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C.R.I.
Orgáno de Prensa de la
Corriente Revolucionaria
Internacional
Número 1
Libia, Tunez. Egipto, Siria, Israel, Chile,
Estados Unidos, Grecia, España, Inglaterra, China...
estalla la revolución en todo el mundo
La hora del trotskismo
Nació la Corriente Revolucionaria Internacional
2
Corriente Revolucionaria Internacional
Corriente Revolucionaria Internacional
Editorial
Nació la Corriente
Revolucionaria Internacional
Desde
Convergencia
Socialista
de Argentina y el Movimiento
Revolucionario de Brasil hemos
decidido construir un agrupamiento
internacional trotskista, la Corriente
Revolucionaria Internacional, tratando
de retomar la tradición y enseñanzas
de nuestros maestros, Marx, Engels,
Lenin, Trotsky y Nahuel Moreno.
Vivimos una etapa de grandes
revoluciones, signadas por una
contradicción tremenda, la ausencia
de
direcciones
revolucionarias
dispuestas a llevar los procesos hasta
el final, peleando por la instalación
de gobiernos obreros y populares que
apliquen las políticas socialistas, las
únicas capaces de resolver la crisis
sin solución que afecta al sistema
capitalista global.
Esta situación se expresa en el ascenso
obrero que recorre Europa, donde han
explotado, y continúan haciéndolo,
poderosas huelgas generales contra las
políticas de ajuste ordenadas por los
bancos centrales y el Fondo Monetario
Internacional.
También dentro del país imperialista
más poderoso, los EE.UU., donde luego
del fracaso del Acta Patriótica y la
guerra contrarrevolucionaria contra
Irak y Afganistán, reapareció ese
gigante ausente en el escenario durante
años, el movimiento obrero, que salió
a enfrentar a las políticas antiobreras y
antipopulares del gobierno de Obama.
América Latina, China y buena
parte del Asia están cruzadas por este
mismo ascenso revolucionario. Pero
si hay un lugar en el cual el proceso
ha dado pasos agigantados, ha sido en
el norte del África. Allí, producto de
las movilizaciones multitudinarias e
insurrecciones obreras y populares han
caído tres dictaduras, las de Egipto,
Túnez y Libia.
Esta dinámica tiende a extenderse
aún a los países más atrasados de esa
región o las cercanías, como sucede
en Siria con la heroica lucha de su
pueblo contra la dictadura, o en Israel,
donde miles de “indignados” repudian
las políticas de ajuste del gobierno
sionista.
Del otro lado del planeta, otro país que
parecía vivir en “calma”, ha comenzado
a sintonizar la misma frecuencia que los
demás. Chile vibra al son de los cientos
de miles de obreros y estudiantes que
protagonizaron la huelga general y
la lucha de los estudiantes contra la
educación privatizada.
En ese contexto es en Libia el lugar en
el cual se han concentrado las mejores
oportunidades para los revolucionarios,
ya que gran parte de su pueblo se armó
para enfrentar a la dictadura y pelear
por sus reivindicaciones insatisfechas,
organizándose en milicias.
Después de la caída de Kadaffi,
las milicias caminan hacia un
enfrentamiento, inevitable, contra
el gobierno del CNT y sus amos de
la OTAN, ya que estos se proponen
desarmarlas
para
imponer
un
gobierno servil a los intereses de las
multinacionales del petróleo.
Los partidos integrantes de la Corriente
Revolucionaria Internacional tenemos
un punto de vista común frente a esta
perspectiva, que nos obliga a avanzar,
poniéndonos del lado de las milicias,
por lo tanto de la clase obrera y el
pueblo libio en armas. Desde ese lugar
pelearemos por la dirección del proceso
revolucionario,
proponiendo
las
consignas del programa de transición
trotskista.
Esa es la razón por la cual saludamos
la insurrección de Misarratta, una
ciudad que se rebeló contra las
órdenes del gobierno provisional del
CNT, que intentó poner como jefe de
seguridad de Trípoli, al general Skhal,
un militar que pertenecía a uno de
los regimientos más sanguinarios del
régimen, comandado por uno de los
hijos de Kadaffi.
De la misma manera repudiamos a
quienes, en nombre de la izquierda o
del “progreso”, como Fidel Castro o
Hugo Chávez, convocan a apoyar a la
dictadura de Kadaffi, escudándose en
el ataque de la OTAN.
Estos, como aquellos, que capitulan
a la dictadura por omisión, son
responsables del aislamiento que
sufrió la insurrección obrera y
popular que explotó en Trípoli junto
a la que aconteció en Bengazi y otras
ciudades de ese país. Ese aislamiento
ayudó a Kadaffi a ejecutar su plan
de aniquilamiento de los rebeldes,
asesinando a los miles que hoy son
descubiertos en las fosas comunes.
Esa misma política de aislamiento es la
que ahora, en circunstancias distintas,
están elucubrando los “amigos de
Kadaffi”, para dejar a las milicias a
merced de la represión del gobierno
del CNT y la OTAN, que intentarán
desarmarlas, de manera de imponer
la reconstrucción del régimen con los
viejos oficiales de la dictadura.
Con la misma intransigencia
enfrentamos al centrismo, que sin
apoyar las políticas de Chávez y Castro
les capitulan por pasividad u omisión.
De esa manera, organizaciones como la
Lit/CI o la UIT, que hacen propaganda
a favor del campo revolucionario, no
hacen nada por movilizar a favor del
mismo.
Por una parte, porque han dejado
de impulsar las marchas y acciones
solidarias y por el otro, porque se han
negado a poner en pie las brigadas de
apoyo a las milicias, única manera
de llevar a Libia las posiciones de
los revolucionarios, peleando por la
consciencia de las masas. Los centristas
son cómplices de Castro y Chávez,
porque han dejado los trabajadores y
al pueblo libio en manos de la política
del CNT y la OTAN.
Sin embargo, a pesar de Kadaffi,
los ataques de la OTAN, la política
desmovilizadora
del
CNT,
las
canalladas de Castro y Chávez y la
pasividad de los centristas, las masas,
que no han dejado de pelear, avanzan
más allá de los límites que les ponen
sus direcciones, brindando nuevas
oportunidades para los revolucionarios
consecuentes.
Desde la Corriente Revolucionaria
Internacional
nos
proponemos
intervenir activamente en esta
situación revolucionaria mundial
abierta, dando pelea, no solo en
nuestros respectivos países, sino
jugándonos a empalmar con los
revolucionarios de otros lugares, como
en Libia, para emprender la tarea más
importante, la reconstrucción de la
Cuarta Internacional, que implica
poner en pie el estado mayor de la
revolución.
Sumario
2. Editorial: Nació la Corriente Revolucionaria
Internacional.
4. Quienes Somos: Convergencia Socialista
5. Movimiento Revolucionario, nuestros
orígenes y desarrollo.
6. SITRAIC: Un sindicato contra la
precarización y por la coordinación de las
luchas.
7. Libertad a Carlos Olivera. Preso de la
Corriente Revolucionaria Internacional.
8. Declaración: CS de la Argentina y el MR de
Brasil decidimos construir una corriente.
10. Argentina: El triunfo de Cristina no
detendrá la crisis ni las luchas.
11. Brasil: Contra la inflación y las deudas.
Construir un paro nacional para derrotar los
planes de Dilma.
12. Libia: Una revolución en curso.
13. La izquierda y la teoría de los “campos”.
14. Karina Germano, presa de Lula, Dilma,
Néstor y Cristina.
14. Los presos políticos olvidados de Chile
15. A 38 años del Pinochetazo.Las luchas
cuestionan la constitución pinochetista
16. Viva el paro de los trabajadores del Correo
del Brasil.
Staff
C.R.I. Corriente Revolucionaria Internacional
Comitè Ejecutivo de Convergencia Socialista
de Argentina y Dirección Nacional Movimiento
Revolucionario de Brasil.
3
4
Corriente Revolucionaria Internacional
Corriente Revolucionaria Internacional
5
Quienes somos
Quienes somos
Movimiento Revolucionario,
nuestros orígenes y desarrollo
Vitor Rittman del MR
E
Convergencia Socialista
Juan Carlos Beica, de la dirección de CS
C
S nació en el año 1996,
cuando un pequeño grupo de
militantes y cuadros de base
nos alejamos del viejo Movimiento
al Socialismo (MAS), considerando
que la experiencia dentro de ese
partido, cada vez más adaptado al
régimen democrático burgués, se
había agotada.
