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La lengrua castellana es, después de la
inglesa, la más difundida por el mundcf.
Diecisiete Estados independientes y ü^
bres, que ocupan sobre el haz de la tierra una superficie mucho mayor que la
de toda Europa, comulg-an en la lengua
de Castilla, en este rincón de nuestro
continente, donde 8e ¡formó, en una parte considerable de América, en algunas comarcas africanas y en los más preciados archipiélagos de la Oceanía. Si
se tienen en cuenta la dilatadísima extensión de algunos de estos Estados; las
favorables condiciones que ofrece para
el desenvolvimiento de la industria, del
comercio y de la agricultura, la rica variedad de sus productos naturales, y la
abundante corriente inmigratoria que
anuye sin cesar á muchas de estas regiones, no es aventurado creer que en
el transcurso del tiempo—y el tiempo
marcha ahora muy deprisa—los inmensos territorios poseídos por la gran familia espaüola llej^arán á contener doscientos cincuenta o^ trescientos millones de
seres humanos, consagrados activamente, bajo todos los climas y en todas las
latitudes, á la fecunda obra de la civilización universal.
Poro sin lanzar la fantasía por los misteriosos espacios de lo porvenir y ateniéndonos solo al estado presente de las
cosas, no cabe desconocer la altísima
importancia del idioma castelllano, entre los que, en primer término, coihparten el imperio de la tierra, y la obligación en que estaraos todos cuantos le estimamos como propio, de coadyuvar
«nidos á su conservación y engrandecimiento. Desgraciadamente, por causas
muy complejas, cuyo examen no cabe
en los reducidos limites de un artículo,
las relaciones entre los pueblos de nuestra raza, desde que del seno de los antifuos virreinatos y capitanías generales
e América surgieron nuevas naciones,
no son tan íntimas como convendría que
fiaesen para Wen de nuestras aspiraciones
eomunes y de nuestra recíproca defensa.
IiSs enormes distancias que separan &
Bnofl Estados de otros; la dificultad de
los comunicaciones marítimas y terrestres; la poca densidad de la población,
aue levanta barreras casi insuperables a
la frecuencia del trato; la diversificación
de intereses entre territorios que antea
«tuvieron bajo la misma dependencia
administrativa; y ahora Cdnstituyen díatintas nacionalidades, y por último, la
escasez del comercio que hacen estos países entre sí, han ido aflojando insensiblemente el vinculo con que en pasadas
^ocas la Metrópoli los unia, y hoy cada
«ual vive respecto de los demás que formaron el vasto imperio español, en estado casi siempre de cordial amistad, pero
de positivo apartamiento. De esperar es,
gracias & los medios cada vez mayores
y más portentosos puestos por la ciencia
al servicio de la civilización, que desaparezcan alguna vez lod obstáculos con
que la distancia y la Naturaleza embarazan á la mutua y continuada circulación de ideas é intereses entre los varios
pueblos de origen espaüol; pero mientras el mal subsista, y subsistirá sabe
Dios hasta cuánto, ciego será quien no
advierta los graves daiios que nos ocasiona. Porque él impide la unidad de
nuestros esfueríos para fines comunes;
retarda alianzas, quizás salvadoraé; nos
entrega débiles y aislados al arroUador
torrente de influencias extrañas y contribuye de modo eficaz al constante menoscabo de nuestra lengua, única parte
del caudal heredad.i que, por ley ineludible, conserv-\mo8 y conservaremos
mm^rejpro invíñso.
Movicfo por el patriótico deseo de buscar medios de defensa contra estos peligros, que á todos por igual nos amenazan, la Asociación de Escritoi'ei y Ariisí(W Concibió eí pensamiento de celebrar
en Madrid, con motivo delcu'rto Centenario de la epopeya colombina y como
punto de partida para más elevados designios, el primer Congreso Literario
Eispam Americano. Proyecto de tal
transcendencia, que tend'a áconcentrar,
siquiera fuese para un caso concreto
ajeno á la política, las fuerzas de todos
los Estados en que se fracciona la diseminada familia eapafióié, no poflia menos
de ser aceptada con entusiasmo por una
Asociación, que rinde culto á \oi más nobles ideales, y en cuyo escudn figura el >
lema: Mejoi' se mudan unidos. Con el
concurso, nunca bastante agradecido,
de los ilustres representantes de las Reúbücas americanas, residentes en Marid, dedicóse, sin levantar mano, & la
organización del futuro Congreso; y para hacer más fructíferas sus tareas, solo
incluyó en el Cuestionario aquellos temas directamente relacionados con las
necesidades de la producción intelectual.
El programa que formuló entonces, y
ue servirá de base á las deliberaciones
el Congreso, se compendia en esto» tres
puntos capitales:
1.° Reconocimiento expreso en materias de lenguaje, de una autoridad puramente moral, encargada de velar por la
integridad del idioma, contrarrestandk», en
lo posible, la anarquía que le coKífmpe;
y como lógica consecuencia de este reconocimiento, la adopción de reglas fijas
Sramaticales, espontáneamente admitías por todos, para mantener en la ense< r6icas, cuenta nanza la unidad funda«fintaa dys 1» lengua común.
S
J
%." Conveniencia de ensanchar entre
los pueblos de origen español el circulo
de sus mutuas relaciones intelectuales y
mercantiles, creándolas donde no las
haya y haciéndolas más íntimas y eficaces donde ya existen, asi para romper el
estéril aislamiento en que nos consumimos y que tanto nos enflaquece, como
píira recuperar en el concierto de la humanidad el puesto preeminente, debido &
una raza numerosa, inteligente y emprendedora, que, entre sus empresas,
cuenta la de haber descubierto y eivilizado un mundo,
3.' Necesidad de aumentar, librándole de restricciones y trabas rutinarias,
el comercio de la librería española y americana en los países dónde se habla castellano, para qi^e conozcamos mejor y
en todo su conjunto nuestro desarrollo social, político, económico, científico
y literario, y para fortalecer con el reciproco é incesante cambio de las creaciones de nuestro espíritu, las virtudes,
energías y cualidades que constituyen
nuestra originalidad genial.
La obra, pues, del Congreso, determinada de antemano en su programa, de
carácter esencialmente afirmativo, no es
de apasionada controversia sobre materias dudosas 6 sobre generalizaciones
doctrinales: es obra de reconstitución y
resistencia, dentro de un plan ya conocido, para impedir aue el edificio de
nuestra grandeza traaicional, en donde
se cobijan todas nuestras esperanzas de
mejores dias y de más próperos destinos,
se ven^a á tierra por abandono nuestro,
envolviéndonos entre sus ruinas, á semejanza de algunos magníficos monumentos, que no caen bajo el golpe de inesperadas catástrofes, tales como el incendio, la inundación y la guerra, sino que
se derrumban lenta y silenciosamente
or la incuria 6 la ignorancia de sus
ueños.
Para acometer con probabilidades de
éxito esta labor reparadora, conviene
atender, ante todo, al estado actual del
idioma, que es donde más estragos hace
la continua invasión de elementos extraños, por la misma diversidad de su orígen, desordenados y revueltos. Lejos, sin
embargo, de los promovedores del Congreta Literario Eispano Anericano el pueril empeño de rechazar por mal entendido orgullo patrio, la legitima preponderancia que sobre nosotros ejercen naciones más adelantadas, ni el de cerrar
sistemáticamente la • puerta a toííos los
neologismos, frases é innovaciones que
aporte al habla castellana por sus cauces
naturales, la maravillosa actividad de
nuestros tiempos. Empeñados y abstraídos durante lo que va de siglo en el largo é improbo trabajo de consolidar nuestras libres instituciones, lo cual nunca se
consigne sin pasar por luchas sangrientas y aniquiladores trastornos, nos hemos quedado tan atrás en el camino del
jíropSIo; qufe míéutrás * Tüeráádálí^severancia y estudio no ganemos eí terreno perdido, aspirar á nuestra completa ems^cipación, equivale á soñar con lo
imposible. Semejante pretensión rayaría
en locura. Pero de esto á menospreciar
torpemente los elementos más castizos de
nuestra peculiar cultura; á reducirnos al
triste papel, como hacen algunos aquende y allende los mares, de serviles imitadores de todo lo exótico, solo porque lo
es; á dislocar la lengua empleando giros
absurdos é incomprensiblesy vocablosimpronunciables é innecesarios; á convertir, por último, en monstruosa gerigonza
aquellamajestuosahablaqueel emperador
Carlos V creía la más adecuada para conversar con Dios, hay inmensa distancia,
que no puede recorrerse sino afropellando
los fueros de la razón y de la ciencia. Los
idiomas están sometidos á inflexibles leyes
biológicas, que no se infringen en vano,
y cuyo persistente quebrantamiento, primero los obscurece y al fin los mata.
Mientras se mantienen fieles á sus principios generadores, las lenguas son luminosa encarnación del espíritu: en ellas
expresan los hombres, con diáfana claridad, sus afectos y defienden sus intereses;
en ellas escriben las sociedades los Códigos por que se rigen y de los cuales, depende, en gran parte, su prosperidad 6
su ruina; con ella arrancan los sabios ¿
la Naturaleza y al alma sus recónditos
secretos, y levantan las efímeras generaciones humanas los más durables monumentos de su gloria. La decadencia de
todos los imgerios ha empezado por el
idioma, porque la corrupddn del habla
trae aparejada la confusión de las ideas;
la confusión de las ideas extravía y envilece las manifestaciones del entendimiento; la perversión de la inteligencia, desnaturaliza las cualidades características
del pueblo, que por esta pendiente resbaladiza va llegando & un estado de mansa descomposición, cuyo término inevitable es la muerte, tras dolorosa y prolongada agonía.
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nmtt. CIKÜO. - Antillas espaColu y
fliteantes del tratado postal, trimestre, DIEZ. •Portagal, trimestre, OCHO.—Ea loi demftf piUiaf
15 R PERIÓDICO DE lAYOB GIRCÜUCIOH DE ESPAÍiit
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qtie caen de peSa en pella desde las cum»
bres, acrecíentaa, sin enturbiar su traiisarenQla>la corriente de los grandes rios.
alaternos el dominio del idioma cuanto
sea preciso; pero amparemos con ánimo
resuelto su estructurs fundaimental^ lo
que es substancial en él, lo que determina su diferenciación entre los demás organismos de su especie, y no consintamos,
al menos sin protesta, que manos bárbaras le descoyunten, deformen y degraden, porque las heridas que reciba, desgarfái»án con el mismo golpe el corazón
[ de la gran patria á que toflcrs pertenecemos.
No os temerario creer que los gobiernos de las distintas nacidües reptésentádas en el Congreso Literario Bispano
Americano atiendan, en le que tengan
de justas, las reclamaciones que sc*re
punto de tal importancia emanen de él;
pero aun cuando no produjera otro resultado práctico que el de haber contribuido á la conjunción de tantas voluntades, hasta ahora aisladas, en el común
deseo de salvar la lengtm eastellana de
los peligros que corre, esto seria bastan •
te para que no le olvidara la Historia.Yo
espero, sin embargo, mucho más del
Congreso. Cuando se extingan los últimos ecos de las fiestas del Centenario, y
vuelva cada cual al seno de su patria
querida, espero que en el recogimiento
de la meditación, empiece á germinar
una idea.hoy todavía vaga y confusa, como debió descrío eljprimer presentimiento que turbó el alma del descubridor de
América, y que convirtió al cabo con su
constancia y su fft en realidad gloriosa.
El surco ha recibido ya la simiente. Pongámonos de acuerdo para conservar incólume el verbo de nuestra raza, y si el
éxito corona tan generoso esfuerzo, no
perdamos la esperanza de que algún día
nos entendamos del mismo modo, no solo
para estimarnos platónicamente como
miembros emancipados de una familia
dilatada, si no, lo que vale más, para auxiliarnos y para defendernos.
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les, sables, «hocos y otras armas pertene«jleotesá los serenos.
Los dos soldados están presos 6 incomanieados. Se activa la sumaria para exclareoer los hechos.
Los serenos heridos se llaman Francisco
Viéente Ordófiez y Juan Araujo. Bste tiene
un balazo eu el pie derecho y se encuentra
grave.
Rstén heridos también el guardia municipal Manuel Ruiz Valcárcel, el guardia da
consumos Antonio Borrego y «1 paisano
Maonel Tejera Canadá.
Casi todas estas heridas son de bayoneta.
Oomo era de esperar, el suceso es objeto
de todas las converanrioues, pues nadie se
explica que dos soldados desarmen y maltraten á varios serenos y campen por sus
respetos dorante varias hora.«í do la noche,
alarmando al vecindario, sin ser detenidos
hasta que les echan mano dos cabos y un
sargento da su mismo cuerpo.
Aquí todo el mundo, conviene en que deben reorganizarse los cuerpos que dependen de las corporaciones populares.—Varga».
líe
'El festival anunciado para anoche no
ft)é verdadero festival hastaSúltíma hora,
«T?or de pronto, y como es uso y costumbre, no se cumplió el programa. Ni
cáuturon todos los orfeones, ni tocaron
las bandas militares, ni siquiera se dispararon media docena de cohetes.
^ s l que cuando iban á dar las doce,
una parte del público, la gente moza, no
pudo reprimir el entusiasmo que la inspiran nuestras celosas autoridades, tan
simpáticas ellas, y le manifestó de modo
bien ostensible y ruidoso.
Primero fueron gritos, no hay que decir cuáles, conocido el amor del pueblo
de Madrid al alcalde que Cánovas nos
ha dao, y á todos sus superiores jerárquicos y concejales adyacentes. Nosotros oimos entre el tumulto nombrar al
Sr, Bo.«)ch y al Ayuntamiento; claro es
que les vitorearían.
O&SPAR NliÑEZ DE ARCI.
Después, los más entusiastas, prendieron fuego al tablado forrado de elegante
percalina qne había en la plaza de Madrid; y últimamente, y después de romper los faroles del Prado, subieron los
grupos por la calle de Alcalá dejándola
a obscuras.
Si la opinión pública se ha signifi? ado
Y los gritos cada vez más agudos.
alguna vez sobre un asunto concreto,
Daba gusto ver Madrid y oir el ruido
en forma que no deja lugar á duda res- de los cristales rotos; parecía que habíapecto á sus aspiraciones, es indudable mos vuelto á los felices tiempos de Squique la ocasión pre3ea,|e ofrece un caso lache.
excepcional, pocas vecfe igualado en la
Es una lástima que este encantador
historia.
"
^ •'espectáculo no se haya anunciado con la
Lá hostilidad del pueblo de Madrid Sa- anticipación debida; se hubieran pagado
cia la actual gestión municipal, y hacia á buen precio los balcones da la calle de
el alcalde particularmente, tiene un ca- Alcalá.
rácter tan sincero y tan .convencido, es
Afortunadamente, el sellor ministro
tan unánime > tao hondo, que sólo la d« la Gobernacióa pudo disfrutar de la
gran irhpasíbniflH de un Gobierno que fl^,ta improvisada; en lá misma esquina,
alardea de resistir loa moviuúeutUB más de la calle de Carretas cayó un farol con
universales puede sustraerse á tan pode- gran estrépito.
rosa corriente. El gabinete Cánovas, desComo es natural, se cerraron todos los
preciador sistemático de la opinión pú- cafés de la Puerta del Sol y empezó á
blica, cree más propio de los gobiernos acudir allí la gente como si repartieran
fuertes no ceder ante lo que llaman pre- dinero.
siones extrañas, que suelen ser las úniLos comeniarios eran sabrosos, que dicas presiones fecundas, y i las que, por cen en Cuba. Los mismos que hará hoy
instinto de conservación, debieran los todo Madrid cuando se entere del suobernantes atender desde luego, antes ceso.
e que, encrespándose la ola popular, lo
Nada, que cuando un pueblo ama alas
que era aspiración legítima se convierta autoridades, lo tiene que manifestar de
en imposición violenta.
alguna maneraEsta es la situación del Gobierno enAsí que no es extraño que las autorifrente del pueblo de Madrid. Tales anti- dades no reprimieran la inauife»tación.
patías públicas ha despertado el señor Se hacia en obsequio suyo, y por modesBosch, de tal modo se desencadenan tas que sean reconocerán que la tienen
contra él las iras populares, que es una bien merecida.
verdadera temeridad mantenerle en un
Y unos cuantos faroles rotos, ¿qué imuesto que tan desdichadamente ocupa, portan? Poco más que nada.
'n funcionario que cuenta contra sí tal
Con lo que baje en un día la renta de
suma de pasiones y de odios, necesaria- consumos hay para comprar triple númente tiene que ser un peligro.
mero de faroles de los que se rompieron
El motín de anoche se lo habrá demos- anoche.
trado claramente al Gobierno. No es el
Y el espectáculo, como espectáculo,
primero de la serie, pero no será el últi- magnífico.
mo tampoco.
El mcjur festejo de la temporada.
El Sr. Bosch, en lo sucesivo, es ya una
cuestión de orden público. •
TfiiÉí ippitai
S
B
CUENTOS PROPIOS
TODOS LOS SANTOS
(Por telégrafo)
SeoillaZX {7n.).
Hoy no se ha hablado aquí más que del
escándalo qne han dado esta madrugada
dos soldados borrachos que recorrieron varias calles, después do abandonar la guardia de la cárcel, llevándose sus carabinas.
