1 FACTORES PROTECTORES FAMILIARES PARA LA

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FACTORES PROTECTORES FAMILIARES PARA LA PREVENCIÓN DEL USO
DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS (SPA) EN ESTUDIANTES DE QUINTO DE
PRIMARIA DE LA INSTITUCION EDUCATIVA SAN LUIS GONZAGA DEL
CORREGIMIENTO DE CHICORAL, EL ESPINAL (TOLIMA)
MARTHA MAGDALENA ACEVEDO SILVA
LUISA JULIETA CAMARGO CARDONA
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
IBAGUÉ – TOLIMA
2012
1
FACTORES PROTECTORES FAMILIARES PARA LA PREVENCIÓN DEL USO
DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS (SPA) EN ESTUDIANTES DE QUINTO DE
PRIMARIA DE LA INSTITUCION EDUCATIVA SAN LUIS GONZAGA DEL
CORREGIMIENTO DE CHICORAL, EL ESPINAL (TOLIMA).
2012
MARTHA MAGDALENA ACEVEDO SILVA
LUISA JULIETA CAMARGO CARDONA
Tesis presentada para optar al título de Magister en Educación
Asesora de tesis
ELIZABETH FAJARDO
Magister en Enfermería con énfasis en familia
Directora programa de Enfermería
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
IBAGUÉ – TOLIMA
2012
2
3
ADVERTENCIA
La Facultad de la Educación de la Universidad del Tolima, el director, codirector y
el jurado calificador, no son responsables de los conceptos, ni de las ideas
expuestas por los autores del presente trabajo.
Artículo 16, Acuerdo 032 de 1976 y Artículo 29, Acuerdo 064 de 1991, emanados
por el Consejo Académico de la Universidad del Tolima.
4
DEDICATORIA
Al eterno, fuente de toda sabiduría, de todo conocimiento y de toda ciencia, quien
me ha cuidado y guiado siempre, ha iluminado cada paso grande y pequeño que
he dado en mi vida, me ha provisto del deseo de realizar esta maestría, y me ha
acompañado fiel y generosamente hasta el día de hoy.
A Yesid mi esposo compañero incomparable e incansable en el maravilloso
trasegar de la vida; a Laura Beatriz, Melissa Gabriela y Martha Catalina, mis
maravillosas hijas quienes con su fuerza y juventud me contagian de sueños y
grandes prospectos cada día, a mi madre quien hace dos años camina el sendero
a la eternidad, por su ejemplo y valentía inolvidables, que hoy palpitan en mi
pecho y me alientan a superar obstáculos y lograr metas.
Martha Magdalena Acevedo Silva
A Dios, por darme la oportunidad de vivir y por estar conmigo en cada paso que
doy, por fortalecer mi corazón e iluminar mi mente.
A mis padres, que con su grandeza humana supieron inculcar en mi valores que
me motivan a una superación constante y que desde el cielo son mis ángeles
tutelares.
A mis hermanos, en especial a Carola, Rosalba, Margoth, Amparo y Emilia por
su apoyo invaluable, compartir alegrías, tristezas y siempre perseverar a través de
sus arduos consejos.
A mis hijos Daniel Enrique y Luisa María quienes con su ayuda, compañía, cariño
y comprensión han sido parte fundamental en mi vida.
Luisa Julieta Camargo Cardona
5
AGRADECIMIENTOS
Nuestros más sincero agradecimientos:
A Nuestros compañeros quienes cargados de conocimiento y experiencia, nos
brindaron su apoyo incondicional. En quienes contamos con gratitud y aprecio a
Don Hernando Espinoza Gómez, Rector de la Institución Educativa donde fue
realizado el presente proyecto de investigación.
A los niños jóvenes y padres de familia quienes de buena voluntad sentaron las
bases de este proyecto con desinterés y compromiso.
A la asesora de tesis Elizabeth Fajardo, a la profesora Martha Nuñez y a la
socióloga Esperanza Milena Torres, quienes despertaron el interés y el valor de
investigar, y con su conocimiento y experiencia nos acompañaron hasta la
consecución de los objetivos de esta investigación.
6
RESUMEN
El trabajo de investigación permitió identificar los factores protectores familiares
frente al consumo y dependencia a las SPA, en estudiantes del grado quinto de
primaria de la institución Educativa San Luis Gonzaga de Chicoral, entre dichos
factores se categorizaron en cuatro grandes tópicos conceptuales, en primer lugar,
la magnitud e involucramiento de los padres o figura de autoridad frente a sus
hijos e hijas, en segundo lugar la calidez de la interacción entre los miembros del
hogar, el monitoreo disciplinario relacionado con el establecimiento de reglas
familiares y la consistencia de la disciplina, y la comunicación familiar. Dichos
factores protectores condensan la búsqueda teórica de este estudio, el trabajo de
campo, el análisis de los resultados y la interpretación de la información. La
metodología utilizada fue de tipo cuantitativo, descriptivo y transversal. El análisis
y procesamiento de la información se llevó a cabo mediante la utilización del
paquete estadístico Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) en su
versión 18. La recolección de la Información se realizó a través de la aplicación de
una encuesta, una escala tipo Lickert autoaplicable denominada “Escala de
factores de riesgo y protección” adaptada de la investigación mexicana titulada
Factores Familiares y de pares asociados al consumo de drogas en estudiantes
con edades comprendidas entre 11 y 18 años. (2007) y un proceso de
observación sistemático.
Palabras claves: Familia, factores protectores, adicción, sustancias psicoactivas,
pubertad, prevención, educación familiar.
7
ABSTRACT
The research identified the family protective factors against consume and drug
dependence to the psychoactive substances, in the fifth grade primary students of
San Luis Gonzaga school in Chicoral City, among these factors were categorized
four main conceptual topics: first of all , the magnitude and parents involvement or
authority figure in front of their sons and daughters, secondly the warmth of the
interaction between the members of the house, to monitor the disciplinary aspects
related to the establishment of family rules and consistency of the discipline, and
family communication. These protective factors condense the theoretical finding of
this study, field work, the result analysis and the interpretation of the information.
The methodology used was quantitative, descriptive and transversal. The analysis
and information processing was performed using the Statistical Package for the
Social Sciences (SPSS) 18th version. Information collection was performed
through a survey, a scale type Lickert auto- applicable called "Scale of risk and
protective factors" adapted from Mexican research called Family factors and
associated pairs with drug use in students between 11 and 18 years old. (2007)
and a process with a systematic observation.
Key Words: Family, protective factors, addiction, psychoactive substances,
puberty, prevention, family education.
8
CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCIÓN
16
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.1 PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN
19
22
2. OBJETIVOS
2.1 OBJETIVO GENERAL
2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
23
23
23
3. JUSTIFICACIÓN
24
4. REFERENTES INVESTIGATIVOS, LEGALES Y TEÓRICOS
4.1 ANTECEDENTES
4.2 MARCO LEGAL
4.3 MARCO TEÓRICO
4.3.1 La familia como núcleo y estructura fundante del ser humano
4.3.2 Cambios funcionales en la familia y la escuela
4.3.3 Ciclo vital de la familia
4.3.4 La familia con hijos en edad escolar o adolescentes
4.3.5 Pubertad: Crecimiento, cambio, rupturas.
4.3.6 Sustancias psicoactivas y dependencia
4.3.7 Prevención
4.4 FACTORES PROTECTORES: ALTERNATIVAS PARA RESISTIR.
4.4.1 Factores protectores en la familia
4.4.2 Categorización de los factores protectores
4.4.3 La comunicación
4.4.4 Involucramiento familiar y magnitud de apoyo
4.4.5 Calidez en la interacción familiar
4.4.6 Disciplina familiar
27
27
32
34
34
37
38
39
39
40
41
42
44
46
46
48
50
51
5. METODOLOGÍA APLICADA
5.1 TIPO DE INVESTIGACIÓN
5.2 DISEÑO DE INVESTIGACIÓN
5.2.1 Fase 1: Problematización
54
54
54
54
9
Pág.
5.2.2 Fase 2: Sensibilización e información a la comunidad educativa
5.2.3 Fase 3: Recolección de datos
5.2.4 Fase 4: Construcción de documento de resultados
5.2.5 Fase 5: Socialización con la comunidad educativa
5.3 POBLACIÓN Y MUESTRA
5.3.1 Criterios de inclusión en la muestra
5.4 MÉTODOS APLICADOS
5.5 MANEJO DE LA INFORMACIÓN
5.6 VARIABLES E INDICADORES
5.7 ASPECTOS ÉTICOS
55
55
55
56
56
56
57
58
58
62
6. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS
6.1
CARACTERIZACIÓN
DE
LA
MUESTRA
INFORMACIÓN
SOCIODEMOFIGURA.
6.1.1 Factores protectores en la Institución Educativa San Luis Gonzaga
del corregimiento de Chicoral, el Espinal (Tolima)
6.1.2 Magnitud de apoyo e involucramiento familia.
6.1.3 Calidez en la interacción familiar.
6.1.4 Disciplina familiar
6.1.5 Comunicación familiar
64
7. CONCLUSIONES
104
8. RECOMENDACIONES
107
REFERENCIAS
108
ANEXOS
111
10
64
69
69
77
84
89
LISTA DE TABLAS
Pág.
Tabla 1. Preguntas en la escala Lickert para magnitud de apoyo e
involucramiento familiar
59
Tabla 2. Preguntas en escala Lickert para la calidez familiar
60
Tabla 3. Preguntas en escala Lickert para disciplina familiar
60
Tabla 4. Preguntas en escala Lickert para comunicación familiar
62
Tabla 5. Correlación entre pregunta guía y preguntas de involucramiento y
magnitud de apoyo
76
Tabla 6. Correlación entre pregunta guía y preguntas de calidez familiar
83
Tabla 7. Correlación entre pregunta guía y preguntas de disciplina familiar
89
Tabla 8. Correlación entre la pregunta y guía y preguntas de comunicación
familiar
97
11
LISTA DE FIGURAS
Pág.
Figura 1. Frecuencias de la variable sexo en la muestra
64
Figura 2. Frecuencias de la variable edad en la muestra
65
Figura 3. Frecuencia variable: personas con quien vive el adolescente
66
Figura 4. Frecuencia variable: tipo de vivienda en la que habita el
adolescente
67
Figura 5. Frecuencia variable último nivel educativo de los padres o
padrastros
68
Figura 6. Frecuencia variable último nivel educativo de las madres o
madrastras
68
Figura 7. Frecuencias de respuesta a ¿Te preguntan tus padres a dónde
vas cuando sales?
69
Figura 8. Representación de comunicación familiar y factores protectores
71
Figura 9. Frecuencias de respuesta: ¿Tus padres muestran Interés en tu
vida cotidiana?
71
Figura 10. Frecuencias de respuesta: ¿Tus padres te apoyan para hacer lo
que consideras importante?
72
Figura 11. Frecuencias de respuesta: ¿Se molestan tus padres porque tus
amigos fumen o consuman alcohol?
72
Figura 12. Frecuencias de respuesta: ¿Se interesan tus padres por conocer
personalmente a tus amigos?
73
Figura 13. Frecuencias de respuesta: ¿Tus padres te motivan para salir
adelante cuando tienes problemas?
73
Figura 14. ¿Has hecho cosas que podrían ser perjudiciales (p.ej. consumir
alcohol, tabaco o drogas, etc)?
75
12
Pág.
Figura 15. Frecuencia de respuesta: ¿Pasas o compartes tiempo con tus
padres?
78
Figura 16. Frecuencia de respuesta: ¿Tus padres son afectuosos contigo?
78
Figura 17. Frecuencia de respuesta: ¿Tus padres juegan un papel
importante en tu vida?
79
Figura 18. Frecuencia de respuesta: ¿Te sientes a gusto cuando estas con
tu familia?
79
Figura 19. Frecuencia de respuestas: ¿Sientes que eres importante para
tus padres?
80
Figura 20. ¿Te gusta convivir con tus padres?
80
Figura 21. Representación correlación afecto e importancia adjudicada a
los padres por sus hijos
82
Figura 22. Representación jóvenes expuestos a situaciones de riesgo y
calidez en la interacción familiar
84
Figura 23. Frecuencia de respuestas: ¿Puedes asistir a fiestas sin permiso
o conocimiento de tus padres?
85
Figura 24. Frecuencia de respuestas: ¿Tus padres expresan con claridad
cuáles son las reglas que debes cumplir?
86
Figura 25. Frecuencia de respuestas: ¿Cuándo sales de casa, debes
regresar a una hora determinada?
86
Figura 26. Frecuencia de respuestas: ¿Existen en tu casa horarios más o
menos fijos para comer, dormir, ve la tv, etc.?
87
Figura 27. Frecuencia de respuestas: ¿Te preguntan tus padres quienes
son o que hacen tus amigos?
90
Figura 28. Frecuencia de respuestas: ¿Te comunican tus padres las
decisiones importantes para la familia?
91
Figura 29. Frecuencia de respuestas: ¿Tus padres comparten contigo sus
problemas?
92
13
Pág.
Figura 30. Frecuencia de respuestas: ¿Cuándo tienes problemas recurres
a tus padres?
93
Figura 31. Frecuencia de respuestas: ¿Platicas con tus padres sobre tus
problemas personales?
94
Figura 32. Frecuencia de respuestas: ¿Tus padres te hacen sentir
confianza para hablar de cualquier tema con ellos?
96
Figura 33. Sexo versus ¿Has hecho cosas que podrían ser perjudiciales
como consumir alcohol, drogas, o tabaco?
100
Figura 34. Edad vs ¿Has hecho cosas que podrían ser perjudiciales como
consumir alcohol, drogas, o tabaco?
101
Figura 35. ¿Con quién vives? vs ¿Has hecho cosas que podrían ser
perjudiciales como consumir alcohol, drogas, o tabaco?
102
Figura 36. Nivel educativo de los padres vs ¿Has hecho cosas que podrían
ser perjudiciales como consumir alcohol, drogas, o tabaco?
103
14
LISTA DE ANEXOS
Pág.
Anexo A. Ficha de datos personales del estudiante
112
Anexo B. Solicitud de consentimiento del Rector de la Institución
educativa San Luis Gonzaga para el trabajo de campo
113
Anexo C. Modelo carta de consentimiento informado por parte de los
padres de familia
114
Anexo D. Solicitud consentimiento a la directora para la realización del
trabajo de campo
115
Anexo E. Escala Lickert
116
Anexo F. Autorización para utilizar el instrumento. (Escala Lickert)
122
15
INTRODUCCIÓN
El uso de sustancias con la propiedad de alterar los sentidos, ha formado parte de
la vida del ser humano desde sus inicios, la misma naturaleza provee una gran
cantidad de elementos que al ser consumidos por las personas generan una
alteración en la forma de percibir lo que les rodea. Los usos de dichas sustancias,
no ha tenido la misma connotación a lo largo de la historia, el significado que
tienen transita desde lo sacro a lo profano, de lo culto a lo vulgar, de lo espiritual
hasta el sentido más material que puede tener en un escenario de intercambio
mercantil como el presente.
Ese componente histórico y sociológico no puede desconocerse a la hora de
entablar un debate desde la educación encaminado a afrontar el consumo de
psicoactivos, en adelante SPA, desde la perspectiva de una problemática social
que compuesta por múltiples matices y una amplia diversidad de facetas
culturales, económicas, sociales y políticas, plantea uno de los más grandes retos
a la Escuela y a la familia.
El sistema económico particularmente, ha marcado un punto de inflexión en la
manera de entender y afrontar el uso de SPA, la inserción de los psicoactivos
como mercancía ha consolidado todas unas estructuras económicas a nivel
mundial que se desglosan hasta el nivel más micro, convirtiendo la esquina del
barrio, la salida de la Escuela y el mismo ambiente familiar en escenarios donde
es posible acceder a cualquier tipo de SPA y con el poder de cambiar a cualquier
ciudadano en un vendedor o en un cliente más.
Este fuerte acento económico que tiene el consumo de SPA, constituye el
contexto macro del problema que se aborda en esta investigación, a la vez es el
principal reto para la educación formal e informal, que deben proveer las
herramientas para enfrentar un escenario de complejidades y desafíos.
La dependencia en el uso de sustancias psicoactivas ha crecido de manera
preocupante en la población más joven en los últimos años, esta situación plantea
la necesidad de buscar soluciones que mejoren la capacidad de afrontar desde el
componente educativo y familiar esta problemática. La educación y la promoción
de la salud, son algunas de las herramientas claves para poner en marcha
medidas que ayuden a identificar tempranamente las diversas condiciones de
riesgo, tanto personales como ambientales, a las que diariamente se enfrentan los
escolares.
El primer escenario de socialización humano es la familia, considerada
frecuentemente como la estructura fundamental de la sociedad, especialmente
porque es en ella donde se generan los primeros procesos de socialización y el
16
aprendizaje básico del lenguaje y las pautas de conducta, necesarias para lograr
la convivencia y la relación con otros. Esa ventana social que representa el núcleo
familiar es el primer escenario de contacto humano, por lo tanto, un microcontexto
donde se pueden evidenciar tanto los efectos, como las causas de la dependencia
a los SPA. De ahí que sea necesario vigilar y analizar la forma cómo la familia
asume situaciones de dependencia a SPA, mediante la adopción y transmisión de
valores, actitudes, hábitos, creencias, normas, pautas de crianza y estilos de vida
que contribuyen a sus hijos e hijas a determinar la forma eficaz de enfrentarse y
de relacionarse con las drogas, elementos básicos para la construcción de
factores protectores.
El consumo de drogas en jóvenes escolares es una de las problemáticas que
origina mayor preocupación social y se constituye en uno de los objetivos
centrales de la investigación en el área de la salud pública, educación y en todas
aquellas disciplinas tendientes a la promoción de la salud y prevención de la
enfermedad, en la población escolar. Sin embargo, no se le ha dado la pertinencia
necesaria a la familia, como un factor relevante en la prevención del uso de
psicoactivos, tal como lo afirman Hawkins y Miller, (1992) quienes coinciden en la
importancia que tiene el “manejo familiar” en la probabilidad del consumo de
drogas de los hijos e hijas.
Cada vez son más los estudios que alertan sobre la prioridad de realizar
investigación sobre el tema de la familia como factor protector de los hijos en el
consumo de SPA. Es así como Hawkins, y Miller, (1992); del Barrio, (1994);
Merikangas, Dierker y Fenton, (1998); Kumpfer, Olds, Zucker y Gary, (1998);
Muñoz y Graña, (2001), citados en Pérez, (2011), han establecido la forma como
la familia puede desplegar acciones tendientes a prevenir adicciones.
Estos resultados nos orientan a considerar la necesidad de volver al ámbito
familiar, para reconocer en esta estructura una de las primeras y más importantes
plataformas en el campo de la prevención y que por lo tanto necesita más
atención sobre su incidencia en el desarrollo de los jóvenes en la comunidad
contemporánea.
Con el presente estudio, se logró la identificación de Factores Protectores
Familiares para prevenir el uso de sustancias psicoactivas en estudiantes del
grado quinto de primaria de la Institución educativa San Luis Gonzaga de Chicoral
Tolima, centro de carácter público. Se aplicó como instrumento de medición una
adaptación de la encuesta “Escala de Factores de riesgo y protección (FRP),
asociados al consumo de drogas” tomada del estudio Factores Familiares y de
pares, asociados al consumo de sustancias psicoactivas en estudiantes de
educación Media, realizada por la Universidad Continental de México en el año
2007. Sin embargo, es prioritario aclarar que de esta encuesta solamente se
tomaron los ítems relacionados con factores protectores, dado el objetivo de la
presente investigación.
17
Adicionalmente se empleó un proceso sistemático de observación que posibilitó
acceder a aquellos escenarios y realidades que se escapaban al instrumento de
medición y permite dar cuenta de las grietas y fisuras que tienen las familias y los
factores protectores que se pueden encontrar o desarrollar en ellas.
Con los resultados que se presentan se espera contribuir a ampliar el
conocimiento acerca del rol que puede desempeñar la familia en la protección y
prevención de situaciones de riesgo frente el consumo y dependencia a las SPA,
se espera que estos conocimientos sean un insumo para que tanto la escuela
como el Estado coordinen actividades y estrategias que mejoren la gestión familiar
y sus competencias educativas, promocionando actitudes de protección que
disminuyan las situaciones de riesgo que conllevan a los escolares al consumo y
dependencia de los SPA.
Adicionalmente, los resultados del presente estudio pueden contribuir a la auto
reflexión de las familias respecto a su propio funcionamiento y a sus roles
protectores que permitan aumentar la toma de conciencia acerca del entorno en
que viven, revisar sus estilos educativos, pautas y modelos de crianza, de modo,
que puedan mejorar la relación con cada hijo/a, para fortalecer su personalidad, y
entregarles herramientas que les permitan enfrentar positivamente los retos de la
modernidad.
Se espera que los resultados de esta investigación sirvan como un catalizador a
nuevas preguntas, que al igual que nosotros, inquieten en aquellos interesados
nuevas búsquedas para adentrarse en el estudio de la familia, como la estructura
y el escenario de apoyo más favorecedor en la sociedad y que tiene la
potencialidad de generar elementos protectores para los estudiantes frente los
riesgos que conlleva el consumo y la dependencia de los SPA. Adicionalmente,
se espera contribuir a la apuesta del Programa de Gobierno del Espinal, (2013)
que en el componente de salud, plantea la necesidad de “desarrollar la Promoción
de la Salud Mental, con el fortalecimiento de las redes, en la prevención de la
violencia intrafamiliar, el maltrato, la drogadicción y el suicidio.
El compromiso que queda sobre la mesa es el abordaje de una perspectiva
preventiva, integral y sistémica desde el contexto familiar, que tenga en
consideración a la familia como un sistema dinámico que cambia y se desarrolla a
través del tiempo, al respecto es válida la aseveración de Carrasco, (2011) quien
expresa: “Es así como el individuo crece, se desarrolla, madura y envejece a
través de cambios y ajustes sucesivos, consecuencia del contexto próximo la
familia y del ambiente social en general.
18
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
El uso y dependencia a las SPA en la población joven se ha constituido en una
problemática de tipo social con grandes alcances, a nivel mundial esta situación
ha ocasionado graves daños a la salud y al bienestar de las personas, reflejado en
el desequilibrio tanto físico como psicológico a nivel personal y en la ruptura social
y comunicativa que en muchas ocasiones acompaña la adicción.
El Informe Mundial sobre las Drogas, (2012), muestra que aproximadamente 230
millones de personas, es decir el 5% de la población adulta mundial con una edad
entre los 15 y 64 años, consumió una droga ilícita durante el año 2010. Concluye
además que un total de 27 millones de personas son consumidores dependientes,
lo que equivale, a la existencia de un consumidor de sustancias psicoactivas por
cada doscientas personas.
Las cifras y las implicaciones personales y colectivas permiten afirmar que la
dependencia al consumo de SPA es un grave problema de salud pública, que
reclama canalizar acciones preventivas como un elemento primordial de la
estrategia mundial para reducir la demanda y consumo de sustancias psicoactivas.
Colombia no es ajena a esta problemática, el uso de sustancias psicoactivas y
especialmente la dependencia a estas, están inmersas en la cotidianidad del país
con cifras preocupantes, como una bomba de tiempo desfila desde la penumbra y
muchas veces desde el anonimato una realidad conocida por muchos y negada
por otros, que demuestra lo poco efectivas que han resultado las medidas
punitivas que han intentado aplicarse desde hace unos años, así lo refleja el
Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en población Escolar
Colombia, realizado por el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Justicia y
de Derecho, el Ministerio de Educación Nacional y el Ministerio de Salud y
Protección Social, (2011).
El corregimiento de Chicoral, escenario de la presente investigación, permitió
evidenciar como a nivel micro se puede presenciar de manera directa el uso y la
dependencia al consumo de sustancias psicoactivas como parte de los mundos
juveniles, espacios de la cotidianidad que mezclan las búsquedas de sentidos
personales propios de la edad, con los contextos fragmentados de poco o nulo
apoyo familiar y con un fuerte acento en la ruptura comunicativa y de construcción
colectiva que se teje al interior de los hogares.
Resultó preocupante observar que de los estudiantes objeto de este estudio,
correspondientes a 1134 establecimientos educativos de 161 municipios
Colombianos, el 12.1% declararon haber consumido al menos una sustancia
psicoactiva alguna vez en su vida. Esta importancia que ha adquirido el consumo
de SPA en la cotidianidad y en el proceso de desarrollo humano, como un
19
elemento simbólico, de integración social o de simple renuncia al día a día, se
constituye en la preocupación principal del presente estudio.
El departamento del Tolima, específicamente la Gobernación del
Tolima, a tráves de la secretaría de Salud, realizaron un estudio
denominado: Prevalencia del consumo de Sustancias Psicoactivas
en el Tolima (2009); donde se concluyó, que en el municipio de El
Espinal, la prevalencia en el consumo entre los jóvenes entre los 13
y 18 años de edad, corresponde a un 13,7% para marihuana; 1,1%
para cocaína; 1,1% para éxtasis, 1,1% para tranquilizantes, 41,91%
para alcohol, y 5,3% para bazuco. Con respecto a la prevalencia del
consumo del último mes se encontró: 9,5% para marihuana, 1,1%
para cocaína, 16,8% para alcohol, para el consumo de éxtasis,
tranquilizantes y bazuco no aparecen cifras reportadas en este
estudio. (Secretaría de Salud del Tolima, 2009. p. 14)
Estas cifras permiten comprender las dimensiones que tiene el uso de sustancias
psicoactivas y la manera como se ha presentado un crecimiento en los últimos
años, antes como un fenómeno de las grandes ciudades, ahora como un problema
que azota a una gran diversidad de poblaciones, como es el caso del
corregimiento el Chicoral, El Espinal- (Tolima), escenario de la presente
investigación, permitió evidenciar como a nivel micro se puede presenciar de
manera directa el uso y la dependencia al consumo de sustancias psicoactivas
como parte de los mundos juveniles, espacios de la cotidianidad que mezclan las
búsquedas de sentidos personales propios de la edad, con los contextos
fragmentados de poco o nulo apoyo familiar y con un fuerte acento en la ruptura
comunicativa y de construcción colectiva que se teje al interior de los hogares.
Allí se presentan marcadas situaciones de riesgo y vulnerabilidad para los
jóvenes estudiantes, expuestos a una multiplicidad de dificultades de tipo social,
psicológico, cultural, económico y familiar, como se evidencia en la ficha personal
de cada uno de los integrantes de este estudio. (Ver Anexo A.)
El contacto profesional como docentes de la institución Educativa San Luis
Gonzaga, es un referente que permite reafirmar los anteriores hallazgos, la
población objeto de estudio se encuentra en un estado de alto riesgo de consumo
de sustancias psicoactivas, relacionado principalmente por el entorno familiar
donde se desarrollan los jóvenes escolares.
Los hogares de los jóvenes escolares vinculados al estudio, se caracterizan por
ser ambientes negativos, en donde predominan las carencias psicoafectivas, los
bajos niveles de comunicación, la ausencia de monitoreo y establecimiento de
reglas familiares, la falta de apoyo e involucramiento familiar, la agresividad, las
conductas sexuales de riesgo, el bajo nivel académico, la deserción escolar y la
violencia doméstica en general. Todos estos aspectos como consecuencia de la
20
ausencia de patrones de crianza, el abandono y la falta de consolidación de lazos
estables de protección y apoyo.
Un gran número de estudiantes poseen hogares en los que no se han consolidado
lazos de apoyo fuertes, cuyos padres mantienen relaciones con poca o deficiente
comunicación, dejándolos bajo la responsabilidad de las abuelas, tíos, padrinos,
personas cercanas y en algunos casos bajo la custodia de Bienestar Familiar,
como se puede ver en la ficha personal de los estudiantes, aplicada durante el
trabajo de campo de esta investigación, dicho acercamiento demuestra la
prevalencia de escenarios de riesgo al interior de la familia donde prima la
ausencia de factores protectores que prevengan el uso y la dependencia a las
sustancias psicoactivas en los estudiantes.
El escenario de riesgo que se manifiesta en las familias, va acompañado por
biografías de estudiantes implicados en la distribución y comercialización de
sustancias psicoactivas, algunos motivados por el ejemplo de padres
expendedores, otros por los grupos de amigos con quienes se relacionan en sus
lugares de vivienda (barrios de invasión); casos que han sido detectados en el
ambiente escolar y que se han canalizado a través del departamento de
psicoorientación de la institución educativa, que brinda la atención profesional
necesaria cuando los padres de familia no hacen presencia, han sido puestos a
disposición de Bienestar Familiar, quienes han realizado los seguimientos y
acciones pertinentes, tendientes a su rehabilitación dentro de Instituciones
estatales adscritas al departamento del Tolima.
Sin embargo, las acciones realizadas por el estado y la familia no
son suficientes, su intervención es limitada y no se da cumplimiento
a la Constitución Política de Colombia en donde en varios de sus
artículos, hace responsable al estado junto con la familia y la
sociedad, de la prevención en el uso de sustancias psicoactivas,
mediante la asistencia y protección de la infancia, garantizándole su
desarrollo armónico e integral. Así lo evidencian el Artículo 5, Artículo
13, Artículo 44, Artículo 45, Artículo 67 (Constitución Política de
Colombia, 1991, p. 4).
Es por lo tanto, la familia una de las instituciones pilares del ser humano y por
consiguiente, un escenario donde es posible generar procesos de prevención al
uso y dependencia a los SPA, mediante el incremento y potenciación de factores
protectores.
La falta o la debilidad de factores protectores familiares para prevenir el uso y
dependencia de sustancias psicoactivas en los estudiantes, se evidencia en la
ausencia de ambientes saludables que genera espacios propicios para el
aislamiento, las carencias afectivas y comunicativas. La construcción y el
fortalecimiento del hogar como un escenario de resistencia y apoyo, puede
21
favorecer la prevención y el distanciamiento de los jóvenes del consumo de
psicoactivos. Es así como Ugarte, (2009), reconoce a la familia como el primer
elemento socializador en cuyo seno se enseña y transmite al infante las
creencias, los valores, los conceptos y patrones de comportamiento que les
permitirán ser adultos responsables y autónomos, capaces de enfrentarse e
integrarse eficazmente al mundo que les rodea, alejados del consumo de
sustancias psicoactivas.
Tanto los modelos como las pautas de crianza que se viven y se transmiten en las
familias son factores protectores que se encargan de proteger o aminorar el efecto
de estímulos nocivos, además sirven como escudos para equilibrar o amortiguar
los factores de riesgo que rodean a la familia y al contexto donde se desarrolla. En
el mismo sentido Becoña, (2007), manifiesta la necesidad de incidir de modo
intensivo en la familia, potenciando y reforzando factores protectores, para que
esta tome conciencia de la importancia que tienen como agentes de salud para
sus hijos. De estas reflexiones surge la necesidad de reconocer la situación
actual, especialmente de identificar la presencia o no de factores protectores en
las familias de los estudiantes objeto de estudio.
1.1 PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN
 ¿Cuáles son los factores protectores familiares de los estudiantes del grado
quinto de primaria de la Institución Educativa San Luis Gonzaga de Chicoral
corregimiento de El Espinal Tolima, para prevenir el uso de sustancias
psicoactivas?
 ¿Qué contraste existe entre los factores protectores familiares hallados en los
estudiantes del grado quinto de la institución Educativa San Luis Gonzaga de
Chicoral, y los expuestos por algunos autores en diferentes investigaciones
relacionadas con el tema?
 ¿Cuáles son las características sociodemográficas en que se encuentran los
estudiantes del grado quinto, de la institución San Luis Gonzaga de Chicoral,
corregimiento del Espinal, que pueden favorecer o no la presencia de factores
protectores familiares para prevenir el uso de sustancias psicoactivas en la
población objeto de estudio?
22
2. OBJETIVOS
2.1 OBJETIVO GENERAL
Determinar los factores protectores familiares que previenen el uso de sustancias
psicoactivas en los estudiantes del grado quinto de primaria de la Institución
Educativa San Luis Gonzaga de Chicoral corregimiento de El Espinal Tolima.
2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS




