PDF, tamaño 8.7Mb - Vulcania - Revista de Espeleología del

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Normas y Estilo.
VULCANIA
REVISTA DE ESPELEOLOGÍA DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO
VULCANIA es una Revista de Espeleología. En ella se publican trabajos originales
sobre cualquier aspecto relativo al mundo subterráneo (Zoología, Geología, Ecología,
Paleontología, Arqueología, Deporte, Técnicas, Didáctica, etc.). Su ámbito son las islas
Canarias y, en sentido más amplio, toda la Región Macaronésica. Se invita a todos los
posibles colaboradores a enviar artículos sobre estos temas.
VULCANIA aparece regularmente a razón de un volumen anual.
Consejo de Redacción
Director: Rafael García Becerra
Secretario: Francisco Govantes Moreno
Vocales: Pedro Oromí Masoliver
Miguel A. Martín González
A. Javier González Díaz
Inmaculada Fernández Lorenzo
Fernando Dumpiérrez Castillo
Marina Mata Rodríguez
Alfredo Lainez Concepción
Manuel Rosales Martín
VULCANIA se puede obtener por intercambio con otras publicaciones de contenido
similar, o por suscripción.
Toda la correspondencia (autores, intercambio, suscripciones) dirigirla a:
Redacción de VULCANIA.
C/. El Pilar 8, 3º-1ª
38700 - Santa Cruz de La Palma
Santa Cruz de Tenerife.
Islas Canarias - ESPAÑA
Edita: Grupo de Espeleología de Canarias Benisahare.
Depósito Legal: TF-2.539/97 ISBN: 84-923180-2-3
Anagrama: De Aquello Diseñadores.
Foto de Portada: Octavio Fernández Lorenzo.
Diseño y Maquetación: Francisco Govantes Moreno.
Impresión: Ediciones Alternativas. Telf./-Fax 922.400482
VULCANIA. Revista de Espeleología del Archipiélago Canario. Vol. 1.
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REVISTA DE ESPELEOLOGÍA
DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO
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Volumen 1
Santa Cruz de La Palma
Diciembre de 1997
Editorial.
EDITORIAL
Con este número comienza su andadura la revista VULCANIA gracias a la
ilusionada colaboración de un grupo de personas llenas de entusiasmo y con la firme
esperanza de mantener la periodicidad necesaria para su definitiva consolidación. Los
primeros pasos ya se han dado y esperamos que no falte la colaboración y el apoyo de
todos los aficionados a la espeleología.
El nombre de nuestra revista VULCANIA hace referencia a todo lo relativo
al dios del fuego Vulcano, en clara alusión al fuego interno de la Tierra que originó
los fenómenos y estructuras eruptivas, entre ellas las cuevas volcánicas.
Cuando aparece una publicación de estas características, se intenta recoger en
ella el conocimiento y la experiencia de un colectivo de estudiosos y aficionados a lo
largo de varios años de dedicación. Es nuestro deseo dar a conocer la riqueza de
mundo subterráneo y su diversidad ecológica a todos los interesados por uno de los
hábitats más ocultos y desconocidos de nuestras islas.
Nuestra revista está abierta a todos y, en ella, se pretende incluir aquellos
artículos que permitan dar a conocer el trabajo que se desarrolla en la
vulcanoespeleología dentro de la Región Macaronésica. Igualmente, serán bien
acogidas todas aquellas noticias y actos científicos que por su interés merezcan ser
destacados en estas páginas.
Queremos agradecer a todas aquellas personas e instituciones que de una u
otra manera colaboran con esta publicación y sobre todo, a los amigos lectores pues
sin ellos, no tendría nunca razón de existir una revista de este tipo.
La Palma, diciembre de 1997.
VULCANIA. Revista de Espeleología de Canarias. Vol. 1.
vulcania
REVISTA DE ESPELEOLOGÍA DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO
Comentarios a la edición digital revisada del Volumen 1
La versión impresa de esta separata, editada en diciembre de 1997, vio la
luz con múltiples deformaciones en los planos topográficos, debido a un error
de maquetación. Por un fallo de imprenta, la cuatricromía de la portada estaba
desplazada en la mayoría de ejemplares.
En la presente edición digital se han sustituido los planos topográficos
deformados por versiones originales de los mismos, bien proporcionados.
También se ha maquetado una nueva portada, a partir de la diapositiva original.
Asimismo, se han añadido notas de relevancia en cuanto a seguridad de
las exploraciones o variación significativa de los desarrollos de algunas
cavidades se refiere, así como de incertidumbre en las coordenadas UTM
(especificación de Datum), aunque éstas se mantienen en su resolución (100 x
100 m) y formato originales (notación militar).
El texto corrido y resto de ilustraciones permanecen, igualmente, fieles al
original.
Para cualquier información adicional sobre las cavidades contenidas en el
presente artículo, se recomienda contactar con el GE Tebexcorade – La Palma
(www.tebexcorade.com), pues en la mayor parte de ellas se han continuado las
labores de exploración y las topografías aquí publicadas se encuentran
desactualizadas.
La información plasmada en este artículo no es, a día de hoy, suficiente
para planificar una visita a cualquiera de estas cavidades.
Santa Cruz de La Palma, enero de 2010.
Octavio Fernández Lorenzo, revisor.
ISBN: 84-923180-2-3
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Las cavidades volcánicas de la Villa de Mazo
LAS CAVIDADES VOLCÁNICAS DE LA VILLA DE MAZO
(LA PALMA, ISLAS CANARIAS)
F. DUMPIÉRREZ, M. FERNÁNDEZ, O. FERNÁNDEZ, R. GARCÍA,
A.J.GONZÁLEZ, F. GOVANTES, M. MATA & M. MUÑOZ
Grupo de Espeleología de Canarias Benisahare - La Palma. Apartado de Correos 591. 38700 Santa
Cruz de La Palma. Islas Canarias.
RESUMEN
Se presentan las topografías y se llevan a cabo las descripciones
morfológicas de los doce tubos volcánicos conocidos hasta ahora del
término municipal de la Villa de Mazo.
Palabras clave: Tubos volcánicos, Villa de Mazo, La Palma, islas
Canarias.
ABSTRACT
We present here the surveys and morphological descriptions of the
twelve volcanic tubes known so far in the municipality of Villa de Mazo.
Key words: Volcanic tubes, Villa de Mazo, La Palma, Canary
Islands.
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo es un estudio parcial de un proyecto más ambicioso
como es la realización de un catálogo de los tubos volcánicos de la isla de La
Palma y el estudio de las comunidades biológicas que se desarrollan en su
interior. Este proyecto continúa la labor realizada por el grupo de
Investigaciones Espeleológicas de Tenerife (G.I.E.T.) en 1986, que elaboró un
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Las cavidades volcánicas de la Villa de Mazo
informe encargado por la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno
de Canarias y en el que se presentaron veinticinco cavidades para la isla de La
Palma.
El término municipal de la Villa de Mazo, en la isla de La Palma, se
caracteriza, entre otros muchos aspectos, por:
1. Ser el tercero en extensión dentro de la isla, con aproximadamente
unos 73 km2. Limita con Breña Baja al norte, con Fuencaliente al sur y con El
Paso al oeste.
2. Presentar el 22% de su territorio protegido: el Parque Natural
Cumbre Vieja de 1503,8 ha y el Monumento Natural Montaña del Azufre con
75,2 ha.
3. Las erupciones recientes han sido frecuentes, siendo muy abundante
los conos volcánicos históricos y subhistóricos que se integran en su paisaje,
principalmente en las zonas de cumbre, formando parte de la conocida Ruta de
los Volcanes. Este municipio se encuentra en la zona geológicamente más
moderna de la Isla, que recibe el nombre de Neopalma.
4. Debido a la reciente formación del suelo, su orografía apenas está
surcada por algunos barrancos que sólo corren en época de fuertes lluvias.
5. Otra característica es la de poseer casi todas las comunidades
vegetales que existen en la isla, esto hace que la diversidad botánica sea muy
alta y por lo tanto la animal.
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Así, podemos observar matorral de cumbre en las laderas de Los
Charcos, Nambroque, Deseada, etc.
En cotas inferiores de la vertiente este, y debido a que los alisios
inciden tangencialmente, nos encontramos principalmente con pinar mixto y
monte verde (fayal-brezal y laurisilva).
A partir de los altos de Tigalate y en la vertiente occidental se
desarrolla generalmente el pinar.
En las áreas más llanas de las medianías se localizan asentamientos
humanos junto con cultivos variados.
En barrancos y escarpes, nos podemos encontrar con comunidades
vegetales propias como cardonales, tabaibales, retamares, palmerales,
sabinares, etc. Finalmente, la costa es bastante recortada por la intrusión
reciente de lavas en el mar y está apenas erosionada, desarrollándose una
vegetación xerófila y halófila.
6. Las principales cotas de altitud se alcanzan en los conos volcánicos
de la cumbre. Destacando: Los Charcos, con 1848 m; Nambroque, con 1925
m; Deseada, con 1880 m; etc.
7. Poseer un gran número de simas y tubos volcánicos (conocidos en
La Palma como "Búcaros" y "Caños de Fuego", respectivamente). Muchos de
ellos se encuentran próximos a los siguientes pagos o barrios: El Pueblo, La
Sabina, Montes de Luna, Malpaíses, Los Callejones y Tigalate.
