Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales

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ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES
UNIDAD DE JURISPRUDENCIA, LEGISLACIÓN Y GACETA
“Compendio de Sentencias
Constitucionales
Plurinacionales Vinculadas
a Naciones y Pueblos
Indígena Originario
Campesinos”
Gestión 2015
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES
“Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena
Originario Campesinos”
Revisión Técnica
Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Presidente del Tribunal Constitucional Plurinacional
Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado
Magistrado Director General de la Academia Plurinacional de Estudios Constitucionales
Gestión de Supervisión
Dr. Gregor Gonzalo Hidalgo Neuenschwander- Director de la Academia Plurinacional de Estudios
Constitucionales
Diego Adolfo Terán Calvimontes- Jefe de la Unidad de Jurisprudencia Legislación y Gaceta
Miguel Alejandro Isola Guardia- Abogado de Gaceta
Trabajo Realizado por
Calizaya Ramírez Rodolfo
Cardozo Alba Omar Homero
Laura Vincenti Sergio
Ríos Ibeth Karina
Tirado Huaylla Raúl Lucio
Equipo de Profesionales
Unidad de Jurisprudencia Legislación y Gaceta
Colaboración
Secretaria Técnica y Unidad de Comunicación y Protocolo
CRÉDITOS
EDICIÓN Y PUBLICACIÓN INSTITUCIONAL
Tribunal Constitucional Plurinacional
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a
Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
Depósito Legal: 4-1-226-15PO
DERECHOS RESERVADOS:
Se permite la reproducción total o parcial de este documento siempre y cuando
se solicite autorización y se ponga el nombre del editor como fuente.
IMPRESIÓN
Editorial Quatro Hnos.
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PRÓLOGO
Antes de la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado, los Pueblos
Indígenas, Originarios Campesinos se encontraban aletargados por el olvido y relegación
a la que fueron destinados; su existencia era prácticamente invisible para un Estado, que
por un tiempo olvidó sus verdaderos orígenes y negó su pasado, sin considerar que
la historia de toda sociedad es inseparable del destino de los pueblos indígenas; sin
embargo, hoy en día y bajo el paraguas de una concepción plural de Estado, piden que se
escuchen sus voces, que se cuenten sus historias y piden ocupar su lugar con sus propias
condiciones y en sus propias tierras; en otras palabras, piden una tutela a sus derechos,
entre los cuales podemos mencionar: el derecho a una libre determinación mediante una
consulta previa, al hábitat, a su existencia libre, a su identidad cultural, a su titulación
de tierras, y otros tantos derechos que les garanticen un verdadero reconocimiento a su
identidad y propia cosmovisión de vida.
Es en este sentido, que el Tribunal Constitucional Plurinacional no podía dejar de
realizar una interpretación desde y conforme a la nueva Constitución Política del Estado
de los derechos de los Pueblos Indígenas Originarios Campesinos, no solo tutelándolos
y garantizando su ejercicio, sino también, delimitando su alcance, siempre en búsqueda
de una coexistencia pacífica dentro de una sociedad plural en la cual se funda el nuevo
Estado, mismo que debe lograr un equilibrio y cohesión que se traduzca en un vivir
bien, entendido desde la óptica del principio ético moral previsto en la Constitución
Política del Estado; en tal sentido, el presente compendio refleja el entendimiento
jurisprudencial que este alto Tribunal ha construido respecto a la temática que hoy nos
convoca y de la cual todavía falta mucho más por desarrollar.
Zenón Hugo Bacarreza Morales
Presidente
Tribunal Constitucional Plurinacional
INTRODUCCIÓN
El Estado Plurinacional de Bolivia ha fundado desde el 7 de febrero de 2009
las bases de un nuevo sistema de justicia a través del Pluralismo Jurídico y en
especial el reconocimiento constitucional de la Jurisdicción Indígena Originaria
Campesina.
Todo sistema se construye en un proceso ordenado y dinámico; cuando nos
referimos a la Justicia nos encontramos no ante el derecho positivo sino ante un
valor. La Justicia Indígena está estructurada por una interacción de principios
que ahora son el sustento ético moral del Estado tal como lo establecen los
artículos 8 y 190 de la Constitución Política del Estado.
El Tribunal Constitucional Plurinacional tiene atribuciones supremas definidas
por la Ley Fundamental tales como las de resolver las consultas de las
autoridades indígenas originario campesinas sobre la aplicación de sus normas
y procedimientos propios aplicados a un caso concreto, así como también
solucionar los conflictos de competencia entre la jurisdicción indígena originaria
campesina y la jurisdicción ordinaria y la agroambiental.
En este proceso de transformación del nuevo Estado, se ha priorizado la tarea
de realizar un trabajo de publicación relevante de las sentencias constitucionales
plurinacionales vinculadas al ámbito de la Naciones y Pueblos Indígena
Originario Campesinos, con el objetivo de brindar a través de un compendio la
jurisprudencia específica en la esfera de la Justicia Indígena.
Los contenidos en el presente aporte están abiertos al debate, reflexión y análisis
en el escenario académico- social, y así generar las bases de una cultura
constitucional plural.
Dejamos a ustedes esta humilde contribución con el compromiso de seguir
mejorando los estudios en la presente materia con relevancia constitucional en
el ámbito del nuevo constitucionalismo plural de Bolivia.
Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado
MAGISTRADO DIRECTOR
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES
CONTENIDO
Con carácter previo se debe puntualizar que recurrir a diversos sistemas jurídicos,
acorde a la cosmovisión de cada comunidad, es un derecho que se transmite de
manera oral, por tal razón, si se trataría de sistematizar dicho derecho, se estaría
tratando de positivarlo y, de esta forma, se desnaturalizaría su verdadera esencia.
En este entendido, el presente Compendio ha sido elaborado en un formato
de resumen que exterioriza las partes más sobresalientes de las sentencias
emitidas por el Tribunal Constitucional Plurinacional, relacionadas a miembros
o comunidades Indígena Originario Campesinas, respetando los razonamientos
y visiones propias para lo cual se ha empleado en un lenguaje estándar para
su comprensión, aclarando que las sentencias recopiladas están vinculadas
a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos tanto de tierras altas,
intermedias y de tierras bajas.
Cada resumen tiene un título que identifica el derecho vulnerado de un miembro o
de la Comunidad Indígena Originario Campesina en su conjunto; posteriormente,
se hace referencia a los hechos que desembocaron en la vulneración del o de los
derechos, para finalmente hacer un breve resumen de la forma de resolución del
Tribunal Constitucional Plurinacional.
En cada resumen, se ha mencionado de manera reiterada el término accionante,
con el fin de otorgar claridad en la apreciación de los hechos y derechos
sucedidos.
Asimismo, se debe indicar que en los resúmenes está la Sentencia Constitucional
Plurinacional 1127/2013-L de 30 de agosto de 2013, la cual se constituye en
una sentencia relevante ya que ha analizado varios derechos, como el derecho
a la vida, a la propiedad, a la dignidad y grupos vulnerables entre otros, razón
por la que se ha elaborado más de un resumen sobre dicha sentencia. En
consecuencia, en los resúmenes de la referida sentencia se ha empleado los
mismos antecedentes, siendo diferente sólo la parte de la resolución asumida
por el Tribunal Constitucional Plurinacional, la que se concreta a tutelar un
determinado derecho.
Este trabajo tiene la finalidad de difundir de manera masiva los entendimientos
desarrollados por el Tribunal Constitucional Plurinacional, referidos a temas
relacionados con Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos, con los
matices propios que caracterizan a este tipo de justicia.
Cooperación y coordinación entre las jurisdicciones ordinarias, jurisdicción
especial y la jurisdicción indígena originaria campesina
Las autoridades de todas las jurisdicciones tienen la obligación de coordinar y
cooperar entre sí. La Ley prevé que la omisión de este deber puede ser sancionada
como falta grave disciplinaria en la jurisdicción ordinaria y en las especiales; y
en el caso de la jurisdicción indígena originario campesina, de acuerdo con sus
normas y procedimientos propios.
La coordinación entre la jurisdicción indígena originario campesina y las demás
jurisdicciones es definida como la concertación de medios y esfuerzos para
lograr la convivencia social armónica, el respeto de los derechos individuales
y colectivos, además de la garantía efectiva del acceso a la justicia de manera
individual, colectiva o comunitaria. Los distintos instrumentos o mecanismos
de coordinación entre la jurisdicción ordinaria y la indígena, que se diseñen o
implementen en el futuro, deberán integrar las recientes sentencias que ha dictado
el Tribunal Constitucional sobre el tema, como la SCP 0026/2013 de 4 de enero,
que define criterios de interpretación de la Ley de Deslinde Jurisdiccional sobre
la competencia personal, territorial y material de la jurisdicción indígena.
Límites en materia de derechos humanos que deben cumplir las autoridades
indígenas y el debido proceso intercultural
Como referente se cita la jurisprudencia de la Corte Constitucional de Colombia,
que ha avanzado significativamente en la resolución de conflictos interculturales
en el ámbito de la jurisdicción o fuero indígena, principalmente en lo que toca
a los conflictos surgidos entre el derecho de los pueblos indígenas a ejercer su
sistema jurídico en el marco de su autonomía y los derechos individuales de las
personas sometidas a dicha jurisdicción.
La jurisprudencia colombiana define los límites mínimos que en materia de
derechos humanos deben cumplir las autoridades indígenas en el ejercicio de
sus funciones jurisdiccionales. Estos límites, a juicio de la Corte Constitucional
Colombiana, responden a un consenso intercultural sobre lo que verdaderamente
“resulta intolerable por atentar contra los bienes más preciosos del hombre”.
Estos límites mínimos fundamentales son: a) el derecho a la vida, b) la
prohibición de la esclavitud y c) la prohibición de la tortura.
Asimismo, el debido proceso respecto a la jurisdicción indígena originaria
campesina se debe interpretar de “forma intercultural” por ejemplo, uno de
sus contenidos, “el derecho a la defensa técnica (asistencia de un abogado),
no es exigible en el contexto de la justicia indígena, pues es una sociedad que
reconoce la existencia de diferentes formas de ver el mundo.
Como otro ejemplo sobre este tema, se cita a la sentencia emitida por el Tribunal
Constitucional Plurinacional SCP 0486/2014 de 25 de febrero, que determinó
lo siguiente:
F.J.III.1. “De acuerdo a lo señalado, se tiene que el
debido proceso no debe ser entendido en términos
occidentales cuando se analiza la tramitación de
un proceso sustanciado en la jurisdicción indígena
originaria campesina; pues si bien el debido proceso
en occidente tiene un contenido cultural construido
a partir de la vivencia y experiencia de distintos
sistemas jurídicos, se debe establecer que éste no
tiene los mismos componentes que el debido proceso
en términos indígena originario campesinos, pues
obedece legítimamente a tradiciones jurídicas
diferentes, ambas constitucionalmente reconocidas,
en ese ámbito cuando a esta jurisdicción se le
presentan denuncias de lesiones al debido proceso
en la tramitación de un proceso sometido a la
jurisdicción indígena originario campesino, deberá
incidir esencialmente en analizar si la persona ha
podido asumir defensa en el proceso y si la sanción
que se le ha impuesto no afecta sus derechos a la vida,
a la dignidad y a la integridad física”.
En base a lo mencionado, la justicia indígena originario campesina deber ser
entendida en términos amplios respetando su forma de visualizar su contexto.
Por lo mencionado, es posible hablar de la existencia de un “debido proceso
intercultural” en la jurisdicción indígena originario campesina, la misma que
posee sus propias características y estructura siendo diferente al debido proceso
existente en la jurisdicción ordinaria.
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a
Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
Índice
DERECHO A LA VIDA, DIGNIDAD Y LIBERTAD
Derecho a la vida y dignidad* (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 21
Derecho a la vida e integridad (ACCIÓN DE LIBERTAD)........................ 23
Derecho a la vida (ACCIÓN DE LIBERTAD)........................................... 24
Derecho a la vida y libertad (ACCIÓN DE LIBERTAD)........................... 25
DERECHO A VIVIR EN UN MEDIO AMBIENTE SANO Y DERECHO
AL AGUA
Derecho a vivir en un medio sano, con manejo y aprovechamiento
adecuado de los ecosistemas (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 29
Derecho al agua – corte de salida de agua de lagunas (ACCIÓN
POPULAR).................................................................................................. 31
Derechos de las comunidades indígenas al agua (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 32
Derecho al agua - perforación de pozo de agua (ACCIÓN POPULAR).. 33
Derecho al agua - desvío del cauce de ríos (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 34
Derecho al agua potable y alcantarillado (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 35
DERECHO A LA LIBERTAD DE RESIDENCIA Y PERMANENCIA
Derecho a la libertad de residencia y permanencia, al debido proceso y la
defensa (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL).......................... 39
DERECHO A LA PETICIÓN
Derecho a la Petición – extracción de maderas (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 43
Derecho a la Petición - solicitud de información al Instituto Nacional de
Reforma Agraria (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL).......... 44
DERECHOS POLÍTICOS
Derechos Políticos (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)........ 47
Derecho de las comunidades indígenas al ejercicio de su propio sistema
político (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL).......................... 48
Derecho a participar en la formación y ejercicio del poder político Elección de asambleístas de la circunscripción especial indígena originaria
campesina (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)...................... 49
Derecho a participar en la formación y ejercicio del poder político –
registro de personalidad jurídica de una comunidad indígena originario
campesina (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)...................... 50
DERECHO AL HÁBITAT, A LA VIVIENDA, A LA INVIOLABILIDAD
DE DOMICILIO
Derecho al hábitat y a una vivienda adecuada (ACCIÓN POPULAR)....... 53
Derecho a la vivienda y los servicios de agua y electricidad* (ACCIÓN
DE AMPARO CONSTITUCIONAL)......................................................... 54
Derecho a la inviolabilidad del domicilio* (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 56
DERECHO A EXISTIR LIBREMENTE
El derecho a ser protegidos y respetados en sus formas de vida individual
y colectiva (ACCIÓN POPULAR).............................................................. 61
DERECHO A LA IDENTIDAD CULTURAL
Derecho a la identidad cultural y territorialidad (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 65
Derecho a la identidad cultural y derecho a la defensa (ACCIÓN DE
CUMPLIMIENTO- RECONDUCCIÓN A UNA ACCIÓN POPULAR)... 66
DERECHO A LA LIBRE DETERMINACIÓN
Derecho a la libre autodeterminación (CONSULTA).................................. 71
Derecho a la libre autodeterminación y a la petición (ACCIÓN DE
CUMPLIMIENTO)..................................................................................... 72
DERECHO DE TERRITORIALIDAD, TITULACIÓN DE TIERRAS Y
GESTIÓN TERRITORIAL
Derecho de las mujeres en la repartición de tierras - violación al debido
proceso Intercultural en la justicia indígena originaria campesina.
(ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)........................................ 75
Derecho a la gestión territorial (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 76
Derecho a la titulación colectiva de tierras y territorios (ACCIÓN DE
AMPARO CONSTITUCIONAL)............................................................... 77
Derecho a la propiedad de tierras (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 78
Derecho de propiedad* (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL).79
Derecho a la titulación colectiva de tierras y territorios (ACCIÓN
POPULAR).................................................................................................. 81
Derecho a la propiedad comunitaria (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 82
Derechos a la propiedad agraria, al trabajo, a la vida, salud, al medio
ambiente, al debido proceso intercultural, a la seguridad jurídica y a la
defensa (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL).......................... 83
DERECHO A EJERCER SU PROPIO SISTEMA JURÍDICO
La jurisdicción indígena originaria campesina está limitada por
la Constitución Política del Estado (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 87
Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - coexistencia de
sindicato agrario y representación originaria (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 88
Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - estructura de
administración de justicia de Naciones y Pueblos Indígena Originario
Campesinos (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................... 89
Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - ámbito material, territorial
y personal (CONFLICTO DE COMPETENCIAS).................................. 91
Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - controversias
entre miembros de una misma comunidad (CONFLICTO DE
COMPETENCIAS)..................................................................................... 92
Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos – distribución interna de
tierras (CONFLICTO DE COMPETENCIAS)........................................... 93
Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - eficacia de acuerdos
asumidos dentro de la Jurisdicción de Naciones y Pueblos Indígena
Originario Campesinos (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL). 94
Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - suspensión de funciones
de autoridades Indígena Originario Campesinos (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)................................................................................. 95
DERECHO A LA CONSULTA PREVIA
La Consulta Previa a Pueblos Indígena Originario Campesinos
(CONSULTA PREVIA)............................................................................... 99
GRUPOS VULNERABLES
Grupos Vulnerables (Personas de la Tercera edad) (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)............................................................................... 103
Derecho a no sufrir violencia física y psicológica de las mujeres y adultos
mayores* (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)..................... 104
DERECHO AL TRABAJO
Derecho al trabajo* (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)..... 109
DEBIDO PROCESO INTERCULTURAL EN LA ADMINISTRACIÓN
DE JUSTICIA INDÍGENA ORIGINARIO CAMPESINA
No se puede ejercer medidas de hecho para exigir la renuncia de alcaldes
municipales (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................. 113
La jurisdicción Indígena Originaria Campesina debe explicar los
motivos de la imposición de sanciones (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)............................................................................... 114
Cumplimiento de normas y procedimientos propios (ACCIÓN DE
AMPARO CONSTITUCIONAL)............................................................. 115
Derecho a la fundamentación y proporcionalidad de sanciones (ACCIÓN
DE AMPARO CONSTITUCIONAL)....................................................... 116
Deber de demostrar el procedimiento seguido para la expulsión
de miembros de una comunidad (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)............................................................................... 117
Las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos pueden presentar
objeciones contra resoluciones emitidas por instituciones gubernamentales
(ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)...................................... 118
CONVERSIÓN DE ACCIONES PRESENTADAS POR NACIONES Y
PUEBLOS INDÍGENA ORIGINARIO CAMPESINOS
Derecho al trabajo (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL –
INFORMALISMO)................................................................................... 121
Derecho a la libre autodeterminación de los Pueblos Indígena Originario
Campesinos (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL –
INFORMALISMO)................................................................................... 122
ACCIONES
DE
INCONSTITUCIONALIDAD
DE
NORMAS
RELACIONADAS A DERECHOS DE NACIONES Y PUEBLOS
INDÍGENA ORIGINARIO CAMPESINOS
Protección del estado de la propiedad colectiva
(INCONSTITUCIONALIDAD)................................................................ 125
Derecho a la territorialidad (INCONSTITUCIONALIDAD)................... 126
Derecho ser consultados mediante procedimientos apropiados
(INCONSTITUCIONALIDAD)................................................................ 127
Derecho a la consulta previa e informada
(INCONSTITUCIONALIDAD)................................................................ 129
VIGENCIA DE DERECHOS Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES
Deber de protección y respeto* (ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL)............................................................................... 133
(*) SCP 1127/2013-L de 30 de agosto
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a la vida y dignidad*
En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta
por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y
miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus
derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el
robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que
fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes;
sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía,
pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de
las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de
su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual
las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto
del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera
edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus
derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de
Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público,
iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal
situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que
habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las
autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual,
los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto
resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de
la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia
de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero
cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones
comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron
al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos
amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos
si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de
Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de
toda la familia de los accionantes.
El Tribunal mediante la revisión del acta de la asamblea general de la comunidad,
constató que la sanción impuesta no tomó en cuenta las normas y procedimientos
previstos por la propia comunidad que establece la existencia de faltas leves,
graves y muy graves en el que no contempla que de modo directo se imponga
21
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
la expulsión de los accionantes de las listas de la Comunidad, así como el retiro
del menor de la escuela; al contrario, sus propias normas prevén que luego que
las autoridades originarias investiguen la denuncia, deben reflexionar y orientar
de manera diplomática al infractor. De la misma manera, el Tribunal señaló que
la Constitución Política del Estado prohíbe y sanciona toda forma de violencia
contra las niñas, niños y adolescentes, tanto en la familia como en la sociedad,
siendo aspectos que no fueron considerados por las autoridades demandadas;
tampoco, tomaron en cuenta que las propias normas de la comunidad señalan
que solo en caso de faltas muy graves se puede expulsar del ayllu a uno de sus
integrantes.
En relación al derecho a la vida, el Tribunal mediante informe realizado por
efectivos policiales de 10 de enero de 2011, verificó que el 08 de enero de ese
año se constató que la accionante junto a su padre se encontraban en la unidad
educativa junto a una veintena de personas que manifestaban estar resolviendo
problemas originados por no cumplir con las obligaciones y costumbres de la
comunidad; siendo que ese mismo día los comunarios procedieron a la expulsión
de los accionantes y del menor, provocando lesiones a la integridad de la madre
y del abuelo (ambos accionantes), evidenciándose que se puso en riesgo su vida,
pues ambos pertenecen a grupos vulnerables. Por tanto, el Tribunal tuteló el
derecho a la vida y la dignidad.
22
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE LIBERTAD
Derecho a la vida e integridad
En la Sentencia 1422/2012 de 24 de septiembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Libertad interpuesta por un miembro de
una comunidad indígena por sí y en representación de su esposa e hijos contra
dirigentes vecinales de un centro urbano ubicado dentro del territorio de un
pueblo indígena originario campesino. El demandante manifestaba que su hijo
fue acusado por robo de dinero y con la finalidad de llegar a una solución, en
una reunión en presencia de dirigentes de la Junta Vecinal, Junta Originaria,
Dirigentes de la Comunidad y de la Subcentral, la familia acusada de robo
devolvió el monto total de dinero sustraído a la familia afectada (víctima). A
pesar de este arreglo que consta en un acta, los dirigentes de la Junta Vecinal
dispusieron que todos los miembros de la familia desalojen la comunidad debido
a los antecedentes de robo de uno de sus hijos. Posteriormente, la Junta Vecinal
volvió a ratificar la decisión de expulsar del pueblo a toda la familia.
El Tribunal consideró que el lugar donde sucedieron los hechos pertenece a un
pueblo indígena originario campesino, en ese contexto, en dicho pueblo está
vigente el derecho a ejercer su propio sistema jurídico. La decisión de desalojar
y expulsar de la comunidad a toda la familia acusada de tener antecedentes
de robo de dinero, contradice los valores y principios de orden constitucional,
como la igualdad, complementariedad, solidaridad, reciprocidad, armonía,
inclusión e igualdad de condiciones, entre otros, debido a que el padre, la madre
y el resto de los miembros de la familia acusada no cometieron ningún hecho
de robo, al contrario, sólo cometió robo uno de los hijos de dicha familia. Por
tanto, el Tribunal tuteló el derecho a la vida e integridad física y psicológica
del accionante, de su esposa e hijos. También tuteló los derechos de prohibición
de tortura, tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes; derechos al
agua, a la alimentación; al trabajo; al comercio, a la prohibición de infamia,
muerte civil y confinamiento y el derecho al debido proceso (Intercultural). En
el presente caso, estos derechos están vinculados directamente con el derecho
a la vida.
23
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE LIBERTAD
Derecho a la vida
La Sentencia 2448/2012 de 22 de noviembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Libertad, presentada por una miembro de
una comunidad contra sus autoridades originarias. La demandante manifestó que
las autoridades de su comunidad la citaron a una reunión con el fin de solucionar
una denuncia interpuesta en su contra por un miembro de la comunidad. La
denunciante acudió a la reunión, pero dicha asamblea fue llevada a cabo en
un medio hostil, sin permitir que pudiera defenderse, siendo amenazada con
ser castigada; las autoridades indígenas culminaron la asamblea disponiendo
sancionar a la demandante por “adulterio”, sancionándola a entregar 10.000
ladrillos, 100 bolsas de cemento y la devolución de un vehículo a favor de
su esposo; siendo intimidada que en caso de incumplimiento se quemaría el
minibús de su propiedad, el mismo que se quedó retenido en la comunidad.
La accionante consideraba que se le vulneró su derecho a la defensa, al debido
proceso, a la presunción de inocencia, al trabajo, a la propiedad privada, a la
vida y a la dignidad.
El Tribunal consideró que la justicia indígena originaria campesina que fue
aplicada a la parte accionante, no contravino el orden constitucional, debido
a que las sanciones impuestas no se materializan en la contravención de la
garantía del debido proceso (intercultural), respetaron los elementos básicos del
orden constitucional al ser juzgados en una asamblea de la comunidad que se
constituye en una audiencia pública. Por consiguiente, las sanciones impuestas
devinieron de un juzgamiento dentro de la jurisdicción indígena originaria
campesina, y que deben ser cumplidas. Por tanto, el Tribunal denegó la tutela
solicitada exhortando a las autoridades indígenas a que garanticen el derecho a
la vida de la accionante en todos los actuados dentro la mencionada jurisdicción.
24
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE LIBERTAD
Derecho a la vida y libertad
En la Sentencia 2397/2012 de 22 de noviembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Libertad, interpuesta por una comunaria
contra autoridades de su comunidad. La accionante denunció la vulneración de
su derecho a la vida y que se encuentra ilegalmente perseguida por autoridades
de su comunidad, a causa de una denuncia que presentó ante el Ministerio de
Transparencia y Lucha contra la Corrupción, por el delito de concusión, contra
el responsable de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de dicho municipio.
Los demandados con la finalidad de que retiren la denuncia ingresaron a su
casa y amenazaron a sus hijos, y fue agredida físicamente junto a su esposo,
asimismo cuando asistieron a un congreso en el municipio de Pojo y por más
de ocho horas fueron encerrados sin justificativo alguno. Por último, refiere
que fue perseguida por la noche y escuchó decir a uno de los demandados, que
debían haberla matado en el monte.
El Tribunal Constitucional Plurinacional se pronunció en resguardo al derecho
a la vida de la accionante que se encontraba en constante peligro, asimismo
sobre las agresiones físicas, la privación indebida de su libertad y el secuestro
al momento de notificarles con la acción de libertad. Siendo evidente que la
accionante fue sometida a una persecución y hostigamiento constante por parte
de dos de los demandados, sin ninguna causa o respaldo legal para ello, ni orden
de privación de libertad emanada de autoridad competente y constatándose que
dicha persecución fue ilegal e indebida, situación que fue reconocida por los
demandados en audiencia, quienes indicaron que efectivamente retuvieron a la
ahora accionante sólo para que aclare el motivo por el cual presentó la acción
de libertad ante el Tribunal Constitucional. Por Tanto, el Tribunal concedió la
tutela solicitada por la accionante por constatar la existencia de vulneración de
sus derechos constitucionales a la vida y a la libertad.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a vivir en un medio sano, con manejo y aprovechamiento
adecuado de los ecosistemas
En la Sentencia 1024/2014 de 06 de junio, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentado por la
propietaria de un balneario contra las autoridades indígenas de una comunidad
por haber desviado el cauce de aguas termales. La accionante, manifestaba
que su padre desde hace varios años utilizó aguas termales de la zona para el
funcionamiento de su balneario; las aguas termales están dentro del territorio de
una comunidad indígena, por lo cual, su padre realizó acuerdos con la comunidad,
efectuó el pago de aportes comunales y colaboró en la ejecución de varias obras
en favor de la comunidad. Al fallecimiento de su padre, la accionante recibió
como herencia el balneario, pero las autoridades de la comunidad, desviaron
el cauce de las aguas termales por tal motivo el balneario dejó de funcionar.
Ante tales circunstancias, se interpuso una demanda penal en contra de las
autoridades de la comunidad; pero por los daños y perjuicios ocasionados, la
accionante decidió interponer una Acción de Amparo argumentando que se le
vulneró sus derechos al agua, al trabajo y a dedicarse a la industria, comercio o
a cualquier actividad económica lícita.
El Tribunal constató que existe una denuncia penal interpuesta por la propietaria
del balneario en contra de las autoridades indígenas; sin embargo, al constatarse
la existencia de vías de hecho en la desviación del cauce de aguas, es factible
activar una Acción de Amparo. Asimismo, se evidenció que se realizó el desvío
del cauce de aguas sin contar con ningún argumento legal, siendo una actuación
que es contra el derecho de trabajo, por tales motivos el Tribunal otorgó la tutela
solicitada y dispuso que la comunidad restituya de modo inmediato el cauce
de las aguas termales. El Tribunal también determinó que dentro del territorio
de la comunidad se encuentran las aguas termales y que el anterior propietario
del balneario mantenía relaciones de cooperación con la comunidad, situación
que generó una especie de relación jurídica, por lo que correspondía que dicho
problema sea resuelto ante las instancias pertinentes, pero no ante la jurisdicción
indígena en consideración que el pueblo no reconocía a la denunciante
como miembro de su comunidad. Asimismo, el Tribunal confirmó que en la
legislación boliviana no existe regulación sobre el uso y aprovechamiento de
aguas termales, por tal situación, instó a la Asamblea Legislativa Plurinacional,
proceda a la regulación del uso de aguas termales y su conservación. Por otro
lado, el Tribunal advirtió que tanto la nueva dueña del balneario así como los
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
miembros de la comunidad alegaron tener derecho sobre el uso de las aguas
termales, pero ninguno acreditó que realizan medidas de mitigación para impedir
la contaminación de las aguas y tampoco se exhibieron tarjetas ambientales, por
tanto, el Tribunal dispuso que las autoridades municipales y departamentales
adopten las medidas necesarias para que todos los balnearios de la zona cumplan
con las normas de medio ambiente precautelando el uso adecuado de aguas
termales.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN POPULAR
Derecho al agua – corte de salida de agua de lagunas
En la Sentencia 1696/2014 de 1 de septiembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción Popular presentada por representantes de
una comunidad indígena originaria campesina contra los representantes de otra
comunidad vecina. La comunidad demandante manifestó que se vieron privados
del acceso al agua debido a que miembros de la comunidad vecina procedieron
a cortar la salida del agua de las lagunas que proveen a la comunidad y, de
esta manera, han quebrantado los acuerdos que ambas comunidades habían
convenido mediante un acuerdo firmado en el año de 1982. De igual manera, se
denunció que la comunidad vecina inició un trámite administrativo solicitando
que se registren las lagunas como propiedad de dicha comunidad. La comunidad
accionante solicitó que la comunidad vecina restituya el acceso al agua y que se
suspenda el trámite administrativo para el registro del agua para riego.
El Tribunal consideró la importancia del derecho al agua para los miembros de
ambas comunidades, en ese sentido de acuerdo al texto constitucional se extrae
la denominación de la Constitución Ecológica entendida como el conjunto
de postulados, principios y normas constitucionales en materia ecológica que
permiten entre otros el uso racional de los recursos naturales renovables y
no renovables para preservar la vida tanto del ser humano como del resto de
los animales, plantas y otras formas de vida que conforman el ecosistema. El
derecho al agua, como derecho fundamental, sobrepasa al interés de una persona
o colectividad, ya que por su naturaleza de bien escaso es de interés de la
humanidad; por lo que, el derecho fundamental al agua es un derecho autónomo
relacionado con el medio ambiente. En el caso concreto, el Tribunal concedió la
tutela respecto al derecho solicitado por los accionantes, disponiendo que ambas
comunidades adopten las medidas necesarias para el mantenimiento y del uso
adecuado del agua.
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Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derechos de las comunidades indígenas al agua
En la Sentencia 0872/2013-L de 16 de agosto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo, presentada por una comunidad
indígena contra autoridades indígenas de otras comunidades por evitar el acceso
al agua. Las autoridades indígenas demandantes manifestaron que desde tiempos
remotos sus antepasados utilizaban el cauce del rio para riego; sin embargo, una
comunidad vecina desvió el curso del río, ocasionando un gran perjuicio en la
producción agrícola de la comunidad, por tal motivo, la comunidad consideraba
que se vulneró su derecho al acceso al agua.
El Tribunal consideró que existieron conflictos por el uso de las aguas del
río, hecho que se verificó por la existencia de acuerdos suscritos entre ambas
comunidades; de igual modo, se evidenció que ambas comunidades indígenas
poseen normas propias que todavía no fueron activadas y que correspondía ser
empleadas para la resolución del problema; sin embargo, el acceso al agua es un
derecho, por lo cual correspondía su protección inmediata. El Tribunal determinó
tutelar provisionalmente el derecho al agua, ordenando que la comunidad
denunciada restituya de manera inmediata la provisión de agua a la comunidad
afectada, disponiendo que la solución definitiva sea resuelta en el ámbito de la
jurisdicción indígena originaria campesina, reconociendo el derecho al ejercicio
de un sistema jurídico propio de las comunidades indígenas.
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Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN POPULAR
Derecho al agua – perforación de pozo de agua
En la Sentencia 2028/2013 de 13 de noviembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción Popular, presentada por el representante de
una Organización Territorial de Base de una comunidad contra autoridades
municipales y vecinos de una comunidad. El accionante relató que la OTB de
su comunidad solicitó al Gobierno Autónomo Municipal, al que pertenece, la
perforación de un pozo de agua con la finalidad de poder abastecer de este líquido
elemento a toda la comunidad; por lo que, a partir de los respectivos estudios
técnicos, dicha institución municipal aprobó el proyecto de exploración de un
pozo para abastecerse de agua potable. Posteriormente la Resolución Municipal
158/2012 de 27 de noviembre autorizó la ejecución del proyecto y finalmente
se suscribió el contrato de obra con la empresa adjudicataria. Sin embargo, el
proyecto no pudo ser ejecutado debido a las acciones asumidas por el Gobierno
Autónomo de otro municipio, que reclamaba la propiedad del área en donde se
realizaría la perforación del pozo; por tanto, se afectó los derechos e intereses
de la OTB que sería beneficiada con la perforación del pozo de agua, por lo cual
el representante de la comunidad interpuso una Acción Popular solicitando la
tutela de los derechos colectivos vulnerados.
El Tribunal Constitucional Plurinacional determinó que los demandados
procedieron a asumir medidas de hecho, que evitaron que se realizara la
perforación de un pozo de agua potable que beneficiaría a más de cien familias
de la OTB; lesionando el derecho al agua, a la salubridad pública, el acceso
a las condiciones básicas y necesarias para vivir saludablemente, preservando
su dignidad humana y afectando la paz social de la comunidad. Uno de los
argumentos para justificar las medidas asumidas por los demandados, es el
aparente conflicto de límites existentes entre los dos municipios; sin embargo,
dicho fundamento no puede constituirse en una razón para afectar los derechos
de toda una colectividad a acceder al agua. Por tanto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional al haberse constatado la vulneración del derecho de la OTB, al
agua potable y en consecuencia los derechos a la salud y la salubridad pública,
concedió la tutela solicitada.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho al agua – desvío del cauce de ríos
La Sentencia 2072/2013 de 18 de noviembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por
autoridades de una comunidad indígena en contra de los dirigentes de otra
comunidad. Los accionantes manifestaron que su comunidad fue privada
del acceso al agua proveniente de las lagunas del sector, debido a que una
comunidad vecina interrumpió la salida de las aguas, ya que los demandados
conjuntamente con varios miembros de otra comunidad habrían encabezado
a un grupo de ciento cincuenta personas aproximadamente, para destruir las
cañerías de politubos que transportaban agua desde la matriz ubicada en una
localidad, hasta la comunidad afectada; asimismo, cavaron zanjas para el desvío
de agua, amenazando permanentemente con el corte de agua ante cualquier
desobediencia, vulnerando de este modo, sus derechos al agua, a la vida y a la
alimentación.
El Tribunal estableció que los accionantes por sí y por sus representados
acreditaron las medidas de hecho, producidas por los demandados sin que exista
motivo suficiente que justifique los actos denunciados, vulnerándose el derecho
fundamental al acceso universal y equitativo al servicio básico de agua potable
consagrado en el art. 20 de la CPE, siendo una responsabilidad del Estado
garantizar la provisión a través de entidades públicas, mixtas, cooperativas
o comunitarias, como en el presente caso, debiendo responder a criterios de
universalidad, responsabilidad, accesibilidad, continuidad, calidad, eficiencia,
eficacia. Consecuentemente el Tribunal concedió la tutela solicitada.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho al agua potable y alcantarillado
La Sentencia 1941/2012 de 12 de octubre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional, resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por unos
comunarios contra miembros de otra comunidad. Los accionantes manifestaron
que conjuntamente con otras dos comunidades, compraron un terreno de 258
m² para la perforación de un pozo de agua, para riego de sus huertas y consumo
humano, conformando una asociación de riego. Una vez concluido el mismo
aparecieron los demandados con una actitud soberbia, abusiva, prepotente y
discriminadora, tomaron la institución, expulsando a los accionantes sin motivo
alguno, privándoles del agua para riego y consumo, tapando su acequia; por tal
motivo los accionantes, recurrieron a la Alcaldía Municipal, quienes realizaron
una inspección, luego acudieron al Concejo Municipal, ante el Sub Prefecto y
el Coordinador, los cuales no les brindaron apoyo; al no encontrar solución,
recurrieron al Ministerio de Transparencia Institucional de Lucha contra la
Corrupción, sin obtener resultados, por lo que, volvieron a recurrir al Secretario
General del Sindicato Agrario Laimiña, solicitando la reconsideración de la
decisión asumida, de la cual no obtuvieron respuesta.
El Tribunal determinó que la Constitución Política del Estado establece que el
acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos humanos básicos y que los
mismos no son objeto de concesión ni privatización estando sujetos a régimen
de licencias y registros conforme a ley; consecuentemente, al haber cortado
la acequia evitando el suministro de agua para los accionantes, intentando
privatizar el pozo y lucrar sobre el mismo, la comunidad denunciada ha cometido
una vulneración del derecho al agua. Por tanto, el Tribunal concedió la tutela
solicitada.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a la libertad de residencia y permanencia, al debido proceso
intercultural y a la defensa *
En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta
por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y
miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus
derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el
robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que
fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes;
sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía,
pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de
las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de
su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual
las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto
del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera
edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus
derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de
Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público,
iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal
situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que
habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las
autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual,
los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto
resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de
la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia
de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero
cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones
comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron
al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos
amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos
si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de
Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de
toda la familia de los accionantes.
El Tribunal consideró que la Constitución Política del Estado reconoce a
la jurisdicción originaria campesina la facultad de resolver las controversias
puestas a su conocimiento de acuerdo a sus propios principios y valores
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
culturales; sin embargo, impone a sus autoridades respetar los derechos y
garantías constitucionales. Igualmente, el Tribunal determinó que las sanciones
impuestas a los accionantes fue realizada sin respetar los procedimientos
propios de la comunidad, por lo que correspondía que las autoridades indígenas
impongan una sanción justa y acorde a sus propias normas, tomando en
cuenta la condición personal de cada uno de los accionantes, de lo contrario,
se vulneraría el derecho al debido proceso (intercultural) y la defensa de los
accionantes, que tienen el derecho a exigir el respeto a los principios y valores
de la propia comunidad; y, en caso de considerar que existen delitos de orden
público podían acudir a las autoridades llamadas por ley, situación que no puede
implicar el desconocimiento de los derechos de la comunidad. Por tanto, el
Tribunal tuteló el derecho a la libertad de residencia y permanencia, el debido
proceso (intercultural) y la defensa.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a la petición – extracción de maderas
En la Sentencia 1386/2012-L de 19 de septiembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentada por
una comunaria campesina contra el Presidente y Secretario de Tierra y Territorio
de su Comunidad Campesina y el Director de la Autoridad de Bosques y Tierras.
La demandante consideraba que se le habían vulnerado sus derechos, por
cuanto los dirigentes de la comunidad habrían procedido a solicitar un plan de
manejo forestal a efectos de extraer madera de terrenos de su propiedad sin su
autorización; por tal motivo, se apersonó a la Autoridad de Bosques y Tierras
(ABT) para realizar un reclamo, no obstante, el funcionario de la ABT hizo caso
omiso a la solicitud y no dio respuesta.
El Tribunal consideró que la ABT autorizó un Plan General de Manejo Forestal
Maderable a la comunidad campesina, habiendo cumplido con los procedimientos
técnicos vigentes y que el mismo ha sido de acuerdo a las normas propias de
la comunidad, no constatándose algún tipo de vulneración. En referencia al
pedido a que realizó el accionante a la ABT, el Tribunal constató que existe una
evidente dilación en la respuesta, en el entendido que la institución (ABT) no
emitió una respuesta en un tiempo razonable. Por tanto, el Tribunal concedió la
tutela solamente en relación del derecho a la petición.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a la petición – solicitud de información al Instituto Nacional
de Reforma Agraria
En la Sentencia 1675/2013 de 4 de octubre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por
el Presidente de una comunidad indígena contra la representante Distrital
Departamental del Instituto Nacional de Reforma Agraria. El accionante
manifestó que realizó una solicitud de información al Instituto Nacional de
Reforma Agraria (INRA), motivo por el cual, de manera frecuente acudía
al INRA a objeto de obtener una respuesta; sin embargo, los funcionarios le
respondían que debía regresar al día siguiente, razón por la cual retornaba cada
día produciéndose una dilación en el trámite, habiendo regresado a la institución
por más de ocho veces siendo objeto de burlas y malos tratos discriminatorios
de parte de los funcionarios por su condición de indígena; asimismo, los
funcionarios no consideraron que el accionante no tenía domicilio en la ciudad
y que realizó innumerables esfuerzos para llegar a ese lugar y que ya no tenía
recursos económicos para su permanencia, por lo expuesto consideraba que se
vulneró su derecho a la petición.
El Tribunal consideró que toda persona puede dirigirse, individual o
colectivamente ante las autoridades o funcionarios públicos, en consecuencia
el ejercicio del derecho a la petición supone que una vez planteada la misma, la
persona adquiere el derecho de obtener una respuesta en un tiempo oportuno, lo
que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Consecuentemente,
el Tribunal analizó los elementos de la acción y estableció que no es suficiente
que se dé cualquier tipo de respuesta, pues el servidor público ante quien se
acude debe dar una solución efectiva y pronta. Por tanto, el Tribunal tuteló el
derecho a la petición. Con relación a la denuncia de los malos tratos recibido por
el accionante, se determinó que dichos actos, ingresan al ámbito del racismo y
discriminación y deben merecer la correspondiente investigación a través de las
instancias correspondientes.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derechos políticos
En la Sentencia 0902/2013-L de 19 de agosto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentada por un
particular contra Asambleístas Departamentales y Concejales de su Municipio.
El accionante señaló que fue elegido Alcalde por su Municipio; no obstante, fue
obligado a renunciar a dicho cargo, en la Asamblea General llevada a cabo el 17
de septiembre de 2011, a convocatoria efectuada por los ahora demandados, entre
quienes están autoridades que incitaron a los comunarios de los ayllus asistentes
a pedir su renuncia, debido a que firmó un “Acta de Entendimiento” con otros
Gobiernos Municipales, en el que se comprometían a vivir pacíficamente en
la región, llegando ser a agredidos física y verbalmente tanto el accionante, su
familia y sus allegados, incluso denunció que se le impidió el ingreso a la casa
comunal.
El Tribunal señaló que las renuncias de las autoridades municipales deben ser
libres y voluntarias sin que existan presiones, condición que conforme a la
“Resolución” de la Asamblea efectuada no se cumplió, ya que de la lectura de
la misma se evidenció, que existió presión y amenazas por parte de los ayllus y
los comunarios, que pidieron su renuncia e que incluso amenazaron con tomar
medidas de hecho, dando lugar a que dicha renuncia no sea válida al estar viciada
de nulidad, por ser un acto ajeno a la voluntad del accionante.
Por tanto, el Tribunal Constitucional Plurinacional concedió la tutela en
consideración que al interrumpir las funciones que ejercitaba el accionante
como alcalde municipal y como servidor público electo, se afectó el normal
desarrollo de su derecho a ejercer la función pública el cual se encuentra ligado
a los derechos a la ciudadanía y al trabajo.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho de las comunidades indígenas al ejercicio de su propio sistema
político
En la Sentencia 2114/2013 de 21 de noviembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo, interpuesta por un ex presidente
del Concejo Municipal en contra de Concejales del Gobierno Autónomo
Municipal Indígena. El demandante manifestaba que fue elegido como concejal
de un municipio indígena originario campesino y que ejerció sus funciones sólo
hasta la mitad de su gestión debido a que fue obligado por los comunarios a
renunciar a su cargo, alegando que existía un acuerdo preelectoral en el cual
el demandante se comprometió a renunciar a su cargo a la mitad de su gestión
para que su suplente pueda ejercer el cargo, motivo por lo cual el demandante
consideraba que se le vulneró su derecho al trabajo, al ejercicio de la función
pública y el derecho a no hacer lo que la Constitución y las leyes no manden.
El Tribunal consideró que el demandante fue elegido en base a los usos y
costumbres de una comunidad indígena originaria campesina, existiendo un
compromiso firmado con los miembros de la comunidad, siendo un acto que
está dentro de la democracia comunitaria, por lo que no era evidente que hubiera
existido actos de violencia y que existía un acuerdo previo; por tanto, los actos
denunciados estaban dentro del marco de las normas propias de la comunidad
siendo que el derecho de las comunidades indígena originario campesinas
referidas al ejercicio de sus sistemas políticos de acuerdo a su cosmovisión está
debidamente reconocida. En base a lo mencionado el Tribunal denegó la tutela
solicitada.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a participar en la formación y ejercicio del poder político elección de asambleístas de la circunscripción especial indígena originaria
campesina
En la Sentencia 1349/2012 de 19 de septiembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentado por
dos asambleístas representantes de un pueblo indígena contra los representantes
de la Asamblea Legislativa. Los demandantes consideraban que les habían
vulnerado sus derechos, por cuanto han sido reconocidos por el Tribunal Supremo
Electoral como asambleístas electos, en representación de la circunscripción
especial indígena originaria campesina, pero la Asamblea Legislativa rechazó
sus solicitudes de juramento y habilitación para ejercer el cargo para el que
fueron electos.
El Tribunal consideró que, el Tribunal Supremo Electoral es el máximo nivel
del Órgano Electoral, siendo sus decisiones de cumplimiento obligatorio
por todo órgano, dicha institución aprobó la elección de los representantes
indígenas. Se demostró que los demandantes solicitaron reiteradamente a la
Asamblea Legislativa su juramento y habilitación, no respondiendo sus pedidos.
Estos derechos requieren de una protección inmediata, pues de manera ilegal
y pretendiendo desconocer decisiones de la máxima instancia del Órgano
Electoral, asumidas en el marco de sus competencias, se impide a los ahora
accionantes ejercer sus funciones como asambleístas. Por esto, el Tribunal tuteló
los derechos a la petición y de participar libremente en la formación, ejercicio y
control del poder político.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a participar en la formación y ejercicio del poder político registro de personalidad jurídica de una comunidad indígena originario
campesina
En la Sentencia 0828/2012 de 20 de agosto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentada por
un representante de una Comunidad indígena originario campesina contra
miembros del Concejo Municipal y el Secretario General del Sindicato
Agrario. El demandante relató que el Concejo Municipal emitió una Ordenanza
Municipal, mediante el cual resolvió autorizar el registro de personalidad
jurídica del Sindicato Agrario de la Comunidad, manifestando haber cumplido
con los requisitos exigidos por ley para acceder a esa autorización, acto
administrativo que posibilitó la extensión de personalidad jurídica por parte de
la Gobernación, no obstante, en forma posterior el Concejo Municipal emitió
una nueva Ordenanza Municipal, mediante el cual abrogaba la primera, por un
supuesto incumplimiento de compromisos entre el accionante y los demandados,
actuaciones que el accionante considera lesivos a los derechos de su Comunidad.
El Tribunal consideró que la Ordenanza Municipal que autoriza el registro de
personalidad jurídica adquiere la calidad de definitivo, consecuentemente, no
puede ser cuestionada ni anulada, sólo en los casos de nulidad expresamente
establecidos por las normas y únicamente por medio de los recursos previstos por
ley, y en su oportunidad. El argumento de incumplimiento de un compromiso, no
tiene relevancia jurídica. Por esto, el Tribunal tuteló el principio a la seguridad
jurídica y el derecho a la organización política de los ciudadanos, ordenando la
nulidad de la Ordenanza Municipal, que abrogaba la Ordenanza que autorizaba
el registro de personalidad jurídica de la Comunidad.
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Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN POPULAR
Derecho al hábitat y a una vivienda adecuada
En la Sentencia 0572/2014 de 10 de marzo, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción Popular interpuesta por el presidente de
la Central Indígena de Pueblos Originarios de la Amazonía de Pando en
representación de una comunidad indígena. Los habitantes de una comunidad
que se auto identifican como descendientes originarios de la Amazonía de
Pando indicaron que se encontraban asentados en tierras fiscales y no tituladas,
cumpliendo la función económica y social y que se dedicaban a la recolección
de la castaña. Sin embargo, intempestivamente, fueron amenazados y
amedrentados con armas de fuego siendo sus casas quemadas por un particular,
quien afirmaba tener derecho propietario sobre 4.000 hectáreas donde se situaba
esta comunidad.
El Tribunal Constitucional Plurinacional tuteló el objeto de la petición y explicó
que, desde una interpretación efectuada de los antecedentes, se evidenció que
se ha lesionado el derecho al hábitat y al domicilio de esta comunidad indígena;
el derecho al hábitat comprende su territorio y el uso y aprovechamiento de los
recursos naturales, que representan la base esencial de su existencia. Al privar a
la comunidad del medio para mantener a sus familias, se ha vulnerado derechos
conexos como la dignidad y el derecho a existir libremente. Finalmente, el
Tribunal dispuso que el particular demandado no realice ni ejerza ningún acto
que implique violencia física y psicológica, contra la comunidad indígena,
además del pago de daños y perjuicios.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a la vivienda y los servicios de agua y electricidad *
En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta
por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y
miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus
derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el
robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que
fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes;
sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía,
pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de
las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de
su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual
las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto
del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera
edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus
derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de
Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público,
iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal
situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que
habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las
autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual,
los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto
resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de
la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia
de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero
cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones
comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron
al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos
amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos
si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de
Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de
toda la familia de los accionantes.
El Tribunal consideró que la vivienda se constituye en un derecho humano
fundamental, que obliga a terceros, incluyendo a las autoridades demandadas,
a respetarla, por lo que no se pueden comprender los motivos por el cual
los demandados procedieron a demoler la vivienda de los accionantes.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
El cumplimiento de las obligaciones sociales de la comunidad deben ser
cumplidas por sus miembros; pero, deberán ser impuestas en forma adecuada,
observando la proporcionalidad, la igualdad, la equidad que se exige cuando
se tiene que considerar las condiciones de cada miembro de la comunidad;
asimismo, el Tribunal determinó que no se puede compensar los adeudos por
concepto de obligaciones sociales con los terrenos de los accionantes, debido
a que la Constitución Política garantiza los derechos legalmente adquiridos
por propietarios particulares cuyos predios se encuentren ubicados al interior
de territorios indígena originario campesinos. Por tanto, el Tribunal tuteló los
derechos vulnerados.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a la inviolabilidad del domicilio *
En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta
por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y
miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus
derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el
robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que
fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes;
sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía,
pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de
las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de
su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual
las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto
del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera
edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus
derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de
Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público,
iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal
situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que
habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las
autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual,
los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto
resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de
la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia
de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero
cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones
comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron
al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos
amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos
si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de
Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de
toda la familia de los accionantes.
El Tribunal consideró que la Constitución Política del Estado prevé que toda
persona tiene derecho a la inviolabilidad de su domicilio y se entiende como
domicilio a “todo lugar de habitación, sitio de trabajo o espacio cerrado en el
cual no hay libre acceso para el público”, este entendimiento, es aplicable a
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
la jurisdicción indígena originaria campesina, que está obligada a respetar la
inviolabilidad del domicilio; en el caso analizado, nadie podía ingresar a la casa
de los accionantes sin la autorización de sus moradores. Por tanto el Tribunal
tuteló el derecho a la inviolabilidad del domicilio.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN POPULAR
El derecho a ser protegidos y respetados en sus formas de vida individual
y colectiva
En la Sentencia 0014/2013-L de 20 de febrero, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción Popular interpuesta por la autoridad de una
organización de pueblos indígenas en contra de autoridades de instituciones
públicas de la región (Directores Departamentales del Instituto Nacional de
Reforma Agraria (INRA), Fiscalización y Control Social, Bosques y Tierra,
Gobernador Departamental, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal).
Dos pueblos indígenas se encuentran asentados en sus propios territorios; una
de las comunidades es un pueblo no contactado y la otra comunidad está en
situación de extinción. En el lugar existían tres empresas que estaban dedicadas
a la explotación de madera y sus actividades fueron autorizadas por la autoridad
competente. Los dos pueblos indígenas ya mencionados consideraban que las
actividades de explotación de madera afectaban su forma de vida. Con base a
este antecedente, dichos pueblos solicitaron ante las autoridades del Instituto
Nacional de Reforma Agraria, dispusieran la declaratoria de “reserva de sus
territorios indígenas.” Dicha petición fue rechazada por el Instituto Nacional de
Reforma Agraria con el argumento de que en la región ya concluyó el proceso
de saneamiento de tierras. Asimismo, las empresas madereras de la región
solicitaron que se proceda a desalojar del lugar de la explotación de madera a
todos los miembros de los pueblos indígenas ahora accionantes.
El Tribunal constató que los dos pueblos indígenas afectados con la explotación
de madera, poseen un origen que se remonta a tiempos ancestrales y que
se caracterizan por ser pueblos nómadas no contactados, en situación de
extinción encontrándose comprendidos dentro de los grupos vulnerables.
Por las características de estos pueblos indígenas, no fueron considerados en
el proceso de saneamiento agrario respectivo. El Tribunal concedió la tutela
a los pueblos accionantes argumentando que se vulneraron sus derechos a ser
protegidos y respetados en su forma de vida individual y colectiva, además se
dispuso, dejar sin efecto la resolución administrativa de desalojo expedido por
la ABT y también se ordenó la paralización de trabajos en la zona hasta que se
restablezcan los derechos vulnerados.
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Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a la identidad cultural y territorialidad
En la Sentencia 0487/2014 de 25 de febrero, el Tribunal Constitucional
Plurinacional recondujo y resolvió una Acción de Amparo Constitucional
presentado por autoridades indígena originario campesinas contra magistrados
y ex magistrados del Tribunal Agroambiental. Las autoridades indígenas
manifestaron que una persona particular interpuso una demanda ante el Tribunal
Agroambiental, solicitando que se anule un proceso de saneamiento de tierras; los
representantes indígenas aportaron pruebas en dicha demandada; no obstante, las
autoridades agroambientales dieron la razón a la persona particular disponiendo
la nulidad del proceso y ordenando que se realice un nuevo saneamiento de
tierras tomando en cuenta el nuevo radio urbano de la ciudad. La autoridades
indígenas manifestaron que si se tomaba en cuenta el nuevo radio urbano de la
ciudad, en la práctica se dividiría el territorio de su comunidad, motivo por el
cual, se consideraba que la resolución del Tribunal Agroambiental no estaba
fundamentada ya que no consideraron las pruebas aportadas, y que a su vez, se
estaba vulnerando su derecho a existir como comunidad campesina en su propio
territorio.
El Tribunal consideró que los derechos vulnerados de la comunidad son derechos
colectivos; y en consecuencia, debían ser protegidos mediante una acción
popular y no por medio de una acción de amparo, por tal motivo, en resguardo
de los derechos de la comunidad indígena originaria campesina, el Tribunal
recondujo la acción de amparo a una acción popular y posteriormente procedió
a analizar los hechos denunciados. El Tribunal razonó en el entendido que en
determinadas situaciones al evidenciarse que ha existido una mala valoración
de la prueba es posible que se pueda realizar una nueva revisión; en el presente
caso, se constató que el Tribunal Agroambiental efectivamente realizó una mala
valoración de las pruebas aportadas y se evidenció que no se había acreditado
que las tierras de la comunidad estaban comprendidas dentro del nuevo radio
urbano de la ciudad, asimismo, se comprobó que el Tribunal Agroambiental no
efectuó una adecuada fundamentación de su resolución llegando a vulnerar los
derechos de la comunidad indígena originaria campesina. Por tanto, el Tribunal
tuteló los derechos de la comunidad, ordenando que el Tribunal Agroambiental
emita una nueva resolución en base a los parámetros establecidos.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO - RECONDUCCIÓN A UNA ACCIÓN
POPULAR
Derecho a la identidad cultural y derecho a la defensa
En la Sentencia 0645/2012 de 23 de julio, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Cumplimiento interpuesta por un indígena
en representación de la “Central Indígena de Pueblos Originarios”, como ente
representativo de una comunidad indígena contra instituciones públicas. El
demandante manifestó que en enero del año 2010, la Autoridad de Bosques y
Tierras (ABT), el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y la Unidad
Operativa de Bosques y Tierra (UOBT) siguieron procesos administrativos contra
personas desconocidas que ocupaban terrenos ubicados en el departamento,
siendo terrenos de propiedad de una comunidad indígena que forma parte de
la “Central Indígena de Pueblos Originarios”. En los procesos mencionados se
determinó que todas las personas que se encontraban en dicho terreno debían
desalojar los predios, en tal sentido, se procedió al desalojo de la comunidad
indígena de su territorio, motivo por el cual miembros de la comunidad
interpusieron una Acción de Amparo Constitucional, la misma que fue declarada
improcedente ordenando que previamente se agoten las vías correspondientes.
En base al antecedente mencionado, la Central Indígena de Pueblos Originarios
formuló una impugnación ante las instancias administrativas respectivas, las
que no dieron respuesta a sus solicitudes, tampoco se consideró que nunca se
notificó a la Central Indígena de Pueblos Originarios, como ente representativo
de la comunidad indígena que fue desalojada, por lo que, no pudieron asumir su
defensa dentro de los procesos administrativos y tampoco fueron considerados
como parte de los procesos, con el argumento que no tenían personalidad
jurídica, ni poder de representación, vulnerando los derechos al debido proceso
y a la defensa.
El Tribunal consideró que las comunidades indígenas ostentan el derecho a ser
reconocidas por el Estado y la sociedad, se indicó que la facultad de representación
de las naciones y pueblos indígenas se rige por normas y procedimientos
propios y la acreditación de la personalidad jurídica no constituye un requisito
habilitante para el ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas originarios
campesinos, ya que sus facultades organizativas se ejercen y se han ejercido
independientemente del reconocimiento que haga el Estado en su condición de
sujeto de derecho. En base a lo expuesto, el Tribunal tuteló los derechos a la
defensa y al debido proceso en relación a derechos colectivos de una colectividad
identificada como indígena, reconduciendo la “Acción de Cumplimiento” a
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
una “Acción Popular”. También se dispuso que se anulen las resoluciones de
los procesos administrativos, debiendo aceptarse el apersonamiento realizado
por la CIRABO como ente orgánico de la CIPOAP, debiendo notificarse a
dicha institución, a efectos de que pueda asesorar y coadyuvar a la comunidad
indígena desalojada.
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Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
CONSULTA
Derecho a la libre autodeterminación
En la Sentencia 0030/2014 de 28 de mayo, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una consulta de autoridades indígena originaria
campesinas sobre la aplicación de sus normas jurídicas a un caso concreto. Desde
hace varios años, una Nación Indígena conforme a sus normas y procedimientos,
elige a sus autoridades y representantes aplicando procedimientos propios. En la
gestión 2010, aplicando los referidos procedimientos, se eligió un representante
de la referida Nación como alcalde de uno de los municipios, quien una vez
posesionado como autoridad, empezó a incumplir las recomendaciones,
sugerencias y resoluciones de las autoridades originarias ocasionando
enfrentamientos entre comunarios. Con estos antecedentes, en el marco de sus
normas y procedimientos propios, la Asamblea General de la Nación Indígena,
resolvió la destitución del Alcalde, sin que, ello signifique intromisión en la
jurisdicción ordinaria o normas electorales, ya que según refieren las autoridades,
por “usos y costumbres” se decidió quien debía ser autoridad el mismo que
ahora debía volver a la bases, siendo reemplazado por un alcalde interino que
también debe ser miembro de esa nación. En ese entendido las autoridades de
la Nación Indígena Originaria Campesina consultan al Tribunal si la aplicación
de sus procedimientos y normas propias referidas al cambio y destitución de
las autoridades municipales, son compatibles con la Constitución Política del
Estado.
El Tribunal consideró que la elección del alcalde fue realizada bajo las formas
comunales de la Nación, en consecuencia, es lógico que la sustitución, cambio
y destitución de dicha autoridad se efectué por decisión comunal. Por lo que,
los acuerdos y consensos alcanzados deben ser respetados por sus miembros al
interior de las comunidades, así como de las instancias externas a las mismas,
atendiendo siempre a una aplicación preferente de las normas comunales que
hace a la realidad plural y concreta de ese municipio. En este orden, el Tribunal
Constitucional Plurinacional declaró la aplicabilidad de la norma consultada.
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ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO
Derecho a la libre autodeterminación y a la petición
En la Sentencia 0957/2013 de 27 de junio, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Cumplimiento presentada por una autoridad
de una organización indígena en contra del Defensor del Pueblo de la región
amazónica. El 19 de enero de 2013, los pueblos indígenas de la región amazónica
sufrieron atropellos en forma violenta por un grupo de personas particulares, no
se respetó ni a niños ni a mujeres, los golpearon, quemaron sus pertenencias y
les quitaron las almendras que habían recolectado. La comunidad denunció que
sufre este tipo de hechos desde hace muchos años atrás. Agresiones que fueron
manifestadas ante instituciones públicas de la región, por parte de los afectados,
entre ellas al Comando Departamental de la Policía, al Comando Conjunto del
Ejército, al Fiscal Departamental y ante la Defensoría del Pueblo de la región;
no obstante, estas autoridades no atendieron la petición de los indígenas. El 7
de febrero de 2013, la autoridad indígena, ahora, accionante, reclamó mediante
escrito, sobre la respuesta a las diferentes cartas o notas que enviaron al
Defensor del Pueblo, en las que pidieron interponer acciones en defensa de las
mujeres, niños y hombres indígenas que sufrieron agresiones. En dicho reclamo,
además, se le recordó que no recibieron ninguna protección a sus derechos. El 5
de marzo de 2013 en la audiencia de Acción de Cumplimiento, el Defensor del
Pueblo del Estado Plurinacional del Bolivia, en su informe manifestó que no se
cumplió con la legitimación activa porque en el memorial de la acción referida
se presentaron fotocopias simples de personalidad de credencial de la autoridad
accionante; y que por tanto la documentación no estaba legalizada.
El Tribunal consideró que el art. 222 de la Constitución Política del Estado y
el art. 11 de la Ley de Defensor del Pueblo establecen atribuciones específicas
del Defensor del Pueblo. La norma constitucional no puede omitirse y tiene
que ser cumplida. Respecto de los pueblos indígenas, no corresponde exigirle
personalidad jurídica, mucho menos pedirles la presentación de dicho documento
en fotocopia legalizada. En concreto, no es coherente exigir formalidades
o ritualismos a las comunidades indígenas afectadas en el ejercicio de sus
derechos para la activación de las acciones de defensa en general y de la acción
de cumplimiento en particular. Consecuentemente, el Tribunal Constitucional
Plurinacional tuteló los derechos vulnerados en favor de la comunidad indígena,
al haberse omitido las obligaciones referidas y se dispuso que se otorgué la
información requerida interponiendo acciones en favor de la comunidad.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho de las mujeres en la repartición de tierras - violación al debido
proceso intercultural en la justicia indígena originaria campesina.
En la Sentencia 0323/2014 de 19 de febrero, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo presentada por una comunaria
indígena en contra de una autoridad indígena de su comunidad. La comunaria
manifestó que a la muerte de su esposo mediante un testamente abierto le heredó
tierras para sí y para sus hijos y que su cuñado poseía tierras en la comunidad
pero que las había perdido debido a que no las trabajaba. Luego de un tiempo,
su cuñado regresó a la comunidad exigiéndole que le cediera parte de sus tierras;
y que el cacique de la comunidad amenazó a la comunaria para que cediera la
mitad de sus tierras a su cuñado, obligándole a firmar actas, sufriendo varias
restricciones y presiones de parte de la autoridad indígena, inclusive ya no
se le permitía participar de las reuniones del pueblo, por tales circunstancias
la comunaria consideraba que se le había vulnerado sus derechos al debido
proceso, a la vida, al trabajo y a la petición.
El Tribunal con apoyo de su jurisprudencia consideró que se reconoce que los
pueblos indígena originario campesinos tienen derecho a practicar su propia
administración de justicia, debiendo ser respetadas sus determinaciones; sin
embargo, la jurisdicción indígena al igual que toda jurisdicción está sometida
al sistema de control de constitucionalidad, debiendo respetarse los derechos
y garantías consagradas en la Constitución. De igual manera, se reconoce la
participación de las mujeres en la distribución de tierras de las comunidades,
además que las mujeres están inmersas dentro de los grupos vulnerables que
necesitan de una mayor protección. Evidenciándose que la autoridad indígena
demandada actuó de manera desproporcionada y sin justificativo en contra de la
demandante. Por tanto, el Tribunal concedió y tuteló los derechos invocados en
favor de la comunaria.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a la gestión territorial
En la Sentencia 0174/2014 de 29 de enero, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional formulada por una
comunidad indígena originaria campesina en contra de dos de sus comunarios.
Los demandantes afirmaron que su comunidad fue beneficiada con un proyecto
productivo de cría de ganado bovino financiado por una entidad gubernamental,
dicho proyecto era en beneficio de la comunidad; no obstante, los dos
comunarios denunciados se oponían a la ejecución del proyecto ocasionando
varios actos violentos que impedían la ejecución de la primera fase del proyecto.
Las autoridades originarias de la comunidad intentaron llegar a una acuerdo de
conciliación con los comunarios denunciados pero debido a la prepotencia y
amenazas de parte de los demandados no fue posible llegar a una solución, por
tal motivo, ante el riesgo de perder el financiamiento del proyecto, la comunidad
decidió recurrir a la justicia constitucional pidiendo la tutela de sus derechos a la
propiedad, al trabajo y al acceso de justicia.
El Tribunal consideró que las naciones y pueblos indígena originario campesinos
tienen derecho de administrar justicia en base a sus normas propias; empero,
no es una obligación ejercer su propia administración de justicia, ya que
el derecho a la autodeterminación abarca también el derecho de acudir ante
las autoridades jurisdiccionales, cuando la gravedad del caso así lo amerite
o cuando las autoridades indígenas originarias campesinas se encuentren
rebasadas o sobrepasadas en su autoridad, igualmente se reconoció el derecho
de gestión territorial que poseen los pueblos indígena originario campesinos.
Por lo mencionado, el Tribunal tuteló los derechos solicitados a favor de la
comunidad indígena.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a la titulación colectiva de tierras y territorios
La Sentencia 0927/2013 de 20 de junio, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por el
representante de un sindicato campesino y por autoridades de una comunidad
indígena en contra de representantes del Instituto Nacional de Reforma Agraria
(INRA). El representante de la comunidad campesina denunció que en agosto
del 2009, la Dirección Departamental del INRA de Beni, inició el proceso de
saneamiento del polígono 152, correspondiente a las “Tierras Fiscales Cercado”
y la comunidad fue notificada en calidad de colindante. Señala que desde el
inicio del procedimiento de identificación de tierras fiscales, el Sindicato
Agrario Campesino a la que pertenece “Villa Nazareth” hizo saber al INRA
de Beni, que las tierras que se presumían como fiscales eran tierras que les
pertenecían, por tanto tenían un interés legítimo en ellas por lo que se le debió
notificar personalmente con el resultado del proceso; sin embargo, nunca
les fueron notificadas con las Resoluciones Finales de Saneamiento RRAA
1076/2009, 1077/2009 y 1078/2009; en ese sentido, no se conoció la existencia
de las referidas Resoluciones y tampoco tuvieron la oportunidad de comprobar
la existencia de los expedientes que se formaron con las actuaciones del proceso
que originaron las referidas Resoluciones Administrativas, que habrían sido
notificadas a los interesados, entre ellos la comunidad a la que representa.
El Tribunal evidenció que el Director Nacional del INRA presentó un memorial
por el cual señalaba que las superficies que fueron declaradas “tierras fiscales”
por las Resoluciones Administrativas RRAA 1076/2009, 1077/2009 y
1078/2009, ya fueron objeto de distribución y que a la fecha ya se encontraban
con autorización de asentamiento varias comunidades campesinas; asimismo,
adjuntó las Resoluciones Administrativas de Autorización de Asentamiento
RES-DTF 017/2010 de 24 de abril; RES-DTF 041/2010 de 4 de octubre; RESDTF 046/2010 de 29 de octubre; y, RES-DTF 047/2010 de 29 de octubre, a
favor de las comunidades campesinas referidas. De lo expuesto, el Tribunal
Constitucional Plurinacional identificó nuevas comunidades campesinas como
nuevos terceros interesados que no fueron citados legalmente en su momento
a comparecer y participar en la audiencia de amparo constitucional. Por tanto
el Tribunal Constitucional Plurinacional anuló todas las actuaciones realizadas,
disponiendo la citación legal de las comunidades campesinas que fueron
identificadas como nuevos terceros interesados.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a la propiedad de tierras
En la Sentencia 0734/2012 de 13 de agosto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentada por
una familia indígena contra autoridades de su comunidad por avasallamiento
de tierras. Los miembros de la familia consideraban que fueron afectados en
su derecho a la propiedad privada debido a que a pesar de contar con títulos
de propiedad, una autoridad indígena les conminó a que abandonen sus tierras,
petición que se negaron a cumplir motivo por el cual fueron objeto de agresiones
físicas por parte de la autoridad indígena y de comunarios, obligándoles a
abandonar sus tierras por la fuerza.
El Tribunal consideró que se reconoce las normas propias de las comunidades
indígenas originarias campesinas, siempre que las mismas no sean contrarias con
el sistema jurídico nacional, además la protección constitucional se activa ante
cualquier agresión en favor de la protección de derechos. En el caso analizado,
el Tribunal determinó que hubo un exceso de parte de la autoridad indígena en
consideración que la familia desalojada contaba con títulos de propiedad de los
terrenos, siendo tierras de cultivo dados en concesión por el Estado boliviano.
De igual manera, se estableció que el Estado boliviano reconoce la vigencia
y protección del solar campesino, la pequeña propiedad, las propiedades
comunarias, cooperativas y otras formas de propiedad privada y que sólo los
juzgados agrarios poseen competencia para resolver algún tipo de controversia
que se genere sobre dichas clases de propiedad. El Tribunal tuteló el derecho a
la propiedad, disponiendo que la autoridad indígena no tenía competencia para
realizar actos contra el derecho propietario de la familia desalojada.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho de propiedad *
En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta
por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y
miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus
derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el
robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que
fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes;
sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía,
pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de
las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de
su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual
las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto
del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera
edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus
derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de
Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público,
iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal
situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que
habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las
autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual,
los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto
resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de
la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia
de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero
cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones
comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron
al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos
amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos
si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de
Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de
toda la familia de los accionantes.
El Tribunal consideró que la Constitución Política del Estado reconoce, protege y
garantiza la propiedad individual y comunitaria de la tierra, en tanto cumpla una
función social o una función económica social; en el presente caso, se constató
que fueron las autoridades demandadas que determinaron que los accionantes
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
habían dejado de trabajar sus tierras y que ya no criaban sus animales; sin
embargo, lo correcto era que las autoridades demandadas realicen las denuncia
de dicho hecho ante el Instituto de Reforma Agraria (INRA), la misma que
previa verificación del incumplimiento de la función económica social hubiera
procedido a la reversión de las tierras pertenecientes a los accionantes. Sin
embargo, las autoridades de la comunidad se limitaron a determinar que los
accionantes habían incumplido los deberes para con la comunidad y se los
sanciona con una multa de Bs.- 70.000.
El Tribunal Constitucional Plurinacional recordó que es con el propio trabajo
con el que se cumple las obligaciones sociales para con la comunidad, por lo
que al privar a los accionantes del uso, goce y disfrute de sus tierras, se les
negó la posibilidad de subsistir y de pagar la deuda que pudiera determinar a la
comunidad. Por tanto, el Tribunal tuteló el derecho de propiedad a favor de los
accionantes.
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ACCIÓN POPULAR
Derecho a la titulación colectiva de tierras y territorios
En la Sentencia 0276/2012 de 4 de junio, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción Popular, presentada por varios comunarios
en representación de su comunidad contra varias personas. Los demandantes
consideraron que se vulneró sus derechos porque los demandados realizaron
fraccionamientos y loteamientos arbitrarios de tierras que correspondían al
dominio colectivo de la comunidad y que también suscribieron documentos
de transferencia de dichos terrenos a personas ajenas del lugar, actuaciones
que habían originado una marginación de los descendientes de los lugareños
desconociendo los derechos de la comunidad.
El Tribunal consideró que a través de la acción popular, se protege la propiedad
comunitaria o colectiva de las comunidades indígena originario campesinas, en
consecuencia la propiedad comunitaria al ser de carácter comunitario no podía
haberse fraccionado y transferido, como lo hicieron los ex dirigentes, por lo que
se determinó que la propiedad colectiva es inalienable e indivisible. Por tanto,
el Tribunal tuteló el derecho a la propiedad colectiva, ordenando se paralice
cualquier fraccionamiento o loteamiento que se esté produciendo, así como la
transferencia de los predios de la comunidad, hasta que por la vía correspondiente
se dilucide el caso.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a la propiedad comunitaria
La Sentencia 2172/2012 de 8 de noviembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por un
particular en contra de un representante de un Sindicato Agrario Campesino.
La accionante manifestó que compró una parcela de terreno ubicada en una
comunidad campesina, la misma que se efectuó de un comunario quien le hizo
conocer que no tenía perfeccionado su derecho propietario; sin embargo, a pesar
de dicha advertencia, la accionante compró la parcela. Poco tiempo después, los
miembros de la referida comunidad campesina, representados por el presidente
del Sindicato Agrario, manifestaron que la compradora ahora accionante, no
era miembro de la comunidad y que la parcela que adquirió no podía ser objeto
de compra por tratarse de propiedad comunitaria en proceso de saneamiento
y además que el terreno pertenecía a los miembros de la comunidad que está
constituida por 21 familias; y ante esta situación la comunidad dispuso que
debía ser desalojada y que las mejoras en la parcela como el alambrado y los
desmontes eran ilegales.
El Tribunal concluyó que la compradora fue desconocida como miembro de la
comunidad campesina, por no haber cumplido con lo estipulado en el Estatuto
Orgánico del Sindicato de la comunidad, debido a que al concluirse el proceso
de saneamiento de tierras la compradora no cuenta con derecho propietario
sobre la parcela de terreno que ocupa y que adquirió de otro comunario.
Consiguientemente, se devela que el derecho de propiedad que invoca la
accionante se encuentra controvertido, por no encontrarse consolidado en
su persona el derecho de propiedad. Por lo tanto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional, denegó la tutela solicitada respecto del derecho de propiedad.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derechos a la propiedad agraria, al trabajo, a la vida, salud, al medio
ambiente, al debido proceso intercultural, a la seguridad jurídica y a la
defensa.
En la Sentencia 1114/2012 de 6 de septiembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentado por un
obispo contra el presidente y miembros del Comité Impulsor de Saneamiento de
Tierras y el Mallku Originario de la comunidad. El accionante consideraba que
se le habían vulnerado derechos a través de medidas de hecho, debido a que las
autoridades denunciadas ordenaron el desalojo de los ambientes donde funciona
la granja de la Iglesia, negaron la participación del INRA para que proceda al
saneamiento de tierras, ingresaron a los terrenos, la araron y cercaron la granja,
con el argumento de que no cumplía una función social de acuerdo a los usos y
costumbres de la comunidad.
El Tribunal consideró que la Iglesia tiene el registro propietario sobre la referida
granja desde 1962, asimismo se determinó que no es legal que se invoque un
supuesto ejercicio legítimo de los derechos subjetivos de la comunidad, para
adoptar medidas de hecho como un mecanismo para solucionar los conflictos
que pudiesen tener con la Iglesia. Estos derechos vulnerados requieren una
solución de manera directa e inmediata, por cuanto los actos ejercidos por los
demandados, resultan ilegales al no tener respaldo alguno. Por tanto, el Tribunal
tuteló los derechos a la propiedad agraria, al trabajo, a la vida, salud, al medio
ambiente, al debido proceso intercultural, a la seguridad jurídica y a la defensa.
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ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
La Jurisdicción Indígena Originaria Campesina está limitada por la
Constitución Política del Estado
En la Sentencia 0041/2014 de 03 de enero, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional formulada por
una familia indígena originario campesina en contra de las autoridades de su
comunidad. Los demandantes consideraban que las autoridades indígenas de
su comunidad vulneraron sus derechos a la libertad de residencia, al trabajo, a
la vida, al agua, al vivir bien y a la salud, debido a que aprobaron y ordenaron
la reversión de sus tierras, procediendo de modo violento a tomar posesión de
sus tierras; de igual manera, se procedió a desafiliar de la comunidad a todos los
miembros de la familia demandante y se les impidió el uso y consumo de agua.
El Tribunal consideró que el reconocimiento de igualdad jerárquica de los
sistemas jurídicos y jurisdiccionales no implica que la jurisdicción indígena
originaria campesina desconozca o violente los derechos fundamentales como
la propiedad privada, el debido proceso intercultural, el acceso al agua y otros.
En el caso concreto se evidenció que la familia demandante poseía títulos de
propiedad y estaba en posesión de sus tierras, siendo expulsados con violencia
y sin que exista justificativo, siendo acciones que no pueden ser toleradas.
La jurisdicción indígena originaria campesina es reconocida, pudiendo las
comunidades indígenas aplicar sus propias normas, sin embargo, se debe
respetar los derechos fundamentales de las personas. El Tribunal concedió la
tutela solicitada con referencia a los derechos reclamados como vulnerados,
disponiendo que la justicia indígena originaria campesina pueda administrar
justicia en base a sus normas, pero sin desconocer los derechos y garantías
establecidos en la Constitución Política del Estado.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - coexistencia de sindicato
agrario y representación originaria
En la Sentencia 0388/2014 de 25 de febrero, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió un conflicto de competencias entre la jurisdicción
ordinaria y la jurisdicción Indígena Originario Campesina. La comunidad
consultante manifiesta que en su comunidad existen dos organizaciones
representativas, la primera conformada por un sindicato y la segunda (a la que
pertenecen) conformada por autoridades indígenas. Los accionantes relataron
que representantes del sindicato hicieron una denuncia en su contra por la
supuesta comisión de los delitos de falsedad material y uso de instrumento
falsificado, dicha denuncia fue realizada ante la justicia ordinaria y tiene como
fin desacreditar la representación de las autoridades indígenas. Los accionantes
consideraban que la denuncia interpuesta en su contra, por parte del sindicato
debía ser resuelto ante la justicia indígena originaria campesina debido a que los
denunciantes también son parte de la comunidad.
El Tribunal reflexionó que la comunidad está organizada en dos ámbitos de
representación, en un sindicato agrario y en una representación originaria,
siendo que ambas estructuras coexisten en la comunidad, contando con sus
propias normas y usos para la resolución de conflictos; en consecuencia, se
evidenció que la comunidad posee dos estructuras de organización, aspecto que
no puede ser desconocido por el Tribunal ya que existe el derecho a que las
naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos puedan ejercer sus propios
sistemas jurídicos. Por tanto, el Tribunal determinó que la comunidad tanto en
su organización sindical y en su organización originaria son competentes para
conocer y resolver los conflictos suscitados en la comunidad, instándoles a
realizar un trabajo en conjunto en base a sus normas y procedimientos, en el
marco de respeto mutuo y un diálogo intercultural. Igualmente dispuso que la
justicia ordinaria debiera apartarse del conocimiento de la denuncia.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos – estructura de
administración de justicia de Naciones y Pueblos Indígena Originario
Campesinos
En la Sentencia 1203/2014 de 10 de junio, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesto
por un comunario indígena en contra de todas las autoridades originarias de
su comunidad. El comunario manifestaba que en su comunidad posee tierras
agrícolas, y en una oportunidad, dos comunarios realizaron destrozos en sus
cultivos, por tal razón, acudió ante las autoridades indígenas de su comunidad
para realizar la denuncia contra dichos comunarios; sin embargo, éstos le
manifestaron que no podían atender la denuncia y que debía acudir a la justicia
ordinaria. En ese entendido, el comunario realizó la denuncia ante el Ministerio
Público, pero su denuncia no prosperó, no pudiendo sancionar a los dos
comunarios denunciados. Pasado un tiempo, el comunario relató que recibió
una citación de parte de las autoridades indígenas para que acuda a una reunión.
Reunión a la que asistió y donde fue notificado con una resolución mediante la
cual se le sancionaba a pagar la suma de Bs.-15.360, porque habría perjudicado
el desarrollo de plántulas y había usado tierras ajenas para sembrar, asimismo,
se le informó que las tierras que había sembrado eran de propiedad de los dos
comunarios que en una primera instancia había denunciado ante la Fiscalía. Por
todo lo expuesto, el comunario consideraba que se le vulneró su derecho al
debido proceso intercultural, debido a que no pudo asumir su defensa, asimismo
manifestaba que se le vulneró su derecho a la presunción de inocencia, a un
juicio previo, a la igualdad de partes, al juez natural independiente e imparcial.
El Tribunal indicó que, analizados los antecedentes de la administración de
justicia de la comunidad indígena a la que pertenece el accionante, se constata
que posee una estructura y jerarquías de autoridades indígenas y que se
evidenció que la resolución que imponía la sanción al accionante, sólo estaba
con la firma de la máxima autoridad de la Marka, pero no contaba con las firmas
de otros representantes. Asimismo, de la estructura de justicia de la comunidad,
se comprobó que para la solución de conflictos, se debe acudir a autoridades
de la comunidad, y si en dicha instancia no se logra resolver el conflicto el
caso pasa a conocimiento del Ayllu, posteriormente a la Marka y finalmente al
Suyu. Consecuentemente, se evidenció que la resolución con la que se sancionó
al accionante, fue pronunciada sin cumplir con los usos y costumbres de la
comunidad, ni del Ayllu; emitiéndose una resolución sin la participación de las
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
demás autoridades originarias de la Marka, y que no se dio oportunidad que el
accionante pueda defenderse ante la Justicia Indígena Originaria Campesina.
Por tanto, el Tribunal tuteló los derechos solicitados.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
CONFLICTO DE COMPETENCIAS
Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos – ámbito material, territorial
y personal
En la Sentencia 0026/2013 de 4 de enero, el Tribunal Constitucional
Plurinacional, resolvió un conflicto de competencias jurisdiccionales suscitado
entre el Juez de Partido y de Sentencia en lo Penal de Provincia y el Secretario
General de un Sindicato Agrario. El Juez de Partido y Sentencia relató que
una pareja planteó una denuncia penal contra miembros y dirigentes de una
comunidad por el delito de despojo de sus tierras ubicadas en la comunidad y
que las mismas hubieran sido compradas de sus anteriores propietarios, que eran
ex comunarios. Se denunció que los dirigentes de la comunidad los expulsaron
de sus tierras, por el motivo de no ser de la comunidad, posteriormente, les
cortaron la luz y llenaron con tierra su toma de agua, despojándolos de sus
tierras argumentando que no cumplían una función social y que los anteriores
propietarios habían incumplido con los usos y costumbres abandonando los
terrenos. La autoridades denunciadas rechazaron las denuncias, manifestando
que el sindicato agrario ya había resuelto el caso, determinando que por el
abandono injustificado por tres años consecutivos y sin previa comunicación
a autoridades de la comunidad, las tierras debían pasar a las autoridades y a la
comunidad, por lo que ya existía cosa juzgada; por tales motivos, los denunciados
consideraban que el caso ya había sido juzgado.
El Tribunal consideró que en un conflicto de competencias jurisdiccionales,
no corresponde a la justicia constitucional determinar la existencia de cosa
juzgada, sino a la jurisdicción competente que en su momento determinará
dicha situación. El Tribunal aclaró que la falta de un reconocimiento estatal a
una nación o pueblo indígena, no puede constituirse en un óbice para reconocer
su derecho colectivo. Asimismo, se determinó, que en el caso, se evidenció
la concurrencia de los ámbitos personal, territorial y material, y por tanto, la
conducta denunciada debía ser resuelta por las autoridades del Sindicato Agrario,
que tiene procedimientos y normas específicas para regular la tenencia de la
tierra. El Tribunal resolvió declarar competente a las autoridades originarias
del Sindicato Agrario, y exhortó al Juez de Sentencia resuelva los incidentes
de conflicto de competencias, fundamentado los ámbitos material, territorial y
personal.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
CONFLICTO DE COMPETENCIAS
Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos – controversias entre
miembros de una misma comunidad
En la Sentencia 0037/2013 de 4 de enero, el Tribunal Constitucional Plurinacional
resolvió un conflicto de competencias entre la jurisdicción Indígena Originario
Campesina y la jurisdicción ordinaria. En una reunión de una comunidad, uno
de sus miembros cuestionó e insultó a una autoridad indígena, denunciando que
había actuado en contra de los intereses del pueblo ya que dio información a
concesionarios mineros sobre un traslado de mineral; por lo que, solicitó que
dicha autoridad sea destituida y castigada. La autoridad indígena cuestionada
denunció al comunario ante la justicia ordinaria, acusándolo de varios delitos
iniciándose un proceso penal en contra del comunario. Posteriormente, el
comunario denunciado, solicitó al juez que remita el proceso a la justicia
Indígena Originaria Campesina ya que consideraba que el caso debía ser resuelto
en su comunidad; el juez negó la solicitud argumentando que conoció primero la
denuncia y que no podía derivar el caso ante la justicia indígena.
El Tribunal consideró que los problemas se suscitaron entre miembros de una
misma comunidad, a causa de temas que son inherentes a los intereses de la
comunidad indígena; por consiguiente, la resolución de problemas propios
de la comunidad deben ser resueltas por sus autoridades indígenas y en uso
de su propia normativa, siendo un derecho de los pueblos indígena originario
campesinos el ejercicio de sus propios sistemas jurídicos. El Tribunal reconoció
la competencia de la justicia Indígena Originario Campesina para conocer el
problema, ordenando al juez ordinario que ya no conozca la denuncia y remita
la misma ante las autoridades de la comunidad.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
CONFLICTO DE COMPETENCIAS
Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos – distribución interna de
tierras
En la Sentencia 0925/2013 de 20 de junio, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió un conflicto de competencias entre la jurisdicción
Indígena Originario Campesina y la jurisdicción ordinaria. Las autoridades
indígenas manifestaron que una familia aceptó ser parte de una comunidad,
acordando que participarían de la repartición interna de tierras; sin embargo,
la familia decidió iniciar una denuncia penal en contra de las autoridades
indígena originario campesina, no aceptando la forman de distribución de
tierras de la comunidad y alegando que poseían títulos de propiedad. Las
autoridades indígenas denunciadas solicitaron al juez ordinario que se apartara
del conocimiento de la denuncia, en consideración a que los denunciantes ya
eran miembros de la comunidad y que correspondía que el caso sea resuelto con
las normas y por autoridades Indígena Originario Campesinas.
El Tribunal consideró que la familia que inició la denuncia penal contra las
autoridades indígenas ya era miembro de la comunidad y también se constató
que el saneamiento de tierras de la comunidad ya estaba concluido contando con
un título colectivo a favor de la comunidad; por lo que, la distribución interna de
tierras debía ser realizada en base a las normas de la comunidad, en resguardo y
respeto del derecho de las comunidades indígenas a emplear sus propios sistemas
jurídicos, administrativos y políticos. El Tribunal reconoció la competencia de
la justicia Indígena Originario Campesina para conocer y resolver el problema,
ordenando al juez ordinario que ya no conozca la denuncia y remita la misma
ante las autoridades indígenas, igualmente reconoció que la justicia indígena en
su estructura puede contener distintas jerarquías.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho al ejercicio de sus propios sistemas jurídicos – eficacia de
acuerdos asumidos dentro de la Jurisdicción de Naciones y Pueblos
Indígena Originario Campesinos
En la Sentencia 1259/2013 de 13 de diciembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentada por
un comunario en contra de varias autoridades del Ayllu en el que vive. El
accionante señala que es propietario de 26 hectáreas de su comunidad y que
fue designado por las gestiones 2009 a 2010, Sullka Mallku de su Ayllu, así
como Sullka Mallku en la Sub Central, zona centro de Tiahuanaco, habiendo
cumplido a cabalidad sus funciones en ambas instancias. Sin embargo, su
hermano, impulsado por el celo y la codicia, no permitió la conexión de agua
potable a su predio, borrándolo de las listas como socio, además de denunciarlo
por haber utilizado dineros y haber perdido documentación de la comunidad,
juntamente a otro comunario, quien fungía en el cargo de Jilir Mallku, situación
que el accionante argumenta que es falsa ya que nunca fungió como Secretario
de Hacienda o Secretario de Actas, por lo que no pudo haber manejado dineros.
Sin embargo, su hermano usando las denuncias, logró que en la asamblea de 3
de septiembre de 2011, se expulse al accionante de la comunidad, otorgándole
un plazo de tres meses para que abandone sus terrenos, castigos que fueron
impuestos sin que se conforme un Tribunal de Honor.
El Tribunal Constitucional Plurinacional evidenció que en agosto de la gestión
2013, los dirigentes del Ayllu Originario Huancollo presentaron ante este
Tribunal un acta de “Reunión Extraordinaria” llevada adelante por el referido
Ayllu municipio de Tiahuanaco; por la cual, se le restituía al accionante a
su comunidad y ratificada la misma a través de Audiencia Pública de 30 de
septiembre del mencionado año. El Tribunal Constitucional Plurinacional
consideró que dicho acuerdo era una decisión asumida por la jurisdicción
indígena originario campesina, que no vulnera ningún derecho fundamental,
más al contrario logró restaurar la armonía social en el Ayllu Originario, por lo
que resolvió limitarse a exhortar a las partes a dar cumplimiento de los acuerdos
suscritos.
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Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos – suspensión de funciones de
autoridades Indígena Originario Campesinos
En la sentencia 1574/2012 de 24 de septiembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional presentada por
autoridades Indígena Originario Campesinas contra autoridades Indígena
Originario Campesinas de otra comunidad. Los demandantes manifestaban
que eran autoridades de su comunidad, pero autoridades indígena originario
campesinas de mayor jerarquía (Marka) decidieron suspenderlos de sus cargos,
acto que consideraban lesivo al derecho de autodeterminación de su comunidad,
ya que fueron elegidos por su pueblo y consideraban que no podían ser destituidos
por autoridades indígena originarios ajenas a su comunidad, solicitando que se
deje sin efecto la suspensión de sus cargos.
El Tribunal consideró que la comunidad no estaba aislada y que formaba
parte de varias comunidades reconociéndose un sistema de justicia Indígena
Originario Campesino conformado por varias jerarquías, constatando además
que entre las comunidades existieron una serie de problemas ocasionados por
las autoridades demandantes, habiendo sido suspendidas en sus funciones por
autoridades originarias de mayor jerarquía y en uso de las normas indígenas
propias. El Tribunal determinó que la suspensión fue efectuada acorde a las
normas y por autoridades originarias de mayor jerarquía; por lo que, denegó la
tutela solicitada, en consideración que los pueblos indígenas tienen derecho al
ejercicio de su propio sistema jurídico, por tanto, las decisiones emitidas por las
autoridades indígenas deben ser respetadas.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
DERECHO A LA CONSULTA PREVIA
La Consulta Previa a Pueblos Indígena Originario Campesinos
En la Sentencia 0212/2013 de 5 de marzo, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por
comunidades indígenas contra autoridades gubernamentales, ante la decisión
de ejecutar la construcción de un camino carretero en territorio indígena. Los
demandantes manifestaron que las autoridades gubernamentales demandadas no
concertaron un diálogo con autoridades de las comunidades respecto al proyecto
de obras de construcción en territorios indígenas y afirmaron que dicha omisión
fue intencional con el propósito de imponer una consulta para la construcción
de un tramo carretero, que debía pasar por el territorio de las comunidades;
consecuentemente, las comunidades indígenas demandantes consideraban que
se había vulnerado su derecho a la consulta previa libre e informada.
El Tribunal consideró que está reconocido el derecho de los Pueblos Indígena
Originario Campesinos a una consulta previa, es un derecho colectivo, por
lo tanto, dichos derechos sólo pueden ser tutelados por medio de una acción
popular, que tiene la finalidad de proteger derechos e intereses colectivos; en
consecuencia, los demandantes al interponer una acción de amparo activaron un
medio de defensa que no es idóneo para la protección del derecho a la consulta
previa, de tal modo que el Tribunal, denegó la tutela solicitada no ingresando al
análisis del problema.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Grupos vulnerables (Personas de la tercera edad)
En la Sentencia 0358/2013 de 20 de marzo, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo presentada por una persona de la
tercera edad contra autoridades indígenas de su comunidad. El demandante en su
calidad de indígena y adulto mayor, alega que fue despojado de sus tierras, siendo
desalojados de su comunidad conjuntamente a su familia por disposiciones de
una autoridad indígena y comunarios del lugar, con el justificativo de no haber
cumplido con los usos y costumbres de la comunidad. Asimismo manifestó que
junto a su familia fueron objeto de agresiones físicas y amenazas de linchamiento
a título de justicia comunitaria, por lo que consideraba que se vulneraron sus
derechos a la propiedad privada y a la integridad física.
El Tribunal consideró que la Constitución está orientada a proteger la integridad
de toda persona sin discriminación de ninguna naturaleza. En ese sentido,
la justicia constitucional, en su misión de precautelar el respeto, la vigencia
de los derechos y garantías constitucionales, no puede admitir que existan
vulneraciones de derechos y menos contra grupos vulnerables, entre los cuales
se sitúan las personas de la tercera edad. Por consiguiente, el Tribunal tuteló
el derecho a la propiedad y dispuso que las autoridades indígenas no puedan
sancionar con la pérdida de terrenos o expulsión de la comunidad a personas de
la tercera edad por ser un grupo vulnerable.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a no sufrir violencia física y psicológica de las mujeres y adultos
mayores*
En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta
por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y
miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus
derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el
robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que
fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes;
sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía,
pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de
las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de
su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual
las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto
del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera
edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus
derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de
Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público,
iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal
situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que
habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las
autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual,
los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto
resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de
la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia
de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero
cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones
comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron
al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos
amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos
si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de
Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de
toda la familia de los accionantes.
El Tribunal consideró que la Constitución Política del Estado reconoce que toda
persona tiene derecho a la vida y a la integridad física, psicológica y sexual, no
está permitido torturas, tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes, no
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
existe pena de muerte y que todas las personas, en particular, las mujeres, tienen
derecho a no sufrir violencia física, sexual o psicológica, tanto en la familia
como en la sociedad. También se determinó que por certificados médicos
forenses se constató que se ejerció violencia contra los accionantes, y que las
autoridades indígena originario campesinas, pudieron solicitar apoyo de las
autoridades competentes, para hacer cumplir sus resoluciones; por tanto, el uso
de violencia de parte de las autoridades demandadas no puede ser admitido. Por
tanto, el Tribunal tuteló el derecho a no sufrir violencia física y psicológica de
las mujeres y adultos mayores y el derecho a la integridad.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho al trabajo*
En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta
por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y
miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus
derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el
robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que
fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes;
sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía,
pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de
las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de
su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual
las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto
del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera
edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus
derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de
Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público,
iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal
situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que
habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las
autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual,
los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto
resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de
la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia
de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero
cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones
comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron
al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos
amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos
si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de
Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de
toda la familia de los accionantes.
El Tribunal consideró que en la Constitución se reconoce el derecho de toda
persona para realizar una actividad y que el Estado protegerá el ejercicio del
trabajo en todas sus formas. Siendo mandatos constitucionales que debieron
ser observados por las autoridades demandadas, en consideración que los
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
accionantes viven del producto de su trabajo mediante el uso de sus tierras;
consecuentemente, cualquier determinación que implique la expulsión de los
accionantes de sus tierras, afecta su derecho al trabajo. Respecto, de la situación
de uno de los accionantes que es un adulto mayor, el Tribunal se pronunció
manifestando que por ser un adulto mayor no significa que al interior de su
familia no cumpla una función económica social de acuerdo a sus posibilidades;
por lo que, al ser expulsado de su comunidad se le restringió el derecho al trabajo,
más aún cuando en el sistema de administración de justicia indígena originario
campesino se ve al adulto mayor como una fuente de consulta y apoyo en la
resolución de conflictos, actividad del cual el accionante fue privado. Por tanto,
el Tribunal tuteló el derecho al trabajo.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
No se puede ejercer medidas de hecho para exigir la renuncia de alcaldes
municipales
En la Sentencia 0478/2014 de 25 de febrero, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por un
alcalde de un Gobierno Autónomo Municipal contra miembros de organizaciones
sociales. El accionante manifestó que miembros de organizaciones sociales lo
obligaron a firmar su renuncia al cargo de alcalde, con el argumento de control
social, por lo que el accionante consideraba se le había vulnerado sus derechos
al debido proceso (intercultural), a la seguridad jurídica, al trabajo y el derecho
a la función pública.
El Tribunal consideró que para el ejercicio del control social por parte de
sectores sociales, juntas vecinales, comunarios de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos, etc., se exige el cumplimiento de una serie
de condiciones y requisitos previstos en la Constitución Política del Estado
y en la Ley de Control Social, consiguientemente, de ninguna manera se
podría tolerar la toma de medidas de hecho. La medida de presionar al alcalde
a firmar renuncia a su cargo, contradice los valores y principios de orden
constitucional, como el debido proceso (intercultural) y el de seguridad jurídica.
El Tribunal Constitucional Plurinacional, tuteló los derechos al debido proceso
(intercultural) y a la seguridad jurídica, ordenando la restitución del alcalde
a su cargo, dispuso también la nulidad de la carta de renuncia y del acta de
aceptación de renuncia. No se tuteló el derecho al trabajo y el derecho a la
función pública, mencionando que el demandante puede conseguir un trabajo
privado y que no está prohibido de participar en futuras elecciones. El Tribunal
igualmente exhortó a la Defensoría del Pueblo, el Ministerio de Autonomías y el
Órgano Electoral, para que interpongan sus buenos oficios para un acercamiento
entre los sectores políticos y sociales en conflicto.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
La jurisdicción Indígena Originaria Campesina debe explicar los motivos
de la imposición de sanciones
En la Sentencia 0486/2014 de 25 de febrero, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por dos
comunarias contra autoridades de su comunidad. Los accionantes manifestaron,
que al igual que sus antepasados, trabajaron sus tierras habiendo sembrado quinua
en la última gestión. Se mencionó que en una primera instancia el consejo de
autoridades de la Marka, emitió una Resolución Administrativa que determinaba
que debían ingresar como contribuyentes un hijo de cada miembro de la familia.
La mencionada resolución fue elevada en calidad de revisión ante los Tata
Mallku, resolviendo la suspensión inmediata de los accionantes para que no
puedan cultivar sus tierras, por el periodo de dos y seis años respectivamente. Esta
última Resolución fue enviada en revisión a una tercera instancia de autoridades
de la Nación Originaria, los mismos que decidieron excluir a los accionantes
de la aplicación de sanciones, manteniendo sólo la sanción de reversión de la
producción de quinua de las gestiones 2011 y 2012, para que pasen a la Marka,
además de imponer tres años de suspensión de trabajos de agricultura en los
terrenos en conflicto. En base a lo mencionado, los accionantes consideraban
que las autoridades indígenas les impusieron sanciones, sin darles oportunidad
para defenderse, vulnerando sus derechos a la vida, a la alimentación, al trabajo
digno, a la tierra, al debido proceso (intercultural) y a la petición.
El Tribunal Constitucional Plurinacional consideró que la relación entre la
justicia constitucional y la justicia comunitaria debe regirse por un principio
de mínima intervención, por el cual no se busca rejudicializar lo resuelto, sino
simplemente constatar si existen derechos fundamentales que fueron gravemente
desconocidos y que ameritan una tutela constitucional excepcional. Por tal
motivo, el Tribunal concedió parcialmente la tutela, por evidenciarse que en el
caso concreto se vulneró el derecho a la fundamentación de las resoluciones, en
consecuencia se ordenó la anulación de las resoluciones emitidas.
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Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Cumplimiento de normas y procedimientos propios
En la Sentencia 0778/2014 de 21 de abril, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por
un comunario contra las autoridades de su Marka (Organización de varios
ayllus). Se manifestó que un miembro de una de las comunidades de la Marka
consolidó la propiedad de un terreno a su favor a través de un proceso ante la
justicia ordinaria. Ante esta situación, en fecha 20 de junio de 2012, el Cabildo
de la Marka emitió un voto resolutivo determinando que el terreno mencionado
debía ser devuelto a su anterior propietario en consideración a que se obtuvo la
propiedad del terreno desconociendo los usos y costumbres de la comunidad,
de igual manera, se decidió sancionar a toda la comunidad, en donde se
ubicaba el terreno, disponiéndose que todos sus miembros sean suspendidos
en el ejercicio de cargos originarios y políticos, tampoco podrían participar en
eventos deportivos ante la Marka y el Municipio. Es decir, se sancionó a todos
los miembros de una comunidad.
El Tribunal constató que las comunidades donde se produjo el conflicto se auto
identifican como aymaras. Igualmente, se estableció que la Marka se constituye
en el “centro” o “taypi” de las comunidades aledañas que pertenecen a dicha
organización. Se evidenció que el voto resolutivo no cumplió con las normas
y procedimientos propios, no se agotó la etapa de conciliación, tampoco
se realizaron diálogos en el Cabildo. El Estado garantiza el ejercicio del
principio de libre determinación de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos y se respeta la aplicación de las normas y procedimientos indígena
originario campesinos, así como la decisión de sus sanciones. Sin embargo, las
sanciones deben ser compatibles con el “vivir bien” y con los valores supremos
constitucionales, por lo que correspondía la anulación del voto resolutivo de
20 de junio de 2012. El Tribunal concedió la tutela con relación al derecho a
un debido proceso intercultural, ordenado a las autoridades indígena originaria
campesinas de la Marka la realización de diálogos para la solución de las
divergencias existentes.
115
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Derecho a la fundamentación y proporcionalidad de sanciones
En la Sentencia 0961/2014 de 23 de mayo, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por
miembros de una familia de una comunidad contra las autoridades indígena
originaria campesinas del Sindicato Agrario (Alcalde Policial, Corregidor
Auxiliar saliente, al Corregidor actual y Secretario General saliente y al actual
Secretario ). En la acción se señaló que en fecha 29 de noviembre de 2012 se
firmó un contrato entre la empresa minera GRUMINBOR S.R.L., Cooperativa
y la Comunidad para la explotación de óxido de hierro. En dicho contrato se
acordó que los comunarios nominados en grupos y por turno debían ser tomados
en cuenta en los trabajos de explotación del mineral. No obstante, en la Magna
Reunión Extraordinaria de la Comunidad de fecha 3 de diciembre de 2012, a
través de una Resolución se determinó la suspensión de todas las actividades
de modo indefinido de los comunarios que trabajan en la mina de explotación
de óxido de hierro. Los afectados con la imposición de estas medidas de parte
de las autoridades de la comunidad, denunciaron los hechos a las autoridades
departamentales de la ciudad capital del departamento correspondiente.
El Tribunal consideró que la sanción determinada por las autoridades indígena
originario campesinas de la comunidad en contra de sus miembros, debe
sustentarse en razones claras tanto para los infractores, como en su “Derecho
Propio”. En la Justicia Indígena Originaria Campesina debe respetarse el debido
proceso intercultural conforme a las normas propias de la jurisdicción indígena
originaria campesina. En consecuencia, el Tribunal tuteló el derecho de que
toda sanción debe ser realizada sobre la base de razones sustentadas y claras,
con el debido respeto al principio de proporcionalidad. Por tanto, se ordenó a
las autoridades indígena originaria campesinas dictar una nueva resolución que
posea los sustentos de necesarios.
116
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Deber de demostrar el procedimiento seguido para la expulsión de
miembros de una comunidad
En la Sentencia 1956/2013 de 4 de noviembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por un
miembro de una comunidad contra una autoridad y miembros de su comunidad.
El accionante manifestó que fue sancionado con la expulsión de la comunidad,
a pesar de que estaba más de trece años viviendo en la comunidad y que poseía
500 Hectáreas de tierra. Consideraba que su expulsión fue realizada mediante
actos de fuerza, y también de modo arbitrario se decomisó su producción de
castaña, actos realizados por algunos dirigentes que determinaron que no era
miembro de la comunidad por no estar afiliado y que las tierras son de derecho
colectivo como está acreditado en el INRA. Argumentos que motivaron su
expulsión, por lo cual el accionante solicitaba que se restituya la condición de
miembro de la comunidad para que se le devuelva la parcela de 500 Has. y los
productos de castaña decomisados.
El Tribunal consideró que los dirigentes tienen la función de dirigir y no
pueden incentivar ningún tipo de agresión; por otro lado, se verificó que
los dirigentes no hicieron conocer cuál fue el procedimiento seguido para
establecer la expulsión de un miembro de su comunidad. Omisión que impele
a considerar que la expulsión del comunario que interpuso la acción de amparo
constitucional fue un acto arbitrario que no se sustenta en los procedimientos
propios para la aplicación de la Justicia Indígena Originario Campesina, y por lo
mismo, tampoco en un procedimiento que respalde el cumplimiento del derecho
fundamental de acceso a la jurisdicción que guarda estrecha relación con los
derechos al debido proceso intercultural y a la defensa. Por tanto, el Tribunal
tuteló el derecho solicitado.
117
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos pueden
presentar objeciones contra resoluciones emitidas por instituciones
gubernamentales
En la Sentencia 1785/2011 de 7 de noviembre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por
un comunario en representación de la Central Indígena de Pueblos Originarios
de la Amazonía contra una Fiscal de Materia, el Director de la Autoridad de
Bosques y Tierra (ABT), el Director del Instituto Nacional de reforma Agraria
(INRA) y la Sub Prefecta. El demandante señaló que el día 14 de enero del año
2010 recibió llamadas de hermanos indígenas, que manifestaron que policías y
funcionarios del ABT e INRA, a la cabeza del Ministerio Público, procedieron
al desalojo de manera violenta de los comunarios de la comunidad. La Fiscal de
Materia, que intervino en el desalojo, indicó que a solicitud del Director de la
ABT y el Director del INRA, el Fiscal de Distrito le comisionó acompañar a los
representantes de dichas instituciones, para la ejecución de varias resoluciones
administrativas, que disponían el desalojo de los comunarios que se encontraban
ilegalmente asentados en territorio fiscal, por lo que se procedió al desalojo,
trasladando la gente a otra localidad. Por su parte el representante de la ABT,
indicó que mediante una Resolución Administrativa, dispuso la citación a los
comunarios, por la ocupación de terrenos fiscales, disponiendo la paralización
de toda actividad en el terreno ocupado. Por su parte, el INRA, señaló que
emitió un informe de verificación, evidenciando la ocupación de hecho en la
Concesión Forestal y existiendo un asentamiento ilegal.
El Tribunal consideró que el Presidente de la Central, bajo sus costumbres y
procedimientos, tiene facultad y atribución de representar mediante una acción
constitucional a miembros de una comunidad indígena, ya que existe un
reconocimiento constitucional respecto a la jurisdicción originaria campesina;
por lo que, sus determinaciones deberán ser respetadas, teniendo como único
límite los derechos fundamentales, por consiguiente, tanto la jurisdicción
indígena originaria campesina, como la ordinaria están controladas por la
justicia constitucional; no obstante, se evidenció que las autoridades de la
comunidad tenían conocimiento de la orden de desalojo y que podían presentar
sus objeciones en un determinado tiempo, aspecto que no fue cumplido, motivo
por el cual no se podía interponer de modo directo una acción de amparo. Por lo
mencionado, el Tribunal declaró improcedente la tutela solicitada. En el presente
caso, los derechos están vinculados al derecho al debido proceso intercultural.
118
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL – INFORMALISMO
Derecho al trabajo
En la Sentencia 1624/2012 de 01 de octubre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta
por integrantes de una comunidad, solicitando el resguardo de sus derechos
vulnerados al trabajo y a la dignidad. Los demandantes manifestaron que
eran propietarios de 9 parcelas de terreno agrícola adquiridas por sucesión
hereditaria debidamente registrada, también se encontraban afiliados a su
sindicato y trabajan de manera continuada sus tierras. El 2 de febrero de 2012,
varios miembros y dirigentes del sindicato agrario campesino ingresaron a la
propiedad de los demandantes con violencia, siendo desalojados junto con sus
hijos. Por dichos hechos, consideraban que se afectó su derecho al trabajo ya que
no podían desarrollar sus actividades agrarias y pecuarias, además que fueron
obligados a firmar un acta de desalojo impidiéndoles su retorno.
El Tribunal consideró que la existencia del ingreso al fundo agrario y la expulsión
violenta de los accionantes afectó derechos de mujeres y menores de edad. De
la revisión del “Acta de Desalojo” de 2 de febrero de 2012, se constató que por
faltas graves cometidas consistentes en: faltas cometidas a los compañeros en
plena asamblea, daños contra el medio ambiente (Árboles, tunales, etc.) y por
ocasionar daños a los sembradíos cultivados por los comunarios, se determinó
el desalojo definitivo de los accionantes.
De la revisión de la administración de justicia de la comunidad, se verificó que
las sanciones de la comunidad de acuerdo a su procedimiento propio consisten
en: trabajo comunitario, también los comunarios pueden acordar algún tipo de
arreglo (conciliación) o bien los casos pueden pasar a la justicia ordinaria. En el
caso concreto se constató que la sanción impuesta a los demandantes no cumplió
con los postulados que constituyen ritualismos propios de la comunidad. En
base a estos antecedentes el Tribunal, concedió la tutela respecto a los derechos
denunciados a favor de los demandantes.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL – INFORMALISMO
Derecho a la libre autodeterminación de los Pueblos Indígena Originario
Campesinos
En la Sentencia 0487/2014 de 25 de febrero, el Tribunal Constitucional
Plurinacional recondujo y resolvió una Acción de Amparo presentado por
autoridades indígena originario campesinas contra magistrados y ex magistrados
del Tribunal Agroambiental.
Las autoridades indígena originario campesinos (JIOC) manifestaron que una
persona particular interpuso una demanda ante el Tribunal Agroambiental,
solicitando que se anule un proceso de saneamiento de tierras; los representantes
indígenas aportaron pruebas en dicha demanda, no obstante, las autoridades del
Tribunal Agroambiental dieron la razón a la persona particular disponiendo la
nulidad del proceso de saneamiento y adicionalmente ordenaron que se realice
un nuevo saneamiento de tierras tomando en cuenta el nuevo radio urbano de la
ciudad. Las autoridades indígenas demandantes manifestaron que si se tomaba
en cuenta el nuevo radio urbano de la ciudad, en la práctica se dividiría el
territorio de su comunidad, motivo por el cual, se consideraba que la resolución
del Tribunal Agroambiental no estaba fundamentada ya que no consideraron
las pruebas aportadas, y que a su vez, se estaba vulnerando su derecho a existir
como comunidad campesina en su propio territorio.
El Tribunal consideró que los derechos vulnerados de la comunidad son derechos
colectivos y, en consecuencia, debían ser protegidos mediante una acción popular
y no por medio de una acción de amparo, por tal motivo, en resguardo de los
derechos de la comunidad indígena originaria campesina, el Tribunal recondujo
la acción de amparo a una acción popular y posteriormente procedió a analizar
los hechos denunciados. El Tribunal Constitucional Plurinacional razonó en
el entendido que en determinadas situaciones al evidenciarse que ha existido
una mala valoración de la prueba es posible que el Tribunal pueda analizar las
pruebas aportadas; en el presente caso, se constató que el Tribunal Agroambiental
efectivamente realizó una mala valoración de las pruebas, y se evidenció que
no se acreditó que las tierras de la comunidad estaban comprendidas dentro
del nuevo radio urbano de la ciudad, asimismo, se comprobó que el Tribunal
Agroambiental no efectuó una adecuada fundamentación de su resolución
llegando a vulnerar los derechos de la comunidad indígena originaria campesina.
Por tanto, el Tribunal tuteló los derechos de la comunidad, ordenando que el
Tribunal Agroambiental emita una nueva resolución en base a los parámetros
establecidos.
122
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
INCONSTITUCIONALIDAD
Protección del estado de la propiedad colectiva
En la Sentencia 0009/2013 de 3 de enero, el Tribunal Constitucional Plurinacional
resolvió una Acción de Inconstitucionalidad Concreta presentada por el
representante de una comunidad campesina demandando la inconstitucionalidad
del art. 50.II de la Ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria. El accionante
manifestó que su comunidad estaba afrontando un proceso de nulidad de títulos
ejecutoriales que le inició una cooperativa agraria; el accionante manifestó que
el art. 50.II de la Ley 1715 señala que declarada la nulidad de títulos ejecutoriales
de dotación de tierras se consideraría como si las tierras siempre hubieran sido
del Estado, por tal razón, se considerá que dicho artículo era contrario con el
contenido del art. 394.III de la Constitución, el mismo que protege y garantiza
la propiedad privada y colectiva de las comunidades indígenas originarias
campesinas, de igual manera, se indicó que el mencionado artículo también era
contrario al art. 410 de la Constitución Política del Estado, artículo que hace
referencia a la primacía de la Constitución.
El Tribunal consideró que la actual Constitución Política del Estado Plurinacional
reconoce el derecho y la garantía de la propiedad privada comunitaria y
colectiva, siendo un reconocimiento de los derechos indígenas; no obstante, la
facultad de emisión de títulos ejecutoriales es una atribución presidencial, siendo
una función reconocida por la Constitución Política, de igual manera, para la
distribución de tierras se debe seguir un proceso administrativo cumpliéndose
con determinados requisitos, entendiéndose que si faltara algún requisito el acto
administrativo quedará nulo, por consiguiente, el art. 50. II de la ley 1715, no
llega a ser contrario con el art. 394. II de la Constitución Política del Estado; ya
que si bien se hace referencia al reconocimiento de la protección de tierras de
comunidades indígenas originarias campesinas, las mismas deben contar con
títulos de propiedad que se hayan constituido conforme a los requisitos exigidos
por ley. Con referencia la art. 410 de la Constitución, el Tribunal determinó que
el art. 50.II de la Ley 1715, no es contrario a dicha disposición, por cuanto no se
estaría aplicando la ley 1715 por encima de la Constitución.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
INCONSTITUCIONALIDAD
Derecho a la territorialidad
En la Sentencia 0393/2013 de 26 de marzo, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción Directa de Inconstitucionalidad, presentada
por el alcalde de un municipio contra la Ley 203 que aprobó la delimitación
territorial de la provincia en donde se encontraba su municipio. El alcalde
demandante manifestó que en la gestión 2008, el Ministerio de Presidencia
confirmó y modificó parcialmente la Resolución Prefectural 290/04 de 20 de
diciembre de 2004, referida a la delimitación de la provincia disponiéndose la
remisión del proyecto de ley (que definiría límites territoriales) y sus anexos al
Congreso Nacional. El municipio no estaba de acuerdo con el proyecto de ley, ya
que lo consideraba como atentatoria a los intereses territoriales del municipio.
El Tribunal consideró que con la actual Constitución Política del Estado, los
ciudadanos, los pueblos y naciones indígenas están facultadas para decidir la
organización territorial del Estado, de tal manera, que las unidades territoriales
que se creen o se consoliden no serán efectuadas por un poder central del
Estado. Actualmente se reconoce que toda delimitación territorial también debe
considerar los criterios históricos y culturales debiendo realizar un proceso
de conciliación con los territorios indígenas originarios campesinos; por
consiguiente, se debe tomar en cuenta la posible afectación a los territorios de
las naciones y pueblos indígena originario campesinos. El Tribunal determinó
que la Ley 203, se tramitó con parámetros anteriores a la vigencia de la nueva
Constitución Política del Estado, por tanto, la Ley no consideró los criterios
históricos y culturales, ni tomó en cuenta la participación de las poblaciones
indígena originaria campesinas; por lo que se vulneró el art. 269.II y III de
la Constitución Política del Estado, por tal motivo el Tribunal declaró la
inconstitucionalidad de la Ley 203.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
INCONSTITUCIONALIDAD
Derecho a ser consultados mediante procedimientos apropiados
En la Sentencia 0300/2012 de 18 de junio, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Inconstitucionalidad Abstracta presentada
por Diputados de la Asamblea Legislativa Plurinacional, demandando la
inconstitucionalidad de la Ley 180, por la “intangibilidad” introducida
igualmente se solicitaba la inconstitucionalidad del art. 1, 3, 4, 6 y de la Ley
222. Los demandantes señalaban que la Ley 180, al establecer el concepto
de “intangibilidad” sobre un determinado territorio, impedía que se elaboren
políticas y proyectos de desarrollo en favor de las comunidades indígena
originaria campesinas que estaban ubicadas en el territorio en el cual se aplicaría
la ley. De igual manera, se manifestó que la Ley 180 antes de ser aprobada debió
existir una consulta previa a los pueblos indígenas, por tal motivo se desconoció
dicho derecho de los pueblos indígena originario campesinos. También se alegó
que la Ley 222, que viabilizaba la consulta a favor de los pueblos indígenas
respecto a la construcción de una carretera que pasaría por su territorio, no tenía
el carácter de previa en consideración que en la práctica ya estaba aprobado el
proyecto para la construcción de la carretera.
El Tribunal, en el caso de la inconstitucionalidad de algunos artículos de la
Ley 180, consideró que dicha ley es tendiente a proteger el territorio indígena,
y que si bien ya fue promulgada sin que existiera una consulta previa a las
comunidades indígenas, dicho aspecto no conllevó a que exista una vulneración
a los derechos de los pueblos indígenas, en consideración a que la Ley 180
para su aplicación efectiva, previamente debía esperar a que se lleve a cabo
una consulta previa e informada a los pueblos indígenas, la misma que estaba
siendo dispuesta mediante la Ley 222, en consecuencia la Ley 180 si bien estaba
promulgada aún no había entrado en vigencia; por consiguiente, el Tribunal se
vio imposibilitado de realizar un control de constitucionalidad de los artículos
considerados inconstitucionales de la Ley 180.
