ACIMED22001 Versión Electrónica - Biblioteca Virtual en Salud de

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A
Volu me n 9 N œm ero 2, m ayo -ag osto,2001
Revista Cubana de los Profesionales de la Información en Salud
Tabla de contenido
Editorial
El arte de escribir
Ileana R. Alfonso Sánchez
85
Artículos
Vigencia del sistema de clasificación de la Biblioteca Nacional
de Medicina de los Estados Unidos
Jorgelina Jiménez Miranda
88
Tendencias de desarrollo de los lenguajes de encabezamientos
de materia en las bibliotecas
Luis Bermello Crespo
109
La gestión del conocimiento: una nueva perspectiva
en la gerencia de las organizaciones
Yadira Nieves Lahaba y Magda León Santos
121
Contribuciones cortas
La Colaboración Cochrane Iberoamericana en Cuba
Jehová Oramas Díaz y Jorgelina Jiménez Miranda
127
Conferencias
Globalización, lengua universal y traductores
136
Gisela Odio Zamora
De cara a la era global: las nuevas tecnologías aplicadas
a la traducción
Alina Hernández Rensoli y Fernando Martínez Valdés
142
81
Desarrollo histórico del derecho de autor en la traducción
Olga Lidia Machado Torres
145
El traductor y el derecho de autor
Dolores Isabel Agüero Boza
149
¿Por dónde anda la investigación en interpretación?
Lourdes Arencibia Rodríguez
155
Elogio del traductor
Olga Sánchez Guevara
163
Literatura gris
Sobre los derechos intelectuales del autor y del editor
María Elena Rodríguez Lora y María Elena Zulueta Blanco
167
Sección histórica
Cuatro reliquias bibliográficas de la medicina cubana
José Antonio López Espinosa
173
Crónicas
Partir de lo bien hecho
Jorge Noel Marqués García
82
184
A
Volu me 9 N um ber 2, m ay-august, 2001
Cuban Journal of Health Information Professionals
Table of Contents
Editorial
The art of writing
Ileana R. Alfonso Sánchez
85
Articles
Validity of the classification system of the National Library
of Medicine of the United States
Jorgelina Jiménez Miranda
88
Development tendencies of the subject heading languages
in libraries
Luis Bermello Crespo
109
Knowledge management: a new perspective in the management
of organizations
Yadira Nieves Lahaba y Magda León Santos
121
Brief contributions
Ibero-American Cochrane Collaboration
Jehová Oramas Díaz y Jorgelina Jiménez Miranda
127
Conferences
Globalization, universal language and translators
Gisela Odio Zamora
136
Facing the global era: the new technologies applied to translation
Alina Hernández Rensoli y Fernando Martínez Valdés
142
83
Historical development of the copyright in translation
Olga Lidia Machado Torres
145
The translator and the copyright
Dolores Isabel Agüero Boza
149
What is the present situation of the research work
on interpretation?
Lourdes Arencibia Rodríguez
Praise of the translator
Olga Sánchez Guevara
155
163
Gray literature
Dealing with the copyright of the author and the editor
María Elena Rodríguez Lora y María Elena Zulueta Blanco
167
Historical Section
Four bibliographic relics of the cuban medicine
José Antonio López Espinosa
173
Chronicle
Taking what is Well-done as a basis
Jorge Noel Marqués García
84
184
ACIMED 2001;9(2):85-7
EDITORIAL
El arte de escribir
Desde el momento en que el hombre escribe y expresa sus pensamientos en forma comprensible a los demás, se cumple el fin del lenguaje «transmitir lo pensado a lo escrito».1 El uso
del lenguaje es un fenómeno complejo en el cual si fácil no es hablar, tampoco lo es escribir
con corrección.
Martín Vivaldi,2 al tratar el tema, se refiere a las expresiones de Fidelino de Figueiredo, el
cual afirma: “La vida, la palabra y el pensamiento son inseparables; pensar y saber es
querer decir y poder decir, porque lo que el hombre siente y piensa lo incorpora al mundo
de las palabras. El juicio, pieza nuclear del pensamiento lógico, sólo existe en el cerebro
del hombre por su traducción en frase”.
Todos se han encontrado alguna vez con el problema de descifrar algo escrito por quien
ignora lo más elemental del arte de escribir, y se puede decir que no es por lo que escribe
sino por el cómo lo escribe. El pensamiento más sencillo resulta ininteligible en ciertas
ocasiones. El estilo de la escritura añade precisión, elegancia, claridad y armonía al texto
que se expone.
Toda persona necesita expresar sus pensamientos de forma escrita con corrección y elegancia. Es preciso emborronar muchas cuartillas, tachar y corregir constantemente, la
habilidad se adquiere a fuerza de tropezar con las dificultades. Algunos dicen2 que escribir es un don del cielo, aunque es verdad que algo de este arte no se aprende; mucho
depende del empeño y el trabajo. Pensemos, por un momento, en las palabras del estilista
francés L Veuillot 2 «A fuerza de trabajo se puede llegar a ser un escritor puro, claro,
correcto e incluso elegante». El arte de escribir es el producto de un arduo esfuerzo.
El estudio de los manuscritos y de cada una de sus ediciones revela las numerosas correcciones que experimentan las obras antes de ir, definitivamente, a la imprenta. Escribir es
luchar con las palabras y las frases, corrigiéndolas una y otra vez. Este arte lleva consigo
la virtud de la paciencia. Cada uno podrá crear un estilo propio para expresar sus ideas
y pensamientos.
A la luz de estas reflexiones, pensemos en Fialho de Almeida,3 quien expresó: «Sólo para
criar la lengua son necesarios veinte años de trabajo»; en Tito Livio,3 que aún teniendo a
su disposición los archivos del imperio, trabajó durante veinte años en la elaboración de
la historia romana; en el poeta alemán Johann Wolfgang,3 conocido por Goethe, una de
85
las figuras cumbres de la literatura de su país y de las altas letras universales, el cual
dedicó largos años en escribir la obra Götz von Berlichingen, que cambió constantemente
su forma; en el poeta latino Virgilio Maron que demoró doce años en componer la Eneida,
gran epopeya nacional y religiosa,3,4 y qué decir de Gustavo Flaubert,3 novelista francés,
maestro del género realista y prosista, considerado como el gran artífice de la forma, que
se levantaba de la cama para transformar una expresión y pasaba noches enteras en
reelaborar cinco o seis veces una simple página.
Aprender a utilizar nuestra lengua nos obliga a estudiar sus infinitos recursos para huir
de la monotonía y pobreza de vocabulario. La gramática -como dice Salvá- si bien es el
primer libro que toma en las manos quien se propone estudiar la lengua, llegará sin dudas
a convertirse en un compañero inseparable de aquel que nunca pierde de vista el ánimo de
perfeccionarse en ella.3
Todo escritor debe procurar ver en sí mismo la revelación a perpetuidad de su persona y
obra. Rodríguez Marín -erudito español- afirma que quien escribe sólo con palabras es
como el que construye exclusivamente con ladrillos; si se desea decorar y embellecer el
edificio se han de utilizar también las esculturas y las tallas.3
En los escritos deberán no sólo estar presentes frases hechas, sino pensamientos e ideas
que contribuyan a engrandecer nuestras aseveraciones y nuestra autoridad en la escritura. Un académico no está excepto de estas exigencias porque el arte de escribir también
está presente en los trabajos científicos. La ciencia precisa de conocimientos rigurosos,
objetivos y receptivos a la crítica.5
Los aportes científicos requieren de precisión al presentar los resultados, ellos deben de
estar distantes de lo fugaz y lo impreciso.
Sin libros y revistas, sin artículos, ponencias o informes de investigación, la ciencia moderna resultaría inconcebible. Es, por lo tanto, imprescindible para cualquier científico,
investigador, profesional o estudiante, el dominio del lenguaje escrito y de sus diferentes
formas en el ámbito de la comunicación científica.
En el lenguaje científico las frases deberán ser exactas y claras, porque las largas fatigan
el espíritu, distraen la atención y terminan por apartar la visión del objetivo principal. El
dominio de la expresión escrita y la formación académica sólida es difícil; aunque muchas
personas poseen una considerable experiencia acumulada, al respecto Charles Darwin,
confesaba al final de su vida «todavía tengo la misma dificultad que antes para expresarme clara y concisamente.»6
Si el genio -según expresión conocida- es hijo en gran parte de la paciencia, si los grandes
del mundo literario deben, asimismo, su grandeza a la capacidad de trabajo; fácil será
comprender que el reto para el académico y el profesional radica en la creación de su
estilo propio de escritura, sobre todo si se considera que en el arte de escribir está la
perpetuidad de su trabajo a las futuras generaciones.
86
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1 . Alfonso Sánchez I. Un mensaje para quienes escribir es algo insignificante [Editorial]. Acimed
1999; 3(2):77-9.
2 . Martín Vivaldi G. Del pensamiento a la palabra. Curso de redacción: teoría y práctica de la composición y del estilo. La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1970:16-7.
3 . Lasso de la Vega J. Técnicas de investigación y documentación: normas y ejercicios. 2 ed. Madrid:
Paraninfo, 1980:288-31.
4 . Toro Gilbert M de. Pequeño Larousse Ilustrado. París: Laurousse, 1964:1646.
5 . Sabino CA. Cómo hacer una tesis y elaborar toda clase de trabajos escritos. Santa Fe de Bogotá:
Panamericana, 1996:8.
6 . Darwin CH. Recuerdos del desarrollo de mis ideas y carácter. Barcelona: El Laberinto, 1983:125.
Recibido: 8 de mayo del 2001. Aprobado: 25 de mayo del 2001.
Lic. Ileana R. Alfonso Sánchez.
Especialista en Información Científico Técnica y Bibliotecología. Red Telemática de Salud en Cuba
(INFOMED). Correo electrónico: [email protected]
87
ACIMED 2001;9(2):88-108
ARTÍCULOS
Vigencia del sistema de clasificación de la Biblioteca
Nacional de Medicina de los Estados Unidos
Jorgelina Jiménez Miranda 1
Resumen
Una rápida inspección a Internet permite corroborar el reconocimiento de la capacidad de
métodos bibliotecarios como la catalogación, la clasificación y la indización para organizar la
información. Los conceptos inherentes a la clasificación, por ejemplo, se aplican en herramientas tan útiles como los directorios temáticos del tipo Yahoo o las guías preparadas por
expertos los cuales aprovechan la experiencia acumulada por los bibliotecarios para
contrarrestar el caos imperante en Internet. Se estudia con profundidad el sistema de clasificación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, que rige oficialmente en
el Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas. Se exponen sus antecedentes y
evolución. Se describe su estructura, así como el procedimiento que debe observarse al ejecutar el proceso de clasificación. Se anexa la traducción de la primera actualización del clasificador publicada por la National Library of Medicine después de su cuarta edición.
DeCS: SISTEMAS DE CLASIFICACION/antecedentes; SISTEMAS DE CLASIFICACION/evolución; SISTEMAS DE CLASIFICACION/ventajas.
La clasificación es una de las posibles
expresiones del análisis temático de un documento. Permite representarlo en la forma
más condensada: códigos numéricos,
alfabéticos y mixtos (alfanuméricos).1
La clasificación (sistematización) consiste en agrupar los documentos por ramas
del conocimiento, problemas, materias o
características formales.2 Esta definición
que pudiera sugerir un simplismo aparencial,
en realidad, es totalmente contraria a esa
suposición, pues en la práctica se traduce
en un nivel de dificultad considerable cuando se realiza tal agrupación.
El proceso de clasificación, a diferencia de la indización, describe el tema principal de un material dado, y en algunas
oportunidades, un tema secundario o dos.3
Durante la clasificación se designan
las materias por medio de una notación
convencional denominada índice (de clasificación) que responde a los 3 tipos de
códigos antes señalados.2
Por otra parte, clasificar presupone el
ordenamiento de los conceptos, en clases
1 Licenciada en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Centro Nacional de Información
de Ciencias Médicas. Cuba.
88
y subdivisiones para expresar las relaciones semánticas existentes entre ellos. Por
lo general, los esquemas de clasificación se
publican en forma de tablas que incluyen a
las clases por separado.2
La principal función que cumple la clasificación posee un carácter científico debido a la agrupación y división del conocimiento científico y técnico;4 no obstante
presenta de igual manera, un fundamento
topográfico dada su posibilidad de ubicar el
documento desde el punto de vista físico.
En el Sistema Nacional de Información
de Ciencias Médicas (SNICM) se utiliza el
Sistema de Clasificación de la Biblioteca
Nacional de Medicina de los Estados Unidos por las siguientes razones:
1. Su aplicación no persigue una función
meramente topográfica, sino también una
agrupación de los documentos por su
contenido en el fondo pasivo, en las listas comprendidas en los productos informativos de la BMN y del WWW de
Infomed. Este es un factor relevante para
el SNICM, porque el usuario que busca
información y se encuentra desorientado, halla en este sistema de clasificación
otros instrumentos básicos (los títulos
se encuentran reunidos por especialidad;
el conocimiento está organizado de lo
general a lo particular, lo que permite revisar una temática a partir de un tópico
muy general hasta encontrar el específico deseado; además, se brinda un ordenamiento lógico de las materias, así como
el establecimiento de las relaciones entre los distintos conocimientos) para alcanzar su objetivo: desarrollar estrategias
de búsqueda con el auxilio de esta clasificación -al agrupar en el WWW o
inspeccionar los productos informativos
ordenados por este sistema- constituye
un método adicional importante en la recuperación de información.
2. La compatibilidad, en gran medida, de
esta clasificación con el Medical Subject
Headings (MeSH) que forman parte ambos de un excelente sistema de análisis y
recuperación de la información, incide y
complementa los criterios aplicados en
la indización de las solicitudes de búsqueda. Esta es otra razón favorable del
mantenimiento de este clasificador. En
ocasiones, el usuario requiere ubicarse
en criterios mucho menos específicos
que los descriptores y en este caso, el
carácter más general de la clasificación
ofrece una panorámica más abarcadora.
3. La actualización relativamente frecuente del clasificador a tenor de los cambios
operados en el campo de la biomedicina
y de la salud, refuerza además la inclinación por este sistema de clasificación.
Desde sus inicios (1965), el Centro
Nacional de Información de Ciencias Médicas (CNICM) adopta la National Library of
Medicine Classification (NLMC) como esquema de clasificación para organizar sus
monografías; en 1990 se sustituye por la
versión en español traducida por María
Luisa Garza Ávalos debido a la evidente
ventaja que supone su existencia en nuestro propio idioma, razón determinante de la
ejecución de este magnífico trabajo para las
bibliotecas especializadas en biomedicina
en México.5
Esta obra (Sistema de Clasificación de
la Biblioteca de Medicina de los Estados
Unidos) consta de tres tomos: el proyecto
de investigación sobre el análisis y estructura del sistema de clasificación (t l), la traducción del esquema (t 2) y el índice analítico del clasificador (t 3) cuya traducción
estuvo a cargo del Maestro Jorge Arellano
Trejo. Los tres trabajos se basan en la cuarta edición revisada de la NLM. Cabe destacar el acierto logrado al elegir este clasificador para la realización de este proceso, por
su adecuada correspondencia con el actual
desarrollo de la medicina.
89
SISTEMA DE CLASIFICACIÓN
DE LA BIBLIOTECA DE MEDICINA
DE LOS ESTADOS UNIDOS5,6
Origen. Vínculo con la Library
of Congress (LC)
La NLMC se elabora gracias a la transferencia, a la NLM, de símbolos de la Library
of Congress Classification (LCC) mantenidos en reserva para la expansión de su
sistema (QS-QZ y W-WZ). Al crear la
NLMC, sus autores designan la W-WS a la
medicina y sus especialidades en tanto los
de la QS-QZ, se aplican en el campo de las
ciencias preclínicas. Por este motivo, la NLM
soslaya el uso de los esquemas similares
pertenecientes a la LCC (QM, anatomía; QR,
microbiología y R, medicina) puesto que se
encuentran excelentemente representados
en sus tablas mientras que, por el contrario, sí utiliza de manera íntegra las tablas de
la LCC correspondientes a psicología (BF),
sociología (HM), ciencia (Q-QP) y bibliografía (Z). De igual modo, su índice analítico
comprende algunos números de la LCC a fin
de considerarlos en los casos necesarios.
La estrecha vinculación existente entre la aplicación de estos dos sistemas de
clasificación se garantiza por la participación del director de la LC en la Junta de
Gobierno (Board of Regents) de la NLM a
título de miembro ex-oficio, lo cual subraya
el carácter nacional de esta última y facilita
la coordinación del trabajo con la LC.
Características
Es un sistema jerárquico, precoordinado y enumerativo. Forma parte del
MEDLARS y se ajusta al MeSH en la medida de lo posible. Está desarrollado en forma
independiente, pero complementaria al de
la LC.3 Su notación es alfanumérica y sus
índices o números de clasificación son simples y fáciles de recordar, además está es90
tructurado en clases que se subdividen en
subclases como la LCC y a la vez, esta en
divisiones y subdivisiones.
En diferentes ediciones, se han utilizado
algunas subdivisiones especiales como el año,
idioma y la alfabética por tópicos (a partir de
las tablas de tres cifras de Cutter Saborn modificada para áreas muy saturadas).
Dentro de las clases y algunas
subclases, se emplean subdivisiones generales (determinantes de forma) representadas por los dígitos comprendidos entre los
números 1 y 33 que aparecen en cada clase
con modificaciones en las diferentes ediciones. A lo largo de todo el esquema aparecen notas explicativas, referencias cruzadas y envíos.
En las ciencias preclínicas se asigna el
dígito 4 a los trabajos generales; en cambio, para la medicina y sus especialidades
se ha elegido el número 100. Posee un índice alfabético de materias (analítico) contentivo tanto de los términos correspondientes al sistema como aquellos de la LCC que
se precisan. Como el desarrollo de las clases es jerárquico, se basa en una división
anatómica que comienza, primero, con el
estudio en conjunto del sistema o aparato
y luego, con cada órgano en particular.
Los trabajos sobre determinadas enfermedades se clasifican por el órgano o
región afectada y no por la enfermedad.
El desarrollo geográfico se aplica en
aquellos índices de clasificación que lo permitan según se indique su uso en la tabla G
(tabla auxiliar).
La clase WZ está destinada a la historia de la medicina (por período, localidad,
etc.; biografía; libros antiguos y sección
miscelánea). En la lista de adiciones, cambios y supresiones, estas últimas se indican utilizando corchetes para encerrar los
números eliminados. También, se marcan
con un asterisco los nombres de organis-
mos que ya no se emplean de acuerdo con
la nueva edición del Manual de Bergey.
Como parte integrante de un gran sistema,
en este clasificador se considera a otro de
los elementos relevantes del MEDLARS: el
tesauro MeSH.
La NLMC tiene en cuenta a este lenguaje artificial dentro de lo posible. Las estructuras jerárquicas del MeSH se utilizan, al
máximo, para relacionar los encabezamientos del clasificador lo cual no sucede siempre dada la diversidad y formas de los materiales. Ello significa que pese a la inclusión
del MeSH y algunas de sus referencias, las
tablas mantienen su propio carácter.
Alcance
Se prevé para clasificar monografías y
publicaciones seriadas, aunque sólo aplica
la clasificación por materias a las primeras.
En lo fundamental, las monografías aparecidas antes del siglo XIX se clasifican por
un orden alfabético por autor y cronológico
de acuerdo con el siglo. También hay consideraciones especiales destinadas a las
bibliografías y primeros libros impresos: el
índice de clasificación correspondiente se
antecede por una Z mayúscula. No obstante, las bibliografías impresas en el siglo
XIX se almacenan acorde con la tabla correspondiente a este tipo de documentos y
no a la tabla aplicable al siglo XIX.
Las publicaciones editadas entre 1801
y 1913 reciben un tratamiento particular, con
un ordenamiento simplificado de combinaciones de dos o tres letras desprovistas de
número clasificador (en sentido general)
según la misma secuencia alfabética del
esquema principal. Los materiales que han
visto la luz a partir de 1914 brindan un nivel
de precisión superior (diferentes ediciones
del sistema de clasificación). De igual forma este sistema proporciona, mediante la
aplicación de la Tabla G, una subdivisión
geográfica para las monografías cuyo em-
pleo se indica en la tabla principal, aunque
la principal utilización de la Tabla G radica
en la disposición establecida para las publicaciones seriadas de los gobiernos y las
publicaciones de los hospitales.
En relación con las publicaciones
seriadas, se agrupan en siete grandes categorías según el tipo de publicación
(biomedicina; ciencias de la información;
referencias generales; congresos, hospitales, estadísticas e informes administrativos;
seriadas con determinantes de forma e índices y bibliografías).
Resulta conveniente aclarar que la BMN
prescinde de las consideraciones relativas a
las seriadas, materiales especiales y Tabla G
(organiza sus fondos teniendo en cuenta
otros criterios) por lo que aplica sólo lo establecido en cuanto a textos y folletos relativamente recientes que son los que atesora.
Ediciones
Fue objeto de una edición preliminar
en 1948. Con posterioridad, se publica en
distintas oportunidades desde su primera
edición en 1951 tal como lo muestra la siguiente tabla:
En 30 años de existencia, este sistema
de clasificación únicamente experimenta
una revisión de envergadura durante su
cuarta edición. En ella se incluye un número aproximado de 400 adiciones, se multiplica en tres veces y media el índice (hoy día
17 500 entradas) cinco producen cambios
en la redacción de los títulos y explicaciones con el propósito de hacerlos más explícitos y claros, por último, la terminología se
ajusta a normas contemporáneas para ser
más aceptable y consistente. Independientemente de las diversas ediciones, desde
1964 la NLM publica una lista de adiciones
y cambios en forma irregular para adelantar
modificaciones que pueden incorporarse
más tarde, a las nuevas versiones de la
NLMC.
91
Tabla 1. Ediciones de la NLMC
Edición
Año
Preliminar
Primera
Segunda
Tercera
Tercera revisada y ampliada
Cuarta
Cuarta revisada y ampliada
Quinta edición
1948
1951
1956
1964
1969
1978
1981
1995
Estructura
Consta de una introducción, las tablas
y un índice. La introducción ofrece información detallada acerca de la presentación
del documento, objetivos, alcance y explicaciones concernientes a su uso. En cuanto a las tablas, posee una clase, la W dividida en subclases tal como se explica más
adelante. Además, incluye las subclases
QS-QZ cedidas por la LCC (clase Q-ciencia).
La primera letra de su notación alfanumérica
indica la clase general y la siguiente letra
añadida, representa las subclases. Así por
ejemplo vemos:
Ciencias Preclínicas
QS
QT
QU
QV
QW
QX
QY
QZ
Anatomía humana
Fisiología
Bioquímica
Farmacología
Microbiología e inmunología
Parasitología
Patología clínica
Patología
Título
Army Medical Library Classification: Medicine
Army Medical Library Classification: Medicine
National Library of Medicine Classification
National Library of Medicine Classification
National Library of Medicine Classification
National Library of Medicine Classification
National Library of Medicine Classification
National Library of Medicine Classification
WD200
WD300
WD400
WD500
WD600
WD700
WE
WF
WG
WH
WI
WJ
WK
WL
WM
WN
WO
WP
WQ
WR
WS
WT
Medicina y Ciencias afines
W
WA
WB
WC
WD100
92
Profesión Médica
Salud Pública
Práctica médica
Enfermedades trasmisibles
Enfermedades carenciales
WU
WV
WW
WX
WY
WZ
Enfermedades metabólicas
Enfermedades alérgicas
Intoxicaciones causadas por
animales
Intoxicaciones causadas por
vegetales
Enfermedades causadas por
agentes físicos
Medicina aeronáutica y
espacial
Aparato locomotor
Aparato respiratorio
Aparato circulatorio
Sistema hemático y linfático
Aparato digestivo
Aparato urogenital
Sistema endocrino
Sistema nervioso
Psiquiatría
Radiología
Cirugía
Ginecología
Obstetricia
Dermatología
Pediatría
Geriatría. Enfermedades
crónicas
Odontología. Cirugía bucal
Otorrinolaringología
Oftalmología
Hospitales
Enfermería
Historia de la medicina
Con el propósito de observar el empleo de letras y números para lograr
subdivisiones más específicas, se presentan las ciencias preclínicas a partir de la
clase Q (ciencia en LCC) tal como se puede
apreciar:
Las subdivisiones de forma (determinantes
de forma) se encuentran representadas de
manera análoga en las diferentes tablas (entre los números 1 y 33). A continuación, se
muestra un ejemplo:
QS
1
4
5
7
9
Sociedades
Trabajos generales
Colecciones (general)
de varios autores
de autores individuales
Discursos. Ensayos. Conferencias
(general)
Q
11
11.1
13
15
16
17
18
20.5
22
23
24
25
26
27
27.1
28
Clase
Historia (Tabla G)
Cobertura general (no use tabla G)
Diccionarios. Enciclopedias
Clasificación. Nomenclatura
Tablas. Estadísticas
Atlas. Trabajos pictóricos
Educación. Bosquejos. Preguntas y
respuestas. Instructivos para maes
tros. Catálogos y discusión de ma
terial audiovisual. Asesoría por com
putación.
Investigación
Directorios
Laboratorios
Colectivos
Individuales
Manuales de laboratorio. Técnicas
Equipos y aparatos
Museos, exhibiciones, etc.
Colectivos (Tabla G)
Cobertura general (no use tabla G)
Individuales (Tabla G)
Ciencia
Anatomía humana
QS
QS 4
Subclase
Trabajos
4.3
4.4
Idioma inglés, 1978
Otros idiomas, 1978
QS 1-132
QS 504-532.5
530
531
532
532.5
Anatomía
Histología
Histología experimental
Histocitoquímica
Tipos de tejido normal
Tipos específicos, A-Z
.A3 tejido adiposo
.C7 tejido conjuntivo
.E7 Epitelio
.ES Tejido elástico
.M3 Membranas (general)
.M8 Membrana mucosa
.M3 Tejido nervioso
Embriología
QS 604-679
generales Subdivisión
por idioma y año
(abolida en la 4. ed. revisada)
División
División
Subdivisión
93
La última parte de este clasificador es
el índice de materias consistente en una relación de los términos de entrada y de referencia (incluidos o no en el MeSH) organizados alfabéticamente. En ausencia de este
índice analítico, se acrecienta la complejidad de este proceso y resulta muy difícil
clasificar de manera adecuada.
Su utilidad reside en varios aspectos
de suma importancia: ofrece un marco de
orientación muy favorable para la elección
de un concepto dado o un tema relacionado y además permite ejercer un control sobre la terminología. Con su auxilio, las operaciones se ejecutan de un modo significativamente más ágil y seguro,6 aunque se
debe subrayar que la consulta de las tablas
siempre es obligatoria. Por otra parte esta
sección eleva, de manera considerable, el valor
científico y de consulta del clasificador.7
Se erige como propósito clasificar, con
ayuda del esquema de clasificación implantado, el contenido intelectual de las publicaciones monográficas en correspondencia con las necesidades de información de
los usuarios del SNICM y el tipo de institución (biblioteca especializada) lo que posibilitará en su alcance organizar, físicamente, los documentos y recuperar la información solicitada.
Instrucciones de trabajo
1) Leer cuidadosamente el documento con
el fin de conocer el tema tratado mediante la comprensión del título y partes
fundamentales del texto según el método de la lectura técnica implantado en este
sistema (Manual de Indización LILACS).
2) Clasificar una publicación monográfica
sobre la base del tema principal abordado y los aspectos formales secundarios
del documento.
3) Emplear el índice analítico (alfabético
auxiliar) como guía para la utilización de
las tablas. No obstante, remitirse, siem94
pre, a las tablas principales para verificar la exactitud del índice de clasificación y buscar la solución definitiva en
ellas.
4) Determinar la clase a la cual corresponde el tema o materia principal a partir de
las intenciones expuestas por el autor o
el propósito expresado por éste. Contemplar los aspectos secundarios formales cuando sea preciso reflejar las
determinantes utilizadas por el sistema
establecido.
Es preciso apuntar que en ocasiones,
un documento versa sobre dos o más temas. También puede referir dos o más aspectos de un tema principal; de ahí que ha
de tenerse en cuenta:
a) Si un libro posee similares posibilidades de representación para dos índices
de clasificación, optar por aquel que
pueda prestar mayor utilidad de acuerdo con los intereses de los usuarios.
b) Los libros que abarcan dos o tres temas
pertenecientes a diferentes índices de
clasificación según el énfasis puesto y
en ausencia de este, clasificarlos por el
primer tema tratado.
c) Una obra que trate por igual más de 3
temas correspondientes a una misma
clase o división del sistema, asignarle
un índice general.
d) Si un tema no está previsto en el sistema de clasificación, se utilizan las tablas de la LC o el símbolo de la clase
más relacionado según el caso.
e) Si un libro aborda dos o tres aspectos
de un tema, ubicarlo en el considerado
más importante; si son equivalentes en
ese sentido, elegir el encabezamiento general que abarque todos los aspectos o
la mayoría de ellos.
5) Adjudicar el índice de clasificación acorde al Sistema de Clasificación implantado conjuntamente con la notación in-
terna prevista en las reglas establecidas por la BMN, una vez definida la
materia principal. Además añadir, al final y en forma provisional, el número
consecutivo correspondiente.
6) Consignar la signatura topográfica en
el borde derecho superior del reverso
de la cubierta del libro o folleto.
7) Completar el procesamiento análiticosintético del documento.
Procedimiento documentado
Este proceso, comprendido en el análisis de contenido, engloba las operaciones
imprescindibles para asignar una ubicación
fija a los documentos en el fondo pasivo
sobre la base del Sistema de Clasificación
de la Biblioteca de Medicina de los Estados
Unidos y al mismo tiempo, los agrupa por la
similitud de sus materias.
Complementa procesos como la catalogación; la resultante de la clasificación el número o índice de clasificación- forma
parte de la signatura topográfica (o código
de domicilio), este es dato clave en la recuperación del documento desde el punto de
vista físico en los sistemas cuyos materiales se organizan de acuerdo con algún esquema de clasificación.
La adopción de este sistema en el
SNICM es parcial, porque de todo el clasificador sólo se aplica la clasificación de
monografías por materias según las decisiones tomadas por el CNICM, es decir, se
limita a la utilización del número de clasificación correspondiente a la clase representativa de la materia abordada en el texto y
sus respectivas subdivisiones; se excluyen
las restantes instrucciones particulares de
este clasificador, a saber:
la Tabla G
-Clasificación geográfica para
materias designadas por este
sistema de clasificación para
subdividirse y agruparse en
correspondencia con la región a la cual pertenecen.
los planes - Bibliografías y títulos
monográficos publicados en
el siglo XIX, así como los primeros libros impresos.
la clasifica- - Las publicaciones seriadas
ción de pu- se agrupan en 7 categorías
blicaciones según el tipo
seriadas
de información contenida en
ellas.
En el SNICM se clasifican, únicamente, los libros y los folletos de valor permanente. No se aplica la clasificación por materias prevista en la NLMC en lo que a
seriadas se refiere por no considerarlo conveniente, por lo tanto, los documentos sometidos a este proceso son aquellos que se
catalogan.
En lo referente al proceso de clasificación en sí, como premisa insoslayable se
analiza, ante todo y de manera minuciosa,
el título del documento, al igual que su subtítulo en caso de existir; se relee cuantas
veces sea necesario hasta alcanzar una
comprensión cabal del tema tratado que este
refleja; estos datos deben aparecer, por lo
general, en la portada o su sustituto.
Adicionalmente, se examinan otras partes del documento como son la sobrecubierta donde se publica información concerniente a la obra en ocasiones; el prefacio o prólogo que sirven para introducirnos más en el tema al igual que la introducción donde el autor presenta el propósito
de la obra. La tabla de contenido, el índice
de materias y la bibliografía también son
secciones que contribuyen a formarse una
idea más abarcadora del asunto expuesto
por el autor. Igualmente, los subtítulos incluidos en el cuerpo de la obra aportan información y si se precisa, se consulta el propio texto.
Esta lectura rápida y parcial, pero efectiva (lectura técnica) de los puntos centra95
les del material permite determinar el tema
principal y los secundarios. No obstante, si
no se logra este objetivo se debe apelar a
obras de referencia capaces de esclarecer
las dudas surgidas o apoyarse en el asesoramiento de especialistas en la materia hasta precisar, con toda claridad, el contenido
documental. Con posterioridad, se realizan
anotaciones en las que se plasman los resultados alcanzados en cuanto a la delimitación de las cuestiones discutidas para
luego escoger la principal.
Hay varios factores relevantes en la
selección de los índices. Ante todo, al clasificar se consideran los puntos de vista
del autor, de manera objetiva y sin introducir apreciaciones personales ni subjetivismo. Otro aspecto primordial es asignar
los índices según las características de la
entidad procesadora y las necesidades de
los usuarios. Si ocurre que pese a la selección realizada en Recursos Informativos, se
detecta la no relevancia de un documento
al sistema, se somete a un proceso de devolución; primero a Admisión y Registro y
de allí, a Recursos Informativos.
