Redistribución de precipitaciones en bosques de sucesión

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Redistribución de precipitaciones en bosques de sucesión
avanzada de Coihue-Mañío-Tepa, en la cordillera de Los
Andes, Décima Región
Patrocinante: Sr. Carlos Oyarzún O.
Trabajo de Titulación presentado
como parte de los requisitos para
optar al Título de Ingeniero Forestal.
CARMEN PILAR CÁRCAMO DÍAZ
VALDIVIA
2006
1
CALIFICACIÓN DEL COMITÉ DE TITULACIÓN
Patrocinante:
Sr. Carlos Oyarzún Ortega
Nota
6,5
Informante:
Sr. Eduardo Neira Fuentes
6,8
Informante:
Sr. Mauro González Cangas
7,0
El patrocinante acredita que el presente Trabajo de Titulación cumple con los
requisitos de contenido y de forma contemplados en el reglamento de Titulación de la
Escuela. Del mismo modo, acredita que en el presente documento han sido
consideradas las sugerencias y modificaciones propuestas por los demás integrantes
del Comité de Titulación.
____________________________
Sr. Carlos Oyarzún O.
2
ÍNDICE DE MATERIAS
1
2
2.1
2.2
2.2.1
2.2.2
2.2.3
3
3.1
3.1.1
3.1.2
3.1.3
3.1.4
3.2
3.2.1
3.2.2
3.2.3
3.2.4
4
4.1
4.1.1
4.1.2
4.2
4.2.2
4.3
4.3.1
4.3.2
4.4
5
6
INTRODUCCIÓN
MARCO TÉORICO
Ciclo hidrológico
Componentes de la redistribución de las precipitaciones en un
ecosistema forestal
Precipitación directa
Escurrimiento fustal
Intercepción del dosel
DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN
Área de estudio
Características climáticas
Características de los suelos y topografía
Características hidrológicas
Características generales de la vegetación
Metodología
Análisis cuantitativo de los componentes de la redistribución de
precipitaciones
Influencia de las características estructurales y composición de los
bosques en la redistribución
Influencia de las características morfológicas de las especies
vegetales en la redistribución
Análisis estadístico
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Caracterización vegetacional de los bosques
Bosque con Coihue: El Encuentro
Bosque sin Coihue: El Tranque
Análisis cuantitativo de los componentes de la redistribución
Precipitación directa, escurrimiento fustal e intercepción del dosel
Influencia de las características estructurales de los bosques en la
redistribución
Redistribución y parámetros dasométricos
Precipitación directa y cobertura del dosel
Influencia de las características morfológicas de las especies
vegetales en la redistribución
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
3
Página
1
3
3
4
4
5
6
9
9
10
10
10
10
11
11
13
14
16
17
17
17
19
21
22
29
29
30
32
37
38
1
2
3
ANEXOS
Abstract and keywords
Caracterización vegetal de los bosques: Estructura y composición
de especies
Análisis cuantitativo de los componentes de la redistribución
4
RESUMEN EJECUTIVO
En un ecosistema forestal, las precipitaciones son modificadas notablemente por las
características de la cubierta vegetal, ya que se altera la intensidad, cantidad y
distribución de éstas, antes de alcanzar el suelo del bosque. Este proceso, se conoce
con el nombre de redistribución de precipitaciones y presenta tres componentes
esenciales: precipitación directa, escurrimiento fustal e intercepción del dosel (Bonan,
2002). Las dos primeras se relacionan con el agua que llega efectivamente al suelo,
mientras que la intercepción se refiere al agua que es retenida por el dosel, pudiendo
ser devuelta a la atmósfera como evaporación, o bien ser absorbida por el follaje y
hojas de los árboles (Donoso, 1997; Bonan, 2002).
En este contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo principal analizar y comparar
la redistribución de precipitaciones de dos bosques de sucesión avanzada, de
Coihue-Mañío-Tepa, en la cordillera de los Andes, X Región. Para lo cual, se analizó
y cuantificó la cantidad de agua por componente y la influencia de la estructura y
composición de ambas masas boscosas, sobre cada uno de ellos. El período de
estudio compara desde julio del 2004 a junio del 2005, registrando un total de 4.671
mm para la precipitación incidente.
Los valores de la precipitación directa e intercepción del dosel, de los sectores de
estudio, no presentaron diferencias significativas. Sin embargo, el escurrimiento
fustal, si registró diferencias significativas (ρ < 0,01), las que fueron atribuidas a las
características de las especies en que se evalúo este componente y a la
sobreestimación del diámetro de los fustes, ocurrida en el bosque sin Coihue.
En cuanto, a la influencia de la estructura de los bosques en la redistribución, no se
obtuvieron relaciones significativas, entre precipitación directa y cobertura del dosel.
Esto, si ocurrió para el caso de las relaciones entre escurrimiento fustal y las
variables diámetro del árbol y cobertura de líquenes y musgos, las cuales
presentaron correlaciones más altas en el Encuentro (r = 0,89 v/s r = 0,38 en la
relación escurrimiento fustal y DAP; y r = 0,65 v/s r =0,43 en la relación escurrimiento
fustal y cobertura de líquenes y musgos). Las variables altura total y altura comienzo
de copa, no registraron relaciones significativas con el escurrimiento fustal (ρ > 0,01),
en ninguno de los dos sectores, ya que se observó que otras características como
posición sociológica, forma de la copa, forma del fuste y tipo de corteza, modificaban
notablemente el recorrido del flujo de agua, por los fustes.
Finalmente, se encontraron elementos en la estructura de ambos bosques, que
parecen cumplir un rol igualmente importante en la redistribución, los que ameritan
estudios específicos, por la complejidad del tema en cuestión, como por ejemplo:
abundante presencia de epífitas, musgos y líquenes, y especies del sotobosque
como Chusquea culeou.
Palabras claves: redistribución de precipitaciones, estructura del bosque prístino,
intervenciones antiguas, características morfológicas de las especies.
5
1. INTRODUCCIÓN
En un ecosistema forestal, el ciclo hidrológico tiene relación con la producción y
transporte de un flujo de agua permanente, que sea capaz de abastecer los
requerimientos hídricos de los diversos organismos y así permitir, el funcionamiento
del ecosistema en su totalidad (Bonan, 2002). En este contexto, la redistribución de
precipitaciones en bosques, adquiere gran importancia en términos cuantitativos, ya
que es el componente del ciclo hídrico, que aporta mayor cantidad de agua a la
superficie (Davie, 2003).
El agua se distribuye espacialmente en el rodal, una vez que se encuentra con la
cobertura arbórea, lo que se conoce comúnmente, como redistribución de
precipitaciones (Lee, 1980). Esta se subdivide en tres componentes principales, que
son la precipitación directa, el escurrimiento fustal y la intercepción del dosel.
Cuando se realizan intervenciones al interior de los bosques, sobre todo, aquellas
asociadas a la actividad maderera, se provocan cambios en la estructura del rodal,
en la composición de especies, en la dinámica de la regeneración natural y en la
composición y desarrollo del sotobosque (Caldentey et al., 2000), lo que altera la
distribución espacial, intensidad y cantidad de precipitación que llega al suelo. Lo
anterior, varía en forma secuencial, la cantidad de agua que abastece los caudales,
adquiriendo mayor importancia en zonas con marcados períodos secos, pues la
producción de agua depende fundamentalmente, en estos casos, de las
características de la cubierta vegetal (Huber e Iroumé, 2001).
En nuestro país, la información que existe al respecto, está orientada principalmente
al efecto causado por actividades silvícolas en plantaciones de especies exóticas
(por ejemplo: Huber y Oyarzún, 1990, 1999; Huber e Iroumé, 2001, 2002), siendo
escasos los estudios que evalúen este tema en bosque nativo (Huber y Oyarzún,
1992; Huber y Martínez, 1995; Huber e Iroumé, 2001; entre otros), y más aún, en
superficies que contengan bosque adulto. Esto posee un carácter a lo menos
paradójico, considerando que de un total de 13,4 millones de hectáreas de bosque
nativo, la participación de bosque adulto supera el 35% del total (CONAF et al.,
1999).
En la actualidad, el bosque nativo se reduce día a día sobre todo en aquellas zonas
de mayor accesibilidad (Lara et al., 1996), recluyendo poblaciones de bosque
prístino a áreas cordilleranas, donde la pluviosidad anual supera los 4.000 e incluso
5.000 mm. Esto convierte a los bosques prístinos en potenciales reservas de agua,
necesarias de conocer y conservar.
En este contexto, surge la necesidad de evaluar de que forma estos ecosistemas
regulan la cantidad de agua que ingresa a ellos como precipitación y la
redistribución que ésta experimentan una vez que se encuentran con el dosel.
Debido a que los bosques de sucesión avanzada, presentan características
singulares en cuanto a su composición y estructura arbórea, estimando relaciones
1
significativas entre éstas y los componentes de la redistribución (Nadkarni y
Sumera, 2004).
De este modo, el presente trabajo está orientado a analizar y comparar la
redistribución de precipitaciones, de dos bosques de sucesión avanzada, de CoihueMañío-Tepa, que están ubicados en la Cordillera de los Andes, X Región. Para ello,
se plantearon los siguientes objetivos específicos:
a) Analizar cuantitativamente los componentes de la redistribución, para el
transcurso de un año y realizar una comparación entre ambas situaciones;
b) Evaluar la influencia de las características estructurales de los bosques, sobre
los componentes señalados; y
c) Determinar el efecto en la redistribución, de las características morfológicas de
las especies vegetales, presentes en los bosques.
2
2. MARCO TEÓRICO
2.1 Ciclo hidrológico
El agua como elemento vital para todos los organismos vivientes que existen en el
planeta, sigue naturalmente un amplio ciclo bajo tres estados de la materia: sólido,
líquido y gaseoso (López y Blanco, 1976), siendo generalmente simplificado y
analizado bajo el contexto del ciclo de escorrentía o ciclo hídrico, que consta de las
siguientes fases: precipitación, intercepción, escorrentía, infiltración, percolación,
evaporación, transpiración y asimilación por parte de los seres vivos (Davie, 2003;
Lee, 1980, Figura 1).
Precipitación incidente o total
Pt = Intd + Pd + Ef
Evaporación
Intercepción
Transpiración
(1)
Pt = Precipitación Total (mm)
Intd = Intercepción del dosel (mm)
Evaporación
Absorción
Escurrimiento fustal
Pd = Precipitación directa (mm)
Ef = Escurrimiento fustal (mm)
Precipitación directa
Infiltración
Escorrentía
superficial
Percolación
Figura 1. Esquema de los componentes del ciclo hidrológico en un ecosistema forestal, y ecuación de
redistribución para estas superficies (INAB, 2005).
Cada una de estas fases es un elemento fundamental del ciclo hídrico, ya que
permiten la circulación espontánea y continua del agua, que se purifica y retorna
temporalmente a sus fuentes iniciales permitiendo la disponibilidad de este
importante recurso renovable (Llerena, 2005). Esto último, adquiere mayor
importancia, al interior de un ecosistema forestal, pues las etapas del ciclo se
vuelven más complejas, al estar sujetas a un mayor número de factores, modificando
a largo plazo la calidad y cantidad de agua producida.
3
2.2 Componentes de la redistribución de precipitaciones en un ecosistema
forestal
En relación a los aportes de agua que participan en el ciclo hidrológico, dentro de un
ecosistema forestal, la lluvia es aquella que tiene más relevancia entre todas las
formas de precipitación, debido principalmente a los montos en los cuales se produce
(Martínez y Navarro, 1996; López y Blanco, 1976; Davie, 2003).
Desde el momento que la precipitación se encuentra con la cubierta boscosa, sufre
un cambio inmediato, que repercute en la cantidad, la intensidad y distribución
espacial del agua que alcanza el suelo (Donoso, 1997). Este proceso se conoce con
el nombre de redistribución de precipitaciones y presenta tres componentes
esenciales (ver figura 1): precipitación directa, escurrimiento fustal e intercepción del
dosel (Bonan, 2002). Los dos primeros conforman lo que se denomina como
precipitación efectiva.
2.2.1 Precipitación directa
La precipitación directa se define como el agua que llega al suelo a través de las
aperturas en el dosel y mediante el goteo de las hojas, ramas y troncos de los
árboles (Lee, 1980; Bonan, 2002; Davie, 2003; Crockford y Richardson, 2000). Es el
componente de la redistribución, capaz de entregar mayor cantidad de agua al suelo
del bosque (Bonan, 2002), por lo cual posee gran importancia en el crecimiento de
los árboles al representar la principal fuente de agua en un ecosistema forestal.
De esta forma, se estima que en un bosque caducifolio, el agua que alcanza
efectivamente el suelo como precipitación directa corresponde al 85% de la
precipitación total, frente a un 5% registrado para el escurrimiento fustal (Bonan,
2002).
La cantidad y distribución espacial de la precipitación directa, puede afectar la
variación estructural y biológica de estos ecosistemas (Nadkarni y Sumera; 2004),
influyendo indirectamente sobre aspectos como los patrones de distribución de agua
en el suelo, densidad de la vegetación del sotobosque y la distribución de las raíces
finas, entre otros (Ford y Deans, 1978).
Factores determinantes. Los factores que determinan la precipitación directa
están relacionados principalmente con la magnitud y frecuencia de las
precipitaciones, aunque las características del rodal cumplen un rol igualmente
importante en su cuantificación (Thimonier, 1998; Crockford y Richardson, 2000).
Entre ellos destacan la densidad del rodal, la edad y/o estado de desarrollo, estado
fenológico, estado sanitario y especies dominantes.
Algunos estudios revelan que mientras mayor densidad registre un rodal, menor es el
agua que alcanza el suelo como precipitación directa, ya que se estima será mayor la
cobertura del dosel, capaz de interceptar el agua de lluvia. En este contexto, Huber e
Iroumé (2001) observaron valores más bajos de precipitación directa bajo
4
condiciones de mayor densidad, edad y cobertura, lo que está claramente
relacionado con otros factores, como estado fenológico y especies dominantes en el
bosque.
Nadkarni y Sumera (2004) señalan, que las características estructurales del dosel,
como el follaje, ramas y epífitas, también influyen en el volumen y variabilidad
espacial de la precipitación directa, después de encontrar, en bosques con un
avanzado estado de desarrollo, relaciones significativas entre la cantidad de
elementos estructurales de los árboles y el volumen de este componente. Esto tiene
relación con la altura o espesor del dosel, descrito como la estructura tridimensional
de la cobertura del bosque.
Distintos estudios, han demostrado, la relación entre otros elementos de la estructura
del dosel y la distribución espacial de la precipitación directa, determinando la
importancia de variables como la ubicación de los árboles en el bosque (Johnson,
1990), la cobertura de las copas (Ford y Deans, 1978) y los claros en el dosel
(Anderson et al., 1969).
A nivel de árbol individual, aparecen elementos estructurales que influyen en el
rendimiento de la precipitación directa, como por ejemplo el tamaño de la copa, la
forma y orientación de las hojas, el ángulo de las ramas y la forma y rugosidad de la
corteza, entre otros. Éstos, dependiendo de las características que presenten,
podrían participar en el cambio direccional del flujo de agua en el árbol antes de
producirse el escurrimiento fustal, lo que favorecería el goteo desde las hojas y
ramas de los árboles, transformándole en precipitación directa (Crockford y
Richardson, 2000; Thimonier, 1998).