Identificar los factores protectores generados desde la familia de los estudiantes
del grado quinto de primaria de la Institución Educativa San Luis Gonzaga de
Chicoral.
Analizar y describir los factores protectores familiares, existentes en los
estudiantes del grado quinto de primaria, de la Institución Educativa San Luis
Gonzaga de Chicoral para prevenir el uso de sustancias psicoactivas.
Contrastar los factores protectores familiares hallados en los estudiantes del
grado quinto de primaria de la Institución Educativa San Luis Gonzaga de
Chicoral, con los expuestos por algunos autores en diversas investigaciones al
respecto.
Identificar las características sociodemográficas que pueden favorecer o no la
presencia de factores protectores familiares de los estudiantes del grado quinto
de primaria, de la Institución Educativa San Luis Gonzaga de Chicoral, en la
prevención del uso de sustancias psicoactivas.
23
3. JUSTIFICACIÓN
El uso y la dependencia del consumo de psicoactivos por parte de los jóvenes, se
ha constituido en un problema de alcance global, la complejidad de este fenómeno
es innegable, especialmente por la multiplicidad de factores que convergen en las
biografías personales y en los escenarios de desarrollo que tiene el ser humano,
tales como la familia y la escuela.
A nivel mundial y nacional existe una preocupación generalizada por el incremento
constante del consumo de drogas legales e ilegales entre los jóvenes. Según el
Informe Mundial sobre las drogas 2012,, muestra que aproximadamente 230
millones de personas, consumieron una droga ilegal durante el año 2010 .. Este
mismo informe, mostró que el 5% de la población mundial, entre 15 y 64 años, ha
consumido drogas ilegales al menos una vez en ese año, teniendo mayor
prevalencia la marihuana (4%), las anfetaminas (0,6%), los opiáceos (0,4%), la
cocaína (0,3%) y el éxtasis (0,2%).
En Colombia la situación no es muy distinta; diversos estudios realizados
muestran un incremento constante en el consumo de drogas, una mayor
incidencia a medida que los jóvenes avanzan en su formación y con edades de
inicio cada vez más tempranas. En todos los estudios se ha observado que la
droga legal más consumida es el alcohol y la ilegal la marihuana Comisión
Nacional de Investigación en Drogas, (2001); Ministerio de Educación, (2006);
Ministerio de Protección Social, (2003); Pérez, (1999); UNODC, (2006) lo anterior,
evidencia que el país no es ajeno a esta problemática, constituyéndose en un
factor determinante en la crisis de la salud de las familias y de las comunidades.
La población del corregimiento de Chicoral también se ha visto implicada en este
fenómeno, generada por marcadas situaciones de riesgo y vulnerabilidad para los
niños y jóvenes, que están expuestos a dificultades de tipo social, psicológico,
cultural, económico y familiar, que se materializan en los entornos cotidianos como
la familia, donde predominan las carencias psicoafectivas, la agresividad, las
conductas sexuales de riesgo, el bajo nivel académico, la deserción escolar, los
problemas de convivencia y la violencia doméstica en general, adicionalmente, se
observaron casos de familias comprometidas con la distribución y comercialización
de sustancias psicoactivas (bazuco y marihuana) y en ciertos casos con historias
previas de familiares o personas cercanas que son reconocidos consumidores de
dichas sustancias, convirtiéndolos en población vulnerable y de alto riesgo frente
al uso de las mismas.
Aunque existen una gran variedad de acercamientos investigativos a esta
problemática, el consumo de a los SPA, posee una diversidad de facetas y
dimensiones que solo pueden ser comprendidos desde la particularidad de la
realidad en donde se asientan. La mirada local de un problema de dimensiones
globales, representa un aporte importante y necesario para la comprensión del
24
fenómeno y una apuesta por las lecturas complejas. El corregimiento de Chicoral y
la institución educativa que fue espacio de este proceso investigativo, representa
un escenario micro con acento rural y por lo tanto un contexto interesante de
exploración, para la generación de un conocimiento localizado y con alcances
globales, frente a una problemática de la que se ha dicho mucho, pero que
continúa siendo un gran interrogante sin resolver.
La conveniencia social del estudio se soporta en los efectos que ha tenido el
consumo de SPA, sobre todo la fuerte acogida que tienen en la población más
joven, que exige un replanteamiento del rol que está jugando la familia y lo que
puede y debe llegar a ser. El estudio fue un reto profesional y social, que requirió
asumir el liderazgo en el desarrollo de una propuesta de investigación tendiente a
identificar los factores protectores que caracterizan a la familia como unidad social
y como espacio primario adecuado para la prevención.
A partir del estudio, pudieron reafirmarse y ampliarse elementos teóricos
importantes relacionados con los factores protectores familiares, que como
categorías de trabajo a nivel local, dan cuenta de las particularidades que tienen
las adicciones juveniles a las SPA y dan pistas de una problemática que requiere
un cambio de mirada.
La acción sobre las causas y por lo tanto sobre los factores que deben potenciarse
dentro de las familias, permite un viraje en la lectura que se inserta en la lógica de
la prevención y la educación y que deja de lado las medidas correctivas y de
castigo, que han demostrado sus grandes limitaciones.
La investigación se constituyó en un ejercicio crítico y reflexivo en la comunidad
educativa y especialmente entre las familias, que partió del reconocimiento del
núcleo familiar y sus relaciones afectivas saludables, como agente determinante y
fundamental en la formación de los infantes.
Los aportes de esta investigación, permiten reflexionar y cuestionar las
responsabilidades de la familia, encargada de generar ambientes donde se
consoliden los patrones de comportamiento y esquemas de personalidad, que
favorecerán la presencia de factores protectores al uso y dependencia de
psicoactivos y la ausencia de conductas desadaptadas frente al entorno social en
donde se desarrollan, tal como lo expresa Ugarte, (2009) es la familia el primer
elemento sociabilizador, en cuyo seno se educa y se forma al individuo, para que
sus miembros sean capaces de desarrollarse y ser personas autónomas que
puedan enfrentarse e integrarse a la vida. (p. 138)
La sociedad actual demanda estudios que permitan nuevas lecturas que den
pistas para encontrar salidas a problemáticas tan perjudiciales como el consumo
de SPA en la juventud. Se espera que a través de los resultados y hallazgos del
presente estudio, pueda contarse con un mapa de exploración de un fenómeno
lleno de baches y trampas, para que de esta manera puedan pensarse soluciones
25
efectivas que contribuyan a la toma de responsabilidades por parte de la
comunidad, donde se asuma la educación y la prevención como una prioridad y
una necesidad que debe estar presente en las acciones locales.
Quizás en el fondo este estudio es una apuesta por el futuro, por el gran reto de
constituir fortalezas alrededor de las familias, que facilite construir y caminar por
proyectos de vida exitosos, alejados del miedo, alejados de las dependencias, una
apuesta por una juventud que no le tema a verse y sentirse así misma en libertad.
26
4. REFERENTES INVESTIGATIVOS, LEGALES Y TEÓRICOS
4.1 ANTECEDENTES
Dentro de las bases de datos revisadas y siguiendo un protocolo de búsqueda con
palabras clave tales como familia, factores protectores, pubertad, adolescencia y
sustancias psicoactivas, prevención, se encontró que tanto a nivel nacional como
internacional, principalmente España y algunos países de Suramérica, se han
realizado algunas investigaciones tendientes a valorar y analizar variables
familiares como factores protectores y de riesgo, en el uso de sustancias
psicoactivas en estudiantes y en jóvenes adolescentes, reconociendo la
importancia del papel de la familia en la instauración de la salud física y mental
de sus hijos. Sin embargo, se debe reconocer que los estudios específicos a
factores protectores son muy limitados, aunque sus títulos hacen alusión a
factores protectores, sus hallazgos y conclusiones al respecto son muy débiles y
poco profundos.
Es así como Zubarew, (2008), quien estudió la Influencia de la familia, como factor
protector de conductas de riesgo en escolares Chilenos, determinó la prevalencia
de factores y conductas protectoras y de riesgo en adolescentes Chilenos y
estudió la correlación entre la percepción del funcionamiento familiar del
adolescente, sus síntomas emocionales y las conductas de riesgo.
El estudio concluyó que los escolares integrantes de hogares percibidos por los
estudiantes como disfuncionales, tuvieron riesgos significativos en preguntas que
exploraban la percepción de los adolescentes acerca de diversas dimensiones de
la vida familiar; funcionamiento, comunicación, cohesión y dinámica familiar,
mayor consumo de tabaco, marihuana, tranquilizantes, alcohol y cocaína. Los
resultados también mostraron que los adolescentes cuyos padres consumían
sustancias psicoactivas, tenían mayor riesgo de consumir estas sustancias en
comparación a los adolescentes cuyos padres no las consumían. Además los
trastornos emocionales y el riesgo de tener relaciones sexuales a más temprana
edad, fue significativamente mayor en adolescentes de hogares percibidos como
disfuncionales, con relación a los jóvenes de hogares funcionales.
En el mismo sentido, Cruz, y Martínez. (2011), compararon el perfil del
funcionamiento familiar en adolescentes con y sin drogadicción, en un colegio de
bachilleres del estado de Querataro (México), con la participación de
adolescentes, con edades entre los 13 y 19 años. El análisis estadístico, mostró
que el 100% de los adolescentes mantenía una tipología familiar de predominio
nuclear simple, de los cuales el 50% de los adolescentes con drogadicción
provenía de familias desintegradas. Ante los hallazgos los investigadores
concluyeron que la disfuncionalidad familiar es un factor de riesgo para el
consumo de drogas en adolescentes, cuando es deficiente la autoridad y la
27
supervisión de la familia, mientras que el apoyo familiar y la buena comunicación
son factores de protección.
Por otra parte, también en la cultura mediterránea, la familia sigue siendo la
agencia modeladora por excelencia. Se considera su influencia, el apego entre sus
miembros, la supervisión paternal, el clima afectivo y la dinámica socio-familiar tan
importantes que sobre estos indicadores Moral Jiménez (2009), estudia la
influencia familiar sobre las actitudes ante el consumo de drogas en adolescentes
españoles, entre 12 y 18 años de edad. Los resultados evidenciaron que a partir
del análisis del factor de apoyo, se reafirma la importancia concebida a este
indicador mediante las manifestaciones de amor y apoyo, valorado por los
adolescentes que no consumen drogas.
En la tesis doctoral Factores Protectores del Consumo de drogas en población
adolescente infractora, Glavic, (2008), identificó las variables asociadas a la
familia que operan como protector del consumo de drogas en la población
adolescente. Encontró que las variables familiares, especialmente las relacionadas
con el involucramiento parental ejercen una gran influencia, constituyéndose en
factores protectores del uso de sustancias. Además halló que el 29% de los
adolescentes cuyos padres expresan un alto nivel de involucramiento, sus hijos
nunca han consumido drogas.
En esta misma línea teórica, la Universidad Continental de México, también
reconoce la importancia de la familia en la prevención del uso de sustancias
psicoactivas. A través de la investigación Factores Familiares y de pares
asociados al consumo de drogas en estudiantes con edades comprendidas entre
11 y 18 años. En dicho estudio se determinó el peso predictivo de algunos
factores de riesgo y protección del uso de drogas en la familia y entre los
estudiantes usuarios y no usuarios de drogas. Para hallar los efectos de riesgo o
protección de estos factores, Se realizó un análisis de regresión logística (SPSS
versión 10). Los investigadores crearon y utilizaron como instrumento una escala
tipo Lickert auto aplicable, con 133 preguntas relacionadas con variables
sociodemográficas y otros indicadores que evalúan predictores familiares y de
pares. A través del instrumento se evaluaron aspectos como el involucramiento
familiar, magnitud del apoyo y calidez de la interacción familiar, monitoreo y
establecimiento de reglas familiares y consistencia de la disciplina.
Entre las conclusiones del estudio se evidencia que los factores protectores
familiares fueron significativamente más altos entre los estudiantes que nunca han
usado drogas. Así mismo, la presencia de factores de riesgo fue más alta entre los
usuarios de drogas que entre los no usuarios.
Los estudiantes que han consumido algún tipo de droga reconocen un menor
grado de apoyo y calidez de parte de los miembros de su familia, mientras que los
estudiantes que no han consumido drogas expresan que su vida familiar ha estado
28
marcada por la presencia de normas y reglas consistentes al interior de estas.
También se concluyó que la interacción personal entre los miembros de las
familias de los no usuarios, presenta menores situaciones de conflicto y menor
permisividad ante situaciones que generen riesgo para la salud e integridad física
de los estudiantes.
Se reafirmó la importancia de la familia como factor protector del uso de
psicoactivos, ya que se pudo identificar que la magnitud del apoyo y calidez de la
interacción familiar, así como el establecimiento de reglas familiares claras y un
monitoreo adecuado, constituyen factores protectores significativos dentro del
contexto familiar. Sin embargo, se encontró que mientras el apoyo y la calidez de
la interacción familiar se convierte en un factor protector para los estudiantes de
secundaria, ya para los jóvenes que cursan el bachillerato deja de ser significativo
como un elemento protector, reconociendo así el papel protector de la familia a
edades tempranas de sus hijos.
La tesis de doctorado titulada Medición y caracterización de factores familiares,
individuales y ambientales en consumo y no consumo de drogas en población
adolescente hombres y mujeres escolarizados. De Díaz, (2011), Caracterizó los
factores familiares (riesgo familiar, salud familiar, estilos y prácticas de crianza
parental) individuales (problemas conductuales, conductas alimentarias de riesgo,
autoestima, ajustes psicosociales) y ambientales (pertenencia a redes sociales
desviantes, adquisición de drogas) en los hombres y mujeres adolescentes
escolarizados consumidores y no consumidores de drogas, de la región de
Minatitlán, Veracruz.
Se concluyó que a pesar de la existencia de variables de riesgo significativo de
uso de psicoactivos en una población, como edad, sexo, personalidad, factores
negativos relacionados con el grupo de pares y la comunidad en general, el factor
familia se sobrepone a ellos como el factor de mayor peso en la influencia o no
del consumo en adolescentes.
Los factores de riesgo individual que comprenden la edad, el sexo, la personalidad
el grupo de amigos y la comunidad en general, considerados importantes y
significativos en la incidencia del consumo de drogas, no pueden ser
desestimados. Sin embargo, el factor familia se sobrepone a ellos, como el factor
de mayor peso en la influencia del consumo de drogas en los adolescentes.
Díaz, (2011) reconoce que a través de las rutinas, la recreación, las celebraciones,
normas y reglas de crianza dentro de un contexto afectivo, es la familia quien
favorece la estabilidad del adolescente, permitiendo un equilibrio para interactuar
entre lo aprendido en la familia y los nuevos aprendizajes, comportándose de
manera saludable y rechazando conductas permisivas de consumo de
psicoactivos.
29
En Colombia investigaciones tales como: Identificar y analizar los factores
protectores presentes para prevenir el consumo de drogas en familias de niños
que asisten a Hogares Comunitarios de Bienestar Familiar de los autores Medina
Arias y Das Gracas, (2010), mostraron que el 77% de las familias encuestadas
corresponden a madres, algunas de las cuales asumen el rol de jefe cabeza de
hogar.
La permanencia en un lugar por un lapso de tiempo igual o superior a tres años,
equivalente al 83% de la población objeto de estudio, demostró ser un factor
protector, por cuanto permite un buen conocimiento del sector y el establecimiento
de relaciones de apoyo con el grupo de convivencia, tanto vecinal como familiar.
Otro factor protector hallado en dicho estudio, fue la permanencia estable de los
padres en convivencia, la participación con el cuidado de los hijos y la integración
del hogar en términos de afecto y comunicación. Los padres consideran la
importancia de la familia y la ayuda de la escuela para prevenir el consumo de
SPA en edades tempranas. De igual forma, se manifestaron algunos factores de
riesgo al uso de sustancias psicoactivas en familias con presencia de un solo
progenitor y el bajo nivel de escolaridad de los padres.
El estudio de salud titulado Interacción familiar como factor protector
ante el consumo de drogas en adolescentes del 2009, encaminado
a conocer la situación mental de adolescentes, realizado en
Medellín, encontró que el porcentaje de adolescentes con buenas
relaciones con la familia y una apropiada comunicación con los
padres, lo que se constituye en un factor de protección asociados a
la disminución del riesgo de dependencia de bebidas alcohólicas y
de otras drogas. (Guarate, 2009. p. 39).
La población incluida en dicho estudio, estuvo conformada por 495
adolescentes y se utilizó un cuestionario basado en la escala de
Likert para la medición. Los resultados del análisis confirmaron que
un 80% de los encuestados, con presencia de factores protectores
se mantienen alejados del consumo de drogas. Estos resultados
obtenidos, podrían entenderse si se tiene en cuenta que el grupo
familiar contribuye a cimentar bases sólidas y de apoyo para el
desarrollo de la personalidad, permitiéndoles desarrollar la capacidad
para comunicarse, valorarse y tener seguridad, para ser capaz de
enfrentarse a situaciones de riesgo. (Guarate, 2009. p. 115).
Por otra parte, se determinó que la constitución del grupo familiar es fundamental
para que en los adolescentes se creen hábitos de consumo o de prevención, dado
que la adquisición de conocimientos en materia de prevención se realiza
inicialmente en los hogares.
30
Los estudios revisados evidencian que el tema del consumo de drogas se ha
asumido por fuera contexto socio educativo Tolimense y que ha primado una
lectura de dicho fenómeno en términos urbanos, por lo cual es necesario explorar
investigativamente las particularidades del consumo y dependencia de SPA en las
zonas rurales, como el caso Chicoral. Las dificultades relacionadas con el
consumo y dependencia a las SPA persisten y cada día toman mayor vigorosidad
en los mundos juveniles.
Un gran número de estas investigaciones están enfocadas a examinar algunos
factores protectores en forma genérica, visualizando jóvenes adolescentes de
edades que oscilan entre los 14 y 19 años de edad y no se dirigen a la población
escolar de básica primaria, donde la mayoría de los estudiantes de encuentran
iniciando la adolescencia. Reconocida la importancia de la adolescencia para
encaminar acciones de prevención y en virtud de que la mayoría de los estudios
revisados coinciden en afirmar que ya en las fases finales de ésta se hace tardía
la prevención de cualquier trastorno de salud mental, incluido el consumo de SPA,
se enfocó la presente investigación hacia el trabajo con adolescentes de la zona
rural.
El estudio Nacional de consumo de sustancias psicoactivas en población escolar
2011, reafirma lo anterior, al expresar que se deben realizar programas
preventivos del uso de SPA desde edades tempranas, que incluye dirigir acciones
en cursos como el grado quinto de la básica primaria, encaminadas a la
prevención de consumo de tabaco y alcohol en todos los estudiantes de primaria.
Los resultados arrojados por dicho estudio presentan como los estudiantes de
grados inferiores tienen una menor percepción de riesgo frente al uso frecuente de
sustancias ilícitas o aceptadas socialmente (tabaco y alcohol), este hecho
acompañado del incremento en la oferta y la facilidad de acceso a estas, genera
un mayor riesgo de consumo, esto se evidencia en que el 70.8% de los
estudiantes objeto de estudio manifiesta que le resultaría fácil adquirir cualquiera
de estas sustancias.
De igual forma Díaz, (2011), encontró que existen vacíos en el conocimiento
acerca de los factores familiares relacionados con los estilos y prácticas de crianza
parenteral y la estructura familiar. Sin embargo, aclara que la estructura familiar
por sí sola no es un factor definitivo en el consumo de drogas en los adolescentes,
por lo tanto, se hace necesario plantear futuras investigaciones que exploren en
forma detallada las relaciones de padres e hijos con variables como la
comunicación, supervisión y disciplina, en donde son más importantes la
naturaleza de las relaciones familiares, la cohesión familiar y el ambiente familiar.
En el mismo sentido Diaz, (2011), propone caracterizar las anteriores variables en
diferentes países, principalmente con población adolescente, a fin de valorar
diferenciaciones culturales, viendo si aquellas que son efectivas durante la
31
adolescencia temprana también lo son a través del tiempo, estableciendo
diferenciación de los adolescentes de acuerdo a raza, nacionalidad, edad y
género.
Se debe recalcar como algunos autores concuerdan, al concluir que la mayoría de
las investigaciones están dirigidas a identificar los factores de riesgo del uso de
psicoactivos, dando por hecho que sencillamente los factores protectores
dependen de si están o no presentes los factores de riesgo y que la presencia de
unos está determinada por la ausencia de los otros, sin reconocer que los factores
protectores son variables que actúan independientemente de los factores de
riesgo. Así como lo afirma Canal, (2003) los factores protectores, no siempre son
opuestos a los factores de riesgo y su impacto varía durante el proceso de
desarrollo.
Se observa así como en un gran número de investigaciones, en las que sus
títulos hacen alusión a factores protectores y de riesgo del uso de SPA, su
desarrollo y presentación de resultados, da mayor trascendencia conceptual a los
factores de riesgo, tocándose los factores protectores de una forma superficial.
Ante las anteriores perspectivas, se reconoce la importancia de realizar
investigaciones, como la presente, enfocadas a vislumbrar los factores protectores
familiares, que de potenciarse pueden disminuir y/o evitar en los jóvenes, el uso y
la dependencia a las sustancias psicoactivas. La familia, particularmente, se
asume como un ente protector que debe observarse sistemáticamente, por ser un
ente que puede generar las competencias necesarias para asumir y contrarrestar
los efectos negativos de estímulos ambientales, nocivos sobre el ser humano,
incluidos los causados por el uso de SPA; reduciendo así la probabilidad de emitir
conductas de riesgo.
4.2 MARCO LEGAL
La Constitución Política de Colombia de 1991, representa el principal marco legal
del presente estudio, en dicho documento se establecen las mínimas necesarias
que se deben tener en cuenta para emprender un proceso de educación y
prevención al consumo y dependencia de las SPA, en ella prevalecen los
derechos tales como la protección integral y las garantías y efectividad esperados
por parte del Estado, la sociedad y la familia, en cuestiones de seguridad a la
población más joven.
El consumo de sustancias psicoactivas de menores de edad en Colombia está
prohibido por el marco legal que rige la protección de la infancia y la adolescencia,
desde la Constitución del 91, en la cual se establece como derecho y deber el
propiciar escenarios de cuidado y seguridad a la población joven, en procura de su
bienestar y salud integral.
32
Al respecto de los conceptos claves para el presente estudio y según
el texto de la Constitución Política de Colombia, se define la familia
como el “núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por
vínculos naturales o jurídicos, por la decisión firme de un hombre y
una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de
conformarla” (Constitución 1991, Artículo 42, p. 18)
De la misma manera se contempla en el Titulo II: De los derechos,
garantías y deberes, que son derechos fundamentales de los niños:
“(…) la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la
alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia
y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la
cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Sean
protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral,
secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y
trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos
consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados
internacionales ratificados por Colombia.” (Constitución 1991,
Artículo 44, p. 20)
Otras disposiciones legales vigentes en las que se ampara a los niños, niñas y
adolescentes y en las que prevalece su integridad física, psicológica y moral, es la
Ley 1098 de 2006, en la que se establece que es el Estado, la sociedad y la
familia quienes deben asumir las responsabilidades en el cumplimiento de la
norma. Particularmente dicha ley plantea que se debe expedir el “Código de la
Infancia y la Adolescencia”, teniendo como finalidad garantizar a los niños, a las
niñas y a los adolescentes su pleno y armonioso desarrollo para que crezcan en
el seno de la familia y de la comunidad, en un ambiente de felicidad, amor y
comprensión.
En esencia el marco legal de Colombia parte del reconocimiento de los niños,
niñas y adolescentes, como sujetos de derechos, establece las garantías
necesarias para dar cumplimento a los derechos, así como los mecanismos para
la prevención de su amenaza o vulneración. Plantea como prioridad la seguridad
en su restablecimiento inmediato, si alguno de los derechos fue quebrantado, en
desarrollo del principio del interés social. Otros artículos importantes al respecto
que se rezan en la ley de Infancia y adolescencia.
Los niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho a la vida, a
una buena calidad de vida y a un ambiente sano en condiciones de
dignidad y goce de todos sus derechos en forma prevalente. Este
derecho supone la generación de condiciones que les aseguren
desde la concepción cuidado, protección, alimentación nutritiva y
equilibrada” (Código de Infancia y Adolescencia, Artículo 17. p. 55)
33
Derechos de Protección: Los niños, las niñas y los adolescentes
serán protegidos contra: 3. El consumo de tabaco, sustancias
psicoactivas, estupefacientes o alcohólicas y la utilización,
reclutamiento o la oferta de menores en actividades de promoción,
producción, recolección, tráfico, distribución y comercialización.
(Código de Infancia y Adolescencia, Artículo 20. p. 62)
Respecto las obligaciones de la familia, se encuentra el Artículo 39,
respecto a las obligaciones de la familia, donde se afirma que “La
familia tendrá la obligación de promover la igualdad de derechos, el
afecto, la solidaridad y el respeto reciproco entre todos sus
integrantes. Son obligaciones de la familia para garantizar los
derechos de los niños, las niñas y los adolescentes: 1. Protegerlos
contra cualquier acto que amenace o vulnere su vida, su dignidad y
su integración personal. 9. Abstenerse de realizar todo acto y
conducta que implique maltrato físico, sexual o psicológico y asistir a
los centros de orientación y tratamiento cuando sea requerido. 14.
Prevenirles y mantenerlos informados sobre los efectos nocivos del
uso y el consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegales.”
(Código de Infancia y Adolescencia, Artículo 39. p. 83)
A pesar de la reglamentación, social y culturalmente el uso de sustancias
psicoactivas se ha consolidado como un componente de los códigos sociales de
conducta lo que amalgamado con escenarios de riesgo, han contribuido al
posicionamiento del consumo de SPA como un problema de tipo social con
diferentes niveles de afectación, que se evidencia en lo global y en lo local.
4.3 MARCO TEÓRICO
4.3.1 La familia como núcleo y estructura fundante del ser humano. El ser humano
ingresa a la sociedad a través de lo que puede denominarse un grupo primario de
socialización o familia. Dicho grupo, sirve como escalón al individuo en su
preparación en las competencias mínimas para ser considerado un sujeto social,
tanto el aprendizaje del lenguaje como la estructura emocional y afectiva básica,
se consolidan en dicho escenario.