Estos dos soldados, que pertenecen á la
primera compañía del primer batallón del
regimiento de Granada, y que se llaman
Francisco Bonilla Marín y Juan Espafia
Harlin. naturales ambos de Málaga, parece
que abandonaron á las nueve de la uooUe
la guardia de la cárcel, yéndose é una taberna donde se emborracharon,
Díjose en un principio que habían desLa enfermedad, ¿para qué ocultarlo?
apunta entre nosotros, y americanos y es- armado al centinela de la Tesorería de Hapañoles tenemos el mismo interés en cienda, y disparado algunos tiros á los seque encontraban al paso; pero parece
combatirla, ahora que todavía es tiempo renos
que solo uno de ellos se acery antes de que se apodere de todo el or- comprobado,
có i la guardia de la Tesorería, diciendo
ganismo social; porque si llegara á pre- qne se fugaban los presos de la cárcel, y
valecer por culpa nuestra, nos separaría que tos tiros que se oyeron no fueron dispaaún más que la distancia, desataría de- rados por ellos, sino por los serenos, que al
finitivamente con la progresiva disolu- verse acometidos, se defendían. El que se
ción de nuestra unidad idiomática, los acercó á la guardia de la Tesorería, tomó
lazos de amor y fraternidad en que se del armero un fusil y • salió con él, apuatanflo después al cabo, pero sin que llflfgara
funda nuestra fuerza colectiva, y anula
ría por completo y para siempre nuestra á disparar.
Lo cierto es que recorrieron varias cainfluencia en el mundo. Tenga, enhora- lles,
entre otras, las de Compás, Zaragoza
buena, cada Estado sus provincialismos, y Laguna,
y que desarmaron é hirieron k
6 gi se quiere, sus nacionalismos propios, varios serenos y guardias municipales.
que son, las más de las veces, producto
Cuando en el cuerpo de guardia so notó
espontáneo de condiciones, necesidades la falta do los soldados, sa!iar0n un sargeny costumbres privativas de los lugares to y dos cabos á buscarlí^s.
En la capitanía general no se tuvo notien que aquellos pintorescos giros se forman. Estos materiales nuevos, depura- cia del suceso hnata la una de la nmiir.iiií'ados por el uso de los doctos, lejos de em- da. Entonces se enviaron parejas de la
guardia civil en su busca, piü'o cuando éspobrecer y alterar el caudal general de ía tas
salieron, los dos cabo-s qae h-íbían Ido
lengua, le enriquecen y sanean, como los •n su
persecución los habían detenido ya I
biloa de af ua, casi cernidos por el ^xe, en la pUza
NueTa^ ocupándoles dos fusi-
(CUEKTO DE NlSos)
La tarde está hermosa, como de otoílo;
el cielo manchado por ligeras nubéculas
ue parecen formar una túnica de blonablanca sobre una tela de raso azul.
Declina el sol y empieza con la luz del
crepúsculo esa melodía que llena de triste dulzura los corazones.—Se va la tarde; se' va la vida del niño, de la mujer, del hombre, la vida universal: ¡sólo
Dios, allá, tras de ese velo de encaje,
permanece y dura, bueno, cuidadoso de
los mundos, amado, respetado, loado,
eterno!
Los niños se han reunido en el Parterre del Retiro, y juegan, dejando marcharse las nubes, el día y la vida; dejando á Dios velar por los mundos y por
ellos. Han venido á la tierra y no saben
para qué ni cuál'es su destino. Sus padres les han dicho que han venido para
respetarlos, para amar á los hombres y
rezar á Dios: todavía, sin embargo, no se
dan cuenta de su misión; ni tienen pasado, ni les preocupa el porvenir: solo viven d<<l presente—del presente que se va
de entre sus manos con sus juegos, de
RUS labios con sus palabras, de su cora;!6ti con sus nacientes pasiones y de su
ccj'iibi-o con sus vagas ideas. La vida,
para ello«, es g'oznr, (^a acostarse eu su
CEiaitfi; dümiii- arrullados en ella; despertarse con besos; ser atendidos en todas las necesidades, consolados en todos
los lloros y adivinados en todos los de- ,
seoi}!~¡Creced, creced, venturosos; ore- i
ced, creced á ser desdichados!
•
3
Pero los niS(te se han reunido, como
decía, para jugar... No parece sino que
de los cercanos árboles y de entre las
plantas y las flores, ha llegado tropel de
pajarillos que cantan, corretean y revuelan. Los niños forman corro ó se esparcen persiguiéndose: ya se buscan, ya se
cogen, ya se abrazan, ya fingen coléricas escaramuzas. Los hay de humilde
condición, de vestido pobre; los hay de
padres ricos, y que no parece sino que
vuelan con las plumas, cintas y lazos de
sus sombreros y trajes.
Juegan y juegan, sin pensar que la
luz ni BUS fuerzas puedan tener fin.,. En
los bancos de piedra algunos caballeros,
algunas señoras, les miran con ojos de
amor y sonríen.
Pero cuando más encrespados están
los niiíos en áus juegos pasa un anciano,
se detiene, les contempla con inefable
mirada, y luego les grita, tendiendo hacia ellos sus inquietos brazos:
—¡Paraos, paraos, hijos mios! ¡Reunios
aguí donde podáis oir mi escasa voz! Un
viejo quiere hablaros: un viejo muy viejo, tan viejo que casi es ya, como vosotros, un niño.
Dos rapazuelos se paran y le miran
con sus grandes ojos de inocencia, sorprendidos y curiosos; los demás se detienen también; y así como las figuras de
un reloj de música que van perdiendo el
movimiento, todos ellos se quedan estáticos y le miran y escuchan,
Hay un banco desierto, y el viejo se
sienta: deja en él su cayado, se quita
su sombrerón, y pasándose la mano por
la barba, nivea y larguísima, asi les dice con voz en oue suenan todos los placeres del mundo perdidos, todas sus tristezas cumplidas.
—Hoy no deberíais jugar, niños míos;
hoy es día grande y solemne para la Iglesia; y bueno es que os acostumbréis desde ahora al sacrificio,
—Pues ¿qué día es hoy, abuelo?—preguntó una chicuela.
—Hoy es la fiesta de Todos los Santos... y la Iglesia católica honra con ella
á los que han subido al cielo. ¿No quisierais vosotros ir al cielo también?
Aquí hacen los niños un ademán afirmativo.
—Este es el día en que se adoran las
reliquias de los santos y sus imágenes;
en que se implora su protección, se invocan sus nombres y se releen sus vidas.
Los santos fueron hombres, sufrieron y
gozaron como todos hemos sufrido y gozado; pero nos superaron en virtudes. En
el dolor esperaron en Dios; en la dicha
no le olvi laron. ¡Ya cuando seáis mayores sabréis cuan difícil es no desesperar
y no desagradecer en la vida! Dios...
¿Sabéis quién es Dios? Dios es quien ha
creado esta Naturaleza que os rodea;
autor de la vida, del aire y de la luz. Pues
Dios ha dicho á los que merecieron oirle:
-'Si alguno me sirve confidelidad,le Ao»raré^^aniemente. Y por eso cuando habéis ido á las iglesias habéis visto unos
hombres de maderaj entre luces, eu los
altares: son los elegidos los que fielmente
le sirvieron, los que fueron buenoB; y ser
bueno es no hacer contra los demás lo que
no queréis que se haga contra vosotros.
Y después de una pausa, siguió:
—¿Queréis que os quieran?
—¡Sí!
—¿Queréis que os roben vuestro pan,
vuestro vestido, las monedas que os dan
vuestros padres para golosiniílas?
—¡Nol
—¿Queréis que os hieran, que os maten?
—¡Jesús!
—Pues ya sabéis lo que es malo y lo
que es bueno. Hay, sin embargo, qtie hacer mucho más para ser santo... Es santo quien piensa en las cosas celestiales
más que en los terrenas; quien nada quiere hacer sino lo que puede ser hecho sin
que se entristezca ni se enfade Dioa; quien
es religioso, trabajwílor, amante de su familia, ouen amigo, socorredor de los pobres, no envidioso de los ricos, justo y
suave de condición; nuien piensa en los
demás antes que en si propio; quien por
dar alegría pasa sufrimiento. Es tan sublime el vivir asi, queridos niños, que en
todos tiempos han sido honrados y respetados cuantos así vivieron.yselesda por
ejemplo; y nadie duda que después de
morir alcanzaron la recompensa de sus
virtudes, y que desde otro mundo más
esplendoroso, donde no hay hombres malos, difunden sus inspiraciones bienhechoras sobre esta pobre tierra en que jugáis vosotros.
Los niños se habían acercado cada vez
más al anciano, y le oían embebecidos
mirándole al arrugado semblante, en el
cual se reflejaba una bondad divina.
—¿No querriais ser santos?
—/Oh! Yo—dijo uno—¡vaya si quisiera llegar á estar ei«los altares, y que rae
encendiesen lámparas y quemasen buenos olores, y se me arrodillasen los hombres y mujeres!
—Tú no lo serás—exclamó el viejo.—
Para ser santo es preciso tener deseo—no
vanidad—de serlo... Y ahora, hijos míos,
puesto que ya os hice reparar en la majestad del día de hoy, escuchadme una
palabrita acerca del de mañana; ¿alguno
de vosotros sabe qué día será?
—Yo lo sé: lo he oído á mamá. «Óyeme ha dicho—mañana hay que ir á rezar
sobre la tumba de la abuelita. Es el dio,
de los Difuntos,y)
—Y los difuntos, ¿quiénes son?
—¡Toma! ¡Loa muertos]
—Son los que fueron niños y hombres,
y vivieron como vosotros, y han dejado
de ser, y están bajo tierra después de haber gozado y sufrido.—Consagrad vc3otros, también, un recuerdo á los niños
que han muerto sin llegar á ser hombres.
Quedaron en el principio del camino, entre dos ^las de juegos, entre dos beso»;
flin dej" i-, al morir, más que sentimiento,
lágria' as y quizás envidia. Allí en los eí*
n^eutérlo») eu pequemos Ucifi», eu UsM»
cajas, vestidos de azul y rosa, cefiidos dft\
flores, son como las crisálidas de almu
que han volado, heclias mariposas, «I
cielo. Alli yacen más olvidados que nin gunos otros difuntos porque no nicieroBi
bien y, sobre todo, porque no hicieron
mal a nadie; sólo sus padres les recuer- '
dan siempre; y en las veladas, y cuando
ven los juegos de otros niños, y en cien
fechas inolvidables, sienten que su recuerdo cae como gotas de roclo sobre Iw
espinas de sus coronas de mártires. ¡Juntad las manos y rezad, hijos m\os, con
las oraciones que os han enseñado vuestros padres, v pedid á los niños muertot
que desciendan sobre vosotras con sus
alas de ángel y os traigan la coraza df
hierro contra el dolor que ha defendid»
del mal el corazón de los santos!
y levantándose recogió su báculo y se
sombrero, tocó, beso por beso, las mejillas de los niños, y, volviéndose mucha*
veces y despidiéndose con la mano, desapareció entre los árboles...
Los niños quedaron pensativos un momento, y luego se fueron á buscar & sns
padres.
—¿Quién ea ese viejo que os bablabaV
—preguntó una mujer á su hija.
La niña se quedó sin saber qué decNr
y como reflexionando; pero de pronto Mt'
dio una palmada enla frente y protrampió:
1
—¡Debe ser un santo, madre!
Fernanfíor.
Ateneo
Conferencia del Sr. Godío
Con Edmundo Amicis hizo su primer viaje á América el Sr. Qodío,'y de la compenetracido de ambos espíritus, recordand»
la manera brillante y poética de decir y de
pensar de Amicis, parecía surgir la bellísima oooferenoia que anoche did ea el Ateneo el Sr. Qodío.
Un pensador y un poeta, eso es el ílastrr
viajero y escritor italiano. Pensador proíandisfmo, cuando estudiaba las cansas dt
la crisis económica en la Ropüblica Argeor
tina. Poeta, cuando describía ona exea»
sión por las selvas virgeues. Pensador y sociólogo emiuentislmo al hablar de razas ff
de idiomas, de emigración y de coloniza»
cidn, de lo que SchMfe llamarla elemente
«motor» de la humanidad. Poeta, cuande
nos hacía asistir á una visión profótlc» del
porvenir de América, y particalarmontc de
la América del Sur, que es como renacimiento á nueva vida de la raza latina.
La numerosa, la selecta concurrencia que
llenaba el Ateneo, aplaudió con entusiasme
al Sr. Qodio. NoS hacia participar de su ft
la el Drojrrcso, con los datoí y los razonamienhl*/? 6 an sabio. Nos conmovía y electrizaba con la fantasía y la imaginación di '
un vidente. Habla una hondísima ñlosofii ^
en aqiiella su noción dé la vida y enorgit
de un pueblo eu relaeión eon las crisis económicas, que tanto más jfrande y poderosa
y rica en fuerzas vítales es una nacionalidad ó una raza, eaaotas más veces y mis
profundamente ve eomprometidos sus destinos...
No contamos ni con eipacio ni con tiempo para seguir al Sr. Oodío en su elocnente, en su notable, en so interesante, sn s«
inspiradísima confereooia de anoche.
Hable él por nosotras, qué nos limitamos
i transcribir los últimos párrafos de .su discurso, aiotetis brillante de sus pensami notos y observaciones y hermosa visión da
sus esperanzas.
«...Y sin salir de aquellas tierras vírgenes, de aquella Naturaleza cncantad-ipa, so&emos, soüemos, al melancólico mu:mullo
del gran padre de los rios, que nos va narrando la historia tnlstorio»» lit;] panado lejano, que nos va cantando Io« salmos délas
antiguas razas muertas: soñemos coi. ci oacanto de la dulce brisa que tPiin'i» las noches tropicales, i« «oDfieutfl visión del porvkttlt»
«...Buel aislamiento solemne de un río
que pudiera ser recorrido por flotas, y na
ea atravesado sino por algunas canoas silenciosas y traidoras, oomo es silencioso y
traidor el paso del indio, «ntre dos compactos muros de interminables selvas eu que
reina la soledad y que podrían dar asiló y
bienestar i todos fot desheredados de la
tierra; en la quietud solemne del crepüoculo, rápido y majestuoso en aqnellas latitades tropicales, el hermoso snnño de Cañó
me atrajo en sus seductores lazos, y poeo
á poco mi espíritu se sintió transportad* al
remo de las visiones.
»Me paréela estar solo en una barquilla...
rápida como elpeuaanilflitto... lígnra, ligera oomo la rsntasia y remontar el Paraná.
Kl cielo estaba sombrío y el color neerruz.
00 de la bóveda, que se extendía sobre el
rio, se confundía con el color negruzco de
la selva.
«Ambas orillas estaban pobladas de salvajes que combatían entre sí y de cuando
en cuando lanzaban contra mi ñochas qua
no alcanzaban k herirme... En el interior
humeaban sacrificios humanos.
»La visión cambió de improviso... A la,
selva densa sejiabíao sucedido pampanosos
viñedos de los^que pendían racimos de bellísima uva, árboles frutales de los que colKabao, delicia de losojos, tentación del paladar, dárosnos, dorados damascos, almendras, manzanas, naranjas... la sonriente
oampifia era interrumpida i menudo por
amenos villorrios hormigueantes de población alegre y festiva, y por inmensas ciudades en medio de las cuales resaltaban
suntuosos palacios, espléndidos monumentos, humeantes obimenens...
»Y una mística vos descendía de lo alto
inundando deIftbllo el corazón... Aquella
voz decía: [Paz, fraternidad, trabajo!»
Bl público del Ateneo le hlxo una ovación. Hoy se la hará sin duda el Oestro
Obrero, donde dará otra conferencia.
. la ffllj 8Éla
(P«r itiégiféU)
Seetlla 31 (8 n.).
Bn Its primeras horas de la tarde ««Ivit,
mi
j a l i í e l r g f f j ^ e o en cpchojgra
^|^^;i'%lP«í,^¿Y^jf^''¿jg^;
Vsr»'
'
meÉm
SSÉOE
do 1« reina regente ^ de las infautAC, htíb«c»4o li>eer<i(}ó hi«Jit« Tarreblfwcw»
K«»pe«to« la marclm, nsdn d« 'poslttyo
M «fiXúei )ia»ta «wt» rntüana. pero todoa los
indrcios penaiti!» supouer quo m SJari pa<t» el dia 3, pues ten^ro entendido <3ad ya
entro U alt» servidumbre circulan algunas
érrtenes en a<)uel sentido.
Taroliíóii «e cojjsideríi desechada la idea
d« reaJiaaf el vmje á Granada.
Itfi'pecto i este punto parece que triunfa
t» ©piujdn facultativa, qa» «o quiero asulair lí' respodíabiliflad de cnalquiei-accirt<;<»te ((ue {}uc(la influir de uua manera
<í<"fa»or«bleeii U salud de! rey.
He oWo a««jEi)r«r que la Gaceta publica.
ti «m i»arte «n ol que se cotmignaré la opi»íá« de los módicos, conlrsria 4 aquel
tiiíje.
Partice que atijunos da los diputados y
leñadores por Sevilla, que se eucuentrau
•rjut han experimentado una seria contraritíflad por no haber sido invitados al banflueln noe s« coletiró anoche en Pataeio.
Una Ooinisidn de tres franceses, condecorad is aan cruces españolas, ha entregatía hoy á 1» reina regente un lujoso álbum
«Bí.cnptti por gran numero de las persoaaa
ue tieuea igual distíiioidu ea FraQci«.->
'argot.
ma tessessaOBos
sidente, en elocueatifimas frases, dio las
f ráelas A todos los ««agregados.
Caspués de la preseotación de poderes y
credenciales de los represontantes ds eeOf
tros, cor^úi•aciono;^. etc. {ol numero deconrresistas es do 720), y do la lectura de la
Uta de vocales del Congroso, se procedió
al nombramiento de la Mesa de honor y de
la efectiva del Congreso.
A propuesta de} síjfior presidente se acordó que los debates versarían .lobre las conciusiones de las ponencias, sin perjuicio de
que los autores de Memorias pudieran leer
éstas.
tíe recomendó 1« puntual asistencia i la
se«i<4a iaaagural que se veriflCRrá hoy, á
las dos de la tarde, en el paraninfo de la
Universidad.
Los cougresistüs militares asistlráo en
traje de gala y lo?, domas de etiqueta.
f
B L ' I i l B ' Ü R ü U ffwpwifffw
ti vos; pero os seguro que serán objeto p»aferente de.,8u atención los sucesos de ano«ha.
