temporada 1 - Boomerang TV

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Sinopsis por temporadas · Temporada X
Temporada X
El engaño de Aurora sale a la luz. Ella no es la hija de Tristán y su verdadero nombre es Jacinta. Compartió clases en el internado con la verdadera Aurora y está suplantando su identidad. Para que nadie
descubra el engaño decide matar a su amiga Ana.
Raimundo ha descubierto las intenciones de Francisca de acabar con él, pero se propone acabar con
ella antes de que consiga su objetivo. Sin embargo, León logra impedirlo.
Fernando le entrega a María el cerrojo que había puesto en su habitación para impedir que su marido pudiera entra. Él es su marido, y ella tiene que aceptarlo cuando él quiera. Gonzalo se enfrenta a
Fernando y se enzarzan en una fuerte pelea y acaban a golpes. El odio entre ellos es total. Gonzalo y
Mariana acuerdan buscar alguna forma de ayudar a María a salir de ese infierno que vive.
Olmo es finalmente condenado a cadena perpetua en la cárcel, por lo que Fernando está exultante, ya
que él será el dueño de toda su herencia. Su alegría acaba cuando llega a la Casona se y descubre que
María ha desaparecido. Ha sido secuestrada por Gonzalo. Se niega a liberarla hasta no saber por qué
anuló el plan de huída que ambos habían planeado. Vuelve a crearse un acercamiento entre ellos.
Fernando, por su lado, ha estado haciendo negocios de especulación en los que ha involucrado también a Francisca y su dinero. Sin embargo, las cosas no salen como él espera y Francisca se entera que
su mala gestión la va a llevar a la ruina. Ella se ve obligada a involucrarse y consigue salvar su situación
crítica. Es por ello que decide revocar los poderes de Fernando sobre su fortuna. Además tiene algo
más planeado para él.
María ve una oportunidad de escapar en un momento en el que Gonzalo va al lago a por agua. Regresa a la Casona y decide mentir sobre dónde ha estado para no descubrir a Gonzalo. Mientras tanto,
Gonzalo cree que María volverá con él, así que se queda en la cabaña esperándola. Pero ella no regresa.
Posteriormente, Fernando urde un plan para ponerlos a prueba: se cita con María y con Gonzalo en
el mismo sitio. Ambos aparecen, pero Fernando no asiste a la cita. Les observa desde lejos y ve que
aunque están juntos, no hay nada raro en el comportamiento de ambos.
Jacinta siente que alguien la persigue, pero no logra descubrirlo. Al principio piensa que se trata de
Fernando, ya que de vez en cuando se cuela en su habitación. Sin embargo, la persona que le lleva si-
guiendo desde hace días es la verdadera Aurora. Tras el shock de encontrarse, Jacinta le deja claro que
lo tiene todo muy bien atado, que ella ha perdido y nadie le va a creer si cuenta la verdad.
Aurora se queda en el pueblo, haciéndose llamar Carmen y alquila una habitación en la posada de
Emilia, quien cree ver a Pepa en los gestos de la nueva inquilina. Jacinta le ofrece dinero a cambio de
que se vaya del pueblo pero ella no está dispuesta. Aurora va hacia la confitería, donde se encuentra
frente a frente con Tristán y Gonzalo. Una dolida Aurora escucha cómo su padre habla de Jacinta con
amor. Aunque están frente a frente no es capaz de reconocerla como su verdadera hija.
Aurora le cuenta a Emilia que tiene intención de quedarse en Puente Viejo, y ésta decide ayudarla
por lo mucho que se parece a Pepa, consiguiéndole un trabajo en la confitería de Candela, quien está
encantada con ella. Por su lado, Jacinta cuenta a su padre que Aurora es en realidad Jacinta, una compañera del internado que va tras ella para hacerle la vida imposible.
Gonzalo recibe una visita inesperada y no precisamente bienvenida, la de Don Celso. Él cuenta que
ha vuelto a Puente Viejo para iniciar un proyecto de evangelización, pero en realidad quiere llevarse a
Gonzalo con él, con la ayuda de Don Anselmo y, sobre todo, de Francisca. María, por su lado, confiesa
a Mariana su deseo de que Gonzalo se vaya del pueblo, está sufriendo mucho. Don Celso va también
a verla para pedirle que le ayude a conseguir llevarse a Gonzalo. Ella accede, y le pide a su amor que
siga el camino de Don Celso.
