Cap. 1 Técn muestreo en suelos rbv

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TECNICAS DE MUESTREO DE SUELO
PARA ANALISIS DE FERTILIDAD
René Bernier Villarroel, Ing. Agrónomo M.Sc.
Centro Regional de Investigación Remehue, Instituto de Investigaciones Agropecuarias
INIA
E-mail: [email protected]
INTRODUCCION
La cantidad de fertilizante que se debe aplicar a un cultivo o pradera es una de las
principales decisiones que tiene que tomar un productor antes de establecer un cultivo en
el campo o aplicar la fertilización de mantención a una pradera establecida. La decisión
que se tome debe asegurar que el cultivo o pradera tenga un resultado exitoso y
económicamente rentable. La inversión en fertilizantes representa una parte importante de
los costos de producción. Por esto, una fertilización lo más próxima a las necesidades
reales de las plantas, contribuirá, por una parte, a que éstas no se vean restringidas en su
crecimiento por limitaciones de nutrientes, y por otra, que la inversión en fertilizantes sea
sólo la necesaria para obtener un retorno adecuado. Otra ventaja que se presenta, es que
la dosis adecuada de fertilizantes asegura la estabilidad del recurso productivo sin
provocar efectos no deseados en el medio ambiente.
El suelo es un medio natural de donde las plantas obtienen todos los elementos minerales
(elementos esenciales) que requieren para su nutrición. Sin embargo, ocurre que por
razones naturales, derivadas de la calidad de los materiales originales que dieron
formación al suelo, o a situaciones inducidas, como son la extracción por los cultivos o
praderas (sin la reposición correspondiente) y las pérdidas por erosión o mal manejo del
recurso, éste no puede suministrar los elementos nutricionales en la cantidad adecuada.
La explotación agrícola de los suelos ha producido con el tiempo un desbalance entre las
entradas y las salidas de algunos nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas.
Como consecuencia de esto, se ha producido un déficit en el aporte de los elementos que
es necesario suplir mediante la fertilización. Este desbalance es posible evaluarlo, con
cierta precisión, a través del análisis químico de suelo.
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MUESTREO DE SUELOS
El valor tecnológico del análisis de suelo depende de la exactitud de cada una de las
siguientes fases :
n Toma de muestras
n Extracción y determinación de los nutrientes disponibles
n Interpretación de los resultados del análisis
n Recomendación de fertilizantes y enmiendas
Fig. 1 Muestreo de suelo
En cada una de estas fases pueden ocurrir errores, afectando el resultado del análisis y
por consiguiente la recomendación de fertilizantes y/o enmiendas a aplicar.
Los errores debidos a muestras mal tomadas, son generalmente los más significativos,
porque no se pueden corregir en las fases subsecuentes. Una muestra mal tomada puede
causar errores de un 50% o más en el diagnóstico de la fertilidad de un suelo.
La colección de una muestra representativa es esencial para una correcta recomendación
de fertilizantes y/o enmiendas y posibilita la obtención de rendimientos económicos.
El muestreo es la fase más crítica de un programa de fertilización en base al análisis de
suelo, por los siguientes motivos :
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n el suelo es un cuerpo heterogéneo en sus propiedades químicas,
n la heterogeneidad química del suelo es acentuada por las prácticas de fertilización,
encalado y por los cultivos,
n desconocimiento de los principios del muestreo de las personas que lo realizan,
n insuficiente información complementaria para la interpretación de los análisis, como :
fertilización anterior, encalado, rendimiento de los cultivos anteriores, topografía, etc.
MUESTRA REPRESENTATIVA
Muestra de suelo se define como aquella cantidad de tierra compuesta por varias
porciones de igual tamaño (submuestras), obtenidas de diversos puntos del área que se
desea analizar y mezcladas en forma homogénea.
Se conoce que los suelos son cuerpos heterogéneos, debido a que sus factores de
formación varían de sitio en sitio, y dentro de cada sitio, imprimiéndoles características
diferentes, que deben ser consideradas en el muestreo.
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EQUIPO DE MUESTREO
El equipo básico de muestreo incluye un balde limpio, bolsas plásticas, barreno de tubo,
barreno de fertilidad o pala ( jardinera, recta ). Para la selección de las herramientas que
se utilizarán debe considerarse la textura del suelo, ya que algunas de las herramientas
señaladas no pueden ser empleadas, por ejemplo en suelos muy arenosos o muy
arcillosos. Para texturas medias es más aconsejable el uso del barreno de fertilidad,
pudiendo ser reemplazado por el barreno de tubo o el barreno holandés, que cuentan con
cuchillas cortantes, especiales para texturas finas. La pala jardinera tiene un amplio rango
de texturas en las cuales puede ser utilizada, pero tiene el inconveniente de hacer más
lento el muestreo al realizar una excavación para cada submuestra.
Fig. 2 Elementos de muestreo
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TOMA DE UNA MUESTRA REPRESENTATIVA
Una muestra representativa es aquella que mejor refleja las condiciones de fertilidad de
esa área específica. Para que exista representatividad, la muestra de suelo debe ser
compuesta de varias submuestras de igual tamaño. El número de submuestras por
muestra está dado por la variabilidad que presenta el nutriente más móvil dentro de los
que se desea analizar. Estudios realizados en la Décima Región, señalan que dicha
variabilidad se compensa con 20 a 25 submuestras por unidad de muestreo.
El primer paso para proceder al muestreo es subdividir el área en unidades de suelos
homogéneos (cartografía). En esta subdivisión se debe considerar el tipo de suelo,
topografía, vegetación e historia del manejo previo.
Los suelos se pueden diferenciar por su color, textura, profundidad, topografía y otros
factores. Si todos estos factores fueren homogéneos, pero existe una parte del área que
ha sido fertilizada, ésta última debe ser muestreada por separado.
Las unidades de muestreo deben separarse y representarse mediante un croquis de
ubicación del predio, teniendo en cuenta características tales como pendiente, cultivos o
manejo anteriores, textura, laboreo, antecedentes históricos, características del drenaje,
etc.
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3
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1
Fig. 3 Separación de unidades de muestreo
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La unidad de muestreo debe tener una superficie no mayor de 20 ha, dependiendo de las
características de homogeneidad presentes. En los suelos de la Décima Región, que
presentan una marcada variabilidad espacial, topográfica y de fisiografía hacen
recomendable reducir el tamaño de la unidad de muestreo a no más de 10 ha. para
asegurar una adecuada representatividad. Por cada unidad de muestreo existirá una
muestra compuesta.
Una vez establecida la unidad de muestreo, se procede a recolectar las submuestras
recorriendo la unidad establecida en zig zag o en cualquiera otra forma sistemática cada
cierta distancia.
Fig. 4 Muestreo en “X” y en Zig Zag.
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La cantidad de suelo a ser utilizada en el análisis es de apenas 5 a 10 gramos, de
acuerdo al esquema que se presenta, por lo tanto es necesario seguir rigurosamente
todas las instrucciones para obtener muestras representativas.
Peso promedio de la capa
arable de una hectárea :
2.000.000 kg.
v
Peso de la muestra enviada
al laboratorio :
0,5 kg.
v
Peso de la muestra analizada
en el laboratorio :
0,005 - 0,01 kg.
Considerando que normalmente una muestra de suelo compuesta corresponde de 10 a 20
ha. la representatividad de la muestra enviada al laboratorio se torna en un factor de suma
importancia para una correcta recomendación de fertilizantes y/o enmiendas.
Para iniciar el proceso de muestreo se debe eliminar la vegetación superficial en todos los
casos, independiente de la herramienta que se utilice. En el muestreo con pala se debe
efectuar una excavación en forma de “ V “, de 15 a 20 cm. de profundidad, impidiendo que
el suelo se desmorone. Se saca una tajada de 3 cm de espesor. Se corta un trozo de
aproximadamente 3 cm de ancho por todo el largo de la tajada, en el sector central de la
pala, eliminando los bordes laterales mediante una espátula o cuchillo. Posteriormente se
deposita dentro del balde para ser mezclada con las otras submuestras.
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Fig. 5 Muestreo con pala recta
Al utilizar la pala es importante que la cantidad de tierra obtenida en cada punto sea
similar de modo de que todos los sectores del área muestreada queden igualmente
representados.
Fig. 6 Muestreo con taladro y pala recta.
Unas vez colectadas todas las submuestras, éstas se mezclan en el balde (o saco limpio).
Después de homogeneizar la muestra de suelo, se extrae una pequeña cantidad de tierra
y se introduce en una bolsa plástica nueva, que debe tener una capacidad de al menos
medio litro, para su posterior envío al laboratorio.
En los potreros existen sectores que no se deben muestrear por no corresponder a la
generalidad de la unidad de muestreo, evitando así afectar la representatividad de la
muestra.
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Fig. 7 Lugares donde no se debe tomar muestras de suelo.
Se debe tener especial cuidado de no muestrear cerca de acequias, drenes o sectores
inundados, cerca de la entrada de potreros o de construcciones, sectores en que se han
acumulado residuos vegetales, tales como silos, parvas, etc. No colectar muestras sobre
fecas o manchas de orina. Es recomendable distanciarse unos 10 metros de cercos vivos,
árboles u otras barreras.
EPOCA DE MUESTREO
En general, las muestras de suelo pueden ser colectadas en cualquier tiempo. Sin
embargo, por razones prácticas es recomendable tomar las muestras 1 ó 2 meses antes
de la siembra de cultivos anuales. En cambio, para praderas es aconsejable colectarlas,
por lo menos, 1 mes antes de la fertilización de otoño o primavera. Es necesario tener en
cuenta que el proceso de tratamiento de la muestra de suelo en el laboratorio, desde que
es recepcionada hasta que se emite el informe y la recomendación, puede tardar hasta 15
días.
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PROFUNDIDAD DE MUESTREO
Las muestras de suelo para cultivos anuales se obtienen a una profundidad de 0 a 15 ó de
0 a 20 cm, es decir, explorando la fertilidad de la capa arable. Para praderas, la
profundidad de la zona de muestreo debe ser, como máximo, de 0 a 10 cm, puesto que a
esa profundidad se registra la mayor densidad y actividad de raíces.
Fig. 8 Diferentes profundidades de muestreo.
ENVASADO Y ALMACENAJE DE LA MUESTRA DE SUELO
Una vez mezclada y homogeneizada, la muestra de suelo debe ser envasada en una bolsa
de polietileno nueva, con el objeto de evitar la contaminación de la misma. Cualquier
elemento extraño a la muestra de tierra puede inducir a errores en el análisis químico, con
la consecuente falla en su interpretación.
La muestra envasada (claramente identificada) debe ser remitida con prontitud al
laboratorio para ser estabilizada y procesada. El almacenaje de la muestra en
condiciones de temperatura ambiente o superior y con la humedad que contiene, puede
inducir el proceso de incubación, lo que provoca importantes transformaciones en la
composición química de la muestra. La materia orgánica presente en los suelos, en
especial en la Décima Región, en condiciones de humedad y temperatura determinadas,
es atacada por microorganismos provocando los procesos señalados.
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IDENTIFICACIÓN DE LA MUESTRA
Cada muestra compuesta debe ser perfectamente identificada, en términos de su
procedencia, fecha de colecta, profundidad a la cual fue colectada, potrero, sector y
superficie que representa.
La muestra debe ir acompañada por la hoja de identificación, cuya información ayudará a
la interpretación y recomendación producto del análisis químico.
CONSIDERACIONES FINALES
El análisis químico que se realiza a la muestra de tierra con fines de diagnóstico de la
fertilidad está basado en métodos convencionales que han sido probados y aceptados
por los laboratorios de nutrición vegetal.
Dichos métodos, en general, consisten en el uso de un reactivo químico que simula la
extracción que hacen las plantas de un determinado nutriente. Por tratarse de la
simulación de la realidad, el resultado analítico es sólo un índice de la “ disponibilidad “ de
un nutriente, por lo tanto no refleja exactamente el estado de éste en el suelo. Dichos
índices se agrupan en categorías o rangos , yendo de muy bajos a muy altos,
dependiendo del valor del análisis. Según el extractante que se utilice, la determinación
analítica arrojará diferentes valores, los que deberán ser calibrados con la respuesta de
los cultivos o praderas, en condiciones de campo.
Como el análisis de suelo se utiliza para conocer el estado de la fertilidad de un sector o
potrero para determinar la cantidad de fertilizante que se va a aplicar (y comprar), lo que
significa un costo muy importante para el cultivo, se deberá seguir cabalmente las
instrucción para obtener una muestra representativa. Las demás fases del proceso
dependerán de la eficiencia de los laboratorios de diagnóstico nutricional. Hay que tener
en cuenta que los análisis no corrigen los errores que se han cometido durante la colecta o
acondicionamiento de las muestras.
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BIBLIOGRAFÍA
Bernier, R.L. 1979. Muestreo de suelos para análisis químico. Boletín Técnico N° 28 (17
Re). Estación Experimental Remehue. INIA. 12 p.
Bernier, R :L . 1980. Muestreo de suelos con pradera para análisis químico. XXXI
Jornadas de la Sociedad Agronómica de Chile. Facultad de Agronomía, Pontificia
Universidad Católica de Chile, Santiago, Julio - Agosto 1980.
Bernier, R :L : 1982. Profundidad de muestreo de suelos para determinación de la
fertilidad actual en praderas permanentes. VII Reunión Anual de la Sociedad
Chilena de Producción Animal. Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad
Austral de Chile, Valdivia, Noviembre 1982.
Bernier, R:L : y N.G.Teuber. 1986. Relaciones entre tipos de praderas y fertilidad de
suelos en la Décima Región. XI Reunión Anual de la Sociedad Chilena de
Producción Animal. Facultad de Agronomía, Universidad de Concepción, Chillán,
Octubre 1986.
Etchevers, J.D. 1991. La función del Laboratorio de Diagnóstico de las necesidades de
fertilizantes. Enfoques tradicionales y modernos del análisis químico de suelos.
Adijal XIV (44) : 21 - 27 p.
López Ritas, J. Y J. López Melida. 1990. El diagnóstico de suelos y plantas. Mundi-Prensa,
Madrid, España. 363 p.
Peck, T :R : & W. Melsted. 1973. Field sampling for soil testing. p 67 - 75. In : Walsh, L. M.
and J.D. Beaton (ed). Soil testing and plant analysis. Soil Science Society of
America. Madison, Wisconsin, USA.
Rojas, C. y N. Rodríguez. 1997. Manual de muestreo de suelos para análisis de fertilidad.
Departamento de Protección de los Recursos Naturales Renovables, Servicio
Agrícola y Ganadero. Ministerio de Agricultura. Santiago, Chile. 23 p.
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FORMULARIO DE ANTECEDENTES ANALISIS DE SUELO
A. IDENTIFICACIÓN
IDENTIFICACIÓN AGRICULTOR
Nombre :
Dirección :
Comuna :
Nº LABORATORIO
_____________
R.U.T.
Fono :
Fax :
Casilla :
e-mail :
IDENTIFICACIÓN DE LA MUESTRA
Potreros :
Prof. de muestreo :
Superficie de muestreo :
cm.
Hás.
B. ANTECEDENTES AGRONÓMICOS
TIPO SUELO
TOPOGRAFÍA
Trumao
[__] Plano
[__]
Rojo Arcilloso
[__]
Transición
[__]
Ñadi
[__]
Terraza o Vega
[__]
Predio :
Localidad :
Comuna :
Provincia :
Fecha Muestreo : __ / __ / __
Fecha Recepción : __ / __ / __
Envío Resultado : [__] Correo
[__] Bus
[__] Fax
[__] Retira personalmente
PROF. DEL SUELO
Menos de 60 cm.
[__]
Bueno
DRENAJE
[__]
Loma Suave [__]
Entre 60 y 100 cm.
[__]
Regular
[__]
Loma Fuerte [__]
Más de 100 cm.
[__]
Malo
[__]
C. INFORMACIÓN DE SIEMBRAS
CULTIVO ANTERIOR
Cultivo :
Rendimiento :
CULTIVO PROXIMO
Cultivo :
FORMA DE SIEMBRA:
[__] Establecimiento
Rendimiento Esperado :
[__] Regeneración
Fecha de siembra :
Especies:
Fecha Establecim :
D. INFORMACIÓN DE PRADERAS
TIPO PRADERA
[__] Pradera Naturalizada [__] Pradera Mixta
[__] Alfalfa Establecida ( ___ años)
E. ANALISIS REQUERIDOS
[__] FERTILIDAD DE
RUTINA
Fósforo Olsen, Potasio int., Mat.
Orgánica, pH agua, pH cloruto
de calcio.
ESTABL/REGENERACIÓN
PRADERAS
MANEJO PRADERA
Fertilización de Mantención: [__] Si
[__] No
[__] Solo Año Anterior [__] Dos Ultimos Años [__] Tres o Más Años
[__] COMPLETO
Fertilidad de rutina + Calcio,
Magnesio, Sodio y Aluminio
Intercambiables, Suma de
Bases, Saturación Aluminio
Azufre
[__] COMPLETO +
MICROELEMENTOS
Completo + Boro,
Hierro, Manganeso,
Cobre, Zinc.
[__] INDIVIDUALES
_ P-Olsen _ M.O. _ N min
_ K int. _ Ca int. _ Mg int.
_ Na int. _ Al int. _ pH agua
_ pH CaCl2 _ S-SO4 _ Boro
_ Cu _ Zn _ Mn _ Fe
F. OBSERVACIONES :
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ANALISIS DE SUELO
METODOLOGIA E INTERPRETACION
René Bernier Villarroel, Ing. Agrónomo M.Sc.
Centro Regional de Investigación Remehue, Instituto de Investigaciones Agropecuarias
INIA
E-mail:[email protected]
INTRODUCCION
La actividad agrícola, en la actualidad, ha pasado de ser una forma de vida a una
actividad de carácter empresarial y comercial, lo que ha provocado un serio deterioro
del recurso suelo, y particularmente de su fertilidad, a través de una degradación de las
propiedades físicas, q uímicas y biológicas de éste.
Como una forma de contrarrestar la pérdida de capacidad de suministro de nutrientes
esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas, por degradación de la capa
superficial de los suelos, ha sido necesario recurrir a la aplicación de productos
orgánicos e inorgánicos portadores de dichos nutrientes. Cabe destacar que junto a los
beneficios derivados de esta práctica, en algunos casos se ha abusado de ella, lo que
ha traído como consecuencia algunos problemas de contaminación del medio,
particularmente de cuerpos naturales de agua.
Sin embargo, para producir las cantidades de alimentos que la humanidad reclama no
se puede dejar de utilizar los fertilizantes, lo que debe hacerse en forma racional,
observando con atención los factores económicos que están involucrados.
Todas las plantas requieren de elementos nutritivos para completar su desarrollo
normal. Estos elementos se denominan esenciales, y deben estar disponibles para los
cultivos cuando éstos los requieran. En general, se estima que el nitrógeno (N), el
fósforo (P) y el potasio (K) representan probablemente el 90% de los problemas
nutricionales del mundo, apareciendo con menos frecuencia condiciones deficitarias de
los otros nutrientes.
Antes de decidir si es necesario aplicar un fertilizante y cuánto hay que aplicar, en caso
que haya que hacerlo, es preciso demostrar que el suelo no es capaz de proporcionar
un determinado nutriente en cantidad suficiente para alcanzar un rendimiento cercano
al máximo posible en un agrosistema dado.
La función que debe desempeñar el profesional o técnico de terreno es diagnosticar la
condición de suministro de los elementos esenciales del suelo y establecer las
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estrategias y soluciones para que el nivel de dichos nutrientes sea suficiente para el
crecimiento óptimo de los cultivos.
Para cumplir con el diagnóstico se puede recurrir a diferentes métodos, entre los que
destacan el análisis foliar, ensayos biológicos y el análisis de suelo.
ANALISIS QUIMICO DE SUELOS
El análisis químico de suelos consiste en extraer, mediante una solución química, una
fracción del total del elemento esencial para el crecimiento de las plantas y luego medir
la cantidad solubilizada con procedimientos químicos adecuados. Para que esta
fracción tenga un significado agronómico, es preciso que represente una proporción de
lo que la planta requiere. No todos los extractantes existentes para evaluar un nutriente
cumplen con esta condición. Lo adecuado de uno u otro depende de la forma en que el
nutriente se encuentre en el suelo, de la forma en que se haga el análisis y del cultivo
con que se trabaje.
El método para seleccionar un determinado extractante se denomina CORRELACION,
debido a que originalmente se utilizó esta técnica estadística para relacionar la cantidad
extraída en el laboratorio de un nutriente determinado, con la cantidad del mismo
absorbida por la planta o con algún parámetro de crecimiento.
La interpretación agronómica del resultado de un análisis químico utilizado con fines de
diagnóstico de la disponibilidad de nutrientes para las plantas, requiere de otras
informaciones adicionales, como la relación entre el resultado analítico y el porcentaje
del rendimiento máximo que es posible alcanzar con ese nivel de disponibilidad, y la
respuesta que se puede esperar al aplicar un fertilizante que contenga el elemento
analizado. Este procedimiento se denomina CALIBRACION y está fundamentado en
numerosos experimentos de campo, sobre diferentes suelos, para diferentes elementos
nutritivos y para diferentes cultivos.
A raíz de la puesta en marcha del Programa de Recuperación de Suelos Degradados,
por el Ministerio de Agricultura, que dentro de su reglamentación establece el uso del
análisis de suelos para postular a algunos subprogramas, fue necesario normalizar las
metodologías analíticas utilizadas por los laboratorios de suelos del país y establecer un
sistema de evaluación y posterior acreditación de los mismos. Como resultado de dicho
proceso se acreditaron 17 laboratorios de suelos en todo el país, de los cuales 4
corresponden a la Décima Región. El sentido de la acreditación es que todos los
laboratorios registrados bajo esta norma ofrecen la misma confiabilidad en sus
resultados, por lo que resulta indiferente la utilización de uno u otro servicio de análisis.
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En el Laboratorio de Servicio de Análisis de Suelos de INIA Remehue (Osorno),
acreditado para el Programa de Recuperación de Suelos Degradados, se deben cumplir
la siguientes etapas:
-
Recepción de la muestra de suelo.
Secado al aire.
Tamizado a través de un tamiz de 2 mm.
Análisis químico propiamente tal.
Recepción de la muestra.
La muestra de suelo que será sometida a análisis químico con fines de diagnóstico de
la fertilidad debe ser colectada de acuerdo a las estrictas normas detalladas en el
capítulo anterior, observando cuidadosamente todas las etapas.
Un vez cumplida la etapa el muestreo, la muestra de suelo es enviada al laboratorio
respectivo en donde es recepcionada y registrada cuidadosamente, anotando todos
antecedentes que describen el sitio de muestreo y su entorno, datos muy importantes al
momento de la interpretación y posterior recomendación de fertilizantes. Cada muestra
debe ir acompañada de un formulario debidamente llenado con los antecedentes que
se solicitan en él.
Secado al aire.
Debido a que el suelo es un complejo de factores químicos, físicos y biológicos que
interactúan en forma muy dinámica, es necesario estabilizar la muestra de suelo
recepcionada, de modo de que no se produzcan transformaciones indeseables,
alterando la composición original de dicha muestra. Para ésto se somete al secado (se
debe moler si es necesario) al aire ambiente, forzándolo levemente para acelerar el
proceso. De acuerdo a la humedad de la muestra, esta etapa puede durar hasta tres
días.
Tamizado de la muestra
Los métodos convencionales de análisis de suelo establecen que la extracción de los
nutrientes se debe realizar poniendo en contacto la tierra, cuyas partículas deben ser de
un tamaño inferior a 2 mm, con la solución química correspondiente.
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Análisis químico
El reglamento que regula el Programa de Recuperación de Suelos Degradados
establece que para la aplicación del subprograma de fertilización fosfatada se requiere
del análisis de suelo que establece el nivel de disponibilidad de dicho nutriente. En
cambio, para aplicar el subprograma de enmiendas calcáreas, se requiere conocer la
acidez del suelo a través del pH al agua y/o el porcentaje de saturación de aluminio,
para lo cual es necesario determinar el pH, los contenidos de bases de intercambio
(calcio, magnesio, potasio y sodio) y el contenido de aluminio intercambiable. Con
estos parámetros de establece el grado de acidez actual del suelo.
INTERPRETACION DEL ANALISIS DE SUELO
El dato que surge del análisis químico de un suelo no tiene sentido agronómico por si
mismo, porque su magnitud está asociada directamente con la solución extractante
utilizada y no necesariamente con los contenidos reales de elementos esenciales en el
suelo. Es por esto que es necesario contar con información adicional del entorno, del
clima, del cultivo, etc. Esta información se obtiene a través del procedimiento de la
CALIBRACION realizada en terreno.
La calibración se realiza fundamentalmente en tres etapas diferentes, en las cuales se
van relacionando los análisis de suelo con los rendimientos y con las dosis de nutriente
aplicadas.
Rendimiento relacionado con el análisis de suelo.
El resultado analítico va a tener diferente significado agronómico si se trata de un
cultivo de cereal, de un cultivo de chacra o de un cultivo industrial. Esto se debe a que
las plantas difieren en sus requerimientos nutricionales, por lo tanto cada especie tiene
diferente demanda de un determinado elemento para completar su normal desarrollo.
Así un mismo resultado analítico puede tener distinta interpretación agronómica. Lo
mismo puede ocurrir entre diferentes suelos, toda vez que éstos presentan
características químicas y físicas propias que hacen que la dinámica de los nutrientes
en ellos sea particular, en términos de capacidad de suministro, de intensidad, de
fijación o retención, etc.
En la primera etapa del estudio se deben seleccionar sitios (del mismo tipo de suelos)
con diferentes niveles de disponibilidad del nutriente en cuestión, en los cuales se
establecerá el cultivo cuya respuesta se quiere conocer. (Figura 1).
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FIGURA 1
Como se muestra en la figura 1, la respuesta del “cultivo” graficada a través de una
curva, está representada en términos del rendimiento relativo obtenido en los diferentes
sitios, con diferente nivel en el suelo. Se observa que va siendo creciente en la medida
de que el nivel del nutriente en estudio es mayor. Haciendo la relación entre el
rendimiento relativo obtenido (siendo 100 el rendimiento en el sitio con mayor valor
analítico) con el análisis de suelo se puede establecer cuándo un nivel es bajo, medio o
alto. Será bajo cuando el rendimiento relativo es bajo y alto cuando es rendimiento es
alto. Cabe mencionar que en esta etapa no se aplica el nutriente en estudio, por lo que
la producción del cultivo con respecto del nutriente está basada en el suministro natural
del suelo.
