en el año 510 antes de Cristo, fue un paso decisivo para la democratización; distribuyó los Demos del Ática en diez tribus, eliminando la división anterior entre el campo, la costa y la montaña; así mismo, creó el Consejo de los 50017, que proponía las 17 En las ciudades de Grecia Antigua la Boulé (en griego Βουλή, también transcrito por Bulé) era una asamblea restringida de ciudadanos encargados de los asuntos corrientes de la ciudad. Su nombre, a menudo, ha sido traducido por «Consejo», y más raramente, por «Senado». En Atenas se llamaba Boulé al Consejo del Areópago, hasta que Solón creó el Consejo de los Cuatrocientos. Clístenes amplió el número de bouleutas hasta 500, número que se conservará posteriormente. Estos se eligen anualmente por sorteo entre los ciudadanos de más de treinta años y reciben una paga de cinco óbolos. Son el verdadero órgano de gobierno de la democracia y gozan de las funciones deliberativa, administrativa y judicial. En la Ilíada, relatando la Guerra de Troya se supone desarrollada en la época arcaica, la Boulé es la asamblea de los jefes griegos que debaten, a la llamada de Agamenón, sobre cuestiones de estrategia y de gobierno. De este tipo de estructura de nobles aconsejando a un rey más poderoso, la denominación de la Boulé evoluciona para designar diferentes instituciones, con poderes variables, según los regímenes políticos y las épocas. Así como en los regímenes 25 leyes y era la suprema autoridad administrativa. Es entonces como la democracia griega llegó a su máxima expresión con Pericles. La democracia como sistema político tiene relación con la titularidad y el ejercicio del poder. Para colectividades pequeñas, como en el caso de las asambleas en la ciudad-Estado de la Grecia antigua, o los cabildos abiertos de nuestra organización colonial, fue posible la interacción cara a cara de los ciudadanos. En estos casos, la titularidad y el ejercicio del poder permanecían unidos, es decir, una forma de autogobierno. Sin embargo, cuando el pueblo se compone de decenas o centenas de millones, dicha práctica es imposible y entonces se hace necesario separar la titularidad del ejercicio, con lo que nace la democracia representativa”18 Se desarrollaron entonces dos mecanismos de participación democrática; los cargos seleccionados por sorteo en el cual todo ciudadano podría participar sin necesidad de discutir sus meritos o sin que mediara algún signo de popularidad o fama. Este método era apreciado como un medio eficaz para prevenir la compra y venta de votos y dar a los ciudadanos una igualdad política para lograr el cargo gubernamental. El segundo mecanismo, era el de los Cargos Electos. En este sistema alrededor de cien funcionarios eran electos mediante votación, los cuales a su vez se dividían en dos tipos: los funcionarios que tendrían como oligárquicos el cargo de bouleuta era hereditario, en la Atenas democrática y sus émulos, era otorgado por sorteo. La mayoría de las boulai son desconocidas, sólo la Boulé ateniense está descrita por abundantes fuentes históricas (y especialmente la Constitución de los atenienses atribuida a Aristóteles y a sus discípulos del Liceo, cuya redacción sería sobre el 330 a. C.). 18 GARCÍA VANEGAS, David. Democracia y constitución. Colombia: Universidad Cooperativa de Colombia, 2006. p 17. http://site.ebrary.com/lib/lablaavirtualsp/Doc?id=10154625&ppg=18 Copyright © 2006. Universidad Cooperativa de Colombia. 26 responsabilidad el manejo de grandes cantidades de dinero y los diez generales llamados los “strategoi”19. De las principales causas para que en su momento se eligieran los funcionarios que manejarían los recursos económicos era que de esa manera de podría evitar cualquier desfalco o que dado el caso de que se presentara dicha situación, se podría recuperar con sus propios bienes el patrimonio usurpado, es decir, que contaban con bienes que respaldaban su gestión a manera de garantía. En consecuencia, esta elección solo favorecía a los ricos de la época, ya que la riqueza era un requisito imprescindible para postularse. En cuanto a estos últimos, su elección no solo se le atribuía al cumplimiento pleno de unos requisitos intelectuales y académicos, sino también debían ser personas con experiencia y valiosos contactos en la sociedad griega donde posiblemente se desarrollarían guerras griegas, ya que el demostrar tener contacto en dichos territorios le brindaban al ciudadano cierta tranquilidad de que dicho representante tendrá como hacer bien su tarea. Estos strategoi eran sometidos a exigentes revisiones y verificaciones de los requisitos necesarios para la ostentación de dicha dignidad. Estos representantes elegidos por el voto de los ciudadanos podían ser ser destituidos en cualquier momento. 19 Strategos (plural: strategoi, del griego στρατηγός) es el nombre usado en la Antigua Grecia para designar al general, o sea el comandante en jefe y supremo de un cuerpo militar terrestre. Era un magistrado de la antigua Atenas. Los estrategos eran originariamente los diez jefes militares que las diez tribus creadas por Clístenes elegían, a razón de uno por tribu, para mandar las fuerzas que cada una de ellas aportaba a la totalidad del ejército, y formaban el Estado Mayor del polemarca, en esta época jefe supremo del ejército ateniense. Eran elegidos para el plazo de un año y sus cargos eran reelegibles. Sólo a partir del 487 a. C. asumieron el mando del ejército, desplazando de sus funciones al arconte polemarca. En los imperios helénico y bizantino también servía para describir a un gobernador militar. En la actualidad corresponde al grado máximo en el Ejército griego. 27 A su vez, se contaba con tres organismos políticos mediante los cuales los griegos podían ejercer su participación democrática. El primero y más amplio de ellos, la llamada Asamblea o “Ecclesia” , en la cual asistían cientos de ciudadanos y la democracia en este organismo era de manera directa mas no representativa, el requisito para poder concurrir a este espacio, era simplemente que fuese ciudadano y mayor de 20 años, y era un deber hacerlo. En esta Asamblea era donde se desarrollaban los dos mecanismos de participación democrática, el sorteo y las elecciones para acceder a los cargos. La denominada Asamblea tenia dentro de sus funciones primordiales las de llevar acabo ordenes de nivel ejecutivo tales como decretos, la toma de decisiones tales como de aprobar o no una guerra, la concesión de la ciudadanía a extranjeros y la de juzgar delitos y crímenes políticos. Durante el desarrollo del sistema la función de juzgar delitos se traslado a los Tribunales de Justicia. El modelo básico que se uso para sus dinámicas electorales se realizo principalmente con los oradores de la época quienes se distinguieron por pronunciar discursos A medida que evolucionó el sistema, esta última función paso a manos de los tribunales de justicia. El formato estándar que se utilizaba para sus mecanismos electorales estaba basado fundamentalmente en los oradores que pronunciaban los discursos a favor o en contra de un tema específico y luego se procedía a la votación (generalmente a mano alzada). Aunque en algunas decisiones cruciales se podría presentar el caso de la conformación de bloques de opinión, aunque en otras ocasiones podrían tener vocación de permanentes, no había Partidos Políticos y tampoco existía una oposición oficialmente constituida. La votación era por mayoría simple. El segundo organismo político de participación democrática era el Consejo de los 500 llamado “Boulé”, quien actuaba como la rama ejecutivo de la Asamblea y vigilaba las acciones de los magistrados que desarrollaban funciones 28 administrativas de Atenas. En conjunto, la denominada “Boulé” era responsable de la mayor parte de la administración de la polis, aunque se destaca que tenia escasa capacidad de iniciativa ya que finalmente se circunscribía a la ejecución de las directrices y propuestas decididas en la Asamblea. Finalmente, el tercer organismo político, era el denominado “dikasteria” o Tribunales20 el cual tenía bajo su responsabilidad el ejercicio de la función del sistema legal basada en los jurados o jueces. Estos tribunales eran seleccionados por sorteo. Para poder participar de dicho mecanismo el ciudadano debía cumplir el lleno de algunos requisitos tales como ser mayor de 30 años de edad, esta condición respecto al límite de edad, es igual que para los funcionarios pero diez años mayor que la requerida para la participación en la Asamblea, esto con el fin de otorgarles mayor prestigio y aumentar su nivel jerárquico. A pesar de las debilidades y fracasos, la democracia ateniense marco rotundamente a quienes siglos más tarde tuvieron que conocer su historia y observar asuntos de la democracia. Solo hasta el año 1688 de nuestra era, la “Gloriosa Revolución” inglesa puso en marcha el proceso institucional que terminaría en la llamada “democracia contemporánea” para articularse en el año 1761, con la publicación llamada “ El Contrato Social,” el ginebrino Jean−Jacques Rousseau volvió a proponer a la democracia de tipo ateniense como un proyecto político irrenunciable. Los escritos de Rousseau tendrían una influencia decisiva en la Revolución Francesa de 1789. 20 Los tribunales de Atenas se basaban en el llamado derecho griego que es un gran desconocido para los historiadores actuales. Con penas que las partes proponían a los jueces, un complejo sistema asambleario de jueces-jurado, la falta de una policía organizada que era suplida por las averiguaciones de la acusación particular. Se caracteriza sobre todo por la falta de una codificación sistematizada debido a la enorme fragmentación política de la Grecia de las poleis y la falta de unas leyes escritas, que en el caso de Esparta se cuentan que se prohibieron expresamente por Licurgo. 29 Pero no podríamos referirnos a grandes hechos históricos de la democracia sin hablar de Roma. No sólo por su transcendental recorrido de más de 12 siglos desde su creación en el año 753 antes de Cristo hasta su caída en manos de los bárbaros en el año 476 después de Cristo, sino que también por su poderosa proyección sobre los regímenes que la sucedieron. Desde el año 753 hasta el año 509 antes de Cristo, Roma fue desarrollada mediante el sistema de la monarquía. Desde el año 509 hasta el año 27 antes de Cristo mediante el modelo de la república. Desde el año 27 antes de Cristo hasta la invasión bárbara del año 476 después de Cristo, fue un imperio. Pero la República y el Imperio, que duraron cada uno quinientos años, dejaron una larga secuela. Para nuestros tiempos, Roma cuenta con un rol protagónico en cuanto a la formación y construcción de las democracias no solamente por implementar una dinámica mixta basada en la participación del pueblo en la actuación de cuerpos representativos denominados “aristocráticos” y de funcionarios ejecutivos que prologarían el poder de los reyes en la modalidad representativa, sino también porque logro debido a su lucha conquistadora empoderarse de Atenas. El proceso de modernización política ha transcurrido por diferentes etapas y sus experiencias contienen características de índole política y social especiales, una de sus principales anotaciones ha sido la creación del sufragio universal. Lo anterior lo reseña FORNER, así: “En Francia, la instauración del sufragio universal, al menos en su acepción masculina, resulto particularmente precoz. Las experiencias de las épocas revolucionaria e imperial fueron efímeras, perturbadas por las circunstancias políticas o tergiversadas por el autoritarismo napoleónico. Por el contrario, a partir de 1848, la vida política francesa estuvo dominada de forma continua por el ejercicio del sufragio universal. En la mayor parte de los demás países europeos, este último no fue 30 establecido hasta finales del siglo XIX. Durante varias décadas, Francia pudo servir de modelo a los países vecinos o lejanos, o en todo caso ser considerada como un terreno experimental. El estudio del funcionamiento del sufragio universal como en el caso de Francia en una época en la que aun era el estado pionero de Europa, es sin duda alguna, el mejor medio para comprender los aspectos contradictorios del proceso de modernización política”21 El artículo 6 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, establece que: 22 “La ley es expresión de la voluntad de la comunidad. Todos los ciudadanos tienen derecho a colaborar en su formación, sea personalmente, sea por medio de sus representantes. Debe ser igual para todos, sea para castigar o para premiar; y siendo todos iguales ante ella, todos son igualmente elegibles para todos los honores, colocaciones y empleos, conforme a sus distintas capacidades, sin ninguna otra distinción que la creada por sus virtudes y conocimientos.” De dicha regla general se puede entender claramente que existe la intención de garantizar a todas y todos los ciudadanos, el derecho a concurrir personalmente, o a través de sus representantes, a ser actor fundamental para crear leyes y normas y que en general es el ciudadano el que organiza y crea la expresión de la voluntad general. Este principio, nos hace entender la importancia de que para integrar y vivir en democracia plena y real es necesario que exista la verdadera participación. 21 FORNER Salvador. Democracia, elecciones y modernización en Europa. Diputación provincial alicante. 1997. 22 Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. 1789 31 Sin embargo, la revolución se había olvidado de las mujeres, como lo denuncio OLIMPIA GPUGES23, quien fue la gran promotora e impulsora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana de 1791, en el que se reclama un trato igualitario en el ámbito público y privado y en consecuencia, el derecho al voto. En un sistema democrático, las elecciones tienen como objetivo la designación de las y los ciudadanos quienes serán los encargados de ejercer el poder político en su comunidad, constituyéndose este como la actividad más sublime para articular los principios de la representación, gobierno y de la legitimación. Como recuerda VALLES y BOSCH, este objetivo incluye en realidad, una seria de funciones, las cuales, en la actual crisis de la “democracia representativa” son susceptibles de verse alteradas24. Hay que resaltar sin embargo, que estas elecciones deben realizarse bajo el principio de la libertad y el requisito ineludible de que realmente existan opciones de donde las y los ciudadanos puedan escoger. La aparición de los procesos electorales, sus reglas y normas surge precisamente de la necesidad de que estas elecciones se basen en los principios de transparencia y eficacia, debido a que las comunidades tienen la necesidad de designar un cuerpo que los represente, ante la imposibilidad de una democracia directa como la vía ordinaria de decisión política. Razón por la 23 Olimpia Gouges (Montauban, Francia, 7 de mayo de 1748 - París, 3 de noviembre de 1793), escritora, dramaturga, panfletista y política francesa, autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (1791). Sus trabajos fueron profundamente feministas y revolucionarios. Defendió la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los aspectos de la vida pública y privada, incluyendo la igualdad con el hombre en el derecho a voto, en el acceso al trabajo público, a hablar en público de temas políticos, a acceder a la vida política, a poseer y controlar propiedades, a formar parte del ejército; incluso a la igualdad fiscal así como el derecho a la educación y a la igualdad de poder en el ámbito familiar y eclesiástico. 24 GARCIA María Vicenta Elementos de derecho electoral. Soriano Tirant lo Blanch. 3ª Edición. Valencia. 2010, 32 cual dichos procesos electorales deben ser sumamente cuidados y respetados, ya que su importancia en la construcción de sociedad es fundamental. No obstante, podemos concluir que SARTORI, insinúa que el concepto de representación tiene surge desde el derecho privado y que el sistema representativo, originariamente, surgió como un sistema contrapuesto a la democracia, pues esta se identificaba con el gobierno directo del pueblo, hasta que, en la Francia de la Revolución de 1789, comenzó a utilizarse el término “democracia representativa” por parte de Condorcet25. A lo largo de la historia, la representación conseguida mediante las elecciones ha sido de diversa naturaleza: 1. Representación de intereses, como ocurriría en el caso de los precedentes medievales de los órganos representativos, por ejemplo, los Consejos reales, Cortes, Estados generales, entre otros, que se configuraban de acuerdo con la composición estamental de la sociedad (los nobles, la iglesia, los artesanos). Esta situación se ve afectada por las transformaciones experimentales en la Inglaterra del S. XVII, de 25 Marie-Jean-Antoine Nicolas de Caritat, marqués de Condorcet (Ribemont, Aisne, Francia, 17 de septiembre de 1743 - Bourg-la-Reine, 28 de marzo de 1794), fue un filósofo, científico, matemático, político y politólogo francés. En 1774, Turgot nombra a Condorcet inspector general de la Moneda. A partir de ese momento, Condorcet desplaza su centro de interés desde las matemáticas a la filosofía y la política. Los años siguientes, se interesa por la defensa de los Derechos humanos, en particular los de las mujeres. Recibió las ideas innovadoras que llegaban desde los recientemente constituidos Estados Unidos, y realizó en Francia propuestas de reformas políticas, administrativas y económicas. En 1776, Turgot fue cesado en su puesto de controlador general. Condorcet decidió entonces dimitir en su puesto de inspector general de la Moneda, pero se rechazó su dimisión, y tuvo que permanecer en su puesto hasta 1791. Más adelante, Condorcet escribió la Vida de M. Turgot (1786), en donde expondrá y demostrará lo fundamentado de las teorías económicas de Turgot. Condorcet siguió obteniendo puestos de prestigios en la administración: en 1777, fue nombrado secretario de la Academia de Ciencias, y en 1782, secretario de la Academia francesa. 33 manera que, a pesar de que continúan existiendo una representación de intereses en el Parlamento, estos ya no son los gremiales sino los del pueblo, es decir, de los propietarios, las clases mercantiles o los profesionales. La idea de “votar por alguien como yo”, por ejemplo alguien de mi etnia, clase o religión, introduce el concepto de representatividad, que deberá diferenciarse del concepto de representación. 2. Representatividad de los elegidos respecto de sus electores. El concepto de representación experimenta una notable transformación con la extensión del sufragio universal: la elección se ha convertido en un hecho masivo y el compromiso del candidato se manifiesta mediante la adhesión a un programa de Partido, pese a que no existen Partidos tal y como los conocemos hoy hasta la aparición de elecciones abiertas y ciertamente competitivas. Los Partidos Políticos tuvieron su origen remoto en el S. XVII – XVIII, aunque se organizan, tal y como los conocemos actualmente, tras las reformas electorales que tuvieron lugar en 1832 en Gran Bretaña. Desde ese momento, los Partidos asumen las aspiraciones de los diversos sectores de la sociedad. Precisamente el sufragio universal y la incidencia de los Partidos Políticos como cauce imprescindible para la participación electoral se encuentran en el origen de planteamientos sobre la representación política. La aparición de los Partidos Políticos fue la consecuencia del paso de un sistema feudal a la sociedad industrial que requería nuevas formas de organización política que sustituyesen a las estatales o corporativas. Los Partidos Políticos surgen por causa de la participación, como elementos que articulan la relación entre las sociedades civiles y el Estado y su medio de acción son las jornadas electorales. 34 Por otro lado, el Estado deja de ser el Rey en solitario y el Parlamento pasa a formar parte del Estado asumiendo una nueva función: representar al pueblo. En la obra llamada “La tercera ola”, su autor, Samuel P. Huntington describe la democracia contemporánea, así: “La democracia contemporánea o la denominada “romana avanzada”, como el producto de olas de democratización a las que han seguido, moderando pero no deteniendo su avance, contra olas autoritarias. Del mismo modo como el paseante descubre a la hora de la marea alta, que en medio de olas y contra olas el mar, pese a todo, avanza sobre la playa, un movimiento equivalente se ha dado en la historia de la democracia contemporánea”26. Adicionalmente según HUNTINGTON han existido tres grandes olas democratizadoras. La primera que se dio inició en 1828, cuando los Estados Unidos pasaron de la república aristocrática−democrática, para lo cual nos señala: “…la democracia de tipo jacksoniano se propago por Inglaterra y por Europa con la progresiva extensión del derecho de votar hacia las capas populares y el retroceso del llamado “voto censitario” que sólo permitía votar a los ciudadanos inscritos en el “censo” impositivo, es decir a los ciudadanos pudientes. En 1912, al aprobar la ley Sáenz Peña de sufragio secreto y universal, la Argentina se sumó a la primera ola de la democratización. Tanto dentro 26 HUNTINGTON Samuel P., The Third Wave. Democratization in the Late Twentieth Century, University of Oklahoma Press; en castellano, La tercera ola. La democratización a finales del siglo XX, Paidós. 35 como fuera de la Argentina, por otra parte, la universalidad del voto de la primera ola sólo alcanzó al electorado masculino.”27 Pero rápidamente también surgió la resistencia en contra de esta primera ola que denominaron autoritaria en su momento. De los eventos más destacados podemos encontrar la marcha de Mussolini sobre Roma, se amplió con el auge del fascismo y el nazismo en Europa y alcanzó a la Argentina con el golpe militar de 1930. Pero fue hasta en 1944, con la victoria aliada sobre las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial, que comenzó la segunda ola de democratización, que esta vez incluiría además un logro histórico democrático, el voto femenino. Importantes naciones autoritarias como Alemania, Italia y el Japón, conocieron al fin la democracia. La tercera vía, se constituye como esa tercera ola democrática que indica HUNTINGTON, además de lo que pueda contener de ideas y de ejercicio de gobierno, es una propuesta que llama la atención porque ha sido liderada a nivel mundial por Tony Blair, un político ingles joven, quien pudo cambiar la plataforma del Partido Laborista con el objetivo de atraer al electorado del centro, lo cual le permitiría ganar las últimas elecciones con un amplio margen, después de un largo periodo de Gobierno conservador y ha tenido la audacia para comprometerse con temas de fondo como la paz en el Ulster 28 . Plantea el escritor mexicano MANUEL CAMACHO SOLIS, respecto a esta tercera ola, llamada la Tercera Vía lo siguiente: 27 HUNTINGTON Samuel P., The Third Wave. Democratization in the Late Twentieth Century, University of Oklahoma Press; en castellano, La tercera ola. La democratización a finales del siglo XX, Paidós. 28 CAMACHO SOLIS Manuel. Revista Mural [Guadalajara, México] 17 June 1999. / Tony Blair y la tercera vía. 36 “La tercera vía es una política económica liberal, sin los dogmatismos ideológicos de la derecha, es un intento sincero por ofrecer mejores respuestas publicas a los distintos sectores de la población que han quedado rezagados, o que no tienen posibilidades de mejoría dentro de una economía que tiene que ser cada vez más competitiva.”29 A múltiples dirigentes políticos en el mundo se les puede señalar como líderes que se identificaron la Tercera Via, tales como Clinton en Estados Unidos, Schröder en Alemania, Chrétien en Canadá, Prodi en Italia, Jospin en Francia, Kok en Holanda, Salinas y Zedillo en México, Cardoso en Brasil y Arias en Costa Rica. En abril de 1999, en medio del conflicto de Kosovo, se sostuvo una de las reuniones más reconocidas y sonadas de ese año. En la Casa Blanca se dieron cita líderes políticos principalmente europeos, para debatir sobre la política de la Tercera Vía. Como uno de sus principales resultados, se conoció el “Manifiesto Europa: la tercera vía- el nuevo centro” y que por autores tiene a Blair y Schröder. Este manifiesto escrito en inglés, es el que se considera como la base y plataforma política de la Tercera Vía. En un valioso artículo publicado por la el periódico Portafolio, la columnista Rosa Lesmes resalta lo siguiente: “Blair y Schröder concibieron la Tercera Vía como un camino de renovación y éxito para los socialdemócratas modernos, argumentando que no responde únicamente a un compromiso entre izquierda y 29 CAMACHO SOLIS Manuel. Revista Mural [Guadalajara, México] 17 June 1999. / Tony Blair y la tercera vía. 37 derecha, sino que persigue valores esenciales tanto del centro, como de centro-izquierda, para aplicarlos en un contexto de cambios económicos y sociales. Según Blair, la Tercera Vía intenta unir dos corrientes de izquierda: la fundamentalista y la moderada, lo cual le mereció fuertes críticas, cuando no condenó los alimentos modificados genéticamente que hacían ciertas empresas inglesas”30. Esto nos deja notar claramente la importancia que obtuvo desde sus inicios la implementación de esa nueva ola democrática que surge desde Inglaterra y promovida por fuertes potencias Europeas. La Tercera Vía, aun es de las más reconocidas plataformas ideológicas de gobiernos influyentes en el mundo, aunque está muy ligado a los sistemas económicos, La Tercera Vía se ha caracterizados por trabajar en la posición de centro trayendo consigo mucha tranquilidad a la hora de gobernar y sobretodo la paz y el entendimiento en situaciones de extrema polarización. Es importante resaltar esta base ideológica como de las mejores y más avanzadas en el mundo, aunque actualmente, algunos adversarios de esta plataforma, le adjudican la culpabilidad de la crisis económica que se vive en Europa, crisis creada precisamente por quienes la critican, el sistema bancario, quienes han sido tradicionalmente opositores a la implementación de esta forma de gobierno. 30 LESMES, Rosa. La Tercera Vía Cárdenas. Portafolio (Jun 23, 2010). 38 1.1.1. DE LA REPRESENTACÌÓN POLITÌCA COMO MECANISMO DEMOCRATICO Desde siempre la historia política fue el objeto dominante de los principales análisis y estudios históricos del mundo. Al ligarse con el acontecimiento y con el poder estatal, la historia política tradicional ha sido la víctima más representativa en la lucha llevada a cabo por los grandes historiadores sociales en favor de una historia estructural de más larga duración. Actualmente la historia política adquiere superioridad bajo el entendido que la política misma va mas allá de un acontecimiento. La política debe ser entendida en nuestros tiempos como un todo, absolutamente todas las dinámicas de una sociedad por más individuales y sencillas que parezcan van íntimamente ligada a la política, de ahí su importancia. Las naciones durante los últimos tiempos han sido construidas sobre la base de una nueva definición institucional de las relaciones entre sociedad y política, que quedaban organizadas en torno a los regímenes constitucionales, a los parlamentos y a los sistemas políticos. Recordemos de hecho, que cuando hablamos de representación política nos referimos a las elecciones, a los parlamentos nacionales en el marco de los sistemas constitucionales. En términos muy generales puede decirse que el objetivo principal de la introducción del sistema representativo fue la de reducir la lucha política y el conjunto de las relaciones sociales a normas comunes, de carácter universal y controladas por la opinión pública. Esta transformación de la política es similar al proceso de codificación de lo social que acontece en el terreno de las leyes civiles y administrativas. Pero la nueva política tal como ha sido conceptualizada entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo 39 XIX, hace referencia a una sociedad fuertemente heterogénea, atravesada de profundos desequilibrios territoriales, económicos y sociales. Al estudiar la representación política, se plantea por ellos el problema de analizar en qué modo los sistemas constitucionales se orientaban a conseguir este objetivo con su actuación sobre las doctrinas, leyes y prácticas sociales. Definir la naturaleza de la representación política constituye, por consiguiente, una premisa imprescindible para el estudio de la democracia. La representación política es atravesada por la mirada de las corporaciones públicas, lugar en el cual los ciudadanos deberían depositar sus intereses más directos. Pero a contrario sensu, Salvador Forner plantea en sus palabras: “Para el análisis de los conflictos entre grupos y partidos es sin embargo, necesario evitar cualquier consideración que, más o menos implícitamente, contemple las asambleas parlamentarias electivas como una proyección directa de los intereses, las orientaciones y los grupos del país estudiado. Dicho de otra forma, no debe atribuirse a los resultados de la competición electoral y a la composición de las cámaras electivas una inmediata significación social, como suele ocurrir en los trabajos de la historia política donde, por ejemplo, los partidos conservadores son considerados como la expresión de los grupos agrarios tradicionales; los liberales o demócratas liberales, como representantes de grupos urbanos progresistas; y los partidos socialistas como la proyección política de las clases obreras en ascenso, etc. Naturalmente, los historiadores son conscientes de que los parlamentos no son elegidos con criterios de proporcionalidad y conocen bien la diversidad de los regímenes electorales31.” 31 FORNER Salvador óp. Cit. 1997. 40 Lo anterior nos plantea la necesidad de siempre continuar en el camino de encontrar el perfeccionamiento de nuestra democracia basada en una verdadera y real representación, coherente desde el punto de vista de su representación ideológica sino que también acorde con sus criterios de proporcionalidad de la población. En la historia política, los debates electorales conservan un papel prioritario, los cuales son identificados sobre todo con la ampliación del sufragio, el cumplimiento de los puntos programáticos, la eficacia en el control hacia los gobernantes y la anticorrupción, lo anterior, entendido como un proceso de progresiva inclusión de sectores de la población cada vez más amplios. La discusión sobre la consideración jurídica de la representación política se puede observar desde el vínculo que constituye lo representativo. Hay una corriente que establece la significación política del vínculo de lo representativo: sus exponentes vinculan en mayor o menor grado los conceptos de legitimidad y participación con el de representación. Dentro de este grupo se presentan diferencias importantes, pero comparten aspectos importantes. Así para el constitucionalista Bidart Campos32 el estudio de la representación política esta teóricamente vinculado con el tópico de la – democracia popular- y en esta medida contribuye a fundamental la legitimidad de un régimen político. La representación, agrega, tiene dos vertientes: por un lado se invoca como justificación ideológica de los gobernantes y por otro, a través de técnicas políticas, los mismos gobernantes buscan hacerla posible a fin de satisfacer el anhelo de participación de los gobernados. La idea de participación permanece presente, aunque se añada matices importantes. En 32 BIDART CAMPOS, German – Prologo al libro de Sargues Nestor, Representación Política, Buenos Aires; Editorial Orbir, 1973. 