Ficha Nº 3 - Facultad de Trabajo Social

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ASIGNATURA: Historiografía de la Intervención Social
FICHA DE CÁTEDRA Nº 3
AÑO: 2012
TEMA: Estrategia de Intervención social confesional
y la Doctrina Social de la Iglesia Católica
Consideraciones previas
En primer lugar, si bien diferentes religiones han desarrollado diversas
estrategias de intervención social, desde la cátedra analizaremos la
desplegada en particular por la Iglesia Católica dada la extensión y la
casi exclusividad de su accionar durante mucho tiempo, impregnando
con su lógica los diversos mecanismos que intentaron, e intentan, dar
respuesta a los problemas de integración social.
Por otra parte, vamos a tratar un tema que seguramente atraviesa las
creencias de cada uno de nosotros, por lo tanto consideramos preciso
afirmar que no lo hacemos desde la perspectiva de la censura a tales
creencias sino con la intención de poder dar cuenta de los supuestos de
ciertas prácticas, desde una mirada rigurosa. Como dice Habermas, a
las tradiciones hay que recuperarlas desde la crítica, a fin de que no se
vuelvan dogmas que cierran la posibilidad de pensar desde la
complejidad.
Por último, y a los fines pedagógicos, cabe aclarar que el análisis que
se realiza sobre esta estrategia es en función de la Matriz de Análisis
desarrollada anteriormente.
Ubicación temporo-espacial
Espacialmente ubicamos la intervención social de la Iglesia Católica
(no su presencia como creencia religiosa en las sociedades
occidentales), desde el siglo XII hasta la actualidad en Europa,
mientras que en Latinoamérica se despliega a partir finales de siglo XV
hasta la actualidad.
Dada la extensión temporal de esta estrategia, tomaremos hitos momentos centrales-, que nos permitirán analizarla no solo en sus
inicios (momento de surgimiento), sino también cómo dicha estrategia
se ha sostenido a través de los siglos, sin abandonar su basamento
teológico, pero sí realizando revisiones acorde a las exigencias del
contexto de cada momento histórico. Esto es lo que se entiende por
rupturas y continuidades, concibiendo a la historia como un pasado
que se expresa en el presente.
Como momentos particulares entonces, vamos a detenernos en
- Los momentos de surgimiento (cuando desde la Iglesia Católica se
comienza a estructurar la intervención social) S. XII
- Los aportes de Juan Luis Vives, mediante su escrito “Del Socorro de
los Pobres”, en el S. XVI (primera fundamentación y propuestas de
intervención social superadora de los momentos de surgimiento).
- La Encíclica Papal “Rerum Novarum”, del S.XIX. (segunda
reposición de la Iglesia frente a las manifestaciones de la cuestión
social producida por la instauración del capitalismo)
- La Teología de la Liberación desarrollada durante el S.XX. (tercera
revisión de los fundamentos de la intervención social desde la Iglesia
que pone el énfasis en la dependencia latinoamericana)
- Finalmente, cómo esta Estrategia se despliega en la actualidad, es
decir S.XXI.
I.
MOMENTOS DE SURGIMIENTO
Entendemos por “momentos de surgimiento”, a la época - en tanto
espacio y tiempo-, en que esta estrategia surge y se va constituyendo
como práctica específica. En virtud de los procesos históricos vamos a
desagregar estos momentos en dos espacios geográficos, Europa y
Latinoamérica, que dieron lugar a la estructuración de la estrategia con
sesgos particulares.
EUROPA
El primer escenario debe ubicarse en el territorio europeo, a partir del
siglo XII, XIII, XIV y XV.
CONTEXTO
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social
Configuraciones de lo social:
Entendiendo a lo social desde la perspectiva de totalidad1, en cuanto
ese entramado en el que interjuegan diversas dimensiones,
desagregaremos las mismas para su comprensión analítica, ya que ellas
se entrecruzan en la vida cotidiana misma configurando en forma
particular lo social.
El hilo conductor de esta configuración es el universo teológico
(sistema de ideas) que va otorgando sus características.
En este momento histórico en particular, las mismas estarán
configuradas de la siguiente manera:
1.- Dimensión ideológica y cultural (sistema de ideas)
La cosmovisión en dicha época era teocéntrica, lo que significa que
Dios, y la fe, eran el fundamento y la explicación del mundo, tanto
como de la existencia del hombre y el orden de las cosas.
En esos momentos, no se puede hablar aún de “Teoría Social”, ya que
la misma es una construcción que los sujetos realizan una vez que los
mismos asumen su razón como autónoma de preceptos externos a él
mismo, aunque sí existían ideas fuerza que provenientes de los libros
sagrados otorgaban las explicaciones de la vida y de la muerte.
El conocimiento entonces era contemplativo. Dios con su sabiduría
divina era el Creador de todo y por ende la comprensión y explicación
sólo era posible mediante la contemplación, en otras palabras no se
reconocía un lugar activo para el ser humano en el conocimiento, sólo
mediante la Fe se lograba comprender.
La verdad era una Verdad Revelada: era la gracia de Dios la que
permitía a los pueblos y a los individuos distinguir lo verdadero de lo
falso y es El quien se la revela al hombre. San Anselmo (1032-1109)
planteaba que el hecho de comprender y la verdad que él trataba de
interpretar, venían dadas por la revelación y por lo tanto dice: “el
1
Ver ficha de cátedra Nº1, respecto de concepciones de “lo social”.
2
cristiano debe avanzar por medio de la fe hacia la inteligencia; no
llegar por el entendimiento (por la razón) hasta la fe, ni apartarse de
ésta si no entiende. Sino que cuando puede alcanzar la comprensión se
deleita, y cuando no puede, venera.”
Se trataba entonces de un dogmatismo (actitud que rechaza cualquier
crítica o revisión), por lo tanto las ideas no se ponen en discusión. Las
normas son impuestas por las leyes divinas (heteronomía) 2, lo que
significa que la conducta ética y el deber moral van a estar constituidas
por la Fe, y los preceptos que emanan de la palabra de Dios.
El paso del hombre en este mundo es transitorio. El verdadero sentido
de la vida está puesto en el más allá (la vida después de la muerte). Las
personas deben demostrar que son merecedoras del cielo, lavando sus
culpas “en este valle de lágrimas” –que es el mundo terrenal- para
poder alcanzar la Salvación Eterna.
Enmarcada en este teocéntrismo, la definición y el sentido de la
intervención social desde la Iglesia Católica estará fundamentada
desde las tres virtudes teologales 3: fe, esperanza y caridad,
pudiéndolas definir a cada una de la siguiente manera:
· Fe: “Primera de las virtudes teologales la cual mueve a creer, aún
sin comprender, las verdades que enseña la Iglesia.”
· Esperanza: “Confianza que se tiene en recibir una cosa…”.
2
En esta circunstancia la ley a la que se debe someter el sujeto le viene dada
de afuera (de una supuesta interpretación de la voluntad divina). La
heteronomía de la ley moral es lo contrario de la autonomía; cuando las leyes
son heterónomas el sujeto toma la ley a la que se somete de algo exterior a él
mismo.
3
Virtud (lat. Virtus): Disposición constante del alma que nos incita a obrar
bien y evitar el mal. Virtud Teologal: Cada una de las tres virtudes (fe,
esperanza y caridad) cuyo objeto directo es Dios.
3
Según el Diccionario Larrouse, 1998. Virtud Teologal: Cada una de las tres
virtudes (fe, esperanza y caridad) cuyo objeto directo es Dios. Según el
Diccionario Larrouse, 1998.
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social
·
Caridad: “... comprende el amor de Dios y del prójimo…
//(Sinón:Limosna) // Limosna:. Hacer la caridad a los pobres.
La fe es la condición primera para acceder a los preceptos cristianos
impartidos por la Iglesia. La esperanza y la caridad refieren a la actitud
necesaria para actuar acorde a aquellos preceptos. Ser caritativo,
implica tanto amar a Dios como al prójimo y demostrarlo en actos,
mediante la oración o mediante actos de piedad o de caridad. Por otro
lado, la esperanza indica la actitud necesaria de todo cristiano,
“esperar”, “confiar”, en ser beneficiario de algo. Llevándolo a la lógica
imperante, así como es preciso demostrar el amor a Dios y ganarlo
mediante la caridad, quien es receptor de esa caridad tiene que tener la
actitud de esperar que así sucederá, es decir tener una actitud pasiva,
sin exigencias, ni reclamos, ya que esto podía ser considerado como
una actitud egoísta, centrada en el individuo, y por ende como un
pecado.
Expresiones culturales:
En este mundo jerarquizado el primer lugar pertenece a la Iglesia, sólo
sus miembros saben leer, escribir y hacer cuentas, por lo que reyes y
príncipes, además de tener a la Iglesia como su intermediario con Dios,
tienen que reclutar entre el clero a sus propios cancilleres, secretarios y
notarios.
Lo cultural y sus diferentes expresiones artísticas se estructuran a partir
de la hegemonía de la Iglesia.
Respecto del arte, también se pueden mencionar algunas obras
maestras de valor como la Torre de Pisa y la de Santiago de
Compostela. En España las famosas catedrales de Salamanca, o de
Zamora.
En literatura aparece la creación literaria en romance, en que los
juglares épicos empezaron a cantar poemas por palacios, castillos,
monasterios o hospederías. Los trovadores componen sus poemas y los
cantan de castillo en castillo. La lengua castellana adquirió en este
3
siglo la conciencia de aptitud para la expresión poética (Ej: Cantar del
Cid).
Dimensión económica:
En la Europa del siglo XI, el sistema prevaleciente es el Feudalismo.
El mismo se expresa en muchos centros de poder dispersos en los
feudos (propiedad sobre un territorio de un señor feudal - noble o
religioso - y personas que trabajan para este señor: los siervos. Entre
ellos (señores y siervos), se da un intercambio: trabajo por protección.
Se produce para sobrevivir en un sistema de economía doméstica,
donde es preponderante el trabajo rural y en menor medida la
producción artesanal. Al interior de los mismos, se conformaron los
primeros “burgos”, es decir que además del torreón que servía de
morada al señor y de la iglesia para atender al culto, había granjas,
graneros y despensas para asegurar la alimentación de las tropas y de
la gente que allí se refugiaba, con sus ganados, en caso de peligro.
En el siglo XII, la expansión de Europa se profundizó, observándose
mejoras en la actividad mercantil, otras en agricultura, en el transporte
rural y en la incipiente industria. El resurgimiento del comercio
significó una revolución.