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Nota del revisor:
Todas las coordenadas UTM se refieren al Datum "Pico de las Nieves"
Las cavidades volcánicas de la Villa de Mazo
Figura 1. Localización de las cavidades volcánicas conocidas del término municipal de la Villa
de Mazo: 1: Cueva del Llano de Los Caños, 2: Cueva de la Fuente de la Canaria, 3: Cueva
de La Sabina, 4: Cueva de San Simón., 5: Cueva de los Callejones de Abajo, 6: Cueva de Las
Tres Bocas, 7: Cueva de Los Esqueletos, 8: Cueva de El Canal, 9 y 10: Cuevas del Salto de
Tigalate, 11: Cueva de La Caracola y 12: Cueva Chica de El Porís.
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Las cavidades volcánicas de la Villa de Mazo
En el término municipal de la Villa de Mazo hemos visitado doce
cavidades (fig. 1); algunas de ellas ya han sido objeto de estudios (García et al.,
1995; García & González, 1996; Medina et al., 1996).
Todas las cavidades horizontales estudiadas en este municipio son del
tipo singenético, reogenético subterráneo, según clasificación de MontoriolPous (1973). A continuación presentamos la topografía y realizamos una
descripción de cada tubo volcánico.
CUEVA DEL LLANO DE LOS CAÑOS
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
Nota del revisor:
Esta cavidad tiene asignado
el código LP/MZ-04
Es un tubo de aproximadamente unos 368 m, casi lineal y con varias
ramificaciones, la mayoría de pequeñas dimensiones. Se localiza próximo al
vecindario de La Sabina y Tirimaga en un llano que hay al pie de la montaña
de La Horqueta, en una ladera de orientación este conocida por el nombre de
Los Caños y a unos 1050 metros s.n.m. Sus coordenadas U.T.M. son
28RBS2664.
La entrada se realiza descendiendo por un jameo que permite el acceso
a un amplio tramo del tubo; desde aquí se puede avanzar tanto hacia el este
como al oeste.
En dirección al oeste el tubo presenta una longitud de unos 17 m y una
altura media de 1 m. A unos 3,6 m del jameo se abre un tubo a la izquierda de
unos 3 m de recorrido y de 0,54 m de altura. El suelo en toda esta zona es de
tipo terroso-arenoso con numerosas piedras sueltas y dispersas, muchas de
ellas del techo que al caerse formó el jameo.
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Hacia el este y aproximadamente a unos 6 m del jameo aparecen, a ras
del suelo, dos pequeñas gateras que discurren casi paralelas, de unos 4 m de
largo cada una y 0,4 m de alto, con un suelo terroso-arenoso y algunas piedras
sueltas. Ambas se abren a una única galería de unos 9 m de recorrido y 0,6 m
de altura media; esta zona presenta un suelo arenoso. A partir de aquí, surge
un tramo de unos 30 m donde el tubo adquiere dimensiones notables,
presentando algunos puntos alturas de hasta 6 m y anchuras de más de 4 m.
En este trayecto a los 2,6 m hay una gatera a casi 4 m de altura y con una
longitud de 4,5 m; a los 11 m se abre a la derecha un tubo de unos 6 m que
presenta un suelo compacto y cordado, y que a los 3,4 m de su recorrido,
presenta a la izquierda una abertura que conecta con un sistema de 4 estrechas
y cortas galerías comunicadas entre sí por una serie de pasos dificultosos. A
los 17 m se abre una pequeña galería de escaso recorrido.
Al finalizar el tramo anterior, el tubo adquiere una homogeneidad que
se traduce en un recorrido de unos 49 m que finalizan en una cascada de unos
3 m de desnivel, que para salvarla se hace necesaria la utilización de cuerdas y
escalas. La altura media de este trayecto es de 1,5 m y la anchura de 2 m, y
predomina el suelo compacto con algunas zonas terroso-arenosas. Es de
destacar en este tramo las suaves pendientes que oscilan entre 2º y 9º y
también la existencia de una grieta de unos 20 cm de ancho localizada a los
28 m, que corta transversalmente toda la sección del tubo.
En la base de la cascada aparece una amplia zona excavada, producida
con toda seguridad por la actividad humana para extraer el almagre allí
existente y que acaba en una pequeña galería. A partir de aquí, el tubo
principal adquiere de nuevo homogeneidad presentando un recorrido de 85 m
con una sección triangular en la mayor parte de su trayecto, con medias de 1,7
m de alto y 2,3 de ancho y una pendiente que oscila entre los 21º y 35º, siendo
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el suelo generalmente compacto con algunas zonas de derrubios provenientes
de las paredes y techo de la cavidad.
A los 6 m del comienzo de este tramo aparece a la derecha una galería
que a los 3 m se bifurca en un pequeño ramal de unos 4 m; a partir de ahí, la
galería presenta un recorrido casi cilíndrico, con dimensiones máximas de 1 m
que se mantienen hasta los 30 m, donde se rompe bruscamente, presentando
en ese punto una grieta de unos 40 cm de ancho y de más de 2 m de
profundidad con piedras sueltas que lo hacen peligroso; de ahí al final hay
unos 7 m más de tubo cada vez más estrecho y con paredes formadas por una
roca bastante suelta.
Siguiendo el tubo principal, a los 9 m y a la izquierda aparece a 1,5
metros del suelo una estrecha galería de unos 5 m de largo.
A 28 m de la cascada aparece a la derecha una gatera a 1,8 m del
suelo, de unos 19 m de recorrido y de sección casi circular con un suelo
compacto y con dimensiones máximas de 1,2 m de ancho y 0,85 m de alto.
El tubo principal finaliza en una pequeña sala de unos 4 m de ancho
que va reduciéndose hasta su cierre natural.
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad:
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Nota del revisor:
Esta topografía está nuevamente en estudio por ampliación de su desarrollo.
Para más información, contactar con el GE Tebexcorade - La Palma
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CUEVA DE LA FUENTE DE LA CANARIA Nota del revisor:
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
Esta cavidad tiene asignado
el código LP/MZ-03
La cavidad se encuentra situada a pocos centenares de metros en
dirección sudoeste de la montaña Vinijore, próxima al vecindario de La
Sabina, a una altitud de 700 metros s.n.m. y con un recorrido de 238 m,
siendo su localización en coordenadas U.T.M. 28RBS267654.
La entrada al tubo es un jameo (algo poco frecuente en las cavidades
volcánicas de La Palma) de unos 3,5 m de largo por más de 1 m de ancho y
en cuyo interior crece un ejemplar bien desarrollado de brezo (Erica
arborea L.), cuya copa sobresale del límite superior del jameo y su tronco
nos sirve de apoyo en el descenso. Una vez en el interior se advierte una
abundante vegetación herbácea, destacando la presencia de la invasora
higrófila mexicana llamada vulgarmente haragán o hediondo (Ageratina
adenophora (Spreng.) King & Robins).
A partir del jameo la cueva salva un desnivel de 14 m presentando
dos recorridos de similar longitud pero desigual recorrido topográfico. Así,
el tramo que desciende en dirección nordeste es muy lineal y en él se
encuentran las mayores amplitudes de la
cavidad, tanto en altura como en anchura.
Presenta una sección triangular con unas
curiosas cornisas inversas (fig.2), es decir, con
sus mesetas hacia abajo, tal y como se
pretenden representar en el dibujo de la derecha.
También bajo ellas aparecen las cornisas del
tipo común, con su aspecto de acera.
Figura 2. Cornisas inversas.
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A lo largo de todo este recorrido la cavidad presenta numerosos
derrumbes fundamentalmente de las paredes, observándose en las mismas
unas espectaculares grietas de retracción. Entre las piedras de este tramo es
frecuente localizar numerosos restos óseos de distintos vertebrados, en
especial conejo, perro y algún ovicáprido.
El tramo de la cavidad que discurre desde el jameo hacia el sudeste
es notablemente diferente al ya comentado. En éste la cueva presenta un
pequeño descenso que nos lleva a una sala donde un permanente charco de
agua originado por el goteo continuo del techo da nombre al tubo. Parece
ser que su utilización como recurso hídrico se ha venido produciendo desde
los tiempos de los aborígenes hasta nuestros días, realizándose en esta sala
además ritos esotéricos que continúan en la actualidad, tal y como afirman
vecinos de la zona, así como la profusión de cruces y otros símbolos hechos
de materia vegetal que adornan las paredes de la sala.
Desde la sala de la fuente se puede acceder, realizando una pequeña
escalada, a otra sala de menores dimensiones (galería B en la topografía)
que constituye un auténtico plano superior de la cavidad. Continuando por
la galería principal debemos de gatear para acceder a una nueva sala, de
buenas dimensiones y perfil ladeado, a modo de gradas de anfiteatro, donde
la cavidad parece tener su fin. Sin embargo, la superación de un angosto
paso entre grandes bloques desprendidos nos permite acceder a una última
sala que se prolonga en una curiosa sucesión de pozos de unos dos metros
de profundidad hasta el definitivo cierre natural de la cueva, en cuya vertical
existe una chimenea posiblemente originada por la evacuación de gases.
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad, una de
las primeras realizadas por la delegación palmera del G.E.C. Benisahare.