Quienes formamos, primero la
Fracción Roja y después Convergencia
Socialista, además de pocos, éramos
totalmente inexpertos en la tarea
difícil que nos habíamos propuesto,
la construcción de un partido de
combate, obrero y socialista.
Nuestra experiencia era haber
actuado como dirigentes de sindicatos
y comisiones internas, donde
algunos de nosotros/as habíamos
jugado papeles de cierta relevancia.
Por ejemplo, encabezando el
sindicato de señaleros ferroviarios
(ASFA) durante la huelga de 46 días
del 91 o de la comisión interna de
una de las fábricas químicas más
dinámicas de ese gremio, también
durante la década del 90.
Conocedores de nuestra debilidad
nos planteamos construirnos con
humildad aunque con mucha decisión
en el seno de la clase obrera, con
una perspectiva internacionalista,
tratando de empalmar con otros
sectores “resistentes” al proceso
general de socialdemocratización
que infectó a la mayoría de las
organizaciones trotskistas.
Fuimos parte de la Lit/CI (Liga
Internacional de los Trabajadores)
hasta 2003, cuando su dirección nos
expulsó por cometer la “herejía” de
plantear, durante el Argentinazo de
2001, la consigna de la Asamblea
Nacional Constituyente.
Desde el principio tratamos de
impulsar experiencias de unidad
con otros grupos, jugándonos
a aplicar una de las tácticas
privilegiadas por Nahuel Moreno, el
Frente Único revolucionario o FUR.
Algunas sirvieron, otras fracasaron,
como la última, realizada junto a
los camaradas de Izquierda de los
Trabajadores, una organización que
venía de romper con el MST.
Una de las tareas importantes
que estamos desarrollando es la
formación, junto a compañeros
de
otras
organizaciones
e
independientes, del nuevo sindicato
de la construcción, el SITRAIC
(ver nota) dentro del cual tratamos
de aplicar todas las enseñanzas
que hemos adquirido dentro del
movimiento obrero en los 40 años.
La mayoría de nuestros dirigentes
y cuadros actuales provienen de
la clase obrera y han sido, o son,
integrantes de comisiones internas,
sindicatos y agrupaciones políticas
y sindicales del proletariado
argentino,
una
experiencia
valiosa que ponemos al servicio
de la corriente internacional y de
Convergencia Socialista.
Dentro de nuestras filas milita
Carlos Olivera, quien permanece
preso desde hace casi dos años
por luchar contra la burocracia,
la patronal y el gobierno. Carlos
es un fiel ejemplo del carácter
proletario y de combate de nuestra
organización. Un ejemplo del cual
estamos orgullosos.
l MR es un partido político que
existe desde 2007, cuando se realizó
nuestro congreso fundacional en la
ciudad de Viamao, vecina a Porto Alegre.
Buena parte de nuestros militantes y
cuadros provienen del PSTu, organización
de la cual fuimos expulsados en forma
abrupta y autoritaria por sostener críticas
a las políticas que aplicaba la dirección
nacional.
Pasado un período de discusión
hacia dentro y fuera del PSTu, hicimos
un llamado a la Construcción de
un Movimiento Revolucionario (así
denominamos a nuestro congreso).
En ese tiempo distintos activistas se
acercaron, coincidiendo con nuestras
críticas y posiciones.
En el primer congreso discutimos a fondo
el programa, reafirmando la necesidad de
construir organización internacionalista
basada en el centralismo democrático,
con una política de enfrentamiento a
las políticas de engaño de los “frentes
populares” y la burocracia dentro del
movimiento obrero y estudiantil. Un
partido que aliente los métodos de lucha
de acción directa.
Nuestra polémica con el PSTu se
dio en el arco de una autocrítica
interna dentro de esa partido y de su
organización internacional, la Lit/CI, ya
que sus dirigentes, de acuerdo a nuestro
punto de vista, revisaron gran parte
de las teorías que habían dado origen
a nuestra corriente “morenista”, como
por ejemplo las tácticas de la unidad
enfrentamiento.
También les cuestionamos su política de
jerarquización de las prácticas de frente
único con integrantes de los gobiernos
burgueses o con quienes les capitulan
a estos. El PSTu ha dejado de lado las
enseñanzas para el campo electoral que
recomendaba la Tercera Internacional
en su época revolucionaria. Según estas,
las elecciones debían ser una plataforma
para impulsar las luchas y denunciar
al régimen democrático burgués y
a las propias elecciones, levantando
candidaturas obreras y socialistas.
Criticamos al PSTu porque decidió
crecer a cualquier precio, por ejemplo
apoyando la candidatura de una
personalidad “desarrollista” favorable al
régimen burgués, como Heloisa Helena,
del Psol, que se negaba a plantear el
problema de la deuda externa y a apoyar
el aborto libre y gratuito, capitulándole
así a los sectores más reaccionarios de
la Iglesia.
Esa política centristas ni siquiera sirvió
para hacer crecer al PSTu, que disminuyó
su influencia, perdiendo gran parte de
su intervención dentro del movimiento
sindical, desaprovechando el espacio
abierto por la izquierda de un gobierno
incapaz de resolver las necesidades
elementales de la clase obrera y el
pueblo.
El gobierno del PT liquidó las jubilaciones
obreras, destruyó las empresas estatales
y se convirtió en rueda de auxilio de
las políticas imperialistas, mediante la
invasión de Haití o haciendo de bombero
en los procesos revolucionarios de Latino
América.
El PSOl de Heloisa no capitalizó el
espacio de izquierda, porque levantó un
programa no muy distinto al del PT, cuyo
eje es la denuncia contra la corrupción
y la pelea por la “limpieza ética”. Este
partido nunca tuvo una política de
enfrentamiento contra el capitalismo y
sus planes, sino la de realizar cambios
dentro del sistema. El PSTu, que por
años se construyó como referencia a la
izquierda del PT, sucumbió a esa política,
dejando un lugar, que desde el MR nos
jugamos a ocupar.
Nuestra tarea es tratar de superar la
crisis de dirección revolucionaria que
existe en Brasil, enfrentando las políticas
del gobierno y los demás partidos de la
patronal, pero también a los reformistas
del Psol, los centristas del PSTu y la
ultraizquierda.
Cuando empezamos a hacerlo,
cuatro años atrás éramos un grupo
esencialmente organizado en Porto
Alegre, con una intervención mayor
dentro de la juventud y poco trabajo en
el movimiento sindical. Ahora tenemos
un partido con mayoría de obreros, con
una intervención política y sindical en
sectores importantes del proletariado y
el movimiento estudiantil, estando al
frente de algunos sindicatos y contando
con sedes en tres estados del país, además
de intervenir en distintas regiones del
Brasil.
Tenemos una prensa que se edita de
manera regular, con buena aceptación
entre los obreros y la vanguardia y
podemos decir, que ocupamos un espacio
de cierta relevancia en la lucha de clases
de nuestro país. Nuestro partido, aunque
joven, crece y gana espacio dentro del
activismo.
En ese contexto ahora nos hemos
propuesto una tarea central, la
construcción
de
la
Corriente
Revolucionaria Internacionalista, que
de avanzar nos ayudará a desarrollarnos
aún más dentro de un país que va,
irremediablemente, a sintonizar la
misma frecuencia que la mayoría de los
países del resto del mundo, atravesados
por la situación revolucionaria, que
implica crisis para los de arriba y
grandes posibilidades para los de abajo,
que luchan cada vez con más fuerza
y decisión. Para eso nos preparamos
junto a los compañeros de CS de la
Argentina.
6
Corriente Revolucionaria Internacional
Corriente Revolucionaria Internacional
SITRAIC:
Un sindicato contra la precarización
y por la coordinación de las luchas
Entrevistamos a José Tejeda, de la conducción del Sindicato de los Trabajadores de la Industria de la Construcción
y Afines. El compañero milita en Convergencia Socialista y cuenta con una larguísima experiencia en movimiento
obrero, habiendo sido delegado de varias fábricas de la alimentación durante la década del 70.
¿Cúando y por qué se fundó el SITRAIC?
En noviembre de 2009 cuando la
conducción nacional de la Unión Obrera de
la Construcción de la República Argentina,
expulsó a toda la comisión ejecutiva
de la seccional Lomas de Zamora, que
estaba presidida por la lista Violeta, una
agrupación opositora a Gerardo Martínez,
máximo dirigente de la UOCRA.