En términos de la teoría funcionalista en el campo de la sociología, la
familia favorece y posibilita la integración social de los nuevos
sujetos, quienes deben aprender las normas, códigos de conducta,
valores y lenguaje, para ser considerados sujetos funcionales o que
pueden cumplir lo esperado de ellos por los otros individuos en la
estructura social. De no generarse este proceso de adaptación,
integración o socialización, se genera un fenómeno denominado
como anomia, es decir la exclusión que recae sobre el individuo al no
34
lograr acoplar su naturaleza individual a las expectativas del
colectivo. (Durkheim, 1912, p. 18).
Sin embargo y a pesar de lo planteado por estas primeras
definiciones a nivel científico, es importante resaltar que a pesar de
las generalizaciones conceptuales que recaen sobre el término de
familia, como estructura y en la naturaleza de las relaciones que
operan en su interior, la familia tiene una multiplicidad de
particularidades,
que
para
comprenderlas
requieren
el
posicionamiento de su lectura en el contexto específico en el que se
van a tener en consideración. En otras palabras, la familia es una
realidad histórica, sujeta a las diferencias culturales, por lo tanto, no
todas las familias son iguales, ni debe esperarse que lo sean. “La
familia como objeto de investigación, no es una categoría abstracta
sino histórica, su vida y sus formas están condicionadas por el
régimen económico social imperante y por el carácter de las
relaciones sociales en su conjunto”, (Rodríguez, 2012, p. 1).
Este grupo primario, denominado como familia, ha adquirido diversas
conceptualizaciones a lo largo del tiempo, inicialmente los acercamientos venían
dados por la antropología,
Desde la Antropología, se la considera como un hecho social total,
un microcosmos que representa a toda la organización social en la
que está inmersa, siendo sus funciones fundamentales la
cooperación, la socialización, la educación, la reproducción, etc.”
(Cerdá, & Paolicchi, 2013. p. 1)
Posteriormente y gracias a la importancia que se le otorgó como célula social, se
convirtió en objeto de reflexión de otras ciencias sociales como la sociología, la
psicología, la economía política, entre otras.
El Psicoanálisis hace su aporte teniendo en cuenta los enlaces entre
los miembros. Así considera que hay por lo menos dos vínculos
principales: uno biológico, en tanto perpetúa la especie y es
contenedor de la indefensión inicial; otro psicológico, que es el
proveedor de gratificaciones afectivas básicas para el desarrollo y de
un bagaje de identificaciones que intervienen en la etiología sexual.
(Cerdá, & Paolicchi, 2013. p. 1).
Otros acercamientos desde la psicología, adjudican a la familia la
función de educar en las capacidades para que el individuo logre su
propia autonomía, es decir, a través de la familia el sujeto alcanza su
libertad e individualidad. Es la familia el primer elemento
sociabilizador, en cuyo seno se educa y forma al individuo, para que
35
sus miembros sean capaces de desarrollarse y ser personas
autónomas que puedan enfrentarse e integrarse a la vida. (Ugarte,
2009. p. 138)
De la misma manera, Hidalgo, (2004), reconoce en la familia una unidad básica
de la sociedad, que ejerce una marcada influencia en el proceso de salud mental
del individuo, que cuando cumple adecuadamente sus funciones, en su forma y
pautas de crianza y protección, ayudará a prevenir o enfrentar problemáticas de
salud, ayudando a propiciar en mayor o menor grado situaciones de protección,
riesgo o vulnerabilidad.
Becoña, (2002) por su parte, asume la familia como una estructura, cuya función
es la transmisión tanto al niño como a la niña, de creencias, ideas, valores,
conceptos y patrones de comportamiento, que permitirán establecer y mantener la
formación de adultos autónomos y capaces de enfrentarse e integrarse
eficazmente al entorno social que les rodea. El mismo autor considera que es la
familia quien desde el mismo nacimiento del individuo, se encuentra presente,
para potenciar procesos de aprendizaje y de socialización que ocurrirán a lo largo
de toda la vida, y es en la niñez en donde adquirirán mayor importancia los
diferentes modelos y pautas de crianza familiares y en donde el niño verá a sus
padres como modelos de comportamiento. En otras palabras, la familia bajo esta
conceptualización desempeña un rol mediador, entre la individualidad y la vida
colectiva.
Dulanto y Redondo, (2000), define la familia un grupo que está unido o no por
lazos de consanguinidad y que reunido intercambia afecto, valores, otorgándose
mutua protección. Coincide con los demás autores en reconocer la familia como el
centro primario de socialización infantil y juvenil.
Estos acercamientos desde diferentes perspectivas permiten comprender que la
familia ha sido objeto de reflexión y cuestionamiento para muchas disciplinas,
dada la dimensión social e individual que debe desarrollar el ser humano desde su
nacimiento para su sobrevivencia y adaptación al entorno y a los roles que se le
han adjudicado a la familia dentro de este proceso.
El concepto de familia debe comprenderse desde una perspectiva compleja que
involucre la dimensión histórica y cultural, lo que se asume frecuentemente como
el deber ser familiar, se constituye en muchas ocasiones en un punto de partida
incuestionable que obstaculiza la interpretación de las relaciones sociales y las
maneras cómo se organiza este grupo en la contemporaneidad y desde la
especificidad local. Lo que se ha considerado como el deber ser de la familia,
corresponde a lo que se ha consolidado como la concepción de la familia
tradicional, caracterizada por la monogamia, el lazo religioso y la definición de
roles al interior de acuerdo al género.
36
La estructura normatizada del entorno familiar, está conformada por un padre, una
madre y la descendencia, y corresponde a un modelo familiar ligado a la cultura
patriarcal y al sistema económico capitalista, en los cuales la conservación de la
propiedad privada se consolida como una preocupación prioritaria para los sujetos,
que a través del mantenimiento de un apellido y de los lazo de consanguineidad,
esperan conservar el patrimonio material que han heredado de anteriores
generaciones a través de la línea masculina. (Para ampliar este tema véase el
acercamiento de Federico Engels en su obra El origen de la familia, la propiedad
privada y el Estado del año 1884).
La familia contemporánea transita en una constante reestructuración tanto en la
forma como en las funciones esperadas de dicha institución. A pesar de ello, la
socialización primaria continúa asentando su lugar en dicho grupo primario, y por
lo tanto el aprendizaje del lenguaje y de las pautas básicas para la inserción
social.
4.3.2 Cambios funcionales en la familia y la escuela. El auge de la sociedad de la
información y la crisis de la modernidad, han generado una transfiguración de las
funciones que inicialmente se le adjudicaban a la familia y a la escuela, los medios
de comunicación y con ellos la descentralización del saber, han generado un
nuevo panorama de múltiples flujos informativos, en los que el aprendizaje del ser
humano se bifurca en una maraña de modelos y datos que están en constante
ebullición. Esta pérdida de centralidad que ha tenido la familia y la escuela, ha
ramificado la función educativa, que actualmente no sólo transcurre por las
instituciones tradicionales, sino que atraviesa una multiplicidad de canales que
ponen en cuestionamiento el papel del aula y del núcleo familiar.
El cumplimiento de nuevos roles sociales por parte de los medios de comunicación
y la redefinición a la que son llevados tanto la escuela como la familia, como las
instituciones centrales de conocimiento, genera un panorama de destiempos, en
los que el sujeto en formación accede a una multiplicidad de discursos
fragmentados acerca de lo que es bueno o malo, justo o injusto, verdad o
falsedad, entre otras, que proponen un escenario de retos en el terreno de la
educación.
Es así como puede afirmarse, que existe una responsabilidad compartida entre
medios informativos, familia y escuela frente al tema educativo, en la que la
intención educativa que conlleva el proceso sistemático y estructurado de la
educación formalizada se choca con la educación espontánea que proponen los
medios informativos.
Al respecto, existen varios acercamientos reflexivos desde la academia,
especialmente desarrollados desde el pensamiento latinoamericano, donde han
37
tenido auge áreas de especialidad como la educomunicación, o la educación para
la comunicación.
La interrelación constante entre la escuela, la familia y los medios de
comunicación es innegable, así lo evidencian autores como Scotti,
(2012) profesora de Historia quien expone como “(…) los medios
definen modelos y hoy estamos invadidos de distintos modelos que
influyen en los estilos de comportarse, de vestirse, de hablar
adicionalmente afirma que Hoy educar es más que nunca una
cuestión de todos porque todos somos aprendices. Y es
precisamente esta sociedad de aprendices la que se asume como un
nuevo escenario para la población más joven, que ingresa al mundo
social, atravesado por una diversidad de mediaciones, de discursos,
argumentos y sentidos que muchas veces en contraposición unos
con otros, entran a jugar parte de la malla de significados en los que
se inserta el individuo. (Scotti, 2012. p. 14).
El rol de la familia en este panorama es quizás hoy más que nunca la de servir de
hilo conductor, en una maraña cada vez más extensa de contenidos y saberes. La
familia debe reinventarse en sus roles y en su capacidad de mediar al individuo
con el mundo social para consolidarse como un escenario por excelencia
comunicativo y de apoyo, como un punto de referencia que le permita al individuo
construir sentidos tanto de su vida como de lo que le rodea.
Desde esa reflexión se reconoce la importancia de la familia como el primer
espacio donde se puede prevenir e intervenir, empezando desde la infancia y la
adolescencia, etapas del desarrollo evolutivo del ser humano en que ocurren
profundos cambios desde el punto de vista físico, psicológico y social. La atención
integral en los primeros años, provee bases sólidas para el crecimiento, la
supervivencia, la construcción de sentidos de vida y el desarrollo.
4.3.3 Ciclo vital de la familia. Referirse al ciclo vital de la familia es hacer alusión a
los diferentes momentos que atraviesan los miembros de este grupo en el
transcurso del tiempo, dicho ciclo está impregnado de las experiencias y las
historias en común que se constituyen en referentes subjetivos que se insertan en
la memoria del individuo y del colectivo.
El desarrollo y evolución de la familia están ligados a los cambios de cada uno de
sus miembros, es decir, que la familia no es una realidad estática sino todo lo
contrario, y que su funcionalidad y composición dependen del contexto en general
y de los integrantes que componen el grupo.
Al respecto, Agintzari, (2007) clasifica el ciclo vital de la familia, en cuatro etapas
que están organizadas en torno al crecimiento de los hijos:
38
 Formación de la pareja
 La familia con hijos pequeños
 La familia con hijos en edad escolar o adolescentes
 La familia con hijos adultos
4.3.4 La familia con hijos en edad escolar o adolescentes. Particularmente del
acercamiento realizado por Agintzari, (2007), se considera para los fines de la
presente investigación, aquellas familias con hijos en edad escolar o adolescentes.
Según el autor, la presencia de una población joven en el núcleo familiar produce
un cambio significativo en todo el sistema familiar, determinado por el inicio de la
edad escolar.
En la edad escolar, la familia comienza a relacionarse con un nuevo grupo social y
por lo tanto surge la necesidad de establecer nuevas pautas relacionadas con la
escolarización, tales como son las tareas escolares, horarios, tiempos de estudio,
actitudes y responsabilidades escolares, adquisición de hábitos para el desarrollo
de la educación, relaciones de los hijos con sus iguales, orden, higiene, etc.
Esta etapa del ciclo familiar es importante en el desarrollo del individuo ya que en
ella, el sujeto comienza a desarrollar un proceso de inmersión en un mundo social
ampliado y en la construcción de un perfil de sus gustos, afinidades y espacios de
encuentro con otros por fuera del contexto del hogar. Adicionalmente, esta etapa
permite el establecimiento de relaciones de amistad y por lo tanto el
reconocimiento de otras esferas sociales, donde se genera de manera intencional
y no intencional procesos de aprendizaje significativos.
La familia por su parte, se enfrenta en esta etapa a la necesidad de consolidar
vínculos comunicativos más estrechos con sus integrantes, con el fin de conectar
esos nuevos mundos paralelos y no aislar la historia del colectivo de los entornos
sociales que confluyen en las historias de vida individuales.
El proceso formativo que se da en un individuo desde la familia no se termina con
el inicio de la vida escolar, sin embargo, si se amplían en esta etapa los marcos de
referencia y los espacios para la obtención de conocimiento, valores, rutinas,
elementos simbólicos, entre otros. Ante ello, la familia debe ofrecer a sus hijos e
hijas canales de comunicación eficientes y las oportunidades de encontrar nuevos
roles que le permitan ejercitarse en el papel de adultos para integrarse como
población joven al marco social, sin que se produzcan conductas desadaptadas.
4.3.5 Pubertad: Crecimiento, cambio, rupturas. El ser humano se transforma
constantemente, el paso del tiempo marca su ser físico, social y psicológico, de
39
ahí que el establecimiento de cortes en el proceso de maduración humana, se
haya convertido en objeto de estudio de numerosas disciplinas, que centran su
atención en las particularidades que tiene el desarrollo del sujeto a lo largo del
tiempo.
Según el pediatra Molina, (2009) la pubertad específicamente, representa una de
esas etapas de transformación, en la que se genera la ruptura entre la etapa de la
infancia y la etapa adolescente, el concepto más frecuente de pubertad está
asociado al rango de edades entre los 12 y 14 años, etapa en la cual tanto
hombres como mujeres comienzan a atestiguar cambios físicos que los adentran
en la vida reproductiva, en el hombre con la eyaculación seminal y en la mujer con
la primera menstruación.
La pubertad es el período final del crecimiento y maduración del niño
en el que se alcanza la capacidad reproductiva, es una etapa de
transición entre la infancia y la edad adulta. Comienza cuando
aparecen los caracteres sexuales secundarios y aumenta la
velocidad de crecimiento, más adelante el niño va experimentando
cambios somáticos y psicológicos que progresan ordenadamente,
hasta que al final alcanza la talla adulta, la madurez psicosocial y la
fertilidad. (Temboury, 2009. p. 1).
Esta etapa de crecimiento se manifiesta con múltiples cambios y búsquedas
personales, la maduración corporal como psicológica, permiten posicionar a la
pubertad como un escenario importante para la formación y la dirección de
acciones de prevención.
La pubertad puede favorecer o no el aprendizaje de conductas que permitan el
consumo de SPA, de acuerdo al Programa de “Promoción de la salud y
prevención escolar del consumo de drogas en contextos de vulnerabilidad social”
realizado en Argentina y dirigido por De Vincenzi y Bareilles (2002 y 2009), se
presenta como “El grado de influencia que ejerzan los factores ambientales sobre
el niño/a o adolescente dependerá de factores psicológicos, como la autoeficacia,
la autoestima el sentido de control personal, el ajuste psicológico, la ansiedad
social y la percepción de las oportunidades que le ofrece su vida”. (pág. 584),
ligado estrechamente a los factores de apoyo y protección existentes en la etapa
de la pubertad.
4.3.6 Sustancias psicoactivas y dependencia. A pesar de que las
sustancias con la capacidad de alterar el estado mental de las
personas han existido a lo largo del tiempo, su reconocimiento,
estudio y definición, están relacionadas con el surgimiento de la
Organización Mundial de la Salud, (1984), como una dependencia
especializado de las Naciones Unidas para que actuara como
40
autoridad directiva y coordinadora en los asuntos sanitarios y la
salud pública a nivel internacional
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, una sustancia
psicoactiva se define como aquella sustancia de tipo químico o
natural que una vez introducidas en el organismo por cualquier vía
(inhalación, ingestión, intramuscular, endovenosa), es capaz de
actuar sobre el sistema nervioso central, provocando una alteración
física y/o psicológica, la experimentación de nuevas sensaciones o la
modificación de un estado psíquico, es decir, capaz de cambiar el
comportamiento de la persona.
En el informe de la OMS titulado Neurociencia del consumo y
dependencia de sustancias psicoactivas, del año 2000, “(…) se
sostiene que la dependencia de sustancias tiene tanto de trastorno
cerebral como cualquier otro trastorno neurológico o psiquiátrico.”
Adicionalmente afirma, que existen diversos factores que están
relacionados con la dependencia a las sustancias psicoactivas, entre
ellas factores de tipo biológico y genético. (OMS, 2006. p. 2).
Siguiendo los lineamientos de dicho informe, se plantean que el funcionamiento
del cerebro es diferente en casa ser humano, por lo tanto los efectos de las SPA
serán distintos en cada caso.
El acceso a los SPA como mercancía al sistema económico, ha favorecido que se
los tipos de SPA se diversifiquen y se jerarquice su uso en dependencia de la
capacidad adquisitiva, esta complejidad actual en el terreno de los psicoactivos,
requiere una constante actualización de la conceptualización referente a los tipos
de sustancias psicoactivas a los que están teniendo acceso las personas más
jóvenes y sus usos.
4.3.7 Prevención. Hablar de la prevención implica abordar el tema del consumo
desde la perspectiva de la educación y el fortalecimiento de los factores
protectores. Dadas las consecuencias sociales, psicológicas y económicas que
acompañan la dependencia a las sustancias psicoactivas, diferentes
organizaciones a nivel internacional y nacional han encaminado sus esfuerzos
para que las acciones se dirijan antes de la aparición del problema.
De acuerdo al Ministerio de Sanidad, servicios sociales e igualdad del gobierno de
España, En el imaginario colectivo y de forma especial entre los más jóvenes, se
tiene que fomentar la asociación entre el consumo de drogas y el fracaso en la
vida, contraponiéndolo a la creencia errónea que identifica consumo de drogas
con éxito social. Los jóvenes deben empezar a tomar conciencia de que el
consumo de drogas como el cannabis y la cocaína, tanto esporádico como
41
habitual, puede conducirles al fracaso en todos los órdenes de la vida (fracaso
afectivo, laboral, intelectual, social, etc...).
La dirección de acciones de prevención requiere en primer lugar
fortalecer las percepciones de riesgo en torno al consumo de SPA,
para ello es importante encaminar esfuerzos de tipo educativo que
provean a los jóvenes los referentes necesarios para decidir en pro
de su propia calidad de vida. Esto debe ligarse con los mandatos de
las Naciones Unidas que a través de la Organización Mundial de la
Salud establece que todos los gobiernos deben asumir la
responsabilidad de contribuir a proteger y promover la salud de todas
las personas. (OMS, 2013. p. 15)
Según Hormilougue, (1997) La prevención por lo tanto constituye una necesidad y
una responsabilidad de los gobiernos y entidades encargadas a nivel local. La
prevención del abuso de drogas es conveniente llevarla a cabo desde los
comienzos, en determinada edad, trabajando sobre la conciencia del abuso de
otros productos tales como golosinas y algunas medicinas, luego sobre tabaco y
alcohol. Hasta alcanzar el objetivo último evitar los abusos de sustancias
potencialmente psicoactivas.
4.4 FACTORES PROTECTORES: ALTERNATIVAS PARA RESISTIR.
Esta investigación se detuvo en aquellos elementos del entorno familiar desde la
perspectiva de los mismos jóvenes, que se consolidan o deben fortalecerse como
factores de protección ante la amenaza del consumo de SPA.
Generalmente hablar de jóvenes dirige la mirada directamente a los riesgos que
pueden acompañar esta etapa, tanto social como individualmente, sin embargo,
los factores protectores que se pueden encontrar en la familia y la calidad de
sujetos participativos y consientes que tienen los jóvenes, es frecuentemente
desconocida.
Al respecto, y antes de iniciar con la discusión en torno a la definición de los
factores protectores, es importante poner en consideración que estos no son la
contraposición de los factores de riesgo y que por lo tanto no se excluyen
mutuamente, sino que requieren una conceptualización rigurosa que contemple la
complejidad del contexto en el que se dan y el rol que pueden desempeñar.
Para iniciar con la conceptualización, se retoma a Hawkins, (1985) citado en
Ugarte, (2009) quien expresa: que “(…) los factores de protección son aquellos
factores psicológicos o sociales que modifican la acción de un factor de riesgo
para desestimular o evitar la aparición de una problemática”. Los factores
protectores son aquellos recursos o estrategias que atenúan o neutralizan el
42
impacto del riesgo, posibilitando conductas saludables
y debilitando o
extinguiendo factores y elementos que reduzcan la salud física y mental del
individuo.
Díaz, (2011), por su parte, asegura que los factores protectores son todas
aquellas situaciones y características que protegen o aminoran el efecto de
estímulos nocivos sobre las personas, sirven como escudos para favorecer el
adecuado desarrollo de los seres humanos, evitando la aparición de conflictos y
por ende, cumpliendo una función de protección del estado de salud física y
mental.
Los factores protectores, bajo esta conceptualización que ofrece Díaz, (2011),
disminuye las posibilidades de generar conductas de riesgo, o consecuencias
negativas sobre el desarrollo de las personas. La presencia de un factor protector
no excluye la presencia de un factor de riesgo, sin embargo, si logran equilibrar o
amortiguar los efectos negativos de los factores de riesgo y es probable que se
reduzcan o desaparezcan situaciones conflictivas.
De igual forma Becoña, (2002), coincide con el anterior autor al plantear que un
factor protector es una característica, una situación o una condición existente en
un contexto determinado, que puede llegar a inhibir factores de riesgo, atenuando
la posibilidad de caer en el uso de sustancias psicoactivas, especialmente en
etapas tempranas del ser humano.
En el caso del consumo y dependencia a los SPA, Sécades y Fernández, (2001)
hacen alusión a los factores protectores en términos de variables que pueden
llegar a limitar o modular el uso de psicoactivos. Así mismo, Canal, (2003), define
los factores protectores como aquellas circunstancias que aminoran las influencias
negativas vividas en el ambiente del adolescente, haciéndolo más resistente a
situaciones adversas o de riesgo, tal como el consumo de drogas, por lo tanto,
estos llegan a modificar o alterar las respuestas ante las amenazas generadas en
el entorno.
Los factores protectores, son entonces aquellas barreras que posibilitan la
resistencia ante los factores negativos del entorno, y permiten aminorar el efecto
negativo de las situaciones de riesgo de la población joven. Los autores
consultados, recomiendan el reconocimiento e identificación de los factores
protectores familiares para prevenir el uso de SPA, lo que permitirá diseñar
estrategias y actividades tendientes al fortalecimiento de las familias de acuerdo
al contexto donde estas se desarrollan y de esta forma abordar la problemática de
las drogodependencias, mediante intervenciones específicas al interior de las
mismas.
43
4.4.1 Factores protectores en la familia. Como se describió anteriormente, a pesar
de las transformaciones que tiene la familia, tanto en sus funciones como en su
estructura, es innegable que continúa desempeñado un papel vital en la vida
humana, especialmente como la primera mediadora entre la vida individual y la
vida colectiva. Por esa razón, se hace necesario en este estudio, escudriñar el
entorno familiar y la manera como los factores de protección se amalgaman en
escenarios de riesgo y con características rurales.
Al respecto, Clayton, (1992) invita a reconocer que los factores protectores
familiares, son atributos o características, condiciones, situaciones y/o contexto
ambiental que inhibe, reduce o atenúa la probabilidad del uso y/o abuso de
drogas, o la transición en el nivel de implicación con las mismas.
Por tanto, dependiendo de la presencia o ausencia de factores protectores al
interior de la familia se potenciarán actitudes y comportamientos favorecedores o
aversivos del uso de SPA, especialmente en la época de la infancia.
Weinreich y Hidalgo, (2004), se refieren a los factores protectores como aquellos
recursos familiares, sociales e institucionales que promueven el desarrollo exitoso
del joven o que pueden disminuir el riesgo de que surja un desarrollo alterado y
que se da, fundamentalmente como resultado de la calidad de la interacción
dentro de las familias.
Otros autores, como Rutter y Serrano, (1999), denominan los factores protectores
como las circunstancias, características, condiciones y atributos que facilitan el
logro de la salud integral del adolescente y sus relaciones con la calidad de vida y
el desarrollo de éstos como individuo y como grupo. Es decir, que mediante estas
diferentes condiciones y características, se experimentan y vivencian al interior de
la vida familiar, manifestaciones, normas y patrones de crianza, que favorecerán o
aislarán al individuo de comportamientos adecuados o inadecuados frente al uso
de sustancias psicoactivas.
Es necesario tener en cuenta los aportes de Salazar, (2007), quien reafirma la
importancia del desarrollo y fortalecimiento de los factores protectores desde el
interior de las familias. Salazar, (2007) plantea la necesidad de fortalecer factores
protectores teniendo en cuenta las siguientes categorías: el desarrollo personal, la
imagen de uno mismo y los sentimientos de autoestima, la autonomía para la
acción, y la responsabilidad en el cuidado y mantenimiento de la salud, la
confianza y eficacia en la resolución de problemas y conflictos, el asumir
responsabilidades, las relaciones interpersonales, el entorno y finalmente la
utilización del ocio y el tiempo libre
El mismo autor sostiene que una familia consciente de su papel como agente
generador de factores protectores, permitirá actuar para la prevención, mediante
un ambiente familiar basado en el diálogo y la comunicación. Además establece la
44
importancia de la familia y cómo, principalmente las madres y los padres deben
comprender su urgente necesidad de intervención de una forma temprana para
disminuir la vulnerabilidad que tienen los jóvenes frente al consumo de SPA.
Torres de Galvis y Zapata, (2009), expresan que para hablar de salud mental del
adolescente y de los factores protectores del uso de psicoactivos, es necesario
hacer hincapié sobre la familia, puesto que según sea su forma de funcionar,
puede convertirse en un factor de protección, entendiendo por familia, la unidad
social primaria y universal, por tanto ocupa una posición central para la
comprensión de la salud y la enfermedad.
Hawkins, citado en Ugarte, (2009), establece que la familia protectora, es aquella
que desarrolla relaciones muy fuertes con los niños, es cariñosa, tiene
expectativas claras frente a cada uno de sus miembros, comparte
responsabilidades y maneja el estrés eficazmente. Según este autor, una familia
protectora del uso de SPA, es aquella que presenta en las relaciones entre sus
miembros los siguientes factores protectores:
 Desarrolla una relación fuerte con el niño.
 Valora y alienta la educación.
 Maneja el estrés eficazmente.
 Pasa el tiempo positivamente con los hijos.
 Usa un estilo de tratar a los hijos en forma cálida y bajo en la crítica (en lugar de
ser autoritario y permisivo).
 Es protectora y cariñosa
 Tiene expectativas claras.
 Fomenta las relaciones de apoyo con los adultos afectivos.
 Comparten las responsabilidades de las familias
En este mismo, sentido Perotto y Valdivieso citado en Ugarte, (2009) en un
estudio sobre factores protectores y de riesgo en el consumo de drogas,
identificaron como factores protectores familiares las siguientes categorías:
 Buena relación con los hermanos.
 El hecho de que los padres vivan juntos y cuiden sus hijos.
45
 La comunicación familiar.
 La buena percepción del padre.
 Buena integración en el hogar.
 El llevarse bien en casa con todos los miembros que la conforman.
 El tiempo compartido entre sus miembros.
