Jueves 25 de Junio de 1846. Ano 2.

Anuncio
'iiím.'529«
J u e v e s 25 de Junio de 1846.
Ano 2.
Puntoa de •userleloia.
Prealoa de s n a c r l o i o n .
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Kn l u proTineiis, por Id, Stiaco d^ pert«
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£0 Madrid en ]u oScinat de Mte p«ri<dle*, oallf 4 | ValTWd* íatfMra t ,
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Toda íomuiiicaciou 6 rcclamacioa i 1« adminlttneioB drtM t n i l firUIM
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porte «'n rit^u requUito no it admlUtl.
íísto periódico « publica to-j», |,i lardei, excepto lo- rioiningoi.
PERIÓDICO MONÁRQUICO.
H-:irnos msertpdo en nuestro número delilD unn restricción una base para Ja generalidad de las torio de profesores, se nombren dos médicos para ¡das? ¿Por qué los médicos jóvenes é inespertos son
JisposicTon dol (iobifrno dirigida á propagar los carreras mayores , no hay que dudar que nuestros cada establecimiento , prefiriendo los ya ancianos á veces directores de baños, cuando los grandes
ó algo achacosos por el trabajo en su profesión, [píácticos están demás, por un planteo injusto da
«nstitkitos de segunda enseñanza en los pueble* venerables Prelados se prestarían á ponerlas en
O.'^Que habiendo muchos pueblos sin botica, ios partidos? La legislación no debe dejar tanta
•que. Sin ser capitales de provincia , reúnan dos ' p'aiita", á caml>¡o de hacer un gran beneficio ú la aunque muchas dolencias reclaman un socorro vaguedad en materias de tamaño interés.
Mil vecinos por lo menos. Si se han de observar juventud á la cual no permitiesen sus circunstan- pronto, se forme botiquiíi, dependiente de un farPara que otras personas mas ilustradas amplifi4 la letrillas prevencionüs de esta Real orden , up cias coocurrir á las universidades . ó á los pofo» inacóiiUco, en cada pfieblo, con la nota de la dosis quen mis indicaciones, á las que daría mus desares (ie <>r<ser que se»,a muchas las poblíciones (jire institutos que pudiesen sobrevivir á las corriJíitíái de las medicinas. 6. ® Q^e exig íendo la profesión rollo sino temiera ser molesto en asunto t w áriusen do dicha íaéullad, á no contar cbn legados crfsis que en la actualidad están sufriendo ios'ma^ del arto de curar mucha movilidad respecto á los do; y para que se interesen los que deben hacerlo
igualados» que se hacen servir mas que aecesitan, Sor la suerte de tantos miles de infelices , como
jiiadosos qu« puedan costear los gastos correspon- de ellos.
y siendo los profesores prácticos tan apreciables, ace la imprevisión de las leyes, y cuya desgraci»
liientes; pwes no será grande el niímero de pueblos . Asunto os este en que el Gobierno debe ocu- sean autorizados los que estén achacosos en su relluye sobre todo el reino, espero que estas esque prescindiendo de estos recursos puedan sopoiv pars<; con mucha seriedad, si aspira á dar consis- edad avanzada, paraterter en su compañía como pecies, que con mas latitud he espuesto al Congretar con algún desahogo los dispendios que exigeh tencia á sil atteglo déla enseñanza pública , en el teniente á otro comprofesor, para servir al públi- so , llamen desde luego la atención público en las
la instalación de semejantes estoiblecímienlos y 0) cual, si bicrt, como hemos dicho, se hallan dispo- co entre los dos , preslatldo sus instrucciones el columnas de la ESPKRANZAÍ Se dignará apreciarlas
el Gobierno de S. M.? Creo que en esto haría á la
rpago anual del sueldo de proíesore» y demás aten>- siciqheSjBiuy útiles y aceptables, abundan otras práctico á su ayudatitt?.
nación un beneficio imponderable.
I.a
justicia
de
todo
lo
referido
no
so
ve
tan
pleciones qtie consigo l.ifvan estas corporaciones y l|i que no es posible sostener sin riesgo inminente dd
namente como lo rriíiestra la esperienciade los horenseiTíanza respsctifa. Sin embargo, no serla es*- malograr el todo de esta obra ministerial.
ribles males que causa la falta do estas leyes; males
traño, que por miras de bien público mal entendíf
A la relación que dimos de varias ceremonias
que matan alas generaciones y- peores que laesclatildo, ó acaso con fines de otra especie, entren k í
que
tienen lugar en Roma con motivo del fallecivitud.
