CIRUGÍA DE TEJIDOS BLANDOS: Gastrointestinal, Hemoabdomen y Hernia diafragmática Técnicas quirúrgicas en estómago Belén Cuervo Serrato, LV, PhD*, Esteban Pujol, LV, Dipl. ECVS**. *Profesora Asociada - Dpto. de Medicina y Cirugía Animal, Universidad CEU Cardenal Herrera. **Especialista europeo en Cirugía de Pequeños Animales. Servei de Cirugía. Hospital Veterinari Canis Mallorca. RESUMEN El sistema digestivo está formado por múltiples órganos, entre los que se incluyen el tracto gastrointestinal primario (orofaringe, esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso), el páncreas exocrino, el hígado y el tracto biliar[1]. La función del sistema digestivo es fundamental para la nutrición, el balance energético, como intermediario del metabolismo y como mecanismo de excreción de desechos. Todas estas funciones se llevan a cabo a través de la motilidad, la secreción, la digestión, el metabolismo enzimático y un correcto aporte sanguíneo[1]. La cirugía gástrica es uno de los procedimientos más utilizados en la clínica diaria de nuestros animales de compañía. Ésta se lleva a cabo en mayor medida, para eliminar los cuerpos extraños, corregir dilataciones-vólvulos gástricos, gestionar ulceras o tumores[2, 3]. De manera general, la cirugía gástrica es más segura que la de otros órganos del sistema digestivo como esófago o intestino delgado, ya que esta víscera posee un extraordinario aporte sanguíneo, un número reducido de bacterias (resultado de la acidez gástrica), y una regeneración acelerada del epitelio; todo esto asociado a la omentalización de la herida permite que las incisiones gástricas cicatricen rápidamente[2, 3]. Sin embargo, las complicaciones derivadas de este tipo de cirugías pueden ser extremadamente graves (peritonitis, incluso la muerte del paciente), por lo que debemos conocer la anatomía y las diferentes técnicas quirúrgicas para minimizar las posibles complicaciones, además de aplicar los principios básicos de cirugía general (manejo atraumático, asepsia, no tensión en las suturas ni tejidos, buena hemostasis, irrigación de los tejidos, evitar espacios muertos y buena aposición, entre otros)[2-4]. En este capítulo vamos a abordar las principales técnicas quirúrgicas que se realizan en el estómago de los carnívoros domésticos. 6 Canis et Felis Número 137 - Diciembre 2015 Técnicas quirúrgicas en estómago ESTÓMAGO Principios generales y anatomía quirúrgica El estómago es una víscera monocavitaria hueca que actúa como reservorio de alimentos, y es responsable del procesamiento físico-químico o digestión de los mismos mediante la liberación de ácido clorhídrico. Durante la digestión, el cuerpo del estómago se dilata y aumenta la motilidad del mismo con el fin de mezclar los alimentos y moverlos hacia el antro pilórico, regulando el tamaño y velocidad de paso de la ingesta al intestino delgado [1]. Anatómicamente, el estómago, se localiza detrás de la cúpula diafragmática izquierda y del lóbulo izquierdo del hígado, y se divide macroscópicamente en cinco regiones anatómicas: cardias, fundus, cuerpo, antro pilórico y píloro [1]. El cardias es la zona que conecta la porción de esófago abdominal con el estómago en la parte craneal izquierda del abdomen, y su función es impedir el reflujo gastroesofágico de fluido gástrico hacia el esófago. El fundus se localiza en la parte dorso-lateral al cardias y, junto con el cuerpo del estómago, tienen la función de expandirse en gran medida para acomodar ingesta y para regular el vaciado de líquidos. El cuerpo del estómago es la estructura de mayor tamaño situada entre el fundus y el antro pilórico. El antro pilórico tiene forma de embudo y su función es triturar los alimentos en partículas más pequeñas (<2 mm) que puedan absorberse en el duodeno. Por último, el esfínter pilórico cuya función es regular el paso de la ingesta hacia el intestino delgado [1-3]. La curvatura mayor del estómago es la parte convexa situada entre el cardias y el píloro incorporando también el fundus, y esta irrigada por la arteria