LA DEMOCRACIA EN BOGOTÁ D.C. JENNY ELIZABETH LINDO

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LA DEMOCRACIA EN BOGOTÁ D.C.
JENNY ELIZABETH LINDO DIAZ
LUIS FERNANDO ANGULO
DANIEL RIGOBERTO BERNAL GOMEZ
UNIVERSIDAD LIBRE
FACULTAD DE DERECHO
POSGRADOS
MAESTRIA EN DERECHO ADMINISTRATIVO
BOGOTÁ D.C.
2012
Nota de Aceptación
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
__________________________
Presidente del Jurado
__________________________
Jurado
__________________________
Jurado
Bogotá, D.C.,
1
A nuestros familiares, amigos, al Doctor Rory
Forero por su apoyo e invaluable orientación y a la
Universidad Libre, gran promotor de
liderazgo y pensamiento político.
2
AUTORIDADES ACADEMICAS
UNIVERSIDAD LIBRE
Fundador:
General Benjamín Herrera
Presidente Nacional
Dr. Luis Francisco Sierra
Rector Nacional
Dr. Nicolás Enrique Zuleta Hincapié
Censor Nacional
Dr. Benjamín Ochoa Moreno
Secretario General
Dr. Pablo Emilio Cruz Samboni
Presidente Seccional
Dr. Eurípides de Jesús Cuevas
Rector Seccional
Dr. Fernando Dejanon Rodriguez
Decano
Dr. Jesús Hernando Álvarez Mora
Secretario Académico
Dr. Álvaro Aljure Moreno
Director Instituto de Posgrados
Dr. Carlos Bernardo Medina Torres
Director de Monografía
Dr. Jose Rory Forero Salcedo
3
TABLA DE CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCION
5
CAPÍTULO 1.
LA DEMOCRACIA
1.1
12
DEMOCRACIA UNIVERSAL
12
1.1.1 DE LA REPRESENTACÌÓN POLITÌCA COMO MECANISMO
DEMOCRATICO
38
1.2
LA DEMOCRACIA EN COLOMBIA
42
1.3
LA DEMOCRACIA EN BOGOTÁ D.C
66
1.3.1 BOGOTÁ DISTRITO ESPECIAL
70
1.3.2 BOGOTÁ DISTRITO CAPITAL
73
CAPITULO 2
LAS SOMBRAS EN LA DEMOCRACIA
77
2.1
LA SOMBRA DE LA DEMOCRACIA UNIVERSAL
78
2.2
DEBILIDADES DE LA DEMOCRACIA COLOMBIANA
89
2.3
FALENCIAS DE LA DEMOCRACIA EN BOGOTÀ D.C.
98
2.3.1 ANALISIS COMPARATIVO
FRENTE A LAS DE 2011
DE
LAS
ELECCIONES
2007
101
2.3.2 ¿EXISTE DEMOCRACIA EN BOGOTA?
4
108
CAPITULO 3.
UNA PROPUESTA PARA SUPERAR LAS SOMBRAS DE LA
DEMOCRACIA EN BOGOTÀ D.C.
112
3.1
ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL DISTRITO.
RADIOGRAFIA ESPACIAL Y DEMOGRAFICA DEL DISTRITO
CAPITAL
114
3.1.1 DISTRIBUCION
LOCALIDAD
DEL
TERRITORIO
DEL
DISTRITO
POR
122
3.1.2 ANALISIS DEL NUCLEO NORMATIVO CONSTITUCIONAL.
ARTÍCULO 323 DE LA CONSTITUCION POLITICA
3.2
128
REFORMA POLÍTICA MIRANDO LO LOCAL.
REVOCATORIA DEL MANDATO COMO RESPONSABILIDAD
COLECTIVA
132
3.2.1 ACTUAL MODELO DE REVOCATORIA
3.2.2 REINGIENERIA DE LA REVOCATORIA DE
APLICADA AL CONCEJO DEL DISTRITO CAPITAL
3.3
132
MANDATO
133
EL RENACIMIENTO DE LO LOCAL ANTE LO DISTRITAL.
HACIA UN MODELO DE CIRCUNSCRIPCION ELECTORAL DE
LA CIUDAD
137
CONCLUSIONES
156
BIBLIOGRAFIA
172
5
INTRODUCCION
El presente trabajo de grado tiene la intención de hacer el análisis sobre la
evidente crisis de representación de la democracia en Bogotá, el cual se
presenta como un fenómeno socio jurídico complejo; este es un esfuerzo
realizado con fines académicos verdaderamente útil, cuyo fin será explorar el
pensamiento político de los miembros electos del Concejo de Bogotá en torno
al comportamiento con la democracia capitalina.
En este tema el análisis de las instituciones democráticas es fundamental para
poder entrar en la discusión sobre las tendencias de modernización que han
tenido lugar algunas ciudades capitales de América Latina en los últimos años.
En el cual es evidente que para los gobiernos la tendencia es despojar al
Estado de algunas funciones que en apariencia no le eran propias y que por su
naturaleza debían pasar a manos del sector privado, y que aquellas que por su
esencia permanecerían en el ámbito estatal serian tuteladas por instituciones
ágiles y eficientes.
A este escenario se le suma una carrera desenfrenada por llegar a ser
Concejal de la ciudad capital (una de esas instituciones democráticas
involucradas en un todo, se advierte), en donde algunos aspirantes son
acusados informalmente de utilizan practicas no tan moralmente y éticamente
validas, cayendo en la demagogia y reviviendo algunos de los principios que
profesaba en su época Nicolás de Maquiavelo, el más conocido de ellos “el fin
justifica los medios” como lo dijera en su gran obra “El Príncipe”. Todos esos
elementos esgrimidos en desarrollo de la actividad política en nada benefician
el ejercicio democrático; por el contrario las prácticas de algunos aspirantes al
cabildo están enmarcadas dentro de actos de agresión verbal, injuria y
6
calumnia utilizando siempre y en todo lugar la demagogia
que logran
aparentemente diezmar la voluntad del elector.
Dentro de estos criterios algunos organismos internacionales han llegado a
formular recomendaciones tendientes a evitar incrementos en la inversión sin
una previa revisión del funcionamiento de las instituciones. En su gran mayoría
argumentan que la inyección de recursos a través de organismos ineficientes
equivale a una malversación de los mismos, ya que muy probablemente éstos
se pierden en medio de la corrupción y la ineficacia.
Bogotá ha estado ausente de esta discusión institucional y ha optado por culpar
a las y los ciudadanos de todos los males que la aquejan. Se dice que la falta
de civismo y no la falta de autoridad y la corrupción es lo que ha llevado a la
ciudad al caos que hoy presenta, como si con el voto esos ciudadanos no
estuvieran entregando a las autoridades distritales que eligen un mandato para
manejar de manera idónea los recursos y de manera eficiente las entidades
encargadas de los asuntos de la ciudad. Es innegable que se necesitan
mejores ciudadanos, pero también una mejor administración de la ciudad que
logren una mayor aceptación y eficiencia en la representación de todas las
instituciones democráticas que la rodean.
De manera general vemos y leemos
la Democracia a través de todos los
medios de comunicación como la televisión, la radio o la prensa, pero también
la vemos utilizada en el discurso político. Pero esta palabra surge, de cuando
en cuando, en las conversaciones de las personas, carteles, revistas y hasta en
tiras cómicas; es muy utilizada pero, ¿qué quiere decir? De acuerdo con su
significado original, la democracia se refiere al gobierno del pueblo es una
forma de gobierno sinónimo de soberanía popular, significa que ningún poder o
autoridad puede estar por encima de las decisiones del pueblo. ¿Y quién
7
conforma el pueblo? El pueblo es un conjunto de ciudadanos libres e iguales;
ciudadanos que, conscientes de su libertad, tienen la facultad de elegir.
El Estado Colombiano posee una configuración de República unitaria y cuya
organización territorial, descrita en el artículo 113 de la Constitución Política,
establece su composición política administrativa a través de entes territoriales,
aplicando así la democracia en todas las ciudades, y que como consecuencia
incide y llega de manera directa en la forma en la que el pueblo desea ser
dirigido.
Este trabajo se
orienta a la ciudad Capital
de Colombia BOGOTÁ cuyo
asentamiento urbano es el de mayor población, conformada por ciudadanos y
ciudadanas de distintitas regiones haciendo gala a la frase popular BOGOTA
NO ES SOLO DE LAS Y LOS BOGOTANOS, reflejando una verdadera
radiografía sociopolítica de la democracia en Colombia.
En efecto, en la Constitución se introducen importantes innovaciones al
régimen del distrito capital dentro de un proceso de modernización con el fin de
adoptar de las medidas tendientes a acortar la distancia entre administración y
administrados.
Respondiendo a la filosofía de una coherente división territorial del distrito
capital, los constituyentes de 1991 idearon la novísima figura de la localidad.
Con esta unidad básica de organización territorial se procura el renacer de la
expresión comunitaria de los ciudadanos residentes en las diversas zonas de la
capital.
Precisamente este aspecto de apertura popular en la toma de decisiones, las
localidades del distrito tienen su mejor razón de ser. Asegurando la
8
participación efectiva de la comunidad en el cumplimiento de las funciones, los
servicios y las obras de interés común, otorgándoles a los ciudadanos
instrumentos fundamentales de fiscalización y vigilancia en todos aquellos
asuntos que les concierne de manera directa en su actuar cotidiano, pero que
desafortunadamente encuentra una barrera en los intereses particulares de
sectores, tradicionales o que responden a presiones especiales tanto del nivel
local como del nivel nacional, que permanecen con una representación en el
Concejo de Bogotá.
Dentro de este contexto, el reconocimiento de las localidades lleva consigo
elementos indiscutibles de descentralización territorial, que contrastan con el
manejo actual de las instituciones democráticas, en especial las del Concejo de
la Capital.
Hemos considerado importante iniciar nuestro estudio observando en sí mismo
el tema de la Democracia, razón por la cual el camino de nuestro trabajo inicia
en con el Capítulo Primero denominado “De la Democracia” relacionando los
hechos más relevantes de la construcción de la democracia como lo son la
Democracia en el mundo, la Democracia en Colombia y finalmente observando
la Democracia en Bogotá D.C.
En nuestro Capítulo Segundo, denominado “Sombras de la Democracia”
presentamos la antítesis de las consideraciones que trabajamos en el inicio del
estudio, debido a que nos permite ver ciertas realidades sobre la degeneración
de la aplicación y concepción de algunas dinámicas enmarcadas como
democráticos, razón por la cual, nos ocupamos de temas tales como las
sombras de la democracia en el mundo, en Colombia y finalmente en nuestra
Ciudad Capital.
9
En el Capítulo Tercero, fundamental en nuestro camino, planteamos algunas
ideas dirigidas al fortalecimiento de la democracia en la capital del país, y sobre
todo, la real aplicación de dicho precepto de manera efectiva, con el fin de
encontrar luces que derroten las sombras en la que ha vivido la ciudad en los
últimos años. Lo anterior implica, la revisión de la composición del Concejo de
Bogotá, entendido éste como el principal órgano de participación ciudadana
con la que cuentan las y los Bogotanos, la forma en que inciden los votantes, el
alto nivel de abstención a pesar del aumento de la población apta para votar y
la verdadera participación de todas y todos los ciudadanos desde el mas
inhóspito rincón de la ciudad en decisiones que los van a afectar.
Finalmente, concluimos con las características más importantes de la
democracia en el mundo, en nuestro país y en la capital, articulándolas con las
crisis y deficiencias que ellas presentan en la práctica durante los últimos años,
para definitivamente encontrar que teniendo una democracia efectiva nos
evitaríamos tener que cruzar por las crisis sociales y económicas por las que
actualmente está atravesando nuestra ciudad.
Abordando el estudio de la democracia a partir de la práctica, teniendo como
campo de investigación el Concejo de Bogotá elegido para el periodo
Constitucional
2008- 2011 y de frente a dicha composición se plantea el
problema de investigación, pretendiendo responder la siguiente pregunta: ¿En
la elección y conformación del Concejo Distrital de Bogotá D.C., se refleja una
verdadera Democracia en sus varias formas o solo se responde a intereses
particulares, personales o partidistas?
Para lograr encontrar una solución o mejor, una respuesta a nuestro
planteamiento del problema, se vislumbran varias opciones que se plantean a
manera de hipótesis dentro de las cuales podemos encontrar que los procesos
democráticos en Bogotá, están circunscritos a una mecánica política que
10
conducen básicamente a la elección de individuos con fines meramente
personales, por otro lado se plantea también como hipótesis la opción de que
brillan por su ausencia verdaderos partidos políticos, lo que prima son
pequeñas empresas que se crean con el objetivo de defender intereses de un
núcleo muy reducido que ven en la Corporación Legislativa de la ciudad un
medio para defender intereses privados, por otro lado, se plantea que son las
grandes familias y los grupos económicos los que logran llegar a la corporación
pública, dejando de lado el verdadero espíritu de la democracia y la política
como medio adecuado para el estudio de soluciones a problemas que afectan
a la sociedad capitalina, y que finalmente, no puede entonces compararse la
política que hace parte de una estructura de los Estados Democráticos, a la
politiquería que podría considerarse que es el juego de la ilusión de un elector
en las urnas al hecho de conferirles su representación política.
La presente investigación se justifica en la ausencia de estudios sistemáticos,
sobre el Concejo Distrital y en general sobre los medios de construcción de la
democracia capitalina; seguramente el producto de la presente investigación
debe servir a los futuros líderes de la capital para transformar esas realidades,
hacer viable la participación comunitaria, fortalecer la actividad partidista como
mecanismo de control político y rescatar el Concejo como medio de diseño e
implementación de políticas públicas para la ciudad.
Para la realización del siguiente estudio se utiliza la estrategia Metodológica
descriptiva a partir del análisis, de los textos existentes, como también de la
lectura de algunas encuestas relativas al nivel de participación y de la
democracia en la ciudad, con una aplicación de la hermenéutica, la técnica
fundamentalmente es cualitativa auxiliándonos en las fuentes primarias y
secundarias.
11
El objetivo general que se plantea en el trabajo es el de analizar el nivel de
democracia real con la que cuentan los ciudadanos y ciudadanas eligiendo bajo
el actual modelo sus voceros y representantes en el Concejo de Bogotá.
Gracias a lo anterior, podemos establecer como los objetivos específicos que
esperamos alcanzar, el primero, analizar y destacar los hechos más notorios
para la construcción de la democracia en el mundo y la influencia en nuestro
país y observar la democracia en Bogotá D.C, segundo, demostrar las
limitaciones que tiene el ejercicio de la democracia en el mundo, en Colombia y
finalmente en Bogotá D.C, a partir del cómo se conforma la organización del
Concejo Distrital realizando un análisis jurídico - político, partiendo de la
Constitución, el Estatuto Orgánico de la ciudad, las leyes complementarias, los
acuerdos que se han expedido para el funcionamiento del mismo y la praxis de
la misma Corporación y, tercero, proponer
medidas que permitan el
fortalecimiento y pleno cumplimiento que lleven a una democracia efectiva en
Bogotá como fórmula de superación de la crisis de representación ciudadana
en la capital.
Pretendemos a manera de resultados, lograr una publicación de la monografía,
como medio de dar a conocer
la problemática del ejercicio democrático
teniendo como referencia el Concejo Distrital brindando a los movimientos
sociales representativos y a los partidos políticos un estudio sistemático, que
permita a los aspirantes a dirigentes locales o distritales, superar las
costumbres políticas que han dominado el quehacer de la Corporación Distrital
y finalmente, producir dicho material como presupuesto para participar en
debates, seminarios y discusiones en torno a una posible reforma la
democracia local y distrital.
12
CAPÍTULO 1.
LA DEMOCRACIA
1.1 DEMOCRACIA UNIVERSAL
Democracia es una palabra realmente popular, la escuchamos a diario en los
medios de comunicación, en los discursos políticos, en las discusiones diarias
del ciudadano del común y cada persona cree tener una concepción de la
misma sin entrar en honduras ni
intentar una definición. El termino
así
utilizado se convierte en una categoría lingüística frente a la cual nadie se
ocupa de racionalizar su verdadero alcance o significado.
GUILLERMO CABANELLAS plantea que:
“La palabra democracia procede del griego demos, pueblo, y cratos
poder, autoridad. Significa el predominio
gobierno
popular en el Estado, el
del pueblo por el pueblo; o, al menos a través de sus
representantes legítimamente elegidos, que ejercen indirectamente la
soberanía popular en ellos delegada” “…La democracia se concibe como
una forma de Estado dentro de la cual la sociedad entera participa o
puede participar, no solamente en la organización del poder publico, sino
también en su ejercicio”.1
De la definición transcrita podemos deducir que democracia, significa la
posibilidad, para todo ciudadano de participar en el diseño y construcción del
1
CABANELLAS, Guillermo. Diccionario de Derecho Usual. Editorail Heliasta. Bueno Aires,
Sexta edición, 1972, Tomo I, pág. 617.
13
poder publico, ahora bien, dentro de la misma ya aparece la primera gran
división que se va a dar en la vida práctica, cual es el ejercicio de manera
directa, situación perfectamente posible en pequeñas comunidades, mientras
que en la medida en que dichas organizaciones sociales se extendieron fue
necesario acudir a la representación, pero ello hace parte de la clasificación o
mejor de las formas de ejercer la democracia que veremos más adelante.
Entonces, la democracia entendida como forma de gobierno es sinónimo de
soberanía popular. Significa que ningún poder o autoridad puede estar por
encima de las decisiones del pueblo. ¿Y quién conforma el pueblo? El pueblo,
es el conjunto de ciudadanos libres e iguales; ciudadanos que, conscientes de
su libertad, tienen la facultad de elegir. Esta afirmación puede resultar arcaica,
en la medida en que hace relación al carácter de ciudadano, que en las
instituciones griegas y romanas tenían sectores específicos de la sociedad,
afortunadamente
superados por la historia; hoy habría que afirmar
simplemente que pueblo son todos las y los ciudadanos en ejercicio.
Para TOURAINE, la democracia es un régimen político cuyo funcionamiento
está mediado por los tipos de articulación entre sociedad, sistema político y
Estado existentes en una formación social, en un momento histórico
determinado.2
De las definiciones transcritas hasta ahora surge una clara diferenciación entre
el concepto de democracia como categoría filosófica-política y la democracia
como institución, en otras palabras la clara diferenciación entre el ser y el deber
ser o si se quiere una cosa es la propuesta democrática en cada formación
social en un momento histórico determinado y otra son, las instituciones que
2
ZAPATA, Francisco. Léxico de Política. Fondo Económico de Cultura. México 2000. Pagina
134.
14
se producen como efecto de llevar a la realidad dichas propuestas
democráticas.
“Sin duda que ha sido largo el trasegar de las instituciones democráticas
en el mundo occidental, el sentido tradicional con el que se manejo
históricamente dicho concepto viene siendo superado en el sentido de
ampliar su significación material dentro de la sociedad, sobre todo a
partir del surgimiento del llamado “Estado Social y Democrático de
Derecho” o de su equivalente “Estado Constitucional”. La democracia ya
no se reduce a la participación ciudadana a través de partidos y
movimientos sociales, sino que ella conlleva la construcción de las
condiciones reales o si se prefiere materiales de los medios que hagan
posible
la
realización
de
los
derechos
humanos,
derechos
fundamentales y aquellos denominados de tercera generación, es decir,
económicos, culturales y sociales o colectivos, entre ellos los del medio
ambiente”.3
Al respecto la afirmación de que el acceso de la democracia al estatuto de
idealidad normativa se traduce por el hecho de que esta noción abarca, ahora,
más que instituciones definidas, un conjunto de valores: los derechos humanos,
derechos fundamentales; La noción tiende así, como atestigua la variedad de
sus usos, a no ser ya de orden estrictamente político, en el mismo momento en
que se ha convertido en referencia común, y tal vez equivoca, de los proyectos
políticos más diversos.4
3
SARTORI, Giovanni. Teoría de la Democracia. Alianza Universidad, Madrid, 1995, pagina 141
4
RAYNAUD, Philippe y RIALS Stephane. (Compiladores). Diccionario Akal de Filosofía
Política. Madrid , 2001. Pagina 149..
15
Tal concepción de democracia, como decíamos en forma anticipada supera el
rol tradicional del concepto, porque ya no se trata de que el ciudadano de
alguna forma participe, delegando o participando o la otra concepción de que
es un mecanismo
de integración del poder publico, sino que la nueva
concepción, empieza a observar los resultados de esa construcción
democrática y a medir sus efectos, ello lleva a que diversos autores empiecen
a
hablar y hacer una clara diferenciación entre democracia formal y
democracia sustancial.
Al respecto FERRAJOLI plantea:
“De aquí la connotación “sustancial” impresa por los derechos
fundamentales al Estado de derecho y a la democracia constitucional.
En efecto, las normas que adscriben – mas allá e incluso contra las
voluntades contingentes de las mayorías-Los derechos fundamentales:
tanto los de libertad que imponen prohibiciones, como los sociales que
imponen obligaciones al legislador, son “sustanciales”, precisamente por
ser relativas no a la “forma” (al quien y al cómo) sino a la “sustancia” o
“contenido” (al qué) de las decisiones (o sea, al qué no es licito decidir o
no decidir). Resulta así desmentida la concepción corriente de
democracia como sistema político fundado en una serie de reglas que
aseguran la omnipotencia de la mayoría. Si las reglas sobre la
representación y sobre el principio de las mayorías son normas formales
en orden a lo que es decididle por la mayoría, los derechos
fundamentales circunscriben la que podemos llamar esfera de lo
indecidible de lo no decidible que, es decir, de las prohibiciones
determinadas por los derechos de libertad, y de lo no decidible que no,
16
es decir, de las obligaciones públicas determinadas por los derechos
sociales”5
Dicha posición no es compartida por la mayoría de estudiosos del concepto de
democracia entre ellos BOBBIO, quien plantea en contraposición que:
“Por ser imposición históricamente de las mayorías, la democracia se
desdibuja porque la hace irreversible, lo cual niega su esencia. Posición
que resulta enfrentada por Bovero, que en su defensa plantea que la
parte dogmatica de la constitución, es decir, aquella que corresponde a
los principios que orientan el basamento filosófica de la misma, es
intangible, para soportar dicha posición manifiesta que los derechos y
los derechos fundamentales hacen parte de las luchas que han librado
las mayorías y que han logrado incorporar a las Constituciones, a las
cuales se les debe dar la categoría de “contrato social”, el cual por ello,
ni siquiera las mayorías, actuales, como expresión de la democracia
tiene el poder de revocar , como quiera que son parte fundante del
Estado moderno.” 6
En palabras de FERRAJOLI:
“En efecto, en el Estado Democrático de derecho, si las normas formales
sobre la vigencia se identifican con las reglas de la democracia formal o
política, en cuanto disciplinan las formas de las decisiones
que
aseguran la expresión de la voluntad de la mayoría, las normas
5
FERRAJOLI, Luigi. Los Fundamentos de los Derechos Fundamentales.
Editorial Trotta.
Barcelona. 2003, pág 36
6
BOBBIO, Norberto. Democracia y Liberalismo. Fondo Económico de Cultura. México 2007,
pág. 78
17
sustanciales sobre la validez, al vincular al respecto de los derechos
fundamentales y de los demás principios axiológicos establecidos en
ellas, bajo pena de invalidez, la sustancias
(o el significado) de las
decisiones mismas, corresponde a las reglas con las que bien se puede
caracterizar la democracia sustancial”7
Ahora bien, la prohibición o si se prefiere,
los limites a la reforma o
modificación de los principios democráticos consagrados a nivel constitucional,
no es novedosa, en la Constitución norteamericana de 1787 se establece en su
artículo quinto (5) que se prohíbe su modificación hasta el año 1808 de la I y la
4 clausulas de la sección 9 del articulo 1. Y la Constitución francesa de 1791
estableció la prohibición de cualquier tipo de reforma antes del transcurso de
dos legislaturas (4 años) a partir del momento de su aprobación (artículos 3
título VII).8
Ello es explicable para dichas cartas porque precisamente nacieron de un
proceso revolucionario y en ellas quedo plasmado el miedo del constituyente
de que el antiguo régimen por la vía del parlamento pretendiera anular las
conquistas del liberalismo consagradas en la norma positiva. Posteriormente
las Cortes y la doctrina han venido desarrollando la prohibición de la expedición
de normas que contengan una regresión. 9
7
FERRAJOLI. Op. Cit.. pág.37.
8
RAMIREZ, Cleves GONZALO Andrés. Los limites de la Reforma Constitucional en Colombia.
Ediciones Universidad Externado de Colombia. Bogotá 2005. Pág. 344.
9
RESTREPO, Piedrahita Carlos. Constituciones Nacionales Colombianas, Ediciones
Universidad Externado de Colombia. Bogotá, 1997, pág., 192.
18
En nuestro ordenamiento la Constitución
de 1830 en su artículo 164
consagraba:
“El poder que tiene el congreso de reformar la Constitución no se
extiende a la reforma de gobierno, que será siempre republicano,
popular, representativo, alternativo y responsable.”
La posición a que hacíamos mención, sobre el compromiso programático
constitucional como expresión democrática, se ha venido abriendo campo en
diversos sectores, al respecto la Corte Constitucional Colombiana, que viene
irradiando su doctrina a la mayoría de países latinoamericanos, que ven sus
sentencias como punto de referencia; mantiene como línea jurisprudencial la
intangibilidad de la parte dogmatica de la Carta constitucional por parte del
legislador e igualmente produciendo fallos direccionados al cumplimiento de
dichos valores, principios y derechos fundamentales, como forma de expresión
democrática.
Tradicionalmente, como se ha señalado, el concepto de democracia, como
todo concepto social viene sufriendo modificaciones, que son reflejo de la
realidad, sin duda en principio la democracia se ejercía en forma directa,
inicialmente fue la opción de participar en las decisiones que afectaban el
grupo familiar, el clan o la comunidad,
liberalismo,
posteriormente con la irrupción del
se entrego la representación como culminación de esa gran
revolución liberal, que históricamente generaron las revoluciones inglesa,
francesa y norteamericana, hasta llegar a nuestros días, donde se empieza a
hablar de democracia participativa, donde ya no es suficiente la participación
electoral sino que la concepción democrática busca la materialización de los
derechos humanos de primera y segunda generación, como realización
dogmatica de las constituciones.
19
En la segunda mitad del siglo XIX, el aumento de la población y el surgimiento
de grandes concentraciones urbanas hacen que la democracia directa vaya
cediendo paso a la representación. El liberalismo comienza a utilizar el término
Democracia Representativa10, acuñado por Tocqueville. De esta manera se
concede al sufragio y al sistema electoral en general, el papel esencial dentro
del ejercicio democrático y se relegan a un segundo plano la participación
ciudadana en la toma de decisiones y en el ejercicio del poder.
Para SARTORI, existen tres tipos fundamentales de democracia y las clasifica
como democracia política, democracia social y democracia económica. Sin
duda la llamada democracia política, tiene capacidad totalizadora, como quiera
que las otras puedan considerarse tan solo componentes de la democracia
política.
Democracia Social: el mismo autor la ubica como aquella que se desarrolla al
interior de pequeñas organizaciones sociales, tales como asociaciones,
conjuntos residenciales, y de cualquier organización mutual en las cuales se
ejerce la democracia directa.
Democracia económica: la doctrina en general entiende que son todas las
medidas destinadas a lograr la igualdad económica, la eliminación de la
pobreza, el apoyo estatal a los proyectos de pequeñas empresas, y en general
10
Con Tocqueville se introduce lo que Giovanni Lobrano llama "vacuidad conceptual" alrededor
del término democracia en la iuspublicística contemporánea, al calificar de democrático un
régimen (el norteamericano) que nunca pretendió serlo (Madison creador de la Constitución
Norteamericana expone claramente "los demócratas siempre han ofrecido el espectáculo de la
turbulencia y de la discordia, se han mostrado siempre enemigos de cualquier forma de
garantías a favor de las personas o de las cosas". A partir de ese momento se funden en un
solo concepto dos conceptos hasta ahora vistos como contradictorios: democracia y
representación.
20
por la redistribución de la riqueza eliminando los extremos de pobreza y
riqueza.
DAVID HELD, en su obra Modelos de democracia11, sistematiza este problema
conceptual acerca de la democracia en cuatro puntos de vista esenciales, que
van desde el concepto más radical de una participación directa hasta una
simple representación desligada de la voluntad popular:
1.
Todos deberían gobernar: todos deberían participar en la promulgación
de leyes, la toma de decisiones y la administración gubernamental;
2.
Los gobernantes deberían ser responsables ante los gobernados;
3.
Los gobernantes deberían actuar en interés de los gobernados;
4.
Los gobernantes deberían ser elegidos por los gobernados.
La afirmación de HELD pertenece a la discusión tradicional entre democracia
clásica y el concepto liberal de democracia, no en el concepto de democracia
moderna, donde como hemos venido estudiando, ya no resulta acertado
afirmar que la participación del ciudadano en la conformación del poder público,
o el poder de revocatoria constituyen la realización material de las formas
democráticas.
Mientras que resulta de la mayor aceptación la formula de Lincoln: “gobierno
del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”
ella,
12
algunos intérpretes solo ven en
una expresión del poder popular como elemento fundamental de la
democracia, planteada por el dirigente norteamericano, sin apreciar que dicha
expresión conlleva la concreción de los derechos económicos y sociales en
11
HELD, David: Modelos de Democracia, Alianza ensayo, Madrid, 2001. Pág. 19
12
Discurso pronunciado por el presidente de los Estados Unidos; ABRHAM LINCOLN en la
ciudad de Gettysburg (Estado de Pensilvania).
21
beneficio de todos los sectores sociales, componentes del poder popular. Este
elemento significa
la participación popular en los asuntos públicos y en el
ejercicio del poder político. El dilema de esa formula, claramente está en la
interrelación gobernante – gobernado. La democracia exige una dependencia
directa del primero al segundo, es decir, el gobernante debe responder al
gobernado, pues este lo escoge y le permite ser su voz.
La idea de la democracia tuvo su origen en la antigua Grecia, hace más de dos
milenios. También hubo intentos poco sistemáticos de democratización en
otros lugares, incluida la India. Pero realmente fue en la antigua Grecia donde
tomó forma y se puso en práctica de verdad –aunque a una escala limitada–
antes de colapsar y ceder el paso a formas de gobierno más autoritarias y
asimétricas13.
Tuvo que pasar mucho tiempo para que surgiera tal y como la conocemos hoy
en día. Fueron varios los acontecimientos que permitieron su gradual y
finalmente exitosa instauración como sistema efectivo de gobierno, desde la
firma de la Carta Magna en 1215 hasta la universalización del sufragio en
Europa y Norteamérica en el siglo XX, pasando por las revoluciones francesa y
norteamericana del siglo XIX. Sin embargo, sólo en el siglo XX llegó a
establecerse como la forma “normal” de gobierno a la que tiene derecho
cualquier nación, sea en Europa, América, Asia o África14.
Grecia, cuna de la democracia, supo de este término luego de un camino
trabajoso durante un siglo y medio. Entre los años 620 y 593 antes de Cristo,
13
GRANDONA Mariano Historia de la democracia,. Septiembre 2000. Serie documentos de
trabajo. Universidad del CEMA. Dpto de Ciencias políticas .Argentina.
14
GRANDONA Mariano Historia de la democracia,. Septiembre 2000. Serie documentos de
trabajo. Universidad del CEMA. Dpto de Ciencias políticas. Argentina.
22
Atenas la principal ciudad Grecia se inicio la distinción entre leyes de la
naturaleza, poblada de Dioses y las leyes netamente humanas, distinción sin la
cual no hubiera sido posible la democracia.
Gracias a las Leyes de Dracon y de Solon, se implemento un nuevo modelo de
poder quizás no tangible e impersonal, al que llamaron “nomos” o norma
(palabra equivalente a la lex o “Ley” de los romanos) y que su fuente no era
precisamente de afuera o sobrenatural, su origen surgía de adentro, de la polis,
es decir de ellos mismos.
En dicha época, el Jefe, a quien se le denominaba Dracón y Solón,
simplemente, mandaba, el mismo caso del legendario Licurgo en Esparta,
entre otros, quienes en algunas ciudades Griegas, legislaron.
Como lo señala GRANDONA, respecto a las formas y dinámicas del poder en
los años antes de Cristo,
“…dejaron leyes que los sobrevivirían, obligando a sus sucesores a
comportarse de acuerdo con ellas. Cuando alguien ascendía a una
posición de mando, ya no podría gobernar a su arbitrio sino en el marco
de la ley. Desde entonces, a la polis ya no la separó del mundo
circundante sólo una muralla de piedra, sino también la muralla invisible
de sus leyes. La obediencia de los griegos a las leyes de la polis
asombró a pueblos primitivos como los persas, que sólo obedecían al
mando de un déspota. Herodoto, el cronista de las Guerras Médicas
entre los persas y los griegos y el inventor de la historia “secular”, narra
en un pasaje frecuentemente citado que Jerjes, el rey persa cuyo sueño
era apoderarse de Grecia, se burló un día de los frágiles griegos que se
atrevían a desafiar su formidable ejército. Pero Demaratus, un ex rey de
Esparta que se había refugiado en su corte, le sugirió no subestimar a
los griegos porque ellos, “si bien se consideran libres, no lo son del todo.
En efecto: reconocen por encima de ellos un amo al que temen más aún
23
que tus siervos a ti. Ese amo es la ley. Entre otras cosas, ella los obliga
a no huir frente al enemigo y a permanecer obstinadamente en el campo
de batalla hasta la muerte o la victoria”. Por no hacerle caso a
Demaratus, Jerjes resultó el gran derrotado de las Guerras Médicas.”15
Gracias a dichos acontecimiento, fue que a las ciudades o comunidades
organizadas mediante reglamentos o leyes constitucionales, se le denomino
politeia16 que a nuestros tiempos, se podría denominar la “Republica”.
El camino que tuvo que atravesar esta politeia reconoce dos actos
fundamentales. El primero, en el año 507 antes de Cristo cuando Clistenes
creó la Republica Democrática, y segundo, en el año 462 ya que fue el tiempo
en el que Pericles fundo la Democracia Plenaria. En palabras textuales del
profesor argentino GRANDONA:
“una democracia tan pura, tan osada, que nunca ha habido otra como ella”
15
GRANDONA Mariano. Historia de la democracia,. Septiembre 2000. Serie documentos de
trabajo. Universidad del CEMA. Dpto de Ciencias políticas .Argentina.
16
En las obras de los filósofos griegos antiguos, el principal significado de Politeia parece ser:
"cómo una polis se ejecuta constitución". La Politeia se diferencia de las constituciones
modernas escritas en dos aspectos: en primer lugar, no todos los estados griegos ponen sus
leyes por escrito, los griegos normalmente no distinguían la legislación ordinaria y la
constitucional. Si un determinado órgano tiene el poder para cambiar las leyes, tiene el poder
para controlar su propio poder y la pertenencia incluso la supresión de sí mismo y crear un
nuevo órgano rector. Los términos «sistema de gobierno», «organización estatal», «forma de
gobierno» y, más recientemente, «régimen» también se han utilizado para traducir politeia. Sin
embargo, «régimen» tiene unos inconvenientes: es ambiguo, donde no lo es politeia, ya que un
cambio de régimen puede significar un cambio de gobernadores en virtud de la misma forma de
gobierno; régimen, en español, tiene un tono negativo, pero en griego politeia no lo tiene.
24
Existen acontecimientos en el mundo, sin los cuales no hubiese podido dar la
construcción de la democracia, las guerras ideológicas las cuales
en la
actualidad alguna de ellas no han sido eliminadas en su totalidad se
constituyeron como factores determinantes para evidenciar la necesidad del
establecimiento y fortalecimiento del régimen democrático en los estados.
Así fue como las llamadas “Guerras Medicas” entre Persia y Grecia se baso en
fuertes confrontaciones ideológicas obteniendo como triunfadora a Atenas
siendo esta, la causante de que Persia salieran radicalmente derrotados en las
batallas de Maratón, Salamina y Platea que se desarrollaron en los años 479 y
490 antes de Cristo. Fue gracias a estas tres confrontaciones que Grecia, la
democracia y el occidente se dieran un indiscutible sendero en la historia.
Para entender este fenómeno de manera más detallada, el catedrático David
Garcia Vanegas nos hace un breve recuento así:
“La reforma de Clístenes en el año 510 antes de Cristo, fue un paso
decisivo para la democratización; distribuyó los Demos del Ática en diez
tribus, eliminando la división anterior entre el campo, la costa y la
montaña; así mismo, creó el Consejo de los 50017, que proponía las
17
En las ciudades de Grecia Antigua la Boulé (en griego Βουλή, también transcrito por Bulé)
era una asamblea restringida de ciudadanos encargados de los asuntos corrientes de la
ciudad. Su nombre, a menudo, ha sido traducido por «Consejo», y más raramente, por
«Senado». En Atenas se llamaba Boulé al Consejo del Areópago, hasta que Solón creó el
Consejo de los Cuatrocientos. Clístenes amplió el número de bouleutas hasta 500, número que
se conservará posteriormente. Estos se eligen anualmente por sorteo entre los ciudadanos de
más de treinta años y reciben una paga de cinco óbolos. Son el verdadero órgano de gobierno
de la democracia y gozan de las funciones deliberativa, administrativa y judicial. En la Ilíada,
relatando la Guerra de Troya se supone desarrollada en la época arcaica, la Boulé es la
asamblea de los jefes griegos que debaten, a la llamada de Agamenón, sobre cuestiones de
estrategia y de gobierno. De este tipo de estructura de nobles aconsejando a un rey más
poderoso, la denominación de la Boulé evoluciona para designar diferentes instituciones, con
poderes variables, según los regímenes políticos y las épocas. Así como en los regímenes
25
leyes y era la suprema autoridad administrativa. Es entonces como la
democracia griega llegó a su máxima expresión con Pericles. La
democracia como sistema político tiene relación con la titularidad y el
ejercicio del poder. Para colectividades pequeñas, como en el caso de
las asambleas en la ciudad-Estado de la Grecia antigua, o los cabildos
abiertos de nuestra organización colonial, fue posible la interacción cara
a cara de los ciudadanos. En estos casos, la titularidad y el ejercicio del
poder permanecían unidos, es decir, una forma de autogobierno. Sin
embargo, cuando el pueblo se compone de decenas o centenas de
millones, dicha práctica es imposible y entonces se hace necesario
separar la titularidad del ejercicio, con lo que nace la democracia
representativa”18
Se desarrollaron entonces dos mecanismos de participación democrática; los
cargos seleccionados por sorteo en el cual todo ciudadano podría participar sin
necesidad de discutir sus meritos o sin que mediara algún signo de popularidad
o fama. Este método era apreciado como un medio eficaz para prevenir la
compra y venta de votos y dar a los ciudadanos una igualdad política para
lograr el cargo gubernamental.
El segundo mecanismo, era el de los Cargos Electos. En este sistema
alrededor de cien funcionarios eran electos mediante votación, los cuales a su
vez se dividían en dos tipos: los funcionarios que tendrían como
oligárquicos el cargo de bouleuta era hereditario, en la Atenas democrática y sus émulos, era
otorgado por sorteo. La mayoría de las boulai son desconocidas, sólo la Boulé ateniense está
descrita por abundantes fuentes históricas (y especialmente la Constitución de los atenienses
atribuida a Aristóteles y a sus discípulos del Liceo, cuya redacción sería sobre el 330 a. C.).
18
GARCÍA VANEGAS, David. Democracia y constitución. Colombia: Universidad Cooperativa
de Colombia, 2006. p 17. http://site.ebrary.com/lib/lablaavirtualsp/Doc?id=10154625&ppg=18
Copyright © 2006. Universidad Cooperativa de Colombia.
26
responsabilidad el manejo de grandes cantidades de dinero y los diez
generales llamados los “strategoi”19. De las principales causas para que en su
momento se eligieran los funcionarios que manejarían los recursos económicos
era que de esa manera de podría evitar cualquier desfalco o que dado el caso
de que se presentara dicha situación, se podría recuperar con sus propios
bienes el patrimonio usurpado, es decir, que contaban con bienes que
respaldaban su gestión a manera de garantía. En consecuencia, esta elección
solo favorecía a los ricos de la época, ya que la riqueza era un requisito
imprescindible para postularse.
En cuanto a estos últimos, su elección no solo se le atribuía al cumplimiento
pleno de unos requisitos intelectuales y académicos, sino también debían ser
personas con experiencia y valiosos contactos en la sociedad griega donde
posiblemente se desarrollarían guerras griegas, ya que el demostrar tener
contacto en dichos territorios le brindaban al ciudadano cierta tranquilidad de
que dicho representante tendrá como hacer bien su tarea.
Estos strategoi eran sometidos a exigentes revisiones y verificaciones de los
requisitos necesarios para
la ostentación de dicha dignidad. Estos
representantes elegidos por el voto de los ciudadanos podían ser
ser
destituidos en cualquier momento.
19
Strategos (plural: strategoi, del griego στρατηγός) es el nombre usado en la Antigua Grecia
para designar al general, o sea el comandante en jefe y supremo de un cuerpo militar terrestre.
Era un magistrado de la antigua Atenas. Los estrategos eran originariamente los diez jefes
militares que las diez tribus creadas por Clístenes elegían, a razón de uno por tribu, para
mandar las fuerzas que cada una de ellas aportaba a la totalidad del ejército, y formaban el
Estado Mayor del polemarca, en esta época jefe supremo del ejército ateniense. Eran elegidos
para el plazo de un año y sus cargos eran reelegibles. Sólo a partir del 487 a. C. asumieron el
mando del ejército, desplazando de sus funciones al arconte polemarca.
En los imperios
helénico y bizantino también servía para describir a un gobernador militar. En la actualidad
corresponde al grado máximo en el Ejército griego.
27
A su vez, se contaba con tres organismos políticos mediante los cuales los
griegos podían ejercer su participación democrática. El primero y más amplio
de ellos, la llamada Asamblea o “Ecclesia” , en la cual asistían cientos de
ciudadanos y la democracia en este organismo era de manera directa mas no
representativa, el requisito para poder concurrir a este espacio, era
simplemente que fuese ciudadano y mayor de 20 años, y era un deber hacerlo.
En esta Asamblea era donde se desarrollaban los dos mecanismos de
participación democrática, el sorteo y las elecciones para acceder a los cargos.
La denominada Asamblea tenia dentro de sus funciones primordiales las de
llevar acabo ordenes de nivel ejecutivo tales como decretos, la toma de
decisiones tales como de aprobar o no una guerra,
la concesión de la
ciudadanía a extranjeros y la de juzgar delitos y crímenes políticos.
Durante el desarrollo del sistema la función de juzgar delitos se traslado a los
Tribunales de Justicia. El modelo básico que se uso para sus dinámicas
electorales se realizo principalmente con los oradores de la época quienes se
distinguieron por pronunciar discursos A medida que evolucionó el sistema,
esta última función paso a manos de los tribunales de justicia. El formato
estándar que se utilizaba para sus mecanismos electorales estaba basado
fundamentalmente en los oradores que pronunciaban los discursos a favor o en
contra de un tema específico y luego se procedía a la votación (generalmente a
mano alzada). Aunque en algunas decisiones cruciales se podría presentar el
caso de la conformación de bloques de opinión, aunque en otras ocasiones
podrían tener vocación de permanentes, no había Partidos Políticos y tampoco
existía una oposición oficialmente constituida. La votación era por mayoría
simple.