41 este sentido, se postula que el principio de representación se debe analizar desvinculado del concepto de soberanía. Siguiendo a Burdeau 33, Carpizo añade que existe un paralelismo perfecto entre las concepciones políticas relativas a la democracia y las variaciones de la técnica de la representación. De aquí parece desprenderse la idea de equiparar el concepto de representación con el de participación; quizás por ello CARPIZO no lo vincula con el dogma de la soberanía. Un matiz adicional aparece con la idea de que el pueblo, objeto de la actividad estatal, tiene que personificarse para expresar su voluntad política; sin ello no seria posible la realización de la democracia. Como se observa, la idea vertebral de esos autores es la participación popular 34. JHON STUART MILL, el más importante teórico de la representación, también fundamenta la importancia de la institución en la idea de participación del pueblo en los negocios públicos. Así afirma: “El único gobierno que puede satisfacer por completo todas las exigencias del estado social es aquel en el que todo el pueblo participa (…) No hay nada mas deseable que la participación de todos en el ejercicio del poder soberano del Estado. Pero en virtud de que, no sea una comunidad pequeña no todos pueden colaborar personalmente sino en proporciones muy pequeñas en los asuntos públicos, se deduce que el tipo ideal de gobierno perfecto debe ser el representativo”. 33 BURDEAU, Georges, Derecho Constitucional e instituciones políticas (trad. Ramón Falcón Tello), Madrid, Editora Nacional, 1981, 34 CARPIZO, Jorge. Estudios Constitucionales. México: Universidad Nacional Autónoma de México, 1991. Print 42 1.2 LA DEMOCRACIA EN COLOMBIA. En el Estado Colombiano, mediante la Constituyente de 1991, a instancias del proyecto del ejecutivo, que previamente había negociado con el Grupo Guerrillero Diez y nueve de abril (M-19) se fomentaron valiosos hechos históricos tales como la creación de los mecanismos que permitiesen una verdadera transformación de las costumbres políticas tradicionales superando el bipartidismo y la creación de los mecanismo constitucionales que permitieran la transformación de la democracia representativa, en una democracia participativa, en donde el ciudadano participe de manera efectiva en la toma de decisiones que lo deben afectar. Al respecto la Corte Constitucional ha mantenido como línea jurisprudencia la definición aportada en diversas sentencias y ratificada en el año 2001 en la cual dejo sentada la siguiente posición: “Sólo puede hablarse de una verdadera democracia, representativa y participativa, allí donde la composición formal y material del sistema guarda una correspondencia adecuada con las diversas fuerzas que conforman la sociedad, y les permite, a todas ellas, participar en la adopción de las decisiones que les conciernan.”35 Y respecto al ámbito de realización o alcance de dicha forma de democracia la Corte Constitucional con ponencia del Magistrado Carlos Gaviria Díaz hizo claridad que: “El principio constitucional de la democracia participativa tiene operancia no sólo en el campo de lo estrictamente político (electoral), sino también en lo económico, administrativo, cultural, social, 35 Corte Constitucional. Sentencia C-169 de 2001. Magistrado Ponente: Dr. Carlos Gaviria Díaz. 43 educativo, sindical o gremial del país, y en algunos aspectos de la vida privada de las personas; y su objetivo primordial es el de posibilitar y estimular la intervención de los ciudadanos en actividades relacionadas con la gestión pública y en todos aquellos procesos decisorios incidentes en la vida y en la orientación del Estado y de la sociedad civil. 36 Siguiendo el mandato del Constituyente el legislador expidió la ley 134 de 1994 que consagra los mecanismo de participación popular, ampliando a diferentes formas de participación, los cuales pueden ser desarrollados en los diferentes ámbitos de la administración, sea esta nacional, territorial o local, asi como extendiéndose a entidades de carácter privado, como las Universidades o las organizaciones comunitarias, sindicales, cooperativas o de cualquier otra índole. Así las cosas, la corporación en la que nos enfocarnos en la presente monografía, pueden acudir a cualquiera de dichos mecanismos para la construcción de mecanismos reales de participación popular. Sin embargo uno de los mayores peligros para la democracia, no ya para una forma especifica de la misma, sino para todas es la aparición de la burocracia que tras la aparición del Estado moderno, el sistema político se ha transformado en una tecnocracia: aparecen los burócratas y los políticos profesionales para hacerse cargo del funcionamiento estatal; uno de los teóricos que en forma especializada se ha ocupado del tema es Max Weber37. Este fenómeno (la burocratización) trae como consecuencia el estrechamiento del campo de la actividad política, la exclusión de amplios sectores sociales de la actividad política y la disminución de la participación. A su vez, la 36 Corte Constitucional. Sentencia C-336 de 1994. Magistrado Ponente Carlos Gaviria Díaz. 37 WEBER Max. Economía y Sociedad, (edición cubana) tomo I p. 43. 44 construcción y expansión de una percepción socialmente difundida sobre la política y lo político como espacio de componenda, negociación, transacción (como mejor) cuando no de corrupción y mentira38. La democracia participativa es una forma que se heredo del modelo griego en donde resultaba de la mayor importancia la participación ciudadana. En la antigua Atenas, un ciudadano era alguien que participaba “en la administración de justicia y en el gobierno”39. La ciudadanía significaba la participación en los asuntos públicos. Aplicando la lectura del moderno contrato social podríamos decir con Cicerón que la democracia participativa, como la intervención del ciudadano en el manejo de los asuntos públicos es: “La cosa pública (res publica) es asunto del pueblo (populi res); y el pueblo no es cada grupo de hombres, asociados de cualquier manera, sino un amplio conjunto de hombres unidos por un acuerdo común acerca de la ley y los derechos y por el deseo de participar de mutuas ventajas”40 El fin de la democracia participativa es su pretensión de superar la simple representación directa de la soberanía partidista y construir un nuevo Estado, fundamentado en la Participación Ciudadana como fundamento de la democracia directa. Es a través de la Constitución de 1991, como se ha venido señalando, que se crearon mecanismos más directos. Se busca entonces una 38 WEBER, Max. Op. Cit. Pag 335 39 Aristóteles: Política, p.68, edición digital. 40 Cicerón: De Re Publica, p.124 45 democracia, en la que ser ciudadano signifique, más que un agente sufragante, más que votar cada cuatro años, más que "estar enterado" de lo que pasa en el país, se pretende que, el ciudadano sea el protagonista de la Construcción de la Nueva Sociedad cuyo fundamento debe ser su participación democrática. A partir de una aproximación historia de la democracia en el mundo, podemos involucrarnos cada vez más en contextos concretos como lo es la democracia en Colombia. La historia de la democracia en Colombia, la podríamos dividir políticamente en dos sucesos, antes y después de la Constitución de 1991, este ultimo como hecho contundente de la implementación de un Estado Social de Derecho que en su sustancia siempre pretende enarbolar las banderas de la democracia en nuestro país. En palabras del profesor LUIS FREDDYUR TOVAR, la Constitución no es el documento o texto frio, muerto en donde se establece la organización estructural de un Estado en particular, sino la proyección de un sueño; es decir, la Constitución Política es, tanto el resultado de un proceso (pasado), como el proceso social y político inacabado (presente) de una comunidad que pretende consolidarse (futuro). Es así como la noción de constitución como acto creador, fundante, se materializa cuando se define de manera originaria una concepción de la Democracia. Para el caso colombiano, esta afirmación cobra vigencia cuando en el Texto Constitucional de 1991, se constitucionalizo al concepto de Democracia para Colombia: El de Democracia Participativa y Pluralista. Esta expresión no es el resultado del azar o la manifestación de la emoción de los constituyentes de la época, sino el Acto Fundante que hay que tener en cuenta de manera seria y determinante41. 41 TOVAR Luis Freddyur, Democracia y Constitución Política Entre la Participación y la Representación. Corporación Universitaria Autónoma de Occidente. 2003. 46 Pues bien, bajo el entendido que reconocemos que la Constitución Política de 1991, dividió en dos la historia democrática de Colombia, es relevante observar algunos antecedes que precedieron dicho hecho. Así que gracias al recorrido histórico universal por el que en este trabajo hemos cruzado, miremos nuestra realidad nacional. El Partido Liberal y el Partido Conservador, enfrentados desde mediados del siglo pasado, habían gobernado el país más con criterio hegemónico y excluyente que con sentido democrático y de responsabilidad nacional, dejando en el camino una decena de guerras civiles y múltiples frustraciones patentizadas en el atraso y la pobreza absoluta de vastos sectores de la población. Esa actitud, que en principio parecía una constante histórica había tenido algunos momentos de reconciliación, tales como la Unión del general Rafael Reyes en 1905, la Unión Republicana con Carlos E. Restrepo en 1910, la Concentración Patriótica Nacional con Olaya Herrera en 1930 y la Unión nacional de Ospina Pérez en 1948. Sin embargo, en cada una de esas oportunidades, la violencia partidista arremetía en forma irracional y desenfrenada. Las pasiones políticas se desbordaban con facilidad, especialmente en las zonas rurales, dando paso a la intolerancia y la persecución. Por eso, la idea de un movimiento bipartidista que superara los enfrentamientos se recibió con particular entusiasmo en diciembre de 1957, aunque su primera denominación fue Frente Civil, finalmente se adopto la expresión Frente Nacional por considerarla más amplia y comprometedora. Sin duda, frente a la paz que se anhelaba y que el país requería con urgencia, la formula se convirtió en un eficaz instrumento de reconciliación, toda vez que 47 expedía la partida de defunción a la violencia generada por los partidos tradicionales42. El Frente Nacional conto con varios presidentes los cuales llegaban a tal dignidad mediante los acuerdos internos de dicho organismo respetando siempre el derecho de turno del respectivo Partido Político, dos periodos para el Partido Liberal y los siguientes dos años le correspondían al Partido Conservador y así sucesivamente por dieciséis años consecutivos, con el fin de generar la equidad entre los mismos. Por la presidencia del Frente Nacional pasaron distinguidas personas tales como Alberto Lleras Camargo, Guillermo León Valencia, Carlos Lleras Restrepo y quien asumiera en 1970 el poder el conservador Misael Pastrana Borrero, quien fuera el último Presidente del Frente Nacional. Pastrana Borrero, debió afrontar serios problemas de orden público por las acusaciones de fraude electoral que se le hicieron desde la ANAPO 43 tras la derrota de Rojas Pinilla. Debido a esto, el sector más radical de la ANAPO, conformado esencialmente por estudiantes universitarios y obreros, decide integrar un grupo armado para intentar tomar el poder por la fuerza: el M-19 (Movimiento 19 de abril), nombre que hacía referencia al día en que se realizaron las elecciones presidenciales. Al finalizar el Frente Nacional, en 1974, se presentaron como candidatos a la presidencia Álvaro Gómez Hurtado por el Partido Conservador, María Eugenia Rojas por la ANAPO, Hernando Echeverri por la Unión Nacional de Oposición y Alfonso López Michelsen por el Partido Liberal, quien, a la postre, resultaría triunfador por un amplio margen de 42 FEBRES CORDERO Jaime Buenahora. La Democracia en Colombia, un proyecto en construcción. 2ª edición.1997. Tercer mundo editores. Pag5 43 La ANAPO (acrónimo de Alianza Nacional Popular) fue un Partido Político Colombiano fundado como movimiento en 1961 por el dictador Gustavo Rojas Pinilla y desaparecido en 1998. 48 votación. Respecto del gobierno de López cabe decir que, aunque el periodo del Frente Nacional ya había concluido, éste mantuvo la reforma Constitucional de 1968 y dio una participación equitativa a conservadores y liberales en su Gobierno44. Con la figura del Frente Nacional se estableció una democracia recortada o restringida, ya que la estructura del poder fue consagrada para los dos partidos tradicionales, Liberal y Conservador limitando sustancial el surgimiento o fortalecimiento de nuevas organizaciones democráticas de expresión política y social ya que la fuente de origen de dichas organizaciones son precisamente el acceso al poder con el fin de introducir mediante él, su modelo propuesto. Precisamente esa democracia restringida que se institucionalizo como modelo político naturalmente cerro los canales de participación, trayendo como consecuencias fatídicas la despolitización de la ciudadanía, creyendo encontrar esta, la lucha armada como salida a la crisis. Así las cosas, a mediados de la década de los años sesenta aparecieron en el país varios movimientos insurgentes para luchar contra el establecimiento y el sistema de democracia recortada que imperaba. El ideal revolucionario hallaba amplia receptividad en distintos sectores universitarios, obreros y campesinos. El triunfo de Fidel Castro, en Cuba y la exportación de la revolución estaban en el orden del día. No eran, pues insurrecciones partidistas tradicionales que luchaban contra el Gobierno liberal o conservador de turno, sino movimientos decididos a conquistar el poder para implementar el comunismo45. 44 45 http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/poli/poli60.htm FEBRES CORDERO Jaime Buenahora. La Democracia en Colombia, un proyecto en construcción. 2ª edición.1997. Tercer mundo editores. Pag 6 49 Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, conocidas como las FARC, surgieron en 1964 bajo la directriz soviética, teniendo como núcleos centrales grupos de campesinos derivados de la violencia de los años cincuenta. El Ejercito de Liberación Nacional, ELN46, surgió en 1965, tuvo como foco la Universidad y como orientación la Revolución Cubana y dirigido por el sacerdote Manuel Pérez, este grupo, se mantuvo en años de resistencia antes de poder iniciar posibles diálogos de paz, no obstante, se observan algunos intentos fallidos en su historia tales como los de Cravo Norte, Caracas y Tlaxcala. El Ejército Popular de Liberación, EPL47, se formó como brazo armado de origen maoísta, sin embargo acepto firmar los acuerdos de paz con el Gobierno Belisario Betancourt en 1985 luego del asesinato de su dirigente William Calvo y considerando que no había condiciones ni garantías para su militancia. Posteriormente, algunos miembros de este grupo guerrillero regresaron a la clandestinidad durante varios años, sin embargo, en el año 1991, se reincorporo decisivamente a la vida civil bajo la denominación Esperanza, Paz y Libertad y decidió participar en la Asamblea Nacional Constituyente. 46 El ELN o UC-ELN (Unión Camilista - Ejército de Liberación Nacional) es una organización guerrillera, insurgente Colombiana que se define de orientación marxista-leninista y prorevolución cubana. Son partícipes del conflicto armado colombiano desde su conformación en 1964 y son dirigidas por el Comando Central, del que hacen parte cinco miembros, incluyendo el jefe del ELN, Nicolás Rodríguez Bautista alias "Gabino". 47 El Ejército Popular de Liberación (EPL) es un grupo guerrillero colombiano, brazo armado del Partido Comunista de Colombia - Marxista Leninista. Fundado en 1965, aunque solo inició acciones militares en 1968, principalmente en Antioquia (regiones de Urabá y Bajo Cauca), los departamentos de Córdoba y Sucre y la región del Magdalena Medio. 50 De igual forma, encontramos al Movimiento Diecinueve de Abril, M-19, que se organizo por el supuesto fraude al general Gustavo Rojas Pinilla en las elecciones presidenciales de 1970; su origen populista marco siempre sus diferentes actividades guerrilleras y su proyecto político; reintegrando a la vida civil a principios de 1990, tuvo que soportar el asesinato de su candidato presidencial, Carlos Pizarro León Gómez, no obstante lo cual participo con éxito reconocido en dos procesos electorales del mismo año: los comicios presidenciales de mayo con Antonio Navarro Wolff como candidato, superando los setecientos mil votos y las elecciones para escoger los delegatarios a la Asamblea Nacional Constituyente, celebradas en diciembre, alcanzando casi el millón de sufragios y diecinueve curules. Al lado de los grupos mayores, FARC, ELN, EPL y M – 19, surgieron otras organizaciones insurgentes, como el grupo indígena Quintin Lame y el PRT mas conocido como el Partido de los Trabajadores. Ambos se reincorporaron a la vida institucional y participación con un delegado cada uno en la Asamblea Nacional Constituyente48. Vemos así como toda una época de movimientos guerrilleros surgidos por factores estructurales de la sociedad y consecuencia quizás del modelo antidemocrático que gobernaba el país en la época, fueron fundamentales para los antecedentes históricos de la democracia colombiana implementada en 1991. Aunque la idea de una Asamblea Constituyente para reformar las instituciones había estado presente durante toda la década de los años ochenta, vino a concretársela tras una serie de hechos cruentos y salvajes que sacudieron el espíritu nacional, produjeron una fuerte reacción en el Gobierno y en los 48 PIZARRO Eduardo, Las Farc: De la autodefensa a la combinación de todas las formas de lucha, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1991. 51 distintos estamentos de la sociedad civil y prepararon toda la mecánica jurídico – política para darle viabilidad y forma. Los acontecimientos mas significativos, porque indican la profundidad de la crisis nacional e impulsan el proceso constituyente, sin duda alguna comienzan con el asesinato de Luis Carlos Galán, el mas opcionado de los precandidatos liberales a la Presidencia de la Republica para el periodo 1990 – 1994. A la respuesta asumida por el Gobierno del Presidente Virgilio Barco frente al narcotráfico por el crimen del carismático líder, seguirían las oleadas terroristas de los carteles de la droga; luego vendría el fracaso de la reforma constitucional presentada por el Gobierno al Congreso de la Republica, los asesinatos de Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro, candidatos a la Presidencia por la izquiera democrática; el triunfo de Cesar Gaviria Trujillo en la consulta interna del Partido Liberal y su posterior elección como Presidente de la Republica; el papel de los estudiantes universitarios y su decidido apoyo a la séptima papeleta el conflicto entre el país nacional y el país político por la orientación y dirección de la Asamblea Nacional Constituyente; toda la mecánica jurídico – política que permitió la expedición del Decreto 1926 de 199049, el posterior y controvertido fallo de la Corte Suprema de Justicia, la organización de las mesas de trabajo y las comisiones preparatorias en centenares de municipios del país, y la campaña proselitista para elegir los voceros o representantes de los distintos grupos en la Asamblea50. El surgimiento de la iniciativa de la séptima papeleta, se dio entre otras causas, por el asesinato del aspirante Luis Carlos Galán. Este movimiento fue impulsado por el activismo estudiantil que agrupados se denominaron "Todavía 49 El Decreto 1926 del 24 de Agosto de 1990, es en el que se reglamenta los asuntos concernientes a las elecciones y organización de la Asamblea Constituyente. 50 FEBRES CORDERO Jaime Buenahora. La Democracia en Colombia, un proyecto en construcción. 2ª edición.1997. Tercer mundo editores. Pag6. 52 podemos salvar a Colombia", quienes emitieron una fuerte declaración de la cuales se resaltan algunos puntos tales como: El rechazo a todo tipo de violencia, cualquiera que sean las ideologías o intereses que pretendan justificarla. La exigencia al respeto de los derechos humanos en Colombia. El apoyo a las instituciones democráticas en su lucha contra todas aquellas fuerzas que pretenden desestabilizarlas, llámense narcotráfico, guerrilla, grupos paramilitares u otros. El rechazo para estos fines, y en virtud de la autodeterminación de los pueblos, de cualquier tipo de intervención armada por parte de estados extranjeros. La solicitud de convocatoria al pueblo para que se reformen aquellas instituciones que impiden que se conjure la crisis actual. La exigencia de la depuración exhaustiva de las Fuerzas Armadas, de la Policía, del Gobierno y de los Partidos Políticos. Así las cosas, la propuesta de la séptima papeleta51 se constituyó en una realidad, cuando el día 11 de Marzo se avaló la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente por parte de más de un millón de votos. Este hecho de carácter político, no tenía, sin embargo, respaldo legal, por lo que se recurrió al expediente del Estado de Sitio para dictar el Decreto 927 de 1990 que permitiría a la Registraduría Nacional del Estado Civil escrutar los votos a favor de una Asamblea Nacional Constitucional52 en las elecciones presidenciales 51 El 11 de Marzo de 1990 se eligieron: Concejales municipales, Diputados a las Asambleas Departamentales, Representantes a la Cámara, Senadores y Candidato a la Presidencia de la República por el Partido Liberal; lo que indicaba que otro tipo de elección, necesitaba de una séptima papeleta. 52 El Gobierno Nacional cambió el sentido de la Asamblea Nacional Constituyente por una Asamblea Nacional Constitucional, restringiendo, así, su alcance y contenido, por cuanto la 53 del 27 de Mayo. Ese día votaron más de cinco millones de colombianos (89% del total de electores) a favor de una gran reforma constitucional. Lo que le sirvió de fundamento jurídico y político a la administración para dictar el Decreto 1926 de 1990 que fijaba la fecha del 9 de Diciembre para la convocatoria y elección de delegatarios de la Asamblea Nacional Constituyente. Este último Decreto fue declarado constitucional por la Corte Suprema de Justicia, en un histórico fallo en el que se otorgó total libertad para la definición del temario y se garantizó que el constituyente primario puede pronunciarse de un modo libre, de acuerdo con la intencionalidad de fortalecer al máximo la democracia participativa. De esta manera quedó abierto el camino para una participación más directa y activa de la sociedad civil en el proceso de democratización y modernización institucional53. Como lo expresó MANUEL JOSE CEPEDA54: "Un pueblo que se autoconvoca y un estado de sitio que se puede utilizar para crear bases políticas e institucionales de la paz: en estas dos frases se resume la teoría constitucional construida para abrirle un camino a la Asamblea dentro del orden jurídico"55. primera supone un total ejercicio de soberanía y la segunda limita la Asamblea a temas preacordados y prohíbe tratar otros. Sin embargo, el pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia le dio carácter de Asamblea Nacional Constituyente. 53 ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE Y CONSTITUCIÓN POLITÍCA DE 1991. Alberto Granda Marín. Universidad pontificia boliviana, pág. 6. 54 Manuel José Cepeda Espinosa, ex magistrado de la Corte Constitucional de Colombia (2001- 2009). Se desempeñó como presidente de dicha corporación entre junio 11 de 2005 a abril 10 de 2006. 55 Cepeda, citado por MURILLO CASTAÑO, Gabriel y UNGAR BLEIR, Elizabeth. Obra Citada. P. 42. 54 En este orden de ideas, gracias a los consensos y convenios suscritos por las cuatro principales organizaciones políticas de las elecciones y por virtud del acuerdo político suscrito por las cuatro principales fuerzas de las elecciones para la conformación de la Asamblea Nacional Constituyente realizadas en el mes de Mayo (El sector oficialista del Partido Liberal, el Partido Social Conservador, el Movimiento de Salvación Nacional y la Alianza Democrática M19), más la autorización dada por la Corte Suprema de Justicia, se estableció todo lo concerniente a la puesta en marcha de la Asamblea que debía reunirse entre el 5 de Febrero y el 4 de Julio de I991. Sobre la campaña para elegir dichos delegatarios que compondrían a la Asamblea Constituyente, encontramos una síntesis realizada por el profesor Alberto Granda que nos dice: “La campaña aunque corta (del de Octubre al 9 de Diciembre de 1990), fue supremamente rica y novedosa. Rica, por las posibilidades que, por primera vez en la historia política del país, tuvieron todos los sectores económicos, políticos, sociales y culturales, para hacer propuestas y debatir en torno a las llamadas "mesas de trabajo. Es decir, el proceso estuvo desligado de las reglas que el clientelismo ha impuesto a todo el debate electoral. Y novedoso tanto desde el punto de vista formal como real. Formalmente, por la aparición, por ejemplo, del tarjetón y, realmente, por la emergencia en el terreno político de fuerzas alternativas del bipartidismo, como los movimientos indígenas, religiosos, comunales y cívicos, de estudiantes, intelectuales, ex guerrilleros, etc. De los 70 delegatarios elegidos, 42 lo fueron por 55 cuociente y 24 por residuo. Adicionalmente, previo acuerdo político, cuatro ex guerrilleros (dos con voz y voto) participaron en la Asamblea56. La composición política de la Asamblea Nacional constituyente, producto de la convocatoria electoral realizada para la misma, produjo una equidad y participación casi equilibrada en los cuales se garantizo la participación de todas las tendencias políticas y sociales en el País, a su composición democrática, se le atribuye uno de los principales logros para la democracia colombiana. Esta diversidad la podemos ver en el siguiente cuadro de composición numérica por el total de los votos obtenidos y en consecuencia, los puestos alcanzados en la Asamblea Constituyente. PARTIDO % DE VOTOS Partido Liberal 26.75 PUESTOS OBTENIDOS EN LA ANC 25 AD M-19 15.48 19 MSN 6.38 11 PSC 4.99 5 Conservadores Independientes 3.11 4 Unión Cristiana 2.56 2 Unión Patriótica 1.46 2 Indígenas y otras listas 6.30 2 Finalmente, se aprobó una Carta Política que contiene 380 artículos definitivos y 60 transitorios. Esta Carta Política de 1991 tiene un carácter consensual y 56 ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE Y CONSTITUCIÓN POLITÍCA DE 1991. Alberto Granda Marín. Universidad pontificia boliviana, pág. 6. 56 pluralista, a diferencia de lo ocurrido con las anteriores, que habían sido fruto de la voluntad excluyente de una parcialidad política. Pero en esta oportunidad, la situación fue bien diferente dado el equilibrio político que existía en el interior de la Asamblea, lo cual hizo que el trabajo, no obstante las controversias ideológicas y políticas, siempre se orientara bajo los parámetros de la transacción y el entendimiento. En lo que tiene relación con los principales cambios que introdujera la Carta de 1991, por considerarlos sus fundamentos estructurales y sin la pretensión de ser exhaustivos, es importante resaltar la manera en que sintetiza FEBRES CORDERO estos hechos: “Los principales cambios son: un amplio catalogo de derechos y libertades con mecanismos de protección; el replanteamiento de la división de los poderes públicos; la separación absoluta entre la Iglesia y el Estado; la autonomía de las entidades territoriales; las obligaciones económicas y sociales del Estado; y la democracia de participación ciudadana” 57 Este ultimo “la democracia de participación ciudadana” precisamente es tema central del presente trabajo”. Precisamente en el avance que trajo consigo la Carta Política de 1991 consolidando la democracia en el país, trataremos de enfocarnos, como matriz fundamental, debido a que cumple la función orientadora nacional en los asuntos más prioritarios al tratar la democracia en la Capital del país. 57 FEBRES CORDERO Jaime Buenahora. La Democracia en Colombia, un proyecto en construcción. 2ª edición.1997. Tercer mundo editores. Pág. 43. 57 El artículo 103 de la Constitución Política de 1991 dicta: “Son mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato. La ley los reglamentará. El Estado contribuirá a la organización, promoción y capacitación de las asociaciones profesionales, cívicas, sindicales, comunitarias, juveniles, benéficas o de utilidad común no gubernamentales, sin detrimento de su autonomía con el objeto de que constituyan mecanismos democráticos de representación en las diferentes instancias de participación, concertación, control y vigilancia de la gestión pública que se establezcan”. Con la Constitución Política de 1991, Colombia dio un paso importante para la ampliación y consolidación de la democracia al establecer nuevos espacios para la participación ciudadana a través de diferentes mecanismos: el plebiscito, el referendo, la consulta popular, la iniciativa legislativa, la revocatoria del mandato y el cabildo abierto, todos íntimamente ligados con el ejercicio de la democracia participativa58. La democracia en Colombia, desde el enfoque del Texto Constitucional, es una concepción moderna, avanzada, con fuertes fundamentos morales basados en la persona humana y en su dignidad y con una apuesta hacia el fortalecimiento de la organización política y social con el fin de apostarle al mejoramiento de la calidad de sus integrantes desarrollo social y económico con equidad, siempre con el objetivo de lograr la consecución de un Orden Justo. 58 COGOLLOS AMAYA, Silvia. El camino tortuoso de la participación ciudadana: una mirada al Cabildo Abierto en Bogotá. Colombia: Red Universitas .http://site.ebrary.com/lib/lablaavirtualsp/Doc?id=10306545&ppg=5 58 Humanística, 2009. La Constitución de 1991, desde la perspectiva de la participación, la democracia colombiana significa que el pueblo debe asumir el rol de ser integrante de una Republica tal cual como lo establece el artículo 1 que dicta: “Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”. Es decir, el pueblo a su vez, debe velar y tomar posiciones claras, responsables y ciertas en las decisiones que afectan el manejo de la cosa pública, ya que en la democracia, los ciudadanos deben asumir responsabilidades y obligaciones, como lo establece el artículo 95: “La calidad de colombiano enaltece a todos los miembros de la comunidad nacional. Todos están en el deber de engrandecerla y dignificarla. El ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en esta Constitución implica responsabilidades. Toda persona está obligada a cumplir la Constitución y las leyes. Son deberes de la persona y del ciudadano: 1. Respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios; 2. Obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas; 3. Respetar y apoyar a las autoridades democráticas legítimamente constituidas para mantener la independencia y la integridad nacionales. 4. Defender y difundir los derechos humanos como fundamento de la convivencia pacífica. 