La seccional constituía un escollo para la
implementación del plan de precarización
laboral que Martínez había acordado con
Cristina y los empresarios.
¿Ustedes formaban parte de la Violeta?
No, somos una agrupación independiente,
la Naranja. Llegamos a un acuerdo
programático con los compañeros,
coincidiendo en la necesidad de construir
un sindicato contra la precarización laboral
y por el pleno ejercicio de la democracia
sindical. Este programa no tenía nada que
ver con el plan de Gerardo Martínez. Por eso
atacó a la seccional, la intervino, expulsó a
sus dirigentes y mandó a las patotas para
imponer una política al servicio de los
empresarios y del gobierno.
¡Este programa tiene una vigencia muy
grande en la actualidad!
Así es, ahora que la lucha de los tercerizados
del ferrocarril y la muerte de Mariano
Ferreyra pusieron en el tapete la situación
de millones de trabajadores precarizados,
nuestras propuestas están empalmando con
la lucha y las aspiraciones de millones.
Por eso no es casualidad que el SITRAIC
haya jugado un papel importante en la
lucha de los ferroviarios por el pase a
planta permanente y la equiparación
salarial. En la sede del sindicato se hicieron
las asambleas ferroviarias más importantes,
luego de las cuales se logró la incorporación
de prácticamente la mayoría de los obreros
tercerizados.
¿Cómo evoluciona el SITRAIC?
Muy bien, porque después de la gran
movilización y el repudio que causó el
asesinato de Mariano, las patotas tuvieron
que retroceder para que no les pase como a
Favale (acusado por matar a Ferreyra) que
está preso por la lucha.
Antes nos costaba entrar a las obras, no
porque no fuéramos, sino por el miedo
de los trabajadores a las represalias de las
bandas de la UOCRA. Pero ahora salimos
con mejores posibilidades porque cambió
el estado de ánimo de los trabajadores.
Realizamos asambleas y votamos medidas
de lucha y en muchas obras se imponen las
reivindicaciones, como el fin del trabajo en
“negro” (precario) o la provisión de elementos
de seguridad. Ahora estamos reclamando
aumento salarial.
¿Cómo reaccionaron los patrones?
La mayoría con sorpresa, porque estaban
acostumbrados al “método UOCRA”.
Esperaban que después de las visitas
fuéramos a pedirles dinero a cambio de frenar
los reclamos. Cuando se dieron cuenta que
no les pedíamos plata sino la regularización
de las condiciones laborales ¡No les quedó
otra que cumplir con sus obligaciones!
Estos pasos constituyeron pequeños
triunfos que ya se están haciendo sentir
dentro de las obras, donde se corre el
rumor y las simpatía hacia el SITRAIC y
sus métodos.
¿Tienen miedo que vuelvan las patotas?
Después de tantos golpes estamos
bastante curtidos. Sin embargo siempre
hay temores; por eso nunca debemos bajar
la guardia. Cada vez que salimos a recorrer
lugares de trabajo tenemos que mantener la
atención y estar dispuestos a defendernos,
usando todos los métodos disponibles.
¡Para defender el sindicato y la democracia
sindical, no se puede entregar el terreno
conquistado… Si lo hacemos estaríamos
defraudando a miles de trabajadores de la
construcción!
¿Querés decir algo más?
Sí, que el nuevo sindicato no esta solo
al servicio de los trabajadores de la
construcción, sino del resto, a disposición
de todas las luchas y luchadores, para que
se transforme en un punto de apoyo para
la coordinación de la resistencia.
7
El sindicato participó, además del
conflicto ferroviario, en otros, como
Kraft o el subte, donde estuvimos junto
a los delegados y activistas que echaron
a la patota de la UTA (sindicato del
transporte) de los túneles. Además
ayudamos a la organización de los
agrupamientos combativos, como sucedió
en las elecciones de ATE (estatales) donde
apoyamos a la lista unitaria y combativa
que ganó la seccional ATE sur.
El SITRAIC se está construyendo de
manera unitaria, ya que dentro del
sindicato hay compañeros peronistas y
trotskistas y ahora se han incorporado
de varios movimientos piqueteros,
como el Bloque Piquetero Nacional y
el Movimiento La Dignidad, quienes
provienen de la izquierda no trotskista.
En base a esta unidad de acción en
el sindicato se practica la democracia
obrera y se ejercita el método de la
autodefensa, ya que la pelea contra las
patotas y la policía es muy dura. Todo un
ejemplo a seguir, en el cual los militantes
de CS, pertenecientes a la Corriente
Revolucionaria Internacionalista, están a
la cabeza.
Libertad a Carlos Olivera
Preso de la Corriente Revolucionaria Internacional
Dirigente de la
construcción acusado de
pertenecer a la dictadura
Oscar Castro, de CS y el Sitraic
El SITRAIC, junto a organismos
de los derechos humanos denunció
al secretario general de la UOCRA,
Gerardo Martínez, acusándolo de
haber formado parte del regimiento de
inteligencia 601 durante la dictadura
militar. La acusación está fundada en
documentos públicos que surgieron del
pedido de la presidenta de desclasificar
datos correspondientes a ese batallón.
Se comprobó a través de esta
documentación que Gerardo Martínez
comenzó a desempeñarse en la UOCRA
siendo agente de inteligencia del Batallón
601, corazón del sistema represivo de
la dictadura, cuyos integrantes eran
infiltrados en gremios, organizaciones
políticas y universidades para marcar a
militantes que luego eran secuestrados,
torturados y desaparecidos por los
grupos de tareas.
Habrá que investigar consecuentemente
¿Qué hilo conductor une los grupos de
tareas de la dictadura con las patotas
que la UOCRA utiliza para reprimir a los
trabajadores en plena democracia? A
partir de ahora se abre un nuevo camino
para pelear contra la impunidad; por la
verdad, la memoria y la justicia; y los
trabajadores de la construcción seremos
protagonistas.
En diciembre de 2009 Carlos Olivera
y otros compañeros del SITRAIC
-Sindicato de los Trabajadores de
la Construcción y Afines- estaban
realizando una asamblea con los
trabajadores de una obra de la zona de
Lomas de Zamora, en la Provincia de
Buenos Aires.
En ese momento fueron atacados
brutalmente por una banda de pistoleros
enviada por el sindicato oficialista,
la Unión Obrera de la Construcción,
la UOCRA, compuesta por más de 40
personas armadas con palos, fierros y
revólveres.
La patota, dirigida por delincuentes
pagados por el Secretario General de
la UOCRA, Gerardo Martínez, hirió a
varios obreros, entre ellos a Carlos, a
quien después de acorralarlo dentro
de la sede de un banco cercano al
lugar, lo acuchillaron y golpearon,
produciéndole heridas en la cabeza y
distintas partes del cuerpo.
Cuando arribó la policía, en vez de
detener a los agresores y defender
a los compañeros atacados, apresó
a Carlos, quien fue detenido en u a
comisaría. Luego de eso le montaron
una causa judicial falsa, acusándolo
de “intento de homicidio”, una mentira
para cubrirle las espaldas a Gerardo
Martínez y asustar a los obreros del
nuevo sindicato.
Desde ese momento Carlos pasó cuatro
meses en la cárcel de Sierra Chica, tres
en Olmos, cuatro en General Alvear y,
desde tiempo atrás, se encuentra en el
penal de Melchor Romero, cerca de la
ciudad de La Plata.
El traslado a este lugar fue logrado
gracias
a
varias
movilizaciones
reclamando un lugar de detención
más cercano a su familia, compañeros
y amigos, ya que la cárcel de General
Alvear está situada a más de 300
kilómetros de Buenos Aires.
Carlos Olivera es un preso político, ya
que es un luchador obrero perseguido por
la justicia que defiende los intereses de
los grandes empresarios y los burócratas
sindicales como Gerardo Martínez, que
trabajan para el enriquecimiento de las
grandes patronales, frenando las luchas
y aplastando la democracia sindical
mediante la utilización de alcahuetes y
patoteros.
Carlos también es un detenido
político por pertenecer además a una
organización revolucionaria. Es que
dentro de la cárcel decidió ingresar a
Convergencia Socialista. Por lo tanto el
camarada forma parte de la Corriente
Revolucionaria
Internacionalista,
desde la cual llamamos a intensificar la
campaña por su libertad.