El segundo organismo político de participación democrática era el Consejo de
los 500 llamado “Boulé”, quien actuaba como la rama ejecutivo de la Asamblea
y vigilaba las acciones de los magistrados que desarrollaban funciones
28
administrativas de Atenas. En conjunto, la denominada “Boulé” era responsable
de la mayor parte de la administración de la polis, aunque se destaca que tenia
escasa capacidad de iniciativa ya que finalmente se circunscribía a la ejecución
de las directrices y propuestas decididas en la Asamblea.
Finalmente, el tercer organismo político, era el denominado “dikasteria” o
Tribunales20 el cual tenía bajo su responsabilidad el ejercicio de la función del
sistema legal basada en los jurados o jueces. Estos tribunales eran
seleccionados por sorteo. Para poder participar de dicho mecanismo el
ciudadano debía cumplir el lleno de algunos requisitos tales como ser mayor
de 30 años de edad, esta condición respecto al límite de edad, es igual que
para los funcionarios pero diez años mayor que la requerida para la
participación en la Asamblea, esto con el fin de otorgarles mayor prestigio y
aumentar su nivel jerárquico.
A pesar de
las debilidades y fracasos, la democracia ateniense marco
rotundamente a quienes siglos más tarde tuvieron que conocer su historia y
observar asuntos de la democracia. Solo hasta el año 1688 de nuestra era, la
“Gloriosa Revolución” inglesa puso en marcha el proceso institucional que
terminaría en la llamada “democracia contemporánea” para articularse en el
año 1761, con la publicación llamada “ El Contrato Social,” el ginebrino
Jean−Jacques Rousseau volvió a proponer a la democracia de tipo ateniense
como un proyecto político irrenunciable. Los escritos de Rousseau tendrían una
influencia decisiva en la Revolución Francesa de 1789.
20
Los tribunales de Atenas se basaban en el llamado derecho griego que es un gran
desconocido para los historiadores actuales. Con penas que las partes proponían a los jueces,
un complejo sistema asambleario de jueces-jurado, la falta de una policía organizada que era
suplida por las averiguaciones de la acusación particular. Se caracteriza sobre todo por la falta
de una codificación sistematizada debido a la enorme fragmentación política de la Grecia de las
poleis y la falta de unas leyes escritas, que en el caso de Esparta se cuentan que se
prohibieron expresamente por Licurgo.
29
Pero no podríamos referirnos a grandes hechos históricos de la democracia sin
hablar de Roma. No sólo por su transcendental recorrido de más de 12 siglos
desde su creación en el año 753 antes de Cristo hasta su caída en manos de
los bárbaros en el año 476 después de Cristo, sino que también por su
poderosa proyección sobre los regímenes que la sucedieron. Desde el año 753
hasta el año 509 antes de Cristo, Roma fue desarrollada mediante el sistema
de la monarquía. Desde el año 509 hasta el año 27 antes de Cristo mediante el
modelo de la república. Desde el año 27 antes de Cristo hasta la invasión
bárbara del año 476 después de Cristo, fue un imperio. Pero la República y el
Imperio, que duraron cada uno quinientos años, dejaron una larga secuela.
Para nuestros tiempos, Roma cuenta con un rol protagónico en cuanto a la
formación y construcción de las democracias no solamente por implementar
una dinámica mixta basada en la participación del pueblo en la actuación de
cuerpos representativos denominados “aristocráticos” y de funcionarios
ejecutivos que prologarían el poder de los reyes en la modalidad
representativa, sino también porque logro debido a su lucha conquistadora
empoderarse de Atenas.
El proceso de modernización política ha transcurrido por diferentes etapas y
sus experiencias contienen características de índole política y social
especiales, una de sus principales anotaciones ha sido la creación del sufragio
universal. Lo anterior lo reseña FORNER, así:
“En Francia, la instauración del sufragio universal, al menos en su
acepción masculina, resulto particularmente precoz. Las experiencias de
las épocas revolucionaria e imperial fueron efímeras, perturbadas por las
circunstancias políticas o tergiversadas por el autoritarismo napoleónico.
Por el contrario, a partir de 1848, la vida política francesa estuvo
dominada de forma continua por el ejercicio del sufragio universal. En la
mayor parte de los demás países europeos, este último no fue
30
establecido hasta finales del siglo XIX. Durante varias décadas, Francia
pudo servir de modelo a los países vecinos o lejanos, o en todo caso ser
considerada
como
un
terreno
experimental.
El
estudio
del
funcionamiento del sufragio universal como en el caso de Francia en una
época en la que aun era el estado pionero de Europa, es sin duda
alguna, el mejor medio para comprender los aspectos contradictorios del
proceso de modernización política”21
El artículo 6 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de
1789, establece que: 22
“La ley es expresión de la voluntad de la comunidad. Todos los ciudadanos
tienen derecho a colaborar en su formación, sea personalmente, sea por medio
de sus representantes. Debe ser igual para todos, sea para castigar o para
premiar; y siendo todos iguales ante ella, todos son igualmente elegibles para
todos los honores, colocaciones y empleos, conforme a sus distintas
capacidades, sin ninguna otra distinción que la creada por sus virtudes y
conocimientos.”
De dicha regla general se puede entender claramente que existe la intención
de garantizar a todas y todos los ciudadanos, el derecho a concurrir
personalmente, o a través de sus representantes, a ser actor fundamental para
crear leyes y normas y que en general es el ciudadano el que organiza y crea
la expresión de la voluntad general. Este principio, nos hace entender la
importancia
de que para integrar y vivir en democracia plena y real es
necesario que exista la verdadera participación.
21
FORNER Salvador. Democracia, elecciones y modernización en Europa. Diputación
provincial alicante. 1997.
22
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. 1789
31
Sin embargo, la revolución se había olvidado de las mujeres, como lo denuncio
OLIMPIA GPUGES23, quien fue la gran promotora e impulsora de
la
Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana de 1791, en el que se
reclama un trato igualitario en el ámbito público y privado y en consecuencia, el
derecho al voto.
En un sistema democrático, las elecciones
tienen como
objetivo la designación de las y los ciudadanos quienes serán los encargados
de ejercer el poder político en su comunidad, constituyéndose este como la
actividad más sublime para articular los principios de la representación,
gobierno y de la legitimación. Como recuerda VALLES y BOSCH, este objetivo
incluye en realidad, una seria de funciones, las cuales, en la actual crisis de la
“democracia representativa” son susceptibles de verse alteradas24.
Hay que resaltar sin embargo, que estas elecciones deben realizarse bajo el
principio de la libertad y el requisito ineludible de que realmente existan
opciones de donde las y los ciudadanos puedan escoger.
La aparición de los procesos electorales, sus reglas y normas surge
precisamente de la necesidad de que estas elecciones se basen en los
principios de transparencia y eficacia, debido a que las comunidades tienen la
necesidad de designar un cuerpo que los represente, ante la imposibilidad de
una democracia directa como la vía ordinaria de decisión política. Razón por la
23
Olimpia Gouges (Montauban, Francia, 7 de mayo de 1748 - París, 3 de noviembre de 1793),
escritora, dramaturga, panfletista y política francesa, autora de la Declaración de los Derechos
de la Mujer y de la Ciudadana (1791). Sus trabajos fueron profundamente feministas y
revolucionarios. Defendió la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los aspectos de la
vida pública y privada, incluyendo la igualdad con el hombre en el derecho a voto, en el acceso
al trabajo público, a hablar en público de temas políticos, a acceder a la vida política, a poseer
y controlar propiedades, a formar parte del ejército; incluso a la igualdad fiscal así como el
derecho a la educación y a la igualdad de poder en el ámbito familiar y eclesiástico.
24
GARCIA María Vicenta Elementos de derecho electoral. Soriano Tirant lo Blanch. 3ª Edición.
Valencia. 2010,
32
cual dichos procesos electorales deben ser sumamente cuidados y respetados,
ya que su importancia en la construcción de sociedad es fundamental.
No obstante, podemos concluir que SARTORI, insinúa que el concepto de
representación tiene surge desde el derecho privado y que el sistema
representativo, originariamente, surgió como un sistema contrapuesto a la
democracia, pues esta se identificaba con el gobierno directo del pueblo, hasta
que, en la Francia de la Revolución de 1789, comenzó a utilizarse el término
“democracia representativa” por parte de Condorcet25.
A lo largo de la historia, la representación conseguida mediante las elecciones
ha sido de diversa naturaleza:
1. Representación de intereses, como ocurriría en el caso de los
precedentes medievales de los órganos representativos, por ejemplo, los
Consejos reales, Cortes, Estados generales, entre otros, que se
configuraban de acuerdo con la composición estamental de la sociedad
(los nobles, la iglesia, los artesanos). Esta situación se ve afectada por
las transformaciones experimentales en la Inglaterra del S. XVII, de
25
Marie-Jean-Antoine
Nicolas de Caritat, marqués de Condorcet (Ribemont, Aisne, Francia, 17
de septiembre de 1743 - Bourg-la-Reine, 28 de marzo de 1794), fue un filósofo, científico,
matemático, político y politólogo francés. En 1774, Turgot nombra a Condorcet inspector
general de la Moneda. A partir de ese momento, Condorcet desplaza su centro de interés
desde las matemáticas a la filosofía y la política. Los años siguientes, se interesa por la
defensa de los Derechos humanos, en particular los de las mujeres. Recibió las ideas
innovadoras que llegaban desde los recientemente constituidos Estados Unidos, y realizó en
Francia propuestas de reformas políticas, administrativas y económicas. En 1776, Turgot fue
cesado en su puesto de controlador general. Condorcet decidió entonces dimitir en su puesto
de inspector general de la Moneda, pero se rechazó su dimisión, y tuvo que permanecer en su
puesto hasta 1791. Más adelante, Condorcet escribió la Vida de M. Turgot (1786), en donde
expondrá y demostrará lo fundamentado de las teorías económicas de Turgot. Condorcet
siguió obteniendo puestos de prestigios en la administración: en 1777, fue nombrado secretario
de la Academia de Ciencias, y en 1782, secretario de la Academia francesa.
33
manera que, a pesar de que continúan existiendo una representación de
intereses en el Parlamento, estos ya no son los gremiales sino los del
pueblo, es decir, de los propietarios, las clases mercantiles o los
profesionales. La idea de “votar por alguien como yo”, por ejemplo
alguien de mi etnia, clase o religión, introduce el concepto de
representatividad,
que
deberá
diferenciarse
del
concepto
de
representación.
2. Representatividad de los elegidos respecto de sus electores. El
concepto de representación experimenta una notable transformación con
la extensión del sufragio universal: la elección se ha convertido en un
hecho masivo y el compromiso del candidato se manifiesta mediante la
adhesión a un programa de Partido, pese a que no existen Partidos tal y
como los conocemos hoy hasta la aparición de elecciones abiertas y
ciertamente competitivas. Los Partidos Políticos tuvieron su origen
remoto en el S. XVII – XVIII, aunque se organizan, tal y como los
conocemos actualmente, tras las reformas electorales que tuvieron lugar
en 1832 en Gran Bretaña. Desde ese momento, los Partidos asumen las
aspiraciones de los diversos sectores de la sociedad. Precisamente el
sufragio universal y la incidencia de los Partidos Políticos como cauce
imprescindible para la participación electoral se encuentran en el origen
de planteamientos sobre la representación política.
La aparición de los Partidos Políticos fue la consecuencia del paso de un
sistema feudal a la sociedad industrial que requería nuevas formas de
organización política que sustituyesen a las estatales o corporativas. Los
Partidos Políticos surgen por causa de la participación, como elementos que
articulan la relación entre las sociedades civiles y el Estado y su medio de
acción son las jornadas electorales.
34
Por otro lado, el Estado deja de ser el Rey en solitario y el Parlamento pasa a
formar parte del Estado asumiendo una nueva función: representar al pueblo.
En la obra llamada “La tercera ola”, su autor, Samuel P. Huntington describe la
democracia contemporánea, así:
“La democracia contemporánea o la denominada “romana avanzada”,
como el producto de olas de democratización a las que han seguido,
moderando pero no deteniendo su avance, contra olas autoritarias. Del
mismo modo como el paseante descubre a la hora de la marea alta, que
en medio de olas y contra olas el mar, pese a todo, avanza sobre la
playa, un movimiento equivalente se ha dado en la historia de la
democracia contemporánea”26.
Adicionalmente
según
HUNTINGTON
han
existido
tres
grandes
olas
democratizadoras. La primera que se dio inició en 1828, cuando los Estados
Unidos pasaron de la república aristocrática−democrática, para lo cual nos
señala:
“…la democracia de tipo jacksoniano se propago por Inglaterra y por
Europa con la progresiva extensión del derecho de votar hacia las capas
populares y el retroceso del llamado “voto censitario” que sólo permitía
votar a los ciudadanos inscritos en el “censo” impositivo, es decir a los
ciudadanos pudientes.
En 1912, al aprobar la ley Sáenz Peña de sufragio secreto y universal, la
Argentina se sumó a la primera ola de la democratización. Tanto dentro
26
HUNTINGTON Samuel P., The Third Wave. Democratization in the Late Twentieth Century,
University of Oklahoma Press; en castellano, La tercera ola. La democratización a finales del
siglo XX, Paidós.
35
como fuera de la Argentina, por otra parte, la universalidad del voto de la
primera ola sólo alcanzó al electorado masculino.”27
Pero rápidamente también surgió la resistencia en contra de esta primera ola
que denominaron autoritaria en su momento. De los eventos más destacados
podemos encontrar la marcha de Mussolini sobre Roma, se amplió con el auge
del fascismo y el nazismo en Europa y alcanzó a la Argentina con el golpe
militar de 1930.
Pero fue hasta en 1944, con la victoria aliada sobre las potencias del Eje en la
Segunda Guerra Mundial, que comenzó la segunda ola de democratización,
que esta vez incluiría además un logro histórico democrático, el voto femenino.
Importantes naciones autoritarias como Alemania, Italia y el Japón, conocieron
al fin la democracia.
La tercera vía, se constituye como esa tercera ola democrática que indica
HUNTINGTON, además de lo que pueda contener de ideas y de ejercicio de
gobierno, es una propuesta que llama la atención porque ha sido liderada a
nivel mundial por Tony Blair, un político ingles joven, quien pudo cambiar la
plataforma del Partido Laborista con el objetivo de atraer al electorado del
centro, lo cual le permitiría ganar las últimas elecciones con un amplio margen,
después de un largo periodo de Gobierno conservador y ha tenido la audacia
para comprometerse con temas de fondo como la paz en el Ulster
28
.
Plantea el escritor mexicano MANUEL CAMACHO SOLIS, respecto a esta
tercera ola, llamada la Tercera Vía lo siguiente:
27
HUNTINGTON Samuel P., The Third Wave. Democratization in the Late Twentieth Century,
University of Oklahoma Press; en castellano, La tercera ola. La democratización a finales del
siglo XX, Paidós.
28
CAMACHO SOLIS Manuel. Revista Mural [Guadalajara, México] 17 June 1999. / Tony Blair y la tercera
vía.
36
“La tercera vía es una política económica liberal, sin los dogmatismos
ideológicos de la derecha, es un intento sincero por ofrecer mejores
respuestas publicas a los distintos sectores de la población que han
quedado rezagados, o que no tienen posibilidades de mejoría dentro de
una economía que tiene que ser cada vez más competitiva.”29
A múltiples dirigentes políticos en el mundo se les puede señalar como líderes
que se identificaron la Tercera Via, tales como Clinton en Estados Unidos,
Schröder en Alemania, Chrétien en Canadá, Prodi en Italia, Jospin en Francia,
Kok en Holanda, Salinas y Zedillo en México, Cardoso en Brasil y Arias en
Costa Rica.
En abril de 1999, en medio del conflicto de Kosovo, se sostuvo una de las
reuniones más reconocidas y sonadas de ese año. En la Casa Blanca se
dieron cita líderes políticos principalmente europeos,
para debatir sobre la
política de la Tercera Vía. Como uno de sus principales resultados, se conoció
el “Manifiesto Europa: la tercera vía- el nuevo centro” y que por autores tiene a
Blair y Schröder.
Este manifiesto escrito en inglés, es el que se considera como
la base y
plataforma política de la Tercera Vía.
En un valioso artículo publicado por la el periódico Portafolio, la columnista
Rosa Lesmes resalta lo siguiente:
“Blair y Schröder concibieron la Tercera Vía como un camino de
renovación y éxito para los socialdemócratas modernos, argumentando
que no responde únicamente a un compromiso entre izquierda y
29
CAMACHO SOLIS Manuel. Revista Mural [Guadalajara, México] 17 June 1999. / Tony Blair y la tercera
vía.
37
derecha, sino que persigue valores esenciales tanto del centro, como de
centro-izquierda, para aplicarlos en un contexto de cambios económicos
y sociales. Según Blair, la Tercera Vía intenta unir dos corrientes de
izquierda: la fundamentalista y la moderada, lo cual le mereció fuertes
críticas, cuando no condenó los alimentos modificados genéticamente
que hacían ciertas empresas inglesas”30.
Esto nos deja notar claramente la importancia que obtuvo desde sus inicios la
implementación de esa nueva ola democrática que surge desde Inglaterra y
promovida por fuertes potencias Europeas. La Tercera Vía, aun es de las más
reconocidas plataformas ideológicas de gobiernos influyentes en el mundo,
aunque está muy ligado a los sistemas económicos, La Tercera Vía se ha
caracterizados por trabajar en la posición de centro trayendo consigo mucha
tranquilidad a la hora de gobernar y sobretodo la paz y el entendimiento en
situaciones de extrema polarización.
Es importante resaltar esta base ideológica como de las mejores y más
avanzadas en el mundo, aunque actualmente, algunos adversarios de esta
plataforma, le adjudican la culpabilidad de la crisis económica que se vive en
Europa, crisis creada precisamente por quienes la critican, el sistema bancario,
quienes han sido tradicionalmente opositores a la implementación de esta
forma de gobierno.
30
LESMES, Rosa. La Tercera Vía Cárdenas. Portafolio (Jun 23, 2010).
38
1.1.1. DE LA REPRESENTACÌÓN POLITÌCA COMO MECANISMO
DEMOCRATICO
Desde siempre la historia política fue el objeto dominante de los principales
análisis y estudios históricos del mundo. Al ligarse con el acontecimiento y con
el poder estatal, la historia política tradicional ha sido la víctima más
representativa en la lucha llevada a cabo por los grandes historiadores sociales
en favor de una historia estructural de más larga duración.
Actualmente la historia política adquiere superioridad bajo el entendido que la
política misma va mas allá de un acontecimiento. La política debe ser
entendida en nuestros tiempos como un todo, absolutamente todas las
dinámicas de una sociedad por más individuales y sencillas que parezcan van
íntimamente ligada a la política, de ahí su importancia.
Las naciones durante los últimos tiempos han sido construidas sobre la base
de una nueva definición institucional de las relaciones entre sociedad y política,
que quedaban organizadas en torno a los regímenes constitucionales, a los
parlamentos y a los sistemas políticos.
Recordemos de hecho, que cuando hablamos de representación política nos
referimos a las elecciones, a los parlamentos nacionales en el marco de los
sistemas constitucionales. En términos muy generales puede decirse que el
objetivo principal de la introducción del sistema representativo fue la de reducir
la lucha política y el conjunto de las relaciones sociales a normas comunes, de
carácter universal y controladas por la opinión pública. Esta transformación de
la política es similar al proceso de codificación de lo social que acontece en el
terreno de las leyes civiles y administrativas. Pero la nueva política tal como ha
sido conceptualizada entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo
39
XIX, hace referencia a una sociedad fuertemente heterogénea, atravesada de
profundos desequilibrios territoriales, económicos y sociales. Al estudiar la
representación política, se plantea por ellos el problema de analizar en qué
modo los sistemas constitucionales se orientaban a conseguir este objetivo con
su actuación sobre las doctrinas, leyes y prácticas sociales.
Definir la naturaleza de la representación política constituye, por consiguiente,
una
premisa
imprescindible
para
el
estudio
de
la
democracia.
La
representación política es atravesada por la mirada de las corporaciones
públicas, lugar en el cual los ciudadanos deberían depositar sus intereses más
directos. Pero a contrario sensu, Salvador Forner plantea en sus palabras:
“Para el análisis de los conflictos entre grupos y partidos es sin embargo,
necesario
evitar
cualquier
consideración
que,
más
o
menos
implícitamente, contemple las asambleas parlamentarias electivas como
una proyección directa de los intereses, las orientaciones y los grupos
del país estudiado. Dicho de otra forma, no debe atribuirse a los
resultados de la competición electoral y a la composición de las cámaras
electivas una inmediata significación social, como suele ocurrir en los
trabajos de la historia política donde, por ejemplo, los partidos
conservadores son considerados como la expresión de los grupos
agrarios tradicionales; los liberales o demócratas liberales, como
representantes de grupos urbanos progresistas; y los partidos socialistas
como la proyección política de las clases obreras en ascenso, etc.
Naturalmente, los historiadores son conscientes de que los parlamentos
no son elegidos con criterios de proporcionalidad y conocen bien la
diversidad de los regímenes electorales31.”
31
FORNER Salvador óp. Cit. 1997.
40
Lo anterior nos plantea la necesidad de siempre continuar en el camino de
encontrar el perfeccionamiento de nuestra democracia basada en una
verdadera y real representación, coherente desde el punto de vista de su
representación ideológica sino que también acorde con sus criterios de
proporcionalidad de la población.
En la historia política, los debates electorales conservan un papel prioritario, los
cuales son identificados sobre todo con la ampliación del sufragio, el
cumplimiento de los puntos programáticos, la eficacia en el control hacia los
gobernantes y la anticorrupción, lo anterior, entendido como un proceso de
progresiva inclusión de sectores de la población cada vez más amplios.
La discusión sobre la consideración jurídica de la representación política se
puede observar desde el vínculo que constituye lo representativo. Hay una
corriente que establece la significación política del vínculo de lo representativo:
sus exponentes vinculan en mayor o menor grado los conceptos de legitimidad
y participación con el de representación.
Dentro de este grupo se presentan diferencias importantes, pero comparten
aspectos importantes. Así para el constitucionalista Bidart Campos32 el estudio
de la representación política esta teóricamente vinculado con el tópico de la –
democracia popular- y en esta medida contribuye a fundamental la legitimidad
de un régimen político. La representación, agrega, tiene dos vertientes: por un
lado se invoca como justificación ideológica de los gobernantes y por otro, a
través de técnicas políticas, los mismos gobernantes buscan hacerla posible a
fin de satisfacer el anhelo de participación de los gobernados. La idea de
participación permanece presente, aunque se añada matices importantes. En
32
BIDART CAMPOS, German – Prologo al libro de Sargues Nestor, Representación Política,
Buenos Aires; Editorial Orbir, 1973.
41
este sentido, se postula que el principio de representación se debe analizar
desvinculado del concepto de soberanía. Siguiendo a Burdeau 33, Carpizo
añade que existe un paralelismo perfecto entre las concepciones políticas
relativas a la democracia y las variaciones de la técnica de la representación.
De aquí parece desprenderse la idea de equiparar el concepto de
representación con el de participación; quizás por ello CARPIZO no lo vincula
con el dogma de la soberanía. Un matiz adicional aparece con la idea de que el
pueblo, objeto de la actividad estatal, tiene que personificarse para expresar su
voluntad política; sin ello no seria posible la realización de la democracia. Como
se observa, la idea vertebral de esos autores es la participación popular 34.
JHON STUART MILL, el más importante teórico de la representación, también
fundamenta la importancia de la institución en la idea de participación del
pueblo en los negocios públicos. Así afirma:
“El único gobierno que puede satisfacer por completo todas las
exigencias del estado social es aquel en el que todo el pueblo participa
(…) No hay nada mas deseable que la participación de todos en el
ejercicio del poder soberano del Estado. Pero en virtud de que, no sea
una comunidad pequeña no todos pueden colaborar personalmente sino
en proporciones muy pequeñas en los asuntos públicos, se deduce que
el tipo ideal de gobierno perfecto debe ser el representativo”.
33
BURDEAU, Georges, Derecho Constitucional e instituciones políticas (trad. Ramón Falcón
Tello), Madrid, Editora Nacional, 1981,
34
CARPIZO, Jorge. Estudios Constitucionales. México: Universidad Nacional Autónoma de
México, 1991. Print
42
1.2 LA DEMOCRACIA EN COLOMBIA.
En el Estado Colombiano, mediante la Constituyente de 1991, a instancias del
proyecto del ejecutivo, que previamente había negociado con el Grupo
Guerrillero Diez y nueve de abril (M-19) se fomentaron valiosos hechos
históricos tales como la creación de los mecanismos que permitiesen una
verdadera transformación de las costumbres políticas tradicionales superando
el bipartidismo y la creación de los mecanismo constitucionales que permitieran
la transformación de la democracia representativa,
en una democracia
participativa, en donde el ciudadano participe de manera efectiva en la toma de
decisiones que lo deben afectar.
Al respecto la Corte Constitucional ha mantenido como línea jurisprudencia la
definición aportada en diversas sentencias y ratificada en el año 2001 en la
cual dejo sentada la siguiente posición:
“Sólo puede hablarse de una verdadera democracia, representativa y
participativa, allí donde la composición formal y material del sistema
guarda una correspondencia adecuada con las diversas fuerzas que
conforman la sociedad, y les permite, a todas ellas, participar en la
adopción de las decisiones que les conciernan.”35
Y respecto al ámbito de realización
o alcance de dicha forma de
democracia la Corte Constitucional con ponencia del Magistrado Carlos
Gaviria Díaz hizo claridad que:
“El principio constitucional de la democracia participativa tiene
operancia no sólo en el campo de lo estrictamente político (electoral),
sino también en lo económico, administrativo, cultural, social,
35
Corte Constitucional. Sentencia C-169 de 2001. Magistrado Ponente: Dr. Carlos Gaviria Díaz.
43
educativo, sindical o gremial del país, y en algunos aspectos de la
vida privada de las personas; y su objetivo primordial es el de
posibilitar y estimular la intervención de los ciudadanos en actividades
relacionadas con la gestión pública y en todos aquellos procesos
decisorios incidentes en la vida y en la orientación del Estado y de la
sociedad civil. 36
Siguiendo el mandato del Constituyente el legislador expidió la ley 134 de 1994
que consagra los mecanismo de participación popular, ampliando a diferentes
formas de participación, los cuales pueden ser desarrollados en los diferentes
ámbitos de la administración, sea esta nacional, territorial o local, asi como
extendiéndose a entidades de carácter privado, como las Universidades o las
organizaciones comunitarias, sindicales, cooperativas
o de cualquier otra
índole. Así las cosas, la corporación en la que nos enfocarnos en la presente
monografía, pueden acudir a cualquiera de dichos mecanismos para la
construcción de mecanismos reales de participación popular.
Sin embargo uno de los mayores peligros para la democracia, no ya para una
forma especifica de la misma, sino para todas es la aparición de la burocracia
que tras la aparición del Estado moderno, el sistema político se ha
transformado en una tecnocracia: aparecen los burócratas y los políticos
profesionales para hacerse cargo del funcionamiento estatal; uno de los
teóricos que en forma especializada se ha ocupado del tema es Max Weber37.
Este fenómeno (la burocratización) trae como consecuencia el estrechamiento
del campo de la actividad política, la exclusión de amplios sectores sociales de
la actividad política y la disminución de la participación. A su vez, la
36
Corte Constitucional. Sentencia C-336 de 1994. Magistrado Ponente Carlos Gaviria Díaz.
37
WEBER Max. Economía y Sociedad, (edición cubana) tomo I p. 43.
44
construcción y expansión de una percepción socialmente difundida sobre la
política y lo político como espacio de componenda, negociación, transacción
(como mejor) cuando no de corrupción y mentira38.
La democracia participativa es una forma que se heredo del modelo griego en
donde resultaba de la mayor importancia la participación ciudadana. En la
antigua Atenas, un ciudadano era alguien que participaba “en la administración
de justicia y en el gobierno”39. La ciudadanía significaba la participación en los
asuntos públicos.
Aplicando la lectura del moderno contrato social podríamos decir con Cicerón
que la democracia participativa, como la intervención del ciudadano en el
manejo de los asuntos públicos es:
“La cosa pública (res publica) es asunto del pueblo (populi res); y el
pueblo no es cada grupo de hombres, asociados de cualquier manera,
sino un amplio conjunto de hombres unidos por un acuerdo común
acerca de la ley y los derechos y por el deseo de participar de mutuas
ventajas”40
El fin de la democracia participativa es su pretensión de superar la simple
representación directa de la soberanía partidista y construir un nuevo Estado,
fundamentado en la Participación Ciudadana como fundamento de la
democracia directa. Es a través de la Constitución de 1991, como se ha venido
señalando, que se crearon mecanismos más directos. Se busca entonces una
38
WEBER, Max. Op. Cit. Pag 335
39
Aristóteles: Política, p.68, edición digital.
40
Cicerón: De Re Publica, p.124
45
democracia, en la que ser ciudadano signifique, más que un agente sufragante,
más que votar cada cuatro años, más que "estar enterado" de lo que pasa en el
país, se pretende que, el ciudadano sea el protagonista de la Construcción de
la Nueva Sociedad cuyo fundamento debe ser su participación democrática.
A partir de una aproximación historia de la democracia en el mundo, podemos
involucrarnos cada vez más en contextos concretos como lo es la democracia
en Colombia. La historia de la democracia en Colombia, la podríamos dividir
políticamente en dos sucesos, antes y después de la Constitución de 1991,
este ultimo como hecho contundente de la implementación de un Estado Social
de Derecho que en su sustancia siempre pretende enarbolar las banderas de la
democracia en nuestro país.
En palabras del profesor LUIS FREDDYUR TOVAR, la Constitución no es el
documento o texto frio, muerto en donde se establece la organización
estructural de un Estado en particular, sino la proyección de un sueño; es decir,
la Constitución Política es, tanto el resultado de un proceso (pasado), como el
proceso social y político inacabado (presente) de una comunidad que pretende
consolidarse (futuro). Es así como la noción de constitución como acto creador,
fundante, se materializa cuando se define de manera originaria una concepción
de la Democracia. Para el caso colombiano, esta afirmación cobra vigencia
cuando en el Texto Constitucional de 1991, se constitucionalizo al concepto de
Democracia para Colombia: El de Democracia Participativa y Pluralista. Esta
expresión no es el resultado del azar o la manifestación de la emoción de los
constituyentes de la época, sino el Acto Fundante que hay que tener en cuenta
de manera seria y determinante41.
41
TOVAR Luis Freddyur, Democracia y Constitución Política Entre la Participación y la
Representación. Corporación Universitaria Autónoma de Occidente. 2003.
46
Pues bien, bajo el entendido que reconocemos que la Constitución Política de
1991, dividió en dos la historia democrática de Colombia, es relevante observar
algunos antecedes que precedieron dicho hecho.
Así que gracias al recorrido histórico universal por el que en este trabajo hemos
cruzado, miremos nuestra realidad nacional.
El Partido Liberal y el Partido Conservador, enfrentados desde mediados del
siglo pasado, habían gobernado el país más con criterio hegemónico y
excluyente que con sentido democrático y de responsabilidad nacional, dejando
en el camino una decena de guerras civiles y múltiples frustraciones
patentizadas en el atraso y la pobreza absoluta de vastos sectores de la
población. Esa actitud, que en principio parecía una constante histórica había
tenido algunos momentos de reconciliación, tales como la Unión del general
Rafael Reyes en 1905, la Unión Republicana con Carlos E. Restrepo en 1910,
la Concentración Patriótica Nacional con Olaya Herrera en 1930 y la Unión
nacional de Ospina Pérez en 1948. Sin embargo, en cada una de esas
oportunidades, la violencia partidista arremetía en forma irracional y
desenfrenada.
Las
pasiones
políticas
se
desbordaban
con
facilidad,
especialmente en las zonas rurales, dando paso a la intolerancia y la
persecución. Por eso, la idea de un movimiento bipartidista que superara los
enfrentamientos se recibió con particular entusiasmo en diciembre de 1957,
aunque su primera denominación fue Frente Civil, finalmente se adopto la
expresión Frente Nacional por considerarla más amplia y comprometedora. Sin
duda, frente a la paz que se anhelaba y que el país requería con urgencia, la
formula se convirtió en un eficaz instrumento de reconciliación, toda vez que
47
expedía la partida de defunción a la violencia generada por los partidos
tradicionales42.
El Frente Nacional conto con varios presidentes los cuales llegaban a tal
dignidad mediante los acuerdos internos de dicho organismo respetando
siempre el derecho de turno del respectivo Partido Político, dos periodos para
el Partido Liberal y los siguientes dos años le correspondían al Partido
Conservador y así sucesivamente por dieciséis años consecutivos, con el fin de
generar la equidad entre los mismos. Por la presidencia del Frente Nacional
pasaron distinguidas personas tales como Alberto Lleras Camargo, Guillermo
León Valencia, Carlos Lleras Restrepo y quien asumiera en 1970 el poder el
conservador Misael Pastrana Borrero, quien fuera el último Presidente del
Frente Nacional.
Pastrana Borrero, debió afrontar serios problemas de orden público por las
acusaciones de fraude electoral que se le hicieron desde la ANAPO 43 tras la
derrota de Rojas Pinilla. Debido a esto, el sector más radical de la ANAPO,
conformado esencialmente por estudiantes universitarios y obreros, decide
integrar un grupo armado para intentar tomar el poder por la fuerza: el M-19
(Movimiento 19 de abril), nombre que hacía referencia al día en que se
realizaron las elecciones presidenciales. Al finalizar el Frente Nacional, en
1974, se presentaron como candidatos a la presidencia Álvaro Gómez Hurtado
por el Partido Conservador, María Eugenia Rojas por la ANAPO, Hernando
Echeverri por la Unión Nacional de Oposición y Alfonso López Michelsen por el
Partido Liberal, quien, a la postre, resultaría triunfador por un amplio margen de
42
FEBRES CORDERO Jaime Buenahora. La Democracia en Colombia, un proyecto en
construcción. 2ª edición.1997. Tercer mundo editores. Pag5
43
La ANAPO (acrónimo de Alianza Nacional Popular) fue un Partido Político Colombiano
fundado como movimiento en 1961 por el dictador Gustavo Rojas Pinilla y desaparecido en
1998.
48
votación. Respecto del gobierno de López cabe decir que, aunque el periodo
del Frente Nacional ya había concluido, éste mantuvo la reforma Constitucional
de 1968 y dio una participación equitativa a conservadores y liberales en su
Gobierno44.
Con la figura del Frente Nacional se estableció una democracia recortada o
restringida, ya que la estructura del poder fue consagrada para los dos partidos
tradicionales, Liberal y Conservador limitando sustancial el surgimiento o
fortalecimiento de nuevas organizaciones democráticas de expresión política y
social ya que la fuente de origen de dichas organizaciones son precisamente el
acceso al poder con el fin de introducir mediante él, su modelo propuesto.
Precisamente esa democracia restringida que se institucionalizo como modelo
político naturalmente cerro los canales de participación, trayendo como
consecuencias fatídicas la despolitización de la ciudadanía, creyendo encontrar
esta, la lucha armada como salida a la crisis.
Así las cosas, a mediados de la década de los años sesenta aparecieron en el
país varios movimientos insurgentes para luchar contra el establecimiento y el
sistema de democracia recortada que imperaba. El ideal revolucionario hallaba
amplia receptividad en distintos sectores universitarios, obreros y campesinos.
El triunfo de Fidel Castro, en Cuba y la exportación de la revolución estaban en
el orden del día. No eran, pues insurrecciones partidistas tradicionales que
luchaban contra el Gobierno liberal o conservador de turno, sino movimientos
decididos a conquistar el poder para implementar el comunismo45.
44
45
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/poli/poli60.htm
FEBRES CORDERO Jaime Buenahora. La Democracia en Colombia, un proyecto en
construcción. 2ª edición.1997. Tercer mundo editores. Pag 6
49
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, conocidas como las
FARC, surgieron en 1964 bajo la directriz soviética, teniendo como núcleos
centrales grupos de campesinos derivados de la violencia de los años
cincuenta.
El Ejercito de Liberación Nacional, ELN46, surgió en 1965, tuvo como foco la
Universidad y como orientación la Revolución Cubana y dirigido por el
sacerdote Manuel Pérez, este grupo, se mantuvo en años de resistencia antes
de poder iniciar posibles diálogos de paz, no obstante, se observan algunos
intentos fallidos en su historia tales como los de Cravo Norte, Caracas
y
Tlaxcala.
El Ejército Popular de Liberación, EPL47, se formó como brazo armado de
origen maoísta, sin embargo acepto firmar los acuerdos de paz con el Gobierno
Belisario Betancourt en 1985 luego del asesinato de su dirigente William Calvo
y considerando que no había condiciones ni garantías para su militancia.
Posteriormente, algunos miembros de este grupo guerrillero regresaron a la
clandestinidad durante varios años, sin embargo, en el año 1991, se
reincorporo decisivamente a la vida civil bajo la denominación Esperanza, Paz
y Libertad y decidió participar en la Asamblea Nacional Constituyente.
46
El ELN o UC-ELN (Unión Camilista - Ejército de Liberación Nacional) es una organización
guerrillera, insurgente Colombiana que se define de orientación marxista-leninista y prorevolución cubana. Son partícipes del conflicto armado colombiano desde su conformación en
1964 y son dirigidas por el Comando Central, del que hacen parte cinco miembros, incluyendo
el jefe del ELN, Nicolás Rodríguez Bautista alias "Gabino".
47
El Ejército Popular de Liberación (EPL) es un grupo guerrillero colombiano, brazo armado del
Partido Comunista de Colombia - Marxista Leninista. Fundado en 1965, aunque solo inició
acciones militares en 1968, principalmente en Antioquia (regiones de Urabá y Bajo Cauca), los
departamentos de Córdoba y Sucre y la región del Magdalena Medio.
50
De igual forma, encontramos al Movimiento Diecinueve de Abril, M-19, que se
organizo por el supuesto fraude al general Gustavo Rojas Pinilla en las
elecciones presidenciales de 1970; su origen populista marco siempre sus
diferentes actividades guerrilleras y su proyecto político; reintegrando a la vida
civil a principios de 1990, tuvo que soportar el asesinato de su candidato
presidencial, Carlos Pizarro León Gómez, no obstante lo cual participo con
éxito reconocido en dos procesos electorales del mismo año: los comicios
presidenciales de mayo con Antonio Navarro Wolff como candidato, superando
los setecientos mil votos y las elecciones para escoger los delegatarios a la
Asamblea Nacional Constituyente, celebradas en diciembre, alcanzando casi el
millón de sufragios y diecinueve curules. Al lado de los grupos mayores, FARC,
ELN, EPL y M – 19, surgieron otras organizaciones insurgentes, como el grupo
indígena Quintin Lame y el PRT mas conocido como el Partido de los
Trabajadores. Ambos se reincorporaron a la vida institucional y participación
con un delegado cada uno en la Asamblea Nacional Constituyente48.
Vemos así como toda una época de movimientos guerrilleros surgidos por
factores estructurales de la sociedad y consecuencia quizás del modelo
antidemocrático que gobernaba el país en la época, fueron fundamentales para
los antecedentes históricos de la democracia colombiana implementada en
1991.
Aunque la idea de una Asamblea Constituyente para reformar las instituciones
había estado presente durante toda la década de los años ochenta, vino a
concretársela tras una serie de hechos cruentos y salvajes que sacudieron el
espíritu nacional, produjeron una fuerte reacción en el Gobierno y en los
48
PIZARRO Eduardo, Las Farc: De la autodefensa a la combinación de todas las formas de
lucha, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1991.
51
distintos estamentos de la sociedad civil y prepararon toda la mecánica jurídico
– política para darle viabilidad y forma. Los acontecimientos mas significativos,
porque indican la profundidad de la crisis nacional e impulsan el proceso
constituyente, sin duda alguna comienzan con el asesinato de Luis Carlos
Galán, el mas opcionado de los precandidatos liberales a la Presidencia de la
Republica para el periodo 1990 – 1994. A la respuesta asumida por el Gobierno
del Presidente Virgilio Barco frente al narcotráfico por el crimen del carismático
líder, seguirían las oleadas terroristas de los carteles de la droga; luego vendría
el fracaso de la reforma constitucional presentada por el Gobierno al Congreso
de la Republica, los asesinatos de Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro,
candidatos a la Presidencia por la izquiera democrática; el triunfo de Cesar
Gaviria Trujillo en la consulta interna del Partido Liberal y su posterior elección
como Presidente de la Republica; el papel de los estudiantes universitarios y su
decidido apoyo a la séptima papeleta el conflicto entre el país nacional y el país
político por la orientación y dirección de la Asamblea Nacional Constituyente;
toda la mecánica jurídico – política que permitió la expedición del Decreto 1926
de 199049, el posterior y controvertido fallo de la Corte Suprema de Justicia, la
organización de las mesas de trabajo y las comisiones preparatorias en
centenares de municipios del país, y la campaña proselitista para elegir los
voceros o representantes de los distintos grupos en la Asamblea50.
El surgimiento de la iniciativa de la séptima papeleta, se dio entre otras causas,
por el asesinato del aspirante Luis Carlos Galán. Este movimiento fue
impulsado por el activismo estudiantil que agrupados se denominaron "Todavía
49
El Decreto 1926 del 24 de Agosto de 1990, es en el que se reglamenta los asuntos
concernientes a las elecciones y organización de la Asamblea Constituyente.
50
FEBRES CORDERO Jaime Buenahora. La Democracia en Colombia, un proyecto en
construcción. 2ª edición.1997. Tercer mundo editores. Pag6.
52
podemos salvar a Colombia", quienes emitieron una fuerte declaración de la
cuales se resaltan algunos puntos tales como:

