plejo turístico de Hon Chong. Adondequiera que van dan suspiros de admiración, lo mismo al ver las calles, los edificios, el paisaje, los vehículos etc. La gente de alrededor, por supuesto, les miran con una especie de curiosidad. Durante una de estas visitas, una mujer dijo: “Hermana, ¡echo mucho de menos mi vida fuera!” Al oírlo sabíamos que era verdad, aunque el grupo pudo haberse reído. Por esto, esta excursión con las hermanas el día de Navidad, día en que pueden salir con ellas para hacer esta visita, es el gran anhelo de su corazón durante todo el año. En el noviciado. Deseando hacer este pequeño servicio, la comunidad se prepara para dar alegría al corazón de estos pequeños de nuestra sociedad y a través de ellos cada una de nosotras, en cierta manera, experimenta al pobre Niño Jesús en la gruta de Belén. Al mediodía se les lleva a la comunidad para el almuerzo donde se les recibe como en familia, con una actitud calurosa y amable. Les agrada mucho encontrarse con las hermanas que les han visitado y ayudado en sus necesidades durante el año. También ese día tienen oportunidad de expresar sus talentos: cantar, bailar o contar historias. Junto con nosotras pueden expresarse y subir al escenario. El Sr. Khoi (40 años) no cristiano, siendo estudiante en la Universidad de medicina en Hanoi, tuvo una enfermedad mental y las circunstancias lo llevaron a este Centro. Tenía interés por comprender la religión de las hermanas y leyó la Biblia. Este es uno de los participantes que subió al escenario y habló de Jesús. A muchos ‘cantantes’ lo hacen voluntariamente, con sencillez alegría y entusiasmo. Alternando con las canciones de los ‘cantantes’ las novicias también aportan más diversión, más carcajadas a los presentes. La alegría que se comparte es doble, por ello al expresar los ancianos, jóvenes y enfermos su radiante alegría, toda la comunidad se vuelve más alegre. Pero el encuentro y la diversión tiene que llegar a su fin y a las 2pm llega el coche para trasladarlos de nuevo al centro. Todos volvieron con el rostro alegre y con una cierta esperanza de que el próximo año podrán hacer otra salida. Gracias a Dios tenemos oportunidad de conocer, obrar recíprocamente y acoger a estos pequeños. Este acontecimiento siempre impacta el corazón de nuestras jóvenes en camino, para acoger a Jesús en los que sufren y los abandonados. Noviciado Sao Mai – Thanh Hai – Nha Trang pesar de que no recuerda la historia completa, con voz clara y una alegría indescriptible, cuenta la vida de Jesús para hacer felices a todos. Se presentan Mayo - Junio 2013 25 Corea El Poder de la Verdad “El Poder de la Verdad” es una asociación fundada por personas que estuvieron encarceladas, torturadas y aisladas bajo el régimen dictatorial de Corea. En el año 1980, el gobierno “inventó” un “pecado” para estas personas: fueron acusadas de ser espías de Corea del Norte. Hermana Sabina Hong, fmm, ha podido participar en sus reuniones, y a través de las admirables actitudes que nos describe, descubrió que el sufrimiento puede ser “fuente inagotable de valor”… El dictador de entonces quiso consolidar su poder suscitando un sentimiento de peligro en el pueblo, como si el país estuviera amenazado por Corea del Norte. Necesitaban enemigos visibles para demostrarlo al pueblo, y apresaron a gente sencilla e inocente para obligarles a confesar – lo que no eran - , torturándoles atrozmente. Al democratizarse el país, las víctimas fueron indultadas y puestas en libertad, pero aún así no pudieron borrar las heridas profundas que les habían producido. Poco a poco comenzaron a reunirse y a hablar entre ellos los que hasta entonces habían vivido en la oscuridad y el asilamiento. Estos “supervivientes de las torturas” crearon una asociación