El Tribunal, con referencia a la inconstitucionalidad de la Ley 222, que
disponía una consulta previa para los pueblos indígenas respecto al proyecto de
construcción de una carretera, concluyó que dicha Ley reconocía el derecho de
las comunidades indígenas a una consulta previa, libre e informada y que si bien
estaba aprobado el proyecto para la construcción de la carretera, en la práctica
se evidenció que el gobierno ordenó que se paralicen las obras de construcción,
mientras se realizaba la consulta a los pueblos indígenas; por tal situación, no se
127
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
percibió algún tipo de agravio de los derechos de las comunidades indígenas. La
Ley 222, que a pesar de no ser previa, reconoció los derechos de las comunidades
indígenas.
Por tanto, el Tribunal declaró la constitucionalidad de los artículos cuestionados
de la Ley 222, instruyendo que la aplicación de los arts. 6 y 8 de la Ley 222,
concernientes a la participación del Estado y del Órgano Electoral en el proceso
de consulta para los pueblos indígenas, debe ser concertada con los pueblos
indígena originario campesinos.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
INCONSTITUCIONALIDAD
Derecho a la consulta previa e informada
En la Sentencia 2056/2012 de 16 de octubre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Inconstitucionalidad Abstracta, interpuesta
por un diputado de la Asamblea Legislativa Plurinacional que cuestionó la
constitucionalidad de la Disposición Adicional Séptima de la Ley 211 de 23 de
diciembre de 2011, aduciendo que vulnera los arts. 14, 15, 30.II. 343, 403, 410
y 411 de la CPE, por cuanto pese a tratarse sobre finanzas públicas, introdujo
una regulación ajena con la pretensión de modificar el derecho constitucional a
la consulta previa de los pueblos indígena originario campesinos en relación a la
afectación de su territorio y de la población en general, cuando el medio ambiente
se vea afectado por un emprendimiento; siendo considerada como norma
promulgada sin consulta previa a los pueblos indígenas, pretendiendo establecer
una consulta atípica y contraria a los derechos humanos, en consideración que
dispone que en el proceso para obtener una licencia ambiental, el Estado, podrá
proceder a la elaboración y aprobación del estudio de evaluación de Impacto
ambiental, con el cual las empresas pueden iniciar operaciones o cierre de
actividades, estableciendo un límite de los temas que deban ser consultados.
El Tribunal consideró que la consulta concertada garantiza que los
pueblos indígenas se involucren en proceso de toma de decisiones y que su
participación sea efectiva dentro del proceso de diálogo cultural, lo que no
podrá lograrse, si se restringen los temas a tratar, limitando el objeto de la
consulta. Consecuentemente, el Tribunal Constitucional Plurinacional declaró
la inconstitucionalidad de la Disposición Adicional Séptima de la Ley 211,
en su parágrafo I, en la parte que señala: “…no se admitirá la discusión de
otros temas que no sean de competencia de la Autoridad Competente y otros no
relacionados a la implementación de la actividad hidrocarburífera y de otros
sectores…”. Asimismo, el Tribunal señaló que el derecho a la consulta de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, debe ser de cumplimiento
obligatorio observando el principio de “buena fe”. De igual manera, el Tribunal
Constitucional Plurinacional también declaró la inconstitucionalidad de la
Disposición Adicional Séptima de la Ley 211, en su parágrafo II, en la parte
que señala: “…Si no se llegara a la suscripción del Convenio de Validación de
acuerdo por las razones antes mencionadas se continuará con el procedimiento
para la elaboración y aprobación del EEIA conforme a la normativa vigente”.
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Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
Deber de protección y respeto*
En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional
Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta
por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y
miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus
derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el
robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que
fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes;
sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía,
pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de
las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de
su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual
las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto
del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera
edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus
derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de
Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público,
iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal
situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que
habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las
autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual,
los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto
resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de
la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia
de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero
cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones
comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron
al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos
amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos
si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de
Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de
toda la familia de los accionantes.
El Tribunal consideró que es un deber de las autoridades indígena originaria
campesinas, de velar por el respeto y protección de los derechos y garantías
constitucionales a tiempo de la resolución de las controversias, teniendo la
obligación de reflexionar y orientar a los miembros de su comunidad, previo
133
Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales
Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos
a tomar decisiones. El Tribunal Constitucional Plurinacional también recordó
que suscribió un acta de coordinación interjurisdiccional entre autoridades de
justicia indígena originario campesina, organizaciones sociales CONAMAQ,
CIDOB, CNMCIOB BARTOLINA SISA, CSUTCB Y CSMCIB, CSCIOB y
EL PUEBLO AFROBOLIVIANO, en el que se definió la coordinación entre
autoridades indígena originario campesinas y las autoridades del Tribunal
Constitucional Plurinacional respecto a temas relacionados a la vigencia de
los derechos y las garantías constitucionales. Por tanto, el Tribunal exhortó a
las autoridades de la Comunidad puedan resolver los hechos denunciados por
los accionantes aplicando los principios, valores culturales y procedimientos
propios de la comunidad, respetando los derechos y garantías previstos en la
Constitución.
134
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL
Dirección: Av. del Maestro Nº 300 - Teléfono: (591-4) 6440455
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Sucre - Bolivia
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1127/2013-L
Sucre, 30 de agosto de 2013
SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA
Magistrada Relatora: Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi
Acción de amparo constitucional
Expediente: 2011-24160-49-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 268/2012 de 11 de octubre, cursante de fs. 346 a 349, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Benita Ichuta Ichuta y
Feliciano Ichuta Aspi contra Mario Triguero Ichuta, Agustín Triguero Ichuta, Primitivo
Triguero Ichuta, Carmelo Ichuta Sánchez, Edwin Juan Triguero Tarqui, Máxima Ichuta
Triguero, Juan Triguero Mamani, Genaro Triguero Triguero, Juana Tuco de Triguero, Onofre
Tarqui Ichuta, Avelina Triguero de “Humerez”, Isidora Ichuta de Triguero, Abraham
Triguero Coronel, Nemecio Ichuta Mamani y Ascencio Quispe Pucho,miembros de la
comunidad Yauriri-San Juan, municipio de Jesús de Machaca provincia Ingavi del
departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 11 de agosto de 2011, cursante de fs. 118 a 129 vta., los
accionantes argumentaron lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 11 de mayo de 2002, su hijo y nieto, respectivamente, fueron inculpados del robo de una
garrafa y enseres de cocina de una profesora. Por ese motivo, las autoridades demandadas
los detuvieron junto al joven referido y los llevaron al salón de reuniones de la escuela
“Noruega”, donde se llevó a cabo una asamblea de la comunidad y por determinación
unilateral del Director de la citada Unidad Educativa, Benita Ichuta Ichuta fue sancionada al
pago de una puerta para la escuela, así como la elaboración de mil adobes.
Al no estar de acuerdo con la sanción, descubrieron quiénes fueron los verdaderos autores
del robo, por lo que acudieron ante la Policía Boliviana del lugar, solicitando la investigación
de los hechos; empero, no fue del agrado de algunos miembros de la comunidad Yauriri-San
INDICE
Juan, que les suprimieron el servicio de energía eléctrica y agua, así como expulsaron a su
hijo de la escuela.
Denuncia que recibieron agresiones físicas y amenazas, pretendiendo el cumplimiento de la
pena impuesta, procediendo incluso a sustraer la suma de seiscientos bolivianos del pago del
Bono Solidario (BONOSOL) de Feliciano Ichuta Aspi. A raíz de estos hechos, sentaron
denuncia ante la Fiscalía de Viacha, cuyas autoridades les dijeron que como el tema
involucraba a autoridades comunitarias, sería mejor que acudieran a otras vías, recurriendo
así, entre otros: al Ministerio de Educación; a la Prefectura -ahora Gobierno Autónomo
Departamental- de La Paz; a la Comisión de Género de la Cámara de Diputados; a la Comisión
de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados; al Ministerio de Justicia; a la Alcaldía -hoy
Gobierno Autónomo Municipal- de Jesús de Machaca; y, al Instituto Nacional de Reforma
Agraria (INRA).
La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, remitió antecedentes al
Ministerio Público y se llevaron adelante procesos penales, que una vez concluidos, no
proporcionaron una respuesta positiva o justa, llegando incluso a operar la extinción del
proceso, debido a la retardación de la investigación policial y las constantes agresiones que
sufría su familia, por miembros de la comunidad Yauriri-San Juan.
Frente a tales sucesos, Benita Ichuta Ichuta hizo una declaración pública en un periódico, el
15 de octubre de 2010, denunciando las injusticias cometidas en su comunidad; pero, los
demandados ante eso convocaron a una asamblea, el 10 de noviembre del mismo año, que
determinó que las denuncias realizadas por la accionante constituían difamaciones contra
varias personas de la comunidad, por lo que resolvieron que debían abandonar el lugar en un
término de setenta y dos horas, advirtiéndoles que de no proceder de ese modo se tomarían
medidas drásticas de acuerdo a sus procedimientos.
Resistiendo el cumplimiento de dicha determinación, Benita Ichuta Ichuta señala que se
mantuvo en la comunidad, trabajando la tierra y cuidando sus animales; no obstante, el 23
de diciembre de 2010, otra asamblea de la comunidad decidió su expulsión definitiva, “SIN
DERECHO A INDULTO A TODA LA FAMILIA” (sic), reiterándoles que se iban a tomar medidas
drásticas en caso de no cumplir con dicha sanción. Para la ejecución de dicha determinación,
las autoridades Mario Triguero Ichuta, Agustín Triguero Ichuta y Primitivo Triguero Ichuta,
“elaboraron me entregaron la notificación 3/11, de 24 de Diciembre de 2010” que disponía
que los hoy accionantes, además de Roberto Rubén Tarqui Ichuta, “‘…Martín Ichuta Ichuta,
Enrique Ichuta Ichuta, Eliodoro Ichuta Ichuta, René Ichuta, Margara Ichuta, Gervacia
Ichuta…´” (sic), debían realizar el abandono inmediato de sus sayañas (territorios) y sus
respectivas pertenencias.
El 8 de enero de 2011, los demandados ejecutaron la expulsión; por lo que, al verlos
acercarse se encerró en una habitación y a través de su celular pidió auxilio a su hermano y
desde una ventana pudo ver cómo un grupo de comunarios procedió a golpear a su padre,
sin considerar su avanzada edad, otros se llevaron sus animales a una propiedad vecina.
INDICE
Horas después, tres de los demandados ingresaron a su vivienda de forma violenta, la
sacaron de sus cabellos y los llevaron amarrados a la iglesia del pueblo, donde fueron
amenazados con ser quemados con querosén, si no levantaban los procesos penales y otras
denuncias. Posteriormente, a pedido de su hermano, se hicieron presentes en el lugar, dos
efectivos policiales por órdenes del Comandante Departamental de la Policía Boliviana; pero,
los comunarios no los dejaron ingresar indicando que estaban en un proceso de conciliación.
Al no poder lograr que los detenidos firmaran las actas por las que de forma “voluntaria” (sic)
retiraban las denuncias interpuestas, sus captores los retuvieron ilegalmente durante toda la
noche e incrementaron las sanciones, incluyendo la multa de Bs70 000.- (setenta mil
bolivianos), por la supuesta omisión de realizar trabajos comunitarios.
Al día siguiente, en la madrugada -9 de enero de ese año-, su hermano conjuntamente un
contingente policial lograron ingresar a la escuela donde estaban detenidos; empero,
tuvieron que retirarse en razón a que los captores les advirtieron de que se trataba de un
tema de justicia comunitaria; y, empeorando la situación de su hermano lo dejaron a merced
de los agresores; es así que los demandados unilateralmente redactaron un acta que
señalaba que entregaba sus tierras a cuenta de la multa impuesta; que se dejaba sin efecto
los procesos instaurados; y, que abandonarían de forma inmediata la comunidad, documento
en el que la forzaron a estampar sus huellas digitales, sujetándola de brazos y manos.
Añade afirmando que los agresores encabezaron una marcha para que abandonen la
comunidad y tomaron posesión de sus pertenencias, destrozando por completo la casa y
otros bienes de su propiedad; y, que las acciones de hecho están proscritas en el
ordenamiento jurídico boliviano y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, que
establecieron en reiteradas oportunidades que una expulsión constituye una acción ilegal
que conculca no sólo las libertades de residencia, permanencia y circulación, sino también
otros como el trabajo, la vida, la familia y propiedad.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes señalan lesionados sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad, a la
libertad de residencia, a la permanencia y circulación, a la inviolabilidad del domicilio, al
trabajo, a la propiedad, a la prohibición de expulsión, a la prohibición de violencia física y
psicológica contra las mujeres, prohibición de violencia y maltrato contra los adultos
mayores, al debido proceso, a la defensa, al debido proceso en comunidades indígenas
originarias y la garantía del “tribunal u órgano imparcial”, citando al efecto los arts. 15.I y II,
21.7, 22, 25.I, 46.I, 56.I, 68.II, 114.I, 115, 117 y 190 de la Constitución Política del Estado
(CPE); 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; 7 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); 1, 2 y 16 de la Convención contra la Tortura y otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; 14 de la Convención sobre la Eliminación
de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; 5 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos; y, 2 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la
Tortura. En audiencia señalaron como vulnerado su derecho al agua, a la electricidad y la
vivienda.
INDICE
I.1.3. Petitorio
Solicitan que se conceda la tutela y se disponga: a) Dejar sin efecto el voto Resolutivo de 10
de noviembre de 2010; la Resolución originaria 01 de 23 de diciembre; la notificación “3/11”
de 24 de diciembre, ambos de ese mismo año; las actas de abandono de 8 de enero de 2011,
de conciliación de 9 del mismo mes y año, y de posesión de 10 de ese mes y año, además de
cualquier acto referido a la expulsión de Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi; b) La
restitución de sus derechos en la comunidad y la reconstrucción de su casa; y, c) Se ordene
que los demandados respeten su condición de mujer y la de un adulto mayor.
I.2. Trámite procesal
I.2.1. Rechazo de la acción de amparo constitucional
Mediante Resolución de 17 de agosto de 2011, el Juez de Partido y de Sentencia Penal de
Sica Sica provincia Aroma del Distrito Judicial -ahora departamento- de La Paz, declaró la
“IMPROCEDENCIA IN LIMINE” de la acción de amparo constitucional.
I.2.2. Admisión de la acción de amparo constitucional
En virtud de la impugnación efectuada por Feliciano Ichuta Aspi y Benita Ichuta Ichuta a la
Resolución de 17 de agosto de 2011, el Tribunal Constitucional Plurinacional emitió el Auto
Constitucional 0029/2012-RCA-SL de 17 de agosto (fs. 208 a 217), que dispuso revocar la
Resolución de 17 de agosto de 2011, instruyendo la admisión y el trámite de la demanda.
I.3. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 11 de octubre de 2012, según consta en el acta cursante de
fs. 340 a 345 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.3.1. Ratificación de la acción
Los accionantes a través de sus abogados se ratificaron en el contenido de su demanda
constitucional y agregaron: 1) En marzo de 2011, los demandados terminaron de saquear sus
pertenencias y el 1 de mayo del mismo año, robaron aproximadamente 575 ha que les
pertenecía; y, en enero de 2012, utilizaron dinamita para terminar de hacer explotar las once
habitaciones de la familia afectada; 2) Estuvieron en la indigencia durante estos últimos años;
3) Se ha violado su derecho a la vida, por haberles quitado sus tierras, destrozado su
patrimonio y por haberles llevado a la iglesia con la intención de quemarlos con querosén; y,
4) Al habérseles privado de los servicios básicos, se ha vulnerado sus derechos al agua y a la
electricidad; asimismo, por los destrozos señalados, se ha vulnerado su derecho a la vivienda.
INDICE
I.3.2. Informe de las autoridades y miembros de la comunidad demandados
Mario Triguero Ichuta, Agustín Triguero Ichuta, Primitivo Triguero Ichuta, Carmelo Ichuta
Sánchez, Juan Triguero Mamani, Juana Tuco de Triguero, Avelina Triguero de “Humerez”,
Edwin Juan Triguero Tarqui, Máxima Ichuta Triguero, Nemecio Ichuta Mamani, Abraham
Triguero Coronel, Eustaquio Ichuta Tarqui, Juan Humiri Tarqui y Martín Triguero Tarqui,
miembros de la Comunidad Yauriri-San Juan de La Paz, presentaron informe escrito que cursa
de fs. 336 a 339, en el que refieren: i) Benita Ichuta Ichuta, su hijo y Feliciano Ichuta Aspi,
incurrieron en importantes agravios contra la comunidad traducidos en la comisión de delitos
de orden público, como robo de enseres y artefactos a una profesora en flagrancia, habiendo
sido encontrado con “las manos en la masa al momento de cometerse el delito” (sic). Por
dicha situación la comunidad, en su legítimo derecho, por sus usos y costumbres sancionó
con la elaboración de mil adobes y la compra de la puerta de un garaje para el colegio; sin
embargo, ese castigo no fue cumplido, a pesar de haberse intentado, por varios años, llegar a
una conciliación, sin ningún resultado, por ausencia de los accionantes; ii) Por el contrario,
“como acto de venganza” (sic) se inició varios procesos penales contra varios comunarios,
constituyéndose “en una verdades manzana de la discordia” (sic), lo cual no está permitido
en un pueblo originario, debiendo preservarse el vivir bien; por otro lado, la familia Ichuta no
cumplió con los usos y costumbres del lugar por más de diez años. Es decir, servir a la
comunidad y no servirse de ella, debiendo cumplir el cargo de autoridad originaria; iii) Como
los accionantes se precian de ser originarios, estaban en la obligación de cumplir con los usos
y costumbres o en su defecto pagar una multa; iv) La familia Ichuta se convirtió, durante todo
ese tiempo en un peligro para la comunidad; por lo que el pleno con el fin de precautelar su
propia seguridad física y jurídica, en forma pactada y consensuada con los accionantes,
determinó el alejamiento de toda la familia de la Comunidad o en su defecto pagar las
deudas que mantenían, por trabajos comunales, aportes y multas que alcanzaban en esa
época a Bs72 000.- (setenta y dos mil bolivianos), de acuerdo a lo establecido en Resolución;
fue así que los accionantes y su familia firmaron voluntariamente documentos por los cuales
se disponían alejarse definitivamente de la Comunidad; v) Benita Ichuta Ichuta se dio a la
tarea de difamar y propalar ofensas contra la comunidad, insultando y denigrando a
autoridades judiciales y fiscales, con tal de conseguir sus propósitos; vi) La familia Ichuta
nunca fue agredida física ni moralmente; vii) Este “recurso” no es sustitutivo de otros
previstos en la ley y los accionantes han interpuesto ya una querella penal contra los
demandados, por la supuesta comisión de los delitos de asociación delictuosa, secuestro y
privación de libertad, que se encuentra bajo el control jurisdiccional del Juez de Viacha,
incluso ya cuenta con imputación formal y solicitud de aplicación de medidas cautelares; en
consecuencia, los accionantes no han agotado la vía ordinaria para hacer valer sus derechos;
viii) El “recurso” ha sido presentado fuera del plazo de seis meses que establece la
Constitución Política del Estado, siendo contradictorio afirmar que se han vulnerado sus
derechos y sin embargo, dejar pasar tanto tiempo para reclamarlos; ix) La acción debería
estar correctamente dirigida contra toda la comunidad o en su caso los representantes
legales o comunales de ésta, por lo que los demandados carecen de legitimación pasiva; y, x)
Las personas particulares hoy demandadas no van a poder cumplir con ninguna
determinación constitucional, porque no están facultadas para ello, sino que será la
INDICE
asamblea general de toda la comunidad la que determinará si se acata o no una sentencia
constitucional. La falta de seriedad de la presente demanda, llega al extremo de demandar a
quienes no son parte de la comunidad y otros que se encuentran fuera del país, por ejemplo,
Ascencio Quispe Pucho que es un profesor que hace años dejó la comunidad. En ese mérito,
solicitan se deniegue la acción de amparo constitucional.
Genaro Triguero Triguero, Onofre Tarqui Ichuta, Ascencio Quispe Pucho e Isidora Ichuta de
Triguero, no asistieron a la audiencia, ni presentaron informe escrito a pesar de su
notificación practicada el 9 de octubre de 2012, cursantes de fs. 289 a 293.
I.3.3. Resolución
La Jueza Segunda de Sentencia Penal de El Alto del departamento de La Paz, constituida en
Jueza de garantías, por Resolución 268/2012 de 11 de octubre, cursante de fs. 346 a 349,
concedió la tutela solicitada, disponiendo que los demandados restituyan a los accionantes
su casa, tierras, animales y demás enseres, repongan los servicios básicos de energía eléctrica
y agua a la familia, así como también la reinserción del menor a la unidad educativa del lugar;
y, finalmente, dejó sin efecto las Resoluciones de 10 de noviembre de 2010, de 23 de
diciembre del mismo año; y, la notificación 3/11 del 24 de diciembre de 2011, acta de
abandono del 8 de enero del referido año, acta de conciliación de 9 del mismo mes y año,
acta de posesión del 10 del mismo mes y año. Asimismo, dispuso se permita el ingreso de la
accionante y su familia a la comunidad, con todos los derechos y garantías reconocidos por la
Constitución Política del Estado, Tratados y Convenios internacionales de Derechos Humanos
(DD.HH.), bajo los siguientes fundamentos: a) La accionante acudió a distintos lugares en
busca de hacer valer sus derechos, tales como el Ministerio de Educación, Prefectura de La
Paz y otros; y, por último al Ministerio Público, instancia que no llegó a buen término para la
accionante, en virtud a que el proceso incoado por Benita Ichuta Ichuta se habría extinguido;
b) Pese a haber recurrido ante las autoridades jurisdiccionales de El Alto, Sica Sica y Viacha,
no obtuvo la tutela solicitada por diferentes causas; c) Por la revisión de antecedentes, se
llega a la conclusión de que ha existido lesión de derechos, siendo procedente el amparo
para evitar un daño y perjuicio irremediable, de lo contrario se estaría colocando a los
accionantes en un estado de necesidad, al permitir que sigan en las mismas circunstancias en
las que se encuentran, estando por ello justificada la urgencia de la acción jurisdiccional; d)
La Ley de Deslinde Jurisdiccional, de ninguna manera puede vulnerar los derechos
fundamentales y garantías constitucionales, pues todas las jurisdicciones reconocidas
constitucionalmente, promueven y garantizan el derecho a la vida, así como los derechos de
las mujeres; asimismo, las autoridades de la jurisdicción indígena originaria campesina, no
sancionarán con la pérdida de tierras o la expulsión de adultos mayores o personas en
situación de discapacidad, por incumplimiento de deberes comunales, cargos, aportes y otros
trabajos; e) Todas las jurisdicciones reconocidas constitucionalmente, prohíben y sancionan
toda forma de violencia contra niños, niñas, adolescentes y mujeres, siendo ilegal cualquier
conciliación al respecto; y, f) Se exime de costas, daños y perjuicios a los demandados.
INDICE
I.4. Consideraciones de Sala
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto
de la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31
de diciembre de 2011, modificada por la Disposición Transitoria Segunda del Código Procesal
Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se
procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
I.5. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional
Complementariamente, el sorteo fue realizado el 23 de enero de 2013; sin embargo, debido
a la necesidad de un peritaje, se solicitó a la Unidad de Descolonización de este Tribunal
informe cultural antropológico de la Comunidad Yauriri - San Juan, por lo que se determinó la
suspensión del plazo para resolución e incluso se vio la necesidad de realizar una audiencia
oral con las partes, la que se efectuó el 10 de junio del presente año; procediéndose a
reanudar el plazo mediante decreto de 12 de agosto de 2013 (fs. 574) y consiguientes
notificaciones de 29 de agosto de 2013, cursantes de fs. 575 a 576.
Por otro lado, puesto en consideración de la Sala Liquidadora Transitoria del Tribunal
Constitucional Plurinacional el proyecto de la SCP 1127/2013-L, elaborado por la Magistrada
relatora Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco, no alcanzó los votos necesarios; habiendo
presentado la Magistrada, Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi proyecto alterno al cual
apoyaron con su voto los Magistrados Dres. Macario Lahor Cortez Chávez, Zenón Hugo
Bacarreza Morales y Carmen Silvana Sandoval Landivar; situación ante la cual, luego del
análisis respectivo, pasa a ser la Magistrada relatora en la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes
conclusiones:
II.1. Cursa fotostática de la personería jurídica de la Comunidad Originaria Yauriri San Juan de
27 de junio de 1995, otorgada mediante Resolución Prefectural 092/95 de 23 de junio;
Resolución Municipal 063/95 de 12 de junio; Registro 055 de 5 de junio de igual año, del
Municipio de Viacha, suscrita por el entonces Prefecto del Departamento de La Paz,
Subprefecto de la Provincia de Ingavi, Rosa Trujillo Aliaga y Secretario General (fs. 610).
II.2. Acta de asamblea general de las comunidades Yawriri-San Juan y Yawriri-San Francisco,
de 20 de agosto de 2002, por el que se resolvió: “Declarar persona no grata al joven (…),
Benita Ychuta y Abuelo Feliciano Ychuta dándose por EXPULSADO de las listas de la
Comunidad T.C.O. sin derecho a participar en proyectos y actividades de la comunidad.
INDICE
Asimismo, se determinó por unanimidad la expulsión inmediata y definitiva del Colegio
República de Noruega al estudiante (…), solicitando a la Dirección del Establecimiento y
Consejo de profesores más Juntas Escolares, realizar el proceso respectivo pasando en
conocimiento de las autoridades inmediata superiores del ramo de Educación” (sic)
afirmando: 1) El menor AA es autor confeso de la sustracción de enseres de la profesora
Benita Mamani Nacho, que hizo la reposición de las mismas; y, 2) Las autoridades originarias
más los comunarios firmaron un documento de solución preventiva donde se
comprometieron a pagar la sanción de una puerta garaje y mil adobes el 5 de junio de ese
año; pero, fue incumplida (fs. 6 a 7).
II.3. Por Título Ejecutorial TCO-NAL-000100 de 20 de octubre de 2005, correspondiente al
expediente 37943, se dispuso que el Ayllu Yauriri, mediante Resolución Administrativa (RA)
RA-ST 0396/2004 de 25 de noviembre, obtuvo la propiedad clase Tierra Comunitaria de
Origen (TCO) con tipo de título colectivo, denominada Ayllu Yawriri con una superficie de
4415,9503 ha, por conversión, ubicado en el departamento de La Paz, provincia Ingavi,
sección Sexta, cantón Calla (fs. 605). Por otro lado, mediante matrícula computarizada
2.08.6.04.0000004 emitida por el registro de Derechos Reales (DD.RR.), se indica que la TCO
ubicada en Calla, denominada Ayllu Yauriri con una superficie de 4415,9503 ha, pertenece al
Ayllu Yauriri mediante título ejecutorial colectivo TCONAL000100 de 20 de octubre de 2005,
inscrito el 20 de diciembre de 2005 (fs. 606).
II.4. Publicación en el matutino El Alteño, de 15 de octubre de 2010, que titula: “LE
QUITARON EL BONOSOL. Mujer denuncia injusticia comunitaria” (sic), en el que Benita
Ichuta Ichuta, a tiempo de ser entrevistada, indicó: “Esos 600 bolivianos quizá son poco para
algunos, pero para nosotros es harto en el campo, dijo al denunciar que el hecho ocurrió el
22 de agosto del 2002 en la población mencionada. Relató que todo pasó a raíz de que se
perdió una garrafa de gas en la escuela de la comunidad (…) el director me quitó la billetera
de mi papá y se sacó y llevó el dinero relató en medio de un llanto incontenible y la mirada
deteriorada por la pena y la injusticia” (sic) (fs. 11).
II.5. Voto resolutivo de 10 de noviembre de 2010, emitido por los Mallkus originarios de la
comunidad Yauriri-San Juan, sexta sección Municipal de Jesús de Machaca, Provincia Ingavi
del Departamento de La Paz que resolvió: “…determinamos a la señora: BENITA ICHUTA
ICHUTA y su padre FELICIANO ICHUTA ASPI, el abandono inmediato de la comunidad con un
término de 72 horas desde el día jueves 11 de noviembre del presente año hasta el día
sábado 13 de noviembre del año en curso, caso contrario tomaremos medidas drásticas de
acuerdo de nuestros procedimientos” (sic) afirmando que el motivo es la difamación por
prensa oral y escrita el 15 de octubre de ese año en el periódico El Alteño; y, que no se siguió
el proceso a la comunidad integra hace ocho años desde el hurto de su hijo ocurrido el 11 de
mayo de 2002 (fs. 12 a 14).
II.6. Del Estatuto Orgánico del Ayllu Originario Yawriri-San Juan, se advierten los siguientes
aspectos: En su art. 14 indica que se ratifica en todos los derechos establecidos en la
Constitución Política del Estado, “Declaración de los Derechos Humanos y las
INDICE
internacionales” (sic.). De acuerdo a su art. 15 se ratifica en los deberes establecidos por
dicha norma suprema y en el Reglamento interno del Ayllu. El art. 21 menciona que todo
integrante afiliado al Ayllu Yauriri-San Juan tiene acceso a tener su propiedad, ya sea
pequeño, mediano o de extensión, de acuerdo a las herencias de sus antecesores, debiendo
cumplir con todas las obligaciones. Asimismo, indica que el derecho a mantener el acceso a la
tierra de todos los comunarios con el cumplimiento de función social, servicios sociales y
económicos. El art. 25, indica que cada sayaña está sujeta a dicho cumplimiento. El art. 60
establece el procedimiento de la justicia indígena originaria e indica: “a) La primera instancia
es privada dentro de la familia, se solucionará con el apoyo de un pasado o algún familiar. b)
La segunda instancia es a través del secretario de justicia, donde los afectados presentan su
denuncia y las autoridades citan a los interesados, una vez escuchada la audiencia toma la
decisión y se hace recomendaciones al culpable y se ejecuta la sanción, bajo el reglamento
interno de faltas y sanciones. c) La tercera instancia es la asamblea comunal del ayllu y si la
asamblea no resuelve se transferirá a las instancias superiores (cabildo de MACOJMA,
SIMACO,… o justicia ordinaria)”. En cuanto a las faltas leves, no especifica qué acciones serán
consideradas como tales, en cuanto a las faltas graves, refiere que serán las reincidencias y
en cuanto a faltas muy graves indica al desacato, prepotencia, autoritarismo, inmoralidad,
deudas económicas y materiales pendientes cometidas en repetidas veces. El art. 73 señala
que las faltas muy graves de los comunarios, serán sancionadas económicamente previa
verificación del delito y en caso de incumplimiento, será expulsión definitiva del Ayllu y que
los delitos que no son de competencia del Ayllu pasarán a las instancias superiores de la
justicia ordinaria. Finalmente, en su art. 75 refiere que desde el momento de su aprobación
por la mayoría absoluta de los comunarios, estará en vigencia el indicado Estatuto. No indica
fecha de su realización. Por otro lado el Reglamento Interno “Ayllu Originario Yauriri San
Juan” en su art. 5 establece el derecho a la integridad física y como deberes en el art. 6
cumplir con las funciones sociales, servicios sociales y económicos, asistir a reuniones,
trabajos y otras actividades a nivel comunal. En su art. 11, indica que los aportes económicos
de cada contribuyente se cancelarán de acuerdo a la extensión de su propiedad territorial. Ya
el art. 14 señala que la sayaña es el espacio territorial donde está establecido y viven los
comunarios con su familia, cumpliendo con los servicios sociales y económicos. Las
autoridades del Ayllu deberán hacer respetar que la sayaña es la propiedad privada y familiar
del Ayllu. Es el domicilio inviolable de la familia aymara. Con respecto a las reuniones
ordinarias, el art. 54 indica que las mismas se llevarán cada mes y las reuniones
extraordinarias serán realizadas, de acuerdo al art. 55 cuando exista una emergencia, crisis
interna y otra situación de urgencia según su importancia, convocada con el “humeo” desde
el lugar de costumbre. Finalmente, en cuanto a las faltas de los comunarios indica en su art.
59 que serán sancionadas económicamente, previa verificación del delito y en caso de
incumplimiento será expulsado del Ayllu; como faltas graves están establecidas las
reincidencias en faltas leves y entre las faltas leves están las inasistencias a reuniones de
manera consecutiva, incumplimiento de aportes. Como faltas muy graves se encuentran la
reincidencia de faltas graves, ingresar a domicilios e instituciones ajenos sin consentimiento
de su dueño, hurto de objetos de la casa. En cuanto a las sanciones, el art. 61 indica que
previo el sumario y verificación de los hechos, el caso se registra en el libro de acta como
antecedente negativo, luego el infractor sufrirá un castigo de la siguiente alternativa, trabajo
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forzado, monto económico en beneficio del ayllu, en caso de rebeldía será despedido y
“echada” (sic) del ayllu definitivamente. Mediante acta de “APROBACIÓN DEL ESTATUTO
ORGANICO” (sic), se conoce que el Estatuto Orgánico y su Reglamentación se aprobaron por
mayoría absoluta y que desde el 19 de diciembre de 2010, entra en vigencia (fs. 615 a 657).
II.7. La Resolución originaria 01 de 23 de diciembre de 2010, emitida en base a los arts.
30.II.2 y 190 de la CPE, por las autoridades originarias, comunarias y residentes del Ayllu
Originario Yauriri-San Juan, refiere que: en mérito a los principios ético morales de la
sociedad plural como el ama llulla, ama sua, ama qhilla, el bienestar común, responsabilidad
y justicia social, los denunciados Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi, incumplieron
con las obligaciones y deberes comunitarios, así como los principios referidos, infringiendo la
función social, asimismo, se indica que no han aportado con cuotas mensuales, ni han
asistido a reuniones ordinarias, tampoco han cumplido con la asistencia en las actividades
(fundadas en el art. 393 de la CPE) descritas en el Acta, por lo que la suma que adeuda a la
comunidad es de Bs36 260.- (treinta y seis mil doscientos sesenta bolivianos) “sumado por
las dos personas” (sic) alcanza a Bs72 520.-; en mérito a todo ello, se estableció que los
mencionados incumplieron obligaciones comunitarias durante ocho años ocasionando
perjuicios sociales, culturales y otros a toda la Comunidad Ayllu Yauriri-San Juan, en mérito a
ello se dispuso: i) Desconocer a los nombrados como miembros de la Comunidad; ii) La
expulsión definitiva sin derecho a indulto a toda la familia, indicando que una vez entregadas
las notificaciones de abandono a Benita Ichuta Ichuta deberá abandonar inmediatamente y
en forma voluntaria; y, iii) En caso de incumplirse con lo determinado, la Comunidad se
declaró en estado de emergencia y alerta, en el que los comunarios no se responsabilizan por
ningún tipo de perjuicios en caso de no acatarse lo decidido. Fundamentando entre otros
aspectos, que hubo: “Agresiones físicas, psicológicas a las autoridades originarias,
comunarios, autoridades educativas y a otros en forma consecutiva. Amenazas, calumnias,
injurias difamaciones, amedrentamientos con todas las autoridades, comunarios y residentes
en diferentes lugares. Haciendo declaraciones falsas en medios de comunicación oral, escrita
y televisiva denigrando a la comunidad. Enjuiciamiento a diferentes autoridades comunarias
y al Ex Director del Núcleo Yauriri…Se comprometió no iniciar proceso en contra de
autoridades originarias comunarias y profesores” (fs. 15 a 17).
II.8. Del informe de 7 de enero de 2011, emitido por los efectivos policiales destinados a Calla
Tupac Katari de la provincia Ingavi, dirigido al Comandante de la Policía Rural y Fronteriza, se
advierte que el 20 de noviembre de 2010, a horas 11:30 la señora que se identificó como
Benita Ichuta Ichuta, se apersonó al puesto policial Calla Tupac Katari Provincia Ingavi,
manifestando que fue víctima de agresiones físicas por parte de los comunarios de YauririSan Juan, Sexta Sección de Jesús de Machaca, misma que presentaba lesiones, se la auxilió
llevándola al Centro Médico más cercano, pero en dicho centro no había atención,
habiéndose solo podido conseguir algunos calmantes; empero, la misma no quiso formalizar
su denuncia, indicando que ya lo había hecho en la ciudad de La Paz, pues en una anterior
ocasión ya había sido víctima de agresiones físicas, por parte de los sindicados (fs. 660 a 661).
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II.9. Acta de constancia de una reunión llevada a cabo el 8 de enero de 2011 a horas 18:00,
del Ayllu Yauriri-San Juan, en la que se encontraban presentes las autoridades originarias
(Jiliri Mallku, Agustín Triguero “I.” y Mallku Originario, Primitivo Triguero y Mario Triguero
Ichuta), los comunarios y comunarias, así como Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi,
en la que se estableció el orden del día. En el acta se señala que, la hoy accionante a la
pregunta del “Jilir” Mallku, respondió que iba a continuar con los procesos penales contra
Ascencio Quispe Pucho y Juan Triguero Mamani y otros; asimismo, con respecto a “la
apropiación de sayaña de Rolando Ichuta Triguero después de haber pasteado su pastal del
mencionado Señor…” (sic) indicó Benita Ichuta Ichuta que se le iba a cancelar al propietario
lo que pidiera, respecto al incumplimiento de la función social el acta indica que los
accionantes debían cancelar Bs36 260.- por cada uno; sin embargo, éstos se negaron a
cancelar dicho monto. Finalmente, como resultado de tal reunión, la Comunidad concluyó
que debía aplicarse la Constitución Política del Estado, el Estatuto Orgánico y Reglamento
Interno del Ayllu (fs. 34 a 35 vta.).
II.10. Por Acta de Abandono del día sábado 8 de enero de 2011, a horas “dieciocho” (sic),
reunidos en la Unidad Educativa Yawriri-San Juan del Ayllu, el Jiliri Mallku, Sullka Mallkus,
Mallku Taykas, dirigentes, comunarios de base, así como los accionantes, a objeto de
determinar objeto de incumplimiento de función social en base al art. 190 y 192, la Ley de
Deslinde Jurisdiccional y de acuerdo a sus usos y costumbres y en aplicación de los arts. 18 y
20 del Estatuto Orgánico del Ayllu Yawriri-San Juan de faltas y sanciones, luego de darles la
oportunidad de reconciliación a los accionantes, respetando sus derechos a la defensa se
determinó que las sayañas de la señora Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi,
quedaban expropiadas en beneficio de la Comunidad Ayllu Yauriri San-Juan, por no haber
cumplido con la función social, debiendo abandonarlas en forma voluntaria dentro de
setenta y dos horas de forma definitiva (fs. 327 y vta.).
II.11. Del acta de conciliación de 9 de enero de 2011, a horas 8:00, entre la Comunidad
Yauriri-San Juan y los hoy accionantes, junto a sus hermanos René y Enrique Ichuta Ichuta
(abogado el primero); se indica que se dispuso: a) Por incumplimiento del servicio social a la
Comunidad y la deuda acumulada deja sus dos sayañas en beneficio de la Comunidad; b) El
hermano de la coaccionante, René Ichuta Ichuta, se comprometió a convencer a su hermana,
para que desista de los diferentes procesos penales contra el profesor Ascencio Quispe
Pucho y Juan Triguero Tarqui, así como para que no inicie nuevos procesos contra las
autoridades originarias o los comunarios o comunarias; asimismo, ante el pedido de respetar
su casa en el pueblo de Yauriri de Machaca, los comunarios no lo aceptaron, sino que por el
contrario decidieron que sea demolida para la calle del pueblo. Por otro lado, la propia
colectividad determinó desistir de los procesos instaurados contra la accionante; c) “A la
propuesta de la familia Benita Ichuta Ichuta; los mallkus originario, autoridades, comunarios
de base aceptaron la propuesta. La Comunidad se comprometió a devolver el ganado de la
accionante…” que se encontraba en la sayaña de Rolando Ichuta Triguero (sic); d) Ambas
partes se comprometieron a otorgarse garantías para que exista un buen vivir o suma
qamaña; y, e) La familia de Benita Ichuta Ichuta, debe abandonar la comunidad en
veinticuatro horas, entregando sus sayañas de forma pacífica, libre y voluntaria. En
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constancia firman el acta, Primitivo Triguero Ichuta y Mario Triguero Ichuta como Mallku
originarios y Agustín Triguero Ichuta como Jiliri Mallku Ayllu -ahora demandados-, así como
los accionantes (fs. 36 a 37).
II.12. Por acta de garantía del 9 de enero de 2011 a horas 9:00, Benita Ichuta Ichuta, se
comprometió a no agredir psicológica ni físicamente a las autoridades originarias,
comunarios y residentes, y viceversa. Los hermanos de aquélla, Enrique y René Ichuta Ichuta
y su padre Feliciano Ichuta Aspi, se comprometieron a no agredir ni psicológica ni físicamente
a las autoridades originarias, comunarios y residentes, así como a no presentar procesos
judiciales en su contra; asimismo, del acta de entrega de la misma fecha a horas 10:45, se
indica que se le devolvió a los accionantes el ganado decomisado el día anterior, consistente
en veintidós vacas, veintidós llamas (faltando dos llamas), ovejas en la misma cantidad y dos
burros (fs. 37 vta. y 330 vta.).
II.13. El informe de 9 de enero de 2011, emitido por el Sub comandante de la Estación
Policial Integral 5 Huayna Potosí, Freddy Villarroel Gutiérrez dirigido a Raúl Romero
Rodríguez, Comandante de dicha Estación Policial, indica que el 8 de enero a horas 20:30
junto con otro oficial y cinco policías de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC)
de La Paz, más treinta y cinco “clases”, se constituyeron en Yauriri-San Juan para rescatar a
Feliciano Ichuta Aspi y Benita Ichuta Ichuta, padre y hermana respectivamente del
denunciante René Ichuta Ichuta, quien indicó que las víctimas fueron secuestradas en la
iglesia de dicha población. Pero cuando los policías fueron a la iglesia a las 23:30, no había
nadie allí, sin embargo, habiéndose aproximado el mallku Agustín Triguero Ichuta y otras
autoridades, éstos les indicaron que no se había secuestrado a ninguna persona, peor
sustraído o robado algún ganado, habiéndoles explicado porque estaban siendo juzgados
(deuda económica a la comunidad, difamación, que eran abusivos) invitándoles a la escuela
de la población donde los comunarios realizaban una asamblea en la que participaban los
posibles secuestrados. El informe indica que no se verificó secuestro alguno, vejámenes,
torturas ni malos tratos ni quema de domicilio, peor robo de ganado, por lo que se retiraron
a horas 3:30 aproximadamente (fs. 662 a 663).
II.14. A través del “Acta de Posesionamiento” (sic) de 10 de enero de 2011, a horas 11:30, se
advierte que la Comunidad Yauriri-San Juan en general, se reunió para tomar posesión en las
sayañas de la familia de Benita Ichuta Ichuta, Feliciano Ichuta Aspi, René Ichuta Ichuta,
Enrique Ichuta Ichuta, Eleodoro Ichuta Ichuta, Martín Ichuta Ichuta, Gervacia Ichuta Ichuta,
Margara Ichuta Ichuta y Roberto Rubén Tarqui Ichuta, estableciendo las delimitaciones de los
terrenos y amojonando los mismos, constando finalmente, que de acuerdo a sus costumbres,
tomaron posesión de los referidos predios, en presencia de efectivos de la Policía Rural
Fronteriza del Cantón Kalla Baja. En constancia firman el acta, Primitivo Triguero y Mario
Triguero Ichuta como Mallkus originarios y Agustín Triguero Ichuta como Jiliri Mallku Ayllu
(fs. 38 a 39 vta.).
II.15. El informe suscrito por Apolinar Alaro Tarqui, efectivo policial de 10 de enero de 2011,
indica que el 8 de enero de 2011 a horas 16:50 aproximadamente, se hizo presente en la
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oficina policial Enrique Ichuta Ichuta, el mismo que indicó que su padre Feliciano Ichuta Aspi
de ochenta años de edad y su hermana Benita Ichuta Ichuta de cuarenta y cinco años de
edad, habrían sido secuestrados por los comunarios de Yauriri San Juan, perteneciente a
Jesús de Machaca, supuestamente por no cumplir con las obligaciones y costumbres de la
mencionada comunidad. Una vez constituidos en la comunidad Yauriri-San Juan,
aproximadamente a las 18:00 de ese día, los efectivos policiales fueron interceptados por
veinte personas de la comunidad, indicando que no era posible ver a los accionantes, pues se
encontraban en la Unidad Educativa sin ningún problema, ante la insistencia de verlos, dichas
veinte personas se pusieron agresivas, motivo por el cual tuvieron que retornar a su puesto
policial, para evitar agresiones. Posteriormente, Freddy Villarroel, Subcomandante del
Distrito Policial 5, se hizo presente con treinta efectivos y personal de la FELCC, entre siete
efectivos entre “clases” y policías, quienes se hicieron cargo de la situación (fs. 31).
II.16. Agustín Triguero Ichuta, Primitivo Triguero Ichuta, Mario Triguero Ichuta, autoridades
originarías del Ayllu Yauriri - San Juan y otros comunarios, por memorial de 11 de enero de
2011, dirigido al Defensor del Pueblo, comunican a dicha autoridad que, en base a sus usos y
costumbres determinaron la expulsión de la familia de Benita Ichuta Ichuta, refiriendo todos
los antecedentes conocidos y la ejecución de dicha decisión, que se realizó el 8, 9 y 10 del
mismo mes y año, en estricta sujeción a la práctica del buen vivir, refiriendo: “…no hemos
tocado la humanidad de los comunarios castigados, respetando el derecho a la vida, a la
defensa y las garantías constitucionales” (sic); denunciando como falsas las acusaciones de la
ahora accionante (fs. 4 a 5 vta.).
II.17. El certificado médico forense de 12 de enero de 2011, suscrito por el médico forense
del Instituto de Investigaciones Forenses, José Hoyos Sánchez, en cumplimiento de
requerimiento fiscal, indica que el paciente Feliciano Ichuta Aspi de setenta y ocho años de
edad, de acuerdo a los antecedentes referidos, por éste de haber sido agredido físicamente
por varias personas el 8 de enero del mismo año en la tarde, presenta dolor en ambas
regiones dorso lumbares y en el tercio medio posterior de ambas piernas sin “signología
detectable” (sic), concluyendo dicho certificado que sufrió violencia, prescribiéndole cinco
días de impedimento. Asimismo, por certificado médico forense de la misma fecha, se indica
que Benita Ichuta Ichuta -quien refirió que el 8 de enero de 2011 a horas 15:30 fue agredida
por varias personas de la comunidad Yauriri San Juan provincia Ingavi- recibió golpes en la
espalda y el cuerpo, prescribiéndole ocho días de impedimento (fs. 18 y 19).
II.18. El informe policial con cargo de recepción en el Comando Departamental de Policía
Rural y Fronteriza de La Paz, de 12 de enero de 2011, suscrito por Luis Mauricio Ramirez,
Julio Sosa Huanca, Silvestre Aruquipa Laruta, efectivos policiales del referido comando, indica
como antecedentes que el 8 del mismo mes y año, se denunció el secuestro de los ahora
accionantes en la Comunidad Yauriri-San Juan; una vez en el lugar, a las 19:35, se verificó que
la Comunidad se encontraba reunida en la escuela con la presencia de aproximadamente
ciento cincuenta personas y en contacto con Agustín Triguero Ichuta, Jiliri Mallku, éste les
refirió que no hubo secuestro, sino una reconciliación de la Comunidad. Los funcionarios
policiales dieron parte de esa información a sus superiores y fueron invitados por la
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autoridad originaria al lugar en el que se llevaba adelante la reunión; en el mismo, quedaron
apostados tres de dichos efectivos con el objeto de resguardar la seguridad de los
“sindicados”, el 9 de enero de 2011 a horas 10:30, concluyó la reunión sin que se haya
llegado a una solución, por lo que se decidió aplicar justicia comunitaria de desalojo de
Benita Ichuta Ichuta y su familia, quienes firmaron el acta de garantía y desalojo, recogieron
sus animales y se retiraron del lugar (fs. 32 a 33).
II.19. Por formulario de caso impreso el 25 de febrero de 2011, los accionantes denunciaron
la comisión de los delitos de asociación delictuosa, secuestros y privación de libertad,
indicando que el 8 de enero de ese año, fueron víctimas de secuestro y también sus
animales, los mallkus y autoridades de la Comunidad Yauriri-San Juan rodearon su domicilio y
la sacaron a la rastre, amenazándola con quitarle la vida, luego les metieron a la iglesia y
llevaron una soga para ahorcarles. Indica que los comunarios bloquearon el camino, al saber
que iban a ir policías a rescatarlos, luego les trasladaron a la escuela y disimularon la
existencia de una conciliación, querían saber los comunarios si los accionantes iban a
levantar o no los procesos seguidos contra Ascencio Quispe Pucho -ex profesor-, asimismo,
les indicaron a los accionantes que debían pagar Bs72 500.- por inasistencia a la comunidad,
pretendiendo quemarlos con querosén, les obligaron a colocar sus huellas en un acta (fs.
474).
II.20. El Voto resolutivo 03/18/11/11 de 17 de diciembre de 2011, que emitieron las
“autoridades originarias, el directorio, bases y residentes del ayllu Yawriri san Juan (…)
dirigido a todas las autoridades competentes, autoridades Públicas, Fiscalías. Jueces de
partido, prensa oral y escrita y diferentes ministerios y vice ministerios del estado
Plurinacional de Bolivia. etc. Sobre el abandono voluntario de la Familia ICHUTA Por su
incumplimiento en la función social económica y las falsas acusaciones, difamaciones
persecuciones humillaciones y querellas en contra de diferentes comunarios…” (sic); esta
declaración, explica que la referida familia se encuentra sometida a la jurisdicción indígena
originaria campesina y en ese mérito se tomaron determinaciones, pues de forma voluntaria
incumplieron deberes y obligaciones comunitarios, posteriormente, se indica que: ”…ellos
mismos abandonaron con todas su pertenencias en el mismo instante”. Dicho Voto está
suscrito -entre otros- por Agustín Triguero Ichuta, Jiliri Mallku Ayllu Originario, Primitivo
Triguero Ichuta, Mallku Originario Mario Triguero Ichuta Mallku Originario y Mercedes Ichuta
Jiliri Mallku Ayllu Originario (fs. 316 a 320).
II.21. Por informe emitido el 20 de agosto de 2012, por Silverio Isidro Limachi Cruz efectivo
policial dirigido a Félix Rocha Revollo, Director Distrital de la FELCC de El Alto, se indica que el
9 de enero de 2011 llegaron a Yauriri San Juan a horas 2:10, se procedió a registrar el lugar
del hecho con el personal de laboratorio y se constató que se encontraban cinco
habitaciones sin daños materiales, solamente la ventana de una habitación se encontraba
forzada, con relación al ganado, según lo que mencionó Enrique Ichuta Ichuta “(hijo)” (sic),
“…está completo las ovejas, los ganados de vacuno camélidos y burros no se encuentran en
su domicilio, lo tenía en poder lo comunarios de la comunidad a cargo del Jilir Mallcu
Originario Sr. Agustín Triguero Ichuta…”. Ese mismo día a las 2:30 fueron a la escuela de la
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comunidad, y tomaron contacto con Mario Triguero Ichuta y Agustín Triguero Ichuta, quienes
estando reunidos en aula de la referida escuela, manifestaron que estaban reunidos en
forma pacífica; asimismo se adjunta acta de registro del lugar, el cual indica que el 9 de enero
de 2011 a horas 2:30, se encontraban en la Comunidad Yauriri-San Juan, se contactaron con
Mallku Originario Jiliri Mallku Agustín Triguero Ichuta y Mario Triguero Ichuta, quienes
indicaron que estaban sin novedad “…de la misma manera se constató que se encontró con
el Sr. Feliciano Ichuta Aspi, de la misma manera se contacto a la Sra. Benita Ichuta Ichuta…,
se encuentran sin novedad y participando en la reunión de la mencionada comunidad” (sic)
(fs. 277 y 278).
II.22. Hilda Mery Gutiérrez Martínez y Humberto Parra Condori, Fiscales de Materia
presentaron imputación formal de 20 de agosto de 2012, contra Agustín Triguero Ichuta,
Juan Triguero Mamani, Nemesio Ichuta Mamani, Ascencio Quispe Pucho, Mario Tirguero
Ichuta, Martin Triguero Tarqui, Eustaquio Ichuta Tarqui, Juan Humiri Tarqui, Tiburcio Humiri
Ichuta, Avelina Triguero de Humiri y Juana Tuco de Triguero por la presunta comisión de los
delitos de tentativa de asesinato, robo agravado, daño calificado, allanamiento de domicilio o
sus dependencias, asociación delictuosa y privación de libertad, indicando que habiendo
tomado conocimiento de la denuncia planteada por Feliciano Ichuta Aspi y Benita Ichuta
Ichuta, se comunicó el inicio de las investigaciones tendientes a demostrar la existencia de
los elementos de convencimiento de la participación de los imputados en los ilícitos penales,
pudiendo establecerse la existencia de suficientes elementos de convicción como para
sostener que los imputados son con probabilidad autores o partícipes del delito que se les
atribuye. Los hechos expuestos refieren que, el 8 de enero de 2011 a horas 15:35, un tumulto
de gente ingresó a su inmueble, de donde sacaron ganado para llevarlo a la casa de Isidora
Ichuta, luego rodearon a Feliciano Ichuta Aspi a quien golpearon y amenazaron y lo
mantuvieron tendido en el piso por más de dos horas; con respecto a Benita Ichuta Ichuta
violentaron la puerta y ventana de la habitación en la que se encontraba para sacarla a la
fuerza, agrediéndola físicamente. A horas 18:00 del mismo día señalado los accionantes
fueron arrastrados hasta la iglesia por Ascensio Quispe Pucho, Agustín Triguero Ichuta, Juan
Triguero Mamani, Abelina Triguero de Humiri y Juana Tuco de Triguero, ya en el interior de
dicha iglesia Agustín Triguero y Juan Triguero Mamani los sujetaron “…con una reata en la
cintura y con la otra en el cuello para colgarla en la torre a su vez tenían listo cinco litros de
kerosene para rosearla y quemarla vivo…” (sic) los demás colaboraron con este hecho,
mientras que Ascensio Quispe Pucho labraba un acta de pacto de silencio, acordando que
ninguna persona debía informar los hechos a las autoridades si se presentaban. Cuando se
enteraron de que efectivos policiales estaban llegando, conformaron cuatro grupos, el
primero para resguardar a las víctimas, el segundo para bloquear el camino, el tercero para
resguardar el ganado y el cuarto buscaba un lugar donde esconder a las víctimas. Asimismo,
indica la imputación formal que en mérito a la llegada de la policía no se consumó el
linchamiento. A las 20:50 fueron trasladados a la escuela de la comunidad para realizar una
conciliación, les impusieron la multa de Bs72 500.-, además que debían retirar las denuncias
contra Ascencio Quispe Pucho, en esas circunstancias llegaron efectivos de la FELCC de La Paz
cuando promediaba la 1:00 de 9 de enero de 2011, cubriendo a Feliciano Ichuta Aspi con una
frazada y a Benita Ichuta Ichuta con aguayo para dar la apariencia de que estaba en reunión,
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ocultando el querosén y las reatas, abandonando el aula muchos comunarios quedándose
sólo treinta personas. Posteriormente, al promediar las 2:00 cinco efectivos ingresaron al
aula, al haber sido informados que se trataba de una reunión de conciliación se fueron del
lugar sin rescatar a las víctimas. Ya al amanecer, cuando estaban los policías, Enrique y René
Ichuta Ichuta, también fueron privados de libertad, se les impuso a la familia Ichuta que
abandonen la comunidad y su casa en veinticuatro horas, bajo alternativa de lincharles,
distribuirse el ganado y quemar el inmueble, toda esa situación se dio hasta las 11:30 del 9
de enero de 2011. El 9 de enero de 2011 los condujeron a su casa donde los vigilaron para
asegurarse de que cumplieran su compromiso, habiendo salido las víctimas del inmueble el
lunes 10 de enero de 2011 a horas 11:00, para ello se congregó una marcha de personas, que
llevaban banderas y gritaban que se vayan, a su vez iniciaron el amojonamiento de las
parcelas de las víctimas y allanaron la propiedad, en esas circunstancias llegaron el
Comandante de la Policía Rural y Fronteriza de La Paz, quien intercedió para que puedan salir
con vida. El 20 de enero de 2011 a horas 10:00, la cabeza de los ahora demandados,
allanaron la casa, demolieron muros, corrales, hornos y depósitos de alimentos y entre otros
aspectos, el 8 de enero de 2012, demolieron el inmueble principal, empleando dinamitas y
prendieron fuego en todos los cuartos. Asimismo, la imputación indica que, por las
investigaciones, las declaraciones de las víctimas y de los testigos, se tiene que los
imputados, son los presuntos autores intelectuales y materiales en la consumación de los
diferentes hechos descritos, que se traducen en ilícitos penales, siendo el móvil de los hechos
el desalojarlos de la comunidad Yauriri San Juan y despojarlos de sus bienes materiales y de
su ganado (fs. 307 a 315).
II.23. Por Informe técnico de registro del lugar de los hechos, de 30 de noviembre de 2012,
Freddy Alanoca Flores, Investigador Especial, a denuncia de René Ichuta Ichuta, indicó que el
8 de enero de 2011, encontrándose de servicio en la División Escena del Crimen por
disposición de Rosalio Álvarez Claros, Director Departamental de la FELCC de La Paz a cargo
de Pablo Patiño Cuba, Ramiro Quito Huanca, Silverio Limachi Cruz, efectivos, Javier Quispe
Choque y René Ichuta Ichuta, se constituyeron a Yauriri-San Juan del departamento de La
Paz, a constatar el presunto hecho denunciado por toma de rehenes, habiendo arribado a las
00:00 se tomó contacto con Jesús Aro Tarqui, encargado de la Policía Rural y Fronteriza de
Jesús de Machaca, quien manifestó que las supuestas víctimas, estarían siendo tomadas
como rehenes por los comunarios de Yauriri-San Juan Sexta sección de Jesús de Machaca, fue
así que se constituyeron con la comisión de policías, hasta la comunidad Yauriri-San Juan a
horas 2:10, cuando se constató el domicilio de las presuntas víctimas se observó un inmueble
de cinco habitaciones a la intemperie, y que una las ventanas de la habitación, había sido
forzada en su mecanismo de seguridad; asimismo, constataron animales domésticos en su
corral y al no encontrar a las víctimas, se constituyeron a las instalaciones de la escuela del
lugar, evidenciando en una de las aulas, una cantidad de personas en un número de ochenta
a noventa, entre hombres y mujeres, quienes al percatarse de su presencia, salieron
indicando a través de Agustín Triguero Ichuta que las víctimas habrían cometido presuntos
hechos de anomalía contra las normas de la comunidad. Se pudo observar que las presuntas
victimas estaban sentados en una silla y una banca con un pupitre, y que se oponían a firmar
cualquier documentación, puesto que los comunarios les exigían que firmen el acta
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redactada por los líderes, los mallkus se opusieron a que se saque fotografías del libro, así
como de llevarse a cabo otros actuados policiales, manifestando que se brindaría garantías,
por lo que no se pudo realizar el rescate. Se adjunta a dicho informe, muestrario fotográfico
en el que se observa que, ya era horario nocturno, por otro lado se advierte a los accionantes
dentro del aula junto a los comunarios, asimismo, cursando leyendas en las fotografías, que
refieren corresponder a hechos relatados en el informe (fs. 477 a 483).
III. CONCLUSIONES CON RELEVANCIA CULTURAL-ANTROPOLÓGICA
Con el objetivo de conocer adecuadamente la realidad de la Comunidad Yauriri - San Juan, se
solicitó a la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, la
realización de un informe de campo detallado sobre dicha comunidad, que cursa de fs. 536 a
573, del que se obtuvo la siguiente información:
III.1. En cuanto a la identidad cultural
La Comunidad de Yauriri-San Juan, es parte del municipio de Jesús de Machaca, provincia
Ingavi del departamento de La Paz, según sus autoridades originarias, es una comunidad
precolonial.
El verdadero nombre de Jesús de Machaca es “Machaq Marka” y ancestralmente se
constituía en una sola marka; sin embargo, fue dividido por discrepancias internas, quedando
como la parcialidad de abajo (Alay Suxta) y la parcialidad de arriba (Araxa Suxta); la primera
de ellas, a la que corresponde la Comunidad Yauriri-San Juan, se conforma de diecinueve
ayllus, con aproximadamente 10535 habitantes (5485 mujeres y 5050 varones).
III.2. En cuanto al idioma
El lenguaje predominante de comunicación entre las personas mayores de la Comunidad
Yauriri - San Juan es el aymara; en cambio, los jóvenes son bilingües, pues se comunican
tanto en los idiomas aymara y castellano.
III.3. En cuanto a la organización estructural del Ayllu
El Ayllu Yauriri Unificado se encuentra compuesto por las Comunidades de Yauriri-San Juan y
Yauriri-San Francisco, cada una de ellas con sus propias autoridades. La comunidad de San
Juan en sí, está organizada por familias que viven en sus respectivas sayañas, como base de
su organización territorial mantienen el muyu (rotación) en la designación de cargos y
comisiones de trabajo por un año. Las autoridades de la comunidad son: 1) Jilir Mallku Awki y
Jilir Mallku Tayka; 2) Primer Mallku Originario Awki y Primer Mallku Originario Tayka; y, 3)
Segundo Mallku Originario Awki y Segundo Mallku Originario Tayka. La estructura de
autoridades originarias, en las comunidades son autónomas en su administración territorial,
de una comunidad a la otra, conforme a sus normas y procedimientos propios.
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Yauriri-San Juan está constituido por noventa y nueve familias contribuyentes, de acuerdo a
sus registros, alcanzando una población de más de cuatrocientas personas.
III.4. En cuanto a su organización económica
Consiste en la producción agrícola y pecuaria en pequeña escala; el manejo ecológico del
territorio está orientado bajo el principio de las aynokas (terrenos colectivos para la
producción agrícola de carácter rotativo), en el que prima la solidaridad entre los
comunarios, siendo complementaria la actividad comercial en las ciudades de El Alto y La
Paz.
III.5. En cuanto a la espiritualidad
Conforme a su cosmovisión aymara, mantienen la práctica de sus costumbres culturales y
espirituales, en relación a la Pachamama (madre tierra); aún desarrollan las fiestas
tradicionales y patronales de la Comunidad por diferentes tiempos y épocas (jallupacha y
awtipacha), así como se han apropiado de fiestas patronales de la iglesia católica en honor a
San Juan Bautista.
III.6. En cuanto a la estructura política - territorial
III.6.1. Gobierno Comunal
Las autoridades originarias de la Comunidad Yauriri - San Juan, son la máxima instancia de
representación del gobierno originario, designados por un año calendario según sus usos y
costumbres de la comunidad. Los estatutos orgánicos incorporan una nueva autoridad
dentro del Consejo de Mallkus, el Jalja Mallku (Secretario de Justicia).
III.6.2. Territorio Indígena Originario Campesino
La Comunidad Yauriri-San Juan se constituyó como TCO a partir de la extensión del título
territorial otorgado por el INRA, mediante proceso de saneamiento; otorgándoseles título
ejecutorial TCO-NAL 000100 del expediente 37943, con Resolución RA-ST 0396/2004, emitido
el 20 de octubre de 2005; por tanto, la tenencia de la tierra en la comunidad es de carácter
colectivo que se manifiesta en el manejo de las aynokas y las sayañas por cada familia.
III.7. En cuanto a la administración de justicia
Son las autoridades originarias señaladas en el punto III.3, los responsables de la
administración de justicia, de acuerdo a normas y procedimientos propios a través de sus
instituciones comunales. El elemento principal es la espiritualidad “(ritualidad acompañada
con la coca y alcohol), mediante el cual se administra justicia en forma imparcial” (sic).
Conforme sus estatutos y reglamentos internos, la comunidad reconoce tres instancias para
la resolución de conflictos: i) La primera instancia es privada, dentro de la familia se soluciona
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con el apoyo de algún familiar o experiencias similares dentro de ese núcleo; ii) La segunda,
través del Jalja Mallku; y, iii) La tercera instancia es la asamblea comunal del Ayllu y si la
asamblea no resuelve, se transfiere a las instancias superiores (Cabildo de MACOJMA,
SIMACO o en su caso la justicia ordinaria).
III.8. Normas y procedimientos
La administración de la justicia interviene desde la prevención de los hechos, mediante la
realización de visitas (muyt’a) a las familias en sus propias sayañas, domicilios o lugares
donde la familia radica, con la finalidad de recomendar sobre la práctica permanente de
principios y valores que tiene la comunidad.
El incumplimiento de las recomendaciones de las autoridades originarias, provoca un quiebre
de los principios y valores, presentándose conflictos en la comunidad, desarmonía y
desequilibrio territorial que deben ser resueltos. El procedimiento, eminentemente oral,
consiste en citar a las personas intervinientes, en el conflicto en la sede de la comunidad, en
la que se realiza una “declaración oral” ante las autoridades originarias, con presentación de
testigos y en su caso, se realizan careos. El proceso puede durar horas, dependiendo del
conflicto, sin embargo, no pasa del día. Las autoridades llaman a la reconciliación y hacen
recomendaciones, quedando constancia de lo decidido en libro de actas de la Autoridad
Originaria; no obstante, en caso de no llegarse a una conciliación, se sanciona de acuerdo a la
gravedad de los hechos o en casos muy graves, son remitidos a la justicia ordinaria.
III.8.1. Normativa interna, tipos de faltas y conflictos
Según los estatutos y reglamentos internos, las faltas se clasifican en leves, graves y muy
graves.
Entre los problemas más comunes, se identificaron los siguientes conflictos: problemas por
terrenos, linderos y mojones; problemas familiares como abandono de hogar, separaciones,
asistencia familiar, riñas y peleas entre comunarios, robos, hurtos, abigeatos e
incumplimiento de los servicios sociales y honoríficos de la Comunidad.
III.8.2. Sanciones
Según el Reglamento Interno de la Comunidad, existen dos tipos de sanciones que se pueden
dar a las autoridades y a los comunarios. Con respecto a las faltas de los comunarios, el art.
61 de dicho instrumento indica: “1. Faltas leves. El infractor será reflexionado y orientado de
manera diplomática por los mediadores.
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2. Faltas graves. Deberán cumplir con cinco jornadas de trabajo ya sea en dinero equivalentes
de acuerdo a las infraccionares previo el registro en libro de actas como antecedentes
personales negativos.
3. Faltas muy graves. Previo el sumario y verificación de los hechos, el caso se registra en el
libro de actas como antecedentes negativas, luego el infractor sufrirá un castigo de la
siguiente alternativa.
I. Trabajo forzado ejemplar.
II. Monto económico en beneficio del Ayllu.
III. En caso de rebeldía será despedido y echada del ayllu definitivamente”.
IV. AUDIENCIA LLEVADA A CABO EN EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL
A horas 15:00 del lunes 10 de junio de 2013, se instaló la audiencia pública llevada a cabo
entre los accionantes y los demandados convocada por los Magistrados Liquidadores del
Tribunal Constitucional Plurinacional, misma que se llevó a cabo en presencia de los
magistrados, Zenón Hugo Bacarreza Morales, Carmen Silvana Sandoval Landívar, Edith Vilma
Oroz Carrasco y Macario Lahor Cortez Chávez (fs. 577 a 602). En dicha audiencia, la
accionante refirió: a) Que en su terreno había sembrado 12 ha de papa y 30 ha de cebada,
pero todo lo sacaron, la accionante sembró con mucho sacrificio junto con su padre, pues es
difícil sembrar para una mujer; b) Su casa estaba bien y “ellos” (sic) todo han derruido y todo
se han llevado; c) Ahora está en la calle junto a su padre; d) Está padeciendo la muerte civil;
y, e) Contestando a las preguntas de los magistrados, respecto a si la familia Ichuta realizó
alguna actividad en beneficio de la comunidad, la misma contesto “he hecho trabajos
comunales legalmente hasta lo que me han votado el 8 de enero de 2011, yo he cumplido
costumbres, mi papá es anciano, mi papá todo ha hecho” (sic), indicó.
El abogado de los accionantes, dijo: La Ley de Deslinde Jurisdiccional, establece el principio
de relación espiritual entre las naciones y pueblos indígenas y al haber sacado a la accionante
de la comunidad se está rompiendo ese principio. Asimismo, su art. 5 indica sobre el respeto
de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, pues se ha vulnerado el derecho
a la propiedad privada, a la educación del hijo de Benita Ichuta Ichuta, asimismo los derechos
laborales, pues los accionantes viven del trabajo de la tierra.
Juan Triguero Mamani, autoridad máxima del Ayllu, dijo: En ningún momento hubo tortura ni
robo del BONOSOL, el Estado reconoce la propiedad privada en tanto se cumpla con la
función social y económica, cualquiera de “nosotros” (sic) tiene una parcela, pero se paga de
eso, también se asiste a reuniones y el “8 de enero” se había constatado que no cumplía.
De acuerdo al acta se concedió la palabra a una autoridad originaria, quien refirió: 1) Ante
una falta leve de un comunario se le hace una reflexión, cuando se incurre en una pelea o
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riña, se sanciona con dos días de trabajo forzado para la comunidad, ya cuando se incurre en
un acto de “segundo grado” (sic) de gravedad se sanciona con cinco días de trabajo forzado
en beneficio de la indicada comunidad. En los casos graves se invita al infractor a reconciliar,
sino asiste a la convocatoria, se acude a la Policía Boliviana, si nuevamente hace caso omiso,
se lo visita a reconciliar en la comunidad; y, 2) Los accionantes han sido invitados en tres
oportunidades para la reconciliación con la comunidad.
Carmelo Ichuta Sánchez, codemandado, dijo: Los Bs72 000 emergen de los atrasos a reunión
normal de Bs10, cuando “…es trabajo se duplica, hace se triplica dependiendo del trabajo
como es, se triplica, 10 años estábamos trayendo agua, electrificación, etc.…Eso se hace Bs.
3500 por cada sayaña, siendo dos sería Bs. 70.000” (sic).
V. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denuncian la lesión de sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad, a
la libertad de residencia, a la permanencia y circulación, a la inviolabilidad del domicilio, al
trabajo, a la propiedad, a la prohibición de expulsión, a la prohibición de violencia física y
psicológica contra las mujeres, prohibición de violencia y maltrato contra los adultos
mayores, al debido proceso, a la defensa en comunidades indígenas originarias y la garantía
del “tribunal u órgano imparcial”, así como su derecho al agua, electricidad y vivienda, por
cuanto por el robo de dinero ocurrido el 2002, el hijo menor de Benita Ichuta Ichuta fue
sancionado a entregar una puerta para la escuela y elaborar mil adobes; empero, tras
descubrir a los verdaderos autores, acudió a la Policía Boliviana, pidiendo una investigación
de los hechos, extremo que no fue de agrado de las autoridades de su comunidad, quienes
determinaron la expulsión escolar de su hijo. Asimismo, indica que en el transcurso de la
asamblea, las autoridades escolares le sustrajeron la suma de Bs600.- (seiscientos bolivianos)
que era producto del BONOSOL de Feliciano Ichuta Aspi, por lo que sintiéndose atropellados
en sus derechos, acudieron a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados,
instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público, llevándose a cabo un
proceso penal, que no tuvo respuesta positiva; por el contrario llego a extinguirse, por cuya
razón Benita Ichuta Ichuta el 15 de octubre de 2010, realizó una declaración en el periódico
“El Alteño”, señalando entre otras cosas, que habría sido víctima de una injusticia en su
comunidad.
Refieren que tales antecedentes causaron molestia en las autoridades originarias de la
comunidad Yauriri San Juan, quienes producto del enojo, incurrieron en la comisión de los
siguientes hechos lesivos: i) Inicialmente mediante Voto Resolutivo de 10 de noviembre de
2010, los Mallkus originarios determinaron que, las acusaciones efectuadas por Benita Ichuta
Ichuta, constituían una difamación a los miembros de la comunidad, por lo que fue declarada
persona no grata, resolviendo la expulsión y abandono inmediato de Benita Ichuta Ichuta y
Feliciano Ichuta Aspi en el plazo de setenta y dos horas; ii) Posteriormente para efectivizar el
cumplimiento de la injusta sanción, mediante Resolución originaria 01 de 23 de diciembre de
2010, tras haber concluido que los denunciados Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi
incumplieron con sus deberes y obligaciones comunitarias durante ocho años, adeudando a
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la comunidad la suma de Bs72 250.-, se dispuso desconocer a los nombrados como miembros
de la comunidad, por otro lado resolvieron la expulsión sin derecho a indulto de toda la
familia -Benita Ichuta Ichuta, Roberto Rubén Tarqui Ichuta (hijo), Feliciano Ichuta Aspi
(padre), Martín Ichuta Ichuta, Enrique Ichuta Ichuta, Heliodoro Ichuta Ichuta (hermanos),
Margara Ichuta Ichuta, Gervacia Ichuta Ichuta (hermanas)-, decisión que les fue notificada el
24 del mismo mes y año; iii) Por otro lado, sostiene que el 8 de enero de 2011, los miembros
y autoridades de la comunidad Yauriri San Juan, se dirigieron a su domicilio y en el lugar los
sacaron a la fuerza para llevarlos amarrados a la iglesia del pueblo, siendo amenazados de ser
quemados vivos con querosén, ello por no lograr sus firmas en el acta de retiro de forma
voluntaria; y, iv) Finalmente el 10 de enero de 2011, mediante “Acta de Posesionamiento”, la
comunidad Yauriri-San Juan en general, procedieron a tomar posesión de las sayañas de toda
su familia, estableciendo mojones; dichos actos a decir de los accionantes vulneran sus
derechos fundamentales enunciados precedentemente.
Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar y en su caso determinar si las
personas demandadas vulneraron los derechos invocados.
V.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional
La acción de amparo constitucional, conforme lo establecen los arts. 128 y 129.I de la CPE,
tendrá lugar: “…contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o
de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman, o amenacen restringir o suprimir
los derechos reconocidos por la Constitución y la ley” y “siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados", normativa constitucional que expresamente establece que las
supuestas lesiones a los derechos fundamentales y garantías constitucionales deben ser
reparadas en la jurisdicción ordinaria, y solo en defecto de ésta, de ser evidente la lesión al
derecho invocado e irreparable el daño emergente de la acción u omisión o de la amenaza de
restricción de derechos, se activa la jurisdicción constitucional.
Por su parte el Código Procesal Constitucional, en el Titulo II, capitulo III, art. 51 refiere:
“(OBJETO). La Acción de Amparo Constitucional tiene el objeto de garantizar los derechos de
toda persona natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política del Estado y la Ley,
contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de las y los servidores públicos o
particulares que los restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir”.
El anterior marco normativo, representa la esencia y el contenido de la acción de amparo
constitucional, sobre cuyos fundamentos se procederá a evaluar los derechos y/o garantías
que se alegan como vulnerados a efectos de conceder tutela o en su caso establecer la
existencia de elementos que viabilicen denegar la misma.
INDICE
V.2. Deber de la jurisdicción indígena originaria campesina de respetar el derecho a la
defensa, el debido proceso y los demás derechos y garantías establecidos en nuestra Ley
Fundamental
La refundación de nuestro Estado Plurinacional de Bolivia, a partir de la Constitución Política
del Estado vigente, ha reconocido como elemento fundante el “pluralismo jurídico”. Así lo
señala el art. 1 de la Ley Fundamental, cuando sostiene: “Bolivia se constituye en un Estado
Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre independiente, soberano,
democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la
pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del
proceso integrador del país”, dentro de ese contexto, el preámbulo de la Norma Suprema,
propone la búsqueda de un Estado basado en el respeto y la igualdad entre todos, con
principios de soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y equidad,
donde predomine la búsqueda del “vivir bien”, con respeto a la pluralidad económica, social,
jurídica, política y cultural.
En consecuencia, estando constitucionalizados los elementos del “pluralismo” y la
“interculturalidad”, el art. 190.I de la CPE, prevé: “Las naciones y pueblos indígenas originario
campesinos ejercerán sus funciones jurisdiccionales y de competencia a través de sus
autoridades, y aplicarán sus principios, valores culturales, normas y procedimientos”; éste
reconocimiento constitucional, no puede ser entendido como si las naciones y pueblos
indígenas originario campesinos recién hubiesen nacido a la vida, con la Constitución Política
del Estado promulgada el 7 de febrero de 2009, pues la historia nos refleja todo lo contrario,
al tratarse de colectividades que han estado presentes mucho antes de la fundación de la
República -hoy Estado Plurinacional de Bolivia-; en consecuencia, el logro de nuestra actual
Constitución Política del Estado, es un justo reconocimiento a ésta forma de administrar
justicia.
Alvaro Infante, asesor técnico de la Confederación Indígena de Bolivia, en el seminario taller
“Justicia Comunitaria Asamblea Constituyente y Ley de Compatibilización con la justicia
ordinaria”, efectuado en julio de 2006, en la ciudad de La Paz, expresó: “El límite de la justicia
de los pueblos indígenas debe ser los derechos humanos, pero entendidos dentro del
contexto cultural específico…”[1]; por su parte, Bertha Blanco representante de la Federación
de Mujeres Campesinas de Bolivia “Bartolina Sisa” indica: “La justicia comunitaria es sólo una
forma de hacer respetar los valores de la comunidad. Lo que la comunidad sueña y aspira es
´vivir bien´, ´para toda la vida´, ahora y en el futuro. Por eso siempre buscan las costumbres,
los valores culturales, usos y costumbres. La justicia comunitaria se aplica cuando hay
violación a esa armonía de la comunidad”[2] .
En ese estado de cosas y considerando que el “pluralismo”, viene ser uno de los ejes
centrales del nuevo estado, el art. 30.II.14 de nuestra Ley Suprema también ha reconocido a
las naciones y pueblos indígena originario campesinos el ejercicio de sus sistemas políticos,
jurídicos y económicos acorde a su cosmovisión, sobre cuya base tienen la facultad de
administrar justicia en el ámbito de su competencia. Así, el art. 179.I de la CPE, señala: “La
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jurisdicción ordinaria se ejerce por el Tribunal Supremo de Justicia, los tribunales
departamentales de justicia, los tribunales de sentencia y los jueces; la jurisdicción
agroambiental por el Tribunal y jueces agroambientales; la jurisdicción indígena originaria
campesina se ejerce por sus propias autoridades; existirán jurisdicciones especialidades
reguladas por la ley” (las negrillas son nuestras).
Por lo expuesto, se concluye que la Norma Suprema, reconoce a la jurisdicción originaria
campesina la facultad de administrar justicia, con independencia y autonomía; pero, la
condiciona al respeto a la vida, el derecho a la defensa y los demás derechos y garantías
previstos en nuestra ley fundamental (art. 190.II de la CPE), puesto que nuestra Norma
suprema goza de primacía frente a cualquier otra disposición normativa, incluyendo a las
determinaciones asumidas por la justicia indígena.
V.2.1. La naturaleza de la justicia indígena originaria campesina
Como se expuso precedentemente está claro que las naciones y pueblos indígena originario
campesinos tienen derecho a promover, desarrollar y mantener sus estructuras
institucionales, incluyendo sus propios sistemas de justicia.
Ahora bien su forma de administración de justicia, contiene una particularidad, que no la
tiene la jurisdicción ordinaria, que ha sido muy bien rescatada por el aymara Fernando
Huanacuni Mamani, en su obra Vivir Bien/Buen Vivir, al sostener: “…el sistema jurídico
comunitario, antepone la vida y el respeto a la libertad. Frente a una ruptura en la armonía
de la comunidad, no se recurre a practicas punitivas, sino que toda la comunidad coadyuva
para que la forma de existencia o el ser humano que ha salido de este equilibrio y armonía
vuelva a ellos, asignándole roles de trabajo para devolverle la sensibilidad y la comprensión
de que la vida es conjunta y de la necesidad de complementación y cuidado entre todos. La
premisa para los pueblos indígenas originarios es la comunidad, trascendiendo lo individual;
la comunidad es el pilar esencial de toda la estructura y organización de vida, que no se
refiere simplemente a la cohesión social, sino a una estructura y percepción de vida que va
mas allá de los seres humanos y que se relaciona con toda forma de existencia en una
común-unidad de interrelación e interdependencia recíproca”[3] (la negrilla es nuestra).
Es así que los sistemas de justicia indígena originario campesinos, reconocidos por la
Constitución Política del Estado, adquieren legitimidad e idoneidad, siempre que en su
practica se respeten derechos y garantías fundamentales previstos en la Norma Suprema,
por ejemplo: el respeto a la vida, la prohibición absoluta de tortura y el derecho a la defensa,
constituyen premisas máximas que no pueden ser suprimidos por los sistemas de justicia
comunitarios, actuar en contrario implicaría ir contra nuestra Ley Fundamental y los
postulados máximos contenidos en ella, convirtiendo a sus autores en los responsables de la
vulneración de derechos constitucionales (art. 110.II de la CPE).
Bertha Blanco, representante de la Federación de Mujeres Campesinas de Bolivia “Bartolina
Sisa” señala: “…hay otros valores como la reciprocidad que se manifiesta en el aptapi
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comunitario, el trabajo de la comunidad para hacer las escuelas, para arreglar los caminos,
etc. También están los valores del equilibrio social y comunitario, la solidaridad, la
transparencia y la equidad. Esto como un marco de equilibrio y convivencia pacífica entre las
personas. A veces falta equidad de género, por ejemplo, la infidelidad, cuando comete el
hombre no hay sanción pero, cuando la comete la mujer, hay castigo.
(…)
Se considera también el valor del respeto a los mayores, al hermano, dentro de la comunidad
los niños y jóvenes dicen tío, tía, porque todos son como una familia. Todo eso se ha
avanzado y mantenido en el silencio, recién la Constitución ha reconocido el carácter
multiétnico y pluricultural.
Cuando estos valores se transgreden, se aplica la justicia comunitaria, a través de la
asamblea. Se da en forma local, centrada en la comunidad, donde se resuelven los problemas
de la comunidad, se sanciona y se resuelven para que se restaure la armonía de la
comunidad”[4]. Por su parte, Espinoza Armata añade: “…es la reincidencia la que se
constituye en agravante de la responsabilidad, pues supone una tendencia al mal y, por
consiguiente, representa un peligro para la comunidad. De ahí surge la necesidad de proteger
el bienestar colectivo con medidas de carácter especial y contundente. En tal sentido, se
sanciona la intencionalidad más que el hecho delictivo. La familia del infractor, que forma
parte de la colectividad, termina siendo responsable y, en la mayoría de los casos, se encarga
de ejecutar la sanción, casi en los mismos términos que Wamán Puma de Ayala los describió
cuatro siglo atrás”[5].
En un trabajo efectuado con el apoyo de la Cooperación Alemana, sobre los sistemas jurídico
indígena originario campesinos en Bolivia, se indica: “La vida de los ayllus se sustenta,
básicamente, en el valor armonía y el principio del equilibrio. Este valor y principio mantiene
una convivencia pacífica en esos ayllus. Cuando en este tipo de sociedades originarias surgen
de sus interrelaciones sociales problemas o conflictos, éstos producen un malestar en esos
conglomerados sociales. Por tanto, la `afectación` significa no respetar y no cumplir los
valores, principios y normas jurídicas propias que regulan la vida social del ayllu. Cuando se
produce una afectación, se está generando un desequilibrio en la colectividad, por eso, los
afectados pueden denunciar los hechos ante las autoridades para que solucionen el
problema y se restablezca el equilibrio y así mantener la armonía social”[6].
Por otro lado, es de vital importancia tener en cuenta -a tiempo de la resolución de las
controversias- que uno de los pilares esenciales del Estado Constitucional de Derecho se
encuentra entre otros, en el principio de que: “Nadie puede hacerse justicia por mano
propia”; y, que existe el imperativo categórico: “Queda prohibida toda forma de tortura,
desaparición, confinamiento, coacción, exacción o cualquier forma de violencia física o
moral” (art. 114.I de nuestra Ley Suprema), mismos que también deben ser observados por
la justicia indígena originaria campesina, puesto que la función jurisdiccional es única,
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formando parte de ella la jurisdicción indígena originaria campesina, que goza de igual
jerarquía con la jurisdicción ordinaria.
Por lo señalado, se debe tener presente que la naturaleza de la justicia indígena originaria
campesina es buscar el equilibrio-armonía de la comunidad, así como la preservación de la
vida y el respeto de los derechos y las garantías constitucionales, no siendo para de ella el
carácter punitivo o castigador, debido a que su cosmovisión es la de ser reparadora o
restauradora de los derechos.
V.2.2. Deber de la justicia ordinaria y de las demás jurisdicciones especializadas de respetar
las decisiones asumidas por la jurisdicción indígena originaria campesina
El art. 12 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional establece: “I. Las decisiones de las autoridades
de la jurisdicción indígena originaria campesina son de cumplimiento obligatorio y serán
acatadas por todas las personas y autoridades; II. Las decisiones de las autoridades de la
jurisdicción indígena originaria campesina son irrevisables por la jurisdicción ordinaria, la
agroambiental y las otras legalmente reconocidas” (las negrillas nos corresponden).
La realidad sociocultural de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, nos
enseña que solo respetando las facultades y competencias de la justicia indígena será posible
cumplir con la previsión del art. 179.II de la CPE, que señala: “La jurisdicción ordinaria y la
jurisdicción indígena originario campesina gozarán de igual jerarquía”; razonar en sentido
contrario, implicaría desconocer el derecho de los pueblos indígenas originario campesinos a
resolver sus controversias de acuerdo a sus propios principios y valores culturales, situación
que podría desembocar en una pérdida de identidad cultural y con ello confinarlos a una
desaparición forzosa.
V.3. Las determinaciones asumidas por la jurisdicción indígena originaria campesina
pueden ser examinadas por la justicia constitucional cuando advierta que sea contraria a
los postulados establecidos en nuestra Ley Fundamental o exista apartamiento de los
principios de equidad, razonabilidad y/o justicia social con una interpretación intercultural
En razón a que el debido proceso se configura como un elemento que resguarda el principio
constitucional de prohibición del ejercicio arbitrario de poder, a través del mismo se asegura
la prevalencia del principio de razonabilidad y por ende de los valores justicia e igualdad,
para consolidar el postulado del “vivir bien” en el Estado Plurinacional de Bolivia.
Bajo tal premisa, si bien la jurisdicción indígena originaria campesina, no se encuentra
sometida a ninguna jurisdicción; sin embargo, ello no implica que este exenta del respeto de
los derechos y garantías constitucionales; en ese entendido, al reconocer nuestra
Constitución Política del Estado el pluralismo jurídico, por antonomasia, también se
encuentra sometida al control plural de constitucionalidad. No es que la jurisdicción
constitucional pretenda sustituir la función indelegable de administrar justicia por parte de
las autoridades indígena originaria campesinas, por el contrario, en el marco de las
INDICE
atribuciones conferidas por el art. 196.I de la CPE, únicamente actúa para precautelar por el
respeto y la vigencia de los derechos y las garantías constitucionales que también deben ser
respetadas en el ámbito de la jurisdicción indígena originario campesina; por ende,
concederá la tutela cuando exista un apartamiento de los principios de equidad,
proporcionalidad y razonabilidad o sea contraria a los postulados establecidos en nuestra
Norma Suprema de acuerdo a la interpretación que otorga la Cosmovisión del Pueblo
Indígena Originario Campesino con respecto a los derechos fundamentales, establecidas y en
un entendimiento de principios de acuerdo a su cosmovisión, en el contexto de derechos
colectivos.
En concordancia con lo anterior, la SCP 1422/2012 de 24 de septiembre, bajo el título “El
sometimiento de la justicia indígena originario campesina al control plural de
constitucionalidad” indicó: “Tal como se mencionó precedentemente, la jurisdicción indígena
originario campesina, no se encuentra sometida a ninguna de las demás jurisdicciones
disciplinadas por la Constitución; empero, al ser el Estado Plurinacional de Bolivia, un Estado
Unitario sometido a una Norma Suprema como es la Constitución, esta jurisdicción se
encuentra sometida al sistema plural y concentrado de control de constitucionalidad
encomendado en última instancia al Tribunal Constitucional Plurinacional.
En el marco de lo señalado, es imperante precisar que el art. 196.1 de la Constitución,
encomienda al control plural de constitucionalidad dos roles esenciales: i) El cuidado de la
Constitución; y, ii) El resguardo a los derechos fundamentales. En el marco de estas
atribuciones, se establece que el último y máximo contralor de la Constitución y los derechos
fundamentales, tiene roles tanto preventivos como reparadores de control de
constitucionalidad, los cuales se ejercen en relación a funcionarios públicos, particulares y
autoridades de la jurisdicción indígena originaria campesina, aspecto que justifica la
composición plural del Tribunal Constitucional Plurinacional.
En efecto, en su ámbito preventivo, a la luz del pluralismo y la interculturalidad, el régimen
constitucional, ha disciplinado un mecanismo de control de constitucionalidad preventivo en
relación a los pueblos y naciones indígena originaria campesinas, así el art. 202.8 de la CPE,
establece como competencia del Tribunal Constitucional Plurinacional, el conocimiento y
resolución de consultas de las autoridades indígena originario campesinas sobre la aplicación
de sus normas jurídicas aplicadas a un caso concreto; asimismo, en el ámbito reparador de
control de constitucionalidad y en particular en el campo del control tutelar de
constitucionalidad, las acciones de defensa disciplinadas en la parte dogmática de la
Constitución, entre las cuales se encuentra la acción de libertad, constituyen también
mecanismos idóneos para activar el ejercicio del control plural de constitucionalidad, en el
marco de pautas interculturales de interpretación de derechos fundamentales”.
A su vez, el art. 8.2 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Sobre
Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, prevé: “Dichos pueblos deberán tener
el derecho de conservar sus costumbres e instituciones propias, siempre que éstas no sean
incompatibles con los derechos fundamentales definidos por el sistema jurídico nacional ni
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con los derechos humanos internacionalmente reconocidos. Siempre que sea necesario,
deberán establecer procedimientos para solucionar los conflictos que puedan surgir en la
aplicación de este principio”.
Por lo anterior es que hoy por hoy, a través de políticas gubernamentales, departamentales y
locales, se ha ido fortaleciendo la administración de justicia indígena originaria campesina;
pero, esta autonomía y libre determinación, tampoco puede ser entendido como un poder
que se encuentre por encima de la Constitución Política del Estado y las leyes ordinarias, por
el contrario como se ha venido indicando a lo largo de este acápite, dicha autonomía
jurisdiccional, al margen de respetar derechos y garantías reconocidos en la Norma Suprema,
debe estar revestida de ciertas limitaciones mínimas, ello en resguardo de bienes jurídicos
superiores determinados bajo una interpretación de la cosmovisión indígena.
De manera particular y en lo referido a la jurisdicción especial, reconocida a las autoridades
de los pueblos y naciones indígena originaria campesinas, se debe establecer mínimos que
aseguren el respeto a los DD.HH., a la hora de administrar justicia, pues no resulta admisible
en ninguna jurisdicción atentar contra los bienes más preciados del ser humano, debiendo
asumirse que, si bien todo juzgamiento debe hacerse conforme a “normas y procedimientos”
de la comunidad indígena, también se debe observar ciertos parámetros y limites a tiempo
de emitir una decisión; es así, que realizando un análisis a partir de nuestra Norma Suprema,
se advierte que esos mínimos que debe observar toda jurisdicción, incluida la indígena
originaria campesina, son los postulados que reflejan los principios de “equidad,
proporcionalidad y razonabilidad”, cuya extensión abarca los siguientes aspectos:
Equidad.- Dentro de un análisis sobre la administración de justicia, la noción inicial que
podemos tener sobre este principio, radica en la tendencia de juzgar con imparcialidad,
haciendo uso de la razón. En el caso de la justicia indígena originaria campesina, la equidad
debe ser comprendida, como el anhelo de buscar el equilibrio en sus decisiones, respecto de
los hechos sometidos a juzgamiento comunitario, estableciendo si realmente la sanción o
pena que se asigne a una falta, es la que realmente se encuentra acorde a sus propio sistema
de administración de justicia; es decir, bajo una interpretación intercultural que vele por el
equilibrio con los derechos colectivos: armonía comunal; a no extinguirse; convivencia
pacífica; vivir bien, etc.
Proporcionalidad.- Inicialmente debemos tener claro que, este principio representa el
respeto íntegro de los derechos ajenos, en otras palabras la restricción o limitación de un
derecho, que pueda realizar la autoridad jurisdiccional o indígena originaria campesina, se
hace necesaria cuando se considera la finalidad social del Estado de Derecho de garantizar la
efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución Política del
Estado, y se pretende impedir que, por la vía de la restricción injustificada de los derechos,
termine por socavarse el contenido de uno o varios de ellos; debe tomarse en cuenta que la
tutela de los derechos individuales se efectuará en base al contexto colectivo.
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Dicho de otro modo, la restricción o limitación en la que se traduce la medida legal a
adoptarse por la autoridad competente, debe guardar una relación equilibrada y razonable
con el fin perseguido, puesto que rompe el mencionado equilibrio, la medida legal que
impone a la persona una carga o restricción irrazonable, excesiva o inadecuada.
Razonabilidad.- El significado del vocablo razonable, puede ser entendido como todo aquello
arreglado a la razón; entonces, es posible señalar que, cuando utilizamos dicho término,
aludimos todo aquello que resulta proporcionado e idóneo para alcanzar el fin propuesto; en
este sentido, al referirnos a proporcionalidad entre medio y fin, se pretende establecer la
necesidad de determinar el sentido del contenido de la justicia en la aplicación sustancial de
la norma; por lo que, en este contexto, razonabilidad o proporcionalidad, pueden entenderse
como una forma de garantizar el respeto integral de los derechos fundamentales en base al
contexto sociocultural de la colectividad, hecho que permite que, este principio, se
constituya en una herramienta del control constitucional.
En consecuencia, siempre que la justicia indígena originaria campesina, a tiempo de emitir
sus decisiones tenga presente y aplique estos tres enunciados -entre otros-, se podrá
alcanzar y contextualizar los principios y valores axiomáticos previstos en nuestra
constitución, que deberá ser respetada por las demás jurisdicciones incluso la constitucional.
V.4. El régimen de protección a las mujeres y menores en contextos intraculturales
La inminente lucha por el reconocimiento de los derechos de la mujer en los diferentes
ámbitos en los que participa, hace necesario un análisis integral, partiendo de su identidad y
su pertenencia a un grupo vulnerable, rescatando el rol en particular que desempeña, como
mujer, hija y madre dentro de una comunidad familiar, mas aun cuando asume niveles de
dirección, similar importancia adquiere la mujer al interior de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos.
En nuestra actual sociedad, debido al reconocimiento de nuevos valores integradores, la
Constitución Política del Estado es clara al señalar que el género femenino goza de especial
protección, a tal efecto tenemos la vigencia del art. 15, sobre prohibición de violencia física y
psicológica contra las mujeres, cuyo texto señala:
“I. Toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física, psicológica y sexual. Nadie
será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes. No existe la
pena de muerte.
1. Todas las personas, en particular las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia
física, sexual o psicológica, tanto en la familia como en la sociedad.
1. El Estado adoptará las medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar la
violencia de género y generacional, así como toda acción u omisión que tenga por
objeto degradar la condición humana, causar muerte, dolor y sufrimiento físico,
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sexual o psicológico, tanto en el ámbito público como privado” (el resaltado es
nuestro).
Dentro de este contexto, la jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional
Plurinacional, a través de su SCP 1422/2012 de 24 de septiembre, asumió que: “…la
jurisdicción indígena originario campesina (…), debe asegurar la materialización de valores
plurales supremos entre los cuales se encuentran la igualdad, solidaridad y la inclusión, en ese
orden, al encontrarse las mujeres y la minoridad en condiciones de ´vulnerabilidad material´
razón por la cual, la doctrina constitucional los considera sectores de atención prioritaria, su
protección reforzada, en mérito a la constitución axiomática, debe estar también asegurada
en contextos intra e inter culturales, por tanto, el paradigma del vivir bien, en cuanto al
análisis del primer elemento del test, implica el ejercicio de un control plural de
constitucionalidad reforzado en relación a estos grupos vulnerables.
Por lo expresado, en circunstancias en las cuales los actos denunciados como lesivos a
derechos de mujeres o la minoridad en contextos intra e inter-culturales, el control plural de
constitucionalidad, deberá asegurar la consolidación de los principios de igualdad, solidaridad
e inclusión, a través de una ponderación reforzada a la luz de una pauta específica de
interpretación: la interpretación intra-cultural favorable, progresiva y extensiva para estos
sectores, a cuyo efecto, se establece la vigencia del paradigma de la favorabilidad para las
mujeres y minoridad, al cual debe armonizarse la cosmovisión de todo pueblo y nación
indígena
originario
campesino.
Por lo expresado, se tiene que cualquier decisión de la jurisdicción indígena originaria
campesina que plasme medios o fines contrarios a los valores plurales supremos referentes
a la igualdad, inclusión, solidaridad u otros y que afecten a estos sectores de protección
prioritaria, deberán ser restituidos por el control plural de constitucionalidad, en aplicación
del paradigma de favorabilidad para las mujeres y minoridad…” (las negrillas están
añadidas).
V.5. La acción de libertad es el mecanismo idóneo, cuando se denuncia vulneración de
derechos relacionados con la libertad, en contextos intra o interculturales; es decir, cuando
la libertad y la libre locomoción son restringidos por actos u omisiones provenientes de la
jurisdicción indígena originaria campesina
Al respecto debemos recoger el entendimiento plasmado en la SCP 1422/2012 de 24 de
septiembre, en cuya parte relevante, relacionada con el presente acápite, sostiene lo
siguiente: “…por tanto, se concluye que para decisiones emergentes de dicha jurisdicción,
interpretando bajo pautas interculturales el derecho a la vida como parámetro de activación
de la acción de libertad, este mecanismo, será el idóneo para tutelar derechos vinculados a la
vida a la luz del paradigma del vivir bien, flexibilizándose en este caso cualquier ritualismo o
presupuesto procesal exigido para la activación de la acción de libertad en relación a
decisiones que no emerjan de la jurisdicción indígena originaria campesina.
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En el orden de ideas señalado y también a la luz del pro actione, la realización del test del
paradigma del vivir bien a través del ejercicio de la acción de libertad, podrá tutelar derechos
directamente vinculados con la vida, todos ellos interpretados bajo pautas inter e intra
culturales, por lo que sus contenidos esenciales en el marco de la cosmovisión de cada pueblo
o nación indígena originario campesina, podrá ser sustancialmente diferente a la concepción
tradicional de los derechos fundamentales en contextos diferentes a los de la administración
de justicia indígena originaria campesina, aspecto que justifica la flexibilización de
presupuestos y procedimientos establecidos para la acción de libertad en los términos
gramaticales del art. 125 de la CPE.”
El citado entendimiento fue aclarado en la SCP 0108/2013 de 25 de enero, que indicó: “El
criterio desarrollado en la SCP 1422/2012 de 24 de septiembre, requiere precisarse, debido a
que puede llevar a equívocos al dar a entender que en contextos intra e inter culturales
procede una flexibilización procesal de los derechos tutelados ampliando a todos los derechos
cuando en realidad es únicamente a los relacionados directamente a los derechos tutelados
por la acción de libertad, otro razonamiento desnaturalizaría la esencia de la acción de
libertad, porque:
·La acción de libertad constitucionalmente configurada fue concebida y diseñada por el
legislador constituyente para proteger el derecho a la libertad física y/o de locomoción y el
derecho a la vida en los supuestos procesales de activación que la propia Constitución de
manera taxativa ha establecido y otro entendimiento implicaría que vía interpretación se
reforme la Constitución.
·Pese a su extensión y abundancia de obiter dicta la SCP 1422/2012, es clara al sostener que:
´…para decisiones emergentes la jurisdicción indígena originario campesina, la acción de
libertad, será el mecanismo idóneo para conocer y resolver denuncias vinculadas al derecho a
la vida y conexos a la luz del paradigma del vivir bien, flexibilizándose en este caso cualquier
ritualismo o presupuesto procesal exigido para la activación de la acción de libertad en
relación a decisiones que no emerjan de la jurisdicción indígena originario campesina´,
posición que no es nueva si se considera que esta jurisdicción de manera excepcional tutela
mediante acción de libertad y por las particularidades del caso concreto, así por ejemplo la SC
1199/2005-R de 26 de septiembre, sostuvo que: ´...el hábeas corpus correctivo procede contra
los actos lesivos a la integridad personal, integridad que debe entenderse en los planos físico,
psicológico y moral, en estrecha conexión con la dignidad humana´.
·Una flexibilización de la acción de libertad caracterizada por el informalismo y no regida por
el principio de congruencia (SC 0887/2004-R de 8 de junio), respecto a los derechos que tutela
únicamente en contextos intra o inter culturales permitiría un análisis exhaustivo de las
decisiones de la justicia indígena originaria campesina que resultaría irrespetuoso a las
autoridades indígena originario campesinas que conforme el art. 179.II de la CPE, tienen el
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mismo rango jerárquico que las autoridades judiciales ordinarias y sus decisiones presunción
de constitucionalidad y legalidad.
·Una ampliación de la acción de libertad en contextos intra o inter culturales de forma que no
exista necesidad de cumplir requisitos jurisprudenciales de valoración de la prueba, de
interpretación de tradiciones y normas propias, etc., implicaría una desmedida exposición de
las decisiones de autoridades indígenas a jueces y tribunales de garantías formados en la
jurisdicción ordinaria que podría provocar que la política paternalista que ejercía la
jurisdicción ordinaria sobre la indígena pase a constitucional cuando las estructuras indígenas
están consolidadas desde el punto de vista histórico, normativo, coercitivo y reconocidas por
la
Constitución
Política
del
Estado.
·Un trato diferente por el sólo hecho de ser indígena o presentarse en un contexto
intercultural o intracultural provocaría una situación de desigualdad no justificada y más bien
arbitraria en relación al tratamiento que reciben otros legitimados activos y pasivos en
acciones de defensa no relacionados a contextos intra o interculturales para quienes las
reglas del art. 125 de la CPE, sí operarían lo que contrariaría al art. 14 de la Norma
Fundamental, porque la Constitución no distingue en la protección de la libertad o la vida
entre sus habitantes.
·Debe considerarse que la noción de primacía de lo colectivo en relación a lo individual en
muchas comunidades, como en la especie, significa que un valor esencial de convivencia
comunitaria es el vivir bien en comunidad, por ende mal podría colegirse que el vivir bien más
bien opera de manera contraria, es decir, para activar la legitimación activa de uno o unos
cuantos en desmedro de una lógica democrática comunitaria en la cual las decisiones
importantes se adoptan en Asamblea de la comunidad (gobierno de todos), bajo el principio
de
sometimiento
a
la
Constitución
Política
del
Estado.
·La construcción de la retórica jurídica de los pueblos indígenas les corresponde lógicamente a
ellos y este Tribunal debe respetar su estructura histórica cultural, lo que implica el rechazo a
posturas paternalistas que pretenden someter a los pueblos indígena originario campesinos a
sistemas de justicia con una trayectoria colonial de manera desmedida”.
V.6. Del derecho a la vivienda y su alcance
Al respecto, la SCP 0426/2012 de 22 de junio, indicó: “Conforme las proyecciones del Instituto
Nacional de Estadísticas (INE) y el último Censo realizado, nuestro país cuenta con 9.400.000
habitantes (2006), de ellas un 61% vive en áreas urbanas y el 39% en áreas rurales,
mostrando que los déficits habitacionales afectan a la población más vulnerable y se traducen
en la carencia absoluta de vivienda y en la mala calidad habitacional.
INDICE
Esta lacerante realidad hizo que progresivamente numerosas constituciones a nivel mundial,
incluida la nuestra, reconozcan que la vivienda es un derecho humano fundamental y como
tal, obliga a sus gobiernos a respetarla, protegerla y garantizarla; es decir, que ´como
derecho humano, el derecho a la vivienda no es una opción política que los Estados puedan
seguir o no seguir. Su reconocimiento implica una obligación jurídica para los Estados´ (ONUHabitat).
En efecto, al ser un derecho universal las autoridades competentes del Estado deben
impedir que terceros coarten el libre ejercicio del derecho a la vivienda, sea de particulares,
empresas o agrupaciones sociales; en la Declaración de Vancouver, adoptada por la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre los asentamientos humanos de 1976, se declaró:
´Disponer de una vivienda y de servicios suficientes es un derecho fundamental del hombre y
los gobiernos tienen la obligación de procurar que todos sus residentes puedan ejercer este
derecho, empezando por ayudar a las capas más desfavorecidas de la población instituyendo
programas que alienten la iniciativa personal y la acción colectiva. Es necesario que los
gobiernos se esfuercen por eliminar todos los obstáculos que retrasan el alcance de sus
objetivos´ (…).
Por su parte, el art. 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
reconoce ´el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia incluso
(…) vivienda adecuada y a una mejora continúa de las condiciones de existencia. Los Estados
Partes tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho´.
De igual modo se encuentra reconocido en los arts. 25 inc. 1) de la Declaración Universal de
Derechos Humanos (DUDH); 11. 2 y 3 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
de San José de Costa Rica; 5.e de la Convención Internacional sobre la eliminación de todas
las formas de Discriminación Racial; 14.h de la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de Discriminación contra la mujer; 27 de la Convención sobre los Derechos del Niño;
43 de la Convención Internacional sobre la protección de todos los trabajadores migratorios y
de sus familiares; Convención sobre el Estatuto de los Refugiados que exige a los Estados
contratantes que en materia de vivienda entreguen a los refugiados el trato más favorable
posible; Recomendación 115, principio 2 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
respecto a la vivienda de los trabajadores de 1961.
En consecuencia y de conformidad a lo establecido en el art. 410.I y II de la CPE, al ser la
Constitución, la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y gozar de primacía
frente a cualquier otra disposición normativa, y en armonía con el orden internacional,
Tratados y Convenios que forman parte del bloque de constitucionalidad en materia de
Derechos Humanos ratificados por el país, el pueblo boliviano expresó su voluntad en el art.
19 de nuestra Ley Fundamental al prever:
INDICE
´I. Toda persona tiene derecho a un hábitat y vivienda adecuada, que dignifiquen la vida
familiar y comunitaria.
II. El Estado, en todos sus niveles de gobierno, promoverá planes de vivienda de interés social,
mediante sistemas adecuados de financiamiento, basándose en los principios de solidaridad y
equidad. Estos planes se destinarán preferentemente a familias de escasos recursos, a grupos
menos favorecidos y al área rural´.
Sin embargo, su análisis y tratamiento no debe circunscribirse sólo a dicho articulado ya que
también guarda relación con los arts. 20, 33 y 321.II de la CPE, que indican que toda persona
tiene derecho al acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable,
alcantarillado, electricidad, gas domiciliario y a un medio ambiente saludable, protegido y
equilibrado, definiéndose como política fiscal la atención a la educación, la salud, la
alimentación y la vivienda.
Concluyéndose así que la naturaleza profundamente humana del derecho a la vivienda, hace
que su alcance sea:
1. La protección legal contra actos injustificados de desalojo.
2. Acceso a servicios de agua potable, sanitarios, electricidad y gas domiciliario, extensible a
los materiales, equipamiento e infraestructura necesaria.
3. El costo accesible, incluso mediante subsidios para vivienda, y protección contra
arrendatarios que se excedan.
4. La habitabilidad, incluida la protección contra el frío, la humedad, el calor, la lluvia, el
viento y las enfermedades.
5. El acceso fácil para los grupos desfavorecidos, incluidas las personas ancianas, los niños,
las personas con discapacidades físicas y las víctimas de catástrofes naturales.
6. Estar alejado de fuentes de contaminación cercanos a los servicios básicos” (negrillas
agregadas).
El art. 19 de nuestra Ley Fundamental, prevé que “I. Toda persona tiene derecho a un hábitat
y vivienda adecuada, que dignifiquen la vida familiar y comunitaria”. Lo que lleva a concluir
que la naturaleza profundamente humana del derecho a la vivienda, hace que su alcance la
proteja legalmente contra actos injustificados de desalojo.
V.7. Análisis del caso concreto
INDICE
Por la complejidad del asunto, este Tribunal pasara a efectuar su respectivo análisis,
tomando en cuenta los hechos lesivos identificados en el planteamiento del problema,
estableciendo inicialmente dos ejes temáticos que nos ayudarán a comprender y resolver la
real dimensión de los sucesos acontecidos, para luego determinar la concesión de tutela o en
su caso denegarla, finalmente se fijara cual el ámbito de alcance de la jurisdicción
constitucional, respecto de la indígena originaria campesina, para luego en función a la
decisión que se vaya adoptar, realizar recomendaciones generales para al comunidad YauririSan Juan. Bajo tales directrices se tiene lo siguiente:
V.7.1. Breve descripción sociocultural de la comunidad Yauriri-San Juan
Con la finalidad de ubicarnos en el contexto social y cultural, que dio origen a la problemática
en análisis, la Comunidad Yauriri a partir de su extensión de título territorial otorgado por el
INRA, mediante proceso de saneamiento, viene a constituirse en TCO, habiendo obtenido su
título ejecutorial TCO-NAL el 20 de octubre de 2005, registrado en DD.RR. el 20 de diciembre
del mismo año. Por otro lado, del informe técnico elaborado, por la Unidad de
Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, el Ayllu Yauriri unificado se
encuentra compuesto por dos Comunidades Yauriri-San Juan y Yauriri San Francisco,
contando cada una con sus respectivas autoridades originarias.
Dentro de ese contexto social, la comunidad Yauriri-San Juan se encuentra organizada por
familias que viven en sus sayañas, siendo sus autoridades ancestrales el Jiliri Mallku, Jiliri
Mallku Tayka, Primer Mallku Originario Awki y Primer Mallku Originario Tayka y Segundo
Mallku Originario Awki y Segundo Mallku Originario Tayka; asimismo, dicha colectividad,
cuenta con personería jurídica reconocida desde el 27 de junio de 1995. Empero, más allá de
tal reconocimiento, se constituye en una comunidad, que existe desde la época precolonial,
contando con un sistema propio de administración de justicia, que al formar parte del Estado
Plurinacional de Bolivia está sujeto al respeto de los principios, derechos y garantías
constitucionales contemplados en nuestra Ley Fundamental, como se expuso en el
Fundamento Jurídico V.3 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional.
V.7.2. Legitimidad de la comunidad Yauriri-San Juan, para operar su sistema de justicia
Como se desarrolló en el Fundamento Jurídico V.2 del presente fallo, a partir de la
constitucionalizacion del pluralismo jurídico, se reconoce a la jurisdicción indígena originaria
campesina la potestad de administrar justicia a través de sus propias autoridades, quienes a
tiempo de resolver sus controversias aplican principios, valores, normas y procedimientos
propios; en ese entendido, la comunidad Yauriri-San Juan, también se encuentra facultada de
poder aplicar su propio sistema de justicia; empero, guardando relación con nuestra Ley
Fundamental como se desarrolló precedentemente. En la Conclusión III.8, que señala en la
comunidad Yauriri-San Juan: “El elemento principal es la espiritualidad (…), mediante el cual
se administra justicia en forma imparcial” (sic), cuya normativa al determinar expresamente
los actos o hechos que constituyen faltas, respecto de los cuales se apertura la competencia
de la justicia comunitaria.
INDICE
Los accionantes al haber denunciado la lesión de derechos fundamentales, obligan a la
jurisdicción constitucional atenderlos, conforme se desarrolló en el Fundamento Jurídico V.3
de este fallo que indicó que las determinaciones asumidas por la justicia indígena originaria
campesina pueden ser examinadas por la justicia constitucional cuando se denuncia la
supresión de derechos y garantías constitucionales de acuerdo a un diálogo intercultural
como elemento indispensable, habiéndose constatado -incluso- que en el presente caso
existe un apartamiento de los principios de equidad, razonabilidad y/o justicia social.
Bajo ese razonamiento, luego de compulsar antecedentes, ésta Sala asume la decisión de
resolver la problemática planteada con la finalidad de analizar los derechos denunciados por
los accionantes y devolver la armonía y el equilibrio al interior de la Comunidad Yauriri-San
Juan, conforme se pasará a desarrollar.
V.7.3. Resolución de los derechos denunciados
Los accionantes denuncian la lesión de sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad, a
la libertad de residencia, a la permanencia y circulación, a la inviolabilidad del domicilio, al
trabajo, a la propiedad, a la prohibición de expulsión, a la prohibición de violencia física y
psicológica contra las mujeres, prohibición de violencia y maltrato contra los adultos
mayores, al debido proceso, a la defensa en comunidades indígenas originarias y la garantía
del “tribunal u órgano imparcial”, así como su derecho al agua, electricidad y vivienda, por
cuanto por el robo de dinero ocurrido el 2002, el hijo menor de Benita Ichuta Ichuta fue
sancionado a entregar una puerta para la escuela y elaborar mil adobes; empero, tras
descubrir a los verdaderos autores, acudió a la Policía Boliviana, pidiendo una investigación
de los hechos, extremo que no fue de agrado de las autoridades de su comunidad, quienes
determinaron la expulsión escolar de su hijo. Asimismo, indica que en el transcurso de la
asamblea, las autoridades escolares le sustrajeron la suma de Bs600.-, que era producto del
BONOSOL de Feliciano Ichuta Aspi, por lo que sintiéndose atropellados en sus derechos,
acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados, instancia que determinó
remitir antecedentes al Ministerio Público, llevándose a cabo un proceso penal, que no tuvo
respuesta positiva, por el contrario llego a extinguirse, por cuya razón Benita Ichuta Ichuta el
15 de octubre de 2010, realizó una declaración en el periódico “El Alteño”, señalando entre
otras cosas, que habría sido víctima de una injusticia en su comunidad.
Refieren que tales antecedentes causaron molestia en las autoridades originarias de la
Comunidad Yauriri San Juan, quienes producto del enojo, incurrieron en la comisión de los
siguientes hechos lesivos: a) Inicialmente mediante Voto resolutivo de 10 de noviembre de
2010, los Mallkus originarios determinaron que, las acusaciones efectuadas por Benita Ichuta
Ichuta, constituían una difamación a los miembros de la Comunidad, por lo que fue declarada
persona no grata, resolviendo la expulsión y abandono inmediato de Benita Ichuta Ichuta y
Feliciano Ichuta Aspi en el plazo de setenta y dos horas; b) Posteriormente para efectivizar el
cumplimiento de la injusta sanción, mediante Resolución originaria 01, tras haber concluido
INDICE
que los denunciados Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi incumplieron con sus
deberes y obligaciones comunitarias durante ocho años, adeudando a la comunidad la suma
de Bs72 250.- se dispuso desconocer a los nombrados como miembros de la comunidad, por
otro lado resolvieron la expulsión sin derecho a indulto de toda la familia -Benita Ichuta
Ichuta, Roberto Rubén Tarqui Ichuta (hijo), Feliciano Ichuta Aspi (padre), Martín Ichuta
Ichuta, Enrique Ichuta Ichuta, Heliodoro Ichuta Ichuta (hermanos), Margara Ichuta Ichuta,
Gervacia Ichuta Ichuta (hermanas)-, decisión que les fue notificada el 24 del mismo mes y
año; c) Por otro lado, sostiene que el 8 de enero de 2011, los miembros y autoridades de la
comunidad Yawriri San Juan, se dirigieron a su domicilio y en el lugar los sacaron a la fuerza
para llevarlos amarrados a la iglesia del pueblo, siendo amenazados de ser quemados vivos
con querosén, ello por no lograr sus firmas en el acta de retiro de forma voluntaria; y, d)
Finalmente el 10 de enero de 2011, mediante “Acta de Posesionamiento”, la comunidad
Yauriri-San Juan en general, procedieron a tomar posesión de las sayañas de toda su familia,
estableciendo mojones.
No podemos dejar pasar por alto, como aspectos relevantes: 1) El primero, sin duda
encuentra su origen en los acontecimientos ocurridos en Asamblea General de las
Comunidades Yauriri-San Juan y Yawriri-San Francisco el año 2002, en la que se sancionó al
hijo de Benita Ichuta Ichuta, con la fabricación de mil adobes y a comprar una puerta, para la
escuela de la comunidad, por haber sido encontrado autor del delito de hurto; y, 2) El
segundo, radica en la declaración efectuada por Benita Ichuta Ichuta, en el periódico “El
Alteño” el 15 de octubre de 2010, en el que señaló que el profesor “Asencio Q.” (sic) le había
quitado Bs600.- producto del BONOSOL de su padre y que si bien había realizado su
denunciada al Ministerio Público, las investigaciones no había avanzado a ocho años de
haber sido presentadas.
Como producto de los hechos expuestos, el 10 de noviembre de 2010, los Mallkus originarios
de la Comunidad Yauriri-San Juan, a través de Voto resolutivo de la citada fecha, denunciaron
que la accionante había propalado difamación contra toda la comunidad y sumado al hecho
de que la familia Ichuta no estaba cumpliendo con sus obligaciones comunitarias y que
constantemente “atropellaban” a las personas de la tercera edad, así como a los vecinos
cuando se encontraban en los caminos, resolvieron que Benita Ichuta Ichuta y Feliciano
Ichuta Aspi abandonen la comunidad en un plazo de setenta y dos horas.