Repárese
que,
dada
á
los
pueblos
la
facultad
De una población de Estremadura so nos dirije
-autoridades municipales de algún distrito en la tenpara
que
planteen
su
servicio
conio
quieran,
sin
miento
del Papa é instalación del que le »;.;cede en
el siguiente
marcar ni el vecindario que deban asistir los facul- el trono pontificio, añadimos, tomada del Diarip
tación de comprometer con tal objeto los fondos de^
aCMITIDO.
tativos, ni sueldos, ni tiempo, ni el modo de la de dicha capital, la del entierro de Gregorio XVI,
común quo administran, haciendo aparecer como
asistencia,
es frecuentemente como si las leyes les
Soy un profesor dé medicina , cuya facultad no
muy posibles y llevaderos sacrificios que agravadiesen carta blanca para que la inmoralidad haga verificada el G actual. Dice asi:
ha
sacado
aun
entre
nosotros
la
ilustración
de
la
rán mas y mas la poco lisongera posición en que
«Al ponerse el sol , debiendo darse sepulfura á
cuque estaba entre los romanos. Y si cuanto malo quiera de tales empleados. Mal pagase hallan los pueblos, esto es, la parte de los mis- esclavitud
hay alguna difereilcia, es que las leyes están de tal ilo.í, no permitiendo la ¡«seguridad mas medios de les despojos del Santo Padre, se reunieron en la
anos que positivamente contribuye á sostener la$ moilo compaginadas que, con Visos de honrarnos, ad piisicion que por un camino; no permitiéndose sacristía del Vaticano los cardenales por él creados
cargas <lel Estado. Aun asi, cstoa¡sacrificios habrán nos ponen á cada paso en la dura posición de no oc.momias, ni acopios á tiempo; sucedo que, no «Entretanto el clero de la Basílica precedido de la
«Je ser estériles hasta cierto grado, puesto que en tener con que subsistir. Parece que la legislación solo se vive pobremente, sino que á moñudo no Cruz, so dirigió á la capilla donde estaba espuesto
liay lo necesario para vivir, si el gefe de la familia su cadáver, el cual, con su acompañamiento y el
la citada Keal orden los institutos de cuya crea-* y el público hallan justo el vengar on nosotros los escasado.
Acontece que, si ocurre un desahucio (in- de las guardias nobles y suiza, y cantando los mú-.
estragos
que
hace
la
muerte
contra
cuyos
tiros
escion se trata, liando quedar reducidosá |a ense- grime sus armas nuestra ciencia.
justo COKO son los mas), los interesados peligran sicos el mistrere semítonado, fue conducido poríos
ñan/i de los tres primeros años de la instrucción
No es preciso discurrir mucho para conocer que en su tida por falta de haberes. Se carece de me- i capellanesdela Basilica,con sobrepelliz, á lo interior
%ecuu4aria, viéndose en su caso ios padres de fa- en nuestras leyes facultativas hay defectos notables dios de transporte; resultan gastos insoportables en de la capilla del coro, cerrando en seguida tus can'
compias y ventas de muebles, en pretensiones, en celes. Avisados los cardenales, vinieron con los
milia comprometidos á enviar sus hijoí á otros y lagunas que atraen fatales consecuencias. '
.Monseñores Pallavicíno, mayordomo y prefecto de
rstnblecimientos para completarla. Nosotros juzEn los tiempos en que los españoles abundaban memoriales, recomendaciones ¿informes. Por consi- los SS. Palacios Apostólicos, y Mediéis de OttSj¿guiente, no hay con que educará los hijos; se huye
gamos que hubiera sido preferible á fomentar la en sentimientos cristianos, y en que estos suplían del matrimonio, y se vive en el libeftinage. Si se no, ayuda de cámara,.á la misma capilla, d«nde
muliipiicacion de estos instituios á medias, promo- á la sagacidad de legislar, con razón hasta cierto tiene algún capital que poder invertir en objeto cantado que fue el verso ti» Paradisum etc., el
\cr la creación de otros mas completos, escitando punto los monarcas dieron á los ayimtamieiitos de ganancia para avudar á los gastos precisos, )¡
una especie de spberanOi riac^i /'lo'íir vi una por- i:ti,nji<i uu luS [ i u c u i o j i\f iiii|n^»o, j lia í»a^n.u ua í,lW>¿oí»GW'ifa'íi»i^Wc.,n»tráLaa„ij.e,.AfltJiOíIilÍ!l..\ caá los pueblos á reunir sus esfuerzos, y sus fondos tener
en sus destinos o destituir d* ellos a
todo lo que se tiene para evitar los desaucios de los pa pluvial y mitra, bendijo la caja de ciprés con
al ¡atento, aunque fuese mucho menor el número. ción de clases, como médicos, boticarios, cirujanos, que de la admisión de erhpleados hacen á veces co- la oración designada, y después de rociarla con
maestros ect., elegidos por escrituras temporales. mercio. Guantas nociones se tengan de tas intere- agua bendita, la incensó. Acto continuo cantaron
Ue colegios que se llegase á plantear.