 Buena cohesión familiar, entendiéndose esta de acuerdo a la OMS, como la
vinculación emocional entre los miembros, incluyendo cercanía, compromiso
familiar, individual
Del trabajo de indagación realizado en este estudio, como de la revisión teórica, se
pudo extraer que existen elementos en la vida familiar que desempeñan una
función protectora, por ello, es necesario detenerse en dichos aspectos y
categorizarlos, para tener una mejor comprensión de las maneras como se
evidencian en la cotidianidad del hogar.
4.4.2 Categorización de los factores protectores. Los factores protectores no son
iguales en todas las familias y no se dan de la misma manera en todos los casos,
de ahí que sea necesario para su reconocimiento, conceptualizar los factores
protectores como categorías de trabajo, en las que se vincula tanto los resultados
indagados en esta investigación como la revisión teórica de fuentes que soportan
el presente estudio.
4.4.3 La comunicación. Elemento posibilitador de factores protectores familiares.
La comunicación es el componente esencial de la interacción social que permite la
construcción de significados colectivos, posibilita el aprendizaje del ser humano
en sociedad y favorece la transmisión cultural, indispensables para la vida en
grupo.
A lo largo del tiempo, la comunicación ha adquirido diferentes lecturas desde una
variedad de campos disciplinarios, inicialmente fue desde la física que se planteó
el modelo lineal de la comunicación, ligado al flujo informativo y a los usos
tecnológicos, específicamente los telecomunicativos.
Dicho concepto incipiente ha sido evaluado desde las ciencias humanas, que
posicionan los procesos comunicativos, como procesos relacionados a la
comprensión del ser humano y especialmente a la construcción de sentidos
sociales y personales. La capacidad de interpretación y de construcción de
sentidos del mundo, está en el centro del concepto de la comunicación, que a
46
través del lenguaje le permite al individuo la interacción con su entorno y con los
otros.
Según Cevallos, (2008) la comunicación como condición inherente al ser humano
facilita la acción de comunicar como un acto cotidiano que permite a los individuos
reconocerse como seres sociales dentro de un grupo cultural determinado. Los
seres humanos construyen significación, es decir, dan sentido/contenido a los
objetos/signos a partir de un contexto cultural y social. Desde esta perspectiva la
comunicación es un proceso constructor de sentido colectivo.
Hablar de la comunicación en el entorno familiar, es entablar una discusión en
esos términos, en primer lugar, del aprendizaje del lenguaje y del establecimiento
de las primeras relaciones del ser humano con su entorno. En segundo lugar, se
aborda esa construcción de sentidos que permite la comunicación; la familia más
allá de una realidad material, a través de la comunicación, se consolida como un
escenario de encuentro, de sentidos de vida y construcciones de significados
compartidos, que por lo tanto fortalecen el hogar en su dimensión subjetiva, que
se evidencia en las relaciones de apego, el sentido de pertenencia por un grupo y
la calidad de las interacciones sociales. Unicef, (2003) la familia es el primer lugar
donde aprendemos cómo comunicarnos. La manera de hacerlo en nuestra familia
de origen determinará cómo nos comunicaremos con los demás.
En el entorno familiar la comunicación desempeña un rol esencial en la
construcción de la individualidad y de interacciones que permiten prevenir o
propiciar escenarios de riesgo para los adolescentes y estos procesos son
aprendidos de generación en generación. “El estilo y la forma de comunicación
que tengan como familia está influida a su vez por la historia de las formas de
comunicación de las familias de los padres.
La comunicación, entendida como la capacidad de poner en común, favorece el
establecimiento de relaciones cálidas y la aceptación de unas mínimas de
disciplina necesarias y que evidencian el flujo comunicativo en el hogar.
Los padres pueden controlar a sus hijos si saben dónde están, y lo
saben si sus hijos se lo cuentan. El control y la supervisión están en
función más del flujo de comunicación del joven hacia el progenitor,
que en función de si éste toma la iniciativa y busca información sobre
las actividades del adolescente. (Montañes, Bartolomé, Montañez, &
Parra, 2008. p. 402)
Las variables familiares que pronostican de forma significativa el
consumo de drogas durante la adolescencia son la existencia de
conflictos familiares, una pobre comunicación familiar, el consumo
familiar y un estilo educativo parental permisivo (Montañes,
Bartolomé, Montañez, & Parra, 2008. p. 403)
47
La comunicación aparece dentro de las investigaciones referenciadas, como un
componente estrechamente ligado a los factores protectores, de ahí la importancia
de abordar el tema de la comunicación familiar como un elemento de gran
importancia para comprender las dinámicas del hogar y como se constituye en la
plataforma indispensable para que se den los factores protectores.
Es importante tener en cuenta que la comunicación está asociada al
uso de las palabras, los gestos, el uso de señas e incluso los
silencios, hacen parte del proceso comunicativo. Existen estas dos
formas de comunicarnos: verbal y no verbal. La primera se refiere a
la comunicación a través de la palabra, lo que decimos o escribimos.
Lo no verbal corresponde a gestos, actitudes, posturas corporales,
tono de voz o miradas.
Para que la comunicación pueda considerarse como positiva, se
requiere que exista en el hogar la capacidad de interpretar el sentido
de quien transmite un mensaje, “Para que la comunicación sea
efectiva es necesario que el mensaje que se transmite sea coherente
en nuestra expresión verbal y no verbal. adicionalmente, “Es
fundamental que todos los miembros de una familia puedan expresar
sus necesidades, emociones y expectativas sin temor a ser
rechazado o no ser considerados por los demás. Al hacer explícitas
estas necesidades se establecen relaciones más claras y eficientes.
(Unicef, 2003. p. 32)
4.4.4 Involucramiento familiar y magnitud de apoyo. Las familias establecen en su
interior relaciones sociales, gracias a la interacción que viene dada por la
convivencia en un espacio y tiempo compartidos. Estos dos componentes
permiten el reconocimiento mutuo de los integrantes del hogar, por lo tanto, es el
primer punto de referencia para establecer un nosotros que define un adentro y un
afuera del núcleo familiar.
Tanto el tiempo y el espacio compartido en el día a día, permite que entre los
integrantes de un grupo, además del reconocimiento mutuo, se generen dos tipos
de relaciones, por un lado, de afecto y apoyo emocional, ligados al trato cálido y
afectuoso, o bien relaciones sociales de dirección negativa, cuando el trato se
sustenta en cualquier forma de violencia o en la indiferencia, catalogada como una
ausencia de procesos comunicativos abiertos.
El tema del involucramiento familiar, lo aborda Valenzuela, (2006), a
partir de un análisis de la población escolar chilena, con la cual
estableció que un bajo involucramiento de los padres en la vida de
sus hijos adolescentes aumenta su probabilidad de consumo de
drogas. (Montañes, Bartolomé, Montañez, & Parra, 2008. p. 38)
48
Dependiendo de la naturaleza de la relación que se establece al interior de un
hogar, pueden identificarse si se generan factores protectores o factores de riesgo,
relacionados con el involucramiento que tienen los integrantes de la familia entre
sí. Dicho nivel de involucramiento se evidencia en el grado de preocupación,
interés y conocimiento que tiene un integrante del hogar frente a los demás
integrantes del grupo familiar.
Una figura de autoridad involucrada se define de la misma manera, como aquel
sujeto que cuenta con el reconocimiento de su liderazgo por parte del grupo,
(generalmente son los padres de familia, pero este rol lo desempeñan también
hermanos mayores, tíos, abuelos, etc.) y que cuenta con la capacidad de dar
cuenta de las actividades, amigos/as de los hijos/ as, y puede responder
generalmente a las preguntas: ¿Dónde están? ¿Qué hacen? ¿Con quién se
relacionan, a dónde van y con quién?, e incluso puede hacer referencia a
actividades cotidianas como los programa de televisión favoritos, la frecuencia con
que comen juntos, controla la hora de llegada, etc.
El concepto de involucramiento familiar está vinculado con el
concepto de participación familiar, que Norma Gómez, Coordinadora
de la Unidad de Involucramiento Familiar de la Oficina de Educación
en el Condado de San Diego, basada en la tipología de Epstein, (s.f.)
desarrolla en los siguientes términos: “La participación de padres es
el apoyo en la casa, comunidad y escuela que afecta directamente y
positivamente el desempeño educacional de todos los alumnos
Tiene éxito la participación de los padres cuando es fomentado como
un convenio entre el hogar y la escuela.” (Gómez, 2012. p. 20)
La participación de los padres con la vida de sus hijos es efectiva si genera
confianza y respeto mutuo, igualdad en la relación y mutua colaboración y apoyo.
Gómez, (2012). Por lo tanto la participación de los padres de familia en la vida de
sus hijos, favorece unas interacciones valiosas en el crecimiento y apoyo del
adolescente.
Muy ligado al involucramiento familiar, que se entiende como la participación que
establece la familia con los menores, se encuentra la magnitud del apoyo familiar,
que tiene en cuenta no sólo el tipo de relación que se da, sino la intensidad que
tiene dicha relación. Identificar la magnitud del apoyo familiar, requiere por lo
tanto, conocer el tipo de relaciones sociales que se establecen al interior de la
familia.
Según lo cita Glavic y Barrios, (2008) Centros de integración Juvenil (CIJ) en uno
de sus estudios con estudiantes de educación media encontró que la magnitud de
apoyo y calidez de la interacción familiar constituye un factor protector significativo
dentro de este contexto.
49
Dicha magnitud está asociada al nivel de apoyo que puede recibir un integrante
por parte de otro integrante, evidenciada en la incondicionalidad, en el apoyo
moral en las decisiones, las expectativas positivas en los proyectos de vida
personal, en la motivación, el soporte en situaciones difíciles, la apertura a
conocer los mundos individuales y por lo tanto a compartir tiempo de calidad en
grupo, aspectos que vinculados constituyen un factor importante de protección.
Estudios ya habían confirmado la influencia de variables familiares
como factores protectores del consumo de drogas: la cohesión
familiar, la comunicación y el apoyo de los padres, la relación
positiva, los vínculos afectivos estrechos, el establecimiento de
normas, el acuerdo de los padres en temas educativos, la actitud no
permisiva de los padres respecto al consumo de drogas y la
desaprobación familiar del uso de drogas (Calafat, 1999; Muñoz,
Graña, 2001; y otros, 2004. Citado en Garcia, 2004).
La magnitud del apoyo familiar, rebasa el cumplimiento de funciones por lazos de
consanguineidad y traspasa al establecimiento de relaciones de amistad y disfrute
de la compañía del otro. Se comparte la confianza en los integrantes del grupo, lo
que permite que el entorno de la familia sirva como una plataforma de apoyo
estable y duradero. Citado por Glavic, y Barrios, Rutter, (1979) afirma que tener
una relación cálida y de apoyo con uno de los padres puede amortiguar los efectos
negativos de un padre disfuncional o de vivir en una familia con un gran conflicto y
tensión.
4.4.5 Calidez en la interacción familiar. El concepto de calidez remite a las
relaciones de afecto y que proporcionan bienestar a las personas. Las relaciones
familiares, dado su permanente contacto en el escenario de la cotidianidad, son
propicias para que se generen lazos de comunicación estrechos, que permitan
fortalecer el hogar como un entorno donde los menores pueden desarrollar
habilidades personales y sociales, con acompañamiento, apoyo y sensación de
bienestar.
Bowlby, (1995) citado por Glavic y Barrios, (2008) afirma que se han realizado
estudios que dan cuenta de la necesidad de amor, seguridad y tolerancia de los
niños por parte de sus padres o cuidadores. Agrega que el vínculo afectivo es
entendido como la atracción que un individuo siente por otro individuo claramente
diferenciado y preferido. Donde los vínculos intensos y persistentes entre
individuos constituyen la regla general en muchas especies.
La permanencia en proximidad y el reconocimiento mutuo, son partes esenciales
del afecto y por lo tanto de la calidez que se puede generar en una interacción
familiar.
50
La formación de autoconceptos y autoestima positivos, la tolerancia a la
frustración, la adecuada resolución de conflictos, la resistencia a la presión de
grupo, el desarrollo de habilidades sociales tales como comunicación y
asertividad, la capacidad para reconocer y expresar adecuadamente emociones y
sentimientos, la adecuada integración escolar, social y académica, entre otras, son
factores que pueden fortalecerse y aprenderse en escenarios de afecto, que
proporcionen seguridad y protección emocional. Becoña, (2002) citado por Glavic
y Barrios, (2008) señala que si en la familia las relaciones entre los padres y los
hijos carecen de cercanía y la madre no se involucra en actividades con ellos, es
cuando otros factores de tipo familiar como el conflicto toman lugar.
Relacionado con las interacciones humanas, la calidez está vinculada a las
emociones, a la capacidad de proveer afecto, ternura y un ambiente de
satisfacción que de privársele al individuo pueden generar frustraciones y
problemas en la interacción social. Glavic y Barrios, (2008) el negar o alejar al
individuo de sus padres puede causar una propensión al odio que le puede causar
dificultades más adelante. Uno de los principales efectos de la separación madre e
hijo es una gran intensificación del conflicto.
Por lo tanto, es importante dentro de este factor protector, el reconocimiento del
gusto por un escenario y por un vínculo como un elemento fundamental en la vida
humana y en la calidad de vida, en la que las expresiones de cariño y la confianza
en los otros integrantes del hogar, fortalece en la familia un clima afectuosos
apropiado para el desarrollo de la personalidad, que tenga como eje central el
disfrute de la compañía y de la presencia de los miembros del núcleo familiar.
4.4.6 Disciplina familiar. El establecimiento de reglas de comportamiento,
constituye uno de los mecanismos de integración que puede rastrearse en todas
las organizaciones sociales desde el origen del ser humano. La familia
particularmente, como la primera institución socializadora del ser humano, es
decir, como la estructura que permite a los individuos la adquisición de su "ser
social" Durkheim, (1926), es la primera instancia donde se genera la transmisión
de las normas que le permitirán al individuo adaptar su individualidad al colectivo
mediante un proceso de educación.
Es importante hacer la distinción entre disciplina y obediencia, ser
disciplinado es mucho más complejo e importante que ser obediente.
Mientras que el individuo disciplinado actúa voluntariamente y con
conocimiento de sus deberes, teniendo su conducta bajo control, las
personas obedientes actúan bajo presión, temor, coacción, etc.
Adicionalmente el individuo disciplinado hace lo correcto
independientemente de los sistemas de supervisión y castigo,
mientras que el obediente se desorganiza cuando no tiene
supervisión. (Riquelme, 2000. p. 11).
51
Considerar la disciplina y el aprendizaje de normas dentro de la familia, como un
factor protector, radica en la consideración de que el individuo para lograr su pleno
bienestar requiere de los otros sujetos, por lo tanto, el establecimiento y
aceptación de unas mínimas de conducta, que constituye uno de los principales
mecanismos garantes para el grupo pueda convivir colectivamente.
Esta transmisión de normas y valores, se logra a través de la
educación, que según Durkheim, (1926) desempeña la función de
generar un cierto número de estados físicos y mentales, que los
miembros de la sociedad a la cual pertenece el individuo considera
indispensables. Este proceso inicial de educación que se da en el
entorno familiar, es lo que permitirá establecer una disciplina
efectiva, entendida esta como “el ordenamiento consciente,
responsable y voluntario que cada individuo hace de sus
pensamientos y actuaciones con el objetivo de maximizar la
efectividad de sus esfuerzos para alcanzar exitosamente sus
objetivos y metas que se ha trazado a sí mismo.” (Riquelme, 2000.
p.11).
Particularmente en el entorno familiar, el nivel de involucramiento y la magnitud del
apoyo no son suficientes para generar un ambiente de protección a la población
joven, el reconocimiento de la autoridad y el respeto por unas reglas mínimas de
conducta, representa un ejercicio necesario para ingresar al mundo adulto y
asumir responsabilidades frente al colectivo.
Tal como lo plantean Romagnoli, Kuzmanic, y Caris, (2006) los padres protegen a
sus hijos/as cuando establecen límites claros, compuestos por pocas normas, bien
definidas, bien comunicadas y adaptadas a la etapa de desarrollo de sus hijos/as.
Las figuras de autoridad que se consolidan en un grupo familiar, deben tener la
capacidad de establecer unas normas claras y sensatas para su cumplimiento por
los integrantes, que favorezcan la integración y el establecimiento de unos
patrones de conducta positivos para el grupo en general.
El elemento disciplinario en una familia, puede evidenciarse de diferentes
maneras: la asistencia a fiestas con permiso de la figura de autoridad,
establecimiento de horas de llegada, establecimiento de tareas dentro del hogar,
horarios para la realización de actividades de ocio y actividades académicas, entre
otras. Aspectos que permiten cuestionar si la disciplina al interior de las familias
cumple con la efectividad necesaria para consolidarse como un factor protector,
reconociendo que la disciplina funciona en la medida que se enriquece la
autonomía, la aceptación y la interiorización de las normas mínimas de conducta.
Estas mínimas de conducta requieren ir acompañadas de sanciones
y reconocimientos cuando la ocasión lo amerita, lo que garantiza la
consistencia en la disciplina característica adicional que debe
52
concretarse en la efectividad de la misma, es decir, en la
autodisciplina o disciplina personal, al interiorizar los individuos las
normas y reglas de la sociedad. Esto ocurre primero con el concurso
de los padres y luego se refuerza con la educación. La importancia
de la disciplina radica en que permite que los sujetos asuman sus
roles, favorece el aprendizaje del cumplimiento de las
responsabilidades, el desarrollo del autocontrol, la auto expresión y
el desarrollo del autoestima. (Riquelme, 2000. p.11).
53
5. METODOLOGÍA APLICADA
5.1 TIPO DE INVESTIGACIÓN
Como punto de partida se considera que la realidad social contiene elementos
subjetivos y objetivos que pueden a través de la investigación conocerse y
teorizarse. La investigación realizada fue de tipo cuantitativo, es decir se
consideraron aquellos aspectos de la vida social susceptibles de cuantificarse y
que den cuenta de la familia como un aspecto institucional de la vida de los
adolescentes y de la manera como en la cotidianidad, permite que se consoliden
factores protectores, evidenciados en prácticas, hechos y pautas de crianza,
expresados por los mismos adolescentes y observados en el entorno de la
Escuela.
La investigación social cuantitativa está directamente basada en el
paradigma
explicativo,
utiliza
preferentemente
información
cuantitativa o cuantificable para describir o tratar de explicar los
fenómenos que estudia, en las formas que es posible hacerlo en el
nivel de estructuración lógica en el cual se encuentran las ciencias
sociales actuales (Briones, 1996. p. 17)
5.2 DISEÑO DE INVESTIGACIÓN
El acercamiento a los resultados que se presentan en este documento, se logró a
través de las siguientes fases:
5.2.1 Fase 1: Problematización. Por medio de la observación directa se identificó
la necesidad de abordar los factores protectores familiares frente a las drogas,
desde una perspectiva investigativa. Las situaciones de riesgo a las que
constantemente se ven abocados los jóvenes desde tempranas edades, requiere
implementar un trabajo preventivo desde el núcleo familiar que permita fortalecer
el componente educativo en las familias de los jóvenes estudiantes de la
Institución San Luis Gonzaga del Corregimiento de Chicoral, institución pública de
Tolima.
54
Se problematizaron los componentes rurales que adquiere el consumo de SPA y
la importancia que de los factores protectores en la pubertad, que se desarrollan
en el entorno familiar.
5.2.2 Fase 2: Sensibilización e información a la comunidad educativa. Una vez
estructurado el problema de investigación y realizada la construcción teórica, se
realizaron una serie de reuniones con los integrantes de la comunidad educativa:
Padres de familia, profesores, directivas y estudiantes.
Dichas reuniones tenían como objetivo sensibilizar acerca de la importancia que
tiene abordar desde la investigación el tema de los factores protectores familiares
ante la amenaza al que se exponen los adolescente con el consumo y de SPA,
con miras a incentivar la reflexión en torno al tema y que a largo plazo permita
fortalecer estrategias educativas y preventivas que vinculen al adolescente y a su
familia.
Las reuniones de sensibilización e información permitieron consolidar
compromisos con el estudio, especialmente dirigidos a facilitar la información
requerida, el consentimiento informado de padres y adolescentes y facilitar los
escenarios para la realización de la investigación.
5.2.3 Fase 3: Recolección de datos. La recolección de datos se compuso de varios
acercamientos para realizar un trabajo de observación, la aplicación de una
encuesta y un proceso permanente de sistematización y reflexión, que posibilitó
construir unas categorías conceptuales de los factores protectores familiares.
El formato de la encuesta, para probar su aplicabilidad al escenario de la
Institución Educativa San Luis Gonzaga del Corregimiento de Chicoral, en Tolima,
contó con una prueba piloto, que facilitó su ajuste al escenario específico en el que
se realizó el estudio.
5.2.4 Fase 4: Construcción de documento de resultados. La construcción
documento de resultados se ha enriquecido desde el inicio del proceso
investigación, la búsqueda y reflexión teórica así como la sistematización
trabajo de campo que acompaño este estudio, permitieron la presentación
presente informe de resultados.
55
del
de
del
del
5.2.5 Fase 5: Socialización con la comunidad educativa. La socialización con la
comunidad educativa, es la fase final de este diseño de investigación, con miras a
que los resultados expuestos se consoliden como una carta de navegación para
plantear propuestas desde la educación familiar, la prevención y la adolescencia.
5.3 POBLACIÓN Y MUESTRA
El proyecto de investigación se realizó con los estudiantes del grado quinto de la
institución San Luis Gonzaga de Chicoral, caracterizada por ser principalmente
rural, perteneciente al estrato 1 y 2 de acuerdo al régimen subsidiado SISBEN,
esta información extraída de la hoja personal del estudiante levantada en este
estudio. (Ver Anexo A)
Estas características compartidas por la comunidad educativa, permiten hablar de
unas similitudes tanto demográficas, económicas y culturales de la totalidad de
integrantes de la comunidad de la Institución educativa y el Corregimiento.
La muestra del presente estudio fue de tipo no probabilístico, es decir no todos los
sujetos tenían la misma posibilidad de ser seleccionados, puesto que los criterios
de la investigación y las condiciones específicas de información, voluntariedad y
cumplimiento de los requisitos, fueron elementos que permitieron seleccionar la
muestra. Por lo tanto, la conveniencia para la investigación fue uno de los
aspectos centrales del proceso de muestreo.
5.3.1 Criterios de inclusión en la muestra. Los criterios para la selección de la
muestra fueron los siguientes:
1. Pueden participar en la encuesta, adolescentes que se encuentren
oficialmente matriculados en la Institución Educativa, al momento de la
aplicación de la encuesta.
2. Los participantes deben estar cursando el grado quinto de primaria.
3. La edad de los participantes debe oscilar entre los 10 y 15 años de edad.
4. Los participantes deben contar con el permiso de sus padres o tutores,
quienes deben firmar el consentimiento informado, para ser incluidos en el
estudio.
5. Los estudiantes participantes, deben conocer el objetivo de la investigación y
decidir voluntariamente participar o no en ella.
56
5.4 MÉTODOS APLICADOS
El acercamiento para conocer los factores protectores familiares en el grupo de
adolescentes seleccionado, se realizó a través de los siguientes métodos:
1. Observación: Entendida como el método principal de cualquier investigación, de
acuerdo al profesor, Bernal, (2006) la observación directa cada día cobra mayor
credibilidad y su uso tiende a generalizarse debido a que permite obtener
información directa y confiable, siempre y cuando se haga mediante un proceso
sistematizado y muy controlado. (p. 117).
La observación permitió identificar que los estudiantes de quinto de primaria de la
Institución Educativa San Luis Gonzaga del Corregimiento de Chicoral, en Tolima,
están expuestos constantemente a situaciones de riesgo, en las que pueden
consumir drogas o alcohol, este fue el punto de partida para plantear el problema
de investigación que guía este estudio, adicionalmente acompañó el acercamiento
a los estudiantes, a la comunidad educativa y a las familias de los adolescentes.
2. Encuesta: De acuerdo al profesor Cesar Augusto Bernal Torres, la
encuesta “es una de las técnicas de recolección de información
más usadas (…). La encuesta se fundamenta en un cuestionario o
conjunto de preguntas que se preparan con el propósito de
obtener información de las personas.” (Bernal, 2006. p. 177)
La encuesta utilizada en el presente estudio, dada la estructuración y la eficacia de
las preguntas usadas, fue acoplada del estudio “Factores familiares y de pares
asociados al consumo de drogas en estudiantes de educación media”, de Solveig
Enréndira Rodríguez Kurí, Verónica Pérez Islas y Alberto Javier Córdova, de
Departamento de Investigación Psicosocial y Documental de Centros de
Integración Juvenil en México.
La aplicación del instrumento de medición se constituyó de dos fases:
3. Pretest o prueba piloto: Se identificó una muestra de veinte sujetos con
características similares a las de la población de trabajo identificada en la
Institución Educativa San Luis Gonzaga del Corregimiento de Chicoral, en
Tolima. Las características homólogas a las de la población de trabajo, permitió
validar el instrumento y la factibilidad de su aplicación para los objetivos de esta
investigación.
4. Test: Se aplicó la encuesta utilizando una muestra no probabilística, es decir,
utilizando los criterios establecidos por el investigador y la voluntariedad de los
participantes, como los principales elementos de inclusión.
57
Como parte de la encuesta, se incluyó una escala tipo Lickert autoaplicable, dicho
instrumento fue diseñado para la medición de factores de riesgo y protección por
el profesor Alberto Córdova de la Universidad Continental de México quien dio su
autorización para que el instrumento pueda ser utilizado para el cumplimiento de
los objetivos de este estudio. Es importante anotar, que de dicho instrumento
solamente se tomaron las preguntas relacionadas con factores protectores,
elementos necesarios para cumplir con los objetivos proyectados.
El instrumento estuvo conformado por una primera sección que incluye las
variables sociodemográficas sexo y edad. Una segunda parte que contiene 54
preguntas sobre factores protectores familiares, con cinco opciones de respuesta
(1) nunca, (2) casi nunca, (3) a veces, (4) casi siempre, (5) siempre,
correspondientes a la Escala Lickert.
5.5 MANEJO DE LA INFORMACIÓN
Una vez aplicada la encuesta se procedió a tabular los datos, de acuerdo a las
variables. El trabajo con la información cruda extraída de la aplicación de la
encuesta tuvo el siguiente manejo:
1. Elaboración de una base de datos para la sistematización de preguntas y
respuestas en el programa estadístico SPSS en su versión 18.0.
2. Realización de un análisis estadístico de tipo descriptivo.
3. Interpretación de la información cuantitativa.
El análisis estadístico se realizó con el software SPSS, el programa utilizado fue el
SPSS 18, Statistical Package for the Social Sciences (SPSS), programa
estadístico informático muy utilizado en las ciencias sociales, las empresas de
investigación de mercado y por diversos investigadores del mundo.
5.6 VARIABLES E INDICADORES