Pairaee que toa ministros tomarán por
tnanimidad una resolución llamada A tenar
mucha resonancia.
Las Aduanas d« CU^A
Ai cerrarse ayer tarde las oflcinai de la
Caja de Depósitos no SR h¡\bia hecho ningún
depó'iito con objsto de tomar parte en el
concurso para el arriendo de las Aduanas
de Cuba.
Aoofhe, á las doce, terminaba el plitzo
pjira presentftr propoiticfoiíes. Bl dirsolor
de Hacienda df^j rai,gÍ8torto de IJUtrem!.;',
Sr. Bergamín, eituvó hasta düh» hora . n
el ministeriOt'y como nosO,íH'cse,tí>ftra,niugün pliego, ge flrmtí acta rtotariAl, leélíirando desierto el concuréo.
Q flffetfn ¿8 llao
No pudo ser más lisonjero el éxito qua
anoche alcanzó la Sociedad coral de Bilbao
en el hermoso salón de la calle de OapellaI.
.iMiíáfxyif^ ^jriij/TMin
. 1 . . II
nea.
La Sociedad coral bilbaioa cantd con ad*
mirable gusto y precisóa todas las piezas
del programa, revelando desde luego la
bondad de las voces y la maestría con que
firlUantisiui»; aspecto presentaba anoche han sido ensayadas coautas composiciones
l siJdn de actos del Centro del Ejércílo y ae ejecutaron.
fe la Armada, donde *e Teriflcd la seslóu
Entre ellas sobresalieron, no solo por su
pfsperstoíia del Oongreso Militar Ibero mérito intrínseco, sino también por la briAmericano.
llaotea de »n interpretación, la Balada gal;ot «aoeoí del beriBoto latdn, dseortdo llega, de Monte,!); fa Retreta, de Rilíé, que
é(3«> fcr^ltico* trofeee. m tetan ocupados fué repetida; Et Carnaval de Roma, de Am>
brosio Thomas; los Cantos micongados y
por los delegados de Portugal y de les ^apublicas americanas, corno también Púr los vcalses de Strauss, que cerraban el pregran níimefo de militares y matinos, enire gramil de la ñesta.
ios n ) habla muclioü generales.
Asimismo raereoieron grandes elogios
A laíi d-ez en panto ocupó la presidencia
los notables solistas Sres. Racbe y mslv
él prrsí ' ;n»e actual de aquel Centro, geúe- rreChea (tenores), y Losada y Araona íbaral b . AiTaro f^'jfrano, teniendo A sU defe* joS), los Males cantaron con gran correc'
c'iii a! getititil I\.rri(iiKlo/. Tojeiro, A SQ íz* clóu, haciendo gala de sus btienas faoultaquierda )t( 8r. Bonafós, Tioepresldénte dol
des y dol buen estío de canto que poseen.
mismo y ocupandí la» mesas laterales el
Todos ellos obtuvieron grandes aplausos
serretario general IBr. Bauchis y ے teSor y se vieron precisados A afiadir alguna pie*
OberfíH.
sa mfts A la» previamente anunciadas.
AbicrlH la sesión, pronunció algunas pBLos cantos vascongados produjeron Tér»
ii»%r«« *í j»n>»i<irti4e, seftor jipeHeral iSerrano, dAdero entusiasmo y se repitieron para
**'h'ilCMnrt6 la* eircnns<ii»ic!ns pot lfi« que acceder & la8 inatancfas reiterada! del pá*
hal»ío ll'"i.T"''o á ornpar la presidencia Bn
b«<so.
ar.l» lau «jjeiune, y itt'inffeHtaiuio que sola*
Btt al dfto da / iwtfMnafí, deHossinl, melaente li idek del cumplimiento de un derecieron también ruidoso» plAcelnes loe seber como HOIÍIHU) le oí)!ig8bn á, ello; dirigió Sores Rache y Losada, por «i esmero condespués «u saludo carifiogo á t'xloa los Se- loe ejecutaron tan difícil oMae inapirada
Bores «6tigr«>iii«tk», m«y efjtpccialinentt á «oiBpoalcidn.
l«s deleg^iius de Aiiiéricsi t'lli pregitEtes; el
—ii^iM^s^\,f H^iim
»mm
discurso d(íl «fuéral éertano íué AjílíittdWilo
por la cODCnrrcMicia.
Acto cíinfinuo, e! secretario, general #e•or gancliis. leyó ana breve reseña de la
jnarcli» qoeljeBÍB »ejfoido la organizativa
^ r a celebrar la feliz 'conclusión da la
Ael Coiígfcsó y los trabajo» nrelimitiarea
a»e al efecto se habían pruotlCRdo, leyendo temporada en que A tan grande altura han
quedado la maestría y el brío del popularí2es]9n6ti el Sr. Obertlu la lista de scíioros
wngresistan, et» la que flgn'rHn (¡olegados aimo torero Rafael Molina, le obsequiaron
t todas las Repübticas íulnmerlcanas, de ayer con un espléndido almuerzo en el restaaratit d« Fono», tittos sesenta y tantos
ertugal y Estados Unifios i<e Amériee,
amigoB y admiradores «uyos, entre los
f' fah número de gfrnvrale», jefe.-? y ofldaíes
e iiuentfo ejército y Armad», litéauas per- cuales «e veíati antiguos y buenos hflcionatoiíak notftb'es. .'nlre las que flguí^n ftl ix- dos, distinguidos sportmen, toreros, literaJtoirirstró tifeültramur U. Manuel Becérrak tos, pintores, militares, aristócratis, y perSón'&B, en fin, conocidísimas en todas las
I'rocí'dióse* nombtar la* Sesaii de honor
«feferas sociWes de Madrid.
f efectiva, quecit-iido ambae eonstituidas
*n la forma qne va hoinos aniinciado.
¡La excelente banda del Hospicio amenizó
Levsi)ió.Sf la sfi.'íión, acoMláiidosa que la la fiesta desde uno de los salones InmediafB'Bugurii' qnt '«"i-á presidida por el minis- tos al que ocupaban tos comensales, y bien
tró de la GticiTa, Se verifique el dia i «le pwoto se vio invadida la calle de Peligros
Koviembre, * las nufcvey media de la no- f»©t e*i?r»ordinario golpe de gentes.
Sefial de los tiempos. Al tocar la banda
«he. en Msar6tide ii«to( d«I C%Dtro llih->
la MaraelUsay el $imno de Riego, hn malar.
stfestacionAs de expansión fueron CMi las
mismas dentro y fuera del local... fintre
enaordecedores aplausos, gritó uno:
~lViva el Rresidenta de la Repüblíca...
taurina!
Y eome Alfniea, «• aflcionea monlrqnlHrUealar<« U U B A á i
eaf, dijese:
UTIRIOX
—;No «s •«£• «I ray de tos toreros? (POM
4Qa la toqaon la maroha teal I
£• Mrosararon todo* A responder:
LoTulfe$ 31 (7-Ii a*%
—INo. por Dios, 9ue va A creer la ffanta
dknerfH«8« en tos ehcslM linaoeíeKMi qt» de la calle que aatA aqui Oánovas, y ooa silÉ»fr»e«wdo 1« sascripción pftbtloa para
ba de fljol
•abrir IM obtigauiotres del ferrooarñl d«l
Parece mentira q00 hasta en un terreno
Oesto d* i« Rabana, por haberte «ombatido
ajeno á la política como el de la afición
kw terminas del proyecto y la trantferen* tan
tauromAqaioa, s« hayan do advertir las
Ito d« la eoncesidn.—i?.
«simpatías» de qua disfruta el gobierno actaaL
En un gabinete del mismo restaurant esn g«a«ral Beratá4«i R«laik
taba almorzando la Comisión Provincial de
CáréMMi m f 8 ^ t ) .
Madrid, aon motivo de hab<'r cesado en sus
BQ el eorrao de hay ha salido para Alhft*
tareas, y al terminar su festiJJ, pisaron totta da Granada el exinístro de la Guerra,
dos los diputados que ia compbnen A tala*
Vr. Barmntiez Reina, después de aoa corta dar y estreCíiar In msTf» de R-vfael.
pcrniau>«..;:)a notre iio^otros.
Sonaron algunos vivas á Lagartijo en la
K) sahado visitó el Centro liberal, pro- oalle; varios de loa comensales echaron A
Buoeiaudo con Ueho moti «r oti brillante
¡•8 auchaobor. puñadus de calderilla, y se
éiscurst ,.«.ut)/.a, en «1 que aseguró la préprodujo el especUeulo pintoresco y tumulXtdia ealda del pnnñ.i* "nnservndor y Ja
tuoso, que con tants indignaclóu.—on si es
Ta«U» M brevísimo plazo al poder a«i pMno es cárnica—dcsf tit)« Él Correo de ano«do liberal.
che en su clAfico »8al;»hcp.».
Dt)a <fa« les eonaervadore» estaban mtiar*
Cuando Lagartijo saWó i la calle, la ovatoa « imttiUzadof A los tres mese* de subir ción fué Terdaderutnante e.«ítnpenda; los
ai poder, y que si hoy oo son gobieruo l«a •ohiquillos y loa entuslantas callejero." qui
flkiBlooistas. stt debe al patriotismo y rovpe- «ieroíi levtóit&r en hombros al célebre veto qu« A la monarquía profesa ol Sr. SA' terano del toreo; Rafael, luchando A braxo
fast».
partido con la gente, se refugió de nuevo
Matttestó aoett alSr. Sagasta bablera
ea ol café; y ios estrujones y apreturas fueBWQldw el vkje de propaganda que em> ron tales, que hubo cristales rotos, ayes,
fnindtA dorante el verana siguiente A «u
lamentos, t«l cual herido y aljííjn que otro
takta, la vuelta 4* loa liberales •# hablara contuso.., (Kl motín del entusiasmo!
|Bi>.4e»tO.
¿Quién haWa de «oponer que por la noAl terminar su discario, « fMietal fué che había de provocar el nunca bien ponIMicttadoy aplaudido calarosame&té perAi derado Sr. Bosch, otro do tan distinta e«•vmeroso público que llenaba 10* oatouM pede?
A«) Centro.—Gaíd/i.
Peí alie laitlmoíe. Durante la «refriega»
de la calle de f>eligro8. le fué robado el re• • lA ágABCtA fAtat
loj al sntijifun diestro Mariano Antón, banFranela
deriUero que f*!é le Rafsel.
#A.ftMAtlX 3 1 - E l coraUé de mlnefoll,
81 gentío, que se había aecho inmenso en
«(fQlendu los con-jejos de los diputadas C!t)esquina de i^ornos, llcfeaiido A interrom•ettceau, Pelletan y Millermid, ha acorda- la
pir la circa'ación, obligó i Lagartijo i «sor e «lar por terminada la huelga y reanudar
inarse A una de las ventanas del entresuelo,
)fiit>c>it(i>fimeiile los tra1mJo(,
y la muchediiíí bre aclamó al «anciano» coDii ho acuerdo no serA eonecido «tloiai- mo si acabara de4"r un volapié monumenmtntí-. Iinstr» niíiíiana.
tal ó de poner un •, -, jmbroso par de bandeVíiXilá 3í. Dorante la nocheftUima «e rillas...
Aa dfsencfitteiiudo violeiitisioia torm«iita
jRchen ustedes guindas A nn pueblo «sH
«D li>s PiijiifOL. O'iei.tiles. Los trenes su*
el maestro como buenamenAran con «&t«> luvtivo cou^áderable retras». te fescapándoso
pudo, y presa de extraordinaria emoAlrctistif»
qne comprendemos, porque no
¥íim»HlCtlsli,\i.iiN (Wurtemberg) 31. I cióti—cosa
C sabe qnii cw mAs. grave, si r«riir coa un
— / y rtaileoió la reiua viuUa Oiga Nicfo- K
toro 6 con un tropel do entusia»t»s—¡ogro
ia'au.
diriííirsi.-¡i h <?staeión del Mediodía, y al
H»i í« nacido en 1822, siendogran duquepiií-fir eu <••' 'x cis da Andalucia, serepro•«L Ce H>>Hi«, y en tH46 contrajo matrimouio rtaj«rori («11 "! iíiii'!n los saludo."», a'^-lamaCort *i re.v do Wurternberg Carlos I.
cióne.s y vífore» de iiumeroaoí! aficionar/Hlr^SI -i/« r»rensB «lemán* duda pné- do*, miéntrn.'í !a banda del Hospicio ejecuíiaii t ni)it>ar las luigociaciones par* ttti taba Uno de lif^u-íttos brillantes pasos datrat."d) de potuercjo entre Alaniania y KSbles que tH'itas vncft han acompañado en
puhsi,ni!ie« deque expire el convenioproti- la PIHJÍB ri*. Xorn.i el (la^eo de Rafael, y que
SÍOUHI. M<*Kurttni<sntt! éote Sflra prorr<H;rtd(».
tari ¡toen» !i«n d'5 vulver * ahiraar el Aesñí^^ fil'Miln qne tti vrórrogaalcaiiíHifá ii»8lo le capitaneado por el famoíio matador da
1.' d¿ ;Í!)C!U protimt».
CóMoba.
f
Congreso militar
NÜESTRO_FOLLETfll
LOS m m Eíi PAfiís
Í
Lagartijo
{
£1 telégrafo
omniox
,PÍ
\l^
ÍJb m e se dice
Literario
Contejo de ministros
tu vcrlflcó ayer t«rde. A las dos, presidida per «1 tSr. x'úfif z de Arce, con numerosa
»«i-t<><i£)a d« «••Hdres congreatsiss, qi;e ll»ieaba» (tor (Mitnptetn al amplio eStir«dodM
ep«atifflfo «• la Uatversldad. Bl tatiar fia-
Rstatft'ds, i laa cuatro, se celobrará Oon«^0 a* miüiíiíros,
1,H« írriniírwiales dioOn que loi' tíonsaj*rea re»ptm!*a «les sólo se ocuparAti del daa{Nieho d« atgunofl expedientes adiulnistra-
entre hombres y cblquillos, corría por «1
Prado rompiendo llaroles.
FijAbnnse principalmente en los faroles de gran foco. Cfuando algiin farol resistía A los golpes trepaban por la columna, y después de hacer peiazos los
cristales apagaban el mechero.
Todo esto acompañado y coreado con
silbiiios, gritos y mueras. El grito de
g n c r a , el que dominaba el vocerío, el
que se oia más di.stintaraente y se aplaudía mtis, era éste:
—¡'\iiicra el alcalde!
MUÍ:!!i (¡ae enardcüía & loB amotinados
y lea h^cla cobrar ánimos para seguir su
obra de destrucción.
Alg^iiíios fiíiardias intentaban prender
á IDÍÍ íi«,'tUar;te8 vie las farolas. Poro t e nían que soltar inmediatamente A cuentes amotinados cogían.
Un numeroso grupo se echaba encima
de los guardias y les privaba de todo movimiento.
...Algunos sables de los guardias caidos al suelo en la refriega y cogidos jior
los amotinados, sirvieron A éstos pHra
romper mAs fácilmente los faroles. Un
guardia de Seguridad, llamado Rafael
Lagun», resultó contuso.
c»lá, se cubrió la carrera por guardias
de seguridad del distrito de Buena vista
y dell3ongreso.
El patíbulo
JDe la prevención del distrito del Ceatro salieron unos veinte guardias de ^eforidad.
Se les lia'Jtft avisado por teléfono desde «4 ministerio de la Gobernación, indleándoles Ja dirección que Uevaban los
manifestantes.
Dichos guardias llegaron á la Plaza
dci Callao, y desenvainando los sables,
inteatai'Qu cortar el paso 4 los amotiaaeos.
liuahos de éstas huyeron en distintas
direcciones. Todos los establecimientos
que eeitaban abiertos en las calles que
afluyen A dicha plaxa se serraron al ver
el imponente as(^cto de aquella tumultuosa manifestación. *
Ea la parte de la calle de Preciados
desde la referida plaza á la de Santo Domingo, los guardias persiguieron ¿ los
manifestantes, continuando éstos h a ciendo trizas Cuantos faroles encontraban
i su poso.
Al llegar los amotinadús á la Plaza de
Santo Domingo, an piquete de l a g u a r dia dvil les cortó el paso.
u Más ímM 1 mmmu wim
•IS
XVXJCO %é(CJk.WCJt
t
ROGER LAROQUE
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y &íueeos.
Asi se llama, eon mucha propiedad, el
tablado, verdadero padrón de ignominia
de loa festejos madnlefios, que se levanta en al refugio central de la plaza de IA
Cibeles.
Y, eftctívamente, anoche fué ejecutada allí la autoridad municipal, por un
suplicio algo antiguo pero muy expeditivo y pronto; por el procedimiento del
fuego.
Ya que no tenían loa grupos de la Plaza déla CSbeles festivalmusical, imaginaron proporcionarse un bonito castillo
de fuegos artifícialea.
Dicho y hecho. No se iwhe con qufe,
Algunos suponen que con nna botella de
etróleo, «e roció el tablado y ae le preni6 ftiego.
No ardió todo. Los agentes da 1» »«•
torldad no preservaron del fuego el mezquino tablado; pero la humedad impidió
que se quemase todo.
La base del patióulo qnedó integra.
Las maderas del niso del tablado, la barandilla, la percaiina que la adorníJba,
las banderas, fueron destruidas.
iál delegado del distrito, Sr. HemAn9e% Leal, y unos cuantos guardias que
rodeaban el templete, se arrojaron A salv«r parte de la percaiina, y después de
algunos trabajos dominaron el fuego.
A todo esto el escAndaloiba en unmen*
to, produciéndose con ello carreras, sustos y desmayos.
£1 grapo de los amoünaidos, entre
tanto, continuaba dando mueras al «lcalde V protestando de todos los festejos
aguados.
Kestahlecióse la calma por algunos
momentos en la Plaza de Madrid, hast»
ue llegaron alli los grupo» que del Pra0 venían triunfantes.