2.2.2 Escurrimiento fustal
El escurrimiento fustal corresponde al agua que alcanza el suelo en forma directa
escurriendo por los troncos (Crockford y Richardson, 2000; Davie, 2003). Representa
una pequeña fracción de la precipitación total que incide en un área boscosa, pero
su producción tiene influencia significativa en la generación de escorrentía, reserva
subsuperficial y humedad del suelo, solución química del suelo y la distribución de la
vegetación del sotobosque y epífitas en algunos ecosistemas (Levia y Frost, 2003;
citados por Manfroi et al., 2004). Además, al ser una entrada de agua localizada,
puede afectar el crecimiento y distribución espacial de la raíz, que se desarrolla a
principios de la primavera (Ford y Deans, 1978; Herwitz y Levia Jr., 1997; citados por
Steinbuck, 2002; Cantú Silva y Okumuram, 1996).
Factores determinantes. El escurrimiento fustal depende principalmente de
las características propias de los árboles, como tamaño del árbol, ángulo de
inserción de las ramas en el fuste, longitud del recorrido del agua desde la copa
hasta la base, forma y tamaño de las copas y espesor y forma de la corteza
(Crockford y Richardson, 2000; Steinbuck, 2002; Manfroid et al., 2004).
5
En el mismo contexto, se han registrado diferencias según especie, y por lo tanto,
según tipo de bosque, encontrándose en plantaciones de Pinus radiata, mayores
cifras que en aquellas de Eucalyptus globulus, por la verticalidad y convergencia de
las ramas al tronco principal (Huber y Oyarzún, 1999). No obstante, se estima que
especies con cortezas lisas retienen menor cantidad de agua, que aquellas con
cortezas rugosas (Bonan, 2002).
Huber y Oyarzún (1992) obtuvieron en bosques siempreverdes, valores de
escurrimiento fustal menores al 2% respecto a la precipitación incidente, lo que fue
atribuido a la irregularidad de las ramas de los árboles, producto de una estructura
multiestratificada propia de bosques nativos, haciendo que el agua escurra por ellas
y se desprenda antes de alcanzar el tronco.
En términos dasométricos, diversos estudios han revelado que los valores de
escurrimiento fustal se ven afectados por el tamaño del árbol, ya sea en diámetro, en
altura, área de copa u otras características, debido a un aumento de la superficie de
captación (Crockford y Richardson, 2000; Steinbuck, 2002).
Sin embargo, Yadav y Mishra (1985, citado por Crockford y Richardson, 2000),
obtuvieron una relación inversa entre escurrimiento fustal y DAP, en un bosque
tropical caducifolio en India Central, donde los árboles más pequeños registraron
valores más altos, en las seis especies evaluadas. Esto sugiere, por lo tanto, que en
algunos casos, el tamaño del árbol es superado por ciertas características
estructurales de los árboles, que producirían la desviación del agua que escurre por
el fuste, ramas y hojas, transformándola en precipitación directa.
En este contexto, Fleischbein et al. (2005), relacionaron características de las ramas
y troncos con la cobertura de epífitas, definiendo al conjunto de características
morfológicas de los árboles, como la capacidad de escurrimiento fustal. El resultado
mostró que a mayor cobertura de epífitas en los troncos y ramas, se redujo
significativamente la capacidad de escurrimiento fustal.
Otro factor importante a considerar, especialmente en bosques naturales, es la
densidad y composición del sotobosque, ya que al formar parte de la estructura del
rodal, podría cumplir un rol importante en la redistribución, según lo señala Manfroi et
al. (2004). Los autores encontraron que el 77% del escurrimiento fustal provenía de
las especies de sotobosque, las cuales se presentaban en gran densidad superando
las 6.000 plantas por hectárea. Este valor se produjo después de promediar eventos
de lluvia superiores a 20 mm, durante dos años.
2.2.3 Intercepción del dosel
Según Donoso (1997), la intercepción del dosel se define como la primera
modificación que experimenta el agua de lluvia que podría alcanzar el suelo y ser
utilizada por las plantas; es una cierta cantidad de agua que es retenida por la
vegetación, durante la lluvia misma. Por lo tanto, las pérdidas de agua por éste
concepto, corresponde a la precipitación interceptada temporalmente por el dosel, y
6
que puede ser devuelta a la atmósfera por evaporación o bien absorbida por el follaje
y hojas de los árboles (Bonan, 2002).
Factores determinantes. Las características de la lluvia como intensidad,
frecuencia y duración, influyen significativamente en el proceso de intercepción,
especialmente cuando se evalúan eventos de precipitación (Bonan, 2002). No
obstante, las características de la cobertura boscosa cumplen un rol fundamental en
la cantidad de agua retenida, identificando una serie de elementos que participan en
la capacidad de retención del dosel, como: la estructura del bosque, la composición
florística, la arquitectura de las especies, el crecimiento de epífitas y líquenes, el
estado fenológico y el estado sanitario (Crockford y Richardson, 2000; Nadkarni y
Sumera, 2004).
Existen otros factores que participan en el proceso de intercepción, y se relacionan
con la regulación de la evaporación desde la superficie vegetal, destacando la
velocidad y dirección del viento y la temperatura y humedad del aire (Crockford y
Richardson, 2000).
En general, cerca de 10-20% de la precipitación anual es interceptada por un bosque
(Bonan, 2002). De esta forma, en plantaciones de P. radiata, por ejemplo, se estima
que en días donde la intensidad de precipitación es menor a 1 mm/día, la
intercepción alcanza porcentajes cercanos al 100% (Huber y Oyarzún, 1990).
En bosques siempreverdes multiestratificados, Huber y Oyarzún (1992) registraron
un porcentaje de intercepción equivalente al 30% de la precipitación incidente, lo que
fue atribuido a la gran estratificación, altura del bosque, cantidad de musgos y
líquenes adheridos a las ramas y troncos, y la densidad del sotobosque.
Sin embargo, Rutter et al. (1975), señalan que la capacidad de almacenamiento del
dosel es relativamente pequeña, lo que hace que las copas se saturen
completamente, después de intensas precipitaciones, ocurriendo pérdidas por
intercepción sólo si existe déficit de saturación del ambiente.
Por lo tanto, durante las temporadas de otoño e invierno, cuando la precipitación total
registra los valores más altos, la saturación de los doseles es más rápida, por efecto
de la mayor humedad del aire, lo que dificulta la evaporación del agua retenida. Las
pérdidas por intercepción disminuyen bajo estas condiciones, y el continuo
movimiento de los árboles, a causa del viento (velocidad y dirección) favorece el
rendimiento del agua que llega al suelo, es decir, aumentan los valores de la
precipitación directa y escurrimiento fustal, durante los meses más lluviosos
(Crockford y Richardson, 2000).
Contrariamente, la temporada estival trae consigo menor cantidad de precipitación,
acompañada por niveles más altos de radiación solar que favorecen la
evapotranspiración, aumentando la capacidad de los bosques para interceptar la
lluvia y devolverla de esta forma, eficientemente a la atmósfera (Bonan, 2002).
7
En otro contexto, Huber e Iroumé (2001) obtuvieron diferencias en las pérdidas por
intercepción, al comparar rodales del sur de Chile, que contenían bosques nativos y
plantaciones de especies introducidas. Los resultados para la relación edad v/s
intercepción, mostraron después de nueve años de estudio un aumento porcentual
de un 11% en la plantación de Pinus radiata y una reducción del 11% en el bosque
nativo, relacionada con los cambios estructurales que desarrolla la especie y la
dinámica natural de los bosques naturales, respectivamente. Sin embargo, los
valores registrados en este último tipo de bosque, fueron mayores durante todos los
años de estudio superando el 25% de la precipitación total.
La disminución de los valores de intercepción en el bosque de Roble-Raulí-Coihue,
estudiado por Huber e Iroumé (2001), fue atribuida a la floración de la especie
Chusquea quila, donde se produce la muerte de los especimenes una vez
completada la etapa reproductiva, lo que permite comprender la complejidad de los
bosques naturales y consecuentemente los numerosos factores que influyen en la
redistribución.
Por otro lado, algunos autores han registrado valores negativos de intercepción
(Crockford y Johnson, 1983, Smith, 1974; citados por Crockford y Richardson, 2000,
Germen et al. 2005), especialmente en bosques situados en laderas o en altitudes
superiores, lo que se atribuye a la participación de la denominada precipitación
oculta. Este componente, deriva principalmente de los aportes provenientes de la
neblina (Pool y Moore, 1991, citado por Crockford y Richardson, 2000; Oyarzún et
al., 2004), la cual provoca cambios en la mayoría de las variables que regulan el ciclo
hídrico, como reducción de la radiación solar incidente, reducción de la
evapotranspiración mediante el aumento de la humedad relativa del aire y el
consecutivo incremento de la precipitación directa (Martínez y Navarro, 1996).
8
3. DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN
3.1 Área de estudio
El estudio se llevó a cabo en dos microcuencas experimentales instaladas por el
proyecto FORECOS 1, en el predio San Pablo de Tregua, Décima Región. Esta
propiedad se encuentra inserta en la comuna de Panguipulli, y pertenece al Centro
Experimental Forestal de la Universidad Austral de Chile. Su ubicación geográfica
está entre los 39º 30’- 39º 38’ latitud sur y los 72º 02’-72º 09’ de longitud oeste
(Gayoso, 1997), a altitudes que fluctúan entre los 550 y 1.600 m s.n.m (Lara et al.,
2002).
Los sectores donde se ubican las microcuencas son El Tranque (sector sin Coihue) y
El Encuentro (sector con Coihue), dentro de los cuales se delimitaron
respectivamente dos parcelas experimentales de 1.000 m2, que fueron instaladas el
año 2002. La Figura 2 muestra en detalle la ubicación de los sectores, los límites de
las microcuencas y parcelas experimentales.
Figura 2. Ubicación de las parcelas experimentales en las microcuencas de estudio dentro del predio
San Pablo de Tregua.
Las características geomorfológicas, ubicación georeferencial y superficie total de las
microcuencas, son presentadas a continuación en el Cuadro 1.
1
Grupo de investigación patrocinado por la iniciativa científica Milenio de MIDEPLAN.
9
Cuadro 1. Características geomorfológicas, ubicación y superficie total de las microcuencas de
estudio.
Microcuenca
Altitud (m)
Coordenadas
Mínima
El Encuentro
El Tranque
39º36' S - 72º05'O
39º35' S - 72º04'O
Máxima
Parcela
Exposición
parcela
800
925
850
220º SW
700
750
700
65º NE
Superficie
Total (ha)
73, 12
5,01
3.1.1 Características climáticas
Según Fuenzalida (1963) esta zona se caracteriza por presentar un clima templado
lluvioso de montaña, con una suave influencia mediterránea, donde se producen
altas precipitaciones anuales que promueven inviernos húmedos, pero veranos muy
cortos y secos. La temperatura anual promedio es de 11ºC, mientras que la mínima
promedio del mes más helado (agosto) es 5ºC y la máxima promedio del mes más
cálido (febrero) es 20ºC (Lara et al., 2002).
Anualmente la precipitación alcanza entre 4.000 y 5.000 mm, siendo los meses más
lluviosos mayo, junio, julio y agosto, en los cuales cae cerca del 50% del total anual
(Lara et al., 2002). A partir de los 1.000 m s.n.m. son frecuentes las precipitaciones
sólidas (nieve) durante el invierno. Los vientos predominantes en esta temporada
provienen del norte, mientras que durante la época estival predominan los vientos sur
y suroeste (Lara et al., 2002).
3.1.2 Características de los suelos y topografía
Schlatter (1975) establece que dentro del predio, más del 90% (2.000 ha) de la
superficie se encuentra dentro de la serie Liquiñe, que corresponde a suelos
profundos a moderadamente profundos, sueltos, de buen drenaje y de alta capacidad
de retención de agua. Son suelos derivados de cenizas volcánicas modernas,
estratificadas, con un estrato pronunciado de pumicita, sedimentadas sobre rocas
andesíticas-basálticas. En cuanto a la topografía, en general, el terreno es de tipo
montañoso y de topografía compleja.
3.1.3 Características hidrológicas
El predio presenta dos ríos principales, que se alimentan de numerosos arroyos, y
que corresponden a los límites naturales del lugar. Éstos se conocen con el nombre
de Panco, que delimita el sur del predio y Ranguintulelfu, situado en el límite norte.
3.1.4 Características generales de la vegetación
En términos generales, la vegetación dominante en ambas superficies está
representada principalmente por bosque adulto, perteneciente al tipo forestal CoihueRaulí-Tepa.
10
Ambos sectores se caracterizan por encontrarse en un avanzado estado sucesional,
presentando individuos dominantes de especies tolerantes como tepa (Laurelia
philippiana), mañío hembra (Saxegothaea conspicua) y trevo (Dasyphyllum
diacanthoides) (Lara et al., 2002), los cuales probablemente crecieron bajo la sombra
de individuos intolerantes (Nothofagus dombeyi y/o N. alpina), que actualmente son
de gran tamaño y se presentan como emergentes en el dosel superior.
Las especies de sotobosque en estas condiciones son muy escasas, al igual que la
regeneración arbórea bajo dosel, no obstante, la estabilidad del sistema permite la
existencia de plantas epífitas y trepadoras, destacando por su dominancia la canelilla
(Hydrangea serratifolia), el pipil voqui (Capsidium valdivianum), la botellita (Mitraria
coccinea) y diversas especies de quilineja (Luzuriaga sp.) (Lara et al., 2002).
3.2
Metodología
3.2.1 Análisis cuantitativo de los componentes de la redistribución de precipitaciones
Los montos de cada uno de los componentes de la redistribución, fueron
determinados a partir de un registro que se inició en julio del año 2004 y finalizó en
junio del 2005, el cual contiene valores de precipitación incidente, precipitación
directa, escurrimiento fustal e intercepción del dosel.
Los métodos utilizados para medir cada uno de los componentes, se describen a
continuación:
Precipitación incidente. Los valores corresponden a un registro continuo de la
cantidad de agua (mm), a partir de un pluviógrafo HOBO ® de 200 cm2 de superficie,
con conexión directa a un Data Logger, instalado a 1,3 m sobre el nivel del suelo. La
altitud registrada para el lugar fue de 775 m s.n.m, y correspondió a una zona de
pradera cercana a los sectores de estudio (Figura 2).
Precipitación directa. Se instalaron 21 pluviómetros totalizadores en cada una
de las parcelas, ubicados en forma reticulada al centro de ellas, y dispuestos en tres
hileras con separación de cinco metros entre sí, según los procedimientos
recomendados por Kleemola y Soderman (1993). Sin embargo, sólo 16 de ellos
fueron incluidos en el estudio, pues los cinco restantes, estaban destinados a la
evaluación de la composición química del agua.
Para reducir la evaporación del agua recolectada, los colectores fueron diseñados de
PVC blanco y con una malla en la parte superior del embudo.
La Figura 3 muestra la disposición de los pluviómetros y el detalle de uno de éstos,
en la parcela (ver también figuras 1 y 2, Anexo 2).
11
Figura 3. Disposición de los pluviómetros en la parcela experimental. A la derecha se incluye el
detalle de uno de los totalizadores utilizados en el estudio.
La recolección de los datos se realizó en forma continua, registrando sólo la cantidad
mensual de agua caída (mm).
Escurrimiento fustal. Los datos fueron recolectados mensualmente, con los
cuales se construyó un registro para la cantidad de agua caída (litros). La
metodología para la medición del escurrimiento fustal, incluyó collares de plástico
ajustados en espiral alrededor del tronco, que se prolongaban y conectaban
directamente a un recipiente graduado ubicado en la base del árbol (ver Figura 4).