Magnitud de apoyo e involucramiento familiar: Para la medición de esta
categoría se utilizaron los reactivos que se presentan en la siguiente tabla:
58
Tabla 1. Preguntas en la escala Lickert para magnitud de apoyo e involucramiento
familiar
Número
Pregunta
49
¿Tus padres muestran interés en tu vida cotidiana?
54
¿Tus padres te apoyan para hacer lo que consideras importante?
80
¿Se molestan tus padres porque tus amigos fuman o consumen
alcohol?
89
¿Compartes alguna actividad recreativa con tus amigos?
107
¿Han rechazado tus padres a alguno de tus amigos por mala
influencia?
2
¿Se interesan tus padres por conocer personalmente a tus amigos?
7
¿Se han enterado tus padres de lo que has hecho?
8
¿Tus padres están atentos de que cumplas tus hábitos?
22
¿En tu familia todos cumplen las reglas?
10
¿Te dicen tus padres que esperan de ti respecto a tu desempeño
escolar?
40
¿Tus padres te motivan para salir adelante cuando tienes
problemas?
47
¿Tus padres te apoyan con las tareas o trabajos escolares?
91
¿Pueden visitarte en tu casa tus amigos?
3
¿Tus padres están pendientes de que cumplas con tus obligaciones
escolares?
46
¿Cuando tienes sentimientos de tristeza o desesperación, puedes
encontrar apoyo en tus padres?
Fuente: Las autoras
59
 Calidez en la interacción familiar: Para medir la calidez que perciben los
estudiantes frente la interacción con su familia, se incluyeron los siguientes
reactivos:
Tabla 2. Preguntas en escala Lickert para la calidez familiar
Número
34.
Pregunta
¿Sientes que eres importante para tus padres?
35
¿Te sientes a gusto cuando estas con tu familia?
37
¿Te gusta vivir con tus padres?
38
¿Tus padres son afectuosos contigo?
43
¿Pasas o compartes tiempo con tus padres?
48
¿Tus padres juegan un papel importante en tu vida?
55
¿Te sientes amado por tus padres?
57
¿Tus padres te demuestran cariño?
67
¿Tus padres se llevan bien?
41
¿Se reúnen para comer o ver la televisión en casa
Fuente: Las autoras
 Disciplina familiar: Las preguntas incluidas en la encuesta respecto a la
disciplina familiar fueron las siguientes:
Tabla 3. Preguntas en escala Lickert para disciplina familiar
Número
5
Pregunta
¿Puedes asistir a fiestas sin permiso y conocimiento de sus padres?
9
.¿Cuando sales de casa, debes regresar a una hora determinada?
13
¿Te piden tus padres que avises cuando sales de casa?
15
¿Existe en tu casa horarios más o menos fijos para comer, dormir, ver
televisión etc.
16
¿Tus padres establecen reglas sobre el tipo de amigos que puedes
tener?
60
Número
21
Pregunta
¿Tus padres expresan con claridad cuáles son las reglas que debes
cumplir?
28
¿Tus padres te recuerdan las reglas que debes cumplir?
29
¿Si las circunstancias lo ameritan, tus padres permiten que se
modifiquen las reglas.?
26
¿Las sanciones o el reconocimiento de tus padres son equivalentes
para todos los miembros de la familia?
33
¿Cuándo cumples las reglas establecidas, tus padres te lo reconocen?
12
¿Te prohíben tus padres convivir o salir con ciertos amigos?
20
¿Existen reglas en tu casa relacionadas con hábitos tales como
bañarte con determinada frecuencia, lavarte los dientes, cambiarte la
ropa, cortarte el cabello, limpiar tu cuarto?
23
¿Son razonables las reglas que establecen tus padres en tu casa?
25
¿Las reglas de tu casa son adecuadas para cada miembro de la
familia, de acuerdo con sus necesidades y posibilidades?
30
¿En cuanto a las reglas que establecen, tus padres predican con el
ejemplo?
31
¿Tus padres te sancionan cuando no cumples con las reglas
establecidas?
78
¿Tus padres ven mal que las personas fumen o tomen?
1
¿Te preguntan tus padres a dónde vas cuando sales?
4
¿Te preguntan tus padres quiénes son o que hacen tus amigos?
36
¿Te comunican tus padres las decisiones importantes para la familia?
39
¿Tus padres comparten contigo sus problemas?
42
¿Cuando tienes un problema recurres a tus padres?
45
¿Platicas con tus padres sobre tus problemas personales?
61
Número
50
52
Pregunta
¿Tus padres te hacen sentir confianza para hablar de cualquier tema
con ellos?
¿Conversas con tus padres sobre tus problemas personales?
Fuente: Las autoras
 Comunicación Familiar: Las preguntas incluidas en la encuesta respecto a la
disciplina familiar fueron las siguientes
Tabla 4. Preguntas en escala Lickert para comunicación familiar
Número
4
Pregunta
¿Te preguntan tus padres quiénes son o que hacen tus amigos?
36
¿Te comunican tus padres las decisiones importantes para la familia?
39
¿Tus padres comparten contigo sus problemas?
42
¿Cuando tienes un problema recurres a tus padres?
45
¿Platicas con tus padres sobre tus problemas personales?
50
¿Tus padres te hacen sentir confianza para hablar de cualquier tema
con ellos?
52
¿Conversas con tus padres sobre tus problemas personales?
Fuente: Las autoras
5.7 ASPECTOS ÉTICOS
Para dar cumplimiento al requisito de consentimiento informado, se solicitaron
verbalmente y por escrito las respectivas solicitudes de permiso al rector de la
Institución Educativa. De igual forma se firmaron los permisos concedidos por los
padres de familia, para la implicación de sus hijos y de ellos mismos en la
investigación.
Se expresó la voluntariedad en la participación de los estudiantes frente la
investigación, tanto al inicio como en el desarrollo. Por ello, se respetó la decisión
de algunos estudiantes de no participar en el estudio.
62
Quienes voluntariamente accedieron a formar parte activa de la investigación
fueron conscientes que no obtendrán ningún beneficio económico, sólo la
satisfacción de poder contribuir a una investigación en bien de la comunidad en
general.
Se dejó claridad la responsabilidad de los investigadores, frente la protección de la
identidad y el manejo ética a la información suministrada por los estudiantes.
Para dar garantía a los aspectos mencionados, se trabajó con cartas de
consentimiento informado, donde se da cuenta de todos los elementos esenciales
de tipo ético que deben procurarse cuando se trabaja con sujetos humanos.
63
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Figura 3. Frecuencia variable: personas con quien vive el adolescente
Fuente: Las autoras
Con relación al tipo de vivienda, en su mayoría, los estudiantes viven en una casa
arrendada (60.77%), seguido de las casas de invasión (26.9%) y una minoría
(19.23%) que tienen una casa propia. Estos datos son un indicador de la situación
económica de la familia y la inestabilidad en el lugar de residencia. (Figura 4).
El tipo de vivienda es un factor que permite identificar si se establecen o no
relaciones de apego y apoyo a nivel microsocial, en espacios como el barrio. La no
propiedad sobre el lugar de residencia puede influir en la volatilidad en la
permanencia reflejado en el cambio constante de lugar de vivienda, la poca
apropiación por un escenario y por lo tanto la falta de cohesión social, visible en
relaciones de amistad y compañerismo con otros vecinos y otras familias del
sector.
66
Figura 4. Frecuencia variable: tipo de vivienda en la que habita el adolescente
Fuente: Las autoras
Respecto el nivel cultural de la familia de los sujetos encuestados, se puede
evidenciar un bajo nivel educativo, reflejado en el 36.15% de padres o padrastros
que tienen como máximo nivel de educación la básica primaria y el 33.85%
secundaria. Como un porcentaje minoritario se encuentran los niveles Técnicos y
tecnológicos (16.92%) y profesional (16.92%). (Figura 5)
En relación con el nivel de formación de las madres o madrastras, la situación no
varía significativamente. Lo que evidencia un bajo nivel educativo en el núcleo
familiar en general. El 35.35% tiene estudios primarios y el 34.62% secundarios,
datos en los que se condensa la mayor parte de la población, (Aproximadamente
un 70%). Estos datos son seguidos por un 20% con estudios de tipo técnico o
tecnológico y un 6.9% profesional.
Esta información suministrada por los estudiantes, permite ubicar al núcleo familiar
en un bajo nivel educativo, estrechamente relacionado con la propiedad sobre las
viviendas, por lo tanto en la estabilidad económica de los hogares. (Figura 5 y
Figura 6):
67
Figura 5. Frecuencia variable último nivel educativo de los padres o padrastros
Fuente: Las autoras
Figura 6. Frecuencia variable último nivel educativo de las madres o madrastras
Fuente: Las autoras
68
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)XHQWH/DVDXWRUDV
El 16% es un porcentaje significativo dada la cantidad de personas incluidas en la
encuesta (130), y evidencia la presencia de varios hogares donde el
involucramiento familiar con la vida de los hijos no se ve reflejado en la
cotidianidad. Por el contrario, el 84% de los jóvenes encuestados, expresan sentir
el interés de sus padres frente sus actividades cotidianas, constituyéndose este en
un factor protector importante, que como veremos se refleja en los datos de
consumo de los estudiantes encuestados.
La Subsecretaría de Bienestar Social de Buenos Aires, realizó un estudio en el
año 2007, en el que se evidenció que está probado que los riesgos asociados al
consumo de sustancias disminuyen cuando mayor es el cuidado parental
expresado en conductas de interés y participación en las actividades de los hijos y
de supervisión de los que los hijos hacen. Gobierno de Buenos Aires, (2007).
Adicionalmente, se afirma en dicho estudio que estos adultos, ayudarán a niños y
adolescentes a ser menos vulnerables a la presión de los pares, a la necesidad de
aprobación del grupo de amigos y a la publicidad entre otros factores de riesgos,
fomentando el desarrollo de recursos protectores del consumo de sustancias, tales
como alta autoestima, habilidades sociales, expresión emocional, resolución de
conflictos, valores y actitudes prosociales y cooperativas. Esta pregunta acerca de
la información que solicitan los padres de familia cuando sus hijos salen, permite
adicionalmente identificar la manera como se da la comunicación al interior del
hogar. En el estudio realizado en el 2007 por la Subsecretaría de Bienestar Social
de Buenos Aires, ante la pregunta si los padres saben dónde se encuentran sus
hijos cuando salen, “casi el 34% de los padres de los estudiantes de nivel medio
no sabe dónde están sus hijos cuando no están en su casa, aunque se interesan
más por los lugares donde van a divertirse cuando salen.
La comunicación fluida y permanente entre padres e hijos, posibilita un mayor
involucramiento por parte de los integrantes de la estructura familiar y consolida el
núcleo familiar como una red de apoyo para el joven. En otras palabras, la
comunicación es un posibilitador de los factores protectores familiares.
70
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)XHQWH/DVDXWRUDV
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)XHQWH/DVDXWRUDV
Como se puede evidenciar en las Figuras presentadas, los hogares de los
estudiantes expresan desde diferentes dimensiones las maneras como se genera
la interacción con sus padres, específicamente relacionada con el apoyo y el
involucramiento familiar. La Figura 9, presenta el interés que tienen los padres de
familia por la vida cotidiana de sus hijos, que en un 72% manifestaron sentir
“Siempre” dicho interés, versus un 18% que vacila entre las opciones “A veces”,
“Casi nunca” y “Nunca”
Resultados similares se encontraron en las preguntas ¿Tus padres te apoyan para
hacer los que consideras importante?, que obtuvo un 73% en la opción “Siempre”,
“Casi siempre” un 8%,, y las opciones “A veces”, “Casi nunca” y “Nunca” un 19%,
obtenido de la sumatoria de los porcentajes individuales. (Figura 7)
En la Figura 12 se exponen las respuestas a la pregunta ¿Se interesan tus padres
por conocer personalmente a tus amigos?, ante la cual el 67% afirmó que
“Siempre”, el 14% “Casi siempre” y el 19% que agrupa las respuestas “A veces”,
“Casi nunca” y “Nunca”
La Figura 13 se detiene en la motivación que expresan los padres ante los
problemas de sus hijos, pregunta ante la cual un 82% afirmó que “Siempre” siente
dicho apoyo emocional, seguido del 5% a la opción “Casi siempre” y un 13% que
agrupa las opciones de respuestas “A veces”, “Casi nunca” y “Nunca”.
De los resultados presentados hasta este momento se pueden extraer varios
aspectos relacionados con el involucramiento y la magnitud de apoyo familiar, en
primer lugar, se observa una frecuencia entre los porcentajes de jóvenes que
manifiestan que existe una relación de apoyo e involucramiento con sus padres
que oscila entre un 73% y 82%, versus un grupo de jóvenes, entre el 13% y 18%
del total de la muestra, que expresaron relaciones de poco involucramiento y
apoyo familiar.
Sin embargo, para reconocer que esta magnitud de apoyo e involucramiento
familiar, encontrado en un segmento de la población (73% - 82%), tiene relación
con la manera como los jóvenes se resuelven ante situaciones de riesgo, es
necesario observar la relación de dichos datos con la pregunta de referencia que
hemos seleccionado como guía en este estudio (Pregunta 6 en la escala Lickert):
“¿Has hecho cosas que podrían ser perjudiciales (p.ej. consumir alcohol, tabaco o
drogas, viajar con amigos a altas velocidades, participar en peleas, haber tenido
prácticas sexuales de riesgo, dejar de alimentarte por tiempo prolongado,
provocarte vómito intencionalmente, etc.)?”.
Esta pregunta se tomó como punto de referencia el análisis, ya que permite
identificar si los factores protectores encontrados tienen relación o no con las
situaciones de riesgo posibles de los jóvenes, donde se incluye el consumo de
psicoactivos.
74
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Tabla 5. Correlación entre pregunta guía y preguntas de involucramiento y
magnitud de apoyo
Pregunta de referencia
Pregunta
Correlación
¿Has hecho cosas que podrían ser
perjudiciales (p.ej. consumir
alcohol, tabaco o drogas, etc)?
¿Te preguntan tus padres a
dónde vas cuando sales?
-0,78903
¿Tus
padres
muestran
interés en tu vida cotidiana?
-0,5439
¿Tus padres te apoyan
hacer lo que consideras
importante?
0,000465
¿Se interesan tus padres por
conocer personalmente a tus
amigos?
-0,59313
Fuente: Las autoras
La correlación permite identificar si existe o no una relación entre dos
variables, más no nos permite definir relaciones de causa y efecto
entre ellas, ya que una relación causal requeriría unas mediciones
más amplias que rebosan el presente estudio y el descarte de todas
las posibles variables que inciden en el fenómeno a estudiar, a pesar
de ello, posibilita la realización de una interpretación aproximada de
lo que ocurre con el problema de estudio. “La coeficiente de
correlación puede variar desde -1.00 hasta 1.00. La correlación de
proporcionalidad directa o positiva se establece con los valores +1.00
y de proporcionalidad inversa o negativa, con -1.00. No existe
relación entre las variables cuando el coeficiente es de 0.00.”
(Ramón, 2000. p. 1)
De acuerdo a esto, se correlacionaron la pregunta de referencia: ¿Has hecho
cosas que podrían ser perjudiciales (p.ej. consumir alcohol, tabaco o drogas, etc)?
Que permite identificar los casos de adolescentes que se han enfrentado a
situaciones de riesgo y las preguntas dirigidas a la medición del involucramiento
familiar y la magnitud de apoyo.
Estas correlaciones, tal como se presenta en la tabla es moderada e inversa en la
mayoría de los casos. Es decir, no hay una relación directa y perfecta entre una y
otra variable, sin embargo, si se puede establecer una relación entre unas y otras.
76
Llama la atención de este coeficiente, el signo negativo que acompaña a la
mayoría de las correlaciones (tres de cuatro cruces.)
Este tipo de correlación indica que existe una relación inversa entre las variables,
aumenta una y disminuye la otra, en otras palabras, a mayor involucramiento
familiar y apoyo, reflejado en: el interés de los padres en la vida cotidiana de sus
hijos, la información que solicitan los padres de familia cuando sus hijos salen, el
apoyo que perciben los hijos por parte de sus progenitores y el interés demostrado
por conocer los amigos de los hijos, menor es la cantidad de sujetos que
consumen alcohol, tabaco o drogas en algún momento de sus vidas.
Este resultado de la investigación no se aleja de los acercamientos realizados por
otros estudios que confirman que los padres y la relación que establecen con sus
hijos es un factor central para la prevención del consumo y que puede servir como
un factor protector ante situaciones de riesgo. Cantón y Cortés, (2000). Citado por
Rodríguez, Pérez, y Córdova, (2007). De acuerdo a lo planteado por Aseltine
(1995), “los altos niveles de apego y supervisión parental actúan restringiendo la
conducta desviada, como puede ser el consumo de drogas.
La correlación con el coeficiente más alto (-0.789. Ver tabla 4) corresponde a:
¿Has hecho cosas que podrían ser perjudiciales (p.ej. consumir alcohol, tabaco o
drogas, etc)? versus ¿Te preguntan tus padres a dónde vas cuando sales?, en la
cual se evidenció una correlación inversa pero alta. Esto puede indicar que los
jóvenes encuestados sienten que sus padres, si tienen interés por conocer dónde
están sus hijos cuando salen, factor que sobresale frente a los demás
seleccionados para medir la magnitud de apoyo y el involucramiento familiar.
6.1.3 Calidez en la interacción familiar. Como quedó planteado en el
marco teórico, el concepto de calidez hace referencia al bienestar
que proporciona una relación de afecto y cercanía. Este aspecto
puede evidenciarse en la día a día del joven y en el sentimiento de
comodidad y protección que puede lograr en la compañía de los
integrantes de su familia. Retomando los aportes de Bowlby, (1995),
la calidez familiar da cuenta de la necesidad de amor, seguridad y
tolerancia que necesitan todos los seres humanos, especialmente en
la infancia. (Glavic, & Barrios, 2008. p. 13).
Para evidenciar este aspecto de proximidad en las relaciones familiares, se
incluyeron varias preguntas en la escala Lickert para tener un acercamiento a la
medición de la calidez familiar de los adolescentes objeto de estudio. (Tabla 2:
Preguntas en escala Lickert para la calidez familiar), de las cuales se extrajeron
algunos datos representativos que se presentan en las siguientes Figuras:
77
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)XHQWH/DVDXWRUDV
)LJXUD)UHFXHQFLDGHUHVSXHVWD¢7XVSDGUHVVRQDIHFWXRVRVFRQWLJR"
)XHQWH/DVDXWRUDV
)LJXUD)UHFXHQFLDGHUHVSXHVWD¢7XVSDGUHVMXHJDQXQSDSHOLPSRUWDQWHHQ
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)XHQWH/DVDXWRUDV
)LJXUD )UHFXHQFLD GH UHVSXHVWD ¢7H VLHQWHV D JXVWR FXDQGR HVWDV FRQ WX
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)XHQWH/DVDXWRUDV
)LJXUD )UHFXHQFLD GH UHVSXHVWDV ¢6LHQWHV TXH HUHV LPSRUWDQWH SDUD WXV
SDGUHV"
)XHQWH/DVDXWRUDV
)LJXUD¢7HJXVWDFRQYLYLUFRQWXVSDGUHV"
)XHQWH/DVDXWRUDV
En la Figura 16, relacionada con la pregunta ¿Pasas o compartes tiempo con tus
padres?, el 67% de los jóvenes respondieron “Siempre” y un 16% respondieron
“Casi Siempre”. Estos datos en contraste con un 17% que ubicaron sus
respuestas en las opciones “nunca”, “casi nunca” y “a veces”.
En la pregunta si los padres demuestran cariño hacia sus hijos (Figura 16), se
reflejan importantes carencias afectivas, que sobrepasan los porcentajes
observados hasta el momento. Del total de jóvenes encuestados el 14% manifestó
que sus padres nunca son afectuosos, el 1% dijo que casi nunca y el 7% indicó
que a veces, esto equivalente al 22% del total de la muestra. El 67% del total de la
muestra ubicó su respuesta en la opción siempre y el 11% en casi siempre.
La Figura 17, presenta las respuestas a la pregunta ¿Tus padres juegan un papel
importante en tu vida?, que al igual que en la pregunta relacionada con el afecto,
evidencia carencias que vale la pena resaltar, el 20% ubicó sus respuestas entre
las opciones “nunca”, “casi nunca”, y “a veces”, versus el 72% que expresó que
“Siempre” y el 8% “casi siempre”.
Para comprender algunas particularidades de la calidez familiar que arrojó la
encuesta, se relacionó la pregunta del afecto que perciben los adolescentes por
parte de sus padres (Pregunta 38 en la Escala Lickert) y la pregunta acerca de la
importancia que tienen los padres en las vidas de los jóvenes (Pregunta 48 en la
Escala Lickert).
Dicha correlación permitió identificar que el afecto que perciben los hijos de parte
de sus padres y la importancia que le adjudican los hijos a sus padres (Figura 16 y
17), presentan una correlación positiva y moderada (0,56), es decir, que en la
medida que se generan relaciones de afecto entre los padres y sus hijos, puede
encontrarse que es mayor la importancia que adquieren en la vida de sus hijos. De
la misma manera, entre menos afecto se evidencia en las relaciones padres e
hijos, puede ser menor la importancia que le adjudican los hijos a sus padres.
Este resultado obtenido acerca de la calidez familiar en las
relaciones, es similar al resultado obtenido en la investigación
Factores Familiares y de pares asociados al consumo de drogas en
estudiantes, en el cual se afirma que los estudiantes que han
consumido alguna droga al menos una vez en su vida, parecen
percibir un menor apoyo y calidez por parte de los miembros de su
familia, particularmente entre ellos y los mismos padres. (Rodríguez,
Pérez, & Córdova, 2007. p. 172).
81
Este resultado queda representado en la siguiente Figura:
Figura 21. Representación correlación afecto e importancia adjudicada a los
padres por sus hijos
Fuente: Las autoras
En la Figura 18 se presentan las respuestas a la pregunta: ¿Te sientes a gusto
con tu familia? (Pregunta 35 en la Escala Lickert), a la cual el 12% respondió entre
las opciones “nunca”, “casi nunca” y “a veces”, entre tanto el 82% afirmó que
“siempre” y el 6% “casi siempre”.
En la Figura 19 se puede observar la importancia, que perciben los jóvenes, en la
vida de sus padres (Pregunta 34 en la Escala Lickert), el 85% considera que
siempre, el 6% casi siempre, y el 9% agrupa las respuesta “nunca”, “casi nunca”, y
“a veces”.
En la Figura 18 los jóvenes se expresaron respecto a si se sienten a gusto o no
conviviendo con sus padres (Pregunta 37 en la Escala Lickert), ante dicho
cuestionamiento, el 84% manifestó “siempre” y el 6% ubicó sus respuestas en las
opciones “nunca”, “casi nunca” y “a veces”.
Las correlaciones que se realizaron para corroborar si estos aspectos tienen o no