S
Bl entusiasmo een que los gremios del
Comercio y de la Induetria han aceptado te
idea de celebrar la manifestación cabalgata organizada por todas las clases mercantiles é industriales de Madrid, se rebela brillantemente en 1« notable Bxpo8ici<in de
astaiidarteE|abierta anoebeen el local da la
OAmara da Comercio.
Anoche hahia numerosa eoncurraodía en
los salones de la Cámara.
Üonstítaido al Jurado qua había de d«rignar qué estandartes mereciau los premios
anunciados y después de deliberar largameínte acerca de la materia, el Jurado «oordó conceder medalla de oro al groaaio de
oaféteroe, naedatta de plata al da ultramarinos, medalla, de cobre al de carpinteros y
mencionas honorífloas á otros varios.
Los gremios de Madrid han hecho sacrificios respetables para luchar con noble y
di^na emulación en ese certamen brillantisimo, y para dar una muestra más del entusiasmo con que lasclasesmercantilea toman parte en las grandes festividades na«ionales.
«os falta espacio para enamorar Aatalladamente los estandartes que figuran en esa
Exposición y que el publico admirarA después cuando se verifique la manifestación
cabalgata del comercio y de ia ludastria.
Lo haremos mañana.
Todos ellos son primorosas obras de arto.
Todos lo» gremios merecen alabanzas y
«plausos por los sacrificios que han realizadoparadarbflUanteíAlañesta de ta cabalgata.
lÁ OAmara de eomereio ha asordado
abrir al publico sus salones, para qwe pueda admirar la Exposición quie de manera
tan brillante bau coustituído con sus eafuerzos, con su entusiasmo y con su amor
A las luchas pacificas del trabajo, las clases
mercantiles de Madrid.
FestíYftl frActsado
Para la hora de las nueve de la noche
y en la Plaza de I t Cibeles, estabaanunciado un gran festival de las bandas y
orfeones que han lutu«do p»rte cu los
concursos d i estos dias.
La gente, lAndose del pragrams y
Tiendo que el tiempo permitía que se
cumpliese, dirigióse antes de las dies,
en grandes masa^. Ala Plaza de la CibeleS; ó de Ifadrid 6 de la Anarquía (ente
álumo nombre es el único que le cuadraba anoche.)
La multitud que Hen«í)a por completo
la plaza, esperó en vano. Pasó media hora, pasó una... y el tablado continuaba
vacio.
Entre tanto, en el centro del Prado, tócala la mósica del Hospicio y cantaban
doR orfeones. Pero esto tampoco era lo
anunciado. Faltaban todas las bandas
militarcB y civiles, faltaban los orfeones
y sobre todo faltaba el orfeón de Bilbao,
ue se esperaba por la gente como uno
e los mejores numero.? del programa.
No habla, por Consiguiente, festival
alguno para los que se agolpaban en la
p!á'/a de Itt Cibeles. Y A los que estaban
en el Prado, con ba.ro hasta la rodilla,
se lee quería dar por todo festival un
concierto con solo los «chicos del Hospicio», coiiiO en la Plaaa do Toros.
Se couii rende, pues, que tanto los del
Prado como los de la plaza de la Anarquía, atdieran en indignación contra el
alcalde y contra el Ayuntamiento.
3
Kn «1 Prado
Comenzó e! motín en el Prado y por la
parte del Dos de Mayo y de la calle de la
Lealtad. Comenzó por un gran vocerío,
acompañado del ruido de rotura de cristales.
\
Sin ponerse de acuerdo los grupos, por
movimiento espontAneo, decidieron que
para loque tenían que ver y oir, lo mejor era quedarse A obacnras.
Los guardias déla Plaza de Madrid,
sin Rpresuraraientos se dirigieron al sitio
de donde las voces partkn.
Un grupo de unas doBcientas personae,
mn
sss
t
Ante las estatuas.—Jnicio
cettridiotorio
El motín tomó entonces gr>indes p r o porciones. Los grupos eran numerosísimos. No bajarían de seis mil las personas
que los formaban.
•Quisieron derribar las estatuas. Fi>&banse para comenzar el sacrificio ea el
«marido de la Latina».
Ya haUaa cogido piedras y y*, enarbolabAn bastones y trozos del taJalado
contra el «cuarteto», y* la fuerza que
protegía las estatuas era impotente para
defenderlas, cuando los amotinados se
parsujon en firme...
¿Qué sucedía? Los amotinados dtJüberabaa.
—¡Abajo las estatuas!—dijo «na voz.
—No, no tocarlas—dijeron otros,
Y se oyó, clara, distintamente, esta reflexión, que detuvo los airíi'los brazos:
—Respet<irl«s, no tocar las eetatuws.
—¿Por qué?
—Porque eau de hijos de Madrid, y
por tanto, odinrAn á B ch lo mismo que
nosotros. (ApUt/nsos esirwndosos.)
Ea la calle do Akalá
f
Al pasar los manifestantes por el xrinisterio de la Guerra, el capitán de lA
gvíBrdia detuvo, en el momento de subirse 4 un farol para hacerlo triaas, & un
sujeto, que re>íuUó llamarse Paulino
Aríin.la Galán, de oficio cerrajero.
Por la calle de Alcalá pasaron los
amotinados en furio/sa corriente, rompiendo todos loa faroles del alumbrado
páblieo, sin dejar uno «ano, cumpliendo
a las mil maravillas su papel de cielóa.
Ai oir la gritería, la gente que asistí»
A I« función del teatro de Apolo siiljó al
vesiíhnlo y vi6 gratuitamente el nuevo
espictíeulo.
Co.ía digna de notarse y de ()ue se consifTiie para no equivocare! carácter del
motín.
Al propio tiempo que loe grupos h a clan eR A-í los fartjles del Ayuntamiento, reaiilfflk'ian las bombas délos cafés,
el alninbTddo de los establecimientos püblicos y de las tiendas de la calle de Á l cali.
S B la Presidencift
Al llegar á la Presidencia se detuvieron los grupos y prorrumpieron en g r i tos estentóreos de ¡Muera el alcalde!
No se contentaron con los gritos, sino
que arrojaron piedras A la fachada de la
Presidencia, siempre al grito de ¡Muera
el alcalde!
Bajó al pati» el subsecretario de la
Presidencia y se lamimtó amargamente,
según parece, de que la guardia civil no
hubiese salido A disolver A los amotinados.
Pero ya entonces era ¡ruposible dominar el tnmnlto y se cerraron las ptifiías
de Ifü. Pic'sídencia. Formase la gutiriia.
delitro del patio con bayoneta cn'ada.
Continuaron ios grupos roniniendo farolas, calle arriba, por la de Alcalá hasta
que Íleo M•'OH A la Puerta riel Sal.
Ya el g-i-Uo *u kf! in-nediaciones 4e la
Puerta del Sul era fue:
— ¡Muera el alcalde! y (A Sobeinación!
Bespaés de ^asar p r ia CAlIe 4d Al*
Frente á OobernaeíiÍQ
En la Puerta del Sol quedáronse a l g u nos de los que componían el numeroso
grui)o quo aabia recorrido la calle de
Alcalá.
En la calle de Preciadi^s
MnoliAs de los amotinados al grito de
¡Miipr-i >! alcalde!, marcharon por la calle d;- l'iccindos.
—¡Vaioos á su casa! ¡Arrastrarlo!
Al entrar loá manifestantes por la calle de l'r<-.cindo9, agentes de orden p ú blico y guardias BMMaicipales trataron de
disolver el números» grupo que se dirigía A la Pl.iz.a dft Santo Domingo,
El sereno quo hace el servicio de vigi.
lancia en la eütrada de dicha calle de
Preciados, al tratar de disolver los g r u pos y de prote.ier A los agentes de la a u toridad, recibió varios palos que le causaron contusiones.
En la Plaza del Callao
En la Plaza de Salto
Domingo
AlguiKie qtie pndievon penetrar en l«
Plaza de Santo Domingo fueron perseguidos por 1« autoridad, consiguiendo
detener A algunos é» los que gviUüun:
{Muera el alcalde!
La casa de éste quedó protegida por
loe agentes de seguridad.
La guardia civil A caballo impedía \u
aglomeración de gentes en las inrnediaClones A la cas» habitación de! seilor
Boseh.
A lafl dos de 1» madrugada, por aquellos sitios no se veia más que algt^tu curioso.
Detenci<mee
En la calle de AlcalA, Puerta dét Sol,
Freciados y jílaisAB del 'Callao y Saato
DotDángo, »• hMeron varias detenciones.
En los primeros momentos foé iníitíl
que la autoridad intentara detener á alguno de los manifeetanteí, pues éstos se
abalanzaban sobre los agentes, consiguiendo libertar A tos 'que eran deteQidt».
£ n la delegación del distrito de BuenaTi0ta, ingresó ünicamente, como ya h e mos dicho, Paulino Aranda Galán, cenrwero de oficio, de 24 años de edad.
Fueron conducidos á la delegación del
distrito del Centro, los siguientes:
José Pérez Arias, de 16 ailos de edad,
aiüsta.
José Villavilla García, soltero, de fllflcio cocinero, de 30 AHos de edad.
Al ser éste detenido protestó, y qnko
evitar que fuera llevado A la deleft-ación,
un individuo llamado Guillermo García
Martin, jornalero, de cuafenta y ilcy r,~os
de edad. Este también fué detenido por
el motivo indicado.
Francisco Mataüero Castillo, de dieciséis años de edad, y oficio peluquero.
José Rubio EchagoUea, pSipelista, de
veinte atfos de edad.
En,la Puerta del Sol un forastero qne
se hallaba próximo A los jefes de segtiridady guardia civil que estaban con versando reservadamente, le ordenaron que
se retirara; y al píotestar por la forma
algo violenta que aquéllos lo híciermí,
fue detenido, entregAndolo A la guardia
del ministerio de la Gobernnción.
, El detenido, casi llorando, suplicó qae
ae le pusiera ea libe>rtad, y aalsehisso,
después de haber manifestado QU« «i
acercarse aaás de lo regular A oir la conversación, lo habla hecho porque era
casi sordo.
mil
riií f ii'iiiw^iini «•iii,»..*ii-»!<i\
Después de esas lamentaciones, tftfflí
la vcriülución de volver al despacho déí
miniatro, donde permaneció hasta la u n í
' media, sin pronunciar apenas paiabrjt
le contentó con oir las referenciaü de di*
,litados, tenientes de alcaldes y jefes d«^
.a jí'iuirdia civil, que convenían en que la
multüiid se había despachado A su g u s to próíiriendo gritos contra el alcnlde.
Cuando á la una y media el coronel
jefe del 14." tercio llevó la noticia de
que todos los grupos e.staban disueltos y
el orden material restablecido, el señoc
Bü-sch salió del mini.sterio, y acompaña'
do del secretario del Ayuntamiento ss
du'i<>¡ó á su casa, que estaba todavía cuS'
tediada por patrullas de la guardia civil
á caballo.
El ministro de la Cfobernación
El Sr. Villaverde, tan pronto como
tuvo la primera noticia del tumulto, so
dirigió al teléfono, comunicando ins«í;
trucciones al gobierno civil y á toda»',
las delegacione-s de vigilancia, para qu*
la fuerza de orden público empleara la
mayor actividad en disolver los grupos,
que hasta entonces habían disfrutado d«
libertad completa para hacer cuanta
quisieron en la Plaza da U Cibeles y CA*
Ue de Alcalá.
Mientras el ministro de la Gobernación eomunicaba esas órdenes, un grupo
numerosísimo atravesaba la Puerta del
Sol y entraba por la calle de PreciadOET
repitiendo los gritos da {Muera el alcalde ¡Abajo BoBch! y otros todavl» mis
expresivos.
Otro grupo muy poco numeroso quedS
en la Puerta del Sol tirando piedras y
rompiendo faroles, sin que ningún agen-<
te de ia autoridad I9 interrumpierA «n
esa tarea.
El ministro ordenó que con toda ur»
gencia un piquete de la guardia civil do
caballería saliero á cortar el paso al gru*
po que subía por la calle de Preciados,
compuesto de unos ochocientos hombres,
y que acentuando los gritos de protesta
contra el alcalde, se dirigía A la casa da
éste en la Cuesta de Sonto Domingo.
Ordenó también el Sr. Villaverae q u t
fuerza numerosa de la ^«tardía civil d t
caballería é infantería se concentrara; en
el ministerio de la Gobernación, para
que desde allí acudiera á los puntos q\Mk^
áiera preciso para sofocar el jñtí&sx. •;
La guardia civil llegó á tiempo da
cumplir las órdenes del Sr. Villaverde de
una manera eAcae, acudiendo A su l l a mamiento, primieviMneate la fuerza de
infantería, q«« dividida en patrullas,
oomeníó por disolver los grupos de CUK'
rloaos que «e hablan formado en la Puer<^
ta del Soi y entrada de las calle.6 que i
«lia afluyen.
Gomo el alcalde se limitó A permaneeer quieto y silencioso en el despacho del
ministro, el Sr. Villaverde, secundado
par el Sr. Dato, hubo de ocuparse hasta
de disponer que fueran encendidos los
faroles «pagados en las calles de Alcalá,
Puerta del Sol y Pneciadoe, y aun ministro y subsecretario tuvieron que descender á otros detalles, ordenando k inmediata recomposición de los faroles rotos 6
.{medradas.
A cada momeato tiedía el Sr. Villaverde noticias del desenvolvimiento del
motín y dirección que llevaran los grii-pos amotinados, comunicando órdenes á
loa jefes y oñeiAles de la guardia civU
para restablecer<dl orden.
Precaijicíones
A la una y media 4upo el Sr. Villtfverde que todos los grupos estaban d i sueltos, y entonces dispuso que conti-i
nuaran patrullando por las calles del
centro varias parejas de la guoi-dia civil;
que una sección quedara en el rainiste»
rio y que el resto de la fuerza ae retirara
a los c-uartelos, descansando la mitad jt,
contimiando la otra mitad en disposi«í
ción de salir A la calle al primer llamaínJento»
Encargó también el Sr, Villaverde ali
coron'el jefe del 14.' tercio, que en la m a - '
ñtuia de lioy se ejerza mucha vigilancia.-'
en los sitios más concurridos y singular-^
mente en los mercados, para impedir que
se reproduzca el menor desorden.
A las dos de la maiSana se retiró de su*
despacho d ministro de la Grobernación y
continuaba allí el subsecretario, Sr. D a to, cuidando de que se oumplieran laa
órdenes comunicoaaSi
.•
El gobernador civil
r
El seBor marq«»*« de Bogáraya asistíaít
acompañando A la infanta Isabel, al coiK
cierto que la Sociedad coral d« Bilbao
verificaba en el Salón Romero.
• áM tuv© conodmien'to ,de los eucesoaf
oc<irridGs e n l i é ««Wws d« Madrid; pero
por no alarmar A la luíanta, ni se ausentó del local, ni quiso decir nada de I9
que ocurría.
TerniiiiHdo el concierto, el gobernador
acompañó á Palacio A la infanta é inme-»i
diata'uicnte despúéase trasladó al minia-;
A eso de las once de la noche se le vid teriode«la<}o4JerBaci6n, en donde confe*'.
4 pie por la calle del Desengaño, diri- renció eon el Sr. Villaverde.
'
gíAndose muy de prisa «1 miDisteri« de
La conferencia fné breve y el selíoif'
la Gobernación.
marqués de Bogaraya, viendo que stt,
Llegó al ileepaolMJ tWmrittistro^a-ficaprescTicva en l«s «allea de Madrid ora
sión en qtie el Sr. Villaverde dr-íipachaen aquellos momentos innecesaria, se,
baeon « subsecretario y no cruzaron trasladi"! del mimaterio de la Gobem»*
otras palabras que las de un breve sa- píón al gobierno civil para seeuiidAr \9M\
ludo.
ordenes del «ninistro.
En afjaelloi momentos estaba en su
Ya en su -despacho se sintió üffera-»
apogeo ei escándalo de la Plata d« Ma- mente indispuesto por nn ataque biJio-^
drid. Se ignora si el alcalde tenia ya a l - 80, producido á consecuencia del «maí'
guna noticia del tumulto; lo úmoo que rato» que había pnsado en el Salón RO-^*
se sabe es que nada dijo al mmustro.
mero, desde que tuvo noticia de los iaca«\
Muy poco después de las once llegó al sos que relatamos, hasta ique -dej* & la |
•
ministerio de 1» Gobernación la noticia infanta en Palacio.
deque hab'.a estallado el motín, llevada
Aforttmadatnente, la índísposicióa del
por wn testigo pveseivcval, que refirió los neftor marquéédo Bogarava no tuvo im««i
gritos que se daban contra «1 alcnlde y portancia y el gobernador civil pudo!
el auto de fe que se hacía con el labiado. continuar en su despacho, enterándose
El Sr. Bosi^h oyó lo que dejiaii al s e - detolladamentede lo acontecido y dando;
fíor Vilkverde, y después de vaci'nr do- las órdenes oportunas á sus delegados
rante nn rato, se dewidtó A salir A la ca- uara prevenir cualquier CODíftieto «Q ift
lle. Cru/.ó ].-i, hc.i'Tfí. del ministerio fior la caso de que *sto ocurriese,
Fucila del Sol, retíücedió como quien
no «Abe lo ijiíe liace, y por último Í « paró breve rato A ia puerta del mini^teno,
El ministro de la Gobernacid-n confe^'
it-dí'Hdo va de algunos individuos de la
g-pnrtlia eivi! y de cwriosos, aunque en renció por teléfono eon «1 capitán {T^he- '
íntiy «000 núiMCro, que le oían Inm"-»»- rai en los primeros naomento.^ de tensKU
torse ik que la fijerza de ordtn públi-co noticias del m>o4>ín, ^revioiándose para^
í
n« iiubier» reiírimido el motín «e sus toda clase de «ontisgenísas,
£1
capitáa
ifettoral
alcf
t«
^|rn|l9ffj
, oi%«a«s.