5. Participar en la vida política, cívica y comunitaria del país; 59 6. Propender al logro y mantenimiento de la paz; 7. Colaborar para el buen funcionamiento de la administración de la justicia; 8. Proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente sano; 9. Contribuir al financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de conceptos de justicia y equidad.” Adicionalmente, con la democracia implementada en la Constitución de 1991, las y los ciudadanos además de actuar tanto en lo público como en lo privado, deben concurrir a conformar a ejercer y a controlar el ejercicio del poder político tal como lo establece su artículo 40: “Todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político. Para hacer efectivo este derecho puede: 1. Elegir y ser elegido. 2. Tomar parte en elecciones, plebiscitos, referendos, consultas populares y otras formas de participación democrática. 3. Constituir partidos, movimientos y agrupaciones políticas sin limitación alguna; formar parte de ellos libremente y difundir sus ideas y programas. 4. Revocar el mandato de los elegidos en los casos y en la forma que establecen la Constitución y la ley. 5. Tener iniciativa en las corporaciones públicas. 6. Interponer acciones públicas en defensa de la Constitución y de la ley. 60 7. Acceder al desempeño de funciones y cargos públicos, salvo los colombianos, por nacimiento o por adopción, que tengan doble nacionalidad. La ley reglamentará esta excepción y determinará los casos a los cuales ha de aplicarse. Las autoridades garantizarán la adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios de la Administración Pública.” Finalmente, como si no fuera poco, las y los ciudadanos pueden exigir responsabilidades a sus elegidos como lo señala los artículos 90 y 92: “ARTICULO 90. El Estado responderá patrimonialmente por los daños antijurídicos que le sean imputables, causados por la acción o la omisión de las autoridades públicas. En el evento de ser condenado el Estado a la reparación patrimonial de uno de tales daños, que haya sido consecuencia de la conducta dolosa o gravemente culposa de un agente suyo, aquél deberá repetir contra éste.” “ARTICULO 92. Cualquier persona natural o jurídica podrá solicitar de la autoridad competente la aplicación de las sanciones penales o disciplinarias derivadas de la conducta de las autoridades públicas” Sintetizando a FREDDYUR TOVAR, la Democracia debe diferenciarse sustancialmente del pluralismo por lo siguiente: El pluripartidismo supone la existencia de muchos partidos y movimientos políticos en la puja democrática, en tanto que el pluripartidismo supone la existencia de muchos partidos y movimientos políticos en la puja democrática, en tanto que el pluralismo es una condición de la naturaleza humana que se fundamenta en el disenso antes que en el consenso, y entonces, es indispensable buscar consensos mínimos para 61 el bien de todos; que se consolida en el reconocimiento y vivencia de la diferencia antes que en la homogeneidad; y finalmente, que se basa en la transformación antes que en la permanencia, todo lo cual se hace sumamente dinámica y diferenciada59. Para hablar de la democracia en Colombia, es necesario observar brevemente también la cultura que reina en el entorno social de nuestro país, a fin de poder determinar el grado de conciencia y asimilación que los ciudadanos tenemos sobre su concepto. Un importante y profundo estudio realizado en el 2011 por el Observatorio de la Democracia con el patrocinio de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en asocio con la Universidad de los Andes, Centro Nacional de Consultoría y Vanderbilt University, demuestra que la cultura política de los colombianos siempre tiende a reconocer en la democracia el mejor sistema y dicha percepción se ha mantenido estable y relativamente alta. El apoyo a la democracia en este estudio se midió a través de la siguiente pregunta: Puede que la democracia tenga problemas, pero es mejor que cualquier otra forma de gobierno. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase? (en una escala de 1 a 7). Esta pregunta, como la mayoría de preguntas utilizadas en dicho informe, fue recodificada a una escala de 0 a 100 para facilitar las comparaciones y la comprensión. 59 FREDDYUR TOVAR, Luis. "El derecho justo en la Constitución Colombiana de 1991" ed: Icesi, p.115 - 156 ,2006 62 Sin embargo aclara dicho estudio, que profundizando con un análisis de lo que podríamos llamar ‘actitudes antidemocráticas’, es decir, actitudes que están en contra de principios centrales de la democracia liberal como el respeto a las minorías y la oposición y el apego al principio de separación de poderes, el primer resultado que se muestra es que en 2011 se confirma una tendencia iniciada el año anterior en el sentido de que dichas actitudes, en promedio, han disminuido en el país. Estudios comparativos de años anteriores habían mostrado ciertos rasgos autoritarios en la cultura política de los colombianos. 63 También establece este estudio que desde 2010 y en mayor medida en 2011 estos rasgos autoritarios han venido cediendo significativamente. El análisis econométrico confirma estos hallazgos anteriores en el sentido de que proveen evidencia sólida de que el culto a la personalidad del gobernante tiende a fomentar actitudes antidemocráticas. Dicho análisis concluye con una reflexión acerca de la relación entre el tipo de gobernante y la cultura política de un país. La evidencia obtenida en el caso colombiano sugiere que las actitudes contrarias a los principios democráticos que habían caracterizado a los colombianos en estudios anteriores son menos estructurales de lo que se podría pensar, lo cual representa una buena noticia. La otra cara de la moneda es que la misma evidencia sugiere que estas actitudes son maleables por las circunstancias y por el estilo de los gobernantes, lo cual no necesariamente es muy alentador. Por otro lado, encontramos que entre 2010 y 2011, las alcaldías (que pasó de 52 a 45 puntos en la escala de confianza de 0 a 100) y los concejos municipales (que pasaron de 50 a 44 en la misma escala) fueron las instituciones que sufrieron mayores pérdidas en la confianza que el ciudadano promedio deposita en ellas. Este hallazgo no es muy halagüeño precisamente en un año en que se realizarían elecciones para autoridades locales y regionales. Por su parte, aunque en menor medida, el Congreso fue la institución que mostró un mayor aumento en su nivel de confianza ciudadana. 64 65 El estudio incluyo una serie de preguntas con el fin de poder identificar hasta que punto los ciudadanos aprueban o desaprueban diferentes formas de expresión y participación políticas. Sus resultados son contundentes al afirmar que la participación a nivel comunitario, las manifestaciones legales y las campañas electorales son las preferidas entre ellos. 60 60 La muestra diseñada para Colombia incluye a todos los adultos no institucionalizados, es decir que excluye a las personas que habitan en cárceles, colegios, hospitales y bases militares. Es una muestra aleatoria estratificada. La estratificación asegura la inclusión de las áreas geográficas más importantes del país: Pacífica, Atlántica, Central, Oriental, los Antiguos Territorios Nacionales y Bogotá. La muestra fue subestratificada para incluir a las ciudades con más y con menos de 300.000 habitantes. Finalmente, la muestra fue subestratificada además en áreas urbanas y rurales. Se entrevistaron 1.503 personas. Técnicamente, nuestro margen de error fue ± 2.5%. Esto quiere decir que si hiciéramos múltiples muestras en Colombia, 95% de ellas reflejarían las opiniones de la población con una precisión no inferior a ± 2.5%. La 66 Hemos decidido que para el estudio que nos ocupa, es importante observar los resultados estadisticos relacionados anteriormente ya que efectivamente es comprobable la tendencia que existe en la ciudadania colombiana de priorizar la participación politica localmente desde lo comunitario y sobre todo, de permanecer en democracia, aunque los rasgos de la persona que dirige y asume dicha representación pueda generar ciertos visos de autoritarismo o de apatia que terminen siendo articulados con la opinión de los ciudadanos. Es claro entonces que la coyuntura marca sustancialmente la actitud politica y su desarrollo en la misma. Esto implica tambien, que las etapas politicas por las que atraviesa nuestra sociedad en casos tales como la corrupción y la burocracia disminuyen la percepción que tiene la ciudadania sobre sus representantes. 1.3. LA DEMOCRACIA EN BOGOTÁ D.C La historia del Concejo de Bogotá, como la del resto de ciudades americanas fundadas por los españoles, tiene sus antecedentes en los cabildos de España, los cuales tuvieron un papel importante en virtud de la determinación de la Corona de estimular esta especie de autoridad local con el fin de apoyarse en ella como un gran baluarte en la lucha contra la invasión musulmana. La importancia geopolítica y militar de las ciudades llevó a los reyes a ceder temporalmente parte de sus atribuciones y potestades a las juntas municipales o cabildos. Los municipios, por su parte, se comprometían con el monarca a muestra está constituida por 193 puntos muestrales: 160 urbanos y 33 rurales, distribuidos en 53 municipios de 26 de los 32 departamentos de Colombia. 67 incorporar las tierras circunvecinas a su jurisdicción con el fin de protegerlas, poblarlas e incrementar su producción. “En el Nuevo Mundo, el cabildo fue el primer tipo de autoridad civil, a manos de los cabildos pasaba el poder militar de los conquistadores. Algunos investigadores sostienen que el primer registro de una sesión especial del Cabildo en la ciudad corresponde al 13 de mayo de 1539, en la que se designó a Hernán Pérez de Quesada como gobernador, capitán y justicia mayor de Santafé de Bogotá.”61 Los primeros integrantes fueron reconocidos capitanes de la Conquista, que a su vez fueron los primeros titulares de encomiendas de las tierras recién descubiertas. “...Los cabildos eran el gran reducto en el que se agrupaban los encomenderos para defender sus privilegios contra otros poderes que eventualmente podían interferir o recortar sus fueros: el eclesiástico, el de la Real Audiencia o el de los Visitadores, que ejercían la autoridad por directa procuración del Monarca”62. Sus integrantes se denominaban regidores y su forma de elección fue variada en el tiempo: los designaba el Rey o la Real Audiencia o se podía comprar el cargo como titulo nobiliario. En los primeros tiempos, las acciones de los Cabildos se concentraron en la regulación de asuntos de la vida tales como el abastecimiento de carne y trigo, 61 Boletín de Historia y Antigüedades, volumen 5, No. 52, enero de 1908, pág. 230-1. 62 Historia de Bogotá, Tomo II Conquista y Colonia (Salvat Villegas Editores). Pag. 61. 68 administración de justicia y policía, abastecimiento de agua, aseo y alumbrado, mantenimiento de calles y caminos, y control de precios, entre otros. Pero el fuerte poder de esos Cabildos empezó a declinar y al finalizar el siglo XVI era evidente la disminución de su fuerza política y económica. Definitivamente el poder disminuyo en la medida en que la Real Audiencia se convirtió en un contrapeso. De hecho, en varias materias asuntos algunas funciones del Cabildo. El Cabildo de Santafé de Bogotá, en contraste con el papel reaccionario que jugaron sus integrantes (encomenderos) en los siglos de dominio español (Colonia y Conquista), especialmente por su oposición al reconocimiento de los derechos indígenas y a las medidas fiscales que ordenaba la Corona, jugó un papel clave en la jornada del 20 de julio de 1810, en el sentido de que sirvió como órgano de legitimación del nuevo poder. Aquí se cierra un período de la historia del Cabildo. Hasta ese momento las decisiones giraban en torno al mandato de la Corona Española, cuya voluntad se hacía cumplir a través de los virreyes. A partir del período de Independencia, el marco de acción del Concejo lo impuso el vaivén de las guerras civiles, cuyos vencedores terminaban imponiendo una nueva Constitución. En 1819, luego de la batalla de Boyacá nació en Angostura (Venezuela) la República de Colombia, integrada por el Reino de Nueva Granada, la Capitanía General de Venezuela y la Presidencia de Quito. Le siguieron la de 1821 (Constitución de Cúcuta) que instituyó la Gran Colombia hasta 1830; las de 1832, 1843, 1853 (período de la Nueva Granada que mantuvo ese nombre hasta 1858), llegando a la Constitución de Rionegro en 1863 que instituyo el Gobierno federal, hasta llegar a la que seria 69 la Carta centenaria que rigió los destinos nacionales, Constitución de Núñez y Caro en 1886. El período que va de 1830 a 1886 vio nacer a los partidos políticos tradicionales Liberal y Conservador que en defensa de unas creencias y de unos intereses económicos y políticos impusieron su sello en la conducción del Estado, lo cual se reflejaba en inestabilidad constitucional. Durante el período de 1863 (proclamación de los Estados Unidos de Colombia) se consolidó el federalismo, que le dio amplio poder a los Estados soberanos de la Nación en detrimento del poder del Ejecutivo central. En relación con la autoridad de la ciudad, hay que decir que el 2 de junio de 1863 se expidió una ordenanza mediante la cual se determinaba la forma en que estaría organizada la Municipalidad del Distrito Federal, cuyo cuerpo legislativo estaría en cabeza de la Municipalidad, integrada por vocales elegidos con su respectivo suplente por cada dos mil habitantes y uno más por un residuo superior a mil. Esta ordenanza le fijaba las atribuciones a la Corporación. Las cuales iban desde la seguridad, orden, aseo, salubridad, ornato y abastecimiento hasta la expedición de recompensas honoríficas a los ciudadanos que hubieran sobresalido por su in genio o por haberle prestado servicios a la ciudad. En los “Acuerdos de la Municipalidad de Bogotá 1862-1896”, que recogen el trabajo del Concejo de esa época, hay toda una variedad de normas que incluyen la adopción de impuestos locales, organización de la Policía, aprobación de contratos suscritos por la municipalidad con particulares, autorizaciones para obras de infraestructura, reglamentación de construcciones y concesión para la explotación de negocios de espectáculos públicos. 70 El Federalismo llegó a su final en 1886 con la aprobación de una nueva Constitución –desmontada Constituyente-- cuando se definitivamente impuso un en 1991 “proyecto por la político Asamblea de Estado descentralizado y fuerte, en vez del federalismo a ultranza” 63 y cuyo gestor, el presidente Rafael Núñez lo resumió así: ”Centralización política y descentralización administrativa”. 1.3.1. BOGOTÁ DISTRITO ESPECIAL. En 1945 mediante el acto legislativo número uno (01) se efectuó la reforma del artículo 199 de la Carta Política en donde se ordeno que la Ciudad de Bogotá se organizara como un Distrito Especial, sin sujeción al régimen ordinario. En 1954 el Gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla, en acatamiento del acto legislativo reseñado en el párrafo anterior y en uso de las facultades establecidas en el decreto 3518 del 9 de diciembre de 1949, mediante el cual se había declarado el Estado de Sitio, le dio estructura de Distrito Especial a la ciudad, expidiendo el decreto 3640, en el cual determinó que el Concejo de la ciudad se denominaría “Consejo (sic) Administrativo del Distrito Especial” y estaría integrado por 13 miembros, así: seis de elección popular, seis nombrados por el Presidente de la República, consagrando la paridad en la filiación política de los candidatos, el otro sería el Alcalde Mayor del Distrito, quien lo presidiría. Este decreto le daba, así, un carácter administrativo al Concejo, en el mismo se le 63 anexaron al Distrito los municipios de Fontibón, Usme, Engativá y TIRADO MEJÍA, Álvaro. El Estado y la política en el siglo XIX. El Ancora Editores, tercera edición, 1981. Pág. 108 71 Usaquén y al mismo tiempo se le dio autonomía Administrativa respecto del Departamento de Cundinamarca. En el artículo quinto del mencionado decreto se fijaron las atribuciones de dicho cabildo señalando que: “ Además de las atribuciones conferidas por la Constitución y leyes a los Concejos Municipales y, en especial, al del Municipio de Bogotá, el Consejo (sic) del Distrito Especial o la corporación que haga sus veces tendrá las siguientes: a. Establecer los impuestos y contribuciones que juzgue necesarios, sobre objetos no gravados por la Nación o por el Departamento, en conformidad con la Constitución y la ley; b. Fijar los planes y programas de obras públicas y de fomento; c. Elegir el contralor y el Personero del Distrito Especial, quienes nombrarán los empleados de su dependencia; d. Conceder autorización al Alcalde Mayor para que previa aprobación de la Junta Asesora y de Contratos del Distrito Especial, celebre convenios de cuantía superior a trescientos mil pesos; e. Aprobar o improbar los convenios de cuantía mayor a trescientos mil pesos celebrados por el Alcalde, cuando no hubieren sido previamente autorizados por el Consejo, o algunas de sus estipulaciones no se ajustare al respectivo acuerdo de autorizaciones; f. Elegir dos representantes en la Junta Asesora y de Contratos del Distrito Especial, de distinta filiación política para períodos de dos años; g. Autorizar al Alcalde para delegar en sus secretarios precisas funciones de las que le corresponden; h. Crear nuevas Secretarías del Distrito Especial” Sin embargo a reglón seguido establecía una serie de prohibiciones para dicho Consejo, frente al Alcalde Mayor, el cual era nombrado directamente por el Presidente de la República. Así: 72 “Además de las prohibiciones establecidas en la ley para los Concejos Municipales, el Consejo (sic) Administrativo del Distrito Especial tendrá las siguientes prohibiciones: 1ª) Votar auxilios de cualquier clase que no hayan sido propuestos por el Alcalde Mayor; 2ª) Limitar las atribuciones que las disposiciones legales confieran al Alcalde Mayor; 3ª) Interferir la dirección administrativa del Alcalde Mayor, por medio de juntas o comisiones de su seno que no hayan sido expresamente autorizadas por la ley.” Tras la caída del Gobierno de Rojas, y de acuerdo con lo pactado por los partidos Liberal y Conservador, a partir de 1958 el Concejo estaría integrado por 16 representantes de las dos colectividades (ocho de cada una). Así, por esta exclusión, el concejal elegido por el Partido Comunista en 1960 fue presentado como miembro del Movimiento Revolucionario Liberal (MRL), en tanto que la representación de la Anapo en el Cabildo figuraba como disidencia conservadora. Este sistema bipartidista rigió hasta 1970. Otra norma importante relacionada con las funciones del Concejo fue el decreto 3133 de 1968 (Estatuto de Bogotá) el cual estuvo vigente hasta la expedición del decreto 1421 de 1993 que en su articulo 180 lo derogo; en dicho ordenamiento se estableció que la Corporación continuaba como organismo superior de administración, integrado por 15 concejales con sus respectivos suplentes, elegidos por dos años. En la misma normatividad se estableció que a partir del año 1970, el concejo de Bogotá se reuniría por derecho propio dos veces al año, el primero de julio y el primero de noviembre, y las sesiones durarán cada vez treinta (30) días, prorrogables por decisión del propio concejo 73 por diez (a10) días más, otorgándole la facultad al Alcalde mayor para que lo convocara a sesiones extras cuando quiera que este lo considere necesario pero solo podría ocuparse de los asuntos que fueran sometidos en la convocatoria a su consideración. En el mencionado estatuto en su artículo 13 se fijaron las facultades del Cabildo, renovando la mayoría de funciones administrativas y fiscales asignadas por la regulación del Gobierno Rojas, ampliando la facultad para expedir los Códigos de Policía, Fiscal, de Construcción, y de transito transporte. a nivel local. Creando con ello un organismo hibrido que se desempeñaba como coadministrador y a su vez ejercía un incipiente control político sobre la administración. 1.3.2. BOGOTÁ DISTRITO CAPITAL. La Asamblea Constituyente de 1991 aprobó que la ciudad estaría organizada como Distrito Capital. Respecto a la integración del Concejo determinó que habría un concejal por cada 150 mil habitantes o fracción mayor de 75 mil que tenga el territorio. Hasta ese momento había 20 concejales, que han venido aumentando hasta llegar a 45 que componen el cabildo en la actualidad. Como se ha señalado en forma anticipada, al Concejo de Bogotá se le eliminaron en el decreto 1421 sus funciones de administración propiamente dichas y se definieron en el artículo 8 en el sentido de que: “El Concejo es la suprema autoridad del Distrito Capital. En materia administrativa sus atribuciones son de carácter normativo. También le corresponde vigilar y controlar la gestión que cumplen las autoridades distritales” 74 Respecto a los periodos de sesiones también se modifico de manera radical conforme a las necesidades de la administración distrital al respecto el artículo decimo establece que el Concejo Distrital se reunirá ordinariamente, por derecho propio, cuatro veces al año, así: el primero (1) de febrero; el primero (1) de mayo; el primero (1) de agosto; el primero (1) de noviembre. Cada vez, las sesiones durarán treinta (30) días prorrogables, a juicio del mismo Concejo, hasta por diez (10) días más. También sesionará extraordinariamente por convocatoria del Alcalde Mayor. En este caso se reunirá durante el término que le fije la autoridad que lo convoca y únicamente se ocupará de los asuntos que ésta somete a su consideración, sin perjuicio de que ejerza la función de control político que le corresponde en todo tiempo Respecto a las atribuciones del Concejo se ocupo el artículo doce (12) en el cual se fijaron las atribuciones de la corporación que se pueden resumir: 1- Funciones de carácter administrativo propiamente dicho, las que permiten el diseño normativo de políticas publicas respecto al adecuado distribución de funciones administrativas, fija escala de remuneración, implementa la carrera y diseña las funciones necesarias para la eficiente prestación de los servicios a cargo del Distrito; a la adopción del Plan General de Desarrollo Económico y Social de Obras Públicas. El Plan de inversiones, que hace parte del Plan General de Desarrollo, establece el presupuesto anual de gastos y rentas; adopta el Plan General de Ordenamiento Físico territorial del Distrito; dictar las normas tendientes a garantizar la preservación y defensa del patrimonio cultural y ecológico, los recursos naturales y el medio ambiente. Fija las reglas contractuales, regula los empréstitos y el nivel de endeudamiento de la ciudad y otorga las facultades necesarias al Alcalde Mayor, expedir los códigos fiscal y de Policía. 75 2- Funciones de carácter fiscal a través del cual el Concejo establece, reforma o eliminar tributos, contribuciones, impuestos y sobretasas: ordena exenciones tributarias y establece sistemas de retención y anticipos con el fin de garantizar el efectivo recaudo de aquéllos, regula todo lo concerniente para la distribución de recursos a las localidades. 3- Funciones de carácter electoral. Que le asignan la elección del Contralor y el Personero Distrital, regulando su funcionamiento. 4- Función de Control Político: El artículo 14 estableció: Corresponde al Concejo vigilar y controlar la administración Distrital. Con tal fin, podrá citar a los secretarios, jefes de departamento administrativo y representantes legales de entidades descentralizadas, así como al Personero y al Contralor. También podrá el Concejo solicitar informaciones escritas a otras autoridades distritales y como consecuencia producir la llamada moción de observaciones. Con el fin de hacer la administración más transparente y lograr un control político efectivo se elimino la facultad de coadministrador que tenían los concejales, eliminando la participación de estos en las juntas directivas de las entidades del Distrito. El Concejo ha sido a lo largo de la historia escala obligada de importantes políticos en su camino a la Presidencia de la República. Los datos históricos del siglo XX registran la presencia como concejales de la ciudad de los siguientes ex presidentes: Miguel Abadía Méndez, Enrique Olaya Herrera, Alfonso López Pumarejo, Eduardo Santos, Alberto Lleras Camargo, Darío Echandía, Mariano Ospina Pérez, Laureano Gómez, Roberto Urdaneta Arbeláez, Carlos Lleras Restrepo, Misael Pastrana Borrero, Alfonso López Michelsen, Julio César Turbay Ayala, Belisario Betancur, Virgilio Barco, Ernesto Samper, Carlos Lemos Simmonds y Andrés Pastrana. 76 Con respecto a la participación demócrata del ciudadano en el Distrito Capital el decreto 1421 de 1993 en su artículo 6 ordena: “Las autoridades Distritales promoverán la organización de los habitantes y comunidades del Distrito y estimularán la creación de las asociaciones profesionales, culturales, cívicas, populares, comunitarias y juveniles que sirvan de mecanismo de representación en las distintas instancias de participación, concertación y vigilancia de la gestión distrital y local” Proceso que se ha venido cumpliendo, mediante la implementación de las veedurías ciudadanas, la rendición de cuentas y los movimientos pro revocatoria del mandato a los alcaldes elegidos, revocatoria que aun no ha sido exitosa. En lo que se refiere al Concejo de la Ciudad el mismo artículo dispone: “De conformidad con lo que disponga la ley, el Concejo dictará las normas necesarias para asegurar la vigencia de las instituciones y mecanismos de participación ciudadana y comunitaria y estimular y fortalecer los procedimientos que garanticen la veeduría ciudadana frente a la gestión y la contratación administrativas”. 77 CAPITULO 2. LAS SOMBRAS EN LA DEMOCRACIA. La democracia se ha convertido en uno de los principales objetivos del mundo contemporáneo. Los gobiernos actualmente se caracterizan por una lucha constante de reivindicación y defensa a sus democracias, dejando claro que no todos conciben la democracia de manera similar, cada gobierno dependiendo de su forma e ideología marca su concepción de democracia, que en mucho de los casos, precisamente han sido estos las causas de múltiples confrontaciones y luchas armadas, económicas e ideológicas en el mundo. Es así, como debemos mencionar los fuertes conflictos que en nuestro siglo han marcado la historia, estos son, las confrontaciones en los países de Oriente, Egipto, Libia, Túnez, entre otros. Las confrontaciones por la consolidación de la democracia no ha sido solamente entre Estados, muchos de los últimos acontecimientos se han dado en los escenarios internos de los países. Los movimientos sociales y ciudadanos han jugado papeles protagónicos, han sido estos los que han movilizado a los pueblos para que mediante diferentes mecanismos, algunos no tan validos, como lo es la violencia o la vía armada, para lograr el desmonte de las degeneraciones de la democracia, como lo es la dictadura o la demagogia. Estas vías, muchas de ellas violentas han obtenido fuertes victorias, que a pesar de sus costos, han obtenido el objetivo inmediato, el debilitamiento de aquellos gobiernos que implementan sus modelos de democracias, los cuales son basados en concepciones restringidas, hereditarias y violatorias de los derechos humanos. 78 Estos objetivos inmediatos son basados en el derrocamiento de sus Jefes de Gobierno y/o de Estado, respectivamente, pero lo que hay que plantearnos también bajo estos resultados exitosos, es lo que viene hacia el futuro. Que le depara a una Estado que pasara posiblemente a ser una Republica plena con todas sus garantías y derechos pero que aun no han superado esas etapas de transición que deben atravesar para encontrar sus democracias plenas, entendida esta como, la implementación de principios y valores democráticos que lleve consigo el establecimiento de los derechos y obligaciones para todas y todos los ciudadanos. Estos procesos de transición no son agiles como tampoco fáciles. Estas discusiones deben atravesar la ardua tarea de encontrar sus principios y valores democráticos en situaciones de índole religiosa, étnica, económica, ambiental y político, siendo estos los factores que precisamente terminan gobernando directa o indirectamente la toma de decisiones en los dirigentes. 2.1 LA SOMBRA DE LA DEMOCRACIA UNIVERSAL. Sin duda, el anhelo de universalidad de la democracia debe resistir y retar cientos de desafíos que acogen diferentes formas y que provienen de las más múltiples direcciones y fuentes. De hecho, parte del presente trabajo académico trata precisamente sobre ello, debido a que tratamos de analizar la afirmación de la democracia como valor universal, constructor de ciudadanía, calidad de vida y gobernabilidad. Las cualidades humanas basadas en el poder, en la victoria y en la aceptación de la opinión pública han sido transcendentales para las crisis por las cuales ha tenido que atravesar la democracia en el mundo. Aun en pleno siglo XXI vemos como en países de algunos continentes, inclusive en modelos no muy lejanos al nuestro, persisten modelos autoritarios que muchos de ellos quizás 79 introduciendo la palabra democracia con el fin de legitimar sus acciones, llevan a sus pueblos en los rumbos hacia el retroceso perdiendo con esto, valores tan fundamentales y básicos como la libertad. En cualquier época y ambiente social existen creencias generalizadas que son respetadas como una especie de norma universal, son consideradas correctas mientras no se demuestre lo contrario. “Aunque la democracia no se ha llevado a la práctica universalmente ni ha sido uniformemente aceptada, la forma de gobierno democrática es considerada en la actualidad, dentro del clima general de la opinión internacional, como la correcta. Así pues, son los que denigran el sistema democrático los que deben justificar su postura. Pero este viaje histórico es bastante reciente. No hace mucho, los defensores de la democracia en Asia y África se veían en apuros a la hora de defender sus puntos de vista. Si bien actualmente tenemos razones suficientes para rebatir a aquellos que, implícita o explícitamente, niegan la necesidad de la democracia, debemos dejar muy claro cómo fue cambiando el estado de opinión general a lo largo de varios siglos. No tenemos que empezar de nuevo por explicar si un país u otro (Sudáfrica o Camboya o Chile) está “preparado para la democracia” (cuestión tan relevante en el discurso del siglo XIX), ahora lo damos por sentado. El reconocimiento de la democracia como sistema universalmente válido, cada vez más aceptado como valor universal, ha supuesto una importantísima revolución del pensamiento y constituye una de las contribuciones más importantes del siglo XX. Es en este contexto donde debemos analizar el tema de la democracia como valor universal.”64 64 ALVAREZ ARAYA, Oscar. Director Ejecutivo del Secretariado Permanente. Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia. www.democraciaparticipativa.net Articulo llamado: “Amartya Senn y la Democracia como Valor Universal”. 