Gomo por lo regular habia cierta gravedad caballeroPero no es esto lo que principalmente nos pro- íaen los regidores perpetuos, como no iucurricsen santísimas ciencias auxiliares de la facultad y sus los músicos la antífona Ingrediar etc. y el salmo
desiderat etc. concluido el cual se
I^onemos observaren vista de la orden del 16. Aj enJofectos enormes, tales empleados no eran des- ¡Miportantes aplicaciones á mil objetos, de nada Quemadmodum
sirven. A nadie se puede ocupar con tales ta- repitió la antífona. En el entretanto algunos saIiacérnos cargo de ella , nuestro objeto preferente pedidos, á lo menos en las ciudades, porque en vi- lentos.
cerdotes pusieron el cadáver en un paño encarnaes ÜAniar la atención del señor ministro del.ramo llas y lugares siempre han existido maldades que
do con flama de oro, entretegido con terciopí-lo
Nótese
esto.
Loshombres
do
instrucción
que,
esy del director general de estudios hacia la necesi- lamentar en este asunto; pero hoy se notan varia- parcidos por el reino, debieran ser la norma para carmesí con franja do oro, y todo en una caja de
das.las circunstancias aun en aquellas poblaciones;
dad que e\iste de reformar el plan de la enseñan- lu módicos, ni cirujanos, ni ningún empleado mu- quo do ellos aprendiese el pueblo, no pueden ense- ciprés forrada también de seda. El cadáver estaba
za secundaria, reduciendo el número de sus asig- nicipal está seguro. Ünfl división eterna reina so- ñarlo, ni importar industrias cuyo egercicio supone vestido con sotana blanca, alba, dalmáticas y demas ornamentos pontificios, inclusa la casulla ennaturas y conibinándülas de un modo mas ordenado bre quien será el que ocupe tales destinos. La vir- un saber especial. Pobres los profesores, por su carnada, palio y fanone (cierta vestidura propia do
opresión
legal,
escasean
do
libros,
de
instrumeny filosófico ; punto cerca del cual hemos hablado tud, el mérito, todo es insuficiente para resistir los tos y de aparatos. Privados de medios para educar los Papas), guantes, anillo, sandalias encamadas y
anteriormente con bastante especificación, estando efectos de las inconsecuencias de l.i autoridad mu- aun é sus hijos, no les comunican sus nociones y mitra. El señor mayordomo cubrió el rostro del
nicipal. Kl medio algo eficaz de perseverar en los
augusto difunto con un velo blanco; y con otro
coiiforiiicsconnuestrojiiicio acerca de él variosotroí destinos,
es plegarse á las exigencias, de mil espe- observaciones relativas á cada pais. La práctica
periódicos, y la gran mayoría de los hombres in- ,cit'S, de los corifeos de los i)iieblos; pero nieso|basta. muere con los profesores. Se oculta el saber. Hay igual le cubrió luego las manos el ayuda de cámara. En seguida el mayordomo puso a los pies una
tcliseiitcs en la materia á quienes hemosoido. (leHecogiendo hechos, he deducido que este tras- precisionde aprenderde losestrangerosdoctrinasde bolsa de terciopelo carmesí, en la que habia otra»
iier«lmenle se conviene en que, de continuar el ar- torno debe influir por muclio en la dnspoblacion, inaplicables por las diferencias que ocasiona la la- tres, una con medallas de oro, otro con las de platitud etc. en el modo de curar. Se gastan sin necereglo de la enseñanza secundaria en el es.'ado en en la pobreza, ignorancia, inmoralidad y disturbios, sidad niuchos millones en drogas exóticas escusa- ta, y la tercera con las de cobre , que en un Udo