de curación para ayudar a otras personas heridas por la vida. Ha sido un renacimiento y transformación sorprendente; los propios heridos se han convertido en sanadores, al participar en las sesiones de curación y han descubierto que también hay otras personas que sufren. Me invitaron a participar en las reuniones de la asociación entre febrero y abril 2012. La sesión tomó el nombre de “Escuela de formación de sanación de las personas heridas”. Allí descubrí “el rostro de Dios humilde”, algo que me ha marcado profundamente. Él ha cambiado mi mirada y mi manera de vivir. ¡Siento un gran deseo de compartir esta experiencia! Al principio, fui a la sesión como alguien que necesitaba saldar una deuda. En los años 1980, siendo joven, yo todavía no “conocía” nada de este periodo negro; luego, como religiosa, “ignoraba” esta clase 26 FMM Lugar de Encuentro VII/57 de sufrimientos, que sin embargo eran una realidad de la sociedad. Y como consecuencia para disculparme, fui a escucharles. La reunión estaba formada por 4 ex prisioneros torturados: PAK Dong Woon, KIM Tae Reong, KIM Yang Ki, KIM Jang Ho, –una médico psiquiatra y el Doctor JEONG Hye Sin, quienes daban inicio a la entrevista, rodeados de un círculo de oyentes voluntarios. Sus palabras me enseñaron lo que es la curación, y cómo una persona herida puede llegar a ser alguien que puede ayudar a curar a los demás. Despertaron mi atención y me mostraron que yo también era ‘persona herida’ llamada a acompañar a otros heridos. KIM Jang Ki dice: “Cuando trataba de no pensar en el pasado, o quería desligarme de él, no llegaba a resolver el problema. Pero ahora, la respuesta la he encontrado desde que acepté revivir lo que fui hace 30 años, 20 años, 10 años… ¡He revivido todo mi pasado… y también, he encontrado la alegría…! Gracias a este grupo de comunicación él ha podido reanudar una relación con el mundo y consigo mismo. Al escucharle, se le ve feliz. Consiguió persuadir a otro compañero a que se uniera al grupo, a pesar de sus reiteradas negativas. “¡Así que, yo soy tu sanador” exclamó! La médica psiquiatra le pregunta. “¿Por qué has insistido tanto para sacarlo adelante?” KIM Yang Ki responde: “Porque sé muy bien lo que es vivir solo, encerrado en ti mismo, víctima de tus profundas heridas… ¡No podía dejarle en la oscuridad!”. Cuando les escucho, oigo con asombro a María de la Pasión: “¿A quién enviaré? Veo el mandato profundo del amor que hace que el ‘Heme aquí’ del Verbo, no sea simplemente una palabra, sino el don de sí mismo… ¡La humanidad ha perdido el amor!...Es una invitación a responder “heme aquí”, como un torrente que brota de la Santísima Trinidad” (NS 167) De esta manera, Cristo y ellos, -que no son cristianos- , tienen un mismo deseo. Veo velado en sus rostros a Aquél que Él mismo se dejó herir y nos ha curado. Y yo, ¿no soy la que quiere seguirle? Me siento turbada. Me vienen a la mente los hermanos y hermanas que dejé abandonados en su sufrimiento por miedo a ser rechazada o para protegerme… Al principio, me parecía que nuestro gran círculo de oyentes envolvía al más pequeño, pero poco a poco yo misma me sentí rodeada por la gran energía que emanaba del mismo. Había venido a escucharles pensando darles algo, y lo que ocurrió fue que descubrí mi orgullo oculto, y me curé. Esta sesión se convirtió para mí en una invitación a ser curada por los que habían encontrado el verdadero significado de la curación interior, al mirar de frente sus heridas sin intentar ocultarlas. Es verdad que están curados, pero sienten las “heridas”; heridas por la injusticia, los prejuicios, el miedo y el poder del Mal… Los sufrimientos afloran nuevamente al acercarse las fechas en que fueron torturados, y de nuevo sufren física y moralmente. Las torturas