Rendimiento relacionado a dosis de fertilizante.
En los sitios calificados como de bajo, medio y alto contenido del nutriente en estudio,
se establecen los experimentos que permitirán determinar la respuesta del cultivo a
dosis crecientes del elemento. (Figura 2).
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FIGURA 2
En la figura 2, se aprecia que a medida que las dosis del nutriente son crecientes, los
rendimientos relativos son mayores a cualquier nivel del nutriente en el suelo. Sin
embargo, las respuestas en los sitios experimentales son diferentes, siendo mayor en
el sitio de menor disponibilidad del nutriente y menor en el de mayor disponibilidad.
Esto significa que en la medida de que el suelo esté más provisto de un nutriente
determinado se requerirá una dosis menor para alcanzar un alto rendimiento. Es decir,
a nivel bajo mayor respuesta y menor respuesta a nivel alto de disponibilidad.
Dosis de fertilizante relacionada con análisis de suelo.
Para cada sitio (y cada nivel de disponibilidad) se obtendrá una curva de respuesta del
cultivo en estudio, a dosis crecientes del nutriente. De este modo se establece a qué
dosis de nutriente (o fertilizante) se obtiene un rendimiento óptimo. Este óptimo puede
ser biológico o económico dependiendo de la forma del análisis de los datos.(Figura 3).
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FIGURA 3
Categorías de disponibilidad de nutrientes.
De acuerdo a las normas que regulan el Programa de Recuperación de Suelos
Degradados, los parámetros de suelo que se deben determinar son los siguientes:
-
pH en agua
fósforo extractable
calcio intercambiable
magnesio intercambiable
potasio intercambiable
sodio intercambiable
aluminio intercambiable
Además, se deben calcular la suma de bases, capacidad de intercambio catiónico
efectiva (CICE) y porcentaje de saturación de aluminio.
El proceso de calibración que se ha desarrollado en INIA Remehue y sobre el cual se
basa el Servicio de Análisis de Suelo ha incluído nitrógeno, fósforo y potasio en las
serie de suelos más importantes de la Décima Región y a los cultivos de cereales y
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papa, además de praderas permanentes. Las categorías de disponibilidad (o índices de
fertilidad) de los restantes nutrientes y cultivos se han determinado en base a
experiencias puntuales y antecedentes de suelos similares de otros países.
Toda la metodología utilizada en los análisis de suelos requeridos para los diferentes
subprogramas del Programa de Recuperación de Suelos Degradados, ha sido definida
por una comisión ad hoc nombrada por la Sociedad Chilena de las Ciencias del Suelo a
petición del Ministerio de Agricultura.
Determinación de pH.
El pH del suelo se determina en agua, en una relación 1: 2,5 suelo:agua de acuerdo a
la metodología convencional. Los índices o categorías de pH se señalan a continuación:
pH en Agua
Rango
≤ 4.5
4.6 – 5.0
5.1 – 5.5
5.6 – 6.0
6.1 – 6.5
Categoría
Extremadamente ácido
Muy fuertemente ácido
Fuertemente ácido
Moderadamente ácido
Débilmente ácido
Las categorías señaladas corresponden a los valores posibles de encontrar en suelos
de la Décima Región, por lo tanto no se incluyen categorías del sector alcalino de la
escala.
Determinación de fósforo (P).
El fósforo extractable se determina por el método de Olsen, utilizando bicarbonato de
sodio, 1 M , a pH 8,5. Las categorías de disponibilidad corresponden a rangos
expresados en partes por millón (ppm).
Fósforo Olsen
ppm (mg/kg)
Rango
≤ 5.0
5.1 – 10.0
10.1– 20.0
20.1– 30.0
≥ 30.1
Categoría
Muy Bajo
Bajo
Medio
Adecuado
Alto
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Determinación de bases de intercambio (Ca, Mg, K y Na).
De acuerdo a los métodos convencionales, las bases de intercambio se determinan por
extracción con acetato de amonio y analizadas por absorción atómica. Las diferentes
categorías de disponibilidad se señalan a continuación:
Calcio intercambiable
Cmol (+)/kg
Magnesio intercambiable
Cmol (+)/kg
Potasio intercambiable
Cmol(+)/kg
Sodio intercambiable
Cmol (+)/kg
Suma bases intercamb.
Cmol (+)/kg
Rango
Categoría
≤ 2.0
2.01 – 5.00
5.01– 9.00
9.01 – 15.00
≥ 15.01
Muy Bajo
Bajo
Medio
Adecuado
Alto
≤ 0.25
0.26 – 0.50
0.51– 1.00
1.01-2.00
≥ 2.01
≤ 0.12
0.13 – 0.25
0.26 – 0.51
0.52 – 0.64
≥ 0.65
≤ 0.15
0.16 – 0.20
0.21 – 0.30
0.31 – 0.40
0.41 – 0.51
≥ 0.51
≤ 3.00
3.01– 6.00
6.01 – 11.00
11.01 – 15.00
≥ 15.01
Muy Bajo
Bajo
Medio
Adecuado
Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Adecuado
Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Adecuado
Alto
Muy Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Adecuado
Alto
Cada catión (intercambiable) debe encontrarse en el complejo de intercambio entre
ciertos límites porcentuales, que son los siguientes:
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Calcio
(Ca)
Magnesio (Mg)
Potasio (K)
Sodio
(Na)
60 a 80 % de la CIC
10 a 20 % de la CIC
2 a 6 % de la CIC
0 a 3 % de la CIC
Cabe mencionar, .además, que estos cationes deben encontrarse en determinadas
relaciones, como las que se indican a continuación.
Relación calcio: magnesio (Ca / Mg).
Un exceso de calcio (Ca) intercambiable puede interferir la absorción del magnesio
(Mg) y del potasio (K). Si la relación Ca/Mg, expresados ambos en cmol(+)/kg, es
mayor de 10, es posible que se produzca una deficiencia de magnesio. La relación
óptima Ca/Mg es alrededor de 5.
Relación potasio: magnesio (K/Mg).
La relación K/Mg debe estar comprendida entre 0,2 y 0,3. Si esta relación es mayor de
0,5 pueden producirse deficiencias de magnesio por efecto antagónico de potasio. En
cambio, si la relación es de alrededor 0,1, se puede producir una deficiencia de potasio
inducida por el magnesio.
Exceso de sodio (Na).
Un exceso de sodio produce deficiencias de calcio y de magnesio. Cuando el sodio
está en una proporción mayor al 10% de la CIC pueden existir problemas de salinidad
de tipo sódico.
Determinación de aluminio de intercambio (Al).
El Al de intercambio se determina por extracción con cloruro de potasio (KCl) y análisis
por espectrofotometría de absorción atómica. Las categorías de disponibilidad y de
porcentaje de saturación de aluminio, por tratarse de elementos agronómicamente
negativos, deben considerarse en forma inversa a la de los cationes de intercambio. Es
decir, los valores bajos son más deseables que los altos.
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Serie Actas N° 2
El porcentaje de saturación de aluminio se calcula determinando la proporción de Al de
intercambio que se encuentra en la CICE, siendo la CICE la suma de los cationes de
intercambio más el Al intercambiable.
Rango
Aluminio intercambiable ≤ 0.10
cmol (+)/kg
0.11 – 0.25
0.26 – 0.50
0.51 – 0.80
≥ 0.81
Saturación Aluminio %
≤ 1.09
1.10 – 3.09
3.10 – 6.09
6.10 – 12.09
≥ 12.10
Categoría
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Alto
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Serie Actas N° 2
BIBLIOGRAFIA
Etchevers B., J. P. Anzastiga, V. Volke y G. Etchevers. 1986. Correlación y calibración
de métodos químicos para la determinación de fósforo disponible en suelos
del Estado de Puebla. Agrociencia 65: 161 – 178.
Etchevers B. , J.
1991. La función del laboratorio en el diagnóstico de la
necesidad de fertilizantes. Enfoques tradicionales y modernos del
análisis químico de suelos. ADIFAL marzo – abril: 21 – 27.
Etchevers
B,. J. J. Rodríguez y A. Galvis.
1991.
Generación de
recomendaciones de fertilización mediante el enfoque sistémico
racional. Terra 9: 3 – 10.
Guerrero, G., Andrés. 1996. El suelo, los abonos y la fertilización de los cultivos.
Ediciones Mundi – Prensa. Madrid, España. 206 p.
López R., J. Y López M., J.
1990.
El diagnóstico de suelos y plantas
(Métodos de campo y laboratorio).
Ediciones Mundi – Prensa.
Madrid, España. 363 p.
Rodríguez S., José. 1993. Manual de fertilización. Colección en Agricultura.
Facultad de Agronomía. Pontificia Universidad Católica de Chile.
Santiago, Chile, 362 p.
Rouse
R. D. 1968. Soil test theory and calibration for cotton, corn, soybeans
and
coastal
bermudagrass.
Agricultural
Experiment
Station.
Auburn University. Auburn, Alabama, U.S.A. Bulletin 375, 67 p.
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Serie Actas N° 2
RECOMENDACIONES DE FERTILIZACION
Pablo Undurraga Díaz, Ing. Agrónomo
Centro Regional de Investigación Remehue, Instituto de Investigaciones Agropecuarias
INIA
E-mail: [email protected]
INTRODUCCION
A medida que la práctica de la agricultura ha pasado de ser una forma de vida a un
sistema donde se debe considerar el aspecto técnico y económico en las decisiones de
producción, con la incorporación de insumos que permitan obtener rendimientos altos por
unidad de superficie, se ha hecho necesaria la dosificación adecuada de los fertilizantes,
de manera de no causar daños en los ecosistemas y que se puedan utilizar en la forma y
dosis precisa que requieren los cultivos y el suelo.
Se han desarrollado diversas formas para calcular las dosis de los fertilizantes y las
enmiendas de acuerdo a las necesidades de los cultivos y del suelo. Pasando por la
utilización de recomendaciones generales para una región determinada según el cultivo y
llegando a modelos más afinados de cálculo de dosis como es el desarrollado por
Rodríguez, 1990.
En los últimos cincuenta años se ha avanzado en el área del conocimiento de la fertilidad
de los suelos y la nutrición de las plantas. Ya que antes se mantenían los conceptos
originados a principios de siglo con la Ley del mínimo de Liebig, la de los rendimientos
decrecientes de Mitscherlich, que prevalecieron por mucho tiempo. Luego vinieron los
primeros acercamientos para considerar un ordenamiento en el tema y establecer a través
de resultados una explicación a la respuesta de los cultivos a la fertilización,
desarrollándose los modelos “Decide” por los australianos y el de Confort y Sinclair de
Nueva Zelandia.
Todos estos van incorporando mayor información para lograr una decisión más precisa en
la dosificación de la fertilización. Esto implica que, de no tener la información que estos
modelos requieren en forma detallada, pueden arrojar resultados poco adecuados.
En nuestro país se han desarrollado diferentes experiencias para obtener formas de
recomendación de fertilización adecuadas a la realidad nacional, entre éstos se destacan:
§ Método del Balance (Rodríguez, 1990)
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Serie Actas N° 2
Se basa en un balance entre la demanda de nutrientes del cultivo y la oferta de nutrientes
desde el suelo, medida a través de análisis químico, considerándose la eficiencia de uso
del nutriente. Matemáticamente se expresa de la siguiente forma:
Dosis = (demanda-oferta)/eficiencia
Donde
Demanda: extracción del nutriente para un rendimiento dado en Kg/ha
oferta:
disponibilidad del nutriente en el suelo en Kg/ha
eficiencia: proporción del nutriente absorbido por el cultivo por cada Kg
aplicado.
§
Método de la Calibración
Este método relaciona la respuesta del cultivo a la fertilización y el nivel de fertilidad del
suelo. Los aportes del suelos son clasificados en categorías de fertilidad y la
recomendación de fertilizantes se realiza según la categoría de disponibilidad del
nutriente. Sobre un nivel de suficiencia no se recomienda la aplicación de fertilizante, o es
mínima de acuerdo al rendimiento.
En Chile, el INIA ha usado preferentemente este método, cuya principal desventaja es el
costo para obtener la información para cada zona y tipo de suelo, puesto que requiere de
mucha experimentación de terreno para realizar la calibración, la que se ha elaborado
para los diferentes tipos de suelos y áreas edafoclimáticas por los distintos centros de
Investigación que se distribuyen a los largo del país.
La base de este método consiste en la realización de numerosos ensayos de terreno en
suelos con diferente nivel de disponibilidad del nutriente que se está investigando. Con
esto se determina el índice de disponibilidad del nutriente de acuerdo al rendimiento del
cultivo. Esta asociación permitirá tener un índice de nutrientes disponibles bajo el cual los
rendimientos disminuyen y sobre el cual están cercanos al rendimiento máximo, teniendo
un nivel crítico de disponibilidad de nutrientes, bajo el cual se produce una caída en los
rendimientos.
Basándose en el trabajo realizado durante muchos años de investigación en INIA Remehue, se tienen tablas de dosis de nutrientes para praderas y cultivos de la Xª Región,
según el tipo de suelo (Trumaos, Rojo arcillosos, Ñadis y Transición) para obtener
rendimientos altos según el nivel de disponibilidad de nutrientes del suelo medidos por
análisis de suelos (categorías de disponiblidad).
Con esta información se pueden obtener recomendaciones de fertilización con una
adecuada aproximación y se basan en la información que utilizan actualmente el
Laboratorio de Análisis de Suelos de INIA -Remehue, para entregar orientación a los
profesionales y agricultores que demandan el servicio. Éstas deben ser adaptadas de
acuerdo al nivel de rendimiento y a las condiciones particulares de cada caso.
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DOSIS DE FERTILIZACIÓN
Para lograr una recomendación de fertilización adecuada a las condiciones de los
agricultores, se utilizará n tres tablas que se enumeran a continuación, que nos ayudarán
a determinar la dosis. Posteriormente, debemos adecuar la dosis de acuerdo al nivel
tecnológico del agricultor, que estará determinado por el nivel de rendimiento y la
tecnología de aplicación de la fertilización.
Para utilizar las tablas de recomendación se requiere tener en cuenta los siguientes
parámetros:
1.
2.
3.
4.
El cultivo
Tipo de Suelo
El nutriente para el cual se determinará la dosis.
Nivel del Nutriente en el suelo, según análisis (Categorías de disponibilidad), de la
Tabla 1.
Con estos antecedentes se ingresa a la Tabla 3, donde se obtiene una recomendación
de nutrientes y encalado para un rendimiento alto, según los expresados en la tabla 2.
5. Se ajusta la recomendación según el nivel de rendimiento esperado, considerando
los de la tabla 2. Si el rendimiento considerado es un 60% del expresado en la
Tabla 2, la recomendación final será el 60% de la obtenida de la Tabla 3.
El nivel de disponibilidad de nutrientes, según análisis de suelos se presenta en la Tabla
1, de acuerdo al método de análisis utilizado. Las categorías que se presentan están
ajustadas a la disponibilidad de nutrientes de los suelos de la décima región a través de
años de investigación de las condiciones de la zona sur del país. Esta tabla se utlizará
para determinar la categoría de disponibilidad de nutrientes y el nivel de acidez del suelo
expresado a través de la saturación de aluminio.
En la tabla 2, se presentan los rendimientos y los cultivos para los que se han calibrado las
recomendaciones de fertilización, con ensayos realizados en INIA Remehue y servirá para
ajustar la fertilización según el rendimiento esperado.
En la tabla 3, se condensa la información de dosis de nutrientes de acuerdo a los cultivos,
tipo de suelo y categoría de disponibilidad de nutrientes o dosis de carbonato de calcio de
acuerdo al nivel de saturación de aluminio.
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Tabla 1: Categoría de disponibilidad de Nutrientes según Análisis de Suelos.
Nutriente
Rango
Categoría
pH en Agua
suspensión 1:2.5 y
determinación
potenciométrica.
≤ 4.5
4.6 – 5.0
5.1 – 5.5
5.6 – 5.9
6.0 – 6.9
Extremadamente ácido
Muy fuertemente ácido
Fuertemente ácido
Moderadamente ácido
Ligeramente ácido
pH en CaCl 2
suspensión 1:2.5 y
determinación
potenciométrica.
≤ 3.8
3.9 – 4.3
4.4 – 4.8
4.9 – 5.2
≥5.3
Sin categorías
Extremadamente ácido
Muy fuertemente ácido
Fuertemente ácido
Moderadamente ácido
Ligeramente ácido
Materia Orgánica (%)
Combustión húmeda y
titulación.
Fósforo Olsen
ppm (mg/Kg)
Extracción con
bicarbonato de sodio
0,5M pH 8,5
Azufre extractable
ppm
Dihidrógeno fosfato de
calcio 0,01M y determin.
turbidimétrica
Calcio intercambiable
cmol (+)/Kg
Acetato de amonio 1,0 M
determinación EAA
Magnesio
intercambiable
cmol (+)/Kg
Acetato de amonio 1,0 M
determinación EAA
Potasio intercambiable
cmol(+)/Kg
Acetato de amonio 1,0 M
determinación EEA
Sodio intercambiable
cmol (+)/Kg
Acetato de amonio 1,0 M
determinación EEA
≤ 5.0
5.1 – 10.0
10.1– 20.0
20.1– 30.0
≥ 30.1
≤ 6.0
6.1 – 12.0
12.1– 20.0
20.1– 30.0
≥ 30.1
≤ 2.0
2.01 – 5.00
5.01– 9.00
9.01 – 15.00
≥ 15.01
≤ 0.25
0.26 – 0.50
0.51– 1.00
1.01-2.00
≥ 2.01
≤ 0.12
0.13 – 0.25
0.26 – 0.51
0.52 – 0.64
≥ 0.65
≤ 0.15
0.16 – 0.20
0.21 – 0.30
0.31 – 0.40
≥ 0.41
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Alto
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Continuación Tabla 1
Nutriente
Rango
Suma bases
intercambio
cmol (+)/Kg
(Suma de Ca+Mg+K+Na)
≤ 3.00
3.01– 6.00
6.01 – 11.00
11.01 – 15.00
≥ 15.01
≤ 0.10
0.11 – 0.25
0.26 – 0.50
0.51 – 0.80
≥ 0.81
≤ 1.09
1.1 – 3.09
3.1 – 6.09
6.1 – 12.09
≥ 12.1
< 0.1
0.1 – 0.3
0.3– 0.5
> 0.5
< 0.25
0.25 – 0.50
0.50 – 1.00
> 1.01
< 0.2
0.2 – 0.5
0.5–1.0
> 1.0
< 0.05
0.05 – 0.10
0.11–0.20
> 0.20
< 2.5
2.5 – 4.5
> 4.5
Aluminio
intercambiable
cmol (+)/Kg
Extrac. Con KCl 1M,
determ por EAA
Saturación Aluminio %
(Al int/Suma de bases
+Al int) * 100
Cobre ppm
Extrac con DPTA a pH 7
determinación EAA
Cinc ppm
Extrac con DPTA a pH 7
determinación EAA
Boro ppm
Extrac con CaCl2 determ.
Colorimétrica
Molibdeno ppm
Extrac con DPTA a pH 7
determinación EAA
Hierro ppm
Extrac con DPTA a pH 7
determinación EAA
Categoría
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Muy Bajo
Bajo
Medio
Alto
Bajo
Medio
Alto
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Tabla 2: Nivel de rendimiento para el que se recomendaron las fertilizaciones de la tabla 3.
CULTIVO
UNIDAD RENDIMIENTO
CANTIDAD /HA
Alfalfa
Ton. Materia Seca
18
Avena
Quintales métricos
60
Avena – Ballica Rot. – Tr. Rosado. Ton. Materia Seca
16
Ballica Rotación Corta
Ton. Materia Seca
14
Ballica Per. – Tr. Blanco
Ton. Materia Seca
12
Maíz Silo
Ton. Materia Seca
18
Papas
Toneladas
50
Remolacha
Toneladas
65
Trigo
Quintales métricos
80
Triticale
Quintales métricos
90
Pradera Mixta Pastoreo
Ton. Materia Seca
12
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En
la figura 1, se muestra cómo se utiliza la tabla 3 y los pasos a seguir según el orden
numérico.
Según el ejemplo que se presenta, se busca la recomendación para un cultivo (1) de
Alfalfa que será establecida en un predio con suelos (2) de tipo Rojo arcilloso.
Estimaremos la cantidad de fertilización fosfatada (3) que según el análisis de suelos tiene
15 ppm de P- Olsen, que corresponde a un nivel medio o categoría (4) de disponibilidad
media. Con esto obtenemos una dosis recomendada (5) de 225 a 255 Kg de P2O5 por
hectárea; según la tabla 2, la dosis es para un rendimiento de 18 ton/ha de materia seca.
Pero consideremos una producción de 12 ton/ha, esto significa que nuestro rendimiento
esperado es de un 67% del mencionado en la Tabla 2, por tanto, la recomendación
deberá ser un 67% de la obtenida en la tabla 3, es decir 150 a 170 Kg/ha de P 2O5 los que
deberán ser convertidos a fertilizante comercial, si consideramos utilizar Superfosfato
Triple la dosis por hectárea será de 330 a 370 Kg.
Las recomendaciones de enmienda calcárea (CaCO3) se realizan de acuerdo al nivel de
saturación de aluminio del suelo para cada categoría, obteniéndose por tanto dosis
mayores, mientras más alta es la categoría en que se encuentre el suelo.
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Figura 1: Pasos a seguir para utilizar las tablas de recomendaciones obtenidas por el
método de calibración para la Xª Región.
(4) La Categoría según el
análisis de suelos
(1) Seleccionar el cultivo
Nivel de Nutriente según Analisis
Muy Bajo
CULTIVO/TIPO SUELO Rend
NUTRIENTE Rango (Kg/ha)
ALFALFA
ÑADI
ROJO ARCILLOSO
(2) El Tipo de Suelo
K2O
MgO
P2O 5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O 5
S
CaCO3
190
65
320
80
500
210
75
300
85
400
220
75
340
90
650
240
80
340
95
500
(3) El Nutriente
Bajo
Rango (Kg/ha)
162
55
282
70
900
179
64
264
75
720
187
64
299
79
1170
204
68
299
84
900
Medio
Rango (Kg/ha)
133
46
240
60
1800
147
53
225
64
1440
154
53
255
68
2243
168
56
255
71
1725
(5) Finalmente con los
pasos 1 – 2 – 3 y 4 se
obtiene la dosis para un
Rendimiento alto
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Tabla 3: Recomendaciones de Fertilización, según cultivo, tipo de suelo y nivel
de nutriente.
