reglamento de espectaculos taurinos para la ciudad de chihuahua

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REGLAMENTO DE ESPECTACULOS TAURINOS PARA LA CIUDAD DE CHIHUAHUA
REGLAMENTO DE ESPECTACULOS TAURINOS PARA LA
CIUDAD DE CHIHUAHUA
CAPITULO I
DE LAS PLAZAS DE TOROS
Articulo 1.- Las plazas de toros que se exploten en la ciudad de Chihuahua, podrán ser
de tres categorías, considerando el cupo de espectadores. Serán de primera categoría
aquellas que tengan un cupo total de mas de 10,000 diez mil espectadores.
Serán de segunda, aquellas que tengan un cupo de más de 4,000 cuatro mil y menos
de 10,000 diez mil, y las de menos de 3,000 tres mil serán de tercera categoría.
Articulo 2.- El cupo será fijado por la Presidencia Municipal de la Ciudad de Chihuahua.
La misma Presidencia se encargará de autorizar de acuerdo con sus normas técnicas,
reglamentarias y de especificaciones de este Reglamento, la construcción de los
nuevos casos, las modificaciones que se pretenda hacer a los existentes o la
adaptación de algún local para la celebración de espectáculos taurinos.
Articulo 3.- Además de las normas técnicas y reglamentarias de la Dirección de Obras
Públicas Municipales, para la construcción de edificios, en la construcción de las plazas
de toros se observarán las siguientes disposiciones:
I. Las puertas de entrada serán amplias y en número suficiente para evitar las
aglomeraciones. Estarán dispuesta sen tal forma que permitan el fácil acceso al interior.
II. Las escaleras que conduzcan a las localidades estarán convenientemente
distribuidas. En las graderías tendrán pasillos bastantes para favorecer el fácil acceso al
interior.
III. La Dirección Municipal de Obras Públicas determinará el aforo de las plazas y
señalará las diferentes localidades que deba haber en las mismas y su cupo. Las
localidades deberán estar dispuestas con la pendiente y los requisitos necesarios para
que desde todas ellas y sentados los espectadores se pueda ver el redondel en toda su
extensión; aún cuando el lleno en los tendidos sea completo.
IV. Habrá en la plaza suficiente número de tomas de agua para usos de emergencia y
para el del cuerpo de bomberos.
V. Habrá servicios sanitarios en número suficiente de acuerdo con el cupo de las plazas
y estarán ubicados inmediatos a las localidades a las que den servicio en instalaciones
independientes para cada sexo.
VI. El redondel de una plaza de toros medirá de cuarenta a cincuenta metros de
diámetro, en las plazas de primera categoría; en las otras el mínimo puede reducirse a
treinta metros.
VII. El piso de los redondeles será de arena y siempre se conservará en buen estado,
se regará y apisonará convenientemente antes y durante el curso de la lidia, a juicio de
la autoridad.
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VIII. Los redondeles estarán circundados por barrera de madera, de altura no menor de
un metro treinta centímetros, ni mayor de un metro cuarenta y cinco centímetros y
estarán pintadas de rojo obscuro. Por su parte exterior estará provistas de un estribo
colocado a una altura del piso del ruedo de no menos de treinta ni más de cuarenta
centímetros. Este estribo, que también será de madera, medirá no menos de quince
centímetros de ancho y sus condiciones de seguridad serán absolutas. El grueso de las
tablas usadas para barreras, estribos, etc., tendrán un mínimo de cinco centímetros en
las de primera y de tres en las demás.
IX. La barrera por su parte interior también tendrá un estribo a una altura de veinte
centímetros sobre el piso del callejón y en iguales condiciones de seguridad que el
estribo exterior. El estribo de la parte exterior estará pintado de blanco con objeto de
que los lidiadores puedan distinguirlo fácilmente.
X. Las barreras estarán provistas de número suficiente de puertas para todos los
servicios de la Plaza y para que los toros que salten al callejón vuelvan al ruedo.
Estas puertas serán de dos hojas, abrirán hacia adentro y cerrarán el callejón.
XI. Las barreras estarán provistas de cuatro burladeros con tronera al callejón y su
distribución será simétrica. Estos burladeros tendrán las orillas pintadas de blanco.
XII. El callejón tendrá una anchura mínima de un metro cincuenta centímetros y no
excederá de dos metros cincuenta centímetros. Estará provisto de los burladeros
necesarios para el servicio. Tendrá tomas de agua para facilitar el riego del redondel y
contará con las puertas necesarias para el buen servicio.
XIII. Las contrabarreras serán de altura suficiente para poner a los espectadores a salvo
de todo riesgo, en caso de que un toro salte al callejón.
XIV. Los corrales para los toros serán tres cuando menos, en las plazas de primera
categoría y dos en las demás. Serán amplios, con dotación de burladeros, cobertizos,
comedores y abrevaderos, con agua corriente. Su piso se mantendrá siempre
apisonado y tendrán un buen desagüe para evitar el encharcamiento del agua en
perjuicio de los toros. En lugar cercano se colocará la báscula para pesar los toros en
las plazas de primera y segunda categoría.
XV. Los corrales tendrán fácil comunicación con la vía pública para la introducción de
los toros y directa con la corraleta de los chiqueros para la faena de enchiqueramiento.
Los toriles serán ocho por lo menos, en las plazas de primera categoría y cuatro cuando
menos, en las de segundo orden. Tendrán fácil acceso al callejón que desemboca en el
ruedo.
XVI. Los toriles, corrales y pasillos estarán construidos de manera que se facilite la
ejecución de las maniobras con los toros en forma tal, que se les evite toda molestia.
XVII. La cuadra de caballos estará separada completamente del resto de las
dependencias de la plaza, y reunirá siempre buenas condiciones de higiene y limpieza.
Cercano a la cuadra habrá un local amplio, propio para que en él pueda hacerse la
“prueba de caballos”. La cuadra de caballos tendrá fácil acceso al ruedo.
XVIII. En toda plaza de toros de primera y segunda categorías, habrá un local destinado
exclusivamente a destazar las reses muertas con motivo de los festejos. Serán una
dependencia que reúna las condiciones exigidas por el Código Sanitario.
XIX. Podrá haber en las plazas de toros, locales distintos y salas de espera para los
lidiadores. Habrá un almacén donde se guarden varas, moñas, banderillas, arneses,
petos, monturas, carretillas, útiles de carpintería rastrillos, palas, etc.
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XX. Habrá también un local destinado a depositar arena y aserrín para el arreglo del
ruedo cuando así lo ordene la autoridad.
XXI. Toda plaza de toros tendrá un local destinado a enfermería, con comunicación
independiente y exclusiva con el callejón y lo más inmediato posible al ruedo.
La enfermería deberá reunir las mejores condiciones de amplitud, higiene, ventilación e
iluminación y constará de las dependencias indispensables para su objeto y de un
teléfono directo. Estará dotada del material médico, quirúrgico y farmacéutico y de
hospitalización que indique la autoridad, mismo que será proporcionado por la empresa.
El Jefe del Servicio Médico deberá hacer notar a la autoridad cualquier deficiencia que
observe al respecto, para su corrección inmediata, ya que este importante capítulo
queda bajo su más estricta responsabilidad.
