A Volu me n 9 N œm ero 2, m ayo -ag osto,2001 Revista Cubana de los Profesionales de la Información en Salud Tabla de contenido Editorial El arte de escribir Ileana R. Alfonso Sánchez 85 Artículos Vigencia del sistema de clasificación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos Jorgelina Jiménez Miranda 88 Tendencias de desarrollo de los lenguajes de encabezamientos de materia en las bibliotecas Luis Bermello Crespo 109 La gestión del conocimiento: una nueva perspectiva en la gerencia de las organizaciones Yadira Nieves Lahaba y Magda León Santos 121 Contribuciones cortas La Colaboración Cochrane Iberoamericana en Cuba Jehová Oramas Díaz y Jorgelina Jiménez Miranda 127 Conferencias Globalización, lengua universal y traductores 136 Gisela Odio Zamora De cara a la era global: las nuevas tecnologías aplicadas a la traducción Alina Hernández Rensoli y Fernando Martínez Valdés 142 81 Desarrollo histórico del derecho de autor en la traducción Olga Lidia Machado Torres 145 El traductor y el derecho de autor Dolores Isabel Agüero Boza 149 ¿Por dónde anda la investigación en interpretación? Lourdes Arencibia Rodríguez 155 Elogio del traductor Olga Sánchez Guevara 163 Literatura gris Sobre los derechos intelectuales del autor y del editor María Elena Rodríguez Lora y María Elena Zulueta Blanco 167 Sección histórica Cuatro reliquias bibliográficas de la medicina cubana José Antonio López Espinosa 173 Crónicas Partir de lo bien hecho Jorge Noel Marqués García 82 184 A Volu me 9 N um ber 2, m ay-august, 2001 Cuban Journal of Health Information Professionals Table of Contents Editorial The art of writing Ileana R. Alfonso Sánchez 85 Articles Validity of the classification system of the National Library of Medicine of the United States Jorgelina Jiménez Miranda 88 Development tendencies of the subject heading languages in libraries Luis Bermello Crespo 109 Knowledge management: a new perspective in the management of organizations Yadira Nieves Lahaba y Magda León Santos 121 Brief contributions Ibero-American Cochrane Collaboration Jehová Oramas Díaz y Jorgelina Jiménez Miranda 127 Conferences Globalization, universal language and translators Gisela Odio Zamora 136 Facing the global era: the new technologies applied to translation Alina Hernández Rensoli y Fernando Martínez Valdés 142 83 Historical development of the copyright in translation Olga Lidia Machado Torres 145 The translator and the copyright Dolores Isabel Agüero Boza 149 What is the present situation of the research work on interpretation? Lourdes Arencibia Rodríguez Praise of the translator Olga Sánchez Guevara 155 163 Gray literature Dealing with the copyright of the author and the editor María Elena Rodríguez Lora y María Elena Zulueta Blanco 167 Historical Section Four bibliographic relics of the cuban medicine José Antonio López Espinosa 173 Chronicle Taking what is Well-done as a basis Jorge Noel Marqués García 84 184 ACIMED 2001;9(2):85-7 EDITORIAL El arte de escribir Desde el momento en que el hombre escribe y expresa sus pensamientos en forma comprensible a los demás, se cumple el fin del lenguaje «transmitir lo pensado a lo escrito».1 El uso del lenguaje es un fenómeno complejo en el cual si fácil no es hablar, tampoco lo es escribir con corrección. Martín Vivaldi,2 al tratar el tema, se refiere a las expresiones de Fidelino de Figueiredo, el cual afirma: “La vida, la palabra y el pensamiento son inseparables; pensar y saber es querer decir y poder decir, porque lo que el hombre siente y piensa lo incorpora al mundo de las palabras. El juicio, pieza nuclear del pensamiento lógico, sólo existe en el cerebro del hombre por su traducción en frase”. Todos se han encontrado alguna vez con el problema de descifrar algo escrito por quien ignora lo más elemental del arte de escribir, y se puede decir que no es por lo que escribe sino por el cómo lo escribe. El pensamiento más sencillo resulta ininteligible en ciertas ocasiones. El estilo de la escritura añade precisión, elegancia, claridad y armonía al texto que se expone. Toda persona necesita expresar sus pensamientos de forma escrita con corrección y elegancia. Es preciso emborronar muchas cuartillas, tachar y corregir constantemente, la habilidad se adquiere a fuerza de tropezar con las dificultades. Algunos dicen2 que escribir es un don del cielo, aunque es verdad que algo de este arte no se aprende; mucho depende del empeño y el trabajo. Pensemos, por un momento, en las palabras del estilista francés L Veuillot 2 «A fuerza de trabajo se puede llegar a ser un escritor puro, claro, correcto e incluso elegante». El arte de escribir es el producto de un arduo esfuerzo. El estudio de los manuscritos y de cada una de sus ediciones revela las numerosas correcciones que experimentan las obras antes de ir, definitivamente, a la imprenta. Escribir es luchar con las palabras y las frases, corrigiéndolas una y otra vez. Este arte lleva consigo la virtud de la paciencia. Cada uno podrá crear un estilo propio para expresar sus ideas y pensamientos. A la luz de estas reflexiones, pensemos en Fialho de Almeida,3 quien expresó: «Sólo para criar la lengua son necesarios veinte años de trabajo»; en Tito Livio,3 que aún teniendo a su disposición los archivos del imperio, trabajó durante veinte años en la elaboración de la historia romana; en el poeta alemán Johann Wolfgang,3 conocido por Goethe, una de 85 las figuras cumbres de la literatura de su país y de las altas letras universales, el cual dedicó largos años en escribir la obra Götz von Berlichingen, que cambió constantemente su forma; en el poeta latino Virgilio Maron que demoró doce años en componer la Eneida, gran epopeya nacional y religiosa,3,4 y qué decir de Gustavo Flaubert,3 novelista francés, maestro del género realista y prosista, considerado como el gran artífice de la forma, que se levantaba de la cama para transformar una expresión y pasaba noches enteras en reelaborar cinco o seis veces una simple página. Aprender a utilizar nuestra lengua nos obliga a estudiar sus infinitos recursos para huir de la monotonía y pobreza de vocabulario. La gramática -como dice Salvá- si bien es el primer libro que toma en las manos quien se propone estudiar la lengua, llegará sin dudas a convertirse en un compañero inseparable de aquel que nunca pierde de vista el ánimo de perfeccionarse en ella.3 Todo escritor debe procurar ver en sí mismo la revelación a perpetuidad de su persona y obra. Rodríguez Marín -erudito español- afirma que quien escribe sólo con palabras es como el que construye exclusivamente con ladrillos; si se desea decorar y embellecer el edificio se han de utilizar también las esculturas y las tallas.3 En los escritos deberán no sólo estar presentes frases hechas, sino pensamientos e ideas que contribuyan a engrandecer nuestras aseveraciones y nuestra autoridad en la escritura. Un académico no está excepto de estas exigencias porque el arte de escribir también está presente en los trabajos científicos. La ciencia precisa de conocimientos rigurosos, objetivos y receptivos a la crítica.5 Los aportes científicos requieren de precisión al presentar los resultados, ellos deben de estar distantes de lo fugaz y lo impreciso. Sin libros y revistas, sin artículos, ponencias o informes de investigación, la ciencia moderna resultaría inconcebible. Es, por lo tanto, imprescindible para cualquier científico, investigador, profesional o estudiante, el dominio del lenguaje escrito y de sus diferentes formas en el ámbito de la comunicación científica. En el lenguaje científico las frases deberán ser exactas y claras, porque las largas fatigan el espíritu, distraen la atención y terminan por apartar la visión del objetivo principal. El dominio de la expresión escrita y la formación académica sólida es difícil; aunque muchas personas poseen una considerable experiencia acumulada, al respecto Charles Darwin, confesaba al final de su vida «todavía tengo la misma dificultad que antes para expresarme clara y concisamente.»6 Si el genio -según expresión conocida- es hijo en gran parte de la paciencia, si los grandes del mundo literario deben, asimismo, su grandeza a la capacidad de trabajo; fácil será comprender que el reto para el académico y el profesional radica en la creación de su estilo propio de escritura, sobre todo si se considera que en el arte de escribir está la perpetuidad de su trabajo a las futuras generaciones. 86 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1 . Alfonso Sánchez I. Un mensaje para quienes escribir es algo insignificante [Editorial]. Acimed 1999; 3(2):77-9. 2 . Martín Vivaldi G. Del pensamiento a la palabra. Curso de redacción: teoría y práctica de la composición y del estilo. La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1970:16-7. 3 . Lasso de la Vega J. Técnicas de investigación y documentación: normas y ejercicios. 2 ed. Madrid: Paraninfo, 1980:288-31. 4 . Toro Gilbert M de. Pequeño Larousse Ilustrado. París: Laurousse, 1964:1646. 5 . Sabino CA. Cómo hacer una tesis y elaborar toda clase de trabajos escritos. Santa Fe de Bogotá: Panamericana, 1996:8. 6 . Darwin CH. Recuerdos del desarrollo de mis ideas y carácter. Barcelona: El Laberinto, 1983:125. Recibido: 8 de mayo del 2001. Aprobado: 25 de mayo del 2001. Lic. Ileana R. Alfonso Sánchez. Especialista en Información Científico Técnica y Bibliotecología. Red Telemática de Salud en Cuba (INFOMED). Correo electrónico: [email protected] 87 ACIMED 2001;9(2):88-108 ARTÍCULOS Vigencia del sistema de clasificación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos Jorgelina Jiménez Miranda 1 Resumen Una rápida inspección a Internet permite corroborar el reconocimiento de la capacidad de métodos bibliotecarios como la catalogación, la clasificación y la indización para organizar la información. Los conceptos inherentes a la clasificación, por ejemplo, se aplican en herramientas tan útiles como los directorios temáticos del tipo Yahoo o las guías preparadas por expertos los cuales aprovechan la experiencia acumulada por los bibliotecarios para contrarrestar el caos imperante en Internet. Se estudia con profundidad el sistema de clasificación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, que rige oficialmente en el Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas. Se exponen sus antecedentes y evolución. Se describe su estructura, así como el procedimiento que debe observarse al ejecutar el proceso de clasificación. Se anexa la traducción de la primera actualización del clasificador publicada por la National Library of Medicine después de su cuarta edición. DeCS: SISTEMAS DE CLASIFICACION/antecedentes; SISTEMAS DE CLASIFICACION/evolución; SISTEMAS DE CLASIFICACION/ventajas. La clasificación es una de las posibles expresiones del análisis temático de un documento. Permite representarlo en la forma más condensada: códigos numéricos, alfabéticos y mixtos (alfanuméricos).1 La clasificación (sistematización) consiste en agrupar los documentos por ramas del conocimiento, problemas, materias o características formales.2 Esta definición que pudiera sugerir un simplismo aparencial, en realidad, es totalmente contraria a esa suposición, pues en la práctica se traduce en un nivel de dificultad considerable cuando se realiza tal agrupación. El proceso de clasificación, a diferencia de la indización, describe el tema principal de un material dado, y en algunas oportunidades, un tema secundario o dos.3 Durante la clasificación se designan las materias por medio de una notación convencional denominada índice (de clasificación) que responde a los 3 tipos de códigos antes señalados.2 Por otra parte, clasificar presupone el ordenamiento de los conceptos, en clases 1 Licenciada en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Cuba. 88 y subdivisiones para expresar las relaciones semánticas existentes entre ellos. Por lo general, los esquemas de clasificación se publican en forma de tablas que incluyen a las clases por separado.2 La principal función que cumple la clasificación posee un carácter científico debido a la agrupación y división del conocimiento científico y técnico;4 no obstante presenta de igual manera, un fundamento topográfico dada su posibilidad de ubicar el documento desde el punto de vista físico. En el Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas (SNICM) se utiliza el Sistema de Clasificación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos por las siguientes razones: 1. Su aplicación no persigue una función meramente topográfica, sino también una agrupación de los documentos por su contenido en el fondo pasivo, en las listas comprendidas en los productos informativos de la BMN y del WWW de Infomed. Este es un factor relevante para el SNICM, porque el usuario que busca información y se encuentra desorientado, halla en este sistema de clasificación otros instrumentos básicos (los títulos se encuentran reunidos por especialidad; el conocimiento está organizado de lo general a lo particular, lo que permite revisar una temática a partir de un tópico muy general hasta encontrar el específico deseado; además, se brinda un ordenamiento lógico de las materias, así como el establecimiento de las relaciones entre los distintos conocimientos) para alcanzar su objetivo: desarrollar estrategias de búsqueda con el auxilio de esta clasificación -al agrupar en el WWW o inspeccionar los productos informativos ordenados por este sistema- constituye un método adicional importante en la recuperación de información. 2. La compatibilidad, en gran medida, de esta clasificación con el Medical Subject Headings (MeSH) que forman parte ambos de un excelente sistema de análisis y recuperación de la información, incide y complementa los criterios aplicados en la indización de las solicitudes de búsqueda. Esta es otra razón favorable del mantenimiento de este clasificador. En ocasiones, el usuario requiere ubicarse en criterios mucho menos específicos que los descriptores y en este caso, el carácter más general de la clasificación ofrece una panorámica más abarcadora. 3. La actualización relativamente frecuente del clasificador a tenor de los cambios operados en el campo de la biomedicina y de la salud, refuerza además la inclinación por este sistema de clasificación. Desde sus inicios (1965), el Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas (CNICM) adopta la National Library of Medicine Classification (NLMC) como esquema de clasificación para organizar sus monografías; en 1990 se sustituye por la versión en español traducida por María Luisa Garza Ávalos debido a la evidente ventaja que supone su existencia en nuestro propio idioma, razón determinante de la ejecución de este magnífico trabajo para las bibliotecas especializadas en biomedicina en México.5 Esta obra (Sistema de Clasificación de la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos) consta de tres tomos: el proyecto de investigación sobre el análisis y estructura del sistema de clasificación (t l), la traducción del esquema (t 2) y el índice analítico del clasificador (t 3) cuya traducción estuvo a cargo del Maestro Jorge Arellano Trejo. Los tres trabajos se basan en la cuarta edición revisada de la NLM. Cabe destacar el acierto logrado al elegir este clasificador para la realización de este proceso, por su adecuada correspondencia con el actual desarrollo de la medicina. 89 SISTEMA DE CLASIFICACIÓN DE LA BIBLIOTECA DE MEDICINA DE LOS ESTADOS UNIDOS5,6 Origen. Vínculo con la Library of Congress (LC) La NLMC se elabora gracias a la transferencia, a la NLM, de símbolos de la Library of Congress Classification (LCC) mantenidos en reserva para la expansión de su sistema (QS-QZ y W-WZ). Al crear la NLMC, sus autores designan la W-WS a la medicina y sus especialidades en tanto los de la QS-QZ, se aplican en el campo de las ciencias preclínicas. Por este motivo, la NLM soslaya el uso de los esquemas similares pertenecientes a la LCC (QM, anatomía; QR, microbiología y R, medicina) puesto que se encuentran excelentemente representados en sus tablas mientras que, por el contrario, sí utiliza de manera íntegra las tablas de la LCC correspondientes a psicología (BF), sociología (HM), ciencia (Q-QP) y bibliografía (Z). De igual modo, su índice analítico comprende algunos números de la LCC a fin de considerarlos en los casos necesarios. La estrecha vinculación existente entre la aplicación de estos dos sistemas de clasificación se garantiza por la participación del director de la LC en la Junta de Gobierno (Board of Regents) de la NLM a título de miembro ex-oficio, lo cual subraya el carácter nacional de esta última y facilita la coordinación del trabajo con la LC. Características Es un sistema jerárquico, precoordinado y enumerativo. Forma parte del MEDLARS y se ajusta al MeSH en la medida de lo posible. Está desarrollado en forma independiente, pero complementaria al de la LC.3 Su notación es alfanumérica y sus índices o números de clasificación son simples y fáciles de recordar, además está es90 tructurado en clases que se subdividen en subclases como la LCC y a la vez, esta en divisiones y subdivisiones. En diferentes ediciones, se han utilizado algunas subdivisiones especiales como el año, idioma y la alfabética por tópicos (a partir de las tablas de tres cifras de Cutter Saborn modificada para áreas muy saturadas). Dentro de las clases y algunas subclases, se emplean subdivisiones generales (determinantes de forma) representadas por los dígitos comprendidos entre los números 1 y 33 que aparecen en cada clase con modificaciones en las diferentes ediciones. A lo largo de todo el esquema aparecen notas explicativas, referencias cruzadas y envíos. En las ciencias preclínicas se asigna el dígito 4 a los trabajos generales; en cambio, para la medicina y sus especialidades se ha elegido el número 100. Posee un índice alfabético de materias (analítico) contentivo tanto de los términos correspondientes al sistema como aquellos de la LCC que se precisan. Como el desarrollo de las clases es jerárquico, se basa en una división anatómica que comienza, primero, con el estudio en conjunto del sistema o aparato y luego, con cada órgano en particular. Los trabajos sobre determinadas enfermedades se clasifican por el órgano o región afectada y no por la enfermedad. El desarrollo geográfico se aplica en aquellos índices de clasificación que lo permitan según se indique su uso en la tabla G (tabla auxiliar). La clase WZ está destinada a la historia de la medicina (por período, localidad, etc.; biografía; libros antiguos y sección miscelánea). En la lista de adiciones, cambios y supresiones, estas últimas se indican utilizando corchetes para encerrar los números eliminados. También, se marcan con un asterisco los nombres de organis- mos que ya no se emplean de acuerdo con la nueva edición del Manual de Bergey. Como parte integrante de un gran sistema, en este clasificador se considera a otro de los elementos relevantes del MEDLARS: el tesauro MeSH. La NLMC tiene en cuenta a este lenguaje artificial dentro de lo posible. Las estructuras jerárquicas del MeSH se utilizan, al máximo, para relacionar los encabezamientos del clasificador lo cual no sucede siempre dada la diversidad y formas de los materiales. Ello significa que pese a la inclusión del MeSH y algunas de sus referencias, las tablas mantienen su propio carácter. Alcance Se prevé para clasificar monografías y publicaciones seriadas, aunque sólo aplica la clasificación por materias a las primeras. En lo fundamental, las monografías aparecidas antes del siglo XIX se clasifican por un orden alfabético por autor y cronológico de acuerdo con el siglo. También hay consideraciones especiales destinadas a las bibliografías y primeros libros impresos: el índice de clasificación correspondiente se antecede por una Z mayúscula. No obstante, las bibliografías impresas en el siglo XIX se almacenan acorde con la tabla correspondiente a este tipo de documentos y no a la tabla aplicable al siglo XIX. Las publicaciones editadas entre 1801 y 1913 reciben un tratamiento particular, con un ordenamiento simplificado de combinaciones de dos o tres letras desprovistas de número clasificador (en sentido general) según la misma secuencia alfabética del esquema principal. Los materiales que han visto la luz a partir de 1914 brindan un nivel de precisión superior (diferentes ediciones del sistema de clasificación). De igual forma este sistema proporciona, mediante la aplicación de la Tabla G, una subdivisión geográfica para las monografías cuyo em- pleo se indica en la tabla principal, aunque la principal utilización de la Tabla G radica en la disposición establecida para las publicaciones seriadas de los gobiernos y las publicaciones de los hospitales. En relación con las publicaciones seriadas, se agrupan en siete grandes categorías según el tipo de publicación (biomedicina; ciencias de la información; referencias generales; congresos, hospitales, estadísticas e informes administrativos; seriadas con determinantes de forma e índices y bibliografías). Resulta conveniente aclarar que la BMN prescinde de las consideraciones relativas a las seriadas, materiales especiales y Tabla G (organiza sus fondos teniendo en cuenta otros criterios) por lo que aplica sólo lo establecido en cuanto a textos y folletos relativamente recientes que son los que atesora. Ediciones Fue objeto de una edición preliminar en 1948. Con posterioridad, se publica en distintas oportunidades desde su primera edición en 1951 tal como lo muestra la siguiente tabla: En 30 años de existencia, este sistema de clasificación únicamente experimenta una revisión de envergadura durante su cuarta edición. En ella se incluye un número aproximado de 400 adiciones, se multiplica en tres veces y media el índice (hoy día 17 500 entradas) cinco producen cambios en la redacción de los títulos y explicaciones con el propósito de hacerlos más explícitos y claros, por último, la terminología se ajusta a normas contemporáneas para ser más aceptable y consistente. Independientemente de las diversas ediciones, desde 1964 la NLM publica una lista de adiciones y cambios en forma irregular para adelantar modificaciones que pueden incorporarse más tarde, a las nuevas versiones de la NLMC. 91 Tabla 1. Ediciones de la NLMC Edición Año Preliminar Primera Segunda Tercera Tercera revisada y ampliada Cuarta Cuarta revisada y ampliada Quinta edición 1948 1951 1956 1964 1969 1978 1981 1995 Estructura Consta de una introducción, las tablas y un índice. La introducción ofrece información detallada acerca de la presentación del documento, objetivos, alcance y explicaciones concernientes a su uso. En cuanto a las tablas, posee una clase, la W dividida en subclases tal como se explica más adelante. Además, incluye las subclases QS-QZ cedidas por la LCC (clase Q-ciencia). La primera letra de su notación alfanumérica indica la clase general y la siguiente letra añadida, representa las subclases. Así por ejemplo vemos: Ciencias Preclínicas QS QT QU QV QW QX QY QZ Anatomía humana Fisiología Bioquímica Farmacología Microbiología e inmunología Parasitología Patología clínica Patología Título Army Medical Library Classification: Medicine Army Medical Library Classification: Medicine National Library of Medicine Classification National Library of Medicine Classification National Library of Medicine Classification National Library of Medicine Classification National Library of Medicine Classification National Library of Medicine Classification WD200 WD300 WD400 WD500 WD600 WD700 WE WF WG WH WI WJ WK WL WM WN WO WP WQ WR WS WT Medicina y Ciencias afines W WA WB WC WD100 92 Profesión Médica Salud Pública Práctica médica Enfermedades trasmisibles Enfermedades carenciales WU WV WW WX WY WZ Enfermedades metabólicas Enfermedades alérgicas Intoxicaciones causadas por animales Intoxicaciones causadas por vegetales Enfermedades causadas por agentes físicos Medicina aeronáutica y espacial Aparato locomotor Aparato respiratorio Aparato circulatorio Sistema hemático y linfático Aparato digestivo Aparato urogenital Sistema endocrino Sistema nervioso Psiquiatría Radiología Cirugía Ginecología Obstetricia Dermatología Pediatría Geriatría. Enfermedades crónicas Odontología. Cirugía bucal Otorrinolaringología Oftalmología Hospitales Enfermería Historia de la medicina Con el propósito de observar el empleo de letras y números para lograr subdivisiones más específicas, se presentan las ciencias preclínicas a partir de la clase Q (ciencia en LCC) tal como se puede apreciar: Las subdivisiones de forma (determinantes de forma) se encuentran representadas de manera análoga en las diferentes tablas (entre los números 1 y 33). A continuación, se muestra un ejemplo: QS 1 4 5 7 9 Sociedades Trabajos generales Colecciones (general) de varios autores de autores individuales Discursos. Ensayos. Conferencias (general) Q 11 11.1 13 15 16 17 18 20.5 22 23 24 25 26 27 27.1 28 Clase Historia (Tabla G) Cobertura general (no use tabla G) Diccionarios. Enciclopedias Clasificación. Nomenclatura Tablas. Estadísticas Atlas. Trabajos pictóricos Educación. Bosquejos. Preguntas y respuestas. Instructivos para maes tros. Catálogos y discusión de ma terial audiovisual. Asesoría por com putación. Investigación Directorios Laboratorios Colectivos Individuales Manuales de laboratorio. Técnicas Equipos y aparatos Museos, exhibiciones, etc. Colectivos (Tabla G) Cobertura general (no use tabla G) Individuales (Tabla G) Ciencia Anatomía humana QS QS 4 Subclase Trabajos 4.3 4.4 Idioma inglés, 1978 Otros idiomas, 1978 QS 1-132 QS 504-532.5 530 531 532 532.5 Anatomía Histología Histología experimental Histocitoquímica Tipos de tejido normal Tipos específicos, A-Z .A3 tejido adiposo .C7 tejido conjuntivo .E7 Epitelio .ES Tejido elástico .M3 Membranas (general) .M8 Membrana mucosa .M3 Tejido nervioso Embriología QS 604-679 generales Subdivisión por idioma y año (abolida en la 4. ed. revisada) División División Subdivisión 93 La última parte de este clasificador es el índice de materias consistente en una relación de los términos de entrada y de referencia (incluidos o no en el MeSH) organizados alfabéticamente. En ausencia de este índice analítico, se acrecienta la complejidad de este proceso y resulta muy difícil clasificar de manera adecuada. Su utilidad reside en varios aspectos de suma importancia: ofrece un marco de orientación muy favorable para la elección de un concepto dado o un tema relacionado y además permite ejercer un control sobre la terminología. Con su auxilio, las operaciones se ejecutan de un modo significativamente más ágil y seguro,6 aunque se debe subrayar que la consulta de las tablas siempre es obligatoria. Por otra parte esta sección eleva, de manera considerable, el valor científico y de consulta del clasificador.7 Se erige como propósito clasificar, con ayuda del esquema de clasificación implantado, el contenido intelectual de las publicaciones monográficas en correspondencia con las necesidades de información de los usuarios del SNICM y el tipo de institución (biblioteca especializada) lo que posibilitará en su alcance organizar, físicamente, los documentos y recuperar la información solicitada. Instrucciones de trabajo 1) Leer cuidadosamente el documento con el fin de conocer el tema tratado mediante la comprensión del título y partes fundamentales del texto según el método de la lectura técnica implantado en este sistema (Manual de Indización LILACS). 2) Clasificar una publicación monográfica sobre la base del tema principal abordado y los aspectos formales secundarios del documento. 3) Emplear el índice analítico (alfabético auxiliar) como guía para la utilización de las tablas. No obstante, remitirse, siem94 pre, a las tablas principales para verificar la exactitud del índice de clasificación y buscar la solución definitiva en ellas. 4) Determinar la clase a la cual corresponde el tema o materia principal a partir de las intenciones expuestas por el autor o el propósito expresado por éste. Contemplar los aspectos secundarios formales cuando sea preciso reflejar las determinantes utilizadas por el sistema establecido. Es preciso apuntar que en ocasiones, un documento versa sobre dos o más temas. También puede referir dos o más aspectos de un tema principal; de ahí que ha de tenerse en cuenta: a) Si un libro posee similares posibilidades de representación para dos índices de clasificación, optar por aquel que pueda prestar mayor utilidad de acuerdo con los intereses de los usuarios. b) Los libros que abarcan dos o tres temas pertenecientes a diferentes índices de clasificación según el énfasis puesto y en ausencia de este, clasificarlos por el primer tema tratado. c) Una obra que trate por igual más de 3 temas correspondientes a una misma clase o división del sistema, asignarle un índice general. d) Si un tema no está previsto en el sistema de clasificación, se utilizan las tablas de la LC o el símbolo de la clase más relacionado según el caso. e) Si un libro aborda dos o tres aspectos de un tema, ubicarlo en el considerado más importante; si son equivalentes en ese sentido, elegir el encabezamiento general que abarque todos los aspectos o la mayoría de ellos. 5) Adjudicar el índice de clasificación acorde al Sistema de Clasificación implantado conjuntamente con la notación in- terna prevista en las reglas establecidas por la BMN, una vez definida la materia principal. Además añadir, al final y en forma provisional, el número consecutivo correspondiente. 6) Consignar la signatura topográfica en el borde derecho superior del reverso de la cubierta del libro o folleto. 