Figura 4. Método de medición del escurrimiento fustal y el detalle de un recolector de agua dentro de
la parcela experimental, (abril del año 2005).
12
En el Encuentro se eligieron diez árboles de las especies más representativas
estadísticamente 2, mientras que en el Tranque se seleccionaron nueve individuos.
En ambos casos, la elección se realizó de acuerdo a la frecuencia de las clases
diamétricas del sector, obtenidas después de un análisis previo.
Intercepción del dosel. Se determinó en forma indirecta a partir de la siguiente
fórmula (Huber e Iromé, 2001):
Intd = Pt – (Pd + Ef)
(2)
Donde:
Pt:
Intd:
Pd:
Ef:
Precipitación total (mm).
Intercepción del dosel (mm).
Precipitación directa (mm).
Escurrimiento fustal (mm).
Esto permitió obtener valores mensuales de la intercepción del dosel, para cada
parcela.
3.2.2 Influencia de las características estructurales y composición de los bosques
en la redistribución
Caracterización vegetacional. Debido a que la redistribución depende en gran
medida de las características estructurales y composición de los bosques, se realizó
la medición de los parámetros dasométricos en las parcelas instrumentalizadas
(permanentes). Además, complementariamente se establecieron parcelas
temporales (tres parcelas por sector), lo que permitió caracterizar de mejor forma las
distintas situaciones.
De este modo, se establecieron cuatro parcelas rectangulares de 1.000 m2 (50 x 20
m) cada una, incluyendo la parcela instrumentalizada, con el lado más largo a favor
de la pendiente. Las características evaluadas fueron el diámetro a la altura del
pecho (DAP), la altura total de los individuos y la altura comienzo de copa viva,
mientras que, el criterio de selección para la medición de estas variables, consideró
árboles vivos mayores a 5 cm de DAP. Junto con ello, se determinó la especie
arbórea y la posición sociológica que éstos ocupaban dentro de la estructura vertical,
modificando la clasificación de Kraft respecto a la categoría de árbol suprimido, la
que fue reemplazada por “sumergido”, para aquellos individuos ubicados en el
estrato inferior del dosel (Donoso, 1993). Esto debido a que los bosques evaluados
corresponden a estructuras multiestratificadas, con especies que se desarrollan bajo
distintos hábitos de crecimiento, y no necesariamente se encuentran en condiciones
desfavorables para su desarrollo.
2
Comunicación personal Dr. Carlos Oyarzún O., Instituto de Geociencias, Universidad Austral de
Chile.
13
Para la evaluación del sotobosque y regeneración de especies arbóreas, se utilizó la
información obtenida en las parcelas temporales, con el fin de evitar la subestimación
en el número de plántulas, ya sea por efecto del reemplazo de éstas por los
instrumentos de medición y/o pérdida eventual, por el tránsito de visitantes. De esta
forma, se establecieron seis subparcelas de 5 m2 cada una (2,5 x 2,5 m), dispuestas
al interior de las parcelas temporales de 1.000 m2, las cuales fueron divididas
imaginariamente en dos partes iguales, donde se incluyeron tres subparcelas en
cada lado. La distancia entre ellas fue de 10 m.
Precipitación directa y cobertura del dosel. Para determinar como influye la
estructura del dosel sobre los valores de precipitación directa, se determinó sobre
cada pluviómetro el porcentaje de cobertura del dosel, en un área de 25 m2 (5 x 5 m,
ver figuras 1 y 2 del anexo 2), con el fin de establecer una relación entre esta variable
y la cantidad de agua que registró cada instrumento, durante el período de estudio.
El porcentaje de cobertura fue determinado a través de un densiómetro esférico. Este
instrumento consta de un espejo convexo seccionado en 24 cuadrados, con el cual
se obtiene un valor promedio de cobertura, mediante cuatro mediciones (una por
orientación N, E, S y O). De esta forma, se contabilizaron las secciones sin cobertura
vegetal, para luego insertarlas en la siguiente fórmula 3:
% cobertura = 100% - (Nº cuadrados sin cobertura x 4,17) (3)
Junto con ello, se representó gráficamente la distribución horizontal de las copas,
mediante la medición de los radios de copas en las direcciones N, NE, E, SE, S, SW,
W, NW. El croquis fue realizado mediante el programa computacional AutoCAD
versión 2004.
3.2.3 Influencia de las características morfológicas de las especies vegetales en la
redistribución
Escurrimiento fustal y árbol individual. En cuanto al análisis del escurrimiento
fustal, se realizó la clasificación respectiva de las variables: tipo de corteza, forma de
la copa y forma del fuste, como se presenta en el Cuadro 2. Además, se evalúo
simultáneamente la cobertura de epífitas y líquenes sobre los troncos de cada uno de
los árboles.
3
Extracto: Robert Lemmon, Forest Densiometer Instruction Sheet.
14
Cuadro 2. Clasificación de las variables para el escurrimiento fustal, a nivel de árbol individual.
Características
Tipo de Corteza
Categorías Código
Muy Rugosa
1
Rugosa
2
parcialmente
Lisa
3
Regular
Forma de la Copa
Forma del fuste
Incompleta
regular
Incompleta
irregular
Descripción
Alta rugosidad, con grietas profundas o semiprofundas
Rugosidad media, grietas pequeñas y superficiales
Corteza lisa, sin rugosidad aparente
Copa globosa y proporcionada
en todas direcciones
Más del 50% de su copa viva y presente
en forma proporcionada
3
2
1
Recto
1
Semi-curvo
2
Sinuoso
3
Más del 50% de su copa muerta o ausente
Forma cilíndrica, sin curvaturas
dispuesto en un eje central
Una curvatura respecto al eje,
ausencia de deformaciones sobre 1,5 m
Con 2 o más curvaturas respecto al eje
y cualquier tipo de deformación sobre 1,5 m
La metodología utilizada para el caso de la cobertura de epífitas y líquenes
contempló 10 subparcelas de 100 cm2 (10 x10 cm) por cada exposición, cubriendo
una superficie total de 4.000 cm2, por árbol. La estimación se efectúo a través de la
escala de Braun-Blanquet con una regla graduada, dividida en 10 cuadrantes,
colocada sobre el tronco del árbol a una altura de 2 m de la superficie del suelo. La
Figura 5 ejemplifica más claramente la metodología aplicada.
Figura 5. Medición de la cobertura de epífitas y líquenes sobre troncos de árboles de e. fustal.
15
3.2.4 Análisis estadístico
Los valores obtenidos para los componentes de la redistribución, en cada sector,
fueron contrastados mediante la prueba T (Student) para muestras independientes.
Esto, después de verificar que la distribución de las poblaciones representadas,
correspondían a distribuciones normales. La prueba estadística que entregó esta
información, se denomina Shapiro-Wilk y es aplicada en muestras con un “n” menor
o igual a 50 (ver Anexo 3, Cuadro 3).
De esta forma, la hipótesis nula afirmó que los valores de los componentes de la
redistribución fueron iguales en ambos sectores, en contraste con la hipótesis
alternativa que eran distintos. Los resultados de la diferencia entre componentes, en
los bosques de estudio, son presentados en la sección 4.2.
Por otro lado, junto con la normalidad, otro aspecto que se considera al momento de
contrastar supuestos, es la homocedasticidad u homogeneidad de varianzas, la cual
fue analizada en este estudio a través de la prueba de Levene 4 (Cuadro 4, Anexo 3).
El análisis demostró homocedasticidad en la precipitación directa e intercepción del
dosel, lo que no se cumplió para el caso del escurrimiento fustal. Este aspecto es
corregido automáticamente por el Software estadístico, entregando un nuevo valor
de “T”, lo que permite realizar un análisis posterior para la diferencia de medias.
Junto con ello, se realizaron regresiones simples, según las variables evaluadas,
utilizando como parámetros de comparación los valores de los coeficientes de
determinación (R2) y correlación (r), identificando la significancia de la ecuación
resultante.
4
Estadístico entregado automáticamente por el Software SPSS, al contrastar supuestos con la
prueba T.
16
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.1 Caracterización vegetacional de los bosques
4.1.1 Bosque con Coihue: El Encuentro
Debido a que este bosque corresponde a un rodal con un avanzado estado de
desarrollo (ver Figura 3, Anexo 2), se observó un estrato emergente de Nothofagus
dombeyi (coihue) sobre un dosel de especies tolerantes a la sombra, tales como
Laurelia philippiana (tepa) y Saxegothaea conspicua (mañío). Éstas se distribuyen
abundantemente en el bosque, en los distintos estratos, aunque sólo en el caso de
tepa, se registró gran cantidad de regeneración, la cual presentó un valor de 65.000
plántulas por hectárea (ver Cuadro 3, Anexo 2).
La distribución diamétrica para todas las especies mostró que el mayor número de
individuos se concentra en las clases diamétricas inferiores y está representado
principalmente por L. philippiana. Mientras que, los árboles de grandes diámetros se
presentan en menor proporción y corresponden a individuos de S. conspicua y N.
dombeyi (Cuadro 1, Anexo 2). Por lo tanto, la curva de distribución diamétrica se
asemeja a una J inversa (ver Figura 3, Anexo 2), la que indicaría una estructura
típica de bosques multietáneos (Donoso, 1993).
En este tipo de bosques, se produce alta mortalidad de árboles jóvenes (< 30 cm de
diámetro), debido a que se enfrentan, a una gran competencia por los requerimientos
hídricos, nutricionales y de luminosidad, lo que provoca inevitablemente disminución
en el número de individuos (Donoso, 1993; Donoso 2002; Leak, 2002). Esta
situación, está relacionada con el porcentaje de cobertura del dosel, que en este
bosque fue cercana al 96% (valor promedio, ver Cuadro 11, Anexo 2). La densa
cobertura genera condiciones de baja luminosidad, donde las especies tolerantes a
la sombra se ven favorecidas.
De este modo, se observó, que tanto los árboles emergentes como los dominantes,
poseían grandes copas (ver Figura 1 del Anexo 2), que incluso superaban los 20 m
de diámetro. Esto fue registrado únicamente para la parcela instrumentalizada,
donde la descripción detallada de los factores que se relacionan con la redistribución,
se vuelve fundamental para el posterior análisis.
Por otra parte, respecto al área basal del rodal, ésta fue mayor que la del bosque sin
Coihue en un 13,78% (Cuadros 1 y 2 del Anexo 2), debido principalmente al aporte
significativo de los árboles de esta especie. Esto da a conocer, que el área basal
para ambos sectores es muy similar, obteniendo diferencias en la estructura
cuantitativa, casi exclusivamente por el número de árboles por superficie.
Los cuadros 3 y 4 muestran el área basal obtenida para el Encuentro, la cual fue de
114,16 m2/ha, de los cuales el 26,2% es aportado por L. philippiana, el 58,2% por S.
conspicua, 15,6% por N. dombeyi y el 0,01% restante, lo constituyen algunos árboles
17
aislados de Dasyphyllum diacanthoides (trevo), que se mantienen en el estrato
inferior del dosel (altura media 8,4 m y DMC de 7,6 cm).
Estos valores verifican lo explicado anteriormente, respecto al aporte significativo de
la especie N. dombeyi, además de revelar la estructura que posee el rodal, en
términos dasométricos.
Cuadro 3. Resumen características dasométricas, según Posición Sociológica, para El Encuentro.
POSICION SOCIOLOGICA
Densidad
Nºarb/ha
Área Basal
(m2/ha)
DMC (cm)
Altura
Media (m)
Emergente
Dominante
Codominante
Intermedio
Suprimido
8
75
80
63
192
17,77
52,27
36,12
5,69
2,29
98,00
53,15
42,78
19,22
6,95
38,0
18,9
20,2
13,5
7,2
TOTAL
418
114,16
32,32
19,6
Cuadro 4. Resumen características dasométricas, según Especie, para El Encuentro.
Especie
Laurelia philippiana
Saxegothaea conspicua
Nothofagus dombeyi
Dasyphyllun diacanthoides
TOTAL
Densidad
Nºarb/ha
Área Basal
(m2/ha)
328
78
8
29,92
66,39
17,77
DMC (cm)
19,24
58,92
98,00
Altura
Media (m)
13,5
19,6
38,0
5
0,07
7,60
8,4
418
114,16
32,32
19,9
La altura media y el diámetro medio cuadrático (DMC), permiten tener una
percepción del promedio en altura y DAP, de los árboles del rodal, lo cual se
relaciona directamente con la cantidad de agua que ingresa al sistema (escurrimiento
fustal), ya que se espera mayor rendimiento, cuando estos parámetros tienen valores
más altos (Huber e Iroumé, 2001, Manfroid et al., 2004).
En este caso, el bosque prístino presentó mayor proporción de árboles con grandes
diámetros y altura, lo que aumentó el valor promedio de los parámetros
mencionados.
Otra característica importante, sobre todo si se pretende evaluar los efectos de
bosques naturales sobre la redistribución de precipitaciones, se refiere a la presencia
de especies del sotobosque (Huber y Oyarzún, 1984; Manfroid et al., 2004). La
frecuencia, abundancia y sobre todo, altura de éstas, pueden causar mayor
intercepción de precipitación por efecto del dosel, modificando directamente los
aportes de agua al suelo, según las características morfológicas de la especie (Cantú
Silva y Okumura, 1996). No obstante, a diferencia del Tranque, este sector presentó
18
baja proporción de sotobosque, con alturas que no superan los 50 cm, como se
muestra en el Cuadro 5, del Anexo 2.
4.1.2 Bosque sin Coihue: El Tranque
Al observar los resultados obtenidos para este sector (cuadros 5 y 6) y compararlos
con los del Encuentro, es posible distinguir en el Tranque, un bosque con mayor
número de árboles por superficie, menores diámetros y área basal, ausencia de
individuos emergentes y presencia de individuos semitolerantes e intolerantes a la
sombra (luma, coihue y colihue), establecidos una vez abierto el dosel, tras la
formación de claros. Se observa además, un grupo de individuos con diámetros entre
5 y 50 cm, reclutados bajo condiciones de mayor luminosidad, y que representan, en
su mayoría, el estrato intermedio del bosque. Éstos poseen menores diámetros de
copa (Figura 2 y Cuadro 15, del Anexo 2), pero se presentan en mayor cantidad,
como se observa en el Cuadro 5.
Cuadro 5. Resumen características dasométricas, según Posición Sociológica, para sector El
Tranque.
POSICION SOCIOLOGICA
Densidad
Nºarb/ha
Área Basal
(m2/ha)
DMC (cm)
Altura
Media (m)
Emergente
Dominante
Codominante
Intermedio
Sumergido
0
130
165
313
293
0,00
79,26
10,25
5,14
3,78
0,00
49,71
15,86
8,16
7,24
0,0
21,8
12,2
8,7
8,2
Total
900
98,42
21,05
12,7
En cuanto a la regeneración, las especies que se han visto favorecidas bajo la
constante transformación del ecosistema, según orden de importancia, son M.
planipes (patagua), L. philippiana, D. diacanthoides y S. conspicua (Cuadro 4, Anexo
2), a las cuales se suma la especie Chusquea culeou (colihue), la que presentó
mayor cobertura, que la encontrada en el bosque con Coihue (Cuadro 6, Anexo 2).
En el caso de M. planipes, se produce un fenómeno que podría estar relacionado con
las características de la especie y condiciones ambientales del sector, ya que de
acuerdo a los antecedentes que se tienen de ella, esta especie prefiere sitios
húmedos y sombríos (Donoso, en prensa), por lo que su presencia en el Tranque
tendría relación con la mayor humedad del sector.
