PODER JUDICIAL DEL ESTADO SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA PRIMERA SALA SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO NÚMERO DE TOCA 1360-2014 FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA 17 diecisiete de febrero de 2015 dos mil quince. San Luis Potosí, S.L.P., 17 de febrero del 2015 dos mil quince. V I S T O, para resolver el toca número 1360/2014, relativo al recurso de apelación interpuesto por el Agente del Ministerio Público ELIMINADO y el ELIMINADO sentenciado ELIMINADO , contra la Sentencia Condenatoria dictada por el Juez Mixto de Primera Instancia de Tamazunchale, San Luis Potosí, en el proceso penal número 76/2013, por el delito FEMINICIDIO; y, RESULTANDO PRIMERO.- La sentencia impugnada fue dictada el 19 diecinueve de junio del 2014 dos mil catorce, y contiene los siguientes puntos resolutivos: “[…] PRIMERO.- Este Juzgado es competente para conocer del presente asunto.- SEGUNDO.- Por las consideraciones expuestas, ELIMINADO es penalmente responsable en la comisión del delito complementado de FEMINICIDIO; TERCERO.- Por su probada responsabilidad en la comisión del ilícito complementado de FEMINICIDIO, se impone a ELIMINADO , la pena consistente en ELIMINADO Y SANCIÓN PECUNIARIA de $55,242.00 (CINCUENTA Y CINCO MIL DOSCIENTOS CUARENTA Y DOS PESOS 00/100 M.M); CUARTO.- No se concede al sentenciado ELIMINADO , el beneficio de la SUSTITUCIÓN DE LA PENA; QUINTO.- Se concede a ELIMINADO , el beneficio de la SUSPENSIÓN CONDICIONAL de la pena. SEXTO. – Se condena a ELIMINADO al pago de la Reparación del Daño; así, por concepto de daño material, relativo a gastos funerarios, se condena al pago de $11,048.40 (ONCE MIL CUARENTA Y OCHO PESOS 40/100 M. N.), por lo que se dejan a salvo los derechos de las personas precisadas en el considerando relativo para que, si lo estiman conveniente, en ejecución de sentencia, justifiquen la erogación de un importe mayor. Por concepto de indemnización, se condena al pago de $3’682,800.00 (TRES MILLONES SEISCIENTOS OCHENTA Y DOS MIL OCHOCIENTOS PESOS 00/100 M. N.), a favor de las personas a que se refieren las fracciones II Y III del artículo 23 de la Ley Sustantiva Penal, en el orden de prelación que establece el propio ordinal. SÉPTIMO.- Amonéstese al sentenciado ELIMINADO en los términos de Ley. OCTAVO.- Se suspende en sus derechos, políticos y civiles al sentenciado ELIMINADO por las razones y en los términos asentados en el considerando respectivo. NOVENO.- Se hace del conocimiento de las partes, que se publicará y se pondrá a disposición del público la sentencia que en definitiva se dicte en el asunto, una vez que haya causado estado o ejecutoria. Lo anterior, sin perjuicio de la protección de oficio que al respecto opera a su favor. DÉCIMO.- Notifíquese personalmente a las partes y hágasele saber el derecho y término que la ley les concede para apelar en la presente resolución, si con la misma no fueren conformes. UNDÉCIMO.- Envíese copia de la presente resolución al Director General de Prevención Social, al Procurador General de Justicia en el Estado y al Director del Centro Estatal de Reinserción de ésta Ciudad, así como al Juez Regional de Ejecuciones de Pena y Medidas de Seguridad con sede en Ciudad Valles, S.L.P., para los efectos legales a que haya lugar. […]” SEGUNDO.- Inconforme el Agente del Ministerio Público y el sentenciado con dicha resolución, la impugnaron en apelación, recurso que previamente a su calificación, se declaró legalmente admitido en AMBOS EFECTOS. Se pusieron los autos a la vista de los apelantes por el término de tres días para que promovieran las pruebas que estimaran procedentes, las que no presentaron según certificación asentada por la Secretaría el 04 cuatro de diciembre del año 2014 dos mil catorce. En la fecha fijada para la vista, se dio trámite a lo establecido por el artículo 382 del Código de Procedimientos Penales, donde la Secretaría hizo constar que el Agente del Ministerio Público y el Licenciado ELIMINADO en su carácter de Defensor Público del sentenciado ELIMINADO , interpusieron recurso de apelación y mediante sendos escritos expresaron agravios. Finalmente, se declaró visto el asunto y se citó para resolver, turnándose el expediente al Magistrado ponente para la formulación del proyecto de resolución. CONSIDERANDO PRIMERO.- Este Tribunal es competente para conocer y resolver el presente recurso, de acuerdo a lo establecido por los artículos 116, fracción III, de la Constitución Federal; 90 y 91 de la Constitución Política del Estado; 1º y 5º del Código Penal vigente en el Estado; 4º del Código Procesal de la materia; 3º y 4º, fracción I, de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado. SEGUNDO.- Los agravios expresados por el Fiscal de Adscripción, son del tenor literal siguiente: Causa agravio a esta Representación Social el CONSIDERANDO TERCERO EN RELACIÓN CON EL PUNTO RESOLUTIVO TERCERO DE LA SENTENCIA CONDENATORIA dictada el 19 de Junio de 2014, por el JUEZ DE PRIMERA INSTANCIA DE TAMAZUNCHALE, SAN LUIS POTOSI, a ELIMINADO , por el delito de FEMICIDIO cometido en agravio de quienes en vida respondieran al nombre de ELIMINADO . ELIMINADO PRECEPTOS LEGALES VIOLADOS: Los artículos 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 72 párrafo segundo de la Ley Sustantiva Penal en vigor. De primera cuenta esta representación asienta que es correcto el que se considere por el juzgador de origen que se encuentra acreditada la figura punitiva de FEMINICIDIO a que se contrae el artículo 114 BIS FRACCIÓN VI en relación al 13 tercer párrafo de la Ley Penal en vigor, por lo que este rubro no es gravoso a los intereses de esta Representación Social, como ocurre en el mismo sentido el rubro de la responsabilidad plena de ELIMINADO . Precisado lo anterior la resolución motivo de la inconformidad de la Representación Social adscrita al Tribunal de origen, de primera cuenta radica en la penalidad baja impuesta a ELIMINADO , por el delito de FEMINICIDIO, 1a cual independientemente que se aplicara pena máxima del numeral invocado esta se debió aumentar en términos del numeral 72 por encontrarse relacionado con el numeral 13 del mismo código punitivo aplicable al estado, penalidad que fue solicitada por el órgano adscrito al juzgado de origen, ya que de las mismas constancias se aprecia que se tuvo a la vista hasta tres acciones que terminaron con la perdida de la vida de tres personas (dos menores de edad y la progenitora de estas), por lo cual no se está de acuerdo con la penalidad impuesta por el inferior, además que también la representación social también solicito la penalidad máxima del presente asunto pues las circunstancias de como se realizaron los hechos delictivos dieron lugar a la aplicación de esta pena con la cual estuvo de acuerdo el a quo, sin embargo el inferior señalo lo siguiente: TERCERO.- De lo anterior, le beneficia el hecho de tener una ocupación como jornalero. con la que obtiene ingresos que utiliza para el mantenimiento de sus padres, lo que implica que tenía un trabajo y personas a las cuales procura. No obstante, le perjudica el hecho de contar con 21 años de edad y haber cursado la instrucción secundaria, pues esto significa que tenía la capacic1dy. criterio suficiente para distinguir lo incorrecto de su conducta; que de acuerdo a sus declaraciones tenía conocimiento de que las víctimas eran sus familiares, pues se trataba de la esposa y las hijas de su hermano y que eran tres mujeres, de las cuales dos eran niñas de 6 y 3 años de edad; te l delito fue cometido en la casa de ellas, al cual ingresó por una ventana que no estaba tapada, a las 23:00 horas de 10 de mayo de 2013, cuando se encontraban acostadas en su cama; que su intención primaria era sostener relaciones sexuales con su cuñada, aún con conocimiento pleno de esta calidad que las niñas se encontraban dormidas; que les Causó múltiples lesiones con un objeto punzocortante, aun y cuando estaban indefensas y por su edad no representan un riesgo ni una amenaza para él. Datos que conllevan al suscrito a estimar ELIMINADO de un grado de culpabilidad máximo. Ahora, el delito condigno se encuentra sancionado en el artículo 114 bis, in fine, del Código Penal del Estado, que en su redacción en la época en la que se cometió el delito, y que resulta más benéfica para el acusado que su redacción actual, disponía: Artículo 114 bis.. Este delito se sancionará con una pena de dieciséis a cuarenta y un años de prisión y sanción pecuniaria de cuatrocientos a novecientos días de salario mínimo. Bajo ese contexto, la pena aplicable a ELIMINADO es de 41 cuarenta y un años de prisión y sanción pecuniaria de $55,242.00 (CINCUENTA Y CINCO MIL DOSCIENTOS CUARENTA Y DOS PESOS 00/100 M.N.), equivalente a novecientos días de salario mínimo vigente en la época en que ocurrieron los hechos, a razón de $61.38 (SESENTA Y UN PESOS 38/1 00 M.N.). Como se puede apreciar el inferior no atendió lo solicitado por la representante social en su apartado respectivo de solicitud de la pena en el cual solicito; “.. TERCERO: Por lo que tomando en cuenta lo ordenado por el Artículo 59 deI Código Penal para el Estado, en particular, todas y cada una de las circunstancias de tiempo, modo y lugar de como sucedieron los hechos, la conducta dolosa con que se condujo el activo, así como otros elementos descritos en los apartados anteriores, lo que determina una peligrosidad máxima; solicito que por la comisión del delito de HOMICIDIO en su modalidad de FEMICIDIO se le imponga a ELIMINADO la pena máxima que establecen los numerales 114 último párrafo aumentada en términos del 72, todos de la Ley Sustantiva Penal en vigor para el Estado, toda vez que se actualizó la hipótesis del Numeral 13 de la Ley de la Materia...” De lo cual se advierte que el inferior no atendió la solicitud invocada, pues fue parcial al aplicar solamente la pena máxima del numeral que reprime el hecho punitivo pero no atiende el aumento que debió aplicar por cada una de las dos restantes occisas ya que esta penalidad máxima solamente es por la aplicación de una sola occisa y en el presente caso tenemos tres occisas a quienes se les privo de la vida de forma por demás brutal y salvaje, ya que como lo refiere el juez las dos pequeñas en nada le iban a impedir al activo la realización de conducta ya fuera la de violar, matar a la madre de las menores o tan siquiera llegar a lesionarla, ante lo señalado es por lo que se advierte que el inferior está violando lo señalado por el numeral 8° de la constitución federal, el cual señala que a toda petición debe recaer un acuerdo de la autoridad ante quien se solicita, y que si bien esa contestación debe ser por escrito la autoridad contestadora deberá manifestar el porqué se otorga esa solicitud o bien por que no se otorga, en ambos casos deberá fundar y motivar su contestación, dando seguridad y certidumbre jurídica al peticionario. La penalidad aplicada se considera inferior toda vez que como se ha mencionado en el presente asunto se tiene la muerte de tres personas, pues así lo acredito el fiscal investigador, quien solicito la orden de aprensión y el juez la causa así lo determino, no habiendo constancia alguna de lo cario por lo que solicito se mantenga el criterio y la plena responsabilidad del acusado ELIMINADO . Sin embargo como se ha mencionado el inferior no toma en consideración lo señalado por el numeral 72 en relación numeral 13, ambos de la ley represiva, los cuales señalan: Articulo 72 ley penal.