relación con el consumo de drogas y se consolidan como factores de protección
en las familias fueron las siguientes:
82
Tabla 6. Correlación entre pregunta guía y preguntas de calidez familiar
Pregunta de referencia
¿Has hecho cosas que podrían ser
perjudiciales (p.ej. consumir
alcohol, tabaco o drogas, etc)?
Pregunta
Correlación
¿Pasas o compartes tiempo
con tus padres?
-0,01
¿Tus padres son afectuosos
contigo?
-0,52332
¿Tus padres juegan un papel -0,34107
importante en tu vida?
¿Te sientes a gusto cuando
estas con tu familia?
-0,63121
¿Sientes
que
eres -0,49481
importante para tus padres?
¿Te gusta convivir con tus -0,62667
padres?
Fuente: Las autoras
Las correlaciones entre las preguntas vinculadas con la calidez en la interacción
familiar y la pregunta de referencia, dirigida a identificar si los jóvenes han estado
en contacto con alguna situación de riesgo, presentaron coeficientes de
correlación entre -0,01 (Muy bajo casi no hay correlación) y -0,62 (Correlación alta
e inversa). De estos resultados se destaca que en todos ellos, el signo de la
correlación es negativo, que indica que la dirección que tiene dicha correlación es
inversa, es decir, que mientras una variable adquiere valores más altos, los
valores de la otra decrecen.
El signo negativo de la correlación entre estas variables permite afirmar que a
medida que existe en un hogar, relaciones de afecto, vínculos de cariño,
sensación de bienestar en la convivencia y en la compañía de los integrantes del
grupo familiar, menos casos de jóvenes que se han visto expuestos a situaciones
como el consumo de drogas, alcohol y tabaco, alguna vez en sus vidas.
Estos datos obtenidos del estudio confirman la información
suministrada por Romagnoli, Kuzmanic y Caris, (2001) que de
83
acuerdo a la investigación que realizó CONACE en Chile en el año
2001 y que se presentó en el Cuarto Estudio Nacional de Drogas en
población escolar de octavo a cuarto medio, “que los padres
altamente involucrados en la educación y crianza de los hijos, y con
una clara postura de oposición al consumo de drogas, logran
disminuir la prevalencia de consumo de manera significativa.”
(CONACE, 2001. p.1)
Figura 22. Representación jóvenes expuestos a situaciones de riesgo y calidez en
la interacción familiar
Fuente: Las autoras
6.1.4 Disciplina familiar. Tal como se presentó en el marco teórico, la disciplina
familiar hace referencia a las reglas de comportamiento que un grupo social crea
como mecanismo de control para mantener un orden que se asume como
deseado por todos los integrantes de dicho grupo. Sin embargo, y como lo
menciona Riquelme, (2000), la disciplina efectiva, requiere un proceso de
interiorización por parte del individuo y no es netamente una cuestión de
obediencia, de ahí que hablar de disciplina trasciende el marco de las normas al
terreno de la educación.
La familia particularmente, por ser el primer contacto social del
individuo, es el espacio más adecuado para el aprendizaje de las
primeras normas de convivencia que posteriormente le permiten a
los sujetos el ingreso a la cultura y al grupo social más amplio. Es
por esto que resulta fundamental sensibilizar a los padres y/o adultos
significativos acerca de la importancia de su papel como agentes
preventivos, promoviendo el desarrollo de factores protectores.
(Romagnoli, Kuzmanic, & Caris, 2001. p. 1).
84
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FRQRFLPLHQWRGHWXVSDGUHV"
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VRQODVUHJODVTXHGHEHVFXPSOLU"
)XHQWH/DVDXWRUDV
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XQDKRUDGHWHUPLQDGD"
)XHQWH/DVDXWRUDV
)LJXUD)UHFXHQFLDGHUHVSXHVWDV¢([LVWHQHQWXFDVDKRUDULRVPiVRPHQRV
ILMRVSDUDFRPHUGRUPLUYHODWYHWF"
)XHQWH/DVDXWRUDV
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GLIHUHQWHV SUHJXQWDV OD SRFD FODULGDG GH ODV QRUPDV TXH VH GHEHQ FXPSOLU DO
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GHVDUUROOR GH VXV KLMRVDV´ SDUD UHIHULUVH D OD GLVFLSOLQD IDPLOLDU
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Por otra parte, en la Figura 25, se indagó con los jóvenes si en los hogares se
manejan horarios para comer, dormir, ver televisión y otras actividades cotidianas.
En esta pregunta, se evidenciaron varias carencias percibidas por los mismos
encuestados en el manejo de la disciplina al interior de las familias. El 30% afirmó
que nunca existe una regulación de los tiempos al interior del hogar, el 4% “casi
nunca” y “a veces” el 18%.
En el cuestionamiento representado en la Figura 24 referente a la regulación de
las horas de llegada a la casa, el 79% ubicó sus respuestas en las opciones
“siempre” y “casi siempre”, versus un 19% que manifestó una carencia ante este
requerimiento.
Finalmente en la Figura 22, se observa si los jóvenes cuando salen a fiestas, lo
hacen con o sin el permiso de sus padres, al respecto, el 25% afirmó que “a
veces”, “siempre”, y “casi siempre” podían hacerlo, frente a un 72% que se
expresó con la opción “nunca”.
Con relación a la normatividad que se refleja en el interior de los hogares, pudo
identificarse en este estudio, que hay un amplio porcentaje de adolescentes que
viven en familias sin claridad respecto a las normas que deben cumplir. El factor
disciplinario por lo tanto, se constituye en el factor protector que menor evidencia
tiene en las interacciones familiares de la población objeto de estudio.
Al respecto de la disciplina familiar, se puede afirmar que la nula o
baja supervisión y control sobre los hijos, sobre todo cuando los
padres se encuentran por fuera de la casa, sin conocimiento de las
personas con las que sus hijos se relacionan, representa un
debilitamiento del factor disciplinario como un factor protector. Este
hecho se refuerza cuando las normas no están bien definidas y hay
una mala comunicación de las mismas, adicionalmente por la
inexistencia de expectativas respecto a la conducta, una disciplina
inconsistente o excesivamente severa. (Martínez, 2009. p. 266).
Para conocer la manera como las variables seleccionadas en este estudio se
relacionan con la pregunta ¿Has hecho cosas que podrían ser perjudiciales (p.ej.
consumir alcohol, tabaco o drogas, etc)?, incluida en la escala Lickert, se
establecieron los siguientes coeficientes de correlación:
88
Tabla 7. Correlación entre pregunta guía y preguntas de disciplina familiar
Pregunta de referencia
¿Has hecho cosas que
podrían ser perjudiciales
(p.ej. consumir alcohol,
tabaco o drogas, etc)?
Pregunta
Correlación
¿Puedes asistir a fiestas sin
permiso?
-0,46809
¿Tus padres expresan
claramente las reglas que debes
cumplir?
¿Existen en tu casa horarios
para comer, dormir, ver tv, etc)
¿Cuándo sales de casa debes
regresar a una hora
determinada?
-0,02731
-0,56092
-0,61596
Fuente: Las autoras
La fuerza de las relaciones que se plantearon es moderada y permite evidenciar
en los signos negativos repetidos en cada uno de los cruces que a medida que la
disciplina y las normas familiares son claras en el hogar, los jóvenes no se
involucran con situaciones de riesgo. Este resultado se corrobora con otros
estudios que han identificado la importancia que tiene la disciplina familiar como
un factor protector.
6.1.5 Comunicación familiar. La comunicación intrafamiliar, como se mencionó en
el marco teórico, corresponde a un factor protector por excelencia que
adicionalmente es el posibilitador de la existencia de otros factores protectores al
interior del hogar. Guarate, (2009). En la Institución San Luis Gonzaga del
Corregimiento de Chicoral, institución de educación pública en el departamento del
Tolima, el factor protector de comunicación intrafamiliar se evidenció en torno a
una serie de indicadores incluidos en la escala Lickert y que permitieron obtener la
siguiente información relevante:
89
Figura 27. Frecuencia de respuestas: ¿Te preguntan tus padres quienes son o
que hacen tus amigos?
Fuente: Las autoras
Al cuestionamiento, ¿Te preguntan tus padres quienes son o que hacen tus
amigos?, del 100% de encuestados, el 18% afirmó que nunca y casi nunca,
sumado a un 17.7% que afirmaron que “a veces”. Estas opciones de respuesta
corresponden aproximadamente al 35% del total de la muestra, un porcentaje
significativo que vacila acerca de la información que solicitan sus padres de las
relaciones entre pares que tienen los jóvenes.
90
Figura 28. Frecuencia de respuestas: ¿Te comunican tus padres las decisiones
importantes para la familia?
Fuente: Las autoras
A la pregunta ¿Te comunican tus padres las decisiones importantes para la
familia?, aproximadamente el 14% ubicó sus respuestas entre las opciones
“nunca”, “casi nunca” y “a veces”. La opción siempre y casi siempre representó la
mayor frecuencia de respuestas en la muestra con un 73% y 12%
respectivamente.
Con esta pregunta es posible evidenciar el flujo comunicativo en el hogar, que
perciben los jóvenes por parte de sus progenitores, permite cuestionar que la
comunicación no se trata de un proceso unidireccional, sino que requiere
mutualidad y la apertura por parte de los padres para hablar con sus hijos.
Encaminada de la misma manera, se planteó la pregunta ¿Tus padres comparten
contigo sus problemas?, con miras a evaluar la capacidad de apertura
comunicativa que tienen los padres con sus hijos. (Figura 28)
91
Figura 29. Frecuencia de respuestas: ¿Tus padres comparten contigo sus
problemas?
Fuente: Las autoras
Al igual que las preguntas previas, el cuestionamiento ¿Tus padres comparten
contigo sus problemas? Es un indicador de la comunicación bidireccional entre
padres e hijos, en el caso particular de la unidad de estudio.
Este interrogante permitió observar una amplia distribución entre todas las
opciones de respuesta evidenciando importantes carencias en el tema de la
comunicación intrafamiliar.
La opción “nunca” y “casi nunca” agrupa
aproximadamente el 28% de la muestra, por su parte la opción “A veces” obtuvo
un 30.8%. Es decir, que más de la mitad de los sujetos encuestados (66%) no
sienten que sus padres establezcan un diálogo abierto que permita a los jóvenes
un mayor involucramiento con los problemas de los progenitores. Adicionalmente
el 31% respondió que “siempre” y “casi siempre” el 10.8%.
92
La información revisada hasta el momento respecto al factor protector
comunicación familiar, permite vislumbrar algunas deficiencias que vale la pena
traer a colación. Como se observa en las Figuras 26, 27 y 28, la comunicación no
es fluida al interior de los hogares, así lo evidencia un gran porcentaje de
adolescentes (33% a 66% de la muestra) que expresan desde diferentes puntos
de vista, la barrera comunicativa que tienen los padres para abrir sus experiencias,
vivencias y problemáticas con sus hijos.
Esto permite cuestionar si realmente la comunicación al interior de
los hogares está cumpliendo la función esperada y que se evidencia
en la medida que se geste en el hogar el diálogo abierto acerca de
los sentimientos, opiniones y experiencias entre los integrantes del
hogar, basado en respeto mutuo por las diferencias y vivencias del
grupo. (Romagnoli, Kuzmanic & Caris, 2006. p. 4)
Figura 30. Frecuencia de respuestas: ¿Cuándo tienes problemas recurres a tus
padres?
Fuente: Las autoras
93
Figura 31. Frecuencia de respuestas: ¿Platicas con tus padres sobre tus
problemas personales?
Fuente: Las autoras
Las Figuras 29 y 30 evidencian la confianza que sienten los hijos para contar sus
problemas a sus padres. En la Figura 29 se presentan las respuestas a la
pregunta ¿Cuándo tienes un problema recurres a tus padres?, la cual arrojó datos
similares a los demás factores protectores. El 15%, aproximadamente, ubicó sus
respuestas entre las opciones “nunca”, “casi nunca” y “A veces”. Las opciones
“siempre” y “casi siempre”, obtuvieron un 70% y 13% respectivamente.
La Figura 30 presenta las frecuencias de respuesta a la pregunta ¿Platicas con tus
padres sobre tus problemas personales?, que permitió conocer la confianza que
expresan los hijos frente a sus padres a la hora de afrontar una situación difícil.
Las opciones “Nunca”, “Casi nunca”, y “A veces” agruparon el 30% del total de la
muestra, frente un 70% que ubicó sus respuestas en las opciones “Siempre” y
“Casi siempre”.
94
Este componente de la comunicación intrafamiliar, evidencia en primer lugar, los
lazos de confianza que se establecen al interior del hogar, en el caso en particular,
un porcentaje importante de jóvenes no encuentran en sus padres los confidentes
apropiados para narrar sus dificultades, esto puede responder a la ruptura
generacional y a la incapacidad de establecer un diálogo abierto y receptivo, que
como se ha afirmado constituye un factor protector esencial en la vida de los
jóvenes. Al respecto del conflicto intergeneracional, se afirma que la adolescencia
es una etapa de búsqueda de autonomía que generalmente choca con lo
establecido como normativo en la familia, este puede constituirse en un limitante al
establecimiento de una comunicación adecuada al interior del hogares,
La familia ha sido y continúa siendo uno de los contextos educativos,
socializadores y de transmisión de valores más importantes que
tiene no sólo el niño, sino también el adolescente. De ahí la
necesidad de mantener la conexión padres-adolescente.
Ciertamente esta conexión no puede ser la misma una vez que se
inicia el proceso de autonomía del adolescente. Por lo que es
necesario cuestionarse si es posible armonizar autonomía y
conexión, o necesariamente la familia en este momento se ve
abocada al conflicto intergeneracional.
Este elemento llama la atención dada la importancia que tiene la
comunicación como un factor protector y como el posibilitador de
otros factores protectores, varios estudios al respecto han
demostrado que una educación democrática, requiere una
comunicación abierta, lo que facilita el equilibrio entre control y
autonomía, aspectos que en conjunto disminuyen la probabilidad de
comportamientos problemáticos. (Montañés, Bartolomé, Montañés, &
Parra, 2008. p. 394)
Muy relacionado al tema de la comunicación abierta entre padres e hijos, se
encuentra el tema de la confianza, como se evidencia en la siguiente Figura:
95
Figura 32. Frecuencia de respuestas: ¿Tus padres te hacen sentir confianza para
hablar de cualquier tema con ellos?
Fuente: Las autoras
A la pregunta ¿Tus padres te hacen sentir confianza para hablar de
cualquier tema con ellos?, obtuvo las siguientes frecuencias en las
respuestas: Las opciones “Nunca”, “Casi nunca” y “A veces”
representa un 20% de la muestra y el 80% restante ubicó sus
repuestas en las opciones “siempre” y “Casi siempre”. El tema del
establecimiento de relaciones de confianza está estrechamente
relacionado con la capacidad de entablar una comunicación abierta,
relacionada directamente con la educación democrática,
“Los
adolescentes educados por padres democráticos son los que reciben
una influencia más positiva de la familia: desarrollan mejores
habilidades sociales, son más autónomos y responsables, puntúan
mejor en autoestima, tienen una mejor planificación del futuro,
trabajan por recompensas a largo plazo, adquieren una moral
autónoma, tienen límites y reglas pero también apoyos, y mayor
probabilidad de evitar comportamientos de riesgo como tomar drogas
o actividades sexuales precoces.” (Montañés, Bartolomé, Montañés,
& Parra, 2008. p. 398)
96
Para conocer la relación que hay entre los indicadores utilizados para medir la
comunicación familiar, se realizaron una serie de cruces con las preguntas
relacionadas a este ítem y la pregunta de referencia que ha guiado el presente
análisis, tal como se presenta a continuación:
Tabla 8. Correlación entre la pregunta y guía y preguntas de comunicación familiar
Pregunta de referencia
¿Has hecho cosas que podrían
ser perjudiciales (p.ej. consumir
alcohol, tabaco o drogas, etc)?
Pregunta
¿Te preguntan tus padres
quienes son o que hacen
tus amigos?
¿Te comunican tus padres
las decisiones que son
importantes
para
la
familia?
¿Tus padres comparten
contigo sus problemas?
¿Cuando
tienes
problemas recurres a tus
padres?
¿Platicas con tus padres
sobre
tus
problemas
personales?
Correlación
-0.534
0.049176563
0.021435036
-0.622469821
-0.613480763
¿Tus padres te hacen
sentir
confianza
para -0.546011896
hablar de cualquier tema
con ellos?
Fuente: Las autoras
97
La primera correlación establecida entre las preguntas ¿Has hecho cosas que
podrían ser perjudiciales (…)? Y la pregunta ¿Te preguntan tus padres quienes
son o que hacen tus amigos?, presentó una correlación negativa moderada (-0.5),
que evidencia que estas dos variables tienen una relación inversa. Dicho resultado
permite afirmar que a medida que existe un mayor interés manifiesto por parte de
los padres por las amistades de sus hijos, menores casos de jóvenes que
manifestaron en la escala Lickert haber consumido sustancias psicoactivas alguna
vez en su vida, es decir que ante la pregunta de referencia respondieron (Siempre,
casi siempre y a veces).
En segundo lugar, la correlación entre la pregunta de referencia y ¿Te comunican
tus padres las decisiones importantes para la familia?, no presentó un coeficiente
significativo (0.04), por lo cual no se puede determinar que haya relación entre
estas dos variables. La misma correlación baja se encontró entre la pregunta de
referencia y ¿Tus padres comparten contigo sus problemas?, que debido al bajo
coeficiente presentado (0.02) no nos permite realizar una interpretación de cómo
interactúan dichas variables.
Resultados diferentes se presentaron en la correlación entre la pregunta de
referencia y el cuestionamiento ¿Cuándo tienes problemas recurres a tus padres?,
dicha correlación fue moderadamente alta y de signo negativo (-0.62). Esto puede
evidenciar, que para los jóvenes, la apertura que tienen sus padres para escuchar
sus problemas, constituye un elemento de mayor relevancia a la apertura que
tienen sus padres para narrar sus propios problemas.
Este resultado puede estar relacionado con la percepción que tienen los jóvenes
de sus padres como figuras de autoridad, uno de los componentes de la ruptura
generacional. Este elemento puede dificultar la comunicación bidireccional, que
podría favorecer a que los padres puedan recurrir a sus hijos como agentes de
escucha, confidentes y un apoyo para los problemas.
Este factor comunicacional, puede estar relacionado con la
búsqueda de autonomía que caracteriza a los adolescentes y que en
muchas ocasiones se constituye en un factor de conflicto al interior
de los hogares, “Los adolescentes están convencidos de que pueden
tomar decisiones a edades más tempranas de lo que consideran sus
padres. Esta discrepancia influirá en la conducta de los padres hacia
sus hijos y viceversa, lo que podría afectar a sus relaciones afectivas
y hacer más probable la aparición de conflictos entre ellos.”
(Montañés, Bartolomé, Montañés, & Parra, 2008. p. 395)
Por su parte, la correlación entre las preguntas ¿Has hecho cosas perjudiciales
(…)? Y ¿platicas con tus padres sobre tus problemas personales?, presentó una
correlación moderada y negativa (-0.61).
98
Con referencia a la correlación entre la pregunta de referencia y el
cuestionamiento ¿Tus padres te hacen sentir confianza para hablar de cualquier
tema con ellos?, presentó una correlación negativa y moderada (-0.54).
En los dos casos mencionados se presentan correlaciones moderadas e inversas,
que como se mencionó en apartados anteriores, indica que a medida que
incrementan los valores de una variable, los valores de la otra variable decrecen.
Esto indica que los jóvenes que evidenciaron relaciones de confianza con sus
padres y que perciben apertura de parte de sus progenitores para escuchar los
problemas de sus hijos, no presentaron casos de jóvenes expuestos a situaciones
de riesgo.
Esto confirma lo que se ha expresado en las investigaciones sobre el
apego que han demostrado que la vinculación afectiva de los
adolescentes con sus padres es positiva para ellos, sobre todo si se
ha desarrollado un apego seguro. El apego seguro facilita el
bienestar y el ajuste social del adolescente, además de ser un factor
protector de los comportamientos problemáticos. (Montañés,
Bartolomé, Montañés, & Parra, 2008. p. 393).
Dicho apego está vinculado directamente con la posibilidad de una comunicación
abierta, donde el diálogo y el respeto permitan establecer vínculos de confianza
entre los padres y sus hijos.
Adicionalmente, era importante para la investigación conocer si algunos aspectos
sociodemográficas podían estar relacionados con la presencia o ausencia de los
factores protectores, para ello se extrajeron de la ficha de datos personales del
estudiante (Ver Anexo A) las variables sexo, edad, personas con las que viven los
menores y el nivel académico de los padres y se los relacionó a través de una
tabla de contingencia con la pregunta de la escala Lickert ¿Has hecho cosas que
podrían ser perjudiciales (p.ej. consumir alcohol, tabaco o drogas, etc)?.
99
Figura 33. Sexo versus ¿Has hecho cosas que podrían ser perjudiciales como
consumir alcohol, drogas, o tabaco?
Fuente: Las autoras
Como se observa en la Figura 26, del 53,48% de hombres adolescentes
encuestados, el 91,3% afirmó “nunca” haber consumido drogas, alcohol o tabaco
en sus vidas, frente al 5,8% que ubicó sus respuestas en las opciones “casi
nunca”, “a veces” y “Siempre”, que indican que por lo menos una vez en la vida
han hecho uso de estas sustancias.
Por su parte, el grupo de mujeres adolescentes, que constituyó el 46,51% de la
muestra, afirmó con un 95% que nunca han hecho consumo de drogas u otro tipo
de sustancias, versus el 5% que expresaron que “casi nunca”, “nunca” y “a veces”
han hecho uso de ellas.
Estos datos permiten comprender, que el fenómeno del consumo no tiene
características diferenciales por género que se puedan establecer con la muestra.
Al respecto es importante tener en cuenta, que la conformación de la muestra fue
casi homogénea, con la participación de un 53.48% de hombres y un 46.51% de
mujeres y que los casos de los jóvenes que han consumido alguna vez en su vida
algún tipo de SPA se encuentran distribuidos sin ningún peso significativo en los
dos géneros.
100
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7. CONCLUSIONES