Una vez efectuada la lectura técnica del
documento que proporciona un conocimiento adecuado acerca de los puntos clave del texto, es preciso elegir el tema principal expresado hasta este momento en lenguaje natural para convertirlo al lenguaje
convencional del sistema (sistema de clasificación). Se consulta el índice analítico
para orientarse en forma acertada en la opción de la clase conveniente.
La revisión del índice analítico del clasificador reviste gran importancia. Su terminología es compatible con la del MeSH
en la medida de lo posible. En este índice
aparecen varios miles de términos principales del MeSH, aunque muchos de ellos figuran sólo en este y no en las tablas, pues
en ellas estos términos remiten a otro más
general o afín. Siempre es imprescindible
corroborar el número de clasificación (o índice de clasificación) en las tablas con el
96
propósito de comprobar la total pertinencia
del número seleccionado y dilucidar si es
posible representar los temas secundarios
(en alguna medida) mediante las determinantes de forma y otras subdivisiones.
El número de clasificación asignado
debe responder, básicamente, a la materia
principal del material clasificado en este sistema. Cada término principal o subordinado dentro del índice analítico del clasificador está seguido de un número de clasificación que cuando se selecciona como índice
representativo del tema principal debe verificarse en la tabla correspondiente del esquema de clasificación, porque pese a la
indiscutible utilidad del índice analítico, reviste vital importancia conocer que este no
constituye un sustituto de las tablas principales. La remisión a estas es ineludible
con el fin de confirmar la asignación correcta del número y su relación con otros.
En algunas oportunidades, en lugar de
un número de clasificación aparece un rango de números de clasificación. En este
caso, debe escogerse el número mejor
ajustado al tema discutido, comprendido
dentro de ese límite y corroborarlo, de
igual modo, en la tabla respectiva. Así
por ejemplo:
WN 440-450
Si el tema discutido en el documento
aborda, en general, la medicina nuclear, le
corresponde el 440. Cuando verse sobre el
diagnóstico mediante medicina nuclear,
asigne WN 445, pero si el enfoque es la
medicina nuclear utilizada como tratamiento, se le atribuye WN 450. Las confirmaciones necesarias, únicamente, pueden
obtenerse revisando la tabla WN.
Las tablas principales son la única
fuente contentiva del significado de los
números específicos comprendidos dentro
de determinado rango y la vía correcta para
comprobar el acierto de la decisión tomada.
Las referencias cruzadas incluidas dentro del índice es otra posibilidad que este
ofrece para facilitar la ubicación de una temática dentro del esquema. Sólo aparecen
determinados términos de referencia del
MeSH y por otra parte, se dispone de otros
términos de referencia No-MeSH que son
materias incluidas en los índices de materia
de las primeras ediciones de la clasificación
y ciertos términos sinónimos utilizados por
la Biblioteca del Congreso y por último, se
suman otros que resultan muy útiles al catalogador. Todos ellos auxilian en la búsqueda
del índice de clasificación apropiado.
Los distintos tipos de referencias cruzadas auxilian en la resolución de situaciones diferentes en el propio clasificador.
Estas se explican en este manual con el objetivo de conocerlas, comprenderlas y aplicarlas de forma consecuente para lograr su
máximo provecho y por ende, alcanzar un
resultado superior en el proceso de clasificación. Por tanto, se establece considerar
estas observaciones:
1) Seleccione un término subordinado a
otro más genérico (sangrados o con sangría) para representar aspectos de la materia a la cual se encuentra supeditado.
Por ejemplo:
Enfermedades hereditarias
Diagnóstico prenatal
En la infancia y la niñez
Veterinaria
Véase también nombres
de enfermedades específicas
QZ 50
QZ 50
WS 200
SF 756.5
2) Contemple los términos de referencia
que envían a un término cuando coincidente el (los) número(s) asignado(s) a
ambos. Puede tratarse de un término
compuesto por varias palabras que remite a ese mismo término, pero reflejado
en un orden invertido.
Por ejemplo:
Sangre, Sedimentación de la
véase sedimentación sanguínea
WN 408
3) Seleccione el término más genérico o
relacionado en el esquema al cual remite el índice pues existe varios miles de
términos principales en el índice; gran
número de ellos se incluyen solamente
en el índice analítico y no poseen correspondencia directa en el esquema.
Por ejemplo:
Higiene
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Militar véase Higiene militar UH 600-627
Naval VG 470-475
Los puntos suspensivos, utilizados en
el ejemplo anterior en forma vertical, indican
la omisión de otros términos subordinados
por carecer de interés en este ejemplo.
4) Opte por el único número de clasificación existente en el caso en que coincida el término de referencia con el
principal más genérico al cual remite.
Por ejemplo:
Hiperlipidemia esencial familiar
Véase
Hiperlipidemia
WD 200.5.H8
5) Realice la elección más conveniente si
el término de referencia no posee una
representación precisa en ninguno de
los términos principales. Por ejemplo:
Abrasión véase Dermabrasión
WO 600 Heridas y lesiones
WO 700-820
6) Decida de acuerdo con el tema tratado, cuál elegir dentro de un conjunto de términos cuando se trata
97
de uno principal y existan otros subordinados a él. Por ejemplo:
Líquido amniótico
Embriología animal
QL 975
Embriología humana
QS 645
Obstetricia
WQ 210.5
Véase también
Embolia del líquido amniótico WQ 244
7) Seleccione el término de referencia que
considere más representativo del concepto principal cuando este se relacione estrechamente con los subordinados.
Por ejemplo:
Adolescencia
WS 460-463
Embarazo véase
Embarazo en la adolescencia
WS 462,
etc.
La abreviatura etc. indica que además
de los números ofrecidos en la referencia,
existen otros, representativos de esa materia que es posible localizar bajo la entrada
principal del término.
8) Elija entre un término principal vinculado a otro relacionado mediante referencias véase también por ejemplo:
Diseño para inválidos
Véase también
Arquitectura
Accesibilidad
arquitectónica
WA 759
WA 795-799, etc.
WA 795-799
Los números de clasificación para medicamentos, productos químicos y agentes
biológicos se corresponden con la clase QV,
para los productos bioquímicos QU, para
los farmacológicos QV y la clase correspondiente a la clasificación de la Biblioteca
del Congreso, para los temas sobre química, sin embargo, si estos agentes se abordan desde el punto de vista de una enfermedad determinada o en un estudio experimental, en el material analizado, clasifique
98
por el número correspondiente a la enfermedad o al experimento.
Por ejemplo:
Vitamina K
Vitamina K,
Deficiencia de
WD 155
Vitaminas
Análisis
Ensayo clínico
Constituyentes QK
de plantas
Fisiología animal
Domésticos
Salvajes
Nutrición animal
Soluble en agua
QU 181
QU 160-220
QU 160
QY 350
898.V5
SF 768-768.2
QP 771-772
SF 98.V5
QU 165-181
Véase también nombres de vitaminas
específicas
Algunas materias deben clasificarse
por las tablas de la LC, porque estas no se
encuentran comprendidas en los campos
abarcados por la clasificación implantada y
en algunas oportunidades resultan necesarias en las bibliotecas biomédicas. Se trata
de temáticas como psicología, sociología,
ciencias, computación y ciencias bibliotecarias, así como medicina veterinaria.
Por ejemplo:
Psicología aplicada
sin embargo
Psicología clínica
En la infancia y
la niñez
Libro, Industria del
Ciencia
Q
Biografías
Colectivas
Individuales
Derecho
Historia (general)
BF 636-637
WM 105
WS 105
Z 116.A8-661
Q 141
WZ 100
Q 125
Q 125
Por otra parte, se debe tener en cuenta
que todos los números de clasificación
disponibles en las diferentes tablas del
esquema de clasificación de la NLM, no
aparecen en las últimas ediciones, sino
que se han incorporado, primero, en las
ediciones de las adiciones y cambios de
la clasificación hasta tanto se publique una
nueva edición del clasificador tal como
sucede con la Clasificación de la Biblioteca
del Congreso. Transcurrido todo el proceder de adjudicación del índice de clasificación correspondiente a la materia, se añade
a continuación la notación interna de la institución de información consistente en las
3 primeras letras del apellido del autor o título según la entrada principal, seguido del
número de la edición (en caso de poseerla)
y del año de publicación del documento.
Por ejemplo:
WM
105
1 ed.
Gon
1994
En los últimos años y como medida
provisional en la BMN, se adiciona un número consecutivo que responde a la organización en el estante en ese orden. Tal
medida obedece a la carencia de espacio en
el fondo pasivo. Reviste un carácter temporal y su aplicación cesa en cuanto se resuelva tal problema.
Por ejemplo:
WM
105
1 ed.
Gon
1994
0020
Finalmente, se consigna la signatura
topográfica obtenida en todo este proceso
y se añade a las anotaciones tomadas en la
catalogación para luego almacenarlas en la
computadora según las instrucciones del
aplicativo LILDBI sobre el llenado de los
campos o en las fichas catalográficas en las
bibliotecas no automatizadas.
El personal asignado a esta tarea debe
conocer técnicas de análisis y síntesis de la
información con el objetivo de realizar convenientemente este proceso; dominar el sistema de clasificación adoptado y en cuanto
a idiomas, como mínimo poseer nociones
de inglés, así como habilidad en el manejo
del teclado en la computadora o máquina
de escribir.
Al mismo tiempo, cuando se le designe, debe contribuir al adiestramiento del personal de la red y de los alumnos tanto de la
licenciatura de Información Científico-Técnica y Bibliotecología como de técnico medio en bibliotecología.
Para el desempeño apropiado de las
tareas concernientes a este proceso, la administración se debe comprometer con el
aseguramiento de los repertorios necesarios, entre ellos:
− Últimas ediciones del Sistema de Clasificación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (t 1 Análisis del sistema; t 2 Esquema para libros
en el campo de la medicina y ciencias
afines-tablas; t 3 Índice en español)
− Adiciones y cambios en la clasificación
− Current Catalog National Library
Classification
El aseguramiento de las condiciones
de trabajo requeridas y la superación del
personal técnico repercute como factor decisivo en la estabilidad de los recursos humanos y por consiguiente, en la elevación de
la eficacia del proceso. En tal sentido, la administración responde por su cumplimiento.
ANEXO. ADICIONES Y CAMBIOS EN
LA NLMC
Este anexo es la versión traducida de
la primera de las adiciones y cambios
99
de la NLMC correspondientes a 1986 que
actualiza, en alguna medida, la cuarta edición revisada de 1981 hasta tanto se disponga de la quinta edición de 1995. Se proyecta la traducción de las otras actualizaciones publicadas en el futuro.
Números adicionados o suprimidos
Se anexa una lista de los nuevos números de clasificación adicionados a la
NLM Classification desde la publicación
de la cuarta edición, revisada en 1981. Esta
lista incluye los números adicionados a esta
revisión y aquellos previamente enunciados en adiciones y cambios a la clasificación de la NLM (Additions and changes to
the NLM Classification), publicados como
parte de las Notas para los catalogadores
en el campo de la medicina (Notes for medical
catalogers) antes de 1986 o desde 1986 en
el NLM Technical Bulletin (ver anexo).
Dicha relación no considera aquellos
números adicionados para la cobertura ge-
neral los cuales suceden a los números existentes en la Tabla G; sin embargo, de esa
forma se identifican los nuevos números a
los cuales es aplicable la tabla G y y se brindan los números de cobertura general. El
asterisco precede a números que pueden
ser utilizados tanto para las monografías
como para las publicaciones seriadas.
La columna de la derecha refleja dónde
se clasificaban los materiales sobre un tema
dado. "Various places" (diversos lugares)
indica que ese número, "utilizado con mucha frecuencia", no existía anteriormente.
"None" (ninguno) identifica nuevos números para los conceptos nuevos en la clasificación.
Aunque mediante una anotación puede indicarse que un tema fue anteriormente
clasificado en un número particular, ese
puede ser todavía aceptable para un material que presente otro aspecto del tema.
La traducción se ajusta al vocabulario utilizado en las tablas del clasificador
en español, con vistas a uniformar la terminología.
ANEXO. Números adicionados
Nuevo
Materias
QS
*18.2
*39
*518.2
*529
*618.2
*629
Anterior
Anatomía humana
Materiales educacionales
Manuales
Materiales educacionales (Histología)
Manuales (Histología)
Materiales educacionales (Embriología)
Manuales (Embriología)
QS 18
Ninguno
QS 518
QS 539
QS 618
QS 639
QT Fisiología
*18.2
*29
36
37
37.5
260.5
261
100
Materiales educacionales
Manuales
Ingeniería biomédica
Materiales biomédicos y biocompatibles
Materiales específicos, A-Z
Actividades específicas, A-Z
(Atletismo, deportes)
Medicina del deporte
QT
QT
QT
QT
QT
QT
18
39
34
34
34
260
QT 260
QU Bioquímica
*18.2
*39
54
56
57
58
58.7
61
62
86
107
130.5
145.5
Materiales audiovisuales
Manuales
Nitrógeno y compuestos relacionados
Nucleoproteínas
Nucleósidos. Nucleótidos
ADN
ARN
Aminas. Amidinas
Amidas
Grasas. Aceites
Sustancias del crecimiento. Inhibidores
del crecimiento
Elementos trazadores
Valores nutritivos de los alimentos
QU 18
Ninguno
QU 55
QU 58
QU 58
QU 58
QU 58
QU 60
QU 60
QU 85
QU 130
QU 130
QU 145
QV Farmacología
*18.2
*39
77.2
350.2
Materiales educacionales
Manuales
Drogas psicotrópicas
Drogas específicas, A-Z
QV 18
Ninguno
QV 77
QV 350
QV 600 Toxicología
*607
Manuales
Ninguno
QV 700 Farmacia y farmacéutica
*715
Clasificación. Nomenclatura
*715
Clasificación. Nomenclatura.
Terminología
Atlas. Trabajos pictóricos
Directorios (Tabla G)
Cobertura general (No Tabla G)
Leyes
Cobertura general (No Tabla G)
Discusión de la ley. Jurisprudencia
717
*722
*722.1
*732
*732.1
*733
Diversos
lugares
Diversos
lugares
QV 17
QV 22
QV 22
QV 32
QV 32
QV 33
Qv 700 Farmacia y farmacéutica. Continuación
*733.1
*735
760
Cobertura general (No Tabla G)
Manuales
Materia médica
QV 33
Ninguno
Ninguno
QW Microbiología e inmunología
*18.2
25.5
*35
50
55
*518.2
525.5
Materiales educacionales
Técnicas específicas, A-Z (Manuales de
laboratorio. Técnica)
Manuales
Bacterias. Bacteriología
Microbiología ambiental
Materiales educacionales
(Inmunología)
Técnicas específicas, A-Z
(Manuales de laboratorio. Técnica)
QW 18
Diversos
lugares
Ninguno
QW 4
Ninguno
QV 518
Diversos
lugares
101
*539
540
545
573.5
575.5
630.5
Manuales (Inmunología)
Inmunidad (General)
Autoinmunidad
Antígenos específicos, A-Z
Anticuerpos específicos, A-Z
Toxinas y antitoxinas específicas, A-Z
Ninguno
QV 504
QV 504
QV 573
QV 575
QV 630
QX Parasitología
*18.2
*39
45
Materiales educacionales
Manuales
Relaciones huésped-parásito
QY
*18.2
*39
Patología clínica
Materiales educacionales
Manuales
QX 18
Ninguno
Diversos
lugares
QZ 18
Ninguno
QZ Patología
*18.2
*39
275
*18.2
20.55
26.55
*49
85.5
Materiales educacionales
Manuales
Oncología pediátrica.
Oncología del adolescente
W Profesionales de la salud
Materiales educacionales
Tópicos especiales, A-Z (investigaciones
médicas)
Tópicos especiales, A-Z (informática médica)
130.1
Manuales
Derecho a morir. Directivas avanzadas.
Voluntad de vivir
Planes de atención controlada (General o no
clasificados en otros lugares) (Tabla G)
Cobertura general (No Tabla G)
132
132.1
160
Organizaciones de mantenimiento de la salud
Cobertura general (No Tabla G)
Seguros de hospitalización. Seguros médicos
160.1
principales. Seguros de atención a largo
Seguros de Medigap (Tabla G)
Cobertura general (No Tabla G)
255
Seguros de enfermería
130
QZ 18
Ninguno
QZ 200- 269
W 18
Diversos
lugares
Diversos
lugares
W 39
Diversos
lugares
Diversos
lugares
Diversos
lugares
W 125
W 125
W100275
W 100-275
Ninguno
W 600 Medicina y estomatología forenses
*618.2
*639
Materiales educacionales
Manuales
*18.2
*39
309
WA Salud Pública
Materiales educacionales
Manuales
Salud de las mujeres
530
102
Administración de salud internacional (Tabla G)
W 618
Ninguno
WA 18
Ninguno
Diversos
lugares
WA 540
530.1
790
Cobertura general (No Tabla G)
Desperdicios médicos. Desperdicios dentales
WA 540
Diversos
lugares
WB Práctica de la medicina
*18.2
*39
101
Materiales educacionales
Manuales
Atención ambulatoria (General)
102
103
104
327
422
Medicina clínica
Medicina conductual
Psicología médica
Autoatención
Dieta macrobiótica
WC 18
Ninguno
Diversos
lugares
Ninguno
Ninguno
Ninguno
Ninguno
Ninguno
WC Enfermedades trasmisibles
*18.2
*39
501
502
503
503.1
503.2
503.3
503.4
502.41
503.5
503.6
503.7
Materiales educacionales
Manuales
Infecciones por virus ARN
Infecciones por retrovirus
Síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
Infecciones por HIV
Diagnóstico
Terapia
Etiología. Trasmisión
Epidemiología (Tabla G)
Cobertura general (No Tabla G)
Complicaciones
Prevención y control
Aspectos psicosociales
WC 18
Ninguno
WC 500
WC 500
WC
WD
WD
WD
WD
WD
WD
WD
WD
500
308
308
308
308
308
308
308
308
WD 100 Desórdenes nutricionales
*101
Manuales
Ninguno
WD 200 Enfermedades metabólicas
*200.1
Manuales
Ninguno
WD 300 Enfermedades inmunológicas y del
colágeno. Hipersensibilidad
*301
Manuales
Ninguno
WD 400 Envenenamiento por animales
*401
Manuales
Ninguno
WD 500 Envenenamiento por plantas
*501
Manuales
Ninguno
WD 600 Enfermedades y lesiones causadas
por agentes físicos
*601
Manuales
Ninguno
103
WD 700 Medicina aeronaútica y espacial
*701
704
Manuales
investigaciones
WD 704
Ninguno
WD 750 Medicina espacial
751
751.6
Investigaciones
Informática médica. Procesamiento automático
de datos. Computadoras
Ninguno
Ninguno
WE Sistema óseo muscular
*18.2
*39
304
*18.2
*39
141.5
Materiales educacionales
Manuales
Enfermedades de las articulaciones
WF Sistema respiratorio
Materiales educacionales
Manuales
Técnicas específicas, A-Z (Examen, diagnóstico)
WE 18
Ninguno
WE 300
WF 18
Ninguno
Diversos
lugares
WG Sistema cardiovascular
*18.2
*39
120
166.5
210
Materiales educacionales
Manuales
Enfermedades cardiovasculares
Métodos terapéuticos específicos, A-Z
Enfermedades del corazón
WG 18
Ninguno
WG 100
Diversos
lugares
WG 200
WH Sistema hemático y linfático
*18.2
*39
120
Materiales educacionales
Manuales
Enfermedades hematológicas
WH18
Ninguna
WH 100
WI Sistema gastrointestinal
*18.2
*39
140
529
830
Materiales educacionales
Manuales
Enfermedades
Neoplasmas. Pólipos (Colon)
Cirugía (General) (Páncreas)
WI 18
Ninguno
WI 100
WI 520
WI 800
WJ Sistema urogenital
*18.2
*39
140
706
Materiales educacionales
Manuales
Enfermedades urológicasWJ 100
Neoplasmas (General) (Genitales masculinos)
WJ 18
Ninguno
WJ 700
WK Sistema endocrino
*18.2
*39
140
104
Materiales educacionales
Manuales
Enfermedades endocrinas
WE 18
Ninguno
WK 100
WL Sistema nervioso
*18.2
*39
103.5
103.7
105
140
160
Materiales educacionales
Manuales
Neuropsicología
Psiconeuroinmunología
Neuroendocrinología
Enfermedades del sistema nervioso
Neoplasmas del sistema nervioso
340.2
Trastornos de la comunicación.
Patologías
el habla-lenguaje
WK 18
Ninguno
WL 103
Ninguno
Ninguno
WL 100
Diversos
lugares
WL 340
WM Psiquiatría
*18.2
*34
102
140
145.5
165
Materiales educacionales
Manuales
Psiquiatría biológica
Trastornos mentales
Tests específicos, A-Z (Psicológicos)
Síntomas conductuales
284
290
Narcóticos
Nicotina
420.5
425.5
475
475.6
Tipos especiales, A-Z (Psicoterapia)
Tipos especiales, A-Z (Terapia conductual)
Afasia (Psicógena)
Dislexia (Psicógena)
WM 18
Ninguno
WM 100
WM 100
WM 145
Diversos
lugares
WM 270
Diversos
lugares
WM 420
WM 425
WM 475
WM 475
WN Radiología. Imagenología médica
*18.2
*39
105
180
Materiales educacionales
Manuales
Radiación ionizante
Imagenología de diagnóstico
185
Imagenología por resonancia magnética
203
205
206
208
250.5
600
660
665
Imagenología por radionúclidos
Termografía
Tomografía
Ultrasonografía
Tipos especiales, A-Z (Radioterapia)
Radiobiología
Radiometría
Dosificación de la radiación
WN 18
Ninguno
WN 100
Diversos
lugares
Diversos
lugares
WN 445
WB 270
WN 160
WB 289
WN 250
WN 610
WN 650
WN 650
WO Cirugía
*18.2
*39
*218.2
*213
WO
511
Materiales educacionales
Manuales
WO 200 Anestesia
Materiales educacionales
Manuales
Cirugía operatoria y técnicas quirúrgicas
Cirugía con láser
WO 18
Ninguno
WO 218
Ninguno
WO 500
105
WP Ginecología
*18.2
34
34.1
*39
440
Materiales educacionales
Negligencia
Cobertura general (No Tabla G)
Manuales
Enfermedades uterinas
WP 18
WP 32-33
WP 32-33
Ninguno
WP 400
WQ Obstetricia
*18.2
34
34.1
*39
152
155
Materiales educacionales
Negligencia (Tabla G)
Cobertura general (No Tabla G)
Manuales
Alumbramiento
Parto en el hogar
WQ 18
WQ 32-33
WQ 32-33
Ninguno
WQ 150
WQ 415
WR Dermatología
*18.2
*39
141
Materiales educacionales
Manuales
Diagnóstico. Monitoreo
WR 18
Ninguno
WR 140
WS Pediatría
*18.2
*39
104
205
*18.2
31
*39
115
116
Materiales educacionales
Manuales
Ninguno
Desórdenes de desarrollo
Incapacidad para el desarrollo
Urgencias pediátricas
WS 18
Diversos
lugares
WS 200
421
Enfermedades de recién nacidos
WT. Geriatría. Enfermedades crónicas
Materiales educacionales
Planes de atención médica.
Atención a largo plazo
Manuales
Ninguno
Requerimientos nutricionales
Trastornos de la nutrición
Longevidad. Esperanza de vida
WS 420
WT 18
WT 30
QU 145
WT 104
141
Examen físico y diagnóstico
145
155
166
Psicología geriátrica. Salud mental
Demencia senil. Enfermedad de Alzheimer
Terapéutica
Diversos
lugares
WT 150
WM 220
WT 100
WU Odontología. Cirugía oral
*18.2
*49
105
106
Materiales educacionales
Manuales
Urgencias estomatológicas
WU 18
WU 39
WU l00
140.5
141.5
317
417
426
470
507
Enfermedades mandibulares
Métodos de diagnóstico específicos, A-Z
(Examen. Diagnóstico)
Atlases (Odontología operatoria)
Atlases (Ortodoncia)
Dispositivos ortodóncicos
Atención estomatológica para los
discapacitados
Atlases (Prostodoncia)
WU 140
WU 141
WU 17
WU 17
WU 400-440
WU 400-440
WU 17
600.7
Atlases (Cirugía oral)
WU 17
WV Otorrinolaringología
*18.2
*39
140
190
Materiales educacionales
Manuales
Enfermedades otorrinolaringológicas
Neoplasmas otorrinolaringológicos
WV 18
Ninguno
WV 100
WV 100
WW Oftalmología
*18.2
21.5
Materiales educacionales
Asistentes oftalmológicos
157.8
Grupos relacionados con el diagnóstico
WW 18
Diversos
lugares
Diversos
lugares
WY Enfermería
*15
*18.2
26.5
49
Clasificación. Nomenclatura. Terminología
Materiales educacionales
Informática médica. Procesamiento automático de datos.
Computadoras
Manuales
Ninguno
WY 18
Ninguno
WY 39
100.4
153.5
Evaluación de enfermería. Diagnóstico de
enfermería.
Enfermería transcultural
Ninguno
Enfermería en el SIDA/VIH
158.5
160.5
Enfermería otorrinolaringológica
Enfermería neurológica
*18.2
WT 160
WZ Historia de la medicina
Materiales educacionales
107
WY 100
Diversos
lugares
WY 158
WZ 18
*39
Manuales
WZ 29
107
Abstract
Validity of the classification system of the National Library of Medicine of the United States.
A quick examination of Internet allows us to confirm the recognized capacity of the library
methods such as cataloguing, classification and indexing for organizing information. The
classification concepts, for example, are applied to useful tools like Yahoo-type thematic
directories or the guides prepared by experts, which take into account the experience of
librarians to counterbalance the prevailing chaos in Internet. The classification system of the
National Library of Medicine of the United States that is officially applied in the National
Information System of Medicine is thoroughly studied along with the presentation of its
history and development. The structure of this system and the procedure to be followed in the
classification process are described. The translation of the first updating of the classifiers
published by the National Library of Medicine after its fourth edition is included.
Subject headings: CLASSIFICATION SYSTEM/antecedents; CLASSIFICATION SYSTEMS/
evolution; CLASSIFICATION SYSTEMS/advantages.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Recibido: 15 de mayo del 2001. Aprobado: 5 de junio del 2001.
Lic. Jorgelina Jiménez Miranda. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Calle E No. 454 e/
19 y 21. El Vedado. Ciudad de La Habana. Cuba CP 10400.
108
ACIMED 2001;9(2):109-20
Tendencias de desarrollo de los lenguajes
de encabezamientos de materia en las bibliotecas
Luis Bermello Crespo1
Resumen
Se describen brevemente las principales tendencias de desarrollo de los lenguajes de encabezamientos de materia en el marco de la actividad bibliotecaria internacional. Las tendencias
analizadas son: la convergencia de los sistemas precoordinados y poscoordinados; la realización de proyectos de compatibilización de lenguajes; la difusión creciente del Lenguaje de
Encabezamientos de materia de la Biblioteca del Congreso; además se identifican los principios
que rigen los lenguajes de encabezamientos de materia, establecidos por la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias.
DeCS: ENCABEZAMIENTOS DE MATERIA/tendencias; INDIZACION.
En los últimos años han ocurrido algunos avances importantes en el desarrollo
de los lenguajes de encabezamientos de
materia en la esfera internacional. Son muchas las bibliotecas que trabajan en el mundo con el objetivo de elevar la eficiencia de
la recuperación en sus lenguajes de búsqueda; por eso esta breve exposición no
pretende abarcar todo lo hecho en este campo. Sólo se destacan las acciones principales, que según nuestro criterio, indican tendencias significativas en la evolución de
los lenguajes estudiados.
1
Convergencia de los sistemas precoordinados y poscoordinados
Desde el surgimiento de los sistemas
poscoordinados, con el concepto de
unitérminos, se constató la conveniencia
de establecer cierta precoordinación en los
términos autorizados con vistas a evitar las
falsas coordinaciones. Por otra parte, el progreso que experimentaron diversos
tesauros desarrollados para respaldar
lingüísticamente las bases de datos temáticas, conformadas a partir de la literatura
Licenciado en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Centro de Nuevas Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones (CENTIC)
109
periódica científica, que proliferaron desde
la década de los 60, fue aprovechado convenientemente en el perfeccionamiento de
los lenguajes de encabezamientos de materia empleados por las bibliotecas. La introducción de la automatización en casi todos
los sistemas de recuperación de información ha modificado el comportamiento de
los sistemas ‘puramente’ precoordinados,
y ha producido un acercamiento paulatino
entre sistemas poscoordinados y
precoordinados.
Los sistemas manuales precoordinados, donde no se podía realizar la
poscoordinación de términos durante la recuperación, contemplaban la indicación de
las relaciones entre los términos del vocabulario mediante el empleo de las referencias de véase y véase además. Estas referencias se complementaban, en aquellos
vocabularios más elaborados, por referencias recíprocas señaladas por x y xx. Esto
es, el término principal relacionaba bajo la
referencia recíproca x, la lista de términos
que remitían al principal mediante véase,
mientras que relacionaba bajo xx aquellos
que se referían al término principal mediante véase además. Los tesauros introdujeron un mecanismo de identificación de las
relaciones entre términos mucho más explícitos, mediante las referencias de términos
genéricos, términos específicos y términos
relacionados. De esta manera se indica con
mayor claridad las relaciones se incorporó
a la organización de las relaciones entre términos en algunos lenguajes de encabezamientos de materia, como es el caso de
Library of Congress Subject Headings
(LCSH), que la adoptó desde 1985.1 En el
anexo, aparecen los artículos léxicos de los
términos del Musical interpretation y Musical intervals and scales del LCSH, según
el formato anterior y el actual, que incorpora el sistema de referencias explicado.
110
Las capacidades para la recuperación
de información, han evidenciado ventajas,
tanto por el empleo de la precoordinación
como por el de la poscoordinación.2 También, las posibilidades que brindan los actuales catálogos en línea de las bibliotecas
-entre las que se incluyen la recuperación a
partir de cualquier término existente en los
encabezamientos de materia y la combinación de estos con cualesquiera de los otros
términos, en los campos por los que es posible la recuperación de información-, reducen, en gran medida, las diferencias entre
los sistemas que emplean los lenguajes diseñados para sistemas precoordinados y
los originalmente dirigidos a la búsqueda
poscoordinada. En la recientemente celebrada Conferencia sobre Control Bibliográfico en el Nuevo Milenio, Mann planteó que
en el empleo del Lenguaje de Encabezamientos de Materia de la Biblioteca del Congreso (LCSH) en sistemas automatizados se
necesita tanto la visualización de cadenas precoordinadas como la posibilidad
de poscoordinar las combinaciones de elementos individuales (en los encabezamientos de materia). (Mann T., Is Precoordination Unnecessary in LCSH? Are Web
Sites More Important to Catalog than
Books?: A Reference Librarian’s Thoughts
on the Future of Bibliographic Control. Ponencia presentada en: Bicentennial
Conference on Bibliographic Control in the
New Millenium, Library of Congress,
November 15-17, 2000. Disponible en:
<http://camelot.upf.es/digital/
mann_paper.pdf>).
En una búsqueda realizada en el catálogo en línea de la Biblioteca del Congreso
de los Estados Unidos (http://catalog.loc.gov/), se emplearon las opciones de
búsqueda por campos y búsqueda guiada para identificar los documentos que
trataban acerca de la automatización de
bibliotecas (Libraries Automation).
Tabla 1. Encabezamientos de materia recuperados en la búsqueda por campos de la frase “Libraries
Automation”
# Titles Headings
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
336
7
5
1
1
34
1
4
2
7
118
7
1
1
1
1
9
1
1
1
1
2
1
32
5
Libraries Automation
Libraries Automation Addresses, essays, lectures.
Libraries Automation Addresses, essays, lectures. [from old catalog]
Libraries Automation Administration.
Libraries Automation Armenia (Republic).
Libraries Automation Bibliography.
Libraries Automation Bibliography Catalogs.
Libraries Automation Bibliography. [from old catalog]
Libraries Automation Bibliography Periodicals.
Libraries Automation Case studies.
Libraries Automation Congresses.
Libraries Automation Congresses. [from old catalog]
Libraries Automation Congresses Periodicals.
Libraries Automation Contracts and specifications Handbooks, manuals, etc.
Libraries Automation Databases.
Libraries Automation Dictionaries.
Libraries Automation Directories.
Libraries Automation Equipment and supplies Periodicals.
Libraries Automation Evaluation.