Aquel despertar era paralelo al de la vida urbana. El espacio ofrecido
por los viejos burgos resultó insuficiente, y los comerciantes tuvieron
que establecerse en sus inmediaciones o agregar un nuevo burgo, o un
foris burgus (“burgo de fuera”): aglomeraciones mercantiles
caracterizadas por un género de vida bien distinto al que se practicaba
en el interior de las antiguas murallas, conformándose las nuevas
“villas” o “ciudades libres”, siendo una de sus características la
inexistencia de la servidumbre personal. Esta proliferación de las
nuevas ciudades, la reactivación del comercio y la incipiente industria
necesitaba de manos de obra, reclutándosela entre el sobrante humano
que la agricultura no lograba alimentar, dando una salida diferente a la
mendicidad, el merodeo o el alistamiento como mercenarios en
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social
tiempos de guerra. Paradojalmente, así como predominaba la miseria,
por primera vez surgía la figura del “nuevo rico”.
Dimensión política:
Al respecto se pueden citar las ideas sobre la sociedad y el poder de –
quien luego será- San Pedro Damián, quien propone absorber el Estado
en la Iglesia. “…el Estado es la Iglesia como la filosofía es a la
Teología y la naturaleza a la Gracia.”4 . El emperador recibe el poder
temporal por la unción del Papa, siendo la misión que debe cumplir por
dicha unción la de conducir a todos sus pueblos hacia los fines
supremos de la Iglesia. El emperador no solo deja de ser una autoridad
separada, u opuesta al papado, sino que directamente no existe sin la
bendición papal. Por ende la presencia de la Iglesia en las decisiones
políticas será absoluta.
La estructura social era estratificada (diferentes clases sociales: clero,
nobleza, siervos) y su coherencia se establecía en relación a Dios, de
esta manera el mundo era jerárquico, vertical, creado y conducido por
El. Se trataba de un orden al que se consideraba “natural”5.
TEXTO
Ingresaremos ahora al análisis particular de la Estrategia de
Intervención Social generada desde la Iglesia Católica en cuanto
"texto"6, analizando cada uno de los elementos que la componen en
relación al "contexto" antes desarrollado, entendiendo que ese texto, va
a reproducir las características del contexto.
Campo Problemático:
¿Cuál era en este momento el o los conflictos que generaban mayor
preocupación a los grupos de poder –clero, nobles, monarcas, etc-?
4
GARCÍA BORRÓN, Juan Carlos (1998) Historia de la filosofía. – Tomo IIEdiciones del Serbal. España.
5
Ver ficha de cátedra Nº1
6
Ver ficha de cátedra Nº2
4
(recordemos que en estos momentos la idea de “cuestión social” no
existía como categoría teórica en tanto que la misma comienza a
circular con la instauración del sistema capitalista, aunque sí existían
problemas que ponían en peligro la integración social).
El orden social dado por Dios era incuestionable e inmodificable;
aquellos que trataran de hacerlo o de proponerlo eran considerados
“herejes”, y castigados acorde a la falta cometida. De este modo, el
“campo problemático”, se hallaba estructurado por la necesidad
de sostener estos parámetros de cohesión sin que aparezcan fracturas, y
expandirla a todos los territorios y pueblos existentes.
Sujetos:
La caridad, como virtud cristiana asociada a la pobreza (entendida ésta
como despojo de lo terrenal), tiene su referencia en Cristo y permite la
identificación de un sujeto particular: el pobre, y de esta manera una
acción específica hacia él.
Desde este razonamiento, se constituye un sujeto que para poder
recibir asistencia debía, por una parte aceptar su situación (recordar la
idea de “esperanza”) y expresar en su cuerpo el sufrimiento (la
evocación al sacrificio y a la divinidad, el cuerpo de Cristo en la cruz).
En este caso, el pobre era considerado un buen pobre a diferencia de
aquel que no era "agradecido", que no llevaba su pobreza con amor,
sino que se revelaba, y por ende era considerado un mal pobre y como
tal no era merecedor de limosna o piedad.
Procedimientos:
La manera en que la iglesia desarrollaba su accionar era vía la limosna
y el diezmo, en cumplimiento del mandato de la caridad.
En esos momentos, la limosna era entregada individualmente a los
mendigos o mediante el denominado “diezmo”7 a los conventos o
instituciones religiosas que tenían a su cargo la administración de los
7
Diezmo: Impuesto del 10% que se debía pagar al rey, emperador o líder
clerical.
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social
dineros obtenidos y que luego lo distribuía, siendo una parte para la
alimentación y atención de los pobres, y otra para la iglesia
Intencionalidad:
El orden social, constituido acorde a la voluntad divina, era un orden
no igualitario. Así se justifica la existencia de la pobreza, al
constituirse esta en un medio para la salvación de los poderosos,
sostenido en frases tales como, “Bienaventurados los pobres porque de
ellos es el Reino de los Cielos…”.
En este sentido esta Estrategia de Intervención Social, tiene la
intencionalidad explícita de cumplir con los preceptos divinos, vía la
caridad y la esperanza e implícitamente defiende la concepción de un
orden determinado acerca del mundo y del lugar de las personas en él,
que no refiere a la búsqueda de una orden igualitario terrenal, en tanto
la felicidad está en el más allá, en el Paraíso.
Lógica de intervención:
¿De qué manera entonces la Iglesia Católica podía controlar o sostener
ese orden?
En primer lugar interviniendo de manera no autoritaria, y acorde a los
preceptos cristianos vía lo que Robert Castel denomina Economía de
la Salvación8, que será la lógica que guiará la intervención social
desde la iglesia católica. Dado que los pobres tendrían ganado el Cielo
por su condición de semejanza con Cristo, los ricos lograrían su lugar
en el más allá, en tanto practicaran la caridad. Este intercambio refiere,
implícitamente, a un modo de administración de las almas. La limosna
se convierte en una contribución para la salvación de los pudientes,
que en esta lógica económica significa que la dádiva obtiene una
retribución: el beneficio de la salvación eterna. Los pobres, por el
contrario, cuanto más pobre fueran más fácilmente accederían al reino
de los cielos.
8
CASTEL, Robert (1999): “La Metamorfosis de la Cuestión Social. Una
crónica del salariado” Pp. 46. Paidós. Argentina
5
Desde la intervención social de tipo represiva, primero lo hará vía el
encierro de los disidentes y luego con la creación del Tribunal de la
Santa Inquisición, constituyéndose como el dispositivo de mayor
ferocidad y atrocidad, creado para tal fin. De esta manera se puede ver
cómo la intervención social se desdobla en dos componentes: lo
persuasivo y lo autoritario o represivo.
II.- LA ESTRATEGIA EN LATINOAMERICA
CONTEXTO:
Configuraciones sociales:
En este territorio particular la estrategia comienza a desplegarse a
partir del proceso de colonización europea, expansión que se realiza en
Latinoamérica particularmente desde dos países: España y Portugal a
partir del s. XV (1492). El desarrollo de las técnicas de navegación, de
producción y de guerra (adquiridas de otros países) posibilitó tal
empresa.
En Europa transcurría la etapa del Renacimiento. Época de transición
del medioevo a la modernidad, caracterizada por una fuerte disputa
entre fe y razón. El hombre comienza a verificar la fuerza de la razón a
través de su creación plasmada en los avances tecnológicos que les
permite conquistar y colonizar tierras hasta entonces desconocida
como fue América.
Esta expansión europea responde a la necesidad de desarrollo tanto de
lo económico como de lo ideológico que en la época prevalecía.
Esto quiere decir que la conquista de América se realizó bajo dos
emblemas: la espada y la cruz. Acorde con el sistema de ideas
prevaleciente en Europa, la finalidad de estas campañas era la de
“evangelizar”, es decir llevar e inculcar la palabra de Dios mediante la
conquista y colonización de aquellos territorios “descubiertos”.
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social
Se trataba, entonces de una acción "evangelizadora" y una explotación
humana en la organización por encomiendas 9.
Las disputas teológicas que se daban al interior de la iglesia europea se
trasladaron a América Latina. Las denominadas "órdenes mendicantes"
que desde hacía tiempo cuestionaban el accionar de la iglesia y el
papado en relación a la acumulación de riquezas y de poder, los habían
llevado a considerar las tierras descubiertas como el lugar donde sería
posible crear un Nuevo Mundo, libre de corrupción y de ambición.
Es así como muchos frailes de estar órdenes (prioritariamente jesuitas,
dominicos, franciscanos) se trasladaron a estas tierras. Generando un
vínculo con los pueblos origniarios diferenciado
del de los
conquistadores, buscando un diálogo entre ambas culturas y no el
sometimiento de una sobre otra.
Sujetos:
El nativo tendría una clasificación diferente al sujeto pobre europeo.
Se los consideraba seres amentes, inferiores a la gente de razón, pero
capacitados para recibir la fe cristiana (consideraciones del Papa Pablo
III, 1537).
Para los esclavos negros, había otra caracterización: la de carentes de
alma, sustento teológico que habilitó el tráfico de negros y su
sometimiento a condiciones infrahumanas.
9
La encomienda, fue una institución socio-económica mediante la cual un
grupo de individuos debía retribuir a otros en trabajo, especie o por otro
medio, por el disfrute de un bien o por una prestación que hubiese recibido.
En América se buscaba que el encomendero tuviera con la población nativa,
obligaciones de trato justo: trabajo y retribución equitativa y que evangelizara
a los encomendados. Sin embargo, a partir de la secularización del imperio
español, estas obligaciones fueron omitidas transformándose la encomienda
en un sistema de trabajo forzado para los pueblos originarios en favor de los
encomenderos
6
Procedimientos:
La intervención social que se dio desde la iglesia católica para
evangelizar al nativo se realizaba tanto por medio de la limosna como
del sistema de encomienda. En América se buscaba que el
encomendero tuviera con la población nativa, obligaciones de trato
justo: trabajo y retribución equitativa y que evangelizara a los
encomendados. Sin embargo, a partir de la secularización del imperio
español, estas obligaciones fueron omitidas transformándose la
encomienda en un sistema de trabajo forzado para los pueblos
originarios en favor de los encomenderos
Aunque al igual que en Europa, la iglesia asumió la creación y sostén
de instituciones educativas y de salud.
Lógica de intervención:
Aquí se reproduce y resignifica la economía de salvación en un
espacio geográfico y cultural radicalmente diferente: se trataba ahora
de salvar las almas de los nativos de las nuevas tierras de lo que sería,
según la concepción imperante, su condenación eterna.
No así en relación a los negros, quienes al ser considerados sin alma
(sin espíritu), ocupaban el mismo lugar de las cosas, de los objetos, y
por ende incapaces de recibir la palabra de Dios; no podían ser
evangelizados.
Mientras que para la población europea que vivía en América, la lógica
de la economía de la salvación se mantenía tal cual era ejercida en
Europa, es decir salvar el alma vía la acción caritativa.
Primeras diferenciaciones en Latinoamérica
Las rupturas se constituyen con el accionar en América Latina de los
frailes Antonio de Montesinos y Bartolomé de Las Casas, los cuales no
solo se opusieron a la política de exterminio y dominación hacia los
aborígenes, sino que además emprendieron una valiente acción política
en pos de los derechos humanos de los mismos.