El estudio permitió reconocer la importancia que tienen los factores
protectores para el desarrollo integral y saludable de los adolescentes. Tanto
el involucramiento familiar y la magnitud de apoyo, la calidez familiar la
disciplina y la comunicación familiar son factores que tienen en el hogar y las
interacciones humanas que se gestan en su interior su principal escenario. La
familia es el factor protector por excelencia y por lo tanto el espacio hacia
donde se deben encaminar los procesos de prevención al consumo de las
SPA.

El estudio permitió comprender que el fenómeno de consumo a SPA no tiene
características diferenciales para el contexto urbano y el contexto rural. Los
estudios revisados y referenciados para esta investigación se realizaron en su
mayoría en espacios de tipo urbano, sin que ello sea un elemento significativo
en la distinción de los resultados obtenidos. La realidad que se vive en la
Institución Educativa San Luis Gonzaga de Chicoral permitió aterrizar datos
obtenidos en investigaciones a nivel nacional, como el Estudio Nacional de
Consumo de Sustancias Psicoactivas realizado en Colombia en el año 2011,
que presenta que un 12,1% de los estudiantes de Colombia declaran haber
consumido al menos una sustancia ilícita o de uso indebido, porcentaje
cercano al encontrado en los estudiantes objeto de este estudio con un 12%.