Libraries Automation Evaluation Congresses.
Libraries Automation Exhibitions.
Libraries Automation Forecasting.
Libraries Automation Forms.
Libraries Automation. [from old catalog]
Libraries Automation Handbooks, manuals, etc.
Tabla 2. Encabezamientos de materia existente en los primeros 120 registros (de 1 279) recuperados
por la estrategia Libraries AND Automation en el campo Materias (Subject) por la opción de búsqueda
guiada
1. Academic libraries — Automation.
2. Academic libraries — Automation — Bibliography.
3. Academic libraries — Canada — Automation.
4. Academic libraries — Great Britain — Automation.
5. Academic libraries — Great Britain – Automation — Congresses.
6. Academic libraries — Italy — Automation — Congresses.
7. Academic libraries — United States — Automation — Congresses.
8. Acquisitions (Libraries) — Automation.
9. Business libraries — Denmark — Automation.
10. Charging systems (Libraries) — Automation.
11. Charging systems (Libraries) — Automation — Congresses.
12. Libraries — Automation.
13. Libraries — Automation — Bibliography.
14. Libraries — Automation — Congresses.
15. Libraries — Automation — Management.
16. Libraries — Automation — Periodicals.
17. Libraries — Automation — Statistics.
18. Libraries — Automation — Research – United States — Periodicals.
19. Libraries — Canada — Automation
20. Libraries — Denmark — Automation.
21. Libraries — Florida — Automation — Directories.
111
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.
58.
59.
60.
61.
62.
63.
64.
65.
66.
67.
68.
69.
Libraries — Germany — Automation — Congresses.
Libraries — Germany (West) — Automation — Congresses.
Libraries — Great Britain — Automation.
Libraries — Great Britain — Automation – Case studies.
Libraries — Great Britain — Automation — Congresses.
Libraries — Illinois — Automation.
Libraries — Italy — Tuscany — Automation — Congresses.
Libraries — Japan — Automation.
Libraries — Japan — Automation — Handbooks, manuals, etc.
Libraries — Japan — Hokkaido — Automation.
Libraries — Maine — Automation.
Libraries — Mexico — Automation — Congresses.
Libraries — Netherlands — Automation.
Libraries — Pennsylvania — Automation.
Libraries — Poland — Automation — Congresses.
Libraries — Publishing — Automation.
Libraries — Russia (Federation) – Samarskaia oblastþ — Automation — Congresses.
Libraries — Russia (Federation) — Tatarstan — Automation.
Libraries — Russia (Federation) — Volga River Region — Automation — Congresses.
Libraries — Texas — Automation.
Libraries — United States — Automation.
Libraries — United States — Automation – Case studies.
Libraries — United States — Automation — Congresses.
Libraries — Soviet Union — Automation.
Libraries, University and college — Automation.
Libraries, University and college – Automation — Congresses.
Library circulation and loans — Automation.
Library circulation and loans — Automation — Bibliography.
Library circulation and loans — Automation — Congresses.
Processing (Libraries) — Automation.
Public libraries — Germany — Bochum — Automation.
Public libraries — Great Britain — Automation.
Public libraries — Great Britain – Automation — Congresses.
Public libraries — Japan — Automation.
Public libraries — Scandinavia — Automation — Congresses.
Research libraries — Automation.
Research libraries — Automation — Congresses.
Reference services (Libraries) — Automation.
Reference services (Libraries) — Automation — Congresses.
School libraries — Automation.
School libraries — Reference services — Automation — Management.
Scientific libraries — Automation.
Small libraries — Illinois — Automation.
Special libraries — Automation.
Special libraries — Illinois — Automation — Statistics.
Special libraries — Japan — Automation.
Special libraries — United States — Automation.
Technical libraries — Automation.
Del empleo de la opción de búsqueda por
campos en materia con la frase Libraries
Automation se derivó una lista con los 25
encabezamientos de materia que comenzaban por esa frase (en ese orden) y 580 re112
gistros (tabla 1). La combinación (AND) de
los términos Libraries y Automation en el
campo de materia en la búsqueda guiada
recuperó 1 279 registros. Los primeros 120
registros contenían 69 encabezamientos de
materia, diferentes (ver tabla 2).
Como puede apreciarse, es posible
emplear los encabezamientos de materia en
su forma precoordinada, con una alta precisión respecto al contenido del documento,
o elevar el recobrado mediante una recuperación con empleo de poscoordinación,
donde se aparezcan múltiples encabezamientos de materia relacionados con la
automatización de las bibliotecas, más allá
del carácter precoordinado de los términos
empleados en la indización.
Otro aspecto que ha diferenciado los
sistemas pre y poscoordinados es su relación con el tipo de documentos que procesan. Generalmente los sistemas poscoordinados se emplean para el procesamiento
de la literatura periódica, y emplean lenguajes diseñados para la poscoordinación. No
obstante, el LCSH es utilizado por la afamada compañía productora de bases de datos
H. W. Wilson Company como base para
indizar diversas publicaciones periódicas,
entre ellas revistas comerciales, profesionales, académicas y científico-técnicas.3
También existen lenguajes de encabezamientos de materia que se han empleado
siempre, tanto en la indización de artículos
como en la catalogación de libros, como es
el caso de los Encabezamientos de Materias de Medicina (Medical Subject
Headings- MeSH). Este lenguaje se utiliza
para la indización de revistas que serán incluidas en el repertorio Index Medicus
(precoordinación) y su versión automatizada MEDLINE, poscoordinación (http://
www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi).
Además, se emplea para la asignación de
encabezamientos de materia a las obras existentes en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NLM), incluidas
en su catálogo automatizado LOCATORplus (http://www.nlm.nih.gov/locatorplus/locatorplus.html).
En este sentido, la NLM ha llegado a
declarar, como política de indización: “Los
encabezamientos principales o combinaciones de encabezamiento principal y
subencabezamiento de materia, no serán
cualificados por subencabezamientos geográficos, de forma o de idioma. En su lugar, los descriptores geográficos y los tipos de publicación (PT) conocidos como
divisiones de forma, se consignarán en
campos separados y se emplearán en la
recuperación en coordinación con los encabezamientos principales o combinaciones de encabezamiento principal y
subencabezamiento de materia.” (Application of MeSH for Medical Catalogers,
http://www.nlm.nih.gov/tsd/cataloging/
catmesh.html).
PROYECTOS DE COMPATIBILIZACIÓN
DE LENGUAJES
Sistema Unificado de Lenguajes en Medicina
La necesidad de facilitar el acceso a
información incluida en sistemas dispares,
con lenguajes de búsqueda diferentes, ha
orientado algunos empeños hacia la posibilidad de compatibilizar diversos lenguajes. Uno de los proyectos más avanzados
en este sentido es el Sistema Unificado de
Lenguajes en Medicina (Unified Medical
Language System - ULMS) con más de 10
años de experiencia.4
El proyecto ULMS es un esfuerzo de
desarrollo diseñado para facilitar a los profesionales e investigadores de la salud la
recuperación e integración de información
biomédica proveniente de múltiples fuentes existentes en sistemas automatizados.
Su propósito es facilitar el desarrollo de sistemas que enlacen información de los registros de pacientes, bases de datos bibliográficas o factográficas, sistemas basados
en conocimientos, así como directorios de
personas y organizaciones. Una de las principales barreras existentes para alcanzar
este propósito es la diversidad de vocabularios y clasificaciones empleadas por las
diferentes fuentes y usuarios.
113
El proyecto abarca tres fuentes de conocimiento: el macrotesauro, la red semántica y el léxico SPECIALIST. Estas fuentes
de conocimiento pueden utilizarse por diversos programas de aplicación para compensar las diferencias de expresión de los
conceptos según distintas fuentes y usuarios. El macrotesauro, desarrollado a partir
de más de 60 tesauros y clasificaciones en
la esfera biomédica pertenecientes a diversas organizaciones, contiene información
semántica sobre conceptos médicos, sus
diversas denominaciones y las relaciones
entre ellos. La red semántica contiene información acerca de las categorías generales o tipos semánticos a que se han asignado los conceptos del metatesauro, así como
las relaciones permisibles entre esos tipos.
SPECIALIST pretende ser un léxico general de términos médicos en inglés que proporcione la información léxica necesaria para
el sistema de procesamiento de lenguaje
natural.
Estudios realizados han demostrado
que las relaciones semánticas entre conceptos, proporcionadas por el ULMS, permiten realizar traducciones de conceptos complejos a expresiones en otros vocabularios
-utilizando conceptos elementales combinados con operadores lógicos- y hacer
mapeo a combinaciones de encabezamientos y subencabezamientos del MeSH.5 Por
otra parte, los mecanismos y técnicas existentes en el UMLS permiten una mayor asistencia en la recuperación de información.6
Además de los estudios sobre el desarrollo de vocabularios, el proyecto ULMS
abarca otras áreas de investigación, tales
como, representación del conocimiento,
captura de datos clínicos, enlace de los datos del paciente con fuentes de conocimiento, análisis curricular, procesamiento del lenguaje natural, indización automática y recuperación de información. Los avances
alcanzados con el proyecto ULMS se incluyen en un grupo de acciones para el campo de la información médica, en el que se
114
plantean investigaciones muy prometedoras.7 Aunque el proyecto va más allá de la
comunidad bibliotecaria, incluye una parte
importante de esta: las bibliotecas médicas.
Los sistemas de información sobre medicina se han mantenido en la avanzada de las
investigaciones y aplicaciones para el
acceso a la información, lo cual ha contribuido al desarrollo de las bibliotecas de
medicina, y al de la comunidad bibliotecaria mundial -en sentido general.
El Proyecto MACS (Multilingual Access
to Subjects)
En 1997, la Conferencia de Bibliotecas
Nacionales Europeas (CENL)* pidió al programa de la Unión Europea (UE) CoBRA+**
que considerase el problema del acceso temático multilingüe en los catálogos automatizados. Con este propósito, se formó un
grupo de trabajo, bajo la supervisión del
Grupo de Trabajo A de CoBRA+, para debatir los temas multilingües que afectan a
las bibliotecas nacionales. El grupo estuvo
compuesto por cuatro bibliotecas nacionales europeas: Swiss National Library,
Bibliothèque nationale de France, Die
Deutsche Bibliothek y British Library. Este
grupo realizó un estudio piloto sobre acceso temático multilingüe, en francés, alemán
e inglés, hasta comienzos de 1999.
En el estudio piloto se investigó la posibilidad de ofrecer acceso temático
multilingüe con el empleo de los tres lenguajes de encabezamientos de materia empleados por las instituciones participantes:
RAMEAU (Répertoire d’autorité-matière
encyclopédique et alphabétique unifié),
SWD/RSWK (Schlagwortnormdatei/
Regeln für den Schlagwortkatalog) y LCSH
(Library of Congress Subject Headings).
Para alcanzar este propósito se establecieron enlaces de equivalencias entre los encabezamientos de cada lenguaje, considerando que: a) las bibliotecas han invertido
considerable tiempo y esfuerzo en la creación y mantenimiento de sus lenguajes de
encabezamientos de materia; b) los actuales lenguajes ofrecen acceso a millones de
documentos; y c) la traducción (a un
metalenguaje) sería muy costosa y requeriría el abandono de algunos lenguajes.8
Sobre la base de ese estudio los directores
de las cuatro bibliotecas nacionales participantes en el proyecto firmaron una convención para financiar la creación de un prototipo: MACS.
El Proyecto MACS (Multilingual
Access to Subjects = Acceso temático
multilingüe), tiene como objetivo establecer un sistema donde el usuario pueda plantear la búsqueda mediante encabezamientos de materia en cualesquiera de los idiomas (inglés, francés o alemán) y que se recuperen los documentos indizados por los términos introducidos, o sus equivalentes en
los otros dos idiomas, sin necesidad de conocer los otros lenguajes o sus estructuras.
El prototipo MACS existe independientemente de los sistemas de cada una de las
bibliotecas participantes. Es una aplicación
de WWW, con interfaces en los tres idiomas, diseñadas para brindarle a los usuarios de la biblioteca la posibilidad de utilizar
el lenguaje de encabezamientos de materia
de su preferencia y realizar la búsqueda en
el catálogo de una o más bibliotecas. Así, el
usuario de una biblioteca en particular puede hacer una búsqueda solamente en el catálogo de su biblioteca y emplear un lenguaje diferente al utilizado por esa biblioteca en la indización original de sus documentos. Para ejecutar la búsqueda, el usuario introduce los términos en un lenguaje
de encabezamientos de materia en particular y selecciona las bibliotecas sobre las
cuales se realizará la búsqueda. Como resultado de la búsqueda se ofrece la lista de
títulos recuperados en cada una de las bi-
bliotecas seleccionadas y, a través de ellos,
se puede visualizar el registro completo en
el formato bibliográfico empleado por la biblioteca donde realiza la consulta
(USMARC, UNIMARC, o PICA/MAB).
(Landry P. (2000). The MACS Project:
Multilingual Access to Subjects (LCSH,
RAMEAU, SWD). Ponencia presentada en:
66th IFLA Council and General Conference,
Jerusalem, August 13-18, 2000.
< http://www.ifla.org/IV/ifla66/papers/
165-81e.pdf>).
Estos resultados pueden tener un gran
impacto para el futuro intercambio entre bibliotecas de registros bibliográficos generados en diversos idiomas si se considera
que, como ha planteado Clavel-Merrin,
aunque este estudio estaba limitado a tres
SHL, su potencial sobrepasa las instituciones asociadas. Los tres SHL se aplican
no sólo en las bibliotecas asociadas sino
que tienen un uso extendido en Francia,
Alemania y Gran Bretaña, así como en
otros países de habla inglesa, francesa y
alemana; el enlace de los tres SHL puede
proporcionar acceso a millones de documentos. Además, la metodología y el método utilizado se diseñaron desde un principio con el ánimo de extenderlos a otros
lenguajes de clasificación temática y han
probado ser válidos dentro del contexto
que se ha estudiado. (Clavel-Merrin G. La
necesidad de cooperación en la creación y
mantenimiento de archivos temáticos
multilingües de autoridades. Ponencia presentada en: 65th IFLA Council and General
Conference, Bangkok, August 20-28, 1999.
[Disponible en: <http://www.ifla.org/IV/
ifla65/papers/080-155s.htm>]).
Difusión internacional del LCSH
El LCSH ha tenido una gran difusión
en los Estados Unidos a lo cual ha contri115
buido la existencia de un sistema de distribución de los resultados de la catalogación
de la Library of Congress (Biblioteca del
Congreso - LC). Esta distribución, iniciada
en formato de tarjeta en 1902, experimentó
un gran impulso con la distribución de los
registros automatizados en las cintas
MARC -a partir de 1968. Posteriormente, las
grandes agencias de recursos bibliográficos tales como el OCLC (Online Computer
Library Center) y la RLIN (Research
Libraries Information Network), cuyas bases de datos cubren millones de registros
catalográficos, emplearon este sistema para
la asignación de encabezamientos de materia a sus registros; con esto implicaron a un
número cada vez mayor de bibliotecas en el
uso de este lenguaje para la representación
de los contenidos temáticos de las obras
que atesoran.
Actualmente, el alcance de las agencias mencionadas y las facilidades de acceso remoto proporcionadas por Internet, han
contribuido a la divulgación del LCSH en
otros países. Además de los Estados Unidos, el LCSH se emplea oficialmente en las
bibliografías nacionales del Reino Unido,
Canadá, Australia y Nueva Zelandia. Más
allá de su utilización, las agencias nacionales de estos países participan en su revisión y actualización mediante el programa
Subject Authority Co-Operative (SACO) de
la LC junto a otras 75 bibliotecas.
En estudios recientes sobre el empleo
de lenguajes de encabezamientos de materia en bibliotecas y bibliografías nacionales, realizados bajo los auspicios de IFLA,
se detectó que el LCSH se utilizaba frecuentemente fuera de los Estados Unidos, particularmente en países de habla inglesa, mientras que otros países informaron del empleo de traducciones o adaptaciones del
LCSH a sus encabezamientos de materia.
Los resultados mostraron que, de las 88 bibliotecas nacionales que respondieron la
116
encuesta, 24 empleaban el LCSH para la
catalogación de sus materiales, mientras que
12 utilizaban un vocabulario considerado
una traducción o adaptación del LCSH.9
Igualmente se reporta que múltiples bibliotecas han adoptado, traducido o adaptado,
vocabularios controlados basados en el
LCSH, en países tan diversos como Bélgica, Brasil, República Checa, Lituania,
Malasia y Portugal,10 así como en Israel
(Adler E. Recuperación por materias en un
entorno multilingüe y multialfabético: el
caso de Israel. Ponencia presentada en: 66th
IFLA Council and General Conference,
Jerusalem, August 13-18, 2000. [Disponible
en: <http://www.ifla.org/IV/ifla66/035130s.htm>]).
El LCSH se ha adoptado como fuente
terminológica para el desarrollo de importantes lenguajes de encabezamientos de
materias, entre ellos RAMEAU, elaborado
por Francia y utilizado ampliamente en los
países francófonos del Norte de África y el
Medio Oriente tales como, Túnez y el Líbano. También existen versiones del LCSH en
España, Italia y Portugal. Actualmente Suecia se encuentra enfrascada en un proyecto para adaptar los encabezamientos de
materia suecos y sus directrices (http://
www.kb.se/Bus/lcsheng.htm) al LSCH.
Quijano, Moreno y Figueroa11 describen
un proyecto que realiza El Colegio de México para traducir el LCSH al español con el
propósito de utilizarlo en un catálogo colectivo en línea de 10 bibliotecas mexicanas
en Ciudad de México y de proporcionarle
esta herramienta a las bibliotecas de los
Estados Unidos que sirven a comunidades
bilingües.
Los elementos expuestos evidencian
una gran tendencia a la utilización del LCSH
o una versión/traducción de este lenguaje
en la comunidad bibliotecaria. Un papel importante en esta tendencia lo desempeñan
las agencias bibliográficas (nacionales o de
recursos) generadoras de registros bibliográficos que son fuente para la catalogación por copia de muchas bibliotecas en
todo el mundo.
Principios básicos de los lenguajes de encabezamientos de materia
Los diversos sistemas y lenguajes de
indización existentes representan el contenido temático de maneras distintas debido
a desarrollos históricos, lingüísticos y técnicas diferentes. Esas diferencias en la práctica han generado otras en la terminología,
lo que dificulta la comunicación entre sistemas. Se ha considerado que para salvar los
problemas terminológicos y lingüísticos es
necesario primero alcanzar algún consenso
internacional acerca de las bases conceptuales de los sistemas de recuperación temática alfabéticos. Con el objetivo de alcanzar este propósito, durante la Conferencia de IFLA en 1990, en Estocolmo, la Sección de Clasificación e Indización estableció un grupo de trabajo para que se investigara los principios de construcción de los
encabezamientos de materia, denominado
Grupo de Trabajo sobre Principios Subyacentes en los Lenguajes de Encabezamientos de Materia.
El Grupo de Trabajo desarrolló actividades con dos objetivos: 1) delinear los
principios más generales sobre los cuales
debe basarse cualquier sistema de recuperación temática (precoordinados o
poscoordinados); y 2) revisar los sistemas
existentes según tales principios, y compararlos para evaluar el alcance de su cobertura, y sus aplicaciones en la práctica diaria.12 El trabajo fue organizado en dos fases. Durante los tres primeros años el grupo se concentró en identificar y recopilar
los principios generales que se aplican en
los lenguajes de encabezamientos de materia. La reunión satélite de la sección, orga-
nizada en Lisboa en 1993, coincidió con la
culminación de la primera fase, lo que facilitó la discusión sobre los resultados alcanzados.13
En la segunda fase del trabajo se amplió la participación internacional al
ejemplificarse los principios enunciados
con la práctica desarrollada en lenguajes
de diferentes sistemas y países. El grupo
preparó un documento preliminar que describía los nueve principios de construcción
y dos principios de aplicación; además, se
ilustraba su aplicación en Alemania, Canadá, España, Estados Unidos de América,
Francia, Irán, Noruega, Polonia, Portugal y
Rusia. Este documento se sometió a la revisión de expertos de diversos países. El grupo de trabajo culminó sus actividades con
la publicación de los resultados en 1999. 14
Los principios de construcción abarcan aspectos generales:
− Control terminológico (Principio de encabezamiento uniforme, Principio de
sinonimia, Principio de homonimia,
Principio de denominación)
− Guía por la estructura paradigmática
(Principio de semántica)
− Predictibilidad de representaciones
(Principio de sintaxis, Principio de
consistencia)
− Desarrollo dinámico y documentado
(Principio de respaldo literario)
− Vocabulario orientado a la audiencia
(Principio de usuario).
Los principios de aplicación se refieren a aspectos relacionados con la etapa
del proceso de asignación de los encabezamientos de materia. Ellos son:
− Principio de política de indización
− Principio de encabezamiento específico
En este trabajo de IFLA, en el que participaron múltiples sistemas de diversos
países y en diferentes idiomas, logró esta117
blecer un conjunto de principios básicos
de los lenguajes de encabezamientos de
materia, aceptados por la comunidad internacional y respaldados, en la teoría y en la
práctica, por los sistemas existentes más
avanzados. El marco conceptual formado
proporcionó una guía para confrontar la
compatibilidad de los sistemas existentes
con los principios identificados y para facilitar el diseño de nuevos sistemas de recuperación temática. Hoerman & Furniss15 al
comparar los principios utilizados por el
LCSH16 con los principios desarrolladas por
IFLA,14 descubrieron una gran similitud
entre los principios de IFLA y los del LCSH,
aunque también indicaron dos insuficiencias: a) los principios a veces se contradicen entre sí, y b) los principios se derivan
de la práctica en lugar del comportamiento
y las necesidades de los usuarios.
A modo de resumen de los elementos
tratados, puede decirse que existe una notable interrelación y complementación entre las acciones de diversos sistemas y entidades a nivel internacional, los principios
de IFLA se basan en la ausencia de distinción entre sistemas pre y poscoordinados
y toman como base el desarrollo práctico
de los principales lenguajes; en el caso de
los lenguajes participantes en el proyecto
MACS cumplen con los principios enunciados en los principios de IFLA; existe una
gran similitud entre los principios de IFLA
y los del LCSH, este último considerado el
lenguaje de encabezamientos de materia de
mayor difusión. Mientras que el LCSH es
preponderante y sirve de modelo para otros
lenguajes importantes, se realizan esfuerzos para recuperar los registros representados mediante el LCSH a partir de lenguajes
de encabezamientos de materia en otros
idiomas (RAMEAU, SWD/RSWK).
Por otra parte la tendencia más controvertida puede resultar la difusión internacional del LCSH, como ha indicado Lopes:
“La falta de facilidades multilingüísticas
en la mayoría de los sistemas bibliográfi118
cos se ha aliviado parcialmente por el uso
internacional de ciertos lenguajes”.12 No
obstante, la adopción del LCSH más allá de
los Estados Unidos ha provocado algunos
señalamientos, tales como los realizados por
MacEwan en relación con:
− El empleo de ‘americanismos’
− La perspectiva político-cultural de los
Estados Unidos
− La permanencia de términos anticuados
− La adherencia a los principios y políticas del LC’s Subject Cataloging Manual:
Subject Headings [MacEwan A.
Working with LCSH: the cost of
cooperation and the achievement of
access. A perspective from the British
Library. Ponencia presentada en: 64th
IFLA General Conference, Amsterdam,
August 16-21, 1998. Disponible en:
<http://www.ifla.org/IV/ifla64/03399e.htm>].
También Wilk ha indicado como insuficiencias de la utilización del LCSH el enfoque ‘occidental’ al tratamiento de los asuntos religiosos y la falta de especificidad del
vocabulario [Wilk D. Problems in the use of
Library of Congress subject headings as
the basis for Hebrew subject headings in
the Bar-Ilan University Library. Ponencia
presentada en: 66th IFLA Council and General Conference, Jerusalem, August 13-18,
2000. Disponible en: <http://www.ifla.org/
IV/ifla66/131-181e.htm>].
La introducción de herramientas de
acceso multilingüe, como el proyecto
MACS, no sólo contribuye a facilitar el acceso a registros procesados en diversos
idiomas, y con diferentes sistemas, mediante
el empleo de la lengua y el sistema más conocido, o preferido, por el usuario. Otro elemento importante que introducen los mecanismos de equivalencia es la necesidad
de una representación adecuada de enfoques conceptuales particulares de cada lenguaje o sistema por el resto de los vocabu-
larios participantes en el proyecto. Esto
conducirá, más tarde o más temprano, a
la ampliación conceptual de los lenguajes y a la identificación de las diferencias
ideológicas, a veces ocultas, pero que
están presentes en los sistemas que utilizan directamente los usuarios, muchas
veces sin una comprensión clara de tales
diferencias.
* La CENL es una asociación independiente de directores ejecutivos de bibliotecas nacionales pertenecientes a
estados miembros del Consejo de Europa. Para más información, puede visitar
http://www.konbib.nl/gabriel/en/cenlgeneral.html.
**CoBRA+(Computerised Bibliographic Record Actions = Acciones de Registro Bibliográfico Computarizado) es un
programa de acción concertada que aúna
los esfuerzos de las bibliotecas nacionales
y otras agencias bibliográficas de Europa,
mediante una serie de proyectos de investigación y estudios piloto, con el propósito
de fomentar la cooperación entre iniciativas
nacionales en el tema de los servicios bibliográficos. Para más información, visitar http://
www.bl.uk/information/cobra.-html.
ANEXO. Los artículos léxicos de Musical interpretation y Musical intervals and scales en ediciones
diferentes del LCSH
Musical interpretation
See Music-Interpretation (Phrasing, USE
dynamics, etc.
sa Microtones
Tonality
Tonus peregrinus
TwelveMusic-Modes
x Intervals (Music)
Modes, Musical
Music-Modes
MusicalMusic-Theory
Scales (Music)
xx Harmony
Microtones
Music-Acousties and physics
Music-Theory
- Programmed instruction
Library of Congress Subject Heading.
8th ed. Washington: Library of Congress, 1975
Musical interpretation
Music-Interpretation (Phrasing,
(dynamics, etc.)
Musical intervals and scales (ML3809) Musi
cal intervals and scales
[ML3809]
UF Intervals (Music)
Modes, Musical
tone system
Scales (Music)
BT Harmony
Music-Acoustics and physics
modes
RT Microtones
NT dastgaäh
Magäm
Raga
Tonality
Tonus peregrinus
Twelve-tone system
Library of Congress Subject Heading.
15th ed. Washington: Library of Congress, 1992
119
Abstract
Development tendencies of the subject heading languages in libraries
This paper briefly describes the main development tendencies of the subject heading languages
in the context of the international library work. The analyzed tendencies are the convergence
of the pre-coordinated and post-coordinated systems, the working out of projects of language
compatibility, and the increasing dissemination of the subject heading language of the Library
of Congress. The paper also identifies the principles which are set by the International Federation
of Library Associations and Institutions and rule the subject heading languages.
Subject headings: SUBJECT HEADINGS/trends; INDEXING.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Classif Q 2000;29(1/2):1-15.
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15. Hoerman HL, Furniss KA. Turning practice into principles: a comparison of the IFLA principles
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16. Chan LM. Library of Congress Subject Headings: principles of structure and policies for applications.
Annotated version. Washington, D.C.: Library of Congress, 1990.
Recibido: 11 de enero del 2001. Aprobado: 8 de febrero del 2001.
Lic. Luis Bermello Crespo. Centro de Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Ministerio de Educación Superior. Calle 23 esq F. Vedado. Ciudad de La Habana. Cuba.
E.mail.bermello@ reduniv.edu.cu
120
ACIMED 2001;9(2):121-86
La gestión del conocimiento: una nueva perspectiva
en la gerencia de las organizaciones
Yadira Nieves Lahaba1 y Magda León Santos2
Resumen
Se expone un conjunto de conceptos y reflexiones sobre la categoría conocimiento y la gestión
del conocimiento, sus ventajas, objetivos y herramientas esenciales. Se expresa además, la
relación que existe con otras herramientas de gestión, así como el papel del gestor del conocimiento y las cualidades de los profesionales de la información para desempeñarse en dicha
función.
DeCS: CONOCIMIENTOS; GESTION DEL CONOCIMIENTO/ventajas; GESTOR DEL
CONOCIMIENTO/aptitud.
Actualmente se habla y escribe con frecuencia sobre la necesidad de prestar mayor atención a los activos inmateriales de la
organización, sobre todo de aquellos capaces de aportar valor económico a la empresa.
En este contexto, el conocimiento se
ha convertido en uno de los activos más
importantes para las organizaciones, a causa de que su gestión crea riqueza o valores
añadidos, que facilitan alcanzar una posición ventajosa en el mercado.
El conocimiento es información analizada y organizada. “Es la representación
simbólica de aspectos de algún universo
del discurso nominado: Saber + Experiencia + Destreza + Habilidad”.1
El conocimiento se refiere a las características internas y al comportamiento de
un sujeto, tanto en las reacciones como en
1
2
sus relaciones con los estímulos del ambiente. Se refiere a la diferenciación perfecta con relación a otras cosas que pudieran
parecer iguales, es todo lo que un ser humano ha aprendido, aplicado y organizado,
supone una reflexión en correspondencia
con la información asimilada. La información es el conocimiento transformado, su
forma representa dicho conocimiento.2 Asimismo, el conocimiento tiene las propiedades de comunicar, revelar, manifestar y de
recomendar las determinaciones para actuar
de forma productiva.
El conocimiento del que disponen las
personas en la organización y su recopilación no sólo genera valor económico para
la empresa, sino que, en la nueva era de la
información, es el activo para marcar la diferencia. El conocimiento de una organización
Licenciada en Información Científica y Bibliotecología. Máster en Gestión de Información. Equipo de
Servicio de Traductores e Interpretes (ESTI).
Máster en Gestión de Información. Centro Internacional de La Habana.
121
forma parte de un nuevo capital de la empresa. Aprovecharlo se ha convertido en
un arma poderosa para maximizar el potencial de la compañía. Atesorar el conocimiento ha dejado de ser símbolo de poder. Al
gestionar el conocimiento se da el paso que
permitirá darse cuenta de en qué momento
el conocimiento ha pasado a ser parte de la
cultura empresarial. La gerencia del conocimiento es el resultado de un alto grado de consolidación de la cultura de la organización.
Identificar lo que realmente es útil y lo
que falta por incorporar a la empresa, además de no ser nada nuevo, es una tarea
intensa y complicada; lo novedoso es considerar al conocimiento como activo de la
organización y reconocer que este se crea,
se adquiere, se aplica, se protege y se transfiere dentro de las organizaciones.
¿Qué es la gestión del conocimiento?
Es un instrumento básico para la gestión empresarial. Es el proceso constante
de identificar, encontrar, clasificar, proyectar, presentar y usar de un modo más eficiente el conocimiento y la experiencia del
negocio, acumulada en la organización, de
forma que mejore el alcance del empleado
para conseguir ventajas competitivas.
La gestión del conocimiento convoca
a determinar los conocimientos, incrementarlos y explotarlos para ganar magnitud
competitiva; impulsa a comprender que
compartir el conocimiento en la empresa
aumenta los niveles de rentabilidad y crea
un nuevo valor para el negocio, al unir a los
integrantes de la organización y aprovechar
sus conocimientos de modo que estén en
condiciones de enfrentar desde los problemas más simples hasta los más complejos.
Mientras más inteligente es una empresa y más conocimiento acumula, mayor
es la posibilidad de lograr ventaja frente a
los competidores del mercado. Las empresas que aprovechan al máximo sus conocimientos no tienen que repetir tareas, ni perder tiempo en realizarlas; están preparadas
para mostrar su rentabilidad, para compar122
tir y para no acaparar el conocimiento en la
organización, están en el camino del knowhow particular al aprendizaje compartido.
Evolucionan en un espacio propio, tienen
la capacidad de conducirse con la efectividad requerida y se desarrollan tanto dentro
como fuera de la organización.
Los objetivos de la gestión del conocimiento son:
− Incrementar las oportunidades de negocio.
− Aumentar la comunicación.
− Aumentar la competitividad presente y
futura.
− Elevar el liderazgo de las empresas en
su mercado.
− Elevar el rendimiento.
Su propósito principal es traducir el
conocimiento en acción y este en resultados. Actualmente las empresas son cada
vez más dependientes del conocimiento, ¿a
qué se debe esto?
− Es necesario aprovechar las aptitudes
de los empleados y elevar su productividad. Hacer comprender que atraer a
personal calificado hará sobrevivir la
empresa ante la competencia.
− El período de vida del conocimiento es
cada vez más corto.
− Las telecomunicaciones e Internet aminoran el tiempo y las distancias geográficas.
− Los productos y servicios son cada vez
más sofisticados y, por consiguiente,
contienen un valioso conocimiento, no
sólo en cualidad, sino también en cantidad.