7) Completar el procesamiento análiticosintético del documento. Procedimiento documentado Este proceso, comprendido en el análisis de contenido, engloba las operaciones imprescindibles para asignar una ubicación fija a los documentos en el fondo pasivo sobre la base del Sistema de Clasificación de la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos y al mismo tiempo, los agrupa por la similitud de sus materias. Complementa procesos como la catalogación; la resultante de la clasificación el número o índice de clasificación- forma parte de la signatura topográfica (o código de domicilio), este es dato clave en la recuperación del documento desde el punto de vista físico en los sistemas cuyos materiales se organizan de acuerdo con algún esquema de clasificación. La adopción de este sistema en el SNICM es parcial, porque de todo el clasificador sólo se aplica la clasificación de monografías por materias según las decisiones tomadas por el CNICM, es decir, se limita a la utilización del número de clasificación correspondiente a la clase representativa de la materia abordada en el texto y sus respectivas subdivisiones; se excluyen las restantes instrucciones particulares de este clasificador, a saber: la Tabla G -Clasificación geográfica para materias designadas por este sistema de clasificación para subdividirse y agruparse en correspondencia con la región a la cual pertenecen. los planes - Bibliografías y títulos monográficos publicados en el siglo XIX, así como los primeros libros impresos. la clasifica- - Las publicaciones seriadas ción de pu- se agrupan en 7 categorías blicaciones según el tipo seriadas de información contenida en ellas. En el SNICM se clasifican, únicamente, los libros y los folletos de valor permanente. No se aplica la clasificación por materias prevista en la NLMC en lo que a seriadas se refiere por no considerarlo conveniente, por lo tanto, los documentos sometidos a este proceso son aquellos que se catalogan. En lo referente al proceso de clasificación en sí, como premisa insoslayable se analiza, ante todo y de manera minuciosa, el título del documento, al igual que su subtítulo en caso de existir; se relee cuantas veces sea necesario hasta alcanzar una comprensión cabal del tema tratado que este refleja; estos datos deben aparecer, por lo general, en la portada o su sustituto. Adicionalmente, se examinan otras partes del documento como son la sobrecubierta donde se publica información concerniente a la obra en ocasiones; el prefacio o prólogo que sirven para introducirnos más en el tema al igual que la introducción donde el autor presenta el propósito de la obra. La tabla de contenido, el índice de materias y la bibliografía también son secciones que contribuyen a formarse una idea más abarcadora del asunto expuesto por el autor. Igualmente, los subtítulos incluidos en el cuerpo de la obra aportan información y si se precisa, se consulta el propio texto. Esta lectura rápida y parcial, pero efectiva (lectura técnica) de los puntos centra95 les del material permite determinar el tema principal y los secundarios. No obstante, si no se logra este objetivo se debe apelar a obras de referencia capaces de esclarecer las dudas surgidas o apoyarse en el asesoramiento de especialistas en la materia hasta precisar, con toda claridad, el contenido documental. Con posterioridad, se realizan anotaciones en las que se plasman los resultados alcanzados en cuanto a la delimitación de las cuestiones discutidas para luego escoger la principal. Hay varios factores relevantes en la selección de los índices. Ante todo, al clasificar se consideran los puntos de vista del autor, de manera objetiva y sin introducir apreciaciones personales ni subjetivismo. Otro aspecto primordial es asignar los índices según las características de la entidad procesadora y las necesidades de los usuarios. Si ocurre que pese a la selección realizada en Recursos Informativos, se detecta la no relevancia de un documento al sistema, se somete a un proceso de devolución; primero a Admisión y Registro y de allí, a Recursos Informativos. Una vez efectuada la lectura técnica del documento que proporciona un conocimiento adecuado acerca de los puntos clave del texto, es preciso elegir el tema principal expresado hasta este momento en lenguaje natural para convertirlo al lenguaje convencional del sistema (sistema de clasificación). Se consulta el índice analítico para orientarse en forma acertada en la opción de la clase conveniente. La revisión del índice analítico del clasificador reviste gran importancia. Su terminología es compatible con la del MeSH en la medida de lo posible. En este índice aparecen varios miles de términos principales del MeSH, aunque muchos de ellos figuran sólo en este y no en las tablas, pues en ellas estos términos remiten a otro más general o afín. Siempre es imprescindible corroborar el número de clasificación (o índice de clasificación) en las tablas con el 96 propósito de comprobar la total pertinencia del número seleccionado y dilucidar si es posible representar los temas secundarios (en alguna medida) mediante las determinantes de forma y otras subdivisiones. El número de clasificación asignado debe responder, básicamente, a la materia principal del material clasificado en este sistema. Cada término principal o subordinado dentro del índice analítico del clasificador está seguido de un número de clasificación que cuando se selecciona como índice representativo del tema principal debe verificarse en la tabla correspondiente del esquema de clasificación, porque pese a la indiscutible utilidad del índice analítico, reviste vital importancia conocer que este no constituye un sustituto de las tablas principales. La remisión a estas es ineludible con el fin de confirmar la asignación correcta del número y su relación con otros. En algunas oportunidades, en lugar de un número de clasificación aparece un rango de números de clasificación. En este caso, debe escogerse el número mejor ajustado al tema discutido, comprendido dentro de ese límite y corroborarlo, de igual modo, en la tabla respectiva. Así por ejemplo: WN 440-450 Si el tema discutido en el documento aborda, en general, la medicina nuclear, le corresponde el 440. Cuando verse sobre el diagnóstico mediante medicina nuclear, asigne WN 445, pero si el enfoque es la medicina nuclear utilizada como tratamiento, se le atribuye WN 450. Las confirmaciones necesarias, únicamente, pueden obtenerse revisando la tabla WN. Las tablas principales son la única fuente contentiva del significado de los números específicos comprendidos dentro de determinado rango y la vía correcta para comprobar el acierto de la decisión tomada. Las referencias cruzadas incluidas dentro del índice es otra posibilidad que este ofrece para facilitar la ubicación de una temática dentro del esquema. Sólo aparecen determinados términos de referencia del MeSH y por otra parte, se dispone de otros términos de referencia No-MeSH que son materias incluidas en los índices de materia de las primeras ediciones de la clasificación y ciertos términos sinónimos utilizados por la Biblioteca del Congreso y por último, se suman otros que resultan muy útiles al catalogador. Todos ellos auxilian en la búsqueda del índice de clasificación apropiado. Los distintos tipos de referencias cruzadas auxilian en la resolución de situaciones diferentes en el propio clasificador. Estas se explican en este manual con el objetivo de conocerlas, comprenderlas y aplicarlas de forma consecuente para lograr su máximo provecho y por ende, alcanzar un resultado superior en el proceso de clasificación. Por tanto, se establece considerar estas observaciones: 1) Seleccione un término subordinado a otro más genérico (sangrados o con sangría) para representar aspectos de la materia a la cual se encuentra supeditado. Por ejemplo: Enfermedades hereditarias Diagnóstico prenatal En la infancia y la niñez Veterinaria Véase también nombres de enfermedades específicas QZ 50 QZ 50 WS 200 SF 756.5 2) Contemple los términos de referencia que envían a un término cuando coincidente el (los) número(s) asignado(s) a ambos. Puede tratarse de un término compuesto por varias palabras que remite a ese mismo término, pero reflejado en un orden invertido. Por ejemplo: Sangre, Sedimentación de la véase sedimentación sanguínea WN 408 3) Seleccione el término más genérico o relacionado en el esquema al cual remite el índice pues existe varios miles de términos principales en el índice; gran número de ellos se incluyen solamente en el índice analítico y no poseen correspondencia directa en el esquema. Por ejemplo: Higiene • • • • • • • • • Militar véase Higiene militar UH 600-627 Naval VG 470-475 Los puntos suspensivos, utilizados en el ejemplo anterior en forma vertical, indican la omisión de otros términos subordinados por carecer de interés en este ejemplo. 4) Opte por el único número de clasificación existente en el caso en que coincida el término de referencia con el principal más genérico al cual remite. Por ejemplo: Hiperlipidemia esencial familiar Véase Hiperlipidemia WD 200.5.H8 5) Realice la elección más conveniente si el término de referencia no posee una representación precisa en ninguno de los términos principales. Por ejemplo: Abrasión véase Dermabrasión WO 600 Heridas y lesiones WO 700-820 6) Decida de acuerdo con el tema tratado, cuál elegir dentro de un conjunto de términos cuando se trata 97 de uno principal y existan otros subordinados a él. Por ejemplo: Líquido amniótico Embriología animal QL 975 Embriología humana QS 645 Obstetricia WQ 210.5 Véase también Embolia del líquido amniótico WQ 244 7) Seleccione el término de referencia que considere más representativo del concepto principal cuando este se relacione estrechamente con los subordinados. Por ejemplo: Adolescencia WS 460-463 Embarazo véase Embarazo en la adolescencia WS 462, etc. La abreviatura etc. indica que además de los números ofrecidos en la referencia, existen otros, representativos de esa materia que es posible localizar bajo la entrada principal del término. 8) Elija entre un término principal vinculado a otro relacionado mediante referencias véase también por ejemplo: Diseño para inválidos Véase también Arquitectura Accesibilidad arquitectónica WA 759 WA 795-799, etc. WA 795-799 Los números de clasificación para medicamentos, productos químicos y agentes biológicos se corresponden con la clase QV, para los productos bioquímicos QU, para los farmacológicos QV y la clase correspondiente a la clasificación de la Biblioteca del Congreso, para los temas sobre química, sin embargo, si estos agentes se abordan desde el punto de vista de una enfermedad determinada o en un estudio experimental, en el material analizado, clasifique 98 por el número correspondiente a la enfermedad o al experimento. Por ejemplo: Vitamina K Vitamina K, Deficiencia de WD 155 Vitaminas Análisis Ensayo clínico Constituyentes QK de plantas Fisiología animal Domésticos Salvajes Nutrición animal Soluble en agua QU 181 QU 160-220 QU 160 QY 350 898.V5 SF 768-768.2 QP 771-772 SF 98.V5 QU 165-181 Véase también nombres de vitaminas específicas Algunas materias deben clasificarse por las tablas de la LC, porque estas no se encuentran comprendidas en los campos abarcados por la clasificación implantada y en algunas oportunidades resultan necesarias en las bibliotecas biomédicas. Se trata de temáticas como psicología, sociología, ciencias, computación y ciencias bibliotecarias, así como medicina veterinaria. Por ejemplo: Psicología aplicada sin embargo Psicología clínica En la infancia y la niñez Libro, Industria del Ciencia Q Biografías Colectivas Individuales Derecho Historia (general) BF 636-637 WM 105 WS 105 Z 116.A8-661 Q 141 WZ 100 Q 125 Q 125 Por otra parte, se debe tener en cuenta que todos los números de clasificación disponibles en las diferentes tablas del esquema de clasificación de la NLM, no aparecen en las últimas ediciones, sino que se han incorporado, primero, en las ediciones de las adiciones y cambios de la clasificación hasta tanto se publique una nueva edición del clasificador tal como sucede con la Clasificación de la Biblioteca del Congreso. Transcurrido todo el proceder de adjudicación del índice de clasificación correspondiente a la materia, se añade a continuación la notación interna de la institución de información consistente en las 3 primeras letras del apellido del autor o título según la entrada principal, seguido del número de la edición (en caso de poseerla) y del año de publicación del documento. Por ejemplo: WM 105 1 ed. Gon 1994 En los últimos años y como medida provisional en la BMN, se adiciona un número consecutivo que responde a la organización en el estante en ese orden. Tal medida obedece a la carencia de espacio en el fondo pasivo. Reviste un carácter temporal y su aplicación cesa en cuanto se resuelva tal problema. Por ejemplo: WM 105 1 ed. Gon 1994 0020 Finalmente, se consigna la signatura topográfica obtenida en todo este proceso y se añade a las anotaciones tomadas en la catalogación para luego almacenarlas en la computadora según las instrucciones del aplicativo LILDBI sobre el llenado de los campos o en las fichas catalográficas en las bibliotecas no automatizadas. El personal asignado a esta tarea debe conocer técnicas de análisis y síntesis de la información con el objetivo de realizar convenientemente este proceso; dominar el sistema de clasificación adoptado y en cuanto a idiomas, como mínimo poseer nociones de inglés, así como habilidad en el manejo del teclado en la computadora o máquina de escribir. Al mismo tiempo, cuando se le designe, debe contribuir al adiestramiento del personal de la red y de los alumnos tanto de la licenciatura de Información Científico-Técnica y Bibliotecología como de técnico medio en bibliotecología. Para el desempeño apropiado de las tareas concernientes a este proceso, la administración se debe comprometer con el aseguramiento de los repertorios necesarios, entre ellos: − Últimas ediciones del Sistema de Clasificación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (t 1 Análisis del sistema; t 2 Esquema para libros en el campo de la medicina y ciencias afines-tablas; t 3 Índice en español) − Adiciones y cambios en la clasificación − Current Catalog National Library Classification El aseguramiento de las condiciones de trabajo requeridas y la superación del personal técnico repercute como factor decisivo en la estabilidad de los recursos humanos y por consiguiente, en la elevación de la eficacia del proceso. En tal sentido, la administración responde por su cumplimiento. ANEXO. ADICIONES Y CAMBIOS EN LA NLMC Este anexo es la versión traducida de la primera de las adiciones y cambios 99 de la NLMC correspondientes a 1986 que actualiza, en alguna medida, la cuarta edición revisada de 1981 hasta tanto se disponga de la quinta edición de 1995. Se proyecta la traducción de las otras actualizaciones publicadas en el futuro. Números adicionados o suprimidos Se anexa una lista de los nuevos números de clasificación adicionados a la NLM Classification desde la publicación de la cuarta edición, revisada en 1981. Esta lista incluye los números adicionados a esta revisión y aquellos previamente enunciados en adiciones y cambios a la clasificación de la NLM (Additions and changes to the NLM Classification), publicados como parte de las Notas para los catalogadores en el campo de la medicina (Notes for medical catalogers) antes de 1986 o desde 1986 en el NLM Technical Bulletin (ver anexo). Dicha relación no considera aquellos números adicionados para la cobertura ge- neral los cuales suceden a los números existentes en la Tabla G; sin embargo, de esa forma se identifican los nuevos números a los cuales es aplicable la tabla G y y se brindan los números de cobertura general. El asterisco precede a números que pueden ser utilizados tanto para las monografías como para las publicaciones seriadas. La columna de la derecha refleja dónde se clasificaban los materiales sobre un tema dado. "Various places" (diversos lugares) indica que ese número, "utilizado con mucha frecuencia", no existía anteriormente. "None" (ninguno) identifica nuevos números para los conceptos nuevos en la clasificación. Aunque mediante una anotación puede indicarse que un tema fue anteriormente clasificado en un número particular, ese puede ser todavía aceptable para un material que presente otro aspecto del tema. La traducción se ajusta al vocabulario utilizado en las tablas del clasificador en español, con vistas a uniformar la terminología. ANEXO. Números adicionados Nuevo Materias QS *18.2 *39 *518.2 *529 *618.2 *629 Anterior Anatomía humana Materiales educacionales Manuales Materiales educacionales (Histología) Manuales (Histología) Materiales educacionales (Embriología) Manuales (Embriología) QS 18 Ninguno QS 518 QS 539 QS 618 QS 639 QT Fisiología *18.2 *29 36 37 37.5 260.5 261 100 Materiales educacionales Manuales Ingeniería biomédica Materiales biomédicos y biocompatibles Materiales específicos, A-Z Actividades específicas, A-Z (Atletismo, deportes) Medicina del deporte QT QT QT QT QT QT 18 39 34 34 34 260 QT 260 QU Bioquímica *18.2 *39 54 56 57 58 58.7 61 62 86 107 130.5 145.5 Materiales audiovisuales Manuales Nitrógeno y compuestos relacionados Nucleoproteínas Nucleósidos. Nucleótidos ADN ARN Aminas. Amidinas Amidas Grasas. Aceites Sustancias del crecimiento. Inhibidores del crecimiento Elementos trazadores Valores nutritivos de los alimentos QU 18 Ninguno QU 55 QU 58 QU 58 QU 58 QU 58 QU 60 QU 60 QU 85 QU 130 QU 130 QU 145 QV Farmacología *18.2 *39 77.2 350.2 Materiales educacionales Manuales Drogas psicotrópicas Drogas específicas, A-Z QV 18 Ninguno QV 77 QV 350 QV 600 Toxicología *607 Manuales Ninguno QV 700 Farmacia y farmacéutica *715 Clasificación. Nomenclatura *715 Clasificación. Nomenclatura. Terminología Atlas. Trabajos pictóricos Directorios (Tabla G) Cobertura general (No Tabla G) Leyes Cobertura general (No Tabla G) Discusión de la ley. Jurisprudencia 717 *722 *722.1 *732 *732.1 *733 Diversos lugares Diversos lugares QV 17 QV 22 QV 22 QV 32 QV 32 QV 33 Qv 700 Farmacia y farmacéutica. Continuación *733.1 *735 760 Cobertura general (No Tabla G) Manuales Materia médica QV 33 Ninguno Ninguno QW Microbiología e inmunología *18.2 25.5 *35 50 55 *518.2 525.5 Materiales educacionales Técnicas específicas, A-Z (Manuales de laboratorio. Técnica) Manuales Bacterias. Bacteriología Microbiología ambiental Materiales educacionales (Inmunología) Técnicas específicas, A-Z (Manuales de laboratorio. Técnica) QW 18 Diversos lugares Ninguno QW 4 Ninguno QV 518 Diversos lugares 101 *539 540 545 573.5 575.5 630.5 Manuales (Inmunología) Inmunidad (General) Autoinmunidad Antígenos específicos, A-Z Anticuerpos específicos, A-Z Toxinas y antitoxinas específicas, A-Z Ninguno QV 504 QV 504 QV 573 QV 575 QV 630 QX Parasitología *18.2 *39 45 Materiales educacionales Manuales Relaciones huésped-parásito QY *18.2 *39 Patología clínica Materiales educacionales Manuales QX 18 Ninguno Diversos lugares QZ 18 Ninguno QZ Patología *18.2 *39 275 *18.2 20.55 26.55 *49 85.5 Materiales educacionales Manuales Oncología pediátrica. Oncología del adolescente W Profesionales de la salud Materiales educacionales Tópicos especiales, A-Z (investigaciones médicas) Tópicos especiales, A-Z (informática médica) 130.1 Manuales Derecho a morir. Directivas avanzadas. Voluntad de vivir Planes de atención controlada (General o no clasificados en otros lugares) (Tabla G) Cobertura general (No Tabla G) 132 132.1 160 Organizaciones de mantenimiento de la salud Cobertura general (No Tabla G) Seguros de hospitalización. Seguros médicos 160.1 principales. Seguros de atención a largo Seguros de Medigap (Tabla G) Cobertura general (No Tabla G) 255 Seguros de enfermería 130 QZ 18 Ninguno QZ 200- 269 W 18 Diversos lugares Diversos lugares W 39 Diversos lugares Diversos lugares Diversos lugares W 125 W 125 W100275 W 100-275 Ninguno W 600 Medicina y estomatología forenses *618.2 *639 Materiales educacionales Manuales *18.2 *39 309 WA Salud Pública Materiales educacionales Manuales Salud de las mujeres 530 102 Administración de salud internacional (Tabla G) W 618 Ninguno WA 18 Ninguno Diversos lugares WA 540 530.1 790 Cobertura general (No Tabla G) Desperdicios médicos. Desperdicios dentales WA 540 Diversos lugares WB Práctica de la medicina *18.2 *39 101 Materiales educacionales Manuales Atención ambulatoria (General) 102 103 104 327 422 Medicina clínica Medicina conductual Psicología médica Autoatención Dieta macrobiótica WC 18 Ninguno Diversos lugares Ninguno Ninguno Ninguno Ninguno Ninguno WC Enfermedades trasmisibles *18.2 *39 501 502 503 503.1 503.2 503.3 503.4 502.41 503.5 503.6 503.7 Materiales educacionales Manuales Infecciones por virus ARN Infecciones por retrovirus Síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Infecciones por HIV Diagnóstico Terapia Etiología. Trasmisión Epidemiología (Tabla G) Cobertura general (No Tabla G) Complicaciones Prevención y control Aspectos psicosociales WC 18 Ninguno WC 500 WC 500 WC WD WD WD WD WD WD WD WD 500 308 308 308 308 308 308 308 308 WD 100 Desórdenes nutricionales *101 Manuales Ninguno WD 200 Enfermedades metabólicas *200.1 Manuales Ninguno WD 300 Enfermedades inmunológicas y del colágeno. Hipersensibilidad *301 Manuales Ninguno WD 400 Envenenamiento por animales *401 Manuales Ninguno WD 500 Envenenamiento por plantas *501 Manuales Ninguno WD 600 Enfermedades y lesiones causadas por agentes físicos *601 Manuales Ninguno 103 WD 700 Medicina aeronaútica y espacial *701 704 Manuales investigaciones WD 704 Ninguno WD 750 Medicina espacial 751 751.6 Investigaciones Informática médica. Procesamiento automático de datos. Computadoras Ninguno Ninguno WE Sistema óseo muscular *18.2 *39 304 *18.2 *39 141.5 Materiales educacionales Manuales Enfermedades de las articulaciones WF Sistema respiratorio Materiales educacionales Manuales Técnicas específicas, A-Z (Examen, diagnóstico) WE 18 Ninguno WE 300 WF 18 Ninguno Diversos lugares WG Sistema cardiovascular *18.2 *39 120 166.5 210 Materiales educacionales Manuales Enfermedades cardiovasculares Métodos terapéuticos específicos, A-Z Enfermedades del corazón WG 18 Ninguno WG 100 Diversos lugares WG 200 WH Sistema hemático y linfático *18.2 *39 120 Materiales educacionales Manuales Enfermedades hematológicas WH18 Ninguna WH 100 WI Sistema gastrointestinal *18.2 *39 140 529 830 Materiales educacionales Manuales Enfermedades Neoplasmas. Pólipos (Colon) Cirugía (General) (Páncreas) WI 18 Ninguno WI 100 WI 520 WI 800 WJ Sistema urogenital *18.2 *39 140 706 Materiales educacionales Manuales Enfermedades urológicasWJ 100 Neoplasmas (General) (Genitales masculinos) WJ 18 Ninguno WJ 700 WK Sistema endocrino *18.2 *39 140 104 Materiales educacionales Manuales Enfermedades endocrinas WE 18 Ninguno WK 100 WL Sistema nervioso *18.2 *39 103.5 103.7 105 140 160 Materiales educacionales Manuales Neuropsicología Psiconeuroinmunología Neuroendocrinología Enfermedades del sistema nervioso Neoplasmas del sistema nervioso 340.2 Trastornos de la comunicación. Patologías el habla-lenguaje WK 18 Ninguno WL 103 Ninguno Ninguno WL 100 Diversos lugares WL 340 WM Psiquiatría *18.2 *34 102 140 145.5 165 Materiales educacionales Manuales Psiquiatría biológica Trastornos mentales Tests específicos, A-Z (Psicológicos) Síntomas conductuales 284 290 Narcóticos Nicotina 420.5 425.5 475 475.6 Tipos especiales, A-Z (Psicoterapia) Tipos especiales, A-Z (Terapia conductual) Afasia (Psicógena) Dislexia (Psicógena) WM 18 Ninguno WM 100 WM 100 WM 145 Diversos lugares WM 270 Diversos lugares WM 420 WM 425 WM 475 WM 475 WN Radiología. Imagenología médica *18.2 *39 105 180 Materiales educacionales Manuales Radiación ionizante Imagenología de diagnóstico 185 Imagenología por resonancia magnética 203 205 206 208 250.5 600 660 665 Imagenología por radionúclidos Termografía Tomografía Ultrasonografía Tipos especiales, A-Z (Radioterapia) Radiobiología Radiometría Dosificación de la radiación WN 18 Ninguno WN 100 Diversos lugares Diversos lugares WN 445 WB 270 WN 160 WB 289 WN 250 WN 610 WN 650 WN 650 WO Cirugía *18.2 *39 *218.2 *213 WO 511 Materiales educacionales Manuales WO 200 Anestesia Materiales educacionales Manuales Cirugía operatoria y técnicas quirúrgicas Cirugía con láser WO 18 Ninguno WO 218 Ninguno WO 500 105 WP Ginecología *18.2 34 34.1 *39 440 Materiales educacionales Negligencia Cobertura general (No Tabla G) Manuales Enfermedades uterinas WP 18 WP 32-33 WP 32-33 Ninguno WP 400 WQ Obstetricia *18.2 34 34.1 *39 152 155 Materiales educacionales Negligencia (Tabla G) Cobertura general (No Tabla G) Manuales Alumbramiento Parto en el hogar WQ 18 WQ 32-33 WQ 32-33 Ninguno WQ 150 WQ 415 WR Dermatología *18.2 *39 141 Materiales educacionales Manuales Diagnóstico. Monitoreo WR 18 Ninguno WR 140 WS Pediatría *18.2 *39 104 205 *18.2 31 *39 115 116 Materiales educacionales Manuales Ninguno Desórdenes de desarrollo Incapacidad para el desarrollo Urgencias pediátricas WS 18 Diversos lugares WS 200 421 Enfermedades de recién nacidos WT. Geriatría. Enfermedades crónicas Materiales educacionales Planes de atención médica. Atención a largo plazo Manuales Ninguno Requerimientos nutricionales Trastornos de la nutrición Longevidad. Esperanza de vida WS 420 WT 18 WT 30 QU 145 WT 104 141 Examen físico y diagnóstico 145 155 166 Psicología geriátrica. Salud mental Demencia senil. Enfermedad de Alzheimer Terapéutica Diversos lugares WT 150 WM 220 WT 100 WU Odontología. Cirugía oral *18.2 *49 105 106 Materiales educacionales Manuales Urgencias estomatológicas WU 18 WU 39 WU l00 140.5 141.5 317 417 426 470 507 Enfermedades mandibulares Métodos de diagnóstico específicos, A-Z (Examen. Diagnóstico) Atlases (Odontología operatoria) Atlases (Ortodoncia) Dispositivos ortodóncicos Atención estomatológica para los discapacitados Atlases (Prostodoncia) WU 140 WU 141 WU 17 WU 17 WU 400-440 WU 400-440 WU 17 600.7 Atlases (Cirugía oral) WU 17 WV Otorrinolaringología *18.2 *39 140 190 Materiales educacionales Manuales Enfermedades otorrinolaringológicas Neoplasmas otorrinolaringológicos WV 18 Ninguno WV 100 WV 100 WW Oftalmología *18.2 21.5 Materiales educacionales Asistentes oftalmológicos 157.8 Grupos relacionados con el diagnóstico WW 18 Diversos lugares Diversos lugares WY Enfermería *15 *18.2 26.5 49 Clasificación. Nomenclatura. Terminología Materiales educacionales Informática médica. Procesamiento automático de datos. Computadoras Manuales Ninguno WY 18 Ninguno WY 39 100.4 153.5 Evaluación de enfermería. Diagnóstico de enfermería. Enfermería transcultural Ninguno Enfermería en el SIDA/VIH 158.5 160.5 Enfermería otorrinolaringológica Enfermería neurológica *18.2 WT 160 WZ Historia de la medicina Materiales educacionales 107 WY 100 Diversos lugares WY 158 WZ 18 *39 Manuales WZ 29 107 Abstract Validity of the classification system of the National Library of Medicine of the United States. A quick examination of Internet allows us to confirm the recognized capacity of the library methods such as cataloguing, classification and indexing for organizing information. The classification concepts, for example, are applied to useful tools like Yahoo-type thematic directories or the guides prepared by experts, which take into account the experience of librarians to counterbalance the prevailing chaos in Internet. The classification system of the National Library of Medicine of the United States that is officially applied in the National Information System of Medicine is thoroughly studied along with the presentation of its history and development. The structure of this system and the procedure to be followed in the classification process are described. The translation of the first updating of the classifiers published by the National Library of Medicine after its fourth edition is included. Subject headings: CLASSIFICATION SYSTEM/antecedents; CLASSIFICATION SYSTEMS/ evolution; CLASSIFICATION SYSTEMS/advantages. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1 . Setién Quesada E. La actividad científico-informativa: definición y procesos que abarca. En: Introducción a la información científico-informativa. La Habana: Universidad de la Habana, Información Científico-Técnica, 1980:158-201. 2 . Mijailov AI, Chiornii AI, Guiliarevskii RS. El procesamiento analítico-sintético de los documentos. En: Fundamentos de la informática. Moscú: Nauka, 1968:148-232. 3 . Guinchat C, Menou M. Descripción del contenido. En: Introducción general a las ciencias y técnicas de la informacióm y documentación. 2 ed corr y aum por Marie-France Blanquet. Madrid: UNESCO, 1990:[125]-35. 4 . Arioza Morales O. Apuntes sobre teoría de la clasificación. En: Cuba. Ministerio de Educación. Curso de estudios dirigidos para el personal técnico de Educación. Curso de estudios dirigidos para el personal técnico de Centro de Documentación e Información Pedagógica: primer curso. La Habana: Editorial Orbe, 1979:165-71. 5 . Garza Avalos ML. El Sistema de Clasificación de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (National Library of Medicine): esquema para libros en el campo de la medicina y ciencias afines. México, DF: Universidad Nacional Autónoma de México, 1987; 3t. 6 . National Library of Medicine. Introducton. 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Las tendencias analizadas son: la convergencia de los sistemas precoordinados y poscoordinados; la realización de proyectos de compatibilización de lenguajes; la difusión creciente del Lenguaje de Encabezamientos de materia de la Biblioteca del Congreso; además se identifican los principios que rigen los lenguajes de encabezamientos de materia, establecidos por la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias. DeCS: ENCABEZAMIENTOS DE MATERIA/tendencias; INDIZACION. En los últimos años han ocurrido algunos avances importantes en el desarrollo de los lenguajes de encabezamientos de materia en la esfera internacional. Son muchas las bibliotecas que trabajan en el mundo con el objetivo de elevar la eficiencia de la recuperación en sus lenguajes de búsqueda; por eso esta breve exposición no pretende abarcar todo lo hecho en este campo. Sólo se destacan las acciones principales, que según nuestro criterio, indican tendencias significativas en la evolución de los lenguajes estudiados. 1 Convergencia de los sistemas precoordinados y poscoordinados Desde el surgimiento de los sistemas poscoordinados, con el concepto de unitérminos, se constató la conveniencia de establecer cierta precoordinación en los términos autorizados con vistas a evitar las falsas coordinaciones. Por otra parte, el progreso que experimentaron diversos tesauros desarrollados para respaldar lingüísticamente las bases de datos temáticas, conformadas a partir de la literatura Licenciado en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Centro de Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CENTIC) 109 periódica científica, que proliferaron desde la década de los 60, fue aprovechado convenientemente en el perfeccionamiento de los lenguajes de encabezamientos de materia empleados por las bibliotecas. La introducción de la automatización en casi todos los sistemas de recuperación de información ha modificado el comportamiento de los sistemas ‘puramente’ precoordinados, y ha producido un acercamiento paulatino entre sistemas poscoordinados y precoordinados. Los sistemas manuales precoordinados, donde no se podía realizar la poscoordinación de términos durante la recuperación, contemplaban la indicación de las relaciones entre los términos del vocabulario mediante el empleo de las referencias de véase y véase además. Estas referencias se complementaban, en aquellos vocabularios más elaborados, por referencias recíprocas señaladas por x y xx. Esto es, el término principal relacionaba bajo la referencia recíproca x, la lista de términos que remitían al principal mediante véase, mientras que relacionaba bajo xx aquellos que se referían al término principal mediante véase además. Los tesauros introdujeron un mecanismo de identificación de las relaciones entre términos mucho más explícitos, mediante las referencias de términos genéricos, términos específicos y términos relacionados. De esta manera se indica con mayor claridad las relaciones se incorporó a la organización de las relaciones entre términos en algunos lenguajes de encabezamientos de materia, como es el caso de Library of Congress Subject Headings (LCSH), que la adoptó desde 1985.1 En el anexo, aparecen los artículos léxicos de los términos del Musical interpretation y Musical intervals and scales del LCSH, según el formato anterior y el actual, que incorpora el sistema de referencias explicado. 110 Las capacidades para la recuperación de información, han evidenciado ventajas, tanto por el empleo de la precoordinación como por el de la poscoordinación.2 También, las posibilidades que brindan los actuales catálogos en línea de las bibliotecas -entre las que se incluyen la recuperación a partir de cualquier término existente en los encabezamientos de materia y la combinación de estos con cualesquiera de los otros términos, en los campos por los que es posible la recuperación de información-, reducen, en gran medida, las diferencias entre los sistemas que emplean los lenguajes diseñados para sistemas precoordinados y los originalmente dirigidos a la búsqueda poscoordinada. En la recientemente celebrada Conferencia sobre Control Bibliográfico en el Nuevo Milenio, Mann planteó que en el empleo del Lenguaje de Encabezamientos de Materia de la Biblioteca del Congreso (LCSH) en sistemas automatizados se necesita tanto la visualización de cadenas precoordinadas como la posibilidad de poscoordinar las combinaciones de elementos individuales (en los encabezamientos de materia). (Mann T., Is Precoordination Unnecessary in LCSH? Are Web Sites More Important to Catalog than Books?: A Reference Librarian’s Thoughts on the Future of Bibliographic Control. Ponencia presentada en: Bicentennial Conference on Bibliographic Control in the New Millenium, Library of Congress, November 15-17, 2000. Disponible en: <http://camelot.upf.es/digital/ mann_paper.pdf>). En una búsqueda realizada en el catálogo en línea de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos (http://catalog.loc.gov/), se emplearon las opciones de búsqueda por campos y búsqueda guiada para identificar los documentos que trataban acerca de la automatización de bibliotecas (Libraries Automation). Tabla 1. Encabezamientos de materia recuperados en la búsqueda por campos de la frase “Libraries Automation” # Titles Headings 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 336 7 5 1 1 34 1 4 2 7 118 7 1 1 1 1 9 1 1 1 1 2 1 32 5 Libraries Automation Libraries Automation Addresses, essays, lectures. Libraries Automation Addresses, essays, lectures. [from old catalog] Libraries Automation Administration. Libraries Automation Armenia (Republic). Libraries Automation Bibliography. Libraries Automation Bibliography Catalogs. Libraries Automation Bibliography. [from old catalog] Libraries Automation Bibliography Periodicals. Libraries Automation Case studies. Libraries Automation Congresses. Libraries Automation Congresses. [from old catalog] Libraries Automation Congresses Periodicals. Libraries Automation Contracts and specifications Handbooks, manuals, etc. Libraries Automation Databases. Libraries Automation Dictionaries. Libraries Automation Directories. Libraries Automation Equipment and supplies Periodicals. Libraries Automation Evaluation. Libraries Automation Evaluation Congresses. Libraries Automation Exhibitions. Libraries Automation Forecasting. Libraries Automation Forms. Libraries Automation. [from old catalog] Libraries Automation Handbooks, manuals, etc. Tabla 2. Encabezamientos de materia existente en los primeros 120 registros (de 1 279) recuperados por la estrategia Libraries AND Automation en el campo Materias (Subject) por la opción de búsqueda guiada 1. Academic libraries — Automation. 2. Academic libraries — Automation — Bibliography. 3. Academic libraries — Canada — Automation. 4. Academic libraries — Great Britain — Automation. 5. Academic libraries — Great Britain – Automation — Congresses. 6. Academic libraries — Italy — Automation — Congresses. 7. Academic libraries — United States — Automation — Congresses. 8. Acquisitions (Libraries) — Automation. 9. Business libraries — Denmark — Automation. 10. Charging systems (Libraries) — Automation. 11. Charging systems (Libraries) — Automation — Congresses. 12. Libraries — Automation. 13. Libraries — Automation — Bibliography. 14. Libraries — Automation — Congresses. 15. Libraries — Automation — Management. 16. Libraries — Automation — Periodicals. 17. Libraries — Automation — Statistics. 18. Libraries — Automation — Research – United States — Periodicals. 19. Libraries — Canada — Automation 20. Libraries — Denmark — Automation. 21. Libraries — Florida — Automation — Directories. 111 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. 60. 61. 62. 63. 64. 65. 66. 67. 68. 