Posterior a ello, las mismas autoridades originarias, emitieron la Resolución 01, ratificando
las acusaciones expuestas en el Voto resolutivo, agregando que los denunciados no asistían a
las reuniones ordinarias y que tendrían una deuda económica con la comunidad, de Bs72
520.- por ambas personas, por lo que decidieron su desconocimiento como miembros de la
comunidad, así como la expulsión sin derecho a indulto de toda la familia Ichuta,
amenazando declararse en estado de emergencia en caso de incumplimiento.
En esas circunstancias, a efectos de lograr el cumplimiento de dichas sanciones, conforme a
los antecedentes y lo extractado de los diferentes informes policiales, el 8 de enero de 2011,
en circunstancias irregulares se instalo la magna asamblea de la Comunidad Yauriri San Juan,
INDICE
en la Unidad Educativa, la cual abarco horas inapropiadas, vale decir mas veinticuatro horas
de haber sido instalada, llegando a suscribirse a su conclusión un acta de abandono, en la
que participaron los accionantes, así como las autoridades al mando de Primitivo Triguero
Ichuta y Agustín Triguero Ichuta, Mallkus Originarios, determinando entre otras cosas la
expropiación de las sayañas de la familia Ichuta en beneficio de la Comunidad.
Al respecto se debe considerar que, la situación en que se llevó a cabo la citada asamblea conforme a las conclusiones expuestas en el presente fallo-, se evidencia el empleo de la
fuerza y la presión en la aceptación de las decisiones asumidas por las autoridades originarias
de la comunidad, pues en tales condiciones no resulta lógico pensar que los hoy accionantes,
hayan aceptado imposiciones, menos que hubieran suscrito las actas, lo que nos hace
concluir que a tiempo de suscribir las mismas, existió supresión de la autonomía de la
voluntad. Similar conclusión se tiene del “Acta de Posesionamiento” (sic), en cuyo mérito la
comunidad en pleno, tomó posesión de las sayañas de la familia Ichuta.
Con relación a la vida y a la dignidad manifestar que de antecedentes se evidenció que la
génesis del conflicto empezó el 2002, cuando se denunció el robo de enseres de la profesora
Benita Mamani Nacho, habiéndose sancionado al hijo de la coaccionante Benita Ichuta Ichuta
con la entrega de una puerta para la escuela y la elaboración de mil adobes, hecho que fue
resuelto en asamblea general de las comunidades Yawriri-San Juan y Yawriri-San Francisco, el
20 de agosto de 2002, en el que se resolvió: “Declarar persona no grata al joven (…), Benita
Ychuta y Abuelo Feliciano Ychuta dándose por EXPULSADO de las listas de la Comunidad
T.C.O. sin derecho a participar en proyectos y actividades de la comunidad. Asimismo, se
determinó por unanimidad la expulsión inmediata y definitiva del Colegio República de
Noruega al estudiante (AA), solicitando a la Dirección del Establecimiento y Consejo de
profesores más Juntas Escolares, realizar el proceso respectivo pasando en conocimiento de
las autoridades inmediata superiores del ramo de Educación” (sic) (las abreviaturas en
paréntesis son nuestras) afirmando que el menor AA es autor confeso de la sustracción de
enseres de la profesora Benita Mamani Nacho, que hizo la reposición de las mismas; y, que
las autoridades originarias más los comunarios firmaron un documento de solución
preventiva donde se comprometieron a pagar la sanción con una puerta garaje y mil adobes.
Al respecto, se advierte que si bien la data de los hechos son antiguos; sin embargo, tiene
relevancia constitucional pues la decisión final de expulsión de los accionantes tomó en
cuenta éste aspecto, pues a raíz de que esos hechos fueron denunciados por la accionante en
el periódico El Alteño el 15 de octubre de 2010, como se indicó en la Conclusión II.4 de este
fallo, que entre otros menciona: “Relató que todo pasó a raíz de que se perdió una garrafa de
gas en la escuela de la comunidad…” (sic), provocó la emisión del voto resolutivo de 10 de
noviembre de ese mismo año, que dispuso el abandono inmediato de Benita Ichuta Ichuta y
su padre Feliciano Ichuta Aspi en el término de setenta y dos horas como se desglosó en la
Conclusión II.5 del presente fallo; y, que sumado al hecho de la denuncia de inasistencia a
reuniones y actividades de la comunidad dio origen a la Resolución originaria 01, que luego
desembocó en la expulsión de los accionantes.
INDICE
De la lectura del acta de asamblea general de las comunidades Yauriri-San Juan y Yauriri San
Francisco de 20 de agosto de 2002, antes mencionado se advierte que la sanción impuesta
no tomó en cuenta las normas y procedimientos previstos por la propia comunidad que
establece la existencia de faltas leves, graves y muy graves como se indicó en la Conclusión
II.6 y punto III.9.2, en el que no contempla que en forma directa se tenga que imponer la
expulsión de los accionantes de las listas de la Comunidad sin derecho a participar en
proyectos y actividades de la comunidad, así como el retiro del menor AA de la escuela
República de Noruega, al contrario sus propias normas prevén que luego de que sus
autoridades originarias investigan la denuncia y determinan la autoría del hecho, deben
reflexionar y orientar de manera diplomática al infractor -en el presente caso al hijo de la
accionante-, determinando las causas y los motivos que le habrían llevado a cometer la
infracción, actividad que debe efectuarse en un ambiente reservado para precautelar la salud
psicológica del menor, que llevado por la presión y la angustia del reproche social al más de
las veces puede incluso reconocer faltas que no cometió por miedo a tener que continuar ser
víctima de interrogatorios y condenas sociales. Nuestra Ley fundamental “…prohíbe y
sanciona toda forma de violencia contra las niñas, niños y adolescentes, tanto en la familia
como en la sociedad” (art. 61.I de la CPE); establece que: “Toda niña, niño y adolescente
tiene derecho a vivir y a crecer en el seno de su familia de origen o adoptiva” (art. 59.II de la
CPE); y, reconoce el derecho de los menores a la educación, señalando: “La educación es
obligatoria hasta el bachillerato” (art. 81.I de la CPE); éstos aspectos no fueron tomados en
cuenta por las autoridades demandadas, que permitieron que el menor AA, por decisión de
la comunidad, deje la escuela, no habiéndose evidenciado que las autoridades demandadas
hubieran gestionado el respeto de los derechos y las garantías del hijo de la accionante;
asimismo, no tomaron en cuenta que sus propias normas señalan que solo en caso de faltas
muy graves se puede echar del ayllu a uno de sus integrantes, donde se constata que hubo
reincidencia y una manifiesta actitud de los infractores a no corregir su conducta, y que
ponga en evidente peligro a la comunidad.
Por ende la decisión de expulsión de las listas de la comunidad de los accionantes así como el
retiro del menor AA de la escuela es contraria a los derechos y garantías previstos en nuestra
Ley Fundamental, como se mencionó precedentemente; asimismo, no se sujetó a las normas
internas de la propia comunidad que establece el procedimiento que se debe seguir: llamar a
reconciliación, hacer recomendaciones; dejar constancia de lo decidido, así como de las
actuaciones realizadas en el libro de actas; y, previo a imponer la sanciones evaluar el
comportamiento del infractor -reincidencia-; y, la participación e incumplimiento de los
padres de su deber de control y vigilancia de sus hijos, para así ser también sancionados.
En audiencia, realizada en ésta entidad el 10 de junio de 2013, una de las autoridades
originarias manifestó que: “Ante una falta leve de un comunario se le hace una reflexión,
cuando se incurre en una pelea o riña, se sanciona con dos días de trabajo forzado para la
comunidad, ya cuando se incurre en un acto de segundo grado de gravedad se sanciona con
cinco días de trabajo forzado en beneficio de la indicada comunidad. En los casos graves se
invita al infractor a reconciliar, sino asiste a la convocatoria, se acude a la Policía, si
nuevamente hace caso omiso, se lo visita a reconciliar en la comunidad” (sic); sin embargo,
INDICE
no se advierte que se hubiese seguido dicho proceso en la imposición de la sanción del
menor AA y de los accionantes el 20 de agosto de 2002, situación que debe ser corregida por
las autoridades originarias para contar con una decisión justa, razonable y acorde a los
principios, derechos y garantías constitucionales, habiéndose lesionado el derecho a la
dignidad de los accionantes.
Con relación a la vida, indicar que el informe realizado por el efectivo policial Apolinar Alaro
Tarqui, el 10 de enero de 2011, refleja que el 8 de enero de ese año constató que
aproximadamente a horas 18:00 la accionante junto a su padre se encontraba en la unidad
educativa junto a una veintena de personas que afirmaban se encontraban resolviendo los
problemas originados, por no cumplir con las obligaciones y costumbres de la comunidad
Yauriri-San Juan -Conclusión II.15 de este fallo-; la ejecución misma de la expulsión efectuada
el 8 del citado mes y año, que provocó lesiones a la integridad de Benita Ichuta Ichuta y
Feliciano Ichuta Aspi, evidencian que se puso en riesgo la vida de las citadas personas, pues
ambos pertenecen a grupos vulnerables que ante la presencia de una muchedumbre se pudo
desencadenar resultados mayores, por lo que se puso innecesariamente en riesgo la vida de
las citadas personas.
Respecto al derecho a la circulación, manifestar que conforme se desarrolló en el
Fundamento Jurídico V.5 de este fallo, la acción de libertad se constituye en el mecanismo
idóneo para tutelar el derecho a la circulación y libre locomoción de las personas, por lo que
a través de la presente acción de amparo constitucional no se puede ingresar a resolver la
citada problemática, pasándose a examinar los demás derechos denunciados como
vulnerados.
Sobre la inviolabilidad del domicilio, indicar que el art. 25.I de la CPE prevé: “Toda persona
tiene derecho a la inviolabilidad de su domicilio…”; y, la jurisprudencia constitucional
contenida en la SCP 0579/2013 de 21 de mayo, que cita a la SCP 0608/2012 de 20 de julio:
“’…el art. 25.I de la CPE, señala que: «Toda persona tiene derecho a la inviolabilidad de su
domicilio…» de igual forma, el Tribunal Constitucional ha establecido a través de la SC
0528/2011-R de 25 de abril, citando a otras como a la SC 0271/2006-R de 22 de marzo, cuyo
entendimiento reiterado en la SC 0860/2010-R de 10 de agosto, por ser acorde al actual
orden constitucional, determinó que: «La inviolabilidad de domicilio significa que nadie
puede introducirse o ingresar en él sin el consentimiento del propietario o habitante,
excepto en los casos expresamente previstos por la Constitución o la Ley. A este efecto,
debe entenderse por domicilio todo lugar de habitación, sitio de trabajo o espacio cerrado en
el cual no hay libre acceso para el público. Según doctrina constitucional, el carácter
domiciliario de un recinto viene dado por el hecho de que en su interior una o más personas
desarrollan actividades pertenecientes a la esfera de la vida privada, a ese ámbito de la
existencia de cada hombre donde los otros no pueden introducirse ilícitamente».
(…)
INDICE
«Se distingue entre el concepto de residencia, el lugar de la morada efectiva y el de domicilio,
que exige, además el hecho material de la residencia, el ánimo de permanencia en ese lugar.
Por último encontramos la habitación lugar donde la persona se encuentra viviendo por cierto
tiempo determinado, también llamado domicilio accidental»'” (las negrillas son nuestras). El
citado entendimiento, también es aplicable a la jurisdicción indígena originaria campesina,
que está obligada a respetar la inviolabilidad del domicilio, de modo que nadie podía ingresar
a la casa de los accionantes sin la autorización de sus moradores, pues se constituye en un
derecho humano fundamental que exige respeto por estar reconocido en nuestra Norma
Suprema como se explicó precedentemente, constatándose su vulneración en el momento
en que se ejecutó la expulsión de los accionantes, aspecto que debe ser tratado por las
autoridades demandadas, para restablecer el equilibrio y la armonía al interior de la
comunidad Yauriri-San Juan.
Con relación al derecho al trabajo, el art. 108.5 de la CPE,prevé que son deberes de las
bolivianas y los bolivianos: “Trabajar, según su capacidad física e intelectual, en actividades
lícitas y socialmente útiles”; y, en el art. 46.II establece que: “El Estado protegerá el ejercicio
del trabajo en toda sus formas”, mandatos constitucionales que debieron ser observados por
las autoridades demandadas, pues los accionantes son miembros de la Comunidad YauririSan Juan, que viven del producto de su trabajo en la utilización de sus predios agrarios,
siendo ésta su fuente de alimentación e ingresos económicos; consecuentemente, cualquier
determinación que implique el retiro definitivo de los accionantes de sus tierras afecta
directamente su derecho a trabajar y labrar la tierra.
Asimismo, con relación Feliciano Ichuta Aspi, si bien es un adulto mayor; sin embargo, ello no
implica que al interior de su familia no cumpla una función económica social de acuerdo a sus
posibilidades; por lo que, al ser alejado definitivamente del lugar en que nació, creció y
desarrolló sus actividades civiles y políticas, restringió el citado derecho, más aún cuando en
el sistema de administración de justicia indígena originario campesino no se ve al adulto
mayor como una carga social sino más bien como una fuente de consulta y apoyo en la
resolución de los conflictos, actividad del que fue privado a pesar de no ser el responsable de
las faltas e infracciones que se le acusa, situación que debe ser valorado en forma integral
por las autoridades demandadas, tomando en cuenta que “Las autoridades de la jurisdicción
indígena originaria campesina no sancionarán con la pérdida de tierras o la expulsión a las y
los adultos mayores o personas en situación de discapacidad, por causas de incumplimiento
de deberes comunales, cargos, aportes y trabajos comunales” (art. 5.III de la Ley de deslinde
jurisdiccional.
En cuanto al derecho de propiedad, indicar que en el presente caso se trata de predios
agrarios, por lo que el análisis parte desde la previsión del art. 393 de la CPE, que señala: “El
Estado reconoce, protege y garantiza la propiedad individual y comunitaria de la tierra, en
tanto cumpla una función social o una función económica social, según corresponda”,
estableciendo, en el art. 397.I que: “El trabajo es la fuente fundamental para la adquisición y
conservación de la propiedad agraria. Las propiedades deberán cumplir con la función
INDICE
económica social o con la función económica social para salvaguardar su derecho, de
acuerdo a la naturaleza de la propiedad”.
Asimismo, el art. 401 de nuestra Ley Fundamental, indica: “I. El incumplimiento de la función
económica social o la tenencia latifundista de la tierra, serán causales de reversión y la tierra
pasará a dominio y propiedad del pueblo boliviano; II. La expropiación de la tierra procederá
por causa de necesidad y utilidad pública, y previo pago de una indemnización justa”.
En la Sentencia de 29 de marzo de 2006, emitida por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, dentro del caso comunidad indígena Sawhoyamaxa Vs. Paraguay (fondo,
reparaciones y costas), que en su párrafo 120, refiriéndose a los conceptos de propiedad y
posesión en los pueblos y comunidades indígenas, expresó que: “Desconocer las versiones
específicas del derecho al uso y goce de los bienes, dadas por la cultura, usos, costumbres y
creencias de cada pueblo, equivaldría a sostener que sólo existe una forma de usar y disponer
de los bienes, lo que a su vez significaría hacer ilusoria la protección del art. 21 de la
Convención para millones de personas” [7].
Por ende, se comprueba que nuestra Ley Fundamental garantiza y protege el derecho a la
propiedad agraria, siempre y cuando ésta cumpla una función económica social; en el
presente caso fueron las autoridades demandadas que determinaron que los accionantes
hubiesen dejado de hacer producir sus tierras; es decir, que los accionantes no estuviesen
labrando sus predios o dejado de criar sus animales, cuando debieron denunciar el hecho
ante el órgano competente (INRA) que previa verificación del incumplimiento de la función
económica social hubiese determinado la reversión del predio; sin embargo, se limitaron a
sostener que existe el incumplimiento de los deberes para con la comunidad y el adeudo de
Bs70 000.-; en efecto, Carmelo Ichuta Sánchez -codemandado- en la audiencia de 10 de junio
de 2013, efectuado en éste Tribunal afirmó: “Los Bs. 72000 emergen de los atrasos a reunión
normal de Bs. 10, cuando ´…es trabajo se duplica, hace se triplica dependiendo del trabajo
como es, se triplica, 10 años estábamos trayendo agua, electrificación, etc….Esto se hace Bs.
3500 por cada sayaña, siendo dos sería Bs. 70 000” (sic)
En el acta de conciliación de 9 de enero de 2011, desglosado en la Conclusión II.11 de esta
Sentencia Constitucional Plurinacional, se evidenció que se dispuso el incumplimiento del
servicio social a la Comunidad y la deuda acumulada deja sus dos sayañas en beneficio de la
colectividad; y, que “La comunidad se comprometió a devolver el ganado de la accionante…
que se encontraba en la sayaña de Rolando Ichuta Triguero” (sic), aspectos que denotan que
hubo una usurpación de funciones respecto al organismo encargado de su verificación. En
cuando al incumplimiento de las obligaciones sociales respecto a la comunidad, indicar que
ya en asamblea general de las comunidades Yauriri-San Juan y Yauriri-San Francisco, de 20 de
agosto de 2002, las propias autoridades originarias determinaron: “Declarar persona no grata
al joven (…), Benita Ychuta y Abuelo Feliciano Ychuta dándose por EXPULSADO de las listas de
la Comunidad T.C.O. sin derecho a participar en proyectos y actividades de la comunidad…”
(sic) (las negrillas son nuestras), citado en la Conclusión II.2 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, denotándose que ya en aquella oportunidad se prohibió a los accionantes a
INDICE
intervenir en los proyectos y actividades de la comunidad; sin embargo, en las
determinaciones posteriores se decide sancionarlos por incumplimiento de los trabajos
comunales como se explicó precedentemente y se realiza el cálculo de la suma de Bs70 000.-;
consecuentemente, no existe relación entre la decisión asumida el 20 de agosto de 2002; y,
la pena pecuniaria impuesta en la Resolución originaria 01, el acta de reunión de 8 de enero
de 2011, que razona en sentido contrario, existiendo un apartamiento de los principios de
razonabilidad y justicia social, expuestos en el Fundamento Jurídico V.3 de este fallo,
debiéndose corregir para que exista una decisión uniforme que responda a los principios de
verdad y respeto a los derechos y las garantías constitucionales.
Asimismo, ésta Sala constata que en la imposición de la pena no se respetó el principio de
igualdad, puesto que las determinaciones asumidas por las autoridades demandadas no
tomaron en cuenta la condición de Feliciano Ichuta Aspi, que como adulto mayor está exento
de seguir aportando a la Comunidad, debiendo más bien ser respetado y considerado en su
condición de formar parte de un grupo vulnerable, que merece protección e incluso el
socorro de la propia comunidad cuando evidencie el estado de necesidad, pues es la
solidaridad la base de coexistencia pacífica y la armonía social, como advirtieron la Unidad de
Descolonización de nuestra entidad.
Por otra parte, debe tomarse en cuenta que es con el propio trabajo con el que se cumple las
obligaciones sociales para con la Comunidad, por lo que el privarle del uso, goce y disfrute de
las tierras que son de propiedad de los accionantes, se les niega no solo la posibilidad de
subsistir sino también a pagar la deuda que determine la Comunidad.
Con relación a la prohibición de expulsión, la libertad de residencia y permanencia; el
debido proceso y la defensa, manifestar que conforme se expuso en el Fundamento Jurídico
V.2 de este fallo, la Norma Suprema reconoce a la jurisdicción originaria campesina la
facultad de resolver las controversias puestas a su conocimiento de acuerdo a sus propios
principios y valores culturales; sin embargo, impone a sus autoridades a respetar los
derechos y las garantías constitucionales. En el caso de autos, a través del Voto resolutivo de
10 de noviembre de 2010, Resolución originaria 01, así como las actas de constancia y de
abandono, ambas de 8 de enero de 2011, así como el de “Posesionamiento” de 10 de enero
de 2011; y, por ende el voto resolutivo 03/18/11/11 de 17 de diciembre de 2011, se fueron
reafirmando y consolidando la decisión de expulsión de los accionantes de la Comunidad
Yauriri-San Juan; pero, como indicó precedentemente, no tomaron en cuenta que ya en la
asamblea general de las comunidades Yauriri-San Juan y Yauriri-San Francisco de 20 de
agosto de 2002, se determinó que los accionantes no tenían derecho a participar en los
proyectos y actividades de la Comunidad; en consecuencia, si fueron las propias autoridades
las que prohibieron a Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi -ahora accionantes- a
participar en los proyectos y actividades de la Comunidad, entonces cuál la razón de luego
sancionarlos, existe una manifiesta contradicción que no fue advertida por las autoridades
demandadas, que en lugar de buscar el equilibrio y la armonía social, tendieron a mantener
el error hasta el extremo de tener que demoler la vivienda de los accionantes y expulsar por
la fuerza a los accionantes, sin reparar que se incumplió con sus propias normas que
INDICE
establecen la investigación exhaustiva de los hechos, la determinación adecuada de las
sanciones; la exposición de las recomendaciones inicialmente efectuadas a los infractores y
en caso de reincidencia acudir al reproche social, como medida de corrección; y, en última
instancia determinar la expulsión -para casos de mayor gravedad-, previa exposición del
peligro e inminente daño que se podría ocasionar a la Comunidad, para que de esta forma
ésta instancia pueda, a través de una ponderación intercultural, efectuar el test de
razonabilidad, y proporcionalidad de la decisión.
Mario Triguero Ichuta, Agustín Triguero Ichuta, Primitivo Ichuta, Carmelo Ichuta Sánchez,
Juan Triguero Mamani, Juana Tuco de Triguero, Avelina Triguero de “Humerez”, Edwin Juan
Triguero Tarqui, Máxima Ichuta Triguero, Nemecio Ichuta Mamani, Abraham Triguero
Coronel, Eustaquio Ichuta Tarqui, Juan Humiri Tarqui y Martín Triguero Tarqui -co
demandados-, en su informe refirieron: “La familia Ichuta se convirtió, durante todo ese
tiempo en un peligro para la comunidad; por lo que el pleno con el fin de precautelar su
propia seguridad física y jurídica, en forma pactada y consensuada con los accionantes,
determinó el alejamiento de toda la familia de la Comunidad o en su defecto pagar las
deudas que mantenían, por trabajos comunales, aportes y multas que alcanzan en esa época
a Bs.72 000.- (setenta y dos mil bolivianos)…”(sic), de lo que se colige que la determinación
de expulsión fue una medida de presión impuesta a los accionantes para cumplir con sus
obligaciones para con la comunidad; pero, en modo alguno guarda relación con las sanciones
previstas por su propio reglamento, que no prevé dicha medida compulsiva, sino más bien
determina la existencia de faltas leves, graves y muy graves, en los que la reincidencia entre
otros, es el factor que determina la imposición de la pena como caracteriza al sistema de
administración de justicia indígena originario campesino.
En el caso presente, como se mencionó, el 20 de agosto de 2002, se dispuso que los
accionantes no podían participar en los proyectos y actividades de la Comunidad; por ende,
correspondía a las autoridades demandadas advertir ese extremo; y, de acuerdo a sus
propios principios y valores corregir el error, determinando una sanción justa y acorde a sus
propios estatutos, tome en cuenta la condición personal de cada uno de los accionantes, de
lo contrario se continuara vulnerado el derecho al debido proceso y la defensa de los
accionantes, que tienen el derecho a exigir el respeto a los principios y valores de la propia
comunidad; y, en caso de considerar que existen delitos de orden público acudir a las
autoridades llamadas por ley, situación que en modo alguno puede implicar el
desconocimiento de los derechos de la comunidad Yauriri-San Juan, cuyo ámbito
competencial es diferente.
Sobre la prohibición de violencia física y psicológica contra mujeres, adultos mayores; y, la
integridad, señalar que el art. 15 de la CPE, es claro al afirmar: “I. Toda persona tiene
derecho a la vida y a la integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá
tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes. No existe pena de muerte; II. Todas
las personas, en particular, las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual o
psicológica, tanto en la familia como en la sociedad”; en el Estado Constitucional de Derecho
Plurinacional, no se admite la violencia en todas sus formas, siendo deber de las autoridades
INDICE
de la jurisdicción indígena originaria campesina observarla, pues el art. 10.I de la CPE, prevé:
“Bolivia es un Estado pacifista, que promueve la cultura de la paz y el derecho a la paz…”;
entendimiento que guarda relación con el sistema de administración de justicia indígena
originaria campesina que no admite las prácticas punitivas, conforme se desarrolló en el
Fundamento Jurídico V.2.1 de este fallo, en base a ello expresar que si bien las autoridades
demandadas niegan la existencia de violencia física a los accionantes; sin embargo, cursan
certificados médico forenses de 12 de enero de 2011, de Benita Ichuta Ichuta y Feliciano
Ichuta Aspi que la desvirtúan, como se indicó en la Conclusión II.17, documento que junto a
los informes policiales de 10 y 12 de enero de ese mismo año, descritos en las Conclusiones
II.15 y II.18, se concluye que se ejerció violencia sobre los ahora accionantes, en el intento de
hacer cumplir las determinaciones asumidas por la Comunidad Yauriri-San Juan, situación
que no debió ocurrir en razón a que el art. 192.II de la CPE, establece: “Para el cumplimiento
de las decisiones de la jurisdicción indígena originario campesina, sus autoridades podrán
solicitar el apoyo de los órganos competentes del Estado” (las negrillas son nuestras);
asimismo, el art. 15 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional establece: “La jurisdicción indígena
originaria campesina, la ordinaria, la agroambiental y las demás jurisdicciones legalmente
reconocidas, tienen el deber de cooperarse mutuamente, para el cumplimiento y realización
de sus fines y objetivos”.
Por ende, el uso de la coacción por parte de las autoridades demandadas no puede ser
admitido, pues el sistema jurídico nacional, a partir de nuestra Ley Fundamental, les
proporciona los mecanismos necesarios para el cumplimiento de sus propias
determinaciones a través de la cooperación de las demás jurisdicciones, que dicho sea de
paso no pueden revalorar los hechos y las decisiones asumidas por la jurisdicción indígena
originaria campesina como se mencionó en el Fundamento Jurídico V.2.2 de esta Sentencia
Constitucional Plurinacional, por lo que en caso de desobediencia a las decisiones asumidas
en la jurisdicción indígena originaria campesina, se tenía que solicitar a la jurisdicción
ordinaria la respectiva cooperación para exigir el cumplimiento de las decisiones asumidas
por la comunidad Yauriri-San Juan, como establece nuestra norma suprema y la propia Ley
de Deslinde Jurisdiccional.
Con relación a la garantía de “tribunal u órgano imparcial”, indicar que no se evidencia su
conculcación, en razón a que los accionantes no acreditaron que exista vínculos de amistad,
parentesco u otros que comprometan la imparcialidad de las autoridades demandadas. El
problema de la justicia en la decisión asumida por la Comunidad Yauriri-San Juan es un tema
que se analiza a través de los demás derechos denunciados como conculcados.
En cuanto al derecho a la vivienda y los servicios de agua y electricidad, como se mencionó
en el Fundamento Jurídico V.6, la vivienda se constituye en un derecho humano
fundamental, que obliga a terceros, incluyendo a las autoridades demandadas, a respetarla,
su reconocimiento se encuentra no sólo a nivel nacional sino también internacional; así, el
art. 190.II de la CPE, prevé que: “La jurisdicción indígena originaria campesina respeta el
derecho al a vida, el derecho a la defensa y demás derechos y garantías establecidos en la
presente Constitución”; en armonía con el citado entendimiento, el estatuto de la
INDICE
Comunidad Yauriri-San Juan ratifican los derechos establecidos en nuestra Norma suprema y
la declaración de los DD.HH. -Conclusión II.6-; consecuentemente, si la propia normativa de
las autoridades demandadas garantiza el respeto de los derechos humanos y de la
constitución no se comprende el motivo por el cual se tuvo que llegar al extremo de demoler
la vivienda de los accionantes como se advierte del expediente, mismas que junto a los
antecedentes expuestos en las conclusiones y las intervenciones realizadas en audiencia, en
éste Tribunal, el 10 de junio de 2013, nos llevan a la conclusión de que efectivamente fue
conculcado.
A su vez, señalar que el presente fallo no implica desconocer el cumplimiento de las
obligaciones sociales que se exigen a cualquier miembro de la Comunidad Yauriri-San Juan, al
contrario éstas deben cumplirse; empero, deberán ser impuestas en forma adecuada,
observando la proporcionalidad, la igualdad, la equidad que se exige cuando se tiene que ver
las condiciones propias de cada miembro de la comunidad; asimismo, indicar que no se
puede compensar los adeudos por concepto de obligaciones sociales con los terrenos de los
accionantes, debido a que el art. 394.I de la CPE, in fine prevé: “Se garantiza los derechos
legalmente adquiridos por propietarios particulares cuyos predios se encuentren ubicados al
interior de territorios indígena originario campesinos; II. La pequeña propiedad es indivisible,
constituye patrimonio familiar inembargable…”; por ende, al ser la pequeña propiedad el
espacio mínimo que se considera necesario para vivir y alimentar a una familia, no puede ser
desconocido, debiendo por las autoridades demandadas, más aún cuando es con el producto
del trabajo de los predios que se debe honrar las obligaciones sociales.
V.7.4. Deber de protección y respeto
Resulta importante resaltar el deber de las autoridades originarias de la Comunidad YauririSan Juan de velar siempre por el respeto y protección de los derechos y garantías
constitucionales a tiempo de la resolución de las causas, puesto que su rol no es el de simples
espectadores de las resoluciones dispuestas por la comunidad sino que como autoridades
legítimamente investidos de la potestad de administrar justicia tienen la obligación de
reflexionar y orientar a los miembros de su Comunidad, previo a que se tome decisiones. No
pueden olvidar que su labor es la de buscar el equilibrio y la armonía social; y, que deben
motivar sus decisiones conforme a sus principios, valores culturales y procedimientos;
consecuentemente, en caso de ser convocados ante la jurisdicción constitucional deberán
mínimamente exponer los procedimientos y los parámetros utilizados en el caso concreto
y/u otros similares para efectuar el test de razonabilidad, proporcionalidad y justicia, donde
también está inserto la igualdad.
Por otra parte, es necesario tener en cuenta que el 14 de junio del presente año en la ciudad
de Cochabamba el Tribunal Constitucional Plurinacional suscribió acta de coordinación
interjurisdiccional entre autoridades de justicia indígena originario campesina,
organizaciones sociales CONAMAQ, CIDOB, CNMCIOB BARTOLINA SISA, CSUTCB Y CSMCIB,
INDICE
CSCIOB y EL PUEBLO AFROBOLIVIANO, en el que entre otros definieron que: “4. La
construcción del pluralismo jurídico y el ejercicio material de la justicia indígena requieren de
que tanto las autoridades indígenas originario campesinas como el Tribunal Constitucional
Plurinacional, trabajen en forma coordinada y participativa, con un relacionamiento directo
entre Autoridades Indígenas y Magistrados a objeto de ayudar cada uno desde sus
competencias la vigencia de la jurisdicción indígena y el resguardo de derechos
fundamentales, los derechos humanos y materialización de la Constitución Política del
Estado”(sic), por lo que ésta institución siempre tendrá las puertas abiertas para atender las
consultas e inquietudes de las autoridades de las jurisdicción indígena originaria campesina
sobre temas relacionados sobre la vigencia de los derechos y las garantías constitucionales.
Por lo expuesto, ésta Sala espera que las actuales autoridades de la Comunidad Yawriri-San
Juan resuelvan los hechos denunciados por los accionantes aplicando profundamente los
principios, valores culturales y procedimientos propios, respetando siempre los derechos y
garantías previstos en nuestra Ley fundamental, de lo contrario será la jurisdicción
constitucional la que ordene la aplicación inmediata de la constitución.
Por todo lo expuesto, la Jueza de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, efectuó
una compulsa parcial de los antecedentes del caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo
previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011, en revisión, resuelve:
1º CONFIRMAR en parte la Resolución 268/2012 de 11 de octubre, cursante de fs. 346 a 349,
pronunciada por la Jueza Segunda de Sentencia Penal de El Alto del departamento de La Paz,
y en consecuencia, CONCEDER la tutelasolicitada, respecto a los derechos de los accionantes
a la vida, a la dignidad, a la libertad de residencia, a la inviolabilidad del domicilio, al trabajo,
a la propiedad, a la prohibición de expulsión, a la prohibición de violencia y maltrato contra
mujeres y adultos mayores, al debido proceso, a la defensa, al debido proceso en
comunidades indígenas originarias y a la vivienda, al agua y la electricidad, y DENEGAR en
relación al de un tribunal imparcial y la locomoción.
2° Dejar sin efecto el Voto resolutivo de 10 de noviembre de 2010, la Resolución originaria
01, así como las actas de constancia y de abandono, ambas de 8 de enero de 2011, así como
el acta de “Posesionamiento” de 10 de enero de 2011 y por ende el Voto resolutivo
03/18/11/11 de 17 de diciembre de 2011.
3° Instruir a las autoridades originarias en actual ejercicio de la comunidad Yauriri-San Juan, a
convocar a una magna asamblea para que dicten una nueva Resolución, conforme a los
parámetros establecidos en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
INDICE
4° Ordenar la restitución inmediata de los terrenos de propiedad de los accionantes, así
como de los animales y productos que poseían a tiempo de su expulsión incluyendo las crías
que hubieren nacido hasta el momento de su devolución; así como de la vivienda de los
accionantes, incluyendo los servicios que poseía para el momento de la expulsión, debiendo
definirse en la citada asamblea la forma de su cumplimiento: en especie, compensación u
otra modalidad dispuesta por la Comunidad Yauriri-San Juan, velando siempre por los
Derechos Humanos y la Constitución Política del Estado Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
No interviene la Magistrada, Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco, por ser de voto disidente.
Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
MAGISTRADO
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1422/2012
Sucre, 24 de septiembre de 2012
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente:
Departamento:
00040-2012-01-AL
Chuquisaca
En revisión la Resolución 01/2012 de 27 de enero, cursante de fs. 40 a 41, pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Balvino Huanca Alavi por si y en
representación sin mandato de Viviana Gonzáles Conde, sus hijos y nietos, contra Juan José
Cruz Pérez y Apolinar Cayo, dirigentes de la Junta Vecinal de Poroma provincia Oropeza del
departamento de Chuquisaca.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 24 de enero de 2012, cursante de fs. 13 a 15 vta., el
accionante señala que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 18 de diciembre de 2010, su hijo fue acusado de la presunta comisión del delito de robo en
la comunidad de Poroma, razón por la cual, fue detenido, llegándose posteriormente a un
arreglo transaccional con la reparación del daño integral y la devolución del dinero sustraído
a la víctima, aspecto que motivó la decisión del Juez tercero de Instrucción en lo Penal de la
Capital, quien emitió Auto de extinción de la acción penal instaurada contra su hijo.
Refiere que a partir de ese momento, su familia sufre un trato discriminatorio e injusto en su
comunidad, que ocasiona que sus hijos y nietos no pueden asistir a clases “debido al maltrato
psicológico que sufren por los demás alumnos o personas mayores, ya que los molestan
diciéndoles que son unos ladrones como su padre” (sic). Además, refiere que se procedió al
corte del servicio de agua potable de su vivienda sin que se les permitiera cancelar los
adeudos por el consumo del servicio, privándoseles del acceso a este servicio por más de un
año.
Continúa señalando que Viviana Gonzáles Conde -su esposa-, sufre tratos crueles,
inhumanos, degradantes y humillantes, violencia física, psicológica y se le impide el acceso
al trabajo y al comercio, ya que las autoridades hoy demandadas, le impiden ingresar al
mercado donde tiene su puesto de venta de comida, fuente principal de sustento familiar;
además, denuncia el ahora accionante que a su esposa, se le impide también efectuar el
INDICE
pastoreo de su escaso ganado vacuno privándole de su fuente de trabajo y atentando
contra la seguridad alimenticia de su familia.
Refiere además que la junta vecinal, al ser una institución moderna, no puede ser
considerada nación o pueblo indígena originario y mucho menos reconocerle dominio
ancestral sobre ningún territorio; empero, denuncia el accionante, que ésta instancia
“…mediante la Notificación realizada el 9 de enero de 2012, usurpa funciones, viola la
Constitución, los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos y las Leyes nacionales en
actual vigencia, al habernos otorgado arbitraria e injustamente ‘un plazo de 24 o 48 horas
para salir de la comunidad’, sometiendo a la Sra. Viviana Gonzáles y toda nuestra familia
mediante la violencia física y moral a tortura, infamia, muerte civil y confinamiento” (sic).
Denuncia también que los dirigentes de la junta de vecinos de Poroma, violan sus derechos
civiles a la privacidad, intimidad, honra, honor, propia imagen y dignidad, atentan contra el
“’interés superior de las niñas, niños y adolescentes, que forman parte de nuestra familia’,
desconocen ‘la preeminencia de sus derechos, la primacia en recibir protección y socorro en
cualquier circunstancia, la prioridad en la asistencia de los servicios públicos y privados, y el
acceso a una administración de justicia pronta, oportuna y con asistencia de personal
especializado’” (sic). Asimismo, el accionante precisa que la notificación referida, vulnera
también el debido proceso, señalando que él ni su familia fueron oídos, juzgados y mucho
menos condenados, menos aún sometidos ante una autoridad competente.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante, alega la vulneración de los siguientes derechos y garantías: a la vida e
integridad física, psicológica; prohibición de tortura, tratos crueles, inhumanos, degradantes
o humillantes; derechos al agua y la alimentación; el derecho al trabajo, al comercio; la
prohibición de infamia, muerte civil y confinamiento y el derecho al debido proceso, citando
al efecto los arts. 15, 16, 17, 19, 20, 21, 22, 23.I, 25, 46, 47, 59, 60, 61, 62, 82, 110, 113, 114,
115, 116, 117, 118, 120 y 122 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela activada a nombre propio y en representación de su familia y se
disponga el restablecimiento de sus derechos y el cese de todas las acciones ejercidas por los
ahora demandados.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Efectuada la audiencia pública el 27 de enero de 2012, encontrándose presentes la parte
accionante, asistida por sus abogados y Juan José Cruz, como codemandado, asistido de un
defensor público, conforme consta en acta de fs. 38 a 39, se produjeron los siguientes
actuados:
INDICE
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La parte accionante ratificó plenamente el contenido de su acción, agregando lo siguiente: a)
Que la junta vecinal no puede ser considerada como organización campesina ya que ésta
data de principios de la República y fue creada para relacionarse con los municipios, las
cuales a partir de la Ley de Participación Popular, ya tienen el carácter de control social y sus
atribuciones no corresponden a la jurisdicción indígena originario campesina; b) El art. 1 del
Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se aplica a los “pueblos
triviales de los indígenas del continente” (sic), señalando en su inc. b) que estos pueblos
deben conservar sus propias organizaciones, concluyendo que las Juntas de Vecinos, no se
adaptan a estas formas de organización. Señala también que su art. 3.2 del Convenio 169 de
la OIT, establece la prohibición de violación de derechos reconocidos en la Constitución y en
el propio Convenio; empero, precisa que en el caso concreto se han vulnerado derechos a la
propiedad, agua, educación, igualdad, dándose un trato discriminatorio injusto contra
mujeres y niños; y, c) En este caso se está juzgando lo hecho por una persona al resto de su
familia y se está haciendo responsables penalmente a menores de edad.
I.2.2. Informe de las personas demandadas
En audiencia, el defensor de Juan José Cruz, manifestó: 1) La parte actora no ha probado la
afectación de derechos; y, 2) “…evidentemente es parte la junta vecinal de la organización de
la junta originaria, pero no han actuado como originarios sino como junta vecinal, por lo que
solicitamos se rechace la acción de libertad” (sic). Además el accionado, señaló lo siguiente:
“yo inclusive le he invitado al señor ven a las reuniones nosotros tenemos buena intención de
solucionar el se reusa” (sic).
I.2.3. Resolución
El Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del departamento de Chuquisaca, constituido en
Juez de garantías, mediante Resolución 01/2012 de 27 de enero, cursante de fs. 40 a 41,
concedió la tutela con respecto al derecho al agua, disponiendo el cese inmediato de toda
suspensión, supresión o privación del derecho al agua; además, el Juez de garantías, deniega
la tutela en relación a los demás derechos denunciados como vulnerados por la parte
accionada.
La resolución antes señalada, se encuentra sustentada en los siguientes aspectos: i) En el
marco de la SC 0559/2010-R de 12 de julio, al haberse afectado el derecho al agua y al estar
el derecho al agua vinculado al derecho a la vida, a salud y la dignidad humana derechos que
se encuentran resguardados por la acción de libertad, concede la tutela; y, ii) En cuanto a los
demás derechos supuestamente vulnerados “estos no se encuentran dentro del marco de
protección constitucional de la acción de libertad, por cuanto tampoco se ha demostrado en
que medida el recurrente o su familia está ilegalmente perseguida, indebidamente
procesada, indebidamente privada de libertad personal. A este aspecto la parte recurrente
no ha demostrado que la transgresión a sus derechos constitucionales, lo que imposibilita
INDICE
ingresar al análisis de fondo a la problemática planteada vía acción de libertad recurrida a
efectos de obtener la tutela solicitada no es la correcta, siendo la vía correcta la acción de
amparo constitucional para la tutela efectiva para dichos derechos” (sic).
I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional
Mediante AC 005/2012-CA/S de 23 de febrero, se solicitó documentación complementaria, a
cuyo efecto se dispuso la suspensión del plazo. A partir de la notificación con el Decreto
Constitucional de 15 de agosto de 2012, se reanudó el plazo, por lo que la presente Sentencia
se pronuncia dentro del mismo.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las
siguientes conclusiones:
II.1.
En antecedentes cursa acta de devolución de dinero sustraído de 24 de diciembre de
2010, mediante la cual, se establece que Cornelio Huanca Gonzáles “hace la
devolución del dinero sustraído de ocho mil ochocientos (8.800 bs) a la Sra. ANGELA
CONDORI ARRUETA (denunciante)”. Además, se hace constar la entrega de la indicada
suma de dinero, en presencia del Presidente de la junta vecinal de Poroma, Secretario
de actas de la junta originaria, dirigente de la Comunidad de Poroma, Vicepresidenta
de Poroma, Secretario de actas de Poroma, Presidenta de la subcentral de la
organización de mujeres “Bartolina Sisa”, Secretario Económico de la subcentral de
Poroma y pueblo en general de las tres organizaciones del Municipio de Poroma (fs.
8).
II.2.
Cursa en antecedentes notificación dirigida a “Viviana G. W” (sic), de 15 de enero de
2012, misiva que de forma expresa señala lo siguiente: “…el base de pueblo decidió
que desaloje toda La Familia por que tienen de antecedentes de Robo de dinero (…)
por ese motivo el pueblo decidió que tiene que desocupar de su domicilio y su
huerta” (sic). Además la citada nota señala también: “…tiene que desocupar 24 horas
o si no 48 horas porque no son filiado a ningun organización ni en Su Comunidad de
Hurhuayo y ni en pomanaza” (sic). Se evidencia que esta misiva fue suscrita por Juan
José Cruz Pérez, en su calidad de Presidente y Apolinar Cayo, en su calidad de
Vicepresidente (fs. 4).
II.3.
Se evidencia que por Resolución de 26 de enero de 2012 la junta vecinal de Poroma,
en reunión de emergencia resuelve: “PRIMERO: Pedir y exigir a las autoridades de
justicia que la junta vecinal del pueblo de Poroma ratifica su decisión de expulsar del
pueblo de Poroma y de la Centralia de Poroma al Señor CORNELIO HUANCA
GONZALES y a toda su familia, tomando en cuenta que estas personas ha irrumpido la
paz y tranquilidad en nuestros hogares y nuestra familias, por la falta de seguridad en
nuestras casas, ya que estas personas de un tiempo a esta parte se han dedicado a
INDICE
robar y Hurtar los bienes de nuestras casas” (sic). “TERCERO: Aclarar también que los
hermanos menores de esta familia lamentablemente ya seguían los pasos del
hermano mayor y el ejemplo del mismo, aprendiendo a robar y lastimar a la personas
el cual es un riesgo permanente para la integridad física de las personas de esta
localidad” (sic). “QUINTO: aclarar que en caso de no hacerse justicia en este caso, la
Junta vecinal del Pueblo de Poroma tomaremos las acciones de hecho, con la
intención de proteger a nuestras familias de este tipo de personas que dañan la
sociedad” (sic) (fs. 30 a 31).
II.4.
Cursa también providencia de 18 de febrero de 2011, suscrita por la Jueza del Juzgado
de Instrucción Tercero en lo Penal de la Capital, mediante la cual, se acepta la
extinción de la acción penal por reparación integral del daño, medida que favorece a
Cornelio Huanca Gonzáles y Calixto Saavedra Bautista, disponiéndose de forma
expresa la extinción de la acción penal por la presunta comisión del delito de robo (fs.
6).
III. CONCLUSIONES CON RELEVANCIA CULTURAL- ANTROPOLÓGICA
Por la naturaleza de la controversia, se solicitó a la Unidad de Descolonización del Tribunal
Constitucional Plurinacional, la realización de un peritaje cultural-antropológico denominado
“Elementos para el Abordaje Multidisciplinario de la Acción de Libertad en la Población de
Poroma” (fs. 84 a 174); además, cursa en obrados “Informe Preliminar Recolección de
Información sobre el Sistema Jurídico de las Autoridades Originarias de Poroma” (fs. 92 a
109). Cursa también en antecedentes Informe Técnico de la Comunidad de Poroma
TCP/ST/UD/JIOC-JP/Inf. 006/2012 de 28 de junio (fs. 111 a 143), Documento de
Complementación del caso Poroma (fs. 165 a 168) e Informe relacionado con el Encuentro
con el Presidente de la Junta Vecinal de Poroma (fs. 163 a 171). En mérito a esta
documentación, desde una óptica propia de antropología jurídica, se concluye en los
siguientes aspectos relevantes para la resolución de la presente acción de libertad.
III.1.
En cuanto a la identidad cultural
La población de Poroma, comprende la segunda sección municipal de la provincia
Oropeza del departamento de Chuquisaca, “según referencias bibliográficas, extraídas
de los investigadores y cronistas, la población de Poroma tiene pertenencia de
identidad cultural a los Qhara Qharas, de existencia anterior a la colonia y posterior a
la existencia de los Picachuri y los Qaqina” (fs. 98).
Se establece que los QharaQharaSuyu es una nación originaria que pertenece al
Qullasuyu dentro de las dieciséis naciones originarias que existen territorialmente.
Se colige también que de acuerdo a referencias del Instituto Nacional de Estadísticas
(INE), sobre la base del censo desarrollado el 2001, el 95% de la población del
municipio de Poroma se autoidentifica como Indígena Originaria Quechua (fs. 119).
INDICE
III.2.
Idioma
Se concluye también que en el municipio de Poroma, se hablan principalmente el
quechua y español. En este marco, se tiene que el 82.2% de la población habla
español; el 69.3% Quechua y el 1.7% Aymara (fs. 120).
III.3.
En cuanto a la organización administrativa
Tomando en cuenta las características del municipio de Poroma, se establece que
concurren organizaciones territoriales de carácter vecinal dentro de la población
urbana del municipio, asimismo, por la actividad económica agrícola se observa la
presencia de sindicatos campesinos así como la pertenencia de organizaciones
originarias bajo el sistema del ayllu.
Asimismo, se colige que en la jurisdicción territorial de Poroma conviven dos
organizaciones territoriales claramente definidas: a) La subcentral; y, b) las
Autoridades Originarias, con formas de administración de justicia diferentes (fs.
118).
En base a estos antecedentes, se establece también la existencia de una organización
de estructuras políticas mixta, con las siguientes instancias:
1) La Subcentralía Única de Trabajadores de Pueblos Originarios de Poroma
Se encuentra conformada por representantes trabajadores del agro.
Anteriormente, su sistema de representación fueron los Caciques y Alcaldes
Territoriales; además, se establece que esta se encuentra organizada por los
pueblos originarios, que son las pequeñas comunidades que se encuentran dentro
del ayllu, así como de las organizaciones afiliadas a la subcentralía. Debe señalarse
también que esta instancia, de acuerdo a sus estatutos y reglamentos, se
encuentra representada por un directorio designado por dos años. Se colige
también que a esta subcentralía se encuentran afiliados dieciséis pueblos
originarios y organizaciones (fs. 121). Entre estos pueblos afiliados, se encuentra la
junta originaria, que es una instancia paralela a la junta vecinal (fs. 125).
Se establece que la representación de los pueblos originarios afiliados, se
encuentra a cargo del Secretario General, designado por un año de gestión, estas
autoridades, acompañadas de los Alcaldes comunales, participan de todas las
actividades de la subcentralía de forma orgánica y con poder de decisión (fs.
122).
Además que en la estructura de las autoridades de la Subcentralía, se encuentra
un Secretario de Justicia y Defensa Comunitaria, que conoce los conflictos
INDICE
comunitarios en caso de no ser resueltos conflictos por parte de las audiencias,
que son las instancias iniciales para la resolución de conflictos, el procedimiento
para estos casos, será la elaboración de un informe por parte de las audiencias
para su conocimiento por el Secretario de Justicia y Defensa Comunitaria. Si el
conflicto no se resuelve, debe ser enviado a conocimiento de la instancia superior
que es la Central Provincial y/o Departamental (fs. 124).
Se establece además que entre las atribuciones de esta autoridad se encuentran:
i) Dar normas de solidaridad y justicia comunitaria de acuerdo a sus usos y
costumbres de su propia forma de ver las cosas; ii) En coordinación con la
subcentral y Secretario de Actas, dar solución fraternal en conflictos internos o
de organizaciones originarias; iii) En caso de no solucionar el problema, deberá
referir a la instancia superior de ente matriz; y iv) buscar la correcta aplicación de
las leyes vigentes a favor de los originarios afiliados y promoviendo normas de
solidaridad y justicia comunitaria, entre otras (fs. 124).
2) La junta vecinal Originario de Poroma
La junta originaria es paralela a la junta vecinal del pueblo y se encuentra
organizada por los vecinos que han migrado de las comunidades dispersas a la
Población de Poroma, con la finalidad de ser partícipes en las políticas y
programas de desarrollo municipal, entre sus miembros figuran un Presidente y
un Vicepresidente. Esta no cuenta con estatutos y reglamentos propios, pero al
ser afiliada a la subcentralía, se sujeta a sus normas en cuanto a la
administración de justicia (fs. 125 a 126).
3) La junta vecinal de la población de Poroma
Ésta representa a la población urbana del pueblo de Poroma, constituida como la
máxima organización vecinal, única, democrática y representativa de todos los
vecinos y vecinas que integran y pertenecen a Poroma. Entre sus objetivos, se
encuentran los de defender los intereses de los vecinos de la localidad y
participar de las políticas estratégicas de desarrollo Municipal en el marco de la
legislación. Se establece también que entre sus autoridades figuran un Presidente
y Vicepresidente entre otros (fs. 126).
Se determina también que entre las atribuciones de la junta vecinal se
encuentran: a) Denunciar a los actores de corrupción, a favor de la moral de la
función pública y la defensa de los derechos humanos de la población; b) Integrar
las fuerzas vivas de Poroma, para la lucha inclaudicable por los intereses comunes
del pueblo y el municipio de Poroma; y, c) Cumplir y hacer cumplir el Estatuto,
reglamento y las resoluciones de la asamblea ordinaria y extraordinaria de la
junta vecinal de Poroma (fs. 127).
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Se establece también que la junta vecinal que representa a los vecinos de la
localidad de Poroma, no se encuentra afiliada a la Federación de Juntas
Vecinales (FEJUVE), tampoco a la subcentral de Poroma u otra organización
social existente en la jurisdicción de Poroma (fs. 127).
4) Las autoridades originarias de Poroma
Se concluye que las autoridades originarias en las comunidades se encuentran
vigentes, asumen sus funciones comunales con el cargo de Alcaldes comunales,
designados de acuerdo a sus normas y procedimientos propios. De acuerdo a su
estructura de organización territorial los caciques son las autoridades originarias
en el Ayllu y coordinan con el Corregidor a nivel de la Marka Poroma, que en este
caso sería el municipio de Poroma (fs. 128).
Se establece que en la Marka Poroma, existe un Consejo de Gobierno Originario y
que además dentro de la estructura del Gobierno de la Nación Originaria Suyu
Qhara Qhara, Nicasio Mora Castillo, ejerce los roles de Cacique y Samuel Flores
Cruz, es el Cacique Kuraca Menor (fs. 103 y fs. 117).
Se concluye además que las autoridades originarias y las autoridades de la
subcentrales se encuentran en conflictos de jurisdicción (fs. 132).
III.4.En cuanto a la organización territorial
Se concluye también que la estructura territorial de la población se organiza en una
marka, denominada Valle Tinkipaya de Poroma, la cual se encuentra política y
administrativamente conformada por seis ayllus. Cada una de estas unidades
territoriales se encuentra gobernadas por sus autoridades originarias Kurakas de
forma dual (qhari-warmi). Se estableció también que una autoridad originaria que
pertenece a otra jurisdicción o ayllu no puede ejercer gobierno en otro ayllu (fs. 39).
Se establece también que la Marka Poroma es la sede principal de la marka, donde las
autoridades originarias de todos los ayllus y comunidades realizan sus reuniones y
asambleas territoriales (fs. 99).
Asimismo, se establece que la Marka Poroma perteneciente a la identidad ancestral
del Suyu Qhara Qhara como instancia mayor, en su proceso de reconstrucción fue
considerado como el departamento de Chuquisaca (fs. 99).
III.5.
En cuanto al elemento referente a la territorialidad ancestral
Se establece que el proceso de reconstrucción territorial que emprendieron los Qhara
Qahara Suyu, no es actual, sino más bien data de los periodos de la colonia y la
república, en ese orden, se establece que la defensa de su territorio ancestral se dio
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por la permanente fragmentación de sus espacios territoriales y los nuevos
reordenamientos que provocaron abusos sobre sus territorios y su identidad, lo que
generó una cultura de resistencia como mecanismo, sobre estos hechos permitió
mantener y recrear sus patrones culturales en la actualidad (fs. 101 a 102).
Se tiene además que la titulación de las Tierras Comunitarias de Origen TCOs, según
las autoridades originarias, apoya en la consolidación de sus territorios ancestrales
como TIOC, delimitando las jurisdicciones territoriales para la administración de
justicia (fs. 102). En este contexto, se establece que el territorio de Poroma se
encuentra en pleno proceso de saneamiento de sus tierras mediante la modalidad de
Territorios Indígenas Originarios Campesinos (fs. 118).
III.6.
Ritualidad y cosmovisión
Se concluye que la comunidad utiliza un elemento específico: ch’uwanchar, término
aymara que significa resolver un conflicto, para “volver en el orden el desorden
causado por la conducta no adecuada” (sic); además en este marco se debe encontrar
una solución adecuada a los problemas (fs. 105).
Se establece además que esta conducta inadecuada implica salir del thaki o ñan, que
es un valor de la ritualidad y la cosmovisión de la comunidad de Poroma para la
aplicación de la justicia en la Marka y significa que todos los elementos de la
naturaleza, tienen un camino (fs. 106).
Se concluye también que la ritualidad en la administración de Justicia en la
comunidad de Poroma, está basada en la dualidad que suministra la autoridad
denominada Khariwarmi que regula y equilibra la sanción a imponerse a los
infractores. En este contexto, se tiene que Khariwarmi es un término quechua que
significa la complementariedad entre la mujer y el hombre en la administración de
justicia (fs. 106).
En mérito a los elementos antes señalados, se colige que en la cosmovisión de este
pueblo, todos los elementos del cosmos (planetas, cometas, astros), recorren por un
camino denominado órbitas y cuando un planeta u otro astro sale del camino, se
relaciona el desvío del camino cuando un miembro sale de su thaki, por lo que con la
ch’uwanchada hacen que se vuelva al mismo camino (fs. 106).
III.7.
En cuanto a instancias de deliberación de justicia, normas y procedimientos
Se colige que las instancias de deliberación de la justicia indígena originaria en la
población de Poroma, son los cabildos territoriales (fs. 106).
Se establece además que los procedimientos aplicables son los siguientes: 1) En un
caso concreto, se convoca a una reunión de la comunidad para que se explique y se
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proceda a un caso de conciliación entre ambas partes y se solucione de forma interna
el conflicto con la firma de un acta de conformidad; y, 2) En caso de no llegarse a un
acuerdo o frente al incumplimiento de la conciliación, el caso pasa a la Marka de
Poroma para que asuma justicia y finalmente como última instancia se encuentra el
Consejo Mayor del Suyu Qhara Qhara (fs. 106).
En cuanto a las normas, se colige que al estar organizada la comunidad en el marco de
la subcentralía única de Trabajadores de los Pueblos Originarios de Poroma, esta es la
norma escrita aplicable a controversias comunitarias, en ese orden, en mérito a esta
norma, se señala que ésta plasma una doble categoría sindical y originaria, así lo
expresa su art. 6 que señala que el objetivo de esta instancia es: “Promover,
incentivar, fortalecer el espíritu de la organización con unidad, justicia, igualdad y
equidad entre hombres y mujeres haciendo una organización fuerte, luchando
permanente contra la corrupción y saqueo de los recursos naturales”. Asimismo en su
art. 7.j se señala: “Todas las autoridades de los Pueblos Originarios deben respetar,
concientizar, orientar y fortalecer las decisiones unánimes de su ideología política
para llegar a un poder local, regional y nacional en beneficio de la subcentralia y
comunidades” (sic) (fs. 135).
Se concluye también que de acuerdo a la norma de la subcentralía aplicable al
caso concreto, existen tres instancias de resolución de conflictos: i) La del pueblo
originario como núcleo y base de la subcentral; es la primera instancia en conocer
los conflictos en torno a sus afiliados y de acuerdo a su jurisdicción territorial en
las distintas materias, esta primera instancia es compartida con los alcaldes
comunales con quieres de forma conjunta y de acuerdo a los usos y costumbre
resuelven los casos menores, de esta instancia también se derivan otros casos
como los relativos a la tierra son elevados a la subcentral y otros son derivados a
la justicia ordinaria (fs. 0136); ii) Investigación previa, de acuerdo al art. 44 del
mentado estatuto, toda sanción se impondrá previa investigación y justificación
del caso siendo en las comunidades o la subcentralia; y, iii) Instancias Superiores
de resolución de conflictos, el art. 30.3 del Estatuto, señala que el Secretario de
Justicia y Defensa Comunal en caso de no solucionar el problema, deberá referir a
la instancia superior del ente matriz, fundamentalmente en materia de tierras (fs.
136).
III.8.
En cuanto a las sanciones
La normativa aplicable al caso concreto, establece las siguientes sanciones que
pueden ser asumidas por las instancias de deliberación: sanciones económicas,
trabajos comunitarios, resarcimiento y reparación del afectado, destitución del cargo,
expulsión de la organización (fs. 138).
El art. 44.b del Estatuto establece como sanción la expulsión de la subcentralía a los
que traicionan a sus bases por intereses personales. La expulsión se aplicará también
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a casos graves cuando son hechos reincidentes que van contra la convivencia pacífica
y armónica de la comunidad, los mismos deben contar con respaldo documental
como actas de la comunidad o la subcentral que demuestren la reincidencia y
desobediencia a la subcentral o la comunidad (fs. 138).
III.9.
Instituciones estatales
Se concluye también que en la comunidad de Poroma se encuentra la Alcaldía
Municipal, Policía y Juzgado de Instrucción, Fiscalía y otras instancias con las cuales la
organización territorial coordina (fs. 142).
IV. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
En este estado de cosas, corresponde ahora precisar con claridad el objeto y la causa de la
presente acción; en ese orden, se tiene que el objeto de la activación de este mecanismo de
defensa, es la petición de tutela constitucional para el resguardo de los derechos del
accionante, de su esposa e hijos a la vida e integridad física, psicológica; prohibición de tortura,
tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes; derechos al agua y la alimentación; el
derecho al trabajo, al comercio; la prohibición de infamia, muerte civil y confinamiento y el
derecho al debido proceso; asimismo, la causa, es decir el acto denunciado como lesivo a los
derechos de la parte peticionante de tutela, constituye en la especie, la decisión de la junta
vecinal de Poroma de expulsar al accionante, a su esposa y sus hijos de la comunidad, decisión
que tiene como antecedente un robo cometido y reparado por su hijo Cornelio Huanca, en
base a este antecedente, denuncia el accionante que la junta vecinal representada por las
autoridades ahora demandadas, los notificó el 15 de enero de 2012 con dicha decisión,
otorgándoles un plazo máximo de cuarenta y ocho horas para abandonar la comunidad,
decisión que fue asumida por los ahora demandados sin que exista un debido proceso y
afectando a una mujer y menores de edad, quienes no cometieron ningún acto sancionable.
Ahora bien, en mérito al objeto y causa de la presente acción de tutela, con la finalidad de
desarrollar una coherente argumentación jurídico-constitucional, este fallo desarrollará las
siguientes problemáticas jurídico-constitucionales: a) Los alcances de la refundación del
Estado Plurinacional de Bolivia a la luz de los principios del pluralismo, la interculturalidad y
la descolonización; b) Las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos. Alcances y
elementos configuradores a la luz del régimen constitucional imperante; c) El ejercicio de la
Justicia indígena originario campesina y el resguardo a derechos fundamentales; d) El
sometimiento de la Justicia indígena originario campesina al control plural de
constitucionalidad; e) La interpretación de derechos fundamentales en contextos inter e intra
culturales; j) La protección de la mujer y la minoridad en contextos inter e intra culturales; y,
g) La acción de libertad y sus presupuestos de activación para actos lesivos a derechos en
contextos inter e intra culturales.
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En consecuencia y luego del desarrollo dogmático y jurisprudencial a ser desarrollado en el
marco de los problemas jurídicos planteados, infra se analizará si en el presente caso,
corresponde la concesión o no de la tutela solicitada.
IV.1. Los alcances de la refundación del Estado Plurinacional de Bolivia a la luz del
pluralismo, la interculturalidad y la descolonización
El Estado Plurinacional de Bolivia, fue refundado a partir de la Constitución aprobada
por Referendo Constitucional de 25 de enero de 2009 y promulgada el 7 de febrero
del mismo año.
Esta refundación, implica el diseño de un nuevo modelo de Estado, el cual se
estructura a partir del “pluralismo” como elemento fundante del Estado; en ese
orden, la cláusula estructural de la Constitución plasmada en su primer artículo,
consagra el pluralismo como el eje esencial de la reforma constitucional, diseño que
se encuentra en armonía con el preámbulo de esta Norma Suprema.
En base al pluralismo como elemento estructurante del nuevo modelo de Estado, la
función constituyente, en mérito a factores históricos, sociológicos y culturales,
consolida la protección y efectivo reconocimiento constitucional de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos, asegurando una real materialización del
pluralismo, con la consagración taxativa del principio de “libre determinación”
plasmada en el art. 2 del texto constitucional, postulado que asegura una real
inclusión de estas colectividades en la estructura del modelo estatal bajo criterios de
interculuralidad, complementariedad y a la luz de la doctrina de la “descolonización”.
En efecto, a partir de la concepción del pluralismo como elemento fundante del
Estado, el modelo de Estado, se estructura sobre la base de derechos individuales y
también derechos con incidencia colectiva, pero además, la concepción del pluralismo
y la interculturalidad, configuran un diseño de valores plurales rectores destinados a
consolidar el vivir bien, en ese orden y al abrigo de la estructura axiomática plasmada
en el Preámbulo de la Constitución la interculturalidad, asegura que los valores
plurales supremos, se complementen en una sociedad plural e irradien de contenido
todos los actos de la vida social, incluidos aquellos procedimientos o decisiones
emanadas de los pueblos y naciones indígenas originarios campesinos.
En el contexto de lo señalado, es pertinente indicar que la función constituyente, en
el marco del principio de separación de funciones plasmado en el art. 12.1 de la CPE,
disciplina en los arts. 178 y ss., la estructura y atribuciones del Órgano Judicial, por lo
que a la luz del pluralismo e interculturalidad, se colige que la administración plural
de justicia, es única en el Estado Plurinacional de Bolivia y ha sido encomendada al
Órgano Judicial, quien en el marco del principio de unidad jurisdiccional, génesis
constitucional de la función jurisdiccional plural, es ejercida por la jurisdicción
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ordinaria; la jurisdicción agroambiental, la jurisdicción indígena originaria y campesina
y las jurisdicciones especializadas.
En el marco de lo mencionado, es imperante establecer que el pluralismo jurídico,
genera como efecto en el modelo de Estado, la consagración de un pluralismo de
fuentes jurídicas, aspecto que implica la superación del Estado Monista; en este
orden, en mérito a este aspecto, se tiene que el orden jurídico imperante en el Estado
Plurinacional de Bolivia está conformado por dos elementos esenciales: 1) La
Constitución como primera fuente directa de derecho; y, 2) las normas y
procedimientos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, también
como fuente directa de derecho.
En base a estos dos aspectos y en armonía con los postulados propios del pluralismo y
la interculturalidad, se colige que el sistema jurídico imperante, está compuesto por
normas de carácter positivo y también por normas no necesariamente positivizadas,
las cuales configuran lo que en teoría constitucional contemporánea se conoce como
inter-legalidad, concepto en virtud del cual, se entiende que las fuentes jurídicas
plurales son autónomas pero interdependientes axiomáticamente en aplicación al
principio de complementariedad, el cual a su vez encuentra razón de ser en la
interculturalidad y el pluralismo como elementos fundantes del Estado; en ese orden,
a partir de los alcances de los elementos teóricos descritos, se establece que
precisamente el pluralismo jurídico y la inter-legalidad, son conceptos que sustentan
en el marco del principio de unidad jurisdiccional y a la luz del pluralismo y la
interculturalidad como elementos estructurantes de la refundación del Estado, el
diseño del ejercicio tripartito de la jurisdicción ordinaria; la jurisdicción
agroambiental y la jurisdicción indígena originaria campesina.
En efecto, esta inter-legalidad y la administración tripartita de justicia plural, en la
refundación del Estado, consolidan los paradigmas de la descolonización, concepto
que desde el punto de vista epistemológico, implica que no existen saberes
concluidos ni conocimientos absolutos e incuestionables, por lo tanto, los saberes
emergentes de un pluralismo cultural, deben complementarse entre sí para
consolidar así una sociedad plural incluida en una estructura estatal unitaria.
En mérito a estos tres aspectos, es decir el pluralismo, la interculturalidad y la
descolonización y en el marco del objeto y causa de la presente acción tutelar, infra,
se desarrollarán las características configuradoras de las Naciones y Pueblos Indígena
originario campesinos.
IV.2.
Las naciones y pueblos indígena originario campesinos. Alcances y elementos
configuradores a la luz del régimen constitucional imperante
El preámbulo de la Constitución, señala que la construcción del nuevo Estado, está
basada en el respeto e igualdad entre todos, dentro de los alcances de los principios
INDICE
de complementariedad, solidaridad, armonía y equidad en la distribución y
redistribución del producto social, donde predomine la búsqueda del vivir bien, con
respeto a la pluralidad económica, social, jurídica, política y cultural de los habitantes
de esta tierra y en convivencia colectiva con acceso al agua, trabajo, educación, salud
y vivienda para todos. En ese orden, a partir de estas pautas axiomáticas, el art. 30 de
la Constitución, inserto en la parte dogmática de esta Norma Suprema, disciplina los
derechos colectivos de los pueblos indígenas, originarios y campesinos,
reconociéndolos como sujetos colectivos de derechos (art. 30.I de la CPE),
disposición constitucional que debe ser interpretada -de acuerdo al principio de
unidad constitucional-, armónicamente con la cláusula estructural del Estado
plasmada en el art. 1 de la CPE, que consolida al pluralismo como el elemento
estructurante del Estado. Asimismo, el art. 30.1 de la Constitución, debe ser
interpretado en el marco de los alcances dogmáticos del principio de libre
determinación de las naciones y pueblos indígena originario campesinos plasmados
en el art. 2 del texto fundamental.
A partir del marco constitucional antes descrito, se tiene que los pueblos y naciones
indígenas originario campesinos son titulares de derechos colectivos, aspecto que
consolida la visión propia de una construcción colectiva del Estado, en ese contexto,
el segundo parágrafo del art. 30 de la Constitución, disciplina el catálogo de derechos,
el cual no puede ser considerado como una cláusula constitucional cerrada, sino por
el contrario un listado abierto de derechos al cual, a través de la interpretación
constitucional, podrán incluirse otros derechos de naturaleza colectiva propios de los
pueblos indígenas, originarios y campesinos.
En efecto, entre los derechos colectivos disciplinados por el art. 30.II de la Constitución,
se encuentra el derecho a “existir libremente” (art. 30.II.1 de la CPE), el cual, constituye
el postulado esencial para el ejercicio de la libre determinación de los pueblos y naciones
indígenas originario campesinos.
En efecto, este derecho colectivo asegura la libertad de desarrollo social y cultural a
colectividades cohesionadas por elementos antropológicos y culturales comunes
como ser: La identidad cultural; idioma; organización administrativa; organización
territorial; territorialidad ancestral; ritualidad y cosmovisión propia, entre otras
características de cohesión colectiva.
En el ámbito de lo señalado, en armonía con los elementos de cohesión colectiva
antes descritos, la Constitución Política del Estado reconoce los derechos de los
pueblos y naciones indígena originario campesinas a la identidad cultural, creencia
religiosa, espiritualidades, prácticas, costumbres y a su propia cosmovisión (art. 30.II.2
de la CPE), elementos a los cuales debe incluirse el derecho a la territorialidad (art.
30.II.4), para que el principio de libre determinación plasmado en el art. 2
concordante con el art. 30.II.4 de la CPE, tenga un efecto útil a la teleología y esencia
del pluralismo, la interculturalidad y la descolonización como elementos esenciales de
la refundación del Estado; en este marco, los componentes antes descritos, serán los
INDICE
elementos necesarios para la identificación de los pueblos y naciones indígena
originario campesinas en el Estado Plurinacional de Bolivia, para consagrar así los
derechos colectivos referentes al ejercicio de sus sistemas políticos, jurídicos y
económicos enmarcados en su cosmovisión (art. 30.II.14 de la CPE), consolidando
también que sus instituciones sean parte de la estructura general del Estado (art.
30.II.5 de la CPE), asegurando así el valor plural supremo referente al vivir bien en un
Estado Unitario cuyo diseño responde a los postulados del pluralismo, la
interculturalidad y la descolonización.
Por lo expresado, se tiene que la identificación de naciones y pueblos indígenas
originario campesinos en el Estado Plurinacional de Bolivia, para la aplicación de los
derechos colectivos consagrados por el régimen constitucional imperante, deberá
contemplar la existencia de los elementos de cohesión referentes a la identidad
cultural; idioma; organización administrativa; organización territorial; territorialidad
ancestral; ritualidad y cosmovisión propia, entre otras características de cohesión
colectiva.
Ahora bien, los aspectos antes citados, configuran a los pueblos y naciones indígena
originario campesinas como sujetos colectivos de derecho; en ese orden, por razones
de orden socio-históricas, debe entenderse a este término como un concepto
compuesto e inescindible, que comprende a poblaciones indígenas de tierras altas,
tierras bajas y zonas geográficas intermedias sometidas a un proceso de mestizaje,
razón por la cual este concepto se compone de los elementos indígena-originariocampesino con una semántica socio-histórica indivisible.
En coherencia con lo señalado, debe precisarse además que en el contexto de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, su estructura organizativa por
razones también de orden socio-histórico, podría estar compuesta por organizaciones
campesinas, juntas vecinales u otras modalidades organizativas que reflejen un
proceso de mestizaje vivido en el País, en estos casos, el reconocimiento de derechos
colectivos como naciones y pueblos indígena originario campesinos, responderá a la
concurrencia de cualquiera de los elementos de cohesión colectiva descritos supra,
es decir a la existencia de identidad cultural; idioma; organización administrativa;
organización territorial; territorialidad ancestral; ritualidad y cosmovisión propia,
entre otras; por tanto, a pesar de la influencia de elementos organizativos propios
de un proceso de mestizaje, en la medida en la cual se identifique cualquiera de los
elementos de cohesión colectiva antes señalados, la colectividad será sujeta de
derechos colectivos y le será aplicables todos los efectos del art. 30 en sus dos
parágrafos de la Constitución, así como los efectos del principio de libredeterminación inherente a los pueblos y naciones indígenas originario y campesinos
plasmado en el segundo artículo de la CPE.
Asimismo, los miembros de estas colectividades con elementos comunes de
cohesión que los configure como naciones y pueblos indígena originario
INDICE
campesinos, gozarán de derechos individuales a ser interpretados en contextos
interculturales y de acuerdo a valores plurales supremos tal como se explicará infra.
IV.3.
El ejercicio de la justicia indígena originaria campesina y el resguardo a derechos
fundamentales
Los pueblos y naciones indígena originario campesinos, caracterizados por los
elementos de cohesión colectiva descritos en el parágrafo anterior, como una
manifestación del principio de libre determinación, del derecho a su libre existencia y
en armonía con los principios de pluralismo, interculturalidad y descolonización,
tienen el derecho fundamental al ejercicio y administración de su justicia en el marco
de sus normas y procedimientos, los cuales, tal como se dijo en el Fundamento
Jurídico VI.1, de la presente Sentencia, constituyen fuente directa de derecho.
En el orden señalado, el art. 190.1 de la Constitución, dispone que las naciones y
pueblos indígena originario campesinos ejercerán sus funciones y competencias a
través de sus autoridades y aplicarán sus principios, valores culturales, normas y
procedimientos propios, por tanto, merced al pluralismo jurídico y de acuerdo a la
concepción de la inter-legalidad descrita en el Fundamento Jurídico VI.1. del presente
fallo, esta jurisdicción es autónoma y jerárquicamente idéntica a la jurisdicción
ordinaria o a la jurisdicción agroambiental, generándose entre ellas una relación de
coordinación más no de subordinación entre ellas.
Empero, si bien la jurisdicción indígena originario campesina es competente para la
administración de justicia en el marco de los criterios materiales, personales y
territoriales disciplinados por el art. 191.II de la Constitución, su ejercicio se
encuentra limitado al respeto de derechos fundamentales los cuales deben ser
aplicados e interpretados en contextos inter e intraculturales, a cuyo efecto, se
colige que para la tutela de los mismos, esta jurisdicción se somete al control plural
de constitucionalidad de acuerdo a pautas de interpretación intercultural tal como
se desarrollará infra.
IV.4.
El sometimiento de la justicia indígena originario campesina al control plural de
constitucionalidad
Tal como se mencionó precedentemente, la jurisdicción indígena originario
campesina, no se encuentra sometida a ninguna de las demás jurisdicciones
disciplinadas por la Constitución; empero, al ser el Estado Plurinacional de Bolivia, un
Estado Unitario sometido a una Norma Suprema como es la Constitución, esta
jurisdicción se encuentra sometida al sistema plural y concentrado de control de
constitucionalidad encomendado en última instancia al Tribunal Constitucional
Plurinacional.
INDICE
En el marco de lo señalado, es imperante precisar que el art. 196.1 de la Constitución,
encomienda al control plural de constitucionalidad dos roles esenciales: i) El cuidado
de la Constitución; y, ii) El resguardo a los derechos fundamentales. En el marco de
estas atribuciones, se establece que el último y máximo contralor de la Constitución y
los derechos fundamentales, tiene roles tanto preventivos como reparadores de
control de constitucionalidad, los cuales se ejercen en relación a funcionarios
públicos, particulares y autoridades de la jurisdicción indígena originaria campesina,
aspecto que justifica la composición plural del Tribunal Constitucional Plurinacional.
En efecto, en su ámbito preventivo, a la luz del pluralismo y la interculturalidad, el
régimen constitucional, ha disciplinado un mecanismo de control de
constitucionalidad preventivo en relación a los pueblos y naciones indígena originaria
campesinas, así el art. 202.8 de la CPE, establece como competencia del Tribunal
Constitucional Plurinacional, el conocimiento y resolución de consultas de las
autoridades indígena originario campesinas sobre la aplicación de sus normas
jurídicas aplicadas a un caso concreto; asimismo, en el ámbito reparador de control
de constitucionalidad y en particular en el campo del control tutelar de
constitucionalidad, las acciones de defensa disciplinadas en la parte dogmática de la
Constitución, entre las cuales se encuentra la acción de libertad, constituyen también
mecanismos idóneos para activar el ejercicio del control plural de constitucionalidad,
en el marco de pautas interculturales de interpretación de derechos fundamentales.
IV.5
La interpretación de derechos fundamentales en contextos interculturales.
Desarrollo de la interpretación intercultural y el paradigma del vivir bien
La interpretación intercultural de derechos fundamentales, prima facie, encuentra
sustento en el valor axiomático de la Constitución, en ese orden, debe precisarse que
el preámbulo de la Constitución, señala que la construcción del nuevo Estado, está
basada en el respeto e igualdad entre todos, dentro de los alcances de los principios
de complementariedad, solidaridad, armonía y equidad en la distribución y
redistribución del producto social, donde predomine la búsqueda del vivir bien, con
respeto a la pluralidad económica, social, jurídica, política y cultural de los habitantes
de este tierra y en convivencia colectiva con acceso al agua, trabajo, educación, salud
y vivienda para todos.
A partir de la concepción del pluralismo como elemento fundante del Estado, el
modelo de Estado, se estructura sobre la base de derechos individuales y también
derechos con incidencia colectiva, pero además, la concepción del pluralismo y la
interculturalidad, configuran un diseño de valores rectores en mérito de los cuales se
concibe una Constitución axiomática.
En efecto, la Constitución aprobada en 2009, se caracteriza no solamente por su
“valor normativo”, sino esencialmente por su “valor axiomático”. En efecto, ésta
característica tipifica a la Norma del Estado Plurinacional de Bolivia como una
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Constitución Axiomática, en mérito de la cual, el fenómeno de constitucionalización
del ordenamiento jurídico, es decir, el proceso de irradiación de contenido en las
normas infra-constitucionales y en todos los actos de la vida social, no solamente
comprende normas constitucionales positivizadas, sino también, valores supremos
directrices del orden constitucional.
En este contexto, es pertinente señalar que el pluralismo y la interculturalidad,
constituyen los elementos de refundación del Estado Plurinacional de Bolivia, en
mérito de los cuales, el Valor Axiomático de la Constitución, adquiere un matiz
particular, ya que las directrices principistas y los valores plurales supremos en el
Estado Plurinacional de Bolivia, irradiarán de contenido a todos los actos infraconstitucionales incluidas las decisiones de las autoridades indígena originario
campesinas; además, en virtud al principio de complementariedad que postula la
interculturalidad, estos valores plurales supremos irradiaran toda la vida social
armonizando así las bases sociológicas de una sociedad plural, consolidando una
verdadera cohesión y armonía social.
En efecto, el pluralismo como elemento fundante del Estado Plurinacional de Bolivia,
implica el reconocimiento de una pluriculturalidad y por ende un pluralismo
axiomático, que postula valores plurales supremos insertos en el Preámbulo de la
Constitución y también en su art. 8.
Así, se puede destacar que entre los valores plurales supremos que guían al Estado
Plurinacional de Bolivia, se encuentran la igualdad, la complementariedad, la
solidaridad, reciprocidad, armonía, la inclusión, transparencia, igualdad de
condiciones, bienestar común, responsabilidad, entre otros, los cuales, a su vez, en el
marco de la interculturalidad, se complementan con los valores ético-morales
plasmados en el art. 8.1 de la Constitución, como ser el ama qhilla, ama llulla, ama
suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón); suma qamaña (vivir bien); el
ñandereko (vida armoniosa); teko kavi (vida buena); ivi maraei (tierra sin mal) y
qhapaj ñan (camino o vida noble) entre otros, los cuales, al encontrarse insertos en
la parte dogmática de la Constitución, irradiarán de contenido a la inter-legalidad
desarrollada en el Fundamento Jurídico IV. 1 de la presente Sentencia
Constitucional, para consolidar así el valor esencial y fin primordial del Estado
Plurinacional de Bolivia, que es el “vivir bien”.
Por lo expuesto y a la luz de la Constitución Axiomática, es pertinente en este estado
de cosas, fundamentar el paradigma del vivir bien, como pauta específica de
interpretación intercultural de derechos fundamentales.
En efecto, a la luz de los principios de interculturalidad, complementariedad y
descolonización, los derechos fundamentales vigentes para los miembros de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, no pueden seguir las mismas
pautas de interpretación ni pueden contener los mismos elementos configurativos
INDICE
propios de los núcleos duros de derechos fundamentales en contextos diferentes a
la jurisdicción indígena originario campesina. En esta perspectiva, el paradigma del
vivir bien, se configura como una verdadera pauta de interpretación inter e intra
cultural de derechos fundamentales, a partir de la cual, los valores plurales
supremos irradian de contenido los actos y decisiones que emanan de la justicia
indígena originaria campesina, constituyendo además una garantía plural destinada
a evitar decisiones desproporcionadas y contrarias a las guías axiomáticas del
Estado Plurinacional de Bolivia.
En el orden de ideas expresado, se tiene que el paradigma del vivir bien, somete a sus
postulados a todas las decisiones emergentes del ejercicio de la jurisdicción indígena
originario campesina, por lo que en el supuesto de activarse el control tutelar de
constitucionalidad a través de acciones de defensa como ser la acción de libertad, las
decisiones de la jurisdicción indígena originaria campesina denunciadas como lesivas
a derechos fundamentales en contextos interculturales, en el ejercicio del control
plural de constitucionalidad, deberán analizarse en el marco de los siguientes
parámetros de axiomaticidad proporcional y razonable propios del paradigma del
vivir bien: a) armonía axiomática; b) decisión acorde con cosmovisión propia; c)
ritualismos armónicos con procedimientos, normas tradicionalmente utilizados de
acuerdo a la cosmovisión propia de cada nación y pueblo indígena originario
campesina; y, d) Proporcionalidad y necesidad estricta.
De acuerdo a lo señalado, se tiene que la armonía axiomática, implica que toda
decisión emanada de la jurisdicción indígena originario campesina, en cuanto a sus
fines y medios empleados, asegure la materialización de valores plurales supremos
como ser la igualdad, complementariedad, solidaridad, reciprocidad, armonía,
inclusión, igualdad de condiciones, bienestar común entre otros, en ese orden, el
control plural de constitucionalidad, en caso de ejercer sus roles en relación a
decisiones emanadas de la jurisdicción indígena originario campesina, para el análisis
del primer elemento del test del paradigma del vivir bien, utilizará el método jurídico
de la ponderación intercultural, a cuyo efecto, a la luz de los valores plurales
supremos antes descritos, deberá cotejar los fines perseguidos por la decisión en
relación a los medios empleados, para luego verificar la armonía de los fines y
medios utilizados en la decisión con los valores plurales supremos descritos
precedentemente, evitando así una discordancia con los postulados de la
Constitución axiomática.
En coherencia con lo señalado, debe establecerse que el control plural de
Constitucionalidad, en su labor plural hermenéutica, como segundo elemento del test
del paradigma del vivir bien, deberá, a través de la metodología de la ponderación
intracultural, cotejar la armonía y concordancia de la decisión emanada del pueblo o
nación indígena originario campesino con su propia cosmovisión, a cuyo efecto, la
cosmovisión de cada pueblo o nación indígena originario campesino, debe ser
INDICE
entendida como la concepción que la nación o pueblo indígena originario campesino
tenga sobre su realidad cultural de acuerdo a sus valores y cultura propia.
Asimismo, se establece que para el tercer elemento del test del paradigma del vivir bien,
el control plural de constitucionalidad, deberá verificar que la decisión emanada de la
jurisdicción indígena originaria campesina sea acorde con los ritualismos armónicos con
procedimientos, normas tradicionalmente utilizados por la comunidad, de acuerdo a la
cosmovisión propia de cada nación y pueblo indígena originario campesino.
Como cuarto elemento del test del paradigma del vivir bien, el control plural de
constitucionalidad, deberá establecer la proporcionalidad de la decisión asumida por
la jurisdicción indígena originario campesina, en este caso, se deberá ponderar la
naturaleza y gravedad de los hechos plasmados en la decisión en relación con la
magnitud de la sanción impuesta. Además, en este análisis de proporcionalidad, para
sanciones graves, deberá también ponderarse la decisión asumida en relación a la
estricta necesidad de la misma, es decir, para sanciones graves, el test del
paradigma del vivir bien, implicará asegurar que la decisión fue absolutamente
necesaria para -en el marco de la inter e intra culturalidad-, resguardar bienes
jurídicos superiores amenazados con la conducta sancionada.
La ponderación de los cuatro elementos propios del test del paradigma del vivir bien,
constituyen un parámetro de ejercicio de control de constitucionalidad en relación a la
jurisdicción indígena originario campesina ejercicio que se encuentra circunscrito a la
materialización de la constitución axiomática a la luz de valores plurales supremos.
En ese orden de ideas, los derechos fundamentales en contextos inter e intra
culturales, podrán ser tutelados por el control plural de constitucionalidad; en ese
orden, su interpretación deberá ser realizada a la luz de una pauta específica de
interpretación inter e intra cultural: El paradigma del vivir bien, a cuyo efecto y a
través del test precedentemente desarrollado, los derechos fundamentales en el
ámbito de la jurisdicción indígena originaria campesina, tendrán plena eficacia,
consolidando así una verdadera armonía y paz social.
IV.6.
La protección de mujeres y la minoridad en contextos intra-culturales
Tal como se señaló en el Fundamento Jurídico VI.5 de la presente Sentencia, el primer
elemento del test del paradigma del vivir bien, se refiere a la armonía axiomática a la
cual deben adaptarse todas las decisiones emergentes de la jurisdicción indígena
originario campesina, en ese orden, considerando que toda decisión emanada de esta
jurisdicción, en cuanto a sus fines y medios empleados, debe asegurar la
materialización de valores plurales supremos entre los cuales se encuentran la
igualdad, solidaridad y la inclusión, en ese orden, al encontrarse las mujeres y la
minoridad en condiciones de “vulnerabilidad material” razón por la cual, la doctrina
constitucional los considera sectores de atención prioritaria, su protección reforzada,
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en mérito a la constitución axiomática, debe estar también asegurada en contextos
intra e inter culturales, por tanto, el paradigma del vivir bien, en cuanto al análisis del
primer elemento del test, implica el ejercicio de un control plural de
constitucionalidad reforzado en relación a estos grupos vulnerables.
Por lo expresado, en circunstancias en las cuales los actos denunciados como lesivos
a derechos de mujeres o la minoridad en contextos intra e inter-culturales, el
control plural de constitucionalidad, deberá asegurar la consolidación de los
principios de igualdad, solidaridad e inclusión, a través de una ponderación
reforzada a la luz de una pauta específica de interpretación: la interpretación intracultural favorable, progresiva y extensiva para estos sectores, a cuyo efecto, se
establece la vigencia del paradigma de la favorabilidad para las mujeres y
minoridad, al cual debe armonizarse la cosmovisión de todo pueblo y nación
indígena originario campesino.
Por lo expresado, se tiene que cualquier decisión de la jurisdicción indígena originaria
campesina que plasme medios o fines contrarios a los valores plurales supremos
referentes a la igualdad, inclusión, solidaridad u otros y que afecten a estos sectores
de protección prioritaria, deberán ser restituidos por el control plural de
constitucionalidad, en aplicación del paradigma de favorabilidad para las mujeres y
minoridad, en los términos precedentemente expuestos.
IV.7.
La acción de libertad para la tutela en contextos intra-culturales de derechos a la
vida, la libertad y otros derechos directamente vinculados a éstos
La acción de libertad disciplinada por el art. 125 de la Constitución, se configura como
un mecanismo de tutela, inserto en el brazo tutelar del control plural de
constitucionalidad, tal como se desarrolló en el Fundamento Jurídico IV.4 de la
presente Sentencia; en ese orden, en principio, debe precisarse que su activación
para la tutela de derechos fundamentales en contextos diferentes a los del ejercicio
de la jurisdicción indígena originario campesina, esta circunscrita a cuatro
presupuestos esenciales: 1) Atentados contra el derecho a la vida; 2) Afectación de
los derechos a la libertad física, así como a la libertad de locomoción; 3) Acto y
omisión que constituya procesamiento indebido; y, 4) Acto u omisión que implique
persecución indebida.
Ahora bien, en coherencia con los postulados propios del pluralismo, la
interculturalidad y la descolonización, el ejercicio del control plural de
constitucionalidad, en su ámbito tutelar a través de la acción de libertad en relación
a decisiones emergentes de la jurisdicción indígena originario campesina, no se
encuentra sometida a los presupuestos procesales aplicables a los cuatro supuestos
antes descritos, toda vez que los derechos fundamentales en contextos intraculturales son sujetos de interpretación y de tutela de acuerdo a pautas inter e intra
culturales de interpretación, aspecto que en teoría constitucional, implican la
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aplicación de otra pauta específica de interpretación para las acciones de defensa: el
pro actione, en virtud del cual, más allá de ritualismos o formalidades de orden
procesal, el control plural de constitucionalidad en relación a decisiones emergentes
de la jurisdicción indígena originario campesina, debe asegurar la justicia material a la
luz del paradigma del vivir bien en los términos desarrollados en el Fundamento
Jurídico VI.5 de la presente Sentencia, por tanto, se concluye que para decisiones
emergentes de dicha jurisdicción, interpretando bajo pautas interculturales el
derecho a la vida como parámetro de activación de la acción de libertad, este
mecanismo, será el idóneo para tutelar derechos vinculados a la vida a la luz del
paradigma del vivir bien, flexibilizándose en este caso cualquier ritualismo o
presupuesto procesal exigido para la activación de la acción de libertad en relación
a decisiones que no emerjan de la jurisdicción indígena originaria campesina.
En el orden de ideas señalado y también a la luz del proactione, la realización del test
del paradigma del vivir bien a través del ejercicio de la acción de libertad, podrá
tutelar derechos directamente vinculados con la vida, todos ellos interpretados bajo
pautas inter e intra culturales, por lo que sus contenidos esenciales en el marco de la
cosmovisión de cada pueblo o nación indígena originario campesina, podrá ser
sustancialmente diferente a la concepción tradicional de los derechos fundamentales
en contextos diferentes a los de la administración de justicia indígena originaria
campesina, aspecto que justifica la flexibilización de presupuestos y procedimientos
establecidos para la acción de libertad en los términos gramaticales del art. 125 de la
CPE.
IV.8.
Análisis del caso concreto
En la especie, tal como se dijo, la causa de la presente acción de libertad constituye la
decisión de la junta vecinal de Poroma de expulsar al accionante, a su esposa y sus
hijos de la comunidad, decisión que tiene como antecedente un robo cometido y
reparado por su hijo Cornelio Huanca, en este contexto y en base a este antecedente,
denuncia el accionante que la referida junta vecinal representada por las autoridades
ahora demandadas, los notificó el 15 de enero de 2012 con dicha decisión,
otorgándoles un plazo máximo de cuarenta y ocho horas para abandonar la
comunidad, decisión que fue asumida por los ahora demandados sin que exista un
debido proceso y afectando a una mujer y menores de edad, quienes no cometieron
ningún acto sancionable, en este contexto, la compulsa del caso concreto implica el
análisis de los siguientes elementos:
a) En el Fundamento Jurídico VI.2 de la presente Sentencia, se señaló que la
identidad cultural; idioma; organización administrativa; organización territorial;
territorialidad ancestral; ritualidad y cosmovisión propia, entre otras, serán los
elementos necesarios para la identificación de los pueblos y naciones indígenas
originarias campesinas en el Estado Plurinacional de Bolivia, identificación
relevante para el resguardo a los derechos colectivos referentes al ejercicio de
INDICE
sus sistemas políticos, jurídicos y económicos enmarcados en su cosmovisión (art.
30.II.14 de la CPE), en ese orden, en la especie, al amparo del peritaje culturalantropológico denominado “Elementos para el Abordaje Multisisciplinario de la
Acción de Libertad en la Población de Poroma” (fs. 84 a 92); del “Informe
Preliminar Recolección de Información sobre el Sistema Jurídico de las
Autoridades Originarias de Poroma” (fs. 92 a 109); del Informe Técnico de la
Comunidad de Poroma TCP/ST/UD/JIOC-JP/Inf. 006/2012 de 28 de junio (fs. 111 a
143); del documento de complementación del caso Poroma (fs. 165 a 168) y del
Informe relacionado con el Encuentro con el Presidente de la Junta Vecinal de
Poroma (fs. 163 a 171), se establece lo siguiente: i) La Comunidad de Poroma,
tiene pertenencia cultural a los Qhara Qharas, quienes tienen una existencia
anterior a la colonia; ii) La comunidad de Poroma, tiene también vínculos
idiomáticos ya que el 82.2% de la población habla español; el 69.3% Quechua y el
1.7% Aymara (fs. 100); iii) En su organización administrativa y territorial,
concurren organizaciones territoriales de carácter vecinal dentro de la población
urbana del municipio; asimismo, por la actividad económica agrícola se observa la
presencia de sindicatos campesinos así como la pertenencia de organizaciones
originarias bajo el sistema del ayllu, por lo que se concluye que tienen una
organización administrativa territorial con componentes mixtos; iv) Cuentan con
la titulación de las Tierras Comunitarias de Origen TCOs y actualmente se
encuentra en proceso de saneamiento de sus tierras mediante la modalidad de
Territorios Indígenas Originarios Campesinos (fs. 118); y, v) Tiene una
cosmovisión propia a través de una concepción específica: ch’uwanchar, término
aymara que significa resolver un conflicto, para “volver en el orden el desorden
causado por la conducta no adecuada”(sic) que implica además en este marco,
encontrar una solución adecuada a los problemas (fs. 105), en el marco de la
cosmovisión propia de los comunarios de Poroma, se establece además que toda
conducta inadecuada implica salir del thaki o ñan, que es un valor de la ritualidad
y la cosmovisión de la comunidad de Poroma para la aplicación de la justicia en la
Marka y significa que todos los elementos de la naturaleza, tienen un camino (fs.
106); asimismo, en el marco de su cosmovisión, la ritualidad en la administración
de Justicia en la comunidad de Poroma, está basada en la dualidad que
suministra la autoridad denominada Khariwarmi que regula y equilibra la sanción
a imponerse a los infractores. En este contexto, se tiene que Khariwarmi es un
término Quechua que significa la complementariedad entre la mujer y el hombre
en la administración de justicia (fs. 106). En mérito a los elementos antes
señalados, se colige que en la cosmovisión de este pueblo, todos los elementos
del cosmos (planetas, cometas, astros), recorren por un camino denominado
órbitas y cuando un planeta u otro astro sale del camino, se relaciona el desvío
del camino cuando un miembro sale de su thaki, por lo que con la ch’uwanchada
hacen que se vuelva al mismo camino (fs. 106).
Por lo expuesto, en el caso concreto, se concluye que la comunidad de Poroma,
al contar con los elementos de cohesión comunitaria descritos en el
INDICE
Fundamento Jurídico IV.2 de la presente Sentencia, tal como lo evidencian los
antecedentes que forman parte del peritaje antropológico cultural desarrollado
por la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional,
debe ser identificada como pueblo indígena originario campesino, por cuanto,
inequívocamente es titular de derechos colectivos referentes al ejercicio de su
sistemas jurídico enmarcado en su cosmovisión.
b) En el Fundamento Jurídico IV.7 de la presente Sentencia, se indicó que el ejercicio
del control plural de constitucionalidad, en su ámbito tutelar a través de la acción
de libertad en relación a decisiones emergentes de la jurisdicción indígena
originario campesina, no se encuentra sometida a los presupuestos procesales
aplicables a los cuatro supuestos desarrollados por el art. 125 de la CPE, toda vez
que los derechos fundamentales en contextos intra-culturales son sujetos de
interpretación y de tutela de acuerdo a pautas inter e intra culturales de
interpretación. Se señaló también que para decisiones emergentes la jurisdicción
indígena originario campesina, la acción de libertad, será el mecanismo idóneo
para conocer y resolver denuncias vinculadas al derecho a la vida y conexos a la
luz del paradigma del vivir bien, flexibilizándose en este caso cualquier ritualismo
o presupuesto procesal exigido para la activación de la acción de libertad en
relación a decisiones que no emerjan de la jurisdicción indígena originario
campesina. En la especie, el objeto de la petición de tutela, es el resguardo de los
derechos del accionante, de su esposa e hijos a la vida e integridad física,
psicológica; prohibición de tortura, tratos crueles, inhumanos, degradantes o
humillantes; derechos al agua y la alimentación; el derecho al trabajo, al
comercio; la prohibición de infamia, muerte civil y confinamiento y el derecho al
debido proceso, por tanto, al haber una directa vinculación de todos estos
derechos con el derecho a la vida, debe ingresarse en el caso concreto al análisis
de fondo de la problemática a través de la presente acción de libertad,
flexibilizándose en este caso, ritualismos procesales o presupuestos que no
pueden ser exigidos para el ejercicio del control tutelar de constitucionalidad en
relación a derechos fundamentales en contextos intra e inter culturales.
En el Fundamento Jurídico IV.5 se señaló que el paradigma del vivir bien, se
configura como una verdadera pauta de interpretación intercultural de derechos
fundamentales, a partir de la cual, los valores plurales supremos irradian de
contenido los actos y decisiones que emanan de la justicia indígena originaria
campesina, constituyendo además una garantía plural destinada a evitar
decisiones desproporcionadas y contrarias a las guías axiomáticas del Estado
Plurinacional de Bolivia, en este contexto, también en el Fundamento Jurídico
antes señalado de la presente Sentencia, se desarrollaron los componentes del
test del paradigma del vivir bien, entre los cuales se encentran los siguientes: a)
Armonía axiomática; b) Decisión acorde con la cosmovisión propia; c) Ritualismos
armónicos con procedimientos, normas tradicionalmente utilizados de acuerdo a
la cosmovisión propia de cada nación y pueblo indígena originario campesina; y,
INDICE
d) Proporcionalidad y necesidad estricta. Ahora bien en base a los componentes
antes señalados y al haber sido denunciada como lesiva a los derechos del
accionante una decisión emergente de la justicia indígena originario campesina,
en la especie, corresponde realizar el test del paradigma del vivir bien en los
siguientes términos.
i)
En el Fundamento Jurídico IV.5. de la presente Sentencia, se señaló que la
armonía axiomática, implica que toda decisión emanada de la jurisdicción
indígena originario campesina, en cuanto a sus fines y medios empleados,
asegure la materialización de valores plurales supremos como ser la igualdad,
complementariedad, solidaridad, reciprocidad, armonía, inclusión, igualdad
de condiciones, bienestar común entre otros; asimismo, se señaló que el
control plural de constitucionalidad, utilizará el método jurídico de la
ponderación intercultural, a cuyo efecto, a la luz de los valores plurales
supremos antes descritos, deberá cotejar los fines perseguidos por la
decisión en relación a los medios empleados, para luego verificar la armonía
de los fines y medios utilizados en la decisión con los valores plurales
supremos descritos precedentemente.
En el marco de la línea argumentativa precedentemente desarrollada, en el
caso concreto, la junta vecinal de Poroma, con una organización mixta con
elementos originarios, tal como se estableció en el inciso a) del presente
acápite, el 15 de enero de 2012, notificó a “Viviana G. W” (sic) representada
por su esposo en la presente acción-, notificación a través de la cual se señala
lo siguiente: “…el base de pueblo decidió que desaloje toda La Familia por
que tienen de antecedentes de Robo de dinero (…) por ese motivo el pueblo
decidió que tiene que desocupar de su domicilio y su huerta” (sic). Además la
citada nota señala también: “…tiene que desocupar 24 horas o si no 48 horas
porque no son filiado a ningun organización ni en Su Comunidad de
Hurhuayo y ni en pomanaza” (sic), evidenciándose que esta misiva fue
suscrita por Juan José Cruz Pérez, en su calidad de Presidente y Apolinar
Cayo, en su calidad de Vicepresidente (fs. 4).
En base a esta documental, se tiene que mediante la metodología jurídica de
la ponderación inter e intra cultural, el medio utilizado, es decir la decisión de
expulsión de la comunidad de la esposa del ahora accionante y de toda su
familia y su consecuente desvinculación territorial y cultural, no es armónica
con los valores plurales supremos referentes a la igualdad,
complementariedad, solidaridad, reciprocidad, armonía, inclusión, igualdad
de condiciones o bienestar común, ya que el fin de la medida no encuentra
justificación en una decisión destinada a la preservación de un interés
colectivo acorde con los valores plurales supremos imperantes que pudiera
justificar la decisión asumida. Por lo expuesto, se tiene que la decisión
sometida a control de constitucionalidad, es decir la notificación de 15 de
INDICE
enero de 2012, no es armónica con el orden axiomático imperante, por
cuanto no cumple con el primer componente del test del paradigma del
vivir bien.
ii)
Se señaló además en el Fundamento Jurídico IV.5. de la presente Sentencia,
que a través de la metodología de la ponderación intra-cultural, el control
plural de constitucionalidad, debía cotejar la armonía y concordancia de la
decisión emanada del pueblo o nación indígena originario campesino con su
propia cosmovisión, en ese contexto, de acuerdo a los antecedentes del
peritaje cultural antropológico desarrollado por la Unidad de Descolonización
del Tribunal Constitucional Plurinacional, el pueblo indígena originario
campesino de Poroma, tiene una cosmovisión propia a través de una
concepción específica: el ch’uwanchar, término aymara que significa resolver
un conflicto, para “volver en el orden el desorden causado por la conducta
no adecuada”(sic) que implica además en este marco, encontrar una solución
adecuada a los problemas (fs. 105). En la especie, la notificación de 15 de
enero de 2012 que establece la expulsión de los ahora accionantes, es
contraria a la cosmovisión del pueblo indígena originario campesino de
Poroma en cuanto al elemento del ch’uwanchar, ya que los ahora
accionantes, es decir Balvino Huanca Alavi, Viviana Gonzáles Conde y sus
hijos menores de edad, no cometieron ningún hecho comunitariamente
reprochable, puesto que el supuesto robo lo cometió su hijo Cornelio Huanca
Gonzáles, por tanto, la expulsión del ahora accionante, su esposa y sus otros
hijos, no constituye una solución adecuada a los problemas de la comunidad
y por tanto es contraria a la cosmovisión propia del pueblo de Poroma.
Además, en el marco de la cosmovisión propia de los comunarios de Poroma,
se establece también que toda conducta inadecuada implica salir del thaki o
ñan, que es un valor de la ritualidad y la cosmovisión de la comunidad de
Poroma para la aplicación de la justicia en la Marka y significa que todos los
elementos de la naturaleza, tienen un camino (fs. 106). En el caso concreto,
se evidencia que Balvino Huanca Alavi, Viviana Gonzáles Conde y sus hijos
menores de edad, no cometieron ninguna conducta reprochable, ya que el
robo relatado en antecedentes fue supuestamente realizado por su otro hijo
Cornelio Huanca Gonzáles, por tanto, al no haber incumplido los accionantes
el thaki o ñañ, la notificación de 15 de enero de 2012, es contraria a la
cosmovisión del pueblo indígena originario campesino de Poroma.
Asimismo, en el Fundamento Jurídico IV.5 de la presente Sentencia, se señaló
que el control plural de constitucionalidad, deberá verificar que la decisión
emanada de la jurisdicción indígena originaria campesina sea acorde con los
ritualismos armónicos con procedimientos, normas tradicionalmente
utilizados por la comunidad, de acuerdo a la cosmovisión propia de cada
nación y pueblo indígena originario campesino. Ahora bien, de acuerdo a los
INDICE
elementos brindados en el peritaje cultural antropológico realizado por la
Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, en la
especie, no se respetaron los procedimientos acordes con la cosmovisión del
pueblo indígena originario campesino de Poroma, procedimiento que se
encuentra detallado en la conclusión III.3 y III.7 de la presente Sentencia.
En el marco de lo indicado, se tiene que la decisión sometida a control de
constitucionalidad, es decir la notificación de 15 de enero de 2012, no es
armónica con la cosmovisión propia del pueblo indígena originario
campesino de Poroma, por tanto, dicha decisión no cumple con los
postulados del segundo componente del test del paradigma del vivir bien.
iii) En el Fundamento Jurídico IV.5 del presente fallo, se señaló también que la
proporcionalidad de la decisión asumida por la jurisdicción indígena
originario campesina, deberá ser ponderada de acuerdo a la naturaleza y
gravedad de los hechos plasmados en la decisión en relación con la magnitud
de la sanción impuesta. En la especie, la decisión plasmada en la notificación
de 15 de enero de 2012, se evidencia una manifiesta e irracional
desproporcionalidad en cuanto a la sanción establecida, ya que tal como se
señaló precedentemente, Balvino Huanca Alavi, Viviana Gonzáles Conde y
sus hijos menores de edad, no cometieron ninguna conducta reprochable, ya
que el robo relatado en antecedentes fue realizado por su otro hijo, Cornelio
Huanca Gonzáles.
Además, en el Fundamento Jurídico IV.5, se señaló también que en este
análisis de proporcionalidad, para sanciones graves, deberá también
ponderarse la decisión asumida en relación a la estricta necesidad de la
misma; es decir, para sanciones graves, el test del paradigma del vivir bien,
implicará asegurar que la decisión fue absolutamente necesaria para -en el
marco de la interculturalidad-, resguardar bienes jurídicos superiores
amenazados con la conducta sancionada, este aspecto tampoco fue
cumplido en la presente problemática.
Por lo expuesto, se tiene que la decisión sometida a control de
constitucionalidad, es decir la notificación de 15 de enero de 2012, no es
proporcional ni responde a una estricta necesidad comunitaria, por tanto,
dicha decisión no cumple con los postulados del segundo componente del
test del paradigma del vivir bien.
c)
Se dijo también en el Fundamento Jurídico IV.6 de la presente Sentencia que en
circunstancias en las cuales los actos denunciados como lesivos versen sobre
derechos de mujeres o la minoridad en contextos intra-culturales, el control
plural de constitucionalidad, deberá asegurar la consolidación de los principios de
igualdad, solidaridad e inclusión, a través de una ponderación reforzada a la luz
INDICE
de una pauta específica de interpretación: la interpretación intra-cultural
favorable, progresiva y extensiva para estos sectores, a cuyo efecto, se establece
la vigencia del paradigma de la favorabilidad para las mujeres y minoridad, al cual
debe armonizarse la cosmovisión de todo pueblo y nación indígena originario
campesina. En el caso concreto, se tiene que la cosmovisión del pueblo indígena
originario campesino de Poroma, contempla la inclusión e igualdad de la mujer y
su alto estatus comunitario, ya que de acuerdo a los documentos generados por
la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional, en el marco de la
cosmovisión del pueblo de Poroma, la ritualidad en la administración de justicia
en la comunidad de Poroma, está basada en la dualidad que suministra la
autoridad denominada Khariwarmi que regula y equilibra la sanción a imponerse
a los infractores. En este contexto, se tiene que Khariwarmi es un término
quechua que significa la complementariedad entre la mujer y el hombre en la
administración de justicia (fs. 106), este elemento, ejemplifica la cosmovisión de
este pueblo en relación a la mujer, por cuanto, a la luz de una interpretación
intra-cultural favorable, progresiva y extensiva, se tiene que la decisión ahora
analizada, es decir la notificación de 15 de enero de 2012, afecta a la cosmovisión
de la comunidad en relación a un grupo en condiciones de vulnerabilidad, sujetas
a una protección reforzada como es el caso de las mujeres. Asimismo, esta
decisión afecta a otro sector vulnerable, que es el de la minoridad, ya que la
sanción de expulsión, se establece también en relación a los hijos menores de
edad de los accionantes.
En mérito a todos los aspectos señalados, luego de haber realizado en el caso
concreto el test del paradigma del vivir bien, en la especie, al haberse concluido
que la decisión cuestionada mediante la presente acción de libertad no cumple
con los componentes de este test propio del paradigma del vivir bien, en el marco
de una visión inter e intra cultural, se tiene que los derechos de los accionantes a
la vida e integridad física, psicológica; prohibición de tortura, tratos crueles,
inhumanos, degradantes o humillantes; derechos al agua y la alimentación; el
derecho al trabajo, al comercio; la prohibición de infamia, muerte civil y
confinamiento y al debido proceso, derechos todos con conexitud directa al
derecho a la vida por ser interpretados de acuerdo a una pauta específica de
interpretación inter e intra cultural, han sido vulnerados por las autoridades
comunarias ahora demandadas, por cuanto deben ser tutelados a través de la
acción de libertad en mérito a los argumentos expuestos en los Fundamento
Jurídico IV.7 y IV.8 inciso c), corresponde en consecuencia, la concesión de la
tutela solicitada.
Por lo expuesto, se concluye que el Juez de garantías, al conceder la tutela solamente de
manera parcial, evaluó de manera incorrecta los antecedentes de la causa.
POR TANTO
INDICE
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve: APROBAR en parte la Resolución
01/2012 de 27 de enero, cursante a fs. 40 a 41, pronunciada por el Juez Segundo de
Instrucción en lo Penal del departamento de Chuquisaca; y en consecuencia, determina:
1º
CONCEDER la tutela solicitada, respecto a todos los derechos denunciados como
lesivos, disponiendo el cese de todo acto contrario al paradigma del vivir bien
desarrollado en la presente Sentencia.
2º
ORDENAR a la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional,
en coordinación con Secretaría General, proceder a la traducción de la presente
Sentencia al quechua y aymara, idiomas utilizados por el pueblo indígena originario
campesino de Poroma de acuerdo al informe pericial cursante en antecedentes.
3º
ORDENAR a la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, la
socialización de la presente Sentencia en el pueblo indígena originario campesino de
Poroma.
4º
ORDENAR a Secretaría General del Tribunal Constitucional Plurinacional, la difusión
del presente fallo por plasmar un entendimiento fundante en cuanto a los roles del
control plural de constitucionalidad en relación a decisiones de la Justicia Indígena
originario campesina.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
MAGISTRADA
Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
MAGISTRADA
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 2448/2012
Sucre, 22 de noviembre de 2012
SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA
Magistrado Relator: Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
Acción de libertad
Expediente:
Departamento:
2011-23936-48-AL
La Paz
En revisión la Resolución 11/11
de 13 de julio de 2011, cursante de fs. 42 a 43 vta.,
pronunciada dentro de la acción de libertad, interpuesta por Alejandra Choque Acarapi por
sí y en representación de Eliseo Quispe Mujica contra Clemente Camargo Bautista, Jilir
Mallku; Hernán Callisaya Ramírez, Sullca Mallku; Tomás Cruz Choque, Jalja Mallku; Jorge
Choque Quispe, Qilca Mallku; Sabino Cruz Gutiérrez, Yapu Kamani; Jhonny Ramirez
Callisaya, Yanapiri Kamani; Francisco Chuquimia Choque, Colque Kamani; Eusebia Juchani,
Tantachiri Kamani; Jorge Cruz, Uywa Kamani; y, Basilia Quispe Mamani, Taqui Kamani,
todas autoridades originarias del ayllu Yanarico de la provincia Ingavi del departamento de La
Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 12 de julio de 2011, cursante de fs. 4 a 8, los accionantes
formularon acción de libertad manifestando, que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En circunstancias en las que se encontraban en la comunidad Yanarico de la provincia Ingavi
del departamento de La Paz, un efectivo de la Policía Rural y Fronteriza de la localidad de
Tiwuanaku, les entregó una carta notariada de 29 de abril de 2011, en la cual, Erasmo Ticona
Quenta, pidió la devolución de Bs215 722.- (doscientos quince mil setecientos veintidós
bolivianos), y se entregue la movilidad que le había prestado, en el plazo de cuarenta y ocho
horas bajo alternativa de iniciar un proceso penal, por este motivo, Alejandra Choque
Acarapi, presentó denuncia penal contra Erasmo Ticona Quenta, por el delito de extorsión y
otros; sin embargo, fue sorprendida con una citación emitida por las autoridades originarias
del ayllu Yanarico. En cumplimiento a la referida citación se hizo presente la parte accionante
el 25 de junio de 2011, en la sede social de dicho Ayllu, en la cual la situación se tornó hostil y
no se permitió hacer uso de la defensa y con la amenaza de ser “chicoteados” y “colgados”,
sindicando a Alejandra Choque Acarapi, que desde el mes de junio de 2007 hasta el 2010,
habría mantenido una relación sentimental con Erasmo Ticona Quenta, por lo que
encontraron un supuesto cargo de “adulterio”, condenándoles a una sanción de entrega de
10 000 ladrillos y 100 bolsas de cemento, más la devolución de un vehículo clase vagoneta,
INDICE
marca Toyota con placa de circulación 1574-BFK, haciendo constar que en caso de
incumplimiento se quemaría el minibús retenido, en el cual se habrían trasladado a dicho
Ayllu, haciéndoles firmar contra su voluntad un documento denominado “recibo de
inventario de minibús blanco”, sin considerar que la movilidad retenida arbitrariamente
genera el único ingreso y fuente de trabajo de la propietaria.
Nuevamente les hicieron llegar una citación para que se presenten en el ayllu Yanarico; pero,
al tener los antecedentes versados y la condena injusta y arbitraria, existe el temor que
peligren sus vidas y su integridad física, si es que no se efectiviza el cumplimiento de la pena
comunitaria.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La parte accionante alegó la lesión de sus derechos y garantías al debido proceso, a la
defensa, a la presunción de inocencia, al trabajo, a la propiedad privada, a la vida y a la
dignidad, citando al efecto los arts. 13.I, 15, 22, 46, 56, 115.II, 116.I, de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y se disponga, el cese: a) De la persecución ilegal; b) Del
procesamiento indebido; y, c) De las advertencias o amenazas de “linchamiento”,
“colgamiento”, “chicoteo” y quema del vehículo retenido de propiedad de Alejandra Choque
Acarapi.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 13 de julio de 2011, conforme consta en el acta cursante de
fs. 37 a 41 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
Los accionantes, ratificaron in extenso los argumentos de su demanda tutelar a través de sus
abogados.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
Clemente Camargo Bautista, Jilir Mallku; Hernan Callisaya Ramirez, Sullca Mallku; Francisco
Chuquimia Choque, Colque Kamani; y Jhonny Ramirez Callisaya, Yanapiri Kamani, mediante
informe verbal cursante a fs. 40 vta. a 41, de obrados, informaron: 1) En calidad de
autoridades del ayllu Yanarico, en su periodo de gestión recibieron una demanda de Erasmo
Ticona Quenta, luego citándose a Alejandra Choque Acarapi, oriunda de esta comunidad,
manteniendo ambos una relación sentimental y al tener su propio Estatuto Orgánico y
Reglamento de acuerdo a los “usos y costumbres” y al no poder resolver el problema pasa a
INDICE
la asamblea, como sucedió en la actualidad; 2) Es evidente que el adulterio no es un delito,
pero en la justicia comunitaria sí lo es, por los “usos y costumbres” de los aymaras; y, 3) Se
tiene pruebas y documentación, sin embargo, para esta audiencia de acción de amparo
constitucional, no fueron notificados dentro de las veinticuatro horas que señala la
Constitución Política del Estado.
Tomás Cruz Choque, Jalja Mallku; Jorge Choque Quispe, Qilca Mallku; Sabino Cruz Gutierrez,
Yapu Kamani; Eusebia Juchani, Tantachiri Kamani; Jorge Cruz, Uywa Kamani; y, Basilia Quispe
Mamani, Taqui Kamani, pese a su legal citación, no se hicieron presentes a la audiencia
programada, ni presentaron informe.
I.2.3. Resolución
El Juez Primero de Partido y de Sentencia Penal de de El Alto del Distrito Judicial -ahora
departamento- de La Paz, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución 11/11 de 13
de julio de 2011, cursante de fs. 42 a 43 vta., denegó la tutela solicitada, con los siguientes
fundamentos: i) Si bien la accionante y su esposo alegan que se encuentran en peligro sus
vidas ya que en la asamblea de 22 de junio de 2011, efectuada en el ayllu Yanarico Tercera
Sección, provincia Ingavi del departamento de La Paz, fueron amenazados por las
autoridades originarias a ser “colgados”,“chicoteados” y “linchados” y también denuncian a
esta jurisdicción que existe un procesamiento indebido en razón a que supuestamente dicha
asamblea se desarrolló en un ambiente hostil sin que se les haya otorgado el derecho a
defenderse, vulnerando así la presunción de inocencia; sin embargo, no existe evidencia de
ello, como tampoco existe relación de causalidad entre los supuestos de vida en peligro y
procesamiento indebido con el derecho a la libertad, quedando inhibido este Tribunal sobre
el pronunciamiento; ii) Al denunciar que se encuentran ilegalmente perseguidos y de la
prueba cotejada, la misma es insuficiente para poder establecer fehacientemente, por lo que
sólo se evidencian dos citaciones en las cuales fueron convocados a la asamblea de la
comunidad Yanarico y que de ninguna manera puede reputarse como persecución ilegal; iii)
También denuncian que fueron vulnerados sus derechos al trabajo, a la propiedad y a la
dignidad, empero, se aclara que estos derechos no pueden ser objeto de tutela a través de la
acción de libertad; y, iv) Finalmente, en cuanto a las amenazas de “linchamiento”,
“colgamiento” y “chicoteo”, así como a la retención ilegal del vehículo, clase minibús, marca
Toyota, tipo Hiace, color blanco, con placa de control1921-LTR, denunciadas y
supuestamente realizadas por las autoridades originarias, la parte accionante puede hacer
valer sus derechos ante la autoridad competente que corresponda en la vía ordinaria.
I.3. Consideraciones de Sala
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011, la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto
de la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31
de diciembre de 2011; modificada por la disposición transitoria Segunda del Código Procesal
INDICE
Constitucional, vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se
procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se establecen las
siguientes conclusiones:
II.1.