Candela habla maravillas de su nueva empleada, lo que pica la curiosidad de María, quien va a conocerla y ofrecerle ser su amiga. Para sorpresa de ambas, María la reconoce como su prima Aurora.
Gonzalo también comienza a acercarse a ella, pidiéndole que salga y conozca a la juventud del pueblo.
Jacinta hace un pedido en la confitería y pide que sea Aurora la que lo lleve al Jaral. Cuando llega,
ambas se enzarzan en una pelea. En ese momento llega Tristán, que se enfada con ella por golpear a
su hija. Aurora confiesa que ella es su verdadera hija, pero Tristán la toma por mentirosa y la echa a
empujones de su casa.
Jacinta también provoca una fuerte discusión con Candela, y además inventa cosas para que la confitera quede como una arpía, lo que provocará el desprecio de Tristán. Muchos en el pueblo creen que
él está completamente ciego en todo lo relacionado con su supuesta hija. Gonzalo también empieza a
dudar de quién es la verdadera Aurora.
Francisca aprovecha el enfado entre Tristán y Candela para ajustar cuentas con la confitera y boicotear
su negocio. Aurora está muy afectada por lo sucedido, siente que todo es por su culpa. La chica se
confiesa con Candela, le cuenta que ella es la verdadera hija de Tristán. Gonzalo se pone de parte de
Aurora y tiene una discusión con su padre por ello. Tristán, además, va a ver a Aurora y le dice que su
presencia está perjudicando mucho a Candela. Le pide que se vaya de Puente Viejo. Ante sus palabras
y su rechazo, Aurora decide marcharse.
Los intentos de Don Celso por convencer a Gonzalo de que se vaya con él, llegando incluso a chanta-
jearle, son inútiles. Gonzalo no se irá. Don Celso acepta su decisión, pero durante su última misa en
Puente Viejo, le cuenta a todo el pueblo que en realidad él es Martín, el hijo de Pepa. Todo el pueblo
está atónito e indignado, especialmente cuando Tristán dice que él ya lo sabía. Sin embargo, a Don
Celso le salió el tiro por la culata, puesto que ha conseguido que Martín sea libre, ya no hay nada que
esconder. A pesar de la sorpresa de todos, sus más allegados lo abrazan y besan. Ha vuelto el hijo de
Pepa.
Tristán comienza a dudar de la verdadera identidad de su hija ya que hay cosas que no concuerdan.
Por su lado, la verdadera Aurora se entera de lo ocurrido en misa y va corriendo a ver a su hermano,
a quien le cuenta la verdad sobre quién es ella. Él la cree sin reservas. Los hermanos se unen para desenmascarar a Jacinta.
La relación entre María y Fernando es cada vez peor. Ella lo desprecia y no se molesta en ocultárselo.
Es fría con él y sus constantes rechazos le enfadan. Incluso cuando él quiere tener relaciones, María ni
siquiera le dice que no; sólo se deja hacer, lo que a Fernando le quita las ganas.
Martín va a ver a Francisca, para hacerle saber que no le tiene miedo. La Montenegro está encolerizada. Para su descuido, Martín le confiesa que su verdadera hermana es la que hasta ahora conocía como
Carmen. Ante esta revelación, Francisca y Jacinta serán aliadas para destruir a los hermanos. Jacinta
intenta matar a Aurora haciendo caer unos barriles para aplastarla, pero quien sale herido es Tristán.
Se produce un acercamiento entre María y Martín, pero ella tiene demasiadas reservas como para
entregarse. Martín entonces toma una decisión: irse de Puente Viejo, algo que no hará gracia a nadie,
pero a Aurora menos que a nadie. Necesita aclarar sus ideas y sentimientos por María. Para despedirse,
le entrega una carta a Don Anselmo y le pide que se la de a María. Cuando la recibe, ella piensa que lo
ha perdido para siempre. Tras su marcha, María decide hacer caso de los consejos de su tía y darle una
oportunidad a Fernando para intentar ser un matrimonio más o menos normal.
Es la verdadera Aurora la que se hace cargo de la herida de Tristán, ya que como su madre, tiene
muchos conocimientos sobre medicina. Parece que Tristán empieza a verla con mejores ojos. Con la
ayuda de los que la quieren, Aurora está dispuesta a que todos sepan la verdad sobre Jacinta, pero nada
de lo que hacen para desenmascararla funciona.