El alcalde
Villaverde y Patfa
/
. «Jií.' ffftX. " -'iSfi.
'iht
^Í/Jéá¿í
WSBSSáí^
precauciones militares, precauciones que
cesaron a l a una de la madrugada, cuando volvieron á conferenciar por teléfono
los Sres. Villaverde y Pavía, y éste supo
^ue el motín estaba dominado.
Gircalar á proTÍncias
£1 ministro de la Gobernación envió
una circular telegráfica á los gobernadores de las provincia», enteránaolos de lo
ocurrido.
También se cree que puso un extenso
teleg-rnina al duque de Tetu¿n, para que
tste informe de los sucessos á la reina.
••••.
immmmtimimi
.i¿, « i MiSSAli
ü
«
Cartera «de Madrid
CrAalea 4 * • « « • • • «
Ayer, á las cuatro y media de la tarde, se
cayó en las obras de Is Biblioteca, donde
trabajaba, un alba&il, resultando oongraviaimas contusioueg.
Con pocas esperanzas de vida fué trasladado a la Caía de socorre del distrito de
Boenavista.
~Bn la calle de Bravo Mnrilto, n&mero
se cometió anoche an rob« de escasa
portañola.
Los ladrones no fueron capturados.
—Bn una buhardilla de la casa nüm- ^^ da
1» ealln de la Corredera Baja da San Pablo,
telnicld ayer un incendio que fué sofocado
«D breve.
—Tomás Pérez López ingresó en el Hospital Provincial con graves heridas en la
mano izquierda, que se produjo oon ona
Báquina de cortar papel.
Reto muaieali
Bl orfeón de la Corona ha retado al oritón de Bilbao, para qae asesta al concurso
Biusical organizado por el Directorio del
dispensario de Atfoaso XIU.
El precio de entrada 4 las Exposiciones
liiatóricHS leri todas los días de una pese
te, excepto los domingos, que se ha «jado
«n &0 céntimos, y los lunes, que costará dos
feíüetas.
Ayer visitaroa dl&hac Exposiciones l.<84
personas.
SI Sr. Boscb ba becba iin» oonbínación
i e teniautes de alcaide.
Han pasado: al Hospital, el Sr. Qarei Nnño; al Hospicio el Sr. Diaa Arguelles, y
& la Inclusa el seQor marqués de Arenzana.
Ha sido dado de alta »n el Hospital el acter Sr. Serrano, que hace uoches fué herido
en el teatro da la Zarzu«(a. Bl hijo del te»or cómico Sr. Guerra, detenido por aqneUH causa, ha sido puesto en libertad.
Ayer terminó su inspección en el Ayuntamiento el subsecieiario de liobemación.
La primera edición del periódico extraordinario que el Círculo de BCIIBH Artes ha
tfedicttdu á Colóu, so ha gotsdo en Madrid
en los cinco días que lleva de venta.
En •vÍRta de tal éxito y del creciente pedido que|1eg8 de provincias y del extranere, se proc«de activamente Á la tirada de
segunf^edición, que estará terminada á
aediados de esta semana.
Ayer firmó el ministro de ta tiobernaelÓQ
la real orden dispooifndo que el goberóador civil de Barcelona gire ana visita de
inspección al AyuDtnmiento de aquella capital.
Con motivo de la vacante ocnrrida por
JkUecimiento del capitán de navio de primera clase D. Siró Fernémlcz, ascenderán
* sus inmediatos empleos el capitán do natío D. Rafael Lian es. ol de fragata D. Pedro Aguirre, el teniente de navio de primera D. Alejandro Pery, el teniente de navio
D. Rafael Paira y el alférea da navio <loti
Auto A.louM^
Bn la oalle del Salitre, ntmerC 2, se de*
elaró esta madrugada un ligero incendio.
Fué dominado á los poeos momentos de
iniciarse.
Entre el concejal Sr. Alderete y un redactor de El Correo se originó ayer tarde
en el Ayuntamiento un pequeño incidente,
que estuvo á panto de terminar á paragoazos.
La oportuna intervención de algunos
concejales y periodistas, puso término al
conflicto, sin otra» consecuencias.
La recaudHción por derechos de consumos
ascendió ayer á
Pesetas 79.169,32
Bn igual fecha del aCo
anterior
»
70.897,fi3
Anmento
»»
3.271,ee
Bn los días 39 y 30 se ha dado sepultura
en loü cementerios de esta capital á 63 cadáveres.
El ensayo de municionamiento de las
tropas que se decía iba & verificarse eyer
en la dehesa de los Carabaneheles, no ha
tenido lugar.
Parece baberse aplacado hasta ma&ana
miércoles.
_^__
Bl jueves próximo, á las diez de la mafiana, habrá probablemente solemne recepción en el ministerio de Ultramar, en honor
de los delegadosameri canos.
Bste año se permitirá la visita á los cementerios, abiertos al publico en atención
al excelente estado sanitario que I« población disfruta.
Desde el 1.* de Julio hasta el dSa de ayer
asciende la baja de consumas á 394421 pesetas 21 céntimos.
De ellas corresponden i este mes de Ootabre 316.171 pesetas 42 céntimos, y al
fielato del Norte 180.037 pesetas 43 céntimos.
Bl sábado último cumplieron 4i aSos de
la inauguración del ferrocarril de Barcelona i Mataró, qne í«é al primero que bubo
en BspaBa.
Telegrafían de Sevilla qué un cabo de
cañón del Conde de Venadito, llamado Pedro Rodríguez, natural de Ferrol, cayó del
muelle al rio y se ahogó.
Anteayer llegó á Sao Sebastián una Comisión de pescadores de Biarritz. que entregó al alcalde, Sr. Lizarriturry, 7.115
francos, producto de la suscripción abierta
ea squellas playas para socorro de las fa*
millas df. los náufragos.
Se ha concedido el titulo de marqués de
Villaviciosa de Asturias al hijo mayor del
Sr. Pidal.
Agotada la primera tirada del cart<
rama de festejo» publicado por el ( ,
e la Unió» Mereantit é Industrial d^
drid, se nos ruega bagamos saber á cuantas personas tenían hechos pedidos dal
mismo, que desde boy podrán adquirirlos
al precio de una peaatacada ejemplar, eu
los estableciraieutos anteriormente anunciados, y en el Circulo de la Unión Mercantil.
El domingo salió de la Habana para Cádiz el vapor correo Buenos Aires, de la
Compañía Trasatlántica.
Bl lunes salió de Colombo p4ra Aden el
vapor correo de la misma Cómptóia, Saniv
Domingo.
Habiendo cesado loa motivos que aconsejaron la creación del Tren Centenario Express, la Compañía de los ferrocsrrileR de
Madrid, Zaragoza y Alicante avisa al público que el referido tren quedará suprimido á partir dehoymartes 1° de^íovieir-bre.
La madre que con los sois hijo» fué socorrida en la delegación del Hospicio, ralle
del Barco, 26, hace unos diaa, paede presentarse al señor delegado de la misma,
Sara pro]^orcionarl« un socorro de un aefior
esconocido.
f
El orfeón coraB^s M Eeo dará esta aoebe.
después del festival del Ayuntamiento,
ana serenata á la Ñustrc escritora doQa
Emilia Pardo Bazán.
La Comisión Escolar dé' la Bscaela Superior de Comercio, ruega á sus eompaBeros
se sirvan concurrir 4 la citada Bsouoia
mañana, á las nueve de la misma.
Bsta tarde se celebrará, á las dos, la solemne apertura del CongresotLiterario hispanoamericano en el paraninfo de la Universidad. Será presidida por el jefe ddi
Gobierno, el Excrao. Sr. D. Antonio Cánovas del Castillo, quien pronunciará el
discurso inaugural. También harán uso de
la palabra, probablemente, earaoterizad os
representantes de la Iglesia, el ejército, la
marina y las naciones fai.-rpanoamericanas.
La oríjuesta do profesores de Va Sociedad
de Conciertos ejecutará los números siguientes: Siufoní».de Semiramis, de Rossini; Marcha de las bodas, de Mendelsshon,
y Ift'popular Sardana de la ópera Garín, del
maestro Bretón.
El conocido escritor D. Jacinto Bonilla y
Sánchez, ha redactado una Memoria para
las discusiones del Congreso Literario, que
ha merecido les plácemes de la Junta organizadora.
Dentro de pocos días llegará á esta corte
el conocido especialista ett reama Sr. Alarcon de Harbellaj
Se ha renovad; eon gran éxito Ijt Bzposición, y estábílamanoo poderosamente f«
atención de cuantos la visitan, los notables
trabajos fotográficos realizados con arreglo
& los últimos adelantos por el laureado artista Sr. Otero, en su establecimiento de la
calle de Alcalá, núm. 19,. inmediato á Pernos.
Si la especialidad de la casa han sido las
ampliaciones y reproducciones, hoy se ha
extendido á tos retratos inalterables al
erayán sobre tela, siendo la única casa que
realiza este trabajo, y á que sin duda debe
la preferencia con que la distinguen las
principales familias de la corta y las personas distinguidas que nos visitan con motivo del Centenario.
Avl«<> Im^ortant*
A virtud de un ooneierto entre la Bmpresa de EL LIBERAL y la Farmacia Central de
Madrid (Carmen, 41), nuestros abonados
de Madrid y provincias podrán adquirir en
dicha botica toda clase de medicamentos
con la rebaja del 80 por 100 á partir del precio de^tarifa oficial, exceptuándose las especialidades, ltt.s quis, no obstante, se cederán con In mayor rebaja; remitiéndose los
productos á todas partes por correo 6 ferrooarrrl, y garantizándose en todo la legitiida4jl»l* P"teza.
Inelonea atmasférlesfl
ratura de ayer en Madrid, i l »
sombra, "según las observaciones de los
óptlcosde la casa viuda dá Aramburo.Píincipe 12, fué la siguiente:
A las ocho de la mañana, 10»sobreO.—A
las doce de la misma, 15* sobre 0.—A las
chatre de la tarde, 13° sobre 0.—A las seis
de la tarde, 11" sobre O.
La máxima fué 17" sobre 0.—La mínima 5 sobre 0.
Bl barómetro marcó 700 milimetros.—
Lluvia.
*
184
a e SBSaa
L*DÍA«ESI
DEL m i m m ÍPERIAI
I.*—CUBIBRTO DK 3 PESETAS.—
Puré de Cangrejos Perdices estofadaa á la
Catalana. Bocadillos de Salmón en salsa
rusa. Rosbif á 1% Inglesa con Patatas glaseadas. Helado y Postre».--TBTÜAN. 16.
Los triunfos alcan/.ados por los orfaoniatas bilbaínos, se deben en gran parte á loa
efectos tónico y anticaíarrales de la tan celebrada Agua de Colonia del farmacéutico
bilbaíno. Con el entusiasmo é inspiración
de la incomparable batuta da maestros como Valle, se arrancan notas angelicales á
tenores como las del excelso Racbe, extensas y profundas como las de Losada y ora
matizadas al piano, ya emitidas con sangre y coraje, como la.s armoniosas, ehie, de
tos coros. Sudando copio.sameute, desabrigado y á una altura de 800 metros sobre el
uíivel á q.ne ordinariamente vive, sofocado
CMi hasta la asfixia; eu las mejores condiGfones para coger una pulmonía, se hallaba
aaoche en el Salón Romero el gran maestr»
y tes dilettanti y sus cariñosos disdpuloa
le recomendábamos cuidado y abrigo. THo
temáis, queridos amigos; aqui está el Agua
de Colonia de Orive, de la que jamás me
separo; con sus fricciones, antes y después
detener el boner de dirigiros, desaño 4 to<
d«i los catarros y pulmonías;
aEBssEsatsasB
TodoeB!)unicio
delante de ellos,
los patios llena
gentío inmenso;
la mucheduabre
T» de paseo»
> como al Retiro
6 á Recoletos.
Luciendo trajea
' hablando recw^
os más se rien,
rezan los menos,
y poco á poco
asan leyendo
\% inscripciones
y lo.* recuerdos,
dedicatorias
del sentimiento,
fecbas y noiíibreí
de los que fnaron.
¡Y hay quien se burla
de un uybre muerto,
porque en vida Uamóiea
CrispíB ó Cleto!
Í
,
Consomé Priiitauier.
Truena á la Molinera.
Cadera de Vaca eon puré dePatatti.
Cardo al tuétano.
Cahuidrias en Costrón.
Dulce y Helado.
••
Negras cortina»
de terciopelo
con borlas de oro,
con anchos
flecos,
en pabellones
de rico aspScto
cubren los nichos
y mausoleos.
^Bordada en plata
con gran esmero,
la calavera
eon los dos huesos,
y la g-uadaila
Junto al severo
reloj de arena
i
.7a & mis lectores
estoy oyendo:
—¿Re vista cómictñ
jVaya un salero!
Si sé qiTe es triste
yo no la leo:
esto es un timo
fraguado en verso,
Ferd¿n, eetores;
grave me he puesto
•mil fiuiiá a e e
fti^i '<^.—
iiüiai»
Le preguntaron si habia visto i lúguien m o - i sin duda les pertenecía, pues hace tiempo que la
mentos antes.
he visto amarrada en el mismo sitio... Cada cual
E¡ hombre pareció no comprender, y á su vea
tomó un remo, y al pasar cerca de mi, nno do
preguntó:
ellos arrojó á mi lancha cinco monada» de oro,
—¿Qué quieren ustedes que haya visto?
diciéndoiue: «Para ti; si viene alguien á interro—j.Cuánto tiempo hace que está nsted aquí?
garte, añrma qne no has |!«to nada.» Por esa razón no quería despegar lt% labios.
—Media hora; aún era noche cerrada. Pero
¿qué interés tienen ustedes eu saber..?
—íY eso es todo?
—¿No ha visto usted en la orilla á un hombre,
—Todo; ya anuncié á ustedes que tenía que deá dos quizás, de aspecto sospechosof
cir muy poca cosa... ¡Ah! Olvido algo, Eiu e m —No hoj visto á nadie.
bargo; antes de saltar á la barca, uno de los dos
Norbeito pensó que quizás el pescador babia
hombres, el más corpulento, subió hasta el malecón, y tomundo muchas pi^ecsnciones p a r a q u s
recihido dinero i>ara guardar el secreto, y deslino le descubrieran, escudrinó atentamente t s zando en su mano un par de monedas de oro,
tos lugaje,$, despuéa de la cual volvió y habld
continuó:
al otro al oidp,.. Sin dud« algú<\ obstáoulo lea
—Nada debe usted temer de nosotros; puede
impedia marchar tranquilamente por el miaelle.
nsted hablar; no nos crea usted agentes de p o —Era Cftüperico—murmuró Valentán.
illpescaflbr vaciló un segundó... miraba las
—¿Y á dónde se encaminaron?
monedas de oro en su callosa mano, pero no res*
—Por el f'<'n» abajo, sin deífcerdiciar el tiempo.
pendil,
—Remarían un rato y lueg« saltarían a l a otr»
Por fin murmuró:
orilla... Dft seguro ee nos escapan... Nos llevan
—No cor-íprendo lo que me preguntan ustedes.
una delantera de cinco minutos.
/Quisiera informarlos, ya que parecen tener en
—¿Qué haremos?
ello tanto interés; pero no he visto nada, y por
1—Pues es muy eencillo; usted. Murad, recorre
coiiHig líente, no puedo satisfacer el deseo de u s el malecón de la Conferencia y el de Billy, hast»
descubrir el barco en, el Sena, lo que ser* fácil
tedes.
porque ya es de día, la niebla se disipa por minuNorberto y Murad hablan sorprendido aauel
tnonietitó de vacila ióa, y al instante «e hicieron
tos... Usted, Valentín, pwaa el puente de Alma
n»a seBa de inteligencia.
ijara «ituarae en el malecón d« Orsay... No hay
Murad sacó de su cartera un billete de ciea
tiempo que perder.
|
fraiicc?, y lo p'iso en la mano al pescador.
—¿y u.sEed?—preguntó Miirbd á Norberto,
Kste se ebiTinieció.
—Yo, con este buen hombre que me prestará
Muvid se inclinó « su o!do para darle, como si
su lancha, voy á bajar el Sena para cortar la r e dijéramos, el golpe de gracia, y le dijo:3
tirada, á Rouijiiin cuando, al verse perseguido-,
>«^fluen hombre, «i quiei-e uttteJ decirnos lo que
quiera volverse atrás: tal es mí plan.
ba visto, puede usled contar con otros cien franEn menos de un sí-gundo, Valentín y Murad
cos...
estaban ^ada uno en su puesto.
A todo esto el pescador hahia salido de so l a n Inmediatamente después, Norberto y el pesca'*
cha, había saltado á la oHíla, se encontraba en
dor te pusieron en marcha.
medio délos tres amigos, y exclamó:
Valentín y Murad seguían el Sena, el une por
—S^guran)enta que no tengo razón para c a la orilla izquierda y el otro por la derecha.
llarme... Han de scber wstodes qne me habían
1.a niebla ea di.íipaba poco á poco, según había
dado cien francos poi'Que ¿¡ut.rdara aileiicio...
dicUo Norbei'ío; peco tíMlavia era bastante densa
Ahora bien; toda vez'que usitc<l«3 mo düu trij)le
para qiie se pudiera distinguir lo que pasaba en
para que hable... hablaré...
el rio.
—PiieB que seapioiktü—dijo Valentín—nosesti
Sin emburgo, á faeiza de mirar, Valentín creyó
UBteü hacierdo perder un tiempo precioso...
ver un punto negro que se deslizaba rápida- N o será larga mi relación, puesto que, en
mente^
•urna, no <•$ gri.ii c'isa...
Klsol, que SBÜÓ OB aquel instante, hizo más
Los tres eícuchi-roa al pescador con avidez.
tríin.<«p!;reíite la nirtWa y puso en evidencia el se*»
— Hacenn instante eí<tRt:('a yo tmbajaudo en
crt'io liííl JvM'ia mit iba a tener por teatro la co»mi lancha, cuando «4 ruido en la orilla ael agua;
rriftüte de! Sfiia.
me volví rápidatuente y vi á dos hombres.
