Perspectivas del Medio Ambiente Mundial

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Perspectivas del Medio Ambiente Mundial
A pesar de que juega un papel vital en el mantenimiento de los servicios ecosistémicos, la biodiversidad se
encuentra amenazada por varios factores interrelacionados. Estos incluyen la pérdida del hábitat a través de
la conversión, alteración y contaminación de los ecosistemas acuáticos y terrestres como consecuencia de las
actividades económicas intensivas. Dado que el deterioro de la biodiversidad conlleva impactos económicos,
sociales y ambientales tanto en la población local como a nivel mundial, el atender sus presiones requiere
políticas equitativas, basadas en evidencias, participativas e intersectoriales1.
Los estados, reconociendo la importancia de la biodiversidad y sus responsabilidades hacia ésta podrían
considerar la implementación de políticas acordes con el artículo 10 del Convenio sobre Diversidad Biológica
(CDB). A este respecto, aplicar el enfoque ecosistémico (EE) a la Gestión de la Biodiversidad podría contribuir
a acelerar el progreso de la región para alcanzar esta meta.
Puntos para recordar
•
El EE va más allá de la conservación y promueve el uso sostenible de los recursos con un enfoque en la equidad, la
participación y la descentralización.
•
El EE no pretende reemplazar otros enfoques de gestión y conservación, sino más bien complementarlos y sustentarlos.
•
La aplicación de lecciones positivas derivadas de experiencias previas y su adaptación a contextos locales, provinciales,
nacionales, regionales o a nivel global es un vehículo para la replicación y transferibilidad exitosas.
OBJETIVO SELECCIONADO
El informe GEO5 proporciona un análisis científico de problemas ambientales selectos y de las
soluciones disponibles para enfrentarlos, incluyendo sus costos y beneficios tanto ambientales
como sociales.
El proceso GEO5 refleja las áreas
de acción prioritarias en ALC
Biodiversidad
Una consulta intergubernamental y de partes interesadas, realizada como parte del proceso
GEO5, estableció un Panel Asesor Intergubernamental de Alto Nivel para identificar y acordar
los objetivos acordados internacionalmente que serían analizados como parte del proceso GEO5,
para identificar las brechas en su consecución y para enmarcar la evaluación política regional. El
Panel también proveyó consejo estratégico de alto nivel para guiar a los autores de los capítulos al
evaluar las brechas en la consecución de los objetivos y para identificar las opciones de política
para acelerar su logro. La Consulta Regional para América Latina y el Caribe se celebró en la
Ciudad de Panamá, Panamá, del 6 al 7 de septiembre de 2010. Los participantes de la consulta
seleccionaron un conjunto de problemas ambientales regionales, junto con un conjunto de objetivos
acordados internacionalmente que fueron considerados como los más efectivos para atender esos
problemas. En el caso de la Biodiversidad, el objetivo seleccionado es el Artículo 10 del Convenio
sobre Diversidad Biológica (CDB), cuyo texto es el siguiente:
Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD), Artículo 10
Cada Parte Contratante, en la medida de lo posible y según proceda:
Cambio
climático
PNUMA
Gobernanza
ambiental
Uso del suelo,
degradación de la tierra
y desertificación
Agua
(a) Adoptará medidas relativas a la utilización de los recursos biológicos para evitar o reducir al
mínimo los efectos adversos para la diversidad biológica;
(b) Protegerá y alentará la utilización consuetudinaria de los recursos biológicos, de conformidad con
las prácticas culturales tradicionales que sean compatibles con las exigencias de la conservación o
de la utilización sostenible;
(c) Prestará ayuda a las poblaciones locales para preparar y aplicar medidas correctivas en las zonas
degradadas donde la diversidad biológica se ha reducido; y
(d) Fomentará la cooperación entre sus autoridades gubernamentales y su sector privado en la
elaboración de métodos para la utilización sostenible de los recursos biológicos”.
© Rodrigo Velaidez
© Antonio Perera
© Montserrat Valeiras
Opciones de política para América Latina y el Caribe
Los países de América Latina y el Caribe (ALC) enfrentan muchos retos en el manejo de sus abundantes
recursos naturales. El crecimiento poblacional, aunado a la producción global y regional y los patrones
de consumo insostenibles, dirigen la creciente demanda por –y la extracción de– materias primas y otros
capitales naturales. Esto ha llevado a la conversión extensiva de ambientes naturales a sistemas productivos,
con los impactos correspondientes sobre la biodiversidad de la región. Para conservar y sostener los
ecosistemas terrestres, costeros y marinos, de manera que sigan brindando servicios esenciales a la
población, el quinto informe de Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO5) recomienda aplicar el
enfoque ecosistémico (EE) a la Gestión de la Biodiversidad como una opción de política para lograr el
objetivo establecido en el Artículo 10 de la CDB.