El 10 de mayo de 2011, se emitió el acta de constancia, por lo cual, el demandante
Erasmo Ticona Quenta y la demandada Alejandra Choque Acarapi, se hicieron
presentes para aclarar el caso, en presencia de las autoridades originarias de la
comunidad Yanarico, provincia Ingavi del departamento de La Paz (fs. 13).
II.2.
Citación de 10 de mayo de 2011, emitida por las autoridades originarias del ayllu
Yanarico, convocando a Erasmo Ticona Quenta y a la familia Choque, a constituirse el
14 de mayo de 2011, a horas 9:00, en la sede cultural de dicho Ayllu (fs. 14); citación
de 7 de julio del citado año, emitida por las autoridades originarias del ayllu Yanarico,
convocando a Alejandra Choque Acarapi y a Eliseo Quispe Mujica, a constituirse el 11
de julio del señalado año, en la sede cultural de dicho ayllu (fs. 15).
II.3.
Recibo de inventario de un minibús blanco de 25 de junio de 2011, con detalle de los
datos de la movilidad marca Toyota, con placa de circulación 1921-LTR firmada por
Eliseo Quispe Mujica, Alejandra Choque Acarapi y Clemente Camargo Bautista (fs. 16).
II.4.
Notificación a Eliseo Quispe Mujica y Alejandra Choque Acarapi, con el objeto de
aclarar y tratar sobre la demanda interpuesta por Erasmo Ticona Quenta y a la vez,
constituirse a la Asamblea General del ayllu Yanarico (fs. 17).
II.5.
Denuncia iniciada por ante el Ministerio Público por Alejandra Choque Acarapi, contra
Erasmo Ticona Quenta, por la presunta comisión del delito de extorsión (fs. 23 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La parte accionante arguye la conculcación de sus derechos y garantías al debido proceso, a
la defensa, a la presunción de inocencia, al trabajo, a la propiedad privada, a la vida y a la
dignidad, toda vez que fueron citados por las autoridades originarias demandadas, con el fin
de esclarecer una denuncia interpuesta por Erasmo Ticona Quenta; sin embargo, al
presentarse a dicho Ayllu, en un ambiente hostil, sin permitirles hacer uso de una defensa
técnica ni material con la amenaza de ser “chicoteados”, “colgados” y “linchados”, fueron
tratados despectivamente, encontrando un supuesto cargo de “adulterio”, en consecuencia,
se les condenó a cumplir una sanción de entregar 10 000 ladrillos y 100 bolsas de cemento,
más la devolución del vehículo clase vagoneta, marca Toyota con placa de circulación 1574BFK, con la amenaza de que en caso de incumplimiento se quemaría el minibús retenido cuya
titularidad corresponde a Alejandra Choque Acarapi, empero, pese a esta sanción injusta les
INDICE
notificaron nuevamente para que se presenten en dicho Ayllu, actitud arbitraria que provoca
temor por sus vidas e integridad física y que, inminentemente sus amenazas pueden ser
cumplidas por las ahora autoridades originarias. En consecuencia, corresponde verificar, en
revisión, si tales argumentos son evidentes y si constituyen actos lesivos de los derechos a la
vida, a la libertad y a la libre locomoción, a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1.
Naturaleza jurídica y ámbito de protección de la acción de libertad
Al respecto, la SCP 0018/2012 de 16 de marzo, señaló que:“La acción de libertad ha
sido instituida por la Constitución Política del Estado en sus arts. 125, 126 y 127,
como una acción o mecanismo de defensa de los derechos y garantías a la libertad y
a la vida, derechos que son reconocidos por la misma Ley Fundamental, cuyos
destinatarios resultan ser todos los estantes y habitantes del Estado Plurinacional de
Bolivia, que no pueden ser vulnerados o infringidos sin una justa razón o previo
juzgamiento.
Asimismo, la normativa contenida en la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional,
en sus arts. 65 y 66, establecen que, el propósito u objeto de esta acción
constitucional, es de otorgar una garantía, protección o tutela, de los derechos a la
vida, la libertad física y de locomoción; cuya procedencia es efectiva cuando
cualquier ciudadano considere que: su vida está en peligro, esta ilegalmente
perseguida, esta indebidamente procesada y está indebidamente privada de libertad
personal.
La '…acción de libertad, constituye una garantía instrumental de rango
constitucional, que garantiza el ejercicio y respeto del derecho a la libertad personal
y de locomoción, inclusive ahora, el derecho a la vida, cuando ésta se encuentra
afectada por la restricción o supresión de la libertad, cuya finalidad es hacer frente a
una situación de arbitrariedad proveniente de autoridades y/o particulares. Así el
art. 125 de la CPE, establece que: 'Toda persona que considere que su vida está en
peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada
de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o
escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante
cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde
tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades
legales o se restituya su derecho a la libertad'. Cabe hacer hincapié, que el
Constituyente ha previsto la exención de toda formalidad en su interposición, así
como la rapidez en su trámite que es sumarísimo y su efecto inmediato, pudiendo ser
preventivo, correctivo o reparador' SC 2178/2010-R de 19 de noviembre” .
III.2.
Respecto a la justicia indígena originaria campesina.
El art. 190.I y II de la CPE, señala que: “Las naciones y pueblos indígena originario
campesinos ejercerán sus funciones jurisdiccionales y de competencia a través de
INDICE
sus autoridades, y aplicarán sus principios, valores culturales, normas y
procedimientos propios”; asimismo, también refiere que “La jurisdicción indígena
originaria campesina respeta el derecho a la vida, el derecho a la defensa y demás
derechos y garantías establecidos en la presente Constitución”; en el mismo sentido,
la Ley 073 de 29 de diciembre de 2010, establece que la jurisdicción indígena
originaria campesina, goza de igual jerarquía que la jurisdicción ordinaria y otras
jurisdicciones legalmente reconocidas; teniendo como límite el respeto a la vida, el
derecho a la defensa y demás derechos establecidos en la Constitución Política del
Estado y se resuelve de manera personal, material y territorial, al no tener una
normativa escrita se basa en sus usos y costumbres resolviéndose los casos
sometidos a su jurisdicción de manera pronta y oportuna
III.3.
Normas y procedimientos propios de la jurisdicción indígena originaria.
Tomando en cuenta que Bolivia es un Estado unitario social de derecho plurinacional
comunitario, entre sus formas de democracia se tiene a la “comunitaria, por medio
de la elección, designación o nominación de autoridades y representantes por
normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos…” (art. 11.II.3 de la CPE); donde se practica la democracia comunitaria,
ya que la elección, designación y nominación directa de sus representantes se
realizan, de acuerdo con sus normas y procedimientos propios; es así que la SC
2207/2010-R de 19 de noviembre, establece el parámetro de la justicia indígena
originaria establecida por la Constitución Política del Estado, disponiendo que: “En
ese cometido el art. 1 de las CPE, caracteriza al Estado en los siguientes términos:
`Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho plurinacional
comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural,
descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo
político, económico, jurídico, cultural y lingüístico dentro el proceso integrados del
país´.
Por su parte el artículo segundo de dicha Norma Suprema, prescribe que: `Dada la
existencia precolonial de las naciones y pueblos indígenas originario campesinos y su
dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en el
marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al
autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la
consolidación de sus entidades territoriales, conforme a la Constitución y la ley´.
En la misma óptica en el artículo tercero prescribe que: ´La nación boliviana está
conformada por la totalidad de las bolivianas y los bolivianos, las naciones y pueblos
indígenas originario campesinos, y las comunidades interculturales y afrobolivianas
que en conjunto constituyen el pueblo boliviano´
(…)
INDICE
Dentro de la misma visión, para una correcta valoración de todos los elementos de
juicio que sirven de base para la presente Resolución, resulta imprescindible efectuar
algunas puntualizaciones previas en lo concerniente a lo que implica la vida en una
comunidad campesina o en un pueblo indígena, partiendo para ello que la
Constitución y los instrumentos internacionales tienen como fin principal la
protección de los derechos esenciales del hombre y la creación de circunstancias que
le permitan progresar espiritual y materialmente y para ello las normas de conducta
y de desenvolvimiento del ser humano, deben responder a los valores inherentes en
los diferentes campos de acción humana, económica, política, social, religiosa, etc.
Ahora bien, como se hizo alusión, la Constitución vigente, que en su artículo primero
reconoce el pluralismo jurídico, tiene una trayectoria histórica importante como
resultado de una doble relación con los sectores dominantes: la de la resistencia por
mantener sus estructuras comunitarias autónomas frente al Estado, pero al mismo
tiempo, la relativa a la asimilación de las prácticas dominantes en un proceso lento y
evolutivo de homogenización sociocultural. En un país con diversas etnias y culturas
como es Bolivia, las comunidades campesinas y pueblos indígenas mantienen con
mucha fuerza instituciones y prácticas de trabajo, de relaciones humanas,
intrafamiliares, de repartición de la tierra y de resolución de conflictos conocidos
como `Derecho Consuetudinario´, aunque es más adecuado y propio referirlo como
indígena originaria campesina. Es necesario reconocer que las prácticas
socioculturales antedichas perduran gracias a la persistencia de la comunidad en su
sentido más amplio, es decir, como estructura social en la que se desarrollan campos
de acción en lo político, religioso, económico, laboral y jurídico. Adviértase; sin
embargo, que no obstante la importancia de las costumbres socioculturales y el
respeto que la sociedad debe demostrarles, no se debe olvidar que las instituciones
sociales de las comunidades campesinas y pueblos indígenas no existen aisladas,
forman parte de un contexto social mucho más amplio y complejo. Precisamente ahí
radica el problema para definir los sutiles límites entre la `justicia comunitaria´ y la
´justicia ordinaria´, entre el Derecho Consuetudinario y el ordenamiento jurídico
general imperante en el país, sin lesionar ninguno de ellos. Para no incurrir en el
peligro de desconocer el valor y fundamento de las costumbres y culturas
ancestrales, o, de vulnerar el orden legal establecido, debe llegarse a un punto de
convergencia tal en el que ambos encuentren convivencia armónica, sin que ninguno
avasalle al otro, resguardando en ambos, los derechos colectivos de las comunidades
y los derechos fundamentales de las personas.
Al respecto la SC 0860/2007-R de 12 de diciembre, dejó sentado que: `El Derecho
Consuetudinario es fundamentalmente oral, transmitido por sucesivas generaciones
y mantenido en el tiempo sin la necesidad de que se plasme en un documento escrito
para que sea reconocido como válido por los comunarios. Esta característica es la
que principalmente dificulta su aceptación dentro de una sociedad en la que es el
Derecho Positivo, donde todo debe estar previamente escrito para ser obligatorio, la
que regula todos los ámbitos de conducta de las personas. Sin embargo, ello no debe
ser óbice para estudiar y considerar casos como el presente, en el que ciertamente se
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observa la aplicación de normas comunitarias frente a la inconducta de uno de los
miembros del grupo humano; empero, necesariamente las referidas normas -que
incluyen sanciones- deben también encuadrarse al marco constitucional que rige en
nuestro país´”.
La SC 2036/2010-R de 9 de noviembre, señaló: “Ahora bien, la potestad de impartir
justicia, (tanto en la jurisdicción ordinaria, como en la indígena), se sustenta en los
principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad, probidad,
celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico, interculturalidad, equidad, servicio a la
sociedad, participación ciudadana, armonía social y respeto a los derechos (art. 178.I
CPE).
De acuerdo al texto constitucional (art. 179), la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción
indígena originario campesina gozan de igual jerarquía y, en ese sentido, no se prevé
ningún medio de revisión, por parte de la jurisdicción ordinaria, de las resoluciones
pronunciadas por la jurisdicción indígena originara campesina; es más, toda
autoridad pública o persona debe acatar las decisiones de la jurisdicción indígena
originaria campesina, pudiendo las autoridades solicitar el apoyo de los órganos
competentes del Estado (art. 192).
La jurisdicción indígena originaria campesina, por otra parte, de acuerdo al art. 190
de la CPE, respeta el derecho a la vida, a la defensa y demás derechos y garantías
establecidos en la Constitución y también claro está, en los Tratados Internacionales
sobre Derechos Humanos, estableciendo el art. 119.I expresamente que:`Las partes
en conflicto gozarán de igualdad de oportunidades para ejercer durante el proceso
las facultades y los derechos que les asistan, sea por la vía ordinaria o por la indígena
originaria campesina´. De lo dicho se establece que el respeto a derechos y
garantías, marca el límite de la validez, de las resoluciones y determinaciones de la
jurisdicción indígena originaria campesina.
En ese entendido, tanto la jurisdicción indígena originaria campesina, como la
ordinaria, están controladas por la justicia constitucional, y, en definitiva por el
Tribunal Constitucional Plurinacional, órgano que debe controlar el respeto a los
derechos y garantías fundamentales en ambas jurisdicciones, considerando los
principios generales de la potestad de impartir justicia previstos en el art. 178 de la
CPE, entre ellos, el pluralismo jurídico y la interculturalidad”.
III.4.
Análisis del caso concreto
La parte accionante denuncia a esta jurisdicción, que las autoridades indígenas
originarias campesinas a efectos de impartir justicia, ante la denuncia interpuesta
por Erasmo Choque Acarapi, emitieron citación, a la cual acudieron; sin embargo, la
asamblea fue llevada a cabo en un medio hostil, sin permitirles hacer una defensa
técnica ni material, amenazados con ser “chicoteados”, “colgarlos” y linchados,
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justicia que culminó con el cargo de “adulterio”, sancionándoles a entregar 10.000
ladrillos, 100 bolsas de cemento y la devolución de un vehículo clase vagoneta,
marca Toyota con placa de circulación 1574-BFK, siendo amenazados que en caso de
incumplimiento se quemaría el minibús retenido en el cual, la parte accionante se
habría trasladado a dicha asamblea, estableciendo que dicha sanción es injusta y
que al no cumplimiento de la misma, y ante una nueva citación temen por sus vidas
e integridad física, actos que constituyen de parte de las autoridades originarias
demandadas la lesión de sus derechos y garantías al debido proceso, a la defensa, a
la presunción de inocencia, al trabajo, a la propiedad privada, a la vida y a la
dignidad.
La parte accionante, al denunciar la conculcación de sus derechos fundamentales y
garantías constitucionales y al ser condenados dentro la sanción de la justicia
indígena originaria campesina por sus autoridades ahora demandadas y las
supuestas amenazas de ser “chicoteados”, “linchados” y “colgados”, que pueda
revisar si la sanción se encuentra inserta dentro los parámetros de lo ordenado por
la Constitución Política del Estado o contravenga con infracción a la misma.
De la revisión pormenorizada de la documentación acumulada en el expediente, se
puede inferir que la parte accionante no ha demostrado materialmente lo
aseverado, como ser la Resolución emitida por las autoridades originarias
demandadas u otro documento que demuestre fehacientemente la sanción
impuesta en su contra y el hecho de ser amedrentados para el cumplimiento de la
sanción supuestamente por “adulterio”, la pena asignada en la entrega de 10.000
ladrillos, 100 bolsas de cemento y la devolución del vehículo clase vagoneta, marca
Toyota con placa de circulación 1574-BFK, con la premisa que si no cumplían se iba
a quemar la movilidad, preceptos enunciados que carecen de veracidad.
La justicia indígena originaria campesina, aplicada a la parte accionante no
contraviene de forma directa ni indirecta el orden constitucional, pues las sanciones
impuestas, no se materializan en la contravención de la garantía del debido proceso,
al haberse respetado los elementos básicos del orden constitucional al ser juzgados
en una asamblea donde los concurrentes constituían una audiencia pública, más aún
cuando existe una declinatoria de jurisdicción presentada al representante del
Ministerio Público para llevar una sola causa en la jurisdicción del ayllu Yanarico.
Respecto a la defensa material, se debe tener presente que la justicia
consuetudinaria, no es la esencia indispensable de un letrado en justicia ordinaria,
porque la diferencia es que la defensa material se avizora de forma intuito personae
conforme a los usos y costumbres, incluso en su propio idioma, aplicando sus
propios estatutos orgánicos y reglamentos internos, mismos documentos de
estructura orgánica que son revisados y corregidos, por el propio municipio al que
pertenecen, con el objeto de que no ingresen en colisión constitucional por los
emisores que son servidores públicos de la Gobernación Autónoma Departamental,
INDICE
que también es otro filtro legal, estos últimos son los que entregan la aprobación y
certificación con una Resolución avalada por las autoridades departamentales.
Finalmente, las sanciones aplicadas devienen de un juzgamiento dentro de la
jurisdicción indígena originaria campesina, las mismas deben ser cumplidas
conforme establece el art. 192.I de la CPE, que señala: “Toda autoridad pública o
persona acatará las decisiones de la jurisdicción indígena originaria campesina” y
para su cumplimiento si es necesario solicitara el apoyo de los órganos competentes
del Estado.
Sin embargo, se exhorta a las autoridades de Justicia Indígena Originaria Campesina,
que garanticen el derecho a la vida del accionante, en todos los actuados dentro la
mencionada jurisdicción. Es menester que las actuaciones deban estar enmarcadas a
los derechos y garantías establecidos en la Constitución Política del Estado,
Derechos Humanos y Tratados Internacionales, reconocidos por nuestro país.
De esa manera, la jurisdicción constitucional no percibe arbitrariedades y dicha
sanción, no es cuestionada ni ingresa en controversia y al no evidenciar un peligro
inminente al derecho a la vida o una persecución ilegal y no afectar derechos
fundamentales o garantías constitucionales, se tiene que no se ha cumplido con
demostrar plenamente la lesión a los derechos fundamentales en esta jurisdicción.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela solicitada, aunque con
otros fundamentos, ha dado correcta valoración de la normativa aplicable al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria; en virtud de lo
previsto por el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve:
CONFIRMAR la Resolución 11/11 de 13 de julio de 2011, cursante de fs. 42 a 43 vta.,
pronunciada por el Juez Primero de Partido y de Sentencia Penal de El Alto del Distrito
Judicial -ahora departamento- de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional
Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar
MAGISTRADA
INDICE
Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
MAGISTRADO
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 2397/2012
Sucre, 22 de noviembre de 2012
SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA
Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Acción de libertad
Expediente:
Departamento:
2011-23963-48-AL
Cochabamba
En revisión la Resolución de 6 de julio de 2011, cursante de fs. 32 a 37 vta., pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Dora Bustamante Torrico contra Marco
Cuico Guzmán, Subalcalde del municipio de Pojo, provincia Carrasco del departamento de
Cochabamba, Jesús Saavedra Arce, Dirigente del Sindicato Río Blanco y Víctor Herrera
Rosas, Dirigente de la Subcentral de Palca.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 4 de julio de 2011, cursante de fs. 11 a 16, la accionante
manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 22 de octubre de 2010, presentó denuncia en dependencias del Ministerio de
Transparencia Institucional y Lucha Contra la Corrupción, contra Jorge Salazar, Responsable
de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del municipio de Pojo, por el delito de concusión;
éste al conocer la denuncia, puso en contra suya a las autoridades municipales y originarias
del indicado lugar, las que ingresaron a su casa, amenazando a sus hijos, con la finalidad de
que retire la denuncia; este hecho fue puesto en conocimiento del referido Ministerio, en el
que le señalaron que enviarían notas a las autoridades para que dejen de amedrentarlos;
pese a ello, las amenazas y amedrentamientos se hicieron constantes, habiéndose acentuado
cuando se formalizó la denuncia ante el Ministerio Público, el 15 de febrero de 2011, en vista
de lo cual acordaron en una reunión, realizar desafuero en contra de su esposo, como
venganza por la queja efectuada ante el Ministerio de Transparencia.
El 16 de junio de 2011, junto a su esposo asistió al “Congreso de Coca” (sic), que se llevó a
cabo en el municipio de Pojo, al término del mismo, los sindicaron como problemáticos
porque habrían faltado el respeto a las autoridades originarias y denunciado a los
funcionarios de la Alcaldía por corrupción, pese a que presentó documentación que
respaldaba la denuncia y los antecedentes de la agresión sexual de la que fue objeto su hija,
las autoridades originarias a la cabeza de los demandados, los agarraron a golpes,
“pateando” a su esposo y azotándolo con palos y lazos, luego lo amarraron y trataron de
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lincharlo. Después de las golpizas los separaron y los encerraron por más de 8 horas,
llevándose a su esposo a la policía donde estuvo privado de libertad hasta el día siguiente.
El 19 de junio de 2011, los demandados Jesús Saavedra Arce y Marco Cuico Guzmán, se
subieron en el mismo vehículo de transporte público, que la trasladaba desde la localidad de
Yutu Pampa a Palca; en el mismo la amenazaron y hostigaron, al llegar a su destino al
promediar las 21:00 horas, procedieron a perseguirla, logrando esconderse en un corral,
desde donde escuchó decir al Subalcalde Marco Cuico “Era que lo matemos en el monte
nadie iba a saber ahora esto es un problema, tenemos que ir a su casa y su chaco se va
quedar con nosotros” (sic); posteriormente, se comunicó con sus hijos, quienes le avisaron
que los demandados fueron a su casa y destrozaron todo, los comunarios además le dijeron
que no vaya por su domicilio, porque los demandados estaban esperándola haciendo turnos.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
La accionante denunció la vulneración de su derecho a la vida y encontrarse perseguida
ilegalmente, citando al efecto los arts. 15.I, 24, 125, 126 y 127 y 410 de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
La accionante solicitó se conceda la tutela, ordenando a los demandados que dejen de
amenazarla, de poner en peligro su vida y cese la persecución indebida, debiendo remitirse
antecedentes al Ministerio Público, más el pago de daños civiles.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 6 de julio de 2011, según consta en el acta cursante de fs.
29 a 31 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El abogado de la accionante ratificó su acción y la amplió indicando que: a) No sólo sufrió
agresiones físicas, sino también fue perseguida, provocándole un daño psicológico e
intranquilidad; y, b) Se encuentra en peligro latente al no poder ingresar a su domicilio de
Palca, ni a su lugar de trabajo y producción agrícola en Río Blanco, encontrándose además,
aislada de sus hijos.
Con derecho a la réplica, señaló: 1) En el “Congreso de Coca”, los demandados decidieron
aplicar justicia comunitaria contra ella y su esposo Silverio Ortega, golpeándolos con palos y
encerrándolos sin permitirles comer ni beber; y, 2) El 5 de julio de 2010, junto a su abogado
fue a notificar a los demandados con la acción de libertad; al llegar vieron mucha gente
reunida, quienes los rodearon poniendo piedras delante las ruedas del taxi, siendo la
accionante sacada de los cabellos, por el codemandado Víctor Herrera Rosas junto a una
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persona identificada como Benito, quienes la arrastraron y rompieron sus prendas de vestir,
después del forcejeo la soltaron pero la hicieron quedar en la comunidad en contra de su
voluntad, durmiendo encerrada en la casa de su hermano.
I.2.2. Informe de la autoridad y dirigentes demandados
El abogado de los demandados, con carácter previo a la intervención de cada uno de éstos,
en audiencia manifestó que: i) Debido a los hechos delictivos provocados por el concubino de
la accionante, contra una de las hijas de ésta y los maltratos que les provocaba, los dirigentes
intervinieron convocando a una asamblea general y velando por la seguridad, la salud y la
vida de sus hijas, les hicieron saber a ambos su malestar y que no eran bien recibidos; ii) No
la agredieron físicamente ni fue violentada por ninguno de los comunarios y menos prohibida
de transitar e ingresar a su domicilio, se vio involucrada en el proceso por estar a favor de su
concubino, en desmedro de los derechos y garantías de sus propios hijos e hijas; y, iii) El 5 de
julio de 2011, se llegó a un acuerdo con la accionante, por el cual éstos respetaban todos sus
derechos, sus garantías de locomoción y de libre tránsito, por ello no tenía fundamento para
el reclamo, ya que las autoridades y los comunarios de Palca y de Río Blanco, respetarían sus
garantías constitucionales, pidiendo se declare improcedente la acción.
El codemandado Marco Cuico Guzmán, en audiencia informó lo siguiente: a) La accionante
pidió garantías sin que se haya atentado contra su vida, al contrario, se acordó que ella podía
transitar por donde quería; b) En la audiencia cautelar de su concubino Silverio Ortega, ella
estaba a favor de éste y no de su hija, que fue víctima de una agresión sexual; c) El 5 de julio
de 2011, en una reunión realizada en la tarde, firmamos un acta para que la accionante
transite libremente por donde desee; d) No se la amenazó ni persiguió, y si se la hizo quedar
el día de la reunión, fue para que aclare el motivo por el cual presentó la acción de libertad;
e) De forma complementaria y con relación a la persecución manifestó que, si bien la
siguieron, no fue para hacerle daño, sino para que se quede al cuidado de sus hijos, pues
cuando su hija fue agredida sexualmente, defendió a su concubino, habiendo decidido el
sindicato “que el mismo no tenga pisada a la comunidad por no pertenecer a ella y que si ella
continúa defendiéndolo también ella será echada y expulsada de la comunidad” (sic).
Jesús Saavedra Arce -codemandado- en audiencia señaló que: 1) No es cierto lo manifestado
por la accionante, al contrario su concubino es el que intimidó a los dirigentes
amenazándolos con que los mataría; y, 2) No fue evidente la persecución en contra de la
accionante, ya que ella podía transitar por donde quería, como tampoco es cierto que la
golpearon en algún momento.
El codemandado Víctor Herrera Rosas, en audiencia, manifestó que: i) El día de la reunión, la
accionante se molestó cuando acusaron a su concubino de su mal comportamiento,
defendiéndolo más a él que a sus hijas; ii) Se hizo una acta para que ella pueda transitar
libremente por donde desee; y, iii) No hubo persecución y en ningún momento la
maltrataron, son autoridades originarias y no tenían porque hacerlo.
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I.2.3. Resolución
El Juez de Instrucción Mixto Liquidador y Cautelar de Totora del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Cochabamba, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución de
6 de julio de 2011, cursante de fs. 32 a 37 vta., por la que concedió la tutela solicitada,
disponiendo que los demandados y los comunarios protejan, resguarden y garanticen el
derecho a la vida de la accionante, el cese inmediato de la persecución ilegal y la restitución
de su derecho a la libertad física, por la detención indebida efectuada el 5 de julio de 2011,
con los siguientes fundamentos: a) Por el informe de 17 de junio del mismo año, expedido
por el policía de servicio de Totora, se advirtió que sucedieron las agresiones hacia la
accionante, pues ésta se encontraba privada de libertad, ya que los comunarios la entregaron
cuando él se apersonó a la plaza de Pojo, donde observó además, que su esposo se
encontraba atado de manos y las personas del lugar lo golpeaban con chicotes;
posteriormente, se contactó con los dirigentes y el Corregidor de Pojo, logrando trasladar a la
pareja a dependencias de la dirección policial de Totora; b) Los demandados, si bien negaron
los hechos denunciados, de forma contradictoria señalaron que suscribieron el acta de 5 de
julio de 2011, para permitir que la accionante pueda transitar libremente, tanto en Palca
donde vive, como en la comunidad de Río Blanco, donde tiene sus terrenos, aspecto que,
permite deducir que antes de la suscripción de dicha acta no tenía esos derechos; c) El
Subalcalde codemandado, como máxima autoridad municipal debió controlar la situación y
no permitir que se lleguen a esos extremos, como tampoco participar activamente, aspecto
que agrava su situación, al igual que la de los dirigentes codemandados, quienes tenían el
deber de resguardar los derechos fundamentales de la accionante; d) Se advirtió la
animadversión de los demandados en sus informes prestados en audiencia, los que apuntan
a la vulneración de derechos; e) El 19 de junio de 2011, la accionante fue perseguida por el
Subalcalde y el dirigente de Río Blanco, logrando esconderse en un corral, donde escuchó
que la autoridad municipal decía que debían haberla matado en el monte y que ahí nadie se
enteraría, y al no encontrarla se dirigieron a su casa, donde organizaron turnos para
interceptarla; f) El 5 de julio de 2011, cuando fue a notificar con la acción que se analiza, los
demandados la esperaron junto a varios comunarios, y al llegar la accionante, la bajaron del
vehículo de los cabellos apartándola de su abogado y del oficial de diligencias del juzgado,
procediendo a detenerla indebidamente en contra de su voluntad, llevándosela lejos de la
vista de sus acompañantes, hecho ratificado por el Subalcalde codemandado, quien en la
audiencia manifestó que la hicieron quedar con la finalidad de que aclare el motivo por el
cual presentó la acción de libertad; g) El oficial de diligencias del juzgado, señaló que los
demandados se comprometieron a presentar a la accionante en la audiencia, habiéndose
verificado que ésta llegó junto a ellos y varios comunarios; y, h) Las vulneraciones descritas
merecen la protección del art. 125 y ss. de la CPE, por haberse constatado el peligro efectivo
de la vida de la accionante, quien estuvo y está siendo ilegalmente perseguida, siendo objeto
de una detención indebida.
I.3. Consideraciones de Sala
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Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto
de la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Jueces y Tribunales de garantías
hasta el 31 de diciembre de 2011, modificado por la disposición transitoria Segunda del
Código Procesal Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1.
A través del “Acta de Expulsión” de 16 de junio de 2011, se advierte que la accionante
y Silverio Ortega fueron expulsados definitivamente del Sindicato Río Blanco y del
municipio de Pojo, disponiendo su entrega a las autoridades judiciales, para su
aprehensión y sanción de acuerdo a ley, debido a que éste habría desplegado
agresiones verbales, físicas y amenazas de muerte a las autoridades comunales, a los
dirigentes y a menores, habría abandono y agresión sexual de las hijas de su
conviviente; y con relación a ésta, indican que fue acusada por complicidad de su
concubino, en los hechos mencionados (fs. 26).
II.2.
Por informe de 17 de junio de 2011, el policía Teodoro Rodríguez Torrico, hizo
conocer al Fiscal de Materia, Moisés Chiri Gutiérrez, que el 16 del mismo mes y año,
se constituyó en la comunidad de Pojo, para liberar a dos personas acusadas del
delito de violación y agresiones físicas, al llegar a la plaza del indicado lugar, evidenció
que Silverio Ortega se hallaba atado de manos y recibiendo golpes con chicotes, al ver
estas agresiones tomó contacto con los cinco dirigentes y el corregidor, quienes
hicieron posible que el agredido fuera trasladado a una oficina, para preservar su
integridad física, y posteriormente trasladarlo a dependencias de la dirección
provincial policial de Totora. Indica también, que éstos entregaron a la accionante (fs.
25).
II.3.
Por el certificado médico forense de 18 de junio de 2011, expedido por el médico
forense Dorian Sandy Chávez Abasto, se advierte que Silverio “Arteaga”, contaba con
8 días de impedimento por las lesiones sufridas (fs. 9).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denunció la vulneración de su derecho a la vida y que se encuentra ilegalmente
perseguida, señalando que después de la denuncia que presentó ante el Ministerio de
Transparencia Institucional y Lucha Contra la Corrupción, contra el responsable de la
Defensoría de la Niñez y Adolescencia del municipio de Pojo, los demandados, con la
finalidad de que retire la misma, ingresaron a su casa y amenazaron a sus hijos, habiendo
aumentado los amedrentamientos cuando se formalizó la denuncia ante el Ministerio
Público; asimismo, señala que después de asistir a un congreso en el municipio de Pojo junto
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a su concubino, los comunarios, a la cabeza de los demandados los agredieron físicamente y
los encerraron por más de ocho horas, y posteriormente perseguida en horas de la noche,
por el dirigente de Río Blanco y el Subalcalde de Pojo, habiendo éste último mencionado que
debían haberla matado en el monte. En consecuencia, corresponde determinar, en revisión,
si los extremos demandados son evidentes para conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1.
Naturaleza jurídica de la acción de libertad
La acción de libertad es una acción tutelar de carácter extraordinario, instituida en la
Constitución Política del Estado en el art. 125, manteniendo el mismo carácter y
finalidad de protección a la libertad física o personal, o de locomoción y al debido
proceso vinculado con la libertad, además de haber ampliado su ámbito de
aplicación y protección haciéndola extensible al derecho a la vida, por lo que se
constituye en una garantía constitucional por el bien jurídico primario (vida) y fuente
de los demás derechos del ser humano, al señalar: “Toda persona que considere que
su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente
procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y
acudir, de manera oral o escrita por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna
formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y
solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se
restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
”El texto constitucional contenido en el citado art. 125, establece la naturaleza
jurídica de esta acción tutelar, así como las características esenciales como son: 'El
informalismo, por la ausencia de requisitos formales en su presentación; la
inmediatez, por la urgencia en la protección de los derechos que resguarda; la
sumariedad, por el trámite caracterizado por su celeridad; la generalidad porque no
reconoce ningún tipo de privilegio, inmunidad o prerrogativa, y la inmediación,
porque se requiere que la autoridad judicial tenga contacto con la persona privada
de libertad' (SC 0044/2010-R de 20 de abril) (SCP 0054/2012 de 9 de abril) (las
negrillas nos corresponden).
III.2.
El derecho a la vida
Con relación a este derecho, la SCP 0705/2012, de 13 de agosto, señaló:
“Consagrado como derecho fundamental de toda persona en la Constitución Política
del Estado que en su art. 15.I dispone: 'Toda persona tiene derecho a la vida…'.
Del mismo modo, se tiene la línea jurisprudencial que expresa en la SC 1649/2011-R
de 21 de octubre: 'El derecho a la vida es el bien jurídico más importante de los
consagrados en el orden constitucional, previsto por el art. 15.I de la CPE, fue
definido por la jurisprudencia de este Tribunal en la SC 0687/2000-R de 14 de julio,
como: «… el derecho de toda persona al ser y a la existencia, siendo su característica
esencial la base para el ejercicio de los demás derechos. Es decir, la vida misma es el
INDICE
presupuesto indispensable para que haya titularidad de derechos y obligaciones. Es
un derecho inalienable de la persona que obliga al Estado en dos sentidos: su respeto
y su protección…»'”.
Por su parte la SCP 0488/2012 de 6 de julio, sobre el derecho a la vida refería: “…que
es el primero de los derechos fundamentales de los que goza toda persona desde su
concepción hasta su muerte, la SC 1294/2004-R de 12 de agosto, señaló lo siguiente:
'Es el derecho de toda persona al ser y a la existencia, siendo su característica
esencial la base para el ejercicio de los demás derechos. Es decir, la vida misma es el
presupuesto indispensable para que haya titularidad de derechos y obligaciones. Es
un derecho inalienable de la persona que obliga al Estado en dos sentidos: su respeto
y su protección. La autoridad estatal está constitucionalmente impedida de hacer
cosa alguna que destruya o debilite el contenido esencial de esos derechos, debiendo
crear las condiciones indispensables para que tengan cabal observancia y pleno
cumplimiento…' ”.
III.3. Sobre la persecución ilegal
En la SCP 0821/2012 de 20 de agosto, al respecto se mencionó: “La acción de
libertad instituida por el art. 125 de la CPE, como una acción de defensa, tiene como
objeto guardar la tutela a la vida, restituir o restablecer de forma inmediata y
oportuna la libertad personal y de locomoción, y podrá interponerla toda persona
que considere que su vida está en peligro, está indebidamente perseguida, detenida,
procesada o presa, demandando se guarden las formalidades legales; aclarándose
que cualquiera de estas situaciones, deben estar estrechamente vinculadas con el
derecho a la libertad individual.
Dentro de este contexto, el Tribunal Constitucional Plurinacional, efectuando un
análisis de los entendimientos jurisprudenciales sobre la temática, desarrollándolos
conforme y desde el nuevo orden constitucional, ha establecido en la SCP 0124/2012
de 2 de mayo, que: 'Bajo esta perspectiva, la SC 0237/2010-R de 31 de mayo,
asumiendo el entendimiento adoptado por la SC 0036/2007-R de 31 de enero, señaló
que la persecución ilegal o indebida, implica la existencia de los siguientes
presupuestos: «1) la búsqueda u hostigamiento a una persona con el fin de privarle
de su libertad sin motivo legal o por orden de una autoridad no competente, y 2) la
emisión de una orden de detención, captura o aprehensión al margen de lo previsto
por ley».
Ahora bien, bajo el contexto de la nueva carta constitucional, en la SC 0641/2011-R
de 3 de mayo, se definió la persecución ilegal a partir de sus dos causes
configurativos, los que darían lugar a la activación de la acción de libertad
restringida y preventiva. 'En efecto, bajo el primer cauce configurativo de este
presupuesto de activación de la acción de libertad, se establece que la persecución
ilegal o indebida, debe ser entendida como toda acción ilegal cometida por un
INDICE
funcionario público o un particular, conducta que implica una manifiesta y
evidente persecución, acoso, búsqueda u hostigamiento, sin que exista una justa
causa fundada en derecho, destinada a suprimir, restringir, perturbar o limitar el
derecho a la libertad física, la vida o algún otro derecho estrictamente vinculado a
éstos dos últimos; afectaciones que por su naturaleza, inequívocamente deben ser
tuteladas a través de la acción de libertad, aspecto que a la luz de la tipología de la
acción de libertad ya desarrollada por la SC 0044/2010-R de 20 de abril, se enmarca
dentro de lo que en doctrina se conoce como «Habeas Corpus» restringido.
Asimismo, debe precisarse que el segundo cauce configurativo de la persecución
ilegal tutelable a través de la acción de libertad, está constituido por todo acto que
merced a una orden de detención, captura o aprehensión, que no cumpla con los
presupuestos procesales establecidos para su legal emisión, esté destinada a
suprimir, restringir o limitar el derecho a la libertad física o incluso a la vida,
supuestos fácticos que deben ser protegidos a través de la acción de libertad bajo la
figura conocida en doctrina como “Habeas Corpus” preventivo' y desarrollada por la
SC 0044/2010-R de 20 de abril entre otras.'
Finalmente, y siguiendo la doctrina penal, la SC 0021/2011-R de 7 de febrero, dispone
que: '…se entiende que la persecución indebida debe verse materializada en actos o
acciones que permitan concluir la existencia de una amenaza a este derecho, en
consecuencia, si no se advierte la orden o emisión de ningún mandamiento que
disponga la privación de libertad personal o de locomoción del actor, no es posible
admitir que éste estuviera indebida o ilegalmente perseguido, por cuanto, es
irracional suponer que podría ejecutarse una disposición que no existe ni existió
jamás, y en los hechos, el accionante nunca pudo ni podrá ser objeto de persecución
ni hostigamiento'.
De lo anotado, se concluye que la persecución ilegal o indebida como presupuesto
de activación de la acción de libertad, comprende a su vez, dos supuestos, el
primero referido al hostigamiento sin motivo legal, ni orden de privación de
libertad física y/o de locomoción emitida por autoridad competente; y el segundo
relativo a las órdenes de restricción de libertad al margen de los casos previstos por
ley y sin cumplir con los requisitos y formalidades legales exigidas. En el primer caso,
como indica la jurisprudencia, estamos frente a lo que la doctrina menciona como,
hábeas corpus restringido; y tanto que la segunda forma está relacionada con el
hábeas corpus preventivo.
En conclusión, el hábeas corpus restringido está destinado a la protección de la
libertad física y/o libertad de locomoción, cuando éstas sufren molestias,
obstáculos, incomodidades, interrupciones o perturbaciones sin que medie
fundamento legal, encuentra su cimiento en los arts. 125 de la CPE y 66.2 de la Ley
del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), por tanto, vía acción de libertad,
se protegerán los derechos citados supra, aún cuando no se evidencie una amenaza
inminente de privación de libertad, pero su ejercicio se vea afectado de alguna
INDICE
manera, en virtud a que la teleología de este medio de defensa tiende a la
protección de bienes jurídicos de carácter primario, como son la vida y la libertad;
no obstante ello, a tiempo de su activación deberá demostrarse que la amenaza es
cierta y evidente, y no conjetural o presuntiva, lo que significa que es un requisito
para la procedencia de la acción, la demostración de la existencia positiva y
material de la amenaza o restricción de la libertad”. (las negrillas nos pertenece).
III.4.
Análisis del caso concreto
En el caso de autos, la accionante señala que encuentra vulnerado su derecho a la
vida y es ilegalmente perseguida; indicando que los demandados con la finalidad de
que retire una denuncia, ingresaron a su casa y amenazaron a sus hijos; en otra
oportunidad fue agredida físicamente junto a su esposo, cuando asistieron a un
congreso en el municipio de Pojo, donde además fueron encerrados por más de
ocho horas; por último, fue perseguida por la noche y encontrándose oculta,
escuchó decir a uno de los demandados, que debían haberla matado en el monte.
De acuerdo a los antecedentes del caso y lo referido en la Conclusión II.2 de esta
Sentencia, se advierte que la accionante junto a su concubino, el 16 de junio de
2011, fueron agredidos físicamente por los comunarios del municipio de Pojo,
dirigidos por los ahora demandados; además, se encontraba en esa oportunidad
privada de su libertad, pues éstos la entregaron al policía que se constituyó en el
lugar, para luego ser trasladada a dependencias de la dirección policial de Totora;
asimismo, se tiene que el 19 de junio de 2011, cuando la accionante se dirigía hacia
la localidad de Palca, los demandados Jesús Saavedra Arce y Marcos Cuico Guzmán,
ingresaron al mismo vehículo en que ella se transportaba y al llegar a su destino se
bajó del vehículo y huyó del lugar, siendo perseguida por éstos; en esas
circunstancias y encontrándose oculta en un corral, escuchó decir a este último;
“Era que lo matemos en el monte nadie iba a saber…” (sic), aseveración que fue
corroborada por esta misma autoridad municipal, quien en audiencia reconoció
haber emprendido la persecución contra la accionante, minimizando la situación al
indicar que, si bien la siguió, no fue para hacerle daño, sino para que se quede al
cuidado de sus hijos, aspectos que demuestran que la accionante al margen de
haber sido agredida físicamente, se encontraba privada ilegalmente de su libertad y
fue perseguida por los demandados sin causa legal alguna.
En ese mismo contexto, se advierte que el 5 de julio de 2011, cuando llegó a
notificar a los demandados con la acción de libertad, acompañada de su abogado y
el oficial de diligencias del juzgado constituido en Juzgado de garantías
constitucionales, fue bajada del vehículo de los cabellos y apartada de sus
acompañantes, procediendo a detenerla indebidamente, además de llevársela a un
lugar alejado. Este hecho fue reconocido por los demandados, quienes en audiencia
indicaron que efectivamente la retuvieron, pero sólo para que aclare el motivo por
el cual presentó la acción de libertad, acotando que ese mismo día suscribieron un
INDICE
acta por la cual, permitían que la accionante pueda transitar libremente, tanto en el
lugar donde se encontraba su domicilio, como en el lugar de su trabajo.
Lo desarrollado demuestra que el derecho a la vida de la accionante, entendido
conforme al Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo, efectivamente se
encontraba amenazado y conculcado por los demandados, quienes desplegaron
actos vulneratorios de ese derecho, que fueron ampliamente reconocidos y
aceptados por éstos en audiencia, evidenciándose que la vida de la accionante se
encontraba en constante peligro, pues las agresiones físicas, la privación indebida
de su libertad, el secuestro al momento de notificarles con la acción de libertad, su
retención ilegal y la suscripción de un acta que le permitía circular libremente, nos
conducen a ese convencimiento. Asimismo, y conforme lo desarrollado en el
Fundamento Jurídico III.3 de esta Sentencia, al haber sido sometida la accionante a
una persecución y hostigamiento constante por parte de dos de los demandados,
sin ninguna causa o respaldo legal para ello, ni orden de privación de libertad
emanada de autoridad competente, demuestra que esa persecución fue ilegal e
indebida, situación que fue además reconocida por éstos en audiencia; por
consiguiente, los aspectos señalados demuestran que son evidentes las
aseveraciones expuestas por la accionante en su memorial de demanda, siendo
indiscutible la vulneración de sus derechos constitucionales a la vida y a la libertad,
como efecto de la persecución indebida de la que fue sujeta, motivos por los cuales
corresponde conceder la tutela solicitada.
En consecuencia, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones del art. 125
de la CPE, por lo que el Juez de garantías, al conceder la acción de libertad, efectuó una
adecuada compulsa de los antecedentes procesales y dio correcta aplicación al citado
precepto constitucional.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud a lo
previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve:
CONFIRMAR la Resolución de 6 de julio de 2011, cursante de fs. 32 a 37, pronunciada por el
Juez de Instrucción Mixto Liquidador y Cautelar de Totora del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Cochabamba, y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
INDICE
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar
MAGISTRADA
Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
MAGISTRADO
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1024/2014
Sucre, 6 de junio de 2014
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de amparo constitucional
Expediente:
Departamento:
04795-2013-10-AAC
Potosí
En revisión la Resolución 9/2013 de 18 de septiembre, cursante de fs. 174 vta. a 176 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional, interpuesta por Palmira Llanos
Leniz contra Mario Villanueva Fernández, Secretario de Actas del Cantón Tarapaya, Distrito
13 Sub Central; Miguel Nilo Villanueva Mamani, “Mayor”; Teodoro Leandro Estrada y
Margarita Ruiz Villanueva de Méndez, todos miembros de la Comunidad de Miraflores de la
provincia Tomás Frías del departamento de Potosí
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 10 y 12 de septiembre de 2013, cursantes de fs. 72 a 76 y 86 a
88, la accionante, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En su condición de heredera del balneario denominado “PRITH”, conforme lo acreditó en la
declaratoria de heredera franqueada por el Juzgado Quinto de Instrucción en lo Civil, se dedicó
al servicio de prestar atención al público en el balneario referido, con el uso de las aguas
termales del “ojo N° 14” (sic) gestionado por su fallecido padre, habiendo cumplido con el pago
de las cargas impuestas por autoridades de Miraflores, quienes definieron como “APORTES A
LA COMUNIDAD” (sic), la contribución para instalación del servicio de alcantarillado y asfalto;
asimismoproporcionó un ambiente destinado al uso de la empresa “GRANDE PA”, la cual es
encargada de realizar embovedados de Miraflores, también realizó varios depósitos a la cuenta
778020-000-001 de Banco Sol, a nombre de Guillermo Terrazas Mamani y Miguel Nilo
Villanueva Mamani y entregó diez bolsas de cemento para la ampliación del empedrado y
vaciado de cemento; sin embargo, no existen informes económicos válidos a esos aportes
aunque no son legales; toda vez, que dichas cargas deben ser impuestas por el Gobierno
Autónomo Municipal.
En ese sentido, argumenta que no sólo cuenta con su derecho propietario legitimado sino
también tiene la licencia de funcionamiento, con padrón 1160598207, cuyo código es 50601-4,
la ficha de control de inspecciones sanitarias 0000309, NIT 1105418015, formularios 400 y 200,
que si bien fueron declarados sin movimiento, precisamente fue por la emergencia del desvío
INDICE
de las aguas termales del “ojo N° 14”, el cual estaba destinado a la provisión de dichas aguas a
su balneario.
Como antecedentes, sostiene que hace veinticinco (25) años, funcionarios del Ministerio de
Defensa, patentaron los dieciséis ojos de aguas termales, cuyo cauce fue destinado a personas
particulares, al mencionado Ministerio e inclusive a la Comunidad, que cuenta a la fecha con el
beneficio de dos piscinas denominadas “Santa Catalina I” y “Santa Catalina II”, extremo que es
de conocimiento público.
En ese contexto, señala que el 4 de julio de 2013, aproximadamente a horas 11:30, las
personas demandadas en compañía de otras, sin tener autorización alguna emanada por
autoridad competente o mínimamente con una Resolución de Asamblea de la Comunidad, de
forma agresiva y temeraria, armados de palos, picotas y piedras, procedieron arbitrariamente a
desviar el curso de las aguas termales del “ojo N° 14”, privándole de su uso en el balneario de
su propiedad; por ello, el 19 de julio del mismo año, interpuso querella criminal por la presunta
comisión de los delitos que atentan contra la libertad de trabajo, usurpación de aguas,
usurpación agravada y concurso ideal [ilícitos que están previstos en los arts. 303, 354, 355 y 44
del Código Penal (CP)]; el 13 de agosto de 2013, en el despacho del Fiscal de Materia a cargo de
la investigación, Héctor Molina Condori, se procedió al levantamiento del Acta de Audiencia
Conciliatoria, en la cual, los querellados manifestaron no devolver el cauce de las aguas, (punto
4 de dicha Acta). De igual manera, indica que con el Acta de Inspección y muestrario
fotográfico acreditó todo lo denunciado, además que los demandados a través de diferentes
medios de comunicación confundieron a la opinión pública, cuando en realidad ni los soldados,
ni el Ministerio de Defensa tuvieron participación en los actos ilegales cometidos por los
demandados, razón por la cual, el Teniente Coronel Roberto Antonio Gamarra Azogue, tuvo
que desmentir el imaginario enfrentamiento que estaría gestando personal castrense de las
Fuerzas Armadas.
Finalmente, señala que algunos pobladores de dicha localidad continúan con los actos
arbitrarios y ni siquiera han respetado su condición de Presidenta de la Organización Territorial
de Base (OTB) de Miraflores; asimismo, señala que el Estado es la única autoridad competente
para regular mediante ley especial, el uso de los recursos naturales en este caso de las aguas
termales; por ello, los particulares demandados que aplicaron medidas de hecho y no así los de
la comunidad, carecen de autoridad para tal efecto, acto por el cual, señalan que se estaría
vulnerando el art. 122 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
La accionante considera lesionados sus derechos a la personalidad y al ejercicio libre y eficaz
de los derechos constitucionales, a que las mujeres en particular no sufran ningún tipo de
violencia; así también, se lesionaron los derechos al agua, al trabajo y a dedicarse a la industria,
comercio o a cualquier actividad económica lícita, en condiciones que no perjudiquen al bien
colectivo, citando al efecto los arts. 14.III y IV, 15, 16.I, 46.I.1 y 47 de la CPE; 7.I de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y 9.I del Pacto Internacional de
INDICE
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicita sea “procedente” la acción, restituyendo sus derechos y garantías fundamentales,
disponiendo: a) Se restituya el cauce normal de las aguas termales del “ojo 14” en favor del
balneario “PRITH”; b) Los demandados se abstengan de realizar futuras acciones de hecho
similares en desmedro de sus derechos y garantías conculcados; y, c) Sea con costas, habida
cuenta del perjuicio ocasionado, toda vez, que se le ha privado del uso de las aguas termales,
paralizando sus actividades normales durante dos meses y seis días a la fecha.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 18 de septiembre de 2013, según consta en el acta cursante
de fs. 166 a 174 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El abogado de la accionante en audiencia se ratificó in extenso en los términos expuestos en su
memorial de interposición de la presente acción de defensa.
I.2.2. Informe de las personas demandadas
Mario Villanueva Fernández, Secretario de Actas del Cantón Tarapaya, Distrito 13 Sub Central;
Miguel Nilo Villanueva Mamani, “Mayor”; Teodoro Leandro Estrada y Margarita Ruiz Villanueva
de Méndez, miembros, todos de la Comunidad de Miraflores de la provincia Tomás Frías del
departamento de Potosí
Mario Villanueva Fernández, Miguel Nilo Villanueva Mamani, Teodoro Leandro Estrada y
Margarita Ruiz Villanueva de Méndez, Secretario de Actas del Cantón Tarapaya Distrito 13 Sub
Central, “Mayor” de la Comunidad de Miraflores, de la provincia Tomás Frías, cantón Tarapaya
de Potosí, respectivamente, mediante informe cursante de fs. 151 a 155, manifestaron que: 1)
El 19 de julio de 2013, la accionante inició un proceso penal en su contra, consecuentemente el
13 de agosto del citado año, se efectuó una audiencia conciliatoria con la participación del
Fiscal de Materia asignado al caso, Héctor Molina Condori, en la que no se llegó a ningún
acuerdo; por ello, dicho proceso continúa su tramitación, razón por la cual, consideran que
corresponde aplicar el art. 53 del Código Procesal Constitucional (CPCo), por cuanto existe un
proceso penal presentado con anterioridad a esta acción de defensa, cuya resolución se
encuentra pendiente; 2) En la acción de amparo constitucional, no explica de ninguna manera
la aplicación de parágrafo II del art. 54 del CPCo, simplemente menciona el perjuicio y daño
irremediable que supuestamente estarían causando y tampoco refiere a la protección tardía a
la supuesta vulneración de sus derechos; 3) La documentación consistente “…en
PERSONALIDAD JURÍDICA, otorgada por el Lic. Gonzalo Sánchez de Lozada en su calidad de
Presidente Constitucional de la República de Bolivia, se otorgó a la 'COMUNIDAD DE
INDICE
MIRAFLORES', mediante resolución Prefectural N° 05/08/95 de fecha 08/08/95, R.M. 46/17/95
de 17/07/95, Registro N° 01 de fecha 08/08/95 del Municipio de Potosí, se ha reconocido la
PERSONALIDAD JURÍDICA, en cumplimiento a la Ley N° 1551 de Participación Popular de 21 de
abril de 1994, Art. 4, y la Constitución Política del Estado, en su Art. 171 del 6 de agosto de
1995…”(sic); en ese entendido, refiere que la comunidad de Miraflores se encuentra
reconocida por el Estado y goza de prerrogativa de acuerdo a la actual normativa que otorga la
posibilidad de administrarse justicia por sus usos y costumbres refrendada por la Ley Marco de
Autonomías y Descentralización “Andrés Ibañez” que rige en nuestro Estado; 4) Respecto al
problema que existe en el “ojo 14” de aguas termales, sostiene que es un conflicto que debe
ser resuelto dentro del marco normativo de la Ley de Deslinde Jurisdiccional (art. 7); toda vez,
que en su Comunidad existen actas en las que consta la voluntad de Printh Llanos Rivera de
dejar su propiedad a la Comunidad; por ello, consideran que es su potestad administrar justicia
en ese asunto, que se encuentra relacionado directamente con sus recursos naturales y por
ende su ecosistema, aplicando sus propios conocimientos en sus saberes aplicados desde sus
ancestros, ejerciendo su derecho a la libre determinación, precautelando el derecho de que sus
recursos no sean explotados y aprovechados por una sola persona que ni siquiera radica en la
Comunidad; y, 5) La accionante desconoce a las autoridades comunitarias, por lo cual, intenta
que se sometan a una acción de amparo constitucional, con el fin de dilucidar por esa vía un
problema que por el contrario debe ser solucionado en la jurisdicción indígena originaria
campesina.
1.2.3. Intervención del tercero interesado
Roberto Antonio Gamarra Azogue, Comandante del Regimiento Pérez, III de Infantería de
Potosí, en representación del Ministerio de Defensa, a pesar de haber sido legalmente
notificado (fs. 96), no se hizo presente en audiencia y tampoco remitió informe alguno.
I.2.4. Resolución
La Sala Familiar, Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí,
constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 9/2013 de 18 de septiembre,
cursante de fs. 174 vta. a 176 vta., denegó la tutela solicitada, en base a los siguientes
fundamentos: i) Expresa que no se dilucida el derecho propietario ni el derecho posesorio de
ninguna de las partes, solamente refieren a la devolución de aguas que se habían desviado en
inmediaciones de Miraflores, aguas que de ninguna manera son de consumo vital sino son un
recurso hídrico de uso distinto, más propiamente de comercialización en los balnearios; y, ii)
Conforme los arts. 51 y 54 del CPCo, sostiene que “…es evidente que el parágrafo II
excepcionalmente previa justificación fundada dicha acción será viable cuando la protección
puede resultar tardía y (dos) cuando exista una inminencia de un daño irremediable a
producirse de no otorgar la tutela, al respecto si bien se adjuntó la copia de la querella a la
Acción, para entonces, no era de conocimiento del Tribunal de Garantías Constitucionales, el
haberse seguido todo su curso la Acción Penal, ahora presentada por la parte accionada, la
misma querella se entiende de que ya es de su conocimiento y que si se está siguiendo ese
Proceso Penal, proceso que indudablemente va a definir lo real de las actuaciones…”(sic),
INDICE
situación que les impide su pronunciamiento en la presente acción tutelar.
I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional
Mediante Decreto Constitucional de 14 de febrero de 2014, se ha dispuesto la suspensión del
plazo a efectos de recabar documentación complementaria.
A partir de la notificación con el Decreto Constitucional de 13 de mayo de 2014, se reanudó el
plazo; por lo que, la presente Sentencia Constitucional Plurinacional se pronuncia dentro del
mismo.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1.
Mediante memorial presentado el 19 de julio de 2013, por Palmira Llanos Leniz -ahora
accionante- ante el Fiscal de Materia en lo Penal, interpuso querella criminal contra
Mario Villanueva Fernández, Miguel Nilo Villanueva Mamani, Teodoro Leandro Estrada
y Margarita Ruiz Villanueva de Méndez, -ahora demandados- por la presunta comisión
de los delitos incursos en la sanción de los arts. 303 (atentados contra la libertad de
trabajo), 354 (usurpación de aguas), 355 (usurpación agravada) y 44 (concurso ideal) del
CP (fs. 11 y 12 vta.).
II.2.
Por Acta de Audiencia de Conciliación, celebrada el 13 de agosto de 2013, ante el Fiscal
de Materia, Héctor Molina Condori, refieren: a) En el segundo punto, el abogado de los
demandados, señaló que en base a la Ley de Deslinde Jurisdiccional, las aguas son de la
comunidad, quienes son los directos administradores de los recursos naturales y la
accionante no cumplía con las normas del pueblo y no aportaba al mismo; b) Alberto
Quintanilla, manifestó que las aguas no son de propiedad de nadie sino son de la
administración de la comunidad y que no podían acceder a la pretensión de la ahora
accionante; c) Primo Vargas, en su calidad de corregidor de la localidad de Miraflores,
“manifestó que los comunarios lo único que querían era que se cumpla la voluntad del
acta en la que supuestamente el padre de doña Palmira Llanos Leniz, les cedía, las
aguas que eran de su uso para pasar las mismas a la Comunidad, a su muerte…” (sic);
por ello, solicitan que se cumpla ese deseo; d) En el punto tercero, Palmira Llanos Leniz,
también manifestó que cancela lo que le solicitan a los pobladores de la Comunidad,
sumándose Bs.1000.- (mil bolivianos 00/100) mensuales; e) En el cuarto punto, el Fiscal
propuso a las partes que se reúnan dentro de quince días y mientras tanto, otorguen
agua a la presunta víctima; sin embargo, los pobladores de la comunidad, indicaron que
estaban de acuerdo con la siguiente reunión, enfatizaron en no devolver el cauce de las
aguas; y, f) Finalmente, en el quinto punto señalan: “Se exhibió en audiencia
conciliatoria un acta en la que presuntamente el padre de la Sra. Palmira Llanos Rivera,
…tenía la pretensión de entregar el agua a los comunarios a su muerte, acta que no
llevaba la firma del fallecido y que fue cuestionada por la Sra. Palmira Llanos” (sic) (fs.
INDICE
30 y vta.).
II.3.
Testimonio en el cual consta que la Jueza Quinta de Instrucción en lo Civil de Potosí,
dentro del proceso voluntario de declaratoria de herederos seguido por Palmira Llanos
Leniz, fue declarada heredera legal forzosa y ab-intestato de todos los bienes, derechos
y acciones relictos al fallecimiento de su padre Prith Manuel Llanos Rivera (fs. 1 a 3
vta.).
II.4.
Mediante Testimonio de 28 de julio de 2004, se realizó la escritura del anticipo de
legítima suscrita entre: Constatina Rivera Arroyo, Prith Llanos Rivera, Eduardo Llanos
Rivera, Fanny Llanos Rivera y Lourdes Llanos Rivera; por el cual, en la cláusula primera,
señala que Constantina Rivera Arroyo, es propietaria de los siguientes bienes -entre
otros- “1.- Un inmueble sito, en la localidad de Miraflores, prov. Frías, Potosí, con una
superficie aproximada de 400 mts2, con las siguientes colindancias: al N. con la canaleta
de agua termal que va al balneario central, al S. con los hornos de cal, al E. con el
camino carretero que va a Mondragón y al O. con un terreno, inscrito en DD.RR. bajo la
partida 601, folio 287, Libro N° 1, el 29 de mayo de 1979” (sic) (fs. 4 y vta.).
II.5.
Mediante Testimonio 143/2005 de 26 de abril, Veimar Gabriel Guerra Llanos con el
poder otorgado por Lourdes Llanos Rivera, procedió a la transferencia de su alícuota
parte del anticipo de legítima de su madre, inmueble ubicado en la localidad de
Miraflores, con una superficie aproximada de 250 m2, con las siguientes colindancias; al
norte con la canaleta de agua termal que va al balneario central, al sud con los hornos
de cal; al este con el camino carretero que va a Mondragón y al oeste con un terreno
inscrito en Derechos Reales (DD. RR.), bajo partida 601m, folio 287, Libro 1, el 29 de
mayo de 1979; aclarando en la cláusula quinta, que se transfiere también el derecho de
las aguas que utiliza el inmueble y que proviene del sector de Chimpa Tambo;
asimismo, hizo constar que el agua que alimenta a la propiedad de Prith Manuel Llanos
Rivera, provienen de otro sector de Chimpa Tambo, distinto y alejado (fs. 6 a 8 vta.).
II.6.
Por Testimonio 443/2006 de 11 de octubre, Eduardo Llanos Rivera a favor de Prith
Manuel Llanos Rivera, procedió a la transferencia de su alícuota parte, con una
superficie aproximadamente de 400m2 con las siguientes colindancias: Al norte con la
canaleta o acueducto del Ministerio de Defensa, al sur con los hornos de cal, al este con
el camino carretero que va a la población de Tarapaya y al oeste eriales (fs. 9 a 10).
II.7. Cursan documentos por los cuales Palmira Llanos Rivera, colaboró al cantón Tarapaya:
- Recibo de 15 de agosto de 2012, por el que acredita el pago de Bs810.-(ochocientos
diez bolivianos 00/100), por concepto de pago o contribución para el servicio de
alcantarillado que deberá implementarse en esa población (fs. 13).
- Cinco Papeletas de depósitos a Banco Sol (fechas 1 de octubre, 31 de agosto, 16 de
abril, 30 de mayo y 30 de junio, todas de 2012) a la cuenta de Guillermo Mamani
Terrazas y Miguel Nilo Villanueva, por diferentes sumas (fs. 15 a 19).
- Acta de 30 de julio de 2013, por el cual, consta que la accionante entrega como
INDICE
donación de 10 bolsas de cemento, con el fin de aumentar la longitud de piso de
cemento más empedrado hasta el final de su casa (fs. 22).
II.8.
Por nota de 9 de abril de 2012, Clemente Canaviri, “Curaca” de la comunidad de
Miraflores, cantón Tarapaya, solicitó a la accionante, que se ponga al día con los
aportes a la localidad del balneario de Miraflores, indicando que así no tendrá
problemas posteriores ni reclamos de los comunarios (fs. 20).
II.9.
Por nota de 27 de julio de 2012, la accionante ante el corregidor de Miraflores, Primo
Vargas, solicitó la autorización de dos acometidas de agua potable a los inmuebles que
se encuentran en el sector que se va asfaltar, por ello, hace efectivo el depósito de un
total de $us.100.- (cien dólares estadounidenses) (fs. 21).
II.10. Acta de Inspección y/o Reconstrucción (Caso 1266/13) y muestrario fotográfico de 23
de agosto de 2013, de todas las partes que son perjudicadas; por el cual, el investigador
asignado al caso evidencia que: “…el ojo 14 de las aguas termales, ha sido desviadas por
los Comunarios y terceras personas“ (fs. 31 a 46 vta.).
II.11. La Jefa de la Unidad de Gestión Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y Agua,
mediante informe, señaló que no existe norma técnica ni legal para el uso y
aprovechamiento de las aguas termales y minerales; sin embargo, por tratarse de un
recurso mineralógico se tramita a través de la autoridad general jurisdiccional minera.
Asimismo, indica que, según el art. 25 de la Ley de Medio Ambiente 1333, el
representante legal de una actividad, obra o proyecto debe dar inicio a la Evaluación de
Impacto Ambiental (EIA), a través de una ficha ambiental, que es el instrumento técnico
para la categorización del nivel de Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental (EEIA),
cuyo documento permite la otorgación de la Licencia Ambiental de las actividades,
obras o proyectos, en caso de un balneario, debe contar necesariamente con dicha
licencia, con la finalidad de mitigar, controlar y prevenir los impactos ambientales
propios de ese tipo de proyectos (fs. 411 y 412).
II.12.
Edwin Cruz Iraña, Técnico Ambiental y Justino Villanueva Jancko, Jefe de Áreas Verdes y
Medio Ambiente, ambos del Gobierno Autónomo Municipal de Potosí, informaron que:
1) Las aguas termales de la localidad de Miraflores en su mayoría son utilizadas por usos
y costumbres que son manejadas por autoridades originarias del lugar, estas
actividades cuentan con “Licencia de Funcionamiento” (sic) y pagan un patente anual al
Gobierno Autónomo Municipal de Potosí, la actividad de Palmira Llanos, funciona bajo
ese régimen de usos y costumbres aproximadamente hace unos treinta años; y, 2) En
base a la Ley 1333, en su art. 11 inc. a), la Jefatura de Áreas Verdes y Medio Ambiente
del Gobierno Autónomo Municipal de Potosí, realiza “inspecciones de visu” (sic), el
impacto ambiental no se puede cuantificar ya que todas las piscinas que son de
propiedad privada y comunal desembocan al río de la Rivera (Tarapaya) sin ningún
INDICE
tratamiento, dicho río desemboca a las aguas servidas de la ciudad y aguas ácidas que
son producto de la actividad minera (fs. 423 y 424).
II.13.En el Informe Técnico 17/2014 de 6 de mayo, presentado por el Jefe de la Unidad de
Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, se concluyen que: i) Los
conflictos concernientes a las aguas termales en la comunidad de Miraflores, dirime la
Asamblea General de la Comunidad, bajo la dirección de sus tres autoridades máximas,
que son el Corregidor Auxiliar, el Secretario General de Sindicato y el Curaca, como
única autoridad originaria; ii) Con relación a los usos y costumbres, indican que en la
Comunidad desde se conformó el Sindicato Agrario (1956) se manejan bajo la lógica
sindical, por ello, los conflictos tienen conocimiento en primera instancia del Secretario
General y del Curaca; posteriormente, si el caso amerita, involucran a la Comunidad
llevando el conflicto para dirimir a la Asamblea General; iii) Ancestralmente, el
hacendado tenía el control del territorio de la Comunidad y ejercía un dominio sobre las
familias campesinas quechuas; por ello, no identifican conflictos relacionados con el
tema de aguas termales; iv) Las formas de hacer cumplir las sanciones es a través de los
cortes de aguas termales a las piscinas y/o multas económicas; y, v) El conflicto
relacionado con la ahora accionante, se suscita porque los habitantes de la Comunidad
consideran que la mencionada y otras familias, aprovechan de los recursos hídricos de
la Comunidad y además de no ceder su posición ante la propuesta de compartir la
administración de las piscinas (fs. 431 a 467).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante alega la vulneración de los derechos a la personalidad, al ejercicio libre y eficaz
de los derechos constitucionales, a que las mujeres en particular no sufran ningún tipo de
violencia, al agua, al trabajo y a dedicarse a la industria, comercio o a cualquier actividad
económica lícita, en condiciones que no perjudiquen al bien colectivo; toda vez, que las
personas ahora demandadas de forma arbitraria y agresiva, procedieron al desvío del cauce
habitual de las aguas termales del “ojo 14” ubicadas en la población de Miraflores, las cuales
abastecen de dichas aguas a las piscinas del balneario que es de su propiedad, denominado
“PRITH”, privándole de forma ilegal del uso de las aguas referidas.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1.
Derecho al agua generador de deberes en su uso y aprovechamiento racional
En la SCP 2532/2012 … se estableció que: “Antiguamente, el agua al igual que el aire
limpio resultaban tan naturales al ser humano que a nadie podría habérsele ocurrido
que en algún momento podría reconocerse como derechos fundamentales; sin
embargo, el crecimiento poblacional y los nuevos modos de producción del ser humano
implicaron en general modelos destructivos del medio ambiente que afectaron
INDICE
fuertemente la calidad del agua y del aire y que paradójicamente menoscabaron la
calidad de vida del ser humano.
El constituyente boliviano en el preámbulo de la Constitución Política del Estado no sólo
hace referencia a '…las guerras del agua…' (Preámbulo) sino que reconoce como
derecho fundamental al agua (art. 16.I de la CPE), interdependiente a otros derechos
primarios como la vida o la salud, al respecto por ejemplo, la SC 0156/2010-R de 17 de
mayo, sostuvo que: 'De lo mencionado, se concluye que este derecho está reconocido y
garantizado por el Estado y en la medida en que es un elemento básico para ejercer el
derecho a la salud y para proporcionar un nivel adecuado de vida para todos los
individuos de un Estado Social y Democrático de Derecho, garantizando así su
subsistencia en condiciones dignas, exige de una protección inmediata de parte de los
gobiernos y de los particulares, quienes deben organizar esfuerzos que confluyan en la
satisfacción de esta necesidad básica para todos y cada uno de los habitantes de
nuestro país'.
En efecto, gran cantidad de enfermedades (cólera, diarrea, tifoidea, entre otras muchas
enfermedades), se producen por la deficiente calidad de agua y en definitiva, puede
concluirse que el derecho al agua se encuentra relacionado con el ser humano como es
de conocimiento hoy en día, así, históricamente las poblaciones humanas crecieron y se
desenvolvieron en torno a bancos de agua, se relaciona a prácticas culturales (piénsese
en el carnaval), a creencias religiosas (piénsese en el bautizo), al grado que gran
porcentaje de la masa física del ser humano y los seres vivos que lo rodea se constituyen
de agua, aspecto que da lugar a pensar que el agua está inescindiblemente ligado al
futuro del ser humano.
Sin embargo, el reconocimiento del derecho fundamental al agua potable está
relacionado con la necesidad que tiene el ser humano de contar con el referido servicio
básico en condiciones sanitarias adecuadas y suficientes para satisfacer sus
necesidades, pese a ello, con dicho reconocimiento, para este Tribunal resulta
inequívoca la intensión del constituyente de superar la cultura del derroche o de ver al
agua como un bien apropiable sino también como una necesidad que genera deberes en
su protección y uso racional ello porque:
El agua en general pertenece a todos los seres vivos, por lo cual, el reconocimiento del
derecho al agua no puede verse como una mercancía, no puede privatizarse, ni tampoco
puede apropiarse (SC 2010/2010-R de 3 de noviembre).
·Al constituirse el agua en un bien escaso y en virtud al principio de solidaridad (art.
373.I de la CPE), se genera la obligación de conservarla y usarla con racionalidad,
precautelando los derechos de las futuras generaciones de forma que la libertad no se
constituye en un valor que permita admitir la indiferencia frente a la contaminación y su
uso irracional.
INDICE
·El derecho al agua no es absoluto sino coexiste con los demás derechos
y con otros titulares del mismo, en este sentido, la Corte Constitucional de Colombia en
la Sentencia C-179/94 de 13 de abril, sostuvo: '…si las pretensiones, bienes e intereses
fuesen ilimitados, no podría haber coexistencia de objetos protegibles, porque lo
absoluto del uno anularía la validez del otro…', por ello mismo el art. 109.I de la CPE,
establece que: 'Todos los derechos reconocidos en la Constitución son directamente
aplicables y gozan de iguales garantías para su protección '”.
III.2.Tutela inmediata frente a vías de hecho
La jurisprudencia constitucional entendió que las medidas de hecho se configuran como
aquellos: "...actos ilegales arbitrarios que desconocen y prescinden de las instancias
legales y procedimientos que el ordenamiento jurídico brinda, realizando justicia
directa, con abuso del poder que detentan frente al agraviado, actos que resultan
ilegítimos por no tener respaldo legal alguno y que por el daño ocasionado y la
gravedad de los mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el amparo por
vulnerar derechos fundamentales. La idea que inspira la protección no es otra que el
control al abuso del poder y el de velar por la observancia de la prohibición de hacerse
justicia por mano propia, control que se extiende tanto a las autoridades públicas como
a los particulares que lo ejercen de manera arbitraria por diferentes razones y en
determinadas circunstancias…" (SC 0832/2005-R de 25 de julio) (las negrillas son
nuestras).
En este sentido, frente a medidas de hecho procede la tutela inmediata, lo que implica
que no se requiere agotar instancias previas al planteamiento de la acción de amparo
constitucional así la SC 0534/2007-R de 28 de junio, señala que: “…el fundamento
constitucional que sustenta la procedencia excepcional de una tutela ante medidas de
hecho, -ante cualesquier acto- es que en un Estado de Derecho, no es legal ni válido
que una autoridad pública o un particular, invocando supuesto ejercicio 'legítimo' de
sus derechos subjetivos, se arrogue facultades y adopte medidas de hecho (justicia
directa o justicia por mano propia) para poner término a sus diferencias o solucionar sus
conflictos con otros desconociendo que existen los mecanismos legales y las autoridades
competentes para el efecto…” (las negrillas son nuestras).
Mientras que la SCP 1478/2012 de 24 de septiembre, al referirse a las formas de
medidas o vías de hecho por el supuesto ejercicio legítimo de sus derechos o intereses
de particulares o del Estado, identificó entre los supuestos que implican vías o medidas
de hecho a los siguientes: “i) Avasallamientos u ocupaciones por vías de hecho de
predios urbanos o rurales privados o públicos con limitación arbitraria del derecho a la
propiedad, la pérdida o perturbación de la posesión o la mera tenencia del bien
inmueble; ii) Cortes de servicios públicos (agua, energía eléctrica); y, iii) Desalojos
extrajudiciales de viviendas; entre otros supuestos, desconociendo que existen
mecanismos legales y autoridades competentes en el orden constitucional para la
solución de sus conflictos, excluyen el derecho a la jurisdicción o acceso a la justicia del
INDICE
afectado, que se constituye en el primer derecho fundamental común vulnerado en
acciones vinculadas a medidas de hecho en cualesquiera de sus formas”.
III.3.
Análisis del caso concreto
La accionante denuncia que las personas demandadas de forma arbitraria y violenta
desviaron el cauce de las aguas termales del “ojo 14”, siendo que las mismas desde
hace mucho tiempo abastecen a las piscinas de su balneario, denominado “PRITH”.
De la revisión de antecedentes que cursan en obrados se tiene que previamente a la
interposición de la presente acción de defensa, la accionante activó la vía ordinaria,
presentando el 19 de julio de 2013, una querella criminal contra los ahora demandados,
por la presunta comisión de los delitos incursos en la sanción de los arts. 303 (atentados
contra la libertad de trabajo), 354 (usurpación de aguas), 355 (usurpación agravada) y
44 (concurso ideal) del CP, proceso dentro del cual se celebró el 13 de agosto del citado
año, una audiencia de conciliación en la cual no se llegó a ningún acuerdo, más al
contrario los demandados, se ratificaron en no devolver el cauce de las aguas termales
en cuestión.
Al respecto, debe reiterarse que no existe la necesidad de agotar previamente un
proceso penal para plantear el amparo constitucional por vías o medidas de hecho,
criterio este que responde a la flexibilización de carácter subsidiario del amparo
constitucional, cuando se trata de vías de hecho, ello debido a que mientras que el
proceso penal se busca la sanción de actos tipificados como delitos, la acción referida
pretende la tutela de derechos y garantías conforme el art. 129 de la CPE, de ahí que
tienen propósitos y configuraciones diferentes, en este sentido se tiene las SSCC
1605/2002-R, 0382/2001-R, entre otras.
En el presente caso a través del proceso penal referido, si bien se analizará si se ha
cometido o no uno de los supuestos delitos denunciados y en consecuencia se
determinará si procede o no una sanción, ello no imposibilita que pueda plantearse una
acción de amparo constitucional, de ahí que es equivocada la fundamentación del
Tribunal de garantías para denegar la tutela tomando en cuenta la existencia de un
proceso penal pendiente de resolución.
Asimismo, la accionante acreditó que el Juez Quinto de Instrucción en lo Civil de Potosí,
declaró a Palmira Llanos Leniz, heredera legal y forzosa y ab-intestato de todos los
bienes, derechos y acciones relictos al fallecimiento de su padre Prith Manuel Llanos
Rivera; es decir, que mediante Resolución judicial, la accionante acreditó su derecho
propietario del balneario que se alimenta desde hace mucho tiempo atrás con aguas
termales de la Comunidad.
Ahora bien, las personas demandadas alegan que las aguas termales son recursos
hídricos de la comunidad de Miraflores y que el padre de la accionante pretendía
INDICE
entregarles dichas aguas a su muerte; sin embargo, el acta en el cual constaría dicho
extremo no estaba suscrito por el de cujus, por lo que, en el presente caso se establece
que la accionante usaba las aguas termales desde hace mucho tiempo, así el informe
del Gobierno Autónomo Municipal de Potosí establece que: “…la actividad de la señora
Palmira Llanos funciona bajo ese régimen de usos y costumbres aproximadamente hace
unos 30 años” y si en caso de que las personas demandadas consideran que las aguas
del “ojo 14” es de su Comunidad, ello debe ser resuelto a través de la instancia
pertinente para el efecto.
En cuanto a las vías de hecho denunciadas, se tiene que el acta de inspección ocular, el
muestrario fotográfico de inspección y el informe de la unidad de descolonización,
acreditan el desvío de las aguas termales, tal cual la afirmación de la accionante, por lo
que, conforme lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, las personas demandadas no poseen ningún argumento
legal para sustentar dicho acto e impedir el ingreso de las tuberías que dispensan las
aguas termales del “ojo 14” con el fin de desviar su cauce, reconociendo expresamente
en audiencia de conciliación que no devolverían el mismo a las piscinas del balneario
“PRITH”, actitudes que acreditan la existencia de medidas de hecho que afectan e
impiden el derecho al trabajo entendida como: "…la potestad, capacidad o facultad que
tiene toda persona para desarrollar cualquier actividad física o intelectual tendiente a
generar su sustento diario como el de su familia…" (SC 1132/2000-R de 1 de diciembre).
En este contexto, corresponde aclarar que si bien las autoridades de la Comunidad en
ciertos casos pueden dirimir conflictos sobre aguas en el marco de sus usos y
costumbres, conforme se evidencia del informe técnico de la Unidad de
Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional el cual acredita que
“Ancestralmente el hacendado tenía el control del territorio de la comunidad y ejercía
un dominio sobre las familias campesinas quechuas; por tanto, no se identifican
conflictos relacionados a temas de aguas termales” (sic) y la accionante demostró
recibos y otros documentos que figuran en la Conclusión II.7 de esta Resolución de los
cuales se tiene que ésta aportó a la comunidad diferentes montos económicos que
fueron recibidos por la misma, generando una especie de relación jurídica, la cual debe
resolverse por la instancia pertinente pero no por la jurisdicción indígena originaria
campesina pues los demandados no reconocen a la accionante como una persona que
haga a dicho colectivo social.
IV.
Otras consideraciones
Esta Sala debe recordar que el art. 374.III de la CPE establece que: “Las aguas fósiles,
glaciales, humedales, subterráneas, minerales, medicinales y otras son prioritarias para
el Estado, que deberá garantizar su conservación, protección, preservación,
restauración, uso sustentable y gestión integral; son inalienables, inembargables e
imprescriptibles”.
INDICE
En el presente caso del Informe Técnico de la Unidad de Descolonización del Tribunal
Constitucional Plurinacional, se puede identificar como problemática de fondo el hecho
de que: “…la señora Llanos no quiso ceder en sus posiciones ante la propuesta de la
propia comunidad de compartir la administración de las piscinas…”; en ese sentido, la
accionante sostiene en su demanda de amparo constitucional, la idea de que tiene
derecho de uso a las aguas termales porque así lo tuvieron sus ascendientes mientras
que los demandados alegan que: “…la explotación de nuestros recursos que pertenecen
a toda la comunidad no sean explotados y aprovechados por una sola persona en este
caso la accionante…”; sin embargo, las aguas termales hacen parte de la riqueza estatal
y no de un particular ni de un colectivo incluso sea este indígena debiendo por ello
armonizarse su uso en el marco de la Constitución Política del Estado.
Por otra parte, ante la consulta de esta Sala al Ministerio de Medio Ambiente y Agua
sobre la existencia de normas que rigen a aguas termales y minerales se sostiene que:
“Sobre el manejo de aguas termales no existe normativa técnica ni legal para su uso y
aprovechamiento de las mismas…”, de ahí que este tipo de controversias se resuelven
al margen de toda normativa específica y aplicándose por analogía normativa similar,
de ahí que corresponda exhortar a la Asamblea Legislativa Plurinacional, la regulación
del uso de aguas termales y su conservación.
Por otra parte el Informe del Ministerio de Medio Ambiente y Agua sostuvo en lo
referente a la actividad de los centros de recreación con aguas termales que: “Un
Balneario, debe contar, necesariamente con la Licencia Ambiental, esto con la finalidad
de mitigar, controlar y prevenir los impactos ambientales propios de este tipo de
proyectos, principalmente en el factor agua, siendo los impactos ambientales que se
pueden generar: variaciones del caudal de las aguas termales, generación de residuos
sólidos asimilables a domésticos, uso de desinfectantes, detergentes, grasa y aceites
entre otros, por lo que en el Instrumento de prevención y/o adecuación se debe
plantear las medidas de mitigación para este tipo de impactos” (sic), mientras que el
Gobierno Autónomo Municipal de Potosí sostiene respecto a la contaminación que
produce el uso de los balnearios que: “…no se puede cuantificar ya que todas las
piscinas que son de propiedad privada y comunal desembocan al rio de la Rivera
(Tarapaya) sin ningún tratamiento, dicho río se desemboca las aguas servidas de la
ciudad y aguas ácidas que son producto de la actividad minera que también tiene su
curso al mismo río y no permite cuantificar el impacto ambiental por el uso de las aguas
termales” (sic); es decir, en el presente caso tanto la particular como el colectivo
presuntamente indígena reclaman para sí el uso de las aguas termales pero no existe
evidencia alguna sobre las medidas de mitigación que realicen para impedir la
contaminación correspondiendo exhortar bajo su responsabilidad al Ministerio de
Medio Ambiente, al Gobierno Autónomo Departamental de Potosí y al Gobierno
Autónomo Municipal de Potosí, adopten en el ámbito de su competencia las medidas
necesarias para que los balnearios de Miraflores en Potosí, incluido el que ahora genera
la presente controversia, es decir, el Balneario “PRITH” cumpla las medidas de
mitigación ambiental y se verifique si cuentan con tarjetas ambientales, entendimiento
INDICE
ampliable pro las circunstancias del caso concreto a todo el caudal del río de la Rivera
(Tarapaya).
En consecuencia, el Tribunal de garantías al denegar la tutela solicitada, no actuó
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve:
1° REVOCAR la Resolución 9/2013 de 18 de septiembre, cursante de fs. 174 vta. a 176 vta.,
pronunciada por la Sala Familiar, Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de
Justicia de Potosí; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada provisionalmente.
2° Dispone, que las personas demandadas, restituyan de manera inmediata el cauce normal
de las aguas termales del ojo 14 en favor del balneario “PRITH”, evitando actuaciones
futuras similares, mientras que dicho conflicto sea dilucidado por la jurisdicción
pertinente.
3° Exhortar a la Asamblea Legislativa Plurinacional, que proceda a la elaboración de la norma
específica que regule el uso de las aguas termales con el fin de regular su uso tanto por
particulares como colectivos en general.
4° Disponer que el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, el Gobierno Autónomo
Departamental de Potosí y el Gobierno Autónomo Municipal de Potosí, adopten en el
ámbito de su competencia las medidas necesarias para que los balnearios de Miraflores
cumplan las medidas de mitigación ambiental y se verifique si cuentan con tarjetas
ambientales, ampliable por la situación del caso concreto a todo el caudal del río de la
Rivera (Tarapaya).
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dr. Ruddy José Flores Monterrey
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
MAGISTRADA
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1696/2014
Sucre, 1 de septiembre de 2014
SALA TERCERA
Magistrado Relator: Dr. Ruddy José Flores Monterrey
Acción popular
Expediente:
Departamento:
05179-2013-11-AP
Potosí
En revisión la Resolución 01/2013 de 29 de octubre, cursante de fs. 66 a 69 vta., pronunciada
dentro de la acción popular presentada por Adolfo Colque Maraza, Juez de Mínima Cuantía;
Estanislao Condori López, Corregidor Titular; Epifanio Herrera Condori, Agente Cantonal;
Agapito Paco Zenteno, Curaca del Ayllu; Sabino Carmona Colque, Principal del Ayllu; Javier
Colque Choque, Juez de Aguas; Emilio Maraza Cayo, Subagente; Alfonso Colque Maraza; y,
Salomón Cayo Vega, Primero y Segundo, Alcalde de Aguas Vertientes, respectivamente; en
representación de la comunidad Chillcani contra Braulio Marino Condori, Agustín Choque
Cusipuma, David Marino Juchani y Martha Marino Mamani, dirigentes de la comunidad
Alcatuyo; todos del departamento de Potosí.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 16, 18 y 24 de octubre de 2013, cursantes de fs. 20 a 24, a 31 y
vta. y, de 50 a 51 vta., los accionantes manifestaron lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Señalan que “…desde el mes de julio del año en curso…” su comunidad fue privada del líquido
elemento (agua), misma que proviene de las lagunas “Kasiri, Jancko Lackaja, Pasto Grande,
Chuapi Ckocha y Pultu Ckocha” las cuales se encuentran en la jurisdicción de las comunidades
Chillcani y Alcatuyo.
La privación del agua proviene de la comunidad Alcatuyo, al fracturar la salida del agua de las
referidas lagunas; incumpliendo el acuerdo transaccional suscrito el 20 de junio de 1982, entre
las autoridades de las dos comunidades ante el entonces Ministerio de Asuntos Campesinos y
Agropecuarios, por el derecho al uso de lagunas y el agua para efectos de regadío,
concluyéndose que pasan a ser de uso común para ambas comunidades y, que ningún
comunario o comunidad tendrá derecho de colocar cadenas ni candados en las compuertas de
las lagunas.
Sin embargo, la comunidad Alcatuyo ha cerrado el paso del agua que es destinado a su consumo
diario y riego desde “…el mes de septiembre del año 2012…”, hasta el presente, perjudicando a
INDICE
toda la comunidad de Chillcani, provocando focos de infección; asimismo, los representantes de
la comunidad Alcatuyo iniciaron el proceso de registro de aguas -de las lagunas- para riego, ante
el Servicio Departamental de Riego (SEDERI) de Potosí, señalando que son propietarios de las
nombradas lagunas, sin importarles la salud de la comunidad a la que representan, por lo que
presentaron impugnación, misma que se encuentra pendiente de resolución.
El acuerdo transaccional no puede ser modificado por ninguna de las comunidades, aspecto que
fue cumplido por ellos, a diferencia de los demandados toda vez que estos vulneraron su
derecho fundamental de acceso a los servicios básicos y agua.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
Los accionantes señalan la lesión de sus derechos al agua, a la salud y a la “seguridad jurídica”,
citando al efecto el art. 20 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Los accionantes solicitan se conceda la tutela solicitada, disponiéndose: a) La inmediata restitución
del derecho al agua; b) El cese del iniciado proceso administrativo de solicitud de registro de agua
para riego; y, c) La remisión de antecedentes al Ministerio Público en caso de existir
responsabilidad civil o penal.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Efectuada la audiencia pública el 29 de octubre de 2013, según consta en el acta cursante de fs.
61 a 65, con la concurrencia de ambas partes y en ausencia de los terceros interesados, se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes, a través de su abogado, ratificaron in extenso los argumentos de la acción y
ampliándolos refirieron que: 1) Por un lapsus señalaron que han sido privados del agua desde
“julio del año en curso”, cuando lo correcto es que fue desde septiembre de 2012; 2) De la
prueba presentada consistente en fotografías con intervención notarial, se establece los
extremos denunciados, con referencia a las tomas de agua, la parte de Chillcani ha sido tapada
con cemento y piedra unos 50 m; y, 3) Las lagunas son de propiedad del Estado, así el art. 339
de la CPE determina que los bienes de patrimonio de las entidades públicas son de propiedad
del pueblo, el cual es concordante con el art. 346 del mismo cuerpo legal, que señala que el
patrimonio natural es de interés público y de carácter estratégico para el desarrollo
sustentable del país.
En ejercicio del derecho a la duplica, indicaron que para llegar a la solución del conflicto se
notificó para una audiencia de conciliación, emitida por el delegado provincial de Puna, a la que
no comparecieron los comunarios de Alcatuyo.
INDICE
I.2.2. Informe de los demandados
En audiencia, los demandados, a través de su abogado, señalaron que: i) La comunidad Chillcani
tiene sus propias lagunas para consumo y riego; ii) En la presente acción popular no existe
prueba sobre lo aseverado por los accionantes; iii) Es de conocimiento de los accionantes, que
ante la Gobernación se está solicitando proyectos de agua, encaminados a satisfacer las múltiples
necesidades de las comunidades Chillcani y Jatun Ayllu Mansaya, con ello se desvirtuaría la
existencia de un inminente peligro de afectación; iv) Los demandados no son autoridades de la
comunidad Alcatuyo, excepto Braulio Marino Condori, quien es Alcalde posesionado con
posterioridad a los hechos denunciados, por lo que no se encuentra establecida la legitimación
pasiva; v) Sobre la remisión de antecedentes al Ministerio Público, mencionaron que al no tener
pruebas de la comisión de un delito, no puede endilgarse el mismo, pues se estaría violando el
art. 116 de la CPE; los accionantes deben demostrar de qué forma y en qué circunstancias se les
ha cortado el agua, no se puede suponer que los demandados lo hubieran hecho; vi) Respecto al
trámite administrativo de reconocimiento y otorgación de uso y aprovechamiento de agua para
el riego, presentaron renuncia con el fin de evitar confrontaciones, la cual fue admitida; y, vii)
Solicitan se deniegue la tutela por no reunir los requisitos de la legitimación pasiva, además de no
haber presentado suficiente prueba respecto a que los demandados hayan vulnerado derechos y
garantías constitucionales.
En el uso de réplica, mencionaron que los accionantes confunden un proceso de hecho con uno
de garantías constitucionales, y que el juez competente para conocer este conflicto era el
Tribunal Agroambiental y no el Ministerio Público.
I.2.3. Intervención de la representante del Ministerio Público
Elizabeth Molina Quintana, Fiscal de Materia, en audiencia refirió que hay proyectos que
pueden beneficiar a las comunidades Chillcani y Alcatuyo.
I.2.4. Resolución
Por Resolución 01/2013 de 29 de octubre, cursante de fs. 66 a 69 vta., el Juez de Partido,
Mixto, Liquidador y de Sentencia de Puna del departamento de Potosí, constituido en Juez de
garantías, concedió en parte la tutela, disponiendo que: a) La comunidad Alcatuyo proceda a la
reconexión y reposición inmediata y efectiva del servicio de agua a favor de los accionantes,
que no significa que ellos sean los autores directos de los hechos, debiendo averiguarse
quienes lo ocasionaron estableciendo además responsabilidad civil o penal averiguables en
ejecución de la presente Resolución; y, b) El cese de las medidas de hecho, al haberse
demostrado que existe la interrupción al suministro de agua a la comunidad Chillcani, de las
lagunas cuya administración es de uso común. Lo anterior, en base a los siguientes
fundamentos: 1) Los derechos al agua, a la salud, al trabajo y al debido proceso han sido
vulnerados por los representantes de la comunidad Alcatuyo, al haber realizado un corte
abrupto de los canales de agua sobrepasando las atribuciones contenidas en el art. 8.I y II y 20
INDICE
de la CPE; 2) No existe ningún requisito para la presente acción, por cuanto existe un tema
urgente que debe ser atendido para evitar daños irreparables, toda vez que, los derechos al
agua, a la salud y al trabajo, anteriormente mencionados se sobreponen a intereses
particulares; 3) El art. 20.I de la CPE, sobre el acceso a los servicios básicos de agua potable,
debe ser tutelado por ser un elemento primordial para la subsistencia del ser humano, por lo
que, no puede restringirse su acceso por motivos o causas más allá de las previstas por la
norma; 4) De la prueba presentada se puede establecer que: i) Existe de una confrontación
entre dos comunidades, habiendo una de ellas cortado el suministro del agua a varias familias
de la otra, bajo distintos argumentos de ejercer control sobre el líquido elemento; y, ii) La
existencia de derechos controvertidos sobre las lagunas, debieron ser dilucidados en la vía que
correspondía y no asumir acciones de hecho que contradicen al Estado de derecho; y, 5) Sobre
la legitimación pasiva ante medidas de hecho, es posible realizar una excepción a la
jurisprudencia contenida en la SC 0795/2010-R de 2 de agosto, ya que los accionantes
recurrieron contra todos los miembros que conforman la comunidad Alcatuyo, por lo menos,
uno de los dirigentes se hizo presente; aclarando que si bien no consta que ellos fueron los que
determinaron el corte de suministro de agua, igual se ingresó al análisis de la problemática; y,
denegó la tutela, respecto al cese del proceso administrativo iniciado de registro de agua para
riego, porque ya habrían desaparecido los efectos del mismo, además no se demostró en que
afectaría los derechos de las comunidades.
Presentada la solicitud de explicación y complementación por los demandados, mediante
Resolución de 30 de octubre de 2013, se complementó la Resolución 01/2013, relatando los
argumentos expuestos por los demandados respecto a la inadmisibilidad de la presente acción,
así como la intervención de la representante del Ministerio Público (fs. 73 y vta.).
I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional
Mediante decreto constitucional de 4 de abril de 2014, se dispuso la suspensión de plazo para
la emisión de Sentencia, a efectos de recabar documentación complementaria (fs. 170).
A partir de la notificación con el proveído de 13 de agosto de 2014, se reanudó dicho plazo, por
lo que la presente Sentencia Constitucional Plurinacional se pronuncia dentro del mismo (fs.
311).
II. CONCLUSIONES
De la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las siguientes conclusiones:
II.1.
Cursa documento transaccional suscrito el 20 de junio de 1982, entre las comunidades
Alcatuyo y Chillcani, mediante la cual acordaron que las lagunas “Ckasiri, Jancko,
Lakaya, Chaupi, Cocha, Pulto, Pasto Grande y Huayamonte”, serían de uso común para
ambas, obligándose a mejorarlas y que “Ningun campesino en particular, ni alguna de
las comunidades parcialmente, tendrán derecho a colocar cadenas ni candados en las
compuertas de las lagunas…”; asimismo, comprometiéndose al cumplimiento de las
INDICE
cláusulas del mismo en forma solidaria y mancomunada, siendo también firmado por el
Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios, dando por concluido el conflicto
entre ambas comunidades (fs. 8 a 12).
II.2.
A través de Voto Resolutivo (incompleto) suscrito en atención a las asambleas de 12 y
19 de septiembre de 2013, el Ayllu Jatun Mankasaya, en sus cuatro comunidades
Alcatuyo, Sepulturas, Ajatuyo y Janckohuaje del departamento de Potosí, resolvieron
anular el documento transaccional de 20 de junio de 1982, conforme a la Ley de
Deslinde Jurisdiccional; asimismo establecen que no pueden dar agua a Chillcani,
expresando “…no nos sobra agua, más al contrario estamos pereciendo de agua, no
podemos dar a nadie” (fs. 14 a 18).
II.3. El delegado provincial de Puna del departamento de Potosí, citó y ordenó a las autoridades
de Alcatuyo en las oficinas de esa delegación para el 16 de octubre de 2013, a objeto de
iniciar un proceso de dialogo para conciliar sobre el tema de las lagunas, con la
comunidad Chillcani (fs. 36). El delegado provincial referido informó que en la fecha y
hora señaladas no se hicieron presentes las autoridades de Alcatuyo (fs. 37).
II.4.
Mediante acta de verificación e intervención notarial de 22 de octubre de 2013, José
Luis Poquechoque Carrasco, Secretario abogado del Juzgado de Partido en suplencia
legal de la Notaria de Fe Pública de Segunda Clase, ambos de Puna del departamento
de Potosí, se constituyó en la laguna “Pedro Kasiri”, donde pudo verificar que existen
dos compuertas de agua con volantes, cada uno con cadena y candado, el que
pertenece a la comunidad Chillcani se encuentra deschapado; en “el lugar llamado
Cruz-Punta”, verificó que existen cuatro compuertas con volantes, tres de ellas están
abiertas, pasando agua para las comunidades Alcatuyo, Mojona y Turiza, el que
corresponde a la comunidad Chillcani está tapado con un bloque de cemento de un
metro y medio aproximadamente y su canal está tapado con piedras grandes “unos 50
metros aproximadamente” (fs. 45).
II.5.
El SEDERI de Potosí, mediante Resolución de 16 de octubre de 2013, admitió la renuncia
al trámite de reconocimiento y otorgación de derechos de uso y aprovechamiento de
agua para riego, solicitado por la Asociación de Regantes Productores Pultu María
(APRAMA) (fs. 71 y vta.).
II.6.
Las autoridades de las comunidades Alcatuyo, Ajatuyo, Janko Huaje y el Ayllu Jatun
Mankasaya Alcatuyo, a través de memorial presentado el 15 de noviembre de 2013,
ante este Tribunal Constitucional Plurinacional, “impugnaron” la Resolución 01/2013 de
29 de octubre, refiriendo que: a) son treinta años que sus aguas se desvían a la
comunidad Chillcani; a pesar de que la Gobernación les ofrece proyectos para las
lagunas que poseen, no hacen nada al respecto, pues pueden trabajar para mejorar su
caudal de agua; b) La población de las cuatro comunidades que conforman es mayor a
la de la comunidad Chillcani; c) No contribuyeron al mantenimiento del desvío artificial
del agua, durante treinta años, por lo que habiendo un derrumbe del mismo,
INDICE
demandan a personas y a una autoridad que nada tuvieron que ver, es decir, la
comunidad Chillcani descuidó el mantenimiento y provocó el derrumbe del
“distribuidor de agua” y el agua volvió a su cauce natural; y, d) La autoridad judicial no
reconoce sus valores, usos y costumbres, admitió un conflicto que debía ser
solucionado entre las autoridades de las comunidades, que no tomarían una decisión
que perjudicaría a miles de comunarios (fs. 141 a 146).
II.7.
Cursa Informe Técnico TCP/STyD/UD 023/2014 de 16 de julio, de la Unidad de
Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional (fs. 180 a 263).
FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes señalan que desde el mes de septiembre de 2012, su comunidad fue privada del
agua proveniente de las lagunas “Kasiri, Jancko Lackaya, Pasto Grande, Chaupi Ckocha y Pultu
Ckocha”; debido a que la comunidad Alcatuyo, fracturó la salida del agua de las mismas,
incumpliendo el acuerdo transaccional suscrito el 20 de junio de 1982, suscrito entre las
autoridades de las dos comunidades ante el entonces Ministerio de Asuntos Campesinos y
Agropecuarios, documento que señala que el derecho al uso del agua de las lagunas es común
para el regadío de ambas comunidades, por ello ningún comunario o comunidad tendría derecho
a colocar cadenas ni candados en las compuertas de las lagunas. Al haberse cerrado el paso del
agua que es destinado a su consumo diario y riego, se habría perjudicado a toda la comunidad
Chillcani, provocando focos de infección; por su parte, los representantes de la comunidad
Alcatuyo iniciaron el proceso de registro de aguas -de las lagunas- para riego, ante el SEDERI,
señalando que son propietarios de las lagunas nombradas, contra la cual presentaron
impugnación, la misma que se encontraría pendiente de resolución.
En consecuencia, corresponde determinar en revisión, si se debe conceder o denegar la tutela
solicitada.
III.1.
El derecho al agua como derecho fundamental y fundamentalísimo en la Constitución
Política del Estado y el bloque de constitucionalidad
La SCP 0176/2012 de 14 de mayo, al respecto estableció: “A diferencia de lo que ocurría
con la Constitución Política abrogada, la importancia que le otorga la Ley Fundamental
vigente al agua, se visualiza desde el preámbulo, cuando por una parte establece que la
búsqueda del vivir bien implica el acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda
para todos, basados en los principios de respeto e igualdad entre todos, soberanía,
dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y equidad.
Asimismo, cuando advierte, que el pueblo boliviano, de composición plural, desde la
profundidad de la historia, construye el nuevo modelo de Estado, inspirado en las luchas
del pasado, en la sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en las luchas
populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en las guerras
del agua y de octubre, en las luchas por la tierra y territorio.
INDICE
De ello se desprende, la importancia y la evidente complejidad que representa el tema
del agua en la Constitución Política del Estado, su reconocimiento como derecho
fundamental y los mecanismos de protección diseñados por ella para su protección y
salvaguarda, conforme se analizará más adelante.
En este sentido la SCP 0052/2012 de 5 de abril, señala que: 'El derecho al agua tiene una
doble dimensión constitucional, tanto como un derecho individual fundamental como un
derecho colectivo comunitario fundamentalísimo, que está reconocido en el texto
constitucional como en instrumentos internacionales, cuya tutela y protección no debe
responder a una visión antropocentrista y excluyente; en este sentido por la naturaleza
de este derecho en su ejercicio individual, no puede arbitrariamente ser restringido o
suprimido mediante vías o medidas de hecho en su uso racional como bien escaso por
grupo social alguno -sea una comunidad campesina o sea una colectividad diferente- ni
tampoco por persona particular'.
Bajo esas premisas, corresponde señalar que el derecho al agua, es reconocido por la
Constitución Política del Estado como un derecho fundamental y fundamentalísimo,
pero ese reconocimiento y estatus que otorga la Norma Fundamental se lo realiza en
diferentes dimensiones y contextos, a saber:
III.3.1.El derecho fundamental de acceso al agua potable como derecho subjetivo o
colectivo
El derecho fundamental al agua se constituye en un derecho autónomo que vinculado al
derecho de acceso a los servicios básicos, permite la configuración del derecho de
acceso al agua potable (preámbulo y art. 20.I y III de la CPE), que puede vincularse o
relacionarse de acuerdo al caso concreto por el principio de interdependencia (art. 13.I
de la CPE) al derecho a la salud, a la vivienda, a una alimentación adecuados, entre
otros derechos individuales que tengan que ver con un nivel de vida adecuado y digno,
lo que la Constitución denomina el 'vivir bien' como finalidad del Estado (preámbulo y
art. 8.II de la CPE), o lo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos llama el
derecho al acceso a una existencia digna.
Lo referido puede deducirse de la globalidad del texto constitucional y guarda relación
con algunos instrumentos internacionales sobre derechos humanos que al tenor del art.
410.II de la CPE, integra el bloque de constitucionalidad, esto es:
Por una parte cuando en el Capítulo Segundo, Título Segundo de la Primera Parte de las
Bases Fundamentales del Estado, referido a los Derechos Fundamentales, el art. 16.I
reconoce que: 'Toda persona tiene derecho al agua y a la alimentación'.
A su vez, el art. 20 de la CPE dispone: 'I. Toda persona tiene derecho al acceso universal
y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado, electricidad, gas
INDICE
domiciliario, postal y telecomunicaciones' y su parágrafo III establece: 'El acceso al agua
y alcantarillado constituyen derechos humanos, no son objeto de concesión ni
privatización y están sujetos a régimen de licencias y registros, conforme a ley' (las
negrillas son añadidas).
En este contexto, debe diferenciarse sobre las vías de protección del derecho al agua
potable, así:
1)Cuando se busca la protección del derecho al agua potable como derecho subjetivo y
por tanto depende del titular o titulares individualmente considerados su
correspondiente exigibilidad; en estos casos, la tutela debe efectuarse necesariamente a
través de la acción de amparo constitucional, así la SC 0014/2007-R de 11 de enero
(corte de agua potable por sindicato campesino con el argumento de que no participó
en las labores de la comunidad), SC 0562/2007-R de 5 de julio (corte de agua por
propietario, con el argumento de que su inquilino no pago el alquiler), SC 0470/2003-R
de 9 de abril (corte de agua por decisión de cabildo abierto para presionar a suscribir
acuerdos) y SC 0797/2007-R de 2 de octubre (corte de agua por empresas de servicios
proveedoras como mecanismo de presión), entre muchas otras.
2)Otro supuesto, podría darse cuando se busca la protección del derecho al agua
potable en su dimensión colectiva, es decir, para una población o colectividad, en cuyo
caso se activa la acción popular, este supuesto se sustenta en razón a que el agua y los
servicios básicos de agua potable (art. 20.I de la CPE), deben ser accesibles a todos, con
mayor razón a los sectores más vulnerables, marginados y desprotegidos de la
población, sin discriminación alguna (art. 14.II de la CPE), como por ejemplo las
poblaciones rurales, campesinas y zonas de naciones y pueblos indígena originario
campesinos. En este ámbito, puede protegerse a las colectividades de la discriminación
en el acceso al agua potable en su dimensión colectiva. Por discriminación se entiende
toda distinción, exclusión o restricción hecha en razón de características específicas de la
persona, como la raza, la religión, la edad o el sexo, y que tiene por efecto o finalidad
menoscabar o anular el reconocimiento, disfrute o ejercicio de los derechos humanos y
las libertades fundamentales (art. 14.II de la CPE). La discriminación en el acceso al agua
potable puede ser a través de políticas públicas o medidas y actos discriminatorios
excluyentes.
III.3.2. Derecho fundamentalísimo al agua como derecho difuso
De nuestro texto constitucional puede extraerse la denominada 'Constitución Ecológica',
entendida como el conjunto de postulados, principios y normas constitucionales en
materia ecológica que permiten entre otros el uso racional de los recursos naturales
renovables y no renovables, para preservar la vida no únicamente del ser humano sino
del resto de los animales, plantas y otras formas de vida que conforman los diferentes
ecosistemas cuyo análisis supera el antropocentrismo que estableció al ser humano
como la medida de las cosas y la considera como una especie más de entre las otras, no
INDICE
más importante sino complementario al resto de seres vivos, la tierra y lo que se
encuentre adherido a ella y permite resolver las causas sometidas a éste Tribunal en
base al principio pro natura justamente porque dicha tutela a la larga no sólo busca
proteger al ser humano concreto sino el derecho de existir de futuras generaciones.
Dicha protección y el nuevo enfoque en el análisis referido deviene incluso desde el
primer párrafo del preámbulo contenido en el texto constitucional que dice: 'En tiempos
inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra
amazonía, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de
verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y
comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra
diversidad como seres y culturas' (las negrillas son agregadas) de donde se extrae no
solo un sentimiento de orgullo del legislador constituyente de la naturaleza que nos
rodea sino de protección a aquello que nos enorgullece.
Así en otro contexto, el art. 373 de la CPE, establece que:
'I. El agua constituye un derecho fundamentalísimo para la vida, en el marco de la
soberanía del pueblo. El Estado promoverá el uso y acceso al agua sobre la base de
principios de solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y
sustentabilidad
II. Los recursos hídricos en todos sus estados, superficiales y subterráneos, constituyen
recursos finitos, vulnerables, estratégicos y cumplen una función social, cultural y
ambiental. Estos recursos no podrán ser objeto de apropiaciones privadas y tanto ellos
como sus servicios no serán concesionados y están sujetos a un régimen de licencias,
registros y autorizaciones conforme a Ley' (la negrillas nos corresponden).
De lo anterior puede extraerse que el derecho al agua como derecho fundamentalísimo
extralimita el interés de una persona o colectividad, que por su naturaleza de bien
escaso es decir limitado es de interés de la humanidad entera.
Por lo expuesto, el derecho fundamentalísimo al agua como derecho autónomo está
íntimamente relacionado al derecho al medio ambiente, saludable, protegido y
equilibrado (preámbulo y art. 33 de la CPE), en razón a que la protección de este último
derecho, implica a su vez, la protección, conservación, preservación, restauración, uso
adecuado y sustentable de los recursos hídricos (arts. 373 y ss. de la CPE), así como de
los ecosistemas asociados a ellos, sujetos a los principios de soberanía, solidaridad,
complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y sustentabilidad (art. 373.I in
fine de la CPE), y al configurarse como derecho difuso se tutela mediante la acción
popular, así el art. 34 de la CPE, establece que: 'Cualquier persona, a título individual o
en representación de una colectividad, está facultada para ejercitar las acciones legales
en defensa del derecho al medio ambiente, sin perjuicio de la obligación de las
instituciones públicas de actuar de oficio frente a los atentados contra el medio
ambiente'; por lo que, en este contexto para activar la acción popular no se requiere
INDICE
formar o integrar un colectivo específico conforme se determinó en la SC 1018/2011-R
de 22 de junio”.
En la referida Sentencia Constitucional Plurinacional, se trató una acción popular
interpuesta por la Organización Territorial de Base (OTB) “Comunidad Villa Flor de
Pucara” que sostenía que el Gobierno Autónomo Municipal de Anzaldo negó incluirlos
en el proyecto del sistema de agua potable de la “Comunidad Jatun Pampa” y a
otorgarles la coparticipación en el 50% de la producción de agua potable en el citado
proyecto; en ese sentido, la Sala Tercera del Tribunal Constitucional Plurinacional,
denegó la tutela, con el argumento de que en el caso concreto no se había acreditado
que la política pública municipal impugnada, en lo referente al manejo del agua,
hubiese sido irracional o discriminatoria para finalmente concluir en que: “Las gestiones
y el beneficio de acceder a un sistema de agua potable por parte de la 'Comunidad Jatun
Pampa' no constituye per se una lesión al derecho colectivo de la OTB 'Comunidad Villa
Flor de Pucara'”.
III.2. Análisis del caso concreto.
Los accionantes sostienen que desde el mes de septiembre de 2012, su comunidad fue
privada del agua proveniente de las lagunas “Kasiri, Jancko Lackaya, Pasto Grande, Chaupi
Ckocha y Pultu Ckocha”; debido a que la comunidad Alcatuyo, fracturó la salida del agua
de las mismas, incumpliendo el acuerdo transaccional suscrito el 20 de junio de 1982,
entre las autoridades de las dos comunidades. Por su parte, los demandados se
apersonaron a esta Sala sosteniendo lo siguiente: 1) No se agotaron las instancias previas
al planteamiento de la acción popular; 2) Existe falta de legitimación pasiva pues no se
demandaron a todos los dirigentes de la comunidad Alcatuyo; 3) No se acreditó que los
demandados fuesen quienes hubiesen procedido al corte del agua, sino que más bien se
dio por falta de cuidado de los accionantes; y, 4) La comunidad Alcatuyo acrecentó su
población, por lo que, ahora requieren del agua máxime si existe una sequía en la región.
Ahora bien, en primera instancia corresponde observar los óbices que alegan los
demandados a la tramitación de la acción popular planteada por los representantes de la
comunidad Chillcani; con relación al por qué no se demandó a todos los representantes
de la comunidad Alcatuyo, se tiene que en general la legitimación pasiva es: “…la
capacidad jurídica otorgada al funcionario público o persona particular para ser recurrido
en impugnación de su acto, decisión u omisión que lesiona los derechos o garantías
constitucionales de una persona…” (SC 158/02-R) en este sentido dicha: “…calidad que se
adquiere por la coincidencia que se da entre la autoridad que presuntamente causó la
violación a los derechos y aquélla contra quien se dirige la acción” (SC 691/01-R),
entendimiento aplicable a las acciones populares pero que puede flexibilizarse en razón a
que en las mismas no se pretende la tutela de derechos subjetivos, sino los de la
colectividad, entendiéndose por tanto la labor de los accionantes como desinteresada y
como un servicio a la colectividad.
INDICE
En este contexto, los demandados, luego de celebrarse la audiencia de acción popular,
presentaron memorial a este Tribunal, “impugnando” la Resolución del Juez de garantías,
adjuntando elementos probatorios y efectuando argumentaciones sin hacer referencia a
qué otros medios probatorios o argumentaciones se vieron impedidos de presentar o
realizar, de forma que esta Sala puede concluir que no existió indefensión procesal
absoluta que dé lugar a una nulidad de obrados.
Además, debe observarse que consta en obrados el documento de transacción suscrito
por las comunidades Alcatuyo y Chillcani, el cual no fue desconocido por los
demandados, y que establece en su punto cuarto que: “Cada comunidad nombrará a un
Alcalde de Aguas y ambos trabajarán en forma conjunta regulando el uso de las aguas
del sistema con autoridad reconocida por ambas comunidades”; es decir, dicho acuerdo
previó una autoridad idónea para la representación de los intereses de la comunidad
Alcatuyo como es el Alcalde de Aguas, mismo que fue demandado, en este sentido, los
demandados, mediante su abogado, en audiencia de 29 de octubre de 2013, sostuvieron
que no se demandaron a los actuales dirigentes y solo a: “…Braulio Marino que es el
Alcalde de aguas pero recientemente posesionado el dieciséis de noviembre del dos mil
doce y tiene vigencia hasta dieciséis de noviembre del dos mil trece…”, acreditándose
que la autoridad prevista en el documento de transacción de la comunidad Alcatuyo,
fue demandada y ejerció defensa observando la demanda y cuestionando en el fondo la
misma.
En lo referente a la observación, en sentido de que no se agotaron instancias, se tiene
que a diferencia de la acción de amparo constitucional, la acción popular en atención a
los derechos de naturaleza colectiva que tutela no se rige por el principio de
subsidiariedad, en este sentido el art. 136.I de la CPE, de manera expresa establece que:
“Para interponer esta acción no será necesario agotar la vía judicial o administrativa que
pueda existir”, de ahí que no corresponde atender a la observación de la parte
demandada.
Por otra parte, observan que los representantes de la comunidad Chillcani, no
acreditaron que los demandados hubiesen sido quienes procedieron a cortar el
transcurso del agua de una comunidad a la otra, de esta forma sostienen que una
concesión vulneraría la presunción de inocencia; sin embargo, debe dejarse establecido
que las acciones constitucionales no tienen por objeto principal determinar
responsabilidad sea civil, penal o de otra naturaleza, sino la de proteger y resguardar los
derechos; en este sentido, la acción popular no es equivalente a un proceso sancionatorio
en el cual lo primordial sea identificar a los responsables de la vulneración o amenaza de
un derecho colectivo, sino que su propósito más bien es el de reparar o en su caso
prevenir la vulneración de los derechos previstos por el art. 135 de la CPE, por ello, el
elemento central a tomar en cuenta no es la culpabilidad sino la acreditación de la
vulneración del derecho colectivo.
INDICE
En este marco, debe hacerse referencia al documento de transacción de las
comunidades Alcatuyo y Chillcani de 20 de junio de 1982, supervisado y suscrito por el
Director Departamental del entonces Ministerio de Asuntos Campesinos y
Agropecuarios, cuya conclusión primera establece: “En virtud de existir lagunas en el
territorio de la comunidad de Chilcani y Alcatuyo como son las de: Ckasiri, Jancko,
Lakaya, Chaupi Cocha, Pulto, Pasto Grande, Huayamonte (…) todas ellas serán de uso
común para ambas comunidades conforme a sus necesidades sin perjudicarse ninguna
de ellas…” y cuya conclusión segunda, establece: “Para el mejor beneficio del agua
reunida en las lagunas, ambas comunidades se comprometen a mejorarlas evitando
filtraciones y mejorando sus muros de contención; reiterando que el uso de sus aguas
será de uso común”, dicho documento tiene validez y surtió efectos desde su
suscripción como reconocen los demandados en su memorial de apersonamiento al
sostener que: “A lo largo de 30 años del injusto e ilegal desvío de nuestras aguas,
hemos visto secarse nuestros arroyos…”.
Por otra parte, los accionantes, mediante fotografías y acta de verificación de notario,
manifiestan que el curso del agua de la laguna “Don Pedro Kasiri”, tiene una compuerta
cerrada, asimismo, dicho acta sostiene que en “el lugar llamado Cruz-Punta” existen
compuertas abiertas pero: “…el que pertenece a la comunidad de Chillcani está tapado
con un bloque de cemento de un metro y medio aproximadamente y el restante del
canal de agua que va a dicha comunidad esta tapado con piedras grandes unos 50
metros aproximadamente”, prueba observada por los demandados pues, en su criterio,
debió obtenerse mediante autoridad jurisdiccional competente.
Sobre dicha prueba, la misma puede ser valorada en la medida en la que concuerda con
lo referido en el Informe Técnico TCP/STyD/UD 023/2014 de 16 de julio, de la Unidad
de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional y porque el corte de agua
también es aceptado por los demandados, quienes sostuvieron en su memorial de
apersonamiento que dicho corte fue por falta de mantenimiento y dejadez de los
accionantes provocando derrumbes en el lugar, así sostienen: “Ante el derrumbe y
posterior reparación de nuestras aguas a su cauce natural, los dirigentes de Chillcani,
demandaron a nuestro Alcalde de aguas y a una compañera de base como si ellos
fueran culpables del derrumbe, fue su dejadez la que originó el deterioro y ruina de un
distribuidor ilegalmente construido” y que: “Se demanda a personas individuales y una
autoridad, que nada tuvieron que ver con el derrumbe del ilegal 'distribuidor de agua';
tendrían que demandarse ellos mismos por no contribuir al mantenimiento del atajado
y desvío artificial y antinatural (que se construyó hace más de treinta años), sin
mantenimiento y en tres décadas, es natural que las cosas se deterioren”.
En este contexto, esta Sala se ve impedida de determinar a los responsables de la
interrupción del curso del agua y si el mismo fue provocado por miembros de la
comunidad Alcatuyo o por la dejadez de los miembros de la comunidad Chillcani,
requiriéndose para su acreditación de una etapa probatoria amplia, es decir, la
realización de inspecciones físicas, testificales, peritajes, etc.; de ahí que, en esta
INDICE
instancia no puede determinarse los motivos del corte en el curso del agua y no puede
evidenciarse si lo aseverado por los demandados es cierto, en sentido de que: “…no es
correcto que la irresponsabilidad de las autoridades de Chillcani, condene a nuestro
Ayllu a la sed, sequía, erosión y subdesarrollo”, sea evidente o no y tampoco se podría
ordenar que la comunidad Alcatuyo pague la reincorporación del curso del agua
referido.