El rechazo a todo tipo de violencia, cualquiera que sean las ideologías o
intereses que pretendan justificarla.

La exigencia al respeto de los derechos humanos en Colombia.

El apoyo a las instituciones democráticas en su lucha contra todas aquellas
fuerzas que pretenden desestabilizarlas, llámense narcotráfico, guerrilla,
grupos paramilitares u otros.

El rechazo para estos fines, y en virtud de la autodeterminación de los
pueblos, de cualquier tipo de intervención armada por parte de estados
extranjeros.

La solicitud de convocatoria al pueblo para que se reformen aquellas
instituciones que impiden que se conjure la crisis actual.

La exigencia de la depuración exhaustiva de las Fuerzas Armadas, de la
Policía, del Gobierno y de los Partidos Políticos.
Así las cosas, la propuesta de la séptima papeleta51 se constituyó en una
realidad, cuando el día 11 de Marzo se avaló la convocatoria a una Asamblea
Nacional Constituyente por parte de más de un millón de votos. Este hecho de
carácter político, no tenía, sin embargo, respaldo legal, por lo que se recurrió al
expediente del Estado de Sitio para dictar el Decreto 927 de 1990 que
permitiría a la Registraduría Nacional del Estado Civil escrutar los votos a favor
de una Asamblea Nacional Constitucional52 en las elecciones presidenciales
51
El 11 de Marzo de 1990 se eligieron: Concejales municipales, Diputados a las Asambleas
Departamentales, Representantes a la Cámara, Senadores y Candidato a la Presidencia de la
República por el Partido Liberal; lo que indicaba que otro tipo de elección, necesitaba de una
séptima papeleta.
52
El Gobierno Nacional cambió el sentido de la Asamblea Nacional Constituyente por una
Asamblea Nacional Constitucional, restringiendo, así, su alcance y contenido, por cuanto la
53
del 27 de Mayo. Ese día votaron más de cinco millones de colombianos (89%
del total de electores) a favor de una gran reforma constitucional. Lo que le
sirvió de fundamento jurídico y político a la administración para dictar el
Decreto 1926 de 1990 que fijaba la fecha del 9 de Diciembre para la
convocatoria
y
elección
de
delegatarios
de
la
Asamblea
Nacional
Constituyente. Este último Decreto fue declarado constitucional por la Corte
Suprema de Justicia, en un histórico fallo en el que se otorgó total libertad para
la definición del temario y se garantizó que el constituyente primario puede
pronunciarse de un modo libre, de acuerdo con la intencionalidad de fortalecer
al máximo la democracia participativa. De esta manera quedó abierto el camino
para una participación más directa y activa de la sociedad civil en el proceso de
democratización y modernización institucional53.
Como lo expresó MANUEL JOSE CEPEDA54:
"Un pueblo que se autoconvoca y un estado de sitio que se puede
utilizar para crear bases políticas e institucionales de la paz: en estas
dos frases se resume la teoría constitucional construida para abrirle un
camino a la Asamblea dentro del orden jurídico"55.
primera supone un total ejercicio de soberanía y la segunda limita la Asamblea a temas
preacordados y prohíbe tratar otros. Sin embargo, el pronunciamiento de la Corte Suprema de
Justicia le dio carácter de Asamblea Nacional Constituyente.
53
ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE Y CONSTITUCIÓN POLITÍCA DE 1991. Alberto
Granda Marín. Universidad pontificia boliviana, pág. 6.
54
Manuel José Cepeda Espinosa, ex magistrado de la Corte Constitucional de Colombia (2001-
2009). Se desempeñó como presidente de dicha corporación entre junio 11 de 2005 a abril 10
de 2006.
55
Cepeda, citado por MURILLO CASTAÑO, Gabriel y UNGAR BLEIR, Elizabeth. Obra Citada.
P. 42.
54
En este orden de ideas, gracias a los consensos y convenios suscritos por las
cuatro principales organizaciones políticas de las elecciones y por virtud del
acuerdo político suscrito por las cuatro principales fuerzas de las elecciones
para la conformación de la Asamblea Nacional Constituyente realizadas en el
mes de Mayo (El sector oficialista del Partido Liberal, el Partido Social
Conservador, el Movimiento de Salvación Nacional y la Alianza Democrática
M19), más la autorización dada por la Corte Suprema de Justicia, se estableció
todo lo concerniente a la puesta en marcha de la Asamblea que debía reunirse
entre el 5 de Febrero y el 4 de Julio de I991.
Sobre la campaña para elegir dichos delegatarios que compondrían a la
Asamblea Constituyente, encontramos una síntesis realizada por el profesor
Alberto Granda que nos dice:
“La campaña aunque corta (del de Octubre al 9 de Diciembre de 1990),
fue supremamente rica y novedosa. Rica, por las posibilidades que, por
primera vez en la historia política del país, tuvieron todos los sectores
económicos, políticos, sociales y culturales, para hacer propuestas y
debatir en torno a las llamadas "mesas de trabajo. Es decir, el proceso
estuvo desligado de las reglas que el clientelismo ha impuesto a todo el
debate electoral. Y novedoso tanto desde el punto de vista formal como
real. Formalmente, por la aparición, por ejemplo, del tarjetón y,
realmente, por la emergencia en el terreno político de fuerzas
alternativas
del
bipartidismo,
como
los
movimientos
indígenas,
religiosos, comunales y cívicos, de estudiantes, intelectuales, ex
guerrilleros, etc. De los 70 delegatarios elegidos, 42 lo fueron por
55
cuociente y 24 por residuo. Adicionalmente, previo acuerdo político,
cuatro ex guerrilleros (dos con voz y voto) participaron en la Asamblea56.
La composición política de la Asamblea Nacional constituyente, producto de la
convocatoria electoral realizada para la misma, produjo una equidad y
participación casi equilibrada en los cuales se garantizo la participación de
todas las tendencias políticas y sociales en el País, a su composición
democrática, se le atribuye uno de los principales logros para la democracia
colombiana. Esta diversidad la podemos ver en el siguiente cuadro de
composición numérica por el total de los votos obtenidos y en consecuencia,
los puestos alcanzados en la Asamblea Constituyente.
PARTIDO
% DE VOTOS
Partido Liberal
26.75
PUESTOS OBTENIDOS EN
LA ANC
25
AD M-19
15.48
19
MSN
6.38
11
PSC
4.99
5
Conservadores
Independientes
3.11
4
Unión Cristiana
2.56
2
Unión Patriótica
1.46
2
Indígenas y otras listas
6.30
2
Finalmente, se aprobó una Carta Política que contiene 380 artículos definitivos
y 60 transitorios. Esta Carta Política de 1991 tiene un carácter consensual y
56
ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE Y CONSTITUCIÓN POLITÍCA DE 1991. Alberto
Granda Marín. Universidad pontificia boliviana, pág. 6.
56
pluralista, a diferencia de lo ocurrido con las anteriores, que habían sido fruto
de la voluntad excluyente de una parcialidad política. Pero en esta oportunidad,
la situación fue bien diferente dado el equilibrio político que existía en el interior
de la Asamblea, lo cual hizo que el trabajo, no obstante las controversias
ideológicas y políticas, siempre se orientara bajo los parámetros de la
transacción y el entendimiento.
En lo que tiene relación con los principales cambios que introdujera la Carta de
1991, por considerarlos sus fundamentos estructurales y sin la pretensión de
ser exhaustivos, es importante resaltar la manera en que sintetiza FEBRES
CORDERO estos hechos:
“Los principales cambios son: un amplio catalogo de derechos y
libertades con mecanismos de protección; el replanteamiento de la
división de los poderes públicos; la separación absoluta entre la Iglesia y
el Estado; la autonomía de las entidades territoriales; las obligaciones
económicas y sociales del Estado; y la democracia de participación
ciudadana” 57
Este ultimo “la democracia de participación ciudadana” precisamente es tema
central del presente trabajo”.
Precisamente en el avance que trajo consigo la Carta Política de 1991
consolidando la democracia en el país, trataremos de enfocarnos, como matriz
fundamental, debido a que cumple la función orientadora nacional en los
asuntos más prioritarios al tratar la democracia en la Capital del país.
57
FEBRES CORDERO Jaime Buenahora. La Democracia en Colombia, un proyecto en
construcción. 2ª edición.1997. Tercer mundo editores. Pág. 43.
57
El artículo 103 de la Constitución Política de 1991 dicta:
“Son mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su
soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el
cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato. La
ley los reglamentará. El Estado contribuirá a la organización, promoción
y capacitación de las asociaciones profesionales, cívicas, sindicales,
comunitarias,
juveniles,
benéficas
o
de
utilidad
común
no
gubernamentales, sin detrimento de su autonomía con el objeto de que
constituyan mecanismos democráticos de representación en las
diferentes instancias de participación, concertación, control y vigilancia
de la gestión pública que se establezcan”.
Con la Constitución Política de 1991, Colombia dio un paso importante para la
ampliación y consolidación de la democracia al establecer nuevos espacios
para la participación ciudadana a través de diferentes mecanismos: el
plebiscito, el referendo, la consulta popular, la iniciativa legislativa, la
revocatoria del mandato y el cabildo abierto, todos íntimamente ligados con el
ejercicio de la democracia participativa58.
La democracia en Colombia, desde el enfoque del Texto Constitucional, es una
concepción moderna, avanzada, con fuertes fundamentos morales basados en
la persona humana y en su dignidad y con una apuesta hacia el fortalecimiento
de la organización política y social con el fin de apostarle al mejoramiento de la
calidad de sus integrantes desarrollo social y económico con equidad, siempre
con el objetivo de lograr la consecución de un Orden Justo.
58
COGOLLOS AMAYA, Silvia. El camino tortuoso de la participación ciudadana: una mirada al
Cabildo
Abierto
en
Bogotá.
Colombia:
Red
Universitas
.http://site.ebrary.com/lib/lablaavirtualsp/Doc?id=10306545&ppg=5
58
Humanística,
2009.
La Constitución de 1991, desde la perspectiva de la participación, la
democracia colombiana significa que el pueblo debe asumir el rol de ser
integrante de una Republica tal cual como lo establece el artículo 1 que dicta:
“Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de
República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades
territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto
de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que
la integran y en la prevalencia del interés general”.
Es decir,
el pueblo a su vez, debe velar y tomar posiciones claras,
responsables y ciertas en las decisiones que afectan el manejo de la cosa
pública,
ya
que
en
la
democracia,
los
ciudadanos
deben
asumir
responsabilidades y obligaciones, como lo establece el artículo 95:
“La calidad de colombiano enaltece a todos los miembros de la
comunidad nacional. Todos están en el deber de engrandecerla y
dignificarla. El ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en esta
Constitución implica responsabilidades. Toda persona está obligada a
cumplir la Constitución y las leyes. Son deberes de la persona y del
ciudadano:
1. Respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios;
2. Obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con
acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o
la salud de las personas;
3. Respetar y apoyar a las autoridades democráticas legítimamente
constituidas para mantener la independencia y la integridad nacionales.
4. Defender y difundir los derechos humanos como fundamento de la
convivencia pacífica.
5. Participar en la vida política, cívica y comunitaria del país;
59
6. Propender al logro y mantenimiento de la paz;
7. Colaborar para el buen funcionamiento de la administración de la
justicia;
8. Proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la
conservación de un ambiente sano;
9. Contribuir al financiamiento de los gastos e inversiones del Estado
dentro de conceptos de justicia y equidad.”
Adicionalmente, con la democracia implementada en la Constitución de 1991,
las y los ciudadanos además de actuar tanto en lo público como en lo privado,
deben concurrir a conformar a ejercer y a controlar el ejercicio del poder político
tal como lo establece su artículo 40:
“Todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio
y control del poder político. Para hacer efectivo este derecho puede:
1. Elegir y ser elegido.
2. Tomar parte en elecciones, plebiscitos, referendos, consultas
populares y otras formas de participación democrática.
3. Constituir partidos, movimientos y agrupaciones políticas sin limitación
alguna; formar parte de ellos libremente y difundir sus ideas y
programas.
4. Revocar el mandato de los elegidos en los casos y en la forma que
establecen la Constitución y la ley.
5. Tener iniciativa en las corporaciones públicas.
6. Interponer acciones públicas en defensa de la Constitución y de la ley.
60
7. Acceder al desempeño de funciones y cargos públicos, salvo los
colombianos, por nacimiento o por adopción, que tengan doble
nacionalidad.
La ley reglamentará esta excepción y determinará los casos a los cuales
ha de aplicarse.
Las autoridades garantizarán la adecuada y efectiva participación de la
mujer en los niveles decisorios de la Administración Pública.”
Finalmente, como si no fuera poco,
las y los ciudadanos pueden exigir
responsabilidades a sus elegidos como lo señala los artículos 90 y 92:
“ARTICULO 90. El Estado responderá patrimonialmente por los daños
antijurídicos que le sean imputables, causados por la acción o la omisión
de las autoridades públicas.
En el evento de ser condenado el Estado a la reparación patrimonial de
uno de tales daños, que haya sido consecuencia de la conducta dolosa o
gravemente culposa de un agente suyo, aquél deberá repetir contra
éste.”
“ARTICULO 92. Cualquier persona natural o jurídica podrá solicitar de la
autoridad competente la aplicación de las sanciones penales o
disciplinarias derivadas de la conducta de las autoridades públicas”
Sintetizando a FREDDYUR TOVAR, la Democracia debe diferenciarse
sustancialmente del pluralismo por lo siguiente: El pluripartidismo supone la
existencia de muchos partidos y movimientos políticos en la puja democrática,
en tanto que el pluripartidismo supone la existencia de muchos partidos y
movimientos políticos en la puja democrática, en tanto que el pluralismo es una
condición de la naturaleza humana que se fundamenta en el disenso antes que
en el consenso, y entonces, es indispensable buscar consensos mínimos para
61
el bien de todos; que se consolida en el reconocimiento y vivencia de la
diferencia antes que en la homogeneidad; y finalmente, que se basa en la
transformación antes que en la permanencia, todo lo cual se hace sumamente
dinámica y diferenciada59.
Para hablar de la democracia en Colombia, es necesario observar brevemente
también la cultura que reina en el entorno social de nuestro país, a fin de poder
determinar el grado de conciencia y asimilación que los ciudadanos tenemos
sobre su concepto.
Un importante y profundo estudio realizado en el 2011 por el Observatorio de la
Democracia con el patrocinio de la Agencia de Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (USAID) en asocio con la Universidad de los Andes,
Centro Nacional de Consultoría y Vanderbilt University,
demuestra que la
cultura política de los colombianos siempre tiende a reconocer en la
democracia el mejor sistema y dicha percepción se ha mantenido estable y
relativamente alta. El apoyo a la democracia en este estudio se midió a través
de la siguiente pregunta: Puede que la democracia tenga problemas, pero es
mejor que cualquier otra forma de gobierno. ¿Hasta qué punto está de acuerdo
o en desacuerdo con esta frase? (en una escala de 1 a 7). Esta pregunta, como
la mayoría de preguntas utilizadas en dicho informe, fue recodificada a una
escala de 0 a 100 para facilitar las comparaciones y la comprensión.
59
FREDDYUR TOVAR, Luis. "El derecho justo en la Constitución Colombiana de 1991" ed:
Icesi, p.115 - 156 ,2006
62
Sin embargo aclara dicho estudio, que profundizando con un análisis de lo que
podríamos llamar ‘actitudes antidemocráticas’, es decir, actitudes que están en
contra de principios centrales de la democracia liberal como el respeto a las
minorías y la oposición y el apego al principio de separación de poderes, el
primer resultado que se muestra es que en 2011 se confirma una tendencia
iniciada el año anterior en el sentido de que dichas actitudes, en promedio, han
disminuido en el país. Estudios comparativos de años anteriores habían
mostrado ciertos rasgos autoritarios en la cultura política de los colombianos.
63
También establece este estudio que desde 2010 y en mayor medida en 2011
estos rasgos autoritarios han venido cediendo significativamente. El análisis
econométrico confirma estos hallazgos anteriores en el sentido de que proveen
evidencia sólida de que el culto a la personalidad del gobernante tiende a
fomentar actitudes antidemocráticas. Dicho análisis concluye con una reflexión
acerca de la relación entre el tipo de gobernante y la cultura política de un país.
La evidencia obtenida en el caso colombiano sugiere que las actitudes
contrarias a los principios democráticos que habían caracterizado a los
colombianos en estudios anteriores son menos estructurales de lo que se
podría pensar, lo cual representa una buena noticia.
La otra cara de la moneda es que la misma evidencia sugiere que estas
actitudes son maleables por las circunstancias y por el estilo de los
gobernantes, lo cual no necesariamente es muy alentador.
Por otro lado, encontramos que entre 2010 y 2011, las alcaldías (que pasó de
52 a 45 puntos en la escala de confianza de 0 a 100) y los concejos
municipales (que pasaron de 50 a 44 en la misma escala) fueron las
instituciones que sufrieron mayores pérdidas en la confianza que el ciudadano
promedio deposita en ellas. Este hallazgo no es muy halagüeño precisamente
en un año en que se realizarían elecciones para autoridades locales y
regionales. Por su parte, aunque en menor medida, el Congreso fue la
institución que mostró un mayor aumento en su nivel de confianza ciudadana.
64
65
El estudio incluyo una serie de preguntas con el fin de poder identificar hasta
que punto los ciudadanos aprueban o desaprueban diferentes formas de
expresión y participación políticas. Sus resultados son contundentes al afirmar
que la participación a nivel comunitario, las manifestaciones legales y las
campañas electorales son las preferidas entre ellos.
60
60
La muestra diseñada para Colombia incluye a todos los adultos no institucionalizados, es
decir que excluye a las personas que habitan en cárceles, colegios, hospitales y bases
militares. Es una muestra aleatoria estratificada. La estratificación asegura la inclusión de las
áreas geográficas más importantes del país: Pacífica, Atlántica, Central, Oriental, los Antiguos
Territorios Nacionales y Bogotá. La muestra fue subestratificada para incluir a las ciudades con
más y con menos de 300.000 habitantes. Finalmente, la muestra fue subestratificada además
en áreas urbanas y rurales. Se entrevistaron 1.503 personas. Técnicamente, nuestro margen
de error fue ± 2.5%. Esto quiere decir que si hiciéramos múltiples muestras en Colombia, 95%
de ellas reflejarían las opiniones de la población con una precisión no inferior a ± 2.5%. La
66
Hemos decidido que para el estudio que nos ocupa, es importante observar los
resultados estadisticos relacionados anteriormente ya que efectivamente es
comprobable la tendencia que existe en la ciudadania colombiana de priorizar
la participación politica localmente desde lo comunitario y sobre todo, de
permanecer en democracia, aunque los rasgos de la persona que dirige y
asume dicha representación pueda generar ciertos visos de autoritarismo o de
apatia que terminen siendo articulados con la opinión de los ciudadanos. Es
claro entonces que la coyuntura marca sustancialmente la actitud politica y su
desarrollo en la misma. Esto implica tambien, que las etapas politicas por las
que atraviesa nuestra sociedad en casos tales como la corrupción y la
burocracia disminuyen la percepción que tiene la ciudadania sobre sus
representantes.
1.3. LA DEMOCRACIA EN BOGOTÁ D.C
La historia del Concejo de Bogotá, como la del resto de ciudades americanas
fundadas por los españoles, tiene sus antecedentes en los cabildos de España,
los cuales tuvieron un papel importante en virtud de la determinación de la
Corona de estimular esta especie de autoridad local con el fin de apoyarse en
ella como un gran baluarte en la lucha contra la invasión musulmana.
La importancia geopolítica y militar de las ciudades llevó a los reyes a ceder
temporalmente parte de sus atribuciones y potestades a las juntas municipales
o cabildos. Los municipios, por su parte, se comprometían con el monarca a
muestra está constituida por 193 puntos muestrales: 160 urbanos y 33 rurales, distribuidos en
53 municipios de 26 de los 32 departamentos de Colombia.
67
incorporar las tierras circunvecinas a su jurisdicción con el fin de protegerlas,
poblarlas e incrementar su producción.
“En el Nuevo Mundo, el cabildo fue el primer tipo de autoridad civil, a
manos de los cabildos pasaba el poder militar de los conquistadores.
Algunos investigadores sostienen que el primer registro de una sesión
especial del Cabildo en la ciudad corresponde al 13 de mayo de 1539,
en la que se designó a Hernán Pérez de Quesada como gobernador,
capitán y justicia mayor de Santafé de Bogotá.”61
Los primeros integrantes fueron reconocidos capitanes de la Conquista, que a
su vez fueron los primeros titulares de encomiendas de las tierras recién
descubiertas.
“...Los cabildos eran el gran reducto en el que se agrupaban los
encomenderos para defender sus privilegios contra otros poderes que
eventualmente podían interferir o recortar sus fueros: el eclesiástico, el
de la Real Audiencia o el de los Visitadores, que ejercían la autoridad
por directa procuración del Monarca”62.
Sus integrantes se denominaban regidores y su forma de elección fue variada
en el tiempo: los designaba el Rey o la Real Audiencia o se podía comprar el
cargo como titulo nobiliario.
En los primeros tiempos, las acciones de los Cabildos se concentraron en la
regulación de asuntos de la vida tales como el abastecimiento de carne y trigo,
61
Boletín de Historia y Antigüedades, volumen 5, No. 52, enero de 1908, pág. 230-1.
62
Historia de Bogotá, Tomo II Conquista y Colonia (Salvat Villegas Editores). Pag. 61.
68
administración de justicia y policía, abastecimiento de agua, aseo y alumbrado,
mantenimiento de calles y caminos, y control de precios, entre otros.
Pero el fuerte poder de esos Cabildos empezó a declinar y al finalizar el siglo
XVI era evidente la disminución de su fuerza política y económica.
Definitivamente el poder disminuyo en la medida en que la Real Audiencia se
convirtió en un contrapeso. De hecho, en varias materias asuntos algunas
funciones del Cabildo.
El Cabildo de Santafé de Bogotá, en contraste con el papel reaccionario que
jugaron sus integrantes (encomenderos) en los siglos de dominio español
(Colonia y Conquista), especialmente por su oposición al reconocimiento de los
derechos indígenas y a las medidas fiscales que ordenaba la Corona, jugó un
papel clave en la jornada del 20 de julio de 1810, en el sentido de que sirvió
como órgano de legitimación del nuevo poder.
Aquí se cierra un período de la historia del Cabildo. Hasta ese momento las
decisiones giraban en torno al mandato de la Corona Española, cuya voluntad
se hacía cumplir a través de los virreyes.
A partir del período de Independencia, el marco de acción del Concejo lo
impuso el vaivén de las guerras civiles, cuyos vencedores terminaban
imponiendo una nueva Constitución. En 1819, luego de la batalla de Boyacá
nació en Angostura (Venezuela) la República de Colombia, integrada por el
Reino de Nueva Granada, la Capitanía General de Venezuela y la Presidencia
de Quito. Le siguieron la de 1821 (Constitución de Cúcuta) que instituyó la
Gran Colombia hasta 1830; las de 1832, 1843, 1853 (período de la Nueva
Granada que mantuvo ese nombre hasta 1858), llegando a la Constitución de
Rionegro en 1863 que instituyo el Gobierno federal, hasta llegar a la que seria
69
la Carta centenaria que rigió los destinos nacionales, Constitución de Núñez y
Caro en 1886.
El período que va de 1830 a 1886 vio nacer a los partidos políticos
tradicionales
Liberal y Conservador que en defensa de unas creencias y de
unos intereses económicos y políticos impusieron su sello en la conducción del
Estado, lo cual se reflejaba en inestabilidad constitucional.
Durante el período de 1863 (proclamación de los Estados Unidos de Colombia)
se consolidó el federalismo, que le dio amplio poder a los Estados soberanos
de la Nación en detrimento del poder del Ejecutivo central.
En relación con la autoridad de la ciudad, hay que decir que el 2 de junio de
1863 se expidió una ordenanza mediante la cual se determinaba la forma en
que estaría organizada la Municipalidad del Distrito Federal, cuyo cuerpo
legislativo estaría en cabeza de la Municipalidad, integrada por vocales
elegidos con su respectivo suplente por cada dos mil habitantes y uno más por
un residuo superior a mil. Esta ordenanza le fijaba las atribuciones a la
Corporación. Las cuales iban desde la
seguridad, orden, aseo, salubridad,
ornato y abastecimiento hasta la expedición de recompensas honoríficas a los
ciudadanos que hubieran sobresalido por su in genio o por haberle prestado
servicios a la ciudad.
En los “Acuerdos de la Municipalidad de Bogotá 1862-1896”, que recogen el
trabajo del Concejo de esa época, hay toda una variedad de normas que
incluyen la adopción de impuestos locales,
organización de la Policía,
aprobación de contratos suscritos por la municipalidad con particulares,
autorizaciones para obras de infraestructura, reglamentación de construcciones
y concesión para la explotación de negocios de espectáculos públicos.
70
El Federalismo llegó a su final en 1886 con la aprobación de una nueva
Constitución
–desmontada
Constituyente--
cuando
se
definitivamente
impuso
un
en
1991
“proyecto
por
la
político
Asamblea
de
Estado
descentralizado y fuerte, en vez del federalismo a ultranza” 63 y cuyo gestor, el
presidente
Rafael
Núñez
lo
resumió
así:
”Centralización
política
y
descentralización administrativa”.
1.3.1. BOGOTÁ DISTRITO ESPECIAL.
En 1945 mediante el acto legislativo número uno (01) se efectuó la reforma del
artículo 199 de la Carta Política en donde se ordeno que la Ciudad de Bogotá
se organizara como un Distrito Especial, sin sujeción al régimen ordinario.
En 1954 el Gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla, en acatamiento del acto
legislativo reseñado en el párrafo anterior y en uso de las
facultades
establecidas en el decreto 3518 del 9 de diciembre de 1949, mediante el cual
se había declarado el Estado de Sitio, le dio estructura de Distrito Especial a la
ciudad, expidiendo el decreto 3640, en el cual determinó que el Concejo de la
ciudad se denominaría “Consejo (sic) Administrativo del Distrito Especial” y
estaría integrado por 13 miembros, así: seis de elección popular, seis
nombrados por el Presidente de la República, consagrando la paridad en la
filiación política de los candidatos, el otro sería el Alcalde Mayor del Distrito,
quien lo presidiría.
Este decreto le daba, así, un carácter administrativo al Concejo, en el mismo
se le
63
anexaron al Distrito los municipios de
Fontibón, Usme, Engativá y
TIRADO MEJÍA, Álvaro. El Estado y la política en el siglo XIX. El Ancora Editores, tercera
edición, 1981. Pág. 108
71
Usaquén y al mismo tiempo se le dio autonomía Administrativa respecto del
Departamento de Cundinamarca. En el artículo quinto del mencionado decreto
se fijaron las atribuciones de dicho cabildo señalando que:
“ Además de las atribuciones conferidas por la Constitución y leyes a los
Concejos Municipales y, en especial, al del Municipio de Bogotá, el Consejo
(sic) del Distrito Especial o la corporación que haga sus veces tendrá las
siguientes:
a. Establecer los impuestos y contribuciones que juzgue necesarios, sobre
objetos no gravados por la Nación o por el Departamento, en
conformidad con la Constitución y la ley;
b. Fijar los planes y programas de obras públicas y de fomento;
c. Elegir el contralor y el Personero del Distrito Especial, quienes
nombrarán los empleados de su dependencia;
d. Conceder autorización al Alcalde Mayor para que previa aprobación de
la Junta Asesora y de Contratos del Distrito Especial, celebre convenios
de cuantía superior a trescientos mil pesos;
e. Aprobar o improbar los convenios de cuantía mayor a trescientos mil
pesos celebrados por el Alcalde, cuando no hubieren sido previamente
autorizados por el Consejo, o algunas de sus estipulaciones no se
ajustare al respectivo acuerdo de autorizaciones;
f. Elegir dos representantes en la Junta Asesora y de Contratos del Distrito
Especial, de distinta filiación política para períodos de dos años;
g. Autorizar al Alcalde para delegar en sus secretarios precisas funciones
de las que le corresponden;
h. Crear nuevas Secretarías del Distrito Especial”
Sin embargo a reglón seguido establecía una serie de prohibiciones para dicho
Consejo, frente al Alcalde Mayor, el cual era nombrado directamente por el
Presidente de la República. Así:
72
“Además de las prohibiciones establecidas en la ley para los Concejos
Municipales, el Consejo (sic) Administrativo del Distrito Especial tendrá
las siguientes prohibiciones:
1ª) Votar auxilios de cualquier clase que no hayan sido
propuestos por el Alcalde Mayor;
2ª) Limitar las atribuciones que las disposiciones legales confieran
al Alcalde Mayor;
3ª) Interferir la dirección administrativa del Alcalde Mayor, por
medio de juntas o comisiones de su seno que no hayan sido
expresamente autorizadas por la ley.”
Tras la caída del Gobierno de Rojas, y de acuerdo con lo pactado por los
partidos Liberal y Conservador, a partir de 1958 el Concejo estaría integrado
por 16 representantes de las dos colectividades (ocho de cada una). Así, por
esta exclusión, el concejal elegido por el Partido Comunista en 1960 fue
presentado como miembro del Movimiento Revolucionario Liberal (MRL), en
tanto que la representación de la Anapo en el Cabildo figuraba como disidencia
conservadora. Este sistema bipartidista rigió hasta 1970.
Otra norma importante relacionada con las funciones del Concejo fue el decreto
3133 de 1968 (Estatuto de Bogotá) el cual estuvo vigente hasta la expedición
del decreto 1421 de 1993 que en su articulo 180 lo derogo; en dicho
ordenamiento se estableció que la Corporación continuaba como organismo
superior de administración, integrado por 15 concejales con sus respectivos
suplentes, elegidos por dos años. En la misma normatividad se estableció que
a partir del año 1970, el concejo de Bogotá se reuniría por derecho propio dos
veces al año, el primero de julio y el primero de noviembre, y las sesiones
durarán cada vez treinta (30) días, prorrogables por decisión del propio concejo
73
por diez (a10) días más, otorgándole la facultad al Alcalde mayor para que lo
convocara a sesiones extras cuando quiera que este lo considere necesario
pero solo podría ocuparse de los asuntos que fueran sometidos en la
convocatoria a su consideración.
En el mencionado estatuto en su artículo 13 se fijaron las facultades del
Cabildo,
renovando la mayoría de funciones administrativas y fiscales
asignadas por la regulación del Gobierno Rojas, ampliando la facultad para
expedir los
Códigos de Policía, Fiscal, de Construcción, y de transito
transporte. a nivel local. Creando con ello un organismo hibrido que se
desempeñaba como coadministrador y a su vez ejercía un incipiente control
político sobre la administración.
1.3.2. BOGOTÁ DISTRITO CAPITAL.
La Asamblea Constituyente de 1991 aprobó que la ciudad estaría organizada
como Distrito Capital. Respecto a la integración del Concejo determinó que
habría un concejal por cada 150 mil habitantes o fracción mayor de 75 mil que
tenga el territorio. Hasta ese momento había 20 concejales, que han venido
aumentando hasta llegar a 45 que componen el cabildo en la actualidad.
Como se
ha señalado en forma anticipada, al Concejo de Bogotá se le
eliminaron en el decreto 1421 sus funciones de administración propiamente
dichas y se definieron en el artículo 8 en el sentido de que:
“El Concejo es la suprema autoridad del Distrito Capital. En materia
administrativa sus atribuciones son de carácter normativo. También le
corresponde vigilar y controlar la gestión que cumplen las autoridades
distritales”
74
Respecto a los periodos de sesiones también se modifico de manera radical
conforme a las necesidades de la administración distrital al respecto el artículo
decimo establece que el Concejo Distrital se reunirá ordinariamente, por
derecho propio, cuatro veces al año, así: el primero (1) de febrero; el primero
(1) de mayo; el primero (1) de agosto; el primero (1) de noviembre. Cada vez,
las sesiones durarán treinta (30) días prorrogables, a juicio del mismo Concejo,
hasta por diez (10) días más.
También sesionará extraordinariamente por convocatoria del Alcalde Mayor. En
este caso se reunirá durante el término que le fije la autoridad que lo convoca y
únicamente se ocupará de los asuntos que ésta somete a su consideración, sin
perjuicio de que ejerza la función de control político que le corresponde en todo
tiempo
Respecto a las atribuciones del Concejo se ocupo el artículo doce (12) en el
cual se fijaron las atribuciones de la corporación que se pueden resumir:
1- Funciones de carácter administrativo propiamente dicho, las que
permiten el diseño normativo de políticas publicas respecto al adecuado
distribución de funciones administrativas, fija escala de remuneración,
implementa la carrera y diseña
las funciones necesarias para la
eficiente prestación de los servicios a cargo del Distrito; a la adopción
del Plan General de Desarrollo Económico y Social de Obras Públicas.
El Plan de inversiones, que hace parte del Plan General de Desarrollo,
establece el presupuesto anual de gastos y rentas; adopta el Plan
General de Ordenamiento Físico territorial del Distrito; dictar las normas
tendientes a garantizar la preservación y defensa del patrimonio cultural
y ecológico, los recursos naturales y el medio ambiente. Fija las reglas
contractuales, regula los empréstitos y el nivel de endeudamiento de la
ciudad y otorga las facultades necesarias al Alcalde Mayor, expedir los
códigos fiscal y de Policía.
75
2- Funciones de carácter fiscal a través del cual el Concejo establece,
reforma o eliminar tributos, contribuciones, impuestos y sobretasas:
ordena exenciones tributarias y establece sistemas de retención y
anticipos con el fin de garantizar el efectivo recaudo de aquéllos, regula
todo lo concerniente para la distribución de recursos a las localidades.
3- Funciones de carácter electoral. Que le asignan la
elección del
Contralor y el Personero Distrital, regulando su funcionamiento.
4- Función de Control Político: El artículo 14 estableció: Corresponde al
Concejo vigilar y controlar la administración Distrital. Con tal fin, podrá
citar a los secretarios, jefes de departamento administrativo y
representantes legales de entidades descentralizadas, así como al
Personero y al Contralor. También podrá el Concejo solicitar
informaciones
escritas
a
otras
autoridades
distritales
y
como
consecuencia producir la llamada moción de observaciones.
Con el fin de hacer la administración más transparente y lograr un control
político efectivo se elimino la facultad de coadministrador que tenían los
concejales, eliminando la participación de estos en las juntas directivas de las
entidades del Distrito.
El Concejo ha sido a lo largo de la historia escala obligada de importantes
políticos en su camino a la Presidencia de la República. Los datos históricos
del siglo XX registran la presencia como concejales de la ciudad de los
siguientes ex presidentes: Miguel Abadía Méndez, Enrique Olaya Herrera,
Alfonso López Pumarejo, Eduardo Santos, Alberto Lleras Camargo, Darío
Echandía, Mariano Ospina Pérez, Laureano Gómez, Roberto Urdaneta
Arbeláez, Carlos Lleras Restrepo, Misael Pastrana Borrero, Alfonso López
Michelsen, Julio César Turbay Ayala, Belisario Betancur, Virgilio Barco, Ernesto
Samper, Carlos Lemos Simmonds y Andrés Pastrana.
76
Con respecto a la participación demócrata del ciudadano en el Distrito Capital
el decreto 1421 de 1993 en su artículo 6 ordena:
“Las autoridades Distritales promoverán la organización de los
habitantes y comunidades del Distrito y estimularán la creación de las
asociaciones profesionales, culturales, cívicas, populares, comunitarias y
juveniles que sirvan de mecanismo de representación en las distintas
instancias de participación, concertación y vigilancia de la gestión
distrital y local”
Proceso que se ha venido cumpliendo, mediante la implementación de las
veedurías ciudadanas, la rendición de cuentas y los movimientos pro
revocatoria del mandato a los alcaldes elegidos, revocatoria que aun no ha sido
exitosa.
En lo que se refiere al Concejo de la Ciudad el mismo artículo dispone:
“De conformidad con lo que disponga la ley, el Concejo dictará las
normas necesarias para asegurar la vigencia de las instituciones y
mecanismos de participación ciudadana y comunitaria y estimular y
fortalecer los procedimientos que garanticen la veeduría ciudadana
frente a la gestión y la contratación administrativas”.
77
CAPITULO 2.
LAS SOMBRAS EN LA DEMOCRACIA.
La democracia se ha convertido en uno de los principales objetivos del mundo
contemporáneo. Los gobiernos actualmente se caracterizan por una lucha
constante de reivindicación y defensa a sus democracias, dejando claro que no
todos conciben la democracia de manera similar, cada gobierno dependiendo
de su forma e ideología marca su concepción de democracia, que en mucho de
los casos, precisamente han sido estos las causas de múltiples confrontaciones
y luchas armadas, económicas e ideológicas en el mundo. Es así, como
debemos mencionar los fuertes conflictos que en nuestro siglo han marcado la
historia, estos son, las confrontaciones en los países de Oriente, Egipto, Libia,
Túnez, entre otros.
Las confrontaciones por la consolidación de la democracia no ha sido
solamente entre Estados, muchos de los últimos acontecimientos se han dado
en los escenarios internos de los países. Los movimientos sociales y
ciudadanos han jugado papeles protagónicos, han sido estos los que han
movilizado a los pueblos para que mediante diferentes mecanismos, algunos
no tan validos, como lo es la violencia o la vía armada, para lograr el desmonte
de las degeneraciones de la democracia, como lo es la dictadura o la
demagogia.
Estas vías, muchas de ellas violentas han obtenido fuertes victorias, que a
pesar de sus costos, han obtenido el objetivo inmediato, el debilitamiento de
aquellos gobiernos que implementan sus modelos de democracias, los cuales
son basados en concepciones restringidas, hereditarias y violatorias de los
derechos humanos.
78
Estos objetivos inmediatos son basados en el derrocamiento de sus Jefes de
Gobierno y/o de Estado, respectivamente, pero lo que hay que plantearnos
también bajo estos resultados exitosos, es lo que viene hacia el futuro. Que le
depara a una Estado que pasara posiblemente a ser una Republica plena con
todas sus garantías y derechos pero que aun no han superado esas etapas de
transición que deben atravesar para encontrar sus democracias plenas,
entendida esta como, la implementación de principios y valores democráticos
que lleve consigo el establecimiento de los derechos y obligaciones para todas
y todos los ciudadanos.
Estos procesos de transición no son agiles como tampoco fáciles. Estas
discusiones deben atravesar la ardua tarea de encontrar sus principios y
valores democráticos en situaciones de índole religiosa, étnica, económica,
ambiental y político, siendo estos los factores que precisamente terminan
gobernando directa o indirectamente la toma de decisiones en los dirigentes.
2.1 LA SOMBRA DE LA DEMOCRACIA UNIVERSAL.
Sin duda, el anhelo de universalidad de la democracia debe resistir y retar