Nivel de Nutriente según Analisis
Muy Bajo
CULTIVO/TIPO SUELO NUTRIENTE Rango (Kg/ha)
ALFALFA
ÑADI
ROJO ARCILLOSO
TRUMAO
AVENA
ÑADI
ROJO ARCILLOSO
TRUMAO
AV-BALL-TR. ROS
ÑADI
ROJO ARCILLOSO
TRUMAO
BALLICA BI ANUAL
ÑADI
ROJO ARCILLOSO
TRUMAO
Bajo
Rango (Kg/ha)
Medio
Rango (Kg/ha)
Alto
Rango (Kg/ha)
Muy Alto
Rango (Kg/ha)
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
190
65
320
80
500
210
75
300
85
400
180
75
300
75
450
220
75
340
90
650
240
80
340
95
500
210
80
340
80
550
162
55
282
70
900
179
64
264
75
720
153
64
264
66
810
187
64
299
79
1170
204
68
299
84
900
179
68
299
70
990
133
46
240
60
1800
147
53
225
64
1440
126
53
225
56
1620
154
53
255
68
2243
168
56
255
71
1725
147
56
255
60
1898
95
33
189
40
3100
105
38
177
43
2480
90
38
177
38
2790
110
38
201
45
3244
120
40
201
48
2495
105
40
201
40
2745
57
20
128
24
3700
63
23
120
26
2960
54
23
120
23
3330
66
23
136
27
4472
72
24
136
29
3440
63
24
136
24
3784
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
110
50
140
50
0
80
50
140
60
0
80
50
160
50
0
130
60
150
60
200
90
60
150
65
200
100
60
180
60
200
90
40
140
44
400
70
40
120
53
400
70
40
130
44
400
100
50
150
53
500
80
50
130
57
500
80
50
140
53
500
60
30
120
38
800
50
30
110
45
800
50
30
110
38
800
80
40
140
45
1000
60
40
120
49
1000
60
40
120
45
1000
40
20
100
25
1800
40
20
90
30
1800
40
20
80
25
1800
50
30
120
30
2000
50
30
100
33
2000
50
30
90
30
2000
0
0
90
0
3000
25
10
45
0
3000
20
0
50
0
3000
20
15
100
20
3500
35
20
60
20
3500
40
10
60
15
3500
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
130
50
140
60
400
80
50
150
65
400
80
50
160
60
400
150
60
150
65
600
100
60
160
75
600
100
60
180
65
600
100
40
140
53
600
70
40
140
57
600
70
40
140
53
600
120
50
150
57
1000
80
50
150
66
1000
80
50
150
57
1000
40
30
120
45
1000
50
30
120
49
1000
50
30
120
45
1000
70
40
140
49
1600
60
40
140
56
1600
60
40
140
49
1600
30
20
100
30
1600
40
20
100
33
1600
40
20
100
30
1600
40
30
120
33
2000
50
30
120
38
2000
50
30
120
33
2000
15
10
90
0
2000
20
0
90
0
2000
20
10
90
0
2000
20
20
100
20
2400
40
15
100
23
2400
40
20
100
20
2400
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
130
50
140
55
400
130
50
160
60
400
140
50
160
55
400
150
60
150
65
600
150
60
180
70
600
160
60
180
65
600
100
40
140
48
600
100
40
120
53
600
120
40
130
48
600
120
50
150
57
1000
120
50
150
62
1000
140
50
140
57
1000
40
30
120
41
1000
80
30
100
45
1000
80
30
110
41
1000
70
40
140
49
1600
90
40
120
53
1600
100
40
120
49
1600
30
20
100
28
1600
60
20
80
30
1600
70
20
90
28
1600
40
30
120
33
2000
70
30
100
35
2000
80
30
110
33
2000
15
10
90
0
2000
40
10
60
0
2000
60
0
70
0
2000
20
20
100
20
2400
50
20
80
21
2400
70
15
90
20
2400
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
Continuación Tabla 3:
Nivel de Nutriente según Analisis
Muy Bajo
CULTIVO/TIPO SUELO NUTRIENTE Rango (Kg/ha)
BALLICA-TR. BLANCO
ÑADI
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
ROJO ARCILLOSO
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
TRUMAO
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
MAIZ SILO
ÑADI
ROJO ARCILLOSO
TRUMAO
PAPAS
ÑADI
ROJO ARCILLOSO
TRUMAO
REMOLACHA
ÑADI
ROJO ARCILLOSO
TRUMAO
Bajo
Rango (Kg/ha)
Medio
Rango (Kg/ha)
Alto
Rango (Kg/ha)
Muy Alto
Rango (Kg/ha)
130
50
180
55
400
130
65
160
65
400
130
65
180
55
400
150
60
200
65
600
150
70
180
70
600
150
70
200
65
600
100
40
160
48
600
100
55
120
57
600
100
55
160
48
600
120
50
180
57
1000
120
60
150
62
1000
120
60
180
57
1000
40
30
120
41
1000
80
45
100
49
1000
80
45
120
41
1000
70
40
140
49
1600
90
50
120
53
1600
90
50
140
49
1600
30
20
110
28
1600
60
35
80
33
1600
60
35
100
28
2000
40
30
120
33
2000
70
40
100
35
2000
70
40
120
33
3000
15
10
80
0
2500
40
20
60
0
2000
40
20
80
0
3000
20
20
100
20
3500
50
30
80
25
2400
50
30
100
20
4000
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
130
50
140
70
400
130
65
160
80
400
130
65
180
70
400
150
60
150
80
600
150
70
180
90
600
150
70
200
80
600
100
40
140
62
600
100
55
140
70
600
100
55
160
62
600
120
50
150
70
1000
120
60
160
79
1000
120
60
180
70
1000
40
30
120
53
1000
80
45
120
60
1000
80
45
120
53
1000
70
40
140
60
1600
90
50
140
68
1600
90
50
140
60
1600
30
20
100
35
2000
60
35
90
40
1600
60
35
100
35
2000
40
30
120
40
3000
70
40
110
45
2000
70
40
120
40
3000
15
10
90
0
3000
40
20
60
0
2000
40
20
90
21
3000
20
20
100
24
4000
50
30
80
27
2400
50
30
100
24
4000
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
130
50
140
68
0
360
50
360
75
0
360
50
450
65
0
150
60
150
75
200
400
60
400
80
200
400
60
500
70
200
100
40
140
60
200
250
40
300
66
200
250
40
370
57
200
120
50
150
66
400
320
50
350
70
400
320
50
420
62
400
40
30
120
51
400
160
30
220
56
400
160
30
280
49
400
70
40
140
56
600
220
40
280
60
600
220
40
350
53
600
30
20
100
34
1000
110
20
150
38
1000
110
20
180
33
1000
40
30
120
38
1500
150
30
210
40
1500
150
30
250
35
1500
15
10
90
0
2000
80
10
90
0
2000
80
10
100
0
2000
20
20
100
25
3000
100
20
140
24
3000
100
20
140
25
3000
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
K2O
MgO
P2O5
S
CaCO3
130
50
140
80
400
300
150
380
85
0
380
150
500
80
0
150
60
150
85
600
320
180
410
90
300
400
180
600
85
300
100
40
140
70
600
260
100
360
75
800
340
100
450
70
800
120
50
150
75
1000
280
120
380
79
1000
360
120
500
75
1000
40
30
120
60
1000
180
70
320
64
1800
220
70
320
60
1800
70
40
140
64
1600
200
80
360
68
2000
250
80
400
64
2000
30
20
100
40
1600
65
40
280
43
2500
80
40
280
40
2500
40
30
120
43
2000
75
50
300
45
3000
100
50
300
43
3000
15
10
90
0
2000
35
0
240
0
3200
30
0
200
0
3200
20
20
100
26
2400
45
20
280
30
3600
40
20
260
26
3500
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
Continuación Tabla 3:
Nivel de Nutriente según Analisis
Muy Bajo
CULTIVO/TIPO SUELO NUTRIENTE Rango (Kg/ha)
TRIGO / TRITICALE
ÑADI
K2O
130
150
MgO
50
60
P2O5
140
150
S
40
50
CaCO3
0
200
ROJO ARCILLOSO
K2O
140
150
MgO
120
140
P2O5
160
170
S
50
60
CaCO3
0
200
TRUMAO
K2O
140
160
MgO
120
140
P2O5
200
220
S
40
50
CaCO3
0
200
PRAD. MIX. PAST.
ÑADI
K2O
130
150
N
40
50
MgO
50
60
P2O5
140
150
S
40
45
CaCO3
400
600
ROJO ARCILLOSO
K2O
130
150
N
50
60
MgO
50
60
P2O5
140
150
S
50
60
CaCO3
400
600
TRUMAO
K2O
130
150
MgO
50
60
P2O5
150
170
S
40
45
CaCO3
400
600
TRANSICION
K2O
130
150
N
40
50
MgO
50
60
P2O5
140
150
S
50
55
CaCO3
400
600
Bajo
Rango (Kg/ha)
Medio
Rango (Kg/ha)
Alto
Rango (Kg/ha)
Muy Alto
Rango (Kg/ha)
100
40
140
35
400
120
80
130
44
400
110
80
160
35
400
120
50
150
44
500
130
100
140
53
500
130
100
180
44
500
40
30
120
30
800
80
50
110
38
800
70
50
130
30
800
70
40
140
38
1000
90
60
120
45
1000
90
60
150
38
1000
30
20
100
20
1800
60
30
100
25
1800
50
30
90
20
1800
40
30
120
25
2000
70
40
110
30
2000
60
40
120
25
2000
15
10
90
0
3000
30
0
80
0
3000
30
0
80
0
3000
20
20
100
15
3500
40
20
90
20
3500
40
20
90
15
3500
100
40
40
140
35
600
100
50
40
120
44
600
100
40
140
35
600
100
40
40
140
44
600
120
50
50
150
40
1000
120
60
50
140
53
1000
120
50
150
40
1000
120
50
50
150
48
1000
40
40
30
120
30
1000
40
50
30
100
38
1000
40
30
120
30
1000
40
40
30
120
38
1000
70
50
40
140
34
1600
70
60
40
120
45
1600
70
40
140
34
1600
70
50
40
140
41
1600
30
40
20
100
20
1600
30
50
20
80
25
1600
30
20
100
20
1600
30
40
20
100
25
1600
40
50
30
120
23
2000
40
60
30
100
30
2000
40
30
120
23
2000
40
50
30
120
28
2000
15
40
10
90
0
2000
15
50
0
70
0
2000
15
0
90
0
2000
15
40
10
90
0
2000
20
50
20
100
14
2400
20
60
15
80
18
2400
20
15
100
14
2400
20
50
20
100
17
2400
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
CONCEPTOS DE FERTILIDAD FOSFATADA
EN SUELOS VOLCANICOS
Pablo Undurraga Díaz, Ing. Agrónomo
Centro Regional de Investigación Remehue, Instituto de Investigaciones Agropecuarias
INIA
E-mail: [email protected]
INTRODUCCION
En los suelos volcánicos del sur del país el fósforo (P) es uno de los elementos más
deficitarios para una adecuada productividad de los cultivos y praderas, dado que por el
origen de estos suelos, este elemento es retenido en gran parte, sin estar disponible para
las plantas.
Las formas de asimilación por parte de la planta son el fosfato monobásico (PO4H2-) y el
dibásico (PO4H=); el primero es de mayor utilización que el segundo. A medida que va
siendo extraído por las plantas el complejo del suelo lo va restituyendo a la solución. Estas
formas de fosfatos se encuentran en una baja proporción en el suelo pero la restitución es
constante (en un ciclo normal de un cultivo la reposición del fósforo en dicha solución
alcanza el número de 100 a 500 veces para cubrir las necesidades básicas del elemento),
(Rodríguez, 1989).
El pH del suelo determina la disponibilidad de fosfatos asimilables por la planta. A
medida que aumenta el pH la proporción de los fosfatos (pH>7, es decir alcalinidad) crece
la proporción de fosfatos dibásicos y tribásicos.
El paso del fósforo asimilable a sus formas insolubles y no asimilables se conoce como
"Fijación de fósforo" o sea su inmovilidad como nutriente vegetal. Esta inmovilidad la
determinan las distintas reacciones químicas que se producen según el pH del suelo.
En suelos ácidos los fosfatos asimilables (monobásico y dibásico se combinan con el
hierro (Fe++) y el aluminio (Al+++) y con los distintos hidróxidos (de Fe, Al, etc), formándose
sales y complejos químicos insolubles.
En los suelos alcalinos se combinan principalmente con el calcio y el magnesio y se
forman sales insolubles como el fosfato tricálcico. [(PO4)2Ca3]
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COMPORTAMIENTO DEL FOSFORO EN EL SUELO.
El fósforo en el suelo, funcionalmente se presenta como tres fracciones. La fracción en
solución, la cual es inmediatamente disponible para la absorción de las plantas y
resultante del equilibrio entre los distintos componentes y mecanismos que dominan la
fracción lábil. La fracción lábil, la que representa la cantidad de P que puede pasar a la
solución en una temporada de cultivo y la fracción no lábil que representa todos aquellos
compuestos fosforados en el suelo que no salen a la solución del suelo durante la
temporada del cultivo.
Tres mecanismos de reacción del P en el suelo dominarían los componentes de las
fracciones lábiles y no lábiles: el mecanismo de adsorción-desorción a través de las
reacciones del fosfato con las arcillas del suelo, el mecanismo de precipitación disolución en la formación de compuestos fosforados en el suelo, dependiente del pH del
suelo y de la concentración de iones en la solución del suelo, y el tercer mecanismo es el
de mineralización - inmovilización del P ligado a la materia orgánica del suelo. De esta
forma, las fracciones lábiles y no lábiles estarían constituidas por P que ha reaccionado en
el suelo a través de estos mecanismos y que constituyen los componentes de P
adsorbido, P precipitado y P orgánico, tanto en fracciones lábiles como no lábiles.
Además, se supone que el contenido de P en la solución resulta de un equilibrio rápido
entre la cantidad de P presente en la fracción lábil y los mecanismos que determinan la
labilidad del P. Es decir, para que exista P en solución es necesaria una cierta cantidad
de P en la fracción lábil, que variaría de acuerdo a la intensidad conque los mecanismos
de reacción actúan en el suelo.
Existe la hipótesis de que, a través de los mecanismos de reacción un equilibrio lento
existe entre la fracción lábil y la fracción no lábil del P del suelo, de tal forma de que un
crecimiento en las componentes lábiles induce a un crecimiento en los componentes no
lábiles del suelo y que un decrecimiento en la fracción de P lábil induce un lento
decrecimiento en la fracción de P no lábil del suelo.
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Figura 1: Esquema de fósforo en el suelo.
DISPONIBILIDAD DEL FOSFORO EN EL SUELO
La disponibilidad de fósforo en el suelo, corresponde a una pequeña fracción del fósforo
total contenido en el suelo, reflejando parte del fósforo de la solución suelo y aquélla que
se encuentra en la fase sólida, susceptible de ser asimilada por las plantas.
El fósforo forma compuestos débilmente solubles con cationes bivalentes y monovalentes.
Por esta razón, la cantidad de fósforo de la solución suelo es muy pequeña. Las plantas
que crecen en el suelo, absorben esta pequeña cantidad de la solución suelo, que a su vez
se encuentra en equilibrio con el fósforo de la fase sólida. Así, cada una de las formas
químicas del suelo contribuye de manera distinta a enriquecer el fósforo disponible para el
cultivo.
La cantidad de fósforo disponible en el suelo, no es un valor único y constante, ya que varía
de acuerdo a las condiciones ambientales que a su vez influyen sobre el suelo y el
desarrollo de las plantas.
El análisis de suelo proporciona sólo un índice del fósforo disponible en el suelo para las
plantas, o sea, este valor corresponde a un reflejo del suministro natural del suelo, lo que
por diferencia con los requerimientos de fósforo de la especie, permiten estimar las
necesidades de fertilización.
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FACTORES QUE INFLUENCIAN LA DISPONIBILIDAD DE FÓSFORO
El contenido de fósforo disponible en el suelo es una variable dinámica, fuertemente
influenciada por las propiedades del suelo, la planta y las condiciones ambientales.
Cualquier cambio en las propiedades del suelo se encuentra relacionada con la
concentración de fósforo en solución (intensidad); la magnitud del fósforo de la fase sólida
del suelo susceptible de pasar a la solución o fósforo lábil (cantidad); la capacidad del
suelo de restablecer el fósforo de la solución (capacidad o poder tampón del fósforo) y las
características del suelo que permiten el paso de iones fosfato desde las zonas de alta
concentración a la superficie de las raíces (difusión), explican los cambios producidos en
la cantidad de fósforo disponible.
Las plantas también influencian la disponibilidad de fósforo. Los vegetales poseen
sistemas radicales característicos de cada especie, diferenciándose por la longitud y
densidad de los pelos radiculares, así como a la morfología de su sistema radicular, lo que
afecta sensiblemente la capacidad de extracción de fósforo por las raíces de las plantas.
En general, se puede afirmar que menos de un 1 % del volumen total de suelo está
ocupado por las raíces.
Otra de las características de la planta que afectan la capacidad de remoción del Fósforo
disponible, se refiere a la capacidad individual de las especies de absorber este elemento
por cm2 de raíz o poder de absorción de fósforo. Además, ciertas condiciones
ambientales afectan la capacidad específica de absorción de fósforo por las raíces, tales
como la asociación con micorrizas activas (hongos del suelo), altas densidades de
siembra, y otros.
Otros Factores que afectan la disponibilidad de Fósforo
Existen factores que afectan la disponibilidad de Fósforo relacionados al suelo, que
pueden ser numerosos y se consideran de tipo ambientales, que modifican la
disponibilidad del fósforo. Entre éstos, los más importantes son:
§
Acidez del suelo: el óptimo rango de pH del suelo dentro del cual se observa la
máxima disponibilidad de fósforo se encuentra entre 6,5 y 7,5. Las causas de este
comportamiento se asocian fundamentalmente a que en este rango ocurre la
máxima solubilidad de las formas de fósforo inorgánico del suelo. Así, en rangos
de pH ácido hasta 6,5, se reduce la solubilidad de fosfatos de hierro y aluminio y
aumenta la solubilidad de las formas ligadas al calcio. Pasado cierto nivel de pH
alcalino (sobre 7,5) comienza a precipitar ciertas formas de fosfatos de calcio y
nuevamente se reduce la disponibilidad del fósforo.
§
Contenido de Materia orgánica: la materia orgánica del suelo, presenta
dominantemente cargas negativas, por lo que los ácidos orgánicos forman con
cationes hidroxilados tales como Fe(OH)2 y Al(OH)2, combinaciones complejas que
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inmovilizan estos iones, dejando en libertad los iones fosfatos. Por esta razón, la
agregación de estiércol y otros compuestos orgánicos favorecen la disponibilidad
del fósforo de los suelos.
§
Relación Sílice/Sesquióxidos: Según la naturaleza mineralógica de los suelos,
éstos varían en su contenido de Silicio, Hierro y Aluminio. Los suelos que contienen
una más baja relación Sílice (SiO2); Sesquióxidos (Fe2O3+Al2O3), están
generalmente más intemperizados y por lo tanto contienen más hierro y aluminio
libres que pueden inmovilizar a los fosfatos; en cambio, una más alta eficiencia en
el uso de fertilizantes fosfóricos se logra con una alta relación sílice/sesquióxidos
incrementando rápidamente el P-disponible. Esta relación, se puede afectar con el
uso de la cal inmovilizando los sesquióxidos, lo que tiende a incrementar la
disponibilidad del fósforo.
§
Relación con la humedad del suelo: el aumento de agua en el suelo induce a un
incremento de iones fosfato en solución, lo que ocurre después de las lluvias o por
el efecto del riego. Esto está ligado a las características de las formas inorgánicas
de fósforo presentes en el suelo (P-Ca, P-Fe y P-Al) cuya naturaleza cristalina
relativamente insoluble, tiene en realidad variables constantes de productos de
solubilidad. Así, sólo una cierta cantidad del compuesto se disuelve alrededor de
las partículas cristalinas, sin embargo, aunque la concentración se mantiene
relativamente constante, la cantidad de iones fosfato solubles aumenta si se
incrementa la cantidad de agua en la solución. La cantidad de fósforo absorbido
por especies desarrolladas en condiciones de secano, es menor en condiciones
de sequía que en años lluviosos.
§
Fertilizantes fosfatados: Uno de los mayores efectos sobre el incremento del Pdisponible, se ha logrado con la adición de fertilizantes fosfatados. La fijación del
fósforo soluble ocurre rápidamente después de la aplicación de un fertilizante
fosfatado, especialmente si el fertilizante se ha mezclado con el suelo. Después de
varios días desde su aplicación en un cultivo, cualquier aplicación posterior de
fosfatos probablemente originaría cambios mínimos debido al equilibrio alcanzado
entre fosfatos solubles y el fósforo fijado. A través del tiempo, sin embargo, la
disponibilidad del fósforo se ha incrementado debido a que la adición de fósforo
fertilizante y la remoción de fósforo de la solución efectuada por las plantas, es
reemplazada rápidamente por el fósforo fertilizante.
La aplicación de fósforo fertilizante al suelo origina una reacción rápida en la
superficie de los minerales arcillosos, donde el fenómeno dominante es la
adsorción, luego una reacción lenta de difusión de fósforo predomina hacia el
interior de las partículas, generándose la fijación.
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Esta última etapa define qué cantidad de P agregado permanece en el pool lábil
sobre las partículas del suelo y este valor estima la efectividad residual del fósforo
lábil.
FORMAS DE FÓSFORO EN LOS SUELOS
Aunque se reconoce que el fósforo es retenido a la forma de aniones intercambiables por
las arcillas, se cree que estas formas no son importantes para la nutrición directa de las
plantas.
En otras palabras, las plantas obtienen directamente los aniones fosfatos de la solución
suelo más bien que aquellos adsorbidos por los coloides. En realidad, la cantidad de
fosfato en la solución del suelo no es tan importante como la tasa en que este fosfato se
disuelve o pasa a la solución.
Las plantas pueden crecer en forma satisfactoria con una pequeña concentración de
fosfato en la solución a medida que esta concentración se puede mantener.
Deben producirse condiciones que favorezcan la rápida liberación de fosfatos desde las
formas orgánicas y/o de las formas inorgánicas de modo de mantener un adecuado
suministro de formas disponibles (Figura 2).
HUMUS
P ESTABLE
ORGANISMOS
VIVOS
P
P
ORGANICO
LABIL
P LABIL
ADSORVIDO
SOLUCION
P
INSOLUBLE
P
FIJADO O
BLOQUEADO
Figura 2: Transformaciones del fósforo en el suelo.
La pérdida del fósforo soluble de la solución suelo es un proceso continuo, por las raíces
de las plantas, por los microorganismos y por mecanismos de adsorción y/o precipitación
en la superficie de los coloides, quedando como fósforo insoluble.
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Las formas de fósforo orgánico denominadas lábiles son aquéllas que se pasan a la
solución suelo a través de la mineralización del fósforo orgánico; las formas más
refractadas a la mineralización son las provenientes del humus y sólo se relacionan en el
equilibrio con el fósforo orgánico lábil.
ADSORCION DE FOSFORO
En la medida que se agite una cierta cantidad de fósforo soluble en contacto con el suelo,
rápidamente una proporción importante de este fósforo soluble desaparece de la solución,
debido a que queda retenido en la fase sólida, fenómeno que se conoce con el nombre de
fijación. Una proporción importante de este fósforo evoluciona a formas insolubles, por lo
que vuelve con gran dificultad a la solución y otra fracción queda retenida casi
irreversiblemente con gran energía, lo que se considera prácticamente una pérdida de
fósforo del suelo y se conoce también con el nombre de fósforo ocluido.
Existen diferentes mecanismos que explican la adsorción del fósforo en el suelo, tales
como:
§ Reacciones de superficie no específica (intercambio de aniones),
§ Fenómeno de oclusión o captura física de fosfatos como un todo dentro de las
partículas sólidas, y
§ Reacciones de ligado, formando complejos, tales como el complejo humus-Aluminio
característico de suelos Andisoles.
En suelos calcáreos de la Zona Central, la fijación ocurre fundamentalmente sobre los
carbonatos minerales que tienen una importante superficie específica. La precipitación de
fósforo como fosfato de calcio es la principal causa de fijación de fósforo en este tipo de
suelos.
Las reacciones de fijación de fósforo en los suelos Andisoles en cambio, son mucho más
enérgicas y éstos adsorben apreciables cantidades a través del tiempo. Éstas alcanzan al
80 a 90% como 'fósforo fijado" del total del fósforo aplicado como fertilizante. La fijación
de fósforo ocurre en la superficie de algunos minerales tales como el alofán, la imogolita y
complejos humus-Aluminio, especialmente en la estrata arable de los suelos
En los complejos humus-Aluminio, el Aluminio se encuentra a la forma de quelato sobre la
superficie de las moléculas de humus, manteniendo cierta afinidad con el fósforo
inmovilizándolo con gran energía.
En general, los iones fosfatos tienen alta afinidad por el Aluminio, Hierro y Calcio,
elementos con que forman precipitados insolubles dependiendo de la acidez del suelo. Al
respecto, en suelos con presencia de arcillas expansibles, al incrementarse el pH de la
solución se produce la ruptura de las estructuras cristalinas y la liberación del Aluminio que
se puede combinar con iones fosfatos y formar compuestos insolubles. En estos suelos,
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el encalado favorece el incremento de la disponibilidad del fósforo por la precipitación del
Aluminio.
En los suelos derivados de cenizas antiguas (suelos rojo arcillosos) de la Zona Sur
sometidos a procesos intensos de meteorización y condiciones de lavado de bases (alta
pluviometría) clasificados como Ultisoles, las arcillas dominantes son los óxidos e
hidróxidos de hierro y aluminio. Estas arcillas son estables hasta valores de pH tan bajos
como 5, y en ellas la principal forma de pérdida de fósforo ocurre por adsorción sobre la
superficie de los coloides.
CAPACIDAD TAMPON DE FOSFORO
La capacidad tampón del suelo o CP corresponde a la resistencia de un suelo particular a
elevar sus contenidos de P-disponible al incrementar la aplicación de P-fertilizante. En
otras palabras, es la cantidad de P-fertilizante que es necesario agregar para elevar el
Fósforo disponible en 1 mg/Kg o ppm de fosfato por Kg de fósforo aplicado. El CP es una
característica química del suelo, que se refiere a la relación entre el P-disponible que éste
es susceptible de mantener en equilibrio en la solución suelo por cada Kg de fósforo
agregado como fertilizante soluble al agua, tal como el Superfosfato Triple.
Se ha observado que los suelos en general, muestran diferente efectividad inicial frente al
fósforo aplicado como fertilizante, así los suelos de acuerdo a esta característica, pueden
dividirse en reactivos y poco reactivos. En un suelo poco reactivo, una mayor proporción
del fósforo aplicado permanece lábil y en un suelo de alta reactividad, se requiere agregar
una mayor cantidad de fósforo para lograr el mismo contenido de P lábil, el que puede
expresarse por ejemplo en ppm de P-Olsen por Kg de P-fertilizante aplicado.
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Cuadro 1:
Capacidad Tampón (CP) de las agrupaciones de suelos de la Xª Región, según la
profundidad (Kg de P para subir 1 ppm Olsen).
Para 10 cm Prof.
•Trumaos
•Trumao Chiloé
•Rojo Arcilloso
•Transición
•Ñadis
14-16
15-18
10-12
11-13
15-17
Para 20 cm Prof.
•Trumaos
•Trumao Chiloé
•Rojo Arcilloso
•Transición
•Ñadis
24-26
25-28
17-20
19-22
25-27
El CP permite predecir cuánto fósforo, en Kg por hectárea, es necesario aplicar a
un suelo para subir el P-disponible desde un nivel inicial a un nivel esperado.
Para estimar este valor, debe considerarse la tasa de reducción en el largo plazo
(paso de P lábil a no lábil) y la extracción individual de los cultivos en la rotación.
De este modo, la cantidad de fósforo que permanece lábil en el suelo depende
fundamentalmente de la cantidad de fósforo agregado, de la capacidad tampón
de P del suelo y de la extracción efectuada por los cultivos.
Fertilización de corrección y mantención
En la planificación de la fertilización fosfatada en los agro sistemas, debe
considerarse las características de fijación de fósforo del suelo o su reactividad,
una estimación de la extracción efectuada por los cultivos, los contenidos de Pdisponible del suelo y los antecedentes disponibles relativos al historial de
fertilización tales como fuentes fertilizantes empleadas, formas y épocas de
aplicación de fósforo.
En el caso de considerar un criterio de fertilización de mantención, se aplica una
dosis equivalente a la Dosis Óptima Económica, que permite suplir los
requerimientos del cultivo o pradera para lograr un rendimiento esperado rentable.
Con este criterio de fertilización se apunta a cubrir la cantidad de fósforo
necesaria para corregir el déficit nutricional o diferencia entre los requerimientos
del cultivo y el suministro de P disponible.
En cambio, la aplicación de un criterio conservacionista considera la aplicación
de fósforo sobre los requerimientos del cultivo en dosis superiores a la dosis
óptima económica, de modo de incrementar paulatinamente los contenidos de Pdisponible del suelo y supliendo las necesidades del mismo suelo mediante la
saturación de los sitios de más alta energía de retención hacia aquellos más
lábiles. En este caso, la relación entre la efectividad residual de la fertilización y el
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fósforo extraído por los sistemas de cultivo de la rotación, van a permitir obtener
un balance positivo de acumulación de fósforo en el tiempo.