Pese a lo expresado, debe reiterarse que los demandados no desconocen el documento
de transacción de las comunidades Alcatuyo y Chillcani de 20 de junio de 1982,
supervisado y suscrito por el Director Departamental del entonces Ministerio de
Asuntos Campesinos y Agropecuarios, cuya impugnación en su caso no corresponde
efectuarse ante la justicia constitucional; por otra parte, tampoco niegan que los
accionantes tuvieron acceso al curso de agua desde hace muchos años, en este sentido,
se limitan a sostener que el corte del curso del agua se origina en la falta de
mantenimiento; de ahí que, si bien esta Sala, no puede otorgar una tutela reparadora
en contra de los demandados, empero, en atención al derecho al agua en su dimensión
colectiva y lo expresado precedentemente corresponde otorgar la tutela como
mecanismo preventivo, es decir, establecer que los accionantes tienen el derecho, en el
marco del documento de transacción suscrito por las comunidades Alcatuyo y Chillcani,
a restaurar con sus recursos el curso del agua reclamado, correspondiendo otorgar la
tutela, no para que los demandados restituyan el curso del agua reclamado, sino para
evitar que éstos impidan que los accionantes restituyan el mismo.
Por otra parte, los demandados hacen notar que su población creció y con la sequía que
azota la región hay escasez del líquido elemento, observando además que sus otras
fuentes de agua en la actualidad se encuentran agotadas, de ahí que consideran tener
el derecho al uso exclusivo del agua que en su espacio geográfico se encuentre y
observan que los accionantes tienen otras fuentes de agua.
Al respecto, esta Sala entiende que los problemas del agua en el futuro serán de gran
trascendencia para la humanidad, ello porque: “Antiguamente, el agua al igual que el
aire limpio resultaban tan naturales al ser humano que a nadie podría habérsele
ocurrido que en algún momento podría reconocerse como derechos fundamentales; sin
embargo, el crecimiento poblacional y los nuevos modos de producción del ser humano
implicaron en general modelos destructivos del medio ambiente que afectaron
fuertemente la calidad del agua y del aire y que paradójicamente menoscabaron la
calidad de vida del ser humano” (SCP 2532/2012 de 14 de diciembre), de ahí que las
políticas públicas y decisiones estatales deben conducir a su uso racional con el derecho
a la vida de los seres humanos y del resto de la naturaleza.
En el presente caso, esta Sala no puede determinar si la distribución que se otorga al
agua es o no racional y tampoco puede revisar las políticas públicas del Gobierno
Departamental, Municipal o Nacional por no haberse impugnado las mismas ni haberse
cumplido las condiciones establecidas en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia,
INDICE
de ahí que esta Sala no puede revisar las políticas públicas que atinjan a las
comunidades Chillcani y Alcatuyo.
De lo expuesto, si los demandados consideran que la distribución del agua es irracional
o pretenden desconocer el documento de transacción de las comunidades Alcatuyo y
Chillcani de 20 de junio de 1982, mismo que no puede otorgar derecho propietario a
ninguna de las comunidades pero que es obligatorio para las mismas, tienen expeditos
los mecanismos administrativos y judiciales respectivos sin que esta Sala sea sustitutiva
de dichas instancias.
Finalmente, corresponde observar que conforme el Informe Técnico TCP/STyD/UD
023/2014, de la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional las
instituciones públicas no generaron un espacio de diálogo entre ambas comunidades,
por ejemplo se generó desconfianza de los miembros de la comunidad Chillcani
respecto al SEDERI de Potosí, al grado de considerar que se tiene preferencia al Ayllu
Mankasaya Alcatuyo, ello porque no habrían podido participar en la inspección de las
aguas reclamadas debido a la desinformación existente sobre su realización, así Javier
Colque ex-autoridad de la comunidad Chillcani, en entrevista de 2 de julio de 2014,
sostuvo que intentó coordinar su participación en la referida inspección con el personal
de SEDERI de Potosí:
“Nosotros estamos en la compuerta en la hora que hemos hablado; espera, espera entonces- nos hemos comisionado, unos a Potosí a recogerles. (Entonces) habían tarido
por las puntas del cerro; todo por las cordilleras; para que nos vamos a acercarnos a la
laguna habrán dicho, va ver problemas habrán dicho; nosotros espera que espera, ya
era medio día; la señal no salía; cuando nos comunicamos con Potosí, nos ha dicho que
la comisión ya salió y ya está haciendo el trabajo de inspección -eso ocurrió en julio del
2013-; me comunico con el ingeniero me dice, No, pero por cuestión de tiempo
nosotros le estamos haciendo por la cordillera; no hemos bajado por las lagunas porque
si no se iba a hacer tarde; pero Uds. Igual pueden hacer presentando solicitud a SEDERI;
pero estas lagunas son uso compartido; cómo ustedes lo están haciendo -le dijo el
Alcalde agua de entonces de Chillcani- Pero entonces, ponete a tal lugar y vamos a
conversa; ahorita estamos en Púltu María, me ha dicho; entonces ese rato hemos
corrido a P´ultu María; hemos corrido casi una hora; entonces no habían hemos tenido
que subir a la quebrada para volver a llamar - nosotros- ya estamos en P´ultu María y no
están? ¿cómo me ha dicho que estás en P´ultu María. Ya estamos en la repartición.
Espérame ingeniero, personalmente quiero conversar con Ud. Le dije; ya me dice.
Después hemos corrido unos 25 minutos más; me he puesto en la repartición. Ni
siquiera habían llegado; en esa parte, ni había huellas. Le he vuelto a llamar y ya estaba
en Huayllani, pero queda arriba; pero Ud. Me ha dicho que primero estaban en P´ultu
María y luego en repartición; Ud. Me está jugando le he dicho; mejor espérame en la
escuela Janq´u Waji, vamos a bajar me ha dicho; nosotros corre y corre, tampoco han
llegado a Janq´waji. En Janq´waji estaba el asesor del SEDERI, estaba en un camioneta;
INDICE
entonces converse con el asesor y le dije: que estaban jugando con nosotros; se está
parcializando el técnico…” (sic).
Para esta Sala son las instancias públicas las que deben generar espacios de confianza
entre los miembros de las comunidades Chillcani y Alcatuyo, correspondiendo exhortar
fundamentalmente al Gobierno Autónomo Departamental de Potosí, para que efectúe
el acercamiento entre ambas comunidades y gestione proyectos de riego y de uso
sustentable del agua potable en la región.
En consecuencia, el Juez de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, actuó de forma
correcta, aunque con otros argumentos y alcance.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional, en revisión resuelve:
1° CONFIRMAR la Resolución 01/13 de 29 de octubre de 2013, cursante de fs. 66 a 69 vta.,
pronunciada por el Juez de Partido, Mixto, Liquidador y de Sentencia de Puna del
departamento de Potosí; y, en consecuencia CONCEDER la tutela solicitada, aclarándose
que la tutela de la acción popular, no se otorga en su dimensión reparadora al no haberse
acreditado que el corte del curso del agua fue provocado por los miembros de la
comunidad Alcatuyo, sino en su dimensión preventiva, de forma que sean los miembros
de la colectividad de Chillcani los que restituyan el curso del agua sin interferencia de los
miembros de la comunidad Alcatuyo, todo ello conforme el documento suscrito el 20 de
junio de 1982, entre ambas comunidades.
2° Disponer que los miembros de la comunidad Chillcani adopten las medidas pertinentes
para el mantenimiento del curso del agua y para evitar el despilfarro de la misma.
3° Exhortar a los miembros de las comunidades Chillcani y Alcatuyo, a iniciar un proceso de
dialogo que les permita el diseño de una política a largo plazo, respetuoso con el derecho
al agua por parte de todos sus habitantes y con el medio ambiente.
4° Exhortar al Gobierno Autónomo Departamental de Potosí, a que en su posición de garante
de los derechos, genere proyectos de riego y acceso al agua potable en las comunidades
Chillcani y Alcatuyo, y genere un espacio de acercamiento entre ambas comunidades.
5° Se dejan expeditas las vías legales ordinarias para que la comunidad Chillcani pueda
esclarecer las circunstancias sobre el corte del curso del agua que reclama; y, para que la
comunidad Alcatuyo pueda observar la racionalidad de las políticas públicas en la
distribución del agua y en su caso impugnar el documento de 20 de junio de 1982, suscrito
entre ambas comunidades.
INDICE
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Ruddy José Flores Monterrey
MAGISTRADO
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0872/2013-L
Sucre, 16 de agosto de 2013
SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA
Magistrada Relatora: Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco
Acción de amparo constitucional
Expediente:
Departamento:
2011-24675-50-AAC
La Paz
En revisión la Resolución 34/2011 de 6 de octubre, cursante de fs. 86 a 90, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Ramón Churata Quispe en
representación de la Comunidad “Quiricani” contra Mario Fermín Pilco Quispe, Secretario
General de la Comunidad “El Cebollar”; e, Hilarión Mamani Isidro, Secretario sub central
“Malavi”.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 19 de septiembre de 2011, cursante de fs. 18 a 23, se tiene
conocimiento de los siguientes argumentos:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El accionante en representación de la Comunidad “Quiricani”, de acuerdo a sus usos y
costumbres, refiere que, desde hace diecinueve años aproximadamente, pobladores de la
Comunidad “El Cebollar” del cantón Caracato, segunda sección Sapahaqui de la provincia
Loayza del departamento de La Paz, han impedido sistemáticamente el uso de recursos
hídricos para el riego de pequeños huertos que se encuentran a orillas del río Ticoma, que
desde tiempos ancestrales se utilizó para el sustento y mantenimiento de sus huertos y por
ende de sus familias.
Esta negativa de acceso al agua se agravó en los últimos tres años, provocando el inminente
secado de los frutales del alrededor, cuatrocientas plantas de durazno, cincuenta árboles de
higo, ochenta plantas de tumbo, sesenta y dos plantas de rosas, cuarenta y nueve plantas de
ulupika, árboles de pera y manzana chilena, sembradíos de papa, alfalfa, hortalizas y otros;
por otro lado, Mario Sullcani Chuquimia, Sub Prefecto de la provincia Loayza del
departamento de La Paz no sólo constató los extremos que ahora se denuncian sino también
los destrozos que se ocasionaron en las acequias, robo de cañerías y/o politubos y sus
respectivos codos de conexión, que fueron utilizados por la Comunidad “El Cebollar”, bajo el
pretexto de que el agua del referido río les pertenecería también ancestralmente.
INDICE
Se hicieron varios reclamos ante diferentes instancias sindicales y administrativas, de esta
arbitraria y vulneratoria privación de acceso al agua, sin ningún resultado positivo hasta la
fecha de presentación de esta acción, la que ahora se agrava por encontrarse en época de
riego, lo que a su vez amenaza su salud, economía y sus propias vidas, pues han sido
amenazados de muerte si hacen uso de dichas aguas. Por otro lado, estos problemas
ocasionaron que la población de la Comunidad disminuya, pues muchas personas optaron
por irse a otros lugares.
En julio de 2007, la acequia de uno de sus comunarios fue destruida, y el mismo fue objeto
de amenazas e intimidación, ignorando la Resolución Municipal (RH) 19/2001 de 10 de
septiembre, emitida por el Concejo Municipal de Sapahaqui, que señala que el uso de las
aguas del río Ticoma debe beneficiar en la irrigación a los predios o parcelas cultivables y
abrevaderos a favor de los comunarios de “Quiricani”. Los comunarios de “El Cebollar”
obligan a la Comunidad de “Quiricani” a brindar apoyo económico para su escuela, a aportar
cuotas mensuales y multas por inasistencia a las reuniones, a desempeñar cargos y realizar
trabajos que no son remunerados a cambio de utilizar un poco del agua.
Finalmente, a efectos de restituir sus derechos, presentaron una denuncia al Servicio
Departamental de Riego (SEDERI) de La Paz dependiente del Ministerio del Medio Ambiente
y Agua; en la que se emitió el Auto Administrativo 010/2011 de 9 de agosto, por el cual se dio
por concluido y cerrado el proceso de conciliación, por la intransigencia y falta de voluntad
marcada de las autoridades de la Comunidad “El Cebollar”.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
El accionante señala como lesionados los derechos de la Comunidad “Quiricani” al agua y a la
alimentación y a la vida, haciendo cita de los arts. 15.I y III, 16.I y II, 373.I de la Constitución
Política del Estado (CPE), 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y
Culturales (PIDESC), así como de la Observación General 12 realizada por el Comité de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
I.1.3. Petitorio
El accionante simplemente solicita se conceda la acción de amparo constitucional con
calificación de daños y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 6 de octubre de 2011, según consta en el acta cursante de
fs. 73 a 85, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
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El accionante ratificó el contenido de la acción de amparo constitucional y solicitó se proceda
a ver un video tomado en la Comunidad que demuestra el estado de las plantas por falta de
riego. Con el derecho a la réplica señala que se cumplió con el plazo de inmediatez porque el
proceso concluyó con el Auto Administrativo 010/2011, emitido por el Director Ejecutivo del
SEDERI de La Paz.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
Mario Fermín Pillco Quispe, Secretario General de la Comunidad “El Cebollar”, por sí y en
representación sin mandato de Hilarión Mamani Isidro, Secretario sub central “Malavi”,
mediante memorial de respuesta cursante de fs. 68 a 72, así como en audiencia, señaló que:
a) La Comunidad “Quiricani” cuenta con superabundante agua de vertientes el año entero; b)
El cauce del río Ticoma establece el límite entre las comunidades “Quiricani”, “Jupi” y
“Colliri”; sin embargo, José Churata -hermano del ahora accionante- realizó trabajos de
pequeños cultivos en propiedades de uso común para pastores y a orillas del río; c) No existe
ningún tipo de problemas entre las dos comunidades sobre el uso y manejo de agua del río
Ticoma; d) A través de la mita, sus usos y costumbres, se mantuvo el uso del cauce de las
aguas, firmando un compromiso cada veinte años entre varias familias; e) José Churata se
apartó del compromiso que suscribió con la Comunidad “El Cebollar” en octubre de 2007; f)
Como Comunidad, no son un poder económico pero si están bien organizados en apego de
sus leyes, usos y costumbres desde hace generaciones; g) Se apegan a lo previsto por el art.
374.II de la CPE; h) No se cumplió con el principio de subsidiariedad, pues sobre este
problema existe el Auto de Vista “48/92 de 17 de enero de 1995”, además de que el abogado
del accionante no logra entender los usos y costumbres de las naciones y pueblos indígenas,
pues se debió acudir ante la Central Cantonal de Caracato, posteriormente a la Central
Agraria de Comunidades, toda vez que son éstas las autoridades del lugar; i) No es cierto que
los comunarios de “Quiricani” hayan abandonado el lugar; j) José Churata desviaba el cauce
del río a su favor en forma maliciosa, y por varios encuentros no gratos, fueron demandados
en 1992 con un proceso social y agrario de amparo y garantías de tierras y aprovechamiento
y uso de regadíos de las aguas del río Ticoma, del que surge el referido Auto de Vista, que
señala que no existe ningún abuso ni atropello de la Comunidad “El Cebollar” a su similar
“Quiricani”; esta Resolución falló declarando improbada la demanda principal y probada la
reconvención, y además dispuso mantener inalterable el curso del agua del río Ticoma; en
apelación de dicha Resolución, el mencionado Auto de Vista, ya ejecutoriado, dispuso
confirmar en parte la sentencia indicando que la Comunidad “Quiricani” haga un uso racional
del agua del río durante los meses de enero a marzo, respetando los derechos de las demás
comunidades; y, k) José Churata, debía instalar un tubo de una pulgada, pero instaló una de
dos sin el consentimiento de la Comunidad, por esa razón se lo citó para resolver el problema
el 27 de septiembre de 2006, y después de esperarlo un año se ejecutó lo resuelto en la
asamblea; es decir, suspender la irrigación de su acequia. Solicitó se falle negativamente.
Hilarión Mamani Isidro, no participó en la audiencia pese a encontrarse presente en la
misma; por lo que se entiende que se adhirió a la intervención que hizo el codemandado en
su nombre.
INDICE
I.2.3. Resolución
El Juez de Partido y de Sentencia Penal de Patacamaya provincia Aroma del Distrito Judicial ahora departamento- de La Paz, constituido en Juez de garantías, por Resolución 34/2011 de
6 de octubre, cursante de fs. 86 a 90, declaró “improcedente” la acción de amparo
constitucional; en base a los siguientes fundamentos: 1) En el caso de autos, existió una
Resolución anterior sobre el mismo problema que se suscita, y conforme el “art. 96 num.3)
del la Ley 1836”(sic), que indica la improcedencia de este recurso extraordinario cuando
existen estas Resoluciones, porque no se agotaron todas las vías administrativas que
franquea la ley, pues para el uso del agua de riego debe necesariamente completarse con la
inscripción del registro de esas aguas para el uso correcto no sólo de la Comunidad “El
Cebollar”, sino de todas aquellas personas que requieran de este elemento; y, 2) No se
cumplió con la previsión del art. 129.II de la CPE, pues por los antecedentes, los hechos de la
demanda datan de hace más de tres años atrás llegando incluso hasta veinte años.
I.3. Consideraciones de Sala
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto
de la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31
de diciembre de 2011, modificada por la Disposición Transitoria Segunda del Código Procesal
Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se
procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes
conclusiones:
II.1.
Personalidad Jurídica otorgada a la Organización Territorial de Base (OTB), Comunidad
“Quiricani”, por Resolución Prefectural 060/95 de 19 de mayo de 1995 y RM 020/95
de 22 del mismo mes y año, suscrita por el entonces Prefecto del Departamento de La
Paz, el Sub Prefecto de la provincia Loayza y el Secretario General de la Prefectura, el
4 de junio de ese año (fs. 4); y, Personalidad Jurídica otorgada a la Comunidad “El
Cebollar”, por Resolución Prefectural 273/99 de 18 de mayo de 1999, Resolución Sub
prefectural 014/99 de 25 de marzo de ese año, RM 019/98 de 13 de abril de 1998,
con Registro UDFC 02/13/421 de 18 de mayo de 1999, suscrita por el entonces
Prefecto del Departamento de La Paz, el Sub Prefecto de la provincia Loayza y el
Secretario General de la Prefectura, el 2 de junio de igual año (fs. 38).
II.2.
RM 19/2001 de 10 de septiembre, emitida por el Concejo Municipal de Sapahaqui; en
la que se dispone que: “…el uso de agua de los ojos y/o vertientes mediante la
acequia o canal de aducción, Estanques rústicos de Almacenamiento, toma de agua
INDICE
ubicado en lugares denominados; ACIRINI y rio Ticoma, vertientes (aforos)
comprehendidos dentro de la jurisdicción geográfica de la Comunidad Quiricani y
pobladores beneficiarios: caudales de agua conducidos por canales de riego de
aducción de forma rústica, para uso exclusivo de Riego a favor de los señores:
comunarios afiliados de QUIRICANI, con Personalidad Jurídica, este beneficio será
absolutamente para uso de irrigación de sus predios y/o parcelas cultivables y
abrevaderos” (sic) (fs. 10 a 11 vta.).
II.3.
Acta de reunión extraordinaria de 24 de octubre de 2007, de la Comunidad “El
Cebollar”, en el que dicha comuna se propuso resolver el problema del agua de Asiriri
y el compromiso realizado entre Daniel, Remberto y Ceferino Churata con José
Churata, en dicha reunión, el último nombrado se comprometió a afiliarse a la
Comunidad y cumplir con sus usos y costumbres y a ceder el agua de riego de los
mencionados (fs. 49 a 51); Acta de compromiso de 27 de igual mes y año, en el río
Asiriri en la que José, Daniel y Ceferino Churata, residentes de la Comunidad
“Quiricani” se comprometen a afiliarse a la Comunidad “El Cebollar” y cumplir con sus
usos y costumbres a cambio de cederles el agua de una pulgada de politubo (fs. 52 a
54).
II.4.
Informe de inspección ocular de 5 de abril de 2010, realizado por Mario Sullcani
Chuquimia, entonces Sub Prefecto de la provincia Loayza, dirigido a la “Institución
'SINARI'”; en el que señaló que el 16 de marzo del mismo año, se constituyó en el
lugar de toma de agua con el Secretario General de la Comunidad “Quiricani”,
constatándose que se habían destrozado doscientos cincuenta metros de la acequia,
la cañería de la misma longitud así como sus uniones se encontraban perdidas,
posiblemente en poder de la Comunidad “El Cebollar”, y que distintas plantas del
lugar se encontraban afectadas (fs. 16).
II.5.
Auto Administrativo 010/2011 de 9 de agosto, emitido por la Dirección Ejecutiva del
SEDERI de La Paz, sobre el Conflicto de Riego Comunidad “Quiricani” y ”El Cebollar”,
dictada por el Director Ejecutivo a.i. de esa entidad estatal; en la que se señaló que el
proceso de conciliación se mantiene en el mismo estado por intransigencia de la
Comunidad “El Cebollar” a conciliar, y en vista de ese desacato, los hechos delictivos
deben ser investigados por la vía ordinaria llamada por ley, cerrando la vía
conciliatoria (fs. 6 a 9).
II.6.
Certificación de 26 de septiembre de 2011, emitida por Benjamín Aruquipa, Autoridad
Central Cantonal de Caracoto, de la segunda sección Sapahaqui de la provincia Loayza
del departamento de La Paz; en la que refiere que no recibió ninguna denuncia sobre
el caso de riego por parte de la Comunidad de “Quiricani”, indicando también que los
referidos se alejan de su organización matríz (fs. 61).
II.7.
Informe de 3 de octubre de 2011, suscrito por Agustín Calle Toledo, Ejecutivo de la
Central Agraria de Comunidades Originarias de Sapahaqui; en el que señaló que como
INDICE
máxima autoridad indígena originaria de la segunda sección de Sapahaqui, expuso lo
siguiente: “…la denuncia de los comunarios de Quiricani contra los comunarios de
Cebollar; Que los comunarios de Quiricani no respetan a las autoridades originarios y
es mas van aislandose a la 1ra sección Luribay y la inasistencia a los ampliados y
reuniones durante mi gestión.
Y es mas a mi autoridad no llego ninguna denuncia por parte de los comunarios de
Quiricani sobre caso de riego” (sic); por lo que solicitó respeto a la justicia originaria,
usos y costumbres (fs. 60).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante señala como lesionados los derechos de la Comunidad “Quiricani” al agua y a la
alimentación y a la vida; porque los miembros de la Comunidad vecina de “El Cebollar”
aproximadamente desde hace diecinueve años atrás, en forma progresiva han impedido el
uso de las aguas del río Ticoma a los comunarios de “Quiricani”. Estos hechos recrudecieron
en los últimos tres años, cuando una acequia fue destruida y fueron robados los
implementos para el riego de la misma; es así que acudieron a diferentes instancias
sindicales y administrativas sin obtener una respuesta favorable, por lo que se ven en la
necesidad de optar por la vía constitucional. En consecuencia, corresponde en revisión,
verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1.
Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional
La SCP 0002/2012 de 13 de marzo, al respecto señaló: “…la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato
de protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo
ámbito de protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y
garantías, que no se encuentran resguardados por los otros mecanismos de
protección especializada que el mismo orden constitucional brinda a los bolivianos,
como la acción de libertad, de protección de privacidad, popular, de cumplimiento,
etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los que procede, esta acción se
dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos provenientes no sólo de
los servidores públicos sino también de las personas individuales o colectivas que
restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su protección.
En este contexto, el amparo constitucional boliviano en su dimensión procesal, se
encuentra concebido como una acción que otorga a la persona la facultad de activar
la justicia constitucional en defensa de sus derechos fundamentales y garantías
constitucionales.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de
nomenclatura, que no incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una
verdadera acción de defensa inmediata, oportuna y eficaz para la reparación y
INDICE
restablecimiento de los derechos y garantías fundamentales, y dada su
configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso constitucional,
de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del
proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto
específico y diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales
con una causa distinta a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración
concreta o inminente de derechos fundamentales a raíz de actos y omisiones ilegales
o indebidos con un régimen jurídico procesal propio.
En este orden de ideas, la acción de amparo constitucional adquiere las
características de sumariedad e inmediatez en la protección, por ser un
procedimiento rápido, sencillo y sin ritualismos dilatorios. A estas características se
añade la de generalidad, a través de la cual la acción puede ser presentada sin
excepción contra todo servidor público o persona individual o colectiva.
Finalmente cabe señalar, que dentro de los principios procesales configuradores del
amparo constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al
señalar en el parágrafo I del art. 129 de la CPE, que esta acción ´se interpondrá
siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados´".
III.2.
El derecho al agua como derecho colectivo fundamental y como derecho difuso
fundamentalísimo
La SCP 0176/2012 de 14 de mayo, expresó: “A diferencia de lo que ocurría con la
Constitución Política abrogada, la importancia que le otorga la Ley Fundamental
vigente al agua, se visualiza desde el preámbulo, cuando por una parte establece
que la búsqueda del vivir bien implica el acceso al agua, trabajo, educación, salud y
vivienda para todos, basados en los principios de respeto e igualdad entre todos,
soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y equidad.
Asimismo, cuando advierte, que el pueblo boliviano, de composición plural, desde la
profundidad de la historia, construye el nuevo modelo de Estado, inspirado en las
luchas del pasado, en la sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en
las luchas populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en
las guerras del agua y de octubre, en las luchas por la tierra y territorio.
De ello se desprende, la importancia y la evidente complejidad que representa el
tema del agua en la Constitución Política del Estado, su reconocimiento como
derecho fundamental y los mecanismos de protección diseñados por ella para su
protección y salvaguarda, conforme se analizará más adelante.
En este sentido la SCP 0052/2012 de 5 de abril, señala que: 'El derecho al agua tiene
una doble dimensión constitucional, tanto como un derecho individual fundamental
como un derecho colectivo comunitario fundamentalísimo, que está reconocido en el
INDICE
texto constitucional como en instrumentos internacionales, cuya tutela y protección
no debe responder a una visión antropocentrista y excluyente; en este sentido por la
naturaleza de este derecho en su ejercicio individual, no puede arbitrariamente ser
restringido o suprimido mediante vías o medidas de hecho en su uso racional como
bien escaso por grupo social alguno -sea una comunidad campesina o sea una
colectividad diferente- ni tampoco por persona particular'.
Bajo esas premisas, corresponde señalar que el derecho al agua, es reconocido por la
Constitución Política del Estado como un derecho fundamental y fundamentalísimo,
pero ese reconocimiento y estatus que otorga la Norma Fundamental se lo realiza en
diferentes dimensiones y contextos, a saber:
III.3.1.El derecho fundamental de acceso al agua potable como derecho subjetivo o
colectivo
El derecho fundamental al agua se constituye en un derecho autónomo que
vinculado al derecho de acceso a los servicios básicos, permite la configuración del
derecho de acceso al agua potable (preámbulo y art. 20.I y III de la CPE), que puede
vincularse o relacionarse de acuerdo al caso concreto por el principio de
interdependencia (art. 13.I de la CPE) al derecho a la salud, a la vivienda, a una
alimentación adecuados, entre otros derechos individuales que tengan que ver con
un nivel de vida adecuado y digno, lo que la Constitución denomina el 'vivir bien'
como finalidad del Estado (preámbulo y art. 8.II de la CPE), o lo que la Corte
Interamericana de Derechos Humanos llama el derecho al acceso a una existencia
digna.
Lo referido puede deducirse de la globalidad del texto constitucional y guarda
relación con algunos instrumentos internacionales sobre derechos humanos que al
tenor del art. 410.II de la CPE, integra el bloque de constitucionalidad, esto es:
Por una parte cuando en el Capítulo Segundo, Título Segundo de la Primera Parte de
las Bases Fundamentales del Estado, referido a los Derechos Fundamentales, el art.
16.I reconoce que: 'Toda persona tiene derecho al agua y a la alimentación'.
A su vez, el art. 20 de la CPE dispone: 'I. Toda persona tiene derecho al acceso
universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado,
electricidad, gas domiciliario, postal y telecomunicaciones' y su parágrafo III
establece: 'El acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos humanos, no son
objeto de concesión ni privatización y están sujetos a régimen de licencias y
registros, conforme a ley'.
En este contexto, debe diferenciarse sobre las vías de protección del derecho al agua
potable, así:
INDICE
1) Cuando se busca la protección del derecho al agua potable como derecho
subjetivo y por tanto depende del titular o titulares individualmente considerados su
correspondiente exigibilidad; en estos casos, la tutela debe efectuarse
necesariamente a través de la acción de amparo constitucional, así la SC 0014/2007R de 11 de enero (corte de agua potable por sindicato campesino con el argumento
de que no participó en las labores de la comunidad), SC 0562/2007-R de 5 de julio
(corte de agua por propietario, con el argumento de que su inquilino no pago el
alquiler), SC 0470/2003-R de 9 de abril (corte de agua por decisión de cabildo abierto
para presionar a suscribir acuerdos) y SC 0797/2007-R de 2 de octubre (corte de
agua por empresas de servicios proveedoras como mecanismo de presión), entre
muchas otras.
2) Otro supuesto, podría darse cuando se busca la protección del derecho al agua
potable en su dimensión colectiva, es decir, para una población o colectividad, en
cuyo caso se activa la acción popular, este supuesto se sustenta en razón a que el
agua y los servicios básicos de agua potable (art. 20.I de la CPE), deben ser accesibles
a todos, con mayor razón a los sectores más vulnerables, marginados y
desprotegidos de la población, sin discriminación alguna (art. 14.II de la CPE), como
por ejemplo las poblaciones rurales, campesinas y zonas de naciones y pueblos
indígena originario campesinos. En este ámbito, puede protegerse a las
colectividades de la discriminación en el acceso al agua potable en su dimensión
colectiva. Por discriminación se entiende toda distinción, exclusión o restricción
hecha en razón de características específicas de la persona, como la raza, la religión,
la edad o el sexo, y que tiene por efecto o finalidad menoscabar o anular el
reconocimiento, disfrute o ejercicio de los derechos humanos y las libertades
fundamentales (art. 14.II de la CPE). La discriminación en el acceso al agua potable
puede ser a través de políticas públicas o medidas y actos discriminatorios
excluyentes.
III.3.2. Derecho fundamentalísimo al agua como derecho difuso
De nuestro texto constitucional puede extraerse la denominada ´Constitución
Ecológica´, entendida como el conjunto de postulados, principios y normas
constitucionales en materia ecológica que permiten entre otros el uso racional de los
recursos naturales renovables y no renovables, para preservar la vida no únicamente
del ser humano sino del resto de los animales, plantas y otras formas de vida que
conforman los diferentes ecosistemas cuyo análisis supera el antropocentrismo que
estableció al ser humano como la medida de las cosas y la considera como una
especie más de entre las otras, no más importante sino complementario al resto de
seres vivos, la tierra y lo que se encuentre adherido a ella y permite resolver las
causas sometidas a éste Tribunal en base al principio pro natura justamente porque
dicha tutela a la larga no sólo busca proteger al ser humano concreto sino el derecho
de existir de futuras generaciones. Dicha protección y el nuevo enfoque en el análisis
referido deviene incluso desde el primer párrafo del preámbulo contenido en el texto
INDICE
constitucional que dice: 'En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se
desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra amazonía, nuestro chaco, nuestro
altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta
sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la
pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas' de
donde se extrae no solo un sentimiento de orgullo del legislador constituyente de la
naturaleza que nos rodea sino de protección a aquello que nos enorgullece.
Así en otro contexto, el art. 373 de la CPE, establece que:
'I. El agua constituye un derecho fundamentalísimo para la vida, en el marco de la
soberanía del pueblo. El Estado promoverá el uso y acceso al agua sobre la base de
principios de solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y
sustentabilidad
II. Los recursos hídricos en todos sus estados, superficiales y subterráneos,
constituyen recursos finitos, vulnerables, estratégicos y cumplen una función social,
cultural y ambiental. Estos recursos no podrán ser objeto de apropiaciones privadas y
tanto ellos como sus servicios no serán concesionados y están sujetos a un régimen
de licencias, registros y autorizaciones conforme a Ley'.
De lo anterior puede extraerse que el derecho al agua como derecho
fundamentalísimo extralimita el interés de una persona o colectividad, que por su
naturaleza de bien escaso es decir limitado es de interés de la humanidad entera.
Por lo expuesto, el derecho fundamentalísimo al agua como derecho autónomo está
íntimamente relacionado al derecho al medio ambiente, saludable, protegido y
equilibrado (preámbulo y art. 33 de la CPE), en razón a que la protección de este
último derecho, implica a su vez, la protección, conservación, preservación,
restauración, uso adecuado y sustentable de los recursos hídricos (arts. 373 y ss. de
la CPE), así como de los ecosistemas asociados a ellos, sujetos a los principios de
soberanía, solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y
sustentabilidad (art. 373.I in fine de la CPE), y al configurarse como derecho difuso se
tutela mediante la acción popular, así el art. 34 de la CPE, establece que: 'Cualquier
persona, a título individual o en representación de una colectividad, está facultada
para ejercitar las acciones legales en defensa del derecho al medio ambiente, sin
perjuicio de la obligación de las instituciones públicas de actuar de oficio frente a los
atentados contra el medio ambiente'; por lo que, en este contexto para activar la
acción popular no se requiere formar o integrar un colectivo específico conforme se
determinó en la SC 1018/2011-R de 22 de junio”.
III.3.
Análisis del caso concreto
INDICE
En el caso presente, la parte accionante refiere que la Comunidad vecina de “El
Cebollar”, en forma progresiva hubieran impedido el uso de las aguas del río Ticoma
a los comunarios de “Quiricani”, en representación de quienes ahora acude a la
justicia constitucional; estos hechos habrían empeorado en los últimos años,
especialmente cuando una acequia fue destruida y fueron robados los implementos
para la ejecución del sistema de riego de la misma. En respuesta a estas agresiones,
los representantes de la comunidad de “Quiricani” acudieron a diferentes instancias
sindicales y administrativas sin obtener una respuesta favorable, que resolviera
dicha situación, entendiéndose que la misma se ha mantenido hasta el presente.
III.3.1.
Del derecho al agua denunciado como vulnerado
De acuerdo a la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.4 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, el derecho al agua,
tienen una especial trascendencia que lo vincula con el principio del “vivir
bien” para desentrañar en una inevitable complejidad, pues se halla
íntimamente ligado a otros principios igualmente preponderantes como la
solidaridad, armonía y equidad, entre otros.
Así, este derecho está contemplado en el nuevo orden constitucional
implementado desde la promulgación de la Constitución Política del
Estado de 2009, además de un derecho fundamental individual y como un
derecho colectivo “comunitario” fundamentalísimo, adjetivo que resalta la
aludida especial importancia declarada desde el mismo preámbulo de la
Norma Fundamental que además describe como inspiración del nuevo
modelo de Estado “…las guerras del agua y de octubre…”.
Entonces, volviendo al caso en análisis, es preciso señalar, que si bien la
naturaleza de los actos denunciados como vulnerados tienen una data no
precisamente reciente, los efectos producidos como emergencia del
conflicto se han mantenido al presente, poniendo en serio riesgo de
irreparabilidad el derecho de acceso a este recurso por parte de la
Comunidad “Quiricani”, quien se ha visto privada de dicho líquido vital, y
si bien la parte demandada ha negado la existencia misma del conflicto
suscitado entre las comunidades “Quiricani” y “El Cebollar”, la prueba de
descargo aportada (Conclusión II.6 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional) no alcanzó a desvirtuar la presentada por la parte
accionante (Conclusiones II.4 y II.5 del presente fallo) por la cual no sólo se
asume plena convicción de la existencia del conflicto desatado a raíz de la
distribución del agua por parte de los habitantes de ambas comunidades,
sino que dicho conflicto ha llegado a instancias tanto administrativas
como judiciales y sigue produciendo efectos contemporáneos a la
presentación de esta acción tutelar, por lo que cualquier argumento que
INDICE
aluda a la falta de inmediatez en la presente acción resulta por demás
impertinente.
De esta manera, con relación a los contextos señalados en los que se
puede identificar la vulneración de este derecho, tomando en cuenta la
existencia de acuerdos suscritos entre ambas comunidades en el marco de
sus normas y procedimientos propios, así como de la existencia de
instancias de la jurisdicción indígena originario campesina que no han sido
activadas por parte de los ahora accionantes, pero sobre todo, atendiendo
a la irreparabilidad de los posibles efectos a producirse, corresponde
conceder la tutela solicitada en forma provisional, disponiendo la
restitución de este derecho por parte de los ahora demandados y que la
provisión de solución a este conflicto se defina en los ámbitos de dicha
jurisdicción, misma que de acuerdo a lo establecido en la Constitución
Política del Estado, podrá ser sometida al respectivo control de
constitucionalidad, según corresponda.
III.3.2.
De los demás derechos denunciados como lesionados
En relación a los derechos a la alimentación y a la vida también
denunciados a través de la presente acción, no obstante el principio de
interdependencia de los derechos, establecido por la jurisprudencia
constitucional, es preciso señalar que tal relación debe formar parte de la
carga argumentativa presentada por el accionante, y que permita a este
Tribunal ingresar en su análisis, lo contrario como sucede en el presente
caso, impide efectuar dicho análisis y por consiguiente denegar la tutela
impetrada en relación a los mismos. En todo caso, una vez resuelto el
conflicto a través de la jurisdicción indígena originario campesina,
corresponderá el resguardo de tales derechos en el marco de dicha
jurisdicción.
En consecuencia, el Juez de garantías, al declarar “improcedente” la acción de amparo
constitucional, además de hacer uso de terminología errónea, efectuó una compulsa parcial
de los antecedentes del caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo
previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011, en revisión, resuelve:
REVOCAR en parte la Resolución 34/2011 de 6 de octubre, cursante de fs. 86 a 90,
pronunciada por el Juez de Partido y de Sentencia Penal de Patacamaya provincia Aroma del
Distrito Judicial -ahora departamento- de La Paz; y, en consecuencia:
INDICE
1º CONCEDER la tutela solicitada en forma provisional, únicamente en relación al derecho
al agua; y,
2º DENEGAR con relación a los derechos a la alimentación y a la vida de la Comunidad
“Quiricani”, los cuales deberán ser resguardados en el marco de la jurisdicción indígena
originario campesina.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar
MAGISTRADA
Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
MAGISTRADO
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 2028/2013
Sucre, 13 de noviembre de 2013
SALA TERCERA
Magistrado Relator:
Acción popular
Expediente:
Departamento:
Tata Gualberto Cusi Mamani
04262-2013-09-AP
Cochabamba
En revisión la Resolución de 17 de julio de 2013, cursante de fs. 299 a 302 vta., pronunciada
dentro de la acción popular interpuesta por Luis Jorge René Martínez Rea en representación
legal de la Organización Territorial de Base (OTB) “Malvinas Chulla” contra Charles Cristhian
Becerra Sejas, Alcalde, Carla Lorena Pinto Bustamante y Jesús Mérida Amurrio, Concejales;
Ramiro Paniagua Peñafiel y Raby Chávez, funcionarios del Gobierno Autónomo Municipal
de Quillacollo del departamento de Cochabamba; Carmen Asunta Martínez Agreda y José
Milton Jaldín Céspedes, dirigentes de la OTB “Illataco Oeste”; José Guzmán Adriazola,
María Valencia Vásquez, Juan Carlos Navia Correa, Ramiro Encinas Heredia y Francisco
Flores Navia, vecinos del lugar.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 11 y 17 de junio de 2013, cursante de fs. 62 a 65 vta., y (fs. 71
y vta.), el representante expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
A partir de la Resolución Técnico Administrativa de Aprobación del Documento Base de
Contratación (DBC) y la consiguiente autorización GAMV-ANPE-77/2012, para el inicio de
contratación de exploración del pozo de agua potable para la OTB “Malvinas Chulla”; el 26 de
diciembre de 2012, la empresa “Perforaciones San Rafael S.R.L.”, -que se adjudicó la obra-, se
hizo presente en el lugar, con su respectiva maquinaria, a objeto de dar inicio a los trabajos
de perforación.
Empero, los dirigentes de la OTB “Illataco Oeste”, junto a dos empleados del Gobierno
Autónomo Municipal de Quillacollo, se presentaron en el lugar y aduciendo que dicha
propiedad donde se haría el pozo de agua estaba ubicada en la zona de Illataco, comprensión
del municipio de Quillacollo; sin embargo, agredieron e insultaron a los funcionarios de la
Alcaldía Municipal de Vinto, amenazándolos con destrozar la maquinaria y el camión de la
empresa contratada; mencionando que, la dueña del lugar del predio donde se ejecutaría la
perforación “no podía vender agua de Illataco a Chulla”; porque, no contaba con la consulta
de los originarios del lugar.
INDICE
Dicha situación se repitió el 5 de marzo y el 17 de abril de 2013, cuando movilidades de la
Alcaldía Municipal de Quillacollo, a cargo de su Alcalde y concejales, y vehículos particulares,
interceptaron al camión de la empresa con la maquinaria, obstruyendo su paso e
inmovilizándolo para que no llegara al destino de la perforación.
El Alcalde Municipal de Quillacollo como los concejales de ese Municipio, han procedido a
amenazar y amedrentar a la población de “MalvinasChulla”; y, a partir de medidas de hecho
ilegales e indebidas, los están privando de la apertura de un pozo de agua que beneficiaría a
más de cien familias; despojando en consecuencia, a quinientas personas de ese líquido
elemento vital, y vulnerando sus derechos fundamentales.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
El representante estima lesionados los derechos de la población de la OTB “MalvinasChulla”
al agua, a la salud, a la salubridad y a la paz social; citando al efecto los arts. 13. I, 16.I, 20 y
35 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, disponiendo que el Gobierno Autónomo Municipal de
Quillacollo -a través de su representante titular ejecutivo y su respectivo Concejo Municipal-,
así como los dirigentes de la población aledaña de “Illataco Oeste” y los vecinos instigadores,
se “abstengan de impedir la apertura del pozo de agua” en favor de la OTB “Malvinas
Chulla”; condenando además, al pago de costas procesales, daños y perjuicios ocasionados
por parte de los demandados.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 17 de julio de 2013, según consta en el acta cursante de fs.
292 a 298 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La parte accionante, por intermedio de su abogado, ratificó íntegramente los términos de la
acción popular interpuesta; señalando además que: a) La Constitución Política del Estado
establece que Bolivia es un Estado Social de Derecho, lo cual significa que cualquier problema
que se suscite entre personas, colectividades, comunidades, municipios o departamentos,
debe ser resuelto por la vía llamada por ley, y no así utilizando la justicia por mano propia y
menos haciendo uso y abuso de poder, como en este caso lo ha hecho el Gobierno
Autónomo Municipal de Quillacollo, que con acciones la entidad demandada está vulnerando
los derechos de toda una colectividad; b) Sin agua potable nadie podría mejorar sus
condiciones de vida; por tanto, al lesionarse el derecho a la salubridad, se atenta también
contra el derecho a la vida, a la salud y se afecta la paz social; y, c) El art. 20.3 de la Ley
INDICE
Fundamental, reconoce que el acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos
humanos, lo cual implica que nadie en particular puede apropiarse ni alegar derecho
absoluto y menos monopolizar el aprovechamiento de este elemento líquido vital bajo
argumento alguno, como un aparente conflicto de límites.
I.2.2. Informe de las autoridades, funcionarios municipales y personas demandadas
Charles Cristhian Becerra Sejas, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, a
través de su apoderado legal, presentó su informe escrito, cursante a fs. 83 y vta., y en
audiencia señaló lo siguiente: 1) Como primera autoridad municipal de la jurisdicción de
Quillacollo, su compromiso es la atención y prestación de servicios básicos en base a los
requerimientos y necesidades de los habitantes del lugar, que en este caso responde a la
zona “Illataco Oeste”, donde se encontraría la población de “Chula” y la OTB “Malvinas”;
teniéndose que, entre esas necesidades se localiza el acceso a los servicios públicos y básicos
como el agua potable; las mismas que, de acuerdo al informe adjuntado a esta acción, están
cubiertas a través de la perforación de un pozo en la mencionada zona; por lo que, las
afirmaciones descritas en la acción popular están alejadas de la verdad; 2) Alegan que
supuestamente estarían lesionando derechos colectivos; sin embargo, el fondo del asunto es
la existencia de una problemática de límites municipales; por lo cual, el citado Gobierno
Autónomo Municipal de Quillacollo asista a las diferentes convocatorias realizadas por dicha
Gobernación con el fin de solucionar el problema de acuerdo a la normativa legal vigente; 3)
Por intermedio del Responsable de Límites, el municipio de Quillacollo notificó a la empresa
“San Rafael S.R.L.” -que habría sido contratada por el Gobierno Autónomo Municipal de
Vinto y estaría encargada de las perforaciones en esa jurisdicción-, para que no realice
ningún tipo de acciones en jurisdicción ajena; pues, el lugar donde se pretendía realizar la
excavación corresponde al municipio de Quillacollo; y, 4) Existen pozos que brindan agua
potable a toda la zona de “Chulla”, donde se halla también incluida la OTB “Malvinas”,
brindándose el servicio de agua potable a todos los habitantes del lugar; el mismo que
además, puede ser brindado de manera exclusiva previa petición.
Por otra parte, Carla Lorena Pinto Bustamante, Concejal del Gobierno Autónomo Municipal
de Quillacollo, hizo llegar su informe escrito, cursante a fs. 147 y vta., por el cual indicó que:
i) “en la actualidad existen conflictos de límites que aquejan a diversos municipios y la
instancia que conoce esos problemas es justamente la UNIDAD DE LIMITES DE LA
GOBERNACION” (sic), quien debe ver la realidad concreta del problema y fallar como
corresponde; por lo que, en el caso presente se mostraron las respectivas notas ante dicha
oficina, a efectos de solucionar el problema a través de la concertación, en cumplimiento de
la Ley Marco de Autonomías y Descentralización; ii) La referida norma establece en su art.
17.I, que los conflictos de límites existentes entre municipios deberán ser resueltos en la vía
conciliatoria considerando criterios históricos y culturales; y, iii) La Ley de Municipalidades le
faculta como Concejal a efectuar las acciones de fiscalización al Alcalde Municipal de
Quillacollo; por tanto, si alguna vez se la vio junto a éste en la zona del conflicto, fue mientras
estaba efectuando la fiscalización correspondiente, por mandato expreso de la ley; no
pudiendo entenderse su presencia como una agresión y mucho menos como una forma de
INDICE
impedir obras aprobadas por otro municipio.
Asimismo, Jesús Mérida Amurrio, Concejal del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo,
presentó su informe escrito, cursante de fs. 145 a 146 vta., por el cual explicó lo siguiente: a)
Su persona llegó al lugar de los hechos y ante el conflicto suscitado sugirió a los dos Alcaldes
que acudan a la Gobernación para solucionar el problema de límites, habiendo concluido con
eso su participación en dicho lugar; pues, en ningún momento amenazó o perturbó la
perforación de pozo alguno; ya que, es respetuoso de la Norma Suprema y las leyes;
manifestando además que, se deben enmarcar dentro de los límites y jurisdicciones de
ambos Municipios y ejecutar las obras dentro de los límites de cada uno; b) El citado
Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo tiene la plena certeza técnica y jurídica que la
zona de “Illataco Oeste” es de su jurisdicción; aspecto que desconocido y fue negado por los
pobladores y autoridades del municipio de Vinto; c) Respecto al conflicto de límites, el art. 17
de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización (LMAD), establece cuál es el
procedimiento a seguir para solucionar el mismo; empero, los representantes municipales de
Vinto han ignorado esto tomando decisiones que inducen al enfrentamiento; d) Con relación
a los maltratos físicos y agresiones que supuestamente habrían sufrido los comunarios de la
OTB “Malvinas Chulla”, se aclara que dichos extremos no ocurrieron; y, en todo caso,
deberían acudir a las instancias judiciales competentes a denunciar esos hechos; y, e) Su
autoridad, siendo parte del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, no pretende
vulnerar o restringir derecho alguno; sin embargo, como autoridad electa y miembro de la
Comisión de Límites, tiene que procurar el fiel cumplimiento de las leyes y ceñir sus actos a
éstas.
Por su parte Ramiro Paniagua Peñafiel y Raby Chávez, funcionarios municipales del Gobierno
Autónomo Municipal de Quillacollo, por intermedio de su abogado, en audiencia señalaron lo
siguiente: 1) En su condición de servidores públicos, Ramiro Paniagua Peñafiel forma parte
del Departamento de Límites del municipio de Quillacollo y Raby Chávez es el “Gobernador”
de la Sub Alcaldía del Distrito 4, en la cual se encuentran las OTB's en conflicto; por lo que,
sus funciones son atender las necesidades de su territorio, al haber verificado la existencia de
conflictos que tienden a desarrollarse en esa zona; y, 2) En cuanto a Ramiro Paniagua
Peñafiel, éste se hizo presente en la OTB “Malvinas” a efectos de demostrar técnicamente a
los concejales la delimitación del lugar, que se tiene desde el año 1992, y no así para
provocar enfrentamientos o impedir la perforación del pozo.
Carmen Asunta Martínez Agreda y José Milton Jaldín Céspedes, dirigentes de la OTB “Illataco
Oeste”, por intermedio de su abogado, en audiencia informaron lo siguiente: i) En la
presente acción se sostiene que sus personas realizaron actos de perturbación en la OTB
“Malvinas” zona Chulla; sin embargo, en la demanda no se demuestra de manera alguna la
determinación de un daño común, tal como dispone el art. 94 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP); pues, no existe ningún antecedente que evidencie de
forma contundente e irrefutable la existencia de un aparente interés colectivo; es decir, no
existe prueba que acredite que se efectuaron pozos en los predios municipales de Vinto o
Quillacollo; ii) Esta acción procede cuando hay violación de derechos constitucionales
INDICE
comunes, lo cual no se dio en este caso; ya que, se está tratando de proteger un derecho
privado, como es el derecho propietario de una persona que asevera ser la dueña del lugar
donde se realizaba la perforación de dicho pozo; y, iii) En el aspecto técnico debió haberse
acompañado documentación que establezca la pertinencia de perforar nuevos pozos en una
zona que ya cuenta con éstos, considerándose además que, los ahora demandados ya se
abastecen de agua potable para consumo personal y el riego de sus productos a los
accionantes; puesto que, si se perforaran nuevos pozos se generaría un perjuicio a la zona;
toda vez que, existen venas de agua que podrían disminuir el caudal de los pozos existentes.
José Guzmán Adriazola, María Valencia Vásquez, Juan Carlos Navia Correa, Ramiro Encinas
Heredia y Francisco Flores Navia, vecinos del lugar ahora demandados, pese a su legal
citación no se presentaron a la audiencia de esta acción ni hicieron llegar su respectivo
informe escrito.
I.2.3. Intervención delos terceros interesados
Edgar René Solíz Román, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Vinto, a través de su
apoderado legal, presentó su respectivo memorial de alegatos, cursante de fs. 151 a 152 vta.,
y en audiencia manifestó lo siguiente: a) El municipio de Vinto fue creado mediante la Ley 59
de 23 de diciembre de 1960, -posterior a la creación del municipio de Quillacollo-,
contemplándose en su artículo segundo que, la jurisdicción de esa nueva Sección Municipal
está conformada, entre otras, por la población de “Chulla”. Dicha Ley está por encima del
mapa cartográfico presentado por el Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo. Por su
parte, la OTB “Malvinas Chulla” registró su personalidad jurídica a partir de la Ordenanza
Municipal 47/2011 de 1 de diciembre, reconociéndose a su favor todos los derechos y
prerrogativas establecidos en la Constitución Política del Estado y las leyes, habiendo
obtenido finalmente el Decreto Departamental 518/2012 de 9 de febrero, por el cual el
Presidente del Estado le otorgó el respectivo certificado de personalidad jurídica como OTB
perteneciente al municipio de Vinto; b) En mérito a lo anterior y teniendo la obligación de
incorporar a todas las OTB's a su Plan Operativo Anual (POA) para que todos los ciudadanos
del Municipio sean beneficiados, el Gobierno Autónomo Municipal de Vinto, en la gestión
2013, añadió a su presupuesto la perforación de un pozo de agua potable en un terreno
municipal para la OTB “Malvinas Chulla”, a cuyo efecto se hizo la contratación y adjudicación
de la obra a la empresa “San Rafael S.R.L.”, a objeto que se dote de agua de consumo a los
vecinos del lugar, cumpliendo con la prescripción constitucional de otorgar servicios básicos
fundamentales. Sin embargo, el Alcalde Municipal de Quillacollo, junto a funcionarios de esa
institución y vecinos de “Illataco”, con acciones de hecho y amenazas impiden la ejecución
de este proyecto vital e importante para la vida de los habitantes de la mencionada OTB;
perjudicando además, al Gobierno Autónomo Municipal de Vinto en el cumplimiento de su
POA en cuanto a la ejecución de presupuesto y obras; c) Respecto a la afirmación que este
problema tiene una connotación de límites; se debe aclarar que, no se puede, bajo ese
pretexto, vulnerar los derechos fundamentales de la población de “Malvinas Chulla” al
acceso de agua potable ni impedir los trabajos previamente contratados; en todo caso, ese
tipo de conflictos deben ser resueltos con el nuevo instrumento legal para delimitar zonas; y,
INDICE
d) Es necesario señalar que, en la OTB “Malvinas Chulla” no existen otros pozos de agua
potable para suministrar este líquido elemento a los vecinos; pues, en el sector sólo hay una
administración de agua por parte de una Cooperativa de Quillacollo que cobra entre “$ 220 y
500” la acción de ingreso; lo cual justifica que un grupo de familias y personas estén evitando
la perforación del pozo por intereses particulares de ingresos económicos.
Por su parte, Hernán Paz Ramírez Torrico, Gerente General de la empresa de perforaciones
“San Rafael S.R.L.”, pese a su legal citación, no se presentó a la audiencia de esta acción ni
hizo llegar sus alegatos a efectos de exponer lo que en derecho le correspondiera.
I.2.4. Resolución
La Jueza Primera de Partido en lo Civil y Comercial de Quillacollo del departamento de
Cochabamba, constituida en Jueza de garantías, pronunció la Resolución de 17 de julio de
2013, cursante de fs. 299 a 302 vta., por la que concedió la tutela solicitada, disponiendo que
las autoridades, funcionarios, dirigentes y vecinos demandados, se abstengan de impedir la
apertura del pozo de agua para la población de la OTB “Malvinas Chulla”; esto con los
siguientes fundamentos: 1) “Conforme a la Ley de 23 de diciembre de 1960, la población de
“Chulla” se encontraría dentro la jurisdicción del Gobierno Autónomo Municipal de VINTO, a
la que pertenece la “OTB MALVINAS CHULLA” (sic); asimismo; se constató la existencia de la
Resolución Municipal, emitida por el Concejo Municipal de Vinto, que autoriza al ejecutivo a
la suscripción del contrato del proyecto “EXPLORACION PARA AGUA POTABLE OTB Chulla
Malvinas”; por lo que, en ejecución del contrato, correspondía la perforación del pozo de
agua; 2) La jurisprudencia constitucional ha establecido que, cuando se busca la protección
del derecho al agua potable en su dimensión colectiva; es decir, para una población o
colectividad; se activa la acción popular, en razón a que el agua y los servicios básicos de
agua potable deben ser accesibles a todos, y con más razón, a los sectores vulnerables,
marginados y desprotegidos de la población, sin discriminación alguna; 3) En el caso
presente, la petición invocada por el accionante se enmarca dentro las previsiones
establecidas en las normas legales; y, siendo así que se involucra a un sector de
vulnerabilidad, no se lo puede dejar en desprotección; más aún si se les está privando del
elemento natural del agua; debiendo asegurarse la observancia de sus derechos
fundamentales con la máxima búsqueda del “vivir bien”; y, 4) Debido a la naturaleza del
derecho al agua y su íntima relación con el bien común y el vivir bien, corresponde recordar a
las autoridades demandadas su obligación y posición de garantes en el ámbito de sus
competencias en la protección y garantía de los derechos de los pobladores de “Chulla”;
aclarándoles además que, la acción popular tiene por finalidad tutelar los derechos colectivos
consagrados en la Constitución Política del Estado y no así discutir sobre los mismos por la
existencia de conflictos limítrofes en la población.
II. CONCLUSIONES
De la atenta revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
INDICE
II.1.
A partir de la Ordenanza Municipal (OM) 047/2011 de 1 de diciembre, en favor de la
OTB “Malvinas Chulla”, se inició el respectivo trámite para el registro de su Personería
Jurídica; habiendo terminado el mismo el 22 de febrero de 2012, con el
correspondiente certificado de registro emitido por el Presidente Constitucional del
Estado Plurinacional de Bolivia (fs. 7; y, 210 a 213).
II.2.
Una vez que obtuvo su Personería Jurídica, la OTB “Malvinas Chulla” solicitó al
Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo la perforación de un pozo de agua que
abastezca de este líquido elemento a toda la comunidad; por lo que, a partir de los
respectivos estudios técnicos, dicha institución municipal aprobó el proyecto
“EXPLORACION DE POZO PARA AGUA POTABLE OTB Chulla Malvinas” (sic) de 25 de
octubre de 2012; habiendo emitido posteriormente la Resolución Municipal 158/2012
de 27 de noviembre, que autorizó la ejecución del proyecto; para finalmente suscribir
el contrato de realización de obra con la empresa adjudicataria (2 a 3 vta.; 159 a 163;
y, 243 a 291).
II.3.
De acuerdo a lo denunciado por la OTB accionante en el memorial de esta acción, así
como la evidencia adjuntada, el proyecto de referencia no pudo ser ejecutado debido
a las acciones asumidas por el Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, que
reclama la propiedad donde se realizaría la perforación como parte de su jurisdicción
(fs. 47 a 48; 50; y, 62 a 65 vta.).
II.4. Debido a que el proyecto no pudo ejecutarse, el Gobierno Autónomo Municipal de Vinto
reformuló el presupuesto de su gestión; empero, el municipio de Quillacollo, continuó
con sus medidas de hecho; por lo que, al afectarse con las mismas los derechos e
intereses de la OTB “Malvinas Chulla” -que sería la beneficiada con la perforación del
pozo de agua-, ésta interpuso la presente acción popular solicitando la tutela a sus
derechos colectivos vulnerados (fs. 52 a 59; 62 a 65 vta.; y, 208 a 209).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El representante alega que, las autoridades, funcionarios municipales y personas
demandadas vulneraron los derechos de la población de la OTB “Malvinas Chulla” al agua, a
la salud, a la salubridad y a la paz social; toda vez que, a partir de medidas de hecho, están
impidiendo que se ejecute el proyecto de “Exploración del pozo de agua potable para la OTB
'Malvinas Chulla'”; evitando la perforación del mismo, despojándolos de ese líquido
elemento vital, y causando graves perjuicios a más de cien familias que viven en el lugar.
Por lo que, corresponde analizar en revisión si los actos denunciados son evidentes a objeto
de conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza jurídica y finalidad de la acción popular
INDICE
La acción popular se encuentra prevista por nuestra Constitución Política del Estado,
en su art. 135, como un mecanismo de defensa de los derechos e intereses
colectivos relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad
pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza consagrados por la Ley
Fundamental, tales como los derechos establecidos por el art. 30 de la CPE.
Esta acción, de acuerdo a la definición planteada por el constitucionalista José
Antonio Rivera Santiváñez, “…es un proceso constitucional de naturaleza tutelar que
tiene por objeto la protección inmediata y efectiva de los derechos e intereses
colectivos, contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de autoridades públicas
o personas particulares que los restrinjan, supriman o amenacen de restricción o
supresión”.
Sobre la misma, la SC 1973/2011-R de 7 de diciembre, ha establecido que: “La
acción popular es un medio de defensa de novísima creación en el nuevo orden
constitucional, que hace posible la materialización de los derechos fundamentales
denominados como derechos de 'tercera generación', vinculados al medio ambiente,
la seguridad y salubridad pública, a la paz y la libre determinación, derechos cuya
titularidad, dependiendo si son colectivos o difusos, corresponden a una colectividad
determinada o en forma genérica, a todos y cada uno de los miembros de una
comunidad.
En este sentido, la SC 1018/2011-R de 22 de junio, señaló que: 'El reconocimiento de
estos derechos responde a una nueva concepción del ser humano, ya no meramente
individual, sino como parte de una comunidad en la que se desarrolla y desenvuelve,
y que por lo mismo, necesita ser protegida, pues de su preservación depende el
desarrollo integral de la persona y de futuras generaciones. En ese sentido, esta
nueva concepción no sólo reconoce al individuo como ser contextualizado y
dependiente de su comunidad, y a las colectividades como sujetos de derechos, sino
también las condiciones que fundamentan y posibilitan la existencia individual y
colectiva -es decir, el entorno vital del hombre- y que, como tales, su titularidad
corresponde a todos y cada uno de los miembros de una comunidad, -a decir de
Rousseau J.J., a todos en general, pero a ninguno en particular- como por ejemplo el
derecho al medio ambiente.
(…)
A la luz de lo anotado, debe considerarse que los derechos consagrados en la
Constitución Política del Estado, comprendidos integralmente, son la base de nuestro
ordenamiento jurídico y vinculan a todos los órganos del poder y a los particulares, y
frente a su lesión, se encuentran suficientemente resguardados a través de las
garantías constitucionales y acciones de defensa que ella misma prevé, siendo una
de ellas la acción popular que -conforme se analizará- precautela los derechos o
intereses colectivos -y difusos-'“.
INDICE
Ahora bien, sobre la finalidad de esta acción, el ya citado autor José Antonio Rivera
Santiváñez, ha señalado que "Dada su naturaleza jurídica, la Acción Popular tiene
una finalidad pública, en razón a que no persigue la protección de los intereses
subjetivos o pecuniarios de las personas consideradas individualmente, sino que se
orienta a la protección de la colectividad o comunidad humana en su conjunto,
resguardando y protegiendo sus derechos e intereses colectivos, frente a las
violaciones o amenazas de violación.
(…) Entonces, la finalidad última de la Acción Popular no es solamente proteger los
derechos en el presente sino, fundamentalmente, a futuro, preservando las
condiciones básicas y mínimas para una existencia digna de los seres humanos; de
ahí que uno de los rasgos principales de esta acción tutelar sea la prevención,
activándose en aquellos casos de serias y graves amenazas de violación de los
derechos colectivos”.
III.2.
Ámbito de tutela de esta acción
Sobre este tema, la SC 1981/2011-R de 7 de diciembre, ha desarrollado el siguiente
análisis: “En una interpretación sistemática del art. 135 de la CPE, la citada SC
1018/2011-R, indicó que dentro del ámbito de tutela de la acción tutelar se
encuentran '…además de derechos e intereses colectivos, derechos e intereses
difusos -ambos contenidos bajo el nomen iuris «Derechos Colectivos»- y, en ese
sentido, cualquier persona perteneciente a colectividad o comunidad afectada puede
presentar esta acción que, como su nombre indica, es popular'.
Así, según la doctrina del derecho constitucional de los Derechos Humanos, los
derechos colectivos asumen al ser humano como miembro de una colectividad y en
consecuencia, no pertenecen a ninguna persona individual específica, sino a toda la
colectividad o comunidad, trascendiendo al interés personal de cada uno de sus
miembros. En ese sentido y siguiendo el criterio de la Sentencia Constitucional de
referencia, tanto los derechos e intereses colectivos y los difusos son
transindividuales e indivisibles, por cuanto pertenecen a la colectividad y su lesión o
ejercicio individual atañe a los demás que la integran; diferenciándose únicamente
en que, los colectivos pertenecen a un grupo o colectividad claramente determinada
por la vinculación común de sus miembros y los difusos, a un grupo o colectividad
indeterminada, es decir, dispersos o disgregados entre los integrantes de la
comunidad. Así, el interés o derecho difuso es aquél que corresponde a un grupo de
personas que se vinculan entre ellas como consecuencia de la necesidad de reclamar
la protección del interés o derecho vulnerado o frente a la inminencia de su
restricción, de ahí que radica en la comunidad y se lo denomina difuso en cuanto es
un interés que se concreta o materializa en la medida que se vea amenazado; al
contrario, el derecho o interés colectivo está previamente concretado en una
colectividad, que insta su tutela una vez que tiene lugar la amenaza o el daño.
INDICE
Acotando lo anterior en los términos de procedibilidad y ámbito de tutela de la
acción popular, es menester precisar que el titular de los derechos e intereses
colectivos y difusos es la comunidad, admitiéndose que pueda interponerse por
cualquier persona a título individual o en representación de una colectividad
determinada; sin embargo, cuando un particular se vea agraviado directamente por
la violación de estos derechos, puede reclamar la protección individual en los casos
que exista un nexo causal entre el daño y el perjuicio personal y sea corroborable la
afectación directa y cierta, pero a través del mecanismo de amparo constitucional,
que es el medio idóneo para proteger derechos fundamentales. En ese sentido,
corresponde aclarar que la suma de intereses individuales está fuera de la esfera de
protección de la presente garantía constitucional, por cuanto si bien existe una
pluralidad de personas, el fin que persigue cada una de ellas es particular,
configurando intereses de grupo; ´…es decir, se trata de derechos o intereses
individuales que tienen un origen común, por ello han sido denominados como
intereses accidentalmente colectivos.
(…)
(…) los intereses de grupo no encuentran protección en la acción popular, pues, como
se tiene señalado, en esos casos no existe un interés común -colectivo ni difuso-, sino
un interés individual que, en todo caso, podrá ser tutelado a través de la acción de
amparo constitucional, previa unificación de la representación (SC 1018/2011-R)´.
Por su parte, la jurisprudencia prevista en la SCP 0176/2012 de 14 de mayo,
refiriéndose al mismo tema, y haciendo una diferenciación más precisa sobre los
derechos que tutela esta acción, ha establecido lo siguiente:“Los derechos e
intereses colectivos protegidos a través de la acción popular, conforme señala el art.
135 de la CPE, se encuentran relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad
y salubridad pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza reconocidos
por la Ley Fundamental.
De la interpretación teleológica, gramatical (art. 196.II de la CPE) y sistemática (art.
6.II de la LTCP), que facultan a este Tribunal, de las normas referidas, puede
extraerse que la acción popular otorga protección a lo siguiente:
a) Los derechos e intereses colectivos objeto de protección constitucional explícita
por la acción popular son: el patrimonio, el espacio, la seguridad, lasalubridad
pública y el medio ambiente referidos expresamente por los arts. 135 de la CPE y 94
de la LTCP.
En este sentido, el concepto de derecho colectivo latu sensu incorpora e implica a los
derechos colectivos propiamente tales y a los derechos difusos (…).
INDICE
(…) Respecto a la diferenciación entre derechos o intereses colectivos, difusos e
individuales homogéneos, se tiene que:
'i) Derechos o intereses colectivos en sentido estricto, correspondientes a un colectivo
identificado o identificable como son por ejemplo las naciones y pueblos indígena
originario campesinos (art. 30.II de la CPE), cuyos componentes están organizados y
mantienen relaciones orgánicas entre sí.
ii) Derechos o intereses difusos, que corresponden a una pluralidad de personas que
no pueden determinarse, lo que puede suceder por ejemplo cuando la distribución de
un medicamento dañado amenaza a todo potencial usuario. Asimismo, por la
naturaleza de estas circunstancias no existe la posibilidad de concebir que la
pluralidad de sujetos estén organizados mediante mecanismos de coordinación de
voluntades y menos que tengan una relación orgánica entre sí;
iii)Derechos o intereses individuales homogéneos -que en el marco de la SC
1018/2011-R de 22 de junio, se denominan intereses de grupo-, corresponden a un
conjunto de personas que accidentalmente se encuentran en una misma situación
cuyos componentes individualmente cuentan con derechos subjetivos por un «origen
común» siendo sus acciones procesales divisibles, pero que en virtud al principio de
economía procesal se pueden tratar de forma colectiva, aspecto que sucede por
ejemplo cuando un producto defectuoso provocó daños en la salud de varios
individuos, en dichos casos los afectados buscarán el resarcimiento, pero para no
iniciar sucesivas demandas civiles en detrimento a la administración de justicia
pueden resolverse en una misma sentencia.
En ese sentido, se puede colegir que los derechos o intereses colectivos en sentido
estricto y los derechos o intereses difusos que en esencia son transindividuales e
indivisibles y necesariamente requieren una solución unitaria y uniforme, son
tutelables por la acción popular, mientras que los derechos o intereses individuales
homogéneos al tratarse de derechos subjetivos donde se busca el resarcimiento no
se tutelan a través de la acción popular, puesto que en el derecho comparado se
protegen por las acciones de grupo (Colombia) donde la sentencia determinará
diferentes grados de afectación y de reparación económica .
b) Otros derechos de similar naturaleza; es decir, de carácter colectivo o difuso diferentes a los explícitamente enunciados- contenidos en normas que integren en
bloque de constitucionalidad (art. 410.II de la CPE) o incluso en normas legales de
características similares a los referidos e indispensables para el vivir bien, en su
carácter colectivo, lo que concuerda con el concepto de progresividad que rige a los
derechos, como sucede con el derecho al agua, que se constituye en un derecho
autónomo y con eficacia directa que en su dimensión colectiva como derecho difuso
y colectivo, encuentra protección por la acción popular.
INDICE
c) Otros derechos incluso subjetivos por estar relacionados o vinculados con los
derechos expresamente referidos por el art. 135 de la CPE o con los implícitos
referidos por la cláusula abierta contenida en la misma norma constitucional en
virtud al principio de interrelación de los derechos fundamentales contenido en el
art. 13.I de la CPE, que instrumentalicen o hagan efectivos a los mismos'.
(…) Así si bien el legislador constituyente, diferenció la acción de amparo
constitucional para la tutela de derechos subjetivos y la acción popular para la
protección de los derechos e intereses colectivos, es posible que una misma causa,
afecte tanto a derechos subjetivos como a derechos colectivos; de forma que, la
tutela del derecho subjetivo mediante el amparo constitucional eventualmente e
indirectamente puede alcanzar a la tutela del derecho colectivo y la tutela que
otorga la acción popular puede incluir a derechos subjetivos”.
III.3.
Los derechos al agua, a la salud y a la salubridad pública, invocados por los
accionantes
Respecto al derecho fundamental al agua, la SCP 0084/2012 de 16 de abril, ha
previsto lo siguiente: “Con relación al derecho al agua, instituido por el art. 16.I de la
CPE y reconocido como un derecho fundamentalísimo para la vida por el art. 373.I de
la Norma Fundamental y el rol que corresponde al Estado en su protección y
promoción prioritaria, la jurisprudencia constitucional a través de la SC 0559/2010-R
de 12 de julio, ha establecido que: 'De los preceptos constitucionales transcritos
líneas supra, se puede concluir que no sólo se instituyó el derecho al agua en la
Constitución vigente, sino que la voluntad del constituyente fue más allá del simple
reconocimiento, pues se instituyó acciones positivas a cumplir por parte del Estado a
los fines de garantizar el acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua
potable por constituirse el derecho al acceso al agua como un derecho humano. No
es menos cierto además, que la Constitución vigente, considera al derecho al agua
como un derecho fundamentalísimo para la vida en el marco de la soberanía del
pueblo; de ello se puede deducir que la propia Ley Fundamental vincula al derecho al
agua con el derecho a la vida, instituyendo por lo tanto una estricta conexitud entre
el líquido elemento y la vida misma puesto que por disposición del ya citado art.
374.I de la CPE, el Estado debe ineludiblemente proteger y garantizar el uso
prioritario del agua para la vida'”.
Por su parte, la jurisprudencia prevista en la SC 0156/2010-R de 17 de mayo,
expresó que: “El agua es un recurso vital, del cual depende el ejercicio de otros
derechos fundamentales, como son la vida y la salud, forma parte integrante de los
derechos humanos oficialmente reconocidos en los instrumentos internacionales, es
un bien común universal, patrimonio vital, derecho básico, individual, indivisible,
imprescriptible y colectivamente inalienable, que cada persona requiere para su uso
personal y doméstico y al que pueda acceder por un precio adecuado y razonable.
INDICE
Cada persona tiene el derecho a un sistema de agua que funcione, los sistemas de
agua se deben organizar y manejar para garantizar su acceso continuo.
(…) este derecho está reconocido y garantizado por el Estado y en la medida en que
es un elemento básico para ejercer el derecho a la salud y para proporcionar un nivel
adecuado de vida para todos los individuos de un Estado Social y Democrático de
Derecho, garantizando así su subsistencia en condiciones dignas, exige de una
protección inmediata de parte de los gobiernos y de los particulares, quienes deben
organizar esfuerzos que confluyan en la satisfacción de esta necesidad básica para
todos y cada uno de los habitantes de nuestro país.
La Corte Constitucional de Colombia mediante la Sentencia T-270/07 expresó que: 'El
agua es un recurso natural limitado y un bien público fundamental para la vida y la
salud. El derecho humano al agua es indispensable para vivir dignamente y es
condición previa para la realización de otros derechos humanos'
El derecho humano al agua es el derecho de todos a disponer de agua suficiente,
salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico. Un
abastecimiento adecuado de agua salubre es necesario para evitar la muerte por
deshidratación, para reducir el riesgo de las enfermedades relacionadas con el agua
y para satisfacer las necesidades de consumo y cocina y las necesidades de higiene
personal y doméstica.
(…)
Al igual que todos los derechos humanos, el derecho al agua impone tres tipos de
obligaciones a los Estados, a saber: las obligaciones de respetar, proteger y realizar.
a) De respetar, absteniéndose de asumir cualquier medida que impida a la
población satisfacer este derecho, ya sea interrumpiendo su conexión, elevando su
precio, o contaminando el recurso en detrimento de la salud.
b) De proteger las fuentes y los causes naturales de agua así como su conservación
evitando su contaminación o alteración mediante la promulgación de normas que
regulen y controlen su uso, y extracción no equitativa.
c) De realizar o materializar medidas necesarias destinadas a garantizar el derecho
al agua, entre las que incluyen políticas de economía pública, de mercado, de
subsidio, provisión de servicios, infraestructura y otras” (las negrillas nos
corresponden).
Con relación al derecho a la salud, la SC 1974/2011-R de 7 de diciembre, haciendo
referencia a la SC 0026/2003-R de 8 de enero, estableció que: “'..es el derecho en
virtud del cual la persona humana y los grupos sociales -especialmente la familia-
INDICE
como titulares del mismo, pueden exigir de los órganos del Estado, en cuanto sujetos
pasivos, que establezcan las condiciones adecuadas para que aquellos puedan
alcanzar un estado óptimo de bienestar físico, mental y social y garanticen el
mantenimiento de esas condiciones. El derecho a la salud no significa solamente el
derecho a estar en contra de la enfermedad sino el derecho a una existencia con
calidad de vida´. Entendimiento que en el actual orden constitucional encuentra
mayor eficacia puesto que la salud es un valor y fin del Estado Plurinacional, un valor
en cuanto el bienestar común respetando o resguardando la salud, conlleva al vivir
bien, como previene el art. 8.II de la CPE; pero también es un fin del Estado, tal cual
lo establece el art. 9 num. 5) de la CPE, al señalar que son fines y funciones
esenciales del Estado, además de los que establece la Constitución y la Ley
'Garantizar el acceso de las personas a la educación, a la salud y al trabajo´".
Por su parte, en cuanto a la salubridad pública, el autor José Antonio Rivera
Santiváñez, ha señalado que la misma “es un elemento esencial del derecho a la
salud, que obliga al Estado a adoptar políticas de orden legislativo administrativo
para crear las condiciones básicas y necesarias para que todas las personas que
integran una colectividad humana puedan vivir lo más saludablemente posible. Las
condiciones básicas y necesarias comprenden, entre otras, la disponibilidad
garantizada de servicios de salud brindados por el Estado; condiciones saludables y
seguras de trabajo; vivienda adecuada; servicios de saneamiento básico, como el
agua potable y alcantarillado; servicios de energía eléctrica y telefonía; y alimentos
sanos nutritivos.
(…) A los fines de la protección que brinda la Acción Popular, se entiende por
derecho a la salubridad pública, la potestad y facultad que tienen todas las personas
que integran una colectividad o comunidad humana para exigir y recibir del Estado
aquellas prestaciones básicas y necesarias para vivir saludablemente, preservando
su dignidad humana.
Este derecho colectivo a la salubridad pública, en el sistema constitucional boliviano,
tiene su base en las normas previstas por la Constitución, en sus arts. 8.II. 9.2 y 5,
13.II, 14.III, 16, 18, 20, 35, 36 y 37; de otro lado en las normas previstas por el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en sus arts. 11 y 12”
(las negrillas nos corresponden).
III.4. Análisis del caso concreto
En el presente caso, la parte accionante denuncia la vulneración del derecho al
agua, y como consecuencia de éste, sus derechos a la salud, a la salubridad pública y
a la paz social; debido a medidas de hecho en las que incurrieron las autoridades,
funcionarios y personas demandadas, que impiden la perforación de un pozo de
agua potable. Por lo que, en atención a la tutela que brinda esta acción,
corresponde ingresar al análisis de fondo de la misma; ya que, se solicita la
INDICE
protección de derechos colectivos inherentes a toda una comunidad, como es la
OTB “Malvinas Chulla”, que se ve afectada en su conjunto por las acciones asumidas
por los demandados en cuanto al acceso que tienen al agua, que se constituye en un
derecho autónomo y con eficacia directa que en su dimensión colectiva como
derecho difuso y colectivo, encuentra protección por la acción popular.
En efecto, en el caso objeto de análisis se ha podido corroborar que el proyecto,
previamente elaborado, licitado y contratado, para la perforación de un pozo de
agua a favor de la OTB “Malvinas Chulla”, no ha podido ser ejecutado; toda vez que,
debido a un aparente conflicto de límites, el Gobierno Autónomo Municipal de
Quillacollo, con medidas de hecho, ha impedido la realización del mismo; ya que, en
más de una ocasión, se constituyó en el lugar donde debía perforarse el pozo y evitó
que la empresa contratada efectuara los trabajos correspondientes.
Dichas medidas, se constituyen en un perjuicio para las personas que forman parte
de la mencionada OTB y que reclaman el acceso al servicio básico de agua potable;
ya que, al no ejecutarse el proyecto, se ven afectadas en cuanto a su derecho a
contar con agua potable y con las debidas condiciones para garantizar la salubridad
pública de la comunidad.
Ahora bien, es necesario recordar que, el derecho al agua, reclamado en la presente
acción, se constituye en un derecho fundamentalísimo para la vida misma de las
personas; pues, es un recurso vital, del cual depende el ejercicio de otros derechos
fundamentales, como son la vida y la salud; por lo que, exige una protección
inmediata de parte de los gobiernos y de los particulares, quienes deben concretar
esfuerzos para lograr la satisfacción de esta necesidad básica para todos y cada uno
de los habitantes del país.
Por tanto, dada la importancia del referido derecho fundamental, las diferentes
autoridades (en este caso municipales, tanto de Quillacollo como de Vinto), no sólo
tienen el deber de proveer de este líquido elemento a toda la población de sus
jurisdicciones; sino que, tal como se desarrolló en el Fundamento Jurídico III.3 de
esta Sentencia Constitucional Plurinacional, también están obligados a respetar este
derecho “absteniéndose” de asumir medidas que puedan impedir la satisfacción del
mismo.
En el caso presente, como se mencionó líneas arriba, los demandados incumplieron
esta obligación respecto al derecho fundamental al agua; pues, procedieron a
asumir medidas de hecho que evitaron que se realizara la perforación de un pozo de
agua potable que beneficiaría a más de cien familias de la OTB “Malvinas Chulla”;
lesionándoles no sólo el derecho referido, sino también su derecho a la salubridad
pública, en cuanto al acceso a las condiciones básicas y necesarias para vivir
saludablemente, preservando su dignidad humana; y afectando además la paz social
INDICE
de la comunidad, entendida ésta como el bienestar de la sociedad a partir de la
prosperidad de sus miembros.
Ahora bien, uno de los argumentos para justificar las medidas asumidas por los
demandados, es el aparente conflicto de límites existente entre los municipios de
Vinto y Quillacollo; empero, es necesario señalar que, dicho fundamento de ninguna
manera podría constituirse en una razón valedera para afectar los derechos de toda
una colectividad a acceder al elemento líquido esencial como es el agua; menos aún
cuando en los hechos ya existe un proyecto para cubrir esta necesidad de la
población y se cuenta con el respectivo presupuesto para hacerlo; ya que, al impedir
la ejecución de la perforación del pozo de agua, lo único que se logra es afectar a
más de quinientas personas que habitan el lugar; pues, si bien es cierto que es
necesario establecer a qué municipio corresponde la OTB “Malvinas Chulla”;
empero, no es posible que, mientras dure el procedimiento para concretar la
jurisdicción a la que pertenece, se deje a su población sin la debida provisión de
agua; en todo caso, como se mencionó antes, si ya existe el proyecto y el
presupuesto para ejecutar el proyecto que permitirá la perforación de un pozo, se
debe dar lugar a que se efectivice dicho plan, y cualquier resolución posterior
respecto al conflicto de los límites, deberá ser resuelta en la vía administrativa entre
las autoridades de cada municipio.
Por tanto, en el presente caso, al haberse constatado la vulneración del derecho de
la OTB “Malvinas Chulla” al agua potable y, en consecuencia, los derechos a la salud
y la salubridad pública; corresponde a este Tribunal Constitucional Plurinacional
otorgar la tutela impetrada en la presente acción; toda vez que, los derechos
afectados son derechos colectivos de interés común que afectan a toda la
comunidad ahora accionante.
Por lo expresado precedentemente, la Jueza de garantías, al haber concedido la tutela
solicitada, ha efectuado en forma correcta la compulsa de los antecedentes y las normas
aplicables al mismo.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución de 17
de julio de 2013, cursante de fs. 299 a 302 vta., pronunciada por la Jueza Primera de Partido
en lo Civil y Comercial de Quillacollo del departamento de Cochabamba; y en consecuencia,
CONCEDER la tutela solicitada de acuerdo a lo dispuesto por la Jueza de garantías.
INDICE
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Tata Gualberto Cusi Mamani
MAGISTRADO
Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
MAGISTRADA
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 2072/2013
Sucre, 18 de noviembre de 2013
SALA TERCERA
Magistrado Relator: Tata Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente:
Departamento:
04152-2013-09-AAC
Cochabamba
En revisión la Resolución 7 de 19 de junio de 2013, cursante de fs. 145 a 149 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Telésforo Jorge
Olivera y Lucio Antezana Rojas por sí y en representación de Adriana Rojas Coca, Gregoria
Pacara Cucho de Rodríguez, Genoveva Olaque Coronel, Jacinta Heredia Marquina, Sonia
Villca Alegre, Rosa Anavi de Soria, Rolando Richard Mendieta Mamani, Isabel Vargas
Mirable, Celia Ardaya Camacho de Rojas, Valentín Céspedes Vásquez, Basilia Rocabado
Reynaga de Antezana, Herculiano Ardaya Zubieta, Roger Antezana Cuba, Melquiades Cruz
Ledezma, Ricardo Rodríguez Sanabria, Julia Salazar Borda de García, José Gonzales Bellido,
Juan Ardaya Zubieta, Damiana Gutiérrez Flores, Loyda Rojas de Ledezma, Leocadia
Ledezma de Peñarrieta, Oscar Augusto Antezana Cano, Felicidad Mamani Marzana de
Apaza, Maribel Fuentes Antezana, Julieta Céspedes de Gonzales, Alicia Zubieta de
Marquina, Feliciano Antezana Cruz, Guillermo Uturunco Guizada, Iván Ramiro Choque
Choque, Justo Cruz Rivas, Timoteo Gonzáles Ríos y Ancelmo Yucra Gutiérrez contra Cosme
Gonzales Moya y Rene Valerio Rocabado Ontiveros, Presidente y Vicepresidente
respectivamente de Agua Potable; León Colque Rocabado, Dirigente de la Organización
Territorial de Base (OTB); Freddy Milton Ardaya San Martín, Presidente del Comité Cívico,
Bernabé Espinoza Antezana y Pascual Olivera Camacho, representantes de base, todos de
Chilltupampa, localidad de Sipe Sipe, Municipio de Quillacollo del Departamento de
Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 22 de marzo de 2013, cursante de fs. 73 a 77 los accionantes,
exponen los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Sesenta y cuatro familias, viven en el sector de la Junta Vecinal de “Jusku Rumi”, afiliados a la
OTB “Chilltupampa Huarmi Mallcu”, de donde se proveen agua potable; mientras que treinta
y cinco familias tienen instalación en sus viviendas. Con el pasar del tiempo, las familias
crecieron, por lo que actualmente son ciento siete que sufren escasez de agua potable en la
zona, pero no así en “Chilltupampa Huarmi Mallcu”, donde tienen rebalse del líquido
INDICE
elemento que se desperdicia; por lo que las nuevas familias solicitaron afiliación a
“Chilltupampa Huarmi Mallcu”, pero los dirigentes se niegan recibir más socios, sólo por
pertenecer al sector de “Jusku Rumi”, con el argumento que también tendrían escases de
agua, dejándoles sin el líquido elemento por más de ocho años.
Frente a esta negativa, desesperados, los miembros de “Jusku Rumi”, buscaron otra solución,
ubicando en “Tuna Apa”, otra vertiente que no pertenece a “Chilltupampa Huarmi Mallcu”,
con cuyos propietarios llegaron a un acuerdo para aprovechar el rebalse de las aguas sin
tocar las vertientes, a cambio de la construcción de dos habitaciones y una cocina; iniciativa
que no fue del agrado de los dirigentes de “Chilltupampa Huarmi Mallcu”; quienes, molestos
amenazaron con cortarles el agua, luego fueron a romper las cañerías que se habían
construido para conducir las aguas de la vertiente a sus viviendas. Este hecho motivó a los
propietarios de la vertiente, a presentar queja ante la Alcaldía de Sipe Sipe, de donde surgió
la suscripción de un acta, estableciendo la autorización para captar sus aguas de las
vertientes ubicadas en su propiedad, el 28 de noviembre de 2012.
El 26 de octubre de 2012, los demandados, de forma prepotente y abusiva, nuevamente
procedieron a cortar el agua potable a la altura de la cancha de futbol de Chilltupampa,
colocando tapón, cumpliendo de esta manera sus amenazas; el 23 de diciembre de dicho
año, una turba de ciento cincuenta personas encabezadas por los dirigentes demandados,
procedieron a destrozar las conexiones de agua en la nueva toma que procedía de “Llave
mayo, Tuna Apa”, cortando el politubo con piedras, picotas, palas y machetes, en presencia
del Presidente de Aguas, Cosme Gonzales Moya, amenazando con destrozar cualquier otra
conexión; el 15 y 16 de enero de 2013, nuevamente estos dirigentes encabezaron a ciento
cincuenta personas, destrozando las vertientes, para luego desviar el agua que habían
captado, mediante excavaciones de acequias para conducirla a Chilltupampa, motivo por el
que se denunció a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Quillacollo,
quienes vieron y fotografiaron estos hechos.
Los demandados por su condición de directivos hacen justicia por mano propia, actuando de
manera violenta, cortando el agua de forma maliciosa y sañuda y otras arbitrariedades,
privándoles de sus derechos constitucionales.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
La parte accionante, consideran que se lesionaron sus derechos al agua, a la vida y a la salud;
citando al efecto los arts. 15, 16, 18, 20, 22, 35 y 37 de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitan se “otorgue” la tutela y se disponga la inmediata reconexión de agua potable a sus
domicilios, tanto de la toma de Chilltupampa como a la nueva toma de Tuna Apa.
INDICE
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 19 de junio de 2013, según consta en el acta cursante de fs.
140 a 144 y vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes, ratificaron el contenido del memorial de la acción y ampliándola
manifestaron que ciento siete familias están viviendo sin agua, en condición indigna, sujetos
a enfermedades y hambre, que compromete su derecho a la vida.
I.2.2. Informe de las personas particulares demandadas
Cosme Gonzales Moya, y Rene Valerio Rocabado Ontiveros, Presidente y Vicepresidente de
Aguas, León Colque Rocabado, dirigente de la OTB, Freddy Milton Ardaya San Martín,
Presidente del Comité Cívico, Bernabé Espinoza Antezana y Pascual Olivera Camacho,
representantes de base, todos de Chilltupampa, localidad de Sipe Sipe, provincia Quillacollo,
del departamento de Cochabamba, en el memorial cursante de fs. 134 a 138, así como en
audiencia informaron lo siguiente: a) Originalmente el caudal de agua potable abastecía a
toda la población de Chilltupampa, por lo que aceptaron extender la red a la poca población
Jusku Rumi; sin embargo, con el transcurso del tiempo, por cambios climáticos y sequías, el
caudal de agua fue disminuyendo, al extremo de que existe racionamiento en determinados
días y horas, lo que fue aprobado por la asamblea; b) La solicitud de afiliación de nuevos
socios de la zona Jusku Rumi, fue denegada en reunión, a raíz de que el agua no abastece los
requerimientos de la población; c) A espaldas de Chilltupampa, se habría gestionado la
provisión de agua potable de Tuna Apa, solamente para Jusku Rumi, dentro del programa
“Mi Agua”, situación que habría generado malestar y rechazo de las bases de la OTB de
Chilltupampa, remitiendo varios memorándums de notificación con alternativa de corte de
suministro de agua potable, ya que el nuevo proyecto tendría nueva fuente de agua
totalmente independiente del sistema de agua potable de la sub alcaldía de Parotani; d) En
asamblea del pueblo se habría determinado el corte de agua potable a la zona de Jusku Rumi,
por la escases de agua potable y porque el sector ya goza de la provisión de agua de dos
sistemas de Tuna Apa y Parotani; y, e) Los accionantes no agotaron los medios legales para la
protección de sus derechos, ya que el amparo constitucional procede siempre que no exista
otro para la protección de sus derechos amenazados, debiendo interponerse en el plazo
máximo de seis meses a partir de la vulneración alegada, siendo la provisión de agua
competencia exclusiva de los gobiernos municipales, por lo que primero debiendo agotar
esta instancia y no accionar directamente la vía constitucional. Piden se declare
“improcedente” la acción, rechazando la reconexión de agua potable por escases y porque
estas familias ya cuentan con agua proveniente de dos sistemas.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
INDICE
Oscar Félix Jaldin Valeriano, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Sipe Sipe, citado
como tercero interesado, mediante el informe escrito cursante de fs. 88 a 89, así como en
audiencia señaló: La administración del agua es realizada directamente por los “Comités de
Aguas”, nombrados en cada lugar y a falta de éstos, por los sindicatos o dirigentes de cada
comunidad, por lo que el Gobierno Municipal no tiene administración directa.
Inés Camacho Solíz, Guillermina Olivera de Magne y Lidia Camacho, en calidad de terceras
interesadas, pese a su legal notificación cursante de fs. 81 a 82, no asistieron a la audiencia.
I.2.4. Resolución
El Juez de Partido Liquidador y de Sentencia Penal de Quillacollo del departamento de
Cochabamba, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 7 de 19 de junio de
2013, cursante de fs. 145 a 149 vta., por la que concedió la tutela solicitada; disponiendo la
inmediata reconexión del agua potable, del toma de agua de jusku Rumi a las 35 familias,
Chiltupampa Huarmi Mallcu y la reconexión del agua potable de Tuna Apa a los ahora
accionantes, más los otros derechos sociales con los siguientes fundamentos: i) Los arts. 16.I
y 20 de la CPE, establecen que todas las personas tiene derecho al agua, a la alimentación y
el universal y equitativo acceso a los servicios básicos de agua potable; ii) Cuando una
autoridad o particular haciendo uso inadecuado del poder, sin motivo alguno o apartándose
de la norma y los procedimientos, priva a su titular del uso de sus derechos, se constituye en
un acto arbitrario, ilegal o medida de hecho que amerita tutela directa e inmediata; y, iii) Es
posible prescindir de la subsidiariedad por excepción y “otorgar” la tutela solicitada, con la
finalidad de evitar daños irreparables, evitar la muerte por deshidratación, reducir riesgo de
enfermedades relacionadas con el agua y satisfacer necesidades de consumo, cocina, higiene
personal y doméstica.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1.
Cursa informe de 14 de enero de 2013, emitido por Jhonny Tordoya Orellana,
investigador de la FELCC de Quillacollo, cuyo contenido refiere que se constituyó en la
localidad de Parotani, comunidades Chilltupampa y Tuna Apa, donde verificó el corte
de una matriz del sistema de agua potable que compartían las comunidades de
Chilltupampa y Jusku Rumi, hecho perpetrado el 26 de octubre de 2012, por
comunarios de Chilltupampa a la cabeza de Cosme Gonzales Moya, Rene Valerio
Rocabado Ontiveros, Bernabé Espinoza Antezana, Freddy Milton Ardaya San Martín y
otros, privándo del líquido elemento a toda la comunidad Jusku Rumi (fs. 5).
II.2.
Muestrario fotográfico elaborado por la Policía Técnica Científica, sub División
Fotografía Forense de Quillacollo, en la que se evidencia ocho fotografías; según la
inscripción explicativa al pie de las mismas, se observa la presencia de varias personas
INDICE
de Chilltupampa, dirigidos por Cosme Gonzales Moya, René Valerio Rocabado
Ontiveros, Bernabé Espinoza Antezana, Freddy Milton Ardaya San Martín y otros,
realizando cortes, roturas, aplastamiento de cañerías que trasladan agua desde la
vertiente hasta la comunidad Jusku Rumi (fs. 7 a 11).
II.3.
Consta documento privado suscrito el 10 de diciembre de 2011, entre Telésforo Jorge
Olivera, Oscar Augusto Antezana Cano y José Gonzales Bellido, por sí y en
representación de Javier Antezana Cano, Luis Ticona Paculi, Filemón Paniagua y Rosa
Mamani de Mendieta, en calidad de beneficiarios y por otra parte, Inés Camacho de
Solíz, Roberto Carlos, René y Leonardo, todos Solíz Camacho, en calidad de
propietarios, con el objeto de conceder el uso del rebalse de agua que sale de todas
las vertientes existente en el lote ubicado en Tuna Apa, y en beneficio de los
propietarios, el compromiso de construir dos habitaciones y una cocina (fs. 12 a 13).
II.4.
Por el informe de 16 de enero de 2013, emitido por Jhonny Tordoya Orellana,
investigador de la FELCC de Quillacollo, se evidenció que los comunarios de
Chilltupampa realizaron un cavado de una zanja de 8 m. de largo y 2 m. de
profundidad, con el fin de desviar las aguas de una vertiente que se dirige hacia la
comunidad Jusku Rumi, encabezados por Cosme Gonzales Moya, Rene Valerio
Rocabado Ontiveros, Bernabé Espinoza Antezana, Freddy Milton Ardaya San Martín y
otros; se acompaña, siete placas fotográficas, donde se observó los hechos descritos
(fs. 33 a 37).
II.5.
Cursa “Memorándum de Notificación Segunda Instancia Juskurrumi” de 12 de
noviembre de 2012, dirigido a Melquiades Cruz, Jefe de Zona de “Juscurrumi” suscrito
por Cosme Gonzales Moya, Presidente de Agua Potable, León Colque Rocabado,
Presidente de la OTB Chilltupampa, Freddy Milton Ardaya San Martín, en
representación del Comité Cívico de Chilltupampa, señalando en su contenido: Corte
de agua de forma indefinida por la inasistencia a reunión extraordinaria y de acuerdo
a “sus usos y costumbres”, sanción drástica a quien organice nuevo sistema de agua
potable (fs. 131).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes estiman que los demandados vulneraron sus derechos al agua, a la vida y a la
alimentación; al haber destruido las cañerías de poli tubos que transportaban agua potable
desde la matriz ubicado en Tuna Apa, a su comunidad Jusku Rumi, adicionalmente cavaron
zanjas para el desvió de agua en propiedad privada; además, de amenazarles
permanentemente con el corte de agua ante cualquier desobediencia a los dirigentes
codemandados. En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales argumentos son
evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional
INDICE
La acción de amparo constitucional, prevista por el art. 128 de la CPE, se instituye por
la Norma Suprema del ordenamiento jurídico boliviano, como una acción tutelar de
defensa contra los actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o
de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir los derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley.
El art. 129.I de la CPE, enfatiza que esta acción tutelar puede presentarse por la
persona: “…que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la
autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o
tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la
protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados” (negrillas agregadas), de donde se establece que esta acción, por su
carácter extraordinario, se rige por el principio de subsidiariedad, entendido como el
agotamiento previo de los medios y recursos ordinarios de defensa, sean en la vía
judicial o administrativa, a los efectos de que las lesiones denunciadas se reparen en
la instancia donde se suscitaron los supuestos actos ilegales.
De manera excepcional, puede prescindirse de la observancia de la subsidiariedad, o
el agotamiento previo de las vías ordinarias, otorgando una tutela directa, con la
finalidad de proteger un derecho fundamental, cuando por la tardanza pueda quedar
desprotegido el derecho, ocasionando un daño irremediable o irreversible. Al
respecto, el extinto Tribunal Constitucional, en la SC 1275/2010-R de 13 de
septiembre, estableció lo siguiente: “En el caso analizado, la entidad demandada y el
Tribunal de garantías, a su turno, alegaron que el accionante no habría agotado la vía
establecida por ley para reclamar los hechos que considera como lesivos de sus
derechos; situación que si bien es evidente, pues no se tiene constancia de que ésta
haya acudido ante la Superintendencia de Pensiones, Valores y Seguros, acorde a lo
dispuesto por el art. 49 inc. g) de la LP, que establece como una de sus funciones el:
'Supervisar, inspeccionar y sancionar a las Administradoras de Fondos de Pensiones
(AFP) y otras entidades bajo su jurisdicción, de acuerdo a la presente ley y sus
reglamentos', para que dicha entidad pudiera pronunciarse sobre sus peticiones y en
su caso conminar a la entidad demandada a que efectivice el pago de la solicitud de
pensión por muerte; dada la naturaleza de los derechos fundamentales alegados como
vulnerados como ser la seguridad social y con ella los derechos a la vida y la salud,
pues al rehuir a cumplir con el pago impetrado, se le habría privado de un ingreso
mensual….”.
III.2. La doctrina constitucional sobre tutela en medidas de hecho
La SCP 1478/2012 de 24 de septiembre, señaló: ´Este Tribunal Constitucional
Plurinacional, ha verificado con preocupación que recurrentemente se ha activado la
acción de amparo para denunciar: i) Avasallamientos u ocupaciones por medidas o
vías de hecho de predios urbanos o rurales privados o públicos con limitación arbitraria
del derecho a la propiedad, la perturbación o pérdida de la posesión o tenencia del
INDICE
bien inmueble; ii) Cortes de servicios públicos (agua, energía eléctrica, etc.);y, iii)
Desalojos extrajudiciales de viviendas; entre otros supuestos que propician, con un
solo hecho (vías de hecho) la repetición crónica de violaciones de una serie de derechos
humanos de afectación directa e indirecta, conforme se analizará posteriormente y
que ameritan un análisis estructural de este problema.
En ese orden, corresponde analizar cuál es el significado y cuáles son las consecuencias
jurídicas para el poder público y la convivencia social de los ciudadanos, así como el rol
de la justicia constitucional frente a las acciones vinculadas a medidas o vías de hecho
en el modelo de Estado Constitucional de derecho asumido por mandato del art. 1 de
la CPE.
(…)
Este modelo, supone una profunda transformación en la concepción general de
“Estado de derecho”, debido a que en esta última fórmula “Estado Constitucional de
Derecho”: a) El poder público (órganos ejecutivo, legislativo, judicial y electoral); y, b)
La convivencia social de los ciudadanos están sometidos a la Constitución a través del
principio de constitucionalidad que viene a sustituir el principio de legalidad y, por
ende, supone la proscripción de las acciones vinculadas a medidas de hecho o vías de
hecho por el propio Estado o los particulares en cualesquiera de sus formas'.
(…).
De manera general, cuando los particulares o el Estado invocando supuesto ejercicio
legítimo de sus derechos o intereses adoptan acciones vinculadas a medidas o vías de
hecho en cualesquiera de sus formas: i) Avasallamientos u ocupaciones por vías de
hecho de predios urbanos o rurales privados o públicos con limitación arbitraria del
derecho a la propiedad, la pérdida o perturbación de la posesión o la mera tenencia
del bien inmueble; ii) Cortes de servicios públicos (agua, energía eléctrica); y, iii)
Desalojos extrajudiciales de viviendas; entre otros supuestos, desconociendo que
existen mecanismos legales y autoridades competentes en el orden constitucional para
la solución de sus conflictos, excluyen el derecho a la jurisdicción o acceso a la justicia
del afectado, que se constituye en el primer derecho fundamental común vulnerado en
acciones vinculadas a medidas de hecho en cualesquiera de sus formas”.
En ese marco, la SCP 1478/2012 de 24 de septiembre, estableció: ' …cuando los
particulares o el Estado invocando supuesto ejercicio legítimo de sus derechos o
intereses adoptan acciones vinculadas a medidas o vías de hecho en cualesquiera de
sus formas: i) Avasallamientos u ocupaciones por vías de hecho de predios urbanos o
rurales privados o públicos con limitación arbitraria del derecho a la propiedad, la
pérdida o perturbación de la posesión o la mera tenencia del bien inmueble; ii) Cortes
de servicios públicos (agua, energía eléctrica); y, iii) Desalojos extrajudiciales de
viviendas; entre otros supuestos, desconociendo que existen mecanismos legales y
INDICE
autoridades competentes en el orden constitucional para la solución de sus conflictos,
excluyen el derecho a la jurisdicción o acceso a la justicia del afectado, que se
constituye en el primer derecho fundamental común vulnerado en acciones vinculadas
a medidas de hecho en cualesquiera de sus formas´.
(…).
(…) el derecho a la jurisdicción o de acceso a la justicia -sin pretender agotar todas las
perspectivas de este derecho tan ampliamente concebido y desarrollado- contiene: 1)
El acceso propiamente dicho a la jurisdicción, es decir, la posibilidad de llegar a la
pluralidad de jurisdicciones reconocidas por la Constitución, sin que existan obstáculos,
elementos de exclusión, limitación, que dificulten el ejercicio de este derecho tanto por
el Estado como por los particulares; 2) Lograr un pronunciamiento judicial proveniente
de las autoridades judiciales formales o las autoridades naturales de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos, que solucione el conflicto o tutele el derecho,
siempre que se hubieran cumplido los requisitos establecidos en la norma; y, 3) Lograr
que la Resolución emitida sea cumplida y ejecutada, debido a que si se entiende que se
acude a un proceso para que se restablezca o proteja un derecho, un interés o un bien,
en la medida que el fallo no se ejecute, el derecho a la jurisdicción o de acceso a la
justicia no estará satisfecho.
(…).
Conforme entendió la SCP 0998/2012, el rol de la justicia constitucional, frente a la
denuncia de acciones vinculadas a medidas o vías de hecho, tiene dos finalidades
esenciales: “a) Evitar abusos contrarios al orden constitucional vigente; y, b) Evitar el
ejercicio de la justicia por mano propia; en ese orden, a partir de estas dos finalidades
y dentro del alcance de los presupuestos de activación de la acción de amparo
constitucional como mecanismo idóneo para la eficacia tanto vertical [de los
particulares frente al Estado] como horizontal [de los particulares frente a otros
particulares] derechos fundamentales, las vías de hecho se definen como el acto o los
actos cometidos por particulares o funcionarios públicos, contrarios a los postulados
del Estado Constitucional de Derecho por su realización al margen y en prescindencia
absoluta de los mecanismos institucionales vigentes para una administración de
justicia, afectando así derechos fundamentales reconocidos por el Bloque de
Constitucionalidad, por lo que al ser actos ilegales graves que atentan contra los
pilares propios del Estado Constitucional de Derecho, de acuerdo al mandato inserto
en el art. 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, la acción de amparo
constitucional, es un medio idóneo para la tutela eficaz, pronta y oportuna de los
derechos fundamentales lesionados como consecuencias de vías de hecho”.
III.3. El derecho y acceso a los servicios básicos de agua potable
El derecho al agua y el abastecimiento para todas las personas debe ser suficiente y
continuo, las instituciones a cargo, sean de orden privado o público están en la
INDICE
obligación de suministrar permanentemente ese líquido elemento; ninguna excusa es
valedera, para privar de agua a los seres con vida, sean personas, animales o plantas;
el derecho al agua no solamente debe ser subjetivo, sino también objetivo en su
provisión, por lo que todas las instalaciones y servicios de agua deben ser apropiados
a la forma de vivencia de la sociedad, por lo que los servicios e instalaciones de acceso
al agua deben ser asequibles para todos los hogares, pues ello está garantizado por la
Norma Suprema.
Al respecto, la SCP 0008/2013 de 3 de enero, señaló: “La Constitución Política del
Estado, ha incorporado entre los derechos fundamentales varios derechos que deben
ser protegidos de forma inmediata, así refleja la SC 1650/2011-R de 21 de octubre,
cuyo contenido señala: “El art. 20 de la CPE, ha incorporado como derechos
fundamentales el derecho al acceso universal y equitativo a los servicios básicos de
agua potable, alcantarillado, electricidad, gas domiciliario, postal y
telecomunicaciones, responsabilizando al Estado a su provisión a través de entidades
públicas, mixtas, cooperativas o comunitarias, debiendo responder a los criterios de
universalidad, responsabilidad, accesibilidad, continuidad, calidad, eficiencia, eficacia,
tarifas equitativas y cobertura necesaria, con participación y control social. Además
según establece el citado art. 20.III de la CPE, el acceso al agua y alcantarillado
constituyen derechos humanos, es así que cualquier acto arbitrario que suspenda o
interrumpa la provisión o uso del servicio de dichos servicios básicos, constituyen actos
vulneratorios a derechos fundamentales, susceptibles de ser protegidos a través de las
acciones tutelares que prevé la Ley Fundamental.
En este sentido razonó este Tribunal a través de la SC 1898/2010-R de 25 de octubre,
señalando que: 'El derecho de acceso al agua, alcantarillado y electricidad es uno de
los derechos humanos inherentes a toda persona por el solo hecho de existir,
reconocido por el art. 20. I y III de la CPE; por tanto, de rango constitucional, al estar
previsto en el catálogo de derechos fundamentales; y que establece que toda persona
tiene acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable,
alcantarillado, electricidad, gas domiciliario, postal y telecomunicaciones, por lo que el
corte arbitrario de los servicios constituye una violación a esos derechos
fundamentales.
(…)
Con ese mismo razonamiento este Tribunal Constitucional a través de la SC 0071/2010-R de 3
de mayo, señaló que: 'El derecho al acceso a los servicios básicos de agua potable y
electricidad está reconocido y consagrado como derecho fundamental por el art. 20.I
de la CPE, dentro de los principios de universalidad y equidad; es decir que los servicios
básicos como responsabilidad del Estado en todos los niveles de gobierno de manera
directa o mediante contratos con empresas privadas como prevé el parágrafo II de la
citada norma constitucional, no deben ser restringidos en el acceso por motivos o
causas más allá de las previstas por las normas o procedimientos para tal efecto.
INDICE
En los casos en que la persona ya ha accedido a los servicios básicos si ha cumplido las
obligaciones corresponde ejercer sus derechos, por tanto cuando una autoridad o un
particular haciendo uso inadecuado del poder sin motivo alguno o apartándose de la
norma y los procedimientos priva el uso a quien en su derecho ha accedido al mismo,
sea la privación a través de determinados actos o por la fuerza, dicha acción se
constituye en un acto arbitrario, ilegal o medida de hecho que indudablemente
amerita la tutela directa e inmediata a fin de evitar el abuso de poder frente al usuario
o titular del derecho, que al ser elemental y vital en los casos de la vivienda o morada
familiar trasciende a otros derechos también fundamentales como ser a la vida, la
salud y la dignidad, entre otros.
Entendimiento que guarda relación con los principios, valores y fines del Estado boliviano
establecidos por el art. 8.II de la CPE, como ser la igualdad, inclusión, dignidad,
solidaridad, bienestar común, entre otros, para vivir bien; como también con la
previsión legal del art. 1282.I del Código Civil (CC), que establece que: «Nadie puede
hacerse justicia por sí mismo sin incurrir en las sanciones que la ley establece»'”.
III.3. Análisis del caso concreto
Los accionantes mediante su representante, denuncian que los codemandados,
Cosme Gonzales Moya, Presidente de Aguas, Rene Valerio Rocabado Ontiveros,
Vicepresidente, León Colque Rocabado, Dirigente de la OTB, Freddy Milton Ardaya
San Martín, Presidente del Comité Cívico, Bernabé Espinoza Antezana y Pascual
Olivera Camacho, representantes de base, todos de la comunidad Chilltupampa,
localidad de Sipe Sipe, municipio de Quillacollo, habrían encabezado a ciento
cincuenta personas aproximadamente, para destruir violentamente las cañerías de
poli tubos que transportaban agua desde la matriz ubicada en Tuna Apa, hasta su
comunidad Jusku Rumi; asimismo, cavando zanjas para el desvío de agua,
amenazándoles permanentemente con el corte de agua ante cualquier desobediencia,
vulnerando de este modo, sus derechos al agua, a la vida y a la alimentación.
Los demandados en su defensa alegan, que aceptaron proveer agua a la población de
Jusku Rumi cuando su población era escasa; sin embargo, por mandato de la asamblea
se habría procedido al racionamiento, al existir escases del líquido elemento, negando
la afiliación de nuevos socios de la referida zona; además, la población estaría
molesta, porque a espaldas de Chilltupampa, se habría gestionado la provisión de
agua potable de Tuna Apa, mediante el programa “Mi Agua”, situación que habría
generado malestar y rechazo de las bases, por lo que en asamblea se habría
determinado el corte de agua potable a la zona de Jusku Rumi, porque el sector ya
gozaba de la provisión a través de dos sistemas: Tuna Apa y Parotani.
Revisado el informe del investigador de la FELCC de Quillacollo, éste señala que
verificó el corte de cañería de la matriz del sistema de agua de Chilltupampa y Jusku
Rumi, hecho que habría sido perpetrado por comunarios de Chilltupampa a la cabeza
INDICE
de los demandados; del mismo modo, del muestrario fotográfico elaborado por la
Policía Técnica Científica, sub División Fotografía Forense de Quillacollo, se observan
tubos destrozados y personas realizando cortes, roturas, aplastamiento de las
cañerías; asimismo, consta documento suscrito entre los comunarios de Jusku Rumi y
propietarios de la vertiente, autorizando el uso del rebalse de agua; finalmente,
existen dos memorándum de notificación suscrito por los demandados amenazando
con el corte de agua de forma indefinida por la inasistencia a reunión extraordinaria y
a quien promueva la captación de nuevo sistema de agua.
De la revisión de los antecedentes descritos, se constata que se efectuó el corte del
servicio de agua, la rotura de los poli tubos, el cavado de zanjas y las amenazas a las
que habrían sido sometidos los accionantes, por los comunarios de Chilltupampa a la
cabeza de los codemandados; consecuentemente, nos encontramos frente a medidas
o vías de hecho, que ameritan la activación inmediata de la vía constitucional,
aplicando la flexibilización del principio de subsidiariedad y de cualquier otro
formalismo, conforme se desarrolló en los Fundamentos Jurídicos precedentes, al
evidenciarse que se afecta de manera directa el derecho al agua, concurrente con los
otros derechos invocados. Entonces, en aplicación de la justicia pronta, establecida en
el art. 9 y 14 de la CPE, articulo último que se refiere a que el Estado garantiza a todas
las personas el ejercicio de los derechos establecidos en esta Constitución, las leyes y
los tratados internacionales, conforme dispone el art. 129 de la Norma Suprema, toda
vez que, la jurisdicción constitucional tiene la finalidad de la protección inmediata de
los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.
Los accionantes por sí y por sus representados acreditaron las medidas de hecho,
producidas por los demandados sin que exista motivo suficiente que justifique los
actos denunciados, vulnerándose el derecho fundamental al acceso universal y
equitativo al servicio básico de agua potable consagrado en el art. 20 de la CPE, siendo
responsabilidad del Estado garantizar la provisión a través de entidades públicas,
mixtas, cooperativas o comunitarias, como en el presente caso, debiendo responder a
criterios de universalidad, responsabilidad, accesibilidad, continuidad, calidad,
eficiencia, eficacia, tarifas equitativas y cobertura necesaria, con participación y
control social; entonces, cualquier acto contrario o arbitrario que suspenda o
interrumpa la provisión o uso del servicio de agua, constituye un acto vulneratorio a
derechos fundamentales; pues el suministro de agua potable, al ser un servicio básico,
no puede ser suspendido por los proveedores de ninguna manera, memos de modo
discrecional o mediante justicia por mano propia, por lo que no se justifica que los
demandados hubieran asumido actos de hecho, que atentan los derechos
fundamentales de los accionantes, privándole del uso del agua, lo que también se
atenta a otros derechos, que deben ser protegidos para cumplir con la finalidad de la
Constitución Política del Estado, como es el vivir bien o el suma qamaña.
INDICE
Por lo expresado precedentemente, la situación planteada se encuentra dentro de las
previsiones y alcances de la acción de amparo constitucional; consecuentemente, el Juez de
garantías al haber concedido la tutela, efectúo una adecuada compulsa de los antecedentes
procesales y una correcta aplicación de esta acción tutelar.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 7 de
19 de junio de 2013, cursante de fs. 145 a 149 vta., pronunciada por el Juez de Partido
Liquidador y de Sentencia Penal de Quillacollo del Departamento de Cochabamba; y, en
consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los términos dispuestos por el Juez de
garantías y la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Tata Gualberto Cusi Mamani
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
MAGISTRADA
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1941/2012
Sucre, 12 de octubre de 2012
SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA
Magistrada Relatora:
Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar
Acción de amparo constitucional
Expediente:
Departamento:
2011-23255-47-AAC
Cochabamba
En revisión la Resoluciónde 9 de febrero de 2011, cursante de fs. 75 a 77 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Epifanía Ferrel García, Renato
Arias Sajama, Esperanza García de Parra, Julia Muñoz de Villarroel, Fortunata Via Vera,
Rieny Fernández Vía, Celso Requiz Paredes, Judith Maida de Gallegos, Cinthia Merci
Vásquez Torrico, Lucio Gutiérrez Quinteros y Martha Vásquez Sanabria Vda. De Vidal contra
Agapito, Secretario General, Sergio, Secretario de Relaciones y Paulino, Corregidor, todos
García Saldaña, del Sindicato Agrario Laimiña.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 26 de enero de 2011, cursante de fs. 28 a 32, los
accionantes expresaron lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Desde el mes de abril de 2009, los comunarios de La Maica y Laimiña, ante la sequía que
azotaba a todos los agricultores que se dedicaban a la producción, compraron un terreno de
258.- m², para que en ese lugar se realice la perforación de un pozo de agua para riego y
consumo; los socios de la “Asociación de Regantes del pozo 15 de octubre” y los dirigentes
de ese entonces, perforaron el pozo que contaba con excelente caudal, una vez concluido el
mismo, aparecieron tres ciudadanos que llegaron de Estados Unidos de Norteamérica
(EE.UU.) que responden a los nombres de Agapito, Sergio y Paulino, todos García Saldaña ahora demandados-, en una actitud soberbia, prepotente y discriminadora, tomaron la
institución manifestando que se estaba manejando mal y que ellos se iban a hacer cargo y
administrarían como en EE.UU., buscando créditos económicos para hacer obras con las
ganancias, expulsandoa los accionantes de forma abusiva, dictatorial y sin motivo alguno,
privándoles del agua para riego y consumo, tapando su acequia servidumbral, por lo que los
accionantes recurrieron a la Alcaldía Autónoma Municipal de San Benito, quienes realizaron
una inspección, acudiendo posteriormente al Concejo Municipal, ante el Sub Prefecto y el
Coordinador, los cuales no les hicieron caso; al no encontrar solución, recurrieron al
Ministerio de Transparencia Institucional de Lucha Contra la Corrupción, sin obtener
resultado alguno, por lo quevolvieron a recurrirante elSecretario General del Sindicato
INDICE
Agrario Laimiña; asimismo, le hicieron llegar una notificación notariada al dirigente Agapito
García Saldaña, solicitando la reconsideración de la decisión asumida, de la cual no
obtuvieron respuesta.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
Los accionantes denunciaron como lesionados sus derechosa la vida, al trabajo, al medio
ambiente, al agua y a la alimentación, citando al efecto los arts. 16.I, 18.I, 20.III y 373.I de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita, que se admita y declare “procedente” la tutela solicitada, disponiendo; a) La
restitución de los accionantes a la “Asociación de riegos del pozo 15 de octubre Laimiña”, con
todos los derechos y beneficios de acceso al agua para riego; b) La reposición de la acequia
servidumbral que fue tapada maliciosamente; y, c) La imposición de costas, daños y
perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 9 de febrero de 2011, según consta en el acta cursante de
fs. 72 a 74 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El abogado de los accionantes en audiencia se ratificó in extenso en los términos expuestos
en el memorial de interposición de esta acción, ampliándola en los siguientes términos; Los
accionantes fueron expulsados privándoles del agua y tapándoles la acequia servidumbral
por donde llevaban el líquido elemento para regar las parcelas de huertas de duraznos y
plantaciones de alfalfa.