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LA CUEVA DE LA SABINA
DESCRIPCIÓN Y EMPLAZAMIENTO
Nota del revisor:
Esta cavidad tiene asignado
el código LP/MZ-08
Se trata de un tubo lineal, de considerables dimensiones, sin apenas
ramificaciones y de escasa complejidad morfológica.
Se encuentra localizado en el municipio palmero de la Villa de
Mazo, en el sitio conocido por Lomo Oscuro y a unos 450 metros s.n.m. Las
coordenadas U.T.M. de la cavidad se corresponden con 28RBS284649.
A la cavidad se accede por una única y amplia boca (de 4 m de
altura y 3 m de ancho), que se encuentra situada en la cabecera de una
depresión, rodeada de vegetación.
A partir de ella el tubo se desarrolla con una sección triangular y
recorrido lineal ascendente, morfología frecuente en otras cavidades de la
zona, como la conocida Cueva de los Palmeros, en Fuencaliente.
El sustrato es compacto y lavado. Las paredes son bastante lisas y
prácticamente no se observan formaciones de estafilitos.
A 18 m de la entrada comienza una cornisa lateral derecha, y a
partir de los 25 m aparece a ambos lados prolongándose hasta los 47 m. En
este punto se puede apreciar un acúmulo de grandes bloques procedentes de
derrumbes. De aquí en adelante son frecuentes, en la planta del tubo,
bloques de distinto tamaño producto de desprendimientos en paredes y
techo. En algunos puntos la aparición de escombros sobre el sustrato
original es de tal magnitud que llega a cubrirlo completamente.
A 60 m de la entrada aumenta la pendiente y a los 73 m el tubo
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principal presenta sus dos únicas ramificaciones, mientras continúa su
avance 8 m más hasta cerrarse de forma natural.
El ramal lateral izquierdo presenta bloques sueltos a la entrada. Sus
10 m de recorrido se pueden cubrir de forma cómoda, ya que su sección
triangular presenta 1,3 m de altura y 2 m de ancho. El cierre de este ramal se
realiza mediante un tapón de lava y, casi en su final, a mano derecha, una
pequeña cascada de 2,5 m se continúa con un pequeño tubo superior, que se
cierra a los pocos metros de forma natural. El sustrato es de escoria y
presenta bloques de distintos tamaños y algunos materiales de menor
granulometría.
La ramificación inferior derecha tiene menores dimensiones (60 cm
de altura y 60 cm de ancho) y recorrido (7 m). Muestra una sección
triangular truncada, cierre natural, y suelo de escoria lavada con algunos
bloques a la entrada.
En la siguiente página se presenta la topografía de la cavidad:
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CUEVA DE SAN SIMÓN
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
Nota del revisor:
Esta cavidad tiene asignado
el código LP/MZ-13
Es un tubo lineal de unos 56 m, que se localiza bajo un terreno privado
en el pago de San Simón, a unos 300 metros s.n.m., siendo sus coordenadas
U.T.M. 28RBS663291. Su única boca de acceso se reduce a un jameo artificial
creado por la acción del hombre al realizar unas obras de parcelación del
terreno bajo el que discurre la cavidad.
Entrando a través del jameo, la cueva presenta dos recorridos uno
descendente hacia el este de unos 22 m, con una anchura media que supera los
2 m y alcanzando en algunos puntos alturas de más de 4 m que coinciden con
formaciones de burbujas. Los primeros metros de este recorrido presenta una
pendiente de 30º formada por fragmentos de rocas resultantes de la rotura del
techo donde se abre el jameo, los últimos 9 m presentan en el suelo un
montículo de derrubios de 1,5 m de altura y que se originó por la caída del
techo y exteriores.
Partiendo del jameo hacia el oeste la cavidad asciende con una
pendiente de 15º. Su suelo es compacto presentando también en algunas zonas
derrubios provenientes del techo, aunque en menor proporción que en el tramo
anterior. La Anchura media de este recorrido supera los 3 m, alcanzándose la
altura máxima de 5 m en el interior de una burbuja. A los 35 m la cavidad se
cierra de forma natural por escoria. En este punto del tubo se puede observar
un tapón donde la corriente de lava tomo una forma trenzada.
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad.
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CUEVA CALLEJONES DE ABAJO
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
Nota del revisor:
Esta cavidad tiene asignado
el código LP/MZ-07
Se trata de un tubo lineal de 88,8 m de un recorrido orientado de oeste
a este. Su localización es próxima al vecindario de Los Callejones, en una
ladera de orientación este conocida por el nombre de Los Callejones de Abajo
y a unos 200 metros s.n.m. Sus coordenadas U.T.M. son 28RBS298671.
Presenta cuatro entradas naturales. La primera boca más próxima a la
costa ofrece unas dimensiones de 1,25 m de alto y 1,5 m de ancho que se
mantienen hasta los 14,3 m. En todo este recorrido el suelo está formado por
abundantes piedras sueltas y presenta una pendiente de 20º; es de destacar en
este tramo la existencia a los 2,2 m de la entrada de una pared artificial de
piedra suelta que hace muy difícil el paso. Luego se continúa por una estrecha
gatera, semicircular y de aproximadamente 0,5 m de radio.
A los 16,6 m se abre la segunda boca, cuyo origen parece ser por
hundimiento del techo y caída del costado derecho. A partir de aquí los
siguientes 20 m son amplios y uniformes con una pendiente cercana a los 10º,
presentando un suelo compacto y algunas zonas terroso-arenosas.
Desde los 39,6 m de nuestro recorrido hasta los 59 m el tubo presenta
unas dimensiones que oscilan entre los 3,5 m de ancho y el 1,6 m de alto,
habiendo además en este tramo dos conexiones con el exterior: la primera es
una simple grieta de 5 cm de ancho por 30 cm de largo y la segunda es un
pequeño jameo de unos 60 cm de largo por 30 cm de ancho que podemos
considerar como la tercera entrada; justo debajo aparece una gran zona de
derrubios provenientes del jameo.
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Entre los 60 y 73 m presenta un suelo terroso y una pendiente de unos
7º; en este tramo podemos destacar las existencia de dos muros artificiales de
piedra seca, el primero de 1,2 m de alto y 2 m de ancho, el segundo a los 72,6
m tiene 1,5 m de alto y 1,75 m de ancho. A los 66 m se abre la cuarta boca
originada por el hundimiento del techo y caída del costado derecho. Esta
entrada ha sido arreglada por el hombre para que sirviera de puerta a este
espacio acotado del tubo que fue utilizado como establo.
A partir de los 77 m la cavidad presenta unas dimensiones de 3 m de
ancho y 2 m de alto. A los 78 m aparece una enorme piedra de casi 2 m de
radio a modo de tapón natural que hace que la altura se reduzca a 1,3 m.
Desde los 79,3 metros hasta el final presenta una pendiente negativa
de 20º y dimensiones que llegan a sobrepasar los 3 m de ancho y los 3 m de
alto. A los 88,8 m el tubo se cierra debido a la acumulación de grandes piedras
provenientes del derrumbe de paredes y techos.
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad.
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ISBN: 84-923180-2-3
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Las cavidades volcánicas de la Villa de Mazo
CUEVA DE LAS TRES BOCAS
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
Nota del revisor:
Esta cavidad tiene asignado
el código LP/MZ-10
Se trata de dos tubos volcánicos de reducidas dimensiones y en
apariencia independientes, situados en el corte de la carretera general (C832) en Puente Roto, barrio de Tigalate. Su altitud es de 640 metros s.n.m. y
sus coordenadas U.T.M. son 28RBS253609.
La obra de la citada carretera propició la apertura de tres bocas, dos de
ellas pertenecientes al tubo inferior y la otra al tubo superior. Contando
ambas galerías con unos 20 metros de recorrido, no se unen en el estado
actual de la cavidad. No obstante, el recorrido planimétrico de ambas en
relación a un jameo colmatado -debido a su uso como estercolero- casi
confirma una pretérita conexión.
Accediendo a la cavidad por su boca más meridional se entra en una
estrecha gatera que a los pocos metros se conecta con el tubo que procede
de la boca central, también de reducida altura. Prosiguiendo el ascenso por
éste se recorre una larga gatera de escoria compacta, recubierta en muchos
puntos de arena terrosa, muy húmeda y plagada de raíces de considerable
diámetro, siendo de destacar varias protuberancias del techo que dificultan
el paso en algún punto.
El final de esta gatera es una colmatación paulatina por esa misma
arena terrosa que tapiza todo el suelo. Pese a que no se cuenta aún con una
prospección biológica, el muestreo a simple vista ha revelado la existencia
de una rica fauna, con restos de troglobios sumamente interesantes que se
encuentran en proceso de estudio.
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Si se entra por la boca situada más al norte, se accede a un tubo sin
ramificaciones y de altura algo superior al medio metro, que recorre unos 15
m antes de abrirse al exterior en un jameo en el que abunda la basura y que
presenta dos ramificaciones: una de ellas descendente y colmatada a los
pocos metros, y la otra ascendente e igualmente colmatada por fango.
Saliendo al exterior por el citado jameo, se puede acceder a otro pequeño
pozo, que ha sido usado como estercolero y corral para bestias y hacia el
cual, como reveló el levantamiento topográfico, se dirigen tanto el tubo
superior como el inferior. Como se ha dicho, pese a ser imposible llegar
subterráneamente a esa boca, parece evidente que formaba parte del tubo
primitivo antes de quedar deteriorado por el uso humano.