- en caso de concurso real se impondrá la pena de prisión correspondiente al delito que merezca la mayor, la cual se aumentara en una mitad más de la pena de prisión para cada uno de los delitos cometidos. Articulo 13 ley penal.- existe concurso real cuando con pluralidad de acciones u omisiones se cometen varios delitos. De lo anteriormente se aprecia que el inferior debió aplicar la pena solicitada, en el presente caso la pena máxima, con lo cual existe conformidad, pero el agravio que causa dicha pena es en lo relativo a que se tiene por acreditado dos delitos extras que si bien se debe tomar como referencia la pena del delito mayor (en el presente caso los tres delitos son de igual gravedad) y aplicado por el inferior de acuerdo a sus atribuciones de la constitución federal de aplicar las penas y medidas de seguridad según su artículo 21, el inferior infringe tanto la solicitud del representante social adscrito como los numerales señalados, mismos que fueron solicitados en el pliego de conclusiones acusatorias de fecha 09 nueve de mayo del año 2014 dos mil catorce mediante oficio numero 153/14 en donde se aprecia a una simple lectura la solicitud de la aplicación de la figura del concurso real, solicitud que se aprecia a fojas 163 vuelta y 164 frente y vuelta de los autos. Por lo que solicito a ésta H. Sala que reasuma jurisdicción y se le imponga al sentenciado la pena que legalmente le corresponde y es el de aumentar la penalidad en una mitad más por cada delito extra ó más del aplicado y comprobados en el procedimiento de marras, lo cual corresponde a ELIMINADO DE PRISIÓN ORDINARIA por cada delito extra cometido y NO ÚNICAMENTE la que señala el Juez en la sentencia de fecha 19 de JUNIO del año 2014 dos mil catorce, toda vez que no está dentro de los extremos del artículo 72 segundo párrafo en relación al 13° del Código Penal vigente en el Estado, lo anterior tomando en consideración que por el primer delito se impuso la pena de 41 cuarenta y un años de prisión mas los dos delitos cometidos nos dan un resultado de 82 ochenta y dos años de prisión en total por los tres delitos cometidos. Además de ser sabido y de explorado derecho que el juez de la causa es quien por mandato constitucional que impone las penas pues el ministerio publico solamente le da a conocer los hechos es por lo que en ese sentido solcito se tenga en conocimiento la siguiente tesis jurisprudencial: No. Registro: 178.509 Jurisprudencia Materia(s): Penal Novena Época Instancia: Primera Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XXI, Mayo de 2005 Tesis: la./J. 5/93 Página: 89 CONCURSO DE DELITOS, FACULTAD EXCLUSIVA DE LAS AUTORIDADES JUDICIALES EN LA IMPOSICIÓN DE LAS PENAS. Si la autoridad judicial, al analizar los hechos delictivos delimitados por el Ministerio Público en sus conclusiones, se percata que existe un concurso real de delitos, debe aplicar las penas correspondientes con base en dicho concurso, independientemente de que la institución acusadora haga o no expresa referencia en sus conclusiones a la aplicación dé dicha regla. Sin que ello implique que la autoridad judicial rebase la acusación del Ministerio Publicó, porque tal regla atañe a la imposición de las sanciones que es facultad propia y exclusiva del órgano jurisdiccional, en términos del artículo 21 constitucional. Máxime que el Juez, al imponer las penas, nórea1iza un acto meramente mecánico, sino que goza de arbitrio judicial para calificar la gravedad del delito y el grado de culpabilidad del agente, en función a lo cual debe necesariamente determina la pena, toda vez que ésta, por mandato de ley, debe ser individualizada. Tal individualización que corresponde exclusivamente a la autoridad judicial y de ningún modo puede realizar el Ministerio Publico. Así pues, concluir de manera distinta anularía de facto el arbitrio del que está dotada la autoridad judicial para la imposición de las penas, y llevaría al absurdo de dejar que la función jurisdiccional permanecería supeditada a no poder hacer nada fuera de lo expresamente pedido por el representante social, con lo que se le otorgarían a ésta facultades fuera del límite de sus funciones, invadiendo con ello las del juzgador. Lo anterior, con independencia de que el juzgador no puede introducir en sus fallos penas por delitos que no hayan sido motivo de la acusación, ya que con ello no sólo se agravaría la situación jurídica del procesado, sino que incluso el Juez estaría invadiendo la órbita del Ministerio Público, a quien por mandato constitucional corresponde la persecución de los delitos, violando con ello el principio esencial de división de poderes. Es necesario precisar, que el criterio que ahora se establece no se contrapone con el contenido de las garantías de legalidad, seguridad jurídica, defensa y exacta aplicación de la ley, previstas en los artículos 14, 16 y 20, fracción IX, de la Carta Magna, ya que con el mismo no se autoriza al juzgador a actuar con base en atribuciones que no tiene expresamente concedidas en la Constitución y en las leyes secundarias; aunado a que la decisión del Juez de actualizar la existencia de un concurso de delitos y sancionar por el mismo, está supeditada a que funde y motive suficientemente su actuación, aunado a que no podrá imponer pena alguna respecto de un delito que no haya sido materia de acusación; además, de que el acusado tendrá oportunidad de conocer las conclusiones del Ministerio Público y dar respuesta a las mismas al formular las que corresponden a su defensa, todo esto previo al dictado de la sentencia respectiva en la que se le determine la punición de la autoridad judicial, en términos del numeral 21 de la Constitución Federal. Varios 12/2004-PS. Solicitud de modificación a la tesis de jurisprudencia la./J. 5/93, derivada de la contradicción de tesis 12/91, entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito. Solicitante: Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito. 23 de febrero de 2005. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Y de considerarse procedente, también se solicita se aumenten los montos que por sustitución de la pena y suspensión condicional, le fueron impuestos al sentenciado, debido a que se aumenta la pena de prisión y por ello si se acoge a dichos beneficios lo correcto y justo sería que también se aumentara la cantidad económica que debe otorgar, para dar cabal cumplimiento a la sentencia impuesta. Así las cosas, es de solicitarse a ese H. Tribunal de Alzada, que considere fundados y motivados los argumentos que a nivel de disenso han sido emitidos por esta Representación Social y como consecuencia se declare procedente la petición de aumento de la pena por encontrarnos en presencia de un CONCURSO REAL DE DELITO. Por lo expuesto y fundado, esta Representación Social adscrita a la H. PRIMERA SALA DEL SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA DEL ESTADO, respetuosamente solicito: Único.- Previo trámite legal y declarados que sean fundados, procedentes y operantes los agravios expresados, solicito se MODIFIQUE la resolución dictada a ELIMINADO mediante la cual se ENCONTRÓ Y CENO por ser penalmente responsable del delito de FEMINICIDIO y en su lugar se AUMENTE LA PENALIDAD en una mitad más por cada delito, Delito cometidos en agravio de LAS AFECTADAS expresados por el Licenciado ELIMINADO ELIMINADO TERCERO.- Los agravios en su carácter de Defensor Público del sentenciado ELIMINADO , son del tenor literal siguiente: Causa agravios al apelante la resolución mencionada que entre otras cosas dice: SEGUNDO: Por las consideraciones expuestas, ELIMINADO es plenamente responsable en la comisión del delito completamente de feminicidio. Dentro del CONSIDERANDO TERCERO nos indica la resolución que para responsabilidad de mi representado toma en consideración los siguientes elementos: a).- La existencia de una conducta de acción u omisión. b).- Análisis del Juicio de Tipicidad; poder concluir la plena c).- Análisis del Juicio Antijuricidad; d).- Estudio de Culpabilidad; y e).- Punibilidad. EL PRIMERO DE LOS ELEMENTOS es indudable que no se acredita debidamente y en forma que no quede duda alguna de tal conducta, es decir de que exista la plena convicción de que efectivamente esa fue la conducta que efectuó mi representado, pues todo se basa en la declaración incriminatoria que efectuó ante el Ministerio Público el sentenciado y realmente tal declaración no ésta apoyada debidamente con otras evidencias físicas y científicas que verdaderamente confirmen tal aseveración pues lo que efectúa el Aquo es solamente una simple deducción inducido por la impactante declaración ministerial del sentenciado indudablemente sin tomar en cuenta que es solamente la pura declaración y no existe evidencia incriminatoria que nos conduzca hacia la conducta de mi representado y permita que fue el responsable de tal conducta y la evidencia que existe no es suficiente para poder tener como demostrada tal conducta, pues en todo caso el dictamen pericial en el cual se llevo a cabo la descripción del lugar de los hechos en ningún momento se puede apreciar que aparezca huellas de las manos o pisadas o rastros de que el sentenciado estuvo en el momento de la ejecución de las víctimas, pues el dictamen solamente indica como lo hicieron no quien o quienes lo hicieron, por lo que dicha probanza es carente de validez para demostrar conducta de mi representado. EL SEGUNDO DE LOS ELEMENTOS se lleva a cabo de forma peor pues el análisis se efectúa sin fundamentación alguna y mucho menos con los elementos probatorios que sustenten debidamente tal argumento, pues al igual que el primer elemento se basa solamente en la pura declaración ministerial del sentenciado y nada mas pues no existen ninguna evidencia que pueda relacionar mi representado con el lugar de los hechos. Tipo penal del cual se desprenden los siguientes elementos materiales: a).- La existencia previa de una vida humana del sexo femenino; b).- La supresión de esa vida; c).- Que la supresión de esa vida se deba a la intencionalidad del activo; y d).- Que existan en la víctima signos de violencia sexual de cualquier tipo. He indica que tal ilícito se encuentra previsto en el artículo 114 fracción II del Código Penal del Estado, el cual a la letra establece: “Comete el delito de feminicidio quien priva de la vida a una persona del sexo femenino por razones de género. Se considera que existen de género cuando ocurra cualquiera de las siguientes circunstancias: II.