Articulo 4.- Los materiales que se emplean en las plazas de toros serán aquellos que
ofrezcan mayores seguridades y mejores condiciones de comodidad, excluyéndose la
madera, que sólo se utilizará en los casos específicamente señalados en este
Reglamento.
Articulo 5.- Por puertas y pasillos de acceso a la plaza y a las localidades, no se
permitirá en ningún caso la circulación de vehículos en tanto que el caso no haya sido
totalmente desalojado.
Articulo 6.- En todos los tendidos de las plazas de toros solo será permitida la venta de
tabacos, dulces, refrescos, cerveza, publicaciones taurinas y otros artículos similares.
Se permitirá el alquiler de cojines. Quedan prohibidos expresamente la introducción y
venta de bebidas alcohólicas, así como repartir volantes. De ninguna manera se
permitirá el uso, por los espectadores, de envases de vidrio o metal.
Articulo 7.- Para destinar una plaza de toros a cualquier espectáculo distinto de los
taurinos, se necesita permiso previo de la Oficina de Espectáculos de la Presidencia
Municipal de Chihuahua, la que deberá exigir particularmente que las dependencias que
hayan servido para uso de animales vivos o muertos sean desinfectados y
acondicionadas de acuerdo con los requisitos que señalen las autoridades respectivas.
CAPITULO II
DE LOS ESPECTADORES
Articulo 8.- Los espectadores taurinos serán de tres categorías:
I. Corridas de Toros.
II. Novilladas; y
III. Festivales Taurinos.
Las corridas podrán ser formales o mixtas. Las empresas tendrán obligación de
anunciar, con toda claridad, la categoría a que cada espectáculo permanezca.
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Articulo 9.- En los espectáculos taurinos se seguirán las costumbres establecidas, sin
que en ningún caso puedan variarse las siguientes reglas generales:
I. Nunca se lidiarán menos de cuatro reses, salvo en los festivales taurinos.
II. Se prohibe la lidia de reses hembras o machos castrados, en las plazas de primera y
segunda categoría, a menos que se trate de festivales y lo autorice expresamente la
Presidencia Municipal.
III. La suerte de varas sólo podrá suprimirse en festivales. Se anunciará claramente en
el programa que el festejo es sin “Picadores”.
IV. Las corridas mixtas se iniciarán siempre con la lidia formal. Cuando actúen
rejoneadores, éstos iniciarán el espectáculo.
V. Sólo en los festivales se permitirá que se alteren las reglas de antigüedad para
diestros y ganaderías y las relativas al sorteo.
VI. En las plazas de primera categoría y tratándose de corridas de toros y novilladas, el
despeje lo hará por lo menos un alguacil, tradicionalmente ajuareado.
VII. En toda corrida, novillada o festival taurino, la Empresa pondrá una banda de
música que amenice el espectáculo, debiendo principiar sus audiciones cuando menos
una hora antes del comienzo del festejo.
VIII. Cualquier innovación que se pretenda introducir en los espectáculos, taurinos,
deberá ser estudiada y en su caso, autorizada por la autoridad respectiva.
CAPITULO III
DE LAS EMPRESAS
Articulo 10.- Además de otras obligaciones contenidas en este Reglamento, las
empresas tienen las siguientes:
I. Para llevar a cabo una temporada de corridas de toros o de novilladas, deberá
formularse con quince días de anticipación a la fecha en que vaya a iniciarse cualquiera
actividad formal, inherente a esa temporada, la solicitud correspondiente ante la
Presidencia Municipal de Chihuahua, acompañando siempre la siguiente
documentación:
II. Dictamen de la Dirección de Obras Públicas Municipales, sobre el estado del
inmueble que va a utilizarse.
III. Copias autorizadas de cada uno de los contratos que se hayan celebrado con
toreros y ganaderos. Los que con posterioridad se celebren también deberán ser
presentados oportunamente.
IV. En los casos en que las empresas pretendan llevar a cabo la venta de derecho de
apartado o abono, eta venta se sujetará a las siguientes reglas generales:
V. Cuando una Empresa pretenda llevar a cabo la “Venta del Abono” o ”Derecho de
Apartado”, dará preferencia a los tenedores de esta franquicia de la temporada
inmediata anterior. La Autoridad correspondiente podrá pedir la documentación que
crea necesaria para verificar el cumplimiento de los compromisos contraídos por la
Empresa.
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VI. Para garantizar las obligaciones que se contraigan con motivo de la celebración de
las corridas de una temporada formal, con la Presidencia Municipal, así como el pago
de multas por violaciones a este Reglamento, la Empresa deberá constituir una fianza
por $60,000.00 Sesenta mil pesos por cada corrida de toros y de . . . .
VII. $45,000.00 Cuarenta y cinco mil pesos, por cada novillada.
VIII. La Empresa no podrá disponer de la recaudación de cada corrida, novillada o
festival, sino hasta que la autoridad que preside considere que el festejo ha concluido y
declare que el compromiso contraído con el público, se ha cumplido del todo, a menos
que otorgue fianza previa para garantizar las obligaciones a que se refiere este artículo.
La Empresa para los efectos de este artículo se considera depositaria de la recaudación
de cada corrida, novillada o festival.
IX. Para el caso de Empresas eventuales la Presidencia Municipal fijará las condiciones
y requisitos para su funcionamiento.
X. En caso de fuerza mayor, debidamente comprobada, la Presidencia Municipal, podrá
autorizar alteraciones en el elenco anunciado al abrirse el derecho de apartado o abono.
Articulo 11.- La Empresa llevará a recontar y resellar el boletaje de cada corrida a la
Tesorería Municipal. La Empresa será responsable de la existencia de los boletos sin
sellar. Queda igualmente bajo su responsabilidad que todo el boletaje autorizado se
ponga a la venta.
Articulo 12.- Para vender los boletos la Empresa dispondrá en el recinto de la plaza,
del número de taquillas que exige la Oficina respectiva de la Presidencia Municipal, de
acuerdo con el aforo de las localidades de aquella, pudiendo tener también expendios
fuera de la Plaza; pero siempre con el número de taquillas que determine dicha Oficina
para cada festejo. Las taquillas deberán tener letreros bien visibles, que indiquen al
público la clase de localidades que en ellas se expenda; el público tendrá fácil acceso a
ellas; su funcionamiento no interrumpirá el tránsito por la vía pública, ni causará
molestias al vecindario y se anunciará profusamente su ubicación exacta y el horario de
su funcionamiento.
Articulo 13.- En caso de suspensión parcial o total de una temporada de corridas, la
empresa tiene la obligación de devolver la cantidad que señalen las autoridades a las
personas que presenten su derecho de apartado, abono o boleto respectivo. En caso de
incumplimiento de los compromisos contraidos, el anunciar el elenco del derecho de
apartado o abono, la empresa con aprobación de la Presidencia Municipal, devolverá la
cantidad proporcional a la parte incumplida.
Igualmente tendrá obligación de devolver el importe íntegro del boleto cuando alguna
persona no esté conforme con la alteración que sufre un cartel determinado. La
devolución se hará a más tardar, a partir del día siguiente de la celebración del festejo.