Una observación detallada de las paredes del estercolero denota la
posible existencia de más ramales ascendentes, pero cuyo acceso es
imposible sin emprender una excavación.
En la página siguiente se presenta la topogtrafía de la cueva.
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CUEVA DE LOS ESQUELETOS DE MONTES DE LUNA Nota del revisor:
Esta cavidad tiene asignado
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
el código LP/MZ-09
Se trata de una cavidad que presenta varias ramificaciones y que, en
su conjunto, es de gran riqueza morfológica. Tiene una longitud de 123,2 m
y está localizada en el pago de Montes de Luna, a unos 650 metros s.n.m. y
sus coordenadas U.T.M. son 28RBS251605.
El acceso se realiza por una boca abierta aparentemente al construir
la carretera comarcal C-832, pero la presencia de gran cantidad de restos
óseos, especialmente varios esqueletos de lagarto gigante, nos indica que la
cavidad tuvo que estar abierta al exterior con anterioridad a la existencia de
la carretera.
La boca actual tiene una altura de 40 cm que va aumentando hasta
alcanzar los 100 cm al llegar a los 15 m de recorrido. En este tramo la
sección es en forma de arco con un suelo compacto que en sus 9 primeros
metros presenta una ligera cubierta terrosa y con un techo en el que penden
estafilitos.
A los 15 m el tubo se bifurca en dos galerías. El ramal de la derecha
presenta desde su inicio un sustrato arenoso que terminará por impedir el
tránsito a los 7,5 m por colmatación. A lo largo del ramal de la izquierda es
posible caminar por un suelo compacto hasta una nueva bifurcación a la
habrá que bajar salvando un desnivel de 2 m.
El ramal ascendente es de grandes dimensiones y se cierra a los 13,5
m de forma natural, en un pequeño lago por retroceso de la lava. Durante
este recorrido podemos observar un suelo compacto y lavado, exceptuando
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sus dos primeros metros que tienen un sustrato terroso. Asimismo, se
pueden observar dos repisas situadas discontinuamente a la izquierda y
derecha de la galería, a una altura del suelo de 1 y 1,5 m respectivamente.
En este tramo también hay formaciones de estafilitos que son más
abundantes en los últimos 2 m.
El ramal que desciende serpentea suavemente durante 50 m para
tomar una marcada dirección sur en sus 27,2 m finales. A lo largo de todo
este trayecto las secciones que, por lo general, son estrechas y bajas (en
torno al metro de altura media) tienen una variada morfología de la que
destacamos la existencia, durante los 9 primeros metros, de cornisas que
casi se unen y la formación a los 32,5 m, de un tubo superpuesto de más de
2 m de longitud y originado precisamente por la soldadura de cornisas. El
suelo es de escoria compacta y lavado, salvo en los 16 primeros metros que
cuentan con un escaso sustrato terroso arenoso. Entre los 59 y los 62 m
existe una zona deteriorada por derrumbes del techo y desplome de las
paredes. El cierre, con el que se llega al final de este ramal, se produce de
manera natural por colmatación y está precedido por una sala de grandes
dimensiones en la que se puede observar una corta bifurcación que vuelve a
unirse escasos metros más adelante.
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad.
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CUEVA DEL CANAL
(Cueva de Barranco Hondo o de Barranco Roto)
Nota del revisor:
Esta cavidad tiene asignado
el código LP/MZ-05
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
Se trata de una cavidad de aproximadamente 309 m de longitud, que
se encuentra próxima a los vecindarios de Tigalate y Montes de Luna, a una
altitud de 460 metros s.n.m. y sus coordenadas U.T.M. son 28RBS259602.
La entrada al tubo está en la margen izquierda de un salto de roca de unos
20 m que forma el Barranco Hondo. Para acceder a la entrada, que tiene
unos 2 metros de alto y unos 2,5 m de ancho, hay que trepar 4 ó 5 m.
Nada más comenzar el tubo, aparecen dos columnas seguidas en
medio de él, y a la derecha sale un pequeño ramal ascendente con una altura
media de 1 metro y que tiene una longitud de 36 m.
Avanzando por el ramal que asciende por la izquierda,
aproximadamente a los 25 m, se llega a una sala (Sala de la Mesa y el
Puente) que a la derecha presenta una cornisa de 1,5 m de volado. En esta
misma sala, y algo más arriba, en medio del tubo hay un pequeño puente;
pasado éste, el tubo se divide de nuevo en dos ramales.
Para poder avanzar por el ramal de la izquierda hay que arrastrarse y
así superar una piedra soldada que obstruye el tubo. A unos dos metros por
encima de la piedra soldada, en el suelo hay un pequeño jameo (Jameo I)
que conecta con una galería inferior que transcurre paralela a la que nos
encontramos. Esta galería inferior discurre hacia abajo sólo una decena de
metros y termina de forma natural colmatada por escoria. A través de su
techo perforado conecta con tres puntos del tramo de tubo que vamos
describiendo, y que denominamos Ventana, Jameo III y final.
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Siguiendo nuestro recorrido, a unos 10 m por encima del jameo se
llega a una pequeña sala (Sala de la Ventana) que forma la unión de esta
galería y de la que se había dejado a la derecha antes de superar la piedra
soldada que obstaculiza el paso. En esta sala hay una pequeña ventana a la
izquierda que conecta con la galería inferior que habíamos descrito
anteriormente en Jameo I.
Unos 5 m más arriba la Sala de la Ventana gira ligeramente hacia la
izquierda y desemboca en una nueva galería que transcurre paralela.
Si descendiéramos por esta nueva galería unos 5 m llegaríamos a una
zona en la que hay un jameo en el suelo (Jameo II) y a la izquierda aparece
el otro lado de la ventana que ya se ha descrito anteriormente. En dicha
ventana hay estafilitos prácticamente horizontales, con la punta hacia la
sala, que atestiguan que en este lugar hubo una fuerte corriente de gases en
aquel sentido cuando aún las temperaturas eran elevadas dentro del tubo. El
Jameo II conecta con la galería inferior que asciende paralela y sobre la cual
ya se ha indicado que puede accederse desde el Jameo I. Esta nueva galería
hacia abajo, después del Jameo II, se convierte en una gatera impracticable.
Si ascendemos por la nueva galería, a unos 10 m, aparecen unas
preciosas cornisas a ambos lados del tubo. Al golpear suavemente con la
mano, la cornisa de la izquierda vibra produciendo sonido.
Si continuamos avanzando, y se deja atrás las cornisas, el tubo
conduce a una sala (Sala de las Reuniones) y poco antes de llegar a ella, en
lo alto, hay un pequeño tubo descendente de un par de metros. En la parte
derecha de la Sala de las Reuniones hay una cornisa sobre la cual se puede
observar material soldado. Éste procede de desprendimientos de techo y
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paredes que tuvieron lugar cuando las temperaturas dentro del tubo aún eran
elevadas. También en esta sala, sobre una terraza situada en el lado
izquierdo, se puede observar un castillo de unos 30 cm de altura (García et
al., 1997).
A continuación pasamos a describir la galería inferior; partiendo
desde el Jameo I hacia arriba y a los 10 m aproximadamente, se encuentra
en el techo del tubo el Jameo II.
Continuando por la galería unos 17 m más arriba, a la izquierda, se
llega a una cascada de 0,5 m que hay que superar para poder seguir. A partir
de la cascada el sustrato se hace terroso durante unos 5 ms y a los 10 m
aparece en el techo un jameo (Jameo III) que conecta con la Sala de las
Reuniones.
Siguiendo por la galería inferior, después del Jameo III, hay una
columna que divide el tubo en dos; a unos 10 m se encuentra una pequeña
sala y unos pocos metros más arriba se conecta con el tubo superior que
viene de la Sala de las Reuniones que se encuentra aproximadamente a una
distancia de 20 m.
A partir de la unión de las galerías inferior y superior el tubo
continúa, de forma sinuosa, como una única galería de unos 70 m de
longitud, en la que hay que reptar y gatear frecuentemente y que presenta
desprendimientos en la mayor parte de su recorrido.
A continuación se presenta la topografía de la cavidad.
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EL SISTEMA DE TUBOS DEL SALTO DE TIGALATE
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
El Salto de Tigalate es una impresionante depresión formada por el
Barranco Hondo en la costa de Tigalate, próxima al vecindario que le da
nombre. Las bocas de las cavidades se abren a unas altitudes que varían entre
80 y 230 metros s.n.m.. Sus coordenadas U.T.M. son 28RBS2659.
La erosión del barranco ha horadado lateralmente un estrato de lavas
cordadas de más de 70 m de potencia, propiciando la apertura de cinco bocas
(conocidas) de lo que fue un único tubo volcánico de más de 2 km de
desarrollo, el mayor, hasta la fecha, descubierto en la isla de la Palma. El
sistema de tubos está formado por una cavidad inferior (Cueva Honda de
Tigalate; Tubo B del Complejo de Tigalate) y por otra superior (Tubo A del
Complejo de Tigalate), separadas ambas por unos escasos 60 m. Existen otros
tubos volcánicos en la margen opuesta del barranco, pero la dificultad del
acceso ha hecho que su exploración ocupe un segundo lugar, no habiéndose
completado aún en algunos de ellos.