- La víctima se haya encontrado en estado de indefensión. Esta defensa considera que los elementos de prueba que obran en los autos del expediente de origen fueron valorados en forma inadecuada e inverosímil, causando agravio al apelante el estudio inadecuado de los elementos mencionados. Contra de lo que aduce él A quo, no se acreditaron los elementos objetivos o extremos que constituyen la materialidad del cuerpo del delito de femenicidio, situación que implica que se violentaron los principios reguladores de la valoración de las pruebas, y la autoridad apelada aplicó en forma inexacta la ley penal. En cuanto al elemento que se describe por la ley del Estado como alguna razón de género, y que según la ley del Estado establece que la víctima se haya encontrado en estado de indefensión cabe mencionar que en primer término si bien el hecho de que tal situación se encuentre tipificado por la ley penal como una razón de género, tal afirmación es fuera de tosa lógica, e inaplicabilidad al caso pues el feminicidio es creado por razón de odio hacia el género femenino, en el sentido de que por el hecho de que es mujer se tiene un odio hacia mujer al grado de matarla, pues el hecho de que se encuentre en estado de indefensión lo encontramos definido en la calificativa de ventaja que establece el artículo 123 fracción II, y si bien la penalidad que se establece a dichos delitos es la misma, no es lo mismo que se tenga a una persona como un homicida que como un feminicidio pues ello indudablemente denota que esta última persona es alguien que en la actualidad no es aceptada en ningún circulo de algún tipo de sociedad, por lo que se deberá de aplicar lo que más se beneficie al reo y no le que más le perjudique máxime que nos encontramos ante dos figuras jurídicas que bien se pueden aplicar al caso concreto pero que en base al principio por persona se deberá de aplicar lo que más se beneficie al reo. Tocante al TERCERO DE LOS ELEMENTOS el Aquo concreta solamente a indicar que mi representado efectuó su conducta de manera antijurídica al vulnerar el bien jurídico tutelado en la norma como es la vida de las ofendidas, contraviniendo el derecho positivo vigente, sin dar más fundamento y bases probatorias para ello, y a la vez dando por ciento que con la simple confesión ante el ministerio público de mi representado y sin que existiera evidencia incríminatoria da por hecho que efectúo tal conducta y por tanto no le reprochable la misma al no existir ninguna justificante para ello, insistiendo esta defensa de que no se acreditaron ninguna de los dos primeros elementos y en consecuencia resultaría ocioso entrar al estudio del presente elemento. Así mismo en lo que respecta AL CUARTO ELEMENTO para la culpabilidad, esta no fue debidamente acreditada, ya que como se mencionó anteriormente tanto el parte informativo como la declaración rendida ante el ministerio público carecen de valor alguno, por lo que no se estableció el nexo causal entre el inculpado y el ilícito, por lo cual no puede acreditarse la presunta responsabilidad. Resultando insuficiente para atribuirle tal acción de privar de la vida a las ofendidas, a mi representado, pudiendo el órgano investigador integrar mayores medios de prueba para demostrar plenamente la Conducta, la Tipicidad, la Antijuricidad, la Culpabilidad. PRUEBA INSUFICIENTE EN MATERIA PENAL. La mayor o menor exigencia de datos probatorios para tener por demostrado un hecho delictuoso, y atribuirle su comisión a una persona, sobre todo, cuando ésta la niega, se encuentra en relación directa con la cantidad de medios de prueba que, según la experiencia y naturaleza de ese hecho, pudieran haberse aportado para ese efecto, desde luego, con las limitaciones numéricas que señala la ley adjetiva. Ello es así, porque si no se allegaron estas probanzas, ello sólo puede obedecer a que el hecho no existió, o que siendo cierto, el órgano de acusación no cumplió con su deber de aportarlas; por tanto, un argumento adicional que pueda apoyar el porqué las pruebas aportadas son insuficientes, puede ser el de que pudiendo haberse allegado otras, de ser cierto el hecho delictivo, no se aportaron. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEGUNDO CIRCUITO. ELIMINADO Época: Quinta Época Registro: 299 792 Instancia: Primera Sala Tipo Tesis: Tesis Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación Localización: CV Materia(s): Penal Tesis: Pág. 2564. CARGA DE LA PRUEBA EN MATERIA PENAL (LEGISLACIÓN DE PUEBLA). Estando obligado el Ministerio Público, conforme al artículo 6o. del Código de Defensa Social del Estado, a demostrar que el delito fue cometido y que el acusado participó en el mismo, como autor, cómplice o encubridor, conforme a los artículos 48 a 57 de la ley penal de 71, si tal hecho no fue justificado, el acusado no tenía la obligación jurídica de probar su inocencia. Amparo penal directo 10064/49. Urcid Gómez Ricardo. 27 de septiembre de 1950. Mayoría de tres votos. Ausente: Luis Chico Goerne. Disidente: Fernando de la Fuente. La publicación no menciona el nombre del ponente. DOLO, CARGA DE LA PRUEBA DE SU ACREDITAMIENTO. Del artículo 8o. del Código Penal Federal, se desprende que los delitos pueden ser dolosos o culposos. El dolo no es más que la conciencia y voluntad de realizar el tipo objetivo de un delito, por ello constituye un elemento del mismo, en los delitos de carácter doloso. De ello que, con base en los principios de debido proceso legal y acusatorio -recogidos en el sistema punitivo vigente-, íntimamente relacionados con el principio de presunción de inocencia -implícitamente reconocido por la Carta Magna-, se le imponga al Ministerio Público de la Federación la carga de la prueba de todos los elementos del delito, entre ellos, el dolo. En efecto, el principio del debido proceso legal implica que un inculpado debe gozar de su derecho a la libertad, no pudiendo privársele del mismo, sino cuando existan suficientes elementos incriminatorios y se siga un proceso penal en su contra, en el que se respeten las formalidades esenciales del procedimiento y se le otorgue una defensa adecuada, que culmine con una sentencia definitiva que lo declare plenamente responsable en la comisión de un delito. Por su parte, el principio acusatorio establece que corresponde al Ministerio Público la función persecutoria de los delitos y la obligación (carga) de buscar y presentar las pruebas que acrediten la existencia de éstos. Dichos principios resguardan, de forma implícita, el principio universal de presunción de inocencia consistente en el derecho de toda persona, acusada de la comisión de un delito, a ser considerada como inocente en tanto no existan pruebas suficientes que destruyan dicha presunción, esto es, que demuestren la existencia de todos los elementos del tipo así como de su plena responsabilidad en la comisión del delito y que justifiquen una sentencia condenatoria en su contra. Así pues, los citados principios dan lugar a que el indiciado no esté obligado a probar la licitud de su conducta cuando se le imputa la comisión de un delito, en tanto que no tiene la carga de probar su inocencia sino que es al Ministerio Público a quien incumbe probar los elementos constitutivos del delito -entre ellos el dolo- y la plena responsabilidad penal del sentenciado. No. Registro: 175,607. Tesis aislada. Materia(s): Penal. Novena Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXIII, Marzo de 2006. esis: 1a. CVIII/2005. Página: 204. Contradicción de tesis 68/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Quinto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito. 3 de agosto de 2005. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías. Época: Novena Época Registro: 173507 Instancia: CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO TipoTesis: Tesis Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Localización: XXV, Enero de 2007 Materia(s): Penal Tesis: I.4o.P.36 P Pag. 2295 [TA]; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; XXV, Enero de 2007; Pág. 2295. PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. ESTE PRINCIPIO SE CONSTITUYE EN EL DERECHO DEL ACUSADO A NO SUFRIR UNA CONDENA A MENOS QUE SU RESPONSABILIDAD PENAL HAYA QUEDADO DEMOSTRADA PLENAMENTE, A TRAVÉS DE UNA ACTIVIDAD PROBATORIA DE CARGO, OBTENIDA DE MANERA LÍCITA, CONFORME A LAS CORRESPONDIENTES REGLAS PROCESALES. De acuerdo con la tesis P. XXXV/2002, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVI, agosto de 2002, página 14, de rubro: "PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO SE CONTIENE DE MANERA IMPLÍCITA EN LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.", este principio aparece implícito en los artículos 14, párrafo segundo, 16, párrafo primero, 19, párrafo primero, 21, párrafo primero y 102 apartado A, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en los diversos principios de debido proceso legal y el acusatorio dando lugar a que el acusado no esté obligado a probar la licitud de su conducta cuando se le imputa la comisión de un delito, en tanto que no tiene la carga de probar su inocencia, sino que incumbe al Ministerio Público acreditar la existencia de los elementos constitutivos del delito y la culpabilidad del inculpado. Al tenor de estos lineamientos se colige que el principio de inocencia se constituye por dos exigencias: a) El supuesto fundamental de que el acusado no sea considerado culpable hasta que así se declare en sentencia condenatoria; lo que excluye, desde luego, la presunción inversa de culpabilidad durante el desarrollo del proceso; y, b) La acusación debe lograr el convencimiento del juzgador sobre la realidad de los hechos que afirma como subsumibles en la prevención normativa y la atribución al sujeto, lo que determina necesariamente la prohibición de inversión de la carga de la prueba. Ahora bien, el primer aspecto representa más que una simple presunción legal a favor del inculpado, pues al guardar relación estrecha con la garantía de audiencia, su respeto impone a las autoridades, entre otras obligaciones, que en el juicio que se siga, se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento, para garantizar al acusado la oportunidad de defensa previa al acto privativo concreto; mientras que el segundo se traduce en una regla en materia probatoria, conforme a la cual la prueba completa de la responsabilidad penal del inculpado debe ser suministrada por el órgano de acusación, imponiéndose la absolución si ésta no queda suficientemente demostrada, lo que implica, además, que deben respetarse los lineamientos generales que rigen para la prueba en el proceso penal y su correcta justipreciación, pues los elementos de convicción que se consideren para fundar una sentencia de condena, deben tener precisamente el carácter de pruebas y haber sido obtenidos de manera lícita. Así, la presunción de inocencia se constituye en el derecho del acusado a no sufrir una condena a menos que su responsabilidad penal haya quedado demostrada plenamente, a través de una actividad probatoria de cargo, obtenida de manera lícita, conforme a las correspondientes reglas procesales y que sea capaz de enervar al propio principio. CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 864/2006. 31 de marzo de 2006. Unanimidad de votos (No obstante la Magistrada Olga Estrever Escamilla, manifestó estar acorde con el sentido del fallo, mas no así con todas las consideraciones). Ponente: Miguel Ángel Aguilar López. Secretario: Héctor Vargas Becerra. Amparo directo 1324/2006. 12 de julio de 2006. Unanimidad de votos (No obstante la Magistrada Olga Estrever Escamilla, manifestó estar acorde con el sentido del fallo, mas no así con todas las consideraciones). Ponente: Miguel Ángel Aguilar López. Secretario: Héctor Vargas Becerra. También son aplicables en el caso concreto las siguientes disposiciones de la ley adjetiva penal en el Estado: Artículo 10.- Todo inculpado se presumirá inocente mientras no se pruebe en el proceso su culpabilidad conforme a la Ley. El Ministerio Público tiene la carga de la prueba de los hechos imputados y de la responsabilidad. El estado de duda implica la obligación legal de absolver al acusado cuando no existan elementos racional respecto a si cometió o no el delito que se le imputa ARTICULO 117. Para la comprobación del cuerpo del delito y de la probable responsabilidad del inculpado, el Ministerio Público y los tribunales gozarán de la facultad más amplia para emplear los medios de investigación que estimen conducentes según su criterio, siempre que estos medios no sean contrarios a derecho. Artículo 310.