Por otro lado, como se mencionó anteriormente, el área basal registrada en el
Tranque, fue menor que la del Encuentro (114,16 m2/ha v/s 98,42 m2/ha), lo que se
relaciona con la proporción más baja de individuos con grandes diámetros. Esta
hipótesis, si bien podría explicarse por la antigua extracción de árboles de raulí en la
zona, se debilita al no encontrar tocones en las parcelas, lo que amerita un estudio
en mayor profundidad.
19
Las especies que poseen mayor participación dentro del bosque, en cuanto al área
basal, son S. conspicua, L. philippiana y D. diacanthoides con un 31,8%, 29,8% y
26,3% respectivamente, seguidas de M. planipes, N. dombeyi y A. luma que suman
entre todas un porcentaje no superior al 12%.
Los parámetros descriptivos como DMC y altura media, que se muestran en el
Cuadro 6, permiten determinar, por otra parte, que este sector contiene mayor
número de árboles, con diámetros y alturas inferiores, sin olvidar que junto con ellos
existen individuos que poseen grandes diámetros y que fueron registrados durante el
muestreo (ver Cuadro y Figura 2, del Anexo 2).
Cuadro 6. Resumen características dasométricas, según Especie, para sector El Tranque.
Especie
Laurelia philippiana
Saxegothaea conspicua
Dasyphyllun diacanthoides
Nothofagus dombeyi
Myrceugenia planipes
Amomyrtus luma
TOTAL
Densidad
Nºarb/ha
Área Basal
(m2/ha)
DMC (cm)
Altura
Media (m)
270
75
43
8
495
10
29,38
31,33
25,96
0,03
11,68
0,04
21,00
41,14
49,75
4,23
9,78
4,23
14,1
17,1
21,9
6,2
9,5
6,2
900
98,42
20,90
12,5
Así, M. planipes aparece como la especie más frecuente dentro del bosque, con un
DMC que no supera los 10 cm y una altura media igual a 9,5 m. Luma, trevo y
coihue, revelan que existen áreas en el dosel con baja cobertura, lo que pudo
haberse generado por sucesos naturales, como caída de árboles o ramas.
En cuanto al sotobosque, la especie más importante de destacar, corresponde a Ch.
culeou, la cual a pesar de registrar, un promedio entre 6 y 25% de cobertura (ver
Anexo 2, Cuadro 6), se presentó de forma más abundante en la parcela
instrumentalizada, donde no se realizó la medición del sotobosque (ver sección
3.2.2). En general, la presencia de especies del género Chusquea, en bosques
nativos se relaciona con distintos sucesos que producen la apertura del dosel, por lo
que es lógico atribuir el crecimiento de Ch. culeou a la formación de claros en el
bosque, tras la caída de árboles adultos o quiebre de grandes ramas. Esto se puede
observar en la Figura 4 del Anexo 2, donde se presentan fotografías de la cobertura
sobre cada uno de los pluviómetros.
La importancia del colihue en este caso, tiene que ver con la altura y la cobertura que
alcanza, ya que influiría tanto en la regeneración de otras especies, como en los
montos de la redistribución (Cantú Silva y Okumura, 1996).
20
4.2 Análisis cuantitativo de los componentes de la redistribución
4.2.1 Precipitación total
Durante el período de estudio (julio 2004 – junio 2005), la precipitación incidente
(total) fue de 4.671 mm. Este valor anual está dentro del rango considerado como un
año normal para esta zona, según lo señalado por Lara et al. (2002). Los valores
mensuales mínimo y máximo, ocurrieron respectivamente, en los meses de febrero
(4,5 mm) y mayo 2005 (898 mm, Figura 7).
No obstante, al comparar los resultados obtenidos con aquellos registrados por Neira
(2005) en renovales cercanos al área de estudio, se observaron diferencias en los
meses de mínima y máxima. Esto, debido a que el período evaluado por este autor,
durante abril 2003 y abril 2004, presentó los valores extremos durante los meses de
enero y junio, con un 2,7% y un 21,7% de la precipitación total, en contraste con un
0,09% y un 19,2% obtenido en este estudio, para los meses de febrero y mayo,
respectivamente.
La razón de esta diferencia, podría tener relación con dos eventos climáticos
particulares acontecidos en el año 2005 y que afectó directamente la zona de
estudio. Este se refiere a un aumento de la temperatura promedio en los meses de
verano y la posterior caída de nieve en el período invernal (junio). Ambos fenómenos
causan disminución de la precipitación pluvial dando como resultado, valores de
menor magnitud en ambos casos (Davie, 2003).
La figura 7 presenta la variación anual obtenida para la precipitación total, durante el
período de estudio, mientras que los valores para esta variable y los demás
componentes de la redistribución, se presentan en los cuadros 1 y 2 del Anexo 3.
21
Cantidad de agua (mm)
1000
900
800
700
600
500
400
300
200
100
0
JUL
AGO SEPT OCT
NOV
DIC
ENE
2004
FEB
MAR
ABR
MAY
JUN
2005
Meses del Año
Figura 7. Cantidad de agua caída como precipitación total, durante julio 2004 y junio 2005, en el área
de estudio.
De esta forma, el 42,2% de las precipitaciones se registraron durante el invierno
(junio, julio, agosto), el 27,2% en otoño, el 22,4% en primavera y sólo el 8,1% en
verano, siguiendo la tendencia del curso anual (Figura 9).
4.2.2 Precipitación directa, escurrimiento fustal e intercepción del dosel
Los valores totales para el período de estudio, de cada uno de los componentes,
obtenidos en ambos sectores, son presentados en el Cuadro 3 del Anexo 3, donde
es posible observar que las entradas de agua al ecosistema (precipitación directa y
escurrimiento fustal), fueron mayores en el bosque sin Coihue en un 3,53% (ver
también el Cuadro 1 del Anexo 3). Esto igualmente se observa en la Figura 8, donde
se muestran los porcentajes para cada componente en relación a los valores de la
precipitación total.
El análisis estadístico realizado a partir de los valores mensuales de la precipitación
directa e intercepción del dosel, determinó que no existen diferencias significativas
entre los sectores (Cuadro 4, Anexo 3). Sin embargo, los valores del escurrimiento
fustal, si registraron diferencias significativas (p<0,01).
22
El Encuentro
El Tranque
Intd
20,5%
Ef
1,03%
Ef
0,3%
Pd
79,3%
Intd
16,95%
Pd
82,03%
Figura 8. Participación porcentual de los componentes de la redistribución de precipitaciones en
relación a la precipitación total, obtenidos en los sectores de estudio.
De esta forma, en el caso de la precipitación directa, el porcentaje que se obtuvo
para el Encuentro fue de 79,3% y de 82,03%, para el Tranque. Estos montos se
encuentran en el límite superior del rango de valores, registrados por otros estudios
similares, realizados en bosque nativo en el sur de Chile. Por ejemplo, si se compara
con el bosque de Roble-Raulí-Coihue de la reserva forestal Malalcahuello, (Huber e
Iroumé, 2000), el porcentaje registrado en ese estudio fue equivalente al 66% de la
precipitación total, muy similar a los 69,9% y 68,5% encontrado por Huber y Oyarzún
(1992), en un bosque siempreverde cercano a la ciudad de Valdivia.
Esto podría explicarse por la ubicación de las parcelas de estudio, que corresponde a
un área cordillerana de alta pluviosidad anual, sobre los 700 m de altitud y bajo un
régimen hídrico, que presenta inviernos muy húmedos y veranos muy cortos y secos
(Fuenzalida, 1963); por lo que las pérdidas por intercepción, se ven disminuidas
durante gran cantidad del año, debido a la constante nubosidad, que produce gran
humedad del aire y baja radiación solar, reduciendo simultáneamente el intercambio
de materia y energía con el ambiente (Nadkarni y Sumera, 2004).
Todo esto, se puede comparar con lo documentado por Oyarzún et al., (2004) en un
bosque de Nothofagus betuloides de la cordillera de los Andes (X región), donde los
valores de precipitación directa aumentaron considerablemente (94,3% respecto a la
precipitación total), bajo condiciones de alta pluviosidad anual (promedio de 7.000
mm), bajas temperaturas (4,5°C de temperatura media) y numerosos días de neblina,
que aumentaban significativamente la humedad del aire.
Por otra parte, el porcentaje de escurrimiento fustal en ambos sectores resultó muy
pequeño en relación a la precipitación total, lo que coincide con lo obtenido en
bosques siempreverdes, por Huber y Oyarzún (1992) y Huber e Iroumé (2001). Estos
atribuyeron el bajo porcentaje, a la arquitectura de las ramas y a las características
de la corteza, con abundantes epífitas y líquenes que reducen el flujo de agua por los
23
fustes. Esto es similar a lo encontrado por otros autores como Lloyd et al. (1988),
Sinun et al. (1992) y Lloyd y Marques (1988).
La altitud registrada en las parcelas de estudio (Cuadro 1), permite inferir posibles
diferencias en la cantidad de precipitación total, ocurrida por sector, ya que se piensa
que el Encuentro recibiría mayores montos de precipitación, por tratarse de un
bosque ubicado en una ladera media, con una diferencia de altitud de 150 m
respecto al Tranque. Todo esto, considerando que una vez que aumenta en 100 m la
altitud, disminuye la temperatura del aire en 1ºC aproximadamente, aumentando el
monto de las precipitaciones (Davie, 2003). Esto se incrementaría con el aporte de la
neblina sobre el dosel (ver Figura 9 del Anexo 2).
En base a lo anteriormente señalado, las pérdidas por intercepción en el Encuentro,
serían valores más altos que los estimados en este estudio, donde se asumió igual
precipitación incidente en ambos sectores, causando una subestimación de esta
variable. Por el contrario, debido a que el Tranque se ubica a menor altitud que la
pradera en que fue medida la precipitación incidente, las pérdidas por intercepción
estarían siendo sobreestimadas, al presentar realmente este sector, menos
precipitación incidente que la zona donde se midió esta variable. La explicación a
este punto tiene que ver con la metodología empleada para el cálculo de la
intercepción del dosel, la cual considera que el agua que se pierde por este concepto
es la diferencia cuantitativa entre precipitación incidente y precipitación efectiva
(precipitación directa + escurrimiento fustal).
Aún así, la mayor intercepción de copas registrada en el Encuentro, puede ser
explicada por una mayor estratificación del dosel en el bosque (Cuadro 3) y
consiguiente complejidad estructural, lo cual se reflejó también, en las distintas
estaciones del año. Estas diferencias, se acentuaron en la época estival,
registrándose pérdidas por intercepción 8,5% más altas, durante esa temporada
(Cuadro 5 del Anexo 3).
Durante el mes de febrero (registro del valor mínimo para la precipitación total),
ambos sectores alcanzaron el 100% de pérdidas por intercepción, a causa de un
aumento del déficit de la humedad del aire, por efecto del aumento de la
temperatura, permitiendo así, la evaporación total del agua retenida por las copas.
Las figuras 9 y 10 muestran en detalle la variación anual que registraron los
componentes de la redistribución, según estación del año, en relación a la
precipitación total.
24
El Tranque
Cantidad de agua (mm)
El Encuentro
2.200
2.000
1.800
1.600
1.400
1.200
1.000
800
600
400
2.200
2.000
1.800
1.600
1.400
1.200
1.000
800
600
400
200
0
200
0
Otoño
Invierno
Primavera
Pt (mm)
Verano
Otoño
Pd (mm)
Invierno
Primavera
Verano
Id (mm)
Figura 9. Curso anual de los componentes de la redistribución de precipitaciones, para ambos
sectores de estudio. Donde: Pt equivale a Precipitación total, Pd a Precipitación directa e Intd
corresponde a la Intercepción
De este modo, durante los meses de otoño e invierno, las diferencias entre los
sectores disminuyeron, tanto en la precipitación directa como en la intercepción del
dosel, registrando ésta última, en ambos sectores, valores negativos en los meses de
octubre 2004 y marzo 2005, siendo de menor magnitud en el Tranque y en el
Encuentro, respectivamente (3,47% más bajo que la precipitación total del mes de
octubre y 12,2% para la de marzo, ver Cuadro 5 del Anexo 3). Lo anterior puede
explicarse por el efecto que ejerce la neblina en la precipitación directa (ver Figura 9
de Anexo 2), pues una vez que se produce la saturación del aire por exceso de
lluvias o el descenso de la base de las nubes, estas últimas son retenidas por la
vegetación e interceptadas, cayendo al suelo después de producida la saturación del
dosel, lo que aumenta los valores de precipitación directa (Pook y Moore, 1991;
Oyarzún et al., 2004).
La figura 10 muestra la variación del escurrimiento fustal en ambos sectores,
observando diferencias significativas entre ellos (p<0,01), atribuibles a factores
relacionados con la arquitectura del árbol, su ubicación en el bosque (posición
sociológica y cercanía de claros en el dosel) y las características de las lluvias, que
son analizados más detalladamente en la sección 4.4. Sin embargo, es importante
señalar que estas diferencias, también pudieron haber sido causadas por errores de
muestreo, ya que los diámetros de los árboles seleccionados para la evaluación del
componente en el Tranque, fueron mayores al diámetro medio cuadrático (20 cm
aproximadamente), lo que provoca una sobreestimación de la cantidad de agua
recibida. Esto tiene relación, con la extrapolación del monto de agua recolectada, por
un árbol de gran diámetro a aquellos de menor magnitud, los que presentaron mayor
densidad dentro del bosque sin Coihue (ver Cuadro 5). Lo contrario pudo haber
ocurrido en el Encuentro, donde el DMC fue mayor que el 40% de los árboles
evaluados (cuatro de diez).
25
Escurrimiento Fustal
Cantidad de agua (mm)
25
20
15
10
5
0
OTOÑO
INVIERNO
PRIMAVERA
VERANO
Estaciones del Año
El Encuentro
El Tranque
Figura 10. Valores totales de escurrimiento fustal, por estación del año, registrados en los sectores de
estudio.
Aún así, como se observa en la Figura 10, las mayores diferencias con respecto a
este componente, fueron registradas durante los meses de invierno, con montos
cuatro veces más altos en el Tranque, que en el bosque del Encuentro (ver Cuadro 5
del Anexo 3).
Relaciones entre precipitación total y componentes de la redistribución.
En cuanto a la relación existente entre la precipitación total y los componentes de la
redistribución, éstas son muy similares a lo obtenido por otros estudios, encontrando
las mayores correlaciones entre precipitación total y precipitación directa (Figura 11),
en ambos sectores (r = 0,95 en el Encuentro y un r = 0,97 en el Tranque). La alta
relación e influencia de la precipitación total sobre la directa, bajo un modelo de
regresión lineal, confirma una vez más, los factores que influyen en ésta última con
mayor significancia y que tienen que ver con la frecuencia, intensidad y cantidad de
precipitaciones que ocurren en un lugar.
Resultados similares se obtuvieron para el caso del escurrimiento fustal (Figura 12),
donde el grado de correlación es bastante alto (superior al 85%) a pesar de tratarse
de una variable, que depende, en mayor medida, de la estructura y arquitectura del
árbol. Esto se corrobora con lo obtenido en el análisis detallado del escurrimiento
fustal, presentado en la sección 4.4, y que muestra relaciones significativas entre
este componente y variables dasométricas y morfológicas, aumentando el coeficiente
de correlación, cuando se relacionó diámetro del árbol y cobertura de epífitas y
líquenes (Cuadro 13, Anexo 2).