Articulo 14.- Las empresas, siempre que cumplan con las disposiciones de este
Reglamento, gozarán de la más completa libertad de contratación de todo el personal,
toros, caballos, tiro de arrastre y todos los implementos que se utilizan en los festejos
taurinos, sin que persona alguna, por si o como representante de una agrupación,
imponga contratación determinada.
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Articulo 15.- Queda cargo de la empresa el cuidar que todos los servidores de la plaza
se encuentren debidamente instalados, en especial el del alumbrado, para que por
ningún concepto se suspenda un festejo, por falta de luz. También queda a su cargo
todo el personal necesario para la celebración del festejo, dentro de la mayor brillantez y
el mayor orden. La Empresa deberá cuidar también que todos los utensilios que le
corresponda proporcionar, reúnan las características y requisitos que este Reglamento
fija y el uso y la costumbre autorizados. Las autoridades de la plaza verificarán el
cumplimiento de las especificaciones de este artículo. Las empresas deberán acatar
todos los acuerdos y disposiciones que dicten las autoridades encargadas de la
aplicación de este Reglamento. Deberá la empresa instalar en el palco del juez de
Plaza, un teléfono de intercomunicación, un teléfono al exterior y un micrófono de
sonido al público.
CAPITULO IV
DEL GANADO DE LIDIA
Articulo 16.- Para los efectos de este Reglamento se consideran ganaderías de cartel
aquellas que hayan sido reconocidas expresamente por el Departamento del Distrito
Federal y consten los colores de su divisa, hierros, marcas o contraseñas y antigüedad
en el libro respectivo.
Asimismo se considerarán de cartel, las ganaderías de lidia de procedencia extranjera
que, en sus países de origen, disfruten de una categoría equivalentes y hayan sido
reconocidas en su categoría en el Distrito Federal.
Articulo 17.- Las reses que se lidien en las corridas de toros, deberán reunir los
siguientes requisitos:
I. Proceder de ganaderías de cartel, en los términos del artículo anterior.
II. Haber cumplido cuatro años de edad y no pasar de seis.
III. Pesar como mínimo 400 kilos a su llegada a la plaza.
IV. Presentar las condiciones de trapío que tradicionalmente se han estimado como
indispensables en el toro de lidia.
V. Tener sus astas íntegras y reunir las condiciones de sanidad necesarias para la lidia.
VI. No ostentar defectos de encornadura que resten peligro o trapío. Todos estos
requisitos deberán ser comprobados a la luz del día por los veterinarios y el Juez de
Plaza o Asesor Técnico.
Articulo 18.- Las reses para novilladas deberán reunir los siguientes requisitos:
I. Proceder de ganaderías de cartel, de aquellas que deseen adquirirlo, o de vacadas
extranjeras en los términos del Artículo 16.
II. Haber cumplidos tres años de edad y no pasar de cinco.
III. Pesar como mínimo, 300 kilos al llegar a la plaza.
IV. Las condiciones de trapío y sanidad serán las mínimas que aconseje la necesidad
de una lidia lucida, pudiendo lidiarse las que presenten defectos de encornadura,
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siempre que éstos no provengan de manipulaciones artificiales y a juicio de la autoridad
de la Plaza.
Estos requisitos deberán ser comprobados, a la luz del día por las autoridades que se
citan en el artículo anterior.
Articulo 19.- En las becerradas y festivales en que los diestros actúen con traje corto, y
en las charlotadas, puede ordenarse que les sean cerradas las puntas de las astas a las
reses que ofrezcan condiciones de peligro a juicio del director del espectáculo y previa
aprobación de la Autoridad.
En ellas no se exigirán las condiciones que se precisan para el ganado de lidia en este
Reglamento pero se cuidará de que dichas reses ofrezcan un mínimo de garantía de
lucimiento, no permitiéndose por tanto que se jueguen aquellas que por su
insignificancia no lo garanticen. También a las reses que se utilicen en la suerte de
rejonear podrán serles cerradas las puntas de las astas y deberá anunciarse que se
trata de reses sin puntas. En los casos en que la autoridad lo permita y previo anuncio,
podrán embolarse o enfundarse las astas de las reses.
Articulo 20.- Al enviar sus reses el ganadero, deberá formular una declaración escrita,
donde bajo protesta de decir verdad expresará: Pinta, edad que las reses no hayan sido
toreadas, salvo el caso de vacas, que no hayan sido objeto de manipulaciones o
alteraciones de las que pudieran resultar que se modificaran sus astas o se disminuyera
su poder y vigor. Cualquier dato falso que contenga esa manifestación originará la
sanción reglamentaria correspondiente, independientemente del delito en que se
hubiera incurrido.
La edad manifestada por el ganadero y las posibles alteraciones o modificaciones
artificiales a que se refiere este artículo serán verificadas por los veterinarios una vez
muerta la res.
CAPITULO V
DE LOS ACTOS PREPARATORIOS DE LA LIDIA
Articulo 21.- Las reses que vayan a lidiarse deberán estar en los corrales de la plaza,
cuando menos, con cuatro días de anticipación a la celebración del espectáculo y el
ganadero o empleado de éste, serán responsables de su integridad y sanidad, mientras
permanezcan en ellos y hasta el momento de comenzar su lidia.
Articulo 22.- El personal del servicio de puertas, torileros, monosabios, areneros,
carpinteros, taquilleros y demás, estará oportunamente colocado y en número suficiente
para el desempeño de sus labores con la anticipación debida investigándose cualquier
falta que se observe para ponerle inmediato remedio.
Articulo 23.- La cuadra, que será precisamente de caballos, estará compuesta cuando
menos por dos caballos por cada seis toros, cuya lidia se haya anunciado, más uno de
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repuesto, los que deberán estar en la plaza con una anticipación de seis horas a la
celebración del festejo, no pudiendo ser retirados sino hasta haber terminado.
Articulo 24.- Los caballos que compongan la cuadra tendrán una alzada mínima de un
metro cuarenta y cinco centímetros, presentarán características de fuerza que los hagan
admisibles y no tendrán enfermedades contagiosas. La empresa podrá con el servicio
de caballo, pero siempre será responsable de toda deficiencia en dicho servicio.
Articulo 25.- La prueba de caballos se realizará seis horas antes de la celebración del
festejo y a ella deberán concurrir todos los picadores que vayan a participar en él o su
representante, levantándose acta del resultado de esa prueba, que se turnará al Juez
de Plaza y suscribirá el Inspector Autoridad y los médicos veterinarios. En la prueba de
caballos se determinará si éstos ofrecen la necesaria resistencia están embocados, dan
el costado y el paso atrás.
No podrán desecharse caballos que llenen las condiciones establecidas en este artículo
y en cualquier caso prevalecerá el criterio de los médicos veterinarios.
Al terminar el festejo, el representante de los picadores previa unanimidad de los que
tomaron parte en él indicará al Inspector Autoridad y a los médicos veterinarios que el
caballo se encuentra resabiado a consecuencia de la lidia y no debe ser utilizado en
otro festejo. Si dichas autoridades en vista de las observaciones hechas en el
transcurso de la lidia encuentran correcta la petición, procederán a marcar con una seña
visible al tacto en la pesuña delantera derecha. Queda prohibido practicar en los
caballos destinados a la suerte de varas, cualquier manipulación, operación o punción
que les reste facultades.