Las organizaciones se distinguirán
cada vez por su cultura. Aquellas que exploten el conocimiento acumulado a la hora
de innovar o resolver algún problema para
hacer las cosas bien y de forma rápida, se
convertirán en empresas inteligentes. Una
organización que aprende es una organización experta en crear, adquirir el conocimiento y modificar su comportamiento para reflejar nuevos conocimientos e interpretaciones.
Al analizar el conocimiento que posee
la organización, existen al menos siete fuentes:3
− Capacitación: Es el conocimiento básico que una persona posee para desempeñar con decisión el cargo que ostenta.
− Recursos: Es el conocimiento sobre los
recursos que se utilizan para el desarrollo de un proceso. Por ejemplo, la forma
de operar la maquinaria o las herramientas.
− Procesos: Es el conocimiento que se
encuentra en los procesos, son una serie de actividades que a partir de los recursos generan cambios en ellos con
un fin preestablecido.
− Historia: Es todo el conocimiento que
aparece en la “experiencia”.
− Información: Es el conocimiento que se
halla dentro de los libros, manuales, todos aquellos medios audiovisuales y al
alcance de las personas.
− Talento humano: Es el conocimiento
que posee cada persona, propio de sus
estudios, y que si bien son de cada una
de ellas, de acuerdo con ellos es que la
compañía contrata cada empleado.
− Heurística: Es el conocimiento que aparece como resultado de la iniciativa que
tienen las personas de innovar o mejorar.
Este nuevo enfoque sobre el conocimiento, como la clave fundamental para un
futuro exitoso, es un movimiento que nace
en el interior de las empresas. Los integrantes de la organización aprenden tanto de
los errores como de los éxitos propios y
ajenos. Este movimiento basado en el co-
nocimiento está cambiando los enfoques
sobre cómo una organización comienza,
progresa y madura, muere o se reforma. En
él no sólo se incluye el conocimiento que
los empleados tienen sobre un tema, sino
también la cultura general de los integrantes de la empresa.
Entre las herramientas para la gestión
del conocimiento se hallan:
− Bibliotecas digitales
− Bases de datos
− Sistemas de expertos. Las bases de conocimiento están relacionadas con la inteligencia artificial.
− Bases documentales
− Intranets
− Software
Estas herramientas sirven para
digitalizar y hacer accesible el conocimiento recogido, permiten un tratamiento versátil del conocimiento, que enlazan con los
documentos asociados. Permiten la difusión
y rápido acceso al conocimiento. El valor
del conocimiento aumenta únicamente si es
accesible a la organización, sin esta condición, el conocimiento no podría convertirse en una ventaja competitiva.
Se trata de tener una idea clara de todo
el patrimonio intelectual que se almacena
en la organización y de ubicarlo de forma
que el acceso sea rápido, lo importante es
saber dónde se encuentra, para qué sirve y
cómo utilizarlo.
Entre sus fuentes se encuentran: manuales de cursos, conferencias, software,
patentes, prácticas y normas, rutinas
organizacionales, procesos, know-how técnico, diseño de productos y servicios, estrategias de marketing, comprensión del
cliente, experiencia aplicada, relaciones con
los consumidores y contactos empresariales, así como la creatividad personal y la
innovación.
123
CLAVES PARA EL ÉXITO DE UN PROGRAMA DE GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO
− Las acciones para desarrollar la gestión
del conocimiento deben corresponderse con la estrategia de la compañía.
− Realizar un estudio de las actividades
de la empresa para concentrar los esfuerzos en las que generan ventajas
competitivas.
− Transformar el conocimiento implícito
en explícito.
− Asegurar que la recogida, almacenamiento y recuperación del conocimiento, es realmente la que produce un aumento de valor en la empresa.
− Asegurarse de que la herramienta escogida para el almacenamiento y recuperación es la más cercana a la ideal.
− Transmitir el conocimiento recolectado
a toda la organización.
− La gerencia debe estar en disposición
de apoyar las iniciativas que se desarrollen como resultado del proceso.
Favorecer en los integrantes de la empresa la capacidad de aprendizaje del entorno, para lograr una mejor adaptación a
los cambios.
MODELOS DE LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO
Entre los modelos expuestos para el
establecimiento de la gestión del conocimiento en una empresa, se destacan:
Gopal & Gagnon (1995), que dividen
su modelo en tres áreas:
• Administración del conocimiento
• Administración de información
• Administración de aprendizaje
En este modelo se transforma el conocimiento tácito -caracterizado por ser indi124
vidual e intuitivo; constituido por modelos
mentales, creencias, perspectivas que no
pueden ser fácilmente articuladas ni compartidas- en explícito, formal y sistemático;
por lo tanto, fácil de comunicar y de compartir en un ciclo compuesto por tres etapas.
1. Administración del conocimiento. Constituye un encuentro o descubrimiento
del capital intelectual de la organización,
con el objetivo de establecer la situación actual del conocimiento (diagnóstico) y de definir la situación deseada.
2. Administración de información. Es la
consolidación de la información como
base del conocimiento; es decir, se busca establecer la calidad y las características que debe presentar la información
para alcanzar la situación definida en la
primera etapa.
3. Administración del aprendizaje. Cierra
el ciclo de transformación del conocimiento tácito en explícito al establecer
propuestas y prototipos de aprendizaje, así como formas para cuantificarlo,
de manera que el conocimiento y el
aprendizaje organizacional se integren
en la cultura de la empresa como valores y motive el crecimiento y desarrollo
de los individuos. Esta etapa genera la
mejora continua; crece la espiral de conocimiento para cerrar un ciclo de aprendizaje y dar inicio a otro.
Modelo de Nonaka (1991)
Este consta de seis pasos:
• Construir equipos autorregulados.
• Incrementar el conocimiento individual
por medio del conocimiento tácito compartido.
• Convertir el conocimiento tácito en explícito.
• Transformar el conocimiento en un producto o sistema.
• Crear nuevos conceptos.
• Integrar los nuevos conceptos en la
base del conocimiento.
En estos modelos se afirma implícitamente que la gestión del conocimiento deberá asociarse a algunos métodos más importantes de la gestión empresarial como
son la gestión de los recursos humanos y
el liderazgo, debido a la importancia de los
recursos humanos en la generación y aplicación de los conocimientos, así como del
liderazgo, sin el cual la organización es incapaz de comprender la importancia de
aprender de los empleados.
Para cualquier gerencia debe estar claro que sin un liderazgo efectivo el programa de gestión del conocimiento tendría
muchos contratiempos. La gerencia debe
fomentar un clima favorable, con prácticas
e incentivos que permitan compartir del
conocimiento.
El conocimiento, como se ha tratado
anteriormente, puede estar en el cerebro
humano o en un documento, cualquiera que
sea su soporte, pero este conocimiento,
particular e individual, está relacionado con
una persona o con un grupo de personas
en el contexto organizacional. Por esta razón, la gestión de los recursos humanos
recobrará nueva importancia en la gestión
empresarial.
Para los empleados es un cambio brusco en el tratamiento de la información. Pueden ver este programa como un despojo de
su valor, porque al disponer la compañía de
su know-how, ella no dependerá de ellos
en caso de que no estén. Es aquí donde el
trabajo del líder deberá ser más creativo; a
él le toca desarrollar un conjunto de acciones que den seguridad a sus empleados,
que expanda sus posibilidades y aumente
su compromiso. Así se logrará que el conocimiento se incorpore a los productos y
servicios, que los empleados deseen conocer más sobre aquello que le interesa a la
organización, y que esta aproveche mucho
mejor los conocimientos de sus empleados.
El líder deberá centrarse en explotar las ca-
pacidades gerenciales basadas en el cambio y en los valores.
Pero alguien –y aquí no se hace referencia al nombre que se le da a este individuo, porque existen disímiles, sólo al papel
que este juega dentro de la organizacióndebe apreciar, dar coherencia y relacionar
los procesos que conforman la gestión del
conocimiento. Esta persona (o grupo de personas) ayuda a los integrantes de la empresa
a entender mejor el conocimiento, y potencia
el manejo de las nuevas tecnologías.
En grandes empresas, donde se ejecutan múltiples procesos, es conveniente que
las personas encargadas de la gestión del
conocimiento sean organizadas por niveles. Por ejemplo:
− Un empleado sería el responsable de
recoger, ordenar y diseminar conocimientos -generalmente por encargo de
la organización.
− Otro coordinaría el conocimiento de los
procesos -lo cual se requiere, a menudo, en los negocios donde el conocimiento de los procesos está aislado.
− Un tercero se encargaría de toda la dirección del conocimiento. (Será entonces, el individuo responsable de los procedimientos, las prácticas y del contenido; y quién controlará las soluciones
dadas a los diferentes problemas en el
marco de la gerencia del conocimiento.)
Los profesionales de la información
reúnen condiciones excelentes para la realización de esta actividad, porque tienen la
capacidad para comprender y para realizar
análisis, diagramas de flujos, auditorías, diseño de sistemas, etcétera. Además poseen
capacidad para la localización de documentos, y para garantizar el acceso a ellos desde cualquier lugar y en cualquier momento.
Él está familiarizado con los lenguajes técnicos y los naturales (generalmente, son
personas relacionadas con el manejo de las
tecnologías); su imaginación y visión de
futuro, y el amar la información, también
favorecen su desempeño en esta gestión.
125
Si se planea establecer un gran programa de identificación, recopilación, almacenamiento y recuperación de los conocimientos en la organización es recomendable que
la persona encargada de esas acciones reúna las características antes mencionadas.
Gloria Ponjuán afirma que el profesional de la información tiene orientada su profesión hacia “la solución de problemas
informacionales, la difusión de la cultura y
del conocimiento. Se trata de un comunicador cuyos valores y prioridades están
muy relacionados con el universo de personas que sirven”,4 y que posee “conocimientos especializados acerca del propio
conocimiento los cuales utiliza para mejorar las tareas intelectuales de las personas”.5
La gestión del conocimiento puede facilitarle al profesional de la información la
posibilidad de desarrollar como nunca an-
tes, el trabajo en equipo en la empresa, y
de constituirse en un punto de partida
para nuevos proyectos y servicios de información.
A modo de generalización, puede decirse que el propietario del conocimiento debe estar convencido de las razones y
de la importancia de convertir en explícito su
conocimiento, y de que compartirlo no sólo
producirá un beneficio para la empresa, sino
también para él. Esta es la esencia de la
gerencia del conocimiento. Se necesita
una forma comprensible para representar
el conocimiento, de herramientas para su
utilización lógica, así como de un grupo
de personas con características especiales para entregar el conocimiento adecuado en el momento oportuno.
Abstract
Knowledge management: a new perspective in the management of organizations.
A group of concepts and reflections on the category knowledge and the knowledge management,
their advantages, objectives and essential tools are set forth. Also, the relationships with other
management tools as well as the role of knowledge agent and the qualities of the information
professionals to perform this function are also stated.
Subject headings: KNOWLEDGE; KNOWLEDGE MANAGEMENT/advantages;
KNOWLEDGE AGENT/ability.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Recibido: 17 de enero del 2001. Aprobado: 12 de febrero del 2001.
Lic. Yadira Nieves Lahaba. Equipo de Servicio de Traductores e Intérpretes (ESTI). Línea 507 entre D y
E. Vedado Ciudad de La Habana. Cuba
Correo electrónico: [email protected]
126
ACIMED 2001;9(2):127-35
CONTRIBUCIONES CORTAS
La Colaboración Cochrane Iberoamericana en Cuba
Dr. Jehová Oramas Díaz1 y Lic. Jorgelina Jiménez Miranda 2
Resumen
La fundación de la Colaboración Cochrane marcó un hito en el desarrollo de la medicina basada
en la evidencia a escala internacional. Sus aportes, sobre todo de carácter metodológico, constituyen un notable esfuerzo en la conformación del cuerpo teórico de esta nueva disciplina. Sus
proyectos de cooperación han permitido la aplicación de sus experiencias en numerosos países
como el que se presenta, realizado por el Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas
bajo los auspicios del proyecto de la Colaboración Cochrane Iberoamericana. Es objetivo
exponer los resultados en la aplicación de la metodología Cochrane en una muestra seleccionada
de trabajos, publicados en un conjunto de revistas cubanas de medicina o afines, así como
mostrar un grupo de fuentes electrónicas disponibles en Internet con información relacionada
a la medicina basada en la evidencia. Se identificaron los ensayos clínicos controlados publicados en las revistas biomédicas cubanas mediante la metodología Cochrane. Se compararon los
resultados obtenidos a partir de la búsqueda manual contra los de otra automatizada en la base
de datos Medline. Se abordan algunos aspectos generales sobre la importancia y el lugar de la
medicina basada en la evidencia. Se exponen algunas ideas, datos y fuentes de información que
reflejan el quehacer de esta iniciativa a nivel mundial. La revisión parcial de 25 títulos de
revistas permitió identificar 60 ensayos clínicos controlados en el período 1999-2000. Estos
resultados difieren notablemente de los datos que aportan las búsquedas realizadas en los
títulos indizados por Medline. La búsqueda manual ha mostrado resultados superiores en
relación con la automatizada. Por otra parte, se comprueba el gran número de fuentes relevantes que es posible consultar en formato electrónico desde el portal de salud de Cuba, Infomed.
DeCS: RECUPERACION DE LA INFORMACION/métodos; INFOMED; COOPERACION INTERNACIONAL/métodos.
Las dos últimas décadas testimonian
el auge de un movimiento de especial connotación en el sector de la salud, llamado a
1
2
establecer un nuevo paradigma en torno al
razonamiento médico: la medicina basada en
la evidencia (MBE), cuyos antecedentes
Especialista de II Grado en Medicina Interna. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Cuba.
Licenciada en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Centro Nacional de Información de
Ciencias Médicas. Cuba.
127
más recientes son el nacimiento y desarrollo de la epidemiología clínica y la estadística biomédica.1
La MBE es la integración de la experiencia clínica individual con la mejor evidencia, fruto de la investigación científica.14
Su pilar fundamental es el ensayo clínico
controlado, la mejor herramienta disponible, en el presente, para evaluar la eficacia
de las intervenciones sanitarias.5
De acuerdo con el criterio de algunos
autores, el ensayo clínico aleatorio, y en
especial, su revisión sistemática, se ha convertido en el “estándar de oro” para valorar
la eficacia de un tratamiento o intervención
con respecto a otros.2 Su amplia difusión
es un requisito indispensable cuyo cumplimiento condiciona la utilidad de esta información. No publicar sus resultados repercute en tal grado en la práctica médica que
algunos profesionales de la salud consideran este hecho no sólo como un imperativo
ético ineludible, sino también como una práctica científica impropia.5
Como resultado del notable impulso
experimentado por esta tendencia, en algunos países desarrollados, surgió la Colaboración Cochrane (CC), una iniciativa dirigida a preparar, mantener y divulgar revisiones sistemáticas sobre los efectos de las
intervenciones diagnósticas, educativas,
organizativas, terapéuticas y de rehabilitación en la atención primaria de salud. Esta
labor la realiza un grupo organizado, según
temas, de clínicos, metodólogos,
bioestadísticos y otras especialidades procedentes de todo el mundo. Los niveles de
evidencia alcanzados en cuanto a la eficacia de las intervenciones son muy superiores a los obtenidos por las técnicas hasta
ahora empleadas para integrar los resultados de investigaciones diferentes.
Los esfuerzos de la CC están orientados hacia la recolección de datos e información suministrada por los ensayos clínicos realizados en temas de interés y su
transformación en conocimiento objetivo,
128
sintético, accesible y basado en la evidencia científica, que posteriormente se concretarán en revisiones sistemáticas.6
Para estos fines, los “grupos de colaboradores para la revisión” (GCR), núcleo
básico de esta organización internacional,
realizan búsquedas manuales sistemáticas
en todas las revistas biomédicas publicadas que tratan el tema. Sus resultados se
comparan con los generados por las búsquedas automatizadas en las bases de datos que procesan dichas publicaciones.
Los GCR entonces, se encargan de preparar y actualizar las revisiones sistemáticas
con los ensayos clínicos controlados (ECC)
y ensayos controlados aleatorios (RCT) detectados. Estas revisiones se almacenan en
The Cochrane Library -fuente de información fundamental donde se divulga, con una
actualización trimestral, la producción de la
colaboración. Su suscripción anual puede
recibirse mediante disquetes, CD-ROM e
Internet. The Cochrane Library está constituida por varias bases de datos.6
La CC se ha extendido a otros países,
entre ellos, los latinoamericanos. En 1999,
Cuba se sumó a este proyecto con el inicio
de la búsqueda manual de los ECC con distribución aleatoria, publicados en las revistas biomédicas cubanas, acometido por
el Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas.
Con la realización de este trabajo, se
pretende presentar los resultados preliminares, obtenidos en la búsqueda manual
efectuada en el período comprendido entre
octubre de 1999 y octubre del 2000; así como
mostrar las publicaciones electrónicas y sitios en Internet relacionados con la medicina basada en la evidencia.
MÉTODOS
Se revisaron manualmente 31 títulos de
revistas biomédicas cubanas publicadas
por la Editorial Ciencias Médicas
(ECIMED), el CENIC, Ingienería Genética
y Biotecnología y el Hospital Psiquiátrico de La Habana, para identificar los ECC
y RCT sobre la base de los 4 criterios de
inclusión establecidos,7,8 a saber: los estudios deben ser prospectivos, haberse
realizado en seres humanos; se deberán
comparar entre sí dos o más tratamientos
o intervenciones; además la distribución
de los individuos debe realizarse mediante un método de asignación aleatorio.
(Las unidades aleatorias pueden ser individuos, grupos [hospitales, comunidades], órganos [ojos u otros] o partes del
cuerpo como son los dientes.)
El proceso de revisión estuvo a cargo
de dos revisores: un médico y un informática-bibliotecaria. Con posterioridad, se registró la información requerida en los dos
tipos de cuestionarios, establecidos por
Cochrane Iberoamericana: uno para reflejar los datos correspondientes a los
artículos identificados como ECC y RCT
y el otro, donde se plasma el seguimiento de la revisión que se realiza a cada título de revista.
Una vez identificados los ECC y RCT
se fotocopiaron los trabajos identificados
con el propósito de enviarlos al Centro
Cochrane Iberoamericano conjuntamente
con los dos cuestionarios antes señalados.
De manera paralela, se creó una base de
datos en ProCite información disponible. De
forma gradual, se han reportado los resultados parciales del trabajo al Centro Cochrane
Iberoamericano, quien asesoró y apoyó
sostenidamente la ejecución del trabajo.
RESULTADOS
De los 25 títulos sometidos a la primera fase de la revisión, sólo se detectaron ECC y RCT en 12 revistas (tabla 1).
Durante el proceso de revisión, se
pudo comprobar que 7 de los RCT localizados, como resultado de la aplicación de la
metodología Cochrane, no se encuentran
registrados en la base de datos Medline, la
más prominente del campo de la salud y la
medicina. Esto corrobora la validez del método aplicado7,8 (tabla 2).
Para cualquier profesional interesado
en elevar la eficacia de su quehacer, la consulta y consideración en la práctica de los
resultados de las revisiones sistemáticas es
un elemento esencial a la hora de responder a las preguntas clínicas relacionadas
con el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de las enfermedades.
Pese a la explosión de información reinante, los profesionales de la salud y la
medicina pueden mantenerse actualizados
sobre la base de la lectura y utilización de
las revisiones sistemáticas obtenidas a partir de la CC. En este sentido, la literatura
mundial recoge experiencias concretas que
muestran cómo los bibliotecarios pueden
desempeñar un papel importante en la orientación de los especialistas –incluso de estudiantes e internistas–, hacia el mundo de
la MBE: la comunicación personal presentada por Martha F. Earl y James A. Neutens
con el título Evidence-based medicine
training for residents and students at a
teaching hospital: the library’s role in
turning evidence into action durante el
“Ninety-eigth Annual Meeting of the
Medical Library Association”, celebrado
en Pennsylvania los días 26, 27 y 28 de mayo
de 1998 el cual constituye un ejemplo elocuente.
A continuación se proporciona información sobre un conjunto de fuentes
y recursos electrónicos relacionados con
la MBE. Estas son dos de las publicaciones accesibles en Internet, desde Infomed
(figs. 1 a y b).
129
Tabla 1. Número de trabajos identificados según título de revista
Título de la revista
Número de artículos revisados
16 de Abril
Revista CNIC Ciencias Biológicas
Revista Cubana de Alimentación
Revista Cubana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular
Revista Cubana de Cirugía
Revista Cubana de Endocrinología
Revista Cubana de Enfermería
Revista Cubana de Estomatología
Revista Cubana de Farmacia
Revista Cubana de Hematología, Inmunología y Hemoterapia
Revista Cubana de Higiene y Epidemiología
Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas
Revista Cubana de Medicina
Revista Cubana de Medicina General Integral
Revista Cubana de Medicina Militar
Revista Cubana de Medicina Tropical
Revista Cubana de Obstetricia y Ginecología
Revista Cubana de Oftalmología
Revista Cubana de Oncología
Revista Cubana de Ortodoncia
Revista Cubana de Ortopedia y Traumatología
Revista Cubana de Pediatría
Revista Cubana de Plantas Medicinales
Revista Cubana de Salud Pública
Total de revistas (25)
Número de ECC
88
319
58
50
111
62
300
495
73
115
62
123
754
392
77
221
99
75
86
61
65
116
58
78
2
12
0
0
0
0
2
9
0
0
0
1
21
6
2
1
0
1
1
0
2
0
0
0
3 868
60
Tabla 2. Número de ECC identificados, según metodología aplicada
Título de la revista
Revista
Revista
Revista
Cubana de Enfermería
Cubana de Estomatología
Cubana de Medicina Tropical
Totales
Bandolier presenta enlaces con otras
publicaciones y sitios web íntimamente relacionados con esta temática, todos con información de calidad: http://www.jr2.-ox.ac.uk/
bandolier/bandlink.html
También es posible recuperar ECC y
RCT mediante el empleo de algunos de los
recursos que brinda la National Library of
Medicine (NLM). Veamos:
PubMed h t t p : / / w w w . n c b i .nlm.nih.gov/entrez/query/fcgi/
130
Metodología Cochrane
Búsqueda en Medline
2
9
1
1
2
1
12
4
Internet Gratefull Med http://
igm.nlm.nih.gov/
Clinical Trials http://
www.clintrials.gov/
MEDLINEPlus http://
www.nlm.nih.gov/medlineplus/
VIH/AIDS Information
http://
sis.nlm.gov/hiv.cfm/
Gateways http://sis.nlm.gov/hiv.cfm/
National Institutes of Health http://
search.nih.gov/
ACP Journal CLUB
Publicación secundaria
bimensual editada por
el American College of
Physicians y la American
Society of Internal Medicine.
Después de revisar docenas de
revistas clínicas,
se seleccionan los artículos
relevantes sobre la base de
distintos filtros de evaluación
crítica. Sintetiza los artículos
en nuevos resúmenes más
informativos con comentarios
de expertos y notas
aclaratorias.
Bandoliers
Publicación terciaria mensual
editada por
el Amarican College of
Physicians. Dedicada
al tema de la atención
primaria, se fundamenta
en las técnicas de
la medicina basada en
la evidencia; condensa
la información de
las revisiones de los ensayos
desde 1994. Aconseja a
los profesionales de la salud
y pacientes en cuanto
a tratamientos
y enfermedades. Se edita,
también, en español:
Bandolera.
FIG. 1 (a y b)
Uno de los motores de búsqueda de la
NLM, Internet Grateful Med, forma parte
de esta enumeración de manera provisional
a causa de su anunciada desaparición; sin
embargo, los recursos ofrecidos por él se
reubicarán en otros como Gateway, National
Institutes of Health y Medline Plus. Asimismo, en Internet aparecen otros recursos
importantes con revisiones sistemáticas y
ECC como son los sitios web de la Colaboración Cochrane (fig. 2 a y b).
La dirección electrónica de la página
web que contiene los datos necesarios para
contactar con los diferentes centros
Cochrane es: http://www.cochrane.de/
cochrane/orgs.htm#CENTRES/
Entre los recursos más singulares se
destaca Clinical Evidence:
Esta publicación es un compendio de
las mejores evidencias disponibles para
propiciar atención sanitaria efectiva. Contiene un gran número de fuentes de infor131
Nombre
del sitio
Página principal del sitio
URL
Colaboración
Cochrane
Iberoamericana
http://www.
cochrane.es/
Cochrane
Collaboration
http://www.
cochrane.de/
default.html
FIG. 2 (a )
mación basadas en la evidencia para clínicos. Aparece tanto en formato impreso como
electrónico (http://www.clinicalevidence.org) gracias a la labor del BMJ Publishing
Group. Ofrece información concisa sobre
el estado actual del conocimiento, ignorancia e incertidumbre en la prevención y el
tratamiento de un rango amplio de condiciones clínicas. Una de sus características
132
distintivas consiste en que trata de identificar temas importantes de orden clínico con
el fin de buscar las mejores evidencias disponibles para tratarlos en forma resumida.
Su actualización es semestral.
Otros sitios de interés son:
EMBASE http://www.embase.com/
demo/Health On the Net http://www.-hon.ch/
Nombre
del sitio
Página principal del sitio
URL
The Cochrane
Collaboration
(UK)
http://www.
updatesoftware.com/
clibhome/
clib.htm/
The Canadian
Cochrane
Network and
Centre
http://hiru.
mcmaster.ca/
cochrane/
centres/
Canadian/
New England
Cochrane
Centre
http://www.
cochrane.org/
necc/
frameset.htm
FIG. 2 (b)
133
FIG. 3
Medical Matrix h t t p : / / w w w. m e dmatrix.org
EBSCO http://search.global.-epnet.com/
Medscapehttp://www.medscape.com/
Lilacs http://www.bireme.br/cgibin/wxislind/.exe/iah/online/
En conclusión la aplicación del método establecido por la Colaboración
Cochrane ha permitido identificar los ECC
y RCT publicados en las revistas
biomédicas cubanas. La búsqueda manual
permitió identificar ECC no recuperados
mediante su equivalente automatizada en
Medline, además la posibilidad de acceder
a importantes sitios de Internet con información referente a la medicina basada en la
evidencia –a texto completo–, constituye
una valiosa herramienta para la práctica
médica.
Agradecimiento
Todo el procedimiento se ha llevado
a cabo con la valiosa guía y apoyo de la
coordinadora del Centro Cochrane Iberoamericano.
Abstract
Ibero-American Cochrane Collaboration
The founding of Cochrane Collaboration was a landmark in the development of the evidencebased medicine at international scale. Its contributions, mainly those of methodological nature,
are a remarkable effort for the shaping of the theoretical body of this new discipline. Its cooperation projects have allowed the implementation of its experience in a number of countries
just like the one presented here, which is carried out by the National Center of Medical
Information under the auspices of the Ibero-American Cochrane Collaboration Project. The
objective is to show the results of the application of the Cochrane methodology in a selected
sample of papers published by a group of Cuban medical or related journals as well as to
present a set of electronic sources available in Internet, which have information on the evidencebased medicine. Controlled clinical assays published in Cuban biomedical journals using the
Cochrane methodology were identified. There is a comparison of the results obtained from the
manual search and those from the automated search in Medline database. Some general aspects
about the importance and the role of the evidence-based medicine along with some ideas, data
and sources of information that reflect the work of this initiative worldwide are set forth in this
paper. The partial review of 25 journal titles made it possible to find 60 controlled clinical
assays in the 1999-2000 period. These results significantly differ from the data provided by
the searches in Medline-indexed titles. The manual search has showed better results than the
automated search. On the other hand, it is possible to confirm the high number of relevant
sources that may be consulted in the electronic format in the Health Portal of Cuba, Infomed.
Subject headings: INFORMATION RETRIEVAL/methods;
INTERNATIONAL COOPERATION/methods.
134
INFORMED;
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1 . Bonfill X, Gabriel R, Cabello J. La medicina basada en la evidencia [artículo en línea]. Rev Esp Cardiol
1997;50:819-25. [Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doy ma/mrevista.fulltext?
pident=554/] [consulta: 20 oct 2000].
2 . Sebastián Domingo JJ. La medicina basada en la evidencia: la ley de la renovación constante. [artículo
en línea] Farm Profesional 2000;74(3):16-25. Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/
doyma/mrevista.fulltext?pident=11553/ [consulta: 20 oct 2000].
3 . Castañeda Morales M. Medicina basada en evidencia: ¿su serenísima alteza? Rev Sanid Milit Mex
1999;53(4):233-7.
4 . Gray CH. Canadian recruited for Cochrane Collaboration [artículo en línea]. Can Med Assoc J
2000;162(5):684 [Disponible en: http://globalvgw13.global.epnet.com/resultlisst.asp?boolean Term=DE/
+>] [consulta : 20 oct 2000].
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transparencia de los ensayos clínicos. Med Clin (Barc)1999;(Supl 1):21-7.
6 . Bonfill X, Etcheverry C, Martí J, Glutting JP, Urrutia G,Pladevall M. El desarrollo de la Colaboración
Cochrane española. Med Clin (Barc) 1999;112(Supl 1):17-20.
7 . Martí J, Bonfill X, Urrutia G, Lacalle JR, Bravo R. Identificación y descripción de los ensayos clínicos
publicados en revistas españolas de medicina general e interna durante el período 1971-1995. Med Clin
(Barc) 1999;112 (Supl 1):28-34.
8 . Bonfill X, Rivero R, Soto E, García M. Manual de la Colaboración Cochrane. 1 ed en español. Sabadell:
Centro Cochrane Español, 1998.
9 . BMJ Publishing Group. Clinical evidence: the international source of the best available evidence for
effective health care. (4).
Recibido: 1 de julio del 2001. Aprobado: 9 de julio del 2001.
Dr. Jehová Oramas Díaz. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Calle E No. 452
entre 19 y 21, El Vedado. Ciudad de La Habana. Cuba CP 10400.
135
ACIMED 2001;9(2):136-41
CONFERENCIAS*
Globalización, lengua universal y traductores
Gisela Odio Zamora 1
El tema principal de la presente ponencia se deriva de un acercamiento que hiciera en el
año 1998 a lo que me parece son los desafíos que se levantan ante el traductor/intérprete en
los albores del tercer milenio; entre los cuales figura, por supuesto, la globalización. Esta vez
me acerco al tema globalizador desde la perspectiva de su enlace con las lenguas, inspirada,
inicialmente, en el interesante artículo La dimensión cultural: el eslabón perdido de la
globalización, de Juan Carlos Moneta -secretario permanente del SELA.
En la búsqueda preliminar no encontré ninguna referencia que abordara esa arista de la
globalización y su vínculo con los idiomas y nuestro gremio. Por otra parte, la mundialización
es un proceso que se está definiendo todavía por lo que aún presenta contradicciones. De
ahí que las ideas que expondré son mis aproximaciones y nunca conclusiones definitivas.
Creo, sin embargo, que podrían despertar el interés y la reflexión de quienes vivimos el
mundo de las lenguas en estos tiempos globalizados.
GLOBALIZACIÓN
Luego del debate inicial, casi todos los autores coinciden en señalar que el proceso de
mundialización es resultado de leyes y tendencias relativas al funcionamiento de la economía mundial, y que la desintegración del campo socialista constituyó un elemento acelerador
importante en dicho fenómeno, cuyo impulso básico es el progreso técnico y su capacidad
de reducir los costos económicos que genera el movimiento de bienes, servicios, dinero,
personas e información.
Para algunos lo abarca todo, por lo que en la práctica la asocian a la gradual desaparición
del estadonación. Otros, todavía reservan alguna función a las políticas nacionales, que en
estas nuevas circunstancias deben limitarse a promover la construcción de un «estado
competitivo». Los primeros encuentran el rechazo de quienes subrayan las especificidades
1
Licenciada en Historia. Presidenta de la Asociación Cubana de Traductores e Intérpretes (ACTI).
Equipo de Servicios de Traducción e Interpretación (ESTI). Cuba.
* Los artículos que integran esta sección son conferencias impartidas durante el III Encuentro de traductores e intérpretes iberoamericanos y caribeños el cual fue organizado, por la Editorial José Martí/Arte
y Literatura. Este evento se desarrolló en Ciudad de La Habana del 31 de enero hasta el 2 de febrero del 2001.
136
nacionales como características dominantes en el sistema internacional actual basado aún
en la supervivencia del estadonación.
Una de las contradicciones más importantes que presenta la globalización es la creciente disparidad entre las estructuras políticas basadas en el estado-nación y el carácter global
de las interacciones que vinculan cada vez más a las distintas economías nacionales. Ello,
por supuesto, menoscaba la autonomía y plantea desafíos a la soberanía nacional, porque se
tiende a reforzar los mecanismos supranacionales, y se intenta convencer a la opinión pública de que los estados deben ceder “para el bien colectivo” parte de su soberanía. De esto, se
desprende que el efecto de la globalización no es sólo económico, sino que tiene diversas
dimensiones, entre ellas una cultural.
