C re c i m i e n t o Trastornos alimentarios y otras vulnerabilidades: ¿una fase transitoria? ` Por Denis Daneman y Gary Rodin El control metabólico de la diabetes tiende a deteriorarse durante la adolescencia, y este deterioro es más pronunciado en las chicas que en los chicos. Los esfuerzos por conseguir y mantener un control excelente de la glucosa en sangre son más difíciles y tienen menos éxito en adolescentes que en adultos. Esto sugiere que la adolescencia es un período altamente vulnerable para las chicas con diabetes tipo 1, un momento en el que el riesgo de desarrollo posterior de complicaciones relacionadas con la diabetes podría verse acelerado. >> Prevalencia de los trastornos alimentarios en la diabetes Una considerable cantidad de literatura, desarrollada durante los últimos 15 a 20 años, trata este tema. Hay un importante debate sobre si existe una asociación específica entre la diabetes de tipo 1 y los trastornos alimentarios, en donde algunos afirman que los trastornos alimentarios entre las adolescentes con diabetes tan sólo representan la coincidencia de que se den dos afecciones relativamente comunes dentro este grupo de edad. 25 Sin embargo, un gran estudio en varios centros realizado por nuestro grupo sobre 350 chicas con diabetes y 1.000 estudiantes sin diabetes reveló que los trastornos alimentarios unidos a las anormalidades subclínicas del comportamiento alimentario son aproximadamente el doble de frecuentes en chicas adolescentes con diabetes si las comparamos con sus semejantes que no tienen diabetes. Aproximadamente una de cada cuatro chicas con diabetes tipo 1 manifestará algún tipo de evidencia preocupante de trastorno alimentario en algún momento de su adolescencia. Los tipos de trastornos alimentarios (tal y como los describe la Asociación Siquiátrica Americana) que encontramos en exceso dentro de Octubre 2002 Volumen 47 Número especial C re c i m i e n t o este grupo fueron la bulimia nerviosa y el «trastorno alimentario sin especificar». No encontramos casos de la menos común y más preocupante anorexia nerviosa. El 10% de las chicas con diabetes de entre 12 y 18 años cumplieron los criterios de diagnóstico de un desorden clínico del apetito desarrollado y el 14% de un desorden por debajo del umbral, en comparación con el 4% y el 8% respectivamente de los controles no diabéticos. Estos hallazgos sugieren que aproximadamente una de cada cuatro chicas con diabetes tipo 1 manifestará evidencias preocupantes de una alteración del apetito en algún momento de su adolescencia. No se ha encontrado una asociación similar entre los muchachos adolescentes con diabetes. Los datos destacan la magnitud del problema y la necesidad de encontrar estrategias para tratarlo. ¿Cómo desemboca la diabetes en trastornos alimentarios? Además de los factores individuales, familiares y sociales, algunos problemas específicos de la diabetes contribuyen a la insatisfacción con el propio cuerpo, el impulso de estar delgada, y las restricciones dietéticas que son parte integrante de los trastornos alimentarios. Entre éstos se encuentran: el ciclo de pérdida de peso seguido de ganancia de peso en el momento de la aparición de la diabetes tipo 1. En la muchacha vulnerable, el peso que se gana como respuesta al inicio de la terapia de insulina podría inducir a una insatisfacción posterior con el propio cuerpo y a una preocupación por el peso. Además, a menudo existe un aumento de peso que va asociado a la introducción de regímenes intensivos para el control de la diabetes; Octubre 2002 Volumen 47 Número especial el asesoramiento nutricional que es parte regular del control de la diabetes. Este podría exacerbar las restricciones dietéticas y conllevar ciclos con episodios alternos de ingestión restringida y voraz de alimentos; el descubrimiento de que se puede controlar el peso mediante la omisión o la disminución de la dosis de insulina con el fin de inducir una pérdida de glucosa en la orina y con ello eliminar calorías. Estudios realizados por una serie de grupos sugieren que la manipulación u omisión de la insulina se da con poca frecuencia en preadolescentes, entre un 10% y un 15% de las que se encuentran en plena adolescencia y entre un 30% y un 40% de muchachas al final de su adolescencia y las jóvenes adultas. El impacto de los desórdenes dietéticos La asociación de diabetes y desórdenes dietéticos tiene graves consecuencias a corto plazo, entre las que se encuentra un pobre control metabólico, una mayor frecuencia de ingresos hospitalarios y la cetoacidosis