80 En la década de 1980 entro en crisis el Estado intervencionista, centralista y paternalista que con ciertos grados de éxito, habían tratado establecer algunos países latinoamericanos siguiendo el ejemplo de Europa. La crisis del Estado en América Latina se manifestó plenamente a partir de la explosión de la crisis de la deuda externa, cuando México declaro la moratoria de sus obligaciones en 1982. La crisis surgió en primera instancia como un conflicto de índole fiscal porque se habían agotado las fuentes económicas que oxigenaban el aparato burocrático trayendo como consecuencias finales los traumas a los trabajadores y al sistema de seguridad social. El petróleo, factor dominante en la gobernabilidad del mundo, empezó a imponerse principalmente en aquella década debido a que países tales como México y Venezuela alimentaron el reciclaje de los excedentes financieros de los países del medio oriente. Adicionalmente de la crisis fiscal, también el mundo empezó a sentir las crisis de funcionamiento del aparato administrativo y finalmente una fuerte crisis de legitimidad política y gobernabilidad. La crisis de legitimidad del Estado tuvo expresiones muy diversas dependiendo de los contextos políticos. Los regímenes militares desarrollistas vigentes en buena parte de Suramérica – promotores del desarrollo industrial y de masivas inversiones en infraestructura directamente soportadas por el estado, sin mucha consideración de su viabilidad financiera y económica. Perdieron el limitado respaldo popular con que alguna vez habían contado u la capacidad económica para cooptar a las elites empresariales y financieras. Aunque la dictadura de Pinochet implanto un modelo de Estado más a tono con las 81 nuevas tendencias liberales de mercado – neoliberalismo – y consiguió poner rápidamente en pie a la economía después de la profunda crisis de 1982, al mejorar las condiciones de vida la arriada tradición democrática e institucional de los chilenos logro restaurar la democracia en 199065. Pero, ¿Hasta qué nivel ha funcionado la democracia en el mundo? Mientras que nadie pone en duda el papel que ha desempeñado en naciones como Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia, cuando se analizamos la democracia en los países más pobres las conclusiones se tornan críticas. Países como la India es por supuesto, uno de los ejemplos más controvertidos del debate. Cuando los británicos se negaron a otorgarle la independencia, manifestaron su ansiedad sobre la verdadera capacidad de los hindúes para gobernarse. MARTHA SENN, expone este caso de la India como uno de los más llamativos de su experiencia, en sus palabras establece que: “En 1947, el año de la independencia, India se encontraba, de hecho, en un estado de gran confusión. Un gobierno inexperto, divisiones no asimiladas y alineamientos poco definidos se combinaban con la violencia popular generalizada y el desorden social. Resultaba difícil tener fe en el futuro de una India democrática y unida. Sin embargo, apenas medio siglo después encontramos una democracia que, con sus buenos y sus malos momentos, ha funcionado muy bien. Las divergencias políticas se han abordado dentro de un marco constitucional y se han sucedido los gobiernos siguiendo las normas 65 LORA Eduardo. El estado de las reformas en América Latina. Fundación Carlos Lleras Restrepo. 2007. 82 parlamentarias y electorales. India, una torpe, insólita y poco elegante combinación de diferencias, ha sobrevivido a pesar de todo y funciona correctamente como unidad política regida por un sistema democrático. De hecho, se mantiene unida gracias precisamente a la democracia.”66 Existen muchos problemas en torno a la democracia, pero es que lo que si se debe entender es la ésta, es un proceso que a unos pocos afecta y a muchos les favorece, pero que lastimosamente esos pocos son más fuertes y mas organizados, lo cual les permite llegar fácilmente a los escenarios de poder y decisión. Uno de los tantos cuestionamientos no son solo con la practica en terreno de la misma, sino que inclusive sus debilidades inician con puntos tan básicos como su misma definición. Cada autor expone su propia serie de tesis y antítesis de la democracia, sus causas y consecuencias. Los objetivos que se suelen ostentar son por lo general de carácter idealista. Básicamente todos los líderes políticos aseguran trabajar para los fines democráticos, pero si realmente fuera así, todos los estados serían democráticos. Por otro lado la democracia, también nos presenta dificultades desde el punto de vista empírico y analítico. La dificultad de definir a la democracia en términos de fuentes de autoridad o de propósitos de gobierno, ha llevado en las últimas décadas a enfatizar una definición institucional de democracia. La democracia tiene un significado útil sólo si se le define en términos institucionales. La institución clave en una democracia es la elección de los líderes por medio de elecciones competitivas. La formulación moderna más importante la hizo JOSEPH SCHUMPETER, en 1942, señalando que: 66 SENN, Martha. "Democracy As a Universal Value." American Educator. 24.2 (2000): 16. Print. 83 “El método democrático es aquel mecanismo institucional cuyo fin es llegar a decisiones políticas, en la cual los individuos adquieren la facultad de decidir mediante una lucha competitiva por el voto del pueblo”. Durante algún tiempo, después de la Segunda Guerra Mundial, el debate continuó entre los teóricos que adherían a la definición clásica de democracia, por la fuente o por el propósito, y aquellos que se inclinaban por el concepto institucional schumpeteriano”67. Hoy el debate ha concluido y ha predominado la tesis de Schumpeter. El enfoque institucional posibilita distinguir la democracia de otros sistemas contemporáneos, a saber, el sistema totalitario y el sistema autoritario. Según GARCIA VANEGAS, las dimensiones clave por las que se pueden comparar con la democracia son tres:68 1) La forma en que se eligen los líderes a través de elecciones competitivas u otros medios. 2) El alcance y la naturaleza de la participación de la ciudadanía en el gobierno. 3) El alcance y la naturaleza del control de la sociedad, en especial el control de la economía por parte del gobierno. La democracia es competitiva, mientras que los sistemas autoritarios y totalitarios son no competitivos; los sistemas democráticos y totalitarios son participativos (el primero con participación autónoma y el segundo con participación movilizada, en tanto que los sistemas autoritarios son no participativos. Los sistemas totalitarios ejercen un control 67 SCHUMPETER, Joseph A. Capitalism, Socialism, and Democracy. New York: Harper, 1950. Print 68 GARCÍA VANEGAS, David. Democracia y Constitución.Colombia: Universidad Cooperativa de Colombia,. p 25. http://site.ebrary.com/lib/lablaavirtualsp/Doc?id=10154625&ppg=26 Copyright © 2006. Universidad Cooperativa de Colombia. 84 amplio o total sobre la sociedad y la economía, mientras que los sistemas democráticos y autoritarios ejercen solamente un control limitado o moderado. De las características y requisitos que presenta DAHL para los sistemas políticos democráticos, totalitarios y autoritarios, queremos sintetizar las siguientes para efectos de nuestro trabajo: 1. Rol de la ideología limitado central no existe. 2. Forma de cambio gradual revolucionaria no gradual. 3. Participación no amplia o no muy autónoma movilizada limitada. 4. Elecciones efectivas rituales no existen o no son competitivas frecuentes y no frecuentes. 5. Libertad de expresión poco amplia, no existe, derecho de prensa y de reunión restringidos. 6. Control de la economía limitado por parte del gobierno a un moderado total. La definición institucional provee de un sistema referencial práctico para determinar si un sistema es democrático. Proporciona una serie de puntos de referencia, agrupados en su mayoría de acuerdo con las dimensiones de de DAHL de competencia y participación69. Es importante resaltar el caso de Sudáfrica bajo el régimen del apartheid, en que el 70% de la población afro del país no pudo ejercer este derecho, o como ocurrió en Suiza con el voto de las mujeres, hasta hace muy poco tiempo atrás; y en Estados Unidos, cuando se negó la participación electoral al 10% de la población afro-americana del sur. Es reconocido ya mundialmente que la censura, las elecciones fraudulentas, la coerción y la restricción de reunión o movimiento, son políticas incompatibles 69 DAHL, Robert A. La Democracia Y Sus Críticos. Barcelona: Paidós, 1993. Print. 85 con la democracia. El concepto institucional de democracia ha sido ampliamente aceptado en Estados Unidos, Europa y ahora también en Latinoamérica. Ahora bien, no podemos aplaudir las consolidaciones de la democracia pero que se visualiza desde el punto de vista formal y no sustancias, es decir, cuando un Estado se declara democrático pero sus niveles de pobreza y desigualdad se han profundizado, tenemos que entrar a observar que tipo de democracia realmente están concibiendo. Es oportuno en este momento señalar a STRASSER cuando afirma que: “Dicen que en las últimas décadas del siglo XX la democracia ha triunfado a escala mundial. Sin embargo, en el mismo tiempo también lo ha hecho la desigualdad, de manera rampante. ¿Qué es esto? La democracia no es un régimen cualquiera de gobierno sino la mejor de las formas políticas comparadas que puede tomar el estado; la desigualdad, una afrenta o un estigma de la condición social. Y ahora ambas vienen juntas. Mayor desigualdad social en tiempos de mayor igualdad política, ¿se trata de una paradoja?”70 En la tercera edición del Índice de la Democracia71 la Unidad de Inteligencia de The Economist analiza la situación, a noviembre de 2010, de la democracia en 70 STRASSER, Carlos. Democracia & desigualdad: Sobre la "democracia real" a fines del siglo XX . Argentina: CLACSO, 2005. site.ebrary.com/lib/lablaavirtualsp/Doc?id=10083483&ppg=7 71 El índice de democracia es una medición hecha por la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU por sus siglas en inglés), a través de la cual se pretende determinar el rango de democracia en 167 países, de los cuales 166 son estados soberanos y 165 son estados miembros de las Naciones Unidas. Este estudio fue publicado por primera vez en el año 2006 y ha tenido posteriores actualizaciones en 2008 y 2010. La unidad de inteligencia del índice de democracia de The Economist basa los resultados en 60 indicadores que se agrupan en cinco diferentes categorías: proceso electoral y pluralismo, libertades civiles, funcionamiento del gobierno, participación política y cultura política. En lo que respecta a la clasificación que se le 86 165 estados y dos territorios, excluyendo el micro-estado. En aras de medir el nivel de democratización de los regímenes políticos, el análisis se basa en cinco indicadores: pluralismo y elecciones libres; libertades civiles; funcionamiento del gobierno; participación política; y cultura política. Asimismo, plantea otras categorías dividiendo a los regímenes en: democracias plenas; democracias defectuosas; regímenes híbridos; regímenes autoritarios. Establece dicho estudio, en palabras de Maria Laura Depetris 72: El número de democracias plenas, encabezadas por Noruega, es apenas de 26 países (12,3% de la población global), las democracias defectuosas son 53 (37% de la población), los regímenes híbridos son 33, mientras que los regímenes autoritarios representan la categoría más numerosa, con 55 países y el 36,5% de la población mundial. Es interesante analizar la clasificación en este índice de los países de la región. Se impone destacar que en la lista de las “democracias plenas”, por parte de nuestra región sólo aparecen Uruguay y Costa Rica, con puntajes promedio de 8.10 y 8.04 (sobre 10), respectivamente, mientras que la mayor parte de la región cae en la categoría de “democracias defectuosas” (Chile en la posición 34, Jamaica 43, Trinidad y Tobago 44, Panamá 45, Brasil 46, México 50, Argentina 51, Colombia 57, El Salvador 61, Paraguay y Perú 62, República Dominicana 70, Guyana y Guatemala 75). Entre los regímenes híbridos encontramos algunos países centro y suramericanos (Bolivia 80, Ecuador 87, Honduras 88, Nicaragua 89, Venezuela 96 y Haití, ocupando la penúltima posición, 111). Cuba, por su parte, ocupa la posición 121 del ranking, hace a los países de acuerdo a su puntaje, esta se divide de la siguiente manera: países con democracia plena, países con democracia defectuosa, países con regímenes híbridos y países con regímenes autoritarios. 72 DEPETRIS María Laura es www.analisislatino.com Nota: El informe completo de Democracy Index 2010 puede descargarse http://graphics.eiu.com/PDF/Democracy_Index_2010_web.pdf 87 integrando la lista de regímenes autoritarios. De esta manera, se evidencia que el mapa democrático de la región dista de ser homogéneo. El reporte demuestra que el puntaje ponderado de la región ha experimentado un leve descenso entre 2008 y el 2010. Es prioritario entonces observar el abordaje que el informe desarrolla sobre dos grandes temas: la democracia electoral y la libertad de prensa. DEPETRIS analiza este punto del análisis afirmando que: “Si bien respecto del primero se dictamina que la región goza de una relativa “buena salud”, alegándose que en la mayor parte de los países latinoamericanos las elecciones “libres y justas” se encuentran bien establecidas, se destaca una erosión en la libertad de prensa, reflejando una tendencia hacia un mayor control y participación en la misma por parte del gobierno en un gran número de estados latinoamericanos. Los números hablan por sí mismos: de los 36 países que experimentaron un deterioro en su puntaje de libertad de prensa entre la segunda y la tercera edición del índice, 9 son latinoamericanos (Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, México, Honduras, Nicaragua y Perú). En este sentido, resulta aleccionador el pronunciamiento del primer mandatario de la democracia “más plena” de la región, José “Pepe” Mujica, sobre este tema: “la mejor ley de prensa es la que no existe” 73. Por añadidura, el informe subraya que flagelos como la violencia y narcotráfico, han impactado negativamente en el posicionamiento en el índice de varios países de la región. Además, se pone de manifiesto que tres países (Honduras, Nicaragua y Bolivia), experimentaron cambio sustancial en su clasificación en la tabla, dejando de ser considerados “democracias defectuosas” para incorporarse a la lista de regímenes “híbridos”. 73 Ibídem. 88 Es entonces claro que existe un retroceso en la democracia global, según lo establecido en las estadísticas, la sociedad no atraviesa solamente por situaciones de crisis económica sino también de crisis democráticas causadas entre otras razones, por el ascenso al poder de fuerzas populistas con credenciales democráticas dudosas en algunos países de la región. Cuando hablemos de retrocesos se nos obliga también referenciar las situaciones de algunos países tales como los de Turquía e Irán, fuertemente convulsionados en los últimos tiempos por el manejo y concepción de la democracia que cada uno de ellos ha querido implementar. Estos dos países, los cuales tienen una historia muy antigua y cada uno de ellos está tratando de restaurar lo que consideran “las glorias de su pasado”; en eso se parecen. No son estados como Jordania, Siria, Líbano o Irak, que fueron creados en 1921, después de la Primera Guerra Mundial. Turquía y especialmente Irán son estados que tienen detrás 2.000 o 3.000 años de historia y piensan que ya es hora de ocupar nuevamente el centro del protagonismo mundial. Es paradójico tener que observar que precisamente el Oriente Medio es la cuna de las civilizaciones, pues es precisamente esa carga histórica la que no ha permitido la consolidación de algunos factores de la democracia, como lo son, el respeto a la diferencia, la libertad de cultos, la implementación de los Derechos Humanos y la realización de elecciones libres. Lo que a nuestros tiempos podemos visualizar es que existe una diversidad de grupos étnicos y religiosos, y cada uno de ellos está en una especie de marcha de choque entre sí, que la democracia no ha logrado poder interpretar o eliminar. 89 2.2 DEBILIDADES DE LA DEMOCRACIA COLOMBIANA. Una verdadera formación democrática, siempre postergada, debería haber enseñado a los colombianos que cuando el Estado se revela insuficiente para garantizar la paz pública y para proteger a los ciudadanos, la más urgente tarea es la de fortalecer ese Estado en términos democráticos, aumentar su legitimidad volviéndolo mas incluyente, ampliando su base social y dándole los mecanismos y recursos para combatir o someter a los rebeldes, de modo que la protección de la sociedad se inscriba en el marco de la ley. La solución desesperada pero también irresponsable de crear cuerpos militares paralelos, no sujetos a la ley, es un suicidio público, porque esos cuerpos no tardan mucho en convertirse en verdugos de toda la sociedad, incluidos aquellos que inicialmente los financiaron. Además, recurrir al crimen para combatir el crimen termina convirtiendo a los defensores de la civilización en monstruos idénticos a aquello que combaten, o peores74. Otro concepto de gran fuerza de la Constitución parece languidecer. La "democracia participativa", como complemento indispensable de la representativa, parecía ser la innovación más destacada de la Asamblea Constituyente. Sin embargo su aplicación ha sido marginal y el estreno del referendo constitucional fue en verdad poco auspicioso. Sin embargo, estoy convencido de que vendrán mejores tiempos para esa participación directa de los ciudadanos, pues la madurez política de los colombianos va en aumento 75. 74 75 OSPINA William Colombia: La encrucijada .Reforma [México] 18 Mar 2001. NAVARRO WOLFF Antonio Artículo de opinión. Una constitución para perdurar Pese a las reformas, críticas y algunos desaciertos, la Constitución Política de 1991 creó una nueva democracia en Colombia. Las amenazas a este nuevo Estado social de derecho aún perduran. 90 Sin embargo, estos procesos de democratización y re-institucionalización vía participación ciudadana, no han estado exentos de obstáculos de los más variados tipos, como la falta de voluntad política, de expedición oportuna de normativas o de provisión de recursos financieros, los cuales han aplazado el empoderamiento de los derechos políticos participativos así como los resultados que de dicha actividad política pudieran derivarse. El ejemplo más ilustrativo de este fenómeno es la limitación a la participación que el mismo Congreso de la República hizo a través de la Ley Estatutaria de la Participación (134 de 1994), donde se establecieron exigentes requisitos para garantizar su legalidad. la Ley Estatutaria se expidió en 1994, pero otro año más tuvo que pasar para que se asimilaran las normas y se comenzaran a ver intentos de aplicación y uso de algunos mecanismos participativos. La participación ha tenido un extenso camino de aprendizaje ciudadano, sin duda tortuoso, cuyo recorrido ha estado sembrado de trabas e inconvenientes76. La Constitución aprobada el 5 de agosto de 1886, en lo que tiene que ver con las funciones de los concejos les fijaba tareas como determinar las contribuciones y gastos locales, llevar el movimiento anual de la población y formar el censo civil, pocas, frente a las que le concedió a los departamentos, razón por la cual Bogotá tuvo una alta dependencia de Cundinamarca. De las principales novedades que nos trajo dicha Constitución fue la implementación de las dos cámaras del Congreso de la Republica, el himno, escudo y bandera de Colombia y se permitió el voto de los hombres mayores de 21 años que tuvieran alguna profesión u oficio. Hechos que sin duda alguna aportaron a las medidas que tendían a encontrar modelos democráticos. No podemos avanzar sin mencionar hechos relevantes 76 COGOLLOS AMAYA, Silvia. El camino tortuoso de la participación ciudadana: una mirada al Cabildo Abierto en Bogotá., , Colombia: Red Universitas Humanística, 2009. p 5. http://site.ebrary.com/lib/lablaavirtualsp/Doc?id=10306545&ppg=5 91 para la construcción de nuestra historia democrática, que desafortunadamente muchos de ellos tuvieron que estar ligadas a procesos sangrientos y violentos para nuestra sociedad. La Guerra de los mil días, la Separación de Panamá, la Masacre de las Bananeras, el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán y el bogotazo, el Frente Nacional, el nacimiento de los movimientos guerrilleros, la toma del Palacio de Justicia y el asesinato del dirigente liberal Luis Carlos Galán Sarmiento. De los anteriores hechos, se puede resaltar la importancia que se obtuvo con la implementación de medidas como las del Frente Nacional, en las que las opiniones políticas están dividas en cuanto a sus beneficios para el país. El Frente Nacional desde nuestro punto de vista es una consecuencia de nuestra cultura política. En su momento, esta medida busco terminar parcialmente con el enfrentamiento violento de los diferentes sectores políticos que estaban única y exclusivamente agrupados en dos tendencias, los liberales y conservadores, pero que se implemento a costa de conceptos tan elementales en la democracia, como lo es la oposición, la creación y fortalecimiento de nuevas expresiones políticas y sociales y el derecho a la opción en el voto. Por otro lado, pero sin perder el contexto de fondo, podemos repasar que el asesinato de líderes como Jorge Eliecer Gaitán y Luis Carlos Galán Sarmiento, se configuran como ejemplos en los que la materialización de la democracia ha sido coartada sangrientamente. Estos dirigentes que se convertían en opciones de esperanza para el pueblo colombiano fueron asesinados bajo circunstancias políticas especiales tales como el desarrollo de procesos electorales en los que se encontraba inmerso el País en su momento, las opciones electorales de que estos candidatos llegaran a ocupar la Presidencia con fuerte respaldo popular y por la consolidación de una derecha oculta y armada. Estos tres elementos se convirtieron en una combinación peligrosa para la construcción de una sociedad moderna basada en la cultura política decente y progresistas, pero sobretodo, se constituyo como el arma más letal para la democracia de este 92 país, ya nadie podía opinar diferente y la actividad pública estaba rodeada y vigilada no por las fuerzas del estado sino por el narcotráfico y su alianza con la política colombiana. La sociedad colombiana ha tenido constantes cambios y esto tiene múltiples causas, una de ellas a manera de ejemplo es la globalización, en la que recibimos fuertes influencias de algunos países con fuertes tendencias económicas que siempre tienden a imponerse y a colonizar nuevos territorios. El entender a nuestra sociedad nos explica varias crisis democráticas por la que hemos atravesado, pero sobretodo nos permite entender nuestra actual cultura política. Un rápido estudio sobre nuestra sociedad colombiana nos lleva a realizar dos grandes grupos de sociedades democráticas con el fin de podernos ubicar en alguna de ellas: Sociedades democráticas heterogéneas. Son aquellas que están diferenciadas por factores sociales, geográficos y culturales. Las elecciones cumplen el papel de expresar los diferentes intereses de esa sociedad.77 Sociedades democráticas homogéneas: En éstas, las elecciones cumplen el papel de legitimación del sistema político, del gobierno o del partido: ratifican el apoyo o deslegitimación a un partido o coalición (agrupación de partidos o movimientos); expresan tendencias o preferencias políticas; canalizan los conflictos hacia soluciones pacificas; conforman la oposición al gobierno y desarrollan una conciencia y una cultura política.78 77 www.banrepcultural.org 78 www.bandrepcultural.org 93 Desde nuestro análisis, nos encontramos en una sociedad democrática heterogénea, de ahí parte muchas de las debilidades que vive el País en su intento de materialización efectiva de la democracia. En el periodo comprendido de 1982 al 1991, se evidencio en Colombia un reacomodo del régimen político caracterizado por el desgaste del régimen bipartidista y excluyente propiciado por la implementación de medidas tales como la del Frente Nacional. Este acuerdo de partidos trajo consecuencias nefastas para la institucionalidad generando una percepción negativa nacional e internacional de la política colombiana. Las elecciones de 1982 permitieron el inicio de una nueva etapa. Colombia empezó a vivir un reacomodo del poder que se desarrolló a lo largo de los gobiernos de Belisario Betancur, Virgilio Barco y César Gaviria. Desde un partido minoritario, Betancur consiguió el apoyo nacional para darle un vuelco a la continuidad política. Sin embargo, aunque en el tránsito a un cambio institucional insinuó un camino distinto en el tratamiento del orden público y el funcionamiento de algunas instituciones clave, las fricciones con los mandos militares, el fracaso de la primera etapa de los diálogos de paz y el hecho histórico del Palacio de Justicia impidieron el logro pleno de su objetivo. El régimen político se encontraba gravemente amenazado. Pese a sus errores, la guerrilla adquiría el perfil de oposición armada legítima, o, como mínimo, se adueñaba de un espacio como opción política. La conformación de un nuevo régimen no podía, por tanto, desconocer el espacio alcanzado por la insurgencia. Con este propósito, Barco lanzó el documento "Iniciativa para la paz", el cual fue inicialmente rechazado con un discurso tradicional pero posteriormente asumido por el M-19. Las violencias experimentaban un crecimiento acelerado y no era descabellado pensar que si no se 94 encontraba una solución política podría generalizarse una guerra sin perspectivas, con asiento en algunas regiones del país. En esas circunstancias, César Gaviria se impuso como candidato liberal. La ausencia de liderazgo debido al asesinato de Luis Carlos Galán genero el ambiente propiciado por la Familia Galán de que el sucesor más correcto y oportuno era entonces Cesar Gaviria, fue así entonces como el hijo mayor del mártir anunció que quien recogería las banderas de su padre seria Gaviria. Desde ahí se inicia una fuerte cruzada electoral resultando victorioso, regresando al Partido Liberal al Palacio de Nariño. Esta dinámica política inspirada en el Galanismo, se fundamento en la lucha contra la clase política, representada en la aspiración presidencial de Hernando Duran Dussán. El anuncio de una renovación generacional le permitió un nuevo reacomodo al círculo del poder, el cual lideró un proceso de cambio político mediante la oferta de diálogo y negociación con la guerrilla, y la convocatoria a una Asamblea Constituyente. La paz inicia formularse con un punto de vista distinto, ya no consistía simplemente en la negociación con la guerrilla y el cese al fuego, sino también en la búsqueda de fórmulas que permitieran legitimar las instituciones y dotarlas de la capacidad para resolver los conflictos de la sociedad colombiana. El intento y la percepción de los ciudadanos colombianos de poder encontrar la paz, fue elemento inspirador de primera línea para la Constitución de 1991, las crisis de legitimidad y de gobernabilidad en la que se vivía en los años 80 iba a ser superado por el consenso y trabajo democrático de la Asamblea Constituyente. A partir de esta recuperación se desataría una contraofensiva del clientelismo, la corrupción y las viejas maneras de hacer política. Una de las medidas de las tendencias opositoras al intento democrático de la construcción de nueva Constitución, fue la de generar la opinión de que la la 95 Asamblea Nacional Constituyente (ANC) resultó insuficiente, pues no logró conmover el abstencionismo ni aglutinar todas las fuerzas insurgentes y apenas movilizó algunos sectores de opinión. Sus alcances resultaron limitados, pese a la propuesta gubernamental de que la discusión sobre las transformaciones económicas y sociales no se diera en la mesa de negociación sino en ese "gran escenario" donde estarían representados amplios sectores de la sociedad. Ahora bien, todos los hechos históricos que hemos relacionado en Colombia, pareciera no suficiente. En nuestro país es notable ver en algunas circunstancias debates políticos carentes de contenido ideológico, por la baja participación electoral, por la ineficacia política de los movimientos sociales y sindicales, por la debilidad endémica de la izquierda y, entre otras muchas cosas, por la evidente imposibilidad de que un hombre o mujer pobre pudiese ser elegido Presidente. Un tema radical para abordar nuestra democracia y sobre todo la cultura política del país, es entrar a revisar su educación, calidad y acceso. En cuanto a este tema un estudio realizado por el Banco de la Republica establece que: “Colombia no ha estado nunca a la cabeza de la extensión de la educación pública, ni siquiera en el ámbito latinoamericano, en cambio la evolución de su situación demográfica se destaca frente a la de los países vecinos.” 79 79 Colombia en el siglo XIX: ¿Un caso de éxito? Banco de la Republica. 2005. 96 Las Universidades Públicas se constituyen como el factor prioritario de construcción de sociedad, es más un deber que un derecho. Formase y prepararse intelectual y académicamente es uno de los principales valores que debe aportar el ciudadano. La educación hay que verla como un deber y una obligación de los actores sociales, por muchas razones, unas de ellas es que en la medida que avance la preparación de la ciudadanía podrá aportar más y retribuir a su sociedad, adicionalmente, es claro que el progreso de la educación en un ciudadano aporta de igual manera a su concientización hacia lo público, con sus deberes y obligaciones. Es evidente que no se podrá exigir más a quien no ha tenido la oportunidad de desarrollar sus capacidades y actitudes, o a quienes no tienen la conciencia y la cultura de asumir la ciudadanía como un valor obligatorio inherente a la sociedad a la que hace parte. Consideramos que las falencias de la educación son las principales causas de las fallas estructurales de la democracia colombiana, mientras se mantenga la percepción del individualismo, la cultura de no progresar, de las actitudes facilistas, de que el desarrollo intelectual no es necesario, del rechazo al cambio, entre otros, la sociedad colombiana se ve atornillada a vivir en el pasado repitiendo una y otra vez las historias desafortunadas del País. Otro punto importante que hay que analizar con el fin de describir las debilidades de nuestra democracia son los cambios en el rol de la mujer en la sociedad colombiana, solo desde hace pocos años este tema ha sido tratado en la seriedad que este amerita. Al respecto el Banco de la Republica referencia a la importancia de la mujer colombiana en la construcción histórica de la democracia, reconocimientos en algunas ocasiones arrebataos u omitidos por la persistencia absurda y retrograda del machismo colombiano. Nuestra sociedad aun no ha podido superar la cultura patriarcal que desafortunadamente en muchos casos se ve 97 reflejado en la violencia, en la desigualdad de oportunidades, en salarios injustos y en y en general en las condiciones de desventaja que siempre se ha encontrado las mujeres en este país, la inseguridad, acosos sexuales y el maltrato sicológico. Sin embargo, si hay que resaltar el avance sustancial que hemos tenido en la materia, actualmente contamos con la obligación normativa de las cuotas de género para la composición del poder público, organizaciones de mujeres con movimientos influyentes y la concientización de varias mujeres de empoderarse de no solo el discurso de igualdad de géneros sino de la política en el país. “La Colombia fue una de las últimas naciones latinoamericanas que concedieron igualdad de derechos políticos a la mujer, y ésta hubo de esperar tres años, después de haber adquirido el derecho al voto en 1954, para ejercitarlo. Desde entonces, sin embargo, las mujeres no solamente votan sino que son elegidas; la proporción de mujeres en el Congreso colombiano es casi la misma que en el de Estados Unidos, en donde empezaron a participar en elecciones nacionales tres decenios antes.”80 Los medios de comunicación constituyen otro hilo conductor para el fortalecimiento de la democracia. Sin duda alguna, el hecho de que en la Constitución Política de 1991 se haya declarado el valor fundamental de la libertad de pensamiento y al respeto a la diferencia demuestra el carácter progresista de una Constitución que ha querido ser tachada por algunos, entre esos, lo beneficiarios de la misma. Es evidente a los ojos de cualquiera, que actualmente los medios de comunicación priorizan cualquier otra actividad “artística” que la promoción a los desarrollos de pensamiento político y del 80 Ibídem. 