cientos de desafíos que acogen diferentes formas y que provienen de las más
múltiples direcciones y fuentes. De hecho, parte del presente trabajo
académico trata precisamente sobre ello, debido a que tratamos de analizar la
afirmación de la democracia como valor universal, constructor de ciudadanía,
calidad de vida y gobernabilidad.
Las cualidades humanas basadas en el poder, en la victoria y en la aceptación
de la opinión pública han sido transcendentales para las crisis por las cuales ha
tenido que atravesar la democracia en el mundo. Aun en pleno siglo XXI vemos
como en países de algunos continentes, inclusive en modelos no muy lejanos
al nuestro, persisten modelos autoritarios que muchos de ellos quizás
79
introduciendo la palabra democracia con el fin de legitimar sus acciones, llevan
a sus pueblos en los rumbos hacia el retroceso perdiendo con esto, valores tan
fundamentales y básicos como la libertad.
En cualquier época y ambiente social existen creencias generalizadas que son
respetadas como una especie de norma universal, son consideradas correctas
mientras no se demuestre lo contrario.
“Aunque la democracia no se ha llevado a la práctica universalmente ni
ha sido uniformemente aceptada, la forma de gobierno democrática es
considerada en la actualidad, dentro del clima general de la opinión
internacional, como la correcta. Así pues, son los que denigran el
sistema democrático los que deben justificar su postura. Pero este viaje
histórico es bastante reciente. No hace mucho, los defensores de la
democracia en Asia y África se veían en apuros a la hora de defender
sus puntos de vista. Si bien actualmente tenemos razones suficientes
para rebatir a aquellos que, implícita o explícitamente, niegan la
necesidad de la democracia, debemos dejar muy claro cómo fue
cambiando el estado de opinión general a lo largo de varios siglos. No
tenemos que empezar de nuevo por explicar si un país u otro (Sudáfrica
o Camboya o Chile) está “preparado para la democracia” (cuestión tan
relevante en el discurso del siglo XIX), ahora lo damos por sentado. El
reconocimiento de la democracia como sistema universalmente válido,
cada vez más aceptado como valor universal, ha supuesto una
importantísima revolución del pensamiento y constituye una de las
contribuciones más importantes del siglo XX. Es en este contexto donde
debemos analizar el tema de la democracia como valor universal.”64
64
ALVAREZ ARAYA, Oscar. Director Ejecutivo del Secretariado Permanente. Red
Latinoamericana y del Caribe para la Democracia. www.democraciaparticipativa.net Articulo
llamado: “Amartya Senn y la Democracia como Valor Universal”.
80
En la década de 1980 entro en crisis el Estado intervencionista, centralista y
paternalista que con ciertos grados de éxito, habían tratado establecer algunos
países latinoamericanos siguiendo el ejemplo de Europa. La crisis del Estado
en América Latina se manifestó plenamente a partir de la explosión de la crisis
de la deuda externa, cuando México declaro la moratoria de sus obligaciones
en 1982.
La crisis surgió en primera instancia como un conflicto de índole fiscal porque
se habían agotado las fuentes económicas que oxigenaban el aparato
burocrático trayendo como consecuencias finales los traumas a los
trabajadores y al sistema de seguridad social.
El petróleo, factor dominante en la gobernabilidad del mundo, empezó a
imponerse principalmente en aquella década debido a que países tales como
México y Venezuela alimentaron el reciclaje de los excedentes financieros de
los países del medio oriente.
Adicionalmente de la crisis fiscal, también el mundo empezó a sentir las crisis
de funcionamiento del aparato administrativo y finalmente una fuerte crisis de
legitimidad política y gobernabilidad.
La crisis de legitimidad del Estado tuvo expresiones muy diversas dependiendo
de los contextos políticos. Los regímenes militares desarrollistas vigentes en
buena parte de Suramérica – promotores del desarrollo industrial y de masivas
inversiones en infraestructura directamente soportadas por el estado, sin
mucha consideración de su viabilidad financiera y económica. Perdieron el
limitado respaldo popular con que alguna vez habían contado u la capacidad
económica para cooptar a las elites empresariales y financieras. Aunque la
dictadura de Pinochet implanto un modelo de Estado más a tono con las
81
nuevas tendencias liberales de mercado – neoliberalismo – y consiguió poner
rápidamente en pie a la economía después de la profunda crisis de 1982, al
mejorar las condiciones de vida la arriada tradición democrática e institucional
de los chilenos logro restaurar la democracia en 199065.
Pero, ¿Hasta qué nivel ha funcionado la democracia en el mundo? Mientras
que nadie pone en duda el papel que ha desempeñado en naciones como
Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia, cuando se analizamos la democracia
en los países más pobres las conclusiones se tornan críticas.
Países como la India es por supuesto, uno de los ejemplos más controvertidos
del debate. Cuando los británicos se negaron a otorgarle la independencia,
manifestaron su ansiedad sobre la verdadera capacidad de los hindúes para
gobernarse.
MARTHA SENN, expone este caso de la India como uno de los más llamativos
de su experiencia, en sus palabras establece que:
“En 1947, el año de la independencia, India se encontraba, de hecho, en
un estado de gran confusión. Un gobierno inexperto, divisiones no
asimiladas y alineamientos poco definidos se combinaban con la
violencia popular generalizada y el desorden social. Resultaba difícil
tener fe en el futuro de una India democrática y unida. Sin embargo,
apenas medio siglo después encontramos una democracia que, con sus
buenos y sus malos momentos, ha funcionado muy bien. Las
divergencias
políticas
se
han
abordado
dentro
de
un
marco
constitucional y se han sucedido los gobiernos siguiendo las normas
65
LORA Eduardo. El estado de las reformas en América Latina. Fundación Carlos Lleras
Restrepo. 2007.
82
parlamentarias y electorales. India, una torpe, insólita y poco elegante
combinación de diferencias, ha sobrevivido a pesar de todo y funciona
correctamente como unidad política regida por un sistema democrático.
De hecho, se mantiene unida gracias precisamente a la democracia.”66
Existen muchos problemas en torno a la democracia, pero es que lo que si se
debe entender es la ésta, es un proceso que a unos pocos afecta y a muchos
les favorece, pero que lastimosamente esos pocos son más fuertes y mas
organizados, lo cual les permite llegar fácilmente a los escenarios de poder y
decisión.
Uno de los tantos cuestionamientos no son solo con la practica en terreno de la
misma, sino que inclusive sus debilidades inician con puntos tan básicos como
su misma definición.
Cada autor expone su propia serie de tesis y antítesis de la democracia, sus
causas y consecuencias. Los objetivos que se suelen
ostentar son por lo
general de carácter idealista. Básicamente todos los líderes políticos aseguran
trabajar para los fines democráticos, pero si realmente fuera así, todos los
estados serían democráticos.
Por otro lado la democracia, también nos presenta dificultades desde el punto
de vista empírico y analítico. La dificultad de definir a la democracia en
términos de fuentes de autoridad o de propósitos de gobierno, ha llevado en las
últimas décadas a enfatizar una definición institucional de democracia.
La democracia tiene un significado útil sólo si se le define en términos
institucionales. La institución clave en una democracia es la elección de los
líderes por medio de elecciones competitivas. La formulación moderna más
importante la hizo JOSEPH SCHUMPETER, en 1942, señalando que:
66
SENN, Martha. "Democracy As a Universal Value." American Educator. 24.2 (2000): 16.
Print.
83
“El método democrático es aquel mecanismo institucional cuyo fin es
llegar a decisiones políticas, en la cual los individuos adquieren la
facultad de decidir mediante una lucha competitiva por el voto del
pueblo”. Durante algún tiempo, después de la Segunda Guerra Mundial,
el debate continuó entre los teóricos que adherían a la definición clásica
de democracia, por la fuente o por el propósito, y aquellos que se
inclinaban por el concepto institucional schumpeteriano”67.
Hoy el debate ha concluido y ha predominado la tesis de Schumpeter. El
enfoque institucional posibilita distinguir la democracia de otros sistemas
contemporáneos, a saber, el sistema totalitario y el sistema autoritario.
Según GARCIA VANEGAS, las dimensiones clave por las que se pueden
comparar con la democracia son tres:68
1) La forma en que se eligen los líderes a través de elecciones competitivas u
otros medios.
2) El alcance y la naturaleza de la participación de la ciudadanía en el gobierno.
3) El alcance y la naturaleza del control de la sociedad, en especial el control
de la economía por parte del gobierno. La democracia es competitiva, mientras
que los sistemas autoritarios y totalitarios son no competitivos; los sistemas
democráticos y totalitarios son participativos (el primero con participación
autónoma y el segundo con participación movilizada, en tanto que los sistemas
autoritarios son no participativos. Los sistemas totalitarios ejercen un control
67
SCHUMPETER, Joseph A. Capitalism, Socialism, and Democracy. New York: Harper, 1950.
Print
68
GARCÍA VANEGAS, David. Democracia y Constitución.Colombia: Universidad Cooperativa de
Colombia,. p 25. http://site.ebrary.com/lib/lablaavirtualsp/Doc?id=10154625&ppg=26
Copyright © 2006. Universidad Cooperativa de Colombia.
84
amplio o total sobre la sociedad y la economía, mientras que los sistemas
democráticos y autoritarios ejercen solamente un control limitado o moderado.
De las características y requisitos que presenta DAHL para los sistemas
políticos democráticos, totalitarios y autoritarios, queremos sintetizar
las
siguientes para efectos de nuestro trabajo:
1. Rol de la ideología limitado central no existe.
2. Forma de cambio gradual revolucionaria no gradual.
3. Participación no amplia o no muy autónoma movilizada limitada.
4. Elecciones efectivas rituales no existen o no son competitivas frecuentes y
no frecuentes.
5. Libertad de expresión poco amplia, no existe, derecho de prensa y de
reunión restringidos.
6. Control de la economía limitado por parte del gobierno a un moderado total.
La definición institucional provee de un sistema referencial práctico para
determinar si un sistema es democrático. Proporciona una serie de puntos de
referencia, agrupados en su mayoría de acuerdo con las dimensiones de de
DAHL de competencia y participación69.
Es importante resaltar el caso de Sudáfrica bajo el régimen del apartheid, en
que el 70% de la población afro del país no pudo ejercer este derecho, o como
ocurrió en Suiza con el voto de las mujeres, hasta hace muy poco tiempo atrás;
y en Estados Unidos, cuando se negó la participación electoral al 10% de la
población afro-americana del sur.
Es reconocido ya mundialmente que la censura, las elecciones fraudulentas, la
coerción y la restricción de reunión o movimiento, son políticas incompatibles
69
DAHL, Robert A. La Democracia Y Sus Críticos. Barcelona: Paidós, 1993. Print.
85
con la democracia. El concepto institucional de democracia ha sido
ampliamente aceptado en Estados Unidos, Europa y ahora también en
Latinoamérica.
Ahora bien, no podemos aplaudir las consolidaciones de la democracia pero
que se visualiza desde el punto de vista formal y no sustancias, es decir,
cuando un Estado se declara democrático pero sus niveles de pobreza y
desigualdad se han profundizado, tenemos que entrar a observar que tipo de
democracia realmente están concibiendo. Es oportuno en este momento
señalar a STRASSER cuando afirma que:
“Dicen que en las últimas décadas del siglo XX la democracia ha
triunfado a escala mundial. Sin embargo, en el mismo tiempo también lo
ha hecho la desigualdad, de manera rampante. ¿Qué es esto? La
democracia no es un régimen cualquiera de gobierno sino la mejor de
las formas políticas comparadas que puede tomar el estado; la
desigualdad, una afrenta o un estigma de la condición social. Y ahora
ambas vienen juntas. Mayor desigualdad social en tiempos de mayor
igualdad política, ¿se trata de una paradoja?”70
En la tercera edición del Índice de la Democracia71 la Unidad de Inteligencia de
The Economist analiza la situación, a noviembre de 2010, de la democracia en
70
STRASSER, Carlos. Democracia & desigualdad: Sobre la "democracia real" a fines del siglo
XX . Argentina: CLACSO, 2005. site.ebrary.com/lib/lablaavirtualsp/Doc?id=10083483&ppg=7
71
El índice de democracia es una medición hecha por la Unidad de Inteligencia de The
Economist (EIU por sus siglas en inglés), a través de la cual se pretende determinar el rango de
democracia en 167 países, de los cuales 166 son estados soberanos y 165 son estados
miembros de las Naciones Unidas. Este estudio fue publicado por primera vez en el año 2006 y
ha tenido posteriores actualizaciones en 2008 y 2010. La unidad de inteligencia del índice de
democracia de The Economist basa los resultados en 60 indicadores que se agrupan en cinco
diferentes categorías: proceso electoral y pluralismo, libertades civiles, funcionamiento del
gobierno, participación política y cultura política. En lo que respecta a la clasificación que se le
86
165 estados y dos territorios, excluyendo el micro-estado. En aras de medir el
nivel de democratización de los regímenes políticos, el análisis se basa en
cinco
indicadores:
pluralismo
y
elecciones
libres;
libertades
civiles;
funcionamiento del gobierno; participación política; y cultura política. Asimismo,
plantea otras categorías dividiendo a los regímenes en: democracias plenas;
democracias defectuosas; regímenes híbridos; regímenes autoritarios.
Establece dicho estudio, en palabras de Maria Laura Depetris 72: El número de
democracias plenas, encabezadas por Noruega, es apenas de 26 países
(12,3% de la población global), las democracias defectuosas son 53 (37% de la
población), los regímenes híbridos son 33, mientras que los regímenes
autoritarios representan la categoría más numerosa, con 55 países y el 36,5%
de la población mundial.
Es interesante analizar la clasificación en este índice de los países de la región.
Se impone destacar que en la lista de las “democracias plenas”, por parte de
nuestra región sólo aparecen Uruguay y Costa Rica, con puntajes promedio de
8.10 y 8.04 (sobre 10), respectivamente, mientras que la mayor parte de la
región cae en la categoría de “democracias defectuosas” (Chile en la posición
34, Jamaica 43, Trinidad y Tobago 44, Panamá 45, Brasil 46, México 50,
Argentina 51, Colombia 57, El Salvador 61, Paraguay y Perú 62, República
Dominicana 70, Guyana y Guatemala 75). Entre los regímenes híbridos
encontramos algunos países centro y suramericanos (Bolivia 80, Ecuador 87,
Honduras 88, Nicaragua 89, Venezuela 96 y Haití, ocupando la penúltima
posición, 111). Cuba, por su parte, ocupa la posición 121 del ranking,
hace a los países de acuerdo a su puntaje, esta se divide de la siguiente manera: países con
democracia plena, países con democracia defectuosa, países con regímenes híbridos y países
con regímenes autoritarios.
72
DEPETRIS María Laura es www.analisislatino.com Nota: El informe completo de Democracy
Index 2010 puede descargarse http://graphics.eiu.com/PDF/Democracy_Index_2010_web.pdf
87
integrando la lista de regímenes autoritarios. De esta manera, se evidencia que
el mapa democrático de la región dista de ser homogéneo.
El reporte demuestra que el puntaje ponderado de la región ha experimentado
un leve descenso entre 2008 y el 2010. Es prioritario entonces observar el
abordaje que el informe desarrolla sobre dos grandes temas: la democracia
electoral y la libertad de prensa. DEPETRIS analiza este punto del análisis
afirmando que:
“Si bien respecto del primero se dictamina que la región goza de una
relativa “buena salud”, alegándose que en la mayor parte de los países
latinoamericanos las elecciones “libres y justas” se encuentran bien
establecidas, se destaca una erosión en la libertad de prensa, reflejando
una tendencia hacia un mayor control y participación en la misma por
parte del gobierno en un gran número de estados latinoamericanos. Los
números hablan por sí mismos: de los 36 países que experimentaron un
deterioro en su puntaje de libertad de prensa entre la segunda y la
tercera edición del índice, 9 son latinoamericanos (Argentina, Bolivia,
Colombia, Ecuador, Guyana, México, Honduras, Nicaragua y Perú). En
este sentido, resulta aleccionador el pronunciamiento del primer
mandatario de la democracia “más plena” de la región, José “Pepe”
Mujica, sobre este tema: “la mejor ley de prensa es la que no existe” 73.
Por añadidura, el informe subraya que flagelos como la violencia y narcotráfico,
han impactado negativamente en el posicionamiento en el índice de varios
países de la región. Además, se pone de manifiesto que tres países (Honduras,
Nicaragua y Bolivia), experimentaron cambio sustancial en su clasificación en
la tabla, dejando de ser considerados “democracias defectuosas” para
incorporarse a la lista de regímenes “híbridos”.
73
Ibídem.
88
Es entonces claro que existe un retroceso en la democracia global, según lo
establecido en las estadísticas, la sociedad no atraviesa solamente por
situaciones de crisis económica sino también de crisis democráticas causadas
entre otras razones, por el ascenso al poder de fuerzas populistas con
credenciales democráticas dudosas en algunos países de la región.
Cuando hablemos de retrocesos se nos obliga también referenciar las
situaciones de algunos países tales como los de Turquía e Irán, fuertemente
convulsionados en los últimos tiempos por el manejo y concepción de la
democracia que cada uno de ellos ha querido implementar. Estos dos países,
los cuales tienen una historia muy antigua y cada uno de ellos está tratando de
restaurar lo que consideran “las glorias de su pasado”; en eso se parecen. No
son estados como Jordania, Siria, Líbano o Irak, que fueron creados en 1921,
después de la Primera Guerra Mundial. Turquía y especialmente Irán son
estados que tienen detrás 2.000 o 3.000 años de historia y piensan que ya es
hora de ocupar nuevamente el centro del protagonismo mundial.
Es paradójico tener que observar que precisamente el Oriente Medio es la cuna
de las civilizaciones, pues es precisamente esa carga histórica la que no ha
permitido la consolidación de algunos factores de la democracia, como lo son,
el respeto a la diferencia, la libertad de cultos, la implementación de los
Derechos Humanos y la realización de elecciones libres. Lo que a nuestros
tiempos podemos visualizar es que existe una diversidad de grupos étnicos y
religiosos, y cada uno de ellos está en una especie de marcha de choque entre
sí, que la democracia no ha logrado poder interpretar o eliminar.
89
2.2 DEBILIDADES DE LA DEMOCRACIA COLOMBIANA.
Una verdadera formación democrática, siempre postergada, debería haber
enseñado a los colombianos que cuando el Estado se revela insuficiente para
garantizar la paz pública y para proteger a los ciudadanos, la más urgente tarea
es la de fortalecer ese Estado en términos democráticos, aumentar su
legitimidad volviéndolo mas incluyente, ampliando su base social y dándole los
mecanismos y recursos para combatir o someter a los rebeldes, de modo que
la protección de la sociedad se inscriba en el marco de la ley. La solución
desesperada pero también irresponsable de crear cuerpos militares paralelos,
no sujetos a la ley, es un suicidio público, porque esos cuerpos no tardan
mucho en convertirse en verdugos de toda la sociedad, incluidos aquellos que
inicialmente los financiaron. Además, recurrir al crimen para combatir el crimen
termina convirtiendo a los defensores de la civilización en monstruos idénticos
a aquello que combaten, o peores74.
Otro concepto de gran fuerza de la Constitución parece languidecer. La
"democracia
participativa",
como
complemento
indispensable
de
la
representativa, parecía ser la innovación más destacada de la Asamblea
Constituyente. Sin embargo su aplicación ha sido marginal y el estreno del
referendo constitucional fue en verdad poco auspicioso. Sin embargo, estoy
convencido de que vendrán mejores tiempos para esa participación directa de
los ciudadanos, pues la madurez política de los colombianos va en aumento 75.
74
75
OSPINA William Colombia: La encrucijada .Reforma [México] 18 Mar 2001.
NAVARRO WOLFF Antonio Artículo de opinión. Una constitución para perdurar Pese a las
reformas, críticas y algunos desaciertos, la Constitución Política de 1991 creó una nueva
democracia en Colombia. Las amenazas a este nuevo Estado social de derecho aún perduran.
90
Sin embargo, estos procesos de democratización y re-institucionalización vía
participación ciudadana, no han estado exentos de obstáculos de los más
variados tipos, como la falta de voluntad política, de expedición oportuna de
normativas o de provisión de recursos financieros, los cuales han aplazado el
empoderamiento de los derechos políticos participativos así como los
resultados que de dicha actividad política pudieran derivarse. El ejemplo más
ilustrativo de este fenómeno es la limitación a la participación que el mismo
Congreso de la República hizo a través de la Ley Estatutaria de la Participación
(134 de 1994), donde se establecieron exigentes requisitos para garantizar su
legalidad. la Ley Estatutaria se expidió en 1994, pero otro año más tuvo que
pasar para que se asimilaran las normas y se comenzaran a ver intentos de
aplicación y uso de algunos mecanismos participativos. La participación ha
tenido un extenso camino de aprendizaje ciudadano, sin duda tortuoso, cuyo
recorrido ha estado sembrado de trabas e inconvenientes76.
La Constitución aprobada el 5 de agosto de 1886, en lo que tiene que ver con
las funciones de los concejos les fijaba tareas como determinar las
contribuciones y gastos locales, llevar el movimiento anual de la población y
formar el censo civil, pocas, frente a las que le concedió a los departamentos,
razón por la cual Bogotá tuvo una alta dependencia de Cundinamarca. De las
principales novedades que nos trajo dicha Constitución fue la implementación
de las dos cámaras del Congreso de la Republica, el himno, escudo y bandera
de Colombia y se permitió el voto de los hombres mayores de 21 años que
tuvieran alguna profesión u oficio.
Hechos que sin duda alguna aportaron a las medidas que tendían a encontrar
modelos democráticos. No podemos avanzar sin mencionar hechos relevantes
76
COGOLLOS AMAYA, Silvia. El camino tortuoso de la participación ciudadana: una mirada al
Cabildo Abierto en Bogotá., , Colombia: Red Universitas Humanística, 2009. p 5.
http://site.ebrary.com/lib/lablaavirtualsp/Doc?id=10306545&ppg=5
91
para la construcción de nuestra historia democrática, que desafortunadamente
muchos de ellos tuvieron que estar ligadas a procesos sangrientos y violentos
para nuestra sociedad. La Guerra de los mil días, la Separación de Panamá, la
Masacre de las Bananeras, el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán y el bogotazo,
el Frente Nacional, el nacimiento de los movimientos guerrilleros, la toma del
Palacio de Justicia y el asesinato del dirigente liberal Luis Carlos Galán
Sarmiento.
De los anteriores hechos, se puede resaltar la importancia que se obtuvo con la
implementación de medidas como las del Frente Nacional, en las que las
opiniones políticas están dividas en cuanto a sus beneficios para el país. El
Frente Nacional desde nuestro punto de vista es una consecuencia de nuestra
cultura política. En su momento, esta medida busco terminar parcialmente con
el enfrentamiento violento de los diferentes sectores políticos que estaban
única y exclusivamente agrupados en dos tendencias, los liberales y
conservadores, pero que se implemento a costa de conceptos tan elementales
en la democracia, como lo es la oposición, la creación y fortalecimiento de
nuevas expresiones políticas y sociales y el derecho a la opción en el voto.
Por otro lado, pero sin perder el contexto de fondo, podemos repasar que el
asesinato de líderes como Jorge Eliecer Gaitán y Luis Carlos Galán Sarmiento,
se configuran como ejemplos en los que la materialización de la democracia ha
sido coartada sangrientamente. Estos dirigentes que se convertían en opciones
de esperanza para el pueblo colombiano fueron asesinados bajo circunstancias
políticas especiales tales como el desarrollo de procesos electorales en los que
se encontraba inmerso el País en su momento, las opciones electorales de que
estos candidatos llegaran a ocupar la Presidencia con fuerte respaldo popular y
por la consolidación de una derecha oculta y armada. Estos tres elementos se
convirtieron en una combinación peligrosa para la construcción de una
sociedad moderna basada en la cultura política decente y progresistas, pero
sobretodo, se constituyo como el arma más letal para la democracia de este
92
país, ya nadie podía opinar diferente y la actividad pública estaba rodeada y
vigilada no por las fuerzas del estado sino por el narcotráfico y su alianza con la
política colombiana.
La sociedad colombiana ha tenido constantes cambios y esto tiene múltiples
causas, una de ellas a manera de ejemplo es la globalización, en la que
recibimos fuertes influencias de
algunos países con fuertes tendencias
económicas que siempre tienden a imponerse y a colonizar nuevos territorios.
El entender a nuestra sociedad nos explica varias crisis democráticas por la
que hemos atravesado, pero sobretodo nos permite entender nuestra actual
cultura política.
Un rápido estudio sobre nuestra sociedad colombiana nos lleva a realizar dos
grandes grupos de sociedades democráticas con el fin de podernos ubicar en
alguna de ellas:
Sociedades democráticas heterogéneas. Son aquellas que están diferenciadas
por factores sociales, geográficos y culturales. Las elecciones cumplen el papel
de expresar los diferentes intereses de esa sociedad.77
Sociedades democráticas homogéneas: En éstas, las elecciones cumplen el
papel de legitimación del sistema político, del gobierno o del partido: ratifican el
apoyo o deslegitimación a un partido o coalición (agrupación de partidos o
movimientos); expresan tendencias o preferencias políticas; canalizan los
conflictos hacia soluciones pacificas; conforman la oposición al gobierno y
desarrollan una conciencia y una cultura política.78
77
www.banrepcultural.org
78
www.bandrepcultural.org
93
Desde nuestro análisis, nos encontramos en una sociedad democrática
heterogénea, de ahí parte muchas de las debilidades que vive el País en su
intento de materialización efectiva de la democracia.
En el periodo comprendido de 1982 al 1991, se evidencio en Colombia un
reacomodo del régimen político caracterizado por el desgaste del régimen
bipartidista y excluyente propiciado por la implementación de medidas tales
como la del Frente Nacional. Este acuerdo de partidos trajo consecuencias
nefastas para la institucionalidad generando una percepción negativa nacional
e internacional de la política colombiana.
Las elecciones de 1982 permitieron el inicio de una nueva etapa. Colombia
empezó a vivir un reacomodo del poder que se desarrolló a lo largo de los
gobiernos de Belisario Betancur, Virgilio Barco y César Gaviria. Desde un
partido minoritario, Betancur consiguió el apoyo nacional para darle un vuelco a
la continuidad política. Sin embargo, aunque en el tránsito a un cambio
institucional insinuó un camino distinto en el tratamiento del orden público y el
funcionamiento de algunas instituciones clave, las fricciones con los mandos
militares, el fracaso de la primera etapa de los diálogos de paz y el hecho
histórico del Palacio de Justicia impidieron el logro pleno de su objetivo.
El régimen político se encontraba gravemente amenazado. Pese a sus
errores, la guerrilla adquiría el perfil de oposición armada legítima, o, como
mínimo, se adueñaba de un espacio como opción política. La conformación
de un nuevo régimen no podía, por tanto, desconocer el espacio alcanzado
por la insurgencia. Con este propósito, Barco lanzó el documento "Iniciativa
para la paz", el cual fue inicialmente rechazado con un discurso tradicional
pero posteriormente asumido por el M-19. Las violencias experimentaban un
crecimiento acelerado y no era descabellado pensar que si no se
94
encontraba una solución política podría generalizarse una guerra sin
perspectivas, con asiento en algunas regiones del país.
En esas circunstancias, César Gaviria se impuso como candidato liberal. La
ausencia de liderazgo debido al asesinato de Luis Carlos Galán genero el
ambiente propiciado por la Familia Galán de que el sucesor más correcto y
oportuno era entonces Cesar Gaviria, fue así entonces como el hijo mayor del
mártir anunció que quien recogería las banderas de su padre seria Gaviria.
Desde ahí se inicia una fuerte cruzada electoral resultando victorioso,
regresando al Partido Liberal al Palacio de Nariño. Esta dinámica política
inspirada en el Galanismo, se fundamento en la lucha contra la clase política,
representada en la aspiración presidencial de Hernando Duran Dussán. El
anuncio de una renovación generacional le permitió un nuevo reacomodo al
círculo del poder, el cual lideró un proceso de cambio político mediante la oferta
de diálogo y negociación con la guerrilla, y la convocatoria a una Asamblea
Constituyente.
La paz inicia formularse con un punto de vista distinto, ya no consistía
simplemente en la negociación con la guerrilla y el cese al fuego, sino también
en la búsqueda de fórmulas que permitieran legitimar las instituciones y
dotarlas de la capacidad para resolver los conflictos de la sociedad colombiana.
El intento y la percepción de los ciudadanos colombianos de poder encontrar la
paz, fue elemento inspirador de primera línea para la Constitución de 1991, las
crisis de legitimidad y de gobernabilidad en la que se vivía en los años 80 iba a
ser superado por el consenso y trabajo democrático de la Asamblea
Constituyente. A partir de esta recuperación se desataría una contraofensiva
del clientelismo, la corrupción y las viejas maneras de hacer política.
Una de las medidas de las tendencias opositoras al intento democrático de la
construcción de nueva Constitución, fue la de generar la opinión de que la la
95
Asamblea Nacional Constituyente (ANC) resultó insuficiente, pues no logró
conmover el abstencionismo ni aglutinar todas las fuerzas insurgentes y
apenas movilizó algunos sectores de opinión.
Sus alcances resultaron limitados, pese a la propuesta gubernamental de que
la discusión sobre las transformaciones económicas y sociales no se diera en
la mesa de negociación sino en ese "gran escenario" donde estarían
representados amplios sectores de la sociedad.
Ahora bien, todos los hechos históricos que hemos relacionado en Colombia,
pareciera no suficiente. En nuestro país es notable ver en algunas
circunstancias debates políticos carentes de contenido ideológico, por la baja
participación electoral, por la ineficacia política de los movimientos sociales y
sindicales, por la debilidad endémica de la izquierda y, entre otras muchas
cosas, por la evidente imposibilidad de que un hombre o mujer pobre pudiese
ser elegido Presidente.
Un tema radical para abordar nuestra democracia y sobre todo la cultura
política del país, es entrar a revisar su educación, calidad y acceso. En cuanto
a este tema un estudio realizado por el Banco de la Republica establece que:
“Colombia no ha estado nunca a la cabeza de la extensión de la
educación pública, ni siquiera en el ámbito latinoamericano, en cambio la
evolución de su situación demográfica se destaca frente a la de los
países vecinos.” 79
79
Colombia en el siglo XIX: ¿Un caso de éxito? Banco de la Republica. 2005.
96
Las Universidades Públicas se constituyen como el factor prioritario de
construcción de sociedad, es más un deber que un derecho. Formase y
prepararse intelectual y académicamente es uno de los principales valores que
debe aportar el ciudadano. La educación hay que verla como un deber y una
obligación de los actores sociales, por muchas razones, unas de ellas es que
en la medida que avance la preparación de la ciudadanía podrá aportar más y
retribuir a su sociedad, adicionalmente, es claro que el progreso de la
educación en un ciudadano aporta de igual manera a su concientización hacia
lo público, con sus deberes y obligaciones. Es evidente que no se podrá exigir
más a quien no ha tenido la oportunidad de desarrollar sus capacidades y
actitudes, o a quienes no tienen la conciencia y la cultura de asumir la
ciudadanía como un valor obligatorio inherente a la sociedad a la que hace
parte.
Consideramos que las falencias de la educación son las principales causas de
las fallas estructurales de la democracia colombiana, mientras se mantenga la
percepción del individualismo, la cultura de no progresar, de las actitudes
facilistas, de que el desarrollo intelectual no es necesario, del rechazo al
cambio, entre otros, la sociedad colombiana se ve atornillada a vivir en el
pasado repitiendo una y otra vez las historias desafortunadas del País.
Otro punto importante que hay que analizar con el fin de describir las
debilidades de nuestra democracia son los cambios en el rol de la mujer en la
sociedad colombiana, solo desde hace pocos años este tema ha sido tratado
en la seriedad que este amerita.
Al respecto el Banco de la Republica referencia a la importancia de la mujer
colombiana en la construcción histórica de la democracia, reconocimientos en
algunas ocasiones arrebataos u omitidos por la persistencia absurda y
retrograda del machismo colombiano. Nuestra sociedad aun no ha podido
superar la cultura patriarcal que desafortunadamente en muchos casos se ve
97
reflejado en la violencia, en la desigualdad de oportunidades, en salarios
injustos y en y en general en las condiciones de desventaja que siempre se ha
encontrado las mujeres en este país, la inseguridad, acosos sexuales y el
maltrato sicológico.
Sin embargo, si hay que resaltar el avance sustancial que hemos tenido en la
materia, actualmente contamos con la obligación normativa de las cuotas de
género para la composición del poder público, organizaciones de mujeres con
movimientos influyentes y la concientización de varias mujeres de empoderarse
de no solo el discurso de igualdad de géneros sino de la política en el país.
“La Colombia fue una de las últimas naciones latinoamericanas que
concedieron igualdad de derechos políticos a la mujer, y ésta hubo de
esperar tres años, después de haber adquirido el derecho al voto en
1954, para ejercitarlo. Desde entonces, sin embargo, las mujeres no
solamente votan sino que son elegidas; la proporción de mujeres en el
Congreso colombiano es casi la misma que en el de Estados Unidos, en
donde empezaron a participar en elecciones nacionales tres decenios
antes.”80
Los medios de comunicación constituyen otro hilo conductor para el
fortalecimiento de la democracia. Sin duda alguna, el hecho de que en la
Constitución Política de 1991 se haya declarado el valor fundamental de la
libertad de pensamiento y al respeto a la diferencia demuestra el carácter
progresista de una Constitución que ha querido ser tachada por algunos, entre
esos, lo beneficiarios de la misma. Es evidente a los ojos de cualquiera, que
actualmente los medios de comunicación priorizan cualquier otra actividad
“artística” que la promoción a los desarrollos de pensamiento político y del
80
Ibídem.
98
fortalecimiento de la construcción de ciudadanos y ciudadanas libres de
prejuicios ilegales, amarillistas, conformitas y antipolíticas.
La independencia en el valioso desarrollo periodístico es eje fundamental para
la puesta en marcha de generación de la opinión. Los medios de comunicación
generar y construyen la opinión de la ciudadanía y es precisamente de este
criterio construido que el votante toma su decisión de representación, de allí
que radica su importancia.
Cabe rescatar, que las nuevas tecnologías han promovido la incursión de
muchos más ciudadanos en la vida pública, no hay mecanismo mas
democrático de expresión que el Twitter y el Facebook. Estos mecanismos no
distinguen entre sexos, razas, culturas, costumbres, nacionalidad ni posición
social para ubicar en situaciones de igualdad a un Alcalde a un ciudadano.
Nuestro régimen democrático, debe demostrar que realmente hemos dejado
muchos siglos atrás la hegemonía y los regímenes monárquicos en el poder.
No basta con declararse monárquico para serlo, en muchas ocasiones, las
huellas y las realidades en un País tienden a parecerlo. El hecho de que un
país el poder presidencial se encuentre principalmente en familias e hijos que
siempre lo han mantenido históricamente, demuestra el fuerte poder que aun
posee las influencias hegemónicas que la invaden.
2.3. FALENCIAS DE LA DEMOCRACIA EN BOGOTÀ D.C.
Las debilidades de la democracia no se pueden generalizar adjudicándolas
todas ellas a los responsables y directivos del servicio público, como tampoco a
los dirigentes políticos y candidatos que van a componer las corporaciones
públicas, pero si debe resaltar que en ellos se basa de la materialización de la
99
democracia representativa y participativa, de ahí su importancia y alto grado de
señabilidad por su responsabilidad.
En los últimos años, Bogotá ha estado incurso en fuertes escándalos de
corrupción y de malas prácticas por parte de los dirigentes de lo Público, esto
sin duda alguna, ha bautizado la práctica política con descredito. Estos
situaciones avergonzaste para nuestra cultura política y social se ha originado
por el afán en la conquista del poder, y habiendo emprendido un proyecto
familiar y personal, en el entendido que en una campaña al Concejo se
concentran esfuerzos e inversiones colectivas, en razón al elevado costo de las
mismas (por encima de los mil millones de pesos en la actualidad), algunos
aspirantes a esta Corporación pueden caer en la trampa de prometer
imposibles (incurriendo en practicas que redundan en la Demagogia).
Como resultado, desde el punto de partida de este proyecto político y
económico denominado candidatura, y toda vez que la actividad desarrollada
hace que escaseen los recursos, el aspirante al Concejo en búsqueda de
patrocinios (independientemente de su procedencia legal o ilegal) puede llegar
a endeudar su gestión, presentado a futuro escándalos por esta razón.
Aunado a ello es importante tener presente el hecho que algunos aspirantes a
esta Corporación pueden llegar a ser representantes de monopolios políticos o
económicos, siendo esta imposición nefasta y lesiva para los intereses del
conglomerado, toda vez que no solo impone al miembro de un estamento, sino
que el mismo lleva consigo las sombras de la democracia, que reclaman
“reciprocidad”.
Hemos querido determinar 2 factores básicos a los que los Concejales deben
dar batalla diariamente para que no se configure una sombra o falencia sobre
100
la democracia en Bogota, debido a que pueden terminar siendo influenciados
en la gestión de un Concejal.
El primero de ellos, es el que podría ser considerado como los motivos
personales, que permitieron el llegar a ser electo en la Corporación, los cuales
puedes ser considerados previos como:
A) Deudas Económicas y Políticas adquiridas en Campaña, de las cuales
deviene la no aprobación (abstención de voto) de los acuerdos que vayan en
contravía y detrimento de acreedores y/o monopolios político económicos que
indirectamente se representan, de manera tal que la gestión en si misma no es
realizada por el Concejal, sino por y para las sombras de corrupción de las
cuales se convierte en vocero.
B) La Burocracia y el Clientelismo, ello en razón a que este tipo de practicas
generan un impedimento tácito para votar a favor de acuerdos que vayan en
detrimento de los intereses de las entidades donde se tiene las “cuotas
políticas”, pues la aprobación de estos deviene necesariamente en la
materialización de ese temor de exclusión, de contera en la perdida potencial
electoral.
C) Presión de la comunidad que elige al miembro de la Corporación,
factor que sin duda alguna es determinante, pues la comunidad en ejercicio