gastroepiploica. La curvatura menor del estómago es la parte cóncava situada también entre el cardias y el píloro, es de menor tamaño que la curvatura mayor, y esta irrigada por la arteria gástrica. Estas dos arterias son las encargadas de la irrigación principal del estómago, y se derivan de la arteria celiaca, una rama directa de la aorta. Las arterias gástricas cortas que irrigan también la curvatura mayor derivan de la arteria esplénica. El drenaje venoso del estómago a la vena porta se realiza a través de las venas gastroesplénica y gastroduodenal [2, 3]. En cuanto a la pared del estómago, está compuesta de cuatro capas diferentes, que ordenadas desde la capa más interna a la externa son la mucosa, submucosa, muscular y serosa. La mucosa se compone de un epitelio columnar en la superficie, una lámina propia glandular, y una lámina muscularis mucosa, y se trata de un tejido que está en constante renovación. La submucosa se compone de una capa elástica delgada de tejido areolar y sirve como capa de cierre quirúrgico en incisiones gástricas. La capa muscular del estómago se divide en tres tipos de fibras: longitudinales, circulares y oblicuas [1, 3] (Figura 1). Número 137 - Diciembre 2015 Canis et Felis 7 CIRUGÍA DE TEJIDOS BLANDOS: Gastrointestinal, Hemoabdomen y Hernia diafragmática Figura 1: Estructura y regiones del estómago. Indicaciones quirúrgicas y signos clínicos La cirugía gástrica se realiza con mayor frecuencia para eliminar cuerpos extraños y para corregir dilataciones o vólvulos gástricos, además de otras indicaciones menos frecuentes como úlceras gástricas y neoplasias [2, 5]. Entre los signos clínicos que se dan en las diversas patologías gástricas los más frecuentes son vómitos y/o anorexia. Los vómitos a su vez pueden causar deshidratación e hipopotasemia, por lo que todas estas alteraciones, además de muchas otras, deben ser corregidas y el animal estabilizado en la medida de lo posible antes de realizar cualquier cirugía [5, 6]. Debemos tener en cuenta que existen varios factores que hacen de la cirugía de estómago un procedimiento complicado. En primer lugar, el riesgo de fuga de contenido gástrico es considerable y puede dar lugar a un aumento en la morbilidad y mortalidad postoperatoria. Por este motivo un ayuno mínimo de 8-12 horas previo a la cirugía se recomienda para garantizar el estómago vacío y reducir al mínimo el riesgo de fugas gástricas durante el procedimiento quirúrgico [6]. Además, la visualización y manipulación del estómago es difícil debido a su ubicación en abdomen craneal justo debajo de las costillas, y por la presencia de estructuras anatómicas restrictivas, tales como los ligamentos hepatogástrico y hepatoduodenal que anclan el estómago en su posición normal. Ambos ligamentos pueden ser cuidadosamente seccionados para ayudar en 8 Canis et Felis Número 137 - Diciembre 2015 Técnicas quirúrgicas en estómago la retracción del estómago y la visualización de la superficie dorsal, aunque es raramente necesario para realizar gastrotomías básicas [3]. A diferencia del intestino delgado, el estómago no se puede exteriorizar completamente para permitir su aislamiento del resto de estructuras abdominales, por ese motivo, cuando se realiza una cirugía gástrica, la visualización adecuada del estómago es muy importante y requiere una incisión abdominal de longitud suficiente. En pequeños animales, generalmente la incisión se realiza en la línea media ventral del abdomen, extendiendo la incisión desde la apófisis xifoides del esternón hasta la zona caudal del ombligo, pudiendo llegar en algunos casos incluso a la línea media craneal al pubis. En raras ocasiones la incisión se puede extender cranealmente a través de una esternotomía media caudal para obtener una mejor exposición del estómago debido a la posición del mismo debajo de las costillas y el esternón; incluso se puede realizar un abordaje paracostal haciendo una incisión curva aproximadamente 2 cm caudal a la última costilla y de este modo mejorar la visualización en casos muy