y el encarcelamiento fueron terribles, pero aún han sido mayores las dificultades causadas por las mismas para relacionarse: la vergüenza, la ira, la indignación, el miedo, la angustia, que aunque están curadas, aún siguen vivas en ellos y en sus familias. Son heridas que nos despiertan y despiertan al mundo. En países como Corea del Norte, del Sur, de Siria, y en todas las partes del mundo, hay gente que sigue haciendo daño a los débiles porque miran sólo su propio interés sin pensar en los demás. Estas lesiones, aunque no las griten en voz alta, son una denuncian de que vivimos en un mundo injusto y absurdo. Al constatarlo se me encoge el corazón, pero como dice nuestro Documento Capitular de 2008, no podemos huir: “Con una mirada contemplativa, vemos a los pobres como lugar de revelación de Dios. ¿Nos dejamos tocar, interpelar, cambiar por nuestros encuentros? (C2)” Sin embargo, ni las heridas ni el sufrimiento tienen la última palabra, como decía uno de ellos: “Porque he conocido el dolor, creo que puedo ayudar a los que sufren. Porque he podido salir de este túnel negro, tengo confianza en mí para poder dar la mano a los que están en la oscuridad y para ayudarles a salir juntos hacia el sol”. Su preciosa actitud me ha deslumbrado. Juntos hacen la relectura de su pasado, se ayudan mutuamente comunicando la luz que han descubierto. Después de haber vivido un sufrimiento terrible, son capaces de renacer y compartir su nueva vida con los que siguen sufriendo. No se han dejado abatir, no han huido, ni han desertado…. ¡Al contrario, avanzan en la vida abrazados a sus heridas! Seguí participando en las reuniones, ya no porque quería pagar una “deuda”, como cuando empecé, sino porque me sentía atraída por la poderosa belleza de sus personas. Por supuesto, no siempre tienen una total confianza en sí mismos. A veces puedo palparlo en sus experiencias dolorosas. De vez en cuando alguien dice: “¿Cómo podré afrontarlo…? – “No puedo…” – “Mi experiencia, no vale nada….” En cambio nosotros, los oyentes, conocemos muy bien la grandeza de su fuerza interior… La médico psiquiatra les ha acompañado a superar esta etapa y a descubrir el verdadero sentido de la curación: “Confieso que me equivoqué al creer que podría curar a alguien, cuando en realidad lo único que he podido hacer es estar junto a ellos, sentir con ellos, mirar con…”. “Quisiera sencillamente comunicar mi experiencia y lo que de verdad brota en mi corazón con toda sinceridad…” - “Una expresión natural, sin adornos ni deformaciones, puede ayudar a la curación”. Al término de la sesión, son capaces de expresar su convicción. Si uno mira su sufrimiento “profunda y delicadamente”, y es capaz de expresarlo, puede curarse a sí mismo, y también puede abrir el camino a otros que sufren, por cualquier razón. La debilidad, la impotencia, el sufrimiento… son considerados como un “mal” y nadie quiere reconocerlos en sí mismo. Pero los encuentros de esta asociación me han demostrado que la debilidad lejos de impedir la belleza puede ser una fuente de energía. También me han hecho ver que el sufrimiento en sí mismo no es un obstáculo para dilatar nuestro ser, ¡al contrario!, es una fuente de energía sin fin. He aprendido igualmente, que según cómo vivamos el sufrimiento y la debilidad, puede haber un crecimiento real. El último encuentro fue la víspera del Domingo de Ramos que abre la Semana Santa. Fue una coincidencia muy significativa. La Semana Santa, allí donde la Vida y el Amor se imponen al poder de la muerte y del odio, correspondía muy bien al fruto de estos encuentros. Para mí, la Vida de estos “testimonios” encontrados durante estos dos meses son signo y testimonio vivo de la Resurrección, A pesar de la violencia que existe en el mundo, todavía