8
Corriente Revolucionaria Internacional
Corriente Revolucionaria Internacional
9
Declaración:
CS de la Argentina y MR de Brasil
decidimos construir una corriente
D
esde Convergencia Socialista de
la Argentina y el Movimiento
Revolucionario
del
Brasil
coincidimos en caracterizar a la
situación mundial como revolucionaria,
ya que existe un ascenso internacional
de las clases obreras y los pueblos que
cuestiona objetivamente el proyecto de
las distintas burguesías, imposibilitadas
de recuperar la ofensiva mediante
concesiones, porque estructuralmente
no pueden hacerlo, ni tampoco a
través de políticas represivas, porque
la relación de fuerzas les resulta
absolutamente desfavorable.
Esta situación plantea la gran
oportunidad de que la clase obrera se
transforme en líder de la resistencia, en
un primer momento, y posteriormente
de la ofensiva, de manera de convertir
esas luchas reivindicativas en peleas
políticas que le disputen el poder a la
burguesía.
En ese sentido, también lo es para los
trotskistas, porque somos los únicos en
condiciones de dotar a esas peleas de
un programa coherente, proponiendo
una salida de fondo a la brutal crisis
capitalista: la salida socialista. En este
contexto existe un espacio tremendo
para la agitación de las consignas de
nuestro programa.
La vanguardia de la situación
revolucionaria
continúa
desarrollándose en el norte del África
y Medio Oriente, donde la heroica
resistencia Libia va de la mano del
ascenso obrero y popular sirio y
la segunda fase de la revolución
egipcia, en la cual los trabajadores
están fundando nuevos sindicatos y
organismos de lucha que empezarán a
transformarse en puntos de referencia
de la pelea contra el actual gobierno
burgués y hacia el conjunto de los
pueblos la región.
La clase obrera egipcia, la más
poderosa de la zona, está llamada
a jugar un papel fundamental en la
batalla estratégica por la liquidación
de
los
regímenes
autocráticos
islamitas y el enclave imperialista de
Israel. Allí, como en Grecia y otros
países, comenzaron a desarrollarse,
aunque incipientemente, los nuevos
organismos de poder, los embriones
de soviets que los revolucionarios
tenemos que desarrollar con el objetivo
de que se transformen en los puntos
de apoyo y organización de las futuras
insurrecciones.
Dentro de esta situación mundial
la Argentina está a la vanguardia de
la lucha contra los planes de ajuste
de nuestro continente, un proceso
en el cual se está desarrollando una
nueva camada de activistas jóvenes
muy radicalizada y antiburocrática,
una numerosa vanguardia hay que
disputarle a los aparatos reformistas y
centristas.
Si bien Brasil aún no está a la altura
de la lucha de clases de la Argentina, el
movimiento obrero de ese país comenzó
a moverse, así como distintos sectores
de las clases oprimidas, empezando
un proceso de enfrentamiento contra
los planes de Dilma, que en la medida
en que se desarrolle será fundamental
para la región, ya que Brasil es el país
más importante de Latinoamérica y el
lugar en donde existe la clase obrera
más concentrada y numerosa.
Esta situación tiende a agravarse
aun más, porque debido a la crisis
económica y política los distintos
gobiernos les exigen cada vez más
sacrificios a sus respectivas clases
obreras y populares. Los planes de
ajuste en Europa indican a que costo
pretenden los burgueses resolver esta
crisis, atacando los derechos, el empleo,
los jubilados, etc. Sin embargo, más
allá de las pretensiones de las clases
dominantes, no hay posibilidades de
recuperación inmediatas. La tendencia
es que se profundicen las crisis, y,
como reacción a sus efectos, que se
intensifiquen las luchas, las huelgas y
las revoluciones.
Desde el Movimiento Revolucionario
y Convergencia Socialista hemos
decidido comenzar a poner en marcha
una Corriente Internacional para
intervenir sobre este proceso mundial,
caracterizándolo y tratando de ayudar
a que la clase obrera se ubique como el
factor dirigente conciente en la lucha
por la derrota de los planes burgueses
y la construcción del socialismo.
Para eso debemos propagandizar y
agitar las consignas del Programa
de Transición trotskista contra los
gobiernos burgueses y sus planes.
En ese sentido coincidimos en la
necesidad de jerarquizar la lucha
contra aquellos gobiernos, que
en general caracterizamos como
“frentepopulistas”,
los
cuales,
amparándose en discursos “socialistas”,
“populistas” o “nacionalistas”, tratan
de engañar a las masas para, en
definitiva, aplicar los mismos planes
pro imperialistas.
Desde nuestra corriente denunciaremos
a esos gobiernos, llamando a
combatirlos con las luchas obreras y
populares, impulsando su unificación
mediante las tácticas más correctas,
como la Huelga General. Pero además
combatiremos implacablemente a las
corrientes de izquierda que apoyan a
esos engaños, como también aquellas,
que si bien no forman parte de esos
gobiernos, capitulan a los mismos.
Esos sectores, centristas regresivos o
directamente reformistas, son, junto con
quienes forman parte de los regímenes
frentepopulistas, enemigos contra los
cuales debemos plantear un debate
intenso, político y programático. Este
enfrentamiento estratégico tiene que
desarrollarse cotidianamente con el
objetivo de que los mejores activistas
de la clase obrera, el estudiantado y
el pueblo no sean ganados para estas
posiciones sino para el trotskismo.
Junto con esta pelea permanente
por impulsar la construcción de
nuestros partidos nacionales debemos
jugarnos a tomar contacto con otros
revolucionarios del resto del mundo.
En ese sentido, hoy tenemos la
oportunidad y la obligación de hacerlo
con compañeros y compañeras de
Egipto, lo que será nuestra primera
actividad internacionalista conjunta
como corriente.
Viajaremos a ese país para caracterizar
de manera precisa los avances en
la movilización y organización del
movimiento obrero den ese país,
un proceso dentro del cual se están
empezando a fundar nuevos sindicatos,
centros de estudiantes y organismos
obreros y populares, que significa la
continuidad de la revolución egipcia.
Esta experiencia práctica en común,
así como los acuerdos programáticas
y teóricos que tenemos, son una base
importantísima de un proyecto inicial,
pero tiene implicaciones estratégicas,
ya que intentamos construir un
partido
revolucionario
mundial,
como parte de la cada vez más
necesaria reconstrucción de la Cuarta
Internacional.
A pesar de las diferencias de matices
y nuestras debilidades individuales
la lucha de clases mundial nos exige
avanzar en esa dirección, pero además
existen condiciones concretas para
que avancemos hacia allí. Estos pasos,
desde ya, ubican a la lucha por la
conducción del proceso revolucionario
en un escalón superior, sobrepasando
las fronteras nacionales, apuntando
hacia el internacionalismo y la lucha
por el poder. Recién empezamos… Pero
lo hicimos bien, porque empezamos a
caminar bajo el programa, el método
y las banderas revolucionarias, las
bandera que nos legaron Lenin, Trotsky
y Moreno.
10
Corriente Revolucionaria Internacional
Corriente Revolucionaria Internacional
Argentina
Brasil: Contra la inflación y las deudas
El triunfo de Cristina
no detendrá la crisis ni las luchas
Construir un paro nacional
para derrotar los planes de Dilma
Vicente Guindani, Sec.Gral. Sintect/RS, sindicato
correos Río Grande del Sur
María Alvarez de CS
L
a relativa bonanza económica que
vive el país, producto de los buenos
precios obtenidos por las cosechas
de soja, benefició a Cristina Kirchner,
quien ganó las elecciones con el 50% de
los votos. Pero esta realidad se combinó
también con otra cuestión política: la
mayoría repudió a la derecha tradicional,
visualizando en sus partidos y candidatos
a los peores representantes del ajuste, los
responsables de la crisis de 2001.
Este contexto benefició al trotskismo,
ya que un sector muy importante de la
vanguardia obrera y popular apoyó al
Frente de Izquierda, permitiendo que la
alianza conformada por el Partido Obrero,
el PTS e Izquierda Socialista (apoyada por
CS) superara el “piso” impuesto por la ley
electoral kirchnerista, cuyo propósito fue
proscribir electoralmente a la izquierda.
Según esta legislación los partidos
que no superaron el 1.5% de los votos
en las primarias no podrán participar
en las elecciones presidenciales de
Octubre, que es lo que le aconteció
con la centroizquierda del Proyecto
Sur, apoyada por una de las centrales
obreras -el CTA- y dos organizaciones
significativas, el Movimiento Socialista
de los Trabajadores (trotskista) y el Partido
Comunista Revolucionario (maoísta).