particulares [2, 3]. Gastrotomía La indicación más común para realizar gastrotomía en pequeños animales es para la extracción de cuerpos extraños [7, 8]. Para ello, una vez hemos realizado la incisión en la línea media, se aconseja colocar un retractor de Balfour para conseguir una mejor visualización del estómago y las estructuras adyacentes. A continuación para reducir la contaminación, aislamos el estómago del resto de estructuras mediante la colocación de unos paños o gasas grandes húmedas, y realizamos la fijación del mismo mediante unas suturas monofilamento 2-0 o 3-0 con aguja cónica (puntos de apoyo), que anclen todo el espesor del estómago. Estas suturas nos servirán de sostén y nos ayudaran a la manipulación del estómago minimizando el riesgo de fuga de contenido gástrico [7, 8]. La gastrotomía se realiza en la superficie ventral del estómago, en la zona media entre la curvatura mayor y menor, donde exista menor vascularización. El tamaño de la incisión se realiza en función del motivo de la cirugía, pero debemos tener en cuenta no realizar la incisión muy cerca del píloro, ya que el cierre de la herida podría causar cierta estenosis y dificultar el paso de alimento por la zona [9]. La incisión se lleva a cabo mediante bisturí, y se agranda con tijeras de disección Metzenbaum. Una vez realizada la incisión se debe aspirar el contenido para reducir los posibles derrames de contenido estomacal. Para cerrar la gastrotomía, utilizamos una sutura monofilamento de material reabsorbible como polidioxanona o poligliconato de un tamaño adecuado. Este cierre, se realiza frecuentemente en dos capas; generalmente para la Número 137 - Diciembre 2015 Canis et Felis 9 CIRUGÍA DE TEJIDOS BLANDOS: Gastrointestinal, Hemoabdomen y Hernia diafragmática primera capa usamos un patrón aposicional continuo de la mucosa y submucosa. Para la segunda utilizamos un patrón de inversión (Cushing, Lambert o Connell); tanto la sutura de Cushing (Figura 2) como Lambert no atraviesan la mucosa gástrica, en cambio la sutura de Connell si atraviesa todas las capas del estómago. De esta manera, la primera capa nos proporciona hemostasia de la mucosa y submucosa, y la segunda capa nos da más hermeticidad, previniendo fugas de contenido gástrico [3, 10]. Figura 2: Sutura de Cushing. En casos donde el riesgo de estenosis es real como por ejemplo en anastomosis gastroduodenales o gastroyeyunales o en piloroplastias, es posible el cierre en dos capas mediante un patrón continuo en aposición, sin patrón de inversión [10] (Figuras 3a y 3b). Una vez hemos realizado el cierre quirúrgico del estómago, una manera de aportar mayor hermeticidad a la incisión es mediante la omentalización de la zona que contiene la incisión. El omento es una estructura serosa que posee propiedades angiogénicas, inmunológicas, fibrinogénicas y hemostáticas. La omentalización es un procedimiento sencillo que busca preparar un flap de omento que es llevado a la zona de interés para aprovechar las características del mismo en el proceso de curación. Una vez hemos cubierto la zona de in- 10 Canis et Felis Número 137 - Diciembre 2015 Técnicas quirúrgicas en estómago Figuras 3a y 3b: Cierre en dos capas mediante patrón continuo de aposición. Número 137 - Diciembre 2015 Canis et Felis 11 CIRUGÍA DE TEJIDOS BLANDOS: Gastrointestinal, Hemoabdomen y Hernia diafragmática terés con el omento, podemos fijar el mismo mediante puntos interrumpidos simples para mantener su posición [11] (Figura 4). Figura 4: Omentalización del estómago. El cambio de guantes y kit quirúrgico se realiza en este momento (tras el cierre del estómago), aunque un cirujano experimentado y en casos donde no ha habido contaminación puede permitirse no cambiar el kit quirúrgico y cambiar solamente los guantes. Recordemos que el riesgo infeccioso en cirugía gástrica es muy bajo (buena vascularización, mínimo número de bacterias debido a un pH acido, y renovación continua de la mucosa) [3]. Por último se lleva a cabo el cierre de la cavidad abdominal de manera convencional mediante tres planos de sutura. Un primer plano muscular, en el que lo más importante es incluir la fascia muscular en la sutura. A continuación se lleva a cabo una sutura de aproximación del tejido subcutáneo y finalmente se realiza una sutura de piel [3]. Gastrectomía parcial Las indicaciones principales y más frecuentes de la gastrectomía parcial consisten en la eliminación de tejido necrótico asociado a una dilatación-vólvulo gástrico, exéresis de neoplasias o tratamiento de úlceras gástricas que afecten sobre todo a la curvatura mayor o parte media del estómago [12, 13] (Figuras 5a y 5b). 