Aquí, podría entenderse la globa-lización, según Moneta, “como el pasaje de identidades culturales tradicionales y modernas de base territorial, a otras modernas y posmodernas
de carácter transterritorial”… “Las identidades culturales de la globalización no se estructurarán
desde la lógica de los estados- naciones, sino de los mercados; en lo esencial, no se basan
en comunicaciones orales y escritas, sino que operan mediante la producción industrial de la
cultura, su comunicación tecnológica y el consumo diferido y segmentado de los bienes. Por
tanto, los países de la periferia están sometidos a un intenso bombardeo, por la vía de los
medios masivos de comunicación y los flujos de bienes simbólicos, que genera nuevas
actitudes y preferencias en los individuos y las comunidades.”
También existen criterios dispares en cuanto a las vertientes de homogeneización o
heterogenización culturales que exhibe la globalización. Quienes sostienen que los efectos
mayores son de homogeneización, enfatizan en el impacto que produce la acción de las
empresas transnacionales y de los países industrializados más importantes, en tanto que
constituyen fuentes emisoras de mensajes vinculados al consumo y a la cultura de mercado.
Quienes argumentan en favor de elementos diferenciadores, lo hacen subrayando los procesos de apropiación y modificación de mensajes y símbolos que se producen en los niveles
nacionales y subnacionales, sin embargo, Moneta plantea que “pone en marcha mecanismos que actúan en ambas direcciones retroalimentándose entre sí. Desde los primeros contactos entre civilizaciones se ha producido una mutua fertilización cultural, aunque la de ahora
presenta ciertos cambios importantes: dimensión planetaria -gran velocidad de la propagación y creciente simultaneidad de los impactos, ampliación del espectro y la capacidad de
influencia de los flujos de bienes, mensajes e ideas que circulan e interactúan en el mundo, mayor especialización de los circuitos de comunicación- la distancia temporal y de contenido de las respuestas locales, nacionales, etc. Moneta concluye en plantear que ese constante ir y venir de mensajes e ideas, provoca alteraciones en la cultura y la identidad y afecta los
intentos encaminados a lograr una homogeneización interna de los estados-naciones. De ahí
que en el marco de la cultura global, la identidad y la ciudadanía, se van transformando y de
hecho se va transitando gradualmente de lo nacional a lo regional, a lo global. Por ello, las
políticas culturales nacionales no deben limitarse a la tradición y a centrar su esfuerzo en la
preservación del patrimonio histórico, sino que deben ser creativas.
LENGUA UNIVERSAL
De lo anterior es fácil deducir que, en tanto que forma principal de expresión del pensamiento y vehículo de la cultura, el lenguaje no podrá escapar a los efectos del fenómeno que
nos ocupa. Además, la historia ha demostrado que las lenguas cambian y que la evolución es
137
inconsciente, colectiva, y producto del instinto de sociabilidad del ser humano y sus necesidades, sin embargo, ahora no sólo tenemos el instinto natural de socialibilidad del ser
humano que, junto con sus necesidades origina y transmuta los distintos idiomas, sino que
se constata un marcado interés consciente e intencional de lograr la homogeneización del
pensamiento, esta vez, a escala mundial y mediante un avance tecnológico sin precedentes.
Las lenguas, como se sabe, distinguen a los pueblos, son portadoras de su sistema de
valores culturales, constituyen un elemento importante de la nacionalidad como concepto, y
son factor unificador, tanto al interior de una nación multiestado como la árabe, por ejemplo,
o al interior de un grupo de estados que se sirven de una misma lengua, como es el caso de
América Latina.
Si la globalización continúa su marcha actual predominante, esa que apunta a imponernos modelos unificados de pensamiento y de actuación; si lo abarcara todo y desaparecieran
las estructuras estatales nacionales, podría pensarse que nuestro futuro lingüístico, ante
realidades y necesidades globalizadas, sería el del idioma universal tantas veces soñado por
filósofos y pensadores.
La idea de una lengua universal no es nueva y ha descansado más bien en el paralelismo
ideológico, es decir, en la unicidad del pensamiento del ser humano cuyo precursor fue
Ramón Lull, filósofo y teólogo catalán (1235-1315) y autor de Ars Magna o Art general,
donde propuso un método para encontrar la verdad. Lull no soñó propiamente con crear una
lengua universal, pero sus proyecciones sociales le llevaron a proponer la universalización
del latín como medio para promover la unificación del lenguaje humano. En su novela
Blanquerna planteó su aspiración de que desapareciera la diversidad de los lenguajes humanos y prevaleciera como idioma único el latín que la iglesia había elevado a instrumento de
relación universal, sin embargo, el apogeo de los intentos por establecer una lengua universal llegó con el siglo XVII; se sabe que su representante mayor fue Godofredo Guillermo
Leibniz, filósofo y matemático alemán (1646-1716), quien desarrolló el tratado sobre el entendimiento humano que había iniciado Lulio. Según Leibniz todos los seres están constituidos
por sustancias simples (mónadas) entre las cuales existe una armonía preestablecida; de ahí
que soñó con el proyecto de establecer una lengua universal que dedujo de su “Arte
combinatoria o Arte inventiva”. Planteaba que la reducción de los conceptos complejos a
sus términos simples conduciría a descubrir el “alfabeto de los pensamientos humanos” que
son el punto de partida para todo razonamiento.
Según nos refiere Joaquín Carreras y Artau, Leibiz desarrolló en su “Dissertatio de
Arte combinatoria”, el primero de sus proyectos, una escritura que cualquier persona culta,
cualquiera que fuere su idioma, podría leer sin dificultad. Por combinación de los términos
simples se originan los términos complejos binarios, ternarios, cuaternarios etc. que resultan, a su vez, de la agrupación de varios elementos. Además de esas combinaciones de
términos, debe encontrarse, decía Leibniz, un sistema de expresiones, que sea el más propio
y natural tanto para los elementos como para sus combinaciones, es decir, su proyecto se
basaba en las ideas y no en las palabras.
En un tercer intento Leibniz transformó el Ars signorum vulgo caracter universalis et
lingua philosophica (1661), de los escoceses Juan Wilkins y Jorge Dalgarno, en lengua
hablada y le atribuyó la excelencia de la lógica y las matemáticas. Así la creyó no sólo lógica
y precisa, sino incluso armónica y adaptable a las necesidades expresivas de la poesía y de
la música. Luego se dio cuenta de que la lengua universal por él soñada no podía lograrse a
partir de la eliminación de las lenguas vivas, y planteó entonces el estudio empírico de las
138
lenguas históricas como requisito previo a cualquier ensayo para construir una lengua
universal (estudio empírico, elaboración de una gramática racional y construcción de la
lengua universal). Leibniz eligió el latín como lengua de base por considerarlo adaptable a
los usos y exigencias de la ciencia y la filosofía, pero no aspiró a universalizarlo. Más bien
intentó sustituir las lenguas de entonces por una de nueva creación, más sencilla en sus
elementos y de fácil estructura pero no lo logró.
Se conocen de otros muchos intentos y ensayos entre los que se destacan el idioma
volapuk, de John Martín Scheleyer, sacerdote alemán (1879), y el esperanto De Lazarus
Zamenhof (1887). También se han hecho versiones simplificadas del latín y del inglés, mas
ninguno ha llegado a alcanzar el objetivo soñado.
Samuel Huntington, politólogo norteamericano, sostiene que en el mundo del futuro,
los principales conflictos se derivarán del choque entre civilizaciones. Su hipótesis central
es que la fuente fundamental de conflictos no será esencialmente económica ni ideológica,
sino cultural. Su definición de civilización es la siguiente:
“Una civilización es una entidad cultural (…) el más elevado agrupamiento cultural de
gente y el más amplio nivel de identidad cultural que la gente tiene aparte de todo aquello que
distingue a los humanos de otras especies. Se define tanto por elementos objetivos comunes
como la lengua, la historia, la religión, las costumbres, como por la autoidentificación subjetiva de la gente (…).”
Además, considera que esas diferencias de siglos no desaparecerán pues a pesar de
que el mundo se torna cada vez más pequeño, la interacción que genera provoca una
profundización de la conciencia de la gente acerca de su civilización y un reforzamiento de
sus diferencias, lo cual entronca, en parte, con el planteo de Moneta.
La gran interrogante podría formularse de distintas maneras: ¿qué provocará la
globalización en el lenguaje, homoge-neización o heterogeneidad?, ¿conseguirá el ser humano su ideal soñado, es decir, la lengua universal?, ¿sobrevivirán sólo las lenguas de las
civilizaciones vencedoras o se afianzarán las existentes? Varias podrían ser las respuestas,
mas ninguna podría desconocer el hecho de que la globalización es un fenómeno objetivo.
Si se tomara a Huntington como punto de partida para el vaticinio, tal vez concluiríamos
en enfatizar que en el mundo del futuro cada civilización trataría de preservar su(s) lengua(s),
en la medida en que sus condiciones objetivas determinen. Creo que las lenguas “de poder”
serían candidatas a perdurar.
La historia de la civilización demuestra que la cultura universal es el resultado de experiencias y conocimientos compartidos y de préstamos entre civilizaciones. Las lenguas, claro
que sí, están interactuando desde ya con la globalización primaria. Son cada vez más los
préstamos, asimilaciones, calcos o adaptaciones que se hacen, influidos sobre todo por el
inglés; y son cada vez más también las personas que utilizan más de un idioma en un mismo
discurso. La internet está abriendo cierto camino, y si bien es cierto que la inmensa mayoría
de los habitantes del planeta no pueden ni siquiera soñar con acceder a la “red mágica”,
donde predomina el inglés, también lo es que cada vez más una parte considerable de la
población del planeta necesita insertarse en ella.
De cualquier manera, el predominio absoluto del inglés o cualquier otro idioma “universal” no sería cosa tan fácil porque una lengua es algo más que vocabulario. Los accidentes
gramaticales se han formado por decantación histórica, y no siempre según normas raciona139
les, aunque la lingüística ha descubierto relaciones lógicas de índole muy variada que la
mente acostumbra a establecer entre las cosas, sin embargo, no puede negarse que la formulación de una gramática racional y el estudio empírico de las lenguas, que propugnaba
Leibniz, en la nueva realidad globalizada en que se apunta hacia la unicidad del pensamiento,
basamento de estudio del filósofo alemán, esta vez con un progreso técnico inimaginable
entonces, tal vez conduzca ahora a mejores resultados que en el siglo XVII.
TRADUCTORES
Ante la interrogante de que nos toca hacer frente a esta situación en tanto que somos
depositarios de nuestro legado lingüístico, y parte del mercado, la respuesta por ahora, es
defender nuestras lenguas nacionales de los intentos lingüísticos globalizadores que las
empobrezcan, y enriquecerlas creativamente, porque las ideas y conceptos primarios de la
globalización se originan, desarrollan y expresan en las lenguas de quienes dominan; así
aceptar un término para su empleo habitual, es aceptar una idea por más que el sujeto la
rechace en su plano intelectivo; utilizar un código expresivo, es de por sí abrirse a toda la
carga de sentido y actitud que encierra como producto cultural. Las palabras adquieren en su
seno un sentido que no tendrían aisladamente o en otro contexto mental. Cuando una
palabra o locución verbal “se pone de moda” en el lenguaje habitual, lo hace por lo general
con un sentido diferente o con implicaciones nuevas. Es nuestra obligación ser conscientes
de ello, de esta forma nos defenderemos como identidad cubana, en nuestro caso, y también
como profesionales. Tenemos la obligación moral de contribuir a preservar, en lo que podamos, una de las profesiones más antiguas y lograr, desde nuestra posición, «estados competitivos», para lo cual se necesitará también de «lenguas competitivas”.
En conclusión, siempre se ha discutido sobre la génesis del lenguaje y su papel en el
pensamiento. Tanto si se pretende un origen convencional como onomatopéyico, la controversia es especulativa, de ahí que se llegó a sostener la necesidad de un primer lenguaje
revelado por Dios para que se forjara el entendimiento. En la Biblia se lee: “Era entonces toda
la tierra de una lengua y unas mismas palabras…. Y los hombres se dijeron: Edifiquémonos
una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo. Y descendió Jehová y dijo: …Todos
tienen un lenguaje y han comenzado a obrar y nada les retraerá ahora de lo que han pensado
hacer…. Confundamos aquí mismo su lengua, para que ninguno entienda el habla de su
compañero. Y así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de la tierra, y dejaron de edificar
la ciudad… Por eso se le nombró a ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de
toda la tierra…” Esto quiere decir que el lenguaje original le fue arrebatado al hombre por la
vía del castigo. Luego entonces, ¿vendría la globalización a quitarnos la penitencia? ¿Llegará
el hombre a construir su torre y su ciudad hablando un idioma universal que facilite sus
relaciones? Podríamos hacer grandes ejercicios mentales, pero les recuerdo que el lenguaje
no está ni al servicio ni de la razón pura, ni del arte puro, sino de la vida y sus necesidades;
por eso prefiero invitarlos a disfrutar de la sentencia que nos legara Gabriela Mistral en
1945: “El habla es la segunda posesión nuestra, después del alma, y tal vez no tengamos
ninguna otra posesión en este mundo.”
140
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1.Vazquez- Ayora, G. Introducción a la traductología. Washington D.F: Georgetown University Pres,
1997.
2. Baró Herrera, S. Globalización y tendencias en las relaciones políticas internacionales. Centro de
Estudios Europeos, 1996.
3. Moneta, JC. La dimensión cultural: el eslabón perdido de la globalización. Capítulos (47).
4. Secretaría Permanente del SELA. “Cambio y continuidad en el proceso de globalización internacional:
escenarios de fin de siglo” Riesgos y oportunidades de la globalización. Montevideo, SELA, 1996.
5. Mesa, L. Posguerra fría: ¿choque de civilizaciones? Temas 1999; (julio-dic).
6. Taller de análisis de coyuntura. El desafío de la globalización. Santo Domingo, 1995.
7. Parrilla, MJ. Estudio sobre el origen y desarrollo del pensamiento, San Juán, 1948.
8. Gambra, R. El lenguaje y los mitos. Madrid: Speiro, 1983.
9. Carreras Artau, J. De Lull a los modernos ensayos de formación de una lengua universal. Barcelon:
Consejo Científico de Barcelona, 1946.
10. Lull R. Blanquerna. Madrid, M. Aguilar, 1944. Cap. 94; p. 490-503.
11. Sociedad Bíblica Trinitaria. La Santa Biblia, Londres.
Recibido: 26 de abril del 2001. Aprobado: 23 de mayo del 2001.
Lic. Gisela Odio Amora
Asociación Cubana de Traductores e Intérpretes (ACTI). Línea 507, esq. D. El Vedado. Plaza de La
Revolución. Ciudad de La Habana, Cuba.
Lic. Gisela Odio Zamora
Asociación Cubana de Traductores e Intérpretes (ACTI).
Línea 507, esq. D. El Vedado. Plaza de La Revolución.
Ciudad de La Habana, Cuba
141
ACIMED 2001;9(2):142-44
De cara a la era global: las nuevas tecnologías aplicadas
a la traducción
Alina Hernández Rensoli1 y Fernando Martínez Valdés 2
El proceso de informatización de la sociedad cubana se profundiza y amplía en áreas
importantes de la economía y los servicios. A pesar de las enormes dificultades materiales, se
hacen esfuerzos por modernizar los sistemas de información y comunicación mediante la
introducción de las nuevas tecnologías las cuales traen consigo múltiples ventajas, pero
representan a su vez un enorme reto que debemos enfrentar si deseamos sobrevivir en un
mundo que se hace cada vez más competitivo.
Las nuevas tecnologías, como hadas madrinas, van transformando los entornos de los
puestos de trabajo en las diferentes profesiones; de manera que transforman al hombre que
debe operar con ellas.
A la influencia de esta revolución tecnológica no ha escapado tampoco la profesión del
traductor, una de las ocupaciones más antiguas, y que en las últimas décadas ha experimentado
un enorme auge ante la explosión comunicativa que se ha producido como resultado de una
creciente interconectividad que trae consigo el proceso globalizador y de la generación de
nuevos conocimientos, a un ritmo vertiginoso, nunca antes visto en el ámbito internacional.
La traducción como oficio milenario, ha sufrido una evolución la cual se ha dado en el
propio enfoque del proceso durante las diferentes épocas, y el que se refiere al entorno
laboral. Es a este último aspecto al que mayor atención queremos dedicarle en el presente
trabajo. Se ha hablado o escrito poco al respecto, pero la propia imagen del traductor que
evoca el cuadro de San Jerónimo del pintor alemán Alberto Durero es la de un hombre
aislado y solitario que trabaja en su escritorio con enormes volúmenes de obras de consulta,
enciclopedias, etc. y que para escribir su traducción se vale de una pluma de ave, como
características de lo que pudiéramos considerar la «era antigua» de la traducción. Con el
paso de los siglos y con la invención de la máquina de escribir y el teléfono aparecieron
elementos que en gran medida modificaron su puesto de trabajo. El teléfono le permitía ahora
hacer consultas con especialistas u otros colegas traductores. A esta etapa nos permitimos
llamarla «era contemporánea y moderna» de la traducción.
Es difícil determinar la fecha exacta en que termina esta etapa y comienza lo que bautizaríamos con el rimbombante nombre de «era informática» de la traducción para lo cual se tiene
en cuenta la introducción y generalización de las computadoras personales (PC) que comienzan alrededor de la década ochenta, sobre todo en los países industrializados. Nos atreve-
1
2
Máster en Ciencias. Centro de Traducciones. Instituto de Información Científica y Tecnológica. Cuba.
Licenciado en Lengua Alemana. Centro de Traducciones. Instituto Cubano del Libro. Ministerio de
Cultura.
142
mos a proponer como fecha de comienzo de esta era algún día, mes y año de la mencionada
década; proponemos esta fecha, haciéndola coincidir con la mayor parte de la literatura
sobre el tema, porque los intentos de traducción automática que se realizaron en la década
del sesenta estuvieron limitados sólo a grandes compañías e instituciones con computadoras
de gran capacidad y volumen, no accesibles para el usuario individual.
Con el proceso de informatización de la sociedad y, por consiguiente, de la propia
traducción como profesión, se ha modificado sustancialmente el puesto de trabajo y las
herramientas disponibles para esta labor. Los paquetes de software con procesadores de
texto, dotados de un número cada vez mayor de opciones, contribuyen de manera ostensible
a la elevación de la productividad en las distintas etapas de elaboración (original en bruto,
versión final y versión lista para la publicación). Por otra parte, muchos de los pesados y
voluminosos diccionarios y obras de consulta han cedido su lugar a las obras digitalizadas
con soporte de disco compacto (diccionarios bilingües y multilingües la Enciclopedia Británica, el Diccionario del Uso del Español de M. Moliner, el Diccionario de la Academia Real de
la Lengua Española). Para la propia elaboración de glosarios, como un elemento inseparable
de la labor traduccional, las fichas de papel o cartulina se convierten en algo obsoleto.
Ahora, en nuestra propia computadora personal, podemos ejecutar aplicaciones para
gestión de bases de datos que permiten, de manera automática y rápida, la gestión de bases
de datos, organizadas por orden alfabético, temático, etc. (aplicaciones como Access de
Windows, Autolex del Centro de Traducciones y Terminología Especializada del IDICT).
Pese a los muchos detractores, justificados en algunos casos, las propias aplicaciones
para la traducción automática, no concebidas ya para sustituir al traductor humano; demuestran cada vez más su eficacia como útil herramienta para aumentar la productividad del
trabajo en esta labor. Pruebas y experimentos realizados, tanto en Cuba como en el extranjero,
corroboran que la traducción asistida por computadora ocupa y ocupará un importante
papel en el desarrollo de nuestra actividad. Es de esperar que con la rápida evolución que
están experimentando las computadoras, las cuales se perfeccionan de año en año y en la
medida en que las investigaciones lingüísticas aplicadas contribuyan a mejorar los procesos
traduccionales, estos programas serán cada vez más eficientes. A estos elementos, que
pudiéramos calificar de novedosos en la modernización de la labor de traducción, se añaden
las posibilidades de acceso que brindan las nuevas tecnologías de la comunicación como la
Internet o Red de redes. Así, esta interconexión de redes informáticas que permite a las
computadoras conectadas comunicarse directamente, hace posible que un traductor situado
en La Habana pueda consultar bases de datos con términos y diccionarios especializados
que se encuentran almacenados en algún punto en Europa, Estados Unidos u otro lugar del
planeta. Por tratarse, precisamente, de obras digitalizadas, se puede contar un grado de
actualización que ninguna obra de consulta convencional en papel puede ofrecer. Además,
estas nuevas tecnologías de comunicación nos permiten, a través de los propios foros de
Internet o del correo electrónico, llevar cabo un intercambio de información terminológica
con instituciones y colegas en los más lejanos rincones del mundo.
Los sitios Web, entre los que por su importancia obvia para nosotros mencionaremos el
dedicado al idioma español: el-castellano.com, hacen posible la necesaria actualización de
nuestros conocimientos sobre la lengua a la que traducimos y desde la que traducimos, que
es nuestra lengua materna, y así elevar constantemente nuestra competencia lingüística.
La práctica terminológica es un aspecto que merece especial atención en la actualidad
por la dinámica del léxico que evoluciona con la misma velocidad que se desarrolla la ciencia
y la sociedad de hoy, incluso para el hablante materno de una lengua es imposible mantenerse
143
al día en cuanto al vocabulario en las diferentes ramas de la ciencia y de la tecnología; mucho
más si trata de la comunicación interlingüística e intercultural, por lo que se precisa de métodos de investigación terminológica más productivos y eficientes que permitan procesar una
mayor información en menos tiempo.
Algo que no podemos dejar de mencionar es lo que se refiere al potencial económico y
comercial del trabajo terminológico. Las nuevas tecnologías, paralelamente con sus retos,
también vienen en nuestro auxilio para convertirnos, en la medida de nuestras posibilidades,
de importadores y consumidores de bases terminológicas en productores y exportadores.
Hay ejemplos concretos de cómo esto puede materializarse en obras comercializables tanto
en el mercado interno como en el externo. Los diccionarios Biotechnology and Genetic
Engineering en inglés, francés, alemán, español, elaborados en el Centro de Traducciones
del IDICT; el Diccionario Enciclopédico de Ingeniería Genética, el Diccionario de Farmacia y
el Diccionario de Internet, estos en español, inglés y francés; son una muestra de lo planteado. Por último, no podríamos dejar de mencionar el papel central que desempeña el hombre
como protagonista de esta revolución tecnológica, pues como ya hemos visto anteriormente, lejos de ser desplazados por las nuevas tecnologías, estas contribuyen a elevar sus
competencias y a que esté en mejores condiciones de enfrentar los desafíos que se avecinan
con la creación de la llamada «aldea global».
Los pregoneros de la globalización se ufanan hoy de un proceso de homogeneización
cultural y lingüística bajo los auspicios de la superpotencia del norte y del idioma inglés. Ya
en 1993, el filósofo norteamericano Roy Watherford declaraba: «Estamos a punto de convertirnos en un mundo, una nación, una cultura.»
Ante afirmaciones como esta, se impone una defensa de las culturas e idiomas menos
favorecidos, batalla en la cual a los traductores les corresponde un puesto de primera línea
para oponer la globalización homogeneizante. El concepto de localización, en el sentido de
ser más universales en la medida en que seamos más autóctonos, haciendo prevalecer en
nuestro trabajo, nuestros valores nacionales, culturales y de defensa de nuestra diversidad
lingüística, al igual que sucede con los ecosistemas; es la garantía del verdadero equilibrio y
la paz; por lo que de cara al tercer milenio y a la globalización, no nos queda otra opción que
ser cada vez más «glocalizados», es decir, con la formación multicultural y cosmopolita que
ha caracterizado siempre a nuestra profesión, todo con el objetivo de trabajar cada vez más
y mejor en función de nuestra localidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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terminologues et interprètes agrées du Québec. 2000; N. 69.
2 . Brooks D: What price globalization? The inside story on how Microsoft cut translation costs and
dramatically improve time to time market. Lang Int 2000;12(1):
3 . Tomlinson J: Globalization and culture. Londres: Polity Press, 1999.
4 . Lakshin K. Is there life after computers? Ata Chron 1999; 28(4).
5 . Fluck HR: Fachsprachen. 5 Aufl. A. Frankfurt am Main: Francke Verlag, (1995) Monbiot, Georges:
Global Villagers Speak With Forked Tongues. Guardian, 24 de agosto de 1995, 13.
6 . Weatherford R. World peace and the human family. Londres: Routledge, 1993.
Recibido: 21 de mayo del 2001. Aprobado: 8 de junio del 2001.
Máster: Alina Hernández Rensoli. Centro de Traducciones. Instituto de Información Científica y Tecnológica. Capitolio de La Habana. Cuba.
144
ACIMED 2001;9(2):145-48
Desarrollo histórico del derecho de autor en la traducción
Olga Lidia Machado Torres1
Según el glosario de términos sobre derecho de autor de la Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual, la traducción «es la expresión de obras escritas u orales en un idioma
distinto al de la versión original.»1
En lingüística no es más que el proceso de llevar a la lengua de llegada un texto elaborado en otra lengua, la de partida. Ahora bien, sea cual fuera la definición: lingüística o jurídica;
la totalidad de las legislaciones del mundo protegen a la traducción como obra derivada,
pues la creación que hace el traductor sobre la obra preexistente no va en detrimento del
derecho de su autor, siempre que haya obtenido su autorización para realizarla. Así mismo el
autor de la traducción deberá ser consultado para realizar otra traducción de la suya.
La traducción ha desempeñado, en la historia de la humanidad, una función sumamente
importante en el desarrollo, tanto en general como en la interpenetración de las culturas.
Desde una panorámica cultural, todos los idiomas se interfecundan. La traducción como
fenómeno social halla la forma de establecer una identidad entre situaciones, a partir de la
noción de equivalencias.2 Es en ese proceso de establecimiento de las equivalencias, donde
se encuentra la creación; es la forma personalizada de crear a partir de un texto original en una
lengua de partida, donde surge el fenómeno de que se ocupa el derecho de autor: el reconocimiento a la paternidad de una obra derivada.
Es bien conocido en este campo, el postulado de la lingüística, que una traducción
nunca es, por supuesto, un original. En la relación entre el objeto y las palabras se funden no
solamente objeto y nombre, sino concepto, codificación, decodificación e imagen acústica las
cuales reflejan la experiencia humana universal.2
El derecho de autor es el producto de una larga y complicada evolución histórica que
expresa la prolongada evolución de la humanidad hacia el establecimiento de normas legales
en los asuntos públicos y privados. Los etnólogos han admitido la hipótesis de que desde
los períodos más remotos de la historia de la humanidad existía alguna noción de propiedad
literaria.
Desde mucho antes de que se reconociera el derecho patrimonial del autor, se había
tomado conciencia de su derecho moral. En este sentido algunos expertos sostienen que la
noción de derecho de autor siempre ha existido, aunque no se contemplara durante largo
tiempo, en el campo de la legislación.3
ORÍGENES DE LA TRADUCCIÓN
Se considera el siglo XX el de la traducción, aunque esta denominación corresponde,
únicamente a su auge y no a su origen, creación, ni recreación, pues esta actividad tuvo su
1
Licenciada en Lengua Rusa. Centro Nacional de Derecho de Autor (CENDA). Cuba.
145
asiento y florecimiento hacia los años 3500 a.n.e. en el valle situado entre los ríos Tigris y
Éufrates, en la llanura central que actualmente ocupa Turquía.
La cultura mesopotámica podría considerarse como una cultura de traducción. El sumerio
por ser un idioma cuyos elementos eran cortos y abundantes en homónimos, permitió desarrollar con cierta facilidad su forma de escritura fonética y al ser sustituida por la asiria, se
elaboraron diccionarios; luego de sucesivas adaptaciones y reestructuraciones, su alfabeto
se adaptó al antiguo persa.
La impresión sobre barro blando hizo que hubiera escuelas en las que futuros escribas
y traductores se hicieron expertos en la escritura. El hecho de que los escribas de Sumeria y
Akkadia se reconozcan como los creadores de los primeros glosarios de que se tienen
noticias, da una medida del reconocimiento moral aunque no legislado, de la propiedad sobre
una obra creada por el intelecto humano. Igualmente ha llegado hasta nuestros días una
traducción del prólogo a la Sabiduría de Jesús ben Sira, traducido del hebreo al griego en el
año 132 a.n.e., en la que por primera vez se hace referencia en la obra al traductor.
LA INTERPRETACIÓN
El arte de la interpretación es tan antiguo como el de la traducción escrita, y por supuesto anterior a este por su carácter oral razón por lo que ha dejado menos huellas, aunque es
también parte de la obra humana con suficiente creación a partir de una representación
acústica en lengua de llegada, la que para el derecho de autor sería “obra originaria”.
En el proceso de interpretación se debe escoger entre transmitir mayor cantidad de
información en un tiempo específico, o repetir y explicar, cuando el mensaje ha llegado
cargado de interferencias, sin embargo, en cualquier caso siempre se realiza atendiendo a la
noción de fidelidad y manejando las ideas con una notación cablegráfica, porque la interpretación debe hacerse en función de un receptor; en este caso el intérprete impone su sello
personal en la forma de expresión y por ello también goza de protección como obra derivada.
Con la evolución de los medios de comunicación, se internacionalizó la práctica del
derecho de autor. En un inicio la protección era meramente nacional y el respeto a la autoría
sobre bases recíprocas. Se sabe que las leyes nacionales de muchos países protegían las
obras extranjeras, pero fue necesario firmar una serie de acuerdos internacionales de diversos tipos.
La continua agresión a las obras de autores extranjeros, divulgadas sin autorización y ni
referencia al autor de la obra original, motivó a los intelectuales, reunidos en París, bajo el
auspicio de la Asociación Literaria y Artística Internacional (ALAI), presidida por Víctor
Hugo, a promover sucesivas reuniones con la finalidad de celebrar una convención internacional para proteger los derechos de los autores.
Una vez que se obtuvo el apoyo del gobierno suizo, se reúnen en Berna, en 1886,
delegados de Alemania, Bélgica, Francia, Inglaterra, Italia, Suiza, Liberia y Túnez. Nace así la
Unión de Berna, inspirada en la Unión de París, creada dos años antes para la protección de
la propiedad industrial, y se firma el primer acuerdo internacional en la materia: el Convenio
de Berna para la Protección de Obras Literarias y Artísticas, que en sus artículos 5, 6 y 7
regulaba las traducciones de revistas, boletines, folletos literarios y obras de dominio público
en los países que conformaron la unión. A partir de entonces este convenio quedaba abierto a
todos los estados que estuvieran dispuestos a garantizar su acción recíproca.
Este acuerdo se ha modificado en numerosas oportunidades. A principios de 1981,
contaba en su membresía con 72 estados; actualmente el número asciende a 144. Atrae la
146
atención que entre los primeros signatarios, el único país del nuevo continente fue un país
del Caribe, no anglófono: Haití.4
Además del Convenio de Berna, se celebraron otras convenciones sobre derecho de
autor. A estas se les conoce como convenciones panamericanas, debido a que se celebraron
en Montevideo (1889), México (1902), Río de Janeiro (1906), Buenos Aires (1910), Caracas
(1911), La Habana (1928) y Washington (1946); ninguna respondió al sistema universal de
protección que debía regir.
Hasta la Segunda Guerra Mundial los estados estaban divididos en tres grupos: los que
eran partes en el Convenio de Berna, los que eran partes en las Convenciones Panamericanas
y los que no se habían adherido a ningún sistema internacional de protección del derecho de
autor, sin embargo, los primeros esfuerzos por unificar la acción internacional en materia de
derecho de autor datan de 1928.2
La UNESCO fue la que asumió la tarea de elaborar una Convención Universal de Derecho de Autor, que se aprobó en Ginebra en 1952. Su intención no era sustituir los acuerdos
existentes, aunque sí establecía las bases de un sistema de protección que rigiera las relaciones entre los países con tradiciones culturales diferentes, como los de la Unión de Berna y
los del continente americano. Dicha convención contiene pocas precisiones sobre el nivel
mínimo de protección. La única de ellas, que especifica un mínimo en materia de protección,
se refiere al derecho de traducción, debido a su importancia internacional.
Es de señalar que de los 144 estados parte del Convenio de Berna, 12 son del Caribe y
todos cuentan en sus territorios con oficinas de derecho de autor. Siete de esas oficinas
pertenecen a instituciones jurídicas (Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Dominica, Granada, Sant Kiss y Nevis, Santa Lucía y Trinidad y Tobago), dos a culturales (República
Dominicana y Cuba) y dos a instituciones relacionadas con el comercio (Barbados y Jamaica). Su pertenencia a una u otra esfera no le resta importancia en sus funciones esenciales.