No se huLía engañado Valentín; lo que había
Norberto preguntó:
visto era una barca.
—¿Fué mucho antes de que llegáramos n o s Más m'in- á cora de doscientos meferos de aqae*
«troü?
lia barca, distinguió otra, en la que creyó recono*
—Ni siquiera un niinnto... Apenas comenzaba
cer á Norberto y al pescador que se adelantaban
A desiiuutar el día.
con un vigor vei(laderamente sorprendente.
—Continúe usted.
Bn la priaierK habla dos hombrea.
- V i , pues, en la orilla * i d a hombres... iDe
Por in-'-tantos se precisaban más y más los deta*
tónde sallan?... Estaban calados^ lo mismo que
I1«M de todo.
si Teetidos y todo acabaran de tomar un bailo en
Valentín reconoció aquellos dos J p K ^ ^ ^*
mismo 4i)iQ Wuii; no na
Í
que marca el tiempo.
••-^sdiSSB!
BIBLIOTECA DJB E L LIJJERAL
«I Sen». In^ediut&mente saltaron tk tinabstica ^ «
Sólo en un patio
^tie hay allá lejos,
tm galerias
iti enterramientos,
CD donde apenas
repite eleco
Tocps y risas
que Ilev« el vientOi
no se ve á nadie,
todo es misterio,
paz y reposo,
«alma y silencio.
Como no hay taQil)as
donde ponerlos^
no se ven ramos
de pensamientos;
más fresca y verde
tapiza el suelo
menuda hierba,
que va cubriendo
toqnito á poco
os hoyo» Menos.
Alli disfrutan
descanso eterno
los que en el mondono lo tuvierom
Y un Aoyff grande
siempre está abierto
donde lo» pobres
duien sus huesos.
Tal vez—iquien sftílcíde todos ellos,
los menos olvidados
son esos muertos}
?
Oomida áol martes 1.° Hoviembro 1893
CUBIERTO DE 5 PTAS.
r.i_.,ii;r,ii%^wit'i'ii
Í
Ved cuanta gent*
T« al cementerio.
Mirad. ¡Qué acompaSadot
eat&Q los muertos!
LA MESA DE FORNOS
I
III,
Si los difuntos
¡radieran verlo,
no eetímariaa
tales obsequios.
Ni hay nn suspiro
Bt hay an aí«cto;
BO hay u«a lágrima
s i hay un lamento;
y ello» quisierau
?frfí
más padrenuestroff
menos coronas
y más recuerdo».
¿Queréis que os diga
ué es todo aquéllo?
[e indigno siempre
CUAndo lo veo.
Vanidad hueca,'
lujo soberbio,
costumbre hipócrita»
vil fingimiento
ée los que tienen
allí sus muertos
y n a a vea eti el alio
10 acuerdan de ellos.
Bl 1 / dt líoviembre
Rotas Atlt«s
•
Í
REVISTAS^
Oran pelnqa«ría cte AIJ^ñlEtDA (sobrlino). Sevilla, 10, pral. Servicio » 5 céntimos.
• '
m^e^Wmm^"
Frescas guirnaldM»
aamos compuestos
d« siemprevivas
y pensamientos;
cruces, estatuas^
buhos, murciélago?*
Hbeloti fúnebres
AB bronce y hierro.
Y ante las tumbftf
cirios ardiendo,
los ánico« que lloran
ooto á los muertosl,
COGNAC JiMgNEZ U M O T H I
miQUl
LOS AMORES E N PAEIS
E) coche de Norberto era pequefío para que pudieran ir eu él seis personas.
Ei niarqués se negó á tomar asiento, y entraron
Valentín y Augusto, en tnnto que el marido de
Gabriela con E'tigíañabobos buscaba un carruaje de
alquiler en el punto másprórimo.
Pronto hallaron uno que bajaba al paso por la
calle de Alemania.
El cochero, auimatio con la piomcEa de una generosa propina, paga la en parle por adelantado,
consintió en SBVVJI'IOÍ, y dando de latiga/.os al caballo, siguió al elegante coche del marqués, q,ue
marchaba rápiduiiK^nte.
De re[;ent« se paró e^te último antes de llegar
6 Cours lR-Kiíi:'tí.
E-l otro t>i/;o lo mismo.
Nortwrto mii.uf<), pn^'ó al cochero, y le mandó
qne esperice. T»\ vtíí >><)dSun neí-e'itsrie.
hW nisi-rqué^.v Enga'laóoóos se acercuroa & M.\ita t y á !oi ilt'UHS co:,')tviiei'os.
Murad no bi:,b5fi VÍH .,',a ^ ver á Norberto desde
Ift visi)«'i'ft del eiigüijiiento de Gabrifla en Corbágnv i'ul Morvfiii, pero sabia df talla río mente por
Andrés Sfeiit-ciial y por el miumo Valentín los
íTHiiíiíuí cn'nbioíi quefiefmbinn operado en él; sai)i que í',-.iíil)H muy air>'perrtido y qne dolia contíu'-ele t'iifre UK enemigos más encarnizados del
límivaílfi Jionquín.
xrtdréít S n e c h a l I>»bÍR referido á Murad qae
Norberto hwhiii querido salvarle de las ^(uras de
iíüiupi'.ü, cu lu casa situnda cerca delJardindO
I'IKÜÍHÍ;, el dia en que el mi-ierable le sorpreadió
con Lidia.
Murfirt tenía en él entera confianza.
Los (los 8tt saludaron con un ligero movimiento
de cabez».
A IH luz de un mechero de gas, Murad contempló á Norberto con marcada curiosidadr:.
iMo era yá aquel hombre altanero, tan seguro
de Ri miwno; aquel hombre ttm valeroso y de
tanta satioie fría; no era, en fin, aquel brillante
marqués (IQ Argental, orgulloso y doniiiiíinte.
Era nn pobre hombre abrnmaao por el peso de
íaaeciiníi'iHos terribles, en actitud humilde, con
a cab<-a»i baja y cariYudo de hombro-s...
•Se «divinaba que no podía sobrellevar su
•írenta.
BAMOS C&RRldM.
BOLSA OEliOU 31
f OOIHOADni'
'**"'"' - I *'«
Banco aaBspaBa.4..?*.¥9..'i SeS'.'SO ,')64'«ir
ídem de Oastüla....... t . . . . . OO'OO oo'Offi
Cédulas hlpots. a l e por lOO.. OOQQ
' O 000'08'
ídem id. al6 por 100..,..,.... % bo oo'O»OoapalUaTat)aealara..j
128'35 I28'0a
CimMos sobre el sxbraqiero
{
Además, la desesperación llenaba s a tid» sia
Pariff/ft 8 días TístSi OOO
' O por 109, bsns-V
fleio al papel.
Londres, A Is vista,, libra eitotUna, ag'ia
papel.
Londres, 4 8 días vüts, libra esterlina, .
OO'OO pesetas.
Londres* & 60 dias vlita, id. OO'OO ptas. •
Londresi k 00 dias fecha, id. 00*00 pspol. .
TelegramaBenirA
VmH»m [3-l&t.lr-«p(n 100 «Xt«rt&»,«3,l%í
—Spor lOOfranoéíexterior, 99,00.-4 por lOC
htegaro.oo.oo.—fi poríOfl italiano, fla,33.-ifc
por 100 turco, 3l,§0. — 3 por lOO ras»,(
00,00.—3por 100 potto««*s, í®,43 —Billetei^'
de Cuba, ISSO, OOO.—ídem Onba, 5tOa,-\
18»0, 000.(10.—Banco del Brull, 000.00.—1
Banco de- México, 000,00.—Banco Otoma*,
BO, 592—Obligación»» egipcias, 000,00.— )
Norte de Espala. ISd.OO.r-FsrrooarrUes aa«.
dalaees %o 00.—AUo«n«e, 178i00. —Lom»;
bardo, 000,00.—aiottolo (eobr»), 303,00.-«><
Thamie (cobre)*, 00«,00.—Cape Copper (ce*
bre). 00.00.—Kobinsón {oro}, 0»iOO;—Pawxrmé, 00.00.—Cable Nueva Torlf. «00,00.—04*
dulas Argentinas, B„0fl,flO.—El empréstite'
fraucés, 00^00.— Alpiaost QOO,0(>).~!!'«rre«|kKÍ
rriles portugueses, 00,00.—Ds Biers (áin^
mantfMi), 000.
t
i.»M«res 3 1 (2 15 t).—4 sorlOO exterisr;
63,12.-Cédulas P. O0,00.-Tnt«lot, OO.O'í.'-'v
Idom B,00.00.—uruguayo, 00,60.
EfoméridM
OeapHéfl de ponerse de acuerdo, se acercaron ét
nM'ir'gffli^tffti'i ii'^T'iiiTii^Kis
ii'aiisiiiitti aiwaah»—>•>•
181
dos razones.
En primer lugar, les había sorprendido dema«
la t;«íia de C'onr.s-la Reine.
Allí uiíMiio liabia sido asesimido el infeliz P i »nv)ti en el pescante de un coche, 4 manos del
pervp.i-ho Bontemps, disfraaado de guardia de orden público.
Fué el primer crimen cometido en beneficio de
N<.t-l;frri<.; ia primera ftívngre inocente derramada
I>afH lia iTíftunie conqufeta de la espléndida heren«i* de Brrtsra,
iKxtraiía oasutTídsd, que 86 complacía en r a pio!?» ntar ante su eipiritu cada uno de los hechos
«e*»í-leCTdos en un periodo tan corto, y sin «m*
baigo, tau fecundo en fechas «iniestrasl
t a íataíidad asi lo qneria.
\
Con la muerte de Foedbr I, ocurrida ea.
esta fechan se extlng(UM> la dinastía d« !Uu '
vik.
A.1 advenimiento al trono de Rusta de sa ,
cuñado Boris Godunoff, pasó el imperio poi-,
un paríodo de anarqiHa,rtüT&rítCla cusí ss',.
fc«,^' Vieron como JBfes del Estado l)f.-nétti^
y Basilio, V, aproveofai«da»e*ola»8ircanítanoiat Segismundo lll de ¥o'oa'm paKft
hacer proclamar CÜWT i 8« hijo LadiJlao, A
cua]> aboitecido comaeatt^tleo y eomo e s -
Nuestros amigos no contostarao *ii ct acto; poli
«6pe,v».r/¿afi.
^
París, i la tistSi, 1^45 por 100, oenefleio»
Norberto pensaba en esto, más abrumado q^a
nunca, representándose la adorad» y adorablá
imagen de Gabrit'la, entonces Joven, soltera y
después su espaía, pero áólo de nombre.
íjaa preo-unts de Valeiiün le sacó desnaamar*
gas mediíírriorifia.
—¿Tiene varias salidas el hotel?—dijo.
Norberto ee estremeció y ee pasó la mano por
1« frente; bruscamente acababan de llamarie ¿ l a
realidad de las cosas.
—El hotel tiene dos salidas—contestó—una la
qué tenemos ahí enfrente y otra que da á un s o lar en donde se construyen unas casas cuyos andam/os podemos ver desde aquL
—Pues será preciso guardar 1B9 dos salidas^
—Ciertamente.
-Bastará un hombre en cada puerta,• ySI ne»
cesjtase refuerzo, estaremos dispuestos ». socorrerle.
Valentín, que dirigid la expedición,, colocó 6
Chilperico delante de la puerta prijioipal del h o tel, y Engañabobos pasó a guardar 1» que daba «1
solar en doiirtH se veían las constricciones.
Una vez diwpuestaa así las cüKsas, Norberto in«»
trodnjo la llave en la cerradura^^ dio 1» v««lta J
empujó COI! mucha precaución.
La pntrta cedió sm hacer ruido, y eatrartn»
La obiSCiH'idai era completa,
AforWiíiadatneütó el marqués habia habitad»
aXñ algiln tiempo y conocía bien el terreno.
—Bégiiidrue—dijo en voi baja.
Cogió á Valentín del brazo y éste arrastró á
Murad.
Augusto veía á pesar de la obscuvidad.
En el fondo de un ancho pasillo GOn pavimento
de mármol, había una escalera...
Norberto pu.io e! pie en el primer escaló»; ffiSt
en aquel mismo instante, Valentín dio un paso «a
falso y c»yó antes de que el marqués hubiera t e nido tiempo para detenerle.
Inmediatamente ee levantó,* pero m calda Uabia hecho algún m i d o .
Entonces oyeron que en el piso principal frota*
ban un lósíoro.
Hubo un poco de IUK, la que diÓ el fésÍQIO a l
encenderse?, y Inego otra más clara.
Al miíimo lieinpo arito «na •««:
•
—¿Quién egtá ahí?
I
j
fOHDOS rHBi.100»
J£íi££ P ' * » ^ ^
i POT 100 iaterlot.
I , ; . 68-50 68'50 "ídem nuevos, serlesO y H, ds
100 y 300 pesetas
OO'OO «9'0O '
Mam exterior.
• •73'40 73*40.
Idam naevot, letlesa y E , dft
100 y 300 p e s e t a s . . . . . . . . . . U'35 74'50*'^
4 por 100 amortizable
.f 78 00 77851
Billetes de Oaba 18S0^........ 105'85 105'9O^
ídem 1800, ntims. I al 840.000. ST'2S e r a »
Personal.
•. . | OO'OO OO'OO,'
Obllgaeiooes manl0l9«Mf*.k. OO'OO OO'OO'
OO'Qff
Bfliisió& Bflanger. •.*tiii>••••»«
MIMMHPPNÍÍH
I •
¿ *«^'AA'44yfeÍL¿íltó. &. 'líilH. ^' Ví*,«v •
forqae etasttnttt
ene obligd á «lio;
mas dispens«4me
que asi un momento
y una vez sol»
me ponga scrfo*
Es de Noviembl*
día primero
y por costnrobra
seguí el ej<>a\pLo.
Como las g-flntes,
hice á los muertos
la obligadia mnia
de euMplmiení».
filado aquella brti«cB intervención de un habitante del hotel, y adamas, ¿qué íiabriaQ podido d e cir?
ílablar era venderse, revelar so P******'*'i* ^ ^ ^
habitantes de la casa. Tenían que Operar sin peif
der lui scfintuio y bruscamente.
Muradenceniió á s u vez ua fósforo, y i f a W Í
de su clHii Irtd se precipitaron por Ift «sc«l«|!».
ii,n la iiH-seta del pi.so principal aeli«K4ba ulf
hombre torio de estatura, flaco yaioreno, Cfl»
una bujía encendida en 1» ma»o.
Come se inc1in»ba 4 mira» iftcía aba|o, ia \0
bailaba su semblante.
Clí LIBBRAK
tABjerD, tavo que «bttndonikT el trono, eD
«1 coftl senti^OD los nobles i Miguel Ro<
l&snof.
Casos j cosas
Jaanito, ai volver de clase, dice llorando:
—iNo quiero ir mis al colegiol
—¿Por qué, hijo mío?—le pregunta SQ
madre.
—Porque el maestro quiere ensenarme
ana porciún de cosas que no sé.
DÍTersiones públicas
Siguiendo la costumbre establecida e»
a&OB anteriores, no habr& función esta no—Oiga utted—diceun burlón & un oon'
las irritaciones y che en el teatro Real.
desito muy enTaneoido.--¿Sas antepasado»
Mañana
miércoles,
para
el
turno tercero,
flujos recientes, y asociada con el uso in<
tomaron parte en las Cruzadas?
primera representación do la aplaudida
terno
de
las
GRA.JIÍAS
8A.EZ,
en
poco»
—No, seJior—contcsta el conde—porque días, toda clase de ñajos de las vias urina- ópera de Bizet, Carmen, interpretada por
«MI protestantes.
rias. No produce dolor ni estrecheces. De las señoras Giudici, Brambilla, Qasul y Qa*
en Madrid: M. Garcia, Capellanes, I, rrido, y los Sres, De Marchi, Mennoti, TanLa mojor de Qedoón, 4 qnien su marido venta
1.*,
y
M.
Miquel, Arenal, 2, y en las princi- ci y Verdaguer y Ziliani.
ciije quo lea obras morales, pregunta á su pales farmacias
La ópera será dirigida por el maestro
de España.—
coijaorte ni puede locr un litro que le pre- Consultas gratisyaidroguerías
Mascaroni.
Dr. Saez, Barcelona.
senta.
•w*
••.•.i.m—i••Bw-i.ir-mr
m •—•••••iiMii.»ii.i—— iiiM iiii.iiMi- ii—M•••...• I I ii»iwn
Los billetes para esta representación se
—Si. hija roía—le contesta Qedeón—lo
Para cabalgatay retretas, baleónos, Puerta despachan en contaduría á las boras do cospneács leer á ojos cerrados.
del Sol. Razón: Correo, 3, portería.
tumbre,
IRKt'.U.-
InyeQoMn Saez
~^
má
M
En el Salón Romero se celebrará esta no»
cha un notable concierto por el orfeón El
Eco, de la Coruña; por la banda del regimiento de Zamora y por otros elementos
gallegos. He aquí el programa:
2." «Carnaval de Roma» (escena coral,
obra de concurso en el Certamen da Madrid), por el orfeón; A Thomas.
3.* «Theme de Rodé» (variaciones), por
el Sr. Augusto Garcy; Moreau.
4.** Romanza de barítono del Fausta,
Gounod.—«Consejos» (habauero), F . Alvarez.—Por Méndez Brandón.
5." «A Foliada», por el orfeón; Chañé.
r a i M E U A PARTK
1.» Sinfonía por la banda de Zamora.
a.' «Le» papíllODS», por el orfeón El Eco,
Rillé.
a." «La mía bandiera», llotoli.—«Non ti
destara», L. Almagro.-Por el Sr. Méndez
Brandón.