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social
Fray Antonio de Montesinos: en 1510 llega a América y comienza su
lucha contra los poderosos proponiendo la igualdad de todos los
hombres. Sus denuncias hicieron que se lo envíen nuevamente a
Europa desde donde siguió bregando por la protección a los pueblos
originarios, logrando la creación del Consejo de Indias y algunas leyes.
Fray Bartolomé de las Casas: con su lucha hace posible las Nuevas
Leyes de Indias (1542). Si bien comienza como encomendero y
comerciante, termina incorporándose como fraile a la congregación de
los dominicos. No se desprende totalmente de sus concepciones
dominantes, pero propone medidas claras que pueden entenderse como
intervenciones sociales concretas. Su práctica le valió la acusación de
"mal español y traidor" a su clase, a la que él replica calificando a sus
detractores como culpables de los más horrendos crímenes, de
bárbaros, ladrones y asesinos. Publica libros: “Historia de las Indias”,
“Tratado comprobatorio de soberanía”, “Brevísima destrucción de
las Indias” y “Nueve Tratados”, donde denuncia las atrocidades y
propone superaciones y el bienestar de los nativos. De las Casas
empleó la religión y la política en contra de la explotación y el
sometimiento de los nativos desplegando sus actividades en el
territorio de Chiapas, México. Esta región volvió a tener protagonismo
a mediados de los 90 con la sublevación de la población nativa
movimiento que se dio en llamar “Zapatismo” y cuyo representante
más saliente es el Subcomandante Marcos.
En nuestro territorio argentino es posible identificar a los jesuitas como
protagonistas de una intervención social y a las misiones como el
procedimiento. Si bien se fundamenta en la evangelización, esta
práctica da cuenta de una acción que incorpora un tratamiento más
humano hacia los nativos (Córdoba, Corrientes, Misiones, la zona
fronteriza del Brasil). En la concepción jesuítica se da un
reconocimiento a los nativos como personas, retomando sus prácticas
productivas y comunitarias aunque se mantiene la verticalización del
7
poder vigente. Más al sur de nuestro territorio, el exterminio de nativos
fue la política más difundida, extendiéndose hasta muy avanzado el S.
XIX.
Ya definida en nuestra región la organización colonial durante el S.
XVII, la intervención de la iglesia se desplegó fundamentalmente en la
educación (primeras letras y universidad), y en la asistencia a enfermos
y huérfanos creando hospicios. La limosna siempre se mantuvo.
Desde una perspectiva más política, como institución estuvo
mayoritariamente en contra de los ideales libertarios y su oposición se
consolida cuando se configura el estado-nación argentino, en las
últimas décadas del S. XIX.
III.- RESIGNIFICACIONES PRODUCIDAS EN LA
ESTRATEGIA DE INTERVENCION SOCIAL CONFESIONAL
Primeras Resignificaciones: Siglos XVI y XVII
Hacia el siglo XVI aparecen las primeras resignificaciones –que se
constituyen en rupturas, es decir que plantean quiebres, modificaciones
en alguno o en varios de los aspectos de la intervención- dentro de la
misma lógica de la intervención social de la iglesia católica. Se
destacan dos figuras emblemáticas: Juan Luis Vives y San Vicente de
Paúl que proponen otras modalidades para la intervención social.
San Vicente de Paul: religioso francés (1581-1660). Participa
activamente en la organización de la intervención social desde la
iglesia. Desde sus máximas "pasar del amor afectivo al amor efectivo"
y "no socorrer es matar" funda la orden religiosa Damas de Caridad
para visitar a los pobres y darles asistencia, las Hijas de la Caridad, la
Congregación de la misión (para los campesinos), y funda centros para
niños huérfanos y hospicios para mendigos y ancianos.
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social
Dada la importancia de los aportes de Juan Luis Vives a la
intervención social es que desarrollaremos en extenso su obra a fin de
comprender los alcances de las resignificaciones.
OBRA “DEL SOCORRO DE LOS POBRES”
JUAN LUIS VIVES
(1525)
Juan Luis Vives (España 1492-1540) fue considerado por algunos
autores como el precursor de la asistencia social organizada. Vives es
considerado la figura más importante del Humanismo en España y una
de las primeras de Europa. Preconizó el empleo de las experiencias y
de la razón. Tuvo como una de sus preocupaciones fundamentales “el
obrar bien”, fundado en motivaciones religiosas y en el conocimiento
racional. Abogó por una formación humana integral, orientada por la
tolerancia, la piedad, el amor y la concordia.
A comienzos del siglo XVI, los ayuntamientos de Brujas y de Ypres,
preocupados por organizar la beneficencia desde los poderes públicos,
solicitaron la colaboración y asesoría de Vives. Así escribe en el año
1525 la obra “DE SUBVENTIONE PAMPERUM” conocida como
“Del Socorro de los Pobres”.
Esta obra se divide en dos libros: en el primero fundamenta -teológica
y filosóficamente- la ayuda a los necesitados, explicando previamente
el origen de la necesidad y la miseria del hombre. En el libro segundo,
se refiere a la convivencia y al modo en que la colectividad y sus
gobernantes deben ocuparse de los necesitados, explicando el “modus
operandi” de esa acción social.
En este trabajo podemos leer como Juan Luis Vives se inscribe en la
Estrategia de Intervención Social Confesional, dado que a pesar de la
diferencia de aproximadamente tres siglos desde los momentos de
surgimiento de la misma (s. XII al s. XVI) persiste en términos de
continuidades los preceptos del Cristianismo como sistema de ideas
8
hegemónico, pero también se comienzan a imprimir otros rasgos
propios de la naturaleza y vida entre los hombres.
CONTEXTO
Dimensión político-económica:
El contexto en el que se inscribe la obra se caracteriza por la transición
de un momento histórico a otro: del Medioevo a la Edad Moderna.
Momento conocido como Renacimiento dado el renacer de las ideas en
relación al dogmatismo teológico preponderante durante el medioevo.
Podemos hablar de tendencias en el pensamiento, tanto en lo
económico, político, y religioso que van a tener preponderancia.
Así como el feudalismo como sistema político-económico caracterizó
el Medioevo, el Renacimiento se caracteriza por el inicio del sistema
mercantil, a partir de una fuerte reactivación de las actividades
comerciales entre diferentes zonas territoriales y en función de la gran
actividad portuaria. Se destaca que la expansión territorial de Europa a
partir del Siglo XV, principalmente con la conquista y colonización de
los territorios latinoamericanos por parte de la corona española y
portuguesa, va impactar significativamente en el sistema social
produciendo modificaciones en este sentido. Este momento se
caracteriza por una producción económica que va más allá de lo
necesario para sobrevivir, apareciendo el excedente y por ende la
acumulación. Estas transformaciones serán los primeros rasgos de lo
que posteriormente se constituirá como el sistema capitalista.
Dimensiones ideo-culturales:
En cuanto al modo de pensamiento, el conocimiento contemplativo,
orientado por Dios y las condiciones de salvación continúan siendo
hegemónicas. Si bien aún se considera la verdad como revelada, la
razón va adquiriendo algún grado de autonomía, sin desplegarse en
forma independiente de la Fe.
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social
Es decir que Dios ya no es considerado providente, sino que ahora se
entiende que si bien es el creador, la naturaleza tiene sus leyes, y el
hombre su libertad, basándose en el principio del libre albedrío. Esta
concepción en la que Dios crea, pero deja la creación funcionando de
acuerdo a los principios que rigen cada esfera, se denomina Deísta, un
pensamiento que comienza a instalarse para tomar aún mayor fuerza en
los siglos siguientes.
El concepto de caridad como virtud cristiana asociado al de pobreza
que se referencia en Cristo continúa presente, pero ya no como despojo
de lo terrenal sino que es la vida del hombre en la tierra la que adquiere
relevancia.
Es así que comienza a resignificarse la comprensión de los preceptos
cristianos, la explicación de las cosas ya no está sólo en Dios, sino
también en los propios hombres, en la tierra, en la vida, etc. El
dogmatismo va cediendo.
Bajo la misma concepción, el Humanismo, comenzaba a tener fuerte
presencia entre las tendencias doctrinarias de la época del
Renacimiento, expresando la rebelión contra las limitaciones
impuestas por la teología o la religión positiva dogmática. Se bregaba
por una vuelta a la simplicidad del cristianismo primitivo.
En este sentido la concepción de historia también es deudora de la
tradición judeo- cristiana. Es concebida como un desarrollo, como un
camino, de un principio a un final, en el que se reencuentra su sentido.
La historia empieza a alejarse de ser la historia de la Salvación, para
dar paso a ser reconocida como historia de los sujetos, de las naciones,
de los pueblos, y como se va a apreciar en los siglos siguientes es la
historia del arte, de la ciencia, de cada esfera de la realidad que se
autonomiza, y que se rige por sus propios principios y normas.
De todas maneras, la Iglesia mantiene su poderío en todos los órdenes
de la vida. Por lo que la opinión contraria a los dogmas de la religión
9
católica era considerada “herejía”, y por lo tanto sujetas a los
Tribunales de la Santa Inquisición.
En este contexto de ideas, durante el S. XVI se dará la Reforma
Protestante, consistente en un movimiento religioso que intentó
provocar un cambio profundo en los usos y costrumbres d ela Iglesia
Católica en la Europa Occidental. Este movimiento que buscaba
revitalizar el cristianismo primitivo, fue apoyado por un importante
grupo de príncipes y monarcas
El pensamiento político de la época se ve representado a través de la
figura de Nicolás Maquiavelo (1466-1527), escritor y político italiano
a través de cuyas producciones teóricas queda planteada la concepción
autónoma de la política en relación a la religión.
(La Obra de J.L. Vives)
Campo problemático:
Vives, en su obra explica el surgimiento de las necesidades desde la
idea de pecado, considerando a la avaricia y la malicia de los hombres,
como las causas por las cuales algunos sufran necesidades.
Un hecho significativo a través del cual Vives explica estos cambios en
términos de nuevas problemáticas de la época es la aparición del
dinero y el deseo de acumulación, lo cual generó deseos de opresión, a
fin de obtener ganancia a costa del trabajo de otros, etc.
Pero también se presentaron lo que Vives llamó eventualidades, tales
como enfermedades, la falta de trabajo o el trabajo sin compensación,
las guerras, las calamidades, que profundizaron la situación de pobreza
de aquellas personas que se acercaban cada vez en mayor cantidad a lo
que ya eran las ciudades o villas en busca de trabajo que no obtenían
en el campo. Estas “eventualidades” como lo fueron las enfermedades
contagiosas también eran atribuidas como castigo al hombre.
