comportamiento Adiestradora, etóloga y técnico Terapia Asistida por Perros en http://www. adiestramientocaninogranada.com La buena convivencia entre los animales de compañía y sus propietarios ha de ser un objetivo de todos. Los factores que contribuyen a un correcto comportamiento de las mascotas pueden ser muy variados, y en los comercios pueden encontrarse herramientas que ayuden a lograrlo. 177 Bases para una buena tiempo que tenga el propietario para dedicarle se puede plantear enseñarle más ejercicios nuevos. educación canina Traer objetos A un perro se le puede enseñar a traer objetos con uno de los juguetes que más les gustan como son las pelotas. Es un ejercicio que resultará sencillo de enseñar a perros con instinto alto de caza. Es fácil saber si un perro tiene atracción por la pelota simplemente lanzándosela y observando el interés que muestra por ir a cogerla. Las pelotas de goma dura son las más adecuadas, para que no las pueda romper y tragarse trocitos. Una vez ha aprendido a traer la pelota se puede cambiar el objeto. Este ejercicio se suele practicar en el campo, por lo que cumple varias funciones: a la par que el perro aprende a traer la pelota también realiza carreras y ejercita todo su cuerpo. En los comercios especializados el propietario tiene que encontrar artículos y herramientas para fomentar un correcto desarrollo de las capacidades del perro, procurándole estímulos positivos. Juguetes para pensar Podemos decir que el comportamiento en el perro es el resultado de factores innatos y aprendidos. El equilibrio entre ambos se alcanza al tratar de mantener las características propias del carácter de un perro compaginándolas con una educación correcta y unas experiencias positivas. Este equilibrio entre el comportamiento innato y adquirido de los animales es fundamental para que un perro sea estable y sano tanto mental como físicamente. La mejor manera es empezar desde cachorro, con una buena estimulación, proporcionándole múltiples estímulos y permitiendo la socialización con otros perros y personas. Uno de los artículos que puedes ofrecer a los propietarios son los juguetes de goma dura que se rellenan de comida. La mayor cantidad de las pautas de comportamiento adquirido se aprenden en la etapa de cachorro. Es necesario fomentar un correcto desarrollo de sus capacidades procurándole estímulos positivos. En esta primera etapa el sistema nervioso se está desarrollando, los circuitos neuronales todavía no están totalmente establecidos y es necesario facilitarle experiencias que le estimulen de forma adecuada. Si se le abandona o se le desatiende las consecuencias se manifestarán más adelante, en su vida adulta, y podrá mostrarse como un ejemplar con conductas anómalas. De este modo, el pleno desarrollo de su potencial se debe trabajar desde las primeras etapas de su vida. Bases para la educación Partiendo de la base de que el perro per se ya trae un repertorio de conductas innatas, un propietario puede valerse de estas y potenciarlas para nuevos aprendizajes. Lo primero que se le enseña es a obedecer a su dueño, caminar sin dar tirones de correa, a que no eche las patas para saludar, a tumbarse y quedarse quieto, y sobre todo a que acuda cuando se le llama. Si se le enseña todo esto desde pequeño y en un ambiente seguro, tranquilo y con refuerzos positivos propiciará conductas adaptadas y adecuadas al entorno y al contexto en el que se encuentre el perro. Esto, no obstante, no quiere decir que no haya que poner límites a las conductas que no sean las apropiadas, ya que si un propietario siempre es permisivo en todo lo que haga el perro estará criando finalmente a un “tirano” en lugar de a una mascota educada, obediente, simpática y juguetona. Por lo tanto, si el perro necesita una reprimenda ante comportamientos no adecuados, no hay que obviarla, para evitar que vayan a más este tipo de comportamientos y pasen a ser problemas serios de comportamiento y/o conductas anómalas. En conclusión, el comportamiento del perro son los movimientos, sonidos y posturas a