I.2.2. Informe de los demandados
Los demandados mediante sus abogados presentaron informe oral en audiencia bajo los
siguientes fundamentos: 1) El abogado de los accionantes ha señalado que se habría
vulnerado el debido proceso, que no se les habría procesado a éstospara no acceder al agua,
corresponde aclarar que la ampliaciónque se puede hacer en audiencia de amparo, según la
Ley del Tribunal Constitucional, es solo en cuanto hace a los argumentos, no así por otros
derechos que no se han enunciado en la demanda, en este caso no corresponde tratar el
tema de que se habría vulnerado el debido proceso, más aún cuando ni siquiera se ha
acompañado algún estatuto o norma; y, 2) El libro que se acompaña es de la “Asociación de
Riego”, no es del “Sindicato Laimiña”, en el acta de fs. 11, punto dos, los miembros reunidos
en asamblea han dispuesto por mayoría de los socios, cortar su turno de agua a las personas
que no son de la jurisdicción de Laimiña, esto significa, que los ahora demandados han
INDICE
cumplido esa determinación de la propia “Asociación de Riego de agua”; el directorio está
conformado por nueve integrantes y solo se demando a tres, por lo que no se cumplió con lo
establecido en la “SC 0711/2011-R” que obliga a plantear la acción contra todos los que
asumieron la decisión.
I.2.3. Resolución
El Juez Segundo de Partido Mixto y de Sentencia Penal de Punata del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Cochabamba, constituido en Juez de garantías mediante Resolución de 9
de febrero de 2011, cursante de fs. 75 a 77 vta., concedió en parte la acción de amparo
constitucional, declarando procedente la acción de amparo constitucional interpuesta,
respecto al derecho fundamental al agua y a la vida y denegando la tutela con relación al
derecho al trabajo y la restitución de los accionantes a la “Asociación de Riegos Pozo 15 de
octubre Laimiña”. En base a los siguientes fundamentos: i) La conducta de los socios no tomó
en cuenta que el agua potable al ser un servicio esencial sólo puede ser suspendido por los
proveedores cuando concurran los casos previstos por ley, pero en ningún momento puede
ser cortado por decisión de los dirigentes o reunión de comunarios ya que ello constituye un
acto arbitrario e ilegal que atenta al derecho a la salud; ii) El tema de fondo que suscita el
conflicto que nos ocupa, es analizar la manera en que afecta la conformación de la
“Asociación de Riego 15 de octubre”, sobre la propiedad real de los fundos agrarios por
donde pasa la acequia del pozo 15 de octubre, para llegar a los sembradíos de los
comunitarios de La Maica, por lo mismo corresponde que tal situación se sustancie y dilucide
en un proceso de conocimiento de la autoridad jurisdiccional llamada por ley que es el Juez
Agrario en base a las competencia otorgadas por la Ley del Instituto Nacional de Reforma
Agraria y Ley de Reconducción Comunitaria; y, iii) Se concluye que debe otorgarse tutela
jurídica al derecho al agua porque el líquido elemento es primordial para la vida misma, y es
de inminente consideración; sin embargo, otros derechos laborales civiles o reales deberán
considerarse en la vía jurisdiccional ordinaria o agraria.
I.3. Consideraciones de Sala
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto
de la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31
de diciembre de 2011, modificada por la disposición transitoria Segunda del Código Procesal
Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se
procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de plazo.
II.CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes
conclusiones:
INDICE
II.1.
Por libro de actas de la comunidad de Laimiña, se evidencia la conformación de la
mesa directiva de un pozo de riego, denominado “15 de octubre” el 17 de octubre de
2008; posteriormente, el 15 de octubre de 2009, cursa la renovación de la misma,
quedando conformada de la siguiente manera: Presidente, Juan Saldaña,
Vicepresidente, Jhonny Pinaya; Secretario de Actas, Renato Arias; Secretario de
Hacienda, Elsa Sarabia; Vocal Norte, Prima Claros; Vocal Sur, Gregorio Balderrama,
asimismo, el 23 de octubre de 2009, en el punto dos, dispusieron por mayoría de los
socios cortar su turno de agua a las personas afectadas que no son de la jurisdicción
de Laimiña, por problemas con la comunidad (fs. 1).
II.2.
Mediante libro de actas de la Comunidad Laimiña, se evidencia que el 13 de febrero
de 2008, llevó a cabo una reunión ordinaria con el objetivo de complementar su mesa
directiva; posteriormente, el 11 de noviembre de 2010, (del libro de actas) se renovó
la mesa directiva de la comunidad, quedando conformada de la siguiente manera,
Presidente, Agapito García Saldaña; Vicepresidente, Virgilio Sánchez; Secretaria de
Hacienda, Lidia Guzmán; Corregidor, Sergio García; Secretario de Actas, Edwin
Castillo; Secretario de Deportes, Jesús Rios; Secretario de Vialidad, Walter Torrico;
Vocal, Primitiva Sarabia; Vocal, Nelly García(fs. 2).
II.3.
A través de la nota H.A.M.S.B. 445/2009 de 3 de agosto, Norberto Numbela Pereyra,
Intendente de la Alcaldía Municipal de San Benito, informó respecto al pozo “15 de
octubre”, manifestado que el 30 de julio de 2009, la comunidad de Laimiña tapó el
canal de riego que cavaron los comunarios de la misma población, habiendo roto las
tuberías, por lo que se ocasionó un conflicto de intereses entre las comunidades de La
Maica y Laimiña, debido a que existe algunas personas de la Comunidad La Maica,
que se benefician con el pozo de agua, de lo cual dirigentes de Laimiña no están de
acuerdo, motivo por el que taparon dicho pozo (fs. 5).
II.4.
Por informe del Sub Prefecto de la provincia Punata del departamento de
Cochabamba, manifiesta, que el 15 de diciembre de 2009, se hizo presente en la
comunidad de Laimiña, a lo que Agapito García Saldaña junto con su comitiva de
forma prepotente no permitió que los comunarios de La Maica que son socios activos,
lleven agua del pozo de riego denominado “15 de octubre” (fs. 6 a 7).
II.5.
Mediante nota de 27 de diciembre de 2009, 12 de febrero y 15 de abril de 2010, Lucio
Gutiérrez Quinteros, Julia Muñoz de Villarroel y Renato Arias Sajama, presentaron a
Agapito García Saldaña, Presidente del Sindicato Agrario Laimiña, su solicitud de
reconsideración a la medida que adoptaron contra ellos, ya que desconocen los
motivos, de la cual no recibieron respuesta alguna (fs. 9 a 11).
II.6.
A través de nota de 8 de noviembre de 2010, Lucio Gutiérrez Quinteros, Julia Muñoz
de Villarroel y Renato Arias Sajama, imploraron solicitud de reconsideración de acceso
al agua a Agapito García Saldaña (fs. 15).
INDICE
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denunciaron como lesionados sus derechos a la vida, al trabajo, al medio
ambiente, al agua y a la alimentación; toda vez que, los demandados, en una actitud
soberbia, prepotente y discriminadora, expulsaron a los accionantes del sindicato “15 de
octubre “ sin motivo alguno, privándoles del agua para riego y consumo, tapando su acequia
servidumbral; por lo que, recurrieron a la Alcaldía Municipal de San Benito, quienes
realizaron una inspección y elaboraron un informe sin dar una solución, por lo que los
accionantes acudiendo al Concejo Municipal, ante el Sub Prefecto y el Coordinador, los
demandados no les hicieron caso; al no encontrar solución, recurrieron al Ministerio de
Transparencia Institucional de Lucha contra la Corrupción, sin obtener resultados, volviendo
a recurrir al Secretario General del Sindicato Agrario Laimiña, haciéndole llegar una
notificación notariada al dirigente Agapito García Saldaña solicitando la reconsideración de la
decisión asumida, de la cual no obtuvieron respuesta. En consecuencia, corresponde
dilucidar en revisión, si tales argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela
solicitada.
III.1.La acción de amparo constitucional y la excepción al carácter subsidiario
El Tribunal Constitucional Plurinacional en cuanto a la acción de amparo constitucional y la
excepción al carácter subsidiario emitió la SCP 0251/2012 de 29 de mayo, que
estableció la siguiente jurisprudencia: “La acción de amparo constitucional esta
prevista por el art. 128 de la CPE, misma que establece: 'La Acción de Amparo
Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley'.
A su vez, el art. 129.I de la CPE, refiere que esta acción tutelar '…se interpondrá por la persona
que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad
correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección
inmediata…'.
De acuerdo a lo mencionado, la acción de amparo constitucional se configura como
una garantía jurisdiccional extraordinaria, que hace posible la materialización de los
derechos fundamentales consagrados en la Constitución Política del Estado y las leyes,
cuando éstos sean restringidos, suprimidos o amenazados de restricción y supresión
por parte de particulares o funcionarios públicos y siempre que no hubiere otro medio
o recurso legal para su protección; es decir, que la presente acción se activa cuando no
existen otros medios o vías idóneas para otorgar la tutela solicitada.
Lo que denota su carácter subsidiario, empero la SC 0413/2011-R de 14 de abril, haciendo
referencia a la SC 0832/2005- R de 25 de julio, sobre los supuestos excepcionales, en
los que el amparo entra a tutelar de manera directa e inmediata, prescindiendo
INDICE
inclusive de su carácter subsidiario, indico: '…Dentro de esos supuestos excepcionales,
en los que el amparo entre a tutelar de manera directa e inmediata, prescindiendo
inclusive de su carácter subsidiario, está la tutela contra acciones o medidas de
hecho cometidas por autoridades públicas o por particulares, entendidas éstas como
los actos ilegales arbitrarios que desconocen y prescinden de las instancias legales y
procedimientos que el ordenamiento jurídico brinda, realizando justicia directa, con
abuso de poder que detentan frente al agraviado, actos que resultan ilegítimos por
no tener respaldo legal alguno y que por el daño ocasionado y la gravedad de los
mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el amparo por vulnerar derechos
fundamentales…'.
Asimismo, el referido fallo ha reiterado las reglas a ser observadas cuando se denuncian
medidas de hecho, las mismas que han sido definidas en cuanto a su alcance y
requisitos para su consideración por la SC 0148/2010-R de 17 de mayo, señalando lo
siguiente: '1) Debe existir una debida fundamentación y acreditación objetiva de que
efectivamente se está frente a un medida de hecho o justicia a mano propia, donde el
agraviado o accionante se encuentre ante una situación de desprotección o
desventaja frente al demandado, o agresor, sea autoridad, funcionario o particular o
grupo de personas, por la desproporcionalidad de los medios o acción (…); 2)
Necesariamente se debe estar ante un inminente daño irreversible o irreparable, ya
sea agravando la lesión ya consumada, o que ello provoque la amenaza de restricción
o supresión a otros derechos fundamentales. Situaciones que deben ser
fundamentadas y acreditadas; 3) El o los derechos cuya tutela se pide, deben estar
acreditados en su titularidad; es decir, no se puede invocar derechos controvertidos o
que estén en disputa, atendiendo claro ésta, a la naturaleza de los mismos; 4) En los
casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió
consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no
corresponde ingresar…'.
De lo referido precedentemente, se infiere la existencia de reglas a ser observadas
cuando se denuncian medidas de hecho; empero el Tribunal Constitucional también
ha establecido que estas pueden ser flexibilizadas ante la vulneración del derecho al
agua, así la SC 0559/2010-R de 12 de julio, ha establecido: 'En ese sentido y merced a
que según el art. 13.I de la CPE, los derechos son progresivos, siendo deber del Estado
promoverlos, protegerlos y respetarlos; resulta menester flexibilizar los requisitos
para considerar la situación como medida de hecho contenidos en la SC 0148/2010-R
de 17 de mayo, cuando se produzca una amenaza, afectación o restricción al
derecho al agua, pues en este caso y por su vinculación con el derecho a la vida, a la
salud y la dignidad humana, es evidente que la lesión que atañe su afectación se
constituye en daño inminente e irreparable, por lo que a efectos de viabilizar su
tutela sólo se requiere que el afectado acredite objetivamente el acto lesivo a
producirse o que fuere consumando y que el mismo se produce a través del ejercicio
de una medida de hecho, salvando los casos en los cuales se pueda hacer
abstracción de dicho requisito cuando por los datos y pruebas que cursan en
obrados se evidencie dicha afectación; en lo demás casos se deberá dar estricto
INDICE
cumplimiento a los requisitos contenidos en la SC 0148/2010-R antes citada”' (las
negrillas nos corresponden).
III.2.
Sobre el derecho a la vida y a la salud
En la referida sentencia precedentemente citada en el Fundamento Jurídico III.2.1 se
estableció la siguiente jurisprudencia referida al derecho a la vida y a la salud:“La
Constitución Política del Estado en su art. 15.I consagra el derecho a la vida, dentro de
los derechos fundamentales, señalando que: 'Toda persona tiene derecho a la vida…'.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos en su art. 3 establece: “Todo individuo
tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”.
La jurisprudencia constitucional, sobre el alcance de este derecho primigenio, a través de la
SC 0653/2010-R de 19 de julio, la misma que alude a la SC 1294/2004-R de 12 de
agosto, ha dejado entendido que el derecho a la vida es: '…el derecho de toda persona
al ser y a la existencia, siendo su característica esencial la base para el ejercicio de los
demás derechos. Es decir, la vida misma es el presupuesto indispensable para que
haya titularidad de derechos y obligaciones. Es un derecho inalienable de la persona
que obliga al Estado en dos sentidos: su respeto y su protección. La autoridad estatal
está constitucionalmente impedida de hacer cosa alguna que destruya o debilite el
contenido esencial de esos derechos, debiendo crear las condiciones indispensables
para que tengan cabal observación y pleno cumplimiento'.
Por otro lado, la doctrina señala 'que el valor o bien jurídico protegido por el derecho a la
vida, es el carácter igualmente valioso de toda vida humana o, si se prefiere, la
convicción de que toda vida humana es digna de ser vivida. El derecho a la vida
constituye el soporte físico de todos los demás derechos fundamentales y, por su
obvia conexión con la idea de dignidad de la persona, es incuestionable que su
titularidad corresponde a todos los seres humanos cualquiera que sea su
nacionalidad. En cuanto derecho subjetivo, el derecho a la vida presenta una
peculiaridad: toda violación del mismo tiene, por definición, carácter irreversible
porque implica la desaparición del titular del derecho. Por ello, el derecho a la vida
se traduce en la imposición de ciertos deberes al Estado, entendido en su sentido
amplio de conjunto de los poderes públicos: el deber de no lesionar por sí mismo la
vida humana y el deber de proteger efectivamente la vida humana frente a
agresiones de los particulares'.
Por otra parte en cuanto al derecho a la salud el art. 18.I de la CPE, ha dispuesto que
'Todas la personas tienen derecho a la salud', asimismo la jurisprudencia emitida por
el Tribunal Constitucional a través de la SC 0653/2010-R, reiterando lo señalado por la
SC 0026/2003-R ha expresado: 'es el derecho en virtud del cual la persona humana y
los grupos sociales -especialmente la familia-como titulares del mismo, pueden exigir
de los órganos del Estado, en cuanto sujetos pasivos, que establezcan las condiciones
INDICE
adecuadas para que aquellos puedan alcanzar un estado óptimo de bienestar físico,
mental y social y garanticen el mantenimiento de estas condiciones. El derecho a la
salud no significa solamente el derecho a estar en contra de la enfermedad sino el
derecho a una existencia con calidad de vida. Entendimiento que en el actual orden
constitucional encuentra mayor eficacia puesto que la salud es un valor y fin del
Estado Plurinacional, un valor en cuanto el bienestar común, respetando o
resguardando la salud, conlleva al vivir bien, como previene el art. 8.II de la CPE; pero
también es un fin del Estado, tal cual lo establece el art. 9.5 de la referida norma
suprema, al señalar que son fines y funciones esenciales del Estado, además de los que
establece la Constitución y la ley «Garantizar el acceso de las personas a la educación,
a la salud y el trabajo»'” (las negrillas nos corresponden).
III.3.
El derecho al agua, su reconocimiento supra legal y su vinculatoriedad con los
derechos antes señalados
Asimismo, la Sentencia Constitucional antes referida en cuanto al derecho al agua, estableció
la siguiente jurisprudencia:“La Constitución Política del Estado, promulgada el 7 de
febrero del 2009, a partir de su preámbulo muestra la preeminencia de este derecho
fundamental cuando menciona: 'Un estado basado en el respeto e igualdad entre
todos, con principios de soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad,
armonía y equidad en la distribución y redistribución del producto social, donde
predomine la búsqueda del vivir bien; respecto a la pluralidad económica, social,
jurídica, política y cultural de los habitantes de esta tierra; en convivencia colectiva
con acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos'.
Asimismo el art. 16.I de la CPE dispone que: 'Toda persona tiene derecho al agua y a la
alimentación', el art. 20.I de la CPE y establece: 'Toda persona tiene derecho al acceso
universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado,
electricidad, gas domiciliario, postal y telecomunicaciones. El acceso al agua y
alcantarillado constituyen derechos humanos, no son objeto de concesión ni
privatización y están sujetos a régimen de licencias y registros conforme a ley'.
De igual forma vincula el derecho al agua con el derecho a la vida, instituyendo por lo tanto
una estricta conexitud entre el líquido elemento y la vida misma puesto que por
disposición del art. 373.I de la CPE se tiene 'El agua constituye un derecho
fundamentalísimo para la vida, en el marco de la soberanía del pueblo. El Estado
promoverá el uso y acceso al agua sobre la base de principios de solidaridad,
complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y sustentabilidad', el art.
374.I señala que: 'El Estado protegerá y garantizará el uso prioritario del agua para
la vida. Es deber del Estado gestionar, regular, proteger y planificar el uso adecuado
y sustentable de los recursos hídricos, con participación social, garantizando el
acceso al agua a todos sus habitantes. La ley establecerá las condiciones y
limitaciones de todos los usos'.
INDICE
La SC 0156/ 2010-R de 17 de mayo, respecto del derecho al agua afirmó que: 'El agua es un
recurso vital, del cual depende el ejercicio de otros derechos fundamentales, como son
la vida y la salud, forma parte integrante de los derechos humanos oficialmente
reconocidos en los instrumentos internacionales, es un bien común universal,
patrimonio vital, derecho básico, individual, indivisible, imprescriptible y
colectivamente inalienable, que cada persona requiere para su uso personal y
domestico y al que pueda acceder por un precio adecuado y razonable. Cada persona
tiene el derecho a un sistema de agua que funcione, los sistemas de agua se deben
organizar y manejar para garantizar su acceso continuo.
En noviembre del 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC), de
las Naciones Unidas; marcó un hito en la historia de los derechos humanos, al
reconocer (en la Observación General 15 el cumplimiento de los artículos 11 y 12 del
Pacto Internacional de de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales- ratificado
por Bolivia mediante Decreto Supremo 18950 de 17 de mayo de 1982), de manera
explícita el acceso al agua como un derecho humano fundamental. Este Comité
estableció que: «…el derecho humano al agua es indispensable para llevar una vida en
dignidad humana» y que es «un prerrequisito para la realización de otros derechos
humanos».
(…)
La Corte Constitucional de Colombia mediante Sentencia T-270/07 citada por la SC
0156/2010 de 17 de mayo, reconoce la preeminencia de este derecho fundamental
cuando refiere: “El agua es un recurso natural limitado y un bien público fundamental
para la vida y la salud. El derecho humano al agua es indispensable para vivir
dignamente y es condición previa para la realización de otros derechos humanos'.
La SC 0122/2011-R de 21 de febrero ha establecido que: “el sujeto pasivo del derecho al
agua seria el Estado; empero, en merito a la eficacia horizontal de los derechos, los
particulares, como personas físicas o colectivas, también pueden lesionar este
derecho y constituirse en sujetos pasivos. Que así lo ha reconocido la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en la Opinión Consultiva 18/03 de 17 de
septiembre de 2003, la misma que ha señalado: '…De la obligación positiva de
asegurar la efectividad de los derechos humanos protegidos, que existe en cabeza de
los Estados, se derivan efectos en relación con terceros (erga omnes). Dicha obligación
ha sido desarrollada por la doctrina jurídica y, particularmente, por la teoría del
drittwirkung, según la cual los derechos fundamentales deben ser respetados tanto
por los poderes públicos como por los particulares en relación con otros particulares
(…) La obligación impuesta por el respeto y garantía de los derechos humanos frente a
terceros se basa también en que los Estados son los que determinan su ordenamiento
jurídico, el cual regula las relaciones entre particulares y, por lo tanto, el derecho
privado, por lo que deben también velar para que en esas relaciones privadas entre
terceros se respeten los derechos humanos, ya que de lo contrario el Estado puede
INDICE
resultar responsable de la violación de esos derechos'” (las negrillas nos
corresponden).
De lo mencionado se infiere, los particulares, también pueden lesionar el derecho
fundamental al agua por lo que los mismos, con medidas de hecho o justicia por
mano propia no pueden privar de este derecho, más aun cuando el mismo se
constituye en un derecho básico, individual, indivisible, común, universal,
imprescriptible e inalienable, que cada persona requiere para el uso personal y
domestico, además del mismo depende el ejercicio de otros derechos fundamentales,
como la vida y la salud.
III.4.
El derecho al agua como derecho fundamental y fundamentalísimo en la
Constitución Política del Estado y el bloque de constitucionalidad
La SCP 0176/2012 de 14 de mayo, con referencia al derecho al agua como derecho
fundamental en la Constitución Política del Estado, a establecido la siguiente línea
jurisprudencial:“A diferencia de lo que ocurría con la Constitución Política abrogada,
la importancia que le otorga la Ley Fundamental vigente al agua, se visualiza desde el
preámbulo, cuando por una parte establece que la búsqueda del vivir bien implica el
acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos, basados en los
principios de respeto e igualdad entre todos, soberanía, dignidad,
complementariedad, solidaridad, armonía y equidad.
Asimismo, cuando advierte, que el pueblo boliviano, de composición plural, desde la
profundidad de la historia, construye el nuevo modelo de Estado, inspirado en las
luchas del pasado, en la sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en las
luchas populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en las
guerras del agua y de octubre, en las luchas por la tierra y territorio.
De ello se desprende, la importancia y la evidente complejidad que representa el tema del
agua en la Constitución Política del Estado, su reconocimiento como derecho
fundamental y los mecanismos de protección diseñados por ella para su protección y
salvaguarda, conforme se analizará más adelante.
En este sentido la SCP 0052/2012 de 5 de abril, señala que: 'El derecho al agua tiene una
doble dimensión constitucional, tanto como un derecho individual fundamental como
un derecho colectivo comunitario fundamentalísimo, que está reconocido en el texto
constitucional como en instrumentos internacionales, cuya tutela y protección no debe
responder a una visión antropocentrista y excluyente; en este sentido por la
naturaleza de este derecho en su ejercicio individual, no puede arbitrariamente ser
restringido o suprimido mediante vías o medidas de hecho en su uso racional como
bien escaso por grupo social alguno -sea una comunidad campesina o sea una
colectividad diferente- ni tampoco por persona particular'.
INDICE
Bajo esas premisas, corresponde señalar que el derecho al agua, es reconocido por la
Constitución Política del Estado como un derecho fundamental y fundamentalísimo,
pero ese reconocimiento y estatus que otorga la Norma Fundamental se lo realiza en
diferentes dimensiones y contextos, a saber:
El derecho fundamental de acceso al agua potable como derecho subjetivo o
colectivo
El derecho fundamental al agua se constituye en un derecho autónomo que vinculado
al derecho de acceso a los servicios básicos, permite la configuración del derecho de
acceso al agua potable (preámbulo y art. 20.I y III de la CPE), que puede vincularse o
relacionarse de acuerdo al caso concreto por el principio de interdependencia (art. 13.I
de la CPE) al derecho a la salud, a la vivienda, a una alimentación adecuados, entre
otros derechos individuales que tengan que ver con un nivel de vida adecuado y digno,
lo que la Constitución denomina el 'vivir bien' como finalidad del Estado (preámbulo y
art. 8.II de la CPE), o lo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos llama el
derecho al acceso a una existencia digna.
Lo referido puede deducirse de la globalidad del texto constitucional y guarda relación
con algunos instrumentos internacionales sobre derechos humanos que al tenor del
art. 410.II de la CPE, integra el bloque de constitucionalidad, esto es:
Por una parte cuando en el Capítulo Segundo, Título Segundo de la Primera Parte de
las Bases Fundamentales del Estado, referido a los Derechos Fundamentales, el art.
16.I reconoce que: 'Toda persona tiene derecho al agua y a la alimentación'.
A su vez, el art. 20 de la CPE dispone: 'I. Toda persona tiene derecho al acceso
universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado,
electricidad, gas domiciliario, postal y telecomunicaciones” y su parágrafo III
establece: “El acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos humanos, no son
objeto de concesión ni privatización y están sujetos a régimen de licencias y registros,
conforme a ley'.
En este contexto, debe diferenciarse sobre las vías de protección del derecho al agua
potable, así:
1) Cuando se busca la protección del derecho al agua potable como derecho
subjetivo y por tanto depende del titular o titulares individualmente considerados su
correspondiente exigibilidad; en estos casos, la tutela debe efectuarse
necesariamente a través de la acción de amparo constitucional, así la SC 0014/2007R de 11 de enero (corte de agua potable por sindicato campesino con el argumento
de que no participó en las labores de la comunidad), SC 0562/2007-R de 5 de julio
(corte de agua por propietario, con el argumento de que su inquilino no pago el
alquiler), SC 0470/2003-R de 9 de abril (corte de agua por decisión de cabildo abierto
para presionar a suscribir acuerdos) y SC 0797/2007-R de 2 de octubre (corte de agua
INDICE
por empresas de servicios proveedoras como mecanismo de presión), entre muchas
otras.
2) Otro supuesto, podría darse cuando se busca la protección del derecho al agua
potable en su dimensión colectiva, es decir, para una población o colectividad, en cuyo
caso se activa la acción popular, este supuesto se sustenta en razón a que el agua y los
servicios básicos de agua potable (art. 20.I de la CPE), deben ser accesibles a todos,
con mayor razón a los sectores más vulnerables, marginados y desprotegidos de la
población, sin discriminación alguna (art. 14.II de la CPE), como por ejemplo las
poblaciones rurales, campesinas y zonas de naciones y pueblos indígena originario
campesinos. En este ámbito, puede protegerse a las colectividades de la
discriminación en el acceso al agua potable en su dimensión colectiva. Por
discriminación se entiende toda distinción, exclusión o restricción hecha en razón de
características específicas de la persona, como la raza, la religión, la edad o el sexo, y
que tiene por efecto o finalidad menoscabar o anular el reconocimiento, disfrute o
ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales (art. 14.II de la CPE).
La discriminación en el acceso al agua potable puede ser a través de políticas públicas
o medidas y actos discriminatorios excluyentes.
Derecho fundamentalísimo al agua como derecho difuso
De nuestro texto constitucional puede extraerse la denominada 'Constitución
Ecológica', entendida como el conjunto de postulados, principios y normas
constitucionales en materia ecológica que permiten entre otros el uso racional de los
recursos naturales renovables y no renovables, para preservar la vida no únicamente
del ser humano sino del resto de los animales, plantas y otras formas de vida que
conforman los diferentes ecosistemas cuyo análisis supera el antropocentrismo que
estableció al ser humano como la medida de las cosas y la considera como una especie
más de entre las otras, no más importante sino complementario al resto de seres
vivos, la tierra y lo que se encuentre adherido a ella y permite resolver las causas
sometidas a éste Tribunal en base al principio pro natura justamente porque dicha
tutela a la larga no sólo busca proteger al ser humano concreto sino el derecho de
existir de futuras generaciones. Dicha protección y el nuevo enfoque en el análisis
referido deviene incluso desde el primer párrafo del preámbulo contenido en el texto
constitucional que dice: 'En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se
desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra amazonía, nuestro chaco, nuestro
altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta
sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la
pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas' de
donde se extrae no solo un sentimiento de orgullo del legislador constituyente de la
naturaleza que nos rodea sino de protección a aquello que nos enorgullece.
Así en otro contexto, el art. 373 de la CPE, establece que:
INDICE
'I. El agua constituye un derecho fundamentalísimo para la vida, en el marco de la
soberanía del pueblo. El Estado promoverá el uso y acceso al agua sobre la base de
principios de solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y
sustentabilidad
II. Los recursos hídricos en todos sus estados, superficiales y subterráneos, constituyen
recursos finitos, vulnerables, estratégicos y cumplen una función social, cultural y
ambiental. Estos recursos no podrán ser objeto de apropiaciones privadas y tanto ellos
como sus servicios no serán concesionados y están sujetos a un régimen de licencias,
registros y autorizaciones conforme a Ley'.
De lo anterior puede extraerse que el derecho al agua como derecho
fundamentalísimo extralimita el interés de una persona o colectividad, que por su
naturaleza de bien escaso es decir limitado es de interés de la humanidad entera.
Por lo expuesto, el derecho fundamentalísimo al agua como derecho autónomo está
íntimamente relacionado al derecho al medio ambiente, saludable, protegido y
equilibrado (preámbulo y art. 33 de la CPE), en razón a que la protección de este
último derecho, implica a su vez, la protección, conservación, preservación,
restauración, uso adecuado y sustentable de los recursos hídricos (arts. 373 y ss. de la
CPE), así como de los ecosistemas asociados a ellos, sujetos a los principios de
soberanía, solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y
sustentabilidad (art. 373.I in fine de la CPE), y al configurarse como derecho difuso se
tutela mediante la acción popular, así el art. 34 de la CPE, establece que: 'Cualquier
persona, a título individual o en representación de una colectividad, está facultada
para ejercitar las acciones legales en defensa del derecho al medio ambiente, sin
perjuicio de la obligación de las instituciones públicas de actuar de oficio frente a los
atentados contra el medio ambiente'; por lo que, en este contexto para activar la
acción popular no se requiere formar o integrar un colectivo específico conforme se
determinó en la SC 1018/2011-R de 22 de junio” (las negrillas nos corresponden).
III.5.
Análisis del caso concreto
De la revisión de los antecedentes adjuntos a la presente acción, se constató que los
accionantes, conjuntamente con las comunidades de Laimiña y La Maica, compraron
un terreno de 258.- m² para la perforación de un pozo de agua, para riego de sus
huertas y su consumo, conformando una Asociación denominada Regantes del Pozo
“15 de octubre”, una vez concluido el mismo, aparecieron los demandados, con una
actitud soberbia, abusiva, prepotente y discriminadora, tomaron la institución,
expulsando a los accionantes sin motivo alguno, privándoles del agua para riego y
consumo, tapando su acequia, por lo que, recurrieron a la Alcaldía Municipal de San
Benito, quienes realizaron una inspección y emitieron un informe; luego acudieron al
Concejo Municipal, ante el Sub Prefecto y el Coordinador,los cuales no les hicieron
caso; al no encontrar solución, recurrieron al Ministerio de Transparencia Institucional
INDICE
de Lucha contra la Corrupción, sin obtener resultados, por lo que, volvieron a recurrir
al Secretario General del Sindicato Agrario Laimiña, solicitando la reconsideración de
la decisión asumida, de la cual no obtuvieron respuesta.
De lo precedentemente referido, se establece que los demandados de forma
prepotente, abusivay amenazante, cortaron el agua y la acequia que servía a los
accionantes, para riego de sus huertas y consumo humano de ellos y sus familias; por
lo anterior se determina que tales actos son considerados como medidas de hecho;
toda vez que, se está ante una justicia por mano propiao sea, se debe abstraer la
aplicación del principio de subsidiariedad, es decir, que no es necesario el
agotamiento de otras vías, más cuando se trata de un derecho primordial como es el
del agua, tal cual, se estableció en el FundamentoJurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, pese a que en el caso en análisis, sí se hicieron
uso de los recursos sin obtener respuesta positiva;asimismo, es necesario referirnos a
la legitimación pasiva argumentada por los demandados que si bien la decisión surgió
de una asamblea en la que se manifiesta la presencia de veinticuatro afiliados
presentes, no se evidencia la firma de los mismos, tampoco “no existe un orden del
día” en el acta en el que establezca como un punto, el control de asistencia ni la
decisión asumida, situación que genera dudas, sobre quienes asumieron tal decisión;
por otro lado, si bien en el acta figuran las firmas de algunos de los miembros de la
directiva, de la relación de los hechos se advierte que quienes cometieron las medidas
de hecho son los demandados; es decir, quienes cortaron la sequia y por consiguiente
el acceso al agua, fueron los mismos, tal cual ellos refieren en el informe oral
presentado en audiencia por su abogado, al mencionar que cumplieron con lo que las
bases decidieron.
En cuanto a la problemática planteada se advierte que el conflicto es a raíz de la
existencia de pobladores de dos comunidades, Laimiña y La Maica, la primera
conformó una Asociación de Pozo de Riego denominada “15 de octubre” de la cual
muchos de los accionantes son socios, y que por algún problema entre ambas
comunidades se tomo la decisión de cortar el abastecimiento de agua a la comunidad
de La Maica de la que son parte los accionantes, situación que conforme se estableció
en el FundamentoJurídico III.2 de esta Sentencia no es admisible desde ningún punto
de vista, toda vez que, se trata de un elemento vital para la vida y queconstituye el
soporte físico de todos los demás derechos fundamentales; por lo tanto, es
inadmisible su privación e incuestionable, ya que su titularidad corresponde a todos
los seres humanos cualquierasea su condición, toda violación del mismo tiene, por
definición, carácter irreversible porque implica la desaparición del titular del derecho;
por ello, el derecho a la vida se traduce en la imposición de ciertos deberes al
Estado;de igual manera, se encuentra estrechamente ligado con el derecho a la salud
lo cual no significa solamente el derecho a estar en contra de la enfermedad, sino el
derecho a una existencia con calidad de vida y que se la obtiene con el acceso a la
salud y primordialmente al agua, que es un valor en cuanto el bienestar común.
INDICE
Asimismo, la Constitución Política del Estado, establece que el acceso al agua y
alcantarillado constituyen derechos humanos y que los mismos no son objeto de
concesión ni privatización y están sujetos a régimen de licencias y registros conforme
a ley, tal cual lo estableció la jurisprudencia desarrollada en elFundamentoJurídico
III.3, por lo que, al haber cortado los demandados, la acequia y por consiguiente, el
suministro de este elemento vital para la vida y la existencia de los accionantes,
intentando privatizar el pozo y lucrar sobre el mismo, se está ante una vulneración del
derecho al agua,la misma que puede ser restituida mediante esta acción de amparo
constitucional, así como también mediante la acción popular, dependiendo de cómo
esté considerado el derecho, subjetivo o colectivo. La SCP 0176/2012, desarrollada en
el Fundamento Jurídico III.4, realizó una diferenciación al respecto, estableciendo los
derechos subjetivos son los efectuados por: “…SC 0014/2007-R de 11 de enero (corte
de agua potable por sindicato campesino con el argumento de que no participó en las
labores de la comunidad), SC 0562/2007-R de 5 de julio (corte de agua por propietario,
con el argumento de que su inquilino no pago el alquiler), SC 0470/2003-R de 9 de
abril (corte de agua por decisión de cabildo abierto para presionar a suscribir
acuerdos) y SC 0797/2007-R de 2 de octubre (corte de agua por empresas de servicios
proveedoras como mecanismo de presión), entre muchas otras. Las mismas que
deberán ser tutelados mediante la acción de amparo constitucional.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías, al haber concedido en parte la tutela
solicitada, efectuó una parcial compulsa de los antecedentes procesales y de las normas
aplicables al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo
previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve:
1º CONFIRMAR la Resolución de 9 de febrero de 2011, cursante de fs. 75 a 77 vta.,
pronunciada por el Juez Segundo de Partido Mixto y de Sentencia Penal de Punata del
Distrito Judicial -ahora departamento- de Cochabamba, en consecuencia CONCEDER la
tutela en cuanto al derecho al agua y a la vida disponiendo la reposición de la acequia
“servidumbral” que fue tapada y;
2º DENEGAR en cuanto a la restitución de los accionantes a la Asociación de riegos del
pozo “15 de octubre” Laimiña y la imposición de costas, daños y perjuicios.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
INDICE
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar
MAGISTRADA
Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
MAGISTRADO
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1386/2012
Sucre, 19 de septiembre 2012
SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA
Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Acción de amparo constitucional
Expediente:
Departamento:
2010-22782-46-AAC
Pando
En revisión la Resolución de 15 de octubre de 2010, cursante de fs. 51 a 52 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Zulema Florían Paz contra
Fritz Fernández Gálvez, Winston Gálvez Herrera, Presidente y Secretario de Tierra y
Territorio de la Comunidad Campesina de Mudken, respectivamente; y Heriberto Larrea
García, Director Departamental a.i. de la Autoridad de Fiscalización y Control de Bosques y
Tierra (ABT).
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
En el memorial presentado el 7 de octubre de 2010 cursante de fs. 11 a 13 vta., la accionante
manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Es comunaria campesina de la comunidad Mukden, ubicada en la provincia Nicolás Suarez del
departamento de Pando, habiendo obtenido esta calidad, cuando adquirió la parcela
denominada “Buen Futuro” (sic), el 10 de febrero de 2007, de su anterior propietario
Dionicio Ruiz Cabrera, estando establecida dicha calidad en acta de la comunidad donde fue
aceptada como parte de la misma.
Manifestó, que a partir de ese momento vive en ese lugar, teniendo delimitado su terreno y
sin problemas con los vecinos circundantes. Sin embargo, indicó, que “en el mes de junio del
presente año” (sic), gente extraña ingresó a su propiedad marcando árboles, entre estos
castaños, razón por la cual habría procedido a reclamarles, manifestándole estas personas
que estarían procediendo a hacer un trabajo de campo, para sacar un plan de manejo de
aprovechamiento de madera, sorprendiéndola con esta respuesta, pues ésta no tendría
interés en la venta de la misma, por cuanto sus principal actividad sería de extracción de
castaña.
Ante esta situación, planteó sus reclamos al dirigente de la comunidad ahora demandado,
quien le señaló que la persona llamada a resolver este problema sería el secretario de tierra y
territorio de la comunidad, también ahora demandado, empero los trabajos no pararon por
INDICE
parte de la Empresa “Abaroa” quienes seguían “rumbeando la madera” (sic), ante sus
reclamos sufrió amenazas de ambos demandados en el sentido de ser alejada de la
comunidad quitándole su propiedad. Por lo que estos dirigentes se estarían enriqueciendo,
con lo que por derecho le corresponde y que ese enriquecimiento no sería a favor de la
comunidad, sino a favor de estos.
Indicó, que cuando ingresó la maquinaria para la extracción de la madera, se enteró que los
vendedores así como la empresa antes mencionada, obtuvieron un plan de manejo forestal
en sus terrenos, sin su permiso, razón por la cual presentó un memorial ante la Autoridad de
Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ex Superintendencia Forestal), pero cuando
hizo su reclamo, el representante de esta entidad, Eriberto Larrea -ahora accionado-, habría
manifestado estar ocupado en otra jurisdicción y que al no tener técnicos no podría
intervenir.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
La accionante considera que se vulneró su derecho al trabajo, y a la propiedad citando al
efecto los arts. 30, 46.II y 56 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se garanticen sus derechos supuestamente vulnerados, y que se ordene que: a) La
Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra cumpla con su derecho a ser
informada sobre el aprovechamiento de los recursos maderables que se encuentran en sus
predios; b) Se disponga que la empresa que obtuvo el certificado de aprovechamiento de los
recursos maderables con la autorización de los dirigentes paren su atropello; y, c) Se
establezca, que estos dirigentes ahora accionados no son propietarios y que por lo tanto no
tendrían autorización alguna para vender recursos antes referidos de la comunidad.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 14 de octubre de 2010 y proseguida la misma el 15 de
mismo mes y año, según consta de las actas cursantes de fs. 43 a 50 de obrados, se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante, ratificó inextenso los términos de la acción presentada y ampliándola
manifestó que efectivamente se presentó un memorial ante la ABT, señalando que no fue
atendida en forma oportuna.
I.2.2. Informe de la autoridad y personas demandadas
INDICE
Julio Gutiérrez Llanos, en su calidad de Director Departamental a.i, de la ABT Pando, en el
memorial cursante de fs. 41 a 42, manifestó que ante la solicitud de la Comunidad Mukden, a
través de sus representantes, la ABT, mediante Resolución Administrativa RD-ABT-DDPAPOAF-82713 de septiembre de 2010, resolvió aprobar el Plan Operativo Forestal 2010 (POAF)
correspondiente al Área Anual de Aprovechamiento-2010 (AAA) de la Comunidad Campesina
Mukden, para el aprovechamiento de productos forestales maderables en una superficie de
275.14 ha.
Señaló respecto, al punto primero denunciado por la accionante, que se debe entender que
cada comunidad al ser una persona jurídica, se encuentra representada por sus dirigentes,
quienes tienen la obligación de hacer conocer a cada uno de sus comunarios, la situación de
la comunidad y ahora ésta no podría alegar desconocimiento esta situación, debido a que el
3 de noviembre de 2009, ya se había aprobado el Plan General de Manejo Forestal, para
productos maderables de la Comunidad Campesina Mukden.
Los demandados a través de su abogado, en audiencia manifestaron que: La accionante
adquirió 700 ha., de Dionicio Ruiz Cabrera, pero no presentó ninguna prueba sobre la
delimitación del predio, y que éstos no la habrían perjudicado absolutamente en nada,
indicaron que la accionante no vive en el lugar, ni tiene una sola choza, por lo que no cumple
la función social, no asiste a las reuniones, ni cumple con las obligaciones que tienen los
comunarios.
I.2.3.Resolución
La Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Pando, constituido en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 15 de
octubre de 2010, cursante de fs. 51 a 52 vta., de obrados, la misma que denegó la acción de
amparo constitucional, bajo los siguientes fundamentos: 1) “La recurrente tenía
conocimiento que su memorial presentado a la ABT, estaba pendiente de respuesta” (sic); y,
2) “No agotó la vía administrativa y tenía a su alcance el solicitar la Medida Precautoria y el
recurso jerárquico respectivo, los mismos que no fueron agotados y consiguientemente no se
le causó indefensión alguna, ya que no se habría ejecutado el plan de manejo forestal” (sic).
I.3. Consideraciones de Sala
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados y Magistradas de la misma, el 15 de febrero de
2012, a objeto de la liquidación de las causas ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el
31 de diciembre de 2011, modificada por la Disposición Transitoria Segunda del Código
Procesal Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia,
se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
INDICE
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones
siguientes:
II.1.
La accionante, mediante documento privado de 10 de febrero de 2007, reconocido en
sus firmas y rúbricas en la misma fecha ante la Notaria de Fe Pública de Primera Clase
1 de Cobija, acredita haber adquirido una propiedad rural denominada “Buen
Futuro”, ubicada sobre la altura del camino a Mudken de 700 ha., de su anterior
propietario Dionicio Ruiz Cabrera (fs. 3 y vta.).
II.2.
Por Certificado de Comunario de 13 de agosto de 2010, extendido por Fritz Fernández
Gálvez, señala que la accionante es parte de la Comunidad Mukden, y que la misma
cumpliría con todos los requisitos como tal, “esta dedicado la actividad productiva
Agrícola y maderable en pequeña escala” (sic) (fs. 8).
II.3.
Por memorial recibido el 30 de septiembre de 2010, la ahora accionante, solicitó a la
ABT, se deje sin efecto el plan de manejo forestal, pidiendo se suspenda orden de tala
de árboles para aprovechamiento de recursos forestales (fs. 6 a 7).
II.4.
Mediante Resolución Administrativa RD-ABT-DDPA-POAF-827-2010, de 13 de
septiembre de 2010, el Director Departamental de Pando de la ABT, resolvió aprobar
el Plan Operativo Anual Forestal 2010, correspondiente a la AAA-2010 de la
Comunidad Campesina Mukden, para el aprovechamiento de productos forestales
maderables en una superficie de 275.14 ha. en una superficie productiva de 272 ha.
(fs. 30 a 32).
II.5.
En el Dictamen Técnico DT-ABT-DDPA-178-2010 de 7 de octubre de 2010, se realizó la
valoración de la solicitud de la accionante, concluye señalando que existe un Plan
General de Manejo Forestal Maderable, autorizado a la Comunidad Campesina
Mukden, cumpliendo los procedimientos técnicos vigentes, y de acuerdo a la
conformidad de la Comunidad Campesina Mukden y que al interior del mencionado
PGMF, se autorizó el POAF 2010, mediante Resolución Administrativa RD-ABT-DDPAPOAF-827-2010, estableciéndose que la Empresa Abaroa, sería la responsable del
aprovechamiento forestal (fs. 33).
II.6.
La Resolución Administrativa RD-ABT-DDPA-PGMF-374-2009 de 3 de noviembre de
2009, resolvió aprobar con carácter de “Fe Pública” (sic), el Plan General de Manejo
Forestal para productos maderables, sobre un área de 23922,72 ha., de la Comunidad
Campesina Mukden, representada por Winston Gálvez Herrera (fs. 29 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos a al trabajo y a la propiedad, por
cuanto al ser comunaria reconocida dentro de la comunidad Mukden, los dirigentes de ésta,
INDICE
habrían procedido a solicitar un plan de manejo forestal a efectos de extraer madera de su
propiedad, sin su autorización, ante ello se apersonó a la ABT, a efectos de hacer presente
sus reclamos; sin embargo el representante de dicha entidad hizo caso omiso a los mismos.
En consecuencia, corresponde determinar, en revisión, si los extremos demandados son
evidentes para conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1.
La naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional
Sobre su naturaleza la SCP 0480/2012 de 6 de julio de 2012, estableció que: ”La
acción de amparo constitucional prevista por el art. 128 y ss. de la CPE, esta
instituida como una acción tutelar, medio de defensa y de trámite especial y
sumarísimo, que tiene por objeto restablecer y restituir el goce efectivo de derechos
fundamentales y garantías constitucionales de las personas con carácter preventivo
y correctivo, protegiéndolos de amenazas, restricciones o supresiones ilegales,
arbitrarias, decisión, acción u omisión provenientes no sólo de servidoras y servidores
públicos sino también de personas particulares o colectivas que contravengan el
orden constitucional”.
También la SCP 0875/2012de 20 de agosto, señaló que: ”La acción de amparo
constitucional, consagrada por el art. 128 de la CPE, se instituye como una acción
tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores
públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir los derechos reconocidos por la misma Constitución Política del
Estado y la ley.
De conformidad a la disposición constitucional citada, y en aplicación y vigencia de la Ley
Fundamental; la acción de amparo constitucional es una acción de defensa de todos
los derechos fundamentales y garantías constitucionales previstos en la Norma
Suprema y en los Pactos y Tratados Internacionales en materia de Derechos
Humanos ratificados por el Estado Plurinacional en el art. 410 de la CPE, salvo los
derechos a la libertad y a la vida cuando éste se encuentre vinculado a la libertad, los
que están bajo la protección de una acción especifica cómo es la acción de libertad.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional tiene carácter extraordinario, una
tramitación especial y sumaria, la inmediatez en la protección y no reconoce ningún
fuero, privilegio ni inmunidad con relación a las autoridades o personas
demandadas.”
III.2.
Corresponde que la justicia constitucional otorgue la tutela de derechos que no
sean invocados, cuando éstos sean conexos al acto o hecho vulneratorio en virtud
al principio de favorabilidad
En ese sentido se tiene a la SC 0807/2010-R de 2 de agosto, así como la 2089/2010-R
de 10 de noviembre, establecieron que: ”Existen casos en que la persona que se
INDICE
considera agraviada en sus derechos, de manera oportuna acude a la jurisdicción
constitucional, denunciado el acto o resolución que considera ilegal o arbitrario,
fundamentando y acreditando además dicho extremo, con una petición clara y
concreta, haciendo relación de los hechos con los derechos que estima lesionados;
empero, en esa relación de causalidad, confunde u omite la indicación de otros
derechos, que resultan conexos con el hecho denunciado; en esas circunstancias, en
aplicación del principio de favorabilidad, acceso a la justicia constitucional, y por el
carácter expansivo de los derechos fundamentales, de manera excepcional,
corresponde tutelar el o los derechos conexos a la problemática denunciada.”
III.3.
Del derecho de petición
Sobre este particular la SC 1995/2010-R de 26 de octubre, ha indicado que: ”Por otra
parte, en cuanto a los requisitos para que se otorgue la tutela por lesión al derecho
de petición, la SC 0310/2004-R de 10 de marzo, sistematizó los criterios señalados
por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, conforme al siguiente texto: '…a fin
de que se otorgue la tutela en caso de alegarse la violación del derecho a formular
peticiones, corresponde que el recurrente, demuestre los siguientes hechos: a) la
formulación de una solicitud expresa en forma escrita; b) que la misma hubiera sido
formulada ante una autoridad pertinente o competente; c) que exista una falta de
respuesta en un tiempo razonable y d) se haya exigido la respuesta y agotado las
vías o instancias idóneas de esa petición ante la autoridad recurrida y no existan
otras vías para lograr la pretensión'.
Ahora bien, a la luz de la Constitución vigente, y conforme a lo expresado,
corresponde modular la jurisprudencia citada precedentemente, pues actualmente,
el primer requisito señalado por dicha Sentencia, es decir, la formulación de una
solicitud en forma escrita no es exigible, pues la Constitución expresamente
establece que la petición puede ser escrita u oral.
Con relación al segundo requisito que establece que la solicitud debe ser presentada
ante autoridad competente o pertinente, se debe precisar que esta no es una
exigencia del derecho de petición, pues aún cuando la solicitud se presente ante una
autoridad incompetente, ésta tiene la obligación de responder formal y
oportunamente sobre su incompetencia, señalando, en su caso, a la autoridad ante
quien debe dirigirse el peticionario; conclusión a la que se arriba por el carácter
informal del derecho a la petición contenido en la Constitución Política del Estado,
que exige como único requisito la identificación del peticionario, y en la necesidad
que el ciudadano, encuentre respuesta y orientación respecto a su solicitud, en una
clara búsqueda por acercar al administrado con el Estado, otorgándole a aquél un
medio idóneo para obtener la respuesta buscada o, en su caso, la información sobre
las autoridades ante quienes debe acudir, lo que indudablemente, fortalece el
carácter democrático del Estado Boliviano.
INDICE
En ese entendido, cuando la peticiónes dirigida a un servidor público, éste debe orientar su
actuación en los principios contemplados en el art. 232 de la CPE, entre otros, el
principio de compromiso e interés social, eficiencia, calidad, calidez y
responsabilidad” (las negrillas nos corresponden).
III.4.
Con relación al caso concreto
En el caso de análisis, el accionante, manifiesta que los demandados en su calidad
de dirigentes, vulneraron sus derechos al trabajo y a la propiedad, por cuanto
habrían ingresado a su propiedad sin permiso alguno, marcando árboles, y ante sus
reclamos habrían manifestado que se solicitó un plan de manejo forestal ante la
ABT, sobre su propiedad; ante ello presentó un memorial la autoridad demandada,
ante sus reclamos hizo caso omiso a los mismos.
De antecedentes del caso se tiene que en el dictamen técnico DT-ABT-DDPA-1782010, establece la existencia de “...un Plan General de Manejo Forestal Maderable
autorizado a la Comunidad Campesina Mukden cumpliendo los procedimientos
técnicos vigentes y de acuerdo a la conformidad de la Comunidad Campesina
Mukden” (sic), tomando en cuenta la afirmación establecida en este documento,
que merece fe probatoria, así se tiene establecido a través del art. 27.II de la Ley
Forestal de 12 de julio de 1995, cuando señala que: “Los Planes de Manejo deberán
ser elaborados y firmados por profesionales o técnicos forestales, quienes serán civil
y penalmente responsables por la veracidad y cabalidad de la información incluida.
La ejecución del Plan de Manejo estará bajo la supervisión y responsabilidad de
dichos profesionales o técnicos, quienes actúan como agentes auxiliares de la
autoridad competente, produciendo los documentos e informes que suscriban fe
pública, bajo las responsabilidades a que se refiere la presente ley y su reglamento”
(las negrillas nos pertenecen). De lo que se colige que los representantes de la
Comunidad campesina antes mencionada no vulneraron el derecho al trabajo y a la
propiedad de la accionante, al haberse establecido la conformidad para presentar el
POAF ante la ABT por esta misma Comunidad.
Respecto a las actuaciones del funcionario de la ABT; toda vez, que se evidencia que
la accionante solicitó mediante memorial de 30 de septiembre de 2010, se deje sin
efecto el POAF, solicitado por los dirigentes de la comunidad Mukden, y ante la
dilación a su respuesta, habría presentado la presente acción de amparo
constitucional, estableciéndose que ante la evidente dilación en la tramitación de los
dictámenes que debían emitirse como efecto de la solicitud mencionada, se
evidencia la vulneración del derecho a petición de la accionante, que si bien no fue
denunciada expresamente por ésta, en mérito a la Jurisprudencia glosada en los
Fundamentos Jurídico III.2 y III.3, del presente fallo y resultando conexo éste
derecho con el hecho denunciado, corresponde conceder la tutela sólo respecto a
este último en aplicación al principio de favorabilidad.
INDICE
En consecuencia, la situación planteada no se encuentra dentro de las previsiones del art.
128 de la CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al haber denegado todos los puntos de la
tutela solicitada, efectuó una parcial compulsa de los antecedentes.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo
previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve:
1º
REVOCAR en parte la Resolución de 15 de octubre de 2010, cursante de fs. 51 a 52 vta.
Pronunciada por la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Pando; y en consecuencia, CONCEDER la tutela
solicitada, sólo con relación al derecho de petición y;
2º
DENEGAR la tutela con relación a los actos realizados por Fritz Fernández Gálvez y
Winston Gálvez Herrera.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar
MAGISTRADA
Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
MAGISTRADO
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1675/2013
Sucre, 4 de octubre de 2013
SALA TERCERA
Magistrado Relator: Tata Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente:
Departamento:
03689-2013-08-AAC
Pando
En revisión la Resolución de 22 de abril de 2013, cursante de fs. 29 a 30, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Juan Quispe Novoa, “Presidente” de
la comunidad indígena “San Martín de Pacahuara” contra Neder Puerta Velásquez, Director
Departamental a.i. del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) de Pando.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 18 de abril de 2013, cursante de fs. 5 a 6, el accionante expone
los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 10 de abril de 2013, solicitó una lista actualizada de beneficiarios de la comunidad indígena
“San Martín - Takana - Pacahuara” al Director Departamental a.i. del INRA - Pando; empero,
hasta la interposición de la presente acción, transcurrieron ocho días, sin que los funcionarios
del INRA, le brinden información sobre la petición presentada.
Cuando fue a consultar sobre el estado de esos documentos, los funcionarios le indicaron
que “no tienen tiempo, que vuelva mañana, que vuelva pasado” (sic), y por ultimo le
señalaron que los documentos “se encuentran en otro departamento, que vuelva otro día”
(sic). Cuando les hizo conocer que estaba por unos días, le refirieron en tono burlesco, “que
pida ayuda a la Gobernación o por último, (…) que ni ellos saben cuándo les darán esa
información” (sic), agregando que, lo único que recibe son simples “burlas” de los
funcionarios encargados; siendo que toda persona, por más humilde que sea, merece
respeto, por lo que en su condición de dirigente y persona particular, le sorprende esa forma
de trato, pues no es posible que no puedan responderle en forma escrita una petición.
I.1.2. Derecho supuestamente vulnerado
El accionante considera que se lesionó su derecho de petición, citando al efecto los arts. 24 y
115.I de la Constitución Política del Estado (CPE).
INDICE
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda su pedido y se ordene la extensión de la certificación dentro de veinte
cuatro horas, con imposición de costas, daños y perjuicios en razón de Bs150.- (ciento
cincuenta bolivianos), que servirán para cubrir los gastos de alimentación y el pago de
honorarios.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 22 de abril de 2013, según consta en el acta cursante de fs.
27 a 28 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante, por intermedio de su abogado, ratificó el tenor íntegro de la acción de amparo
constitucional, aclarando que él hizo esfuerzos para llegar a ese lugar, el dinero que tenía, ya
se le acabó, por lo que “ni siquiera desayunó”.
En uso del derecho a la réplica, aclaró que la parte demandada, señaló que el nombre de la
Comunidad estaría mal escrito, hecho que debió comunicársele por escrito, para ser
enmendado, y “hacen aparecer” una resolución con suspensión, cuando el accionante se
encontraba todos los días en esa institución y no le hicieron conocer tal situación, porque
nunca existió ninguna notificación.
I.2.2. Informe de la autoridad demandada
Neder Puerta Velásquez, Director Departamental a.i. del INRA de Pando, en forma personal y
por intermedio de sus dos abogados, en audiencia informó: a) La solicitud sólo fue firmada
por el presidente, no hay bases ni otros dirigentes, que lo respalden; además, suscribe como
comunidad indígena campesina “Takana San Martín de 'Capahuara'”, pero en sus datos no
existe ninguna comunidad con ese nombre, pero sí de la comunidad de “San Martín de
'Capahuara'”, por lo que el accionante no tendría personería; b) La solicitud ingresó el 10 de
abril de 2013 y se envió el 11 del mismo mes y año, a la Nacional; y, c) El nombre del
accionante, figura en otra comunidad campesina, pero aparece firmando en representación
de una comunidad indígena.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, constituida
en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 22 de abril de 2013, cursante de fs. 29 a
30, por la que denegó la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: 1) El accionante
tiene derecho a una respuesta pronta positiva o negativa, pero ese derecho en ocasiones
está supeditado a otras situaciones; 2) La autoridad demandada puede suspender el plazo
por no tener a mano la información, lo que es razonable por dos motivos: i) A nadie se le
INDICE
puede exigir dar algo, si no lo posee; y, ii) Ningún derecho es absoluto, siendo su límite el
derecho de los demás, más aún si ese límite tiene reserva legal, como es la suspensión del
plazo; y, 3) Pese a no haberse dado la respuesta que se requirió, no se ha violado el derecho
a la petición previsto en el art. 24 de la CPE.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1.
Consta el título ejecutorial TCM-NAL-002658 de 30 de septiembre de 2008, de la
propiedad denominada “Comunidad San Martín de Pacahuara”, con una dotación de
“18500.0000” has de propiedad comunitaria (fs. 23).
II.2.
Mediante nota de 10 de abril de 2013, Juan Quispe Novoa, como Presidente de la
comunidad indígena San Martín de Pacahuara, solicitó al Director Departamental a.i.
del INRA de Pando la lista o nómina de beneficiarios de la comunidad indígena San
Martín Takana Pacahuara, certificado catastral y fotocopia simple de toda la carpeta
de la indicada comunidad, reflejando en su contenido el “pedido urgente”, para que
en veinticuatro horas sea extendido, constatando un sello redondo, que indica
“comunidad indígena San Martín Tacana Pacahuara” (fs. 3).
II.3.
Consta recibo de seguimiento electrónico de trámites del INRA, DDP-HRG 658/2013
de 10 de abril, horas 16:51; evidenciándose que el ahora accionante presentó en esa
fecha, su petición anteriormente detallada, siendo recibida por la Secretaria, Yessenia
Zeballos Cartagena (fs. 2).
II.4.
Por Auto Administrativo AA-INRA-DDPA-AJ-001/2013 de 11 de abril, la autoridad
demandada, Neder Puerta Velásquez, Director Departamental a.i. del INRA de Pando,
suspendió el plazo para la otorgación de la solicitud presentada por el accionante (fs.
10), mismo que fue notificado al accionante la indicada fecha a horas 11:50, fijando
copia de ley en el tablero de notificaciones, firmando el asesor jurídico del INRAPando y una testigo de actuación (fs. 11).
II.5.
El informe legal INF.UJ-ARCH_AAA 05/2013 de 11 de abril, de la abogada del
departamento legal del INRA-Pando, dirigido a la autoridad demandada, en su
contenido indica, que revisada la base de datos y el estado de causas del INRA de
Pando, se verificó que no existe la carpeta a nombre de la comunidad indígena
“Takana Pacahuara” en archivos de la departamental, pero sí se registra la comunidad
“San Martín de Pacahuara” (fs. 13).
II.6.
A través de la hoja de ruta digital, DDP HRI 721/2013 de 19 de abril, a horas 18:16,
Yessenia Zeballos Cartagena, Secretaria del INRA de Pando, remitió el informe a
Neder Puerta Velásquez, en su calidad de Director a.i. Departamental a.i. del INRA de
INDICE
II.7.
Pando, denotando que transcurrieron nueve días, para la remisión del trámite al
ahora demandado (fs. 12).
Cursa informe INF. STRIA.INRA-DDP- 010/2013 de 19 de abril, remitido por la
Secretaria, al Director Departamental a.i. del INRA de Pando, ahora demandado;
indicando que fue derivada la solicitud a Nicanor Yapura Copa, quien procedió al
envío de la citada solicitud a Igor Alex Escalante Colque de la Dirección Nacional el 11
de abril de 2013 (fs. 14).
II.8.
De la hoja de ruta DDP HRE 658/2013, se evidencia que el 16 de abril de 2013, la
solicitud fue derivada al Jefe de la Unidad de Administración y Tierras Fiscales (fs. 15).
II.9.
La Central Indígena de Pueblos Originarios de la Amazonia de Pando (CIPOAP) el 19 de
abril de 2013, otorgó aval a Juan Quispe Novoa como miembro de la comunidad
indígena “San Martín Tacana Pacahuara”, perteneciente a pueblo “Takana” ,
indicando que la CIPOAP, es afiliada y reconocida por la institución matriz;
certificando, al mencionado y a la comunidad indígena (fs. 26).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante estima que la autoridad demandada vulneró su derecho de petición, al haber
omitido dar una respuesta y hacerle esperar ocho días hasta la interposición de la presente
acción tutelar; además, fue objeto de “burla” de los funcionarios del INRA de Pando que le
atendieron, por su condición de indígena humilde. En consecuencia, corresponde dilucidar en
revisión, si tales argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1.
Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional
El amparo constitucional se encuentra instituido por el art. 128 de la Norma
Suprema, como una acción de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas
de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la
Constitución Política del Estado y la ley.
La SCP 0002/2012 de 13 de marzo, sobre las características de esta acción, señaló
que se constituye en: “…un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e
inmediato de protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales,
cuyo ámbito de protección se circunscribe respecto de aquellos derechos
fundamentales y garantías, que no se encuentran resguardados por los otros
mecanismos de protección especializada que el mismo orden constitucional brinda a
los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de privacidad, popular, de
cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los que procede,
esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos
provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de las personas
INDICE
individuales o colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y
garantías objeto de su protección”.
III.2.
Sobre el derecho de petición y la respuesta oportuna
El juez o tribunal constitucional, tienen la obligación de proteger los derechos
fundamentales de quien solicita la tutela de amparo constitucional, con mayor
premura, cuando se trata de pueblos y naciones indígena originario campesinos. En
el caso presente, el derecho fundamental presuntamente vulnerado es el derecho
de petición por falta de una respuesta oportuna. Cuando se materializa la
vulneración del derecho de petición, el resultado normalmente es el grave perjuicio
al solicitante, quien se obliga a mantenerse en vigilia, dejando de lado inclusive su
actividad cotidiana para obtener la contestación peticionada.
Las respuestas orales o simplemente formales, que no resuelven el fondo de la
pretensión, implican la denegación a la petición, esa forma de contestar no resuelve
materialmente una preocupación; entonces no constituye una contestación
adecuada al derecho de petición, cuando el funcionario debió corresponder con la
prontitud en la respuesta.
Los servidores públicos, no pueden esgrimir disculpas para la demora, más allá de
los términos señalados por ley, la respuesta debe estar de acuerdo con la norma
adjetiva, lo contrario significa la violación del derecho de petición en su contenido
material, es inadmisible la demora injustificada en la otorgación de la respuesta por
parte del funcionario público.
La situación se agrava, cuando de por medio esta la discriminación, el trato
displicente, burlesco, degradante, humillante, al ver al solicitante en su condición de
indígena, surgiendo una conexitud entre el derecho a la dignidad y a la petición.
Al respecto la SCP 1112/2012 de 6 de septiembre, señaló: “…el accionante denunció
la vulneración a su derecho de petición consagrado en el art. 24 de la CPE, que
conforme la SC 1665/2011-R de 21 de octubre '…constituye una facultad inherente a
toda persona de acudir a una autoridad judicial o administrativa y obtener de ésta
una respuesta formal y pronta, para lo cual no se exigirá más requisito que hacer
conocer la identidad del peticionante o solicitante. Así, el artículo mencionado
señala: Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o colectiva,
sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de
este derecho no se exigirá más requisito que la identificación del peticionario'.
'Al respecto y refiriéndose a los alcances de este derecho fundamental, el Tribunal
Constitucional en la SC 0187/2010-R de 24 de mayo, lo definió como: «…la facultad o
potestad que tiene toda persona para dirigirse, individual o colectivamente, ante las
autoridades o funcionarios públicos, lo que supone el derecho a obtener una pronta
INDICE
resolución, ya que sin la posibilidad de exigir una respuesta rápida y oportuna
carecería de efectividad el derecho…».
«…En consecuencia, el ejercicio del derecho supone que una vez planteada la
petición, cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el derecho de
obtener pronta resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la
petición.
Sin embargo, el sentido de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso
en particular y, en esa medida podrá ser positiva o negativa. Sin embargo, la
obligación del Estado no es acceder a la petición sino resolverla...» (…) (SC
0189/2001-R de 7 de marzo). En cuanto a la motivación de la respuesta se ha
establecido que este derecho: «…se puede estimar como lesionado cuando la
autoridad a quien se presenta una petición o solicitud, no la atiende; es decir, no la
tramita y la responde en un tiempo oportuno o en el plazo previsto por Ley, de forma
que cubra las pretensiones del solicitante, ya sea exponiendo las razones del por qué
no se la acepta, explicando lo solicitado o dando curso a la misma; en cualquiera de
estos casos donde se omita dar los motivos sustentados legalmente o de manera
razonable, se tendrá como se dijo vulnerado el derecho» (SC 0776/2002-R de 2 de
julio); empero, no puede existir vulneración al derecho de petición, cuando el
accionante o peticionante no ejerció esa su facultad de «solicitar algo» a las
autoridades o funcionarios públicos, pues es de suponerse que tampoco obtendrá
respuesta, por lo que el derecho de petición se tiene por vulnerado, cuando existe
falta de respuesta a una solicitud, sea individual o colectiva, y que además el
destinatario sea plenamente identificado' (SC 1533/2010-R de 11 de octubre)'.
De la citada jurisprudencia, se concluye que se afecta el derecho de petición,
cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiera el derecho a acceder a
una pronta resolución o respuesta sea esta positiva o negativa y si no es atendida en
un tiempo oportuno o en el plazo previsto por ley, se cuándo no existe respuesta a
una solicitud en un tiempo razonable y siempre tendrá por vulnerado el derecho”.
Así también, a este respecto la Corte Constitucional de Colombia, haciendo
referencia al derecho de petición de un pensionado, mediante la Sentencia T-235/02
de 4 de abril de 2002, consideró lo siguiente: “Derecho de petición. Es muy grave el
perjuicio que se le ocasiona a un aspirante a pensionado, que teniendo el derecho
para gozar de la prestación, no se le resuelve de fondo a su pretensión. Respuestas
simplemente formales, como ha ocurrido en el presente caso, donde en muchas
ocasiones se reproduce una primera contestación y no se resuelve materialmente, no
constituyen una contestación adecuada al derecho de petición. Tampoco es
respuesta adecuada el no reconocimiento de la pensión, cuando el comportamiento
administrativo ha debido ser el de la prontitud en el trámite para luego proferir el
acto administrativo que reconozca al peticionario el status de jubilado” (las negrillas
son nuestras).
INDICE
“Es claro que si una respuesta a un derecho de petición no da una solución,
estando la entidad obligada a ello, y existiendo el derecho de peticionario a
obtenerla, esa respuesta no es adecuada, no es completa, y podría incluso
considerarse no atendido el derecho de petición, con las connotaciones que ello
conlleva para el funcionario responsable de la entidad” (las negrillas fueron
añadidas).
De los elementos analizados se puede deducir que, no es suficiente cualquier
respuesta, pues el servidor público o particular ante quien se acude debe dar una
solución efectiva, material; en caso de no contar con la solución a la petición, se
debe conducir al peticionante a la solución, orientando cuál es el camino que la
institución tiene establecido para obtener esa petición materializada, o por lo menos
al esclarecimiento de lo solicitado en el derecho de petición.
Toda petición debe recibir una puntual, precisa y pertinente respuesta, no así una
evasiva, vaga y que no ofrezca nada al peticionario; cuando el servidor público no ha
respondido de forma escrita, en el tiempo breve, peor aún cuando ni siquiera le
hubiere dado información o notificado con los actuados que siguen el curso del
trámite, en este caso, estamos en presencia de la vulneración al derecho de
petición.
El haber presuntamente notificado en el tablero de la institución, sin proporcionarle
ninguna información adicional al peticionario, más aún cuando éste procede de los
pueblos y naciones indígena originario campesinos, sin ofrecer una solución de
fondo a su petición, no significa la satisfacción del derecho de petición, porque se
deja al solicitante en las mismas condiciones.
En caso de una respuesta negativa, la entidad peticionada, debe explicar o sustentar
motivada y fundadamente el por qué de la imposibilidad de dar una solución de
fondo, ajustando esa explicación a la realidad y a las normas vigentes, conforme a la
aplicación preferente de la Constitución Política del Estado.
III.3.
Análisis del caso concreto
Revisados los antecedentes que cursan en obrados, se constata que el accionante,
presentó una nota solicitando la lista o nómina de beneficiarios, certificado catastral
y fotocopia simple de toda la carpeta de la comunidad indígena “San Martín Takana
Pacahuara”; solicitud que no habría merecido respuesta de la autoridad demandada,
hasta la presentación de la acción de amparo constitucional, habiendo transcurrido
más de ocho días. Asimismo, señala el accionante, que hubiera sido objeto de burlas
por parte de los funcionarios por su condición de indígena humilde, sin que le hayan
notificado ningún actuado, pese a que fue todos los días para saber sobre su pedido,
INDICE
sin que le brindaran ninguna información, actos que vulnerarían su derecho de
petición.
La autoridad demandada, de forma personal y por medio de sus abogados, afirmó
que la nota tiene una sola firma, no hay bases, ni la firma de otros dirigentes que la
respalden; además, no existe en sus datos, la comunidad indígena campesina
“Takana San Martín de 'Pacahuara'”; pero sí, los datos de la comunidad de “San
Martín de 'Pacahuara'”; que el solicitante no tendría personería; además, que su
nombre figuraría en otra comunidad campesina, y que ahora aparece firmando
como comunidad indígena; observaciones que bien pudieron ser aclaradas
directamente por el propio accionante, si es que se le hubiese hecho conocer las
mismas, por lo que los justificativos esgrimidos por la autoridad demandada carecen
de relevancia y no enervan la lesión del derecho en la que se ha incurrido por falta
de respuesta oportuna.
De las declaraciones de la autoridad demandada, se deduce una actitud subjetiva
para la negativa en la respuesta, reflejada en los servidores ante quienes acudió el
accionante; por otra parte, los documentos que se adjuntan como descargo, no
reflejan lo declarado; pues no existe un proveído de la nota presentada y la
instructiva al personal subalterno sobre el curso del trámite a seguirse. Al margen de
esas consideraciones, indican que se hubiera despachado el 11 de abril de ese año a
la nacional; sin embargo, no existe constancia de ese actuado, y de las hojas de ruta
no se evidencia de forma contundente la supuesta remisión al INRA Nacional
solicitando los datos peticionados; además, del informe presentado por la abogada
del INRA Pando, no se acredita ese actuado. Al contrario, el patrocinante del
accionante, señaló que en la oficina nacional del INRA, le informaron que los datos
solicitados estarían en el INRA departamental.
Asimismo, la parte demandada alega, haber cumplido con la normativa dispuesto en
el Decreto Supremo (DS) 29215 de 2 de agosto de 2007; sin embargo, la norma
citada en su art. 69.I inc. a), señala: “Las providencias de mero trámite deberán
dictarse al día siguiente hábil de la presentación de la solicitud o petición”, lo que
significa que en veinticuatro horas se debió hacer conocer el destino de su trámite
con la instructiva o las observaciones para que sean subsanadas, el no haber
actuado en este sentido, evidencia la vulneración del derecho invocado.
El accionante, adicionalmente denuncia un trato displicente y humillante, desde el
momento en que presentó la solicitud y durante los ocho días que estuvo en las
oficinas del INRA del departamento de Pando, reclamando el resultado de su
petición, donde no supieron darle la información adecuada; al contrario, habría
recibido un trato burlesco sobre su situación económica, sugiriendo que pida ayuda
a la Gobernación, cuando simplemente quería saber cómo se estaba llevando su
trámite, para retornar, otro día de ser necesario.
INDICE
De la revisión de los datos, se constata que no existe en obrados el informe
solicitado, ello denota que los servidores públicos hasta la fecha de interposición de
esta acción, no procuraron otorgar la información peticionada, continuando la
vulneración del derecho de petición, toda vez que, tal como se ha expuesto en el
Fundamento Jurídico III.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, el
peticionario tiene derecho a ser informado, sobre el destino de su trámite, además
sobre el contenido material de su derecho a la petición, que es la otorgación de una
respuesta en tiempo oportuno y conforme prescribe la ley.
Con relación al trato displicente, falta de respeto y consideración denunciado,
extremos no desvirtuados por la autoridad demandada en su informe brindado en
audiencia, se tiene que los funcionarios del INRA-Pando, al indicar que “no tienen
tiempo, que vuelva mañana, que vuelva pasado” (sic), brindaron un mal trato al
accionante, conducta típica de funcionarios del Estado colonial, que debe ser
combatida, en observancia del art. 9.I de la CPE. El proceder en tono burlesco, al
decir “que pida ayuda a la Gobernación”, por último, “que ni ellos saben cuando le
darán esa información”, atenta contra la dignidad personal de un ser humano, más
aun cuando éste es de origen indígena, a quien se le debe respeto, por las
condiciones de desigualdad en que se encuentra, frente a personas que pudieron
recibir algún tipo de formación y/o educación. Dichos actos, al ingresar al ámbito
del racismo y discriminación, deben merecer la correspondiente investigación, a
través de las instancias correspondientes, sin perjuicio de que al mismo tiempo, se
evalúe la conducta e idoneidad de los funcionarios, debiendo en su caso ser
sustituidos con personal suficientemente capacitado procedente de los pueblos
indígenas, pues toda persona, por más humilde que sea, merece consideración,
debiendo el Tribunal Constitucional Plurinacional, velar por el respeto y vigencia de
los derechos y garantías constitucionales.
Por lo expresado precedentemente, la situación planteada se encuentra dentro las
previsiones y alcances de la acción de amparo constitucional, por lo que el Tribunal de
garantías al haber denegado la acción, ha efectuado una inadecuada compulsa de los
antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve:
1º REVOCAR la Resolución de 22 de abril de 2013, cursante de fs. 29 a 30, pronunciada por
la Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Pando; y en
consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada en los términos expuestos en la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, con responsabilidad civil conforme a lo
determinado por el art. 39.I del Código Procesal Constitucional.
INDICE
2º Disponer la aplicación de sanciones administrativas a los funcionarios que brindaron un
trato discriminatorio al accionante por su condición de indígena, conforme establece el
art. 13 de la Ley contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, previa investigación
y aplicación de las responsabilidades señaladas por ley, por las instancias que
correspondan.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Tata Gualberto Cusi Mamani
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
MAGISTRADA
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0902/2013-L
Sucre, 19 de agosto de 2013
SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA
Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Acción de amparo constitucional
Expediente:
Departamento:
2011-24706-50-AAC
Oruro
En revisión la Resolución 01/2011 de 21 de noviembre, cursante de fs. 101 a 105,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Elías Felipe Villca
contra Benigno Quispe Mamani, Diputado de la Asamblea Legislativa Plurinacional;
Segundino Condori Condori, Asambleísta del Gobierno Autónomo Departamental de
Oruro; Federico Mamani López, Presidente; Emma Lázaro Felipe, Eulalia Copa López de
Mamani y Germaín Condori López, miembros del Concejo del Gobierno Autónomo
Municipal de Chipaya provincia Sabaya del mismo Departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
El accionante, mediante memorial presentado el 25 de octubre de 2011, cursante de fs. 30 a
35 vta., alegó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Habiendo sido elegido Alcalde del Municipio de Chipaya del Departamento Oruro,
extendiéndosele su credencial el 7 de mayo de 2010, tomó posesión del cargo en
cumplimiento del art 13 de la Ley de Municipalidades (LM), por lo que trabajó de manera
regular en el municipio, hasta el 8 de septiembre de 2011; cuando los ahora demandados,
Benigno Quispe Mamani y Segundino Condori Condori, convocaron al pueblo de ese
municipio, a una Asamblea General el 9 del mismo mes y año, la cual fue suspendida, hasta el
17 de igual mes y año, cuando convocaron a las autoridades originarias y pueblo en general,
en dicha asamblea se analizó el Acta de Entendimiento, firmado entre los Gobiernos
Municipales de Chipaya, Sabaya, Coipasa, Esmeralda, Salinas Garci Mendoza y Belén de
Andamarca, comprometiéndose a “vivir pacíficamente en la región evitando en lo posible
avasallamientos a tierras municipales” (sic).
No obstante, Benigno Quispe Mamani, ordenó en la misma Asamblea un cuarto intermedio,
para que cada Ayllu presente una resolución en contra del accionante, desconociéndolo
como autoridad municipal, quien se opuso a su solicitud de que se le “presentara los
documentos”; tomando la decisión de que lo “chicotearan” (sic), en razón de haber firmado
la mencionada Acta, que no obtuvo respuesta favorable por parte de los “Hilakatas” (sic), ni
INDICE
de las autoridades originarias, lo cual ocasionó molestia en los que conducían la reunión,
motivo por el que decidió abandonar la asamblea, acto donde se incurrió en una serie de
agresiones físicas y verbales, tanto en su contra, como de sus familiares y comunarios que lo
respaldaban, dando lugar a que se pida su renuncia de manera inmediata; es así, que
posteriormente logró trasladarse a la casa comunal, donde la turba bloqueó su salida, para
que no huyera; por orden de Benigno Quispe Mamani, quemaron llantas y leña, detonaron
petardos, y al no existir garantías a su integridad, se resistió a salir; después las autoridades
originarias ingresaron para trasladarlo a la fuerza al “salón” de la Alcaldía, de donde pudo
salir “recién a las cuatro de la mañana del 19 de septiembre de 2011” (sic), viajando con
destino a la ciudad de Oruro.
Siendo convocado el 23 del mismo mes y año, a una Asamblea General, acudió a fin de tratar
la situación del Municipio, la que fue dirigida nuevamente por los ahora demandados:
Benigno Quispe Mamani y Segundino Condori Condori, quienes indujeron a la población a
pronunciarse sobre su renuncia al cargo, dando lugar a agresiones insostenibles en su contra,
así como amenazas de quemarlo si no presentaba su renuncia; es en este sentido, en contra
de su voluntad, redactó su renuncia indicando que fue “POR PRESION Y OBLIGADO POR EL
DIPUTADO Y EL ASAMBLEISTA” (sic), la cual fue arrebatada por los Concejales Municipales;
resaltando que en esa fecha, el Concejo Municipal, dados los conflictos suscitados, no
sesionó; por cuanto la renuncia del accionante no fue tratada en los marcos y normas
establecidos por la Ley de Municipalidades; empero, el Concejo Municipal emitió Resolución
67/2011 de 24 de septiembre, señalando que se convocó a sesión extraordinaria para el
tratamiento de la referida renuncia, determinando ratificarlo; por cuanto, solicitó al
mencionado Concejo Municipal, mediante notas de 27 de septiembre; y, de 4 y 13 de
octubre de mismo año, la restitución a su cargo, así como la reconsideración de la decisión
tomada por el Concejo Municipal antes citado, que fue respondida negativamente,
señalando que su renuncia fue formal y como pueblo ancestral, se basaron en el principio de
usos y costumbres, cerrando toda posibilidad de un nuevo análisis y revisión de sus
decisiones, agotando de esta forma la vía impugnativa.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
El accionante señaló como vulnerados los derechos al trabajo, al ejercicio a la ciudadanía y a
la función pública, al debido proceso y a la “seguridad jurídica”; citando al efecto los arts. 46;
115.I y .II; 144.II .1 y .2; 232; y, 233 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se le conceda la tutela, disponiendo: a) La nulidad de la renuncia presentada bajo
presión el 23 de septiembre de 2011, de las Sesiones del Concejo Municipal de 23 y 24 del
mismo mes y año, en las que se dictó la Resolución Concejal 67/2011 de 24 de septiembre,
por no cumplir los requisitos de legalidad; b) Que, Benigno Quispe Mamani y Segundino
Condori Condori, se abstengan de generar conflictos de gobernabilidad y actos que lesionan
INDICE
derechos y garantías constitucionales, agresión física y verbal, así como promover violencia
en el Municipio; y, c) Su Restitución inmediata al cargo de Alcalde Municipal de Chipaya.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 21 de noviembre de 2011, cursante de fs. 97 a 100, se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante, pese a su legal notificación, no se hizo presente en audiencia
(fs. 37).
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
Benigno Quispe Mamani, mediante su abogado y en audiencia expresó lo siguiente: 1) El
accionante interpuso esta acción tutelar con una “sarta de mentiras incongruentes” (sic); 2)
Su renuncia fue voluntaria y presentada personalmente; y, 3) Como ex Alcalde firmó un
documento lesivo a los intereses del Municipio de Chipaya, que ocasionó el descontento de
la gente, factor por el cual tal vez renunció, sin haber ejercido presión alguna por parte de
ninguna persona o autoridad, por lo que solicitó declarar improcedente la acción de amparo
constitucional.
Segundino Condori Condori, mediante su abogado y en audiencia manifestó que: i) Se adhirió
a lo expuesto por el abogado del codemandado, Benigno Quispe Mamani, que fueron
indebidamente demandados dado que, no vulneraron derecho o garantía constitucional del
accionante; ii) Fue la población de la comunidad Chipaya que en mérito a sus usos y
costumbres ancestrales, solicitaron su renuncia en razón de la violación a la voluntad del
pueblo, acreditado por las actas de sesiones y asambleas extraordinarias, por lo que
procedieron a desconocer a éste como autoridad; iii) Se puede establecer en el marco
constitucional que la libre determinación de las naciones y pueblos indígena originarios y
campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios se encuentra garantizada en el marco
de la unidad del Estado, teniendo autonomía para desenvolverse y desarrollarse
políticamente y económicamente; iv) La jurisdicción indígena originaria campesina goza de
igual jerarquía que otras jurisdicciones legalmente reconocidas, por cuanto lo único que hizo
el pueblo Chipaya es ejercer esa soberanía a través de su decisión, establecida en los
diferentes cabildos; y, v) El art. 2 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional (LDJ), instituye que, las
decisiones de las autoridades de la jurisdicción indígena originaria campesina son de
cumplimiento obligatorio y serán acatadas por todas las personas y autoridades, siendo
irrevisables por otras jurisdicciones, por lo que no habiendo vulneración a derecho alguno
citado en la esta acción, solicitó se declare improcedente la misma por ser maliciosa, con
imposición de costas correspondientes.
El abogado del Concejo Municipal de Chipaya, se hizo presente en audiencia y señaló que: a)
La acción de amparo constitucional procede cuando se acompaña pruebas que
INDICE
fundadamente, el accionante demostró la intromisión de Benigno Quispe Mamani, en la que
hubiera exigido su renuncia; b) Existió mala fe en la renuncia del accionante, como en la
demanda; y, c) No hay legitimación activa porque se acusa a dos representantes nacionales
sin ningún tipo de prueba.
Federico Mamani López, ante la consulta del Juez de garantías, sobre la fecha en la que se
emitió la convocatoria de sesión extraordinaria, de 24 de septiembre de 2011, con el temario
en que se incluyó la lectura de renuncia del alcalde, la elección del alcalde y otros, respondió
que fue emitida en la misma sesión, que coincidía a su vez con el día de la renuncia,
arguyendo que era de carácter extraordinario, de emergencia; asimismo, sobre la consulta
efectuada sobre si la renuncia fue presentada de forma personal, contestó afirmativamente,
indicando que fue entregada en la oficina del Concejo, firmando el accionante en el sello de
recepción.
I.2.3. Resolución
El Juez de Partido, Mixto y de Sentencia Penal de Huachacalla del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Oruro, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 01/2011
de 21 de noviembre, cursante de fs. 101 a 105, por la que denegó la tutela solicitada, con
relación a la vulneración de sus derechos de trabajo, al ejercicio de su ciudadanía y a la
función pública, con referencia a los demandados: “Federico Mamani López, Emma Lázaro
Felipe, Eulalia copa López de Mamani, Germaín Condori López, todos ellos miembros del
Concejo Municipal de Chipaya; Benigno Quispe Mamani, Diputado Nacional y Segundino
Condori Condori, Asambleista de Oruro”, bajo el fundamento de que no se probó la lesión de
los derechos al trabajo, al ejercicio de la ciudadanía y a la función pública; y, concedió la
tutela con relación al derecho a la seguridad jurídica, respecto a: “Federico Mamani López,
Emma Lázaro Felipe, Eulalia Copa López de Mamani, Germaín Condori López”, disponiendo
que el Concejo Municipal de Chipaya cumpla con el procedimiento dispuesto en el art. 17 de
la LM, debiendo convocar a una nueva sesión extraordinaria para su tratamiento, sin costas;
bajo el fundamento de que los mismos incumplieron los procedimientos descritos, para el
tratamiento de la renuncia en sesión ordinaria.
I.3. Consideraciones de Sala
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados y Magistradas de la misma, el 15 de febrero de
2012, a objeto de la liquidación de las acciones titulares ingresadas a los Tribunales de
garantías, hasta el 31 de diciembre de 2011, modificada por la Disposición Transitoria
Segunda del Código Procesal Constitucional, vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la
referida competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución
dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
INDICE
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1.
Cursa credencial correspondiente al accionante, como Alcalde del Gobierno
Autonomo Municipal de Chipaya, de 7 de mayo de 2010, emitida por el Tribunal
Electoral Departamental de Oruro, de acuerdo con los resultados de las elecciones
departamentales y municipales realizadas el 4 de abril del mismo año (fs. 1).
II.2.
Se tiene Acta de Entendimiento de 1 de julio de 2010, firmada por el accionante,
Ricardo Aillón Álvarez, Senador Nacional, Froilan Fulguera, Presidente de la
Asamblea Departamental de Oruro, así como por los Alcaldes de los Municipios de
Salinas de Garci Mendoza, Belén de Andamarca, Chipana, Esmeralda, Coipasa,
concejales y otros; mediante la cual acordaron garantizar la pacífica convivencia,
entre estantes y habitantes de los sectores limítrofes de dichos municipios,
comprometiéndose a no realizar actos que intranquilicen o atenten la pacífica
convivencia, cuyo cumplimiento se dejó a cargo de los Alcaldes Municipales y las
instituciones que firmaron la misma (fs. 10).
II.3.
Por Acta de audiencia pública de posesión a Alcalde Municipal, de 27 de mayo de
2010, emitida por el Juez de Partido, Ordinario, Mixto y de Sentencia Penal de las
provincias Litoral, Sabaya y Mejillones con asiento en Huachacalla, del
departamento de Oruro, se tiene que se declaró procedente la solicitud del
accionante, disponiendo la toma de juramento al cargo de Alcalde Municipal de
Chipaya, por la que fue posesionado; acto, que fue homologado y convalidado por el
referido juez, mediante decreto de 25 de junio de 2011 (fs. 3 a 5).
II.4.
Mediante nota de 4 de octubre de 2011, se tiene que el accionante solicitó al
Presidente del Concejo Municipal de Chipaya, se reconsidere el ilegal nombramiento
como Alcalde al haberlo sustituido de forma posterior a su renuncia, la cual fue
efectuada bajo presión, refiriendo que dicho nombramiento no emergía de la
voluntad popular (fs. 15).
II.5.
Por Convocatorias, emitidas por los ahora demandados Benigno Quispe Mamani y
Segundino Condori Condori, por las que se convocó al alcalde municipal, concejales,
autoridades administrativas y originarias de los cuatro ayllus, con sus comunarios, a
la Asamblea General del 9 y 17 de septiembre de 2011 (fs. 6 a 9).
II.6.
Se tiene nota formulada ante el Concejo Municipal de Chipaya, de 23 de septiembre
de 2011 a “hrs. 11:05 PM” (sic), en la cual el accionante renunció a su cargo,
señalando que fue bajo “presión y obligado por el diputado y Asambleísta y algunos
comunarios” (sic) (fs. 92).
INDICE
II.7.
Mediante Convocatoria a Sesión Extraordinaria, emitida por el Concejo Municipal de
Chipaya, se convocó a los concejales para el 24 de septiembre de 2011, a fin de
tratar en el orden del día sobre la renuncia del accionante al cargo de alcalde y la
elección a dicho cargo (fs. 91).
II.8.
Se tiene Resolución del Concejo Municipal de Chipaya 67/2011 de 24 de septiembre,
sobre la renuncia del accionante al cargo de Alcalde de dicho Municipio, señalando
que: 1) No existió transparencia en la gestión del accionante; 2) El 17 del mismo mes
y año, los cuatro ayllus pidieron su renuncia; 3) El 23 del referido mes y año, en
Asamblea del pueblo Chipaya, los cuatro ayllus se manifestaron: “Wistrullani”
“desconocimiento del alcalde” (sic); “Manazaya” la carta de renuncia del accionante;
además, de indicar que “de lo contrario tomaran medidas de hecho”; Ayllu unión
Barras “Ayparavi”, “mediante una resolución piden la renuncia del alcalde” (sic); y,
finalmente el ayllu “Aranzaya”, exige la renuncia del accionante; 4) Habiendo
presentado su renuncia el accionante a su cargo, los conflictos cesaron; 5) El
diputado y asambleísta demandados, solo intervinieron como mediadores; y, 6)
Dicha renuncia fue “un clamor del pueblo de Chipaya” (sic), siendo que el accionante
no cumplió de manera eficiente con el trabajo en la administración del Municipio,
aceptándose su renuncia de manera unánime y procediéndose a elegir de manera
interina al suplente a dicho cargo (fs. 93 a 96).
II.9.
Cursa nota de 27 de septiembre de 2011, mediante la cual el accionante, con ayuda
de la Unidad de Conciliación del Comando Departamental de la Policía, solicitó a
Federico Mamani López, Presidente del Concejo Municipal del Gobierno Autónomo
de Chipáya, la restitución a su cargo de Alcalde municipal, alegando que fue
obligado a presentar su renuncia, la cual fue “totalmente ilegal” (sic) (fs. 11).
II.10.
Se tiene oficio notificado al accionante el 3 de octubre de 2011, emitida por Federico
Mamani López, como Alcalde a.i., del Gobierno Autónomo Municipal de Chipaya, a
través de la cual refirió, que al ya no fungir en el cargo de Presidente del Concejo
Municipal, remitía la solicitud de restitución del accionante a la nueva Presidenta de
éste para su consideración (fs. 13).
II.11.
Por nota interpuesta el 13 de octubre de 2011, ante el Presidente del Concejo
Municipal, se tiene que el accionante reiteró su solicitud de reconsideración, sobre
la ilegal decisión de sustituirlo de su cargo de Alcalde Municipal (fs. 17 y vta.).
II.12.
Se tiene nota entregada al accionante el 14 de octubre de 2011, dictada por el
Concejo Municipal de Chipaya, aduciendo que éste renuncio en un Cabildo el 23 de
septiembre del mismo año, frente a la población, renuncia formal que fue aceptada
y posteriormente ratificada mediante Resolución 67/2011 (fs. 19).
II.13.
Cursa nota del accionante, presentado el 29 de septiembre de 2011 y 3 de octubre
de ese año, ante el Gobernador del Departamento Autónomo, la Asamblea
INDICE
Legislativa Departamental, la Asociación de Municipios del Departamento, Brigada
Parlamentaria todos de Oruro; dirigido a Santos Javier Tito Veliz, Gobernador del
Departamento Autónomo, denunciando a Benigno Quispe y Segundino Condori
Condori, por su intromisión y manipulación de reunión que dio lugar a su ilegal
renuncia al cargo de Alcalde del Gobierno Municipal de Chipaya (fs. 21 a 24).
II.14.
Cursa Resolución de la Asamblea General “Uru Chipaya” de 30 de octubre de 2011,
sobre la aplicación de justicia comunitaria, resolviendo:
i) Ratificar la
resoluciones pronunciadas por los cuatro ayllus de Uru Chipaya, las cuales pidieron
la renuncia del accionante; ii) Destituir de manera inmediata del cargo de alcalde al
accionante, debiendo acotarse dicha resolución como cosa juzgada; iii) Otorgar voto
de confianza a Federico Mamani López, ratificando su posesión como Alcalde del
Gobierno Autónomo Municipal de Chipaya; iv) Ratificar las resoluciones
pronunciadas por el Concejo Municipal referidas al proceso de transición posesión y
estructuración del Gobierno Municipal; y, v) Ordenar al accionante entregue la
documentación, archivos y bienes del Municipio de Chipaya, bajo inventario firmada
por las autoridades originarias y asistentes de los ayllus (fs. 72 a 90).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega la vulneración de sus derechos al trabajo, al ejercicio a la ciudadanía y a la
función pública, al debido proceso y a la “seguridad jurídica”; toda vez que, fue obligado a
renunciar al cargo de alcalde, tras una Asamblea que fue convocada por el Diputado y
Asambleísta demandados; la misma que fue admitida de forma ilegal por los miembros del
Concejo Municipal, sin haber cumplido con los requisitos de legalidad en sus sesiones.
En consecuencia, corresponde analizar, en revisión, si tales argumentos son evidentes a fin
de conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1.
Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional
La acción de amparo constitucional es una acción tutelar de carácter extraordinario,
cuya finalidad es la protección de los derechos fundamentales de las personas,
establecida en el art. 128 de la CPE, procede: '…contra actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por
la Constitución y la ley'.
A su vez, el art. 129 de la Norma Suprema establece que: 'I. La Acción de Amparo
Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su
nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la
Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro
medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados.
INDICE
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis
meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada
la última decisión administrativa o judicial'” (SCP 0845/2012 de 20 de agosto).
III.2.
Normativa aplicable al caso
Ley 2028 de 28 de octubre de 1999, Ley de Municipalidades
“Artículo 16° (Carácter de las Sesiones).
I.
Las sesiones del Concejo son ordinarias y extraordinarias. Las sesiones se
realizarán en plenario o en comisiones y deberán convocarse obligatoriamente
de manera pública y por escrito.
II.
Las sesiones del Concejo Municipal serán necesariamente públicas y sólo
podrán ser reservadas o secretas si afectaran o perjudicaran a la moral o al
honor personal, éstas serán determinadas por dos tercios de los miembros
presentes. En todos los casos se tomará asistencia y se levantará acta de los
asuntos tratados; transcurridos diez (10) años desde la sesión reservada o por
decisión de dos tercios de sus miembros presentes, las actas adquirirán
carácter público.
III.
Las sesiones del Concejo Municipal, para ser válidas, se realizarán en un
setenta y cinco por ciento (75%) en su sede oficial y en un veinticinco por
ciento (25%) en un Cantón o Distrito del Municipio, previa convocatoria
pública, acordado por dos tercios del total de sus miembros presentes.
IV.
Las sesiones del Concejo Municipal no podrán efectuarse Si no existe el
quórum reglamentario, que se formará con la asistencia de la mitad más uno
del total de sus miembros en ejercicio.
Serán nulos de pleno derecho los actos del Concejo Municipal que no
cumplan las condiciones señaladas en los incisos anteriores.
V.
Artículo 17° (Sesiones Extraordinarias).
Las sesiones extraordinarias del Concejo Municipal serán convocadas públicamente
y por escrito cuando menos con cuarenta y ocho (48) horas de anticipación por su
Presidente, sujetas siempre al temario específico y adjuntando antecedentes” (las
negrillas son ilustrativas).
El art. 16 de la LM, indica sobre el carácter de las sesiones, que son ordinarias y
extraordinarias: sobre las cuales recae entre otras, la obligatoriedad de convocarse
obligatoriamente de manera pública y por escrito, que de incumplirse darían lugar a
INDICE
la nulidad de las mismas; asimismo, el art. 17 del mismo cuerpo normativo,
refiriendo específicamente a las sesiones extraordinarias, establece que además,
deberán ser convocadas cuando menos con cuarenta y ocho (48) horas de
anticipación, plazo que en este caso de autos no se habría cumplido.
III.3.
Convocatoria a sesiones del Concejo Municipal
Con relación a la convocatoria a sesiones del concejo municipal la
SCP
0843/2012 de 20 de agosto, estableció que: “Al respecto la SC 1987/2010-R de 26 de
octubre, respecto a la conformación de la Directiva del Concejo Municipal señaló: 'El
art. 38 de la Ley de Municipalidades determina que el Presidente del Concejo
Municipal es el representante legal y máxima autoridad de ese cuerpo colegiado,
entre cuyas atribuciones establecidas en el art. 39 de dicho cuerpo normativo,
figuran las siguientes: 2) Presidir las sesiones del Concejo; 7) Convocar públicamente
y por escrito a las sesiones ordinarias del Concejo y someter a su consideración la
agenda y los asuntos que competen al Gobierno Municipal.
A su vez el art. 16.I, establece que las sesiones del Concejo son ordinarias y extraordinarias.
Las sesiones se realizarán en plenario o en comisiones y deberán convocarse
obligatoriamente de manera pública y por escrito. El mismo artículo, en su parágrafo
IV señala que las sesiones del Concejo Municipal no podrán efectuarse si no existe el
quórum reglamentario, que se formará con la asistencia de la mitad más uno del
total de sus miembros en ejercicio. Por último, el precepto legal que se analiza, en su
parágrafo V, dispone que serán nulos de pleno derecho los actos del Concejo
Municipal que no cumplan las condiciones señaladas en los incisos anteriores de la
referida norma.
Al respecto este Tribunal en la vasta jurisprudencia pronunciada al respecto señaló que: «(...)
los concejales recurridos desconocieron que de acuerdo al art. 39.7 de la LM, es
atribución del Presidente del Concejo Municipal la convocatoria pública y escrita a
las sesiones ordinarias o extraordinarias del Concejo Municipal y someter a su
consideración la agenda y los asuntos que competen al Gobierno Municipal,
entendimiento asumido por este Tribunal cuando en la SC 977/2002-R de 16 de
agosto que resolvió un anterior recurso presentado por la recurrente señaló: 'En la
especie, la sesión ordinaria efectuada por los recurridos el 14 de enero de este año,
es ilegal porque no fue convocada públicamente y por escrito por su Presidenta' SC
1582/2004-R.
Consiguientemente se tiene que para que una sesión sea válida, debe ser convocada por el
Presidente del Concejo, a lo que se añade que la misma tiene que efectuarse de
manera escrita y pública, debiendo sujetarse a un temario específico y efectuársela
con una anticipación de por lo menos cuarenta y ocho horas”.
III.4.
Derecho al ejercicio de la función pública
INDICE
Al respecto la referida SCP 0843/2012, manifestó que: “De acuerdo a lo señalado en
la SC 0377/11 de 7 de abril, asumimos que: 'El art. 144.II de la Ley Fundamental,
establece que la ciudadanía se ejercerá por todos los ciudadanos que hubieren
cumplido los dieciocho años, independientemente de su nivel de instrucción,
ocupación o renta. Precepto constitucional, que taxativamente establece que la
ciudadanía está compuesta por dos elementos, el primero, consistente en el derecho
de concurrir como elector o como elegible a la formación y el segundo relativo al
ejercicio de funciones en los órganos del poder público, sin otro requisito que la
idoneidad, salvo las excepciones establecidas por ley.
En ese contexto, el segundo elemento deviene del primero; es decir, que por efecto del
derecho a ser elegido o designado previo cumplimiento de los requisitos que
acrediten la idoneidad y los procedimientos democráticos, conlleva el derecho a
ejercer materialmente el cargo en la función pública para el que fue electo que
satisfaga sus necesidades económicas y laborales. La interrupción o impedimento de
funciones al servidor público electo, implica afectar el normal desarrollo de su
derecho a ejercer la función pública y al trabajo (SC 0980/2010-R de 17 de agosto)'”.
III.5.
De la renuncia del alcalde; la entrega de la misma debe realizarse por el titular del
cargo, personalmente, identificándose con la cédula de identidad
Al respecto la SC 0227/2011-R de 14 de marzo, indicó que: “El Tribunal
Constitucional, ha establecido parámetros por los cuales se podrá efectivizar la
renuncia de un Alcalde Municipal; entre otras, la SC0519/2005-R de 13 de mayo ha
señalado que: 'El Tribunal Constitucional en la SC 0876/2004-R de 8 de junio, ha
dejado claramente establecido al referirse a casos análogos de renuncias de alcaldes
en el país, que: «…Actos tan trascendentales como la entrega de una renuncia, para
tener validez deben ser realizados por el titular del cargo, personalmente,
identificándose con la cédula de identidad, que es el documento insoslayable en
todos los actos jurídicos». La sub-regla establecida por este Tribunal para los casos
de renuncia al cargo de Alcalde, tiene la finalidad de otorgar seguridad jurídica a la
autoridad edilicia frente a eventuales actos fraudulentos de presentación de
renuncias falsas a su nombre para cesarlo del cargo (…) Empero, corresponde
advertir que respecto a la eventual lesión de derechos fundamentales o garantías
constitucionales que podrían producirse en el ámbito de renuncia al cargo de Alcalde
Municipal, la jurisdicción constitucional sólo realiza el análisis sobre si se cumplió o
no con la referida sub-regla, no alcanza a la determinación de la veracidad o
falsedad del documento de renuncia, juicio que corresponde a la jurisdicción
ordinaria a través de las vías procesales previstas por Ley, ya que el amparo
constitucional no tiene por objeto determinar hechos controvertidos; así ha definido
este Tribunal en su SC 0715/2003-R de 28 de mayo'".
INDICE
III.6.
La renuncia de autoridades municipales, debe ser libre y voluntaria sin que existan
presiones
La SC 1769/2010-R de 25 de octubre, manifestó que: ”La SC 0497/2010-R de 5 de
julio, ha establecido que, para que la renuncia del máximo ejecutivo de la entidad
edil sea válida; esta renuncia debe ser voluntaria, sin la existencia de presiones de
ninguna índole. Así, la mencionada Sentencia Constitucional ha señalado: '...en el
caso presente, tanto por lo denunciado por el recurrente como del informe de los
recurridos, se evidencia claramente que la renuncia no fue espontánea y voluntaria,
características esenciales que debe tener un acto, mas aún cuando se trata de una
renuncia, pues ésta debe ser presentada y firmada únicamente por el recurrido
(recurrente) sin la intervención de terceros como ha ocurrido en el caso de autos,
donde para lograr la renuncia se ejerció presión, hecho que también ha sido
confirmado por un informe policial y la denuncia de tales hechos por el agraviado
ante instancias policiales´. .
Corroborando ese razonamiento, la SC 1026/2006-R de 16 de octubre, señaló que: `…se
evidencia de manera incontrastable que la intervención ´del pueblo y las autoridades
del Municipio`(sic) y ´dirigentes` (sic), determinaron la emisión de la referida
renuncia, contraviniendo lo señalado en la jurisprudencia glosada, lo que permite
concluir a este Tribunal que la renuncia formulada por el recurrente no fue un acto
espontáneo y voluntario, consentido o manifestado en ejercicio del derecho a la
libre determinación de la personalidad, siendo más bien un acto totalmente ajeno
a la decisión personal del recurrente, por lo que dicha renuncia se constituye en un
acto viciado de nulidad absoluta y no puede surtir efectos jurídicos. Situación que
amerita conceder la tutela impetrada, habiéndose lesionado los derechos a la
dignidad y al trabajo del recurrente entendidos como: «(...) aquel derecho que tiene
toda persona por su sola condición de «humano», para que se la respete y reconozca
como un ser dotado de un fin propio, y no como un medio para la consecución de
fines extraños, o ajenos a su realización personal. La dignidad es la percepción de la
propia condición humana y de las prerrogativas que de ella derivan» SSCC
1894/2003-R 0511/2003-R y 0338/2003-R, entre otras. Y el derecho al trabajo
concebido como: «(...) la potestad, capacidad o facultad de toda persona para
desarrollar cualquier actividad física o intelectual» (SSCC 1841/2003-R y 1215/2004R, entre otras, siguiendo el precedente sentado por la SC 1132/2000-R, de 1 de
diciembre), no sólo se refiere a la posibilidad de acceder a un trabajo en las
condiciones que señale la ley, sino que existiendo ya una relación laboral, su salida
también debe obedecer a las estipulaciones normativas que la regulan. Asimismo,
este Tribunal en su SC 0361/2007-R de 10 de mayo, señaló que «En ese entendido
las autoridades recurridas como se tiene dicho no tomaron en cuenta que la
supuesta renuncia no fue fruto de la voluntad espontánea y libre de la
demandante, aspecto que debió ser considerado antes de la aceptación de la
misma, dado que cualquier presión ya sea psicológica o física, anula la voluntad,
INDICE
por lo que el acto realizado en tales circunstancias es nulo de pleno derecho y no
puede surtir efectos posteriores en contra de quien lo realizó…»`".
III.7.
Análisis del caso concreto
El accionante señaló que, fue elegido Alcalde por el Municipio de Chipaya, no obstante, lo
obligaron a renunciar a dicho cargo, en la Asamblea General llevada a cabo el 17 de
septiembre de 2011, a convocatoria efectuada por los ahora demandados: Benigno
Quispe Mamani y Segundino Condori Condori, en la cual estas autoridades, incitaron
a los asistentes a pedir su renuncia, por haber firmado el Acta de Entendimiento con
los Gobiernos Municipales de Sabaya, Coipasa, Esmeralda, Salinas de Garci Mendoza
y Belén de Andamarca, en el que se comprometían a vivir pacíficamente en la
región, llegando a agredirlo física y verbalmente, tanto al accionante, a su familia,
como a sus allegados, bloqueando el ingreso de la casa comunal, amenazándolo con
“quemarlo” si no renunciaba, por lo que firmó su renuncia haciendo constar dicha
presión en la misma, la cual le fue arrebatada y posteriormente fue aceptada su
renuncia mediante Resolución 67/2010 de 24 de septiembre, emitida por el Concejo
Municipal; ante esta situación el accionante pidió a este Ente Deliberante, la
reconsideración de la mencionada Resolución, misma que fue negada.
En el caso analizado, se constató que el accionante fue electo alcalde por el
Municipio de Chipaya, provincia Sabaya del departamento de Oruro y posesionado
en dicho cargo, con las formalidades de ley, conforme determina las Conclusiones
II.1 y II.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, de acuerdo con los
resultados de las elecciones departamentales y municipales realizadas el 4 de abril
de 2010; asimismo, se evidenció que el Diputado y el Asambleísta demandados
convocaron a una Asamblea para el 9 y 17 de septiembre de 2011, a fin de tratar
sobre el informe relativo al proceso de demanda de las tierras comunitarias de
origen “Uru Chipaya”, llevándose a acabo ésta última, a la cual asistió el accionante;
Asamblea en la cual la población Chipaya, conformada por cuatro ayllus, solicitaron
su renuncia por haber firmado el Acta de Entendimiento de 1 de julio de 2010,
según estipula las Conclusiones II.2 y II.5 de esta Resolución.
Posteriormente, el accionante, mediante nota de 23 de septiembre del 2011,
dirigida al Presidente del Concejo Municipal de Chipaya, renunció al cargo de Alcalde
Municipal, estableciendo que fue “por presión y obligado por el diputado y
Asambleísta y algunos comunarios” (sic), constatado en la Conclusión II.6 del
presente fallo, renuncia que fue tratada en sesión extraordinaria del referido
Concejo Municipal, que se convocó para el 24 del mismo mes y año, en la que se
trató sobre la renuncia al cargo de alcalde, de cuyo efecto se dictó la Resolución
67/2011, aceptando dicha renuncia de manera unánime, haciendo alusión a las
solicitudes efectuadas por los ayllus, situación desarrollada en la Conclusión II.8 de
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
INDICE
Al respecto, se puede evidenciar que la nota de renuncia fue recibida el 23 del antes
referido mes y año, en el Concejo Municipal de Chipaya, a horas “11:05 PM”, en la
cual firma Federico Mamani López, hecho contradictorio con lo mencionado en
audiencia por el mismo, que señaló la coincidencia de presentación de la renuncia
con la asamblea, o sea el mismo día de ésta última, que se efectuó el 24 del mismo
mes y año, actuación administrativa que se realizó en horario extraordinario y en la
cual no figura como constancia de entrega por parte del accionante la firma y
número de carné del mismo, lo cual constituye un requisito esencial conforme al
Fundamento Jurídico III.4 del presente fallo, dado que a fin de que el acto tenga
validez, la renuncia del titular debe ser realizada por el titular del cargo,
personalmente, identificándose con los datos de la cédula de identidad,
condicionamiento que fue establecido a fin de otorgar seguridad jurídica a los
alcaldes municipales, evitando posibles actos fraudulentos, con la presentación de
renuncias falsas para cesarlos de sus cargos, en este sentido se tiene que en este
caso, no se cumplió con los requisitos que permitan advertir la presentación de una
renuncia válida del Alcalde Municipal de Chipaya, autoridad ahora accionante que
además denunció que “renunció al cargo por presión y obligado por el diputado y
Asambleista y algunos comunarios” (sic), hecho contrario al marco legal establecido
en el Fundamento Jurídico III.5, que refiere que las renuncias de las autoridades
municipales, deben ser libres y voluntarias sin que existan presiones, condición que
tampoco se cumplió, existiendo constancia en la misma Resolución 67/2011, que
existió presión y amenazas por parte de los ayllus, que pidieron su renuncia e
indicaron incluso que “de lo contrario tomarían medidas de hecho”, dando lugar a
que dicha renuncia no sea válida al estar viciada de nulidad, por ser un acto ajeno a
la voluntad del accionante, donde no se aplicó el procedimiento establecido en el
art. 17 de la LM, situación que afectó el derecho al debido proceso del mismo.
Asimismo, con relación a la Resolución 67/2011, se advirtió que formulada la
renuncia del accionante el 23 de septiembre de 2011, conforme lo referido por la
propia parte demandada en audiencia, se convocó para sesión extraordinaria el 24
del mismo mes y año, para tratar sobre dicha renuncia; empero, esa convocatoria no
cumplió el requisito de ser expedida con cuarenta y ocho horas de anticipación, por
parte del entonces Presidente del Concejo Muinicipal de Chipaya, conforme se
establece en los Fundamentos Jurídicos III.2 y III.3 del presente fallo; en este
sentido, se tiene que al interrumpir las funciones que ejercitaba el accionante como
alcalde municipal y como servidor público electo, se afectó el normal desarrollo de
su derecho a ejercer la función pública el cual se encuentra ligado a los derechos a la
ciudadanía y al trabajo, como se instaura en el Fundamento Jurídico III.4 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En cuanto a la “seguridad jurídica”, es pertinente señalar que en el marco
Constitucional vigente, este es un principio de la administración de justicia, por lo
que el mismo no puede ser tutelado directamente por la acción de amparo
INDICE
constitucional, de ahí que al respecto no corresponde a este Tribunal realizar
pronunciamiento alguno.
En consecuencia, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones del art. 128
de la CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al denegar la acción de amparo constitucional
por los derechos al trabajo, al ejercicio de su ciudadanía y a la función pública y conceder con
relación a la seguridad jurídica, no compulso de forma correcta los antecedentes del caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo
previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve:
REVOCAR la Resolución 01/2011 de 21 de noviembre, cursante de fs. 101 a 105, pronunciada
por el Juez de Partido, Mixto y de Sentencia Penal de Huachacalla del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Oruro; y, en consecuencia:
1°
CONCEDER la tutela al accionante, sólo en cuanto a sus derechos al trabajo, al
ejercicio a la ciudadanía, a la función pública y al debido proceso, disponiendo: Dejar
sin efecto la Resolución del Concejo Autónomo Municipal de Chipaya 67/2011 de 24
de septiembre, por no cumplir los requisitos establecidos en el art. 17 de la LM.
2°
En aplicación de los principios de seguridad jurídica y armonía social, implantados
por el art. 178 de la CPE, y considerando que las resoluciones de los jueces y/o
tribunales de garantías son de cumplimiento obligatorio e inmediato, por el tiempo
transcurrido entre la emisión de la resolución revocada, hasta el pronunciamiento
del presente fallo, se tienen por válidos los actos realizados como efecto del
cumplimiento de la resolución del Juez de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Se hace constar que no interviene la Magistrada, Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco, por
encontrarse en uso de su vacación anual.
Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
MAGISTRADO
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 2114/2013
Sucre, 21 de noviembre de 2013
SALA TERCERA
Magistrado Relator:
Tata Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente:
Departamento:
03819-2013-08-AAC
Potosí
En revisión la Resolución 12 de 5 de junio de 2013, cursante de fs. 88 a 90 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Nicasio Acero Anguela contra
Dilma Coca Gallego, Zoraida Mamani Romero, Francisca Mamani Betancur y Néstor Huanca
Orihuela, Concejales del Gobierno Autónomo Municipal Indígena de Chuquihuta provincia
Rafael Bustillo del departamento de Potosí.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 3 de junio de 2013, cursantes de fs. 27 a 34, el accionante
expresó los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 4 de abril de 2010, fue elegido Concejal Titular del Gobierno Autónomo Municipal Indígena
de Chuquihuta, Cuarta Sección de la provincia Rafael Bustillo, mediante voto universal,
directo y secreto, siendo posesionado en el cargo el 27 de mayo del referido año por el Juez
de Partido Mixto y Liquidador de Uncía del departamento de Potosí, por lo que vino
desarrollando sus actividades, desde ese entonces, de forma legal, hasta su renuncia forzada.
El 15 de abril de 2013, cuando se encontraba en Oruro, el Notario de Fe Pública ingresó al
Concejo Municipal a inventariar los documentos existentes, porque se tenía conocimiento
que, un grupo de personas extrajo documentos de dichas oficinas. El 16 del mismo mes y
año, acudió a la sesión ordinaria en la Sala de Sesiones del Concejo Municipal, donde se
constituyeron las autoridades del ayllu y cooperativistas, pidiendo que la sesión sea pública
en el frontis de la Alcaldía, solicitud que fue aceptada y, una vez terminada la sesión, pidieron
la participación pública, que también fue aceptada a fin de recoger inquietudes del pueblo;
sin embargo, arremetieron contra su persona y pidieron su renuncia, arguyendo que no
controlaba al Alcalde, amenazando contra su integridad física, demostrando actitudes
agresivas.
Aproximadamente a horas 16:00 del mismo día, arribó su suplente Reyna Patty Huarayo,
quien indicó que estaba dispuesta a asumir como Concejala, incendiando aún más los ánimos
INDICE
de la turba, quienes manifestaron que si no renunciaba de a buenas, lo sacarían de a malas,
por lo que ante el temor de una inminente agresión física, decidió forzadamente firmar su
carta de renuncia, redactada por el Asesor Legal del Concejo Municipal, en contra de su
voluntad.
Para legalizar dicha renuncia, obligaron de inmediato al Concejo Municipal a instalar sesión
extraordinaria para aceptar su renuncia y elegir nueva directiva y comisión de ética,
conforme se advierte en el punto tres de la acta de sesión extraordinaria de 003/2013 de 16
de abril, en la cual los cuatro Concejales no aceptaron ni rechazaron la citada renuncia,
limitándose a sostener que “todos los Concejales admiten su presentación” (sic); acta que,
además, no fue firmada por ninguno de ellos, apareciendo tan sólo la firma de la Concejala,
Dilma Coca Gallego, fungiendo como Presidenta del ente deliberante, no obstante que en
dicha sesión aún no era Presidenta, lo que demuestra que la firma y sello fue regularizada
posteriormente a la sesión. Producto de la mencionada sesión extraordinaria, mediante
Resolución Municipal (RM) 029/2013, se aceptó su renuncia obligada, bajo presión; hecho
que se puso en conocimiento del presidente de Tribunal Departamental Electoral de Potosí,
mediante memorial presentado el 18 del mismo mes y año.
Posteriormente, se instaló la sesión ordinaria 023/2013 de 30 de abril, en la que pese a que
dos Concejales aceptaron su solicitud de reconsideración, la misma fue negada con la
intervención arbitraria de la Presidenta de la instancia deliberativa, disponiéndose la
habilitación del suplente, emitiendo la RM 032/2013, mediante la cual dejaron sin efecto la
Resolución 029/2013.