Un criterio conservacionista estratégico, podría basarse en el empleo de una
dosis de corrección basal, o sea la cantidad de fertilizante fosfatado necesaria
para subir los contenidos de P-disponible presente en el suelo hasta un nivel
determinado, más la dosis de producción, que será la cantidad total de fósforo
necesaria para suplir los requerimientos del cultivo o pradera que dependerá del
rendimiento esperado de la especie.
Luego de lograr estos objetivos, se podrá después de un cierto tiempo retornar al
empleo de la dosis óptima económica.
Para cualquier alternativa que se elija, es necesario conocer los valores de
disponibilidad de otros nutrientes, ya que la corrección de otras deficiencias
favorecerá el aprovechamiento del fósforo por el cultivo alcanzando un mayor
rendimiento.
Ejemplos de cálculo utilizando los CP
La fertilización de corrección de fósforo para un suelo trumao que tiene 4 ppm de
P-Olsen, el cual está con pradera y se ha medido el Fósforo en una muestra
tomada a 10 cm de profundidad. Se quiere llegar a las 15 ppm, utilizando dos
estrategias, primero se considera realizar la corrección en un año y en segundo
lugar se quiere realizar la corrección en tres años, de acuerdo a los criterios que
permite aplicar el reglamento del PRSD.
Cuadro 2: Ejemplo de Calculo de Dosis de Corrección P
Dosis de P 2O5 = ( ppm a Alcanzar – ppm Inicial) * CP * 2.29
P inicial = 4 ppm
Corrección en 1 año:
P a Alcanzar = 15 ppm
CP = 16 Kg de P /ppm
Dosis = (15 – 4) * 16 * 2.29 = 403 Kg P2O5/ha (876 Kg SFT)
Corrección en 3 años: (se consideran disminuciones entre cada año)
8 ppm
Dosis = (8-4)*16*2.29=
147 Kg P2O5
12 ppm
Dosis = (12-6.5)*16*2.29 =
202
“
15 ppm
Dosis = (15-10)*16*2.29=
183
“
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532Kg
Al considerar la fertilización en un año, la dosis para alcanzar el nivel de 15 ppm
es de 403 Kg/ha de P2O5, de acuerdo al ejemplo. Ahora si consideramos
parcializar la corrección en un periodo de tres temporadas, debemos considerar
que el suelo subirá en una primera etapa de 4 a 8 ppm, pero en el periodo las 8
ppm que estimamos llegar, disminuirán por efecto de la reactividad particular del
tipo de suelo y para calcular la dosis de la temporada siguiente, nuestro nuevo
nivel inicial no serán 8 ppm sino que será menos. En este ejemplo consideramos
una pérdida de 1.5 ppm, es decir, nuestro nuevo nivel inicial ahora es de 6,5 ppm
y el final 12 ppm.
Al seguir el procedimiento anterior obtenemos que debemos aplicar 147 Kg/ha el
primer año, 202 Kg/ha el segundo año y 183 Kg/ha el tercer año, lo que nos da un
total de 532 Kg/ha de P2O5, repartido en tres años. Superior a la corrección
realizada en una sola temporada.
Este comportamiento está graficado en la figura 3, de acuerdo a lo presentado
por Pinochet (1996).
Figura 3: Efecto de la fertilización parcializada en el P-Olsen a través del
tiempo.
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ACIDEZ DE SUELO
René Bernier Villarroel, Ing. Agrónomo M.Sc.
Centro Regional de Investigación Remehue, Instituto de Investigaciones Agropecuarias
INIA
E-mail:[email protected]
En la Décima Región de Los Lagos, debido a las características climáticas y a su
material original, los suelos agrícolas presentan variadas condiciones de acidez, como
se aprecia en la figura 1.
Distribución de frecuencia de muestras provenientes de
cuatro agrupaciones de suelos según su pH.
80
Ñadi
Trumao
Transición
Rojo-Arcilloso
60
40
20
0
4,6 - 5,0
Figura 1.
5,1 - 5,5
5,6 - 6,0
6,1 - 6,5
Distribución de frecuencia de muestras
agrupaciones de suelos según su pH
pH
provenientes
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de
cuatro
Aspectos conceptuales.
La acidificación de los suelos es un problema que afecta amplias zonas de Chile, lo que
se ve acentuado desde la VIII a la X Regiones. En rigor, la acidez corresponde más a
un problema de los cultivos que de los suelos. Siempre existirá alg ún vegetal con
tolerancia a determinado grado de acidez. Cuando ésta es superada, se produce el
problema.
Las diferentes especies vegetales tienen diferentes requerimientos de acidez de suelo
(Cuadro 1).
Cuadro 1.
Valores de pH críticos y suficientes para algunos cultivos y praderas de la
X Región.
Especies
Papa
Ballica
Avena
Trigo
Trébol blanco
Pradera mixta
Raps
Cebada
Trébol rosado
Remolacha
Alfalfa
pH crítico
5,0
5,5
5,5
5,5
5,6
5,6
5,7
5,8
5,8
6,0
6,2
pH suficiente
5,5
5,7
5,7
5,8
5,8
5,8
5,9
6,0
6,0
6,4
6,6
Origen del problema.
Existen procesos naturales que provocan la acidificación de los suelos. Estos procesos
pueden ser acelerados o retardados por acción del hombre, a través de las prácticas de
manejo.
El proceso natural de mayor incidencia en la acidificación de los suelos es la lixiviación
de los cationes básicos. La magnitud de esta pérdida y la aparición del Al3+ (tóxico), es
debido a la cantidad e intensidad de las lluvias. En zonas áridas los pH son altos
(alcalinos) y en zonas húmedas los pH son bajos (ácidos). (Figura 2).
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H20
S
Ca
U
Mg
Mg
L
K
K
O
Ca
++
OH – OH H+
Ca
Ca
E
S
Ca
H
U
H + OH - H + Mg++
OH -
H
Al
E
Ca++ H+ OH K+
H
Ca
Ca
L
H + H + OH-
Mg
K
O
Na
Ca++
OHOH- Mg+ +
OH- OH K + OH-
Figura 2. Esquema de la lixiviación de los cationes de intercambio.
El laboreo intenso del suelo y el uso de fertilizantes de reacción ácida constituyen los
factores principales de acidificación por acción del hombre.
Actualmente, en el mercado de los fertilizantes se ofrecen productos que contienen
nitrógeno en forma amoniacal (fertilizantes, nitroamoniacales o amoniacales) o amidada
(urea). Estas formas de nitrógeno (amoniacal o amidada) pueden ser oxidadas a nitrito
o nitrato, a través de la acción de microorganismos del suelo. Esta transformación es
producto de una reacción que libera iones hidrógeno (H+), produciéndose la
acidificación de la solución del suelo. En el Cuadro 2, se señalan algunos fertilizantes
ofrecidos en el mercado, incluyendo los que pueden presentar riesgos de acidificación.
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Cuadro 2.
Alternativas para la fertilización nitrogenada en suelos con riesgos de
acidificación.
Productos
Salitre Na
Nitrocal
Supernitro Mg
(25% N 4%MgO)
*Urea + Cal
(3,6 kg CaCO3/kg N)
Nitroplus
(22%N, 7,5% MgO, 12%CaO)
*Urea + Cal
(1,8 kg CaCO3/kg N)
Supernitro
(25%N)
Nitromag
(27%N.5%MgO, 7%CaO)
Urea (46%N)
CaCO3 equivalente en
exceso (E) o déficit (D)
Kg CaCO 3/kg N
1,80 (E)
1,57 (E)
0,17 (E)
Kg CaCO 3/100 kg
fertilizante
28,80 (E)
24,30 (E)
4,20 (E)
1,80 (E)
82,80 (E)
0(neutro)
0 (neutro)
0(neutro)
0 (neutro)
0,14 (D)
3,50 (D)
0,87 (D)
23,60 (D)
1,80 (D)
82,80 (D)
En el cuadro 2, se presenta los índices de acidez o basicidad que tienen los diferentes
fertilizantes nitrogenados, expresados en kilogramos de carbonato de calcio puro por
kilogramo de nitrógeno aportado por el fertilizante y cantidad de carbonato de calcio por
100 kilogramos de fertilizante. Ambas columnas son equivalentes. Por razones
prácticas y debido a las diferentes solubilidades de los productos, se recomienda
duplicar o triplicar las cantidades de carbonato de calcio indicadas en el cuadro 2.
Acidez y productividad.
A medida de que los suelos se acidifican, se solubilizan minerales que liberan Al a la
solución del suelo. Este Al puede alcanzar niveles tóxicos dependiendo de la
sensibilidad o tolerancia de los cultivos o forrajeras.
El Al es liberado por el complejo de intercambio, debido a la disminución de las bases y
al aumento de iones hidrógeno.
En el intercambio el Al pasa a formar parte de las bases, y sumado al Ca, K, Mg y Na,
constituyen la capacidad de intercambio efectiva (CICE). Sin embargo, el índice de
saturación de Al (% sat. Al), es más ilustrativo para dimensionar el problema, porque da
cuenta de la proporción que este elemento ocupa en la CICE. Cuando el índice de
saturación de Al es mayor a 10, se espera que se produzcan síntomas de toxicidad.
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Otro aspecto importante que se afecta por la presencia de Al es la actividad
microbiológica. Cuando los niveles de Al son altos, esta actividad disminuye, lo que
limita o restringe la mineralización y la fijación biológica del N, la mineralización del S
y la del P. Además, cuando el pH del suelo disminuye, la capacidad de retención de
fósforo aumenta. Esto se debe a la presencia de iones H y de Al en la solución del
suelo.
Grados de acidez.
El pH del suelo es el indicador más generalizado de su grado de acidez. Estrictamente
mide la concentración de los iones H presentes en la solución del suelo. El pH de la
solución medido en agua no es un indicador demasiado riguroso del nivel de la
toxicidad de Al, siendo más adecuado utilizar el % de saturación de Al, o también el pH
del suelo medido en CaCl2..
Corrección de la acidez.
Una de las formas de corregir la acidez de los suelos es a través de la aplicación de
enmiendas calcáreas, existiendo diferentes materiales de origen mineral que son
eficaces para producir este efecto.
Entre las enmiendas calcáreas de uso agrícola se conocen las indicadas en el Cuadro
3. En éste se expresa el valor neutralizante de cada enmienda en relación a un valor
de referencia del carbonato de calcio.
Cuadro 3. Enmiendas calcáreas con diferente valor neutralizante.
Material
valor neutralizante
___________________________________________________
n carbonato de calcio
100
n carbonato de magnesio
119
n óxido de calcio (cal viva)
178
n óxido de magnesio
250
n hidróxido de calcio (cal apagada)
135
n hidróxido de magnesio
172
n dolomita (carbonato de Ca y de Mg)
108
n hidróxido de dolomita
175
La elección de la enmienda más adecuada depende de dos factores determinantes:
n calidad de la enmienda
n costo de la enmienda.
La calidad de la enmienda se mide en base a :
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Serie Actas N° 2
n su poder de neutralización
n tamaño de partículas (grado de finura)
n contenido de magnesio.
Como son productos de lenta solubilidad, el tamaño de las partículas adquiere gran
importancia. A mayor finura hay mayor contacto entre la enmienda y las partículas de
suelo.
Reacciones de neutralización.
En general, todas las enmiendas tienen reacciones similares en el suelo. Para ilustrar
el proceso de neutralización se considerará al carbonato de calcio, por ser la enmienda
más utilizada en el medio :
n Hidrólisis del carbonato de calcio (CaCO3)
CaCO3
-
+ H2O ===== Ca2+ + HCO3- + (OH)-
Captura de factores ácidos ( H + )
mat.org.
-H
+ 2 HCO3- ====
-H
arcilla
m.org.
arcilla
+ 2 H2CO3
-
El ión bicarbonato (HCO3-) captura 2 H+ que están en el coloide y producen acidez,
dejando dos sitios vacíos (momentáneamente).
n Disociación del ácido carbónico (H 2CO3)
H2CO3 ===== H2O + CO2 (gas)
n Ocupación de los sitios vacíos (por los iones Ca).
Mat.org.
o
arcilla
+ Ca2-
=======
mat.org.
o
arcilla
Ca
n Neutralización del Al
Al3+ + 3 (OH)- ===== Al (OH)3
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Serie Actas N° 2
El ión Al activo es neutralizado por iones (OH)- provenientes de la hidrólisis del
carbonato de calcio, formando un producto estable y fisico-químicamente neutro.
Normas técnicas del uso de la cal.
Tiempo de incubación
Es el tiempo que la enmienda debe estar en contacto con el suelo, previo a una
siembra. Este proceso se activa con la incorporación y mezcla del material con el
suelo. Según las condiciones de temperatura y humedad, el tiempo de incubación
puede variar de uno a varios meses.
Material encalante.
En el país no existe gran diversidad de materiales que se puedan utilizar para
neutralizar la acidez del suelo. En la actualidad se pueden encontrar las enmiendas
que se presentan en el Cuadro 4.
Cuadro 4.
Contenido de carbonato de calcio equivalente y otras características
relevantes de algunas cales comerciales.
Producto comercial %
CaCO3
Equivalente
40
Fango IANSA
58
Cal IANSA
98
Magnecal
90
Soprocal
95
Otras características
Alta humedad, produc to difícil de
aplicar, heterogéneo, compactado.
30% de humedad, presenta algunos
terrones.
Contiene N, P y otros
elementos.
Contiene Mg (15 a 16% de MgO).
Producto seco de alta finura.
0,6 a 1,2%de Ca (OH)2 (más rápido).
0,6 a 1,2% de MgO. Seco de alta
finura.
Varios orígenes y características.
Conchas Molidas
Fuente: Suárez, 1994.
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Serie Actas N° 2
n Dosis de cal
La dosis de cal depende fundamentalmente de los siguientes factores :
n
n
n
n
n
acidez actual del suelo (pH y % de saturación de Al)
contenido de materia orgánica del suelo
tipo de suelo (contenido y calidad de arcilla)
poder neutralizante del material
mallaje o grado de finura del material encalante
El efecto del grado de finura del material se observa en el resultado experimental que
se presenta en el cuadro 5.
Cuadro 5.
Efectividad de la calcita según el grado de finura.
Tamaño
Partículas
Efectividad
%
> 2 mm
inefectiva
0,25 a 2 mm
50 %
< 0,25 mm
100 %
R. Campillo, 1996.
Dentro de las enmiendas calcáreas se incluye el sulfato de calcio o yeso. Este material
se utiliza como enmienda en suelos salinos sódicos pero no tiene un efecto
neutralizador de la acidez de los suelos, como se muestra en el siguiente experimento
(Cuadro 6).
Cuadro 6.
Yeso
Ton/ha
0
1,7
3,4
6,8
Efecto del carbonato de calcio (yeso) sobre las características químicas de
un suelo Osorno después de un año aplicación (profundidad de 0 a 20
cm).
Ca Int.
Cmol+/kg
3,71
4,21
4,72
5,43
pH agua
pH CaCl2
Al int.
5,50
5,50
5,40
5,40
4,80
4,80
4,80
4,80
0,34
0,24
0,33
0,30
Fuente: R. Campillo, 1996.
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Serie Actas N° 2
Como se aprecia en el cuadro 6, las dosis crecientes de sulfato de calcio (yeso
agrícola) producen un incremento en los niveles de calcio intercambiable del suelo, pero
no tiene efecto sobre el pH ni sobre el aluminio de intercambio.
BIBLIOGRAFIA
CAMPILLO, R. 1994. Diagnóstico de la fertilidad de los suelos de la Décima
Región. En: Campillo y Bortolameolli (ed). Corrección de la
fertilidad
y
uso
de
enmiendas
en
praderas
y
cultivos
forrajeros.
Serie
Remehue
Nº
53.
Instituto
de
Investigaciones
Agropecuarias,
Centro
Regional
de
Investigación Remehue, Osorno, Chile. 135 p.
CAMPILLO, R. 1996. Encalado de suelos ácidos para producción de alfalfa. Instituto
de Investigaciones Agropecuarias (INIA). Chile, Ministerio de Agricultura.
Tierra Adentro, Nº 8. p: 41 – 44.
SADZAWKA, ANGELICA Y RICARDO CAMPILLO. 1999. Acidificación de los suelos y
los procesos involucrados. En: Alfaro, M. (ed). Curso de Capacitación para
operadores del Programa de Recuperación de suelos degradados Zona Sur
(Regiones IX y X). Serie Remehue Nº 71, Centro Regional de Investigación
Remehue (INIA), Osorno, Chile, p: 93 – 103.
SUAREZ, DOMINGO. 1991. Diagnóstico de las necesidades de encalado. En: Acidez
y encalado de suelos en la Región de los Lagos. Instituto de Investigaciones
Agropecuarias (Chile), Estación Experimental Remehue (Osorno), Serie
Remehue Nº 15, p: 77 – 94.
SUAREZ, DOMINGO. 1994. Uso de cales y fertilizantes en praderas de la zona sur.
En: Latrille, L. (ed). Producción Animal. Universidad Austral de Chile,
Facultad de Ciencias Agrarias, Instituto de Producción Animal, Valdivia
(Chile), Serie B-18, p: 39 – 65.
SUAREZ, DOMINGO.
1996.
Acidificación de suelos y uso de fertilizantes
nitrogenados. En.: Latrille, L. (ed). Producción Animal. Universidad Austral
de Chile, Facultad de Ciencias Agrarias, Instituto de Producción Animal,
Valdivia (Chile), Serie B – 20, p: 145 – 161.
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Serie Actas N° 2
DOSIS DE CORRECCION DE FOSFORO,
Y DE ENMIENDAS CALCAREAS
Pablo Undurraga Díaz, Ing. Agrónomo
Centro Regional de Investigación Remehue, Instituto de Investigaciones
Agropecuarias INIA
E-mail: [email protected]
INTRODUCCION
Los conceptos teóricos del fósforo y acidez del suelo se describieron en capítulos
anteriores, en éste veremos cómo realizar las recomendaciones de P y Cal para
los Planes de Manejo de los subprogramas de Fertilidad Fosfatada y enmiendas
calcáreas para el Programa Recuperación de Suelos Degradados (PRSD).
Para recomendaciones de estos subprogramas, se han generado tablas para los
diferentes grupos de suelos de la Región, las que deben ser aplicadas previo
análisis químico de suelos de los potreros a intervenir, de donde se obtiene el nivel
de fósforo inicial, que debe ser menor a 15 ppm y la saturación de aluminio mayor
a 5% o pH menor a 5,8.
En el caso de no contar con análisis de suelos, se utilizan las recomendaciones
del Estudio de Fertilidad de las Microrregiones de la Xª Región, el que trabaja con
valores promedio de análisis y sus recomendaciones correspondientes
dependiendo del tipo de suelo presente. En este caso, las dosis están dadas y se
debe considerar la aplicación de la desviación estándar o usar las dosis medias,
de acuerdo al criterio del operador y a la realidad del sitio en cuestión.
ESTUDIO DE FERTILIDAD MICRORREGIONES Xª REGION
Para la aplicación del Programa de recuperación de suelos degradados, en el
caso de los subprogramas de Fertilización Fosfatada y Enmiendas Calcáreas, el
reglamento para su aplicación exige contar con un análisis químico de suelos, del
o los potreros que se quieren incorporar a estos subprogramas, para verificar los
niveles iniciales, y con éstos calcular las dosis necesarias de Fertilización
Fosfatada y enmienda calcárea.
En la Región se han definido con anterioridad microrregiones, por CIREN para la
Estrategia de Desarrollo Agrícola de las Áreas de INDAP Xª Región (EDAA) en
1994. Para estas mismas se realizó un estudio de fertilidad, el que servirá para
reemplazar el análisis de suelos individual, en la aplicación del PRSD, en esta
región. Con el estudio de fertilidad se elaboraron tablas de corrección de
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Serie Actas N° 2
fertilización fosfatada, en base al nivel de fósforo y de neutralización de la acidez,
con los valores de porcentaje de saturación de aluminio y/o valores de pH del
suelo.
El estudio consideró la toma de muestras de suelos de 29 microrregiones, donde
se concentra el mayor número de pequeños agricultores y potenciales usuarios del
Programa, para definir el nivel de fertilidad, realizándose análisis de fósforo
extractable, pH al agua, bases de intercambio, aluminio intercambiable y
porcentaje de saturación de aluminio.
Con la información analítica obtenida se realizó un estudio de la variabilidad de los
datos, con el objeto de definir los estadígrafos adecuados que permiten una
aproximación más cercana a la realidad de cada microrregión.
Con los resultados ajustados estadísticamente se establecieron las
recomendaciones de fertilización de corrección de fósforo en base a la mediana de
los datos. En este caso, no se usó la media o promedio, ya que por el reducido
número de muestras, es más representativa la mediana. Además, se calculó la
variabilidad de los datos obteniéndose la desviación estándar, que da un rango
(mayor o menor) de operación que permitirá ajustar las recomendaciones de
dosis, de acuerdo a la observación de los técnicos de terreno y a las condiciones
del sitio.
La opción de aplicar la desviación estándar permite ajustar mejor la
recomendación, con valores superiores o inferiores al valor de referencia. Las
variables que se consideraron en el estudio corresponden a fósforo extractable,
pH en agua, contenidos de calcio, magnesio, potasio y sodio intercambiables,
además del aluminio de intercambio, saturación de aluminio, suma de bases y
capacidad de intercambio catiónico efectiva (CICE).
Con el objeto de realizar un análisis detallado de cada microrregión, se han
establecido diferentes estadígrafos como la mediana, la media y desviación
estándar de la población de datos analíticos recogidos, además de los valores
extremos (mínimos y máximos) y el coeficiente de variación existente entre los
valores muestreados en cada microrregión.
En la mayoría de las microrregiones se ha observado que existe gran variabilidad
en los análisis de suelos obtenidos de muestras provenientes de diferentes
agricultores de la misma microrregión, como se señala en los cuadros y gráficos
siguientes.
El estudio consiste básicamente en una descripción de cada una de las
microrregiones y las dosis de fertilización de corrección de fósforo y de enmiendas
calcáreas. Cada microrregión se describe en tres páginas, de acuerdo al ejemplo
que se adjunta de la Microrregión 1005, que consisten en lo siguiente:
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Serie Actas N° 2
Primera Pág.:
Contiene una descripción de la Unidad geomorfológica donde se
ubica y la capacidad de uso de los suelos principales, con la
caracterización de la fertilidad de acuerdo a los análisis químicos
efectuados.
Segunda Pág.:
Contiene la distribución gráfica de los análisis de Fósforo y
Saturación de Aluminio, donde se descomponen en rangos para
verificar el acercamiento de los datos a una distribución normal.
Cuando la distribución real de los valores se diferencia
ampliamente de la normal, se hace necesario ajustar la
información eliminando uno o dos valores que distorsionen la
representatividad de las muestras. De este modo y en base a la
información ajustada se diseñan las tablas de recomendación.
Un cuadro donde aparecen los diferentes parámetros de fertilidad
de suelos que han sido analizados en el laboratorio que
considera todos los estadígrafos de las determinaciones
análisticas realizadas, con las muestras de suelos tomadas a 10
cm de profundidad. Incluye la mediana, media, desviación
estándar, mínima, máxima, número de casos y coeficiente de
variación.
Al final de esta página
se muestra un cuadro con los
estadígrafos ajustados para lograr una distribución normal de los
análisis de fósforo Olsen, pH en agua y saturación de aluminio.
Tercera Pág.:
Se presentan las recomendaciones de fertilización de corrección
de fósforo y dosis de cal según análisis de suelos. Donde el
primer cuadro contiene los valores ajustados de los parámetros
de fertilidad y la desviación estándar a 10 y a 20 cm de
profundidad, según se requiera para recomendaciones de
fertilización de praderas y/o cultivos respectivamente.
El cuadro 2 de esta página contiene las dosis de P2O5 de
corrección y de carbonato de calcio para praderas y cultivos, en
aplicaciones a 1, 2 ó 3 años, según sean las necesidades de
parcialización que requiera cada agricultor en particular.
Además, se indica la cantidad necesaria de fósforo o de
carbonato de calcio que se suma o resta, por la desviación
estándar de los análisis de suelos ajustados para la microrregión
en particular.
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Serie Actas N° 2
Microrregión
:
1005
Descripción
:
Se desarrolla como una banda de conos
proglaciarios, por delante de las áreas morrénico
lacustres de los lagos Panguipulli y Riñihue.
Unidad Geomorfológica
:
Depósitos morrénicos y conos proglaciarios
Capacidad Uso de Suelos
:
Clase IV, V y VI.
Los niveles de fertilidad de suelos que se observan en esta microrregión son bajos, en
general. La suma de bases acusa bajos tenores de calcio, magnesio y potasio. Por
esto, a pesar de que el contenido de Al de intercambio también es bajo, el porcentaje de
saturación de Al es ligeramente alto, con una media de 10,12% y una mediana de
8,11%.
La solución del suelo presenta un pH promedio de 5,60 al igual que la mediana,
correspondiente a la categoría de ligeramente ácido.
Los niveles de fósforo son muy bajos (<5 ppm) en la mayoría de los sitios muestreados,
anotándose un caso con un valor de 8,40 ppm P.
En general se aprecia una marcada variabilidad en lo datos analíticos, producto de la
variabilidad natural que presentan los suelos cuando han sido sometidos a diferentes
manejos. Este hecho se manifiesta en todos los parámetros analizados, a excepción
del pH
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MICRORREGION 1005
DISTRIBUCION Y ESTADISTICAS DE ANALISIS DE SUELOS A 10 cm.