98 fortalecimiento de la construcción de ciudadanos y ciudadanas libres de prejuicios ilegales, amarillistas, conformitas y antipolíticas. La independencia en el valioso desarrollo periodístico es eje fundamental para la puesta en marcha de generación de la opinión. Los medios de comunicación generar y construyen la opinión de la ciudadanía y es precisamente de este criterio construido que el votante toma su decisión de representación, de allí que radica su importancia. Cabe rescatar, que las nuevas tecnologías han promovido la incursión de muchos más ciudadanos en la vida pública, no hay mecanismo mas democrático de expresión que el Twitter y el Facebook. Estos mecanismos no distinguen entre sexos, razas, culturas, costumbres, nacionalidad ni posición social para ubicar en situaciones de igualdad a un Alcalde a un ciudadano. Nuestro régimen democrático, debe demostrar que realmente hemos dejado muchos siglos atrás la hegemonía y los regímenes monárquicos en el poder. No basta con declararse monárquico para serlo, en muchas ocasiones, las huellas y las realidades en un País tienden a parecerlo. El hecho de que un país el poder presidencial se encuentre principalmente en familias e hijos que siempre lo han mantenido históricamente, demuestra el fuerte poder que aun posee las influencias hegemónicas que la invaden. 2.3. FALENCIAS DE LA DEMOCRACIA EN BOGOTÀ D.C. Las debilidades de la democracia no se pueden generalizar adjudicándolas todas ellas a los responsables y directivos del servicio público, como tampoco a los dirigentes políticos y candidatos que van a componer las corporaciones públicas, pero si debe resaltar que en ellos se basa de la materialización de la 99 democracia representativa y participativa, de ahí su importancia y alto grado de señabilidad por su responsabilidad. En los últimos años, Bogotá ha estado incurso en fuertes escándalos de corrupción y de malas prácticas por parte de los dirigentes de lo Público, esto sin duda alguna, ha bautizado la práctica política con descredito. Estos situaciones avergonzaste para nuestra cultura política y social se ha originado por el afán en la conquista del poder, y habiendo emprendido un proyecto familiar y personal, en el entendido que en una campaña al Concejo se concentran esfuerzos e inversiones colectivas, en razón al elevado costo de las mismas (por encima de los mil millones de pesos en la actualidad), algunos aspirantes a esta Corporación pueden caer en la trampa de prometer imposibles (incurriendo en practicas que redundan en la Demagogia). Como resultado, desde el punto de partida de este proyecto político y económico denominado candidatura, y toda vez que la actividad desarrollada hace que escaseen los recursos, el aspirante al Concejo en búsqueda de patrocinios (independientemente de su procedencia legal o ilegal) puede llegar a endeudar su gestión, presentado a futuro escándalos por esta razón. Aunado a ello es importante tener presente el hecho que algunos aspirantes a esta Corporación pueden llegar a ser representantes de monopolios políticos o económicos, siendo esta imposición nefasta y lesiva para los intereses del conglomerado, toda vez que no solo impone al miembro de un estamento, sino que el mismo lleva consigo las sombras de la democracia, que reclaman “reciprocidad”. Hemos querido determinar 2 factores básicos a los que los Concejales deben dar batalla diariamente para que no se configure una sombra o falencia sobre 100 la democracia en Bogota, debido a que pueden terminar siendo influenciados en la gestión de un Concejal. El primero de ellos, es el que podría ser considerado como los motivos personales, que permitieron el llegar a ser electo en la Corporación, los cuales puedes ser considerados previos como: A) Deudas Económicas y Políticas adquiridas en Campaña, de las cuales deviene la no aprobación (abstención de voto) de los acuerdos que vayan en contravía y detrimento de acreedores y/o monopolios político económicos que indirectamente se representan, de manera tal que la gestión en si misma no es realizada por el Concejal, sino por y para las sombras de corrupción de las cuales se convierte en vocero. B) La Burocracia y el Clientelismo, ello en razón a que este tipo de practicas generan un impedimento tácito para votar a favor de acuerdos que vayan en detrimento de los intereses de las entidades donde se tiene las “cuotas políticas”, pues la aprobación de estos deviene necesariamente en la materialización de ese temor de exclusión, de contera en la perdida potencial electoral. C) Presión de la comunidad que elige al miembro de la Corporación, factor que sin duda alguna es determinante, pues la comunidad en ejercicio pleno de los deberes y garantías que consagra un régimen democrático, reclama vehementemente la ejecución de abras, el arreglo de vías, la construcción de parques, el suministro de dotaciones, y sin lugar a dudas una parte de esa “cuota burocrática”, so pena de la perdida de credibilidad política. El segundo factor, que podría ser considerado como producto de la elección, y tendrá que ser analizado de manera posterior, es la indebida interacción del Concejal, frente a un Alcalde Mayor en búsqueda de gobernabilidad en la cual se puede prestar para utilizar tradicionales artimañas políticas ofreciendo 101 dadivas a cada uno de los miembros de la corporación. A lo largo de la historia socio-política del país han existido prácticas por demás notorias, que constituyen parte de las tradiciones y costumbres de los gobiernos, las mismas que ejercen un nivel de presión gigantesco en los entes de Control Político como el Concejo de Bogotá. La primera de esas practicas de vieja usanza, la puede constituir la colocación de nombres en la lista de candidatos aspirantes a la Dirección de un órgano de Control, valga decir los candidatos a Contralor y Personero Distrital, ello obedeciendo a la necesidad de posiblemente anular su ejercicio y adormecer el efectivo ejercicio de las funciones legales (sin duda el caso del ex alcalde Samuel Moreno y Francisco Rojas Birry) Otros generadores efectivos de presión pueden ser la imposición de candidato a la Presidencia del Concejo, a fin de impartir celeridad a los trámites, generar un ambiente en donde sean imperantes las buenas relaciones silenciadoras de conflictos y determinantes para garantizar la gobernabilidad, así como la detección de las cuotas burocráticas cual deviene en el condicionamiento para la aprobación de acuerdos. 2.3.1 ANALISIS COMPARATIVO DE LAS ELECCIONES 2007 FRENTE A LAS DE 2011. Aunque inicialmente, el proyecto de monografía pretendía realizar un estudio sobre la forma como se conformo el Concejo Distrital de Bogotá, para el periodo 2008-2011, ante la inmediatez de las elecciones llevadas a cabo el 30 de octubre de 2011, en las cuales se integro el Concejo que cumplirá sus funciones a partir del mes de enero de 2012 y hasta el 31 de diciembre de 2015, el análisis se realizara de manera comparativa. 102 Actualmente el Concejo de Bogotá es la primera autoridad político administrativa de la capital colombiana, su composición por mandato Constitucional llega hoy a cuarenta y cinco (45) concejales. El 28 de octubre del año 2007 de una población votante según el censo electoral expedido por la Registraduría Nacional del Estado para esta elección en particular era de 4.378.026, solo acudieron a las urnas votando el 46.97%, es decir, sufragaron para elegir Concejales en Bogotá solamente 2.056’175 ciudadanos colombianos residentes en esta capital en un total de 10.095 mesas instaladas en las veinte localidades que componen el territorio capitalino.81 Del análisis de los anteriores datos estadísticos, se puede concluir que no se ha logrado crear una cultura de participación en la ciudad, el abstencionismo supera ampliamente el grado de participación. Algunos sectores de opinión consideran que ello hace que el cabildo carezca de legitimidad, porque aunque el concejo es legalmente, por la baja participación electoral, no obstante ello no resulta ser cierto por cuanto el proceso electoral se cumple dentro del ritual consagrado por el legislador. Situación de la cual nos ocuparemos al final de la presente monografía, cuando realicemos la evaluación de resultados y de propuestas, desde ya, consideramos que es necesario la implementación del voto obligatorio. Para terminar el análisis estadístico es necesario recordar en esta monografía, que para el año 2007, como ya se dijo, votaron 2.056.175, los cuales se distribuyeron de la siguiente manera: total de votos validos fue de 1.834.613, desagregados en 1.579.321 votos para las diferentes listas, 255.292 votos en blanco, votos nulos 149.387, y los votos no marcados fueron de 72.175.82 81 Pagina web Registraduria Nacional del Estado Civil. 82 Ibidem 103 Aplicando la regla electoral de orden Constitucional vigente, es decir el sistema del umbral y de la cifra repartidora, para sacar el umbral se dividen los votos validos en las curules a proveer ( cociente electoral) en este caso los votos validos fueron de 1.834.613 divido en 45 dando un resultado de 40.769 para luego dividirlo en dos dando un resultado de 20.384 cifra esta denominada el umbral entonces todas las listas de los partidos políticos que participaron y que igualaron o superaron el umbral entran a jugar por la cifra repartidora que arrojo un total de 30.219 votos, después se divide el total de votos validos de cada partido que supero el umbral por la cifra repartidora y el resultado son las curules por cada partido a proveer, cuyo resultado puede ser observado en el anexo numero uno (01)para el 2008 y diez (10) para 2012. De la revisión de los datos contenidos en dichos anexos se llega a la siguiente conclusión: 1-En la contienda electoral del año 2007 participaron 17 partidos políticos para elegir concejales de Bogotá en las elecciones de 2007, de los cuales solo diez (10) pudieron pasar el umbral establecido por mandato Constitucional, así mismo podemos observar que pese a ser una elección local, la influencia de la coalición de gobierno a nivel nacional, tuvo una importantísima caída electoral, no obstante la fama de que en Bogotá se impone el voto de opinión, pues los partidos políticos apoyados por el Presidente de la República, de esa época, Álvaro Uribe Vélez obtuvieron en el Concejo de Bogotá 24 curules de las 45 en disputa. Mientras que en las elecciones celebradas en el 2011 para la integración del Concejo periodo 2012 a 2015, participaron 11 partidos o movimientos de los cuales alcanzaron el umbral 10, que obtuvieron representación en el cabildo, notándose un reacomodamiento del espectro electoral de la ciudad, referente al Concejo Distrital. Reacomodamiento que se dio, como producto de las 104 denuncias sobre el llamado “Carrusel de la contratación”, hecho que ocasiono la debacle electoral del Polo Democrático Alternativo, que paso de tener 8 cabildantes a conservar cuatro, de los cuales tres son repitentes. Sin embargo resulta paradójico, que el partido de la “U” que hizo parte de la coalición del gobierno Distrital 2008-2011, elija el mismo numero de concejales elegidos en el 2007, es decir, tenia ocho concejales elegidos en dos mil siete y conservo los mismos 8, renovando solo dos curules, los demás repiten, lo cual refleja que la opinión publica no tiene mucha claridad sobre la función de control político que debe cumplir el Concejo. 2- El género femenino estuvo representado con nueve (9) curules de las cuarenta y cinco existentes (45), distribuidas así: en el Partido Liberal con tres (3), el Partido Cambio Radical con tres (3), Polo Democrático con una (1), Partido Conservador con una (1) y el Partido de la Unidad Nacional (U) con una (1). Las demás curules son ocupadas por hombres. (Ver anexo 02). Mientras que para el nuevo Concejo resultaron elegidas ocho (8) mujeres. Distribuidas así: Dos por progresistas, una por el partido verde, dos por el partido de la “U”, una por el partido liberal, una por el partido conservador y una por el movimiento Mira. Situación que no deja de ser sorpresivo, puesto que las últimas administraciones han aumentado de manera considerable la participación femenina en la dirección de las mismas, igualmente no deja de despertar interrogantes; él porqué en el partido Polo Democrático Alternativo, que ha manejado la administración del Distrito Capital, y que le ha dado gran participación a la mujer y a la comunidad LGTB no logre elegir ninguna mujer al Concejo y menos representantes de dicha comunidad. 3-La mayoría de los partidos que participaron en las dos contiendas electorales presentaron listas abiertas con voto preferente a excepción del movimiento Mira que participo con lista cerrada, sin voto preferente, accediendo al Concejo 105 de la ciudad con dos (2) curules, ambos varones en el 2007 y una dama y un varón en las elecciones de 2011. En las elecciones del año 2007 se dio una renovación cercana al cuarenta y cinco por ciento (45%) de los miembros del Concejo de la ciudad, en ese periodo. Mientras que para el periodo 2012 - 2015, sólo resultaron reelectos 22 de los 45, es decir, que se renovó el Concejo en un poco mas del cincuenta (50%) lo cual debe considerarse satisfactorio para la actividad del cabildo y el control político de la administración. Sin embargo, no podemos dejar de resaltar el hecho de que a raíz del llamado “Carrusel de la Contratación” se le inicio investigación preliminar a diez y siete concejales de los cuales fueron reelegidos nueve (09). Frente a temas como este, el “Programa Concejo Cómo Vamos”, resaltó en varias publicaciones: “Entre los retos del nuevo Cabildo. Entre ellos se encuentra el fortalecimiento de la relación con la ciudadanía. Alexandra Rodríguez, coordinadora del programa, dijo “se deben seguir haciendo esfuerzos para que los ciudadanos sepan cuáles son las funciones de la corporación y así evitar falsas expectativas respecto a sus logros. También debe haber una organización interna adecuada para responder a las coyunturas de la capital por ejemplo en el tema del carrusel la percepción de los habitantes es que el Concejo estuvo ausente". Es importante resaltar del anterior estudio que respecto a la renovación del Cabildo, ya que la mitad de los concejales fueron reelegidos, asegura este análisis que durante las últimas tres elecciones la renovación no ha variado mucho y la tendencia de cambio ha sido aproximadamente del 45%. De ellos, algunos como Carlos Vicente de Roux, Martha Ordóñez, Celio Nieves y María Victoria Vargas, se han destacado por su buen desempeño en el Concejo. 106 Rodríguez indica que su participación puede favorecer la dinámica de la Corporación. Por otra parte, hay rostros nuevos y jóvenes como el de Miguel Uribe Turbay. Rodríguez también destaca que llegan por primera vez personas que han tenido experiencias importantes en la política o en cargos públicos como Hosman Martínez (del Partido Verde) quien fue edil de Fontibón o Venus Albeiro Silva (del Polo) quien estuvo en el Congreso. Esta trayectoria podría ser una fortaleza para que logren desempeñar un papel activo en los primeros meses de trabajo. Frente a este panorama la incertidumbre sigue siendo el caso de los 11 reelegidos llamados a indagatoria preliminar por la Fiscalía por sus posibles nexos en el cartel de la contratación. Advierte el estudio: “Necesitamos que la investigación se acelere para saber qué pasa con las curules de estos concejales. Si algunos de ellos resultan implicados en este caso de corrupción, perderían su puesto y serían reemplazados por los aspirantes que los siguen en la lista de votación del mismo partido”.83 Al continuar con el análisis comparativo en las elecciones del 2011 resultaron reelectos cuatro representantes del Partido Polo Democrático Alternativo. Dentro del nuevo movimiento Progresista se reeligieron dos ex militantes del mismo partido, así como lo hizo Antonio Sanguino en el Partido Verde. Lo que queremos significar es que la izquierda no obstante el descalabro de la administración de Moreno Rojas y la división del Polo, precisamente por el llamado “Carrusel de la Contratación” no perdió la alcaldía, así como logro 83 EL ESPECTADOR. Redacción Bogotá. DOS (02) DE NOVIEMBRE DE 2011. 107 pasar de tener 8 concejales a tener 13; distribuidos entre el Movimiento Progresista, Polo Democrático y Partido Verde. Apreciando el fenómeno a través de las cifras, tenemos, que curiosamente en las elecciones de 2007, el único partido que se reclamaba de izquierda en el cabildo tuvo porcentualmente el mas bajo nivel de renovación de sus figuras, la distribución de los concejales reelectos se da de la siguiente forma : siete (7) del Partido Polo Democrático, cinco (5) del Partido Liberal, cinco (5) del Partido Cambio Radical, Tres (3) del Partido Conservador, dos (2) del Partido de la Unidad Nacional (U) (estos dos miembros militaban en otros partidos), Uno (1) del Partido Mira, Uno (1) del Partido Alas Equipo Colombia, Concejal que era un reconocido miembro del Partido Conservador y del Partido Pacto uno (1). Al continuar con el análisis comparativo en las elecciones del 2011 resultaron reelectos cuatro representantes del Partido Polo Democrático Alternativo. Dentro del nuevo movimiento Progresista se reeligieron dos ex militantes del mismo partido, así como lo hizo Antonio Sanguino en el Partido Verde. Lo que queremos significar es que la izquierda no obstante el descalabro de la administración de Moreno Rojas y la división del Polo, precisamente por el llamado “Carrusel de la Contratación” no perdió la alcaldía, así como logro pasar de tener 8 concejales a tener 13; distribuidos entre el Movimiento Progresista, Polo Democrático y Partido Verde. Curiosamente en las elecciones de 2007, el único partido que se reclamaba de izquierda en el cabildo tuvo porcentualmente el mas bajo nivel de renovación de sus figuras, la distribución de los concejales reelectos se da de la siguiente forma : siete (7) del Partido Polo Democrático, cinco (5) del Partido Liberal, cinco (5) del Partido Cambio Radical, Tres (3) del Partido Conservador, dos (2) del Partido de la Unidad Nacional (U) (estos dos miembros militaban en otros partidos), Uno (1) del Partido Mira, Uno (1) del 108 Partido Alas Equipo Colombia, concejal que era un reconocido miembro del Partido Conservador, del Partido Pacto uno (1) pastor de una iglesia cristiana. Otra situación en las elecciones de 2007, se confirmo la regla, de la cual hablábamos antes, en el sentido en que el Concejo de Bogotá es la escuela de la clase política colombiana, precisamente en dicha jornada electoral resulto elegido por primera vez uno de los hijos del extinto Luís Carlos Galán. CARLOS FERNANDO GALAN, los bogotanos lo eligieron con 48. 162 votos. Fue una de las mejores votaciones registradas, algunos sectores de opinión consideraban que el hecho de ser hijo del dirigente asesinado, favoreció su elección. Sin embargo, su desempeño en el Concejo, demostró que tiene los meritos suficientes para realizar una buena labor dentro de la Corporación de la ciudad. Dicha situación, tampoco fue la excepción en las elecciones de 2011; en efecto, se presentaron el hijo mayor del dirigente liberal Horacio Serpa Uribe y el nieto de Julio Cesar Turbay, quienes resultaron electos con muy buenos resultados, y lo mas destacable, es que son las dos únicas figuras que llegan como novedad al Concejo por el Partido Liberal. 2.3.2 ¿EXISTE DEMOCRACIA EN BOGOTA? La respuesta es positiva, en efecto el Constituyente de 1991, dentro de los artículos de transición facultó al legislador para reestructurar todo el régimen político administrativo de el Distrito Capital y ante el incumplimiento de este fue el ejecutivo quien a través del Decreto Ley 1421 de 1993, expidió el estatuto que rige la Ciudad y en el se puede observar, el diseño mediante el cual en la capital diferentes formas de democracia. De una parte nos encontramos con formas de democracia participativa, mediante la participación de la comunidades en los diversos concejos y comisiones del plan, de desarrollo, de 109 la cultura, etc... En otra nos encontramos con formas de democracia representativa en la elección de Concejales, Alcaldes y Ediles; mientras que también nos encontramos con formas de democracia indirecta cuando de elegir alcaldes locales se trata. Existen procesos que han ido consolidado la democracia participativa, a partir de la Constitución Política de 1991, la cual representa un punto de partida para la participación ciudadana, como quiera que es a partir de su promulgación, que se empezó a institucionalizar y legitimar el tema, al igual que elevarlo al estatus de valor constitucional, por medio de mecanismos como las audiencias en donde se escuchan las comunidades en la formulación de proyectos de obras a desarrollar que de alguna manera afectan a esas mismas comunidades, de rendición de cuentas. Precisamente el Estatuto de Bogotá D.C. decreto –Ley 1421 de 1993 establece en su artículo 6 numeral segundo que: “El Concejo dictara las normas necesarias para asegurar la vigencia de las instituciones y mecanismos de participación ciudadana y comunitaria y estimulara y fortalecerá los procedimientos que garanticen la veeduría ciudadana frente a la gestión y la contratación administrativa” A nivel local se encuentran: el Decreto 425 de 199584, el Decreto 739 de 199885 y el Acuerdo 13 de 200086. Igualmente existen mecanismos 84 Decreto 425 de 1995, por el cual se fijan los procedimientos para la elaboración de los proyectos del Plan de Desarrollo Local en el Distrito Capital. 85 Decreto 739 de 1998: por el cual se fijan los procedimientos para la elaboración, aprobación, ejecución y seguimiento de los Planes de Desarrollo Local, y se establecen mecanismos y espacios permanentes para la participación de la ciudadanía en los procesos económicos, sociales, culturales y políticos de la vida local. 110 participativos que se han venido implementando en el Distrito, tales como los encuentros ciudadanos, los consejos locales de planeación, lamentablemente, tanto los ciudadanos como la administración, no le dan el concepto institucional permanente o un espacio amplio de participación que posibiliten nuevos procesos, sino que en muchos casos se acogen como un requisito meramente formal en la formulación del Plan de Desarrollo Local. Un ejemplo de lo que venimos exponiendo lo constituye los Consejos Locales de Juventud, los cuales son organismos colegiados de carácter social, autónomos, tienen la calidad de asesor y consultivo de la Administración Distrital y Local en las políticas, Planes de Desarrollo, proyectos e iniciativas de temas que involucren a la juventud bogotana. Sin embargo, una de sus grandes falencias radica en que sus conformaciones no cuenta con el apoyo institucional adecuado, ni con la suficiente publicidad, ni campañas de acercamiento a los jóvenes. En la Consejos Locales de Cultura, misma dirección, se concibieron los cuyo objetivo principal es el de estimular el desarrollo cultural a nivel local y contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades. Dichos consejos, son entes articuladores de las actividades relacionadas con el fomento, la promoción y la difusión del patrimonio cultural y artístico y tienen como tarea vigilar la ejecución del gasto público invertido en cultura y asesorar al Gobierno Distrital o local en la formulación, implementación y ejecución y las políticas y los planes culturales. 86 Acuerdo 13 de 2000 proceso de mayor consolidación de la democracia participativa. Se crean figuras y espacios importantes para la participación de diversos grupos u con intereses diferentes, con el fin de dar mayor cobertura e inclusión a la comunidad en la ciudad. 111 Sin embargo, estas organizaciones puede en muchos casos resultar siendo utilizados para beneficios proselitistas, no se les da la importancia necesaria como sujetos activos de participación en los procesos de toma de decisiones, por que se ven frustradas sus aspiraciones al no ver efectivamente reflejados sus aportes y opiniones en la política distrital. A nivel nacional, el legislador ha creado mecanismos de participación en las políticas publicas; tales como la revocatoria del mandato, la consulta popular, el plebiscito y voto programático, mediante los cuales los ciudadanos que votan para elegir a sus gobernantes y alcaldes, imponen como mandato al elegido el cumplimiento del programa de gobierno que haya presentado como parte integral en la inscripción de su candidatura y si éste no cumple, puede ser revocado por decisión de la ciudadanía.87.Lamentablemente en la praxis democrática colombiana no ha resultado exitosa dicha figura. 87 Ley 131 de 1994 Por la cual se reglamenta el voto programático. 112 CAPITULO 3. UNA PROPUESTA PARA SUPERAR LAS SOMBRAS DE LA DEMOCRACIA EN BOGOTÀ D.C. La participación y la representación adquiere en este análisis un carácter fundamental, entendiendo que la misión del Concejo de Bogotá es actuar como suprema autoridad en materia político administrativa, ejercer el control político a la administración Local y Distrital y expedir normas para promover el desarrollo integral de la ciudad y sus habitantes, en cumplimiento de los fines esenciales del Estado social de derecho, es prioritario entender, la importancia que reviste dicha Corporación como importante espacio de expresión democrática y de vocería de la ciudadanía creada constitucionalmente. Para lograr este entendimiento, se hace necesario entrar en el análisis del núcleo constitucional a través de los métodos de interpretación constitucional, que nos lleve a la comprensión del origen del artículo 323 de la constitución, que contiene el paradigma normativo, sobre el cual se sujeta la institución democrática del Concejo en la ciudad de Bogotá. Texto original de la Constitución Política de 1991: “ARTÍCULO 323. El concejo distrital se compondrá de un concejal por cada ciento cincuenta mil habitantes o fracción mayor de setenta y cinco mil que tenga su territorio. En cada una de las localidades habrá una junta administradora, elegida popularmente para períodos de tres años, que estará integrada por no menos de siete ediles, según lo determine el concejo distrital, atendida la población respectiva. 113 La elección de Alcalde Mayor, de concejales distritales y de ediles se hará en un mismo día para períodos de tres años. Los alcaldes locales serán designados por el Alcalde Mayor de terna enviada por la correspondiente junta administradora. En los casos taxativamente señalados por la ley, el Presidente de la República suspenderá o destituirá al Alcalde Mayor. Los concejales y los ediles no podrán hacer parte de las juntas directivas de las entidades descentralizadas.” Texto actual Acto Legislativo No. 2 de 2002 y Acto Legislativo 3 de 2007: “Artículo modificado por el artículo 5 del Acto Legislativo No. 2 de 2002. El nuevo texto es el siguiente:> <Inciso modificado por el artículo 1 del Acto Legislativo 3 de 2007. Rige a partir de las elecciones que se celebren en el año 2007. El nuevo texto es el siguiente:> El Concejo Distrital se compondrá de cuarenta y cinco (45) concejales. En cada una de las localidades habrá una junta administradora elegida popularmente para períodos de cuatro (4) años que estará integrada por no menos de siete ediles, según lo determine el concejo distrital, atendida la población respectiva. La elección de Alcalde Mayor, de concejales distritales y de ediles se hará en un mismo día por períodos de cuatro (4) años y el alcalde no podrá ser reelegido para el período siguiente.” En estos dos textos se pude deducir la razón por la cual, la sombra de la democracia capitalina aparece sobre nosotros, tal y como GUY HERMET, establece citando a ARTHUR YOUNG, la democracia capitalina es una 114 democracia que cada día avanza más a la exclusión, si nosotros hacemos un paralelo de lo que representó el pasado, y lo que hoy es el futuro: Antes de la reforma Después de la reforma El Concejo Distrital se compondrá de El Concejo Distrital se compondrá de un concejal por cada ciento cincuenta cuarenta y cinco (45) concejales. mil habitantes o fracción mayor de setenta y cinco mil que tenga su territorio Esta es la situación que merece un cuidadoso análisis de los hechos, la norma constitucional y las consecuencias de la crisis de representación ciudadana en el Distrito Capital. 3.1. ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL DISTRITO. RADIOGRAFIA ESPACIAL Y DEMOGRAFICA DEL DISTRITO CAPITAL. El Distrito Capital se subdivide en 20 localidades y en estas se agrupan más de 1.200 barrios que hay en el casco urbano de Bogotá. Salvo la localidad de Sumapaz que es área rural, las demás localidades se consideran parte del territorio urbano. Cada localidad cuenta con una Junta Administradora Local -JAL-, integrada por no menos de siete ni más de once miembros, elegidos por votación popular para un período de cuatro años que deberán coincidir con el período del Concejo Distrital. Las JAL cumplen funciones concernientes con los planes y programas distritales de desarrollo económico y social de obras públicas, vigilancia y control a la prestación de los servicios públicos en su localidad y las inversiones que se realicen con los recursos del Distrito Capital, además de lo concerniente a la distribución de las partidas globales que les asigne el 115 presupuesto distrital y, en general, velar por el cumplimiento de sus decisiones, recomendar la adopción de determinadas medidas por las autoridades del Distrito Capital, y promover la participación ciudadana. Las localidades son: Usaquén Chapinero Santa Fe San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy Fontibón Engativá Suba Barrios Unidos Teusaquillo Los Mártires Antonio Nariño Puente Aranda La Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolívar Sumapaz88 (Centro Histórico) Uribe Las localidades se subdividen a su vez en Unidades de Planeamiento Zonal (UPZ), y estas agrupan varios barrios. Usaquén es la localidad número uno del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra ubicada al nororiente de la ciudad. Hasta 1777 albergó un poblado indígena, cuyos habitantes fueron desplazados hacia el sur por un decreto real. Fue asiento de extensas haciendas, hoy convertidas en urbanizaciones y centros comerciales89. En su zona este se encuentra un sector de los cerros 88 DECRETO 469 DE 2003 Se advierte que la localidad es enteramente rural, sin población significativa para el análisis del estudio y la dedicación agrícola y de protección ambiental. El instrumento base para el manejo de este territorio es la Unidad de Planeamiento Rural (UPR), cuyo territorio y aplicación se basa en la unidad geográfica de cuenca, cerro o planicie. Estas unidades permiten abordar la problemática asociada a la base de recursos naturales y al uso del territorio con un enfoque sistémico. 