pleno de los deberes y garantías que consagra un régimen democrático,
reclama vehementemente la ejecución de abras, el arreglo de vías, la
construcción de parques, el suministro de dotaciones, y sin lugar a dudas una
parte de esa “cuota burocrática”, so pena de la perdida de credibilidad política.
El segundo factor, que podría ser considerado como producto de la elección, y
tendrá que ser analizado de manera posterior, es la indebida interacción del
Concejal, frente a un Alcalde Mayor en búsqueda de gobernabilidad en la cual
se puede prestar para utilizar tradicionales artimañas políticas ofreciendo
101
dadivas a cada uno de los miembros de la corporación. A lo largo de la historia
socio-política del país han existido prácticas por demás notorias, que
constituyen parte de las tradiciones y costumbres de los gobiernos, las mismas
que ejercen un nivel de presión gigantesco en los entes de Control Político
como el Concejo de Bogotá.
La primera de esas practicas de vieja usanza, la puede constituir la colocación
de nombres en la lista de candidatos aspirantes a la Dirección de un órgano
de Control, valga decir los candidatos a Contralor y Personero Distrital, ello
obedeciendo a la necesidad de posiblemente anular su ejercicio y adormecer
el efectivo ejercicio de las funciones legales (sin duda el caso del ex alcalde
Samuel Moreno y Francisco Rojas Birry)
Otros generadores efectivos de presión pueden ser la imposición de candidato
a la Presidencia del Concejo, a fin de impartir celeridad a los trámites, generar
un ambiente en donde sean imperantes las buenas relaciones silenciadoras de
conflictos y determinantes para garantizar la gobernabilidad, así como la
detección de las cuotas burocráticas cual deviene en el condicionamiento para
la aprobación de acuerdos.
2.3.1 ANALISIS COMPARATIVO DE LAS ELECCIONES 2007 FRENTE A
LAS DE 2011.
Aunque inicialmente, el proyecto de monografía pretendía realizar un estudio
sobre la forma como se conformo el Concejo Distrital de Bogotá, para el
periodo 2008-2011, ante la inmediatez de las elecciones llevadas a cabo el 30
de octubre de 2011, en las cuales se integro el Concejo que cumplirá sus
funciones a partir del mes de enero de 2012 y hasta el 31 de diciembre de
2015, el análisis se realizara de manera comparativa.
102
Actualmente el Concejo de Bogotá es la primera autoridad político
administrativa de la capital colombiana, su composición por mandato
Constitucional llega hoy a cuarenta y cinco (45) concejales. El 28 de octubre
del año 2007 de una población votante según el censo electoral expedido por la
Registraduría Nacional del Estado para esta elección en particular era de
4.378.026, solo acudieron a las urnas votando el 46.97%, es decir, sufragaron
para
elegir
Concejales
en
Bogotá
solamente
2.056’175
ciudadanos
colombianos residentes en esta capital en un total de 10.095 mesas instaladas
en las veinte localidades que componen el territorio capitalino.81
Del análisis de los anteriores datos estadísticos, se puede concluir que no se
ha logrado crear una cultura de participación en la ciudad, el abstencionismo
supera ampliamente el grado de participación. Algunos sectores de opinión
consideran que ello hace que el cabildo carezca de legitimidad, porque aunque
el concejo es legalmente, por la baja participación electoral, no obstante ello
no resulta ser cierto por cuanto el proceso electoral se cumple dentro del ritual
consagrado por el legislador. Situación de la cual nos ocuparemos al final de la
presente monografía, cuando realicemos la evaluación de resultados y de
propuestas, desde ya, consideramos que es necesario la implementación del
voto obligatorio.
Para terminar el análisis estadístico es necesario recordar en esta monografía,
que para el año 2007, como ya se dijo, votaron 2.056.175, los cuales se
distribuyeron de la siguiente manera: total de votos validos fue de 1.834.613,
desagregados en 1.579.321 votos para las diferentes listas, 255.292 votos en
blanco, votos nulos 149.387, y los votos no marcados fueron de 72.175.82
81
Pagina web Registraduria Nacional del Estado Civil.
82
Ibidem
103
Aplicando la regla electoral de orden Constitucional vigente, es decir el sistema
del umbral y de la cifra repartidora, para sacar el umbral se dividen los votos
validos en las curules a proveer ( cociente electoral) en este caso los votos
validos fueron de 1.834.613 divido en 45 dando un resultado de 40.769 para
luego dividirlo en dos dando un resultado de 20.384 cifra esta denominada el
umbral entonces todas las listas de los partidos políticos que participaron y que
igualaron o superaron el umbral entran a jugar por la cifra repartidora que arrojo
un total de 30.219 votos, después se divide el total de votos validos de cada
partido que supero el umbral por la cifra repartidora y el resultado son las
curules por cada partido a proveer, cuyo resultado puede ser observado en el
anexo numero uno (01)para el 2008 y diez (10) para 2012.
De la revisión de los datos contenidos en dichos anexos se llega a la siguiente
conclusión:
1-En la contienda electoral del año 2007 participaron 17 partidos políticos para
elegir concejales de Bogotá en las elecciones de 2007, de los cuales solo diez
(10) pudieron pasar el umbral establecido por mandato Constitucional, así
mismo podemos observar que pese a ser una elección local, la influencia de la
coalición de gobierno a nivel nacional, tuvo una importantísima caída electoral,
no obstante la fama de que en Bogotá se impone el voto de opinión, pues los
partidos políticos apoyados por el Presidente de la República, de esa época,
Álvaro Uribe Vélez obtuvieron en el Concejo de Bogotá 24 curules de las 45
en disputa.
Mientras que en las elecciones celebradas en el 2011 para la integración del
Concejo periodo 2012 a 2015, participaron 11 partidos o movimientos de los
cuales alcanzaron el umbral 10, que obtuvieron representación en el cabildo,
notándose un reacomodamiento del espectro electoral de la ciudad, referente al
Concejo Distrital. Reacomodamiento que se dio, como producto de las
104
denuncias sobre el llamado “Carrusel de la contratación”, hecho que ocasiono
la debacle electoral del Polo Democrático Alternativo, que paso de tener 8
cabildantes a conservar cuatro, de los cuales tres son repitentes.
Sin embargo resulta paradójico, que el partido de la “U” que hizo parte de la
coalición del gobierno Distrital 2008-2011, elija el mismo numero de concejales
elegidos en el 2007, es decir, tenia ocho concejales elegidos en dos mil siete y
conservo los mismos 8, renovando solo dos curules, los demás repiten, lo cual
refleja que la opinión publica no tiene mucha claridad sobre la función de
control político que debe cumplir el Concejo.
2- El género femenino estuvo representado con nueve (9) curules de las
cuarenta y cinco existentes (45), distribuidas así: en el Partido Liberal con tres
(3), el Partido Cambio Radical con tres (3), Polo Democrático con una (1),
Partido Conservador con una (1) y el Partido de la Unidad Nacional (U) con una
(1). Las demás curules son ocupadas por hombres. (Ver anexo 02). Mientras
que para el nuevo Concejo resultaron elegidas ocho (8) mujeres. Distribuidas
así: Dos por progresistas, una por el partido verde, dos por el partido de la “U”,
una por el partido liberal, una por el partido conservador y una por el
movimiento Mira. Situación que no deja de ser sorpresivo, puesto que las
últimas
administraciones
han
aumentado
de
manera
considerable
la
participación femenina en la dirección de las mismas, igualmente no deja de
despertar interrogantes; él porqué en el partido Polo Democrático Alternativo,
que ha manejado la administración del Distrito Capital, y que le ha dado gran
participación a la mujer y a la comunidad LGTB no logre elegir ninguna mujer al
Concejo y menos representantes de dicha comunidad.
3-La mayoría de los partidos que participaron en las dos contiendas electorales
presentaron listas abiertas con voto preferente a excepción del movimiento
Mira que participo con lista cerrada, sin voto preferente, accediendo al Concejo
105
de la ciudad con dos (2) curules, ambos varones en el 2007 y una dama y un
varón en las elecciones de 2011.
En las elecciones del año 2007 se dio una renovación cercana al cuarenta y
cinco por ciento (45%) de los miembros del Concejo de la ciudad, en ese
periodo. Mientras que para el periodo 2012 - 2015, sólo resultaron reelectos 22
de los 45, es decir, que se renovó el Concejo en un poco mas del cincuenta
(50%) lo cual debe considerarse satisfactorio para la actividad del cabildo y el
control político de la administración.
Sin embargo, no podemos dejar de resaltar el hecho de que a raíz del llamado
“Carrusel de la Contratación” se le inicio investigación preliminar a diez y siete
concejales de los cuales fueron reelegidos nueve (09). Frente a temas como
este, el “Programa Concejo Cómo Vamos”, resaltó en varias publicaciones:
“Entre los retos del nuevo Cabildo. Entre ellos se encuentra el
fortalecimiento de la relación con la ciudadanía. Alexandra Rodríguez,
coordinadora del programa, dijo “se deben seguir haciendo esfuerzos
para que los ciudadanos sepan cuáles son las funciones de la
corporación y así evitar falsas expectativas respecto a sus logros.
También debe haber una organización interna adecuada para responder
a las coyunturas de la capital por ejemplo en el tema del carrusel la
percepción de los habitantes es que el Concejo estuvo ausente".
Es importante resaltar del anterior estudio que respecto a la renovación del
Cabildo, ya que la mitad de los concejales fueron reelegidos, asegura este
análisis que durante las últimas tres elecciones la renovación no ha variado
mucho y la tendencia de cambio ha sido aproximadamente del 45%. De ellos,
algunos como Carlos Vicente de Roux, Martha Ordóñez, Celio Nieves y María
Victoria Vargas, se han destacado por su buen desempeño en el Concejo.
106
Rodríguez indica que su participación puede favorecer la dinámica de la
Corporación.
Por otra parte, hay rostros nuevos y jóvenes como el de Miguel Uribe Turbay.
Rodríguez también destaca que llegan por primera vez personas que han
tenido experiencias importantes en la política o en cargos públicos como
Hosman Martínez (del Partido Verde) quien fue edil de Fontibón o Venus
Albeiro Silva (del Polo) quien estuvo en el Congreso. Esta trayectoria podría ser
una fortaleza para que logren desempeñar un papel activo en los primeros
meses de trabajo.
Frente a este panorama la incertidumbre sigue siendo el caso de los 11
reelegidos llamados a indagatoria preliminar por la Fiscalía por sus posibles
nexos en el cartel de la contratación. Advierte el estudio:
“Necesitamos que la investigación se acelere para saber qué pasa con
las curules de estos concejales. Si algunos de ellos resultan implicados
en este caso de corrupción, perderían su puesto y serían reemplazados
por los aspirantes que los siguen en la lista de votación del mismo
partido”.83
Al continuar con el análisis comparativo en las elecciones del 2011 resultaron
reelectos cuatro representantes del Partido Polo Democrático Alternativo.
Dentro del nuevo movimiento Progresista se reeligieron dos ex militantes del
mismo partido, así como lo hizo Antonio Sanguino en el Partido Verde. Lo que
queremos significar es que la izquierda no obstante
el descalabro de la
administración de Moreno Rojas y la división del Polo, precisamente por el
llamado “Carrusel de la Contratación” no perdió la alcaldía, así como logro
83
EL ESPECTADOR. Redacción Bogotá. DOS (02) DE NOVIEMBRE DE 2011.
107
pasar de tener 8 concejales a tener 13; distribuidos entre el Movimiento
Progresista, Polo Democrático y Partido Verde.
Apreciando el fenómeno a través de las cifras, tenemos, que curiosamente en
las elecciones de 2007, el único partido que se reclamaba de izquierda en el
cabildo tuvo porcentualmente el mas bajo nivel de renovación de sus figuras,
la distribución de los concejales reelectos se da de la siguiente forma : siete (7)
del Partido Polo Democrático, cinco (5) del Partido Liberal, cinco (5) del Partido
Cambio Radical, Tres (3) del Partido Conservador, dos (2) del Partido de la
Unidad Nacional (U) (estos dos miembros militaban en otros partidos), Uno (1)
del Partido Mira, Uno (1) del Partido Alas Equipo Colombia, Concejal que era
un reconocido miembro del Partido Conservador y del Partido Pacto uno (1).
Al continuar con el análisis comparativo en las elecciones del 2011 resultaron
reelectos cuatro representantes del Partido Polo Democrático Alternativo.
Dentro del nuevo movimiento Progresista se reeligieron dos ex militantes del
mismo partido, así como lo hizo Antonio Sanguino en el Partido Verde. Lo que
queremos significar es que la izquierda no obstante
el descalabro de la
administración de Moreno Rojas y la división del Polo, precisamente por el
llamado “Carrusel de la Contratación” no perdió la alcaldía, así como logro
pasar de tener 8 concejales a tener 13; distribuidos entre el Movimiento
Progresista, Polo Democrático y Partido Verde.
Curiosamente en las elecciones de 2007, el único partido que se reclamaba
de izquierda en el cabildo tuvo porcentualmente el mas bajo nivel de
renovación de sus figuras, la distribución de los concejales reelectos se da de
la siguiente forma :
siete (7) del Partido Polo Democrático, cinco (5) del
Partido Liberal, cinco (5) del Partido Cambio Radical, Tres (3) del Partido
Conservador, dos (2) del Partido de la Unidad Nacional (U) (estos dos
miembros militaban en otros partidos), Uno (1) del Partido Mira, Uno (1) del
108
Partido Alas Equipo Colombia, concejal que era un
reconocido miembro del
Partido Conservador, del Partido Pacto uno (1) pastor de una iglesia cristiana.
Otra situación en las elecciones de 2007, se confirmo la regla, de la cual
hablábamos antes, en el sentido en que el Concejo de Bogotá es la escuela de
la clase política colombiana, precisamente en dicha jornada electoral resulto
elegido por primera vez uno de los hijos del extinto Luís Carlos Galán.
CARLOS FERNANDO GALAN, los bogotanos lo eligieron con 48. 162 votos.
Fue una de las mejores votaciones registradas, algunos sectores de opinión
consideraban que el hecho de ser hijo del dirigente asesinado, favoreció su
elección. Sin embargo, su desempeño en el Concejo, demostró que tiene los
meritos suficientes para realizar una buena labor dentro de la Corporación de la
ciudad.
Dicha situación, tampoco fue la excepción en las elecciones de 2011; en
efecto, se presentaron el hijo mayor del dirigente liberal Horacio Serpa Uribe y
el nieto de Julio Cesar Turbay, quienes resultaron electos con muy buenos
resultados, y lo mas destacable, es que son las dos únicas figuras que llegan
como novedad al Concejo por el Partido Liberal.
2.3.2 ¿EXISTE DEMOCRACIA EN BOGOTA?
La respuesta es positiva, en efecto el Constituyente de 1991, dentro de los
artículos de transición facultó al legislador para reestructurar todo el régimen
político administrativo de el Distrito Capital y ante el incumplimiento de este fue
el ejecutivo quien a través del Decreto Ley 1421 de 1993, expidió el estatuto
que rige la Ciudad y en el se puede observar, el diseño mediante el cual en la
capital diferentes formas de democracia. De una parte nos encontramos con
formas de
democracia
participativa,
mediante
la
participación
de
la
comunidades en los diversos concejos y comisiones del plan, de desarrollo, de
109
la cultura, etc... En otra nos encontramos con formas de democracia
representativa en la elección de Concejales, Alcaldes y Ediles; mientras que
también nos encontramos con formas de democracia indirecta cuando de elegir
alcaldes locales se trata.
Existen procesos que han ido consolidado la democracia participativa, a partir
de la Constitución Política de 1991, la cual representa un punto de partida para
la participación ciudadana, como quiera que es a partir de su promulgación,
que se empezó a institucionalizar y legitimar el tema, al igual que elevarlo al
estatus de valor constitucional, por medio de mecanismos como las audiencias
en donde se escuchan las comunidades en la formulación de proyectos de
obras a desarrollar que de alguna manera afectan a esas mismas
comunidades, de rendición de cuentas.
Precisamente el Estatuto de Bogotá D.C. decreto –Ley 1421 de 1993 establece
en su artículo 6 numeral segundo que:
“El Concejo dictara las normas necesarias para asegurar la vigencia de
las instituciones y mecanismos de participación ciudadana y comunitaria
y estimulara y fortalecerá los procedimientos que garanticen la veeduría
ciudadana frente a la gestión y la contratación administrativa”
A nivel local se encuentran: el Decreto 425 de 199584, el Decreto 739 de
199885 y el Acuerdo 13 de 200086. Igualmente existen mecanismos
84
Decreto 425 de 1995, por el cual se fijan los procedimientos para la elaboración de los
proyectos del Plan de Desarrollo Local en el Distrito Capital.
85
Decreto 739 de 1998: por el cual se fijan los procedimientos para la elaboración, aprobación,
ejecución y seguimiento de los Planes de Desarrollo Local, y se establecen mecanismos y
espacios permanentes para la participación de la ciudadanía en los procesos económicos,
sociales, culturales y políticos de la vida local.
110
participativos que se han venido implementando en el Distrito, tales como los
encuentros ciudadanos, los consejos locales de planeación, lamentablemente,
tanto los ciudadanos como la administración, no le dan el concepto institucional
permanente o un espacio amplio de participación que posibiliten nuevos
procesos, sino que en muchos casos se acogen como un requisito meramente
formal en la formulación del Plan de Desarrollo Local.
Un ejemplo de lo que venimos exponiendo lo constituye los Consejos Locales
de Juventud, los cuales son organismos colegiados de carácter social,
autónomos, tienen la calidad de
asesor y consultivo de la Administración
Distrital y Local en las políticas, Planes de Desarrollo, proyectos e iniciativas de
temas que involucren a la juventud bogotana. Sin embargo, una de sus
grandes falencias radica en que sus conformaciones no cuenta con el apoyo
institucional adecuado, ni con la suficiente publicidad, ni campañas de
acercamiento a los jóvenes. En la
Consejos Locales de Cultura,
misma dirección, se concibieron los
cuyo objetivo principal es el de estimular el
desarrollo cultural a nivel local y contribuir al mejoramiento de la calidad de vida
de las comunidades.
Dichos consejos, son entes articuladores de las actividades relacionadas con el
fomento, la promoción y la difusión del patrimonio cultural y artístico y tienen
como tarea vigilar la ejecución del gasto público invertido en cultura y asesorar
al Gobierno Distrital o local en la formulación, implementación y ejecución y las
políticas y los planes culturales.
86
Acuerdo 13 de 2000 proceso de mayor consolidación de la democracia participativa. Se
crean figuras y espacios importantes para la participación de diversos grupos u con intereses
diferentes, con el fin de dar mayor cobertura e inclusión a la comunidad en la ciudad.
111
Sin embargo, estas organizaciones puede en muchos casos resultar siendo
utilizados para beneficios proselitistas, no se les da la importancia necesaria
como sujetos activos de participación en los procesos de toma de decisiones,
por que se ven frustradas sus aspiraciones al no ver efectivamente reflejados
sus aportes y opiniones en la política distrital.
A nivel nacional, el legislador ha creado mecanismos de participación en las
políticas publicas; tales como la revocatoria del mandato, la consulta popular,
el plebiscito y voto programático, mediante los cuales los ciudadanos que
votan para elegir a sus gobernantes y alcaldes, imponen como mandato al
elegido el cumplimiento del programa de gobierno que haya presentado como
parte integral en la inscripción de su candidatura y si éste no cumple, puede ser
revocado por decisión de la ciudadanía.87.Lamentablemente en la praxis
democrática colombiana no ha resultado exitosa dicha figura.
87
Ley 131 de 1994 Por la cual se reglamenta el voto programático.
112
CAPITULO 3.
UNA PROPUESTA PARA SUPERAR LAS SOMBRAS DE LA DEMOCRACIA
EN BOGOTÀ D.C.
La participación y la representación adquiere en este análisis un carácter
fundamental, entendiendo que la misión del Concejo de Bogotá es actuar como
suprema autoridad en materia político administrativa, ejercer el control político
a la administración Local y Distrital y expedir normas para promover el
desarrollo integral de la ciudad y sus habitantes, en cumplimiento de los fines
esenciales del Estado social de derecho, es prioritario entender, la importancia
que reviste dicha Corporación como importante espacio de expresión
democrática y de vocería de la ciudadanía creada constitucionalmente.
Para lograr este entendimiento, se hace necesario entrar en el análisis del
núcleo constitucional a través de los métodos de interpretación constitucional,
que nos lleve a la comprensión del origen del artículo 323 de la constitución,
que contiene el paradigma normativo, sobre el cual se sujeta la institución
democrática del Concejo en la ciudad de Bogotá.
Texto original de la Constitución Política de 1991:
“ARTÍCULO 323. El concejo distrital se compondrá de un concejal
por cada ciento cincuenta mil habitantes o fracción mayor de
setenta y cinco mil que tenga su territorio. En cada una de las
localidades habrá una junta administradora, elegida popularmente
para períodos de tres años, que estará integrada por no menos de
siete ediles, según lo determine el concejo distrital, atendida la
población respectiva.
113
La elección de Alcalde Mayor, de concejales distritales y de ediles
se hará en un mismo día para períodos de tres años. Los alcaldes
locales serán designados por el Alcalde Mayor de terna enviada
por la correspondiente junta administradora.
En los casos taxativamente señalados por la ley, el Presidente de
la República suspenderá o destituirá al Alcalde Mayor.
Los concejales y los ediles no podrán hacer parte de las juntas
directivas de las entidades descentralizadas.”
Texto actual Acto Legislativo No. 2 de 2002 y Acto Legislativo 3 de 2007:
“Artículo modificado por el artículo 5 del Acto Legislativo No. 2 de
2002. El nuevo texto es el siguiente:>
<Inciso modificado por el artículo 1 del Acto Legislativo 3 de 2007.
Rige a partir de las elecciones que se celebren en el año 2007. El
nuevo texto es el siguiente:> El Concejo Distrital se compondrá de
cuarenta y cinco (45) concejales.
En cada una de las localidades habrá una junta administradora
elegida popularmente para períodos de cuatro (4) años que estará
integrada por no menos de siete ediles, según lo determine el
concejo distrital, atendida la población respectiva.
La elección de Alcalde Mayor, de concejales distritales y de ediles
se hará en un mismo día por períodos de cuatro (4) años y el
alcalde no podrá ser reelegido para el período siguiente.”
En estos dos textos se pude deducir la razón por la cual, la sombra de la
democracia capitalina aparece sobre nosotros, tal y como GUY HERMET,
establece citando a ARTHUR YOUNG, la democracia capitalina es una
114
democracia que cada día avanza más a la exclusión, si nosotros hacemos un
paralelo de lo que representó el pasado, y lo que hoy es el futuro:
Antes de la reforma
Después de la reforma
El Concejo Distrital se compondrá de El Concejo Distrital se compondrá de
un concejal por cada ciento cincuenta cuarenta y cinco (45) concejales.
mil habitantes o fracción mayor de
setenta y cinco mil que tenga su
territorio
Esta es la situación que merece un cuidadoso análisis de los hechos, la norma
constitucional y las consecuencias de la crisis de representación ciudadana en
el Distrito Capital.
3.1. ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL DISTRITO.
RADIOGRAFIA ESPACIAL Y DEMOGRAFICA DEL DISTRITO CAPITAL.
El Distrito Capital se subdivide en 20 localidades y en estas se agrupan más de
1.200 barrios que hay en el casco urbano de Bogotá. Salvo la localidad de
Sumapaz que es área rural, las demás localidades se consideran parte del
territorio urbano.
Cada localidad cuenta con una Junta Administradora Local -JAL-, integrada por
no menos de siete ni más de once miembros, elegidos por votación popular
para un período de cuatro años que deberán coincidir con el período del
Concejo Distrital.
Las JAL cumplen funciones concernientes con los planes y programas
distritales de desarrollo económico y social de obras públicas, vigilancia y
control a la prestación de los servicios públicos en su localidad y las
inversiones que se realicen con los recursos del Distrito Capital, además de lo
concerniente a la distribución de las partidas globales que les asigne el
115
presupuesto distrital y, en general, velar por el cumplimiento de sus decisiones,
recomendar la adopción de determinadas medidas por las autoridades del
Distrito Capital, y promover la participación ciudadana.
Las localidades son:
Usaquén
Chapinero
Santa Fe
San Cristóbal
Usme
Tunjuelito
Bosa
Kennedy
Fontibón
Engativá
Suba
Barrios Unidos
Teusaquillo
Los Mártires
Antonio Nariño
Puente Aranda
La
Candelaria Rafael
Uribe Ciudad Bolívar
Sumapaz88
(Centro Histórico) Uribe
Las localidades se subdividen a su vez en Unidades de Planeamiento Zonal
(UPZ), y estas agrupan varios barrios.
Usaquén es la localidad número uno del Distrito Capital de Bogotá. Se
encuentra ubicada al nororiente de la ciudad. Hasta 1777 albergó un poblado
indígena, cuyos habitantes fueron desplazados hacia el sur por un decreto real.
Fue asiento de extensas haciendas, hoy convertidas en urbanizaciones y
centros comerciales89. En su zona este se encuentra un sector de los cerros
88
DECRETO 469 DE 2003 Se advierte que la localidad es enteramente rural, sin población
significativa para el análisis del estudio y la dedicación agrícola y de protección ambiental. El
instrumento base para el manejo de este territorio es la Unidad de Planeamiento Rural (UPR),
cuyo territorio y aplicación se basa en la unidad geográfica de cuenca, cerro o planicie. Estas
unidades permiten abordar la problemática asociada a la base de recursos naturales y al uso
del territorio con un enfoque sistémico.
89
Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par ci paci ón s oci al : localidad Usaquén. Santafé́
de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998.
116
orientales de la ciudad, que colindan con el municipio cundinamarqués de la
Calera90.
Chapinero es la localidad número dos del Distrito Capital de Bogotá. Se
encuentra ubicada al nororiente de la ciudad. Está subdividida en tres grandes
sectores: Chapinero (barrio), el Lago y el Chicó. Junto a las localidades de
Santa Fe, La Candelaria y Teusaquillo, Chapinero es una de las localidades
tradicionales de la ciudad91. Esta localidad, en buena parte está compuesta por
zonas de reserva (cerros orientales). Sus cursos fluviales más destacados son
el río Arzobispo, que desemboca en el San Francisco) antes de que éste vierta
sus aguas al Bogotá, y la quebrada El Virrey, que forma parte del sistema del
río El Salitre, desembocando en el Bogotá. En la segunda mitad del siglo XX su
orientación cambió de residencial a comercial, sufriendo asimismo notables
cambios demográficos92.
Santa Fe es la localidad número tres del Distrito Capital de Bogotá. Forma el
centro tradicional de la ciudad, compartiéndola con La Candelaria, localidad
que esta al interior de su territorio, separada en 199193. La localidad Santa Fe
derivó su nombre del nombre antiguo de la capital. Santa Fe incluye la zona de
los rascacielos de la carrera Séptima y del Centro Internacional, el sector
bancario de la Avenida Jiménez, entre otros, así como el tradicional barrio
comercial de San Victorino, eje del comercio bogotano desde la época colonial.
90
Secretaria
Distrital
de
Planeación
Bogota
ww.dapd.gov.co/www/resources/LISTABARRIOS%2020_08_2004%20POR%20UPZ%20POR%20LOCALIDA
D.xls
91
www.dapd.gov.co
92
Bogotá (Colombia). Diagnósticos locales con participación social: localidad Chapinero. Santafé de
Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998.
93
Bogotá (Colombia). Diagnósticos locales con parc i paci ón soc i al : localidad Santafé. Santafé de Bogotá:
Alcaldía Mayor, 1998.
117
La localidad también posee una parte rural correspondiente a los cerros
orientales de Monserrate y Guadalupe94.
San Cristóbal es la localidad número cuatro del Distrito Capital de Bogotá. Se
encuentra ubicada al suroriente de la ciudad, incluyendo una parte urbana y
una extensión rural en los cerros orientales95.
Usme es la localidad número cinco del Distrito Capital de Bogotá, Capital de
Colombia. Se encuentra ubicada al suroriente de la ciudad96. La población de
Usme se encuentra separada del casco urbano de la ciudad de Bogotá, pero la
localidad incluye varios barrios del sur de la ciudad, además de la población y
de extensas zonas rurales97.
Tunjuelito es la localidad número seis del Distrito Capital de Bogotá. Se
encuentra ubicada al sur de la ciudad98.
Bosa es la localidad número siete del Distrito Capital de Bogotá, Capital de
Colombia. Se encuentra ubicada al suroccidente de la ciudad99.
Kennedy es la localidad número 8 del Distrito Capital de Bogotá, capital de
Colombia. Se encuentra ubicada al suroccidente de la ciudad. Se destaca por
ser la más poblada de la ciudad con más de un millón de habitantes 100.
94
ibídem
95
Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par ci pac i ón s oci al : localidad Usme. Santafé́ de Bogotá:
Alcaldía Mayor, 1998.
96
Bogotá (Colombia). Diagnósticos locales con participación social: localidad San Cristóbal. Santafé de
Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998
97
ibídem
98
Bogotá (Colombia). Diagnósticos locales con participación social: localidad Tunjuelito. Santafé de
Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998.
99
Bogotá (Colombia). Diagnósticos locales con participación social: localidad Bosa. Santafé de Bogotá:
Alcaldía Mayor, 1998.
118
Fontibón es la localidad número nueve del Distrito Capital de Bogotá. Se
encuentra ubicada al occidente de la ciudad101.
Engativá es la localidad número diez del Distrito Capital de Bogotá. Se
encuentra ubicada al noroccidente de la ciudad. Fue un antiguo municipio del
departamento de Cundinamarca cuyos orígenes se remontan a la época
precolombina. Su nombre en el idioma muisca significa cacique de Inga.
También se conoce como ciudad azul por sus características físicas 102.
Suba es la localidad número once del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra
ubicada al norte de la ciudad. Su nombre proviene de la lengua muisca Zhuba
("mi rostro" o "mi grano", la quinua). Geográficamente, el territorio presenta
zonas verdes, sobre todo en los cerros de Suba y La Conejera, así como
pequeñas llanuras que poco a poco la urbanización ha hecho disminuir,
sobreviviendo solo al occidente. En el ámbito socio-económico, la localidad
tiene una vasta zona residencial, aunque con actividades de industrias,
comercio y servicios, sobre todo en la parte sur103.
Barrios Unidos es la localidad número doce del Distrito Capital de Bogotá. Se
encuentra en el norte de la ciudad. Es una localidad completamente urbana y
100
Bogotá (Colombia).
Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998.
: localidad Kennedy. Santafé de
101
Bogotá (Colombia).
Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998
: localidad Fontibon. Santafé de
102
: localidad Engav á . Santafé de
Bogotá (Colombia).
Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998
103
Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par ci pac i ón s oci al : localidad Suba. Santafé de Bogotá:
Alcaldía Mayor, 1998
119
se caracteriza por ser un área de pequeña industria además de un importante
centro de comercio y servicios104.
Teusaquillo es la localidad número trece del Distrito Capital de Bogotá. Se
encuentra en el centro geográfico de la ciudad, al noroccidente del centro
histórico. Es un territorio completamente urbanizado, que aun así tiene muchas
zonas verdes en sus parques metropolitanos, la Ciudad Universitaria y en
algunas avenidas principales. También como varios canales de ríos pequeños
como el Arzobispo y el Salitre. Históricamente, el nombre del territorio
correspondía al actual Chorro de Quevedo en La Candelaria. El actual sector
donde se ubica la localidad fue un resguardo indígena conocido como " Pueblo
Viejo ", antes de su urbanización en el siglo XX. Actualmente, la localidad
colinda con Santafé, Chapinero y La Candelaria, las más tradicionales de
Bogotá. Junto a estas dos localidades, se forma el conjunto de barrios que se
distinguen por retratar diferentes épocas de la historia de la ciudad. Dos de sus
símbolos, el parque Simón Bolívar y el estadio El Campín han sufrido cambios
en los últimos años105.
La Localidad de Los Mártires es la número catorce del Distrito Capital de
Bogotá. Se encuentra en la parte centro-sur de la ciudad. El nombre se debe a
que en el parque de su zona oriental fueron fusiladas varias figuras notables de
la independencia de Colombia. La localidad se encuentra completamente
urbanizada, salvo por parques y rondas de los ríos. Junto a las localidades de
La Candelaria, Santa Fe y Teusaquillo conforma El Centro de la ciudad. Pese a
albergar varios monumentos arquitectónicos e históricos, desde mediados del
siglo XX sus zonas oriental y norte han sufrido un proceso de deterioro,
104
Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par ci pac i ón s oci al : localidad Barrios Unidos. Santafé de
Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998
105
Bogotá (Colombia).
Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998
: localidad Teusaquillo. Santafé de
120
presentando algunos de sus barrios graves problemas de delincuencia y
criminalidad106.
Antonio Nariño es la localidad número quince del Distrito Capital de Bogotá. Se
encuentra en el sur de la ciudad. Su nombre procede del caudillo denominado
“El Precursor”, Antonio Nariño107.
Puente Aranda es la localidad número dieciséis del Distrito Capital de Bogotá.
Se encuentra ubicada hacia el centro occidente de la ciudad. Deriva su nombre
del puente de la antigua hacienda de Juan Aranda sobre el río Chinúa, hoy
llamado caño San Francisco, construida a finales del siglo XVI. Puente Aranda
se caracteriza por ser el centro de la actividad industrial de Bogotá 108.
La Candelaria es la localidad número diecisiete del Distrito Capital de Bogotá,
Capital de Colombia. Se encuentra en el centro oriente de la ciudad de Bogotá.
La localidad de La Candelaria de Bogotá es el corazón histórico y cultural de la
ciudad. Como en sus comienzos la actividad comercial de la ciudad se movía
colina abajo y hacia el norte, la arquitectura colonial se pudo mantener casi
intacta. El centro histórico de Bogotá es uno de los mejor preservados en
Latinoamérica. Ha atraído artistas, extranjeros, escritores e intelectuales en
general, que han llenado el sector de teatros, bibliotecas y universidades, en
armonía con la gran reputación cultural de Colombia en el mundo de habla
castellana. Los visitantes pueden ver allí las casas coloniales con sus ventanas
enrejadas, portones tallados, techos de tejas rojas y aleros. La Alcaldía Mayor
de Bogotá lleva a cabo planes de renovación y preservación de las
106
Bogotá (Colombia).
Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998
: localidad Los Mártires. Santafé de
107
Bogotá (Colombia).
Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998
: localidad Antonio Nariño. Santafé de
108
: localidad 1998Puente Aranda.
Bogotá (Colombia).
Santafé de Bogotá: Alcaldía Mayor,
121
propiedades y de las calles adoquinadas, una característica más de la
localidad109.
Rafael Uribe Uribe es la localidad número dieciocho del Distrito Capital de
Bogotá. Se encuentra en el sur de la ciudad y su nombre es tomado en
homenaje al general liberal de la Guerra de los Mil Días, Rafael Uribe Uribe. Es
una zona de predominio residencial con actividad comercial minorista 110.
Ciudad Bolívar es la localidad número diecinueve del Distrito Capital de Bogotá,
capital de Colombia. Se ubica en el sur de la ciudad.
La zona urbana de Ciudad Bolívar es una de las partes de escaso recursos
económicos donde predominan los tugurios y barrios marginales. La localidad
está declarada por la autoridades distritales como zona roja; ahora está dentro
de planes turísticos que fue posible por el empuje de los jóvenes y muchos
lugares históricos de esta localidad de la ciudad de Bogotá. La mayor parte del
territorio es rural.
Este es uno de los sectores de la ciudad reconocidos por una gran cantidad de
problemas sociales, encabezados por la violencia, provocada mayormente por
el pandillerismo y grupos violentos, posee el mayor índice de criminalidad de la
ciudad de Bogotá111.
Sumapaz es la localidad número veinte del Distrito Capital de Bogotá. Se
encuentra ubicada al extremo sur del casco urbano de la ciudad, siendo esta
localidad de carácter rural, se destaca por ser la localidad más grande y menor
109
Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par ci pac i ón s oci al : localidad Candelaria. Santafé de
Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998.
110
Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par c ipación social: localidad Rafael Uribe Uribe. Santafé
de Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998.
111
Bogotá (Colombia).
Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998.
: localidad Ciudad Bolivar. Santafé de
122
poblada del Distrito. Según el último censo nacional del año 2005
aproximadamente de 5708 personas de un total de 6’794.057 habitantes. Es
preciso aclara que el carácter rural de la misma la hace prácticamente
imperceptible a los análisis de participación ciudadana, pues la cantidad de
habitantes que habita está altamente reducida, pues la dedicación de ese
sector es exclusivamente agrícola o de conservación medioambiental 112
La localidad de Sumapaz fue creada mediante el Acuerdo 9 de 1986 del
Concejo de Bogotá, teniendo en cuenta el régimen político y administrativo de
la ciudad de Bogotá, establecido en el capítulo cuatro, del título XI de la
Constitución Política de 1991.
3.1.1 DISTRIBUCION DEL TERRITORIO DEL DISTRITO POR LOCALIDAD
Según el departamento nacional de estadística DANE, el D.C. en el año
2005113 la distribución del territorio es porcentualmente es la siguiente:
LOCALIDAD
PORCENTAJE DE AREA URBANA.
Usaquen
Chapinero
Santafé
San Cristóbal
Usme
Tunjuelito
Bosa
Kennedy
3.522
1.235
685
1.629
2.064
1.028
1.929
3.606
112
Bogotá (Colombia). Diagnósc os loc al es con par ci pac i ón s oci al : localidad Sumapaz. Santafé de
Bogotá: Alcaldía Mayor, 1998.
113
Colombia. Metodología censo general 2005. [Bogotá, Colombia]: DANE, Departamento Administrav o
Nacional de Estadísc a , 2009.
123
Fontibón
Engativa
Suba
Barrios Unidos
Teusaquillo
Mártires
3.053
3.439
6.034
1.190
1.421
655
Antonio Nariño
494
Puente Aranda
1.724
La Candelaria
Rafael Uribe
Ciudad Bolivar
184
1.310
3.238
TOTAL BOGOTA
38.440
Del anterior cuadro se deduce que el porcentaje de área urbana de Bogotá que
el distrito se deduce que la Localidad de Suba es la que territorialmente es más
124
grande, y que en el caso de la Candelaria, su extensión no es representativa,
siendo la localidad territorialmente más pequeña.
En la siguiente tabla se ve la distribución de la población por localidades 114:
LOCALIDAD
HOMBRES
MUJERES
Usaquén
196.145
244.986
Chapinero
59.031
76.864
Santafé
62.336
63.678
San Cristóbal
229.172
259.235
Usme
123.488
129.329
Tunjuelito
105.539
119.972
Bosa
252.102
273.357
Kennedy
432.364
465.821
Fontibón
132.934
151.515
Engativá
364.050
432.468
Suba
379.503
425.742
Barrios Unidos
79.263
99.441
Teusaquillo
70.839
85.002
Mártires
46.516
55.239
Antonio Nariño
48.477
55.643
Puente Aranda
133.543
155.347
La Candelaria
12.983
13.909
Rafael Uribe
201.570
221.399
Ciudad Bolívar
289.311
313.386
TOTAL BOGOTA
3.219.166
3.642.333
114
Ibídem
125
La cual gráficamente se representa así:
En la anterior grafica se muestra una tendencia general en donde la mujer
tiene un poder de decisión democrático guiado por la mayor presencia de
habitantes mujeres con relación a los hombres en 6 puntos porcentuales.