Los países en desarrollo, dentro de los cuales se incluyen los del Caribe, precisan
mejorar sus condiciones de vida y ello, en gran medida depende del progreso de la educación, la ciencia y la cultura. En el citado convenio, del que ellos forman parte, se autoriza la
realización de traducciones con fines educativos, que sólo pueden exportarse a otros países
bajo determinadas condiciones.
La Declaración Universal de Derechos Humanos también estipula que toda persona
tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por
razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.5
Esta protección, por supuesto, se extiende a los traductores cuya labor, más allá de las
fronteras lingüísticas, proporciona el vínculo esencial entre los autores y un público más
amplio, además de resultar indispensable para asegurar los derechos del propio autor.
EL CARIBE
Todos los países tienen el derecho de expresar su cultura, por eso es importante que
además de alentar a los autores en su función creadora, se facilite, mediante la traducción, un
mayor acceso a las riquezas contenidas en la literatura de otros idiomas.
En el ámbito caribeño la traducción es parte de la integración, sobre todo, de su geografía cultural y de la cultura de diáspora, en sus conceptos antiguos y recientes, de «diseminación» de nuestra entidad regional. Loable es el papel desempeñado por Cuba en este camino,
con la promoción de la obra literaria escrita, promovida por Casa de las Américas y el Centro
de Estudios del Caribe. Muchas de las obras traducidas en Cuba constituyen la primera
147
versión a otros idiomas que sus autores han visto, a la vez, que han motivado el estudio y la
investigación de un entorno del cual formamos parte.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1 . OMPI. Glosario de derecho de autor y derechos conexos. Ginebra: OMPI, 1980:259.
2 . Arencibia L. Reflexiones acerca de la traducción y la interpretación. Cuadernos H. Lingüística 1975:730.
3 . UNESCO. ABC de derecho de autor. París: UNESCO, 1982:71.
4 . The Berne convention for the protection of Literary and Artistic works from 1886 to 1996.
5 . ONU. Declaración Universal de los Derechos Humanos. Artículo 21(2).
Lic. Olga Lidia Machado Torres. Centro Nacional de Derecho de Autor (CENDA). Calle 15 No. 604
e/ B y C Vedado. Ciudad de La Habana. Cuba.
148
ACIMED 2001;9(2):149-54
El traductor y el derecho de autor
Dolores Isabel Agüero Boza1
En la presente exposición, se analizará si el traductor se considera y protege por las
normas del derecho de autor como creador de obras, con particular referencia a la legislación
nacional, pero antes se debe hacer un poco de historia. Según Daniel Rocha, en su artículo
El traductor y el derecho de autor, este siempre desempeñó un papel importante en el
desenvolvimiento cultural de los pueblos, llevó el progreso literario, artístico y científico al
resto de su nación y describió sus orígenes: los bárbaros romanos, vencedores en los
campos de batalla, rendidos a fuerza de una civilización que abrió nuevos caminos; los
vencidos, apresados como esclavos, portadores de una elevada cultura, se emplearon en las
casas de la naciente nobleza para llevar al latín los textos reveladores del elevado conocimiento de la Grecia antigua.
El traductor, según Rocha, se consideró inicialmente como trabajo esclavo, por muchos
años como trabajo secundario, anónimo, sin exigencias de mayores credenciales, ni mayor
aprecio.
Por iniciativa de Víctor Hugo en 1837, se celebró en Francia la primera Asamblea de las
Gentes de Letras, conformada por los autores literarios, para reclamar sus derechos como
autores, así quedó constituida en París, la Asociación Literaria y Artística Internacional, su
presidente inicial fue este célebre novelista.
No es hasta 1886, con la promulgación del Convenio de Berna, para la protección de las
obras literarias y artísticas, que los autores vieron reconocidos legalmente sus derechos por
un instrumento internacional. Así se planteó que para realizar una traducción tiene que
existir una obra original, cuyo contenido y estilo se debe respetar fielmente. Esto requiere,
exige al traductor superar los problemas idiomáticos que, en ocasiones, alcanzan tal magnitud que pueden demandar una verdadera creación lingüística de la obra. De este modo, la
traducción siempre requiere del dominio creativo en otro idioma y de un considerable esfuerzo para la traslación del pensamiento del autor.
El glosario de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) de 1981, en su
voz 253 señala que la traducción es la expresión de obras escritas u orales en un idioma
distinto al de la versión original. La traducción debe verter la obra de manera fiel y verdadera
en lo que respecta a su contenido y estilo. Se concede derecho de autor a los traductores en
reconocimiento de su manejo creativo de otro idioma, sin perjuicio, no obstante, de los
derechos del autor de la obra traducida; la traducción está sujeta a una autorización en forma,
porque el derecho de traducir la obra es un componente específico del derecho de autor.
1
Licenciada en Derecho. Subdirectora de la Dirección Jurídica. Centro Nacional de Derecho de Autor
(CENDA). Cuba.
149
EL DERECHO DE AUTOR EN CUBA
En Cuba, desde 1977 está vigente la Ley No. 14, Ley de Derecho de Autor, que en su
artículo 4 establece los derechos, tanto morales como patrimoniales de los autores de las
obras científicas, artísticas, literarias y educacionales, cuando estas se empleen por terceras
personas, estos son:
− Exigir que se reconozca la paternidad de la obra y, en especial, que se mencione su
nombre o seudónimo cada vez que se utilice en algunas de las formas previstas en la ley.
− Defender la integridad de su obra, oponiéndose a cualquier deformación, mutilación o
modificación que se realice en ella sin su consentimiento.
− Realizar o autorizar la publicación, la reproducción o la comunicación de su obra al
público por cualquier medio lícito, bajo su propio nombre, seudónimo o anónimamente.
− Realizar o autorizar la traducción, adaptación, arreglo o cualquier otra transformación de
su obra.
− Recibir una remuneración, en virtud del trabajo intelectual realizado, cuando su obra se
utilice por otras personas naturales o jurídicas, dentro de los límites y condiciones de
esta ley y sus disposiciones complementarias, así como cuantas otras disposiciones
legales se establezcan sobre la materia.
En el artículo 7 aparecen, aunque de forma no exhaustiva, las obras susceptibles de ser
protegidas por sus normas como obras originales, entre ellas se encuentran las escritas y
orales. En el artículo 8, se hallan las obras que se consideran derivadas o adaptadas de las
obras referidas en el artículo precedente, las cuales son protegidas como obras originales y,
entre ellas aparecen las traducciones.
La Ley No. 14 no estipulaba un régimen de pago de los honorarios a los distintos grupos
de creadores, según las especialidades de las obras, como ocurre en las legislaciones de
algunos países. En el artículo 5 se encomendaba esta tarea, como un paso posterior, al
Ministerio de Cultura, el que “..en consulta con los organismos estatales y sociales directamente interesados, entre estos, aquellos que representan a los creadores, establece las
normas y tarifas con arreglo a las cuales se remunerará a los autores de obras creadas o
hechas públicas por primera vez en el país”. Los reglamentos así elaborados tienen un rango
de resoluciones del Ministro de Cultura.
La creación del Centro Nacional de Derecho de Autor (CENDA), por el Decreto No. 20
del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de fecha 21 de febrero de 1978, dio inicio al
proceso de legislación complementaria a la ley referida.
La labor de protección se inició con los autores literarios y científicos, cuyas obras eran
utilizadas por nuestro sistema editorial, repitiendo involuntariamente el proceso evolutivo
histórico del derecho de autor, que para la mayoría de los tratadistas, fue una consecuencia
lógica de la introducción de la imprenta en Europa, que junto con la consolidación de la
actividad editorial, creó la posibilidad de la piratería y el plagio, así como la necesidad de
establecer mecanismos para legalizar la paternidad de las obras literarias y protegerlas.
En este sentido, muchos consideran a la ley inglesa de protección de las obras impresas
de 1710, Ley de la Reina Ana, como el primer documento jurídico de este tipo en el sentido
moderno de la expresión, que reconoció la existencia de un derecho individual sobre las
obras editadas.
150
Las regulaciones para los traductores de obras literarias y científicas no son más que el
complemento de las resoluciones vigentes, 119 y 120, del 8 de agosto de 1980, referidas a la
edición de las obras literarias en forma de libro o folleto, ambas del Ministro de Cultura. La
traducción de obras a otros idiomas con el fin de publicarlas, se permite con la autorización
del autor o de sus derechohabientes.
Con independencia de la protección que se concede a los traductores en la Ley No. 14
de 1977, existen resoluciones específicas para su tratamiento jurídico.
RESOLUCIONES PARA EL TRATAMIENTO JURÍDICO DE LAS TRADUCCIONES
Las resoluciones 2 y 3 del 10 de enero de 1986, del Ministro de Cultura; establecen las
normas de contratación y remuneración a los traductores de las obras literarias o científicas
que se editen en forma de libro o folleto. Veamos algunas especificidades:
La Resolución 2 establece la realización de una proforma de contrato al autor de la obra
original por la cesión del derecho de traducción de su obra; también aparece el contrato que
debe realizarse al autor de la traducción.
En la Resolución 3, existe un aspecto considerado de gran importancia para el traductor.
En el artículo 6, se plantea el incremento de un 15 % sobre la tarifa correspondiente al
traductor cuando la traducción se realice de la lengua materna a otro idioma.
En el artículo 7 de la propia resolución, se establece la clasificación de los idiomas según
su complejidad y se señala que para los idiomas no contemplados en dichas categorías, se
incluirán en una de las existentes por acuerdo entre las partes. La clasificación para los
idiomas es la siguiente: (A): inglés, francés, italiano, portugués, esperanto; (B): ruso, alemán,
búlgaro, checo, eslovaco, polaco, rumano; (C): griego, húngaro, holandés, finlandés, noruego, sueco, danés, servio-croata y (D): árabe, japonés, chino, coreano, mongol, vietnamita,
latín, griego clásico.
La publicación de una traducción es una de las modalidades que con mayor frecuencia
reviste la utilización de una obra literaria previamente publicada, en un país distinto al del
usuario.
Independientemente de la existencia de las resoluciones de referencia, en el sistema
legislativo nacional, es característico incluir las traducciones en las distintas categorías de
obras; por ejemplo, en las resoluciones que protegen a los autores de las obras dramáticas y
dramático-musicales, en el sistema de remuneración a los autores de guiones y libretos para
la radio y la televisión, en la referida a los autores de guiones de espectáculos musicales,
números y espectáculos circenses y en la que norma el sistema de remuneración a los
autores de argumentos y guiones cinematográficos.
El sistema descrito en el párrafo anterior, permite considerar en cualquier caso, las
características específicas de las traducciones para una esfera determinada.
En la actualidad existe un proyecto de resolución que pretende modificar las vigentes en
materia de edición de obras literarias y científicas, así como las resoluciones 2 y 3 del 86.
Se consideraron, para la propuesta, las características fundamentales en las relaciones
de los editores con los traductores en cuanto a su contratación según las formas más
utilizadas: el pago de un anticipo a la hora de su realización, el pago por cuartilla de autor o
el pago de un por ciento por la venta de la obra.
El proyecto en cuestión establece, como principio, en el caso de las traducciones que el
autor de una traducción se remunerará por concepto de cuartilla de autor. La remuneración se
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establecerá por la editorial en correspondencia con las tarifas que se anexan a esta resolución y en el momento en que la entidad acepte la traducción, quedará obligada a liquidar el
importe total reduciendo, si fue considerado en la relación contractual, el anticipo entregado. La editorial deberá remunerar al autor de la obra original conforme con las tarifas que se
establecen en dicho proyecto.
A diferencia de las tarifas vigentes para estas modalidades de obras y que, según
nuestro parecer debiera mantenerse, no aparece el por ciento de incremento que se le aplica
a los traductores cuando traducen de su lengua materna.
A pesar del reconocimiento expreso de los derechos de los traductores fue necesario
que el director del CENDA, emitiera la Carta circular 1/98 para señalarles a los editores y a
todos aquellos que publiquen obras traducidas, que deben señalar en los créditos de las
obras, el nombre del traductor en cumplimiento de su derecho moral de paternidad.
LIMITACIONES O EXCEPCIONES DE LA LEY DE DERECHO DE AUTOR
Los autores no pueden oponerse a que se utilicen sus obras a favor de la sociedad,
sobre todo si estas se ponen en función del interés de la educación, la ciencia, la técnica y la
superación profesional; por ello, en la mayoría de las legislaciones sobre derecho de autor, se
establecen limitaciones o excepciones para este fin. En Cuba, la traducción no está exenta de
ella. Así, la Ley de Derecho de Autor establece en su artículo 37, las licencias que otorga la
entidad competente, para la utilización de las obras de gran interés social, necesarias para la
educación, la ciencia, la técnica y la superación profesional. Entre ellas se encuentra la
traducción de las obras y su publicación, para lo cual deberán cumplirse las condiciones
siguientes:
− Que la obra sea necesaria para el desarrollo de la ciencia, la técnica, la educación o la
superación profesional.
− Que su distribución o difusión sea gratuita o en caso de venta de materiales impresos
que se realice sin ánimo de lucro.
− Que su distribución o difusión se realice exclusivamente en el territorio nacional.
Igualmente, en el artículo 39, se establece dentro de las limitaciones, que cuando una
obra se utilice en lenguaje escrito u oral, puede emplearse en su idioma original o mediante
su traducción al español, sin consentimiento del autor y sin remuneración para lo cual la obra
ha tenido que darse a conocer públicamente con anterioridad.
CONVENIOS INTERNACIONALES
La Convención Universal sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos, de la que Cuba
es miembro desde 1957, se refiere en sus artículos V-bis, Vter y Vquater, a las obras que son
objeto de licencias amparadas en dicha convención y el tratamiento que deben aplicar los
estados para su utilización. Todo el tratamiento que se sigue posteriormente en los demás
artículos parte del V-2(a), donde se expone que si a la expiración de un plazo de 7 años, a
contar desde la primera publicación de un escrito, no se ha publicado su traducción en una
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lengua de uso general en el estado contratante por el titular del derecho de traducción o con
su autorización, cualquier nacional de ese estado contratante podrá obtener de la autoridad
competente de dicho estado, una licencia no exclusiva para traducirla en dicha lengua y
publicarla.
Esta regulación, como se puede apreciar, es perjudicial para los países en vías de desarrollo cuando necesite acceder a las fuentes del saber en relación con los países desarrollados.
Desde el 20 de abril de 1995, Cuba es miembro efectivo de la Organización Mundial del
Comercio (OMC) y de sus anexos. Entre estos, del Acuerdo sobre los Aspectos de los
Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), el cual en su
artículo 13 establece las limitaciones y excepciones que pueden establecer sus miembros, a
los derechos exclusivos de los autores en casos especiales y que no pueden atentar contra
la normal explotación de las obras, ni causar un perjuicio injustificado a los intereses legítimos del titular del derecho.
En el Convenio de Berna del cual Cuba es miembro desde 1997, para la protección de las
obras literarias y artísticas, se establece que los países que se adhieran al convenio, deben
cumplir, además, con las disposiciones de su anexo que consta de 6 artículos, siendo el
régimen preferencial para los países en vías de desarrollo.
Las disposiciones especiales relativas a los países en vías de desarrollo, tienen la finalidad de permitir que, en determinados casos, bajo condiciones específicas, durante cierto
tiempo, algunos países de la unión se aparten de los mínimos de protección establecidos por
el Convenio de Berna, en lo que atañe al derecho de traducción y reproducción sin que ello
importe posibilidad de reciprocidad alguna para los países desarrollados.
Es conveniente señalar que a diferencia de la convención universal, en este último se
establece un período de tres años para poder obtener una licencia que autorice efectuar la
traducción de una obra. También se puede otorgar este tipo de licencia si se han agotado
todas las ediciones de la traducción publicadas en el idioma de que se trate.
En el caso de traducciones a un idioma que no sea de uso general, en uno o más países
desarrollados que sean miembros de la unión, un plazo de un año sustituirá el de tres años
previsto anteriormente. La licencia sólo podrá otorgarse para uso escolar, universitario o de
investigación. En el artículo IV de dichas disposiciones, se establece cuándo se puede otorgar
la licencia por la autoridad competente, señalando que:
− se otorgará la licencia cuando el solicitante pruebe haber pedido al titular de los derechos
de autor, la traducción, la publicación o reproducción de la obra y no haya podido
obtener su autorización.
− la licencia otorgada no podrá ser objeto de un uso diferente para el cual se ha otorgado,
no podrán exportarse los ejemplares y sólo podrán ser utilizados en el interior del país.
− Se establece además, cuáles son las medidas que se deben tomar a nivel nacional con el
fin de asegurar:
− que la licencia prevea a favor del titular del derecho de traducción o reproducción, según
el caso, una remuneración equitativa y ajustada a la escala de cánones establecidos
normalmente en los casos de licencias libremente negociadas, entre los interesados de
los dos países de que se traten.
− que si existiera una reglamentación nacional en materia de divisas en cuanto al pago y la
transferencia de esa remuneración, la autoridad competente no deberá escatimar esfuerzos,
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recurriendo a los mecanismos internacionales, para asegurar la transferencia de la remuneración en moneda internacionalmente convertible o en su equivalente.
A modo de conclusión, se puede decir que al traductor se le trata como un autor en las
obras, que se le aprecia y protege según las normas del derecho de autor.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1 . Lipszyc D. Los derechos patrimoniales. Excepciones. Duración de la protección. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, 1996.
2 . Lipszyc D. La protección internacional del derecho de autor y los derechos conexos. Buenos Aires:
Universidad de Buenos Aires, 1996.
3 . Lipszyc D. El Convenio de Berna y la Convención de Roma. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, 1995.
4 . OMPI. Glosario de derecho de autor y derechos conexos. Ginebra: OMPI, 1981.
Recibido: 9 de mayo del 2001. Aprobado: 4 de junio del 2001.
Lic. Dolores Isabel Agüero Boza. Centro Nacional de Derecho de Autor (CENDA). Calle 15 No 604 entre
B y C. El Vedado. A.P. 4133, Zona 4. Ciudad de La Habana. Cuba. Correo electrónico: [email protected]
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ACIMED 2001;9(2):155-62
¿Por dónde anda la investigación en interpretación?
Lourdes Arencibia Rodríguez1
En primer lugar, quiero agradecer la gentil invitación que me formularon mis colegas de
la Editorial José Martí/Arte y Literatura a impartir nuevamente una conferencia de comienzo
de jornada y en particular a la querida amiga Cecilia Infante, el alma de este evento. La
elevada competencia, la eficiencia organizativa y el encanto particular que ponen Cecilia y su
equipo de colaboradores son proverbiales y contribuyen decisiva y consecutivamente al
éxito de estos encuentros que en sólo tres ediciones se han convertido en cita obligada para
los profesionales de la traducción y la interpretación en este lado de la geografía. Sean pues,
para ellos, mis palabras iniciales con un reconocimiento muy especial a su labor.
El oficio de mediador lingüístico entre individuos o grupos humanos de distintos hablares,
–paso por alto solamente aquí, en esta observación puntual, la distinción entre lo oral y lo
escrito que es de rigor a medida en que nos vamos adentrando en el ámbito de este tipo de
mediación– si no se le reconoce como el quehacer más antiguo del mundo, se disputa el lugar
con honores con el que lo ocupe por decisión de los árbitros.
En cambio, sí parece ser uno de los más controvertidos menesteres, a juzgar por la
cantidad de opiniones que se han vertido históricamente a favor y en contra de su legitimidad y valores, asombra las veces que se ha definido o intentado definir. En fin, que sobre la
mediación lingüística todo el mundo –entendido o profano– se ha sentido en el deber de
opinar, será porque en el fondo, los seres pensantes somos comuni-cadores y traducimos e
interpretamos constantemente de mil y una maneras la realidad que nos circunda. Todos los
que estamos aquí sabemos de esa avalancha de criterios que no parece hallar tregua y la
hemos padecido. Todavía hoy, en el siglo XXI, un encuentro recién celebrado en España colocaba en su título convocatorio al traductor «en entredicho» y se llamaba así, con clara intención
provocativa y apelatoria: «El traductor en entredicho».
Como el título me había llamado mucho la atención desde que lo vi por primera vez y
creo que de eso se trataba; de que picara y sacudiera, por esa deformación profesional que
aqueja a los traductores e intérpretes, fui de inmediato al Diccionario de la Real Academia
para ver de qué más nos titulábamos y leo allí que «se trata de la duda que pesa sobre el
honor, la virtud, calidad o veracidad de alguien o algo». Es evidente que también este
antiguo oficio, como el otro, cojea del mismo pie.
Valga el comentario inicial para entrar en calor. Aquí, sin embargo, no voy a definir, una
vez más, la interpretación, que ya sabemos de qué se trata. Tampoco voy a evocar su historia
1
Doctora en Filosofía y Letras. Presidenta de la Sección de Traducción Literaria de la Unión de Escritores
y Artistas de Cuba. Profesora Titular adjunta de la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de
La Habana.
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como sucesión de fechas, nombres, hitos o tendencias desde los príncipes de la Elefantina,
pasando por Marina y Felipillo en el Nuevo Mundo; el proceso de Nüremberg y la Sociedad de las Naciones, hasta nuestros días, que eso hará correr la tinta de otro tintero, por lo
pronto, el del colega, profesor y amigo Jesús Baigorri, quien acaba de publicar una obra de
consulta muy abarcadora y de méritos extraordinarios: «La Interpretación de conferencias:
el nacimiento de una profesión. De Paris a Nuremberg» que está llamada a convertirse, lo es
ya, en un clásico del tema.
Se señalará muy brevemente la conveniencia de distinguir la interpretación de la traducción, no sólo por aquello que las diferencia en la práctica, sino sobre todo por el fundamento
que las calza. La diferencia más importante de la que se desgaja cualquier investigación seria
sobre una u otra vertiente de la comunicación, sin duda estriba en que la traducción trabaja
sobre enunciados escritos, esto es, sobre lo dicho y por lo tanto su quehacer se mueve en el
ámbito de la utilización de la lengua fijada en un texto estático; mientras que la interpretación
lo hace con magnitudes orales, es decir, tiene que vérselas con la lengua en proceso de
enunciación, durante su puesta en funcionamiento, en un hecho de habla, lo que le confiere
al quehacer un carácter eminentemente dinámico. Pero hay más. El intérprete no sólo asiste
al acto de habla, sino que lo asume y encadena un proceso generador sobre otro proceso
generador anterior y ajeno al suyo. Y todos sabemos cuán huérfana de profundización y
cuán plagada de ambigüedades está la investigación sobre el fenómeno del habla desde
Saussure hasta nuestros días.
Seguimos adelante pues, descartando por defecto, aquellos aspectos relacionados
de cierta manera con la investigación en materia de interpretación que tampoco tocaremos
aquí y es la pesquisa a que se obliga el intérprete de cara a cada nuevo tema en el que habrá
de adentrarse para intervenir como mediador en una conferencia o de cara al saber en general
para mantenerse vigente y al día en las temáticas más variadas y en las culturas de partida y
de llegada como parte de su oferta profesional. Esa investigación, nunca se insistirá bastante, forma parte indisoluble de su perfil profesional y habrá de incorporarla permanentemente
a su quehacer con el mismo apremio que el conocimiento de sus lenguas de trabajo.
¿De qué entonces se va a hablar aquí, se preguntarán ustedes? Pues de un tema que se
suele tocar poco. Intentaremos entonces trazar un marco general que lo encuadre y señalar
sus rasgos más sobresalientes tanto fundacionales como actuales. Empecemos por trazar
sus objetivos y repasar lo que se ha hecho y lo que está por hacerse con relación a:
−
la afimación de una línea de pensamiento profunda y sistemática que posea la suficiente
coherencia y rigor para alcanzar base científica;
− que se encamine a sustentar una reflexión teórica fácil de asimilar;
− que resulte visiblemente útil y se pueda aplicar en la práctica y sin agobios al ejercicio de
la profesión de intérprete;
− que proporcione a la par sustrato real para configurar los programas de formación de este
tipo particular de especialistas de la comunicación interlingüística mediada a partir de sus
resultados.
− Respiro hondo y despacio y me pregunto, ¿qué cabe esperar de la investigación sobre la
interpretación?
Sobre todo: una mejor comprensión del fenómeno con miras a optimizar su aplicación
práctica en la formación. Por tanto, se mueve en el campo de la investigación aplicada. En
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muy escasos trabajos se habla de investigación de base o fundamental; por lo que me interrogo,
¿cuándo y cómo surge?
Comienza a hacerse sentir en el período que media entre dos guerras mundiales, a partir
de la década de los cuarenta del siglo que acabamos de dejar atrás. Tiene un origen
eurocéntrico, salida de la práctica más bien que de la observación y del análisis de hechos y
rasgos con una óptica científica, fue avanzando a golpes de intuiciones por así decir, con una
dinámica de personas; quiero insistir, personalizada en individuos de fuerte impronta profesional que dieron nombre y escuela a sus propuestas, a menudo contendientes, en Ginebra,
en París, en la Sociedad de Naciones, en Bruselas, en Georgetown, en Alemania, en Austria,
en Rusia, en Japón, en Trieste. Esa circunstancia no favoreció el marcaje de los circuitos de
progresión, ni el trazado de los grandes ejes exploratorios resultantes de un trabajo
interdisciplinario; de suerte que trajo una falta de integración y por consiguiente de evolución de los resultados parciales en una adquisición global.
El conjunto de tesis de grado, artículos, conferencias, capillas, influencias que generó
esos comienzos, no propició una evolución verdadera de la reflexión, ni constituye un corpus investigativo real que permita conocer la dinámica del proceso ni identificar sus posibilidades evolutivas. Entonces, ¿a quiénes va dirigida?
Se trata de una investigación que atañe y beneficia a una población reducida de personas, toda vez que la comunidad de profesionales de la interpretación constituye un grupo
relativamente minoritario y selectivo en todas partes del mundo, si bien actualmente los
trabajos se han extendido a otros actores de la situación comunicativa, cuales son: el beneficiario o usuario directo de la mediación que incorpora un segmento mucho más amplio; e
incluyen también al contratista o empleador de los servicios, lo cual ha abierto considerablemente las posibilidades y el alcance de esta investigación.
A estos factores se añaden otros que inciden restrictivamente sobre el terreno, como
son:
− un por ciento bajo de graduados en las escuelas de interpretación
− un mercado todavía restringido, si bien en expansión
− un campo de trabajo parcialmente desconocido por la serie y el carácter de las operaciones automáticas y no automáticas en que interviene el cerebro humano en el proceso de
interpretación
− el carácter multidisciplinario de la investigación (lingüística, neurofisiología,
psicolingüística).
Asimismo, desde sus comienzos, este pensamiento razonado, que no llega a ser teórico
ni alcanza validez científica, aparece ligado a la interpretación llamada de conferencias (simultánea, consecutiva, susurrada, de enlace) como prestación de un servicio comunicativo
que satisface una necesidad social, con una demanda determinada por el mercado, previsible
y cuantificable, una función dialógica que no excluye relaciones de preminencia o poder. Por
ejemplo, con gran esfuerzo y una gran presión sobre las casas editoriales puede lograrse que
se reconozca y publique con difusión limitada, obras escritas en las llamadas lenguas minoritarias como el papiamento, el guaraní o el finés; pero no se presente usted en una conferencia internacional hablando sólo una de esas lenguas porque sencillamente los idiomas de
trabajo están preestablecidos en función de la demanda mayoritaria con carácter taxativo
para los demás. De manera que las leyes del mercado operan más fuerte y restrictivamente y
la investigación se adapta por supuesto a esas leyes.
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Reflexionemos en cuáles fueron sus grandes líneas temáticas. Si vamos a analizar la
orientación que ha seguido la investigación en materia de interpretación, vemos que
sigue dos tendencias fundamentales: las que priorizan el proceso y las que estudian la
capacidad de reaccionar profesionalmente ante la situación comunicativa. Recientemente se añade una tercera que tiene que ver con el carácter pactado de la prestación al que
nos referiremos más adelante.
Los pioneros de la investigación, por así decir, centraron su atención en el primer tema,
o sea, que comenzaron estudiando el proceso allá por el decenio de los 60. Esta corriente
precientífica era lidereada sobre todo por psicólogos, sociolingüistas, psicolingüistas,
neurofisiólogos cuya especialización nada tenía que ver por lo general con la profesión de
intérprete. Por las propias características del proceso, era evidente y ya lo señalamos, que
el estudio de las operaciones automáticas y no automáticas realizadas por el cerebro humano
que intervienen en la interpretación, pertenecía al campo de varias disciplinas, de manera que
fue a estos especialistas a quienes se debieron los primeros textos exploratorios y por ende
de carácter empírico sobre la interpretación.
Oleron y Nampon (1964) trataron de medir la distancia temporal que supuestamente
debe transcurrir entre el momento en que se formula el discurso original y en el que lo
restituye el intérprete, e intentaron estudiar también la repetitividad de ciertos errores de
traducción. Treisman (1965) midió la rapidez de intérpretes bilingües, en la restitución del
inglés al francés y viceversa. Goldman-Eisler (1967) señaló que las pausas ocupaban el 30 %
del tiempo total del discurso. Gerver (1969) y Chernov (1969) se preocuparon por establecer
un rango máximo de 100 a 120 palabras por minuto como el límite cuantitativo de información
a restituir mientras que Stenzl, Barik, Pinter y Kade atendieron por su parte a otros aspectos
del proceso.
Así las cosas, ya adelantado el decenio de los 70, tiene lugar en Venecia, más precisamente en 1977, un encuentro por iniciativa de los psicólogos Daniel Gerver y H. Wallace
Sinaiko, mediante el cual se pretendió conciliar las corrientes investigativas que lidereaban
los especialistas de las ciencias lingüísticas y del comportamiento con los criterios de la
gente «del gremio», es decir, con los intérpretes. Este entendimiento no se logró y no sólo no
se logró, sino que abrió una brecha entre ambas comunidades que parecieron ignorarse
mutuamente y que duró diez largos años, espacio que fue conquistado por los docentes y
por los titulares de la profesión. Aquí entra a jugar su papel la segunda corriente arriba
señalada que se encamina fundamentalmente a estudiar la capacidad del mediador de reaccionar profesionalmente ante la situación comunicativa y por ende a tratar de dar respuesta
a dos preguntas claves: ¿se trata de una profesión que se adquiere?. En caso afirmativo:
¿cómo? Puede decirse que la investigación entra por entonces en una nueva etapa que
va a caracterizar los años siguientes.
Al ser con creces su campo de aplicación más importante y reconocido, –la investigación sobre la formación profesional del intérprete en puridad había dado lugar de todas
maneras y paralelamente no sólo a los estudios más antiguos sobre el tema– en su mayoría
generados en un marco académico, sino a la bibliografía más copiosa y al asunto de mayor
presencia y perdurabilidad en textos y reuniones. A partir de los 80, pues la necesidad de
entender mejor lo que se iba a enseñar recomendaba ir más allá de la teorización intuitiva.
Por esos años, Danica Selescovich, defiende el primer doctorado francés sobre el tema
de la interpretación y crea en la Escuela Superior de Intérpretes y Traductores (ESIT) de París el
primer programa doctoral sobre la traducción y la interpretación en Francia, que sentó cátedra
con su célebre teoría del sentido, dio a la estampa múltiples trabajos suyos y de sus seguidores que conocieron una gran difusión.
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Sus propuestas y aportes teóricos, basados en descripciones intuitivas extraídas de las
observaciones del comportamiento con los alumnos y fundamentadas en la experiencia
personal de sus autores, van a marcar de manera decisiva el período ulterior en el ámbito
académico.
Nuevas escuelas se suman en Europa y en otros continentes (Trieste, Australia, Turku,
España) y se van abriendo paso no sin trabajo en un terreno que aspira a pasar de la reflexión
«especulativa» a la investigación empírica.
Si me fuera dado emitir un juicio de conjunto sobre esta producción relativamente vasta,
partiendo del criterio de que la formación es un tema lo suficientemente noble como para
propiciar una flexibilidad muy grande en cuanto al componente teórico sin menoscabo de la
profundidad del análisis, señalaría que saltan a la vista algunos rasgos comunes referidos a
la repetitividad de temas y enfoques a partir de los mismos elementos de base, su carácter
reflexivo y normativo que refleja la voluntad común de los centros de enseñanza y de la
comunidad docente de dotar a la formación de elementos sólidos que sustenten la validez de
su trabajo, se lleva a cabo fundamentalmente desde los criterios de la profesión y se tiende
a uniformar las condiciones de selección y admisión, los parámetros de calidad, los métodos
de formación, los ejercicios de aptitud, los métodos de evaluación de resultados, la
cuantificación y análisis de las pérdidas de información; a analizar los efectos de los mecanismos de apropiación del texto original, la escasa creatividad de la prestación por efectos de
la repetición, la anticipación, el perfeccionamiento lingüístico, las modalidades conocidas:
simultánea, consecutiva, susurrada, enlace, etcétera.