El 6 de mayo de 2013, reiteró su solicitud de “reconsideración de su renuncia” (sic) y en la
sesión ordinaria 24/2013 de 7 de mayo, nuevamente dos Concejales lo rechazaron y otros
dos aceptaron; sin embargo, en las respuestas del 30 de abril y 7 de mayo del mismo año,
señala que: “…por determinación del 'Pleno' del concejo ha sido rechazado…” siendo falsa
esa aseveración, porque dos Concejales no hacen el Pleno del Concejo.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
Estima lesionados sus derechos de petición, al trabajo y al ejercicio de la función pública, así
como a no ser obligado a hacer lo que la Constitución Política del Estado y las leyes no
manden, citando al efecto los arts. 14.I.IV y 24, 46.I.1.2 y II, 114.I.II y 234 de la Constitución
Política del Estado (CPE); 6 y 23.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y 16
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela solicitada, ordenando su restitución al cargo de Presidente del
Concejo Municipal Indígena de Chuquihuta y se declare la nulidad de la carta de renuncia,
actas de sesión 003/2013, 023/2013 numerales 3.1, 3.2 y 4.5 y 24/2013 numeral 4.2; las
Resoluciones Municipales 029/2013 y 032/2013; las notas de 30 de abril y 7 de mayo de
INDICE
2013; mas pago de daños y perjuicios, costas y remisión de antecedentes al Ministerio
Público.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 5 de junio de 2013, en presencia del accionante, todos los
codemandados, conforme consta del acta cursante de fs. 83 a 87 vta., se produjeron los
siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
En audiencia, el abogado del accionante, ratificó el contenido de su demanda y la amplió
señalando que: a) El accionante fue víctima de amenazas para firmar la carta de renuncia
elaborado por el Asesor Legal del Concejo Municipal de Chuquihuta, por lo que presentó
cuatro notas de reconsideración para que dejen sin efecto la renuncia forzada, por lo que
considera haber cumplido con la subsidiariedad, citando al efecto la SC “0659/2009-R de 19
de julio de 2010” y la SCP 1992/2012 de 12 de octubre; y, b) Presentó “2 declaraciones
juradas” (sic) realizadas por Raúl Achacata Choquetupa, ante el Notario de Fe Pública, quien
señaló que el 16 de abril del presente año un grupo de personas intervinieron el Concejo
Municipal de Chuquihuta y con una serie de amenazas lo hicieron firmar su carta de renuncia
al cargo de Presidente de esa entidad deliberante, por lo que pidió se declare probada la
demanda y sea con calificación de costas, daños y perjuicios y el reconocimiento de su sueldo
a partir del día en que fue privado de sus derechos constitucionales.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
El abogado de las autoridades demandadas en audiencia, señaló lo siguiente:
1) El accionante dice que habría renunciado por la presión de un grupo de personas, sin
identificar a las mismas, cuando en la citada población existen cooperativas mineras, de
transportistas y agricultores, tampoco hay prueba que demuestre algo de aquello, como ser
denuncia policial o fiscal; y, 2) Existe acto consentido, prueba de ello es que esperó dos
meses para pretender revertir aquella renuncia; acto consentido que se advierte, además, de
los membretes y el sello de recepción del Concejo Municipal, siendo por lo mismo una
renuncia legal y correcta y, no existiría razón legal para otorgar la tutela.
Francisca Mamani Betancur, Concejala Municipal en audiencia informó que “…algunos
grupos le hicieron renunciar a la fuerza incluso con amenaza de patadas y puñetes, desde las
10 de la mañana hasta las 4 de la tarde nos han hecho sufrir en la reunión sin almorzar en la
puerta de la Alcaldía” (sic); que ese grupo de personas, a la cabeza de Mario Mancilla, Víctor
Balcázar y Miguel Anguela, los obligaron a sesionar y hasta ahora no existe trabajo normal en
el ente deliberante de Chuquihuta.
Dilma Coca Gallego, Concejala Municipal, manifestó, que fue cierto que le pidieron su
renuncia y que si no lo hacía, sería obligado a hacerlo a patadas; sin embargo, estas
INDICE
amenazas no se materializaron al haber sido su renuncia “voluntaria”.
Zoraida Mamani Romero, Concejala Municipal, señaló que: La población ha exigido que se
informe sobre la fiscalización que el Concejo Municipal ha realizado al Alcalde, y
efectivamente se ha solicitado la renuncia del accionante, escuchándose entre la multitud
que si no lo hacía: “a patadas o lakasos renunciaras” (sic). Luego entró el Asesor y salió con la
renuncia, nadie le ha obligado.
Néstor Huanca Orihuela, Concejal Municipal, mencionó que en la indicada fecha existía
mucha presión desde las 10 de la mañana hasta las 3 de la tarde, y que los grupos exigían la
renuncia del actual accionante, señalando que si no firmaba su renuncia, lo iban a tener todo
el día, “…aunque mañana y pasado más…” (sic); que una vez que se dio lectura a la renuncia,
en su condición de Vicepresidente del Concejo Municipal, fue presionado a convocar al
instante a una sesión extraordinaria, sabiendo que era ilegal; sin embargo, para calmar a la
población instaló dicha sesión, a fin de tratar la renuncia y la elección de la nueva directiva.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Partido, Mixta y Liquidadora de Uncía provincia Rafael Bustillo del departamento
de Potosí, constituida en Jueza de garantías, pronunció la Resolución 12 de 5 de junio de
2013, cursante de fs. 88 a 90 vta., por la que declaró “procedente” la acción de amparo
constitucional interpuesta, disponiendo que el Concejo Municipal del Gobierno Autónomo
Municipal de Chuquihuta, deje sin efecto todos aquellos actuados en los que se aprobó la
renuncia de Nicasio Acero Anguela y, mediante sesión extraordinaria a realizarse en el plazo
de cuarenta y ocho horas de notificada la presente Resolución, se restituya al accionante al
cargo de Concejal y Presidente del Concejo del Gobierno Municipal de Chuquihuta, más el
pago de sus haberes desde el momento de su renuncia hasta la presente fecha, así como el
pago de costas y daños cuantificables en Bs3000.- (tres mil 00/100 bolivianos) por concepto
de honorarios profesionales, con los siguientes fundamentos: i) La renuncia del accionante
no fue voluntaria, toda vez que existió amenazas y presión por parte de una turba que lo
obligó a firmar su carta de renuncia, la misma que desde el momento de su redacción ya
estaba viciada de nulidad en previsión del art. 114.II de la CPE; aspecto que se encuentra
corroborado por la información prestada por los cuatro Concejales demandados en audiencia
de amparo constitucional; y, ii) El art. “27.2” de la Ley de Municipalidades (LM), prevé que los
concejales cesan en sus funciones por renuncia al cargo; empero, en el presente caso la
renuncia fue forzada, misma que finalmente fue aprobada por el Concejo Municipal,
coartando su derecho al trabajo y a suministrarse los medios necesarios para su subsistencia
y la de su familia.
I.3. Intervención de las autoridades originarias a solicitud del
Magistrado Relator
A solicitud de Magistrado Relator, por decreto de 24 de octubre de 2013, la Comisión de
Admisión requirió a las máximas autoridades originarias del ayllu Jucumani, a que remitieran
a este Tribunal: las actas correspondientes a los acuerdos existentes sobre los representantes
INDICE
al Concejo Municipal de Chuquihuta y el tiempo de duración de los mismos, así como
informe sobre la estructura y organización del ayllu Jucumani y de los cuatro cabildos que lo
componen.
En mérito al decreto antes mencionado, la máxima autoridad originaria del ayllu Jucumani,
Segunda Mayor, Juan José Huanca Ignacio, por memorial presentado el 11 de noviembre de
2013 (fs. 143 a 147 vta.), manifestó que previo informe, envió la documentación solicitada
por el Magistrado Relator en base a los principios consagrados en nuestra mama ley, Ama
qhilla, ama llulla y ama sua, “toda esta trilogía es la vivencia de los pueblos originarios” (sic)
y en base al principio de coordinación y cooperación entre la justicia indígena originaria
campesina y la justicia ordinaria. La autoridad informó sobre los siguientes puntos:
A. Con relación a la estructura y organización del Ayllu Jucumani y de los cuatro cabildos
que lo componen, la autoridad originaria informó que la máxima autoridad originaria del
Ayllu Jucumani es el Tata Segunda Mayor, en el “Gobierno del Ayllu”, que busca el desarrollo
y el bienestar de las 33 comunidades que existen en los cuatro cabildos (Sarakara, Kullana,
Mima y Kuyku).
La máxima autoridad de los cabildos son los Tata Jilankus, que son cuatro, correspondientes
a cada uno de los cabildos, y se encargan del bienestar de todas las comunidades que forman
parte de un cabildo. Se ocupa de solucionar conflictos que se suscitan entre hermanos de
diferentes comunidades de su cabildo, pero él no puede solucionar conflictos o realizar otras
actividades en otro cabildo.
Luego están los catorce Tata Alcaldes Comunales, quienes se encargan de manejar asuntos
de su comunidad, cuidando el bienestar de sus habitantes y solucionando conflictos que
surgen al interior de la comunidad.
B. Respecto a los acuerdos existentes sobre los representantes del Concejo Municipal de
Chuquihuta: La autoridad originaria sostuvo que el libro de actas, en el que estaban los
acuerdos, fue extraviado por Alberto Lucana Anguela, Segundo Mayor del citado Ayllu en la
gestión 2010 a 2011, dicho acuerdo era para el Alcalde y los Concejales en relación a sus
suplentes, y en virtud del mismo, los Concejales titulares asumirían el cargo dos años y medio
y los restantes dos años y medio sus suplentes, dicho compromiso está en la conciencia de
cada uno de ellos; sin embargo, el lucro y la politiquería les ha llevado a querer olvidarse de
su compromiso.
C. Sobre el acuerdo original con Nicasio Acero Anguela y el acuerdo del Cabildo para su
renuncia:
La autoridad originaria aclaró que en el ayllu Jucumani, está la población de Chuquihuta, que
es la más grande y con mayor densidad poblacional de todo el ayllu Jucumani, por eso la
Cuarta Sección Municipal de la provincia Rafal Bustillo lleva el nombre de Gobierno
Autónomo Municipal Indígena de Chuquihuta, ayllu Jucumani.
INDICE
Que el cabildo es la máxima instancia donde se toman decisiones sobre asuntos de interés
para todo el ayllu Jucumani y los Cabildos pueden ser ordinarios y extraordinarios.
Existieron varios cabildos para solicitar la renuncia. Así, en el cabildo ordinario del ayllu
Jucumani de 30 de junio de 2012, se deliberó el caso del convenio y se determinó que se
debe cumplir el acta y renunciar los Concejales y el Alcalde para que asuman los suplentes,
adjuntándose la acta respectiva.
También en referido Cabildo de 30 de septiembre de 2012, se deliberó y determinó en que
todas la autoridades del municipio de Chuquihuta, debían renunciar al cargo o, en su caso,
pedir al Tribunal Electoral la revocatoria de mandato, pero las autoridades engañaron
indicando que ya pasó el tiempo de la revocatoria y que además no era necesario porque
iban a cumplir con su compromiso con el Ayllu, como también consta en el acta.
En el cabildo extraordinario del ayllu Jucumani de 5 de octubre de 2012, respecto al
compromiso de los concejales titulares y suplentes, el Concejal Servio Revollo manifestó que
iba a cumplir los dos años y medio de acuerdo al compromiso interno e iba a renunciar, así,
de manera posterior al cabildo dicho concejal renunció y en la actualidad asume el cargo la
suplente. El Concejal Nicasio Acero Angulo “ha manifestado que es joven y voy a renunciar”,
también los otros Concejales han manifestado que van a respetar la decisión del Ayllu, como
se acredita con el acta del cabildo.
En el Cabildo ordinario del ayllu Jucumani de 31 de marzo del año 2013, se determinó la
renuncia de los Concejales en su totalidad, del Gobierno Autónomo Municipal de Chuquihuta
y se manifestó que los concejales que no querían cumplir su compromiso es porque han visto
el lucrar con el cargo, concluyendo que “…las autoridades originarias del Ayllu buscarán
estrategias para que renuncien voluntariamente los Concejales del Municipio” (sic), como
también se acredita mediante acta.
En el cabildo de autoridades originarias y concejales del municipio de Chuquihuta ayllu
Jucamani, de 1 de abril de 2013, el Concejal, Nicasio Acero Anguela, manifestó que estaba
conversando con su suplente y se le dijo que alistara su documentación, de donde se
concluye que él renunció voluntariamente.
Con toda la documentación de respaldo se demuestra que hubo un compromiso de los
concejales titulares y suplentes del Municipio de Chuquihuta, que fue cumplido por el
Concejal Sergio Revollo. El concejal Nicasio Acero Anguela “ha renunciado voluntariamente al
cargo en fecha 16 de abril del año 2013 y esta actitud asumida por el hermano ha sido
recibida con un Jallalla; sin embargo, nos enteramos que este hermano había regresado al
cargo con un Amparo Constitucional” (sic).
La autoridad originaria sostuvo que “gracias a las wakas y a las cumbreras, nuestros derechos
que no estaban escritos en nuestra normativa y jurídica, ahora ya están plasmados en la
Constitución Política del Estado y otras leyes en actual vigencia dentro el Estado Plurinacional
INDICE
de Bolivia…”; añadiendo que el fallo de amparo constitucional fue “conseguido en base a
mentiras, vulnerando los principios ético-moral de los pueblos indígena originario, dejando a
un lado nuestros usos, costumbres y procedimientos propios”; agregando que: “…en ningún
momento hubo excesos, amedrentamiento, peor golpes, patadas, puñetes ni lakasos, porque
esas situaciones para nosotros no forman parte de nuestros usos y costumbres y peor
todavía cuando nosotros aplicamos nuestra justicia…”, por eso se rechazan las afirmaciones
vertidas por el hermano Nicasio Acero Anguela en el memorial de la acción de amparo
constitucional.
Es falso que la carta de renuncia de Nicasio Acero Anguela ya estuviera redactada y que no
tuvo tiempo de leerla, “esto es el colmo de la mentira … quién iba a redactar su renuncia, de
donde íbamos a sacar el membrete del concejo municipal, el sello redondo y el sello de
recepción, si todos estos instrumentos de trabajo solamente lo pueden utilizar los miembros
del concejo municipal … quién de las personas que se encontraban en el lugar sabía
exactamente el número de su Carnet de Identidad del hermano Nicasio Acero Anguela… Por
último, cuando manifiesta que no tuvo tiempo de leer, es otra de las más grandes mentiras y
falacias del hermano; esa renuncia el de manera personal y voluntariamente lo ha elaborado
con el asesor del Concejo Municipal y lo ha presentado al Concejo Municipal en su conjunto,
a las bases y autoridades originarias del ayllu Jucumani y esta actitud asumida por el
hermano ha sido recibida con un Jallallla para él, oportunidad en la que dio un discurso a
todo el Ayllu”.
Por último, respecto a si el Cabildo expresó su apoyo posterior a Nicasio Acero Anguela, la
autoridad originaria sostiene que no conoce de esta situación, “nuestros ancestros, nuestros
antepasados nos han enseñado que nunca debemos de retractarnos eso no trae cosas
buenas solo trae división y otras cosas negativas, es por eso que todos los símbolos de los
pueblos indígena originario a que siempre debemos de ir para adelante y no hacia atrás…”.
II. CONCLUSIONES
De la atenta revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se
establece lo siguiente:
II.1.
Cursa credencial de Concejal Titular del Gobierno Autónomo Municipal de
Chuquihuta, otorgada por el Tribunal Departamental Electoral de Potosí a Nicasio
Acero Anguela, de acuerdo al “Acta de Cómputo Nacional de las Elecciones
Departamentales y Municipales realizadas el 4 de abril de 2010…” (sic) (fs. 2), y acta
de posesión de 27 de mayo de 2010, realizada por el Juez de Partido, de Sentencia
Penal, Mixto y Liquidador de Uncía (fs. 5 vta.).
II.2.
Cursa carta de renuncia del accionante, al cargo de Concejal Presidente del Gobierno
Autónomo Municipal de Chuquihuta, presentada el 16 de abril de 2013, a horas
15:10 ante el Concejo Municipal (fs. 7), así como la convocatoria pública de 16 del
referido mes y año, para la realización de sesión extraordinaria, a horas 16:30, en el
INDICE
patio de la Alcaldía de Chuquihuta, emitida por el Vicepresidente del Concejo
Municipal (fs. 6). De acuerdo al acta de la sesión extraordinaria 003/2013, de la
misma fecha, se admitió la “presentación” de la renuncia de Nicasio Acero Anguela
(fs. 8 a 9); emitiéndose la Resolución Municipal 029/2013 de 16 de abril, por la cual
el Concejo Municipal de Chuquihuta aceptó “la renuncia voluntaria definitiva e
irrevocable” del actual accionante, constatándose que la Resolución fue firmada por
todos los miembros del Concejo Municipal (fs. 10).
II.3.
Por memorial presentado el 18 de abril de 2013, Nicasio Acero Anguela, hizo
conocer al Presidente y Vocales del Tribunal Electoral Departamental de Potosí, su
“destitución ilegal”; en la nota refiere que los señores Martín Cuba Ramírez, Miguel
Angel Anguela Lora, Vito Balcazar, Ciprian Alonzo y “una turba incontrolable en una
cantidad de ciento cincuenta personas, me trajeron un documento que contenía mi
renuncia al cargo de concejal, donde me obligaron de manera violenta a que
rubrique mi firma, temiendo por mi vida y que las amenazas efectuadas se
consumaran, procedí a firmar una nota con fecha 16 de abril…” (fs. 12 a 13).
II.4.
De acuerdo al acta de sesión ordinaria 023/2013 del 30 de abril, fue aprobada el
acta de sesión extraordinaria 003/13 de 16 de abril, por tres concejales, con
excepción de la concejala Francisca Mamani Betancur, que indicó que fue forzada.
En la misma sesión, se trató la solicitud del accionante de restitución al cargo de
Concejal Presidente, que fue rechazada por la Presidenta del Concejo Municipal,
Dilma Coca Gallego y la Concejala Zoraida Mamani Romero, y aceptada por el
Vicepresidente del Concejo Municipal, Néstor Huanca Orihuela y la Secretaria del
Concejo, Francisca Mamani Betancur (fs. 14 a 16).
II.5.
Por Resolución 32/2013 de 30 de abril, “el H. Concejo Municipal en pleno por
mayoría absoluta, aprueba la habilitación extraordinariamente al suplente del
segundo titular según el orden correlativo de la organización política, al Sr. Ciprian
Alonzo Huanca…” (sic); sin embargo, la Resolución fue únicamente firmada por dos
concejalas: Dilma Coca Gallego y Zoraida Mamani Romero, constatándose la
ausencia de firma de Néstor Huanca Orihuela y Francisca Mamani Betancur (fs. 17 y
18).
II.6.
El 6 y 14 de mayo de 2013, el accionante solicitó al Concejo Municipal de
Chuquihuta, se deje sin efecto su renuncia y se le restituya al cargo de Concejal
Municipal, con el argumento que la misma fue forzada; es decir, contra su voluntad
y presionada por la sociedad civil. Además sostiene que su persona fue elegida del
cabildo Kuyku quienes ratificaron su continuidad hasta la conclusión de la gestión
constitucional (fs. 19 y 22).
II.7.
Conforme al acta de sesión ordinaria 24/2013 de 7 de mayo, la solicitud de
restitución de Nicasio Acero Anguela al Concejo Municipal, fue rechazada por la
Presidenta del Concejo Municipal, Dilma Coca Gallego y la Concejala Zoraida
INDICE
Mamani Romero, y aceptada por el Vicepresidente del Concejo Municipal, Néstor
Huanca Orihuela y la Secretaria del Concejo, Francisca Mamani Betancur; sin
embargo, en la parte conclusiva del acta se ratificó el rechazo a su pedido de
restitución (fs. 20 a 21).
II.8.
De acuerdo al informe del Concejo Municipal de Chuquihuta, de 8 de noviembre de
2013, solicitado por Magistrado Relator mediante la Comisión de Admisión, el Ayllu
Jucamani está dividido en cuatro cabildos (Kuyku, Mitma, Kullana, Sarakara) que
previamente eligen a sus respectivos concejales titulares y suplentes. Así, los
concejales Sergio Revollo Choque y Zoraida Mamani Romero, fueron propuestos y
elegidos por su cabildo que es Kullana, Francisca Mamani y Ciprián Alonzo, son
representantes y fueron elegidos por su Cabildo Sarakara; Nicasio Acero Anguela y
Reyna Paty son representantes y fueron elegidos por su Cabildo Kuyku; Dilma Coca
Gallego y Florentino Bernabé son representantes y elegidos por su Cabildo Mitma.
Señalan que estos acuerdos seguramente estaban plasmados en el libro de actas de
la autoridad máxima del ayllu Jucumani que es el Segunda Mayor; sin embargo, el
libro de actas se extravió (fs. 114 a 115).
II.9.
En el informe otorgado por la ex máxima autoridad originaria del ayllu Jucumani,
Martín Cuba Ramírez, ex - Segunda Mayor, esta autoridad originaria sostuvo:
“ …el mentir no es bueno; en nuestras comunidades nos eligen para sumir algún
cargo de acuerdo a nuestra actitud, a lo que nos comportamos, para asumir como
autoridad originaria tiene que ser una persona respetada por la comunidad, no
tener enemistad con nadie y siempre buscar el bien de todos. En ese marco como
ex autoridad originaria debo de indicar que la renuncia del Nicasio Acero Anguela,
ha sido totalmente voluntaria, nadie le ha obligado a que él tome esa decisión, la
renuncia al cargo el con su abogado lo han realizado y luego han presentado al
concejo y nosotros como autoridades y como base hemos aplaudido la noticia” (fs.
137).
II.10.
Marco Antonio Anguela Lora, Alcalde Comunal de Chuquihuta y ex autoridad
originaria, sostiene que la renuncia del concejal Nicasio Acero Anguela, ha sido
totalmente voluntaria y que la prensa de Uncía ha visto y grabado todo lo sucedido
(fs. 139).
II.11.
La Federación de Juntas Vecinales del Municipio de Chuquihuta, informó que la
solitud de renuncia de los concejales fue planteada y analizada en varios cabildos del
ayllu Jucumani, exigiendo el cumplimiento interno de los acuerdos contraídos. Que
el cabildo ordinario del ayllu Jucumani desarrollado el 31 de marzo de 2013,
determinó la renuncia de todos los Concejales del Municipio de Chuquihuta, y el
mandato para las autoridades originarias era que al día siguiente tenían que estar
presentes para verificar la renuncia voluntaria de los concejales titulares. Las
autoridades originarias se hicieron presentes para verificar esa situación, pero los
INDICE
concejales Nicasio Acero Anguela y Francisca Mamani Betancur, no se hicieron
presentes a la hora indicada; situación que molestó más a las autoridades originarias
y a las bases que con mayor razón solicitaron la renuncia principalmente del concejal
Nicasio Acero Anguela, porque él estaba asumiendo la presidencia del Concejo
Municipal de Chuquihuta.
Señalan que: “por culpa de ese concejal que no cumple con su compromiso,
rebelde y que no respeta las decisiones asumidas por el cabildo magno, el conflicto
en el gobierno Municipal de Chuquihuta se ha agudizado durante casi dos semanas
con paralización de actividades” (sic).
Añaden que, el día martes 16 de abril de 2013, el concejal Nicasio Acero Anguela
“aparece” en la Alcaldía Municipal, oportunidad en la que solicitan una sesión
pública como autoridades, la que se llevó adelante en el frontis de la Alcaldía desde
las 10:30 hasta las 17:45; en la sesión los concejales brindaron informe de las
diferentes actividades realizadas, del proyecto y el manejo de los recursos
económicos por parte del ejecutivo, concluyendo la audiencia disponiendo dar
cumplimiento a la determinación del Cabildo Magno de 31 de marzo de 2013,
oportunidad en la que “RENUNCIO VOLUNTARIAMENTE EL CONCEJAL MUNICIPAL
NICASIO ACERO ANGUELA, MANIFESTANDO QUE EL ES JOVEN Y EL SIEMPRE A
ESTADO DISPUESTO EN DAR UN PASO AL COSTADO PARA QUE ASUMA LA
SUPLENTE, Y QUE EN CUALQUIER MOMENTO CUANDO EL AYLLU LE CONVOQUE EL
ESTARÍA DISPUESTO A VOLVER HA ASUMIR OTRO CARGO SI ES QUE EXISTIERA
OTRA POSIBILIDAD, POR ÚLTIMO A MENCIONADO QUE GRACIAS AL AYLLU A SIDO
AUTORIDAD, YO HE ENTRADO POR LA PUERTA Y POR PUERTA TAMBIÉN ESTOY
ENDO GRACIAS HERMANOS Y TODO LOS PRESENTES HEMOS APLAUDIDO” (textual)
(fs. 140 a 141).
II.12.
En el informe de la Presidenta de amas de casa del municipio de Chuquihuta,
Francisca Chávez, a solicitud de la autoridad originaria del citado ayllu, se señala que
la renuncia de uno de los Concejales de Chuquihuta, “…ha sido totalmente
voluntaria, no ha existido presión de ninguna naturaleza, peor todavía violencia
física, en esa oportunidad hemos estado presentes una gran mayoría de las amas de
casa de la población de Chuquihuta” (fs. 142).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante, alega lesionados sus derechos de petición, al trabajo y al ejercicio de la función
pública, así, como a no ser obligado a hacer lo que la Constitución Política del Estado y las
leyes no manden, por cuanto fue obligado, bajo presión y amenazas, a firmar una carta de
renuncia al cargo de Concejal Titular que venía ejerciendo, y no obstante las reiteradas
solicitudes para que se deje sin efecto la renuncia forzada, el Concejo del Gobierno
Autónomo Municipal Indígena de Chuquihuta, rechazó dicha pretensión. En consecuencia,
corresponde en revisión verificar si tales extremos son evidentes, a fin de conceder o
INDICE
denegar la tutela requerida.
III.1.
El Estado Plurinacional y la democracia comunitaria
El art. 1 de la CPE, sostiene que: “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social
de Derecho Plurinacional Comunitario”; modelo de Estado que fue el resultado de la
fuerza descolonizadora de los pueblos indígena originarios campesinos, quienes
plantearon el reto histórico de dar fin al colonialismo, con sujetos políticos
colectivos con derecho a definir su destino, gobernarse en autonomías y participar
en los nuevos pactos de Estado.
Este nuevo modelo, tiene una inspiración anticolonialista que rompe con la herencia
del constitucionalismo monocultural, que nació a espaldas de los pueblos indígenas,
y del constitucionalismo pluricultural que introdujo de manera subordinada un
reconocimiento parcial a los derechos de los pueblos indígenas. La Constitución
Política del Estado marca una ruptura respecto al constitucionalismo clásico y
occidental concebido por las élites políticas; es un constitucionalismo que expresa la
voluntad de las clases populares y los pueblos indígenas, creando una nueva
institucionalidad, transversalizada por lo plurinacional, una nueva territorialidad,
signada por las autonomías, una nueva democracia plural que se ejerce a través de
la democracia directa y participativa, representativa y comunitaria, y una nueva
legalidad bajo el paradigma del pluralismo jurídico igualitario en el marco de la
Constitución Política del Estado.
Efectivamente, la Ley Fundamental, tiene características que la distinguen e
individualizan y dan cuenta de un constitucionalismo que no tiene precedentes, y
cuyos intérpretes deben ser fieles a sus fundamentos, a los principios y valores que
consagra, con la finalidad de materializar y dar vida a las normas constitucionales,
siendo una de sus características más importantes, la plurinacionalidad, que se
traduce en el ejercicio de una nueva democracia plural, signada, en el ámbito de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, por la democracia comunitaria.
Efectivamente, la plurinacionalidad implica la existencia de múltiples naciones
dentro de un Estado, las cuales, como sujetos políticos colectivos, definen su destino
y, en virtud a esa autodeterminación ejercen sus sistemas políticos, jurídicos y
económicos acorde a su cosmovisión (art. 30.II.14 de la CPE) y, por ello, ejercen la
democracia comunitaria, en el marco de sus propias normas y procedimientos.
El ejercicio de los sistemas políticos de las naciones y pueblos indígenas originarios
campesinos está contemplado, además, como un derecho en el art. 30.II.14 de la
CPE y también en los pactos internacionales sobre derechos humanos. Así, el
Convenio 169 de la OIT, en el art. 5 determina que deberán reconocerse y
protegerse los valores y prácticas sociales, culturales, religiosas y espirituales
propias de los pueblos indígena y deberán considerarse los problemas que se les
plantean tanto colectiva como individualmente; además de respetarse la integridad
INDICE
de valores, prácticas e instituciones de esos pueblos. En el mismo sentido, el art. 8
del citado Convenio, señala que al aplicar la legislación nacional a los pueblos
interesados, deberán tomarse debidamente en consideración sus costumbres o su
derecho consuetudinario, añadiendo que los pueblos “deberán tener el derecho de
conservar sus costumbres e instituciones propias, siempre que éstas no sean
incompatibles con los derechos fundamentales definidos por el sistema jurídico
nacional ni con los derechos humanos internacionalmente reconocidos (…)”.
Asimismo, debe hacerse mención al art. 5 de la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que sostiene que: “Los pueblos
indígenas tienen derecho a conservar y reforzar sus propias instituciones políticas,
jurídicas, económicas, sociales y culturales, manteniendo a la vez su derecho a
participar plenamente, si lo desean en la vida política, económica, social y cultural
del Estado”.
Conforme a ello, los sistemas políticos son ejercidos en su calidad de naciones y
pueblos indígena originario campesinos; es decir, por su condición de sujetos
colectivos que se definen políticamente y, por ende, más allá de una
institucionalidad occidental ajena a sus propias normas y procedimientos; como
ocurrió en los tiempos de la colonia y la república, los pueblos indígenas siguen
ejerciendo su propia democracia comunitaria, que en el marco de nuestro modelo
de Estado tiene reconocimiento pleno y se funda, precisamente en el carácter
plurinacional de nuestro Estado y la autodeterminación de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos.
Además, se ha señalado que la autodeterminación, bajo el denominativo de libre
determinación, así como el ejercicio de sus sistemas jurídicos, políticos y
económicos, son concebidos como derechos fundamentales por nuestra
Constitución Política del Estado (arts. 2, 30.II.4 y 30.II.14 de la CPE), y también como
derechos en el marco de las normas del bloque de constitucionalidad (arts. 5, 7 y 8
del Convenio 169 de la OIT y arts. 3, 4 y 5 de la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas) y, por ende, están sujetas a los criterios
de interpretación previstos en nuestra Ley Fundamental en los arts. 13.IV y 256 de la
CPE, que en el marco del de nuestro constitucionalismo plurinacional y comunitario,
introducen dos principios que guían la interpretación de los derechos
fundamentales: La interpretación pro persona (pro homine), que aplicado al ámbito
de los pueblos indígenas, se traduce en el principio pro indígena, y la interpretación
conforme a los pactos internacionales sobre Derechos Humanos.
En virtud al primero, los jueces y tribunales tiene el deber de aplicar aquella norma
que sea más favorable para la protección del derecho en cuestión -ya sea que esté
contenida en la Ley Fundamental o en las normas del bloque de constitucionalidady de adoptar la interpretación que sea más favorable y extensiva al derecho; y en
virtud a la segunda (interpretación conforme a los Pactos Internacionales sobre
INDICE
Derechos Humanos), tienen el deber de -ejercer el control de convencionalidadinterpretar el derecho de acuerdo a las normas contenidas en tratados e
instrumentos internacionales en materia de Derechos Humanos ratificados o a los
que se hubiere adherido el Estado, siempre y cuando, claro está, declaren derechos
más favorables a los contenidos en la Constitución Política del Estado; obligación
que se extiende, además al contraste del derecho con la interpretación que de él ha
dado la Corte Interamericana de Derechos Humanos, conforme lo ha entendido la
misma Corte en el caso Trabajadores Cesados del Congreso vs. Perú, al señalar
que:“los órganos del Poder Judicial deben ejercer no solo un control de
constitucionalidad, sino también de convencionalidad ex officio entre las normas
internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas
competencias y de sus regulaciones procesales correspondientes (…)”.
A partir de lo señalado y a la luz de los principios constitucionales de
plurinacionalidad, pluralismo (art. 1 de la CPE) y democracia plural (art. 11 de la
CPE), esta Sala considera que el ejercicio de la democracia comunitaria como una
manifestación del derecho al ejercicio de los sistemas jurídicos de los pueblos
indígenas, debe ser reconocido plenamente, aún adopte, para su “legalidad” las
formas de la institucionalidad occidental; pues, de lo contrario, se estaría
subordinando el ejercicio de la autodeterminación de los pueblos indígenas y el
derecho al ejercicio de sus sistemas políticos, a una legalidad occidental, al margen
de la plurinacionalidad, del pluralismo político y jurídico que son la base de nuestro
Estado.
Efectivamente, debe señalarse que la democracia comunitaria ha logrado persistir y
sobrevivir pese a la existencia de leyes que establecían formas y mecanismos de
elección provenientes de la democracia representativa. Así, en los lugares donde se
practica la democracia comunitaria, pero paralelamente se rigen por una ley propia
del sistema occidental, como en el caso de los municipios mayoritariamente
indígenas, existe una verdadera interlegalidad, respecto a la elección, permanencia y
revocatoria de las autoridades representativas; por cuanto previamente fueron
elegidas por acuerdos y consensos, de conformidad a la democracia comunitaria y,
posteriormente, mediante sufragio; es decir, bajo las reglas de las democracia
representativa, “legalizando” así, sus formas de elección y participación.
Esta “legalización” del ejercicio de la democracia comunitaria se explica a partir de
los niveles de subordinación de los sistemas jurídicos y políticos de los pueblos
indígenas originario campesinos, y la necesidad de dar legalidad a sus actuaciones,
que se ha dado históricamente en Bolivia, conforme lo demuestran las
investigaciones realizadas sobre la legitimidad y la legalidad de las autoridades
originarias; sin embargo, conforme se ha señalado en el Fundamento III.1,
actualmente la democracia comunitaria, como una forma de manifestación de la
autodeterminación, y como un derecho reconocido tanto en la Constitución Política
del Estado y las normas del bloque de constitucionalidad tiene reconocimiento
INDICE
pleno en nuestro sistema constitucional y, en ese ámbito, la interlegalidad que antes
estaba marcada por la asimetría, hoy en día, de acuerdo a nuestra Constitución
Política del Estado, debe orientarse por el principio de igualdad jerárquica de
sistemas jurídicos (art. 179 de la CPE), pues éste no sólo se predica en el ámbito
jurisdiccional, sino en todos los ámbitos donde las naciones y pueblos indígena
originario campesinos se rijan por sus normas propias, procedimientos, instituciones
y autoridades.
En ese marco, se aclara que el ejercicio de la democracia comunitaria tiene como
techo constitucional el respeto a los derechos fundamentales y humanos, los
principios y valores plurales de nuestro Estado Plurinacional y Comunitario y, en ese
ámbito, en mérito a nuestro diseño constitucional, las lesiones a derechos pueden
ser denunciadas ante la justicia constitucional a través de las acciones de defensa
previstas en la Constitución Política del Estado.
III.2.
Los servidores públicos en el marco del Estado Plurinacional, Comunitario y
Descolonizador
De acuerdo al art. 232 de la CPE: “La Administración Pública se rige por los principios
de legitimidad, legalidad, imparcialidad, publicidad, compromiso e interés social,
ética, transparencia, igualdad, competencia, eficiencia, calidad, calidez, honestidad,
responsabilidad y resultados”.
Por otra parte, el art. 233 de la CPE, señala que: “Son servidoras y servidores
públicos las personas que desempeñan funciones públicas. Las servidoras y los
servidores públicos forman parte de la carrera administrativa, excepto aquellas
personas que desempeñen cargos electivos, las designadas y los designados, y
quienes ejerzan funciones de libre nombramiento”.
En ese marco, los servidores de los gobiernos municipales, incluidos los concejales
municipales, son servidores públicos y, por lo mismo deben cumplir con las
obligaciones, prohibiciones, obligaciones previstas en la Constitución Política del
Estado (art. 234 y ss. de la CPE).
Conforme a ello, en el marco de la configuración de nuestro modelo de Estado, la
función en las instituciones estatales se constituye en un servicio al público, a la
sociedad y, por lo mismo es el pueblo, el que debe evaluar la gestión de aquellos
servidores públicos que fueron electos por ellos, en el marco de los principios
previstos en el art. 232 de la CPE y que ya han sido referidos, en especial el de
calidad, honestidad, responsabilidad y resultados.
En mérito a ello, la Constitución Política del Estado, ha establecido al referendo
revocatorio como mecanismo para que la ciudadanía se pronuncie sobre la gestión
de los servidores públicos electos, posibilitando así la revocatoria de su mandato a
INDICE
través de los cauces previstos por la misma norma constitucional, como es la
revocatoria de mandato, concebida por el art. 11.II.1 de la CPE, como una forma de
ejercicio de la democracia directa y participativa.
Sin embargo, la posibilidad de revocar el mandato de una autoridad o alejarla de sus
funciones, también puede estar presente en el ámbito de la democracia
comunitaria, en el marco de nuestro Estado Plurinacional, comunitario y
descolonizador, cuando las autoridades hubieren sido electas, designadas o
nominadas por normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos; sin embargo, se aclara que en estos casos el pedido de
revocatoria o cualquier otra modalidad asumida por las naciones y pueblos indígena
originario campesinos para que su representante deje las funciones para las que fue
electo, debe efectivizarse mediante sus propias instancias de decisión como ser
tantachawi, el cabildo, etc. y a través de sus propios procedimientos, respetando los
derechos constitucionales y las garantías establecidas en la Ley Fundamental; no
estando permitido constitucionalmente el ejercicio de medidas de hecho, que se
aparten de los procedimientos y normas que tradicionalmente se han utilizado,
que lesionan o amenazan con lesionar derechos fundamentales y garantías
constitucionales.
III.3. La renuncia de autoridades electas y los requisitos establecidos por la jurisprudencia
constitucional y su interpretación desde la democracia comunitaria
Habiéndose señalado que, tanto en la democracia directa y participativa como en la
democracia comunitaria, conforme a sus normas y procedimientos, es posible
solicitar la revocatoria o el alejamiento de las autoridades electas; empero, debe
quedar claramente establecido que son dichos mecanismos los que deben ser
utilizados cuando la ciudadanía considere que el servidor público no cumple con las
funciones para las que fue electo y, en ese ámbito, conforme se tiene señalado en el
anterior fundamento, no es posible recurrir a formas de presión ajenas a los
mecanismos de la democracia occidental o comunitaria que amanecen derechos y
garantías.
Así, desde la lógica de la democracia representativa, basada en el sufragio, la
jurisprudencia de este Tribunal Constitucional Plurinacional, ha construido una
sólida línea jurisprudencial vinculada a la renuncia de los servidores públicos electos;
bajo el entendido que la renuncia, por su naturaleza, es un acto unilateral, porque
supone la decisión libre, sin presiones, de no continuar en el ejercicio de una
actividad o de una función pública que se ejerce, lo que significa que sólo depende
de la voluntad del actor o titular de un derecho y no necesita de la voluntad ni la
presión de terceros. Precisamente por ello debe ser presentada de manera personal,
debiendo adjuntarse la documentación legal que acredite la identidad, a fin de
garantizar la seguridad jurídica en el ámbito político y evitar posibles actos
fraudulentos, como ser la presentación falsa a nombre de un alcalde o concejal
INDICE
electo para cesarlo del cargo. Entendimiento que fue desarrollado en la
jurisprudencia constitucional contenida en la SC 0748/2010-R de 2 de agosto, que a
su vez se basó en la SC 0748/2003-R de 4 de junio:“...para que una renuncia pueda
tener validez jurídica, se requiere que la misma sea presentada por el renunciante;
pues, es una exigencia elemental de tráfico jurídico, que quien tenga que presentar
una demanda, recurso o recibir una correspondencia, abordar un avión u otro medio
de transporte, debe de identificarse previamente. Si se le diera validez jurídica a una
renuncia, sin que el titular del cargo la presente personalmente, repercutiría
negativamente en el sentimiento de seguridad jurídica ciudadana; por cuanto se
prestaría a que terceros interesados puedan fraguar una renuncia, o que quien,
cursando la misma, pueda negarla. Actos tan trascendentales como la entrega de
una renuncia, para tener validez deben ser realizados por el titular del cargo,
personalmente, identificándose con la cédula de identidad, que es el documento
insoslayable en todos los actos jurídicos”.
Sin embargo, dicha línea jurisprudencia no puede ser aplicada en el marco de la
democracia comunitaria; pues bajo los razonamientos que han sido desarrollados en
los Fundamentos Jurídicos precedentes, a la luz de los principios de
plurinacionalidad, pluralismo político y jurídico, debe considerarse que la
democracia comunitaria proviene de la acción de las comunidades en el campo
social y político y se encuentra definida desde la cultura, que se construye a partir de
la lógica de los pueblos del Abya Yala, y que presenta sustanciales diferencias con la
democracia representativa.
- Así, las autoridades originarias y autoridades políticas representativas son
previamente elegidas de acuerdo a las costumbres y sabidurías milenarias
(muyu) en base a acuerdos y consensos, los mismos que tienen prestigio y sólida
legitimidad, pero a la vez son controladas por la base social que son sus
comunidades.
-
No existe un grupo selecto, encargado de las elecciones, pues la responsabilidad
recae en las autoridades originarias y la instancia máxima, que puede ser el
Cabildo, el Tantachawi, etc., en la cual todos tienen el derecho de ejercer su
expresión de manera libre en el marco del respeto.
-
Las elecciones son sencillas, rápidas y no tienen costo alguno para los elegidos ni
para el Ayllu, los procedimientos y la transparencia de los mismos son
controlados por el poder de la comunidad.
-
Las resoluciones fortalecen la unidad, ya que se procede mediante la
concertación y negociación para llegar a consensos y acuerdos, que se plasman
en las actas, que se refuerzan por la memoria colectiva, en mérito a que dichos
procedimientos son ejercidos milenariamente en las comunidades
-
Existe una sólida unidad y cohesión interna entorno a la búsqueda del vivir bien
INDICE
en la comunidad y en el ayllu.
-
Por las razones anotadas, la elección mediante la democracia comunitaria es
conocida, aceptada y ejercida plenamente por las comunidades, de ello se
concluye que la persona que ingresa a la representación política mediante la
democracia comunitaria, debe respetar las reglas de dicha democracia, como ser
los acuerdos, el muyu, etcétera.
Como se puede advertir, la democracia comunitaria se plantea desde el ejercicio y
pensamiento de las comunidades, y, como se señaló en el Fundamento Jurídico III.1
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, históricamente ha logrado
persistir y sobrevivir, combinando normas y procedimientos propios de los pueblos
indígenas con los correspondientes de la democracia representativa.
De ahí que esta Sala considere que los acuerdos y consensos alcanzados como
ejercicio de la democracia comunitaria deben ser respetados; pues es esta
democracia la que da fundamento, sustento y legitimidad a la representación
política “formal”, que finalmente ejercen los elegidos. En ese ámbito, no resulta
coherente que aquellas autoridades que fueron elegidas a través de la lógica
comunitaria, luego pretendan ampararse en la lógica y el sistema occidental,
desconociendo los propios valores y principios de la comunidad, así como sus
normas, procedimientos e instituciones, los acuerdos y compromisos asumidos con
anterioridad; aclarándose, empero, conforme se ha señalado en el Fundamento
Jurídico III.1 del presente fallo, que en caso de lesionarse derechos y garantías
constitucionales, es posible que el afectado, presente las acciones de defensa
previstas en la Constitución Política del Estado ante la justicia constitucional, que, en
el marco del constitucionalismo plurinacional, comunitario y descolonizador, deberá
efectuar una interpretación intercultural de los derechos y garantías.
Bajo las consideraciones efectuadas precedentemente, es evidente que los acuerdos
asumidos al interior de las comunidades deben ser respetados por sus miembros y
las autoridades elegidas, y si no se respetan, es lógico que a través de sus
procedimientos e instituciones, se solicite a dicha autoridad que cumpla con los
compromisos asumidos, aclarándose, empero, que bajo ninguna circunstancia se
puede hacer uso de la violencia o ejercer vías de hecho, fuera de la
institucionalidad propia de las naciones y pueblos indígena originario campesinos.
III.4.
Análisis en el caso concreto
Con la finalidad de analizar el caso concreto, se valorará la información y las pruebas
aportadas tanto por el accionante, como por los demandados, las autoridades
originarias y otras organizaciones del municipio de Chuquihuta.
En ese ámbito, de los antecedentes cursantes en obrados y la participación de la
INDICE
autoridad originaria del ayllu Jucumani y el informe presentado por las Concejalas
Zoraida Mamani Romero y Dilma Coca Gallego, se evidencia que el municipio de
Chuquihuta, está asentado en el ayllu Jucumani y, dada su condición de pueblo
indígena originario campesino, los miembros del Concejo Municipal, denominado
“Concejo Municipal Indígena Chuquihuta ayllu Jucumani”, han sido elegidos a partir
de sus propias normas y procedimientos, representando a los cuatro cabildos que
conforman el ayllu Jucumani.
Efectivamente, de acuerdo a la participación de la máxima autoridad originaria del
ayllu Jucumani, Segunda Mayor, Juan José Huanca Ignacio, el ayllu está compuesto
por cuatro cabildos: Sarakara, Kullana, Mitma y Kuyku, siendo la máxima autoridad
del cabildo el Tata Jilanku, que se encarga del bienestar de todas las comunidades
del Cabildo, y a nivel de las comunidades, las máximas autoridades son los Tata
Alcaldes Comunales que se encargan de manejar los asuntos de su comunidad.
Conforme se tiene dicho, el Tata Segunda Mayor del ayllu Jucumani es la máxima
autoridad; es decir, el “Gobierno del Ayllu”, que busca el desarrollo y el bienestar de
las treinta y tres comunidades que existen en los 4 cabildos del ayllu.
De acuerdo a lo que señala el Tata Segunda Mayor y las concejalas Zorai da
Mamani Romero y Dilma Coca Gallego, los Concejales del Municipio Indígena de
Chuquihuta, fueron elegidos previamente a través de sus normas y procedimientos
propios; así, conforme lo reconoce el mismo accionante, éste fue elegido por el
cabildo de Kuyku, al igual que su suplente.
Ahora bien, el cabildo de todo el Ayllu, que reúne a los cuatro cabildos, es la máxima
instancia para asumir decisiones que involucren a todo el ayllu, y fue en esa
instancia donde se llegaron a acuerdos para la elección de los concejales titulares y
suplentes, además de comprometerse los primeros a asumir el cargo únicamente
por dos años y medio, para que luego, continúen en esas funciones los suplentes.
Dicha elección, que se constituye en legítima dentro del ayllu Jucumani y que conforme se ha visto- tiene pleno respaldo constitucional, fue posteriormente
“legalizada” por el sufragio en las urnas, lo que implica que en la elección se ejerció,
por un lado, la democracia comunitaria y, por otro, la democracia representativa y,
en ese sentido el accionante, fue posesionado como Concejal Titular del Gobierno
Autónomo Municipal de Chuquihuta el 27 de mayo de 2010.
Posteriormente, el 16 de abril de 2013, a horas 15:10, el accionante presentó ante el
Concejo Municipal, renuncia al cargo de Concejal Presidente de dicho ente
colegiado, emitiendo el Vicepresidente del mencionado ente deliberante la
convocatoria a sesión extraordinaria a horas 16:30 de la misma fecha, en el patio de
la citada Alcaldía, para tratar el caso de su renuncia; sesión en la cual, conforme se
evidencia del acta (003/2013 de igual fecha) admitieron la presentación de la
INDICE
renuncia, pronunciándose, en consecuencia, la Resolución Municipal 029/2013, por
la cual el Concejo Municipal de Chuquihuta aceptó la renuncia del accionante.
Ahora bien, de acuerdo a lo informado por la máxima autoridad originaria y la
documentación que ésta adjuntó, evidentemente existieron varios cabildos para
solicitar la renuncia de los concejales y exigir el cumplimiento de los compromisos
asumidos en el ejercicio de la democracia comunitaria. Así, en el cabildo ordinario
de 30 de junio de 2012, se concluyó que debía cumplirse el convenio,
determinándose que los Concejales y el Alcalde, tenían que renunciar y asumir los
suplentes (fs. 126 a 127). En el mismo sentido, en el cabildo de 30 de septiembre de
2012, se deliberó y determinó en que todas la autoridades del municipio de
Chuquihuta, debían renunciar al cargo, en su caso pedir al Tribunal Electoral la
revocatoria de mandato (fs. 124 a 126); sin embargo, de acuerdo a la señalado por la
máxima autoridad originaria, los concejales señalaron que no era necesario porque
iban a cumplir con su compromiso con el ayllu.
Posteriormente, en el cabildo de 5 de octubre de 2012, respecto al compromiso de
los concejales titulares de permanecer únicamente dos años y medio en el cargo, los
diferentes concejales intervinieron, conforme a lo siguiente: El Concejal Sergio
Revollo, manifestó: “Voy a cumplir los dos años y medios y me voy a ir. Renunciar
(é) de acuerdo al compromiso interno que tenemos con los suplentes en el Ayllu”; el
Concejal Néstor Huanca, sostuvo que no tenía ningún convenio con el Ayllu; la
concejala Dilma Coca, señaló que si bien no existía ningún convenio firmado; sin
embargo, iba a renunciar a condición que renuncien todos. Por su parte el actual
accionante Nicasio Acero Anguela, de manera expresa señaló: “voy a respetar la
decisión del ayllu, soy joven voy a renunciar…”; en el mismo sentido los otros
Concejales del municipio.
Por otra parte, en el cabildo ordinario del ayllu Jucumani, de 31 de marzo de 2013,
se determinó la renuncia de la totalidad de los Concejales, añadiendo que: “…las
autoridades originarias del ayllu tomarán estrategias para que renuncien
voluntariamente los Concejales del Municipio” (fs. 129 a 130).
Finalmente, en el cabildo de 1 de abril de 2013, el Tata Segunda Mayor señaló que
se debía hacer cumplir la determinación del Cabildo de 31 de marzo de 2013,
respecto a la renuncia voluntaria de los concejales del Gobierno Autónomo
Municipal de Chuquihuta, interviniendo luego el Concejal Nicasio Acero, señalando:
“Yo estuve conversando con la Sra. Reyna (suplente) y le dije que alistara su
documentación”.
De acuerdo a los antecedentes relatados, se evidencia que efectivamente el actual
accionante fue elegido de acuerdo a las normas y procedimientos de la democracia
comunitaria, y así lo reconoció el mismo al señalar que fue elegido por el Cabildo
Kuyku que forma parte del ayllu Jucumani. En ese marco, existió un convenio inicial
INDICE
con relación a la duración de su mandato únicamente por dos años y medio, con la
finalidad que el resto de su mandato fuera cumplido por la concejala suplente.
Asimismo, consta que la máxima instancia de la democracia comunitaria, como es el
Cabildo del ayllu Jucumani se reunió en varias oportunidades, solicitando el
cumplimiento de los compromisos asumidos por parte del accionante, quien,
además, manifestó de viva voz que respetaría la decisión del ayllu y que conversó
con la suplente para que alistara su documentación.
Conforme a ello, es evidente, entonces que el accionante, asumió un compromiso
en el marco de la democracia comunitaria, que tiene plena validez constitucional,
conforme se concluyó en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, y, por ende, su renuncia de ninguna manera puede ser
considerada como un acto que atente contra sus derechos y garantías
constitucionales; pues, en el marco de los acuerdos asumidos en la máxima instancia
de decisión que es el cabildo y las autoridades originaria del ayllu Jucumani, sabía la
forma y el tiempo por el que elegido y, en ese ámbito, correspondía que cumpliera
con los compromisos asumidos, como se señaló en el Fundamento Jurídico III.3 de
este fallo.
Bajo ese razonamiento, bajo ninguna circunstancia son aplicables los requisitos
exigidos por la jurisprudencia constitucional para la renuncia de las autoridades
electas, pues los mismos parten de la democracia representativa y no así de la
democracia comunitaria, la cual, conforme se tiene señalado, se ejerce sobre la base
de sus normas y procedimientos propios, en el marco de los acuerdos que deben ser
respetados por sus miembros; salvo que, conforme se tiene señalado en los
fundamentos precedentes, bajo una interpretación intercultural, se constate la
lesión a derechos o garantías constitucionales.
En ese orden, se concluye que en el caso analizado, el accionante, por una parte,
asumió compromisos con el ayllu Jucumani en los diferentes cabildos y su renuncia
fue fruto del ejercicio de la democracia comunitaria, no siendo evidente, por tanto,
que la misma hubiera sido fruto de la violencia o de medidas de hecho, sino que,
conforme se demostró fue solicitada a través de las formas y procedimientos del
ayllu Jucumani; pues, como se ha señalado en el Fundamento Jurídico III.3 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la revocatoria o el alejamiento de
sus funciones de una autoridad también puede estar presente en el ámbito de la
democracia comunitaria, cuando las autoridades hubieren sido electas, designadas o
nominadas por normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos, bajo el requisitos que el pedido de revocatoria o cualquier
otra modalidad se efectivice mediante sus propias instancias de decisión y
procedimientos, respetando los derechos constitucionales y las garantías
establecidas en la Ley Fundamental.
Debe aclararse que si bien el accionante denuncia que su renuncia fue obligada y
INDICE
que existió presión y violencia; sin embargo, dicha información debe ser contrastada
con todos los antecedentes a los que se ha hecho referencia, vinculados a la
existencia de los compromisos previos con la comunidad y a los reiterados Cabildos
en los que se tocó el tema de la renuncia y el accionante voluntariamente decidió
presentarla. Por otra parte, debe señalarse que los supuestos actos violentos han
sido negados por las autoridades originarias, la Federación de Juntas Vecinales del
Municipio de Chuquihuta, ex autoridades originarias y la presidenta de amas de casa
del Municipio de Chuquihuta.
En síntesis, si bien, como afirman los demandados, la ciudadanía, los grupos de base
ejercieron presión en la sesión donde renunció el Alcalde; empero, este Tribunal -se
reitera- concluye que la renuncia como tal respondió a los acuerdos asumidos por el
accionante en el ejercicio de la democracia comunitaria, que fue la que finalmente
hizo posible su elección como autoridad, no pudiendo ampararse, ahora, en las
normas provenientes del sistema ordinario; en ese sentido, no ha existido lesión a
los derechos al trabajo y al ejercicio de la función pública denunciados en la
presente acción; pues, ambos derechos, a partir de los principios y valores de
nuestra Constitución Política del Estado, deben ser interpretados
interculturalmente, desde el contexto cultural donde supuestamente se produce la
lesión y, en el caso analizado, es evidente que dichos derechos tienen origen en la
democracia comunitaria ejercida en el ayllu Jucumani, que determinó los
mecanismos de elección y el tiempo de duración del mandato del accionante y, por
lo mismo, no ha existido lesión a sus derechos a partir de las normas y
procedimientos de dicho pueblo indígena originario campesino.
Por los argumentos expuestos, se concluye que los Concejales demandados, al
aceptar la renuncia del accionante y rechazar su solicitud de dejar sin efecto dicha
renuncia, no cometieron ningún acto lesivo a los derechos y garantías del
accionante, pues, conforme se tiene ampliamente señalado, cumplieron los
acuerdos asumidos en el marco de la democracia comunitaria, respetando el
derecho de los pueblos indígena originario campesinos a ejercer sus sistemas
jurídicos, sumándose a ello que los concejales Néstor Huanca Orihuela y Francisca
Mamani Betancur, si bien firmaron la Resolución Municipal 029/2013, por la cual se
aceptó la renuncia del accionante; posteriormente, manifestaron su conformidad en
dejar sin efecto la aceptación de la renuncia y, por tanto no participaron en los actos
posteriores denunciados en la presente acción, por lo que carecerían de legitimación
pasiva.
Por las consideraciones precedentes, la Jueza de garantías al declarar “procedente” la tutela
impetrada no compulsó adecuadamente conforme a los principios y valores de nuestra
Constitución Política del Estado, los antecedentes del proceso y las normas aplicables al
mismo.
POR TANTO
INDICE
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 12 de 5
de junio de 2013, cursante de fs. 88 a 90 vta., pronunciada por la Jueza de Partido Mixta y
Liquidadora de Uncía provincia Rafael Bustillo del departamento de Potosí; y, en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Tata Gualberto Cusi Mamani
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
MAGISTRADA
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1349/2012
Sucre, 19 de septiembre de 2012
SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA
Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Acción de amparo constitucional
Expediente:
Departamento:
2011-23358-47-AAC
Santa Cruz
En revisión la Resolución 31/2011 de 17 de febrero, cursante de fs. 277 vta. a 280 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Rosmeri
Gutiérrez Herbas de Galindo, Asambleísta titular y Roberto Carlos Cortez Soria, Asambleísta
suplente, ambos de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, por la
circunscripción especial del pueblo Yuracaré Mojeño contra Alcides Villagómez Ibáñez,
Presidente; Alcides Vargas, Primer Vicepresidente; Antonia Irayigra, Segunda
Vicepresidenta; María Arias, Secretaria General; Rodolfo López, Rudy Dorado y Lucio Vedia,
Vocales; todos de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
En el memorial presentado el 2 de febrero de 2011 cursante de fs. 109 a 115 vta., los
accionantes manifestaron que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 4 de marzo de 2010, Roberto Carlos Cortéz Soria, en su calidad de Cacique Mayor del
Consejo Indígena Yuracaré Mojeño, presentó para su aprobación en la Corte -ahora TribunalDepartamental Electoral de Santa Cruz, el procedimiento a seguir para la elección de un
asambleísta titular y un suplente por la representación del pueblo Yuracaré Mojeño, ante la
Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, solicitud que fue rechazada por la Sala
Plena de la Corte antes referida, a través de la Resolución 042/2010 de 25 de marzo.
Mencionan que la Resolución 042/2010 antes mencionada, fue sujeta de un recurso de
apelación, ante la Sala Plena de la Corte Nacional -hoy Tribunal Supremo- Electoral, misma
que libró la Resolución 0252/2010 de 24 de junio, revocando la resolución de primera
instancia y declarando fundado el recurso, ordenando se deba continuar con la supervisión
del procedimiento de elección mediante normas y procedimientos propios de los
asambleístas departamentales, un titular y un suplente por el pueblo Yuracaré Mojeño.
Empero, de forma ilegal y arbitraria la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz,
dictó la “Ley Especial del Régimen Electoral para el pueblo Mojeño signada con el N° 25” (sic),
INDICE
de 29 de noviembre de 2010, que desconocía los derechos del pueblo Yuracaré Mojeño, pese
a que este último, había sido reconocido por el Tribunal Supremo Electoral, desconociendo
además lo establecido en la Ley Marco de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibáñez”,
de 19 de julio de 2010.
Por lo que, amparados en la Constitución Política del Estado y la Ley del Régimen Electoral,
de 30 de junio de 2010, por intermedio de su representante, mediante nota de 23 de
noviembre de 2010, solicitó al Tribunal Supremo Electoral, la habilitación y entrega de sus
credenciales como representantes electos, solicitud que fue respondida y resuelta por el
mencionado Tribunal, a través de la Resolución 063/2010 de 30 de noviembre del
mencionado año, que determinó aprobar la elección de los asambleístas departamentales
del pueblo indígena originario campesino Yuracaré Mojeño, realizada el 31 de julio del mismo
año, reconociéndolos además como Asambleístas Departamentales, extendiéndoles sus
credenciales y ordenando también se remitan copias de la Resolución a la Asamblea
Departamental de Santa Cruz para su cumplimiento. Con dicha determinación manifiestan,
que pidieron a su Presidente, se los habilite y se les tome juramento de posesión, solicitud
que pasó a la Comisión de Constitución y Gobierno, quienes emitieron el informe
“INF.CCG.ALD 23/2010” de 16 de diciembre, en el cual se desconocen sus derechos como
Asambleístas Departamentales y recomiendan se interpongan los recursos pertinentes. Con
cuyo informe la referida Asamblea, emitió la Resolución 086/2010 de 17 de diciembre, que
resolvió aprobar el mismo y rechazar la Resolución 063/2010 del Tribunal Supremo Electoral,
asimismo, determinaron promover los recursos legales pertinentes a efecto de solucionar
esta problemática y dejar en suspenso la solicitud de acreditación de los ahora accionantes.
En cumplimiento a dicha Resolución, las acciones legales que menciona la Resolución
086/2010, fueron materializadas, mediante el recurso extraordinario de revisión, interpuesto
por Guillermo Montaño Vargas ante el Tribunal Supremo Electoral, quien menciona ser
representante de una organización denominada Central de Comunidades Indígenas del
Pueblo Indígena Mojeño, que también reclama un curul para su candidato David Pérez en la
Asamblea Legislativa Departamental; en ese sentido, impugnó la Resolución 063/2010,
recurso que fue resuelto mediante Resolución 077/2010 de 20 de diciembre, declarándolo
improcedente, por ser manifiestamente infundado y ratificó en su integridad la Resolución
063/2010, disponiendo remitir a conocimiento de la Asamblea Legislativa Departamental de
Santa Cruz una copia de la Resolución, a efectos del cumplimiento de la Resolución
impugnada, emitida por la máxima instancia del Tribunal Supremo Electoral.
Asimismo, señalan que mediante memorial de 13 de enero de 2010, solicitaron a la Asamblea
Legislativa Departamental de Santa Cruz, se cumpla la Resolución 077/2010; empero, en
sesión llevada a cabo el 19 de enero de “2009”, con los votos de las agrupaciones “VERDES” y
del frente amplio MNR-APB, resolvieron “que se esté” (sic) a la Resolución 086/2010,
rechazando su solicitud.
Ante estos hechos, mediante memoriales de 19 y 24 de enero de 2010, solicitaron al
Presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, Alcides Villagómez Ibáñez, se les
INDICE
franquee fotocopias legalizadas del acta de sesión de 19 de enero de 2010 y la resolución por
la cual es rechazada su solicitud de habilitación; sin embargo, mediante oficio “OF.ALD
026/2011” (sic) de 24 de enero, se les manifestó que en la referida sesión no se emitieron
actas ni resolución y que lo referido a su solicitud, ya estaba resuelto en la Resolución
086/2010.
Finalmente, indican que el art. 61.I.2 de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización
(LMAD), establece que los departamentos que optaron por la autonomía, deberán adecuar
sus estatutos a la Constitución Política del Estado por dos tercios de votos del total de sus
miembros y sujetarlos a control constitucional, condiciones que no concurrirían en el
presente caso. En ese sentido, la Ley Departamental 25 de 29 de noviembre de 2010, que
establece el régimen electoral para la elección del representante del pueblo Mojeño a la
Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, no ha cumplido con las condiciones
referidas para constituirse en una Ley Departamental de Desarrollo, vulnerando la
jurisdicción y competencia que por mandato constitucional sólo sería privativa del Tribunal
Supremo Electoral, como máxima instancia del Órgano Electoral Plurinacional, por lo que,
habiendo solicitado su habilitación y juramento como Asambleístas Departamentales electos
por el pueblo Yuracaré Mojeño y no dándose curso a la misma cometieron una omisión
indebida e ilegal, sin darles una respuesta formal y fundamentada a su solicitud.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes consideran que se les vulneraron el derecho a la “seguridad jurídica”, a la
petición, a la igualdad, a participar libremente en la formación, ejercicio y control del poder
político, citando al efecto los arts. 5, 14, 14.I, 26, 30.II, 30.II.18 de la Constitución Política del
Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitan se conceda la tutela y: a) Se disponga la nulidad de los actos y resoluciones
impugnadas, ordenando que de forma inmediata la Asamblea Legislativa Departamental de
Santa Cruz dé cumplimiento a lo ordenado por el Tribunal Supremo Electoral en las
Resoluciones 063/2010 y 077/2010; y, b) Se los habilite y se les tome juramento de posesión
como Asambleístas de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, por la
circunscripción especial indígena originaria campesina Yuracaré Mojeño.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 17 de febrero de 2011, según consta en el acta cursante de
fs. 250 a 277 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
INDICE
Los accionantes se ratificaron in extenso en su memorial de demanda y ampliándola
manifestaron que: Existiendo una Resolución del Tribunal Supremo Electoral no existiría
discusión alguna y rechazar lo dispuesto es omitir derechos y garantías constitucionales,
vulnerando de esta manera los derechos de los pueblos indígenas originario campesinos.
I.2.2. Intervención de los terceros interesados
Marco Atilio Lozano Arze, en representación del Tribunal Supremo Electoral, mediante
informe cursante de fs. 222 a 223 vta., manifestó que: Por determinación del art. 11.I y II de
la Ley del Órgano Electoral Plurinacional, de 16 de junio de 2010, el Tribunal Supremo
Electoral es el máximo nivel y autoridad del Órgano Electoral Plurinacional, con jurisdicción y
competencia en todo el territorio del Estado Plurinacional y en los asientos electorales
ubicados en el exterior, siendo sus decisiones en materia electoral de cumplimiento
obligatorio, inapelables e irrevisables, excepto en los asuntos que corresponda al ámbito de
la jurisdicción y competencia del Tribunal Constitucional Plurinacional.
En mérito a esas sus competencias, el Tribunal al cual representa, pronunció la Resolución
063/2010, aprobando la elección de asambleístas departamentales del pueblo indígena
originario campesino Yuracaré Mojeño y disponiendo se haga entrega de las credenciales
correspondientes a los ahora accionantes, así como la remisión de una copia de la Resolución
a la Asamblea Departamental de Santa Cruz. Sin embargo, éste ente desconociendo que la
Ley del Órgano Electoral Plurinacional dispone que las decisiones del Tribunal Supremo
Electoral, en materia electoral, son de cumplimiento obligatorio, no acató lo dispuesto por la
máxima instancia del Órgano Electoral Plurinacional, vulnerando una norma de carácter
público y obligatorio al no habilitar a los accionantes.
Debido a que la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, no adecuó su Estatuto a
la Constitución Política del Estado y por ende, no lo sujetó al control de constitucionalidad,
consiguientemente, no corresponde considerar la Ley Departamental 25, ni otra que hubiera
emitido dicha instancia, por lo que, la elección de cualquier representante del pueblo
Mojeño, sobre la base de la citada Ley, sería ilegal e inconstitucional.
Al haberse cometido actos y omisiones ilegales e indebidos, solicita se conceda la acción de
amparo constitucional solicitada y se disponga dar cumplimiento a lo dispuesto por el
Tribunal Supremo Electoral en la Resolución 063/2010, ratificada por la Resolución 077/210.
1.2.3. Informe de los demandados
Glauco Montero, abogado de la parte demandada, en audiencia señalo: El 4 de abril de 2010,
se llevó a cabo las elecciones departamentales y municipales, debiendo haberse elegido en el
departamento de Santa Cruz un total de 28 asambleístas: 15 asambleístas representantes de
las provincias de departamento y un asambleísta de cada uno de los cinco pueblos indígenas
oriundos del departamento autónomo de Santa Cruz, siendo estos Chiquitanos, Guaraní,
Guarayo, Ayoreo y Mojeño, conforme dispone el art. 60:IV de la Ley del Régimen Electoral
INDICE
Transitorio.
Sin embargo, los asambleístas departamentales del pueblo Mojeño, no fueron acreditados
ante la Asamblea Legislativa Departamental, en los tiempos señalados en la Ley Transitoria
para el Funcionamiento de las Entidades Territoriales Autónomas, de 24 de mayo de 2010; el
pleno de la Asamblea Legislativa Departamental aprobó la Resolución 05/2010, por la cual se
exigía a los órganos electorales, extiendan las credenciales a los asambleístas representantes
del pueblo indígena Mojeño.
Asimismo, mencionan que el 29 de noviembre de 2010, con la finalidad de reencausar el
proceso de elección del asambleísta representante del pueblo indígena Mojeño, se sancionó
promulgó y publicó la Ley Departamental 025 -Ley Especial de Régimen Electoral para el
pueblo Mojeño-, misma que tiene por objeto regular el procedimiento, desarrollo, vigilancia
y control del régimen electoral para la elección del asambleísta departamental representante
de dicho pueblo, para ocupar un curul en la Asamblea Legislativa Departamental de Santa
Cruz, en el periodo legislativo 2010 a 2015.
Indican, que el Tribunal Supremo Electoral, remitió mediante fax el oficio “SC-0392/2010” de
1 de diciembre, por el cual se ponía a conocimiento y fines pertinentes la Resolución
063/2010, aprobando la elección del pueblo indígena originario campesino Yuracaré Mojeño,
reconociendo como Asambleístas Departamentales éste pueblo, a los ahora accionantes,
disponiendo la remisión de una copia a la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz
a fin de su cumplimiento.
Señalan, que el 6 de diciembre de 2010, los ahora accionantes, concurrieron mediante oficio
ante la referida Asamblea, solicitando su habilitación y posesión como Asambleístas titular y
suplente, petición que fue derivada a la Comisión de Constitución y Gobierno, conforme a lo
estipulado por el art. 41 del Reglamento General de la Asamblea Legislativa Departamental.
En vigencia de la Ley Departamental 025, aprobada con anterioridad a la Resolución
063/2010 del Tribunal Supremo Electoral y al informe 23/2010 emitido por la Comisión de
Constitución y Gobierno, conforme a las competencias previstas en el art. 41 del Reglamento
General de la Asamblea Legislativa Departamental, el pleno de la Asamblea Departamental,
aprobó la Resolución 086/2010 en aprobación del informe 23/2010, rechazando la
Resolución 063/2010 emitida por el Tribunal Supremo Electoral, por ser contraria a la
Constitución Política del Estado y a las leyes y por tanto inaplicable en esa Asamblea,
instruyendo una sesión de conciliación con dicho órgano y disponiendo se deje en suspenso
la solicitud de acreditación de los ahora accionantes. De esa manera, mediante oficio
“OF.ALD 437/2010” el 17 de diciembre, se solicitó la sesión de conciliación a fin de definir ese
conflicto competencial; empero, el Órgano Electoral Plurinacional, mediante nota “TSE-PRESSC-0493/2010” de 21 de diciembre, dio respuesta a la propuesta señalando que como
autoridad jurisdiccional electoral no tiene facultad legal de participar en actos de
conciliación, que está reservada sólo a las partes del proceso, dando por concluido el proceso
INDICE
de conciliación y dejando expedita la vía para que el conflicto de competencia sea resuelto
por el Tribunal Constitucional Plurinacional.
Finalmente, indican que las respuestas formuladas por los indicados ciudadanos fueron
respondidos con los oficios 415/2010, 442/2010 y 025/2011.
I.2.4.Resolución del Tribunal de Garantías
La Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución
31/2011 de 17 de febrero, cursante de fs. 277 vta. a 280 vta., misma que concedió la tutela,
disponiendo que la Asamblea Legislativa Departamental proceda a la habilitación y posesión
de los asambleístas electos -ahora accionantes- conforme a las resoluciones y título emitido
por el Tribunal Supremo Electoral, y sea dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes de
dictado el fallo del Tribunal de garantías; y bajo el siguiente fundamento: Siendo que el único
facultado como ente regulador y organizador de los órganos del Estado, para el manejo de la
cosa pública es el Tribunal Supremo Electoral y el Tribunal Departamental Electoral, en ese
sentido “nos guste o no guste” (sic), la Resolución emanada por el Tribunal Supremo
Electoral es obligatoria, inapelable e irrevisable, por cuanto, ése Tribunal reconoció la
elección de los pueblos Yuracaré Mojeño recayendo en las personas de los ahora accionantes
y habiendo éstos agotado los recursos necesarios, al haber presentado las cartas a la
directiva de la Asamblea Legislativa Departamental para su posesión, misma que le fue
negada, con el argumento de que existe otro pueblo Mojeño y que ese curul pertenecería al
mismo, dicha directiva transgredió normas constitucionales, incurriendo en omisiones
indebidas.
I.3. Consideraciones de Sala
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto
de la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31
de diciembre de 2011, modificada por la Disposición Transitoria Segunda del Código Procesal
Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se
procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones
siguientes:
II.1. Mediante Resolución 042/2010 de 25 de marzo, la Corte -ahora Tribunal- Departamental
Electoral de Santa Cruz, resolvió rechazar la solicitud presentada por el Pueblo
INDICE
Yuracaré Mojeño sobre el procedimiento de elección de representante de su pueblo
indígena ante la Asamblea Legislativa Departamental (fs. 37 a 38).
II.2.
Por Resolución 0252/2010 de 24 de junio, el Tribunal Supremo Electoral, declaró
fundado el recurso de apelación contra la Resolución 042/2010, que revocó ésta
última, y dispuso ordenar a la Corte -ahora Tribunal- Departamental Electoral de
Santa Cruz, que continúe con la supervisión del procedimiento de elección mediante
normas y procedimientos propios de los asambleístas departamentales, un titular y
un suplente, por el pueblo “Yuracaré Mojeño o Mojeño” (sic), además de disponer
que se remita a la Asamblea Plurinacional un proyecto de ley que determine de
manera clara la existencia de la comunidad o nación y pueblo indígena originario
campesino Yuracaré Mojeño, a efectos de evitar situaciones parecidas a futuro, todo
esto, bajo los siguientes argumentos de relevancia: Se halla establecida la existencia
de las representaciones “COMUNIDAD YURACARÉ Y TRINITARIA EL PALLAR” (sic), así
como la asociación de productores denominada 'CENTRAL DE COMUNIDADES
INDÍGENAS DEL PUEBLO INDÍGENA MOJEÑO - “CCIPIM”' (sic), así como las
personerías jurídicas de ambas comunidades, la primera otorgada por Resolución
Prefectural 672/98 de 12 octubre de 1998, emitida por la Prefectura del
Departamento -ahora Gobierno Autónomo Departamental- de Santa Cruz, y la
segunda otorgada por la misma Prefectura, mediante Resolución 216/2007 de 9 de
mayo; situación que no permite al Órgano Electoral, determinar expresamente la
representatividad de una de las comunidades en desmedro de la otra. En el caso,
corresponde aplicar el art. 20 inc. c) del Reglamento a la Ley del Régimen Electoral
Transitorio, elevado a rango de Ley, a través de la Ley 002/2010 de 5 de febrero de
2010, que establece expresamente, que la Corte -ahora Tribunal- Departamental
Electoral admitirá el registro únicamente de un procedimiento o forma de
acreditación para que las distintas colectividades, como asunto interno que sólo a
ellas les atañe, se pongan de acuerdo en una única representación (fs. 41 a 44).
II.3.
Cursa Ley Departamental 25 referida a la “Ley Especial de Régimen Electoral para el
pueblo Mojeño” (sic), reconociendo en su art. 7 como pueblos indígenas oriundos del
departamento de Santa Cruz a los Chiquitanos, Guaraníes, Guarayos, Ayoreos y
Mojeño (fs. 50 a 54).
II.4.
La Resolución de 30 de noviembre de 2010, emitida por la Coordinadora de Pueblos
Étnicos de Santa Cruz (CPESC), resolvió rechazar la Ley 25, en su artículo quinto,
manifiestan estar movilizados para resolver el problema del escaño indígena
perteneciente al pueblo Yuracaré Mojeño e indican “sabemos que depende de
instancias de la Corte Electoral” (sic) (fs. 55 a 56).
II.5.
El Tribunal Supremo Electoral, mediante Resolución 063/2010, aprobó la elección de
Asambleístas Departamentales del pueblo indígena originario campesino Yuracaré
Mojeño, reconociendo a Rosmeri Gutiérrez Herbas de Galindo como Asambleísta
titular y a Roberto Carlos Cortéz Soria como Asambleísta suplente ante la Asamblea
INDICE
Legislativa Departamental de Santa Cruz, por la circunscripción especial indígena
campesina Yuracaré Mojeño, disponiendo que por Secretaría de Cámara del Tribunal
Supremo Electoral, se les extiendan credenciales a las dos autoridades electas, y se
remitan copias de la Resolución a la referida Asamblea, para fines de cumplimiento y
una copia a la Secretaría de Cámara del Tribunal Departamental Electoral de Santa
Cruz (fs. 57 a 62).
II.6.
Mediante nota de 6 de diciembre de 2010, los accionantes solicitaron al Presidente de
la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, su habilitación y juramento
como Asambleístas electos por el pueblo Yuracaré Mojeño. Asimismo, mediante
memorial de 8 de diciembre de 2010, ratificaron su solicitud de habilitación y
juramento, solicitando respuesta formal, escrita y pronta de su petición (fs. 63 a 64).
II.7.
El Informe “INF.CCG.ALD 23/2010”, emitido por la Presidenta, Vocal y Secretario de la
Comisión de Constitución y Gobierno de la Asamblea Legislativa Departamental de
Santa Cruz, con referencia a la solicitud de la Resolución 063/2010 emitida por el
Tribunal Supremo Electoral, recomendó se rechace el fallo antes mencionado, debido
a su inaplicabilidad, como una determinación de naturaleza jurídica electoral, que
contradice con los contenidos de la Constitución Política del Estado, Ley Marco de
Autonomías y Descentralizaciòn, Estatuto Autonómico del Departamento, Ley
Departamental 25, Ley de Régimen Electoral Transitorio y la Ley 002, al pretender
acreditar el curul de un pueblo Yuracaré Mojeño, “cuyas normas de sustento y
reconocimiento no existen dentro del marco jurídico constitucional, nacional y
departamental, que determina la conformación de la Asamblea Legislativa
Departamental de Santa Cruz” (sic) (fs. 65 a 75).
II.8.
Mediante Resolución 086/2010, emitida por la Asamblea Legislativa Departamental
de Santa Cruz, se resolvió aprobar el informe 23/2010 emanado por la Comisión de
Constitución y Gobierno de la Asamblea Legislativa Departamental, rechazar la
Resolución 063/2010, emitida por el Tribunal Supremo Electoral, promover los
recursos legales pertinentes a efecto de solucionar esa problemática competencial,
disponiendo que entre tanto se resuelva ésta divergencia, se deje en suspenso la
solicitud de acreditación de los accionantes (fs. 76 a 79).
II.9.
Por memorial de 20 de diciembre de 2010, los ahora accionantes, solicitaron al
Presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, se les extienda fotocopia
legalizada del informe “INF.CCG.ALD 23/2010” de 16 de diciembre y la Resolución
correspondiente aprobada el 17 de diciembre del mismo año (fs. 80).
II.10.Por nota “OF.ALD.N°442/2010” de 23 de diciembre, en respuesta al memorial anterior
señaló que: Se remite ante la bancada indígena, copias legalizadas del Informe de
Comisión de Constitución y Gobierno, “INF.CCG.ALD 23/2010” y de la Resolución
086/2010 de acuerdo a lo solicitado (fs.81).
INDICE
II.11.La Resolución 077/2010 de 20 de diciembre, emitida por el Tribunal Supremo Electoral,
resolvió declarar improcedente el recurso extraordinario de revisión de la Resolución
063/2010, promovido por Guillermo Montaño Vargas, en calidad de Presidente de la
Central de Comunidades Indígenas del Pueblo Indígena Mojeño, por ser
manifiestamente infundado. Asimismo, se ratifican en su integridad la Resolución
063/2010 y se dispuso remitir a conocimiento de la Asamblea Legislativa
Departamental de Santa Cruz, copia de ésta Resolución a efectos del cumplimiento de
la Resolución antes mencionada (fs. 82 a 88).
II.12.Por memorial presentado el 14 de enero de 2011, los accionantes, solicitaron al
Presidente y miembros de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, se
los habilite y se les tome juramento como asambleístas de la señalada Asamblea, por
la circunscripción especial indígena campesina Yuracaré Mojeño, en cumplimiento a la
Resolución 077/2010 (fs. 96 a 97 vta.).
II.13.De igual manera, los accionantes, mediante memoriales de 20 y 24 de enero de 2011,
presentaron y reiteraron solicitud a la misma autoridad, para que se les extienda
fotocopias legalizadas del acta de resolución de rechazo a la solicitud de habilitación y
juramento como asambleístas departamentales del Pueblo Yuracaré Mojeño, que se
habría emitido en la sesión de la Asamblea llevada a cabo el 19 de enero (fs. 100 a fs.
101 vta.).
II.14.El Informe de 24 de enero de 2011, emitido por el Asesor Legislativo Administrativo,
respecto a la solicitud de fotocopias, refiere a que la Asamblea Legislativa
Departamental de Santa Cruz, no elabora actas de las sesiones del plenario, que son
grabadas y archivadas en “Grabaciones Magnetofónicas”, en cumplimiento del
Reglamento General de ese Órgano Legislativo, si bien se emiten Resoluciones como
parte de los instrumentos de gestión de la Asamblea, después de haber efectuado la
revisión en archivos, se habría evidenciado que en la sesión correspondiente de 19 del
mismo mes y año, no se emitió Resolución alguna referente al rechazo de
Asambleístas. Sugiriendo dar a conocer éste informe a los solicitantes, aclarando que
la única resolución que se emitió referente a la habilitación de Asambleístas del
“pueblo Yuracaré” (sic), es la 063/2010, correspondiente a la sesión ordinaria
cincuenta y dos, llevada a cabo el 17 de diciembre de 2010, misma que no fue
solicitada. (fs. 103 a 104). Por nota “OF.ALD 025/2011” de 24 de enero, se adjuntó el
informe antes señalado, respondiendo a las solicitudes de 20 y 24 de enero de 2011
(fs. 105).
Asimismo, de fs. 208 a 210 vta., cursa memorial presentado el 17 de febrero de 2011,
por Rodolfo López Cuchui, como Asambleísta Departamental por el pueblo indígena
Chiquitano, ante el Tribunal de garantías, donde, entre otros fundamentos, hizo
conocer que como primer vocal y representante de la bancada indígena, no firmó
ninguna de las resoluciones de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz,
que se denuncian por los ahora accionantes, y que al contrario hace conocer los
INDICE
documentos presentados y las diligencias realizadas en apoyo y en procura de
integrar a los accionantes “hermanos Yuracaré. Mojeños” (sic), en el curul que les
corresponde dentro de la referida Asamblea, por lo cual, extraña que se le haya
demandado también a él, dentro la acción tutelar planteada.
II.15.Conforme a los datos que salen del sistema informático de gestión procesal del Tribunal
Constitucional Plurinacional, se tiene que el 10 de febrero de 2011, Alcides Villagómez
Ibáñez y María Arias de Paz, Presidente y Secretaria General, respectivamente, de la
Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, plantearon conflicto de
competencia ante éste Tribunal, solicitando se declare la incompetencia del Tribunal
Supremo Electoral y se deje sin efecto las Resoluciones 063/2010 y 077/2010;
declarando la competencia de la Asamblea Legislativa Departamental, para elaborar
la legislación de desarrollo de las competencias compartidas del régimen electoral
departamental. Conflicto de competencias que fue resuelto por la Comisión de
Admisión del Tribunal Constitucional Plurinacional, mediante AC 0071/2012-CA,
mediante el cual se rechazó el conflicto planteado, con los siguientes argumentos: 1)
Conforme a los arts. 12 y 205 de la CPE, se establece que el Tribunal Supremo
Electoral es parte del Órgano Electoral Plurinacional, que se constituye en un órgano
del poder público atribuciones y facultades que le confiere la Norma Suprema; y, 2)
Alcides Villagómez Ibáñez, interpuso el presente conflicto de competencia, en su
condición de Presidente de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, por
considerar que sus competencias compartidas están siendo invadidas por el Tribunal
Supremo Electoral; sin embargo, de la normativa constitucional precedentemente
citada, se colige que el Tribunal Supremo Electoral, al ser parte del Órgano Electoral
Plurinacional, de ninguna manera se puede asumir que sea parte del Gobierno
Plurinacional, menos una Entidad Territorial Autónoma; en consecuencia, el presente
conflicto de competencia, no se adecúa a lo previsto en el art. 121 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
En la presente acción tutelar los accionantes manifiestan que se vieron afectados en sus
derechos a la “seguridad jurídica”, a la petición, a la igualdad, a participar libremente en la
formación, ejercicio y control del poder político, por cuanto, pese a que el Tribunal Supremo
Electoral, mediante Resoluciones 063/2010 y 077/2010, dispuso y ratificó su habilitación
como Asambleístas Departamentales, por la circunscripción especial indígena originaria
campesina Yuracaré Mojeño, la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, les negó
sus solicitudes de habilitación y juramento como Asambleístas Departamentales electos, sin
dar respuesta formal y fundamentada a sus pedidos; además de emitir la Resolución
086/2010, que resolvió rechazar la Resolución 063/2010 emitida por el Tribunal Supremo
Electoral, con el fin de no posesionarlos en sus cargos. En consecuencia, corresponde
determinar, en revisión, si los extremos demandados son evidentes para conceder o denegar
la tutela solicitada.
INDICE
III.1.
Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional
La SC 1465/2011-R de 10 de octubre, indicó que: “La acción de amparo constitucional
consagrada por el art. 128 de la CPE, se instituye por la Ley Fundamental como una
acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la misma Constitución
Política del Estado y la ley.
De conformidad a la disposición constitucional citada y en aplicación y vigencia de la
Constitución Política del Estado, la acción de amparo constitucional es una acción de
defensa de todos los derechos fundamentales y garantías previstas en la Ley
Fundamental y en los Pactos y Tratados sobre derechos humanos ratificados por
nuestro Estado Plurinacional (art. 410 de la CPE), salvo los derechos a la libertad y a la
vida -cuando éste se encuentre vinculado a la libertad-, que está bajo la protección de
una acción especifica cómo es acción de libertad.
En este sentido la acción de amparo constitucional tiene carácter extraordinario, una
tramitación especial y sumaria; la inmediatez en la protección y no reconoce ningún
fuero, privilegio ni inmunidad con relación a las autoridades o personas demandadas”.
III.2. Con relación a los derechos supuestamente vulnerados
III.2.1.
Sobre el derecho a la petición
La SCP 0314/2012 de 18 de junio, haciendo mención a la SC 1068/2010-R de 23 de
agosto, refirió: “'La Constitución Política del Estado actual ha ubicado a este
derecho en el art. 24, dentro de la categoría de los derechos civiles, pues se
entiende que parten de la dignidad de las persona entendiendo que cuando se
aduzca el derecho de petición, la autoridad peticionada, ya sea dentro de cualquier
trámite o proceso, éste tiene el deber respecto al u otros individuos de responder en
el menor tiempo y de forma clara. En resumen las autoridades vulneran el derecho
de petición cuando: a) La respuesta no se pone en conocimiento del peticionario; b)
Se presenta la negativa de recibirla o se obstaculiza su presentación; c) Habiéndose
presentado la petición respetuosa, la autoridad no la responde dentro de un plazo
razonable; y, d) La solicitud no es atendida de manera clara, precisa, completa y
congruente con lo solicitado'”.
La SCP 0405/2012 de 22 de junio, refiriéndose a la SC 1930/2010-R de 25 de
octubre, indicó que: “'…es una facultad o potestad que tiene toda persona para
dirigirse, individual o colectivamente, ante las autoridades o funcionarios públicos,
lo que supone el derecho a obtener una pronta resolución, ya que sin la posibilidad
INDICE
de exigir una respuesta rápida y oportuna carecería de efectividad el derecho. En
consecuencia, el ejercicio del derecho supone que una vez planteada la petición,
cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el derecho de obtener
pronta resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición.
Sin embargo, el sentido de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso
en particular y, en esa medida podrá ser positiva o negativa'; y, el mismo se
vulnera: '…cuando la autoridad a quien se presenta una petición o solicitud, no la
atienda; es decir, no la tramita ni responde en un tiempo oportuno o en el plazo
previsto por Ley de forma que cubra las pretensiones del solicitante, ya sea
exponiendo las razones por las cuales no se la acepta, o dando curso a la misma,
con motivos sustentados legalmente o de manera razonable, sin que pueda tenerse
por violado el derecho de petición, al darse una respuesta en forma motivada, pues
el derecho de petición en su sentido esencial no implica necesariamente una
respuesta positiva, sino una respuesta oportuna y emitida en el término legal,
además de motivada'”.
III.2.2.
Con referencia al derecho a participar libremente en la formación y ejercicio del
poder político
Con relación al ejercicio y control del poder político, a la organización con fines de
participación política y al ejercicio de la función pública, la SCP 0567/2012 de 20 de
julio señaló lo siguiente: “La Asamblea Constituyente, dio lugar a un nuevo texto
constitucional de contenido eminentemente inclusivo y participativo, impronta
institucional que necesariamente debe plasmarse en la nueva arquitectura del
Estado Plurinacional de Bolivia, cuyo eje medular es la 'plurinacionalidad como
hecho fundante básico del Estado', cobrando vida a partir de los valores superiores
y principios dirigidos a alcanzar el Vivir Bien. La Constitución Política del Estado,
efectivamente es la manifestación plena de la voluntad popular, donde se
reconocen los derechos entendidos como fundamentales.
La participación de la sociedad civil en los asuntos de Estado, se encuentra
íntimamente ligada a la esencia de la democracia, su concurso no únicamente es
un derecho, es una necesidad comunitaria de acceso y control del poder político,
cuyo ejercicio en el nuevo orden constitucional es diverso.
La concurrencia de mecanismos de participación ciudadana en el ejercicio del poder
y en los asuntos públicos, tienden a acercar el Estado al pueblo, anteriormente visto
como un ente abstracto e intangible, compartiendo de ésta manera el ejercicio
mismo del poder, buscando en definitiva la satisfacción de las demandas sociales,
procurando el mantenimiento de la estabilidad y paz social, extremo únicamente
viable si existen altos niveles de participación popular, hecho que impulsó a que el
naciente orden constitucional, promueva el desarrollo de una democracia más
participativa, con una mayor intervención de los actores sociales y comunales. 'El
derecho a la participación en los asuntos públicos es aquel derecho fundamental
INDICE
que supone la exigencia de participación del pueblo en la gestión y resolución de los
asuntos públicos, ya sea en forma directa o a través de representantes libremente
elegidos. Es un derecho que es manifestación directa del poder soberano del
pueblo. Es un derecho que es manifestación soberana del pueblo'.
El derecho de participación política, se encuentra dentro de los Derechos Políticos
consagrados en el Título II, Capítulo Tercero, Sección II, art. 26.I de la CPE,
disponiendo que:
'Todas las ciudadanas y los ciudadanos tienen derecho a participar libremente en la
formación, ejercicio y control del poder político, directamente o por intermedio de
sus representantes, sea de manera individual o colectiva. La participación será
equitativa y en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres'.
Por su parte, el derecho a ejercer la función pública, se encuentra íntimamente
ligado al derecho a la ciudadanía, consagrado en el art. 144 de la CPE, derecho que
tiene doble dimensión, por cuanto por un lado consiste en el derecho de concurrir
como elector o como elegible y por otro, es el derecho al ejercicio de funciones en
los órganos de la administración pública, salvo las excepciones establecidas por ley,
sin más requisitos que los contenidos en el art. 234 de la Norma Suprema.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa
Rica, en su art. 23.1, ha señalado:
'Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades:
a) de participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio
de representantes libremente elegidos;
b) de votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por
sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de
la voluntad de los electores, y
c)
de tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas
de su país'.
III.2.1.Jurisprudencia respecto al ejercicio y control político y la función publica
La SC 0657/2007-R de 31 de julio, determinó que: '…derecho del recurrente a
ejercer el cargo para el que fue electo consagrado en el art. 40.2 de la CPE, que
dispone que la ciudadanía consiste «En el derecho a ejercer funciones públicas, sin
otro requisito que la idoneidad, salvo las excepciones establecidas por Ley»,
mandato que consagra la prerrogativa que tiene todo ciudadano, de poder ser
elegido o designado para el ejercicio de funciones públicas, previo cumplimiento de
INDICE
los requisitos y condiciones que califiquen su idoneidad, o de los procedimientos
democráticos electivos para el caso de servidores públicos electos; y que también
implica, una vez que se ejerce el cargo, el derecho a ejercer materialmente ese
cargo, no sólo como derecho constitucional, sino como una realidad fáctica que
satisfaga las necesidades económicas y laborales del ciudadano electo.
Además, la protección a dicho derecho implica que la persona esté en posibilidad
de cumplir una labor en condiciones dignas y justas. Por lo tanto, el impedir
desempeñarse a una persona en el cargo para el cual ha sido electa o designada, o
el alterarle de cualquier manera el correcto desarrollo de sus funciones, afectan
gravemente su derecho a ejercer esa función pública, y también el derecho al
trabajo; ya que éste consiste en: '…la potestad y facultad que tiene toda persona a
encontrar y mantener una ocupación que le permita asegurar su propia
subsistencia y la de aquellos colocados bajo su dependencia económica, en sí es la
facultad que tiene la persona para desarrollar cualquier actividad física o
intelectual tendiente a generar su sustento diario, así como el de su familia»'.
En lo que respecta al ejercicio de la función pública, el Tribunal Constitucional en la
SC 0980/2010-R de 17 de agosto, señaló que: 'El derecho a ejercer una función
pública se encuentra íntimamente ligado al derecho a la ciudadanía, que estaba
previsto en el art. 40 de la CPEabrg y que ahora en la Constitución vigente se
encuentra en el art. 144, normas en las que se establecen los dos elementos
constitutivos de la ciudadanía: en primer lugar consiste en el derecho de concurrir
como elector o como elegible a la formación y el segundo es el derecho al ejercicio
de funciones en los órganos del poder público; y como consecuencia de ello se
establece el derecho de ejercer las funciones públicas sin otro requisito que la
idoneidad, salvo las excepciones establecidas por ley'”.
III.3.
Sobre la legislación vigente en el ámbito constitucional y electoral
Con referencia al Tribunal Supremo Electoral, la Constitución Política del Estado
dispone:
“Artículo 12.
I. El Estado se organiza y estructura su poder público a través de los órganos
Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral. La organización del Estado está
fundamentada en la independencia, separación, coordinación y cooperación de
estos órganos.
II.Son funciones estatales la de Control, la de Defensa de la Sociedad y la de
Defensa del Estado.
III.Las funciones de los órganos públicos no pueden ser reunidas en
INDICE
un solo órgano ni son delegables entre si”.
Artículo 205.
“I.El Órgano Electoral Plurinacional está compuesto por:
1.El Tribunal Supremo Electoral
2.Los Tribunales Electorales Departamentales
3.Los Juzgados Electorales
4.Los Jurados de las Mesas de sufragio
5.Los Notarios Electorales
II.La jurisdicción, competencias y atribuciones del Órgano Electoral y de sus
diferentes niveles se definen, en esta Constitución y la ley”
Artículo 206.
“I. El Tribunal Supremo Electoral es el máximo nivel del Órgano Electoral, tiene
jurisdicción nacional.
Por su parte la Ley del Órgano Electoral Plurinacional señala:
Artículo 2.
“El Órgano Electoral Plurinacional es un órgano del poder público del Estado
Plurinacional y tiene igual jerarquía constitucional a la de los Órganos Legislativo,
Ejecutivo y Judicial. Se relaciona con estos órganos sobre la base de la
independencia, separación, coordinación y cooperación”.
Artículo 3.
“I. El Órgano Electoral Plurinacional está compuesto por:
1. El Tribunal Supremo Electoral;
2. Los Tribunales Electorales Departamentales;
3. Los Juzgados Electorales;
4. Los Jurados de las Mesas de Sufragio; y
5. Los Notarios Electorales…”
Artículo 5.
“La función electoral se ejerce de manera exclusiva por el Órgano Electoral
Plurinacional, en todo el territorio nacional y en los asientos electorales ubicados
en el exterior, a fin de garantizar el ejercicio pleno y complementario de la
democracia directa y participativa, la representativa y la comunitaria”.
INDICE
Artículo 11.
“I. El Tribunal Supremo Electoral, es el máximo nivel y autoridad del Órgano
Electoral Plurinacional, con jurisdicción y competencia en todo el territorio del
Estado Plurinacional y en los asientos electorales ubicados en el exterior.
II.
Las decisiones del Tribunal Supremo Electoral, en materia electoral, son de
cumplimiento obligatorio, inapelables e irrevisables, excepto en los asuntos
que correspondan al ámbito de la jurisdicción y competencia del Tribunal
Constitucional Plurinacional.”
La Ley de Régimen Electoral Transitorio, establece lo siguiente:
Artículo 2 (Alcance Legal).
“I. Esta Ley regula el procedimiento, desarrollo, vigilancia y control del proceso
electoral para la constitución de la Asamblea Legislativa Plurinacional, elección de
la Presidenta o Presidente, Vicepresidenta o Vicepresidente y autoridades
departamentales y municipales, en las elecciones del 6 de diciembre de 2009 y en
las elecciones del 4 de abril de 2010; además de los referendos autonómicos, la
elección de asambleístas departamentales y Consejeros Departamentales para los
fines establecidos en la presente ley”.
Artículo 17 (De las Desiciones de la Corte Nacional Electoral).
“Las decisiones de la Corte Nacional Electoral son de cumplimiento obligatorio,
irrevisables e inapelables, salvo los casos expresamente establecidos en la
Constitución y en la presente ley”.
III.4.
Análisis del caso concreto
Los accionantes manifiestan que pese a haber sido reconocidos por el Tribunal
Supremo Electoral, como Asambleístas electos de la Asamblea Legislativa
Departamental de Santa Cruz, por la circunscripción especial indígena campesina del
pueblo Yuracaré Mojeño, a través de las Resoluciones 063/2010 y 077/2010,
otorgándoles inclusive las credenciales respectivas, la referida Asamblea, mediante la
Resolución 086/2010, rechazó su solicitud de juramento y habilitación para ejercer el
cargo para el cual fueron electos, incurriendo en omisiones indebidas e ilegales que
afectan sus derechos a la “seguridad jurídica”, a la petición, a la igualdad, a participar
libremente en la formación, ejercicio y control del poder político.
Al respecto, de la revisión de obrados, se establece lo siguiente:
INDICE
Conforme a las Conclusiones II.1 y II.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se establece que el Tribunal Supremo Electoral, mediante Resolución
0252/2010 de 24 de junio, declaró fundado el recurso de apelación contra la
Resolución 042/2010, emitida por la Corte -ahora Tribunal- Departamental Electoral
de Santa Cruz, que inicialmente rechazó la solicitud del pueblo Yuracaré Mojeño,
sobre el procedimiento de elección de representante a la Asamblea Legislativa
Departamental de Santa Cruz, revocando ésa última Resolución, además de ordenar
al referido órgano electoral, que continúe con la supervisión del procedimiento de
elección, mediante normas y procedimientos propios, de los Asambleístas
Departamentales, un titular y un suplente, por el pueblo Yuracaré Mojeño o Mojeño,
bajo el fundamento de haberse establecido la existencia de las representaciones
“COMUNIDAD YURACARÉ Y TRINITARIA EL PALLAR” (sic), así como la asociación de
Productores denominada 'CENTRAL DE COMUNIDADES INDÍGENAS DEL PUEBLO
INDÍGENAS DEL PUEBLO INDÍGENA MOJEÑO - “CCIPIM”'(sic), con personerías jurídicas
propias, la primera otorgada por Resolución 672/98 de 12 octubre de 1998, emitida
por la Prefectura del Departamento -ahora Gobierno Autónomo Departamental- de
Santa Cruz, así como la segunda, mediante Resolución 216/2007 de 9 de mayo; por lo
que, a fin de evitar reconocer la representatividad de una de las comunidades en
desmedro de la otra, se aplicó el art. 20 inc. c) del Reglamento de la Ley de Régimen
Electoral Transitorio, elevada a rango de Ley mediante Ley 002 de 5 de febrero de
2010, que permite a la Corte -ahora Tribunal- Departamental Electoral, admitir el
registro de un procedimiento o forma de acreditación, para que las distintas
colectividades, se pongan de acuerdo en una única representación, como asunto
interno que sólo a éstas les atañe.
En ese sentido y en cumplimiento a la Resolución 0252/2010, conforme lo expuesto
en la Conclusión II.5 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se
establece que, como efecto de haberse desarrollado el proceso electoral respectivo
de los Asambleístas Departamentales, un titular y un suplente por el pueblo Yuracaré
Mojeño, el Tribunal Supremo Electoral mediante Resolución 063/2010, aprobó la
elección de los mismos, reconociendo a Rosmeri Gutiérrez Herbas de Galindo, como
Asambleísta titular, y a Roberto Carlos Cortez Soria, como Asambleísta suplente ante
la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, por la circunscripción especial
indígena campesina Yuracaré Mojeño, disponiendo extender a su favor las
credenciales respectivas como autoridades electas, además de remitir copias de la
Resolución mencionada a la referida Asamblea, para su cumplimiento.
Es así que, conforme se evidencia de la Conclusión II.6 del presente fallo, los hoy
accionantes, mediante escritos de 6 y 8 de diciembre de 2010, solicitaron a los -ahora
demandados- se proceda a su habilitación y juramento como Asambleístas
Departamentales electos por el pueblo indígena Yuracaré Mojeño, solicitudes sobre
las cuales, pese a pedir respuesta escrita y pronta, no se halla en obrados constancia
alguna de haber sido atendidas oportunamente.
INDICE
Posteriormente, como se refiere en las Conclusiones II.7 y II.8, la Asamblea Legislativa
Departamental de Santa Cruz mediante Resolución 086/2010, aprobó el informe
“INF.CCG.ALD 23/2010” de 16 de diciembre emanado por su Comisión de
Constitución y Gobierno, rechazando la Resolución 063/2010, que fue emitida por el
Tribunal Supremo Electoral, además de dejar en suspenso la solicitud de acreditación
de los ahora accionantes, hasta que se resuelva esa divergencia con el Tribunal
Supremo Electoral; decisión que se asumió en base a los argumentos del referido
informe, mismo que recomendó el rechazo de la Resolución citada, por una supuesta
inaplicabilidad, al calificarla como contradictoria a la Norma Suprema y a las leyes, y
por ser inexistente el pueblo Yuracaré Mojeño, deduciendo que no corresponde se les
otorgue un curul dentro de la referida Asamblea. Empero, como se señalo
anteriormente, en el ámbito electoral, esos aspectos ya fueron valorados y definidos
por el Tribunal Supremo Electoral mediante Resolución 0252/2010 de acuerdo a Ley
de Régimen Electoral Transitorio y la Ley 002.
Al respecto, de las Conclusiones II.9 y II.10 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se establece que los accionantes, al no ser atendidos sus pedidos para
que se los posesione y habilite en sus cargos respectivos, presentaron memorial el 20
de diciembre de 2010, ante la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz,
solicitando fotocopias legalizadas del informe “INF.CCG.ALD 23/2010” de 16 de
diciembre y de la Resolución 086/2010 de 17 de diciembre, solicitud sobre la cual la
citada Asamblea, emitió la nota “OF. ALD. 442/2010” en la que, sin atender
específicamente la petición indicada, refieren haber remitido a la bancada indígena,
las copias legalizadas del informe y Resolución requeridos, respuesta que no se
encuentra acorde a los lineamientos jurisprudenciales establecidos por este Tribunal
Constitucional Plurinacional en el Fundamento Jurídico III.2.1 del presente fallo, pues
en principio, la respuesta no fue otorgada de forma directa a los accionantes,
derivándose la misma a la Comisión de Constitución y Gobierno, además de
observarse que la misma no fue pronta ni oportuna.
Asimismo, conforme a las Conclusiones II.11 y 12 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se evidencia que ante la interposición de un recurso
extraordinario de revisión planteado por Guillermo Montaño Vargas contra la
Resolución 063/2010, el Tribunal Supremo Electoral, a través de Resolución 077/2010,
declaró improcedente el mismo, por ser manifiestamente infundado, además de
ratificar en su integridad la Resolución 063/2010 y disponer la remisión de la
Resolución 077/2010 ante la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, para
que se cumpla la Resolución impugnada. Como efecto de ello, los accionantes, el 14
de enero de 2011, reiteración su solicitud al mencionado ente legislativo, a objeto de
que se los posesione en los cargos para los cuales fueron electos.
De las Conclusiones II.13 y 14 del presente fallo, se establece que al no recibir
respuesta alguna a su solicitud de posesión mencionada, los ahora accionantes,
mediante memoriales presentados el 20 y 24 de enero de 2011, ante la Asamblea
INDICE
Legislativa Departamental de Santa Cruz, también solicitaron fotocopias legalizadas
de la resolución de rechazo a su última petición de habilitación y juramento, que se
habría emitido en sesión realizada el 19 de enero de 2011. Empero, sin que se haya
atendido la solicitud de posesión, mediante informe de 24 del referido mes y año, el
Asesor Legislativo Administrativo, sólo respecto a la solicitud de fotocopias citada,
refirió, que la mencionada Asamblea, no elabora actas de sesiones del plenario, y que
estas son grabadas y archivadas; además que después de haber efectuado la revisión
en archivos, habría verificado que en la sesión realizada el 19 de ese mes y año, no se
emitió Resolución alguna, aclarando que la única emitida referente a la habilitación
de Asambleístas del pueblo Yuracaré es la 063/2010, que corresponde a la sesión
ordinaria cincuenta y dos, realizada el 17 de diciembre de 2010.
También se pudo verificar, de acuerdo a la Conclusión II.15 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, que el 10 de febrero de 2011, la Asamblea Legislativa
Departamental de Santa Cruz, mediante su presidente, planteó conflicto de
competencia ante el Tribunal Constitucional -ahora Plurinacional-, solicitando se
declare la incompetencia del Tribunal Supremo Electoral y se deje sin efecto, las
Resoluciones 063/2010 y 077/2010; conflicto que fue resuelto por la Comisión de
Admisión de éste Tribunal, mediante AC 0071/2012-CA de 22 de febrero, por el cual
se rechazó el conflicto planteado, por no adecuarse a lo previsto en el art. 121 de la
LTCP, argumentando que de acuerdo a los arts. 12 y 205 de la CPE, el Tribunal
Supremo Electoral es parte del Órgano Electoral Plurinacional, con atribuciones y
facultades que le confiere la CPE; además no es posible que se considere, como lo
hizo el recurrente, que las competencias compartidas de la referida Asamblea puedan
ser invadidas por el Tribunal Supremo Electoral, toda vez, que conforme a la
normativa constitucional citada, se colige que el Tribunal Supremo Electoral, es parte
del Órgano Electoral Plurinacional y de ninguna manera se puede asumir que sea
parte del Gobierno Plurinacional, menos una entidad territorial autónoma.
De todo lo expuesto, se concluye lo siguiente:
El problema y el petitorio planteados por los accionantes, radican primordialmente en
que sus derechos a la petición y a participar libremente en la formación, ejercicio y
control del poder político, fueron vulnerados por la Asamblea Legislativa
Departamental de Santa Cruz, al omitir arbitrariamente el dar curso a su posesión
como Asambleístas electos por la circunscripción especial indígena campesina
Yuracaré Mojeño, pese a hallarse reconocidos y acreditados así por el Tribunal
Supremo Electoral, por lo cual piden que se disponga la nulidad de los actos y
resoluciones impugnadas, ordenando que el referido ente legislativo los habilite,
tome juramento y los posesione en los cargos a los que accedieron por elección.
Al respecto, conforme al Fundamento Jurídico III.3 del presente fallo, acorde al art.
206 de la CPE, así como los arts. 11 de la Ley del Órgano Electoral Plurinacional y 17
INDICE
de la Ley de Régimen Electoral Transitorio, se halla establecido que el Tribunal
Supremo Electoral es el máximo nivel del Órgano Electoral, con jurisdicción nacional,
siendo sus decisiones en materia electoral, de cumplimiento obligatorio por todo
órgano o gobierno autónomo del Estado, además de ser inapelables e irrevisables. En
ejercicio de las facultades otorgadas por la Constitución Política del Estado y las leyes
indicadas, el Tribunal Supremo Electoral dispuso, mediante Resolución 0252/2010,
que la Corte -ahora Tribunal- Departamental Electoral de Santa Cruz, continúe con la
elección de los asambleístas departamentales, un titular y un suplente, por el pueblo
Yuracaré Mojeño, posteriormente, conforme al resultado de las elecciones realizadas,
esa máxima instancia electoral, emitió también la Resolución 063/2010 de 30 de
noviembre que aprobó la elección de Rosmeri Gutiérrez Herbas de Galindo y Roberto
Carlos Cortez Soria, como Asambleístas Departamentales indígenas originarios
campesinos, titular y suplente respectivamente, por la circunscripción especial
indígena campesina Yuracaré Mojeño.
Se concluye también, que así constituido el derecho de ambos asambleístas, los
mismos solicitaron reiteradamente a la Asamblea Legislativa Departamental de Santa
Cruz, se proceda a su habilitación y juramento en los cargos públicos para los cuales
fueron electos, petición ante la cual, lo único que correspondía a esa Asamblea, era
posesionar formalmente a los -ahora accionantes- como asambleístas titular y
suplente, respectivamente, por la circunscripción especial indígena campesina
Yuracaré Mojeño, considerando que las determinaciones asumidas por el Tribunal
Supremo Electoral son irrevisables; empero, sin responder a sus solicitudes e
ignorando la legislación citada en el Fundamento Jurídico III.3 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, la citada Asamblea, mediante Resolución
086/2010, de forma arbitraria y sin fundamento legal válido, rechazó los efectos la
Resolución 063/2010, emitida por el Tribunal Supremo Electoral, dejando
expresamente en suspenso la solicitud de acreditación de los ahora accionantes,
hasta resolver una supuesta e inexistente divergencia con el referido Tribunal.
Es evidente, que la falta de fundamento legal, de la supuesta divergencia que se
mencionó, se halla demostrada con el resultado del conflicto de competencia, que
presentó el Presidente y Secretaria General de la Asamblea Legislativa Departamental
de Santa Cruz, ante el Tribunal Constitucional Plurinacional, pidiendo que se declare la
incompetencia del Tribunal Supremo Electoral y se deje sin efecto las Resoluciones
063/2010 y 077/2010; conflicto que resuelto por la Comisión de Admisión del Tribunal
Constitucional Plurinacional, mediante AC 0071/2012-CA de 22 de febrero, fue
rechazado, por no adecuarse a la previsión del art. 121 de la LTCP, dejando
claramente establecido que conforme los arts. 12 y 205 de la CPE, el Tribunal
Supremo Electoral es parte del Órgano Electoral Plurinacional, con atribuciones y
facultades que le confiere la Norma Suprema; por lo que, no es posible que se
considere que las competencias compartidas de la Asamblea Legislativa
Departamental de Santa Cruz puedan ser invadidas por el Tribunal Supremo Electoral,
toda vez, que éste último, como máxima instancia del Órgano Electoral Plurinacional,
no es parte del gobierno plurinacional y menos una entidad territorial autónoma.
INDICE
Asimismo, conforme a los antecedentes del caso, se establece que la Asamblea
Legislativa Departamental de Santa Cruz, persistió en la arbitrariedad, de no
posesionar a los ahora accionantes como Asambleístas electos, pese a conocer
oficialmente que la Resolución 063/2010, fue ratificada en su integridad por el
Tribunal Supremo Electoral mediante Resolución 077/2010, como efecto de haberse
declarado improcedente un recurso extraordinario de revisión, que fue planteado por
un tercero; coetáneamente también se advierte que la mencionada Asamblea
persistió también en no atender, ni dar respuesta oficial a las solicitudes posteriores
de los accionantes, para que se proceda a su posesión. En consecuencia, resulta
evidente que las autoridades ahora demandadas incurrieron en actos y omisiones
indebidas, que vulneraron los derechos de los accionantes a la petición y a participar
libremente en la formación, ejercicio y control del poder político, entendidos
conforme a los Fundamentos Jurídicos III.2.1 y III.2.2 del presente fallo, pues de
manera ilegal y pretendiendo desconocer decisiones de la máxima instancia del
Órgano Electoral, asumidas en el marco de sus competencias y conforme a la
legislación vigente, impidieron a los ahora accionantes ejercer sus funciones como
asambleístas departamentales por la circunscripción especial indígena campesina
Yuracaré Mojeño.
Con relación al principio de seguridad jurídica que se denuncia también como
vulnerado por los accionantes, no corresponde tutelar el mismo a través de la acción
de amparo constitucional, por hallarse esta acción tutelar destinada a proteger
derechos constitucionales y no así principios, conforme se refiere en el Fundamento
Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En cuanto a la conculcación del derecho a la igualdad, referido de igual manera como
vulnerado por los accionantes, no corresponde otorgar la tutela, al no haberse
realizado en el planteamiento de la presente acción tutelar, ninguna fundamentación
ni acreditación probatoria, que evidencie la lesión a ese derecho.
En consecuencia, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones del art. 128
de la CPE, sin embargo, si bien correspondía otorgar la tutela solicitada, el Tribunal de
garantías, al conceder la acción de amparo constitucional por todos los derechos reclamados,
efectuó una parcial compulsa de los antecedentes procesales, pues no estableció la
especificación de los derechos y principios efectivamente vulnerados, como desarrolló éste
Tribunal en el análisis del caso concreto del presente fallo.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo
previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve:
APROBAR en parte la Resolución 31/2011 de 17 de febrero, cursante de fs. 277 vta. a 280
vta., pronunciada por la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz, y en consecuencia dispone:
INDICE
1° CONCEDER la tutela solicitada, con relación a los derechos de petición y a participar
libremente en la formación, ejercicio y control del poder político, con los mismos efectos
dispuestos por el Tribunal de garantías; y.
2° DENEGAR, la tutela con relación al derecho a la igualdad y al principio de “seguridad
jurídica”.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar
MAGISTRADA
Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
MAGISTRADO
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0828/2012
Sucre, 20 de agosto de 2012
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente:
Departamento:
00976-2012-02-AAC
La Paz
En revisión la Resolución 069/2012 de 23 de mayo, cursante de fs. 120 a 122, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Primitivo Lucio Caravedo
representante de la Comunidad Santiago de Sura Sura contra Pedro Espinoza Mamani,
Presidente; Daniel Cos Callisaya, Roxana Soria de García, Caty Cauna Villasante y Julio
Huacatati Valencia, miembros del Consejo Municipal de Coroico; provincia Nor Yungas del
departamento de La Paz; y, Pascual Machaca, Secretario General del Sindicato Agrario La
Glorieta.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial de 14 de mayo de 2012, cursante de fs. 72 a 77, el accionante expresa
los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En su calidad de Secretario General de la Comunidad Santiago de Sura Sura, del cantón
Mururata, Primera Sección Municipal de Coroico, provincia Nor Yungas del departamento de
La Paz, en representación de su Comunidad y en instalaciones de la Alcaldía Municipal de
Coroico, el 2 de diciembre de 2010, suscribió un Acta de Entendimiento, con los concejales, la
Federación Sindical Única Tupac Katari, representantes de la Gobernación de La Paz, el
Defensor del Pueblo, el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), la Asamblea
Permanente de Derechos Humanos (APDH) y representantes de la Comunidad La Glorieta;
para que la Comunidad de Sura Sura proceda a tramitar su personalidad jurídica, y para que
ambas comunidades soliciten proceso de saneamiento al INRA.
En virtud a ese acuerdo, la Comunidad de Sura Sura obtuvo la calidad de Organización Territorial
de Base (OTB), siendo por ello que de conformidad con las normas del art. 7 del Decreto
Supremo (DS) 23858 de 9 de septiembre de 1994, se iniciaron los trámites ante el Concejo
Municipal de Coroico, emitiéndose la Ordenanza Municipal (OM) 024/2011 de 9 de septiembre,
que resolvió autorizar el registro de la Personalidad Jurídica del Sindicato Agrario de la
Comunidad de Santiago de Sura Sura; habiéndose cumplido con todos los requisitos exigidos, de
conformidad con el art. 300.12 de la Constitución Política del Estado (CPE), mediante Resolución
INDICE
1160/2011 de 14 de diciembre, la Gobernación del departamento de La Paz, dispuso otorgar
personalidad jurídica a favor de la comunidad solicitante.
Afirma que no obstante haberse concluido con el trámite, en forma posterior y a solicitud de
la Comunidad La Glorieta, el Concejo Municipal de Coroico, sancionó la OM 009/2012 de 8 de
marzo, instrumento jurídico que resolvió abrogar su similar 024/2011 dejando sin efecto el
Registro de la Personalidad Jurídica de la Comunidad Santiago de Sura Sura; restringiendo su
derecho a la asociación sindical, consagrada por las normas del art. 51.IV de la CPE.
Informa que interpuso recurso de reconsideración de la lesiva Ordenanza, el cual fue
respondido por la nota CITE: HCM 164/2012 de 20 de abril, en la que se afirmó que para la
abrogatoria de la OM 024/2011, se valoró el informe de 2 de diciembre de 2011, emitido por
el Secretario General de la Central Agraria Coroico, quien informó que la Comunidad de
Santiago de Sura Sura no estaría afiliada a la sub Central de Suapi; lo que no es evidente,
puesto que dicha Comunidad se afilió el 24 de mayo de 2009, a la Sub Central Suapi,
conforme consta en acta expresa levantada al efecto y presentada como prueba, por lo que
además es a esta Sub Central a la que le correspondía certificar sobre sus afiliados.
Otro de los argumentos informados para la abrogatoria de la OM 024/2011; es el supuesto
incumplimiento del Acta de Entendimiento por parte suya, acusándoseles de no haber
procedido al proceso de saneamiento de tierras, lo que no es posible por el requisito
impuesto por el art. 75 del Reglamento de la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria
(LSNRA), que manda tener personalidad jurídica para ser sujetos de ese proceso.
Concluye los argumentos afirmando que las normas del art. 14.III de la CPE, ordenan al
Estado garantizar a todas las personas y colectividades, sin discriminación, el libre y eficaz
ejercicio de los derechos fundamentales y que los mandatos del art. 21.4 de la misma Ley
Fundamental consagran la libertad de asociación de la misma forma que el art. 51.IV del
documento constitutivo del Estado Plurinacional de Bolivia.