- El que afirma está obligado a probar. También lo está el que niega, cuando su negativa es contraria a una presunción legal o cuando implique la afirmación expresa de un hecho. ARTICULO 312. La confesión ante el Ministerio Público y ante el juez deberá reunir los siguientes requisitos: I. Que sea hecha por persona no menor de dieciséis años de edad, con pleno conocimiento, y sin coacción, ni violencia física o moral; II. Que sea hecha ante el Ministerio Público o el tribunal de la causa y en presencia del defensor o persona de su confianza; III. Que el inculpado esté debidamente enterado del hecho punible que se le atribuye; IV. Que sea de hecho propio, y V. Que no existan datos que, a juicio del juez o tribunal, la hagan inverosímil. La confesión obtenida por la Policía Ministerial, carecerá de todo valor probatorio. ARTICULO 317. Para valorar la declaración de cada testigo, el juzgador tendrá en consideración: I. Que por su edad, capacidad e instrucción tenga el criterio necesario para apreciar el acto; II. Que por su probidad, la independencia de su posición y sus antecedentes personales tenga completa imparcialidad; III. Que el hecho de que se trate sea susceptible de conocerse por medio de los sentidos, y que el testigo lo conozca por sí mismo y no por inducciones ni referencias de otro; IV. Que la declaración sea clara y precisa, sin dudas ni reticencias, ya sobre la sustancia del hecho, ya sobre sus circunstancias esenciales, y V. Que el testigo no haya sido obligado ni impulsado por engaño, error o soborno. El apremio judicial no se reputará fuerza. CUARTO.- Los agravios expresados por el sentenciado ELIMINADO , son del tenor literal siguiente: Causa en mi perjuicio la sentencia definitiva dictada por el juez natural al dictar en mi contra sentencia condenatoria, ni en los resultando ni en los considerando no se pronuncia ni siquiera hace alusión a lo manifestado por mi defensor a lo que se transcribe de la manera siguiente: A),. Mediante diligencia de fecha 13 trece de mayo del 2013 dos mil trece, existe supuesta fe ministerial practicada con la licenciada ELIMINADO ; diligencia que no debió dársele validez alguna al contravenir lo dispuesto por el articulo 31 del código de procedimientos penales vigentes en el estado, lo que hace notar y se presume con certeza de que no estuvieron presentes las personas que se mencionan en la referida diligencia pues no reúnen los requisitos del citado articulo mencionado en líneas que anteceden además de que no se menciona la hora en que se constituyeron en la localidad de cerro grande perteneciente al municipio de Tamazunchale a dar fe en el lugar de los hechos; ahora bien es notoria la contradicción que existe en Los autos del proceso en el que fui sentenciado pues a foja 18 de la causa antes invocada obra agregado oficio de investigación emitido y firmado por el C. ELIMINADO , en el que manifiestan que se constituyeron en la localidad de cerro grande municipio de Tamazunchale en compañía del ELIMINADO a dar fe del levantamiento de los cadáveres en el lugar de los hechos ¿luego entonces quien se constituyo la LIC. YANET HERNÁNDEZ TREJO O LIC. ANTONINO ÁLVAREZ ZAMORA? ¿ y las demás personas que en ellas intervinieron porque no se dan por presentes?. 2.—de igual forma causa en mi perjuicio el hecho de no considerar que mediante diligencia de fecha 17 de mayo del año dos mil trece, consistente en la prueba pericial de LUMINOL, practicada por la perito C. ELIMINADO en el cual se aplicaron reactivos en lo que arrojo, “QUE UNA VEZ QUE SE APLICARON LOS REACTIVOS NECESARIOS PARA LLEVAR A CABO LA PRUEBA DE LUMINOL NO SE OBTUVIERON RESULTADOS’ por otra parte y en la búsqueda de indicios en el instrumento del cuerpo del delito y mediante oficio 86/SP /2013, de fecha 06 de junio del dos mil trece emitido por la perito ELIMINADO en sus conclusiones del referido dictamen arroja que la impresiones dactilares no .corresponde a mi defenso, así también, diverso oficio de NUMERO 87SP/2013 emitido por la perito ELIMINADO , específicamente las pruebas practicadas a mis prendas de “ARROJO COMO CONCLUSIÓN QUE NO SE ENCONTRÓ INDICIO ALGUNO QUE LO RELACIONE DIRECTAMENTE CON EL DELITO QUE SE LE ATRIBUYE”. 3.— En sentido contrario, es decir en el presente caso “ no se actualiza el tercero de los elementos que consiste en que la supresión de esa vida se deba a la conducta del sujeto activo pues resulta ilógico como se desprende de la supuesta declaración rendida por mi parte, misma que fue obtenida a base de intimidaciones ya que a todas luces se denota que es una declaración fabricada dolosamente por personal actuante de la representación social investigadora a lo que me permito transcribir como sigue. (...sic «)YO LE HABLE A GRISELDA Y ELLA ME DIJO SALTE, YO LE DIJE NEL NO ME SALGO, QUIERO ESTAR CONTIGO, ELLA ME DIJO QUE NO PORQUE YO ESTABA BORRACHO, ME DECÍA SALTE, PORQUE SE VAN A DESPERTAR LAS NIÑAS (CONVERSACIÓN ELIMINADO ).Y EN ESO SE DESPERTÓ ELIMINADO Y COMO NO SE VEÍA BIEN DECÍA QUIEN ERES, ERES MI PAPA YO LE DIJE NO, Y AL VERME DESCUBIERTO SAQUE EL CUCHILLO Y LE APRETÉ TANTITO EL PESCUEZO Y CON LA OTRA MANO LE DI VARIAS CUCHILLADAS (Y GRISELDA ¿POR QUÉ NO GRITO PORQUE NO PIDIO AYUDA? SI ESTA AL VERSE EN ESTADO DE PELIGRO DEBIÓ A TODA ACOSTA PEDIR AUXILIO . . .ENTONCES SE DESPERTÓ ELIMINADO Y A ELLA TAMBIÉN LE DI DE CUCHILLAZOS (LUEGO ENTONCES PORQUE ELIMINADO AL VER NUEVAMENTE DICHA AGRESIÓN NO PIDIÓ AUXILIO ). Ahora bien por lo que se refiere al oficio ELIMINADO rendido por los agentes aprehensores y las acciones que llevaron a cabo tal como la entrevista que me realizaron, sin la autorización previa del ministerio público dicho proceder es ilícito, esto es así de conformidad con lo establecido por los dispositivos 142 párrafo ultimo y 235 del código de procedimientos penales, en el ejercicio de la función investigadora está estrictamente prohibido recibir declaraciones del inculpado a cualquier autoridad distinta al agente del ministerio público. 4.— Ahora bien, hago mención de las violaciones procedimentales de las que fui objeto, al violentar los requisitos de procedibilidad a que hace referencia el articulo 7, 8,9,y 161 fracción II del código de procedimientos penales vigentes en el estado, al no hacérseme saber quien o de que se me estaba acusando, aunque si bien es cierto, en mi declaración ministerial obra nombre de un licenciado a quien ni siquiera conocí ni supe de quien se trataba mucho menos estuvo presente ni me asistió en la referida diligencia, lo antes manifestado se corrobora mediante diligencia de fecha 13 de mayo 2013 mediante la cual obra únicamente el nombre de un licenciado, mas no se tiene la certeza de que haya estado presente pues no obra documento alguno o identificación alguna para este caso numero de cedula, copia de la cedula y/o algún otro medio’ que pudiera identificarlo y así justificar su presencia, su asistencia y su adecuada defensa. 5.—Por otro lado otra de las violaciones al procedimiento y por lo cual no debió dárseles valor alguno a los certificados médicos emitidos por el doctor ELIMINADO al no reunir los requisitos establecidos por el articulo 252, 254 y 260 del código de procedimientos penales vigentes en el estado, esto en razón de que en los referido dictámenes no se datos relevantes; además, de que no están debidamente ratificados por el galeno que los emitió, ahora bien es menester hacer mención que en ningún estado procesal de la causa en la que se combate la sentencia dictada en mi contra no existe señalamiento alguno directo hacia mi persona en el que me incrimine en la participación del delito del que fui sentenciado, asi las cosas en los relatados contextos es dable sostener que el juez natural pondero medios de prueba inexistentes que no forman parte del caudal probatorio que integra la causa en la que fui sentenciado; lo cual transgrede la garantía de seguridad jurídica a mi favor pues se pretendió comprobar mi responsabilidad con base a diversos hechos y probanzas que no constituyen la materia del análisis en el caso concreto. 6.— por todo ello y teniendo como base fundamental el principio de presunción de inocencia contemplado en forma expresa el artículo 10 del código de procedimientos penales. Artículo 10 “Todo inculpado se presumirá inocente mientras no se pruebe en el proceso su culpabilidad conforme a la Ley. El Ministerio Público tiene la carga de la prueba de los hechos imputados y de la responsabilidad. El estado de duda implica la obligación legal de absolver al acusado cuando no existan elementos racionales respecto a si cometió o no el delito que se le imputa. Sirve de apoyo y sustento a lo manifestado por el suscrito en la siguiente tesis jurisprudencial que a la letra reza: PRUEBA CIRCUNSTANCIAL. NO PUEDE INTEGRARSE PARA CONSIDERAR DEMOSTRADA EN FORMA PLENA LA MATERIALIDAD DEL ILÍCITO, SI EXISTEN UNA SERIE DE INDICIOS QUE NO FAVORECEN AL ACUSADO, Y OTROS QUE LO BENEFICIAN. (CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES). El tratadista Carlos Hidalgo Riestra, en su obra Derecho Procesal Mexicano, Primera Edición 1986, Guadalajara, Jalisco, México, opina que: “la prueba circunstancial se funda en la demostración de los indicios que por su íntima relación, llevan al juzgador a la certeza de un hecho que desconoce; esto es, que mediante un proceso de orden intelectivo, verdad histórica buscada en el proceso) y ello le basta para absolver o condenar y en su caso para aplicar las penas en la medida que señala la ley.” De lo anterior se llega al conocimiento de que la prueba circunstancial es apta tanto para absolver como para condenar al acusado. Ahora bien, el artículo 286 del Código Federal de Procedimientos Penales estatuye: “Los tribunales, según la naturaleza de los hechos y el enlace lógico y natural más o menos necesario que existe entre la verdad conocida y la que se busca, apreciarán en conciencia el valor de los indicios hasta poder considerarlos como prueba plena.” Esto significa que para que la prueba circunstancial pueda tener pleno valor acreditativo, deben existir una serie de indicios que de manera lógica permitan inferir la comisión del evento delictivo. Sentado lo anterior, es conveniente formular la siguiente reflexión: Hay casos en los que si bien existen ciertos indicios que pudieran presumir la comisión de un delito, en contrapartida, existen otros que pudieran determinar que el ilícito no se perpetró. Esta situación puede provocar una duda razonable sobre la realización del hecho delictivo. Ahora bien, si existen tanto una serie de indicios que no favorecen al acusado, como otros que le benefician, y unos y otros tienen más o menos el mismo valor convictivo, resulta evidente que no puede integrarse la prueba circunstancial para considerar demostrada en forma plena la materialidad del ilícito. Lo anterior es axiomático: si hay duda sobre la comisión de un ilícito es obvio que no puede estimarse plenamente probado el tipo delictivo. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo directo 638/95. José Manuel Aguilar García. 20 de marzo de 1996. Mayoría de votos. Ponente: Jaime Manuel Marroquín Zaleta. Disidente: ELIMINADO . Nota: Por ejecutoria de fecha 24 de enero de 2007, la Primera Sala declaró improcedente la contradicción de tesis 146/2006—PS en que participó el presente criterio. 