El Frente de Izquierda obtuvo más de
500.000 votos, alcanzando cerca del 3%,
un triunfo enorme que fue reflejado en
la mayoría de los medios, que al otro
día de la elección dijeron que “hubo dos
ganadores, el gobierno y la izquierda…”
Demasiado sola para el ajuste
La diferencia obtenida por Cristina sobre
el resto fue tan grande, que los principales
candidatos de la oposición patronal
participarán en las elecciones generales
de octubre más por amor propio que por
convicción. Sin embargo las primeras
palabras de la presidenta no fueron
triunfalistas. Ella es conciente de que su
victoria constituyó, contradictoriamente, un
acontecimiento peligroso para el régimen,
ya que terminó de sepultar al garante de
la dominación burguesa en el país durante
estos últimos años, el bipartidismo.
El sistema de alternancia entre el Partido
Justicialista y la Unión Cívica Radical,
que durante décadas constituyó uno de
los pilares de la “gobernabilidad”, estalló
por los aires, debilitando al conjunto de
instituciones que debe gobernar la esposa
de Néstor Kirchner. Su partido, el Frente
Para la Victoria, vino a ocupar el lugar
de un cadáver insepulto, postulándose
para conducir al capitalismo argentino
en medio de una crisis internacional que
golpea a todos, incluída la Argentina.
Cristina sabe que para mantener la
actual estabilidad necesitará hacer lo
que ya están tratando de implementar
sus colegas europeos o yankis: ajustar,
profundizando el actual plan de
explotación y saqueo de los recursos. Pero
para lograrlo tiene que enfrentarse con un
movimiento obrero que viene luchando
constantemente desde 2007, obteniendo
triunfos salariales y reivindicativos.
Para eso ya no cuenta con el bipartidismo
ni con el apoyo irrestricto, que tuvo
durante todo este tiempo, de parte de los
dirigentes máximos de la Confederación
General del Trabajo, la CGT de Hugo
Moyano, que empezaron a ubicarse en
una actitud más “crítica” debido a que
fueron dejados de lado a la hora de la
constitución de las listas de diputados y
senadores para los comicios de octubre.
Esto se combina con el incremento
de las luchas populares, la mayoría
relacionada a cuestiones democráticas.
Cada vez que explota un conflicto de estas
características tienda a ser multitudinario
y a cuestionar, tanto a las instituciones
del régimen como a los funcionarios del
gobierno. Así acaba de suceder después
del asesinato de una niña de 11 años,
Candela, que provocó la movilización de
miles de personas a lo largo y a lo ancho
del país, que terminaron insultando a los
representantes del gobierno, a los jueces
y a la policía.
El editorial de Convergencia Socialista
explicó esta situación diciendo que a
pesar de la montaña de votos, nunca
un gobierno estuvo tan solo frente a las
masas para aplicar el ajuste gigantesco
que requiere la situación y que era difícil
pensar que los jóvenes funcionarios que
están rodeando a Cristina, organizados la
mayoría en un agrupamiento fogoneado
por uno de sus hijos, la “Cámpora”,
puedan reemplazar en el corto plazo a los
viejos jerarcas de Confederación General
del Trabajo.
El régimen se juega una carta
importantísima con Cristina Kirchner,
quien no cuenta con ningún representante
de peso en el interior del movimiento
obrero para contener los constantes, y
cada vez más radicalizados, desbordes
protagonizados por los trabajadores en el
afán de resolver sus demandas de salario,
trabajo en blanco, vivienda, salud y
demás demandas insatisfechas por el
capitalismo en decadencia.
Esta es una formidable oportunidad para
que la izquierda extienda su influencia
a miles y miles de obreros, estudiantes
y vecinos de las barriadas populares,
poniéndose a la cabeza de las luchas que
necesariamente enfrentarán a las masas
contra el kirchnerismo. Es que el gobierno
terminará hundido por los mismos que
hoy están votando a Cristina.
La izquierda trotskista tiene, a partir
de ahora, el gran desafío de convocar a
la organización de un gran movimiento
de lucha para pelear consecuentemente
contra el gobierno y su plan de ajuste y
saqueo, proponiendo el único programa
capaz de salvar a los trabajadores y al
conjunto del pueblo de la decadencia
capitalista, el programa socialista.
La clase obrera trabaja sólo
para pagar deudas y empréstitos
Desde 2009, cuando la crisis económica
internacional golpeó al Brasil, las patronales y
el gobierno impusieron un aumento enorme de
los ritmos de trabajo. A consecuencia de estos,
la clase obrera quedó sobrecargada, exausta y
con un poder adquisito muy desmejorado.
Sin embargo, a pesar de la rebaja salarial la
población continuó consumiendo, comprando
autos y financiando la adquisición de casas y
electrodomésticos. Es que el gobierno, junto
a la superexplotación, mantuvo la política de
“flexibilizar” el crédito dirigido al conjunto de
los sectores populares.
En un primer momento esta orientación
-combinada con distintos planes sociales - le
permitió a Lula y después a Dilma, conseguir
cierta estabilidad y control político. Pero con
el tiempo provocó una situación insostenible
para millones, que trabajan solo para pagar
las cuotas, cada vez más difíciles de sostener
debido a los intereses usurarios y abusivos.
El salario mínimo brasilero es de 545,00
reales (1300 pesos argentinos), mientras que la
educación, la salud y demás áreas relacionadas
a cuestiones sociales, están cada vez peor
debido a los recortes de más de 50 billones de
reales que sufrieron durante este último año.
Todo esto empujó a los trabajadores a
pelear. Por eso 2011 fue el año con más
huelgas de la última década y además, con
muchos triunfos: Encuestas realizadas por
organismos ligados al gobierno indican que
de 398 negociaciones salariales, el 93% de
las mismas obtuvieron reajustes salariales
por encima de la inflación.
A principio de año las huelgas obreras de las
canteras de los obradores del PAC (Programa
de Aceleración del Crecimiento), pusieron de
manifiesto la fuerza que tiene el sector de la
construcción civil. Una de las más destacadas
fue la que explotó en Jirau e Suape, donde
más de veinte mil tercerizados realizaron una
huelga muy radicalizada.
Metalúrgicos, docentes, choferes de
colectivos, empleados universitarios, etc.
Todos pararon y salieron a las calles para
arrancar aumentos y mayores inversiones
en las instituciones públicas. Hasta los
bomberos y los policías, que no tienen
derecho a la sindicalización, realizaron
verdaderas rebeliones, quemando neumáticos, ocupando cuarteles y cortando las
rutas como los “piqueteros” argentinos.
La huelga del correo a la vanguardia
Desde el Movimiento Revolucionario
estamos presentes en todas las luchas
llevándoles la solidaridad, pero también
estamos jugando un papel importante en la
huelga del Correo, que se está desarrollando
en todo el país por un aumento salarial
superior a la inflación.
De continuar, la paralización del Correo
podría empalmar con otro sector estatal
muy importante, el de los bancarios, que
de conjunto (estatales y privados) están por
empezar su campaña salarial.
La huelga del Correo es la más fuerte de los
últimos años. Algunos compañeros opinan
que nunca vieron semejante radicalización
dentro del sector: 34 de 35 sindicatos
de los distintos estados del Brasil están
parando, realizando asambleas, piquetes y
movilizaciones multitudinarias.
Desde la conducción del Sintect/RS,
el sindicato de Río Grande do Sul (cuya
capital es Porto Alegre) estamos tratando
de que esta lucha se lleve adelante contra
la Medida Provisoria-532, mediante la cual
Dilma transformó a la empresa estatal en
una sociedad anónima, comenzando así el
proceso de privatización del sector.
La asamblea de nuestro sindicato votó
parar contra la MP-532 y por un aumento
real del salario. Debemos tener en cuenta
que en el pasado los carteros recibíamos
una remuneración equivalente a 5 salarios
mínimos y hoy, con un de R$807,00,
representa apenas 2 sueldos mínimos.
Esta huelga nacional ha provocado un
desgaste muy fuerte dentro del gobierno,
dado la repercusión que tienen las denuncias
contra la privatización dentro de la prensa
11
nacional y local. Estas golpean sobre toda la
sociedad, particularmente sobre la base del
PT, que históricamente se pronució a favor
de la defensa de las empresas del estado.
Desde
el
sindicato
condenamos
públicamente la política neoliberal de Lula
y Dilma, una postura antiobrera que está
siendo aplicada por un gobierno de ex
sindicalistas, quienes persiguen y amenazan
a los luchadores y descuentan salarios a los
huelguistas. ¡Ellos están actuando aún peor
que el gobierno de derecha de Fernando
Henrique Cardoso, FHC!