4." Fantasía sobro motivos de la ópera
El barbero de Sevilla, ejecutada efl el cani flauta {instrumento de sa invención),
por el Sr. Augusto Garcy; Rossini.
5." «¿Qae ten 6 mozo?», por el orfeón;
Piñeiro.
»•% I iwwiiMWMmiCBW—*—**—
Hoy martes, festividad de Todos los Santos, se veriflcari en el favorecido teatro
Lara una vuriaiia función de tarde, poniéndose en escena á las cuatro y media los
aplaudidos juguetes en un acto titulados
El sueño dorado, El novio de doña Inés, y
por primera vez )a axtraordiuariaineute
apliiudida comedia en dos actos Matrimonio civil.
fiEflUNDA PARTE
1.'
Sinfonía por la banda de Zamora
Según nuestras noticias, el joveoí pU>
Dista D. José Varia Francés, se propon*
dar mny en breve un concierto en al elS'
gante Salón Montano.
La empresa de bailes del teatro de la Zar'
zuela ha dispuesto veriñcar un gran baila
en obsequio i los forasteros el sanado 5 d«l
actual. Promete estar brillantísimo.
La raagníflca orquesta del sr. Granado
ejecutará dos preciosas tanda» de baile,
compuestas exclusivamente para este dia.
La empresa prepara grande» novedades.
Cada dia ss ve más concurrido el Parqufc
Zoológico, llamando la atención los magníficos ejamplares que contiene.
También hay nua colección de monos qu»
hacen las delicias de los niños.
Iiop. y E s t . da Br. LISBBJII,, Almudena, 2 .
CIRCO DB C O L O N . - 4 U? y
^^"^'^W^J^S^^xT^
'
K INT/C.5TIN0S. So coran .lus enfermed.ides, aunque t e n l|ü.—'Dos grandes fiiucioiics,
gau va'oto alioa de antigriodad, coii r,l líUl'lCl'TICO SAI/.
jioaiéndoüe en arabaí la pax-odia
Dlí CARLOS.—Loa doloros de estómago, digestioriHS difíEl Aliia.ítito mj! reparador, unido al Sónico mas cnereico.
M a B i * **• b » y . — L a F l e t l » <,ie Don Juan Tenorio. El cautan- ciles, v ó m i t o s , acedías, diarreas, etc., so alivian desde las p r i m e r a s dosis. 5 pta. botolla. Serrano, 30, farmacia, l'or mayor, M.Oarcí.i
á fl, 9 y 8 p ó t e l a * .
l«
co,<!mepo/ita
Mr.
Visconti
y
df To".v)S IT» Palitos.
M e DT""* « ' Jl«liil<>« «le otras iiove:iade.9.
GRAN TIRO DE l'ALOMA AL
C : i t a r « u t * n * r « i s m el Oratorio del r-ibillero do Oi-acia, y, VIJKLO (tletráf) de lan tapias del
fSjfiíV'rAN II»9Í: V I A J E
t a b r á r... i ¡i.ayor 4 IÍ'Í .ih-z, ;» (fot i í';),-•Tiradas pftbUca»,roi«rT CON TODOS 1 0 3 TOINClPIOfl NUTRITIVOS SOLUBLBS 1>B LA C A R N B
OON
por la l i . I'- rolarlo ciinlady y c o í í í 7 liías l'eativos. Hoy ^'ra.T
e.«riW5-!
y
ífu'rw.%1
snn
los
elementos
qiio
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composición
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repsr:-.*)'- ,¡s !;i'-i fi'erzas vítalos, de eate r o r t i ü c K n » * |>or « s c e í i nciis. Ue uu s u s t o SU¡•'RÜNTON DE SAN FUANtprabsdn» Doi"!» Áoitltmlt
V U M a «A I * r * r l « ilo P « KDKN habitaciones Acaballemsineidn i«Tailat.)le. es MODerano contra la Anemia y el Árocamientc. en las Calenturas I
dt Miíliciní de Ptrií,
fl«,—NttfSira Soñorii il."* !a .-il- CI3C0 E L G R A r s D K . - S IiS.—
y Cvttvaiiicencius. contra las Iiurreus y las Aíecctomn del Mstomaao y los intesiims
ro. Funucarral,30, l . ' i n t , D.'-S.
ÁdopMt»
por ti Formularla ofltltl frldOÍl
Cluaikli' áe t.ata de cie.<p:írlar el aputlío, asi-?ur;ir las diKestlüiio.s, reparar las fuerzas.
inudeii.i PH 8u iiarcor.uia 6 dol <*ran partidor) de pelota por los
N U n H ü t ' l i l S I T A persona c t '
céloureí NlSOS va?!COiig'ados.
e;!.'¡iiu.<x;cr la sjuígro, entonar el ortíanismo y tirccavcr la anemia y la.s epidemias crovoConsuc! • el' Sin, L u i s , '
1 9 , A l c i t l i á , 1 8 ( r ( | U | i » ( H a ) ; tU, A l c o i l ó , « « ( E < | i i l < a H v i i )
y a«(o//f«(/as por • /
sada sin hijos, de garantía, q u í
oadas jx)r los caloreSi no so conoce ñaua superior al i ' í n » do 4 í u i a a d e A r o i i d .
SALÓN ÉXI'RICSS t(;nrrera do
ConstJ) mtdhil (/I íin Mtrtburio^,
4«i«á
conozca á fondo las operacione»
San Jtróuiíoo, 7 y í)).—Viajes .1
Pot fMl/úr^ en P a r i s , en cas* de í . r C R R É , Fani¡;icejtí,',o, 102, me niclielieu, SucosM deAROUD. I
le Casas do préstamos. Escribii
Participando í e las propiedades del I o d o y del H i e r r o ,
'.:S <';>ntimo'( por la niuyor parto
SB VaJtDS KN TOOAS LAS VHINCiPALHS BOTICAS.
cédula de orden n í m , 51, listl
estas Pildoras convienen especlalmonle au U^s (!ni'or;TH!d.iilos
lia Ifirinüíips del mundo. Abiorto
(I nomfir» y
le
Correos, Madrid.
tau variadas q u e d o t e r m l i n oi ¡ftírnioii escr..ñ'uloo»; {.Cuit, ,i en,
iiBsd'i ia» oute de la maiSnna
la irraa
obsti'uccí mes y hurnvrcs fríos, o l e ) , afcecloncs c'intra Id ?
cuales .son in>poleiilc:i los simples í'ornisinoíi.ig; cu ¡a C i o RTÍM - So Viay fvinci'ní.
r í s l B [colores pálidos), J.eU'J»«rrea {/¡ures l/uiih:u!i), U .li.moESl'.\N'>L.-~e í\a.~2.1.* de ab
».orrea (mensiniucion nula o Ut/icil), la ' í í s i a . Ja í i í i i i ' s
en 15 días y la sfSli» sin m í r c u '
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KXQrjISITO.S
—Tnivio impar.—Don J u a a T.Jc o i ) » t l ! u c i o n a I , ole. Kii l;;i,ofroi;,,:a a]os[,iá(:tie.)S uiia;{.nl,ü
rio. Cura gHrauliíadn. ConsuUj
r u s t o l e s finoí á 6 r s . docena, oosaimadas, mallovquiuas, boLA KtlUVA S I ' I Z . - V . - A n ü N A L , 11
So arriendMn los de líi;
nono.
terapiiulico do ios in'ti • néi ,:ii.;(>,5 p.ua esliiiiuiar i;¡ <>I';Í;I'.I¡-.IIIO
niídica 1 á ¿.Preciados 12 botica
llos suizos para cliocolate y café por mañana y tarde; t a r t a s , enEsta casa obsequia con u n a e-ii.atoa broncnnda, con au coja la.s (Rscori«l),parfi {vaiindo vacuy iiiodllioar las i;,)n -Ulnciiuio; ¡iuf;!li<!as,doliii<;s ó (¡,.;j;.lt;ul;>.<!.
i l ¡ 3 - r - . i l . i e l Li Católica.
UAU'rOamiioblado.Puartudel
tromeses y ramillotox por encargo; vinos generosos da todas claIjomljouera, dol gran almirante Ciislóljal Colón, Cuaio recuerdo no manso.Darán r: P r i n c i p e n , p l .
COMtíDIA - 8 I i ' ¿ . - T u r n o 2."
N. B.--E1 loüuiu dü li;orro ¡¡np^ro ó alterado es u n medlSol, 13, •2." derecha.
ses.
Precios
fijo.'».
Se
sirve
á
domicilio
da-ide
3
pesetas
e
a
adelandel
IV
Contenario,
A
todo
clioute
que
compra
género»
por
valor
í . " «ene - - n o n J u a n T e n o n o .
camcuto intiél ülrritaiUc. Como prueba do purezu y auteulla LMONRDA urgent», hay pia- I Cede g a b i n e t e y alcoba para
ta. Pan especial al eatilo parición y catalán.
de 5
5 nHsi;ti)S,--!.a
pHsi;ti)S,--La Nueva
Nueva Sni^a,
Sni^a, A'^onal,
A'^onal, 1"
.»,..
*
, de
II.
clila'3 ü c las verdaderas i:-£l4ora»
4 I|?. — I a miama.
(í^no.— lleja.s, 3 , principal izq."
Plaza de Santa Ana, 2. Sucursal; Cruz, 6; teléfono I 0 1 0 '
Bcab.-Lta. Correos, oéd. 15135
lio JCiüMcsii-a, cx.<ii.;ise n u c s t r
NTA
P R l N C r S ^ . — 8 !t8.—1." sovi?
sello lie pliila reactiva, nuestra llr
F 20 do a'iotiO.—T. 2,"— Lui.Sii
guo g ' x l r a v í o de una licencia. K . :
LMOtNEIlA . por marcha forK i ' s l a do Cuba, 5, port.; gratif.
artjinila y el seilu do la Unión» .—
, •. t_
PararqHet
izosa, dol mobiliario. Tudesl i •g -^ ,.,„,
i , " - . . ^ ^ " ^ (.puesto de la l'LA/.A 1)1-; .SANI'.V CHOZ.
Pabriiuíntcs.
C-...-;—-—
4 1(2.—La dama de k a CaCEDE bonito gabinere.— cos, a s , a." izqda. De 12 A 4.
wi-eilera Baja, número 19.
wcinn
FttfmmuUitieo
do JParln, calle
fíonniiiirt-,
áO
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fi'ontc á Cu«r«'Os
Z A U / V r X A . — 8 U ^ . - F . l rev
D U S C O N F l E C e DE I . A 3 r A U S . F l C A C I O : í I S
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)dÍ3ta. Kacen falta ofioialae
y
(luiviíisuilu
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Di.;-,
nim^-s,
'r*.4¿.il.;>
que raliió
l(iv.'l-i.'.^ nnv(ulezri,M'¿,3
Premiado cou M.]!nALl,.\ !)'•'( m o m ,.l C.K.-io de Farma
4 ]i2 — " .ripa.
para iglesias, dosde 000 peaetal
cóuticoH de Madrid, y rerooien^l rio iior el cuo.iio l'acultali\ •> di
•flflllUACÉUTlCO t » I" CU»», Pa0Vi:iiU0a ÜK 1,03 li03rirAI,M OB ÍARI»
CKUK g a u í u f t s e x t e n o r c o n A ;t OOü. Fuennirral, 33, NAVAS.
rUÍNCIi'R A L F O N S O . - 8 . la l'ouoñcoocia proviiiciiil Cjtil «n to'ln clu.iu de lose.t por invale-i Í?J
íiuovo.'),
grao-modelo,
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«Jal
DOB JttMl ToflOVio.
te» I.a Pftnorentina, .idmiiida en loa hospitales da
radas q u i sean, y cu las afi;c,.¡onus catarrales. Precio del frasco,
Uoa, foiiiliia (Z-íovara), l.IOO po4.—Din Juan Toaorío,
P a r i s , es el m a s p n d e r o t o digestivo q u e se conoce.
A«i8':.^'CIA C O l X / t W E W
5 posota.»!.—Sania Tdiiii'l, .1, fnnnaci?.
L A U A . - r i 1 1 2 . - 2 . " S o r i a . - •irtua, Fiip.ncarrnl, 33, princip.al. Wl Posee la propiedad de digerir y hacer asimil.Uiles lo «"J
Esta casa, única con g-arantías, tiene depositadas 10 100 p t a s . ,
NECHSITAN agente.? en i f | i mismo 1.1S carnes q u e lo» cuerpos grn.ws, el pan, el AJÍ'
muy baratos, gén?ros garantí,
T. J ' par —A caza da novios —
osSa corte y provincia». — '"i> i a l m i d o n y las (éculas. Es di<cir q u e los üliincti'os, s c s i r S i responder de sus operaciones y csmpletar á cada tjuiíUo l.fiOO
A t DI picados del Estado, Farro- j a d o s . 9e forran y componen los
Rl novio de doüa Inás.—ivt»<riptas., ínipor'.e da !a rodoiioíón. Sastitución completa de Li! ramur,
B,
Oynzúloz,
Ministriles,
6,
2.'
y
doniAs
garantías
mismos
—l!.'í, S'SÍK, í 3 .
nionio CIMI.---{Süg'undo acto.)
ciirril Norte
;-,-i|lo.< q u o f u i i r e n , pueden s e r dijjendüsjwr ¡apariüicatinal K« 1ÍÍ5; sulivención de 1..500 pías. (Jredunci.'m de IJUr>imar por tíOO;
" 6 , 2 . ' VENKRFO
4 1)9 ~ ' I . 2." impar.—El novio ijquiftrJa; do 3 á 4 .
A;-]»sin el a u i ü i o de! cs.l.tm\:i¡;n.
KA' Paníofiula y Dltvamar, 000. Garantías y d9po,iit!irio,í: Banijuercs, <Il'R!:>a ! í ' l l v i o a o , l a i > ( . i ' . < ! e o , e n I I O M I M I t e » v i - u t fi-so, por que convengan.—Bscorial,
SÍFILIS
licrech». - De 10 á 12 y de 6 A l ,
d« dona Inís.—Matrimonio civil
U . J Ora provenga la intolerancia de los alimentos, de la
Ll.i}<-<iiio y"Comp,, E.<ipoz y Mina, 11, l'.°,Ma<lrid; D. Mateo Arrauz,
(doa « d o s ) —El aueSo dorado.
•v\\á »i ep BioaA 9p omnd oo
iJj'Jalteración ó falta total riel j u g o k'iistrl.;o, ora de la
Atocha, 112, ir-, D, Jacinto Cabás, l'aliua Alta, 15 y 11,
J A I . E falta aína de cría para
APOLO - 8 I i 2 . _ E l monagiii- • niV '»iuoiacij«(i');o'u'B.ioii«,l,
inllamacion ó d e nlcefacinno.'» del o^h'ini'jio ó del '
a ^11 casa. Uaion: Tudescos, 51,
Cura a n a días CApaulas Koch.'
lio - L a lovcnda del monjo,—La ap 9HB0 'pBpioTjnn,] ap aun
Icompouiendo un tomo en 1,", olf^ííir.itonK'ote eacuaderuado, con lofcsora en partos.
tTíSiniestino 3 á 5 P i l d o r p i i j d o P n n o r « a t i n a dCrcm
3 pts.Va correo remitiendo 4 pta,
cjeriDH —Tihidrid-CoIÓD.
lilusíracietifisi de los ¡jre». Perca. F e r r a ^ t , Mostrés, Pía y Huertas, y
-!»i|o KOI »p .lóiaoJiQ'-'S !>'
}J:jj D e f r c . a n o después de coiiiei' darán siempre lo:> majorcS]|i.j,iy
lANOS usados desde 1.500 á libranza. Consulta de 2 A 1 pot
el retrato del autor; se vende al precio d» cinco ptas. en las prin4 li2.—i:l mismo demonio.—
•SV'')'!' 21 tip solías o «•/!iinjc|ii
( ' j r e . i u i t . i d o s ; los na-dico» las rei;uí...a cüiiira l a s fci
cipales librerías y en todos los tt.iti'os donde se r e p r e s e n t e .
¿.ñiio reaie.í, garantizados.— correo V g r a t i s . Montera, 38, 1-'
L t czarina —El monagivülo.
T13 '««idi, noj.MiB oníi sa.io'jo,*
jj,5it,'uit!atos afecciodí's:
Bajo l» sencilla denominación de T é e « i > e c l « l , la C o m
Fuencarral, SB, principal.
SOI 1} sai.iod ap oouü.y UBjes
E S L A V A . — 8 l i 2 . —El Qran
LMONRDÁ'ñiuIbresTsiUerfas,
!í;>at)o r a r o !a comldn,
Disenteria,
I
| t a » i a 4?oloiiÍHÍ ha puoato & la venta en .sus establecimienf!apitáu.—La Salamani'jiüna.—121 •0(1 H ep íi).i-|Bonm najiuiaa eg
lgabinBte3.SauUoque,8, bajo.
'M«l«ii diQostionss,
eiujt'iu»,
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I LMOSlíDA mobiliario casa;
tos,
sitos
r.alU
Mayor,
13
y
20,
jl/tiiitera,
8,
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KU".lo.ütti aod i« Eojuanásep soj
hiju de fU excelencia,—Bl Grao
VCii.ilti.u.
CastraljinS,
khay comedor.—Paz, 15, 1.°
l A U m K T l í S y balcilues. l'uarp p r t o r , de finísimo aroma y exquisito g u s t o , puesto e n i ' I o Enibiitaxo giistvieo,
Capitán,
• Uí(.iodoii •»aunn [«« vy asop
UloeraoioT'8!! ca!)C»roas«,
Nuevo polvo de arroz t'iw bismuto do H o f c » «le
Jaavenee.,
fta del Sol, 13, 2." derecha.
Aneen
i«,
griiiitcB c n j l t t t s chiiiK9iC«a de metal, al módica precio de
l;nf«iin*dacl«B
del h í g a d o ,
4 li2.~T!odas da oro.—La ma-nyiíinjoin oo 'a^uatiuiaaiHi
prnparndos por , t 3 m r , I l . t r l e I l ' ^ & i u i n y , de París. Mucbas de
Dinrraa,
UHA p c K v f u c o J U » lie uo gramos (quince tazas).