Ahora bien si nos atenemos a las exigencias que rigen la investigación científica en un
sentido ortodoxo, esto es, de validar un método para la formulación de hipótesis que se base
en la observación repetitiva de una serie de hechos evaluados y comprobados
sistemáticamente, la mayoría de estos aportes si bien se basan en la observación de determinados rasgos tomados como se dice «a ojo de buen cubero», no han sido sometidos a
mecanismos de comprobación y evaluación que les permita convertirse en premisas válidas
y controlar sus resultados. Amén de que en el ámbito académico, una buena parte de los
trabajos animados por estas cátedras, son resultado de investigaciones realizadas por los
propios estudiantes que no suelen tener un conocimiento profundo de los métodos de
investigación científica.
Se produce también una falta de continuidad en la investigación, toda vez que en este
medio la motivación surge a partir de la necesidad de generar trabajos de grado o tesis
doctorales o de oposiciones para aspirar a una posición superior en el escalafón académico.
Por lo regular, una vez logrado el objetivo, la motivación cesa y la investigación no se
continúa. Otras veces, la conciencia de que la investigación por lo regular no trae aparejada
ninguna ventaja financiera para quien la emprenda, apaga cualquier iniciativa, de manera que
es oportuno señalar algunas de las desmotivaciones que debe superar el investigador para
realizar exitosamente su tarea:
− La observación sistemática de hechos consume tiempo, esfuerzos, medios técnicos e
insumos relativamente importantes;
− precisa de replicaciones, modelos de simulación, verificaciones múltiples;
− tropieza con las incógnitas que dimanan de la complejidad del fenómeno estudiado
− el sujeto de investigación no resulta accesible;
− en tiempo real, se desenvuelve en un entorno que no es favorable a la investigación
− la prestación se desarrolla en un período corto;
− la observación se refiere al contenido de trabajo de una sola persona;
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− el proceso no es fácil de observar;
– presenta una variabilidad considerable de situaciones y
– no suele disponer de financiamiento que le permita medir los resultados de sus investigaciones en la comunidad internacional mediante su presentación en eventos y coloquios
especializados. De manera que muchos de esos aportes suelen quedar como
compartimentos estancados en las facultades en que han sido generados, prácticamente
sin ninguna divulgación.
Resumiendo, con excepción de algunos centros universitarios (París, Trieste, Alemania,
Japón, Estados Unidos, Turku, Australia, Austria, Canadá, Bélgica, Chile, México, Argentina, Cuba, Ginebra, España); por lo general la investigación en materia de interpretación no
ha encontrado un terreno muy favorable ni en los medios académicos, ni entre los profesionales en ejercicio y carece de marco institucional. (no hay, que sepamos, centros de estudio
dedicados a la investigación en materia de interpretación).
A todo esto se suma que en muchas universidades, sobre todo en Europa, los hoy
institutos de lenguas y de traducción que mantienen una fuerte vocación hacia la traducción
de los géneros literarios –prácticamente ausentes de la interpretación–, son resultado de una
evolución de las facultades de filología y no ven todavía con muy buenos ojos a esta criatura
extraña que es la interpretación.
Consecuentemente, para cerrar el capítulo de lo hecho, si fuéramos a clasificar la relativamente copiosa bibliografía que pese a todo se ha generado a la altura del fin de siglo XX,
cabría agruparla (y aquí me sirvo de la clasificación de Gile) de la manera siguiente:
−
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−
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Textos introductorios (Paneth, Herbert)
Textos anecdóticos (Bowen, Mura-matsu, 1978)
Textos históricos (Baigorri; 1999, Kurz, Bertone; 1987)
Textos normativos (Herbert, Rozan, Van Hoof)
Textos de reflexión empírica (Seles-covitch; 1989, Lederer; 1981, Le Féal, García Landa;
1978, Ilg, Galer; 1974, Cartelleri; 1983, Quicheron; 1985, Arencibia; 1992, ColemanJones; 1971, Capaldo; 1980, Viaggio; 1990, Bertone; 1987 y Dollerup, Cay; 1992)
− Textos experimentales, de modelación Gile (1989), Kirchhoff (1976), Bárbara Moser (1978)
y Shiryaev (1979).
Ahora bien, en las últimas décadas del período que acabamos de describir, se esboza lo
que constituye una neta transformación en el mercado de la interpretación con una dinámica
distinta: la aparición de nuevas modalidades y con ella, otra conformación de la demanda
determinada por la proliferación de organismos internacionales con una programación bien
nutrida de conferencias anuales de todo tipo y la incorporación de nuevas lenguas de
trabajo; movimientos no previstos en el comercio internacional que pone frente a frente a
negociadores hablantes de lenguas diversas, la interpretación en las cortes, o en países con
conflictos fronterizos entre comunidades plurilingües o en aquellos donde la corriente
migratoria debida a su nueva conformación geopolítica y económica ha dado lugar a procesos judiciales de toda índole y magnitud. Casos flagrantes son las fronteras de Estados
Unidos, Canadá y México; las que dividen el Este y el Oeste de Europa, la antigua Yugoeslavia;
por no hablar de los nuevos perfiles de la profesión vinculados a los soportes técnicos que
se han introducido en la comunicación entre cuyas muestras están las video conferencias
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que constituyen el primer resultado de esta estampida, especie de «sálvese quien pueda»: la
falta de homogeneidad en los programas de formación que ahora han de hacerse «a la
medida» con la consiguiente desaparición de los estándares de la profesión.
La industria de la interpretación se mueve en un terreno muy deslizante en lo que unos
y otros entienden por nivel adecuado de competencia profesional a alcanzar para acceder a
ese mercado.
El segundo resultado, es el boom de la demanda en algunos lugares el cual ha traído
también aparejado que de repente, personas que tenían simplemente conocimiento de dos
lenguas, se consideren intérpretes profesionales. Estos casos se ven con frecuencia en los
mediadores que intervienen en los conflictos fronterizos.
A consecuencia de esa neta visibilidad de la demanda aparecen con perfiles más delineados no sólo los problemas que se derivan de la intervención de dos lenguas y dos
polisistemas que no son pocos, sino de las incidencias de las tres instancias: el enunciador,
el mediador y el destinatario lo que pone de inmediato sobre el tapete el carácter pactado de
la prestación.
¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que si bien la enunciación del discurso original
puede considerarse un acto espontáneo de habla, la interpretación es un acto pactado, es
una suerte de negociación en el que el enunciador por lo regular sabe que va a ser reenunciado
y acepta someterse, al menos teóricamente, a una serie de restricciones formales en lo que
podría considerarse, como lo denomina el profesor de Alicante, Diego Carrasco, un «contrato enunciativo» previo al acto de la enunciación y de la interpretación misma. Este pacto de
interpretación encubre una serie de problemas que frecuentemente son identificados por los
propios estudiantes y que requieren una explicación razonada.
Entre otras interrogantes y sigo citando a mi colega alicantino están las siguientes: ¿cuál
de las instancias es en definitiva la responsable del contenido formal de la enunciación del
original?, ¿quién y cómo se determina lo que son los contenidos formales?, ¿qué se quita y
qué se deja y con arreglo a qué criterios?, ¿son pactables esos criterios?, ¿tiene derecho el
mediador a actuar como sujeto generador de su propia estrategia enunciativa?, ¿está dispuesto a asumir la responsabilidad enunciadora?
Estos y otros criterios, que tienen que ser establecidos antes de que se adquieran las
técnicas y se automaticen los mecanismos, no han sido tampoco lo suficientemente estudiados.
Es un hecho entonces que los resultados de la investigación, aplicables en la formación,
no cubren ni dan respuesta a los requerimientos de la demanda actual. No hay suficiente
versatilidad en los programas de formación a la disposición de los candidatos a intérpretes
«de tercera generación». En otras palabras, la demanda nos ha agarrado a todos «movidos».
Ante esa emergencia, muchas agencias de contratación de intérpretes han organizado
de manera individual sus propios programas de investigación, de formación o de reciclaje, pero
es evidente que los centros de estudios universitarios que disponen institucionalmente de
todos los elementos y conocimientos para asumir profesio-nalmente esta enseñanza son los
llamados a aceptar este reto y a prepararse para incorporar esos nuevos perfiles en los
programas de formación.
La distancia entre «lo hecho» y «lo por hacer» en materia de investigación no debiera
seguirse agrandando de cara a los desafíos del milenio.
¿Qué cabría hacer para evitar que los esfuerzos se dispersen y que lo logrado no se
convierta en un terreno baldío?
Es evidente que el futuro de la investigación está muy asociado en cada lugar concreto
a la existencia de un mercado local de la interpretación que propicie la observación sobre el
161
terreno de las diferentes situaciones comunicativas y la verificación de las hipótesis, pero
creo que se ganaría muchísimo si en las universidades pudieran funcionar centros o grupos
encargados de fomentar esta tarea, de constituir bases factuales, mecanismos de comprobación de hipótesis, de propiciar los intercambios entre los diferentes grupos que investigan,
facilitar la divulgación de los resultados, acoger en sus boletines y revistas, artículos que traten
de estos temas, abrirles un espacio mayor en sus reuniones y coloquios.
Cabría ganar asimismo el apoyo de otros institutos o fundaciones que disponen de
fondos para la investigación si se les presentan proyectos pluridisciplinarios en los que
puedan trabajar profesores, intérpretes, psicolingüistas, lingüistas, especialistas de las
ciencias de la comunicación, con la participación quizás de varios países que aunen
esfuerzos y saberes para lograr un resultado más coherente y provechoso con una base
científica sólida. En suma, separar la paja del trigo. Muchas gracias.
Recibido: 10 de abril del 2001. Aprobado: 4 de junio del 2001.
Dra. Lourdes Arencibia Rodríguez. Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Calle 17 No. 357 (altos) esquina
a G. El Vedado. Ciudad de La Habana, Cuba. CP 10400.
162
ACIMED 2001;9(2):163-66
Elogio del traductor
Olga Sánchez Guevara1
Estos son los pensamientos de los hombres de todas las edades y de todos
los pueblos: no son originales, no son míos solamente, si no son tuyos también,
no son nada o casi nada...
Canto a mí mismo, Walt Whitman
(Traducción de León
Felipe)
Ante el público de profesionales, especialistas e interesados en la traducción como arte
y como ciencia, reunidos en este encuentro y organizado por la editorial que más traducciones ha publicado en Cuba, parecería tal vez ocioso, banal o narcisista un «elogio del traductor»; más aún, si se considera que todo lo que aquí se expondrá se supone harto sabido,
incluso para quienes no se relacionan directamente con el tema, sin embargo, vale la pena
resaltar las virtudes de este oficio silencioso, paciente y anónimo a veces.
Las verdades, por conocidas, pueden llegar a perderse de vista. En nuestra época de
altas tecnologías, Internet y viajes espaciales, ¿quién recuerda, digamos, la invención de la
rueda? La rueda marca un hito en la historia del hombre; su utilidad es indiscutible hasta hoy
y, sin embargo, es algo tan obvia que casi pierde su importancia. Un ejemplo más cercano: un
personaje de una novela del siglo XIX muere de neumonía por desconocerse los antibióticos,
hoy parte de la vida cotidiana. Pocos recuerdan cuántas muertes se producían un siglo atrás
a causa de infecciones que cualquier antibiótico puede curar sin dificultades. Ante la interrogante de quién o quiénes inventaron la rueda; sus nombres se pierden en la noche del
tiempo. El nombre de Alexander Fleming es, injusta y lamentablemente, mucho menos conocido que el de Napoleón.
Recordemos, además, que el descubrimiento de Fleming, como todos los grandes descubrimientos, pasó por el camino de la traducción antes de convertirse en patrimonio mundial. Según se dice, Sigmund Freud aprendió el español para poder leer el Quijote en su
lengua de origen. ¿Cuántos psicólogos no germanófonos cuentan hoy con el tiempo necesario para aprender la lengua en que Freud escribiera? No muchos, seguramente. La mayoría
depende de las traducciones. ¿Y quién recuerda los nombres de los traductores de Freud,
aquellos que en sus respectivas lenguas acuñaron, para una ciencia entonces nueva, conceptos que forman hoy parte insoslayable del acervo de la psicología y hasta del lenguaje
cotidiano? Y los traductores de Shakespeare, Dante, y de tantos autores de fama universal,
1
Licenciada en Lengua Alemana. Instituto Cubano del Libro.
163
cuya universalidad se hizo posible precisamente gracias a traducciones y traductores, ¿quién
recuerda sus nombres?
En un evento semejante a este, una colega expresaba que sólo se haría justicia al traductor literario cuando el Premio Nobel de Literatura fuese concedido a un traductor «puro», es
decir, no a un escritor que fuera también traductor, sino a alguien conocido sólo por sus
traducciones. No estaría mal. Y me recuerda cierta idea infeliz según la cual «la poesía debería
ser traducida únicamente por poetas». Como si todos no llevásemos dentro un poeta al que
sólo es preciso despertar. ¿Por qué creer que sólo son poetas aquellos cuya obra se ha
publicado y reconocido? ¿Quién sería capaz de calcular cuántas de las mejores páginas de la
poesía universal se han perdido para la historia literaria, sólo porque sus autores no tuvieron
la suerte de hallar un editor capaz de valorarlos, o por alguna otra razón? Los poemas de
Emily Dickinson se publicaron póstumamente. Los del célebre poeta romántico Gustavo
Adolfo Bécquer no fueron publicados en forma de libro hasta después de la muerte del autor,
como también ocurrió con los de Konstantinos Kavafis, a quien se cuenta entre los grandes
de la poesía griega del XX. Más cercano en el tiempo, es paradigmático el caso del novelista
austríaco Robert Schneider. Su obra «Schlafesbruder» (La hermana del sueño, en traducción al español de Miguel Sáenz) fue rechazada por veintitrés editoriales antes de convertirse en resonante éxito de crítica y público, con traducciones a veinticuatro idiomas, ocho
millones de ejemplares vendidos, versiones para teatro, ballet, ópera y cine. ¿Qué habría
sucedido con esta extraordinaria novela si su autor hubiera desistido ante las reiteradas
negativas de los editores, o no hubiese tenido la posibilidad de seguir insistiendo? Robert
Schneider sería el mismo y su libro tendría el mismo valor, pero no lo conoceríamos.
Así pues, no hay por qué dudarlo: el traductor, quien asume a su cuenta y riesgo la
ingente tarea de reescribir poesía, novela, teatro o cuento, ensayo o cualquier otro género
literario, y cumple esa tarea con acierto y maestría, es con seguridad poeta, aun cuando no
haya publicado una sola página como autor. Quien posea amplia cultura, sensibilidad y
profundo conocimiento de las lenguas de partida y llegada, si se lo propone, traducirá con
arte la literatura, y no debe negársele parejo reconocimiento que el otorgado al autor del texto
primario. «El que saca de sí lo que otro sacó de sí antes que él, es tan original como el otro»,
dijo Martí.
Y si el traductor literario está capacitado para escribir su propia obra, ¿por qué dedicarse
a traducir lo que otros han escrito? Porque el traductor, antes de serlo y siempre, es un lector
enamorado. ¿Quién no ha llamado alguna vez la atención de otra persona sobre los valores
de cierto poema, cuento o ensayo, de cierta novela, drama o comedia? Compartir su disfrute
con otros, es la tentación a que nos induce la belleza. Y es, a mi parecer, la motivación
fundamental de las mejores traducciones.
Sin duda, y sobre todo en poesía y narrativa, el traductor deja su sello personal en la
obra traducida: es él o ella quien selecciona equivalencias, aporta soluciones propias a las
diversas dificultades que surgen en el proceso de la traducción: en suma, vuelve a escribir la
obra en la lengua de llegada.
Sé que no soy la única en el gremio a quien molesta enormemente el viejo refrán italiano
«Traduttore, traditore», infausta afirmación tan gastada como equívoca, consecuencia del
absoluto desconocimiento de problemas discutidos durante largo tiempo por los teóricos de
la traducción, como traducibilidad, fidelidad, equivalencia, etcétera. ¿Qué se entiende por
«traicionar»? ¿Habrá que atenerse a una mal llamada «fidelidad» que omita las incuestionables
diferencias entre los códigos de las distintas lenguas para expresar una misma cosa? No
pretendo adentrarme en un análisis lingüístico del asunto.
Pero en este «elogio del traductor» quiero volver a referirme a hechos harto sabidos:
¿Existiría, por ejemplo, la historia de la filosofía sin la traducción? No sería, en todo caso, la
164
misma historia: Marx, Kant, Hegel, Descartes, Voltaire, Kierkegaard, Aristóteles, Platón –
por mencionar sólo unos pocos nombres, evocados sin orden ni concierto–, habrían permanecido aislados en el marco de sus lenguas de origen, privados del fructífero intercambio que
sólo la traducción pudo propiciar. Me atrevería a afirmar que, en ocasiones, el acercamiento
a una traducción con algún que otro desacierto es preferible al total desconocimiento de una
obra capital.
Aprendí a leer muy niña. Comencé por Martí y su Edad de Oro, que todavía releo con
deleite, y cuyo artículo «Músicos, poetas y pintores» despertó mi temprano interés por el
arte y la literatura del mundo entero (no ha de olvidarse que Martí fue también traductor:
lector enamorado que convoca). Le siguieron los cuentos completos de Hans Christian
Andersen, traducidos directamente del danés por alguien cuyo nombre se me extravió hace
mucho, junto con el libro de cuentos, pero a quien estaré siempre agradecida. Después
vinieron las novelas, el teatro, la poesía; traducciones del francés, el inglés, el ruso, el
alemán... ¿quién de nosotros sería capaz de calcular el número de traducciones que ha leído?
En verdad, es inapreciable el aporte del traductor a la literatura universal –como los grandes
autores, gracias a las traducciones–, así como a su conocimiento y difusión.
El oficio del traductor es, por lo general, mal remunerado y peor reconocido. Es bastante
reciente la fecha en que se comenzó a ubicar en la portada interior de los libros el nombre del
traductor, con el del autor. Un acto de elemental justicia. Hasta hace poco se incluía al
traductor en los créditos generales de la obra, y sé de casos en que arbitrariamente se ha
omitido el crédito del traductor. También sé de otros casos en que al de traducción se ha
añadido un festinado crédito de «versión literaria», lo cual induce a pensar que el traductor
entregó su trabajo «en bruto» para que otro lo retocara o le diera forma definitiva: sólo se
puede hablar de una «versión literaria» cuando realmente el trabajo del traductor se ha
limitado a la traslación literal del texto. Salvo en esos casos –los menos, según creo–, incorporar un crédito de «versión literaria» realizada por otro que no sea el de traductor equivale
a menospreciar el trabajo de este último, a menos que la adaptación sea hecha de común
acuerdo entre el traductor y el adaptador.
Al televisar conversaciones entre personas que necesitan de un intérprete para comunicarse, las cámaras casi nunca enfocan a la persona que posibilita el intercambio entre quienes, sin él o ella, con toda seguridad deberían intentar entenderse mediante la mímica, y es
fácil deducir cuán pocas probabilidades de éxito tendrían. En reseñas (si es que aparece
alguna) de obras traducidas, no se acostumbra incluir un comentario sobre la traducción y
quien la ha realizado. He estado presente en uno que otro lanzamiento de algún libro traducido, donde no se ha dedicado una palabra al traductor del libro presentado, a estimular su
trabajo de creación, tan valioso como el de cualquier autor. ¿Tendremos los traductores
alguna posibilidad de romper el anonimato y ocupar el lugar que nos corresponde?
Vale la pena intentarlo. Buscar espacios –que ya se sabe son escasos– en publicaciones
periódicas para escribir nosotros, traductores, sobre la traducción y sus problemas, perspectivas y alcance. No resignarnos al silencio. Que cuando se publique un libro traducido, este
contenga, además de datos sobre su autor, al menos una breve nota sobre su traductor. Que
el médico, el ingeniero, el científico, al leer en una revista especializada un novedoso artículo
traducido, sepan el nombre de quien, con su esfuerzo, les ha tendido un puente desde el
idioma ajeno hasta el propio. Que, por ejemplo, en los catálogos de ferias del libro donde se
anuncian lanzamientos de obras traducidas, se consigne no sólo el nombre del autor, sino
también el del traductor y su país de origen. Que nadie se aventure a opinar sobre traducción,
ni sobre una traducción en particular, sin contar con el necesario saber, vale decir, conoci165
miento de las lenguas de partida y llegada en cada caso. Basta de repetir que «toda traducción es un intento de resolver una tarea imposible». La misma mano que escribió esa frase,
escribió también esta otra: «La experiencia demuestra que en cualquier idioma se puede
expresar cualquier secuencia de ideas» (Wilhelm von Humboldt).
Comencé estos apuntes citando un poema de Walt Whitman, en magistral versión de
León Felipe, porque la traducción fue y es un modo de acercar entre sí «los pensamientos de
los hombres de todas las edades y de todos los pueblos.» Los teóricos discuten desde hace
largo tiempo si existe en realidad algún texto al que pueda llamarse estrictamente «original»;
para el traductor, sin embargo, lo importante es recrear el texto de partida con dignidad
artística y ética profesional, respetando sus valores formales y de contenido, y así ofrecer a
muchos la posibilidad de acceso a la belleza y la poesía de obras que sin la mediación del
traductor estarían vedadas.
Nadie duda el valor de los dramas de Shakespeare o del Fausto de Goethe porque sus
argumentos se habían abordado antes por otros. Infinidad de piezas musicales son reconocidas como creaciones, aunque su tema se haya tomado de otras obras: pensemos, por
ejemplo, en la Rapsodia sobre un tema de Paganini, de Rajmaninov; en tantas variaciones
sobre un tema X... En un mundo donde la comunicación, vasta y múltiple, adquiere una
importancia cada vez mayor, es hora ya de que se considere a la traducción como lo que
realmente es, un género literario más: como todo género literario, trabajo de creación con sus
características propias, que permite la comunicación entre culturas sin detrimento de ese
inmenso caudal de memoria social e histórica que son las lenguas de cada país, de cada
comunidad.
Una buena traducción es siempre, en mayor o menor medida, aproximación entre realidades que a la vez son distintas y las mismas: victoria sobre la confusión de Babel sin menoscabar la diversidad lingüística y cultural de los pueblos.
Recibido: 8 de mayo del 2001. Aprobado: 5 de junio del 2001.
Lic. Olga Sánchez Guevara
Instituto Cubano del Libro O´Reilly No. 4 esq. Tacón. Habana Vieja. Ciudad de La Habana.
Cuba
Correo electrónico: [email protected]
166
ACIMED 2001;9(2):167-72
LITERATURA GRIS
Sobre los derechos intelectuales del autor y del editor
Los derechos de autor, que tan importante función desempeñan hoy día, no fueron concebidos en la antigüedad por los
griegos y romanos. El derecho romano, que
cubre todas las eventualidades de la vida
tan minuciosamente, no dice nada sobre las
producciones literarias y científicas. En
aquellos tiempos algunos autores se quejaban de que sus colegas saqueaban sus
obras, pero no podían apelar a ningún procedimiento legal porque estos no existían.
Es evidente que lejos de esperar provechos
económicos de sus obras, estaban más bien
dispuestos a pagar para que fuesen publicadas, porque muchos eran aristócratas
acaudalados, sin preocupaciones económicas; los poetas eran de cuna muy modesta y sólo aspiraban a encontrar un mecenas, o sea, un protector.
El derecho de autor protege la forma y
no las ideas por más novedosas y brillantes que sean, y otorga derechos de propiedad (morales y patrimoniales) sobre las creaciones literarias, científicas o artísticas. Entiéndase por derechos morales la expresión
de la personalidad del autor (no implica remuneración). El derecho patrimonial se distingue por ser exclusivo, transferible,
renunciable, y de una duración limitada (implica remuneración).
La enciclopedia electrónica Encarta
define el copyright o derechos de autor,
“como el derecho de propiedad que se genera de forma automática por la creación de
diversos tipos de obras y que protege los
derechos e intereses de los creadores de
trabajos literarios, dramáticos, musicales y
artísticos, grabaciones musicales, películas,
emisiones radiadas o televisadas, programas por cable o satélite y las adaptaciones
tipográficas de los libros, folletos, impresos, escritos y cualesquiera otras obras de
la misma naturaleza.” 1
“El copyright sobre un trabajo convierte en titular de los cinco principales derechos económicos al propietario, que son:
copiar la obra, difundir al público las copias, representar la obra en público, emitirla
por radio o televisión, incluyendo los programas por cable y adaptarla. Hay además
otros derechos económicos (los llamados
secundarios) que protegen al propietario del
copyright de cualquier compra o venta o
negocio de un producto obtenido o hecho
de forma ilegal.1
La legislación británica, entre otras,
incluye los derechos morales que protegen
la reputación del autor. Entre los derechos
morales se encuentran el del reconocimiento de su condición de autor de la obra; el
derecho a exigir el respeto a la integridad de
las obra e impedir cualquier deformación,
modificación, alteración o atentado contra
ella que suponga perjuicio a sus legítimos
intereses o menoscabo de su reputación; el
derecho a la privacidad, de tal forma que un
fotógrafo no pueda usar una imagen tomada de su obra con propósitos comerciales
sin su consentimiento, sin embargo, hay
167
determinadas cuestiones que escapan a la
protección del derecho de autor como son:
− Está permitido a una biblioteca o a un
particular, realizar una copia privada para
la investigación o el estudio privado.
− Se consiente el llamado “derecho de
cita” por el que cualquier usuario puede incluir, en una obra propia, fragmentos de obras ajenas con el propósito de
analizar, criticar o revisar.
− Están admitidos algunos otros usos
incidentales, sobre todo los que persiguen fines educativos.
A pesar del interés por proteger y asegurar las obras, se incurre con frecuencia
en infracciones que se manifiestan de diferentes maneras: plagio (copiar escritos de
un tercero y presentarlos como propios),
falsificación (reproducir, representar o comunicar una obra grabada o publicada, y
su venta subrepticia) y contrabando (uso
indebido del soporte material de la creación
intelectual o del objeto que la contiene).
Sobre el tratamiento del derecho de autor
en el plano internacional
El derecho de autor es, ante todo, el
más efectivo medio de promoción, enriquecimiento y difusión de la herencia cultural
de un país, pues el desarrollo de la creatividad artística e intelectual de los pueblos
depende directamente del nivel de protección que un estado conceda a las obras del
ingenio y el talento humano.
Para proteger el derecho de autor a escala internacional, se han creado diferentes
organizaciones, convenios, acuerdos y convenciones que amparan y respaldan estos
aspectos tan significativos en la economía
de los países. Entre ellos:
− La Convención Universal de Derecho
de Autor, creada por la UNESCO, en
Ginebra, en 1952.
168
− El Convenio de Washington, creado en
la Convención Panamericana de Derecho de Autor, en 1946, cuyo antecedente fue la Convención de Buenos Aires,
de 1910, la cual protegía las obras científicas, literarias y artísticas.
− El Convenio de Berna, para la protección de las obras literarias y artísticas
(creado el 9 de noviembre de 1886) y
que ha experimentado sucesivas revisiones posteriores: París, 4 de mayo de
1896; Berlín, 13 de noviembre de 1908;
Berna, 20 de marzo de 1914; Roma, 2 de
junio de 1928; Bruselas, 26 de junio de
1948; Estocolmo 14 de julio de 1967;
París 24 de julio de 1971; enmendado
finalmente el 28 de septiembre de 1979.
Su nombre oficial es Unión Internacional para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas.
− La Convención de Roma (derechos
conexos, 26 de octubre de 1961). Protege a los artistas intérpretes o
ejecutantes, los productores de
fonogramas y los organismos de radiodifusión.
− El Acuerdo de Florencia. Tiene carácter
internacional, está patrocinado por la
UNESCO, y cuyo objetivo es facilitar el
flujo gratuito de libros; los materiales
científicos, educacionales y culturales
mediante la eliminación o reducción de
tarifas y barreras arancelarias.
− El Convenio de París (protección de la
propiedad industrial). Aprobado en
1883. Se le han realizado revisiones posteriores: Madrid, 1891; Bruselas, 1900;
Washington, 1911; La Haya, 1925; Londres, 1934; Lisboa, 1958; Estocolmo,
1967 y enmendado en 1979. Nombre oficial: Unión Internacional para la Protección de la Propiedad Intelectual.
− La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Establecida en
virtud del Convenio de Estocolmo el 14
de julio de 1967, entró en vigor en 1970.
Sus antecedentes son los Convenios
de París y Berna de 1883 y 1886 respec-
tivamente. Adquiere estatuto de organismo especializado de la Organización
de las Naciones Unidas en 1994.
− Acuerdo entre la Organización Mundial
de Comercio (OMC) y la OMPI del 22 de
diciembre de 1995, entró en vigor el 1
enero de 1996. Abarca varios sectores
de cooperación entre ambas organizaciones con respecto a la aplicación del
acuerdo sobre los aspectos de los Derechos de la Propiedad Intelectual relacionadas con el Comercio (ADPIC).
− Se ha de puntualizar que el antecedente
de la OMC fue el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio
(GATT), un instrumento multilateral que
se estableció en enero de 1948 para regir el comercio internacional, con vistas
a la creación futura de la Organización
Internacional de Comercio (OIC). En los
años posteriores se produjeron siete
rondas de negociaciones comerciales:
Ginebra, 1947; Francia, 1949; Inglaterra, 1951; Ginebra, 1956; 1960-1961 (Ronda Dillon), 1964-1967 (Ronda Kennedy)
y 1973-1979 (Ronda Tokio); Uruguay,
1986 (Ronda Uruguay) se debía concluir
en 1990, pero se extendió mucho más.
Es en acuerdo Marrakech de la Ronda
Uruguay donde se discuten e incluyen
los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio. Asimismo se funda finalmente
la OMC (15 de abril de 1994) que entra
en funciones el 1 de enero de 1995. El
acuerdo sobre los ADPIC es obligatorio para todos los miembros de la OMC.
Cada uno de estos tratados apunta
hacia la legislación mínima de base para todos los países signatarios, así como una
protección recíproca para los ciudadanos
de los diferentes países.
El propósito de estas legislaciones es
la protección de la forma en que se expresa
una idea, es decir, de obra como tal y su
integridad. Eso sí esta protección se ejerce
sobre el producto del talento y no sobre la
fuente en que el autor lo materializa. La obra
debe definirse como cualquier forma de impresión o reproducción para que sea formalmente protegida. De esta manera se pueden registrar: obras literarias, jurídicas, pedagógicas, teatrales, guiones para radio y
televisión, guiones cinematográficos, software, obras artísticas, obras musicales (con
letra o sin ella), obras gráficas, mapas y diseños, obras plásticas, pintura, escultura,
litografías, dibujo, fotografía, grabado, arquitectura, coreografías, fonogramas, obras
científicas, tecnológicas, contratos o documentos que de alguna manera modifiquen,
agraven o extingan los derechos patrimoniales de un autor.
El derecho de autor en Cuba
Para velar por los derechos de los autores cubanos, se creó el Centro Nacional
de Derecho de Autor (CENDA), por el Decreto-Ley del 21 de febrero de 1978. Su función es establecer la protección autoral en
todas sus manifestaciones: artísticas, literarias, científico-técnicas y educacionales,
así como contribuir a la integración de Cuba
a los principales convenios internacionales.
La Ley del Derecho de Autor No. 14,
del 28 de diciembre del 1977 sustituye a la
de propiedad intelectual española vigente
desde el 10 de enero de 1879. Esta ley tiene
como centro la protección de todas las obras
de la creación cualesquiera sean sus formas de expresión, contenido, valor, o destino; los derechos de autor en cuanto a paternidad, integridad de la obra, remuneración, reproducción, transformación, protección de las obras originales y derivadas, las
relaciones contractuales, tratamiento de las
obras colectivas y el período de vigencia
de los derechos.
Cuba participa como miembro de diferentes organizaciones mundiales establecidas con los fines referidos y cumple con
una serie de convenios y convenciones in169
ternacionales en la materia. Entre ellos se
encuentran los siguientes:
− La Convención Universal de Derecho
de Autor
− El Convenio de Washington
− El Convenio de Berna
− El Convenio de París
También es miembro de la OMPI y de
la OMC. Pertenece al GATT desde su fundación. Cuba no participa en la Convención de Roma ni en el Acuerdo de Florencia.
Todos los países miembros de la OMC
en vías de desarrollo han recibido un período de gracia para adaptar y modernizar sus
legislaciones en materia de propiedad intelectual. El país ha trabajado en los aspectos
concernientes a la propiedad industrial,
pero la nueva ley de derecho de autor, aún
se encuentra en proceso de discusión y
aprobación. Hasta el momento se encuentra vigente la Ley No. 14/77 y todas sus
resoluciones complementarias, mediante las
cuales se ha tratado de dar respuesta a las
exigencias de los cambios en esta esfera,
así por ejemplo, las resoluciones 61/93 y
42/97 establecen la remuneración en divisas por explotación de las obras científicas,
literarias y artísticas en operaciones comerciales en el exterior y en frontera.