Opciones de Política
Con referencia a las ‘estructuras, procesos, funciones
e interacciones entre los organismos y su ambiente’, el
enfoque ecosistémico (EE) ha sido reconocido como una
estrategia importante en la gestión de la biodiversidad,
especialmente en el contexto del cambio climático2-3. De
acuerdo con el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB),
el enfoque ecosistémico (o basado en ecosistemas) ‘es una
estrategia para la gestión integrada de tierras, extensiones
de aguas y recursos vivos por la que se promueve la
conservación y utilización sostenible de modo equitativo’.
Puede aplicarse de un modo flexible, dependiendo del
contexto social, económico, ambiental y cultural.
El EE no pretende reemplazar a otros enfoques de
conservación y manejo, sino más bien complementarlos
y sustentarlos (p. ej., gestión forestal sostenible, gestión
integrada de cuencas fluviales, gestión integrada de
áreas costeras y marinas y pesquerías sostenibles). Los
enfoques tales como las áreas protegidas, los corredores
o los programas de conservación de especies, así como
las acciones realizadas dentro de los marcos nacionales
legislativos y de políticas existentes, pueden integrarse para
manejar situaciones ecológicas complejas2-4-5.
Beneficios
Recuadro 1: Ecosistema
Un ecosistema es “un complejo dinámico de comunidades
vegetales, animales y de microorganismos más su ambiente
abiótico, los cuales interactúan como una unidad funcional2”.
Debido a las múltiples dimensiones de los organismos que
contienen y a la falta de linealidad de su dinámica y sus
procesos, los ecosistemas no corresponden a una escala o
unidad predeterminada.
Como consecuencia, la escala del análisis y acción del EE no
está especificada y debe determinarse en función del alcance
del problema que se está abordando.
•
Considera a los bienes y servicios como el producto
de un ecosistema saludable y no como fines por sí
mismos6.
Condiciones propicias
Las experiencias en ALC han mostrado que las comunidades
locales frecuentemente son excluidas socialmente, por
lo cual tienen un acceso limitado a los procesos de
toma de decisiones. En este contexto, la gestión debería
descentralizarse al nivel adecuado más local, con lo cual se
favorecería una mayor eficiencia, efectividad y equidad en
el proceso de toma de decisiones2-7-8.
La aplicación del EE se caracteriza por los siguientes
atributos:
Otras condiciones importantes que podrían contribuir a
crear un ambiente propicio para una gestión sostenible de
los ecosistemas son:
•
Enfatiza la gestión adaptativa;
•
•
Considera todos los bienes y servicios utilizables y
optimiza la combinación de sus beneficios;
Fortalecimiento de los marcos y prácticas de
gobernanza – principalmente a nivel nacional pero
también a los niveles subnacionales y regionales;
•
Involucra formas no tradicionales de conocimiento,
incluidos el conocimiento de las comunidades locales
e indígenas;
•
Aumento de la capacidad para gestionar los sistemas
protegidos y su biodiversidad;
•
Mejoramiento de la capacidad de investigación (ver el
Estudio de Caso 1);
•
Fortalecimiento de los vínculos entre los marcos de
investigación y de toma de decisiones (por ej., comparar
los escenarios de “seguir como hasta ahora” y EE);
•
Promoción de una mayor participación de las diferentes
partes interesadas (ver el Estudio de Caso 2); y
•
Se basa en las personas, sus sociedades y su cultura;
•
Está orientado hacia la conservación ambiental y social;
•
Aplica una estrategia bidireccional –de arriba abajo y
de abajo arriba;
•
Tiene una visión de largo plazo; y
•
Establecimiento de mecanismos
sostenibles de financiamiento y
estructuras para la gestión de la
biodiversidad.
Retos y formas de avanzar
Si bien en ALC existen varias iniciativas en
curso en las que se aplica el EE, la naturaleza
ad-hoc, de estas iniciativas sigue siendo un
reto. Tales esfuerzos deben ser integrados de
mejor manera en instituciones relacionadas
con sectores ajenos a la conservación de la
biodiversidad (p. ej., agricultura, pesquerías,
actividades forestales y salud). Asimismo,
se requiere una mayor investigación para
sustentar el desarrollo de los marcos de
evaluación y monitoreo para cada uno de los
12 principios del enfoque ecosistémico (ver el
Recuadro 2)9-10.