69. Libraries — Germany — Automation — Congresses. Libraries — Germany (West) — Automation — Congresses. Libraries — Great Britain — Automation. Libraries — Great Britain — Automation – Case studies. Libraries — Great Britain — Automation — Congresses. Libraries — Illinois — Automation. Libraries — Italy — Tuscany — Automation — Congresses. Libraries — Japan — Automation. Libraries — Japan — Automation — Handbooks, manuals, etc. Libraries — Japan — Hokkaido — Automation. Libraries — Maine — Automation. Libraries — Mexico — Automation — Congresses. Libraries — Netherlands — Automation. Libraries — Pennsylvania — Automation. Libraries — Poland — Automation — Congresses. Libraries — Publishing — Automation. Libraries — Russia (Federation) – Samarskaia oblastþ — Automation — Congresses. Libraries — Russia (Federation) — Tatarstan — Automation. Libraries — Russia (Federation) — Volga River Region — Automation — Congresses. Libraries — Texas — Automation. Libraries — United States — Automation. Libraries — United States — Automation – Case studies. Libraries — United States — Automation — Congresses. Libraries — Soviet Union — Automation. Libraries, University and college — Automation. Libraries, University and college – Automation — Congresses. Library circulation and loans — Automation. Library circulation and loans — Automation — Bibliography. Library circulation and loans — Automation — Congresses. Processing (Libraries) — Automation. Public libraries — Germany — Bochum — Automation. Public libraries — Great Britain — Automation. Public libraries — Great Britain – Automation — Congresses. Public libraries — Japan — Automation. Public libraries — Scandinavia — Automation — Congresses. Research libraries — Automation. Research libraries — Automation — Congresses. Reference services (Libraries) — Automation. Reference services (Libraries) — Automation — Congresses. School libraries — Automation. School libraries — Reference services — Automation — Management. Scientific libraries — Automation. Small libraries — Illinois — Automation. Special libraries — Automation. Special libraries — Illinois — Automation — Statistics. Special libraries — Japan — Automation. Special libraries — United States — Automation. Technical libraries — Automation. Del empleo de la opción de búsqueda por campos en materia con la frase Libraries Automation se derivó una lista con los 25 encabezamientos de materia que comenzaban por esa frase (en ese orden) y 580 re112 gistros (tabla 1). La combinación (AND) de los términos Libraries y Automation en el campo de materia en la búsqueda guiada recuperó 1 279 registros. Los primeros 120 registros contenían 69 encabezamientos de materia, diferentes (ver tabla 2). Como puede apreciarse, es posible emplear los encabezamientos de materia en su forma precoordinada, con una alta precisión respecto al contenido del documento, o elevar el recobrado mediante una recuperación con empleo de poscoordinación, donde se aparezcan múltiples encabezamientos de materia relacionados con la automatización de las bibliotecas, más allá del carácter precoordinado de los términos empleados en la indización. Otro aspecto que ha diferenciado los sistemas pre y poscoordinados es su relación con el tipo de documentos que procesan. Generalmente los sistemas poscoordinados se emplean para el procesamiento de la literatura periódica, y emplean lenguajes diseñados para la poscoordinación. No obstante, el LCSH es utilizado por la afamada compañía productora de bases de datos H. W. Wilson Company como base para indizar diversas publicaciones periódicas, entre ellas revistas comerciales, profesionales, académicas y científico-técnicas.3 También existen lenguajes de encabezamientos de materia que se han empleado siempre, tanto en la indización de artículos como en la catalogación de libros, como es el caso de los Encabezamientos de Materias de Medicina (Medical Subject Headings- MeSH). Este lenguaje se utiliza para la indización de revistas que serán incluidas en el repertorio Index Medicus (precoordinación) y su versión automatizada MEDLINE, poscoordinación (http:// www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi). Además, se emplea para la asignación de encabezamientos de materia a las obras existentes en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NLM), incluidas en su catálogo automatizado LOCATORplus (http://www.nlm.nih.gov/locatorplus/locatorplus.html). En este sentido, la NLM ha llegado a declarar, como política de indización: “Los encabezamientos principales o combinaciones de encabezamiento principal y subencabezamiento de materia, no serán cualificados por subencabezamientos geográficos, de forma o de idioma. En su lugar, los descriptores geográficos y los tipos de publicación (PT) conocidos como divisiones de forma, se consignarán en campos separados y se emplearán en la recuperación en coordinación con los encabezamientos principales o combinaciones de encabezamiento principal y subencabezamiento de materia.” (Application of MeSH for Medical Catalogers, http://www.nlm.nih.gov/tsd/cataloging/ catmesh.html). PROYECTOS DE COMPATIBILIZACIÓN DE LENGUAJES Sistema Unificado de Lenguajes en Medicina La necesidad de facilitar el acceso a información incluida en sistemas dispares, con lenguajes de búsqueda diferentes, ha orientado algunos empeños hacia la posibilidad de compatibilizar diversos lenguajes. Uno de los proyectos más avanzados en este sentido es el Sistema Unificado de Lenguajes en Medicina (Unified Medical Language System - ULMS) con más de 10 años de experiencia.4 El proyecto ULMS es un esfuerzo de desarrollo diseñado para facilitar a los profesionales e investigadores de la salud la recuperación e integración de información biomédica proveniente de múltiples fuentes existentes en sistemas automatizados. Su propósito es facilitar el desarrollo de sistemas que enlacen información de los registros de pacientes, bases de datos bibliográficas o factográficas, sistemas basados en conocimientos, así como directorios de personas y organizaciones. Una de las principales barreras existentes para alcanzar este propósito es la diversidad de vocabularios y clasificaciones empleadas por las diferentes fuentes y usuarios. 113 El proyecto abarca tres fuentes de conocimiento: el macrotesauro, la red semántica y el léxico SPECIALIST. Estas fuentes de conocimiento pueden utilizarse por diversos programas de aplicación para compensar las diferencias de expresión de los conceptos según distintas fuentes y usuarios. El macrotesauro, desarrollado a partir de más de 60 tesauros y clasificaciones en la esfera biomédica pertenecientes a diversas organizaciones, contiene información semántica sobre conceptos médicos, sus diversas denominaciones y las relaciones entre ellos. La red semántica contiene información acerca de las categorías generales o tipos semánticos a que se han asignado los conceptos del metatesauro, así como las relaciones permisibles entre esos tipos. SPECIALIST pretende ser un léxico general de términos médicos en inglés que proporcione la información léxica necesaria para el sistema de procesamiento de lenguaje natural. Estudios realizados han demostrado que las relaciones semánticas entre conceptos, proporcionadas por el ULMS, permiten realizar traducciones de conceptos complejos a expresiones en otros vocabularios -utilizando conceptos elementales combinados con operadores lógicos- y hacer mapeo a combinaciones de encabezamientos y subencabezamientos del MeSH.5 Por otra parte, los mecanismos y técnicas existentes en el UMLS permiten una mayor asistencia en la recuperación de información.6 Además de los estudios sobre el desarrollo de vocabularios, el proyecto ULMS abarca otras áreas de investigación, tales como, representación del conocimiento, captura de datos clínicos, enlace de los datos del paciente con fuentes de conocimiento, análisis curricular, procesamiento del lenguaje natural, indización automática y recuperación de información. Los avances alcanzados con el proyecto ULMS se incluyen en un grupo de acciones para el campo de la información médica, en el que se 114 plantean investigaciones muy prometedoras.7 Aunque el proyecto va más allá de la comunidad bibliotecaria, incluye una parte importante de esta: las bibliotecas médicas. Los sistemas de información sobre medicina se han mantenido en la avanzada de las investigaciones y aplicaciones para el acceso a la información, lo cual ha contribuido al desarrollo de las bibliotecas de medicina, y al de la comunidad bibliotecaria mundial -en sentido general. El Proyecto MACS (Multilingual Access to Subjects) En 1997, la Conferencia de Bibliotecas Nacionales Europeas (CENL)* pidió al programa de la Unión Europea (UE) CoBRA+** que considerase el problema del acceso temático multilingüe en los catálogos automatizados. Con este propósito, se formó un grupo de trabajo, bajo la supervisión del Grupo de Trabajo A de CoBRA+, para debatir los temas multilingües que afectan a las bibliotecas nacionales. El grupo estuvo compuesto por cuatro bibliotecas nacionales europeas: Swiss National Library, Bibliothèque nationale de France, Die Deutsche Bibliothek y British Library. Este grupo realizó un estudio piloto sobre acceso temático multilingüe, en francés, alemán e inglés, hasta comienzos de 1999. En el estudio piloto se investigó la posibilidad de ofrecer acceso temático multilingüe con el empleo de los tres lenguajes de encabezamientos de materia empleados por las instituciones participantes: RAMEAU (Répertoire d’autorité-matière encyclopédique et alphabétique unifié), SWD/RSWK (Schlagwortnormdatei/ Regeln für den Schlagwortkatalog) y LCSH (Library of Congress Subject Headings). Para alcanzar este propósito se establecieron enlaces de equivalencias entre los encabezamientos de cada lenguaje, considerando que: a) las bibliotecas han invertido considerable tiempo y esfuerzo en la creación y mantenimiento de sus lenguajes de encabezamientos de materia; b) los actuales lenguajes ofrecen acceso a millones de documentos; y c) la traducción (a un metalenguaje) sería muy costosa y requeriría el abandono de algunos lenguajes.8 Sobre la base de ese estudio los directores de las cuatro bibliotecas nacionales participantes en el proyecto firmaron una convención para financiar la creación de un prototipo: MACS. El Proyecto MACS (Multilingual Access to Subjects = Acceso temático multilingüe), tiene como objetivo establecer un sistema donde el usuario pueda plantear la búsqueda mediante encabezamientos de materia en cualesquiera de los idiomas (inglés, francés o alemán) y que se recuperen los documentos indizados por los términos introducidos, o sus equivalentes en los otros dos idiomas, sin necesidad de conocer los otros lenguajes o sus estructuras. El prototipo MACS existe independientemente de los sistemas de cada una de las bibliotecas participantes. Es una aplicación de WWW, con interfaces en los tres idiomas, diseñadas para brindarle a los usuarios de la biblioteca la posibilidad de utilizar el lenguaje de encabezamientos de materia de su preferencia y realizar la búsqueda en el catálogo de una o más bibliotecas. Así, el usuario de una biblioteca en particular puede hacer una búsqueda solamente en el catálogo de su biblioteca y emplear un lenguaje diferente al utilizado por esa biblioteca en la indización original de sus documentos. Para ejecutar la búsqueda, el usuario introduce los términos en un lenguaje de encabezamientos de materia en particular y selecciona las bibliotecas sobre las cuales se realizará la búsqueda. Como resultado de la búsqueda se ofrece la lista de títulos recuperados en cada una de las bi- bliotecas seleccionadas y, a través de ellos, se puede visualizar el registro completo en el formato bibliográfico empleado por la biblioteca donde realiza la consulta (USMARC, UNIMARC, o PICA/MAB). (Landry P. (2000). The MACS Project: Multilingual Access to Subjects (LCSH, RAMEAU, SWD). Ponencia presentada en: 66th IFLA Council and General Conference, Jerusalem, August 13-18, 2000. < http://www.ifla.org/IV/ifla66/papers/ 165-81e.pdf>). Estos resultados pueden tener un gran impacto para el futuro intercambio entre bibliotecas de registros bibliográficos generados en diversos idiomas si se considera que, como ha planteado Clavel-Merrin, aunque este estudio estaba limitado a tres SHL, su potencial sobrepasa las instituciones asociadas. Los tres SHL se aplican no sólo en las bibliotecas asociadas sino que tienen un uso extendido en Francia, Alemania y Gran Bretaña, así como en otros países de habla inglesa, francesa y alemana; el enlace de los tres SHL puede proporcionar acceso a millones de documentos. Además, la metodología y el método utilizado se diseñaron desde un principio con el ánimo de extenderlos a otros lenguajes de clasificación temática y han probado ser válidos dentro del contexto que se ha estudiado. (Clavel-Merrin G. La necesidad de cooperación en la creación y mantenimiento de archivos temáticos multilingües de autoridades. Ponencia presentada en: 65th IFLA Council and General Conference, Bangkok, August 20-28, 1999. [Disponible en: <http://www.ifla.org/IV/ ifla65/papers/080-155s.htm>]). Difusión internacional del LCSH El LCSH ha tenido una gran difusión en los Estados Unidos a lo cual ha contri115 buido la existencia de un sistema de distribución de los resultados de la catalogación de la Library of Congress (Biblioteca del Congreso - LC). Esta distribución, iniciada en formato de tarjeta en 1902, experimentó un gran impulso con la distribución de los registros automatizados en las cintas MARC -a partir de 1968. Posteriormente, las grandes agencias de recursos bibliográficos tales como el OCLC (Online Computer Library Center) y la RLIN (Research Libraries Information Network), cuyas bases de datos cubren millones de registros catalográficos, emplearon este sistema para la asignación de encabezamientos de materia a sus registros; con esto implicaron a un número cada vez mayor de bibliotecas en el uso de este lenguaje para la representación de los contenidos temáticos de las obras que atesoran. Actualmente, el alcance de las agencias mencionadas y las facilidades de acceso remoto proporcionadas por Internet, han contribuido a la divulgación del LCSH en otros países. Además de los Estados Unidos, el LCSH se emplea oficialmente en las bibliografías nacionales del Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelandia. Más allá de su utilización, las agencias nacionales de estos países participan en su revisión y actualización mediante el programa Subject Authority Co-Operative (SACO) de la LC junto a otras 75 bibliotecas. En estudios recientes sobre el empleo de lenguajes de encabezamientos de materia en bibliotecas y bibliografías nacionales, realizados bajo los auspicios de IFLA, se detectó que el LCSH se utilizaba frecuentemente fuera de los Estados Unidos, particularmente en países de habla inglesa, mientras que otros países informaron del empleo de traducciones o adaptaciones del LCSH a sus encabezamientos de materia. Los resultados mostraron que, de las 88 bibliotecas nacionales que respondieron la 116 encuesta, 24 empleaban el LCSH para la catalogación de sus materiales, mientras que 12 utilizaban un vocabulario considerado una traducción o adaptación del LCSH.9 Igualmente se reporta que múltiples bibliotecas han adoptado, traducido o adaptado, vocabularios controlados basados en el LCSH, en países tan diversos como Bélgica, Brasil, República Checa, Lituania, Malasia y Portugal,10 así como en Israel (Adler E. Recuperación por materias en un entorno multilingüe y multialfabético: el caso de Israel. Ponencia presentada en: 66th IFLA Council and General Conference, Jerusalem, August 13-18, 2000. [Disponible en: <http://www.ifla.org/IV/ifla66/035130s.htm>]). El LCSH se ha adoptado como fuente terminológica para el desarrollo de importantes lenguajes de encabezamientos de materias, entre ellos RAMEAU, elaborado por Francia y utilizado ampliamente en los países francófonos del Norte de África y el Medio Oriente tales como, Túnez y el Líbano. También existen versiones del LCSH en España, Italia y Portugal. Actualmente Suecia se encuentra enfrascada en un proyecto para adaptar los encabezamientos de materia suecos y sus directrices (http:// www.kb.se/Bus/lcsheng.htm) al LSCH. Quijano, Moreno y Figueroa11 describen un proyecto que realiza El Colegio de México para traducir el LCSH al español con el propósito de utilizarlo en un catálogo colectivo en línea de 10 bibliotecas mexicanas en Ciudad de México y de proporcionarle esta herramienta a las bibliotecas de los Estados Unidos que sirven a comunidades bilingües. Los elementos expuestos evidencian una gran tendencia a la utilización del LCSH o una versión/traducción de este lenguaje en la comunidad bibliotecaria. Un papel importante en esta tendencia lo desempeñan las agencias bibliográficas (nacionales o de recursos) generadoras de registros bibliográficos que son fuente para la catalogación por copia de muchas bibliotecas en todo el mundo. Principios básicos de los lenguajes de encabezamientos de materia Los diversos sistemas y lenguajes de indización existentes representan el contenido temático de maneras distintas debido a desarrollos históricos, lingüísticos y técnicas diferentes. Esas diferencias en la práctica han generado otras en la terminología, lo que dificulta la comunicación entre sistemas. Se ha considerado que para salvar los problemas terminológicos y lingüísticos es necesario primero alcanzar algún consenso internacional acerca de las bases conceptuales de los sistemas de recuperación temática alfabéticos. Con el objetivo de alcanzar este propósito, durante la Conferencia de IFLA en 1990, en Estocolmo, la Sección de Clasificación e Indización estableció un grupo de trabajo para que se investigara los principios de construcción de los encabezamientos de materia, denominado Grupo de Trabajo sobre Principios Subyacentes en los Lenguajes de Encabezamientos de Materia. El Grupo de Trabajo desarrolló actividades con dos objetivos: 1) delinear los principios más generales sobre los cuales debe basarse cualquier sistema de recuperación temática (precoordinados o poscoordinados); y 2) revisar los sistemas existentes según tales principios, y compararlos para evaluar el alcance de su cobertura, y sus aplicaciones en la práctica diaria.12 El trabajo fue organizado en dos fases. Durante los tres primeros años el grupo se concentró en identificar y recopilar los principios generales que se aplican en los lenguajes de encabezamientos de materia. La reunión satélite de la sección, orga- nizada en Lisboa en 1993, coincidió con la culminación de la primera fase, lo que facilitó la discusión sobre los resultados alcanzados.13 En la segunda fase del trabajo se amplió la participación internacional al ejemplificarse los principios enunciados con la práctica desarrollada en lenguajes de diferentes sistemas y países. El grupo preparó un documento preliminar que describía los nueve principios de construcción y dos principios de aplicación; además, se ilustraba su aplicación en Alemania, Canadá, España, Estados Unidos de América, Francia, Irán, Noruega, Polonia, Portugal y Rusia. Este documento se sometió a la revisión de expertos de diversos países. El grupo de trabajo culminó sus actividades con la publicación de los resultados en 1999. 14 Los principios de construcción abarcan aspectos generales: − Control terminológico (Principio de encabezamiento uniforme, Principio de sinonimia, Principio de homonimia, Principio de denominación) − Guía por la estructura paradigmática (Principio de semántica) − Predictibilidad de representaciones (Principio de sintaxis, Principio de consistencia) − Desarrollo dinámico y documentado (Principio de respaldo literario) − Vocabulario orientado a la audiencia (Principio de usuario). Los principios de aplicación se refieren a aspectos relacionados con la etapa del proceso de asignación de los encabezamientos de materia. Ellos son: − Principio de política de indización − Principio de encabezamiento específico En este trabajo de IFLA, en el que participaron múltiples sistemas de diversos países y en diferentes idiomas, logró esta117 blecer un conjunto de principios básicos de los lenguajes de encabezamientos de materia, aceptados por la comunidad internacional y respaldados, en la teoría y en la práctica, por los sistemas existentes más avanzados. El marco conceptual formado proporcionó una guía para confrontar la compatibilidad de los sistemas existentes con los principios identificados y para facilitar el diseño de nuevos sistemas de recuperación temática. Hoerman & Furniss15 al comparar los principios utilizados por el LCSH16 con los principios desarrolladas por IFLA,14 descubrieron una gran similitud entre los principios de IFLA y los del LCSH, aunque también indicaron dos insuficiencias: a) los principios a veces se contradicen entre sí, y b) los principios se derivan de la práctica en lugar del comportamiento y las necesidades de los usuarios. A modo de resumen de los elementos tratados, puede decirse que existe una notable interrelación y complementación entre las acciones de diversos sistemas y entidades a nivel internacional, los principios de IFLA se basan en la ausencia de distinción entre sistemas pre y poscoordinados y toman como base el desarrollo práctico de los principales lenguajes; en el caso de los lenguajes participantes en el proyecto MACS cumplen con los principios enunciados en los principios de IFLA; existe una gran similitud entre los principios de IFLA y los del LCSH, este último considerado el lenguaje de encabezamientos de materia de mayor difusión. Mientras que el LCSH es preponderante y sirve de modelo para otros lenguajes importantes, se realizan esfuerzos para recuperar los registros representados mediante el LCSH a partir de lenguajes de encabezamientos de materia en otros idiomas (RAMEAU, SWD/RSWK). Por otra parte la tendencia más controvertida puede resultar la difusión internacional del LCSH, como ha indicado Lopes: “La falta de facilidades multilingüísticas en la mayoría de los sistemas bibliográfi118 cos se ha aliviado parcialmente por el uso internacional de ciertos lenguajes”.12 No obstante, la adopción del LCSH más allá de los Estados Unidos ha provocado algunos señalamientos, tales como los realizados por MacEwan en relación con: − El empleo de ‘americanismos’ − La perspectiva político-cultural de los Estados Unidos − La permanencia de términos anticuados − La adherencia a los principios y políticas del LC’s Subject Cataloging Manual: Subject Headings [MacEwan A. Working with LCSH: the cost of cooperation and the achievement of access. A perspective from the British Library. Ponencia presentada en: 64th IFLA General Conference, Amsterdam, August 16-21, 1998. Disponible en: <http://www.ifla.org/IV/ifla64/03399e.htm>]. También Wilk ha indicado como insuficiencias de la utilización del LCSH el enfoque ‘occidental’ al tratamiento de los asuntos religiosos y la falta de especificidad del vocabulario [Wilk D. Problems in the use of Library of Congress subject headings as the basis for Hebrew subject headings in the Bar-Ilan University Library. Ponencia presentada en: 66th IFLA Council and General Conference, Jerusalem, August 13-18, 2000. Disponible en: <http://www.ifla.org/ IV/ifla66/131-181e.htm>]. La introducción de herramientas de acceso multilingüe, como el proyecto MACS, no sólo contribuye a facilitar el acceso a registros procesados en diversos idiomas, y con diferentes sistemas, mediante el empleo de la lengua y el sistema más conocido, o preferido, por el usuario. Otro elemento importante que introducen los mecanismos de equivalencia es la necesidad de una representación adecuada de enfoques conceptuales particulares de cada lenguaje o sistema por el resto de los vocabu- larios participantes en el proyecto. Esto conducirá, más tarde o más temprano, a la ampliación conceptual de los lenguajes y a la identificación de las diferencias ideológicas, a veces ocultas, pero que están presentes en los sistemas que utilizan directamente los usuarios, muchas veces sin una comprensión clara de tales diferencias. * La CENL es una asociación independiente de directores ejecutivos de bibliotecas nacionales pertenecientes a estados miembros del Consejo de Europa. Para más información, puede visitar http://www.konbib.nl/gabriel/en/cenlgeneral.html. **CoBRA+(Computerised Bibliographic Record Actions = Acciones de Registro Bibliográfico Computarizado) es un programa de acción concertada que aúna los esfuerzos de las bibliotecas nacionales y otras agencias bibliográficas de Europa, mediante una serie de proyectos de investigación y estudios piloto, con el propósito de fomentar la cooperación entre iniciativas nacionales en el tema de los servicios bibliográficos. Para más información, visitar http:// www.bl.uk/information/cobra.-html. ANEXO. Los artículos léxicos de Musical interpretation y Musical intervals and scales en ediciones diferentes del LCSH Musical interpretation See Music-Interpretation (Phrasing, USE dynamics, etc. sa Microtones Tonality Tonus peregrinus TwelveMusic-Modes x Intervals (Music) Modes, Musical Music-Modes MusicalMusic-Theory Scales (Music) xx Harmony Microtones Music-Acousties and physics Music-Theory - Programmed instruction Library of Congress Subject Heading. 8th ed. Washington: Library of Congress, 1975 Musical interpretation Music-Interpretation (Phrasing, (dynamics, etc.) Musical intervals and scales (ML3809) Musi cal intervals and scales [ML3809] UF Intervals (Music) Modes, Musical tone system Scales (Music) BT Harmony Music-Acoustics and physics modes RT Microtones NT dastgaäh Magäm Raga Tonality Tonus peregrinus Twelve-tone system Library of Congress Subject Heading. 15th ed. Washington: Library of Congress, 1992 119 Abstract Development tendencies of the subject heading languages in libraries This paper briefly describes the main development tendencies of the subject heading languages in the context of the international library work. The analyzed tendencies are the convergence of the pre-coordinated and post-coordinated systems, the working out of projects of language compatibility, and the increasing dissemination of the subject heading language of the Library of Congress. The paper also identifies the principles which are set by the International Federation of Library Associations and Institutions and rule the subject heading languages. Subject headings: SUBJECT HEADINGS/trends; INDEXING. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Stone A. The LCSH Century: one hundred years with the Library of Congress Subject Headings. Catalog Classif Q 2000;29(1/2):1-15. 2. Bodoff D, Kambil A. Partial coordination. I. The best of pre-coordination and post-coordination. 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E.mail.bermello@ reduniv.edu.cu 120 ACIMED 2001;9(2):121-86 La gestión del conocimiento: una nueva perspectiva en la gerencia de las organizaciones Yadira Nieves Lahaba1 y Magda León Santos2 Resumen Se expone un conjunto de conceptos y reflexiones sobre la categoría conocimiento y la gestión del conocimiento, sus ventajas, objetivos y herramientas esenciales. Se expresa además, la relación que existe con otras herramientas de gestión, así como el papel del gestor del conocimiento y las cualidades de los profesionales de la información para desempeñarse en dicha función. DeCS: CONOCIMIENTOS; GESTION DEL CONOCIMIENTO/ventajas; GESTOR DEL CONOCIMIENTO/aptitud. Actualmente se habla y escribe con frecuencia sobre la necesidad de prestar mayor atención a los activos inmateriales de la organización, sobre todo de aquellos capaces de aportar valor económico a la empresa. En este contexto, el conocimiento se ha convertido en uno de los activos más importantes para las organizaciones, a causa de que su gestión crea riqueza o valores añadidos, que facilitan alcanzar una posición ventajosa en el mercado. El conocimiento es información analizada y organizada. “Es la representación simbólica de aspectos de algún universo del discurso nominado: Saber + Experiencia + Destreza + Habilidad”.1 El conocimiento se refiere a las características internas y al comportamiento de un sujeto, tanto en las reacciones como en 1 2 sus relaciones con los estímulos del ambiente. Se refiere a la diferenciación perfecta con relación a otras cosas que pudieran parecer iguales, es todo lo que un ser humano ha aprendido, aplicado y organizado, supone una reflexión en correspondencia con la información asimilada. La información es el conocimiento transformado, su forma representa dicho conocimiento.2 Asimismo, el conocimiento tiene las propiedades de comunicar, revelar, manifestar y de recomendar las determinaciones para actuar de forma productiva. El conocimiento del que disponen las personas en la organización y su recopilación no sólo genera valor económico para la empresa, sino que, en la nueva era de la información, es el activo para marcar la diferencia. El conocimiento de una organización Licenciada en Información Científica y Bibliotecología. Máster en Gestión de Información. Equipo de Servicio de Traductores e Interpretes (ESTI). Máster en Gestión de Información. Centro Internacional de La Habana. 121 forma parte de un nuevo capital de la empresa. Aprovecharlo se ha convertido en un arma poderosa para maximizar el potencial de la compañía. Atesorar el conocimiento ha dejado de ser símbolo de poder. Al gestionar el conocimiento se da el paso que permitirá darse cuenta de en qué momento el conocimiento ha pasado a ser parte de la cultura empresarial. La gerencia del conocimiento es el resultado de un alto grado de consolidación de la cultura de la organización. Identificar lo que realmente es útil y lo que falta por incorporar a la empresa, además de no ser nada nuevo, es una tarea intensa y complicada; lo novedoso es considerar al conocimiento como activo de la organización y reconocer que este se crea, se adquiere, se aplica, se protege y se transfiere dentro de las organizaciones. ¿Qué es la gestión del conocimiento? Es un instrumento básico para la gestión empresarial. Es el proceso constante de identificar, encontrar, clasificar, proyectar, presentar y usar de un modo más eficiente el conocimiento y la experiencia del negocio, acumulada en la organización, de forma que mejore el alcance del empleado para conseguir ventajas competitivas. La gestión del conocimiento convoca a determinar los conocimientos, incrementarlos y explotarlos para ganar magnitud competitiva; impulsa a comprender que compartir el conocimiento en la empresa aumenta los niveles de rentabilidad y crea un nuevo valor para el negocio, al unir a los integrantes de la organización y aprovechar sus conocimientos de modo que estén en condiciones de enfrentar desde los problemas más simples hasta los más complejos. Mientras más inteligente es una empresa y más conocimiento acumula, mayor es la posibilidad de lograr ventaja frente a los competidores del mercado. Las empresas que aprovechan al máximo sus conocimientos no tienen que repetir tareas, ni perder tiempo en realizarlas; están preparadas para mostrar su rentabilidad, para compar122 tir y para no acaparar el conocimiento en la organización, están en el camino del knowhow particular al aprendizaje compartido. Evolucionan en un espacio propio, tienen la capacidad de conducirse con la efectividad requerida y se desarrollan tanto dentro como fuera de la organización. Los objetivos de la gestión del conocimiento son: − Incrementar las oportunidades de negocio. − Aumentar la comunicación. − Aumentar la competitividad presente y futura. − Elevar el liderazgo de las empresas en su mercado. − Elevar el rendimiento. Su propósito principal es traducir el conocimiento en acción y este en resultados. Actualmente las empresas son cada vez más dependientes del conocimiento, ¿a qué se debe esto? − Es necesario aprovechar las aptitudes de los empleados y elevar su productividad. Hacer comprender que atraer a personal calificado hará sobrevivir la empresa ante la competencia. − El período de vida del conocimiento es cada vez más corto. − Las telecomunicaciones e Internet aminoran el tiempo y las distancias geográficas. − Los productos y servicios son cada vez más sofisticados y, por consiguiente, contienen un valioso conocimiento, no sólo en cualidad, sino también en cantidad. Las organizaciones se distinguirán cada vez por su cultura. Aquellas que exploten el conocimiento acumulado a la hora de innovar o resolver algún problema para hacer las cosas bien y de forma rápida, se convertirán en empresas inteligentes. Una organización que aprende es una organización experta en crear, adquirir el conocimiento y modificar su comportamiento para reflejar nuevos conocimientos e interpretaciones. Al analizar el conocimiento que posee la organización, existen al menos siete fuentes:3 − Capacitación: Es el conocimiento básico que una persona posee para desempeñar con decisión el cargo que ostenta. − Recursos: Es el conocimiento sobre los recursos que se utilizan para el desarrollo de un proceso. Por ejemplo, la forma de operar la maquinaria o las herramientas. − Procesos: Es el conocimiento que se encuentra en los procesos, son una serie de actividades que a partir de los recursos generan cambios en ellos con un fin preestablecido. − Historia: Es todo el conocimiento que aparece en la “experiencia”. − Información: Es el conocimiento que se halla dentro de los libros, manuales, todos aquellos medios audiovisuales y al alcance de las personas. − Talento humano: Es el conocimiento que posee cada persona, propio de sus estudios, y que si bien son de cada una de ellas, de acuerdo con ellos es que la compañía contrata cada empleado. − Heurística: Es el conocimiento que aparece como resultado de la iniciativa que tienen las personas de innovar o mejorar. Este nuevo enfoque sobre el conocimiento, como la clave fundamental para un futuro exitoso, es un movimiento que nace en el interior de las empresas. Los integrantes de la organización aprenden tanto de los errores como de los éxitos propios y ajenos. Este movimiento basado en el co- nocimiento está cambiando los enfoques sobre cómo una organización comienza, progresa y madura, muere o se reforma. En él no sólo se incluye el conocimiento que los empleados tienen sobre un tema, sino también la cultura general de los integrantes de la empresa. Entre las herramientas para la gestión del conocimiento se hallan: − Bibliotecas digitales − Bases de datos − Sistemas de expertos. Las bases de conocimiento están relacionadas con la inteligencia artificial. − Bases documentales − Intranets − Software Estas herramientas sirven para digitalizar y hacer accesible el conocimiento recogido, permiten un tratamiento versátil del conocimiento, que enlazan con los documentos asociados. Permiten la difusión y rápido acceso al conocimiento. El valor del conocimiento aumenta únicamente si es accesible a la organización, sin esta condición, el conocimiento no podría convertirse en una ventaja competitiva. Se trata de tener una idea clara de todo el patrimonio intelectual que se almacena en la organización y de ubicarlo de forma que el acceso sea rápido, lo importante es saber dónde se encuentra, para qué sirve y cómo utilizarlo. Entre sus fuentes se encuentran: manuales de cursos, conferencias, software, patentes, prácticas y normas, rutinas organizacionales, procesos, know-how técnico, diseño de productos y servicios, estrategias de marketing, comprensión del cliente, experiencia aplicada, relaciones con los consumidores y contactos empresariales, así como la creatividad personal y la innovación. 