podemos esperar en un mundo nuevo, gracias a la grandeza y al poder de la resurrección de aquellos que han sido capaces de florecer plenamente en medio del sufrimiento. Este poder me envía, me impulsa a “ser signo de que es posible vivir de una manera diferente en minoridad y solidaridad”. (Documento CG 2008 B3). Sabina HONG Hyeon Jeong, fmm Mayo - Junio 2013 27 España Taller misionero Madrid – Acogida Una vez al año hacen recuento de los acontecimientos vividos durante el año. El grupo ha valorado el aporte al taller misionero de varias hermanas, las fijas y las pasajeras. En la comunidad de la acogida a finales de año o a primeros de enero, se hace un recuento de los acontecimientos, éxitos, fracasos, alegrías y penas… de lo vivido durante los doce meses anteriores. Queremos resaltar una celebración del grupito del taller. Dos de las hermanas más veteranas, Josefa Corral y María (De izda. a dcha): Hnas. María Carmen Miranda, Pilar Gómez, Rosario Martínez, Josefa Corral Carmen Miranda, fieles cumplidoras por su asistencia y por los trabajos que han realizado, han sido destinadas a la comunidad de Villimar y así una tarde les hicimos una sencilla pero muy fraterna despedida. Hna. Rosario Martínez (Javi) les dirigió unas palabritas de agradecimiento, deseándoles toda clase de bienes en su próxima Comunidad. Hna. Pilar Gómez (responsable) preparó unos dulces y Piedad Sanchez hizo algunas fotos. Este año el grupo del taller misionero ha tenido bastantes bajas: Se fueron al cielo Donina y Marina, a quienes recordamos con cariño que hacían unos vestiditos muy bonitos y crochet. Otras hermanas fueron transferidas a otras comunidades y llegaron también otras “pasajeras estables recuperando su salud”. En 28 FMM Lugar de Encuentro VII/57 fin, el número aumenta o disminuye paralelo en cierto modo al número de pasajeras en la Acogida. Algunas son “estables” y otras acuden de forma esporádica cuando les permiten sus ocupaciones. La encargada es Hna. Rosario Martínez, que con mucha paciencia orienta y enseña a realizar preciosas chaquetitas de bebés que son admiradas por todas. Se hacen también otros trabajitos como bufandas, bolsas etc. La finalidad principal de este taller misionero es: trabajar para ayudar a las misiones. Esta finalidad mantiene el espíritu misionero hasta el fin… y es una alegría pensar que el fruto de nuestro trabajo llegará a proyectos a favor de los más necesitados o a personas vulnerables. A esta finalidad se une la riqueza de encontrarnos como hermanas comunicándonos aprendiendo unas de otras e incluso recreándonos con las “ocurrencias” que surgen espontáneamente. Cada una aporta su granito de arena y lo importante es no perder el ánimo y el entusiasmo por ayudar a las misiones. En alabanza de Cristo. Las hermanas del taller Nueva evangelización y carisma franciscano El fundamento del carisma franciscano, es la modalidad específica con la que Francisco vivió la fe. Para Francisco, creer, es tener fe en Dios, misterio trinitario revelado en Jesús. Su fe en Dios pasa por la fe en la Iglesia, lugar de encuentro con Él, y por lo tanto fe en los sacerdotes (el realismo de Francisco es preciso y concreto: San Damián y el Crucifijo). La fe, don de Dios, pasa a través de algo que él reconoce como el misterio de Dios (Admonición 1): la presencia real de Jesús, y este misterio es existencial en la vida de Francisco – “ver y creer”… Actualidad de la fe tras las huellas de Francisco: redescubrir que la fe no está limitada a un concepto, sobre todo es una experiencia, una persona, un evento, capaz de fundamentar toda la vida – y no un sentimiento privado hacia Dios, o una opinión sobre Él y sobre la realidad. Creer, es reconocer que Dios está presente en la realidad humana concreta