Quien tal haga, independientemente de ser consignado en su caso, a las autoridades
judiciales por daño en propiedad ajena sufrirá la sanción que establece este
Reglamento.
Articulo 26.- Los caballos que se utilicen en la suerte de varas, deberán ser protegidos
con un peto sin que sea permitida otra defensa accesoria.
El peto tendrá un peso máximo de 35 kilos y en su manufactura se usarán el yute, la
borra de algodón, la lana, el hule-espuma u otra materia similar aprobada previamente
para tal uso por el Juez de Plaza.
Los caballos que resulten heridos en el curso de la lidia no podrán continuar
participando en ella.
Los que presenten heridas penetrantes de vientre serán inmediatamente apuntillados
por orden de los veterinarios.
Articulo 27.- Las puyas que se usen, para picar las reses en corridas de toros tendrán
forma de pirámide triangular, cortante y punzante, de veintiséis milímetros por lado en
base. Para novilladas serán de veintitrés milímetros de extensión por quince milímetros
de base. El tope será de ochenta milímetros y del vértice de cada ángulo de la puya en
la base del borde del tope, habrá siete milímetros y nueve milímetros del centro de cada
una de las caras en su base al borde del tope. También esto para las corridas de toros y
novilladas, con la excepción de que para éstas, la longitud del tope será de sesenta y
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cinco milímetros. Deberán estar remachadas o enroscadas al casquillo de hierro para
fijarlas a las garrochas. Asimismo la suerte de varas deberá realizarse con cruceta será
de tamaño estándar y se autorizará soldada a la arandela o de construcción ex profeso.
La arandela medirá sesenta milímetros de diámetro. Se podrá autorizar el uso de puyas
de veintiseis milímetros en novilladas, cuando el tamaño y fuerza del ganado que haya
de lidiarse así lo amerite.
Los topes podrán ser de madera, hierro o aluminio en su base y estarán cubiertas con
cordel de cáñamo fuertemente enredado.
Articulo 28.- A más tardar cuarenta y ocho horas antes del festejo, las puyas serán
presentadas por la Empresa al Juez de Plaza, para su aprobación una vez aprobadas,
se sellarán y colocarán en una ceja que quedará al cuidado del inspector, Autoridad y
Jefe de Callejón, para su oportuna distribución.
Las garrochas en las que se fije el casquillo serán redondas, de la manera que
comunmente se usa para el efecto y medirán como máximo dos metros sesenta
centímetros de longitud, por treinta y cinco milímetros de diámetro.
Articulo 29.- Los ganaderos tienen derecho a examinar las puyas con que vayan a ser
picadas sus reses y pueden denunciar al Juez de Plaza cualquier infracción que a este
respecto adviertan.
Articulo 30.- Las banderillas serán de madera, adornadas con papel o tela y el largo del
palo será de sesenta y ocho centímetros, como máximo; en su extremo más grueso se
fijará el rejoncillo que será de hierro en forma de arpón de catorce centímetros de
longitud de los cuales ocho estarán en la extremidad del palo y seis quedarán afuera.
El zarzo de banderillas en las plazas de primera categoría deberá contener cuando
menos, cuatro pares por cada animal cuya lidia esté anunciada.
Además de las banderillas ordinarias deberá haber seis pares de banderillas negras,
con una longitud en los palos de 78 centímetros; el arpón tendrá como medida el doble
del arpón ordinario.
En el adorno de las banderillas queda prohibido el uso simultáneo de los colores
nacionales.
Articulo 31.- Habrá suficiente número de cabestros adiestrados para facilitar las
maniobras de traslado de reses de un corral a otro, de enchiqueramiento y retiro de
reses dentro del ruedo.
Articulo 32.- Antes del procederse al sorteo, los veterinarios examinarán
minuciosamente las reses pudiendo desechar cualquiera de ellas que en ese momento
no reúnan los requisitos que exigen los artículos 17 y 18 de este Reglamento.
Articulo 33.- Cuando en los corrales de la plaza haya “Cajón de Curas”, deberá estar
sellado por la autoridad a la que ocurrirá en los casos en que se necesite su uso para
que levante lo sellos.
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La Empresa será responsable de cualquier alteración en los sellos.
Articulo 34.- Cuatro horas antes de celebrarse el festejo, se procederá al sorteo de las
reses en la forma usual acostumbrada, observándose las reglas siguientes:
I. Se formarán lotes según el número de matadores que actúen.
II. En caso de no ponerse de acuerdo los matadores o sus representantes sobre la
formación los lotes se sortearán las reses separadamente.
III. Si algún matador o su representante no sorteara por cualquier causa, su lote será el
que dejen los otros y si varios están en ese caso, sorteará por ellos el Juez de Plaza.
IV. Con excepción de los aficionados que torean y de los toreros cómicos, todos los
demás lidiadores tienen obligación de sortear, a menos que entre ellos existan absoluta
conformidad, sobre el orden en que deben ser lidias las reses, respetándose en todo
caso los otros artículos conexos con este. Cuando se trate de festejos mixtos se
procederá en los términos más semejantes a las reglas anteriores.
V. Los matadores indicarán el orden en que quieran que se corran sus reses, pero una
vez acordado este orden, no podrá alterarse.
VI. En los casos en que se lidien reses de diversas procedencias, abrirá y cerrará plaza
la perteneciente a la ganadería más antigua y si solamente se lidia una, perteneciente a
la ganadería más antigua que el resto de la corrida, esa res abrirá y el espacio a quien
corresponda, tendrá derecho a escoger el toro que complete su lote. Cuando se lidien
dos reses de ganadería más antigua que las restantes, el primero y el último espada
sortearan entre ellos estas reses e individualmente las de ganadería de menos
antigüedad. En los casos de excepción y no previstos la autoridad respectiva resolverá
lo conducente.
VII. Habrá una res de reserva que deberá reunir los requisitos de los artículos 17 y 18
de este Reglamento y podrá ser un sobrero. Su utilizará exclusivamente en substitución
de la res que se inutilice durante la lidia o sea devuelto por manso.
Esta disposición se aplicará en corridas de toros y novilladas.
Articulo 35.- El torilero pondrá en el toril el orden de salida que corresponda a cada una
de las reses enchiqueradas. Además antes de que cada una salga al ruedo, el torilero
colocará sobre la puerta del chiquero, en sitio visible, un pizarrón que contendrá las
siguientes anotaciones: número, nombre de la res y peso, en su caso, la ganadería de
donde procede. El torilero será directamente responsable del cumplimiento de lo
ordenado en este artículo.
Articulo 36.- Queda prohibida la permanencia en el callejón, durante la lidia a toda
persona que no se enumere a continuación.
I. Un Inspector Autoridad o Jefe de Callejón y dos Inspectores Auxiliares.
II. Los espadas alternantes, los sobresalientes y los banderilleros y el puntillero que
estén en turno.
III. Dos mozos de espadas por cada matador en turno.
IV. Seis mozos de puerta.
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V. Dos monosabios encargados de los servicios de banderillas.