FOSFORO OLSEN ppm
SATURACION DE ALUMINIO %
Distribución Normal
13
12
13
12
11
10
9
11
10
9
Nº OBSERVACIONES
Nº OBSERVACIONES
Distribución Normal
8
7
6
5
4
3
2
1
0
8
7
6
5
4
3
2
1
0
0
1.9
3.8
5.7
7.6
9.5
11.4
ESPERADA
CATEGORIAS
Estadígrafos
3,50
3,68
1,67
0,90
8,40
23,00
45,28
5
15
Sodio
Aluminio
Int.
cmol/Kg(+)
5,60
5,60
0,15
5,30
5,90
23,00
2,72
1,45
2,00
1,07
1,03
4,69
23,00
53,50
0,31
0,41
0,21
0,25
1,06
23,00
51,62
25
35
CATEGORIAS
Fósforo pH agua Calcio Magnesio Potasio
ppm
Mediana
Media
Desv. Estándar
Mínima
Máxima
Nº Casos
Coef. Var. %
-5
0,22
0,25
0,09
0,15
0,47
23,00
35,95
0,12
0,13
0,05
0,06
0,31
23,00
38,20
0,19
0,27
0,24
0,07
1,06
23,00
86,41
45
55
ESPERADAS
Suma
Bases
Saturación CICE
Al
%
cmol/Kg(+
)
2,13
8,11
2,63
2,79
10,12
3,06
1,34
8,66
1,32
1,73
1,15
1,93
6,34
37,58
6,90
23,00
23,00
23,00
48,11
85,57
43,06
ESTADIGRAFOS AJUSTADOS
Estadígrafos
Mediana
Media
Desv. Estándar
Mínima
Máxima
Nº Casos
Coef. Var. %
Fósforo
ppm
pH agua
3,50
3,59
1,24
1,20
5,80
21,00
34,62
Saturación Al
%
5,60
5,60
0,15
5,30
5,90
23,00
2,72
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
8,11
8,76
5,20
2,33
21,22
19,00
59,33
MICRORREGION 1005
RECOMENDACIONES DE FERTILIZACION DE CORRECCION DE FÓSFORO
DOSIS DE CAL SEGÚN ANÁLISIS DE SUELO.
Y
1. Valores ajustados de los parámetros de fertilidad y desviación estándar a dos
profundidades de suelo (10 y 20 cm.)
Prof.
P Olsen
cm.
(ppm)
3,5
1,2
1,6
0,6
10
20
D.S.
D.S.
pH
agua
5,6
0,2
5,6
0,2
Ca int
1,45
1,07
0,81
0,59
Mg int
0,31
0,21
0,18
0,12
Na int
Al int
Suma de
Bases
cmol(+)/Kg 1
0,22
0,12
0,09
0,05
0,15
0,07
0,06
0,03
0,19
0,24
0,19
0,24
2,1
1,3
1,2
0,8
K int
Sat. Al 3
CICE 2
(%)
8,1
5,2
13,4
7,8
cmol(+)/Kg
2,6
1,3
1,6
0,8
1
cmol(+)/Kg; reemplaza a meq/100g de suelo en igual magnitud y corresponde a
centésimo de mol de cargas + por kg de suelo (cationes).
2
Sat. Al; Proporción de aluminio de Intercambio de la CICE. Se calcula: (Al
int./CICE) *100.
3
CICE : Capacidad de intercambio catiónico efectiva, corresponde a la suma de
bases (Ca+Mg+K+Na) + Al intercambio.
D.S Desviación estándar.
2. Dosis de P 2O5 de corrección y de carbonato de calcio para praderas y cultivos
en aplicaciones de 1, 2 ó 3 años.
Pradera
Cultivo
1 año 4
2 años
3 años
1 año
2 años
3 años
P2O5 5
P2O5 (+/-) 6
400
464
496
773
897
959
44
51
55
36
42
45
CaCO 3 7
Kg /ha
904
3.312
3.478
3.577
CaCO 3 (-)
8
CaCO 3 (+)
904
905
3.002
3.152
3.310
1.543
1.620
1.701
9
4 Aplicación en 1, 2 ó 3 años.
5 Dosis total de P 2O5 en kg/ha para 1 , 2 ó 3 años de aplicación. Para aplicación en 2
años fraccionar un 60% al año 1 y 40 % al año 2; y aplicación a 3 años fraccionar
en 40% al año 1 y 30% a los años 2 y 3 respectivamente.
6 Ajuste de dosis de acuerdo a desviación estándar. Se sumará o restará de la dosis
total de P 2O5, de acuerdo a las condiciones propias del sitio.
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Serie Actas N° 2
7 Dosis total de CaCO3 en kg/ha para 1, 2 ó 3 años de aplicación. Para aplicación en
2 años fraccionar un 60% al año 1 y 40 % al año 2; y aplicación a 3 años fraccionar
en 40% al año 1 y 30% a los años 2 y 3 respectivamente.
8 Ajuste de dosis de acuerdo a desviación estándar. Se restará de la dosis total de
CaCO3, de acuerdo a las condiciones propias del sitio.
9 Ajuste de dosis de acuerdo a desviación estándar. Se sumará de la dosis total de
CaCO3, de acuerdo a las condiciones propias del sitio.
1.
Recomendaciones de corrección de fósforo cuando se cuenta con el
análisis de suelo.
En este caso, se utilizan las tablas de los cuadros 1 y 2 (estudio de micorregiones), que
presentan las recomendaciones de corrección de fósforo para diferentes niveles
iniciales y con parcialización hasta tres años. El cuadro 1, tiene las dosis de P2O5 para
aplicaciones en cobertera, que se utilizarán para praderas establecidas previamente,
donde el muestreo de suelos fue realizado a una profundidad de 0 a 10 cm.
El cuadro 2, muestra la tabla de dosis de P2O5 para cultivos o aplicaciones
incorporadas, para diferentes niveles iniciales y tipos de suelos.
La utilización de estas tablas se explica gráficamente en la figura 1, donde se detalla la
secuencia de entrada a la tabla y la forma de obtener la dosis de corrección de acuerdo
al nivel inicial del P en el análisis de suelos. En el caso de valores de ppm intermedios
se debe realizar el procedimiento de interpolación que está ejemplarizado en la figura 2.
La forma de proceder es la siguiente:
§
Primero se debe verificar en el análisis de suelo el contenido de fósforo inicial,
posteriormente se va a la tabla de corrección de fósforo para alcanzar 15 ppm y
se trabaja con la profundidad según corresponda (10 cm fertilización de pradera
y 20 cm para cultivos). Después se debe seleccionar el tipo de suelo y
finalmente se utilizará la dosis recomendada que corresponda según el número
de años en que se realice la corrección (parcialización).
§
Cuando el análisis de suelo indique el contenido de fósforo con un decimal (P 2O5
3.5 ppm) se deberá realizar una Interpolación, de acuerdo al ejemplo de la figura
2.
Luego de obtener la dosis de fósforo de corrección se debe traspasar al plan de manejo
y agregar la “dosis de producción”.
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Profundidad para
fertilización de pradera
Fósforo Inicial
Tipo de suelo
Nº años Plan
Dosis
recomendada
Dosis de P2O5 de correción para
10cm prof.
P inicial (ppm)
Trumao
CP (Kg P/ppm)
P2O5 Kg/ha (1año)
P2O5 Kg/ha (2año)
P2O5 Kg/ha (3año)
1
2
3
4
(Osorno, Valdivia, Llanquihue, Palena)
16
16
16
16
492 455
418
381
285 264
242
221
203 188
173
157
Trumao
CP (Kg P/ppm)
P2O5 Kg/ha (1año)
P2O5 Kg/ha (2año)
P2O5 Kg/ha (3año)
(Chiloé)
18
18
531 491
308 285
220 203
18
450
261
186
18
410
238
170
Rojo arcilloso
CP (Kg P/ppm)
P2O5 Kg/ha (1año)
P2O5 Kg/ha (2año)
P2O5 Kg/ha (3año)
(Región)
12
12
370 342
215 198
153 141
12
314
182
130
12
286
166
118
Figura 1: Utilización de las tablas de dosis de corrección de P.
Ejemplo interpolación
3.5 ppm
P inicial en analisis
P inicial (tabla):
Dosis (tabla)
:
Procedimiento:
3.0 ppm
4.0 ppm
418
381
418 – 381 = 37
3,7 Kg/0,1
3,7 * 5 = 18,5
Dosis final
418 – 18,5 = 399,5 Kg/ha P 2 5 O
Figura 2: Ejemplo de interpolación para calcular la dosis de P.
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Serie Actas N° 2
(Kg/ha)
Cuadro 1: Tabla de recomendaciones de fósforo de corrección para aplicaciones en
cobertera (praderas), según análisis de suelos a 10 cm de profundidad.
Dosis de P2O5 de correción para
P inicial (ppm)
1
Suelo Trumao
(Osorno, Valdivia, Llanquihue, Palena)
CP (Kg P/ppm)
16
P2O5 Kg/ha (1año)
492
P2O5 Kg/ha (2año)
285
P2O5 Kg/ha (3año)
203
Suelo Trumao
(Chiloé)
CP (Kg P/ppm)
18
P2O5 Kg/ha (1 año)
531
P2O5 Kg/ha (2 años)
308
P2O5 Kg/ha (3 años)
220
Suelo Rojo arcilloso
(Región)
CP (Kg P/ppm)
12
P2O5 Kg/ha (1año)
370
P2O5 Kg/ha (2año)
215
P2O5 Kg/ha (3año)
153
Suelo Transición
Región
CP (Kg P/ppm)
13
P2O5 Kg/ha (1año)
406
P2O5 Kg/ha (2año)
235
P2O5 Kg/ha (3año)
168
Suelo Ñadi
Region
CP (Kg P/ppm)
17
P2O5 Kg/ha (1año)
521
P2O5 Kg/ha (2año)
302
P2O5 Kg/ha (3año)
215
10 cm de profundidad
2
3
4
5
6
7
8
9
10 11
12 13 14
16
455
264
188
16
418
242
173
16
381
221
157
16
344
199
142
16
306
178
127
16 16 16 14 14 14 14 14
269 232 195 158 126 95 63 32
156 135 113
111
18
491
285
203
18
450
261
186
18
410
238
170
18
370
215
153
18
330
191
136
18
289
168
120
12
342
198
141
12
314
182
130
12
286
166
118
12 12 12 12 12 10 10
258 229 201 173 145 117 93
149 133 117 100
106
13
375
217
155
13
344
200
142
13
314
182
130
13
283
164
117
13 13 13 13 11 11 11 11 11
252 221 191 160 129 104 78 52 26
146 128 111
104
17
482
279
199
17
442
257
183
17
403
234
167
17
364
211
150
17
324
188
134
17
285
165
118
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
18 18 15 15 15 15 15
249 209 168 135 101 67 34
144 121
103
10 10 10
70 47 23
17 17 15 15 15 15 15
246 206 167 134 100 67 33
143 120
102
Cuadro 2: Tabla de recomendaciones de fósforo de corrección para aplicaciones
incorporadas (cultivos), según análisis de suelos a 20 cm de profundidad.
Dosis de P2O5 de correción para
20 cm de profundidad
P inicial (ppm)
1
2
3
4
5
6
7
Suelo: Trumao
(Osorno, Valdivia, Llanquihue, Palena)
CP (Kg P/ppm)
26 26 26 26 26 26 26
P2O5 Kg/ha (1año)
809 749 689 629 569 509 449
P2O5 Kg/ha (2 años)
453 419 386 352 319 285 251
P2O5 Kg/ha (3 años)
318 295 271 247 224 200 177
Suelo: Trumao
(Chiloé)
CP (Kg P/ppm)
28 28 28 28 28 28 28
P2O5 Kg/ha (1año)
870 806 741 677 613 548 484
P2O5 Kg/ha (2 años)
487 451 415 379 343 307 271
P2O5 Kg/ha (3 años)
342 317 292 266 241 216 190
Suelo: Rojo arcilloso
(Región)
CP (Kg P/ppm)
20 20 20 20 20 20 20
P2O5 Kg/ha (1año)
616 569 523 477 431 384 338
P2O5 Kg/ha (2 años)
345 319 293 267 241 215 189
P2O5 Kg/ha (3 años)
242 224 206 188 169 151 133
Suelo: Transición
Región
CP (Kg P/ppm)
22 22 22 22 22 22 22
P2O5 Kg/ha (1año)
681 630 578 527 476 425 374
P2O5 Kg/ha (2 años)
381 353 324 295 267 238 210
P2O5 Kg/ha (3 años)
268 248 228 207 187 167 147
Suelo: Ñadi
Region
CP (Kg P/ppm)
27 27 27 27 27 27 27
P2O5 Kg/ha (1año)
847 785 722 660 598 535 473
P2O5 Kg/ha (2 años)
474 439 404 370 335 300 265
P2O5 Kg/ha (3 años)
333 309 284 260 235 211 186
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
8
9
10 11 12 13 14
26
389
218
153
26 24 24 24 24 24
329 269 215 161 108 54
184 151 121
129
28
420
235
165
28 25 25 25 25 25
355 291 233 174 116 58
199 163 130
140
20 20 17 17 17 17 17
292 245 199 159 120 80 40
163 137
22 22 19 19 19 19 19
323 272 221 177 133 88 44
181 152 124
127
27
411
230
162
27 25 25 25 25 25
349 286 229 172 115 57
195 160 128
137
2. Recomendación de fósforo utilizando las tablas del Estudio de Fertilidad de
las Microrregiones.
En este caso las dosis de corrección están calculadas, de acuerdo al análisis de suelos
promedio (cuadro 3) y para ello se deberá indicar el valor de P inicial del análisis de
suelo de la microrregión en el plan y si el operador lo estima conveniente ajustará los
valores del fósforo inicial utilizando la desviación estándar.
Cuadro 3.
Ejemplo de resultados de análisis de suelo de la microrregión.
Prof.
P Olsen
cm.
(ppm)
10
20
D.S.
D.S.
3,5
1,2
1,6
0,6
pH
agua
Ca int
Mg int
K int
Na int
Al int
Suma de
Bases
cmol(+)/Kg
5,6
0,2
5,6
0,2
1,45
1,07
0,81
0,59
0,31
0,21
0,18
0,12
0,22
0,09
0,15
0,06
0,12
0,05
0,07
0,03
0,19
0,24
0,19
0,24
2,1
1,3
1,2
0,8
Sat. Al
CICE
(%)
cmol(+)/Kg
8,1
5,2
13,4
7,8
2,6
1,3
1,6
0,8
D.S Desviación estándar.
En el cuadro 4, se encuentran las dosis recomendadas de corrección de P para ser
utilizadas en el Plan de Manejo.
Cuadro 4. Ejemplo de Dosis de P2O5 de corrección y de carbonato de calcio para
praderas y culti vos en aplicaciones de 1, 2 ó 3 años para una microrregión.
P2 O5
Pradera
Cultivo
1 año
2 años
3 años
1 año
2 años
3 años
400
464
496
773
897
959
P2 O5 (+/-)
44
51
55
36
42
45
CaCO3
Kg /ha
904
3.312
3.478
3.577
CaCO3 (-)
CaCO3 (+)
904
905
3.002
3.152
3.310
1.543
1.620
1.701
Las tablas de resultado de análisis de suelo y de dosis se utilizan de la siguiente forma,
considerando la utilización de la desviación estándar, donde el operador deberá sumar
o restar según corresponda:
§
En el caso de sumar la D.S. del resultado del análisis se deberá restar el valor
correspondiente en la dosis de corrección (Ejemplo 1) cuando el operador
considere que el suelo presenta un mayor contenido de P Inicial por el
manejo que ha tenido ese suelo.
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Serie Actas N° 2
§
En el caso de restar la D.S. del reultado del análisis se deberá sumar el valor
correspondiente en la dosis de corrección (Ejemplo 2) cuando el operador
considere que el suelo presenta un menor contenido de P Inicial.
Ejemplo 1:
Se realizará un plan de corrección de P, en el cultivo de papa a un año. Por los
manejos anteriores del potrero se considera que el nivel de P inicial es mayor al de la
microrregión, por tanto, se utilizará la D.S para ajustar los valores sumando este
estadígrafo.
Al subir el nivel de P inicial, la dosis de corrección deberá ajustarse. Para ello se
restará de la dosis indicada el valor de la D.S.
Cultivo papa (20 cm)
Prof.
P Olsen
cm.
(ppm)
10
3,5
1,2
1,6
0,6
D.S.
1,6 + 0,6 = 2,2 P Olsen (ppm)
P + D.S = P inicial
20
D.S.
P2 O 5
Dosis de Corrección en 1 año
773 – 36 = 737 Kg/ha
Pradera
Cultivo
1 año
2 años
3 años
1 año
2 años
3 años
400
464
496
773
897
959
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Serie Actas N° 2
P2 O 5 (+/-)
Kg /ha
44
51
55
36
42
45
Ejemplo 2:
Se realizará un plan de corrección de P, en fertilización de pradera a dos años. Por la
condición de la pradera se considera que el nivel de P inicial es menor al del promedio
de la microrregión, por tanto, ajustarán los valores restando la D.S.
Al bajar el nivel de P inicial la dosis de corrección deberá ajustarse, para ello se sumará
a la dosis indicada el valor de la D.S.
Fertilización pradera
3,5 – 1,2 = 2,3 P Olsen (ppm)
P 1 + D.S = P inicial
Prof.
P Olsen
cm.
(ppm)
10
3,5
1,2
1,6
0,6
D.S.
20
D.S.
P2O 5
Dosis de Corrección en 2 años
Pradera
464 + 51 = 515 Kg/ha
Cultivo
1 año 4
2 años
3 años
1 año
2 años
3 años
400
464
496
773
897
959
5
P2 O 5 (+/-)
Kg /ha
44
51
55
36
42
45
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Serie Actas N° 2
3.
Dosis de fósforo de producción:
Luego de obtener la dosis de corrección se debe estimar la “dosis de producción”, que
será la cantidad necesaria a aplicar que requiere el cultivo o pradera de acuerdo al nivel
de rendimiento esperado. En el capítulo de recomendaciones de fertilización según
análisis de suelos, se encuentran las instrucciones para estimar la dosis de producción
de P2O5. La precaución que se debe tener es que el nivel inicial de P del análisis se
debe agregar las ppm con que quedará el suelo después de aplicar la dosis de
corrección.
Para facilitar el cálculo de las dosis de producción se han diseñado las tablas que se
presentan a continuación en los cuadros 5 y 6, para praderas y cultivos, de acuerdo a
un amplio rango de rendimientos esperados. Las dosis presentadas corresponden a
suelos donde se ha alcanzado el nivel de 15 ppm, ya que se considera que se aplicarán
conjuntamente la “dosis de corrección” de P y la “dosis de producción”.
Cuadro 5: Dosis de de P 2O5 de producción para cultivos.
Papas
Rendimiento
Dosis de
esperado
Producción
Ton/ha
Kg P2O5/ha
15
34
20
46
30
69
35
80
40
92
45
103
50
115
55
126
Trigo
Rendimiento
Dosis de
esperado
Producción
qq/ha
Kg P2O5/ha
25
29
30
35
40
46
50
58
60
69
70
81
80
92
90
104
Avena
Rendimiento
Dosis de
esperado
Producción
qq/ha
Kg P2O5/ha
15
16
25
27
35
37
45
48
55
59
65
70
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Serie Actas N° 2
Cuadro 6: Dosis de P 2O5 de producción para praderas.
Pastoreo
Rendimiento
Dosis Producción
esperado
Kg MS/ha
Kg P2O5/ha
1500
11
2000
14
3000
21
4000
28
5000
35
6000
42
7500
53
8500
60
10000
70
3.
Corte y Pastoreo
Rendimiento
Dosis Producción
esperado
Kg MS/ha
Kg P2O5/ha
2000
18
3000
27
4000
36
5000
45
6000
54
7000
63
8000
72
9000
81
10000
90
Dosis de enmiendas calcáreas utilizando las tablas de la microrregión.
En este caso, las recomendaciones están formuladas y para ello se deberá indicar el
valor de la saturación de aluminio inicial del análisis de suelo de la microrregión en el
plan y si el operador lo estima conveniente ajustará los valores de la saturación de
aluminio inicial utilizando la desviación estándar. En el cuadro 3 (estudio de
microrregiones), se encuentran las dosis recomendadas para bajar la saturación de Al
a 5% y/o para llegar a pH 5,8 cuando la saturación de aluminio es menor o igual a 5%,
para praderas y cultivos y de acuerdo a los años que se desee parcializar (hasta tres
años).
Para el caso de aplicar la desviación estándar se procede de forma similar a la
metodología explicada para la corrección de P.
Ejemplo 3:
De acuerdo al ejemplo de microrregión del cuadro 3, el suelo tiene una saturación de
aluminio de 8,1%, con una desviación estándar de +- 5,2% para el análisis promedio a
10 cm de profundidad de suelo. Es decir, si se le resta este valor, el suelo no requiere
de aplicación de enmienda cálcarera (8.1 – 5.2 = 2.9), al restar la dosis del cuadro 4 de
la columna “CaCO3(-)”, por tanto, la dosis será 0 (904– 904 kg/ha de CaCO3).
En el caso de sumar la D.S. (8.1 + 5.2) se obtiene una saturación de aluminio inicial de
13,3%, es decir, se debe sumar a la dosis promedio de 904 kg la dosis de la columna
“CaCO3(+)” que es de 905 (904 + 905) es decir la dosis será de 1809 kg/ha de CaCO3.
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Serie Actas N° 2
4. Dosis de enmiendas calcáreas utilizando análisis de suelo.
Para estimar la dosis de CaCO3 necesaria para bajar la saturación de aluminio a 5%, se
utilizarán las tablas de los cuadros 7 y 8 (estudio de microrregiones), para cultivos y
praderas respectivamente. Estos cuadros tienen las dosis de CaCO3 para niveles
iniciales de saturación de aluminio desde 50% hasta 5%, para tres grupos de suelos
representativos de la región (Trumaos, Rojos Arcillosos y Transición).
El cuadro 7, muestra la tabla de dosis de carbonato de calcio para cultivos o
aplicaciones incorporadas y el cuadro 8 para aplicaciones en praderas establecidas o
en cobertera para diferentes niveles iniciales de saturación de aluminio y tipos de
suelos.
El cuadro 9, tiene las dosis de CaCO3 para aplicar el criterio del pH. Se utiliza
solamente cuando la saturación de aluminio es menor o igual a 5% y el pH menor a 5,8.
El cuadro presenta dosis de CaCO3, para alcanzar un pH de 5.8 de acuerdo al tipo de
suelo y según la profundidad de 10 cm para aplicaciones en cobertera y 20 cm para
aplicaciones incorporadas para los suelos de la Xª región (Trumaos, Ñadis, Rojo y
Transición).
La utilización de estas tablas se explica gráficamente en la figura 3, donde se detalla la
secuencia de entrada a la tabla y la forma de obtener la dosis de enmienda de acuerdo
al nivel inicial de saturación de aluminio del suelo.
La forma de proceder es la siguiente:
§
Primero se debe verificar en el análisis de suelo el nivel inicial de saturación de
aluminio (ej.: 20%), posteriormente se va a la tabla de corrección de saturación
de aluminio 5% y se trabaja con la profundidad según corresponda (10 cm
fertilización de pradera y 20 cm para cultivos). Después se debe seleccionar el
tipo de suelo y finalmente se utilizará la dosis recomendada que corresponda
según el número de años en que se realice la corrección (parcialización).
La cantidad de CaCO3 para aplicaciones 2 años y 3 años debe dividirse en 2 o 3
aplicaciones según corresponda aplicando una mayor dosis el primer año. En
aplicaciones a 2 años, como criterio se puede usar el 60% de la dosis el primer año y el
40% el segundo año. En aplicaciones a tres años usar el 40% el primer año, el 30% el
segundo año y el 30% restante al tercer año.
La dosis de CaCO3 no debe exceder los 3.500 Kg/ha año en cobertera y 4.700 Kg/ha
año incorporado, para evitar desbalances de bases en el suelo.
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Serie Actas N° 2
Profundidad de muestra
(fertilización de pradera)
Tipo de suelo
Nº años Plan
Sat. Al Inicial
Dosis
recomendada
Sat Al(%)
inic.
25
24
23
22
21
20
19
18
17
16
15
14
13
12
11
Dosis en Kg/ha de CaCO3
Trumao
1año
3.019
2.942
2.862
2.779
2.692
2.600
2.504
2.402
2.295
2.182
2.060
1.931
1.792
1.642
1.479
2año
3.169
3.089
3.005
2.918
2.826
2.730
2.629
2.523
2.410
2.291
2.184
2.047
1.900
1.740
1.568
para 10 cm
Rojo
3año
3.260
3.177
3.091
3.001
2.907
2.808
2.704
2.595
2.479
2.356
2.246
2.105
1.953
1.790
1.612
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
1año
2.083
2.030
1.975
1.917
1.857
1.794
1.728
1.658
1.584
1.505
1.422
1.332
1.237
1.133
1.020
2año
2.187
2.131
2.074
2.013
1.950
1.884
1.814
1.741
1.663
1.581
1.507
1.412
1.311
1.201
1.082
Cuadro 7:
cultivos.
Dosis de carbonato de calcio para bajar saturación de aluminio al 5% en
Dosis en Kg/ha de CaCO3 para 20 cm
Sat Al(%)
inic.
50
49
48
47
46
45
44
43
42
41
40
39
38
37
36
35
34
33
32
31
30
29
28
27
26
25
24
23
22
21
20
19
18
17
16
15
14
13
12
11
10
9
8
7
6
1año
4.660
4.487
4.306
4.114
3.910
3.693
3.461
3.212
2.943
2.650
2.330
1.976
1.580
1.131
613
Trumao
2año *
8.049
7.979
7.907
7.833
7.758
7.681
7.602
7.522
7.440
7.356
7.269
7.181
7.090
6.997
6.901
6.803
6.701
6.597
6.489
6.378
6.324
6.204
6.080
5.952
5.819
5.680
5.536
5.386
5.229
5.065
4.893
4.712
4.521
4.319
4.105
3.914
3.669
3.405
3.119
2.809
2.470
2.094
1.675
3año *
8.282
8.209
8.135
8.059
7.982
7.903
7.822
7.739
7.654
7.568
7.479
7.388
7.295
7.199
7.100
6.999
6.894
6.787
6.676
6.562
6.505
6.381
6.254
6.122
5.985
5.843
5.694
5.540
5.379
5.210
5.033
4.846
4.650
4.443
4.223
4.025
3.772
3.501
3.208
2.889
2.540
1año
4.709
4.645
4.579
4.510
4.440
4.368
4.293
4.216
4.136
4.054
3.968
3.879
3.787
3.691
3.591
3.486
3.377
3.262
3.141
3.014
2.879
2.737
2.585
2.423
2.248
2.060
1.855
1.631
1.383
1.106
792
429
Rojo
2año *
5.635
5.585
5.535
5.483
5.431
5.377
5.322
5.265
5.208
5.149
5.089
5.027
4.963
4.898
4.831
4.762
4.691
4.618
4.542
4.465
4.427
4.343
4.256
4.166
4.073
3.976
3.875
3.770
3.660
3.546
3.425
3.298
3.165
3.023
2.874
2.740
2.568
2.383
2.184
1.967
1.729
3año *
5.797
5.746
5.694
5.641
5.587
5.532
5.475
5.417
5.358
5.297
5.235
5.172
5.106
5.039
4.970
4.899
4.826
4.751
4.674
4.594
4.553
4.467
4.378
4.285
4.190
4.090
3.986
3.878
3.765
3.647
3.523
3.392
3.255
3.110
2.956
2.818
2.641
2.451
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
1año
4.684
4.596
4.504
4.409
4.310
4.208
4.101
3.990
3.873
3.752
3.624
3.490
3.349
3.199
3.041
2.872
2.692
2.498
2.289
2.061
1.812
1.537
1.229
880
477
Transición
2año *
3año *
6.261
6.441
6.206
6.385
6.150
6.327
6.092
6.268
6.034
6.208
5.974
6.146
5.913
6.084
5.851
6.019
5.787
5.953
5.721
5.886
5.654
5.817
5.585
5.746
5.514
5.674
5.442
5.599
5.367
5.522
5.291
5.443
5.212
5.362
5.131
5.279
5.047
5.193
4.961
5.104
4.919
5.059
4.825
4.963
4.729
4.864
4.629
4.762
4.526
4.655
4.418
4.544
4.306
4.429
4.189
4.309
4.067
4.183
3.939
4.052
3.806
3.914
3.665
3.769
3.516
3.617
3.359
3.455
3.193
3.284
3.045
3.131
2.853
2.934
2.648
2.723
2.426
2.495
2.185
1.921
1.629
Cuadro 8. Dosis de carbonato de calcio para bajar saturación de aluminio al 5% en
praderas.