que afecta a nuestra vida hoy. (conferencias del Antonianum) ‘Nueva evangelización: El tema del Sínodo “La Nueva Evangelización para transmitir la fe”, es un tema de gran actualidad. No es un compromiso “más” en nuestra vida, sino una misión, porque “estar bautizado” significa “ser llamado a evangelizar”, a participar en la misión que el Padre ha confiado a su Hijo… Nuestra época, nuestras ciudades, post- cristianas, son “idólatras”, dan culto al Cesar (al poder), a Mammon (al dinero), al placer. El paganismo de hoy se traduce en indiferencia… y está dentro de nosotros. También nosotros, los religiosos, hemos creado muchos ídolos. Es todo aquello que ocupa el lugar de Dios en nuestras vidas, comprendido el trabajo, la comodidad, el éxito. A veces somos “poco cristianos”. El gran desafío es la Nueva Evangelización, y hemos de responder con creatividad llena de contenidos: “nuevas formas”, “nuevo entusiasmo”, ligados a una fe centrada en Jesús, para que sea más atractiva: • 1ª exigencia: dejarse evangelizar: dejarse habitar por el Evangelio. Lo importante no es lo que se dice, sino lo que se vive, el testimonio - convertirnos en un “Evangelio viviente” como Francisco. • Encuentro personal con Dios, dimensión esencial para la Evangelización, para ser su testigo… • Compromiso profético: “tener el Espíritu del Señor” dejándole actuar en nosotros. Cuidar la calidad de nuestra vida espiritual… • Itinerantes en el camino: sin equipaje. Y como Iglesia, no ir en solitario • Leer los signos de los tiempos con el Evangelio… • Amar a nuestro mundo y nuestra época con espíritu crítico y constructivo, para acoger lo que viene de Dios, rechazando toda idolatría, “fuga mundi” … • Diálogo con la cultura actual, preparándose bien para hacerle frente… La Evangelización es liberadora (Evagelii Nuntiandi 31), inculturada, renovada, con nuevo lenguaje, más próximo a la vida. La hermosura de un mensaje menos categórico, con sabiduría y diálogo, centrado en Jesús (nuestra esperanza) y disponible, que deja de lado la propia seguridad para confiar en Dios… (P. José Rodríguez Carballo, OFM, Antonianum, 8 mayo 2012) La Nueva Evangelización pasa por: - La experiencia de Dios – ser evangelizado para poder evangelizar: Sólo Jesús atrae hacia Él… - La centralidad de la Palabra de Dios - El diálogo con el mundo contemporáneo - El redescubrimiento de las raíces franciscanas (relación personal con Jesús, “hacer penitencia” = convertirse, tomar de nuevo la buena dirección con Jesús…) - Experiencia de la Providencia y de la confianza en Jesús – “nuevo ardor, nuevo estilo, nuevas expresiones”. (P.Amando Trujillo Cano, TOR, Antonianum, 8 mayo 2012) Mayo - Junio 2013 29 Hermana María de San Judas (Marie Julienne Gourrierec) “¡Usted será una buena misionera!” Nació en Baud (Morbihan – Francia) el 16 de diciembre de 1882 y entró en el Instituto el 19 de marzo de 1904 en los Châtelets. Murió en Coimbatore, India, el 9 de agosto de 1949 A Marie Julienne sólo le importaba una cosa. Ella quería ser misionera, y con todo el entusiasmo de sus 22 años, llegó al noviciado de los Châtelets de las Franciscanas Misioneras de María, en la fiesta de San José, en marzo de 1904. Fue aceptada como postulante y comenzó a prepararse para entrar al noviciado. Parecía tan frágil y delicada que algunas que la conocieron en aquel tiempo pensaron que no sería capaz de hacer frente a los rigores de la vida misionera. Sin embargo, fue admitida a la toma de hábito el 16 de julio de 1904.Marie Julienne a partir de entonces se llamó Sor María de San Judas, y el santo de lo imposible se convirtió realmente en su patrón. En septiembre de 1904, María de la Pasión vino a visitar San José de los Châtelets. Las novicias y postulantes a quienes veía de una en una