89 Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par ci paci ón s oci al : localidad Usaquén. Santafé́ de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998. 116 orientales de la ciudad, que colindan con el municipio cundinamarqués de la Calera90. Chapinero es la localidad número dos del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra ubicada al nororiente de la ciudad. Está subdividida en tres grandes sectores: Chapinero (barrio), el Lago y el Chicó. Junto a las localidades de Santa Fe, La Candelaria y Teusaquillo, Chapinero es una de las localidades tradicionales de la ciudad91. Esta localidad, en buena parte está compuesta por zonas de reserva (cerros orientales). Sus cursos fluviales más destacados son el río Arzobispo, que desemboca en el San Francisco) antes de que éste vierta sus aguas al Bogotá, y la quebrada El Virrey, que forma parte del sistema del río El Salitre, desembocando en el Bogotá. En la segunda mitad del siglo XX su orientación cambió de residencial a comercial, sufriendo asimismo notables cambios demográficos92. Santa Fe es la localidad número tres del Distrito Capital de Bogotá. Forma el centro tradicional de la ciudad, compartiéndola con La Candelaria, localidad que esta al interior de su territorio, separada en 199193. La localidad Santa Fe derivó su nombre del nombre antiguo de la capital. Santa Fe incluye la zona de los rascacielos de la carrera Séptima y del Centro Internacional, el sector bancario de la Avenida Jiménez, entre otros, así como el tradicional barrio comercial de San Victorino, eje del comercio bogotano desde la época colonial. 90 Secretaria Distrital de Planeación Bogota ww.dapd.gov.co/www/resources/LISTABARRIOS%2020_08_2004%20POR%20UPZ%20POR%20LOCALIDA D.xls 91 www.dapd.gov.co 92 Bogotá (Colombia). Diagnósticos locales con participación social: localidad Chapinero. Santafé de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998. 93 Bogotá (Colombia). Diagnósticos locales con parc i paci ón soc i al : localidad Santafé. Santafé de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998. 117 La localidad también posee una parte rural correspondiente a los cerros orientales de Monserrate y Guadalupe94. San Cristóbal es la localidad número cuatro del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra ubicada al suroriente de la ciudad, incluyendo una parte urbana y una extensión rural en los cerros orientales95. Usme es la localidad número cinco del Distrito Capital de Bogotá, Capital de Colombia. Se encuentra ubicada al suroriente de la ciudad96. La población de Usme se encuentra separada del casco urbano de la ciudad de Bogotá, pero la localidad incluye varios barrios del sur de la ciudad, además de la población y de extensas zonas rurales97. Tunjuelito es la localidad número seis del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra ubicada al sur de la ciudad98. Bosa es la localidad número siete del Distrito Capital de Bogotá, Capital de Colombia. Se encuentra ubicada al suroccidente de la ciudad99. Kennedy es la localidad número 8 del Distrito Capital de Bogotá, capital de Colombia. Se encuentra ubicada al suroccidente de la ciudad. Se destaca por ser la más poblada de la ciudad con más de un millón de habitantes 100. 94 ibídem 95 Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par ci pac i ón s oci al : localidad Usme. Santafé́ de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998. 96 Bogotá (Colombia). Diagnósticos locales con participación social: localidad San Cristóbal. Santafé de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998 97 ibídem 98 Bogotá (Colombia). Diagnósticos locales con participación social: localidad Tunjuelito. Santafé de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998. 99 Bogotá (Colombia). Diagnósticos locales con participación social: localidad Bosa. Santafé de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998. 118 Fontibón es la localidad número nueve del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra ubicada al occidente de la ciudad101. Engativá es la localidad número diez del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra ubicada al noroccidente de la ciudad. Fue un antiguo municipio del departamento de Cundinamarca cuyos orígenes se remontan a la época precolombina. Su nombre en el idioma muisca significa cacique de Inga. También se conoce como ciudad azul por sus características físicas 102. Suba es la localidad número once del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra ubicada al norte de la ciudad. Su nombre proviene de la lengua muisca Zhuba ("mi rostro" o "mi grano", la quinua). Geográficamente, el territorio presenta zonas verdes, sobre todo en los cerros de Suba y La Conejera, así como pequeñas llanuras que poco a poco la urbanización ha hecho disminuir, sobreviviendo solo al occidente. En el ámbito socio-económico, la localidad tiene una vasta zona residencial, aunque con actividades de industrias, comercio y servicios, sobre todo en la parte sur103. Barrios Unidos es la localidad número doce del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra en el norte de la ciudad. Es una localidad completamente urbana y 100 Bogotá (Colombia). Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998. : localidad Kennedy. Santafé de 101 Bogotá (Colombia). Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998 : localidad Fontibon. Santafé de 102 : localidad Engav á . Santafé de Bogotá (Colombia). Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998 103 Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par ci pac i ón s oci al : localidad Suba. Santafé de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998 119 se caracteriza por ser un área de pequeña industria además de un importante centro de comercio y servicios104. Teusaquillo es la localidad número trece del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra en el centro geográfico de la ciudad, al noroccidente del centro histórico. Es un territorio completamente urbanizado, que aun así tiene muchas zonas verdes en sus parques metropolitanos, la Ciudad Universitaria y en algunas avenidas principales. También como varios canales de ríos pequeños como el Arzobispo y el Salitre. Históricamente, el nombre del territorio correspondía al actual Chorro de Quevedo en La Candelaria. El actual sector donde se ubica la localidad fue un resguardo indígena conocido como " Pueblo Viejo ", antes de su urbanización en el siglo XX. Actualmente, la localidad colinda con Santafé, Chapinero y La Candelaria, las más tradicionales de Bogotá. Junto a estas dos localidades, se forma el conjunto de barrios que se distinguen por retratar diferentes épocas de la historia de la ciudad. Dos de sus símbolos, el parque Simón Bolívar y el estadio El Campín han sufrido cambios en los últimos años105. La Localidad de Los Mártires es la número catorce del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra en la parte centro-sur de la ciudad. El nombre se debe a que en el parque de su zona oriental fueron fusiladas varias figuras notables de la independencia de Colombia. La localidad se encuentra completamente urbanizada, salvo por parques y rondas de los ríos. Junto a las localidades de La Candelaria, Santa Fe y Teusaquillo conforma El Centro de la ciudad. Pese a albergar varios monumentos arquitectónicos e históricos, desde mediados del siglo XX sus zonas oriental y norte han sufrido un proceso de deterioro, 104 Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par ci pac i ón s oci al : localidad Barrios Unidos. Santafé de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998 105 Bogotá (Colombia). Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998 : localidad Teusaquillo. Santafé de 120 presentando algunos de sus barrios graves problemas de delincuencia y criminalidad106. Antonio Nariño es la localidad número quince del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra en el sur de la ciudad. Su nombre procede del caudillo denominado “El Precursor”, Antonio Nariño107. Puente Aranda es la localidad número dieciséis del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra ubicada hacia el centro occidente de la ciudad. Deriva su nombre del puente de la antigua hacienda de Juan Aranda sobre el río Chinúa, hoy llamado caño San Francisco, construida a finales del siglo XVI. Puente Aranda se caracteriza por ser el centro de la actividad industrial de Bogotá 108. La Candelaria es la localidad número diecisiete del Distrito Capital de Bogotá, Capital de Colombia. Se encuentra en el centro oriente de la ciudad de Bogotá. La localidad de La Candelaria de Bogotá es el corazón histórico y cultural de la ciudad. Como en sus comienzos la actividad comercial de la ciudad se movía colina abajo y hacia el norte, la arquitectura colonial se pudo mantener casi intacta. El centro histórico de Bogotá es uno de los mejor preservados en Latinoamérica. Ha atraído artistas, extranjeros, escritores e intelectuales en general, que han llenado el sector de teatros, bibliotecas y universidades, en armonía con la gran reputación cultural de Colombia en el mundo de habla castellana. Los visitantes pueden ver allí las casas coloniales con sus ventanas enrejadas, portones tallados, techos de tejas rojas y aleros. La Alcaldía Mayor de Bogotá lleva a cabo planes de renovación y preservación de las 106 Bogotá (Colombia). Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998 : localidad Los Mártires. Santafé de 107 Bogotá (Colombia). Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998 : localidad Antonio Nariño. Santafé de 108 : localidad 1998Puente Aranda. Bogotá (Colombia). Santafé de Bogotá: Alcaldía Mayor, 121 propiedades y de las calles adoquinadas, una característica más de la localidad109. Rafael Uribe Uribe es la localidad número dieciocho del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra en el sur de la ciudad y su nombre es tomado en homenaje al general liberal de la Guerra de los Mil Días, Rafael Uribe Uribe. Es una zona de predominio residencial con actividad comercial minorista 110. Ciudad Bolívar es la localidad número diecinueve del Distrito Capital de Bogotá, capital de Colombia. Se ubica en el sur de la ciudad. La zona urbana de Ciudad Bolívar es una de las partes de escaso recursos económicos donde predominan los tugurios y barrios marginales. La localidad está declarada por la autoridades distritales como zona roja; ahora está dentro de planes turísticos que fue posible por el empuje de los jóvenes y muchos lugares históricos de esta localidad de la ciudad de Bogotá. La mayor parte del territorio es rural. Este es uno de los sectores de la ciudad reconocidos por una gran cantidad de problemas sociales, encabezados por la violencia, provocada mayormente por el pandillerismo y grupos violentos, posee el mayor índice de criminalidad de la ciudad de Bogotá111. Sumapaz es la localidad número veinte del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra ubicada al extremo sur del casco urbano de la ciudad, siendo esta localidad de carácter rural, se destaca por ser la localidad más grande y menor 109 Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par ci pac i ón s oci al : localidad Candelaria. Santafé de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998. 110 Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par c ipación social: localidad Rafael Uribe Uribe. Santafé de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998. 111 Bogotá (Colombia). Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998. : localidad Ciudad Bolivar. Santafé de 122 poblada del Distrito. Según el último censo nacional del año 2005 aproximadamente de 5708 personas de un total de 6’794.057 habitantes. Es preciso aclara que el carácter rural de la misma la hace prácticamente imperceptible a los análisis de participación ciudadana, pues la cantidad de habitantes que habita está altamente reducida, pues la dedicación de ese sector es exclusivamente agrícola o de conservación medioambiental 112 La localidad de Sumapaz fue creada mediante el Acuerdo 9 de 1986 del Concejo de Bogotá, teniendo en cuenta el régimen político y administrativo de la ciudad de Bogotá, establecido en el capítulo cuatro, del título XI de la Constitución Política de 1991. 3.1.1 DISTRIBUCION DEL TERRITORIO DEL DISTRITO POR LOCALIDAD Según el departamento nacional de estadística DANE, el D.C. en el año 2005113 la distribución del territorio es porcentualmente es la siguiente: LOCALIDAD PORCENTAJE DE AREA URBANA. Usaquen Chapinero Santafé San Cristóbal Usme Tunjuelito Bosa Kennedy 3.522 1.235 685 1.629 2.064 1.028 1.929 3.606 112 Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par ci pac i ón s oci al : localidad Sumapaz. Santafé de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998. 113 Colombia. Metodología censo general 2005. [Bogotá, Colombia]: DANE, Departamento Administrav o Nacional de Estadísc a , 2009. 123 Fontibón Engativa Suba Barrios Unidos Teusaquillo Mártires 3.053 3.439 6.034 1.190 1.421 655 Antonio Nariño 494 Puente Aranda 1.724 La Candelaria Rafael Uribe Ciudad Bolivar 184 1.310 3.238 TOTAL BOGOTA 38.440 Del anterior cuadro se deduce que el porcentaje de área urbana de Bogotá que el distrito se deduce que la Localidad de Suba es la que territorialmente es más 124 grande, y que en el caso de la Candelaria, su extensión no es representativa, siendo la localidad territorialmente más pequeña. En la siguiente tabla se ve la distribución de la población por localidades 114: LOCALIDAD HOMBRES MUJERES Usaquén 196.145 244.986 Chapinero 59.031 76.864 Santafé 62.336 63.678 San Cristóbal 229.172 259.235 Usme 123.488 129.329 Tunjuelito 105.539 119.972 Bosa 252.102 273.357 Kennedy 432.364 465.821 Fontibón 132.934 151.515 Engativá 364.050 432.468 Suba 379.503 425.742 Barrios Unidos 79.263 99.441 Teusaquillo 70.839 85.002 Mártires 46.516 55.239 Antonio Nariño 48.477 55.643 Puente Aranda 133.543 155.347 La Candelaria 12.983 13.909 Rafael Uribe 201.570 221.399 Ciudad Bolívar 289.311 313.386 TOTAL BOGOTA 3.219.166 3.642.333 114 Ibídem 125 La cual gráficamente se representa así: En la anterior grafica se muestra una tendencia general en donde la mujer tiene un poder de decisión democrático guiado por la mayor presencia de habitantes mujeres con relación a los hombres en 6 puntos porcentuales. 126 Del anterior cuadro se concluye que la Localidad de Kennedy es la que alberga el mayor número de habitantes de la ciudad de Bogotá, la cual es seguida muy de cerca por Engativá y Suba, sin desconocer que Bosa, Ciudad Bolívar, Rafael Uribe, San Cristóbal y Usaquén son medianamente pobladas. También es notable que La Candelaria tenga un casi imperceptible número de pobladores. Se observa levemente que en el caso de la localidad de Santafé y de Candelaria la cantidad de habitantes es prácticamente igual en porcentaje de hombres frente a mujeres. Esto es un factor que se observa en la evaluación de las cifras dadas por DANE115. 115 Colombia. Metodología censo general 2005 , Colombia]: DANE, Departamento Administrativo Nacional de Estadística, 2009. 127 Es evidente que Suba, Kennedy, Engativá, Bosa y Ciudad Bolívar, solo cinco localidades representan en población a más del 50% del total de habitantes de Bogotá, y que en su mayoría su extensión territorial es menor al número de personas que las habitan, se advierte que la localidad de Sumapaz por su bajo número de habitantes no entra a la medición por los motivos expresados al comienzo del capítulo. Como conclusión anticipada, se ve que no se compadece la distribución del territorio de la ciudad y las personas que lo habitan, con la configuración del Concejo. Lo que permite deducir que existe la necesidad mayor representación de aquellos sectores más poblados y con mayor extensión, y que pueden fusionarse algunas localidades por la ausencia de habitantes y la escases de territorio. Estos factores que fueron claramente medidos por el Departamento Nacional de Estadísticas, muestra evidentemente un retroceso a nivel de participación democrática, en donde la población con mayor número de habitantes, y evidentemente la de menores recursos económicos queda excluida, limitada en su representación democrática, pues de conservarse la anterior disposición constitucional, la participación por ellos daría el siguiente análisis tomando solamente las 6 localidades más pobladas: Kennedy Bosa Rafael Uribe Ciudad Bolívar Suba Engativá 898.185 525.459 422.969 602.697 805.245 796.518 Con un total de habitantes de 4.051.073 que de hacer los cálculos con el mandato original de la constitución de 1991 daría como resultado la presencia de concejales de las mismas en un valor ce 27, teniendo en cuenta el número de habitantes aplicándose la fórmula de concejal por cada 150. 000 habitantes, 128 ahora si la formula se reduce a el numero de 75.000 habitantes por Concejal, el número de representantes en el Concejo es de 54, superando con solo estas localidades, a los 45 que impuso la reforma constitucional al 323 superior. 3.1.2. ANALISIS DEL NUCLEO NORMATIVO CONSTITUCIONAL. ARTÍCULO 323 DE LA CONSTITUCION POLITICA. Previamente las anteriores muestras y análisis estadísticos sobre la densidad demográfica de y la clasificación de las personas ubicadas físicamente en las localidades del Distrito, se encuentran altamente vinculados al núcleo normativo constitucional116 refiriéndonos al artículo 323 supremo, analizado al comienzo del capítulo, en donde se muestra la transformación de la composición del Concejo de Bogotá describiéndonos el estado actual de la democracia en la Capital a partir de la información suministrada por el Departamento Nacional de Estadísticas según el último Censo de población realizado en el año 2005117. Es entonces importante describir como está actualmente constituido el núcleo constitucional referente al Concejo de Bogotá, el cual se encuentra plasmado en el artículo 323 de la Constitución Política así: “El Concejo Distrital se compondrá de cuarenta y cinco (45) concejales. 116 El núcleo constitucional es el identificar en el ordenamiento jurídico el sistema básico de normas o comunicaciones normativas cuasi-inmutables que tienen como objetivo fundamental darle identidad al sistema para que cumpla con las funciones sociales y pueda diferenciarse del entorno y de otros sistemas normativos. 117 DANE. Censo año 2005 (en línea) consultado 1 abril de 2012 http://www.dane.gov.co/index.php?option=com_content&view=article&id=307&Itemid=124 129 En cada una de las localidades habrá una junta administradora elegida popularmente para períodos de cuatro (4) años que estará integrada por no menos de siete ediles, según lo determine el concejo distrital, atendida la población respectiva. La elección de Alcalde Mayor, de concejales distritales y de ediles se hará en un mismo día por períodos de cuatro (4) años y el alcalde no podrá ser reelegido para el período siguiente. Siempre que se presente falta absoluta a más de dieciocho (18) meses de la terminación del período, se elegirá alcalde mayor para el tiempo que reste. En caso de que faltare menos de dieciocho (18) meses, el Presidente de la República designará alcalde mayor para lo que reste del período, respetando el partido, grupo político o coalición por el cual fue inscrito el alcalde elegido. Los alcaldes locales serán designados por el alcalde mayor de terna enviada por la correspondiente junta administradora. En los casos taxativamente señalados por la ley, el Presidente de la República suspenderá o destituirá al Alcalde Mayor. Los concejales y los ediles no podrán hacer parte de las juntas directivas de las entidades descentralizadas.” Se desprende del precitado artículo y concerniente a la investigación las siguientes reglas imperativas relacionadas con el Concejo de Bogotá teniéndose en cuenta que existe un valor constitucional (Los valores representan el catálogo axiológico a partir del cual se deriva el sentido y la finalidad de las demás normas del ordenamiento jurídico pueden tener consagración explícita o no, lo importante es que sobre ellos se construya el 130 fundamento y la finalidad de la organización política)118 el principio (Los principios Constitucionales, a diferencia de los valores que establecen fines, consagran prescripciones jurídicas generales que suponen una delimitación política y axiológica reconocida y, en consecuencia, restringen el espacio de interpretación, lo cual hace de ellos normas de aplicación inmediata, tanto por el legislador como por el juez constitucional)119 y la regla constitucional120 que es la que se analiza a continuación advirtiéndose que no se hace la alusión a los funcionarios como el Alcalde o el Edil, pues el trabajo se centra únicamente en el Concejo, sin desconocer que eventualmente, el análisis de cada uno de ellos, parcialmente podría ser el mismo desde el punto de vista constitucional: Regla: “El Concejo Distrital se compondrá de cuarenta y cinco (45) concejales.” Es importante resaltar, que esta regla como se indico en el comienzo del capítulo, es una reforma que como parte del análisis reduce el espacio de participación ciudadana, pues limito en 45 ciudadanos el acceso a esta instancia de participación democrática, remplazando al anterior texto, en donde la ciudadanía tenia representación a partir del número de habitantes en la ciudad121 argumentándose para el momento que el mantener la norma anterior seria costosa para el distrito que llevaría a un impacto fiscal que pondría en riesgo recursos para la inversión social122. 118 C. Constitucional SENTENCIA DE JUNIO 5 DE 1992. MP. CIRO ANGARITA BARON 119 Ibídem 120 PAREJO ALONSO Luciano, "Constitución y valores del ordenamiento, en Estudios sobre la Constitución Española, Cívitas, Madrid, 1991. 121 Acto legislativo 2 de 2002. El concejo distrital se compondrá de un concejal por cada ciento cincuenta mil habitantes o fracción mayor de setenta y cinco mil que tenga su territorio.(…) 122 EXPOSICION DE MOTIVOS PROYECTO DE ACTO LEGISLATIVO 052 DE 2006 SENADO En las últimas décadas la imperiosa necesidad de disminuir los gastos de funcionamiento de la administración pública con el fin de aumentar la inversión social se ha hecho presente. En este sentido se han desarrollado 131 El primer elemento que se desprende de la regla es la calidad de la persona que ocupe el cargo, es decir, y acorde con la legislación colombiana. Para ser elegido Concejal se requiere ser ciudadano en ejercicio y haber residido en la ciudad durante los dos años anteriores, o haber nacido en ella, tal y como se desprende de la ley 1136 de 2007, que modifica el Decreto número 1421 de 1993 sobre régimen especial para el Distrito Capital de Bogotá123. El ejercicio de la ciudadanía se enmarca dentro los principios constitucionales dentro del preámbulo y en la declaración de Estado Social del art. 1 supremo, pero de manera especial en el artículo número 2, así: “Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.” (subrayado fuera del original) políticas a nivel nacional con las que se pretende organizar una administración pública más pequeña, pero mucho más eficiente y preparada para garantizar el cumplimiento de las obligaciones del Estado. De esta manera, un número reducido de concejales permitiría una mayor capacidad de control ciudadano y permite un mayor y mejor seguimiento de los organismos de control del Estado sobre cada uno de los miembros de los concejos y asambleas. Debemos tener conciencia de la difícil situación fiscal por la que atraviesa el país donde las diferentes entidades territoriales incurren en gastos burocráticos innecesarios que deben ser destinados a la inversión social. 123 Según la legislación anterior para ser elegido Concejal se exigen los mismos requisitos que para ser Representante a la Cámara y haber residido en la ciudad durante los dos (2) años anteriores a la elección. 132 Para ello y dentro del ejercicio de la ciudadanía se enmarca en la regla del artículo 99 así: “La calidad de ciudadano en ejercicio es condición previa e indispensable para ejercer el derecho de sufragio, para ser elegido y para desempeñar cargos públicos que lleven anexa autoridad o jurisdicción. 3.2. REFORMA POLÍTICA MIRANDO LO LOCAL. REVOCATORIA DEL MANDATO COMO RESPONSABILIDAD COLECTIVA. La revocatoria del mandato o el plebiscito revocatorio constituye un procedimiento a través del cual los electores pueden destituir a un cargo público con anterioridad a la expiración del período para el cual fue elegido que se fundamenta en los principios de rendición de cuentas y representatividad, puesto que el electorado en ejercicio de su soberanía, otorga a sus representantes un mandato para que ejerzan un poder. 3.2.1. ACTUAL MODELO DE REVOCATORIA. Previsto en la Ley 134 de 1994, se podría corregir el rumbo del distrito ante "la insatisfacción general de la ciudadanía o por el incumplimiento del programa de gobierno" del respectivo alcalde”. La norma citada es de las pocas en Colombia cuyas disposiciones son claras, cortas y precisas. Un número de personas, igual o mayor al 40% del total de los votos válidos con los cuales se eligió el respectivo gobernante, pueden pedir a la Registraduría respectiva la citación a una elección con el fin de que el pueblo se exprese sobre la revocatoria del mandato. Dicho formulario de solicitud deberá contener las 133 razones sobre las cuales los descontentos basen su petición. El registrador del caso, después de aprobada la solicitud y expedida la certificación propia, convocará, dentro de los dos meses siguientes, a la votación para la revocatoria. La revocatoria se considerará aprobada si así lo votaren el 60% o más de las personas participantes en la elección, siempre y cuando el número total de votos (incluidos los nulos y los en blanco) fuere igual o superior al 60% del total de votos consignados el día en el cual se eligió al mandatario, aclarando que "únicamente podrán sufragar quienes lo hayan hecho en la jornada electoral en la cual se eligió al respectivo gobernador o alcalde". Si se aprueba la revocatoria, el Presidente o el Gobernador, según sea el caso, deberá, inmediatamente, ejecutar la orden popular y remover el respectivo Alcalde o Gobernador y se procederá a convocar nuevas elecciones para la escogencia del nuevo mandatario, dentro de los treinta días siguientes a la certificación de los resultados de la votación de revocatoria. En todo caso, la revocatoria no podrá efectuarse si aún no transcurre siquiera el primer año de mandato del Alcalde o Gobernador atacado. Podrá inscribirse como nuevo candidato a esos cargos cualquier persona que cumpla los requisitos constitucionales y legales, salvo el alcalde renunciante o el revocado. La inscripción deberá efectuarse ante el respectivo registrador y con una antelación no inferior a veinte días contados desde el día de las votaciones para la revocatoria. 3.2.2. REINGIENERIA DE LA REVOCATORIA DE MANDATO APLICADA AL CONCEJO DEL DISTRITO CAPITAL. El procedimiento es simple, corto y bien descrito pero ¿por qué razón la gente no lo utiliza? Las hipótesis podrían ser porque no es bien conocido, porque se trata de una elección contra alguien defendiéndose, directamente, con el 134 presupuesto y la nómina oficiales, por el hecho de haber ratificado "mayoritariamente" a los gobernantes cuestionados en todas las utilizaciones del mecanismo, ha influido negativamente en la gente. Pero una una última razón puede ser que el legislador haya dejado por fuera de la revocatoria a los órganos colegiados, como lo es el Concejo, quienes realmente son los que representan de manera más directa la voluntad popular. La reforma a un régimen democrático local, es el cambio indispensable que requiere la ciudad para salir de la parálisis y construir los acuerdos necesarios para superar el estancamiento al desarrollo por el cual atraviesa la capital del país. Hay quienes piensan, sin embargo, que esa reforma no es prioritaria, porque no es asunto que este en el interés que este en el interés de la gran mayoría de la población, más preocupada por la falta de empleo, el desosiego que causa la inseguridad y la falta de movilidad. Quienes hemos venido insistiendo en la necesidad de transformar nuestro régimen democrático no compartimos esa cerrada visión. La experiencia de vivir en el Distrito ha demostrado, que para dar el salto decisivo y abordar con eficacia los grandes temas aun pendientes en la agenda de nuestro desarrollo, es condición necesaria contar con un marco político renovado, que resuelva las trabas estructurales de un régimen anquilosado, que tal vez fue bien pensado para otra época, sobre participaciones hegemónicas y no para la realidad plural que hoy vivimos. Seguir con el mismo molde, es echar el vino nuevo en barril viejo. No será así como se superaran problemas los principales de fondo que conlleva el desarrollo de una capital del país. La actualización del sistema político aparece, una y otra vez, como el nudo gordiano que debemos resolver para que Bogotá despierte, y restablezca la 135 confianza entre gobernados y gobernantes, a partir de una régimen que corresponda mejor a las realidades del país y sea capaz de garantizar las condiciones básicas de seguridad, movilidad, empleo, entre otros casos, que demanda la población local la cual empieza a sentir impotencia por una aparente falta de representación en el Concejo de la ciudad manifestándose en la imposibilidad de coexistir en un mismo lugar. Con frecuencia, todos nos preguntamos por que no es posible que los bogotanos y bogotanas nos pongamos de acuerdo sobre los cambios necesarios para nuestra ciudad, cuando todos coincidimos en los diversos diagnósticos y en la urgencia de salir de la crisis. A menudo vemos, como la políticas tomadas por los Gobiernos difícilmente terminan siendo aterrizadas de manera efectiva a las personas; en otras palabras el nivel de representación que debe surgir desde todas las comunidades y subir de niveles hasta llegar a los canales decisorios y de ejecución son mínimos, perversos e ineficaces. En un régimen democrático como el nuestro, las instituciones son el mecanismo adecuado para canalizar los impulsos de reforma y diseñar los cambios necesarios; de tal manera que la transformación no sea una fuerza irresistible que desborde, sino una decisión política que permita definir y conducir las reformas que mejor se adapten al caso especifico de Bogotá. En este sentido, una reforma sobre la participación y la representación, resulta necesario para adaptar el régimen democrático a las nuevas condiciones; y que las instituciones sirvan, efectivamente, como instrumentos que aseguren las oportunidades de bienestar de la población y garanticen condiciones de gobernabilidad. Una de esas innovaciones, es la extender la figura de la revocatoria del mandato a los miembros del Concejo de la ciudad. 