VI. Los policías que determinen el Jefe de Callejón.
En las plazas que tengan burladeros en el callejón, sólo se permitirá la estancia en ellos
de personas directa y necesariamente conectadas con la fiesta, a juicio del Juez de
Plaza o del Jefe de Callejón.
Articulo 37.- En caso de que por fuerza mayor comprobada no pueda actuar uno de los
diestros anunciados, o bien que no actúe porque considera que la empresa no lo ha
puesto debidamente en el cartel, se dará inmediato aviso a las Autoridades para que
resuelvan lo conducente.
Si la causa de la fuerza mayor se presentare el mismo día de la corrida, deberá hacerse
del conocimiento del Juez de Plaza quien resolverá lo necesario.
En cualquier caso se usarán los medios de publicidad que señale la autoridad, para dar
a conocer al público el cambio que tenga que hacerse con la no actuación de uno de los
anunciados; pero siempre se avisará por medio de pizarrones, que se colocarán sobre
las taquillas de la plaza y de los que existan fuera y pertenezcan a la empresa. La falta
de aviso inmediato a que se refiere este artículo, o de comprobación de fuerza mayor o
la justificación para no actuar, originará la sanción correspondiente.
Articulo 38.- En punto de la hora anunciada en los programas, el Juez dará la orden de
que se toquen clarines y timbales y dé principio el festejo. En ese momento
suspenderán sus actividades los vendedores en los tendidos y los alquiladores de
cojines y ni unos ni otros podrán ejercer su comercio, sino en el lapso que va del
apuntillamiento de un toro al toque que ordene la salida del siguiente.
CAPITULO VI
DE LA LIDIA
PRIMER TERCIO
Articulo 39.- Al salir la res del toril no deberá haber subalterno alguno en el ruedo, ni se
llamará su atención hasta que se haya “enterado”. Queda prohibido hacerla rematar en
tablas. Cuando un torero se vea precisado a saltar la barrera o a ocultarse en el
burladero, procurará hacer desaparecer el engaño con toda rapidez, impidiendo en todo
momento que el animal se estrelle contra el burladero y la barrera.
Articulo 40.- Una vez que el matador haya fijado a la res a juicio del Juez de Plaza,
éste hará indicaciones de que entren al ruedo los picadores. La lidia se llevará siempre
de izquierda a derecha.
Articulo 41.- Cuando los picadores estén en el ruedo, nunca en número mayor de dos,
solamente será permitida la presencia en él de un peón que bregue y otro que aguante,
y de los espadas alternantes, o en su caso el sobresaliente, de los cuales el que esté en
turno al quite, se colocará cerca del piquero y los demás a distancia discreta.
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Articulo 42.- El astado deberá ser puesto en suerte siempre en los tercios y en ningún
momento los lidiadores o monosabios se colocarán al lado derecho del caballo, ni
avanzarán más allá del estribo izquierdo.
Articulo 43.- El piquero insistirá en realizar la suerte, tantas veces como sea necesario,
pero nunca saldrá más allá del tercio, ni cambiará hacia el lado izquierdo ni cruzará el
ruedo por la mitad.
Cuando el astado acuda al cite del picador, se ejecutará la suerte en la forma que
aconseja el arte de picar, quedando prohibido acoser, barrenar echar el caballo
adelante, tapar la salida, insistir en el castigo en los bajos, o cualquier otro
procedimiento similar. Si el astado deshace la reunión, queda prohibido
terminantemente consumar otros puyazos inmediatamente y el picador tiene obligación
de echar atrás el caballo para colocarse nuevamente en suerte.
Articulo 44.- Realizando el puyazo, el espada en turno entrará inmediatamente al quite
para evitar que el castigo se prolongue innecesariamente e impedir el romaneo; queda
igualemente prohibido a los espadas y peones retener el astado usando el capote para
alargar la duración del puyazo.
Queda también prohibido después de ordenado el cambio de suerte picar, debiendo los
picadores abandonar el ruedo, lo más rápidamente posible utilizando si es preciso, las
puertas que den acceso al callejón. Por último queda prohibido a los picadores
desmontar en el ruedo por su propia voluntad.
Articulo 45.- Las res deberá tomar cuando menos tres puyazos en toda regla. Si el
astado vuelve la cara a los caballos por tres veces y en terrenos distintos, se ordenará
que sea sustituido por el de reserva. Si salida la reserva, ésta y las reses siguientes no
cumplen en varas, se les colocarán el número de pares de banderillas negras que
ordene el Juez de Plaza.
El Juez de Plaza puede cambiar de tercio a un astado que no haya recibido los tres
puyazos, cuando considere que con menos ha sido suficientemente castigado. Los
matadores en turno pueden pedir al Juez de Plaza que se adelante el cambio de suerte
cuando así lo estime conveniente.
Articulo 46.- Con posterioridad a este tercio, queda prohibido a los monosabios entrar
al ruedo, salvo en caso de que acudan a recoger algún diestro herido.
Articulo 47.- Queda prohibido a los lidiadores quitar coleando, salvo caso de fuerza
mayor.
SEGUNDO TERCIO
Articulo 48.- Los banderilleros tomarán el turno que entre ellos se haya acordado y
entrarán a la suerte procurando alternar el lado. El que hubiera hecho tres salidas en
falso, perderá el turno, sustituyéndolo su compañero. Podrán banderillas los matadores
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si así lo desean y cuando se hagan acompañar de sus alternantes, acordarán entre
ellos el turno en que deben hacerlo.
Se colocarán obligatoriamente, tres pares de banderillas. Cuando sea el matador quien
los ponga, se podrá ampliar el número previo permiso que recabe del Juez de Plaza.
También podrá ampliarse cuando el Juez considere que el astado requiere castigo y en
el caso de las banderillas negras.
Articulo 49.- Durante el tercio de banderillas al colocar al astado en suerte, los peones,
procurarán bregar a una mano. En todo caso, queda prohibido el abuso del toreo a dos
manos.
Durante este tercio, se permitirá la actuación de dos peones, que auxiliarán a los
banderilleros en turno.
En este tercio la colocación de los espadas deberá ser la siguiente: el espada más
antiguo en el ruedo, se colocará a espaldas del banderillero y el que le sigue en
antigüedad, detrás del toro. El espada en turno estará en la barrera para recoger los
avisos de matar.
Articulo 50.- Todo animal que se inutilice después de cambiado este tercio, ya no podrá
ser sustituido.
ULTIMO TERCIO
Articulo 51.- Los espadas, tienen obligación de pedir la venia a la Autoridad en su
primer toro y de saludarla después de muerto éste.
Articulo 52.- Después de la faena de muleta, los diestros estoquearán según lo
aconsejable el arte de torear y solo en caso de excepción se permitirá entrar a la media
vuelta.
Queda prohibido a cualquier lidiador herir a la res a mansalva, en los hijares o en
cualquier otra parte, así como ahondar el estoque.
Queda prohibido recurrir al descabellado si el toro no está mortalmente herido.