126
Del anterior cuadro se concluye que la Localidad de Kennedy es la que alberga
el mayor número de habitantes de la ciudad de Bogotá, la cual es seguida muy
de cerca por Engativá y Suba, sin desconocer que Bosa, Ciudad Bolívar,
Rafael Uribe, San Cristóbal y Usaquén son medianamente pobladas. También
es notable que La Candelaria tenga un casi imperceptible número de
pobladores.
Se observa levemente que en el caso de la localidad de Santafé y de
Candelaria la cantidad de habitantes es prácticamente igual en porcentaje de
hombres frente a mujeres. Esto es un factor que se observa en la evaluación
de las cifras dadas por DANE115.
115
Colombia. Metodología censo general 2005
, Colombia]: DANE, Departamento Administrativo
Nacional de Estadística, 2009.
127
Es evidente que Suba, Kennedy, Engativá, Bosa y Ciudad Bolívar, solo cinco
localidades representan en población a más del 50% del total de habitantes de
Bogotá, y que en su mayoría su extensión territorial es menor al número de
personas que las habitan, se advierte que la localidad de Sumapaz por su bajo
número de habitantes no entra a la medición por los motivos expresados al
comienzo del capítulo.
Como conclusión anticipada, se ve que no se compadece la distribución del
territorio de la ciudad y las personas que lo habitan, con la configuración del
Concejo. Lo que permite deducir que existe la necesidad mayor representación
de aquellos sectores más poblados y con mayor extensión, y que pueden
fusionarse algunas localidades por la ausencia de habitantes y la escases de
territorio.
Estos factores que fueron claramente medidos por el Departamento Nacional
de Estadísticas, muestra evidentemente un retroceso a nivel de participación
democrática, en donde la población con mayor número de habitantes, y
evidentemente la de menores recursos económicos queda excluida, limitada en
su representación democrática, pues de conservarse la anterior disposición
constitucional, la participación por ellos daría el siguiente análisis tomando
solamente las 6 localidades más pobladas:
Kennedy
Bosa
Rafael Uribe
Ciudad Bolívar
Suba
Engativá
898.185
525.459
422.969
602.697
805.245
796.518
Con un total de habitantes de 4.051.073 que de hacer los cálculos con el
mandato original de la constitución de 1991 daría como resultado la presencia
de concejales de las mismas en un valor ce 27, teniendo en cuenta el número
de habitantes aplicándose la fórmula de concejal por cada 150. 000 habitantes,
128
ahora si la formula se reduce a el numero de 75.000 habitantes por Concejal, el
número de representantes en el Concejo es de 54, superando con solo estas
localidades, a los 45 que impuso la reforma constitucional al 323 superior.
3.1.2. ANALISIS DEL NUCLEO NORMATIVO CONSTITUCIONAL.
ARTÍCULO 323 DE LA CONSTITUCION POLITICA.
Previamente las anteriores muestras y análisis estadísticos sobre la densidad
demográfica de y la clasificación de las personas ubicadas físicamente en las
localidades del Distrito, se encuentran altamente vinculados al núcleo
normativo constitucional116 refiriéndonos al artículo 323 supremo, analizado al
comienzo del capítulo, en donde se muestra la transformación de la
composición del Concejo de Bogotá describiéndonos el estado actual de la
democracia en la Capital a partir de la información suministrada por el
Departamento Nacional de Estadísticas según el último Censo de población
realizado en el año 2005117.
Es entonces importante describir como está actualmente constituido el núcleo
constitucional referente al Concejo de Bogotá, el cual se encuentra plasmado
en el artículo 323 de la Constitución Política así:
“El Concejo Distrital se compondrá de cuarenta y cinco (45)
concejales.
116
El núcleo constitucional es el identificar en el ordenamiento jurídico el sistema básico de
normas o comunicaciones normativas cuasi-inmutables que tienen como objetivo fundamental
darle identidad al sistema para que cumpla con las funciones sociales y pueda diferenciarse del
entorno y de otros sistemas normativos.
117
DANE. Censo año 2005 (en línea) consultado 1 abril de 2012
http://www.dane.gov.co/index.php?option=com_content&view=article&id=307&Itemid=124
129
En cada una de las localidades habrá una junta administradora
elegida popularmente para períodos de cuatro (4) años que estará
integrada por no
menos de siete ediles, según lo determine el
concejo distrital, atendida la población respectiva.
La elección de Alcalde Mayor, de concejales distritales y de ediles
se hará en un mismo día por períodos de cuatro (4) años y el
alcalde no podrá ser reelegido para el período siguiente.
Siempre que se presente falta absoluta a más de dieciocho (18)
meses de la terminación del período, se elegirá alcalde mayor
para el tiempo que reste. En caso de que faltare menos de
dieciocho (18) meses, el Presidente
de la República designará
alcalde mayor para lo que reste del período,
respetando
el
partido, grupo político o coalición por el cual fue inscrito el alcalde
elegido.
Los alcaldes locales serán designados por el alcalde mayor de
terna enviada por la correspondiente junta administradora.
En los casos taxativamente señalados por la ley, el Presidente de
la República suspenderá o destituirá al Alcalde Mayor.
Los concejales y los ediles no podrán hacer parte de las juntas
directivas de las entidades descentralizadas.”
Se desprende del precitado artículo y concerniente a la investigación las
siguientes reglas imperativas relacionadas con el Concejo de Bogotá
teniéndose en cuenta que existe un valor constitucional (Los valores
representan el catálogo axiológico a partir del cual se deriva el sentido y la
finalidad de las demás normas del ordenamiento jurídico pueden tener
consagración explícita o no, lo importante es que sobre ellos se construya el
130
fundamento y la finalidad de la organización política)118 el principio (Los
principios Constitucionales, a diferencia de los valores que establecen fines,
consagran prescripciones jurídicas generales que suponen una delimitación
política y axiológica reconocida y, en consecuencia, restringen el espacio de
interpretación, lo cual hace de ellos normas de aplicación inmediata, tanto por
el legislador como por el juez constitucional)119 y la regla constitucional120 que
es la que se analiza a continuación advirtiéndose que no se hace la alusión a
los funcionarios como el Alcalde o el Edil, pues el trabajo se centra únicamente
en el Concejo, sin desconocer que eventualmente, el análisis de cada uno de
ellos, parcialmente podría ser el mismo desde el punto de vista constitucional:
Regla: “El Concejo Distrital se compondrá de cuarenta y cinco (45) concejales.”
Es importante resaltar, que esta regla como se indico en el comienzo del
capítulo, es una reforma que como parte del análisis reduce el espacio de
participación ciudadana, pues limito en 45 ciudadanos el acceso a esta
instancia de participación democrática, remplazando al anterior texto, en donde
la ciudadanía tenia representación a partir del número de habitantes en la
ciudad121 argumentándose para el momento que el mantener la norma anterior
seria costosa para el distrito que llevaría a un impacto fiscal que pondría en
riesgo recursos para la inversión social122.
118
C. Constitucional SENTENCIA DE JUNIO 5 DE 1992. MP. CIRO ANGARITA BARON
119
Ibídem
120
PAREJO ALONSO Luciano, "Constitución y valores del ordenamiento, en Estudios sobre la
Constitución Española, Cívitas, Madrid, 1991.
121
Acto legislativo 2 de 2002. El concejo distrital se compondrá de un concejal por cada ciento cincuenta
mil habitantes o fracción mayor de setenta y cinco mil que tenga su territorio.(…)
122
EXPOSICION DE MOTIVOS PROYECTO DE ACTO LEGISLATIVO 052 DE 2006 SENADO En las últimas
décadas la imperiosa necesidad de disminuir los gastos de funcionamiento de la administración pública
con el fin de aumentar la inversión social se ha hecho presente. En este sentido se han desarrollado
131
El primer elemento que se desprende de la regla es la calidad de la persona
que ocupe el cargo, es decir, y acorde con la legislación colombiana. Para ser
elegido Concejal se requiere ser ciudadano en ejercicio y haber residido en la
ciudad durante los dos años anteriores, o haber nacido en ella, tal y como se
desprende de la ley 1136 de 2007, que modifica el Decreto número 1421 de
1993 sobre régimen especial para el Distrito Capital de Bogotá123.
El ejercicio de la ciudadanía se enmarca dentro los principios constitucionales
dentro del preámbulo y en la declaración de Estado Social del art. 1 supremo,
pero de manera especial en el artículo número 2, así:
“Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover
la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios,
derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la
participación de todos en las decisiones que los afectan y en la
vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación;
defender la independencia nacional, mantener la integridad
territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un
orden justo.” (subrayado fuera del original)
políticas a nivel nacional con las que se pretende organizar una administración pública más pequeña,
pero mucho más eficiente y preparada para garantizar el cumplimiento de las obligaciones del Estado.
De esta manera, un número reducido de concejales permitiría una mayor capacidad de control
ciudadano y permite un mayor y mejor seguimiento de los organismos de control del Estado sobre cada
uno de los miembros de los concejos y asambleas. Debemos tener conciencia de la difícil situación fiscal
por la que atraviesa el país donde las diferentes entidades territoriales incurren en gastos burocráticos
innecesarios que deben ser destinados a la inversión social.
123
Según la legislación anterior para ser elegido Concejal se exigen los mismos requisitos que para ser
Representante a la Cámara y haber residido en la ciudad durante los dos (2) años anteriores a la
elección.
132
Para ello y dentro del ejercicio de la ciudadanía se enmarca en la regla del
artículo 99 así:
“La calidad de ciudadano en ejercicio es condición previa e
indispensable para ejercer el derecho de sufragio, para ser
elegido y para desempeñar cargos públicos que lleven anexa
autoridad o jurisdicción.
3.2.
REFORMA POLÍTICA MIRANDO LO LOCAL.
REVOCATORIA DEL MANDATO COMO RESPONSABILIDAD COLECTIVA.
La revocatoria del mandato o el plebiscito revocatorio constituye un
procedimiento a través del cual los electores pueden destituir a un cargo
público con anterioridad a la expiración del período para el cual fue elegido que
se fundamenta en los principios de rendición de cuentas y representatividad,
puesto que el electorado en ejercicio de su soberanía, otorga a sus
representantes un mandato para que ejerzan un poder.
3.2.1. ACTUAL MODELO DE REVOCATORIA.
Previsto en la Ley 134 de 1994, se podría corregir el rumbo del distrito ante "la
insatisfacción general de la ciudadanía o por el incumplimiento del programa de
gobierno" del respectivo alcalde”. La
norma citada es de las pocas en
Colombia cuyas disposiciones son claras, cortas y precisas. Un número de
personas, igual o mayor al 40% del total de los votos válidos con los cuales se
eligió el respectivo gobernante, pueden pedir a la Registraduría respectiva la
citación a una elección con el fin de que el pueblo se exprese sobre la
revocatoria del mandato. Dicho formulario de solicitud deberá contener las
133
razones sobre las cuales los descontentos basen su petición. El registrador del
caso, después de aprobada la solicitud y expedida la certificación propia,
convocará, dentro de los dos meses siguientes, a la votación para la
revocatoria. La revocatoria se considerará aprobada si así lo votaren el 60% o
más de las personas participantes en la elección, siempre y cuando el número
total de votos (incluidos los nulos y los en blanco) fuere igual o superior al 60%
del total de votos consignados el día en el cual se eligió al mandatario,
aclarando que "únicamente podrán sufragar quienes lo hayan hecho en la
jornada electoral en la cual se eligió al respectivo gobernador o alcalde". Si se
aprueba la revocatoria, el Presidente o el Gobernador, según sea el caso,
deberá, inmediatamente, ejecutar la orden popular y remover el respectivo
Alcalde o Gobernador y se procederá a convocar nuevas elecciones para la
escogencia del nuevo mandatario, dentro de los treinta días siguientes a la
certificación de los resultados de la votación de revocatoria.
En todo caso, la revocatoria no podrá efectuarse si aún no transcurre siquiera
el primer año de mandato del Alcalde o Gobernador atacado. Podrá inscribirse
como nuevo candidato a esos cargos cualquier persona que cumpla los
requisitos constitucionales y legales, salvo el alcalde renunciante o el revocado.
La inscripción deberá efectuarse ante el respectivo registrador y con una
antelación no inferior a veinte días contados desde el día de las votaciones
para la revocatoria.
3.2.2. REINGIENERIA DE LA REVOCATORIA DE MANDATO APLICADA AL
CONCEJO DEL DISTRITO CAPITAL.
El procedimiento es simple, corto y bien descrito pero ¿por qué razón la gente
no lo utiliza? Las hipótesis podrían ser porque no es bien conocido, porque se
trata de una elección contra alguien defendiéndose, directamente, con el
134
presupuesto y la nómina oficiales, por el hecho de haber ratificado
"mayoritariamente" a los gobernantes cuestionados en todas las utilizaciones
del mecanismo, ha influido negativamente en la gente. Pero una una última
razón puede ser que el legislador haya dejado por fuera de la revocatoria a los
órganos colegiados, como lo es el Concejo, quienes realmente son los que
representan de manera más directa la voluntad popular.
La reforma a un régimen democrático local, es el cambio indispensable que
requiere la ciudad para salir de la parálisis y construir los acuerdos necesarios
para superar el estancamiento al desarrollo por el cual atraviesa la capital del
país.
Hay quienes piensan, sin embargo, que esa reforma no es prioritaria, porque
no es asunto que este en el interés que este en el interés de la gran mayoría de
la población, más preocupada por la falta de empleo, el desosiego que causa la
inseguridad y la falta de movilidad. Quienes hemos venido insistiendo en la
necesidad de transformar nuestro régimen democrático no compartimos esa
cerrada visión.
La experiencia de vivir en el Distrito ha demostrado, que para dar el salto
decisivo y abordar con eficacia los grandes temas aun pendientes en la agenda
de nuestro desarrollo, es condición necesaria contar con un marco político
renovado, que resuelva las trabas estructurales de un régimen anquilosado,
que tal vez fue bien pensado para otra época, sobre participaciones
hegemónicas y no para la realidad plural que hoy vivimos. Seguir con el mismo
molde, es echar el vino nuevo en barril viejo. No será así como se superaran
problemas los principales de fondo que conlleva el desarrollo de una capital del
país.
La actualización del sistema político aparece, una y otra vez, como el nudo
gordiano que debemos resolver para que Bogotá despierte, y restablezca la
135
confianza entre gobernados y gobernantes, a partir de una régimen que
corresponda mejor a las realidades del país y sea capaz de garantizar las
condiciones básicas de seguridad, movilidad, empleo, entre otros casos, que
demanda la población local la cual empieza a sentir impotencia por una
aparente falta de representación en el Concejo de la ciudad manifestándose en
la imposibilidad de coexistir en un mismo lugar.
Con frecuencia, todos nos preguntamos por que no es posible que los
bogotanos y bogotanas nos pongamos de acuerdo sobre los cambios
necesarios para nuestra ciudad, cuando todos coincidimos en los diversos
diagnósticos y en la urgencia de salir de la crisis. A menudo vemos, como la
políticas tomadas por los Gobiernos difícilmente terminan siendo aterrizadas de
manera efectiva a las personas; en otras palabras el nivel de representación
que debe surgir desde todas las comunidades y subir de niveles hasta llegar a
los canales decisorios y de ejecución son mínimos, perversos e ineficaces.
En un régimen democrático como el nuestro, las instituciones son el
mecanismo adecuado para canalizar los impulsos de reforma y diseñar los
cambios necesarios; de tal manera que la transformación no sea una fuerza
irresistible que desborde, sino una decisión política que permita definir y
conducir las reformas que mejor se adapten al caso especifico de Bogotá.
En este sentido, una reforma sobre la participación y la representación, resulta
necesario para adaptar el régimen democrático a las nuevas condiciones; y que
las instituciones sirvan, efectivamente, como instrumentos que aseguren las
oportunidades de bienestar de la población y garanticen condiciones de
gobernabilidad. Una de esas innovaciones, es la extender la figura de la
revocatoria del mandato a los miembros del Concejo de la ciudad.
136
El cambio, la innovación y la adaptación continua son un rasgo de la
modernidad contemporánea y los regímenes políticos no son la excepción. La
clave radica en sincronizar la dinámica del cambio económico, social y
tecnológico con las instituciones de gobierno; porque cuando esta brecha se
amplia, sobrevienen las tensiones y los riesgos e incertidumbres que son
inherentes a las sociedades complejas y plurales.
En las sociedades contemporáneas la pluralidad y la diversidad han modificado
las formas del ejercicio del poder. La idea básica es que las sociedades
plurales no pueden ser sujetas a un control central por parte del Gobierno.
Antes que controlar hay que compartir el poder, hay que guiar más que dirigir e
interactuar y dialogar más que ordenar.
Desde esta perspectiva, la gobernabilidad depende de la capacidad para definir
problemas en común, movilizar el conocimiento, acordar soluciones y
establecer mecanismos para identificar y corregir errores, todo lo anterior, de
manera oportuna y con la veracidad requerida. Esto requiere, a su vez, de
canales de comunicación y representación abiertos a la sociedad, del respeto
a los interlocutores y el reconocimiento de responsabilidades diferenciadas
pero complementarias. Hoy en día, hay que entender que la capacidad de
coordinación y dialogo no resta autoridad, y no disminuye sino fortalece la
gobernabilidad.
En este sentido, la capacidad del gobierno y su eficacia para generar
resultados reside en una interacción continua con todos los grupos sociales en
los distintos niveles de gobierno. Se trata de sumar las capacidades que están
dispersas en la pluralidad y de establecer condiciones institucionales que
permitan resolver los problemas y aprovechar las oportunidades, así como
intervenir cuando sea necesario que el Estado ejerza su autoridad y rompa
bloqueos para que prevalezca el interés público.
137
A la luz de lo anterior, es clara la necesidad de sincronizar la arquitectura
institucional de la ciudad al ritmo de los cambios en la sociedad. Esto plantea el
reto primero, de adaptar las instituciones y la forma de ejercicio del poder a la
pluralidad política y social que integra el mosaico Bogotá de este siglo. En
segundo término, las instituciones y, en forma específica, el régimen político,
deben ser modernizados para que se conviertan en el espacio e instrumento de
transformación que la ciudad requiere para realizar las reformas necesarias en
el ámbito social y económico y construir un crecimiento participativo de
crecimiento.
Tenemos un problema de funcionalidad del régimen
democrático que es
preciso superar a través de innovaciones institucionales que faciliten el dialogo
y los acuerdos que mejor convengan a la ciudad. No se trata de una
modificación de las facultades de ejercicio de poder del ejecutivo o el del
legislativo a favor o en detrimento de uno u otro, sino de fortalecer y elevar los
niveles de representación y participación legitimante asentadas, para asegurar
la gobernabilidad democrática, la intervención de todos los habitantes de la
ciudad y elevar el nivel de control político y administrativo de la Capital del país.
3.3. EL RENACIMIENTO DE LO LOCAL ANTE LO DISTRITAL.
HACIA UN MODELO DE CIRCUNSCRIPCION ELECTORAL DE LA CIUDAD.
En la actualidad, el Concejo de Bogotá es todo menos eficaz, es improductivo,
obstaculiza la iniciativa individual y burocratiza la participación y la política,
genera inestabilidad e inseguridad, no es representativo ni favorece el
desarrollo de una ciudadanía responsable, es decir, nuestra voz como
ciudadanos está representada en un cuerpo colegiado caracterizado por los
138
escándalos, la poca productividad, la corrupción, la falta de juicio académico y
la incumplible renovación eficiente124.
Las causas de la crisis de nuestra ciudad, sin duda alguna son múltiples, una
de sus principales, es precisamente la falta de un verdadero control político 125,
la participación burocrática y la falta de normas aplicables a las realidades
locales, es decir tenemos un grupo de personas que han llegado por el voto de
los ciudadanos y que lastimosamente seguimos votando por ellos una vez más
sin importar su aporte al verdadero desarrollo de la ciudad, pero que dicho
grupo de personas son responsables directas del retroceso de Bogotá, ya que
no les interesa realmente cumplir sus promesas de campaña debido a que a
los cuatro años siguientes, por lo general, sus electores pasados se les olvidara
cuales fueron precisamente dichos compromisos, pero si es evidente que
meses antes de la respectiva campaña electoral llegan con trascendentales kits
escolares o con algún producto alimenticio refrescándole a los posibles
electorales que él si es un representante que se acuerda de sus votantes y que
si trabaja por ellos, como si fuera un favor, mas no su obligación legal y política
ante la ciudad.
Por otro lado, la representación y vocería de un Concejal no es de todo clara.
En la mayoría de casos hay Concejales que llegan a la Corporación obteniendo
los votos de una determinada localidad perdiendo de esta manera la
representatividad global de toda la ciudad, o por el contrario, hay situaciones en
los que dicho Concejales llegan por el llamado “voto de opinión” que no se
124
ANGULO Luis Fernando. Entrevista Ex Concejal de La ciudad de Bogotá de 22 de junio y el 21 de
septiembre de 2001.
125
LOZANO VILLEGAS, Germán.
: ¿un
concepto diluido en el control jurídico o una idea que debe consolidarse? Bogotá: Universidad Externado
de Colombia, 2010.
139
puede sectorizar ni fragmentar, que puede llegar a representar un todo pero a
la vez nada precisamente por ser tan efímero su origen de representatividad.
Lo anterior plantea, entre otras cosas, la debilidad con la que cuenta la
composición del Concejo de Bogotá y la precaria representatividad con la que
cuenta con casi 8millones de habitante que viven en nuestra capital.
En la discusión pública ha habido de todo propuestas de buena fe, opiniones
comprometidas, intereses particulares, grandes propuestas, peticiones y
proyectos modestos. Lo que no ha existido es una visión que empate nuestra
realidad ni mucho menos la capacidad de atender el problema central: la
desconexión entre el ciudadano y el gobernante.
A pesar de la obviedad del problema, tanto el gobierno con el aparato político
se encuentran paralizados, incapaces de definir como debe reorientarse el país
y que es necesario para lograrlo. En lugar de una fuerte visión, vemos
propuestas modestas, mas orientadas a solventar problemas específicos o a
saldar cuentas para congraciarse con el Alcalde de turno con fines
burocráticos, que a construir un ciudad moderna. Se reconoce la necesidad de
reformar pero no para que y mucho menos como. Dado el grado de conflicto
político que caracteriza el país y la distancia que existe entre la población y sus
gobernantes, un proceso de reforma tenue que comenzar por lograr acuerdos
políticos sobre el objetivo.
El clamor de hoy no es por reformas específicas y relativamente menores- de
cualquier índole- sino por una reforma integral al poder. Por profundas e
inteligentes que sean muchas de las propuestas que merodean el debate
público, existe el riesgo de que se atienda un problema inexistente o más
exactamente, que no se enfrenten el problema de fondo.
140
El riesgo de que se apruebe un conjunto de reformas que
no resuelve el
problema debería preocuparnos a todos. Si el problema es de poder, no se va
a resolver con nuevas leyes o reformas, sino con un acuerdo de fondo que
luego se codifique en leyes. En esta instancia, el orden de los factores si altera
el producto.
La realidad política actual choca con la estructura institucional que caracteriza
al sistema político. Esto no es culpa de alguien en particular, sino del
agotamiento de una estructura institucional diseñada para otra época que no
empata con las circunstancias actuales y que no responde a las realidades del
poder de hoy. Lo imperativo ahora es rediseñar las instituciones para que sean
funcionales y que operen en torno al ciudadano. Los vectores del cambio de la
reforma del Estado no pueden ser otros que la eficacia y la rendición de
cuentas. Pero eso no se puede simplemente imponer mediante un decreto:
para funcionar, requieren de una renegociación fundamental del poder, es
decir, el equivalente a la constitución de un pacto político fundacional.
No hay que perder de vista que un objetivo subsidiario, pero fundamental, al
de la construcción de un sistema de gobierno eficaz es el de conferirle
certidumbre y claridad de rumbo a la población y eso solo se puede lograr en la
medida en que haya un acuerdo político amplio, acompañado por mecanismos
de pesos y contrapesos que lo hagan efectivo.
Lo anterior nos lleva a la conclusión de que nuestro sistema democrático en la
ciudad, requiere reformas y que estas deben servir para modernizarlo. También
sabemos que los cambios deben consolidar nuestra democracia moderna.
Una democracia moderna es aquella donde el pueblo ejerce su soberanía a
través de representantes electos periódicamente los cuales, al competir por su
puesto son responsables de su gestión. De ser exitosos en su papel, es decir,
141
si responden a las expectativas de sus electores en sus cargos. De lo contrario
la propia libre competencia hace que sean retirados. Ningún sistema electoral
garantiza que ingresen a los cargos de elección popular las mejores personas,
pero la competencia política y la rendición de cuentas si aseguran que solo los
más hábiles en cuanto a la estrategia electoral permanezcan. Por lo tanto el
derecho a elegir y ratificar o retirar a un representante es fundamental en una
democracia.
Tras la elección dentro de un marco institucional y tiene la obligación de
responder a las expectativas de los ciudadanos. De esta forma, el proceso
legislativo es producto de una intensa negociación tanto al interior como entre
los grupos políticos. Al final este juego conduce a un pragmatismo donde, si
bien los resultados nunca responden a los ideales de todos los actores,
alcanzan cambios que serán incrementales.
Con lo anterior podemos reflexionar sobre nuestra democracia y sus carencias
para considerarla moderna. Tenemos pesos y contrapesos pero no
instituciones que fomenten la necesidad de interlocutor con sus gobernados.
Tampoco no hay una verdadera responsabilidad política al no existir un
mecanismo de control eficaz y accesible para que precisamente los
gobernados fiscalicen a sus gobernantes. Así que para poder cumplir la
necesidad imperante de mejorar nuestra democracia, es un acto de
responsabilidad identificar y cambiar primero aquellos arreglos institucionales
que distorsionan nuestro régimen democrático.
Una propuesta para superar esta situación es la creación de una
circunscripción Distrital. Una circunscripción electoral (puede denominarse
también distrito electoral) entendiéndola a ella como el conjunto de electores a
142
partir del cual se procede, según las distribución de los votos emitidos en las
elecciones, a la distribución de los escaños asignados126.
Cuanto más elevado sea el número de escaños asignado a una
circunscripción, más precisión habrá en la proporcionalidad del sistema
electoral, mientras el resto de elementos del sistema permanezca idéntico 127.
Douglas W. Rae advierte que se presta en general demasiada atención a los
efectos de las fórmulas electorales, mientras que se da muy poca relevancia a
los efectos de las magnitudes de circunscripción. Junto con el tamaño de la
circunscripción, otras variables que influyen son el número de partidos
competidores con peso efectivo y el tamaño de la asamblea representativa, el
cual condiciona el número de escaños a asignar entre las circunscripciones128.
El grado de desproporcionalidad tiende a crecer cuando el tamaño de la
asamblea de representantes disminuye. La desproporcionalidad de un sistema
126
No debe confundirse el tamaño de una circunscripción con su extensión territorial o su
volumen demográfico. Se llama tamaño o magnitud de una circunscripción al número de
escaños asignados a la misma. Las circunscripciones pueden ser clasificadas, atendiendo a su
magnitud, como uninominales y plurinominales. Las circunscripciones uninominales son
aquellas que eligen un solo diputado. Las circunscripciones plurinominales son aquellas que
eligen dos o más escaños. Una variante de este segundo tipo, es la circunscripción única,
donde el electorado de todo el territorio estatal es considerado como única circunscripción
electoral, (Israel y Holanda tienen circunscripción única, al igual que la mayoría de los países
en las elecciones al Parlamento Europeo). Suelen coincidir, aunque no siempre, de un lado, la
circunscripción uninominal y las fórmulas mayoritarias, y de otro lado, la circunscripción
plurinominal y las fórmulas proporcionales. En favor de las circunscripciones uninominales, se
aduce el mayor acercamiento del representante al electorado y un mejor reconocimiento de los
candidatos por parte de los votantes, aunque la cercanía dependerá de la densidad de
población de una circunscripción. En su contra se afirma que propicia el clientelismo y el
localismo, y que impide la representación de las minorías. Acerca de las circunscripciones
plurinominales, se plasman argumentaciones en sentido contrario.
127
MACKENZIE, Kenneth R. The English Parliament. Harmondsworth: Penguin Books, 1965.
Print
128
RAE, Douglas W. The Political Consequences of Electoral Laws. New Haven: Yale
University Press, 1967. Print.
143
electoral puede aumentar cuando a unas circunscripciones les corresponde
más escaños en relación con su demografía que a otras circunscripciones129.
Esto sucede, por lo general, cuando hay sobrerrepresentación de las zonas
despobladas
en
detrimento
de
las
zonas
altamente
pobladas.
La
proporcionalidad se reflejará mejor cuando la distribución de escaños entre las
circunscripciones se efectúa en función de la población y no en razón de
criterios territoriales.
Casi
siempre,
excluyentes,
de
las
circunscripciones
forma
que
un
electorales
elector
forma
son
parte
recíprocamente
de
una
sola
circunscripción130. Entonces, la asignación de escaños se realiza en dos o más
fases sucesivas y en dos o más instancias distintas. Usualmente, hay dos
niveles de circunscripciones (puede coexistir más de dos): aquel que contiene
las circunscripciones de los diferentes territorios y aquel que consiste en una
circunscripción única que se superpone sobre los de niveles inferiores y en el
que se produce la segunda fase de distribución de escaños.
Las manipulaciones en el diseño de las circunscripciones son un hecho
conocido; entre las posibilidades existentes, las más comunes son el reparto
desigual de escaños/concejales y el gerrymandering131.
129
GALLAGHER, Tom. Nationalism in the Nineties. Edinburgh: Polygon, 1991. Print.
130
Sin embargo, hay sistemas electorales que contemplan varios niveles de circunscripciones
superpuestas, articulando un tipo de circunscripción en un nivel el cual se solapa sobre otro
tipo de circunscripción situada en otro plano (Alemania, Islandia, Dinamarca, Suecia, Austria,
Grecia, Bélgica, Noruega e Italia).
131
La técnica gerrymandering toma su nombre de Elbridge Gerry, Gobernador de
Massachussets en 1812 y de la forma de salamandra que adoptó uno de los distritos del
Estado, con objeto de beneficiar a su Partido Republicano Jeffersoniano.
144
Desde el punto de vista jurídico constitucional, estas intenciones de
fortalecimiento de la Democracia en la Capital del País, tiene que atravesar los
respectivos tramites expresados a luz de la Carta Política de 1991, en los
cuales contempla como primer paso, la presentación oficial ante el Congreso
de la Republica de un proyecto de Acto Legislativo que contemple y justifique
las modificaciones anteriormente propuestas en este trabajo a la Constitución
de 1991 y sus respectivas reglamentaciones.
Razón por la cual, presentamos a continuación dicho proyecto de Acto
Legislativo con el fin de que pueda ser presentado e inicie su trámite legislativo
correspondiente, tales como los debates, modificaciones y el apoyo de las
mayorías requeridas para tal fin de parte de los miembros del Congreso de la
Republica.
Este proyecto de Acto Legislativo, recoge las principales propuestas que
apuntan a encontrar en la democracia el mecanismo más eficiente para el
mejoramiento de la vida humana, el control político y la transparencia en el
desarrollo de la ciudad.
Encontramos vital entonces, que el enfoque principal de este Acto Legislativo
sea la de modificar el artículo 323 de la Carta Política de 1991, razón por la
cual, hemos titulado a dicho proyecto “Por el cual se adopta una reforma
Constitucional, en materia de Régimen Especial del Distrito Capital de
Bogotá en lo relativo a su descentralización política”.
145
Doctor
SECRETARIO GENERAL
Cámara de Representantes
La Ciudad.REF: Proyecto de Acto Legislativo “Por medio del cual se modifica el
artículo 323 de la Constitución Política de Colombia”.
Respetado Doctor.
De conformidad con las funciones que me competen en calidad de miembro de
esta Honorable Corporación, me permito proponer el presente Proyecto de
Acto Legislativo No.
de 2012 – Cámara “POR
MEDIO DEL CUAL SE
MODIFICA EL ARTÍCULO 323 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
COLOMBIA”.
Lo anterior para su publicación, asignación de Comisión y trámite respectivo.
Atentamente,
H. Representantes a la Cámara
Congreso de la Republica
146
PROYECTO DE ACTO LEGISLATIVO No. _____DE 2012
CAMARA DE REPRESENTANTES
Por el cual se adopta una reforma Constitucional, en materia de Régimen
Especial del Distrito Capital de Bogotá en lo relativo a su
descentralización política.
El Congreso de Colombia
DECRETA:
Articulo 1. Conformación del Concejo Distrital. El inciso primero del artículo
323 de la Constitución Política quedara así: El Concejo Distrital se compondrá
de cuarenta y cinco (45) Concejales de la siguiente manera: veinte (20)
elegidos por circunscripción electoral Distrital, veintitrés (23) por circunscripción
electoral local y dos (2) por circunscripción especial, correspondiente a las
minorías
políticas
entendidas
como
uno
por
los
Pueblos
Indígenas
pertenecientes al Distrito Capital y uno por las Organizaciones de Negritudes.
Articulo 2. Circunscripción electoral local y minorías políticas. El artículo
323 de la Constitución Política tendrá un nuevo inciso, que corresponderá al
segundo de esta norma, del siguiente tenor:
El electorado podrá votar por candidatos inscritos para componer el concejo de
Bogotá por la circunscripción electoral Distrital, o por los aspirantes al cargo de
Concejal de Bogotá por la circunscripción electoral Local, de acuerdo con la
localidad a la que pertenezca en el censo electoral. En el caso de las minorías
políticas, podrá votarse por los candidatos inscritos al Concejo por estas, en
circunscripción electoral Distrital.
147
Articulo 3. Composición territorial de Bogotá D.C. El artículo 323 de la
Constitución Política tendrá un nuevo inciso, que corresponderá al tercero de
esta norma y quedara del siguiente tenor: Bogotá D.C. se compondrá de
veintitrés (23) localidades, el Concejo de Bogotá las organizara de acuerdo a la
extensión territorial y a su población residente.
Articulo 5. Vigencia. El presente Acto Legislativo rige a partir de su
promulgación, deroga las disposiciones que le sean contrarias y modifica
tácitamente las pertinentes, en especial, las concernientes en el Decreto Ley
1421 de 1993.
EXPOSICION DE MOTIVOS
I. INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas la imperiosa necesidad de
reorganizar. En este
sentido se han desarrollado políticas a nivel nacional con las que se pretende
organizar una administración pública consolidad y con techo constitucional
respecto al número de sus miembros como es el concejo de Bogotá, pero
mucho más eficiente y preparada para garantizar el cumplimiento de las
obligaciones del Estado.
De esta manera, un número de concejales elegidos por circunscripción local
uno por localidad, permitiría una mayor capacidad de control ciudadano y
permite un mayor y mejor seguimiento de los organismos de control del Estado
sobre cada uno de los miembros del concejos de Bogotá. Debemos tener
conciencia de la difícil situación en que se encuentra actualmente más del 30
por ciento de los miembros del concejo actual por los famosos escándalos de
corrupción en la contratación de los carruseles en gran parte de la
148
institucionalidad del Distrito Capital. Es así como, debido a la disposición
Constitucional establecida en el artículo 323 de la norma superior, modificada
por el acto legislativo 2 del 2002, el Distrito Capital de Bogotá ha visto cómo a
medida que pasan las elecciones regionales el número de concejales aumenta
significativamente, impuestos por monopolios, familias tradicionales q se han
enquistado en el poder político por más de tres décadas los llamados delfines y
elevando así, de manera alarmante q las localidades se están quedando sin
representación política en el cabildo abierto, con ello atrasándose la
democracia y por supuesto el desarrollo y bienestar de las localidades que
componen el territorio de Bogotá D.C.
El cambio de régimen constitucional para Colombia del año 1991 trajo como
consecuencia variaciones fundamentales en torno al entendimiento de la
ciudadanía, la política, la participación y la descentralización.
Colombia cuando recibe un nuevo ordenamiento constitucional a través de su
Carta Política se daba por hecho el ajuste y la renovación de los nuevos
tiempos democráticos, buscando una mayor identificación entre la realidad
social y el proyecto de Nación que debía plantearse en su seno.
Ajustar la institucionalidad colombiana a la descentralización no corresponde a
un capricho del constituyente de 1991 o simplemente a una moda intelectual,
por el contrario, responde a la necesidad de transformación que tenía el país
para estar a tono con lo que se ha llamado el nuevo orden mundial.
El problema concreto de gobernabilidad Estatal hoy puede entenderse como el
fruto de la crisis del concepto de legitimidad por la vía de la legalidad.
Definitivamente la Constitución Política de 1991, y el proceso político que llevo
hacia la derogatoria de la Carta política de 1886, es un ejemplo de
estructuración del Estado a partir de la búsqueda de la legitimidad en el
constituyente primario.
149
Darle un nuevo giro al país, que ha visto truncada en la equivoca
reglamentación constitucional hecha por ejemplo en el Estatuto Orgánico de
Bogotá Decreto Ley 1421 de 1993, cuando la Constitución de 1991 daba vía
libre para el gran camino de la real participación política integral en condiciones
de equidad y horizontalidad con el buen sentido democrático, era lo que se
estaba buscando con el proceso descentralizador del poder orientado al
estimulo y la promoción de la participación popular como estrategia en torno a
la creación y consolidación de nuevos espacios para la democracia y la
descentralización.
Para interpretar el contexto general y tratar de fundamentar el sentido que
genera la proyección institucional hacia la descentralización, en lugar de esto lo
que se genero fue un intento formal de descentralización en el cual no se tenía
claro el sentido real de este importante cambio, fue por lo que se suele llamar