en su despacho, salían radiantes; Hna. María de San Judas, también. No comentaba mucho sobre lo que había dicho en esa entrevista memorable, sino más bien contaba lo que le había dicho la madre, a quien todas llamaban 30 FMM Lugar de Encuentro VII/57 “Mamá Pasión”. Realmente fueron palabras de una madre: “Hija mía, hablan de enviarle a su casa, pero yo quiero que se quede. Usted será una buena misionera.” Y Sor San Judas se quedó. Después de acabar el noviciado, el 18 de agosto de 1906 pronunció sus primeros votos y se embarcó en Marsella con el grupo de las doce hermanas que partían para Ceilán, India y China. Nunca más regresó a Europa, y pasó los 43 años restantes de su vida en el trabajo misionero. Su primer destino fue el gran Hospital General de Colombo, lugar ideal para su formación profesional como enfermera. Era suficiente un año de estudio, pero ella siguió estudiando toda su vida, leía libros y comparaba el contenido de los mismos con la práctica de su experiencia, que iba aumentando cada día. Estudió también medicina local y así adquirió un verdadero tesoro de conocimientos, que difícilmente podían encontrarse en los libros de medicina. Apóstol de los Badagas Hermana San Judas de allí partió para la India y trabajó tres años en el dispensario de Méliapour. Posteriormente fue enviada a las colinas de Nilgiri, era un clima más cálido y enseguida se puso a trabajar en el dispensario de Ootacamund. Dichas montañas llegaron a ser para ella su país de adopción, su campo de su apostolado y de sus conquistas. Estaba feliz de poder vivir en el convento de Nazaret, cuna Aprovechaba entonces para hablar con las mujeres que había entre ellos. Finalmente ,cuando las hermanas llegaban a un grupo de casas, los niños se apresuraban siempre a por caramelos y también a contarles lo que había pasado desde la última visita: “¿Hay alguien enfermo? “Sí, hay enfermos en esa casa”. Cuando llegaban a la casa, los que les escoltaban tenían miedo de entrar. ¿Por qué? Según la costumbre, no podían entrar en la casa con zapatos de suela de La familia Badaga en 1930 cuero ni siquiera los amigos. ¿Quién se del Instituto, lleno de recuerdos agradables iba a atrever a de su amada María de la Pasión. Allí enconpedirles a las hertró muchos niños, estudiantes, huérfanas y manas que se pensionistas. Los pobres también se benefid e s c a l z a r a n ? ciaban del cuidado de las ‘Tayarées’ (herAfortunadamente, manas). las misioneras podían hablar con la Durante muchos siglos las montañas de gente de la casa, o Nilgiri sirvieron de refugio para los aboríLa familia Badaga en años posteriores veían a los bebés en genes expulsados de sus tierras por los conquistadores. Entre ellos, la tribu de los Badagas atra- otro lugar. A veces los enfermos estaban echados en jo particularmente la atención de los misioneros. Se el umbral de la casa o cerca de las ventanas. trataba de una tribu numerosa, entre 60 y 90.000 per- Hermana San Judas nunca se detuvo ante estas difisonas. Eran inteligentes y valientes para el trabajo, cultades, siempre encontraba la manera de superarlas. buenos agricultores, y unidos entre sí. Sus aldeas eran A veces también daba algunas órdenes, pero de una muy bonitas y agradables con sus casitas blancas manera tan amable, que todos estaban encantados de cubiertas de tejas rojas, en medio de verdes jardines. su manera de actuar. En general, el templo estaba construido a la entrada del pueblo. Los Badagas mantenían con firmeza las Apóstol de Kotagiri costumbres de su casta y se preocupaban mucho de En 1921, Monseñor Roy, sabiendo que Madre St. asegurar que se observaran estrictamente. En 1914 los MEP fundaron un puesto misionero en Michel siendo provincial de la India había querido Ketti y pidieron la