diabética, que pone en peligro la supervivencia (ver página 12).También va asociada a una aparición más temprana de lo esperado de las complicaciones relacionadas con la diabetes, en especial de retinopatías (lesiones oculares) y neuropatías (lesiones nerviosas). Esta asociación entre diabetes y trastornos alimentarios podría ser un contribuyente principal de lo que solía denominarse diabetes «frágil» (niveles de glucosa en sangre que son muy difíciles de controlar), también más común entre mujeres que entre hombres y asociada a una 26 importante morbilidad y mortalidad a largo plazo. Detección y tratamiento Con el fin de detectar los trastornos alimentarios en las adolescentes con diabetes tipo 1, los profesionales sanitarios involucrados en su cuidado necesitan mantener un alto índice de desconfianza (ver Tabla 1). Creemos que la asociación entre las dos afecciones a menudo se subestima. Un mal control metabólico podría intentar solucionarse mediante un régimen de tratamiento más intensivo que podría servir tan sólo para aumentar la preocupación por el peso y el aspecto, aumentando la actitud de desobediencia de las jóvenes que luchan por controlar su peso. Los profesionales sanitarios necesitan ser educados acerca de los trastornos alimentarios y sus manifestaciones en la diabetes tipo 1, y necesitan preguntar rutinariamente acerca de las preocupaciones por el peso y el aspecto, la dieta, los episodios de ingestión voraz, y la omisión de insulina durante las visitas clínicas. Son importantes los detalles sobre hipoglucemia (episodios de bajos niveles de glucosa en sangre) y su tratamiento ya que, en algunos, la hipoglucemia parece ser un importante detonante para comer con voracidad. Una vez que una alteración del apetito ha sido diagnosticada, es importante enviar la paciente a un individuo o equipo experto. Sin embargo, no hay estudios que determinen el mejor enfoque para controlarlo. La prioridad en este área de investigación es desarrollar intervenciones eficaces que traten y preferiblemente prevengan los trastornos alimentarios en esta población antes de que se conviertan C re c i m i e n t o manifiestamente en problemas a largo plazo. Vulnerabilidades asociadas Mientras que la presencia de diabetes tipo 1 podría reducir el umbral para la aparición de un trastorno alimentario, éste viene a golpear sobre una susceptibilidad que de base ya es bastante aguda. Es interesante, por lo tanto, examinar temas relacionados que puedan afectar también al control metabólico. Actitudes sociales Desde un punto de vista social, existen pruebas de que las sicopatologías del apetito y el peso son comunes en los países occidentales, y están en aumento en los países en vías de desarrollo, al popularizarse las actitudes occidentales hacia el peso y el aspecto físico. Disfunción familiar Otro factor que aumenta la vulnerabilidad hacia un trastorno alimentario en las adolescentes con diabetes es la disfunción familiar. Mientras que los factores familiares específicos que contribuyen a un mal control metabólico en niños y adolescentes con diabetes podrían no ser más importantes en chicas que en chicos, aquí tenemos asegurado el debate. Investigaciones previas han demostrado que los niños con diabetes procedentes de familias con un alto grado de conflicto, baja cohesión, bajo estatus socioeconómico y mala organización tienen probabilidades de tener mayores dificultades a la hora de conseguir y mantener un buen control metabólico. Además, existe una buena correlación entre estos factores y la falta de asistencia a las clínicas de diabetes. Esto último predice por sí solo un mal control y la aparición temprana de complicaciones. Estos datos sugieren que los más vulnerables en nuestras sociedades tienen un acceso menos eficaz a la sanidad y, tienen una morbilidad mayor a largo plazo y, con toda probabilidad, una mayor mortalidad relacionada con su diabetes. Nuestra investigación también sugiere que las familias de chicas con los mayores grados de trastornos alimentarios y del peso manifiestan una disfunción similar. Además, en observaciones de interacciones grabadas en video, las madres de hijas con trastornos alimentarios mostraron menos empatía, implicación afectiva y apoyo a la autonomía que mostraron las madres de chicas sin trastornos alimentarios.También encontramos una fuerte relación entre las actitudes y el comportamiento alimentario de la madre y la hija. Rasgos de la personalidad Aunque la idea de que la diabetes tipo 1 va asociada a rasgos específicos de la personalidad nunca ha sido