una desconcentración de funciones administrativas en los entes de las
localidades del Distrito Capital.
Estos mecanismos de participación han desestimulado la acción organizada del
constituyente primario al no brindarles herramientas para que esta participación
fuera real.
Se requiere que se entienda que las localidades, más que distribuciones
poblaciones, constituyen auténticos grupos humanos dotados de identidad
cultural y sentido social de lo público, con lo cual trascienden cualquier
asociación hasta la categoría de comunidad, en la cual se integra la afinidad en
cuanto a imaginarios sociales y proyectos de vida comunes.
En este sentido, proyectar la descentralización es proyectar culturalmente a las
comunidades, puesto que en la función decisoria acerca de los destinos locales
lo que se pone en juego es la supervivencia misma de este colectivo, la
identidad cultural de Bogotá, resulta ligada a un proceso histórico tanto de
150
migración desde las regiones hacia la ciudad, como de luchas sociales internas
por parte de algunos sectores de la población que han resultado marginados en
algunas épocas y que hoy reclaman participación dinámica en la construcción
de nación y democracia como las colonias, regiones, grupos indígenas y de
negritudes
que
han
aportado
su
identidad
sociocultural,
costumbres,
organización familiar, escolar, religiosa, laboral, social y política del país y en
especial en nuestra ciudad capital.
Con este Acto Legislativo de consolidar un poder local institucional que de
nueva vida a la acción Estatal, se tiene como efectos positivos de democracia y
participación los siguientes:
Generar una dinámica donde las principales preocupaciones y necesidades
sociales de la comunidad, se conviertan en problemas del Estado, y que por lo
tanto trasciendan de inmediato a la política Distrital y nacional. Consiguiendo
con esto que las dignidades locales se conviertan en espacios de decisión
estatal y de escuela política, de modo que el poder local institucional sea la
primera fase del proceso de formación de los políticos distritales y nacionales
del futuro. De igual forma se consigue ejercer por parte del Estado una clara y
contundente soberanía sobre las localidades involucrando a las comunidades
en la construcción, desarrollo y fortalecimiento de las políticas de Estado, de
este modo se realiza una verdadera y equitativa distribución del poder.
Con esta propuesta se pretende ingresar a una real dinámica participativa y
representativa en el Concejo de Bogotá, consolidando el esfuerzo por una
verdadera representatividad, para la comunidad local de igual forma para las
minorías políticas máxime cuando esta corporación resuelve el futuro de la
interacción social propia del dialogo intercultural, grupos con identidad y
especificidad a los cuales pertenecen.
151
Los ciudadanos participan para obtener decisiones concretas y no para
cambiar el centro del cual emanan, no se pone en juego lo que podríamos
llamar el mínimo constitucional de legitimidad, sino el grado de satisfacción que
cada ciudadano considera suficiente en función de la respuesta que reciben
sus demandas.
II.FUNDAMENTOS JURIDICOS
La legitimidad de los gobiernos democráticos, deben fortalecer la estructura en
el principio de la separación de poderes, por lo tanto el sufragio es lo que hace
posible la democracia y permite el paso por consentimiento a una forma directa
de autogobierno fortaleciendo la democracia representativa, de igual forma este
Acto legislativo fortalece los siguientes artículos de la Constitución Política.
1. Articulo 1. Colombia es un estado social de derecho, organizado en
forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía en sus
entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista.
2. Articulo 2. Son fines esenciales del estado, facilitar la participación de
todos en las decisiones que los afecten y en la vida económica, política,
administrativa y cultural de la Nación.
3. Articulo 3. La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, el pueblo
la ejerce en forma directa o por medio de sus representantes.
4. Articulo 7. El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural
de la Nación Colombiana.
5. Articulo 14. Toda persona tiene derecho al reconocimiento de su
personalidad jurídica.
6. Articulo 40. Todo Ciudadano tiene derecho a participar en la
conformación, ejercicio y control del poder político. Para hacer efectivo
este
derecho
puede,
Elegir
y ser
elegido.
Construir partidos,
movimientos y agrupaciones políticas sin limitación alguna.
152
III. ANTECEDENTES
En la Constitución de 1886, el artículo 196 establecía que en cada municipio
habría un concejo municipal, el cual estaría integrado por un número de
concejales que oscilaría entre 6 y 20 miembros. Si bien, con posterioridad el
Constituyente de 1945 previó que Bogotá sería organizada como un Distrito
Especial, sin sujeción al régimen municipal ordinario, dentro de las condiciones
que fijara la ley, en consonancia con el artículo 196 referido.
El Constituyente de 1991 tuvo la muy acertada visión de dotar a Bogotá de
un régimen que superara las limitaciones a las que había sido condenada la
ciudad. Allí se propuso un nuevo régimen jurídico que debía gobernar los
destinos de la capital de la República. La figura del Distrito Capital, según sus
creadores, ¿tiene por sí misma fuerza y contenidos autónomos y permite al
constituyente otorgarle los desarrollos y alcances que a bien tenga.
Sin embargo, para evitar que este asunto quedara en manos de la ley el
artículo propuesto fue modificado, para establecer la fórmula que generaría que
el Concejo de la capital llegara a las peculiares proporciones que hoy tiene, las
cuales seguirán aumentando.
Acertadamente el constituyente derivado, en el caso de Bogotá el régimen
especial implica un avance en cuanto a descentralización del gobierno y
ordenamiento territorial de la ciudad, la noción de régimen especial en lo que
toca con el Concejo de Bogotá para la época actual quedo ya corta a la
realidad social q esta viviendo el distrito capital
Esta particularidad fue notada por algunos importantes Delegatarios, cuyas
intervenciones se encaminaron a que el Concejo de Bogotá se rigiera por el
153
régimen general contenido en el artículo 312 de la Carta, pues nada justificaba
establecer norma distinta para Bogotá. Sin embargo, al final, se permitió que la
ley fijara el número de concejales del resto de municipios y distritos del país,
dentro de los límites absolutos definidos en la Constitución (con un máximo de
21 concejales), acertadamente y por fortuna para la capital de Colombia Bogotá
D.C. esta no quedo reglamentada en dicho artículo.
Así, con base en sólidos y musculosos argumentos, se modificó la
propuesta inicial del artículo constitucional relativo a la integración del Concejo
de Bogotá, y en su lugar, se aprobó el siguiente texto en la Comisión Segunda:
¿El Concejo Distrital se compondrá de un concejal por cada 200.000
habitantes o fracción mayor de 100.000 que el Distrito tenga, y los locales, de
un concejal por cada 100.000 o fracción mayor de 50.000 que albergue la
respectiva localidad...?
Nótese como la Asamblea Nacional Constituyente ya había tocado el tema
que las localidades tuvieran una representación en el cabildo distrital,
propuesta esta que fue derrotada en plenaria
Finalmente, en la plenaria se dispuso que ya no fuera un concejal por cada
200.000 habitantes, sino uno por cada 150.000, fórmula esta que fue
modificada como ya lo dijimos antes por el congreso de la república a través
del Acto Legislativo 3 del 2007
que hoy se encuentra vigente en nuestra
Constitución.
De esta suerte, con la entrada en vigencia de la Constitución de 1991,
reiteramos, Bogotá pasó de tener 20 concejales a tener 35; actualmente tiene
45, techo este que fue un impuesto por el Acto Legislativo Ibídem.
154
IV. BENEFICIOS DE LA REORGANIZACIÓN TERRITORIAL DE BOGOTÁ
D.C.,
Y DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN LOCAL PARA COMPONER EL
CONCEJO DE BOGOTÁ, INCLUYENDO LAS MINORÍAS POLÍTICAS.
1. Se facilitaría el control que ejerce la ciudadanía, así como el que
ejercen los diversos organismos estatales. Un número de
concejales 23 más exactamente tendrían la responsabilidad
directa de fortalecer el desarrollo y bienestar de las localidades
algunas se encuentran en crisis administrativa, de otro lado
permitiría que la actuación de los mismos fuera más visible, de
manera que sería un factor que propendería por la transparencia
al interior de este órgano deliberativo.
2. Al igual que el anterior por primera vez y que sirva de piloto para
toda la Nación las minorías políticas tendrían una verdadera
participación.
3. Igualmente, favorecería al orden de los debates y a la
participación de todos los miembros de esa corporación, de
manera que los diferentes sectores puedan contar con una
verdadera vocería y representación en el Concejo.
4. Adicional a lo anterior, teniendo en cuenta que la disputa electoral
será más exigente, se tendría un efecto benéfico desde la misma
elección de los candidatos por los respectivos partidos, pues los
mismos se verían forzados a postular candidatos de las mejores
calidades, con verdadero reconocimiento y apoyo popular
significativo, y un compromiso más riguroso con los electores.
155
Saliendo fortalecida la democracia participativa y por ende el
proceso de elección del cabildo distrital Concejo de Bogotá,
tendría una aceptación verdaderamente legítima.
V. CONCLUSIÓN
En aras de cumplir su compromiso con el fortalecimiento de las entidades de
representación popular, el Congreso de la República tiene con el presente
proyecto de Acto legislativo la posibilidad de impulsar una reforma de central
importancia para la capital del país, que contribuye a su sostenibilidad en su
funcionamiento, mayor eficiencia en su gestión, visibilidad ciudadana y
cercanía con el electorado, todo lo cual redundará en un incremento de su
legitimidad, entendida como aceptación y respaldo popular.
Se propone con este Acto Legislativo hacer una modificación constitucional
con el fin de hacerle una reorganización territorial a Bogotá D.C. Y de paso el
Concejo de Bogotá tendría una composición directa a través de la
circunscripción distrital
y circunscripción local, aunado a ello la efectiva
participación de la las minorías políticas de la Capital del País, en el tan citado
Concejo de Bogotá.
Honorables Representantes
156
CONCLUSIONES.
El cambio de régimen constitucional para Colombia del año 1991 es el llegar al
entendimiento del concepto de ciudadanía, de la política, de la participación y
de la descentralización.
El adaptar la institucionalidad colombiana a la descentralización no es capricho
del Constituyente de 1991 o simplemente a una moda intelectual, por el
contrario, es una exigencia política jurídica y social de transformación que tenía
el país para insertarse al nuevo orden mundial.
El problema de gobernabilidad es el fruto de la crisis del concepto de
legitimidad por la vía de la legalidad. Cuando la Constitución de 1991 da vía
libre para la real participación política integral en condiciones de equidad y
horizontalidad con el buen sentido democrático, lo que se está buscando es
que el proceso descentralizador del poder sea orientado al estímulo y la
promoción de la participación popular como la estrategia de creación y
consolidación de nuevos espacios de democracia y la descentralización pero
en lugar de esto lo que se generó fue un intento formal de descentralización el
cual no tenía claro el sentido real de este importante cambio, fue por lo que se
suele llamar una desconcentración de funciones administrativas en los entes de
las localidades del Distrito Capital.
La actual Constitución se genera en un momento en el cual tanto interna como
externamente se venían ejerciendo en el país un seria de dinámicas causadas
por las presiones orientadas a lograr la apertura de mayores espacios
democráticos, uno de los principales temas de debate fue la de ganar
credibilidad y legitimidad, de allí es que surge la necesidad de implementar una
nueva democracia, la participativa.
157
En Sentencia C- 180 de 1994 la Corte Constitucional retoma algunas ideas de
Norberto Bobbio, para destacar que en las sociedades modernas de viene
danto el tránsito hacia un modelo de organización política en el cual la
democracia representativa se complementa con mecanismos de la democracia
participativa, articulando las virtudes las virtudes del sistema representativo con
las ventajas de la participación ciudadana.
El espíritu noble de la Constituyente ha sin duda alguna alcanzado el
cumplimiento de importantes logros para la vida democrática de este país, es
así como, nuestra sociedad ha dado un pie adelante para la modernización de
nuestra cultura política en la que vivimos diariamente.
No obstante lo anterior, es importante precisar que la ilegitimidad de la
ciudadanía hacia algunas formas de representación política, tales como el
Congreso de la Republica, el Concejo de Bogota, entre otros, se ha visto
sustancialmente disminuida, según las estadísticas, por cuenta de los
escándalos en los que reiteradamente se ven inmersos algunos de sus
miembros, trayendo como consecuencia la distancia cada vez más larga entre
los ciudadanos y el ejercicio de los mecanismos de participación ciudadana.
Estos mecanismos de participación han desestimulado la acción organizada
de la población al no brindarles herramientas para que esta participación sea
real.
Las localidades constituyen auténticos grupos humanos dotados de identidad
cultural y sentido social de lo público, con lo cual trascienden cualquier
asociación hasta la categoría de comunidad, en la cual se integra la afinidad en
cuanto a imaginarios sociales y proyectos de vida comunes.
Forjar la descentralización es proyectar culturalmente a la comunidad, puesto
que en la función decisoria acerca de los destinos locales lo que se pone en
juego es la supervivencia de este colectivo, la identidad cultural de Bogotá,
158
resulta ligada a un proceso histórico tanto de migración desde las regiones
hacia la ciudad, como de luchas sociales internas por parte de algunos
sectores de la población que han resultado marginados que reclaman
participación dinámica en la construcción de nación y democracia.
Crear una mecánica donde los principales factores de interés de la comunidad,
se conviertan en problemas del Estado, y que por lo tanto trasciendan de
inmediato a la política Distrital y nacional. Consiguiendo con esto que las
dignidades locales se conviertan en espacios de decisión estatal y de escuela
política, de modo que el poder local sea la primera instancia del proceso de
formación de los políticos distritales y nacionales del futuro. De igual forma se
consigue por parte del Estado una clara y contundente soberanía sobre las
localidades involucrándolas en la construcción, desarrollo y fortalecimiento de
las políticas públicas, llegándose a una verdadera y equitativa distribución del
poder.
Ficticiamente, pareciera que todos los
gobiernos que son elegidos bajo el
sistema democrático fuese legitimo, pero como plantea Arnold J. Toynbee se
da en todos los caso se da en todos los casos, esa legitimidad no siempre se
da en todos los casos, ya que la legitimidad proviene del respaldo del pueblo a
los actos del gobierno, y la democracia no se agota solamente en la derecho
del pueblo a elegir.
Por lo anterior es que en nuestro país, la democracia sea tan mal entendida por
aquellos que por ignorancia no saben el gran poder de esta y la manipulación
sin escrúpulos de algunos que más dotados de “sabiduría”, se aprovechan del
pueblo para tratar de legitimar sus acciones políticas y se dice, tratar de
legitimar por que por medio de esta manipulación de la “conciencia
inconsciente” del pueblo, prometiéndoles cualquier cantidad de cosas que
nunca les van a cumplir, aprovechando se del poder de todo un pueblo
humilde, y pasan del interés común que es tan popular en las campañas
159
electorales, al interés particular tan popular en los periodos de gobierno. Lo
interesante en la relación entre democracia y legitimidad, es que aunque una
de las características primarias de la democracia es que se presenta como
legitima, esta misma se viene en su contra cuanto, se no se muestran los
resultados prometidos por parte de los candidatos que han sido elegidos para
algún cargo de representación política.
Es evidente para nosotros que la democracia concebida como la mejor forma
de gobierno es también sinónimo del bien más preciado para nuestra Carta
Política, la denominada soberanía popular. Significa que ningún poder,
autoridad o régimen puede estar por encima de las decisiones del pueblo. Pero
hay que dejar la precisión conceptual de quién conforma el pueblo? El pueblo
es el
conjunto de ciudadanos y ciudadanas iguales y libres los cuales
conscientes de su libertad, tienen la facultad de elegir. Esta afirmación puede
resultar arcaica e inoperante, en la medida en que hace relación al carácter de
ciudadano, que en las instituciones griegas y romanas tenían sectores
específicos de la sociedad, afortunadamente superados por la historia; hoy
habría que afirmar simplemente que pueblo son todos los ciudadanos y
ciudadanas en ejercicio de sus derechos.
Es prioritario para nuestro trabajo definir que la esencia de la representación
política es una premisa imprescindible para el estudio de la democracia.
Como lo trabajamos en nuestro primer capítulo, tal concepción de democracia,
supera el roll tradicional del concepto, porque ya no se trata de que el
ciudadano de alguna forma participe, delegando o participando o la otra
concepción de que es un mecanismo de integración del poder público, sino
que la nueva concepción, empieza a observar los resultados de esa
construcción democrática y a medir sus efectos, ello lleva a que diversos
160
autores empiecen a hablar y hacer una clara diferenciación entre democracia
formal y democracia sustancial.
Históricamente, como se ha indicado, el concepto de democracia como todo
concepto social y político esta siempre en la situación de modificaciones y
reevaluaciones por la sencilla razón de que son reflejo de las realidades, sin
duda en primera instancia la democracia se ejercía en forma directa,
inicialmente fue la opción de participar en las decisiones que afectaban el
grupo familiar, el clan o la comunidad,
liberalismo,
posteriormente con la irrupción del
se entrego la representación como culminación de esa gran
revolución liberal, que históricamente generaron las revoluciones inglesa y
francesa, hasta llegar a nuestros días, donde se empieza a hablar de
democracia participativa gracias al Estado Social de Derecho, donde ya no es
suficiente la participación electoral sino que la concepción democrática busca la
materialización de los derechos humanos, de los derechos fundamentales, los
derechos sociales económicos y culturales , e inclusive los derechos colectivos
y del medio ambiente, como realización dogmatica de las constituciones.
Maquiavelo demostró que la actividad política podía ser analizada por la ciencia
como lo era la naturaleza por la física o la química: una realidad con leyes
propias que no se someten a la voluntad de las personas y que por lo tanto
esta mas allá de los juicios morales. El estudio de esas leyes seria el objeto de
lo que luego se llamo “ciencia política”. Más tarde Adam Smith encontraría
leyes similares para la economía, Comte y Durkeim para los hechos sociales (
y con ello fundaron la sociología) y Freud para la psique. Las nuevas ciencias
instauraron una forma de pensar que obliga a considerar que hace falta
promover cambios estructurales si se quiere cambiar las conductas de las
personas. Por su parte, los padres del liberalismo político (Locke y Tocqueville,
entre otros) entendieron que la libertad de las personas dependía más de la
constelación de poderes sociales que de su buena o mala voluntad. En el siglo
161
XX, otros liberales como Weber y Galbraith seguirían esa línea, al proponer
una nueva forma de equilibrar los poderes en las democracias modernas.
Todos ellos asumieron que las reformas políticas no se realizan demostrando la
maldad congénita de ciertas personas poderosas, sino mas bien oponiendo
nuevos poderes sociales a los ya constituidos. En el otro extremo ideológico se
puede decir algo similar, Marx no pretendía inspirar una comunidad de
hombres buenos; simplemente afirmaba que, transformando las condiciones en
las que las personas se relacionaban, cambiarían sus conductas.
Es prioritario para nuestro trabajo definir la naturaleza de la representación
política ya que constituye por consiguiente una premisa imprescindible para el
estudio de la democracia. Como lo establecimos a lo largo de nuestro trabajo,
la representación política es atravesada por la mirada de las corporaciones
públicas, lugar en el cual los ciudadanos deberían depositar sus intereses más
directos. Pero a contrario sensu, Salvador Forner plantea en sus palabras:
“Para el análisis de los conflictos entre grupos y partidos es sin
embargo, necesario evitar cualquier consideración que, más o menos
implícitamente, contemple las asambleas parlamentarias electivas como
una proyección directa de los intereses, las orientaciones y los grupos
del país estudiado. Dicho de otra forma, no debe atribuirse a los
resultados de la competición electoral y a la composición de las cámaras
electivas una inmediata significación social, como suele ocurrir en los
trabajos de la historia política donde, por ejemplo, los partidos
conservadores son considerados como la expresión de los grupos
agrarios tradicionales; los liberales o demócratas liberales, como
representantes de grupos urbanos progresistas; y los partidos socialistas
como la proyección política de las clases obreras en ascenso, etc.
Naturalmente, los historiadores son conscientes de que los parlamentos
162
no son elegidos con criterios de proporcionalidad y conocen bien la
diversidad de los regímenes electorales.”
Lo anterior nos plantea la necesidad de siempre continuar en el camino de
encontrar el perfeccionamiento de nuestra democracia basada en una
verdadera y real representación, coherente desde el punto de vista de su
representación ideológica sino que también acorde con sus criterios de
proporcionalidad de la población.
En la historia política, los debates electorales conservan un papel prioritario, los
cuales son identificados sobre todo con la ampliación del sufragio, el
cumplimiento de los puntos programáticos, la eficacia en el control hacia los
gobernantes y la anticorrupción, lo anterior, entendido como un proceso de
progresiva inclusión de sectores de la población cada vez más amplios.
La democracia participativa es una forma que se heredo del modelo griego en
donde resultaba de la mayor importancia la participación ciudadana. En la
antigua Atenas, un ciudadano era alguien que participaba “en la administración
de justicia y en el gobierno”. La ciudadanía significaba la participación en los
asuntos públicos.
A partir de una aproximación historica de la democracia en el mundo, podemos
involucrarnos cada vez más en contextos concretos como lo es la democracia
en Colombia. La historia de la democracia en Colombia, la podríamos dividir
políticamente en dos sucesos, antes y después de la Constitución de 1991,
este ultimo como hecho contundente de la implementación de un Estado Social
de Derecho que en su sustancia siempre pretende enarbolar las banderas de la
democracia en nuestro país.
163
Como lo veíamos en nuestro segundo capítulo, en palabras del profesor Luis
Freddyur Tovar, la Constitución no es el documento o texto frio, muerto en
donde se establece la organización estructural de un Estado en particular, sino
la proyección de un sueño; es decir, la Constitución Política es, tanto el
resultado de un proceso (pasado), como el proceso social y político inacabado
(presente) de una comunidad que pretende consolidarse (futuro). Es así como
la noción de constitución como acto creador, fundante, se materializa cuando
se define de manera originaria una concepción de la Democracia. Para el caso
colombiano, esta afirmación sobra vigencia cuando el Texto Constitucional de
1991, se constitucionalizo al concepto de Democracia para Colombia: El de
Democracia Participativa y Pluralista. Esta expresión no es el resultado del azar
o la manifestación de la emoción de los constituyentes de la época, sino el Acto
Fundante que hay que tener en cuenta de manera seria y determinante.
Sin embargo uno de los mayores peligros para la democracia, no ya para una
forma específica de la misma, sino para todas es la aparición de de la
burocracia que tras la aparición del Estado moderno, el sistema político se ha
transformado en una tecnocracia: aparecen los burócratas y los políticos
profesionales para hacerse cargo del funcionamiento estatal; uno de los
teóricos que en forma especializada se ha ocupado del tema es Max Weber.
Este fenómeno (la burocratización) trae como consecuencia el estrechamiento
del campo de la actividad política, la exclusión de amplios sectores sociales de
la actividad política y la disminución de la participación. A su vez, la
construcción y expansión de una percepción socialmente difundida sobre la
política y lo político como espacio de componenda, negociación, transacción
(como mejor) cuando no de corrupción y mentira.
La democracia participativa es una forma que se heredo del modelo griego en
donde resultaba de la mayor importancia la participación ciudadana. En la
164
antigua Atenas, un ciudadano era alguien que participaba en la administración
de justicia y en el gobierno. La ciudadanía significaba la participación en los
asuntos públicos.
Hay que entender la participación ciudadana como componente de la
administración pública, ya que como miembros de la sociedad que
directamente es afectada con el manejo de la política del Estado y sus
consecuencias, se constituyen en los actores esenciales dentro de los
esquemas en los que se basa las estructuras sociales de la dinámica propia de
una colectividad organizada.
Por participación en forma general se entiende:
“La actividad ciudadana de carácter individual o colectiva dirigida a
expresar y defender sus intereses, tomar parte en la administración de
los asuntos comunes y en los centros de poder, tanto en la toma de
decisiones como en el control de la acción gubernamental”.
Uno de los grandes desafíos que se presenta para la democracia
contemporánea, es la legitimidad de las instituciones gubernamentales como
órganos y en conjunto sistemas, responsables de la actividad dirigente del
Estado. Ya no es el superado debate en torno al origen popular o divino de los
dirigentes del Estado, lo que anima la fundamentación del esquema ontológico
que soporta la legitimidad en la dirección de la sociedad por parte del aparato
estatal. Lo que se busca en la realidad actual, es el mejoramiento del nivel de
vida de los habitantes en razón a la eficiencia y eficacia de la actividad de las
autoridades públicas, en función de las necesidades sociales de la población.
Es importante precisar que a comienzo del siglo XX fué que Bogotá se
incorporó a un régimen especial que lo diferenciaba del resto de los municipios
165
del País, posteriormente a través del acto legislativo 01 de 1945 se estableció
que Bogotá sería la capital de Colombia y a su vez la capital del Departamento
de Cundinamarca y luego, en concordancia con la reforma constitucional de
1968, se expide la Ley 33 de ese mismo año en la cual se otorga facultades
extraordinarias al Gobierno Nacional para reformas la organización del Distrito
Especial de Bogotá el cual abre el camino a importantes reformas jurídicas y
políticas las cuales señalamos en el desarrollo del trabajo, pero que hasta la
Constitución de 1991 se estableció un régimen organizativo especial del Distrito
Capital, contemplando de manera exclusiva en el Capítulo IV del Titulo XI la
organización territorial y más específicamente establece desde el articulo 322
al 327 una seria de disposiciones constitucionales acerca del régimen del
Distrito Capital.
Posteriormente, respecto a la participación democrática del ciudadano en el
Distrito Capital encontramos que en el decreto 1421 de 1993 en su artículo 6
ordena “Las autoridades Distritales promoverán la organización de los
habitantes y comunidades del Distrito y estimularán la creación de las
asociaciones profesionales, culturales, cívicas, populares, comunitarias y
juveniles que sirvan de mecanismo de representación en las distintas
instancias de participación, concertación y vigilancia de la gestión distrital y
local”, proceso que se ha venido cumpliendo parcialmente, por un lado,
mediante la implementación de unas ineficaces e invisibles veedurías
ciudadanas y por otro lado, mediante los movimientos pro revocatoria del
mandato a los alcaldes elegidos, revocatoria que aun no ha sido exitosa.
En Colombia, durante los últimos años el protagonismo de los Partidos
Políticos fue reemplazado por personalidades que armaron fuerzas políticas a
su imagen y semejanza, tejiendo alianzas personales y diseñando perfiles
publicitarios
enormemente
dependientes
del
azar
de
los
escándalos
mediáticos. Al exhibir su ideología y su trayectoria política se ahorraron el
166
penoso esfuerzo de exponer plataformas electorales diferentes, contrastarlos
con los ideales que se postulan argumentan en términos de valores y
principios, todo esto quedo atrás. Mientras lo único que tiene que aprender un
ciudadano es saber con quién “alinearse” de quienes aprenden que hay que
llamar a todos por su nombre y saber su fecha de cumpleaños para así poder
generar adeptos, no nos encontraremos en la verdadera democracia sino
simplemente en figuras personalistas llamadas por el atractivo deseo del poder.
Como lo revisamos durante el trabajo, existen muchas debilidades, discusiones
y sobretodo problemas en cuanto a su eficacia en torno a la democracia, pero
para nuestro caso de la Capital del País, hemos encontrado que fácilmente se
podría hacer un listado interminable de los punto a punto de las debilidades de
nuestra ciudad, pero para efectos de esta actividad académica hemos decidido
resaltar algunas.
Las causas de la crisis de nuestra ciudad, es precisamente la falta de un
verdadero control político, la participación burocrática y la falta de normas
aplicables a las realidades locales, es decir tenemos un conjunto de personas
que han llegado por el voto de las y los ciudadanos basados en la democracia
participativa otorgada gracias al Estado Social de Derecho, pero que
lastimosamente no han hecho gala de los objetivos de la representación y
participación en la ciudad y aun peor, son los ejemplares más claros de la
corrupción y del favoritismo todo esto a costa de los electores que lo hicieron
llegar a dicho espacio, pero el gran problema no son ellos, somos nosotros,
seguimos votando por ellos una vez más sin importar su aporte al verdadero
desarrollo de la ciudad, en muchos casos ni conocemos realmente quienes son
nuestros representantes, ni tampoco somos conscientes de medir y evaluar con
criterio objetivo el trabajo realizado por ellos a nombre de nosotros.
167
No hay que exagerar, pero si hay que ser claros respeto algunos puntos, por
ejemplo si debemos manifestar que a quienes hemos entregado nuestra voz y
representación son también los responsables directos del retroceso de Bogotá,
ya que no les interesa realmente cumplir sus promesas de campaña debido a
que a los cuatro años siguientes y mucho menos ejercer el verdadero control
político para el que los hemos revestido de poder.
Encontramos también, que aparte de las debilidades que reviste la democracia
capitalina en cuanto a la calidad de los representantes y de la dormides en la
que vive los representados, evidenciamos que el nivel de legitima
representación es minima, en cuanto no existe una herramienta que garantice
que todos los grupos poblaciones se encuentren representados y en otras
ocasiones, inclusive ni siquiera todas las localidades de Bogotá tienen su voz
en dicha Corporación.
Es importante precisar que existe tan desproporción en cuanto al total de
ciudadanos aptos para votar, es decir, el censo electoral de la ciudad, y el nivel
de participación, o por decirlo en otros termino, el nivel de abstención crece en
cada elección y a su vez también crece el total de personas aptas para votar.
Esto nos refleja que aunque vaya en aumento el nivel de personas que se
convierten en ciudadanos plenos, estos se abstienen de participar de la vida
pública y política de sus comunidades.
Lo anterior, nos permite ver un panorama bastante desolador, es decir, que el
gobierno de la ciudad realmente no llega a las comunidades, no toca a los
ciudadanos por razones tales como que no sienten la cercanía de dichos
representantes o voceros con ellos, o porque definitivamente perciben que
seguir votando bajo estos mecanismos y bajos estas condiciones los mismos
con las mismas, no mejorara en nada su situación concreta cotidiana. Esto es
lamentable desde el punto de vista de la renovación política, ya que
168
precisamente estos nuevos aptos para votar se traduce en que son personas
que han cumplido su mayoría de edad, es decir, jóvenes y que son estos los
que más se abstienen de participar en política.
Por otro lado, es claro que la organización desde el punto de vista territorial de
la capital del país, es totalmente desproporcionada. En Bogotá encontramos
como una sola localidad puede duplicar en cuanto al número de su población a
muchas otras localidades, este es el caso por ejemplo de la localidad de
Kennedy en comparación con las localidades de La Candelaria o Santafé.
Lo anterior no es una simple desproporción desde el punto de vista territorial
sino una clara inequidad en cuanto al acceso de la participación política, ya que
muy posiblemente localidades con este margen de desigualdad no obtengan la
representación y participación que necesita obtener.
Adicionalmente a lo anterior, los mecanismos de control político de los
ciudadanos hacia con su apoderados, se basan fundamentalmente en la
revocatoria al mandato, pero este mecanismo esta reducido única y
exclusivamente a elecciones de tipo uninominal mas no a las que se refiere a
las corporaciones públicas, razón por la cual las herramientas con las que
cuenta la ciudadanía son mínimas para ejercer el verdadero cumplimiento de
sus promesas y proyectos de campaña.
Por otro lado, la representación y vocería de un Concejal no es de todo clara.
En la mayoría de casos hay Concejales que llegan a la Corporación obteniendo
los votos de una determinada localidad perdiendo de esta manera la
representatividad global de toda la ciudad, o por el contrario, hay situaciones en
los que dicho Concejales llegan por el llamado “voto de opinión” que no se
puede sectorizar ni fragmentar, que puede llegar a representar un todo pero a
la vez nada precisamente por ser tan efímero su origen de representatividad.
169
Lo anterior plantea, entre otras cosas, la debilidad con la que cuenta la
composición del Concejo de Bogotá y la precaria representatividad con la que
cuenta los casi los ocho millones de habitante que viven en nuestra capital.
No hay desafío mayor para la política que el despertar en las mentes de sus
ciudadanos la pasión por la participación, ni responsabilidad mayor que la de
conformar ciudadanos “políticos” capacitados para proponer, impulsar y
extender los límites del proyecto de fortalecimiento de la democracia como
avance social de las nuevas generaciones.
Entendemos que las y los Bogotanos, además de ser destinatarios de políticas
deben encontrar espacios participativos propios donde
poder integrarse al
resto de los sectores de la sociedad como sujetos plenos de derecho.
Llegar a las buenas prácticas políticas implica ampliar la esfera de discusión y
de debate haciendo que la ciudadanía este cada vez más inclusiva y plural
dándoles un papel importante a sus jóvenes. Siempre la participación y el
control político será la traducción más palpable de la buena salud de la política
al servicio de la democracia.
Por otro lado, resaltamos también que una democracia sin Partidos Políticos
fuertes es una democracia devaluada. Para evitar que esto ocurra es necesario
impulsar una reforma política por medio de la cual se garantice un verdadero
protagonismo a la ciudadanía que introduzca un cambio en las relaciones de
poder político y social.
Por todas las razones expuestas, hemos querido presentar a manera de
producto de nuestro trabajo académico un proyecto de Acto Legislativo en el
cual se vean reflejados todas las propuestas para superar las crisis de nuestra
ciudad mejorando el nivel de democracia y participación de los que habitamos
esta Capital.
170
En el capítulo tercero, podremos encontrar dicho proyecto de Acto Legislativo
del cual nos permitimos resaltar la creación de una nueva forma de elección de
nuestros Concejales de Bogotá, implementando con esto una novedosa forma
de composición de dicha Corporación.
Se plantea una doble forma de acceso al Concejo de Bogotá, la primera por
votos obtenidos de todos los ciudadanos indistintamente del lugar de su
residencia, tratando de plantear una especia de circunscripción distrital y
segundo, por votos específicamente obtenidos por cada una de las localidades
de la ciudad, con el fin de desarrollar el verdadero nivel de participación y
representación de los habitantes de dicha localidad en la máxima corporación
de Bogotá, indistintamente de su ubicación, censo electoral, estrato o total de
habitantes.
En este último punto, hemos decidió agregar una propuesta sobre la creación
de otras tres localidades a las existentes al día de hoy en Bogotá, con el fin de
poder equilibrar poblacionalmente la distribución de nuestra ciudad y aliviar
algunas cargas que claramente no han sido posible sobrellevarlas en algunas
localidades, en este orden de ideas, proponemos que haya un total de 23
localidades los cuales nos permitirá de manera equitativa formalizar la
representación y vocería de todos los ciudadanos en el Concejo de Bogotá.
Dichas medidas, permitirán que las decisiones que se tome en efecto en dicha
corporación realmente conocerá de todas las realidades de las comunidades
bogotanas desde las más ínfimas hasta las más complejas. Esto garantiza, que
el vocero estará más cerca de la comunidad, habrá una verdadera
representación y puente político entre los colectivos y el Gobierno. Esto
beneficiara no solamente la inmediatez sino la comunicación, las consultas, la
oportunidad en la presentación y resolución de los problemas.
El control político mejoraría sustancialmente con la creación de esta figura,
debido a que se conocerá realmente quienes son dichos representantes y se
171
sabrá de primera mano sus actividades y resultados que debe buscar a nombre
de sus electores. Simplemente por hechos tan básicos como que sus
representantes vivirán en su propia localidad, conocerán su entorno y
circunstancias en las que fue electo y a su vez, se le facilitara a la comunidad
establecer cualquier escenario que propicie ese control político hacia su
apoderado.
Somos conscientes también, que este tema debe atravesar por la discusión
franca y sincera que debe darse entre la ciudadanía, entendida esta ultima
como el verdadero factor multiplicador de la politiquería o el elemento cortante
histórico que tanto busca la democracia en Colombia, la ciudadanía y sus
líderes también debe entender que sin la purificación de la voluntad política y
sin la renovación de las practicas va a resultar mas difícil la salida a la crisis de
nuestra capital. Estas ideas aportadas en este trabajo académico pretende
fomentar una nuevo de participación con el fin de dejar atrás los viejos
esquemas del rol del Gobierno hacia con sus Ciudadano entre sí y la obligación
de los representantes a mejorar su nivel de eficiencia y resultados en beneficio
de la comunidad.
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REFERENTE NORMATIVO
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
Ley 134 de 1994 por la cual se reglamentan los mecanismos de
participación ciudadana.
176