En este contexto, el trabajo de Crockford y Richardson (2000), permite confirmar que
las relaciones entre escurrimiento fustal y características del árbol no están distantes
de las características de las lluvias, ya que ellos plantearon que el bajo escurrimiento
fustal encontrado en pluviselvas tropicales, resulta probablemente de una
26
combinación de intensidades altas de lluvia y un gran índice de lámina foliar. La lluvia
de alta intensidad hizo que los senderos del flujo para el escurrimiento fustal fueran
sobresaturados y se produjera el goteo; mientras que los altos índices de lámina
foliar dirigieron el contacto de las gotas de lluvia con la rama y el tronco, principales
portadores de escurrimiento fustal.
Así, la influencia de las características de los árboles sobre este componente, se
acentúo más en el Encuentro, al obtener porcentajes más bajos del coeficiente de
determinación (R2), en la relación entre precipitación total y escurrimiento fustal
(Figura 12). Este sector se caracterizó por presentar, por ejemplo, mayor porcentaje
promedio de epífitas y líquenes sobre los troncos (56,9%, Figura 17).
Precipitación Directa (mm)
El Encuentro
El Tranque
800
800
700
700
600
600
500
500
400
400
300
300
200
200
100
100
0
0
0
200
400
600
800
1,000
Precipitación Total (mm)
R = 0,904
0
200
400
600
800
1,000
Precipitación Total (mm)
p< =0,01
R = 0,953 p< =0,01
^Pd = 2,8284 + 07854Pt
^PD = -9,2373 +0,843999Pt
Figura 11. Modelo de regresión lineal, de las variables Precipitación directa (mm) y Precipitación total
(mm) obtenidos para los dos sectores de estudio. Se incluyen las ecuaciones de regresión y
coeficientes de determinación respectivos.
27
El Tranque
Escurrimiento Fustal (mm)
El Encuentro
10
10
8
8
6
6
4
4
2
2
0
0
0
200
400
600
800
0
1000
200
400
600
800
1000
Precipitación Total (mm)
Precipitación Total (mm)
R2 = 0,865 p< 0,01
R2 = 0,956
p< 0,01
Êf = -0,0734 +0,0028Pt
Êf = -0,3449 + 0,0112Pt
Figura 12. Modelo de regresión lineal, de las variables E. fustal (mm) y P. total (mm) obtenidos para
los dos sectores de estudio. Se incluyen las ecuaciones de regresión y coeficientes de determinación
respectivos.
El Tranque
El Encuentro
100
( )
80
80
60
60
40
40
p
Intercepción del dosel (%)
100
20
20
0
0
0
200
400
600
800
1000
Precipitación Total (mm)
0
200
400
600
800
1,000
Precipitación Total (mm)
R = 0,779 p< 0,01
R = 0,672 p < 0,01
Întd (%)= 116,69 -15,45 + Log (Pt)
Întd (%)= 116,101 -16,18 + Log (Pt)
Figura 13. Modelo de regresión logarítmico, de las variables Intercepción del dosel (%) y P. Total
(mm) obtenidos para los dos sectores de estudio. Se incluyen las ecuaciones de regresión y
coeficientes de determinación respectivos.
28
Por otra parte, los coeficientes resultantes, tras la regresión realizada para la
intercepción del dosel y la precipitación total (ver Figura 4, Anexo 3), evidencian una
menor relación entre estas variables, al presentar un coeficiente de correlación de
63,7% (R2 = 0,406) y 61,04% (R2= 0,372), en el Encuentro y Tranque
respectivamente. El coeficiente de correlación para la ecuación, fue significativo, en
ambos casos, por lo que se puede confirmar que cuando la cantidad de precipitación
total aumenta (mm), se incrementan también los valores absolutos de intercepción
del dosel. Sin embargo, al modificar esta última variable, en términos relativos, y
relacionarla con la precipitación total (Figura 13), se observa opuestamente que los
coeficientes de la regresión, difieren de los obtenidos para los otros componentes
(ver Figuras 2 y 3, Anexo 3), pues la relación en este caso, de tipo logarítmica
(negativa), entrega menos del 80% de influencia de la precipitación total en ambos
bosques, apareciendo otras variables que influirían de forma importante sobre la
intercepción del dosel (ver sección 4.3).
La relación logarítmica negativa que existe entre la intercepción del dosel (%) y
precipitación total (mm), es explicada por el aumento de la temperatura y disminución
de la humedad del aire en los meses con menos precipitación, lo que permite mayor
eficiencia en el proceso de evaporación del agua capturada por las copas, es decir,
el aumento relativo de la intercepción del dosel.
4.3 Influencia de las características estructurales de los bosques en la
redistribución
Según lo obtenido por Crockford y Richardson, (2000); Davie (2003); Huber y
Oyarzún, (1990); Huber y Oyarzún, (1992); Huber e Iroumé, (2001) y Stoneman y
Shofield, (1989), existen principalmente dos factores que podrían explicar la
diferencia porcentual de los componentes, entre los sectores (Figura 8): (1) aquellos
relacionados con el tipo de cubierta vegetal, donde se incluyen las características
cuantitativas y cualitativas del bosque; y (2) los que se relacionan con el clima, como
el viento, la temperatura, la humedad del aire, y la intensidad, frecuencia y cantidad
de precipitaciones.
En este punto, se analizan las características estructurales de los bosques, en
especial la densidad, área basal, altura y posición sociológica, junto con la cobertura
del dosel.
4.3.1 Redistribución y parámetros dasométricos
De acuerdo a lo presentado por otros autores, en estudios tanto en plantaciones
forestales (por ejemplo, Huber y Trecaman, 2002; Little, 2001) como en bosque
nativo (por ejemplo, Ferreira et al., 2005; Neira 2005) la relación existente entre los
componentes de la redistribución y la densidad y área basal de los rodales, ha
resultado significativa en gran parte de las investigaciones, al producirse una
reducción en los montos de entrada, cuando aumentan los valores de cada una de
estas variables. No obstante, en este caso sólo se observa tal condición en términos
del área basal (ver cuadro 3 y 5), ya que al relacionar el porcentaje de precipitación
29
directa con la densidad, se obtienen mayores valores en el Tranque, a pesar de
presentar éste, más árboles por superficie.
Este hecho puede ser atribuido, a la presencia abundante de la especie Chusquea
culeou en el sector, la cual alcanza hoy en día, alturas superiores a los dos metros
(Figura 8, Anexo 2), siendo capaz de aumentar el rendimiento de precipitación
directa, por efecto del goteo (Cantú Silva y Okumura, 1996). Además las
características estructurales de esta especie, sugieren un aporte adicional, por medio
del escurrimiento de la lluvia a través de los culmos, el cual podría llegar a ser un
aporte en el balance hídrico, una vez que esa agua llega al suelo como escurrimiento
fustal. Esto es comparable con lo registrado por Cantú Silva y Okumura (1996), en un
bosque de 60 años de Quercus serrata, que poseía abundante sotobosque de Sasa
paniculata, ubicado al sur de Japón. Durante los eventos de precipitación, se observó
que las gotas de lluvia resbalaban rápidamente por las hojas lisas de S. paniculata y
a través de sus tallos, los cuales poseen una capa de cera, como muchas de las
especies de bambú. No obstante, las pérdidas por intercepción, en ese estudio,
fueron altas, lo que fue atribuido principalmente al efecto del abundante sotobosque
sobre la superficie.
Las mayores pérdidas por intercepción, en el Encuentro, son explicadas por las
características estructurales del bosque, ya sea por los rasgos morfológicos de las
especies (mayor superficie de lámina foliar y abundancia de epífitas, en el caso de
Tepa), mayor altura de los árboles, mayor espesor y área de copas y menor tamaño
y cantidad de claros en el dosel (ver figuras 1 y 2 de Anexo 2).
4.3.2 Precipitación directa y cobertura del dosel
Debido a que no se registraron diferencias significativas entre los sectores, en el
porcentaje de cobertura del bosque (97% para el Tranque y 95,7% para el Encuentro
con un p = 0,44, ver Cuadro 6 del Anexo 3), tampoco se presentaron diferencias
significativas, en los montos de precipitación directa, al obtener un p= 0,913.
Esto se puede observar en la figura 1 y 2 del Anexo 2, donde se muestra la
distribución horizontal de los individuos en las parcelas experimentales, presentando
ambos sectores, gran cobertura de copas (ver también, cuadros 11 y 12, Anexo 2).
El coeficiente de variación para los valores totales de precipitación directa, obtenidos
en cada uno de los pluviómetros, fue mayor en el Encuentro (18,2% frente a un
16,7% registrado en el Tranque); debido a la complejidad estructural de este bosque,
capaz de retener de forma más heterogénea, el agua de lluvia en el dosel. Sin
embargo, los valores registrados, determinan que existen bajas diferencias en la
cantidad de agua receptada por cada uno de los pluviómetros, al presentar
coeficientes de variación inferior a 20%.
Además, es necesario mencionar, que en las cercanías de la parcela experimental
del Tranque, se observaron claros en el dosel (ver Figura 2, Anexo 2), los cuales a
pesar de no estar dentro de la parcela estudio, influyen claramente en los montos
30
registrados en cada pluviómetro. El viento en este caso cumpliría un rol secundario,
pero importante, durante la época invernal ya que al orientar las gotas de lluvia sobre
los pluviómetros (velocidad y dirección del viento) aumentarían los valores de
precipitación directa, que se ve influida, en primer lugar, por la mayor intensidad de
las lluvias durante este período.
La Figura 14 muestra la tendencia que entregaron los datos una vez realizado el
análisis de regresión. De este modo, se observa que a pesar de existir una tendencia
a la disminución de los valores de la precipitación directa cuando aumenta la
cobertura del dosel, los coeficientes de regresión no permiten aseverar tal relación,
pues ésta no presentó significancia estadística.
El Tranque
Precipitación directa (mm)
El Encuentro
500
500
400
400
300
300
200
200
100
100
0
0
0
20
40
60
80
100
120
0
20
60
80
100
120
Cobertura de dosel (%)
Cobertura del dosel(%)
R2 = 0,107
40
R2 = 0,073
p = 0,21
p = 0,31
^Pd = 687,9 - 3,14COBd
^Pd = 936,5 - 5,91COBd
Figura 14. Línea de tendencia para la relación precipitación directa (mm) y cobertura del dosel (%), en
ambos sectores de estudio.
Junto con esto, se observa que la cobertura del dosel, alcanzó valores muy altos en
ambos bosques, que puede estar relacionado al sistema de medición de la variable,
que causó sobreestimación de los resultados, o bien a la complejidad estructural del
ecosistema (espesor de copas y elementos del dosel). Esto también fue señalado por
Nadkarni y Sumera (2004), quienes indicaron que el estudio bidimensional en
bosques con un avanzado estado de desarrollo (perfil horizontal o porcentaje de
cobertura), no es suficiente para descubrir los efectos de la cobertura en la
precipitación directa y consiguiente intercepción del dosel, ya que estos bosques son
muy complejos y poseen muchos elementos en su estructura, los cuales si no son
considerados, podrían desvirtuar notablemente la información registrada.
31
Por otro lado, sólo en el Tranque se registraron porcentajes de coberturas igual al
100%, presentando además este factor, un coeficiente de variación mayor que el
bosque prístino (5,7% versus 3,7%).
4.4 Influencia de las características morfológicas de las especies vegetales en
la redistribución
El análisis de las características a nivel de árbol individual, permite observar el
comportamiento del escurrimiento fustal, y con ello realizar una comparación de los
valores mensuales de este componente, los cuales registraron diferencias
significativas entre los sectores (ρ<0,01). Esto podría deberse a la metodología
utilizada y/o a la ubicación espacial de los árboles en el rodal. Las figuras 15, 16 y
17, muestran las relaciones obtenidas entre el escurrimiento fustal y las variables
dasométricas de los árboles evaluados.
El Tranque
Escurrimiento fustal (Lt/arb)
El Encuentro
1400
1400
1200
1200
1000
1000
Mañío
800
800
600
600
400
400
200
200
0
0
0
10
20
30
40
50
60
70
80
0
90
10
20
30
DAP (cm)
40
50
60
70
80
90
DAP (cm)
R2 = 0,913 p < 0,01
R2 = 0,142
Êf = -173,17 + 10,16DAP
Ef = 142,8 + 8,58DAP
p = 0,31
Figura 15. Modelo de regresión lineal para el escurrimiento fustal (Lt/ árb) y el DAP (cm).
32
El Tranque
Escurrimiento fustal (Lt/arb)
El Encuentro
1400
1400
1200
1200
1000
1000
800
800
600
600
400
400
200
200
0
0
10
12
14
16
18
20
22
24
26
28
30
10
12
14
16
20
22
24
26
28
30
Altura Total (m)
Altura Total (m)
R2 = 0,25
18
R2 = 0,04
p = 0,169
p = 0,6
Êf = -122,3 + 34,2HT
Êf = 128,61 +14,1HT
Figura 16. Modelo de regresión lineal para el escurrimiento fustal (Lt/ árb) y altura total (m).
El Tranque
Escurrimiento fustal (Lt/arb)
El Encuentro
1400
1400
1200
1200
1000
1000
800
Mañío
800
600
600
400
400
200
200
0
0
4
6
8
10
12
14
16
18
6
8
10
12
14
16
18
Altura Comienzo de Copa (m)
Altura Comienzo de Copa (m)
R2 = 0,168
4
R2 = 0,121
p = 0,23
p = 0,35
Éf = 1532,1 - 112,9HCC
Êf = 11,52 + 22,99HCC
Figura 17. Modelo de regresión lineal para el Escurrimiento fustal (Lt/ árb) y Altura comienzo de
copa (m)
Respecto a la relación entre el escurrimiento fustal (Lt/arb) y el DAP (cm) se observó
un mayor grado de correlación de estas variables en el Encuentro (cercano al 96%),
lo que se explica por la presencia de dos únicas especies en la evaluación del
componente. Como se mencionó en la sección 4.1, el Encuentro se caracterizó por
ser un bosque con un avanzado estado de desarrollo, donde la especie L. philippiana
destaca en términos de densidad, por lo que los árboles en los cuales se registró el
33
escurrimiento fustal, fueron en su mayoría de esta especie y sólo uno correspondió a
S. conspicua (ver Anexo 2, cuadro 9).
La influencia del tamaño del fuste, aumentó cuando se analizaron los resultados por
especie registrando un valor de 0,804 en el Encuentro, al considerar solamente L.
philippiana (p <0,01, Figura 6, Anexo 2). Esto tiene relación con las características
morfológicas que presentó esta especie y que se observan en el Cuadro 9 del Anexo
2.
Por otro lado, la altura total copa (Figura 16), parece no cumplir un rol importante en
este caso, al momento de relacionarla con el escurrimiento fustal, y menos aún la
altura comienzo de copa, que presentó un coeficiente de determinación de tan sólo
17% en el Encuentro y de 12% en el Tranque (Figura 16). La razón de ello, es que
los bosques con un avanzado estado de desarrollo presentarían otros factores que
afectan de forma más importante el flujo de agua, como por ejemplo la posición
sociológica y la cobertura de líquenes y musgos.
En el Tranque la densidad estuvo representada principalmente por M. planipes, la
cual no fue considerada en el análisis de escurrimiento fustal, a pesar de presentar
mayor número de individuos, que las especies evaluadas. Esto provoca
sobrestimación de los resultados obtenidos, ya que el valor del escurrimiento fustal
registrado en un árbol de S. conspicua, por ejemplo, es considerablemente mayor
que uno de M. planipes (tamaño, forma y características morfológicas de la especie).