12 Canis et Felis Número 137 - Diciembre 2015 Técnicas quirúrgicas en estómago Figura 5a: Necrosis gástrica. Figura 5b: Neoplasia gástrica. Número 137 - Diciembre 2015 Canis et Felis 13 CIRUGÍA DE TEJIDOS BLANDOS: Gastrointestinal, Hemoabdomen y Hernia diafragmática En casos de necrosis de la pared gástrica existen dos métodos para realizar una gastrectomía parcial, uno de ellos es la resección completa del tejido afectado y su posterior cierre en tejido sano; y el otro es una invaginación de este tejido necrótico. Con esta última técnica no accedemos al lumen gástrico, pero podemos tener diversos efectos adversos como una obstrucción intraluminal por exceso de tejido invaginado, o un sangrado abundante de la zona en cuestión [12, 14]. Uno de los puntos clave en esta cirugía, es eliminar todo el tejido no viable, ya que si incorporamos alguna porción de tejido necrótico a nuestro cierre de la pared se puede producir dehiscencia de sutura, perforación, peritonitis e incluso muerte asociada. Para llevar a cabo una evaluación del grado de necrosis tisular, debemos tener en cuenta diversos criterios subjetivos como el color de la serosa, textura y espesor de la pared gástrica, perfusión capilar y peristaltismo. El color del tejido necrótico puede variar desde gris, verde o negro, pero no es un factor que por sí solo nos ayude mucho para predecir la viabilidad de la zona, ya que en animales que han sufrido una dilatación vólvulo gástrico, por ejemplo, el estómago tiene un color rojo oscuro o negruzco debido a la obstrucción vascular, y una vez reposicionado en su lugar adquiere un color más claro a los pocos minutos, indicando una zona viable. En cuanto a la textura y espesor de la zona, tejidos no viables tienden a ser muy finos y friables en los que apenas se observa sangrado. Aun así, en muchas ocasiones es difícil determinar la viabilidad del tejido, por este motivo, ante la duda sobre la viabilidad del mismo se debe proceder a la resección de la zona para evitar posibles complicaciones asociadas. Los criterios subjetivos nos dan una precisión en torno al 85%. Existen métodos objetivos que nos ayudan a valorar la perfusión gástrica de este tejido afectado, entre ellos destacan la inyección de fluoresceína, gammagrafía y evaluación a través de medidores de flujo mediante láser Doppler [12, 15]. Resección de la pared gástrica Uno de los puntos más importantes de esta cirugía es la ligadura de las ramas de los vasos gastroepiploico izquierdo y/o vasos gástricos cortos a lo largo de la sección de estómago que queremos retirar en la zona de la curvatura mayor. De esta forma realizamos una hemostasis preventiva y nos anticipamos a un posible sangrado profuso. Debemos aislar la parte del estómago a resecar del resto con pinzas atraumáticas digestivas (Doyen) siempre que podamos [2, 13] (Figura 6a). Se debe resecar el tejido afectado, dejando un margen de seguridad a lo largo de todo su diámetro, en el cual observemos un sangrado activo de la zona donde realizaremos el cierre de la incisión, por tanto, llevaremos a cabo la incisión en tejido macroscópicamente sano [2, 13] (Figura 6b). 