Sat Al(%)
inic.
50
49
48
47
46
45
44
43
42
41
40
39
38
37
36
35
34
33
32
31
30
29
28
27
26
25
24
23
22
21
20
19
18
17
16
15
14
13
12
11
10
9
8
7
6
1año
3.482
3.422
3.361
3.297
3.231
3.163
3.092
3.019
2.942
2.862
2.779
2.692
2.600
2.504
2.402
2.295
2.182
2.060
1.931
1.792
1.642
1.479
1.300
1.102
882
631
342
Trumao
2año *
4.491
4.452
4.412
4.371
4.329
4.286
4.242
4.197
4.151
4.104
4.056
4.007
3.956
3.904
3.851
3.796
3.739
3.681
3.621
3.559
3.529
3.462
3.393
3.321
3.247
3.169
3.089
3.005
2.918
2.826
2.730
2.629
2.523
2.410
2.291
2.184
2.047
1.900
1.740
1.568
1.378
1.169
Dosis en Kg/ha de CaCO3 para 10 cm
Rojo
Transición
3año *
1año
2año *
3año *
1año
2año *
3año *
4.621
2.980
3.099
3.188
3.311
3.443
3.543
4.580
2.954
3.072
3.160
3.282
3.413
3.512
4.539
2.927
3.044
3.132
3.252
3.382
3.480
4.497
2.900
3.016
3.103
3.222
3.351
3.447
4.454
2.872
2.987
3.073
3.191
3.319
3.414
4.409
2.843
2.957
3.043
3.159
3.286
3.381
4.364
2.814
2.927
3.011
3.127
3.252
3.346
4.318
2.785
2.896
2.980
3.094
3.218
3.311
4.271
2.754
2.864
2.947
3.060
3.183
3.274
4.223
2.723
2.832
2.914
3.026
3.147
3.237
4.173
2.691
2.799
2.879
2.990
3.110
3.199
4.122
2.658
2.765
2.844
2.954
3.072
3.160
4.070
2.625
2.730
2.808
2.916
3.033
3.120
4.017
2.590
2.694
2.771
2.878
2.993
3.079
3.962
2.555
2.657
2.734
2.839
2.952
3.037
3.905
2.518
2.619
2.695
2.798
2.910
2.994
3.847
2.481
2.580
2.654
2.756
2.867
2.949
3.787
2.442
2.540
2.613
2.713
2.822
2.903
3.725
2.402
2.498
2.570
2.669
2.776
2.856
3.662
2.361
2.456
2.526
2.624
2.728
2.807
3.629
2.319
2.435
2.504
2.576
2.705
2.782
3.561
2.275
2.389
2.457
2.528
2.654
2.730
3.490
2.229
2.341
2.408
2.477
2.601
2.675
3.416
2.182
2.292
2.357
2.425
2.546
2.619
3.339
2.134
2.240
2.304
2.371
2.489
2.560
3.260
2.083
2.187
2.249
2.314
2.430
2.499
3.177
2.030
2.131
2.192
2.256
2.368
2.436
3.091
1.975
2.074
2.133
2.194
2.304
2.370
3.001
1.917
2.013
2.071
2.130
2.237
2.301
2.907
1.857
1.950
2.006
2.064
2.167
2.229
2.808
1.794
1.884
1.938
1.993
2.093
2.153
2.704
1.728
1.814
1.866
1.920
2.016
2.073
2.595
1.658
1.741
1.790
1.842
1.934
1.989
2.479
1.584
1.663
1.710
1.760
1.848
1.900
2.356
1.505
1.581
1.626
1.673
1.756
1.806
2.246
1.422
1.507
1.550
1.580
1.674
1.722
2.105
1.332
1.412
1.480
1.569
1.614
1.953
1.237
1.311
1.374
1.456
1.790
1.133
1.201
1.259
1.334
1.612
1.020
1.082
1.134
1.202
897
997
1.056
761
845
608
676
435
484
236
262
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
Cuadro 9. Dosis de carbonato de calcio para subir el pH hasta 5,8 para praderas (10
cm) y para cultivos (20 cm).
pH inicial
5,0
5,1
5,2
5,3
5,4
5,5
5,6
5,7
5,8
Trumao
Transición
Rojo
Ñadi
10 cm
20 cm
10 cm
20 cm
10 cm
20 cm
10 cm
20 cm
4.145
7.273
3.800
6.667
3.040
5.333
4.750
8.333
3.627
6.364
3.325
5.833
2.660
4.667
4.156
7.292
3.109
5.455
2.850
5.000
2.280
4.000
3.563
6.250
2.591
4.545
2.375
4.167
1.900
3.333
2.969
5.208
2.073
3.636
1.900
3.333
1.520
2.667
2.375
4.167
1.555
2.727
1.425
2.500
1.140
2.000
1.781
3.125
1.036
1.818
950
1.667
760
1.333
1.188
2.083
518
909
475
833
380
667
594
1.042
0
0
0
0
0
0
0
0
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
ESTABLECIMIENTO Y REGENERACION
DE PRADERAS PERMANENTES
Nolberto Teuber Kuschel, Ing. Agrónomo, Ph.D.
Centro Regional de Investigación Remehue, Instituto de Investigaciones Agropecuarias
INIA
E-mail.: [email protected]
INTRODUCCION
En la Décima Región se encuentra el 11% de la superficie de las praderas de Chile, por
lo que esta región tiene la mayor importancia del país en lo referente a praderas y
consecuentemente en la implementación de sistemas de producción animal basados en
su utilización a pastoreo.
Según Paladines y Muñoz (1982), en la Región de Los Lagos (Décima Región), existen
alrededor de 1,48 millones de hectáreas. Aproximadamente el 11% de ese total
corresponden a praderas sembradas, el 33% se agrupa en las praderas mejoradas, lo
que se ha logrado a través de diferentes vías y el restante 56% de la superficie regional
incluye a las praderas naturalizadas. Esto significa que disponemos de 800 mil hectáreas
catalogadas como praderas naturalizadas de baja calidad y productividad, a pesar de
que en la mayoría de los casos ellas se ubican en suelos de buen potencial productivo.
Las praderas naturalizadas se caracterizan por la presencia de especies de bajo valor
forrajero, tienen bajo rendimiento de materia seca y son muy estacionales en su
crecimiento. En cambio el 44% que involucra a las praderas mejoradas y las sembradas,
presentan mejores especies botánicas y consecuentemente mayor rendimiento y calidad
nutritiva.
Se supone que el porcentaje de las distintas categorías de praderas (sembradas,
mejoradas y naturalizadas) es relativamente constante en el tiempo, porque existe un
proceso de cambio en permanente dinámica entre los distintos tipos en el sur de Chile.
Esto principalmente se debe a diferentes procesos de degradación por manejos no
adecuados como una baja o nula fertilización de mantención, sobre o subutilización del
forraje producido, efectos de sequía, rezagos prolongados, etc.; además de los aspectos
climáticos que limitan el crecimiento vegetal y su persistencia en las distintas zonas
agroecológicas.
En el Cuadro 1 se indica la duración del déficit hídrico estival y las condiciones de
exceso de humedad y bajas temperaturas en invierno en las distintas condiciones
agroecológicas. Se observa un déficit hídrico de 3 a 4 meses en la costa, un periodo
intermedio en el llano longitudinal y 1 a .2 meses en la precordillera andina. Igualmente
las bajas temperaturas de invierno son 3 a 4 meses en la costa y 4 a 5 meses en la
precordillera andina, lo que se traduce en un LECE (Largo de la Estación de Crecimiento
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
Efectivo) de tan sólo 5 meses en la costa y 6 a 7 meses en las restantes áreas
edafoclimáticas.
Cuadro 1. Aspectos del clima que limitan el crecimiento vegetal en diferentes zonas.
ZONAS AGROECOLOGICAS
Precordillera Costa : Norte
: Sur
Llano Longitudinal : Norte
: Intermedio
: Sur
Precordillera Andes : Norte
: Sur
Chiloé insular
Fuente: Adaptado de Sierra (1989).
VERANO
INVIERNO
Déficit hídrico Exceso humedad Baja temper. LECE*
(meses)
(meses)
(meses)
(meses)
4
2a3
3
5
3
3
4
5
3
2a3
3
6
3
1a2
3
6
1
3a4
4
7
2
2a3
3
7
1
3a4
4a5
6a7
1a2
3a4
3a4
7
*LECE=Largo Estación Crecimiento Efectivo.
Las características del clima indicadas en el Cuadro 1, se traducen en que praderas
permanentes establecidas en siembra directa en un suelo con buen nivel de fertilidad
inicien un proceso de degradación paulatino después del primer año, pasando a la
categoría de praderas mejoradas o incluso naturalizarse antes de los cinco años desde
su establecimiento. De igual modo, una proporción de las praderas naturalizadas están
en un plan de mejoramiento vía fertilización, a la vez que otra proporción de praderas
mejoradas pueden incrementar su condición botánica y productiva a través del uso de
fertilizantes y/o regeneración o simplemente degradarse a la condición de pradera
naturalizada.
Se sabe que la aplicación de fertilizantes en la cantidad y en un balance adecuado entre
los macro y micronutrientes, posibilita la recuperación de una pradera degradada en el
tiempo. Esta norma de manejo puede mantener o incluso mejorar la calidad y el
rendimiento de los distintos tipos o condiciones de praderas en el sur del país.
Como se indicó en otros capítulos, el Programa de Recuperación de Suelos Degradados
(PRSD) del Ministerio de Agricultura pretende aumentar el nivel de fósforo disponible en
el suelo de praderas y cultivos, además de anular el efecto tóxico del aluminio a través
del uso de enmiendas. Este Programa propone una alternativa tecnológica que está a
disposición de los productores para incrementar el nivel productivo de sus suelos y
consecuentemente el de sus respectivos sistemas productivos.
El establecimiento directo de una pradera permanente en un suelo de alta fertilidad es
una inversión biológica y económicamente rentable. En la misma dirección se plantea la
regeneración, como una tecnología disponible que permite incrementar la productividad
y calidad de las praderas.
Por los antecedentes expuestos, el objetivo de esta presentación es tener la oportunidad
de discutir los aspectos técnicos más relevantes en el establecimiento directo y en la
regeneración de praderas permanentes en las áreas ganaderas de la Xa. Región de
Chile.
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
ESTABLECIMIENTO DE PRADERAS PERMANENTES.
La etapa de establecimiento de una pradera permanente es el período comprendido
entre la siembra y el primer pastoreo, posteriormente se considera que la pradera está
establecida.
El éxito en el establecimiento directo de una pradera permanente debe considerar la
atención, la supervisión, la ejecución y el control por parte del propietario o administrador
del predio de los diferentes aspectos técnicos involucrados en el proceso.
A continuación se detallan los aspectos más importantes a considerar para tener éxito en
el proceso de establecimiento de praderas.
• Areas agroecológicas.
Existen diferentes zonas que tienen características de suelo y clima particulares, las que
deben ser cuidadosamente analizadas y consideradas al decidir el establecimiento
directo y/o la regeneración de praderas.
Desde el punto de vista climático en la Décima Región se distinguen las tres zonas
indicadas en el Cuadro 1, donde además se menciona a Chiloé insular por presentar
características algo distintas a las restantes áreas.
Las características físicas del suelo como textura, estructura, profundidad efectiva,
pendiente, drenaje interno y externo, capacidad de retención de humedad, además de
las características químicas como acidez, nivel de fósforo, aluminio disponible y suma de
bases, deben tenerse en cuenta para elegir las especies forrajeras mas adecuadas a
cada condición.
• Nivel de fertilidad del suelo.
Las principales limitaciones químicas de los suelos derivados de cenizas volcánicas del
sur del país es el bajo nivel de fósforo disponible, alta acidez, bajo contenido de calcio,
reducida suma de bases y alto aluminio disponible.
En el Cuadro 2 se indica el nivel de fertilidad de los suelos de la Décima Región en
muestras obtenidas entre 0 y 15 cm de profundidad para el establecimiento directo de
las praderas.
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
Cuadro 2. Nivel de fertilidad normal y recomendable en suelos volcánicos.
Fósforo (ppm)
PH (al agua)
Calcio (cmol (+)/kg.)
Potasio (cmol (+)/kg.)
Magnesio (cmol (+)/kg.)
Suma de bases (cmol (+)/kg.)
Aluminio de intercambio (cmol (+)/kg.)
Saturación de aluminio (%)
Normal
4
5,4
2
0,3
0,5
3
0,6
17
Recomendable
Sobre 20
5,8
Sobre 9
0,5
Sobre 1
Sobre 11
Menor a 0,2
Menor a 3
Fuente : Adaptado de Campillo (1994).
El nivel indicado como “normal” de fertilidad (Cuadro 2), corresponde al promedio de las
muestras recepcionadas en el Laboratorio de Suelos del CRI Remehue hasta el año
1993 (Campillo, 1994), cifras que deben corregirse para alcanzar o superar el nivel
“recomendable” de fertilidad, lo cual puede lograrse a través de uno o más cultivos antes
de establecer la pradera definitiva (denominada “vía rápida”) o iniciar un plan de
mejoramiento de la pradera establecida a través de diferentes normas de manejo y de
fertilización (“vía lenta”). Un detalle esquemático de la “vía rápida” y “lenta” de
mejoramiento de la condición del suelo y de las praderas se indica en el Anexo 1 del
presente Capítulo.
• Cultivos de rotación o manejo precedente
La recuperación de la fertilidad del suelo es una tarea que requiere alta inversión en
fertilizantes, servicio de maquinarias y otros insumos, por lo que debe enfrentarse
mediante un plan integral de desarrollo técnico.
Una forma de incrementar dicho nivel de fertilidad es a través de diferentes cultivos en
un plan de rotación, con el objeto de lograr al menos dos cosas :
1. aumentar la disponibilidad de nutrientes en el suelo y
2. recuperar la inversión con la venta del producto de los cultivos.
Como ejemplo, la recuperación de un suelo degradado por medio de cultivos en rotación,
podría iniciarse con un cultivo de papa, seguir con un cereal y terminar la rotación con
una pradera anual (ballica anual con avena) y/o una pradera de rotación corta, para
finalmente establecer la pradera permanente definitiva en un suelo de alta fertilidad. Es
pertinente considerar otros cultivos y secuencias de rotaciones que sean más adecuadas
a cada situación particular (Anexo 1).
El número de cultivos precedentes a la pradera definitiva, dependerá del nivel de
fertilidad inicial del suelo y del incremento en la disponibilidad de nutrientes que se
obtenga con los distintos cultivos. El mejoramiento obtenido dentro de la rotación de
cultivos puede ser conocido sólo mediante el análisis de suelo realizado periódicamente
en el sector a mejorar.
• Preparación de la cama de semillas.
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Serie Actas N° 2
La preparación de la cama de semillas para una siembra de praderas debe ser mullida,
firme y libre de terrones, con el fin de permitir un íntimo contacto entre el suelo y las
semillas forrajeras, evitando la posibilidad de que semillas queden ubicadas en espacios
de aire en el suelo. Esto se logra compactando con un rodillo antes y después de la
siembra, de tal forma que al caminar en el barbecho el zapato no se entierre más allá de
su taco y suela. Un suelo idealmente preparado se observa en el Anexo 2.
Una buena cama de semillas, además debe contemplar la reparación de imperfecciones
en el microrelieve del potrero. Esta labor es sencilla, pudiéndose usar un “cuartón” de
madera (alrededor de 8x8 pulgadas) lo suficientemente pesado y largo, aplicado casi
perpendicularmente a la línea de avance de la tracción (animal o tractor).
• Tamaño de semillas.
En general se puede enfatizar que las semillas forrajeras son de tamaño muy pequeño,
si se las compara con las semillas de los cereales.
En el Cuadro 3 se indica el peso, tamaño y número de semillas de las principales
especies forrajeras (leguminosas y gramíneas), comparándolas con algunos cereales.
Cuadro 3.
Peso, tamaño y cantidad de semillas en diferentes especies forrajeras y
cereales.
Especies
Leguminosas:
Trébol blanco
Trébol rosado diploide
Trébol rosado tetraploide
Alfalfa
Lotera diploide
Lotera tetraploide
Trébol subterráneo
Gramíneas:
Ballica perenne
Ballica anual diploide
Ballica anual tetraploide
Ballica híbrida diploide
Ballica híbrida tetraploide
Pasto ovillo
Festuca
Cereales:
Cebada
Trigo
Avena
Peso de 1.000 semillas
(mg)
Tamaño de semillas
Ancho x largo (mm)
Cantidad de semillas
(N°/kg.)
710
1.900
3.400
2.000
500
800
6.700
1x2
1x2,5
1,1x2,5
0,5x0,6
-
1.500.000
500.000
295.000
500.000
2.000.000
1.200.000
150.000
2.000
2.000
4.000
2.000
3.900
900
2.600
1x5
1,3x6
1x4
1x6
500.000
500.000
250.000
500.000
255.000
1.000.000
400.000
51.000
48.000
41.000
3x9
3x5
3x10
20.000
21.000
24.000
El tamaño tan pequeño de las semillas forrajeras exige un especial cuidado en la
preparación de la cama de semillas y en la profundidad de siembra. Debe tenerse igual o
mayor preocupación que en una siembra de cereales.
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Como referencia se debería tener en cuenta que una semilla de trigo es casi 70 veces
más pesada que una semilla de trébol blanco o 24 veces más pesada que una semilla
de ballica perenne.
• Especies y cultivares.
Las gramíneas y las leguminosas forrajeras son los dos grupos de especies más
importantes en la producción animal en el sur de Chile y en el mundo.
Las gramíneas forrajeras más comúnmente usadas son las ballicas (perennes o
inglesas, bianuales o de rotación corta y anuales o italianas), el pasto ovillo y la festuca,
siendo la ballica la especie de mayor importancia comercial.
Entre las leguminosas forrajeras el trébol blanco, el trébol rosado y la alfalfa son las
especies de mayor trascendencia productiva y comercial.
En el Cuadro 4 se indican las características morfológicas de las principales gramíneas
forrajeras sembradas y naturalizadas.
Cuadro 4. Características morfológicas de gramíneas forrajeras en estado vegetativo.
Características
Duración
Pelos
Tipo raíz
Arraigamiento
Toler. Sequía
Yema foliar
Vaina
Aurícula
Lígula
B. perenne Ballica anual
Perenne
Anual
Sin
Sin
Fibrosa
Fibrosa
Superficial
Superficial
Baja
Baja
Doblada
Enrollada
Comprimida No comprimida
Tipo garra
Tipo garra
Membranosa, Membranosa,
aguda,
aguda,
muescada
entera
Pasto ovillo
Perenne
Sin
Fibrosa
Medio
Media-alta
Doblada
Comprimida
Ausente
Membranosa
truncada,
lacerada
Festuca
Perenne
Sin
Fibrosa
Profundo
Alta
Enrollada
No comprimida
Redondeada
Membranosa,
truncada,
lacerada
Cuello
Angosto
Ancho
Lámina
Cara superior
Plana
Opaca
Plana
Opaca
Cara inferior
Brillante
Brillante
Ancho lámina
2 a 6 mm
4 a 7 mm
Ancho, dividido Angosto
por
nervio
medio
En “v”
Plana
Opaca,
Opaca,
Áspera
áspera
Opaca,
Brillante
Áspera
5 a 12 mm
3 a 8 mm
Pasto miel
Perenne
Con
Fibrosa
Medio
Media
Enrollada
No comprimida
Ausente
Membranosa,
redondeada,
lacerada,con
vellos al dorso
Angosto,
dividido
Chépica
Perenne
Sin
Fibrosa
Profundo
Alta
Enrollada
No comprimida
Ausente
Membranosa,
truncada,
entera,con
vellos al dorso
Angosto
Plana
Opaca,
con pelos
Opaca,
con pelos
3 a 7 mm
Enrollada
Opaca
Brillante
1,5 a 3,5 mm
La lígula y las aurículas son las principales estructuras morfológicas de una planta
gramínea. Un esquema detallado de las diferentes estructuras de una planta en estado
vegetativo se indica en el Anexo 3 (acercamiento de lámina, lígula, aurículas y vaina) y
Anexo 4 (detalle de estructuras morfológicas en distintas especies gramíneas).
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No es necesario realizar una clasificación similar a la del Cuadro 4 para las leguminosas
forrajeras, ya que son especies totalmente diferentes en sus características
morfológicas. Es muy fácil diferenciar entre una planta de trébol blanco, trébol rosado,
alfalfa y lotera o alfalfa chilota en estado vegetativo.
Los cultivares de gramíneas y de leguminosas de mayor importancia comercial en el
presente en las regiones ganaderas del sur del país, se indican en el listado siguiente:
Gramíneas:
Ballica perenne :
Aries, Anita, Ellet(I), Embassy(P), Marathon(I), Nui(I), Samson(I),
Yatsyn(I), Impact(T), Vedette(P), Revital 100, Napoleón, Jumbo.
Ballica híbrida
:
Galaxy, Geyser, Greenstone.
Ballica bianual
:
Concord, Conker, Montblanc, Tetraflorum, Flankers, Forranet 100,
Ajax, Dominó, Sikem.
Ballica anual
:
Tama, Barspectra.
Pasto ovillo
:
Apanui, Kara, Potomac, Tekapo, Wana.
Festuca
:
Advance, Fuego, K-31, Manade.
(P):precoz, (I)
:
intermedia precocidad, (T):tardía.
Trébol blanco
:
Aran(HG), Huia, Kopu(HG), Lebons, Pitau, Prestige, Prop(HP),
Sustain Tahora(HP), Will.
Trébol rosado
.
Quiñequeli.
Alfalfa
:
Agressiva, WL318, WL320, WL323, WL457, Pionner5472.
Lotera
:
Maku.
Leguminosas:
En el trébol blanco hay tres grupos que se diferencian por el tamaño de sus folíolos:
tipos de hojas grandes (HG), de hojas pequeñas (HP) e intermedios.
Es necesario resaltar que la lista anterior debería permanecer en constante cambio, ya
que el comercio de semillas certificadas de especies forrajeras es muy ágil y dinámico.
Lo anterior significa que los cultivares que se indican en la lista anterior, no
necesariamente serán los mismos el próximo año.
•
Tolerancia a la sequía.
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Entre las especies forrajeras de gramíneas y de leguminosas antes indicadas, existen
diferencias en cuanto a la tolerancia a condiciones de déficit hídrico o a la sequía.
Dentro de las gramíneas el pasto ovillo y la festuca toleran mejor que las ballicas una
condición de estrés hídrico, mientras que entre las leguminosas se destacan la alfalfa y
el trébol rosado.
• Calidad de semillas.
Los cultivares de semillas forrajeras certificadas deben comercializarse con al menos un
85% de germinación y sobre un 95% de semillas puras, certificado o antecedentes que
el cliente debe exigir al momento de su adquisición en las casas comerciales.
• Mezclas de especies forrajeras.
Normalmente las especies forrajeras se siembran en mezcla entre gramíneas y
leguminosas. También existe la posibilidad de mezclar más de un cultivar dentro de
cada especie.
En una mezcla forrajera la especie leguminosa proporciona la calidad proteica de la
dieta, mientras que la gramínea provee el volumen de forraje.
Hoy día es bastante común sembrar praderas permanentes empleando dos cultivares
de gramíneas y dos cultivares de leguminosas. Ejemplo: ballica perenne (cultivar Nui y
Samson) en mezcla con trébol blanco (cultivar Pitau y Kopu).
Las diferentes modalidades de configurar una mezcla dependerán de los objetivos del
productor, es decir si la pradera se utilizará exclusivamente en pastoreo o
eventualmente se cortará para su conservación como ensilaje. Si se realiza esta última
alternativa, nunca rezagar por un período mayor a 60 días, porque períodos de rezago
muy largos degradan el rebrote y la calidad de la pradera permanente (Teuber et al.,
1994).
• Siembras asociadas a cereales.
El establecimiento de una mezcla forrajera con especies perennes, nunca debe
realizarse asociada a cereales. Los cereales son especies anuales de rápido crecimiento
y por lo tanto muy competitivos con las forrajeras pratenses.
Las siembras asociadas entre cereales y especies forrajeras siempre resultan en
inadecuado rendimiento, tanto para el cereal como para las especies forrajeras. Según
los resultados obtenidos por Teuber (1981), el rendimiento de materia seca de la pradera
permanente asociada a trigo de invierno fue un 40% y la pradera en asociación a trigo de
primavera fue tan sólo un 20%, en relación a la siembra directa de la pradera (ver
histograma en Anexo 5). Además de afectar el rendimiento de ambos componentes, la
siembra asociada a trigo posterga la utilización de la pradera hasta después de la
cosecha del grano.