Al no caer en sus chantajes, Francisca decide echar a Candela de su local, ya que ella es la dueña. Tristán se entera de lo sucedido y le ofrece a Candela cobijo en el Jaral, pero no para Aurora, por lo que
no aceptará. Por otro lado, Gonzalo vuelve a Puente Viejo, lo que estropea los planes de reconciliación
entre María y Fernando. Y además, ha decidido colgar los hábitos, por lo que Fernando está muy enfadado y preocupado.
Tras dejar la curia, Gonzalo se traslada a vivir al Jaral con su padre. Se ha propuesto ayudar a su hermana a descubrir a Jacinta. Ya saben cómo desenmascararla. Todos le hacen creer a Jacinta que una
monja del internado va a venir a visitarla, por lo que se pone muy nerviosa. Cuando va a llegar su
visita, Gonzalo le pide un favor a su padre: tiene que irse de viaje. Cuando se despide de Jacinta, ella le
da un beso muy poco apropiado. Esa noche llega la monja, por lo que Jacinta le pide a Francisca que
le de una coartada para entonces. Su objetivo es matar a la monja antes de que cuente nada. Cuando
llega a la habitación, la verdadera Aurora se levanta de la cama cuando Jacinta está a punto de matarla.
Tristán, escondido, es testigo de todo lo que pasa. Jacinta consigue escapar y Francisca le da dinero
para que desaparezca. Tristán se tortura por no haber reconocido a su verdadera hija.
Poco tiempo después, Aurora va a visitar a Tristán para hacerle una cura por su herida a petición del
médico, por lo que él intentará un acercamiento con su hija. Sin embargo, para ella es demasiado tarde.
En ese momento, una mujer se pone de parto y no hay tiempo de llevarla al médico, por lo que será
Aurora quien la atienda de urgencia. Contará, a regañadientes, con la ayuda de Tristán, quien cree ver
en ella a la mismísima Pepa.
Se produce un acercamiento entre María y Gonzalo, en el que se dejan llevar por el amor que se tienen
y acaban acostándose juntos. Francisca sospecha lo que está pasando, y se lo hace saber a Fernando,
quien reacciona salvajemente, intentando forzar a María, quien se defiende a punta de tijeras. Los encuentros amorosos entre María y Gonzalo se siguen sucediendo, incluso ya planean su futuro. Por eso
María se enfrentará por fin a Fernando: quiere negociar los términos de su divorcio. Fernando acepta,
pero le pide que espere hasta que cobre la herencia y luego se divorciarán.
Tristán está muy deprimido por estar distanciado de su verdadera hija y Rosario teme que vuelva a
caer como cuando murió Pepa. Por ello, Rosario intermediará para intentar la reconciliación entre
padre e hija. Y lo consigue.
Por su parte, Fernando quiere matar a su padre en prisión. Es la forma de conseguir su herencia. Para
ello contrata a un antiguo amigo de Olmo, Cipriano. Éste, a la hora de la verdad, no se atreve a cometer
el crimen aunque le hace creer a Fernando que su padre ya ha sido asesinado.
Candela ha tomado la determinación de marcharse de Puente Viejo. Piensa que ya nada la retiene en
el pueblo. Cuando Tristán se entera, querrá ayudarla por todos los medios, por lo que decide comprar
la confitería y regalársela, así ya no tendrá que irse. Cuando Francisca se entera que la nueva dueña de
la confitería es Candela se siente humillada. Se encuentra con Tristán y le dice que ya le advirtió que
no se volviera a meter con su gente.
Por su parte, Aurora mediará para que su padre y Candela acaben juntos. Aurora le dice a Tristán que
Candela está organizando una fiesta, pero hay gato encerrado, ya que cuando acude a la supuesta fiesta, él es el único invitado. Candela le dice que tienen que hablar. Para sorpresa de Tristán, ella le pide
matrimonio y él acepta encantado. Organizan una fiesta de compromiso y cuando Francisca se entera
pone el grito en el cielo.
Cuando María sale a galopar para acudir al encuentro con Gonzalo. Su caballo se asusta, ante una
trampa que había puesto con anterioridad Fernando, y cae del caballo. Ella resulta herida pero no
es nada grave. Sin embargo, Fernando accidentalmente es víctima de su propia trampa y acaba muy
malherido.
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