La existencia de este importante complejo no fue conocida por
expertos (espeleólogos) hasta la exploración que en agosto de 1993 llevó a
cabo el Grupo de Espeleología de Canarias (G.E.C.) Benisahare. El
“hallazgo” supuso que se triplicase la máxima longitud que para un tubo
volcánico en La Palma se tenía hasta la fecha (Cueva de Todoque en Las
Manchas, unos 560 m según topografía del G.I.E.T., 1986)
Se accede a los tubos mediante dos vías distintas. La primera usa una
vereda que desciende hasta el espacio de la antigua unión de los dos tubos y
así se tiene acceso a la boca del Tubo A y a las dos bocas superiores del Tubo
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B. La gran erosión que tiene lugar en el Salto hace que sea un camino poco
transitable, especialmente en época de lluvias.
La segunda vía consiste en acceder a la boca número 1 de la Cavidad
B por el Porís, un refugio de pescadores situado en la desembocadura del
barranco y usar la cavidad como pasaje para acceder al Tubo A, esto es,
recorrerla en su totalidad. Se requiere más de una hora para que cuatro
espeleólogos (ágiles) lleguen de una punta a la otra.
La exploración de 1993 supuso la adjudicación de la mayor longitud
para el Tubo B, quedando el Tubo A en segundo lugar. Una exploración más
meticulosa llevada a cabo en el verano de 1994, logró forzar el que sería
llamado Paso de la Guataca y que da acceso a la parte alta de la Cavidad A.
La mayor longitud del Tubo A sería confirmada por los equipos de topografía
del G.E.C. Benisahare que desde Octubre de 1994 y hasta la fecha han ido
visitando la cavidad.
EL TUBO A
Nota del revisor:
Esta cavidad tiene asignado
el código LP/MZ-01
A unos 60 m de las bocas superiores del Tubo B se abre la única
entrada conocida del espectacular tubo superior, el Tubo A, que a diferencia
del inferior, carece de nombre popular y no habiéndose atrevido los
espeleólogos del G.E.C. Benisahare a tomarse la libertad de asignarle uno.
Es un tubo de notables dimensiones y con numerosos ramales, algunos
de ellos poco evidentes. La mayoría de estas galerías son de reducidas
dimensiones, por lo que sólo se tratarán en el texto aquéllas más relevantes.
La boca de entrada, de dimensiones un tanto reducidas, da paso a
unos primeros metros de tubo algo incómodo por la forma de su sección, pero
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que se hace uniforme en la Galería del Seat Panda, llamada así porque
ciertamente ese vehículo podría circular por ella sin problemas.
El suelo de esta galería es compacto y en él se observa una gran
cantidad de cantos rodados, para los que se supone un origen similar al de los
que hay en el Tubo B, como se verá más adelante. La Sala de los Ovis-Capris
es el final de la galería y su nombre se debe a la presencia de abundantes
huesos de cabras y/u ovejas. La altura de la bóveda es aquí de unos cinco
metros y luego el tubo continúa con dimensiones muy cómodas (altura media
2 m).
A unos 70 m de la Sala de los Ovis-Capris se abre una pequeña galería
superior, que se une de nuevo al tubo principal a los pocos metros. Aquí el
tubo presenta una columna de unos 7 m de longitud tras la cual se amplía.
Llegamos a una zona más húmeda que suele presentar charcos casi todo el
año, los cuales suelen ser de gran tamaño. También se puede observar un
hilillo de agua casi permanente.
Una observación detenida del techo del tubo principal revela en
algunos puntos la proliferación de “coliflores”, un tipo de concreción de yeso
filamentoso muy blando al tacto y que se ha hallado únicamente en este tubo.
La galería principal se bifurca de nuevo, surgiendo la Galería Superior
B que se despega en planta del recorrido del tubo principal y acaba en una
gatera de escoria impracticable. En sentido descendente y a partir del techo
del tubo B se abre la Galería Colgada G, que recorre sus primeros metros
sobre el tubo principal, para separarse luego en planta. Para acceder a la
misma es preciso hacer uso de la técnica alpina, ya que sus 5 m de desnivel
con el Tubo B resultan difíciles de escalar en libre al ser extraplomado el
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acceso. Se trata de uno de los ramales más importantes por la longitud de su
recorrido (150 m) y es de dimensiones más o menos homogéneas, de
aproximadamente un metro de altura con un paso estrecho de 30 cm y algunos
tramos altos de 2 m. Su curso se aleja progresivamente del tubo principal, y
finaliza en una gatera de escoria impracticable, unos 40 m al norte de la Sala
de los Chocos (estación topográfica A20 ).
Continuando por el tubo principal llegamos a la Sala de los Churros, la
mayor de todo el complejo con 8 m de altura y 40 de longitud. Su nombre se
debe a la presencia de unas estructuras conocidas como “castillos” (García el
al., 1997) , producto del goteo de una colada basáltica viscosa posterior a la
génesis del tubo y que capturó un primitivo jameo que se abría en el techo de
la sala. Estas formaciones, de unos 80 cm de altura se asemejaron a churros
ante los ojos de un hambriento espeleólogo.
Tras la sala, el tubo continúa con sus dimensiones normales y presenta
un ramal que se abre por la izquierda y que se une de nuevo al tubo principal a
los pocos metros, tras pasar una gatera de escoria lavada. Llegamos así a la
Salita de los Termómetros, que marca el final del muestreo biológico y del
estudio climatológico realizado entre Octubre de 1994 y Octubre de 1995 por
espeleólogos del G.E.C. Benisahare (García et al., 1995).
Hasta aquí se han recorrido 620 m lineales desde la entrada y en este
punto el tubo se complica en una gatera que es mezcla de la estrechez original
de la cavidad, derrumbes y sedimentación. Es una gatera larga, cuyo primer
tramo denominamos Primera Gatera de Arena, que es cómoda y fácil de pasar
debido precisamente a la suavidad del suelo; pero el aspecto frágil de paredes
y techo es inquietante. Tras una pequeña sala, generada por un derrumbe, nos
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adentramos en una Segunda Gatera de Arena que desemboca en otra sala, en
un estado más ruinoso aún que la anterior.
En este punto la cavidad tiene una tendencia natural a cerrarse, al
coincidir el alto nivel de arena y cantos depositados con un saliente del techo.
Este paso de gran dificultad se ha llamado Paso de la Guataca al encontrar la
primera vez que fue forzado por nosotros una guataca en la salita que le sigue;
alguien antes que los exploradores del G.E.C. Benisahare había estado allí, y
dejó el útil que le sirvió para despejar el paso.
La inestabilidad de esta zona se puso de manifiesto cuando, tras las
fuertes lluvias del invierno de 1995-96 se produjo un desprendimiento de dos
grandes piedras en la sala que precede al Paso de la Guataca. Dicho
desprendimiento tuvo lugar cuando aún no se hallaba completada la
topografía de la parte alta de la cavidad que sucede al paso, no pudiendo
completarse en su momento. No obstante, recientemente se ha logrado
desplazar uno de los bloques, lo que permite forzar el paso, hallándose, a la
hora de redactar este artículo, los equipos de topografía a la espera de una
mejora en las condiciones meteorológicas que permitan la conclusión del
levantamiento sin riesgo de nuevos derrumbes.
A continuación se describe la porción de cavidad que sucede a la
estrechez, de la cual hay unos 100 m lineales dibujados, hasta la estación
topográfica A66.
Tras el paso y sala de la Guataca existe una Tercera Gatera de Arena
que da paso a una cascada de lava por cuya parte superior continúa el tubo A.
Bajo la cascada discurre un ramal que está obstruido por arena y cantos
rodados a los pocos metros, aunque luego continúa. La galería principal es en
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este tramo más angosta y sinuosa que en el inferior, teniendo sección casi
circular con un diámetro de aproximadamente un metro. Tras recorrer así unos
70 m, la pendiente alcanza el máximo valor tomado en La Palma en un tubo:
40º con suelo lavado y un limo que lo hace muy resbaladizo. Cuando el tubo
se allana, surge la Galería E, a la izquierda. Si bajamos por ella (también de
acentuada pendiente) llegaremos al mismo acúmulo de grava que la taponaba
por su parte inferior, bajo la cascada.
Este es un tubo poco uniforme aunque de gran belleza por la variedad
de sus paredes y de las formaciones que en ellas proliferan. Los metros
iniciales de esta galería E son altos y cómodos, pudiéndose recorrer el
equivalente del tubo A en menos tiempo. Hacia el final, el tubo disminuye en
diámetro, presentando una sección prácticamente circular con una
ramificación lateral de escaso recorrido y altura.
Un metro escaso más arriba de la bifurcación de la que parte el tubo E,
la Galería F conecta a aquél y al tubo principal.
A unos 10 m de la última estación topográfica (D A66) hay un
derrumbe del cual cuelgan las únicas raíces de toda la cueva, signo inequívoco
de la superficialidad de la misma. Tras las raíces el tubo se estrecha en una
gatera de suelo fangoso que se supera con facilidad aunque no sin algún
resbalón. Más arriba, la cavidad recupera una pendiente normal y se parece
enormemente a la Cavidad B, con un único ramal inferior (que se recuerde)
que presenta el característico trenzado del otro tubo. Tras la reunión de ambos
tubos, se llega al final de la porción de cueva explorada.