123 CLAVES PARA EL ÉXITO DE UN PROGRAMA DE GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO − Las acciones para desarrollar la gestión del conocimiento deben corresponderse con la estrategia de la compañía. − Realizar un estudio de las actividades de la empresa para concentrar los esfuerzos en las que generan ventajas competitivas. − Transformar el conocimiento implícito en explícito. − Asegurar que la recogida, almacenamiento y recuperación del conocimiento, es realmente la que produce un aumento de valor en la empresa. − Asegurarse de que la herramienta escogida para el almacenamiento y recuperación es la más cercana a la ideal. − Transmitir el conocimiento recolectado a toda la organización. − La gerencia debe estar en disposición de apoyar las iniciativas que se desarrollen como resultado del proceso. Favorecer en los integrantes de la empresa la capacidad de aprendizaje del entorno, para lograr una mejor adaptación a los cambios. MODELOS DE LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO Entre los modelos expuestos para el establecimiento de la gestión del conocimiento en una empresa, se destacan: Gopal & Gagnon (1995), que dividen su modelo en tres áreas: • Administración del conocimiento • Administración de información • Administración de aprendizaje En este modelo se transforma el conocimiento tácito -caracterizado por ser indi124 vidual e intuitivo; constituido por modelos mentales, creencias, perspectivas que no pueden ser fácilmente articuladas ni compartidas- en explícito, formal y sistemático; por lo tanto, fácil de comunicar y de compartir en un ciclo compuesto por tres etapas. 1. Administración del conocimiento. Constituye un encuentro o descubrimiento del capital intelectual de la organización, con el objetivo de establecer la situación actual del conocimiento (diagnóstico) y de definir la situación deseada. 2. Administración de información. Es la consolidación de la información como base del conocimiento; es decir, se busca establecer la calidad y las características que debe presentar la información para alcanzar la situación definida en la primera etapa. 3. Administración del aprendizaje. Cierra el ciclo de transformación del conocimiento tácito en explícito al establecer propuestas y prototipos de aprendizaje, así como formas para cuantificarlo, de manera que el conocimiento y el aprendizaje organizacional se integren en la cultura de la empresa como valores y motive el crecimiento y desarrollo de los individuos. Esta etapa genera la mejora continua; crece la espiral de conocimiento para cerrar un ciclo de aprendizaje y dar inicio a otro. Modelo de Nonaka (1991) Este consta de seis pasos: • Construir equipos autorregulados. • Incrementar el conocimiento individual por medio del conocimiento tácito compartido. • Convertir el conocimiento tácito en explícito. • Transformar el conocimiento en un producto o sistema. • Crear nuevos conceptos. • Integrar los nuevos conceptos en la base del conocimiento. En estos modelos se afirma implícitamente que la gestión del conocimiento deberá asociarse a algunos métodos más importantes de la gestión empresarial como son la gestión de los recursos humanos y el liderazgo, debido a la importancia de los recursos humanos en la generación y aplicación de los conocimientos, así como del liderazgo, sin el cual la organización es incapaz de comprender la importancia de aprender de los empleados. Para cualquier gerencia debe estar claro que sin un liderazgo efectivo el programa de gestión del conocimiento tendría muchos contratiempos. La gerencia debe fomentar un clima favorable, con prácticas e incentivos que permitan compartir del conocimiento. El conocimiento, como se ha tratado anteriormente, puede estar en el cerebro humano o en un documento, cualquiera que sea su soporte, pero este conocimiento, particular e individual, está relacionado con una persona o con un grupo de personas en el contexto organizacional. Por esta razón, la gestión de los recursos humanos recobrará nueva importancia en la gestión empresarial. Para los empleados es un cambio brusco en el tratamiento de la información. Pueden ver este programa como un despojo de su valor, porque al disponer la compañía de su know-how, ella no dependerá de ellos en caso de que no estén. Es aquí donde el trabajo del líder deberá ser más creativo; a él le toca desarrollar un conjunto de acciones que den seguridad a sus empleados, que expanda sus posibilidades y aumente su compromiso. Así se logrará que el conocimiento se incorpore a los productos y servicios, que los empleados deseen conocer más sobre aquello que le interesa a la organización, y que esta aproveche mucho mejor los conocimientos de sus empleados. El líder deberá centrarse en explotar las ca- pacidades gerenciales basadas en el cambio y en los valores. Pero alguien –y aquí no se hace referencia al nombre que se le da a este individuo, porque existen disímiles, sólo al papel que este juega dentro de la organizacióndebe apreciar, dar coherencia y relacionar los procesos que conforman la gestión del conocimiento. Esta persona (o grupo de personas) ayuda a los integrantes de la empresa a entender mejor el conocimiento, y potencia el manejo de las nuevas tecnologías. En grandes empresas, donde se ejecutan múltiples procesos, es conveniente que las personas encargadas de la gestión del conocimiento sean organizadas por niveles. Por ejemplo: − Un empleado sería el responsable de recoger, ordenar y diseminar conocimientos -generalmente por encargo de la organización. − Otro coordinaría el conocimiento de los procesos -lo cual se requiere, a menudo, en los negocios donde el conocimiento de los procesos está aislado. − Un tercero se encargaría de toda la dirección del conocimiento. (Será entonces, el individuo responsable de los procedimientos, las prácticas y del contenido; y quién controlará las soluciones dadas a los diferentes problemas en el marco de la gerencia del conocimiento.) Los profesionales de la información reúnen condiciones excelentes para la realización de esta actividad, porque tienen la capacidad para comprender y para realizar análisis, diagramas de flujos, auditorías, diseño de sistemas, etcétera. Además poseen capacidad para la localización de documentos, y para garantizar el acceso a ellos desde cualquier lugar y en cualquier momento. Él está familiarizado con los lenguajes técnicos y los naturales (generalmente, son personas relacionadas con el manejo de las tecnologías); su imaginación y visión de futuro, y el amar la información, también favorecen su desempeño en esta gestión. 125 Si se planea establecer un gran programa de identificación, recopilación, almacenamiento y recuperación de los conocimientos en la organización es recomendable que la persona encargada de esas acciones reúna las características antes mencionadas. Gloria Ponjuán afirma que el profesional de la información tiene orientada su profesión hacia “la solución de problemas informacionales, la difusión de la cultura y del conocimiento. Se trata de un comunicador cuyos valores y prioridades están muy relacionados con el universo de personas que sirven”,4 y que posee “conocimientos especializados acerca del propio conocimiento los cuales utiliza para mejorar las tareas intelectuales de las personas”.5 La gestión del conocimiento puede facilitarle al profesional de la información la posibilidad de desarrollar como nunca an- tes, el trabajo en equipo en la empresa, y de constituirse en un punto de partida para nuevos proyectos y servicios de información. A modo de generalización, puede decirse que el propietario del conocimiento debe estar convencido de las razones y de la importancia de convertir en explícito su conocimiento, y de que compartirlo no sólo producirá un beneficio para la empresa, sino también para él. Esta es la esencia de la gerencia del conocimiento. Se necesita una forma comprensible para representar el conocimiento, de herramientas para su utilización lógica, así como de un grupo de personas con características especiales para entregar el conocimiento adecuado en el momento oportuno. Abstract Knowledge management: a new perspective in the management of organizations. A group of concepts and reflections on the category knowledge and the knowledge management, their advantages, objectives and essential tools are set forth. Also, the relationships with other management tools as well as the role of knowledge agent and the qualities of the information professionals to perform this function are also stated. Subject headings: KNOWLEDGE; KNOWLEDGE MANAGEMENT/advantages; KNOWLEDGE AGENT/ability. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1 . Blanco Encinosa L. Notas para un curso sobre inteligencia artificial. La Habana: Universidad de La Habana,1998. 2 . Sherider YA. A dual appearance of present-day informatics. Prioda 1988;(5):64-71. 3 . 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Sus aportes, sobre todo de carácter metodológico, constituyen un notable esfuerzo en la conformación del cuerpo teórico de esta nueva disciplina. Sus proyectos de cooperación han permitido la aplicación de sus experiencias en numerosos países como el que se presenta, realizado por el Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas bajo los auspicios del proyecto de la Colaboración Cochrane Iberoamericana. Es objetivo exponer los resultados en la aplicación de la metodología Cochrane en una muestra seleccionada de trabajos, publicados en un conjunto de revistas cubanas de medicina o afines, así como mostrar un grupo de fuentes electrónicas disponibles en Internet con información relacionada a la medicina basada en la evidencia. Se identificaron los ensayos clínicos controlados publicados en las revistas biomédicas cubanas mediante la metodología Cochrane. Se compararon los resultados obtenidos a partir de la búsqueda manual contra los de otra automatizada en la base de datos Medline. Se abordan algunos aspectos generales sobre la importancia y el lugar de la medicina basada en la evidencia. Se exponen algunas ideas, datos y fuentes de información que reflejan el quehacer de esta iniciativa a nivel mundial. La revisión parcial de 25 títulos de revistas permitió identificar 60 ensayos clínicos controlados en el período 1999-2000. Estos resultados difieren notablemente de los datos que aportan las búsquedas realizadas en los títulos indizados por Medline. La búsqueda manual ha mostrado resultados superiores en relación con la automatizada. Por otra parte, se comprueba el gran número de fuentes relevantes que es posible consultar en formato electrónico desde el portal de salud de Cuba, Infomed. DeCS: RECUPERACION DE LA INFORMACION/métodos; INFOMED; COOPERACION INTERNACIONAL/métodos. Las dos últimas décadas testimonian el auge de un movimiento de especial connotación en el sector de la salud, llamado a 1 2 establecer un nuevo paradigma en torno al razonamiento médico: la medicina basada en la evidencia (MBE), cuyos antecedentes Especialista de II Grado en Medicina Interna. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Cuba. Licenciada en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Cuba. 127 más recientes son el nacimiento y desarrollo de la epidemiología clínica y la estadística biomédica.1 La MBE es la integración de la experiencia clínica individual con la mejor evidencia, fruto de la investigación científica.14 Su pilar fundamental es el ensayo clínico controlado, la mejor herramienta disponible, en el presente, para evaluar la eficacia de las intervenciones sanitarias.5 De acuerdo con el criterio de algunos autores, el ensayo clínico aleatorio, y en especial, su revisión sistemática, se ha convertido en el “estándar de oro” para valorar la eficacia de un tratamiento o intervención con respecto a otros.2 Su amplia difusión es un requisito indispensable cuyo cumplimiento condiciona la utilidad de esta información. No publicar sus resultados repercute en tal grado en la práctica médica que algunos profesionales de la salud consideran este hecho no sólo como un imperativo ético ineludible, sino también como una práctica científica impropia.5 Como resultado del notable impulso experimentado por esta tendencia, en algunos países desarrollados, surgió la Colaboración Cochrane (CC), una iniciativa dirigida a preparar, mantener y divulgar revisiones sistemáticas sobre los efectos de las intervenciones diagnósticas, educativas, organizativas, terapéuticas y de rehabilitación en la atención primaria de salud. Esta labor la realiza un grupo organizado, según temas, de clínicos, metodólogos, bioestadísticos y otras especialidades procedentes de todo el mundo. Los niveles de evidencia alcanzados en cuanto a la eficacia de las intervenciones son muy superiores a los obtenidos por las técnicas hasta ahora empleadas para integrar los resultados de investigaciones diferentes. Los esfuerzos de la CC están orientados hacia la recolección de datos e información suministrada por los ensayos clínicos realizados en temas de interés y su transformación en conocimiento objetivo, 128 sintético, accesible y basado en la evidencia científica, que posteriormente se concretarán en revisiones sistemáticas.6 Para estos fines, los “grupos de colaboradores para la revisión” (GCR), núcleo básico de esta organización internacional, realizan búsquedas manuales sistemáticas en todas las revistas biomédicas publicadas que tratan el tema. Sus resultados se comparan con los generados por las búsquedas automatizadas en las bases de datos que procesan dichas publicaciones. Los GCR entonces, se encargan de preparar y actualizar las revisiones sistemáticas con los ensayos clínicos controlados (ECC) y ensayos controlados aleatorios (RCT) detectados. Estas revisiones se almacenan en The Cochrane Library -fuente de información fundamental donde se divulga, con una actualización trimestral, la producción de la colaboración. Su suscripción anual puede recibirse mediante disquetes, CD-ROM e Internet. The Cochrane Library está constituida por varias bases de datos.6 La CC se ha extendido a otros países, entre ellos, los latinoamericanos. En 1999, Cuba se sumó a este proyecto con el inicio de la búsqueda manual de los ECC con distribución aleatoria, publicados en las revistas biomédicas cubanas, acometido por el Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Con la realización de este trabajo, se pretende presentar los resultados preliminares, obtenidos en la búsqueda manual efectuada en el período comprendido entre octubre de 1999 y octubre del 2000; así como mostrar las publicaciones electrónicas y sitios en Internet relacionados con la medicina basada en la evidencia. MÉTODOS Se revisaron manualmente 31 títulos de revistas biomédicas cubanas publicadas por la Editorial Ciencias Médicas (ECIMED), el CENIC, Ingienería Genética y Biotecnología y el Hospital Psiquiátrico de La Habana, para identificar los ECC y RCT sobre la base de los 4 criterios de inclusión establecidos,7,8 a saber: los estudios deben ser prospectivos, haberse realizado en seres humanos; se deberán comparar entre sí dos o más tratamientos o intervenciones; además la distribución de los individuos debe realizarse mediante un método de asignación aleatorio. (Las unidades aleatorias pueden ser individuos, grupos [hospitales, comunidades], órganos [ojos u otros] o partes del cuerpo como son los dientes.) El proceso de revisión estuvo a cargo de dos revisores: un médico y un informática-bibliotecaria. Con posterioridad, se registró la información requerida en los dos tipos de cuestionarios, establecidos por Cochrane Iberoamericana: uno para reflejar los datos correspondientes a los artículos identificados como ECC y RCT y el otro, donde se plasma el seguimiento de la revisión que se realiza a cada título de revista. Una vez identificados los ECC y RCT se fotocopiaron los trabajos identificados con el propósito de enviarlos al Centro Cochrane Iberoamericano conjuntamente con los dos cuestionarios antes señalados. De manera paralela, se creó una base de datos en ProCite información disponible. De forma gradual, se han reportado los resultados parciales del trabajo al Centro Cochrane Iberoamericano, quien asesoró y apoyó sostenidamente la ejecución del trabajo. RESULTADOS De los 25 títulos sometidos a la primera fase de la revisión, sólo se detectaron ECC y RCT en 12 revistas (tabla 1). Durante el proceso de revisión, se pudo comprobar que 7 de los RCT localizados, como resultado de la aplicación de la metodología Cochrane, no se encuentran registrados en la base de datos Medline, la más prominente del campo de la salud y la medicina. Esto corrobora la validez del método aplicado7,8 (tabla 2). Para cualquier profesional interesado en elevar la eficacia de su quehacer, la consulta y consideración en la práctica de los resultados de las revisiones sistemáticas es un elemento esencial a la hora de responder a las preguntas clínicas relacionadas con el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de las enfermedades. Pese a la explosión de información reinante, los profesionales de la salud y la medicina pueden mantenerse actualizados sobre la base de la lectura y utilización de las revisiones sistemáticas obtenidas a partir de la CC. En este sentido, la literatura mundial recoge experiencias concretas que muestran cómo los bibliotecarios pueden desempeñar un papel importante en la orientación de los especialistas –incluso de estudiantes e internistas–, hacia el mundo de la MBE: la comunicación personal presentada por Martha F. Earl y James A. Neutens con el título Evidence-based medicine training for residents and students at a teaching hospital: the library’s role in turning evidence into action durante el “Ninety-eigth Annual Meeting of the Medical Library Association”, celebrado en Pennsylvania los días 26, 27 y 28 de mayo de 1998 el cual constituye un ejemplo elocuente. A continuación se proporciona información sobre un conjunto de fuentes y recursos electrónicos relacionados con la MBE. Estas son dos de las publicaciones accesibles en Internet, desde Infomed (figs. 1 a y b). 129 Tabla 1. Número de trabajos identificados según título de revista Título de la revista Número de artículos revisados 16 de Abril Revista CNIC Ciencias Biológicas Revista Cubana de Alimentación Revista Cubana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular Revista Cubana de Cirugía Revista Cubana de Endocrinología Revista Cubana de Enfermería Revista Cubana de Estomatología Revista Cubana de Farmacia Revista Cubana de Hematología, Inmunología y Hemoterapia Revista Cubana de Higiene y Epidemiología Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas Revista Cubana de Medicina Revista Cubana de Medicina General Integral Revista Cubana de Medicina Militar Revista Cubana de Medicina Tropical Revista Cubana de Obstetricia y Ginecología Revista Cubana de Oftalmología Revista Cubana de Oncología Revista Cubana de Ortodoncia Revista Cubana de Ortopedia y Traumatología Revista Cubana de Pediatría Revista Cubana de Plantas Medicinales Revista Cubana de Salud Pública Total de revistas (25) Número de ECC 88 319 58 50 111 62 300 495 73 115 62 123 754 392 77 221 99 75 86 61 65 116 58 78 2 12 0 0 0 0 2 9 0 0 0 1 21 6 2 1 0 1 1 0 2 0 0 0 3 868 60 Tabla 2. Número de ECC identificados, según metodología aplicada Título de la revista Revista Revista Revista Cubana de Enfermería Cubana de Estomatología Cubana de Medicina Tropical Totales Bandolier presenta enlaces con otras publicaciones y sitios web íntimamente relacionados con esta temática, todos con información de calidad: http://www.jr2.-ox.ac.uk/ bandolier/bandlink.html También es posible recuperar ECC y RCT mediante el empleo de algunos de los recursos que brinda la National Library of Medicine (NLM). Veamos: PubMed h t t p : / / w w w . n c b i .nlm.nih.gov/entrez/query/fcgi/ 130 Metodología Cochrane Búsqueda en Medline 2 9 1 1 2 1 12 4 Internet Gratefull Med http:// igm.nlm.nih.gov/ Clinical Trials http:// www.clintrials.gov/ MEDLINEPlus http:// www.nlm.nih.gov/medlineplus/ VIH/AIDS Information http:// sis.nlm.gov/hiv.cfm/ Gateways http://sis.nlm.gov/hiv.cfm/ National Institutes of Health http:// search.nih.gov/ ACP Journal CLUB Publicación secundaria bimensual editada por el American College of Physicians y la American Society of Internal Medicine. Después de revisar docenas de revistas clínicas, se seleccionan los artículos relevantes sobre la base de distintos filtros de evaluación crítica. Sintetiza los artículos en nuevos resúmenes más informativos con comentarios de expertos y notas aclaratorias. Bandoliers Publicación terciaria mensual editada por el Amarican College of Physicians. Dedicada al tema de la atención primaria, se fundamenta en las técnicas de la medicina basada en la evidencia; condensa la información de las revisiones de los ensayos desde 1994. Aconseja a los profesionales de la salud y pacientes en cuanto a tratamientos y enfermedades. Se edita, también, en español: Bandolera. FIG. 1 (a y b) Uno de los motores de búsqueda de la NLM, Internet Grateful Med, forma parte de esta enumeración de manera provisional a causa de su anunciada desaparición; sin embargo, los recursos ofrecidos por él se reubicarán en otros como Gateway, National Institutes of Health y Medline Plus. Asimismo, en Internet aparecen otros recursos importantes con revisiones sistemáticas y ECC como son los sitios web de la Colaboración Cochrane (fig. 2 a y b). La dirección electrónica de la página web que contiene los datos necesarios para contactar con los diferentes centros Cochrane es: http://www.cochrane.de/ cochrane/orgs.htm#CENTRES/ Entre los recursos más singulares se destaca Clinical Evidence: Esta publicación es un compendio de las mejores evidencias disponibles para propiciar atención sanitaria efectiva. Contiene un gran número de fuentes de infor131 Nombre del sitio Página principal del sitio URL Colaboración Cochrane Iberoamericana http://www. cochrane.es/ Cochrane Collaboration http://www. cochrane.de/ default.html FIG. 2 (a ) mación basadas en la evidencia para clínicos. Aparece tanto en formato impreso como electrónico (http://www.clinicalevidence.org) gracias a la labor del BMJ Publishing Group. Ofrece información concisa sobre el estado actual del conocimiento, ignorancia e incertidumbre en la prevención y el tratamiento de un rango amplio de condiciones clínicas. Una de sus características 132 distintivas consiste en que trata de identificar temas importantes de orden clínico con el fin de buscar las mejores evidencias disponibles para tratarlos en forma resumida. Su actualización es semestral. Otros sitios de interés son: EMBASE http://www.embase.com/ demo/Health On the Net http://www.-hon.ch/ Nombre del sitio Página principal del sitio URL The Cochrane Collaboration (UK) http://www. updatesoftware.com/ clibhome/ clib.htm/ The Canadian Cochrane Network and Centre http://hiru. mcmaster.ca/ cochrane/ centres/ Canadian/ New England Cochrane Centre http://www. cochrane.org/ necc/ frameset.htm FIG. 2 (b) 133 FIG. 3 Medical Matrix h t t p : / / w w w. m e dmatrix.org EBSCO http://search.global.-epnet.com/ Medscapehttp://www.medscape.com/ Lilacs http://www.bireme.br/cgibin/wxislind/.exe/iah/online/ En conclusión la aplicación del método establecido por la Colaboración Cochrane ha permitido identificar los ECC y RCT publicados en las revistas biomédicas cubanas. La búsqueda manual permitió identificar ECC no recuperados mediante su equivalente automatizada en Medline, además la posibilidad de acceder a importantes sitios de Internet con información referente a la medicina basada en la evidencia –a texto completo–, constituye una valiosa herramienta para la práctica médica. Agradecimiento Todo el procedimiento se ha llevado a cabo con la valiosa guía y apoyo de la coordinadora del Centro Cochrane Iberoamericano. Abstract Ibero-American Cochrane Collaboration The founding of Cochrane Collaboration was a landmark in the development of the evidencebased medicine at international scale. Its contributions, mainly those of methodological nature, are a remarkable effort for the shaping of the theoretical body of this new discipline. Its cooperation projects have allowed the implementation of its experience in a number of countries just like the one presented here, which is carried out by the National Center of Medical Information under the auspices of the Ibero-American Cochrane Collaboration Project. The objective is to show the results of the application of the Cochrane methodology in a selected sample of papers published by a group of Cuban medical or related journals as well as to present a set of electronic sources available in Internet, which have information on the evidencebased medicine. Controlled clinical assays published in Cuban biomedical journals using the Cochrane methodology were identified. There is a comparison of the results obtained from the manual search and those from the automated search in Medline database. Some general aspects about the importance and the role of the evidence-based medicine along with some ideas, data and sources of information that reflect the work of this initiative worldwide are set forth in this paper. The partial review of 25 journal titles made it possible to find 60 controlled clinical assays in the 1999-2000 period. These results significantly differ from the data provided by the searches in Medline-indexed titles. The manual search has showed better results than the automated search. On the other hand, it is possible to confirm the high number of relevant sources that may be consulted in the electronic format in the Health Portal of Cuba, Infomed. Subject headings: INFORMATION RETRIEVAL/methods; INTERNATIONAL COOPERATION/methods. 134 INFORMED; REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1 . Bonfill X, Gabriel R, Cabello J. La medicina basada en la evidencia [artículo en línea]. Rev Esp Cardiol 1997;50:819-25. 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Cuba CP 10400. 135 ACIMED 2001;9(2):136-41 CONFERENCIAS* Globalización, lengua universal y traductores Gisela Odio Zamora 1 El tema principal de la presente ponencia se deriva de un acercamiento que hiciera en el año 1998 a lo que me parece son los desafíos que se levantan ante el traductor/intérprete en los albores del tercer milenio; entre los cuales figura, por supuesto, la globalización. Esta vez me acerco al tema globalizador desde la perspectiva de su enlace con las lenguas, inspirada, inicialmente, en el interesante artículo La dimensión cultural: el eslabón perdido de la globalización, de Juan Carlos Moneta -secretario permanente del SELA. En la búsqueda preliminar no encontré ninguna referencia que abordara esa arista de la globalización y su vínculo con los idiomas y nuestro gremio. Por otra parte, la mundialización es un proceso que se está definiendo todavía por lo que aún presenta contradicciones. De ahí que las ideas que expondré son mis aproximaciones y nunca conclusiones definitivas. Creo, sin embargo, que podrían despertar el interés y la reflexión de quienes vivimos el mundo de las lenguas en estos tiempos globalizados. GLOBALIZACIÓN Luego del debate inicial, casi todos los autores coinciden en señalar que el proceso de mundialización es resultado de leyes y tendencias relativas al funcionamiento de la economía mundial, y que la desintegración del campo socialista constituyó un elemento acelerador importante en dicho fenómeno, cuyo impulso básico es el progreso técnico y su capacidad de reducir los costos económicos que genera el movimiento de bienes, servicios, dinero, personas e información. Para algunos lo abarca todo, por lo que en la práctica la asocian a la gradual desaparición del estadonación. Otros, todavía reservan alguna función a las políticas nacionales, que en estas nuevas circunstancias deben limitarse a promover la construcción de un «estado competitivo». Los primeros encuentran el rechazo de quienes subrayan las especificidades 1 Licenciada en Historia. Presidenta de la Asociación Cubana de Traductores e Intérpretes (ACTI). Equipo de Servicios de Traducción e Interpretación (ESTI). Cuba. * Los artículos que integran esta sección son conferencias impartidas durante el III Encuentro de traductores e intérpretes iberoamericanos y caribeños el cual fue organizado, por la Editorial José Martí/Arte y Literatura. Este evento se desarrolló en Ciudad de La Habana del 31 de enero hasta el 2 de febrero del 2001. 