TEXTO
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 10
Sujetos:
Juan Luis Vives dedica muchos de los capítulos de su primer libro a
definir, con determinadas denominaciones a los sujetos de la
intervención social, tanto de los que están autorizados para impartir la
asistencia, como a los que les corresponde recibirla, pero así también
plantea los vicios y virtudes de cada uno. Si bien critica frenéticamente
las actitudes ingratas de los mendigos, diferenciando quienes pueden
trabajar de quienes holgazanean, también hace dura crítica de quienes
teniendo las riquezas tardan en hacer bien o lo que es considerado peor
aún, se niegan con justificaciones o caen en la soberbia y el egoísmo.
Entre las denominaciones dadas a los sujetos pobres merecedores de
la asistencia, podemos mencionar: indigentes, miserables, necesitados,
desvalidos, pordioseros. Estableciendo una clara diferenciación entre
“buenos pobres” y “malos pobres”, según si podían o no trabajar.
Entre los sujetos responsables de la acción, aquellos que hacen bien
son los pudientes, destacando sobre todo a los magistrados y
gobernantes de las ciudades, dado que el hacer bien es para el bien
común.
En la obra, el autor, consigna minuciosamente algunos de los
comportamientos de los pobres y mendigos, que son criticados por los
pudientes, justificando así el no “hacer el bien”:
· Piden con suma procacidad e importunidad.
· Muestran el cuerpo sufriente, sin importar dónde ni cuándo,
exponiendo a la comunidad al contagio de sus enfermedades.
· Agudizan los rasgos físicos de las enfermedades, afeando aún más
y a propósito su cuerpo, con el objeto de provocar más lástima en
los que lo ven.
· Porque además de exponer su propios cuerpo, lo hacen con los de
sus hijos y de otros niños para conmover aún más.
·
Porque los que teniendo salud entera e integridad física simulan
enfermedades varias. Aquí se destaca que el que puede trabajar
debe hacerlo
· Otros que huyen, tratando de evitar a los que quieren curarlos.
· Otros hacen oficio de la necesidad y continúan pidiendo limosna
siendo aún ricos.
· Otros que alcanzada la limosna hacen burla de aquellos de quienes
la recibieron.
· Otros esconden con avaricia cuanto recaudan
· Otros derrochan lo conseguido “porque confían que con la misma
facilidad con que recogieron aquel dinero aquel día, volverán
mañana a recoger otro tanto...”
Respecto de aquellas personas que resultan necesarias para dar
respuestas a los que sufren la pobreza. Caracterizados desde los
principios cristianos, los que tienen, los pudientes deben socorrer a los
pobres, a los mendigos a los que sufren los infortunios. Así también se
critica crudamente a aquellos que teniendo riquezas se abrazaban a
ellas apartándose de la Fe de Dios a causa de la avaricia, la soberbia, y
el egoísmo.
No obstante lo descrito anteriormente, en este punto cabe destacar que
al definir a los sujetos que intervienen ante la pobreza, se debe
recordar que “El Socorro de los Pobres” es dedicado a los
Burgomaestres y al Senado de Brujas, quienes solicitan a Juan Luis
Vives el asesoramiento para organizar justamente el socorro de los
pobres. Por lo tanto en la obra se exhorta en forma constante a los
magistrados —gobernantes de la época— a intervenir ante los
problemas que se suceden, dado que toda actividad de estos debe
conducirse necesariamente al bien común.
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 11
Procedimientos:
En la medida en que la economía deja de ser sólo de subsistencia, y va
apareciendo la acumulación, se incorporan otros aspectos para
definir al pobre merecedor de limosna:
- el cuerpo sufriente debía demostrar su incapacidad para el
trabajo, lo que se asocia a otra máxima religiosa: "ganarás el
pan con el sudor de tu frente".
- y además pertenecer a una comunidad relacionada con la
consideración "amarás a tu prójimo", convirtiendo al "otro" en
un próximo, tanto social o geográfico.
Aparece así una selección para el socorro, cuyos primeros criterios
se establecen en la proximidad por una parte, y en la incapacidad
para trabajar, por otra.
Las transformaciones sociales, los cambios en las relaciones de
producción y por ende laborales, hace que en la población pobre
surgieran estrategias de sobrevivencia para recibir la asistencia: la
simulación de la enfermedad. Esto trae aparejado que se extremen las
evaluaciones para distinguir a los falsos pobres que no eran otros que
los “mendigos válidos” para el trabajo. Así queda constituida la
noción, aún vigente de los “buenos pobres y los malos pobres”,
merecedores o no de la caridad. A este último grupo (los falsos pobres)
le correspondía la represión: su encierro con trabajo forzado, el
exilio y a partir el siglo XVI, la deportación a las colonias del nuevo
mundo.
De allí se desprende el capítulo titulado “De que modo deben
comportarse los pobres” sugiriéndoles que la misma debe “...ser
llevada con resignación,...abrazada con alegría, como un don de
dios...El los quiere: sencillos, puros, vergonzosos, amables... A nadie
aborrezcan, a ninguno envidien las cosas mortales...”
En el Libro Segundo, se explica quienes, porque, como y ante que
situaciones de pobreza se debe intervenir, contemplándose tres tipos
de pobres a saber:
“Los mendigos vagos sin domicilio fijo....”
“Los que padecen en sus casas los agobios de la pobreza...”
“Los que viven en aquellos establecimientos que se llaman
hospitales...”
Por lo tanto la limosna sigue siendo el medio por excelencia para
alcanzar la salvación, pero no es el único medio, dado que se piensa en
formas organizadas de prestar socorro a los que lo necesitan, y no solo
es una cuestión entre los que necesitan y los que pueden hacer el bien,
sino que se hace hincapié en la intervención de los gobernantes de
las ciudades, en forma organizada sistematizada y por lo tanto con
conocimiento de quienes son los pobres.
Vives plantea que en esos momentos nadie extendía sus cuidados fuera
de sus casas y aún fuera de sus cuartos (lo cual se debería relacionar
con lo que expresa Robert Castel respecto de sociabilidad primaria) y
por lo tanto se pregunta acerca de la forma en la que se pude socorrer a
tanta multitud. Es en este sentido que plantea formas de recabar
información, de saber dónde, cuántos y cómo son esos pobres y solicita
que se les tome filiación (procedencia, identidad, etc.).
Como parte de la metodología de intervención que propone solicita a
los gobernantes que se realicen visitas e inspecciones a los
establecimientos por una comisión y un escribano y tomen nota de las
rentas y del numerario, registren los nombres de los asilados y que
sostiene el establecimiento y los motivos por los que ingresó cada uno
de ellos, y eleven esta relación a las autoridades (burgomaestres) .
Para llevar acabo estos informes que den cuenta de las costumbres de
los pobres, solicita que todos los años se nombren censores a dos
varones del Senado, para que procedan con el castigo a aquellos que
frecuenten los juegos de azar y las bodegas y cervecerías. Así mismo
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 12
determina procedimientos específicos para los niños y para aquellos a
quienes les apremia alguna necesidad imprevista u oculta.
Además un elemento importante a tener presente es el tiempo en las
formas de socorrer a los pobres no solo ante la urgencia, sino en el
sentido de prever las situaciones que se van sucediendo y al aumento
de las mismas.
Vives plantea como relevante el trabajo como único medio válido para
el sustento de los pobres, y pone énfasis en que todos los que puedan
trabajar deben hacerlo a las posibilidades y circunstancias, teniendo
consideración con la edad y el estado de salud.
Para llevar adelante estas nuevas formas de proceder ante la pobreza y
las nuevas situaciones que se daban en las ciudades, Vives también
advierte que los fondos, hasta ese entonces recaudados y administrados
por el clero, eran manejados arbitraria e inequitativamente, por lo cual
exhorta a la iglesia y a los gobernantes a revertir esta situación.
Lógica de intervención:
En el plano de las prácticas referidas con la pobreza, la relación entre
"el pobre” y “el pudiente” continúa inscripto en una economía de
salvación, pero esta economía va a adquirir nuevas significaciones;
hay cambios en los sujetos, en la relación entre estos y el objetivo de la
salvación ya no se espera concretarlo en la vida ultraterrena, sino que
se aspira a realizarla en la misma tierra.
Por lo tanto en esta economía de la salvación la limosna va
transformándose en prácticas de asistencia organizadas. Aclarando
además que no sólo con dinero debe concretarse el beneficio, sino
también con consejos, prudencia, preceptos para la vida, con la
presencia corporal, y con actitudes tales como la dignidad, autoridad,
amistad, etc.
ENCÍCLICA RERUM NOVARUM
Papa León XIII
(1891)
Introducción
A fines del S. XIX aparece la encíclica Rerum Novarum, escrita y
publicada el l5 de mayo de l891 por el Papa León XIII, la cual
consideramos constituye una segunda resignificación de la estrategia
de intervención social llevada adelante por la Iglesia Católica.
Encíclica: palabra de origen griego que significa carta circular, es un
documento que publican los papas cuando quieren dar una
recomendación de especial importancia dirigida a toda la iglesia y a
toda la sociedad10.
Las encíclicas —también denominadas “carta magna”— contienen una
enseñanza ordenada en la que debe fundarse toda actividad cristiana
en asuntos sociales, a partir de esta preocupación específica en los
problemas sociales se va a generar la Doctrina Social de la Iglesia. Las
encíclicas constituyen un discurso doctrinario que trazan directivas
generales de comprensión de los problemas 11.
Acorde al contexto en que surge, esta encíclica hace referencia
explícita al concepto de cuestión social y trata acerca de la situación de
sobreexplotación y miseria que viven grandes segmentos de la
población a raíz de los nuevos modos de producción (industrialismo),
alertando sobre las consecuencias sociales que puede acarrear de no
darse respuestas urgentes a la misma. Según Héctor Recalde esta
encíclica opera como matriz de la acción social de la iglesia.
La preocupación central de la iglesia en esos momentos es la de
preservar el orden social de conmociones revolucionarias, intentando
10
BRASINELLI, R., GALÁN. C. (l998) Doctrina Social de la IGLESIA.
Ediciones del Encuentro. Buenos Aires.
11
MANRIQUE CASTRO, Manuel (1982) De Apóstoles a Agente de Cambio.
Ed. CELATS. Lima. Perú.
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 13
contrarrestar el liberalismo, pero fundamentalmente al socialismo y al
anarquismo que comienzan a recorrer las filas obreras y promover la
intervención del estado por medio de legislaciones laborales.
CONTEXTO (Configuraciones de lo social)
Dimensiones político-económicas:
La publicación de esta encíclica (Rerum Novarum) se inscribe en los
contextos de fines del siglo XIX. Mediante la misma la iglesia
pretende orientar la acción de los trabajadores y advertir a los grupos
dirigentes locales acerca de las peligrosas consecuencias de la política
liberal de distanciamiento con la iglesia, intenta señalar el camino a la
luz del evangelio
Por un lado, la concentración del capital y por otro,
la
mercantilización de la mano de obra bajo situaciones de extrema
explotación, llevan a exponer en el escenario social, el debate sobre la
“Cuestión Social”, en esta lucha por la hegemonía intervienen diversos
sectores: la clase obrera, el partido socialista, los anarquistas, los
sectores medios, el Estado, la Iglesia.