136 El cambio, la innovación y la adaptación continua son un rasgo de la modernidad contemporánea y los regímenes políticos no son la excepción. La clave radica en sincronizar la dinámica del cambio económico, social y tecnológico con las instituciones de gobierno; porque cuando esta brecha se amplia, sobrevienen las tensiones y los riesgos e incertidumbres que son inherentes a las sociedades complejas y plurales. En las sociedades contemporáneas la pluralidad y la diversidad han modificado las formas del ejercicio del poder. La idea básica es que las sociedades plurales no pueden ser sujetas a un control central por parte del Gobierno. Antes que controlar hay que compartir el poder, hay que guiar más que dirigir e interactuar y dialogar más que ordenar. Desde esta perspectiva, la gobernabilidad depende de la capacidad para definir problemas en común, movilizar el conocimiento, acordar soluciones y establecer mecanismos para identificar y corregir errores, todo lo anterior, de manera oportuna y con la veracidad requerida. Esto requiere, a su vez, de canales de comunicación y representación abiertos a la sociedad, del respeto a los interlocutores y el reconocimiento de responsabilidades diferenciadas pero complementarias. Hoy en día, hay que entender que la capacidad de coordinación y dialogo no resta autoridad, y no disminuye sino fortalece la gobernabilidad. En este sentido, la capacidad del gobierno y su eficacia para generar resultados reside en una interacción continua con todos los grupos sociales en los distintos niveles de gobierno. Se trata de sumar las capacidades que están dispersas en la pluralidad y de establecer condiciones institucionales que permitan resolver los problemas y aprovechar las oportunidades, así como intervenir cuando sea necesario que el Estado ejerza su autoridad y rompa bloqueos para que prevalezca el interés público. 137 A la luz de lo anterior, es clara la necesidad de sincronizar la arquitectura institucional de la ciudad al ritmo de los cambios en la sociedad. Esto plantea el reto primero, de adaptar las instituciones y la forma de ejercicio del poder a la pluralidad política y social que integra el mosaico Bogotá de este siglo. En segundo término, las instituciones y, en forma específica, el régimen político, deben ser modernizados para que se conviertan en el espacio e instrumento de transformación que la ciudad requiere para realizar las reformas necesarias en el ámbito social y económico y construir un crecimiento participativo de crecimiento. Tenemos un problema de funcionalidad del régimen democrático que es preciso superar a través de innovaciones institucionales que faciliten el dialogo y los acuerdos que mejor convengan a la ciudad. No se trata de una modificación de las facultades de ejercicio de poder del ejecutivo o el del legislativo a favor o en detrimento de uno u otro, sino de fortalecer y elevar los niveles de representación y participación legitimante asentadas, para asegurar la gobernabilidad democrática, la intervención de todos los habitantes de la ciudad y elevar el nivel de control político y administrativo de la Capital del país. 3.3. EL RENACIMIENTO DE LO LOCAL ANTE LO DISTRITAL. HACIA UN MODELO DE CIRCUNSCRIPCION ELECTORAL DE LA CIUDAD. En la actualidad, el Concejo de Bogotá es todo menos eficaz, es improductivo, obstaculiza la iniciativa individual y burocratiza la participación y la política, genera inestabilidad e inseguridad, no es representativo ni favorece el desarrollo de una ciudadanía responsable, es decir, nuestra voz como ciudadanos está representada en un cuerpo colegiado caracterizado por los 138 escándalos, la poca productividad, la corrupción, la falta de juicio académico y la incumplible renovación eficiente124. Las causas de la crisis de nuestra ciudad, sin duda alguna son múltiples, una de sus principales, es precisamente la falta de un verdadero control político 125, la participación burocrática y la falta de normas aplicables a las realidades locales, es decir tenemos un grupo de personas que han llegado por el voto de los ciudadanos y que lastimosamente seguimos votando por ellos una vez más sin importar su aporte al verdadero desarrollo de la ciudad, pero que dicho grupo de personas son responsables directas del retroceso de Bogotá, ya que no les interesa realmente cumplir sus promesas de campaña debido a que a los cuatro años siguientes, por lo general, sus electores pasados se les olvidara cuales fueron precisamente dichos compromisos, pero si es evidente que meses antes de la respectiva campaña electoral llegan con trascendentales kits escolares o con algún producto alimenticio refrescándole a los posibles electorales que él si es un representante que se acuerda de sus votantes y que si trabaja por ellos, como si fuera un favor, mas no su obligación legal y política ante la ciudad. Por otro lado, la representación y vocería de un Concejal no es de todo clara. En la mayoría de casos hay Concejales que llegan a la Corporación obteniendo los votos de una determinada localidad perdiendo de esta manera la representatividad global de toda la ciudad, o por el contrario, hay situaciones en los que dicho Concejales llegan por el llamado “voto de opinión” que no se 124 ANGULO Luis Fernando. Entrevista Ex Concejal de La ciudad de Bogotá de 22 de junio y el 21 de septiembre de 2001. 125 LOZANO VILLEGAS, Germán. : ¿un concepto diluido en el control jurídico o una idea que debe consolidarse? Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2010. 139 puede sectorizar ni fragmentar, que puede llegar a representar un todo pero a la vez nada precisamente por ser tan efímero su origen de representatividad. Lo anterior plantea, entre otras cosas, la debilidad con la que cuenta la composición del Concejo de Bogotá y la precaria representatividad con la que cuenta con casi 8millones de habitante que viven en nuestra capital. En la discusión pública ha habido de todo propuestas de buena fe, opiniones comprometidas, intereses particulares, grandes propuestas, peticiones y proyectos modestos. Lo que no ha existido es una visión que empate nuestra realidad ni mucho menos la capacidad de atender el problema central: la desconexión entre el ciudadano y el gobernante. A pesar de la obviedad del problema, tanto el gobierno con el aparato político se encuentran paralizados, incapaces de definir como debe reorientarse el país y que es necesario para lograrlo. En lugar de una fuerte visión, vemos propuestas modestas, mas orientadas a solventar problemas específicos o a saldar cuentas para congraciarse con el Alcalde de turno con fines burocráticos, que a construir un ciudad moderna. Se reconoce la necesidad de reformar pero no para que y mucho menos como. Dado el grado de conflicto político que caracteriza el país y la distancia que existe entre la población y sus gobernantes, un proceso de reforma tenue que comenzar por lograr acuerdos políticos sobre el objetivo. El clamor de hoy no es por reformas específicas y relativamente menores- de cualquier índole- sino por una reforma integral al poder. Por profundas e inteligentes que sean muchas de las propuestas que merodean el debate público, existe el riesgo de que se atienda un problema inexistente o más exactamente, que no se enfrenten el problema de fondo. 140 El riesgo de que se apruebe un conjunto de reformas que no resuelve el problema debería preocuparnos a todos. Si el problema es de poder, no se va a resolver con nuevas leyes o reformas, sino con un acuerdo de fondo que luego se codifique en leyes. En esta instancia, el orden de los factores si altera el producto. La realidad política actual choca con la estructura institucional que caracteriza al sistema político. Esto no es culpa de alguien en particular, sino del agotamiento de una estructura institucional diseñada para otra época que no empata con las circunstancias actuales y que no responde a las realidades del poder de hoy. Lo imperativo ahora es rediseñar las instituciones para que sean funcionales y que operen en torno al ciudadano. Los vectores del cambio de la reforma del Estado no pueden ser otros que la eficacia y la rendición de cuentas. Pero eso no se puede simplemente imponer mediante un decreto: para funcionar, requieren de una renegociación fundamental del poder, es decir, el equivalente a la constitución de un pacto político fundacional. No hay que perder de vista que un objetivo subsidiario, pero fundamental, al de la construcción de un sistema de gobierno eficaz es el de conferirle certidumbre y claridad de rumbo a la población y eso solo se puede lograr en la medida en que haya un acuerdo político amplio, acompañado por mecanismos de pesos y contrapesos que lo hagan efectivo. Lo anterior nos lleva a la conclusión de que nuestro sistema democrático en la ciudad, requiere reformas y que estas deben servir para modernizarlo. También sabemos que los cambios deben consolidar nuestra democracia moderna. Una democracia moderna es aquella donde el pueblo ejerce su soberanía a través de representantes electos periódicamente los cuales, al competir por su puesto son responsables de su gestión. De ser exitosos en su papel, es decir, 141 si responden a las expectativas de sus electores en sus cargos. De lo contrario la propia libre competencia hace que sean retirados. Ningún sistema electoral garantiza que ingresen a los cargos de elección popular las mejores personas, pero la competencia política y la rendición de cuentas si aseguran que solo los más hábiles en cuanto a la estrategia electoral permanezcan. Por lo tanto el derecho a elegir y ratificar o retirar a un representante es fundamental en una democracia. Tras la elección dentro de un marco institucional y tiene la obligación de responder a las expectativas de los ciudadanos. De esta forma, el proceso legislativo es producto de una intensa negociación tanto al interior como entre los grupos políticos. Al final este juego conduce a un pragmatismo donde, si bien los resultados nunca responden a los ideales de todos los actores, alcanzan cambios que serán incrementales. Con lo anterior podemos reflexionar sobre nuestra democracia y sus carencias para considerarla moderna. Tenemos pesos y contrapesos pero no instituciones que fomenten la necesidad de interlocutor con sus gobernados. Tampoco no hay una verdadera responsabilidad política al no existir un mecanismo de control eficaz y accesible para que precisamente los gobernados fiscalicen a sus gobernantes. Así que para poder cumplir la necesidad imperante de mejorar nuestra democracia, es un acto de responsabilidad identificar y cambiar primero aquellos arreglos institucionales que distorsionan nuestro régimen democrático. Una propuesta para superar esta situación es la creación de una circunscripción Distrital. Una circunscripción electoral (puede denominarse también distrito electoral) entendiéndola a ella como el conjunto de electores a 142 partir del cual se procede, según las distribución de los votos emitidos en las elecciones, a la distribución de los escaños asignados126. Cuanto más elevado sea el número de escaños asignado a una circunscripción, más precisión habrá en la proporcionalidad del sistema electoral, mientras el resto de elementos del sistema permanezca idéntico 127. Douglas W. Rae advierte que se presta en general demasiada atención a los efectos de las fórmulas electorales, mientras que se da muy poca relevancia a los efectos de las magnitudes de circunscripción. Junto con el tamaño de la circunscripción, otras variables que influyen son el número de partidos competidores con peso efectivo y el tamaño de la asamblea representativa, el cual condiciona el número de escaños a asignar entre las circunscripciones128. El grado de desproporcionalidad tiende a crecer cuando el tamaño de la asamblea de representantes disminuye. La desproporcionalidad de un sistema 126 No debe confundirse el tamaño de una circunscripción con su extensión territorial o su volumen demográfico. Se llama tamaño o magnitud de una circunscripción al número de escaños asignados a la misma. Las circunscripciones pueden ser clasificadas, atendiendo a su magnitud, como uninominales y plurinominales. Las circunscripciones uninominales son aquellas que eligen un solo diputado. Las circunscripciones plurinominales son aquellas que eligen dos o más escaños. Una variante de este segundo tipo, es la circunscripción única, donde el electorado de todo el territorio estatal es considerado como única circunscripción electoral, (Israel y Holanda tienen circunscripción única, al igual que la mayoría de los países en las elecciones al Parlamento Europeo). Suelen coincidir, aunque no siempre, de un lado, la circunscripción uninominal y las fórmulas mayoritarias, y de otro lado, la circunscripción plurinominal y las fórmulas proporcionales. En favor de las circunscripciones uninominales, se aduce el mayor acercamiento del representante al electorado y un mejor reconocimiento de los candidatos por parte de los votantes, aunque la cercanía dependerá de la densidad de población de una circunscripción. En su contra se afirma que propicia el clientelismo y el localismo, y que impide la representación de las minorías. Acerca de las circunscripciones plurinominales, se plasman argumentaciones en sentido contrario. 127 MACKENZIE, Kenneth R. The English Parliament. Harmondsworth: Penguin Books, 1965. Print 128 RAE, Douglas W. The Political Consequences of Electoral Laws. New Haven: Yale University Press, 1967. Print. 143 electoral puede aumentar cuando a unas circunscripciones les corresponde más escaños en relación con su demografía que a otras circunscripciones129. Esto sucede, por lo general, cuando hay sobrerrepresentación de las zonas despobladas en detrimento de las zonas altamente pobladas. La proporcionalidad se reflejará mejor cuando la distribución de escaños entre las circunscripciones se efectúa en función de la población y no en razón de criterios territoriales. Casi siempre, excluyentes, de las circunscripciones forma que un electorales elector forma son parte recíprocamente de una sola circunscripción130. Entonces, la asignación de escaños se realiza en dos o más fases sucesivas y en dos o más instancias distintas. Usualmente, hay dos niveles de circunscripciones (puede coexistir más de dos): aquel que contiene las circunscripciones de los diferentes territorios y aquel que consiste en una circunscripción única que se superpone sobre los de niveles inferiores y en el que se produce la segunda fase de distribución de escaños. Las manipulaciones en el diseño de las circunscripciones son un hecho conocido; entre las posibilidades existentes, las más comunes son el reparto desigual de escaños/concejales y el gerrymandering131. 129 GALLAGHER, Tom. Nationalism in the Nineties. Edinburgh: Polygon, 1991. Print. 130 Sin embargo, hay sistemas electorales que contemplan varios niveles de circunscripciones superpuestas, articulando un tipo de circunscripción en un nivel el cual se solapa sobre otro tipo de circunscripción situada en otro plano (Alemania, Islandia, Dinamarca, Suecia, Austria, Grecia, Bélgica, Noruega e Italia). 131 La técnica gerrymandering toma su nombre de Elbridge Gerry, Gobernador de Massachussets en 1812 y de la forma de salamandra que adoptó uno de los distritos del Estado, con objeto de beneficiar a su Partido Republicano Jeffersoniano. 144 Desde el punto de vista jurídico constitucional, estas intenciones de fortalecimiento de la Democracia en la Capital del País, tiene que atravesar los respectivos tramites expresados a luz de la Carta Política de 1991, en los cuales contempla como primer paso, la presentación oficial ante el Congreso de la Republica de un proyecto de Acto Legislativo que contemple y justifique las modificaciones anteriormente propuestas en este trabajo a la Constitución de 1991 y sus respectivas reglamentaciones. Razón por la cual, presentamos a continuación dicho proyecto de Acto Legislativo con el fin de que pueda ser presentado e inicie su trámite legislativo correspondiente, tales como los debates, modificaciones y el apoyo de las mayorías requeridas para tal fin de parte de los miembros del Congreso de la Republica. Este proyecto de Acto Legislativo, recoge las principales propuestas que apuntan a encontrar en la democracia el mecanismo más eficiente para el mejoramiento de la vida humana, el control político y la transparencia en el desarrollo de la ciudad. Encontramos vital entonces, que el enfoque principal de este Acto Legislativo sea la de modificar el artículo 323 de la Carta Política de 1991, razón por la cual, hemos titulado a dicho proyecto “Por el cual se adopta una reforma Constitucional, en materia de Régimen Especial del Distrito Capital de Bogotá en lo relativo a su descentralización política”. 145 Doctor SECRETARIO GENERAL Cámara de Representantes La Ciudad.REF: Proyecto de Acto Legislativo “Por medio del cual se modifica el artículo 323 de la Constitución Política de Colombia”. Respetado Doctor. De conformidad con las funciones que me competen en calidad de miembro de esta Honorable Corporación, me permito proponer el presente Proyecto de Acto Legislativo No. de 2012 – Cámara “POR MEDIO DEL CUAL SE MODIFICA EL ARTÍCULO 323 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA”. Lo anterior para su publicación, asignación de Comisión y trámite respectivo. Atentamente, H. Representantes a la Cámara Congreso de la Republica 146 PROYECTO DE ACTO LEGISLATIVO No. _____DE 2012 CAMARA DE REPRESENTANTES Por el cual se adopta una reforma Constitucional, en materia de Régimen Especial del Distrito Capital de Bogotá en lo relativo a su descentralización política. El Congreso de Colombia DECRETA: Articulo 1. Conformación del Concejo Distrital. El inciso primero del artículo 323 de la Constitución Política quedara así: El Concejo Distrital se compondrá de cuarenta y cinco (45) Concejales de la siguiente manera: veinte (20) elegidos por circunscripción electoral Distrital, veintitrés (23) por circunscripción electoral local y dos (2) por circunscripción especial, correspondiente a las minorías políticas entendidas como uno por los Pueblos Indígenas pertenecientes al Distrito Capital y uno por las Organizaciones de Negritudes. Articulo 2. Circunscripción electoral local y minorías políticas. El artículo 323 de la Constitución Política tendrá un nuevo inciso, que corresponderá al segundo de esta norma, del siguiente tenor: El electorado podrá votar por candidatos inscritos para componer el concejo de Bogotá por la circunscripción electoral Distrital, o por los aspirantes al cargo de Concejal de Bogotá por la circunscripción electoral Local, de acuerdo con la localidad a la que pertenezca en el censo electoral. En el caso de las minorías políticas, podrá votarse por los candidatos inscritos al Concejo por estas, en circunscripción electoral Distrital. 147 Articulo 3. Composición territorial de Bogotá D.C. El artículo 323 de la Constitución Política tendrá un nuevo inciso, que corresponderá al tercero de esta norma y quedara del siguiente tenor: Bogotá D.C. se compondrá de veintitrés (23) localidades, el Concejo de Bogotá las organizara de acuerdo a la extensión territorial y a su población residente. Articulo 5. Vigencia. El presente Acto Legislativo rige a partir de su promulgación, deroga las disposiciones que le sean contrarias y modifica tácitamente las pertinentes, en especial, las concernientes en el Decreto Ley 1421 de 1993. EXPOSICION DE MOTIVOS I. INTRODUCCIÓN En las últimas décadas la imperiosa necesidad de reorganizar. En este sentido se han desarrollado políticas a nivel nacional con las que se pretende organizar una administración pública consolidad y con techo constitucional respecto al número de sus miembros como es el concejo de Bogotá, pero mucho más eficiente y preparada para garantizar el cumplimiento de las obligaciones del Estado. De esta manera, un número de concejales elegidos por circunscripción local uno por localidad, permitiría una mayor capacidad de control ciudadano y permite un mayor y mejor seguimiento de los organismos de control del Estado sobre cada uno de los miembros del concejos de Bogotá. Debemos tener conciencia de la difícil situación en que se encuentra actualmente más del 30 por ciento de los miembros del concejo actual por los famosos escándalos de corrupción en la contratación de los carruseles en gran parte de la 148 institucionalidad del Distrito Capital. Es así como, debido a la disposición Constitucional establecida en el artículo 323 de la norma superior, modificada por el acto legislativo 2 del 2002, el Distrito Capital de Bogotá ha visto cómo a medida que pasan las elecciones regionales el número de concejales aumenta significativamente, impuestos por monopolios, familias tradicionales q se han enquistado en el poder político por más de tres décadas los llamados delfines y elevando así, de manera alarmante q las localidades se están quedando sin representación política en el cabildo abierto, con ello atrasándose la democracia y por supuesto el desarrollo y bienestar de las localidades que componen el territorio de Bogotá D.C. El cambio de régimen constitucional para Colombia del año 1991 trajo como consecuencia variaciones fundamentales en torno al entendimiento de la ciudadanía, la política, la participación y la descentralización. Colombia cuando recibe un nuevo ordenamiento constitucional a través de su Carta Política se daba por hecho el ajuste y la renovación de los nuevos tiempos democráticos, buscando una mayor identificación entre la realidad social y el proyecto de Nación que debía plantearse en su seno. Ajustar la institucionalidad colombiana a la descentralización no corresponde a un capricho del constituyente de 1991 o simplemente a una moda intelectual, por el contrario, responde a la necesidad de transformación que tenía el país para estar a tono con lo que se ha llamado el nuevo orden mundial. El problema concreto de gobernabilidad Estatal hoy puede entenderse como el fruto de la crisis del concepto de legitimidad por la vía de la legalidad. Definitivamente la Constitución Política de 1991, y el proceso político que llevo hacia la derogatoria de la Carta política de 1886, es un ejemplo de estructuración del Estado a partir de la búsqueda de la legitimidad en el constituyente primario. 149 Darle un nuevo giro al país, que ha visto truncada en la equivoca reglamentación constitucional hecha por ejemplo en el Estatuto Orgánico de Bogotá Decreto Ley 1421 de 1993, cuando la Constitución de 1991 daba vía libre para el gran camino de la real participación política integral en condiciones de equidad y horizontalidad con el buen sentido democrático, era lo que se estaba buscando con el proceso descentralizador del poder orientado al estimulo y la promoción de la participación popular como estrategia en torno a la creación y consolidación de nuevos espacios para la democracia y la descentralización. Para interpretar el contexto general y tratar de fundamentar el sentido que genera la proyección institucional hacia la descentralización, en lugar de esto lo que se genero fue un intento formal de descentralización en el cual no se tenía claro el sentido real de este importante cambio, fue por lo que se suele llamar una desconcentración de funciones administrativas en los entes de las localidades del Distrito Capital. Estos mecanismos de participación han desestimulado la acción organizada del constituyente primario al no brindarles herramientas para que esta participación fuera real. Se requiere que se entienda que las localidades, más que distribuciones poblaciones, constituyen auténticos grupos humanos dotados de identidad cultural y sentido social de lo público, con lo cual trascienden cualquier asociación hasta la categoría de comunidad, en la cual se integra la afinidad en cuanto a imaginarios sociales y proyectos de vida comunes. En este sentido, proyectar la descentralización es proyectar culturalmente a las comunidades, puesto que en la función decisoria acerca de los destinos locales lo que se pone en juego es la supervivencia misma de este colectivo, la identidad cultural de Bogotá, resulta ligada a un proceso histórico tanto de 150 migración desde las regiones hacia la ciudad, como de luchas sociales internas por parte de algunos sectores de la población que han resultado marginados en algunas épocas y que hoy reclaman participación dinámica en la construcción de nación y democracia como las colonias, regiones, grupos indígenas y de negritudes que han aportado su identidad sociocultural, costumbres, organización familiar, escolar, religiosa, laboral, social y política del país y en especial en nuestra ciudad capital. Con este Acto Legislativo de consolidar un poder local institucional que de nueva vida a la acción Estatal, se tiene como efectos positivos de democracia y participación los siguientes: Generar una dinámica donde las principales preocupaciones y necesidades sociales de la comunidad, se conviertan en problemas del Estado, y que por lo tanto trasciendan de inmediato a la política Distrital y nacional. Consiguiendo con esto que las dignidades locales se conviertan en espacios de decisión estatal y de escuela política, de modo que el poder local institucional sea la primera fase del proceso de formación de los políticos distritales y nacionales del futuro. De igual forma se consigue ejercer por parte del Estado una clara y contundente soberanía sobre las localidades involucrando a las comunidades en la construcción, desarrollo y fortalecimiento de las políticas de Estado, de este modo se realiza una verdadera y equitativa distribución del poder. Con esta propuesta se pretende ingresar a una real dinámica participativa y representativa en el Concejo de Bogotá, consolidando el esfuerzo por una verdadera representatividad, para la comunidad local de igual forma para las minorías políticas máxime cuando esta corporación resuelve el futuro de la interacción social propia del dialogo intercultural, grupos con identidad y especificidad a los cuales pertenecen. 151 Los ciudadanos participan para obtener decisiones concretas y no para cambiar el centro del cual emanan, no se pone en juego lo que podríamos llamar el mínimo constitucional de legitimidad, sino el grado de satisfacción que cada ciudadano considera suficiente en función de la respuesta que reciben sus demandas. II.FUNDAMENTOS JURIDICOS La legitimidad de los gobiernos democráticos, deben fortalecer la estructura en el principio de la separación de poderes, por lo tanto el sufragio es lo que hace posible la democracia y permite el paso por consentimiento a una forma directa de autogobierno fortaleciendo la democracia representativa, de igual forma este Acto legislativo fortalece los siguientes artículos de la Constitución Política. 1. Articulo 1. Colombia es un estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía en sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista. 2. Articulo 2. Son fines esenciales del estado, facilitar la participación de todos en las decisiones que los afecten y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación. 3. Articulo 3. La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, el pueblo la ejerce en forma directa o por medio de sus representantes. 4. Articulo 7. El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación Colombiana. 5. Articulo 14. Toda persona tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica. 6. Articulo 40. Todo Ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político. Para hacer efectivo este derecho puede, Elegir y ser elegido. Construir partidos, movimientos y agrupaciones políticas sin limitación alguna. 152 III. ANTECEDENTES En la Constitución de 1886, el artículo 196 establecía que en cada municipio habría un concejo municipal, el cual estaría integrado por un número de concejales que oscilaría entre 6 y 20 miembros. Si bien, con posterioridad el Constituyente de 1945 previó que Bogotá sería organizada como un Distrito Especial, sin sujeción al régimen municipal ordinario, dentro de las condiciones que fijara la ley, en consonancia con el artículo 196 referido. El Constituyente de 1991 tuvo la muy acertada visión de dotar a Bogotá de un régimen que superara las limitaciones a las que había sido condenada la ciudad. Allí se propuso un nuevo régimen jurídico que debía gobernar los destinos de la capital de la República. La figura del Distrito Capital, según sus creadores, ¿tiene por sí misma fuerza y contenidos autónomos y permite al constituyente otorgarle los desarrollos y alcances que a bien tenga. Sin embargo, para evitar que este asunto quedara en manos de la ley el artículo propuesto fue modificado, para establecer la fórmula que generaría que el Concejo de la capital llegara a las peculiares proporciones que hoy tiene, las cuales seguirán aumentando. Acertadamente el constituyente derivado, en el caso de Bogotá el régimen especial implica un avance en cuanto a descentralización del gobierno y ordenamiento territorial de la ciudad, la noción de régimen especial en lo que toca con el Concejo de Bogotá para la época actual quedo ya corta a la realidad social q esta viviendo el distrito capital Esta particularidad fue notada por algunos importantes Delegatarios, cuyas intervenciones se encaminaron a que el Concejo de Bogotá se rigiera por el 153 régimen general contenido en el artículo 312 de la Carta, pues nada justificaba establecer norma distinta para Bogotá. Sin embargo, al final, se permitió que la ley fijara el número de concejales del resto de municipios y distritos del país, dentro de los límites absolutos definidos en la Constitución (con un máximo de 21 concejales), acertadamente y por fortuna para la capital de Colombia Bogotá D.C. esta no quedo reglamentada en dicho artículo. Así, con base en sólidos y musculosos argumentos, se modificó la propuesta inicial del artículo constitucional relativo a la integración del Concejo de Bogotá, y en su lugar, se aprobó el siguiente texto en la Comisión Segunda: ¿El Concejo Distrital se compondrá de un concejal por cada 200.000 habitantes o fracción mayor de 100.000 que el Distrito tenga, y los locales, de un concejal por cada 100.000 o fracción mayor de 50.000 que albergue la respectiva localidad...? Nótese como la Asamblea Nacional Constituyente ya había tocado el tema que las localidades tuvieran una representación en el cabildo distrital, propuesta esta que fue derrotada en plenaria Finalmente, en la plenaria se dispuso que ya no fuera un concejal por cada 200.000 habitantes, sino uno por cada 150.000, fórmula esta que fue modificada como ya lo dijimos antes por el congreso de la república a través del Acto Legislativo 3 del 2007 que hoy se encuentra vigente en nuestra Constitución. De esta suerte, con la entrada en vigencia de la Constitución de 1991, reiteramos, Bogotá pasó de tener 20 concejales a tener 35; actualmente tiene 45, techo este que fue un impuesto por el Acto Legislativo Ibídem. 154 IV. BENEFICIOS DE LA REORGANIZACIÓN TERRITORIAL DE BOGOTÁ D.C., Y DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN LOCAL PARA COMPONER EL CONCEJO DE BOGOTÁ, INCLUYENDO LAS MINORÍAS POLÍTICAS. 1. Se facilitaría el control que ejerce la ciudadanía, así como el que ejercen los diversos organismos estatales. Un número de concejales 23 más exactamente tendrían la responsabilidad directa de fortalecer el desarrollo y bienestar de las localidades algunas se encuentran en crisis administrativa, de otro lado permitiría que la actuación de los mismos fuera más visible, de manera que sería un factor que propendería por la transparencia al interior de este órgano deliberativo. 2. Al igual que el anterior por primera vez y que sirva de piloto para toda la Nación las minorías políticas tendrían una verdadera participación. 