Por lo tanto, si se extrapolan los resultados obtenidos por árbol a una superficie
determinada, se otorga mayor valor que el ocurrido realmente. Esto, no es un
problema a nivel de árbol individual, ya que en este caso, son justamente las
diferencias entre especies las que robustecen el análisis.
De este modo, las especies que fueron evaluadas en este sector correspondieron a
L. philippiana, D. diacantiodes y S. conspicua (ver Anexo 2, Cuadro 10). De las tres,
la última se caracterizó por presentar los mayores valores totales de escurrimiento
fustal para el período de estudio (1.269 Lt/arb), bajo la apariencia de formas
irregulares, corteza lisa y baja cobertura de epífitas y líquenes, que aumentaron la
eficiencia del componente.
Las variables dasométricas, en este sector, presentaron correlaciones muy pequeñas
al relacionarlas con el escurrimiento fustal, debido a la mayor variabilidad de los
datos, por lo que se cree que están participando otros factores adicionales en la
estimación de este componente, como por ejemplo las características de los árboles.
Asimismo, según el análisis por especie, Tepa fue la que obtuvo un coeficiente de
correlación más alto, seguida por Trevo y Mañío. Sin embargo, los coeficientes de
correlación de las relaciones no tienen validez estadística, en ninguno de los casos
(p >0,05), debido al bajo número de árboles evaluado por especie (ver Anexo 3,
figuras 12, 13 y 14).
Así, al observar los resultados del Encuentro, el hecho que se evaluara casi
exclusivamente una sola especie, permitió establecer de un modo más evidente la
34
relación entre el escurrimiento fustal y el tamaño del árbol, al mantener las
características cualitativas de la especie relativamente constante. Por otro lado, en el
Tranque la variedad de especies y baja representatividad (pocos árboles muestra),
para realizar una regresión con validez estadística, dificulta determinar la influencia
del tamaño del árbol para esas especies en particular, pero permite visualizar los
cambios cuantitativos que tendría el escurrimiento fustal al variar las características
de los árboles.
De las características a nivel de árbol individual, llaman la atención al momento de
analizar el escurrimiento fustal, las variables del tipo cualitativas como la forma y
ubicación del árbol en el dosel. De esta manera, se observó que los individuos que
poseían copas más simétricas y bien proporcionadas, registraron un nivel de
escurrimiento fustal mayor (promedio=187,5 Lt/arb) que aquellos con características
opuestas (105,2 Lt/arb), teniendo éstos diámetros muy similares y perteneciendo a la
misma especie. Por otro lado, árboles dominantes con copas menos desarrolladas
(irregular), pero capaces de captar de forma más directa el agua a través de sus
hojas (mayor altura), registraron mayores valores (403,2 Lt/arb) de escurrimiento
fustal que los codominantes (247 Lt/arb) que forman la segunda porción del estrato
superior (ver Anexo 2, cuadros 9 y 10).
Las características como forma de la copa, forma del fuste y tipo de corteza, podrían
haber contribuido, en los altos valores de escurrimiento fustal observados en mañío,
ya que los individuos de esta especie además de presentar grandes diámetros de
copa (ver cuadro 13 y 14, Anexo 2), se caracterizan por poseer troncos muy
sinuosos, con excesivas deformaciones y cortezas lisas.
La relación entre escurrimiento fustal y cobertura de epífitas y líquenes, presentó en
el Encuentro una correlación de 62,1% (p < 0,05) mientras que en el Tranque, esta
relación disminuyó, al igual que la significancia (44,1% y p=0,24 respectivamente).
Las características morfológicas de las especies evaluadas difieren notablemente, lo
que varía las condiciones de micrositio para el crecimiento de líquenes y musgos. Al
respecto se observó además, que dependiendo de la ubicación espacial del árbol en
el bosque y con ello la cantidad de luz y humedad que éste reciba, varía la cantidad
epífitas, líquenes, musgos y enredaderas sobre sus troncos, aumentando este valor
en zonas de mayor humedad y menor luminosidad. Todo esto, tras comparar
visualmente árboles de la misma especie, ubicados en zonas de luz, frente a
aquellos que permanecían con sombra constante durante todo el día, aún sin realizar
mediciones de las variables mencionadas (luz y humedad). La figura 17 muestra las
relaciones obtenidas para ambos sectores, en este caso.
35
Escurrimiento fustal (Lt/árb)
El Encuentro
El Tranque
1400
1400
1200
1200
1000
1000
800
800
600
600
400
400
200
200
0
0
0
20
40
60
80
100
0
Cobertura de liquenes y musgos (%)
R2 = 0,425
20
40
60
80
100
Cobertura de liquenes y musgos (%)
p < 0,05
R2 = 0,188
Êf = 662,8 - 7,32COB
p = 0,24
Êf = 835,4 - 6,91COB
Figura 17. Relación estadística entre cobertura de líquenes y musgos (%) y escurrimiento fustal
(Lt/arb), para los dos sectores de estudio.
Los factores que influyen en la diversidad y cantidad de líquenes y musgos presentes
en los troncos son múltiples, sin embargo, en este estudio no fueron evaluados por
motivos prácticos, ya que esto amerita un análisis específico, debido a su alta
complejidad (Scott, 1970). Aún así, se reconocieron distintas formas de vida, de
acuerdo a la especie arbórea que las hospedaba. Por ejemplo, se relaciona
entonces, especies del género Hymenophyllum principalmente en troncos de tepa y
trevo, Luzuriaga spp. en troncos de trevo y abundantes líquenes en mañío, como se
observa en la Figura 14 de la sección del Anexo 2.
La morfología de las distintas especies encontradas y el porcentaje de cobertura,
contribuye a explicar las diferencias en las cantidades de agua recibidas como
escurrimiento, ya que donde se observaron especies frondosas sobre los troncos,
como por ejemplo Hymenophyllum, y mayor porcentaje de cobertura, disminuyó el
valor del componente. Esto tiene que ver con la mayor superficie de captación de
lluvia de estas especies, que desviaría el agua que escurre por los troncos,
disminuyendo el rendimiento del escurrimiento fustal.
Al realizar una comparación entre los sectores, lo anterior se ve reflejado en los
valores promedio de cobertura de líquenes y musgos, obtenido en cada uno de ellos
y que tiene relación con las especies que fueron evaluadas. De esta forma, en el
Encuentro se obtuvo mayor porcentaje de cobertura (56,9% promedio), debido a la
menor luminosidad que presentó el bosque, como también a la presencia casi
exclusiva de Tepa que contenía la mayor cantidad de especies frondosas, mientras
que en el Tranque el porcentaje promedio fue menor (41,4%), registrándose los
mayores valores de escurrimiento fustal. Este último sector contenía la especie S.
consicua la cual no sólo presentó baja cobertura de líquenes y musgos, sino además
tipo de corteza lisa, que por efecto del desprendimiento continuo de ella, impide el
establecimiento de especies briófitas y ciertas enredaderas.
36
5. CONCLUSIONES
El proceso de redistribución de precipitaciones en ecosistemas forestales, depende
de una gran cantidad de factores, que participan activa y pasivamente en los
cambios direccionales del recorrido del agua de lluvia, para llegar al suelo. Estos se
combinan distintamente en cada una de las formaciones boscosas, dando origen a
un ciclo hídrico interno y particular en cada tipo de bosque. No obstante, la
comparación realizada en este estudio, requirió necesariamente que ciertos factores
permanecieran constantes, por motivos prácticos, disminuyendo las diferencias
cuantitativas de los componentes de la redistribución, entre los sectores estudiados.
De esta forma, las diferencias registradas entre los valores de los componentes de la
redistribución, obtenidos para cada bosque, no fueron estadísticamente significativas,
debido a que ambas superficies presentaron estructuras muy similares. No obstante,
el escurrimiento fustal si registró diferencias significativas (ρ < 0,01).
En ambos sectores, el componente que presentó mayor participación porcentual, en
relación a los montos de precipitación total, fue la precipitación directa (%), seguida
por la intercepción del dosel (%) y el escurrimiento fustal (%). Éste último, representó
tan sólo el 1,03% de la precipitación total en el Tranque y de 0,3% en el Encuentro.
El porcentaje de cobertura del dosel, no permitió explicar la variabilidad de la
precipitación directa, debido a que los bosques presentaron gran complejidad y
heterogeneidad en su estructura vertical. Esto indica que existen otros factores que
están influyendo en la precipitación directa, entre ellos elementos del dosel y
sotobosque que deben ser estudiados en mayor detalle.
La mayor influencia registrada para las variables que se relacionaron con el
escurrimiento fustal, la tiene sin duda el tamaño del árbol, y específicamente el DAP.
Respecto a esto, el Encuentro presentó las mejores relaciones, ya que el análisis
estuvo basado casi exclusivamente en una especie, la cual correspondió a L.
philippiana.
Las características morfológicas y estructurales, encontradas en árboles de S.
conspicua (el Tranque), como por ejemplo: posición sociológica dominante, forma
completa de la copa, menor cobertura de epífitas y líquenes, corteza lisa, forma
sinuosa o semi curva del fuste y diámetros más grandes, permitieron obtener mayor
cantidad de escurrimiento fustal.
En cuanto a la cuantificación de la cobertura de epífitas y líquenes, se obtuvo mayor
porcentaje en el Encuentro (56,9% promedio), debido a la presencia casi exclusiva
de L. philippiana, en la cuantificación de esta variable, la cual contuvo la mayor
cantidad de especies frondosas. Mientras tanto, en el Tranque el porcentaje
promedio fue menor (41,4%), registrándose por el contrario, los mayores valores de
escurrimiento fustal.
37
6. BIBLIOGRAFÍA
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41
ANEXOS
42
Anexo 1
Abstract and keydwords
43
ABSTRACT
In a forest ecosystem, the rainfall is modified remarkably in relation to the
characteristic of the vegetation cover, because the intensity alters itself, and also the
quantity and the distributions from these ones, before reaching the forest soil. This
process is known as the partitioning of rainfall and it shows three main components:
1) throughfall, 2) stemflow and 3) canopy interception losses (Bonan, 2002). The first
two ones relate with the water that goes directly to the ground, meanwhile, the
interception refers to the water that it is kept by the canopy , being able to be back to
the atmosphere as evaporation, or otherwise to be absorbed by the foliage and the
tree leaves (Donoso, 1997; Bonan, 2002).
In this context, the present work had as a main purpose to analyse and compare the
redistribution of rainfall of two forest old-grothw of Coihue-Mañío-Tepa, on the Andes
Mountain Range, X Region, for which it was analysed and quantified the amount of
water by component plus the influence of the structure and composition of forest, over
each one of them. The period of study began in July, 2004 and it ended at the end of
June, 2005 registering a total amount of 4.671mm for the incident rainfall.
The throughfall values and the canopy interception, from the study sectors, did not
present main differences, due to the fact that the intervened woods about 50 years
ago, recovered partially its original state (its structure), minimizing the differences with
the old growth forest. However, the stemflow, in fact it gave important differences, the
ones which were attributed to the features of the species, where this component was
evaluated and then the too much respect done in the Tranque.
In relation to the influence about the structure of the forest in the distribution, there
were not obtained important relationships, between the throughfall and the canopy
cover. This is, if it occurred for the case of the relationships between the stemflow and
the variables of the tree diameter together with the lichens and mosses coating, the
ones that presented higher relations in the forest with Nothofagus dombeyi (r = 0.89
v/s r = 0.38 in the relation of the stemflow and DBH, and r = 0.65 v/s r = 0.43 in
relation to the stemflow and the with the lichens and mosses cover). The variable
about the total height and the start of the top of the tree, did not register important
relations with the stemflow (p > 0.01), in both forest, because it was then observed
that another features such as the psychological position, the style of the top of the
tree, the kind of trunk and the kind of bark of the tree, did not modify themselves
remarkable the passage of the water flow, by the trunks.
Finally, there were present elements in the structures of both forest, that can carry out
an important role in the redistribution, which require specified studies, by the
complexity of the subject itself, like for example, the large amount of epiphytes,
lichens, mosses, and the species of the understorey like Chusquea culeou.
Keywords. Rainfall partitioning, structure of old growth forest, old interventions,
morphological features of the species.
44
Anexo 2
Caracterización vegetal de los bosques: Estructura y composición de especies
45
El Encuentro
5
0
5
10 Metros
Figura 1. Perfil horizontal de las copas, sobre el área de influencia para la precipitación directa (El
Encuentro).
46
5
0
5
10 Metros
Figura 2. Perfil horizontal de las copas del bosque intervenido antiguamente, sobre el área de
influencia para la precipitación directa (El Tranque).
47
Cuadro 1. Tabla de rodal sector El Encuentro.
Clase de
Diámetro (cm)
Especie 1: Tepa
Densidad
Nºarb/ha
Especie 2: Mañío
Área basal
m2/ha
Densidad
Nºarb/ha
Especie 3: Trevo
Área basal
m2/ha
Densidad
Nºarb/ha
Área basal
m2/ha
5-10
10-15
135
0.596
3
0.011
3
43
0.522
3
0.031
15-20
18
20
13
18
13
8
15
10
8
8
3
3
3
3
5
8
0
0
0
0
0
0
0
0
0.421
0.795
0.742
1.452
1.381
1.064
2.658
2.165
1.948
2.301
0.895
1.179
1.336
1.503
3.360
5.600
0
0
0
0
0
0
0
0
0
5
0
5
0
5
0
0
0
5
0
0
10
0
0
0
10
5
8
3
10
0
5
3
0
0.199
0
0.415
0
0.709
0
0
0
1.534
0
0
5.346
0
0
0
8.252
4.538
8.839
3.712
15.948
0
11.02
5.843
0
0
0
328
29.918
78
20-25
25-30
30-35
35-40
40-45
45-50
50-55
55-60
60-65
65-70
75-80
80-85
85-90
90-95
95-100
100-105
105-110
120-125
135-140
140-145
150 - 155
165 - 170
170 - 175
195 - 200
TOTAL
Especie 4: Coihue
Densidad
Nºarb/ha
Área basal
m2/ha
Total
Densidad
Área basal
Nºarb/ha
m2/ha
0.011
0
0
140
0.619
0
0
0
0
45
0.552
3
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0.060
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
3
0
3
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
4.272
0
5.843
20
25
13
23
13
13
15
10
8
13
3
3
13
3
5
8
10
5
8
3
10
3
5
5
0.481
0.994
0.742
1.867
1.381
1.773
2.658
2.165
1.948
3.835
0.895
1.179
6.682
1.503
3.360
5.600
8.252
4.538
8.839
3.712
15.948
4.272
11.018
11.685
0
0
0
3
7.659
3
7.659
66.394
5
0.071
8
17.773
418
114.156
48
Cuadro 2. Tabla de rodal sector El Tranque.