14 Canis et Felis Número 137 - Diciembre 2015 Técnicas quirúrgicas en estómago Figura 6a: Aislamiento de tejido patológico que queremos extirpar con pinzas Doyen. Figura 6b: Resección de tejido no viable del estómago. Número 137 - Diciembre 2015 Canis et Felis 15 CIRUGÍA DE TEJIDOS BLANDOS: Gastrointestinal, Hemoabdomen y Hernia diafragmática Una vez hemos resecado el tejido necrótico, procedemos a realizar el cierre de la incisión. Si el lumen gástrico nos los permite realizaremos el cierre gástrico mediante los patrones de sutura mencionados anteriormente para la gastrotomía (dos capas, un patrón continuo de la mucosa y un patrón de reinversión en muscular y serosa). Si la porción de tejido seccionado es de un tamaño considerable y tenemos cierto riesgo de producir una estenosis del antro pilórico por ejemplo, lo indicado es utilizar un patrón de sutura continua simple en dos capas (mucosa-submucosa por un lado y muscular y serosa por otro) [10, 13]. Invaginación de la pared gástrica La invaginación se propuso en un primer momento como una alternativa a la gastrectomía parcial en situaciones donde no queda claro la viabilidad del tejido afectado por dilatación-vólvulo gástrico y en situaciones de emergencia donde el tiempo de anestesia se debe minimizar al máximo para limitar las complicaciones de estos pacientes [16]. Para llevarla a cabo debemos realizar sobre tejido sano una primera sutura continua simple o una sutura de inversión, acompañada de un segundo patrón de sutura de inversión; en casos donde existe riesgo de estenosis podremos utilizar una sola capa inversante. El resultado es la aposición de tejido sano sobre el tejido necrótico sin penetración en el lumen gástrico, disminuyendo así el riesgo de fuga digestiva [10, 16] (Figuras 7a y 7b). Esta invaginación produce que el área afectada de pared del estómago se vaya digiriendo y desprendiendo en el interior de la luz gástrica [16]. Piloromiotomía y Piloroplastia Estas técnicas quirúrgicas se centran en el abordaje del píloro, y su principal función es la eliminación de la obstrucción del flujo gástrico y la normalización del paso del mismo en casos de estenosis pilórica [3]. Existen diversas técnicas que se pueden llevar a cabo para desobstruir el flujo en el píloro, entre ellas destacan: Piloromiotomía de Fredet Ramstedt La indicación principal de este procedimiento es la obstrucción pilórica relacionada exclusivamente con la capa muscular. Para la realización de esta técnica quirúrgica, se lleva a cabo una incisión longitudinal, centrada en el píloro con 1-2 cm de margen proximal y distal, en la zona ventral del píloro abarcando las capas muscular y serosa. Esta incisión de espesor parcial debe estar bien centrada y debe abarcar únicamente las dos capas mencionadas anteriormente, ya que una vez realizada la incisión se deja abierta, permitiendo la salida de la mucosa a través de nuestra incisión y de esta manera la amplia- 16 Canis et Felis Número 137 - Diciembre 2015 Técnicas quirúrgicas en estómago Figura 7a: Tejido necrótico en estómago previo a la invaginación. Figura 7b: Vista del estómago una vez realizada la técnica de invaginación. Número 137 - Diciembre 2015 Canis et Felis 17 CIRUGÍA DE TEJIDOS BLANDOS: Gastrointestinal, Hemoabdomen y Hernia diafragmática ción del diámetro pilórico en los casos en que la restricción se limita a la muscular [2, 3, 17] (Figura 8). Piloroplastia de Heineke-Mikulicz En este caso, la incisión longitudinal también se realiza sobre la superficie ventral del píloro, pero abarcando el espesor completo del mismo, es decir todas las capas pilóricas permitiendo una exposición limitada de la mucosa pilórica [3, 17]. A continuación el defecto se cierra de forma transversa, mediante un patrón aposicional con sutura reabsorbible moFigura 8: Piloromiotomía. nofilamento 2-0 o 3-0. Esta técnica se utiliza en patologías que afecten al espesor completo del píloro, permitiendo realizar biopsias y resecar parte de la mucosa pilórica [3, 17] (Figura 9). Piloroplastia de Y-U La piloroplastia de Y-U nos permite un mejor acceso a la mucosa pilórica para la resección de la misma en el caso que lo necesitemos, aumentando considerablemente el diámetro de la luz del píloro ya que se adelanta una parte del antro pilórico a la región del esfínter pilórico [18, 19]. Para llevar a cabo esta