La Gatera del Tobogán es una estrechez escalonada que se hallaba
colmatada por arena cuando se llegó hasta allí en la exploración de 1994.
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Motivos de sobra había para sospechar que aquello podía ser otro paso como
el de la Guataca, es decir que la cueva podría continuar tras la arena. Se
comenzó a excavar, llegándose a extraer el volumen de arena que llenaba el
tubo, cuyo diámetro original era de unos 70-80 cm, a lo largo de unos 4-5 m.
Estos trabajos de excavación no se hallaban, para nada, finalizados y allí han
quedado, como testigos mudos, la espuerta y la cuchara de albañil que servían
para extraer la arena. Cómo pudo haber sido la cavidad pasado este punto es
algo que únicamente podría averiguarse forzando de nuevo el Paso de la
Guataca, cosa que aún no se ha hecho.
En toda la cavidad hemos observado la presencia de cantos rodados.
Para ellos se tenía una explicación en el caso de la Cavidad B; y a una
explicación similar nos remitimos para explicar su existencia en la Cavidad A:
tuvo que haber habido una boca más arriba de la gatera del tobogán y al nivel
de la misma debió de haber discurrido el barranco, que introdujo los cantos y
la arena en el interior. Todos estos materiales rodaron por la cueva y llegaron
-a través del tubo hoy desaparecido que, suponemos, unía la cavidad A y la Bal Tubo B, pues encontramos cantos rodados en la totalidad del recorrido de
ambas cuevas. De este modo, los cantos presentes en la cavidad B pudieran
tener un doble origen: los provenientes de la cavidad A y los que entraron por
sus entradas superiores (E3, E4) aunque estos últimos representan,
seguramente, el volumen más importante.
En la página siguiente se presenta la parte topografiada de la cavidad,
realizada entre Octubre de 1994 y Marzo de 1996 por espeleólogos del G.E.C.
Benisahare.
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Nota del revisor:
PELIGRO, esta cavidad está sufriendo derrumbes por la acción erosiva del barranco.
SE DESACONSEJA LA VISITA. Para más información contactar con el GE Tebexcorade - La Palma
Las cavidades volcánicas de la Villa de Mazo
EL TUBO B
Nota del revisor:
Esta cavidad tiene asignado
el código LP/MZ-02
Siendo la cueva más conocida, también es la más deteriorada. Posee
cuatro entradas, dos en su parte inferior y dos en su parte superior, y están las
cuatro originadas por la acción erosiva: o bien del barranco o bien del mar,
como ocurre con la entrada 2 (E2 ). La existencia de estas entradas facilita la
creación de corrientes de aire que desecan el interior de la cavidad, siendo el
tubo más pobre en especies biológicas y en formaciones geológicas que el A.
Es un tubo que presenta cinco ramales que cortan al principal en
diversas ocasiones, constituyendo un trenzado de modo que el ramal que se
abre a la izquierda del principal, sale más adelante por la derecha, habiendo
cruzado la galería principal por arriba o por abajo. Presenta cuatro pasos
estrechos tras los cuales se abren salas, siendo la mayor la Sala del Vivac (10
m de largo y 4 de alto) después de la gatera del Paritorio.
La entrada inferior (E1) se abre a 80 metros s.n.m. y es una boca
relativamente grande con unos 3,5 m de altura. El acceso hasta esta boca es
fácil subiendo desde El Porís, por lo que es muy conocida y utilizada. A los
pocos metros la oscuridad se hace total y nos encontramos con el primer
ramal, la Galería C, que se abre a la derecha de la Galeria Principal. Es un
tubo de dimensiones holgadas (2 m de altura) que se estrecha luego en una
gatera muy angosta y de difícil práctica; superado este punto, el tubo cae al
acantilado cuando sus dimensiones volvían a ser cómodas (1,7 m de altura).
La entrada que así se origina (E2) es de acceso complicado desde el exterior
de la cavidad sin el uso de la técnica alpina.
El tubo principal continúa ascendiendo con algún paso estrecho de
baja dificultad hasta que llegamos a la siguiente bifurcación. Una cascada de
lava da acceso a la Galería Superior B, continuando la Galería A por debajo
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de la B. En ambas nos encontramos con gateras algo dificultosas, estando
provocada la estrechez por un derrumbe en la Galería A y por las escasas
dimensiones del tubo en la Galería B, a cuya complicación se añade su suelo
de escoria. La reunión de ambos tubos se produce en una sala, aflorando la
Galería B por encima de la A, pero por la izquierda, habiéndose bifurcado
justamente por encima.
Son pocos los metros que transcurren hasta una nueva bifurcación, en
la que la Galería Inferior D se despega de la principal, que es ahora la
superior. La Galería Inferior está muy deteriorada y su tránsito se hace
extremadamente peligroso, debido a la gran cantidad de derrumbes
producidos y a la fragilidad del techo. Por contra, la Galería superior está en
un estado de conservación excelente y es de tránsito cómodo y seguro. En el
punto de reunión de ambas galerías se observa que en realidad es la D la
principal, con unas dimensiones mucho mayores que la A (la determinación
de la galería principal y de las secundarias es totalmente arbitraria,
dependiendo del juicio de los topógrafos que realizan el levantamiento).
En lo que resta de tubo hasta la próxima bifurcación es donde la
cavidad llega a un estado de gran deterioro (sin llegar al extremo de la Galería
D), presentando una grieta longitudinal de hasta 15 cm de anchura, y que es
consecuencia de la erosión lateral que el barranco ejerce sobre la pared Sur y
los estratos que la soportan, al correr la cueva y el barranco paralelos. Desde
la margen derecha del barranco puede observarse cómo se encuentra excavada
la base del estrato de cordadas por el que discurre la cavidad. Este tipo de
erosión pudo ser la responsable de la desaparición del espacio de unión entre
la Cavidad B y la A, hallándose el tramo de cueva que la sufre en un estado de
desprendimiento inminente (a escala geológica). A los pocos metros nace la
Galería Superior E, que permanece la totalidad de su corto recorrido sobre la
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Galería A, estando conectadas por tres jameos. Ambas galerías se reúnen a un
metro escaso de la Gatera del Paritorio, en la parte inferior de la Sala del
Vivac.
El nombre de este paso pone de manifiesto su dificultad; se trata de un
gran bloque que tapona el tubo justo en la estrechez del final de la Sala del
Vivac, pero lo más curioso es que ese bloque no debería estar ahí: no se
observa ningún punto en el techo del paso del que falte trozo alguno. La
hipótesis que sostenemos para explicar su aparición es que fue arrastrado por
avenidas de agua cuando el barranco discurría al mismo nivel de las entradas
superiores. Esta hipótesis está avalada por la gran presencia de cantos rodados
y arenas de barranco en toda la cavidad, especialmente en la propia Sala y allí
donde la pendiente de la cueva disminuye y es posible la sedimentación.
A lo largo de la sala observamos bloques desprendidos del techo, uno
de los cuales pudo haber sido el que ahora bloquea el paso estrecho .
Una nueva bifurcación se produce al final de la Sala, abriéndose a la
izquierda la Galería Inferior F, que comienza y termina con una gatera de
escoria, existiendo en medio una pequeña sala en muy buen estado de
conservación y con formaciones de cornisas y estafilitos muy llamativas.
Finaliza este tubo en E4 , la más pequeña de las bocas.
La Galería A discurre serpenteando sobre la F, y presenta más
derrumbes y cantos rodados que la inferior. Al final de esta galería se abre la
tercera boca (E3 ) en una cornisa a escasos metros de la cuarta boca (E4),
ambas a 200 metros s.n.m..
A continuación se presenta la topografía de la cavidad
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CUEVA DE LA CARACOLA
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPCIÓN
Nota del revisor:
Esta cavidad tiene asignado
el código LP/MZ-12
La cavidad se abre en la margen izquierda del pequeño barranco del
Salto del Porís, a una altitud de 40 metros s.n.m. y el recorrido de la misma
es paralelo a dicho barranco del que apenas se separa unos centímetros. Esta
proximidad provoca que, en los últimos tramos de la cueva, su pared
izquierda haya desaparecido a causa de la propia dinámica erosiva del
barranco y que los aluviones hayan penetrado en la cavidad. Sus
coordenadas U.T.M. se corresponden con 28RBS270591.
Esta cueva presenta una altura media notablemente inferior a un
metro, exceptuando las últimas salas de origen erosivo. Su suelo es de
escoria compacta salvo en las zonas inundadas de aluviones y,
curiosamente, en el único tramo realmente estrecho y difícil, a 15 m de la
boca. Este paso, de unos 4 m de largo y una altura suficiente para pasar a
rastras presenta su suelo cubierto de una fina arena que facilita
enormemente el tránsito. Hasta aquí, la única particularidad geomorfológica
digna de resaltar es la presencia en el techo y sobre todo en el suelo, de una
profunda grieta de retracción entre los 3,5 y los 13 m desde la boca.
También son muy abundantes los restos de roedores, lagartos y conejos, en
ese orden.