Articulo 53.- El tiempo dentro del cual el espada debe dar muerte a la res, se
computará a partir del momento en que aquel haga el saludo a la Autoridad
disponiéndose a iniciar el último tercio, observándose las siguientes reglas:
I. Si a los doce minutos el espada no ha dado muerte al astado, el Juez ordenará que se
toque el primer aviso.
II. Dos minutos después de haber sonado el primer aviso, se tocará el segundo, si para
entonces aún no ha muerto la res.
III. Dos minutos después de que se haya dado el segundo aviso, si el astado sigue vivo,
se tocará el tercero para que salgan los cabestros y se retire la res del corral.
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IV. En caso de que el espada hiera a la res antes de los siete minutos siguientes al
saludo a la Autoridad, se ordenará que se toque el primer aviso cinco minutos después
de que el espada haya herido por primera vez al astado; el segundo aviso se tocará dos
minutos después, y transcurridos dos minutos de éste, se tocará el tercer aviso para
que salgan los cabestros y sea retirado el astado a los corrales.
Si la faena se excede de los doce minutos, pero a juicio del Juez de Plaza, es de mucho
lucimiento y provoca el entusiasmo del público, no se computará dicho término.
Articulo 54.- En caso de los rejoneadores, queda a criterio del Juez señalar el momento
en que comienzan a computarse los términos indicados en los incisos anteriores,
haciéndolo saber por medio de un toque de clarín.
El Juez hará saber a los espectadores de manera visible, la hora desde la cual empieza
a computarse el tiempo a que se refiere este artículo.
Si un espada no pudiera continuar en la lidia después de haber entrado a matar al que
lo sustituye se le empezará a contar nuevamente el tiempo en los términos antes
expresados.
Articulo 55.- Cuando la labor del espada provoque la petición de apéndices por parte
del público, el Juez de Plaza para concederlos se sujetará a las siguientes reglas:
I. Se otorgará la oreja, cuando tras de una labor, meritoria, del espada, una notoria
mayoría de espectadores así lo solicite.
II. La otra oreja, cuando a su juicio la labor del diestro haya sido tan brillante que así lo
amerite.
III. Es también facultad exclusiva del Juez conceder el rabo cuando la excepcional de la
hazaña así lo justifique.
Para conceder la oreja, el Juez agitará un pañuelo blanco, para conceder las dos orejas
dos pañuelos blancos, y uno verde para conceder el rabo, entendiéndose que para la
concesión de éste, se otorgarán también las orejas.
Queda estrictamente, prohibido cualquier otra mutilación.
Articulo 56.- Cuando una res se haya distinguido por su bravura o nobleza en la lidia,
podrá recibir cualquiera de estos tres homenajes a juicio del Juez:
I. Que su cadáver sea retirado del ruedo llevándolo al paso de tiro de mulas.
II. Que se le dé vueltas al ruedo a sus despojos.
III. Que se le indulte la vida.
Queda a cargo del Juez de Plaza, el acordar en cada caso, cuál de estos tres
homenajes debe llevarse a cabo, manifestando su decisión por medio de un toque de
clarín, dos toques o un pañuelo blanco respectivamente.
Articulo 57.- En el arrastre se retirarán del ruedo primero los caballos que hubiesen
sido muertos y en último lugar el astado.
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Articulo 58.- Queda prohibido al puntillero saltar al ruedo antes de que doble la res, así
como apuntillarlo sin que esté debidamente echado. El puntillero es el único autorizado
para el corte de apéndices, previa orden del Juez, siendo responsable de cualquier
mutilación indebida. En las plazas de primera categoría el puntillero entregará el
Alguacilillo el apéndice o los apéndices, quien representando al Juez de Plaza, los
entregará en manos del espada.
CAPITULO VII
COMPLEMENTARIOS
Articulo 59.- Se establece un Registro Taurino, en el que deberán figurar las
ganaderías, en la forma establecida en el artículo 16 y los matadores de toros, para los
efectos de su nacionalidad y antigüedad en la plaza de mayor categoría en el Distrito
Federal.
Todos los datos a que se refiere el párrafo anterior, deberán ser comprobados a la
entera satisfacción de la Oficina de Espectáculos, la cual otorgará una constancia del
Registro respectivo sin la cual no se autorizará el programa en donde figure un
elemento no registrado.
Articulo 60.- En las corridas de toros y novillada, los lidiadores vestirán el traje de
luces. Para la lidia se usarán los avíos que los mismos toreros proporcionen y que
deberán ser del uso corriente y admitidos por la tradición, sin que se tolere modificación
ni en el vestir ni en los utensilios usados para la lidia sin previo permiso de la autoridad.
Los espadas durante el último tercio podrán usar estoque simulado y deberán cambiar
al de acero momentos antes de tirase a matar.
Articulo 61.- Los matadores de alternativa y novilleros, actuarán alternando por
riguroso orden de antigüedad, en los términos que a continuación se expresan.
La antigüedad de los matadores será la de la fecha de su alternativa en cualquier plaza
que admita reciprocidad con las de la ciudad de Chihuahua. En el caso de que el
matador actúe por primera vez en una plaza de la ciudad de Chihuahua para recibir la
alternativa, matará en esa ocasión el primer toro, previa sesión de trastos que le haga el
espada correspondiente.
La antigüedad de los novilleros se computará desde la fecha de su presentación en
novilladas, en las plazas de primera categoría en el Distrito Federal.
Articulo 62.- El espada más antigua es el jefe de las cuadrillas y a su cargo están el
orden y la dirección de la lidia, pudiendo a indicaciones suyas, retirarse a cualquier
elemento subalterno que le falte al respeto o no acate sus determinaciones. La dirección
general de la lidia encomendada al primer espada, es sin perjuicio de la particular que a
cada diestro corresponde en su toro.
Articulo 63.- Si durante la lidia alguno de los alternantes por cualquier causa no puede
continuar en ella sin herir a la res, el más antiguo de los que resten la lidiará y le dará
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muerte, corriendo a cargo de los otros diestros por orden de antigüedad, la lidia y
muerte de otra y otras reses del o de los diestros impedidos. En caso de que hubiere
herido a la res el más antiguo de los alternantes rematará a esa res y lidiará otra más
del lote del impedido.
Articulo 64.- Todos los lidiadores acatarán inmediatamente los avisos y órdenes del
Juez de Plaza o Inspector Autoridad, quedándoles prohibido hacer comentarios o
manifestaciones de desagrado sobre las llamadas de atención, avisos o cambios de
suerte.
Articulo 65.- Queda prohibido participar en la lidia a cualquier persona extraña al
personal anunciado y éste queda obligado lo mismo que todos los empleados de la
plaza, a ayudar al retiro de esos elementos y a no protegerlos.
Articulo 66.- La cuadrilla de cada matador estará compuesta por lo menos de igual
número de picadores y banderilleros que reses haya de matar el diestro a que
pertenezcan.
La cuadrilla de un rejoneador constará de dos peones de brega y de un sobresaliente
novillero si el rejoneador no es de los que torean a pie.
El personal de cuadrilla no podrá abandonar la plaza sino hasta que hayan sido
apuntillados la última res, comprendiéndose en este caso a los matadores o novilleros
salvo caso de fuerza mayor.
Las cuadrillas no podrán permanecer en el callejón sino solamente las que pertenezcan
al matador en turno. Las demás deberán estar en los burladeros del callejón.