• Época de siembra.
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Las épocas tradicionales de siembra de forrajeras son al final de verano (febrero a
marzo) y al final del invierno (agosto a septiembre), épocas que comúnmente se
conocen como siembra de otoño y de primavera, respectivamente.
El establecimiento de las especies forrajeras perennes es mejor en siembra de otoño
que en la siembra de primavera. Sin embargo, ambas épocas tienen ventajas y
desventajas:
La ventaja de una siembra de otoño es la existencia de temperaturas adecuadas para la
germinación de las semillas y el crecimiento de las plántulas. Además hay menor
competencia de malezas.
La siembra de otoño tiene la desventaja de que bajo una condición de verano y otoño
secos, no hay suficiente humedad disponible en el suelo para la germinación. Además la
siembra tardía en otoño (abril) podría ocasionar descalce, especialmente en las
leguminosas como consecuencia de las heladas al comienzo de otoño e invierno.
La ventaja de la siembra de primavera es que en esa época existe suficiente humedad
disponible en el suelo para la germinación de las semillas. Además la temperatura
comienza a incrementarse, favoreciéndose el proceso de germinación de las semillas y
la emergencia de las plántulas.
Las desventajas de una siembra de primavera es la mayor incidencia de malezas, se
posterga la primera utilización de la pradera en la temporada de crecimiento. Además en
una siembra muy tardía de primavera podría existir baja disponibilidad de humedad en el
suelo para la germinación, reduciéndose la población de plantas de las especies
sembradas.
• Método y profundidad de siembra.
En nuestro medio existen dos métodos o sistemas de siembra: “al voleo” y en líneas (o
hileras) separadas a 18 o 20cm de distancia según se use una máquina regeneradora o
cerealera, respectivamente.
La siembra al voleo permite una distribución al azar de las semillas en el suelo. Si el
nivel de fertilidad del suelo es alto, la siembra al voleo es una excelente alternativa ya
que ofrece la opción de similar competencia entre las especies gramíneas y
leguminosas.
Para una óptima siembra al voleo la máquina sembradora Brillion (Anexo 2), consistente
en dos cuerpos de rodillos corrugados es ideal, ya que además de distribuir
uniformemente las semillas en el suelo las ubica a una profundidad uniforme, como se
indica en el esquema del Anexo 6.
Antecedentes del efecto de la profundidad de siembra sobre el establecimiento de
diferentes especies forrajeras son entregados por Cullen (1966), indicándose en el
cuadro siguiente.
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Cuadro 5. Efecto de diferente profundidad de siembra en el porcentaje de
establecimiento de gramíneas y leguminosas forrajeras.
Profundidad
de siembra (cm)
0,6
1,3
2,5
3,8
Ballica
perenne
81
81
76
65
Trébol blanco
Pasto ovillo
Trébol subterráneo
94
91
83
72
33
25
19
7
79
96
96
96
En relación a la profundidad de siembra, Langer (1981) recomienda profundidades de 1
a 1,5cm para las semillas más pequeñas y entre 1,5 a 2,5cm para las especies
leguminosas y gramíneas forrajeras que tienen semillas de mayor tamaño.
Otra posibilidad es la sembradora portátil tipo “ciclón” de muy bajo costo y de gran
utilidad para distribuir las pequeñas semillas de leguminosas forrajeras. Esta siembra
también exige un suelo fértil y el tapado de las semillas con una rastra de sacos, de
ramas y/o cadenas para lograr una localización de las semillas no mayor a 2,0cm. de
profundidad, de lo contrario se deteriora la población de gramíneas como se indica en el
Cuadro 5.
La siembra en líneas es el método más común en el sur de Chile, ya que se realiza con
la máquina cerealera con o sin cajón anexo para semillas forrajeras, equipo que existe
en muchos predios. También se utilizan las máquinas regeneradoras de discos
(Semeato, Connor Shea), la de zapatas vibratorias (Aitchison) o la regeneradora con
pequeños cuchillos rotativos (John Deere 1550), entre las más conocidas y empleadas
en el sur del país.
• Dosis de semillas.
Para definir la dosis de semillas a sembrar es necesario tener en cuenta el tamaño de
las semillas y el número de semillas contenidas en un kilogramo, como se indicó en el
Cuadro 3. Esto permite estimar el número de plántulas que potencialmente se podrían
lograr al sembrar una cantidad conocida de semillas por unidad de superficie.
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Cuadro 6. Dosis de semillas y población de plántulas.
Población de plántulas (Nº/m2)
Dosis (kg/ha)
Potencial
A los 60 días
Ballica perenne
Pasto ovillo
Festuca
Trébol blanco
Trébol rosado
Especies
15 a 20
10 a 12
20 a 25
3a4
8 a 10
675 a 900
800 a 960
680 a 850
405 a 540
360 a 450
400
360
310
110
150
Alfalfa
20 a 25
900 a 1125
200
La dosis de semillas indicada en el Cuadro 6, se presenta en un rango cuyo valor más
alto debería considerarse cuando la preparación de la cama de semillas, sistema de
siembra u otros factores inherentes a la siembra no son ideales para la germinación de
las pequeñas semillas forrajeras. Es posible que en algunos casos sea conveniente
sobrepasar la dosis mayor indicada en el cuadro anterior, por ejemplo cuando la siembra
se realiza “al voleo”.
La población potencial de plántulas se calculó en base a semillas certificadas con un
90% de germinación en ballica perenne, trébol blanco, trébol rosado y alfalfa; con un
85% en festuca y con un 80% en pasto ovillo.
La población de plántulas a los 60 días posterior a la fecha de siembra (Cuadro 6),
corresponden a resultados promedios obtenidos en los jardines de introducción de
especies y cultivares forrajeros evaluados en el CRI Remehue, bajo óptimas condiciones
agronómicas.
El trébol rosado no se recomienda sembrarlo con especies gramíneas perennes. Es más
pertinente mezclarlo con 25 a 30 kg/ha de ballicas de rotación corta, para lograr un
excelente volumen y calidad de forraje.
La alfalfa siempre se establece como especie pura en siembra directa, en cambio las
gramíneas forrajeras perennes tienen mayor afinidad con el trébol blanco.
En el Cuadro 6, además, se observa el gran deterioro que ocurre entre el potencial de
semillas depositadas en el suelo y la población de plantas que finalmente se logran.
Exceptuando a la ballica perenne, la población de plantas a los 60 días en las restantes
especies gramíneas están alrededor del 40% de las semillas potencialmente viables.
La situación anterior difícilmente se logra en las siembras comerciales de los
productores, por lo tanto se espera que la población obtenida a nivel comercial sea un 20
a 30% menor a la indicada en el Cuadro 6, a los 60 días de la siembra.
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Inoculación y peletización de leguminosas.
El trébol blanco y rosado se inoculan con una bacteria específica llamada rizobio
(Rhizobium trifolii) y la alfalfa se inocula con otra bacteria específica (Rhizobium meliloti).
Estas bacterias fijadoras de nitrógeno se comercializan bajo el nombre genérico de
“inoculante” para trébol o alfalfa, respectivamente.
La inoculación o incorporación de bacterias junto a las semillas de leguminosas es una
práctica necesaria en toda siembra de praderas mixtas o de alfalfa, especialmente en
sitios donde nunca se ha incluido inoculantes en siembras anteriores. Es una labor fácil
de realizar y de bajo costo.
La peletización consiste en cubrir la semilla inoculada, con el fin de proporcionar el mejor
ambiente para la sobrevivencia de los rizobios y establecer la simbiosis entre el
microorganismo y la planta.
Cuadro 7. Ingredientes en inoculación y peletización de semillas de trébol .
Ingredientes
Semillas (kg)
Cal (kg)
Trébol blanco
10
4
Trébol rosado
20
8
Adherentes posibles:
- Tylose (g)
- Agua azucarada (%)
- Goma arábiga (%)
Agua (litro)
Inoculante
24
40
40
40
20
20
1,2
2
Aplicar el doble de la dosis indicada por ell
fabricante
Las cantidades de semillas a inocular y peletizar pueden variar en forma proporcional a
las indicadas en el Cuadro 7. Además se recomienda una dosis mayor de inoculante
debido al deterioro o pérdida de efectividad del inoculante por almacenaje prolongado
y/o en malas condiciones ambientales para la sobrevivencia de los rizobios.
Las semillas recién inoculadas y peletizadas deben secarse a la sombra durante un
mínimo de 12 horas, para lo cual se extiende una delgada capa sobre una superficie
plana, limpia y seca. Antecedentes del procedimiento de inoculación y peletización se
indican en Torres (1993).
• Fertilización.
Este tema ha sido desarrollado en detalle en otros Capítulos de este Curso, por lo que
solamente se recuerda la vital importancia de los fertilizantes (macro y micronutrientes),
tanto en el establecimiento como en la persistencia de las especies forrajeras.
Se recuerda que un exitoso establecimiento de praderas debe considerar adecuados
niveles de nitrógeno, fósforo, potasio, azufre, calcio y microelementos. Además de baja
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acidez (pH) y bajo aluminio disponible en el suelo. Mayores antecedentes son
entregados por Ruz y Campillo (1996).
• Temperatura del suelo.
La germinación y el establecimiento de las especies forrajeras gramíneas es sensible a
la temperatura del suelo.
Aún cuando los nuevos cultivares han mejorado su vigor de plántula, la germinación de
las semillas y su establecimiento es mas exitoso en suelos con adecuada temperatura
(sobre 10ºC), como en el Cuadro 8 lo indican Charlton et al., (1986).
Cuadro 8. Capacidad de germinación de tres especies de gramíneas forrajeras a
diferentes temperaturas del suelo.
Especies
Festuca
Pasto ovillo
Ballicas
5 a 10ºC
(Días)
29
26
13
Temperatura del suelo
10ºC
15ºC
(Días)
(Días)
13
10
24
14
11
6
Los resultados indicados en el Cuadro 8, corresponden a los días posterior a la siembra
para alcanzar el 75% de germinación de las semillas.
Temperaturas del suelo menor a 10ºC retardan la germinación de las semillas forrajeras,
especialmente en festuca y pasto ovillo, lo que facilita la aparición de plantas de malezas
o indeseables. Esta razón práctica obliga a que las especies forrajeras de lento
establecimiento sean sembradas en otoño.
• Control de malezas.
En relación a las malezas, se debe tener especial preocupación con el objeto que antes
y durante la labor de siembra se deben considerar algunas prácticas tendientes a reducir
el enmalezamiento y en lo posible evitar el uso posterior de productos químicos.
Previo a la siembra de la pradera definitiva, la rotación de cultivos es un manejo que
permite el control de una gran gama de malezas que presentan fuerte competencia a las
especies pratenses. El uso de semillas puras o libres de malezas es otra medida que
evita la competencia innecesaria de plantas no deseables.
Durante la labor de siembra es necesario estar permanentemente atento al
funcionamiento de la máquina sembradora evitando cualquier anomalía, tanto en la
dosificación de las semillas como de los fertilizantes.
En la etapa de establecimiento existen tres formas de controlar las malezas:
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Animales
:
El pastoreo con animales livianos (terneros) es una práctica
recomendable, siempre y cuando no se produzca daño por pisoteo en
la pradera y/o las plantas sean arrancadas durante su utilización.
Mecánico
:
Mediante el uso de una barra segadora o rana. Cualquier equipo podría
utilizarse luego del primer pastoreo, con el objeto de controlar las
especies indeseables y consecuentemente eliminar la vegetación no
consumida por los animales, además de desparramar parte de las
bostas .
Químico
:
Como se sabe, este tipo de control debería evitarse hasta donde sea
posible por el conocido deterioro ambiental que ocasionan los
herbicidas y en general los pesticidas.
• Control de plagas y enfermedades.
Durante el período de establecimiento de la pradera no deberían presentarse problemas
de plagas, debido a que un alto control de la población insectil ocurre con el laboreo del
suelo, tanto en los cultivos previos a la siembra de la pradera como en la preparación del
suelo para el establecimiento de la pradera permanente. En ambas circunstancias las
aves silvestres producen alto consumo de larvas y adultos de insectos.
Una vez que la pradera se ha establecido y especialmente en su segundo año, es
necesario revisar en forma periódica y oportuna el número y tamaño de las larvas de los
distintos insectos plagas de las praderas, especialmente en lo referente a gusanos
blancos y cuncunillas negras. Cisternas (1987 y 1992) publica antecedentes de
muestreo, identificación y control de cuncunilla negra y otras plagas de praderas.
• Drenaje y riego.
A nivel predial es bastante común encontrarse con problemas de diferente magnitud en
cuanto al drenaje, incluso dentro de un predio hay potreros con distinto grado de mal
drenaje.
Al decidir el establecimiento de una pradera permanente es necesario solucionar tales
problemas, mejorando las vías de drenaje, limpiando los canales, aplicando el arado
topo, mejorando el microrelieve del terreno, etc., especialmente en una región donde en
promedio precipitan más de 1.200 mm al año y con alta concentración de lluvias entre
mayo y agosto, con un incremento significativo de norte a sur, al tiempo que ocurren
déficit hídricos o períodos muy secos en otras épocas del año.
El riego es una alternativa para solucionar una eventual falta de humedad disponible en
el suelo.
El riego por aspersión es la alternativa de mayor aplicación en el sur de Chile. Sin
embargo, es una tecnología de alto costo para ser usada en praderas a pesar de jugar
un papel muy importante en el rendimiento, composición botánica y persistencia de las
praderas, como lo indican en el Cuadro 9 los resultados entregados por Ortega (1992).
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Cuadro 9. Efecto del riego en el rendimiento y composición botánica de una pradera
permanente.
Riego
Rendimiento anual (ton ms/ha)
Composición botánica (%bps)
Ballica perenne
Trébol blanco
Otras gramíneas
Material muerto
Sin
7,8
Con
11,5
Incremento por
riego (%)
47
1
10
63
17
26
34
33
4
2.600
340
- 48
- 76
El riego tiene un gran efecto en la persistencia de las especies forrajeras sembradas. En
el Cuadro 9 se aprecia el fuerte incremento en el aporte de ballica perenne y de trébol
blanco en la pradera, además de un aumento cercano al 50% en el rendimiento de
materia seca, el que por efecto del riego se produce preferentemente en los meses
estivales.
REGENERACION DE PRADERAS.
La regeneración de praderas es un manejo que permite incorporar fertilizantes y semillas
forrajeras de mejores características productivas y nutritivas en una comunidad vegetal
existente, con mínima alteración del suelo.
El establecimiento exitoso de especies forrajeras vía regeneración exige un suelo sin
limitaciones de fertilidad, principalmente en macronutrientes, acidez y toxicidad de
aluminio.
• Características de regeneración y siembra directa.
En el Cuadro 10 se indican algunas características cualitativas y comparativas de la
regeneración en relación a la siembra directa o establecimiento convencional.
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Cuadro 10. Principales características de la regeneración y de la siembra directa.
Costo
Labor
Posibilidad de erosión
Población de plantas establecidas
Ataque de plagas
Posibilidad de descalce
Suelos
Posibilidad de éxito en el establecimiento
Regeneración
Menor
Rápida
Siembra directa
Mayor
Lenta
Menor
Menor
Mayor
Menor
Arables y no arables
Menor
Mayor
Mayor
Menor
Mayor
Sólo arables
Mayor
• Métodos de regeneración.
Balocchi y Cuevas (1982) indican cuatro métodos de regeneración de praderas:
Al voleo. Las semillas y el fertilizante se esparcen lo más homogéneamente posible en
el suelo. Puede realizarse a mano o con una máquina manual tipo ciclón.
Potrero de sacrificio : Contempla la destrucción de la vegetación existente por
pisoteo animal intenso en el invierno, lo que se produce al
suministrar alimentos en sitios o potreros reducidos y alta
concentración de animales. Esta práctica incrementa la
fertilidad del suelo y hacia el final del invierno el suelo se
empareja con rastrajes y rodillo, para incorporar las semillas y
los fertilizantes con máquina (cerealera o regeneradora) o al
voleo.
A través del animal
: Consiste en incluir semillas en el alimento de los animales,
quienes las ingieren y eliminan en las fecas por lo que es
conveniente desparramar las bostas. Tiene mejor respuesta
en leguminosas que en gramíneas.
Con máquina
: Deja las semillas y el fertilizante localizado en líneas. Con
máquina las semillas quedan cubiertas, hay menor consumo
de semillas por aves silvestres, se obtiene una germinación
más homogénea, se puede disminuir la dosis de semillas y se
logra mayor eficiencia en el uso de los fertilizantes.
• Tipos de máquinas regeneradoras.
Las máquinas regeneradoras se diferencian por las características del implemento que
realiza la labor. Existen diferentes tipos:
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Serie Actas N° 2
De cincel
: Posee un cultivador que forma un surco más ancho
subsuperficialmente, donde se localizan las semillas y el
fertilizante. Hay poca pérdida de humedad y las semillas quedan
cubiertas por la champa que se mantiene casi sin alteración. Su
empleo es recomendable en suelos con baja capacidad de
retención de humedad.
De zapata
: Contiene un implemento que abre un surco de unos 7 cm de
ancho y las semillas se localizan más superficialmente que los
fertilizantes. Sobre cada surco se arrastra una cadena que
remueve el suelo y semillas.
De discos
: Tiene discos independientes que cortan la champa y abren una
ranura donde caen las semillas y los fertilizantes. Cuando la
ranura queda muy abierta, hay muchas semillas expuestas a las
aves y deshidratación. Esta máquina requiere baja fuerza de
tracción.
De disco rotativo : Dispone de un pequeño disco rotativo que prepara una angosta
franja de suelo (alrededor de 5 cm de ancho), donde caen las
semillas y el fertilizante, que son tapados por un rodillo liso
individual para cada surco.
De disco triple
: Tiene un disco frontal que corta la champa. Posteriormente hay un
cuerpo con dos discos juntos que abren el surco en forma de “V”,
donde caen las semillas y el fertilizante. Esta máquina compacta
el surco, quedando mucha semilla descubierta.
• Suelo y topografía.
En la regeneración de praderas, al igual que en una siembra directa hay que tener en
cuenta las características físicas del suelo, principalmente que tengan buen drenaje y
buena capacidad de retención de humedad. En un suelo muy liviano existe el peligro de
perder humedad fácilmente y ocasionar problemas en la germinación de las semillas.
La labor de regeneración es factible de ejecutar en suelos de fuertes pendientes, incluso
en lugares inaccesibles para una máquina a tracción mecánica, donde es aplicable la
siembra al voleo (a mano o con el tipo ciclón).
El límite topográfico o pendiente para realizar una faena de regeneración con una
máquina a tracción mecánica está definido por el punto en que la inclinación del terreno
no ponga en riesgo la estabilidad del tractor.
• Época de regeneración.
La época en que se realiza esta labor es de gran importancia, ya que la humedad y la
temperatura son los dos factores que definen el proceso de germinación de las semillas.
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Serie Actas N° 2
En otoño (marzo en la Xa Región) es la mejor época para regenerar praderas, incluso es
posible realizar la labor en un suelo seco (siembra en polvo), teniendo la seguridad de
que hacia el final de marzo comienzan las precipitaciones efectivas y la temperatura aún
es adecuada para estimular el proceso de germinación y emergencia de las plántulas.
En situaciones especiales es pertinente la regeneración en primavera (agosto a
septiembre). Por ejemplo, al sembrar con especies agresivas o de rápida emergencia y
desarrollo como son las ballicas anuales y bianuales, que compiten bien con la pradera
residente durante el crecimiento primaveral, o cuando existe la posibilidad de
anegamiento prolongado durante el invierno (suelos de vegas o Ñadi), circunstancia en
que una siembra de otoño podría tener alto riesgo de perderse.
• Especies y cultivares.
En general se puede indicar que las especies y cultivares de las forrajeras a emplear en
una regeneración deben ser agresivas y con buen vigor de plántulas para lograr un
rápido desarrollo y puedan competir en buena forma con la vegetación residente.
Entre las gramíneas, las ballicas anuales y las de rotación corta o bianuales cumplen con
las características anteriores. Sin embargo, con las ballicas perennes también es posible
lograr un buen resultado, pero no con pasto ovillo y festucas que son especies de
establecimiento más lento.
Generalmente, las leguminosas forrajeras no son tan exitosas para establecerse en
siembras a través de la regeneración. A pesar de ello, casi siempre son incluidas en
mezcla con las gramíneas.
• Inoculación y peletización.
Al igual que en la siembra directa de praderas, la inoculación y peletización de las
semillas leguminosas es una práctica recomendable, útil y de bajo costo.
Los ingredientes y cantidades a utilizar en la inoculación y peletización son los mismos
que se usan en la siembra directa (Cuadro 7). Torres (1993), indica el procedimiento
para inocular y peletizar semillas de leguminosas.
• Fertilidad y fertilizantes.
El éxito de una regeneración es directamente dependiente de la cantidad de nutrientes
disponibles en el suelo. Al igual que en una siembra directa se debe conocer el nivel
inicial del suelo y corregir los problemas existentes, especialmente en relación a
macronutrientes, acidez y toxicidad del aluminio.
Al regenerar en un suelo de baja fertilidad es posible obtener buen establecimiento, pero
seguramente menor persistencia de las especies introducidas, aún aplicando suficiente
cantidad de fertilizantes al momento de la siembra.
•
Profundidad de siembra.
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Serie Actas N° 2
La profundidad a la que se localizan las semillas es un problema en la regeneración.
Normalmente los potreros presentan irregularidades en su superficie (microrelieve
irregular), lo que se traduce en sectores del potrero donde las semillas quedan muy
profundas y otros con semillas descubiertas. Esto es especialmente válido al utilizar
máquinas de zapatas o de discos fijos, las cuales no siguen el microrelieve del potrero.
• Velocidad de trabajo.
La velocidad de trabajo debe estar entre 3 y 10 km/h (o entre 50 y 160 m por minuto),
con lo que se obtiene un flujo uniforme de semillas y fertilizantes. Velocidades mayores
dejan muchas semillas descubiertas y desparramadas en las entre hileras.
• Manejo previo a la regeneración.
La pradera existente debe tener un mínimo residuo antes de efectuar la regeneración, en
lo posible menor a 3 cm. lo que se logra al pastorear con ovinos y/o caballos, de lo
contrario utilizar alta presión de pastoreo con bovinos.
El uso del cerco eléctrico es una herramienta de gran utilidad para obtener el residuo
que se desea para ejecutar una buena labor de regeneración y en general, para mejorar
la utilización de las praderas.
Otra alternativa es el uso de herbicidas que queman la vegetación existente, ejerciendo
un efecto prolongado sobre la vegetación residente y evitando de este modo su
competencia con las nuevas plantas forrajeras introducidas.
• Manejo posterior a la regeneración.
El manejo de la pradera posterior a la siembra es otra etapa decisiva en el éxito de la
regeneración.
Es necesario controlar la altura de la pradera residente para reducir la competencia, lo
que se logra a través de un pastoreo controlado, esto es, sacar los animales del potrero
si las nuevas plantas son arrancadas.
La utilización con animales debe realizarse con alta presión de pastoreo para evitar la
selección del forraje. Similar manejo debe aplicarse al menos durante el primer año.
• Población de plantas.
En un establecimiento de praderas mediante regeneración con máquina se espera que a
los 20 o 30 días posteriores a la siembra, se observen las hileras de siembra con nitidez.
Se estima que alrededor de 150 a 200 plantas/m2 sería recomendable en una
regeneración con gramíneas forrajeras. Lo anterior significa obtener como promedio de
30 a 40 plantas por metro lineal (sobre la hilera) o una planta cada 3 cm de distancia
sobre la hilera.
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EJEMPLOS Y ANTECEDENTES COMPLEMENTARIOS
1. Reconocimiento de especies gramíneas y leguminosas forrajeras.
Se dispone de las especies forrajeras más comunes utilizadas en nuestro medio, las que
se mostraron en maceteros especialmente preparados para la ocasión. Las especies
forrajeras son reconocidas por las estructuras morfológicas presentes en plantas en
estado vegetativo.
Las especies analizadas correspondieron a: ballica perenne, ballica anual, pasto ovillo,
festuca y pasto miel entre las gramíneas. Entre las leguminosas se mostró: trébol
blanco, trébol rosado, alfalfa y lotera o alfalfa chilota. Este trabajo se realizó en la
mayoría de los Cursos, luego de haber presentado y discutido el tema.
2. Cálculo de dosis de siembra.
Ejemplo 2.1. Cálculo de la dosis de siembra en una mezcla de B. perenne y trébol
blanco.
Dosis de semillas (kg/ha)
Germinación exigida (%)
Semillas viables (kg/ha)
Cantidad de semillas (Nº/kg)
Semillas totales (Nº/ha)
Semillas totales (Nº/m2)
Semillas totales viables (Nº/m2)
Relación de semillas BP/TB
Plantas a los 60 días (Nº/m2) *
Relación de plantas Ballica/Trébol
Eficiencia de establecimiento (%)
B. perenne
15
90
13,5
5 x 105
7.500.000
750
675
1,7
400
3,6
53
*: Información del CRI Remehue.
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Serie Actas N° 2
T. blanco
3
90
2,7
1,5 x 106
4.500.000
450
405
1
110
1
24
Ejemplo 2.2. Establecimiento directo de una mezcla simple de pasto ovillo y trébol
blanco.
Dosis de semillas (kg/ha)
Germinación (%)
Semillas viables (kg/ha)
Cantidad de semillas (Nº/kg)
Semillas totales (Nº/ha)
Semillas totales (Nº/m2)
Semillas totales viables (Nº/m2)
Relación de semillas PO/TB
Plantas a los 60 días (Nº/m2) *
Relación de plantas P. ovillo/Trébol
Eficiencia de establecimiento (%)
*: Información del CRI Remehue.
Pasto ovillo
10
80
8
1,0 x 106
10.000.000
1.000
800
2
360
3,3
36
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Serie Actas N° 2
T. blanco
3
90
2,7
1,5 x 106
4.500.000
450
405
1
110
1
24
Mejoramiento de la
PRADERA NATURALIZADA
(2 ppm P y >20% Sat. Al.)
VIA RAPIDA
VIA LENTA
ROTACION DE CULTIVOS
(Raps y trigo, papa y trigo...)
