Democracia latinoamericana en el siglo XIX: una breve comparación con la democracia de los Estados Unidos (Latin American Democracy in the Nineteeth Century: A Brief Comparison with U.S. Democracy) Roxanne Rodriguez 82-345: Introduction to Hispanic Literary and Cultural Studies La meta principal de la revolución de Bolívar fue la independencia de Latinoamérica. Hasta el inicio de la rebelión contra España, las personas viviendo como súbditos de la corona en América no podían comerciar libremente y les pagaban impuestos extraordinarios a los monarcas sin beneficio de representación significativa. Bolívar y revolucionarios como él buscaban la manera de deshacer los enlaces entre Latinoamérica y España. Para ellos, la democracia, igualdad, y unidad fueron las cuestiones fundamentales de la revolución. En el siglo XIX, éstas no se habían logrado en Latinoamérica ni en los Estados Unidos. Las ideas de la Ilustración llegaron a América con otros productos europeos. Filósofos como Montesquieu, Voltaire y Rousseau propagaban ideas de libertad y, hasta cierto punto, de revolución. Napoleón Bonaparte, motivado por la manía de la conquista, invadió a España en 1808 y puso a su hermano, José, en el trono. Esta acción fue el ímpetu necesario para la independencia de Colombia, Venezuela, Uruguay, y Argentina, entre otros. El joven Simón Bolívar en el norte batalló contra las autoridades españolas por tres años, hasta sus victorias en Boyacá y Carabobo. José de San Martín en el sur defendió contra una invasión inglesa y proclamó la independencia del Perú en Lima en 1821. Ninguno de los héroes de la independencia quiso asumir una posición política. Pensaban que la figura del “soldado afortunado,” un hombre que hubiera obtenido autoridad por su éxito en la batalla, no era el mejor para gobernar y desarrollar la economía. Desafortunadamente, al soldado afortunado llegó a tener mucha influencia en Latinoamérica. Para que exista la democracia en un país, debe haber progreso económico. Aunque la sociedad latinoamericana heredó la tradición europea del consumo, no había desarrollado una industria propia. Las dictaduras que “llenaron el vacío” político que había dejado la independencia se preocupaban más por el control que por el desarrollo. Rosas en Argentina usó el terror para callar a la clase media. En los Estados Unidos del siglo XIX, sí existía progreso económico. La producción del algodón allí fue muy importante para el desarrollo del país como una nación independiente. Muchos países europeos dependían de ella. Claro, esta industria no pudo haber tenido éxito sin la labor de esclavos. En esta desigualdad racial sí se parecía Latinoamérica a los Estados Unidos de aquella época. La segunda cuestión de Bolívar no llegó a buen término. Las poblaciones marginadas de los pueblos liberados continuaban siendo marginadas. En el Congreso de Angostura de 1819, donde Simón Bolívar reunió a representantes del pueblo, no fueron representados los negros y mulatos. Allí, la misma clase de criollos que había oprimido a los negros anteriormente, estaba encargada de formar la nueva sociedad española-americana. Cuando se empezaron a formar dictaduras militares en Latinoamérica, las partes marginadas de la sociedad se sintieron aún más agobiadas. Bajo la dictadura de Rosas, los guachos, que las habían ayudado a llegar al poder, se convirtieron en enemigos del estado por lo que representaban: el pensamiento liberal. Luego, bajo un general llamado Julio Argentino Roca, el gobierno asesinó a incontables indígenas. La tercera cuestión de Bolívar, la unidad, tampoco fue resuelta. Benito Juárez, en Méjico, trató de crear un estado democrático y acabó iniciando una guerra civil. ¿Si peleaban entre sí mismos, cómo podrían unirse los varios pueblos latinoamericanos? No lograron hacerlo en el siglo XIX. Los Estados Unidos también estaban desunidos. La diferencia entro los estados del norte y del sur causó una guerra civil también. Los sureños querían seguir usando la labor de esclavos para mantener a su industria. Los del norte pensaban que esto era una acción inmoral. Las diferencias se agravaron tanto que los estados del sur declararon su independencia, pero no tuvieron éxito en separarse del norte permanentemente. Podríamos decir que hasta hoy los países latinoamericanos no han encontrado la solución a las dudas de Bolívar y sus contemporáneos. Las ideas de la Ilustración motivaron a los revolucionarios del siglo XIX, pero dejaron muchas preguntas sin respuesta: qué hacer después de lograr la independencia de Europa, cómo aplicar las ideas políticas y económicas a la sociedad española-americana, y cómo cambiar la mentalidad clasista de los criollos y aristócratas. Cuando Napoleón declaró que su hermano sería el nuevo rey de España y en las colonias españolas, los latinoamericanos tomaron su destino en sus propias manos. Pero las cuestiones de la democracia, igualdad, y unidad en el pueblo continuaron siendo vigentes. En los Estados Unidos también existían problemas similares.