Además, deben considerarse problemas como
el analfabetismo, los límites de propiedad y
el costo de los procesos participativos en la
integración y evaluación del impacto del EE
en ALC6.
Estudio de caso 1: El EE en un ecosistema forestal (Bolivia, Paraguay y Brasil)
La ecorregión del Bosque Seco Chiquitano (BSCh) comprende un área de aproximadamente 24
millones de hectáreas y se extiende a través de Bolivia, Paraguay y Brasil. El BSCh es el bosque mejor
preservado de Sudamérica y contiene numerosos ecosistemas complejos y frágiles. Sin embargo, como
consecuencia de las actividades humanas, esta ecorregión enfrenta varias amenazas que incluyen la
fragmentación, incendios, cambios de uso de la tierra y el cambio climático global.
El primer paso hacia la conservación y el desarrollo sostenible del BSCh fue el diseño participativo de
un plan de acción que delineara los principales retos que se enfrentan en el área. Entre las principales
acciones se incluyen (i) la necesidad de ‘preservar la integridad ecológica a diferentes escalas espaciales
y temporales’; (ii) ‘gestionar los ecosistemas dentro de sus límites funcionales,’ y (iii) ‘buscar un balance
entre la conservación y el uso de la biodiversidad’. A fin de realizarlas, se enfatizó la colaboración
ecorregional, la cual permitió la identificación de áreas críticas de biodiversidad11.
De conformidad con los principios de EE, las acciones en la ecorregión del Bosque Seco Chiquitano
incluyen las siguientes: Proyectos de conservación con las varias partes interesadas, asistencia a los
municipios para la planificación del uso de la tierra, brindando capacitación en la gestión forestal,
realizando estudios técnicos y científicos sobre las características biofísicas y socioeconómicas de la
ecorregión, etc.12.
La aplicación del EE en el BSCh ha subrayado la importancia de ciertos factores clave en la gestión de
los ecosistemas, incluyendo la participación de las comunidades locales, la descentralización de la toma
de decisiones, el establecimiento de prioridades basadas en la integridad ecológica, y la planificación
a diferentes escalas temporales y espaciales11. También fue evidente que la colaboración ecorregional
requiere la gestión adaptativa como mecanismo para administrar las complejas interacciones entre las
diferentes partes interesadas jurídico-administrativas y políticas. Si bien la ecorregión del Bosque Seco
Chiquitano ha sido reconocida como un ejemplo exitoso del EE, aún existen retos que deben superarse,
entre los que se incluyen:
• ¿Cómo pueden establecerse corredores de conectividad teniendo en mente los diferentes planes de
uso de la tierra (niveles municipal, privado, comunitario)?;
• ¿Cómo pueden coexistir la integridad del ecosistema y la conservación biológica con el desarrollo
económico?.
Estudio de caso 2: El Proyecto Páramo Andino: aplicación del EE a nivel regional
Los páramos – un tipo de ecosistema ubicado en la porción septentrional de los Andes entre 3500 m y 4700 m sobre el nivel del mar – son conocidos por su
extraordinaria diversidad biológica, cultural y paisajística8. La riqueza de su territorio, su importancia como reguladores hídricos, la diversidad de las poblaciones
que alberga y su ubicación transfronteriza son factores que han contribuido a un interés creciente en este ecosistema.
En 2003, cuatro países sudamericanos que poseen páramos (Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú), junto con ONG y universidades, se reunieron en un esfuerzo
integrado e internacional. Basado en el enfoque ecosistémico, el Proyecto Páramo Andino (PPA) constituye una estrategia regional para la conservación de los
páramos, enfocada en brindar a las poblaciones locales una base sostenible de recursos8.
Con menos de un tercio de su territorio despoblado, los páramos han sido usados durante un largo tiempo por las comunidades locales y los grupos indígenas
para actividades agropecuarias. Considerando que los habitantes locales influyen de manera importante en las causas subyacentes a la pérdida de biodiversidad
(p. ej., dependencia de la agricultura tradicional, subestimación y pérdida de los conocimientos y prácticas ancestrales, falta de conciencia pública sobre
el ecosistema, etc.), el PPA ha incluido a estas comunidades como una parte integral del proceso de gestión. La capacitación, las campañas informativas
y el proceso de investigación llevaron a actividades clave de gestión en 14 sitios piloto. Estas incluyen el diseño y la implementación de planes de gestión
participativos, la identificación y promoción de opciones de política tanto formales (legislativas y oficiales) como informales (arreglos) a niveles local, regional,
nacional y ecorregional, así como capacitación ambiental que combina el conocimiento tanto ancestral como científico y técnico12.