Ennatiuooinúer.to,
dre del cord»i'o.--El (3raa Ca- zni X sejoaipauí-oaioaie S O I Í J
KDHN hnbit.icioiiescon ó sin:
las dama» elognutes conOi;on el buen resultado de egto» polvos, y
I
Soiunolanoia
deopnei
rto
comer
y
Tómlto»
propio»
d
a
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La Compañin Coloiuai expende además diferentes clases do
rilía.
pnra evitar toda falfdtlcación es necesario que se dirijan A l a P o r -BÜIS '»9.1tlÚl¡1 'B0U0JS¡«1 'BOJ
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Viuda Solar y E, Casas, Asalto,
dialiAlica —Uo c m n e n misterio
JC S9S0U1 sias Buud «ííjue úoa
10, HAHCHLONA,
10,—Pererito,..(Segund.i«tto ) Cuiluelos
do
viento
caliontes
á
todas
lioras,
con
dulce
crema
y
iBaileal finil da cada acto.)
Curaciiln iniuodiata y radical
huevo mol; el acredil'ido Rioja Clarete, cognac de Kioja tres es4 I | ¿ —Lof pavos reaUa.-^La
garantizada. 20 a?los prÁctica. 10
cudos
y
ítioja
Manco,
de
la
Compañía
Viuícola
dol
Norte
de
E
s
de exquisito.i bntíueloa do viento relleno» de crema y dulce. No- paña
t e r t u l i a —Soofio dorado^
isra .leiioras y señoritas, dirigi- á 2 y 6 A 8. Hchogaray, 12, pral.
•|'LMOSh;DA"m«éi)le.í. -""Caíle
a. PM»l';lt."í vai'lí-.iu-i :i 10 cór.timos.
vedad en platos y cestas para bodas y bautizos. J u g u e t e s de caROMr:». - 8 ! i 2 . - E l nn;n,-ifi-i!i- S4de la Paz, número 13, 8.°
0 por dos profesoras de educa'
JBS y gabanes de todo l u S:-S!F;%:%T,•».««,
«
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l
richo
para
niiios.
Bizcochos
borraclioa
de
Quadalajara
recibidos
Uo —Tfi ',r\<>y oantaiiaíi.—El alPLAZA DI5 CKLKNQÜE, NÜM. 1
ción física. Sesiones de masaa'
jo A mitad de su precio. Coc«Id« da Villipeneque.—Tenorio
g e . — H o r t a l e í a , 2 1 , principal.
l t i i S a « l « » da viento de n a t a , crema y dulce.—Panellets, iariamente. Fijarse bien en las senas.
r r e d e r a B a j a , l l , j t o á Lara,
y c»»la¡its.-(nail«.)
- — — i;«iiní<^»"ía d e S a n t o O o t t i i n y * — —
butifarra catalán.^, Vinoj y licores.
f í l i l í Ü S S i í . A uno ó dos caba
B»I"í;5íim» «obre n u e b l e s , cuadros, mercancías, género» y lleros Plaza Ángel, 21,3.''iiqda.
(Fraute ;V la calle Ancha) -.^
4,—Laf miulias del hermano de todas eiasas, se venden m u y
toda clase de garantíns qiie convengan,
fianito —[•! alcalde de Viilapoue- baratos. Vélázquez, 04, más allá
AS>l':a.,%!«TO B » e P A C Á N
que. —Tei r,iio y castalias.—To- del táller de K. Vázcinoz.
dé Cádiz y Mílaga,—Molletes de Sovilln y ostras frescas, a t reciSo colocan grandes y pequsíla» eantidade», eon b u e n a s g a r a n ^ J
rero» y i „ ' , , ' a n s .
boas y pieles linas. Único y ez>
los días.—Jamétt s e r r a n o , legítimo del J a b u g o .
tías y renta del I a al 00 por 100 annnl.
en 15 días; la sífilis radicalmen- elusivo depósito A precios s i l
r'íftooDR PAM8H.-4 lia y B ' L M O Ñ ' E D A " , por"m'arciía'roT- ben todo»SKVII.LA,
—oJ- . •"PKLLICÓ
16
« : « i a KS.if.i«, ! í « , S . ° Aeha. tie. {> lí S I y H e O ¿ 8
t e ; curas garantizadas. Consulta, ejemplo, I . a SünüpilMlena, M a pr'vileiíiadi y al alcance de lodo.< para elaborar jnbuníi
I i | 2 , ~ I J ! l i m a i funcionet do la ^ l o i t t , del moliiliario, 28 h a b í .
' ^ j t a n t í . n t ' dii 'ii.-: e u f u r i i i ñ d a - ;
Kli'ganteH diliujos y | «ios baretí- cliisa do aceite, sebos y rtamíis g r a s a i ; el que qi'-er» tinn
OMI'RA de alhajas, paihería de 9 A i y ti A8. Legaintos, 21, pl j a r , l í í . Se forran manguito»
tainporadn. — 0e»pedid» -de la !,aj!ones.—Valvorde, IC, pral.
S ii«i iiel f.sl''lingo. Consulta:] I * titina, platino y gnloiiKí. Venta rf*RAN salóu con Iwlconss para lftI.\NO de manubrio, casi nuaCompaTiia.
simos. —Cab.illi-ro do 'Irai'ie, S. j u n - ; d u 3 t r i a y otras, que pida explicaciones y s t i á n oi-i •
"TÍA ix"AÑ'1'01 NJÍ E'T ÍÍLS
to íi ia calla de la MDulara. F i a u c i s - . d u u d o un sello de 15 cóníiinoi pai'a la rt.qiuísta á ÍÍ:I.Ú;, J.auda- Ue 1 ;i • 1J ia tiu'.!.! D.'ña H.vrba-' de uiutales unos preparados, 4, •¡fías fiestas. Sras. de posición. r ^ v o , 20 pieaas, 550 p e a a t a s . • Sifle, 2 peí,eta«.—Entrada ga OEi^'ríN'iMiv tie isifé. mía.
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JARABE OE EHEA COííC^f^TRAÜO
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TOLEDO 51.2.*
TOLtOO 5 1 . 2 ;
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mms ^MfMñ ímmüM ?&£iiií
Flor y Nata de Madrid
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GlSlíüSIO HiGiENlCO
CEKTRO
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DE NEGOCIOS
PESCADO F R I T O
,EL iíENEREp SE CURA MANGUITOS
ALFO 8e,ís
>»rt],50 contiinoa.
SOSB
182
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BIBLIOTECA DE EL LIBERAL
Norberto, Murad, Augusto y Valentín reconocieron en él á Lonírard, quien no pudo contener
nn ^rito de eB|>RUto.
Sm perder tiempo corrió hacia una puerta entornada que daba & las habitaciones interiores,
seguramente con la idea de advertir áiionquin
para que se defendiese, ó quizás para que se e s capaseMas el hombro no había contado con la destreza y prontitud del clown.
Aug-iisto se estiró como impelido por un resorte y sültó de una vez los últimos escalones con la
s^uidad que habría excitado los aplausos del
Circo.
De golpe y porrazo cayñ, pues, eobre Louffard, que no pudo resistir el caoque, y los dos rodaron por el suelo.
En aquel instante supremo en que su vida e s taba en peligro, no pareció que Louffard pensara en su persona, pues se defendió sin energía,
comprendiendo quizás que toda resistencia sería
inútil; pero sí pensó en su amo, en Rouquin, que
era hombre perdido sin remedio, si no recibía su
6Tiao.
Entonces knaó un grito estridente, terrible,
que resonó en todto el ^ t e l .
fcAugusío Isj tapó la boca con el puao, pero er»
tarde.
Sin duda alguna, Louf/ard sabia que bastaba
aquel gri*'i, pucj ni siauiera trató de rejjetirlo.
Como no hacia ningún esfuerzo para soltarse,
con la nmj'or trnnqullidad pudo Autrusto atarle
de pies y raanos, de modo que no pudiera apelar
& la fugfl, y le llevó á, un rincón de un ancho corredor, üondc se hallabi la escalera.
Laluz que Louffard tenía en la mano se apagó
al caer «1 suelo; pero Valentín volvió ¿ encendería, y eníonces los cuatro se lanzaron á las habitaClones lutenores por la puerta entreabierta.
Noiberlo, que los guiaba, fué en derechura &
los cuurtos en dondj pensaba que podía hallarse
Bouquin,
No le tincontraron, y eu ninguna parte descuorian las huellas de su paso.
Los balcones de la safa estaban abiertos de par
ea par.
*^
El marqués «e estremeció.
ParfH:í.a que la faiaiidad se empeñaba en ofrecer á siis OJOS el recuerdo de la mayor parte de las
escenas de su vida.
,.En aquella misma sala, dos años antes, había
Tiftto ^jGabriela robada por segunda vez, cuando
"Ifnf? T**^**^* ^^ escaparse del hotel Murad.
A 11 !e habla intimado la orden de seguirle.
dí\n<io!'; » osTOger entre su libertad, que ponía
fin a !íi í xistencia del anciano Bertara, y e l c o n flentiH)ij.:,!o r.aranuese celebrara el enlace prePov u i i i j ( l e a t j ;
ijalconea había visto en la
calle á dos R'uat.iíaH de orden público que se p a Bcaban vmnquilaraente delante del hotel, casi al
alcance de ja mano, y al «eñalarlos habla dicho á
l » | o v e n q u e podía llamarlos en sü auxilio, lo
cual sería la pérdida para él y para ella la U t o -
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tad; pero igualmente la muerte de su venerado y
querii'.o padre.
Gabriela había elegido, como sabemos, salvar
al anciano; había sacrificado su vida, y lo que
era más que su vida, su amor; pero en cambio
del snciiücio, Bertara vivía.
Noiberto recordaba perfectamente todos estos
detalles.
Al ver los balcones abiertos, creyó que Rouuin se habría escapado por alií, arrojándose
esde el piso principal a l a calle.
Imnediatamente se asomó y vio en la acera>«¿
Chilperico paseándose, sin alejarse, muy alerta,
para estar al tanto de todo lo qae pudiera s u ceder.
Norberto le interpeló.
'
Chilperico uo había visto nada; dijo que no «o
había apartado, y por consiguiente, un hombre
que se hubiera arrojado por la ventana babri»
caído en sus brazos.
El marqués, seguido de Murad y de Valentín,
corrió hacia la otra parte del hotel, cuyos cuartos
daban al solar en donde edi.1caban las casas.
Todas las ventanas de aquel lado estaban oe*i
rradas herméticamente, y sin embargo, era se«
furo que Rouquin se hallaba en el hotel en aque*
lo.^ instantes.
Dumiendo vestido y siempre alerta, había podido escaparse al oir el grito lanzado por Louffard; quizás antes, cuando oyó ruido en la esca»
lera.
Pero ¿por dónde se había escapado?
Norberto pensó que Rouquin podía kaberse escondido en las buhardillas destinadas i dormitorios de la servidumbre.
Corrieron á las buhardillas y tampoco descubrieron nada.
También pensó que habria huido por la escalera de servicio, y bajaron la escalera que conduela
h la despensa, i las {cocinas, al patio interior y i,
las cuevas.
Las cuevas llamaron su atención.
La puerta estaba entreabierta.
¿Era por olvido, por descuido, 6 por precipitación en l a fuga?
Augusto se había quedado vigilando á Louffard, aunque el bandido se hallaba en la imposibilidad mas completa de hacer el menor movimiento.
Valentín, Murad y Norberto no se separabao»
Los tres juntos, siempre alumbrados por Valen,
(ín, bajaron las gradas de piedra que conducían
á la cueva, y una vez allí, se entregaron al mó«
minucioso registro.
La cueva e.9taba vacia, 6 poco monos; Norberto no había habitado bastante tiempo el hotel para utilizarla, j en cuanto á Rouquin, aunque era
el propietario tiel hotel, jamás la había habitado.;
Dispoüiausñ á subir, cleísesperados del mal éxito de su regiiátro, cuando de repente Norberto
dejó escapar una exclamación, y deteniendo 4
Murad y i Valentín, que ya se encaminaban 6 la
escalera, les obligó á retroceder.
- ¿ Q u é hay? ¿Ha descubierto ustíflftJfi'UIi»CO.-
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LOS AMORES EN PARÍS
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en?—preguntó Murad con la mayor ansiedad.
Norberto parecía presa de la más viva agitación, y contestó diciéndole:
1 —Ahora me acuerdo de lo que me indicó Rouquin cuando puso á mi disposición este hotel: ^
—"Si le persigue ¿ usted de cerca la policía—
dijo--no olvide usted que en la cueva del hotel
encontrará un angosto pasadizo que corresponde
con las alcantarillas de la ciudad, y por medio
de ellas con la orilla izquierda del Sena. El corredor tendrá escasamente diez metros, y se eleva unos tres sobre el alcantarillado; una vez allí,
solo algunos pasos le separarán á usted del río.»
i,—¿Y en dónde está ese pasadizo?
—Como nunca lo he necesitado, no lo he visto
Di tampoco lo conozco; pero acuden á mi memoria las indicaciones de Rouquin.
fe —Hable usted pronto.
—Me dijo que la entrada del pasadizo estaba
detrás de un tonel, enfrente de la claraboya. El
«onel, naturalmente vacio, sirve como de antesal a al pasaje, y el fondo de ese tonel, que cede &
u n a leve presión, se abre y vuelve á cerrarse por
Bi mismo.
Valentín corrió hasta el fondo de la cueva.
—Conozco bien los callejones estrechos—decía
el joven riendo.—Sin mis amigos el clown y En,'
gañabobos, no tendría hoy la satisfacción de penetrar en éste... Muy caro pudo costarme e] otro, y
por cierto que contraje allí una deuda con un tal
/ia.^«ya?uí, deuda que querría pagarle pronto,
pues hace ya mucho tiempo que está pendiente.
Al decir esto dio un golpe en el tonel, que se
abrió y dejó pasar una bocanada de aire húmedo
y nauseabundo.
—Veo qne no le han engaBado & usted, marqués—dijo á Norberto.
y arrastrándose sin abandonar la bujía encendida, más necesaria que nunca en aquellas densas tinieblas, pudo llegar hasta el corredor de
que acababa de hablar Norberto, y alli, incororándose un poco, siguió adelante valiéndose
e sus rodillas.
Era todo loque podía hacer; pero no tardó en
pararse.
El angosto corredor acababa bruscamente, como había dicho el marqués hacía pocos instantes, en uno de los callejones subterráneos de laa
alcantarillas.
Se inclinó á mirar; la luz apenas alumbraba, y
necesitó algunos instantes para distinguir algo.
Debajo de él, á dos ó tres metros y ¿ pico, vio
una acera que tenía justa bastante anchura para
pasar dos hombres de frente.
Si Rouquin se había escapado por allí, como
.parecía probable, ee habría dejado caer sobre
oqüella acera que había seguido hasta el Sena.
El agua de las alcantarillas corría por debajo
con gran estrépito; se oía que el ruido venia de
tejos; pero aquel ruido sordo se acababa de r e iente al aire libre, en el momento en que aquetas aguas, á pocos pasos de distancia, calan en
1» comente del Sena.
Despuófl de haberse dado cucata 4e los lugaieii
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Valentín retrocedió, y aunque había invertido
corto tiempo en el examen, encontró inquietos i
sus amigos.
Al verle se tranquilizaron.
Valentín les explicó lo que había visto, y entonces preguntó Norberto:
—¿Nada le ha indicado ¿ usted las huellas r e cientes del paso de uno ó más hombres?
—Nada; el corredor tiene un pavimento de a n chas losas y no puede conservar ninguna huella.
Murad dijo á Norberto, que se había quedado
muy pensativo:
—Puesto que Rouquin no está en el hotel y c o nocía esa salida, es seguro que ha debido escaSarse hace pocos minutos por ella. Hemos visita0 todos los rincones del hotel, sin olvidar nada»
(no es así?
—Absolutamente nada hemos olvidado en núes»
tro registro.
—De modo que podemos tener la certeza d*
qUe Rouquin no está escondido en el hotel...
—No puede caber la menor duda.
—Ahora bien; no e» creíble que haya huido por
las puertas que guardan nuestros amigos.
- E s evidente que ha aprovechado este pasadizo.
—Si corriéramos hacia el Sena, quizás llegaríamos á tiempo—dijo Valentín—la acera de las a l cantarillas 63 muy resbaladiza, y no debe ser muy
fácil andar por ella, sobre todo no llevando luz,
porque sin duda Rouquin no la lleva... Un paso
en falso y hombre al agua. Por lo tanto, las p r e cauciones que ha debido tomar habrán retardado
mucho su marcha... Por el Cours-la-Reine llegaremos quizás á tiempo para encontrarle en la orilla del ria>..
—Si, sí—dijo Norberto—esté perdido si no ha
llegado al Sena.
—Corramos, pues.
XIV
Los tres llegaron al malecón, y uo vieron á n a die á la primera ojeada.
La obscuridad comenzaba á ser menos densa;
las estrellas palidecían en el cielo; el crepúsculo
matutino iba ¿ahuyentar la noche; muy luego
despuntaría la aurora; unos matices pardos como
«na niebla impalpable flotaban sobre París dormido; las ondas del Sena corrían aún sombrías;
Eero muy pronto los primeros rayos del sol las
arían resplandecer con vivos tonos...
El malecón estaba desierto; apenas á lo lejos,
en dirección á los Campos Elíseos, se oía un rui'
do sordo de carruajes,..
En una mañana como aquella, y casi á la misma hora, el desdichado Simeón había sido ases»»
nado cerca del sitio en donde se encontraban lo»
perseguidores de Rouquin.
Bajaron á la orilla del rio y vieron 6 UA lUO»;
bre en una lancha; era un oea(»<toi.
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