probada, muchos estudios sugieren un tema común: quienes tienen diabetes tienden a tener menos autoestima que sus semejantes. Estos sentimientos pueden ir asociados a la consecuente expresión de trastornos del estado de ánimo, en concreto de depresión, en jóvenes adultas. Tabla 1: Factores que sugieren la posibilidad de trastornos alimentarios en muchachas adolescentes con diabetes tipo 1 27 Octubre 2002 Volumen 47 Número especial C re c i m i e n t o Depresión Necesidad de renovar esfuerzos El tema de la depresión en jóvenes adultas con diabetes tipo 1 ha recibido mucha atención recientemente, en términos de esfuerzos por entender su génesis y los problemas asociados. Es de destacar el hallazgo de que la desobediencia adolescente a los regímenes de insulina, a los planes dietéticos o a las rutinas de monitorización de la glucosa fue el mayor predictor de depresión entre jóvenes adultos, así como unos índices superiores a lo esperado de pensamiento en el suicidio. Los adolescentes con diabetes parecen ser vulnerables a un mal control metabólico y a sus consecuencias a corto y largo plazo. Mientras que factores biológicos como la insensibilidad a la insulina en la pubertad podrían ser de gran influencia, sospechamos que las principales razones del mal control en muchas adolescentes va asociado a una mala adaptación a su diabetes. La alta frecuencia de los trastornos alimentarios, así como la presencia de otras vulnerabilidades, entre las que se encuentran las interferencias familiares, las alteraciones del estado de ánimo y comportamiento arriesgado, destacan la necesidad de nuevas investigaciones y esfuerzos clínicos que tengan como objetivo dicho grupo de riesgo. Es inaceptable desentendernos de estos problemas con la actitud de que la adolescencia es una fase transitoria. No tratar estos problemas tendrá como consecuencia una morbilidad continuada, tanto durante la adolescencia como más tarde en la edad adulta. Los riesgos Los adolescentes tienden a ser indulgentes en lo referente a los comportamientos que implican riesgo, tales como el abuso del tabaco, el alcohol y las drogas. No hay pruebas de que quienes tienen diabetes tengan menos tendencia a participar en estos comportamientos. Hay pruebas, sin embargo, de un aumento del uso del tabaco entre las adolescentes. Esto podría ser otro comportamiento asociado con las sicopatologías del apetito y el peso, debido a la creencia común que fumar ayuda a controlar el peso. ` Denis Daneman y Gary Rodin El Dr. Denis Daneman es de la división de endocrinología del departamento de pediatría del hospital de Niños Enfermos, en Toronto, Ontario, Canadá. También trabaja en la universidad de Toronto. El Dr. Gary Rodin trabaja tanto en el departamento de psiquiatría de la Universidad Health Network y de la Universidad de Toronto, en Ontario, Canadá. Para saber más... Jacobson AM, Hauser ST, Willett J, Wolfsdorf JI, Herman L. Consequences of irregular versus continuous medical follow-up in children and adolescents with insulin-dependent diabetes mellitus. J Pediatr 1997;131:727-733. Jones JM, Lawson ML, Daneman D, Olmsted MP, Rodin G. Eating disorders in adolescent females with and without type 1 diabetes: cross sectional study. BMJ 2000;320: 1563-1566. Kovacs M, Goldston D, Obrosky DS, Bonar LK. Psychiatric disorders in youths with IDDM: rates and risk factors. Diabetes Care 1997;20:36-44. Glosario La bulimia nerviosa es un síndrome caracterizado por repetidos períodos cortos de exceso de apetito y preocupación por el control del peso corporal, que llevan al paciente a adoptar medidas extremas para mitigar los efectos engordadores de la comida (por ejemplo, inducir el vómito o utilizar drogas para suprimir el apetito). Rydall AC, Rodin GM, Olmsted MP, Devenyi RG, Daneman D. Disordered eating behavior and microvascular complications in young women with insulin-dependent diabetes mellitus. N Engl J Med 1997;336:1849-1854. La anorexia nerviosa es un trastorno caracterizado por la pérdida deliberada de peso, inducida y/o mantenida por el paciente. Los individuos con trastornos alimentarios que recuerden a la anorexia nerviosa o a la bulimia nerviosa pero cuyos comportamientos alimentarios no coincidan con uno o más criterios básicos de diagnóstico podrían diagnosticarse como «trastornos alimentarios sin especificar». Steel JM, Young RJ, Lloyd GG, Clarke BF. Clinically apparent eating disorders in young diabetic women: associations with painful neuropathy and other complications. BMJ 1987; 294:859-862. Octubre 2002 Volumen 47 Número especial 30