no
solo
de
los
pueblos
aisladamente,
sino
del
reino,
que hoy se halla, hade resultar sin remedio una
tenían el retrato del difunto, y en el reverso se
porque una" grande multitud de familias agitadas bles, lo mismo que en libros cuyas doctrinas no
de dos consecuencias bien gcnsibics ambos á la irrostra temerarias empresas. En los pronuncia- nos cuadran. No se conocen ni mejoran las topo- veían representados los mas gloriosos hechos de su
verdad ; ó que los jóvenes se arredren en la car- I •uienlü» siempre han figurado dependientes muni- «rafías médicas y agrícolas ni las idiosincrasias de reinado y pontificado. Esta caja se cerró, después
rera do sus estudiosa la vista de un cuadró tan cipales. Calcúlese, y se verá quo en esta posición ios enfermos: no se adquiere la confianza de estos. de haber metido en ella un tubo con un pergamino
una horrible inipolicía médica. Los pobres y donde estaban escritas las Memorias del Papa; da
tisombroso de enseñanzas en que es imposible violenta j desiísperifiíte están envuGUas mas de Hay
lodo
el público escasean de medicamentos. No es todo lo cual se estendió el oportuno testimonio.
aprovechará la vez ni aun nicdiaiíament?, ori- cien mil familias algo Ho'tábles. Las desventuras posible amparar á los enfermos pobres, ni acoger
«Hecho esto, los cardenales verificaron la enginándose de aqui la desaplicación mas absoluta; de esta gran parte de la polilácion (¡eboii refluir en casa al pidre y parientes que se arruinaron, pro- trega', de estajcaja á los canónigos; la cual caja fue
sobre toda la nación española, como se demuestra
veyendo tal vez de medios á los facultativos para metida y encerrada en otra mayor de plomo sobre
•'• que se inutilicen tristemente en laflor déla edad, con ar"urncntos palpables.
la que estaban esculpidas las armas del Pontifico,
oxaininarso.
rendidos por el esceso del trabajo mental á que los
Me Ro'decidido á presentar seis proyectos de ley,
y una inscripción con su nombre , el tiempo que
Favorézcase
á
los
literatos,
y
dótense
con
deobliga la carga atroz que se les ha impuesto.
relatíVó's, al abuso del poder de los ayuntamiento?, cencía los destinos municipales dichos, y habrá un vivió, reinó y murió: asi se selló con los sello» del
Ks, pues, forzoso modificar el sistema de la ins- il mejor y mas justó desempeño de la medicina, correctivo de la empleomanía. Serán todos el am- cardenal Camarlengo, del cardenal arcipreste , del
trucción secundaria , dado que no parece conve- cirujfa y farmacia , y á las grandes utilidades que paro de tantos desgraciados como crean las vici- mayordomo y del cabildo. Encerrada luego esta cadeben emanar de la inamovilidad razonable de tan- situdes de la vida, y que apenas hallan quien les ja en otra mayor de madera, se efectuó la tumulaniente determinar que los jóvenes permanezcan en tos miles de colocaciones.
cion ó sepultura en el mencionado nicho , donde
valga.
estas clases por mucho tiempo mas del quo en ellas
Si la vagancia de la* familias enfipobrece , inmoAl visitar á varios sacerdotes enfermos, he no- hasta entonces habían estado depositadas las ceniso les delione ahora.
rigera, despuebla y causa disturbios eternos en las
tado
una pobreza dolorosa , que bellamente real- zas de su inmediato antecesor Pío VIU.