La comunicación es el factor que permite la existencia o ausencia de factores
protectores. Tal como lo afirma Cevallos (2008), la comunicación, como acción
cotidiana posibilita las relaciones sociales y el reconocimiento mutuo, los seres
humanos como seres en busca de sentido, requieren de la comunicación para
encontrarse y establecer relaciones, porque la comunicación es un proceso
constructor de sentido colectivo.

La comunicación fluida y permanente entre padres e hijos, posibilita un mayor
involucramiento por parte de los integrantes de la estructura familiar y
consolida el núcleo familiar como una red de apoyo para el joven. En otras
palabras, la comunicación es un posibilitador de los factores protectores
familiares

El factor protector denominado involucramiento familiar y magnitud de apoyo,
permitió conocer que en los hogares donde se vislumbran relaciones de
cercanía, reconocimiento y apoyo mutuo, tiene adolescentes menos
propensos al consumo de cualquier SPA. Tal como lo expresa Eduardo
Valenzuela (2006) a partir de su estudio en Chile, donde evidencia que los
adolescentes con padres poco involucrados tienen una alta probabilidad de
consumir drogas y otras sustancias.
104

El 16% de los adolescentes manifestaron que sus padres no se interesan por
sus vidas cotidianas, esto como un indicador del factor protector
involucramiento familiar y magnitud de apoyo. Dicho porcentaje se considera
significativo y que requiere ser atendido por las autoridades competentes para
que no se convierta en un factor de riesgo, tal como lo plantea el Gobierno de
Buenos Aires, (2007) en su investigación, en la que afirman que el consumo
disminuye en la medida en que los padres de familia demuestran interés y
participan en la vida de sus hijos.

Existe una alta correlación entre la exposición de los adolescentes a consumo
de SPA y el interés que demuestran los padres por el lugar donde se
encuentran sus hijos cuando salen de los hogares, tal como quedó
demostrado en el análisis estadístico.

El factor protector denominado calidez en la interacción familiar, presenta
algunas carencias que vale la pena poner en consideración. Existe una
percepción negativa de los adolescentes frente las expresiones de afecto que
tienen sus padres, que se evidencia en el 22% de adolescentes que
manifestaron que sus padres no tienen expresiones de cariño con ellos. Este
elemento afectivo está correlacionado con la importancia que le adjudican los
adolescentes a sus padres en sus vidas.

El factor disciplinario en las familias es el que presenta mayores deficiencias,
en los hogares de los jóvenes encuestados, no hay claridad respecto a las
normas que se deben cumplir, como tampoco hay un acompañamiento por
parte de los padres al cumplimiento de estas mínimas.

En la muestra, los jóvenes entre los 10 y 11 años de edad no presentaron
ningún caso de consumo. Los casos de consumo se evidenciaron entre el
rango de los 12 a 15 años de edad, lo que evidencia los resultados del estudio
de Factores protectores de pares asociados al consumo de drogas, en el que
se manifiesta que este rango de edad presenta una mayor vulnerabilidad.
(2007). Sin embargo, es importante ahondar con otras muestras y generar
unos datos comparativos que permitan confirmar esta afirmación.

De acuerdo a los resultados, los casos de jóvenes que consumieron algún tipo
de sustancia alguna vez en su vida, no se encuentran relacionados con la
configuración de la familia nuclear, (padre, madre e hijos) esto evidencia que
se pueden generar factores protectores en familias no nucleares y que es el
tipo de relación que se establece al interior de los hogares lo que tiene un
mayor peso en el desarrollo de los adolescentes.
105

La comunicación bidireccional entre padres e hijos está determinada por
diversas variables como la ruptura generacional, que impide que los padres de
familia compartan con sus hijos sus problemas. Sin embargo, con los
resultados del estudio se reafirma la importancia que tiene que los padres de
familia tengan la apertura necesaria para escuchar y apoyar a sus hijos. Esto
favorece relaciones de confianza, necesarias para que se den factores
protectores al interior de los hogares.
106
8. RECOMENDACIONES
 Dirigir investigaciones encaminadas a ampliar los resultados y alcances de este
trabajo de investigación, que permita evidenciar la presencia de factores
protectores en diferentes grupos etarios, pre adolescentes, adolescentes,
jóvenes, adultos, etc. Con miras a contrastar los resultados obtenidos en el
presente estudio.
 Propiciar trabajos de intervención que tengan como punto de partida el
fortalecimiento del núcleo familiar, especialmente las relaciones democráticas al
interior del hogar, basadas en la comunicación, la disciplina familiar, el apoyo y
el involucramiento. Esto con el fin de generar un trabajo de prevención en
cuanto al consumo de SPA en los grupos más jóvenes.
 Promover espacios de diálogo entre la institución educativa y los padres de
familia, que permitan generar un proceso de formación integral para los
jóvenes, y el fortalecimiento de una red de apoyo que posibilite el
distanciamiento de los jóvenes de situaciones de riesgo.
 Las estrategias que se encaminen en cuanto a la prevención de consumo de
SPA, debe considerar las particularidades de los adolescentes y sus familias,
por lo tanto, se hace necesario pensar modelos educativos desde lo local, que
considere las diferencias culturales, económicas, sociales y simbólicas que
tiene cada comunidad.
 Acompañar los procesos de intervención de un constante seguimiento basado
en la investigación, que permita alimentar la información obtenida y el constante
crecimiento del saber académico, como respaldo legítimo de la acción.
 Explorar los factores protectores desde metodologías cualitativas y mixtas, que
permita ampliar la mirada que posibilita la metodología cuantitativa empleada en
el presente estudio.
107
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en niños de 6,8 y 10 años de edad. Revista de Educación y Desarrollo.
Weinreich, M. (2004). Intervención de salud en familias de alto riesgo
biopsicosocial. Seguimiento a largo plazo de funcionamiento familiar.
Zubareuu, T. (2008). Influencia de la familia como factor protector de conductas de
riesgo en estudiantes chilenos. Revista Médica de Chile.
110
ANEXOS
111
Anexo A. Ficha de datos personales del estudiante
112
Anexo B. Solicitud de consentimiento del Rector de la Institución educativa San
Luis Gonzaga para el trabajo de campo
113
Anexo C. Modelo carta de consentimiento informado por parte de los padres de
familia
114
Anexo D. Solicitud consentimiento a la directora para la realización del trabajo de
campo
115
Anexo E. Escala Lickert
116
117
118
119
120
121
Anexo F. Autorización para utilizar el instrumento. (Escala Lickert)
Copia correo electrónico
De: Alberto Cordova <[email protected]>
Fecha: 16 de abril de 2012 10:52
Asunto: saludos desde México y envio de instrumento
Para: [email protected]
Estimada Martha Magdalena
Me da gusto que te interesaste de nuestro trabajo, el año pasado estuve en
Medellín
en el congreso Interamericano de Psicología que se llevó a cabo del 26 al 30 de
junio.
Me encanto tu país, sus costumbres su comida muy rica, el museo de Botero y
todo lo demás, la gente muy amable.
Claro con todo gusto te envió el cuestionario y en lo que te podamos apoyarte
cuenta con ello
Inclusive
parece?
podríamos sacar un estudio comparativo posteriormente ¿ que te
Saludos desde México
Alberto
Por favor envíame un correo de que te llego el instrumento
Gracias
122
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