A ningún lidiador le será permitido sacar el estoque, ahondarlo y herir o molestar al toro
desde el callejón o burladero. Esta prohibición se extiende a cualquier persona que se
encuentre en este lugar o en el tendido.
Articulo 67.- Cuando algún caballo sea herido en el ruedo y se dificulte su retiro, el
Inspector Autoridad ordenará se le apuntille.
Articulo 68.- Previo permiso del Juez de Plaza, podrán obsequiarse una o más reses
las que siempre deberán ser de las reservas de ese festejo. Si éstas han salido, sólo se
permitirá la lidia de las que llenen los requisitos de este Reglamento, jugándose al final
de la lidia ordinaria y respetándose en su lidia los artículos respectivos del mismo.
Articulo 69.- El Juez de Plaza, para decidir sobre la suspensión de una corrida por
lluvia, deberá oir la opinión del espada más antiguo, quien a su vez consultará el caso
con sus compañeros. Si los lidiadores no se ponen de acuerdo será el Juez quien
resuelva lo conducente.
Articulo 70.- Si la corrida o novillada se suspendiera por cualquier causa, muerto el
primer toro, no habrá lugar a devolución alguna. Si se suspende en el transcurso de la
lidia del primer toro, se devolverá la mitad del valor del boleto.
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Articulo 71.- Cuando se anuncie un festejo en el que deba participar un solo espada,
será obligatorio que figuren dos sobresalientes. En caso de tratarse de corridas de
toros, uno de ellos deberá ser de alternativa; en todo caso, los novilleros que actúen
como sobresalientes deberán haber actuado en una plaza de primera categoría del
Distrito Federal.
Cuando en el festejo actúen sólo dos espadas figurará un sobresaliente que será
novillero y que ha de reunir las características señaladas.
CAPITULO VIII
DE LAS AUTORIDADES
Articulo 72.- Será oportuno dar aviso a la Presidencia Municipal de la Ciudad de
Chihuahua, de la organización de cualquier festejo taurino para obtener la licencia
respectiva. Bajo la jurisdicción y competencia de esa Presidencia, quedan esos festejos
para los efectos de este Reglamento y en ellos estarán presentes siempre las
autoridades que se designen, salvo el caso de excepción que expresamente acuerde el
Presidente Municipal. El Presidente Municipal nombrará al Juez de Plaza y a sugestión
de éste, designará asimismo a las demás autoridades a que se refiere el artículo
siguiente.
ARTICULO 73.- Corresponde la aplicación de este Reglamento a la Presidencia
Municipal de la Ciudad de Chihuahua a través de las autoridades que enseguida se
enumeran con las facultades que se expresan:
I. JUEZ DE PLAZA: Será la autoridad superior en cada espectáculo taurino y serán sus
facultades y obligaciones:
a) Asistir a la maniobra de pesar los toros.
b) Aprobar, junto con los veterinarios en acta que se levante, las reses que
deban lidiarse.
c) Presenciar el sorteo y enchiqueramiento, resolviendo cualquier incidente que
se presente, aplicando este Reglamento o las disposiciones que sean más
afines.
d) Recibir los partes de Empresas, ganaderos y lidiadores, y en su caso, resolver
lo conducente.
e) Estar en la plaza con media hora de anticipación para resolver cualquier
problema imprevisto.
f) Dar las órdenes necesarias para el cumplimiento del programa anunciado.
g) Imponer las sanciones a que se hagan acreedores los que infrinjan este
Reglamento, haciendo las consignaciones respectivas y comunicando sus
determinaciones a la Presidencia Municipal.
h) Ordenar la suspensión de la corrida en los casos en que proceda, debiendo
preferentemente cuidar los intereses del público.
i) Ordenar que se hagan saber al público las alteraciones que hubiere en el
programa anunciado.
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j) Informar por escrito a la Presidencia Municipal, del festejo que hubiere
presidido.
k) Las que específicamente se señalan en este Reglamento.
II. ASESOR TECNICO: Son obligaciones y facultades del Asesor Técnico:
a) Asistir al peso y reconocimiento de las reses.
b) Asistir al sorteo y enchiqueramiento.
c) Llegar a la plaza con media hora de anticipación a la celebración del festejo.
d) Dirigir, junto con el Juez de Plaza, la parte técnica de la lidia, indicando los
cambios de suerte y llamadas de atención.
e) Computar el tiempo para los efectos de la duración de las faenas.
f) En general, cuidar de que en los espectáculos se respeten los principios
técnicos del toreo.
g) Asesorar al Juez de Plaza en todos los aspectos técnicos de la lidia,
expresando su opinión a petición de aquel o cuando lo juzgue pertinente para el
mejor desempeño del cometido de ambos.
h) Las que expresamente se le señalen en el cuerpo de este Reglamento.
III. CAMBIADOR DE SUERTES: Son obligaciones y facultades del cambiador de
suertes:
a) Asistir a los actos preparatorios de la corrida como el pesaje, sorteo y
enchiqueramiento o en comisiones que el Juez de Plaza tenga a bien
encomendarle.
b) Llegar a la plaza con media hora de anticipación al festejo.
c) Dirigir, junto con el Juez de Plaza, la parte técnica de la lidia, siendo el
intermediario o comunicante al clarinero y timbalero de los cambios de tercio
previamente aprobados.
d) En general dar los cambios de tercio con la aprobación del Juez de Plaza y
del Asesor Técnico.
IV. INSPECTOR AUTORIDAD Y JEFE DE CALLEJON: Son obligaciones y facultades
del Inspector Autoridad las siguientes:
a) Asistir al peso y reconocimiento de las reses.
b) Asistir a la prueba de caballos.
c) Cuidar el orden del callejón.
d) Certificar el resultado del sorteo, interviniendo en él, a fin de que se llenen las
formalidades del caso.
e) Asistir al reconocimiento de las reses después de muertas.
f) Las que expresamente se le señalen en el cuerpo de este Reglamento.
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V. MEDICO VETERINARIO: El médico Veterinario tiene las siguientes facultades y
obligaciones:
a) Examinar los animales destinados a ser lidiados en los festejos taurinos a
efecto de comprobar que llenan los requisitos establecidos por el Reglamento.
b) Presenciar la prueba de caballos, haciendo constar su opinión por escrito.
c) Asistir al enchiqueramiento para verificar si hasta ese momento, las reses se
encuentran en condiciones de ser lidiadas.
d) Practicar después de muertas, el examen a las reses lidiadas para verificar la
edad de las misma y si no fueron objeto de alguna alteración artificial en sus
defensas o de cualquier tratamiento o maniobra que pudiera haber disminuido su
poder o vigor.
e) Informar al Juez de Plaza de cualquier deficiencia que advierta, tanto en las
reses como en los caballos que deben examinar.
f) Las demás que se mencionan en este ordenamiento.
VI. QUIMICO BACTERIOLOGO: Ayudará al médico veterinario en los exámenes que
deben practicarse en los caballos y reses a que se refiere el inciso anterior.
VII. INSPECTORES AUTORIDAD AUXILIARES: Para auxiliarlas en el desempeño de
las funciones que tiene las autoridades anteriores se designarán tres inspectores
auxiliares de autoridad.