La organización que se venía dando en la clase obrera llevó a plantear
nuevas exigencias sociales, las clases dominantes enmarcándolas en la
legislación burguesa, orientan las luchas del pueblo bajo el control del
estado, esto implicó ceder y otorgar algunas concesiones desde la
burguesía a los fines de prever riesgos de fracturas y reproducir el
sistema.
Dimensiones ideo-culturales:
Para la iglesia la cuestión social se encara según los preceptos
establecidos en las encíclicas papales, fuente inspiradora de posiciones
y programas asumidos por los problemas sociales. Para la iglesia la
“cuestión social” antes de ser económica- política es una cuestión de
moral y religiosa. Una sociedad basada en principios cristianos puede
realizar la justicia social.12
Las ideas vigentes en la época están sostenidas desde dos corrientes de
pensamiento: desde el liberalismo justificando el orden y desde el
socialismo cuestionándolo; pero ambas tienen en común un claro
enfrentamiento y alejamiento de la iglesia. El hombre liberal, individuo
racional y responsable, libre de establecer relaciones contractuales,
autónomo por el ejercicio de la razón, es el hombre que significa
peligro para la iglesia porque esa fuerza de autonomía que propugnan
es condenada por la iglesia, considerada un error, ya que esa supuesta
autonomía excluye el derecho natural, el principio divino a partir del
cuál solo puede ser interpretada la cuestión social.
En ese momento la hegemonía de lo político la tenía el pensamiento
liberal que adquiere especial virulencia en las tres últimas décadas del
siglo XIX: el papel del estado mínimo, reducido a las cuestiones de
seguridad y a garantizar la propiedad y el libre mercado. La ideología
liberal ya había sido puesta en tensión por el pensamiento marxista. El
Manifiesto Comunista escrito por Marx y Engels data de l848. Marx
escribe El Capital, en l867 donde analiza profundamente el modo de
producción capitalista, y genera muchas de las categorías sociales que
actualmente subsisten. La concepción liberal, sumada a la lógica
vigente enraizada en la matriz positivista, otorgan el basamento
teórico–epistemológico a los acontecimientos históricos fundantes de
procesos de cambios societales como lo fueron la independencia
Norteamericana y la revolución francesa, cuya impronta perseguía la
sanción de un estatuto constitucional en el que se establecieran las
atribuciones del individuo y del estado.
12
ROZAS PAGAZA, Margarita (2001) La intervención profesional en
relación con la cuestión social. Espacio. Buenos Aires
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 14
Estos problemas sociales cuestionan el orden social conformado y la
cohesión social, o sea el modo de integración social de los diferentes
sectores.
TEXTO
Campo problemático:
¿Cómo entiende la iglesia la cuestión social? Esta pregunta nos remite
a dilucidar como se configura el campo problemático y las referencias
categoriales.
Al comienzo de la encíclica León XIII denuncia “la miseria
inmerecida de la multitud de trabajadores”, castiga a los que no ven
en el obrero más que una máquina "más o menos apreciada, según sea
más o menos productiva". Sanciona la intolerable existencia de esos
pobres niños encerrados en las fábricas donde la “tisis” los acecha en
medio de su agotamiento precoz. Reclama una legislación que ponga
freno a es tráfico inhumano.13
Su primer capítulo se titula “La existencia y gravedad de la cuestión
obrera”, donde identifica las diferencias de clases que se han
conformado y de alguna manera el sentido de clases que se constituye
como expresión de conflictos presentes.
Analiza la naturaleza del capitalismo de la época, donde también
interviene la competencia en el mercado por la ganancia y como esta
situación expone a los trabajadores a condiciones de sometimiento,
donde el amo es el capital.
Las diferencias de clases, los conflictos entre las mismas, pueden
llevar a alterar el orden social —guiados por otras concepciones—
mediante sediciones.
La Iglesia tuvo una lucha en dos frentes atacando simultáneamente al
liberalismo y al socialismo. Cuestiona al liberalismo que tutela los
13
Idem.
derechos fundamentales del individuo, que se distancia de la iglesia y
que los derechos reconocidos en el plano político están restringidos a
los que tienen propiedad y oficio lucrativo. Discute con los socialistas,
que por la época ganaba numerosos adeptos en las filas del
movimiento obrero, diciendo “...sostienen que toda propiedad ha de
ser común”, a diferencia de la iglesia que defiende la propiedad
privada, pilar fundamental de las relaciones de producción capitalista.
Según la encíclica el derecho a la propiedad es un derecho natural que
procede de la generosidad divina, pues al haber dado Dios la tierra a
todo el linaje humano -así se dice en la encíclica- lo hizo para que use
de ella y la disfrute sin que esto se oponga, en grado alguno, a la
existencia humana. Pero deja en a los hombres y a las leyes que los
pueblos se dicten la determinación de lo que cada uno en particular
puede poseer.
A la vez discute con la beneficencia laica porque esta intenta una lucha
de poder por ocupar una posición central en el campo socialasistencial.
Sujetos:
El Papa al referirse a la cuestión social del momento, habla de las
condiciones sociales de los obreros —a ellos destina la encíclica—,
esta cuestión siempre se presenta con actores sociales que desde
lugares diferenciados la protagonizan; son los sujetos quienes
encarnan esta cuestión social. ¿Cómo define la encíclica a estos sujetos
y que rol les asigna en la organización social?
En este momento histórico aparecen dos sujetos centrales, nombrados
de diferentes modos, estos modos de nombrarlos construyen sujetos en
la medida que confirman una identidad y un lugar social. Aparecen
dos polos de esta organización social, y secundariamente aquellos que
no se integraban a esta organización social capitalista industrial, los
sujetos nombrados como indigentes que en los análisis anteriores eran
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 15
centrales. Los sujetos aparecen nombrados como ricos, amos, patronos;
obreros, proletarios, operarios, jornaleros, pobres e indigentes.
Importa una sociedad en la que están legitimadas las diferencias de
clase, esto es que se acepten las diferencias y desigualdades
fundamentado la postura desde la naturaleza de la condición humana.
Esta aceptación es necesaria para el orden social, que nadie se subleve
antes las diferencias e injusticias, que no cuestione el orden, sobre todo
porque advierte que las clases se están identificando entre ellas, y eso
puede generar reclamos de clase. Desde allí es que se explicita que una
de las soluciones que aporta la iglesia es sostener la desigualdad
humana. El modo de leer lo social implica una concepción de sujeto.
Procedimientos:
¿Cómo será posible para el Papa León XIII lograr la convivencia en
armonía, o al menos retomar el orden social?
Para ello apela a la convivencia sin conflictos de las clases sociales,
consignando que el tipo de relación que debe establecerse entre ambas
clases debe ser de fraternidad.: “las cuales dos clases, si los preceptos
de Cristo obedecieren, no solo en amistad, sino en amor
verdaderamente de hermanos se unirán”.
¿Qué le pide a cada uno en su rol social?
A los ricos- amos:
“... No deben tener a los obreros por esclavos, deben respetar la
dignidad de la persona, pues le habilita su oficio para poder
honradamente sustentar su vida”; “es deber de sus amos: hacer que a
sus tiempos se dedique a la piedad, no exponerlos a los atractivos de
la corrupción, ni a los peligros de pecar, ni en manera alguna
estorbarle el que atienda a su familia y el cuidado de ahorrar”... "no
imponerles trabajo que no lo puedan soportar, que no lo sufran su
sexo y edad”.
Establece una relación paternalista, de cuidado- protección en la que
subyace una lógica de dominación- subordinación, que van a atravesar
las prácticas de intervención social. “... entre los principales deberes
de sus amos el principal es dar a cada uno lo justo". “... No oprimir en
provecho propio... defraudar a uno del salario que se le debe. Mirar
que el jornal que defraudasteis a los trabajadores, clama; y el clamor
de ellos suena en los oídos del Señor de los Ejércitos”.
Además de estos deberes les pide a los ricos justicia y caridad y aquí es
donde aparecen los sujetos indigentes y la limosna nuevamente.
“Verdad es que nadie se manda a socorrer a otros con lo que para sí,
o para los suyos necesita, ni siquiera dar a otros lo que para el debido
decoro de su propia persona ha menester, pues nadie está obligado a
vivir de un modo que a su estado no convenga. Pero satisfecho la
necesidad y el decoro, deber nuestro es dar lo que sobra; socorrer a
los indigentes”... “Lo que sobre dadlo de limosna”. Los sitúa como
deberes de caridad cristiana.
Luego a las dos clases les remarca que estos deberes son para alcanzar
la vida eterna —la salvación— el paso por esta vida es transitorio. Y
desde allí es que amenaza a los ricos de esta manera, les exige una
conducta social: “... Que deben a los ricos infundir terror las
extraordinarias amenazas que les hace Jesucristo y que ha de llegar
un día en que darán en el tribunal de Dios, severísima cuenta del uso
que hicieron de sus riquezas”. Hay un adoctrinamiento —mandato
explícito— de cómo actuar para llegar al reino.
A los obreros: “...Poner de su parte íntegra y fielmente el trabajo que
libre y equitativamente se ha contratado; no perjudicar en manera
alguna al capital, ni hacer violencia personal a sus amos; al defender
sus propios derechos abstenerse de la fuerza y nunca armar sediciones
ni hacer juntas con hombres malvados que mañosamente les ponen
delante desmedidas esperanzas y grandísimas promesas...”. Resalta el
esfuerzo del trabajo para el sustento de cada hombre, para alcanzar la
vida eterna, la salvación: “... ninguno de los mortales puede alcanzar
los bienes eternos, si no es caminando sobre las ensangrentadas
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 16
huellas de Jesucristo: si sufrimos con El, reinaremos también con El ...
Tomando de El su voluntad, trabajos y tormentos... y con la esperanza
de un premio eterno, que nos pone delante, hizo más fácil el sufrir
dolores”.
También les plantea a los obreros-pobres, no avergonzarse de tener que
ganar el sustento trabajando y también les ofrece la imagen de
Jesucristo pobre y sufriente como objeto identificatorio “...Y aunque
era Dios e Hijo de Dios, quiso mostrarse y ser tenido por hijo de un
artesano y aún no rehusó emplear una gran parte de su vida
trabajando como artesano”, “... la verdadera dignidad y excelencia
consiste en la virtud, que es patrimonio común de todos los mortales, y
que igualmente la pueden alcanzar los altos y bajos, los ricos y
proletarios; y que sólo las virtudes y el mérito... se ha de dar el premio
de la eterna bienaventuranza”.
Respecto de los procedimientos la encíclica propone, además,
lineamientos para la comunidad cristiana, para la iglesia misma, y
luego define el papel del Estado y de la Sociedad Civil.