3. Igualmente, favorecería al orden de los debates y a la participación de todos los miembros de esa corporación, de manera que los diferentes sectores puedan contar con una verdadera vocería y representación en el Concejo. 4. Adicional a lo anterior, teniendo en cuenta que la disputa electoral será más exigente, se tendría un efecto benéfico desde la misma elección de los candidatos por los respectivos partidos, pues los mismos se verían forzados a postular candidatos de las mejores calidades, con verdadero reconocimiento y apoyo popular significativo, y un compromiso más riguroso con los electores. 155 Saliendo fortalecida la democracia participativa y por ende el proceso de elección del cabildo distrital Concejo de Bogotá, tendría una aceptación verdaderamente legítima. V. CONCLUSIÓN En aras de cumplir su compromiso con el fortalecimiento de las entidades de representación popular, el Congreso de la República tiene con el presente proyecto de Acto legislativo la posibilidad de impulsar una reforma de central importancia para la capital del país, que contribuye a su sostenibilidad en su funcionamiento, mayor eficiencia en su gestión, visibilidad ciudadana y cercanía con el electorado, todo lo cual redundará en un incremento de su legitimidad, entendida como aceptación y respaldo popular. Se propone con este Acto Legislativo hacer una modificación constitucional con el fin de hacerle una reorganización territorial a Bogotá D.C. Y de paso el Concejo de Bogotá tendría una composición directa a través de la circunscripción distrital y circunscripción local, aunado a ello la efectiva participación de la las minorías políticas de la Capital del País, en el tan citado Concejo de Bogotá. Honorables Representantes 156 CONCLUSIONES. El cambio de régimen constitucional para Colombia del año 1991 es el llegar al entendimiento del concepto de ciudadanía, de la política, de la participación y de la descentralización. El adaptar la institucionalidad colombiana a la descentralización no es capricho del Constituyente de 1991 o simplemente a una moda intelectual, por el contrario, es una exigencia política jurídica y social de transformación que tenía el país para insertarse al nuevo orden mundial. El problema de gobernabilidad es el fruto de la crisis del concepto de legitimidad por la vía de la legalidad. Cuando la Constitución de 1991 da vía libre para la real participación política integral en condiciones de equidad y horizontalidad con el buen sentido democrático, lo que se está buscando es que el proceso descentralizador del poder sea orientado al estímulo y la promoción de la participación popular como la estrategia de creación y consolidación de nuevos espacios de democracia y la descentralización pero en lugar de esto lo que se generó fue un intento formal de descentralización el cual no tenía claro el sentido real de este importante cambio, fue por lo que se suele llamar una desconcentración de funciones administrativas en los entes de las localidades del Distrito Capital. La actual Constitución se genera en un momento en el cual tanto interna como externamente se venían ejerciendo en el país un seria de dinámicas causadas por las presiones orientadas a lograr la apertura de mayores espacios democráticos, uno de los principales temas de debate fue la de ganar credibilidad y legitimidad, de allí es que surge la necesidad de implementar una nueva democracia, la participativa. 157 En Sentencia C- 180 de 1994 la Corte Constitucional retoma algunas ideas de Norberto Bobbio, para destacar que en las sociedades modernas de viene danto el tránsito hacia un modelo de organización política en el cual la democracia representativa se complementa con mecanismos de la democracia participativa, articulando las virtudes las virtudes del sistema representativo con las ventajas de la participación ciudadana. El espíritu noble de la Constituyente ha sin duda alguna alcanzado el cumplimiento de importantes logros para la vida democrática de este país, es así como, nuestra sociedad ha dado un pie adelante para la modernización de nuestra cultura política en la que vivimos diariamente. No obstante lo anterior, es importante precisar que la ilegitimidad de la ciudadanía hacia algunas formas de representación política, tales como el Congreso de la Republica, el Concejo de Bogota, entre otros, se ha visto sustancialmente disminuida, según las estadísticas, por cuenta de los escándalos en los que reiteradamente se ven inmersos algunos de sus miembros, trayendo como consecuencia la distancia cada vez más larga entre los ciudadanos y el ejercicio de los mecanismos de participación ciudadana. Estos mecanismos de participación han desestimulado la acción organizada de la población al no brindarles herramientas para que esta participación sea real. Las localidades constituyen auténticos grupos humanos dotados de identidad cultural y sentido social de lo público, con lo cual trascienden cualquier asociación hasta la categoría de comunidad, en la cual se integra la afinidad en cuanto a imaginarios sociales y proyectos de vida comunes. Forjar la descentralización es proyectar culturalmente a la comunidad, puesto que en la función decisoria acerca de los destinos locales lo que se pone en juego es la supervivencia de este colectivo, la identidad cultural de Bogotá, 158 resulta ligada a un proceso histórico tanto de migración desde las regiones hacia la ciudad, como de luchas sociales internas por parte de algunos sectores de la población que han resultado marginados que reclaman participación dinámica en la construcción de nación y democracia. Crear una mecánica donde los principales factores de interés de la comunidad, se conviertan en problemas del Estado, y que por lo tanto trasciendan de inmediato a la política Distrital y nacional. Consiguiendo con esto que las dignidades locales se conviertan en espacios de decisión estatal y de escuela política, de modo que el poder local sea la primera instancia del proceso de formación de los políticos distritales y nacionales del futuro. De igual forma se consigue por parte del Estado una clara y contundente soberanía sobre las localidades involucrándolas en la construcción, desarrollo y fortalecimiento de las políticas públicas, llegándose a una verdadera y equitativa distribución del poder. Ficticiamente, pareciera que todos los gobiernos que son elegidos bajo el sistema democrático fuese legitimo, pero como plantea Arnold J. Toynbee se da en todos los caso se da en todos los casos, esa legitimidad no siempre se da en todos los casos, ya que la legitimidad proviene del respaldo del pueblo a los actos del gobierno, y la democracia no se agota solamente en la derecho del pueblo a elegir. Por lo anterior es que en nuestro país, la democracia sea tan mal entendida por aquellos que por ignorancia no saben el gran poder de esta y la manipulación sin escrúpulos de algunos que más dotados de “sabiduría”, se aprovechan del pueblo para tratar de legitimar sus acciones políticas y se dice, tratar de legitimar por que por medio de esta manipulación de la “conciencia inconsciente” del pueblo, prometiéndoles cualquier cantidad de cosas que nunca les van a cumplir, aprovechando se del poder de todo un pueblo humilde, y pasan del interés común que es tan popular en las campañas 159 electorales, al interés particular tan popular en los periodos de gobierno. Lo interesante en la relación entre democracia y legitimidad, es que aunque una de las características primarias de la democracia es que se presenta como legitima, esta misma se viene en su contra cuanto, se no se muestran los resultados prometidos por parte de los candidatos que han sido elegidos para algún cargo de representación política. Es evidente para nosotros que la democracia concebida como la mejor forma de gobierno es también sinónimo del bien más preciado para nuestra Carta Política, la denominada soberanía popular. Significa que ningún poder, autoridad o régimen puede estar por encima de las decisiones del pueblo. Pero hay que dejar la precisión conceptual de quién conforma el pueblo? El pueblo es el conjunto de ciudadanos y ciudadanas iguales y libres los cuales conscientes de su libertad, tienen la facultad de elegir. Esta afirmación puede resultar arcaica e inoperante, en la medida en que hace relación al carácter de ciudadano, que en las instituciones griegas y romanas tenían sectores específicos de la sociedad, afortunadamente superados por la historia; hoy habría que afirmar simplemente que pueblo son todos los ciudadanos y ciudadanas en ejercicio de sus derechos. Es prioritario para nuestro trabajo definir que la esencia de la representación política es una premisa imprescindible para el estudio de la democracia. Como lo trabajamos en nuestro primer capítulo, tal concepción de democracia, supera el roll tradicional del concepto, porque ya no se trata de que el ciudadano de alguna forma participe, delegando o participando o la otra concepción de que es un mecanismo de integración del poder público, sino que la nueva concepción, empieza a observar los resultados de esa construcción democrática y a medir sus efectos, ello lleva a que diversos 160 autores empiecen a hablar y hacer una clara diferenciación entre democracia formal y democracia sustancial. Históricamente, como se ha indicado, el concepto de democracia como todo concepto social y político esta siempre en la situación de modificaciones y reevaluaciones por la sencilla razón de que son reflejo de las realidades, sin duda en primera instancia la democracia se ejercía en forma directa, inicialmente fue la opción de participar en las decisiones que afectaban el grupo familiar, el clan o la comunidad, liberalismo, posteriormente con la irrupción del se entrego la representación como culminación de esa gran revolución liberal, que históricamente generaron las revoluciones inglesa y francesa, hasta llegar a nuestros días, donde se empieza a hablar de democracia participativa gracias al Estado Social de Derecho, donde ya no es suficiente la participación electoral sino que la concepción democrática busca la materialización de los derechos humanos, de los derechos fundamentales, los derechos sociales económicos y culturales , e inclusive los derechos colectivos y del medio ambiente, como realización dogmatica de las constituciones. Maquiavelo demostró que la actividad política podía ser analizada por la ciencia como lo era la naturaleza por la física o la química: una realidad con leyes propias que no se someten a la voluntad de las personas y que por lo tanto esta mas allá de los juicios morales. El estudio de esas leyes seria el objeto de lo que luego se llamo “ciencia política”. Más tarde Adam Smith encontraría leyes similares para la economía, Comte y Durkeim para los hechos sociales ( y con ello fundaron la sociología) y Freud para la psique. Las nuevas ciencias instauraron una forma de pensar que obliga a considerar que hace falta promover cambios estructurales si se quiere cambiar las conductas de las personas. Por su parte, los padres del liberalismo político (Locke y Tocqueville, entre otros) entendieron que la libertad de las personas dependía más de la constelación de poderes sociales que de su buena o mala voluntad. En el siglo 161 XX, otros liberales como Weber y Galbraith seguirían esa línea, al proponer una nueva forma de equilibrar los poderes en las democracias modernas. Todos ellos asumieron que las reformas políticas no se realizan demostrando la maldad congénita de ciertas personas poderosas, sino mas bien oponiendo nuevos poderes sociales a los ya constituidos. En el otro extremo ideológico se puede decir algo similar, Marx no pretendía inspirar una comunidad de hombres buenos; simplemente afirmaba que, transformando las condiciones en las que las personas se relacionaban, cambiarían sus conductas. Es prioritario para nuestro trabajo definir la naturaleza de la representación política ya que constituye por consiguiente una premisa imprescindible para el estudio de la democracia. Como lo establecimos a lo largo de nuestro trabajo, la representación política es atravesada por la mirada de las corporaciones públicas, lugar en el cual los ciudadanos deberían depositar sus intereses más directos. Pero a contrario sensu, Salvador Forner plantea en sus palabras: “Para el análisis de los conflictos entre grupos y partidos es sin embargo, necesario evitar cualquier consideración que, más o menos implícitamente, contemple las asambleas parlamentarias electivas como una proyección directa de los intereses, las orientaciones y los grupos del país estudiado. Dicho de otra forma, no debe atribuirse a los resultados de la competición electoral y a la composición de las cámaras electivas una inmediata significación social, como suele ocurrir en los trabajos de la historia política donde, por ejemplo, los partidos conservadores son considerados como la expresión de los grupos agrarios tradicionales; los liberales o demócratas liberales, como representantes de grupos urbanos progresistas; y los partidos socialistas como la proyección política de las clases obreras en ascenso, etc. Naturalmente, los historiadores son conscientes de que los parlamentos 162 no son elegidos con criterios de proporcionalidad y conocen bien la diversidad de los regímenes electorales.” Lo anterior nos plantea la necesidad de siempre continuar en el camino de encontrar el perfeccionamiento de nuestra democracia basada en una verdadera y real representación, coherente desde el punto de vista de su representación ideológica sino que también acorde con sus criterios de proporcionalidad de la población. En la historia política, los debates electorales conservan un papel prioritario, los cuales son identificados sobre todo con la ampliación del sufragio, el cumplimiento de los puntos programáticos, la eficacia en el control hacia los gobernantes y la anticorrupción, lo anterior, entendido como un proceso de progresiva inclusión de sectores de la población cada vez más amplios. La democracia participativa es una forma que se heredo del modelo griego en donde resultaba de la mayor importancia la participación ciudadana. En la antigua Atenas, un ciudadano era alguien que participaba “en la administración de justicia y en el gobierno”. La ciudadanía significaba la participación en los asuntos públicos. A partir de una aproximación historica de la democracia en el mundo, podemos involucrarnos cada vez más en contextos concretos como lo es la democracia en Colombia. La historia de la democracia en Colombia, la podríamos dividir políticamente en dos sucesos, antes y después de la Constitución de 1991, este ultimo como hecho contundente de la implementación de un Estado Social de Derecho que en su sustancia siempre pretende enarbolar las banderas de la democracia en nuestro país. 163 Como lo veíamos en nuestro segundo capítulo, en palabras del profesor Luis Freddyur Tovar, la Constitución no es el documento o texto frio, muerto en donde se establece la organización estructural de un Estado en particular, sino la proyección de un sueño; es decir, la Constitución Política es, tanto el resultado de un proceso (pasado), como el proceso social y político inacabado (presente) de una comunidad que pretende consolidarse (futuro). Es así como la noción de constitución como acto creador, fundante, se materializa cuando se define de manera originaria una concepción de la Democracia. Para el caso colombiano, esta afirmación sobra vigencia cuando el Texto Constitucional de 1991, se constitucionalizo al concepto de Democracia para Colombia: El de Democracia Participativa y Pluralista. Esta expresión no es el resultado del azar o la manifestación de la emoción de los constituyentes de la época, sino el Acto Fundante que hay que tener en cuenta de manera seria y determinante. Sin embargo uno de los mayores peligros para la democracia, no ya para una forma específica de la misma, sino para todas es la aparición de de la burocracia que tras la aparición del Estado moderno, el sistema político se ha transformado en una tecnocracia: aparecen los burócratas y los políticos profesionales para hacerse cargo del funcionamiento estatal; uno de los teóricos que en forma especializada se ha ocupado del tema es Max Weber. Este fenómeno (la burocratización) trae como consecuencia el estrechamiento del campo de la actividad política, la exclusión de amplios sectores sociales de la actividad política y la disminución de la participación. A su vez, la construcción y expansión de una percepción socialmente difundida sobre la política y lo político como espacio de componenda, negociación, transacción (como mejor) cuando no de corrupción y mentira. La democracia participativa es una forma que se heredo del modelo griego en donde resultaba de la mayor importancia la participación ciudadana. En la 164 antigua Atenas, un ciudadano era alguien que participaba en la administración de justicia y en el gobierno. La ciudadanía significaba la participación en los asuntos públicos. Hay que entender la participación ciudadana como componente de la administración pública, ya que como miembros de la sociedad que directamente es afectada con el manejo de la política del Estado y sus consecuencias, se constituyen en los actores esenciales dentro de los esquemas en los que se basa las estructuras sociales de la dinámica propia de una colectividad organizada. Por participación en forma general se entiende: “La actividad ciudadana de carácter individual o colectiva dirigida a expresar y defender sus intereses, tomar parte en la administración de los asuntos comunes y en los centros de poder, tanto en la toma de decisiones como en el control de la acción gubernamental”. Uno de los grandes desafíos que se presenta para la democracia contemporánea, es la legitimidad de las instituciones gubernamentales como órganos y en conjunto sistemas, responsables de la actividad dirigente del Estado. Ya no es el superado debate en torno al origen popular o divino de los dirigentes del Estado, lo que anima la fundamentación del esquema ontológico que soporta la legitimidad en la dirección de la sociedad por parte del aparato estatal. Lo que se busca en la realidad actual, es el mejoramiento del nivel de vida de los habitantes en razón a la eficiencia y eficacia de la actividad de las autoridades públicas, en función de las necesidades sociales de la población. Es importante precisar que a comienzo del siglo XX fué que Bogotá se incorporó a un régimen especial que lo diferenciaba del resto de los municipios 165 del País, posteriormente a través del acto legislativo 01 de 1945 se estableció que Bogotá sería la capital de Colombia y a su vez la capital del Departamento de Cundinamarca y luego, en concordancia con la reforma constitucional de 1968, se expide la Ley 33 de ese mismo año en la cual se otorga facultades extraordinarias al Gobierno Nacional para reformas la organización del Distrito Especial de Bogotá el cual abre el camino a importantes reformas jurídicas y políticas las cuales señalamos en el desarrollo del trabajo, pero que hasta la Constitución de 1991 se estableció un régimen organizativo especial del Distrito Capital, contemplando de manera exclusiva en el Capítulo IV del Titulo XI la organización territorial y más específicamente establece desde el articulo 322 al 327 una seria de disposiciones constitucionales acerca del régimen del Distrito Capital. Posteriormente, respecto a la participación democrática del ciudadano en el Distrito Capital encontramos que en el decreto 1421 de 1993 en su artículo 6 ordena “Las autoridades Distritales promoverán la organización de los habitantes y comunidades del Distrito y estimularán la creación de las asociaciones profesionales, culturales, cívicas, populares, comunitarias y juveniles que sirvan de mecanismo de representación en las distintas instancias de participación, concertación y vigilancia de la gestión distrital y local”, proceso que se ha venido cumpliendo parcialmente, por un lado, mediante la implementación de unas ineficaces e invisibles veedurías ciudadanas y por otro lado, mediante los movimientos pro revocatoria del mandato a los alcaldes elegidos, revocatoria que aun no ha sido exitosa. En Colombia, durante los últimos años el protagonismo de los Partidos Políticos fue reemplazado por personalidades que armaron fuerzas políticas a su imagen y semejanza, tejiendo alianzas personales y diseñando perfiles publicitarios enormemente dependientes del azar de los escándalos mediáticos. Al exhibir su ideología y su trayectoria política se ahorraron el 166 penoso esfuerzo de exponer plataformas electorales diferentes, contrastarlos con los ideales que se postulan argumentan en términos de valores y principios, todo esto quedo atrás. Mientras lo único que tiene que aprender un ciudadano es saber con quién “alinearse” de quienes aprenden que hay que llamar a todos por su nombre y saber su fecha de cumpleaños para así poder generar adeptos, no nos encontraremos en la verdadera democracia sino simplemente en figuras personalistas llamadas por el atractivo deseo del poder. Como lo revisamos durante el trabajo, existen muchas debilidades, discusiones y sobretodo problemas en cuanto a su eficacia en torno a la democracia, pero para nuestro caso de la Capital del País, hemos encontrado que fácilmente se podría hacer un listado interminable de los punto a punto de las debilidades de nuestra ciudad, pero para efectos de esta actividad académica hemos decidido resaltar algunas. Las causas de la crisis de nuestra ciudad, es precisamente la falta de un verdadero control político, la participación burocrática y la falta de normas aplicables a las realidades locales, es decir tenemos un conjunto de personas que han llegado por el voto de las y los ciudadanos basados en la democracia participativa otorgada gracias al Estado Social de Derecho, pero que lastimosamente no han hecho gala de los objetivos de la representación y participación en la ciudad y aun peor, son los ejemplares más claros de la corrupción y del favoritismo todo esto a costa de los electores que lo hicieron llegar a dicho espacio, pero el gran problema no son ellos, somos nosotros, seguimos votando por ellos una vez más sin importar su aporte al verdadero desarrollo de la ciudad, en muchos casos ni conocemos realmente quienes son nuestros representantes, ni tampoco somos conscientes de medir y evaluar con criterio objetivo el trabajo realizado por ellos a nombre de nosotros. 167 No hay que exagerar, pero si hay que ser claros respeto algunos puntos, por ejemplo si debemos manifestar que a quienes hemos entregado nuestra voz y representación son también los responsables directos del retroceso de Bogotá, ya que no les interesa realmente cumplir sus promesas de campaña debido a que a los cuatro años siguientes y mucho menos ejercer el verdadero control político para el que los hemos revestido de poder. Encontramos también, que aparte de las debilidades que reviste la democracia capitalina en cuanto a la calidad de los representantes y de la dormides en la que vive los representados, evidenciamos que el nivel de legitima representación es minima, en cuanto no existe una herramienta que garantice que todos los grupos poblaciones se encuentren representados y en otras ocasiones, inclusive ni siquiera todas las localidades de Bogotá tienen su voz en dicha Corporación. Es importante precisar que existe tan desproporción en cuanto al total de ciudadanos aptos para votar, es decir, el censo electoral de la ciudad, y el nivel de participación, o por decirlo en otros termino, el nivel de abstención crece en cada elección y a su vez también crece el total de personas aptas para votar. Esto nos refleja que aunque vaya en aumento el nivel de personas que se convierten en ciudadanos plenos, estos se abstienen de participar de la vida pública y política de sus comunidades. Lo anterior, nos permite ver un panorama bastante desolador, es decir, que el gobierno de la ciudad realmente no llega a las comunidades, no toca a los ciudadanos por razones tales como que no sienten la cercanía de dichos representantes o voceros con ellos, o porque definitivamente perciben que seguir votando bajo estos mecanismos y bajos estas condiciones los mismos con las mismas, no mejorara en nada su situación concreta cotidiana. Esto es lamentable desde el punto de vista de la renovación política, ya que 168 precisamente estos nuevos aptos para votar se traduce en que son personas que han cumplido su mayoría de edad, es decir, jóvenes y que son estos los que más se abstienen de participar en política. Por otro lado, es claro que la organización desde el punto de vista territorial de la capital del país, es totalmente desproporcionada. En Bogotá encontramos como una sola localidad puede duplicar en cuanto al número de su población a muchas otras localidades, este es el caso por ejemplo de la localidad de Kennedy en comparación con las localidades de La Candelaria o Santafé. Lo anterior no es una simple desproporción desde el punto de vista territorial sino una clara inequidad en cuanto al acceso de la participación política, ya que muy posiblemente localidades con este margen de desigualdad no obtengan la representación y participación que necesita obtener. Adicionalmente a lo anterior, los mecanismos de control político de los ciudadanos hacia con su apoderados, se basan fundamentalmente en la revocatoria al mandato, pero este mecanismo esta reducido única y exclusivamente a elecciones de tipo uninominal mas no a las que se refiere a las corporaciones públicas, razón por la cual las herramientas con las que cuenta la ciudadanía son mínimas para ejercer el verdadero cumplimiento de sus promesas y proyectos de campaña. Por otro lado, la representación y vocería de un Concejal no es de todo clara. En la mayoría de casos hay Concejales que llegan a la Corporación obteniendo los votos de una determinada localidad perdiendo de esta manera la representatividad global de toda la ciudad, o por el contrario, hay situaciones en los que dicho Concejales llegan por el llamado “voto de opinión” que no se puede sectorizar ni fragmentar, que puede llegar a representar un todo pero a la vez nada precisamente por ser tan efímero su origen de representatividad. 169 Lo anterior plantea, entre otras cosas, la debilidad con la que cuenta la composición del Concejo de Bogotá y la precaria representatividad con la que cuenta los casi los ocho millones de habitante que viven en nuestra capital. No hay desafío mayor para la política que el despertar en las mentes de sus ciudadanos la pasión por la participación, ni responsabilidad mayor que la de conformar ciudadanos “políticos” capacitados para proponer, impulsar y extender los límites del proyecto de fortalecimiento de la democracia como avance social de las nuevas generaciones. Entendemos que las y los Bogotanos, además de ser destinatarios de políticas deben encontrar espacios participativos propios donde poder integrarse al resto de los sectores de la sociedad como sujetos plenos de derecho. Llegar a las buenas prácticas políticas implica ampliar la esfera de discusión y de debate haciendo que la ciudadanía este cada vez más inclusiva y plural dándoles un papel importante a sus jóvenes. Siempre la participación y el control político será la traducción más palpable de la buena salud de la política al servicio de la democracia. Por otro lado, resaltamos también que una democracia sin Partidos Políticos fuertes es una democracia devaluada. Para evitar que esto ocurra es necesario impulsar una reforma política por medio de la cual se garantice un verdadero protagonismo a la ciudadanía que introduzca un cambio en las relaciones de poder político y social. Por todas las razones expuestas, hemos querido presentar a manera de producto de nuestro trabajo académico un proyecto de Acto Legislativo en el cual se vean reflejados todas las propuestas para superar las crisis de nuestra ciudad mejorando el nivel de democracia y participación de los que habitamos esta Capital. 170 En el capítulo tercero, podremos encontrar dicho proyecto de Acto Legislativo del cual nos permitimos resaltar la creación de una nueva forma de elección de nuestros Concejales de Bogotá, implementando con esto una novedosa forma de composición de dicha Corporación. Se plantea una doble forma de acceso al Concejo de Bogotá, la primera por votos obtenidos de todos los ciudadanos indistintamente del lugar de su residencia, tratando de plantear una especia de circunscripción distrital y segundo, por votos específicamente obtenidos por cada una de las localidades de la ciudad, con el fin de desarrollar el verdadero nivel de participación y representación de los habitantes de dicha localidad en la máxima corporación de Bogotá, indistintamente de su ubicación, censo electoral, estrato o total de habitantes. En este último punto, hemos decidió agregar una propuesta sobre la creación de otras tres localidades a las existentes al día de hoy en Bogotá, con el fin de poder equilibrar poblacionalmente la distribución de nuestra ciudad y aliviar algunas cargas que claramente no han sido posible sobrellevarlas en algunas localidades, en este orden de ideas, proponemos que haya un total de 23 localidades los cuales nos permitirá de manera equitativa formalizar la representación y vocería de todos los ciudadanos en el Concejo de Bogotá. Dichas medidas, permitirán que las decisiones que se tome en efecto en dicha corporación realmente conocerá de todas las realidades de las comunidades bogotanas desde las más ínfimas hasta las más complejas. Esto garantiza, que el vocero estará más cerca de la comunidad, habrá una verdadera representación y puente político entre los colectivos y el Gobierno. Esto beneficiara no solamente la inmediatez sino la comunicación, las consultas, la oportunidad en la presentación y resolución de los problemas. El control político mejoraría sustancialmente con la creación de esta figura, debido a que se conocerá realmente quienes son dichos representantes y se 171 sabrá de primera mano sus actividades y resultados que debe buscar a nombre de sus electores. Simplemente por hechos tan básicos como que sus representantes vivirán en su propia localidad, conocerán su entorno y circunstancias en las que fue electo y a su vez, se le facilitara a la comunidad establecer cualquier escenario que propicie ese control político hacia su apoderado. Somos conscientes también, que este tema debe atravesar por la discusión franca y sincera que debe darse entre la ciudadanía, entendida esta ultima como el verdadero factor multiplicador de la politiquería o el elemento cortante histórico que tanto busca la democracia en Colombia, la ciudadanía y sus líderes también debe entender que sin la purificación de la voluntad política y sin la renovación de las practicas va a resultar mas difícil la salida a la crisis de nuestra capital. Estas ideas aportadas en este trabajo académico pretende fomentar una nuevo de participación con el fin de dejar atrás los viejos esquemas del rol del Gobierno hacia con sus Ciudadano entre sí y la obligación de los representantes a mejorar su nivel de eficiencia y resultados en beneficio de la comunidad. 172 BIBLIOGRAFIA REFERENTE DOCTRINAL BIDART CAMPOS, German –, Representación Política, Prologo al libro de Sargues Néstor Buenos Aires; Editorial Orbir, 1973. GALLAGHER, Tom. Nationalism in the Nineties. 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