136 nacionales como características dominantes en el sistema internacional actual basado aún en la supervivencia del estadonación. Una de las contradicciones más importantes que presenta la globalización es la creciente disparidad entre las estructuras políticas basadas en el estado-nación y el carácter global de las interacciones que vinculan cada vez más a las distintas economías nacionales. Ello, por supuesto, menoscaba la autonomía y plantea desafíos a la soberanía nacional, porque se tiende a reforzar los mecanismos supranacionales, y se intenta convencer a la opinión pública de que los estados deben ceder “para el bien colectivo” parte de su soberanía. De esto, se desprende que el efecto de la globalización no es sólo económico, sino que tiene diversas dimensiones, entre ellas una cultural. Aquí, podría entenderse la globa-lización, según Moneta, “como el pasaje de identidades culturales tradicionales y modernas de base territorial, a otras modernas y posmodernas de carácter transterritorial”… “Las identidades culturales de la globalización no se estructurarán desde la lógica de los estados- naciones, sino de los mercados; en lo esencial, no se basan en comunicaciones orales y escritas, sino que operan mediante la producción industrial de la cultura, su comunicación tecnológica y el consumo diferido y segmentado de los bienes. Por tanto, los países de la periferia están sometidos a un intenso bombardeo, por la vía de los medios masivos de comunicación y los flujos de bienes simbólicos, que genera nuevas actitudes y preferencias en los individuos y las comunidades.” También existen criterios dispares en cuanto a las vertientes de homogeneización o heterogenización culturales que exhibe la globalización. Quienes sostienen que los efectos mayores son de homogeneización, enfatizan en el impacto que produce la acción de las empresas transnacionales y de los países industrializados más importantes, en tanto que constituyen fuentes emisoras de mensajes vinculados al consumo y a la cultura de mercado. Quienes argumentan en favor de elementos diferenciadores, lo hacen subrayando los procesos de apropiación y modificación de mensajes y símbolos que se producen en los niveles nacionales y subnacionales, sin embargo, Moneta plantea que “pone en marcha mecanismos que actúan en ambas direcciones retroalimentándose entre sí. Desde los primeros contactos entre civilizaciones se ha producido una mutua fertilización cultural, aunque la de ahora presenta ciertos cambios importantes: dimensión planetaria -gran velocidad de la propagación y creciente simultaneidad de los impactos, ampliación del espectro y la capacidad de influencia de los flujos de bienes, mensajes e ideas que circulan e interactúan en el mundo, mayor especialización de los circuitos de comunicación- la distancia temporal y de contenido de las respuestas locales, nacionales, etc. Moneta concluye en plantear que ese constante ir y venir de mensajes e ideas, provoca alteraciones en la cultura y la identidad y afecta los intentos encaminados a lograr una homogeneización interna de los estados-naciones. De ahí que en el marco de la cultura global, la identidad y la ciudadanía, se van transformando y de hecho se va transitando gradualmente de lo nacional a lo regional, a lo global. Por ello, las políticas culturales nacionales no deben limitarse a la tradición y a centrar su esfuerzo en la preservación del patrimonio histórico, sino que deben ser creativas. LENGUA UNIVERSAL De lo anterior es fácil deducir que, en tanto que forma principal de expresión del pensamiento y vehículo de la cultura, el lenguaje no podrá escapar a los efectos del fenómeno que nos ocupa. Además, la historia ha demostrado que las lenguas cambian y que la evolución es 137 inconsciente, colectiva, y producto del instinto de sociabilidad del ser humano y sus necesidades, sin embargo, ahora no sólo tenemos el instinto natural de socialibilidad del ser humano que, junto con sus necesidades origina y transmuta los distintos idiomas, sino que se constata un marcado interés consciente e intencional de lograr la homogeneización del pensamiento, esta vez, a escala mundial y mediante un avance tecnológico sin precedentes. Las lenguas, como se sabe, distinguen a los pueblos, son portadoras de su sistema de valores culturales, constituyen un elemento importante de la nacionalidad como concepto, y son factor unificador, tanto al interior de una nación multiestado como la árabe, por ejemplo, o al interior de un grupo de estados que se sirven de una misma lengua, como es el caso de América Latina. Si la globalización continúa su marcha actual predominante, esa que apunta a imponernos modelos unificados de pensamiento y de actuación; si lo abarcara todo y desaparecieran las estructuras estatales nacionales, podría pensarse que nuestro futuro lingüístico, ante realidades y necesidades globalizadas, sería el del idioma universal tantas veces soñado por filósofos y pensadores. La idea de una lengua universal no es nueva y ha descansado más bien en el paralelismo ideológico, es decir, en la unicidad del pensamiento del ser humano cuyo precursor fue Ramón Lull, filósofo y teólogo catalán (1235-1315) y autor de Ars Magna o Art general, donde propuso un método para encontrar la verdad. Lull no soñó propiamente con crear una lengua universal, pero sus proyecciones sociales le llevaron a proponer la universalización del latín como medio para promover la unificación del lenguaje humano. En su novela Blanquerna planteó su aspiración de que desapareciera la diversidad de los lenguajes humanos y prevaleciera como idioma único el latín que la iglesia había elevado a instrumento de relación universal, sin embargo, el apogeo de los intentos por establecer una lengua universal llegó con el siglo XVII; se sabe que su representante mayor fue Godofredo Guillermo Leibniz, filósofo y matemático alemán (1646-1716), quien desarrolló el tratado sobre el entendimiento humano que había iniciado Lulio. Según Leibniz todos los seres están constituidos por sustancias simples (mónadas) entre las cuales existe una armonía preestablecida; de ahí que soñó con el proyecto de establecer una lengua universal que dedujo de su “Arte combinatoria o Arte inventiva”. Planteaba que la reducción de los conceptos complejos a sus términos simples conduciría a descubrir el “alfabeto de los pensamientos humanos” que son el punto de partida para todo razonamiento. Según nos refiere Joaquín Carreras y Artau, Leibiz desarrolló en su “Dissertatio de Arte combinatoria”, el primero de sus proyectos, una escritura que cualquier persona culta, cualquiera que fuere su idioma, podría leer sin dificultad. Por combinación de los términos simples se originan los términos complejos binarios, ternarios, cuaternarios etc. que resultan, a su vez, de la agrupación de varios elementos. Además de esas combinaciones de términos, debe encontrarse, decía Leibniz, un sistema de expresiones, que sea el más propio y natural tanto para los elementos como para sus combinaciones, es decir, su proyecto se basaba en las ideas y no en las palabras. En un tercer intento Leibniz transformó el Ars signorum vulgo caracter universalis et lingua philosophica (1661), de los escoceses Juan Wilkins y Jorge Dalgarno, en lengua hablada y le atribuyó la excelencia de la lógica y las matemáticas. Así la creyó no sólo lógica y precisa, sino incluso armónica y adaptable a las necesidades expresivas de la poesía y de la música. Luego se dio cuenta de que la lengua universal por él soñada no podía lograrse a partir de la eliminación de las lenguas vivas, y planteó entonces el estudio empírico de las 138 lenguas históricas como requisito previo a cualquier ensayo para construir una lengua universal (estudio empírico, elaboración de una gramática racional y construcción de la lengua universal). Leibniz eligió el latín como lengua de base por considerarlo adaptable a los usos y exigencias de la ciencia y la filosofía, pero no aspiró a universalizarlo. Más bien intentó sustituir las lenguas de entonces por una de nueva creación, más sencilla en sus elementos y de fácil estructura pero no lo logró. Se conocen de otros muchos intentos y ensayos entre los que se destacan el idioma volapuk, de John Martín Scheleyer, sacerdote alemán (1879), y el esperanto De Lazarus Zamenhof (1887). También se han hecho versiones simplificadas del latín y del inglés, mas ninguno ha llegado a alcanzar el objetivo soñado. Samuel Huntington, politólogo norteamericano, sostiene que en el mundo del futuro, los principales conflictos se derivarán del choque entre civilizaciones. Su hipótesis central es que la fuente fundamental de conflictos no será esencialmente económica ni ideológica, sino cultural. Su definición de civilización es la siguiente: “Una civilización es una entidad cultural (…) el más elevado agrupamiento cultural de gente y el más amplio nivel de identidad cultural que la gente tiene aparte de todo aquello que distingue a los humanos de otras especies. Se define tanto por elementos objetivos comunes como la lengua, la historia, la religión, las costumbres, como por la autoidentificación subjetiva de la gente (…).” Además, considera que esas diferencias de siglos no desaparecerán pues a pesar de que el mundo se torna cada vez más pequeño, la interacción que genera provoca una profundización de la conciencia de la gente acerca de su civilización y un reforzamiento de sus diferencias, lo cual entronca, en parte, con el planteo de Moneta. La gran interrogante podría formularse de distintas maneras: ¿qué provocará la globalización en el lenguaje, homoge-neización o heterogeneidad?, ¿conseguirá el ser humano su ideal soñado, es decir, la lengua universal?, ¿sobrevivirán sólo las lenguas de las civilizaciones vencedoras o se afianzarán las existentes? Varias podrían ser las respuestas, mas ninguna podría desconocer el hecho de que la globalización es un fenómeno objetivo. Si se tomara a Huntington como punto de partida para el vaticinio, tal vez concluiríamos en enfatizar que en el mundo del futuro cada civilización trataría de preservar su(s) lengua(s), en la medida en que sus condiciones objetivas determinen. Creo que las lenguas “de poder” serían candidatas a perdurar. La historia de la civilización demuestra que la cultura universal es el resultado de experiencias y conocimientos compartidos y de préstamos entre civilizaciones. Las lenguas, claro que sí, están interactuando desde ya con la globalización primaria. Son cada vez más los préstamos, asimilaciones, calcos o adaptaciones que se hacen, influidos sobre todo por el inglés; y son cada vez más también las personas que utilizan más de un idioma en un mismo discurso. La internet está abriendo cierto camino, y si bien es cierto que la inmensa mayoría de los habitantes del planeta no pueden ni siquiera soñar con acceder a la “red mágica”, donde predomina el inglés, también lo es que cada vez más una parte considerable de la población del planeta necesita insertarse en ella. De cualquier manera, el predominio absoluto del inglés o cualquier otro idioma “universal” no sería cosa tan fácil porque una lengua es algo más que vocabulario. Los accidentes gramaticales se han formado por decantación histórica, y no siempre según normas raciona139 les, aunque la lingüística ha descubierto relaciones lógicas de índole muy variada que la mente acostumbra a establecer entre las cosas, sin embargo, no puede negarse que la formulación de una gramática racional y el estudio empírico de las lenguas, que propugnaba Leibniz, en la nueva realidad globalizada en que se apunta hacia la unicidad del pensamiento, basamento de estudio del filósofo alemán, esta vez con un progreso técnico inimaginable entonces, tal vez conduzca ahora a mejores resultados que en el siglo XVII. TRADUCTORES Ante la interrogante de que nos toca hacer frente a esta situación en tanto que somos depositarios de nuestro legado lingüístico, y parte del mercado, la respuesta por ahora, es defender nuestras lenguas nacionales de los intentos lingüísticos globalizadores que las empobrezcan, y enriquecerlas creativamente, porque las ideas y conceptos primarios de la globalización se originan, desarrollan y expresan en las lenguas de quienes dominan; así aceptar un término para su empleo habitual, es aceptar una idea por más que el sujeto la rechace en su plano intelectivo; utilizar un código expresivo, es de por sí abrirse a toda la carga de sentido y actitud que encierra como producto cultural. Las palabras adquieren en su seno un sentido que no tendrían aisladamente o en otro contexto mental. Cuando una palabra o locución verbal “se pone de moda” en el lenguaje habitual, lo hace por lo general con un sentido diferente o con implicaciones nuevas. Es nuestra obligación ser conscientes de ello, de esta forma nos defenderemos como identidad cubana, en nuestro caso, y también como profesionales. Tenemos la obligación moral de contribuir a preservar, en lo que podamos, una de las profesiones más antiguas y lograr, desde nuestra posición, «estados competitivos», para lo cual se necesitará también de «lenguas competitivas”. En conclusión, siempre se ha discutido sobre la génesis del lenguaje y su papel en el pensamiento. Tanto si se pretende un origen convencional como onomatopéyico, la controversia es especulativa, de ahí que se llegó a sostener la necesidad de un primer lenguaje revelado por Dios para que se forjara el entendimiento. En la Biblia se lee: “Era entonces toda la tierra de una lengua y unas mismas palabras…. Y los hombres se dijeron: Edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo. Y descendió Jehová y dijo: …Todos tienen un lenguaje y han comenzado a obrar y nada les retraerá ahora de lo que han pensado hacer…. Confundamos aquí mismo su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Y así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de la tierra, y dejaron de edificar la ciudad… Por eso se le nombró a ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra…” Esto quiere decir que el lenguaje original le fue arrebatado al hombre por la vía del castigo. Luego entonces, ¿vendría la globalización a quitarnos la penitencia? ¿Llegará el hombre a construir su torre y su ciudad hablando un idioma universal que facilite sus relaciones? Podríamos hacer grandes ejercicios mentales, pero les recuerdo que el lenguaje no está ni al servicio ni de la razón pura, ni del arte puro, sino de la vida y sus necesidades; por eso prefiero invitarlos a disfrutar de la sentencia que nos legara Gabriela Mistral en 1945: “El habla es la segunda posesión nuestra, después del alma, y tal vez no tengamos ninguna otra posesión en este mundo.” 140 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1.Vazquez- Ayora, G. Introducción a la traductología. Washington D.F: Georgetown University Pres, 1997. 2. Baró Herrera, S. Globalización y tendencias en las relaciones políticas internacionales. Centro de Estudios Europeos, 1996. 3. Moneta, JC. La dimensión cultural: el eslabón perdido de la globalización. Capítulos (47). 4. Secretaría Permanente del SELA. “Cambio y continuidad en el proceso de globalización internacional: escenarios de fin de siglo” Riesgos y oportunidades de la globalización. Montevideo, SELA, 1996. 5. Mesa, L. Posguerra fría: ¿choque de civilizaciones? Temas 1999; (julio-dic). 6. Taller de análisis de coyuntura. El desafío de la globalización. Santo Domingo, 1995. 7. Parrilla, MJ. Estudio sobre el origen y desarrollo del pensamiento, San Juán, 1948. 8. Gambra, R. El lenguaje y los mitos. Madrid: Speiro, 1983. 9. Carreras Artau, J. De Lull a los modernos ensayos de formación de una lengua universal. Barcelon: Consejo Científico de Barcelona, 1946. 10. Lull R. Blanquerna. Madrid, M. Aguilar, 1944. Cap. 94; p. 490-503. 11. Sociedad Bíblica Trinitaria. La Santa Biblia, Londres. Recibido: 26 de abril del 2001. Aprobado: 23 de mayo del 2001. Lic. Gisela Odio Amora Asociación Cubana de Traductores e Intérpretes (ACTI). Línea 507, esq. D. El Vedado. Plaza de La Revolución. Ciudad de La Habana, Cuba. Lic. Gisela Odio Zamora Asociación Cubana de Traductores e Intérpretes (ACTI). Línea 507, esq. D. El Vedado. Plaza de La Revolución. Ciudad de La Habana, Cuba 141 ACIMED 2001;9(2):142-44 De cara a la era global: las nuevas tecnologías aplicadas a la traducción Alina Hernández Rensoli1 y Fernando Martínez Valdés 2 El proceso de informatización de la sociedad cubana se profundiza y amplía en áreas importantes de la economía y los servicios. A pesar de las enormes dificultades materiales, se hacen esfuerzos por modernizar los sistemas de información y comunicación mediante la introducción de las nuevas tecnologías las cuales traen consigo múltiples ventajas, pero representan a su vez un enorme reto que debemos enfrentar si deseamos sobrevivir en un mundo que se hace cada vez más competitivo. Las nuevas tecnologías, como hadas madrinas, van transformando los entornos de los puestos de trabajo en las diferentes profesiones; de manera que transforman al hombre que debe operar con ellas. A la influencia de esta revolución tecnológica no ha escapado tampoco la profesión del traductor, una de las ocupaciones más antiguas, y que en las últimas décadas ha experimentado un enorme auge ante la explosión comunicativa que se ha producido como resultado de una creciente interconectividad que trae consigo el proceso globalizador y de la generación de nuevos conocimientos, a un ritmo vertiginoso, nunca antes visto en el ámbito internacional. La traducción como oficio milenario, ha sufrido una evolución la cual se ha dado en el propio enfoque del proceso durante las diferentes épocas, y el que se refiere al entorno laboral. Es a este último aspecto al que mayor atención queremos dedicarle en el presente trabajo. Se ha hablado o escrito poco al respecto, pero la propia imagen del traductor que evoca el cuadro de San Jerónimo del pintor alemán Alberto Durero es la de un hombre aislado y solitario que trabaja en su escritorio con enormes volúmenes de obras de consulta, enciclopedias, etc. y que para escribir su traducción se vale de una pluma de ave, como características de lo que pudiéramos considerar la «era antigua» de la traducción. Con el paso de los siglos y con la invención de la máquina de escribir y el teléfono aparecieron elementos que en gran medida modificaron su puesto de trabajo. El teléfono le permitía ahora hacer consultas con especialistas u otros colegas traductores. A esta etapa nos permitimos llamarla «era contemporánea y moderna» de la traducción. Es difícil determinar la fecha exacta en que termina esta etapa y comienza lo que bautizaríamos con el rimbombante nombre de «era informática» de la traducción para lo cual se tiene en cuenta la introducción y generalización de las computadoras personales (PC) que comienzan alrededor de la década ochenta, sobre todo en los países industrializados. Nos atreve- 1 2 Máster en Ciencias. Centro de Traducciones. Instituto de Información Científica y Tecnológica. Cuba. Licenciado en Lengua Alemana. Centro de Traducciones. Instituto Cubano del Libro. Ministerio de Cultura. 142 mos a proponer como fecha de comienzo de esta era algún día, mes y año de la mencionada década; proponemos esta fecha, haciéndola coincidir con la mayor parte de la literatura sobre el tema, porque los intentos de traducción automática que se realizaron en la década del sesenta estuvieron limitados sólo a grandes compañías e instituciones con computadoras de gran capacidad y volumen, no accesibles para el usuario individual. Con el proceso de informatización de la sociedad y, por consiguiente, de la propia traducción como profesión, se ha modificado sustancialmente el puesto de trabajo y las herramientas disponibles para esta labor. Los paquetes de software con procesadores de texto, dotados de un número cada vez mayor de opciones, contribuyen de manera ostensible a la elevación de la productividad en las distintas etapas de elaboración (original en bruto, versión final y versión lista para la publicación). Por otra parte, muchos de los pesados y voluminosos diccionarios y obras de consulta han cedido su lugar a las obras digitalizadas con soporte de disco compacto (diccionarios bilingües y multilingües la Enciclopedia Británica, el Diccionario del Uso del Español de M. Moliner, el Diccionario de la Academia Real de la Lengua Española). Para la propia elaboración de glosarios, como un elemento inseparable de la labor traduccional, las fichas de papel o cartulina se convierten en algo obsoleto. Ahora, en nuestra propia computadora personal, podemos ejecutar aplicaciones para gestión de bases de datos que permiten, de manera automática y rápida, la gestión de bases de datos, organizadas por orden alfabético, temático, etc. (aplicaciones como Access de Windows, Autolex del Centro de Traducciones y Terminología Especializada del IDICT). Pese a los muchos detractores, justificados en algunos casos, las propias aplicaciones para la traducción automática, no concebidas ya para sustituir al traductor humano; demuestran cada vez más su eficacia como útil herramienta para aumentar la productividad del trabajo en esta labor. Pruebas y experimentos realizados, tanto en Cuba como en el extranjero, corroboran que la traducción asistida por computadora ocupa y ocupará un importante papel en el desarrollo de nuestra actividad. Es de esperar que con la rápida evolución que están experimentando las computadoras, las cuales se perfeccionan de año en año y en la medida en que las investigaciones lingüísticas aplicadas contribuyan a mejorar los procesos traduccionales, estos programas serán cada vez más eficientes. A estos elementos, que pudiéramos calificar de novedosos en la modernización de la labor de traducción, se añaden las posibilidades de acceso que brindan las nuevas tecnologías de la comunicación como la Internet o Red de redes. Así, esta interconexión de redes informáticas que permite a las computadoras conectadas comunicarse directamente, hace posible que un traductor situado en La Habana pueda consultar bases de datos con términos y diccionarios especializados que se encuentran almacenados en algún punto en Europa, Estados Unidos u otro lugar del planeta. Por tratarse, precisamente, de obras digitalizadas, se puede contar un grado de actualización que ninguna obra de consulta convencional en papel puede ofrecer. Además, estas nuevas tecnologías de comunicación nos permiten, a través de los propios foros de Internet o del correo electrónico, llevar cabo un intercambio de información terminológica con instituciones y colegas en los más lejanos rincones del mundo. Los sitios Web, entre los que por su importancia obvia para nosotros mencionaremos el dedicado al idioma español: el-castellano.com, hacen posible la necesaria actualización de nuestros conocimientos sobre la lengua a la que traducimos y desde la que traducimos, que es nuestra lengua materna, y así elevar constantemente nuestra competencia lingüística. La práctica terminológica es un aspecto que merece especial atención en la actualidad por la dinámica del léxico que evoluciona con la misma velocidad que se desarrolla la ciencia y la sociedad de hoy, incluso para el hablante materno de una lengua es imposible mantenerse 143 al día en cuanto al vocabulario en las diferentes ramas de la ciencia y de la tecnología; mucho más si trata de la comunicación interlingüística e intercultural, por lo que se precisa de métodos de investigación terminológica más productivos y eficientes que permitan procesar una mayor información en menos tiempo. Algo que no podemos dejar de mencionar es lo que se refiere al potencial económico y comercial del trabajo terminológico. Las nuevas tecnologías, paralelamente con sus retos, también vienen en nuestro auxilio para convertirnos, en la medida de nuestras posibilidades, de importadores y consumidores de bases terminológicas en productores y exportadores. Hay ejemplos concretos de cómo esto puede materializarse en obras comercializables tanto en el mercado interno como en el externo. Los diccionarios Biotechnology and Genetic Engineering en inglés, francés, alemán, español, elaborados en el Centro de Traducciones del IDICT; el Diccionario Enciclopédico de Ingeniería Genética, el Diccionario de Farmacia y el Diccionario de Internet, estos en español, inglés y francés; son una muestra de lo planteado. Por último, no podríamos dejar de mencionar el papel central que desempeña el hombre como protagonista de esta revolución tecnológica, pues como ya hemos visto anteriormente, lejos de ser desplazados por las nuevas tecnologías, estas contribuyen a elevar sus competencias y a que esté en mejores condiciones de enfrentar los desafíos que se avecinan con la creación de la llamada «aldea global». Los pregoneros de la globalización se ufanan hoy de un proceso de homogeneización cultural y lingüística bajo los auspicios de la superpotencia del norte y del idioma inglés. Ya en 1993, el filósofo norteamericano Roy Watherford declaraba: «Estamos a punto de convertirnos en un mundo, una nación, una cultura.» Ante afirmaciones como esta, se impone una defensa de las culturas e idiomas menos favorecidos, batalla en la cual a los traductores les corresponde un puesto de primera línea para oponer la globalización homogeneizante. El concepto de localización, en el sentido de ser más universales en la medida en que seamos más autóctonos, haciendo prevalecer en nuestro trabajo, nuestros valores nacionales, culturales y de defensa de nuestra diversidad lingüística, al igual que sucede con los ecosistemas; es la garantía del verdadero equilibrio y la paz; por lo que de cara al tercer milenio y a la globalización, no nos queda otra opción que ser cada vez más «glocalizados», es decir, con la formación multicultural y cosmopolita que ha caracterizado siempre a nuestra profesión, todo con el objetivo de trabajar cada vez más y mejor en función de nuestra localidad. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1 . Schwab W. Machine translation: a new contender in a growth market en circuits. Ordre des traducteurs, terminologues et interprètes agrées du Québec. 2000; N. 69. 2 . Brooks D: What price globalization? The inside story on how Microsoft cut translation costs and dramatically improve time to time market. 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Cuba. 144 ACIMED 2001;9(2):145-48 Desarrollo histórico del derecho de autor en la traducción Olga Lidia Machado Torres1 Según el glosario de términos sobre derecho de autor de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, la traducción «es la expresión de obras escritas u orales en un idioma distinto al de la versión original.»1 En lingüística no es más que el proceso de llevar a la lengua de llegada un texto elaborado en otra lengua, la de partida. Ahora bien, sea cual fuera la definición: lingüística o jurídica; la totalidad de las legislaciones del mundo protegen a la traducción como obra derivada, pues la creación que hace el traductor sobre la obra preexistente no va en detrimento del derecho de su autor, siempre que haya obtenido su autorización para realizarla. Así mismo el autor de la traducción deberá ser consultado para realizar otra traducción de la suya. La traducción ha desempeñado, en la historia de la humanidad, una función sumamente importante en el desarrollo, tanto en general como en la interpenetración de las culturas. Desde una panorámica cultural, todos los idiomas se interfecundan. La traducción como fenómeno social halla la forma de establecer una identidad entre situaciones, a partir de la noción de equivalencias.2 Es en ese proceso de establecimiento de las equivalencias, donde se encuentra la creación; es la forma personalizada de crear a partir de un texto original en una lengua de partida, donde surge el fenómeno de que se ocupa el derecho de autor: el reconocimiento a la paternidad de una obra derivada. Es bien conocido en este campo, el postulado de la lingüística, que una traducción nunca es, por supuesto, un original. En la relación entre el objeto y las palabras se funden no solamente objeto y nombre, sino concepto, codificación, decodificación e imagen acústica las cuales reflejan la experiencia humana universal.2 El derecho de autor es el producto de una larga y complicada evolución histórica que expresa la prolongada evolución de la humanidad hacia el establecimiento de normas legales en los asuntos públicos y privados. Los etnólogos han admitido la hipótesis de que desde los períodos más remotos de la historia de la humanidad existía alguna noción de propiedad literaria. Desde mucho antes de que se reconociera el derecho patrimonial del autor, se había tomado conciencia de su derecho moral. En este sentido algunos expertos sostienen que la noción de derecho de autor siempre ha existido, aunque no se contemplara durante largo tiempo, en el campo de la legislación.3 ORÍGENES DE LA TRADUCCIÓN Se considera el siglo XX el de la traducción, aunque esta denominación corresponde, únicamente a su auge y no a su origen, creación, ni recreación, pues esta actividad tuvo su 1 Licenciada en Lengua Rusa. Centro Nacional de Derecho de Autor (CENDA). Cuba. 145 asiento y florecimiento hacia los años 3500 a.n.e. en el valle situado entre los ríos Tigris y Éufrates, en la llanura central que actualmente ocupa Turquía. La cultura mesopotámica podría considerarse como una cultura de traducción. El sumerio por ser un idioma cuyos elementos eran cortos y abundantes en homónimos, permitió desarrollar con cierta facilidad su forma de escritura fonética y al ser sustituida por la asiria, se elaboraron diccionarios; luego de sucesivas adaptaciones y reestructuraciones, su alfabeto se adaptó al antiguo persa. La impresión sobre barro blando hizo que hubiera escuelas en las que futuros escribas y traductores se hicieron expertos en la escritura. El hecho de que los escribas de Sumeria y Akkadia se reconozcan como los creadores de los primeros glosarios de que se tienen noticias, da una medida del reconocimiento moral aunque no legislado, de la propiedad sobre una obra creada por el intelecto humano. Igualmente ha llegado hasta nuestros días una traducción del prólogo a la Sabiduría de Jesús ben Sira, traducido del hebreo al griego en el año 132 a.n.e., en la que por primera vez se hace referencia en la obra al traductor. LA INTERPRETACIÓN El arte de la interpretación es tan antiguo como el de la traducción escrita, y por supuesto anterior a este por su carácter oral razón por lo que ha dejado menos huellas, aunque es también parte de la obra humana con suficiente creación a partir de una representación acústica en lengua de llegada, la que para el derecho de autor sería “obra originaria”. En el proceso de interpretación se debe escoger entre transmitir mayor cantidad de información en un tiempo específico, o repetir y explicar, cuando el mensaje ha llegado cargado de interferencias, sin embargo, en cualquier caso siempre se realiza atendiendo a la noción de fidelidad y manejando las ideas con una notación cablegráfica, porque la interpretación debe hacerse en función de un receptor; en este caso el intérprete impone su sello personal en la forma de expresión y por ello también goza de protección como obra derivada. Con la evolución de los medios de comunicación, se internacionalizó la práctica del derecho de autor. En un inicio la protección era meramente nacional y el respeto a la autoría sobre bases recíprocas. Se sabe que las leyes nacionales de muchos países protegían las obras extranjeras, pero fue necesario firmar una serie de acuerdos internacionales de diversos tipos. La continua agresión a las obras de autores extranjeros, divulgadas sin autorización y ni referencia al autor de la obra original, motivó a los intelectuales, reunidos en París, bajo el auspicio de la Asociación Literaria y Artística Internacional (ALAI), presidida por Víctor Hugo, a promover sucesivas reuniones con la finalidad de celebrar una convención internacional para proteger los derechos de los autores. Una vez que se obtuvo el apoyo del gobierno suizo, se reúnen en Berna, en 1886, delegados de Alemania, Bélgica, Francia, Inglaterra, Italia, Suiza, Liberia y Túnez. Nace así la Unión de Berna, inspirada en la Unión de París, creada dos años antes para la protección de la propiedad industrial, y se firma el primer acuerdo internacional en la materia: el Convenio de Berna para la Protección de Obras Literarias y Artísticas, que en sus artículos 5, 6 y 7 regulaba las traducciones de revistas, boletines, folletos literarios y obras de dominio público en los países que conformaron la unión. A partir de entonces este convenio quedaba abierto a todos los estados que estuvieran dispuestos a garantizar su acción recíproca. Este acuerdo se ha modificado en numerosas oportunidades. A principios de 1981, contaba en su membresía con 72 estados; actualmente el número asciende a 144. Atrae la 146 atención que entre los primeros signatarios, el único país del nuevo continente fue un país del Caribe, no anglófono: Haití.4 Además del Convenio de Berna, se celebraron otras convenciones sobre derecho de autor. A estas se les conoce como convenciones panamericanas, debido a que se celebraron en Montevideo (1889), México (1902), Río de Janeiro (1906), Buenos Aires (1910), Caracas (1911), La Habana (1928) y Washington (1946); ninguna respondió al sistema universal de protección que debía regir. Hasta la Segunda Guerra Mundial los estados estaban divididos en tres grupos: los que eran partes en el Convenio de Berna, los que eran partes en las Convenciones Panamericanas y los que no se habían adherido a ningún sistema internacional de protección del derecho de autor, sin embargo, los primeros esfuerzos por unificar la acción internacional en materia de derecho de autor datan de 1928.2 La UNESCO fue la que asumió la tarea de elaborar una Convención Universal de Derecho de Autor, que se aprobó en Ginebra en 1952. Su intención no era sustituir los acuerdos existentes, aunque sí establecía las bases de un sistema de protección que rigiera las relaciones entre los países con tradiciones culturales diferentes, como los de la Unión de Berna y los del continente americano. Dicha convención contiene pocas precisiones sobre el nivel mínimo de protección. La única de ellas, que especifica un mínimo en materia de protección, se refiere al derecho de traducción, debido a su importancia internacional. Es de señalar que de los 144 estados parte del Convenio de Berna, 12 son del Caribe y todos cuentan en sus territorios con oficinas de derecho de autor. Siete de esas oficinas pertenecen a instituciones jurídicas (Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Dominica, Granada, Sant Kiss y Nevis, Santa Lucía y Trinidad y Tobago), dos a culturales (República Dominicana y Cuba) y dos a instituciones relacionadas con el comercio (Barbados y Jamaica). Su pertenencia a una u otra esfera no le resta importancia en sus funciones esenciales. Los países en desarrollo, dentro de los cuales se incluyen los del Caribe, precisan mejorar sus condiciones de vida y ello, en gran medida depende del progreso de la educación, la ciencia y la cultura. En el citado convenio, del que ellos forman parte, se autoriza la realización de traducciones con fines educativos, que sólo pueden exportarse a otros países bajo determinadas condiciones. La Declaración Universal de Derechos Humanos también estipula que toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.5 Esta protección, por supuesto, se extiende a los traductores cuya labor, más allá de las fronteras lingüísticas, proporciona el vínculo esencial entre los autores y un público más amplio, además de resultar indispensable para asegurar los derechos del propio autor. EL CARIBE Todos los países tienen el derecho de expresar su cultura, por eso es importante que además de alentar a los autores en su función creadora, se facilite, mediante la traducción, un mayor acceso a las riquezas contenidas en la literatura de otros idiomas. En el ámbito caribeño la traducción es parte de la integración, sobre todo, de su geografía cultural y de la cultura de diáspora, en sus conceptos antiguos y recientes, de «diseminación» de nuestra entidad regional. Loable es el papel desempeñado por Cuba en este camino, con la promoción de la obra literaria escrita, promovida por Casa de las Américas y el Centro de Estudios del Caribe. Muchas de las obras traducidas en Cuba constituyen la primera 147 versión a otros idiomas que sus autores han visto, a la vez, que han motivado el estudio y la investigación de un entorno del cual formamos parte. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1 . OMPI. Glosario de derecho de autor y derechos conexos. Ginebra: OMPI, 1980:259. 2 . Arencibia L. Reflexiones acerca de la traducción y la interpretación. Cuadernos H. Lingüística 1975:730. 3 . UNESCO. ABC de derecho de autor. París: UNESCO, 1982:71. 4 . The Berne convention for the protection of Literary and Artistic works from 1886 to 1996. 