Tras la gatera arenosa, la cavidad se divide en dos ramales rodeando
una espectacular columna de lava de más de un metro de diámetro. La
galería izquierda desemboca, a un par de metros, en la primera sala donde
penetraron los aluviones erosivos del barranco, presentando además un
socavón en el suelo debido al mismo origen, de 2 m de profundidad. La
galería derecha presenta, al principio, una pequeña bifurcación intransitable
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a la derecha y luego desemboca en la misma sala que la galería izquierda. A
partir de esta sala la cueva continúa con un suelo muy inclinado formado
por los mencionados aluviones de variado tamaño y en precario equilibrio,
lo que hace sumamente peligrosa la prospección. Al final del derrumbe se
ha excavado un gran cavoco bajo la galería principal, cuyo acceso es
desaconsejable por el riesgo de quedar sepultado por un deslizamiento del
talud de derrumbes.
Finalmente, la cueva continúa por una pequeña galería colgada a un
metro de altura por encima de los aluviones y que pronto se vuelve
impracticable al acentuarse su suelo de escoria y disminuir paulatinamente
la altura.
A continuación se presenta la topografía de la cavidad.
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CUEVA CHICA DEL PORÍS
EMPLAZAMIENTO Y DESCRIPICIÓN
Nota del revisor:
Esta cavidad tiene asignado
el código LP/MZ-11
Se trata de un tubo volcánico con una longitud topografiada de 70 m,
exento de ramales y cuya única boca conocida se abre en la margen
izquierda del Salto Chico del Porís, en la costa de Tigalate, a una altitud de
30 metros s.n.m. Sus coordenadas U.T.M. son 28RBS270591.
Dicha boca, perfectamente visible desde la costa, se abre en la pared
del barranco en una cornisa colgada a unos 4 m de los derrubios acumulados
en esa margen, es producto de la acción erosiva del barranco que ha
destruido el lateral izquierdo y el techo del comienzo de la cavidad. Tras
franquear la amplia boca, se entra en un tubo volcánico de dimensiones
holgadas (1,5 y 2 m de altura) que asciende escalonado, intercalando rampas
más o menos pronunciadas con rellanos de piedra bastante porosa y todos
ellos recubiertos de un fino polvillo.
Se recorre de esta manera unos 37 m hasta llegar a un paso de gran
dificultad, denominado Paso de Cousteau, fruto de una estrechez natural de
la cueva durante su formación. En esta angosta gatera se detecta una fuerte
corriente de aire e inicialmente se la forzó, extrayendo los derrubios que lo
bloqueaban así como parte de su suelo de escoria compacta. Después de
recorrer a rastras 3 m, es posible proseguir normalmente, con unas
dimensiones algo menores que en el tramo anterior a la estrechez, pero
suficientemente cómodas (media de altura de 1,4 m).
Esta segunda porción de tubo presenta un deterioro mayor, con
paredes y suelo cubiertos de derrubios que llegan a alcanzar una potencia de
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10 cm, cornisas desprendidas, restos óseos de caprino, e incluso una fractura
de la pared izquierda con entrada de piroclastos y arenas del subsuelo. Son
de destacar, como formaciones contemporáneas a la génesis de la cavidad,
el tapón de lava que se puede ver en el techo a los 50 m, y una posible
chimenea de evacuación de gases (de una altura de 3,5 m) a los 66 m, así
como una amplia terraza en el lado derecho entre los 52 y 57 m.
En el tramo final de la cavidad se encuentra otra terraza a la
izquierda y los estafilitos mejor conservados de la cueva, llegando así a los
70 m que marcan el final de la exploración y la topografía. Aquí la cavidad
prosigue su recorrido a lo largo de una estrecha y prolongada gatera que,
pese a contar con una tenue corriente de aire hacia el exterior, ha quedado
marcada como impracticable.
En la página siguiente se presenta la topografía de la cavidad.
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AGRADECIMIENTOS
Queremos agradecer a todos los miembros del Grupo de
Espeleología de Canarias Benisahare su colaboración en el topografiado de
las cavidades. Asimismo, agradecemos al Grupo de Investigaciones
Espeleológicas de Tenerife (G.I.E.T.) la cesión de la topografía de la Cueva
de La Sabina.
Igualmente, queremos agradecer al Excmo. Cabildo Insular de La
Palma la subvención concedida al G.E.C. Benisahare para la ejecución del
catálogo de cavidades, del cual este artículo es un avance.
BIBLIOGRAFÍA
GARCÍA, R., A.J. GONZÁLEZ & F. GOVANTES (1995). Distribución de
artrópodos en las cavidades A y B del sistema de tubos lávicos del
Salto de Tigalate en la isla de La Palma (Islas Canarias).Vieraea, 24: 127
- 141
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del Salto de Tigalate (La Palma, Islas Canarias). Act. VII Symp. Int. on
Vulcanospeleology. La Palma (1994): 45-50.
GARCÍA, R., P. GOVANTES & M.A. MARTÍN, (1997). Conceptos de
Espeleología Volcánica Canaria. Ed. Sociedad La Cosmológica. La
Palma. 117 pp.
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Grupo de Investigaciones Espeleológicas de Tenerife en la isla de La
Palma: I. (Sin publicar).
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Canarias) I. Descripción y consideraciones sobre su fauna. Act. VII
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LA FAUNA DE LA CUEVA DE LA MACHACADORA (LA PALMA,
ISLAS CANARIAS).
R. GARCÍA*
(Miembro del Grupo de Espeleología Benisahare La Palma)
* C/. San Miguel nº 9. 38700 - S/C. de La Palma. Islas Canarias.
ABSTRACT
A study of the invertebrate fauna, by means of a systematic and
continual trapping of "Cueva de La Machacadora" in the south-east of La
Palma is made. A catalogue of the fauna after the data obtained in the last
years. A total of 700 specimens corresponding to 11 species from 3 classes
and 7 orders were captured. This cave holds a relatively rich community in
species: 1 edaphobiont, 4 troglobites, 3 trogophiles and 3 trogloxenes.
Key words: subterranean fauna, lava tubes, Cueva de La Machacadora,
Fuencaliente, La Palma, Canary Islands.
RESUMEN
Se ha realizado un estudio por medio de un trampeo sistemático y
continuado de la fauna invertebrada de la "Cueva de La Machacadora" en el
sureste de La Palma. Con los datos obtenidos, tras un año de muestreo, hemos
elaborado la lista faunística de la cavidad. En ella se ha colectado un total de
700 ejemplares pertenecientes a 11 especies repartidas en 3 clases y 7
órdenes. Esta cueva presenta una comunidad relativamente rica en especies,
constituida por 1 edafobio, 4 troglobios, 3 troglófilos y 3 trogloxenos.
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La Fauna de la Cueva de La Machacadora.
Palabras clave: fauna subterránea, tubos volcánicos, Cueva de La
Machacadora, Fuencaliente, La Palma, Islas Canarias.
INTRODUCCIÓN
En la isla de La Palma nos podemos encontrar con una gran cantidad
de tubos volcánicos distribuidos por toda su superficie y localizados bajo
diferentes hábitats; esto nos ha permitido plantearnos el ir eligiendo para su
estudio cavidades ubicadas en diferentes pisos bioclimáticos. Por lo tanto,
continuando con la línea ya establecida en anteriores trabajos (García et al.,
1995; García & González, 1996; García, 1996; García & Govantes, 1996;
González & Govantes, 1996), hemos realizado un estudio faunístico de la
Cueva de La Machacadora, con el deseo de contribuir al conocimiento de la
fauna cavernícola de la isla de La Palma, lo que permitirá en un próximo
futuro realizar el mapa de distribución de dicha fauna.
El tubo lávico ha sido elegido entre otras razones por:
- Estar ubicado en el piso mesocanario seco, presentando en superficie
una comunidad vegetal formada principalmente por pino canario (Pinus
canariensis Chr. Sm. ex DC) con algunos brezos (Erica arborea L.) y
tagasastes (Chamaecytisus proliferus palmensis (Christ.) Kunkel) dispersos.
- Su superficialidad, orientación y altitud.
LOCALIZACIÓN Y DESCRIPCIÓN DE LA CAVIDAD
La cavidad elegida para nuestro estudio se localiza en el término
municipal de Fuencaliente, próxima al vecindario de Montes de Luna (Villa
de Mazo), sobre la ladera de orientación sureste, que se conoce con el nombre
de Lomo de Los Búcaros. Sus coordenadas UTM son 28RBS257589.
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La longitud del tubo volcánico es de 33 m y su única boca se abre a
unos 800 metros s.n.m. La temperatura media durante el año de muestreo en
la parte más profunda de la cavidad fue de 17,5 °C, con máximas y mínimas
que variaron entre los 8°C de enero y febrero y los 25°C de agosto; los valores
medios para la humedad alcanzaron el 76%.
Como se puede observar en la topografía (fig. 1) es un tubo
longitudinal que no posee ningún paso estrecho. En su morfología lo podemos
dividir en dos partes: una constituida por los primeros 20 m que son de
sección triangular con alturas que superan los 2,5 m, siendo el suelo en esta
zona terroso-arenoso con bastantes detritos y presentando una inclinación de
12°; la segunda parte, los siguientes 13 m, presenta alturas que no sobrepasan
1,3 m; el suelo es terroso con derrubios sueltos producto de la erosión de
paredes y techos, adquiriendo en este tramo una pendiente de 31°.
En el interior de los tubos hemos detectado la presencia de diferentes
vertebrados por indicios de su actividad, excrementos o restos óseos como
son: conejo (Oryctolagus cuniculus), rata (Rattus sp.) y humano (Homo
sapiens).