7.— Por lo que ruego a ustedes magistrados que al momento de resolver la sentencia combatida por el suscrito tomen en consideración lo manifestado por el suscrito y que una vez analizadas todas y cada una de las constancias que integran la causa penal de la resolución combatida sea tomado en consideración la máxima jurídica del principio de presunción de inocencia así como también considere, los tratados internacionales ya que estos son parte integrante de la ley suprema de la unión y se ubica jerárquicamente por encima de las leyes generales, federales y locales siendo esta una interpretación del artículo 133 Constitucional. QUINTO.- Esta Primera Sala, en suplencia de la queja, advierte la existencia de violaciones manifiestas a las normas que rigen el procedimiento penal, en perjuicio del acusado ELIMINADO , que afectaron su derecho de defensa. En efecto, los artículos 362 y 380 del Código de Procedimientos Penales del Estado, por su orden, establecen lo siguiente: “ARTÍCULO 361. El recurso de apelación tiene por objeto examinar si en la resolución recurrida no se aplicó la ley correspondiente o se aplicó ésta inexactamente, si se violaron los principios reguladores de la valoración de la prueba, si se alteraron los hechos o no se fundó o motivó correctamente.” “ARTÍCULO 362. La segunda instancia solamente se abrirá a petición de parte legítima, para resolver sobre los agravios que estime el apelante le cause la resolución recurrida. Los agravios deberán expresarse al interponer el recurso o en la vista del asunto, bastando la manifestación sencilla que haga el apelante de los errores o violaciones de derecho que en su concepto se cometieron. El tribunal de apelación suplirá la deficiencia de los agravios cuando el recurrente sea el procesado o siéndolo el defensor, se advierta que por torpeza no los hizo valer. Las apelaciones interpuestas contra resoluciones anteriores a la sentencia de primera instancia, deben ser resueltas por el tribunal de apelación antes de que se emita dicha sentencia.” De las normas jurídicas transcritas, se advierte que tratándose de apelación interpuesta por el acusado o su defensor ELIMINADO este Tribunal de Alzada está obligado a estudiar de oficio todas las constancias que conforman el sumario y, en especial, la sentencia impugnada, examinando si en la resolución recurrida no se aplicó la ley correspondiente o se aplicó ésta inexactamente, si se violaron los principios reguladores de la valoración de la prueba, si se alteraron los hechos o no se fundó o motivó correctamente, o en su defecto, suplirlos en beneficio de los acusados, por lo que de advertir agravios, éstos se suplirán en su beneficio. Ahora bien, la naturaleza jurídica del recurso de apelación, derivada de los artículos 361 y 392 del Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado, destaca que su objeto consiste en examinar entre otras cuestiones, si en el trámite seguido ante el Juez de primer grado se violó manifiestamente alguna formalidad legal en el procedimiento, y en esa virtud el Tribunal Ad quem tiene plenas facultades para reponer de oficio el procedimiento, en el supuesto de que se adviertan violaciones procesales. Bajo esa premisa legal, este Tribunal de apelación, atento a lo dispuesto por el artículo 362 del Código de Procedimientos Penales del Estado, realizó un estudio integral de las constancias y medios de prueba que obran en el proceso penal que nos ocupa, instruido en contra de ELIMINADO , por el delito de Feminicidio, advirtiendo violación a las reglas fundamentales del procedimiento. El artículo 391 del Código de Procedimientos Penales en vigor, literalmente establece: “La reposición del procedimiento se decretará a petición de parte, debiendo expresarse los agravios en que se apoye la petición. No se podrán alegar aquellos con los que la parte agraviada se hubiere conformado expresamente, ni los que cause alguna resolución contra la que no se hubiere intentado el recurso que la ley conceda, o si no hay recurso, si no se protesta contra dichos agravios al tenerse en conocimiento de ellos en la instancia en que se causaron.” Y por su parte, el precepto 392 y 393 de la Ley Adjetiva Penal, disponen: “Artículo 392.- No obstante lo dispuesto por el artículo anterior, si el tribunal de alzada encuentra que hubo violación manifiesta del procedimiento que haya dejado sin defensa al procesado, y que sólo por torpeza o negligencia de su defensor no fue combatida debidamente, podrá suplir la deficiencia y ordenar que se reponga dicho procedimiento.” “Artículo 393. Habrá lugar a la reposición del proceso por alguna de las causas siguientes: III. Por haberse omitido la designación del traductor al inculpado que no hable o no entienda suficientemente el idioma español, en los términos que señale la ley...” La interpretación sistemática y armónica de los invocados preceptos legales, permite colegir que la Reposición del Procedimiento es la denominación de un medio legal anulatorio que se plantea a raíz de la sentencia, cuyo efecto es precisamente anular o dejar sin eficacia jurídica todo lo actuado a fin de que se reponga a partir del acto en el que se produjo una violación procesal; así también, se desprende que el Tribunal de Alzada se encuentra facultado para decretar de oficio la reposición del procedimiento.Bajo esa óptica jurídica, resulta innecesario abordar el estudio de los motivos de disenso expresados por el Abogado Público del sentenciado inconforme y la Representación Social, al advertir este Tribunal de Alzada, en suplencia de la queja, como ya se dijo, la existencia de violaciones manifiestas a las normas que rigen el procedimiento penal que afectaron la defensa de la parte recurrente. ELIMINADO fin de patentizar lo anterior, resulta conveniente destacar que el fundamento de toda sentencia condenatoria en materia penal, se encuentra en el segundo párrafo del artículo 14 Constitucional, que a la letra dice: “Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho.” Por otro lado, el artículo 13 del Código de Procedimientos Penales, establece lo siguiente: “Nadie podrá ser sometido a una pena o medida de seguridad, sino mediante proceso seguido ante los Tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho.” En tal contexto, la oportunidad de defensa de todo acusado, previa al acto privativo de libertad, se basa en el cumplimiento a las "formalidades esenciales del procedimiento". Ahora bien, el artículo 2º de la Constitución Federal, dispone: “Artículo 2o. La Nación Mexicana es única e indivisible. La Nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas. La conciencia de su identidad indígena deberá ser criterio fundamental para determinar a quiénes se aplican las disposiciones sobre pueblos indígenas. Son comunidades integrantes de un pueblo indígena, aquellas que formen una unidad social, económica y cultural, asentadas en un territorio y que reconocen autoridades propias de acuerdo con sus usos y costumbres. El derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación se ejercerá en un marco constitucional de autonomía que asegure la unidad nacional. El reconocimiento de los pueblos y comunidades indígenas se hará en las constituciones y leyes de las entidades federativas, las que deberán tomar en cuenta, además de los principios generales establecidos en los párrafos anteriores de este artículo, criterios etnolingüísticos y de asentamiento físico. A. Esta Constitución reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación y, en consecuencia, a la autonomía para: I. Decidir sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural. II. Aplicar sus propios sistemas normativos en la regulación y solución de sus conflictos internos, sujetándose a los principios generales de esta Constitución, respetando las garantías individuales, los derechos humanos y, de manera relevante, la dignidad e integridad de las mujeres. La ley establecerá los casos y procedimientos de validación por los jueces o tribunales correspondientes. III. Elegir de acuerdo con sus normas, procedimientos y prácticas tradicionales, a las autoridades o representantes para el ejercicio de sus formas propias de gobierno interno, garantizando la participación de las mujeres en condiciones de equidad frente a los varones, en un marco que respete el pacto federal y la soberanía de los estados. IV. Preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que constituyan su cultura e identidad. V. Conservar y mejorar el hábitat y preservar la integridad de sus tierras en los términos establecidos en esta Constitución. VI. Acceder, con respeto a las formas y modalidades de propiedad y tenencia de la tierra establecidas en esta Constitución y a las leyes de la materia, así como a los derechos adquiridos por terceros o por integrantes de la comunidad, al uso y disfrute preferente de los recursos naturales de los lugares que habitan y ocupan las comunidades, salvo aquellos que corresponden a las áreas estratégicas, en términos de esta Constitución. Para estos efectos las comunidades podrán asociarse en términos de ley. VII. Elegir, en los municipios con población indígena, representantes ante los ayuntamientos. Las constituciones y leyes de las entidades federativas reconocerán y regularán estos derechos en los municipios, con el propósito de fortalecer la participación y representación política de conformidad con sus tradiciones y normas internas. VIII. Acceder plenamente a la jurisdicción del Estado. Para garantizar ese derecho, en todos los juicios y procedimientos en que sean parte, individual o colectivamente, se deberán tomar en cuenta sus costumbres y especificidades culturales respetando los preceptos de esta Constitución. Los indígenas tienen en todo tiempo el derecho a ser asistidos por intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su lengua y cultura. Las constituciones y leyes de las entidades federativas establecerán las características de libre determinación y autonomía que mejor expresen las situaciones y aspiraciones de los pueblos indígenas en cada entidad, así como las normas para el reconocimiento de las comunidades indígenas como entidades de interés público...” La Constitución Política del Estado de San Luis Potosí, en su artículo 9º, establece que el Estado tiene una composición, pluriétnica, pluricultural y multilingüística sustentada originalmente en los pueblos indígenas, Náhuatl, Teenek o Huasteco, y Xi´oi o Pame, así como la presencia regular del pueblo Wirrarika o Huichol. Por su parte, en la fracción XIII, del invocado precepto constitucional, se dispone lo siguiente: “XIII. El Estado garantizará a los indígenas el efectivo acceso a la jurisdicción del mismo. Para garantizar este derecho, en los juicios y procedimientos en que aquéllos sean parte, individual o colectivamente, deberán tomarse en cuenta sus costumbres y especificidades culturales.” El convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, en su Parte I, relativa a Política General, en su artículo 3, apartado 1, dispone: “1.