La Presidencia Municipal por conducto de dirección o autoridad competente, resolverá
aquellos aspectos de la fiesta taurina que necesiten un dictamen para tomar una
resolución no prevista en este Reglamento o la interpretación de alguno de sus
preceptos.
CAPITULO IX
DEL SERVICIO MEDICO
Articulo 74.- El Jefe del Servicio Médico de la plaza, será designado por la empresa,
previa aprobación de la Presidencia Municipal de Chihuahua. E Jefe del Servicio Médico
de la Plaza, dará parte inmediata al Juez de Plaza de las lesiones que sufra durante el
festejo cualquier elemento del personal de cuadrillas, empleados de plaza, o
espectadores, extendiendo el certificado relativo, sin perjuicio de dar el aviso que
corresponda a otras autoridades.
El Jefe del Servicio Médico, proveerá lo necesario para prestar este servicio durante el
enchiqueramiento.
El Jefe de Servicio Médico en caso de lidiadores lesionados, estará el único facultado
para dictaminar si pueden o no continuar en la lidia, asimismo dictaminará antes y
durante la corrida, acerca del estado físico y mental de los lidiadores, debiendo en todo
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caso notificar al Juez de Plaza, sobre la conveniencia de que tome parte o continúe en
la lidia.
El Jefe del Servicio Médico, además tendrá las obligaciones que específicamente se le
señalan en este Reglamento.
CAPITULO X
DEL PUBLICO
Articulo 75.- Queda terminantemente prohibido a los espectadores ofender gravemente
de palabra o de hecho a los lidiadores o al público, bajar al ruedo y arrojar objetos que
perturben la lidia, amenacen la seguridad de los lidiadores o impidan el lucimiento del
festejo. Queda igualmente prohibido arrojar algún objeto sobre los espectadores.
Articulo 76.- Queda prohibido a los espectadores, ocupar escaleras y pasillos de
acceso a las localidades.
Articulo 77.- Los infractores de los artículos que anteceden independientemente de la
sanción penal a que se hubiesen hechos acreedores, sufrirán la amonestación
correspondiente, en los términos de este Reglamento.
Articulo 78.- Los espectadores no tendrán derecho a exigir otras devoluciones en
efectivo que las que preceden en los términos de este Reglamento, ordenadas por las
autoridades correspondientes.
Articulo 79.- Cuando las prohibiciones anteriores se violen en perjuicio de las
autoridades de la plaza y policía de servicio en ese lugar, se estimarán como faltas de
gravedad tal que deberán sancionarse con la pena máxima de este Reglamento.
Articulo 80.- Para los efectos de las prohibiciones y sanciones impuestas por este
Reglamento, se estimaran como espectadores a todas las personas que estén dentro
de la plaza y no formen parte del personal de cuadrillas.
CAPITULO XI
DE LAS SANCIONES
ARTICULO 31.- Las infracciones al presente Reglamento, darán lugar a cualquiera de
las siguientes sanciones:
I. Amonestación pública o privada.
II. Multa.
III. Arresto hasta por quince días.
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IV. Suspensión hasta por el término de un año.
V. Suspensión o cancelación de licencias de funcionamiento.
Si la infracción constituye, además algún delito previsto y castigado por el Código Penal,
se hará la consignación del infractor a la autoridad que corresponda.
Articulo 82.- La imposición de las sanciones a que se refiere el artículo anterior, queda
a cargo del Juez de Plaza, tratándose de infracciones cometidas durante la celebración
de un festejo taurino o cuando dicho funcionario esté ejercitando la autoridad.
Los demás casos, por la Presidencia de la ciudad de Chihuahua.
Articulo 83.- En los casos de reincidencia o cuando la infracción sea de carácter grave
podrán imponerse simultáneamente varias de las sanciones a que se refiere el artículo
anterior.
Articulo 84.- Tratándose de multas, se aplicarán las siguientes reglas:
I. Las multas a las empresas serán de $500.00 a $10,000.00.
II. Las multas a los matadores y personas de cuadrillas, serán de $ 100.00 a $
10,000.00.
III. Las multas a los empleados de plaza serán de $ 50.00 a $ 2,500.00.
IV. Las multas a los ganaderos serán de $ 500.00 a $ 5.000.00
El monto de la multa será fijado según la gravedad de la infracción; pero en caso de
reincidencia, consecutiva o continuada en la infracción, se impondrá precisamente el
máximo de la multa. La autoridad que impuso la multa, podrá indicar cual es el arresto
correspondiente para el caso en que la multa no se cubra.
Articulo 85.- El arresto procederá en los siguientes casos:
I. Cuando la infracción sea grave.
II. En los casos de reincidencia.
III. En los casos manifiestos de desacato a la autoridad.
IV. Durante las corridas o funciones, ya sea a los diestros o personal de cuadrillas
empleados de la plaza o espectadores que alteren el orden, y
V. Cuando por falta de pago de las multas, se computen por arresto.
Articulo 86.- En los casos de suspensión o cancelación de licencia de funcionamiento,
la Presidencia Municipal de la ciudad de Chihuahua, se abstendrá de autorizar la
celebración de funciones o aprobación de programas, según el caso, si con ello dejarén
de hacerse efectivas las sanciones que legalmente hubieren sido impuestas.
Articulo 87.- A los lidiadores o personal de cuadrillas que ofendan a la autoridad o a los
espectadores, o bien cuando su actuación provoque escándalo grave se les aplicará a
juicio del Juez de Plaza, las sanciones máximas que establece este Capítulo.
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Articulo 88.- Las estipulaciones contenidas en los contratos que se celebren con motivo
de festejos taurinos o los acuerdos o pactos que se relacionan con los mismos, no
impedirán el cumplimiento de las disposiciones de este Reglamento, ni tendrán efecto
legal alguno en cuanto se opongan a las prevenciones que en el mismo se establecen.
Articulo 89.- Las sanciones que se impongan conforme a este Reglamento, por la
autoridad respectiva, podrán ser recurridas de conformidad con lo dispuesto por el
Código Municipal en vigor, y demás Leyes relativas.
TRANSITORIOS
I. Este Reglamento entrará en vigor tres días después de su publicación en el Periódico
Oficial del Estado, derogándose y en su caso quedando sin ningún efecto cualquier otra
disposición administrativa que con tal motivo hubiese sido dictada con anterioridad.
II. Las plazas de toros actualmente existentes serán acondicionadas de conformidad
con lo que establece el presente Reglamento, dentro del plazo que fije la Oficina de
Espectáculos, ajustándose al dictamen que rinda la Dirección de Obras Pública
Municipales.
III. La Dirección de Obras Públicas Municipales, fijará los plazos que estime
convenientes para realizar las obras materiales que deben realizarse en las plazas de
toros existentes para que las mismas cumplan con los requisitos que establece el
presente Reglamento.
DATOS GENERALES
Aprobado por el Ayuntamiento el día 24 de septiembre de 1968.
Publicado en el Periódico Oficial de fecha 5 de octubre de 1968.
Entró en vigor el día 8 de octubre de 1968, conforme lo establece su artículo primero
transitorio.
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