Especie 2: Mañio
Área
Densidad
basal
Nºarb/ha
m2/ha
Especie 3: Patagua
Área
Densidad
basal
Nºarb/ha
m2/ha
Especie 4: Trevo
Área
Densidad
basal
Nºarb/ha
m2/ha
Especie 5: Luma
Área
Densidad
basal
Nºarb/ha
m2/ha
Especie 5: Coihue
Área
Densidad
basal
Nºarb/ha
m2/ha
0.077
0.061
0.000
0.000
0.000
0.207
0.276
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
1.680
0.000
0.000
0.000
3.447
3.712
0.000
4.272
4.566
0.000
0.000
10
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0.044
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
8
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0.033
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
365
210
58
38
53
43
20
10
8
10
8
8
8
8
8
5
5
8
3
3
5
3
3
3
3
3
3
5
1.613
2.577
1.383
1.491
3.118
3.526
2.209
1.419
1.329
2.165
1.948
2.301
2.684
3.096
3.538
2.673
3.007
5.040
1.867
2.063
4.538
3.447
3.712
3.987
4.272
4.566
5.509
11.685
3
7.659
0
0
0
0
3
7.659
43
25.959
10
0.044
8
0.033
900
98.420
Clase de
Diámetro
(cm)
Especie 1: Tepa
Área
Densidad
basal
Nºarb/ha
m2/ha
5-10
10-15
15-20
20-25
25-30
30-35
35-40
40-45
45-50
50-55
55-60
60-65
65-70
70-75
75-80
80-85
85-90
90-95
95-100
100-105
105-110
130-135
135-140
140-145
145-150
150 - 155
165 - 170
170 - 175
195 - 200
73
45
20
18
33
20
15
10
8
0
5
3
3
5
0
3
3
5
0
0
3
0
0
0
0
0
0
3
0.320
0.552
0.481
0.696
1.930
1.659
1.657
1.419
1.329
0.000
1.298
0.767
0.895
2.064
0.000
1.336
1.503
3.360
0.000
0.000
2.269
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
5.843
8
10
8
0
5
8
3
0
0
0
3
3
5
3
3
3
3
0
3
3
3
0
0
3
0
0
3
3
0.033
0.123
0.180
0.000
0.297
0.622
0.276
0.000
0.000
0.000
0.649
0.767
1.789
1.032
1.179
1.336
1.503
0.000
1.867
2.063
2.269
0.000
0.000
3.987
0.000
0.000
5.509
5.843
250
150
30
20
15
13
0
0
0
10
0
3
0
0
5
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1.104
1.841
0.722
0.795
0.891
1.037
0.000
0.000
0.000
2.165
0.000
0.767
0.000
0.000
2.359
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
18
5
0
0
0
3
3
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
3
0
0
0
3
3
0
3
3
0
0
0
0.000
0
0.000
0
0.000
TOTAL
270
29.379
75
31.325
495
11.680
49
Total
Densidad
Nºarb/ha
Área
basal
m2/ha
El Encuentro
160
140
Nº de árboles/ha
120
100
80
60
40
20
0
10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 80 85 90 95 100 105 110 125 140 145 155 170 175 200
Clase diamétrica (cm)
Figura 3. Distribución diamétrica total del bosque con Coihue.
El Tranque
400
350
N° arb/ha
300
250
200
150
100
50
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
110
140
Clases diamétricas (cm)
Figura 4. Distribución diamétrica total del bosque sin Coihue.
50
150
170
200
El Tranque
Nº árboles/ha
El Encuentro
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
10
30
50
70
90
110
130
150
170
190
10
30
50
70
90
110
130
150
Clase diamétrica
Patagua
Tepa
Mañío
Trevo
Coihue
Luma
Figura 5. Distribución diamétrica por especie, de los sectores de estudio.
Cuadro 3. Regeneración arbórea registrada en el sector El Encuentro.
Nº de plántulas/ha
ESPECIE
Laurelia philippiana
Dasyphyllum diacanthoides
TOTAL
Altura de plántulas
BRINZALES
TOTAL
5 - >50
50 - 100
100 - 200
55.556
3.889
3.333
2.222
65.000
278
0
0
0
278
55.833
3.889
3.333
2.222
65.278
Cuadro 4. Regeneración arbórea registrada en el sector El Tranque.
Nº de plántulas/ha
ESPECIE
Myrceugenia planipes
Laurelia philippiana
Dasyphyllum diacanthoides
Saxegothaea conspicua
TOTAL
BRINZALES
Altura de plántulas
TOTAL
5 - >50
50 - 100
100 - 200
54.000
31.667
7.667
46.333
5.000
4.333
58.333
8.000
4.667
2.000
18.000
1.333
160.667
62.667
18.000
333
667
333
0
1.333
93.667
56.333
71.333
21.333
242.667
51
170
190
Millares
Nº plántulas/ha
El Encuentro
El Tranque
70
70
60
60
50
50
40
40
30
30
20
20
10
10
0
0
5 - >50
50 - 100
100 - 200
BRINZALES
5 - >50
50 - 100
100 - 200
BRINZALES
Altura de plántulas (cm)
Patagua
Tepa
Mañío
Trevo
Figura 6. Nº de plántulas de regeneración arbórea registrada por hectárea, en los sectores de estudio.
Cuadro 5. Porcentaje de cobertura de especies del sotobosque, sector el Encuentro.
Cobertura %
Especie
<1
1-5
6 - 25
26 - 50
51 - 75
76 - 100
Azara lanceolata
Chrysosplenium valdivicum
Chusquea culeou
Dysopsis glechomoides
Luzuriaga radicans
Nertera granadensis
Cuadro 6. Porcentaje de cobertura de especies del sotobosque, sector el Tranque.
Cobertura (%)
Especie
<1
1-5
6 - 25
26 - 50
Astherantera ovata
Azara lanceolata
Blechnum blechnoides
Campsidium valdivianum
Chusquea culeou
Fascicularia bicolor
Lophosoria cuadripinata
Luzuriaga radicans
Mitraria coccinea
Nertera granadensis
Ribes magellanicum
52
51 - 75
76 - 100
A
C
B
D
Figura 7. Fotografías tomadas en El Encuentro, que muestran aspectos de la estructura arbórea
propia de un bosque prístino. A) Presencia de líquenes e Hymenophyllum sobre tronco de Tepa, B) Se
observa un individuo emergente de N. dombeyi, C) y D) Grandes copas de individuos dominantes que
conforman el estrato superior.
53
Figura 8. Fotografías de las coberturas observadas sobre los pluviómetros, que registraron Chusquea
culeou, en el sector El Tranque.
Figura 9. Fotografía de la neblina depositada sobre bosque con Coihue, temporada de primavera.
54
El Encuentro
Escurrimiento Fustal (Lt/arb)
500
400
300
200
100
0
10
20
30
40
50
60
DAP (cm)
R2 = 0,804
p < 0,01
Êf = -122,88 + 8,62 DAP
Figura 10. Modelo de regresión lineal para las variables Escurrimiento fustal (Lt/árb) y Diámetro a la
altura del pecho (DAP en cm), para la especie L. philippiana sector el Encuentro.
Escurrimiento fustal (Lt/árb)
Trevo
Tepa
Mañío
1400
1400
1400
1200
1200
1000
1000
800
800
600
600
600
400
400
400
200
200
200
1200
1000
800
0
0
0
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
0
10
20
30
DAP (cm)
R2 = 0,014 p = 0,92
40
50
60
70
80
90
0
10
20
30
50
60
70
80
90
DAP (cm)
DAP (cm)
R2 = 0,058
R2 = 0,827 p =0,27
40
p = 0,84
Figura 11. Modelo de regresión lineal por especie, para las variables escurrimiento fustal y DAP (cm).
55
Escurrimiento fustal (Lt/árb)
Trevo
Tepa
Mañío
1400
1400
1400
1200
1200
1200
1000
1000
1000
800
800
800
600
600
600
400
400
400
200
200
200
0
0
0
0
4
8
12
16
20
24
0
4
8
Altura Total (m)
12
16
20
24
0
4
8
Altura Total (m)
R2 = 0,008 p = 0,93
12
16
20
24
Altura Total (m)
R2 = 0,846 p = 0,25
R2 = 0,084 p = 0,82
Figura 12. Modelo de regresión lineal por especie, para las variables escurrimiento fustal (Lt/arb) y
Altura total (m).
Tepa
Escurrimiento fustal (Lt/árb)
Mañío
Trevo
1400
1400
1400
1200
1200
1200
1000
1000
1000
800
800
800
600
600
600
400
400
400
200
200
200
0
0
0
2
4
6
8
10
Altura Comienzo de Copa (m)
R2 = 0,015 p = 0,93
12
0
0
2
4
6
8
10
Altura Comienzo de Copa (m)
R2 = 0,872 p = 0,23
12
0
2
4
6
8
10
12
Altura Comienzo de Copa (m)
R2 = 0,089 p = 0,81
Figura 13. Modelo de regresión lineal por especie, para las variables escurrimiento fustal (Lt/arb) y
Altura comienzo de copa (m).
56
2
1
3
Figura 14. Cobertura de Líquenes y musgos en árboles de Trevo (1), Tepa (2) y Mañío (3), sector el
Tranque.
Cuadro 7. Cobertura promedio (%), registrada sobre troncos de los árboles muestra, para el
Escurrimiento fustal, sector El Encuentro.
Nº
ARBOL
DAP
(cm)
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
COBERTURA
PROMEDIO (%)
% Cobertura
N
S
E
O
84,1
38,5
20,0
50,2
57,7
38,0
50,7
28,0
23,0
56
81
13
63
45
73
66
43
88
49
88
78
88
68
83
88
38
83
83
88
20
44
66
88
45
56
68
43
67
56
37
46
58
22
27
88
58
81
42
58
56
76
55
41
82
21,5
71
39
56
76
60
57
Cuadro 8. Cobertura promedio (%), registrada sobre troncos de los árboles muestra, para el
Escurrimiento fustal, sector El Tranque.
Nº
ARBOL
DAP
(cm)
1
2
3
4
5
6
7
8
9
COBERTURA
PROMEDIO (%)
% Cobertura
N
S
E
O
42,1
74,0
41,2
51,6
38,2
71,5
32,8
30,2
88
54
88
51
51
53
0
71
79
56
4
71
43
78
66
42
15
54
54
83
68
76
16
76
67
54
54
46
56
52
6
0
62
54
50
63
54
65
22
47
45,6
66
55
56
88
66
Cuadro 9. Características estructurales de árboles muestra de E. fustal, sector El Encuentro.
E. fustal
Características Estructurales
Nº
total
Especie DAP HT HCC Pos. Forma Forma Tipo
árbol
período
(Lt/árb)
(cm) (m) (m) Soc. Copa Fuste corteza
1
2
3
4
5
6
7
8
9
MAÑÍO
TEPA
TEPA
TEPA
TEPA
TEPA
TEPA
TEPA
TEPA
10
TEPA
84,1
38,5
20,0
50,2
57,7
38,0
50,7
28,0
23,0
28,5
20,0
14,0
23,0
24,5
25,5
28,0
29,5
19,5
9,2
10,0
5,0
15,0
17,0
12,0
12,0
7,0
7,0
D
CD
CD
D
CD
D
D
CD
I
2
2
1
3
3
3
2
2
2
3
2
1
2
2
2
2
2
2
3
2
2
2
2
2
2
2
2
733,4
105,2
114,9
247,0
414,5
187,5
403,2
113,1
70,1
21,5 20,0
7,5
CD
3
1
2
65,3
Cuadro 10. Características estructurales de árboles muestra de E. fustal, sector El Tranque.
Características Estructurales
Nº
Especie
árbol
DAP HT HCC Pos. Forma Forma
(cm) (m) (m) Soc. Copa
Fuste
1
2
3
4
5
6
7
8
TEPA
MAÑÍO
TREVO
TREVO
MAÑÍO
MAÑÍO
TEPA
TREVO
9
TEPA
42,1
74,0
41,2
51,6
38,2
71,5
32,8
30,2
10,5
5,5
19,5
5,0
17,5
4,5
25,5 16,0
17,0
8,5
18,0
8,0
16,5
4,5
27,0 15,0
45,6 17,5
9,0
Tipo
corteza
E. fustal
total
período
(Lt/árb)
CD
D
CD
D
D
CD
I
CD
2
3
2
2
2
3
2
3
1
3
2
2
2
3
3
2
2
3
2
2
3
3
2
3
397,9
1269,2
358,4
520,8
927,1
224,1
694,5
394,9
CD
2
3
2
166,3
58
Cuadro 11. Número de puntos sin cobertura del dosel, registrados por el densiómetro según
exposición, sector el Encuentro.
N° de puntos sin cobertura del dosel
Nº
Pluviómetro
N
1
2
3
5
6
7
9
10
11
13
15
16
18
19
20
21
S
2
0
0
1
1
1
1
1
1
1
2
0
1
0
3
5
E
4
0
0
2
1
0
0
2
0
1
0
0
1
1
1
3
Promedio
O
2
1
0
1
0
0
0
0
1
2
0
1
2
0
3
2
2
0
1
1
0
0
1
0
0
1
2
1
0
1
2
3
Cobertura
2.5
0.3
0.3
1.3
0.5
0.3
0.5
0.8
0.5
1.3
1.0
0.5
1.0
0.5
2.3
3.3
89.6
99.0
99.0
94.8
97.9
99.0
97.9
96.9
97.9
94.8
95.8
97.9
95.8
97.9
90.6
86.4
Cuadro 12. Número de puntos sin cobertura del dosel, registrados por el densiómetro según
exposición, sector el Tranque.
Nº
Pluviómetro
1
2
3
5
6
7
9
10
11
13
15
17
18
19
20
21
N
N° de puntos sin cobertura del dosel
S
E
O
1
1
0
3
1
1
9
7
3
1
1
0
1
1
0
0
0
2
0
0
2
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0
0
0
0
0
0
1
0
0
1
1
0
0
0
1
0
0
59
Promedio
0
1
3
0
0
1
0
0
1
0
0
1
0
0
0
0
1
2
6
1
1
1
1
0
0
0
0
0
0
1
0
0
Cobertura
97.92
93.75
77.07
97.92
97.92
96.87
97.92
100.00
98.96
100.00
98.96
98.96
98.96
97.92
100.00
98.96
Cuadro 13. Radios de copas registrados en el Encuentro, según exposición.
Especie
Mañío
Tepa
Tepa
Mañío
Mañío
Tepa
Mañío
Mañío
Tepa
Coihue
Tepa
Tepa
Tepa
Tepa
Tepa
Tepa
Coihue
Coihue
Mañío
Tepa
Tepa
Tepa
Tepa
Tepa
Mañío
Mañío
DAP
170
32.5
49
123
164
10
82.3
135.7
3.8
203.3
19.5
108.2
101.9
3.5
2
64.3
193.5
195.4
42
3.2
2.1
20
32
9.2
132
39
NO
4.9
0.84
5
7.45
4.3
2.5
5.1
2.3
0
7.97
2.61
4.92
7.19
1.17
1.4
5.44
7.07
8.61
5.84
0.14
0
3.15
5.7
0.57
3.99
5.7
N
3.8
2.1
4.2
7.4
3.5
2.2
6.1
4.3
0
13.3
1
7.16
5.8
0.87
1.06
7.85
2.23
10.88
5.71
0.27
0
0
4.3
0.57
4.63
5.9
NE
5.2
2.7
5.1
8.5
5.3
2.2
5.6
6.7
0
10
0.53
8.95
7.8
0.52
0
6.64
11.06
11.28
0
0.33
0
0
0
0.76
7.2
4.3
60
Radios de copas
E
SE
2.7
6.2
2.2
2.4
3.8
3.3
8.6
7.37
9.1
8.4
2.17
2.26
5.25
5.2
4.3
7.65
0
0.76
9.98
10.11
0.64
0.64
10.4
6.65
6
5.71
0.28
0.47
0
0
6.71
6.03
4.02
2.24
11.12
13.09
0
0
2.4
2.33
1.21
1.93
0
0
7.3
5.6
0.5
0.74
5.3
4.33
4
1.3
S
5.3
4.2
2.7
3.65
10.5
0.8
4.4
7.7
1.1
3.82
1.43
5.88
3.76
1.2
0
4.39
2.64
9.17
0
1.28
1.95
0.7
3.9
1.25
4.26
2.2
SO
5.9
5.2
1.7
6
8.2
2.1
2.4
4.6
2.5
8.35
2.56
3.61
3.39
1.61
0
4.8
3.51
10.36
2.14
0.64
0
3.2
6.45
2.35
4.55
2.9
O
7
3.6
3.7
5.2
4.3
2.2
4.9
3.4
2.5
5.2
2.93
3.9
4.14
1.72
0.84
5.11
3.65
11.85
4.78
0.15
0
3.4
5.3
2.3
4.52
2.9
Cuadro 14. Radios de copas registrados en el Tranque, según exposición.