ayuda de las FMM. Madre San abrir una casa cerca de los Badagas, le escribió cuanMichel le escribió a Madre de la Redención, pero la do fue nombrada Superiora General. Estaba disfundación se retrasó por varios motivos. Sin embar- puesto a prestar a las hermanas en Kotagiri la villa de, go, las primeras visitas a las aldeas, fueron la “La ermita”, hasta que pudieran encontrar algo más pequeña semilla que se transformó en un magnífico adecuado para la expansión de sus obras. Allí, en una apostolado entre los Badagas, concentrados en Ketti, colina con vistas al pueblo se abrió la casa –“Santa Kotagiri y Lovedale, aldeas donde más adelante las María de Kotagiri” – como vivienda temporal con el fin de poder cultivar el suelo circundante. Algunas FMM establecieron sus casas. hermanas cuidaban las plantaciones, otras daban clases a los niños. En cuanto a Hermana San Judas, De pueblo en pueblo Del pequeño grupo escogido por M.M. de San descubrió que había Badagas en pueblos de los Michel en 1915, cuando era provincial de la India, alrededores e inmediatamente los incluyó en sus viHna. San Judas se distinguió por su celo misionero. A sitas. Esta fue su actividad más querida hasta 1947. pocos kilómetros del suburbio de Khandala estaba el Cada semana visitaba los caseríos más cercanos, y si dispensario y desde su llegada se hizo cargo del iba más lejos tenía que permanecer varios días fuera mismo. Cada día demostraba su capacidad de curar y del convento. Ella y su compañera se paraban en una consolar; tenía 32 años. Todo lo hacía bien y con pre- misión del camino, y dormían donde podían enconcisión. En su nuevo campo de acción, se esforzaba trar refugio. Con tal de que hubiera un sacerdote para por conocer mejor a la gente y al país. Consultaba los decir la misa, el hospedaje poco les importaba y de libros de texto que encontraba, estudiaba los senderos allí se desplazaban a otros pueblos. De esta manera y los caminos, y la localización exacta de las aldeas podían informar a los sacerdotes y a los catequistas. para poder acceder con mayor facilidad, cuando iba a hacer las visitas. La vida de Hna. San Judas fue verdaderamente una A menudo al salir del bosque o cuando iba caminan- vida itinerante, que exigía un gran coraje para desado, se encontraba con grupos de Badagas. fiar a la naturaleza. Atravesar torrentes o ríos desborMayo - Junio 2013 31 dados con medios improvisados no era el menor de sus problemas. Por tres veces, al no poder encontrar ni caballo ni carro, tuvo que cruzar el río en una especie de cesta redonda recubierta de betún aferrándose al borde de la canoa improvisada para que se mantuviera en equilibrio. No llegó a explicarse nunca cómo esta pequeña canoa pudo cruzar el arroyo en 20 minutos. Caminar, no siempre fue más fácil que navegar; un día salió antes del amanecer y cayó en un pozo, llegó a salir ilesa pero con el vestido hecho jirones. En otra ocasión se rompió la pierna, y los pobres Badagas la llevaron hasta el borde del camino; mientras tanto, un hombre anciano fue a buscar un vehículo para transportarle a Kotagiri. También cuentan que un día Hna. San Judas y su compañera se montaron en un carro enganchado a un caballo sin domar. De repente, el caballo se desbocó y comenzó a trotar por las calles de Ootacamund. Cuando un viejo misionero vio a las hermanas en semejante carruaje, se apresuró a darles la absolución “in periculo mortis”. Como buena viajera, Hna. San Judas sabía escuchar bien. Fuerte por naturaleza, aprendió a tener paciencia por el bien de las almas y a escucharles las desdichas que le contaban. Su maravillosa memoria le permitía aprender rápidamente. Dominaba el inglés y el tamil, que hablaba y escribía a la perfección. Aprendió también la lengua de los Badagas