5 . ONU. Declaración Universal de los Derechos Humanos. Artículo 21(2). Lic. Olga Lidia Machado Torres. Centro Nacional de Derecho de Autor (CENDA). Calle 15 No. 604 e/ B y C Vedado. Ciudad de La Habana. Cuba. 148 ACIMED 2001;9(2):149-54 El traductor y el derecho de autor Dolores Isabel Agüero Boza1 En la presente exposición, se analizará si el traductor se considera y protege por las normas del derecho de autor como creador de obras, con particular referencia a la legislación nacional, pero antes se debe hacer un poco de historia. Según Daniel Rocha, en su artículo El traductor y el derecho de autor, este siempre desempeñó un papel importante en el desenvolvimiento cultural de los pueblos, llevó el progreso literario, artístico y científico al resto de su nación y describió sus orígenes: los bárbaros romanos, vencedores en los campos de batalla, rendidos a fuerza de una civilización que abrió nuevos caminos; los vencidos, apresados como esclavos, portadores de una elevada cultura, se emplearon en las casas de la naciente nobleza para llevar al latín los textos reveladores del elevado conocimiento de la Grecia antigua. El traductor, según Rocha, se consideró inicialmente como trabajo esclavo, por muchos años como trabajo secundario, anónimo, sin exigencias de mayores credenciales, ni mayor aprecio. Por iniciativa de Víctor Hugo en 1837, se celebró en Francia la primera Asamblea de las Gentes de Letras, conformada por los autores literarios, para reclamar sus derechos como autores, así quedó constituida en París, la Asociación Literaria y Artística Internacional, su presidente inicial fue este célebre novelista. No es hasta 1886, con la promulgación del Convenio de Berna, para la protección de las obras literarias y artísticas, que los autores vieron reconocidos legalmente sus derechos por un instrumento internacional. Así se planteó que para realizar una traducción tiene que existir una obra original, cuyo contenido y estilo se debe respetar fielmente. Esto requiere, exige al traductor superar los problemas idiomáticos que, en ocasiones, alcanzan tal magnitud que pueden demandar una verdadera creación lingüística de la obra. De este modo, la traducción siempre requiere del dominio creativo en otro idioma y de un considerable esfuerzo para la traslación del pensamiento del autor. El glosario de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) de 1981, en su voz 253 señala que la traducción es la expresión de obras escritas u orales en un idioma distinto al de la versión original. La traducción debe verter la obra de manera fiel y verdadera en lo que respecta a su contenido y estilo. Se concede derecho de autor a los traductores en reconocimiento de su manejo creativo de otro idioma, sin perjuicio, no obstante, de los derechos del autor de la obra traducida; la traducción está sujeta a una autorización en forma, porque el derecho de traducir la obra es un componente específico del derecho de autor. 1 Licenciada en Derecho. Subdirectora de la Dirección Jurídica. Centro Nacional de Derecho de Autor (CENDA). Cuba. 149 EL DERECHO DE AUTOR EN CUBA En Cuba, desde 1977 está vigente la Ley No. 14, Ley de Derecho de Autor, que en su artículo 4 establece los derechos, tanto morales como patrimoniales de los autores de las obras científicas, artísticas, literarias y educacionales, cuando estas se empleen por terceras personas, estos son: − Exigir que se reconozca la paternidad de la obra y, en especial, que se mencione su nombre o seudónimo cada vez que se utilice en algunas de las formas previstas en la ley. − Defender la integridad de su obra, oponiéndose a cualquier deformación, mutilación o modificación que se realice en ella sin su consentimiento. − Realizar o autorizar la publicación, la reproducción o la comunicación de su obra al público por cualquier medio lícito, bajo su propio nombre, seudónimo o anónimamente. − Realizar o autorizar la traducción, adaptación, arreglo o cualquier otra transformación de su obra. − Recibir una remuneración, en virtud del trabajo intelectual realizado, cuando su obra se utilice por otras personas naturales o jurídicas, dentro de los límites y condiciones de esta ley y sus disposiciones complementarias, así como cuantas otras disposiciones legales se establezcan sobre la materia. En el artículo 7 aparecen, aunque de forma no exhaustiva, las obras susceptibles de ser protegidas por sus normas como obras originales, entre ellas se encuentran las escritas y orales. En el artículo 8, se hallan las obras que se consideran derivadas o adaptadas de las obras referidas en el artículo precedente, las cuales son protegidas como obras originales y, entre ellas aparecen las traducciones. La Ley No. 14 no estipulaba un régimen de pago de los honorarios a los distintos grupos de creadores, según las especialidades de las obras, como ocurre en las legislaciones de algunos países. En el artículo 5 se encomendaba esta tarea, como un paso posterior, al Ministerio de Cultura, el que “..en consulta con los organismos estatales y sociales directamente interesados, entre estos, aquellos que representan a los creadores, establece las normas y tarifas con arreglo a las cuales se remunerará a los autores de obras creadas o hechas públicas por primera vez en el país”. Los reglamentos así elaborados tienen un rango de resoluciones del Ministro de Cultura. La creación del Centro Nacional de Derecho de Autor (CENDA), por el Decreto No. 20 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de fecha 21 de febrero de 1978, dio inicio al proceso de legislación complementaria a la ley referida. La labor de protección se inició con los autores literarios y científicos, cuyas obras eran utilizadas por nuestro sistema editorial, repitiendo involuntariamente el proceso evolutivo histórico del derecho de autor, que para la mayoría de los tratadistas, fue una consecuencia lógica de la introducción de la imprenta en Europa, que junto con la consolidación de la actividad editorial, creó la posibilidad de la piratería y el plagio, así como la necesidad de establecer mecanismos para legalizar la paternidad de las obras literarias y protegerlas. En este sentido, muchos consideran a la ley inglesa de protección de las obras impresas de 1710, Ley de la Reina Ana, como el primer documento jurídico de este tipo en el sentido moderno de la expresión, que reconoció la existencia de un derecho individual sobre las obras editadas. 150 Las regulaciones para los traductores de obras literarias y científicas no son más que el complemento de las resoluciones vigentes, 119 y 120, del 8 de agosto de 1980, referidas a la edición de las obras literarias en forma de libro o folleto, ambas del Ministro de Cultura. La traducción de obras a otros idiomas con el fin de publicarlas, se permite con la autorización del autor o de sus derechohabientes. Con independencia de la protección que se concede a los traductores en la Ley No. 14 de 1977, existen resoluciones específicas para su tratamiento jurídico. RESOLUCIONES PARA EL TRATAMIENTO JURÍDICO DE LAS TRADUCCIONES Las resoluciones 2 y 3 del 10 de enero de 1986, del Ministro de Cultura; establecen las normas de contratación y remuneración a los traductores de las obras literarias o científicas que se editen en forma de libro o folleto. Veamos algunas especificidades: La Resolución 2 establece la realización de una proforma de contrato al autor de la obra original por la cesión del derecho de traducción de su obra; también aparece el contrato que debe realizarse al autor de la traducción. En la Resolución 3, existe un aspecto considerado de gran importancia para el traductor. En el artículo 6, se plantea el incremento de un 15 % sobre la tarifa correspondiente al traductor cuando la traducción se realice de la lengua materna a otro idioma. En el artículo 7 de la propia resolución, se establece la clasificación de los idiomas según su complejidad y se señala que para los idiomas no contemplados en dichas categorías, se incluirán en una de las existentes por acuerdo entre las partes. La clasificación para los idiomas es la siguiente: (A): inglés, francés, italiano, portugués, esperanto; (B): ruso, alemán, búlgaro, checo, eslovaco, polaco, rumano; (C): griego, húngaro, holandés, finlandés, noruego, sueco, danés, servio-croata y (D): árabe, japonés, chino, coreano, mongol, vietnamita, latín, griego clásico. La publicación de una traducción es una de las modalidades que con mayor frecuencia reviste la utilización de una obra literaria previamente publicada, en un país distinto al del usuario. Independientemente de la existencia de las resoluciones de referencia, en el sistema legislativo nacional, es característico incluir las traducciones en las distintas categorías de obras; por ejemplo, en las resoluciones que protegen a los autores de las obras dramáticas y dramático-musicales, en el sistema de remuneración a los autores de guiones y libretos para la radio y la televisión, en la referida a los autores de guiones de espectáculos musicales, números y espectáculos circenses y en la que norma el sistema de remuneración a los autores de argumentos y guiones cinematográficos. El sistema descrito en el párrafo anterior, permite considerar en cualquier caso, las características específicas de las traducciones para una esfera determinada. En la actualidad existe un proyecto de resolución que pretende modificar las vigentes en materia de edición de obras literarias y científicas, así como las resoluciones 2 y 3 del 86. Se consideraron, para la propuesta, las características fundamentales en las relaciones de los editores con los traductores en cuanto a su contratación según las formas más utilizadas: el pago de un anticipo a la hora de su realización, el pago por cuartilla de autor o el pago de un por ciento por la venta de la obra. El proyecto en cuestión establece, como principio, en el caso de las traducciones que el autor de una traducción se remunerará por concepto de cuartilla de autor. La remuneración se 151 establecerá por la editorial en correspondencia con las tarifas que se anexan a esta resolución y en el momento en que la entidad acepte la traducción, quedará obligada a liquidar el importe total reduciendo, si fue considerado en la relación contractual, el anticipo entregado. La editorial deberá remunerar al autor de la obra original conforme con las tarifas que se establecen en dicho proyecto. A diferencia de las tarifas vigentes para estas modalidades de obras y que, según nuestro parecer debiera mantenerse, no aparece el por ciento de incremento que se le aplica a los traductores cuando traducen de su lengua materna. A pesar del reconocimiento expreso de los derechos de los traductores fue necesario que el director del CENDA, emitiera la Carta circular 1/98 para señalarles a los editores y a todos aquellos que publiquen obras traducidas, que deben señalar en los créditos de las obras, el nombre del traductor en cumplimiento de su derecho moral de paternidad. LIMITACIONES O EXCEPCIONES DE LA LEY DE DERECHO DE AUTOR Los autores no pueden oponerse a que se utilicen sus obras a favor de la sociedad, sobre todo si estas se ponen en función del interés de la educación, la ciencia, la técnica y la superación profesional; por ello, en la mayoría de las legislaciones sobre derecho de autor, se establecen limitaciones o excepciones para este fin. En Cuba, la traducción no está exenta de ella. Así, la Ley de Derecho de Autor establece en su artículo 37, las licencias que otorga la entidad competente, para la utilización de las obras de gran interés social, necesarias para la educación, la ciencia, la técnica y la superación profesional. Entre ellas se encuentra la traducción de las obras y su publicación, para lo cual deberán cumplirse las condiciones siguientes: − Que la obra sea necesaria para el desarrollo de la ciencia, la técnica, la educación o la superación profesional. − Que su distribución o difusión sea gratuita o en caso de venta de materiales impresos que se realice sin ánimo de lucro. − Que su distribución o difusión se realice exclusivamente en el territorio nacional. Igualmente, en el artículo 39, se establece dentro de las limitaciones, que cuando una obra se utilice en lenguaje escrito u oral, puede emplearse en su idioma original o mediante su traducción al español, sin consentimiento del autor y sin remuneración para lo cual la obra ha tenido que darse a conocer públicamente con anterioridad. CONVENIOS INTERNACIONALES La Convención Universal sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos, de la que Cuba es miembro desde 1957, se refiere en sus artículos V-bis, Vter y Vquater, a las obras que son objeto de licencias amparadas en dicha convención y el tratamiento que deben aplicar los estados para su utilización. Todo el tratamiento que se sigue posteriormente en los demás artículos parte del V-2(a), donde se expone que si a la expiración de un plazo de 7 años, a contar desde la primera publicación de un escrito, no se ha publicado su traducción en una 152 lengua de uso general en el estado contratante por el titular del derecho de traducción o con su autorización, cualquier nacional de ese estado contratante podrá obtener de la autoridad competente de dicho estado, una licencia no exclusiva para traducirla en dicha lengua y publicarla. Esta regulación, como se puede apreciar, es perjudicial para los países en vías de desarrollo cuando necesite acceder a las fuentes del saber en relación con los países desarrollados. Desde el 20 de abril de 1995, Cuba es miembro efectivo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de sus anexos. Entre estos, del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), el cual en su artículo 13 establece las limitaciones y excepciones que pueden establecer sus miembros, a los derechos exclusivos de los autores en casos especiales y que no pueden atentar contra la normal explotación de las obras, ni causar un perjuicio injustificado a los intereses legítimos del titular del derecho. En el Convenio de Berna del cual Cuba es miembro desde 1997, para la protección de las obras literarias y artísticas, se establece que los países que se adhieran al convenio, deben cumplir, además, con las disposiciones de su anexo que consta de 6 artículos, siendo el régimen preferencial para los países en vías de desarrollo. Las disposiciones especiales relativas a los países en vías de desarrollo, tienen la finalidad de permitir que, en determinados casos, bajo condiciones específicas, durante cierto tiempo, algunos países de la unión se aparten de los mínimos de protección establecidos por el Convenio de Berna, en lo que atañe al derecho de traducción y reproducción sin que ello importe posibilidad de reciprocidad alguna para los países desarrollados. Es conveniente señalar que a diferencia de la convención universal, en este último se establece un período de tres años para poder obtener una licencia que autorice efectuar la traducción de una obra. También se puede otorgar este tipo de licencia si se han agotado todas las ediciones de la traducción publicadas en el idioma de que se trate. En el caso de traducciones a un idioma que no sea de uso general, en uno o más países desarrollados que sean miembros de la unión, un plazo de un año sustituirá el de tres años previsto anteriormente. La licencia sólo podrá otorgarse para uso escolar, universitario o de investigación. En el artículo IV de dichas disposiciones, se establece cuándo se puede otorgar la licencia por la autoridad competente, señalando que: − se otorgará la licencia cuando el solicitante pruebe haber pedido al titular de los derechos de autor, la traducción, la publicación o reproducción de la obra y no haya podido obtener su autorización. − la licencia otorgada no podrá ser objeto de un uso diferente para el cual se ha otorgado, no podrán exportarse los ejemplares y sólo podrán ser utilizados en el interior del país. − Se establece además, cuáles son las medidas que se deben tomar a nivel nacional con el fin de asegurar: − que la licencia prevea a favor del titular del derecho de traducción o reproducción, según el caso, una remuneración equitativa y ajustada a la escala de cánones establecidos normalmente en los casos de licencias libremente negociadas, entre los interesados de los dos países de que se traten. − que si existiera una reglamentación nacional en materia de divisas en cuanto al pago y la transferencia de esa remuneración, la autoridad competente no deberá escatimar esfuerzos, 153 recurriendo a los mecanismos internacionales, para asegurar la transferencia de la remuneración en moneda internacionalmente convertible o en su equivalente. A modo de conclusión, se puede decir que al traductor se le trata como un autor en las obras, que se le aprecia y protege según las normas del derecho de autor. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1 . Lipszyc D. Los derechos patrimoniales. Excepciones. Duración de la protección. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, 1996. 2 . Lipszyc D. La protección internacional del derecho de autor y los derechos conexos. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, 1996. 3 . Lipszyc D. El Convenio de Berna y la Convención de Roma. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, 1995. 4 . OMPI. Glosario de derecho de autor y derechos conexos. Ginebra: OMPI, 1981. Recibido: 9 de mayo del 2001. Aprobado: 4 de junio del 2001. Lic. Dolores Isabel Agüero Boza. Centro Nacional de Derecho de Autor (CENDA). Calle 15 No 604 entre B y C. El Vedado. A.P. 4133, Zona 4. Ciudad de La Habana. Cuba. Correo electrónico: [email protected] 154 ACIMED 2001;9(2):155-62 ¿Por dónde anda la investigación en interpretación? Lourdes Arencibia Rodríguez1 En primer lugar, quiero agradecer la gentil invitación que me formularon mis colegas de la Editorial José Martí/Arte y Literatura a impartir nuevamente una conferencia de comienzo de jornada y en particular a la querida amiga Cecilia Infante, el alma de este evento. La elevada competencia, la eficiencia organizativa y el encanto particular que ponen Cecilia y su equipo de colaboradores son proverbiales y contribuyen decisiva y consecutivamente al éxito de estos encuentros que en sólo tres ediciones se han convertido en cita obligada para los profesionales de la traducción y la interpretación en este lado de la geografía. Sean pues, para ellos, mis palabras iniciales con un reconocimiento muy especial a su labor. El oficio de mediador lingüístico entre individuos o grupos humanos de distintos hablares, –paso por alto solamente aquí, en esta observación puntual, la distinción entre lo oral y lo escrito que es de rigor a medida en que nos vamos adentrando en el ámbito de este tipo de mediación– si no se le reconoce como el quehacer más antiguo del mundo, se disputa el lugar con honores con el que lo ocupe por decisión de los árbitros. En cambio, sí parece ser uno de los más controvertidos menesteres, a juzgar por la cantidad de opiniones que se han vertido históricamente a favor y en contra de su legitimidad y valores, asombra las veces que se ha definido o intentado definir. En fin, que sobre la mediación lingüística todo el mundo –entendido o profano– se ha sentido en el deber de opinar, será porque en el fondo, los seres pensantes somos comuni-cadores y traducimos e interpretamos constantemente de mil y una maneras la realidad que nos circunda. Todos los que estamos aquí sabemos de esa avalancha de criterios que no parece hallar tregua y la hemos padecido. Todavía hoy, en el siglo XXI, un encuentro recién celebrado en España colocaba en su título convocatorio al traductor «en entredicho» y se llamaba así, con clara intención provocativa y apelatoria: «El traductor en entredicho». Como el título me había llamado mucho la atención desde que lo vi por primera vez y creo que de eso se trataba; de que picara y sacudiera, por esa deformación profesional que aqueja a los traductores e intérpretes, fui de inmediato al Diccionario de la Real Academia para ver de qué más nos titulábamos y leo allí que «se trata de la duda que pesa sobre el honor, la virtud, calidad o veracidad de alguien o algo». Es evidente que también este antiguo oficio, como el otro, cojea del mismo pie. Valga el comentario inicial para entrar en calor. Aquí, sin embargo, no voy a definir, una vez más, la interpretación, que ya sabemos de qué se trata. Tampoco voy a evocar su historia 1 Doctora en Filosofía y Letras. Presidenta de la Sección de Traducción Literaria de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Profesora Titular adjunta de la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de La Habana. 155 como sucesión de fechas, nombres, hitos o tendencias desde los príncipes de la Elefantina, pasando por Marina y Felipillo en el Nuevo Mundo; el proceso de Nüremberg y la Sociedad de las Naciones, hasta nuestros días, que eso hará correr la tinta de otro tintero, por lo pronto, el del colega, profesor y amigo Jesús Baigorri, quien acaba de publicar una obra de consulta muy abarcadora y de méritos extraordinarios: «La Interpretación de conferencias: el nacimiento de una profesión. De Paris a Nuremberg» que está llamada a convertirse, lo es ya, en un clásico del tema. Se señalará muy brevemente la conveniencia de distinguir la interpretación de la traducción, no sólo por aquello que las diferencia en la práctica, sino sobre todo por el fundamento que las calza. La diferencia más importante de la que se desgaja cualquier investigación seria sobre una u otra vertiente de la comunicación, sin duda estriba en que la traducción trabaja sobre enunciados escritos, esto es, sobre lo dicho y por lo tanto su quehacer se mueve en el ámbito de la utilización de la lengua fijada en un texto estático; mientras que la interpretación lo hace con magnitudes orales, es decir, tiene que vérselas con la lengua en proceso de enunciación, durante su puesta en funcionamiento, en un hecho de habla, lo que le confiere al quehacer un carácter eminentemente dinámico. Pero hay más. El intérprete no sólo asiste al acto de habla, sino que lo asume y encadena un proceso generador sobre otro proceso generador anterior y ajeno al suyo. Y todos sabemos cuán huérfana de profundización y cuán plagada de ambigüedades está la investigación sobre el fenómeno del habla desde Saussure hasta nuestros días. Seguimos adelante pues, descartando por defecto, aquellos aspectos relacionados de cierta manera con la investigación en materia de interpretación que tampoco tocaremos aquí y es la pesquisa a que se obliga el intérprete de cara a cada nuevo tema en el que habrá de adentrarse para intervenir como mediador en una conferencia o de cara al saber en general para mantenerse vigente y al día en las temáticas más variadas y en las culturas de partida y de llegada como parte de su oferta profesional. Esa investigación, nunca se insistirá bastante, forma parte indisoluble de su perfil profesional y habrá de incorporarla permanentemente a su quehacer con el mismo apremio que el conocimiento de sus lenguas de trabajo. ¿De qué entonces se va a hablar aquí, se preguntarán ustedes? Pues de un tema que se suele tocar poco. Intentaremos entonces trazar un marco general que lo encuadre y señalar sus rasgos más sobresalientes tanto fundacionales como actuales. Empecemos por trazar sus objetivos y repasar lo que se ha hecho y lo que está por hacerse con relación a: − la afimación de una línea de pensamiento profunda y sistemática que posea la suficiente coherencia y rigor para alcanzar base científica; − que se encamine a sustentar una reflexión teórica fácil de asimilar; − que resulte visiblemente útil y se pueda aplicar en la práctica y sin agobios al ejercicio de la profesión de intérprete; − que proporcione a la par sustrato real para configurar los programas de formación de este tipo particular de especialistas de la comunicación interlingüística mediada a partir de sus resultados. − Respiro hondo y despacio y me pregunto, ¿qué cabe esperar de la investigación sobre la interpretación? Sobre todo: una mejor comprensión del fenómeno con miras a optimizar su aplicación práctica en la formación. Por tanto, se mueve en el campo de la investigación aplicada. En 156 muy escasos trabajos se habla de investigación de base o fundamental; por lo que me interrogo, ¿cuándo y cómo surge? Comienza a hacerse sentir en el período que media entre dos guerras mundiales, a partir de la década de los cuarenta del siglo que acabamos de dejar atrás. Tiene un origen eurocéntrico, salida de la práctica más bien que de la observación y del análisis de hechos y rasgos con una óptica científica, fue avanzando a golpes de intuiciones por así decir, con una dinámica de personas; quiero insistir, personalizada en individuos de fuerte impronta profesional que dieron nombre y escuela a sus propuestas, a menudo contendientes, en Ginebra, en París, en la Sociedad de Naciones, en Bruselas, en Georgetown, en Alemania, en Austria, en Rusia, en Japón, en Trieste. Esa circunstancia no favoreció el marcaje de los circuitos de progresión, ni el trazado de los grandes ejes exploratorios resultantes de un trabajo interdisciplinario; de suerte que trajo una falta de integración y por consiguiente de evolución de los resultados parciales en una adquisición global. El conjunto de tesis de grado, artículos, conferencias, capillas, influencias que generó esos comienzos, no propició una evolución verdadera de la reflexión, ni constituye un corpus investigativo real que permita conocer la dinámica del proceso ni identificar sus posibilidades evolutivas. Entonces, ¿a quiénes va dirigida? Se trata de una investigación que atañe y beneficia a una población reducida de personas, toda vez que la comunidad de profesionales de la interpretación constituye un grupo relativamente minoritario y selectivo en todas partes del mundo, si bien actualmente los trabajos se han extendido a otros actores de la situación comunicativa, cuales son: el beneficiario o usuario directo de la mediación que incorpora un segmento mucho más amplio; e incluyen también al contratista o empleador de los servicios, lo cual ha abierto considerablemente las posibilidades y el alcance de esta investigación. A estos factores se añaden otros que inciden restrictivamente sobre el terreno, como son: − un por ciento bajo de graduados en las escuelas de interpretación − un mercado todavía restringido, si bien en expansión − un campo de trabajo parcialmente desconocido por la serie y el carácter de las operaciones automáticas y no automáticas en que interviene el cerebro humano en el proceso de interpretación − el carácter multidisciplinario de la investigación (lingüística, neurofisiología, psicolingüística). Asimismo, desde sus comienzos, este pensamiento razonado, que no llega a ser teórico ni alcanza validez científica, aparece ligado a la interpretación llamada de conferencias (simultánea, consecutiva, susurrada, de enlace) como prestación de un servicio comunicativo que satisface una necesidad social, con una demanda determinada por el mercado, previsible y cuantificable, una función dialógica que no excluye relaciones de preminencia o poder. Por ejemplo, con gran esfuerzo y una gran presión sobre las casas editoriales puede lograrse que se reconozca y publique con difusión limitada, obras escritas en las llamadas lenguas minoritarias como el papiamento, el guaraní o el finés; pero no se presente usted en una conferencia internacional hablando sólo una de esas lenguas porque sencillamente los idiomas de trabajo están preestablecidos en función de la demanda mayoritaria con carácter taxativo para los demás. De manera que las leyes del mercado operan más fuerte y restrictivamente y la investigación se adapta por supuesto a esas leyes. 157 Reflexionemos en cuáles fueron sus grandes líneas temáticas. Si vamos a analizar la orientación que ha seguido la investigación en materia de interpretación, vemos que sigue dos tendencias fundamentales: las que priorizan el proceso y las que estudian la capacidad de reaccionar profesionalmente ante la situación comunicativa. Recientemente se añade una tercera que tiene que ver con el carácter pactado de la prestación al que nos referiremos más adelante. Los pioneros de la investigación, por así decir, centraron su atención en el primer tema, o sea, que comenzaron estudiando el proceso allá por el decenio de los 60. Esta corriente precientífica era lidereada sobre todo por psicólogos, sociolingüistas, psicolingüistas, neurofisiólogos cuya especialización nada tenía que ver por lo general con la profesión de intérprete. Por las propias características del proceso, era evidente y ya lo señalamos, que el estudio de las operaciones automáticas y no automáticas realizadas por el cerebro humano que intervienen en la interpretación, pertenecía al campo de varias disciplinas, de manera que fue a estos especialistas a quienes se debieron los primeros textos exploratorios y por ende de carácter empírico sobre la interpretación. Oleron y Nampon (1964) trataron de medir la distancia temporal que supuestamente debe transcurrir entre el momento en que se formula el discurso original y en el que lo restituye el intérprete, e intentaron estudiar también la repetitividad de ciertos errores de traducción. Treisman (1965) midió la rapidez de intérpretes bilingües, en la restitución del inglés al francés y viceversa. Goldman-Eisler (1967) señaló que las pausas ocupaban el 30 % del tiempo total del discurso. Gerver (1969) y Chernov (1969) se preocuparon por establecer un rango máximo de 100 a 120 palabras por minuto como el límite cuantitativo de información a restituir mientras que Stenzl, Barik, Pinter y Kade atendieron por su parte a otros aspectos del proceso. Así las cosas, ya adelantado el decenio de los 70, tiene lugar en Venecia, más precisamente en 1977, un encuentro por iniciativa de los psicólogos Daniel Gerver y H. Wallace Sinaiko, mediante el cual se pretendió conciliar las corrientes investigativas que lidereaban los especialistas de las ciencias lingüísticas y del comportamiento con los criterios de la gente «del gremio», es decir, con los intérpretes. Este entendimiento no se logró y no sólo no se logró, sino que abrió una brecha entre ambas comunidades que parecieron ignorarse mutuamente y que duró diez largos años, espacio que fue conquistado por los docentes y por los titulares de la profesión. Aquí entra a jugar su papel la segunda corriente arriba señalada que se encamina fundamentalmente a estudiar la capacidad del mediador de reaccionar profesionalmente ante la situación comunicativa y por ende a tratar de dar respuesta a dos preguntas claves: ¿se trata de una profesión que se adquiere?. En caso afirmativo: ¿cómo? Puede decirse que la investigación entra por entonces en una nueva etapa que va a caracterizar los años siguientes. Al ser con creces su campo de aplicación más importante y reconocido, –la investigación sobre la formación profesional del intérprete en puridad había dado lugar de todas maneras y paralelamente no sólo a los estudios más antiguos sobre el tema– en su mayoría generados en un marco académico, sino a la bibliografía más copiosa y al asunto de mayor presencia y perdurabilidad en textos y reuniones. A partir de los 80, pues la necesidad de entender mejor lo que se iba a enseñar recomendaba ir más allá de la teorización intuitiva. Por esos años, Danica Selescovich, defiende el primer doctorado francés sobre el tema de la interpretación y crea en la Escuela Superior de Intérpretes y Traductores (ESIT) de París el primer programa doctoral sobre la traducción y la interpretación en Francia, que sentó cátedra con su célebre teoría del sentido, dio a la estampa múltiples trabajos suyos y de sus seguidores que conocieron una gran difusión. 