- Los pueblos indígenas y tribales deberán gozar plenamente de los derechos humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación. Las disposiciones de este Convenio se aplicarán sin discriminación a los hombres y mujeres de esos pueblos.” De igual forma, este Pacto Internacional en su artículo 12, dispone que tratándose de personas pertenecientes a pueblos y comunidades indígenas, los Estados que hayan ratificado dicho convenio (México lo ratificó el 13 trece de agosto del año 1990 mil novecientos noventa), observarán lo siguiente: “Los pueblos interesados deberán tener protección contra la violación de sus derechos, y poder iniciar procedimientos legales, sea personalmente o bien por conducto de sus organismos representativos, para asegurar el respeto efectivo de tales derechos. Deberán tomarse medidas para garantizar que los miembros de dichos pueblos puedan comprender y hacerse comprender en procedimientos legales, facilitándoles si fuere necesario, intérpretes u otros medios eficaces.” Asimismo, las Reglas de Brasilia sobre acceso a la Justicia de las Personas en Condición de Vulnerabilidad, establece en su Capítulo I, Punto 4, relativo a la Pertenencia a Comunidades Indígenas, lo siguiente: “Las personas integrantes de la comunidades indígenas pueden encontrarse en condición de vulnerabilidad cuando ejercitan sus derechos ante el sistema de justicia estatal. Se promoverán las condiciones destinadas a posibilitar que las personas y los pueblos indígenas puedan ejercitar con plenitud tales derechos ante dicho sistema de justicia, sin discriminación alguna que pueda fundarse en su origen o identificad indígenas. Los poderes judiciales asegurarán que el trato que reciban por parte de los órganos de la administración de justicia estatal sea respetuoso con su dignidad, lengua y tradiciones culturales. Todo ello sin perjuicio de lo dispuesto en la Regla 48 sobre las formas de resolución de conflictos propios de los pueblos indígenas, propiciando su armonización con el sistema de administración de justicia estatal.” “Sección 6ª. Sistema de resolución de conflictos dentro de las comunidades indígenas. (48) Con fundamento en los instrumentos internacionales en la materia, resulta conveniente estimular las formas propias de justicia en la resolución de conflictos surgidos en el ámbito de la comunidad indígena, así como propiciar la armonización de los sistemas de administración de justicia estatal e indígena basada en el principio de respeto mutuo y de conformidad con las normas internacionales de derechos humanos. (49) Además serán de aplicación la restantes medidas previstas en estas Reglas en aquellos supuestos de resolución de conflictos fuera de la comunidad indígena por parte del sistema de administración de justicia estatal, donde resulta asimismo conveniente abordar los temas relativos al peritaje cultural y al derecho a expresarse en el propio idioma.” Por su parte, el artículo 39 del Código de Procedimientos Penales en la Entidad, establece: “ARTÍCULO 39.- Cuando el inculpado, el sentenciado, el ofendido o el denunciante, los testigos o los peritos no hablen o no entiendan suficientemente el idioma español, se les nombrará a petición de parte o de oficio, uno o más intérpretes, quienes deberán traducir fielmente las preguntas y contestaciones que hayan de transmitir. Cuando lo solicite cualquiera de las partes, podrá escribirse la declaración en el idioma, lengua o dialecto del declarante, sin que esto obste para que el intérprete haga la traducción. Cuando no pudiere ser habido un intérprete mayor de edad, podrá nombrarse a un menor que haya cumplido quince años.” En tanto que los artículos 65 y 68 de la Ley Reglamentaria del Articulo 9º de la Constitución Política del Estado, sobre los Derechos y la Cultura Indígena, por su orden, disponen: “ARTÍCULO 65.- Toda autoridad deberá respetar la autoadscripción que cualquier individuo haga respecto a su pertenencia u origen de un pueblo o comunidad indígena; y deberá atender en todos los casos al reconocimiento que dicha comunidad realice al respecto.” “ARTÍCULO 68.- El uso de una lengua indígena no podrá ser motivo de discriminación alguna o afectación de derechos humanos. Para el mejor cumplimiento de esta disposición el Estado y los municipios deberán establecer las medidas necesarias, para que las oficinas públicas cuenten con personal capacitado en lenguas indígenas, particularmente en las zonas del Estado con presencia indígena.” Preceptos legales acabados de copiar, de los cuales se desprende el reconocimiento del derecho humano de acceso pleno a la jurisdicción del Estado para las personas indígenas, el cual se traduce en que en todos los juicios y procedimientos en que sean parte, individual o colectivamente, se deberán tomar en cuenta sus costumbres y especificidades culturales, teniendo en todo tiempo, el derecho a ser asistidos por intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su lengua y cultura. Por otra parte, resulta procedente establecer que de las normas invocadas, se considera indígena “aquella persona que se autoadscriba y autoreconozca como indígena, que asuma como propios los rasgos sociales y pautas culturales que caracterizan a los miembros de los pueblos indígenas.” Ahora bien, el artículo 17 de la Carta Magna, consagra el derecho fundamental que las personas tienen para que se les administre justicia por Tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, así como a que, desde el inicio del procedimiento, la justicia que se imparta cumpla con los términos establecidos en la misma. Este derecho esencial se basa en los principios de justicia pronta, justicia completa, justicia imparcial y de justicia gratuita. En ese tenor, para tener un real y efectivo acceso a la justicia, es necesario cumplir con el derecho a una defensa adecuada, reconocido por el orden jurídico nacional así como por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, traducido en que la persona a quien se le atribuya la comisión de un hecho delictuoso, tenga acceso a los medios necesarios, tanto materiales (entendido como la posibilidad de investigar y aportar pruebas) como técnicos (el cual debe consistir en asistencia de un intérprete y un defensor) con el fin de definir e implementar una estrategia de defensa. Ello, se encuentra estipulado en el artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y en el artículo 8, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación, el jueves 7 de mayo de 1981, donde se reconoce el derecho de toda persona acusada a un conjunto de garantías mínimas, entre otras, las siguientes: a).- Derecho a ser asistida gratuitamente por un traductor o intérprete, si no comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal; b).-Derecho de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y de comunicarse libre y privadamente con su defensor. Por tanto, este derecho se traduce en que desde la detención, la persona a quien se imputa la comisión de un delito, tenga acceso a los medios necesarios, tanto técnicos (asistencia de un defensor) como materiales (la posibilidad de investigar y aportar pruebas), a partir de su propia identidad cultural, con el fin de implementar una estrategia de defensa frente a esa imputación. Este derecho consiste en la oportunidad de la defensa, de participar en condiciones de igualdad respecto a la acusación para hacer valer su perspectiva sobre los hechos y el derecho. Para la persona indígena, ajena a los códigos y al lenguaje técnico empleado en los tribunales, este derecho implica la asignación de un especialista conocedor de su lengua y de la cultura del pueblo al que pertenezca, para que de esta manera pueda conocer y entender, la acusación formulada en su contra. Al respecto, la Primera Sala del Máximo Tribunal del País, al resolver los amparos directos 1/2012, 17/2012, 38/2012 y 51/2012, estableció, en lo conducente, que el derecho de contar en todo momento de intérprete, las personas indígenas, que la asistencia del intérprete conforme a lo previsto en la fracción VIII del artículo 2 apartado A de la Constitución Federal, se sujeta a las siguientes modalidades: “a) La asistencia por intérprete es disponible, pero únicamente por el imputado. Lo que le permitiría rechazarla, sin embargo, solo sería aceptable cuando la autoridad ministerial o judicial adviertan, de manera evidente que el imputado tiene un desenvolvimiento aceptable sobre el entendimiento en idioma español del procedimiento al que está sujeto y sus consecuencias. La autoridad que conozca del caso deberá asentar constancia de ello en la que tenga intervención un perito intérprete que conozca la lengua y cultura del imputado, que sirva para corroborar la voluntad del imputado y lo innecesario de su intervención, apercibido de las consecuencias legales aplicables por la probable generación de un estado de indefensión, en contra de aquél. b) En caso de que no exista renuncia al intérprete, la autoridad ministerial o judicial que conozca del caso, deberá constatar que el perito intérprete efectivamente conoce la lengua y cultura del imputado. Podrá tratarse de un intérprete práctico respaldado por la comunidad indígena o certificado por las instituciones correspondientes. O bien mediante el uso de tecnologías, se podría implementar el uso de la asistencia de intérprete por medio de videoconferencia, certificado por la Defensoría Pública Federal o Estatal, o bien, por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas”. Asimismo, la aludida Primera Sala, en la resolución en comento, determinó que si a la persona indígena le son vulnerados derechos fundamentales previstos en los artículos 2º y 20 de la Constitución, por no haber sido asistida de un intérprete con conocimiento de su lengua y cultura, se deberá proceder de la manera siguiente, según la etapa procesal donde haya acontecido esa vulneración: “I. Averiguación previa. Cuando no se respete el derecho de acceso a la justicia y defensa adecuada a través de intérprete desde el momento en que la persona detenida sea puesta a disposición de la representación social, “cualquier declaración emitida por el imputado o prueba de cargo que derive de dicha circunstancia será ilícita y, por tanto, carecerá de todo valor probatorio. La violación cobra mayor relevancia si la declaración constituye una confesión del inculpado. Por ende la autoridad judicial deberá excluir su valoración”. II. Preinstrucción. a). Si en la averiguación previa el inculpado fue asistido por intérprete conocedor de su lengua y cultura, pero ante el juez no se le respetó ese derecho, ello da lugar a la reposición del procedimiento para que se repare dicha violación. b). Cuando la violación se generó en la averiguación previa así como en la preinstrucción, esa violación “tiene el efecto de generar la reposición del procedimiento para subsanar la violación ante el juzgador y la nulidad de la declaración del inculpado ante el Ministerio Público, así como de las diligencias que de esta última deriven”. III. Primera y segunda instancia del proceso. En estas etapas, la violación a este derecho fundamental de la persona indígena inculpada, “necesariamente implicará la reposición del procedimiento”.” Puntualizado lo anterior, cabe destacar las siguientes constancias existentes en el proceso de origen: Con motivo de la integración de la averiguación previa AP/PGJE/SRZH/TAMAZ/3/122/2013, el 15 de mayo de 2013, el Fiscal Investigador, ejercitó acción penal, en contra del recurrente ELIMINADO , por considerarlo probable responsable de la comisión del delito de Feminicidio, previsto y sancionado en términos de los numerales 107 en relación con 114 BIS del Código Penal del Estado, dejando a dicho acusado a disposición de