La aplicación del enfoque ecosistémico en un proyecto de conservación a nivel regional ha aportado lecciones muy valiosas:
• Las personas constituyen un elemento integral del ecosistema, haciendo de la gestión una decisión social;
• La descentralización permite la inclusión de audiencias más amplias en el proceso de toma de decisiones; y
• El establecimiento de un enfoque adaptativo permite el reconocimiento de la dinámica local8.
Sin embargo, siguen existiendo retos sobre cómo encontrar oportunidades alternativas de uso de la tierra para la población local y cómo abordar las causas
subyacentes de la degradación, las cuales a menudo requieren la colaboración transfronteriza y transectorial.
Estudio de caso 3: Mejoramiento de la gestión del agua utilizando el EE en Sudamérica (Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay)
Con sus 3,1 millones de km2 y drenando aproximadamente una quinta parte del subcontinente sudamericano, la cuenca del Río de La Plata (CLP) es una de las
cuencas hidrológicas más grandes y diversas del mundo. Esta área tiene características naturales únicas y alberga a más de 100 millones de habitantes, incluye
57 ciudades de más de 100 000 habitantes y sostiene el 70% del PIB de los cinco países ribereños (Brasil, Bolivia, Uruguay, Paraguay y Argentina).
Figura 1: Cuenca del Río de La Plata
Sin embargo, las actividades humanas en el área han agravado los eventos climáticos, causando ‘impactos ambientales severos que complican los esfuerzos de
desarrollo, aumentan los problemas sociales y amenazan la sostenibilidad ambiental13. Dado el tamaño de la CLP y el espectro de presiones (en términos de tipo
e intensidad) a través de su área, se requirió una intervención específica a nivel regional para revertir las tendencias ambientales negativas. En ese contexto, un
proyecto que combinara la gestión integrada de los recursos hídricos con un enfoque ecosistémico parecía constituir un camino hacia adelante.
Formulado bajo el liderazgo del Comité Coordinador Intergubernamental (CCI) para la Cuenca de La Plata, el proyecto de la Cuenca del Río de la Plata pretende
lograr la cooperación transfronteriza a fin de garantizar una gestión compartida de los recursos hídricos. Las principales características del proyecto son:
1. Armonizar los marcos institucional y legal entre los países involucrados;
2. Promover la participación, comunicación y educación de las partes interesadas; y
3. Monitorear y evaluar el plan, como un elemento integral de la gestión del proyecto.
El proyecto se realizará durante un periodo de cinco años (2008-2013) y tendrá un costo total de 62 millones de USD (de los cuales 11 millones provienen de
una donación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), y 51 millones de los países participantes).
Replicación y transferibilidad
Varias convenciones, procesos y mecanismos internacionales están brindando un mayor apoyo y oportunidades para que los países integren de manera más
efectiva la gestión y conservación de los ecosistemas
en sus marcos de toma de decisiones – p. ej., el CDB,
la CNULD, la EED, la Plataforma Intergubernamental
Científico Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios Ecosistémicos (IPBES, por sus siglas en inglés).
Estos deberán contribuir a proporcionar un marco más
coherente e integral para la transferencia y replicación
de los esfuerzos en la Región.
Recuadro 2: Los doce principios del Enfoque Ecosistémico9
Los 12 principios siguientes son complementarios y están vinculados entre sí.
1. La elección de los objetivos de la gestión de los recursos de tierras, hídricos y vivos debe quedar en manos de la sociedad.
2. La gestión debe estar descentralizada al nivel apropiado más bajo.
3. Los administradores de ecosistemas deben tener en cuenta los efectos (reales o posibles) de sus actividades en los
ecosistemas adyacentes y en otros ecosistemas.
4. Dados los posibles beneficios derivados de su gestión, es necesario comprender y gestionar el ecosistema en un contexto
económico. Este tipo de programa de gestión de ecosistemas debería:
a. Disminuir las distorsiones del mercado que repercuten negativamente en la diversidad biológica;
b. Orientar los incentivos para promover la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica;
c. Procurar, en la medida de lo posible, incorporar los costos y los beneficios en el ecosistema de que se trate.
5. A los fines de mantener los servicios de los ecosistemas, la conservación de la estructura y el funcionamiento de los
ecosistemas debería ser un objetivo prioritario del enfoque por ecosistemas.
6. Los ecosistemas se deben gestionar dentro de los límites de su funcionamiento.
7. El enfoque por ecosistemas debe aplicarse a las escalas especiales y temporales apropiadas.
8. Habida cuenta de las diversas escalas temporales y los efectos retardados que caracterizan a los procesos de los
ecosistemas, se deberían establecer objetivos a largo plazo en la gestión de los ecosistemas.