Ley 850 de 2003 por la cual se reglamentan las veedurías ciudadanas.

Decreto 1421 de 1993.

Decreto 3133 de 1968.

Decreto 425 de 1995, por el cual se fijan los procedimientos para la
elaboración de los proyectos del Plan de Desarrollo Local en el Distrito
Capital.

Decreto 739 de 1998: por el cual se fijan los procedimientos para la
elaboración, aprobación, ejecución y seguimiento de los Planes de
Desarrollo Local, y se establecen mecanismos y espacios permanentes
para la participación de la ciudadanía en los procesos económicos,
sociales, culturales y políticos de la vida local.

Acuerdo 13 de 2000 proceso de mayor consolidación de la democracia
participativa. Se crean figuras y espacios importantes para la
participación de diversos grupos u con intereses diferentes, con el fin de
dar mayor cobertura e inclusión a la comunidad en la ciudad.

Acuerdo 142 de 2005 “por medio de la cual se adoptan mecanismos e
instancias para apoyar y promover en el ámbito distrital las veedurías
ciudadanas”.
REFERENTE JURISPRUDENCIAL

Corte Constitucional. Sentencia C-169 de 2001. Magistrado Ponente: Dr.
Carlos Gaviria Díaz.

Corte Constitucional. Sentencia C-336 de 1994. Magistrado Ponente
Carlos Gaviria Díaz
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Corte Constitucional. Sentencia C – 180 de 1994. Magistrado Ponente
Hernando Herrera Vergara.
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