la Autoridad Jurisdiccional. (fojas 1). Dentro del periodo de investigación, con fecha 13 trece de mayo de 2013 dos mil trece, el Agente del Ministerio Público, recabó la declaración de ELIMINADO , dándole a conocer los hechos atribuidos en su contra e instruyéndolo sobre los derechos que le otorga el artículo 20 de la Constitución Federal, en favor de toda persona sujeta a un proceso penal. Diligencia en la cual el imputado designó al ELIMINADO , como su abogado defensor para que lo representara; declaración en la que además se le recabaron sus generales, entre las que manifestó ser originario y vecino de la Comunidad de ELIMINADO , y hablar náhuatl y también español, por lo que no ameritaba la participación de traductor. (fojas 15 vuelta) Por razón de competencia, dicha averiguación previa penal, fue consignada el 15 quince de mayo de 2013 dos mil trece, al Juzgado de Primera de Instancia de Tamazunchale, San Luis Potosí, quien la radicó bajo el número de proceso 76/2013. (fojas 90) Con fecha 16 dieciséis de mayo de 2013 dos mil trece, el Juez de origen, procedió a recabar la declaración preparatoria de Efrén Rubio Rubio, en la que le hizo saber al inculpado las circunstancias particulares de la imputación por el delito de Feminicidio, instruyéndolo sobre los derechos humanos reconocidos en el artículo 20 de la Constitución Federal, en favor de toda persona sujeta a un proceso penal. Actuación en la cual el imputado designó, para que lo representara, a la Defensora de Oficio adscrita al Juzgado del conocimiento Licenciada ELIMINADO ; declaración en la que al recabársele sus generales, manifestó ser originario de ELIMINADO , que hablaba el dialecto náhuatl, pero entendía perfectamente el español, por lo que no necesitaba de intérprete. (fojas 92). Si bien, el acusado ELIMINADO , manifestó en sus respectivas declaraciones vertidas ante el Agente del Misterio Público y el Juez, entender suficientemente el idioma Español, también lo es que, ante la primera de la Autoridades dijo ser originario y vecino de la Comunidad de Cero Grande, San Francisco, perteneciente al municipio de Tamazunchale, S.L.P. y hablaba el náhuatl, reiterando ante la Autoridad Jurisdiccional que hablaba el náhuatl, circunstancia que el Juez debió tomar en cuenta para proceder en la forma prevista por el artículo 2, Apartado A, fracción VIII, inciso A, de la Constitución Federal, que dispone que la asistencia por intérprete es disponible, pero únicamente por el imputado. Lo que le permitiría rechazarla, pero en el caso que nos ocupa, sólo sería aceptable esta hipótesis, si el Juez advirtiera de manera evidente que el imputado tiene un desenvolvimiento aceptable sobre el entendimiento en el idioma Español, del procedimiento al que está sujeto y sus consecuencias; asentando constancia de ello donde intervenga un perito intérprete conocedor de la lengua y cultura del imputado, para así corroborar la voluntad de éste y lo innecesario de la intervención del intérprete; sin embargo, el Juzgador de Primer Grado omitió acatar dicha disposición en la diligencia en que se recabó la declaración preparatoria del acusado, trastocando con tal omisión sus derechos humanos de pleno acceso a la jurisdicción del Estado. Seguido el procedimiento por sus trámites legales, con fecha 19 diecinueve de junio de 2014 dos mil catorce, el Juez de Primer Grado, dictó sentencia condenatoria en la que declaró penalmente responsable al enjuiciado ELIMINADO , por la comisión del delito de Feminicidio, por el que fue condenado a cumplir una pena acumulada privativa de la libertad de 41 cuarenta y un años de prisión, sanción pecuniaria por la cantidad de $55,242.00 cincuenta y cinco mil doscientos cuarenta y dos pesos; así como al pago de la reparación del daño de $11,048.40 once mil cuarenta y ocho pesos cuarenta centavos, por concepto de gastos funerarios, dejando a salvo los derechos del ofendido para que en caso de la erogación de un gato mayor, lo regule en ejecución de sentencia, así como el pago de la cantidad de $3´682,800.00 tres millones seiscientos ochenta y dos mil ochocientos pesos; resolución que constituye el acto impugnado en el presente recurso de apelación. Asentado lo anterior, de la revisión de las constancias integrantes del sumario, este Tribunal Ad quem, advirtió la existencia de una flagrante violación al procedimiento en perjuicio del sentenciado, aquí apelante, que con independencia de tener una connotación de observancia como formalidad del procedimiento, al mismo tiempo implica una violación sustancial que afectó el derecho de una defensa adecuada del sentenciado apelante, violación que consiste en: La falta de nombramiento de intérprete o traductor al acusado, al rendir su declaración ante la Representación Social y en vía de preparatoria, ante el Juez de Primer Grado, el 16 dieciséis de mayo de 2013 dos mil trece; toda vez que de dicha diligencia se desprende que el sujeto activo, al rendir sus generales, manifestó en lo que interesa: “...que habla el dialecto náhuatl, y que entiende perfectamente el español...”; manifestación del inculpado, que no fue atendida cabalmente por el A quo, habida cuenta que no le nombró al acusado, en la referida diligencia, un intérprete o traductor, lo que transgredió el derecho humano del enjuiciado, quien al autoidentificarse como persona parlante del dialecto náhuatl, tenía el derecho de ser asistido, al rendir su declaración preparatoria, por un intérprete o traductor conocedor de su lengua y cultura, lo que incumplió la autoridad investigadora; omisión que por ende, motiva la reposición del procedimiento, habida cuenta que independientemente de que ELIMINADO , haya manifestado que entendía perfectamente el idioma Español o Castellano, no exceptuaba al Juzgador de nombrarle un perito intérprete o traductor, dado que en opinión de este Tribunal de Alzada, al tener las personas que pertenecen a un grupo indígena una visión del mundo diferente a la de los mestizos (cosmovisión), la autoridad interviniente debe hacerle saber a la persona sujeta a un proceso, que no tenga como lengua de origen el español, su derecho a expresarse en su dialecto o lengua con la asistencia de un intérprete o traductor, lo cual resulta conveniente para que aquella entienda plenamente los hechos por los cuales se le acusa, quedando garantizado su derecho humano de defensa adecuada. Es decir, tenía el derecho y facultad de ser asistido en todo momento por un intérprete conocedor de su lengua y cultura, lo cual encuentra fundamento en los artículos 2º, apartado A, fracción VIII, y 20 de la Constitución Federal. Resulta aplicable a lo antes expuesto, la Jurisprudencia emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página 280, Libro 1, Diciembre de 2013, Tomo I, número de registro 2005028, correspondiente a la Décima Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que indica: “PERSONAS INDÍGENAS BILINGÜES O MULTILINGÜES. ÁMBITO SUBJETIVO DE APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 2o., APARTADO A, FRACCIÓN VIII, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. Ya esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada 1a. CCVIII/2009, publicada en la página 293 del Tomo XXX, diciembre de 2009, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, ha dicho que es incorrecto afirmar que la citada previsión constitucional que obliga a tener en cuenta las costumbres y especificidades culturales de las personas indígenas en los juicios y procedimientos en que sean parte, sólo resulta aplicable para quienes hablan una lengua indígena y además no entienden ni hablan español. Al respecto, se reitera que, por el contrario, la persona indígena, cuyos derechos tutela la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es paradigmáticamente la persona multilingüe, que tiene derecho a obtener del Estado, tanto el apoyo necesario para poder vivir plenamente en su lengua materna como el necesario para acceder a una comunidad política más amplia mediante el conocimiento de la referida lengua. Así, definir lo "indígena" a partir del criterio de la competencia monolingüe en lengua indígena sería incompatible con la garantía de derechos constitucionales como la de recibir una educación adecuada o de gozar de lo esencial para incorporarse igualitariamente al sistema productivo. Tan incompatibles con la Constitución Federal son las políticas asimilacionistas tradicionales, que perseguían la desaparición de las lenguas indígenas, desconocían el derecho de las personas a transmitirlas y usarlas privada y públicamente, y convertían la condición de hablante de lengua indígena en un locus permanente de discriminación y subordinación, como lo sería ahora una política que condicionara el mantenimiento de la autodefinición como persona indígena al hecho de no conocer el español. A nivel individual, ello implicaría condenar a las personas indígenas a la desventaja que la totalidad de las previsiones del artículo 2o. constitucional está destinada centralmente a erradicar, mientras que, a nivel colectivo, dejaría sin ámbito de aplicación todas las disposiciones que se refieren a comunidades y pueblos indígenas (que no son monolingües) y convertiría a dicho precepto en un ejercicio expresivo, sin potencial jurídico transformativo real.” De lo antes expuesto, se advierte que en el caso se violentaron las normas que rigen el procedimiento penal en perjuicio del enjuiciado Efrén Rubio Rubio, al transgredir el derecho humano que a su favor consagra el artículo 2º de la Constitución Federal, lo cual contravino su acceso pleno a la jurisdicción del Estado, en su carácter de persona indígena (dado que en su inicial declaración dijo ser originario de la Comunidad de Cerro Grande, San Francisco, perteneciente al municipio de Tamazunchale, S.L.P. y hablar náhuatl); consecuentemente, se violó su derecho a una legitima y eficaz defensa, al no haber sido asistido en todo tiempo por un intérprete respecto del cual se hubiese verificado que tenía conocimiento pleno de su lengua y cultura. Ilustra lo antes expuesto, la Jurisprudencia emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en la en la página 808, Libro XXIV, Septiembre de 2013, Tomo 1, número de registro 2004542, correspondiente a la Décima Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que indica: “PERSONAS INDÍGENAS SUJETAS A PROCESO PENAL. ELEMENTOS BÁSICOS QUE DEBEN SATISFACERSE PARA DESIGNAR A UN TRADUCTOR PRÁCTICO, A FIN DE GARANTIZAR EL DERECHO HUMANO DE ACCESO PLENO A LA JURISDICCIÓN. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que es factible designar intérpretes prácticos para que asistan a un inculpado indígena, sujeto a un proceso penal, en el desahogo de las diligencias, ante la problemática compleja de contar con la asistencia inmediata de peritos intérpretes de instituciones públicas o privadas. Sin embargo, ante la relevancia de la intervención de dichos auxiliares, toda vez que de la comunicación efectiva y la transmisión de mensajes depende el ejercicio efectivo del derecho de defensa y la posibilidad de evitar una afectación a la esfera jurídica de sus derechos humanos, los elementos básicos que deben satisfacerse para garantizar la protección del derecho humano de acceso pleno a la jurisdicción del Estado, a fin de considerar jurídicamente aceptable la designación de un traductor práctico que asista en un proceso penal a un inculpado, procesado o sentenciado indígena, configuran el siguiente estándar: a) que sea la última medida por adoptar, después de que el Estado agote todas las vías posibles para contar con el apoyo de un intérprete, oficial o particular, profesional o certificado, que conozca la lengua y cultura de la persona a quien va a auxiliar; y, b) que, aun tratándose de un traductor práctico, la autoridad tenga elementos para determinar que no solamente conoce la lengua parlante del detenido, sino que también tiene las condiciones para conocer su cosmovisión derivada de la cultura, ya sea porque pertenece a la misma comunidad o porque tiene un referente de relación que le permite conocerlo. Dichos aspectos pueden corroborarse con el uso de documentos de identificación, la constancia de residencia o el reconocimiento de los órganos de representación de la comunidad indígena sobre su pertenencia al grupo o de alguno con similares características culturales, que pueda informar circunstancias específicas que trasciendan para el ejercicio del derecho de defensa adecuada del inculpado.” Asimismo, sirve como apoyo de lo antes expuesto, como el criterio sustentado por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis visible en la página 408, Tomo XXX, Noviembre de 2009, número de registro 165978, correspondiente a la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, cuyo sumario dice: “INDÍGENAS. DERECHOS MÍNIMOS QUE LES ASISTEN EN EL JUICIO. Para garantizar el acceso pleno de los indígenas a la jurisdicción del Estado, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo coinciden en que los pueblos, comunidades e individuos indígenas tienen los siguientes derechos: en todos los juicios y procedimientos en que sean parte, individual o colectivamente, deberán tomarse en cuenta sus costumbres y especificidades culturales; ser asistidos por intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su lengua y cultura para comprender y hacerse comprender en los procedimientos legales; cumplir sentencias en los centros de readaptación más cercanos a sus comunidades; cuando se les impongan sanciones penales, deberán tenerse en cuenta sus características económicas, sociales y culturales; darse preferencia a tipos de sanción distintos del encarcelamiento; iniciar procedimientos legales, sea personalmente o por conducto de sus organismos representativos, para asegurar el respeto efectivo de sus derechos; ejercer los derechos reconocidos a todos los ciudadanos del país y asumir las obligaciones correspondientes en igualdad de condiciones.” En las relatadas condiciones, esta Sala que revisa, en suplencia de la queja deficiente, al advertir la existencia de la destacada violación procesal, considera procedente ordenar la Reposición del Procedimiento, al actualizarse en el caso concreto la transgresión procesal de mérito. Lo anterior, sin que se soslaye por este Tribunal Ad Quem, el derecho de las partes de que la justicia se administre de manera pronta y expedita, con base en lo dispuesto en el artículo 17 Constitucional, cuenta habida que este precepto no faculta de modo alguno al Juzgador a dejar de cumplir con las reglas del debido proceso, pues la falta de nombramiento de un intérprete o traductor al acusado, constituye indudablemente una flagrante violación al derecho fundamental de defensa adecuada del inculpado indígena, pues con ello se le priva de acceder a los sistemas de justicia de manera adecuada y efectiva. En apoyo a lo anteriormente expuesto, resulta aplicable además, la jurisprudencia emitida por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito, consultable en la página 980, Tomo XV, mayo de 2002, número de registro 186963, correspondiente a la Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación, cuyo sumario es como sigue: “DEFENSA, GARANTÍA DE. TIENE PREFERENCIA SOBRE OTRAS GARANTÍAS DEL REO. Si bien es cierto que la fracción VIII del apartado A del artículo 20 constitucional, señala que los acusados de algún delito serán juzgados antes de cuatro meses si se trata de delitos cuya pena máxima no excede de dos años de prisión y antes de un año si la pena máxima excediera de ese tiempo, también lo es que si la defensa de un procesado ofrece en favor de éste diversas pruebas cuyo periodo de desahogo hace imposible que se dicte sentencia en los plazos que señala la mencionada fracción, es claro que deberán desahogarse las probanzas ofrecidas y admitidas, aun cuando se rebasen los términos ya señalados, dado que al estar frente a dos garantías consagradas por la Constitución en favor del gobernado, como son las establecidas en las fracciones V y VIII del ya mencionado apartado A del artículo 20 de la Carta Magna, y debiendo anteponer unas a las otras, lógicamente deberán prevalecer las que favorezcan más a dicho gobernado, es decir, las de audiencia y defensa sobre la de pronta impartición de justicia, pues lo contrario acarrearía graves perjuicios en contra de éste, al verse compelido a ajustar su defensa al corto tiempo de que dispondría para ello, de acuerdo con la mencionada fracción VIII del apartado y artículo constitucional aludidos, lo que implicaría una verdadera denegación de justicia.”. En las relatadas condiciones, lo procedente en el caso, es dejar insubsistente la sentencia condenatoria dictada el 19 diecinueve de junio de 2014 dos mil catorce, para el efecto de ordenar al Juez de Primera Instancia de Tamazunchale, San Luis Potosí, la reposición del procedimiento instruido en contra de ELIMINADO , por su responsabilidad penal en la comisión del delito de Feminicidio, hasta el período de preinstrucción y, prescindiendo de la declaración vertida por ELIMINADO , con fecha 13 trece de mayo de 2013 dos mil trece, ante el Agente del Ministerio Público, nuevamente recabe la declaración preparatoria del acusado, nombrándole un traductor o intérprete que lo asista durante el desahogo de la misma, intérprete que se encuentre certificado por alguna dependencia oficial como el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas o Estatal, o bien, en el caso de nombrar un intérprete práctico, se deberá constatar de manera documental que efectivamente el perito conoce la lengua parlante del sujeto activo y que tiene las condiciones para conocer su cosmovisión derivada de la cultura, ya sea porque pertenece a la misma comunidad o tiene un referente en relación que le permite conocerlo; aspectos que se pueden corroborar con: a) Documentos de identificación; b).- La constancia de residencia; o, c).- El reconocimiento de los órganos de representación de la comunidad indígena sobre su pertenencia al grupo o de alguno con similares características culturales, de manera que se esté en posibilidad de informar circunstancias específicas que trasciendan para el ejercicio del derecho de defensa adecuada del inculpado. Cumplido con lo anterior, y sin tomar en cuenta la declaración vertida por ELIMINADO , con fecha 13 trece de mayo de 2013 dos mil trece, ante el Agente del Ministerio Público, el Juzgador deberá resolver dentro del Término Constitucional o su duplicidad, en caso de que el inculpado por sí o por medio de la defensa lo solicite; asimismo, durante el procedimiento se deberá salvaguardar por el Juez de Primera Instancia, que el acusado, en todas las actuaciones en que intervenga, se encuentre asistido, además de su abogado defensor, del traductor o intérprete que se le designe y, en su oportunidad, emita la sentencia que procede conforme a derecho. En el entendido de que el trámite de lo antes ordenado, deberá de llevarse a cabo a la brevedad posible, con estricto apego a derecho. En virtud del sentido de la presente resolución, resulta innecesario el estudio de los motivos de inconformidad relacionados con el fondo del asunto, al haberse advertido por este Tribunal Ad Quem, en suplencia de la queja deficiente, la existencia de violaciones manifiestas al procedimiento penal, en perjuicio del acusado recurrente. Por lo anteriormente expuesto y fundado y, además, con apoyo en el artículo 21 Constitucional, y en los artículos 361, 362, 363, 382, 383 y demás relativos del Código de Procedimientos Penales del Estado en vigor, se resuelve: PRIMERO.- Este Tribunal resultó competente para conocer y resolver el presente recurso de apelación. SEGUNDO.- Resultó innecesario el estudio de los motivos de inconformidad aducidos por la parte recurrente, al haberse advertido por este Tribunal Ad Quem, en suplencia de la queja, la actualización de violación a las normas que rigen el procedimiento penal, que afectó derechos humanos de ELIMINADO . TERCERO ELIMINADO En consecuencia, SE DEJA SIN EFECTO LEGAL ALGUNO la sentencia dictada el 19 diecinueve de junio de 2014 dos mil catorce, por el Juez de primera Instancia de Tamazunchale, San Luís Potosí, en contra de ELIMINADO , por su responsabilidad penal en la comisión del delito de FEMINICIDIO, en el proceso penal 76/2013; y, en consecuencia, SE ORDENA AL JUEZ REPONGA EL PROCEDIMIENTO, hasta el periodo de preinstrucción para efecto de que nuevamente recabe la declaración preparatoria del acusado, nombrándole un traductor o intérprete que lo asista durante el desahogo de la misma, intérprete que deberá estar certificado por alguna dependencia oficial como el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas o Estatal, o bien, en el caso de nombrar un intérprete práctico, recabar prueba documental que acredite que efectivamente el Perito conoce la lengua parlante del acusado y que tiene las condiciones para conocer su cosmovisión derivada de la cultura, ya sea porque pertenece a la comunidad o tiene un referente en relación que le permite conocerlo, lo que podrá constatar con: a) Documentos de identificación; b).- La constancia de residencia; o, c).- El reconocimiento de los órganos de representación de la comunidad indígena sobre su pertenencia al grupo o de alguno con similares características culturales, de manera que se esté en posibilidad de informar circunstancias específicas que trasciendan para el ejercicio del derecho de defensa adecuada del inculpado. Cumplido con lo anterior, y sin tomar en cuenta la declaración vertida por ELIMINADO , con fecha 13 trece de mayo de 2013 dos mil trece, ante el Agente del Ministerio Público, el Juzgador deberá resolver dentro del Término Constitucional o su duplicidad, en caso de que el inculpado por sí o por medio de la defensa lo solicite; asimismo, durante el procedimiento se deberá salvaguardar por el Juez de Primera Instancia, que el acusado, en todas las actuaciones en que intervenga, se encuentre asistido, además de su abogado defensor, del traductor o intérprete que se le designe y, en su oportunidad, emita la sentencia que procede conforme a derecho. CUARTO ELIMINADO Con copia certificada de la presente resolución, devuélvase el expediente al Juzgado de su origen y, en su oportunidad, archívese el Toca donde corresponda. A S I, por unanimidad de votos lo resolvieron y firman los Magistrados que integran la Primera Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Licenciados ELIMINADO , esta última de la Segunda Sala del propio Tribunal, en virtud de la ausencia justificada de la Magistrada Licenciada ELIMINADO , de conformidad con lo dispuesto por el artículo 159 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado y quienes actúan con Secretaria de Acuerdos que autoriza Licenciada ELIMINADO , siendo ponente el Magistrado ELIMINADO y Secretario de Estudio y Cuenta, Licenciado ELIMINADO .- Doy Fe.