La solución propuesta por la iglesia se subdivide en dos partes:
a)- aquellas a alcanzarse por la influencia de su doctrina:
- sostenimiento de la desigualdad humana (en la sociedad civil no
pueden todos ser iguales)
- definiendo las relaciones entre capital y trabajo
- señalando el verdadero destino de la vida presente
- inculcando a los ricos sus deberes de justicia y caridad
- consolando a los pobres
- engendrando la verdadera fraternidad
b) - aquellas a alcanzarse por su acción
- reformando interiormente la sociedad “restauración de la vida e
instituciones cristianas”.
- moralizando a los individuos
- instituyendo obras de caridad “...fomentando cuantas cosas entiende
que pueden contribuir a aliviar la pobreza de los proletarios”.
Estado:
Según León XIII “ La clase rica se forma como un parapeto con sus
riquezas y tiene menos necesidad de la tutela pública. La clase
indigente, al contrario, no teniendo riqueza para ponerse a cubierto de
las injusticias, cuenta sobre todo con la protección del Estado. Que el
Estado se haga pues, de una manera especial la providencia de los
trabajadores que pertenecen a la clase pobre en general”. “Es en el
nombre del bien común en general, y de la clase obrera en particular,
que León XIII reclama enérgicamente para el Estado, el derecho y el
deber de promulgar leyes protectoras del trabajo. El cuidado del bien
común es a la vez la razón de ser y la medida de la intervención del
Estado.” En virtud misma de su cometido, el Estado debe servir el
interés común.
León XIII trazó un programa de legislación obrera protectora. Estima
que la ley debe proteger la propiedad privada especialmente la pequeña
economía. “No se puede abrumar la propiedad privada con exceso de
cargas e impuestos”. El Estado está obligado a hacer establecer
condiciones de trabajo favorable a la salud del alma y a la salud del
cuerpo, desde esta premisa León XIII establece algunas condiciones:
-el descanso dominical, debe ser la condición de toda relación
contractual
-la limitación de la duración del trabajo cotidiano
-la prohibición de dejar entrar al niño a una fábrica hasta cierta
edad
-la protección de la mujer
-la protección de la mujer según establecen las asociaciones
profesionales
Plantea que deberán ayudar en general “como un globo” con las leyes
e instituciones, haciendo que dela administración brote la prosperidad,
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 17
alcanzada a través de la rectitud, orden de la constitución de la familia,
observancia de la religión; cuánto mejor se promueva más feliz será la
vida de los ciudadanos.
El Estado debe promover y defender el bien del obrero en general,
proteger toda clase de ciudadanos por igual, es decir guardando
inviolablemente la llamada justicia distributiva, “ ... importa al
bienestar público y al de los particulares que haya paz y orden: que
todo el ser de la sociedad doméstica se gobierne por los mandamientos
de Dios y los principios de la ley natural; que se guarde y fomente la
religión, que florezcan las costumbres puras, que se mantenga ilesa la
justicia y no se deje impune al que viola el derecho del otro, que se
formen ciudadanos capaces de ayudar y si se lo pidiere, defender la
sociedad...”
Solicita que se aplique la fuerza y autoridad de las leyes para regular
las condiciones del mercado y el justo modo de trabajo. Luego tiene en
cuenta que debe promover el bienestar moral y material y permitir
cuidar de las buenas costumbres “... y este es el fin primario del
descanso que en los días de fiesta se ha de tomar, lo cuál Dios
sancionó con una ley especial en el Antiguo Testamento: acuérdate de
santificar el día sábado”.
De este modo tiene en cuenta los aspectos necesarios para regular las
condiciones de trabajo que dio origen posterior y paulatinamente a la
legislación laboral.
Sociedad Civil:
Dedica un texto importante a la iniciativa privada de patrones y
obreros para atender los problemas comunes a la sociedad, considera
que esto acorta las distancias entre unos y otros “El primer lugar
pertenece a las corporaciones obreras que en sí mismas abarcan casi
todas las obras...El derecho de la existencia les ha sido otorgado por
la misma naturaleza, y la sociedad civil ha sido constituida para
proteger el derecho natural, no para abolirlo... En el estado actual de
las cosas los obreros cristianos no pueden escoger sino entre estos dos
partidos: o dar sus nombres a sociedades de las cuáles la religión
puede tenerlo todo; u organizarse ellos mismos y juntar sus fuerzas
para poder sacudir valientemente un yugo tan injusto como intolerable
Y que se deba optar por este último partido, ¿quién habrá que lo dude,
sino el que quiera poner en eminentísimo peligro el sumo bien del
hombre?".
Propone:
-el descanso dominical, debe ser la condición de toda relación
contractual
-la limitación de la duración del trabajo cotidiano
-la prohibición de dejar entrar al niño a una fábrica hasta cierta
edad
-la protección de la mujer
-la protección de la mujer según establecen las asociaciones
profesionales
Lógica de intervención:
¿Se advierte una resignificación de la economía de salvación?
La economía de la salvación es una concepción que orienta las
prácticas, guía el camino, define conductas; de este modo se plantean
los deberes a cada clase social. Hay una resignificación de la
“economía de la salvación”, a la luz de la cuestión social de ese
momento histórico. El rico no debe explotar al obrero-pobre, debe ser
justo con su riqueza y a la vez caritativo, con lo que le sobra destinarlo
a los indigentes. El pobre debe esforzarse en su trabajo, aceptar su
destino y no realizar sediciones, de este modo ambos, a través del
ejercicio de esas virtudes podrán alcanzar la vida eterna.
Intencionalidad:
La preocupación desde la iglesia está guiada por una preocupación
central: preservar el orden social de conmociones revolucionarias. Es
por ello que mediante la encíclica el papado produce un discurso
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 18
(teórico- político e ideológico) desde donde intenta legitimar su poder,
encuentra argumentos que ponen en evidencia la concepción del
mundo, del hombre y el intento de evitar la conflictividad social, bajo
la pretensión de reestablecer el orden social “natural”, es decir, aquel
orden instituido por Dios.
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
“EL MANIFIESTO DE LOS OBISPOS DEL TERCER MUNDO”
(1967)
Y en el siglo XX, más precisamente en la década ‘70 y al amparo del
Concilio Vaticano II —que realiza fuertes rupturas a los modos de
interpretar el evangelio y fundamentalmente la relación de los
miembros de la iglesia con la feligresía—, se produce un movimiento
sacerdotal que adscribe a lo que se da en llamar Teología de la
Liberación, en principio en América latina y luego en otros países del
Tercer Mundo y hasta ciertos lugares de países industrializados.
Consideramos a la Teología de la Liberación una ruptura en el marco
de la Estrategia de Intervención Confesional, en tanto que presentó
modificaciones sustanciales respecto de los elementos constitutivos
internos de la misma, a partir de los cambios contextuales que se
presentaban.
En particular veremos el “Manifiesto de los Obispos del Tercer
Mundo”, como documento base para lo que se constituyó luego como
Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, Teología de la
Liberación, Organizaciones Eclesiales de Base, y otras expresiones
similares.
CONTEXTO
Configuraciones de lo social
Dimensiones político-económicas:
Con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial (1945) el mundo fue
dividido en dos: el Occidente bajo el poder de Estados Unidos y el
Oriente bajo el poder de Rusia y China. Capitalismo y Socialismo en
términos político-económicos. Así fue como el resto de los países se
alinearon bajo uno u otro bloque según la distribución hecha por las
potencias antes nombradas. Esto no significaba el fin de la guerra, sino
el inicio de otra un poco más invisible para el común de la gente, que
se denominó la Guerra Fría. Luego de las bombas atómicas tiradas por
Estados Unidos a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, provocando
un segundo holocausto (luego del sufrido por el pueblo judío), el temor
de una Tercera Guerra Mundial o de una Guerra Atómica, provocaba
escalofríos al mundo entero. Y esta posibilidad fue la excusa para que
los gobiernos, norteamericano y ruso, desplegaran su poder hacia el
resto del mundo14. En realidad el fin último de cada bloque era que la
mayor parte de los países del mundo se sometan a su dominación. Lo
cual cumplieron, en algunos casos en forma directa por medio de
intervenciones militares (como en el caso de la mayoría de los países
latinoamericanos), otras en forma indirecta por medio de la
dependencia económica, política y cultural.
En aquellos momentos América Latina se encontraba ante un resurgir
económico potenciado por EEUU, a través de la implantación de
multinacionales, que no tardarían en provocar un efecto de
concentración de capital en manos de unos pocos, incrementando el
número de excluidos que no se beneficiaban con el bienestar del que se
hablaba, aumento del desempleo, analfabetismo, emigración masiva,
etc. Este modelo económico va ligado con una fuerte militarización,
14
Según Eric Hobsbawm en realidad los únicos que jugaron dicha “Guerra
Fía”, fueron los servicios de espionaje secreto de ambas potencias (la CIA y la
KGB) ya que los gobiernos respectivos estaban seguros que dicha posibilidad
prácticamente no existía. Objetivamente a ninguno de los dos les convenía
una Tercera Guerra Mundial. HOBSBAWM, Eric: “HISTORIA DEL SIGLO
XX”.CRITICA. Bs. As.1999
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 19
una
implantación
de
regímenes
autoritarios
sustentados
ideológicamente por la doctrina de seguridad nacional difundida y
aplicada desde los Estados Unidos, que alentaba el miedo a la amenaza
comunista.
Ante esto surgieron indudablemente posturas tendientes a subvertir
ese orden que llevaba a la explotación de los pueblos. Surgieron
también teorías que dejarían expuestas las verdaderas intenciones de
los imperios, así como propuestas que desde diferentes ámbitos
abonarían para que este anhelo de libertad fuera posible. Siendo el caso
ejemplar la Revolución Cubana en 1959, Nicaragua más tarde, y todos
los movimientos revolucionarios que en las décadas de los `60 y`70
caminaron por Latino América en forma particular.
Dimensiones ideológico-culturales:
¿Por qué la Teología de la Liberación en América Latina?
Para responder al menos en forma aproximada a dicha pregunta, así
como para comprender algunos elementos que pueden estar jugando en
la dimensión cultural y en la ideológica, es preciso hacer un poco de
historia. No es casual que esta ruptura tenga su máxima expresión en
América Latina, por más que surge de la iniciativa de un grupo de
obispos representativos de diferentes países del tercer mundo; y para
ello es preciso recuperar sucintamente la política evangelizadora desde
la Iglesia a partir de la conquista de América.
José Comblin15 analiza los proyectos católicos de evangelización
explicando que hubo dos formas de evangelización.
15
COMBLIN, José: “El proyecto católico de evangelización”, en 500 AÑOS
DE EVANGELIZACIÓN EN AMERICA LATINA (1992). Autores Varios.
IDEAS. Ediciones Letra Buena. Red Latinoamericana del CPID. Bs. As..