MANEJO DE LA VEGETACION
EXISTENTE
CULTIVO SUPLEMENTARIO
(Avena + B. Anual Tama...)
-USO DEL CERCO ELECTRICO
ALTA PRESION DE PASTOREO
MAXIMIZAR LA UTILIZACION
CORTAR VEGETACION RESIDUAL
FERTILIZAR CON FOSFORO
y/o
PRADERA DE ROTACION
(Ballica bianual + T. Rosado)
y/o FOSFORO + NITROGENO
-APLICAR ENMIENDAS
SIEMBRA DE LA PRADERA
PERMANENTE
(Mínima labranza o directa)
FERTILIDAD DEL SUELO
(>20 ppm P y <3% Sat. Al.)
MEJORAR LA FERTILIDAD
(>12 ppm P y <10% Sat. Al.)
REGENERAR CON ESPECIES
MEJORADAS
(>15%ppm P y <3% Sat. Al.)
MANTENER y/o AUMENTAR
FERTILIDAD y RENDIMIENTO
AUMENTAR FERTILIDAD
y RENDIMIENTO
Figura 1. Estrategias de establecimiento de praderas permanentes.
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Figura 2. Cama de semillas y siembra de forrajeras
Figura 3. Estructuras de una gramínea.
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Figura 4. Estructura morfológica en distintas especies gramíneas.
100
80
60
%
40
20
0
S o la
A s o c iad a
S o la
Trigo
invierno
A s o c iad a
Trigo
primavera
Figura 5. Rendimiento relativo de la pradera en siembra sola y asociada a trigo.
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Figuras 6 y 7. Acercamiento de la faena de siembra con máquina Brillion (foto
superior) y profundidad de ubicación de las semillas en el suelo
(foto inferior).
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Serie Actas N° 2
BIBLIOGRAFIA.
CAMPILLO, R. 1994. Diagnóstico de la fertilidad de los suelos de la Décima Región. En:
Seminario “Corrección de la fertilidad y uso de enmiendas en praderas y cultivos
forrajeros“. Serie, Remehue N 53, Estación Experimental Remehue (INIA), Osorno,
Chile, p.23-40.
CHARLTON, J.F.L.; HAMPTON, J.G. y SCOTT, D.J. 1986. Temperature effects on
germination of new Zealand herbage grasses. Proceedings of the New Zealand
grassland Association, 47: 165-172.
CISTERNAS, E. 1987. Biología, hábitos, ciclo y control de cuncunilla negra. Boletín
Técnico Nº120, Estación Experimental Remehue, Osorno, Chile, 15 pp.
CISTERNAS, E. 1992. Biología y control de insectos plagas en praderas. En: Seminario
Manejo de praderas permanentes, Estación Experimental Remehue, Osorno, Chile, 117.
CUEVAS, E. y BALOCCHI, O. 1983. Producción de forraje. Serie B-7. Instituto de
Producción Animal, Universidad Austral de Chile, Valdivia. 201 pp.
CULLEN, N.A. 1966. Invernary trials show importance of competition between pasture
species. New Zealand Journal Agriculture. 112:131-133.
LANGER, R.H.M. 1981. Las pasturas y sus plantas. Editorial Hemisferio Sur,
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ORTEGA, L. 1992. Drenaje y riego en praderas permanentes. En: Seminario “Manejo de
praderas permanentes”, Estación Experimental Remehue (INIA), Osorno, Chile, pp: 3755.
PALADINES, O y MUÑOZ, G. 1982. Investigación sobre praderas de Chile. Pontificia
Universidad Católica de Chile, Facultad de Agronomía, Departamento de Zootecnia, 166
pp.
RUZ, E. y CAMPILLO, R. 1996. Fertilización de praderas. En: Praderas para Chile,
Cap.12:220-237. Editor Ignacio Ruiz (2ª Edición INIA-MINAGRI), Santiago, Chile, 734
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SIERRA, C. 1989. Zonificación agroclimática de la Décima Región. Boletín Técnico Nº
142, Estación Experimental Remehue (INIA), Osorno, Chile, 19 pp.
TEUBER, N. 1981. Establecimientos de praderas asociadas a trigo de primavera. Boletín
Técnico N°44 (46 Re), Estación Experimental Remehue (INIA), Osorno, Chile, 8 pp.
TEUBER, N.; KLEIN, F. y URIBE, C. 1994. Efecto del corte en primavera en el desarrollo
del trébol blanco (Trifolium repens L.) utilizado rotativamente con vacas lecheras. En:
XIX Reunión Anual de Producción Animal (SOCHIPA), p.25-26.
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Serie Actas N° 2
TORRES, A. 1993. Establecimientos de praderas. Boletín Técnico N°197, Estación
Experimental Remehue (INIA), Osorno, Chile, 18 pp.
TORRES, A. 1996. Regeneración de praderas. En: Praderas para Chile, Capítulo 9:188198. Editor Ignacio Ruiz, (2ª Edición, INIA-MINAGRI), Santiago, Chile, 734 pp.
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Serie Actas N° 2
FORMULARIOS Y CONTRATOS PARA POSTULAR AL PROGRAMA DE
RECUPERACION DE SUELOS DEGRADADOS EN EL CONTEXTO DE INDAP
Ricardo Monje Silvestre, Ing. Agrónomo
Instituto de Desarrollo Agropecuario Indap X a Región
Nº.....................................
CONTRATO PARA LA RECUPERACION DE LOS SUELOS DEGRADADOS
PARA USUARIOS QUE REQUIEREN ANTICIPOS DEL INCENTIVO
En____________a____de__________de______, comparece el Instituto de Desarrollo
Agropecuario, representado por el Jefe de Area de____________________, Sr.
(a)___________________________________con domicilio en la ciudad de
________________________, calle,__________________________ en adelante
INDAP;
y por la otra el Sr.(a)____________________________, RUT
_____________________-__,
mayor
de
edad,
con
domicilio
en____________________,quién cumple con los requisitos para ser usuario del INDAP,
en adelante el agricultor, vienen en celebrar el siguiente Contrato para la
Recuperación de los Suelos Degradados.
1.
El
agricultor
trabaja
en
calidad
de_______________,el
predio
denominado____________________, cuyo Rol de Bienes Raíces del S. I. I. es
___________,
ubicado
en
la
Comuna
de___________________,
sector_____________, y con una superficie de ________hectáreas físicas,
equivalentes a ______ H. R. B.
2.
El agricultor solicita el incentivo para la Recuperación de Suelos Degradados,
comprometiéndose a cumplir íntegramente la programación que se indica en el
Plan de Manejo que se adjunta, y que se considera como parte integrante de este
Contrato..
3.
El incentivo corresponderá a un porcentaje (%) del valor de los insumos y gastos
efectuados, de acuerdo a los porcentajes establecidos en Decreto Nº 466 de 19 de
diciembre de 1997 del Ministerio de Agricultura. Para tal efecto, el agricultor que
suscribe declara conocer dicho reglamento y las normas que rigen el otorgamiento
del incentivo estatal del Programa para la Recuperación de Suelos Degradados,
las que se compromente a respetar y acepta desde ya.
4.
Para poder financiar la ejecución de las labores que serán bonificadas, el usuario
solicita le sea otorgado un adelanto, con cargo al incentivo a recibir, de
$………..........…………..(…..........……………pesos), suma que declara recibir en
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Serie Actas N° 2
este acto, de parte de INDAP, a su entera satisfacción.
5.
6.
Una vez realizadas las labores especificadas en este Contrato, el agricultor se
compromete a proceder de la siguiente forma y según corresponda para cada caso
que se indica:
a)
Agricultores que financian total o parcialmente la inversión con
crédito de INDAP, o que siendo usuarios de algunos de sus servicios,
financian su inversión con recursos propios.
Terminada la ejecución de las labores, el agricultor presentará al Jefe de
Area de INDAP una declaración jurada simple, donde deje constancia que
las actividades afectas al incentivo han sido efectivamente realizadas de
acuerdo a lo establecido en el presente Contrato. Tendrá la obligación de
demostrar los gastos y costos en que haya incurrido para la ejecución de las
labores afectas al incentivo, para este efecto INDAP podrá solicitar copia de
las facturas, boletas, documentos o recibos de todos aquellos insumos y
servicios que el usuario ha debido adquirir para la correcta ejecución de las
labores especificadas en el correspondiente Plan de Manejo. Recibida a
satisfacción de INDAP la declaración jurada simple y las copias de las
facturas, boletas, documentos o recibos de gastos que sean pertinentes se
dará por terminado el proceso y en caso que exista saldo a favor del
agricultor, se procederá al pago que corresponda.
b)
Agricultores que financian la inversión con recursos propios o de
otras fuentes diferentes de INDAP y que no participan en algún
servicio del INDAP.
El proceso terminará con la presentación ante INDAP del Certificado de
Verificación emitido por el SAG , a satisfacción del Jefe de Area
correspondiente. En caso que exista saldo a favor del agricultor, se
procederá al pago que corresponda.
El agricultor será responsable de lo siguiente:
a)
Si por razones de fuerza mayor, el agricultor no cumpliera con las fechas
programadas y estipuladas en el Plan de Manejo adjunto, que se
considera parte de este contrato, deberá dar aviso a la Oficina de Area
de INDAP (en los casos estipulados en el punto 5.a), o a la Oficina de
sector del SAG (en los casos estipulados en el punto 5.b), a fin de que la
visita predial de fiscalización sea debidamente postergada.
b)
Deberá conservar en su poder las copias de facturas, boletas,
documentos o recibos correspondientes a los insumos o gastos
efectuados, para poder presentarlas a los inspectores del SAG o
INDAP, en caso de que éstos se las requieran; documentación
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Serie Actas N° 2
c)
imprescindible para el pago del incentivo.
Deberá dar todas las facilidades necesarias para que los inspectores del
SAG o del INDAP ingresen al predio a realizar la fiscalización de las
prácticas programadas afectas a incentivo, materia de este contrato
7.
En el evento que el agricultor, habiendo recibido el anticipo de la incentivo pagada
por INDAP, no hubiese dado cumplimiento a las obligaciones que emanan de este
contrato, o falseado los antecedentes presentados, deberá hacer devolución de los
valores recibidos con los reajustes e intereses correspondientes, calculados desde
el momento de la entrega de las bonificaciones hasta la fecha de su devolución
efectiva, sin perjuicio de las acciones legales que INDAP resuelva emprender
contra el agricultor por incumplimiento de Contrato.
8.
Este Contrato será firmado en duplicado, quedando el original en poder de INDAP
y la copia para el agricultor.
FIRMA AGRICULTOR
JEFE DE AREA INDAP
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Serie Actas N° 2
Nº.........................................
CONTRATO PARA LA RECUPERACION DE LOS SUELOS DEGRADADOS
PARA USUARIOS QUE NO REQUIEREN ANTICIPO DEL INCENTIVO
En____________a____de__________de______, comparece el Instituto de Desarrollo
Agropecuario, representado por el Jefe de Area de_______________________, Sr.
(a)________________________________con
domicilio
en
la
ciudad
de
_______________________, calle,__________________________en adelante INDAP;
y por la otra el Sr.(a)_____________________________, RUT______________________, mayor de edad, con domicilio en____________________,quién cumple con los
requisitos para ser usuario del INDAP, en adelante el agricultor, vienen en celebrar el
siguiente Contrato para la Recuperación de los Suelos Degradados:
1.
El
agricultor
trabaja
en
calidad
de_______________,el
predio
denominado____________________, cuyo Rol de Bienes Raíces del S. I. I. es
___________,
ubicado
en
la
Comuna
de___________________,
sector_____________, y con una superficie de ________hectáreas físicas,
equivalentes a ______ H. R. B.
2.
El agricultor solicita el incentivo para la Recuperación de Suelos Degradados,
comprometiéndose a cumplir íntegramente la programación que se indica en el
Plan de Manejo que se adjunta, y que se considera como parte integrante de este
Contrato.
3.
El incentivo corresponderá a un porcentaje (%) del valor de los insumos y gastos
efectuados, de acuerdo a los porcentajes establecidos en Decreto Nº 466 de 19 de
diciembre de 1997 del Ministerio de Agricultura. Para tal efecto, el agricultor que
suscribe declara conocer dicho reglamento y las normas que rigen el otorgamiento
del incentivo estatal del Programa para la Recuperación de Suelos Degradados,
las que se compromente a respetar y acepta desde ya.
4.
El incentivo será cancelado de la siguiente forma y según corresponda para cada
caso que se indica:
a)
Agricultores que financian total o parcialmente la inversión con
crédito de INDAP, o que siendo usuarios de algunos de sus servicios,
financian su inversión con recursos propios.
Una vez realizadas las labores especificadas en este contrato, el agricultor
presentará al Jefe de Area de INDAP una declaración jurada simple, donde
deje constancia que las actividades afectas al incentivo han sido
efectivamente realizadas de acuerdo a lo establecido en el presente
Contrato. Tendrá la obligación de demostrar los gastos y costos en que haya
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Serie Actas N° 2
incurrido para la ejecución de las labores afectas al incentivo , para este
efecto INDAP podrá solicitar copia de las facturas, boletas, documentos o
recibos de todos aquellos insumos y servicios que el usuario ha debido
adquirir para la correcta ejecución de las labores especificadas en el
correspondiente Plan de Manejo. Recibida a satisfacción de INDAP la
declaración jurada simple y las copias de las facturas, boletas, documentos
o recibos de gastos que sean pertinentes, se procederá al pago que
corresponda.
b)
Agricultores que financian la inversión con recursos propios o de
otras fuentes diferentes de INDAP y que no participan en algún
servicio del INDAP.
El incentivo será cancelado directamente al agricultor, una vez que éste
presente ante INDAP el Certificado de Verificación emitido por el SAG y sea
recibido a satisfacción del Jefe de Area correspondiente.
5.
El agricultor será responsable de lo siguiente:
a)
Si por razones de fuerza mayor, el agricultor no cumpliera con las fechas
programadas y estipuladas en el Plan de Manejo adjunto, que se
considera parte de este contrato, deberá dar aviso a la Oficina de Area
de INDAP (en los casos estipulados en el punto 4.a), o a la Oficina de
sector del SAG (en los casos estipulados en el punto 4.b), a fin de que la
visita predial de fiscalización sea debidamente postergada.
b)
Deberá conservar en su poder las copias de facturas, boletas,
documentos o recibos correspondientes a los insumos o gastos
efectuados, para poder presentarlas a los inspectores del SAG o
INDAP, en caso de que éstos se las requieran; documentación
imprescindible para el pago del incentivo.
c)
Deberá dar todas las facilidades necesarias para que los inspectores del
SAG o del INDAP ingresen al predio a realizar la fiscalización de las
prácticas programadas afectas a incentivo, materia de este contrato
6.
Si el agricultor no cumple con lo establecido en el presente contrato, no tendrá
derecho al incentivo establecido para estos fines.
En el evento que el incentivo haya sido pagado por INDAP, y el agricultor no
hubiese dado cumplimiento a las obligaciones que emanan de este contrato, o
falseado los antecedentes presentados, deberá hacer devolución de los valores
recibidos con los reajustes correspondientes, calculados desde el momento de la
entrega de las bonificaciones hasta la fecha de su devolución efectiva.
Este Contrato será firmado en duplicado, quedando el original en poder de INDAP
y la copia para el agricultor.
7.
8.
FIRMA AGRICULTOR
JEFE DE AREA INDAP
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PLAN DE MANEJO
Nº DE CONTRATO................................…
SUBPROGRAMA FERTILIZACION FOSFATADA
ROL DE AVALUO ....................................
MICROREGION Nº………………………..
Nivel inicial Fósforo (ppm)
Nivel a alcanzar (ppm)
Has totales a Bonificar
Nombre/Número del Potrero
FERTILIZACION DE CORRECCION AÑO ……..
Fecha de la Fertilización
Solicita crédito
SI
Kg P2O5
Requerido
Has. a corregir
NO
Fertilizante
Recomendado
Nivel de ppm. a alcanzar en el año
Si lo solicita, indicar monto $
Dosis/Ha
kg P2O5
kg Fertiliz.
Costo/Kg. sin IVA
kg P2O5
kg Prod. Com.
Costo Neto Total
$
FERTILIZACION DE PRODUCCION AÑO ….…
Cultivo
Tipo
Rend. Esperado
Dosis Kg./Ha.
AÑO 1
de Fertilizante
FERTILIZANTE N
P205
K20
MgO
S
Unidades
Kg Prod Comercial
Cantidad Total Requerida
Unidades
Kg Prod. Comercial
FERTILIZACION DE CORRECCION AÑO ……..
Fecha de la Fertilización
Solicita crédito
Kg P2O5
Requerido
SI
Has. a corregir
Nivel de ppm. a alcanzar en el año
NO
Fertilizante
Recomendado
Si lo solicita, indicar monto $
Dosis/Ha
kg P2O5
kg Fertiliz.
Costo/Kg. sin IVA
kg P2O5
kg Prod. Com.
Costo Neto Total
$
FERTILIZACION DE PRODUCCION AÑO ….…
Tipo
AÑO 2
de Fertilizante
FERTILIZANTE N
P205
K20
MgO
S
Cultivo
Rend. Esperado
Dosis Kg./Ha.
Unidades
Kg Prod Comercial
Cantidad Total Requerida
Unidades
Kg Prod. Comercial
(Nombre) ...........................................……………………………(Nombre).................................................................................
(Firma) ...................................................…………………………(Firma)...................................................................................
EL AGRICULTOR
RUT:............................................... Nº Reg. Cons. PRSD:..............…….
EL CONSULTOR
FECHA........................................................
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PLAN DE MANEJO
Nº DE CONTRATO.........................................
SUBPROGRANA ENMIENDAS
ROL DE AVALUO ............................................
MICROREGION Nº………………………..
Nivel inicial pH / % Sat. Al
Nivel a alcanzar pH-% Sat. Al
Has totales a Bonificar
Nombre/Número del Potrero
APLICACIÓN DE ENMIENDAS AÑO ……..
Fecha Aplic. Enmienda
Solicita crédito
Has. a corregir
SI
Nivel pH / % Sat. Al a alcanzar en el año
NO
Kg CaCO 3
requerido
Si lo solicita, indicar monto $
Enmienda
a usar
Kg CaCO 3
Dosis/ha.
Costo/Kg.
Kg Prod Com. Kg CaCO 3 Kg Prod Com.
Costo Neto Total
$
FERTILIZACION DE PRODUCCION AÑO … … …
Cultivo
Tipo de Fertilizante
AÑO 1
FERTILIZANTE
Unidades
Rend. Esperado
Dosis Kg./Ha.
Kg Prod. Comercial
Cantidad Total Requerida
Unidades
Kg Prod. Comercial
N
P2 0 5
K 20
MgO
S
APLICACIÓN DE ENMIENDAS AÑO ……..
Fecha Aplic. Enmienda
Solicita crédito
Has. a corregir
SI
CaCO 3
Kg
requerido
Nivel pH / % Sat. Al a alcanzar en el año
NO
Enmienda
a usar
Si lo solicita, indicar monto $
Kg CaCO 3
Dosis/ha.
Costo/Kg.
Kg Prod Com. Kg CaCO 3 Kg Prod Com.
Costo Neto Total
$
FERTILIZACION DE PRODUCCION AÑO … … …
Cultivo
Tipo de Fertilizante
AÑO 2
FERTILIZANTE
Unidades
Rend. Esperado
Dosis Kg./Ha.
Kg Prod. Comercial
Cantidad Total Requerida
Unidades
Kg Prod. Comercial
N
P2 0 5
K 20
MgO
S
( Nombre) ...........................................……………………………(Nombre).......................................................................……....
(Firma) ......................................................………………………(Firma).....................................................................……..........
EL AGRICULTOR
RUT:................................................. Nº Reg. Cons. PRSD:..................
EL CONSULTOR
FECHA..........................................................
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
PLAN DE MANEJO
Nº DE CONTRATO ................................…
SUBPROGRAMA FERTILIZACION FOSFATADA
ROL DE AVALUO ....................................
MICROREGION Nº………………………..
Nivel inicial Fósforo (ppm)
Nivel a alcanzar (ppm)
Has totales a Bonificar
Nombre/Número del Potrero
FERTILIZACION DE CORRECCION AÑO ……..
Fecha de la Fertilización
Solicita crédito
SI
Kg P 2 O5
Requerido
Has. a corregir
NO
Fertilizante
Recomendado
Nivel de ppm. a alcanzar en el año
Si lo solicita, indicar monto $
Dosis/Ha
kg P 2O 5
kg Fertiliz.
Costo/Kg. sin IVA
kg P2 O 5
kg Prod. Com.
Costo Neto Total
$
FERTILIZACION DE PRODUCCION AÑO ….…
Cultivo
Tipo
Rend. Esperado
Dosis Kg./Ha.
AÑO 1
de Fertilizante
FERTILIZANTE N
P 20 5
K 20
MgO
S
Unidades
Kg Prod Comercial
Cantidad Total Requerida
Unidades
Kg Prod. Comercial
FERTILIZACION DE CORRECCION AÑO ……..
Fecha de la Fertilización
Solicita crédito
Kg P 2 O5
Requerido
SI
Has. a corregir
Nivel de ppm. a alcanzar en el año
NO
Fertilizante
Recomendado
Si lo solicita, indicar monto $
Dosis/Ha
kg P 2O 5
kg Fertiliz.
Costo/Kg. sin IVA
kg P2 O 5
kg Prod. Com.
Costo Neto Total
$
FERTILIZACION DE PRODUCCION AÑO ….…
Tipo
AÑO 2
de Fertilizante
FERTILIZANTE N
P 20 5
K 20
MgO
S
Cultivo
Rend. Esperado
Dosis Kg./Ha.
Unidades
Kg Prod Comercial
Cantidad Total Requerida
Unidades
Kg Prod. Comercial
( Nombre) ...........................................……………………………(Nombre).................................................................................
(Firma) ...................................................…………………………(Firma)...................................................................................
EL AGRICULTOR
RUT:............................................... Nº Reg. Cons. PRSD:..............…….
EL CONSULTOR
FECHA........................................................
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
PLAN DE MANEJO
Nº DE CONTRATO.........................................
SUBPROGRAMA PRADERAS
ROL DE AVALUO..............................................
MICROREGION Nº
………………………...
AÑO …………
Establecimiento
Regeneración
Has totales a Bonificar
Fecha de ejecución del Establecim./Regeneración
Solicita crédito
SI
NO
Dispone de Riego permanente
NO
Si lo solicita, indicar monto $
Denominación Semilla/Insumo
Dosis/Ha.
AÑO 1
SEMILLAS
FERTILIZANTES
SI
Cantidad Total PrecioNeto
Requerida
por kg
Valor Neto
Total
N
P2 05
K20
Mg0
S
CaC03
LABORES PREPARACION
SUELOS (Tipo y Fecha de
Ejecución)
VALOR NETO TOTAL $ ______________
AÑO …………
Establecimiento
Regeneración
Has totales a Bonificar
Fecha de ejecución del Establecim./Regeneración
Solicita crédito
SI
NO
Dispone de Riego permanente
NO
Si lo solicita, indicar monto $
Denominación Semilla/Insumo
AÑO 2
SEMILLAS
FERTILIZANTES
SI
Dosis/Ha.
Cantidad Total Precio Neto
Requerida
por kg
Valor Neto
total
N
P2 05
K20
Mg0
S
CaC03
LABORES
PREPARACION
SUELOS (Tipo y Fecha
de Ejecución)
VALOR NETO TOTAL $ ______________
(Nombre) ..........................................…………………………(Nombre).........................................................................
(Firma)..............................................…………………………(Firma)..............................................................................
EL AGRICULTOR
RUT: ............................................ Nº.Reg. Cons .PRSD.: ...........
EL CONSULTOR
FECHA.............................................................
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
PLAN DE MANEJO
SUBPROGRAMA REHABILITACION DE SUELOS
A) AÑO
Nº DE CONTRATO
.............................................
ROL DE AVALUO
................................................
…….
Naturaleza del Material a eliminar
Nombre/Nº Potrero(s)
Número de Hectáreas
Solicita crédito
SI
NO
Monto del crédito $
Fecha ejecución de las labores
LABORES A REALIZAR EN LA EJECUCION DE LA PRACTICA
Labor
B) AÑO
Fecha de Ejecución
…….
Naturaleza del Material a eliminar
Nombre/Nº Potrero(s)
Número de Hectáreas
Solicita crédito
SI
NO
Monto del crédito $
Fecha ejecución de las labores/Fertilización
LABORES A REALIZAR EN LA EJECUCION DE LA PRACTICA
Labor
Fecha de Ejecución
( Nombre)..............................................................................………....... Nombre) ....................…...........................................……….......
(Firma) ................................................................................…
EL AGRICULTOR
(Firma) .............................................................................………..
RUT:...................................................... Nº Reg. Cons. PRSD........…...........
EL CONSULTOR
FECHA...........................................................
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
CROQUIS DEL PREDIO
Ubicar el predio con respecto al camino principal y ciudad más próxima, indicando el
potrero o superficie que será afecta al incentivo.
Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue
Serie Actas N° 2
DECLARACION JURADA SIMPLE
Elabajo firmante, Sr. (a) .......................................................RUT.........................................declaro
bajo juramento que he ejecutado todas las labores comprometidas en el Plan de Manejo que forma
parte integrante del Contrato para la Recuperación de los Suelos Degradados
Nº________/_______/_______/ del................................establecido entre el suscrito e INDAP.
En virtud de lo anterior, solicito a INDAP el pago de la bonificación que me corresponde, de
acuerdo al siguiente detalle :
Sup. A bonificar
( Hás. )
Subprograma
Monto Total del Gasto ( en pesos )
Monto
Total
del
Monto de la
Costo del Servicio de Subsidio solicitado
( en pesos )
Inversión
Apoyo Técnico
Fertilización
Fosfatada
Enmiendas
Praderas
Conservación
suelos
de
Rehabilitación
suelos
de
Nombre....................................................................................................Firma.................................
Domicilio.....................................................................................Fecha..............................................
...........................................................................................................................................................
(USO EXCLUSIVO DE INDAP)
Subprograma
Monto
del
Solicitado ($)
Subsidio Monto del
pagado ($)
Fertilizacion Fosfatada
Enmiendas
Praderas
Rehabilitación de Suelos
Conservación de Suelos
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Serie Actas N° 2
Subsidio
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