9. En la gestión debe reconocerse que el cambio es inevitable.
10. En el enfoque por ecosistemas se debe procurar el equilibrio apropiado entre la conservación y la utilización de la diversidad
biológica, y su integración.
11. En el enfoque por ecosistemas deberían tenerse en cuenta todas las formas de información pertinente, incluidos los
conocimientos, las innovaciones y las prácticas de las comunidades científicas, indígenas y locales.
12. En el enfoque por ecosistemas deben intervenir todos los sectores de la sociedad y las disciplinas científicas pertinentes.
El enfoque ecosistémico debe involucrar a todos los sectores relevantes de la sociedad y a las disciplinas relacionadas.
Estudio de Caso 4: Aplicación del EE en la gestión de AP costeras y marinas en Chile
Con un enfoque en la conservación y el uso sostenible de
los recursos marinos y costeros y utilizando EE como marco,
el Proyecto para la Conservación de la Biodiversidad en las
Costas Chilenas (Proyecto Marino GEF) dio inicio en 2005 con
apoyo financiero del Fondo para el Medio Ambiente Mundial
(GEF, por sus siglas en inglés).
Este proyecto de conservación de la biodiversidad busca
gestionar los recursos naturales, proteger las especies
marinas amenazadas, reducir los conflictos de uso, promover
las oportunidades de investigación y educación, así como
apoyar las actividades comerciales y recreativas (acordes con
los fines de conservación)14. Para ello, el Proyecto Marino
GEF ha designado tres áreas marinas y costeras protegidas
de usos múltiples (AMCP-UM) ubicadas en una de las tres
macrorregiones biogeográficas del país:
1. Isla Grande de Atacama en la región Atacama;
2. Lafken Mapu Luhual en la región Francisco Coloane; y
3. Magallanes y la región Antártica chilena.
En el desarrollo y la estructuración de las actividades de
conservación, las comunidades y las poblaciones locales
fueron consideradas como las principales partes interesadas
en las acciones de conservación de las AMCP-UM14.
Los principales factores a los que se ha prestado atención en las
AMPs son la investigación, incorporación de las comunidades
locales en la gestión del ecosistema, e incorporación de las
áreas en los planes nacionales de uso de la tierra14.
GEO5
TEMA: BIODIVERSIDAD
POLÍTICA: Aplicación del enfoque ecosistémico (EE) a la gestión de la biodiversidad
La gran variabilidad entre los contextos de los ecosistemas
(debida a variaciones que incluyen la voluntad política y las
capacidades financiera y humana), dificulta la replicación
de experiencias. La comprensión de las condiciones
ambientales específicas en diferentes áreas y los vínculos
entre los sistemas socioeconómicos y políticos pueden
desempeñar un papel en la replicación y transferibilidad
exitosas. En este sentido, la aplicación de lecciones
positivas derivadas de experiencias previas y su adaptación
a los contextos locales, provinciales, nacionales, regionales
o global siempre constituyen una buena práctica.
© Antonio Perera
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by Maria Eugenia Medina. IUCN, Gland,
Switzerland.
Esta nota de política fue elaborada por:
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Oficina Regional para América Latina y el Caribe (PNUMA/ORPALC)
Graciela Metternicht, Maia Leclerc, Silvia Giada, Andrea Salinas.
El capítulo 12 de GEO5 fue escrito por:
Autores coordinadores principales: Keisha Garcia, Joanna Kamiche Zegarra
Autores principales: Ligia Castro, Arturo Flores Martínez, Daniel Fontana Oberling, Elsa Galarza, Alexander Girvan, Ernesto Guhl Nannetti, Gladys
Hernandes, Paul Hinds, Martha Macedo de Lima Barata, Ana Rosa Moreno, Rodrigo Noriega, Maurice Rawlins (Asociado de GEO),
Ernesto Viglizzo.
Autores colaboradores: Dolors Armenteras, Andrea Brusco, Guillermo Castro Herrera, Antonio Clemente (Asociado de GEO), Keston Finch, Silvia Giada,
Mayte González, Mark Griffith, Martin Obermaier, Mary Otto-Chang, Graciela Metternicht, Keith Nichols, Aida Pacheco, Andrea Salinas, Asha Singh,
Michael Taylor, Elisa Tonda, Angel Ureña, Oscar Vallarino, William Wills, Jessica Young.
Esta nota de política se basa en el capítulo 12 del Informe GEO5 “Opciones para América Latina y el Caribe”, publicado por el PNUMA.
Agosto 2012
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
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Ciudad del Saber - Corregimiento de Ancón
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