158 Sus propuestas y aportes teóricos, basados en descripciones intuitivas extraídas de las observaciones del comportamiento con los alumnos y fundamentadas en la experiencia personal de sus autores, van a marcar de manera decisiva el período ulterior en el ámbito académico. Nuevas escuelas se suman en Europa y en otros continentes (Trieste, Australia, Turku, España) y se van abriendo paso no sin trabajo en un terreno que aspira a pasar de la reflexión «especulativa» a la investigación empírica. Si me fuera dado emitir un juicio de conjunto sobre esta producción relativamente vasta, partiendo del criterio de que la formación es un tema lo suficientemente noble como para propiciar una flexibilidad muy grande en cuanto al componente teórico sin menoscabo de la profundidad del análisis, señalaría que saltan a la vista algunos rasgos comunes referidos a la repetitividad de temas y enfoques a partir de los mismos elementos de base, su carácter reflexivo y normativo que refleja la voluntad común de los centros de enseñanza y de la comunidad docente de dotar a la formación de elementos sólidos que sustenten la validez de su trabajo, se lleva a cabo fundamentalmente desde los criterios de la profesión y se tiende a uniformar las condiciones de selección y admisión, los parámetros de calidad, los métodos de formación, los ejercicios de aptitud, los métodos de evaluación de resultados, la cuantificación y análisis de las pérdidas de información; a analizar los efectos de los mecanismos de apropiación del texto original, la escasa creatividad de la prestación por efectos de la repetición, la anticipación, el perfeccionamiento lingüístico, las modalidades conocidas: simultánea, consecutiva, susurrada, enlace, etcétera. Ahora bien si nos atenemos a las exigencias que rigen la investigación científica en un sentido ortodoxo, esto es, de validar un método para la formulación de hipótesis que se base en la observación repetitiva de una serie de hechos evaluados y comprobados sistemáticamente, la mayoría de estos aportes si bien se basan en la observación de determinados rasgos tomados como se dice «a ojo de buen cubero», no han sido sometidos a mecanismos de comprobación y evaluación que les permita convertirse en premisas válidas y controlar sus resultados. Amén de que en el ámbito académico, una buena parte de los trabajos animados por estas cátedras, son resultado de investigaciones realizadas por los propios estudiantes que no suelen tener un conocimiento profundo de los métodos de investigación científica. Se produce también una falta de continuidad en la investigación, toda vez que en este medio la motivación surge a partir de la necesidad de generar trabajos de grado o tesis doctorales o de oposiciones para aspirar a una posición superior en el escalafón académico. Por lo regular, una vez logrado el objetivo, la motivación cesa y la investigación no se continúa. Otras veces, la conciencia de que la investigación por lo regular no trae aparejada ninguna ventaja financiera para quien la emprenda, apaga cualquier iniciativa, de manera que es oportuno señalar algunas de las desmotivaciones que debe superar el investigador para realizar exitosamente su tarea: − La observación sistemática de hechos consume tiempo, esfuerzos, medios técnicos e insumos relativamente importantes; − precisa de replicaciones, modelos de simulación, verificaciones múltiples; − tropieza con las incógnitas que dimanan de la complejidad del fenómeno estudiado − el sujeto de investigación no resulta accesible; − en tiempo real, se desenvuelve en un entorno que no es favorable a la investigación − la prestación se desarrolla en un período corto; − la observación se refiere al contenido de trabajo de una sola persona; 159 − el proceso no es fácil de observar; – presenta una variabilidad considerable de situaciones y – no suele disponer de financiamiento que le permita medir los resultados de sus investigaciones en la comunidad internacional mediante su presentación en eventos y coloquios especializados. De manera que muchos de esos aportes suelen quedar como compartimentos estancados en las facultades en que han sido generados, prácticamente sin ninguna divulgación. Resumiendo, con excepción de algunos centros universitarios (París, Trieste, Alemania, Japón, Estados Unidos, Turku, Australia, Austria, Canadá, Bélgica, Chile, México, Argentina, Cuba, Ginebra, España); por lo general la investigación en materia de interpretación no ha encontrado un terreno muy favorable ni en los medios académicos, ni entre los profesionales en ejercicio y carece de marco institucional. (no hay, que sepamos, centros de estudio dedicados a la investigación en materia de interpretación). A todo esto se suma que en muchas universidades, sobre todo en Europa, los hoy institutos de lenguas y de traducción que mantienen una fuerte vocación hacia la traducción de los géneros literarios –prácticamente ausentes de la interpretación–, son resultado de una evolución de las facultades de filología y no ven todavía con muy buenos ojos a esta criatura extraña que es la interpretación. Consecuentemente, para cerrar el capítulo de lo hecho, si fuéramos a clasificar la relativamente copiosa bibliografía que pese a todo se ha generado a la altura del fin de siglo XX, cabría agruparla (y aquí me sirvo de la clasificación de Gile) de la manera siguiente: − − − − − Textos introductorios (Paneth, Herbert) Textos anecdóticos (Bowen, Mura-matsu, 1978) Textos históricos (Baigorri; 1999, Kurz, Bertone; 1987) Textos normativos (Herbert, Rozan, Van Hoof) Textos de reflexión empírica (Seles-covitch; 1989, Lederer; 1981, Le Féal, García Landa; 1978, Ilg, Galer; 1974, Cartelleri; 1983, Quicheron; 1985, Arencibia; 1992, ColemanJones; 1971, Capaldo; 1980, Viaggio; 1990, Bertone; 1987 y Dollerup, Cay; 1992) − Textos experimentales, de modelación Gile (1989), Kirchhoff (1976), Bárbara Moser (1978) y Shiryaev (1979). Ahora bien, en las últimas décadas del período que acabamos de describir, se esboza lo que constituye una neta transformación en el mercado de la interpretación con una dinámica distinta: la aparición de nuevas modalidades y con ella, otra conformación de la demanda determinada por la proliferación de organismos internacionales con una programación bien nutrida de conferencias anuales de todo tipo y la incorporación de nuevas lenguas de trabajo; movimientos no previstos en el comercio internacional que pone frente a frente a negociadores hablantes de lenguas diversas, la interpretación en las cortes, o en países con conflictos fronterizos entre comunidades plurilingües o en aquellos donde la corriente migratoria debida a su nueva conformación geopolítica y económica ha dado lugar a procesos judiciales de toda índole y magnitud. Casos flagrantes son las fronteras de Estados Unidos, Canadá y México; las que dividen el Este y el Oeste de Europa, la antigua Yugoeslavia; por no hablar de los nuevos perfiles de la profesión vinculados a los soportes técnicos que se han introducido en la comunicación entre cuyas muestras están las video conferencias 160 que constituyen el primer resultado de esta estampida, especie de «sálvese quien pueda»: la falta de homogeneidad en los programas de formación que ahora han de hacerse «a la medida» con la consiguiente desaparición de los estándares de la profesión. La industria de la interpretación se mueve en un terreno muy deslizante en lo que unos y otros entienden por nivel adecuado de competencia profesional a alcanzar para acceder a ese mercado. El segundo resultado, es el boom de la demanda en algunos lugares el cual ha traído también aparejado que de repente, personas que tenían simplemente conocimiento de dos lenguas, se consideren intérpretes profesionales. Estos casos se ven con frecuencia en los mediadores que intervienen en los conflictos fronterizos. A consecuencia de esa neta visibilidad de la demanda aparecen con perfiles más delineados no sólo los problemas que se derivan de la intervención de dos lenguas y dos polisistemas que no son pocos, sino de las incidencias de las tres instancias: el enunciador, el mediador y el destinatario lo que pone de inmediato sobre el tapete el carácter pactado de la prestación. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que si bien la enunciación del discurso original puede considerarse un acto espontáneo de habla, la interpretación es un acto pactado, es una suerte de negociación en el que el enunciador por lo regular sabe que va a ser reenunciado y acepta someterse, al menos teóricamente, a una serie de restricciones formales en lo que podría considerarse, como lo denomina el profesor de Alicante, Diego Carrasco, un «contrato enunciativo» previo al acto de la enunciación y de la interpretación misma. Este pacto de interpretación encubre una serie de problemas que frecuentemente son identificados por los propios estudiantes y que requieren una explicación razonada. Entre otras interrogantes y sigo citando a mi colega alicantino están las siguientes: ¿cuál de las instancias es en definitiva la responsable del contenido formal de la enunciación del original?, ¿quién y cómo se determina lo que son los contenidos formales?, ¿qué se quita y qué se deja y con arreglo a qué criterios?, ¿son pactables esos criterios?, ¿tiene derecho el mediador a actuar como sujeto generador de su propia estrategia enunciativa?, ¿está dispuesto a asumir la responsabilidad enunciadora? Estos y otros criterios, que tienen que ser establecidos antes de que se adquieran las técnicas y se automaticen los mecanismos, no han sido tampoco lo suficientemente estudiados. Es un hecho entonces que los resultados de la investigación, aplicables en la formación, no cubren ni dan respuesta a los requerimientos de la demanda actual. No hay suficiente versatilidad en los programas de formación a la disposición de los candidatos a intérpretes «de tercera generación». En otras palabras, la demanda nos ha agarrado a todos «movidos». Ante esa emergencia, muchas agencias de contratación de intérpretes han organizado de manera individual sus propios programas de investigación, de formación o de reciclaje, pero es evidente que los centros de estudios universitarios que disponen institucionalmente de todos los elementos y conocimientos para asumir profesio-nalmente esta enseñanza son los llamados a aceptar este reto y a prepararse para incorporar esos nuevos perfiles en los programas de formación. La distancia entre «lo hecho» y «lo por hacer» en materia de investigación no debiera seguirse agrandando de cara a los desafíos del milenio. ¿Qué cabría hacer para evitar que los esfuerzos se dispersen y que lo logrado no se convierta en un terreno baldío? Es evidente que el futuro de la investigación está muy asociado en cada lugar concreto a la existencia de un mercado local de la interpretación que propicie la observación sobre el 161 terreno de las diferentes situaciones comunicativas y la verificación de las hipótesis, pero creo que se ganaría muchísimo si en las universidades pudieran funcionar centros o grupos encargados de fomentar esta tarea, de constituir bases factuales, mecanismos de comprobación de hipótesis, de propiciar los intercambios entre los diferentes grupos que investigan, facilitar la divulgación de los resultados, acoger en sus boletines y revistas, artículos que traten de estos temas, abrirles un espacio mayor en sus reuniones y coloquios. Cabría ganar asimismo el apoyo de otros institutos o fundaciones que disponen de fondos para la investigación si se les presentan proyectos pluridisciplinarios en los que puedan trabajar profesores, intérpretes, psicolingüistas, lingüistas, especialistas de las ciencias de la comunicación, con la participación quizás de varios países que aunen esfuerzos y saberes para lograr un resultado más coherente y provechoso con una base científica sólida. En suma, separar la paja del trigo. Muchas gracias. Recibido: 10 de abril del 2001. Aprobado: 4 de junio del 2001. Dra. Lourdes Arencibia Rodríguez. Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Calle 17 No. 357 (altos) esquina a G. El Vedado. Ciudad de La Habana, Cuba. CP 10400. 162 ACIMED 2001;9(2):163-66 Elogio del traductor Olga Sánchez Guevara1 Estos son los pensamientos de los hombres de todas las edades y de todos los pueblos: no son originales, no son míos solamente, si no son tuyos también, no son nada o casi nada... Canto a mí mismo, Walt Whitman (Traducción de León Felipe) Ante el público de profesionales, especialistas e interesados en la traducción como arte y como ciencia, reunidos en este encuentro y organizado por la editorial que más traducciones ha publicado en Cuba, parecería tal vez ocioso, banal o narcisista un «elogio del traductor»; más aún, si se considera que todo lo que aquí se expondrá se supone harto sabido, incluso para quienes no se relacionan directamente con el tema, sin embargo, vale la pena resaltar las virtudes de este oficio silencioso, paciente y anónimo a veces. Las verdades, por conocidas, pueden llegar a perderse de vista. En nuestra época de altas tecnologías, Internet y viajes espaciales, ¿quién recuerda, digamos, la invención de la rueda? La rueda marca un hito en la historia del hombre; su utilidad es indiscutible hasta hoy y, sin embargo, es algo tan obvia que casi pierde su importancia. Un ejemplo más cercano: un personaje de una novela del siglo XIX muere de neumonía por desconocerse los antibióticos, hoy parte de la vida cotidiana. Pocos recuerdan cuántas muertes se producían un siglo atrás a causa de infecciones que cualquier antibiótico puede curar sin dificultades. Ante la interrogante de quién o quiénes inventaron la rueda; sus nombres se pierden en la noche del tiempo. El nombre de Alexander Fleming es, injusta y lamentablemente, mucho menos conocido que el de Napoleón. Recordemos, además, que el descubrimiento de Fleming, como todos los grandes descubrimientos, pasó por el camino de la traducción antes de convertirse en patrimonio mundial. Según se dice, Sigmund Freud aprendió el español para poder leer el Quijote en su lengua de origen. ¿Cuántos psicólogos no germanófonos cuentan hoy con el tiempo necesario para aprender la lengua en que Freud escribiera? No muchos, seguramente. La mayoría depende de las traducciones. ¿Y quién recuerda los nombres de los traductores de Freud, aquellos que en sus respectivas lenguas acuñaron, para una ciencia entonces nueva, conceptos que forman hoy parte insoslayable del acervo de la psicología y hasta del lenguaje cotidiano? Y los traductores de Shakespeare, Dante, y de tantos autores de fama universal, 1 Licenciada en Lengua Alemana. Instituto Cubano del Libro. 163 cuya universalidad se hizo posible precisamente gracias a traducciones y traductores, ¿quién recuerda sus nombres? En un evento semejante a este, una colega expresaba que sólo se haría justicia al traductor literario cuando el Premio Nobel de Literatura fuese concedido a un traductor «puro», es decir, no a un escritor que fuera también traductor, sino a alguien conocido sólo por sus traducciones. No estaría mal. Y me recuerda cierta idea infeliz según la cual «la poesía debería ser traducida únicamente por poetas». Como si todos no llevásemos dentro un poeta al que sólo es preciso despertar. ¿Por qué creer que sólo son poetas aquellos cuya obra se ha publicado y reconocido? ¿Quién sería capaz de calcular cuántas de las mejores páginas de la poesía universal se han perdido para la historia literaria, sólo porque sus autores no tuvieron la suerte de hallar un editor capaz de valorarlos, o por alguna otra razón? Los poemas de Emily Dickinson se publicaron póstumamente. Los del célebre poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer no fueron publicados en forma de libro hasta después de la muerte del autor, como también ocurrió con los de Konstantinos Kavafis, a quien se cuenta entre los grandes de la poesía griega del XX. Más cercano en el tiempo, es paradigmático el caso del novelista austríaco Robert Schneider. Su obra «Schlafesbruder» (La hermana del sueño, en traducción al español de Miguel Sáenz) fue rechazada por veintitrés editoriales antes de convertirse en resonante éxito de crítica y público, con traducciones a veinticuatro idiomas, ocho millones de ejemplares vendidos, versiones para teatro, ballet, ópera y cine. ¿Qué habría sucedido con esta extraordinaria novela si su autor hubiera desistido ante las reiteradas negativas de los editores, o no hubiese tenido la posibilidad de seguir insistiendo? Robert Schneider sería el mismo y su libro tendría el mismo valor, pero no lo conoceríamos. Así pues, no hay por qué dudarlo: el traductor, quien asume a su cuenta y riesgo la ingente tarea de reescribir poesía, novela, teatro o cuento, ensayo o cualquier otro género literario, y cumple esa tarea con acierto y maestría, es con seguridad poeta, aun cuando no haya publicado una sola página como autor. Quien posea amplia cultura, sensibilidad y profundo conocimiento de las lenguas de partida y llegada, si se lo propone, traducirá con arte la literatura, y no debe negársele parejo reconocimiento que el otorgado al autor del texto primario. «El que saca de sí lo que otro sacó de sí antes que él, es tan original como el otro», dijo Martí. Y si el traductor literario está capacitado para escribir su propia obra, ¿por qué dedicarse a traducir lo que otros han escrito? Porque el traductor, antes de serlo y siempre, es un lector enamorado. ¿Quién no ha llamado alguna vez la atención de otra persona sobre los valores de cierto poema, cuento o ensayo, de cierta novela, drama o comedia? Compartir su disfrute con otros, es la tentación a que nos induce la belleza. Y es, a mi parecer, la motivación fundamental de las mejores traducciones. Sin duda, y sobre todo en poesía y narrativa, el traductor deja su sello personal en la obra traducida: es él o ella quien selecciona equivalencias, aporta soluciones propias a las diversas dificultades que surgen en el proceso de la traducción: en suma, vuelve a escribir la obra en la lengua de llegada. Sé que no soy la única en el gremio a quien molesta enormemente el viejo refrán italiano «Traduttore, traditore», infausta afirmación tan gastada como equívoca, consecuencia del absoluto desconocimiento de problemas discutidos durante largo tiempo por los teóricos de la traducción, como traducibilidad, fidelidad, equivalencia, etcétera. ¿Qué se entiende por «traicionar»? ¿Habrá que atenerse a una mal llamada «fidelidad» que omita las incuestionables diferencias entre los códigos de las distintas lenguas para expresar una misma cosa? No pretendo adentrarme en un análisis lingüístico del asunto. Pero en este «elogio del traductor» quiero volver a referirme a hechos harto sabidos: ¿Existiría, por ejemplo, la historia de la filosofía sin la traducción? No sería, en todo caso, la 164 misma historia: Marx, Kant, Hegel, Descartes, Voltaire, Kierkegaard, Aristóteles, Platón – por mencionar sólo unos pocos nombres, evocados sin orden ni concierto–, habrían permanecido aislados en el marco de sus lenguas de origen, privados del fructífero intercambio que sólo la traducción pudo propiciar. Me atrevería a afirmar que, en ocasiones, el acercamiento a una traducción con algún que otro desacierto es preferible al total desconocimiento de una obra capital. Aprendí a leer muy niña. Comencé por Martí y su Edad de Oro, que todavía releo con deleite, y cuyo artículo «Músicos, poetas y pintores» despertó mi temprano interés por el arte y la literatura del mundo entero (no ha de olvidarse que Martí fue también traductor: lector enamorado que convoca). Le siguieron los cuentos completos de Hans Christian Andersen, traducidos directamente del danés por alguien cuyo nombre se me extravió hace mucho, junto con el libro de cuentos, pero a quien estaré siempre agradecida. Después vinieron las novelas, el teatro, la poesía; traducciones del francés, el inglés, el ruso, el alemán... ¿quién de nosotros sería capaz de calcular el número de traducciones que ha leído? En verdad, es inapreciable el aporte del traductor a la literatura universal –como los grandes autores, gracias a las traducciones–, así como a su conocimiento y difusión. El oficio del traductor es, por lo general, mal remunerado y peor reconocido. Es bastante reciente la fecha en que se comenzó a ubicar en la portada interior de los libros el nombre del traductor, con el del autor. Un acto de elemental justicia. Hasta hace poco se incluía al traductor en los créditos generales de la obra, y sé de casos en que arbitrariamente se ha omitido el crédito del traductor. También sé de otros casos en que al de traducción se ha añadido un festinado crédito de «versión literaria», lo cual induce a pensar que el traductor entregó su trabajo «en bruto» para que otro lo retocara o le diera forma definitiva: sólo se puede hablar de una «versión literaria» cuando realmente el trabajo del traductor se ha limitado a la traslación literal del texto. Salvo en esos casos –los menos, según creo–, incorporar un crédito de «versión literaria» realizada por otro que no sea el de traductor equivale a menospreciar el trabajo de este último, a menos que la adaptación sea hecha de común acuerdo entre el traductor y el adaptador. Al televisar conversaciones entre personas que necesitan de un intérprete para comunicarse, las cámaras casi nunca enfocan a la persona que posibilita el intercambio entre quienes, sin él o ella, con toda seguridad deberían intentar entenderse mediante la mímica, y es fácil deducir cuán pocas probabilidades de éxito tendrían. En reseñas (si es que aparece alguna) de obras traducidas, no se acostumbra incluir un comentario sobre la traducción y quien la ha realizado. He estado presente en uno que otro lanzamiento de algún libro traducido, donde no se ha dedicado una palabra al traductor del libro presentado, a estimular su trabajo de creación, tan valioso como el de cualquier autor. ¿Tendremos los traductores alguna posibilidad de romper el anonimato y ocupar el lugar que nos corresponde? Vale la pena intentarlo. Buscar espacios –que ya se sabe son escasos– en publicaciones periódicas para escribir nosotros, traductores, sobre la traducción y sus problemas, perspectivas y alcance. No resignarnos al silencio. Que cuando se publique un libro traducido, este contenga, además de datos sobre su autor, al menos una breve nota sobre su traductor. Que el médico, el ingeniero, el científico, al leer en una revista especializada un novedoso artículo traducido, sepan el nombre de quien, con su esfuerzo, les ha tendido un puente desde el idioma ajeno hasta el propio. Que, por ejemplo, en los catálogos de ferias del libro donde se anuncian lanzamientos de obras traducidas, se consigne no sólo el nombre del autor, sino también el del traductor y su país de origen. Que nadie se aventure a opinar sobre traducción, ni sobre una traducción en particular, sin contar con el necesario saber, vale decir, conoci165 miento de las lenguas de partida y llegada en cada caso. Basta de repetir que «toda traducción es un intento de resolver una tarea imposible». La misma mano que escribió esa frase, escribió también esta otra: «La experiencia demuestra que en cualquier idioma se puede expresar cualquier secuencia de ideas» (Wilhelm von Humboldt). Comencé estos apuntes citando un poema de Walt Whitman, en magistral versión de León Felipe, porque la traducción fue y es un modo de acercar entre sí «los pensamientos de los hombres de todas las edades y de todos los pueblos.» Los teóricos discuten desde hace largo tiempo si existe en realidad algún texto al que pueda llamarse estrictamente «original»; para el traductor, sin embargo, lo importante es recrear el texto de partida con dignidad artística y ética profesional, respetando sus valores formales y de contenido, y así ofrecer a muchos la posibilidad de acceso a la belleza y la poesía de obras que sin la mediación del traductor estarían vedadas. Nadie duda el valor de los dramas de Shakespeare o del Fausto de Goethe porque sus argumentos se habían abordado antes por otros. Infinidad de piezas musicales son reconocidas como creaciones, aunque su tema se haya tomado de otras obras: pensemos, por ejemplo, en la Rapsodia sobre un tema de Paganini, de Rajmaninov; en tantas variaciones sobre un tema X... En un mundo donde la comunicación, vasta y múltiple, adquiere una importancia cada vez mayor, es hora ya de que se considere a la traducción como lo que realmente es, un género literario más: como todo género literario, trabajo de creación con sus características propias, que permite la comunicación entre culturas sin detrimento de ese inmenso caudal de memoria social e histórica que son las lenguas de cada país, de cada comunidad. Una buena traducción es siempre, en mayor o menor medida, aproximación entre realidades que a la vez son distintas y las mismas: victoria sobre la confusión de Babel sin menoscabar la diversidad lingüística y cultural de los pueblos. Recibido: 8 de mayo del 2001. Aprobado: 5 de junio del 2001. Lic. Olga Sánchez Guevara Instituto Cubano del Libro O´Reilly No. 4 esq. Tacón. Habana Vieja. Ciudad de La Habana. Cuba Correo electrónico: [email protected] 166 ACIMED 2001;9(2):167-72 LITERATURA GRIS Sobre los derechos intelectuales del autor y del editor Los derechos de autor, que tan importante función desempeñan hoy día, no fueron concebidos en la antigüedad por los griegos y romanos. El derecho romano, que cubre todas las eventualidades de la vida tan minuciosamente, no dice nada sobre las producciones literarias y científicas. En aquellos tiempos algunos autores se quejaban de que sus colegas saqueaban sus obras, pero no podían apelar a ningún procedimiento legal porque estos no existían. Es evidente que lejos de esperar provechos económicos de sus obras, estaban más bien dispuestos a pagar para que fuesen publicadas, porque muchos eran aristócratas acaudalados, sin preocupaciones económicas; los poetas eran de cuna muy modesta y sólo aspiraban a encontrar un mecenas, o sea, un protector. El derecho de autor protege la forma y no las ideas por más novedosas y brillantes que sean, y otorga derechos de propiedad (morales y patrimoniales) sobre las creaciones literarias, científicas o artísticas. Entiéndase por derechos morales la expresión de la personalidad del autor (no implica remuneración). El derecho patrimonial se distingue por ser exclusivo, transferible, renunciable, y de una duración limitada (implica remuneración). La enciclopedia electrónica Encarta define el copyright o derechos de autor, “como el derecho de propiedad que se genera de forma automática por la creación de diversos tipos de obras y que protege los derechos e intereses de los creadores de trabajos literarios, dramáticos, musicales y artísticos, grabaciones musicales, películas, emisiones radiadas o televisadas, programas por cable o satélite y las adaptaciones tipográficas de los libros, folletos, impresos, escritos y cualesquiera otras obras de la misma naturaleza.” 1 “El copyright sobre un trabajo convierte en titular de los cinco principales derechos económicos al propietario, que son: copiar la obra, difundir al público las copias, representar la obra en público, emitirla por radio o televisión, incluyendo los programas por cable y adaptarla. Hay además otros derechos económicos (los llamados secundarios) que protegen al propietario del copyright de cualquier compra o venta o negocio de un producto obtenido o hecho de forma ilegal.1 La legislación británica, entre otras, incluye los derechos morales que protegen la reputación del autor. Entre los derechos morales se encuentran el del reconocimiento de su condición de autor de la obra; el derecho a exigir el respeto a la integridad de las obra e impedir cualquier deformación, modificación, alteración o atentado contra ella que suponga perjuicio a sus legítimos intereses o menoscabo de su reputación; el derecho a la privacidad, de tal forma que un fotógrafo no pueda usar una imagen tomada de su obra con propósitos comerciales sin su consentimiento, sin embargo, hay 167 determinadas cuestiones que escapan a la protección del derecho de autor como son: − Está permitido a una biblioteca o a un particular, realizar una copia privada para la investigación o el estudio privado. − Se consiente el llamado “derecho de cita” por el que cualquier usuario puede incluir, en una obra propia, fragmentos de obras ajenas con el propósito de analizar, criticar o revisar. − Están admitidos algunos otros usos incidentales, sobre todo los que persiguen fines educativos. A pesar del interés por proteger y asegurar las obras, se incurre con frecuencia en infracciones que se manifiestan de diferentes maneras: plagio (copiar escritos de un tercero y presentarlos como propios), falsificación (reproducir, representar o comunicar una obra grabada o publicada, y su venta subrepticia) y contrabando (uso indebido del soporte material de la creación intelectual o del objeto que la contiene). Sobre el tratamiento del derecho de autor en el plano internacional El derecho de autor es, ante todo, el más efectivo medio de promoción, enriquecimiento y difusión de la herencia cultural de un país, pues el desarrollo de la creatividad artística e intelectual de los pueblos depende directamente del nivel de protección que un estado conceda a las obras del ingenio y el talento humano. Para proteger el derecho de autor a escala internacional, se han creado diferentes organizaciones, convenios, acuerdos y convenciones que amparan y respaldan estos aspectos tan significativos en la economía de los países. Entre ellos: − La Convención Universal de Derecho de Autor, creada por la UNESCO, en Ginebra, en 1952. 168 − El Convenio de Washington, creado en la Convención Panamericana de Derecho de Autor, en 1946, cuyo antecedente fue la Convención de Buenos Aires, de 1910, la cual protegía las obras científicas, literarias y artísticas. − El Convenio de Berna, para la protección de las obras literarias y artísticas (creado el 9 de noviembre de 1886) y que ha experimentado sucesivas revisiones posteriores: París, 4 de mayo de 1896; Berlín, 13 de noviembre de 1908; Berna, 20 de marzo de 1914; Roma, 2 de junio de 1928; Bruselas, 26 de junio de 1948; Estocolmo 14 de julio de 1967; París 24 de julio de 1971; enmendado finalmente el 28 de septiembre de 1979. Su nombre oficial es Unión Internacional para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas. − La Convención de Roma (derechos conexos, 26 de octubre de 1961). Protege a los artistas intérpretes o ejecutantes, los productores de fonogramas y los organismos de radiodifusión. − El Acuerdo de Florencia. Tiene carácter internacional, está patrocinado por la UNESCO, y cuyo objetivo es facilitar el flujo gratuito de libros; los materiales científicos, educacionales y culturales mediante la eliminación o reducción de tarifas y barreras arancelarias. − El Convenio de París (protección de la propiedad industrial). Aprobado en 1883. Se le han realizado revisiones posteriores: Madrid, 1891; Bruselas, 1900; Washington, 1911; La Haya, 1925; Londres, 1934; Lisboa, 1958; Estocolmo, 1967 y enmendado en 1979. Nombre oficial: Unión Internacional para la Protección de la Propiedad Intelectual. − La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Establecida en virtud del Convenio de Estocolmo el 14 de julio de 1967, entró en vigor en 1970. Sus antecedentes son los Convenios de París y Berna de 1883 y 1886 respec- tivamente. Adquiere estatuto de organismo especializado de la Organización de las Naciones Unidas en 1994. − Acuerdo entre la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la OMPI del 22 de diciembre de 1995, entró en vigor el 1 enero de 1996. Abarca varios sectores de cooperación entre ambas organizaciones con respecto a la aplicación del acuerdo sobre los aspectos de los Derechos de la Propiedad Intelectual relacionadas con el Comercio (ADPIC). − Se ha de puntualizar que el antecedente de la OMC fue el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), un instrumento multilateral que se estableció en enero de 1948 para regir el comercio internacional, con vistas a la creación futura de la Organización Internacional de Comercio (OIC). En los años posteriores se produjeron siete rondas de negociaciones comerciales: Ginebra, 1947; Francia, 1949; Inglaterra, 1951; Ginebra, 1956; 1960-1961 (Ronda Dillon), 1964-1967 (Ronda Kennedy) y 1973-1979 (Ronda Tokio); Uruguay, 1986 (Ronda Uruguay) se debía concluir en 1990, pero se extendió mucho más. Es en acuerdo Marrakech de la Ronda Uruguay donde se discuten e incluyen los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio. Asimismo se funda finalmente la OMC (15 de abril de 1994) que entra en funciones el 1 de enero de 1995. El acuerdo sobre los ADPIC es obligatorio para todos los miembros de la OMC. Cada uno de estos tratados apunta hacia la legislación mínima de base para todos los países signatarios, así como una protección recíproca para los ciudadanos de los diferentes países. El propósito de estas legislaciones es la protección de la forma en que se expresa una idea, es decir, de obra como tal y su integridad. Eso sí esta protección se ejerce sobre el producto del talento y no sobre la fuente en que el autor lo materializa. La obra debe definirse como cualquier forma de impresión o reproducción para que sea formalmente protegida. De esta manera se pueden registrar: obras literarias, jurídicas, pedagógicas, teatrales, guiones para radio y televisión, guiones cinematográficos, software, obras artísticas, obras musicales (con letra o sin ella), obras gráficas, mapas y diseños, obras plásticas, pintura, escultura, litografías, dibujo, fotografía, grabado, arquitectura, coreografías, fonogramas, obras científicas, tecnológicas, contratos o documentos que de alguna manera modifiquen, agraven o extingan los derechos patrimoniales de un autor. El derecho de autor en Cuba Para velar por los derechos de los autores cubanos, se creó el Centro Nacional de Derecho de Autor (CENDA), por el Decreto-Ley del 21 de febrero de 1978. Su función es establecer la protección autoral en todas sus manifestaciones: artísticas, literarias, científico-técnicas y educacionales, así como contribuir a la integración de Cuba a los principales convenios internacionales. La Ley del Derecho de Autor No. 14, del 28 de diciembre del 1977 sustituye a la de propiedad intelectual española vigente desde el 10 de enero de 1879. Esta ley tiene como centro la protección de todas las obras de la creación cualesquiera sean sus formas de expresión, contenido, valor, o destino; los derechos de autor en cuanto a paternidad, integridad de la obra, remuneración, reproducción, transformación, protección de las obras originales y derivadas, las relaciones contractuales, tratamiento de las obras colectivas y el período de vigencia de los derechos. Cuba participa como miembro de diferentes organizaciones mundiales establecidas con los fines referidos y cumple con una serie de convenios y convenciones in169 ternacionales en la materia. Entre ellos se encuentran los siguientes: − La Convención Universal de Derecho de Autor − El Convenio de Washington − El Convenio de Berna − El Convenio de París También es miembro de la OMPI y de la OMC. Pertenece al GATT desde su fundación. Cuba no participa en la Convención de Roma ni en el Acuerdo de Florencia. Todos los países miembros de la OMC en vías de desarrollo han recibido un período de gracia para adaptar y modernizar sus legislaciones en materia de propiedad intelectual. El país ha trabajado en los aspectos concernientes a la propiedad industrial, pero la nueva ley de derecho de autor, aún se encuentra en proceso de discusión y aprobación. Hasta el momento se encuentra vigente la Ley No. 14/77 y todas sus resoluciones complementarias, mediante las cuales se ha tratado de dar respuesta a las exigencias de los cambios en esta esfera, así por ejemplo, las resoluciones 61/93 y 42/97 establecen la remuneración en divisas por explotación de las obras científicas, literarias y artísticas en operaciones comerciales en el exterior y en frontera. Los derechos y las funciones de los editores “El valor de la obra de un autor sólo puede apreciarse cuando el editor ha hecho su trabajo”, afirma David Ladd, registrador del derecho de autor en los Estados Unidos. La frase refleja la importancia de la labor del editor, su función creativa, incluso más trascendente con la introducción de los recursos de las nuevas tecnologías y las funciones gerenciales que ha incorporado. Existen actualmente varias tenden170 cias a la hora de considerar los derechos del editor. Por ello, se hace necesario, reflexionar sobre algunos elementos relacionados con este aspecto. Según el Convenio de Berna y la Convención Universal de París, el editor científico es en la práctica un coautor; a la vez “autor empresarial y asociado comercial” del autor al que edita. Para el editor existe reconocimiento en cuanto a su participación en el procesamiento de la obra como un derecho conexo (limitado hasta 25 años). Este se ha incorporado en las legislaciones del Reino Unido, Irlanda del Norte, Australia, India, Singapur y Pakistán. Independientemente de lo antes expuesto, debe existir una legislación específica para proteger los derechos del editor, equiparada con los derechos de los autores. Derechos reconocidos de los editores − Defender la política editorial de la empresa (temas y autores) − Explotar la obra dentro de los términos del contrato al recibir la cesión de los derechos de edición − Disfrutar de los derechos de copyright − Decidir el tratamiento editorial y poligráfico de la publicación, su presentación y tirada − Contratar las labores necesarias para el desarrollo del proceso editorial − Valorar el monto de la producción de la obra (costo, incluyendo el derecho de autor, precio y ganancias) En consonancia con los derechos que se atribuyen al editor y su posición de “autor empresarial y asociado comercial” de los autores, la función del editor científico contemporáneo tiene una dimensión abarcadora que se expresa en el protagonismo alcanzado, de ahí que el editor es el máximo responsable de las publicaciones a su cargo en todos los procesos cualesquiera que sea su soporte (tradicional o electrónico), ostenta una alta responsabilidad en la difusión de la información científica, en la formación de los lectores, potenciales, en la protección de los derechos de autor, así como de la integridad y calidad de la publicación científica, al asumir su explotación. Además vela por la pureza de la auditoría, se ubica en el punto medio y balancea en sus publicaciones los intereses de lectores, autores, árbitros, editores, la publicación, las instituciones de su especialidad, los estudiantes, patrocinadores y dueños; también asume funciones gerenciales al velar por los aspectos organizativos, económicos y comerciales de la producción editorial. Tratamiento del derecho de autor en las publicaciones científicas El tratamiento del derecho de autor en la esfera de las publicaciones científicas se dificulta al trascender el marco de la simple protección autoral de un producto concebido por un solo individuo. De ahí que existan diversas formas: − Obra de creación individual, pero también concebida por colectivos de autores; − obras generadas por instituciones y centros científicos la cual es producto de la investigación multidisciplinaria; − obras generadas por coedición entre casas editoriales o entre una casa individual y otra entidad (empresa, instituto o centro de investigación, ONG, ministerio, etcétera) y − nuevas formas: bases de datos, publicaciones electrónicas (libros y revistas), así como ediciones multimedia (CDROM) donde los derechos de autor se complican al intervenir diversos medios (autores de textos, de imágenes, de videos de fotografías, de la música, etc.). Aquí el tratamiento corresponde prácticamente al de una producción cinematográfica. El derecho de autor frente a las nuevas tecnologías Los avances tecnológicos, sobre todo en la velocidad y facilidad de uso de las comunicaciones electrónicas, así como de las posibilidades de copiar; amenazan el concepto básico de copyright. Copiar no es sólo fotocopiar y muchos países no son capaces de controlar las modernas técnicas de copia o incluso de aceptar que es necesario un límite. Esto sucede, en ocasiones, a pesar de haber firmado las convenciones internacionales que protegen los derechos de autor. Los sistemas de copia y edición electrónica generan graves problemas, porque copiar es muy fácil, rápido y a menudo, imposible de detectar. A pesar de que la legislación y los contratos especifican las necesidades de control y autorización para cualquier tipo de reproducción, no se ha hallado todavía ningún sistema restrictivo satisfactorio. La piratería y la reprografía ilegal afectan la producción intelectual y la actividad editorial, atentan directamente contra el derecho de autores y editores, y en consecuencia, contra el desarrollo cultural de los nuestros países. Entiéndase por piratería, la reproducción de obras protegidas por el derecho de autor con miras a su transmisión o distribución, va más, a la comercialización ilícita de las obras protegidas. La reprografía Consiste en hacer copias facsimilares tangibles, perceptibles visualmente, de un original o de una copia, de una obra, en cualquier tamaño y forma, por cualquier sistema o técnica. 