«No debe pasarse en silencio que durante todo
Hecha esta reforma en las asignaturas de filo- poblaciones por el inmoral abuso del poder, el re- zaba la virtud da tener acogidos en sus casas á pafrenarlo
debe
producir
un
efecto
contrario.
el
tiempo
que el cadáver estuvo espuesto en lacasofía, se allanará el camino para otra resolución
I..OS proyectos de ley indicados son los siguien- rientes desvalidos. Sino hubiese sido por el sacerque podrá aliviar en gran manera los sacrificios tes: 1." Que se declare la estabilidad de todos los docio, que ha favorecido y favorece en lo posible pilla acudió un gentío inmenso, el cual con el
beso del pié y las lágrimas que derramaba, maque los pueblos están i'restando para sostener los destinos para cuyo desempeña se otorgan ó suelen á los que la ley que rombato mata indirectamen- nifestaba lo mucho que sentía unapérdida tan ineste,
hubieran
fenecido
familias
enteras
de
inanición.
establecimientos destinados á esta enseñanza. Es otorgar escrituras con los ayuntamientos [páguenpobreza del clero es una calamidad pública per- perada.»
decir que , hecha esta mas accesible, y facilitada •ic de los fondos que se quieran] ; pues supues'.asuI>a
manente.'Las leyes que propongo, son en la actuala adquisición de profesorescomjíietentes para-pres- necesidad, la vagancia de tantas familias causa, lidad una materia grave de conciencia; porque hoy,
aSVlSTA » E ÍA VHENS& VERZOBZCA.
como va indicado, en gran parte la despoblación,
tarla , una vez que la asistencia á las cátedras es- la pobreza, la ignorancia, la inmoralidad y distur- escaseando quien amparo al desvalido, amagan
peciales de idiomas sabios y de ciencias naturales bios de la nación. 2." Que- se marque la porción mayores males á las víctimas de los ayuntaEL TIEMPO hace á su manera la historia de las
se exija únicamente á los que tienen una verdade- de habitantes que cada profesor de las facultades mientos.
nogociacioncs
rolativat al matrimonio Tripanl, y
ra necesidad de estos estudios paro sus profesio- de curar ¿debe asistir, según las localidades, para I Pago en silencio la conducta especial que obserquiere deducir que esta cuestión se ha limpliricado
van
muchos
de
estos
con
sus
dependientes,
que
poder
llenar
cumplidamente
sus
funciones.
3.°
Que]
nes, será fácil hacer servir útilmente para la
mucho, una vez que, según se figura nuestro coleinstrucción general de la juventud á los seminarios i'ii los pueblos haya un loca! destinado para sem- daría lugar á la formación de una biblioteca de ga, han muerto ya las candidaturas de los conde»
brar plantas indígenas ó exóticas que se pueían ha- descripción de crímenes asquerosos. Es condición
conciliares ; y nada podría alegarse que ni en la ber, para evitaren lo posible las importaciones de lastimosa de los buenos el dejar prevalecer el dic- de Montemolín y de Trápani; sin que sean suficientes á resucitar ninguna de ellas loi elementos
apariencia cohonestase el alejamiento que hacia medicamentos caros y sofisticados; á fin de que los tamen de los peores en los ayuntamientos.
que puedan contar dentro y fuera de España,
estas apréciabrlísimas escuelas han mostrado nues- menos acornodados no se priven de las medicinas
Omito ol demostrar la necesidad de acoger los con
iií aun «el em|)eño (dice) de un partido (el monárdemás
proyectos
,
porque
solo
con
referirlos
se
tros gobernantes en sus |)lane8 de instrucción pú- I con las que solamente es posible curarse ; y para
quico), í/cf/iíimo pero grande.»
blica. Entonces, si algunas modificaciones, cou- mover al usV) da drogas indígenas, mal abandona- palpa su justicia. ¡Cuántos no mueren por no teQuede consignado lo de grandes, como confesión
ner
á
mano
una
medicina
pronta!
¿Cómo
un
médas.
k.°
Que
deserripeñaudo
precisamente
mal
su
YÍiiiese hacer en estos colegios eclesiásticos para
departe
contraria; en cuanto á lo de ikaitimo,
ministerio los médicos de baños, por la abundan- dico dü baños escucha en, regla á tantos enfermos
(jue sus estudios de filosofía fucíeu sin ninguna cia de enfermos, habiendo además un exceso no- que acuden á ellos eu las respectivas tempora- traslado.
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