José Comblin: Sacerdote belga, con más de 30 años de trabajo pastoral en
América Latina. Trabajó en Chile durante 11 años y desde hace más de 20 en
el nordeste de Brasil, en el estado de Paraiba, en el área de formación
campesina. Uno de los principales exponentes de la teología de la Liberación,
Un proyecto evangelizador definido por la jerarquía eclesiástica,
que presentó diferentes variantes acordes a las configuraciones sociales
que se fueron dando a través de los siglos; y otra evangelización que
se dio sin proyecto alguno.
Respecto del primero puede decirse que si bien se realizaron esfuerzos
para extender y ampliar la llegada de la fe cristiana a la mayor cantidad
de territorios y pueblos latinoamericanos posibles, esto no se dio dado
el carácter impositivo en la transmisión de la fe católica. Tomándose
como excepción el proyecto evangelizador de las órdenes franciscanas,
dominicos y jesuitas, que difieren a partir de sus fundamentos
teológicos. Estas órdenes, asqueadas de la corrupción que se daba al
interior de la jerarquía eclesiástica en connivencia con los reyes y
nobles de entonces (S. XVI), sostenían que era preciso el renacimiento
de otra cristiandad, la del Espíritu Santo, ya no del Emperador, sino
otra sociedad cristiana sin dominación, y consideraron al Nuevo
Mundo como el lugar ideal para el nacimiento de ese nuevo
cristianismo. Lógicamente que esto era incompatible con los objetivos
de dominación que toda empresa de conquista y colonización implica,
por lo cual se terminó con la supresión de la Compañía de Jesús y de
todas aquellas expresiones religiosas que sostenían la posibilidad de un
reinado indígena libre de toda dominación colonial.
Pero hubo otra evangelización, una evangelización sin proyecto, y
fue la que se dio de manera informal a través de las relaciones
familiares en primer lugar, en la relación padre-hijo, varón-mujer,
extendidas a la comunidad inmediata (vecino a vecino) y casi sin
relación con el clero. Y este cristianismo, y esta fe es la que ha estado
presente en la mayoría de los pueblos latinoamericanos. Es decir más
que las acciones o los proyectos de evangelización implementados por
la jerarquía católica, con su carácter impositivo, lo que prevaleció, lo
a la que ha aportado numerosos artículos y libros sobre temas pastorales,
antropológicos y bíblicos, entre otros.
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 20
que llegó a la mayoría de los latinoamericanos, y lo que permaneció - o
permanece aún-, fue la evangelización sin proyecto, es decir la
transmisión de la fe al interior del grupo familiar y de la comunidad
inmediata en las diferentes esferas de la vida cotidiana, en cuanto
espacio de producción y reproducción de las prácticas y discursos, tal
como se menciona en el concepto dado sobre “lo social como
totalidad”.
Vale ahora entonces, recordar la concepción de historia desde la
cátedra, “como tiempo en movimiento, donde es posible identificar
momentos que presentan particularidades respecto de otros, que
expresan un modo de vivir, formas de pensar y de comprender el
mundo, propios de la época, pero que en otro momento histórico no
desaparecen totalmente, sino que permanecen muchas veces
minimizados; otras resignificadas, esto es con otros significados...”, es
desde esta concepción de historia como puede comprenderse por qué
es en Latinoamérica y no en otro lugar que surge la Teología de la
Liberación. La presencia y la vivencia de la fe no es significativa para
los pueblos latinoamericanos solo desde lo formal o institucional, sino
desde la relación cotidiana con aquel otro que está a mi lado. Esta es la
fuerza del cristianismo latinoamericano, es la raíz por la cual pudo ser
posible la idea de un cristianismo liberador, un cristianismo que resiste
a la dominación y lucha por la liberación.
Teoría Social (Corrientes de pensamiento: continuidad del
socialismo y el liberalismo- desarrollismo)
En primer momento se intenta contextualizar el discurso teórico en la
historia latinoamericana –pensarnos desde nuestra realidad- y de
superar la separación que se mantenía entre las distintas disciplinas.
En este sentido, Fernando Cardoso y Enzo Faletto en Desarrollo y
dependencia (1970) confrontan los esquemas económicos del
“desarrollismo” de los países industrializados con el contexto sociopolítico latinoamericano. Al pensar en dependencia y caracterizar
nuestra situación como dependientes la propuesta posible es de
liberación.
En el ámbito de la educación Paulo Freire en Pedagogía del Oprimido
(1971) examina en los esquemas de opresión socio-económicos
implícitos en los modos de educación caracterizada como educación
bancaria, posición jerárquica de educador / educando.
En el espacio religioso, Gómez-Martínez rescata al teólogo Gustavo
Gutiérrez en Teología de la Liberación (1971) en el cual “confronta la
estructura de la iglesia tradicional y problematiza su concepción
espiritual del hombre en una proyección antropológica que busca la
contextualización del mensaje de Cristo en el devenir del pueblo a
salvar”.
Es así como desde la Iglesia, y su doctrina social en particular, surgió
esta propuesta teológica acorde a lo que su tiempo le demandaba.
TEXTO
Documento de los Obispos del Tercer Mundo
Surgimiento de la Teología de Liberación y el Movimientos de
Sacerdotes del Tercer Mundo:
La semilla de la Teología podría situarse con el Papa Juan XXIII, el
cual durante el año 1962, poco antes de su muerte, realiza la
convocatoria al Concilio Vaticano II, junto a dos Encíclicas que fueron
base para las discusiones y posicionamientos posteriores dentro del
mismo: Mater et Magister, Gaudium et Spes (“Gozo y Esperanza”)
Durante los años 1963-64 y 65 se desarrolla el Concilio Vaticano II,
que además tiene la característica de ser Ecuménico16, es decir, abierto
a iglesias cristianas y no cristianas. Lo cual también marca un hito
dentro de la Iglesia.
16
Ecuménico: adj. (del gr. Oikoumenê, la tierra habitada). Dícese de los
concilios generales a los que se convocan todos los obispos del mundo.
Universal, que se extiende a todo el orbe.
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 21
En 1965, el Papa Pablo VI (continuador de Juan XXIII), elabora la
Encíclica Populorum Progressio (“El Desarrollo de los Pueblos”) en
donde señala “la necesidad de buscar urgente solución a los graves
problemas que afectan a una gran parte de la humanidad, que no
puede salir por sí misma de la situación en que se encuentra, a causa
de las estructuras socio-económicas vigentes”.17
Impulsados entonces tanto por las encíclicas mencionadas como por el
Concilio Vaticano II, en agosto de 1967 se reúnen en Medellín
(Colombia) un grupo de Obispos del Tercer Mundo de donde surge un
documento que es considerado fundamental en todo el movimiento
que se generó y que le diera sustento a lo que fue la Teología de
Liberación. Nos referimos al “Manifiesto de Obispos del Tercer
Mundo – RESPUESTA AL CLAMOR DE LOS POBRES”.
Meses después de la elaboración y difusión del mensaje, en enero de
1968 se forma el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, y en
julio del mismo año el teólogo Gustavo Gutiérrez escribe “Teología de
la Liberación”, publicada recién en 1971.
La “Teología de la Liberación” por su parte profundiza estos aspectos
del documento e indaga desde lo teológico básicamente la posibilidad
de la “liberación”, individual y colectiva pero siempre desde una
laicidad, es decir siempre teniendo en cuenta al hombre concreto, al
hombre sufriente. Sin lugar a dudas existen diferencias profundas con
la Iglesia tradicional. Una de ellas es concebir al hombre no como un
pecador que se encuentra de paso por el mundo y que de una manera u
otra (según el lugar de pobre o rico que le ha tocado) debe salvarse,
sino que en realidad este hombre debe luchar para obtener su
salvación; su liberación en esta tierra, en comunión con su pueblo.
17
MANFIESTO DE LOS OBISPOS DEL TERCER MUNDO-RESPUESTA
AL CLAMOR DE LOS POBRES, pág. 33.
Campo Problemático:
El mismo está definido al inicio del documento, cuando habla acerca
de “Los problemas del Tercer Mundo”, dando cuenta del estado de
opresión en que se encuentran los pueblos del Tercer Mundo y por lo
tanto se plantea la necesidad imperiosa de la liberación de los mismos.
El documento es una denuncia por parte de los obispos acerca de la
situación de injusticia y opresión en el que se encuentran viviendo la
mayoría de los pueblos del tercer mundo, y una postura crítica respecto
del lugar que la Iglesia (en cuanto institución) venía tomando ante
semejante injusticia
Haciendo referencia también a las revoluciones que por ese entonces
se habían dado, afirmando que si bien no todas las revoluciones en sí
mismas son buenas, se hacen necesarias ante la dominación de un
pueblo hacia otro.
Tal como se menciona dentro de la configuración social del momento
de surgimiento del Manifiesto, la división del mundo en Primero,
Segundo y Tercer Mundo implicaba un estado de opresión para estos
últimos que se tornaba, al decir de Sánchez Vidal, “insoportable”.
Sujetos:
Aparecen, en este texto categorías colectivas y singulares de nombrar
sujetos. Estas formas de nombrar, de categorizar, surgen y se
entrelazan con las construcciones teóricas y culturales de este
momento histórico. Por ello, esas categorías podrán encontrarse en
textos no relacionados con el ámbito religioso.
En el ámbito religioso, debe recordarse la estructura jerárquica que
posee la estructura de la iglesia, por ello se diferenciará al referirse a
estos sujetos.
En cuanto a categorías colectivas, podemos reseñar:
- masas; pueblo; proletariado; ricos; pobres; naciones ricas; naciones
pobres.
En cuanto a categorías singulares, aparecen:
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 22
Cristianos, laicos, jefes jerárquicos, pastores, trabajadores, obreros y
campesinos.
Procedimientos:
Respecto de procedimientos, que nos refiere al nivel de cómo se
propone actuar desde este planteo y esta ruptura que significa la
teología de liberación, deberemos tener en cuenta que trabajamos este
texto, el cual no incluye todas las prácticas y propuestas que se
desplegaron en este momento histórico, desde este modo de
pensamiento. Podríamos agregar –para reseñar alguna de las
propuestas- que se instituyeron “las comunidades eclesiales de base”,
que permanecen hoy, siendo grupos que debaten teológicamente la
realidad social, desde grupos comunitarios, que se planten “la opción
por los pobres”.
El Manifiesto de los Obispos, apuesta claramente al planteo de
constituirse en sujetos activos frente a sus necesidades, lo cual
colocará a los sujetos en el lugar de autonomía, y de desarrollo de sus
potencialidades, los llama a comprometerse con su destino y no esperar
que otros sectores resuelvan los problemas de quien lo padece. Lo
expresa del siguiente modo: “...el pueblo de los pobres y los pobres de
los pueblos... saben por experiencia que deben contar con ellos
mismos y con sus propias fuerzas antes que con la ayuda de los
ricos...”. Agrega que si bien algunas naciones ricas dan ayuda a los
pueblos pobres “... sería una ilusión esperar pasivamente...”