Los derechos y las funciones de los editores
“El valor de la obra de un autor sólo
puede apreciarse cuando el editor ha hecho su trabajo”, afirma David Ladd, registrador del derecho de autor en los Estados
Unidos. La frase refleja la importancia de la
labor del editor, su función creativa, incluso más trascendente con la introducción
de los recursos de las nuevas tecnologías
y las funciones gerenciales que ha incorporado. Existen actualmente varias tenden170
cias a la hora de considerar los derechos
del editor. Por ello, se hace necesario, reflexionar sobre algunos elementos relacionados con este aspecto.
Según el Convenio de Berna y la Convención Universal de París, el editor científico es en la práctica un coautor; a la vez
“autor empresarial y asociado comercial”
del autor al que edita. Para el editor existe
reconocimiento en cuanto a su participación en el procesamiento de la obra como
un derecho conexo (limitado hasta 25 años).
Este se ha incorporado en las legislaciones
del Reino Unido, Irlanda del Norte, Australia, India, Singapur y Pakistán. Independientemente de lo antes expuesto, debe existir
una legislación específica para proteger los
derechos del editor, equiparada con los derechos de los autores.
Derechos reconocidos de los editores
− Defender la política editorial de la empresa (temas y autores)
− Explotar la obra dentro de los términos
del contrato al recibir la cesión de los
derechos de edición
− Disfrutar de los derechos de copyright
− Decidir el tratamiento editorial y
poligráfico de la publicación, su presentación y tirada
− Contratar las labores necesarias para el
desarrollo del proceso editorial
− Valorar el monto de la producción de la
obra (costo, incluyendo el derecho de
autor, precio y ganancias)
En consonancia con los derechos que
se atribuyen al editor y su posición de “autor empresarial y asociado comercial” de los
autores, la función del editor científico contemporáneo tiene una dimensión abarcadora
que se expresa en el protagonismo alcanzado, de ahí que el editor es el máximo responsable de las publicaciones a su cargo
en todos los procesos cualesquiera que
sea su soporte (tradicional o electrónico),
ostenta una alta responsabilidad en la difusión de la información científica, en la formación de los lectores, potenciales, en la
protección de los derechos de autor, así
como de la integridad y calidad de la publicación científica, al asumir su explotación.
Además vela por la pureza de la auditoría,
se ubica en el punto medio y balancea en
sus publicaciones los intereses de lectores, autores, árbitros, editores, la publicación, las instituciones de su especialidad,
los estudiantes, patrocinadores y dueños;
también asume funciones gerenciales al
velar por los aspectos organizativos, económicos y comerciales de la producción
editorial.
Tratamiento del derecho de autor en las
publicaciones científicas
El tratamiento del derecho de autor en
la esfera de las publicaciones científicas se
dificulta al trascender el marco de la simple
protección autoral de un producto concebido por un solo individuo. De ahí que existan diversas formas:
− Obra de creación individual, pero también
concebida por colectivos de autores;
− obras generadas por instituciones y
centros científicos la cual es producto
de la investigación multidisciplinaria;
− obras generadas por coedición entre
casas editoriales o entre una casa individual y otra entidad (empresa, instituto o centro de investigación, ONG, ministerio, etcétera) y
− nuevas formas: bases de datos, publicaciones electrónicas (libros y revistas),
así como ediciones multimedia (CDROM) donde los derechos de autor se
complican al intervenir diversos medios
(autores de textos, de imágenes, de videos de fotografías, de la música, etc.).
Aquí el tratamiento corresponde prácticamente al de una producción cinematográfica.
El derecho de autor frente a las nuevas tecnologías
Los avances tecnológicos, sobre todo
en la velocidad y facilidad de uso de las
comunicaciones electrónicas, así como de
las posibilidades de copiar; amenazan el
concepto básico de copyright. Copiar no
es sólo fotocopiar y muchos países no son
capaces de controlar las modernas técnicas de copia o incluso de aceptar que es
necesario un límite. Esto sucede, en ocasiones, a pesar de haber firmado las convenciones internacionales que protegen los
derechos de autor.
Los sistemas de copia y edición electrónica generan graves problemas, porque
copiar es muy fácil, rápido y a menudo, imposible de detectar. A pesar de que la legislación y los contratos especifican las necesidades de control y autorización para cualquier tipo de reproducción, no se ha hallado todavía ningún sistema restrictivo satisfactorio.
La piratería y la reprografía ilegal afectan la producción intelectual y la actividad
editorial, atentan directamente contra el
derecho de autores y editores, y en consecuencia, contra el desarrollo cultural de los
nuestros países. Entiéndase por piratería,
la reproducción de obras protegidas por el
derecho de autor con miras a su transmisión o distribución, va más, a la comercialización ilícita de las obras protegidas.
La reprografía
Consiste en hacer copias facsimilares
tangibles, perceptibles visualmente, de un
original o de una copia, de una obra, en
cualquier tamaño y forma, por cualquier sistema o técnica.
171
La reprografía se vuelve ilegal en el
momento en que se hacen copias de obras
protegidas por el derecho de autor, sin
autorización de su titular o rebasando las
limitaciones que expresamente ha establecido la ley.
El desarrollo de la tecnología en los
últimos años ha llevado a perfeccionar
los mecanismos de reproducción de todo
tipo de impresos; esto ha incidido de
manera negativa sobre la actividad cultural y la industria editorial, al facilitar la
reproducción masiva de las obras publicadas.
Las posibilidades que ofrecen las
tecnologías para facilitar el acceso y el
manejo de la información científica, social y cultural significa, sin duda alguna,
un beneficio para el usuario, pero desde
el punto de vista del reconocimiento del
esfuerzo intelectual del creador y de la rentabilidad de la inversión para el editor, representa una seria amenaza.
La comunidad internacional consciente de esta realidad ha buscado la forma de
hacer valer los derechos de autores y editores, de responder al reto de la reprografía
masiva mediante la reglamentación de la
remuneración por copia privada en sus
legislaciones internas sobre derecho de autor y la creación de organizaciones de recaudación de derechos de reprogra-fía lo que es
un hecho en muchos países.
La reprografía ilegal y la piratería
generan consecuencias negativas, tanto en el campo económico como en el
científico, social y educativo. Por lo
menos, 3 000 millones de páginas de
libros, periódicos, revistas, se fotocopian cada año en el mundo entero.
Impacto socio-económico de la protección
del derecho de autor
El derecho de autor tiene una gran significación económica para los países, sean
desarrollados o en vías de desarrollo, porque las publicaciones representan uno de
los tres indicadores principales de desarrollo de un país (PIB, el potencial dedicado a
la investigación y las publicaciones). Se
sabe que más del 60 % de las exportaciones
de los países más desarrollados son bienes
de media y alta intensidad tecnológica que
llevan implícito derechos de propiedad intelectual (marcas y patentes), y las aportaciones al Producto Interno Bruto por la explotación de las creaciones científicas, artísticas y literarias, se incrementan
significativamente a nivel mundial.
Las pérdidas provocadas por la explotación no autorizada, las falsificaciones, el
plagio, la piratería y la reproducción ilegal,
ha tenido un impacto económico negativo
para muchos países, debido a las pérdidas
millonarias que representan.
Existe actualmente la necesidad de una
mayor protección frente al auge de las nuevas tecnologías, como resultados del incremento de las posibilidades de reproducción
y copia, con una circulación inmediata, que
compite y afecta moral y económicamente a
los productores originales, al ocasionar reducción de precios, desprestigio de las entidades y desestimulación a la investigación-desarrollo.
Los mayores beneficiarios por la protección y el control de los derechos de propiedad intelectual son precisamente las
grandes transnacionales y corporaciones;
la situación es totalmente desventajosa para
los países del tercer mundo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1 . Microsoft. Enciclopedia Microsoft Encarta (1993-1997). Redmond: Microsoft, 1998.
Recibido: 1 de julio del 2001. Aprobado: 9 de julio del 2001.
172
ACIMED 2001;9(2):173-83
SECCIÓN HISTÓRICA
Cuatro reliquias bibliográficas de la medicina cubana
José Antonio López Espinosa1
Resumen
En este artículo se trata de rescatar del olvido y de salvar de la ignorancia la existencia de cuatro
documentos importantes en peligro de extinción en la memoria. Al efecto se esbozan los
antecedentes y las principales características formales y de contenido de la primera obra
impresa y de la primera publicación periódica de Cuba, así como de la monografía que inauguró
la literatura científica nacional en el campo de la medicina y de la primera revista médica
producida en el país. Estos documentos constituyen verdaderas joyas del patrimonio cultural
cubano en general y de la literatura médica de la isla en particular, en virtud de su condición de
primicias del ingenio de los galenos criollos de los siglos XVIII y XIX y de fuentes que posibilitan
conocer cómo se pensaba y se escribía entonces en relación con la prevención y el tratamiento
de las enfermedades.
DeCS: BIBLIOGRAFIA DE MEDICINA/historia; DOCUMENTOS IMPRESOS;
MONOGRAFIAS; PUBLICACIONES PERIODICAS; CUBA.
Uno de los mayores deleites que proporciona el estudio de los hechos y manifestaciones de la actividad humana pasada, es poder advertir la reaparición de acontecimientos, asuntos o personas a veces
olvidados, poco o nada conocidos y hasta
menospreciados en su justo valor. Al pasar
la mirada por la historia, conforta el ánimo
saber la asiduidad con que han aparecido
individuos de poderoso y elevado intelecto, capaces de sondear los problemas del
universo y de encontrarles solución con un
invento, un descubrimiento o una acción
que luego queda para la posteridad. Por ello
1
esas personas, a más de ser cumplidos exponentes del medio y de la época en que
existieron y se formaron, permanecen en el
tiempo y en la eternidad.
Por ejemplo, el invento de la imprenta
por el alemán Johannes Gutenberg ha sido
uno de los más fecundos de los realizados
por el hombre, pues gracias a él se pudo
difundir con rapidez la cultura y pasar, a
partir de finales de la primera mitad del siglo
XV, de la etapa del manuscrito reservado a
unos pocos afortunados, a la de la edición
de miles de ejemplares de documentos al
alcance de todos. Este invento fue de tal
Licenciado en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Departamento Procesamiento de la
Documentación. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas.
173
trascendencia, que junto con el descubrimiento de América señaló una nueva era en la
historia de la humanidad: la Edad Moderna.
Una de las ciencias más beneficiadas
en principio con la aparición de la imprenta
fue la medicina, pues como ciencia eminentemente práctica y basada en la observación, necesitaba un medio para divulgar
los últimos conocimientos a quienes la ejercían. Fue precisamente en virtud de la existencia de la imprenta que los médicos tuvieron la posibilidad de aplicar por primera
vez un tratamiento en cualquier parte del
entonces mundo civilizado al poco tiempo
de su descubrimiento.1
Otro aspecto importante en cuanto a la
significación de la imprenta, aparte de su
función inicial de unir a los médicos de todos los confines del planeta a través de la
comunicación científica, es la de haber sido
el vehículo fundamental para evaluar la evolución de la medicina y de las ciencias de la
salud en general desde los tiempos de
Hipócrates hasta la época actual.
Los inicios del movimiento científico
cubano se remontan al siglo XVII y el primer
libro de este tipo producido en la isla se
escribió por el médico de origen español
Lázaro de Flores y
Navarro -por cierto el único galeno con
que contó Cuba hasta 1655.2 Este libro, titulado Arte de Navegar, se imprimió en
Madrid, España, en 1673, por cuanto la técnica de la impresión de Gutenberg no había
llegado todavía a la mayor de las Antillas.3
LA PRIMERA OBRA IMPRESA EN CUBA
Según los resultados de estudios de la
bibliografía médica nacional hechos por el
doctor Manuel Pérez Beato, la imprenta se
introdujo en Cuba aproximadamente en
1720, es decir, casi tres siglos después de
haberse inventado.4 En 1910, este erudito
historiador médico de origen español descubrió el primer documento impreso en el
país, a saber, un folleto que con el título de
174
Tarifa general de precios de medicinas,
fue mandado a reproducir en el taller del
impresor Carlos Habré en La Habana por
el protomédico doctor Francisco de Teneza
y Rovira, y en el cual se relacionan en orden alfabético los nombres de los medicamentos con sus respectivos precios puestos en vigor durante 1723.5,6
Este folleto, además de constituir una
verdadera e indiscutible reliquia de la bibliografía cubana en general, tiene la importancia particular de ser una obra médica, en la cual se consignan muchos datos
curiosos de las medicinas empleadas por
los galenos de aquella época. En la relación
de las drogas, se observa un gran número
de medicamentos, además de un singular
vocabulario de sus nombres, algunos de
los cuales no se han encontrado en las antiguas farmacopeas.
Entre las páginas V y VII del folleto y
con el título de ELUCIDARIO, se exponen los
argumentos que justificaban su publicación
y el auto del doctor Teneza, donde ordenaba la formación del arancel. A este le siguen 26 páginas, en las cuales aparecen los
187 medicamentos que se debían vender y
sus precios. Esta información tiene hoy día
un gran valor, pues permite conocer la terapéutica aplicada en aquella época, así como
las posibilidades de beneficiarse con ella
por parte de las capas más pobres de la
población de entonces.7
El único ejemplar de este documento,
conservado todavía en la Biblioteca Nacional “José Martí”, tiene algunas partes remendadas, además de manuscritos con tinta varios renglones desaparecidos por la
rotura del papel original. No está foliado ni
tiene signaturas y se imprimió en hojas sueltas. En la parte superior de su portada se ve
el escudo real español y debajo se lee con
la ortografía de la época:
“Tarifa general de precios de medicinas. En la Havana, con licencia de los superiores, en la imprenta de Carlos Habré, 1723”
(fig. 1).
FIG. 1. Primera obra impresa en Cuba.
175
La primera publicación periódica cubana
Antes de la ocupación de La Habana
por los ingleses en 1762, constituían una
rareza los documentos que se publicaban,
aún después de la introducción de la imprenta en 1720 y del comienzo de la vida
intelectual en Cuba con la fundación de la
Universidad Pontificia en 1728. Es necesario llegar pues al gobierno de don Luis de
las Casas, para comenzar a hablar de los
factores que condicionaron las acciones
sistemáticas en tal sentido. Al tomar posesión del mando de la isla en julio de 1790,
este gobernante encontró que no había en
ella un solo papel donde insertar siquiera
las noticias oficiales. Por ello pensó establecer un periódico y, puesto de acuerdo
con su amigo, el célebre médico cubano,
doctor Tomás Romay y Chacón, y con don
Diego de la Barrera –quien ya en 1782 había dado a la publicidad una hoja de anuncios denominada La Gazeta– decidió fundar la que había de ser la primera publicación periódica de Cuba.
El 24 de octubre de 1790 comenzó a
circular con el título de Papel Periódico de
la Havana esta publicación, en cuyas páginas se conserva mucha información valiosa para la historia de Cuba. En ellas aparecen, entre otras cosas, discursos, tratados, poesías, inventos en ciencias y artes,
compras y ventas, avisos de hallazgos y
pérdidas, aranceles, estadísticas en general, salidas de embarcaciones y observaciones meteorológicas, además de artículos
sobre moral y religión, agricultura, comercio, hidráulica, derecho y legislación, taquigrafía, arquitectura, pirotécnica, química,
física, higiene y medicina (fig. 2).
Los artículos médicos abordaban principalmente las afecciones prevalecientes en
cada mes y su relación con los cambios climatológicos. Se reproducían también trabajos publicados en revistas europeas y
se emitían opiniones sobre algunas enfermedades como la tisis, el tétanos del recién
nacido y la fiebre amarilla, entre otras.8
176
Después de erigida la Sociedad Patriótica de Amigos del País de la Havana por el
propio de las Casas el 9 de enero de 1793,
este propuso al cuerpo directivo de la nueva corporación se ocupara del manejo del
periódico. Así, con la acertada dirección de
su fundador y con el valioso apoyo de los
intelectuales Agustín de Ibarra, Joaquín
Santa Cruz, Antonio Robredo y Tomás
Romay, quienes lo acompañaron desde entonces en la magna empresa, la publicación
adquirió mucho más auge. El 10 de noviembre del mismo año, el doctor Romay publicó, con el seudónimo de Tomás Moro, su
primer artículo de carácter médico en el Papel Periódico de la Havana, en el cual se
opuso a las pretendidas virtudes de una
receta general contra la elefancia, la alferecía,
la hidropesía y otras enfermedades.9
En su primer año de circulación (1790),
vieron la luz sólo diez números que se publicaron los domingos. A partir de 1791 comenzó a salir los jueves y domingos y así
se mantuvo hasta 1805.
Procede destacar que con parte de los
beneficios obtenidos con las 196
suscripciones del periódico hasta finales de
1793, se compraron en España los primeros
libros que sirvieron para crear la Biblioteca
Pública de la actual Sociedad Económica
de Amigos del País, con sede en la Ciudad
de La Habana.
El Papel Periódico de la Havana se
mantuvo con ese título hasta 1805, cuya
identificación comenzó a variar como se
expone a continuación:10
El Aviso (1805-1808)
Aviso de la Habana (1809-1810)
Diario de la Habana (1810-1812)
Diario del Gobierno de la Habana
(1812-1820)
Diario Constitucional de la Habana
(1820)
Diario del Gobierno Constitucional
de la Habana (1820-1823)
Diario del Gobierno de la Habana
(1823-1825)
FIG. 2. Primer número del Papel Periódico de la Havana.
177
Diario de la Habana (1825-1848)
Gaceta de la Habana (1848)
El primer documento científico de la
bibliografía médica cubana.
La fundación de la Real Sociedad Patriótica de Amigos del País de la Havana en
1793, trajo consigo la publicación de sus
Memorias a partir del año siguiente y, con
ello, la aparición de una fuente de inestimable valor para todo aquel que quiera conocer en detalle la historia de Cuba. Tanto en
el Papel Periódico de la Havana, como en
las Memorias de la Sociedad Patriótica de
Amigos del País, aparecía en primera línea el
nombre de Tomás Romay, quien dio a conocer desde sus páginas muchas particularidades sobre las vacunas, los cementerios y la
fiebre amarilla, entre otros aspectos.
En la Junta Ordinaria de la Sociedad
Patriótica de Amigos del País, celebrada el
5 de abril de 1797, el doctor Romay leyó su
Disertación sobre la fiebre maligna llamada vulgarmente vómito negro, enfermedad epidémica de las Indias Occidentales. Esta conferencia produjo tal entusiasmo y fervor científico, que los médicos asistentes a dicha reunión la consideraron la
memoria con la que mejor tino y erudición
se había tratado una enfermedad sobre la
cual tanto se trabajaba. Por ello recomendaron su impresión y reproducción en el
más breve plazo y la remisión de varios ejemplares al Real Tribunal del Protomedicato.
Dicho sea de paso, esta Junta del 5 de abril
de 1797, fue la primera reunión científica de
los médicos cubanos.11
En la sesión siguiente se leyó la apología de varios médicos a la memoria escrita
por Romay y se acordó se imprimiera en su
oportunidad. Lamentablemente el acuerdo
no se cumplió, lo cual impidió conocer el
juicio crítico de estos médicos a la citada
disertación, la cual quedó impresa el 2 de
noviembre de 1797 (fig. 3).
El autor de esta monografía hizo atinadas observaciones sobre las épocas más
propicias para la ocurrencia del vómito ne178
gro o fiebre amarilla; describió en forma brillante sus síntomas y brindó un adecuado
fundamento del método preventivo, según
el criterio por él sostenido, del carácter no
contagioso de la enfermedad.12 En el documento se pueden apreciar también los profundos conocimientos de Romay sobre la
historia natural, el clima, los insectos, las
maderas, la agricultura y el comercio de la
isla, expuestos con bello estilo y elevado
poder de síntesis.
La disertación tiene un significado inapreciable, pues a su condición de una de
las mejores monografías publicadas en
aquella época sobre fiebre amarilla –al punto que le mereció a su autor el premio de
Socio Corresponsal de la Real Academia de
Madrid–,13 une la de ser el documento que
inauguró la bibliografía científico-médica en
Cuba, a pesar de que desde 1790 el propio
Romay y otros médicos de la época tenían
la oportunidad de plasmar por escrito sus
observaciones en el Papel Periódico de la
Havana y en las ya mencionadas Memorias de la Sociedad Patriótica de Amigos
del País. Así pues quedó para la historia
que la fecha de despegue de la bibliografía
científico-médica cubana fue el 5 de abril de
1797, día en que se reunieron por primera
vez los médicos cubanos, para discutir temas de carácter científico.
LA PRIMERA REVISTA MÉDICA
CUBANA
Otro ilustre médico cubano, el doctor
Nicolás José Gutiérrez Hernández, fue protagonista de innumerables acontecimientos
importantes para la historia de la medicina
nacional. Entre muchos otros de sus aportes se pueden mencionar que como cirujano se destacó por haber sido el primero en
practicar en su país la talla hipogástrica, la
tenotomía y la litotricia; extraer un pólipo
uterino; tratar las fracturas con el vendaje
inmovilizador; curar la hidrocele con inyec-
FIG. 3. Primera monografía científica de la medicina cubana.
179
ción de tintura de yodo y emplear el cloroformo para la ablación del cáncer de mama.14
Como Regidor y Teniente Alcalde del Cabildo habanero contribuyó notablemente al
desarrollo cultural de la ciudadanía y a favor de la educación de la niñez.15 Como
docente aplicó métodos que transformaron
la teoría en práctica e inauguró el primer
curso de clínica quirúrgica impartido en La
Habana y como científico se distinguió
como fundador de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La
Habana –la actual Academia de Ciencias
de Cuba– y de la primera revista médica
cubana.8
En particular, el surgimiento de esta
revista que comenzó a circular en 1840 con
el título de Repertorio Médico Habanero,
significó una verdadera hazaña cultural en
Cuba, pues antes de ese año los médicos
criollos sólo podían divulgar los resultados
de sus investigaciones en los pocos espacios disponibles en el Papel Periódico de
la Havana y en las Memorias de la Sociedad Patriótica de Amigos del País. Por ello
esta revista, que fue la pionera de más de 60
títulos dedicados a las ciencias de la salud
surgidos durante la segunda mitad del siglo XIX, salió a la arena periodística con el
objetivo de dar a conocer los avances de la
medicina cubana y con el deseo de que los
médicos del patio contaran con un lugar
donde ofrecer sus aportes para el auge de
la profesión.
Bajo la dirección de su fundador, quien
contó para la redacción con el apoyo de los
doctores Ramón Manuel Zambrana Valdés
y Luis Costales Govantes, vio la luz su primera entrega en noviembre de 1840. Cada
número, con un formato de 25 por 16 centímetros y 16 páginas en principio, se dividía
en cuatro secciones. La primera, titulada
CLÍNICA MÉDICO QUIRÚRGICA, brindaba información sobre la constitución médica, las
enfermedades prevalecientes en el mes anterior, el estado de los hospitales y las observaciones y reflexiones en relación con
180
los efectos de los medicamentos aplicados
a distintas afecciones. La segunda sección
estaba dedicada a divulgar trabajos originales de medicina y de otras ramas afines
de la ciencia. La tercera, con el nombre de
BIBLIOGRAFÍA , daba a conocer obras nuevas de las que a veces se hacían reseñas
críticas o extractos de su contenido. La cuarta y última sección, con el título de VARIEDADES, contenía básicamente anuncios de
medicamentos permitidos y prohibidos en
Francia, además de otras noticias que por
su naturaleza no cabían en las demás secciones.16
El primer tomo, que incluyó 12 entregas con periodicidad mensual, abarcó de
noviembre de 1840 a octubre de 1841 (fig. 4).
Ahí se interrumpió la publicación por problemas financieros hasta el 16 de julio de
1842, fecha en que inició una segunda serie
con frecuencia quincenal y el doctor
Cayetano Lanuza como redactor en sustitución de Zambrana. De la segunda serie,
que se extendió hasta el 16 de febrero de
1843 –ese año asumió la dirección de la revista el doctor Manuel Valdés Miranda–
se editaron también 12 números que salían
los días 1 y 16 de cada mes. La tercera serie
abarcó del 1 de marzo al 16 de agosto de
1843, mientras de la cuarta y última sólo
hubo cuatro entregas del 1 de septiembre al
16 de octubre del mismo año.
Un análisis bibliométrico del Repertorio Médico Habanero permitió comprobar
que entre noviembre de 1840 y octubre de
1843 se produjeron de este 40 números, en
cuyas páginas se atesoran 355 trabajos sobre 294 temas generales. El promedio de trabajos por entrega fue de 6,7 y los aspectos
más abordados fueron morbilidad con 51
apariciones, mortalidad con 49, así como
admisión y alta del paciente, tratados en 35
ocasiones cada uno. Los autores de más
productividad fueron M. S. Chamorro con
29 contribuciones, Manuel Valdés Miranda con 22, Cayetano Lanuza con 19, Luis
FIG. 4. Primer número del Repertorio Médico Habanero
181
Costales con 21 y Ramón Zambrana con
12.
Se patentizó asimismo que la entrega
con más trabajos fue la primera de la segunda serie, del 16 de julio de 1842, con 12
colaboraciones. El número con menos trabajos fue el último de la cuarta serie, correspondiente al 16 de octubre de 1843,
con sólo dos artículos. Todos los números del primer tomo salieron con 16 páginas. La segunda serie fue muy inestable en cuanto a la paginación, pues si
bien los tres primeros números presentaron 16 páginas, los siguientes salieron indistintamente con 10, 12 y 14. Casi
todas las entregas de la tercera serie
aparecieron con 12 páginas. Sólo variaron
en este sentido los números 9 y 12, con 14 y
10 páginas, respectivamente. El primer número de la cuarta serie se publicó con 12
páginas, el segundo con 20, el tercero con
ocho y el cuarto con cuatro.
CONSIDERACIONES GENERALES
Con el presente artículo se trata de que
los técnicos y profesionales del Sistema
Nacional de Información de Ciencias Médicas, gerentes de la salud, médicos,
publicistas, historiadores y demás interesados dispongan de un punto de referencia acerca de los cuatro documentos en él
presentados.
También sirvió de motivación a la realización de este trabajo, el afán de dar a la
publicidad una pequeña fracción de la herencia bibliográfica legada por las generaciones anteriores de médicos cubanos, la
cual se debe conservar y estudiar para el
disfrute y el beneficio de las generaciones
actuales y futuras.
En otras palabras, los resultados del
estudio realizado a estas reliquias bibliográficas de la medicina cubana, se han puesto a la disposición de los lectores de
ACIMED en un esfuerzo encaminado a evitar que estas se desconozcan o se lleguen a
olvidar.
Abstract
Four bibliographic relics of the Cuban medicine
This article intends to save from oblivion and ignorance four important documents running the
risk of being wiped out from memory. To this end, the antecedents and principal formal and
content characteristics of the first printed work, of the first periodical in Cuba, of the monograph
that opened up the national scientific literature in Medicine and of the first medical journal
made in Cuba are outlined. These documents are real treasures of the Cuban cultural heritage in
general and of the island’s medical literature in particular due to the fact that they are the first
fruits of the ingenuity of the Cuban physicians in the 18th and 19th centuries and the sources
that make it possible to find out what was thought and written at that time regarding the
prevention and treatment of diseases.
Subject headings: BIBLIOGRAPHY OF MEDICINE/history; IN PRINT DOCUMENTS;
MONOGRAPHS; PERIODICALS; CUBA.
182
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Recibido: 16 de mayo del 2001. Aprobado: 29 de mayo del 2001.
Lic. José Antonio López Espinosa. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas
Calle E No. 454 e/ 19 y 21, El Vedado, Ciudad de La Habana CP 10400 Cuba.
183
ACIMED 2001;9(2):184-5
CRÓNICAS
Partir de lo bien hecho
Jorge Noel Marqués García
1
Apenas conocí que en la Biblioteca Médica se efectuaría la segunda jornada científica
medité: su éxito está garantizado. Alguien puede pensar que mi reflexión estaba “cargada” de
un excesivo optimismo o que por el mero hecho de realizarse en esa dependencia las cosas,
de antemano, tienen una salida airosa.
Con satisfacción es factible expresar que ni lo uno ni lo otro: sencillamente que cuando
el colectivo de la Biblioteca Médica Nacional (BMN) asume un objetivo lo conduce de forma
positiva.
Fui testigo de los preparativos prejornada: se intercambiaban sugerencias, surgían diversas proposiciones, se buscaban los detalles que garantizarían la sonrisa de todos.
No faltaron, desde luego, las preocupaciones, los contratiempos, alguna que otra incomprensión; sin embargo, al final del camino ellos avistaban una luz, esa que consiguen los
que se empeñan, los que perseveran en pos del triunfo.
Por fin llegó el 29 de junio, el día marcado para la actividad científica, el momento donde
quedan detrás las expectativas y aparecen las inapelables realidades.
Esta vez se prepararon y expusieron siete ponencias y dos conferencias encaminadas a
un propósito esencial: incentivar la superación del trabajador de la información en aras de
mejorar la calidad de los productos y servicios ofertados por la BMN.
Los diferentes temas cautivaron al auditorio; no hubo lugar para las dilaciones. El
interés de los participantes creció (junto a los miembros de la BMN acudieron invitados de otros
centros y organismos afines) al mismo tiempo que transcurría el evento.
Antes de finalizar la sesión de la mañana aconteció la discusión de los trabajos, con
válidas recomendaciones, y se impartió la conferencia Memorias de un gran descubrimiento
cien años después, a cargo del Licenciado José Antonio López Espinosa.
Elementos escasamente difundidos acerca del sobresaliente hallazgo del sabio cubano
Carlos J. Finlay en torno al agente transmisor de la fiebre amarilla, fueron relatados por
López Espinosa.
Los irrebatibles argumentos de Finlay al identificar al mosquito Aedes Aegypti como el
vector que propagaba la enfermedad y la trascendente participación del doctor Jesse William
Lazear en esos sucesos, fueron dos puntos vitales en la disertación del conferencista.
Lazear integrante de la comisión médica estadounidense encargada de corroborar los postulados finlaístas, tuvo una destacada actuación en las acciones comprobatorias y no vaciló,
1
Licenciado en Periodismo. Dirección General. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas.
184
incluso en ofrecer su propia vida, en función de reafirmar lo expresado por el insigne científico cubano, argumentó López Espinosa.
En la tarde, luego de un reparador almuerzo, halló su espacio la segunda conferencia
prevista en el programa. El Máster en Ciencias, Israel Núñez Paula atrajo a la concurrencia
con una impactante exposición: Inteligencia emocional en entidades de información.
De una forma amena y particularmente didáctica en el orden psicológico y administrativo, Núñez explicó las características de una tendencia nueva en el sentido de dirigir los
afectos en provecho de una organización.
Propuso iniciativas, respondió interrogantes, dejó establecido un nexo de colaboración
sobre un tema, que dijo, es marcadamente novedoso y del cual existen distintas opiniones.
Nos acercamos a la fase de conclusiones, ejecutadas por el Subdirector de Servicios de
Información del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas (CNICM), doctor
Jehová Oramas Díaz. Tras considerar como positivo el balance de la segunda jornada,
recomendó la elaboración de trabajos investigativos que ulteriormente pueden ser publicados en ACIMED.
Asimismo, pidió valoraciones sobre las sesiones de trabajo, las cuales coincidieron en
que se trató de un válido y aleccionador esfuerzo.
Parecía que con un resultado loable en lo científico se colmaba la satisfacción de todos,
pero aún los organizadores previeron otra agradable sorpresa: dos manifestaciones culturales.
El quehacer de prestigiosos caricaturistas cubanos que vincularon su arte con la información científico-médica y luego dos hermosas muchachas, Ingrid y Greteth Díaz, que anudaron belleza y originalidad en dos atractivas muestras: una danzando la música de Carlos
Varela y la otra declamando un poema del distinguido Adolfo Alfonso.
Llenos de alegría, abiertos a la reflexión, se retiraron los trabajadores de su querida
biblioteca. El próximo año habrá otra oportunidad para enjuiciar enseñanzas, estudios e
iniciativas.
No debe ser un punto de partida, sino partir de lo bien hecho; no debe ser un burdo
objetivo por mejorar, sino desterrar lo mal hecho y ensanchar lo procedente, lo que nos lance
hacia adelante.
Recibido: 10 de julio del 2001. Aprobado: 12 de julio del 2001.
Lic. Jorge Noel Marqués García
Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Calle E No. 454 entre 19 y 21 Vedado.
Ciudad de La Habana. Cuba. CP 10400.
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