técnica se realiza una incisión de espesor completo en forma de Y. La 18 Canis et Felis Figura 9: Piloroplastia de Heineke-Mikulicz. Número 137 - Diciembre 2015 Técnicas quirúrgicas en estómago incisión para el cuerpo de la Y se realiza centrada sobre la superficie ventral del píloro, y las incisiones para los brazos de la Y se extienden hacia el antro pilórico paralelos a la curvatura mayor y menor del estómago. Los brazos de la Y deben adelantarse ligeramente formando una solapa en forma de U. Este colgajo en forma de U se hace avanzar suturando en primer lugar la parte distal del colgajo a la parte distal de la incisión duodenal, y cerrando a continuación el resto de la incisión con un patrón aposicional de puntos sueltos utilizando material reabsorbible monofilamento 2-0, 3-0 (Figura 10). Finalmente, omentalizamos la zona [18, 19]. Figura 10: Piloroplastia Y-U. Anastomosis gastroduodenales Billroth I o pilorectomía con anastomosis gastroduodenal Este procedimiento se realiza en animales con obstrucción pilórica, que no pueden ser tratados con técnicas de piloromiotomia o piloroplastia, como por ejemplo neoplasias pilóricas, hiperplasia pilórica o presencia de úlceras entre otras causas. Este procedimiento no requiere la derivación de las vías biliares (colecistectomía) debido a que la papilla duodenal mayor se deja intacta [19-21]. Número 137 - Diciembre 2015 Canis et Felis 19 CIRUGÍA DE TEJIDOS BLANDOS: Gastrointestinal, Hemoabdomen y Hernia diafragmática Para la realización de esta técnica se debe conocer muy bien la anatomía regional, identificando el conducto biliar, los conductos pancreáticos, y el suministro vascular al estómago y duodeno antes de realizar cualquier incisión. Se deben colocar suturas de sostén o puntos de apoyo en estómago y duodeno para facilitar la retracción y minimizar las fugas. A continuación colocamos pinzas atraumáticas (Doyen) en la zona proximal y distal al lugar de resección, y seccionamos el ligamento hepatogástrico para retraer caudoventralmente el píloro [3, 19, 21] (Figura 11). Figura 11: Colocación pinzas atraumáticas (Doyen) en la zona proximal y distal al lugar de resección. Una vez hecho esto, debemos resecar y ligar las ramas de los vasos gástricos y gastroepiploicos que vascularizan la región a resecar. Aislamos la zona del resto del abdomen con gasas húmedas y resecamos el píloro con tijeras de Metzembaum u hoja de bisturí [21] (Figura 12). Si observamos que existe una diferencia significativa en el diámetro, podemos aumentar el diámetro del duodeno mediante una incisión en el borde antimesentérico o cerrar una parte del estómago hasta equilibrarlos diámetros de las dos superficies. 20 Canis et Felis Número 137 - Diciembre 2015 Técnicas quirúrgicas en estómago Figura 12: Resección del píloro. El último paso es la anastomosis termino-terminal del estómago con el duodeno mediante un patrón aposicional simple continuo o interrumpido en una o dos capas con material reabsorbible monofilamento 2-0 o 3-0 (Figura 13). Al finalizar este procedimiento, omentalizamos la zona [21]. Billroth tipo II o gastrectomía parcial con anastomosis gastroyeyunal Este procedimiento se lleva a cabo sobre todo en neoplasias que afectan a una gran cantidad de tejido gástrico y duodenal. Los pasos para realizar esta cirugía son similares a los realizados en la Billroth tipo I, con la diferencia de que en esta técnica el estómago y el duodeno proximal están cerrados después de la pilorectomía, y el yeyuno está unido con una anastomosis latero-lateral al estómago. Diversas modificaciones de la técnica original existen y se han descrito anastomosis termino-lateral e incluso termino-terminal. Si la exeresis incluye la papilla duodenal mayor, será preciso realizar una derivación biliar o colecistectomía para permitir el vaciado de la vesícula biliar en el intestino [20]. Resecamos el píloro, antro y duodeno proximal como en la Bilroth I y se cierra el lumen del duodeno y del estómago a poder ser en 2 capas. En la primera, incorpora- Número 137 - Diciembre 2015 Canis et Felis 21 CIRUGÍA DE TEJIDOS BLANDOS: Gastrointestinal, Hemoabdomen y Hernia diafragmática Figura 13: Anastomosis termino-terminal de estómago con duodeno mediante un patrón aposicional simple contínuo. mos la mucosa y submucosa con puntos simples o sutura continua y en la segunda usamos una sutura inversante (Cushing, Lambert) de muscular y serosa [2, 20]. Identificamos un área con poca vascularización en el cuerpo del estómago y llevamos un bucle del yeyuno proximal al sitio seleccionado y lo fijamos con sutura continua. Realizamos una incisión de espesor completo en el estómago y otra en el yeyuno seleccionado y unimos ambos bordes con una sutura continua o puntos simples. Omentalizamos la zona [2, 20]. Consideraciones post-quirúrgicas generales Después de cualquier cirugía gástrica se recomienda mantener al animal con fluidoterapia (corrigiendo las perdidas y suplementando los fluidos en función de los valores de electrolitos) hasta que este es capaz de comer y beber adecuadamente. De esta manera conseguimos corregir los posibles desequilibrios electrolíticos asociados a la patología [4, 22]. La ingesta oral de alimentos y agua puede iniciarse 8-12 horas después de la cirugía en animales que no presenten vómitos activos. Si los vómitos están 22 Canis et Felis Número 137 - Diciembre 2015 Técnicas quirúrgicas en estómago presentes se debe investigar el origen de estos. Si sospechamos de una alteración de la motilidad intestinal lo primero que debemos descartar son procesos que nos puedan comprometer la misma, como por ejemplo una peritonitis asociada a dehiscencia de suturas, o una obstrucción debida a la cirugía entre otras causas. Una vez descartadas estas complicaciones, podemos intentar aumentar la motilidad con un agente procinético como metoclopramida (0,20,5mg/kg/6-8h) o cisaprida (0,1-0,5mg/kg/8-12h) [3]. Además también se recomienda la administración de antagonistas de los receptores H2 de histamina como cimetidina (5-10mg/kg/6-8h), ranitidina (0,52mg/kg/8-12h) o famotidina (0,1-0,5mg/kg/12-24h), que inhiben la producción de ácido gástrico y disminuyen el riesgo de daño esofágico por reflujo [3, 21]. Los analgésicos deben administrarse según sea necesario en cada caso y en cada paciente de manera individual. El uso de AINES es controvertido en cirugías gastrointestinales, aunque existen estudios en los que se ha demostrado su seguridad a dosis terapéuticas, además de su efecto analgésico [23, 24]. Se debe considerar la colocación de sondas de gastrostomía o enterostomía intraquirúrgicas en pacientes anoréxicos desde hace días o con riesgo de lipidosis hepática, evitándoles una segunda intervención para ello, ya que es muy importante la correcta ingesta calórica en estos pacientes, para la recuperación y cicatrización temprana tras la cirugía [2, 3, 22]. Se debe monitorizar la actividad eléctrica del corazón mediante electrocardiogramas, en pacientes en los cuales existían arritmias previas a la cirugía o se prevé la aparición de estas a posteriori [21, 22]. Teniendo en cuenta todos estos factores, es muy importante la correcta vigilancia de estos pacientes, para así llevar a cabo una detección temprana de cualquiera de las complicaciones asociadas a estas técnicas quirúrgicas, como peritonitis secundaria a fugas intra o post operatorias, vómitos, anorexia, ulceras gástricas, estenosis pilórica con una obstrucción de la salida gástrica e incluso pancreatitis, y poder instaurar un tratamiento adecuado para resolverlas a tiempo [9, 21, 22]. BIBLIOGRAFÍA 1. Washabau, R.J. and M.J. Day, Canine and Feline Gastroenterology. First Edition ed. 2013: Elservier. 2. Fossum, T.W., et al., Small Animal Surgery. Fourth Edition ed. 2013: Elservier. 3. Tobias, K.M. and S.A. Johnston, Veterinary Surgery: Small Animal. First Edition ed. 2012: Elservier. 4. Boag, A.K., et al., Acid-base and electrolyte abnormalities in dogs with gastrointestinal foreign bodies. J Vet Intern Med, 2005. 19(6): p. 816-21. 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