I.1.2. Derechos y garantías vulnerados
El accionante señala como lesionados el derecho a la libertad de asociación, citando al efecto
los arts. 21.4 y 51.IV de la CPE.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se disponga la restitución a plena vigencia de la OM 024/2011,
anulándose la OM 009/2012.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 23 de mayo de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
116 a 119 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
INDICE
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El abogado del accionante ratificó los argumentos del memorial de demanda; y ampliándolo
manifestó que se organizaron en una nueva OTB, para poder acceder a los servicios básicos,
como lo demuestran las peticiones efectuadas al Directorio del Sindicato agrario La Glorieta;
y que existe el desmentido por parte del señor Pedro Maheñego, quien aclaró ante el
Concejo Municipal de Coroico, que Pedro Sacaticona le hizo firmar un documento en blanco,
que utilizó para pedir la anulación de la OM 024/2011.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
Los coaccionados Pedro Espinoza Mamani y Daniel Cos Callisaya, mediante nota CITE: HCMC
195/2012 de 23 de mayo de 2012 (fs. 81 a 86), ampliado en audiencia; informaron lo
siguiente: a) Durante la gestión 2009 ya fue solicitada la personalidad jurídica de la
Comunidad de Santiago de Sura Sura, pero según Resolución Administrativa (RA) Sub
Prefectural 08/2009 de 23 de junio, esa entidad dejó sin efecto un anterior instrumento
similar 002/2009 de 10 de marzo, por la inexistencia de la OM 37-B/2008 de 9 de diciembre;
b) Mediante la OM 024/2011, se otorgó personalidad jurídica a la Comunidad Santiago de
Sura Sura, lo que fue cuestionado por la Comunidad de La Glorieta, que en fecha 11 de
noviembre de 2011, solicitaron la paralización del trámite a que dio lugar, ya que existiría
conflictos territoriales entre ambas Organizaciones Territoriales de Base (OTBs); c) Existiendo
ese conflicto, en diferentes oportunidades se intentó arribar a una solución, siendo uno de
ellos, el Acta de Entendimiento de 2 de diciembre de 2010, tal como explicó el demandante;
d) Habiéndose comprometido la comunidad demandante al saneamiento de tierras, no
honraron esa obligación, por lo que incumplieron el requisito contenido en las normas del
art. 8 del DS 23858 de 9 de septiembre de 1994, que exige delimitar el ámbito territorial de la
OTB, por lo que la Comisión Tierra y Territorio recomendó la abrogación la OM 024/2011; e)
Las normas del art. 10 del DS 23858, determinan que se emitirá resolución denegatoria,
cuando dos organizaciones se disputen la representación de un mismo ámbito territorial; f)
Actuaron para evitar enfrentamientos entre los pobladores; g) No agotaron las vías
ordinarias antes de interponer la presente acción, pues conforme al art. 11.4 del referido
Decreto Supremo, debe acudir a la vía ordinaria; y, h) No hicieron entrega formal de la OM
024/2011, por lo que ignoran como se procedió a la tramitación ante la Gobernación
Departamental de la personalidad jurídica de la Comunidad de Santiago de Sura Sura.
Finalizan solicitando la vigencia de la OM 009/2012.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Pascual Machaca, en representación de la Comunidad La Glorieta, por medio de su abogado
y en audiencia, manifestó lo siguiente: 1) Mediante Resolución Suprema (RS) 06/1997 ha sido
reconocida la personalidad jurídica de la Comunidad de La Glorieta, siendo por ello y otros
motivos que se oponen a la personalidad jurídica de la Comunidad de Santiago de Sura Sura,
pues conforme a certificación emitida por la Central Agraria de Coroico, no existe comunidad
INDICE
con ese nombre afiliada a este ente sindical; informe coincidente con el evacuado por la Sub
Central de Suapi; 2) existen problemas de limitación de territorios, conforme el informe del
Instituto Geográfico Militar, mientras que el plano presentado por ellos no es legal; y, 3)
Existe un convenio de 18 de septiembre de 2008, suscrito entre varios Ministros de Estado,
Viceministros, representantes del Consejo de Federaciones Campesinas, de la Asociación
Departamental de Productores de Coca de La Paz (ADEPCOCA), federaciones provinciales,
centrales agrarias y las regionales productoras de coca, que posibilitan denunciar la creación
irregular de nuevas comunidades en el área de tradicional de cultivo de hoja de coca; luego,
la Resolución 009 de la Asociación antes referida, asumió esa determinación asumida para
evitar la creación de nuevas comunidades, para no dividir a la familia cocalera; convenio que
piden sea aplicado conforme al art. 410 de la CPE. Finaliza solicitando que se declare
improcedente la acción de amparo constitucional.
I.2.5. Resolución
El Juez de Partido Mixto y Sentencia Penal de Coroico de la provincia Nor Yungas del
departamento de La Paz, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución 069/2012 de
23 de mayo, cursante de fs. 120 a 122, denegó la tutela solicitada; con el argumento de no
haberse agotado el trámite administrativo de delimitación de territorios entre las
comunidades en disputa, aplicando por ello el principio de subsidiariedad.
II. CONCLUSIONES
Del atento análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las
siguientes conclusiones:
II.1.
En magno ampliado de la Central Agraria de Trabajadores Campesinos de Coroico, de 6
de diciembre de 2008, esa entidad ratificó, reconoció y certificó la inscripción y
reconocimiento del nuevo Sindicato Agrario de la Comunidad de Santiago de Sura Sura
(fs. 19).
II.2.
Existe acta de reunión ordinaria de la Sub Central de Suapi de 24 de mayo de 2009,
evento en el cual, por mayoría de votos de los secretarios generales, se inscribió a la
Comunidad Santiago de Sura Sura, como miembro de la Sub Central Suapi (fs. 11 a 13).
II.3.
El 2 de diciembre de 2010, los Concejales, los dirigentes de la Federación Sindical Única
Tupak Katari, representantes de la Gobernación de La Paz, del Defensor del Pueblo, del
INRA y de las comunidades de La Glorieta y de Santiago de Sura Sura, suscribieron un
“Acta de Reunión” (sic); que exterioriza el acuerdo de permitir a la Comunidad de
Santiago de Sura Sura tramitar su personería jurídica (fs. 3 a 4).
II.4.
Por medio de certificación emitida el 17 de diciembre de 2010, la Federación Provincial
Única de Trabajadores Campesinos de Nor Yungas, certificó que la Comunidad de
Santiago de Sura Sura se encuentra afiliada a esa organización sindical (fs. 17). Similar
INDICE
certificación fue emitida el 3 de diciembre de 2010, por la Federación Departamental
Única de Trabajadores Campesinos de La Paz Tupac Katari, informando además del
registro en la partida 556, folio 116 de la Comunidad Santiago de Sura Sura (fs. 18).
II.5.
Mediante la OM 024/2011 de 9 de septiembre, el Concejo Municipal de Coroico
resolvió autorizar el registro de personalidad jurídica del Sindicato Agrario de la
Comunidad de Santiago de Sura Sura, manifestando haberse cumplido los requisitos
exigidos por ley (fs. 26 y 27).
II.6.
Según la RA Departamental 1160/2011 de 14 de diciembre, el Gobernador del
Departamento de La Paz, resolvió otorgar personalidad jurídica al Sindicato Agrario de
la Comunidad Santiago de Sura Sura (fs. 29 a 30); emitiéndose el certificado
correspondiente el 15 de diciembre (fs. 28).
II.7.
El 8 de marzo de 2012, por medio de OM 009/2012 el Concejo Municipal de Coroico
determinó abrogar la OM 024/11, por incumplimiento del acuerdo de 2 de diciembre
de 2010 (fs. 54 y 55).
II.8.
Por medio de memorial presentado el 23 de marzo de 2012, el representante de la
Comunidad de Santiago de Sura Sura, solicitó la reconsideración de la OM 009/2012
(fs. 56 a 58); petición reiterada por escrito presentado el 16 de abril de 2012 (fs. 59).
II.9.
El 20 de abril de 2012, por medio de nota CITE: HCMC 164/2012, el Concejo Municipal
de Coroico comunicó a la Comunidad ahora representada, que su petición de
reconsideración ha sido rechazada (fs. 60 a 61).
III.
FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega que las autoridades demandadas lesionaron el derecho a la libertad de
asociación, citando al efecto los arts. 21.4 y 51.IV de la CPE, ya que luego de emitir
Ordenanza Municipal para el registro de la personería jurídica del Sindicato Agrario Santiago
de Sura Sura, y que ésta les fue extendida por la Gobernación de La Paz, luego procedieron a
emitir una nueva, abrogando la primera, que provoca la reversión de un derecho ya
concedido. En consecuencia, en revisión de la Resolución dictada por el Juez de garantías,
corresponde dilucidar si tales extremos son evidentes y si constituyen actos ilegales lesivos
de los derechos fundamentales o garantías constitucionales de los accionantes, a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1.
Antes de ingresar a analizar los argumentos del accionante, corresponde explicar a los
ahora demandados que en el presente caso no se ha incumplido el principio de
subsidiariedad que provoque la improcedencia de la tutela solicitada, ya que la vía
ordinaria a que hacen referencia no es un medio idóneo para la protección inmediata
de los derechos reclamados por la parte accionante.
INDICE
En ese orden de ideas, conviene recordar que los demandados refieren a las normas
del art. 11.4 del DS 23858; pues bien, esas normas en su contexto normativo previsto
por los arts. 10 y 11 del citado Decreto Supremo, establecen los siguientes supuestos:
“ARTICULO 9. (Procedimiento para el registro)
I. El Gobierno Municipal una vez conocida la solicitud de registro, tendrá un plazo de
15 días para darle publicidad. Para el efecto, la solicitud será fijada en la puerta
principal del Gobierno Municipal y en lugares visibles de la comunidad o barrio
respectivo por un lapso de 15 días. Vencido este término, dentro de los 10 días
hábiles siguientes, el Concejo Municipal respectivo emitirá la correspondiente
resolución, que podrá ser afirmativa o denegatoria de la solicitud….
Artículo 10. (Resolución municipal denegatoria)
La resolución municipal denegatoria procederá en los siguientes casos:
a) Cuando dos o más organizaciones se disputen la representación en un mismo
ámbito territorial.
b) Cuando dos o más personas se disputen la representación de la organización
solicitante.
c) Cuando los documentos acompañados a la solicitud, no observen lo establecido en
el artículo 7º del presente reglamento. En este caso, la organización solicitante,
una vez rectificadas o subsanadas las observaciones continuará el procedimiento
establecido en este reglamento.
Artículo 11. (Solución del conflicto)
I. En los casos señalados en los inc. a) y b) del artículo anterior, el conflicto deberá
ser solucionado mediante consenso o según sus usos, costumbres o normas
estatutarias en las propias organizaciones en conflicto, ya sea por voto de los
comunarios o vecinos, por decisión de fusión de las organizaciones en
controversia, por arbitraje de su asociación superior u otras formas establecidas
por la comunidad, en un plazo máximo de 30 días de conocido el conflicto por el
Gobierno Municipal.
II. Agotado este proceso y persistiendo el conflicto, el Concejo Municipal
competente, pasado el término fijado, convocará a las partes llamándolas a una
solución consensuada, aplicando el plazo de la distancia establecido en el artículo
146 del Código de Procedimiento Civil, según corresponda.
III. En caso de no llegar a una solución consensuada, dentro de los diez días de
convocadas las partes por la autoridad municipal competente, el Concejo
Municipal estudiará los documentos acompañados, verificando el cumplimiento
de lo establecido en los artículos 7º y 8° del presente reglamento, y resolverá
dentro de los diez días hábiles siguientes.
IV. La Resolución Municipal no admitirá ningún otro recurso administrativo,
quedando abierta la vía legal ordinaria.”
INDICE
Ahora bien, de la lectura de las normas descritas, se tiene que la solicitud de registro
de personalidad jurídica que efectúa una OTB, podrá ser aceptada o denegada,
conforme al cumplimiento o no de los requisitos exigidos para el acceso a ese
derecho, según posibilita el art. 10 del DS 23858.
En ese orden de ideas, dado el caso de denegatoria, motivada en conflictos
territoriales o de representación, incs. a) y b) del art. 10 DS 23858, el problema debe
ser resuelto conforme a las previsiones del art. 11 del mismo Decreto, que obliga a
tres etapas, una primera de conciliación entre partes y ante sus entes superiores; la
segunda, etapa de mediación del Concejo Municipal respectivo, el que emitirá
resolución que dirima el conflicto; y una tercera etapa, prevista para la impugnación
de la resolución emanada del referido Concejo; vale decir que la impugnación a que
se refiere la última parte del art. 11.IV se refiere a la resolución municipal que se
emite luego del procedimiento seguido por el Concejo Municipal, no para cualquier
otra resolución que emita el órgano legislativo municipal.
Explicando la afirmación anterior, la vía procesal de resolución de conflictos de
representación o territoriales que se originen en la solicitud de registro de
personalidad jurídica de una OTB, se abre en ocasión de la petición de registro de una
nueva OTB, y puede ser ejercida por los Concejos Municipales, para resolver los
conflictos referidos a la representación o al territorio referidos a la nueva OTB; ello
sujeta esta atribución al principio de oportunidad, vale decir que sólo se puede hacer
uso de la potestad concedida a los Concejos Municipales, cuando se efectiviza una
petición de registro de OTB; oportunidad en la que se resolverá los conflictos
territoriales o de representación existentes; pasada esa etapa, la potestad precluye,
por la razonable necesidad de otorgar firmeza a la resolución municipal, misma que
sólo podrá ser reclamada en proceso ordinario posterior, llevado a cabo entre las
partes en conflicto.
Ahora bien, cuando las normas del art. 11.IV del DS 23858 se refieren a la vía legal
ordinaria, como adecuada para la impugnación de la resolución municipal, asume
todos los antecedentes materiales y formales que asisten a esa etapa de la
controversia en la OTB; vale decir, toma en cuenta que la resolución municipal ha sido
emitida para resolver un problema emergente de dos situaciones, conflicto territorial
o de representación, ningún otro tipo de evento adicional; luego, asume que esos dos
tipos de contrariedades, son entre dos o más personas particulares; por tanto, de no
estar acordes o alguno de ellos no aceptar la decisión municipal, le queda la vía
ordinaria para resolver el conflicto de territorio, o la tensión en la representación que
genera controversia.
Como ha sido expuesto, la vía ordinaria aludida por el art. 11.IV del DS 23858, como
no podía ser de otra manera, es para solucionar el conflicto entre los miembros de la
OTB discordes por razones de territorio o de representación; más no es adecuada
para que una OTB, que ya tiene personalidad jurídica reconocida, impugne la decisión
INDICE
de revocar esa personería, pues para cuestionar resoluciones municipales u otras
emergentes de la voluntad administrativa, la vía ordinaria no es competente, ya que
sólo es apta para resolver controversias entre particulares.
En el caso presente, se impugna la OM 009/2012 de 8 de marzo, y no se plantea un
problema entre los miembros de la OTB Santiago de Sura Sura, por ello la vía
ordinaria no es la adecuada para resolverla, por lo tanto, no es una vía que no se
hubiera utilizado, para dar lugar a la improcedencia de la acción de amparo
constitucional por subsidiariedad, debiendo analizarse los argumentos del accionante.
III.2.
Ahora bien, ingresando al fondo del asunto denunciado; es necesario conocer la línea
jurisprudencial trazada por la jurisdicción constitucional, respecto a la revocación de
actos administrativos por parte del propio órgano de gobierno que lo emitió; y
también analizar la naturaleza del derecho a la organización política, proclamado por
las normas del art. 26.II.1 de la CPE.
A ese efecto, es necesario referirse de forma previa a los antecedentes que informan
a la norma constitutiva de nuestro Estado Plurinacional, respecto a la organización
política de sus habitantes.
En esa retrospectiva, se tiene que mediante la Ley de Participación Popular, ahora
abrogada, el Estado desarrolló a favor de sus habitantes el derecho a la organización
política en nuevos ámbitos, superando la dependencia de los partidos políticos como
única vía de encauce de la participación política de los ciudadanos; para lograr ese
efecto, el art. 2 inc. a) de la Ley de Participación Popular (LPP), reconoció personalidad
jurídica a las OTBs, para por medio de esa organización garantizar la participación de
las personas en la vida jurídica, política y económica del país. Normas que aunque
abrogadas, por su trascendencia son necesarios antecedentes del desarrollo de la
participación y organización política en nuestro país.
En ese ámbito informador, proyectando la trascendencia de la filosofía de la Ley de
Participación Popular, tenemos que las normas del art. 146.1 de la Ley de
Municipalidades (LM), a tiempo de estipular los derechos de los habitantes de la
jurisdicción municipal, disponen que el primero de ellos es: “Asociarse en
Organizaciones Territoriales de Base: Comunidades Campesinas, Comunidades
Indígenas, Pueblos Indígenas y Juntas Vecinales”; luego, desarrollando el derecho
primario del control social y la participación popular, en el art. 149 de la LM, ahora
derogado, se establecieron las características de esa organización y el reconocimiento
de la personalidad jurídica de los entes territoriales:
De esas normas informadoras de la Constitución Política del Estado, se infiere que
existen en Bolivia OTBs, mismas que se constituyen en mecanismos de participación
en la vida jurídica, política y económica de nuestro país, por lo que esas instituciones
encontraron reverberación en la nueva Constitución Política del Estado.
INDICE
Así, tenemos que el sistema democrático boliviano, por mandato de las normas del
art. 11 de la CPE, es participativo, representativo y comunitario; lo que implica la
progresión hacia un estado en el que los ciudadanos tienen activa participación en la
toma de acciones políticas, en el impulso de decisiones normativas, así como en el
control del ejercicio del poder político y el manejo de los recursos públicos;
participación que encontró dinamismo en el ámbito municipal.
De la misma forma en que la participación política encontró nuevos cauces a partir de
la Ley de Participación Popular, el control ciudadano fue también proyectado como
elemento de los derechos políticos desde la vigencia de la misma Ley.
De lo anteriormente expuesto, se concluye que los elementos participar, fiscalizar y
controlar del derecho a la participación política, tiene como precursor normativo la
Ley de Participación Popular.
Ahora bien, el sistema incorporado por la Ley de Participación Popular para
materializar la participación y el control por parte de la ciudadanía, fue el
reconocimiento de la organización territorial de los ciudadanos en OTBs, asumiendo
ésta como la unidad política primaria; así, las normas del art. 1.I del DS 23858, las
conceptualiza de la siguiente manera:
“A los efectos de la Ley 1551 de Participación Popular, se entiende por Organización
Territorial de Base, la unidad básica de carácter comunitario o vecinal que ocupa un
espacio territorial determinado, comprende una población sin diferenciación de grado
de instrucción, ocupación, edad, sexo o religión y guarda una relación principal con los
órganos públicos del Estado a través del Gobierno Municipal de la jurisdicción donde
está ubicada.”
De la normativa precedente, se concluye que una OTB, es la unidad poblacional
básica, asentada en un territorio con fines de relacionar con el Estado a su población;
teniendo personería jurídica inmanente; es decir, se reconoce su carácter jurídico sin
necesidad de otro trámite que no sea su reconocimiento, así lo prescribía el art. 149
de la LPP (ahora derogado).
“Artículo 149º. (Reconocimiento, Registro o Certificación de las OTB´s).
El reconocimiento, registro o certificación de la personalidad jurídica de las
Organizaciones Territoriales de Base y de las Asociaciones Comunitarias, se regirá por
lo dispuesto en la Ley de Participación Popular y sus Decretos Reglamentarios.”
En síntesis, la Ley de Participación Popular es un elemento indispensable a tiempo de
encontrar el contenido material de los derechos a la participación política, lo que
haremos a continuación.
INDICE
III.3.
Las normas previstas por el art. 26 de la CPE, consagran el derecho a la participación
política, disponiendo lo siguiente:
“Artículo 26.
I. Todas las ciudadanas y los ciudadanos tienen derecho a participar libremente en
la formación, ejercicio y control del poder político, directamente o por medio de
sus representantes, y de manera individual o colectiva. La participación será
equitativa y en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres.
II. El derecho a la participación comprende:
1.
La organización con fines de participación política, conforme a la
Constitución y a la ley.
2.
El sufragio, mediante voto igual, universal, directo, individual, secreto, libre y
obligatorio, escrutado públicamente. El sufragio se ejercerá a partir de los
dieciocho años cumplidos.
3.
Donde se practique la democracia comunitaria, los procesos electorales se
ejercerán según normas y procedimientos propios, supervisados por el
Órgano Electoral, siempre y cuando el acto electoral no esté sujeto al voto
igual, universal, directo, secreto, libre y obligatorio.
4.
La elección, designación y nominación directa de los representantes de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, de acuerdo con sus
normas y procedimientos propios.
5.
La fiscalización de los actos de la función pública”.
El texto literal del derecho a la participación política, contiene como sus elementos: la
participación en la formación, ejercicio y control del poder político, de forma directa,
o por medio de representantes; y de manera individual o colectiva; nomenclatura de
la que se extrae que los dispositivos implantados por la Ley de Participación Popular
de: ”participación y control” son vitales a tiempo de dotar de contenido a los
derechos políticos, pues son considerados como parte de esos derechos.
Además de la participación y el control, la Ley Fundamental, proclama a la
organización con fines de participación política, como otro de los nuevos elementos
de los derechos políticos; organización que como ya se analizó, ha merecido también
regulación por el sistema de participación popular implantado a fines del siglo XX en
Bolivia.
Conforme a lo expuesto, para conferir un contenido compatible con la voluntad
constituyente al derecho a la participación política, es necesario reconocer la
reverberación que encuentran en las normas constitucionales, los postulados
filosóficos del proceso de inclusión política denominado participación popular,
implantado en Bolivia por medio de la Ley de Participación Popular y sus inherentes
reglamentos.
INDICE
En ese orden de ideas, la organización ciudadana elemental o básica en Bolivia es la
OTB, por ello cuando las normas del art. 26.II.1 de la CPE, consagran a la organización
como uno de los elementos del derecho a la participación política, cobijan también,
entre otras formas de organización incorporadas por el texto constitucional, a las
OTBs, proyectando su función como parte del nuevo sistema constitucional, siendo
por ello que merecen protección por parte del Estado y por este Tribunal
Constitucional Plurinacional.
III.4.
Desde otra perspectiva necesaria, es necesario analizar la doctrina constitucional de
prohibición de anulación de actos administrativos que generaron derechos; ya que a
efectos de resolver la problemática suscitada en la presente acción, es ineludible
precisar que la jurisdicción constitucional boliviana ya ha tomado conocimiento de
casos similares, en los cuales, las autoridades de los gobiernos municipales, revocaron
sus propios actos administrativos, afectando la seguridad jurídica y el principio de
buena fe, legalidad y presunción de legitimidad del Estado, declarando que esa
actitud es lesiva de derechos fundamentales y principios constitucionales, por lo que
no son admisibles por el sistema constitucional.
Así, la SC 0086/2010-R de 4 de mayo, ha expuesto la siguiente doctrina constitucional:
“III.4.Principio de seguridad jurídica en la Constitución Política del Estado
Un Estado Democrático de Derecho se organiza y rige por los principios
fundamentales, entre ellos, el de seguridad jurídica, buena fe y la presunción de
legitimidad del acto administrativo. La seguridad según el Diccionario Enciclopédico de
Derecho Usual de Guillermo Cabanellas, implica: 'exención de peligro o daño, solidez,
certeza plena, firme convicción' y, la seguridad jurídica, conforme enseña la doctrina
es: 'condición esencial para la vida y el desenvolvimiento de las naciones y de los
individuos que la integran. Representa la garantía de la aplicación objetiva de la ley,
de tal modo que los individuos saben en cada momento cuáles son sus derechos y sus
obligaciones, sin que el capricho, la torpeza o la mala voluntad de los gobernantes
pueda causarles perjuicio' concepto que fue asumido por este Tribunal en su
jurisprudencia cuando se encontraba vigente la anterior Constitución Política del
Estado. Ahora bien, conforme al entendimiento de la Constitución Política del Estado
promulgada el 7 de febrero de 2009, la seguridad jurídica constituye uno de los
principios que sustenta la potestad de impartir justicia conforme al mandato
contenido en el art. 178 de la misma norma; en consonancia con ello, se entiende que
la interpretación constitucional debe orientarse a mantener la seguridad jurídica y la
vigencia del Estado de Derecho, pues las normas constitucionales constituyen la base
del resto del ordenamiento jurídico.
Como principio general informador de la potestad de impartir justicia, otorga una
importancia fundamental, como orientación axiológica para la comprensión del
sistema jurídico nacional, condiciona la actividad discrecional de la administración y
INDICE
de la jurisdicción, y constituye además, el sentido teleológico para la interpretación,
integración y aplicación de las normas jurídicas.
De lo manifestado se desprende que la administración municipal, conforme al art. 3 de
la LM, es la entidad autónoma de derecho público, con personalidad jurídica y
patrimonio propio que representa institucionalmente al Municipio, forma parte del
Estado y contribuye a la realización de sus fines. En consecuencia, es deber del
municipio, como parte integrante del Estado, proveer seguridad jurídica a los
ciudadanos asegurando a todas las personas el efectivo ejercicio de sus derechos
fundamentales y garantías constitucionales proclamados por la Constitución Política
del Estado, los Tratados, Convenios y Convenciones suscritos y ratificados por el
Estado como parte del bloque de constitucionalidad, así como las leyes ordinarias.
III.5.Principios de buena fe, legalidad y presunción de legitimidad en la Administración
Entre los principios generales a los que debe regirse la actividad administrativa en la
relación entre los particulares y la Administración Pública, se encuentra el de buena fe,
citado por el art. 4 inc. e) de la LPA, el que expresa que se presume el principio de
buena fe y concluye en que la confianza, la cooperación y la lealtad en la actuación de
los servidores públicos y de los ciudadanos, orientarán el procedimiento
administrativo.
La SC 0095/2001 de 21 de diciembre, con relación a este principio expresa que: '…es la
confianza expresada a los actos y decisiones del Estado y el servidor público, así como
a las actuaciones del particular en las relaciones con las autoridades públicas. De
manera que aplicado este principio a las relaciones entre las autoridades públicas y los
particulares, exige que la actividad pública se realice en un clima de mutua confianza
que permita a éstos mantener una razonable certidumbre en torno a lo que hacen,
según elementos de juicio obtenidos a partir de decisiones y precedentes emanados de
la propia administración, asimismo certeza respecto a las decisiones o resoluciones
obtenidas de las autoridades públicas…'.
El art. 4 inc. g) de la LPA, se refiere al principio de legalidad y presunción de
legitimidad, como las actuaciones de la Administración Pública por estar sometidas
plenamente a la ley y se presumen legítimas, salvo expresa declaración judicial en
contrario.
Vinculado a ello, en la SC 0998/2002-R de 16 de agosto se precisa lo siguiente: '…tal
entendimiento, queda plenamente sustentado en un razonamiento lógico y elemental,
pues habiéndose basado el acto administrativo en el principio de la buena fe y
culminado su proceso en una resolución, no puede el administrado y menos la
Administración, por voluntad unilateral, dejarlo sin efecto, sea cual fuere la razón para
ello, pues un actuar así, desnaturalizaría por completo los principios fundamentales en
los que se asienta un Estado democrático de derecho (…) y por lo tanto (…) se presume
la buena fe del profesional que realiza la gestión y del administrador público que
INDICE
emite la resolución, por lo mismo se presume su legitimidad y legalidad; en esa
circunstancia, los ciudadanos deben tener confianza y seguridad no sólo del
ordenamiento jurídico, sino de las actuaciones que han realizado ante las autoridades
que ostentan el Poder Público, quienes deben asegurarles una convivencia pacífica y
principalmente, permanencia y estabilidad de sus actos administrativos”.
III.6.El acto administrativo, sus efectos y la nulidad
Conforme a las normas del art. 27 de la LPA, el acto administrativo es: '(…) toda
declaración, disposición o decisión de la Administración Pública, de alcance general o
particular, emitida en ejercicio de la potestad administrativa, normada o discrecional,
cumpliendo con los requisitos y formalidades establecidos en la presente Ley, que
produce efectos jurídicos sobre el administrado. Es obligatorio, exigible, ejecutable y
se presume legítimo'.
Concordante a ello, el art. 34 del Decreto Supremo (DS) 27113 de 23 de julio de 2003,
Reglamento a la LAP, se refiere a los efectos de los actos administrativos de alcance
individual, expresando que producirán efectos a partir del día siguiente hábil al de su
notificación a los interesados.
El art. 51 del mismo Reglamento dispone sobre la estabilidad e impugnación del acto
administrativo, expresando lo siguiente:
'I. El acto administrativo individual que otorga o reconoce un derecho al administrado,
una vez notificado, no podrá ser revocado en sede administrativa, salvo que:
a) La revocación sea consecuencia de un recurso administrativo interpuesto en
término por un administrado.
b) El administrado, de mala fe, que teniendo conocimiento no hubiera informado del
vicio que afectaba al acto administrativo.
c) La revocación favorezca al interesado y no cause perjuicio a terceros.
d) El derecho hubiese sido otorgado válida y expresamente a título precario.
e) Se trate de un permiso de uso de bienes de dominio público.
II. El acto administrativo individual, firme en sede administrativa, podrá ser
impugnado ante el órgano judicial competente por el órgano administrativo que lo
emitió o el superior jerárquico, cuando esté afectado de vicios y sea contrario a un
interés público actual y concreto'.
Y el art. 59.II del citado cuerpo legal, dispone que: 'No procede la revocación de oficio
de los actos administrativos estables que adquieran esta calidad de conformidad a lo
establecido en el presente Reglamento. La contravención de esta restricción obligará a
la autoridad emisora del acto ilegal o a la superior jerárquica a revocarlo'”.
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Luego, aplicando un razonamiento similar, la SC 1074/2010-R de 23 de agosto, expuso
la siguiente argumentación:
“Al respecto y para poder entender la problemática planteada en el caso concreto, es
imperante señalar que todo acto administrativo es una declaración unilaterial de la
administración en cualquiera de sus niveles y que al emerger del ejercicio de una
potestad administrativa, plasma una decisión que genera efectos o consecuencias
jurídico-administrativas directas e inmediatas, razón por la cual, se caracterizan por su
ejecutoriedad para la consecución de los fines públicos perseguidos y por su
presunción de legalidad y legitimidad.
Para el tratadista Hugo Caldera, el acto administrativo constituye una exteriorización
unilateral de competencia por parte de un órgano administrativo en ejercicio de
potestades jurídicas administrativas destinadas a alcanzar fines públicos
encomendados a este órgano, opinión acorde con la vertida precedentemente y
armonizable al ordenamiento jurídico boliviano.
En este contexto, el art. 27 de la LPA, señala que: 'se considera acto administrativo a
toda declaración, disposición o decisión de la Administración Pública, de alcance
general o particular, emitida en ejercicio de la potestad administrativa, normada o
discrecional …'. Asimismo, esta disposición en la última parte señala que el acto
administrativo '…es obligatorio, exigible, ejecutable y se presume legítimo,
características que coinciden plenamente con los principios de legalidad y presunción
de legitimidad disciplinados por el inciso g) del art. 4 de de la señalada ley.
En este contexto, a partir de las características antes señaladas, se tiene que los actos
administrativos, una vez agotada la instancia administrativa, adquieren la calidad de
'firmeza', en virtud de la cual, adquieren estabilidad y en caso de crear derechos a
favor de los administrados, solamente podrían ser modificados merced a un control
jurisdiccional ulterior de los actos administrativos, aspecto que deviene del contenido
del principio de 'autotutela', disciplinado por el art. 4 inc. b) de la LPA.
III.4.3. La prohibición de anular de 'oficio' actos administrativos
Como se ha señalado supra y a partir de la estructuración del principio de 'autotutela'
de la administración pública y en virtud a la característica de firmeza de los actos
administrativos, se configura una garantía constitucional a favor del administrado, en
virtud de la cual, ningún nivel de la administración pública, puede modificar, alterar o
anular 'de oficio' un acto administrativo estable, cuya presunción de legitimidad y
legalidad, solamente puede ser desvirtuada a través del control jurisdiccional de actos
administrativos.
Ahora bien, es imperante señalar también, que un acto administrativo, puede ser
anulado de acuerdo a las causales establecidas taxativamente en el art. 35 de la Ley
INDICE
de Procedimiento Administrativo, en ese contexto, interpretando teleológica y
sistémicamente el parágrafo II de esta disposición, se tiene que la nulidad de actos
administrativos es procedente a través de los recursos administrativos disciplinados en
la propia LPA, empero, para el supuesto en el cual, la propia administración pública,
pretenda anular un acto administrativo estable en virtud del cual se generaron efectos
jurídicos a favor del administrado, ésta no puede alegar la nulidad de “oficio”, sino
debe acudir al control jurisdiccional ulterior de los actos administrativos, a través del
proceso contencioso administrativo”.
Desarrollando aún más los límites de la potestad administrativa, la SC 1464/2004-R de
13 de septiembre, ha expresado lo siguiente:
“... tanto la nulidad como la anulabilidad de los actos administrativos, sólo pueden ser
invocadas mediante la interposición de los recursos administrativos previstos en la ley
y dentro del plazo por ella establecido; en consecuencia, en virtud a los principios de
legalidad, presunción de legitimidad, y buena fe, no es posible que fuera de los
recursos y del término previsto por ley se anulen los actos administrativos, aún cuando
se aleguen errores de procedimiento cometidos por la propia administración, pues la
Ley, en defensa del particular, ha establecido expresamente los mecanismos que se
deben utilizar para corregir la equivocación; por ende, fuera del procedimiento
previsto y los recursos señalados por la ley, un mismo órgano no podrá anular su
propio acto administrativo (conocido en la doctrina como acto propio), por cuanto una
vez definida una controversia y emitida la Resolución, ésta ingresa al tráfico jurídico y
por lo tanto ya no está bajo la competencia de la autoridad que la dictó, sino a la
comunidad, como lo ha reconocido este Tribunal en la SC 1173/2003-R, de 19 de
agosto”.
Además de la jurisprudencia transcrita, la SC 0055/2005, de 12 de septiembre, ha
dispuesto que existen actos administrativos no susceptibles de revocación por la
propia administración municipal o de otra institución, pues afectan derechos
fundamentales e incluso la esfera de las competencias otorgadas a los entes públicos.
III.4.
Análisis del caso concreto
Con esas premisas es que corresponde analizar la problemática planteada, para ello,
se debe precisar que el accionante delata que el Concejo Municipal de Coroico,
mediante la OM 024/2011 de 9 de septiembre, resolvió autorizar el registro de
personalidad jurídica del Sindicato Agrario de la Comunidad de Santiago de Sura Sura,
manifestando haberse cumplido los requisitos exigidos por ley para acceder a esa
autorización; acto administrativo que posibilitó la extensión de personalidad jurídica
por parte de la Gobernación del departamento de La Paz, a través de la RA
Departamental 1160/2011 de 14 de diciembre.
INDICE
Ahora bien, la aplicación de los principios de seguridad jurídica y legalidad
proclamados por las normas de los arts. 178.I y 180.I de la CPE, así como los de
autotutela, legalidad y presunción de legitimidad y buena fe previstos por el art. 4 de
la Ley de Procedimiento Administrativo (LPA), a la concesión a favor de la OTB
Comunidad de Santiago de Sura Sura del reconocimiento de su personería jurídica, es
un acto administrativo definitivo que ha generado derechos a favor de sus
destinatarios, siendo por ello que es un acto administrativo que se ha marginado de la
competencia de las autoridades demandadas, transfiriéndose a la comunidad, tal y como
ha dispuesto esta jurisdicción constitucional en la SC 1173/2003-R y otras aludidas en el
Fundamento Jurídico III.3.
Además, el accionante relata que en forma posterior, por medio de OM 009/2012 el
Concejo Municipal de Coroico determinó abrogar la OM 024/2011, por un supuesto
incumplimiento de compromisos asumidos en un acta suscrita el 2 de diciembre de
2010, entre el accionante y los demandados.
Lo precedentemente señalado conviene ser analizado, ya que es evidente que en la
fecha antes mencionada, los representantes de la Comunidad de Santiago de Sura
Sura, los Concejales, los dirigentes de la Federación Sindical Única Tupac Katari,
representantes de la Gobernación de La Paz, del Defensor del Pueblo, del INRA y de la
Comunidad de La Glorieta, suscribieron un “Acta de Reunión” (sic); documento en el
cual se resume que la comunidad ahora accionante tramitará su personería jurídica;
luego, que ambas comunidades Santiago de Sura Sura y La Glorieta, deben solicitar
saneamiento ante el INRA.
En un primer examen y tal como se verifica en una relación cronológica de los hechos
relatados, se puede verificar que el supuesto compromiso de la Comunidad Santiago
de Sura Sura, ha sido suscrito en diciembre de 2010; luego, el 9 de septiembre de
2011, fue emitida la OM 024/2011, admitiéndose de forma innegable en el citado
instrumento jurídico, por parte de las autoridades demandadas, que se habían
cumplido todos los requisitos exigidos por las normas jurídicas aplicables al caso para
el registro de la personalidad jurídica de la OTB antes referida.
Ahora bien, tal como ya se ha señalado, la admisión de que se cumplió con la
presentación de todos los requisitos exigidos legalmente para la emisión de la OM
024/2011, por parte del ente deliberante Municipal de Coroico, es un hecho que
luego de merecer formalización mediante una ordenanza, adquiere calidad de
comprobación por parte de las autoridades de no existir motivo o razón legal alguna
para rechazar la petición efectuada, lo que permite al acto administrativo alcanzar la
categoría de definitivo, en este caso a la OM 024/2011, pudiendo ser impugnada,
cuestionada y anulada sólo en los casos de nulidad expresamente establecidos por las
normas del art. 35 de la LPA y sólo por medio de los recursos previsto por ley, y en su
oportunidad.
INDICE
Conforme a lo expuesto, el argumento posterior de incumplimiento a un compromiso
trasuntado en un acta, por parte de la Comunidad de Santiago de Sura Sura, no tiene
relevancia jurídica, puesto que de forma previa a la OM 024/2011, los demandados
tenían la obligación de verificar el cumplimiento de los requisitos exigidos para su
emisión, en especial los relativos al territorio y a la representación; siendo que sólo en
caso de haberse satisfecho es admisible la emisión del instrumento jurídico de
registro de personalidad jurídico, el cual una vez emitido es irreversible por decisión
de las autoridades municipales, quedando sólo el proceso ordinario que corresponde
a los particulares u otras OTBs que se crean afectados; en consecuencia la causal
alegada por los demandados no es atendible.
En base a todas las anteriores proposiciones, es que esta Sala del Tribunal
Constitucional Plurinacional, arriba a la firme convicción de que al abrogar la OM
024/2011, los demandados infringieron el principio de seguridad jurídica, que desde el
AC 287/99-R de 28 de octubre de 1999, se comprende como una: "condición esencial
para la vida y el desenvolvimiento de las naciones y de los individuos que la integran.
Representa la garantía de la aplicación objetiva de la ley, de tal modo que los
individuos saben en cada momento cuáles son sus derechos y sus obligaciones, sin que
el capricho, la torpeza o la mala voluntad de los gobernantes pueda causarles
perjuicio"; ya que los accionantes, desde la emisión de la OM 024/2011, asumen la
vigencia del derecho político a la organización y participación, con pleno
conocimiento de que no tienen ningúna obligación adicional para mantener su
vigencia; de ello se deduce que la posterior OM 009/2012 es un acto supresor de los
derechos a la organización y participación política, consagrados por las normas del
art. 26 de la CPE, y causa perjuicio a la Comunidad de Santiago de Sura Sura.
Para despejar dudas en los demandados, se tiene que mediante la supresión de la
personalidad jurídica de la Comunidad de Santiago de Sura Sura, sus habitantes se
encuentran impedidos de ejercer el derecho a la organización política, a la
participación en los procesos de planificación, control y fiscalización del municipio, lo
que repercute en la consecución de otros derechos fundamentales, como a la salud, a
la educación, a los servicios básicos y otros, pues están impedidos de participar en la
distribución equitativa de los recursos públicos con representantes propios; lo que sin
duda impulsa a esta jurisdicción constitucional a conceder la tutela solicitada.
Además de lo expuesto, ya se ha señalado que la trascendencia de la organización con
fines políticos, proclamada por las normas del art. 26.II.1 de la CPE, desde la
perspectiva de la Ley Fundamental, se encuentra íntimamente ligada a los principios
de la democracia participativa, representativa y comunitaria; por ello es deber de este
Tribunal Constitucional Plurinacional, preservar la efectiva vigencia del derecho a la
organización política de los ciudadanos, ya que ésta es requisito y permite ejercer la
democracia participativa principios regulador de la forma de convivencia en el Estado
Plurinacional de Bolivia.
INDICE
Por lo precedentemente señalado, el Tribunal de garantías al haber denegado la acción de
amparo constitucional, no ha efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes
procesales y aplicado debidamente los alcances de esta acción tutelar.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, y el art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional, resuelve: REVOCAR, la Resolución 069/2012 de 23 de
mayo, cursante de fs. 120 a 122, pronunciada por el Juez de Partido Mixto y Sentencia Penal
de Coroico provincia Nor Yungas del departamento de La Paz; y en consecuencia, CONCEDER
la tutela solicitada, disponiendo la nulidad de la OM 009/2012 de 8 de marzo. Con costas.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
MAGISTRADA
Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
MAGISTRADA
INDICE
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0572/2014
Sucre, 10 de marzo de 2014
SALA PRIMERA ESPECIALIZADA
Magistrado Relator:
Tata Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente:
Departamento:
02889-2013-06-AP
Pando
En revisión la Resolución 01/2013 de 14 de febrero, cursante de fs. 41 a 42 vta., pronunciada
dentro de la acción popular interpuesta por Duri Mar Merelis Genaro, Presidente de la
Central Indígena de Pueblos Originarios de la Amazonía de Pando (CIPOAP) en
representación sin mandato de la Comunidad indígena “Takana El Turi Manupare II” contra
Miguel Ruiz Cambero.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 7 de febrero de 2013, cursante de fs. 6 a 7 vta., la parte
accionante, expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
La comunidad indígena “Takana El Turi Manupare II”, afiliada a la CIPOAP, fue objeto de
amenazas y amedrentamientos con armas de fuego por Miguel Ruiz Cambero, quien dice
tener derecho sobre más de 4000 ha en el lugar donde se encuentra asentada dicha
comunidad, la misma que, con la finalidad de resolver el problema y ser escuchada, bloqueó
las vías camineras, solicitando la presencia del Gobernador del departamento de Pando.
Luego de una reunión efectuada entre la Viceministra de Justicia y los dirigentes de las
distintas comunidades indígenas, la organización campesina de Pando que los representó,
logró firmar un documento denominado “Acta de acuerdo y compromiso de Nanawa”, por el
que se convino: a) Conformar una comisión para el análisis de las tierras en conflicto; b)
Acuerdo para la zafra 2012-2013; y, c) Formar una comisión técnica para la revisión de las
concesiones forestales.
Cuando la comisión se encontraba analizando el “decreto barraquero”, recibió la llamada de
los indígenas de la comunidad “Takana El Turi Manupare II”, denunciando que Miguel Ruiz
Cambero y un grupo de personas armadas, ingresaron nuevamente al predio en conflicto,
conminándoles a salir “por las buenas”; caso contrario, no responderían de lo que pasara en
el predio; minutos después, recibió una segunda llamada, en la que con gritos de
desesperación sus hermanos indígenas le informaron que los hombres armados ingresaron a
las casas y sacaron sus cosas, temiendo que algo grave pasara.
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I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
La parte accionante alega la lesión de sus derechos al hábitat o el domicilio y al debido
proceso, citando al efecto los arts. 13.I, 14.III, 15, 24, 25.I, 115.II y 135 de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, disponiendo el cese de cualquier acto de agresión física y
psicológica contra la comunidad indígena “Takana El Turi Manupare II”; además, pide se
remitan antecedentes al Ministerio Público, así como el pago de daños y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 14 de febrero de 2013, según consta en el acta cursante de
fs. 36 a 40, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La parte accionante, por intermedio de su abogado, reiteró los fundamentos expresados en
el memorial de demanda, aclarando: 1) El demandado tiene 500 ha tituladas; además, dice
tener “derecho espectaticio” sobre más de 400 ha que no son de su propiedad, en el lugar
donde están asentados los indígenas; 2) El demandado reunió un grupo de personas en
Riberalta, a quienes trasladó al lugar de los hechos donde a “punta de pistolas hacen
corretear” a los indígenas en época de zafra, quemando sus casas para que salgan de esas
tierras; 3) Los indígenas se autoidentifican como descendientes originarios de la amazonía de
Pando, y solicitaron la dotación de tierras fiscales en las que se encuentran asentados,
cumpliendo una función económico y social; además, en esta época se dedican a la
recolección de la castaña; y, 4) El comunario Rolando Mamani Tari -pidiendo la palabra en
audiencia- declaró que catorce casas, y no simples carpas, fueron quemadas por orden de
Miguel Ruiz Cambero; que el lugar en el que habitan y cosechan castaña se encuentra en
tierras fiscales y no tituladas. Adicionalmente, la comunaria, Diana Fernández, dijo: “nosotros
queremos que todos los problemas se acaben con el Sr. Ruiz, ya no queremos más peleas,
siempre hemos sido amenazados” (sic).
I.2.2. Informe de la persona particular demandada
El demandado Miguel Ruiz Cambero, en audiencia, expresó los siguientes argumentos: i) Esas
personas amedrentaron a más de cincuenta personas, entre ellas a su esposa que es la que
se hace cargo de más de 4000 ha, a quien le habrían quitado la almendra en el año 2011; ii)
Los documentos emitidos por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y Autoridad de
Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT) le avalan; además que el fallo de un
juez ordenó que se retiren el “27 de abril”; después, hubo conciliación y pidieron salir el “17
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de julio” a lo cual accedió, a sabiendas que luego querrían quedarse con su propiedad; iii) Los
comunarios, contratan a taxistas y gente de dudosa reputación, “vándalos”, quienes entran y
asustan a la gente que vive en su propiedad, así el “4 de febrero” le robaron doscientos cajas
de castaña; iv) Sentó la denuncia, solicitando se emita un mandamiento de desalojo contra
los indígenas que entraron a sus tierras tituladas, él no incendió nada, sino que personas
borrachas prendieron fuego intencionalmente con el fin de desacreditarlo; v) Negó que el 6
de febrero hubiera ingresado armado a su predio titulado; además, en la zona no hay señal
de teléfono; vi) En el Juzgado Agroambiental se tramitó un interdicto de recobrar la posesión
y ellos firmaron un acuerdo para retirarse en el mes de abril, una vez que pase la época de
zafra; vii) Como es posible que se consideren un pueblo indígena originario, si su existencia
no es desde antes de la colonia, recién se asentaron un año atrás; viii) Él, vive más de veinte
años trabajando la tierra, siendo ilegales los asentamientos en tierras fiscales después de la
promulgación de la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria; ix) Los accionantes ingresan
al lugar solamente en “época de castaña”, pero no viven en el lugar, si tendrían una casa
habitable, podría darles la razón, pero están atentando contra la seguridad jurídica y
perjudicando su economía; y, x) La parte accionante tenía que haber demostrado el supuesto
daño que se le ha causado; sin embargo, no ha demostrado nada, ni siquiera sufren una serie
de atropellos y avasallamientos, por eso se acudió al juzgado agroambiental, por lo que pidió
que se “rechace” la acción.
I.2.3. Resolución
La Sala de turno por vacación judicial del Tribunal Departamental de Justicia de Pando,
constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 01/2013 de 14 de febrero,
cursante de fs. 41 a 42 vta., por la que concedió la tutela solicitada, ordenando al
demandado Miguel Ruiz Cambero no realizar o ejercer ningún acto que implique violencia
física y psicológica contra la parte accionante; además del pago de daños y perjuicios,
averiguables en ejecución de sentencia; decisión asumida en base a los siguientes
fundamentos: a) De la prueba cursante en obrados se sabe que Miguel Ruiz Cambero es
propietario del predio “Santa Felicidad”, que tiene un total de 500 ha, entre estos predios
existen 4.412,6497 ha de tierra fiscal no disponible, las que fueron solicitadas “como”
autorización transitoria especial de recursos forestales no maderables por el demandado,
solicitud que se tiene por desistida; b) Al parecer esta extensión era explotada por Miguel
Ruiz Cambero antes del saneamiento, quedando reducido su derecho propietario a 500 ha; c)
Por versión de ambas partes, se evidenció que los miembros de la comunidad indígena
“Takana el Turi Manupare II”, se encontraban asentados en parte de las 4 412,6497 ha de
tierra fiscal, no disponible, por tanto es un asentamiento ilegal; d) De la versión expuesta en
audiencia, los propios comunarios, indican que el demandado no fue el que entró al lugar,
sino personas contratadas por él, para trabajar en la “zafra de castaña”, ocasionando un
conflicto, que amenaza traer más violencia; e) Solo la autoridad jurisdiccional puede ordenar
el desalojo, derecho que no le es reconocido a ningún particular porque importaría justicia
por mano propia, más aún en este caso cuando el demandado no ha demostrado ser el
propietario o tener concesión alguna sobre dichas tierras; f) Mandar a personas a castañear
en tierras fiscales no disponibles, donde se encuentran asentados los accionantes, además de
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quemar sus casas, para lograr sus objetivos, implica actos de violencia, que vulneran el
derecho a la seguridad para el desarrollo de las actividades económicas, como la recolección
de castaña, reconocido por el art. 30 de la CPE, si se los considera como comunidad indígena;
y si no, tienen derecho a dedicarse a cualquier actividad económica lícita siempre que no
perjudique al bien colectivo y la recolección de castaña no perjudica ningún bien colectivo; g)
El interés particular del demandado no puede ser protegido de forma directa, sino por medio
de acciones y recursos legales; y, h) También se vulneró el derecho al debido proceso, al no
permitirles el acceso a la justicia; por cuanto se pretendió, hacer justicia por mano propia.
I.3. Tramite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional
Por requerir de mayores elementos para resolver la presente causa, por decreto de 3 de
junio de 2013, a solicitud del Magistrado Relator, la Comisión de Admisión de este Tribunal
solicitó a la Unidad de Descolonización la elaboración de un informe técnico especializado
respecto a la comunidad “Takana El Turi Manupare II” y su territorialidad ancestral (fs. 45).
Asimismo, se solicitó documentación complementaria al Presidente de la Sala Penal y
Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, al Director Departamental
de Pando de la ABT, al Director Departamental de Pando del INRA, al Juez Agroambiental y al
Fiscal Departamental, ambos del antedicho departamento; suspendiéndose el plazo para
emitir la Sentencia Constitucional Plurinacional correspondiente (fs. 50 a 51).
Una vez remitida la documentación complementaria y el informe solicitado a la Unidad de
Descolonización, por decreto de 20 de febrero de 2014, se reanudó el plazo para pronunciar
la presente Sentencia Constitucional.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se tiene lo siguiente:
II.1.
El 23 de marzo de 2009, la Prefectura del departamento de Pando otorgó la
personalidad jurídica a CIPOAP, al amparo de la Resolución Prefectural 55/2009 de
la misma fecha (fs. 3).
II.2.
Por documento de 25 de enero de 2010, la CIPOAP otorgó “aval” y reconocimiento
a la comunidad indígena “Takana el Turi Manupare II”, señalando que está afiliada
y reconocida por el ente matriz de la CIPOAP; por lo que solicitaron a las
autoridades nacionales, departamentales, provinciales y comunales, brindar apoyo
y colaboración (fs. 2).
II.3.
El 18 de septiembre de 2012, el Responsable de la Unidad Forestal MunicipalSENA, David Dávalos Ayala, emitió el informe de inspección al incendio ocurrido en
la comunidad indígena “Takana Turi Manupare II”; inspección realizada por una
comisión compuesta por el “sargento Iturri”, miembro de la Policía Nacional,
Francisco Hillcha Justiniano, Presidente de la Tierra Comunitaria de Origen (TCO),
INDICE
el dirigente de la comunidad “Turi Manupare II”, David Dávalos y seis comunarios
afectados. De acuerdo al informe, la comisión evidenció la quema de catorce
viviendas nuevas, pertenencias derramadas, ocasionando que las personas se
quedaran sin nada; de las ocho fotografías adjuntas al informe se observan algunas
ollas de aluminio, un motor de luz y viviendas totalmente quemadas (fs. 18 a 23).
II.4.
De la nota de 3 de diciembre de 2012, se advierte que Durimar Merelis Genaro el
29 de noviembre del citado año, solicitó a la ABT certificación sobre la situación
legal de la Tierra Fiscal no disponible del predio Santa Felicidad de Miguel Ruiz
Morales. De acuerdo a lo informado, cursa una solicitud de otorgación de
“Autorización Transitoria Especial de Recursos Forestales no Maderables”, para la
barraca Santa Felicidad, de una superficie de 4 412,6497 ha, y que se encuentra
con Auto administrativo DGGJ- 073-2009, “que tiene por desistida la solicitud
presentada, sin que a la fecha se haya definido la situación jurídica de las
solicitudes desistidas, manteniendo su estatus de tierra fiscal no disponible hasta
que se haya definido el marco legal para estos derechos” (fs. 24).
II.5.
Cursa el “Acta de Acuerdo y Compromiso de Nanawa” de 30 de enero de 2013,
donde los tres pueblos “Takanas” y sus comunidades dispersas, “Pueblo Cavineño y
Pueblo Esse Ejjas”, se reunieron con la Viceministra de Justicia, autoridades del
INRA y la ABT, autoridades campesinas, representantes de mujeres Bartolina Sisa y
otros; arribando a los siguientes acuerdos: 1) Conformar una comisión para el
análisis de un instrumento legal de abrogación o derogación del Decreto Supremo
(DS) 27572, conocido como “Decreto Barraquero”; 2) Sobre la base del acuerdo
firmado para la zafra 2012-2013, se dé cumplimiento al punto 3 de ese documento
de conciliación entre partes para el aprovechamiento de la castaña; y, 3)
Conformar una comisión interinstitucional para la auditoría técnica de las
concesiones forestales maderables, con la participación de organizaciones
campesinas e indígenas (fs. 4).
II.6.
De la certificación de 14 de febrero de 2013, emitida por el INRA se evidencia que
el trámite de saneamiento simple a nombre de Miguel Ruiz Cambero, sobre el
predio denominado “Santa Felicidad”, ubicado en el municipio del Sena, Sección
Tercera de la provincia Madre de Dios del departamento Pando-Polígono 08, se
encuentra “TITULADO con una superficie de 500.0000 has”; predio que cuenta con
Certificación de Tierra Fiscal (DS 27572 de 17 de junio de 2004) y “un área con
derecho expectaticio (Tierra Fiscal no Disponible) de 4412.6497” (SIC)(fs. 30).
II.7.
El 14 de febrero de 2013, la ABT emitió informe respecto a la solicitud de
certificación sobre la vigencia del trámite de concesión forestal no maderable
sobre la barraca Santa Felicidad, señalando que: i) Cursa en la oficina de la ABT la
solicitud para la otorgación de la Autorización Transitoria Especial de Recursos
Forestales No maderables a nombre de Miguel Ángel Ruiz “Morales”, en la
superficie de 4 412,6497 ha; ii) Que a la fecha la ABT no ha otorgado ninguna
INDICE
autorización Transitoria Especial de Recursos Forestales No Maderable (Ex
Concesión Forestal no Maderable) a ningún solicitante; que ésta se encuentra en la
Oficina Nacional para su evaluación técnico legal; y, iii) Que a la fecha, la solicitud
de referencia se encuentra con Auto administrativo DGGJ-073-2009 “que se tiene
por desistida la solicitud presentada, sin que a la fecha se haya definido la situación
jurídica de las solicitudes desistidas. En consecuencia, dicha solicitud se encuentra
como áreas con Certificación de Tierra Fiscal No Disponibles Nº 0026-2008 emitida
por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA Pando) en una superficie
4412.6497 ha, misma que se encuentra bajo la tutela del solicitante, lo cual no
autoriza de realizar ningún aprovechamiento forestal maderable, desmontes ni
quemas” (sic) (fs. 31, 34).
II.8.
De acuerdo a la nota de 4 de marzo de 2011, la Dirección Departamental de Pando
del INRA, en respuesta a la nota presentada el 4 de junio de 2010, por la cual la
comunidad indígena “El Turi” solicitó la dotación de 4000 ha, para los jóvenes
mayores, señaló que Miguel Ángel Ruiz Cambero tiene como desistida la solicitud
de concesión forestal no maderable, sugiriéndoles que conformen una nueva
comunidad, cumpliendo así con todos los requisitos para que puedan ser tomados
dentro del proceso de distribución de tierras, el cual estaría ejecutando el INRA de
Pando (fs. 32).
II.9.
De acuerdo a la documentación complementaria remitida a este Tribunal por el
Director Departamental de Pando de la ABT, mediante memorial de 10 de
septiembre de 2011, Miguel Ruiz Cambero denunció asentamiento ilegal y tala de
árboles en su propiedad, pidiendo se desaloje de esas personas (fs. 67 a 68 vta.), y
por Auto Administrativo AD-ABT-DDPA-PAS_538/2011 de 26 de octubre de 2011,
se dispuso iniciar sumario administrativo contra Hirgen Cartagena Flores y otros
denunciados, por el desmonte de 4 ha (fs. 97 a 101).
II.10. El Director Departamental de Pando de la ABT, remitió el expediente de solicitud
de concesión forestal no maderable (fs. 105 a 198) formulada por Miguel Ángel
Ruiz Morales, predio “Santa Felicidad”, el 6 de abril de 2009. El solicitante
argumentó que como producto de la finalización del proceso de saneamiento
desarrollado por el INRA, se determinó que la superficie 4910,2925 ha., ubicada en
el cantón Bolívar, tercera sección de la provincia Madre de Dios, departamento de
Pando, se constituye en tierra fiscal, “perteneciente al predio denominado ‘Santa
Felicidad”, predio en el cual realiza “de manera pacífica e ininterrumpida
actividades tradicionales de aprovechamiento de recursos forestales no
maderables”(sic), vinculados a la recolección de la castaña y otros, solicitando con
dichos antecedentes se otorgue en concesión forestal no maderable el área fiscal
del predio “Santa Felicidad” (fs. 106). De acuerdo al Dictamen jurídico de 22 de
abril de 2010, suscrito por el Abogado consultor ABT, las observaciones realizadas
a la solicitud de concesión forestal no maderable efectuada por Miguel Ángel Ruiz
Morales no fueron subsanadas, motivo por el cual “no procede la revisión y análisis
INDICE
de la mismas, al carecer de documentación mínima para la otorgación de
“Concesión Forestal No Maderable…” (sic), por lo que se sugirió se dictamine por
tener como desistida la solicitud de concesión forestal no maderable (fs. 195).
II.11.
De acuerdo al informe emitido por el Director Departamental de Pando, ABT, de 17
de junio de 2013, cursa en la oficina una solicitud para la otorgación de
autorización transitoria especial de recursos forestales no maderables para la
Barraca Santa Felicidad, a nombre de Miguel Ángel Ruiz Morales en una superficie
de 4412,6497 ha; que la ABT no ha otorgado ninguna autorización a ningún
solicitante, y que la solicitud de referencia se encuentra con Auto administrativo
DGGJ- 073-2009, que se tiene por desistida la solicitud presentada “sin que a la
fecha se haya definido la situación jurídica de las solicitudes desistidas” (sic). En
consecuencia, “dicha solicitud se encuentra como área con certificación de tierra
fiscal no disponible, que se encuentra bajo la tutela del solicitante, “lo cual no
autoriza realizar ningún aprovechamiento Forestal Maderable, Desmontes ni
Quemas” (sic) (fs. 196 a 197).
II.12.
El Director Departamental INRA MDRyT-PANDO, remitió a este Tribunal e informó
sobre la siguiente documentación: a) Antecedentes de la solicitud de dotación de
tierras efectuada por la “Comunidad Indígena El Turi II”, haciendo constar que
dicho trámite se encuentra paralizado, debido a que la “la comunidad solicitante
de dotación se encuentra sobrepuesta a un predio debidamente titulado (Predio
Santa Felicidad de Propiedad del administrado MIGUEL RUIZ CAMBERO) y a una
solicitud de Concesión Forestal No Maderable efectuada por el administrado
MIGUEL RUIZ MORALES, ante ABT” (sic); b) Antecedentes de la comunidad
indígena El Turi: Mediante Resolución Administrativa RA-SS N1 0147/05 de 13 de
julio de 2005, se dota en favor de ésta y otras comunidades, las superficies
identificadas en el proceso de saneamiento; asimismo mediante RA RA-SS
0240/2006 de 13 de julio, que modifica el plano de ubicación de la comunidad El
Turi, aclarando que no se encuentra al interior de una Tierra Comunitaria de
Origen (TCO), adjuntándose un listado digitalizado de las familias beneficiarias; y,
c) Copia legalizada del certificado de tierra fiscal (DDP-CTF- 0026/2008 de 20 de
febrero, por el cual el INRA certifica que la superficie 4 412,6497 ha, se constituye
en tierras fiscales, con la finalidad de someterse al proceso de conversión a
concesión forestal no maderable señalado en el DS 27572, art. 92.II, Disposición
Final Primera, Cuarta y Octava del DS 29215, certificación emitida en favor del
administrado Miguel Ruiz Morales hijo de Miguel Ruiz Cambero, quien solicitó la
concesión forestal no maderable que se encuentran para la emisión de las
resoluciones en la ABT, encontrándose dicha área bajo la tutela del solicitante (fs.
364 a 822).
II.13.
Por nota recibida el 5 de septiembre de 2013, el Director Departamental a.i. INRA
M.D.R. y T-PANDO remitió a este Tribunal el expediente agrario, en dos cuerpos,
del predio privado Santa Felicidad de propiedad del administrado Miguel Ruiz
INDICE
Cambero (fs. 1141vta.). Así, en el expediente se encuentra el proceso de
saneamiento simple de oficio, dentro del cual se citó a Miguel Ruiz Cambero como
propietario del predio Santa Felicidad (fs. 863 y ss), quien suscribió un acta de
conciliación el 16 de abril de 2005, con los representantes de la Federación Sindical
Única de Trabajadores Campesinos, Regional Madre de Dios, representantes de
FSUTCP, representantes de la Subcentral el Sena, de la comunidad campesina
Remanso, sus asesores de CIPCA, entre otros, acordándose que el predio Santa
Felicidad quedaba sin sobreposición para convertirse a concesión forestal no
maderable en cumplimiento del DS 27572 de 17 de junio de 2004 (fs. 1077). Por
Resolución Final de Saneamiento de 13 de julio de 2005, se adjudicó el predio
“Santa Felicidad” a favor de Miguel Ruiz Cambero, “clasificado como pequeña
propiedad ganadera en la superficie de 260.000 hectáreas…con Código Catastral
09030301008032, 240.0000 hectáreas (…) con código catastral 09030301008070
ubicado en el cantón Bolívar, sección Tercera, provincia Madre Dios del
Departamento de Pando” (sic) (fs. 1121), haciendo un total de 500 ha.
II.14. Por nota de 8 de agosto de 2013, el Juez Agroambiental del departamento de Pando,
remitió el expediente 31/2011, sobre un interdicto de recobrar la posesión seguido
por Miguel Ruiz Cambero contra Hirgen Cartagena Flores (fs. 360) presentado el 8
de noviembre de 2011 (fs. 248), en el que el demandante adjuntó como prueba la
Resolución Final de Saneamiento (fs. 219 a 234), la certificación del INRA por la
cual se señala que no se tiene emitida ninguna resolución de autorización a favor
de la “Comunidad Indígena Turi II” (fs. 234); informe técnico elaborado por el
Asistente Técnico del INRA de 31 de octubre de 2011, en el que se sostiene que se
constató el asentamiento ilegal de la comunidad indígena el Turi II dentro de la
propiedad “San Felicidad” (sic), sugiriendo que se socialice a los integrantes de la
comunidad El Turi II que el asentamiento en el que se encuentran es en áreas no
disponibles, “debiendo reubicarse en otras áreas que se encuentren disponibles”.
También se sugirió que la comunidad indígena El Turi II regularice toda su
documentación en las oficinas de distribución de tierras (fs. 236 a 237).
Por memorial presentado el 22 de noviembre de 2011, Irguen Cartagena Flores,
contestó el interdicto, señalando que no ingresaron al predio del demandante, sino
a tierras fiscales con autorización de INRA Pando en el mes de mayo de 2010. En la
contestación propusieron términos de conciliación: 1) Que si se encuentran
asentados en los predios titulados de Miguel Ruiz Cambero se comprometen a salir
pacíficamente de los mismos, al predio donde INRA Pando les titule; y, 2) En caso
de aceptarse esos términos, que el ciudadano antes mencionado se comprometa a
no ingresar en esos predios (fs. 263 a 264).
En la audiencia pública desarrollada el 9 de enero de 2012, se logró la conciliación
de las partes, conforme, entre otras, a las siguientes cláusulas:
i) Que
durante
la
zafra
2011-2012
los
demandados
efectuarán
el
INDICE
ii)
iii)
iv)
v)
aprovechamiento de la castaña en calidad de zafreros al interior del predio
“Santa Felicidad” y tierras fiscales no disponibles adjuntas a dicha barraca,
respecto a las cuales existen trámites para concesión forestal no maderable
que ha efectuado la familia Ruiz ante ABT.
El precio a pagarse por cada caja de almendra será el fijado para los zafreros de
Pando establecido en el contrato de zafreros.
La castaña debe ser vendida exclusivamente a Miguel Ruiz Cambero, y en caso
que se compruebe que algún comunario vendió castaña de las tierras referidas
en la cláusula primera, a terceros, será retirado del terreno con la ayuda de la
fuerza pública.
Los demandados continuarán en la propiedad “Santa Felicidad” hasta la
conclusión de la zafra de castaña 2011-2012.
Los demandados se comprometen a respetar las áreas de tierras fiscales no
disponibles sujetas a trámite de concesión forestal mientras el mismo sea
resuelto, asimismo, Miguel Ruiz Cambero se compromete a reconocer los
derechos que emergieran para la “Comunidad Indígena El Turi II” en virtud a los
trámites efectuados ante el INRA y ABT.
Dicho acuerdo fue homologado por el Juez Agrario del departamento de Pando (fs.
302 a 303), y complementado en audiencia de conciliación de 17 de mayo de 2012,
conforme a lo siguiente:
a) Se estableció un nuevo plazo improrrogable e inmodificable para la
desocupación de la propiedad agraria “Santa Felicidad”, estableciendo el 17 de
junio de 2012, como fecha límite.
b) La “Comunidad Indígena Turi II” se compromete a no innovar dentro de esa
propiedad y tierras fiscales no disponibles anexas a dicha propiedad, existiendo
autorización para aprovechar de manera sustentable los frutos silvestres de
dicha propiedad hasta que se cumpla el plazo y en caso de incumplimiento, se
procederá inmediatamente al desalojo.
c) Que el INRA-Pando viabilice el asentamiento de la comunidad en tierras fiscales
disponibles.
Acuerdo que fue homologado por la autoridad judicial antes referida (fs. 308); sin
embargo, por nota de 28 de mayo de 2012, las autoridades indígenas de la CIPOAP,
señalaron: “Los dirigentes y Capitanes Grandes de los Pueblos Indígenas,
desconocemos el documento del Acta de Audiencia de conciliación firmada el día
jueves 17 de mayo de 2012 con el Sr. Miguel Ruiz Cambero, y la comunidad
indígena Takana El Turi 2, en el cual no hubo presencia de los dirigentes de la
CIPOAP, por lo tanto este acto jurídico está viciado de nulidad, por tal motivo
solicitamos a su autoridad deje a los hermanos en la áreas fiscales no disponible,
respetando su áreas tierras tituladas del Sr. Ruiz mientras el INRA
DEPARTAMENTAL aclare y de acuerdo a la Ley 1770 sobre el DERECHO
ESPECTICIO, favoreciendo al sector Indígena” (sic) (fs. 309).
INDICE
Por decreto de 29 de mayo de 2012, el Juez Agroambiental del departamento de
Pando, dispuso que al no ser parte del proceso la CIPOAP, el acta no surte efecto
alguno respecto a dicha organización, que el acuerdo tiene la autoridad de cosa
juzgada y es susceptible de ejecución.
Por memorial presentado el 5 de septiembre de 2012, Miguel Ruiz Cambero
solicitó a la autoridad judicial precedentemente citada emita mandamiento de
desalojo o desapoderamiento en cumplimiento del acuerdo conciliatorio (fs. 312 y
vta.) Por Auto de la misma fecha, la autoridad judicial libró mandamiento de
lanzamiento, comisionando su cumplimiento a la Policía Nacional o Comando
Conjunto Amazónico de los departamentos de Beni o Pando (fs. 313);
mandamiento de lanzamiento que fue expedido el 6 de septiembre del mismo año
(fs. 320) y ejecutado el 15 del citado mes y año, de acuerdo al informe elaborado
por el Instructor de la Capitanía de Puerto “Lino Echeverría”, que sostiene que
Miguel Ruiz Cambero, junto al Juez Agroambiental y la asesora jurídica del INRA,
arribaron a la localidad de Santa Felicidad el 14 de septiembre de 2012 y luego, al
día siguiente, continuaron su recorrido llegando a una pequeña comunidad
denominada El Turi II “en el lugar se observó 11 cabañas con techos de motacú,
entre ellos 02 quemadas, y aún los troncos estaban con brasa vida, no se encontró
ninguna persona solo algunas aves de corral, ropa de vestir, utensilios de cocina…”
(sic); el propietario, con el mandamiento de lanzamiento procedió a retirar todos
los materiales “de sapa, ropa de vestir, utensilios de cocina de las cabañas(…)
posteriormente la comisión se retiró del lugar para volver a la localidad de Santa
Felicidad” (sic) (fs. 328 a 329).
Por memorial de 5 de diciembre de 2012, Miguel Ruiz Cambero nuevamente
solicitó al Juez Agroambiental del departamento de Pando, desalojo de su predio
rural y se disponga “el rastrillaje para expulsar a todos los destructores del Bosque
y del medioambiente, pidiéndole disponga sea con la ayuda del Comando Conjunto
de las Fuerzas Armas -Fuerza Naval- asentada en el Municipio del Sena y Policía
para evitar enfrentamientos con los avasalladores, y lograr que la medida se
cumpla, amparándose de manera efectiva mi derecho propietario” (sic) (fs. 331 y
vta.); solicitud que fue deferida por el citado Juez por Auto de 7 del mencionado
mes y año (fs. 332); emitiéndose el correspondiente mandamiento de lanzamiento
en la misma fecha (fs. 334). Por nota de esa fecha, el Juez de la causa, solicitó al
Comandante provincial de la Policía de Riberalta proporcione el número de
efectivos necesario para dar cumplimiento al Auto de 7 de diciembre (fs. 344). De
acuerdo al informe de 13 de enero de 2013, elaborado por Edyer Maija Aiguana,
funcionario de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), éste fue
designado en la comisión para la ejecución del mandamiento de lanzamiento, y
que el 12 de enero de 2013, a diez minutos de la localidad encontraron a varias
personas que no quisieron identificarse, señalando que no están habitando la
propiedad de Miguel Ruiz desde el momento que fueron víctimas de incendio, sino
INDICE
otro lugar fuera de su propiedad, motivo por el cual se resistieron a abandonar
dicho terreno (fs. 351).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La parte accionante, considera que se vulneraron los derechos de la comunidad indígena
“Takana El Turi Manupare II”, al hábitat, al domicilio y al debido proceso; por cuanto no
obstante estar asentados en tierras fiscales, el demandado, arguyendo tener derecho sobre
ellas, contrató un grupo de personas de Riberalta, quemó catorce casas recién construidas,
amenazó “revolver en mano” a los indígenas; por lo que piden el cese de cualquier acto de
agresión física y psicológica en contra de la mencionada comunidad indígena.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada; para el efecto, considerando que se trata de una
acción popular en la que alega la lesión a los derechos al hábitat, domicilio y debido proceso
de la comunidad indígena “Takana El Turi Manupare II”, es imprescindible que esta Sala
desarrolle la siguiente argumentación, a efecto de analizar el caso concreto: 1) El
constitucionalismo plurinacional, comunitario y descolonizador y sus efectos en la
interpretación del derecho y de los derechos; 2) La interpretación de las normas jurídicas
desde y conforme a la Constitución Política del Estado y las normas contenidas en Pactos
internacionales sobre derechos humanos; 3) La acción popular como vía idónea para la tutela
de los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y la reconducción
procesal de acciones; 4) Los derechos al hábitat y el domicilio desde la perspectiva de los
pueblos indígenas; 5. El debido proceso desde una dimensión colectiva; y, 6. El análisis del
caso concreto.
III.1.
Las características
descolonizador
del
constitucionalismo
plurinacional
comunitario
y
El art. 1 de la CPE, sostiene que: “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social
de Derecho Plurinacional Comunitario”; modelo de Estado que fue el resultado de la
fuerza descolonizadora de los pueblos indígena originario campesinos, quienes
plantearon el reto histórico de dar fin al colonialismo, como sujetos políticos
colectivos con derecho a definir su destino, gobernarse en autonomías y participar
en los nuevos pactos de Estado.
Este nuevo modelo, tiene una inspiración anticolonialista que rompe con la herencia
del constitucionalismo monocultural, que nació a espaldas de los pueblos indígenas,
y del constitucionalismo pluricultural que introdujo de manera subordinada un
reconocimiento parcial a los derechos de los pueblos indígenas. Nuestra
Constitución marca una ruptura respecto al constitucionalismo clásico y occidental
concebido por las élites políticas; es un constitucionalismo que expresa la voluntad
de las clases populares y los pueblos indígenas, creando una nueva institucionalidad,
transversalizada por lo plurinacional, una nueva territorialidad, signada por las
INDICE
autonomías, un nuevo régimen político y una nueva legalidad bajo el paradigma del
pluralismo jurídico igualitario en el marco de la Constitución Política del Estado.
Efectivamente, nuestra Constitución tiene características que la distinguen e
individualizan y dan cuenta de un constitucionalismo que no tiene precedentes, y
cuyos intérpretes deben ser fieles a sus fundamentos, a los principios y valores que
consagra, con la finalidad de materializar y dar vida a las normas constitucionales,
siendo sus características más importantes, la plurinacionalidad, la descolonización,
el pluralismo jurídico igualitario, la interculturalidad, el carácter comunitario del
Estado y el paradigma del vivir bien como valor y fin del Estado.
Es bajo ese nuevo marco que, como lo entendió la SCP 0790/2012 de 20 de agosto:
“(…) la comprensión de los derechos, deberes y garantías no puede realizarse desde
la óptica del constitucionalismo liberal, sino más bien abrirse a una pluralidad de
fuentes del derecho y de derechos, trascendiendo el modelo de Estado liberal y
monocultural cimentado en el ciudadano individual, entendiendo que los derechos
en general, son derechos de colectividades que se ejercen individualmente,
socialmente y/o colectivamente, lo cual no supone la negación de los derechos y
garantías individuales, pues el enfoque plurinacional permite concebir a los
derechos, primero, como derechos de colectividades, luego como derechos que se
ejercen individualmente, socialmente y colectivamente en cada una de las
comunidades civilizatorias, luego como una necesidad de construir, de crear una
comunidad de comunidades; es decir, un derecho de colectividades, un derecho que
necesariamente quiebre la centralidad de una cultura sobre las otras y posibilite
diálogos, espacios políticos de querella discursiva para la generación histórica y
necesaria de esta comunidad de comunidades de derechos.
El reconocimiento y adopción del pluralismo jurídico, hace posible un diálogo
intercultural entre derechos, pues ya no existe una sola fuente de Derecho y de los
derechos; de donde éstos pueden ser interpretados interculturalmente, lo cual
habilita el carácter dúctil y poroso de los derechos, permitiendo un giro en la
comprensión de los mismos, generando su transformación para concebirlos como
práctica de diálogo entre culturas, entre mundos civilizatorios, en búsqueda de
resignificar constantemente el contenido de los derechos para cada caso concreto.
Por ello, la construcción de la institucionalidad plurinacional parte del desmontaje de
las lógicas de colonialidad, desmistificando la idea de que impartir justicia es
solamente una ‘potestad’; sino por el contrario, asumirla como un servicio al pueblo,
concebida como facultad/obligación, pues fruto de la colonialidad antes construida,
se ha estructurado una ‘administración de justicia’ extremadamente formal, cuasi
sacramental, reproductora de prácticas judiciales desde la colonia y el periodo
republicano, fundadas en la señorialidad de esta actividad bajo la concepción de
‘potestad’ antes que de ‘servicio’, sustentado por todo un aparato normativo,
doctrinal e institucional. Corresponde al Tribunal Constitucional Plurinacional,
romper esas relaciones y prácticas que se reproducen en lo social, cultural, político e
INDICE
institucional, constituyéndose en un instrumento destinado a la generación de
espacios de diálogo y relacionamiento de las diferentes concepciones jurídicas en el
marco del Estado Plurinacional Comunitario, aportando al proceso de interpretación
intercultural de los derechos humanos y fundamentales, así como de las garantías
constitucionales, con énfasis en los derechos colectivos y de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos” (el resaltado es nuestro).
Como se ha señalado, una de las características del constitucionalismo boliviano es
la plurinacionalidad que supone la construcción colectiva del Estado, donde la
diversidad de pueblos se vea representada en la estructura del Estado, y donde se
garantice plenamente sus derechos para la construcción de una sociedad justa y
armoniosa, cimentada en la descolonización, sin discriminación ni explotación, con
plena justicia social, para consolidar las identidades plurinacionales, conforme
establece el art. 9.1 de la CPE, como fin y función del Estado.
Conforme a lo precedentemente señalado, la descolonización es entendida por
nuestra Constitución como el sustento, el fundamento del Estado Plurinacional;
pues la construcción de éste sólo puede hacerse realidad a partir de la modificación
de las relaciones de poder, de subordinación que la colonialidad supone.
Y es que un Estado Plurinacional, que se construye a partir de la diversidad
existente, solo puede consolidarse en la medida en los diferentes pueblos,
colectividades y personas se encuentren en una relación de equilibrio y armonía,
donde esté ausente la discriminación que tiene como fundamento, precisamente, a
las relaciones coloniales de poder, cuya modificación implica, desde la visión de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, la reconstitución de sus
territorios, sus estructuras, instituciones, formas de vida, saberes, y conocimientos;
pues, solo cuando se consiga esta reconstitución podrá existir un relacionamiento
sobre la base de la igualdad.
El sentido de la descolonización puede encontrarse en el informe presentado por la
Comisión Visión País de la Asamblea Constituyente, en el que se señala que la
descolonización tiene un sentido liberador, que se traduce en la reparación y el
resarcimiento de los daños ocasionados por el Estado colonial: “Reparar y resarcir a
las naciones y pueblos indígenas, originarios y campesinos, de los daños e injusticias
históricas, garantizando su participación en la construcción de la institucionalidad
del nuevo Estado”; añadiendo que el: “…Estado Plurinacional es un modelo de
organización política para la descolonización de nuestras naciones y pueblos…”.
Es esta perspectiva descolonizadora la que se encuentra en la base y fundamento de
nuestra Constitución Política del Estado; que está presente desde el Preámbulo, en
el que la denuncia de los pueblos indígenas se alza con fuerza al señalar: “Dejamos
en el pasado el Estado colonial, republicano y neoliberal. Asumimos el reto histórico
de construir colectivamente el Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional
INDICE
Comunitario, que integra y articular los propósitos de avanzar hacia una Bolivia
democrática, productiva, portadora e inspiradora de la paz, comprometida con el
desarrollo integral y con la libre determinación de los pueblos”.
La descolonización como fin del Estado, se presenta en una doble perspectiva: la
constitución de una sociedad justa, armoniosa y sin discriminación, eliminando, por
tanto las relaciones de subordinación que encarna la colonialidad del poder en los
diferentes ámbitos, entre ellos el jurídico, y, por otra, la consolidación de las
identidades plurinacionales a través de la reconstitución de los pueblos indígenas,
con la finalidad de lograr un verdadero equilibrio e “igualación” en dichas relaciones
de poder.
III.1.1. La interpretación del derecho a partir de los postulados de la
plurinacionalidad y el pluralismo
En el ámbito de la justicia, el pluralismo supone redimensionar el sistema
jurídico ius positivista, a partir de la experiencia y prácticas de los
sistemas jurídicos indígenas, pero también implica considerar las
prácticas, los principios y los valores de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos en el marco de un interpretación plural de los
derechos y garantías cuando se denuncie su lesión en los supuestos en los
que las naciones y pueblos indígena originario campesinos ejerzan sus
sistemas de justicia, y, finalmente, efectuar ponderaciones cuando dichos
derechos o garantías se encuentren en conflicto. En síntesis, esta Sala
considera que, a partir del postulado de la descolonización, como fin y
función del Estado, las autoridades administrativas, jueces y tribunales de
justicia, deben asumir una interpretación de las normas jurídicas, de los
derechos y garantías, que atiendan, fundamentalmente a los siguientes
aspectos:
i) La flexibilización de los requisitos formales y la reconducción procesal
de acciones. Se ha señalado que el sistema jurídico ius postivista, como
herencia colonial, se ancla en formalismos que, lejos de resolver los
conflictos, permite dilatarlos indefinidamente sin obtener justicia, así, en
contrapartida, la plurinacionalidad y el pluralismo supone pensar y
adoptar medidas que permitan dar soluciones integrales, con celeridad, a
los conflictos que se presentan, desterrando toda práctica dilatoria que
únicamente se demora en cuestiones formales sin tutelar de manera
inmediata los derechos y garantías.
Así, esta Sala considera que, a partir del carácter plural de la justicia, se
deben materializar de manera oportuna e inmediata los derechos y
garantías tanto en su dimensión individual como colectiva, más allá de los
ritualismos procesales y la exigencia de requisitos propios de un sistema
INDICE
jurídico colonial, que debe ser redimensionado a partir de los postulados
de nuestra Constitución Política del Estado, lo que implica que dichas
exigencias formales no pueden constituirse en un obstáculo para un real
acceso a la justicia constitucional, cuando efectivamente se constata la
lesión de derechos y garantías constitucionales.
Lo señalado encuentra sustento, además, en los principios de prevalencia
del derecho sustantivo respecto al formal, justicia material, principio pro
actione y el principio de no formalismo; los cuales deben ser aplicados con
mayor fuerza en la justicia constitucional y, en especial, tratándose de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, cuya tradición jurídica
no reconoce las formalidades propias del sistema occidental y, en ese
ámbito, deben flexibilizarse los requisitos para materializar su derecho
de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva.
De lo señalado, esta Sala concluye que es posible flexibilizar los requisitos
que impidan un real acceso a la justicia constitucional, conforme lo ha
hecho el Tribunal Constitucional Plurinacional en las Sentencias
Constitucionales Plurinacionales 0957/2013, 1697/2013, 1784/2013,
1745/2013, 1883/2013, 1977/2013, 2007/2013, 1414/2013, entre muchas
otras; en ese ámbito, también es posible reconducir procesalmente las
acciones tutelares cuando exista una evidente lesión de derechos y
garantías constitucionales, como lo ha venido haciendo este Tribunal en
diferentes Sentencias Constitucionales Plurinacionales, como en las
0645/2012, 2271/2012, 0210/2013, 02897/2013, entre otras;
reconducción que se constituye en un deber tratándose de naciones y
pueblos indígena originario campesinos, a partir de las características de
nuestro Estado, pues, como se analizará en el siguiente punto, de
conformidad al art. 8.1) del Convenio 169 de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), al aplicar la legislación nacional a los pueblos
interesados deberán tomarse debidamente en consideración sus
costumbres o su derecho consuetudinario.
ii) El principio de respeto a los derechos humanos y los criterios
constitucionalizados para su interpretación
Además de las características propias, que han sido descritas en el
Fundamento Jurídico III.1.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional,
como la plurinacionalidad, el pluralismo, la interculturalidad y la
descolonización, el modelo de Estado boliviano tiene características que lo
inscriben dentro del marco de los Estados Constitucionales actuales, en
los que se apuesta por Constituciones plurales, garantizadas y normativas,
con un amplio catálogo de principios, valores, derechos y garantías
fundamentales, que se encuentran dotadas de garantías específicas de
INDICE
interpretación, que hacen que la parte axiológica y dogmática de la
Constitución Política del Estado tenga un peso decisivo no solo en cuanto
a su aplicación directa, sino también porque se constituyen en
fundamento y límites de las diferentes funciones del poder público.
Efectivamente, los derechos fundamentales y garantías constitucionales
tiene un lugar preeminente en el orden constitucional, que se ve reflejado
no solo en el amplio catálogo de derechos fundamentales y garantías
jurisdiccionales que consagra nuestra Constitución, sino también en los
fines y funciones esenciales del Estado, siendo uno de ellos el de
“garantizar el cumplimiento de los principios, valores, derechos y deberes
reconocidos y consagrados en esta Constitución” (art. 9.4 de la CPE), así
como en los criterios de interpretación de los derechos humanos que se
encuentran constitucionalizados, los cuales deben ser utilizados no sólo
por el juez constitucional, sino también por los jueces y tribunales de las
diferentes jurisdicciones previstas en nuestra Ley Fundamental, quienes,
conforme lo entendió la SCP 112/2012 de 27 de abril, se constituyen en
los garantes primarios de la Constitución y de los derechos y garantías
fundamentales.
Así, deben mencionarse a los arts. 13 y 256 de la CPE, que introducen dos
principios que guían la interpretación de los derechos fundamentales: La
interpretación pro homine y la interpretación conforme a los Pactos
internacionales sobre Derechos Humanos, a los que debe añadirse el
principio de progresividad que se desprende del art. 13 de la CPE y la
directa justiciabilidad de los derechos prevista en el art. 109 de la misma
Norma Suprema; norma que establece que todo los derechos reconocidos
en la Constitución son directamente aplicables y gozan de iguales
garantías para su protección, y que se constituye en una concreción del
carácter normativo de la Constitución Política del Estado, como otra de las
características fundamentales del Estado Constitucional. El principio de
aplicación directa de los derechos, como sostuvo la SCP 0121/2012 de 2
de mayo, supone la superación formalista del sistema jurídico y se
constituye en un postulado para consolidar el valor normativo de la
Constitución Política del Estado:
“(…) la premisa en virtud de la cual se debe asegurar la eficacia máxima de
los derechos fundamentales, exige en términos de teoría del derecho, la
superación de una concepción ius-positivista y formalista del sistema
jurídico, e implica la adopción de postulados jurídicos enmarcados en
cánones constitucionales no solamente destinados a limitar el poder, sino
fundamentalmente direccionados a consagrar y consolidar la vigencia
material de los derechos fundamentales.
INDICE
…el principio de aplicación directa y eficaz de los derechos fundamentales,
constituye un postulado que consolida el valor normativo de la
Constitución, por el cual, los derechos fundamentales tienen una
efectividad plena más allá de un reconocimiento legislativo o de
formalismos extremos que puedan obstaculizar su plena vigencia, aspecto
que caracteriza la ‘última generación del Constitucionalismo’, en el cual, el
fenómeno de constitucionalización del ordenamiento jurídico, se consagra
y alcanza su esplendor a través del principio de aplicación directa de los
derechos fundamentales, el cual se materializa a través del nuevo rol de
las autoridades jurisdiccionales en su labor de interpretación
constitucional acompañada de una coherente teoría de argumentación
jurídica”.
En ese marco, la Constitución Política del Estado introduce criterios para la
interpretación de los derechos y garantías, pero además establece
principios rectores para la función judicial en el art. 178, al sostener que la
potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en
los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica,
publicidad, probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico,
interculturalidad, equidad, servicio a la sociedad, participación ciudadana,
armonía social y respeto a los derechos.
Conforme se aprecia, la función judicial ejercida por las diferentes
jurisdicciones que componen el órgano judicial, y también por la justicia
constitucional, tiene entre sus principios, el respeto a los derechos, el
cual, se constituye en la base de la administración de justicia, y así lo
reconoce la misma Ley del Órgano Judicial en el art. 3. Este principio,
guarda armonía con la preeminencia que en nuestro sistema
constitucional tienen los derechos fundamentales y garantías
jurisdiccionales, los cuales si bien tienen como garantes en general a las
diferentes jurisdicciones del Órgano Judicial, encuentran en la justicia
constitucional, y en particular en el Tribunal Constitucional Plurinacional,
su máximo resguardo, protección y órgano de interpretación.
Ahora bien, debe quedar claramente establecido que los derechos de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos al mismo tiempo son
derechos humanos en su dimensión colectiva y, por ende, en el marco de
la igualdad jerárquica de derechos contenida en el art. 13.III de la CPE,
gozan de los mismos principios y pautas de interpretación que han sido
anotados precedentemente, los cuales deben ser utilizados por las
autoridades y jueces de las diferentes jurisdicciones a momento de
aplicar el derecho; derechos que, además, deben ser interpretados
pluralmente; es decir, de acuerdo a los criterios que emanan de la propia
comunidad.
INDICE
iii) La interpretación plural del derecho
Esta Sala considera que toda interpretación de las normas jurídicas,
cuando en un proceso judicial o administrativo intervienen naciones y
pueblos indígena originario campesinos, debe ser efectuada de manera
plural, considerando sus características, sus principios, valores, su
cosmovisión, dando efectividad a lo previsto por el art. 8.1 del Convenio
169 de la OIT, al que se ha hecho referencia anteriormente.
Efectivamente, debe considerarse que nuestro Estado Plurinacional se
construye a partir de la diversidad existente, para la construcción de una
sociedad justa y armoniosa, sin discriminación y explotación, siendo la
interculturalidad, la forma en que deben desarrollarse las relaciones entre
las diferentes identidades nacionales, bajo el fundamento del pluralismo
igualitario.
La interculturalidad, por lo tanto, supone el relacionamiento en equilibrio,
armonía, y si se quiere, “igualdad” entre los naciones y pueblos, que solo
podrá conseguirse en la medida en que se propicien medidas que
modifiquen las relaciones de desigualdad y discriminación; por ello se
sostiene que la interculturalidad es algo por construir, un relacionamiento
que aún no existe; empero, en la medida en que aquéllas se modifiquen y
se logren relaciones de “igualdad”, se podrá alcanzar la interculturalidad
en el relacionamiento entre las diferentes identidades nacionales.
Efectivamente, la interculturalidad supone el relacionamiento entre
sujetos “similares e iguales”, en términos fácticos; pues una
interculturalidad en la que se mantenga la base de subordinación y
desigualdad no existe; de ahí que el sustento y el contenido de la
interculturalidad se asienta en la descolonización, y supone ir más allá de
la relación de respeto entre desiguales; pues dichas relaciones
difícilmente podrán construirse si es que materialmente no existe
igualdad entre culturas.
Teniendo esta realidad, que es innegable, la interculturalidad se replantea
de modo particular a la luz de la descolonización, y tiene como
presupuesto la adopción de medidas que permitan lograr la igualación de
quienes se encuentran, fácticamente, una relación de subordinación,
donde la descolonización opera como un mecanismo de nivelación del
indígena e irradiación hacia lo colonial.
El carácter intercultural del Estado boliviano está reconocido en el propio
art. 1 de la CPE. Por otra parte, se reconoce como fines y funciones del
INDICE
Estado el fomentar el respeto mutuo, el diálogo intracultural, intercultural
y plurilingüe (art. 9.2 de la CPE). A ello se añade la declaración de Bolivia
como Estado pacifista que promueva la interculturalidad (art. 10.I) y,
entre otros artículos, se reconoce a la interculturalidad como principio
de la potestad de impartir justicia (art. 178 de la CPE).
Entonces, la justicia constitucional y las diferentes jurisdicciones del
Órgano Judicial, en el marco del pluralismo, están obligadas a interpretar
el derecho a partir del propio contexto de la nación y pueblo indígena
originario correspondiente. La interpretación plural del derecho puede
ser comprendida desde una perspectiva general, vinculada a la
consideración de los principios, valores, normas, procedimientos de los
pueblos indígenas cuando se encuentren como demandantes,
demandados, recurrentes, recurridos, etc., ante las diferentes autoridades
administrativas o judiciales de las diferentes jurisdicciones previstas en la
Constitución Política del Estado y también ante la justicia constitucional, lo
que supone, conforme se ha señalado, flexibilizar requisitos de admisión y
ritualismos procesales, tomando en cuenta sus procedimientos y normas
propias, y también en el ámbito sustantivo, considerar la forma en que
dichas naciones y pueblos indígena originario campesinos, conciben el
hecho o acto que está siendo sometido a controversia, para en su caso,
establecer los correctivos necesarios en la aplicación del derecho, que es
lo que sucede, por ejemplo, en el ámbito penal, donde, de acuerdo al art.
391 del Código de Procedimiento Penal (CPP), cuando un miembro de una
nación o pueblo indígena originario campesino sea imputado por la
comisión de un delito y se lo deba procesar en la jurisdicción ordinaria,
tanto los fiscales como los jueces deben estar asistidos por un perito
especializado en cuestiones indígenas y que antes de dictarse sentencia,
éste debe elaborar un dictamen a los “efectos de fundamentar, atenuar o
extinguir su responsabilidad penal…” o en su caso, desde una
interpretación plural extensiva y favorable, a efecto que pueda ser
juzgado en su propia comunidad, según sus normas y procedimientos
propios.
Por otra parte, la interpretación plural está vinculada, de manera
específica, a la interpretación de derechos y garantías, en los supuestos en
los que existan conflictos entre derechos individuales y derechos
colectivos, supuestos en los cuáles es indispensable que se analice fundamentalmente la justicia constitucional, pero no sólo ella- el derecho
o garantía supuestamente lesionada a la luz de los principios, valores,
derecho, cosmovisión de la nación y pueblo indígena originario
campesina, a efecto de evitar interpretaciones monoculturales.
La interpretación plural de los derechos supone, entonces, que el carácter
universal de los derechos humanos previsto en el art. 13 de la CPE, sea ser
INDICE
contextualizado en determinado ámbito, tomando en cuenta las
particularidades de la nación y pueblo indígena originario campesino
correspondiente, a efecto de no imponer una sola visión e interpretación
occidental de los derechos.
Así, bajo esos parámetros, tendrá que analizarse el acto, decisión o
resolución vinculada a la nación o pueblo indígena originario campesino, a
partir de sus propios principios, valores, derecho y cosmovisión, para
posteriormente analizar su compatibilidad con los principios y valores de
nuestra Constitución Política del Estado, otorgando así una interpretación
plural al derecho o garantía que se encuentra en conflicto.
Es en ese marco que, en muchos casos, los jueces estarán obligados a
efectuar una ponderación de los derechos colectivos de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos con los derechos individuales
que, conforme se ha dicho, a partir de lo previsto en el art. 13.III de la CPE,
tienen igual jerarquía; ponderación en la que se deberá analizar si la
medida adoptada, limitadora de un derecho tiene un fin
constitucionalmente legítimo, analizando si dicha medida es idónea,
necesaria y proporcional, los tres principios propios de los juicios de
ponderación: idoneidad, necesariedad y proporcionalidad, principios que,
empero, deben ser interpretados pluralmente, considerando, se reitera
los principios, valores, normas de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos.
III.2.
La interpretación de las disposiciones legales desde y conforme a la Constitución
Política del Estado y las normas contenidas en Pactos internacionales sobre
Derechos Humanos
La interpretación de las disposiciones legales deriva del principio de supremacía
constitucional o principio de constitucionalidad, previsto en el art. 410 de la CPE,
que dispone:
“I. Todas las personas, naturales y jurídicas, así como los órganos públicos, funciones
públicas e instituciones, se encuentran sometidos a la presente Constitución.
II. La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y goza
de primacía frente a cualquier otra disposición normativa. El bloque de
constitucionalidad está integrado por los Tratados y Convenios Internacionales en
materia de Derechos Humanos y las normas de Derecho comunitario, ratificadas por
el país…”
Conforme a dicho principio, antes de aplicar las disposiciones legales, se debe
efectuar una interpretación de éstas desde y conforme a la Constitución Política del
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Estado, precautelando, en especial, el respeto a los derechos fundamentales y
garantías constitucionales que -como se tiene señalado- tienen preeminencia en
nuestro sistema constitucional y, por ende, su respeto debe ser la base de las
autoridades judiciales o administrativas.
Debe precisarse que el principio de constitucionalidad no solo alcanza al texto
formal de la Constitución Política del Estado, sino también, a las normas que forman
parte del bloque de constitucionalidad y, en ese entendido, la interpretación de las
disposiciones legales no sólo debe considerar a la Ley Fundamental, sino también a
las normas del bloque de constitucionalidad; consiguientemente, deberán
considerarse las normas contenidas en pactos internacionales sobre derechos
humanos, así como la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, que también forma parte del bloque de constitucionalidad, de acuerdo a
la SC 0110/2010-R de 10 de mayo.
En ese ámbito, debe hacerse mención a los arts. 13 y 256 de la CPE, que introducen
dos principios que guían la interpretación de los derechos fundamentales: la
interpretación pro homine y la interpretación conforme a los Pactos internacionales
sobre Derechos Humanos. En virtud a la primera, los jueces, tribunales y autoridades
administrativas, tiene el deber de aplicar aquella norma que sea más favorable para
la protección del derecho en cuestión-ya sea que esté contenida en la Constitución
Política del Estado o en las normas del bloque de constitucionalidad-y de adoptar la
interpretación que sea más favorable y extensiva al derecho en cuestión; y en virtud
a la segunda (interpretación conforme a los Pactos internacionales sobre Derechos
Humanos), tienen el deber de ejercer el control de convencionalidad, interpretar el
derecho de acuerdo a las normas contenidas en Tratados e Instrumentos
Internacionales en materia de Derechos Humanos ratificados o a los que se
hubiere adherido el Estado, siempre y cuando, claro está, declaren derechos más
favorables a los contenidos en la Norma Suprema; obligación que se extiende,
además al contraste del derecho con la interpretación que de él ha dado la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.
En el marco de lo señalado precedentemente, es evidente que al momento de
aplicar las leyes, los jueces y tribunales tienen la obligación de analizar la
compatibilidad de la disposición legal no sólo con la Constitución Política del Estado,
sino también, como lo señala nuestra propia Constitución en los arts. 13 y 256 y lo
ha entendido la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
están obligados a efectuar el control de convencionalidad, a efecto de determinar si
esa disposición legal es compatible o no con los Convenios y Pactos internacionales
sobre Derechos Humanos y con la interpretación que de ellas hubiera realizado la
Corte Interamericana de Derechos Humanos. En ambos casos, los jueces y
tribunales están obligados a interpretar la disposición legal desde y conforme a las
normas de la Ley Fundamental y las normas contenidas en Pactos internacionales
INDICE
sobre Derechos Humanos y, cuando dicha interpretación no es posible, formular, de
oficio, la acción de inconstitucionalidad concreta.
Efectivamente, la Corte Interamericana de Derechos Humanos estableció en el caso
Almonacid Arellanos contra Chile, que son los jueces y tribunales internos los que
deben efectuar el control de convencionalidad, conforme al siguiente
razonamiento: “124. La Corte es consciente que los jueces y tribunales internos están
sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las disposiciones
vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un
tratado internacional como la Convención Americana, sus jueces, como parte del
aparato del Estado, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar por
que los efectos de las disposiciones de la Convención no se vean mermados por la
aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin y que desde un inicio carecen de
efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe ejercer una especie de
‘control de convencionalidad’ entre las normas jurídicas internas que aplican en los
casos concretos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En esta tarea,
el Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la
interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última
de la Convención Americana” (las negrillas son nuestras).
Este control de convencionalidad que inicialmente debía ser ejercido solo por el
Órgano Judicial, fue posteriormente ampliado a otros órganos. Así, en el caso
Cabrera García y Montiel Flores contra México, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos sostuvo que: “225. (…) las autoridades internas están sujetas al imperio de
la ley y, por ello, están obligadas a aplicar las disposiciones vigentes en el
ordenamiento jurídico 332.
Pero cuando un Estado es Parte de un tratado internacional como la Convención
Americana, todos sus órganos, incluidos sus jueces, también están sometidos a
aquél, lo cual les obliga a velar por que los efectos de las disposiciones de la
Convención no se vean mermados por la aplicación de normas contrarias a su
objeto y fin” (las negrillas fueron añadidas). En el mismo sentido, el caso Gelman
contra Uruguay.
Entonces, conforme a dicho entendimiento, todas las autoridades, pero sobre todo
los jueces, están obligados a analizar si las disposiciones legales que aplicarán son
compatibles con los Pactos internacionales sobre Derechos Humanos e, inclusive,
con la jurisprudencia emanada de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En ese sentido, tanto el principio de constitucionalidad (art. 410 de la CPE) como el
de convencionalidad (arts. 13.IV y 256 de la CPE) -que en mérito al bloque de
constitucionalidad previsto en el art. 410 de la CPE, queda inserto en el de
constitucionalidad exigen- a las autoridades interpretar las normas desde y
conforme a la Constitución Política del Estado y a las normas del bloque de
INDICE
constitucionalidad, precautelando el respeto a los derechos fundamentales y
garantías constitucionales, las cuales, conforme se ha visto, tienen una posición
privilegiada en nuestro sistema constitucional.
Los jueces y tribunales, bajo esa perspectiva, en virtud a las características de
imparcialidad, independencia y competencia, como elementos de la garantía del
juez natural, son quienes deben efectuar un verdadero control de convencionalidad,
garantizando el efectivo goce de los derechos y las garantías jurisdiccionales
previstas en la Constitución Política del Estado y las normas del bloque de
constitucionalidad, como ya lo anotara la Corte Interamericana en los casos antes
referidos.
III.3.
La acción popular como vía idónea para la tutela de los derechos de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos
Dentro de las acciones tutelares previstas en la Constitución Política del Estado, se
encuentra la acción popular, contemplada en el art. 135 de la CPE, como un
mecanismo de defensa de los derechos e intereses colectivos relacionados con el
patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el medio ambiente y otros
de similar naturaleza consagrados por la Ley Fundamental, tales como los derechos
establecidos por el art. 30 de la citada Norma Suprema, cuyos titulares son las
naciones y pueblos indígena originario campesinos.
Efectivamente, conforme interpretó la SC 1018/2011-R de 22 de junio, la acción
popular protege: “además de derechos e intereses colectivos, derechos e intereses
difusos -ambos contenidos bajo el nomen iuris ‘Derechos Colectivos’- y, en ese
sentido, cualquier persona perteneciente a colectividad o comunidad afectada puede
presentar esta acción que, como su nombre indica, es popular” (las negrillas fueron
añadidas) y en ese sentido, las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0176/2012, 0300/2012 y 0645/2012, entre otras, señalaron que la tutela de los
derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos debía ser
efectuada a través de la acción popular.
La tutela de los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos a
través de la acción popular se justifica plenamente si se consideran las
características de esta acción que tiene una amplia flexibilidad procesal y en la que
no están previstas causales de improcedencia como la subsidiariedad, y no existe un
plazo de caducidad para su interposición; presupuestos configurativos de orden
procesal que fueron desarrollados por la SCP 1158/2013 de 26 de julio, conforme a
lo siguiente:
“…1) La sumariedad, característica en virtud de la cual, este medio de defensa tiene
un procedimiento rápido y oportuno para la tutela de derechos colectivos y también
de derechos difusos tal como se explicará más adelante; y, 2) La flexibilización
INDICE
procesal, presupuesto configurador a partir del cual, se establece que este
mecanismo de defensa no tiene un plazo específico de caducidad, sino que podrá
ser utilizado durante el tiempo que subsista la vulneración o amenaza a los
derechos objeto de su tutela, aspecto plasmado en el art. 136.I de la CPE; de la
misma forma, a partir del presupuesto referente a la flexibilización procesal, debe
establecerse también que a este mecanismo de defensa, no le es aplicable el
principio de subsidiariedad, razón por la cual, de la misma forma, en mérito a esta
característica y por la naturaleza de los derechos objeto de tutela por esta acción,
existe una amplia flexibilización de la legitimación activa, es decir, de la aptitud
legal para activar este medio de defensa, por eso, el art. 136 de la CPE, en su
segundo parágrafo establece que esta acción podrá ser interpuesta por cualquier
persona, a título individual o en representación de una colectividad, aspecto en
virtud del cual, se tiene que las reglas de la legitimación activa aplicables a la acción
popular, son diferentes a los presupuestos establecidos para las demás acciones
tutelares” (el resaltado es nuestro).
La flexibilización procesal es una de las características esenciales de esta acción
popular que se manifiesta, conforme a la jurisprudencia glosada, en la inexistencia
de un plazo de caducidad, del principio de subsidiariedad y la legitimación activa
amplia, en la medida en que puede ser presentada por cualquier persona, a título
individual o colectivo. Además de dichas características, debe señalarse que esta
acción no puede ser rechazada por el incumplimiento de los requisitos previstos en
el art. 33 del Código Procesal Constitucional (CPCo), pues tiene una naturaleza
informal en virtud, precisamente, a la naturaleza colectiva o difusa de los derechos
protegidos.
En el marco de lo anotado, y de las características de nuestro modelo de Estado, la
acción popular es el mecanismo idóneo, para la tutela de los derechos de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, frente a actos u omisiones de
las autoridades o personas individuales o colectivas que violen los derechos
colectivos previstos en el art. 30 de la CPE, en el Convenio 169 de la OIT y la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, así
como los otros derechos subjetivos previstos tanto en nuestra Constitución como
los Pactos internacionales sobre derechos humanos, ejercitados colectivamente
por las naciones y pueblos indígena originario campesinos, en el marco de lo
previsto por el art. 1 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de
los Pueblos Indígenas, que establece que: ”Los indígenas tienen derecho, como
pueblos o como individuos, al disfrute pleno de todos los derechos humanos y las
libertades fundamentales reconocidos por la Carta de las Naciones Unidas, la
Declaración Universal de Derechos Humanos y la normativa internacional de los
derechos humanos”; dimensión colectiva de los derechos que ya se encontraba
prevista en el art. 3 del Convenio 169 de la OIT, que señala: “Los pueblos indígenas y
tribales deberán gozar plenamente de los derechos humanos y libertades
fundamentales, sin obstáculos ni discriminación. Las disposiciones de este Convenio
INDICE
se aplicarán sin discriminación a los hombres y mujeres de esos pueblos” (el
resaltado es nuestro).
III.4. El derecho al hábitat y los recursos naturales
III.4.1. El derecho al hábitat desde la mirada indígena
El art. 19.I de la CPE, señala que toda persona tiene derecho a un hábitat y
vivienda adecuada, que dignifiquen la vida familiar y comunitaria. El
hábitat hace referencia al conjunto de condiciones ambientales y
materiales que permiten la satisfacción de necesidades vitales y la
supervivencia de una especie. Tratándose de los seres humanos, la
definición de hábitat tiene que considerar, además, factores económicos,
sociales y culturales que faciliten o limiten el acceso a los bienes y
servicios que una sociedad.
Ahora bien, este derecho al hábitat se encuentra estrechamente vinculado
con el art. 30.4 de la CPE, que se refiere al derecho de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos a la libre determinación y
territorialidad, complementado por el numeral 6 del mismo artículo que
hace referencia al derecho a la titulación colectiva de tierras y territorios;
finalmente el numeral 10 del art. 30 de la CPE, hace referencia al derecho
de las naciones y pueblos indígena originario campesinos a “vivir en un
ambiente sano, con manejo y aprovechamiento adecuado de los
ecosistemas”.
De dichas disposiciones se infiere el derecho de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos a su hábitat, que es concebido no sólo en
el ámbito limitado de la tierra, sino también del territorio, entendido
como el espacio ancestral, donde se desarrolla la cultura, espiritualidad,
historia y forma de organización social y política los pueblos indígenas,
donde ejercen el control sobre los recursos naturales y se despliegan
todas sus instituciones.
Es que la Constitución Política del Estado señala la especial relación de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos con la tierra y el
territorio; afirmación que, además ya se encontraba en el Convenio 169
de la OIT, al señalar en el art. 13 que: “…los gobiernos deberán respetar la
importancia especial que para las culturas y valores espirituales de los
pueblos interesados reviste su relación con las tierras o territorios o con
ambos, según los casos, que ocupan o utilizan de alguna otra manera y en
particular los aspectos colectivos de esa relación”.
INDICE
En ese sentido, el mismo artículo del Convenio, en su numeral 2, de
manera expresa sostiene que la utilización del término tierras debe incluir
el concepto de territorios, “lo que cubre la totalidad del hábitat de las
regiones que los pueblos interesados ocupan o utilizan de alguna otra
manera” (las negrillas son agregadas).
Dada la importancia de esta relación y de la ancestralidad del territorio de
los pueblos indígenas, el art. 14 del citado Convenio señala que los
Estados deben reconocer: “…a los pueblos interesados el derecho de
propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan.
Además, en los casos apropiados, deberán tomarse medidas para
salvaguardar el derecho de los pueblos interesados a utilizar tierras que
no estén exclusivamente ocupadas por ellos, pero a las que hayan tenido
tradicionalmente acceso para sus actividades tradicionales y de
subsistencia. A este respecto, deberá prestarse particular atención a la
situación de los pueblos nómadas y de los agricultores itinerantes” (el
resaltado fue añadido).
En ese sentido, el art. 14.2. del Convenio 169 de la OIT, establece que:
“Los gobiernos deberán tomar las medidas que sean necesarias para
determinar las tierras que los pueblos
interesados ocupan
tradicionalmente y garantizar la protección efectiva de sus derechos de
propiedad y posesión” y, el parágrafo 3, que: “Deberán instituirse
procedimientos adecuados en el marco del sistema jurídico nacional
para solucionar las reivindicaciones de tierras formuladas por los
pueblos interesados” (el remarcado es agregado).
Ahora bien, conforme se ha visto, el término territorio, comprende a los
recursos naturales existentes en él, por ello, el art. 15 del Convenio 169 de
la OIT, establece que los derechos de los pueblos interesados a los
recursos naturales existentes en sus territorios: “deberán protegerse
especialmente. Estos derechos comprenden el derecho de esos pueblos a
participar en la utilización, administración y conservación de dichos
recurso”.
Estas normas fueron consideradas por la Corte Interamericana en el caso
de la comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni contra Nicaragua,
Sentencia de 31 de agosto de 2001, y pronunciada en virtud a que los
integrantes de la comunidad Mayagna reclamaron la titularización de sus
tierras tradicionales al Estado de Nicaragua sin obtener respuesta
favorable, surgiendo el conflicto a partir que empresas transnacionales
ingresaron a las tierras de la comunidad para la explotación de recursos
forestales, motivo por el cual la comunidad hizo sus reclamos en la vía
judicial sin resultados positivos.
INDICE
La Corte consideró que la comunidad Awas Tingni tiene derechos
colectivos a sus tierras tradicionales, recursos y medio ambiente, y que la
falta de reconocimiento, garantía, respeto e implementación efectiva de
ese derecho estaba en conflicto con las obligaciones estatales derivadas
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En esta
Sentencia, la Corte concluyó que: “los miembros de la Comunidad Awas
Tingni tienen derecho de propiedad sobre las tierras que habitan
actualmente”, y que el Estado debía garantizar el respeto por los derechos
territoriales, que incluye la emisión y el registro de títulos formales y la
demarcación para fijar y hacer conocer los límites del territorio.
Por su parte, la misma Corte, en el Caso del Pueblo Saramaka contra
Surinam, Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas, sentencia
de 28 de noviembre de 2007, estableció que “Los integrantes de los
pueblos indígenas y tribales tienen el derecho de ser titulares de los
recursos naturales que han usado (…) y ocupado tradicionalmente durante
siglos(…) De allí la necesidad de proteger las tierras y los recursos que han
usado tradicionalmente: para prevenir su extinción como pueblo(…) el
derecho a usar y gozar del territorio carecería de sentido en el contexto
de los miembros de los pueblos indígenas y tribales si dicho derecho no
estuviera conectado con los recursos naturales que se encuentran dentro
del territorio” (el resaltado es nuestro).
También debe mencionarse al caso Yakye Axa contra Paraguay, en el que
la Corte Interamericana de Derechos Humanos sostuvo que los pueblos
indígenas que hubieren perdido sus tierras por causas ajenas a su
voluntad, no han perdido completamente sus derechos sobre sus
territorios tradicionales, manteniendo su pretensión válida, pues: “Los
Estados …deben tener en cuenta que los derechos territoriales indígenas
abarcan un concepto más amplio y diferente que está relacionado con el
derecho colectivo a la supervivencia como pueblo organizado, con el
control de su hábitat como una condición necesaria para la reproducción
de su cultura, para su propio desarrollo y para llevar a cabo sus planes de
vida(…) Al desconocerse el derecho ancestral de los miembros de las
comunidades indígenas sobre sus territorios, se podría estar afectando
otros derechos básicos como el derecho a la identidad cultural y la
supervivencia misma de las comunidades indígenas y sus miembros”.
Así frente a un conflicto entre los derechos de los pueblos indígenas y la
propiedad privada, la Corte se inclina hacia el reconocimiento de prioridad
del derecho de propiedad comunal indígena, sin perjuicio de la
indemnización que pueda corresponder al propietario de buena fe;
aclarando sin embargo que “Esto no significa que siempre que estén en
INDICE
conflicto los intereses territoriales particulares o estatales y los intereses
territoriales de los miembros de las comunidades indígenas, prevalezcan
los últimos sobre los primeros”; pues los Estado pueden verse
imposibilitados, por razones concretas y justificadas a devolver el
territorio, supuesto en el cual, los pueblos indígenas tienen derecho a la
“elección y entrega de tierras alternativa, el pago de una justa
indemnización o ambos”, debiendo los pueblos participar en la elección
de las tierras.
También debe hacerse mención al caso Sawhoyamaxa contra Paraguay,
en el que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, hizo referencia
al derecho a la reivindicación de los pueblos indígenas respecto a sus
territorios ancestrales, señalando que “…la base espiritual y material de la
identidad de los pueblos indígenas se sustenta principalmente en su
relación única con sus tierras tradicionales. Mientras esa relación exista,
el derecho a la reivindicación permanecerá vigente, caso contrario se
extinguirá”; aclarando que: “Dicha relación puede expresarse de distintas
maneras, según el pueblo indígena del que se trate y las circunstancias
concretas en que se encuentre, y puede incluir el uso o presencia
tradicional, ya sea a través de lazos espirituales o ceremoniales;
asentamientos o cultivos esporádicos, caza, pesca o recolección
estacional o nómada; uso de recursos naturales ligados a sus
costumbres; y cualquier otro elemento característico de su cultura” (las
negrillas fueron añadidas).
Por su parte, el art. 26 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas de manera expresa señala que:
“1. Los pueblos indígenas tienen derecho a las tierras, territorios y
recursos que tradicionalmente han poseído, ocupado o utilizado o
adquirido.
2. Los pueblos indígenas tienen derecho a poseer, utilizar, desarrollar y
controlar las tierras, territorios y recursos que poseen en razón de la
propiedad tradicional u otra forma tradicional de ocupación o utilización,
así como aquellos que hayan adquirido de otra forma.
3. Los Estados asegurarán el reconocimiento y protección jurídicos de
estas tierras, territorios y recursos. Dicho reconocimiento respetará
debidamente las costumbres, las tradiciones y los sistemas de tenencia
de las tierras de los pueblos indígenas de que se trate” (las negrillas son
agregadas).
Debe considerarse que las naciones y pueblos indígena originario
campesinos, en la mayoría de los casos, todavía habitan en su territorio o
realizan actividades en él, aunque no tengan un asentamiento
INDICE
permanente en el territorio que vivieron sus antepasados y ancestros,
siendo
para
ellos,
la
tierra
<http://www.monografias.com/trabajos15/origen-tierra/origentierra.shtml> no un simple bien o un medio de producción
<http://www.monografias.com/trabajos54/produccion-sistemaeconomico/produccion-sistema-economico.shtml>, sino parte de su
vivencia, de su ser, de su existencia, concebida como una integralidad, la
casa en la cual vivieron sus antepasados, el territorio que vio el comienzo
de los tiempos, viviendo en comunidad con sus hermanos, plantas
animales y otros seres a quienes se les llama “achachilas”, “Awichas”,
“Waq’as”, etc.
Entonces, el hábitat de los indígenas, comprende no sólo la tierra, sino
también el territorio; es decir, abarca el espacio ancestral donde se
desarrolla sus específicas formas de vida, donde se desarrolla su cultura,
espiritualidad, su organización social y política, así como sus
conocimientos en relación a los recursos naturales y se despliegan todas
sus instituciones.
Así, todo ese espacio geográfico es su casa grande, donde todas las cosas
pertenecen a todos y a nadie en particular, bajo una comprensión integral,
entonces su hábitat, son sus ríos, cerros, montañas, cascadas, bosques,
plantas
<http://www.monografias.com/trabajos14/plantas/plantas.shtml>,
árboles
<http://www.monografias.com/trabajos15/composicionfollaje/composicion-follaje.shtml> etc., cada uno en su especie, están
llenos de significados profundos sobre la cosmovisión de estos pueblos,
para ellos el hábitat es el santuario, pues allí está su medicina, sus
alimentos, lo que da vida, lo que mantiene y alivia el espíritu, es el
principio y el fin, es su vida misma, en conexión con el “multiverso”
<http://www.monografias.com/trabajos7/creun/creun.shtml> y aún
después
de
la
muerte
<http://www.monografias.com/trabajos15/tanatologia/tanatologia.shtml
> sus “ajayus” estarán allí, bajo otra forma de expresión, por ello deben
ser preservados y respetados.
El hábitat de las naciones y pueblos indígenas, es fundamental para su
pervivencia y continuidad, por ello es que las diferentes normas
internacionales y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos reconocen la importancia fundamental de los derechos
territoriales indígenas, y la necesidad de garantizarlos y establecer los
mecanismos necesarios para su materialización; pues, de no hacerlo, se
atenta contra la existencia misma de estos pueblos.
INDICE
Los pueblos indígenas tienen prácticas y concepciones propias, donde la
tierra y el territorio son compartidos y heredados de generación en
generación, con un valor
<http://www.monografias.com/trabajos14/nuevmicro/nuevmicro.shtml>
de uso y no de cambio, dichas concepciones devienen de una concepción
que va más allá del sentido de “propiedad” o “apropiación”, por cuanto la
cosmovisión de las naciones y pueblos indígenas está vinculada a la
naturaleza, que no es objeto de apropiación sino también sujeto de
derechos. Es la casa grande, donde cada nación, pueblo y comunidad
<http://www.monografias.com/trabajos910/comunidades-dehombres/comunidades-de-hombres.shtml> indígena tiene el derecho de
usar, gozar, disfrutar y administrar un bien material o inmaterial, cuya
titularidad pertenece a todos y cada uno de sus miembros y que es
fundamental, como se tiene señalado, para la existencia misma del pueblo
indígena.
Conforme a las normas antes referidas y a la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, es evidente que los pueblos
indígenas tienen derecho a la titulación de las tierras y territorios que
tradicionalmente han ocupado; derecho que se extiende a los recursos
naturales que se encuentran en los mismos. Para la materialización de
este derecho tanto el Convenio 169 de la OIT, como la Declaración de las
Naciones Un
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