y de los Irulas, lo que le sirvió de gran utilidad para relacionarse con ellos. Recordaba las enfermedades de cada uno y las confidencias que le hacían las mujeres de estas tribus. A partir de 1945, Hna. San Judas de vez en cuando se alojaba en Sathyamangalam, un pueblo muy querido para los misioneros, por el recuerdo de San Juan de Britto, el primero que evangelizó a la población. Cuando fue Hna. San Judas, solo una sencilla capilla indicaba el lugar de la antigua misión. El sacerdote que vivía allí insistió para que las FMM visitaran a la gente. En 1950 se fundó una comunidad. Sólo en el cielo se sabrá el secreto del éxito misionero de Hna. San Judas. Por el momento, conocemos únicamente su dedicación, el olvido de sí misma y su celo apostólico. El celo por las almas, es signo de un corazón ardiente de amor, que abandona todo a Dios, se olvida y se desprecia a sí mismo. Esta fue la enseñanza de María de la Pasión cuyo espíritu inspiró a Hna. San Judas. Madre Fundadora decía: “Doy a mis hijas la llave que abre el camino a todas las virtudes…tenerse realmente por nada…el que se desprecia a sí mismo no tiene miedo.” Y decía también: “La caridad nos lleva a humillarnos por amor a Dios y al prójimo.” 32 FMM Lugar de Encuentro VII/57 ¿No fue preparando de antemano a su humilde pequeña discípula, cuando le decía: “Si en todo momento y en todas las cosas nos confiamos a la Divina Voluntad, el amor nos ayudará a comprender a las almas. Nuestro camino será claro, y sabremos cómo ayudar a aquellos que buscan nuestro consejo para librarse de los males del cuerpo y del alma?” Los últimos años Un día un médico de Kotagiri descubrió que Hna. San Judas tenía una enfermedad cardiaca que resultaba peligrosa para sus correrías en la montaña. Entonces se vio obligada a abandonar sus queridas tribus de las colinas – cientos de aldeas donde había trabajado durante años. Sin una palabra de queja, la misionera descendió a Coimbatore. Trabajaba en lo que podía y visitaba el Hospital General ayudando a los pobres y agonizantes a encontrar el camino del cielo. Finalmente tuvo que guardar cama. Sólo entonces el médico descubrió que tenía un cáncer muy avanzado. ¿Desde cuánto tiempo lo padecía? Ese era su secreto y el de la salvación de muchas almas. Llena de abandono y confianza se entregó en las manos de Dios esperando “nuestra Hermana muerte”. Sus últimas palabras fueron palabras de agradecimiento para todos. Abrazando el crucifijo entró en la eternidad el 4 de agosto de 1949, en el convento de la Inmaculada Concepción. Su trabajo ha continuado durante años por hermanas que de dos en dos desde los conventos de Ketti o Lovedale, iban a enseñar a un gran número de escuelas de pueblos pequeños, visitaban a las familias en sus casas, como había hecho Hna. San Judas durante tanto tiempo. Todavía se sigue haciendo esto, en el país donde ella vivió en medio de la gente dedicando su vida. Los Badagas, cada vez más se alistan bajo el estandarte de la Cruz. Se ha fundado un noviciado para acoger a las jóvenes que atraídas por el amor de Dios se sienten impulsadas a entregar sus vidas a su servicio. Estas hermanas del país son las que ahora van a las montañas, siguiendo el camino trazado por esta misionera pionera. Actualmente han abierto escuelas pequeñas a lo largo del camino. Cosechan lo que sembró Hna. San Judas; y a su vez, ellas van sembrando la buena semilla. Los ecos que nos llegan, son como antiguamente las conquistas de la gracia. “Esta es la obra de la verdadera misionera: su vida bien puede terminar pero su trabajo no termina con ella. Nadie sabe cuál será el resultado de un apostolado bendecido por Dios.” María de la Pasión Fuentes: FMM – JUBILEO DE DIAMANTE: 1877 – 1952 El viaje continúa… Sheila O’Neill, fmm