Es una cueva conocida por los cazadores y el ejército que la han
utilizado a veces como refugio. Esto hace que su conservación esté algo
alterada, pudiéndose observar hoy en día restos de plásticos, latas, pilas,
cristales, excavaciones, etc.
También hemos observado la presencia de restos arqueológicos
constituidos por fragmentos de vasijas, materiales líticos y conchas de
moluscos marinos como lapa (Patella sp) y burgado macho (Thais
haemastoma (L.)).
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Fig. 1.- Topografía de la cavidad estudiada, señalándose con una E las estaciones de
muestreo. E1 = suelo terroso-arenoso, E2 = suelo de derrubios.
MATERIAL Y MÉTODOS
Para la realización del muestreo se eligieron dos estaciones: la primera
(E1) se caracterizaba por encontrarse a 20 m de la boca y presentar un suelo
terroso-arenoso, donde la iluminación era de penumbra; la segunda (E2) se
encontraba a 27 m de la boca y se distinguía por tener un sustrato terroso con
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derrubios bastante sueltos, con algunas raíces pendiendo del techo y oscuridad
total. Se colocaron cuatro trampas en cada estación, dos a cada lado del tubo.
El material utilizado fue el siguiente:
- Líquido conservante, constituido por una disolución saturada de
agua y sal.
- Queso colocado, en un soporte metálico, en el borde del vaso.
El período de muestreo abarcó un ciclo anual, desde enero de 1992 a
diciembre de 1992, estableciéndose un sistema de trampeo consistente en
trampas de caída colocadas en el suelo a primero de cada mes y recogidas
quince días después. Asimismo se llevaron a cabo muestreos a vista durante el
año de trampeo.
RESULTADOS
Aunque se trata de un tubo de escasas dimensiones, presenta una
riqueza faunística elevada, formada por 11 especies entre las que se colectó un
total de 700 ejemplares que se engloban en 3 clases y 7 órdenes. Se distinguen
desde el punto de vista cualitativo el orden Coleoptera con cuatro especies que
equivale al 36,4% del total y Diptera con dos especies lo que significa un
18,2%. Desde el punto de vista cuantitativo sobresalen los órdenes
Collembola con 248 ejemplares que constituye el 35,4%, Coleoptera con 238
ejemplares que equivale al 34% y Blattaria con 90 ejemplares que representan
el 12,9% del total, estando presentes prácticamente durante casi todo el año; el
descenso de sus capturas en el mes de mayo se debió a la acción de las ratas
que destruyeron tres trampas y quitaron el queso del resto.
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Tabla I. Lista de las especies capturadas por trampeo y abundancia de las mismas
durante el año de muestreo. Símbolos: B= Biotipo; ?= dudosa; tg= troglobio; tf= troglófilo;
tx= trogloxeno; ed= edafobio; E1= estación 1; E2= estación 2.
MESES
TAXAS
CL. CRUSTACEA
1. Isopoda indet.
2. Palmorchestia
hypogaea
CL. CHILOPODA
3. Lithobius sp.
B
tx
tg
tf
CL. INSECTA
4. Collembola Indet.
tf
5. Loboptera sp.
tg
6. Licinopsis angustula
tg
7. Cryptophagus
distinguendus
8. Domene
benahoarensis
9. Curculionidae indet.
tx
ed
10. Sciaridae indet.
tf
11. Calliphora vicina
tx
Nº DE ESPECIES
Nº DE INDIVIDUOS
tg
E
F
M
A
M
J
J
A
S
O
N
D
Tot. E
Tot.
E1
E2
E1
E2
3
1
1
0
2
0
3
0
1
0
2
0
4
0
1
0
0
0
0
0
1
3
2
0
5
4
0
0
5
3
1
0
3
2
1
0
2
2
1
0
1
1
2
0
0
0
0
0
27
16
14
0
14
E1
E2
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0
1
E1
E2
E1
E2
E1
E2
E1
E2
E1
E2
E1
E2
E1
E2
E1
E2
11
2
3
3
13
8
0
0
1
0
0
0
1
0
0
0
23
13
4
2
1
4
0
0
0
0
0
0
6
0
2
0
21
7
5
1
5
10
0
0
0
1
0
0
3
0
0
0
14
9
2
3
0
8
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
3
0
1
0
2
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
10
5
2
4
8
22
0
0
0
0
0
0
7
0
0
0
19
2
11
5
14
22
0
0
0
0
0
0
0
0
6
2
11
1
4
9
5
26
1
0
0
0
0
0
12
0
2
5
12
12
8
9
10
17
1
0
0
0
0
1
5
0
3
6
12
3
2
1
5
13
0
0
0
0
0
0
0
0
2
0
19
8
3
3
6
21
1
0
0
0
0
0
2
0
0
0
21
10
3
2
5
7
0
0
0
0
0
0
2
0
0
0
176
72
48
42
74
158
3
0
1
1
0
1
38
0
15
13
7
47
7
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7
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5
41
3
6
7
65
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8
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9
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6
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7
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4
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43
248
90
232
3
2
1
38
28
700
De la fauna capturada en la cavidad destacan los troglobios con cuatro
especies que por su morfología, comportamiento y distribución se pueden
considerar ambimorfas, ya que también es posible encontrarlas en superficie,
aunque normalmente bajo grandes piedras y en zonas de umbría; es el caso de
Licinopsis angustula Machado, Loboptera sp., y Domene benahoarensis
Oromí & Martín, éste último sólo capturado fuera de las cavidades por
sistema de trampeo en MSS; en cambio Palmorchestia hypogaea Stock &
Martín nunca ha sido encontrada fuera de las cavidades aunque sí en las
proximidades de la boca (Ashmole et al., 1992). Todos ellos han sido
capturados en la estación más próxima a la boca donde llega la luz exterior de
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ISBN: 84-923180-2-3
García, 1997
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La Fauna de la Cueva de La Machacadora.
manera indirecta. Son pues especies que forman parte de la fauna de las
cavidades, tanto a la entrada como en las zonas profundas y oscuras,
sobreviviendo mientras exista la suficiente humedad que mantenga su
equilibrio hídrico.
Los troglófilos colectados son de amplia distribución insular y dos de
ellos (Collembola indet. y Sciaridae indet.) forman parte de los grupos
zoológicos más abundantes en las cavidades palmeras y su presencia está
condicionada sólo por la existencia de suficientes detritos para desarrollar su
ciclo biológico.
Por los trogloxenos destaca Calliphora vicina Robineau-Desvoidy,
que en los meses de verano la hemos encontrado posada en las paredes del
tubo donde forma verdaderos "enjambres"; le sigue Porcellio sp. que
asimismo fue observado frecuentemente en el exterior y en las proximidades
de la boca y Cryptophagus distinguendus Sturm que ha sido citado
recientemente para Canarias (Otero, 1990) y hasta ahora solamente se ha
encontrado en el interior de diferentes cavidades de El Hierro, La Palma y
Tenerife.
La especie edáfica pertenece a la familia Curculionidae y es con todo
probabilidad un rizófago que de manera casual apareció en la cueva.
AGRADECIMIENTOS
Queremos expresar nuestra gratitud al Grupo de Espeleología
Benisahare La Palma por cedernos la topografía de Cueva de La
Machacadora.
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La Fauna de la Cueva de La Machacadora.
BIBLIOGRAFÍA
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OTERO, J.C. (1990). Los Géneros Micrambe Thomson, 1863 y
Cryptophagus Herbst, 1792 (Coleoptera: Cryptophagidae) en las Islas
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Govantes, 1997
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Notas.
LA CUEVA DE LA FUENTE DE LA CANARIA COMO MARCO DE
ACTUACIÓN DIDÁCTICA
Desde el curso 1995-96 un grupo de profesores de enseñanza
secundaria viene embarcado en un proyecto de investigación sobre la
utilidad que la Espeleología puede tener para comprender mejor diversos
aspectos de las más variadas áreas del currículo de secundaria. Este equipo
de docentes, organizados en un Grupo Estable bajo los auspicios de la
Consejería de Educación del Gobierno de Canarias y coordinados por quien
suscribe estas líneas, sentó las bases el curso 95-96 de lo que sería un
trabajo multidisciplinar en las cavidades con aplicaciones prácticas para
asignaturas como Física y Química, Biología y Geología, Historia y
Formación Humanística, Matemáticas, Dibujo, Informática, Seguridad e
Higiene, Educación Física, etc. En el presente curso 96-97 el objetivo es
diseñar una actividad que teniendo como marco una cueva en concreto
cumpla con los objetivos propuestos el año anterior. La cavidad modelo
elegida ha sido precisamente la Fuente de la Canaria, y en ella se establecen
una serie de estaciones de trabajo (Geológica, Física y Química; Biológica,
Arqueológica y Etnográfica; Topográfica, Fotográfica y, por último, una
Deportiva y de Seguridad e Higiene). Los alumnos rotarían por todas las
estaciones bajo la supervisión de los profesores responsables de las áreas
implicadas y, una vez en el aula o laboratorio en su caso, se analizarían los
datos obtenidos en la cavidad.
Esta es una iniciativa pionera en Canarias y no tenemos noticias de
ninguna similar en el resto de España.
Govantes F. Grupo de Espeleología de Canarias Benisahare. Apdo. de Correos 335. Santa
Cruz de La Palma C.P. 38700. Islas Canarias.
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