Los bancarios al borde de otro conflicto
En este contexto los bancarios están
al borde de otro poderoso conflicto de
carácter nacional. Nuestro partido está
jugando un papel, impulsando la huelga en
varios estados, planteando la necesidad de
enfrentar la política de rebajas salariales
del gobierno, como la que aplicó en la Caixa
Federal (banco estatal), que acumula el triste
record de contar con el 100% de pérdida
salarial en estos últimos diez años.
Desde el MR, a partir de la votación de la
asamblea del Sindibancarios/RN (sindicato
de Río Grande del Norte) proponemos la
organización de un gran frente de oposición
(FNO) para evitar que la burocracia “pelegos”
traicionen la lucha.
Desde nuestra ubicación al frente del
Sintect/RS y el SINDIBANCÀRIOS/RN
estamos jugándonos a coordinar con otros
sectores de la oposición combativa para
poner en pie un día nacional de huelga de
todos los gremios del Brasil.
La CSP – Conlutas (un organismo intersindical
dirigido por el PSTu, Partido Socialista de los
Trabajadores unificado) tendría que ponerse
al frente de esta campaña, movilizando a
las bases con el objetivo de presionar a la
burocracia de todas las centrales (CUT, CTB y
Força Sindical) de manera que convoquen a
la huelga en todo el país.
Desde hace muchos años que no
existian tantas posibilidades de lograrlo.
Es que el ascenso obrero empuja hacia
esa dirección.
12
Corriente Revolucionaria Internacional
Corriente Revolucionaria Internacional
Una revolución en curso
Vicente Guindani de MR
L
a gran revolución libia, que ya
constituye uno de los principales
acontecimientos del siglo 21,
continúa su curso en medio de grandes
desafíos y encrucijadas. Por esa razón,
tanto los rebeldes de ese país, como
los trabajadores, las organizaciones
de izquierda de todo el mundo y los
imperialistas están discutiendo su
futuro, cada uno en función de sus
propios intereses.
Los revolucionarios debemos asumir
que esta revolución no se ha detenido
con la caída de la dictadura, sino que
es un proceso en continuo movimiento
que está lejos de finalizar, un concepto
opuesto al que pretenden imponer los
medios de difusión de la burguesía, cuyo
objetivo es desmovilizar a las masas
para facilitar el dominio de la burguesía
y el imperialismo, través del Consejo
Nacional de Transición, el CNT.
Los
revolucionarios
sabemos
que mientras no se termine con el
desempleo, el hambre y la miseria en
ese país, sus trabajadores, que tienen
la moral muy alta debido al papel
que jugaron en la liquidación de la
dictadura, no dejarán de luchar, ya que
las masas no han salido a pelear sólo
para imponer libertades democráticas
formales, sino para resolver sus
problemas más acuciantes, como la
falta de empleos, la escasez alimentos,
los salarios miserables, etc.
Para seguir peleando por esas
reivindicaciones
insatisfechas
será
necesario
fortalecer
la
organización democrática y militar
de los trabajadores y el pueblo: Los
organismos obreros y populares que
organizaron insurrección contra el
dictador deben asumir el control del
gobierno y garantizar una correcta
explotación de los recursos naturales
y las riquezas del país.
Los revolucionarios debemos hacer
todo lo posible para orientar a las
masas libias hacia esos objetivos,
denunciando implacablemente a los
enemigos de la revolución, la OTAN,
el gobierno del CNT y demás políticos
y funcionarios de la burguesía; como
también a aquellos, que en nombre
de la “izquierda” o el “socialismo”,
primero sostuvieron a Kadaffi y hoy
se niegan a apoyar a la clase obrera
y el pueblo en lucha, argumentando
que las masas están en manos de los
imperialistas.
Estos argumentos constituyen una
verdadera canallada, cuyo principal
objetivo es el aislar a las milicias,
dejándolas solas frente a la represión
y el engaño del gobierno del CNT, que
intentará desarmarlas, para destruir
ladrillo por ladrillo todo lo que la
revolución ha construido desde el
inicio de la insurrección.
Para avanzar en el sentido opuesto
al que proponen los burgueses, hay
que enfrentar ahora a las políticas
desmovilizadoras y proimperialistas
del gobierno del Consejo de Transición
Nacional, un organismo que no por
casualidad ha sido legitimado por
la OTAN, EE.UU. y demás países
imperialistas, que se juegan a que
sus lacayos dentro del CNT gobiernen,
defendiendo sus intereses.
El CNT está encabezado por Mustafá
Jalil, ex-ministro de Justicia del
régimen de Kadaffi, quien asumió
públicamente el compromiso de
mantener los negocios con los “amigos
de Libia”, los empresarios, los banqueros
extranjeros y demás parásitos que
pretenden mantener la explotación y
el saqueo de los recursos en ese país
rico en hidrocarburos y minerales.
Hay que profundizar la revolución
denunciando a Jalil y demás miembros
del CNT, llamando a pelear contra sus
políticas, proponiendo la organización
independiente de los trabajadores de
la burguesía y del imperialismo. Esta
perspectiva es muy posible, como
lo demuestra la realidad cotidiana
y como lo atestigua el miliciano
argentino, Emanuel Piaggessi, quien
varias veces declaró que después de
la caída de Kadaffí… la revolución
recién comenzaba.
Los revolucionarios que apoyamos
la lucha contra Kadaffi, ahora
debemos impulsar esta perspectiva,
apoyándonos en los sectores más
dinámicos y consecuentes, aquellos
que, con las armas en sus manos, no
se dejan engañar por los “cantos de
sirenas” del gobierno de la CNT y la
OTAN. Después de acabar con Kadaffi,
es hora de acabar con la burguesía y el
imperialismo, es hora de enfrentar a los
cipayos del CNT y darle continuidad a
la heroica revolución Libia.
Para eso, desde la Corriente
Revolucionaria
Internacionalista,
compuesta por Convergencia Socialista
de la Argentina y el Movimiento
Revolucionario de Brasil, proponemos
la organización de acciones de
apoyo en todo el mundo y brigadas
solidarias que viajen a Libia para
propagandizar y agitar el programa
de los socialistas, explicando que no
habrá manera acabar con el hambre y
el desempleo sin imponer un gobierno
de las organizaciones obreras y las
milicias, que comience a construir
el Socialismo, expropiando las
refinerías y empresas imperialistas,
para ponerlas a funcionar bajo control
obrero.
La tarea del momento pasa por
impulsar la lucha de los trabajadores
y el pueblo contra las políticas
reaccionarias del gobierno del CNT,
llamándolos a construir una Libia
Socialista y Democrática, gobernada
por los consejos populares de los
trabajadores y el pueblo.
13
La izquierda y la teoría de los campos
Vitor Rittman de MR
P
ara asumir las tareas de la revolución
socialista en Libia, es fundamental
entender un aspecto teórico, que ha
confundido a sectores de la izquierda, que
sostienen sus políticas en la aplicación
de la teoría stalinista de los “campos
burgueses progresivos”.
Quienes se ubicaron contra las milicias,
apoyando al régimen, lo hicieron
argumentando que Kadaffi, a pesar de
ser un gobierno burgués, tendría serias
contradicciones con los imperialistas,
contradicciones
que
habría
que
profundizar para emprender una lucha
antiimperialista. Coherentemente estos
falsos izquierdistas salieron a denunciar
a los rebeldes libios afirmando que eran
“marionetas” de los monárquicos, la
OTAN, los Estados Unidos, Francia, Italia,
etc.
Esta gente, influida “teóricamente” por
Hugo Chávez, la dirección del PT brasilero
o Fidel Castro, sostiene la teoría stalinista
de los “campos burgueses progresivos”,
la misma que utilizaron durante muchos
años los partidos comunistas alineados a
Moscú.
Los comunistas levantaban la necesidad
de unirse a las burguesías supuestamente
“nacionalistas” o “antiimperialistas”,
jugándose a gobernar con estas, a través
de gobiernos de conciliación de clases,
denominados tradicionalmente de “Frente
Popular”. Con esta línea traicionaron
infinidad de revoluciones.
Según ellos, las masas proletarias nunca
estaban “maduras” para imponer gobiernos
obreros y populares que rompieran con
la burguesía. ¡Como si fuera posible
construir una sociedad capitalista más
“humanizada” y progresiva junto a una
parte de la burguesía preocupado por los
intereses de sus pueblos!