través de los cuales el perro se comunica, y para entenderlo debemos conocer los tres factores primordiales que lo explican: su carácter, la inteligencia del perro y la comunicación. Otro de los artículos que los comercios especializados pueden ofrecer a los propietarios para la educación de sus perros son los juguetes de goma dura que se rellenan de comida: su mayor diversión radica en ese relleno y en que son muy resistentes, de forma que el perro puede estar durante mucho rato Si desde cachorro se le proporciona una estimulación adecuada con salidas a la calle, juegos y normas básicas de obediencia, de adulto será un perro con comportamientos adecuados. El material básico Para educar a un perro en obediencia básica los materiales necesarios son simples y fáciles, y podemos ofrecerlos todos ellos en nuestro comercio: • Una correa (de cuero o nailon suave al tacto). • Un collar (de cuero o nailon, que no sea muy grueso). • Una bolsita de premios (chuches para perros). • Pelotas para jugar. • Una cama donde poder indicarle que será su sitio. • Comedero y bebedero de metal. Una vez que ha aprendido lo más básico y dependiendo de la capacidad de aprendizaje del perro, edad, sexo, raza y El comportamiento del perro tiene una parte innata y otra aprendida. Cuando hacemos referencia al comportamiento innato nos referimos al comportamiento que hereda genéticamente, que viene predeterminado ya antes de nacer al igual que otras características como puede ser el tamaño que alcanzará de adulto, color y longitud del pelo, etc. Por el contrario, el comportamiento adquirido es el que el perro aprende a lo largo de la vida. En este caso, el ambiente, la educación y las experiencias son determinantes y puede cambiarse a través de un aprendizaje adecuado. Se trata de un comportamiento individual diferente en cada perro. royendo el juguete. Debe rellenarse de forma que el perro al cogerlo tenga un premio inmediato, y poco a poco ir complicándoselo. Más allá de pelotas, muñecos que hacen ruido y demás artilugios que se usan habitualmente, se trata de juguetes con los que se consigue hacer pensar al perro, mediante el olisqueo y el método de prueba y error, con varios niveles de dificultad. En sus primeros niveles son sencillos, tipo el juego del “trilero” en el que se esconden los premios debajo de un vaso y el perro tiene que olerlo para saber dónde está y levantarlo para llegar a él, o el Dogspinny, donde deben hacer girar un disco para encontrar el premio. Explícale al propietario que el mundo de los juguetes para perros ha avanzado muchísimo en los últimos años y merece la pena conocerlo. Seguro que tanto él como su perro lo agradecerán. Algunos comportamientos innatos El perro se comunica a través de vocalizaciones, gestos y el lenguaje corporal para denotar sus emociones, deseos, necesidades y relaciones sociales. Por ejemplo, el movimiento de la cola y dar brincos significa que está de buen humor, el ladrido largo y continuado denota soledad, si muerde la correa es porque trata de imponer su autoridad, etc. Veamos algunos de sus comportamientos más habituales: Sacudir objetos o la comida Husmear El lobo sacude su presa por la nuca para matarla, así como ciertas partes del cuerpo de su presa para desgarrarlas. Ante ciertos objetos, sobre todo si son ligeros y flexibles, el perro actúa como si fuera una presa. Lamer Dar la pata El lamer va unido a la higiene corporal o a sabores especiales. El perro intentará lamer en muchas ocasiones atraído por la necesidad de contacto físico reconfortante con respecto a los semejantes. La lengua del perro es la zona más sensible de su cuerpo, por lo que le proporciona una gran intensidad de contacto. En el lenguaje del perro, lamer es una manera de anular las posibles respuestas agresivas de su superior. El ácido butírico que está en nuestro sudor y por lo tanto en la piel, refuerza la tendencia a lamer por el sabor característico que tiene. Muchos perros dan la pata sin que previamente se les haya reforzado esta conducta, por lo que es más una petición a