Marca claramente el compromiso con la realidad social, expresando
“es primero a los pueblos pobres y a los pobres de los pueblos a
quienes corresponde realizar su propia promoción”. Los llama a
revalorizarse “...que vuelvan a tener confianza en ellos mismos, que se
instruyan, saliendo del analfabetismo, que trabajen con tenacidad
para conseguir su destino, que se cultiven utilizando todos los medios
que la sociedad moderna pone a su alcance...que escuchen a los que
pueden despertar y formar la conciencia de las masas y sobre toda la
palabra de los pastores”.
En el mismo sentido definirá que los cristianos laicos también deberán
actuar de forma independiente, autónoma, diciendo... “corresponde a
los laicos por su libre iniciativa y sin esperar pasivamente consignas y
directivas penetrar de espíritu cristiano la mentalidad y las
costumbres, las leyes y las estructuras de la comunidad en que viven.”
Deberes
Para los cristianos, jefes jerárquicos e iglesias, define fuertemente la
“fidelidad con su pueblo”, lo cual vincula con el espacio territorial,
rechazando otros intereses materiales, como privilegios y dinero.
Afirma la posición de solidaridad de cristianos y pastores con “su
pueblo”, de diversas maneras: “los cristianos y pastores en conciencia
deben permanecer en el pueblo, sobre la tierra que es suya” “...se
debe defender la tierra o aceptar los cambios...” En este sentido
plantea el vinculo con el territorio, oponiéndose al “exilio” de los
pueblos “es una falta de los cristianos no ser solidarios de su país y de
su pueblo...”
En cuanto a sacerdotes y obispos, reafirma la obligación de
permanecer junto a su pueblo “...lejos de huir como los mercenarios
en el momento del peligro, permanecer en medio de la multitud listo a
dar su vida por los suyos (Jn. 10, 11-18)” (fundamenta desde La
Biblia). El pastor “no puede salvarse solo, ni con una minoría de
aprovechados o miedosos”. Estos deberes que define, lo hace teniendo
en cuenta que deberán renunciar a ciertos privilegios.
Posiciones que fija para todos los cristianos – deberes y propuestas:
Cuando define deberes para la Iglesia, se referirá también a aquellos
que la conforman, y en este sentido planteará un posicionamiento en
diversos temas:
· En cuanto al sistema social que apoyarán los cristianos, define su
posición a través de los valores de justicia y bien común. En el
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 23
Manifiesto se expresa “la Iglesia... nunca es solidaria de ningún
sistema económico, político y social. En el momento en que un
sistema deja de asegurar el bien común en beneficio del interés de
unos cuantos, la Iglesia debe, no solamente denunciar la
injusticia, sino separarse del sistema inicuo, dispuesta a colaborar
con otro sistema mejor adaptado a las necesidades del tiempo y
más justo.”
· En la discusión entre capitalismo y socialismo –muy fuerte en este
momento histórico- plantea su “regocijo” al aparecer otro sistema
social alejado de los valores del capitalismo, y en ese sentido
relaciona los valores cristianos con los del socialismo, lo cual se
expresa “...Los cristianos tienen el deber de mostrar que el
verdadero “socialismo” es el cristianismo integralmente vivido, en
el justo reparto de los bienes y la igualdad fundamental de todos.”
Fundamenta que de este modo se evitará que la religión quede
vinculada con los poderosos y opresores –hay que tener en cuenta la
posición histórica de la iglesia “...evitaremos que confundan a Dios y
la religión con los opresores del mundo de los pobres y de los
trabajadores, que son, en efecto, el feudalismo, el capitalismo y el
imperialismo.”
· En cuanto a privilegios y dinero, fija claramente que deberán
abandonarse los mismos en función del bien común, que será el
valor que atraviesa todo el documento. Se deberá tener en cuenta
porque se resalta la cuestión de los privilegios, esto se vincula con
ciertas posiciones de “importancia” en la sociedad de quienes
ocupan ciertos “cargos” en la iglesia, de acuerdo a su estructura
jerárquica “... que nadie de nosotros permanezca vinculado a los
privilegios o al dinero, sino que esté listo a poner sus bienes en
común...”.
· Propiedad privada: en este sentido, resalta fuertemente el destino
social de la propiedad, argumentando fuertemente desde el
evangelio el valor de “compartir”. Y cuando la voluntad de
compartir no se encuentre, llega a legitimar la expropiación de
bienes –lo cual es fuertemente opuesto al planteo de la Rerum
Novarum. Lo expresa en...”el bien común exige a veces la
expropiación si, a causa de su extensión, de su explotación débil o
nula, de la miseria que de ello resulta para las poblaciones, del
daño considerable causado a los intereses del país, ciertos
dominios son obstáculos para la seguridad colectiva.”
· Trabajo y trabajadores: aparece en el documento una
valorización importante del lugar del trabajo y de los trabajadores
“la iglesia saluda con alegría una humanidad nueva donde el
honor no pertenece al dinero acumulado entre las manos de unos
pocos sino a los trabajadores, obrero y campesinos”. En otro
párrafo “el obrero es infinitamente superior a todo el dinero”.
Se plantea además la posición que deberá tener el obrero en cuanto a la
defensa de sus derechos y la sindicalización –aquí también
diferenciándose del planteo de la Rerum Novarum-. Manifestándolo de
este modo “...los trabajadores tienen el derecho y el deber de unirse
en verdaderos sindicatos con el fin de exigir y defender sus derechos,
justo salario, licencias pagadas, seguridad social, viviendas
familiares, participación en la gestión de la empresa...”
· Poderes públicos: se revisa también el papel de los poderes
públicos, en referencia al Estado, planteándole el deber de
“imponer el reparto de bienes”, teniendo en cuenta que hay
sectores que “pretenden acaparar para ellos mismos lo que es de
otros”.
De este modo, el rol del Estado, no será el mediador entre clases
sociales, sino que cobrará un rol de protección a aquellos sectores
desfavorecidos y de impartir “justicia social”.
· Orden mundial: ante el reconocimiento que ningún gobierno
puede imponer “la justicia entre los pueblos y repartir
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 24
equitativamente los bienes” y la desigualdad mundial entre las
naciones –como vimos en el campo problemático- propone la
creación de una autoridad mundial, “que sea capaz de exigir,
incluso hasta imponer, una repartición equitativa de los bienes,
condición indispensable para la paz...”
Lógica de intervención:
Nos preguntamos aquí, ¿en los argumentos del presente documento
puede advertirse la lógica de “economía de la salvación”? En
principio, recordando el concepto, Castel nos plantea esta economía,
como una modalidad de intercambio entre el rico y el pobre que se
estableció en relación a la caridad, “el primero obtenía su salvación
gracias a la práctica caritativa”, pero también el pobre se salvaba
aceptando su condición de tal. En esta economía también se salvaba el
orden no igualitario del mundo, al reconocerse la pobreza como
necesaria, se justificaba su existencia y solo había que hacerse cargo de
sus manifestaciones extremas.
De este modo, repensando el planteo del Manifiesto a la luz de este
concepto, podemos decir que respecto de la pobreza y los pobres se
plantea una no aceptación de esta condición, denunciando las
injusticias y desigualdades del orden social.
A los pobres, a los cristianos, el mandato –la indicación- es tomar una
posición activa frente a su situación, promueve la libre iniciativa y por
lo tanto señala que sería una ilusión esperar de los ricos. Por lo tanto,
en este planteo no hay lugar para el intercambio entre ricos y pobres.
Podemos decir que no se establece esta economía de salvación, como
modalidad de intercambio entre ricos y pobres, que justificará un orden
social desigual.
Deberíamos preguntarnos en todo caso ¿cómo se obtendrá la salvación
de acuerdo a los fundamentos de la teología de la salvación?
El modo de salvarse se vinculará no sólo con “la eternidad”, “el más
allá”, sino en construir la liberación en este mundo terrenal, no habrá
esta separación que justifique contradicciones entre el modo de vivir
en este mundo para luego “obtener la salvación eterna”.
Argumentando a través del papel de Cristo en la humanidad, en el
Manifiesto, aparece esta relación entre vida eterna y vida terrenal como
continuidad “Jesús tomó sobre sí a toda la humanidad para
conducirla a la Vida Eterna, cuya preparación terrenal es la justicia
social, primera forma del amor fraternal”.
De este modo, no habrá hacia los pobres el mandato de aceptación del
sufrimiento en este mundo para luego alcanzar la vida eterna, sino que
en este documento de los Obispos, existirá el mandato de “construir el
reino de Dios en la tierra”.
Es un llamado a la conversión, la cual no debe ser solamente interior y
espiritual, sino que consiste en una transformación dirigida “... a todo
el hombre, corpóreo y social al mismo tiempo que espiritual y
personal”. Desde la situación de postergación y de marginación que
vivían las masas latinoamericanas, la “nueva iglesia” redefine su
misión como una opción por los pobres, por los oprimidos. 18
Lo fundamental que se plantea en el documento es que se trata de una
opción ética por los pobres, para la construcción práctica ahora y aquí
del Reino de Dios.
El debate dentro de la iglesia se sustenta en la necesidad de percibir la
fe y la caridad a través de la esperanza. La liberación integral del ser
humano, la necesidad de “humanizar” su situación social en la tierra,
se presenta como proceso inseparable de la tradicional preocupación
espiritual”.19
18
GÓMEZ-MARTÍNEZ, José Luis (1993) "La cruz invertida en la
contextualización de una época: Discurso literario y pensamiento de la
liberación". Consultado en 5 de junio de 2012 en URL
(http://www.ensayistas.org/critica/liberacion/)
19
Idem.
Ficha de Cátedra Nº 3 – Historiografía de la Intervención Social 25
El hombre no debe ser concebido como un pecador que se encuentra
de paso por el mundo y que de una manera u otra (según el lugar de
pobre o rico que le ha tocado) debe salvarse, sino que en realidad este
hombre debe luchar para obtener su salvación; su liberación en esta
tierra, en comunión con su pueblo. Es a partir de aquí que el
cristianismo puede ser entendido entonces de dos maneras totalmente
diferentes: el cristianismo como resignación o el cristianismo como
resistencia y lucha.
Intencionalidad:
A partir de lo explicitado, la intencionalidad que muestra el documento
no es el sostén de un orden social injusto, justificado en el orden
“natural” instituido por Dios en la tierra, por el contrario, plantea una
crítica al orden instituido no por Dios, sino construido por el hombre,
en beneficio de algunos y en detrimento de la mayoría de los pueblos,
que permanecen en la pobreza y el hambre.
Por ello llama a una conversión verdadera, para la construcción de un
orden social justo para todos los pueblos por igual.
“Cuando di de comer a la gente pobre, me llamaron santo; pero
cuando pregunté por qué la gente es pobre, me llamaron comunista”.
(Obispo Helder Camara; Brasil)
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