Especie
Patagua
Trevo
Mañío
Mañío
Patagua
Mañío
Patagua
Mañío
Patagua
Patagua
Patagua
Luma
Tepa
Mañío
Patagua
Mañío
Mañío
Patagua
Tepa
Mañío
Patagua
Trevo
Trevo
Tepa
Tepa
Tepa
Mañío
Mañío
Tepa
Mañío
Patagua
Patagua
Patagua
Patagua
Patagua
Mañío
Tepa
Trevo
DAP
5
3
73
110
10
7
99.5
10
10.8
14.8
8.5
38
72
20.4
15.5
13
18.1
3
3
97
53.8
140.7
168.7
14
29.5
48
44.5
3.77
16.5
67
6.5
12.5
6.5
15
11
44.5
39
7.5
NO
N
1.55
0.85
5.06
2.17
5.6
0.9
4.7
5.6
1.6
1.4
2.28
5.7
5.1
3.35
2.5
0
3.6
0.68
1.65
7.9
3.24
4.71
7.29
2.81
2.73
7.66
3.02
4.62
1.74
2.8
1.2
2.4
0.27
8.8
0
3
6
0.95
NE
1.5
0.8
2.5
4.6
2.6
0.95
4.3
0.93
1.3
2.1
1.44
1
6.4
4.7
3
4.3
5.2
0.25
1.1
4.4
2.46
3.22
3
2.24
3.02
4.46
3.01
4
1.22
2.7
1.28
2.75
1.15
1.8
0
1.5
4.4
0.57
Radios de copa (m) según exposición
E
SE
S
1
0.2
2.5
4.9
2.1
0.4
5.4
0
0.45
2.3
2.6
4.4
3
2.9
2.7
8.6
4.4
1.7
0.15
8
1.89
1.23
7.37
2.17
1.94
2.7
2.8
4.77
2.08
3.3
1.7
2.45
1.8
1.9
1
1.6
2
3.15
1.4
16
4.5
0.15
1.9
2.25
0
0
2.1
3.2
3.25
0
2.9
0.54
0.4
6.1
2.35
1.03
2.68
1.93
3.15
2.71
1.94
1.85
2.48
2.6
3.1
2.5
1.95
2.7
4.1
0
4
0.41
0
4.5
0.77
61
0.15
0.15
3.4
2.27
2.7
1.7
6
0.3
2.8
1.4
1.9
0
2.8
1.9
3.2
0
2.35
0.5
0.1
6.1
2.68
0.93
4.52
1.53
3.64
2.73
0.94
4.2
2.04
2
2.2
2.1
1
2.3
3.5
1.7
4
0.51
1
0.2
5.7
2.35
3.6
2.4
3.55
0.75
2.2
1.9
1.9
5.1
3.4
0.9
3.3
0
0.7
0.7
0.3
5.9
2.56
6.06
10.19
1.16
4.62
5.8
1.04
4.87
2.68
3.7
0.98
1.4
1.02
1
0
3.3
1.6
0.29
SO
O
0.63
0
5
5.6
3.1
2.45
2.8
3.15
4.1
2.88
1.5
0
4.1
1.2
2.55
0
0.7
1.5
0.68
7.7
4.55
6.62
12.21
1.51
3.56
6.86
0.75
3.78
2.99
4.8
1.1
0.8
0.8
0.6
0
3.8
2.7
0.67
0.48
0.65
5.8
3.9
3
2
4.2
3.37
1.5
3.15
3.2
4.2
3.3
2.9
2.6
0
2.56
0.7
1.3
6.13
3.61
6.52
9.59
2.82
3.36
8.43
1.56
4.33
1.44
8
0
0.45
0.25
0
0
2.7
1
0.73
Anexo 3
Análisis cuantitativo de los componentes de la redistribución de precipitaciones
62
Cuadro 1. Valores mensuales para cada componente de la redistribución de precipitaciones, obtenidos en el
Encuentro, durante el período de estudio.
2004
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
Pt
(mm)
684,6
495,8
353,0
468,5
226,5
214,5
Pd
(mm)
463,1
398,1
233,1
468,1
87,2
148,4
Pd
(%)
67,6
80,3
66,0
99,9
38,5
69,2
Ef
(mm)
1,6
1,3
0,9
0,8
0,9
0,4
Ef
(%)
0,2
0,3
0,3
0,2
0,4
0,2
Pn
(mm)
464,7
399,5
234,0
468,9
88,1
148,8
Pn
(%)
67,9
80,6
66,3
100,1
38,9
69,4
Int
(mm)
219,9
96,3
119,0
-0,4
138,4
65,7
Int
(%)
32,1
19,4
33,7
-0,1
61,1
30,6
2005
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
160,8
4,5
231,5
143,0
898,2
789,9
132,2
0,0
340,6
75,3
677,9
678,4
82,2
0,0
147,1
52,7
75,5
85,9
0,2
0,0
0,8
0,2
2,1
2,8
0,1
0,0
0,4
0,2
0,2
0,4
132,4
0,0
341,4
75,5
680,1
681,2
82,4
28,4
0,0
4,5
147,5 -109,9
52,8
67,5
75,7 218,1
86,2 108,7
17,6
100,0
-47,5
47,2
24,3
13,8
TOTALES
4.671
3.703
79,3
12
0,3
3.715
Año
Meses
79,5
956
20,5
Cuadro 2. Valores mensuales para cada componente de la redistribución de precipitaciones, obtenidos en el
Tranque, durante el período de estudio.
Año
2004
2005
Meses
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
TOTALES
Pt
(mm)
684,6
495,8
353,0
468,5
226,5
Pd
(mm)
485,0
400,0
260,6
479,4
106,9
Pd
(%)
70,8
80,7
73,8
102,3
47,2
Ef
(mm)
7,1
6,2
4,3
5,4
2,9
Ef
(%)
1,0
1,3
1,2
1,1
1,3
214,5
160,8
4,5
231,5
143,0
898,2
168,4
142,8
0,0
267,8
79,4
761,3
78,5
88,8
0,0
115,7
55,5
84,8
1,3
0,8
0,0
1,5
0,9
8,8
0,6
0,5
0,0
0,7
0,6
1,0
169,8
79,1
143,6
89,3
0,0
0,0
269,3 116,3
80,3
56,1
770,1
85,7
44,7
17,2
4,5
-37,8
62,7
128,1
20,6
10,7
100,0
-16,3
43,9
14,3
789,9 679,7
86,0
8,8
1,1
688,4
87,2
101,5
12,8
4.671 3.831
82,0
48
1,0
3.879
83,1
792
16,9
*Donde:
Pt = Precipitación Total
Pd = Precipitación directa
Ef = Escurrimiento fustal
Pn = Precipitación neta
Int = Intercepción del dosel
63
Pn
Pn
Int
(mm)
(%)
(mm)
492,1
71,9 192,5
406,2
81,9
89,6
264,9
75,0
88,1
484,8 103,5 -16,3
109,7
48,4 116,8
Int
(%)
28,1
18,1
25,0
-3,5
51,6
Cuadro 3. Prueba de normalidad para los componentes de la redistribución, según lo registrado en cada sector
de estudio.
Precipitación Directa
(mm)
Encuentro
0,924
Shapiro-Wilk*
Grados de
libertad
12
Tranque
0.937
12
0,462
Escurrimiento Fustal
(mm)
Encuentro
0,918
12
0,270
Tranque
0,904
12
0,177
Intercepción de copas
(mm)
Encuentro
0,963
12
0,821
Tranqu0e
0,978
12
0,975
Variables
SECTOR
Estadístico
Significancia
estadística
0,322
* Prueba de normalidad para muestras menores o iguales a 50.
Cuadro 4. Parámetros estadísticos para los componentes de la redistribución de precipitaciones,
durante el período de estudio (valores anuales).
Sector
Parámetros estadísticos
PT (mm)
Mínimo
4,5
0
0
0
0
Encuentro
Máximo
898,2
678,4
2,8
681,2
100
4.670,8
3.702,6
12,2
3.714,8
956,0
Suma
Tranque
Pd (mm)
Ef (mm)
PN (mm)
Int (mm)
Mínimo
4,5
0
0
0
0
Máximo
898,2
761,3
8,8
770,1
100
4.670,8
3.831,3
47,9
3.879,2
791,6
Suma
Cuadro 5. Montos totales por estación del año, de los componentes de la precipitación, registrados en
los sectores de estudio.
Pd
Sector
Estación del año Pt (mm) (mm)
Encuentro
OTOÑO
1.273
Tranque
Encuentro
INVIERNO
1.970
Tranque
Encuentro
PRIMAVERA
1.048
Tranque
Encuentro
VERANO
380
Tranque
TOTALES
4.671
Ef
%
(mm)
PN
%
(mm)
Int
%
(mm)
%
1.094 85,95
3,2
0,25 1.097 86,20
176 13,80
1.108 87,09
11,2
0,88 1.120 87,97
153 12,03
1.540 78,14
5,8
0,29 1.545 78,43
425 21,57
1.565 79,41
22,1
1,12 1.587 80,53
384 19,47
788 75,23
2,6
0,25
791 75,48
257 24,52
847 80,81
12,5
1,19
859 82,00
189 18,00
281 73,89
0,6
0,16
281 74,05
99 25,95
311 81,95
2,1
0,55
313
83
66 17,50
3.703 79,27
12,2
0,26 3.715 79,53
956 20,47
3.831 82,03
47,9
1,03 3.879 83,05
792 16,95
64
Cuadro 6. Prueba de muestras independientes (95% de confianza) para las variables precipitación
directa (mm), escurrimiento fustal (mm), precipitación neta (mm), e Intercepción de copas (%).
Prueba de Levene para la
igualdad de varianzas
VARIABLES
Significancia
estadística
F
Precipitación
directa (mm)
Se han asumido
varianzas iguales
Escurrimiento
fustal (mm)
No se han asumido
varianzas iguales
Precipitación
neta (mm)
Intercepción
del dosel (%)
Prueba T para la igualdad de medias
0,906
-0,111
22
0,913
24,872
0,000
-3,136
22
0,008
Se han asumido
varianzas iguales
0,027
0,871
-0,140
22
0,890
Se han asumido
varianzas iguales
0,000
0,988
0,402
22
0,691
JUN
MAY
ABR
MAR
FEB
ENE
DIC
OCT
SEPT
AGO
JUL
JUN
MAY
ABR
MAR
FEB
2.000
1.800
1.600
1.400
1.200
1.000
800
600
400
200
0
-200
NOV
El Tranque
ENE
DIC
NOV
OCT
SEPT
JUL
AGO
Cantidad de agua (mm)
Significancia
estadística
0,014
El Encuentro
2.000
1.800
1.600
1.400
1.200
1.000
800
600
400
200
0
-200
Grados
de
libertad
T
Meses del Año
P. total
P. directa
E. fustal
Int. dosel
Figura 1. Cantidad de agua mensual según componente de la redistribución de precipitaciones, para
ambos sectores.
65
Cuadro 7. Diferencias absolutas y relativas entre los sectores, durante el período de estudio.
Año
Precipitación
directa
(mm)
(%)
Meses
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
2004
2005
21,9
1,9
27,5
11,3
19,7
20,0
10,6
0,0
72,8
4,1
83,3
1,3
128,7
Total
4,5
0,5
10,6
2,3
18,4
11,9
7,4
0,0
27,2
5,1
10,9
0,2
3,4
Escurrimiento
fustal
(L/arb)
(%)
(mm)
49,5
44,4
30,6
46,2
13,8
8,1
4,0
0,0
1,0
5,8
58,4
43,6
305,4
60,9
62,4
62,6
74,9
42,2
52,9
45,5
0,0
5,8
56,3
57,9
43,5
55,7
Precipitación
neta
(mm)
(%)
(%)
5,5
4,9
3,4
4,6
1,9
1,0
0,5
0,0
0,7
0,7
6,7
5,9
35,7
77,6
78,4
78,5
85,6
66,8
73,0
68,7
0,0
45,9
74,9
75,8
67,6
74,6
5,6
1,7
11,6
3,3
19,
12,4
7,8
0,0
26,8
5,9
11,7
1,0
4,2
27,4
6,7
30,9
15,9
21,6
21,0
11,2
0,0
72,1
4,7
90,0
7,2
164,4
12,5
7,0
25,9
96,7
15,6
31,9
39,3
0,0
65,6
7,0
41,3
6,7
17,2
160
140
)
140
120
(
El Tranque
160
120
100
100
80
80
60
60
p
Precipitación directa (%)
El Encuentro
27,4
6,7
30,9
15,9
21,6
21,0
11,2
0,0
72,1
4,7
90,0
7,2
164,4
Intercepción
del dosel
Int (mm) (%)
40
40
20
20
0
0
0
200
400
600
800
1000
Precipitación Total (mm)
0
200
400
600
800
Precipitación Total (mm)
R2 = 0,611 p= 0,03
R2 =0,576 p < 0,01
^Pd (%)= -11,998 + 15,2 Pt
^Pd (%) = -14,403 +16,0142 + Log (Pt)
Figura 2. Modelo logarítmico para la relación entre las variables precipitación directa (%) y
precipitación total (mm).
66
1000
El Tranque
Escurrimeinto fustal (%)
El Encuentro
1.4
1.4
1.2
1.2
1.0
1.0
.8
.8
.6
.6
.4
.4
.2
.2
0.0
0.0
0
200
400
600
800
0
1000
200
400
600
800
1000
Precipitación Total (mm)
Precipitación Total (mm)
R2 = 0,446 p = 0,01
R2 = 0,674 p < 0, 01
Êf (%) = -0,066 + 0,530 + Log (Pt)
Êf (%) = -0,393 + 0,229 +Log (Pt)
Figura 3. Modelo Lineal para la relación entre escurrimiento fustal (%) y Precipitación total (mm).
Intercepción del dosel (mm)
El Encuentro
El Tranque
300
300
200
200
100
100
0
0
-100
-100
-200
-200
-200
0
200
400
600
800
1000
Precipitación Total (mm)
-200
0
200
400
600
800
1000
Precipitación Total (mm)
R2 = 0,406 p = 0,02
R2= 0,372 p = 0,03
Întd = -2,72 +0,212Pt
Întd = 9,572 + 0,145 Pt
Figura 4. Modelo Lineal para la relación entre la intercepción del dosel (mm) y Precipitación total
(mm).
67
Cuadro 5. Prueba de muestras independientes
Prueba de Levene para la
igualdad de varianzas
Prueba T para la igualdad de medias
Coberturas del dosel (%)
F
Se han asumido varianzas
iguales
Significancia
estadística
0,010
0,922
68
T
-0,783
Grados
de
libertad
30
Significancia
estadística
0,440
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