En la época de esplendor de los stalinistas
existía cierta justificación para semejante
teoría, ya que había dirigentes burgueses
que tenían serias contradicciones con
los imperialistas, como Perón o Getulio
Vargas, que llegaron a imponer algunas
medidas de carácter antiimperialista. ¡A
pesar de todo nada justificaba apoyarlos!
Pero en la actualidad, cuando todos los
gobiernos que se dicen “nacionalistas” o
“socialistas”, como los de Chávez, Castro,
Dilma, Cristina, Evo, Correa y compañía,
están entregados de pies y manos a las
multinacionales, que son las que dictan
sus planes, esta teoría es ridícula.
Como dijo Marx, parafraseando
a Hegel, al comienzo de su famoso
Dieciocho Brumario, Los grandes hechos
y personajes de la historia universal se
producen, como si dijéramos dos veces…
una vez como tragedia y otra vez como
farsa.
El gobierno de Kadaffi no solo no
enfrentaba a los imperialistas, sino
que trabajaba directamente para las
multinacionales,
defendiendo
sus
ganancias,
para lo cual impuso la
represión más sangrienta y la persecución
constante a los luchadores y luchadoras.
Por todo esto, la insurrección que
enfrentó a la dictadura tuvo un carácter
profundamente antiimperialista, ya que
en los hechos cuestionó su política de
entrega y saqueo de los recursos. No es
casualidad entonces, que la mayoría de
los trabajadores y el pueblo libio haya
rechazado la posibilidad de envío de
tropas extranjeras.
Los aviones y barcos de la OTAN no
entraron en escena para luchar contra
un gobierno que afectaba sus intereses,
sino para garantizar su recambio por otro
que continuara con su política al servicio
de las multinacionales del petróleo y los
grandes bancos.
En el proceso de la revolución Libia,
como en las primeras fases de todas
las revoluciones, existió una unidad de
acción entre sectores muy diferentes. La
clase obrera y el pueblo más explotado
se unieron a los revolucionarios
consecuentes, los monárquicos, los
sectores pro imperialistas que pretendían
sacar sus propios réditos, los lúmpenes,
los arribistas y un largo etcétera de
organizaciones y personalidades.
Como toda revolución, su avance tiende
a ordenar a cada uno de los actores,
poniéndolo en su justo lugar. La caída
de Kadaffi puso a la OTAN y al gobierno
del CNT junto a los Castro, los Chávez y
demás “progresistas”.
Todos ellos, de conjunto, tienen
una misma línea: aislar al sector
más revolucionario de la población,
organizado en las milicias, para
desarmarlo y después reprimirlo,
única manera de imponer un gobierno
capitalista en “serio”.
Esto mismo hicieron los falsos
izquierdistas tiempo atrás, cuando
explotó la insurrección en Trípoli. Con
la excusa de no apoyar al imperialismo,
dejaron a miles a manos de la represión
sangrienta perpetrada por Kadaffi, que
asesinó a miles. El descubrimiento de las
fosas comunes lo atestigua.
Como siempre los que engañan,
hablando en nombre del socialismo, el
progreso o la izquierda, juegan sus cartas
a favor de la burguesía, adormeciendo,
desviando y conteniendo los procesos
revolucionarios. Una vez logrado sus
objetivos, vienen los otros, con sus
ejércitos y pistoleros, a terminar con la
tarea…
Por todo esto, la teoría de los “campos”,
inventada por Stalin para traicionar la
revolución de Octubre, continúa siendo,
en manos de los Castro y los Chávez,
una justificación decadente al servicio
de la contrarrevolución…
14
Corriente Revolucionaria Internacional
Corriente Revolucionaria Internacional
Karina Germano, presa de Lula,
Dilma, Néstor y Cristina
K
arina Germano, militante
de la agrupación defensora
de los derechos humanos
de Argentina, H.I.J.O.S, es hija de
padre desaparecido. La “Galle”,
como le dicen sus amigos, regresó a
la Argentina después de 22 años de
exilio, en 1998 con el propósito de
denunciar su situación y reconstruir
la militancia y el secuestro de su
padre.
A inicios del año 2002 fue
detenida en Sao Paulo, Brasil,
junto a 5 compañeros, acusados
de un secuestro de un importante
empresario de ese país, mediante
una causa llena de irregularidades.
Por esa razón fue condenada
en primera instancia a 16 años.
Debido a la apelación de la
fiscalía, presionada por el patrón
secuestrado, le aumentaron la pena
a 30 años.
Luego de cinco largos años de condena
en el terrible penal de Carandirú de Brasil,
fue trasladada a Argentina, faltándole
menos de un mes para obtener el beneficio
de las salidas transitorias. Sin embargo en
la Argentina kirchnerista, el supuesto país
de los “derechos humanos” le negaron ese
derecho democrático, manteniéndola desde
ese momento en la cárcel de Ezeiza.
En diciembre de 2007 la “justicia” ratificó
esta negativa, fallando en contra del
derecho a las salidas, gracias a la opinión
del fiscal Oscar Hermelo, quien tiene un
pasado colaboracionista con la E.S.M.A.
(uno de los peores centros clandestinos de
detención de la dictadura) ¡Lo dramático
del caso es que Hermelo formó parte del
mismo grupo de tareas que secuestró al
papá de Karina!
En segunda instancia, en la Cámara
de Casación Penal, cuyo presidente es
sospechoso de firmar y autorizar la
apropiación de bebés nacidos en cautiverio
durante la dictadura, se le volvió a negar el
beneficio. Lo mismo sucedió más adelante
con la “garantista” Corte Suprema,
que en diciembre de 2009, dictaminó
en contra. Esta instancia judicial
está comandada por jueces, como
Zaffaroni, que presentan a sí mismos
como “progresistas”.
“Aunque encerrada, me considero
una mujer libre, mis ideas y prácticas
cotidianas, hacen que mis fuerzas de
resistencia continúen batallando con
el factor tiempo. Trabajo y estudio
la carrera de sociología en la U.B.A.
(Universidad de Buenos Aires), soy
parte del C.U.E. (Centro Universitario
Ezeiza) dentro de la unidad. Intento
junto a mis compañeras que nuestros
derechos se cumplan, tan atropellados
a diario, por un servicio penitenciario
militarizado…” (Declaraciones de
Karina)
Según los cómputos jurídicos del
país remitente, Brasil, en este año
Karina debería acceder a su libertad
condicional, luego de cumplir el tercio
de su pena, lo que acontecería el 26 de
noviembre del 2011. La resolución de esta
injusticia, está en la Corte Suprema de
Justicia de la Argentina.
Desde Convergencia Socialista y el
Movimiento Revolucionario nos sumamos
a la campaña por la libertad de la
compañera, presa política de los gobiernos
de Lula y Dilma en Brasil y de Néstor y
Cristina en la Argentina. Una luchadora
internacionalista que merece estar libre.
Los presos políticos olvidados de Chile
Rodrigo Aucan de CS
Mientras Chile arde por las
protestas estudiantiles hay un
reclamo que no está siendo
levantado, mayoritariamente,
por los estudiantes, los
docentes o los obreros. Es la
exigencia de libertad de los
presos mapuches, uno de los
sectores sociales que más ha
peleado contra los planes de
ajuste de la Concertación, en
su momento, y de Piñera, en
la actualidad.
Meses atrás el pueblo
mapuche realizó una gran
huelga de hambre llevada
adelante por lo más de
90 presos políticos de esa
comunidad. Cabe recordar
que a mediados del año
pasado esos mismos presos
estuvieron más de 90 días
sin comer, con múltiples
marchas en su apoyo y
reclamando la eliminación
de la ley antiterrorista que
pesa sobre ellos y toda la
sociedad, la liberación de
todos los presos políticos
y la desmilitarización del
territorio mapuche.
Los
mapuches
vienen
dando durísimas peleas desde
la época de la conquista
enfrentando el avasallamiento
y el robo de sus tierras y la
opresión que llegó a estas
costas mediante el sistema
capitalista, de la mano de
España. La historia de esta
resistencia es muy larga,
pero tuvo varios puntos de
15
A 38 años del Pinochetazo
Las luchas cuestionan
la constitución pinochetista
Hernán Reid de CS
E
n medio de grandes luchas obreras,
populares y estudiantiles Chile
recordó otro nuevo aniversario del
golpe militar del general Pinochet, que
terminó con el Gobierno de la Unidad
Popular del “socialista” Salvador Allende
y abrió la etapa más trágica de la historia
chilena. La UP gobernó a partir de 1970
soportando otro gran ascenso de la clase
obrera, que se armó y organizó a través de
los Cordones Industriales, coordinadoras
muy parecidas a los soviets rusos.