un dominante que un aprendizaje gracioso. Los cachorros al mamar presionan el vientre de la madre pidiendo que salga más leche. Tras varias observaciones a perros se ha comprobado que este movimiento lo realizan ejemplares sumisos ante una petición a un ejemplar dominante. Las mascotas lo hacen para pedir algo, como juego o atención. El olfato es su sentido más desarrollado, y se podría decir que el perro ve el mundo a través de su nariz, o al menos lo interpreta. Además de tener más células sensoriales en su nariz que nosotros, posee un segundo órgano olfativo en el paladar, detrás de los incisivos, que nosotros no tenemos. Si olfatea a su antojo aprenderá mejor el camino a casa. Jadear Innato y adquirido 21 La mayor cantidad de las pautas de comportamiento adquirido se aprenden en la etapa de cachorro. WilleeCole Photography/shutterstock.com comportamiento Eva Dengra en portada Es la manera que tiene el perro de regular su temperatura. Abriendo la boca, sacando la lengua y manteniendo ésta húmeda, la evaporación se encarga del resto. La frecuencia de inhalar y exhalar el aire hace que esta regulación se efectúe más rápidamente. Si la temperatura es baja esto no se produce, por lo que ayuda a mantener su temperatura corporal. Mover la cola Es la forma de equilibrar el valor energético ante fuertes estímulos que le provocan cierta excitación, mientras algo le impide quemar el exceso de calorías destinadas a la actividad. En la vida cotidiana el perro mueve la cola cuando ve una eminente gratificación. También muchos perros mueven la cola cuando están a punto de lanzar un ataque. Sacudirse El perro se sacude cuando necesita estar más preparado para una actividad. Al sacudirse, mejora su riego sanguíneo y tonifica sus músculos. Aullar Los perros se comunican básicamente con el ladrido, pero también aúllan como los lobos, aunque mucho menos. El motivo es el significado de ese sonido, idéntico en ambos casos: su función es sincronizar y reunir a la manada para la acción. Los perros domésticos no tienen esa necesidad, llevan una vida tranquila, encuentran comida, protección, y compañía sin el menor esfuerzo. Al perro doméstico le pasa algo parecido cuando es separado a la fuerza del lugar que le es propio; en ese caso lanzan el “aullido de soledad” con idéntica función que el “aullido del grupo”. Si un perro aúlla con insistencia puede que se sienta solo, es su forma de llamar al resto. Escarbar después de orinar Al escarbar con vigor levantando tierra no pretenden ocultar sus deyecciones como los gatos, sino que desean añadir marcas visuales que señalen hacia la orina, que no es una simple evacuación de la vejiga, sino una auténtica tarjeta de visita, la forma de marcar el territorio. No hay que prohibirle hacerlo, pues es absolutamente natural en el macho y en algunas hembras. Eldad Carin/shutterstock.com en portada Anna Furman/shutterstock.com 20 Meter la cola entre las patas Esta posición significa miedo, inseguridad, subordinación, etc. La causa es simple: al bajar la cola y curvarla hacia el interior, entre las patas traseras, está eliminando la posibilidad de desprender ningún olor de su región anal. Equivale a la persona insegura que desvía la mirada. Rascar en el suelo Los perros encuentran frescor en verano y calor en invierno al excavar. Dar vueltas en círculo antes de acostarse Siempre se ha creído que era una reminiscencia de su pasado salvaje: las vueltas les permitían aplastar las hierbas para estar más cómodos y mullidos. Pero ahora es más aceptada la teoría de que sea un simple ejercicio para adaptar su columna vertebral a la postura, enrollada en círculo, que suelen adoptar al dormir. Perseguirse la cola Puede parecer un juego, pero lo cierto es que la causa es, por lo general, una reacción ante unas condiciones antinaturales o aburridas. Es una pauta de conducta frecuente entre los perros que pasan mucho tiempo solos: podríamos decir que la cola se convierte en el mejor compañero o al menos el único disponible. Esta sería una conducta repetitiva y estereotipada. 177