171 La reprografía se vuelve ilegal en el momento en que se hacen copias de obras protegidas por el derecho de autor, sin autorización de su titular o rebasando las limitaciones que expresamente ha establecido la ley. El desarrollo de la tecnología en los últimos años ha llevado a perfeccionar los mecanismos de reproducción de todo tipo de impresos; esto ha incidido de manera negativa sobre la actividad cultural y la industria editorial, al facilitar la reproducción masiva de las obras publicadas. Las posibilidades que ofrecen las tecnologías para facilitar el acceso y el manejo de la información científica, social y cultural significa, sin duda alguna, un beneficio para el usuario, pero desde el punto de vista del reconocimiento del esfuerzo intelectual del creador y de la rentabilidad de la inversión para el editor, representa una seria amenaza. La comunidad internacional consciente de esta realidad ha buscado la forma de hacer valer los derechos de autores y editores, de responder al reto de la reprografía masiva mediante la reglamentación de la remuneración por copia privada en sus legislaciones internas sobre derecho de autor y la creación de organizaciones de recaudación de derechos de reprogra-fía lo que es un hecho en muchos países. La reprografía ilegal y la piratería generan consecuencias negativas, tanto en el campo económico como en el científico, social y educativo. Por lo menos, 3 000 millones de páginas de libros, periódicos, revistas, se fotocopian cada año en el mundo entero. Impacto socio-económico de la protección del derecho de autor El derecho de autor tiene una gran significación económica para los países, sean desarrollados o en vías de desarrollo, porque las publicaciones representan uno de los tres indicadores principales de desarrollo de un país (PIB, el potencial dedicado a la investigación y las publicaciones). Se sabe que más del 60 % de las exportaciones de los países más desarrollados son bienes de media y alta intensidad tecnológica que llevan implícito derechos de propiedad intelectual (marcas y patentes), y las aportaciones al Producto Interno Bruto por la explotación de las creaciones científicas, artísticas y literarias, se incrementan significativamente a nivel mundial. Las pérdidas provocadas por la explotación no autorizada, las falsificaciones, el plagio, la piratería y la reproducción ilegal, ha tenido un impacto económico negativo para muchos países, debido a las pérdidas millonarias que representan. Existe actualmente la necesidad de una mayor protección frente al auge de las nuevas tecnologías, como resultados del incremento de las posibilidades de reproducción y copia, con una circulación inmediata, que compite y afecta moral y económicamente a los productores originales, al ocasionar reducción de precios, desprestigio de las entidades y desestimulación a la investigación-desarrollo. Los mayores beneficiarios por la protección y el control de los derechos de propiedad intelectual son precisamente las grandes transnacionales y corporaciones; la situación es totalmente desventajosa para los países del tercer mundo. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1 . Microsoft. Enciclopedia Microsoft Encarta (1993-1997). Redmond: Microsoft, 1998. Recibido: 1 de julio del 2001. Aprobado: 9 de julio del 2001. 172 ACIMED 2001;9(2):173-83 SECCIÓN HISTÓRICA Cuatro reliquias bibliográficas de la medicina cubana José Antonio López Espinosa1 Resumen En este artículo se trata de rescatar del olvido y de salvar de la ignorancia la existencia de cuatro documentos importantes en peligro de extinción en la memoria. Al efecto se esbozan los antecedentes y las principales características formales y de contenido de la primera obra impresa y de la primera publicación periódica de Cuba, así como de la monografía que inauguró la literatura científica nacional en el campo de la medicina y de la primera revista médica producida en el país. Estos documentos constituyen verdaderas joyas del patrimonio cultural cubano en general y de la literatura médica de la isla en particular, en virtud de su condición de primicias del ingenio de los galenos criollos de los siglos XVIII y XIX y de fuentes que posibilitan conocer cómo se pensaba y se escribía entonces en relación con la prevención y el tratamiento de las enfermedades. DeCS: BIBLIOGRAFIA DE MEDICINA/historia; DOCUMENTOS IMPRESOS; MONOGRAFIAS; PUBLICACIONES PERIODICAS; CUBA. Uno de los mayores deleites que proporciona el estudio de los hechos y manifestaciones de la actividad humana pasada, es poder advertir la reaparición de acontecimientos, asuntos o personas a veces olvidados, poco o nada conocidos y hasta menospreciados en su justo valor. Al pasar la mirada por la historia, conforta el ánimo saber la asiduidad con que han aparecido individuos de poderoso y elevado intelecto, capaces de sondear los problemas del universo y de encontrarles solución con un invento, un descubrimiento o una acción que luego queda para la posteridad. Por ello 1 esas personas, a más de ser cumplidos exponentes del medio y de la época en que existieron y se formaron, permanecen en el tiempo y en la eternidad. Por ejemplo, el invento de la imprenta por el alemán Johannes Gutenberg ha sido uno de los más fecundos de los realizados por el hombre, pues gracias a él se pudo difundir con rapidez la cultura y pasar, a partir de finales de la primera mitad del siglo XV, de la etapa del manuscrito reservado a unos pocos afortunados, a la de la edición de miles de ejemplares de documentos al alcance de todos. Este invento fue de tal Licenciado en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Departamento Procesamiento de la Documentación. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. 173 trascendencia, que junto con el descubrimiento de América señaló una nueva era en la historia de la humanidad: la Edad Moderna. Una de las ciencias más beneficiadas en principio con la aparición de la imprenta fue la medicina, pues como ciencia eminentemente práctica y basada en la observación, necesitaba un medio para divulgar los últimos conocimientos a quienes la ejercían. Fue precisamente en virtud de la existencia de la imprenta que los médicos tuvieron la posibilidad de aplicar por primera vez un tratamiento en cualquier parte del entonces mundo civilizado al poco tiempo de su descubrimiento.1 Otro aspecto importante en cuanto a la significación de la imprenta, aparte de su función inicial de unir a los médicos de todos los confines del planeta a través de la comunicación científica, es la de haber sido el vehículo fundamental para evaluar la evolución de la medicina y de las ciencias de la salud en general desde los tiempos de Hipócrates hasta la época actual. Los inicios del movimiento científico cubano se remontan al siglo XVII y el primer libro de este tipo producido en la isla se escribió por el médico de origen español Lázaro de Flores y Navarro -por cierto el único galeno con que contó Cuba hasta 1655.2 Este libro, titulado Arte de Navegar, se imprimió en Madrid, España, en 1673, por cuanto la técnica de la impresión de Gutenberg no había llegado todavía a la mayor de las Antillas.3 LA PRIMERA OBRA IMPRESA EN CUBA Según los resultados de estudios de la bibliografía médica nacional hechos por el doctor Manuel Pérez Beato, la imprenta se introdujo en Cuba aproximadamente en 1720, es decir, casi tres siglos después de haberse inventado.4 En 1910, este erudito historiador médico de origen español descubrió el primer documento impreso en el país, a saber, un folleto que con el título de 174 Tarifa general de precios de medicinas, fue mandado a reproducir en el taller del impresor Carlos Habré en La Habana por el protomédico doctor Francisco de Teneza y Rovira, y en el cual se relacionan en orden alfabético los nombres de los medicamentos con sus respectivos precios puestos en vigor durante 1723.5,6 Este folleto, además de constituir una verdadera e indiscutible reliquia de la bibliografía cubana en general, tiene la importancia particular de ser una obra médica, en la cual se consignan muchos datos curiosos de las medicinas empleadas por los galenos de aquella época. En la relación de las drogas, se observa un gran número de medicamentos, además de un singular vocabulario de sus nombres, algunos de los cuales no se han encontrado en las antiguas farmacopeas. Entre las páginas V y VII del folleto y con el título de ELUCIDARIO, se exponen los argumentos que justificaban su publicación y el auto del doctor Teneza, donde ordenaba la formación del arancel. A este le siguen 26 páginas, en las cuales aparecen los 187 medicamentos que se debían vender y sus precios. Esta información tiene hoy día un gran valor, pues permite conocer la terapéutica aplicada en aquella época, así como las posibilidades de beneficiarse con ella por parte de las capas más pobres de la población de entonces.7 El único ejemplar de este documento, conservado todavía en la Biblioteca Nacional “José Martí”, tiene algunas partes remendadas, además de manuscritos con tinta varios renglones desaparecidos por la rotura del papel original. No está foliado ni tiene signaturas y se imprimió en hojas sueltas. En la parte superior de su portada se ve el escudo real español y debajo se lee con la ortografía de la época: “Tarifa general de precios de medicinas. En la Havana, con licencia de los superiores, en la imprenta de Carlos Habré, 1723” (fig. 1). FIG. 1. Primera obra impresa en Cuba. 175 La primera publicación periódica cubana Antes de la ocupación de La Habana por los ingleses en 1762, constituían una rareza los documentos que se publicaban, aún después de la introducción de la imprenta en 1720 y del comienzo de la vida intelectual en Cuba con la fundación de la Universidad Pontificia en 1728. Es necesario llegar pues al gobierno de don Luis de las Casas, para comenzar a hablar de los factores que condicionaron las acciones sistemáticas en tal sentido. Al tomar posesión del mando de la isla en julio de 1790, este gobernante encontró que no había en ella un solo papel donde insertar siquiera las noticias oficiales. Por ello pensó establecer un periódico y, puesto de acuerdo con su amigo, el célebre médico cubano, doctor Tomás Romay y Chacón, y con don Diego de la Barrera –quien ya en 1782 había dado a la publicidad una hoja de anuncios denominada La Gazeta– decidió fundar la que había de ser la primera publicación periódica de Cuba. El 24 de octubre de 1790 comenzó a circular con el título de Papel Periódico de la Havana esta publicación, en cuyas páginas se conserva mucha información valiosa para la historia de Cuba. En ellas aparecen, entre otras cosas, discursos, tratados, poesías, inventos en ciencias y artes, compras y ventas, avisos de hallazgos y pérdidas, aranceles, estadísticas en general, salidas de embarcaciones y observaciones meteorológicas, además de artículos sobre moral y religión, agricultura, comercio, hidráulica, derecho y legislación, taquigrafía, arquitectura, pirotécnica, química, física, higiene y medicina (fig. 2). Los artículos médicos abordaban principalmente las afecciones prevalecientes en cada mes y su relación con los cambios climatológicos. Se reproducían también trabajos publicados en revistas europeas y se emitían opiniones sobre algunas enfermedades como la tisis, el tétanos del recién nacido y la fiebre amarilla, entre otras.8 176 Después de erigida la Sociedad Patriótica de Amigos del País de la Havana por el propio de las Casas el 9 de enero de 1793, este propuso al cuerpo directivo de la nueva corporación se ocupara del manejo del periódico. Así, con la acertada dirección de su fundador y con el valioso apoyo de los intelectuales Agustín de Ibarra, Joaquín Santa Cruz, Antonio Robredo y Tomás Romay, quienes lo acompañaron desde entonces en la magna empresa, la publicación adquirió mucho más auge. El 10 de noviembre del mismo año, el doctor Romay publicó, con el seudónimo de Tomás Moro, su primer artículo de carácter médico en el Papel Periódico de la Havana, en el cual se opuso a las pretendidas virtudes de una receta general contra la elefancia, la alferecía, la hidropesía y otras enfermedades.9 En su primer año de circulación (1790), vieron la luz sólo diez números que se publicaron los domingos. A partir de 1791 comenzó a salir los jueves y domingos y así se mantuvo hasta 1805. Procede destacar que con parte de los beneficios obtenidos con las 196 suscripciones del periódico hasta finales de 1793, se compraron en España los primeros libros que sirvieron para crear la Biblioteca Pública de la actual Sociedad Económica de Amigos del País, con sede en la Ciudad de La Habana. El Papel Periódico de la Havana se mantuvo con ese título hasta 1805, cuya identificación comenzó a variar como se expone a continuación:10 El Aviso (1805-1808) Aviso de la Habana (1809-1810) Diario de la Habana (1810-1812) Diario del Gobierno de la Habana (1812-1820) Diario Constitucional de la Habana (1820) Diario del Gobierno Constitucional de la Habana (1820-1823) Diario del Gobierno de la Habana (1823-1825) FIG. 2. Primer número del Papel Periódico de la Havana. 177 Diario de la Habana (1825-1848) Gaceta de la Habana (1848) El primer documento científico de la bibliografía médica cubana. La fundación de la Real Sociedad Patriótica de Amigos del País de la Havana en 1793, trajo consigo la publicación de sus Memorias a partir del año siguiente y, con ello, la aparición de una fuente de inestimable valor para todo aquel que quiera conocer en detalle la historia de Cuba. Tanto en el Papel Periódico de la Havana, como en las Memorias de la Sociedad Patriótica de Amigos del País, aparecía en primera línea el nombre de Tomás Romay, quien dio a conocer desde sus páginas muchas particularidades sobre las vacunas, los cementerios y la fiebre amarilla, entre otros aspectos. En la Junta Ordinaria de la Sociedad Patriótica de Amigos del País, celebrada el 5 de abril de 1797, el doctor Romay leyó su Disertación sobre la fiebre maligna llamada vulgarmente vómito negro, enfermedad epidémica de las Indias Occidentales. Esta conferencia produjo tal entusiasmo y fervor científico, que los médicos asistentes a dicha reunión la consideraron la memoria con la que mejor tino y erudición se había tratado una enfermedad sobre la cual tanto se trabajaba. Por ello recomendaron su impresión y reproducción en el más breve plazo y la remisión de varios ejemplares al Real Tribunal del Protomedicato. Dicho sea de paso, esta Junta del 5 de abril de 1797, fue la primera reunión científica de los médicos cubanos.11 En la sesión siguiente se leyó la apología de varios médicos a la memoria escrita por Romay y se acordó se imprimiera en su oportunidad. Lamentablemente el acuerdo no se cumplió, lo cual impidió conocer el juicio crítico de estos médicos a la citada disertación, la cual quedó impresa el 2 de noviembre de 1797 (fig. 3). El autor de esta monografía hizo atinadas observaciones sobre las épocas más propicias para la ocurrencia del vómito ne178 gro o fiebre amarilla; describió en forma brillante sus síntomas y brindó un adecuado fundamento del método preventivo, según el criterio por él sostenido, del carácter no contagioso de la enfermedad.12 En el documento se pueden apreciar también los profundos conocimientos de Romay sobre la historia natural, el clima, los insectos, las maderas, la agricultura y el comercio de la isla, expuestos con bello estilo y elevado poder de síntesis. La disertación tiene un significado inapreciable, pues a su condición de una de las mejores monografías publicadas en aquella época sobre fiebre amarilla –al punto que le mereció a su autor el premio de Socio Corresponsal de la Real Academia de Madrid–,13 une la de ser el documento que inauguró la bibliografía científico-médica en Cuba, a pesar de que desde 1790 el propio Romay y otros médicos de la época tenían la oportunidad de plasmar por escrito sus observaciones en el Papel Periódico de la Havana y en las ya mencionadas Memorias de la Sociedad Patriótica de Amigos del País. Así pues quedó para la historia que la fecha de despegue de la bibliografía científico-médica cubana fue el 5 de abril de 1797, día en que se reunieron por primera vez los médicos cubanos, para discutir temas de carácter científico. LA PRIMERA REVISTA MÉDICA CUBANA Otro ilustre médico cubano, el doctor Nicolás José Gutiérrez Hernández, fue protagonista de innumerables acontecimientos importantes para la historia de la medicina nacional. Entre muchos otros de sus aportes se pueden mencionar que como cirujano se destacó por haber sido el primero en practicar en su país la talla hipogástrica, la tenotomía y la litotricia; extraer un pólipo uterino; tratar las fracturas con el vendaje inmovilizador; curar la hidrocele con inyec- FIG. 3. Primera monografía científica de la medicina cubana. 179 ción de tintura de yodo y emplear el cloroformo para la ablación del cáncer de mama.14 Como Regidor y Teniente Alcalde del Cabildo habanero contribuyó notablemente al desarrollo cultural de la ciudadanía y a favor de la educación de la niñez.15 Como docente aplicó métodos que transformaron la teoría en práctica e inauguró el primer curso de clínica quirúrgica impartido en La Habana y como científico se distinguió como fundador de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana –la actual Academia de Ciencias de Cuba– y de la primera revista médica cubana.8 En particular, el surgimiento de esta revista que comenzó a circular en 1840 con el título de Repertorio Médico Habanero, significó una verdadera hazaña cultural en Cuba, pues antes de ese año los médicos criollos sólo podían divulgar los resultados de sus investigaciones en los pocos espacios disponibles en el Papel Periódico de la Havana y en las Memorias de la Sociedad Patriótica de Amigos del País. Por ello esta revista, que fue la pionera de más de 60 títulos dedicados a las ciencias de la salud surgidos durante la segunda mitad del siglo XIX, salió a la arena periodística con el objetivo de dar a conocer los avances de la medicina cubana y con el deseo de que los médicos del patio contaran con un lugar donde ofrecer sus aportes para el auge de la profesión. Bajo la dirección de su fundador, quien contó para la redacción con el apoyo de los doctores Ramón Manuel Zambrana Valdés y Luis Costales Govantes, vio la luz su primera entrega en noviembre de 1840. Cada número, con un formato de 25 por 16 centímetros y 16 páginas en principio, se dividía en cuatro secciones. La primera, titulada CLÍNICA MÉDICO QUIRÚRGICA, brindaba información sobre la constitución médica, las enfermedades prevalecientes en el mes anterior, el estado de los hospitales y las observaciones y reflexiones en relación con 180 los efectos de los medicamentos aplicados a distintas afecciones. La segunda sección estaba dedicada a divulgar trabajos originales de medicina y de otras ramas afines de la ciencia. La tercera, con el nombre de BIBLIOGRAFÍA , daba a conocer obras nuevas de las que a veces se hacían reseñas críticas o extractos de su contenido. La cuarta y última sección, con el título de VARIEDADES, contenía básicamente anuncios de medicamentos permitidos y prohibidos en Francia, además de otras noticias que por su naturaleza no cabían en las demás secciones.16 El primer tomo, que incluyó 12 entregas con periodicidad mensual, abarcó de noviembre de 1840 a octubre de 1841 (fig. 4). Ahí se interrumpió la publicación por problemas financieros hasta el 16 de julio de 1842, fecha en que inició una segunda serie con frecuencia quincenal y el doctor Cayetano Lanuza como redactor en sustitución de Zambrana. De la segunda serie, que se extendió hasta el 16 de febrero de 1843 –ese año asumió la dirección de la revista el doctor Manuel Valdés Miranda– se editaron también 12 números que salían los días 1 y 16 de cada mes. La tercera serie abarcó del 1 de marzo al 16 de agosto de 1843, mientras de la cuarta y última sólo hubo cuatro entregas del 1 de septiembre al 16 de octubre del mismo año. Un análisis bibliométrico del Repertorio Médico Habanero permitió comprobar que entre noviembre de 1840 y octubre de 1843 se produjeron de este 40 números, en cuyas páginas se atesoran 355 trabajos sobre 294 temas generales. El promedio de trabajos por entrega fue de 6,7 y los aspectos más abordados fueron morbilidad con 51 apariciones, mortalidad con 49, así como admisión y alta del paciente, tratados en 35 ocasiones cada uno. Los autores de más productividad fueron M. S. Chamorro con 29 contribuciones, Manuel Valdés Miranda con 22, Cayetano Lanuza con 19, Luis FIG. 4. Primer número del Repertorio Médico Habanero 181 Costales con 21 y Ramón Zambrana con 12. Se patentizó asimismo que la entrega con más trabajos fue la primera de la segunda serie, del 16 de julio de 1842, con 12 colaboraciones. El número con menos trabajos fue el último de la cuarta serie, correspondiente al 16 de octubre de 1843, con sólo dos artículos. Todos los números del primer tomo salieron con 16 páginas. La segunda serie fue muy inestable en cuanto a la paginación, pues si bien los tres primeros números presentaron 16 páginas, los siguientes salieron indistintamente con 10, 12 y 14. Casi todas las entregas de la tercera serie aparecieron con 12 páginas. Sólo variaron en este sentido los números 9 y 12, con 14 y 10 páginas, respectivamente. El primer número de la cuarta serie se publicó con 12 páginas, el segundo con 20, el tercero con ocho y el cuarto con cuatro. CONSIDERACIONES GENERALES Con el presente artículo se trata de que los técnicos y profesionales del Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas, gerentes de la salud, médicos, publicistas, historiadores y demás interesados dispongan de un punto de referencia acerca de los cuatro documentos en él presentados. También sirvió de motivación a la realización de este trabajo, el afán de dar a la publicidad una pequeña fracción de la herencia bibliográfica legada por las generaciones anteriores de médicos cubanos, la cual se debe conservar y estudiar para el disfrute y el beneficio de las generaciones actuales y futuras. En otras palabras, los resultados del estudio realizado a estas reliquias bibliográficas de la medicina cubana, se han puesto a la disposición de los lectores de ACIMED en un esfuerzo encaminado a evitar que estas se desconozcan o se lleguen a olvidar. Abstract Four bibliographic relics of the Cuban medicine This article intends to save from oblivion and ignorance four important documents running the risk of being wiped out from memory. To this end, the antecedents and principal formal and content characteristics of the first printed work, of the first periodical in Cuba, of the monograph that opened up the national scientific literature in Medicine and of the first medical journal made in Cuba are outlined. These documents are real treasures of the Cuban cultural heritage in general and of the island’s medical literature in particular due to the fact that they are the first fruits of the ingenuity of the Cuban physicians in the 18th and 19th centuries and the sources that make it possible to find out what was thought and written at that time regarding the prevention and treatment of diseases. Subject headings: BIBLIOGRAPHY OF MEDICINE/history; IN PRINT DOCUMENTS; MONOGRAPHS; PERIODICALS; CUBA. 182 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Odio de Granda G. Datos curiosos publicados en las primeras revistas médicas que se editaron en Cuba. Vida Nueva 1940;45(1):13-29. 2. Mena CA. Siglo XVIII. En: Historia de la medicina en Cuba. Ejercicio y enseñanza de las ciencias médicas en la época colonial. Miami: Ediciones Universal, 1993:79-99. 3. López Serrano E. Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana (18641958). RESUMED 1992;5(2):86-7. 4. Pérez Beato M. Impresores cubanos desde la fundación de la imprenta hasta el año de 1840. El Curioso Americano 1893;1(14):228-33. 5. ____. Una joya bibliográfica: el primer impreso cubano. El Curioso Americano 1910;4(5-6):136-40. 6. ____. La primera obra impresa en Cuba. Año 1723. La Habana: F. Verdugo, 1936:I- VII, 5-30. 7. Delgado García G. El primer documento impreso de la salud pública en Cuba. RESUMED 1988;1(1):1513. 8. López Serrano E. Prensa médica en Cuba. Publicaciones del siglo XIX . Rev Cubana Adm Salud 1984;10(4):364-71. 9. Moro T. 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Homenaje al ilustre habanero doctor Nicolás José Gutiérrez en el cincuentenario de su muerte. Cuad Hist Hab 1941;(21):12-4. 16. Gutiérrez NJ, Zambrana R, Costales L. Introducción. Rep Med Hab 1840;1(1):1-2. Recibido: 16 de mayo del 2001. Aprobado: 29 de mayo del 2001. Lic. José Antonio López Espinosa. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas Calle E No. 454 e/ 19 y 21, El Vedado, Ciudad de La Habana CP 10400 Cuba. 183 ACIMED 2001;9(2):184-5 CRÓNICAS Partir de lo bien hecho Jorge Noel Marqués García 1 Apenas conocí que en la Biblioteca Médica se efectuaría la segunda jornada científica medité: su éxito está garantizado. Alguien puede pensar que mi reflexión estaba “cargada” de un excesivo optimismo o que por el mero hecho de realizarse en esa dependencia las cosas, de antemano, tienen una salida airosa. Con satisfacción es factible expresar que ni lo uno ni lo otro: sencillamente que cuando el colectivo de la Biblioteca Médica Nacional (BMN) asume un objetivo lo conduce de forma positiva. Fui testigo de los preparativos prejornada: se intercambiaban sugerencias, surgían diversas proposiciones, se buscaban los detalles que garantizarían la sonrisa de todos. No faltaron, desde luego, las preocupaciones, los contratiempos, alguna que otra incomprensión; sin embargo, al final del camino ellos avistaban una luz, esa que consiguen los que se empeñan, los que perseveran en pos del triunfo. Por fin llegó el 29 de junio, el día marcado para la actividad científica, el momento donde quedan detrás las expectativas y aparecen las inapelables realidades. Esta vez se prepararon y expusieron siete ponencias y dos conferencias encaminadas a un propósito esencial: incentivar la superación del trabajador de la información en aras de mejorar la calidad de los productos y servicios ofertados por la BMN. Los diferentes temas cautivaron al auditorio; no hubo lugar para las dilaciones. El interés de los participantes creció (junto a los miembros de la BMN acudieron invitados de otros centros y organismos afines) al mismo tiempo que transcurría el evento. Antes de finalizar la sesión de la mañana aconteció la discusión de los trabajos, con válidas recomendaciones, y se impartió la conferencia Memorias de un gran descubrimiento cien años después, a cargo del Licenciado José Antonio López Espinosa. Elementos escasamente difundidos acerca del sobresaliente hallazgo del sabio cubano Carlos J. Finlay en torno al agente transmisor de la fiebre amarilla, fueron relatados por López Espinosa. Los irrebatibles argumentos de Finlay al identificar al mosquito Aedes Aegypti como el vector que propagaba la enfermedad y la trascendente participación del doctor Jesse William Lazear en esos sucesos, fueron dos puntos vitales en la disertación del conferencista. Lazear integrante de la comisión médica estadounidense encargada de corroborar los postulados finlaístas, tuvo una destacada actuación en las acciones comprobatorias y no vaciló, 1 Licenciado en Periodismo. Dirección General. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. 184 incluso en ofrecer su propia vida, en función de reafirmar lo expresado por el insigne científico cubano, argumentó López Espinosa. En la tarde, luego de un reparador almuerzo, halló su espacio la segunda conferencia prevista en el programa. El Máster en Ciencias, Israel Núñez Paula atrajo a la concurrencia con una impactante exposición: Inteligencia emocional en entidades de información. De una forma amena y particularmente didáctica en el orden psicológico y administrativo, Núñez explicó las características de una tendencia nueva en el sentido de dirigir los afectos en provecho de una organización. Propuso iniciativas, respondió interrogantes, dejó establecido un nexo de colaboración sobre un tema, que dijo, es marcadamente novedoso y del cual existen distintas opiniones. Nos acercamos a la fase de conclusiones, ejecutadas por el Subdirector de Servicios de Información del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas (CNICM), doctor Jehová Oramas Díaz. Tras considerar como positivo el balance de la segunda jornada, recomendó la elaboración de trabajos investigativos que ulteriormente pueden ser publicados en ACIMED. Asimismo, pidió valoraciones sobre las sesiones de trabajo, las cuales coincidieron en que se trató de un válido y aleccionador esfuerzo. Parecía que con un resultado loable en lo científico se colmaba la satisfacción de todos, pero aún los organizadores previeron otra agradable sorpresa: dos manifestaciones culturales. El quehacer de prestigiosos caricaturistas cubanos que vincularon su arte con la información científico-médica y luego dos hermosas muchachas, Ingrid y Greteth Díaz, que anudaron belleza y originalidad en dos atractivas muestras: una danzando la música de Carlos Varela y la otra declamando un poema del distinguido Adolfo Alfonso. Llenos de alegría, abiertos a la reflexión, se retiraron los trabajadores de su querida biblioteca. El próximo año habrá otra oportunidad para enjuiciar enseñanzas, estudios e iniciativas. No debe ser un punto de partida, sino partir de lo bien hecho; no debe ser un burdo objetivo por mejorar, sino desterrar lo mal hecho y ensanchar lo procedente, lo que nos lance hacia adelante. Recibido: 10 de julio del 2001. Aprobado: 12 de julio del 2001. Lic. Jorge Noel Marqués García Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Calle E No. 454 entre 19 y 21 Vedado. Ciudad de La Habana. Cuba. CP 10400. 185 186 187