Los trabajadores de Chile, al igual que
los del país de Lenin y Trotski, respetaban
más a estas instituciones de base que a las
del régimen. Los marxistas caracterizamos
a este tipo de situaciones como de “doble
poder”, ya que posibilitan que la clase
obrera, apoyándose en esos organismos,
se plantee la toma del poder.
A comienzos de 1973 Chile vivía en crisis
y bajo la presión constante del imperialismo
estadounidense, que siendo consciente de
esta dualidad, reclamaba el desarme de la
clase obrera y el fin de las expropiaciones.
Pero Allende, en vez de enfrentar a los
yanquis apoyándose en los obreros, les
cedió, proponiendo una alianza con la
derecha -Democracia Cristiana- y las
fuerzas armadas. Famoso fue el discurso
en el que defendió a Pinochet diciendo
que era un “militar democrático…”
inflexión, como en 2006
cuando asumió el gobierno
“socialista” de Bachelet.
Con ella muchos tuvieron
ciertas esperanzas en por lo
menos, aliviar su situación.
Sin embargo se equivocaron.
No solo no hizo nada a favor
de los oprimidos, sino que
los combatió con toda la
fuerza, profundizando las
medidas neoliberales de los
gobiernos anteriores y la
persecución contra las luchas,
particularmente del pueblo
Con esta línea, Allende, su Partido
Socialista, el Partido Comunista y otras
fuerzas menores obligaron al movimiento
obrero a devolver las fábricas expropiadas,
a entregar las armas y permitir las
requisas. Muchos trabajadores y activistas
rechazaron estas órdenes. Lamentablemente
no contaron con la fuerza suficiente para
detener el golpe del 11 de setiembre de
1973, que se venía gestando gracias a la
política desmovilizadora y canallesca del
reformismo.
Gracias a esto las fuerzas armadas,
apoyadas por la embajada de los Estados
Unidos y la movilización de sectores
medios de la población, impusieron una
dictadura contrarrevolucionaria, tan fuerte
que metieron una constitución que aún
continúa vigente. La ida de Pinochet y la
llegada de la “democracia” no significaron
más que cambios cosméticos, con el
objetivo de preservar la constitución
y el poderío militar, que se mantuvo
casi intacto debido a la política de los
gobiernos, primero de la Concertación
(Socialistas y Demócratas Cristianos) y
ahora de Sebastián Piñera.
Pero las cosas están cambiando gracias
a las luchas obreras y populares que están
poniendo en jaque a Piñera y cuestionando
la herencia dictatorial. Por eso no es
casualidad que cada vez se escuchen
más voces reclamando una Asamblea
Constituyente, el mecanismo institucional
mapuche.
Estos
venían
llevando
adelante una serie de medidas
en defensa de sus derechos y
tierras, tomando propiedades,
enfrentándose
con
los
carabineros,
llegando
a
quemar algunas propiedades
de las multinacionales, lo cual,
visto desde el punto de vista
de un gobierno que defiende
la “sacrosanta” propiedad
privada de las grandes
empresas, fue considerado
como una terrible afrenta, un
que prevé la democracia burguesa para
modificar o directamente hacer otra
constitución.
A 38 años del golpe de Pinochet millones
entienden que no habrá salida para los
problemas actuales de los trabajadores,
estudiantes y los distintos sectores
populares sin producir cambios profundos,
asumiendo que estos comenzarán el día en
que las mayorías puedan discutir y votar
una nueva constitución. La pelea por la
constituyente es el homenaje que en los
hechos les están haciendo las masas a los
caídos el 11 de setiembre.
Pero este es apenas un paso en el sentido
de la liberación nacional y social que
reclaman los trabajadores y el pueblo de
Chile. Hay que avanzar aún más, peleando
por la imposición de un gobierno de los
trabajadores y el pueblo que ponga el
marcha el Socialismo, por el que pelearon
miles de los chilenos y chilenas que fueron
asesinados por la dictadura.
Para eso hay que poner en pie una
dirección revolucionaria, que además de
convocar a la lucha contra el gobierno
de Piñera sus planes de hambre, ajuste
y explotación, dispute la conducción del
movimiento de masas a los responsables
políticos de las tremendas derrotas sufridas
por el proletariado y el pueblo chileno:
las conducciones reformistas, encarnadas
por el Partido Comunista y el Partido
Socialista.
agravio que Bachelet decidió
castigar con las herramientas
más duras.
Por esto, apenas asumió
salió con los “tapones de
punta” actualizando la ley
antiterrorista
(N°18.314),
promulgada por la dictadura
de Pinochet. Esto generó el
rechazo de muchos sectores,
incluso las Naciones Unidas.
La implementación de la ley
antiterrorista fue de la mano
de una serie de medidas
represivas que rompieron todos
los puentes de comunicación,
llegando a asesinar luchadores
de la comunidad, como Matías
Catrileo.
Esta dinámica encontró
un perfecto continuador
en Piñera. La lucha por
la libertad de los presos
mapuches y por la defensa
de sus derechos debe ser
tomada por los trabajadores
y los estudiantes chilenos, de
manera de combatir juntos al
mismo enemigo, el gobierno
del ajuste y la represión.
C.R.I. Corriente Revolucionaria Internacional
Viva el paro de
los trabajadores del Correo del Brasil
Juan Carlos Beica, corresponsal en Porto Alegre
L
os trabajadores del Correo de todo
Brasil han resuelto, mediante
asambleas en todos los distritos, la
convocatoria de una huelga por tiempo
indeterminado. La medida, que comenzó
el miércoles de setiembre, cuenta con una
adhesión prácticamente total. En varias
ciudades se han realizado asambleas
multitudinarias, como en Río de Janeiro,
donde concurrieron más de 5000
trabajadores.
En Porto Alegre, donde se encuentra
uno de los sindicatos estaduales más
combativos, tuvo lugar una asamblea,
también muy grande, en la cual se
resolvió, que además de parar, había que
organizar un piquete, que finalmente se
instaló delante de las puertas del centro de
distribución regional, impidiendo durante
varios días la salida y entrada de camiones,
conducidos por personal mercerizado que
no adhería a la huelga.
La asamblea de Porto Alegre decidió,
entre gritos y aplausos de la mayoría de
los concurrentes, rechazar la propuesta
gubernamental de un 6,87% de aumento y
exigir la recuperación de lo perdido por la
inflación, un 7,16%, junto con un reajuste
del 24%, relacionado a la pérdida anterior
del poder adquisitivo.
Vicente Guindani, secretario general
del Sintect/RS (sindicato de Río Grande
do Sul) y militante del Movimiento
Revolucionario, luego de presidir la
asamblea que votó la huelga, declaró
a los medios que los trabajadores de la
región no solo paraban por salarios y
otras reivindicaciones insatisfechas, sino
también contra la política de privatización
encubierta que está implementando el
gobierno de Dilma.
El Sintect/RS exige la derogación de la
Medida Provisoria 532, que dio comienzo
a este proceso, mediante la transformación
de la empresa estatal en una sociedad
anónima. En agosto pasado el sindicato ya
había paralizado las actividades del Correo
contra esta medida.
La huelga del Correo se inscribe dentro
de un contexto general de luchas obreras
significativas, muchas de las cuales ya
han conseguido aumentos por encima
de la inflación. Esto significa que el
poderoso movimiento obrero del Brasil ha
empezado a moverse. ¡Una buena noticia
para los trabajadores y los pueblos de todo
el continente!
En nombre de la dirección nacional de
Convergencia Socialista viajé a Porto
Alegre, donde tomé contacto con los
compañeros del MR, con quienes estamos
organizando una corriente internacional.
Junto a Vicente Guindani y otros camaradas
del MR del correo, estuve presente en la
asamblea y otras actividades, constatando
la gran combatividad que existe en la
inmensa mayoría de los huelguistas.
Hay que rodear de solidaridad la huelga
del correo. Si triunfa ganarán todos los
trabajadores y el pueblo de Brasil que ya
están peleando por sus reivindicaciones
insatisfechas y servirá para empujar a la
lucha a los millones que sufren los efectos
del plan de Dilma y los monopolios.
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